Una Espiritualidad Radical

Antropología Cristiana Mónica Constante Una espiritualidad radical: Relectura del pecado original Preguntas: Tomando en

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Antropología Cristiana Mónica Constante Una espiritualidad radical: Relectura del pecado original Preguntas: Tomando en cuenta las orientaciones aportadas por este texto responda: 1. ¿Cómo se podría entender hoy el tradicional concepto del pecado original? El pecado original se puede entender hoy como la respuesta negativa a la unión con Dios que el ser humano da. Es esta “ceguera a la realidad de quien somos”. El no reconocernos frágiles, pero a la vez el no reconocer lo sagrado que hay en nosotros. Se podría llamar pecado original porque de esto se originan más pecados cayendo en un círculo vicioso. Al dar una respuesta negativa hoy a Dios caemos en la tentación del materialismo o de los afectivismos religiosos dando un falso “sí” un sí conformista, un falso sí, porque aparentamos ser uno con Dios pero no le permitimos ni nos permitimos hacernos uno. El pecado original entonces, no es algo heredado, no es culpa de Adán y Eva o de nuestros padres, el pecado original lo originamos cada uno de nosotros con nuestra respuesta hacia Dios. 2. ¿Qué situaciones, hechos, o acontecimientos de nuestra realidad social de hoy pueden considerarse como causas que contribuyen a actualizar el pecado original? El pecado original se actualiza diariamente en la sociedad actual, el materialismo, afectivismos religiosos, literalismo, como menciona el texto: “la interpretación literal de nuestras imágenes religiosas y las formas como las interpretaciones literales han configurado nuestras fe como un sistema de creencias”. La idolatría al dinero, al tiempo, al éxito y demás también contribuyen a actualizar el pecado original, alejándonos de un sí verdadero y original a Dios. La codicia, soberbia, placer y engaño son algunos de los factores que hacen que cada día el pecado original se actualice, al no permitirnos ser parte de Dios y que Dios sea parte nuestra, al no divinizarnos con Dios y querer ser dioses solos. El crear nuestro propio proyecto de vida totalmente alejado de Dios, dejando a Dios como un espectador también es una causa de actualización diaria del pecado original. El querer ser más que Dios en lugar de querer ser uno con Dios.

3. Dentro de nuestra historia personal, ¿qué elementos me llevan a repetir en mi vida el pecado original? Mi historia personal está llena de acciones que me llevan a repetir el pecado original. Muchas veces por miedo no me atrevo a decirle un sí a Dios. Ocupaciones de la vida diaria, como mis estudios me llevan a preocuparme más por mis planes en lugar de los planes de Dios conmigo. Muchas veces mi enfermedad me hace sentir culpable y avergonzada constantemente y me niego a acercarme a Dios, me siento “desnuda” frente a Él por haber querido salir de esto sola, por haber intentado divinizarme sola, por no incluir a Dios y no respetar sus límites para conmigo. Mi trastorno mental de pánico y ansiedad me llevan muchas veces a negar a Dios, a buscar otras salidas, algo que me haga “más” que Él, en lugar de unirme a Él y rendirme ante Dios para encontrar la fuerza necesaria. No termino de dar un sí definitivo al plan de Dios en mi vida y todavía me niego en momentos a aceptarme y a aceptar lo sagrado que hay en mí. Es difícil para mí comprender que hay algo sagrado dentro de mí y abrazarlo y acogerlo como debería. Sigo buscando a Dios fuera de mí porque no termino de aceptar que Dios está tanto dentro como fuera de mí. Dios es lo sagrado en mí y es más de lo que puedo entender, y yo con mi frágil y dura mente humana me niego a aceptarlo totalmente sin entenderlo. 4. ¿Es posible para el ser humano superar, personal o comunitariamente el pecado original? Sí, es posible superar el pecado original, tanto personal como comunitariamente. Cada uno es diferente, por lo que actualiza el pecado original de forma diferente. A veces el orar, leer y escuchar a Dios en la intimidad ayuda a abrir los ojos a ese pecado para superarlo. Pero esto se logra de forma más eficiente al hacerlo en comunidad, es decir recibir el apoyo de la comunidad, la palabra de la comunidad puede dar la fortaleza para superar este pecado. Además muchas veces la comunidad en conjunto actualiza el pecado una y otra vez, pero si esta comunidad está fomentada en Dios, se puede superar con el apoyo de unos a otros y muchas veces la renovación de la fe de la comunidad.