Un Llamado a la Fidelidad a Cristo

UN LLAMADO A LA FIDELIDAD A CRISTO 2 Timoteo 2:11-13 Aunque vamos a centrar nuestra atención en la porción comprendida e

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UN LLAMADO A LA FIDELIDAD A CRISTO 2 Timoteo 2:11-13 Aunque vamos a centrar nuestra atención en la porción comprendida entre los versículos 11 y 13, es necesario que leamos algunos versículos adicionales para tener una idea más clara del contenido de nuestro pasaje, y sus referencias a su contexto inmediato. Así que leeamos a partir del versículo 8. Dice así la palabra de Dios: “Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.” 2 Timoteo 2:8-13 Algunos autores llaman a esta epístola ‘la última voluntad y testamento de Pablo’. Él escribe esta carta mientras estaba recluido en un calabozo romano en donde permanecía encadenado y era tratado como un delincuente. Estaba allí debil físicamente, sin esperanzas de alivio, abandonado por muchos de aquellos a quienes había servido y amado, y sabiendo que el tiempo de su muerte estaba cerca. Mientras tanto, la iglesia de Éfeso había caído en blanco de la corrupción teológica y muchos seguian un comportamiento altamente impío. La herejía, la apostasía e incluso la persecusión se habían vuelto más destructivas.1 Es en este contexto histórico, en el Pablo utiliza la sección de la carta que acabamos de leer para enfatizar la importancia de perseverar en la fe, siendo fieles a Cristo y a su Evangelio, mientras deja ver claramente que esto implicará sufrimiento y dolor. Hacia el final de esa sección, el apostol incluye una declaración a la que se conoce como una “palabra fiel”, por la frase que emplea al comienzo de la misma. Leamos de nuevo, esta vez desde el versículo 11. “Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.” 2 Timoteo 2:11-13

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John Macarthur. Comentario Macarthur del Nuevo Testamento: 2 Timoteo, p. 7-8.

Algunos autores sugieren que nos encontramos frente a un fragmento de una confesión de fe de la iglesia primitiva. Otros, considerando su estructura y rima, sostienen que se trata de “una estrofa de cuatro versos procedente de un himno”2 antiguo, que pudo haber sido entonado durante la administración del bautismo, o como anticipación al martirio. Cualquiera que haya sido su uso original, cuando leemos esta “palabra fiel”, podemos percibir un propósito inspirador respecto a la fielidad a Cristo. Esta palabra fiel está compuesto de cinco partes, así: cuatro líneas principales y un comentario final a modo de explicación. La primera parte de cada línea es una condición, y trata de acciones de los creyentes, todas están en primera persona del plural, que es el lenguaje de las confesiones. Mientras que la segunda parte de cada una de las cuatro líneas expresa las consecuencias de esas acciones en términos de Cristo3. Desarrollaremos una breve reflexión acerca del significado de este texto considerando tres ideas esenciales: 1. Exigencias bíblicas de la fideliad a Cristo 2. Una advertencia contra la infidelidad 3. Una gloriosa imposibilidad en Dios EXIGENCIAS BÍBLICAS DE LA FIDELIDAD A CRISTO Líneas 1 y 2 de esta palabra fiel contienen lo que podría ser considerado una sintetisis de las exigencias para los creyentes, según la bendita palabra de Dios. Línea 1: ​Si somos muertos con él, también viviremos con Él. ​(2 Tim 2:11) En primer lugar, se nos exige morir con Cristo. Esta exigencia podría referirse tanto morir físicamente por medio del martirio, como al llamado a morir términos espirituales. En el primer caso, señala a quienes han literalmente sacrificado su vida por Cristo, y que habiendo muerto con Él, vivirán con Él por toda la eternidad.4 En el segundo caso, es un llamado más amplio que involcra a todos los creyentes y que se trata de los sufrimientos procedentes de enfrentar persecuciones y hostilidades, sin morir por ellas, pero que son una evidencia de que pertenecemos verdaderamente a Cristo, y por lo tanto, tenemos la seguridad de que reinaremos con Él. De esta manera, todos los creyentes somos llamados a reconocer la preeminencia de nuestro Salvador, incluso y particularmente sobre nuestras propias vidas. Este llamado “lleva implícito un sometimiento voluntario e incondicional a (Cristo) y a la obra de su reino, cualquiera que sea el costo”.5 La acción a la que somos llamados en esta primera línea resuena como un eco de las palabras de Cristo cuando dijo:

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Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2da de Timoteo y Tito, p 284. Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2da de Timoteo y Tito, p 288. 4 Macarthur 66 5 John Macarthur. Comentario Macarthur del Nuevo Testamento: 2 Timoteo, p. 56 3

“El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.” Juan 12:25 De modo que, valiendonos de los comentarios del Pastor Pablo Andrés en su exposición de este pasaje, diremos que el camino del cristiano es la muerte. Que el creyente es llamado a la autonegación, a “buscar la voluntad de Dios y tener en ella todo el rumbo a seguir. Es el llamado a amar a Dios sobre todas las cosas, y aborrecer todo lo demás que pretenda ser el asunto más importante de la vida. Que “ser cristiano es morir a nosotros mismos, sabiendo que ya no somos los reyes de nuestra vida, y por tanto, ya no actuamos de acuerdo a nuestros propios decretos y conveniencias, sino que le pertenecemos a otro.”6 En suma, el llamado a ser fieles a Cristo implica centrar nuestra existencia en Él, de modo que nuestra manera de vivir deje ver a todos alrededor que valorarmos más a Cristo y su gloria, que a esta vida, con todos sus ofertas de bienes, placeres y comodidades. Al respecto, comenta Calvino: “no seremos partícipes de la vida y gloria de Cristo, a menos que previamente hayamos sido humillados y muertos con Él... Esto lo dice tanto para exhortar como para consolar a los creyentes. ¿Quién no se anima con esta exhortación de que no debemos angustiarnos por causa de nuestras aflicciones, las cuales tendrán un resultado tan feliz? La misma consideración aminora y dulcifica todo lo que es amargo en la cruz; porque ni los dolores, ni las torturas, ni los reproches, ni la muerte deben causarnos horror, puesto que en ellos somos copartícipes con Cristo; sobre todo, viendo que todas estas cosas son precursoras del triunfo… Pablo anima a todos los creyentes a recibir gozosamente, por el nombre de Cristo, aquellas aflicciones en las cuales ellos han tenido ya un paladeo de la gloria futura.”7 En segundo lugar, la fidelidad a Cristo nos exige conocer y seguir conociendo al Salvador, tal como es presentado en las Escrituras. Esto procede de la base doctrinal con la que se relaciona la línea 1 de la palabra fiel, y que a su vez es presentada en el versículo 8 en términos de una orden apostólica. “Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio” 2 Tim 2:8 De nuevo, comenta Calvino: “en la resurrección de Cristo tenemos la prenda segura de nuestra propia resurrección... porque Cristo no resucitó para sí, sino para nosotros… Además, en la resurrección de Cristo está contenido el cumplimiento de nuestra redención y salvación; porque añade: de los muertos. Así pues, Cristo, que estaba muerto, resucitó. ¿Por qué? ¿Y con qué fin? Aquí debemos considerarnos a nosotros mismos, y aquí también se manifiesta el poder y el fruto de ambas cosas, a saber, de su resurrección y de su muerte.”8

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Pablo Andrés Prieto. Predicación sobre Juan 12: 19-26: Visualizando el Camino de la Cruz. Juan Calvino. Comentario a las Epístolas Pastorales, p. Ibid 253. 8 Juan Calvino. Comentario a las Epístolas Pastorales, p. 248-249. 7

Pablo no dirigió estas paralabras a un recien convertido, sino a uno que desde niño había conocido las Escrituras y que ahora era un pastor prominente de la iglesia. De modo que también a nosotros se nos exige conocer y seguir conociendo a Jesús como el Mesía prometido, que es a lo que bien podría hacer alusión la expresión “del linaje de David”, y necesitamos estudiar todavía la importancia y las implicaciones de su resurreción, y requerimos comprender y profundizar el glorioso Evangelio de Cristo. Intentar valernos de nuestras propias ideas e imaginación como único recurso para conocer a Cristo, o para mantenernos en la vida cristiana, es una tarea imposible de realizar, dado que nuestras inclinaciones pecaminosas nos alejan del conocimiento verdadero del Hijo de Dios. Así que, necesitamos urgentemente conocer y seguir conociendo la sana doctrina, echando mano de la Biblia y del legado de los hombres de Dios que nos han precedido, y que por la providencia divina, hicieron grandes contribuciones en esta materia en el campo de la teología. Línea 2:​ Si sufrimos, también reinaremos con Él En tercer lugar, el llamado a la fidelidad a Cristo nos exige sufrir por Él. La primera parte de esta línea es traducida de diferentes formas en varias traducciones. NVI dice “si resistimos”, NTV dice “si soportamos privaciones”, y la BTX dice “si perseveramos”. Según Gordon Fee, “esta es la razón esencial, junto a la advertencia que aparece en la línea 3, para citar este dicho. Se dirige directamente a la preocupación expresada a lo largo de todo el llamamiento en el sentido de que Timoteo permanezca leal, aun en el sufrimiento. Aunque el verbo ‘perseverar’ implica, sin duda, la idea de persistencia, los autores del Nuevo Testamento lo utilizan especialmente con el sentido de mantenerse firme con paciencia en medio de los problemas o la aflicción (ver Marcos 13:13, Romanos 12:12)..”9 Esta línea también dialoga directamente con el contexto, “en especial con la promesa de la victoria escatológica a que se alude en las tres analogías de los versículos 4-6. Hablar de reinar con Cristo es una forma paulina de aludir a la ‘gloria eterna’ que aguarda a los que permanecen fieles hasta el fin (Apocalipsis 3.21)”10 Ahora, leamos de nuevo esta vez desde el versículo 10 para identificar algo respecto a las promesas bíblicas: “Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él” 2 Timoteo 2:11-13

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Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p 289. Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p289.

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En cuarto lugar, el llamado a la fidelidad a Cristo nos exige desechar y denunciar toda idea pseudo-evangélica que no se conforme al mensaje bíblico. Especialmente en materia de promesas y recompensas. Hay algo que podemos señalar con contundencia respecto a los “invitaciones a seguir a Cristo” que desdibijan, omiten y ocultan el llamado bíblico a morir y sufrir por causa Cristo, tales llamados son completamente falsos y despreciables. En la misma categoría están las ofertas de “recompensas por seguir a Cristo” que no tenga que ver con la salvación, con vivir para Dios disfrutando de reconciliación eterna con Dios, y a aguardar expectantes por la manifestación definitiva del reino de Dios, con el regreso de nuestro Salvador.

-----------------Con gloria eterna “este es el fin de la salvación que obtenemos en Cristo; porque nuestra salación es vivir para Dios, porque dicha salvación comienza con nuestra regeneración, y será completada con nuestra perfecta liberación, cuando Dios nos quite de las miserias de esta vida mortal, y nos recoja para su reino. A esta salvación se añade la participación de lo celestial, es decir, la gloria divina; y, por lo tanto, a fin de engrandecer la gracia de Cristo, Pablo dio a la salvación el nombre de ‘gloria eterna’.”11

Pablo habla de la muerte y el sufrimiento como el camino del cristiano, y lo hace inmediatamente después de haber señalado a la resurreción de Cristo, mostrando la victoria de nuestro Señor sobre la muerte, como una garantía de la gran victoria escatológica que nos espera, y como fuente de estímulo y fortaleza para quienes están en medio de la aflicción y el sufrimiento. Gordon Fee dice que es cómo si Pablo dijera “aquel que conquistó a la muerte por medio de su resurrección te fortalecerá para que perseveres en tu tarea”12. “Cristo es el verdadero cumplimiento y la expresión visible de la fidelidad de Dios.”13 Gordon Fee Segundo, Timoteo debía recordar que los creyentes formamos parte de algo que Dios ha estado haciendo en la Historia de la humanidad, a favor de Su pueblo escogido, y que es algo que Dios ha completado y garantizado en la persona de Cristo14. Timoteo, hay un panorama que va mucho más allá de tu vida y de la mía, y que debes tenerlo presente porque te impulsa a confiar en la providencia divina. “Como en todas las epístolas pastorales, especialmente en esta carta, la salvación es principalmente una realidad escatológica: va acompañada de gloria eterna. Por ello, le recuerda a Timoteo - y ahora también al pueblo - que más allá de la perseverancia necesaria en el presente aguarda el premio escatológico.” 15 (ver versículos 4 - 6) 11

Juan Calvino. Comentario a las Epístolas Pastorales, p. 252. Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p 285. 13 Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p 285. 14 Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p 285. 15 Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p 287. 12

esta breve declaración, como un llamado a la fidelidad, implica que necesitamos deshacernos de todas las expectativas no bíblicas acerca del Señor Jesús, y aferrarnos solamente a las verdades que nos presentan las Escriturales respecto a nuestro Salvador.

UNA ADVERTENCIA CONTRA LA INFIDELIDAD Línea 3: ​Si le negamos, Él también nos negará. “Con esta línea se produce un cambio de acciones negativas por parte de los creyentes. El contenido está claro en contraste con la línea 2 como su contraria. Por lo tanto, presupone también, casi con toda seguridad, un texto de sufrimiento y persecución (i.e. avergonzarse de Cristo en el tiempo de la prueba). Poresta razón, representa tanto una advertencia para Timoteo y ‘los escogidos’ (vs 10; de allí la utilizción del tiempo futuro), como de juicio sobre aquellos que, como los que se mencionan en 1:15, ya se han apartado. Lenguaje de esta línea refleja precisamente la máxima de Jesús que encontramos en Mateo 10:33. De este modo el sujeto de la apódosis cambia del ‘nosotros’ a un enérgico ‘Él’. Las líneas 2 y 3 constituyen, por tanto, en su conjunto, la razón esencial de la cita: una promesa y una advertencia vinculadas a un llamamiento a la perseverencia en medio del sufrimiento y las dificultades.”16 “Se añade una amenaza, con el fin de sacudir la pereza; porque él amenaza a aquellos que, por miedo a la persecución, se abstienen de confesar Su nombre, y no tienen parte ni suerte con Cristo. ¡Cuán irrazonable es que estimemos más la vida pasajera de este mundo que el santo y bendito nombre del Hijo de Dios! ¿Y por qué debe Él reconocer como suyos a los que traidoramente le rechazan? Aquí la excusa de la debilidad no tiene ningún valor; porque si los hombres no se engañaran a sí mismos con vanos halagos, resistirían constantemente, y serían fortalecidos con la fortaleza y el valor del Espíritu. Su vil negación de Cristo proviene, no únicamente de la debilidad, sino de la incredulidad; porque, a causa de haber sido cegados por los embelesos del mundo, ellos no pueden percibir esa vida que está en el

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Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p 289-290.

reino de Dios… las palabras de Cristo son perfectamente claras: ‘A cualquiera que me negare, yo también le negaré’. Corresponde a cada uno reflexionar por sí mismo, qué éste no es un miedo infantil, sino que el Juez seriamente declara cuál será la realidad a su debido tiempo”.17

Línea 4: ​Si somos infieles, Él permanece fiel Esta línea presenta un giro en lo que se viene diciendo, y es la única línea que en la que hay marcadas diferencias respecto a su interpretación. Algunos la ven como una negativa, que corresponde con la línea 3. Si somos infieles (i.e. si cometemos apostasía), Dios ha de ser fiel a sí mismo e imponernos un juicio proporcional Algunos sostiene que “si somos infieles… ello no afecta en modo alguno a la fidelidad de Dios para con su pueblo. Esto puede significar, o bien que Dios neutralizará nuestra infidelidad mediante su Gracia, o bien que su absoluta fidelidad hacia su generoso y gratuito don de la salvación escatológica para su pueblo no queda invalidada por la falta de fe por parte de algunos.”18 “El significado es, que nuestra vil deserción no quita nada al Hijo de Dios, ni afecta su gloria; porque, teniendo todas las cosas en sí mismo, Él no tiene necesidad de nuestra confesión. Como si dijera: ‘que quienes quieran abandonen a Cristo, porque a Él nada le quita; porque cuando ellos perezcan, Él permanecerá inmutable’”.19

UNA GLORIOSA IMPOSIBILIDAD EN DIOS Pues no puede negarse a sí mismo Esta claúsula final explica sencillamente el porqué de la última línea. Si Dios se negara a sí mismo, significaría que Dios habría dejado de ser Dios. “Por ello, para Pablo la salvación escatológica está, en última instancia, arraigada en el própio carácter de Dios”.20 “Con esta solemne afirmación, en el contrexto de una advertencia igualmente severa, concluye este primer llamamiento a la lealtad. Las deserciones que habían tenido lugar en la provincia de Asia, las advertencias de este texto, y la ampliación de sus palabras ( que en el vs 10 pasan a incluir a ‘los escogidos’), todo se une para dirigir la atención de Pablo una vez más (la última) a los falsos maestros, y a las responsabilidades de Timoteo”.21

Juan Calvino. Comentario a las Epístolas Pastorales, p.​ 253-254. Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p 290. 19 Juan Calvino. Comentario a las Epístolas Pastorales, p.​ 254. 20 Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p 290. 21 Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2d de Timoteo y Tito, p291. 17 18

“Ésta es una expresión todavía más fuerte. ‘Cristo no es como nosotros, para desviarse de la verdad’. De aquí se hace evidente que todos los que niegan a Cristo serán desconocidos por Él. Y así Pablo quita a los perversos apóstatas los halagos con que ellos se entretenían a sí mismos; porque teniendo el hábito de cambiar su colorido de acuerdo con las circunstancias, ellos de buena gana se imaginaban que Cristo, en la misma forma, asume varias formas, y es susceptible de cambios; lo cual Pablo afirma que es imposible. No obstante, al propio tiempo, debemos creer firmemente… que nuestra fe está fundada en la eterna e inmutable verdad de Cristo, para que no se bambolee por la inconsistencia o apostasía de los hombres.”22

Las primeras dos líneas desarrollan acciones positivas y las segundas dos, acciones negativas. “La interpretación más probable para las tres primeras líneas es que éstas van evolucionando desde la conversión (línea 1), la perseverancia y su premio escatológico, (línea 2) a una advertencia acerca de las terribles consecuencias de la apostasía (línea 3). Aunque existen cosiderables diferencias de opinión entre los eruditos acerca del sentido de la línea 4, probablemente ésta sea una esperanzada respuesta al línea 3. Nuestra fidelidad o deslealtad no pueden alterar la realidad mayor de la fidelidad a Cristo (para con nosotros, se supone).”23

…………………... Se ha dicho que nada manifiesta nuestro sistema de valores más claramente que nuestras acciones (Sproul). En este pasaje encontramos lo que podría ser un ejemplo de eso. El contexto es el siguiente. David estaba enfrentando uno de los momentos más difíciles y amargos de su vida. Su hijo Absalón se rebeló en contra suya, y lideró un violento golpe de estado. Tras una larga y efectiva campaña de expectativa, Absalón se había robado el corazón del pueblo. Absalón llegó a contar con un enorme grupo de hombres que respaldaban sus ansias de poder. Es muy significativo que algunos de esos conspiradores habían sido servos a David, pero ahora habían encontrado motivos suficientes para engrosar las filas del ejercito traidor. Por su parte, David contaba con un pequeño remanente fiel. Hombres que habían dicho como Itaí “vive Dios, y vive mi señor el rey, que o para muerte o para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también su siervo” (2 samuel 15:21). Llegado el momento señalado en el pasaje, los dos ejércitos están a punto de librar una batalla determinante y sangrienta. Entonces, los siervos que permanecieron 22 23

Juan Calvino. Comentario a las Epístolas Pastorales, p.​ 254-255. Gordon Fee. Comentario de las Epístolas Pastorales a 1ra y 2da de Timoteo y Tito, p. 288.

fieles a David dijeron algo que, haciendo eco a las palabras de Itaí, dejan ver cuán valioso era el rey para ellos: “tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros”. Dicha expresión deja ver que para ellos, la vida de su rey era muy valiosa, de hecho, mucho más valiosa que la vida de todos ellos juntos. Esta convicción los impulsó para salir a la batalla, despreciando toda suerte de peligros y exponiendo sus vidas por completo, como una manifestación de lealtad al rey. Ahora, el principio rector que operó en los soldados de uno y otro ejército es el mismo principio que opera en hombres y mujeres hoy en día. Nuestra acciones reflejan aquello que es más valioso para nosotros. Un breve análisis de nuestra conducta dejará ver si, como los autores del comentario clave de nuestra ilustración, permanecemos en las filas del ejército que es fiel al Rey escogido por Dios, o o nos unimos a quienes lo traicionan y desprecian. Con esto en mente, podríamos aproximarnos más fácilmente a una de las declaraciones que el apostol Pablo incluyó en su segunda carta a Timoteo, que será objeto de nuestro estudio: “Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.” 2 Timoteo 2:11-13 El inicio del pasaje que será objeto de nuestra reflexión dice “palabra fiel es esta”. Esto de ninguna manera quiere decir que cierto contenido de las cartas de Pablo, o de algún otro de los libros de la Biblia, no son dignos de confianza. Tenemos la seguridad de que toda la Escritura es inspirada por Dios (2 Tim 3:16) y por lo tanto, es confiable en grado sumo. Algunos explican esta primera línea, diciendo que Pablo introducirá una declaración o un dicho común que circulaba entre los miembros de las iglesias (Piper). Era necesario en ese entonces, tanto como lo es hoy, advertir que no todos los comentarios que tienen apariencia de verdad realmente lo son, incluso, o especialmente, cuando se los usa en entornos “cristianos”. La distinción entre la verdad y el error La expresión “palabra fiel es esta” de la introducción de nuestro pasaje sugeriría que Pablo no solo seleccionó uno de los dichos comunes de la iglesia primitiva, sino que, tras evaluar cuidadosamente su contenido y determinar su veracidad, decidió incluirla en su carta, garantizando su confiabilidad a través de su autoridad apostólica. Esto no es un detalle menor. Se trata de un asunto de la mayor importancia si consideramos que el Dios determinó que sólo bajo la autoridad apostólica se completaría su revelación especial, y es que sólo a través de la Biblia el pueblo de Dios puede distinguir la verdad del error en lo tocante a Dios y su plan salvador, pues somos edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas (Ef 2:20).

Otro asunto notable respecto al uso del adjetivo “fiel” es que nuestro texto lo utilza para calificar dos sujetos. Primero, se refiere a la declaración misma, en tanto que dice “palabra fiel es ésta”. Luego, se refiere al Señor Jesucristo así “él permanece fiel”. Hay quienes han sugerido que cuando Pablo evalúa esta declaración, dictamina es una declaración fiel, porque su contenido enuncia con precisión y verdad la fidelidad del Dios que ha revelado a su fidelidad a través de la historia de la redención, según las Escrituras. (Piper) La evaluación hemos sugerido es muy importante, especialmente cuando pensamos en los diferentes pasajes del Nuevo Testamento que hacen referencia al asedio de falsos maestros que soportaba la iglesia primitiva. Estos falsos maestros buscaban hacer de las suyas, introduciendo distorsiones doctrinales entre los creyentes. En medio de esa situación, no se debía dar por descontado que alguna expresión fuera cierta sin un examen riguroso a partir del fundamento apostólico, aun cuando se tratara de alguna declaración común en la iglesia. Ahora que vemos que Pablo avala el contenido de esta declaración, incorporándola como soporte de sus instrucciones a Timoteo, debemos considerar que se trata de un tesoro. Pensaría que no me extralimito si digo que las ideas expuestas hasta ahora podrían ser útiles al menos en dos sentidos. Primero, debemos reconocer que ni la popularidad ni la antiguedad de enseñanzas, expresiones y/o prácticas “cristianas” son argumentos suficientes para reconocer su legitimidad. Es necesario someterlas al escrutiño de las Escrituras. Resulta muy lamentable que hoy, aun gozando de acceso al canon bíblico completo, en muchos círculos cristianos se acepte cándidamente todo lo que lleve la etiqueta “cristianismo”, exponiendose al riesgo de diseminar todo tipo de enseñanzas heréticas. Segundo, a semejanza de la declaración fiel que seleccionó Pablo, hay documentos teológicos históricos que son fieles a las verdades bíblicas, que pueden y deben ser considerados en la reflexión y meditación sobre la verdades espirituales para la edificación de la Iglesia. Por lo tanto, el comentario de introducción de nuestro pasaje de estudio nos impulsa a examinar el contenido de lo que creemos y escuchamos, a fin de comprobar que se trata de sana doctrina. Los puntos de comparación son, primero y principalmente, el testimonio directo de las Escrituras. Del otro lado, las obras teológicas que son una síntesis de las enseñanzas bíblicas, resultado de la reflexión teológica histórica. Este último es un instrumento súmamente útil, probado por el examen Escritural de creyentes durante siglos, de modo que haremos bien en conocerlas a fin de asegurarnos de tener claridad en los asuntos innegociables de nuestra fe. Habiendo dicho eso, avanzaremos indicando que la estructura del pasaje tiene cuatro líneas que son el contenido de la declaración seleccionada por Pablo. Las dos primeras líneas tienen un tono positivo y las otras, un tono negativo. Finalmente, el pasaje de estudio termina con una expresión que enfatiza en el porqué este dicho es fiel. Entonces, Abordaremos el texto de la siguiente forma:

1. Primera y segunda línea: la lealtad a Cristo y su recompensa. 2. Tercera y cuarta línea: la infidelidad a Cristo y su consecuencia. 3. Comentario final: el objeto de la fidelidad de Dios.

LA LEALTAD A CRISTO Y SU RECOMPENSA “Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él” Es necesario que identifiquemos a quién hace referencia el pronombre “él”. Para eso, basta con leer un par de versículos antes de nuestro texto de estudio. “Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él;” 2 Timoteo 2:8-11 Sin lugar a dudas, el eje principal de todo el pasaje es nuestro Señor Jesucristo. Aunque hay mucho que podríamos decir sobre estos versículos, basta señalar que Pablo muestra el porqué soporta el sufrimiento: lo hace como una expresión de su fidelidad a Cristo, a Su reino, a Su Evangelio, a voluntad de Dios. Habiendo hecho una referencia al Salvador sufriente “acuerdate de Jesucristo”, el apostol mencionó sus propios padecimentos, y luego, en nuestro texto de estudio, señala un contexto más amplio, que incluye tanto a Timoteo como a nosotros. Pablo advierte, como lo ha hecho en otros de sus escritos, que el sufrimiento es una experiencia común de los verdaderos creyentes. “Y también t​ odos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús ​padecerán persecución” 2 Timoteo 3:12 (RVR1960) Este énfasis es una constante en el contexto inmediato de la carta: la necesidad de enfrentar valientemente las dificultades, y aun las aflicciones más amargas, en función de la lealtad a Cristo, y de la preservación y promoción de la sana doctrina. Un llamado a morir y sufrir “Y si nuestra esperanza en Cristo es solo para esta vida, somos los más dignos de lástima de todo el mundo.” 1 Cor 15:19 “Nos hemos convencido (equivocadamente) de que los beneficios psicológicos de creer en Jesús, los beneficios en términos de relaciones por creer en Cristo, los beneficios en términos de prosperidad por creer en Jesús, los beneficos en nuestra salud de creer en

Jesús hacen una muy buena vida, así que (hipotéticamente hablando) si al final se comprueba que no hay más que esta vida: no hay problema, igual ya habría sido una buena vida. Pero estan diferente lo que Pablo dice” Piper La primera línea de nuestro dicho fiel es contraintuitiva a los oídos naturales. Vida y muerte son señaladas en una secuencia misteriosa. Respecto a esta primera cláusula, hay dos corrientes principales de interpretación. La primera consiste en entenderlo como si hiciera referencia a los creyentes que murieron como mártires por su lealtad a Cristo, o a aquellos que están dispuestos a soportar dificultades por causa de su Señor, aunque esto implique la muerte (Hendriksen). En este sentido, entenderíamos que Pablo impulsa a Timoteo a ser conciente y estar preparado para soportar el sufrimiento a causa de su servicio y fidelidad a Cristo. ​Esto es algo que el propio Pablo vive ahora, pues mientras escribe la carta está a la espera de su ejecución. De allí que Pablo podría tener en mente esta forma final de aflicción física. Según Hendriksen, Pablo estaría diciendo: “por amor a Cristo, y en armonía con su ejemplo, nos hemos entregado de una vez por todas a una vida que incluye la exposición al dolor, las torturas, al reproche, y finalmente a la muerte de un mártir. Por tanto, hemos muerto a la comodidad, a la vida fácil, a las ventajas y honores mundanos.” La segunda corriente de interpretación del texto bíblico sostiene que el apostol no se está refiriendo al martirio, sino que está hablando en términos mucho más generales, los cuales incluyen la identificación del creyente con la muerte de Cristo por medio de la fe y/o el proceso de morir al pecado. El punto aquí es la similitud con otras expresiones de Pablo, como esta: “Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él”. Romanos 6:8 Sin embargo, de acuerdo con Hendriksen, este último pasaje “tiene que ver con la santificación en general”, mientras que nuestro pasaje de estudio en 2 Timoteo “tiene en vista el llevar la cruz y la muerte de martir.” De acuerdo con Calvino: “el significado general es que no seremos partícipes de la vida y gloria de Cristo, a menos que previamente hayamos sido humillados y muertos con Él… Esto se dice tanto para exhortar como para consolar a los creyentes. ¿Quién no se anima con esta exhortación de que no debemos angustiarnos por causa de nuestras aflicciones, las cuales tendrán un resuldado tan feliz? La mis consideración aminora y dulcifica todo lo que es amargo en la cruzM porque ni los dolores, ni las torturas ni los reporches, ni la muerte deben causarnos horror, puesto que en ellos somos copartícipes con Cristo; sobre todo viendo que todas estas cosas son como precursoras del triunfo.”

Aunque podríamos inclinarnos a la primera interpretación, no descartaremos la aproximación de la segunda, ya que las otras líneas de la declaración podrían encontrar luz en esta perspectiva amplia.

apuntando a la gloriosa doctrina de nuestra unión con Cristo.

“Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él”

El sufrimiento por causa de la fidelidad a Cristo “Si sufrimos, también reinaremos con él”. Después de la caída, el sufrimiento es un elemento común en la humanidad. La Bilia no oculta el sufrimiento y el dolor como parte de la experiencia real que los hombres afrontan en esta vida. Sin embargo, cuando esta porción de la Escritura se refiere al sufrimiento, “debemos advertir que no se puede extraer del contexto claro en el que se encuentra. Sería tentador señalar al sufrimiento en los términos más generales como un camino al reino celestial” (Spurgeon). Sin embargo, lo que dice realmente este pasaje, siguiendo la lógica en paralelo, es que: “si sufrimos” con él, esto es, con Cristo, entonces, “reinaremos con él”. Así es que podríamos decir, como lo sugiere John Piper, que esta línea es “un llamado al creyente a renunciar a sus propias preferencias privadas para conformarse a la vida y las preferencias de Cristo”. Una variación en la traducción de la segunda línea dice “si soportamos” en lugar de “si sufrimos”. Así es que las personas que han muerto con Cristo, son las que soportan, siendo fieles hasta la muerte. Hendriksen aclara que la palabra soportar “es mucho más que no quejarse, mucho más que resignación, es seguir adelante aun cuando la carga bajo la cual se está se ha hecho muy pesada.” La esencia de las promesas bíblicas “Si somos muertos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él” Hay dos características significativas en estas cláusulas de recompensa. El final del versículo 10 es un buen punto de partida. “Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna”. Como el evangelio ofrece vida y gloria eternas en Cristo Jesús, podemos afirmar que las promesas bíblicas vigentes están están: centradas en Cristo y tienen todo que ver con la eternidad. Las expresiones “con él” de éstas promesas son muy importantes, la razón es que, aparte de Cristo, no hay vida verdadera para un creyente. No hay algo que se le pueda ofrecer que prefiera antes que a su Señor. Si la promesa es estar con Cristo, él no necesita un incentivo adicional. Su verdadera motivación es esta: se le ha prometido vivir y reinar con Cristo eternamente. Cristo es la razón de que todo valga la pena. Su sistema de valores, es decir,

la forma en la que decide qué es más valioso entre una serie de opciones, lo hace unirse al Apostol Pablo para decir que la aflicciones del tiempo presente no tienen la capacidad de opacar la gloria venidera. En este sentido, el cielo es un lugar enteramente deseable por un motivo: Cristo está allí. Héndriksen lo pone en estor términos: “vivir con Cristo es estar con él, tener comunión con él. Deleitarse en él, ser como él, amarlo y glorificarlo”. Y respecto a reinar con Cristo, dice que se trata de la “respuesta gozosa de la voluntad del creyente a la voluntad de Cristo, esa respuesta que es verdadera libertad”. Habiendo dicho lo anterior, resulta sorprende que el cristianismo contemporáneo hable de las promesas bíblicas como si se tratara de una lista de pasajes bíblicos aislados, que tienen todo que ver con los apetitos excéntricos de los hombres, pero tienen poca o ninguna referencia al Evangelio. Algunos pretenden usurpar el rol de los personajes bíblicos de antaño, “apropiandose” de sus promesas, mientras tergiversan el sentido de la palabra de Dios. Nada podría estar más lejos de la verdad. Las verdaderas promesas bíblicas expresan el carácter santo de Dios, están relacionaas con la consumación de su plan redentor, y promueven la gloria del Dios en Cristo Jesús.

LA INFIDELIDAD A CRISTO Y SU CONSECUENCIA “Si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel” De acuerdo con Hendriksen, estas dos últimas líneas se refieren al caso de los que, habiendo confesado a Cristo (por lo menos con los labios), se vuelven desleales a él. Cuando una persona, debido a su poca disposición a sufrir por la causa de Cristo, niega al Señor, entonces, a menos que se arrepienta, será negado por el Señor en el gran día del juicio (Mt 26:72). Hendriksen. La fidelidad de parte de Dios significa cumplir con sus amenazas Mt 10.33, tanto como de sus promesas Mt 10:32. La fidelidad divina es un maravilloso consuelo para los que le son fieles. Esta es una seria advertencia apra los que se sienten inclinados a ser desleales. El significado de la última línea no puede ser “si somos infieles y le negamos, él, en cambio, permaneciendo fiel a su promesa nos dará la vida eterna”. Aparte de ser errónea por otras razones, tal interpretación destruye la implicación del paralelismo entre las líneas tres y cuatro. Hendriksen. Si Cristo no permaneciera fiel a su amenaza ni a su promesa, se estaría negando a sí mismo, porque en ese caso dejaría de ser la Verdad. El sistema de valores de un creyente genuino, valga decir, la forma en la que decide qué es lo más importante y valioso, lo conducirá indiscutiblemente a preferir a Cristo por sobre todo

lo demás. Este es el motivo fundamental de su persistencia, incluso en medio del sufrimiento. Para el creyente genuino la fidelidad a Cristo lo vale todo. Sea lo que se que tenga que sacrificar por Cristo, en última instancia, es de menos valor que su Señor. Los enunciados negativos, son el resultado de un sistema de valores distinto. Así que resultan invariablemente en la negación y la infidelidad a Cristo. Es negar que Cristo debe ser preferido sobre las cosas que queremos en esta vida. En consecuencia, decimos Su reino es algo por lo que no vale la pena sufrir. Así que lo negamos. En este orden de ideas, si decimos que Cristo no es más valioso que todas las cosas que estamos soportando, entonces, él nos negará el privilegio de estar con él, el privilegio de reinar con él, él renunciará a nosotros. Entonces, si abandonas a Cristo y lo cuentas como menos valioso que la vida y todos sus placeres, entonces él te mostrará que no lo tendrás a él como el tesoro eterno y no vivirás con él como un tesoro eterno. La otra forma de verlo es, si somos infieles, esto es, si no tenemos fe, si no confiamos en él, si lo consideramos no digno de confianza, él permanece fiel.

EL VERDADERO OBJETO DE LA FIDELIDAD DE DIOS “él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo”. Dios permanece fiel, primero que todo, para negarnos, si nosoltros le negamos. Así que en necerio tener cuidado de los eslogan bíblicos sin contexto. Algunos citan “Si fuéremos infieles, él permanece fiel” fuera de contexto, y lo que quieren decir es Dios permanece fiel a nosotros, para salvarnos. Que es justo lo opuesto a lo que se está diciendo. Porque dice que si le negamos, no dice que Él nos salvará, sino que él nos negará. La razón por la que él es fiel, es porque es fiel a sí mismo. Esto es Él mantiene su palabra negándonos o dándonos vida eterna, según Su palabra. Así que es necesario estar alerta en contra de los eslogan bíblicos fuera de contexto. Un eslogan desprendidos de su contexto han dado a muchas personas falsa seguridad. Finalmente, el principio de que debemos aproximarnos a la Biblia con la alegre expectativa de que todo lo que dice está centrado en Dios, y no hay manera de que sea mejor. Porque, como lo expresa John Piper, Dios está radicalmente comprometido con él mismo. Dios está radicalmente centrado en Dios. Dios está radicalmente comprometido con el honor y la exaltación de Dios. ¿Por qué esas son buenas noticias? Porque esa verdad de que Dios no puede negarse a sí mismo, es lo que significa para él ser fiel y ser fiel significa que estas promesas se harán realidad. Si mueres con Cristo, vivirás con él. Si perseveras, reinarás con él. La razón por la

cual lo sabes no es por algo en tí, sino por su fidelidad, lo que significa no primero su fidelidad a tí, sino su fidelidad a él mismo. Así que si mueres con Cristo y sufre con él, Él nunca negará su propio valor rechazándote cuando tú has exaltado su valor, muriendo al mundo y viviendo con él y rechazándo el mundo y soportandolo todo a fin de reinar con él.

A. Un fundamento inamovible. B. El ulterior objetivo de todo lo que Dios hace. A manera de implicaciones tenemos que el Evangelio no cambia, que la Biblia no cambia. Tomadas en su conjunto las cuatro líneas dan un pensamiento principal, a saber, la lealtad a Cristo, la firmeza aun en medio de la persecución, es recompensada y la deslealtad es castigada. HENDRIKSEN

APLICACIONES 1. La verdad en cuanto a Dios, al plan salvador y a la piedad son según la Biblia. En esta materia, lo que no tenga su origen en y/o contradiga el contenido de las Escrituras, debe ser desechado sin reparo. 2. Debemos aferrarnos a la verdad bíblica, más que a la enseñanza de los más ilustres y destacados ministros, para que nuestro fundamento sea firme y verdadero. 3. El sufrimiento por causa de Cristo es un privilegio al que hemos sido llamados. Cuando llegue nuestro momento de sufrir, hemos de hacerlo teniendo en alto el privilegio de haber sido tenidos en cuenta para esto. 4. Seamos alentados por la esperanza tenemos en nuestro Salvador. 5. APLICACIÓN: Se nos llama a permanecer fieles hasta el fin. 6.