SWINDOLL, Charles R. (2013). Viviendo los salmos. El Paso, TX. Mundo hispano.pdf

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Z ^/odos tenemos esos días cuando pequeños problemas se convierten en crisis, cuando la duda empieza a sobrepasar la fe, cuando el cansancio nos golpea y la depresión pinta al mundo de negro. El hecho es que ¡la rutina diaria de la vida no desaparece! Y ya que no podemos escapar de ella tenemos que encontrar una manera de cómo sobrevivir. El libro de los Salmos tiene las respuestas y nos ofrece palabras de fortaleza y consuelo para esos tiempos demandantes y complejos. En este sencillo pero excelente estudio de salmos seleccionados, uno de los pastores cristianos más respetados explora estos difíciles temas tales como el miedo a lo desconocido, el desánimo y la preocupación; cómo tratar con personas difíciles, y qué hacer cuando Dios guarda silencio. A través de veintiséis emocionantes semanas en la Palabra, Charles Swindoll te guiará no solo a leer los Salmos sino a vivirlos, recordándote que la gracia nunca falla y que Dios está constantemente trabajando para transformar tu rutina diaria en un milagro diario.

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Vida cristiana/Devocionales

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tic o sa Bautista de Publicaciones

www.editonaltnundohispano.org

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Viviendo Ánimo para toda la vida

Charles R. Swindoll Traducido por Hubert Valverde

Editorial Mundo Hispano

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C ontenido Reconocimientos............................................................................................. v Introducción.................................................................................................. vii Semana 1 - El afán de la tolerancia: Salmo 1 ............................................. 1 Semana 2 - El afán del desánimo: Salmo 5 ..............................................15 Semana 3 - El afán de sentirse abandonado: Salmo 8 .......................... 29 Semana 4 - El afán del abatimiento: Salmo 1 3 ....................................... 41 Semana 5 - El afán de una integridad debilitada: Salmo 1 5 ................. 53 Semana 6 - El afán del silencio divino: Salmo 1 9 ...................................65 Semana 7 - El afán de la incertidumbre: Salmo 2 3 ................................ 77 Semana 8 - El afán del maltrato: Salmo 2 6 ............................................. 91 Semana 9 - El afán del temor: Salmo 2 7 ................................................105 Semana 10 - El afán de la culpabilidad: Salmo 3 2 ................................119 Semana 11 - El afán del conflicto interno: Salmos 42 y 4 3 ................. 133 Semana 12 - El afán de la debilidad personal: Salmo 4 6 ..................... 147 Semana 13 - El afán de enfrentar a la gente difícil: Salmo 5 4 .............161 Semana 14 - El afán de la religión ritual: Salmo 6 3 .............................. 175 Semana 15 - El afán del ataque del enemigo: Salmo 9 1 ......................189 Semana 16 - El afán de la ingratitud: Salmo 100.................................203 Semana 17- El afán de una vida sin rumbo: Salmo 101.................... 215 Semana 18 - El afán del dolor y el sufrimiento: Salmo 116.................229 Semana 19 - El afán del poco entusiasmo: Salmo 119 ......................... 241 Semana 20 - El afán de la vida familiar: Salmos 127 y 128.................255 Semana 21 - El afán de la arrogancia impaciente: Salmo 13 1...........267 Semana 22 - El afán de las consecuencias persistentes: Salmo 13,7 .. . 279 Semana 23 - El afán de la insignificancia: Salmo 139 ........................ 291 Semana 24 - El afán de la inseguridad: Salmo 139 .............................. 303 Semana 25 - El afán de la depresión: Salmo 142 .................................. 317 Semana 26 - El afán de una época insípida: Salmo 149 ....................... 329

R econocimientos Antes de empezar con el tema de este libro, quiero hacer una pausa y expresar mi gratitud a Byron Williamson, de la editorial Worthy. Byron es y ha sido mucho más que un socio de negocios en las activi­ dades editoriales. Es un verdadero amigo que me inspira con su apoyo sincero. También quiero agradecer a Mark Gaither, mi yerno, por su excelente ayuda como editor de la versión original en inglés de este libro. Su atención cuidadosa a los detalles es invaluable y se lo agradeceré siempre. Otra persona que merece mi agradecimiento es Sealy Yates, mi agente literario y viejo amigo, por su diligencia y com­ promiso incomparable. No encuentro palabras para describir la profundidad de mi gratitud a mi esposa por su comprensión, su entrega y sus palabras de ánimo. Si no fuera por su disposición para adaptarse a mi hora­ rio de trabajo, para escuchar pacientemente mis lecturas intermina­ bles de lo que había escrito, para impulsarme a dar lo mejor de mí y ¡tara tolerar esos momentos en la madrugada cuando me levantaba a escribir sobre algo en lo que estaba pensando, no hubiese podido terminar este libro.



para toda la vida

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I ntroducción Sin una canción, el día no terminaría. Sin una canción, el camino no acabaría. Cuando las cosas se tuercen, un hombre no tiene un amigo. Sin una canción. He encontrado trabajoy problemas, pero, queyo sepa, elJordán siguefluyendo. Y yo voy a durar tanto como esta canción, sonandofuerte en mi alma1. Aunque esta canción fue compuesta antes de que yo naciera (lo que la hace una verdadera antigüedad), la recuerdo con frecuencia. De vez en cuando la recuerdo en el baño, antes de iniciar un día ocupado, en medio de citas de negocios, a la mitad de un día caótico y, de vez en cuando, de regreso a casa después de un día agotador. Esa canción me relaja, como cuando se le agrega un poco de aceite al engranaje de una bicicleta y de esa forma rueda más fácilmente. Willie Nelson la grabó hace muchos años pero todavía sigo cantándola. Sin una canción, el día no terminaría. Sin una canción, el camino no acabaría. Cuando las cosas se tuercen, un hombre no tiene un amigo. Sin una canción. Es cierto, ¿no crees? La combinación correcta de algunas palabras junto con una melodía y un ritmo, por lo general, calzan como 1“Without a Song” letra y música de Edward Eliscu, William Rose y Vincent Youmans. Dere­ chos reservados © 1929 (derechos renovados en 1957) Miller Music Corporation and Vincent Youmans Co., Inc. Publicado por Miller Music Corporation por medio de un arreglo con Vincent Youmans Co., Inc. todos los derechos de Miller Music Corporation han sido asig­ nados a SBK Catalogue Partnership. Todos los derechos administrados por SBK Miller Catalogue y Vincent Youmans Co., Inc. Derechos internacionales asegurados. Hecho en los Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados. Utilizada con permiso. • Z'/ji/J/H' para toda la vida

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anillo al dedo. Y debido a las presiones y las demandas que tú y yo tenemos que enfrentar diariamente, es casi imperativo escuchar una canción. No sé tú, pero la mayoría de las personas que conozco tiene que enfrentarse constantemente al trajín diario. ¿Qué clase de trajín? cQúé te parecen los siguientes ejemplos? Un ama de casa con niños que enfrenta catorce o más horas al día lidiando con el afán de acabar a tiempo las tareas, tomar decisiones, competir con voluntades firmes y completar una lista interminable de quehaceres. Aquel profesional que enfrenta otro tipo de afán: la gente, especialmente la gente que no está satisfecha, que prefiere gri­ tar y demandar más que sonreír y resolver los problemas, lo cual solamente intensifica el desgaste debido a las expectativas que continúan incrementándose y la energía que continúa disminuyendo. El chofer de camión que tiene una rutina totalmente diferente p u o igualmente agotadora: el afán de los congestionamientos de tráfico, los peligros del clima, los choferes descuidados y los kilómetros monótonos. ¿Qué tal el afán del entrenamiento que el atleta enfrenta cada día: Hoias interminables de práctica, levantamiento de pesas, trabajo al aire libre, análisis de videos, perfeccionamiento ele las técnicas, competencias, lesiones, soledad, aburrimiento, agotam iento... y todo eso solamente para despertar el día siguiente y hacer lo mismo. ¿Y quién puede negar los requisitos agotadores del estudio? Ya sean estudiantes o maestros, ambos deben vivir el afán cíclico e interminable de la preparación diaria, las asignacio­ nes, ir a clases, realizar proyectos, escoger asignaturas, hacer exámenes, calificarlos y mantener la esperanza de obtener un título o un puesto. El hecho es que el afán no va a desaparecer. El vendedor tiene que cumplir con su cuota. El artista siempre tiene que ensayar. El teraviii

Viviendo los (: Jrt/wo'i

peuta siempre tiene que escuchar a cada cliente deprimido. El piloto tiene que estar frente a los controles de su nave por horas. El predica­ dor siempre tiene que preparar su sermón. El radiodifusor no puede desobedecer el reloj, al que se debe tanto como el burócrata a la bu­ rocracia. Los días no acaban, los caminos no se detienen... ¡Auxilio! En vez de seguir aparentando inútilmente que no pasa nada y ya que no podemos evitar el afán, debemos encontrar una forma de enfrentarlo. La pregunta es ¿cómo hacerlo? La respuesta es: una can­ ción. ¿Recuerdas la letra de la canción de Willie Nelson? “Sin una canción, el día no acabaría”. Pero no puede ser cualquier canción. Cuando hablo de una canción no me refiero a una canción dispara­ tada y sin sentido, cantada por un grupo de chicos desubicados que gritan sin ton ni son. No me refiero a eso. Me refiero a canciones realmente antiguas. De hecho, me refiero a aquellas canciones ins­ piradas y compuestas por nuestro Dios y Creador. Esas canciones son las que conocemos en el libro de los Salmos. Los salmos son canciones eternas que han dado un fruto deli­ cioso a cada generación. Los salmos no son versos tontos sino más bien mensajes fuertes y melodiosos que hablan del afán de la vida y que fueron diseñados especialmente para ayudarnos a vivir por encima de ese afán. Exactamente, por encima del afán. Citando nuevamente al compositor: “ ...y yo voy a durar tanto como esta canción, sonando fuerte en mi alma”. Sinceramente, lo creo. Si no fuera así, ¿por qué entonces Dios inspiró esas composiciones anti­ guas? Estoy seguro de que él sabía el valor duradero de cada obra maestra musical y por lo tanto las preservó para que nos ayudaran a enfrentar el afán diario. Eos salmos son un ungüento glorioso que nos permite vivir más allá de los afanes de la vida. Podría seguir escribiendo de esto por mucho rato. De hecho, eso es exactamente lo que quiero hacer. Y ya que la Palabra de Dios está llena de esas canciones, estoy convencido de que vale la pena anali­ zar y aplicar las palabras sabias y los principios eternos que se enl re­ lazan por medio de los salmos.

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