Yo,Sancho Panza y El Don Quijote

Yo, Sancho Panza. Él, don Quijote El escritor mendocino, Fabián Sevilla, transforma la novela cervantina en una obra des

Views 109 Downloads 3 File size 61KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Yo, Sancho Panza. Él, don Quijote El escritor mendocino, Fabián Sevilla, transforma la novela cervantina en una obra destinada al público infantil. Autor: Fabián Sevilla. Ilustrador: Carlos Pinto. Editorial Aique Páginas: 144 páginas Formato: 21 14 cm

*A partir de 9 años

La segunda parte del libro es la obra ficcional en sí misma, dividida en un prólogo, los catorce capítulos más el epílogo. Esta novela es una adaptación del Quijote, de Miguel de Cervantes. Fabián Sevilla, su autor, transforma la novela cervantina en una obra en la que se reconocen algunas de las originales hazañas quijotescas, narradas desde la voz de Sancho Panza. La diferencia específica de la

obra de F. Sevilla, sin embargo, reside en el tono de los personajes (que se comportan en un ambiente actual), sin dejar de desempeñar sus roles. Por esta feliz mezcla, el vocabulario propio de una novela de caballería convive con el del mundo de hoy. Por ejemplo, dice Sancho: “Maese Nicolás… agregó que era necesario que tan magnánima persona fuera con la princesa… aquellos tres eran unos mentirosos. Encima yo

les estaba saliendo de cómplice… él saldrá muy confiadito a devorarte…”. Así, la verosimilitud de los personajes se transparenta en su modo de hablar, que se adecua magistralmente al contexto sociocultural de cada uno. Este logro permite que el lector pueda reconocer con facilidad cada voz: Sancho usa un lenguaje popular, con frases hechas, coloquialismos, con el registro propio del que

posee un saber un poco ingenuo, pero práctico, con algo de astucia y, a la vez, de cálida lealtad. En cambio Quijote se expresa mediante un lenguaje característico del idealista, de un caballero lector que vive de y en la fantasía. Asimismo, alternan diálogos inusitados, el humor desopilante, los juegos de palabras, la picardía. Todo se combina con el guiño que invita a pensar en la bondad humana o, por el

contrario, en la conducta interesada o malintencionada.