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Capítulo 4 La evaluación en la Psicología clínica Los diccionarios por lo general definen el término "evaluación" como u

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Capítulo 4 La evaluación en la Psicología clínica Los diccionarios por lo general definen el término "evaluación" como una estimación del valor o mérito. Un aspecto importante que se debe notar acerca de la evaluación es que no es un suceso que ocurra de manera aislada, sino que forma parte de un proceso que conduce a una meta. El valuador 1) recopila información (por ejemplo, tamaño del terreno, tamaño de la casa, número de habitaciones), 2) combina, integra y procesa esa información al revisar ya sea de memoria, o bien, repasando los apuntes que haya tomado, sobre las diversas características de la construcción, en relación a los parámetros de esa población y otras construcciones comparables, y 3) emite u orienta en la toma de una decisión. Una definición más general del término sería el proceso de recopilar la información que será empleada como la base para la toma de decisiones por parte del evaluador o por aquellas personas a las que se les comunican los resultados. Este capítulo se elaboró para proporcionar un panorama acerca de la forma cómo el psicólogo clínico, como ser humano que generalmente no posee poderes especiales de percepción y de juicio y es susceptible de cometer la misma cantidad de errores en la recopilación y procesamiento de datos que otros seres humanos, ha intentado aproximarse y enfrentar el reto de la evaluación, si no es que siempre lo ha podido vencer. Componentes del proceso de evaluación clínica se ilustran cuatro componentes distintos, aunque interrelacionados, Cada uno implica varias preguntas y puntos que deberán abordarse para lograr una comprensión del proceso completo. Por ejemplo, en relación con las secciones de la planeación y recopilación de los datos, uno puede preguntarse cuánta información acerca de una persona es "suficiente", qué tipos de datos son más valiosos que otros, cómo se puede detectar y eliminar la información inadecuada y dónde debería buscarse la información.

El punto de vista del mundo que ha conformado la mayor parte de la evaluación clínica en la civilización occidental es radicalmente distinto. Esta subraya la importancia de las variables y dimensiones que operan dentro o inmediatamente alrededor del individuo que se evalúa, esta orientación general dirigida hacia el individuo se presenta en formas muy variadas. En el caso de diferentes clínicos, se les presta mayor o menor atención e importancia a factores tales como la dinámica y los rasgos de la personalidad, la historia del aprendizaje social y los factores ambientales actuales, así como las percepciones que alguien forma de sí mismo y de la realidad. Sin embargo, independientemente de los detalles, la evaluación clínica moderna persigue un conocimiento de las personas centrándose directamente en ellas. De esta manera, el hígado del animal y el mapa de los planetas se han sustituido por un conjunto de recursos de evaluación (que están en continuo desarrollo), principalmente las entrevistas, las pruebas ("tests"), las observaciones y los documentos históricos. A pesar de las diversas confrontaciones que se han sucedido a lo largo de la historia de la Psicología, podría ser un motivo de acuerdo el afirmar que el objetivo de la Evaluación Psicológica es el análisis del comportamiento humano que se produce en un contexto determinado, sin embargo, el peso otorgado por cada enfoque a lo que prioritariamente determina esa conducta nos lleva a posiciones diferentes. Tendremos centrada a la evaluación psicológica en tres ejes: el sujeto, la teoría y las técnicas. Otra alternativa sería sintetizar los principales paradigmas evaluativos ya que la dificultad por encontrar una definición única de evaluación proviene del énfasis que puede darse a aspectos diversos, en función de los objetivos de medida y de las opciones teóricas asumidas. Al referirnos a "modelo" queremos significar un constructo epistemológico en el que se encuentran implicados tanto los datos empíricos, como los postulados teóricos que posibilitan su adecuada contextualización, Torres (1988). Selecciones de la evaluación De esta manera, el clínico debe efectuar algunas elecciones y encontrar algunas soluciones acerca de cuánta atención se debe dedicar a cada nivel de evaluación, el tipo de preguntas que se deben hacer para cada nivel y qué técnicas de evaluación deberá emplear. El modelo teórico adoptado por cada clínico desempeña una función determinante en estas

selecciones, debido a que, las preguntas y las herramientas de la orientación dinámica de un freudiano ortodoxo serán substancialmente diferentes de los temas y técnicas funcionalanalíticas que subraye un skinneriano riguroso. La familiaridad del clínico con la investigación pertinente también puede servir para determinar la forma que tome la estrategia de evaluación. Los estudios que investigan el valor de las entrevistas, pruebas ("tests"), observaciones y documentos históricos como fuentes de datos generales pueden constituir guías útiles, y si se les aumenta la evidencia experimental sobre la confiabilidad y validez de determinadas pruebas, procedimientos observacionales y otras herramientas, pueden facilitar y propiciar la orientación empírica de la tarea de planeación del psicólogo clínico.

Las metas de la evaluación clínica Debido a las combinaciones variantes de los clientes, a los ambientes y problemas con los que trabajan los clínicos, las intenciones específicas de la evaluación pueden ser bastante heterogéneas, pero casi todas pueden situarse en tres categorías generales que hasta cierto punto se traslapan: clasificación, descripción y predicción. Se puede perseguir cada una de estas metas ya sea en relación al trabajo clínico con una sola persona o como parte de un proyecto de investigación en el que se evalúa grandes grupos de sujetos. "La verdadera razón por la cual muchos clínicos dirigen exámenes psicológicos es que alguien espera que lo hagan. Con mucha frecuencia, administran Rorschachs y los interpretan, codifican los MMPI, y preparan informes sólo porque se espera que lo hagan para una conferencia programada del cuerpo de médicos del hospital donde saben que se les preguntará "cómo se ven los aspectos psicológicos", y temen caer en un silencio desconcertante si no tienen comentarios que hacer. Descripción a medida que la psicología clínica comenzó a desarrollar una identidad profesional y de investigación durante la postguerra, y se hizo cada vez más independiente de la psiquiatría, comenzaron a aparecer algunos cambios en las metas de la evaluación clínica. Los clínicos cada vez más pensaron que era de mal gusto la administración, calificación e interpretación indiscriminada de una cantidad También existe el

psicodiagnóstico, el diagnóstico diferencial, o las etiquetas diagnósticas reducida de pruebas psicológicas populares con el propósito de obtener un diagnóstico, y se interesaron en la realización de evaluaciones más amplias que podrían producir una comprensión más completa y una descripción más elaborada del cliente. Predicción La tercera meta importante de la evaluación clínica es la realización de determinadas predicciones acerca de la conducta humana. ¿Es probable que el cliente X intente suicidarse? ¿El cliente Y hará daño a otras personas si se le da de alta de una institución? ¿Puede el cliente Z conservar un empleo y vivir de manera independiente en la comunidad? Preguntas como éstas forman parte de la prueba más seria de la evaluación clínica, tanto debido a que la predicción precisa de lo que hará un individuo es una tarea sumamente difícil como a que las consecuencias de un error a menudo son desastrosas social y personalmente. La evaluación también se puede enfocar sobre otros tipos de predicciones menos dramáticas y que implican la estimación de la calidad de la ejecución. En este caso, el clínico (o el psicólogo industrial) tiene el interés de seleccionar dentro de un grupo grande a aquellos individuos que cumplirán con algunas normas de ejecución futura. Recopilación de los datos para la evaluación Hasta este momento se han estudiado las maneras cómo los clínicos responden a la primera pregunta principal de evaluación que indicó McReynolds (1975): "¿Qué es lo que deseamos conocer?" El siguiente paso consistirá en examinar la variedad de respuestas a su segunda pregunta: "¿De qué forma lograremos obtener esa información?" Fuente para los datos de evaluación Se ha estudiado que los psicólogos clínicos obtienen sus datos de evaluación a partir de cuatro fuentes generales: entrevistas, pruebas, observaciones y documentos históricos. En esta sección, se mencionarán de manera breve algunas de las características que definen estas fuentes de información clínica y, además, se tomará nota de algunos de los problemas y limitaciones de los datos que provienen de cada uno.

Valor del empleo de varias fuentes de evaluación los psicólogos clínicos pocas veces se apoyan en una sola fuente de datos de evaluación para obtener la imagen que se forme del cliente para su "trabajo terapéutico". Aunque esto sólo es parcialmente cierto debido a que dentro de cada una de las cuatro fuentes de evaluación que se han descrito en realidad se dispone de una multiplicidad de diferentes datos. Es casi imposible dejar de observar la conducta de una persona en el transcurso de una entrevista o sesión de prueba y algunos datos de la entrevista propiamente dichos pueden provenir de las respuestas del cliente a ciertas pruebas. De una manera semejante, los documentos históricos tales como las calificaciones académicas o apuntes clínicos de caso por lo general reflejan el rendimiento que demuestra el cliente en las pruebas o preguntas de la entrevista.

Procesamiento de los datos de la evaluación Una vez que el clínico haya recopilado los datos de la evaluación, se enfrenta con el problema de determinar y descifrar el significado de esos datos. Si la información obtenida ha de servir para alcanzar las metas de clasificar, describir o predecir la conducta humana, se deberá interpretar y combinar esa información en su forma bruta y transformarla en hipótesis, imágenes, relaciones y conclusiones. Planeación de la evaluación McReynolds (1975) señala que se deben contestar dos preguntas relacionadas antes que se pueda iniciar la evaluación clínica: 1) ¿Qué es lo que se desea conocer? 2) ¿Cómo se pueden adquirir esos conocimientos? El punto de vista que se tenga del mundo y que determina cuáles son las variables humanas importantes generalmente dicta la respuesta a la primera pregunta y también tiende a formar la contestación a la segunda. Las preguntas de evaluación que son potencialmente interesantes también pueden tocar varios niveles interrelacionados, comenzando con el funcionamiento fisiológico hasta las relaciones con la familia y otros sistemas sociales.

La validez de los métodos de evaluación refleja el grado hasta el que realmente miden lo que se proponen medir. Las metas de la evaluación clínica Debido a las combinaciones variantes de los clientes, a los ambientes y problemas con los que trabajan los clínicos, las intenciones específicas de la evaluación pueden ser bastante heterogéneas, pero casi todas pueden situarse en tres categorías generales que hasta cierto punto se traslapan: clasificación, descripción y predicción. Recopilación de los datos para la evaluación Hasta este momento se han estudiado las maneras cómo los clínicos responden a la primera pregunta principal de evaluación que indicó McReynolds (1975): "¿Qué es lo que deseamos conocer?" El siguiente paso consistirá en examinar la variedad de respuestas a su segunda pregunta: "¿De qué forma lograremos obtener esa información?" Fuente para los datos de evaluación Se ha estudiado que los psicólogos clínicos obtienen sus datos de evaluación a partir de cuatro fuentes generales: entrevistas, pruebas, observaciones y documentos históricos. En esta sección, se mencionarán de manera breve algunas de las características que definen estas fuentes de información clínica y, además, se tomará nota de algunos de los problemas y limitaciones de los datos que provienen de cada uno. Niveles y tipos de inferencia clínica Las inferencias clínicas se pueden caracterizar en términos de sus metas, modelos subyacentes y niveles de abstracción. También hay una tendencia a que las inferencias se liguen al modelo de Psicología clínica del evaluador. Esto se debe a que, los modelos ayudan al clínico a tomar una gran cantidad de datos de evaluación para seleccionar, organizar y resumirlos de una manera sistemática y significativa. En el nivel de inferencia más baja, por lo general se toman los datos de evaluación como si no implicaran alguna otra cosa, como cuando la calificación obtenida en una prueba o la suma de varias calificaciones determinan si un estudiante será aceptado en una especialidad de postgrado. Otro ejemplo puede ser la suposición acerca de que un niño disfruta viendo la televisión debido a que las observaciones revelan que se pasa seis horas frente al aparato televisivo. Por lo contrario, en los niveles de inferencia más altos, se expanden los datos de evaluación o se generalizan más allá de sus límites originales.

Tres puntos de vista acerca de los datos de evaluación Independientemente de su tipo o nivel, las inferencias que se hacen a partir de los datos de la evaluación dependen principalmente de la forma cómo se perciben esos datos, es decir, lo que se cree que pueden expresar los datos. La mayoría de los clínicos tienden a concebir la información proveniente de la evaluación en tres formas: como muestras, correlatos, o signos. 1-El cliente tiene acceso a un medicamento que puede ser mortal. 2-El cliente no deseaba que alguien la salvara debido a que nadie sabía acerca del intento de suicidio antes de que ocurriera. 3-Bajo unas circunstancias semejantes, el cliente puede tratar de suicidarse de nuevo.

Modelos, puntos de vista y niveles En este momento el hecho de que interrelacionen los niveles de inferencia, los puntos de vista acerca de los datos de evaluación y los modelos teóricos debe ser bastante obvio. Sería muy aventurado hacer estereotipos de la naturaleza particular de estas relaciones, pero con seguridad se puede indicar que cuando la información de la evaluación se considera principalmente una muestra de conducta, el nivel de las inferencias es mínimo y el modelo orientador probablemente es el del aprendizaje social. Por otro lado, la conceptualización de los datos de evaluación como signos generalmente produce inferencias de niveles mucho más altos que a menudo emplea, de una manera informal y especulativa, el modelo psicodinámico o fenomenológico de la conducta. En medio de estos dos extremos, está el caso en que los datos de evaluación se consideran correlatos, las inferencias se presentan a niveles bajos o moderados, y por lo general se subraya la importancia de los análisis formales de tipo estadístico, sobre las relaciones entre las variables que son representadas por una amplia variedad de teorías. Proceso de la inferencia clínica

La imagen que Hollywood presenta de los psicólogos clínicos (y, desde luego, de los psiquiatras) es la de personas que no sólo tienen un entrenamiento y educación especializada, sino que también utilizan primariamente la aproximación de señales, para la formulación de las inferencias clínicas. A menudo se les retrata como intérpretes astutos de signos ocultos y que a primera vista no parecen tener relación con afirmaciones claras y adecuadas acerca del pasado, presente o futuro de una persona: una especie de Sherlock Holmes de la Psicología que puede apreciar muchas cosas a partir de una información muy reducida. El mejoramiento de las inferencias informales La primera clase de estudios investigan la forma cómo se formulan las mejores inferencias clínicas subjetivas, cómo se puede mejorar y cómo se pueden enseñar. Para los que se comprometieron con esta empresa, la investigación poco halagadora acerca de la habilidad de los clínicos para formular inferencias fue un reto y no un desastre. Thorne sugiere que los clínicos deben volverse más críticos de los tipos de juicios que intentan emitir, la selección de señales en que basan sus juicios, y sus formas de recopilar y combinar los datos. "Los estudios en estas áreas comenzaron durante la década de 1960 a medida que se fue sometiendo el proceso de las inferencias clínicas a una especie de disección. Asimismo, es posible que hasta los jueces humanos más dotados, que operaron en condiciones óptimas, sean lo suficientemente variables en su precisión como para provocar dudas acerca de lo conveniente que es su actividad del procesamiento de datos. Mejoramiento de las inferencias formales El desempeño demostrado por los procedimientos formales para la formulación de las inferencias proporcionó una gran parte del ímpetu de la otra clase de estudios en el periodo que siguió a la investigación de Meehl, es decir, la elaboración y mejoramiento de las técnicas del procesamiento estadístico de los datos de evaluación. A pesar de que podría parecer que esta segunda clase de experimentos remplazarían la labor de los clínicos, en realidad uno de sus corolarios ha sido delimitar las tareas de evaluación en las cuales el clínico puede ser eficiente a su máximo. La aproximación del aprendizaje social a la evaluación En las últimas secciones, se ha estudiado el interés tradicional de los psicólogos clínicos por el procesamiento formal e informal de los datos de evaluación considerados como signos o correlatos. De acuerdo con

esa tradición, la información de la evaluación se interpreta en términos de los rasgos psicológicos o de la dinámica intrapsíquica, y la meta del clínico a menudo consiste en hacer una predicción acerca del cliente o una descripción sumaria y abstracta de la "personalidad" del cliente. Los psicólogos clínicos que adoptan el modelo del aprendizaje social de la conducta no encuentran muy atractivos estos conceptos aceptados durante bastante tiempo. Comunicación de los datos de evaluación Se ha visto que los fragmentos en bruto de la información acerca del cliente deben ser procesados en alguna forma para que se puedan convertir en una información que tenga sentido en términos psicológicos. Sin embargo, aún puede estar limitado el valor de los datos procesados de la evaluación si no se organizan y presentan de una manera coherente. Esta presentación organizada de los resultados de la evaluación junto con los datos en que se basa por lo general se denomina un informe psicológico debido a que, en aquellos tiempos cuando los clínicos solamente tenían funciones de evaluadores, entregaban el fruto de su trabajo a los maestros, psiquiatras y otros profesionales en una forma escrita. Esta forma de "informar" sobre su trabajo aún constituye una parte importante de la Psicología clínica, pero también es cierto que en la actualidad muchos clínicos redactan resúmenes de sus evaluaciones para su propio uso. Relación con las nietas El segundo requisito básico de un informe valioso de evaluación es que debe contener el material que esté relacionado con la meta que propició la evaluación en primera instancia. Si la meta era clasificar la conducta del cliente, la información relacionada con un sistema de clasificación tendría gran importancia en el reporte. También sería muy valioso incluir algunas recomendaciones acerca de la clasificación. Si el propósito de la evaluación fuera la descripción de las ventajas y desventajas biológicas, psicológicas, conductuales o ambientales del cliente, el informe o resumen debería contener este tipo de descripción. De una manera semejante, cuando se desea una predicción del cliente, el reporte de evaluación debe intentar proporcionarla, de ser posible. Si se requieren opiniones, recomendaciones, sugerencias o hasta especulaciones documentadas, éstas deben presentarse en el reporte, a no ser que el clínico crea que no existe una base razonable para emitirlas. Presentación de los datos de evaluación

Si lo expuesto anteriormente ha producido la impresión de que la elaboración de reportes y resúmenes de evaluación requieren de un gran cuidado, ha cumplido con su propósito. Los clínicos constantemente se van a enfrentar con los problemas que se han presentado de una manera esquemática. A menudo son afortunados en esta empresa; algunas veces no lo son. A pesar de que no existe una forma exclusiva y "correcta" para presentar los datos de evaluación en todos los casos, existen algunas pautas que merecen atención. En primer lugar, desde luego, está la advertencia de cumplir con los criterios de claridad, importancia y utilidad. Esto se puede facilitar a través del uso de algún tipo de esquema. Probablemente se organizarán las características específicas de este esquema en función de los temas y puntos que el clínico juzga que son los más importantes en un sentido teórico y (de manera ideal) que tengan una mayor relación con la meta de la evaluación.

Comunicación de los datos de evaluación Se ha visto que los fragmentos en bruto de la información acerca del cliente deben ser procesados en alguna forma para que se puedan convertir en una información que tenga sentido en términos psicológicos. Sin embargo, aún puede estar limitado el valor de los datos procesados de la evaluación si no se organizan y presentan de una manera coherente. Claridad de los informes La claridad debe ser el primer interés en la preparación de un informe de evaluación, ya que sin este atributo básico ni siquiera se pueden estimar la importancia y la utilidad del reporte. Relación con las nietas El segundo requisito básico de un informe valioso de evaluación es que debe contener el material que esté relacionado con la meta que propició la evaluación en primera instancia. Si la meta era clasificar la conducta del cliente, la información relacionada con un sistema de clasificación tendría gran importancia en el reporte. También sería muy valioso incluir algunas recomendaciones acerca de la clasificación.

Utilidad de los informes Por último, la utilidad de un informe o resumen de evaluación se debe averiguar. La información que contiene el informe en verdad contribuye a aumentar algo particular e importante para el conocimiento que ya se tiene sobre el cliente. Presentación de los datos de evaluación Si lo expuesto anteriormente ha producido la impresión de que la elaboración de reportes y resúmenes de evaluación requiere de un gran cuidado, ha cumplido con su propósito. Los clínicos constantemente se van a enfrentar con los problemas que se han presentado de una manera esquemática. Una nota sobre la ética La recopilación, el procesamiento y la comunicación de los datos de evaluación requieren que el clínico tenga acceso a determinada información que el cliente de ordinario puede guardarse. Esto le da una gran responsabilidad al evaluador en la utilización, almacenamiento e informe de estos datos privilegiados que salvaguarde la dignidad y bienestar del cliente. Actualmente existe cada vez una mayor preocupación acerca de 1) cómo se utilizan los datos de las evaluaciones psicológicas, 2) quiénes pueden tener acceso a esta información confidencial, y 3) la posibilidad de que una interpretación inapropiada o irresponsable de la información de la evaluación tenga consecuencias sociales, políticas y económicas negativas para los clientes.