Tycho Brahe

TYCHO BRAKE I. BIOGRAFIA: Tycho Brahe nació el 14 de diciembre de 1546 en Escania; hoy Suecia pero entonces pertenecient

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TYCHO BRAKE I. BIOGRAFIA: Tycho Brahe nació el 14 de diciembre de 1546 en Escania; hoy Suecia pero entonces perteneciente a Dinamarca. Hijo del gobernador del castillo de Helsingborg, fue apadrinado por su tío Joergen. El tío Joergen era un gran terrateniente y vicealmirante que había pedido a su hermano que cuando tuviera un hijo quería apadrinarlo y adoptarlo hasta el punto de considerarlo como hijo suyo. El gobernador le prometió a su hermano que así sería pero un incidente vino a postergar la promesa. La madre de Brahe dio luz a gemelos, pero uno de ellos murió, de modo que como era de esperar, la situación cambió, y no fue hasta que Brahe tuvo un hermano cuando pasó a ser adoptado por su influyente y acaudalado tío. En 1559 fue enviado a la Universidad de Copenhague para iniciar su educación. Estudió primeramente Derecho y Filosofía como correspondía a su condición nobiliaria y como procedía para acceder a sus futuros cargos estatales. Todo iba bien hasta que un suceso vino a cambiarle su orientación. El 21 de agosto de 1560 Tycho Brahe observó un eclipse de Sol que le dejó completamente admirado. El muchacho, que no había cumplido los catorce años, acababa de sentir que los sucesos astronómicos le habían despertado un tremendo interés. Adquirió libros sobre Astronomía y leyó apasionadamente a Tolomeo. No obstante, los estudios había que continuarlos y dos años más tarde fue enviado por su tío a estudiar a la Universidad de Leipizg. Su tío Joergen observaba que la afición a la Astronomía de su sobrino tendía a alejarle del verdadero cometido nobiliario. La Astronomía no era una profesión adecuada para un noble así que le puso bajo la tutoría de Anders Vedel: uno de los grandes historiadores daneses. Para desgracia de su tío y para bien de la ciencia, el muchacho no dejaría su pasión por la Astronomía en ningún momento y Vedel desistió de la vigilancia encomendada un año después. En agosto de 1563, cuando tenía dieciséis años, Tycho observó una conjunción entre Saturno y Júpiter. El fenómeno no tendría más trascendencia sino fuera porque se dio cuenta que las tablas alfonsinas, las vigentes por entonces, predecían el acontecimiento con un mes de retraso. Fue entonces cuando el joven decidió definitivamente su futuro dando un paso importantísimo: supo de inmediato que había que realizar las observaciones con precisión. Para ello debían usarse instrumentos precisos con los cuales realizar éstas observaciones y así corregir las tablas astronómicas de su tiempo. Si Tycho no descubrió nada, ya con darse cuenta de la

falta de precisión que existía en las observaciones, lo descubrió todo. Se convirtió en un fanático por la exactitud. Tycho prosiguió sus estudios en distintas universidades, pasó por Wittenberg, Rostock, Basilea y Ausburgo. Aumentaba constantemente su colección de instrumentos astronómicos así como sus conocimientos matemáticos. En 1565, durante su época universitaria, se batió en duelo con un joven danés como consecuencia de una riña que tuvieron por saber quien sabía más sobre matemáticas. El tiempo probablemente le dio la razón al astrónomo pero también le marcó con el puente de la nariz rota, puente que hubo que sustituir con una placa de metal realizada con oro y plata y que continuamente necesitaba untar con un ungüento. Regresó a Dinamarca en 1570. Durante su etapa inicial en Uraniborg Tycho Brahe, en contra de la opinión de su familia, contrajo matrimonio con una joven de origen humilde llamada Cristina. Ambos tuvieron ocho hijos. La muerte de Brahe constituye también una anécdota curiosa. Muchas fuentes históricas citan como causa de su muerte una infección de orina por no ausentarse por educación y respeto en una cena en Praga en 1601. La larga cena le ocasionó una fuerte cistitis que le postró en cama con fiebres elevada durante 11 días. En 1996 se abrió la tumba de Tycho Brahe en Praga para analizar sus cabellos: se encontraron dosis tan elevadas de mercurio que actualmente se considera el envenenamiento por mercurio como causa de su muerte. Dado que Brahe tenía intereses en alquimia y medicina y que el mercurio era un elemento común a las medicinas alquímicas preparadas por el mismo Tycho, es muy probable que Tycho muriera por envenenamiento por sus propias medicinas tratando de recuperarse de sus problemas urinarios. En su agonía Tycho repetía una y otra vez: "Non frustra vixisse vidcor" (Que no haya vivido en vano). Al efecto, le había hecho prometer a Kepler que usaría sus observaciones para construir un nuevo sistema del universo basado en su propia teoría. Su tumba se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora de Tyn en Praga. II. IDEOLOGIA: En la faceta astronómica Tycho Brahe hizo multitud de observaciones astronómicas que le permitieron detectar que los movimientos lunares variaban, calculó la longitud de un año con un error que no llegaba a un segundo, y observó todos los movimientos planetarios. Por lo demás en la isla de Hven se sucedían todo tipo de visitas de aristócratas y gobernantes, en un devenir de grandes cenas, todo tipo de lujos y con su bufón Jepp haciendo payasadas constantemente. En la sombra, los antiguos habitantes de Hven pasaron a ser tratados con mayor dureza a medida que pasaban los años desde la llegada del astrónomo a la isla. Brahe llegó a tener acongojado hasta al propio rey Federico II del que se mofaba cada vez que creía oportuno. Es indudable que todas las conclusiones que sacaba de sus propias observaciones le hacían pensar. No concordaban con el sistema en el que siempre creyó. Pensó en un nuevo concepto cosmológico a medio camino entre el sistema geocéntrico y el

heliocéntrico. Según éste Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno girarían alrededor del Sol, y éste. A su vez, giraba, con toda la corte planetaria, alrededor de la Tierra. Sistemas similares se habían propuesto por Reymers Bear, latinizado como Ursus, (al que Brahe le acusó en 1588 de haberle robado sus teorías en una visita que hizo a Hven en 1584), y también por un tal Helisaeus Roeslin. III. TEORIA:

Partió de la idea de que, si de verdad la Tierra se mueve dando una vuelta al sol cada año, se debería notar un cambio en la posición de las estrellas según la estación del año. Por efecto de la perspectiva, cuando estamos mirando a una estrella desde la derecha del sol, se debería ver la estrella un poco más a la izquierda que seis meses antes, cuando estábamos mirando desde el otro lado de la órbita. Pero si la Tierra está quieta, las estrellas siempre se verán en el mismo sitio. Sus observaciones de las estrellas con instrumentos de alta precisión (ver figura) le convencieron de que las estrellas siempre se veían en el mismo sitio. Razonó que, si Copérnico tenía razón, pero la distancia a las estrellas era tan grande que él no la podía medir, debía ser unas tres mil veces mayor que la distancia de la Tierra al sol, como mínimo. Brahe también había medido el diámetro aparente de las estrellas con sus instrumentos, y sacó como conclusión de esas mediciones que la distancia a las estrellas de primera magnitud era unas dos mil veces mayor que su diámetro real. Combinando esto con la cifra anterior, resulta que el diámetro de algunas estrellas es superior a la distancia de la Tierra al sol, es decir, cientos de veces superior al diámetro del sol. Esta conclusión era absurda. No parecía tener ningún sentido que el universo contuviese muchos objetos grandes en los bordes, pero que en el centro hubiera un inmenso espacio vacío ocupado únicamente por un sol mucho más pequeño que ellos, seis planetitas todavía más diminutos, y la luna, más pequeña aún. Por eso Brahe creyó que había demostrado científicamente y sin dejar lugar a dudas que Copérnico estaba equivocado: la Tierra está siempre a la misma distancia de las estrellas, pero el sol no. (Tycho, en la parte del razonamiento que parece más floja, suponer que las estrellas no tienen un diámetro mayor que el del sol, acertó por casualidad: ahora sabemos que, en efecto, muy pocas estrellas tienen un diámetro superior a diez veces el del sol. No se le puede echar en cara que no tuviera medio de saber que el método que utilizaba para medir los diámetros aparentes de las estrellas era erróneo. Sus medidas de los diámetros aparentes de las estrellas eran miles o millones de veces superiores a los valores reales.)

Como otras observaciones suyas también desmentían en muchos puntos muchas teorías de Tolomeo, pero concordaban bastante bien con otras de Copérnico, Brahe no tuvo más remedio que inventarse una explicación propia del movimiento de los planetas, que estaba de acuerdo con todas las observaciones y quedaba a medio camino entre las teorías de Tolomeo y Copérnico. Según Brahe, el sol y la luna dan vueltas a la Tierra, pero los cinco planetas dan vueltas al sol. Como se puede ver en la figura, esta teoría explica los movimientos de Marte igual de bien que las de Tolomeo y Brahe, y además explica por qué las observaciones no revelan variaciones en la posición de las estrellas.

IV.

CONCLUSIONES: 



Destaca por ser un preciso observador, Brahe acumuló más datos que en todas las demás mediciones astronómicas que se hicieron hasta la invención del telescopio, a principios del siglo XVII. Aunque la teoría de Brahe sobre el movimiento planetario era defectuosa, los datos que acumuló durante toda su vida desempeñaron un papel fundamental en el desarrollo de la descripción correcta del movimiento planetario.

BIBLIOGRAFIA



Google www.es.wikipedia.org Google www.arrakis.es



Google www.postalplanetasedna.com.ar



INTRODUCCION Tycho Brahe (14 de diciembre de 1546 en Knutstorp, Escania, en aquel entonces parte de Dinamarca - 24 de octubre de 1601 en Praga, en aquel entonces capital de Bohemia) fue un astrónomo danés. Hizo que se construyera Uraniborg, que se convertiría en el primer Instituto de investigación astronómica. Los instrumentos diseñados por Brahe le permitieron medir con una precisión muy superior a la de la época las posiciones de las estrellas y los planetas. Atraído por la fama de Brahe, Johannes Kepler aceptó una invitación de éste para trabajar junto a él en Praga. Tycho pensaba que el progreso en astronomía no podía conseguirse por la observación ocasional e investigaciones puntuales sino que se necesitaban medidas sistemáticas noche tras noche utilizando los instrumentos más precisos posibles. Las medidas de Brahe sobre la posición de los planetas, con el tiempo, pasaron a posesión de Kepler a su muerte. Las medidas del movimiento de Marte (y en particular de su movimiento retrógrado) fueron esenciales para que Kepler pudiera formular las tres leyes de Kepler que rigen el movimiento de los planetas y que sirvieron posteriormente de base a la Ley de la gravitación Universal de Newton.