Un Cuento de Navidad ORIGINAL

Un cuento de Navidad Emilio Carballido Santa Claus, Niña, Madre, Padre, Fotógrafo, Otra Niña, Santa Claus 2, Fotógrafo 2

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Un cuento de Navidad Emilio Carballido Santa Claus, Niña, Madre, Padre, Fotógrafo, Otra Niña, Santa Claus 2, Fotógrafo 2, Un Niño, Madre del Niño, Varios Niños con sus Madres (Todos los personajes pronuncian “Santa Clos”) NIÑA: Mamá, ¿dónde está Santa Claus? MADRE: (Buscándolo.) No sé, no lo hallo. ¡Creo que allá viene! (Salen) (Entra un Fotógrafo. Pone una silla de brazos, muy adornada a la izquierda). FOTÓGRAFO: Nenita, nenita chula, ¿no quieres retratarte con Santa Claus? OTRA NIÑA: ¿Dónde está Santa Claus? FOTÓGRAFO: Ahí viene, mira. NIÑA: (Enloqueciendo.) ¡Mamá, mamá, mamá, me quiero retratar con Santa Claus! (Lo repite cien veces más mientras la madre la arrastra fuera. Salen). (Entra Santa Claus, viste un traje muy flamante de terciopelo y piel y usa unas botas de cuero. Es de rostro muy blanco y sonrosado, ahora con bella barba. Trae de la mano a la primera niña que lo buscaba. Se sienta y la pone tiernamente en su rodilla. Los retratan). NIÑA: Y también quiero una muñeca de mi tamaño, vestida de novia. Y una más chica, de china poblana. SANTA CLAUS: (Tiene una voz unciosa, grave y tierna, bien educada.) ¿Y has sido una buena niña? ¿Has sido obediente con tus papás? ¿Has rezado tus oraciones? NIÑA: Sí, yo sí. Toma mi carta. MADRE: No crea usted, Santa Claus. A veces es una niña un poco retobada. SANTA CLAUS: (Reprocha dulcemente.) Hija mía, hijita querida, no debes ser retobada porque cada retobo tuyo le arranca lágrimas al Niño Dios. Y tú no quieres hacer llorar al Niño Dios, ¿verdad? NIÑA: No. ¿Y mis juguetes? SANTA CLAUS: Porque el Niño Dios dejó el cielo donde era tan feliz para venir con nosotros. MADRE: ¿Ves, hijita? SANTA CLAUS: (Como ella le va a jalar las barbas, le detiene las manos.) Así que tienes que ser muy buena niña, ¿eh? Y entonces sí te voy a llevar todos esos juguetes (La pone en el suelo y toma otra niña). OTRA NIÑA: Yo te voy a decir un secreto. SANTA CLAUS: A ver, hija, dime. FOTÓGRAFO: ¿Cuántas copias le hacemos? MADRE: Pues... hágame tres. FOTÓGRAFO: Por media docena salen más baratas.



MADRE: ¿Sí? Pero tantas... Bueno, hágalas. FOTÓGRAFO: ¿Su dirección? MADRE: Volcán 1130, Jardines del Pedregal. Vamos hijita. (El fotógrafo retrata a la otra niña). PADRE: Dale tu carta a Santa Claus, hijita. (Ella le da la carta. Se ha ido formando ya una cola de niños y padres. Se oyen con fuerza los villancicos. Entra un segundo Santa Claus por la derecha, viste un traje de manta y peluche, muy descolorido ya; unas polainas de cartón sobre los viejos zapatos similan botas. Es de rostro bastante prieto; trae unas barbas improvisadas de algodón. Lo acompaña un fotógrafo muy mal vestido y con los zapatos rotos y el traje raído y descosido. Ven en torno, fascinados. Cesa la música). SANTA CLAUS 2: (Feliz.) ¡Ora sí, manito! ¡Hay un madral de escuincles! FOTÓGRAFO 2: ¡No digas madres porque se van los pinches niños! Párate aquí. Ora, que te vean. ¡Pela la mazorca! (El 2º Santa Claus 2 obedece y sonríe a diestra y siniestra, hace caras y gestos amables. Pasan de largo los niños, que siguen yéndose con el otro Santa Claus. Algunos se detienen, ven a éste, ven al primero y es por el que se deciden). SANTA CLAUS 2: No vienen, mira, todos se largan con aquél. FOTÓGRAFO 2: Ah, que la... (Piensa. Discurre, grita de improviso.) ¡Aaaaaaarrrrrrrrrr! ¡Órale, niñitos, no hagan cola, que aquí está su mero Santa Claus! (Una niña que pasaba cerca empieza a llorar a gritos, espantada). SANTA CLAUS 2: ¡No la friegues, ya la hiciste chillar! (Dulce) ¿Qué pasó, chamaquita? (La niña que llora y su madre huyen). FOTÓGRAFO 2: Lo que pasa, es que aquél está aplastadote en su silla, y así se los sienta en las piernas y despacha bien y todo. ¡Me voy a conseguir un cajón! ¡O a ver si aquel bolero me presta uno de sus bancos! (Sale aprisa.) SANTA CLAUS 2: Oiga, niño. Usté. Venga pa’cá. (Cariñoso.) ¡Véngase! (El niño se le acerca desconfiado, observándolo. Su mamá admira el aparador. Santa Claus 2 se acunclilla). Pos ora, cuénteme, ¿qué quiere que le vaya trayendo en la Navidá? ¿Eh? ¿Quiere sus buenos patinsotes y su pistola? ¿O qué otra cosa quiere? EL NIÑO: (Le toca la manga.) Tienes tu traje roto.



SANTA CLAUS 2: Ah, éste... (Se cohibe.) Es que la guerra estuvo redura. EL NIÑO: (Escéptico.) ¿Tú fuiste a la guerra? (La mamá ve en torno). MADRE: ¡Archibaldo! ¡Archi! Ah, ahí estás. (Ve y cataloga al Santa Claus.) Ya vámonos, hijo. SANTA CLAUS 2: Un bonito recuerdo para llevar, su foto con el Santa Claus; tres por el precio de una, seis por el de tres. Ándele. ¿Quiere retratarse con su Santa Claus? EL NIÑO: ¿Me retrato con él, mamá?

MADRE: Si tú quieres... (Feliz, Santa Claus 2 busca a su fotógrafo con la mirada). SANTA CLAUS 2: (Muy amable.) Ahí viene ya el fotógrafo, nomás que orita se le presentaron una de esas cosas que, un momentito, va a ver, ahí está. Ahí viene ya. (Grita.) ¡Órale, tú! EL NIÑO: Allí está un fotógrafo. (Alude al Fotógrafo 1). SANTA CLAUS 2: Sí, pero ese no tiene categoría. Mire, ya viene su fotógrafo de las estrellas. (Grita.) ¡Ya, qué paso! (Hace señas impacientes.) MADRE: Luego volvemos, hijo. Al fin que después vamos a pasar otra vez por aquí. SANTA CLAUS 2: (Desesperado.) Un momentito que enseguida llega. ¡Mírelo, si ahí está! (Grita.) ¡Órale, pinche güey! MADRE: Ay, qué lenguaje. (Se va arrastrando a su hijo, a quien esto dio mucha risa. Llega corriendo el Fotógrafo 2). FOTÓGRAFO 2: (Reprocha suavemente.) ¿Qué pasó con ese hocico? SANTA CLAUS 2: (Le hace una seña descuidada, llevándose un puño al hombro.) ¡Qué horas! FOTÓGRAFO 2: Es que el bolero no soltaba el banco. Tuve que darle cinco varos. SANTA CLAUS 2: (Desesperado.) ¡Cinco varos! ¡Ni por su hermana! Y treinta por alquilar estas pinches garras coloradas. Ya ni la... Te digo, vamos a salir quebrados. FOTÓGRAFO 2: Usté aguante, y orita vienen. ¡Si aquí hay hartos niños! SANTA CLAUS 2: Sí, hartos. (Se ve el traje con desconsuelo.) Ahí me estaba diciendo aquél: (Imita la voz del niño.) “Tienes el traje roto.” Y él y su mamacita tienen roto el fundillito. FOTÓGRAFO 2: ¡Ya cállate, que si te oyen decir chingaderas no vienen! Ora, siéntate aquí. (El fotógrafo lleva el banco bastante cerca de Santa Claus 1. El segundo se sienta. El primero lo ve y lo ignora enseguida, pero redobla su dulzura. Tiene una larga cola de niños esperando retratarse con él y darle cartas. El segundo considera con envidia el traje del primero). FOTÓGRAFO 2: (Va a empezar su pregón.) ¡Arrrrrrrrh!



SANTA CLAUS 2: (Alarmado.) ¡Tú no grites, que los espantas! Ve a ver que tanto les dice. SANTA CLAUS: (Abrazando a un niño.) Se llama Navidad porque celebramos la Natividad, o Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, el Niño Dios, ¿entiendes? Nacimiento es Natividad, y Natividad es Navidad, ¡dame tu cartita! SANTA CLAUS 2: (hace un gesto de desprecio.) ¿Oístes? UNA NIÑA: (Al primero.) Yo quiero una casita con su coche, su licuadora, su televisión y sus foquitos que enciendan. SANTA CLAUS: Bueno, pero vamos primero a ver sí estás en el libro de los niños que se portan bien. Porque en el cielo llevamos un libro donde los ángeles anotan todas las buenas acciones con tinta de oro. (Los retratan. Baja la niña y toma otra. Los retratan y el fotógrafo toma la dirección de los padres). LA MADRE: Sierra Nevada 180, Lomas. Mándenos tres.

SANTA CLAUS 2: (Palmea las manos, mientras pregona.) ¡Vénganse con el auténtico Santa Claus, y no acepten imitaciones! Aquí no hay libro ni trámites, todos los niños reciben sus bonitos regalos. ¡Traigan sus cartas! ¡Correo directo al cielo! Nuestro ángeles no serán de la Secreta, pero reparten ese juguete que usté soñaba. No hay cola, no esperen más; un recuerdo que alegrará su casa, el mejor regalo para su madrecita santa, ¡un retrato de los niños con su Santa Claus! ¡Vengan, pásenle! (Espera, da palmadas, sonríe: nadie viene). SANTA CLAUS: Tu cartita voy a leerla con mucho cuidado, y empezaré a apartar tus juguetes. NIÑO: Vivimos en Leibnitz 36, Polanco. (Pronuncia correctamente.) (Baja el niño de sus rodillas, sube una niña). SANTA CLAUS 2: ¡Aquí no pellizcamos ni bolseamos a su niño! ¡Tráiganlo para acá, déle un retrato con su Santa Claus, que es el mejor recuerdo para toda la vida! (Nadie viene). FOTÓGRAFO 2: (Abochornado.) No les grites así, ni que fuera la Lagunilla. SANTA CLAUS 2: Pues no oyes lo que les dice aquél, puras pendejadas. ¡Eso les gusta! Treinta pesos del traje, cinco del banco. Yo te lo decía pa qué venimos aquí, no me latía. ¡Oye aquél, oye nomás! SANTA CLAUS: Cuando nació el Niño Dios, había una estrella que venía mostrando el camino a los pastores, y los corderitos venían y corrían tras ella, y todos los vecinos corrían tras ella... SANTA CLAUS 2: (Quedo.) Y tu pinche madre corría tras ella. (Lanza una trompetilla bien sonora al primero. El primer Santa Claus lo ve de reojo. Disimula).



NIÑA: (En las rodillas del primer Santa Claus. Alto y como de memoria.) Yo nada más quiero pedir que el Niño Dios me vuelva una niña muy buena, para tener siempre contentos a mis papacitos. MADRE: (A una tía de negro.) Óyela, qué linda. Ven, hijita. (La besa.), vamos a ver los juguetes, a ver qué te gusta para que hagas tu cartita. SANTA CLAUS: Así es como habla una niña buena. Y ahora, que nos tomen una foto en colores, para que luzcan tus ojitos tan lindos. (Nueva trompetilla de Santa Claus 2. La niña se ríe. Disimula. La retratan. Se va). FOTÓGRAFO 2: ¡Así menos vienen! ¡Sí sigues así, me largo! SANTA CLAUS 2: Pos es que da coraje. (Viene un Niño. El primer Santa Claus se lo pone en las rodillas. Lo abraza, como a todos). SANTA CLAUS: A ver, ¿trajiste cartita para mí? SANTA CLAUS 2: Mira como os cachondea. (Hace bocina con las manos y grita al otro.) ¡Ese Santa Claus es puto! SANTA CLAUS: (Se indigna) ¡Más respeto, compañero! ¡Hay niños que están oyendo! LA MADRE: ¡Vámonos, hijito! NIÑO: ¿Qué dijo el otro Santa Claus, mamá? (Lo arrastran fuera). SANTA CLAUS: (Se levanta.) Usted está ofendiendo. Eso no es gracioso. SANTA CLAUS 2: (Lanza otra trompetilla, más fuerte y salivosa).

SANTA CLAUS: No haga usted ruidos procaces. ¡Mire lo que ocasiona! (Desbandada: los padres están arrastrando fuera a los niños, que se resisten a irse). SANTA CLAUS 2: Pues que se los lleven. Puros niños culeros. (El primer Santa Claus, muy nervioso, se acerca al otro). SANTA CLAUS: Si los dos tenemos que hacer nuestra lucha, no veo porque no hemos de portarnos con buena educación. Usted nos perjudica a ambos. SANTA CLAUS 2: (Por respuesta lanza un chiflido displicente a la cara del otro: una frase de cinco notas, el acento en la primera y la cuarta.) SANTA CLAUS: (Severo.) Si no sabe comportarse en estos sitios, regrese a su barrio y no venga a faltar al respeto de ese modo. Y tenga consideración a lo que simboliza la ropa que trae puesta. (Da vuelta para irse). SANTA CLAUS 2: Pinche Santa Claus ojete, chinga a tu madre. (El primero se vuelve, enfurecido). SANTA CLAUS 2: (En guardia de box.) ¡Órale güey, arráncate! (Se pegan, puñetazos, patadas, etc. los fotógrafos, sin intervenir, cubren sus cámaras con los brazos, no vaya a pasarles nada).

➤ VARIOS NIÑOS: (Felices.) ¡Se está peleando Santa Claus! ¡Se están peleando dos Santa Closes! ¡Miren cómo se pega Santa Claus! UNA MADRE: ¡No son Santa Caus, hijito! ¡Son dos tipos groseros vestidos de Santa Claus! OTRA MADRE: ¡Qué van a pensar los niños! ¡Qué trauma! OTRA MADRE: ¡Pero, Dios mío, no hay un policía! (Llega un Policía, recién salido de la pulquería, con uniforme flamante). POLICÍA: (Se abre paso.) Me permiten, por favor. Con su permiso. Tengan la bondad. (A los dos Santa Claus, firme y severo.) ¡Un momento! (Los separa.) A ver, señores. Díganme lo ocurrido. (El primer Santa Claus jadea, golpeado, con la ropa en desorden y la barba torcida. El segundo está en peor estado cuando apareció por primera vez). SANTA CLAUS: Este hombre me faltó. SANTA CLAUS 2: Le sobré, no le falté. SANTA CLAUS: Yo tengo permiso del almacén para esta esquina, y comisión por las cartas. Este hombre vino de los barrios bajos a insultarme. POLICÍA: (Anotando.) Su nombre y dirección, por favor. SANTA CLAUS 2: Pedro Ramírez, Avenida del trabajo 92, accesoria B. POLICÍA: ¿Y usted? SANTA CLAUS: El gerente de ventas puede dar referencias mías. POLICÍA: Sus datos, por favor. SANTA CLAUS: Porfirio Valdez y Díaz, San Cosme 390, interior 2. (Al otro.) No sé por qué no se queda usted en su barrio, en vez de venir a donde no sabe comportarse.

SANTA CLAUS 2: Pos porque en mi barrio no hay payasadas de Santa Claus y retratitos, y porque allá no hay ni frijoles, cuanti menos regalos de Navidad. POLICÍA: Les ruego que no discutan. Tengan la bondad de acompañarme. (Los dos Fotógrafos, que al aparecer el Policía se hicieron pequeñitos entre la gente, los ven partir). SANTA CLAUS 2: (A su fotógrafo.) ¿Ya vistes, cuate? Yo te decía que ni viniéramos. Aquí hasta los pinches policías son decentes. (Suenan fuerte los magnavoces: “Noche callada, noche de paz”, cantada por un coro de niños) TELÓN