volviendo a la matrix

OTRA VEZ EN MATRIX DE VUELTA A LO COTIDIANO TRÁS LA EXPERIENCIA CON ENTEÓGENOS JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO www.autopoiesis

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OTRA VEZ EN MATRIX DE VUELTA A LO COTIDIANO TRÁS LA EXPERIENCIA CON ENTEÓGENOS

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

www.autopoiesis.es

Título original: OTRA VEZ EN MATRIX. Copyright © 2015 José Luis López Delgado. © De la presente edición: José Luis López Delgado.

ISBN: 978-84-16316-29-8

Para contactar con el autor: [email protected] Todos los d ere ch os reser v ados . No es t á per m it ida la reproducción total ni parcial de este libro, ni la recopilación en un sistema informático, ni la transmisión por medios electrónicos, mecánicos, por fotocopias, por registro o por otros métodos, salvo de breves extractos a efectos de reseña, sin la autorización previa y por escrito del editor o el propietario del copyright.

Gracias a Celia Domene

«Lo que se sana en el interior, no se manifiesta en el exterior.» C. G. Jung. «El dolor no es más que la rotura del caparazón de nuestro entendimiento.» Khalil Gibran «La vida no es un problema que deba resolverse sino un misterio que hay que vivir.» Joe Ripley Caldwell

ÍNDICE PRÓLOGO.........................................................................................................8 1. DE VUELTA A MATRIX 1.01. Introducción............................................................................................10 1.02. De vuelta a lo cotidiano........................................................................12 1.03. Autopoiesis............................................................................................14 1.04. Aterriza como puedas...........................................................................15 1.05. La intención del viaje.............................................................................16 1.06. Perdidos en el hiperespacio.................................................................18 1.07. Lete: El río del olvido................................................................................19 1.08. Las expectativas: Fuegos artificiales.................................................20 1.09. Enfrentando la sombra psicológica: La noche oscura del alma.....23 1.10. El papel del miedo...................................................................................26 1 . 1 1 . El asunto de las revelaciones...............................................................28 1.12. Efectos posteriores.................................................................................30 1.13. Si no se tiene ningún tipo de experiencia durante el trance..........37 1.14. Huir de Matrix: Juegos del ego.............................................................38 1.15. Repetición de una experiencia .............................................................40 1.16. Mapas de la conciencia..........................................................................41 1.18. Guías y maestros....................................................................................43

2. CONCLUSIÓN 2.01. Recordándonos a nosotros mismos.................................................46 2.02. Las palabras mágicas: Aceptación y confianza...........................47 2.03. Vivir de manera sagrada.......................................................................51 2.04. El proceso de integración......................................................................52 2.05. Consejos para viajeros..........................................................................52 2.06. A modo de despedida...........................................................................59

NOTAS.............................................................................................................61 BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA........................................................62

PRÓLOGO Tomando prestada la metáfora cinematográfica de la película Matrix1 –cuya idea principal es que vivimos atrapados en una realidad completamente ilusoria– expongo en esta pequeña obra el papel de los enteógenos2 como ayuda para ver más allá de la realidad tangible. L os enteógenos ac túan como cat alizadores desencadenando un intenso proceso de expansión de la conciencia3. Esta gran ampliación de la conciencia nos ofrece un cambio radical de perspectivas, que pueden ayudar a ver matrix de otras maneras e incluso desconectarte de la propia matrix. Escribí esta pequeña guía como ayuda para sortear los escollos que se encuentran en el camino de evolución personal a través de los enteógenos. La idea es que pueda llevarse en la mochila o en el bolsillo. Mi objetivo es facilitar el camino, en este caso, ayudar a la integración en lo cotidiano tras un trance con enteógenos. Esta guía te ayudará a reforzar el sentido común, a ser más consciente de ti mismo y a estar mejor preparado para tomar decisiones sólidas. La guía contiene buenos y prácticos consejos recopilados a lo largo de más de veinte años de experiencia e investigación personal, pero su objetivo principal es conducirte hasta la 8

mejor orientación que puedas encontrar: la que surge de tu propia experiencia e introspección. Este pequeño libro te ayudará a: • Disipar tu confusión y aclarar tus dudas. • Descubrir tus verdades personales mientras avanzas hacia la Verdad Última. • Enfocar nuevas perspectivas. • Encontrar inspiración y adquirir nuevos recursos para continuar por tu sendero con plenitud y claridad. • Saber más de ti mismo y de tus necesidades más profundas. • Integrar tu experiencia enteogénica en tu vida cotidiana. La búsqueda espiritual ha dejado ya de ser propiedad exclusiva de las religiones organizadas. Y aquello que promete la vida espiritual (paz, alegría, amor, sabiduría, libertad, conexión con lo Divino) ciertamente es muy real. Es asequible, y el camino es más sencillo y directo de lo que te han hecho creer y también más arduo y desconcertante de lo que a menudo se afirma. Creo que, a lo largo del camino que conduce hasta la libertad, todo el mundo tropieza tanto con su propia sombra personal (es decir, con aquellos aspectos del ego4 que son temidos y reprimidos), como con el lado oscuro e idealizado o distorsionado de la espiritualidad. Porque el camino moviliza algunos de nuestros deseos y miedos más profundamente arraigados.

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DE VUELTA A MATRIX 1.01. Introducción Si durante siglos las plantas enteógenas han sido reverenciadas por la mayoría de las culturas a lo largo de la historia de la humanidad, ha ocurrido que a medida que las civilizaciones han llegado a su apogeo, han perdido sus cultos sagrados, prohibiéndolos, castigándolos y relegándolos al olvido. Esta desconexión con lo sagrado ha propiciado la caída de todos estos imperios ya sumidos en una visión egoísta y egocéntrica. El sistema social que impera en occidente –basado en la ciencia y la razón– actúa como un ente que se alimenta de las personas que se comportan como engranajes ciegos y mecánicos. El sistema siempre ha demonizado todo aquello que libera al individuo de su civilizada y confortable jaula, impidiendo que las personas tomen realmente decisiones por ellas mismas, en definitiva, que ejerzan verdaderamente su libertad como seres humanos.

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Es evidente que la sociedad actual se encuentra en la cuerda floja, muy lejos de la naturaleza y de lo sagrado. No obstante, tenemos la oportunidad de experimentar fácilmente con gran cantidad de sustancias entéogenas. Esta fácil accesibilidad suele estar desprovista de la información, preparación y el contexto adecuados para que la experiencia sea lo más fructífera posible. Por tal motivo, apoyo el uso de enteógenos como herramienta de desarrollo personal y ofrezco mi visión y experiencia en dicho campo. Las experiencias con enteógenos producen profundos cambios internos y nos abren a nuevas perspectivas para entendernos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Son un instrumento, una herramienta de inestimable valor a la hora de emprender un trabajo interior de autodesarrollo y autoconocimiento. De ahí que la finalidad del consumo de plantas enteógenas o de sus respectivos alcaloides sea conseguir determinadas alteraciones de la conciencia. Salir de la matrix. Las culturas ancestrales poseen un conjunto coherente de tradiciones sagradas, una «concepción de la realidad». Su historia, su tradición sagrada –la mitología– cuenta cómo las cosas han venido a ser y muestra actitudes y conductas para poder experimentar y mantener vivos los mitos. Como ocurre con los propios mitos, que siempre están marcados por un ciclo de muerte-renacimiento, los dioses, semidioses y héroes, nos revelan en sus historias nuestra propia historia, nuestro propio mundo interno.

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Para acceder a los más profundos misterios de estas tradiciones se requería pasar por un proceso de iniciación. Esta iniciación no trataba solamente de una instrucción en el mero sentido de la palabra, el neófito sólo llegaba a hacerse digno de la enseñanza sagrada a través de una ardua preparación espiritual. Y son los chamanes los maestros que han sido iniciados en el empleo de la botánica sagrada, son los transmisores de una concepción ampliada del mundo gracias a los enteógenos.

1.02. De vuelta a lo cotidiano A raíz del profundo trance5 vivido con los enteógenos se despierta una intensa necesidad de integrar en la vida cotidiana lo descubierto durante estas experiencias. Independientemente de las particularidades de su experiencia muchas personas después de un trance con enteógenos se enfrentan a las mismas cuestiones básicas de siempre y que ahora precisan de una respuesta inmediata. Creencias y actitudes que antes tejían nuestro camino quizás ahora nos llevan a estrechos callejones de paradojas y ambigüedades. Se despierta la necesidad de compartir las experiencias vividas y las nuevas dimensiones del Ser6 recién descubiertas con otras personas que lo puedan entender y respetar. El rechazo generalizado en la sociedad actual a la toma de sustancias modificadoras de la conciencia puede provocar que no se pueda contar la experiencia sin ser 12

juzgado como loco, enfermo, drogadicto, etc. Esto lleva a que si se comenta a personas no adecuadas nos podemos encontrar con una actitud de rechazo o falta de comprensión. Si la familia, amigos o terapeutas no comprenden el potencial curativo de esas vivencias, pueden no considerarlas como válidas y preocuparse por el estado de la persona. Si ésta se deja influir por esos juicios, puede aumentar las dudas e invalidar su propia experiencia. En caso de tener dudas, lo mejor es consultar al guía que ha dirigido la experiencia. Practicar técnicas de meditación o tener un maestro espiritual, es algo muy recomendable para el correcto desarrollo de autoconocimiento a través de las plantas enteógenas. Los chamanes, y más concretamente los que se desenvuelven en el ámbito de las plantas enteógenas han requerido un largo y duro entrenamiento para alcanzar su condición de chamanes. Por lo tanto, el primer paso para entender la experiencia, por paradójico que parezca, es no analizar lo que ha sucedido, al menos de momento. No hay que intentar racionalizar la experiencia a toda prisa y a toda costa. Después de la disolución de las propias estructuras mentales que conlleva cada experiencia enteogénica, se da un proceso natural y espontáneo de autoconstrucción, la denominada autopoiesis. No se debe interpretar, ni en clave psicológica, ni en clave médica, ni de ningún otro tipo. Tan sólo observar lo que ha sucedido y sentir sin juzgar el estado actual en que uno se encuentra.

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El segundo paso consiste en establecer un puente entre la experiencia o mundo subjetivo y el mundo físico u objetivo. Para ello lo mejor es expresarlo con palabras, con un dibujo, una melodía o cualquier otra forma de expresión. De entrada, se trata de detenerse a observar las consecuencias del trance en uno y simplemente plasmarlo. En otras palabras, lo más recomendable es confiar en el propio proceso vivido, y en que la experiencia ha sido útil, buscar información que refuerce o mantenga la experiencia viva y plasmarlo artísticamente.

1.03. Autopoiesis En una primera fase tras la experiencia, es importante no dejarse arrastrar por los malos hábitos mentales anteriores. Es necesario persistir implacablemente para que ninguna circunstancia enturbie el proceso autopoiético. Es muy fácil desviarse de nuevo hacia los antiguos hábitos (emocionales, mentales, rutinas, etc.) que han constituido la vida de una persona hasta el momento. La principal sugerencia que se puede hacer durante el proceso autopoiético, que al principio puede ocasionar cierta inestabilidad, es: Confía en el propio proceso natural sin tratar de buscar nuevas seguridades rápidas mediante estimulantes, alimentos, televisión, etc. Tan sólo hay que estar abierto y confiar en la capacidad de ordenamiento natural y armónico de la propia naturaleza humana. Hay que 14

permitir que el equilibrio se restablezca por sí mismo. Por eso es fundamental observarse y permanecer conscientes para no dejarse arrastrar por los antiguos hábitos. En las experiencias con enteógenos se entiende que el proceso de sanación equivale al proceso de completar, de llegar a ser alguien íntegro y completo. Este hecho posee una naturaleza espiritual y sagrada para el ser humano, ya que significa la búsqueda de la unidad, del Uno del que hablan y buscan todas las grandes vías espirituales. Es el proceso de individuación del que hablaba C. G. Jung.

1.04. Aterriza como puedas Al igual que las naves espaciales son lanzadas al espacio en unas condiciones muy específicas, la toma de plantas enteógenas requiere también de unas condiciones muy determinadas. Se trata de un viaje hacia el interior de uno mismo, hacia espacios sutiles, hacia otras dimensiones donde la física que conocemos no funciona y rigen leyes propias. Para ello, debemos tener muy en cuenta lo que se denomina el «set» (predisposición y preparación) y el «setting» (entorno y contexto) del viajero. La intensidad no sólo dependerá de la calidad del enteógeno que se utilice, sino también de los participantes y del guía que dirija la experiencia. 15

El contexto (setting) y las condiciones personales (set) en que se realizó la experiencia determinan en gran medida el proceso de integración. Las experiencias con enteógenos suelen tener cuatro propósitos fundamentales (en ocasiones se solapan varios): 1. Lúdico 2. Psiconáutico 3. Terapéutico 4. Sagrado Dependiendo de la intención con la cual se haya participado en la experiencia, el trance tendrá sus matices pertinentes y éstos influirán poderosamente en la vueta a la realidad cotidiana, matrix. Continuando con el símil de las naves espaciales, se hace obvio que el ámbito del aterizaje es también de vital importancia. Por lo que también es muy recomendable cuidar el contexto para una satisfactoria integración de la experiencia.

1.05. La intención del viaje Es muy importante tener una intención o propósito bien definido al acceder al viaje interior con enteógenos. De no ser así se puede ir a la deriva, sin rumbo y sin que se experimente algo realmente significativo. Sin propósito es muy común perderse en divagaciones y sinsentidos. Este propósito es una orientación previa, una vez empezada la experiencia sólo hay que fluir y no intentar dirigir o controlar lo que 16

suceda. El propósito o intención del viaje se mostrará tarde o temprano como una intuitiva revelación, una sensación de resolución de algún conflicto interno o una vivencia de dar un salto cuántico en el desarrollo de tu vida. Aunque resulte paradójico, se trata de definir un objetivo pero sin forjarse expectativas de ningún tipo. Es recomendable abrigar una clara intención de trascender nuestra zona de confort para conectar con nuestra parte más pura y sagrada. El ego siempre se resiste y se aferra a la estabilidad o aparente seguridad de lo conocido y tangible. En esta sociedad industrializada lo sagrado es ignorado, está totalmente desprestigiado y forma parte de lo desconocido o repudiado para la mayoría de las personas, y esto mismo contribuye a alimentar nuestra resistencia a trascender la realidad cotidiana. Por otra parte, se debería evitar una idea previa demasiado estricta de la experiencia, ya que a la larga sólo puede influir sobre la trayectoria del viaje generando erróneas expectativas. Esta incapacidad para alcanzar un objetivo rígidamente establecido terminará por resultar innecesariamente frustrante y desalentadora. Por lo que creará una desestabilización en el camino de regreso a lo cotidiano. Es el sentido, el dotar de significado a todo lo que acontece en nuestra vida lo que da orientación en el día a día y no el querer tener todo bajo control. Aceptar el aquí y ahora en cualquier estado de conciencia es la clave que 17

nos proporcionara sentido en la vida y se desvelará una dirección, un camino único para cada uno.

1.06. Perdidos en el hiperespacio Hay que tener muy claro que la decisión de experimentar con enteógenos es personal y no ha de ser el resultado de influencias de terceros. Se necesita una firme determinación de responsabilizarse de uno mismo y tener una actitud de valor, voluntad, inquietud, deseo de búsqueda, trascendencia y evolución. El contexto y las condiciones personales en que se realizó la experiencia determinan en gran medida el desarrollo del proceso de integración posterior a la experiencia. Ciertamente el ámbito de lo espiritual y los mundos arquetípicos son fuentes de poderosas energías mucho más potentes que aquellas a las que está acostumbrada la conciencia ordinaria. Cuando el individuo comienza a recibir tal flujo de energía, el ego a menudo se desequilibra y cae en una gran confusión. Siempre que no se dispone de la suficiente preparación, surge la duda de si fue real lo que se percibió o si era simple imaginación. Si todo fue una locura, una alucinación o si todo fue un mero espectáculo para los sentidos. Cuando esto sucede, el ego pierde su base y, en lugar de soltarse con plenitud a lo desconocido, a una nueva 18

perspectiva de la vida, sale disparado rápidamente intentando encontrar un modo de interpretar lo que está ocurriendo y así apropiarse de la experiencia para su propio uso y mantener el control. Una manera de hacer esto es suponer que tales experiencias le pertenecen. Aunque las experiencias le resultan poco familiares, el ego se expande, fagocita la experiencia y así se hincha abarcando más que antes pero sin haber trascendido o cambiado nada, cuando lo idóneo es soltar, o, dicho de otro modo morir para renacer. En otros casos, ocurre justamente todo lo contrario, el ego rechaza la experiencia por ser caótica, difusa, dolorosa o incomprensible y huye de ella hasta afirmar que la experiencia no fue suya.

1.07. Lete: El río del olvido En algunas ocasiones, al poco tiempo de vivir una experiencia con enteógenos, prácticamente parece que lo vivido se pierde en el olvido. Todo vuelve a la normalidad como por arte de magia y parece que la puerta al mundo interno se cierra permanentemente. En algunas ocasiones suele ocurrir que la información que se ha recibido ha sido muy intensa, abrumadora o muy difícil de asimilar para nuestro ego. Todo ese material que ha emergido del mundo interno se irá filtrando lentamente para su integración. Esto se podrá ir viendo en el contenido de los sueños, las sincronicidades que se perciban en lo cotidiano y la actitud con uno mismo y con todo lo que nos rodea. 19

Por dicho motivo, como ya he mencionado anteriormente, es de gran importancia plasmar la experiencia artísticamente, así se crea un puente entre el mundo interno (experiencia) y el mundo físico (manifestación). La ilusión de matrix es persistente y sus puertas se cierran si no ponemos conciencia en nuestro día a día. En la mitología griega el río Lete hacía de barrera –el olvido– entre el mundo físico y el mundo invisible.

1.08. Las

expectativas: Fuegos artificiales

Uno de los escollos más habituales suele estar en pensar: «Tengo que hacer que vuelva esta experiencia» o «No quiero volver a tener una experiencia así». Esto se convierte en un obstáculo para el propio desarrollo personal, el ego quiere de nuevo tener el control. Las propias expectativas y juicios son un gran impedimento, ya que pueden distorsionar lo que realmente se ha experimentado, y de no cumplirse pueden provocar desilusión y frustración. Es importante tener en cuenta que el hecho de que alguien crea que ha contactado con un ángel, canalizado a un ser superior o viajado por el plano astral, no significa que 20

necesariamente haya ocurrido. Tales ámbitos son muy reales, pero pueden también ser fácilmente imaginados y creados. Es más, estas experiencias pueden ser interpretadas como si fuesen la iluminación y a veces se buscan obsesivamente, cuando probablemente han surgido en el campo de la mente dual y no tienen nada que ver con la trascendencia de los niveles transpersonales o espirituales. Podemos decir que en ocasiones la experiencia es una proyección del inconsciente, o una creación o fantasía mental. En otras ocasiones se tratará de una realidad donde todo era tal cual se ha percibido (en los niveles más profundos se tiene la certeza absoluta de vivir una experiencia genuina), pero en las experiencias con enteógenos es frecuente que ocurran ambas cosas. Para muchas personas, especialmente para quienes no están familiarizados con experiencias místicas, resulta devastador el momento en que dicha experiencia se disipa. Tanto, que lo normal es que intenten aferrarse a cada residuo de la experiencia. No obstante, el proceso de aceptar que una vivencia mística se ha difuminado es diferente en cada caso y depende de muchos factores.   Pero hay que tener en cuenta que cuando una experiencia es «positiva», –un aplazamiento de nuestro sufrimiento–, se la quiere poseer, de modo que se la captura, se la enjaula y se le pone una etiqueta: «La maravillosa experiencia mística que he tenido». Lo cierto es que la continua práctica en la experimentación de diferentes 21

estados de conciencia incrementa el discernimiento y la claridad. Para experimentar diferentes estados de conciencia y aprender, lo recomendable es practicar con diferentes métodos de meditación y técnicas modificadoras de la conciencia que complementan el uso de enteógenos. Las vivencias de estados alterados de conciencia con carácter místico constituyen parte del crecimiento y del desarrollo humano, es decir, del heróico viaje evolutivo en que todos estamos inmersos. Éstos estados son indicadores del proceso de autopoiesis. Cuando las personas no reconocen la naturaleza de estos fenómenos, extraen todo tipo de conclusiones acerca de ellos. A menudo concluyen que ellos son especiales por haber tenido tales experiencias y no es infrecuente que una persona se sienta alienada y desconcertada, o incluso fragmentada por ellas. Como vivimos en una cultura en la que la gente está tan desconectada de los aspectos internos del Ser, se cree que esas experiencias son signos de algo extraordinario o anormal. En cambio, en muchas otras culturas, los trances o las experiencias con estados alterados de conciencia se consideran parte normal de la vida cotidiana. Cada una de esas experiencias puede ser una bendición de los dioses, incluso una indicadora señal del despertar. Ahora bien, pueden ser igualmente el certificado de defunción del aspirante, tentando al ego para que proclame la experiencia como algo propio, evitando así cualquier valor transformador y genuino. El ego es el «Maestro de la 22

ilusión». Por ello hay que dejar espacio a las experiencias internas para que florezcan, al mismo tiempo que se las observa con toda precaución. Esta profunda observación revela las ilusorias máscaras del ego y cómo éste se disfraza hábilmente en nombre de la verdadera iluminación y la auténtica liberación. Ciertamente las energías internas son fuerzas muy poderosas y cuando un individuo comienza a explorar este campo suele imaginar que sus experiencias conducirán a la iluminación. Pero la iluminación estable generalmente es producto de toda una vida de práctica espiritual, realizada habitualmente bajo la supervisión de un maestro cualificado, y no de destellos efímeros o de raptos de éxtasis momentáneos.

1.09. Enfrentando

la sombra psicológica: La noche oscura del alma

La mayoría de la gente no tiende a pensar en las experiencias oscuras, terroríficas o caóticas como transformadoras, y sin embargo, muy a menudo sí lo son. En algunas ocasiones, determinadas visiones estremecedoras, estados de terror o un dolor profundo y devastador, son formas de estados alterados de conciencia de carácter transpersonal y espiritual. Son sólo nuestros estereotipos y fantasías los que nos dicen que las experiencias místicas son todas brillantes, gozosas y extáticas. 23

En ocasiones dichas experiencias de los inframundos van acompañadas de notables cambios en la vida del propio individuo y pueden producir importantes estados de claridad. Pueden ofrecer una comprensión profunda del sufrimiento, la impermanencia y la muerte, entre muchas otras cosas. El hecho es que esos encuentros infernales, en muchas ocasiones no son tan diferentes de otras formas de experiencia mística, tal y como muestran las enseñanzas del Bardo en la tradición del budismo tibetano. San Juan de la Cruz escribió una guía imperecedera, cuyo título dio nombre a estas experiencias: La Noche Oscura del Alma. Sin embargo, las noches oscuras también contienen luz; detrás de las nubes igual brillan las estrellas. Ya sea que se experimente el abismo o la desolación, es momento de esperar, confiando en que lo inevitable del cambio, a medida que se desarrolle, traerá alivio, toma de conciencia y un nuevo sentido. La voluntad de aceptar el dolor facilita la transformación. En las noches oscuras tú puedes sentir que experimentas una especie de muerte, dado que tu identidad o tu perspectiva acerca de la vida comienzan a ser obsoletas. Se abre un espacio entre lo que ha sido y lo que sucederá. Este espacio puede parecer caótico, pero las teorías contemporáneas sobre el caos reconocen el potencial de transformación que tiene. Cuando toda esta vorágine de emociones y percepciones caóticas tiene sus raíces en el miedo, suele pertenecer a niveles cercanos del inconsciente. El miedo puede surgir 24

en cualquier momento, pero es cuando uno se acerca a un cambio de nivel cuando suele surgir con mayor intensidad. Es normal que en un estado de trance donde se amplifican las emociones, el miedo se experimente muy exageradamente, ya que cada paso de nivel puede vivirse como una pequeña muerte. Cada trauma, bloqueo o herida emocional adquirido a lo largo de la vida son un síntoma reiterado del dolor que nos produjo la separación de la Unidad, de lo divino, y que resuena desde que nacemos. Y son estos mismos síntomas los que empujan al sujeto al encuentro o búsqueda con lo sagrado. Ellos son los que nos orientan hacia un proceso de muerte y renacimiento, que una vez consumado produce una integración y clarificación de la experiencia y de la misma vida. La raíz del miedo es el dolor primordial de la humanidad que se manifiesta en las personas de muy distintas maneras, siendo provocado por la ilusión de separación de la Unidad o Flujo Universal. Esta sensación de separación es muy dolorosa y desoladora y provoca miedo. Este miedo va estructurando toda la personalidad -el ego- que huye del encuentro con la esencia del Ser, donde se restablece la conciencia de unidad. Cuando se conecta con la esencia del Ser uno se da cuenta de que no está solo y nunca lo ha estado. En ese instante el miedo desaparece y el ego se sana, siendo un paso necesario para la expresión del Flujo Universal o Espíritu. Este dolor ancestral se manifiesta en varios tipos de miedo. Todos los miedos son «la caída», o sea la separación de lo 25

divino, el principio del ego, la individualidad y el instinto de supervivencia con el despliegue de todos sus mecanismos de defensa psíquicos.

1.10. El papel del miedo Todos los miedos proceden de ese miedo original y ancestral que surge en el momento en el que fuimos creados y empezamos a existir. Ese miedo primigenio nos ha ido acompañando a lo largo de toda la historia de la humanidad, y aunque en el pasado nos fue muy útil para la supervivencia en el planeta, actualmente solo nos resulta útil en momentos muy puntuales. Este miedo se manifiesta según en qué momento y según en qué nivel de muy diferentes maneras: - miedo a la muerte

El miedo a dejar de existir, a la nada y al vacío.

- miedo a la locura

El miedo a dejar de ser uno mismo o perder el control sobre la vida.

- miedo a sentirse vulnerable

El miedo a parecer débil y fuera de contexto, miedo a la transparencia y la verdad, miedo a desvelar la intimidad y profundidad de uno.

- miedo a lo desconocido

El miedo a encontrar o ver en uno cosas desagradables, partes con las que uno no se identifica o desconoce que existan en su interior.

- miedo al pasado

Es miedo a un pasado que uno cree que está teñido de culpa, vergüenza o tiene enterrados traumas emocionales.

- miedo al dolor

Se trata del miedo al dolor en todos sus aspectos tanto físicos como psicológicos.

- miedo a la soledad

El miedo a estar solo y no significar nada para nadie.

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Estos miedos pueden desembocar en ansiedad, estrés y otras patologías (neurosis, psicosis, etc.), pero al enfrentarnos a ellos comprendemos que el miedo es el pasaje hacia la valentía y la trascendencia. Una vez que se alcanza un nuevo estado de conciencia, antes o después surge el miedo. Pero el miedo hay que tomarlo como una bendición, ya que a través de él podemos avanzar y evolucionar en nuestro camino. Cuando se está dispuesto a experimentar el miedo, uno se convierte en un «guerrero del espíritu». Para atravesar el miedo se necesita fe. Esta fe es la confianza en el proceso, en el ser interior, en el guía, en la propia vida y en el universo. Cuando surgen dudas es porque hay algún tipo de análisis o juicio mental y ésto provoca incertidumbre, miedo y desconfianza. La única alternativa para deshacerse del miedo es entrar en él, por muy intenso que sea. De esta forma se descubre que adentrarse en el miedo es un alivio, una inyección de coraje que ayudará cada vez más a adquirir fe y confianza en el proceso en el que uno se halla inmerso. El proceso es la manifestación del deseo de alinear el mundo interior con el mundo exterior, de transformar lo profano en sagrado y podemos encontrarlo en muchas tradiciones a lo largo del planeta. Por ejemplo, en la cosmogonía shivaista de India es la voluntad primordial o kamakala y en la tradición chamánica mexicana es el intento. 27

1.11. El asunto de las revelaciones La realidad interna es experimentada cuando se expanden los límites de nuestra percepción cotidiana, más allá de los sentidos físicos, haciéndonos conscientes de un mundo interior oculto lleno de fuerzas, imágenes y experiencias subjetivas muy personales. La realidad interna afecta nuestro cuerpo, emociones y mente de la misma manera que la externa. Cuando imaginamos que exprimimos un limón en nuestra boca, en poco tiempo nuestras glándulas salivales empezarán a trabajar. La experiencia interna es muy real en su propio mundo y puede producir cambios importantes en nuestras vidas. Cuando nuestra conciencia se conecta con una realidad trascendente, vivimos una experiencia profunda y transformadora que nos revela una realidad espiritual, la cual puede ponernos en contacto con el Ser Superior (la divinidad que compartimos todos los seres humanos). Esta realidad trascendente es llamada por los místicos «revelación». Uno de los obstáculos con el que nos encontramos respecto a esta realidad reside en su dificultad para ser expresada. La revelación es el conocimiento de una realidad divina de manera directa e inexplicable. No siempre es fácil saber si el mensaje de tu interior proviene de la revelación divina o de tu propio contenido psíquico. 28

Pero existen siete características básicas de toda verdadera revelación: 1. En la revelación no hay un aspecto contradictorio o absurdo. 2. Siempre expresa un orden que da como resultado poder, armonía y bondad. 3. Siempre expresa una verdad inmutable, nos habla de principios universales. 4. Siempre nos transforma. 5. Nunca son una orden imperativa. 6. Generalmente atañen al propio individuo. 7. Tampoco habla de terceros y mucho menos de forma despectiva, agresiva o excluyente. La revelación habrá sido auténtica si se cumplen varios de los puntos mencionados. De esta manera, se convierte en una expresión viviente de la Sabiduría Eterna. La esencia de la revelación nunca cambia, aunque la forma de su manifestación en cada individuo puede adaptarse a las diferentes influencias culturales a lo largo de la historia. Cuando te sientas especialmente impaciente por actuar de acuerdo con lo que parece ser una gran revelación, pregúntate: • ¿Incumple alguno de los siete puntos anteriores? • ¿Está mi mente distorsionada por la rabia, el orgullo, la culpa, el miedo o cualquier otro sentimiento similar? • ¿Será que sólo quiero que sea verdad? ¿Podría ser en realidad una ilusión, un deseo? 29

• ¿Estoy siguiendo una intuición o simplemente un impulso? • ¿Me gusta la idea porque alimenta mi ego? • ¿Representa la salida más fácil? ¿Estoy siendo perezoso? • ¿Estoy ansioso o mentalmente impaciente? • ¿Me siento tan incómodo con la incertidumbre que me aferro a la primera idea para aliviarme?

1.12. Efectos posteriores Los efectos posteriores a la experiencia persistirán durante un período que puede ir desde unas pocas horas hasta varias semanas. Esto generalmente dependerá de la capacidad o las herramientas de integración de la persona, así como la propia intensidad de la experiencia que se ha vivido. Las personas que realizan meditación u otras técnicas de desarrollo personal suelen integrar el contenido psíquico y energético mucho más rápidamente adaptándose con mayor facilidad a su vida cotidiana. De hecho, cualquier técnica que se utilice, no sólo se complementa con los enteógenos, sino que potencia la integración y aprendizaje tras la experiencia.

1.12.01. Cambios físicos de diversa índole.

  Algunos son claramente observables y otros, la mayoría, son más discretos. Tras la experiencia es habitual observar somatizaciones diversas como cambios en la expresión facial, algún cambio en la postura corporal, o la aparición de ligeros estados gripales de limpieza por las vías nasales. También es frecuente que enfermedades 30

de origen psicosomático y algunas patologías mejoren tras la experiencia: asma, gastritis, cefaleas, dolores musculares, entre otras.   A veces aparece algún trastorno físico pasajero que acompaña a los cambios psíquicos implícitos en el proceso de integración posterior. Tales dolores o molestias se deben a la propia resistencia del ego al cambio, o bien a los procesos de limpieza psicosomática.

1.12.02. Mayor apertura y comprensión.

  Se siente uno más expandido, abierto y dispuesto a interactuar con todo lo que le rodea. Se tiene más empatía, lo que propicia la entrega a los demás y el desarrollo de la compasión. No se hace necesaria la imposición de una moralidad. Se produce una activación del amor como forma de relación. Cuando se empieza a amar, el respeto hacia los demás y el reconocimiento nítido de lo ajeno aparecen de forma natural. Tras la experiencia, los participantes suelen disfrutar de unos valores espirituales más claros.   Tras un trance bien integrado se experimenta una solemne exaltación de agradecimiento a la vida. Se experimenta gratitud y amor hacia personas concretas (los propios padres e hijos, la pareja, amigos, maestros, la persona que dirige la experiencia, etc.). A la vez que se despierta un sentimiento de agradecimiento ontológico o de carácter cósmico.

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Se adquiere mayor tolerancia, capacidad de perdón y benevolencia hacia los demás. Se pueden también reducir las tendencias agresivas y mejorar la autoestima. Se consigue mejorar la calidad general de vida, ya que se produce una profunda conexión con otras personas y con la naturaleza.   Se experimenta una mayor sensibilidad e intuición. Ya no se percibe sólo la superficie de las cosas y se produce una reorientación del propio sistema de valores. Las profundas experiencias con enteógenos limpian las presiones emocionales reprimidas, permitiendo recuperar la libertad y la paz interior, ofreciendo una nueva perspectiva para la vida.

1.12.03. Sincronicidad.

  Se experimenta una mayor conexión con el flujo universal. Las sincronicidades ocurren con mayor frecuencia. Parece que todo esta interconectado y se tiene la capacidad de identificar y observar sincronicidades en la vida cotidiana, coincidencias que el sujeto percibe como dotadas de sentido. De pronto, algunos hechos, lugares, o cosas, adquieren un significado especial del que antes carecían.

1.12.04. Sanación e integración.

 Al producirse una reestructuración interna se restablece en cierto modo la salud, la armonía y el equilibrio en todos los niveles. En las experiencias con plantas maestras se persigue el encuentro profundo con 32

la esencia del Ser. Esta búsqueda activa es, en sí misma, una acción terapéutica que activa la homeostasis natural.

1.12.05. Integración de eventos pasados no resueltos.

  Durante las experiencias con enteógenos se inicia un proceso que permite reabrir las heridas y huellas emocionales que siguen virulentas, ver su contenido, reconciliarse y perdonar. De hecho una de las principales funciones de las experiencias es cerrar situaciones del pasado, permitiendo así que se inicien nuevos ciclos para la persona.   La revisión de los lazos y valores familiares suele ser uno de los temas centrales de las catarsis. El pasado individual se desentierra, se limpia, se integra y queda sanado. En los primeros años de vida, incluida la estancia en el útero materno, es cuando se dan la mayor parte de vivencias traumáticas, ya sea de una forma organizada y formal o sea de forma caótica e incluso violenta. De ahí la capital importancia de las catarsis para aclarar los laberintos de las relaciones familiares que han condicionado la vida del sujeto desde su origen: padre, madre, abuelos, hermanos y tutores.

1.12.06. Gran emotividad.

  Es muy habitual que algunas emociones emerjan muy rápidamente, ya no son reprimidas como antes. Cada experiencia enteógena es un fractal emocional desplegándose en el tiempo y el espacio. Se amplifican 33

todos los aspectos de la vida, haciéndose más evidente lo que en el transcurso de lo cotidiano quedaba disimulado o solamente intuido.   En algunas ocasiones lo que se sentirá será un estado de euforia en el que uno se siente más vivo y alegre, pero también más centrado y seguro de sí mismo. Se ve la vida con otros ojos y todo parece mágico y bello. Se descubre la necesidad de entregarse a la vida, a cada situación, a cada relación. Se comprende sabiamente que la vida no da nada más que lo que cada persona esté dispuesta a recibir de la vida.   En cambio en otras ocasiones puede que el estado sea de carácter depresivo. Hay personas que sienten una ligera depresión o melancolía en los días siguientes a las experiencias enteogénicas. Sentir un ligero estado de tristeza no tiene connotación negativa alguna a pesar del rechazo que genera en nuestra sociedad, donde rápidamente se invita al triste o depresivo a frenar tal sentimiento consumiendo fármacos antidepresivos.   Algunas personas, después de visitar los espacios trascendentales, se deprimen porque su vida corriente les parece gris y poco interesante en comparación con la luz y la liberación que han degustado. Y en otras ocasiones se alternan ambos estados y se puede producir una «montaña rusa» emocional que puede ir de la euforia a la depresión.

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1.12.07. Desorientación.

  La mente se enfrenta al desafío de clasificar toda la información que ha recibido a raudales durante la intensa experiencia y puede mostrarse un tanto fatigada o confusa durante algún tiempo.  También puede generar algo de confusión y desasosiego el hecho de volver al mundo sólido y no gozar de la gran libertad que se sentía durante el trance.

1.12.08. Flashback.

  Los flashbacks completos, en los que por un momento se vuelve a vivir una experiencia enteogénica en su totalidad, pertenecen a la categoría de efectos extremadamente raros, al igual que otros episodios de intensa locura o sensación de que no ha terminado el proceso. Estos suelen ser muy poco frecuentes e indican que la persona ya tenía un desarreglo psíquico o una extrema sensibilidad que los enteógenos detonaron.

1.12.09. Inflación del ego (Hybris).

  Un peligro que se presenta en frecuentes ocasiones es la inflación del ego, que puede llegar al extremo de tomar una actitud mesiánica. Si la persona ha entrado en contacto con lo que interpreta como Dios, Jesús, Buda o cualquier poder divino, puede suceder que su ego distorsione su sentido de identidad personal. Estas personas, en estos casos, en lugar de salir de la experiencia con la comprensión de que lo divino está dentro de todos 35

y cada uno de nosotros, se creen los elegidos y desarrollan tendencias mesiánicas e intolerantes con los que no creen lo mismo que ellos. No comprenden que se han comunicado con una realidad universal potencialmente al alcance de todos y creen que se trata de algo exclusivo.   La inflación egóica usa muchas máscaras diferentes: un sentido de superioridad, vanidad, autosatisfacción, un sentimiento de ser especial, una apreciación exagerada del propio desarrollo espiritual, orgullo por los logros espirituales, aislamiento, o el sentimiento de que nadie es capaz de entender su propia experiencia. Cada una de estas máscaras está fabricada ilusoriamente desde una perspectiva egóica.

1.12.10. Autocomplacencia.

  La autocomplacencia es otro de los peligros que acechan algún tiempo después de haber vivido una experiencia con enteógenos. Hay personas que se vanaglorian de los pasos que han dado en su desarrollo, del esfuerzo que les ha costado llegar al nivel de conciencia al que han llegado y se convierten en seres complacidos de sí mismos, lo cual es uno de los mayores impedimentos para seguir avanzando en el sendero espiritual. Algo que hay que tener muy en cuenta es que todos los efectos posteriores a una experiencia con enteógenos se pueden acentuar a causa del uso imprudente de drogas psicoactivas, determinados medicamentos o hábitos inadecuados. 36

1.13. Si

no se tiene ningún tipo de experiencia durante el trance

En algunos casos no se tiene ningún tipo de experiencia durante el período de trance y esto puede deberse a diferentes causas; la teoría más generalizada es que la cantidad del enteógeno suministrada es insuficiente en relación con la proporción del peso corporal de la persona, pero lo cierto es que hay personas que aun con un peso bajo y comulgar con dosis muy altas no perciben nada en absoluto. Esto puede ser debido a factores tanto físicos, como emocionales o mentales. En varias tradiciones indígenas cuando una persona no entra en la experiencia los chamanes dicen «que la planta no le quiere», lo cual probablemente hace referencia a personas refractarias a los enteógenos o con gran dificultad para soltar y entregarse a la experiencia. He podido constatar durante años que un continuo análisis o diálogo interno, o unas exageradas expectativas antes o durante el trance, pueden impedir que los enteógenos surtan efecto en algunos individuos. Igualmente, si los canales sutiles están muy bloqueados, se tiene un miedo exagerado, o una rigidez mental muy acentuada, en ocasiones no se percibe el más mínimo efecto. Igualmente, una dieta inadecuada, la caracterología corporal, alteraciones en el sueño o determinadas alteraciones bioquímicas pueden dejar al individuo sin experiencia alguna durante el trance con enteógenos. Son personas refractarias a los efectos de los enteógenos. Algunas de estas personas 37

han superado su frustración al volver a tomar y conseguir por fin apreciar los efectos de un enteógeno.

1.14. Huir de Matrix:

Juegos del ego

El ego, como mera herramienta que nos posibilita desenvolvernos en este mundo físico, teme desaparecer y por este motivo lucha, racionaliza y huye de la experiencia a toda costa. Al perder su férreo control vive la experiencia como una muerte y saltan sus mecanismos de defensa. Durante la toma de enteógenos puede ocurrir que el ego de una persona no preparada se sienta desplazado, se sienta morir e intente influir en la experiencia a toda costa creando todo tipo de «juegos» o artificios para no perder el control. Esta situación se puede manifestar con mayor o menor intensidad mediante la aparición de algunos de los siguientes síntomas: • Risa o hilaridad nerviosa, que en muchas ocasiones intenta ser contagiada a otros participantes con un extraño humor. • Levantarse, moverse o realizar actividades físicas de una manera obsesiva, compulsiva o fuera de lugar. • Tener somnolencia, hambre, o cualquier otra sensación exagerada que atenúe o distraiga de vivir la experiencia con plena intensidad. • Exacerbada fantasía mental que crea un contexto ilusorio que impide profundizar en la experiencia. 38

• Querer comunicarse o mantener un diálogo mental toda costa. • Continuos bucles mentales o paranoias obsesivas sin sentido. • Sensación de estar en una burbuja psíquica, pudiendo llegar a una huída a un lado fragmentado de la psique. • Una exagerada autocomplacencia, que puede indicar que se está en una zona de confort interior y que realmente no se ha traspasado ningún nivel, o bien el ego se ha apropiado de la experiencia: «Estoy experimentando este éxtasis. ¡Qué suerte tengo!» • Repetición obsesiva de una palabra o frase, a modo de escape o amortiguación de las emociones u otros contenidos internos. • E x p e r i me nt ar emociones muy extrañas o contradictorias. Si ha habido algunas de estas actitudes es muy probable que no toda la experiencia se haya integrado naturalmente y una gran cantidad de «material psíquico» se quede en una fase latente que producirá una presión emocional, la cual podría emerger de golpe en un momento inoportuno. El miedo a enfrentarse a lo desconocido es útil para la supervivencia del ego, pero es un lastre para el descubrimiento de todo nuestro potencial como seres que aún no se conocen en su totalidad. Seres que aún no «se recuerdan», ya que en definitiva ese es el propósito fundamental, recordarnos a nosotros mismos como seres divinos que hemos encarnado para autodescubrirnos. Es el propio juego divino de la existencia humana. 39

Igualmente, cuando la vuelta a matrix se torna gris, o sea, si no hay aceptación, se puede decir que no hay integración.

1.15. Repetición de una experiencia En caso de querer repetir una experiencia con enteógenos, ¿cuánto tiempo ha de transcurrir entre una toma y la siguiente? La única indicación válida a este respecto es que cada persona debe observarse detenidamente y luego actuar según su necesidad e intereses. Si siente que, por cualquier razón, debe vivir otra experiencia enteogénica, no hay duda: debe hacerlo. Cada persona tiene su propio ritmo de integración y desarrollo. Otros han vivido una sola vez una experiencia con enteógenos y no han sentido más la necesidad de repetir. Todo está bien si es una profunda y sentida decisión personal. Esto va en consonancia con el propósito que se haya tenido al experimentar con enteógenos, el set y el setting, lo más recomendable es consultar con el guía para tener más asiduidad. Se puede afirmar que al repetir una experiencia con enteógenos, la principal finalidad que se busca es proseguir el camino de creación de uno mismo o autopoiesis. Generalmente la experiencia continúa donde se quedó la anterior aunque la experiencia sea muy diferente. El fin es seguir profundizando para ampliar los propios límites existenciales, descubrir el lugar que le corresponde a 40

cada uno en el mundo y actuar en consecuencia con toda la responsabilidad que ello implica. Se trata de hacerse consciente y responsabilizarse de lo que es ejercer el libre albedrío. En algunas ocasiones, cuando ha habido una inflación del ego, una siguiente experiencia con enteógenos puede proporcionar el mejor antídoto contra dicha inflación, la deflación. Se produce cuando la experiencia que ha elevado a la persona la vuelve a poner en su sitio otra vez, y aunque esta experiencia puede ser verdaderamente devastadora, es un gran regalo y aquellos que la experimentan son mucho más afortunados que quienes continúan cabalgando en la alfombra ilusoria de la inflación, ya que ésta constituye un mero entretenimiento para el ego. Lo cierto es que siempre que las experiencias se realicen en el contexto adecuado y con una actitud respetuosa, en la mayoría de los casos la integración será relativamente rápida y los efectos posteriores indicarán un avance positivo aunque en principio no lo parezca.

1.16. Mapas de la conciencia Sin duda alguna, es el testimonio de los «hombres de conocimiento», de los chamanes –en la mayoría de los casos anónimos– la expresión de una maravillosa sabiduría milenaria que se ha aplicado con todo su potencial en el uso de la botánica sagrada. 41

Son los chamanes los conservadores de los mitos, los que recrean con sus ritos el orden del universo y transmiten sus visiones cosmogónicas como mapas de una realidad mutidimensional mucho más amplia que lo percibido habitualmente. Existe una cartografía de los mundos internos que sirve para la comprensión del universo y de la existencia, que ha surgido, con pequeñas variantes, una y otra vez en distintas culturas y períodos históricos. Es lo que Aldous Huxley denominaba «la filosofía perenne». Estos mapas se conocían en diversas culturas desde hacía siglos e incluso milenios. Los distintos sistemas de yoga, el vajrayana tibetano, el shivaismo de Kashmir, el taoísmo, el sufísmo, la kábalah o el misticismo gnóstico, son sólo unos pocos ejemplos. Cada uno es un enfoque particular del conocimiento sobre el universo (macrocosmos) y el ser humano (microcosmos). El concepto fundamental del espectro de la conciencia de la filosofía perenne es que el ser humano está constituido por la manifestación de múltiples niveles de una sola conciencia: la inteligencia universal. Esto significa que el ser humano es de naturaleza multidimensional y cada nivel del espectro de su conciencia, se caracteriza por un sentido específico y fácilmente reconocible de identidad individual. Esto cubre una gama muy amplia, desde la identidad suprema de la conciencia cósmica a través de varias gradaciones o estratos, hasta la identificación drásticamente reducida y limitada de la conciencia del ego en el mundo físico. 42

Entre los mapas de la conciencia más actuales y que son de gran utilidad en contextos de modificación de la conciencia, se encuentran el de C. G. Jung, Roberto Assagioli, Frances Vaughan, Robert Monroe, John Lilly, Oscar Ichazo, Stanislav Grof o el modelo ontogónico de Carlos de León de Wit.

1.18. Guías y maestros Oc u r re e n o c a s i on e s qu e l a re b e l d í a c ont r a l as convenciones puede motivar a algunos de los que toman un enteógeno a no hacerlo bajo el cuidado de una persona experta, lo cual puede enturbiar y distorsionar la experiencia. Por eso tomar plantas enteógenas en un contexto lúdico o de escape de la realidad suele ser equivalente a quedarse en estadios superficiales, sin permitir que actúe realmente todo el potencial que el enteógeno puede ofrecer. Esto se traduce muy a menudo en que cualquier atisbo de sanación o transformación resulta muy pobre o no llega a producirse nunca. Desde tiempos ancestrales las diferentes tradiciones han realizado un exclusivo uso ritual de las plantas enteógenas, por lo que no se han encontrado casos de sobredosis, adicciones u otras patologías derivadas de un uso inadecuado. Si bien es cierto que cada quien es responsable su viaje espiritual, en ocasiones uno sabe perfectamente que necesita toda la ayuda posible. Hoy en día se habla mucho de que

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ya no necesitamos maestros, y que cada uno es su propio maestro. En mi opinión, lo más recomendable es admitir con humildad los límites de nuestro conocimiento, y tener fe en fuentes más sabias que nosotros y permanecer abiertos a la sabiduría de tradiciones ancestrales que han pasado la prueba del tiempo. Tú eres el piloto y el navegante de tu camino espiritual, y sólo tú puedes decidir si debes pedir consejo, dónde debes buscarlo y si te conviene seguirlo o no. Sólo tú puedes interpretar las señales sagradas y salvar sus aparentes contradicciones. Sólo tú puedes decidir cómo encaja la sabiduría ancestral en tus circunstancias. Tú eres el que acaba decidiendo, y la principal brújula es tu propio sentido de la verdad. En el sendero espiritual no existe la «vía única». Es cierto que para algunos buscadores la estricta obediencia a un maestro o a una institución espiritual constituye el mejor camino y el más adecuado. Pero incluso ellos deben determinar por sí mismos los términos exactos de su condición de discípulos. Ellos y sólo ellos pueden decidir cómo aplicar a sus vidas las enseñanzas de la fe que profesan y dónde establecer el límite de su entrega. Ahí está el punto de equilibrio: ¿puedes cogerte de la mano de los guías sin perder de vista quién eres en realidad? ¿Puedes aceptar que hay muchas cosas que no sabes y, al mismo tiempo, admitir la verdad igualmente desalentadora de que cada decisión recaerá en ti, te sientas o no cualificado 44

para ello? ¿Puedes conservar tu poder sin volverte arrogante, engañarte o desconectarte de fuentes de mayor sabiduría? Las respuestas obviamente están en tu interior.

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CONCLUSIÓN 2.01. Recordándonos

mismos

a nosotros

Del encuentro con la esencia del Ser surge una mayor conexión entre lo sutil y lo físico o entre consciente e inconsciente, de lo que se derivan sincronicidades y sentimientos obvios para la persona. Tras este contacto con el núcleo existencial se disfruta de una sensación de unión dinámica con la parte más viva y auténtica de uno mismo, dimensión que probablemente estaba sepultada por los hábitos y represiones cotidianas. Es entonces cuando empieza uno a «recordarse a sí mismo». Es muy importante no estancarse en una imagen fija de uno mismo. Tú no eres la misma persona que empezó el viaje espiritual; ni siquiera eres la misma persona que abrió este libro. Entonces, ¿cómo puedes aceptar que lo que era correcto para ti ayer lo sea hoy, o que lo que es correcto hoy lo será mañana? Como sólo puedes funcionar según el estado de conciencia en el que te encuentres en cada momento, tienes que estar preparado para girar el volante, a 46

veces de golpe y con rapidez y otras de manera imperceptible o gradualmente. Todos los fenómenos están en permanente cambio, incluido eso a lo que llamas «yo». Hay que reconocer que los únicos valores, procesos e ideales que pueden curar, conducir hacia la integridad, son aquellos que parten de la experiencia directa y personal de la dimensión espiritual y profunda de la vida. No sirven los dictámenes y dogmas. La unidad ha de ser experimentada, no sólo pensada o idealizada, y las plantas enteógenas nos capacitan para conseguirlo. Cuando la luz espiritual que buscamos irrumpe en nuestra conciencia, es preciso que nos abramos a esta novedad plena de gozo. Esto significa que debemos rendirnos a una muerte simbólica de nuestra vieja manera de ser. En la mayoría de religiones y tradiciones culturales de la historia los ritos iniciáticos a nuevos estados de vida –el paso de la infancia a la adolescencia, a la edad adulta, a la vejez, etc.– son en el fondo un ritual de muerte y renacimiento que prepara el salto hacia adelante, hacia algo nuevo.

2.02. Las

palabras mágicas: Aceptación y confianza

La incertidumbre es una compañera constante, y el paisaje está determinado por la contradicción, la ambigüedad y la paradoja. Es inevitable. La misma naturaleza de la existencia,

tanto si se le aplica una definición científica como religiosa, es contradictoria, ambigua y paradójica. También es, en gran medida, imposible de conocer en su totalidad. Para algunas personas resulta tentadora la idea de aferrarse a las normas ortodoxas de algunas religiones, ya que sus dogmas y certezas reconfortantes suelen proteger de tener que enfrentarse al Misterio7 en toda su imponente majestuosidad. Mientras vamos avanzando en nuestro proceso de autopoiesis, los sentimientos de certeza y claridad varían, al igual que los puntos de dudas y contradicción. Aquella revelación que ayer nos cambió la vida, y que nos llegó al alma, se convierte en la duda de hoy y la tontería de mañana. Y viceversa, lo que hoy nos parece una tontería, mañana se convertirá milagrosamente en una revelación transformadora. Quizás el punto de equilibrio se encuentre en la certeza de la incertidumbre y la aceptación valiente de la ambivalencia como compañera de viaje. Hay que confiar plenamente en que todo sucede tal y como ha de suceder y soltar el control y afán de querer cambiarlo todo. En la mayoría de los viajes que merecen la pena son las sorpresas las que recordamos más y con mayor emoción, y no sólo aquellas que nos encantaron, sino también las que nos irritaron o asustaron, porque nos llevaron hasta tesoros inesperados, lecciones valiosas y, a veces, la gracia divina.

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La actitud más saludable es rendirse ante el Misterio, entregarse, aceptarlo y maravillarse ante él, como un voluntario en un espectáculo de magia: en cierto sentido, somos testigos de abracadabras cósmicos de cuyos secretos no tenemos conocimiento. Cuanto antes dejemos de pensar en cómo pudo el mago poner el conejo en el sombrero, antes alcanzaremos el asombro y la dicha. Si podemos alcanzar ese estado de gozo con valentía y entrega de una manera auténtica, nos abriremos a algo que bordea lo milagroso. ¿Qué mejor lugar para encontrar la Unión que en la coexistencia de opuestos? ¿Qué mejor lugar para encontrar lo Desconocido que donde las cosas no son del todo conocidas? ¿Qué mejor momento para enfrentarse a lo Inconmensurable que cuando no puedes comprender lo que pasa? Si nos quedamos en silencio, aceptando el aquí y ahora tal cual es podremos escuchar al universo. Y es aquí, en el silencio, donde se halla la sabiduría más profunda: no sólo las respuestas a los interrogantes de la vida real, sino también la única respuesta verdadera que podemos obtener cuando estamos desnudos ante la maravilla del universo creado: el sobrecogimiento. Es necesario separar la información fiable de la desechable, corregir los conceptos erróneos, protegernos de la bazofia, los charlatanes y las enseñanzas incoherentes, por no hablar de nuestros propios prejuicios. Es importante saber que el intelecto puede ayudarnos a comprender nuestras propias experiencias. La transformación espiritual puede ser apasionante y gloriosa, pero también desconcertante y a veces aterradora. 49

Sin discernimiento, una experiencia tan valiosa como un diamante se puede descartar como un trozo de cristal o viceversa: una roca sin valor se puede colocar en un altar como si fuera una gema sagrada. Durante la experiencia enteogénica quizá descubras, por ejemplo, sensaciones corporales extrañas: ¿has sido bendecido con la purificación y la sanación o deberías llamar a un médico? A lo largo del camino, puede que haya altibajos en tu estado de ánimo: ¿son el preludio de un salto hacia delante, o deberías ir a ver a un terapeuta? ¿La explosión de júbilo es una señal de la embriagadora presencia de Dios o un episodio psicótico? Esa despreocupación repentina por tu carrera, ¿es una señal positiva de desapego y fe o de apatía y rechazo? Es bastante común entre los buscadores confundir un profundo avance espiritual con un fracaso (y viceversa) o una conexión extática con lo Divino con un delirio, y viceversa. Una mente sana y bien amueblada te ayudará a defenderte de esos errores. Sí, el intelecto puede inmiscuirse en el camino del espíritu, pero ten en cuenta que si piensas demasiado cerrarás tu corazón y si insistes en analizarlo todo te cerrarás en banda a los Grandes Misterios y te procurarás un dolor de cabeza en vez de la iluminación. Pero si piensas demasiado poco y tus conocimientos son pobres, serás vulnerable a los peligros de la ignorancia, la confusión y la ingenuidad. Busca el camino medio y confía.

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2.03. Vivir de manera sagrada Actuar con conciencia significa utilizar tus sentidos y mantener tu atención en el momento presente, a fin de que percibas conscientemente las experiencias que vives en el mismo momento en que suceden. Así se vive de manera sagrada. Si puedes aproximarte a cada instante como si fuera una experiencia nueva y enriquecedora, única e irrepetible, entonces estás más capacitado para apreciar los regalos que esa vivencia podría ofrecerte. Incluso en acciones cotidianas –cepillarte los dientes, viajar de un lugar hacia otro– intenta que cada parte tuya esté totalmente presente. Comienza a prestar atención a detalles pequeños, sutiles, que de otra manera podrían pasar desapercibidos, cosas como la manera en que funcionan tus músculos, o los diseños que forman las gotitas de agua en los pétalos de una flor. Estate atento a tu mundo interno de pensamientos y sentimientos así como a tu mundo externo de percepciones y acciones. Al actuar con conciencia puedes aumentar el placer de vivir y tu capacidad de concentrarte o enfocarte en tus objetivos. Quizás descubras que actuando con conciencia puedes permanecer más calmado, aunque te halles en un momento crítico o doloroso. Verás que es menor la probabilidad de ser dominado por la emoción que estés experimentando en un momento determinado y, al mismo tiempo, estarás muy consciente de lo que es y podrás tomar decisiones con plena conciencia.

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2.04. El proceso de integración Todo trabajo espiritual auténtico tiene como propósito primordial alcanzar su nivel más profundo del Ser y las plantas enteógenas no son una excepción. El propósito esencial del proceso es evolucionar conscientemente hacia un mayor conocimiento de uno mismo. Esto lleva a ir conociendo e integrando todas nuestras partes desconocidas, incluida nuestra reprimida y olvidada sombra psicológica. Si tantos sabios, chamanes, místicos, etc. se han esforzado afanosamente para modificar su conciencia y lograr la iluminación o conectar con el mundo espiritual, es porque es una de las mayores satisfacciones que uno puede conseguir en la Tierra. Si se ve la espiritualidad como algo limitante, triste y austero, en dicho caso se ha perdido la perspectiva por completo. Los grandes maestros que he conocido en mi camino eran personas alegres que siempre estaban sonriendo. Si uno se involucra en serio en un camino espiritual ha de encontrar alegría, gozo y aprecio por la vida, de no ser así es seguro que ese camino no lleva al espíritu.

2.05. Consejos para viajeros En el mítico viaje del héroe, recordado por Joseph Campbell en épocas modernas, el héroe (o heroína) es llamado a dejar atrás lo conocido y viajar hacia lo 52

desconocido: «la piel vieja debe ser removida antes de que pueda surgir la nueva». Esto implica cruzar algún tipo de umbral –una experiencia potencialmente arriesgada– en la búsqueda de nuevos tesoros para traer a casa. La mayoría de nosotros cruzamos umbrales en la vida y nos implicamos en nuevos viajes. Algunos de estos viajes son verdaderos cambios en la vida y los cimientos de la fe pueden haber sido fuertemente sacudidos. Los enteógenos ayudan a traspasar el umbral e ir más allá de lo cotidiano. Vivir una experiencia directa del Espíritu o “algo más allá”, puede ser algo tanto tentador como transformador. Con frecuencia se experimenta con fuerza y fugazmente, quedando el sentimiento de que algo importante ha sucedido, pero no se lo puede recrear, repetir ni sostener. En nuestro entorno se ven ejemplos de un anhelo por evitar el desafío y la incertidumbre de ese cambio profundo. Aquí ofrezco una serie de planteamientos que pueden ayudar al viajero a reflexionar e integrar la vuelta a matrix: 1. Está en tus manos aprender a discernir el contenido y la naturaleza de tu vivencia. Las experiencias con enteógenos suelen generar muchos interrogantes: • ¿Cómo ha sido mi experiencia con los enteógenos? • ¿Ha sido mi experiencia trascendente? • ¿Qué estaba buscando? • ¿Lo he encontrado? • ¿Qué mapas podrían ayudarme a comprender lo que experimenté? 53

• ¿Cómo puedo afrontar y asegurar una experiencia de tales características? 2. Si ves que tienes tendencia a aceptar algo como verdadero cuando en realidad no estás seguro, pregúntate si es porque: • Quieres creerlo. • Necesitas creerlo. • Creer en ello te da esperanzas. • No quieres desmontarlo u olvidarlo todo. 3. Si por el contrario tienes tendencia a cuestionar tu experiencia y no tomarla por verdadera, pregúntate si es porque: • La credulidad te hace sentir inestable, vulnerable o asustado. • Tu sistema de creencias es muy férreo o anticuado. 4. Pon a prueba tus presunciones o creencias. Escribe las creencias básicas que sustentan tu enfoque del mundo interno o espiritual. Sobre cada una, pregúntate: • ¿Cómo lo sé? • ¿En qué se basa esta creencia? • ¿Cómo puedo estar seguro de que estoy en lo cierto? • ¿Lo he puesto a prueba? • ¿He tenido en cuenta las ideas opuestas? 5. Cuando te debatas ante un dilema espiritual o reflexiones sobre una experiencia mística: • Recopila información de diversas fuentes. 54

• Presta atención a puntos de vista opuestos. • Analiza hechos y opiniones con toda la objetividad posible. • Intenta probar tus hipótesis. • Evalúa los resultados desapasionadamente. 6. Recurre a textos filosóficos, sagrados o mitológicos. Las escrituras sagradas son regalos de sabiduría con múltiples capas, cuyo valor aumenta a medida que desvelas cada nivel de significado. No olvides que la mayoría de las grandes enseñanzas se han traducido e interpretado muchas veces y esto puede distorsionar en gran medida su mensaje original. Ten en cuenta el contexto en el que se realizaron y reflexiona sobre cuál pudo ser su intención original. Si lees textos religiosos, no los tomes sólo al pie de la letra, como un hecho histórico, sino más bien como una metáfora: ¿qué pueden simbolizar los personajes y los diferentes puntos del argumento? ¿Acaso son procesos dirigidos al interior, al mundo de la psique y el espíritu? Pero cuidado, leer demasiadas escrituras puede provocarte lo que Paramahansa Yogananda llamaba «indigestión metafísica». 7. Usa la cabeza, pero no dejes que te engañe. La mente es un diablillo astuto: intentará embaucarte para que pienses que entender es lo mismo que saber y que la comprensión intelectual es lo mismo que la realización. Considera cuidadosamente cómo puedes llevar a tu vida cualquier cambio sugerido en tu viaje interior. 55

8. Sal del péndulo. Cuando tu mente vaya de un lado a otro sin parar o entres en un bucle mental, intenta observar tus pensamientos o situación actual con la distancia de un espectador. Maravíllate ante su resolución imposible. La incertidumbre crea un vacío en la mente. En vez de verlo como un abismo estremecedor, considéralo un terreno fértil en donde puede producirse el milagro de la revelación. 9. Observa tus emociones. A veces la confusión mental es producto de sentimientos contradictorios o dolorosos. Cuando el corazón entra en conflicto, la mente, con su necesidad de estabilidad y control, busca una explicación razonable. Intenta identificar las emociones subyacentes y obsérvalas con calma. 10. Trata con respeto tu mundo interno. Demasiado a menudo menospreciamos nuestras propias intuiciones porque parecen ilógicas o porque carecen de pruebas. No escatimes en prácticas que forjen tu conexión interna y recuerda que es esencial probar la validez de las intuiciones, para cuestionar su veracidad. Cuando veas que rechazas una idea intuitiva sin la debida reflexión pregúntate: • ¿Me está diciendo algo que no quiero saber? • ¿Me está incitando a algo que comporta un riesgo? • ¿Me preocupa lo que puedan pensar los demás? • ¿Me da miedo equivocarme? 56

11. Usa recordatorios. Revisa de vez en cuando la plasmación artística que realizaste de tu experiencia. Esto te puede ayudar a verla de una nueva manera o también pueden emerger nuevos inputs de información relevante para ti. 12. Investiga acerca de los diferentes mapas de la conciencia. Sostén un enfoque crítico frente a los mapas que encuentres. Utiliza las preguntas que se detallan a continuación para saber si un mapa en particular es útil o no para ti: • ¿Cuál es tu reacción instintiva inmediata ante el mapa? • Se más analítico y busca: (a) lo que tiene sentido, (b) lo que no comprendes y, (c) el punto en el que tus ojos se ponen vidriosos, tu mente queda en blanco o te estremeces con un escalofrío. • ¿Hay algo en este mapa que se relacione con tu experiencia? • ¿Cómo podría explicarle a otra persona lo que quiere expresar el creador del mapa? • ¿Qué te parece verdadero en los conceptos del creador del mapa? • ¿Hay alguna implicación en tu forma de ver la vida y en cómo encaja o se aproxima a un determinado mapa? • ¿Algo parece no encajar? ¿Por qué? 13. Juega con la posibilidad de que hechos rutinarios, normalmente desechados, en verdad puedan tener un mensaje para ti. Los acontecimientos de todos los días 57

ofrecen orientación y brindan oportunidades para desarrollar cualidades personales, habilidades y talentos. Nuestro mundo de todos los días es verdaderamente un inagotable oráculo o fuente de información. 14. S i n c r o n i c i d a d . Q u i z á s t u e x p e r i m e n t e s acontecimientos que parecen simples coincidencias. Por ejemplo, te hallas pensando en alguien a quien no has visto en mucho tiempo y, a los pocos minutos, esa persona te llama. Un libro se abre en una página donde una frase atrae tu atención y resulta ser muy significativa. Carl Jung denominó a estos acontecimientos sincronicidades, entendiendo la sincronicidad como un principio natural de conexión acausal que desvela el orden del universo. Las sincronicidades pueden pasar inadvertidas con facilidad, pero si tu te abres a ellas, puedes comenzar a confiar en que ocurrirán cuando las necesites, y luego tomarlas en cuenta. 15. Busca en la naturaleza. Nuestros ancestros creían que todo en la naturaleza es sagrado y consciente, porque el Gran Espíritu habita en todo. El chamanismo considera a la naturaleza como la forma manifiesta del espíritu. Los nativos de Norte América salían a la naturaleza en una búsqueda de visión para encontrar orientación en sus vidas. Aprendían a escuchar lo que decía el viento, a notar qué animal aparecía como respuesta a una pregunta, o abrazar un árbol y sentir el mensaje desde su interior. Actualmente todavía podemos escuchar los mensajes que la naturaleza parece sugerirnos e intentar estar en armonía con ellos. 58

16. Sueños. Este es un gran tema que requiere un estudio más profundo. Los sueños son mensajes simbólicos que contienen sabiduría que proviene de lo más profundo de la psique. A veces el mensaje es claro y transmite un símbolo que no se puede ignorar. Otros sueños son menos evidentes, con episodios fluctuantes y símbolos vagos. Experimenta dando orientación a tus sueños. La psicología Junguiana o la Gestalt ofrecen muy buenas formas de trabajar con los sueños. 17. Técnicas espirituales. De entre la gran variedad de técnicas y prácticas espirituales existentes en todas las culturas, hay varias que a través de los años he comprobado que ayudan a dar claridad y profundidad en los estados alterados con plantas enteógenas, complementándose perfectamente. Entre estas tecnologías de lo sagrado se encuentran técnicas de diferentes culturas y escuelas: La Búqueda de Visión, Mahayoga, Guruyoga, Chöd, Los Seis Yogas de Naropa, Meditaciones con Yidams, Meditación Vipassana, la Respiración Holotrópica o el Rebirthing entre muchas de las técnicas existentes.

2.06. A modo de despedida Aunque la experiencia de cada persona es única, existen rasgos comunes que se aprecian en los procesos de ampliación de conciencia. A lo largo de muchos años he sido testigo de espectaculares cambios tanto psicológicos 59

como espirituales cuando los enteógenos han sido usados en su contexto adecuado. He extraído lo expuesto en esta obra de los múltiples ámbitos en los que he participado. No siempre ha sido fácil distinguir mi verdadero camino de una falsa ilusión para alimentar mi ego o de una manera cobarde de escurrir el bulto. Pero siempre parecía más seguro e inteligente equivocarse en aras de la autenticidad. En mi opinión, necesitamos toda la ayuda que podamos, tanto de los textos sagrados como de la experiencia directa; de la razón así como del corazón; de los maestros tanto como de nuestras propias intuiciones. El punto de equilibrio es el siguiente: tener criterio sin convertirnos en cínicos, y ser abiertos sin ser crédulos. Me gustaría finalizar esta pequeña obra recordándote algo fundamental en las filosofías orientales: El samsara, o sea matrix, no es más que una ilusión. JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO Madrid, 2015

“Antes de la iluminación, corta madera, carga agua. Después de la iluminación, corta madera, carga agua”. Proverbio Zen 60

NOTAS 1 The Matrix (titulada Matrix en español) es una película de ciencia ficción escrita y dirigida por Lana y Andy Wachowski y protagonizada por Keanu Reeves. Metáfora de la realidad ilusoria. En términos de otras culturas: samsara, maya o lila. 2

Enteógeno: Sustancia vegetal o preparado de sustancias vegetales que, cuando se ingiere, provoca un estado alterado de conciencia. La palabra enteógeno es un neologismo propuesto por los investigadores C. A. P. Ruck, J. Bigwood, D. Staples, el micólogo R. G. Wasson y el botánico J. Ott. El término deriva de la lengua griega, en la que éntheos significa literamente «dios dentro de» y génos quiere decir «origen, nacimiento». Por tanto, el significado etimológico es «devenir divino por dentro». La creación del neologismo obedece a la intención de los autores de desvincular a las plantas visionarias de las connotaciones de los términos alucinógeno (considerado impreciso y peyorativo) y psiquedélico (demasiado ligado a la contracultura de los años 60). Entre los más conocidos se encuentran: La Ayahuasca, el Peyote, los hongos Psilocybe, el San Pedro o la Iboga.

3 En esta obra, la conciencia es definida en general como el conocimiento que el ser humano tiene de sí mismo y de su entorno. Hace referencia al «darse cuenta» y ser un ente perceptor, que es consciente. 4 El ego o personalidad es un constructo psíquico cuyo núcleo es el sentido del yo o ahamkara, es lo que creemos que somos y sirve para desenvolverse en el mundo social en que vivimos, sirviendo de intermediario entre el mundo externo y el mundo interno. Es conocido como yo inferior, falso yo, personalidad o máscara. 5 Trance. Del latín transir, que significa transitar, transportarse, o pasar de un estado a otro. Su significado usual es aplicado a un «cambio de estado de conciencia». 6 En el contexto de esta obra se entiende el Ser como la esencia o núcleo del Ser, el atman, el Sí-Mismo o Self también conocido como Yo superior o supraconciencia. 7 Por Misterio, se entiende lo más supremo, siendo imposible de definir o comprender por la mente racional. Es incognoscible, omnipotente, omnipresente, omnisciente y creador del universo. La aceptación de su existencia y presencia viene dada por cada individuo, basándose en algunos credos religiosos o filosóficos, o por experiencia propia.  

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BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA FRANKL, VICTOR. El hombre en busca de sentido. Herder . GROF, STANISLAV. La mente holotrópica. Kairós. –El juego cósmico. Kairós. HARNER, MICHAEL, y OTROS. Alucinógenos y chamanismo. Guadarrama.

–El viaje del chamán. Kairós. HOFMANN, ALBERT. Mundo interior, mundo exterior. Los Libros de la Liebre de Marzo.

HUXLEY, ALDOUS y OTROS. La experiencia mística. Kairós. JUNG, CARL G. Arquetipos e inconsciente colectivo. Paidós. LÓPEZ DELGADO, JOSÉ LUIS. Botánica sagrada. Autoedición. LÓPEZ DELGADO, JOSÉ LUIS. Plantas maestras. Guía de uso de enteógenos. Autoedición. McKENNA, TERENCE. El manjar de los dioses. Paidós. –Visiones verdaderas. Castellarte. METZNER, RALPH. Las grandes metáforas de la tradición sagrada. Kairós.

NARBY, JEREMY. La serpiente cósmica. Takiwasi. SCHULTES, RICHARD EVANS y HOFMANN, ALBERT. Plantas de los dioses. FCE. SHULGIN, ALEXANDER, y OTROS. Plantas, chamanismo y estados de conciencia. Los Libros de la Liebre de Marzo. VAUGHAN, FRANCES. Sombras de lo sagrado. Gaia. WATTS, ALAN. Cosmología gozosa. Impressions. YENSEN, RICHARD. Hacia una medicina psiquedélica. Los Libros de la Liebre de marzo.

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