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Serie Fronteras de Biodiversidad, Vol.__3 Análisis y Síntesis

Esta nueva serie se orienta a documentar la diversidad biológica y etnobiológica de cualquier región o grupo taxonómico, mediante inventarios florísticos y faunísticos así como al análisis y síntesis de conocimientos de frontera en biosistemática, ecología, etnobiología, biotecnología y conservación biológica. Las obras de esta serie, como nodos de información sobre biodiversidad, crearán una red estratégica que servirá como herramienta de apoyo para conocer, proteger, conservar, restaurar y usar de manera sustentable la biodiversidad. La serie incluirá volúmenes editados o por un solo autor y adoptará un estilo directo y accesible, dirigido a estudiantes de licenciatura y postgrado, investigadores, profesores de universidades, administradores de recursos naturales y público en general. Los capítulos o secciones de los libros incluirán principalmente artículos científicos originales o revisiones e ilustrarán biodiversidad.

Editada por: J. Antonio Vázquez-García, Universidad de Guadalajara, México. Yalma L. Vargas-Rodríguez, Lousiana State University, E. U. A.

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AGAVES DEL OCCIDENTE DE MÉXICO

J. ANTONIO VÁZQUEZ-GARCÍA1 MIGUEL DE J. CHÁZARO B. 2 GERARDO HERNÁNDEZ VERA3 ERICKA FLORES BERRIOS4

1

INSTITUTO DE BOTÁNICA, DEPARTAMENTO DE BOTÁNICA Y ZOOLOGÍA, UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA-CUCBA 2

DEPARTAMENTO DE GEOGRAFÍA Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL, UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA-CUCSH 3

CONSEJO REGULADOR DEL TEQUILA

4

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ASISTENCIA EN TECNOLOGÍA Y DISEÑO DEL ESTADO DE JALISCO

2007 3

D I R E C T O R I O    O F I C I A L UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA Lic. José Trinidad Padilla López Rector General Dr. Raúl Vargas López

Vicerrector Ejecutivo

Lic. Carlos Jorge Briseño Torres Secretario General

Centro Universitario de Ciencias Biológicas y  Agropecuarias

Centro Universitario de Ciencias Sociales y  Humanidades

M. en C. Juán Taylor  Preciado Rector

Dr. Juán Manuel Durán  Juárez Rector

D I R E C T O R I O     CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ASISTENCIA EN TECNOLOGÍA Y DISEÑO DEL ESTADO DE JALISCO Dr. Garbriel Siade Barquet Director General

D I R E C T O R I O    

CONSEJO REGULADOR DEL TEQUILA

Lic. Miguel Ángel Domíngiez Morales Presidente Ramón González González Figueroa Director general

M. en C. Enrique Pimienta  Doctora Lilia Oliver Sánchez  Barrios Secretario Académico Secretario Académico M.V.Z. Raúl Leonel de  Cervantes Mireles Secretario Administrativo

C.P. Xóchitl Ferrer Sandoval  Secretario Administrativo

División de Ciencias Biológicas

División de Estudios  Históricos y Humanos

Dr. Alfredo Feria Velazco Director

Doctora Ana María de la O Castellanos Pinzón Directora

Departamento de  Botánica y Zoología

Departamento de Geografía  y Ordenamiento Territorial

Dr. Mario A. Ruiz López Jefe

Mtro. Hirineo Martínez  Barragán Jefe

Título de la obra:  Agaves del Occidente de México

Primera edición, Marzo 2007. © D. R. 2007, Universidad de Guadalajara

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Impreso en México/Printed in Mexico ISBN: 970­27­0747­1

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Autores GABRIEL ALCANTAR GONZÁLEZ, Programa de Edafología, IRENAT, Colegio de Postgraduados, 56230 Montecillo, Texcoco, Edo de Méx. JUAN L. ÁLVAREZ SALAZAR, Egresado de Biología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. ARMANDO ARIAS GARCÍA, Profesor del Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected] JOSE MA. AYALA RAMÍREZ, Profesor, Departamento de Producción Forestal, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. LAURENCE BERARD, Centre National de la Recherche Scientifique. Ressources des terroirs - Cultures, usages, sociétés. Antenne de l'Unité Mixte de Recherche 5145 (CNRS - MNHN). Eco-Anthropologie et Ethnobiologie [email protected] SARAH BOWEN, Departments of Rural Sociology and Sociology, University of Wisconsin-Madison, 420 Agriculture Hall, 1450 Linden Drive, Madison, WI 53706. Telephone: 608 262 6049. [email protected] VÍCTOR

MANUEL CASTILLO GIRÓN, Profesor-Investigador [email protected], [email protected]

de

la

Universidad

de

Guadalajara.

Jalisco,

México.

MARGARITA ELIA DE LA CERDA LEMUS, Universidad Autónoma de Aguascalientes, Centro de Ciencias Básicas. Departamento de Biología, Aguascalientes, Ags. México. [email protected] MIGUEL

DE JESÚS CHAZARO BASÁÑEZ, Profesor, Laboratorio de Biogeografía, Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Universidad de Guadalajara, Av. Maestros y Mariano Barcena Guadalajara 44260, Jalisco, Mexico. [email protected]

ALFREDO MANUEL COELHO, UMR MOISA Agro Montpellier; 2, Place Pierre Viala ; 34060 Montpellier cedex 02, France ; tel., +33630115683; e-mail : [email protected] XÓCHITL M. CUEVAS FIGUEROA, Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño Estado de Jalisco A.C., Av. Normalistas 800 S. H., Colinas del la 44270 Guadalajara Normales, Jalisco, México. JULIA ETTER, [email protected] ERICKA FLORES BERRIOS, Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño Estado de Jalisco A.C., Av. Normalistas 800 S. H., Colinas del la 44270 Guadalajara Normales, Jalisco, México. [email protected]. RAHIM FOROUGHBAKHCH, Profesor Investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León. [email protected] PEDRO M. GARCÍA LÓPEZ, Profesor del Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected] PETER R.W. GERRITSEN, Department of Ecology and Natural Resources, South Coast University Centre, University of Guadalajara, P.O. Box 64, 48900 Autlán, Jalisco, Mexico. Telephone: 00 52 317 3825010, ext. 7172. [email protected] GERARDO HERNÁNDEZ VERA, Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño Estado de Jalisco A.C., Av. Normalistas 800 S. H., Colinas del la 44270 Guadalajara Normales, Jalisco, México. [email protected] MARTIN KRISTEN, [email protected] HÉCTOR LUQUIN SÁNCHEZ, Profesor del Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected] KARLA CAROLINA MAGAÑA GONZÁLEZ, Estudiante de Biología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected] PHILIPPE MARCHENAY, Centre National de la Recherche Scientifique. Ressources des terroirs - Cultures, usages, sociétés. Antenne de l'Unité Mixte de Recherche 5145 (CNRS - MNHN). Eco-Anthropologie et Ethnobiologie [email protected]

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GREGORIO NIEVES HERNÁNDEZ, Profesor del Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. LIBERATO PORTILLO MARTÍNEZ, Profesor del Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected] ROBERTO QUINTERO LIZAOLA, Programa de Edafología, IRENAT, Colegio de Postgraduados, 56230 Montecillo, Texcoco, Edo de Méx. OSCAR FRANCISCO REYNA BUSTOS, Departamento de Ciencias Ambientales, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. BENJAMÍN RODRÍGUEZ GARAY, Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño Estado de Jalisco A.C., Av. Normalistas 800 S. H., Colinas del la 44270 Guadalajara Normales, Jalisco, México. RAMÓN RODRÍGUEZ MACIAS, Profesor del Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. MARIO A. RUIZ LÓPEZ, Profesor del Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected] SARA MERCEDES SALDIVAR ESPARZA, Egresada de Biología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. FERNANDO SANTACRUZ RUVALCABA, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected] OSCAR VALENCIA PELAYO, Investigador independiente en Arboricultura y Agavicultura, Calle La Merced # 847 Colonia Chapalita, Guadalajara 45040, Jalisco, México. ANA GUADALUPE VALENZUELA-ZAPATA, Profesor del Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected], [email protected] YALMA LUISA VARGAS-RODRÍGUEZ, Department of Biological Sciences, Louisiana State University, Baton Rouge, Louisiana, 70803, USA. [email protected] JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ-GARCÍA, Profesor, Laboratorio de Ecosistemática y Conservación, Instituto de Botánica, Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México. [email protected] WALERIA WYSOCKA, Dept. of Alkaloid Chemistry, Faculty of Chemistry, Adam Mickiewicz University, Grunwaldzka 6, 60-780 Poznan, Poland MA. DEL PILAR ZAMORA TAVARES, Estudiante de Biología, Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara, Apartado Postal 1-139, Zapopan 41110, Jalisco, México.

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Al Dr. Howard Scott Gentry † 1903-1993 en reconocimiento a su trabajo monográfico monumental sobre los agaves de Norte América continental

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AGAVES DEL OCCIDENTE DE MÉXICO

RESUMEN CONTENIDO PRÓLOGO AGRADECIMIENTOS

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RESUMEN

ABSTRACT

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CONTENIDO Resumen / Abstract Contenido Índice de cuadros / índice de figuras Prefacio / Preface Agradecimientos / Acknowledgements Fotografías CAPÍTULO 1 Introducción

Agaves del Occidente de México. J. Antonio Vázquez-García y Miguel de J. Cházaro B. CAPÍTULO 2 Florística, Ecología y Conservación Inventario, distribución y hábitat de Agave de Jalisco. Gerardo Hernández Vera, Miguel de J. Cházaro B. y Ericka P. Flores Berrios Nuevas especies y nuevas localidades de Agave de Jalisco. Miguel de J. Cházaro B., J. Antonio Vázquez-García y Oscar Valencia P. Distribución y hábitat de Agave nayaritensis. Julia Etter y Martin Kristen Diversidad, endemismo, abundancia y estado de conservación de Agave (Agavaceae) en Jalisco. J. Antonio Vázquez-García, Yalma L. Vargas-Rodríguez y Miguel de J. Cházaro B. Visitantes florales y producción de néctar en Agave valenciana, en Mascota, Jalisco. Karla Carolina Magaña Gonzalez, J. Antonio Vázquez-García y Oscar Reyna Bustos CAPÍTULO 3 Sistemática Morfológica y Molecular Taxonomía del género Agave (Agavaceae) en el occidente de México: una panorámica preliminar. J. Antonio Vázquez-García, Miguel de J. Cházaro B., Gerardo Hernández Vera, Yalma L. Vargas-Rodríguez y Ma. del Pilar Zamora Tavares El género Agave (Agavaceae) en Aguascalientes. Margarita de la Cerda-Lemus Relaciones genéticas en agaves de Jalisco, inferidas mediante marcadores moleculares AFLP. Gerardo Hernández Vera, Ericka P. Flores Berrios y Miguel de J. Cházaro B. Estudio genético de especies silvestres del género Agave distribuidas en el Volcán de Tequila, Jalisco. Juan L. Álvarez Salazar y Ericka P. Flores Berrios Análisis genético de especies de Agave relacionadas con la producción de tequila y mezcal en el estado de Jalisco.

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Ericka P. Flores Berrios, Xóchitl M. Cuevas Figueroa y Benjamín Rodríguez Garay CAPÍTULO 4 Etnobotánica Usos Prehispánicos del Agave en México. Sara Saldivar Esparza y J. Antonio Vázquez-García Agaves silvestres usados en la elaboración de bebidas alcohólicas. Miguel Chazaro B., Oscar Valencia P. y J. Antonio Vázquez-García Fibras y artesanías con Agave en Jalisco. Gregorio Nieves Hernández, Héctor Luquín Sánchez y José Ma. Ayala Ramírez CAPÍTULO 5 Agrotecnología Morfogénesis y variación somaclonal de embrioides de Agave tequilana en biorreactores de inmersión temporal. Liberato Portillo Martínez y Fernando Santacruz Ruvalcaba Dinámica y cuantificación de grupos microbianos estudiados en compost y vermicompost de bagazo de Agave tequilero. Ramón Rodríguez Macias, Roberto Quintero Lizaola, Gabriel Alcantar González, Mario A. Ruiz López y Pedro M. García López Efecto fungicida de extractos de alcaloides de Lupinus exaltatus y L. montanus, Lupania Y(+)-2-Tionoesparteina en Fusarium spp. de Agave tequilana Weber. Armando Arias García, Pedro M. García López, Mario A. Ruiz López y Waleria Wysocka

CAPÍTULO 6 Mercado Dinámica de la cadena agave-tequila: tendencias y adaptación a la globalización. Víctor Castillo Girón y Alfredo Coelho Conservación de la diversidad de cultivos en las regiones con Indicaciones Geográficas: los ejemplos del Tequila, Mezcal y Calvados. Ana G. Valenzuela Zapata, Philippe Marchenay, Laurence Berard y Rahim Foroughbakhch Socioeconomic and ecological forces driving the expansion of Agave cultivation in southern Jalisco México. Sarah Bowen y Peter R.W. Gerritsen

Bibliografía Comprensiva Índice General Acerca de los Autores

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ÍNDICE DE CUADROS 1 2 3

Especies de Agave en Jalisco. § Nuevo registro para Jalisco. ¤ Especie nueva. Distribución del género Agave por provincia fisiográfica. Distribución ecológica del género Agave en Jalisco. § Nuevo registro para Jalisco. ¤ Especie nueva. 4 Características de Agave nayaritensis en sus diferentes localidades. 5 Amplitud fenológica de las especies en términos de floración y fructificación (F=floración, S=semillas presentes en los frutos). 6 Especies de murciélagos en el Coamil del Naranjo, cañón del río Mascota, Jalisco, México 7 Número de genotipos utilizados por especie. (¤) Especie nueva. (§) Nuevo registro para Jalisco 8 Distancias genéticas promedio dentro de los grupos. 9 Características morfológicas comparativas de Agave guadalajarana y A. inaequidens (Basado en Gentry, 1982; Irish e Irish, 2000). 10 Ubicación geográfica de las poblaciones de Agave spp. colectadas en el volcán de Tequila 11 Porcentajes de polimorfismos reportados para especies del género Agave. 12 Genotipos de Agave (especies y variedades) utilizados en el estudio. 13 Número de fragmentos obtenidos con cada combinación de cebadores utilizados. 14 Listado de artesanías, utensilios domésticos y algunas utilidades rurales donde se emplea la fibra u otra parte del Agave 15 Características de los tratamientos evaluados 16 Medios de cultivo, tiempo de incubación y formas de identificación empleados para la cuantificación de los grupos microbianos estudiados. 17 Unidades formadoras de colonias (ufc) de bacterias, hongos y actinomicetos durante el proceso de producción de vermicompost y compost de bagazo de agave tequilero a partir de 34, 68, 102 y 136 días después de iniciado el proceso (n=5). 18 Unidades formadoras de colonias (ufc) de microorganismos participantes en el ciclo del carbono, 34, 68, 102 y 136 días después de iniciado el proceso de compostaje y lombricompostaje de bagazo de agave tequilero (n=5). 19 Localización de empresas y sus relaciones con las marcas y titulares respectivos (2004) 20 Dinámica del registro de empresas tequileras y portafolio de sus marcas al momento del registro (1994- 2004) 21 Principales acuerdos de adquisición y de cooperación en la industria del tequila

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22 Bebidas espirituosas europeas reconocidas en México con una protección de Denominación de Origen. (Elaborada a partir de Secretaría de Economía, 2004). 23 Equivalencias entre las Denominaciones de Origen (Appellation d’Origine) y las Indicaciones Geográficas. (Basado en Boy, 2002) 24 Complejo de agaves tequileros (Valenzuela y Nabhan, 2004). 25 Comparativa de las IGs según sus regiones, producción y verificación 26 Biología de los cultivos para el Calvados y el Tequila 27 Demographic data for survey sample (n = 37). 28 Comparison of mean socioeconomic status classification for producers who rent out land and producers who cultivate agave independently.

ÍNDICE DE FIGURAS 1 Distribución de Agave por tipo de vegetación. 2 Riqueza de especies de Agave por tipo de vegetación 3 Riqueza de las especies con relación a rangos altitudinales de 500 m 4 Riqueza de especies en cada intervalo elevacional de 100 m, en Jalisco 5 Marcha mensual de la actividad fenológica de agaves de Jalisco 6 Amplitud de periodos de floración y de fructificación de las especies de Agave en Jalisco 7 Distribución de las especies de agave en Aguascalientes 8 Dendrograma UPGMA del total de genotipos, basado en la distancia genética de Jaccard. 9 Distancias genéticas entre grupos (índice de Jaccard). 10 Distancias genéticas entre grupos (índice de Nei). 11 Análisis de Coordenadas Principales de los genotipos estudiados 12 Perfiles moleculares obtenidos con cebadores del kit Ready-To Go RAPD Análisis Beads: (a) cebador no. 1, (b) cebador no. 2, (c) cebador no. 3, (d) cebador no. 5. 13 Dendrograma de las especies de Agave guadalajara y A. inaequidens 14 Estados que conforman la zona de Denominación de Origen del Tequila y Mezcal en México. 15 Dendrograma obtenido por el método UPGMA a partir de los marcadores derivados de nueve combinaciones de cebadores y 20 genotipos analizados. La escala indica el valor de referencia en distancia genética. 16 Dinámica poblacional de microorganismos amilolíticos en cuatro tratamientos (BLE, BL, BE y B) y cuatro tiempos de muestreo (34, 68, 102 y 136 días) durante el desarrollo de compostaje y vermicompostaje de bagazo de agave tequilero con Limites de Confianza al 95% (NMP = Nùmero mas probable, N. Max. = Nivel máximo, N. Min.= Nivel mínimo).

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17 Porcentaje de crecimiento de Fusarium a diferentes concentraciones de extractos de L. exaltatus y L. montanus. Indice de Figuras (continuación) 18 Cinética de crecimiento de Fusarium a diferentes concentraciones de (+)-2thionosparteina y (+) lupanina. 19 Consumo per capita de bebidas alcohólicas en México (1961-2004) 20 Producción total de tequila mixto y de tequila 100% 1995-2004 (millones de litros; equivalente a 40 % de alcohol) 21 Las marcas líderes de tequila en Estados Unidos (2003-2004). 22 Una visión sistémica de la cadena Agave-Tequila en México 23 Areas de producción del Calvados en Normandie: A : Calvados ; B: Calvados Pays d’Auge; C : Calvados Domfrontais. (documento INAO) 24 Zona protegida por la Denominación de Origen Tequila: Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Tamaulipas (Fuente: CRT) 25 Comercialización y producción de Calvados 1989-2002. 1 hl: 100 litros (Fuente: Cra-normandie) 26 Producción de Tequila y Tequila 100% (Volúmenes expresados a 40% Alc. Vol. millones de litros) de 1995 al 2003 (Fuente: CRT)

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PREFACIO

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PREFACE

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AGRADECIMIENTOS

19

ACKNOWLEDGEMENTS

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FOTOGRAFÍAS

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Lámina A

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CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN

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INTRODUCCIÓN

J. ANTONIO VÁZQUEZ-GARCÍA MIGUEL CHÁZARO BASÁÑEZ

El género Agave, con 200 especies, es el más rico de los 9 géneros de la familia Agavaceae sensu Gentry (1982). El 75% de sus especies habitan en México, donde es considerado el centro de origen y diversificación. Aunque el mayor número de especies se concentra en Oaxaca (23%), Jalisco es el estado con más riqueza en el occidente de México (García-Mendoza 2004). En Jalisco, las regiones correspondientes a la Sierra Madre del Sur y al Eje Neovolcánico contienen el mayor número de especies. La delimitación del género Agave es todavía una controversia. Algunos lo consideran congenérico con Manfreda (Berger 1915, Gentry 1972, Verhoek-Williams 1975), mientras que Shinners (1966) considera a Manfreda congenérico con Polyanthes y Prochnyanthes. Solamente Verhoek-Williams (1975) considera a estos tres géneros como distintos. La poca variabilidad molecular encontrada entre Agave, Manfreda, Polyanthes y Prochnyanthes ha impedido su adecuada separación, lo cual puede deberse a la reciente evolución en que se encuentran (GarcíaMendoza 2004). La delimitación de Agavaceae es todavía debatible, algunos autores la segregan de Liliaceae (Huchinson 1934, Thorne 1976, Taktajan 1980, Cronquist 1981, Gentry 1982) mientras que otros la mantienen dentro (Thorne 1976, McVaugh 1989), o bien, la sumergen dentro de Asparagaceae (APG 2003). El Angiosperm Phylogeny Group propone la posibilidad de conservar Agavaceae, siempre y cuando se incluyan en ella las familias Anemarrhenaceae, Anthericaeae, Behniaceae y Herreriaceae (APG 2003). En el capítulo 2, sobre Florística, se presenta como primer artículo un inventario florístico de los agaves de Jalisco, para el cual se realizaron más de 20 24

exploraciones botánicas en numerosos municipios de Jalisco. Se encontraron 7 nuevos registros y nuevas especies de Agave para el Estado, cuatro de ellas serán nuevas para la ciencia, las cuales se detallan en el segundo artículo de este capítulo. También se incluye un estudio sobre la distribución y hábitat de la especie Agave nayaritensis. El capítulo 3 aborda trabajos en sistemática. Se presenta un estudio taxonómico de los agaves del estado de Aguascalientes, el cual incluye detalladas descripciones morfológicas, mapas de distribución e ilustraciones de las especies. En un segundo artículo se analiza, mediante marcadores moleculares AFLP la diversidad genética de especies y variedades del género de Agave de importancia comercial, en la producción de tequila y mezcal, con el fin de evidenciar las relaciones taxonómicas entre ellas. Aspectos de ecología se tratan en el capítulo 4, donde se examina la riqueza y composición infragenérica de Agave en Jalisco, se valora la abundancia, rareza y endemismo y estado de conservación de sus especies. Asimismo, se examina la distribución de los agaves de Jalisco en relación a la altitud, habitat y fenología. Cierra el capítulo un segundo trabajo sobre biología de polinización de agaves, donde se abordan de manera preliminar las siguientes interrogantes: ¿Cuáles especies polinizan a la recién descrita especie Agave valenciana? ¿Cuál o cuáles especies son las principales en realizar su polinización? ¿Cuándo se produce más néctar, en el día o la noche? Y ¿Qué especies aprovechan más el nectar, las diurnas o las nocturnas? En el capítulo 5, se revisan diversos aspectos de etnobotánica. Los principales usos del Agave en los tiempos prehispánicos, observaciones recientes sobre especies silvestres de Agave usadas para la elaboración de bebidas alcohólicas y una descripción, al final del capítulo, de las principales fibras de Agave usadas en Jalisco así como las principales artesanías que se elaboran con las mismas. En la parte final de esta obra, se busca contestar y discutir algunas preguntas sobre mercado internacional. ¿Cómo las decisiones de los actores de las instituciones gubernamentales han afectado al paisaje y a la diversidad biológica de materias primas? ¿Cuál es el fundamento para exigir la pureza varietal por normatividad oficial de la variedad azul (Agave tequilana Weber)? ¿Cuál es el riesgo de esta política? Se describe también, la dinámica de la cadena productiva agavetequila a partir de aspectos tales como la evolución de los hábitos de consumo de bebidas, los actores de la industria y las principales relaciones ex post (o encadenamientos hacia delante) de la cadena. Luego se discute la articulación entre los condicionantes locales y la dinámica del contexto global, y a manera de conclusión, se proponen algunas ideas para orientar el desarrollo futuro de dicha cadena productiva. 25

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CAPÍTULO 2

FLORÍSTICA, ECOLOGÍA Y CONSERVACIÓN

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INVENTARIO, DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT DEL GÉNERO AGAVE EN JALISCO

GERARDO HERNÁNDEZ VERA MIGUEL CHÁZARO BASAÑEZ ERICKA FLORES BERRIOS

Resumen. Con la finalidad de corroborar y actualizar el listado de especies de agave previamente reportadas para Jalisco, se realizaron 20 exploraciones botánicas en zonas representativas del estado. Se registraron 23 especies, de las cuales 7 representan nuevos registros para Jalisco, 2 son consideradas affinis y 4 de ellas se se encuentran en proceso de descripción (Cházaro et al. 2004, 2005). El cincuenta por ciento de las especies enlistadas prosperan en bosques de pino y pinoencino, mientras que el segundo tipo de vegetación con el mayor número de especies fue el bosque tropical caducifolio (29%). Entre los diversos factores que pueden afectar la distribución de los agaves, se plantea que los edáficos y en especial la fisiografía pueden jugar un papel importante. Abstract. In order to corroborate and update the list of Agave species previously reported for Jalisco, 20 botanical explorations were done throughout representative areas of the state. Twenty three species were registered, from which 7 represent new records for Jalisco, 2 are regarded as affinis and 4 of them are yet to be described as new species. Fifty per cent of the listed species were found in pine and pine-oak forests, whereas the second vegetation type with the highest number of species was the tropical deciduous forest (29%). Among the many factors that might affect the distribution of agaves, we consider that edaphic factors and moreover physiography, can play an important role.

En México, el género Agave L. reviste gran importancia dado que muchas especies son utilizadas como alimento, en la obtención de fibras para cordelería y textiles, como plantas ornamentales y principalmente en la producción de diferentes tipos de bebidas alcohólicas como el mezcal y el tequila (Gentry 1982, Valenzuela 1997, Nobel 1998). Agave comprende más de 200 especies, de las cuales aproximadamente el 75% se encuentra en México, considerado el centro de origen (Granick 1944, Eguiarte et al. 2000, García-Mendoza 2002). En Jalisco, el estudio del género Agave se ha enfocado principalmente en especies de importancia comercial como Agave tequilana Weber var. Azul, única especie permitida por la Norma Oficial Mexicana para la elaboración del tequila 28

(Cedeño 1995, NOM-006-SCFI-1994). Por el contrario, se ha descuidado el estudio de otras especies no cultivadas potencialmente útiles, que de manera natural se distribuyen en el estado. Para Jalisco, Gentry (1982) reporta 14 especies, mientras que McVaugh (1989) aumenta el listado a 18, considerando algunas de ellas como especies “dudosas” y “excluidas” debido a la falta de especimenes de herbario e información de campo sobre poblaciones silvestres. En este contexto, los objetivos del presente trabajo son actualizar el listado de especies, corroborar en campo los reportes previos de McVaugh (1989) y Gentry (1982) y contribuir al conocimiento de la distribución de las especies de Agave en Jalisco. Características geográficas de Jalisco. Con una extensión territorial de 80,000 Km2, Jalisco se sitúa al occidente de México en la convergencia de 4 provincias fisiográficas: a) Sierra Madre Occidental, al norte del estado, b) Mesa Central, al noreste, c) Eje Neo-volcánico, en la región central, y d) Sierra Madre del sur, al suroeste (INEGI 2003, Cházaro 1995). Suelos de roca ígnea constituyen el 79% de su superficie, la cual alberga diferentes tipos de vegetación tales como, bosques de encino y coníferas, bosque tropical caducifolio y subcaducifolio, bosque espinoso y bosque mesófilo de montaña, entre otros (Cházaro y Guerrero 1995). La topografía presenta rangos altitudinales de 0 – 4360 msnm (INEGI 2003). La conjunción de todas estas características geográficas y geológicas contribuyen, sin duda alguna, a la gran diversidad florística del estado, estimada en 7 000 especies (Cházaro et al. 1995). MATERIALES Y MÉTODOS Se llevaron a cabo 20 exploraciones botánicas en el estado de Jalisco durante el 2002 y 2003 abarcando el occidente, la zona centro, el sur, la región de los Altos y la zona norte. La identificación de las especies se realizó siguiendo las claves taxonómicas de Gentry (1982) y McVaugh (1989). Se registraron los tipos de vegetación asociada, la altitud y coordenadas geográficas utilizando un sistema de posicionamiento global (GPS Magellan 320). Las plantas colectadas se documentaron y depositaron en los herbarios del IBUG e IEB. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se colectaron 102 ejemplares de agave identificando 23 especies, de las cuales 2 se consideran como affinis debido a la dificultad para identificarlas correctamente y 4 como nuevas especies (Cuadro 1). La descripción taxonómica de estas últimas está en preparación al momento de la redacción de este documento, excepto Agave rzedowskiana, especie descrita por Carrillo-Reyes et al. (2003). Se encontraron 7 nuevos registro para Jalisco (Cuadro 1).

29

De los reportes de Gentry (1982) y McVaugh (1989), Agave stringens, A. hookeri, A. cantala, A. impressa y A. longisepala, no pudieron ser localizadas. Por otra parte, A. americana, A. mapisaga y A. tequilana se encontraron solo como especies cultivadas. Por el contrario, A. salmiana, reportada solo como especie cultivada, se encontró en poblaciones silvestres en la Sierra Cuatralba, al NE de Jalisco en los límites con el estado de Guanajuato. El mayor número de especies se encontró en los bosques de pino y pinoencino, seguido por el bosque tropical caducifolio (Fig. 1). En concordancia con esto, la distribución de las especies de Agave en Jalisco por provincias fisiográficas muestra que se concentran principalmente en la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcanico, que son precisamente las dos áreas cuya vegetación principal son el bosque tropical caducifolio y los bosques de pino y pino-encino, respectivamente (Cuadro 2). Estos resultados son similares a los presentados por García-Mendoza (2002) quien reporta que en Mexico, el bosque tropical caducifolio y los bosques de coníferas y encinos están entre los tipos de vegetación con mayor número de especies de Agave, superados solo por los desiertos y chaparrales. Sin embargo, se encontró que varias especies no son exclusivas ni están restringidas a cierto tipo de vegetación, ya que prosperan en dos o más tipos o bien crecen en los ecotonos. Las características del suelo pueden jugar un papel importante en la distribución de los agaves, tal como la han sugerido Nobel y Berry (1985), quienes concluyen que si bien los tipos de suelo no han sido relacionados sistemáticamente a la distribución de los agaves, factores edáficos pueden afectar el establecimiento de sus semillas. En este estudio, se observó que las dos provincias fisiográficas con el mayor número de especies de Agave (Sierra Madre del sur y Eje Neovolcánico) están conformadas principalmente por rocas ígneas, un tipo de suelo previamente reportado como favorable para el crecimiento de estas plantas (Álvarez de Zayas 1989, García-Mendoza 2002). Agave angustifolia, A. schidigera y A. maximiliana fueron las especies más ampliamente distribuidas, prosperando en diferentes tipos de vegetación en un amplio rango de altitudes y latitudes (Cuadro 3). Esto podría reflejar sus amplios límites de tolerancia a las diversas condiciones ambientales que imperan en el estado. Por el contrario, A. gypsophyla y A. geminiflora se encontraron en pequeñas áreas, asociadas a condiciones geográficas y ecológicas específicas tales como tipo de suelo y vegetación. Solo se observó una pequeña población de A. geminiflora prosperando a 1814 msnm en un bosque de encino, a lo largo de un arroyo pedregoso cercano al poblado de “El Salvador”, en el municipio de Tequila. Por otro lado, Agave gypsophyla solo se encontró en suelos rocosos calcáreos (de ahí el nombre “gypsophyla”) al sur del estado en el municipio de Pihuamo.

30

Entre los agaves del subgénero Littaea, se observó una tendencia a crecer principalmente en pendientes y acantilados rocosos. El 66% de los especimenes colectados de este subgénero se encontraron exclusivamente en este tipo de hábitat, mientras que los agaves del subgénero Agave se observaron principalmente en planicies. Se ha sugerido que los agaves del subgénero Littaea son más primitivos, en términos evolutivos, que los del subgénero Agave dada la condición diploide de la mayoría de ellos y de algunas características morfológicas (Granick 1944, Gentry 1982). De los agaves colectados del subgénero Littaea, solo Agave aff. angustiarum presenta espinas marginales, las cuales son muy quebradizas y fáciles de desprender, el resto solo poseen la espina terminal o carecen totalmente de espinas; esta tendencia se observa en todas las especies de este subgénero. De este modo, el hábito de crecimiento de estos agaves podría ser un rasgo seleccionado evolutivamente, ya que al ser plantas suculentas, fuente potencial de agua y carbohidratos para muchos herbívoros y carecer de un mecanismo de defensa como las espinas, parece factible que la presión de selección las haya llevado a prosperar solo en zonas inaccesibles a posibles depredadores. Sin embargo, más allá de la causa de dicho hábito de crecimiento, la importancia ecológica de estos agaves parece ser su contribución al mantenimiento de suelos en las pendientes rocosas. El presente estudio permitió corroborar y actualizar los reportes existentes de especies de Agave en Jalisco. El mayor número de especies se concentra en los bosques de encino, de coníferas y bosque tropical caducifolio, prosperando en suelos de origen volcánico. La gran diversidad de agaves en Jalisco está relacionada con sus características geográficas y geológicas. A juicio de los autores, esta es la primera exploración botánica extensa de especies de Agave en el estado. Los especimenes colectados, debidamente documentados con coordenadas geográficas exactas, serán una fuente de información confiable para investigaciones ulteriores. Consideramos que la investigación botánica básica es esencial como un paso preliminar para un mejor entendimiento y utilización racional de las plantas. AGRADECIMIENTOS Esta investigación fue financiada por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología Jalisco (COECYTJAL), proyecto 48-2001. Gerardo Hernández-Vera contó con una beca de posgrado del CONACYT. Nuestro agradecimiento al M. en C. Manuel Rodríguez por su gran apoyo y asistencia durante todo el trabajo de campo. LITERATURA CITADA

31

Álvarez de Zayas A. 1989. Distribución geográfica y posible origen de las Agavaceae. Revista del Jardín Botánico Nacional. Universidad de la Habana. 1 (10): 25 – 36. Carrillo-Reyes P., R. Vega Aviña and R. Ramírez-Delgadillo. 2003. Agave rzedowskiana, a new species in subgenus Littaea (Agavaceae) from western Mexico. Brittonia 55 (2): 237-241. Cedeño C. M. 1995. Tequila production. Critical Reviews in Biotechnology 15 (1): 111. Cházaro B. M. 1995. Características geográficas del Estado de Jalisco. En: Cházaro B. M., E. Lomelí M., R. Acevedo R. y S. Ellerbracke R. (Comps.). Antología Botánica del Estado de Jalisco, p. 27. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Jalisco. México. --- E. Lomelí. 1995. Las Agaváceas del Estado de Jalisco. En: Cházaro B. M., E. Lomelí M., R. Acevedo R. y S. Ellerbracke R. (Comps.). Antología Botánica del Estado de Jalisco, pp. 87-90. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Jalisco. México. --- J. Guerrero. 1995. Los tipos de vegetación en Jalisco. En: Cházaro B. M., E. Lomelí M., R. Acevedo R. y S. Ellerbracke R. (Comps.). Antología Botánica del Estado de Jalisco, pp. 30-35. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Jalisco. México. --- R. Acevedo y R. M. Patiño. 1995. Hacia un conocimiento popular de la vegetación y la flora del estado de Jalisco. En: Cházaro B. M., E. Lomelí M., R. Acevedo R. y S. Ellerbracke R. (Comps.). Antología Botánica del Estado de Jalisco, pp. 28-29. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Jalisco. México. Eguiarte L. E., V. Souza y A. Silva-Montellano. 2000. Evolución de la familia Agavaceae: filogenia, biología reproductiva y genética de poblaciones. Bol. Soc. Bot. Mex. 66: 131-150. Gentry H. S. 1982. Agaves of Continental North America. The University of Arizona Press. Tucson, Arizona. USA. Granick E. B. 1944. A karyosystematic study of the genus Agave. Amer. J. Bot. 31: 283-298. García-Mendoza A. 2002. Distribution of Agave (Agavaceae) in Mexico. Cactus and Succulent Journal 4 (74): 177-188. INEGI. 2003. Instituto Nacional de Geografía Estadística e Informática. Aspectos geográficos de Jalisco. México. McVaugh R. 1989. Liliaceae. In: Anderson W. R. (Ed.). Flora Novo-Galiciana. Vol. 15: 120-293. The University of Michigan Herbarium. Ann Arbor, Michigan. USA.

32

Norma Oficial Mexicana NOM-006-SCFI-1994, bebidas alcoholicas-tequilaespecificaciones. Secretaría de Fomento y Comercio Industrial. Diario Oficial de la Federación. Nobel, P. S. 1998. Los incomparables agaves y cactos. Primera edición en español. Ed. Trillas. México. Nobel P. S. and W. L. Berry. 1985. Element responses of agaves. Amer. J. Bot. 72 (5): 686-694. Valenzuela, G. A. 1997. El Agave tequilero, su cultivo e industria. Segunda edición. Monsanto-Lítteris editores. México.

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CUADRO 1. Especies de Agave en Jalisco. § Nuevo registro para Jalisco. ¤ Especie nueva. GRUPO

ESPECIES

RIGIDAE

Agave angustifolia Haw. § Agave rhodacantha Trel. Agave tequilana Weber

CRENATAE

Agave inaequidens Koch. Agave maximiliana Baker. Agave gypsophila Gentry ¤ Agave valenciana Cházaro & A. Vazquez, sp. nov. Agave guadalajarana Trel. § Agave parryi Engelm. § Agave aff. wocomahi Gentry § Agave salmiana Otto ex Salm-Dyck 11 Agave pedunculifera Trel. Agave attenuata Salm-Dyck Agave vilmoriniana Berger. ¤ Agave vazquez-garciae Cházaro, Valencia & Lomelí, sp. nov.

MARMORATAE PARRYANAE DITEPALAE SALMIANAE TOTAL SUBGÉNERO AGAVE AMOLAE

FILIFERAE

STRIATAE

Agave colimana Gentry. Agave schidigera Lem. § Agave filifera Salm-Dyck § Agave geminiflora (Tagl.) Ker-Gawler § Agave aff. angustiarum Trel. ¤Agave lomeliana ¤ Agave chazaroi A. Vazquez & Valencia, sp. nov. ¤ Agave rzedowskiana P. Carrillo, R. Vega & R. Delgad, sp.

TOTAL SUBGÉNERO LITTAEA TOTAL DE ESPECIES

nov. 12 23

MARGINATAE

CUADRO 2. Distribución del género Agave por provincia fisiográfica. PROVINCIA FISIOGRÁFICA SIERRA MADRE OCCIDENTAL

ESPECIE Agave angustifolia Agave schidigera A. rzedowskiana A. guadalajarana

Número de especies MESA CENTRAL

4 Agave filifera A. parryi

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Agave aff. wocomahi A. salmiana Número de especies EJE NEOVOLCANICO (TRANS-VOLCANIC BELT)

Número de especies SIERRA MADRE DEL SUR

4 Agave maximiliana A. guadalajarana A. schidigera A. angustifolia A. pedunculifera A. vilmoriniana A. chazaroi A. geminiflora A. inaequidens 9 Agave angustifolia A. maximiliana A. schidigera A. valenciana A. colimana A. rhodacantha A. attenuata A. vazquez-garciae A. aff. angustiarum A. gypsophila

Número de especies

10

CUADRO 3. Distribución ecológica del género Agave en Jalisco. § Nuevo registro para Jalisco. ¤ Especie nueva. ESPECIE

Agave angustifolia Haw.

TIPO DE VEGETATION

ALTITUD

RANGO DE

(msnm)

COORDENADAS

Bosque tropical caducifolio/ Bosque de

707 –

GEOGRÁFICAS 19°23.99’ – 22°15.43’

pino-encino y en el ecotono de ambos

1,845

N

/Matorral xerófilo

102°35.61 –

§ Agave rhodacantha

Bosque de encino/ Bosque tropical

250 –

104°07.0 W 19°20.86’ – 20°32.87’

Trel.

caducifolio y subcaducifolio/ Ecotono

1,133

N

bosque de encino– Bosque tropical

103°50.53’ – 105°20.76’ W

Agave tequilana Weber

subcaducifolio Solo cultivado

var. Azul Agave inaequidens

Bosques de Encino y pino-encino

Koch.

1,910 -

19°50.36’ – 20°00.16’

2,319

N

35

103°03.75’ – Agave maximiliana

Bosques de Encino y pino-encino /

1,086 –

103°49.36’ W 20°03.78’ – 20°58.39’

Baker.

Ecotono bosque de encino – Bosque

1,987

N

tropical caducifolio Agave gypsophila

Bosque tropical caducifolio

103°44.68’ – 590 - 600

105°15.51’ W 19°07.90’ N

1,182

103°24.46’ W 20°33.89’ N

Gentry ¤ Agave valenciana

Ecotono bosque de encino – Bosque

Cházaro & A.

tropical caducifolio

Vazquez, sp. nov. Agave guadalajarana

Bosque de encino/ Ecotono bosque de

1,689 -

20°58.29’ – 21°05.28’

Trel.

encino – Bosque tropical caducifolio

1,850

N

104°55.17’ W

103°29.96’ – § Agave parryi Engelm.

Matorral xerófilo /Bosque de Yucca

2,364

103°44.71’ W 21°51.40’ N

§ Agave aff. wocomahi

Matorral xerófilo

1,975

101°38.86’ W 21°29.67’ N

Gentry § Agave salmiana Otto

Bosque de encino

2,532

101°44.03’ W 21°23.01’ N

ex Salm-Dyck Agave pedunculifera

Bosque de encino

1,910

101°41.72’ W 19°50.36’ N

Trel. Agave attenuata Salm-

Ecotono bosque de encino – Bosque

1,699

103°47.98’ W 19°24.01’ N

Dyck Agave vilmoriniana

tropical caducifolio Bosque tropical caducifolio

1,275

103°51.62’ W 20°41.89’ N

Berger. ¤ Agave vazquez-garciae

Ecotono bosque de encino – bosque

1,613

103°13.60’ W 19°35.63’ N

Cházaro, Valencia &

mesófilo de montaña

Lomelí, sp. nov. Agave colimana Gentry.

Bosque tropical caducifolio/ Bosque de

801 –

19°20.79’ – 20°33.20’

encino/ Ecotono bosque de pino-

1,167

N

Agave schidigera Lem.

104°13.30’ W

encino– Bosque mesófilo de montaña

103°50.51’ –

Bosques de encino y pino-

875 –

105°17.68’ W 20°22.20’ – 22°14.40’

encino/Bosque tropical caducifolio/

2,178

N

36

Ecotono bosque de encino – Bosque

103°29.71’ –

§ Agave filifera Salm-

tropical caducifolio Matorral xerófilo/ Bosque de Yucca

2,341 –

105°04.72’ W 21°29.10’ – 21°51.16’

Dyck

/Bosque de encino-junípero

2,450

N 101°39.11’ –

§ Agave geminiflora

Bosque de encino

(Tagl.) Ker-Gawler § Agave aff.

Bosque de encino/ Bosque tropical

angustiarum Trel.

caducifolio

1,814

101°41.71’ W 21°05.54’ N

914 – 979

103°42.62’ W 19°30.85’ – 19°31.69’ N 102°34.34’ –

¤ Agave sp. nov.

Bosque tropical caducifolio

1,270-

102°34.94’ W 20°41.81’ – 20°41.89’

1,300

N 103°13.60’ –

¤ Agave chazaroi A.

Bosque tropical caducifolio

Vazquez & Valencia,

1,055 –

103°13.67’ W 20°54.36’ – 20°58.54’

1,531

N

sp. nov.

103°42.53’ –

¤ Agave rzedowskiana P.

103°52.46’ W 21°05.28’ N

Carrillo, R. Vega & R.

Bosque de encino

1,689

103°29.96’ W

Delgad, sp. nov.

37

FIGURA 1. Distribución de Agave por tipo de vegetación.

Porcentaje de especies por tipo de vegetación 7% 14%

Bosque de encino y pino-encino 50%

Bosque tropical caducifolio Matorral xerófilo

29%

Bosque mesófilo de montaña

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NUEVAS ESPECIES Y NUEVOS REGISTROS DE AGAVE (AGAVACEAE) EN JALISCO, MÉXICO

Miguel de Jesús Cházaro-Basáñez Oscar Manuel Valencia-Pelayo José Antonio Vázquez-García

Abstract. Advances in the taxonomy and ethnobotany of Agave spp. (“century plants”) carried out in the last 3 years in central Mexico are presented. Species used to obtain distilled alcoholic beverages (tequila or mezcal type) were investigated, since in different regions of the country , people used one or two wild species of Agave that is abundant, Agave cupreata is harvested in Guerrero state to produce mezcal, and the following ones are mescal producers: Agave potatorum in Oaxaca state, Agave inaequidens and Agave cupreata in Michoacán state, Agave inaequidens in eastern Jalisco and Agave maximiliana in southern Jalisco; Agave salmiana in the high plateau of San Luis Potosi state; Agave durangensis in Durango state, Agave bovicornuta in Sinaloa state as well Sonora; Agave angustifolia and Agave palmeri ( the bacanora) in Sonora state. As a result of our numerous field trips, we currently know that 24 wild species of Agave occur in Jalisco. From sea level (Agave colimana) up to 3,000 m.a.s.l. with Agave inaequidens in the mountains of the Trans-Mexican volcanic belt. The fibers of Agave inaequidens are harvested from wild stands at Cerro Viejo volcano and used to manufacture expensive ropes in San Miguel Cuyutlán village, also the fibers of Agave colimana, Agave schidigera and A. filifera are used when twined to manufacture cords and ropes in small scale. The tender inflorescences (the so-called “quiotes”) are cut down and roosted to prepare a sort of candy, sell at the road sides with the name of “mescal”. Four new species and 7 state records for Jalisco were found during this research work. Currently, Jalisco represents the second most diverse state in Mexico regarding the number of Agave species with 24 after Oaxaca, where 30 species have been reported.

A pesar de la importancia económica (por los diferentes usos y artículos que de ellos se obtienen) muy poco se ha escrito sobre las especies de agave de los estados occidentales de la Republica Mexicana (Colima, Michoacán, Jalisco, Zacatecas, Nayarit y Aguascalientes). A excepción de los trabajos de H. S. Gentry (1982) a nivel nacional y R. McVaugh (1989) para la Nueva Galicia, en los que se aportan datos taxonómicos, fenológicos y de distribución preliminares, se desconocen publicaciones sobre este género para el área de estudio.

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Sus agudas espinas, hojas carnosas difíciles de deshidratar, la savia cáustica en algunas especies, su crecimiento en acantilados inaccesibles, así como sus largos períodos de floración para después perecer (plantas monocárpicas), han sido las principales causas por las cuales poco se han colectado estas plantas. Esto se ve reflejado en los escasos exsiccatae depositados en los principales herbarios del país; con excepción del herbario nacional de México (MEXU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde por muchos años han existido botánicos interesados en las Agaváceas, en especial el Dr. Abisaí García Mendoza y del herbario ENCB del Instituto Politécnico Nacional, donde labora la Dra. Raquel Galván Villanueva. Por lo anterior y dado que los magueyes representan un icono de la identidad mexicana, consideramos oportuno redactar este artículo donde se presentan los avances alcanzados en este estudio, aportando datos florísticos y usos de los taxa de agave encontrados durante las exploraciones de campo efectuadas en el centro del país. Antecedentes Se han escrito y publicado varios artículos sobre el tema, entre los cuales cabe citar los siguientes: Cházaro (1981) habla sobre Agave obscura y su confusión con Agave xalapensis; Cházaro (1989) discierne de forma preliminar sobre las Agaváceas del centro de Veracruz y zona limítrofe de Puebla; Cházaro (1995) describe una nueva especie de Agave del sureste de Veracruz (Agave wendti); Cházaro y Lomelí (1995) aportan datos muy generales sobre las Agaváceas de Jalisco; Cházaro (1997) de nuevo comenta sobre Agave wendti; Cházaro, Acevedo y Mostul (1998) comentan sobre Agave pedunculifera y A. attenuata; Cházaro y Mostul (1998) comentan sobre Agave guadalajarana; Cházaro (2001) comenta sobre Agave pendula; Cházaro y Valencia (2002) comentan sobre Agave impressa; Cházaro, Valencia y Vázquez (2004a y 2004e) comentan sobre Agave geminiflora., como un nuevo registro para Jalisco; Carrillo, Vega y Ramírez-Delgadillo (2003) describen una nueva especie del occidente de México: Agave rzedowskiana, del grupo Striatae, conocida originalmente solo de la Mesa de los Caballos, municipio de San Cristóbal de la Barrranca, Jalisco (localidad tipo) y de La Petaca, municipio de Concordia, Sinaloa; Vázquez, Cházaro y Nieves (2004), citan una nueva localidad de Agave rzedowskiana para Jalisco (La Mesa de Ahuatan, Municipio de Zapopan); Cházaro, Valencia y Vázquez (2004b) comentan sobre los nuevos taxa de Agave y los nuevos registros de especies de este género para Jalisco; Cházaro et al. (2005) aportan datos ecológicos sobre Agave nayaritensis; Cházaro, Vázquez y Vargas (2005), comentan sobre el hallazgo del maguey gigante Agave valenciana; Chazaro, Machuca y Vazquez (2006) comentan sobre la fenología y distribución de Agave gypsohila; Chazaro y Vazquez (2006) comentan sobre la fenologia, corologia y usos de Agave durangensis; De la Cerda (2004), relaciona todas las Agavaceas del estado de Aguascalientes; Reyna (1989) habla sobre los agaves de las barrancas aledañas a Guadalajara, reportando Agave angustifolia, A. schidigera y A, vilmoriniana. METODOLOGÍA Se empleó la metodología tradicional, que consiste en la revisión bibliográfica, en este caso

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fueron de gran valor las obras de Gentry (1982) y McVaugh (1989) y la revisión de especimenes (exsiccatae) en los siguientes herbarios: ENCB (Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. Instituto Politécnico Nacional (IPN), México, D. F.), IBUG (Instituto de Botánica. Universidad de Guadalajara, Zapopan, Jalisco), IEB (Centro Regional del Bajío. Instituto de Ecología, Patzcuaro, Michoacán), INIF (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales. México, D. F.), MEXU (Instituto de Biología. Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F.), MICH (Universidad de Michigan. Ann Arbor, Michigan, U.S.A.) y XAL (Instituto de Ecología. Xalapa, Veracruz). Se realizaron viajes de campo para la colecta de especimenes para herbario, observaciones del hábitat y la toma de fotografías. Se realizaron numerosos viajes de colecta por todo el estado de Jalisco y estados circunvecinos entre los años de 2000 a 2004. Las muestras de respaldo (vouchers) se encuentran depositadas en los siguientes herbarios: ENCB, MEXU, IBUG, IEB, WIS (Dpto. de Botánica, Universidad de Wisconsin – Madison, USA ) y XAL. RESULTADOS Las especies encontradas a la fecha representan aportes tanto en el aspecto utilitario como en el florístico y taxonómico. Aspectos utilitarios Agaves usados para bebidas: Magueyes aguamieleros y pulqueros Estas dos bebidas muy usadas en el México prehispánico han ido perdiendo terreno ante las bebidas gaseosas (refrescos o sodas), la cerveza y los vinos de uva, sin embargo conservan sus últimos reductos en el altiplano de Tlaxcala, Hidalgo, Puebla y el Estado de México. Existen cinco tipos de agave pulqueros, todos ellos de gran tamaño, con plantas que pueden pesar más de 500 kilogramos. El maguey pulquero por excelencia es el Agave salmiana. Tanto por la cantidad de aguamiel que produce como por la calidad en el sabor, es superior a los otros magueyes pulqueros. Es la especie cultivada en los llanos de Apan, Hidalgo, principal productor de pulque en el país y principal abastecedor de la ciudad de México y área conurbada. Tiene un par de subespecies, las cuales vegetan en forma silvestre en los derrames lavícos (malpaís) del altiplano central mexicano, éstas plantas a través de selección humana en cientos de años, dieron origen a los cultivares más productivos que conocemos ahora. Su area de distribucion comprende los estados de San Luis Potosi, Zacatecas, Guanajuato, Queretaro, Jalisco, Hidalgo, , Estado de Mexico, Puebla, Veracruz y Oaxaca (Gentry, 1982) La segunda especie en importancia es el Agave atrovirens, maguey pulquero “blanco” o “criollo”, el cual se distribuye en forma natural (silvestre) en las montañas húmedas de Veracruz, Puebla y Oaxaca crece en los bosques de pino- encino desde los 2,000 hasta los 3,400 m s.n.m., siendo el maguey que crece a mayor altitud en nuestro país, además de ser el de mayor tamaño; sus rosetas superan los 3 metros de longitud y su inflorescencia (quiote) llega a medir más de 10 metros de altura, un verdadero gigante en su clase (Gentry, 1982). La tercera especie es el Agave americana, la cual fue descrita por el botánico sueco

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Carlos Linneo en 1756. Siendo la primera especie de este género, Linneo nunca imaginó que este género constaría de 200 especies en el continente americano y las islas del Caribe, como sabemos ahora por los inventarios botánicos y el número que ha ido en incremento por la descripción de una decena de nuevas especies en los últimos 10 años. Agave americana también fue el primero que los españoles llevaron al viejo mundo, plantándolo en las islas Canarias, Europa y África mediterránea, donde ahora crece en forma naturalizada (escapado del cultivo) en España, donde por cierto usan la palabra "pita" para referirse a los Agaves y no la de "maguey", usada generalmente en México. Agave americana ha sido ampliamente cultivado en el mundo con fines ornamentales, en especial Agave americana var. aureo-marginata, que tiene vistosos márgenes amarillos en las hojas, una mutación que se dio en un jardín botánico de Europa. El Agave americana en sus variadas subespecies prospera en forma silvestre a lo largo de las montañas de la Sierra Madre Oriental, desde Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, hasta Hidalgo y Querétaro (Gentry, 1982). Agave mapisaga ("maguey manos largas") es el cuarto maguey pulquero de importancia en el país. Tiene la particularidad de que nunca ha sido encontrado en forma completamente silvestre; fue descubierto por W. Trelease el 16 de abril de 1900 en Tacubaya, Distrito Federal y se reproduce en forma asexual por hijuelos. Es fácil reconocerlo por sus largas hojas que miden hasta 3 metros de longitud, semi-angostas (menores a los 30 centímetros); también se le usa en forma ornamental en las ciudades del país, así como para cercar las parcelas agrícolas, manteniendo los animales domésticos fuera de éstas (Gentry, 1982). El quinto y último maguey pulquero es el Agave hookeri, plantado ampliamente en la meseta tarasca de Michoacán como cerca viva, para delimitar parcelas agrícolas. Al cortar sus hojas centrales donde se desarrolla la inflorescencia (“castrado”), se obtiene el aguamiel y el pulque (Gentry, 1982). Agave hookeri es casi indistinguible de Agave inaequidens, de hecho Gentry (op. Cit.) señala que A. hookeri es la forma domesticada de A. inaequidens; ambas especies crecen por las montañas del Eje Neovolcánico Mexicano, y en la Sierra del Tigre y el Nevado de Colima, lo “castran” para obtener las bebidas mencionadas. Magueyes mezcaleros La palabra mezcal es de origen Náhuatl y se refiere tanto a las plantas de algunas especies de Agave, así como a las bebidas destiladas elaboradas a partir de éstas plantas (Aguirre, 2001). Existen algunos poblados en el país llamados Mezcala, Meztitlán o Mezcaltitlán, que quiere decir “donde abundan los mezcales”. En los años de 1800, la bebida alcohólica destilada, preparada en Tequila, Jalisco, se fue comercializando con el nombre de vino mezcal de tequila, pero debido a la ley del menor esfuerzo, se fue acortando a mezcal de tequila para quedar finalmente en tequila (Muria, 1995). Esta bebida de prestigio internacional, como todos sabemos, se prepara de Agave tequilana Weber cultivar azul (no agave azul tequilana Weber como erróneamente se dice a nivel popular); por cierto, vale la pena comentar el hecho de que Agave tequilana

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tampoco nunca se ha encontrado creciendo en forma completamente silvestre y de hecho morfologicamente no es diferente de Agave angustifolia, excepto por el color de las hojas azules en el primero y verde en el segundo, como ya habia sido indicado por Gentry (op. 1982). Dependiendo de la región geográfica del país, cambia la especie de agave que se usa para elaborar mezcal, una bebida alcohólica que se obtiene de la cocción del agave, y la fermentación y destilación de los jugos (mostos). Así tenemos que en Oaxaca, uno de los estados donde se trabaja en mayor escala este oficio logrando la denominación de origen para el mezcal, se usa el “maguey espadín” Agave angustifolia y en menor medida el “maguey tobarische” o Agave potatorum, el cual es cosechado en estado silvestre en los cerros de bosque de encino, en la region de Sola de Vega. De acuerdo a la literatura, este es de mejor sabor que el mezcal tradicional, es decir, el que se prepara de Agave angustifolia (Antonio et al. 1995). En las montañas de la Sierra Madre del Sur en el estado de Guerrero, procesan el Agave cupreata (cuyo nombre científico se deriva de las espinas color cobre) para elaborar el mezcal. Dado que esta actividad se ha venido realizando por decenas de años a partir de plantas silvestres que crecen en el bosque de encino, la materia prima empezó a escasear; a raíz de esto, diversos organismos no gubernamentales (ONG’s) empezaron a sembrar el Agave cupreata en viveros, ya que esta especie solo se reproduce sexualmente, (por semillas) y no produce hijuelos ni bulbillos en el quiote. La regeneración natural de estas plantas no era posible ya que los campesinos la cosechaban antes que emitiera el quiote. En la zona limítrofe de Michoacán y Jalisco, en la Sierra del Tigre (al sur del lago de Chapala), encontramos una bebida alcohólica destilada conocida en la región como “vino de Abadiano”, ya que se fabrica en el pueblo del mismo nombre (cerca de Jiquilpan) con Agave inaequidens. También en el municipio de Quitupán, Jalisco existen las vinatas que fabrican este mal llamado vino, ya que la palabra vino, como la definen los diccionarios de la lengua española es la bebida preparada de la destilación del mosto de la uva. El Agave inaequidens en otros lugares del Eje Neovolcánico Mexicano es usado para extraer aguamiel y hacer pulque. En el occidente del estado de Jalisco, en las montañas de Talpa, Mascota y San Sebastián del Oeste (que también pertenecen a la provincia fisiográfica de la Sierra Madre del Sur), se cosecha la “lechuguilla”, o Agave maximiliana con el cual se elabora una bebida alcohólica destilada regionalmente conocida como “raicilla”, aunque también ocasionalmente usan el Agave inaequidens y A. valenciana. Agave maximiliana tampoco produce hijuelos ni bulbillos, por lo cual los “raicilleros” al ver que estaban mermando las poblaciones silvestres, se han puesto a sembrar por semilla y hacer plantaciones comerciales. Esto empezó hace 4 o 5 años en el CEBETA (Centro Bachillerato de Estudios Técnico- Agropecuarios) de Mascota, Jalisco. Por su parte Oscar Valencia (co-autor de este artículo), durante los últimos 3 años ha propagado “lechuguillas” en víveros y plantaciones experimentales en parcelas de Mascota, Quililla y Lagunillas en la Sierra de Quila, en el estado de Jalisco. En el Tuito y Tomatlan, costa de Jalisco, tambien se elabora “raicilla”, pero con Agave angustifolia.

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Sabemos por comunicación con habitantes locales (Sr. Manuel Gonzalez, de Jimulco, Jalisco) y por informacion de Gonzalez y Galvan (1992), que en los bosques de pino-encino en las montañas al sur del estado de Durango, donde crece el Agave durangensis o “maguey cenizo”en forma silvestre, éste se ha empleado como materia prima para preparar en forma rústica un mezcal. También en Huejuquilla, Jalisco nos dijeron que venden esta bebida con el nombre de “tepe”, dado que lo elaboran los indígenas Tepehuanos de Canoas, Durango quienes lo llevan a comercializar a Huejuquilla, Jalisco. Durante un viaje de colecta realizado por Miguel Cházaro B. cruzando la Sierra Madre Occidental desde Choix, Sinaloa, hasta una de las barrancas del cobre (cerca de Tubares, Chihuahua) en octubre de 2002, los guías de campo nos platicaron que en los pueblos mestizos se elabora un mezcal, mostrándonos el maguey con que se hace, mismo que hemos identificado como Agave bovicornut, el “maguey verde”, descrito por el Dr. Howard S. Gentry de las montañas de la cuenca del Río Mayo en Sonora (Gentry, 1942); no tuvimos oportunidad de ver las tabernas donde elaboran la bebida. Como refuerzo a esta premisa, tenemos que Gentry (1942 y 1982) señala que en territorio Tarahumara, en Chihuahua, cocen los tallos de este maguey para destilar una bebida alcoholica llamada “pisto” o “mezcal”. Hablando de las montañas de Sonora, es bien conocido el “mezcal de bacanora”, que tomó el nombre del pueblo de Bacanora, al este de Álamos, donde por muchos años se ha elaborado esta bebida a partir del Agave angustifolia,, así como en menor proporción del Agave palmeri. Finalmente, cabe mencionar que en el semidesierto del altiplano Potosino así como el vecino pueblo de Pinos en el estado de Zacatecas, se está elaborando con gran éxito una bebida alcohólica destilada a partir de Agave salmiana subespecie crassispina de poblaciones silvestres y semicultivadas (Aguirre, 2001). Éste hecho es algo sorprendente si tomamos en cuenta que este maguey es el pulquero por antonomasia. Es nuestra intención seguir esta investigación, para lo cual se tiene planeado visitar Pinos, Zacatecas, la región de Durango donde elaboran el mezcal con Agave durangensis, así como la parte oriental de ese estado (región de Cuencame), donde sabemos que elaboran el sotol a partir de especies de Dasylirion spp., que también es una Agavácea.

Aspecto florístico En primer lugar, diremos que es sorprendente lo mal representado que está en los herbarios mexicanos el genero Agave con muestras procedentes de Jalisco y estados circunvecinos, además, debemos señalar que las exsiccatae son incompletas, pues sólo constan de hojas y carecen de flores y/o frutos, lo cual hace que su identificación a nivel especifico sea incierta. McVaugh (1989), ha declarado que se necesita mucho trabajo de campo y colectas de especimenes adecuados de herbario por los botánicos residentes en Nueva Galicia, para poder llegar a un mejor conocimiento taxonómico del género Agave en esta región geográfica; sugiere además que se incluya una fotografía junto al espécimen del herbario. El conocimiento florístico ha ido progresando lentamente a través de los años,

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como se puede constatar en la información que se presenta a continuación. Rzedowski y McVaugh (1966), reportan solo 2 especies de Agave para la Nueva Galicia (Jalisco y estados circunvecinos): 1.- Agave filifera Salm-Dyck 2.- Agave pacifica Trel. (= Agave angustifolia) Gold (1968) citó la presencia en Jalisco de las siguientes 5 especies de agave. 1.Agave angustissima Weber 2.Agave longisepala Todaro 3.Agave psedotequilana Trel. 4.Agave schidigera Lem 5.Agave tequilana Weber Cabe señalar que de todos, sólo A. schidigera y A. tequilana son especies validas, los demás son sinonimias. Gentry (1982), cita los siguientes 14 taxa para Jalisco: 1. Agave angustifolia Haw. 2.- Agave attenuata Salm-Dyck 3.- Agave cantala Roxb. 4.- Agave colimana Gentry 5.- Agave guadalajarana Trel. 6.- Agave gypsophyla Gentry 7.- Agave hookeri Jacobi 8.- Agave inaequidens Koch 9.-Agave maximiliana Baker 10.-Agave pedunculifera Trel. 11.- Agave schidigera Lem. 12.- Agave stringens Trel. 13.- Agave tequilana Weber 14. - Agave vilmoriniana Berger

McVaugh (1989), cita las mismas especies que reconoció Gentry, excepto A. attenuata y otras especies que McVaugh (1989) considera dudosas.

1.Agave angustifolia Haw. 2. Agave cantala Jacobi 3.Agave colimana Gentry 4.Agave guadalajarana Trel. 5.Agave gypsophylla Gentry

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6.Agave hookeri Jacobi 7.Agave inaequidens Koch 8.Agaves maximiliana Baker 9.Agave pedunculifera Trel. 10.Agave schidigera Lem. 11.Agave stringens Trel. 12.Agave tequilana Weber 13.Agave vilmoriniana Berger Lista de especies presentes en el estado de Jalisco, según Vigueras (1993): 1.Agave angustifolia Haw 2.Agave attenuata Salm-Dyck 3.Agave colimana H. S. Gentry 4.Agave dasylirioides Jacobi et Bouche 5.Agave guadalajarana Trel 6.Agave inaequidens K. Koch 7.Agaves maximiliana Baker 8.Agave pedunculifera Trel 9.Agave schidigera Lem 10.Agave tequilana Weber 11.Agave vilmoriniana Berger El reporte de Agave dasylirioides, para la Sierra Huichola, debe ser invalidado, ya que en realidad se trata de Agave rzedowskiana. Agaves reportados para Jalisco, por Cházaro & Lomelí (1995): 1.Agave angustifolia Haw. 2.Agave attenuata Salm.Dyck 3.Agave colimana Gentry 4.Agave guadalajarana Trel. 5.Agave inaequidens Koch 6.Agaves maximiliana Baker 7.Agave pedunculifera Trel. 8.Agave schidigera Lem. 9.Agave tequilana Weber 10.Agave vilmoriniana Berger Las especies que actualmente sabemos crecen en forma silvestre en Jalisco son 23: 1.- Agave angustiarum Trel.(cerca del rio Itzicuaro, Mpio. de Manuel M. Dieguez). 2.- Agave angustifolia Haw. (todo el estado). 3.- Agave attenuata Salm-Dyck (montañas de la Sierra Madre del Sur, Manantlan,

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Tamazula, etc.). 4.- Agave colimana Gentry (región costera, de Puerto Vallarta a Barra de Navidad). 5.- Agave colimillensis Chazaro, Valencia y Vázquez, especie en descripción (de la barranca del río Santiago) 6.- Agave chazaroi A. Vazquez & Valencia, especie en descripción (barranca del río Santiago). 7.- Agave filifera Lem. (region de Ojuelos). 8.- Agave geminiflora (Tagl.) Ker-Gawl (por El Salvador, municipio de Tequila, véase Cházaro, Valencia y Vazquez, 2004a). 9.- Agave guadalajarana Trel. (región norte del municipio de Zapopan) 10.- Agave gypsophyla Gentry (al sur, por Pihuamo). 11.- Agave hookeri Jacobi, reportado por McVaugh (1989) para el Cerro Viejo y por Gentry (1982) 12.- Agave inaequidens Koch (montañas del Eje Neovolcanico) 13.- Agave maximiliana Baker (Sierra Huichola y oeste del estado, Quila, Manantlan y Cacoma).). 14.- Agave ornithobroma Gentry (Sierra de los Huicholes, véase Cházaro, Vazquez y Valencia, 2004). 15.- Agave pedunculifera Trel. (montañas de Tapalpa-Chiquilistlan). 16.- Agave rhodacantha Trel. (región costera de Puerto Vallarta a Chamela). 17.- Agave rzedowskiana Carrillo, Vega y Delgadillo (municipios de Zapopan y San Cristóbal de la Barranca). 18.- Agave salmiana Otto ex Sal.Dyck (Sierra Alta, Comanja, Mpio. de Lagos de Moreno) 19.- Agave schidigera Lem. (todo el centro y sur del estado). 20.- Agave tequilana Weber (cultivada en todo el estado). 21.- Agave valenciana Chazaro & A. Vazquez (Municipio de Mascota). 22.- Agave vazquez-garciae Chazaro, Valencia & Lomeli (Sierra de Manantlán) 23 .- Agave vilmoriniana Berger (Barranca del rio Santiago). 24.- Agave wocomahi Gentry (Presa del Cuarenta, Lagos de Moreno).

Agave stringens Trel., debe ser redescubierta en Río Blanco (municipio de Zapopan) para confirmar su validez. Agave cantala Roxb. Debe ser buscado y recolectarse a 8 millas al oeste de Villa Hidalgo. Agave durangensis Gentry puede ocurrir en Jalisco; se requiere una prospección minuciosa en el municipio de Huejuquilla el Alto, en su colindancia con Valparaíso, Zacatecas. Tenemos indicios (informacion verbal) que Agave striata ocurre en la Sierra Alta de Comanja. Con la presencia de 24 especies, Jalisco actualmente ocupa el segundo lugar en diversidad de Agaves en México, solo después de Oaxaca. De encontrarse las cuatro

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especies en duda, se llegaría a 28 especies, a solo dos para alcanzar la riqueza de ese estado, que según Garcia-Mendoza (2004) cuenta con 30 especies. Nuevos taxa y nuevos registros para Jalisco Como ya ha sido mencionado por Cházaro, Valencia y Vázquez (2004 c), gracias a la extensa exploración botánica que hemos realizado, se han podido descubrir 4 nuevas especies, a saber: Agave valenciana Cházaro & A. Vázquez Encontrado por Oscar Valencia P. en el municipio de Mascota, Jalisco y por ende, dedicado en su honor. Es un gigantesco “maguey” que crece en las barrancas de dicha zona, pertenece al subgénero Agave y al grupo Marmoratae (Chazaro et al., 2005). Agave vazquez-garciae Chazaro & J. A. Lomelí. Hasta ahora conocido solo de las Sierras de Manantlán y Cacoma, Jalisco, pertenece al subgénero Littaea y al grupo Amolae (Chazaro et al, 2006). La especie está dedicada al Dr. José Antonio Vázquez García como un reconocimiento a su ardua labor de trabajo botánico y publicación del libro sobre la flora de la Sierra de Manantlán (Vazquez et al., 1995). Existen dos especies nuevas aún en proceso de descripción, Agave chazaroi A. Vázquez & O. Valencia y Agave colimillensis Cházaro, Valencia y Vázquez. Los nuevos registros para Jalisco son: 1.- Agave angustiarum Trel. – Río Itzicuaro 2.- Agave filifera Lem.- Ojuelos 3.- Agave geminiflora (Tagl.) Ker-Gawl- El Salvador, municipio de Tequila. 4.- Agave ornithobroma Gentry- San Miguel Huastita, en la Sierra de los Huicholes. 5.- Agave salmiana Otto ex Salm-Dyck- Sierra Alta, Comanja. 6.- Agave rhodacantha Trel. –Los Pericos, municipio de Puerto Vallarta. 7.- Agave wocomahi Gentry- Sierra de Cuatralba, El Cuarenta, municipio de Ojuelos. Agave striata subsp. falcata (Engel.) Gentry, reportada por Cházaro et al., 2004b de la Sierra de Bolaños, debe ser descartada ya que en realidad se trata de Agave rzedowskiana. Especies con riesgo de supervivencia Una revisión al listado de plantas incluidas en la norma oficial mexicana (NOM-059ECOL-2001), de las especies dentro de alguna de las categorías de riesgo de supervivencia (Semarnat, 2001), nos indica que solo 2 de las 24 especies de Agave que habitan en territorio Jalisciense, tienen algún estatus de conservación: 1.- Agave gypsophila—protección especial – endémica 2.- Agave ornithobroma - en peligro de extinción-- endémica

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Agradecimientos Al Departamento de Geografía, Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara que ha financiado el proyecto de investigación de M. Cházaro Basáñez: Estudio de los Agaves de Jalisco con usos socio-economicos durante los años 2000 al 2004. A la Dra. Ericka Flores Berrios del CIATEJ (Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del estado de Jalisco) por habernos invitado a participar en su proyecto: Inventario de especies silvestres de Agave en el estado de Jalisco y que contó con el apoyo económico del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco (COECYTJAL), el cual nos permitió explorar una gran parte de la entidad. A José Antonio Machuca N., Ignacio Contreras V., Sr. Salvador Cortés M., Biólogo Jesús Cortes A., M. en C. Gerardo Hernández V., Biólogo Juan Luis Álvarez S., M. en C. Manuel Rodríguez D., Bióloga Gabriela López D., Sr. Jaime Luna Hernández, quienes ayudaron en el trabajo de campo.

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DISTRIBUCIÓN Y HABITAT DE AGAVE NAYARITENSIS GENTRY

JULIA ETTER MARTIN KRISTEN

Resumen. Gentry (1982) sólo menciona una localidad para el Agave nayaritensis Gentry, el “Mirador del Águila” en Nayarit. A continuación describimos otra localidad cerca de la localidad tipo y otra en Sinaloa, aproximadamente 200 kms más al norte. Los especimenes examinados en estas localidades variaron algo, tanto en tamaño como en forma; sin embargo, consideramos que esto se encuentra dentro del rango de variación de esta especie.

Desde hace muchos años, hemos viajado a través de México para documentar especies de las familias Agavaceae y Crassulaceae. En junio de 2002 y en abril de 2003, visitamos la localidad tipo del Agave nayaritensis Gentry, el “Mirador del Águila”, al norte de Tepic. En la descripción original de la especie, Gentry (1982) comenta sobre la localidad tipo como sigue: “La pequeña y esparcida población sobre el risco volcánico alrededor del Mirador del Águila, es la única localidad conocida”. Mientras transitábamos por el camino de dicha área, nos interesamos mucho en riscos con una caída de agua cerca de Jumatán – un pequeño asentamiento cerca de la carretera de cuota al norte de Tepic. No nos sorprendió grandemente encontrar allí otra gran población del Agave nayaritensis, debido a que estos acantilados se encuentran a sólo unos cuantos kilómetros al sureste del Mirador del Águila. Si examináramos todos los riscos volcánicos en la cercana vecindad del Mirador del Águila, con toda certeza encontraríamos más poblaciones de este maguey. El acceso a las plantas en el Mirador del Águila es difícil; sólo unos cuantos especimenes crecen en tierra suelta y en laderas extremadamente empinadas que se encuentran arriba de roquedales verticales. Hay más plantas que crecen en los riscos en sí. En la caída de agua cerca de Jumatán, las plantas

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prosperan en los acantilados que rodean la cascada. Un espécimen creció de forma anomala, es decir como epífita sobre una Bursera sp. de tronco rojo (Foto S2). En marzo de 2002, viajamos por Sinaloa. En un principio buscábamos Agave ornithobroma Gentry cerca de Rosario y Agave impressa Gentry al sur de Escuinapa. Teníamos una localidad para Agave ornithobroma al este de Matatán, un pueblo cerca de Rosario. Nuestra Guía Roji mostraba un camino de terracería que iba de Rosario a Matatán, extendiéndose a Maloya, terminando en Escuinapa. Fue muy difícil encontrar los caminos correctos en vista de todas las intersecciones con las que nos fuimos topando; sin embargo, siempre nos encontramos con gentes del lugar que nos ayudaron. Nadie podía creer que realmente queríamos ir a Escuinapa por este camino. Por fin, en otro cruce de caminos, nos encontramos con un hombre solitario; le preguntamos acerca del camino. También le describimos el Agave impressa, una planta que pensábamos pudiera crecer en esta área ya que Gentry (1982) describió la localidad tipo a lo largo de la carretera Mex 15 al sureste de Escuinapa. Efectivamente, el hombre apuntó hacia unos promontorios rocosos cercanos; mencionó haber visto estas plantas sobre dichos riscos. Ahora el camino pasaba debajo de los riscos; con los binoculares pudimos ver dos clases de agaves diferentes, uno de los cuales parecía ser Agave impressa. A lo largo del camino, alrededor de los riscos, pasamos otros agaves. Estas plantas nos recordaron al Agave nayaritensis, una especie descrita de una sola localidad, a unos 200 kms más al sur. Después de subir por los riscos, encontramos otros ejemplares de este extraño agave que crecía junto al Agave impressa, también una grande Hechtia sp. de color verde o granate (Foto S4). Habitat del Agave nayaritensis Esta puede ser una planta muy atractiva, pero raras veces se encuentra en cultivo. Gentry (1982) escribe que él colectó plantas chicas y las envió a diferentes personas; sin embargo, nunca volvió a saber de ellos y cree que las plantas no sobrevivieron. Así mismo, nosotros creemos que es una planta de difícil cultivo. Sería sumamente difícil simular las condiciones del habitat de estas plantas que son nativas de las tierras bajas húmedas, tanto subtropicales como tropicales. En la localidad tipo (Mirador del Aguila), el Agave nayaritensis, crece junto con Pachycereus pecten-aboriginum, Hylocereus sp., Enterolobium cyclocarpum, Ceiba sp., Plumeria acutifolia, Cochlospermum vitifolium, Opuntia jaliscana, Bursera sp., Philodendron sp., Peperomia sp., Peniocereus sp., Tillandsia ionantha y otras tillandsias, Aechmea sp., varias orquidias (Oncidium cebolleta entre otras), Begonia sp., Tradescantia sp., Euphorbia pulcherrima y Graptopetalum marginatum. En la localidad de Sinaloa, en el cerro “El Golpe”, el Agave nayaritensis crece con Pachycereus pecten-aboriginum, Hechtia sp., tillandsias y bromelias, lianas, Plumeria acutifolia, opuntias, Pilosocereus purpusii, Disocactus aff. flagelliformis, Otatea 53

acuminata, Tabebuia chrysantha ó T. palmeri (“amapa”), Brosimum alicastrum (“capomo”), Hechtia sp. y Agave impressa. Descripciones del Agave nayaritensis Gentry (1982) coloca a este agave dentro del grupo Marmoratae debido a sus “panículas amplias y difusas con pequeñas flores de un amarillo brillante con tubos abiertos y poco profundos, con hojas verdes delgadas que tienen pequeños dientes y espina”. Describe las plantas de la localidad tipo en Nayarit como “de tamaño mediano, acaulescente, sencillas, raras veces produciendo hijuelos, con pocas hojas, abiertas y de verde pálido”. El tamaño de la hoja varía entre 85 y 115 cm. de largo y de 12 a 15 cm. de ancho. Las hojas son “más bien blandas y anormalmente elongadas debido a la sombra de los árboles..., con pequeños dientes de 1 a 3 milímetros de largo... color castaño o más oscuros”. La espina mide de 9 a 15 mm de largo. Él describe las panículas como “3-4 metros de alto, difusas, y muy ovaladas con entre 14 y 15 umbelas paniculadas que se esparcen ampliamente, y con flores de color amarillo brillante en la parte alta del tallo. El tiempo para florecer debe ser mayo, pues Gentry (1982) describió las plantas el 21 de mayo de 1965 y estaban en flor. Nunca hemos visto las poblaciones del Mirador del Águila o de Jumatán floreciendo, pero vimos las plantas cerca de Jumatán con semillas, las cuales nunca describió Gentry (1982). La descripción de la población del Salto de Jumatán es como sigue: rosetas sencillas, acaulescente, con un diámetro entre 130 y 150 cm., altura 70-90 cm., pocas hojas (Foto S1). Las hojas lanceoladas, la base de la hoja 12-13 cm. de ancho y 5 cm. de grueso, haciéndose angosta hasta 8-10 cm.; lo más ancho está arriba de la parte media, con 15 cm. de ancho. Las hojas son un tanto rugosas, de un verde amarillento pálido, algunas veces levemente verde mar. Los dientes son pequeños – 2 mm de largo, espaciados con regularidad 2-5 mm entre cada uno. La espina es café, 10-12 mm de largo, con ranura corta. La panícula 2-2.5 m de alto, corta y cónica con +/- 15 umbelas, algunas hasta de 30 cm. de largo (Foto S3). Las cápsulas 25-28 mm de largo, 12-14 mm de ancho, café oscuro. Las semillas negro opaco, planas, 5 mm de largo y 3.5 mm de ancho. Esta población le hace honor a esta especie: hojas largas, más bien delgadas, de un verde amarillento y suaves con muchos pequeños dientes al margen; van del castaño al negro con una espina terminal de 1 cm; la inflorescencia con una gran panícula y las umbelas que se esparcen ampliamente. La descripción de la población en Sinaloa al este de Escuinapa es la siguiente: rosetas sencillas, acaulescente, no producen hijuelos, abiertas, rosetas adultas que se hacen arco algunas veces. Las plantas tiernas tienen pocas hojas (+/18), las plantas adultas con más hojas (+/- 30). Las rosetas alcanzan 180 cm. de ancho y 100 cm de alto. Las hojas lanceoladas, su base de 10-12 cm de ancho y 4-5 54

cm. de grueso, lo más ancho con 12-15 (-18) cm. como a las 2/3 partes del largo de la hoja, su superficie levemente rugosa. El color, amarillo claro a verde y a verde pasto. Los dientes pequeños, negros o café negro, regularmente espaciados 1.2-2 cm. entre cada uno, algunas veces con dientes que intervienen en los espacios. La espina va del café oscuro al negro, 1.5-2 cm. de largo, con ranura arriba. La panícula 2-3.5 m de altura con +/- 15 umbelas ampliamente esparcidas. Las umbelas con un largo de 25-55 cm. Las cápsulas de 16-20 mm de largo y 10 mm de ancho. No se vieron semillas. Las plantas producen nuevas inflorescencias en marzo de 2001. RESULTADOS Gentry (1982) da un radio muy pequeño como área de distribución para esta especie, sólo la barranca del Mirador del Águila en Nayarit. Sin embargo, después de haber encontrado Agave nayaritensis, casi a 200 km más al norte en Sinaloa, suponemos que se podrían encontrar otras localidades de esta especie al pie de los cerros y en las laderas bajas de la Sierra Madre Occidental, entre Tepic y Escuinapa, si se visitaran habitats similares. Esto sería difícil de realizar, debido a lo poco accesible del área ya que hay pocos caminos y brechas que lleven a las regiones más alejadas de la costa. DISCUSIÓN Para asegurar la nueva localidad del Agave nayaritensis, comparamos nuestras notas de campo con la descripción de Gentry (1982). El cuadro 4 muestra algunas diferencias, pero las clasificamos como si estuvieran dentro del rango de variación de la especie. Especimenes examinados 1. Sinaloa, terraceria Rosario – Matatan – Maloya – Escuinapa, 22°53'374''N, 105°37'159''W, 350m, EK01918, 13.03.2001. 2. Nayarit, Mex 15 Tepic – Mazatlan, Mirador del Águila ~km 21.5, 21°38’43,7’’N, 104°58’25,3’’W, 585m, EK00871, 04.06.2002. 3. Nayarit, Mex 15 D Tepic – Mazatlan, ~20 km al N de Tepic, Jumatan ~1,2 km al O del camino de cuota, Salto de Jumatan, 21°38’34,1’’N, 105°01’54,2’’W, 420m, EK00873, 05.06.2002. LITERATURA CITADA Etter, J. & M. Kristen, 2002. Agave nayaritensis Cactus and Succulent Journal (U.S.) 74(5): 241-244. Gentry, H. S., 1982. The Agaves of Continental North America. University of Arizona Press. Tucson, Arizona, USA. 55

Me queda la duda que significa EK01918, EK00871, y EK 00873, estos números representan plantas vivas en su colección particular o especimenes de herbario.

56

CUADRO 4

Características de Agave nayaritensis en sus diferentes localidades.

hábito hijuelos hojas

Tipo Gentry (Mirador del Aguila) acaulescente raramente produciendo hijuelos lanceoladas pocas hojas 85-115 cm de largo 12-15 cm de ancho más ancho arriba de parte media superficie áspero verde claro

dientes

espina

panícula

flores

capsulas

1-3 mm de largo 1-1.5 cm entre cada uno regularmente espaciados café oscuro 9-15 mm de largo café oscuro ranura corta y angosta 3-4 m de alto difusa ovalada 14-15 umbelas ampliamente esparcidas umbelas no descritas

pequeñas, 40-45 mm de largo (vea descripción de Gentry) no conocidas

Escuinapa

Salto de Jumatán

acaulescente no produce hijuelos

acaulescente no produce hijuelos

lanceoladas 9-18(-30) 70-100 cm de largo 12-15(-18) cm de ancho más ancho a 2/3 de la hoja superficie áspero amarillo claro a verde glauco en la base 2-4 mm de largo 1.2-2 cm entre cada uno regularmente espaciados café oscuro 12-20 mm de largo café oscuro al negro ranura hasta la mitad (1-)2-3.5 m de alto difusa ovalada 10-15 umbelas ampliamente esparcidas umbelas 25-55 cm de largo y hasta 35 cm de ancho no vistas

lanceoladas 8-22 70-90 cm de largo 12-15 cm de ancho

16-20 mm de largo

25-28 mm de largo (en fresco) 20-25 mm de largo (secas)

10-12 mm de ancho

más ancho en la parte media superficie áspero amarillo claro a verde glauco en la base ~2 mm de largo 0.3-0.5 cm entre cada uno regularmente espaciados café oscuro 10-12 mm de largo café oscuro ranura hasta la mitad 2-2.5 m de alto difusa ovalada ~15 umbelas ampliamente esparcidas umbelas hasta 40 cm de largo y hasta 35 cm de ancho no vistas

57

café oscuro abiertas por 2/3 a la base

semillas

no conocidas

no vistas

12-14 mm de ancho (nuevas) 10-12 mm de ancho (secas) café oscuro abiertas por 2/3 a la base 5 mm x 3.5 mm x 30 # de empresas

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Total

7 5 6

68 17 11 1 2 0 3 102

4 1 2 1

1 1 1

1 3 22

2 2 1

16 2

5 1

6 1 1

10 4

11

4

2

18

6

8

14

11

4

2

1

8

3

6

Fuente: Elaboración propia con datos del CRT (01 de noviembre de 2004). Nota: Estos datos hacen referencia únicamente a las marcas embotelladas disponibles en el mercado mexicano y no consideran las empresas y marcas que desaparecieron durante el periodo 1994-2004. El objetivo es establecer una relación entre la fecha de registro de las empresas y el número de marcas registradas hasta el 1 de noviembre de 2004.

311

Cuadro 21 Principales acuerdos de adquisición y de cooperación en la industria del tequila Forma de participación y fusiones Empresa tequilera Empresa Participación Cobertura Multinacional o fusión geográfica Año Tequila Sauza Allied Domecq Plc 100% Inglaterra, Mundo 1999 Tequila Viuda de Pernod Ricard 100% Francia, Mundo 2000 Romero Tequila Viuda de Pernod Ricard 100% Francia 2000 Romero Tequila Cazadores Bacardi Martini 100% Bermudas 2002 Tequila Don Julio Diageo/José Cuervo 50% Inglaterra/México 2002 Olmeca, Pernod Ricard 100% Francia, Mundo 2002 Margaritaville Tequila Orendáin Brown-Forman 33% EE.UU. 1999 Corp. Tequila Sauza Fortune Brands 100% Mundo 2005 Principales acuerdos de cooperación Empresa Participació Cobertura geográfica Multinacional n o fusión Año José Cuervo Diageo Distribución Mundial 2004 Newton Rémy Cointreau Distribución Europa, EE.UU. 2003 Bodegas La Miguel Torres Producción / Europa/México 2004 Negrita Distribución Diamante Spirits Suntory/Blavod Producción / EE.UU./Mundial 2005 Extreme Spirits Distribución Fuente: elaboración propia a partir de W2D – World Wine Data, UMR MOISA Agro Montpellier, 2005.

312

Figura 19. Consumo per capita de bebidas alcohólicas en México (1961-2004)

Leyenda: Word Drink Trends (2004).

0,9 50

0,7 40 0,6 30

0,5 0,4

20 0,3 0,2 10 0,1

Cerveza

01

20 03

7

99

20

19

19 9

95

93

19

91

19

89

19

19

5

87 19

83

Vino

19 8

19

19 81

79

77

19

75

19

73

19

71

19

19

67

3

19 69

19

19

65

0 19 6

61

0 19

Cerveza y vino (litros per capita/año)

0,8

Bebidas espirituosas (litros de alcohol puro per capita/año)

Nota: El consumo de bebidas alcohólicas espirituosas esta indicado en “litros de 60 1 alcohol puro”.

Bebidas espirituosas

313

Figura 20. Producción total de tequila mixto y de tequila 100% 1995-2004 (millones de litros; equivalente a 40 % de alcohol)

190.6

200

156.5

156.5

150

100

181.6

169.8

129.1

134.7 104.3 105.3 88.7

113.5

50 15.6

29.4

146.6

141

140.3

120.1

111.8

58

176

112

133

104.3

61.5

43

25.1

26.5

29

36

43

0

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Tequila 100% de agave

Tequila

Total

Fuente: CRT (2005).

314

Figura 21. Las marcas líderes de tequila en Estados Unidos (2003-2004). 90%

80% Patron

Crecimiento Ventas 2003-2004 (%)

70%

347

60%

50%

40%

123

El Jimador

30%

20%

José Cuervo Cazadores

Sauza 1225

10%

345

3408

0%

420 600

Rio Grande Tequila

195

Juarez

1800

172 205

Margaritaville

1232

Otras

Montezuma Tequila -10%

Fuente: Adams Market Research Alcohol Beverage Industry (2005). Notas: El tamaño de los círculos es directamente proporcional con el volumen de ventas. Las unidades están expresadas en miles de cajas de 9 litros (por ejemplo, las ventas de Cuervo son 3.4 millones de cajas).

315

Figura 22. Una visión sistémica de la cadena Agave-Tequila en México La Cadena Agave-Tequila

Confederacion Nacional de Productores de Agave El Barzon del Agave (2500 productores) Consejo Estatal de Agaveros del Estado de Jalisco

Gobierno Mexicano (Sagar, Seder, IMPI, Profeco, Secofi, D.G.N.) NOM

Consejo Regulador Agavero

Gobiernos Extranjeros, Tratados y Proteccion Intelectual (O.M.C)

Acuerdos Denominacion de Origen

Consejo Regulador Ejidatarios y Productores de Agave Union Agroindustrial de Productores

Sistema Bancario y Asegurador « Coyotes »

Sistema Legal

del Tequila (CRT) Universidades y centros de I+D

Camara Nacional de la Industria Tequilera

Asesoria técnica y sanitaria

Autoridades de Regulacion de las Bebidas Alcoholicas (alcohol control boards,…)

Certificacion y Verificacion

Regulacion Proveedores etiquetas

Productores de Tequila

Proveedores botellas

(top 4: Sauza, Cuervo, Herradura, Cazadores > 67% del mercado) Envasadores

(Intermediarios)

Tequila a Granel

Envasadores

Tequila Envasado Distribuidores (non-EE.UU) Sistema

Sub-productos Turismo agavetequila

CHR

GMS

Tiendas tradicionales

« Twotier » (EE.UU.)

CHR

GMS

Tiendas tradicionales

Consumidores Nacionales

Consumidores Internacionales

(30% del mercado de bebidas alcoholicas)

(EE.UU>85%; Europa > 23% vol. export)

Fuente: elaboración de los autores (2005). Leyenda (colores): - verde: Sistema jurídico-reglamentario (nacional y supranacional) - azul: Sistema de representación (grupos de “presión”) - amarillo: Sistema de intermediación.

316

CONSERVACIÓN DE LA DIVERSIDAD DE CULTIVOS EN LAS REGIONES CON INDICACIONES GEOGRÁFICAS : LOS EJEMPLOS DEL TEQUILA, MEZCAL Y CALVADOS

ANA G. VALENZUELA-ZAPATA PHILIPPE MARCHENAY LAURENCE BERARD RAHIM FOROUGHBAKHCH

Las Indicaciones Geográficas1 (IGs) son signos que se utilizan en bienes que tienen un origen geográfico específico y poseen una cualidad o reputación atribuible a su lugar de origen, fueron creadas y desarrolladas con fines estratégicos puramente comerciales, para evitar el engaño al consumidor y cuidar la reputación de los productos (Origin, 2004 ) . Por otra parte, las Denominaciones de Origen desde la doctrina francesa (Apellations d’Origine) ahora incluidas entre las IGs, tienen un siglo de experiencia y en ellas se han inspirado gran parte de las IGs europeas. En Europa hay al menos 600 productos agrícolas, alimentos y bebidas de una tradición histórica irrefutable, que forman parte del patrimonio cultural y que son comercializados bajo las categorias de calidad de Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Denominación de Origen Protegida (AOP: Apellation d’Origine Protegée) (Bérard y Marchenay, 2004). Para su producción se utilizan variedades, razas criollas y silvestres que forman parte de la agrobiodiversidad y son recursos genéticos de un proceso de selección histórica. Sin duda, México como un pais de una alta diversidad biológica y cuna de antiguas culturas, también tiene productos que forman parte de su patrimonio histórico y que han albergado una rica agrobiodiversidad. La FAO (1998) define como biodiversidad agrícola “...a la variedad y variabilidad de animales, plantas y microorganismos de la tierra que son importantes para la alimentación y la agricultura, la que resulta de la interacción entre el 1

- Utilizaremos el término Indicación Geográfica para facilitar la comprensión del texto.

317

ambiente, los recursos genéticos y el manejo de sistemas y prácticas usados por la gente”. La conservación in situ o dinámica es una manera de mantener en producción las variedades criollas a través de su uso. Los sistemas de producción que gozan de una IG realizan una conservación in situ? Gracias a las Indicaciones Geográficas se pueden diferenciar en el mercado productos de razas criollas o cultivares locales? Porqué es importante la conservación de la agrobiodiversidad en las IGs? Ante la problemática señalada es que se propone en esta investigación una evaluación desde la perspectiva del manejo y conservación de la agrobiodiversidad en las IGs. Hacemos énfasis en aspectos socioeconómicos que influyen en el manejo agrícola y mantenimiento de la agrobiodiversidad. Presentamos dos ejemplos de bebidas destiladas de antigua tradición y con variedades locales que han sido seleccionadas a lo largo de su historia: Calvados en Francia y Tequila en México (Figs. 23 y 24). El Calvados es un destilado que se produce a partir de los jugos fermentados de manzanas de sidra y peras, también conocidos como sidra. El Tequila forma parte del grupo de bebidas destiladas de agave (nombre genérico: mezcales) y se produce con agave azul, una especie de los llamados: agaves tequileros. Sin ser exhaustiva, en esta investigación abordamos las IGs, el manejo agrícola, las mejoras en los procesos del Calvados y del Tequila, el mercado, su crecimiento e influencia en la conservación de la agrobiodiversidad. En este trabajo se conjuntan algunas de las experiencias de al menos 20 años de trabajo en el conocimiento de recursos cidrícolas para Calvados y de agaves para Tequila y mezcal. Las Indicaciones Geográficas en Francia, en México y en los acuerdos de comercio Diversos acuerdos comerciales internacionales reconocen a las Indicaciones Geográficas (IGs): el acuerdo de la Organización Mundial de Comercio sobre los Aspectos relacionados a los Derechos de la Propiedad Intelectual con el comercio (OMC-ADPIC), el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea y el de la Protección Intelectual auspiciado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Las IGs en Europa incluyen vinos y bebidas espirituosas, alimentos y productos agrícolas, no así los acuerdos de la OMC que sólo reconocen a los primeros en los articulos 22 y 23 del ADPIC. Según la FAO (2004) las bebidas alcohólicas destiladas entre ellas las espirituosas, pueden contener entre 40 y 50% de alcohol etílico y pueden o no estar aromatizadas y saborizadas. Las bebidas espirituosas son en un sentido amplio “aguardientes” que pueden o no tener una Indicación Geográfica,

318

elaborados de diversas especies: frutas, granos, papa, caña de azúcar, remolacha azucarera, uva, agave, etc2. Tequila y Calvados forman parte de una lista de IGs de reconocimiento mutuo en México y Europa. En 1997, México reconoció 193 IGs europeas y la Comunidad Europea por su parte únicamente al Tequila y al Mezcal, en la actualidad la lista europea ha crecido a 213 IGs (Secretaría de Economía, 2004) (Cuadro 23). Francia es un país precursor en materia de Denominaciones de Origen (AOs Appelation d'Origine: DOs), con una curva de experiencia al menos de un siglo (Lucatelli, 2002) y con acciones como la Convención de Paris (1883) y la Ley de respeto al origen y calidad de vinos (1905). La iniciativa Europea para reconocer las DOs como un acuerdo multilateral entró en vigor con el tratado de Lisboa en 1966, México con el Tequila formó parte de un grupo de 18 países firmantes de dicho acuerdo. En una AOP (Appellation d’Origine Protegée) hay dos enlaces con el producto, los factores naturales y los factores humanos específicos, por lo tanto: las materias primas y su transformación deben provenir de la zona delimitada (Boy, 2002). En las AOP se aprecia la preservación del patrimonio sin proponérselo, debido a la fuerte unión entre el producto y el terroir: (Vincent, op. cit.; Bérard y Marchenay, op. cit.). Para su mejor comprensión en el cuadro 23 se muestran las equivalencias del sistema francés de IGs y de la Unión Europea asi como su referencia a los signos de unión al terroir. Una IG sensu OMC está basada en los derechos de propiedad intelectual, mientras que las DOs son sistemas que aseguran la calidad de acuerdo a un origen (terroir3) y un saber-hacer (savoir-faire), por lo que el desarrollo para llegar a ser una AOC sugiere una evolución del producto y de acuerdos entre sectores (Bérard y Marchenay; 2004, Boy, 2002; Vincent, 2002 ). Desde el punto de vista legal anglosajón, hay quienes afirman que el terroir no tiene una importancia “exclusiva” en los vinos y toca terrenos casi “místicos” en la produción (Hughes, 2003). En términos de negocios puede resultar una barrera de ingreso para nuevos entrantes al sector en el proceso de evidenciar las pruebas de calidad debidas al origen (Faivre y Montmaur, 2002)4. En el contexto de la Comisión Europea se reglamentó a favor de los productos con una Indicación Geográfica Protegida para, favorecer la diversificación de la produción agrícola, mejorar los ingresos de los agricultores y fijar a la población rural en su zona 2

- Como nota indicativa, la Comunidad Europea es excedentaria en alcohol de origen agrícola (Parlamento Europeo, 2001), por lo tanto la gestión del mercado del alcohol va dirigida .

principalmente para evitar la desaparición de destilerías pequeñas y de sus sistemas de aprovisonamiento

3

- Para el “terroir” no hay una traducción directa al español, por lo que se usará en su idioma.

4

- Según los autores resulta engorroso llenar el “Cahier de charges” documento oficial en donde se muestran las evidencias de la unión entre la calidad y el origen.

319

(reglamento No. 2081/92) (INAO, 2001). Europa latina (Francia, Italia, España y Portugal) tiene un esquema similar de las DOs, probablemente basado en el patrón europeo de la agricultura familiar versus el modelo agro- industrial americano (Martinez y Martinez, 2003). En resúmen, las IGs son un conjunto heterogéneo de protecciones de origen que opera de manera diversa en cada pais, las de influencia con Europa latina comparten un estilo en común. Es importante identificar en cada una su historia, evolución y doctrina para conocer sus estructuras, recursos y productos. Calvados: diversidad de huertas, variedades, productos y operadores en AOC El Calvados, destilado elaborado a partir de la destilación de sidra, fue nombrado por primera vez en un escrito de Sire de Gouberville el 28 de marzo de 15535. No es posible hablar de Calvados ignorando la sidra, considerada una bebida originaria de la parte oeste de Francia, generalmente, del sistema combinado de árboles y pastizales. El pré-verger (pre-huerta), base de su producción, se asocia a cultivos frutales y herbáceos para dar simultáneamente frutas para bebidas y mantener animales para leche y carne. Este sistema impone el arreglo de un conjunto de técnicas que preven la asociación del manejo de árboles y de frutas con rebaños y parcelas de pastoreo. El saber-hacer de la explotación agrícola se apoya en este doble aprovechamiento, con la obligación de situar los dos componentes principales que son el animal y el vegetal, tomando en cuenta sus tensiones especificas de relación. Seleccionar, combinar e implantar variedades de manzanas y/o de peras constituye une de las bases de competencia requeridas: se trata de tomar ventaja de las características de los predios, de reducir las irregularidades de producción ligadas a la alternancia, de facilitar la cosecha y de obtener las mejores mezclas de frutas para las diferentes producciones. La agrupación se hace también en diversas categorias: manzanas dulces, dulces-amargas, amargas, aciduladas y agrias. Por otra parte, es de capital importancia la capacidad del agricultor para manejar la superficie de pastoreo, turnar los animales entre las parcelas y por lo tanto cuidar la relación árbol/animal o animal/ fruta. De manera general, la agricultura ligada a la explotación del pré-verger consiste en la valorización del conjunto de interacciones entre el animal, la hierba, el árbol y la fruta6. Pero, en términos de diversidad biológica, el pré-verger no se limita sólamente a las variedades locales, si no además a la riqueza faunística y florística que la gente del huerto a pleno viento le atribuye, sin contar el aspecto paisajístico, ahora una

5

- Le journal du Sire de Gouberville, 1994 (redición).

6

- Bérard, Fabian et Marchenay, Le pré-verger cidricole de Normandie. Un système de culture pérenne et fragile.

320

componente ambiental reconocida. Con el tiempo el pré-verger había encontrado dificultades cada vez mas grandes y su abandono parecía ineluctable. Aquii El huerto de bajo porte toma la delantera Entre 1965 y 1995, la mitad de los manzanales de alto-porte (haute-tige) desaparecieron. Este descenso general fue muy severo, dado que este modo de explotación estaba en competencia total al modelo agrícola preponderante de los años 70, en el que se privilegiaban los sistemas de especialización lechera, la mecanización y el regreso de los cultivos de maíz. La inquietud les ganó a los profesionales que entraron a investigar nuevas fuentes de aprovisionamiento de frutas, pues lanzaron un programa de plantación de huertos especializados de porte bajo (basse-tige)7, destinado a substituir al préverger en vista de una desparición progresiva. Como para consolidar esta tendencia, en 1987, los poderes públicos, cedieron a la demanda de los transformadores industriales, la autorización de la entrada de mostos concentrados en la fabricación de sidras, en un máximo del 50% del mosto total 8. Asi el préverger se encontraba amenazado por la debilidad de los mercados de la manzana de sidra y por la introducción de un nuevo sistema de producción. Este hecho, no le beneficiaría y sólo daba conformidad al modelo agrícola dominante y a las uniones de producción y del ambiente técnico. Al final del programa de selección varietal, las variedades productivas, poco alternantes y resistentes a las enfermedades fueron propuestas a los productores de huertos especializados. Estas se distinguen netamente de las variedades tradicionales presentes en los pré-verger y son poco numerosas. Los apoyos económicos dados por la asociación cidrícola (ANIEC) a las nuevas plantaciones realizadas bajo contrato con las sidrerias, consideraron a las huertas de bajo-porte (basse-tige) exclusivamente. La huerta especializada se benefició entonces del apoyo técnico de las Cámaras de Agricultura y del Comité de las frutas de sidra, que se convirtió en el Comité técnico de las producciones cidrícolas (CTPC). Por otra parte, las huertas especializadas, plantadas en contrato con la sidrerias, aprovecharon la venta garantizada de sus cosechas a un precio superior del 20 al 25% del precio promedio de mercado. Entre 1990 y 2001, las superficies de huertas de bajo porte se duplicaron, pasando de 4500 ha a 8600 ha. A 7

- Dado que la huerta de pleno viento, corresponde a una agricultura extensiva, produciendo en promedio de 10 a 15 t por ha, la huerta especializada manejada en porte bajo es intensiva y sus rendimientos son superiores hasta 30 t por ha. La manzana de sidra es el único producto de la parcela. 8 - D cret

e o n°87-600 del 29/07/87 que modifica al decreto n°53-978 relativo a la orientación de la producción cidrícola y a la comercialización de sidras y

poirés.

321

manera indicativa, en las 4 regiones cidrícolas de Francia, sólamente 19 variedades representan el 95 % de la producción. Hacia la renovación del pré-verger En vista de la fatal evolución del huerto cidrícola, la resistencia de los productores cosechadores de Pays d'Auge se organizó en torno a la gestión del reconocimiento de la Denominación de Origen Controlada (AOC) para defender la sidra, un producto viviente (no pasteurizado), exclusivamente resultado de manzanas para sidra (sin gas y sin edulcorantes), representativas de su terroir y pertenecientes a las variedades locales y cultivadas sobre estos lugares. En la reivindicación de los productores, no se cuestionaba el modo de conducir los árboles, si no que la huerta especializada parecía imponerse de una manera definitiva. Asi es como se admitió en las condiciones de producción de la AOC -reconocida en 1996 – la coexistencia de huertos especializados y de prévergers. La AOC Poiré Domfront que tenía una situación detenida en 2000 se posicionó a favor de la huerta de alto-porte, asociada a las variedades locales : este modo de conducción del huerto fue privilegiado y los productores quienes explotaban los huertos industriales han tenido que transformarlos en huertos de alto-porte. Entonces ahora hay una AOC « Cidre Pays d’Auge », una AOC « Poiré Domfront » y una AOC « Pommeau de Normandie », 3 AOC para el Calvados. La AOC « Calvados » y la AOC « Calvados Pays d’Auge » datan de 11 septiembre de 19849, la AOC « Calvados Domfrontais » del 31 diciembre de 1997. Sin embargo, la tendencia de la producción de Calvados ha descendido durante los últimos diez años: un promedio de 29 000 hl10 año de 1990 a 1995 y de 24 300 hl de 1996-2000; en el 2002 se produjeron 21 000 hl (Fig. 25). El 50% de esta producción se exporta y se exige su añejamiento al menos de dos años11. A manera ilustrativa, la producción de frutas para sidra en 2003 se elevó en 196 000 t para la huerta normanda12. Ahora, unos 300 productores de frutas manejan huertas en porte bajo y cerca de 10 000 pequeños productores de huertos de porte alto proveen el 50% de las frutas. En resúmen, el 90% del volumen de Calvados es producido por los grandes transformadores contra un 10% que proviene de los granjeros. Para las 3 AOC Calvados se cuenta con 10 industrias y 415 productores cosechadores. 9

- Remplazando asi las antiguas denominaciones de origen reglamentarias de 1942.

10

- 1 hl = 100 lts

11

- trois étoiles o trois pommes : 2 años ; vieux

12

- , consulta: agosto de 2004.

réserve: 3 años, vieille réserve V.O., V.S.O.P

,

: 4 años ; Napoléon, hors d’âge o âge inconnu : 6 años mínimo.

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La unión cidrícola trabaja actualmente con el’INAO (Institut national des appellations d’origine) para una modificación de las condiciones de producción. Una atención particular está puesta en las variedades locales, en el contexto donde la diversidad varietal es considerada como especifica de las AOC cidrícolas. La diversidad varietal corresponde a la diversidad de los productos que son resultado de los huertos de Calvados. Es frecuente que la huerta de Calvados sea también una huerta de manzanas o una huerta de sidras o que tenga ciertas variedades más o menos aptas para la destilación, para la elaboración de sidras y para consumo o para la producción de mosto de pommeau, cada huerta refleja sus objetivos. Cada productor da su toque personal a sus producciones con la utilización de una u otra variedad, o de uno u otro conjunto de variedades de las que la simple curiosidad ha provocado su introducción. Si bien no hay estudios cientificos realizados sobre el caso, es impresionante el numero de variedades utilizadas (al menos cincuenta) por los productores cosechadores de Calvados, los mas reputados.»13 La diversidad varietal de la AOC de Calvados es mucho mas importante a garantizar y sin duda esta muy unida a la especifidad de los destilados. Numerosos trabajos han mostrado que la variedad constituye uno factor de la variación de las características de las sidras y de sus destilados14. No hay dentro del mismo ambiente una sola variedad que sea privilegiada y que pueda sustituir a las otras. Al interior de la denominación Calvados se ennumeran en los huertos identificados por l’INAO, 179 variedades debidamente registradas y 447 denominaciones donde todavia no hay prueba de que ellos constituyen un material vegetal específico, debido las frecuentes sinonimias. Para la AOC Pays d’Auge, existe un repertorio de 79 variedades de manzanas cidrícolas y 29 variedades de pera para el poirè. La diversidad varietal hizo una buena parte de la construcción de la calidad de los productos cidrícolas en general y de las AOC de Calvados en particular. Los diferentes sectores particulares proponen que a partir de la campaña del 2010, las huertas identificadas de una explotación deberán contar (cualquiera que sea su año de plantacion): exclusivamente con variedades cidrícolas; y al menos con un 70% de árboles de variedades amargas o dulce-amargas y mas de 15% con variedades acidulada. A partir de la publicacion del décreto, las nuevas

13

- Thierry Fabian, comunicación personal, 2004.

14

- Comparadas a las variedades de manzanas o las variedades utilizadas en las producciones de sidra o de alcohol de la zona europea, la mayor parte de las variedades destinadas a la fabricación de las sidras o de los destilados del oeste de Francia estan caracterizados por compuestos fenólicos en cantidades importantes (nivel superior a 1,5g/l) y por una acidez relativamente debil (inferior a 5,5g/l). Esta originalidad fenólica de las frutas es uno de los principales caracteres específicos del manzanar de sidras de Europa Atlántica (Thierry Fabian, comunicación personal, 2004).

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identificaciones de huertas que fueron demandadas, debieron contar con 50% de superficies en alto-porte. Si los dos primeros puntos ya figuraban en la producción, el ultimo punto, nuevo, tiene su importancia... Por otra parte, los sindicatos de las AOC Calvados y Calvados Pays d'Auge proponen que la colecta de las frutas destinadas a los AOC Calvados tenga una proporción mínima de manzanas de huertos de alto-porte. Estas nuevas disposiciones –vigentes en 2005- son ya puestas en la prensa profesional y comentadas a detalle. En la práctica, parece que esta gestión -la protección de origen geográfico de un producto tradicional- se entrena como una reflexion colectiva de los profesionales de los sectores, en la que se toma en cuenta los elementos que fundan la especifidad de sus productos locales, estrechamente asociados a la biodiversidad. FICHA TÉCNICA CALVADOS La elaboración de Calvados se efectua a partir de la sidra, que debe entre otras condiciones requeridas, presentar un grado alcohólico mínimo de 4,5%, sin la adición de otros azúcares. En promedio, una t de manzanas de sidra producen de 650 a 750 litros de jugo puro; 18 kg de las mismas rinden alrededor de 13 litros de sidra a 5% de alcohol aproximadamente, o sea un litro de Calvados a 70%. La temporada de destilación comienza al inicio de julio y se termina al fin de junio del año siguiente. El alambique de re-pasado o charentais, es el sistema tradicional que asegura una doble destilación. Este aparato esta autorizado por la AOC Calvados y es exigido para la AOC Calvados Pays d’Auge. El alambique de columna o de premier jet (destilación continua) es indispensable para el

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Calvados Domfrontrais y autorizado para los destilados (eaux-de-vie) AOC Calvados en general. En los dos casos el producto final no puede exceder el 72´% de alcohol. El Calvados enseguida se añeja en barricas de roble, en donde los taninos le aportarán aroma y color. El añejamiento dura por lo menos dos años (tres por el Calvados Domfrontais). Destilados de diferentes edades de añejamiento y de origen pueden ser mezclados. La bebida es comercializable en el momento en que su grado alcohólico es superior o igual a 40%. Tequila, la primera Denominación de Origen mexicana15 El Tequila pertenece a la familia de los destilados de agave mexicanos genéricamente conocidos como mezcales. En 1621 ya se vendía en Guadalajara y en los siglos XVI y XVII se elaboraba en ranchos y haciendas de los valles centrales de Jalisco,16 (Murià xx; Luna, 1991) y en 1974 se aceptó como Denominación de Origen Tequila (DOT) en las leyes mexicanas. A la fecha, su area de vocación agrícola son casi 3 millones de ha integradas en una area total protegida de 12 millones de ha (CRT). El Tequila puede ser elaborado con un 51% de azúcares de agave, completado hasta en un 49% de otros azúcares. La categoría del Tequila 100% no tiene mezclas y debe ser embotellado en la unidad de transformación (Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, 1997)17. Para ambos Tequilas los azúcares de agave deben provenir sólo de Agave tequilana (agave azul). El agave azul es una planta de reproducción asexual y su ciclo (6 a 10 años) termina cuando florece. La inhibición de la floración o corte del “quiote” permite que el almacén de polisacáridos de la planta no se pierda y sea aprovechado para el tequila; a este índice de cosecha se le conoce como “cabeza” o “piña” y está formado por el tallo y base de las hojas. El sistema dominante es el de monocultivo bajo contrato en el que se limitan los intercultivos y la ganadería. Otros sistemas conexos son los de pequeños agricultores de autosubsistencia y medianos productores que mezclan ganadería de traspatio, maíz y ocasionalmente frijol. El agave es también una opción para los migrantes de las regiones sin riego (de temporal o secano) quienes invierten sus ahorrros en esta actividad agrícola: complementaria y poco exigente en cuidados. Los agaves tequileros 15

- Del agave tequilero no se extraen ni el aguamiel ni el pulque. Para ilustrar el crecimiento de la zona productora protegida por la DOT, la superficie del Estado de Jalisco es de 81 km2 17 Según la Norma Mexicana del Tequila (Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, 1997) 16

el Tequila puede ser: 1) Blanco sin añejar; 2) Joven u Oro susceptible a ser abocado o es una mezcla con añejos y reposados; 3) Reposado que es un producto susceptible de ser abocado y por lo menos dos meses en recipientes de madera de roble o encino y 4) Añejo que es susceptible de ser abocado y sujeto a un proceso de maduración de por lo menos un año en recipientes de madera de roble o encino.

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De las nueve variantes de agaves tequileros registrados a fines del siglo XIX (Pérez, 1887)18, han sido encontradas bajo cultivo solamente cinco (siguín, criollo, moraleño, chato y bermejo), gracias a que fueron plantadas por confusión por pequeños productores, en laderas de dificil acceso y lograron sobrevivir (Valenzuela, 2003). Desde 1986, productores e investigadores comenzaron la búsqueda de los agaves tequileros en la región de origen del Tequila. Gracias a pequeños lotes que los productores y algunas industrias destinaron para la sobrevivencia estos cultivares, el complejo de agaves tequileros fue recientemente descrito (Cuadro 24). Algunos de ellos parecen tener un uso preponderante en la producción de fibras duras como el “moraleño”, o de fibras blandas como el “bermejo”; y otros tienen porte distintivo de agaves para cocimiento (cabezas achatadas)como: el siguín, el chato y las variantes de azul. La homogeneidad genética del clon de la variedad azul de Agave tequilana fue una estrategia para la calidad del Tequila, mas hoy se acepta como una debilidad en las extensas áreas de monocultivo (Valenzuela y Nabhan, 2004). Las pérdidas (hasta en un 20%) por enfermedades en la década de los noventa, mermó el inventario de agave. La réplica de una misma variedad –la azul- en los campos tequileros, dificilmente resistió a las enfermedades causadas por hongos y bacterias (Valenzuela, 2003). La reinsersión de ciertos cultivares puede ahora ser gestionada ante los resultados de los estudios botánicos recientes, una similitud entre cultivares o varieddaes de agave azul permitirá además sentar las bases de las posibilidades de mejoramiento genético. Los diferentes tipos de Tequila según sus variantes y/o sus mezclas podrán abrir nuevas posibilidades de desarrollo de mercados. Los ajustes al “saber-hacer” del Tequila A finales de los noventa, a la caida del precio del agave le sobrevino una época de ausencia de inversiones en el cultivo. En plena fase de expansión tequilera, el precio del agave se elevó como nunca antes se habia reportado (2000-2003) por falta de agave maduro. La cifra récord de producción de Tequila de 1999 (190 millones de litros) no ha sido igualada y según la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (2003) de la capacidad industrial instalada se aprovecha el 59.7%19. La década de los noventa fue llamada “boom” tequilero, cuando el promedio anual de 121 mil litros producidos entre 1991 y 1994 se elevó a 604 mil litros anuales en 18

- Lázaro Pérez (1887) documentó el proceso agrícola e industrial del tequila durante una época de reconocimiento de la calidad y exportaciónn a fines del siglo XIX. 19

- Informe 2003 , consulta: agosto de 2004.

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promedio, de 1996 al año 2000. La producción de Tequila del último año fue de 140 millones de litros, de los cuales el 28% fue para el mercado nacional y el restante un aproximado de 101.6 millones de litros tuvo como destino al mercado de exportación, del cual un 70% fue enviado a granel (2003, CRT). (Fig. 26). El mercado del Tequila de exportación se ha mantenido en promedio en un 50% de su volumen producido, después de la crisis tequilera del 2000. El mercado local no se ha recuperado y en el 2003 el consumo disminuyó en un 26% con respecto al 2002 (CNT, 2004). Ante esta situación, se tuvieron diversas reacciones del sector tequilero para reducir sus costos de producción. Una de las estrategias que ciertos productores de tequila adoptaron fue la introducción de la hidrólisis ácida del agave (HA) en lugar del cocimiento tradicional. La HA consiste en la conversión de los polisacáridos del agave (almidón-inulina) en azúcares fermentescibles con un tratamiento químico. La HA favorece una mayor extracción de azúcares y disminuye las características organolépticas del Tequila 100% . En el pasado, en una de las crisis de agave se recurrió a la legalización del uso de otros azúcares (Gutierréz, 2001); estos ajustes y otros como la destilación en columna y recientemente la HA, no han propiciado una diferenciación entre productos, ni se han gestionado denominaciones diferentes que permitan su diferenciación, hasta ahora. Embotellado de origen El precio actual del agave ha descendido según el gremio tequilero de $ 4.00 a 6.00 pesos por kilo dependiendo de la madurez de la planta, a diferencia de los $15.00 que llegó a costar en el 2002 (Mural, 2004a). La respuesta del sector agavero ante la actual caída del precio del agave ha sido solicitar la modificación de la norma del Tequila y exigir el embotellado de origen para evitar posibles adulteraciones y asegurar el uso de mas agave. Las modificaciones a la norma tequilera aun se encuentran en discusión (Mural, 2004b). FICHA TÉCNICA TEQUILA. El proceso del tequila comienza con el cocimiento del agave a vapor en hornos de mampostería o en autoclaves. Del material cocido se obtienen los jugos dulces de color café (mostos), enviados directamente a la fermentación. Si el Tequila es 100% de agave, no es necesaria la mezcla o formulación con otros azúcares. Después de la fermentación, los mostos “muertos” pasan a una doble destilación en alambiques generalmente de acero inoxidable. Del destrozamiento (primera destilación) se recibe el Tequila ordinario, de la segunda destilación (rectificación) se obtiene el Tequila blanco. Entre 6 y 8 kilos de agave son utilizados para la

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preparación de 1 litro de tequila 100% de agave y en promedio una “cabeza” de agave tiene 30 kg. La cosecha de agave es manual y se realiza todo el año. La acidez, los ésteres, alcoholes superiores, aldehídos, el furfural, el metanol, los fosfatos, el pH, el extracto seco, los azúcares, las cenizas, el color se evaluan para dar cumplimiento a la calidad. El grado alcohólico puede variar según la normatividad entre 38 y 55 % en el producto terminado. Una propuesta a favor de la diversidad biológica y cultural para los mezcales En este marco complejo del Tequila, la Comisión Nacional de la Biodiversidad en México (CONABIO), estudia el inventario de mezcales y promueve nuevas opciones para las IGs mexicanas. Estudia iniciativas que tiendan a reconocer la importancia del ambiente, la biología y el patrimonio de paisaje. La inconsistencia del espacio geográfico Tequila no respalda su DO, así como la sustitución de sus azúcares (49%) y su exportación a granel; bajo esas condiciones “la patrimonialidad del Tequila, resulta vaga e inconsistente” (Luna, 2003). Sin embargo, el valle de Amatitán (región de origen del Tequila) cuenta con suficientes estudios para una definición inicial de su terroir. Existen resultados de investigación sobre su paisaje volcánico (Rossotti et al, 2002; Lewis Kenedi, et. al. en prensa); geomorfología (Curiel y Chamorro, s /f); clima (Ruiz-Corral, et. al., 2002); ecofisiología de A. tequilana (Nobel y Valenzuela, 1987 ) y el saber-hacer de agaveros y tequileros (Gutierrez, op.cit.; Luna, 1991; Murià, 1990; Valenzuela, 2003 y Valenzuela y Nabhan, 2004). La situación de la denominación de origen mezcal DOM20 corrió el riesgo con la imitación del Tequila: redujo el uso de la diversidad, el potencial de diferenciación por regiones y el reconocimiento de la vasta riqueza del patrimonio mezcalero (Larson et al. en preparación 2004). Por ejemplo, un caso similar a la NOM del Tequila lo ejemplifica la norma del mezcal NOM-070-SCFI-1994: en 5 estados de la república (Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Guerrero y Oaxaca) con una superficie al menos de un tercio del país sólo se permiten utilizar 5 especies de agave: Agave angustiofolia Haw, A. esperrima Jacobi, A. weberi Cela; A. potatorum Zucc y A. salmiana Otto ex Salm.

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- "Mezcal" es la bebida alcohólica obtenida por la destilación y rectificación de los mostos preparados con los azúcares extraídos del tallo y base de las hojas de los agaves mezcaleros especificados en la Norma Mexicana y sometidos previamente a fermentación alcohólica con levaduras permitiéndose adicionar hasta un 40% de otros azúcares en la preparación de dichos mostos, siempre y cuando no se eliminen los componentes que le dan las características a ese producto. Mezcal 100% agave es aquel que proviene de los mostos que única y exclusivamente contienen azúcares provenientes de los agaves que se indican en la Norma Mexicana, siendo joven, reposado o añejo, pudiendo ser abocado. , consulta: agosto de 2004.

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Otros destilados como el mezcal San Carlitos en Tamaulipas (Agave sp.), la Raicilla (A. hookeri) en Jalisco y el Bacanora de Sonora (A. pacifica) buscan su camino de protección de origen y diferenciación como marcas colectivas y denominaciónes de origen (Nuñez, 2001). La familia de los mezcales “eaux-de-vie de agave” en México, no sólo se restringe a los casos anteriormente mencionados. Los mezcales tienen numerosas expresiones en sabores, aromas e ingredientes a lo largo y ancho de la república mexicana, dados por sus ambientes, su diversidad biologica y cultural. La resistencia cultural de los mezcales microregionales está basada en su demanda regional: una amalgama de tradiciones, fiestas y cocina. Es en el ámbito local donde se da su promoción, y donde se puede observar el crecimiento de la participación democrática y la diversidad de sistemas alimentarios locales, su economía y ecología (Pimbert, 2002). Un ejemplo de esta tendencia es la marca colectiva “Mezcal Papalote del Chilapan” en el estado de Guerrero. La comunidad de origen nahua ha integrado la cadena productiva a partir de 1990, desde la producción del maguey (A. cupreata) hasta la autoregulación de calidad y envasado de origen (Illsley y Tlacotempa, 2004). Resultados y discusión de la comparación (Cuadros 21 y 22) Los Sistemas de IGs Si bien, el análisis de la situación de las IGs para el desarrollo de sistemas nacionales y en la negociación para el reconocimiento de otros productos (agrícolas y alimentos) requiere de estudios regionales (Croze 2003; Rangnekar 2003), es importante señalar primero la diferencia entre las IGs. Dado que cada país ha desarrollado una manera de proteger sus IGs, la reciente terminología de la OMC parece homogeneizar el campo de las DOs. Si bien las DOs mexicanas estuvieron cerca de la filosofia europea en su inicio, hasta ahora sus lineamientos normativos carecen de instrumentos para certificar los productos diferenciados por especies de agave o por sus variedades; asi como por sus regiones y saberes tradicionales y/o tecnificados. Por lo cual difieren notablemente de las DOs europeas. En otras palabras, no hay una definición del terroir y sus productos. Como consecuencia, ha prevalecido una baja diferenciación de los mezcales y Tequilas en una amplia zona geográfica, sin una referencia a las características biológicas y ambientales específicas de su origen. Las Denominaciones de Origen Tequila DOT y Mezcal se han ampliado, mas no se han diferenciado. La comparativa entre la DOT y la AOC Calvados nos presenta dos modelos de baja y alta diferenciación de productos. Calvados y Tequila son tradiciones antiguas de los siglos XVI y XVII respectivamente, de países acordantes del Tratado de Lisboa, pero con concepciones distintas sobre las

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IGs, de modo que las DO mexicanas no corresponden a las AOC francesas o a las AOP europeas. Sin embargo, las recientes propuestas de la diferenciación de los mezcales apoyadas desde el ámbito de la conservación biológica en México, permiten nuevos modelos que ponen atención en la diversidad vegetal, ambiental y en los saberes tradicionales para el desarrollo local con mezcales envasados de origen. Desarrollo local Similar a las contrastantes diferencias entre la superficie protegida por la DOT y la AOC Calvados, son de igual manera sus volúmenes de producción. Un aspecto relevante de las AOC francesas es que favorecen el desarrollo local como las IG europeas, pues exigen la producción de insumos en la región de origen. Los límites a la producción agrícola y la definición de la calidad de las cosechas, sugiere una tendencia a la estabilidad de los rendimientos. Una institución gubernamental realiza la función de certificar la calidad en el caso de las GIs francesas (INAO), lo cual le confiere un caracter especial para las sanciones, negociaciones y promoción. En el caso de la Comunidad Europea y su declaración del reglamento en defensa de las IGs es explícita la importancia del desarrollo local. La tendencia a la inestabilidad de precios de agave que ha generado la DOT requiere ser examinada bajo la óptica de una política acorde al desarrollo regional. El monocultivo de agave azul en una extensa zona geográfica que incluye a 5 estados de la república mexicana, acentua la vulnerabilidad económica y ecológica. Procesos, productos y mercado Productores y sus sistemas Los sistemas como el pré-verger en Calvados o la agricultura diversificada del agavero (maíz-frijol-agave-semipastoreo) en Tequila; son respectivamente frágiles en la situación actual por que van afrontar una presión de competencia (los cidrícolas intensivos) o una caída abrupta de precio (agave: 2004-2007). El modelo del libre comercio agrícola y la modificación de procesos industriales para lograr una mayor eficiencia, son factores que interactuan y que presionan los sistemas agrícolas diversificados. Los grandes transformadores prefieren la especialización de la producción agrícola a gran escala. El resultado es el desarrollo al paralelo de empresas agrícolas subsidiarias o las agroasociaciones de agricultura por contrato. Los pequeños agricultores dificilmente pueden competir bajo estos esquemas de explotación. Sin embargo, las cosas están a punto de cambiar, dado que la gestión sobre la sobrevivencia de sistemas diversificados es importante para el desarrollo regional. Procesos de transformacion

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Para los dos casos de estudio se han presentado retos en cuanto a la defensa de sus intereses por las modificaciones de los procesos de transformación. Sin duda, los transformadores desean crecer y bajar los costos del proceso. Para afrontar las modificaciones en el proceso de la sidra, los originales productores de sidra, defendieron su propia AOC , argumentaron la calidad de su experiencia y gestionaron la sobrevivencia de su producto tradicional. Hasta ahora los agaveros no reparado en el cambio del patrón de la demanda de agave, que resulta del proceso de hidrólisis ácida del agave en lugar del cocimiento convencional. De la misma manera, no se ha conducido a la diferenciación entre los Tequilas de destilación continua y los de alambiques convencionales. Mas allá de los procesos, en la misma mezcla de azúcares, no valdria la pena dos denominaciones y no solamente una tipologia? ¿Cómo promover una coexistencia sana y justa entre una gama de pequeños, medianos y grandes productores? El Calvados y el Tequila vienen de un descenso en su producción y la presión sobre las pequeñas unidades de producción que pondrá en riesgo su sobrevivencia. ¿Cuáles estrategias favorecerían la sobrevivencia de los sistemas tradicionales reconociendo las diversas funciones que estos desempeñan? ¿La agricultura de contrato de sistemas intensivos será la única fórmula para asegurarse como proveedor de estas dos industrias? En el caso de Calvados desde la diversidad y el saber-hacer se han gestionado nuevas AOC en las que el mercado esta dispuesto a pagar un poco mas. En el caso de los mezcales y el tequila, pueden también innovarse los productos para los diferentes segmentos de mercado. México podría definir en su doctrina de IGs, una nueva visión en donde se pueda replantear la protección comercial, el desarrollo local y aprovechar el patrimonio cultural, ambiental y biológico. Manejo y Biodiversidad Sistemas diversificados Los árboles cidrícolas y los agaves tienen en común un largo ciclo de cultivo y una reproducción vegetativa (asexual). Desde la perspectiva ecológica los cultivos perennes o multianuales propician una cobertura vegetal (sombra), disminuyen la erosión, favorecen la infiltración y el abastecimiento de mantos freáticos. Ambos cultivos permiten actividades complementarias como la producción de pasto, de cultivos intercalados y de pastoreo. Debido a la perennidad de los frutales, estos se ubican como elementos del paisaje por un largo periodo (50 años y mas en el peronero). De sus plantas en crecimiento, los agricultores obtienen material vegetativo para nuevas plantaciones. La propagación asexual en el proceso de domesticación de las especies disminuye las ventajas de reproducción sexual, lo 331

cual debe ser tomado en cuenta a favor y en contra de los procesos de producción y de sobrevivencia de las variedades. La multifuncionalidad de los sistemas de agave y pré-vergers de los pequeños productores puede entonces ser reconocida en ambos casos. Sistemas intensivos Por otra parte, los sistemas de plantaciones homogéneas como los de bajo porte y de monocultivo de agave, son planificadas para generar una economía de escala donde los costos de producción disminuyan. Su función es incrementar el rendimiento de azúcares a fermentar a un menor costo de producción y/o a corto plazo, tendencia que se observa deseable en los dos casos. La presión de selección de variedades y/o de características genéticas queda entonces reducida a un término productivista en estos sistemas. Sin duda, en el proceso de selección, algunas variedades salen del cultivo sin ser bien evaluadas. Este fue el caso de los agaves tequileros, discriminados sin ser evaluados formalmente y prohibidos bajo la exigencia de una norma oficial, sin fundamentar su exclusión. Por lo que su conservación preliminar ha requerido de una búsqueda, cultivo y estudio de sus características botánicas de 1986 a 2003. La biodiversidad desde la perspectiva de la competencia agroindustrial parece estorbar, más que representar una fuente de genes útiles a largo o mediano plazo. La erosión genética Los diversos cambios de la Norma Oficial Mexicana demuestran el dinamismo de los actores de la Denominación de Origen del Tequila, pues se han incluido una serie de controles (sanitarios, de calidad ISO, fiscales) con respecto a los procesos industriales. Mas, la implicación de la pérdida de variedades es un asunto pendiente. Valdría la pena ejemplificar que en la erosión de suelos, la capa fértil removida se deposita en otro espacio por el efecto de escorrentías, de aire, de nieve, etc. En el caso de la erosión genética, ¿A donde van las variedades indeseables? Esas que removidas de un sistema agropecuario y no podran reproducirse de manera sexual. Estas dejan de plantarse y por tanto desaparecen? Las variedades de reproducción asexual son el resultado de un proceso largo e histórico de domesticación, que han implicado a generaciones completas, mientras que su desaparición puede ser relativamente rapida. ¿Quién debe resguardar el patrimonio genético de una Denominación de Origen? Una manera de comenzar su resguardo es citar en los propios articulos del decreto de las DOs su diversidad y una estrategia de salvaguarda, como recientemente ocurre en el caso del Calvados. 332

Dentro de la elaboración de estrategias de conservación de la biodiversidad tendría que discutirse la pertinencia de mantener en los mismos sistemas productivos estos materiales genéticos. Si se asegura su sobrevivencia lo conveniente es reforzar su estudio. Los sistemas tradicionales favorecen los espacios de salvaguarda (conservación in situ) de materiales genéticos donde la gestión de agricultores, transformadores e investigadores mantengan este patrimonio vivo. Funcionalidad Los pré-vergers no han cesado de tener presiones que favorecen su desaparición sobre todo por las políticas agrícolas que han favorecido otros sistemas agropecuarios. El sistema diversificado del pré-verger puede ser reevaluado desde una perspectiva multi funcional entre sistemas de productos AOC de quesos y lecheros como el Camembert de Normandia, el Livarot, la mantequilla y la crema d’Isigny y las AOC cidrícolas; por su importancia como ícono del paisaje; como eslabón de la producción lechera y por su tipicidad misma por las caraterísticas de sus variedades de alto-porte.

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4. 5.

6.

CONCLUSIONES Los estudios sobre sustentabilidad, desarrollo local, funcionalidad de la agricultura y conservación biológica deben tomar en cuenta la diferencia entre las Denominaciones de Origen (AO: Apellation d’Origine) y las actuales Indicaciones Geográficas sensu la OMC que no aseguran una fuerte relación con los factores ambientales. El concepto del terroir resulta un mecanismo antiguo y vigente en la actualidad, en términos de calidad y ambiente. Las AOPs (Denominaciones de Origen Protegidas) pueden favorecer el desarrollo local por su fuerte unión al origen y por consecuencia promover funciones extra a favor del ambiente y la diversidad. Cada país opta libremente de desarrollar su doctrina propia de Indicaciones Geograficas así como el objetivo por el cual éstas fueron creadas. Aún cuando una Indicación Geográfica tenga una fuerte relación con el origen, eso no basta para asegurar su agrobiodiversidad. La investigación etnológica, etnobotánica y el reconocimiento de la agrobiodiversidad como un factor de producción podrá facilitar una gestión a favor de ésta. Se requieren estudios de caso con una clara identificación del sistema de Indicación Geográfica y por tanto, de sus parámetros tendientes a la sustentabilidad, entre ellos: la conservación de la biodiversidad. 333

7. Parece que la sustentabilidad en los acuerdos de comercio se ha convertido en letra muerta, las acciones de salvaguardar especies in situ, la conservación del paisaje y del desarrollo local resultan actividades “proteccionistas” que perjudican el libre mercado. AGRADECIMIENTOS Agradecemos formalmente la información de los Sres. Thierry Fabian (INAOCaen) y Jean-François Drilleau (Station de recherches cidricoles-Rennes). Nuestra gratitud por la revisión exhaustiva del texto a los Dres. Lydia Rodríguez (Universidad de Guadalajara), Lourdes Rico (Kew Botanical Gardens) y Noé Piedad-Sánchez (Université Henri Poincaré-Nancy). Hacemos una mención especial a Martin Devos y a Patricia Bol- Résendiz por sus comentarios a las traduciones en francés y español respectivamente. LITERATURA CITADA Addor F., Grazioli A., 2002. “Geographical Indications beyond wines and spirits. A roadmap for a better protection for Geographical Indications in the WTO/TRIPS Agreement.” En : The Journal of world intellectuel property, vol.5, N°6, pp. 865-897. Bérard L. y Marchenay Ph. 2004. Les produits de terroir, entre cultures et règlements. Paris, CNRS Editions. 229 p. Boré J.-M. et Fleckinger J., 1997 - Pommiers à cidre. Variétés de France. Paris, INRA éditions, 771 p. Boy L. 2002. "Propriété intellectuelle: l’agriculture en première ligne avec l’accord ADPIC ». En : Economie et Strategies Agricoles. Nouveaux enjeux pour l’Agriculture. Paris. Demeter, pp. 83-84 Brunet P., 1999. « Les AOC normandes et leur évolution récente. En : Manneville (dir.), Manger et boire en Normandie, Caen, Musée de Normandie, pp.19-36. Cámara Nacional de la Industria del Tequila (CNIT), 2004. Informe de la Cámara Nacional de la Industria del Tequila sobre su comportamiento durante el año 2003, , consulta: agosto de 2004. Croze D., 2003. Elementos para la organización de las indicaciones geográficas. OMPI ORIGIN Segunda reunión- Una valoración de Cancún y el cambio a seguir» Alicante, España, 27-28 nov. de 2003. , consulta: agosto de 2004. Curiel B., A. y Chamorro O., P. sin fecha. Jalisciencia: Volcanes y Tequila. Descubra su intima relacion. Programa ACUDE Universidad de Guadalajara , consulta 27 de agosto 2004 334

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337

Cuadro 22. Bebidas espirituosas europeas reconocidas en México con una protección de Denominación de Origen. (Elaborada a partir de Secretaría de Economía, 2004). Tipo No. % Aguardientes (vino, orujo de uva, fruta, sidra y pera y genciana) 131 62 B. espirituosas (cereales, fruta, enebro, alcaravea, anis, amargas) 35 16 Vodka, Brandy, Ron y Whisky (ey) 32 15 Licores 15 7 Total 213 100

338

Cuadro 23. Equivalencias entre las Denominaciones de Origen (Appellation d’Origine) y las Indicaciones Geográficas. (Basado en Boy, 2002) Enlace Signo Nombre y Uso Doble

Fuerte

Simple

AOC Appellation d’Origine Contrôlée (francesa) AOP Appellation d’Origine Protégée (Comunidad Europea) Débil IGP Europea)

Sin enlace

Signo

IG o GI de la OMC (Geographical Indication) Indication Géographique Protégée (Comunidad

Genérico

339

Cuadro 24. Complejo de agaves tequileros (Valenzuela y Nabhan, 2004). Nombres comunes

Propuesta taxonómica

Características

Azul, mezcal azul, Agave angustifolia ssp. tequilana Altas concentraciones de mezcal de Tequila, cultivar azul azúcares, fibras blandas, chino azul, azulillo, prolífico en rizomas y agave tequilero ciclo medio de cultivo Azul listado

Agave angustifolia ssp. tequilana Ornamentales por el cultivar variegata contraste de sus bandas amarillas

Siguín, sihuin, Agave angustifolia ssp. tequilana Buena concentración de criollo siguín cultivar siguín azúcares, fibras blandas, ciclo corto de cultivo Pata de mula, pie de Agave angustifolia ssp. Agave pequeño y poco mula rubescens cultivar pes-mulae prolífico en rizomas Moraleño, pico de Agave gorrión gentry Bermejo, bermejo

angustifolia

chino Agave vivipara (¿?)

Chato, sahuayo

Agave subtilis

americana

Zopilote

Agave angustifolia zopilote

cultivar Bajo en azúcares y con fibras duras Agave ciclo largo con potencial alto de fibras cultivar Ciclo largo y fibras duras cultivar Lento crecimiento

340

Cuadro 25. Comparativa de las IGs según sus regiones, producción y verificación Calvados Tequila Regiones AOC Calvados 1984, rev. 1997 Denominación de Origen Tequila específicas AOC Calvados Pays d’Auge 1976; DOT con ampliaciones. diferenciadas 1984, rev. 1997. Calvados Domfrontais 1997. Producción 250 -400 000 tons de manzanas Oficialmente hay una sobreoferta anual de materia de sidra 21 por un inventario de 203’374,970 prima El 50% está destinada a la de plantas (CRT inventario 1997). producción familiar de cidra de La producción es sólo para autoconsumo. tequila. 22 Demanda anual 230 000 ton de frutas 423 300 ton promedio anual de los estimada últimos tres años 2001-03. Tendencia de la Descenso y lenta recuperación Descenso y lenta recuperación producción 19902004 Diferenciación Si. “Prodution fermière” es Existe la NOM que es el registro del producto embotellado en la unidad de de una sóla fábrica de tequila, hecho por un producción agrícola mas no del agricultor. mismo agricultor ¿Existe la No El tequila 100% se envasa de exportación a origen. El tequila en general granel? puede exportarse a granel. Institución Gubernamental: Instituto Organización no gubernamental: verificadora Nacional de las Consejo Regulador del Tequila, A. Denominaciones de Origen C. (CRT) (INAO).

21

- http://www.cra-normandie.fr/agriscopie/cidrico.htm

22

- http://www.cra-normandie.fr/agriscopie/cidrico.htm

341

Cuadro 26. Biología de los cultivos para el Calvados y el Tequila Calvados Tequila Familia, especie(s) y Rosaceae Malus domestica Agavaceae variedades (manzana) Borkh y Pyrus Agave tequilana Weber. communis L. (pera) Variedad Azul 177 variedades reconocidas en Otros agaves tequileros: siguín, una lista “oficial” criollo, moraleño, chato y bermejo. Reproducción Asexual por injerto Asexual por rizomas Ciclo de cultivo y de Madurez para producir: Ciclo de cultivo y de vida : 6-10 vida manzano de cidra 10 y Peral años. 15 años Ciclo de vida: manzano de cidra 50 años, peral 100 o mas. Normas de cultivo Huertas identificadas, respetar Deben contar con un registro modos de plantación, de ante el CRT. conduccion, de manejo y de límites cosecha.

342

A Normandie, Francia 76

Région Haute-Normandie

50

60

14

Région Basse-Normandie

27

61 53

72

Région Pays de la Loire

Communes retenues en totalité Commune retenue en partie

B Région Haute-Normandie 14

27

Région Basse-Normandie 61

C 50

Région Basse-Normandie 61

53 Région Pays de la Loire

Figura 23. Areas de producción del Calvados en Normandie: A : Calvados ; B: Calvados Pays d’Auge; C : Calvados Domfrontais. (documento INAO)

Figura 24. Zona protegida por la Denominación de Origen Tequila: Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Tamaulipas (Fuente: CRT)

343

h

l 3500 3000 2500 2000 1500 1000 5000 0

Mercado Exportación

8990919293949596979899000102

Figura 25. Comercialización y producción de Calvados 1989-2002. 1 hl: 100 litros (Fuente: Cra-normandie)

344

190,6

200 156,5 150 100 50

134,7 104,3105,3 113,5 88,7

15,6

29,4

43

169,8

111,8 58

181,6 156,5

146,6 120,1

129,1

141 112

140,3 104,3

61,5 25,1

26,5

29

36

0

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Tequila 100% de agave Tequila Total Figura 26. Producción de Tequila y Tequila 100% (Volúmenes expresados a 40% Alc. Vol. millones de litros) de 1995 al 2003 (Fuente: CRT)

345

SOCIOECONOMIC AND ECOLOGICAL FORCES DRIVING THE EXPANSION OF AGAVE CULTIVATION IN SOUTHERN JALISCO MEXICO

SARAH BOWEN PETER R.W. GERRITSEN

Driving along the twisting highway that connects Guadalajara to the Pacific coast town of Melaque, it is hard not to notice the striking “blueness” of the landscape. As recently as ten years ago, these same fields were covered in corn. The Sierra de Manantlán biosphere reserve, home to "teocinte" (Zea diploperennis), a wild relative of corn, and thought to be corn’s primary center of biodiversity, is located just a few hours north. However, in recent years, blue agave (Agave tequilana Weber), which is primarily used to make tequila, has taken over as the dominant land-use in these valleys. Although the blue agave plant looks like a cactus, it is actually more closely related to the lily or the amaryllis. Tequila is made from distilled sap from the heart (or “piña,” because of its resemblance to a very large pineapple) of the agave plant. Blue agave is a crop with the potential to yield very high profits; stories exchanged among neighbors and at the market tell of farmers who harvested a few acres of agave and became rich almost overnight. However, because it takes seven to ten years to mature, and because the market price varies dramatically, agave cultivation also carries substantial risks. For these reasons, the blue agave is often not grown directly by the smallholders in the region; instead, many smallholders lease their land to contracting firms, who supply the technology, labor, and management decisions needed to cultivate agave. The methods used by the independent contractors are chemical-intensive, and agave is often cultivated on steep slopes which were previously thought to be unsuitable for cropping. In addition, control over land is being transferred from the ejidatarios to the independent contractors. Furthermore, some smallholders wonder about the utility of using all of their land to grow agave, which is used to make liquor,

346

when so many people in Mexico are hungry. Therefore, although the expansion of blue agave is a potentially viable economic strategy for farmers in this area, serious concerns have been raised about the ecological and agronomic sustainability of this system, as well as the broader social and economic implications of this land-use change. In this study, we investigated the socioeconomic forces that are driving the expansion of agave cultivation in southern Jalisco, Mexico. The story that we tell about the agave farmers in this area weaves together a number of elements: the transformation of global agricultural production, the difficulty of earning of livelihood in a depressed area that is unsuitable for most types of agricultural production, and the increasing prevalence of contract arrangements. Globalization, contract farming, and the Mexican countryside We examine the way in which the globalization of agricultural production and the increased involvement of transnational corporations in agricultural commodity chains affect the lives and income-generating strategies of small Mexican farmers. Before describing our particular case, here present some theoretical reflections on the impact of globalization on the Mexican countryside and the specific role played by the expansion of contract farming arrangemetns. The negative effects of globalization on the Mexican countryside have been well documented. Globalization has had important impacts on various aspects of rural life and production, including rural producers' quality of life, their identity, the use and maintenance of traditional practices and agricultural knowledge, and natural resource management (Cortez, et al. 1994; Schwentesius, et al. 2003; Esteva and Marelle 2003). Gerritsen (2006) summarizes some of these negative effects of globalization as including: increased attention to export agriculture and contract farming, at the expense of subsistence farming and the use of traditional methods; increased degradation of natural resources; disarticulation of peasant economies from larger national and international economies; rural-urban migration (to urban centers within Mexico as well as to the United States); displacement of traditional cultivars by hybrid and genetically-modified varieties; loss of traditional and popular identity and culture. The negative effects of globalization can be witnessed throughout the entire Mexican countryside; however, significant differences can be observed between regions, between rural communities, and even between farm families within these rural communities (Warman 2001). These differences are attributed in large part to the differential responses that farmers have developed in response to the changing conditions in their localitiy, i.e. the local (socioeconomic, ecological and institutional) conditions of production (Van der Ploeg 1992). Differential responses in the local space indicate that farmers react differently to the various forces that drive land-use changes. Furthermore, these driving forces originate not only 347

within the locality itself (the so-called local or endogenous factors), or from outside (the so-called external or exogenous factors). Often, a combination of endogenous and exogenous factors impacts on land-use, although specific configurations vary amongst farmers (Bowen 2004). One effect of globalization on the rural sector has been the increased use of contract arrangements to integrate farmers into agro-industrial sectors (Raynolds 2000). Contract arrangements have been promoted as “dynamic partnerships” between small farmers and capital, partnerships that redistribute the risks of producing crops in volatile markets, and because they help to provide resourcepoor growers with the capital-intensive inputs necessary for “efficient” production (Williams and Karen 1985; Eaton and Shepherd 2001; USAID 1994). On the other hand, work in sociology has elaborated the way in which contract arrangements function to increase power inequalities between smallholders and large corporations. Clapp (1994) states that although contract farming is promoted as preserving farmers’ autonomy, under contract arrangements, farmers are forced to surrender direct control over the inputs, product, and labor process. Watts (1994) states that contract arrangements are a tool used by industrial capital to appropriate the agricultural production process. First, by allowing capitalist firms to locate sources of accumulation without engaging in direct agricultural production, contract arrangements transfer the risks of production to small producers while at the same time controlling the production process (Ibid.). Second, by stipulating the specific technologies or inputs that the farmer must use, the contract is a legal and institutional means of promoting and ensuring further processes of appropriation (Ibid.). Looking at the case of southern Jalisco, contract farming can be considered to be one of the exogenous factors that has reshaped local farming practices. However, it is important to note that the introduction of contract arrangements into this area has not had a uniform effect on farmers' livelihoods and practices. Instead, farmers have responded to these new farming arrangements in different ways, according to socioeconomic and ecological driving forces that vary with each rural household. In other words, it is a combination of local (endogenous) and external (exogenous) factors that have led to the current diversity in local farming practices In this chapter, we describe these forces by examining changing production relations in the Mexican agave productive chain to explore the way in which large industrial firms have appropriated the agricultural production process by extending their control over land management, and indirectly, over small farmers. We specifically analyze the factors that have led some peasant producers to participate in these contract arrangements, while allowing other producers to continue farming independently. We look at the ways in which farmers are responding to the constraints imposed by the tequila industrialists, and the 348

strategies that they are using to reshape production relations and increase their power vis-à-vis these firms. The case study: Blue agave production in Mexico Southern Jalisco has experienced an incredibly rapid expansion in production of blue agave and the implementation of new production arrangements in recent years. The increased cultivation of blue agave in this area was prompted by specific events (e.g., the devastating agave shortage of the late 1990s), but is also embedded in the long-standing historical relations between agave producers and tequila industrialists and structured by the biophysical characteristics of the agave plant. Therefore, before exploring the specific events that led to the implementation of new production arrangements, in southern Jalisco, it is necessary to have a general understanding of the history and structure of the tequila industry. Blue agave takes six to ten years to mature after being planted, which complicates supply and demand patterns. Production tends to follow cycles of abundance and shortage due to several reasons: the long cultivation cycle of agave, bad relationships between tequila industrialists and peasant producers, and tequila industrialists’ lack of planning and vision (González 2002). It is estimated that “agave liquor” was first distilled in the mid-1500s (Limón 2000), and the first documented reference to the production of “mescal wine” (essentially what is modern-day tequila) in Jalisco dates from 1621 (María Murià 1996). The largest and most powerful tequila companies (Cuervo, Sauza, Herradura) were established by large hacienda owners in the 18th and 19th centuries (Limón 2000). Before the land reform that took place in Jalisco during the 1920s, the tequila companies produced their own agave (Luna 1991). However, after the land redistribution, the tequila companies became dependent on ejidatarios for the supply of agave (Ibid.). The economic decline that accompanied the redistribution of land into ejidos nearly ended agave cultivation (Ibid.). Between 1900 and 1940, cultivation of agave decreased by 74 million agave plants, to only 4 million plants in 1940 (Ibid.). After the land distribution (up until the 1940s), many of the new ejidatarios chose to plant basic grains (e.g., corn) instead of agave, either because they had no experience with agave, or because of the long waiting period between planting and harvest (Torres 1998). In response to the agave shortage, tequila companies began looking for ways to establish connections with the ejidatarios or to exert control over them (Ibid.). Agave is often more profitable than basic crops such as corn, but in order to begin producing agave, the ejidatarios needed financial support to subsist during the period between planting and harvest, as well as credit to cover the costs of planting and maintaining the agave (Torres 1998). The ejidatarios’ need for credit 349

and production inputs led to various types of contractual agreements between the tequila companies and the agave producers. Often, the tequila companies would provide the hijuelos, or vegetative shoots, and the producer would be responsible for planting and maintaining them (Ibid.). Profits were shared between the peasant producer and the industrialist and the tequila company (Ibid.). Some producers elected to grow agave themselves instead of relying on a contract arrangement, but found they could not sell their product directly to the tequila industrialists. Instead, the tequila industry developed a network of middlemen, known as “coyotes,” who would buy the agave directly and sell it to the tequila industrialists for a fixed price. The history of the tequila industry has been characterized by cycles of abundance and shortage of agave, as well as by tension and conflict between the agave growers and the tequila companies. In mid-1999, after the abundance cycle of the mid-1990s (in which agave prices were so low that some producers chose to let their agave rot in the fields), the agave industry experienced its most devastating shortage to date. Due to a fungal infection that struck in the mid-1990s and an early winter frost in 1997, as well as to the cycles of surplus and shortage that normally accompany agave production, from 1997 to 2000, the blue agave population in Jalisco decreased by 50.7% (González 2002). The shortage was exacerbated by skyrocketing demand for tequila, caused by the increased popularity of tequila in domestic and international markets (particularly in the US and Europe) and strengthened by the ratification (by the United States and Canada in 1993 with NAFTA, and by the European Union in 1997) of the 1974 Mexican “denomination of origin” standard. The “denomination of origin” states that in order for a product to be marketed as “tequila,” it must be made from at least that least 51% Weber blue agave grown in the states of Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Tamualipas, and Jalisco23. The 1997 endorsement of the standard by the European Union gave it international standing and shifted all of the responsibility for production of blue agave to Mexico, and in particular, to the state of Jalisco, where the vast majority of blue agave is produced. The drastic shortage of agave of the late 1990s prompted several changes which have had important effects on smallholders in Jalisco. First, agave production expanded into new areas, such as southern Jalisco, where this study takes place. In the last ten years, southern Jalisco has emerged as a growing center of agave cultivation, although production is still greater in the areas surrounding Tequila and Los Altos, where tequila production originated. Macías Macías (2001) states that although as recently as 1996, the vast majority of agave production was concentrated in Tequila and Los Altos, in recent years, farmers are planting blue 23

All of the state of Jalisco is included in the “denomination of origin” standard; however, only parts of Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Tamaulipas.

350

agave on land traditionally used to cultivate maize, sugar cane, and other basic grains. In the four southernmost regions of Jalisco24, land cultivated with agave increased from 760 hectares (1.2% of total agave production in the state) in 1995 to 13,903 hectares (13.4% of total agave production in the state) in 2004 (SAGARPA 2005). Much of the land put into agave cultivation was formerly used to grow basic grain crops such as maize. In one municipality (Tonaya) in southern Jalisco, between 1994 and 2002, as the cultivation of agave increased, the cultivation of maize dropped by 52% (Martínez Rivera et al. 2003). Related to this shift, of course, is the fact that under the North American Free Trade Act (NAFTA), Mexico opened up its markets to imports from the United States, including corn. Agricultural subsidies declined by more than 1/3 between 1994 (the year that NAFTA took effect) and 2002 (Wise 2004), and real corn prices in Mexico have fallen more than 70 percent during the same time period (Oxfam 2003). “Nontraditional” crops such as agave seem an increasingly appealing option for the small farmers who are struggling with the neoliberal reforms that have been made in the agricultural sector. Second, besides expanding geographically the areas in which agave is produced, the largest tequila companies have also expanded their control vis-à-vis small farmers by developing new contract arrangements that are known as “reverse leasing” arrangements. While leasing their land to the contractors, smallholders do not have access to their land or make any of the decisions related to the management of their land. Under the reverse leasing arrangements, smallholders rent their parcels to contracting companies who bring in capital, machinery, labor, and other inputs needed for the production of agave. The contracting companies are affiliated or directly owned by the major tequila companies (González 2003). While leasing their land to the contractors, the smallholders do not have access to their land or make any of the decisions related to the management of their land. Smallholders are paid an annual rent for the use of the land, and in addition, may receive a percentage (from 1% to 5%) of the final harvest at the end of the contract (Zamora and Flores 2003). The typical contract lasts six to nine years, the length of the cultivation cycle of agave (Ibid.). The contracts are structured so that they disproportionately benefit the independent contractors, not the farmers. The terms of contracts have also changed, so that farmers now earn less with respect to the intermediaries than they did when the contracts were first implemented in the mid 1990s (Martínez Rivera et al. 2003). The key aspect of reverse leasing arrangements is that the contracting firm, and not the landowner, takes control of all management decisions and provides all of the 24

Twelve political-administrative regions were established by the Jalisco state government as part of the federal decentralization processes that took place in the early 1980s.

351

labor during the period of the contract. González (2002) argues that because reverse leasing arrangements exclude smallholders from the productive process, they have very little positive impact on farmer incomes and fail to stimulate agricultural productivity. Yet these arrangements are becoming an increasingly prevalent means by which the tequila companies source their agave. In a study of all of the different production alliances (or contract arrangements) established between tequila industrialists and agave farmers, González (2002) found that reverse leasing arrangements were the most common. According to him, 56.7% of all production alliances in the state of Jalisco, and 87.1% of production alliances in southern Jalisco (where this study took place), were reverse leasing arrangements. Reverse leasing arrangements exacerbate the power imbalances between the local farmers and the tequila companies, allowing the tequila companies to become less reliant on small agave producers and more self-sufficient in their supply of agave. Furthermore, by transferring the management of the land and the production process from landowners to tequila companies, reverse leasing arrangements potentially allow firms to externalize environmental costs and to adopt unsustainable management techniques (e.g., intensive application of agrochemicals). METHODOLOGY Field research, consisting basically of semi-structured interviews and a survey, was conducted between March and June 2004 in southern Jalisco, in the Ayuquila river basin. This watershed is characterized by highly complex environmental conditions, which has resulted in a high degree of biodiversity. The region’s socioeconomic and political conditions are similarly complex and diverse. Agriculture is an important economic activity this area. Smallholders in the region cultivate maize, sugarcane, sorghum, chili peppers, tomatoes, and more recently, agave, as well as breed cattle (Gerritsen et al. 2005). The data used in this study was collected in two localities (El Puerto and Cerro Verde) in the municipality of Autlán de Navarro, Jalisco 25. According to our analysis of statistical data from the Center for Rural Development (CADER, according to its Spanish abbreviation), part of the Mexican Ministry of Agriculture, Livestock, Rural Development, Fisheries and Nutrition (SAGARPA), the production of blue agave is growing more rapidly in Autlán than in any of the other municipalities in the area (Bowen et al. 2004), even though farmers in Autlán have not had a historic tradition of cultivating agave. The expansion of agave cultivation has taken place only in the past ten years. However, production of agave has grown dramatically in Autlán: from 27 hectares in 1995 to 2,146 hectares in 2004 (SAGARPA 2005). 25

The names of the localities have been changed to protect the identity of the respondents.

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The samples for both the semi-structured interviews and the survey were drawn from a population list of all of the agave producers in the two communities. The total population list was comprised of 82 people, 51 from El Puerto and 31 from Cerro Verde. Semi-structured interviews were conducted with approximately 30% of the population of agave producers (a total of 25 producers). Respondents were purposively selected in order to ensure variation along a number of important dimensions, including gender, age, land tenure regime, availability of additional sources of income, production classification (whether or not they were leasing their land to the independent contractors or cultivating agave themselves), and hectares of agave cultivated or rented. Respondents were asked questions about basic farm and family characteristics, what factors had driven producers to cultivate agave or lease their land, and the socioeconomic and environmental consequences of the expansion of agave cultivation in the area. Interviews were taped and transcribed into NVivo, a text-based management software program. In identifying the most important themes that emerged from the interviews, we used a combination of open and closed coding schemes, starting with codes that had been developed from theory but also allowing themes to surface during the analytical process. In addition to the semi-structured interviews, we conducted a survey. Out of the total population of 82 producers, 45 names were selected. The response rate was 82%. The survey included questions about farm characteristics, why producers had decided to cultivate agave or rent out their land, and the socioeconomic and environmental implications of the land-use change. Because survey respondents were randomly selected (which was not the case for the semistructured interviews), survey data can be used to provide a more generalizable and nuanced picture of the households in the area. Table 27 contains the key demographic data obtained from the survey. The mean age of the survey respondents was found to be 57, and the average respondent had 5.7 years of education. The average household contained 5 persons and had total landholdings of 7.8 hectares. The average amount of land with agave (either cultivated independently or rented to an independent contractor) was 5.4 hectares.

RESULTS Using survey data, we were able to obtain descriptive data that can be considered to be representative of the population in El Puerto and Cerro Verde. The vast majority of respondents (89.2%) were ejidatarios. In terms of agave production, 21 (56.8%) were renting out all of their agave land, 12 (32.4%) were growing all of their agave themselves, and four (10.8%) were both leasing some land for agave 353

cultivation and growing some agave themselves. Therefore, although the majority of producers in the region lease their land to the contractors, there is also a significant proportion of producers who are cultivating agave by themselves on at least a portion of their land. The group of producers who were both renting out their land to the independent contractors and growing some agave independently comprises a small but important group. Often, producers who had initially decided to lease all of their land to the independent contractors would decide to cultivate agave on a small portion of their land (i.e., one or two hectares) once the first contract had expired. We used in-depth, semi-structured interviews, as well as survey data, to explore the forces driving the expansion of agave in southern Jalisco, focusing in particular on the ways that farmers have come to participate in reverse leasing arrangements instead of cultivating agave independently. We look at the complex array of factors that lead smallholders to participate in these arrangements and understand their divisions resulting from a combination of complex and interacting causes. Biophysical factors The most frequently-mentioned factor driving the expansion of agave cultivation in the region was the biophysical context in which farmers were operating. Many farmers stated that they had chosen to cultivate blue agave because of its low rainfall requirement, which is especially important because rainfall in the region is highly variable, both in terms of quantity and frequency. The majority of the participants had previously grown maize. Producers in this area tend to sell most of their maize but also keep a portion of it for home consumption. Portner (2005), in a study of farmers in two ejidos in the municipality of Autlán, found that on average, farmers kept 30% of the maize they produced and sold the rest. However, although interview respondents had traditionally cultivated maize, they stated that because the land was “tierra temporal” (lacking irrigation), and because the region often failed to receive adequate rainfall, maize did not grow well there. Furthermore, many of the respondents stated that the income generated from growing maize had often failed to cover the investment costs (fertilizer, labor, seeds, etc.). On the other hand, although the rent paid by the independent contractors for agave was relatively low (especially compared to the potential profits that could be earned growing agave), respondents stated that it paid more than they could earn growing maize. Survey results confirmed the findings of the in-depth interviews26. Producers stated that both of the statements related to 26

A series of statements related to the factors that had motivated the producer to begin cultivating agave or leasing his land were read to each respondent. For each statement, the respondent was asked to say if the statement was “very true” (score = 4), “moderately true” (score =3), “moderately false,” (score = 2), or “very

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agave’s ability to produce even in low-rainfall conditions (“I decided to cultivate agave (or rent out my land) because there is no sufficient rain in this region to cultivate other crops” and “I decided to cultivate agave (or rent out my land) because agave produces better than maize or other crops, even when it doesn’t rain very much”) were very true, with average scores of 3.91 and 3.94, respectively. A previously conducted study of producers in the municipality of Autlán confirmed what the respondents told us. After doing economic assessments of nine farm families, Zamora and Flores (2003) that the average net income earned from leasing one hectare of land to an contracting company (for the cultivation of agave) was $193 USD/year, compared to $4/ha/year, $78 ha/year, and $175/ha/year for corn produced using manual labor, “semi-technical” production conditions, and “technical” production conditions, respectively27. The majority of corn in Autlán is produced under “technical” or “semi-technical” conditions; however, Zamora and Flores’ study showed that even when employing these more profitable production methods, maize producers earned significantly less in 2001 than did producers who leased their land. Financial factors The lack of rainfall in the area was the factor most frequently cited in encouraging the expansion of agave cultivation in the area. However, the biophysical environment in which farmers found themselves was intimately connected to their economic context. As mentioned above, reverse leasing has been particularly successful in this region because it is an economically depressed area in which farmers have few income-generating opportunities; this is due in large part of the lack of rainfall in the area. It is therefore difficult to speak of farmers' economic context without considering their biophysical context, and vice versa. Had the area been better suited to growing other crops, it is possible that smallholders would not have chosen to lease their land or cultivate agave. Financial factors were found to be very important in predicting which producers would lease their land and which producers were able to cultivate agave themselves. Almost all of the respondents agreed that everyone who could grow agave themselves, chose to do so, instead of renting out their land, because it paid much better. However, while growing agave for oneself paid significantly more than leasing one’s parcel, the majority of agave producers (67.6%) in El Puerto and Cerro Verde rented out their land to independent contractors. Most of the respondents stated that financial constraints were the primary reason that they false” (score = 1). Mean scores indicate the relative importance of various factors in motivating land-use decisions. 27 “Technical” corn production involves almost exclusive use of machinery; “semi-technical” corn production involves combined use of machinery and animal labor; corn production “by hand” is done entirely by the farmer (without the use of machinery or animal labor.

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were renting out their land instead of cultivating agave themselves. When agave production began to expand in the late 1990s, the price of the vegetative shoots, or hijuelos, was very high (although it has since decreased with the falling price of agave in the market). Therefore, the cultivation of agave required a high initial investment. In addition, the cultivation of agave requires yearly investments for fertilizers, herbicides, and pesticides. Again and again, respondents reported that they simply did not have the financial resources to cultivate agave themselves. In the survey, all three of the statements related to the financial burdens of agave cultivation (“The lack of financial resources in my family caused me to rent out my land,” “I do not cultivate agave for myself because the initial investment costs are too high,” and “I do not cultivate agave for myself because there are a lot of annual costs associated with agave”) were categorized as “very true” (with scores of 3.70, 3.95, and 3.86, respectively). Because one of the interview findings was that producers who were able to cultivate agave for themselves tended to have greater financial resources and additional sources of income, it is not surprising that the mean socioeconomic status classification28 for producers who rented out their land (1.67) was significantly lower (p = .043) than the mean socioeconomic status classification for producers who cultivated agave on at least a portion of their land (2.20) (see Table 28). This indicates that, as revealed in the interviews, producers who cultivated agave themselves had access to more financial resources than producers who leased their land. Furthermore, producers who cultivated agave independently confirmed that they were able to do so “because of the availability of financial resources;” the score corresponding to this statement was 3.08. Because of the high investment and maintenance costs, respondents explained that most of the people who were able to grow agave themselves had additional sources of income. Many independent agave producers had relatively high-paying off-farm jobs. Moreover, independent agave producers strongly agreed (average score = 3.83) with the statement, “Other sources of income (such as other jobs) in my family allow me to cultivate agave myself.” Actually, almost all of the households interviewed were dependent on off-farm employment of some kind; of the 25 interview participants, only four did not have at least one member 28

In order to obtain a comparison of the relative socioeconomic position of survey respondents, five key informants were asked to classify respondents according to one of three socioeconomic categories: “poor” (few resources, score =1), “middle class” (score =2), and “rich” (many resources, score =3). No answer was recorded if the informant either did not know the respondent or did not know him or her well enough to make this estimation. On average, each informant was able to classify 75.6% of respondents according to their socioeconomic position. Each respondent was classified by taking the average of all of the socioeconomic estimations. Thirteen (36.1%) of the survey respondents were classified as poor, fourteen (38.9%) were classified as middle class, and nine (25.0%) were classified as rich.

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of the households employed off-farm. However, the jobs held by the independent agave producers were more stable and paid better than the jobs held by the farmers who participated in reverse leasing arrangements. The producers who cultivated all of their agave independently were more likely to have access to stable employment opportunities in the government, telephone company, local schools, or by owning their own business. The producers who rented some or all of their land to the contracting companies, on the other hand, were more likely to depend on temporary or unstable day-labor work arrangements, in construction, as bricklayers, or as agricultural laborers, or owned small businesses selling soda, beer, snacks, trinkets, or clothes to other members of the town. Beyond the significant investment required to begin cultivating agave, additional sources of income are also needed because the “paybacks” from agave are only realized in the long-term. Renting out one’s parcel can pay significantly less than the profits realized from cultivating agave independently, but for people without many financial resources, the fact that it pays yearly is very important. In addition, producers that lease their land are guaranteed of a payment; independent agave growers often plant agave without knowing if or to whom they will be able to sell their agave. Finally, some respondents reflected that although the rent paid is very low, the fact that they did not have to invest any money or labor but still received a stable annual income made it acceptable. Agricultural subsidies (relatively small annual payments provided by the PROCAMPO program29) were also available to those who leased their land as an additional annual income source. The stability of the rent and the PROCAMPO subsidies were particularly critical to smallholders with few financial resources. In sum, financial factors drove patterns of agave cultivation in this region in two main ways: (1) by motivating producers with fewer financial resources to rent out their land, since even the low annual rent generally paid more than they could make cultivating maize and (2) by allowing producers with more financial resources to begin cultivating agave independently, by providing the investment money and by providing a “cushion” during the waiting period between planting and harvest. Most of the independent producers stated that they had financed the cultivation of agave using their savings, their salary, or the profits from other crops (including, in some cases, the final percentage that they earned from the harvest of 29

PROCAMPO was introduced in 1993 as a compensatory income transfer program to facilitate the transition to more market-oriented agricultural policies from the previous system of guaranteed prices. Cash payments are made to producers on a per-hectare basis. PROCAMPO is one of the programs implemented as part of the NAFTA agreement, and is designed to raise the productivity of Mexican agriculture. When PROCAMPO was first implemented, only growers of corn, dry beans, wheat, rice, sorghum, soybeans, safflower, cotton, and barley were eligible for support. However, in 1997, the program was expanded to include agave, as well as other crops. For the purposes of this study, it is important to note that the producers who leased their land to the contracting companies, as well as the independent agave producers, were eligible for PROCAMPO subsidies.

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a previously rented parcel of agave). As stated earlier, many independent producers had access to stable and relatively well-paying sources of income. In most cases, they stated that they had financed the cultivation of agave with their salaries from these jobs. These producers tended to cultivate agave on all of their land. However, there also emerged a small group of producers who were financially less well-off and who were cultivating agave on a small portion of their land while still leasing the majority of it to the independent contractors. In general, this second, more financially-constrained group was more likely to finance the cultivation of agave with income from the harvest of other crops or their own agricultural labor, and tended to have saved the money to do this “poco a poco” (little by little). Finally, we had expected that remittances from migrants working in the United States would play a significant role in allowing some producers to cultivate agave themselves, but in fact, the majority of the independent agave producers were not dependent on remittances to finance the cultivation of agave. However, interview results indicated that several of the producers who were able to cultivate large amounts of agave (i.e., 10 hectares of more) had access to money being sent from relatives living and working in the United States. Therefore, although most independent agave producers did not depend on remittances to finance the cultivation of agave, some of the agave producers in the area, in particular the largest agave producers, did depend on remittances. Labor availability A factor underlying producers’ decisions to lease their land that we did not initially expect to be important, but which emerged during the interviews, was labor availability. Although not mentioned as often as financial constraints, labor constraints certainly led some families to transfer their land management rights to the contractors. For people who were semi-retired or found it difficult to work in the fields, the possibility of renting out their land presented a good opportunity, even though the terms of the contracts were less than ideal. Not surprisingly, the two survey statements related to labor inavailability (low labor resources in a household and high age of family members) were found to be correlated (r = .516, p = .020). This suggests that households in which labor resources are limited are likely to be comprised mostly of older people. Institutional factors We expected that certain institutional constraints and factors would (1) compel farmers to cultivate blue agave independently, and (2) compel certain farmers to adopt the reverse leasing strategy. The recent entry of tequila companies into the region (as noted above, agave has only been cultivated in southern Jalisco since 358

1995) provides the opportunity for farmers to lease their land to intermediaries, while possibly also constraining farmers from adopting alternative strategies (e.g., cultivating agave independently). We expected that certain institutional barriers (both state and market-generated) might make it difficult for farmers to produce and sell agave directly on the market, and therefore would encourage leasing. For instance, Barham et al. (1992) found that farmers’ decisions to adopt new crops were linked to the existence of institutions (e.g., crop insurance, technical assistance on pest control, improved access to credit, and the development of processing and distribution channels) that helped mitigate the associated risk. One institutional factor that encouraged producers to lease their land to independent contractors was governmental support in the form of PROCAMPO subsidies30. As stated above, especially for the poorest producers, the combination of the rent provided by the independent contractors and the annual PROCAMPO subsidy provided a stable, although minimal, income. PROCAMPO subsidies indirectly encouraged participation in the reverse leasing arrangements by making the income earned from renting out one’s parcel more adequate. However, because PROCAMPO subsidies are fairly modest, PROCAMPO subsidies were not found to play a particularly important role in motivating the majority of producers to rent out their land or cultivate agave. Survey respondents stated that the sentence “PROCAMPO support motivates me to cultivate agave (or rent out my land)” was moderately false (average score = 2.48). As discussed above, the respondents for whom PROCAMPO subsidies were most important were generally older people with few financial and labor resources. The institutional constraint that was mentioned most frequently in the interviews was the difficulty that independent producers experienced in selling their agave. This was due to the refusal of many tequila producers to buy agave from particulares (independent producers). Especially during periods of surplus agave, the tequila companies have a lot of flexibility in who they buy agave from. Historically, it has been very difficult for the agave growers to mobilize in order to get the tequila companies to buy agave from independent growers (Torres 1998; Llamas 1999). The tequila industry has the advantage that blue agave has no other market than the market that is represented by the tequila distilleries, and in this way, the market is controlled by a small group of influential tequila industrialists (Llamas 1999). González (2002) states that the tequila industry operates much like a cartel, negotiating the price of agave among the major tequila producers and restricting the free market forces from intervening. Furthermore, the tequila companies have sufficient influence that they are able to mobilize government 30

Although both “renters” and independent agave producers were eligible for PROCAMPO subsidies, the money provided by PROCAMPO helped to make the annual rent sufficient for some of the poorer families to live on, and therefore, encouraged leasing.

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resources when the tequila industry appears to be threatened by market forces; however, the agave farmers do not exercise these same privileges. In 2001, because of the scarcity of agave and the high price at which it was being sold, the Mexican government began providing the tequila companies with a subsidy of $3.00 pesos per kilogram, which rose to $9.00 pesos per kilogram in 2002 (Ibid.) However, the agave producers do not receive this type of government protection; there is no guaranteed price for agave, and the price has, during surplus periods, dropped below the costs of production. By January 2006 (eighteen months after this study was completed), the agave market was again in a state of surplus, and the price had dropped from between $15.00 and $17.00 pesos per kilogram in 2002 and 2003, to between $0.50 and $2.00 pesos per kilogram. Many agave farmers will likely be unable to sell their agave at all. The situation is particularly dire for agave farmers considering that the costs of production for one kilogram of agave were estimated to be $3.00 pesos (estimations made in 2004 by the the Sierra Amula regional council9). However, thus far, neither the state or federal government has stepped in to provide financial support for the agave growers. As one way of combating the historic power imbalances between the agave growers and the tequila companies, the producers in the region had formed an association of agave producers that was working to secure a higher price for agave and making it easier for producers to find buyers. Formed in 2002, by May 2004 the association had 170 members. According to the president of the association, its principal function was “the integration of producers of the same product (agave)— in order to defend the price of agave in the market, obtain better prices for inputs, and seek support from the government.” In addition, the group worked with the Tequila Regulatory Council (CRT, according to its Spanish abbreviation) to register all producers (along with the amount of agave that they have planted) and verify how much agave is being grown in the region 31. Some of the members of the association were also members of a regional governmental board whose function was to try to stabilize the price of agave and minimize cycles of supply and demand. Although respondents differed in the degree to which they felt that the association actually guaranteed the sale of agave, association members stated that they felt that they had a better chance of selling their agave for a fair price as a member of the association. It is important to note that even with the association, the agave farmers have an uphill battle ahead of them. As an illustration of the challenges that this association and others face, during the “Agave War” between September 1995 and April 1997 (when there was a huge surplus of agave and many growers were unable to find a buyer for their agave), the association of agave 31

In August 2005, the CRT, in conjunction with SAGARPA, published its inventory of all of the blue agave planted in Mexico, as part of its goal of starting a strategic planning program for the agave-tequila production chain.

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farmers that formed, El Barzón del Agave, staged 15 takeovers of tequila factories (Torres 1998). However, even so, the association was unable to significantly increase the price of agave or force the tequila companies to buy major quantities of agave from independent producers (Llamas 1999). Finally, the lack of access to information or education about agave cultivation is another institutional constraint that was revealed in the interviews. Several of the respondents noted that the association provided technical support and information about agave production. Before the entry of the tequila companies in the mid-1990s, most of the producers in the area had never considered agave as a potential crop; since then, the primary source of information about methods of cultivation, although limited, has been through the contracting companies. Because information had previously been filtered through the independent contractors, who rely on very chemical-intensive and erosive cultivation methods, the introduction of new sources of information is very important, both for the financial well-being of the smallholders in the region, and from an environmental perspective. Environmental perceptions We expected that an additional factor that could play a role in the expansion of agave cultivation was the way in which farmers perceived the ecological impacts of the land use change. Recent research has concluded that the expansion of agave cultivation will likely have significant negative environmental consequences (Martínez Rivera et al. 2003). Specifically, the increased use of agrochemicals is likely to lead to ground and surface water pollution; and the fact that the soil is stripped of all vegetation, instead of being intercropped, is likely to increase soil erosion (Ibid., Zamora and Flores 2003). In addition, Valenzuela and Nabhan (2003) note that the planting of large numbers of similarly-aged agave plants in monoculture leads to genetic vulnerability and decreased resistance to pest and disease infestation. However, given that the smallholders are choosing to cultivate agave or lease out their land in spite of these risks, it was important to examine the role that farmers’ conceptions of the possible impacts of agave cultivation played in their land-use decisions. Farmers’ perceptions of the environmental consequences of expanded agave cultivation were the part of the interviews that varied the most. In the survey, the scores corresponding to the statement “The cultivation of agave harms the land” had the highest standard deviation (1.41) of all of the survey questions. The average score for this question was 3.00, indicating that on average, survey respondents stated that it was “moderately true” that agave cultivation was harmful for the environment. At one end of the continuum, some of the respondents (approximately 25%) stated that the possibility of serious 361

environmental damage was unlikely. They reasoned that they hadn’t witnessed any negative effects on their land, or that in Tequila, people had been producing agave for a long time, with few environmental consequences. Other producers (approximately 50%) recognized that agave cultivation could have negative environmental effects, but were not strongly concerned about them, or felt that although there were potential consequences, they were not as important as the need to earn a livelihood. Some producers, generally those with few financial resources, stated that they were concerned mostly with their short-term financial prospects, and were not able to consider the long-term consequences of the land use change. In other words, these respondents felt constrained by their financial situation; even if agave cultivation was causing harm to the land, they had little choice but to continue renting out their land or cultivating agave. Finally, some respondents (approximately 25%), although not the majority, believed that the expansion of agave cultivation, particularly by the contractors, would have serious environmental consequences. Several producers specifically stated that, because the contractors did not have responsibility for the land after the terms of the contract had expired, they were adopting harmful methods of agave cultivation. Producers' opinions about the environmental impact varied greatly. Most likely, part of the complexity of the responses to the environmental questions lies in the fact that agave is a new crop in the region, and many people had not made up their minds about the long-term environmental consequences of cultivation. Producers had been exposed to conflicting sources of information; some stated that they had talked to engineers who had said that the cultivation of agave would provoke erosion and that the overuse of chemicals would contaminate the water. Many had seen that trees near the agave fields were dying. However, many respondents stated that they had not witnessed any signs of deterioration on their fields after the first harvest of agave. Therefore, respondents’ perceptions of the environmental consequences of agave cultivation were often conflicting and based on incomplete information. Another point of conflict was whether or not the contracting companies’ production practices differed from those of the independent agave producers. Several producers stated that, because the contractors did not have responsibility for the land after the terms of the contract had expired, they were adopting harmful methods of agave cultivation. Many people told us that the contractors applied significantly more agrochemicals (pesticides and herbicides) to the land than the smallholders who were cultivating agave themselves. However, other respondents contended that they trusted that the contractors, who had more experience with agave cultivation than any of the local farmers, “knew what they were doing.” The confusion and lack of information surrounding the possible environmental consequences of agave cultivation (and the implications of the contractors’ production practices in 362

particular) seemed to be encouraging the continued rental of land to the independent contractors, or at the very least, did not deter it. It is critical that future research conducted in the region examine the environmental impact of the expansion of agave cultivation in more detail, paying particular attention to the differences between independent farmers' cultivation practices and those of the contracting companies. DISCUSSION Contract arrangements, one of the concrete manifestations of globalization, have gained a lot of ground in southern Jalisco in general, and in the municipality of Autlán in particular. The increased used of contract arrangements has allowed for the rapid expansion of agave cultivation in this region in recent years. Although the farmers of this region had traditionally engaged in small-scale production of corn, beans, other basic crops, and cattle-raising, it had become harder and harder for them to survive. Low quality land, frequent periods of insufficient rainfall, low prices for basic agricultural goods in the world market, and lack of access to credit were some of the factors that combined to make it difficult for these smallholders to get by. Therefore, when the agave shortage of the late 1990s prompted tequila industrialists to introduce blue agave into the area as an alternative land-use, many ejidatarios seized the opportunity. However, the ejidatarios often did not have the financial and organizational resources needed, nor the knowledge needed to begin cultivating agave themselves. Therefore the tequila companies were able to implement new contract arrangements-- “reverse leasing contracts-- that were heavily biased in favor of the tequila companies (González 2002) and allowed the companies to increase their control over the production process. Through the use of these reverse leasing arrangements, tequila companies now control the entire chain of production, and furthermore, have the potential to shift the environmental costs of production onto the peasant producers. The biophysical environment in which producers in southern Jalisco operate (most importantly, the lack of rainfall) makes it difficult for them to earn a living cultivating other traditional crops and leaves them with virtually no other viable alternatives. Therefore, participation in reverse leasing arrangements, is an attractive option for farmers from an economic perspective. However, even so, farmers in Autlán are participating in these arrangements in highly differential ways. The farmers who are able to cultivate agave independently are differentiated from other producers primarily in their level of financial resources. The majority of producers who were able to cultivate agave themselves had access to relatively stable, well-paying off-farm jobs (e.g., in the government, local schools, telephone companies) or migratory remittances). Producers who participated in the reverse-leasing arrangements, on the other hand, were 363

dependent on more temporary, unstable employment opportunities (e.g., as daylaborers in the agricultural or construction industries). These producers were also often limited by insufficient labor resources and a lack of access to information. Finally, it is important to note that the tequila companies explicitly employ strategies (e.g., refusing to buy agave from independent producers, price-setting) designed to dissuade producers from growing agave independently. Despite the obstacles, the results of this study indicate that farmers in the study area are attempting to regain control over their land. The majority (approximately two-thirds) of agave producers in the area continue to lease their land to contracting companies instead of growing agave themselves. However, starting in 1999, agave production by independent producers in El Puerto and Cerro Verde as a percentage of overall production has risen steadily (from 12.2% to 41.0% of total production), whereas agave production on rented land has fallen from 87.8% of total production in 1999 to 59.0% of total production in 200432. In other words, after the first harvest, many farmers tried to regain control over the land. These farmers are continuing to cultivate agave, but now the farmers themselves are managing their land, often by using revenues obtained by leasing their land to the contracting companies during the first agave crop cycle. Furthermore, by forming an association of agaveros in El Puerto, independent producers are trying to regain power vis-à-vis the tequila industry and assure that they will be able to sell their agave. It remains to be seen whether these efforts will be successful. As mentioned above, even large-scale farmer associations have historically had difficulty influencing the price of agave or the tequila companies' willingness to buy agave from independent producers. CONCLUSIONS When referring to globalization, authors often describe its tendency to homogenize diverse rural areas (Waters 1996; Van der Ploeg 1992). However, in this chapter, we have illustrated that in southern Jalisco, farmers have responded to the introduction of new contract arrangements for agave production in diverse, instead of homogeneous, ways. These varied responses emerge according to the specific socioeconomic and ecological conditions of the farm, household, and region; as well as according to the specific characteristics of the institutional environment. This recognition implies that the agricultural landscapes are to be considered as a result of differential farming practices (Toledo 2000). This, in turn, requires a reflection on issues, such as sustainable regional development. 32

Data is based on survey results. One of the major reasons for the recent increase in the independent cultivation of agave is the fact that the rental contracts that began in 1996 and 1997 ended with the harvest of agave in 2002. Some of the smallholders who had formerly rented their land to the contracting companies chose not to renew their contracts, but instead to begin cultivating agave themselves.

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Table 27. Demographic data for survey sample (n = 37). Standard Mean deviation Age (years) 57 14.9 Years of education 5.7 4.2 People in the 5.0 3.6 household Total land (ha)3 7.8 5.3 3 Land with agave (ha) 5.4 3.6

Range 24 - 88 0 - 17 1 - 20 1 - 150 1 - 100

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Table 28. Comparison of mean socioeconomic status classification for producers who rent out land and producers who cultivate agave independently. Mean socioeconomic Standard Significance t status deviation (2-tailed) classification RENTS OUT LAND (N = 21) 1.67 0.66 2.107 0.043 Cultivates agave on at least a portion of land 2.20 0.86 (n = 15) Note: Equal variances assumed.

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Agaves del Occidente de México: Esta edición consta 1000 ejemplares y se terminó de imprimir el ___ de___ de 2007 en los talleres de Editorial Pandora, Caña 3657, La Nogalera, Tlaquepaque, Jalisco, México

Diseño editoial, maqueta y composición tipográfica por V GRAF, Diseño, Comunicación y Marketing Lorenzana 622 A, Jardines del Bosque, Guadalajara, Jalisco, México

Cuidado de la edición: J. Antonio Vázquez-García Yalma L. Vargas-Rodríguez

Fotografía de portada: Agave durangensis por Julia Etter & Martin Kristen Fotografía de recuadro: inflorescencia de Agave valenciana por J. Antonio Vázquez-García Fotografía de contraportada: ___________

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