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Bloque 9 9.1 Crisis de 1808: Guerra de la Independencia y revolución política En 1788 muere Carlos III y es sucedido por

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Bloque 9 9.1 Crisis de 1808: Guerra de la Independencia y revolución política En 1788 muere Carlos III y es sucedido por su hijo Carlos IV. Su padre le dejó ministros ilustrados (como Jovellanos y Floridablanca) para asegurarse su buena gobernación, y mantener el despotismo ilustrado. Godoy, proveniente de la baja burguesía, se convertirá en valido de Carlos IV, y será quien dirija la política exterior.

Carlos IV En 1789 estalla la Revolución Francesa, lo que pone en alerta a la corte de Carlos IV ante posibles brotes revolucionarios en España. A consecuencia de esto, se distinguen dos etapas de política exterior hacia Francia: En una primera etapa, entre los años 1789 y 1795, España cierra las fronteras con Francia, y prohíbe que se escriba nada (tanto en libros como periódicos) sobre su revolución. Tras la decapitación de Luis XVI, España declarará la guerra a Francia, sumándose a otros países absolutistas, como Inglaterra, Prusia y Austria, que ya lo habían hecho con anterioridad. En 1795, sin embargo, España será derrotada, y cederá a Francia el territorio de Sto. Domingo. La segunda etapa comienza con un cambio brusco en esta política, al firmarse el Tratado de S. Ildefonso (1796) por el cual España se alía con la Francia de Napoléon. Una de las causas para la firma de este tratado es la presión que ejercía la flota inglesa contra la española. A pesar de esto, las flotas francesa y española fueron derrotadas en Trafalgar (1805) por Inglaterra (con el almirante Nelson al mando). Tras esta derrota, Napoleón trató de hacer un bloqueo comercial a los ingleses, para lo que pretendió conquistar a su aliado Portugal. Por el Tratado de Fontainebleau (a principios de 1808) se acordó que las tropas francesas (pasando por España) junto con las españolas invadirían Portugal, tras lo que se repartirían sus territorios. Sin embargo, en Marzo de 1808, mientras Carlos IV estaba en Aranjuez, la nobleza absolutista junto con Fernando VII (hijo de Carlos IV) puso al pueblo en contra de Godoy, provocando el Motín de Aranjuez, en el que se obligó a Carlos a abdicar en su hijo, y Godoy tuvo que exiliarse a Francia. Esto provocará que Napoleón pierda la confianza en la familia real española, y les llame a ambos (padre e hijo) a ir a Bayona (Francia). Allí, Napoleón obliga a Fernando a abdicar en su padre, y a este en José de Bonaparte. A partir de este incidente comenzará en España la Guerra de la Independencia, que podemos dividir en tres periodos:

Primera fase de la Guerra de la Independencia José I se dirige a Madrid para reinar en España. Con la intención de implantar reformas liberales trae la Constitución de Bayona. Es una Carta Otorgada: desde el poder de la figura del monarca, se otorgan derechos al pueblo. Sin embargo, el 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid ve que el último miembro de la familia real sale de palacio, y considera que los reyes han sido secuestrados, por lo que se produce una sublevación popular. Pronto, acuden de los

pueblos madrileños a luchar contra los franceses, e incluso el alcalde de Móstoles declara la guerra a Napoleón. Sin embargo, el 3 de mayo los franceses responderán con una durísima represión, fusilando a muchos ciudadanos para tratar de asustar y frenar la revuelta. Pero esto causará el efecto contrario: la revolución pronto se extiende por toda España, e incluso parte del ejército español se pone del bando de los rebeldes. En Bailén, Andalucía, tropas lideradas por el general Castaños derrotarán al ejército francés. A causa de esto, José I abandona Madrid y Napoleón entra en España con la Grande Armée, un ejército de 250.000 hombres. Con él, sitiará ciudades, y finalmente acabará derrotando a los rebeldes, con lo que José I será restituido en el poder.

Segunda fase de la Guerra de la Independencia El pueblo español comenzará entonces a organizarse en guerrillas: pequeños grupos de soldados, voluntarios y armados, que formaban patrullas y hacían asaltos rápidos para sabotear al ejército francés.

Tercera fase de la Guerra de la Independencia En 1812, el ejército francés está ya agotado. El frente ruso está siendo debilitado, por lo que muchos de los soldados que se encontraban en la Península tienen que trasladarse hacia allá. Esta situación fue aprovechada por Wellington quien entrará por Portugal en la península y, con ayuda de las guerrillas españolas, derrotará a los franceses, expulsándolos de España en 1813, tras lo que se prepara la vuelta de Fernando VII.

Organización rebelde Durante la guerra se produce en España una revolución política: Mientras el gobierno oficial era el de José I, siguiendo la Constitución de Bayona, con el Consejo de Castilla y rodeado de afrancesados, paralelamente existe toda una organización rebelde clandestina: Estaba formada por juntas locales en los pueblos, reunidas en juntas provinciales, y estas a su vez reunidas en la Junta Suprema Central. Esta última estaba formada por el Consejo de Regencia (5 hombres que representaban a Fernando VII) y las Cortes, en que se elaboró una constitución propia. Dentro de la población se pueden distinguir una serie de tendencias políticas: Por un lado, los afrancesados, que eran ilustrados, intelectuales, y apoyaban a José I para que este les trajera el liberalismo. Por otro lado estaban los rebeldes, dentro de los cuales, a su vez, había 3 corrientes: los liberales, que constituyeron las Cortes de Cádiz, y buscaban la abolición del Antiguo Régimen; los jovellanistas, partidarios de reformas más moderadas; y los absolutistas, a favor de la vuelta de Fernando VII como monarca absolutista.

9.2 Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 Organización rebelde [RESUMIR EN 15 LÍNEAS EL TRATADO DE FONTAINEBLEAU, LAS ABDICACIONES DE BAYONA, LA SUBLEVACIÓN DE MAYO DE 1808, LA ENTRADA DE NAPOLEÓN Y LA ORGANIZACIÓN REBELDE] Tras las revueltas de 1808 y la posterior represión por parte de Napoleón, la España rebelde se organizará clandestinamente en juntas locales, agrupadas en juntas provinciales, y estas en la Junta Suprema Central. Ésta nombra un consejo de regencia de 5 hombres para tomar decisiones en sustitución de Fernando VII, ya que considera ilegítimo a José I.

Cortes de Cádiz: Constitución y decretos El Consejo de Regencia convocará unas elecciones para diputados a la corte, a través de las juntas provinciales. Las colonias americanas también tuvieron juntas, pero no tuvieron representación en las cortes debido a las dificultades del viaje. Las cortes se establecerán en la isla de S. Fernando en Cádiz, donde irán los representantes electos (unos 300 en total). Las sesiones comienzan en septiembre de 1810 y acaban en 1813. Entre los asistentes había representantes de las tres tendencias rebeldes: absolutistas (partidarios de la vuelta del absolutismo con Fernando VII), jovellanistas (que buscaban reformas moderadas) y liberales (cuya intención era la completa abolición del Antiguo Régimen). En general, eran miembros del clero y burgueses intelectuales (90 clérigos, 56 abogados, funcionarios, militares, escritores…). Antes de la llegada de todos los diputados, se llega a unos primeros acuerdos: que el parlamento estaría formado por una única cámara, a pesar de que los moderados pedían dos: congreso y senado (= representación de las clases privilegiadas), y la legitimidad de Fernando VII como monarca español. Finalmente, se comienza a redactar la Constitución de 1812, en la que se reconoce la igualdad de derechos entre españoles e hispanoamericanos, el principio de Soberanía Nacional (el poder es del pueblo) y se establece la división de poderes (legislativo en las cortes, ejecutivo en el Rey, judicial en los tribunales). Como método de votación se propone el sufragio universal masculino indirecto (a través de representantes). Finalmente, se reconoce la confesionalidad del estado, se suprime la esclavitud en las colonias y se recogen una serie de derechos y libertades como la de imprenta, de expresión, el Habeas Corpus… Además de la constitución, las Cortes elaboran una serie de decretos que concretan los principios de ésta: se suprimen los derechos señoriales, los gremios (que van en contra de la liberalización económica), la Inquisición… Y, siguiendo con el modelo de liberalismo económico, se eliminan los privilegios de la Mesta, y se decreta la desamortización (expropiación de tierras para aumentar la productividad) de las órdenes religiosas militares, y de los jesuitas.

9.3 Fernando VII: Absolutismo y liberalismo. La emancipación de la América española Fernando VII llega a España en 1814, y reinará desde este año hasta el 33. Este reinado se puede dividir en 3 etapas:

Vuelta al absolutismo La primera es la vuelta al absolutismo, desde 1814 hasta 1820. Tras ser José I expulsado definitivamente de España, Fernando VII, que se encontraba en Bayona, es reconocido por Napoleón como rey, y prepara su vuelta al país. Mientras, los miembros de las Cortes de Cádiz habían preparado un itinerario por la península para Fernando VII cuya finalidad era que firmara la Constitución de 1812 a su llegada a Madrid. Sin embargo, Fernando regresa a España por mar, y desembarca en Valencia donde le aguardaba un comité absolutista. Éstos le entregarán el “Manifiesto de los Persas”, en el cual se le pedía que restableciera el absolutismo, y Fernando lo aceptará. Suprime toda la tarea hecha por el gobierno rebelde a su ausencia: no acepta la constitución ni los decretos, disuelve las cortes y persigue a los liberales (que se exiliarán a Francia o Inglaterra), reinstaurando el Antiguo Régimen (lo cual estaba ocurriendo también en otras naciones europeas). Además, durante este periodo la situación económica fue delicada, debido a la guerra, por la que se había detenido parte del comercio y artesanía, a los costes para el estado que suponía la reinstauración de los derechos señoriales, y a los gastos militares necesarios para combatir rebeldías surgidas en Sudamérica. Por todo ello, habrá varias sublevaciones liberales contra el monarca, que en 1820 alcanzarán la victoria con el Pronunciamiento de Riego.

Trienio Liberal Comienza la segunda etapa, el Trienio Liberal, que duró desde 1820 hasta 1823. Las tropas españolas se encontraban concentradas en Sevilla para dirigirse a combatir las sublevaciones en Hispanoamérica. El coronel liberal Rafael Riego aprovechará esta situación para rebelarse ante el régimen absolutista, sin encontrar apenas resistencia. Esta revolución se extenderá rápidamente, y Fernando VII se verá obligado a firmar la Constitución de 1812, que comienza a tener vigor, junto con los decretos de las cortes. [CONTAR AQUÍ POR ENCIMA ALGUNOS DE LOS PRINCIPIOS DE LA CONSTITUCIÓN Y DE LOS DECRETOS] Además, se iniciará una desamortización del clero, que consistía en la expropiación de sus tierras para venderlas en subasta, ya que estaban en arriendo y eran improductivas. Durante este periodo, comienzan a surgir tensiones dentro de los propios liberales. Sin embargo, mientras todo esto ocurría, Fernando VII pedirá ayuda en secreto a la Santa Alianza, que era un organismo formado por las principales potencias europeas con el objetivo de defender el absolutismo y eliminar cualquier brote liberal. En 1823, ésta envió a España un ejército llamado Los Cien Mil Hijos de San Luis, formado por 60.000 franceses y 30.000 españoles, que conseguirá eliminar de nuevo el régimen liberal y la constitución, para volver al Antiguo Régimen.

Década Ominosa Con esto, comienza la tercera etapa, la Década Ominosa, desde el año 1823 hasta el 1833. Una vez reinstaurado el absolutismo, Fernando dictará una serie de medidas para tratar de mejorar la economía potenciando el desarrollo de la burguesía financiera y la revolución industrial. En 1830 comienza el problema sucesorio. El heredero de Fernando había sido, hasta ese momento, su hermano Carlos María Isidro. Sin embargo, Fernando tuvo una hija, Isabel, y derogó la Ley Sálica (que sólo permitía reinar a varones) con la Pragmática Sanción. Esto será el desencadenante de las futuras guerras carlistas. Finalmente, Fernando VII morirá en 1833.

Independencia de Hispanoamérica Paralelamente, durante el reinado de Fernando se independizarán muchas de las colonias sudamericanas, entre los años 1814 y 1825. Durante la Guerra de la Independencia, Hispanoamérica también se organizó en juntas, y las medidas de liberalismo económico tomadas les favorecieron mucho, especialmente a la burguesía criolla. Sin embargo, con la reinstauración del Antiguo Régimen por parte de Fernando VII, verán sus intereses frustrados, por lo que comienzan su independencia. Fueron apoyados y financiados por ingleses y estadounidenses (estos últimos siguiendo la doctrina Monroe, por la que se declararon defensores de Sudamérica). Comenzará a organizarse un ejército en el virreinato de Río de la Plata, liderado por San Martín, y en el norte otro liderado por Simón Bolívar. España envía tropas a combatirles, mientras que Inglaterra y EEUU financiarán a los rebeldes. Finalmente, en 1824 los dos ejércitos rebeldes se unen en Perú, donde, en la Batalla de Ayacucho, lograrán la victoria, y Hispanoamérica entera se independizará de España salvo por Cuba y Puerto Rico. Por ello, se frenará la llegada de oro y plata al país y se vendrá abajo gran parte del comercio, lo que perjudicará gravemente a nuestra economía. Tras su independencia Hispanoamérica quedó fragmentada, debido a una serie de conflictos (a pesar de que Simón Bolívar tenía la idea de formar unos estados unidos de centro y Sudamérica). Dejó de depender económicamente de España para pasar a depender de Inglaterra y EEUU, vendiéndoles materias primas a cambio de manufacturas. Finalmente, la sociedad quedó muy diferenciada: una minoría criolla poseía la mayoría de la riqueza, mientras que el resto de habitantes estaban sumidos en una gran pobreza.

Bloque 10 10.1 Oposición al sistema liberal: Las guerras carlistas. La cuestión foral Causas y bandos de las guerras carlistas Hasta 1830 el heredero al trono español era Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII, ya que éste no tenía descendencia. Sin embargo Fernando tendrá una hija, Isabel, y derogará la Ley Sálica (que sólo permitía reinar a herederos varones) mediante la Pragmática Sanción. Esto chocará con los intereses de su hermano y de los absolutistas, que temían que con Isabel viniera el liberalismo. Fernando, presionado, elimina la Pragmática Sanción estando su mujer embarazada, y confiando en que tuviera un hijo varón. Pero nació otra hija, por lo que Fernando vuelve a promulgar la Pragmática Sanción. Tras la muerte de Fernando VII, en 1833, su esposa Mª Cristina se convierte en regente, hasta que Isabel, reina legítima, alcanzara la mayoría de edad. Entonces los absolutistas, defendiendo que Carlos María era el heredero legítimo, declararon la guerra a Mª Cristina. Se desarrollarán tres guerras carlistas: La primera, de 1833 hasta 1840, con Carlos María (Carlos V) de heredero de la corona. La segunda, de 1846 a 1849, en el que el candidato a la corona fue el hijo de Carlos María, el conde de Montemolín (Carlos VI). La tercera y última, entre los años 1872 y 1876, con el nieto de Carlos VI (Carlos VII) como heredero. Estas guerras suponen una traba para el progreso del liberalismo, debido a que gran parte de los ingresos económicos eran utilizados para costear la guerra. En estas guerras, se distinguen dos bandos: carlistas e isabelinos. Los carlistas eran absolutistas, partidarios de continuar con el Antiguo Régimen, la sociedad estamental… Y defensores de los fueros, la tradición, la Iglesia, y contrarios al liberalismo económico. Eran miembros del bajo clero, campesinos, artesanos, etc. y excombatientes absolutistas de la Guerra de la Independencia. Los lugares donde el carlismo tiene mayor apoyo son sobre todo en el Norte: País Vasco, Navarra, Norte de Castellón (El Maestrazgo) y Cataluña. Esto es debido a que los liberales eran partidarios de la eliminación de sus fueros. Los liberales apoyan a Isabel y por tanto a la regenta Mª Cristina. Eran partidarios de abolir el absolutismo, de establecer una constitución, suprimir los gremios y fueros, y de dar paso al liberalismo económico eliminando el mercantilismo. Eran la burguesía, los intelectuales y buena parte del ejército. Estos liberales se dividirán a su vez en progresistas y moderados.

1ª Guerra Carlista: Parte del ejército se pone de parte de los absolutistas, con generales como Maroto, Zumalacárregui y Cabrera. Comienza el conflicto y una expedición que sale desde el Maestrazgo (Castellón), encabezada por Carlos María Isidro, llega a las puertas de Madrid. Sin embargo, deciden retirarse, a pesar de que el ejército liberal se había dirigido al Norte para combatir País Vasco, y por tanto, Madrid estaba apenas sin defensas.

Mientras, el general Zumalacárregui organiza el ejército carlista en el País Vasco, y son sitiados en Bilbao por los liberales. Allí muere Zumalacárregui. Su muerte provoca un descontrol entre los carlistas y muchos voluntarios se retiran. A partir de este momento las derrotas carlistas se van sucediendo y Carlos María Isidro se exiliará a Francia. Maroto comienza entonces las negociaciones de paz con el general Espartero (isabelino), sin la aprobación de Carlos María. Se firma el Convenio de Vergara (1839) por el que los miembros del ejército carlista se podían incorporar al ejército isabelino, respetándose sus cargos militares y se le reconocieron al País Vasco y Navarra algunos de sus fueron. De esta manera, se pone fin a la primera guerra carlista. Además, en 1840, debido a sus éxitos militares, Espartero sustituirá en la regencia a María Cristina, exiliada en París.

2ª Guerra Carlista: En 1846 comienza una nueva guerra carlista, debido al fracaso en las negociaciones matrimoniales entre Isabel II y Carlos VI, extendiéndose revueltas por Cataluña. En este conflicto, los carlistas forman guerrillas aisladas, que reivindicaban el regreso de los fueros. La mayoría de guerrillas carlistas son derrotadas por el ejército isabelino en Barcelona, pero hasta 1860 hay actuaciones esporádicas por parte de grupos aislados.

3ª Guerra Carlista La 3ª guerra carlista comienza después de la llegada al trono de España de Amadeo I de Saboya tras la expulsión de Isabel II, en la que se reivindicaba el derecho al trono de Carlos VII antes que el italiano. La guerra (sublevación) se situó en Cataluña, País Vasco, Navarra y zonas del Maestrazgo. El ejército liberal logra vencer a los carlistas en las batallas de Seu D’ Urgell y Montejurra. Duró de 1872 hasta 1876. Tras la guerra, y durante el reinado de Alfonso XII, parte de los excombatientes carlistas dejan las armas para formar un partido político ultraconservador, con las mismas reivindicaciones.

Consecuencias La sucesión de las guerras carlistas y la derrota de éstos trajo una serie de consecuencias para el país: 1. La derrota de las ideas y postulados del absolutismo. El liberalismo se va a establecer definitivamente. 2. Una crisis económica, causada por los excesivos gastos de la guerra, por la cual se tendrán que llevar a cabo dos desamortizaciones. 3. El ejército liberal adquiere un gran prestigio, lo que llevará a una excesiva influencia sobre el poder político por parte de grupos militares (pretorianismo).

10.2 Isabel II: Las regencias En 1833, tras la muerte de Fernando VII, Isabel II es declarada heredera asumiendo su madre la regencia, y Carlos María Isidro le declara la guerra. A Carlos le apoyaban los absolutistas, con lo cual Mª Cristina tiene que buscar el apoyo en los liberales. Esto da lugar al inicio, en España, de una revolución política: la supresión del antiguo régimen, dando paso al liberalismo. Dentro del régimen liberal, desde el principio, aparecen 2 tendencias que acabaran siendo partidos políticos. Por un lado los moderados, y por el otro los progresistas.

MODERADOS

PROGRESISTAS

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Liderados por el G. Narváez

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Liderados por el G. Espartero

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Defienden la soberanía nacional compartida entre las cortes y el rey.

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Defienden la soberanía nacional plena de las cortes.

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División de poderes no plena (influida por el Rey).

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Plena división de poderes.

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Apoyan la confesionalidad del estado

Apoyan la libertad de culto (aconfesionalidad).

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Reconocen la libertad pero con condiciones.

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Libertades plenas.

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Liberalismo económico.

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Económicamente proteccionistas. Apoyan la intervención del Estado.

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Sufragio censitario, de los que poseían las rentas más altas

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Partidarios del sufragio universal masculino.

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Dan mayor peso a los impuestos indirectos.

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Dan un mayor peso a los impuestos directos.

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Elaboran la Constitución de 1845

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Elaboran la Constitución de 1837 y la de 1856 (non nata)

María Cristina se apoya en los moderados. Nombra a Cea Bermúdez presidente del gobierno, que era muy moderado (conservador), y buscaba un despotismo ilustrado, más que un régimen liberal. Sin embargo, Mª Cristina pronto le tendrá que sustituir por Martínez de la Rosa. Su primera medida es elaborar el Estatuto Real, en el cual se realiza una convocatoria para las cortes, (bicamerales), pero que, sin embargo, apenas tenían poder real. Fracasará y se producen revueltas por parte de los progresistas, y hay un alto nivel de malestar, por lo que la regente tuvo que nombrar a presidentes más reformistas: el primero es Toreno, que tiene como ministro a Mendizábal. Sin embargo, vuelve a haber una sublevación progresista (en la Granja), tras la cual la regente nombra como presidente a Calatrava, que mantiene a Mendizábal como ministro de Hacienda y lleva a cabo reformas progresistas, como la desamortización: consistía en la expropiación de los bienes de la Iglesia para venderlos en subasta. Mendizábal también disuelve órdenes religiosas, salvo las dedicadas a la enseñanza y

hospitales. Además abolió los señoríos (derecho que impedía que se vendieran o expropiasen tierras de los nobles). Se elabora y se aprueba la Constitución de 1837, de carácter más progresista y basada en la del 12. Ésta mantiene la soberanía nacional, implanta la no confesionalidad del Estado, se reconocen nuevos derechos y libertades (de imprenta, de expresión…) y se establece una forma de gobierno bicameral. A partir de su promulgación comienza a haber presiones de los moderados que querían un sufragio más restringido y pretendían implantar la Ley de Ayuntamientos, por la cual los alcaldes serían elegidos desde el gobierno central, y no en cada pueblo. Debido a estas presiones, Mª Cristina dimite como regente, se exilia a Francia y se nombra en 1840 a Espartero como regente. Este general cometerá dos grandes errores que le obligarán a exiliarse a Inglaterra en 1843: pretendió liberalizar el comercio, por lo que la industria textil británica inundó España y la empresa catalana se vio resentida. Además, fue cogiendo cotas de poder volviéndose cada vez más autoritario. Por ello, Espartero perdió todos los apoyos, incluso los de su propio partido. En 1843 fue sustituido por Isabel II tras aprobarse su mayoría de edad en las cortes, propuesta por el general Narváez.

10.3 Isabel II: El reinado efectivo Isabel II sube al poder en 1843 y va a estar hasta 1868 en que es expulsada. Su reinado puede dividirse en tres periodos: el Gobierno Moderado, con Narváez como presidente (1843-54). El Bienio Progresista, en el que vuelve Espartero (1854-56) y la Unión Liberal, presidida por O’Donnell, que era de carácter centralista, formada tanto por moderados como progresistas (1856-68). [HABLAR DE LAS PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE MODERADOS Y LIBERALES]

1er periodo: Gobierno moderado La tarea del gobierno de Narváez será consolidar las estructuras y organismos del régimen liberal. Tendrá el apoyo de los moderados: un grupo social minoritario pero con bastante poder económico y con riquezas, que era considerado el motor económico del país. Además, los principales puestos de poder estaban en manos de militares debido a la popularidad que estos tenían tras las victorias contra los carlistas (pretorianismo). La Constitución del 37 no se adecuaba las ideas del gobierno de Narváez, por lo que se comienza a redactar una constitución nueva más moderada. En esta constitución (Constitución del 45) se impone el sufragio censitario, se reducen algunos derechos y se da más poder al Rey. Además, se restablece la Ley de Ayuntamientos (por la cual desde el poder central se elegían los alcaldes de los ayuntamientos). Se efectúa una reforma fiscal: el ministro de Hacienda establece, además de impuestos directos, indirectos, como el consumo (sobre los artículos de 1ª necesidad). Se crea la Guardia Civil que se encarga del orden y del control de las zonas rurales (exclusivamente). Se organizan el código civil y el código penal. Se estandariza el sistema de pesos y medidas para toda España. Se firma un concordato con la Iglesia (se añade

la confesionalidad del Estado), distanciada a raíz de la desamortización de sus tierras con el anterior gobierno. Sin embargo, la mayoría de la población estaba en descontento con el gobierno, y en 1854 triunfa una sublevación militar llamada “La Vicalvarada” protagonizada por militares progresistas, liderada por Espartero (vuelto del exilio) y Serrano.

2º periodo: Bienio progresista Comienza en 1854 el Bienio Progresista con Espartero como jefe de gobierno. Se hacen algunas reformas como una segunda desamortización por parte de Madoz (ministro de Hacienda), esta vez de tierras comunales, que los campesinos usaban para recoger frutos, leña, etc., y que trajo revueltas campesinas. Se inicia la redacción de una nueva constitución que no llegara a ser implantada porque en 1856, la Reina Isabel disolverá las Cortes, y convocará unas nuevas elecciones en las que saldrá elegido el militar O’Donnell como presidente, poniendo así fin al Bienio Progresista.

3er periodo Durante el gobierno de O’Donnell, presidente del partido Unión Liberal, se harán una serie de reformas, siendo la más importante la creación de un sistema de ferrocarriles, que disminuyó el paro, ya que dio trabajo a numerosas personas. Además, se realizan junto a Francia expediciones a Méjico e Indochina. Sin embargo, con la llegada de una crisis económica y social, comienzan revueltas y O’Donnell será cesado del poder. Narváez retoma el poder, con una política de represión, dura, y de control. En 1866 los progresistas (liderados por Prim) y los demócratas (formados por monárquicos y republicanos) firman el Pacto de Ostende para expulsar a Isabel II del trono. Más tarde, O’Donnell muere y el general Serrano le sustituye en el mando de la Unión Liberal, y decide unirse al pacto. En 1868 comienza la revolución de la Gloriosa, que mediante una sublevación militar y con gran apoyo popular, consigue la expulsión de Isabel II, que se exilia a Paris. Con su marcha comienza el Sexenio Democrático.

10.4 Sexenio democrático (1868-1874): El reinado de Amadeo I y la Primera República Dentro del Sexenio Democrático se distinguen tres periodos: el gobierno provisional de Serrano (1868-70), el reinado de Amadeo I de Saboya (1870-73) y la Primera República (187374).

Gobierno provisional Después de la marcha de Isabel II, tras la revolución de La Gloriosa en 1868, el pueblo se organiza en juntas y se inician algunos focos de revolución social. Por ello, los militares que provocaron la revolución de la Gloriosa rápidamente forman un gobierno provisional liderado por 3 generales: Serrano, Prim y Topete cuya primera medida será disolver las juntas y las milicias populares. Además, dan los primeros pasos para la convocatoria de cortes para la

elaboración de otra constitución: primero, convocan elecciones mediante el sufragio universal masculino. Sale vencedora una coalición formada por progresistas, unionistas y demócratas monárquicos. En la oposición quedan los carlistas, conservadores alfonsinos (liderados por Cánovas del Castillo) y los demócratas republicanos. Tras las elecciones, se decide que España sería una monarquía, y Prim parte a buscar un Rey por las cortes europeas. También comienza la elaboración de la Constitución del 69, la más progresista del siglo. En ella se recoge el principio de Soberanía Nacional, se restringen los poderes del Rey, se amplían las libertades de prensa, asociación, etc. En cuanto a la división de poderes, queda de la siguiente manera: judicial en los tribunales, con jueces seleccionados mediante oposición y no por el partido gobernante; legislativo en las cortes (unicamerales); y ejecutivo repartido entre Rey y ministros. Mientras se busca nuevo monarca, Serrano asumirá la regencia del país, promulgando algunas medidas aparte de la constitución: La ley de bases arancelarias, que supone la liberalización del comercio; la concesión del derecho de explotación de minas a empresas extranjeras; la consolidación como banco nacional al Banco de España, el cual se convierte en centro de emisión de la peseta… Se elabora también un proyecto para abolir la esclavitud en Cuba, ya que estaban surgiendo movimientos independentistas liderados por Céspedes; sin embargo, los terratenientes se opondrán, por lo que el proyecto no se llevará a cabo.

Reinado de Amadeo de Saboya A finales de 1870 llega a España Amadeo de Saboya, proveniente de Italia, a pesar de que Prim había sido asesinado. A su llegada a España, se encuentra las cortes divididas entre los tres partidos que formaban la coalición, mientras que los partidos republicano y conservador (Alfonsino, de Cánovas) van ganando mucho apoyo. La situación del país es caótica: La burguesía está descontenta por la subida arancelaria, el campesinado protesta porque no ha percibido ninguna mejora a partir de las medidas tomadas. Surge un nuevo conflicto carlista, mientras en Cuba continúan las revueltas independentistas. Finalmente, debido también a la presión que ejercían sobre él los partidos republicano y Alfonsino, Amadeo de Saboya abdicará.

1ª República Tras la marcha de Amadeo, comienza la 1ª república, como propuesta de las cortes. Tendrá 4 presidentes: -

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Estanislao Figueras: abolió la esclavitud en Puerto Rico, y suprimió el consumo, pero pronto dimitió. Pi y Margall: era federalista, y pretendió dividir España en 17 estados, pero no recibió apoyo. Pronto surgieron revueltas cantonales por el levante y Andalucía, proclamándose numerosos cantones independientes, por lo que el presidente dimitirá. Nicolás Salmerón: reprimió todas las revueltas cantonales. Sin embargo, el congreso continuará promulgando medidas represivas, entre ellas la pena de muerte, por la cual Salmerón dimitirá por objeción de conciencia.

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Emilio Castelar: reforzará el autoritarismo y suspenderá las cortes hasta que las reabra en Enero del 74. Sin embargo, tendrá que dimitir por presión federalista, a lo que responderá el General Pavía (unionista) dando un golpe de estado con la guardia civil.

Tras esto, el general Serrano tomará el poder, sin las cortes, manteniendo a España en situación casi dictatorial, ya que disuelve las cortes y suspende la constitución. Mientras, Cánovas prepara la venida de Alfonso XII, y, un mes antes de su llegada, el general Martínez Campos dará un golpe de estado para proclamarlo rey.

10.5 Evolución económica y cambio social. El arranque del movimiento obrero 1833-1875 La población española se incrementó a lo largo del período, aunque en menor medida que en los países más desarrollados. El descenso de la mortalidad y el mantenimiento de una alta natalidad explican esta tendencia. La mayor parte de la población siguió siendo rural.

Sector primario: capitalización de las tierras La agricultura vivió una profunda reforma, causada por tres principales medidas: La abolición del régimen señorial y de los mayorazgos supuso la capitalización de las tierras de los nobles: se liberalizó su comercio. A causa de esto, muchos nobles decidieron vender sus tierras a burgueses quienes, en muchas ocasiones, redujeron el salario de los jornaleros e, incluso, les expulsaron para conservar las tierras como bien únicamente especulativo. Otra gran transformación económica de este período fue el proceso de desamortización de los bienes eclesiásticos iniciado en 1835 por el progresista Mendizábal, ministro de Hacienda. La desamortización consistió básicamente en la expropiación de los bienes desamortizados y su posterior venta en pública subasta al mejor postor. Tuvo tres objetivos, ninguno de los cuales cumplió: pagar la deuda pública del Estado; ampliar la base social del liberalismo y crear una clase media agraria de campesinos propietarios. La última gran desamortización se inició en mitad del Bienio Progresista (1855) mediante una ley elaborada por Pascual Madoz, que afectó a las tierras comunales de los municipios. Sus resultados tampoco fueron muy positivos: Arruinó a los ayuntamientos, no solucionó el problema de la deuda pública y perjudicó a los vecinos más pobres que se vieron privados del aprovechamiento libre de las tierras comunales.

Sector secundario: retraso industrial En la industria España vio como la revolución que se extendía por Europa, sólo afectaba de forma muy localizada al país en Cataluña y País Vasco. Diversos factores explican este retraso: 1Escasez de carbón y materias primas, 2atraso tecnológico, 3falta de articulación de un mercado interior debido a los deficientes medios de comunicación y al bajo poder adquisitivo de la mayoría de los españoles, y 4factores políticos como la pérdida del mercado colonial o la inestabilidad política.

La expansión del tendido ferroviario fue un factor clave que sí supuso una pequeña modernización al sector. La primera línea fue la construida entre Barcelona y Mataró en 1848, y con la promulgación de la Ley General de Ferrocarriles tuvo lugar un verdadero "boom" del ferrocarril.

Sector terciario: política comercial y financiera La política comercial fue en general proteccionista. Excepto durante el Sexenio Democrático, en que se intentó una política liberal con el Arancel Figuerola de 1869 que perjudicó a la burguesía, al entrar bienes más baratos del extranjero. En el terreno financiero el período se caracteriza por las dificultades de la Hacienda estatal agobiada por la Deuda Pública. Pese a estos problemas, en 1856 el Banco de España sustituyó al Banco Español de San Fernando y, en 1874, quedó configurado como banco nacional con el monopolio de la emisión de papel moneda: la peseta.

Sociedad de clases y movimiento obrero Durante este periodo, la sociedad estamental es sustituida por una sociedad de clases basada en el derecho de propiedad y en la igualdad ante la ley. El nuevo grupo social dominante estaba configurado por la alta burguesía, los terratenientes y los altos cargos del estado y del ejército. Por debajo emergieron unas clases medias urbanas muy poco numerosas. Las clases bajas configuraban la mayoría de la población del país: población campesina (jornaleros sin tierras, perjudicados por las desamortizaciones) y proletariado, que surgió sobre todo en Cataluña y País Vasco. Estos obreros comenzaron a agruparse en torno a sindicatos (como “Sociedad de Tejedores de Cataluña”), pero hasta la llegada del Sexenio Democrático no se llegó a desarrollar de manera notoria, gracias a las libertades políticas. En 1864 se había creado en Londres la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.), donde durante un cierto tiempo convivieron los seguidores de las ideas de Carlos Marx (marxistas o socialistas) y los seguidores de Mijaíl Bakunin (anarquistas). Las nuevas libertades traídas por la "Revolución Gloriosa" permitieron la creación de la Sección Española de la A.I.T. gracias al impulso del anarquista italiano Fanelli. Por otro lado, Paul Lafargue, propagó en España las ideas del marxismo. En 1872, creó un pequeño grupo madrileño que poco después daría lugar al PSOE.

Bloque 11 11.1 Reinado de Alfonso XII: Sistema canovista y Constitución de 1876 En diciembre de 1874, la situación política en España era insostenible. El general Serrano había asumido el poder de manera autoritaria, tras suprimir constitución y cortes para tratar de controlar los conflictos. Mientras, Cánovas del Castillo conseguía la renuncia de Isabel II a favor de su hijo, Alfonso XII, que se encontraba en la academia inglesa de Sandhurst. Allí, Alfonso firmará el Manifiesto de Sandhurst, mediante el cual expresa su deseo de volver a España, y los principios en que basaría su reinado: Defiende la monarquía como mejor forma de gobierno, ya que es la única capaz de defender e integrar los derechos de todas las clases sociales. Sin embargo, es también indispensable la ayuda de las cortes, con lo que continuará con el régimen parlamentario que llevaba en vigor desde el reinado de Isabel II. Manifiesta su deseo de acercar España al ritmo europeo, y cierra el texto declarándose buen español, católico y liberal. A pesar de haber manifestado públicamente este deseo de vuelta, el general Martínez Campos dará antes de su llegada un golpe de estado (diciembre del 74) con el que lo proclama oficialmente rey. En enero de 1875 llega Alfonso y mantiene de presidente del gobierno a Cánovas. Una de sus primeras medidas ya en España será conceder una amplia amnistía a presos que no hubieran sido condenados por delitos de sangre, entre los cuales se incluían los carlistas, liberados a cambio de dejar las armas. Los carlistas liderados por el general Cabrera aceptarán la propuesta, pero no ocurrirá así con el pretendiente al trono, Carlos VII, por lo que la guerra continúa hasta la derrota carlista en 1876. Tras esto, se incorporaron al sistema político con un partido ultraconservador. Además, Cánovas derogó todas las exenciones (tanto fiscales, como de asistencia a la mili, etc) de las que gozaba el País Vasco. Con Alfonso XII comienza el sistema canovista de gobierno, basado en lo que Cánovas denominó “constitución interna” del país: la idea y defensa de la patria, la monarquía hereditaria, la libertad, la propiedad privada, etc. Además, creó un sistema político basado en el inglés: existían únicamente dos partidos principales:

Líder Formados por Poderes del rey Sufragio Confesionalidad Libertades

CONSERVADORES Cánovas del Castillo Moderados, parte conservadora de la Unión Liberal Intervención en el poder ejecutivo y jefe supremo del ejército Censitario Confesionalidad Condicionadas, con censura

LIBERALES Práxedes Mateo Sagasta Demócratas, progresistas y parte liberal de UL Ídem Universal masculino (directo) Aconfesionalidad Amplias libertades: de asociación, prensa, etc.

En las primeras elecciones a Cortes ganará por mayoría el partido de Cánovas. Tras esto, comienza la elaboración de la Constitución de 1876. Será una constitución flexible para poder adaptarse a ambos partidos, por lo que aspectos de ella se dejan a la concreción del partido en el poder. Recoge el principio de Soberanía Nacional, pero compartida con el rey, que tenía el derecho de veto (no permitir algunas leyes de las cortes) y era quien elegía el presidente de gobierno. Las cortes eran bicamerales (congreso y senado) y el tipo de sufragio se dejaba a la elección del partido en el poder. El estado era confesional, pero se permitía la libertad de cultos. Finalmente, se reconocen todas las libertades, pero de tal manera que el partido conservador pudiera controlarlas fácilmente, sin faltar a la constitución. Durante el reinado de Alfonso XII se llega a un acuerdo de paz con los rebeldes cubanos (Paz de Zanjón). En 1885 el monarca muere, siendo sustituido por su segunda mujer, María Cristina de Habsburgo.

11.2 La regencia de María Cristina de Habsburgo. Turno de partidos. La oposición al sistema. Regionalismo y nacionalismo En 1885 muere Alfonso XII, estando su mujer María Cristina embarazada, de la que nacerá el heredero, Alfonso XIII. Hasta 1902, María Cristina será regente de su hijo.

Turno de partidos Cánovas temía que la muerte del monarca tuviera consecuencias negativas para España, y para evitarlo, acuerda el turnismo pacífico con Sagasta: consistía en la alternancia en el poder del partido liberal y el conservador, mediante la manipulación del sistema electoral. Ante una crisis en el gobierno, el Rey (o la regente) disolvía las cortes y encargaba al jefe de la oposición convocar elecciones. Éste negociaba con los caciques (personas con gran influencia en las zonas rurales) para que se manipularan los votos, y así saliera electo el partido de la oposición. La degradación de este sistema (debido a la obviedad con que, con el tiempo, se falseaban los votos) será una de las causas de la caída del régimen de Alfonso XIII.

Oposición al sistema Debido a que el turnismo consistía en la alternancia entre dos únicos partidos, el resto de grupos políticos estuvo en contra. Por un lado están los carlistas, escindidos en una rama política, que constituía el Partido Tradicionalista, dirigido por Nocedal; y en una rama de exiliados, que continuaron conspirando contra el régimen. Además, la mayor parte de la oposición la formarán los partidos republicanos: el Posibilista, de Emilio Castelar, aspira a instaurar de nuevo la república; el Partido Republicano Progresista, de José Zorrilla, es más radical y en ocasiones recurre a revueltas violentas para tratar de

conseguir sus objetivos políticos, sin éxito. También son importantes el Partido Centralista, de Salmerón, y el Federalista, de Pi Margall. Poco a poco, los partidos republicanos van ganando apoyos, y a finales del s. XIX ganan las elecciones en algunas capitales. Además, el PSOE de Pablo Iglesias, legal durante el gobierno de los liberales, iba ganando apoyos, aun sin obtener representación parlamentaria. Finalmente, también durante el gobierno del partido liberal, se crea el sindicato de la UGT, socialista, y sindicatos anarquistas en Andalucía y Cataluña. Estos últimos tenían dos ramas, la pacífica y la terrorista. La primera buscaba obtener sus logros mediante organizaciones, manifestaciones, etc, mientras que la segunda recurrió a atentados como el asesinato de Cánovas del Castillo. Esto fue la causa de una dura represión contra las organizaciones anarquistas.

Regionalismo y nacionalismo Por toda Europa se habían extendido ideas liberales y románticas, que exaltaban la tradición y lo característico de cada región, haciendo que surgieran nacionalismos como el alemán. En España, algo análogo ocurrió con el regionalismo, que consistía en la defensa y promoción de la cultura de cada región (lengua, literatura, folclore…) por parte de grupos de intelectuales. Sin embargo, poco a poco estas ideas irán evolucionando en lo que llamamos nacionalismo, por parte de grupos políticos que no sólo buscaban la exaltación de lo cultural de cada región, sino que a esto le unían reivindicaciones políticas. En Cataluña, Prat de la Riva fue el principal político nacionalista. Elaboró las Bases de Manresa, documento en el que manifiesta su aspiración a que España se convirtiese en un estado federal, y funda también un partido nacionalista catalán, la Lliga Regionalista. Además, desde finales del s. XIX y principios del s. XX, surgen partidos similares como Esquerra Republicana. En el País Vasco, Sabino Arana fue la principal figura nacionalista. Es antiliberal, y defiende el catolicismo y los fueros. Comienza una campaña de desprestigio hacia los inmigrantes provenientes del resto de España, afirmando que contaminaban la cultura vasca. Finalmente, funda el PNV, partido conservador y nacionalista vasco.

11.3 Liquidación del imperio colonial: Cuba y Filipinas. El 98 y repercusiones Independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas Los primeros movimientos independentistas en Cuba se habían producido durante el Sexenio democrático, durante el llamado Grito de Yara, liderado por Céspedes. Desde entonces, habían surgido nuevos líderes rebeldes como José Martí o Antonio Maceo. Con la llegada de Alfonso XII, se comienzan a proponer medidas para paliar el descontento del pueblo cubano y así acabar con los sentimientos de rebeldía, como la concesión de amnistía a los presos rebeldes o la abolición de la esclavitud en la isla. Con todo ello, se produce una momentánea reconciliación con Cuba, a través de la firma de la Paz de Zanjón, en 1878. Sin

embargo, el proyecto de abolición de la esclavitud no termina de llevarse a cabo, debido a presiones ejercidas por parte de norteamericanos y de lugartenientes cubanos, y vuelve a extenderse un descontento por el pueblo que hará que surja un nuevo conflicto independentista en 1879, que será sofocado por el ejército español. A pesar de ello, los rebeldes van aumentando en número, y comienzan a aumentar sus exigencias, entre las que destacaba la demanda de liberalización del comercio, que estaba monopolizado por España. Finalmente, en 1886 se termina de abolir la esclavitud, pero no se consigue contentar a los rebeldes, y en 1891 se reabre el conflicto. Entonces, el gobierno conservador pretende otorgar una cierta autonomía a los cubanos, pero no llega a cumplirlo debido a presiones internas dentro del partido. En 1895, con el Grito de Baire liderado por José Martí, comienza la Guerra de Independencia cubana. En un principio, el gobierno envía al general Martínez Campos para combatir a los rebeldes, organizados en guerrillas, y no conseguirá controlarlos. Tras esto, será enviado el general Weyller quien, para controlar a los rebeldes, comenzó una dura política de represión hacia los civiles, a los cuales comenzó a apresar en campos de concentración, ganándose la enemistad de toda la población. A causa de esto, finalmente el gobierno central tendrá que ceder a Cuba la igualdad de derechos y libertades con el resto de españoles, entre los que se incluían la Constitución, la libertad de comercio, etc. Aunque el conflicto parecía ya terminado, será reavivado por McKinley, presidente estadounidense, quien envía a Cuba el acorazado Maine con el pretexto de proteger a los estadounidenses que se encontraran en la isla. Este acorazado sufrirá un atentado, y el gobierno estadounidense declarará la guerra a España tras una gran campaña mediática a favor de ello. Mientras, en España la opinión pública se divide entre ir o no ir a la guerra, hasta que finalmente, la regente decide enviar tropas de manera simbólica. La armada estadounidense, muy superior tanto técnicamente como en número a la española, la acorrala y derrota en el puerto de la Habana. Con esto, se da por concluida la guerra, y Cuba y Puerto Rico pasan a estar bajo protección de EEUU. Paralelamente, comienzan una serie de revueltas independentistas en Filipinas en torno a 1890. Se funda la Liga Filipina, partido independentista del Dr. José Rizal, que tendrá un gran apoyo popular. En 1898, tras la derrota española en la Guerra Hispano-estadounidense, las Filipinas también pasaron a pertenecer a EEUU. Este acuerdo se formalizó en la Paz de París, en la cual las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas eran entregadas a EEUU, pero gozaban de una cierta independencia.

Crisis del 98 La pérdida de las colonias fue denominada desastre del 98, y trajo una serie de consecuencias negativas para el país. Primero, una pérdida de ingresos económicos provenientes de las colonias. Segundo, se extendió la frustración por toda la sociedad, al verse finalizada por completo la concepción imperial que se tenía de España. Tercero, el ejército español pierde su

prestigio internacional. Además, mientras, España fue ajena a toda la expansión colonialista que estaban llevando a cabo las principales naciones europeas en África y Asia. Como respuesta a esta crisis surge entre los intelectuales la necesidad de cambio, expresada a través del Regeneracionismo: se propone la europeización de España, y la mejora de la educación y la economía (recogido en el lema de Joaquín Costa: “Cultura y despensa”) Con todo esto, España sufre una crisis de gobierno. El gobierno de Sagasta es sustituido por el del partido conservador, presidido por Silvela. El pueblo español pierde definitivamente su confianza en el sistema del turnismo.

11.4 Sociedad y mentalidad. La educación 1875-1902 Sociedad y mentalidad La sociedad de la España durante la Restauración ha sido caracterizada como una sociedad dual en la que convivían dos mundos muy diferenciados, entre los que había una relación bastante débil:  

Un inmenso interior agrario con formas de vida y subsistencia muy atrasadas, que vivía en el aislamiento. Unas pocas zonas industrializadas donde se abría poco a poco paso una sociedad moderna. Estas zonas se ubicaban preferentemente en la periferia, con la excepción de Madrid.

En general, nos hallamos ante una sociedad en la que pobreza está muy extendida. Las bajísimas rentas de la mayor parte de la población impedían el consumo y el ahorro, dificultando el desarrollo industrial y la modernización social. El bloque de poder lo formaba una alta burguesía que formaba el triángulo de los siderúrgicos vascos, los empresarios textiles catalanes y los cerealistas castellanos.

La sociedad en el medio agrario. Durante el período de la Restauración, en el medio rural se podían distinguir estos grupos sociales:   

Una clase alta de oligarquía agraria, predominante en las dos Castillas, Extremadura y Andalucía. Clases medias bajas, formadas por medianos propietarios. Campesinos sin tierra, que sufren una situación de paro intermitente y que reciben muy bajos salarios. Esta amplia masa de población sufre una situación caracterizada por la alimentación deficiente, las carencias sanitarias y higiénicas y la falta de una cultura elemental con unas tasas enormes de analfabetismo.

Debido a esta estructura social, periódicamente hubo estallidos sociales violentos, duramente reprimidos por las autoridades.

La sociedad en el medio urbano. El lento desarrollo minero e industrial propició la lenta aparición de una sociedad más modernizada en determinadas zonas del país:  

En el País Vasco con preponderancia de la industria siderúrgica y la banca más próspera del país. En Cataluña, cuya industria textil suponía la mayoría de la oferta industrial española. La burguesía catalana había basado su éxito económico, además de en su empuje y dinamismo empresarial, en el proteccionismo del gobierno de la nación que le permitió prosperar sin tener que hacer frente a la competencia exterior.

Junto a la alta burguesía industrial y financiera, en las ciudades encontramos una compleja estructura social: 



Una heterogénea clase media entre la que, junto a los principales defensores de las posturas democráticas y republicanas, encontramos una amplia masa apolítica, apegada a los hábitos tradicionales. Entre las clases trabajadoras debemos distinguir una masa mayoritaria de artesanos, ligados a empleos tradicionales, y un creciente número de obreros que, poco a poco, comienzan a organizarse política y sindicalmente.

La educación Tras el Sexenio Democrático, un período en el que había existido una amplia libertad de cátedra en las universidades, la Restauración significó el establecimiento de una rígida censura contra cualquier manifestación contra la monarquía y el dogma católico. El choque con parte del profesorado fue inmediato, algunos dimitieron de sus cargos, otros fueron cesados. Giner de los Ríos, uno de estos catedráticos, fundó la Institución Libre de Enseñanza en 1876, como centro privado y laico. La Institución, heredera de los postulados del krausismo, introdujo en España una pedagogía de vanguardia que buscaba la formación integral del individuo en plena libertad y mediante el fomento de la curiosidad científica, el antidogmatismo y la actitud crítica. Sin embargo, lo que predominó durante la Restauración fue la enseñanza tradicional, basada en métodos anticuados y poco críticos, y sometida a la vigilancia de la Iglesia Católica. La enseñanza secundaria se circunscribía a 50 institutos en toda España, destinados a los hijos de las familias más ricas. Esta situación del sistema educativo provocó un gran atraso en el desarrollo científico y la investigación.

Bloque 12 12.1 regeneracionismo y revisionismo político. La crisis de 1909 y 1917. La guerra colonial en Marruecos. El desastre de Annual En 1902 se declara la mayoría de edad de Alfonso XIII, tras la regencia de su madre, y toma el poder hasta 1931 en que se proclama la II República. Además, durante su reinado habrá una etapa aconstitucional con la dictadura de Primo de Rivera, durante los años 1923 y 29. Antes de iniciarse el reinado de Alfonso XIII, Cánovas había sido asesinado, y Sagasta muere en 1903. A raíz de esto, comienzan a surgir divisiones internas en los dos principales partidos, y aparecen en ellos nuevos líderes. Los Regeneracionistas pidieron a estos líderes solucionar el problema del caciquismo y de manipulación electoral, pero éstos responderán con medidas superficiales que no logran la recuperación real del sistema: Conservadores: trataron de producir un acercamiento hacia el catalanismo, reconociendo la autonomía de sus ayuntamientos y diputaciones. Además, crearon el Instituto Nacional de Previsión, que proporcionaba cierta ayuda a las clases más desfavorecidas, y se promulga la ley de descanso dominical. Liberales: crean la Mancomunidad de Cataluña, organismo que integra a sus cuatro diputaciones provinciales. Promulgan la Ley de Reclutamiento Obligatorio, sin posibilidad de exención a cambio de dinero. Además, se establecen leyes laborales para la mejora de la situación de las mujeres y niños obreros. Finalmente, controlan a las organizaciones religiosas con la Ley de Candado, y prohíben la formación de nuevas En 1905 estalló una grave crisis en Cataluña. La victoria de Lliga Regionalista de Cambó y Prat de la Riba en las elecciones locales de 1906 alarmó al ejército que veía en peligro la unidad del país. Los comentarios satíricos antimilitares en publicación barcelonesa ¡Cu-Cut!, llevaron a que trescientos oficiales asaltaran e incendiaran las imprentas. La reacción del gobierno fue ceder ante el Ejército: en 1906 se aprobó la Ley de Jurisdicciones que identificaba las críticas al Ejército como críticas a la Patria y pasaban a ser juzgadas por la jurisdicción militar. Estos conflictos, unidos a la poca efectividad real de las medidas tomadas por el gobierno provocan que los partidos de la oposición al turnismo crezcan en apoyos. El partido que tendrá un mayor crecimiento será el PSOE, del cual, en 1921 y por influencia de la Revolución Rusa, se escindirá el Partido Comunista. Paralelamente, los partidos nacionalistas alcanzan mayores cotas de poder en sus territorios, y se van separando cada vez más del gobierno central. Los más importantes fueron Lliga Regionalista, en Cataluña y PNV en el País Vasco.

Crisis de 1909 En la Conferencia de Algeciras (1906) se acordó el reparto entre Francia y España del territorio marroquí, y a España le correspondió la franja norte. Desde 1909 se inició un conflicto bélico, la guerra de Marruecos, muy impopular en el país, que ensanchó el foso que separaba al Ejército y la opinión pública, esencialmente las clases populares. Para empeorar la situación, el ejército sufrirá derrotas como, la emboscada del Barranco del Lobo (1909), en la cual mueren más de un centenar de soldados. Por ello el gobierno moviliza a los reservistas catalanes para que acudieran a Marruecos, sin embargo, cuando están en el puerto de Barcelona, las familias provocan revueltas, que serán disuadidas por la policía. Pero, como respuesta, pronto se extienden por toda la ciudad ataques anticlericales, disturbios en las calles, etc., por lo que el gobierno declara el estado de guerra. Estas revueltas, llamadas la Semana Trágica, serán reprimidas por el gobierno, y su instigador, Francisco Ferre, será condenado a muerte. Todo esto provoca como consecuencia una dura crítica hacia el gobierno, liderado por Maura, quien tendrá que dimitir para ser sustituido por el partido liberal.

Crisis de 1917 En 1914 Europa inicia la I Guerra Mundial en la que España no participa, y se convierte en abastecedora de los países beligerantes. Este aumento en la demanda aporta una mayor rentabilidad a las industrias vascas y catalanas, pero también provoca una subida generalizada de precios, mientras que los salarios no crecen a la par, lo que hace que el nivel adquisitivo disminuya y comiencen a surgir conflictos sociales. Por todo ello, en 1917 la CNT, UGT y PSOE convocan una huelga general, y el gobierno responde imponiendo el estado de emergencia, debido al cual el ejército toma momentáneamente el poder para frenar las revueltas. Esto hará que aumente aún más el malestar entre las clases obreras. Además, durante el mismo año los militares, en gran descontento debido a la mala gestión del conflicto en África, al injusto sistema de ascensos y a la pérdida que también ellos sufrieron de poder adquisitivo se organizan en juntas y obligan al Rey a cambiar de gobierno, tras lo cual se puso a Eduardo Dato, conservador, como presidente. Paralelamente a todo esto, los partidos políticos de la oposición al sistema (generalmente republicanos) comienzan a exigir cambios, y amenazan con alentar movilizaciones sociales. Para tratar de controlar la situación, Dato disolverá las cortes, a lo que a su vez responderán los catalanes formando una asamblea de parlamentarios propia, que sin embargo apenas tuvo éxito. La crisis social va en aumento y, a partir de este momento, el gobierno se dedica principalmente a reprimir revueltas obreras, y se nombran varios gobiernos de coalición entre liberales y conservadores.

Annual Finalmente, la situación en Marruecos empeora. Abd-el-Krim, líder rebelde, gana apoyos y aumenta su armamento, con lo que comienza la Guerra del Rif. Entonces, los generales Berenguer y Silvestre planean una estrategia conjunta para acorralar a los marroquíes, sin embargo, Silvestre se adelanta, lo que trae como consecuencia el desastre de Annual, donde unos trece mil miembros de las tropas españolas mueren en combate, en una sonada derrota.

Esto supuso en España un incremento en la crítica por parte de la prensa hacia el gobierno y el ejército, por lo que finalmente, en 1923 el general Miguel Primo de Rivera da un golpe de estado, y el Rey le otorga el poder.

12.2 La dictadura de Primo de Rivera. De la monarquía alfonsina a la Segunda República Alzamiento y principios del régimen En 1923 Miguel Primo de Rivera, capitán general de Barcelona, da un golpe de estado sin recibir oposición por parte de otros militares. Toma el poder como jefe de gobierno, mientras que el Rey permanece de jefe de estado, e implanta un régimen dictatorial: suprime la Constitución de 1876, junto con todo lo que conlleva: sistema democrático, sindicatos, amplias libertades y derechos… Es posible que su régimen tuviera alguna semejanza con el gobierno fascista de Mussolini, que había subido al poder un año antes, sin embargo, sus objetivos son claramente diferentes. Primo de Rivera tuvo un planteamiento político de carácter regeneracionista, ya que buscaba solucionar la crisis de corrupción política, de falta de empleo, de desastres militares en Marruecos, etc.

Dictadura: Directorio militar y directorio civil Podemos dividir su gobierno en dos etapas, el directorio militar (1923-25) y el directorio civil (25-30) Directorio militar En un principio, todos los cargos de gobierno estuvieron ocupados por militares, ya que Primo de Rivera tenía pensado que su dictadura fuera una etapa de transición para paliar la crisis, y que más tarde se reemprendiera la etapa constitucional. Durante esta etapa, se organiza una expedición conjunta con Francia a Marruecos y, tras el desembarco de Alhucemas y el apresamiento de Abd-el-Krim, se consigue poner fin al conflicto rebelde. En cuanto a la economía, se promueven una serie de obras públicas como la construcción de una red de carreteras, la creación de pantanos o la reorganización del sistema de regadío. Además, se crean bajo monopolio estatal Campsa y Tabacalera para controlar el abastecimiento de gasolina y tabaco. Como consecuencia de toda esta política, el estado queda gravemente endeudado. Finalmente, la conflictividad social disminuirá gracias a la aparente prosperidad económica y a la dura represión de huelgas, manifestaciones, sindicatos, etc. Directorio civil Ya que el régimen resulta durar más de lo esperado por Primo de Rivera, éste comienza a nombrar cargos civiles para tratar de mejorar la imagen de la dictadura. Crea además instituciones como la Asamblea Nacional Consultiva (organismo de carácter consultivo) o

corporaciones laborales análogas a los sindicatos, pero bajo el control de la Unión Patriótica (partido único del régimen). Sin embargo, el éxito de estas medidas fue escaso.

Apoyos y oposición. Fin del régimen y de la monarquía alfonsina En un primer momento, el discurso de Regeneracionismo y de eliminación del caciquismo, de recuperación económica y mejora de la situación para las clases obreras creó una cierta expectación por parte de partidos y sindicatos como PSOE y UGT. Ain embargo, al ver que el panorama no mejoraba, fue perdiendo estos apoyos. Por otro lado, la CNT nunca apoyó la dictadura, al igual que los intelectuales, como Ortega y Gasset. Además, parte del ejército también estuvo en contra, y se sublevaron durante La Sanjuananda (1926). Únicamente recibirá el apoyo total por parte de las clases altas y de parte del ejército. A finales de 1929 comienzan a llegar a España los primeros efectos de la crisis internacional y, en enero de 1930, Primo de Rivera deja voluntariamente el poder y se exilia a Francia. Tras la marcha del dictador, el Rey nombra al general Berenguer jefe de gobierno, para reemprender la vuelta al régimen constitucional. Sin embargo, a finales de 1930 Berenguer dimite y es sustituido por el almirante Aznar. Mientras, clandestinamente, los partidos republicanos firman el Pacto de San Sebastián, en el que se proponen como objetivo eliminar la monarquía y establecer la república. Paralelamente, de la CNT surge un brazo político, la FAI. Para normalizar la situación, Aznar legaliza de nuevo los partidos políticos y se convocan elecciones a ayuntamientos el 12 de Abril de 1931. Como en las principales ciudades vencen los partidos republicanos, el 14 de Abril la gente sale a las calles y proclama la Segunda República. El Rey Alfonso XIII se exilia de España.

12.3 Evolución económica. La sociedad 1902-1931. Evolución económica El desarrollo industrial En 1900 España seguía siendo un país agrario, y esta situación no cambió apenas durante las primeras décadas del siglo. Sí hubo, sin embargo, cambios significativos en el sector industrial. Creció la producción minera y siderúrgica, y se desarrollaron nuevos sectores como el eléctrico y el químico. Diversos factores dificultaron un mayor crecimiento industrial: la excesiva concentración geográfica de la industria en Cataluña y el País Vasco, la dependencia de la tecnología extranjera y la debilidad del mercado interior. La Hacienda y el sector bancario

En los primeros años del siglo los gobiernos llevaron a cabo una política de saneamiento de las finanzas públicas. Así, hubo un ciclo de nueve años, 1900-1909, de presupuestos con superávit. Mientras, el Banco de España estatal pasó a controlar la emisión de billetes, lo que permitió limitar la inflación y conseguir la estabilización de la peseta. En estos años, además, se fundaron los principales bancos del futuro como el de Bilbao, Vizcaya, Mercantil de Santander o Hispanoamericano. Consecuencias económicas de la Primera Guerra Mundial La Gran Guerra trajo un boom económico para el país. La situación de neutralidad permitió un crecimiento considerable de la producción y de las exportaciones, lo que produjo un auge económico. Sin embargo, el fin de la guerra y de la demanda de los países beligerantes acabó con la euforia y desencadenó la crisis. El mercado interno no fue capaz de sustituir a las exportaciones, con lo que muchas empresas tuvieron que cerrar. Las clases trabajadoras fueron las más perjudicadas. De la crisis a la euforia de los años veinte La crisis se prolongará hasta 1924. A partir de este año, al igual que en Europa, habrá una recuperación económica. Esta situación fue aprovechada por Primo de Rivera para llevara a cabo una ambiciosa política de inversiones en infraestructuras. En esos años se introdujeron medidas como: se invirtió en la red ferroviaria, se estableció el monopolio de petróleos (CAMPSA) y la Compañía Telefónica. Sin embargo, toda esta política inversora causó un gran endeudamiento del estado.

La sociedad (1902-1931) Demografía La población española creció de forma lenta pero continua en el primer tercio del siglo pasando de 18,6 en 1900 a 23,5 millones de habitantes en 1930. La caída de la tasa de mortalidad, basada en las mejoras sanitarias, fue la razón de este incremento demográfico. Sin embargo, hubo una gran catástrofe sanitaria con la epidemia de la "Gripe Española" de 1918-1919, que causó la muerte a 230.000 personas. Además hubo una fuerte emigración, tanto interior del campo a las ciudades, como exterior, con más de un millón de españoles que partieron para América Latina. La evolución social La sociedad española siguió siendo a lo largo de este período una sociedad marcada por grandes diferencias de riqueza entre los diversos grupos sociales. Los grupos ligados a la industria y a las finanzas formaron las clases altas, a los cuales se unieron muchos nuevos burgueses, enriquecidos durante la Guerra Mundial.

También aumentan las clases medias, que fueron ligándose a los grupos republicanos o nacionalistas en Cataluña y el País Vasco. Además, el crecimiento numérico de la clase obrera, cada vez más organizada en torno a los sindicatos CNT y UGT, y la pervivencia de una amplia masa de jornaleros sin tierra en el sur del país, en una situación social desesperada, llevará al aumento de apoyos hacia posturas políticas radicales. Los socialistas, PSOE y UGT, se implantaron esencialmente en Asturias, País Vasco, Madrid y zonas del campo andaluz. Del PSOE, a partir de la revolución soviética, se escindió en 1921 el Partido Comunista de España (PCE). Mientras los anarquistas y su sindicato la CNT asentaron su predominio en Cataluña, Aragón, Levante y Andalucía, y, en 1927, fundaron una rama política: la Federación Anarquista Ibérica (FAI).

Bloque 13 Introducción: Partidos políticos durante la IIª República De izquierda: -

Izquierda republicana: (Manuel Azaña) partido de izquierda, pero moderado PSOE: (Indalecio Prieto y Julián Besteiro) de línea moderada, (Largo Caballero) más radical. Estaba relacionado con el sindicato de la UGT. Partido Comunista: (Dolores Ibárruri) partido extremista, inspirado por la Revolución Rusa FAI: (Durruti) partido anarquista, era el brazo político de la CNT

De centro: -

Partido Radical: (Alejandro Lerroux) Derecha Liberal Republicana: (Niceto Alcalá Zamora)

De derecha: -

Acción Española: (Jose María Pemán y Ramiro de Maeztu) de tendencia monárquica JONS: (Ramiro Ledesma Ramos) monárquico, posteriormente se une con Falange Falange Española: (José Antonio Primo de Rivera) de carácter republicano Comunión tradicionalista: partido carlista, popular únicamente en País Vasco y Navarra CEDA [Confederación Española de Derechas Autónomas]: (Ángel Herrera Oria y José María Gil Robles)coalición de partidos de derechas

Nacionalistas: -

Lliga Regionalista: (Cambó) nacionalista catalán, de derechas Esquerra Republicana: (Macià) nacionalista catalán, de izquierdas PNV: (José Antonio Aguirre) nacionalista vasco, de derechas ORGA: (Casales Quiroga) nacionalista gallego

13.1 La Constitución de 1931 y el bienio reformista Organización y Constitución En las elecciones a ayuntamientos de julio de 1936, en varias de las principales ciudades como Madrid y Barcelona triunfan los partidos republicanos, y por ello, el 14 de abril se proclama la II República. Se crea un gobierno provisional liderado por Niceto Alcalá Zamora, y el cargo del rey, que se ha visto obligado a exiliarse, pasa a manos del Presidente de la República. Se convocan elecciones para crear un parlamento constitucional y salen vencedores los partidos de centro-izquierda (entre los cuales PSOE e izquierda republicana serán los de mayor popularidad).

En Diciembre de 1931 se promulga una nueva Constitución, con clara influencia ideológica de centro izquierda, por ello, se gana desde el principio la oposición de los grupos conservadores, que estaban en desacuerdo fundamentalmente en el tema religioso y autonómico. En ella se reconoce el 1derecho de voto universal, tanto masculino como femenino, y con ello el principio de 2Soberanía Nacional total, no compartida con el rey. Los 3poderes se reparten de la siguiente manera: judicial en los jueces, legislativo en las Cortes y ejecutivo en el Presidente de la República. 4El estado se declara laico, se disocia completamente de la Iglesia, y se prohíbe a ésta llevar a cabo cualquier actividad económica o de enseñanza. 5Se reconocen plenos derechos y libertades, aunque la propiedad privada estaba sujeta a la posibilidad de expropiación. 6Se otorga cierta autonomía a algunas regiones.

Bienio reformista Durante este periodo, que duró desde 1931 hasta 1933, el Presidente de la República fue Niceto Alcalá Zamora y el Presidente de Gobierno fue Manuel Azaña. Se tomaron medidas como la polémica reforma del ejército, por la cual se redujo el número de altos cargos (sobre todo anti-republicanos) se cerró la academia de Zaragoza y se suprimen los tribunales de honor y la Ley de Jurisdicciones. También promulgaron una ley para la reforma agraria que consistía en la expropiación de tierras no cultivadas de grandes propietarios, para dárselas al campesinado. Sin embargo, existía en el gobierno un enorme déficit heredado de la dictadura de Primo de Rivera y del Crack del 29, por lo que la reforma se tuvo que llevar a cabo muy lentamente, lo que provocó revueltas campesinas (sobre todo en Andalucía) como la de Casa Viejas, en que los campesinos tomaron el propio ayuntamiento. Esta revuelta fue duramente reprimida y tras ello se promulgó la ley de Laboreo Forzoso, que obligaba a los lugartenientes a contratar laboreros de su propio pueblo. Además, para mejorar la situación del proletariado se reduce el máximo de horas de trabajo a 48 semanales y se fija un salario mínimo. Se imponen también una serie de restricciones frente a la Iglesia. Entre otras, se les impide dedicarse a la enseñanza, se les retira el apoyo económico y se expulsa a los jesuitas. Frente a esto, se promueve una enseñanza laica y estatal, y comienzan las llamadas Misiones pedagógicas (bibliotecas, teatros públicos…) itinerantes por los pueblos (como la Barraca de García Lorca).También se aprueba la Ley de Divorcio y de matrimonios civiles. Finalmente, en 1932 se redacta y aprueba el estatuto catalán, mientras que el gallego y el vasco se ralentizan. En 1932 Sanjurjo protagoniza un golpe de estado que triunfa únicamente en Sevilla, por lo que ha de exiliarse. En 1933, el gobierno entra en crisis, debido a los fracasos de su política reformista. Por ello, se disuelven las Cortes y se convocan elecciones, en las que sale electa una coalición de centro-derecha, durante el llamado bienio radical-cedista.

13.2 El bienio radical-cedista. Las elecciones de 1936 y el Frente Popular Bienio radical-cedista En 1932 se disuelve el Parlamento tras una crisis de gobierno, y en 1933 se convocan nuevas elecciones en las que sale vencedora una coalición formada por el Partido Radical de A. Lerroux y la CEDA de Gil Robles. Durante este periodo el presidente de gobierno será Lerroux y el de la República continúa siendo Niceto Alcalá Zamora. Esta coalición tuvo como propósito cambiar la Constitución de 1931 (principalmente lo relacionado con la Iglesia y las autonomías), aunque no lo consiguieron. Para ello, promulgaron una serie de decretos: 1frenan la reforma agraria y son devueltas las tierras que aún no habían sido repartidas, 2se paraliza la redacción de los estatutos vasco y gallego. 3Se vuelve a dar presupuesto a la Iglesia y se readmite a los jesuitas. Finalmente, 4se concede amnistía a los participantes en el golpe de estado de Sanjurjo. A todo esto PSOE y UGT responden iniciando revueltas como la Huelga General de 1934, que tuvo especial participación en la cuenca minera de Asturias. Allí el gobierno tuvo que enviar al ejército africano (liderado por Franco) para combatir las revueltas, lo que causó enfrentamientos violentos por parte de ambos bandos. Más tarde, las revueltas se extienden por Madrid y Cataluña, y a esta última responde el gobierno eliminando su estatuto de autonomía. Por todos estos conflictos, los partidos extremistas van ganando apoyos, tanto los partidos obreros de extrema izquierda como los de extrema derecha, como las JONS y la Falange.

Elecciones de 1936 y Frente Popular El descontento que esta situación produjo, junto con casos de corrupción en los que se vio implicado parte del gobierno a finales de 1935 provocaron una nueva crisis política por la cual Niceto Alcalá Zamora tuvo que disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones. En febrero de 1936 sale elegida una coalición, esta vez de izquierdas, llamada Frente Popular. Estaba formada por Izquierda Republicana, PSOE, PC y Esquerra Republicana. Alcalá Zamora es sustituido como Presidente de la República por Manuel Azaña, y Casales Quiroga es nombrado presidente de gobierno. Comienzan a promulgar medidas que iban encaminadas a restablecer la situación del Bienio Reformista. Retiran apoyos a la Iglesia y expulsan a los jesuitas, comienzan trámites para volver a poner en marcha la reforma agraria… Además, se concede una amnistía a los presos de la Revolución de Octubre. A partir de febrero y marzo del mismo año, comienzan a radicalizarse por un lado la UGT (apoyada por el PSOE) que ocupa tierras por la fuerza para acelerar la reforma agraria y, por otro lado, la gente de dinero, quien contrata pistoleros como seguridad privada para defender sus intereses por la fuerza. Por ello, se suceden conflictos armados, y con el objetivo de acabar con esta situación, se va comenzando a gestar una revolución por parte de algunos militares, entre los que estaban Franco, Mola, Sanjurjo, Queipo de Llano y Godet, y algunos partidos políticos. El general Mola será el líder del grupo, quien pretendía imponer un régimen

dictatorial de transición, mientras que la CEDA y los carlistas pedían una monarquía, y la Falange una dictadura fascista. Tras una serie de revueltas entre grupos extremistas resulta asesinado el Teniente Castillo en manos de militantes de extrema derecha. A esto responde la extrema izquierda asesinando a Calvo Sotelo, líder de un partido católico de derechas. A partir de este suceso, se radicaliza aún más una parte del PSOE, el PC y los anarquistas por un lado, y la extrema derecha por el otro. Finalmente, el 17 de julio de 1936 los militares comienzan una sublevación en África que el 18 se extiende como golpe de estado por toda la península. Como no llega a triunfar en todo el territorio, comienza una guerra civil.

13.3 La cultura española desde los inicios de la Edad de Plata hasta 1936 La Edad de Plata Al primer tercio del siglo XX se le ha denominado la Edad de Plata de la cultura española por la calidad y el protagonismo de los intelectuales, literatos y artistas del período. Este brillante grupo de intelectuales ha sido tradicionalmente clasificado en generaciones. La del 1898, la de 1914 y, finalmente, la de 1927. La Institución Libre de Enseñanza y otras instituciones ligadas a ella como la Residencia de Estudiantes y el Instituto-Escuela, tuvieron un gran protagonismo en esta eclosión cultural, y de ellas provienen intelectuales como Machado, Juan Ramón Jiménez, o Julián Besteiro. Tras la generación del 98, que se mantuvo activa durante todo el periodo, con Baroja, Azorín, Unamuno, Machado, Valle-Inclán o Maeztu, vendrá la generación del 14, con intelectuales como Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, Marañón o Gómez de la Serna. Finalmente, en la segunda mitad de los años veinte, empezará a destacar una tercera generación, la del 27, con Rafael Alberti, Gerardo Diego o Dámaso Alonso, que alcanzará su plenitud intelectual durante la Segunda República. No sólo la literatura brillará en la Edad de Plata. Junto a hombres de letras, encontramos científicos como Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel en 1906, o filósofos como Ortega y Gasset o María Zambrano.

La vida cultural de la Segunda República Los intelectuales tuvieron un protagonismo especial durante la Segunda República. Muchos de los dirigentes republicanos y socialistas, como Manuel Azaña, Fernando de los Ríos o Julián Besteiro, pertenecieron al mundo de la cultura. Otros, como Ortega y Gasset, Antonio Machado o Gregorio Marañón, apoyaron expresamente al nuevo régimen agrupándose en la Agrupación al Servicio de la República.

El apoyo unánime se fue resquebrajando con el paso del tiempo. A partir de 1932, algunos intelectuales, como Ortega o Unamuno, adoptaron una posición crítica con el Gobierno republicano-socialista. La mayoría, sin embargo, apoyó la política reformista del gobierno de Azaña y colaboró en la acción de extensión cultural del Gobierno republicano-socialista. Algunas compañías teatrales, integradas por actores profesionales y estudiantes, visitaron pueblos apartados del país llevando las principales obras del repertorio teatral español. La más conocida de ellas fue La Barraca, un proyecto personal del poeta García Lorca. Las Misiones Pedagógicas tuvieron un objetivo similar, la difusión de la cultura entre una población mayoritariamente analfabeta: bibliotecas ambulantes, conferencias, proyecciones de películas…

Las artes La arquitectura vive en los inicios del nuevo siglo el período de apogeo del modernismo en Barcelona. Doménech y Montaner construye el Palau de la Música Catalana y Antonio Gaudí marca la trama urbana de la ciudad con obras como la Casa Milá, la Casa Batlló y la Sagrada Familia. Mientras con un estilo más convencional, en Madrid se construyen buena parte de los edificios que bordean la Gran Vía, el Palacio de Comunicaciones en la Plaza de Cibeles, y muchos de los palacetes que aún sobreviven en la Castellana y en el barrio de Salamanca. En la pintura y la escultura conviven grandes artistas ligados a la tradición figurativa del escultor Mariano Benlliure o los pintores Zuloaga y Romero de Torres, con figuras clave en el desarrollo del arte mundial del siglo XX. Sobre todas ellas destaca Pablo Picasso, que a lo largo de este primer tercio del siglo evoluciona hasta la creación del cubismo. Junto a Picasso, inician por entonces su carrera pintores geniales como Juan Gris, Joan Miró o Salvador Dalí, y escultores como Pablo Gargallo. En el cine, destaca la figura de Luis Buñuel, perteneciente a la generación del 27 y ligado al círculo de García Lorca y Dalí. Sus primeras películas se integran en el movimiento surrealista. Por último, hay que mencionar que este primer tercio del siglo XX es también la época más brillante de la historia de la música española. Figuras como Isaac Albéniz, Enrique Granados y, sobre todo, Manuel de Falla marcan un momento muy brillante de nuestra música.

Bloque 14 14.1 La sublevación militar. El desarrollo de la Guerra civil. Evolución política de las dos zonas durante la guerra Sublevación militar. Bando Nacional y Bando Republicano En 1936, con Manuel Azaña como presidente de la República, la situación de crisis social y económica se hace insostenible, por lo que un grupo de militares prepara una sublevación. Mientras, se suceden una serie de asesinatos por parte de militantes de derecha y de izquierda, lo que acelera los preparativos de este golpe de estado. El 17 de Julio, con el general Franco (venido desde Canarias) en Marruecos se inicia la sublevación que, el día 18, se extiende por el resto del país. Mientras Franco controla el ejército de Marruecos, Mola dirige a las tropas de Pamplona, Queipo de Llano las de Sevilla, Godet las de Mallorca y Cabanellas las de Zaragoza. Además el general Sanjurjo, que se encontraba exiliado en Portugal, trata de regresar a España, pero muere en un accidente de avión. Mientras, la mayoría de territorios se mantienen fieles a la República. Por tanto, ésta cuenta con mayores apoyos militares, con las zonas industriales (como la cuenca minera) y algunos de los grandes núcleos de población (como Madrid y Cataluña). El bando Nacional cuenta con los militantes de partidos de derechas, especialmente de la CEDA, carlistas y de Falange y JONS, mientras que partidos de izquierdas y sindicatos como la UGT apoyan al bando Republicano. Además, este bando también tuvo numerosos combatientes voluntarios, los cuales tenían peor preparación que los militares. El bando Nacional estaba liderado por el general Mola, en un principio, y más tarde por Franco, y recibió mayores apoyos extranjeros que el otro bando. El bando Republicano no tuvo un líder claro, y estaba dividido entre republicanos demócratas, comunistas del PC y anarquistas de la FAI y la CNT.

Desarrollo de la guerra. Etapas 1ª Etapa: Julio – Noviembre 1936 El bando nacional recibe ayuda de la aviación alemana e italiana. Hitler pretendía evitar que España fuera comunista, y así ganarse su apoyo para una futura expansión de Alemania. Mussolini prestó su apoyo debido a las semejanzas con su régimen fascista. El bando republicano recibe apoyo económico de la Unión Soviética y de las Brigadas Internacionales, cuerpo de voluntarios de partidos de izquierda que venían a combatir el fascismo, y provenían principalmente de Francia, Alemania y la URSS. Las tropas nacionales que se encontraban en Marruecos se desplazan en avión hasta Andalucía, con intención de avanzar hasta Madrid. Primero conquistan Badajoz y, más tarde,

liberan Toledo, en cuyo Alcázar se encontraba el general Moscardó estando asediado por los republicanos. Al aproximarse las tropas nacionales a Madrid, el bando republicano envía para protegerlo a las Brigadas Internacionales. En noviembre, el gobierno republicano se marcha a Valencia, dejando a los comandantes Rojo y Miaja al mando de Madrid. 2ª Etapa: Noviembre 1936 – Octubre 1937 El bando nacional intenta entrar en Madrid por el norte, y ambos ejércitos se enfrentan en la Batalla del Jarama, donde ninguno avanza territorio. Ante la dificultad de la toma de la capital, Franco se dirige a Asturias y País Vasco, donde le esperaba el general Mola (que más tarde muere en un accidente de avión). Ordenan el bombardeo de Guernica, que con el tiempo se convertiría en un símbolo anti-belicista. Los republicanos, mientras, avanzan desde Cataluña y toman Zaragoza. En Madrid, mantuvieron el frente de Guadarrama en pie durante toda la guerra, resistiendo al asedio de los nacionales. 3ª Etapa: Octubre 1937 – Julio 1938 El frente republicano trata de reorganizarse mediante las Brigadas y el ejército, y consigue ocupar Teruel. Sin embargo, poco después el bando nacional recupera tanto Teruel como Castellón, y así aísla a Cataluña. 4ª Etapa: Julio 1938 – Abril 1939 La República inicia una ofensiva para tomar Castellón, y cruzan el Ebro. Sin embargo, paralelamente Francia e Inglaterra firman un acuerdo de no-intervención en la guerra, con lo que la República pierde parte de sus apoyos. Esta situación es aprovechada por las tropas de Franco, que toman Cataluña y obligan al gobierno republicano a exiliarse a Francia. Tras esto, toman Madrid. El 1 de Abril de 1939 se da por terminada la guerra.

Evolución política El Bando Republicano estuvo apoyado por la gente de las ciudades, campesinos sin tierras, proletariado y burguesía; en general, por militantes de partidos de centro e izquierdas. Mientras, el Bando Nacional estaba constituido por militantes de Falange (cuyo líder, José Antonio Primo de Rivera, fue fusilado en Alicante en 1936), carlistas, cedistas, parte del PNV y de la Lliga Regionalista, y también por militares, campesinos y banqueros. La vida en la zona republicana se fue haciendo cada vez más difícil, debido a la pérdida progresiva de territorios rurales que sufrieron, y por tanto de alimentos, por lo que tuvieron que importarlos utilizando dinero del Banco de España. Mientras, la zona nacional estuvo mejor abastecida, gracias a que tenían control sobre muchas zonas de campo, y a que recibieron préstamos de Alemania, Italia y empresas estadounidenses.

En cuanto a la organización, en la República se mantiene el sistema democrático. Casales Quiroga dimite nada más comenzar la guerra, y tras él van sucediéndose presidentes de gobierno como Largo Caballero (de extrema izquierda), que en 1938 es sustituido por Negrín. Este último era partidario de continuar con el conflicto y de extenderlo a una futura guerra mundial. Mientras, Azaña se mantiene de presidente de la República. Además, dentro de esta, anarquistas (CNT y FAI) y comunistas (PC) estuvieron divididos entre sí y con el resto de los republicanos. En la zona nacional el ejército impone una organización militar, y el órgano de gobierno principal era la Junta de Defensa Nacional, cuyo líder fue Mola en un principio, y Franco más tarde. Mientras, los partidos políticos de Falange, Tradicionalista y JONS prestaron su apoyo, pero siempre subordinados al ejército. Formaban el partido único: Falange Tradicionalista de las JONS. El sistema de gobierno era dictatorial: Franco era Generalísimo (jefe militar), y Caudillo de España (jefe político); no había constitución ni partidos políticos (salvo el partido único) y se promulgarán una serie de decretos llamados Leyes fundamentales del movimiento, como el Fuero del Trabajo, que se puso en marcha antes del fin de la guerra.

14.2 La dimensión internacional del conflicto. Las consecuencias de la Guerra civil. [RESUMIR EN 15 LÍNEAS LA GUERRA CIVIL]

Dimensión internacional La Guerra Civil se interpretó en el ámbito internacional (y especialmente en Europa) como una lucha entre ideales fascistas (bando nacional) y comunistas (bando republicano). Esto se debió en parte a que la zona republicana pidió ayuda a los rusos (comunistas) y la zona nacional se apoyó en las ayudas de alemanes e italianos (fascistas). A pesar de ello, Franco se irá poco a poco alejando del fascismo de Hitler y Mussolini con el desarrollo de la 2ª Guerra Mundial. A favor de la República también lucharon las Brigadas internacionales, que era un cuerpo de voluntarios provenientes sobre todo de Europa, que vinieron a defender la libertad y combatir el fascismo. Los sindicatos y partidos obreros internacionales también apoyan a la República. Además, ésta había pedido ayuda, al empezar la guerra, a Francia; sin embargo Gran Bretaña presionó a los franceses para que no les apoyaran. Esto se debió a que a Inglaterra, conservadora, le interesaba que hubiera un gobierno fuerte en Alemania que pudiese frenar el posible avance de Stalin, líder de la URSS. Todos estos apoyos se dieron a pesar de que, en septiembre de 1936, se había reunido el Comité de no-intervención en el cual los países participantes habían acordado no intervenir en la Guerra Civil. Entre otros, Alemania, Italia y la URSS habían firmado este acuerdo. Tras la Guerra, el fracaso del bando republicano supuso para muchos un fracaso de la democracia europea.

En 1937 el Vaticano reconoce el gobierno de Franco ya que éste lo plantea como una defensa de la Iglesia, frente a los maltratos que había sufrido por los republicanos.

Consecuencias Hay un gran descenso democrático. Un millón de personas desaparecen: 450,000 de ellos son muertos durante la guerra, y el resto exiliados o condenados en la represión posterior. Este aumento en la mortalidad no fue compensado por la natalidad, ya que ésta se mantuvo en niveles muy bajos hasta principios de la posguerra. La mayoría de los exiliados se marcha a Francia donde, años más tarde, participarían en la 2ª Guerra Mundial (ya sea formando parte de la resistencia, o siendo encerrados en campos de concentración). Otro importante grupo de exiliados se estableció en Sudamérica, y fundaron en Méjico el Gobierno republicano en el exilio. Al finalizar la guerra, fueron sustituidos todos los cargos públicos contrarios al régimen, desde cargos políticos y militares hasta profesores. Finalmente, en el plano económico, la situación fue muy delicada durante los primeros años de posguerra. Esto fue debido, por un lado, al parón producido por la guerra, y al gran descenso de población activa (entre muertos y mutilados) y, por otro lado, a que España sufrió un bloqueo comercial (y político) por parte del resto de países, debido a su afiliación con los regímenes de Hitler y Mussolini.

Bloque 15 15.1 El franquismo: Evolución política, económica y social hasta 1959 Bases del régimen Es la etapa más difícil de la dictadura, ya que España tiene que recuperarse de los efectos de la guerra, con una situación de aislamiento político internacional. Durante ella se sientan las bases del franquismo. A finales de los años 50, acuerdos con los norteamericanos mejorarán notablemente la situación del país. El régimen es una dictadura de tipo militar, que se apoya en un partido único, y en los grupos conservadores, ya que es antiliberal. Se prohíben el resto de partidos políticos, se suprimen las libertades y la constitución. El partido único, Falange Tradicionalista y de las JONS (también conocido como Movimiento Nacional) es la unión de estos tres partidos. Franco, su líder, asume todos los poderes: jefe de estado, jefe de gobierno (durante la mayoría del periodo), generalísimo de todos los ejércitos, máximo representante del partido único y Caudillo de España por la Gracia de Dios. En 1939, cuando comienza la 2ª Guerra Mundial, Franco se declara no-beligerante, sin embargo, muestra simpatías hacia Alemania e Italia. Pero cuando los aliados comienzan a tomar ventaja, Franco se declara neutral y deja de mostrar su adhesión a Alemania e Italia. Por ello, cesa a Serrano Suñer de ministro de exteriores, ya que era cercano a los regímenes fascistas, y nombra en su lugar a Francisco Gómez-Jordana, cercano a los ingleses. Los primeros gobiernos estuvieron formados por monárquicos, falangistas y militares. Un ministro de trabajo, Girón de Velasco, crea la Seguridad Social, para mejorar la calidad de vida de los más desfavorecidos. En cuanto a la cultura, educación, divulgación ideológica, etc. estuvieron a cargo de Falange (y su rama femenina, Sección Femenina). Franco comienza a promulgar las llamadas “Leyes fundamentales del Movimiento”, para suplir la falta de Constitución. - Fuero del trabajo: fue la primera de estas leyes, promulgada en 1938, durante la guerra. En ella se creaba el Sindicato Vertical, único sindicato permitido durante el régimen, en el que estaban representados tanto obreros como patrones, para así evitar la lucha de clases. - Ley constitutiva de las Cortes: (1942) se establecen unas Cortes formadas por 500 procuradores designados por Franco, que debían aprobar las leyes promulgadas por él. Algunos de los asientos estaban designados por cargo (obispos, rectores…) - Fuero de los españoles: (1945) en él se recogen los derechos y libertades fundamentales de los españoles.

- Ley de referéndum: (1945) en ella se contempla la posibilidad de someter a referéndum popular las leyes antes de ser promulgadas. El objetivo de Franco con esta ley era el de dar una visión de “democracia orgánica” de su régimen al resto de países. - Ley de sucesión a la jefatura del estado: (1947) en ella se establece que el sucesor de Franco sería un monarca. Sin embargo, hasta 1969 éste no se concreta en la figura de Juan Carlos de Borbón. - Principios del movimiento nacional: (1958) - Ley Orgánica del Estado: (1967) por ella, parte de las Cortes pasaba a ser elegida por el pueblo, entre tres candidatos presentados por Franco.

Política exterior Tras la guerra, las principales potencias internacionales decidieron hacer a España un bloqueo político (eliminando sus relaciones diplomáticas y no permitiéndola entrar en la ONU) y económico (por el cual ningún país, salvo Portugal y Argentina comerció con España). Sin embargo, esta situación da un vuelco en 1959, en que el presidente norteamericano Eisenhower decide visitar España y establecer en ella unas bases militares (para reforzar su presencia en Europa, frente al avance comunista de Rusia), a cambio de levantar el bloqueo. De esta manera, España entra en la ONU y comienzan a llegar multinacionales, lo que repercutió positivamente en nuestra economía. Sin embargo, hasta este momento la situación económica en el país había sido muy delicada. Debido a la alta mortalidad y baja natalidad durante la guerra, así como el elevado número de inválidos, hubo escasa población activa. Por ello, y por el bloqueo internacional, la política económica de Franco fue altamente intervencionista, y de autarquía (auto-abastecimiento). Durante los primeros años los bienes básicos (como alimentos) se tuvieron que entregar con cartillas de racionamiento. Por ello, paralelamente surge el mercado clandestino del “estraperlo”. Para tratar de mejorar esta situación, el estado crea el INI (Instituto Nacional de Industria), del cual formaban parte las industrias básicas como la eléctrica, siderúrgica… También se creó RENFE. Finalmente, se firma un concordato con la santa Sede en 1953, por el cual Franco se compromete a defender la religión católica, y apoyar económicamente a la Iglesia, a cambio de obtener la potestad para nombrar a los obispos.

15.2 El franquismo: Evolución política, económica y social desde 1959 hasta 1975. La oposición al régimen. Evolución política A partir de 1959, la situación de bloqueo comercial y político llega a su fin tras firmar Franco un acuerdo con Eisenhower para permitir que se establezcan en España bases militares, y a

cambio ésta entra en la ONU, se reabren las relaciones diplomáticas con otros países, llegan empresas extranjeras, etc. Con esto, comienza la etapa democrática, conocida como tecnocracia. Franco nombra a ministros civiles, jóvenes y más preparados, en su mayoría vinculados al Opus Dei, para modernizar el régimen (siguiendo directrices europeas). Entre las medidas que estos toman, destacan la Ley de Prensa (por la cual se cambia el sistema de censura), la promoción del turismo (lo que mejora la situación económica), la Ley de libertad religiosa, por la cual se permite culto público y privado de otras religiones además del cristianismo, etc. También se trató de ingresar al país en la CEE, pero la propuesta es rechazada. Además, en la Ley Orgánica del Estado (L.O.E.) se reorganiza el sistema de gobierno. Se separa la jefatura del estado (en manos de Franco) de la de gobierno (en la que se nombró al almirante José Carrero Blanco). Un tercio de las Cortes pasa a ser votadas por el pueblo (entre tres candidatos propuestos por Franco para cada puesto), y en 1969 se designa a Juan Carlos como sucesor de Franco. A partir de 1969 se comienza a notar la decadencia del régimen. Para empezar, Franco, ya anciano, se encontraba muy débil. Esta situación fue aprovechada, por un lado, por grupos terroristas como ETA y FRAP para cometer atentados. Por otro lado, los partidos clandestinos van ganando apoyos, y comienzan a conspirar contra el régimen, al igual que la organización clandestina militar de la U.M.D. Además, se tensaron las relaciones con la Iglesia debido al caso Añoveros. Finalmente, dentro de los seguidores del movimiento también hubo cierta división: por un lado estaban los aperturistas, que buscaban renovar España mediante medidas progresistas y, por otro lado, los inmovilistas eran partidarios de continuar con el régimen tal y como estaba. Además, durante los últimos años del régimen se van sucediendo una serie de acontecimientos que vaticinan su final. En 1973, el jefe de gobierno Carrero Blanco es asesinado por ETA, y es sustituido por Arias Navarro. En 1975, se produce en Marruecos la Marcha Verde, por la cual nos es arrebatada la colonia del Sáhara Occidental. Además, en ese mismo año, Arias Navarro condena de muerte a 5 terroristas de ETA y FRAP sin un juicio en condiciones, lo que provoca una protesta a nivel internacional y que trae como consecuencia el cese de nuevo de las relaciones diplomáticas con el exterior. Finalmente, el 20 de noviembre de 1975, Franco muere.

Desarrollo social y económico Con la llegada de empresas internacionales a las principales ciudades, se produce un éxodo rural hacia, principalmente, País Vasco, Cataluña, Valencia, Madrid, Canarias y Baleares (estas dos últimas debido al auge del turismo), desde Andalucía, Extremadura y las dos Castillas. Esta llegada de inmigrantes hizo que se construyeran nuevos barrios a las afueras de las urbes, de casas de mala calidad, y con densidades de población muy altas, dándose en algunos casos el fenómeno del chabolismo.

También se produjo una emigración de casi un millón de personas hacia países europeos, en busca de trabajo, mientras que poco a poco se fue frenando la emigración hacia Hispanoamérica. Con todo ello, se da una explosión demográfica gracias al aumento de la natalidad, mejoras en la alimentación e higiene, a la Seguridad Social… A partir del 59 se produce un desarrollo económico importante. La población va evolucionando del sector primario al secundario y terciario. El gobierno inicia el Plan de estabilización, con dos grandes objetivos: estabilizar precios y salarios (para así controlar la inflación) y permitir la llegada de inversionistas extranjeros. Se mejora también la agricultura, se modernizan las industrias… También se llevan a cabo Planes de desarrollo: planes para crear nuevas zonas industriales, y así dar promoción a regiones generalmente no industriales, para de esta manera frenar parte del éxodo rural. Las principales regiones afectadas por estos planes son los llamados polos de desarrollo: Valladolid, Huelva, Burgos, Zaragoza… Por desgracia, esta situación de crecimiento económico llega a su fin a partir de 1973, en que se desarrolla una crisis económica a nivel mundial: la Crisis del petróleo, causada por las drásticas subidas del precio del crudo por parte de la OPEP. En España, la crisis repercute de manera que aumenta la inflación y empeora la balanza comercial, ya que, por un lado, España es país importador de petróleo y, por otro lado, se frena el turismo, uno de los principales motores económicos del país. Con todo ello, aumenta el déficit presupuestario del estado.

Oposición En 1962 un grupo de políticos de distintos partidos clandestinos se reúne en el Congreso de Múnich, con el objetivo de planear el fin del régimen de Franco y el restablecimiento de la democracia. Franco fue consciente de ello, y castigó a los participantes en el congreso no permitiéndoles regresar a España, bajo pena de encarcelamiento. Mientras, a lo largo de los años 60 se fue fortaleciendo la oposición, con especial relevancia la de CC.OO, sindicato obrero. También grupos terroristas como FRAP y ETA comenzaron a ganar importancia cometiendo atentados terroristas. Finalmente, partidos clandestinos como el PSOE y el PCE fueron aumentando notablemente el número de afiliados. El PSOE creó la Plataforma democrática y el PCE la Junta democrática, con objetivo de acabar con el régimen franquista y preparar la transición. En 1975 ambas se unen en la Coordinación democrática.

Bloque 16 16.1 La transición política. La Constitución de 1978 y el Estado de las Autonomías. La Transición (1975- 1982) es el proceso por el que España pasó de una dictadura a una democracia. Comenzó con la muerte de Franco (20 de noviembre de 1975) y la proclamación de Juan Carlos I como rey de España (con sus mismos poderes) y finalizó con la victoria electoral del PSOE, en octubre de 1982, hecho que significó la consolidación de la democracia en España. Como jefe de gobierno se mantiene Arias Navarro. Al comienzo de esta etapa, los partidos de la oposición, agrupados en la Coordinación democrática, presionaban para que se estableciera un régimen democrático. Además, la crisis del petróleo hizo que surgieran revueltas sociales, manifestaciones, etc. que tuvieron que ser reprimidas por la policía. En una de ellas, en Vitoria, mueren varios manifestantes a manos de la policía. Lo mismo ocurre en Montejurra, en una celebración carlista. Mientras, ETA y FRAP continúan con su actividad terrorista: cometen atentados, extorsionan, secuestran… Por esta situación, en primavera de 1976, Arias Navarro, que representaba el sector inmovilista del régimen, deja su cargo. Entonces, el rey nombra a Adolfo Suárez, político joven y de centro. Además, se concede una amnistía a presos políticos. Comienza un proyecto para restablecer la democracia, mediante el establecimiento de un parlamento bicameral. Este proyecto, la Ley para la Reforma Política, recibe la aprobación del Consejo del Movimiento, de las Cortes franquistas y, finalmente, también es apoyado en un referéndum popular, con lo que comienza a llevarse a cabo. Primero se legalizan los partidos políticos, y se convocan elecciones para Cortes constituyentes, a pesar de la oposición de partidos extremistas como Fuerza Nueva o Batallón Vasco-Español, así como de los grupos terroristas ETA, FRAP o el GRAPO. En las elecciones vence UCD, coalición de partidos de centro, liderada por Adolfo Suárez. Segundo queda el PSOE de Felipe González, tercero el PCE de Santiago Carrillo y cuarto Alianza Popular, de Fraga. Además obtuvieron representación PNV, y otros partidos nacionalistas. Con ello, Adolfo Suárez se mantiene de presidente y comienza la elaboración de la Constitución del 78. Es una constitución de consenso: para su elaboración se reúne una comisión en la que participan representantes de los principales partidos, salvo el PNV, que se niega a aceptarla. Tras meses de negociaciones, se elabora el texto definitivo: 1España es una monarquía parlamentaria. 2El estado es no-confesional. 3Se reconoce el sufragio universal, tanto masculino como femenino, para personas mayores de 18. 4Se recogen una serie de derechos y libertades para todos los españoles. 5Se regula el funcionamiento de las instituciones, así como la división de poderes. 6Finalmente, se deja abierta la posibilidad de reforma del texto en uno de sus artículos. El 6 de diciembre de 1978 el texto es aprobado en referéndum. Además, se llevan a cabo una serie de medidas en que participaron gobierno, sindicatos y empresas llamados Pactos de la

Moncloa, cuyo objetivo era el de procurar la estabilización del proceso de transición, así como adoptar una política económica para mejorar la delicada situación económica.

Último gobierno de UCD y Estado de las Autonomías. En 1979 se disuelven las Cortes constituyentes y se forman las nuevas Cortes legislativas, elegidas mediante sufragio. En estas elecciones, aunque UCD continúa siendo líder, el PSOE va ganando terreno. En este periodo se desarrolló el Estado de las Autonomías. Un artículo de la Constitución establecía la posibilidad de que todas las regiones y no sólo las nacionalidades históricas se convirtieran en Comunidades Autónomas. Poco a poco se aprobaron los Estatutos de Autonomía. Los primeros fueron el catalán y el vasco en 1979, aprobados en referéndum, luego Galicia y Andalucía, en 1980 y luego todos hasta las 17 Comunidades Autónomas. Se celebraron también las primeras elecciones municipales democráticas (abril de 1979) con victoria de la izquierda en las principales ciudades. El Estatuto de los Trabajadores (1980) y la Ley del Divorcio (1981) fueron aprobados. España entró en la OTAN, con una fuerte oposición de la izquierda, especialmente del PSOE de Felipe González. Además, este partido renunció a la ideología marxista tras un Congreso extraordinario del partido, y endureció su oposición. Dentro de la UCD comienzan a surgir tensiones, y en 1981, Adolfo Suárez abandona el cargo y la política, siendo sustituido por Leopoldo Calvo Sotelo. Durante la sesión de votación en el Congreso para su investidura como nuevo presidente de gobierno, el 23 de febrero, el teniente coronel Tejero protagoniza un intento de golpe de estado, apresando a los congresistas. Sin embargo, el golpe no recibe suficientes apoyos, y la situación se resuelve al día siguiente. En 1982 Calvo Sotelo, debido una vez más a las crisis internas dentro de la UCD, decide dimitir. Se disuelven las Cortes y se convocan nuevas elecciones en las que esta vez vence el PSOE de Felipe González.

16.2 Los gobiernos democráticos y la integración en Europa En 1982 se da una situación de estabilidad política y social, a pesar de la delicada situación económica. Sin embargo, continúan los ataques terroristas del FRAP, GRAPO y ETA, y se dan actos violentos por parte de grupos de extrema derecha. Se habían celebrado elecciones de comunidades autónomas, tras haberse aprobado sus estatutos, y se habían celebrado elecciones municipales. Económicamente, la subida del precio del crudo había provocado una fuerte crisis, la cual se trató de solventar mediante el Plan energético nacional, que consistió en la búsqueda de energías alternativas. Sin embargo, no obtuvo demasiado éxito a corto plazo. Paralelamente, se produce una crisis bancaria, y para salir de ella, gran parte de las entidades desaparecen, y otras se fusionan entre sí. Sube el paro y la inflación.

En medio de esta situación es elegido Felipe González, del PSOE, como presidente del gobierno (1982). Mientras, UCD y CDS van desapareciendo, y se produce un descenso importante de votantes del PCE. Por ello, este partido se ha de fusionar con otros, formando Izquierda Unida. Alianza Popular, por su parte, va evolucionando. Fraga se retira de la secretaría general para ser alcalde de Galicia, y presidente de la Xunta Gallega. Así, se van sucediendo nuevos líderes en el partido, que poco a poco va desvinculándose del franquismo, para convertirse en un partido de centro-derecha, con el nombre de Partido Popular. A partir de las elecciones de 1993, José María Aznar se presenta al frente del partido como candidato a la presidencia, hasta las elecciones de 2004.

Medidas socialistas El PSOE elabora una serie de medidas, la mayoría encaminadas a superar la situación de crisis: -

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Se convoca un referéndum para decidir la permanencia de España en la OTAN. Gana el sí y, de esta manera, las bases ocupadas por EEUU pasan a formar parte de la organización. Se lleva a cabo una reforma militar, disminuyéndose el número de altos cargos. Se inician negociaciones en 1983 para introducir a España en la CEE. El 1 de enero de 1986, España es admitida, junto con Grecia y Portugal. Se elabora la LOGSE (Ley Orgánica General Socialista de la Educación) y se lleva a cabo una reforma universitaria.

A pesar de estas medidas, se había incrementado el desempleo y el gasto público, por lo que: -

Se privatizan algunas empresas públicas, otras se modernizan, y finalmente unas pocas se cierran. Se expropia RUMASA Se elabora una reforma fiscal en la que se establece la declaración de la renta, y, con la entrada en la CEE, se crea el impuesto del IVA.

Oposición El descontento general ante la situación económica llevó a los sindicatos de CCOO y UGT a convocar una Huelga General, cuyas reivindicaciones giraban en torno a que se mejorase la situación de los trabajadores. En 1991, Alianza Popular pasa a llamarse Partido Popular, y Aznar se pone al frente. En las elecciones de 1993, el PSOE pierde la mayoría absoluta a manos del PP, y ha de gobernar en coalición con PNV y CiU. Además, la situación del PSOE irá agravándose. En 1996, a pesar de que la situación económica general era favorable, 2 escándalos sacuden al partido. Por un lado, se destapa el caso de corrupción Filesa. Esta empresa había financiado al partido a cambio de tráfico de influencias. Por otro lado, se descubre que el Ministerio del Interior había amparado y financiado al GAL, grupo paramilitar terrorista, cuyo objetivo era luchar contra ETA a través del secuestro y asesinato de sus miembros. Por ello, fueron encarcelados dos ministros de interior, y la oposición pidió la disolución de Cortes. Se convocan nuevas elecciones en las que vence el PP en coalición con CiU y PNV.

Poco a poco, la economía se va recuperando, gracias a la mejora a nivel internacional. Las medidas del nuevo gobierno tienen buena aceptación y disminuye la tasa de paro. En las elecciones de 2000 vuelve a vencer el PP, y en las de 2004 es elegido el PSOE de Zapatero.

Integración en Europa La entrada en la CEE es, sin duda, uno de las más relevantes medidas tomadas durante la transición. Durante los años 60, la España franquista no había sido aceptada en la organización, y no es hasta 1983, un año después de haber sido aceptados en la OTAN, que comienzan las negociaciones para entrar en la CEE. Esto se hizo efectivo el 1 de enero de 1986. Supuso grandes cambios para España. Se suprimieron las fronteras y aranceles para con los estados miembros, permitiéndose la libre circulación de personas y mercancías. Además, España se tuvo que adherir a la PAC (Política Agraria Comunitaria) y tuvo que llevar a cabo una reconversión industrial. En 1991, con la firma del Tratado de Maastricht, se decide la implantación del €uro, y la CEE pasa a llamarse Unión Europea. Con esto, se dio más peso al Parlamento Europeo, para el cual se comenzaron a votar candidatos en cada país. Para poder entrar en el euro, España tuvo que disminuir el déficit público, la inflación y los tipos de interés. Así, en 2004, éste sustituyó a la peseta. Además, el país recibió numerosas subvenciones para paliar tanto los desequilibrios regionales, como para aumentar el nivel de vida a otro más acorde con el resto de países europeos. De esta manera, España es el país que más fondos recibe, y Alemania el que más aporta.