TERAPIA OCUPACIONAL

INTRODUCCIÓN La seguridad del paciente comenzó a recibir mayor atención global cuando el Instituto de Medicina de los Es

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INTRODUCCIÓN La seguridad del paciente comenzó a recibir mayor atención global cuando el Instituto de Medicina de los Estados Unidos en 1999 publicó el libro Errar es humano: construyendo un sistema de salud más seguro, en el cual se agruparon los resultados de múltiples estudios que aseguran que en ese país mueren pacientes por errores médicos. Se estima que en el mundo desarrollado esto ocurre con aproximadamente en el 10 % de los pacientes atendidos y que en el mundo en vías de desarrollo esta cifra puede duplicarse. Con la creación en el 2004 de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente, dos años después de que se celebrara la 55ª Asamblea Mundial de la Salud, se aprobó una resolución sobre el tema de la seguridad del paciente, en la que se instó a los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a prestar la mayor atención posible al problema y a establecer y consolidar sistemas con sólida base científica, con visas a mejorar la calidad de la atención en los escenarios de salud, y como parte de ello, optimizar la seguridad del paciente. La seguridad del paciente con trastorno mental, y de los usuarios en general, es sin duda alguna una necesidad impostergable de aplicación en los diferentes ámbitos de intervención con que cuenta el sistema de salud mental sustentada sobre los derechos del paciente mental promulgado por el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba.

La estudiante

CAPÍTULO I: TERAPIAS OCUPACIONALES DE SALUD MENTAL 1. TERAPIAS OCUPACIONALES: La terapia ocupacional, y sus profesionales los terapeutas ocupacionales, ayudan a las personas a lo largo de sus vidas a participar en las actividades y tareas que quieren y necesitan realizar por medio de la utilización terapéutica de actividades diarias (ocupaciones). Algunas intervenciones comunes en terapia ocupacional incluyen ayudar a niños en situación de discapacidad a participar en la escuela y situaciones sociales, ayudar a las personas que se están recuperando de lesiones y proporcionar servicios para adultos mayores que están experimentando cambios cognitivos y físicos. La Organización Mundial de la Salud define Terapia Ocupacional como el conjunto de técnicas, métodos y actuaciones que a través de actividades aplicadas con fines terapéuticos, previene la enfermedad y mantiene la salud, favorece la restauración de la función, cumple las deficiencias incapacitantes y valora los supuestos del comportamiento y su significación profunda para conseguir la mayor independencia y reinserción posible del individuo en todos sus aspectos: laboral, mental, físico y social. (Promoviendo el mantenimiento, desarrollo o recuperación de la independencia de la persona)

La ciencia ocupacional es la disciplina académica que nació de los valores de la terapia ocupacional y presta atención al comportamiento humano. La ocupación será el foco de la práctica a la vez que la unidad de análisis, centrándose en la forma (aspectos observables de la ocupación), función (cómo influye en la salud física y la satisfacción vital) y significado (la

experiencia subjetiva de participación dentro del contexto) de la ocupación humana. 2. TERAPIAS OCUPACIONALES DE SALUD MENTAL:

3. APORTES DE LAS TERAPIAS OCUPACIONALES A LA SLAUD MENTAL:

La Terapia Ocupacional es la disciplina encargada de habilitar a los usuarios con alguna dificultad, trastorno o discapacidad de Salud Mental a través de la ocupación. Para ello, los especialistas se encargan de entregar los apoyos necesarios para que las personas puedan alcanzar un desempeño ocupacional satisfactorio, logrando ser independientes y autónomas, posibilitando así su integración e inclusión en la sociedad.

De ello da cuenta, la terapeuta ocupacional del Centro Médico Cetep, Paulina Muena, quien en su trabajo diario es testigo de los avances que sus pacientes van logrando a lo largo de su trabajo terapéutico.

“Ser terapeuta ocupacional es una profesión que permite ver cómo, modificando o adaptando pequeñas cosas en los usuarios, puedes hacer cambios increíbles en sus vidas. Siempre el impacto es positivo, logrando incluir a mis usuarios a su vida cotidiana, productiva (estudios o trabajo), familiar y social”, sostiene la especialista de Cetep.

Según Muena, el trabajo interdisciplinario es clave a la hora de potenciar los procesos de cada paciente, y es parte de lo que aplica en el Centro Médico Cetep, donde los profesionales realizan seguimiento de los pacientes, de manera integral. “El trabajo con el equipo interdisciplinario es fundamental, debe existir una comunicación fluida y constante para apoyar el proceso de rehabilitación del usuario en atención, con el fin de ajustar los objetivos de intervención a una visión holística e integral del usuario”, explica la terapeuta ocupacional.

Para acceder al trabajo de Terapia Ocupacional es necesario contar con una derivación a tratamiento realizada por algún profesional de la salud, sea médico, psiquiatra o psicólogo. De igual modo, dicha derivación puede ser realizada por algún profesional que detecte la dificultad del usuario, por ejemplo una educadora diferencial, profesor, asistente social, entre otros.

Cualquiera sea el tipo de derivación, el terapeuta ocupacional realizará la intervención de forma individual, “trabajando las competencias del usuario, mejorando su desempeño ocupacional, su autonomía e independencia”. A su vez, se abordará la terapia de forma familiar y social con el fin de orientar a las familias y dotarlas de estrategias y recursos para mejorar el desempeño ocupacional del usuario en sus actividades de la vida diaria. De este modo, se trabajará en establecer rutinas, hábitos y habilidades sociales.

4. TERAPIA OCUPACIONAL Y CUADROS DE SALUD MENTAL: Algunos de los cuadros de Salud Mental que pueden recibir Terapia Ocupacional como parte del tratamiento, son los siguientes. NIÑOS Y ADOLESCENTES

ADULTOS

ADULTOS MAYORES

Retraso en su desarrollo

Discapacidad física

ACV o AVE

Discapacidad mental o

Demencia Senil

psicomotor Autismo, asperger

cognitiva Parálisis cerebral

Dificultades sociales

Alzheimer

Déficit atencional,

Trastorno bipolar

Parkinson

Depresión

ELA

hiperactividad Déficit cognitivo Déficit Sensorial Discapacidad mental o psíquica Discapacidad física Dificultades escolares y/o sociales

Artrosis

CAPÍTULO II: LOS TRANSTORNOS MENTALES 1. LOS TRANSTORNOS MENTALES: A. Depresión La depresión es un trastorno mental frecuente y una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. Afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, con mayor prevalencia en las mujeres que en los hombres. El paciente con depresión presenta tristeza, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, sentimientos de culpa o baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito, cansancio y falta de concentración. También puede presentar diversos síntomas físicos sin causas orgánicas aparentes. La depresión puede ser de larga duración o recurrente, y afecta considerablemente a la capacidad de llevar a cabo las actividades laborales y académicas y de afrontar la vida cotidiana. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Se ha demostrado que los programas preventivos reducen su incidencia tanto en los niños (por ejemplo, mediante la protección y el apoyo psicológico en casos de maltrato físico o abuso sexual) y en los adultos (por ejemplo, mediante la asistencia psicosocial después de catástrofes naturales o conflictos bélicos). Además, se dispone de tratamientos eficaces. La depresión de leve a moderada se puede tratar eficazmente con terapias que utilizan el diálogo, como la terapia cognitivo-conductual o la psicoterapia. Los antidepresivos pueden ser un tratamiento eficaz para la depresión de moderada a grave, pero no son el tratamiento de elección para la depresión leve. Tampoco

se deben emplear para tratar la depresión infantil y no son el tratamiento de elección en los adolescentes, a quienes se deben prescribir con cautela. En el tratamiento de la depresión se tienen en cuenta los aspectos psicosociales y se determinan los factores que pueden causar estrés, como las dificultades económicas, los problemas en el trabajo y el maltrato físico o psicológico, así como las fuentes de apoyo, como los familiares y amigos. El mantenimiento o la recuperación de las redes y las actividades sociales son también importantes. B. Trastorno afectivo bipolar Este trastorno afecta a alrededor de 60 millones de personas en todo el mundo. Se suele caracterizar por la alternancia de episodios maníacos y depresivos separados por periodos de estado de ánimo normal. Durante los episodios de manía, el paciente presenta un estado de ánimo exaltado o irritable, hiperactividad, verborrea, autoestima elevada y una disminución de la necesidad de dormir. Las personas que presentan solamente episodios maníacos y no sufren fases depresivas también se clasifican dentro del diagnóstico de trastorno bipolar. Se dispone de medicamentos que estabilizan el estado de ánimo con los que atajar eficazmente las fases agudas del trastorno bipolar y prevenir las recidivas. Además, el apoyo psicosocial es un elemento esencial del tratamiento.

C. Esquizofrenia y otras psicosis La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta a alrededor de 21 millones de personas de todo el mundo. Las psicosis, entre ellas la esquizofrenia, se caracterizan por anomalías del pensamiento, la percepción, las emociones, el lenguaje, la percepción del yo y la conducta. Las psicosis suelen ir acompañadas de alucinaciones (oír, ver o percibir algo que no existe) y delirios (ideas persistentes que no se ajustan a la realidad de las que el paciente está firmemente convencido, incluso cuando hay pruebas de lo contrario). Estos trastornos pueden dificultar que la persona trabaje o estudie con normalidad. La estigmatización y la discriminación se pueden traducir en una falta de acceso a los servicios sociosanitarios. Además, hay un riesgo elevado de que no se respeten los derechos humanos de las personas afectadas, por ejemplo mediante su internamiento prolongado en centros psiquiátricos.

La esquizofrenia suele debutar al final de la adolescencia o el principio de la edad adulta. El tratamiento con fármacos y apoyo psicosocial es eficaz. Con un tratamiento adecuado y apoyo social, los pacientes pueden llevar una vida productiva e integrarse en la sociedad. La facilitación de la vivienda asistida, las subvenciones para la vivienda y las ayudas para la inserción laboral son medidas de apoyo para que las personas que padecen trastornos mentales graves, como la esquizofrenia, vayan superando etapas en su rehabilitación y superen los obstáculos que les dificultan encontrar y mantener un empleo y una vivienda.

D. Demencia En el mundo hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia. Este trastorno de naturaleza crónica y progresiva se caracteriza por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.

La demencia es causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares. Aunque no se dispone de tratamientos que curen la demencia o revierta su evolución progresiva, se están investigando varios fármacos nuevos que se encuentran en diversas etapas de los estudios clínicos. Sí existen, en cambio, numerosas intervenciones para apoyar y mejorar la vida de las personas con demencia y la de sus cuidadores y familiares.

E. Trastornos del desarrollo, incluido el autismo El concepto de trastorno del desarrollo es un término general que abarca la discapacidad intelectual y los trastornos generalizados del desarrollo, entre ellos el autismo. Los trastornos del desarrollo suelen debutar en la infancia pero tienden a persistir hasta la edad adulta, causando una

disfunción o un retraso en la maduración del sistema nervioso central. Por lo general, no se caracterizan por periodos de remisión y recidivas como muchos otros trastornos mentales, sino que siguen un patrón constante. La discapacidad intelectual se manifiesta por la afectación de facultades de diversas áreas del desarrollo, como las habilidades cognitivas y la conducta adaptativa. El retraso mental afecta a la capacidad de adaptarse a las exigencias cotidianas de la vida. Los síntomas de los trastornos generalizados del desarrollo, como el autismo, son alteraciones del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, así como limitaciones específicas de cada individuo con respecto a sus intereses y actividades, que realiza repetidamente. Los trastornos del desarrollo suelen iniciarse en la infancia o la primera niñez. En ocasiones, las personas afectadas presentan un cierto grado de discapacidad intelectual. La participación de la familia en el cuidado de las personas con trastornos del desarrollo es fundamental. Es importante conocer las situaciones y actividades que causan tensión o reportan bienestar al individuo, así como encontrar

el

entorno

más

adecuado

para

el

aprendizaje.

El

establecimiento de rutinas diarias, fijando momentos concretos para las comidas, el juego, el aprendizaje, el contacto con los demás y el sueño, ayuda a evitar el estrés innecesario. También es importante que los servicios de salud hagan un seguimiento regular a los niños y adultos que presentan trastornos de desarrollo y que se mantengan en contacto con sus cuidadores.

Asimismo, la sociedad en general debe implicarse en velar por que se respeten los derechos y las necesidades de las personas discapacitadas. 2. ¿QUIÉNES SUFREN DE TRANSTORNOS MENTALES? Los determinantes de la salud mental y de los trastornos mentales incluyen no solo características individuales tales como la capacidad para gestionar nuestros pensamientos, emociones, comportamientos e interacciones con los demás, sino también factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales, como las políticas nacionales, la protección social, el nivel de vida, las condiciones laborales o los apoyos sociales de la comunidad. Otros factores que pueden causar trastornos mentales son el estrés, la herencia genética, la alimentación, las infecciones perinatales y la exposición a riesgos ambientales. 3. TÉCNICAS DE SEGURIDAD

E HIGIENTE EN PERSONAS CON

TRANSTORNOS MENTALES: El término trastorno mental, como muchos otros términos en medicina, no tiene una definición lo suficientemente explicativa como para englobar todas las posibilidades reales de las personas que los padecen. Se puede entender por Trastorno Mental, citando la CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades, décima edición): “la presencia de un comportamiento o de un grupo de síntomas que en la mayoría de los casos se acompañan de malestar o interfieren en la actividad del individuo”. La Organización Mundial de la Salud propone una terminología que resulta clave a la hora de tratar sobre este tema: deficiencia, limitación en

la actividad y restricción en la participación social. Los tres están englobados en el concepto de discapacidad y en ocasiones los utilizamos como equivalentes, pero reflejan realidades diferentes: 

Deficiencia: “Es la anormalidad o pérdida de una estructura corporal o de una función fisiológica” (OMS 2001:231)



Limitación en la Actividad (equivalente anteriormente al concepto de Discapacidad):“Dificultad que un individuo puede tener para realizar actividades”. (OMS 2001:231) Ej.: Una persona, a causa de un trastorno mental, tiene dificultad para organizar la toma de su medicación (esto sería una deficiencia) pero con el uso de un pastillero semanal (Producto de apoyo) puede cumplir de forma autónoma con la pauta prescrita. Por lo tanto, esta deficiencia no llega a producir una limitación en la actividad.



Restricciones en la participación (Equivalente anteriormente al concepto de Minusvalía): “Problema que puede experimentar un individuo para implicarse en situaciones vitales” (OMS 2001:232). La situación de restricción en la partición se manifiesta en la relación entre la persona y su entorno. Así, vemos que no todas las personas con una deficiencia sufren limitación en actividades ni todas las que tienen una limitación en actividades tienen restricciones en la participación. Tanto en hombres como en mujeres el trastorno mental puede producir limitaciones en la actividad y restricciones en la participación en su contexto y en su

vida diaria, experimentando en muchos casos dificultades para implicarse en situaciones vitales. Las limitaciones en el desempeño de la actividad

cotidiana acaban desencadenando en muchos

casos restricciones en la participación social. Algunas de las posibles limitaciones más frecuentes son las siguientes: 

Falta de iniciativa



Dificultad para planificar y organizar actividades y gestionar su tiempo



Déficits en Habilidades Sociales



Mayor vulnerabilidad al estrés



Alteraciones sensoriales



Alteración del ciclo sueño-vigilia.



Alteraciones cognitivas como atención, memoria, concentración.

4. TÉCNICAS DE CONFORT PARA PERSONAS CON PROBLEMAS EN LA SLAUD MENTAL: Muchas veces he reflexionado sobre nuestra enfermedad y la actividad que desarrollamos diariamente. En muchas ocasiones pensamos que nos volvemos ociosos y en cierto sentido hay razón para ello, aunque muchas veces me he dicho que la poca actividad que desarrollamos en ciertas etapas de la enfermedad se debe a la apatía (desgana) en que vivimos mientras nuestras emociones se estabilizan. Después de una crisis las emociones están destrozadas y necesitamos colocarlas en su sitio. Para eso necesitamos la ayuda directa del psicólogo y de terapias que nos ayuden a progresar en el contacto con los conocidos, amigos y

compañeros (como yo he tenido con Grupo de Salud, Tertulia Café, Informática y Cognitivo), y Tiempo (no se sale del hoyo en un día, necesitamos también tiempo que como dice el dicho, todo lo cura).

Cuando nuestras emociones están estabilizadas, ya si, la comodidad se convierte en algo que en exceso puede ser nocivo para la salud mental (la comodidad y la felicidad no son sinónimos ni mucho menos). De hecho la comodidad no ayuda a conseguir la felicidad sino que puede conseguir lo contrario, puede llevarnos a volver a enfermar. Por eso es necesario estar atentos a aquello que ocurre a nuestro alrededor y no relajarnos completamente).

Respecto a esta comodidad a veces nos hipersensibilizamos con las molestias que puede traernos la vida cotidiana, es decir muchas las cosas que hacemos y los hechos que vivimos en nuestra vida diaria los vemos con una negatividad que realmente no tienen. El aprender a valorar que estas cosas que nos cuestan un esfuerzo son muy necesarias para llevar una vida sana es importante. Y es que realmente no necesitamos tanta comodidad. Tener cosas que hacer y estar activos ayuda muchísimo a tener una buena salud mental. Incluso ejercicios de austeridad autoimpuesta, como levantarnos temprano, hacer la compra cuando necesitemos algo y no dejarlo para “cuando toca”, al comer dejar pronto las cosas recogidas y limpias, etc. nos ayudan además de a estar activos a llevar una vida mas sana en

todos los sentidos y a liberarnos de ese apego nocivo a la comodidad. Ten en cuenta que: 

A veces nos hipersensibilizados con las molestias de la vida cotidiana.



Podemos detener este proceso.



La técnica para conseguirlo consiste en comprender que no necesitamos tanta comodidad.



Comodidad y felicidad no son del todo compatibles.



Plantearnos ejercicios de austeridad autoimpuesta nos puede ayudar a liberarnos de ese apego nocivo a la comodidad.

CONCLUSIONES 

El estímulo por parte de un cónyuge o compañero motiva, en gran medida, a emprender cambios conductuales. Si la persona no se ve capacitada para mejorar su estado no debe dudar en pedir ayuda, aunque nos cueste muchas veces. Seguramente nos sorprenderá la disposición que encontraremos en personas de las que no esperábamos mucho.



La salud mental es un tema que se encuentra en boga; es decir la salud mental de los trabajadores, señalando el hecho de que las condiciones de trabajo se encuentran directamente relacionadas con el surgimiento de trastornos mentales.



Debido a los grandes problemas de salud mental existentes es fundamental dotar a los trabajadores de un mayor control sobre su proceso laboral. Es decir, restituirles la capacidad para decidir el ritmo al cual se debe desarrollar el trabajo, el momento en que debe ser suspendida la actividad, etcétera, así como planear espacios de participación de los trabajadores para la toma de decisiones del propio trabajo desarrollado e involucrarlos en la generación de propuestas novedosas de reorganización del trabajo.

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ANEXOS