TEMA 9. LENGUAJE, MENTE Y CEREBRO 2

TEMA 9: LENGUAJE, MENTE Y CEREBRO 1- Bases neurológicas del lenguaje Para comprobar la existencia del lenguaje en la men

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TEMA 9: LENGUAJE, MENTE Y CEREBRO 1- Bases neurológicas del lenguaje Para comprobar la existencia del lenguaje en la mente es inevitable estudiar el cerebro y su funcionamiento en relación con la actividad lingüística. Para ello es imprescindible afrontar el estudio desde dos perspectivas: Neurolingüística, una rama de la neurociencia cognitiva que se encarga de encontrar las bases neurobiológicas del lenguaje; y de la Psicolingüística, que estudia los procesos mentales necesarios para producir, comprender y almacenar el lenguaje. ¿Cuándo empezó el ser humano a relacionar el cerebro con la mente? ¿Y el lenguaje con el cerebro? Imhotep, político y estudioso egipcio que vivió en torno al 3000 a.C., fue quién realizó el primer tratado sobre el cerebro. Más tarde, Hipócrates, fue el encargado del primer precedente de la concepción de cerebro y su relación con la mente. También aparece en la tradición médica de Galeno, en la filosofía de Descartes y en la psicología de Hume. Finalmente, dos de los estudiosos más importantes en este aspecto son Broca y Wernicke. La primera evidencia científica del sustrato neurológico del lenguaje se debe al doctor Broca (experto en craneometría), quién demostró que un paciente, tras una lesión craneal, vivió con sus facultades mentales preservadas pero era incapaz de hablar adecuadamente. Tras analizar su cerebro después de su muerte, se mostró una lesión en el lóbulo frontal izquierdo, considerado el área responsable del habla. Estos trabajos despertaron el interés de Wernicke, quien publicó un tratado cuyas principales conclusiones siguen teniendo hoy plena vigencia: el síndrome afásico. Sostenía que el lenguaje implica 2 tipos de programas:  



Programas motores para la producción que residen en el área de Broca, y cuyo daño produce incapacidad para producir el habla pero no afecta a su comprensión. (Afasia de Broca) Programas sensoriales para la percepción que se localizan en el lóbulo temporal o área de Wernicke, rodeado por el área auditiva y de integración polisensorial, y cuyo daño implica la perdida de la capacidad de comprensión del lenguaje. (Afasia de Wernicke) Haz de fibras que conecta el área motora del lenguaje con el área sensorial, cuyo daño afecta al lenguaje, sin afectar a las capacidades motoras, haciendo que el sujeto realice emisiones incorrectas, omita sonidos y palabras, y aunque sean conscientes del error, sean incapaces de corregirlo. (Afasia de conducción)

Hoy en día, el estudio de la actividad eléctrica del cerebro ha avanzado mucho desde entonces, y actualmente la electroencefalografía y la magnetoencefalografía son algunas de las principales metodologías de investigación para conocer su funcionamiento en tareas de todo tipo.

I.

Estructura general del cerebro

La corteza cerebral, situada inmediatamente debajo del cráneo, está constituida por un tejido blando que se pliega y repliega, comprimido en numerosas circunvoluciones (estrategia evolutiva para ganar superficie a un espacio reducido por el casco óseo que lo protege). Las prominencias se denominan giros y los valles surcos o cisuras. La corteza es calificada como sustancia gris, determinado por la gran cantidad de neuronas que aloja. Bajo ella, billones de haces de fibras conectan unas zonas del cerebro con otras, lo que constituye la sustancia blanca. Además, el cerebro se estructura en dos hemisferios divididos en 4 lóbulos:    

Lóbulo frontal: planificar acciones y controlar movimientos. Lóbulo parietal: sentido del tacto y la imagen corporal. Lóbulo occipital: forma determinante en la visión. Lóbulo temporal: esencial para la audición, la memoria, el aprendizaje y las emisiones.

La unión entre los dos hemisferios se realiza mediante el cuerpo calloso responsable de una de las principales características de organización del cerebro: la contralateralidad.

Las neuronas están formadas por un cuerpo o soma, cuyo núcleo almacena información genética. Tiene dos tipos de prolongaciones:  

Las dendritas. Varias en cada neurona, reciben la señal de las neuronas vecinas. El axón, generalmente uno sólo, de mayor longitud y cuyo papel en la transmisión de la información es esencial, ya que es la unidad conectora de las señales eléctricas.

El punto de contacto entre el final del axón de una neurona y la dendrita se denomina sinapsis. Según su función, las neuronas se clasifican en sensoriales (traen la información de los sentidos), motoras (transmiten órdenes a los músculos y glándulas), y, las más abundantes, las interneuronas, que llevan la información de un lado del cerebro a otro. II. 



Especialización hemisférica

El hemisferio izquierdo es mejor en tareas intelectuales, racionales, verbales, para el procesamiento del ritmo y para el pensamiento analítico y matemático. Bien estructurado con áreas con funciones bien delimitadas. El hemisferio derecho responde mejor ante estímulos sensoriales, emocionales, de orientación espacial y para respuestas intuitivas. Más amorfo.

Las diferencias entre los dos hemisferios son anatómicas. Además, la experiencia y las hormonas juegan un papel muy importante en el proceso de especialización. Sin embargo, las fortísimas conexiones entre ambos hemisferios hacen que muy difícilmente se pueda impedir el salto de la información de un lado a otro. III.

Áreas lingüísticas

El lenguaje fue la primera función humana compleja cuyo procesamiento se situó en zonas específicas de la corteza cerebral gracias a los descubrimientos de Broca y Wernicke.   

Área de Broca. Es el área motora del lenguaje, se encuentra próxima a la zona de la corteza que controla los movimientos de la cara, la lengua y la laringe. Área de Wernicke. Es el área de la comprensión del habla, se encuentra en la región cortical donde se procesan todos los sonidos y está mucho más cercana al oído. Ambas están unidas por un potente haz de fibras denominado fascículo arqueado.

No todo el lenguaje es estructura, ya que el lenguaje tiene un componente social muy importante. Aparecen factores tan complejos como la interacción social que tienen su propio lugar en el cerebro. Se ha demostrado una estrecha relación entre diferentes zonas del cerebro y el procesamiento de los estímulos sociales. IV.

Lesión neurológica, alteración lingüística

Las razones por las cuales el cerebro puede dejar de funcionar con normalidad son varias: accidentes cerebrovasculares, falta de oxígeno, infecciones, etc. Las más abundantes son de tipo traumático a consecuencia de un golpe (70% en accidentes de tráfico). En ocasiones, el golpe afecta a las áreas del lenguaje, en el hemisferio izquierdo, provocando una pérdida o una disminución en la capacidad para construir o interpretar mensajes lingüísticos. * Afasia de Broca o Motora // Frontal inferoposterior

Producción no fluida, si hay habla no está flexionada ni contiene unidades gramaticales. No se establecen relaciones sintácticas.

* Afasia de Wernicke o Sensorial // Temporal superoposterior

Producción fluida y melódica, pero con alteraciones léxico semánticas. Compresión gravemente afectada y cómo consecuencia c

* Afasia de Conducción // Parietal en fascículo arqueado

Producción menos fluida que en la afasia de Wernicke, con abundantes errores fonológicos, pero no tan limitada como en la de

Las relaciones entre patología y lenguaje van mucho más allá de la afasia. Numerosos trastornos tienen importantes repercusiones lingüísticas (de las que se ocupa la lingüística clínica). Entre los más destacados se encuentra el trastorno específico del lenguaje (TEL), que es el correlato genético y evolutivo de la afasia; y el síndrome de Williams, que es una muestra de la preservación del lenguaje en personas con profundo retraso mental. Todos los casos observados parecen confirmar la existencia de módulos lingüísticos en el cerebro, independientes del resto de las funciones cognitivas superiores.

2- Procesamiento del lenguaje La psicolingüística estudia el procesamiento del lenguaje en la mente: cómo las personas adquieren y desarrollan el lenguaje, cómo se almacenan las unidades lingüísticas en la memoria, y mediante qué mecanismos conseguimos recuperarlas para llevar a cabo tanto tareas de producción como de comprensión. Según las etapas en el procesamiento del lenguaje encontramos diferentes características:

I.

Percepción

La descodificación del mensaje hablado supone un reto difícil. Necesitamos convertir un continuo sonoro en un conjunto de unidades discretas, para agrupar esas unidades en otras mayores. El hablante tiene que normalizar esas diferencias y separarlas de la interpretación lingüística. Para conseguir todo ello es imprescindible contar no solo con la información que procede de la señal, sino también con otro gran conjunto de conocimientos que previamente hemos almacenado en la mente.

i. Acceso al léxico Los expertos han demostrado que las palabras relacionadas semánticamente se encuentran próximas en el lexicón (Conjunto de las palabras y lexemas de una lengua que se contienen en la mente). Por tanto “fruta” permite acceder a “zumo” más fácilmente que “humo”. Es lo que se denomina priming o facilitación semántica. Además, una elevada frecuencia de unos y una alta imaginabilidad hace que una palabra sea más fácil de recuperar que otras. La categoría gramatical es otro de los principios fundamentales de la organización léxica. Las palabras de contenido léxico y las gramaticales parecen estar almacenadas en diferentes lugares, de tal manera que los nombres se relacionan con los nombres, los verbos con los verbos, etc. Los estudios de acceso al léxico en las lenguas de signos muestran estos mismos efectos, por lo que la organización del almacén mental y el camino hacia sus unidades es amodal. Además, la psicolingüística intenta explicar cómo se activan las palabras a partir de un estímulo sonoro, para conseguir acceder al significado que nuestro interlocutor pretende trasmitir. Se han reunido evidencias en torno a una activación en paralelo, es decir, que la llegada del estímulo sonoro pone en marcha simultáneamente múltiples candidatos (posibles palabras) y será el más similar al estímulo el que finalmente se recupere.

ii. La desambiguación sintáctica Según numerosos expertos, en el momento en el que una frase es ambigua, la mente genera de forma simultánea todos sus posibles análisis (parsing), asignando diferentes interpretaciones a los constituyentes. Si existe ambigüedad local, esta se resuelve al final del procesamiento, mientras que si existe ambigüedad permanente sólo el contexto permite discriminar entre las posibles interpretaciones. Otros expertos defienden que en el procesamiento sintáctico humano prima la rapidez sobre la exhaustividad, y selecciona una sola interpretación durante la descodificación, siempre la más sencilla. Lo que queda claro, es que la memoria a corto plazo juega un papel fundamental, donde se almacena por un breve periodo de tiempo el mensaje mientras se resuelve el procesamiento.

iii. Producción Aquí se observan los procesos mentales subyacentes a la emisión del habla. Los errores de producción anticipatorios muestran que las frases y oraciones se planifican antes de empezar la producción del primer sonido. También se ponen en evidencia las relaciones paradigmáticas. Por tanto, los errores del habla se dan en todas las lenguas del mundo y entre todos los hablantes. Las diferentes etapas de la producción lingüística han recibido diversas denominaciones  



Conceptualizador, generando el mensaje pre verbal. Formulador, traduciendo al código lingüístico, seleccionando las palabras, la estructura sintáctica, fonológica y prosódica. Además, aquí se dan otras dos operaciones principales: o Selección, especialmente del componente léxico. o Combinación, esencial en el componente sintáctico. Articulador, envío por parte del cerebro de las órdenes oportunas a los nervios faciales para que se pongan en marcha los músculos motores de la fonación y el habla.

3- Conclusión – Debate conductismo vs innatismo Los argumentos tradicionales a favor del innatismo en el lenguaje se basan en sus rasgos universales, como son su estructura interna, su grado de adquisición por parte de los bebes, etc. Sin embargo, existen indicios de un origen genético, cuando se publicó el descubrimiento de la mutación del gen FOXP2, considerado como el “gen del lenguaje”. La realidad es que el lenguaje es un fenómeno bastante complejo como para explicar su existencia en un solo gen. Esto supone un gran avance en la búsqueda de sus bases biológicas, pero no explica por completo, ni resta valor ni importancia a la experiencia y los estímulos del entorno para el desarrollo de la capacidad lingüística. Otro de los debates es el que enfrenta a los partidarios de la concepción modular de la mente, en el cual existen componentes cerrados y especializados en ciertas tareas (modularidad masiva), frente a los que defienden que el procesamiento tiene lugar por medio de constantes y numerosas conexiones neuronales (procesamiento distribuido en paralelo). Según algunos investigadores actuales que intentan conciliar ambas posibilidades, no se debe hablar de “todo o nada”, se debe hablar de “predominio relativo de uno o de otro en las distintas fases”.

4- Origen y adquisición del lenguaje En este apartado se va a desarrollar la aparición del lenguaje tanto en la especie humana (filogénesis) como en cada uno de los individuos que la componen (ontogénesis). Durante mucho tiempo, los filósofos y antropólogos han buscado las semejanzas entre el proceso mediante el cual el niño comienza a desarrollar su lenguaje y el inicio de esta capacidad en la especie humana. Para ello, es necesario relacionarse con los universales lingüísticos, con los rasgos comunes a la adquisición de todas las lenguas maternas o sus diferencias. También con el papel que se otorga a la interacción social en el desarrollo del lenguaje, tanto desde un punto de vista diacrónico como evolutivo.

5- Origen del lenguaje Es un tema muy complicado, ya que a diferencia de otras temáticas, en lingüística no quedan restos fósiles del habla. Entonces, ¿cuándo surge el lenguaje ? Los monos no hablan, por mucho que nos empeñemos. Y sobre todo, no hablan en condiciones naturales. Por lo tanto, el lenguaje apareció en el hombre o en algunos de sus predecesores, en algún momento posterior a su separación del resto de primates. En el otro extremo temporal sobre el que tenemos certeza es la existencia de lenguas modernas sobre la Tierra, hace alrededor de 8000 años. Por tanto, entre ambos extremos es donde habrán de situarse las primeras lenguas. La mayoría de los especialistas sitúa este momento entre 100.000 y 50.000 años atrás, periodo en el que sólo el Homo sapiens y quizás el Neanderthal poblaban la Tierra. ¿Y por qué? El lenguaje surge por una serie de razones. O mejor dicho, condiciones que lo hicieron posible. La mayoría son de carácter fisiológico o anatómico. Por ejemplo:



Bipedalismo, lo que llevo a un incremento de la capacidad mental, reflejada en la fabricación de artefactos complejos, lo que lleva a pensar en la posibilidad de la utilización de un lenguaje complejo.



Aumento del volumen craneal, acompañado de un funcionamiento adecuado.



Nacimiento de bebés más inmaduros, ya que el bipedalismo trajo consigo el estrechamiento de las caderas de las mujeres. Como las cabezas de los bebes iban en aumento, al parto sólo sobrevivían los neonatos con el cráneo más flexible y cuyas estructuras no podían estar plenamente desarrolladas.



Evolución de los órganos fonadores, como el descenso de la laringe o la aparición del velo del paladar.

Otros estudios también añaden consideraciones socioculturales, como el florecimiento cultural y tecnológico del paleolítico, difícil de concebir sin la utilización de un lenguaje evolucionado capaz de distinguir entre el pasado y el futuro, con su consecuencia: la muerte. Además, la vida social se ve indudablemente favorecida si la comunidad dispone de lenguaje, ya que esta se considera como una necesidad pragmática con la que el individuo busca relevancia dentro de la comunidad. ¿Cómo? El primer dilema básico para responder al cómo en el origen del lenguaje es la alternativa entre un inicio paulatino, gradual y continuo, frente a uno discontinuo, abrupto y súbito. Los primeros defienden la adaptación de ciertos órganos cuya función inicial no fue lingüística, sino de supervivencia (Darwin). Los segundos hablan de una mutación genética crucial o masiva, para dar cabida a la Gramática Universal y al dispositivo para la adquisición del lenguaje (Chomsky). La mayoría de los estudios recientes combinan la posibilidad de una evolución gradual pero con momentos discontinuos de crecimiento exponencial. Los mecanismos germen del lenguaje fueron: 

Mímesis, que supone no sólo imitar, sino interpretar intencionadamente.



Ritualización.



Simbolización, paso de las representaciones icónicas a representaciones simbólicas, abstractas… es decir, conceptos.

Algunos autores, han propuesto la existencia de un “protolenguaje” y un “prelenguaje”, con la que se explica claramente que el “léxico precedió a la gramática” y que “lo simple precedió a lo complejo”: 

Prelenguaje: Conjunto limitado de palabras aisladas, referidas al aquí y al ahora. Surgieron en medio de un clima de competencia social, en el que los individuos observadores y con capacidad para aportar información relevante al grupo se ganaban un buen lugar dentro del clan.



Protolenguaje: Nace con el surgimiento de la capacidad semántica de combinar recuerdos, favoreciendo la posibilidad de combinar palabras con mayor precisión referencial. Es carente de sintaxis y con él es posible modificar la realidad, exagerando o mintiendo.



Lenguaje: Surge gracias a la necesidad de defenderse contra la mentira, precisando de detectar inconsistencias en el discurso del otro. De este modo nace la argumentación, y con ella la sintaxis.

I.

Origen de las lenguas

El origen de las 6700 lenguas sólo puede ser de dos tipos: monogénetico (todas las lenguas provienen de una sola) o poligenético (diferentes lenguas se originaron de forma espontánea e independiente en lugares distintos). A favor de la hipótesis de un origen único, aparecen argumentos lingüísticos como la existencia de características comunes a nivel fónico, morfológico y léxico de las lenguas, deduciendo una serie de étimos universales. Entre los defensores de un origen múltiple, se utilizan argumentos antropomórficos y probabilísticos, ya que el lenguaje como capacidad tendría muchas más probabilidades de haber triunfado como medio de comunicación si hubiera nacido en diferentes sitios de forma independiente que si lo hubiera hecho en uno sólo. Sin embargo, es debate complicado, ya que el 60% de la historia de las lenguas queda en la oscuridad.

6- Adquisición del lenguaje Una de las mayores incógnitas es como los bebes adquieren su lengua, dado que: 

Tienen más capacidad para desarrollar el lenguaje que un joven de veinte años,



Construyen frases cuya estructura responde a los más complejos mecanismos gramaticales.



Tienen más destreza que el más inteligente de los primates tras un exhaustivo entrenamiento.



Y todo esto ocurre sin que el niño consiga aprender a leer, sumar o utilizar un reloj.

Por tanto, es innegable que los niños usan, desde muy pronto, operaciones computacionales complejas, las cuales les permiten interpretar el significado de frases complejas. Evidentemente, aunque la emisión de un bebe aún esté lejos del modelo adulto, su competencia, es decir, su conocimiento mental de la gramática, es superior a lo que se observa en su emisión, ya que es capaz de asignar correctamente constituyentes, asilar la cadena fónica y obtener rasgos comunes que le permiten identificar las unidades emitidas por el interlocutor. *El periodo crítico. Los niños aprenden a hablar siguiendo en todos los casos unos procesos similares y con resultados idénticos. En unos pocos años se convierten en usuarios plenamente competentes. No ocurre lo mismo con los adultos, ya que son pocos los que consiguen una competencia similar a la materna cuando se enfrentan a otra lengua pasada la adolescencia. Por tanto, la existencia de un periodo en el que el desarrollo y aprendizaje del lenguaje es clave, se ve refrendada por estudios como los “niños salvajes” o la aparición de “afasias”. Sin embargo, algunos expertos han decidido denominar a este periodo como “periodo sensible”, ya que sería más extenso de lo previsto (desde los 15 meses hasta la adolescencia obligando a los adultos a recurrir a un proceso de aprendizaje vinculado al uso de la inteligencia que no aparece en el periodo anterior).

I.

Capacidades perceptivas tempranas

Los bebés, a medida que van ganando pericia para la adquisición de la lengua materna van perdiéndola para los sonidos generales del lenguaje. De hecho, hay una relación directa entre la rapidez con la que desarrollan su lenguaje y la desaparición de las capacidades prelingüísticas. Por eso, parece evidente que el lenguaje se trata de una habilidad con la que están dotados desde el nacimiento o incluso antes.

II.

Impulso social del lenguaje

El lenguaje tiene una necesidad como habilidad social específicamente humana. El lenguaje se considera un instrumento esencialmente comunicativo, que sólo en el marco de las relaciones humanas puede desarrollarse. Los adultos que interactúan con el niño seleccionan para él la información y se la presentan de una forma absolutamente ajustada a sus capacidades según el momento de desarrollo cognitivo en que se encuentre. Este es el maternés.

III.

Camino

De este modo, los estudios sobre la adquisición del lenguaje muestran que la percepción siempre precede a la producción. Así, podemos señalar que: 

Del medio año en adelante, con el balbuceo canónico se reduce el inventario de sonidos pero se estabiliza.



En torno a los 10 meses, comienza una jerga cada vez más similar a los patrones fónicos de la lengua materna, denominado balbuceo conversacional.



Alrededor de los 12 meses, desemboca en las primeras palabras.

Estos balbuceos, dado su carácter prelingüístico, eran considerados comunes a todos los niños del mundo, independiente a la aparición de las primeras palabras en cada lengua. Sin embargo, estudios posteriores han mostrado numerosas diferencias interlingüísticas. Finalmente, los investigadores han interpretado que los niños nacen con una sensibilidad para patrones rítmicos específicos, universales y comunes a todas las lenguas, incluso las de signos.



Etapa holofrástica, en la que una sola emisión amalgama lo que en el habla adulta serían frases completas. Lo importante es que esa emisión ya tiene un valor simbólico.



Al año y medio, por lo general, empiezan a diferenciarse dos elementos en las emisiones del niño. Es la etapa telegráfica y suele carecer de marcas gramaticales.



A partir de los dos años, se produce una explosión léxica. En cuanto el número de unidades por emisión supera los dos elementos, el sistema lingüístico comienza a consolidarse a gran velocidad. El vocabulario activo y el pasivo se incrementan a ritmo vertiginosos. Puede incorporar 10 palabras por semana, aunque la proporción de palabras que comprende multiplica por 10 a las que utiliza. Además, aparecen los marcadores gramaticales, como la flexión nominal, gramatical o los diminutivos.



De los tres años en adelante, se llega a la etapa de mayor riqueza sintáctica, mediante la combinación de oraciones.



Por último, algunas estructuras se adentran en el periodo escolar, unidas a la lectura y a los registros más cuidados.

IV.

L1, L2, L3…

La adquisición de la lengua materna y la de una lengua extranjera presentan algunos rasgos comunes pero también otros diferentes. Ni todo el desarrollo de la lengua materna está completamente libre de enseñanza explícita, ni el de una segunda lengua es una pura aplicación consciente de reglas estudiadas, en mayor o menor medida el aprendiz también suele acceder a fases de interiorización intuitiva. Las razones son de dos tipos, la edad y la existencia previa de una estructura lingüística, la lengua materna, la cual provoca en la mente del aprendiz transferencias e interferencias.

V.

Bilingüismo

El bilingüismo es un fenómeno complejo. Su primer dilema es la existencia de uno o dos sistemas lingüísticos. Algunos investigadores defienden que hasta los tres años solo existiría un único sistema indiferenciado. Sin embargo la mayoría se decanta por la existencia de dos sistemas distintos desde el inicio del lenguaje. Entre la adquisición monolingüe y la bilingüe hay semejanzas y diferencias: en ambos casos encontramos las mismas etapas, los mismos errores y estructuras semejantes. Sin embargo, entre los bilingües se encuentra mayor variabilidad interpersonal y un menor desarrollo léxico que se compensa con una mayor soltura y rapidez en las emisiones. Además, la adquisición bilingüe tiene algunos rasgos comunes al aprendizaje de una segunda lengua. En definitiva, el bilingüismo, cuando se desarrolla de forma equilibrada, es una fuente de riqueza intelectual para el hablante, por su valor pragmático, la versatilidad lingüística que proporciona y el sentimiento de pertenencia a dos comunidades del habla.

7- Retos en el estudio del origen del lenguaje y su adquisición El reto fundamental es la propia relación entre ambos fenómenos, filogénesis y ontogénesis. También lo es despertar el interés y la necesidad de profundizar en estas áreas de conocimiento, valorando la aportación de la Lingüística al terreno común en el que estos se desarrollan.

8- Resumen A lo largo de todo el tema se ha estudiado las bases neurológicas del lenguaje, tanto en los procesos de adquisición, como de percepción, como en los de producción y acceso. Se han observado cuales son las áreas cerebrales que intervienen en el proceso lingüístico y las posibles lesiones. También, se ha estudiado el lenguaje desde la perspectiva de su origen, tanto desde la filogénesis como desde la ontogénesis. Posteriormente se ha tratado las distintas fases de adquisición del lenguaje desde edades tempranas hasta la madurez.