Straubinger, Juan - Biblia Comentada, Antiguo Testamento

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LA SANTA BIBLIA VERSIÓN D E MONS. J U A N

STRAUBINGER

ANTIGUO TESTAMENTO

GÉNESIS ÉXODO LEVITICO NÚMEROS DEUTERONOMIO JOSUÉ JUECES RUT REYES (l-IV) PARALIPOMENOS ESDRAS NEHEMIAS TOBÍAS JUDIT ESTER JOB SALMOS PROVERBIOS ECLESIASTES CANTAR DE LOS CANTARES SABIDURÍA ECLESIÁSTICO ISAÍAS JEREMÍAS LAMENTACIONES BARUC EZEQUIEL DANIEL PROFETAS MENORES MACABEOS

NOMBRES Y ABREVIATURAS USADOS EN LAS CITAS

ANTIGUO TESTAMENTO Génesis Éxodo Levítico Números Deuteronomio Josué Jueces Rut I Reyes (I Samuel) . . . . II » (II > ) . . . . III » IV > I Paralipómenos (o I Crónicas) II Paralipómenos (o II Crónicas) Esdras Nehemías (II Esdras) . . . . Tobías Judit . . . . ' . . . . . Ester I Macabeos II > Job Salmos

Gen. Ex. Lev. Núm. Deut. Jos. Juec. Rut I Rey. II » III » IV > I Par. II > Esdr. Ñeh. Tob. Jud. Est. I Mac. II » Tob "S., Sal., SS.

Proverbios Eclesiastés Cantar de los Cantares . . . Sabiduría Eclesiástico (Jesús, hijo de Sirac) Isaías eremías

Í^mentaciones Baruc Ezequiel Daniel

(o Trenos) .

Prov. Ecl. Cant. Sab. Ecli. Is. Jer.

. Lam. Bar. Ez. Dan.

Oseas

Os.

Joel Amos Abdías Jonás Miqueas Nahum Habacuc Sofonías Ageo Zacarías Malaquías

[oel \m. Abd. Jon. Miq. Nah. Hab. Sof. Ag. Zac. Mal.

NUEVO TESTAMENTO Evangelio según San Mateo . . > » > Marcos . . » » » Lucas > > > Juan . . Hechos (Actos) de los Apóstoles Epístola de San Pablo a los Romanos I Epístola de San Pablo a los Corintios II Epístola de San Pablo a los Corintios Epístola de San Pablo a los Gálatas Epístola de San Pablo a los Efesios Epístola de San Pablo a los Filipenses Epístola de San Pablo a los Colosenses

Mat. Marc. Luc. Juan Hech. Rom. I Cor. II > Gal. Ef. Filip. Col.

I Epístola de San Pablo a los Tesalonicenses II Epístola de San Pablo a los Tesalonicenses I Epístola de San Pablo a San Timoteo II Epístola de San Pablo a San Timoteo . . . -. . . . Epístola de San Pablo a Tito . Epístola de San Pablo a Filemón Epístola de San Pablo a los Hebreos Epístola de Santiago . . . I Epístola de San Pedro . . II Epístola de San Pedro . . I Epístola de San Juan . . . II Epístola de San Juan . . . III Epístola de San Juan . . . Epístola de San Judas (Tadeo) . Apocalipsis de San Juan . . .

I Tes. II Tes. I Tim. II ^ Tit. Filem. Hebr. Sant. I Pedr. II » I Juan II > III > Jud. Apoc.

PRÓLOGO i No sin cierta inquietud presenta el autor una nueva versión de la Biblia, y en vez de congratularse por ello, se siente más bien obligado a justificar el esfuerzo intentado, que muchos consideraban imposible. Casi al acaso comenzó esta edición. Después de haber publicado los cinco tomos de la Biblia Vulgata, el que esto escribe pensaba descansar de sus tareas de publicista. Fué entonces cuandd una gran editorial argentina, deseando mostrar su adhesión al IV Congreso Eucarístico Nacional, quiso ofrecer al público una traducción directa de los Evangelios según el texto original griego. Rechazada la demanda por creerla superior a sus fuerzas, hubo al fin de acceder ante la insistencia de los editores. En septiembre de 1944, prologada por Su Em. el Cardenal Santiago L. Copello, vio la luz la l9 traducción argentina de los Evangelios. Víctor Rebuffo iluminó el texto con 186 xilografías. El Cardenal Primado, en una emotiva ceremonia, bendijo el 4 de octubre del mismo año la edición que se presentaba en tres tipos distintos, a los que se sumaba un ejemplar único impreso en pergamino, destinado a S. S. Pío XII. Muy pronto la Pía Sociedad de San Pablo, en sano afán de difundir la palabra de Dios, hizo vanas ediciones populares del mismo texto, las que pasaron el medio millón de ejemplares vendidos en toda América. Chile y Venezuela encargaron y obtuvieron una edición propia. El grano de mostaza crecía. El éxito, logrado por la bendición de Dios, impulsaba al autor y a los editores a proseguir la obra emprendida. En el año 1945 se puso en venta una lujosa edición de los Hechos de los Apóstoles. Dos años más tarde le siguieron, en dos tomos, las Cartas de San Pablo. Ambos libros tuvieron también sus ediciones populares. En el año 1948, la casa editora Desclée, de Brouwer y Cía', publicaba la traducción íntegra del Nuevo Testamento. Esta edición, aparte de la más favorable acogida, le valió al traductor el título de Doctor honoris causa, conferido por la Facultad Teológica de la Universidad de Münster (Alemania). Quedaba concluida así, la primera parte de la obra emprendida. Maduraba entretanto la segunda, a saber, la traducción del Antiguo Testamento según el texto hebreo. Fueron primicias de este trabajo, los Salmos publicados en 1949 por la misma casa editora Desclée, de Brouwer y Cía. Llega ahora el momento de entregar al público esta flamante traducción del Antiguo Testamento. De este modo la nueva versión se presenta en cuatro tomos, a los que se agregará un quinto, conteniendo una Concordancia actualmente en preparación, y un sexto comprendiendo un Atlas Bíblico. Tal es, en brevísimos rasgos, el origen y el desarrollo de esta traducción. Siete años de improba labor, llenadas todas las horas con persistente trabajo. Siete años son pocos si se considera la magnitud de la obra. Pero son muchos para quien tiene .que realizarla. II

CARACTERÍSTICAS DE LA NUEVA VERSIÓN 1) Si no andamos equivocados, es ésta la primera versión católica americana, hecha sobre los textos primitivos. Hasta el presente, dentro del campo católico, América no ha conocido la impresión de una Biblia traducida a base del texto original. Verdad es que los católicos de Estados Unidos han comenzado a traducirla y es de esperar que en pocos años poseerán su traducción de la Biblia, mas el caso es que apenas se encuentran en los comienzos. En Sudamérica el panorama bíblico presenta un aspecto desconocido quizá por los escrituristas europeos y por muchos de los mismos autores americanos. Nos referimos a la Biblia castellana, traducida por el Pbro. Guillermo Jünemann, sacerdote de la Arquidiócesis de Concepción (Chile). Jünemann, excelente conocedor de la lengua griega y formado en la escuela de San Crisóstomo, cuyos escritos eran su lectura predilecta, pudo atreverse a traducir toda 11

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EL ANTIGUO TESTAMENTO

la Sagrada Escritura del griego, tomando para el Antiguo Testamento el texto de los Setenta. Apareció el Nuevo Testamento en 1928 en Concepción de Chile; la versión del Antiguo Testamento, en cambio, quedó sin publicar. Consérvase en 3£, cuadernos y espera a un editoi benévolo que la edite para honor de Dios y en memoria de Jünemann (muerto en 1938), que merece tal monumento, siendo como es el primer traductor de la Biblia en la América católica. Sin embargo, siendo su versión la de los Setenta, podemos decir que la presente es la primera completa hecha entre los católicos americanos sobre el texto hebreo del Antiguo Testamento.2) La segunda característica de esta tradrcción consiste en haber sido realizada por un solo traductor, el cual es, simultáneamente, su único comentador. Las versiones modernas españolas, francesas, italianas, alemanas, y también la norteamericana que se está preparando, son el resultado de un trabajo realizado en común por varios autores. A nuestro modesto parecer, es conveniente que se trabaje así. Verter toda la Biblia en un idioma moderno, y comentarla al mismo tiempo, significa un esfuerzo tan^ grande que nos permitimos, habiendo escarmentado en cabeza propia, aconsejar a los demás no seguir nuestro ejemplo. Los que están al tanto de la vida intelectual de este continente saben perfectamente cuan difícil sería reunir un núcleo de traductores de la Biblia. Con todo, quisiéramos evitar a otros lo que hemos sufrido en estos últimos años, cuando temíamos nos acaeciese lo que a Jünemann. La mano bondadosa de Dios ha bendecido la obra, dándonos las fuerzas físicas e intelectuales necesarias para llevar a buen término la tarea comenzada. 3) La tercera característica consiste en las notas, que, a la vez, revisten el carácter de comentarios o pequeños artículos. N o nos toca a nosotros hablar de su valor —juzguen de ellas los críticos—, pero sí del método adoptado en la explicación del texto sagrado. Atribuyese no sin razón a nuestra época, una fecundísima restauración de los estudios bíblicos, que es semejante a una primavera floreciente, a la que ha de seguir una rica cosecha de frutos espirituales. Presenciamos, en verdad, una primavera bíblica. Los Sumos Pontífices, desde León XIII, no se han cansado de recomendar al pueblo cristiano la lectura de la Biblia. El Papa Pío X dice al respecto: "Queriendo renovarlo todo en Jesucristo, nada deseamos más que el acostumbrarse nuestros hijos a tener la Sagrada Escritura para la lección cotidiana. Por ella se puede conocer mejor el modo de renovar todas las cosas en Jesucristo." Benedicto XV alaba de modo especial a los que se dedican al apostolado bíblico y dice que "este apostolado ha sido por cierto singularmente fecundo para la Iglesia de Dios, puesto que así un gran número de almas se acercan desde entonces a esta mesa de doctrina celestial que Nuestro Señor ha hecho poner para el universo cristiano, por medio de sus profetas, apóstoles y doctores". La encíclica Divino Afflante Spiritu de Pío XII, es el coronamiento de los esfuerzos pontificios que tienden a hacer de la Biblia la lectura cotidiana de los fieles. "Favorezcan, dice el Papa a los Prelados, y presten su auxilio a todas aquellas pías asociaciones que tengan por fin editar y difundir entre los fieles, ejemplares impresos de las Sagradas Escrituras, principalmente de los Evangelios, y procurar con todo empeño que en las familias cristianas se tenga ordenada y santamente cotidiana lectura de ellas." Por todo esto se ve que los Sumos Pontífices desean que la Biblia llegue al pueblo, y no solamente a los sacerdotes y laicos cultos. Sigúese de esto la inmensa responsabilidad de los comentaristas, sobre quienes pesa la divina misión de explicar al pueblo la palabra que tiene el poder de salvar las almas (Sant., 1, 21; cf. Rom., 1, 16). N o negamos la necesidad de la crítica textual, ni tampoco el valor de las notas filológicas, históricas, geográficas, arqueológicas, y gracias'a Dios tenemos ese aparato científico en muchas ediciones; mas no olvidemos que en las publicaciones bíblicas que se dirigen al pueblo, no debe faltar el método patrístico, que ante todo busca en la Escritura las verdades doctrinales y las enseñanzas prácticas para llevar una vida de más en más cristiana. En la revista "Cultura Bíblica" (febrero de 1950, n 9 69, págs. 34-35) encontramos algunas observaciones tomadas de un artículo de la revista "Civilta Cattolica" que enfocan acertadamente la dificultad que hoy día se presenta al exégeta católico. El articulista cita las palabras de von Dobschütz, quien dice que la Biblia no es una colección de documentos importantes para la historia o la lengua; es un producto de la piedad religiosa, por lo cual sólo un hombre piadoso puede explicar bien este libro; "será buena únicamente aquella exégcsis que avive la caridad y sentido religioso, que enfervorice la piedad, embebida en el afecto piadoso del autor, que se transfunde a los lectores". Se sobreentiende la inspiración de la Biblia. A más de sumamente sencillo, nuestro método no es nada nuevo. Teniendo en cuenta el ambiente en que vivimos y para el cual escribimos, damos preferencia a la explicación práctica, destacando las ideas fundamentales de la Biblia y mostrando su aplicación en la vida. Sobre todo hemos procurado mostrar la armonía que existe entre los dos Testamentos y la coincidencia de los pasajes paralelos, a fin de que el lector tenga siempre a la vista la

PROLOGO

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unidad viva de las Escrituras, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, pudiendo así deleitarse con las luces que el Nuevo Testamento arroja sobre el Antiguo. Este método no excluye las notas científicas y técnicas, porque la interpretación práctica sólo tiene valor cuando se funda sobre una ciencia exegética precisa. N o fué posible comentar detalladamente todos los libros. Esto hubiese exigido algunos tomos más de los que el editor había proyectado. Por eso nos hemos concentrado especialmente sobre el Génesis, los Salmos, el Cantar de los Cantares y los Profetas, vale decir, sobre aquellos libros que oponen más problemas o son de especial importancia para la vida religiosa. III La versión misma no pretende hacer competencia a ninguna de las que hasta ahora han sido hechas sobre los textos originales. Al contrario, reconocemos los valores tanto de la traducción de Nácar-Colunga, como de la de Bover-Cantera, teniendo ambas sus particularidades bien definidas. En muchísimos pasajes los hemos consultado, así como también hemos acudido a otras traducciones en lenguas modernas. Confesamos, agradecidos, que nos han prestado grandes servicios. En un solo punto esta versión difiere esencialmente de las demás, y es en los libros deuterocanónicos, es decir, en aquellos libros que no están en la Biblia hebrea. Nácar-Colunga y Bover-Cantera los traducen del texto griego actual, que no siempre es el mejor, mientras esta versión los presenta en la versión de la Vulgata, cosa que hemos indicado en la introducción respectiva de cada libro deuterocanónico. N o poca dificultad ofrecen al traductor los nombres propios. Bover-Cantera los transcribe en exacta fonética hebrea y con el acento que tienen en el hebreo, en tanto que Nácar-Colunga y otros se toman la libertad de adaptarlos a la Vulgata o a una ortografía moderna. Nosotros no hemos seguido estrictamente ninguno de estos dos sistemas. Hemos hecho una distinción entre los nombres propios muy conocidos, usados ya como los modernos, y los otros que no han sido asimilados. Los de la primera categoría van con la forma que recibieran en la Vulgata: por ejemplo, Eva, Abel, Sara, Rebeca, Elias, Elíseo. Los de la segunda, en cambio, llevan el acento hebreo, aunque en parte han sido asimilados a la Vulgata. IV Mucho más podríamos decir sobre nuestra nueva versión, pero no queremos adelantarnos a la crítica. Sea cual fuere el juicio que nuestro trabajo merezca, queremos, en todo caso, rogar a los críticos tengan en cuenta las enormes dificultades que se presentan a quien intenta traducir solo la Biblia, con los pocos recursos científicos de que dispone Sudamérica, los cuales, a lo menos en lo que hace a las ciencias bíblicas, son muy inferiores a los que tienen a mano los traductores europeos. Damos gracias al Padre de las luces (Sant., 1, 17) por habernos concedido la inmensa satisfacción espiritual de terminar en avanzada edad la obra más importante que pensar se pueda. Que el mensaje celestial de la divina Escritura, inspirada por el Espíritu Santo, ilumine a todos los de buena voluntad. Es antorcha para nuestros pies y luz para nuestra senda (S. 118, 105); es palabra viva y eficaz, más penetrante que una espada de dos filos (Hebr., 4, 12); es fuente de sabiduría (Ecli., 1, 5 ) ; semilla que, sembrada en buena tierra, da frutos, al ciento por uno (Mat., 13, 23). Pero esta Palabra es, al mismo tiempo, fuego que quema, martillo que tritura la roca (Jer., 23, 29). De la disposición espiritual del lector depende el fruto de la lectura de la Biblia. ¿Será fruto del Espíritu Santo, luz y vida? ¿O será fuego y martillo? Rogamos a Dios que para todos sea luz y antorcha y que no haya ninguno que no experimente "el consuelo de las Escrituras" (Rom., 15. 4 ) . Agradecemos a todos los que nos han ayudado directa o indirectamente, en especial a la casa en donde se hizo esta traducción: el Seminario Arquidiocesano San José de La Plata, y al señor Pbro. Juan Carlos Ruta, a cuyo cargo estuvo la corrección de las pruebas. Sit laus Deo! JUAN STRAUBINGER.

EL PENTATEUCO INTRODUCCIÓN El Pentateuco, o, según lo llaman los judíos, el Libro de la Lejr (Torah), encabeza los 13 libros de ¡a Biblia, y constituye la magnífica puerta de la Revelación divina. Los nombres de los cinco libros del Pentateuco son: el Génesis, el Éxodo, el Levítico. los Números, el Deuteronomio, y su fin general es: exponer cómo Dios escogió para sí al pueblo de Israel y lo formó para la venida de Jesucristo; de modo que en realidad es Jesucristo quien aparece a través de los misteriosos destinos del pueblo escogido. Génesis significa "generación" u origen. El nombre nos indica que este primer libro de la Revelación contiene los misterios de la prehistoria y los comienzos del Reino de Dios sobre la tierra. Describe, en particular, la creación del universo y del hombre, lá caída de los primeros padres, la corrupción general, la historia de Noé y el diluvio. Luego el autor sagrado narra la confusión de las lenguas en la torre de Babel, la separación de Abrahán de su pueblo y la historia de este patriarca y de sus descendientes: Isaac, Jacob, José, para terminar con la bendición de Jacob, su muerte y la de su hijo José. En esta sucesión de acontecimientos históricos van intercaladas las grandes promesas mesiánicas con que Dios despertaba la esperanza de los patriarcas, depositarios de la Revelación primitiva. Éxodo, es decir, "salida", se llama el segundo libro, porque en él se narra la historia de la liberación del pueblo israelita y su salida de Egipto. Entre el Génesis 3; el Éxodo median varios siglos, es decir, el tiempo durante el cual tos hijos de Jacob estuvieron en el país de los Faraones. El autor sagrado describe en este libro la opresión de los israelitas; luego pasa a narrar la historia del nacimiento de Moisés, su salvamento de las aguas del Nilo, su huida al desierto y la aparición de Dios en la zarza. Refiere después^ en la segunda parte, la liberación misma, las entrevistas de Moisés con el Faraón, el castigo de las diez plagas, el paso del Mar Rojo, la promulgación de la Ley de Dios en el Sinaí, la construcción del Tabernáculo, la institución del sacerdocio de la Ley Antigua y otros preceptos relacionados con el culto y el sacerdocio. Levítico es el nombre del tercer libro del Pentateuco. Derívase la palabra Levítico de Leví, padre de la tribu sacerdotal. Trata primeramente de los sacrificios, luego relata las disposiciones acerca del Sumo Sacerdote y los sacerdotes, el culto y los objetos sagrados. Con el capítulo 11 empiezan los preceptos relativos a las purificaciones, a los cuales se agregan instrucciones sobre el día de la Expiación, otras acerca de los sacrificios, algunas prohibiciones, los impedimentos matrimoniales, los castigos de ciertos pecados y las disposiciones sobre las fiestas. En el último capítulo habla el autor sagrado de los votos y diezmos. El cuarto libro se llama Números, porque en su primer capitulo refiere el censo llevado a cabo después de concluida la legislación smaitica y antes de la salida del monte de Dios. A continuación se proclaman algunas leyes, especialmente acerca de los nazareos, y disposiciones sobre la formación del campamento y el orden de las marchas. Casi todos los acontecimientos referidos en los Números sucedieron en el último año del viaje, mientras se pasan por alto casi todos los sucesos de los treinta y ocho años precedentes. Descuellan algunos por su carácter extraordinario; por ejemplo, los vaticinios de Balaam. Al final se añade el catálogo de las estaciones durante la marcha a través del desierto, y se dan a conocer varios preceptos sobre la ocupación de la tierra de promisión. El Deuteronomio es, como expresa su nombre, "la segunda Ley", una recapitulación, explicación y ampliación de la Ley de Moisés. El gran profeta, antes de reunirse con sus padres, desarrolla en la campiña de Moab en varios discursos la historia del pueblo escogido inculcándole los divinos mandamientos. En el primero (1-4, 43), echa una mirada retrospectiva sobre los acontecimientos en el desierto, agregando algunas exhortaciones prácticas y las más magnificas enseñanzas. En el segundo discurso (4, 44-11, 32) y en la parte legislativa (caps. 1226), el legislador del pueblo de Dios repasa las leyes anteriores, haciendo las exhortaciones necesarias para su cumplimiento, y añadiendo numerosos preceptos complementarios. Los dos últimos discursos (cap. 21-30) tienen por objeto renovar la Alianza con Dios, lo que, según las disposiciones de Moisés, ha de realizarse luego de entrar el pueblo en el país de Canaán. Los capítulos 31-34 contienen el nombramiento de Josué como sucesor de Moisés, el cántico profético de éste, su bendición, y una breve noticia sobre su muerte. El Deuteronomio es, según dice S. Jerónimo, "la prefiguración de la Ley evangélica" (Carta a Paulino). El autor del Pentateuco es Moisés, profeta y organizador del pueblo de Israel, que vivió en el siglo XV o XIII antes de Jesucristo. No solamente la tradición judía sino también la cris-

is

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EL PENTATEUCO

tiana ha sostenido siempre el origen mosaico del Pentateuco. El mismo Jesús habla del "Libro de Moisés" (Marc, 12, 26), de la "Ley de Moisés" (Luc, 24, 44), atribuye a Moisés los preceptos del Pentateuco (cf. Mat., 8, 4; Marc, 1, 44; 7, 10; 10, S; Luc, S, 14; 20, 28; Juan, 7, 19), y dice en Juan, 5, 45: "Vuestro acusador es Moisés, en quien habéis puesto vuestra esperanza. Si creyeseis a Moisés, me creeríais también a Mí, pues de mí escribió él." Fundada en estos argumentos, la Pontificia Comisión Bíblica el 21 de junio de 1906 ha determinado, con toda su autoridad, la integridad y genuinidad de los Libros de Moisés, admitiendo, sin embargo, la posibilidad de que Moisés se haya servido de fuentes existentes, y la otra, de que el Pentateuco en el decurso de los siglos haya experimentado ciertas variaciones como, por ejemplo: adiciones accidentales después de la muerte de Moisés, ora hechas por un autor inspirado, ora introducidas en el texto a modo de glosas y comentarios, sustitución de palabras y formas arcaicas; variantes debidas a los copistas, etc. La misma Pontificia Comisión Bíblica ha inculcado, el 30 de junio de 1909, el carácter histórico de los primeros tres capítulos del Génesis, estableciendo que los sistemas inventados para excluir de éstos el sentido literal, no descansan en fundamentos sólidos. Todos los ataques de la crítica moderna contra la autenticidad y el carácter histórico de los libros de Moisés han fracasado, especialmente los intentos de atribuir el Pentateuco a tres o cuatro autores distintos (Elohista, Jahvista, Código sacerdotal, Deuteronomio) y las teorías de la escuela evolucionista de Wellhausen, que en el Pentateuco no ve más que un reflejo de ideas y mitologías babilónicas, egipcias, etc. Una comparación exacta de los relatos bíblicos con los extrabíblicos demuestra, muy al contrario, la superioridad absoluta de aquéllos sobre éstos que, en general, no son sino pobres y desfigurados restos de la Revelación primitiva. Las fechas que los críticos asignan a los diversos autores por ellos inventados se basan únicamente en suposiciones. Según ellos, en la historia del texto del Pentateuco hubo "no sólo infinidad de elaboraciones, refundiciones y redacciones, sino también invenciones a sabiendas, retoques, correcciones y adiciones tendenciosas, interpolaciones, falsificaciones literarias y piadosos embustes del género más sospechoso. Los críticos moderados hacen esfuerzos convulsivos para salir del dilema: unos dicen que no hay derecho a aplicar a los tiempos antiguos los conceptos actuales de la propiedad y actividad literaria; otros opinan que el fin santifica los medios, y declaran que la alternativa de obra de Moisés u obra de un "falsario", carece de sentido, o hablan con énfasis de la profundidad de la sabiduría divina, cuyos caminos no nos es dado conocer sino admirar; mas con estas escapatorias no logran poner en claro cómo una mala compilación, así elaborada por los hombres, pudo llegar a los honores de Libro sagrado" (SCHUSTER-HOLZAMMER) .

Han, pues, de rechazarse todas las teorías que niegan el origen mosaico y carácter histórico del Pentateuco, no sólo porque están en pugna con las reglas de una sana crítica, sino también porque niegan la inspiración divina de la Escritura.

GÉNESIS faz del abismo, mas el Espíritu de Dios se I. DESDE LA CREACIÓN sobre las aguas. 3 DEL MUNDO HASTA EL DILUVIO movía Y dijo Dios: "Haya luz"; y hubo luz. CAPÍTULO I X

CREACIÓN DEL CIELO Y DE LA TIERRA. A1 prin-

cipio creó Dios el cielo y la tierra. 2La tierra era confusión y, caos, y tinieblas cubrían la 1. Al principio, es decir, cuando no existía aún nada de lo que se encierra en las palabras - "cielo y tierra". Desde antiguo se ha observado la semejanza de este pasaje con Juan 1, 1: "En el principio era el Verbo". De ahi que algunos Padres y Teólogos sostengan que el autor sagrado se refiere aquí al Hijo, por el cual todo fué hecho (Juan 1, 3). Cf. Prov. 8, 22. En favor de esta opinión pueden alegarse otros pasajes, por ejemplo: Hebr. 1, 2; Apoc. 3, 14; 22, 13 y especialmente Col. 1, 18, donde el Apóstol llama a Cristo "el principio" y dice que "por E¡1 fueron hechas todas las cosas, las de los cielos y las que están sobre la tierra, las visibles y las invisibles, sean dominaciones, sean principados, sean potestades. Todas las cosas fueron creadas por medio de El y para El (Col. 1, 16). Es de notar que el -mismo Jesús se llama "el ' principio" en Juan 8 , 2 5 (Vulgata). Creó: de la nada; no de alguna materia preexistente, como se lee en las cosmogonías paganas. El verbo hebreo bará' se usa específicamente para señalar la actividad divina y la creación ex nihilo. "Hacer una cosa cuando no existía nada, es producir de la nada, es crear en el sentido filosófico de la palabra" (Ceuppens). Dios, en hebreo Blohim, es un plural que viene de El o Eloah ( = e l Fuerte). Sale en el Antiguo Testamento más de 2.500 veces y tiene los siguientes significados: a) Dios, b) los falsos dioses (Ex. 12, 12), c) los vicarios de Dios: ángeles, príncipes, jueces (S. 96, 7 comp. con Hebr. 1, 6; S* 81, 6 comp. con Juan 10, 34; cf. I Rey. 28, 13). Elohim lleva por , regla general los atributos y verbos en singular, como en este versículo (cf. también el versículo 26), lo que prueba claramente que no se trata, como dicen los racionalistas,r de un resto de politeísmo. Al contrario, el politeísmo es una depravación del monoteísmo primitivo, cuyas huellas se han conservado, fuera de la Biblia, hasta nuestros días, en algunos pueblos "salvajes" que viven muy retirados y sin mayor contacto con los otros. Los investigadores modernos, sobre todo la escuela antropológica del P. W. Sehmidt, han descubierto en aquellos pueblos la creencia en un Dios supremo, creador de todas las cosas, muy justo y muy bueno, legislador y juez de los hombres. No hay, pues, duda, de que el politeísmo es un producto de la apostasía de la" religión primitiva. El cielo, incluso los ángeles (cf. el pasaje de Col. 1, 16, citado más arriba) y la tierra: el orbe entero, sin excluir nada. Orígenes y S. Agustín entienden por cielo las cosas espirituales, por tierra las materiales. 2. Confusión y caos: El hebreo usa dos palabras que suenan onomatopéy icamente: tohu y bohu, y q ite se repiten en Jer. 4, 23. Eos Setenta vierten invisible y carente de orden. Algunos autores modernos ven en este versículo una alusión a un cataclismo anterior a la actual organización de la tierra; opinión que no tiene fundamento en la construcción gramatical del texto hebreo. Eos que en el vers. primero incluyen la creación de los ángeles ven aquí una misteriosa conexión con la caída de los ángeles, cuyos sustitutos, por decirlo así, iban a ser los hombres, para los cuales Dios, en su infinita bondad preparaba la tierra. En Is. 14, 9-14 el profeta nos describe la caída del príncipe de lbs ángeles bajo la figura del rey de Babilonia que lleva el nombre

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apocalíptico de Lucifer (Luzbel), y S. Juan nos describirá su derrota en los últimos tiempos (Apoc. 12, 7 ss). Muy poco sabemos de la rebelión de Satanás, pues Moisés no relata explícitamente la creación de los ángeles, sino que la presupone. El abismo: las aguas revueltas que rodean la tierra aprisionada por ellas (Ceuppens). Los antiguos se representaban la tierra rodeada por todas partes de inmensas profundidades. La palabra hebrea tehotn (abismo) corresponde a la babilónica tiamat, que es la personificación del océano. El Espíritu de Dios: el Espíritu Santo. Así lo explican les Santos Padres. La Liturgia del Sábado Santo sigue la misma interpretación. Solamente S. Efrén, Teodoreto y algunos modernos lo entienden del viento, pues en hebreo las dos cosas, espíritu y viento, son expresadas por la misma pilabra. Se movía: el verbo hebreo significa moverse lentamente, revolotear (cf. Deut. 32, 11) a la manera de las aves. Cf. la paloma como símbolo del Espíritu Santo en el N. T. (¡Mat. 3, 16). Nácar-Colunga traduce: estaba incubando, como para dar forma y hermosura al universo. E3 Espíritu Santo es el artífice que sacó de este caos un mundo bien ordenado. Es, pues, un error creer que el Espíritu Santo solamente se manifiesta desde su venida el día de Pentecostés y que haya estado inactivo en los tiempos antiguos. "En los albores de la Creación, junto a la masa caótica de materia pasiva e incapaz de producir algo por sí misma, el autor sagrado coloca, en contraste admirable, la presencia benigna del Espíritu de Dios, que todo lo vivifica. Y junto a los umbrales del Nuevo Testamento, el libro de la Sabiduría nos habla de una Sabiduría que en algunos capítulos se identifica con Dios." Cf. Sab. 1, 5 s. El Espíritu Santo actúa a lo largo de todo el Testamento Antiguo, siempre moviéndose sobre el caos del mundo y formando el Reino de Dios sobre la tierra. Si los hombres no lo reconocieron, es porque el misterio del Espíritu no se reveló de una t vez, sino poco a poco hast* descorrer Dios la - plenitud de sus secretos por medio del Verbo hecho carne. Si combinamos esta verdad con lo dicho en 1, i y nota, y especialmente con Juan 1, 3 donde el Apóstol dice que por Cristo "fueron hechas todas las cosas", vislumbramos ya en los primeros versículos de la Biblia el misterio de la Trinidad y la eterna preocupación del Dios Trino por nuestra salvación. "Se insinúa aquí, dice S. Buenaventura, la Trinidad eterna: el Padre con el nombre de Dios Creador, el Hijo con el nombre de Principio, y el Espíritu Santo con el de Espíritu de Dios" (Breviloq.), Son de admirar estas luces que Dios nos hace ver desde el Antiguo Testamento sobre el misterio de los misterios. Cf. v . - 2 6 ; 18, 2; Ex. 3, 6. Num. 6, 24 s: Ecli. 50, 22; Is. 6, 3 y 8, etc. 3. Comienza con este versículo el relato de las obras de la creación que se dividen en dos clases: "opus dístinctionis* (creación de los espacios y lugares) y "opus orna tus" (acción de llenar y poblar los espacios). A la primera clase de obras dedica el autor sagrado los tres primeros días; t a la segunda, los días siguientes. Parece haber aquí una contradicción con el vers. 14, donde se narra la creación del sol. fuente de la luz. La contradicción desaparece, si tomamos la voz "luz" en sentido lato: energía, que Dios concentrará en el sol (v. 14). Oigamos sobre este punto un físico moderno: "En nuestro siglo este "grave error" del Génesis se ha disipado, y muy lejos de ver aqui un error, vemos un acierto científico verdaderamente sorprendente. Hoy sabemos que luz y materia no son síno distintas formas de una m'smn cosa: la energía. Sabemos tam-

GÉNESIS 1, 4-24

18 4

Vió Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas las llamó noche. Y hubo tarde y hubo mañana: primer día. 6 Despucs dijo Dios: " H a y a u n firmamento en medio de las aguas que separe unas aguas de otras". 7 E hizo Dios el firmamento, y separó las aguas que estaban bajo el firmamento de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y así fué. 8 LIamó Dios al firmamento cielo; y hubo tarde y hubo mañana; día segundo. 9 Y dijo Dios: "Júntense en un lugar las aguas que quedan bajo el cielo y aparezca lo seco 1 '. Y así fué. 10 Llamó Dios a lo seco tierra t y a la reunión de las aguas llamó mares. Y vio Dios que estaba bien. 11 Después dijo Dios: "Brote la tierra hierba verde, plantas que den semilla, árboles frutales que produzcan fruto según su especie y cuya semilla esté en ellos sobre la tierra". Y así fué. 1 2 Brotó, pues, la tierra hierba verde, plantas que tenían en sí semilla según su especie, y árboles que producían frutos y cuya semilla se hallaba en ellos según su especie. Y vio Dios que estaba bien. 13 Y hubo tarde y hubo mañana: día tercero. bien que de todas las formas de la energía es la luz la más pura y la única que pudo existir sin un soporte material; si bien en nuestras aplicaciones corrientes, -nosotros obligamos a la materia a que nos devuelva la luz" (J. Domínguez Casanueva, Estudios, Santiago de Chile, abril 1949, pág. 17). 4. Era buena, no sólo por su belleza o sus buenos efectos, sino por ser la realización de una idea del Creador, pues todo lo que hace Dios es bueno; lo malo entró en el mundo por el pecado (cf. Sab. 2, 24 y nota). 5. Tarde y mañana: el comienzo y el fin del día. Para los hebreos comenzaba el día con la puesta del sol, de manera que, por ejemplo, el sábado comenzaba el viernes al caer la noche. Los días de la creación no han de entenderse como intervalos de 24 horas, sino que pueden tomarse, oomo dice la Pontificia Comisión Bíblica, en sentido lato de período (Denz. 2128). Los Padres, p. ej.. S, Crisóstomo, S. Basilio, S. Ambrosio, prefieren entender esa palabra en su sentido propio. Entre los exégetas modernos hay algunos_ (Bea, Simón-Prado) que ven en los días de la creación un esquema literario "que sigue una línea progresiva desde las cosas imperfectas hasta las perfectas". No faltan quienes los explican como resultado de una visión, mediante la cual Dios expusiera a Adán o a Moisés el desarrollo de la creación. 6. Firmamento: la bóveda del cielo en que parecen colocados los astros. La palabra hebrea significa sólido. 7. Las aguas que están bajo el firmamento son los mares, ríos, fuentes; por aguas superiores, en cambio, se entienden aquellas que parecen estar almacenadas sobre el firmamento, de donde caen sobre la tierra, en forma de lluvias. Como se ve, Moisés no habla en términos científicos, sino según las apariencias y con expresiones populares, como también lo hace el salmista, quien en el Salmo 32, 7 se refiere a las aguas del mar recogidas en un odre. Cf. 7, 1* ; 8, 2; S. 77, 23; 103, 3; 148, 4; Dan., 3, 60. 9. Lo seco: los continentes que surgen de la masa informe y caótica (v. 2). 11. Los expositores no concuerdan en la interpretación de este versículo. Algunos distinguen solamente dos clases de plantas, otros sostienen que se trata de tres: hierbas, hortalizas y árboles frutales, lo cual concuerda mejor con el texto hebreo. Brote: porque la tierra poseía ya las plantas en potencia por el soplo del Espíritu de Dios (v. 2). Ceuppens (Quaestíones selectae ex Historia Primaeva) no cree que aquí el hagiógrafo insinúe la creación de cada especie y excluya el transformismo (mitigado).

14

Luego dijo Dios: "Haya lumbreras en el firmamento del cielo, que separen el día de la noche y sirvan de señales y (marquen) las estaciones, días y años. 35 Sirvan también de lumbreras en el firmamento del cielo para alumbrar la tierra". Y así fué. 1 6 Hizo, pues, Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para presidir al día, y la lumbrera menor para presidir a la noche, y las estrellas. 17 Púsolas Dios en el firmamento del cielo para alumbrar la tierra, 18 para regir el día y la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que estaba bien. 19 Y hubo tarde y hubo mañana: día cuarto. 2G Después dijo Dios: "Pululen las aguas multitud de seres vivientes; y vuelen aves sobre la tierra debajo del firmamento del cielo". 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todos los seres vivientes que marchan arrastrándose, de los cuales hierven las aguas, según su especie; y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que estaba bien. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: "Sed fecundos y multiplicaos y henchid las aguas en los mares; y multipliqúense las aves sobre la tierra". 23 Y hubo tarde y hubo mañana: día quinto. 24 Luego dijo Dios: "Produzca la tierra se14 ss. Lumbreras: aludidas ya en el v. 5. Sirvan de señales: Aquí se señala su función, que consiste ante todo en servir de reloj para los hombres e indicarles las estaciones del año, los días y las fiestas. Cf. S. 103, 19-23. Es de notar que las comogonías paganas fueron incapaces de conservar este concepto de la función de los astros y les dieron el carácter de dioses. "A los dioses Schamasch y Sin, Re y Tot, que en Babilonia y en Egipto realmente "dominaban" como representantes de los astros, el autor les atribuye tan poca importancia como el Salmista en S- 135, 8 s. De lo contrario, no hubiera elegido esta expresión" (Heinisch). La lumbrera mayor (v. 16) es tipo de Cristo que en Mal. 4. 2 es llamado "Sol de Justicia". Cf. Is. 60, 19; Zac. 3, 8; Luc. 1, 78; Apoc. 21, 23, y especialmente el Prólogo del Evangelio ostrarás ante ellas ni les darás culto, porqueMfo soy Yahvé, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, fy que uso de misericordia hasta mil generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos. 'No tomarás en vano el nombre de Yahvé, tu Dios; porque Yahvé no dejará sin castigo a quien tomare en vano su nombre. S s. Un Dios celoso: Desde el Pentateuco (cf. Deut. 4, 24 y nota) hasta los profetas (cf. Nah. 1, 2) el Señor recibe el epíteto de Dios celoso, que expresa tan claramente la índole de sus relaciones con Israel. Ese divino Esposo manifiesta infinitas ternuras para su esposa mística, y asi como castiga severamente su infidelidad, la defiende también contra todos a los enemigos. Hasta la tercera y cuarta generación: Cf. Deut. 5, 9-10; Jer. 32, 18 ss. Es éste uno de los pasajes más difíciles del Antiguo Testamento. Aunque nos hace ver que la misericordia de Dios es infinita —esto quiere decir el término "hasta mil generaciones"— aborda el tema del castigo colectivo, el cual resulta demasiado duro a la inteligencia humana, si bien la historia conoce muchos casos en que los hombres lo han practicado, especialmente después de haber ganado una guerra. Tenemos en la Sagrada Escritura varios ejemplos de culpa y castigo colectivos (cf. Jos. 22, 16 ss.; Juec. caps. 19-21; 11 Rey. 21, 1-14), pero muchos más casos de castigo individual (Núm. 12, 1 y 9-10; 16, 35; II Rey. 12, 14, etc.) y la promesa de Dios en Ez. 18, 20: "No pagará el hijo la maldad de su padre, ni el adre la maldad de su hijo". Esta es la regla que Í>ios, en su infinita bondad, observa para con nosotros, y que arranca a Santa Teresa las palabra!,: "Bendita sea tanta misericordia y con razón serán malditos los que no quisieren aprovecharse de ella" (Moradas, I, 4, 9). Sin embargo no podemos negar que todos formamos un cuerpo y sufrimos juntos las consecuencias del pecado de Adán y de muchos pecados de nuestros antepasados y contemporáneos. San Gregorio y otros Padres aplican nuestro pasaje a los hijos que heredan la iniquidad de sus padres; asi entienden las palabras "los que me odian". Pero siempre que lo permita la justicia usa Dios de misericordia, hasta mil generaciones, o, como traducen algunos, hasta la milésima generación (cf. 34, 6 s.). Por lo cual dice el Catecismo Romano: "lluego recordará el Párroco cuánto sobrepuja la bondad y misericordia de Dios a la justicia, pues airándose hasta la tercera y cuarta generación, extiende hasta millares su misericordia" (III, cap. 2. n. 36).. En su nota a 34, 6, Nácar-Colunga da a este pasaje su más profundo sentido, diciendo: "No cabe la menor duda de que este pasije es la declaración de 3, 14, y que, por consiguiente, el nombre divino de Yahvé, en su sentido histórico literal, significa la presencia de Dios en medio de su pueblo y su asistencia continua para ejercer la justicia si el pueblo obra mal, y la misericordia si se mantiene fiel a Dios. Si Sonto Tomás dice que en las palabras de San Pablo: quod inguirentibus se remunerator sitf se halla encerrada toda la obra de la divina Providencia en orden a la salvación de los hombres, no menos podemos decir del nombre de Yahvé, interpretado en la forma en que aquí lo hace Dios mismo". Cf. 34, 5 ss. y nota. 7. No tomarás el nombre de Dios en vano: No sólo se prohibe la blasfemia, vicio tan difundido entre los pueblos cristianos, sino también esas faltas de respeto cuando tomamos los nombres sagrados de Dios y Jesús como simple interjección. En esto deberíamos imitar al antiguo Israel, que no osaba pronunciar el Nombre inefable de Yahvé (cf. 3, 14 y nota), pues el solo hecho de tomar el Nombre del Señor sin pensar siquiera en Él, convirtiéndolo en

99 Acuérdate del día de sábado parsrsaritrfi— cario. 'Seis días trabajarás y harás todo tu trabajo, 10pero el día séptimo es día de descanso, consagrado a Yahvé, tu Dios. .No hagas ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el 11 extranjero que habita dentro de tus puercas. Pues en seis días hizo Yahvé el cielo y\la tierra, el mar y todo cuanto ellos contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahvé el día de sábado y lo santificó. 12 Horha a tu padre y a tu madre, para que se prolongue tu vida sobre la tierra que Yahvé, tu Dios, te va a dar. J3 No matarasX 14 No cometerás^arlulteria. 15 No hurtarás. ie No levantarás falso" stestimonio contra tu prójimo." . t \ " N o codiciarás la casa de tu^prójimo, tampoco codiciarás la mujer de tu^prójimo, ni 8

una simple exclamación, como otro diría "^pr Jú. piter" o "por Baco", muestra hasta qué punto 41ega la despreocupación por la divina Realidad que representan, siendo cosa sabida que en la Biblia el nombre se identifica con la persona misma. Este abuso de las palabras santas que se usan como términos cuya etimología se ha olvidado llega no raras veces al punto de tomarlas para ofender a Dios, o bien usándolas sin el debido respeto, como hacen aquellos que a propósito de cualquier futileza empiezan con la expresión: por Dios, como si fueran a decir algo piadoso. 8 ss. Cf. Gen. 2, 2 s. y nota. Según tradición apostólica (cf. I Cor. 16, 2) para los cristianos es el domingo el día consagrado a Dios. Dios quiere que este día sea un día de descanso y de adoración. Por eso la Iglesia ha ordenado que todos los católicos, si no media un grave impedimento, santifiquen el dominio oyendo misa. Una moda destructora se ha implantado en nuestro ambiente mundano. No sólo se ha hecho del día de descanso un día do trabajo, de negocios y ferias, sino también de diversiones profanas, bailes y deportes; y como si el domingo no fuese suficiente, se ha llegido a aprovechar las noches antecedentes para realizar reuniones y fiestas que terminan a la madrugada del domingo y a sus asistentes no dejan tiempo de asistir a la misa. Estas costumbres no serian tan maléficas si los profanadores del domingo, fuesen paganos, pero se trata en muchos casos de cristianos tibios, neopaganos, que a los ojos de Dios son más detestables que los verdaderos paganos. "El domingo debe volver a ser el día del Señor, de la adoración y glorificación de Dios, del Santo Sacrificio, de la oración, del descanso, del recogimiento y de la reflexión, de la alegre unión en la intimidad de la familia. Una dolorosa experiencia muestra que, para no pocos, aun entre aquellos mismos que trabajan honesta y asiduamente durante toda la semana, el domingo ha Uetado a ser el día del pecado" (Pío XII en la alocución a los hombres de Acción Católica Italiana, el 7 de setiembre de 1947). 12. San Pablo destaca que éste es el primero (y único) mandamiento del Decálogo a cuyo cumplí. miento Dios nos estimula con una promesa (Ef. 6, 2 s.). La tierra es, como dice San Terónimo, figura de la tierra de los vivientes, el cielo. 17. Se han descubierto muchos códigos de leyes que tienen cierta semejanza con las del Sinat, por ej. la legislación de los egipcios, babilonios, sumeríos, hititas. . Esto prueba que el Decálogo es 1« codificación de la ley natural y no constituye una legislación totalmente nueva. Dios ha escrito los diea mandamientos en el corazón de todos los hombres, y todos pueden conocerlos con sólo oír la TOS d« su conciencia. Están, pues, sometidos a los diez mandamientos todos los nombres (Rom. l, 19).

É X O D O 20, 17-26; 21, 1-22

100

su siervoj-ni su sierva, ni su Btley, ni su asno,, saldrá solo. *Mas si el esclavo_ dijere: "Amo a ni cosa alguna de las que pertenecen a tui mi señor, y a mi mujer y a mis hijos, no quieprójimo." ro salir libre", *su amo lo llevara ante Dios, 1 jTodo el pueblo percibía los truenos, los; y arrimándolo a la puerta o al poste de ella, relámpagos y el sonido de la trompeta, y (veíai su amo le horadará la oreja con una lezna; como) el monte humeaba; y viéndolo el pue- y. así quedará esclavo suyo para siempre. blo temblaba y permanecía a distancia. 19Y 'Cuando un hombre vendiere a su hija por dijeron a Moisés: "Habla tú con nosotros, y• esclava, ella no saldrá como salen los esclaescucharemos, pero no hable Dios con nos-- vos. 8Si no agrada a su señor que la había otros, no sea que muramos." ^Respondió Moi-• destinado para sí, permita él su rescate; mas sés al pueblo: "No temáis, pues para pro-• no podrá venderla a gente extraña, por haberbaros ha venido Dios, y para que su temor' la engañado, ^ i la destina para su hijo, la esté ante vuestros ojos, a fin de ¿¡¡ue no pe• ha de tratar según el derecho de las hijas. 10Si quéis." toma para sí otra mujer, no le disminuirá la 21 ni el vestido, ni el deber conyugal. Así el pueblo se mantuvo a distancia; pero lcomida, Moisés se acercó a la densa nube en que es- r Y si él no quiere darle estas tres cosas, puede ella salirse, sin pagar nada, sin rescate. taba Dios. DlOS ORDENA QUE SE ERIJA UN ALTAR.

22

Y dijo

Yahvé a Moisés: "Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que os he hablado desde el cielo. ^No hagáis junto a Mí dioses de plata, ni os hagáis dioses de oro-, ^antes bien me erigirás un altar de tierra para ofrecer sobre el tus holocaustos y tus ofrendas pacíficas, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde Yo veo que se hace memoria de mi nombre vendré a ti y te bendeciré. 25Y si me fabricas un altar de piedra no lo edificarás de piedras labradas; porque al levantar tu hierro contra la piedra la habrás profanado. 28 Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra allí tu desnudez." CAPÍTULO XXI LEYES RELATIVAS A LOS ESCLAVOS.

J

Éstas

son

las leyes que les has de dar: 2Cuando comprares un esclavo hebreo, te servirá seis años, mas al séptimo saldrá libre sin pagar nada. 'Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá con él su mujer. 4Si su amo le dio mujer, y ella le dio (a su marido) hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él 19. No hable Dios con nosotros: Es sintomático este miedo del pueblo escogido. Tiene más miedo cuanto más cerca está de Dios; su ideal es un Dios distante y abstracto, que no hable tan fuerte. Este miedo a Dios no es otra cosa que miedo a la responsabilidad. Por eso encuentran siempre buena acó. gida los que amortiguan la voz del trueno del Todo. poderoso con apaciguamientos y atenuantes humanos. "Solamente la infancia espiritual puede conocer a Dios y oír al pie del Sinaí el retumbar del trueno, el resonar de trompas, ver relámpagos y no tener miedo". 22. Este versículo es el comienzo de una colección de leyes, que abarca los capítulos siguientes hasta el final del cap. 23. Su objeto es explicar y aplicar los principios religiosos y morales del Decálogo. 25 t Dios no ama el lujo. Su altar debía ser muy sencillo, de piedras no labradas, semejante a los altares de los patriarcas. 2 ss. Un israelita podía ser reducido a servidumbre a causa de un delito (22, 3). o por no pagar las deudas (Luc. 25, 39), pero gozaba del privilegio de oder librarse cuando corría el séptimo año. Véase leut. 15, 12. De los w . 20 y 21 se colige, que ni siquiera el esclavo extranjero estaba abandonado. Según los vers. 26 s. el esclavo recobraba la libertad también en el caso de que lo hiriera el dueño.

S

HOMICIDIO, MALDICIONES Y LESIONES.

12

E1

que

hiera mortalmente a otro, muera irremisiblemente. 13Mas si no le hizo asechanzas, sino que Dios le dejó caer en su mano, para éste tal Yo te señalaré lugar donde podrá refugiarse. 14Pero al que obrare con malicia contra su prójimo, matándole con alevosía, a ése lo arrancarás hasta de mi altar para matarlo. 1S E1 que pegare a su padre o a su madre, muera irremisiblemente. 16Quien robare un hombre y le vendiere, o si fuere hallado todavía en su poder, muera irremisiblemente. 17 E1 que maldijere a su padre o a su madre, muera sin remedio. l8Cuando riñeren unos hombres y el uno hiriere al otro con piedra o con el puño, sin causarle la muerte, y si éste después de hacer cama 19se levantare y anduviere fuera, apoyándose en su bastón, quedará libre aquel que lo hirió. Le pagará solamente el tiempo perdido y los gastos de su curación completa. 20Quien hiriere con un palo a su siervo o a su sierva, de modo que muera bajo su mano, caerá21 irremisiblemente bajo la ley de venganza. Pero si sobreviviere un día o dos, no será castigado, por cuanto es hacienda suya. 22Cuando hombres trabados en riña dieren un golpe a una mujer encinta, de modo que aborte, sin más daño, (el culpable) será multado conforme a lo que 6. Lo llevará ante Dios, al santuario, para dar más solemnidad a la ceremonia. El texto hebreo dice "Elohim", que puede también significar "dioses". De ahí la traducción: ante ¡os dioses, es decir, ante los jueces, que algunos intérpretes prefieren. Cf. 22, 8 s.; S. 81, 6; Juan 10, 34, donde la palabra Elohim tiene el mismo sentido. Arrimándolo a la puerta, etc.: "rito cuyo significado es evidente: en adelante este esclavo formará, por decirlo asi, parte integrante de la casa.. La costumbre de horadar la oreja del esclavo era, Sígún parece, muy difundida en la Antigüedad. Los clásicos la mencionan a menudo" (Fillion). 7 ss. La Ley de Moisés procura asegurar a las hijas sus derechos y salvarlas de malos tratos. Por lo demás es claro, que las leyes y costumbres matrimoniales de entonces no corresponden al ideal que vemos en el Nuevo Testamento. De estos versículos se sigue que la Ley mosaica no prohibía la poligamia. De ello deja constancia Jesús en Mat. 19, 8. 14. Lo arrancarás hasta de mi altar. Quiere decir, que este tal no gozará del privilegio de asilo. Véase el caso de Joab en III Rey. 2, 28 ss.

ÉXODO 21, 22-36; 22; 1-20

101

imponga el marido de la mujer y según determinen los jueces. 24^Pero si resultare daño, darás vida por vida, ojo por ojo, oíante por diente, mano por mano, pie por pie/^quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión. 26Si uno, hiriendtreí ojo de su siervo o el ojo de su sierva lo destruyere, 27le dará libertad en compensación de, su ojo. Asimismo, si hiciere saltar un diente a su siervo o un diente a su sierva, lo pondrá en libertad en compensación de su diente. SOBRE LOS DAÑOS CAUSADOS POR BUEYES.

28

Si un

buen acornea a un hombre o a una mujer, con subsiguiente muerte, aquel buey será apedreado y no se comerá su carne, mas el dueño del buey quedará sin culpa. 29Pero si el buey acorneaba ya desde tiempo atrás, y su dueño, a pesar de ser avisado, no lo tuvo encerrado, de modo que pudo matar a hombre o a mujer, el buey será aprdreado, y también su dueño será muerto. 30Si le imponen un precio de rescate, dará 31 en rescate de su vida cuanto se le imponga. Si acornea a un hijo o a una hija, hágase con él según esta ley. ^Pero si el buey acorneare a un siervo o a una sierva, el dueño pagará treinta siclos de plata al dueño de ellos, y el buey será apedreado. ^Si uno deja abierto un pozo, o si uno cava un pozo yM no lo tapa, y cayere en él un buey o asno, el propietario del pozo pagará indemnización en dinero al dueño de ellos, y el animal muerto será suyo. ^Si el buey de uno hiere al buey de otro, y éste muere, venderán el buey vivo partiéndose su precio, y también el buey muerto será dividido entre ellos. ^Mas si era notorio que el buey acorneaba desde tiempo atrás y su dueño faltó en custodiarlo, éste resarcirá el daño: buey por buey; mas el (buey) muerto será suyo.

4

qué hacerlo, sea vendido por su robo. Si lo robado fuere hallado vivo en su poder, seí buey o asno u oveja, restituirá el doble. _|jSi uno causa daño en un campo o en una viña, dejando suelto su ganado de modo que pazca en campo ajeno, tiene que dar en compensación lo mejor de su propio campo y lo mejor de su propia viña, 6Si se declara un fuego, y "encuentra espinos, y se abrasan las cosechas recogidas o en pie, o el campo, debe restituir\d daño el que haya encendido el fuego. 'Si urk( da a otro dinero o utensilios en custodia, y ^ e r e n éstos robados de la casa de tal hombre, skfuere hallado el ladrón, restituirá el doble. 8Sr^elN ladrón no es hallado, el dueño de la casa se presentará ante Dios para declarar si no ha apuesto su mano sobre los bienesde su prójimox^En todo caso de fraude, trátese de buey, o asno, u oveja, o ropa, o cualquier otra cosa desaparecida, si uno dice: Esto es (mío), ante DiosNendrá la causa de ambos; y aquel a quien Dios, condenare restituirá el doble a su prójimo. í°Si uno entrega un asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal en custodia de otro, y éstos mueren o sufren daño o llevados por los enemigos sin que nadie los haya visto, n se interponga entre los dos el juramento de Yahvé (para averiguar) si (el depositario) no ha puesto su mano sobre la hacienda de su prójimo; lo cual el dueño ha de aceptar, y no habrá restitución. 12Pero si la (bestia) le ha sido robada hará restitución al dueño de ella. 13Si ha sido destrozada, traiga lo destrozado en testimonio, y no ha de restituir el daño. 14Si uno pide a otro prestada (una bestia) y ésta sufre daño o muere, en ausencia de su dueño, deberá restituirla sin falta. u Si estaba presente su dueño, no se hará restitución. Si era alquilada, la compensación consistirá en el precio del alquiler.

CAPÍTULO XXII LEYES RELATIVAS A LA PROPIEDAD. JSi uno roba

un buey o una oveja, y los mata o vende, restituirá cinco reses mayores por el buey, y cuatro ovejas por la oveja, ^ i el ladrón sorprendido al forzar (una casa) es herido de modo que muera, no hay delito de sangre. 'Mas si esto sucede salido ya el sol, es delito de sangre. Debe restituir. Si no tiene con 23 ss. Esta dura ley, que se llama ley del tallón refrena la venganza (San Agustín) y dispone que el castigo no debe ir más allá de la ofensa, como es costumbre de los hombres. Jesús la sustituyó una vez por todas por la moral del Sermón de la Montaña (Mat. 5, 38), que nos prescribe perdonar y amar a nuestros enemigos como Dios lo hace con nosotros. Este perdón que damos es la medida del que recibiremos, como lo dice el Padrenuestro. Cf. el ejemplo de David en S. 7, S y nota. 32. Treinta siclos hacen medio kilo de plata, aproximadamente. Cf. los treinta siclos (monedas de plata) que los Sumos Sacerdotes pagaron por la entrega de Jesús, como si fuese un esclavo (Mat. 26, 15). 3. Durante el día hay más posibilidades de defenderse del ladrón y pedir auxilio; de ahí que no sea lícito matarlo. Debe restituir: La Vulgata dice: y él morirá.

LEYES RELATIVAS A L^S COSTUMBRES.

18

Si

uno

seduce a una doncella no desposada, acostándose con ella, le17 pagará sin falta la dote, y sea ella su mujer. Si el padre de ella de ningún modo quiere dársela, (el seductor) pagará la suma 18correspondiente a la dote de las vírgenes. A la hechicera no la dejarás con vida. 18 Todo aquel que pecare con bestia, será muerto irremisiblemente. 20Quien ofreciere sacrificios a dioses, y no a Yahvé solo, será exterminado. 8. Se presentará ante Dios: Otra traducción: ante los jueces. Lo mismo en el vers. siguiente. Véase 21, 6 y nota. 16. La dote: Antes de casarse entregaba el esposo al padre de la esposa una suma de dinero (según Deut. 22, 29 cincuenta siclos de plata) u otros regalos. Esto no significaba de ninguna manera la compra de la mujer. En Gen. 24, 53 se dan los regalos a la madre y al hermano de la novia. 18. La hechicera: La Vulgata: los hechiceros. Cf. I Rey. 28. 3 ss. 20. Exterminado: en hebreo: anatematizado, literalmente: consagrado a Dios para ser consumido como un sacrificio. De ahí el significado de destruir, extirpar. Cf. Lev. 20, 1-5; 27, 28 s.; Núm. 25, 1 ss.; Deut. 13, 12 ss.

É X O D O 22, 21-31; 23, 1-19

102 LEYES SOCIALES.

21

f\fo maltratarás al extran-

jero, ni lo oprimirás, pues extranjeros fuisteis vosotros en el país de Egipto. 2 2 N o afligiréis a la viuda ni ai huérfano. 23 Si los afligiereis, clamarán a Mí, y Yo no dejaré de oír su clamor; 2 4 y se encenderá mi ira, y os mataré a espada; y vuestras mujeres quedarán viudas, y vuestros hijos, huérfanos. 25 Si prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre que habita contigo, no serás con él como usurero; n o le exigirás interés. 26 Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol; 2 7 porque es su único abrigo; es el vestido de su cuerpo. ¿Sobre qué dormirá? Si clamare a Mí, le prestaré oído, porque soy misericordioso. 2 8 No blasfemarás contra Dios, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo. SOBRE LAS PRIMICIAS.

29

N o tardarás (en

dar-

niegues a ayudarlo. Ayúdalo juntamente con el (dueño). 6 N o dobles el derecho de tu p o bre en su pleito. 'Aléjate de causas mentirosas, y no quites la vida al inocente y justo; porque Yo no absolveré al malvado. 8 N o r e cibas regalos; porque el regalo ciega a los prudentes, y pervierte las causas justas. 9 N o oprimas al extranjero; porque vosotros sabéis lo que es ser extranjero; pues extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. E L AÑO SABÁTICO.

10

Seis años sembrarás tu

tierra y recogerás su producto; n a l séptimo la abandonarás y la dejarás sin cultivo para que coman los pobres de tu pueblo; y lo que quede, lo comerán las bestias del campo; lo mismo harás con tu viña y tu olivar. 12 Seis días trabajarás, y al séptimo dejarás de trabajar, para que descansen tu buey y tu asno, y se recree el hijo de tu sierva y el extranjero. 13 Atended a todo lo que os he dicho. N o mencionaréis el nombre de otros dioses, ni se oiga éste de tu boca.

me) las primicias de tu cosecha y de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos. 30 Lo mismo has de hacer con el de tus vacas y ovejas. Siete días estará con su madre, y al octavo me lo darás. 3 I Gente santa seréis paLAS FIESTAS PRINCIPALES. 1 4 Tres veces al año ra Mí. N o comáis la carne destrozada (por una fiera) en el campo; echádsela a los p e - me celebraréis fiestas. " G u a r d a r á s la fiesta de los Ácimos. Durante siete días comerás rros. panes sin levadura, como te he mandado, al C A P Í T U L O XXIII tiempo señalado, en el mes de Abib; pues en deLEYES DE JUSTICIA Y CARIDAD. * N O siembres él saliste de Egipto. Nadie se presentará 16 falsos rumores ni te conciertes con el malvado lante de M í con las manos vacías. También para dar falso testimonio. 2 N o sigas a la m u - la fiesta de la siega, de las primicias de tus chedumbre para hacer el mal; ni depongas en labores, de cuanto hayas sembrado en el camuna causa inclinándote hacia la mayoría p a r a po; y la fiesta de la Recolección al final del torcer (la justicia). 3 Tampoco favorecerás al año al recoger del campo los frutos de t u pobre en su pleito. 4 Cuando encuentres ex- trabajo. " T r e s veces al año se presentarán tus varones delante de Yahve, el Señor. traviado el buey de tu enemigo, o su asno, de- todos 18 No ofrecerás la sangre de mi sacrificio junvuélveselos sin falta. 5 Si ves caído debajo de su carga el asno del que te aborrece, n o te tamente con pan fermentado; ni has de guardar la grasa de mi sacrificio hasta el día si19 Los primeros productos d e tu tie21. Nótese la marcada misericordia con los ex- guiente. tranjeros que no existia entre los pueblos paganos. rra los llevarás a la Casa de Yahvé, tu Dios.

Cf. 23, 9 y 12. 22. " E s impresionante el lenguaje de la Ley sobre los desvalidos, y más lo es todavía el de los profetas. Cf. Deut. 24, 17; 27, 19; S. 93, 6; Is. 1, 17, 23; J e r . 5, 28; Ez. 22, 7; Sant. 1, 27" (Nácar-Colunga). 25. Cf. Lev. 25, 35; Deut. 23, 19 s.; Neh. 5, 1 ss. 27. En ningún pueblo antiguo y ni siquiera en los modernos hay legislación tan humana y tan social. El pobre necesita el vestido para abrigarse del frío nocturno. Retenérselo equivaldría a dañarie la salud. Cf. Deut. 24, 17; 27, 19; Is. 1, 17 y 2 3 ; Jer. 5, 28; Sant. 5, 1 ss. 28. Contra Dios: otra traducción: contra los jueces. Véase 21, 6 y nota, 2. El número crecido de los que practican una cosa, no califica ni autoriza como "bueno lo que en sí mismo es malo, ni puede servir de excusa para el pecado (San Agustín). De ahí la persecución que padece todo verdadero discípulo de Cristo ( I I Tim. 3, 12). Porque Él no vino a traer la paz sino la espada (iMat. 10, 34). 3. En la legislación de Moisés ocupa un lugar preferente el pobre que vive del trabajo : de sus manos y de la divina Providencia (cf. v. 11; 22, 22 y nota; Lev. 19, 9 s.; 23, 22; Deut. 24, 12 ss.). Por eso llama la atención este precepto del v. 3, que no parece favorecer al pobre. Quiere decir que no siempre tiene razón el pobre. Si su causa es injusta no hay que favorecerlo. Es, pues, el sentido de los vers. 2 y 3; no te dejes llevar por prejuicios, guarda como juez la imparcialidad y juzga con la misma medida a los ricos y a los pobres.

6. Tu pobre: ¡Qué cariño se revela en esta palabra I Todo pobre es mío, porque es mi hermano, hijo del mismo Padre celestial. ¿No es como si oyéramos las palabras de Cristo? (Mat. 5, 21 ss.; 5, 43 ss.; 22, 34 ss.) 11. El significado social del año sabático es tan grande como su significado religioso. Al día de descanso corresponde el año de reposo, cuyo fin es reservar todos los frutos del año séptimo para los pobres. Aparte de esto, el año sabático estimulaba a los israelitas a poner su confianza en la providencia de Dios y no apegar el corazón a los bienes terrenales,- Ningún •. pueblo gozaba de una institución tan social y humana (cf. Lev. 25, 3 s.). 14..os..Véase 13, 5 ss.; 34, 18 ss.; Lev. 23, 15 ss. Son las fiestas de Pascua (Ácimos), Pentecostés (fiesta de la siega), y de los Tabernáculos (fiesta de la recolección de los frutos tardíos). Para Israel revestían^ estas tres fiestas también un carácter histórico. La Pascua era la conmemoración de la salida de Es:ipto; la fiesta de los Tabernáculos recordaba la estancia en el desierto, y la de Pentecostés la promulgación de la Ley del Sinaí. 17. Tres veces al año, es decir, en las tres fiestas principales antes mencionadas: Pascua, Pentecostés y Fiesta de los Tabernáculos, Cf. 34, 23 s. 19. Se prohibe cocer el cordero en la leche de su madre, no sólo porque parece poco delicado, sino más bien para evitar prácticas supersticiosas. Otros intérpretes opinan que aquí se prohibía sacrificar cor

ÉXODO 23, 19-33; 24, 1-13

103

No cocerás el cabrito en la leche de su madre. EL ÁNGEL DE YAHVÉ. 20 He aquí que Yo envío un Ángel delante de ti, para guardarte en el camino, y para conducirte al lugar que te tengo dispuesto. 21Muéstrale reverencia y escucha su voz; no le irrites; porque no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre. ^Si escuchas atentamente su voz haciendo todo lo que Yo diga, seré enemigo de tus enemigos y oprimiré a tus opresores. 23 Porque mi Ángel caminará delante de ti y te introducirá en el país del amorreo, del heteo, del fereceo, del cananeo, 24del heveo y deí jebuseo; y Yo los destruiré. No te postrarás ante sus dioses, ni íes darás culto, ni imitarás sus obras; al contrario, los destruirás por completo y quebrarás Sropia a sangre se explica en Lev. 17, 11: "La vida de la carne está en la sangre". Con la sangre del animal el oferente entrega a Dios su propia vida. En la combustión de la víctima se expresa el supremo dominio de Dios, porque el fuego que consume la víctima representa a Dios. "El Señor Dios es un fuego devorador" (Deut. 4, 24). y Él mismo se manifiesta como llama de fuego (Ex. 3, 2; 13, 21; Mal. 3, 2).

go degollará el becerro delante de Yahvé; y los hijos de Aarón, los sacerdotes, ofrecerán b sangre, derramándola sobre todos los costados del altar que está a la entrada del Tabernáculo de la Reunión. *Después será desollado el holocausto y cortado en trozos, 'y los hijos de Aarón, los sacerdotes, pondrán fuego en el altar y dispondrán la leña sobre el fuego, ^ u e go los hijos de Aarón, los sacerdotes, dispondrán los trozos, juntamente con la cabeza y el sebo, sobre la leña que hay sobre el fuego encima del_ altar; °y después de lavar con agua las entrañas y las patas, el sacerdote lo quemará todo sobre el altar. Es holocausto, sacrificio de combustión, de olor grato a Yahvé. 10 Si su ofrenda es de ganado menor, tomada de las ovejas o de las cabras, ofrecerá como holocausto un macho sin tacha. u L o degollará al lado septentrional del altar, delante de Yahvé; y los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán su sangre sobre todos los costados del altar. ^Lo cortarán en trozos, y junto con la cabeza y el sebo lo ordenará el sacerdote sobre la leña dispuesta sobre el fuego encima del altar; 13y luego de lavar con agua las entrañas y las patas, el sacerdote lo ofrecerá todo, y lo quemará sobre el altar. Es holocausto, sacrificio de combustión, de olor grato a Yahvé. 14 Cuando ofrezca a Yahvé un holocausto de aves, será su ofrenda de tórtolas o de palominos. *5E1 sacerdote la llevará al altar y después de' retorcerle con las uñas la cabeza la quemará sobre el altar y se hará gotear su sangre sobre el borde del altar. l í Le quitará el buche con sus suciedades y lo tirará junto al altar, al lado oriental, en el lugar de las cenizas. "Después le quebrantará las alas, pero sin separarlas, y el sacerdote la quemará sobre el altar, encima de la leña dispuesta sobre el fuego. Es un holocausto, sacrificio de combustión, de olor grato a Yahvé. CAPÍTULO II OFRENDAS DE HARINA Y PAN.

l

Cuando alguno

presentare una ofrenda en homenaje a Yahvé, 9. De olor grato a Yahvé: No es un simple antropomorfismo, como si Dios necesitara del olor de los sacrificios de combustión; es más bien expresión de la complacencia que el Fadre tiene puesta en el Hijo, cuya figura y tipo son todos estos sacrificios. 15. Retorcerle con las uñas ¡a cabeza: Texto diversámente traducido. El sentido es: quebrar el hueso entre el cuerpo y la cabeza sin separar ésta de aquél. 1. Oblación (en hebreo minjah) es el nombre de los sacrificios incruentos, especialmente de las ofrendas vegetales. El aceite es símbolo del Espíritu Santo. Cristo fué ungido por el Espíritu Santo (Juan 1, 32; 6, 27); de ahí su nombre, que significa "el Ungido". El incienso simboliza las oraciones que suben al cielo como el olor del incienso (Apoc. 5, 8; 8, 3 ••)•

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LEvrnco 2, í-ie; s, i-io su oblación será de flor de harina, sobre la cual derramará aceite y pondrá incienso. 2La llevará a los sacerdotes, hijos de Aarón, y (el facerdote) tomará de allí un puñado de la flor de harina con el aceite, y todo el incienso, y lo quemará sobre el altar para recuerdo. Es un sacrificio de combustión, de olor grato a Yahvé. *Lo restante de la ofrenda será para Aarón y sus hijos. Es cosa santísima entre las ofrendas quemadas en honor de Yahvé. *Si ofrecieres como oblación una cosa cocida al horno, será de tortas ácimas de flor de harina amasadas con aceite o de galletas ácimas untadas con aceite. *Y si tu oblación fuere ofrenda hecha en sartén, será de flor de harina, sin levadura, amasada con aceite; l a desmenuzarás, y derramarás sobre ella aceite; pues es ofrenda. *Y si tu oblación fuere ofrenda cocida en olla, será de flor de harina con aceite, e l e varás la ofrenda así preparada a Yahvé y la entregarás al sacerdote, el cual la llevará al altar. 8E1 sacerdote tomará de la ofrenda la parte destinada para recuerdo y la quemará sobre el altar. Es un sacrificio de combustión, de olor grato a Yahvé. 10Lo restante de la ofrenda será para Aarón y sus hijos; es cosa santísima entre los sacrificios quemados en honor de Yahvé. "Ninguna ofrenda que presentareis a Yahvé sea hecha con levadura, pues ninguna cosa hecha con levadura, ni que contenga miel, sea quemada como sacrificio ígneo en honor de Yahvé. ^Podréis presentarlas como oblación de primicias a Yahvé; pero no han de ponerse sobre el altar como (sacrificio de) olor grato. 13 Sazonarás con sal toda oblación de tus

123 ofrendas. Nunca dejarás que falte en tus ofrendas la sal de la alianza de tu Dios. Con todas tus oblaciones ofrecerás sal." LAS PRIMICIAS. 14"Si presentares a Yahvé ofrenda de primicias, ofrecerás espigas tostadas al fuego, o granos machacados, como oblación de tus primicias. 15Sobre ellas derramarás1S aceite y pondrás incienso, porque es ofrenda. E1 sacerdote quemará del grano machacado y del aceite la porción destinada para recuerdo con todo el incienso. Es sacrificio de combustión en honor de Yahvé.'' CAPÍTULO III Los SACRIFICIOS PACÍFICOS. 1"Quien presentare

como oblación un sacrificio pacífico, si la ofrece del ganado mayor, sea macho o hembra la presentará sin tacha delante de Yahvé. 2 Pondra su mano sobre la cabeza de la víctima, que degollará a la entrada del Tabernáculo de la Reunión y cuya sangre derramarán los hijos de Aarón, los sacerdotes, sobre todos los costados del altar, SDel sacrificio pacífico ofrecerá a Yahvé, quemándolo en el fuego, el sebo que cubre las entrañas, todo el sebo que está adherido a las entrañas, 4los dos ríñones, con el sebo que los cubre, el que hay sobre los ijares, y la telilla del hígado, que cortará de juntóla los ríñones. 'Los hijos de Aarón lo quemarán en el altar, encima del holocausto puesto sobre la leña, debajo de la cual arde el fuego. Es sacrificio consumido por el fuego, olor grato a Yahvé. ^uien ofreciere a Yahvé un sacrificio pacífico del ganado menor, 7sea macho o hembra, lo presentará sin tacha. Si ofrece como sacrificio suyo un cordero lo presentará ante Yahvé, *pondra su mano sobre la cabeza de la víctima la degollará delante del Tabernáculo de la eunión, y los hijos de Aarón derramarán9 la sangre sobre todos los costados del altar. Ds este sacrificio pacífico ofrecerá (el oferente) a Yahvé, como sacrificio de combustión, el sebo y la cola entera, cortándola desde el espinazo, el sebo que cubre las entrañas, todo el sebo que está adherido a las entrañas, 10los dos ríñones con el sebo que los cubre, el que hay

2. Para recuerdo; o como memorial. Cf. 24, 7; S. 37, 1 y nota. 11. Es de notar que en la Sagrada Escritura levadura equivale a corrupción, porque la fermentación es una manera de putrefacción. Véase en la nota a I Cor. 5, 6 ss. la observación de Vigouroux que confirma que la levadura estaba prohibida en los sacrificios por ser figura de la corrupción. Cornelio a Lapide expresa que por levadura se entiende la malicia, el vicio, la astucia (cf. Mat. 16, 6; Marc. 8, 15; I Cor. 5, 6 ss.; Gal. 5, 9 ) . Véase Ex. 12, 15; 13, 7; Lev. 6, 17; 7, 12; 10, 12, etc. Para Jesucristo la levadura es símbolo de la mala doctrina (Mat, 16, 6), y, sobre todo, la hipocresía farisaica (Luc. 12, 1). Por todo esto se ve que la Sagrada Escritura toma la levadura en sentido malo y hay 1. Estos sacrificios, llamados pacíficos, tenían por que estudiar la parábola de la levadura (Mat. 13, 33) objeto conservar y confirmar la paz del oferente también desde este punto de vista, y en combina- con Dios. Ofrecíanse en acción de gracias por un ción con la parábola de la cizaña que simboliza a bien recibido (sacrificios eucarísticos) o para imlos enemigos del Reino de Dios. Jesucristo dice plorar una gracia especial (sacrificios impetratorios), que la mujer "escondió" la levadura en la masa, De los sacrificios se quemaban solamente las partes como para indicar que se trataba de una cosa mala. grasas, mientras que el pecho y la pierna derecha Los que toman la parábola de la levadura en un senti- pertenecían al sacerdote, y el resto al oferente, que do bueno deben darse cuenta que en todos los demás lo consumía en un banquete con los amigos y pobres. pasajes del An.iguo y Nuevo Testamento la levadura Cf. los detalles en 7, 11 ss.; Deut. 12, 7 ss. Tamsimboliza una cosa o acción mala y que los oyentes no bién los sacrificios pacíficos eran figura y tipo de podían entenderla de otra manera porque no cono- Cristo, puesto que toda la obra de Jesús tenía por cían otro sentido simbólico de la palabra levadura. objeto hacer la paz entre Dios y los hombres. £1 13. La tal no podia faltar en ningún banquete, y "es nuestra paz", porque de ambos hizo uno, demenos en el banquete que se celebraba después del rribando el muro de separación que nos separaba de sacrificio. La expresión tal de la Alianea recuerda Dios (Ef. 2, 14). Él "evangelizó la paz" (Ef. 2, 17) la costumbre antigua de comer pan y sal para con- y por medio de £1 reconcilió el Padre consigo todas firmar la amistad. Aquí se trata de la amistad con las cosas, tanto las de la tierra como las del cielo. Dios con quien el pueblo israelita había hecho alianza. (Col. 1, 20). Cf. Marc. 9, 49. La Iglesia usa la sal en el Bautismo 9. Estas ovejas eran de una raza cuya cola concomo símbolo de la sabiduría, que es, mis que un sa- tiene mucha grasa. De ahí el precepto de quemar ber, un saborear las cosas de Dios. Cf. Mat. 4, 13. la cola.

124

LEVmCO 3, 10-17; 4, 1-21

sobre los ijares, y la telilla delU hígado, que cortará de junto a los ríñones. E1 sacerdote quemará esto sobre el altar; es alimento del sacrificio de combustión ofrecido a Yahvé. 12 Si ofreciere en sacrificio una cabra, la presentará ante Yahvé, 13pondrá su mano sobre la cabeza de la misma y la degollará delante del Tabernáculo de la Reunión; y los hijos de Aarón derramarán 14la sangre sobre todos los costados del altar: De ella ofrecerá a Yahvé, como sacrificio de combustión, el sebo que cubre las entrañas, todo el sebo adherido a las entrañas, 15los dos ríñones con el sebo que los cubre, el que hay sobre los ijares, y la telilla del hígado, que cortará de junto a los ríñones. 16E1 sacerdote quemará esto sobre el altar; es alimento del sacrificio de combustión, de olor grato. Toda la grasa pertenece a Yahvé. 17Ley perpetua es ésta para vuestros descendientes. En todas vuestras moradas no comeréis ni grasa ni sangre."

rro, y la llevará al Tabernáculo de la Reunión; •y mojará el sacerdote su dedo en la sangre y hará con ella siete aspersiones ante Yahvé, hacia el velo del Santuario. TEL sacerdote untará también con la sangre los cuernos del altar del incienso aromático, que está delante de Yahvé en el Tabernáculo de la Reunión; y derramará toda la sangre del becerro al pie del altar de los holocaustos, que está a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, d e s pués tomará todo el sebo del becerro inmolado por el pecado, el sebo que cubre las entrañas, todo el sebo que está adherido a las entrañas, 9 los dos ríñones, el sebo que los cubre, el que hay sobre los ijares, y la telilla del hígado, que cortará de junto a los ríñones; 10es decir, lo mismo que se toma en el becerro del sacrificio pacífico; y el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos. ^Mas el cuero del becerro y toda su carne, junto con su cabeza y sus piernas, con sus entrañas y sus excrementos, *2el becerro entero, lo sacará fuera del campamento a un lugar limpio, donde se CAPÍTULO IV echan las cenizas, y lo quemara sobre la leEL SACRIFICIO POR EL PECADO DEL SUMO SACER- ña. Será quemado allí donde se echan las ceDOTE. xHabló Yahvé a Moisés, diciendo: 2"Ha- nizas. bla a los hijos de Israel y diles: Si alguno pecare por ignorancia haciendo algo prohibido POR EL PECADO DEL PUEBLO. 13Si todo el puepor las leyes de Yahvé, y cometiendo alguna blo de Israel pecare por ignorancia, sin que la de aquellas cosas; hi el que peca es el sacer- asamblea se dé cuenta de ello, de modo que dote ungido, que de este modo hace culpable hiciera una_cosa prohibida por las leyes de al pueblo, ofrecerá a Yahvé por el pecado co- Yahvé, haciéndose así culpable, 14cuando se metido un becerro sin tacha, como sacrificio conozca el pecado cometido, ofrecerá la asampor el pecado. ^Conducirá el becerro a la blea un becerro en sacrificio por el pecado, entrada del Tabernáculo de la Reunión, ante que presentarán delante del Tabernáculo de la Yahvé, pondrá su mano sobre la cabeza 6del Reunión. 15Y los ancianos del pueblo pondrán becerro y lo inmolará delante de Yahvé. E1 sus manos sobre la cabeza del becerro, ante sacerdote ungido tomará de la sangre del bece- Yahvé; y será inmolado el becerro delante de Yahvé. "Después el sacerdote ungido llevará 17. Quien comía de la grasa destinada para ser parte de la sangre del becerro al Tabernáculo quemada, era extirpado de en medio del pueblo de la Reunión; "y mojará el sacerdote su dedo (7, 25). hará siete aspersiones ante Yahvé 2. Los sacrificios de que trata este capitulo tenían en la sangre y 18 por fin purificar al hombre de infracciones impre- hacia el velo. Untará también con la sangre meditadas que se referían a las leyes rituales y a los cuernos del altar que está delante de Yahvé ciertas impurezas legales. Llimanse expiatorios o y que se halla en el Tabernáculo de la Reusacrificios por el pecado, porque por "pecado" se entendían las transgresiones hechas por ignorancia y nión; y después verterá toda la sangre al pie no por malicia. Los pecados, empero, que perju- del altar de los holocaustos, que está a la enl9 dican los derechos de otros, sea de Dios, sea de Le personas, son llamados delitos (5, 15 s-); los peca- trada del Tabernáculo de la Reunión. dos de pura malicia, en fin, los premeditados contra quitará todo su sebo y lo quemará sobre el la Ley de Dios, se consideraban como pecados "de altar. ^Hará, pues, con este becerro lo mismo mano alzada" (Núm. 15, 30 y nota) y merecían que hizo con el becerro inmolado por el pela muerte del pecador, p. ej. la blasfemia, la idolatría, la violación del sábado, y otros. Sobre el cado. Así hará con él. De este modo el sacervalor de estos sacrificios véase la nota a 1, 2. dote hará expiación por ellos y serán reconci3 ss. El sacerdote ungido: el Sumo Sacerdote. Ha- liados. aiLuego sacará el becerro fuera del ce culpable al pueblo, si comete un pecado que es- campamento y lo quemará como quemó el candaliza al pueblo, o cuyas consecuencias tiene que pagar todo el pueblo. San Crisóstomo hace notar becerro primero. Este es el sacrificio por el que se ofrece por el sacerdote ungido un sacrificio pecado de toda la asamblea.

igual al que está ordenado para expiar los pecados del pueblo entero. "Lo cual es como decir que las faltas del sacerdote requieren mayor auxilio, y tan12. Lo sacará fuera del campamento. San Pablo to cuanto bs del pueblo entero; y claro está que no ve en este rito una figura de Cristo, que padeció lo requerirían ai no fueran mis graves. Ahora bien, "fuera de la puerta" y añade: "Salgamos, pues, hano son ellas de por si mis gravea, sino que resultan cia Él fuera del campamento, llevando su oprobio" tales por razón de la dignidad del sacerdote que se (Hebr. 13, 12 s.). Cf. también 16, 27; Ex. 29, 14; atreve a cometerlas... Las mismas hijas de los sa- Núm. 19. 3. cerdotes, que nada tienen que ver con el sacerdocio, 15. Los ancianos, por ser representantes de todo por razón de la dignidad de sus padres, son mis el pueblo. Por la imposición de las manos transgravemente castigadas por los mismos pecados que mitían ellos las transgresiones del pueblo a la vicles demás" (De Sacerdotio, lib. VI). Cf. 21, 9. tima.

LEVITICO 4, 22-35; 5, 1-15

125

POR EL PECADO DE UN PRÍNCIPE. ^Cuando un

príncipe pecare por ignorancia, cometiendo algo prohibido por23las leyes de Yahvé, haciéndose así culpable, tan pronto como se diere cuenta del pecado que cometió, dará como ofrenda suya un macho cabrío sin tacha, apondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto, delante de Yahvé. Es sacrificio por el pecado. 25Después el sacerdote con su dedo tomará de la sangre del sacrificio por el pecado, y la pondrá sobre los cuernos del altar de los holocaustos; la sangre (restante) la derramará al pie del altar de los holocaustos. 26 Quemará todo el sebo en el altar, del mismo modo que quemó el sebo de los sacrificios pacíficos. Así el sacerdote hará expiación por el pecado del (príncipe) y le será perdonado. POR EL PECADO DE UN PARTICULAR.

27

Si alguno

del pueblo pecare por ignorancia, transgrediendo alguna de las prohibiciones de Yahvé, haciéndose así culpable, ^al darse cuenta del pecado cometido, dará como ofrenda por el pecado cometido una cabra, hembra, sin tacha. apondrá su mano sobre la cabeza del sacrificio por el pecado y la degollará en el lugar donde se degüellan los holocaustos. 30Después tomará el sacerdote con su dedo de esta sangre, la pondrá sobre los cuernos del altar de los holocaustos y derramará todo (el resto de) la sangre al pie del altar. 31Luego tomará todo el sebo de la víctima, como se hace en los sacrificios pacíficos; y el sacerdote lo quemará en el altar, como olor grato a Yahvé. Así le expiará el sacerdote y le será perdonado. ^ i trajere como ofrenda suya por el pecado un cordero, ha de ser hembra sin tacha; p o n drá su mano sobre la cabeza de la víctima por el pecado y la degollará, como sacrificio por el pecado en 3el lugar donde se degüellan los holocaustos. *Después tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la víctima por e) pecado y la pondrá sobre los cuernos del altar de los holocaustos; toda la (demás) sangre la derramará al pie del altar. ^Luego tomará todo el sebo de la víctima,_ como se hace con el cordero en los sacrificios pacíficos,, y el sacerdote lo quemará en el altar, junto con los sacrificios que se queman en honor de Yahvé. Así el sacerdote hará expiación por él, por el pecado cometido, y éste le será perdonado." CAPÍTULO V EXPIACIÓN DE DIVERSAS CLASES DE PECADOS. i"Si

alguno pecare porque habiendo oído una im22. Un principe, o sea, un jefe o cabeza de una de las tribus de Israel. 28. El pecado cometido, o sea, la transgresión cometida por ignorancia. Todo este capítulo trata dé las faltas hechas por ignorancia, las que en la Ley de íMóisés se llaman pecados. En general eran errores en materia de ritos y ceremonias. Véase la nota 2. 1. Llevará su iniquidad, quiere decir: es responsable por baber cometido un pecado y está obligado a expiarlo.

precación y sido testigo de una cosa, sea porque la vio, o sea porque la supo, y no la denunció, llevará su iniquidad. 2 Ó si alguno sin darse cuenta tocare cosa inmunda, sea el cadáver de una fiera inmunda, o el cadáver de un animal doméstico, o el cadáver de un reptil inmundo, se hace inmundo y culpable él mismo. a O si tocare, por inadvertencia, cualquier inmundicia de hombre, con la que uno se puede contaminar, tan pronto como llegue a saberlo, será reo de culpa. 4 0 si alguno con sus labios jurare inconsideradamente hacer mal o hacer bien, en una de esas cosas en que los hombres suelen jurar inconsideradamente, y no se da cuenta, tan pronto como llegue a saberlo, se hará culpable de la cosa respectiva. Quienquiera que fuere culpable de una de estas cosas, confesará aquello en que ha pecado; 6y para expiación del pecado cometido ofrecerá a Yahvé una hembra del ganado menor, oveja o cabra, como sacrificio por el pecado; y el sacerdote hará por él expiación de su pecado. 'Cuando sus recursos no alcancen para una oveja, presentará a Yahvé, como sacrificio por su pecado, dos tórtolas o dos palominos, uno como sacrificio por el pecado y otro en holocausto. 8Los llevará al sacerdote, quien ofrecerá Í¡rimero el que se ofrece por el pecado. Con as uñas le retorcerá la cabeza cerca del cuello sin arrancarla. 9Y derramará parte de la sangre del sacrificio expiatorio contra la pared del altar; y lo restante de la sangre la hará gotear al10pie del altar, pues es sacrificio por el pecado. Luego ofrecerá el segundo en holocausto, conforme al rito. Así el sacerdote le expiará por el pecado cometido y éste le será perdonado. 11 Si no tuviere lo suficiente para dos tórtolas o dos palominos, presentará, como ofrenda suya por el pecado, la décima parte de una efa de flor de harina en sacrificio expiatorio. No añadirá aceite, ni echará sobre ella incienso, porque es sacrificio por el pecado. 12La llevará al sacerdote; y el sacerdote tomando de ella un puñado, para recuerdo, la quemará en el altar, encima de los sacrificios consumidos por el fuego en honor de Yahvé. Es sacrificio por el pecado. 13Y el sacerdote hará expiación por él, por el pecado que cometió en alguna de aquellas cosas, y se le perdonará. Y (el resto) pertenecerá al sacerdote, como en oblación." EL SACRIFICIO POR EL DELITO. 14Y habló Yahvé

a Moisés, diciendo: 15"Si uno comete infidelidad y peca por inadvertencia contra las cosas 8. Véase 1, 15 y 17. 15. Sobre la diferencia entre pecado y delito véase 4, 2 y 28 y notas. En vez de delito se puede traducir culpa, ya que la palabra hebrea admite los dos significados. Se usa este termino cuando se trata de alguna injuria cometida contra Dios y sus derechos divinos o contra los derechos del prójimo, lo cual quiere decir que el "delito" es una falta más grave que el "pecado" (cap. 4 ) , y que por eso rige otra ley para su expiación. El rito era aquí semejante al del sacrificio expiatorio. 'Xa diferencia

126 santas que pertenecen a Yahvé, ofrecerá a Yahvé, como sacrificio-por su delito, un carnero del rebaño, sin tacha, estimado según tu valuación en1Sdos siclos, conforme al peso del Santuario. Y restituirá lo que defraudó de la cosa santa, añadiéndole una quinta parte. y lo dará al sacerdote, el cual hará por él la expiación con el carnero del sacrificio por el delito y se le perdonará. "Quien pecare sin darse cuenta, haciendo algo prohibido por los mandamientos de Yahvé; será culpable y llevará su iniquidad. 18Llevara al sacerdote, como sacrificio por el delito, un carnero del rebaño, sin tacha, según tu valuación; y el sacerdote hará expiación por el error que cometió sin saberlo, y se le perdonará. 19Es sacrificio expiatorio, pues pecó indudablemente contra Yahvé." CAPÍTULO VI J OTROS DELITOS. Y habló Yahvé a Moisés, diciendo: 2"Quien pecare y cometiere infidelidad contra Yahvé, negando a su compañero (la devolución de) un depósito, o de una prenda puesta en sus manos, o de una cosa robada, o haciendo violencia a uno de su pueblo, 3 o hallare una cosa perdida y mintiere respecto de ella, jurando en falso, en una de las cosas en que los hombres suelen pecar; *cuando así pecare, haciéndose culpable, devolverá lo robado, o lo apropiado con violencia. o el depósito que se le confió, o la cosa perdida que halló, 5 o todo aquello sobre lo cual juró en falso. Lo restituirá íntegramente, con el recargo de una quinta parte, y lo devolverá a su dueño en el día de su sacrificio expiatorio. •Y entregará al sacerdote para Yahve, como sacrificio por su culpa, un carnero del rebaño. sin tacha, según tu valuación. TE1 sacerdote hará por él la expiación delante de Yahvé; y le será perdonada cualquier culpa en que haya incurrido."

LEVmCO 8, 15-19; 6, 1-22

causto estará en el altar sobre el fuego encendido toda la noche hasta la mañana, sin que el fuego del altar se apague. 10E1 sacerdote se vestirá su túnica de lino y puestos sobre su carne los calzoncillos de lino, sacará las cenizas a que el fuego habrá reducido el holocausto sobre el altar, y las depositará al lado del altar. lrDespués se quitará los vestidos y se pondrá otros para llevar las cenizas fuera del campamento a un lugar puro. 12E1 fuego arderá siempre en el altar sin apagarse; el sacerdote lo cebará con leña todas las mañanas, dispondrá encima el holocausto y quemará sobre él el sebo de los sacrificios pacíficos. 13Es un fuego que ha de arder perpetuamente sobre el altar, sin apagarse jamás." EL RITO DE LA OBLACIÓN.

14

"Ésta es la ley de

la oblación. Los hijos de Aarón la Í5presentarán delante de Yahvé, frente al altar. E1 (sacerdote) tomará de la oblación un puñado de flor de harina con su aceite, y todo el incienso puesto sobre la oblación, y lo quemará en el altar, para recuerdOj como olor grato a Yahvé. 16 E1 resto de ella lo comerán Aarón y sus hijos; debe comerse sin levadura en lugar santo. En el atrio del Tabernáculo de la Reunión han de comerlo. 17 No se la cocerá con levadura. Es la porción que Yo les doy de lo que se me ofrece para ser consumido por el fuego. Es cosa sacratísima, como el sacrificio por el pecado y como el sacrificio por el delito. 18Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ello.^ Es ley perpetua de generación en generación con respecto a las ofrendas hechas a Yahvé por el fuego. Todo el que las tocare quedara santificado." LA OBLACIÓN DEL SUMO SACERDOTE.

19

Y habló

Yahvé a Moisés, diciendo: ^"Ésta es la oblación .que Aarón y sus hijos presentarán a Yahvé el día de su unción: la décima parte de un efa de flor de harina. Es oblación pertetua, la mitad por la mañana, y la mitad por EL SACRIFICIO PERPETUO. 8 Habló Yahvé a Moi- Ía tarde. _ ^Sera preparada con aceite en la sés, diciendo: *"Manda a Aarón y a sus hijos sartén; bien frita la ofrecerás; como oblación y dilesr Ésta es la ley del holocausto: El holo- partida en trozos la presentarás como olor grato a Yahvé. ^También el Sumo Sacerdote

entre el sacrificio por el pecado y el sacrificio por el delito parece consistir en que este último rio se 13. El fuego era sagrado, puesta que se encendió ofrecía sino en el caso especial de haber el oferente milagrosamente (9, 24). Algunos ven en este fuego contraído una deuda para con Dios o con el prójimo' una figura del Espíritu Santo y de la caridad en (Bover-Cantera). Nótese la obligación de restituir que arde el alma regenerada en Jesucristo. Cf. la lo defraudado y agregar una quinta parte (v. 16). palabra de Jesús en Luc. 12, 49. El fuego era, a la 19. La Vulgata termina con este vers. el cap. 5. vez, perpetuo. Significaba "la adoración perpetua El hebreo agrega siete versículos del capítulo si- tributada por la nación teocrática. No se extinguió, guiente. dicen los rabinos, sino en el momento de la destruc6. Según tu valuación: Vulgata: Según el juicio ción del Templo de Jerusalén por Nabucodonosor; y la medida del delito. mas los santos libros nos relatan que, precisamente 9. Sin que el fuego del altar se apague! Vulgata: en aquel instante, fué preservado milagrosamente. Cf. el fuego ha de ser del mismo altar. Se trata aquí II Mac. 1, 19-22" (Fillion). del sacrificio perpetuo, es decir, del sacrificio que se 17. No con levadura: Véase 2, 11 y nota. hacía todos los días en nombre del pueblo. Se ofre18. Quedará santificado: pertenecerá por completo cía diariamente un cordero a la mañana, y otro a a Dios, y tendrá que cumplir diversas ceremonias la tarde. El de la tarde tenía que quemarse lenta- para volver a su estado anterior (véase también v. 27). mente, trozo por trozo, de manera que el sacerdote En este sentido es santo todo lo referente a la Igleponía las partes del cordero no a un tiempo, sino sia: "Ella se llama santa por estar consagrada y sucesivamente. Así duraba el holocausto toda la no- dedicada a Dios, porque de este modo también las che. El cordero que se ofrecía por la mañana podía demás cosas aunque sean corporales, acostumbran quemarse de una vez, para dar lugar a otros sacri- llamarse santas, después que ya se destinaron al ficios. culto divino" (Catecismo Romano I, 10, 15).

LEVITTCO 6, 22-30; 7, 1-2S

127

que le suceda de entre sus hijos, la ofrecerá. Y es precepto perpetuo de Yahvé que sea totalmente quemada. 23Toda • oblación de sacerdote será totalmente quemada; no se comerá." RITO DEL SACRIFICIO POR EL PECADO.

2

*Habló

Yahvé a Moisés, diciendo: 25"Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Ésta es la ley del sacrificio por el pecado: En el lugar donde se degüella el holocausto, delante de Yahvé, será degollada también la víctima por el pecado. Es cosa santísima. 26E1 sacerdote que ofrece la víctima por el pecado la comerá. La comerá en lugar santo, en el atrio del Tabernáculo de la Reunión. 27 Todo el que tocare esta carne será santificado, y si una gota de su sangre cayere sobre un vestido, lavarás en lugar santo la parte manchada por la sangre. 28 La vasija de barro en que haya sido cocida será quebrada; y si fuere cocida en vasija de cobre, se la fregará y lavará con agua. 29 Todos los varones de entre los sacerdotes30 podrán comer de ella. Es cosa santísima. Mas no se comerá ninguna víctima ofrecida por el pecado, cuando parte de su sangre haya de llevarse al Tabernáculo de la Reunión para hacer la expiación en el Santuario. Será quemada en el fuego." CAPÍTULO VII RITO DEL SACRIFICIO POR EL DELITO. ^'Ésta es

la ley del sacrificio por el delito. Es cosa santísima, ^ n el lugar donde se inmola el holocausto, será inmolada la víctima por el delito, y su sangre será 3derramada sobre el altar todo en derredor. Se ofrecerá de ella todo el sebo, la cola, el sebo que cubre las entrañas, 4los dos ríñones, el sebo que los cubre, el que está sobre los ¡jares, y la telilla del hígado, que se cortará de junto a los ríñones. S EÍ sacerdote lo quemará sobre el altar, como sacrificio que se ofrece a Yahvé por el fuego. Éste es el sacrificio por el delito. •Todos los varones de entre los sacerdotes podrán comerlo; en. lugar sagrado se lo comerá. Es cosa santísima. 'El sacrificio por el pecado y el sacrificio por el delito se rigen por la misma ley. La víctima pertenece al sacerdote que hace la expiación con ella. SEl sacerdote que ofrece el holocausto de una persona, se quedará con la piel de la víctima que haya ofrecido. Cambien toda oblación cocida al horno, y toda preparada en cazuela10 o en sartén, es del sacerdote que la ofrece. Mas toda oblación amasada con aceite, o seca, será de todos los hijos de Aarón, en porciones iguales."

12

a Yahvé. Si se ofrece en acción de gracias, se ofrecerán, juntamente con el sacrificio de acción de gracias, tortas sin levadura amasadas con aceite, galletas ácimas untadas de aceite y13 tortas de flor de harina amasadas con aceite. Además de las tortas podrán ofrecerse como oblación, pan fermentado, juntamente con su sacrificio pacífico de acción de gracias. 14Se presentará a Yahvé una porción de cada una de estas oblaciones, como ofrenda alzada, que corresponderá al sacerdote que15 derramare la sangre del sacrificio pacífico. La carne del sacrificio pacífico en acción de gracias será comida en el día de su oblación, sin dejar nada de ella para el día siguiente. 16 Si el sacrificio se ofrece en cumplimiento de un_ voto, o como oblación voluntaria, se comerá el día mismo en que fuere ofrecido, y lo que de él sobrare podrá comerse al día siguiente. 17Mas lo que de la carne del sacrificio quedare hasta el tercer día, será quemada. l8 Si alguno comiere de la carne de su sacrificio pacífico el día tercero;. su sacrificio no será acepto; no se le^ computará al oferente del mismo; antes será abominación; y el que comiere de ella llevará su iniquidad. 19La carne que tocare cualquier cosa inmunda no podrá comerse; será entregada al fuego. Mas la carne (incontaminada) cualquier persona pura podrá comerla. 2^Quien, siendo impuro, coma carne del sacrificio pacífico presentado a 21 Yahvé, será exterminado de entre su pueblo. Y el que tocare cualquier cosa inmunda, por ejemplo, inmundicia de hombre, o bestia inmunda, o inmundicia de cualquier otra abominación impura, y luego comiere de la carne del sacrificio pacífico ofrecido a Yahvé, será extirpado de entre su pueblo." PROHIBICIÓN DE COMER SEBO Y SANGRE.

22

Habló

Yahvé a Moisés, diciendo: 23"Habla a los hijos de Israel y diles: No comeréis sebo de buey, ni de oveja, ni de cabra. 24E1 sebo de animal muerto o destrozado (por fieras) podrá servir para cualquier uso, pero en modo alguno lo comeréis. 25Porque todo aquel que coma sebo de animal que suele quemarse en honor de Yahvé, será extirpado de entre su pueblo. 26 Tampoco comeréis sangre, ni de ave, ni de cuadrúpedo, en ninguno de los lugares en que

13. Pan fermentado; o sea, pan con levadura, que por regla general estaba prohibido en los sacrificios. Sobre esto y el sentido simbólico de la levadura véase 2, 11 y nota. ¿Por qué en este sacrificio pacífico permite Dios lo que Él mismo excluye en el vers. 12? Tal vez porque en el vers. 12 el sacrificio representa a Cristo, quien es místicamente el oferente por ser Él nuestra paz (Ef. 2, 14), mientras que en el vers. 13 se destaca más la actividad del hombre, en el cual hay siempre "levadura de malicia y maldad" ( I Cor. 5, 8 ) . RITO DE LOS SACRIFICIOS PACÍFICOS. u "Ésta es 15. En él banquete de los sacrificios pacíficos la ley del sacrificio pacífico que se ofrece podían participar también otras personas, p. ej. los levitas, los pobres, y especialmente los familiares. El precepto de comer la carne del sacrificio el día I. Sobre el concepto de delito véase 4, 2 y 28; mismo de su ofrenda tiene por objeto evitar su pu5, 15 y notas. trefacción, ya que era cosa santa. II. Sobre el carácter de los sacrificios pacificos 20. Será exterminado, por haber cometido un savéase 3, 1 y nota. crilegio. Véase Gen. 17, 14.

I^EVTTICO 7, 26-38; 8, 1-11

128 27

habitareis. Todo el que comiere cualquier clase de sangre, será extirpado de entre su pueblo."

CAPÍTULO VIII CONSAGRACIÓN DE AARÓN Y SUS HIJOS. J Habló

2 "Toma a Aarón, y con él a sus hijos, y también las vestiduras, el óleo de la unción, el becerro para el sacrificio por el pecado, los dos carneros, y el canasto de los ácimos; *y reúne a toda la comunidad a la entrada del Tabernáculo de la Reunión." 4Moisés hizo como Yahvé le había mandado, y reunióse la comunidad a5 la entrada del Tabernáculo de la Reunión. Y dijo Moisés a la asamblea: "Esto es lo que Yahvé ha ordenado que se haga."

LA PORCIÓN DE LOS SACERDOTES. ^Habló Yah- Yahvé a Moisés, diciendo:

vé a Moisés, diciendo: ^"Habla a los hijos de Israel y diles: Quien ofreciere a Yahvé su sacrificio pacífico, entregue a Yahvé una porción de su sacrificio pacífico. S0Con sus mismas manos ofrecerá lo que se ha de quemar en honor de JYahvé: presentará él mismo el sebo y el pecho; el pecho para 31mecerlo como ofrenda mecida ante Yahvé. E1 sacerdote quemará el sebo del sacrificio en el altar, el pecho, empero, será para Aarón y sus hijos. ^También daréis al sacerdote, como ofrenda alzada, la pierna derecha de vuestros sacrificios pacíficos. 33Aquel de los hijos de Aarón que ofrezca la sangre de los sacrificios pacíficos y el sebo, tendrá la pierna derecha como porción. ^Pues Yo tomo de los sacrificios pacíficos de los hijos de Israel el pecho mecido y la espaldilla alzada, y se los doy al sacerdote Aarón y a sus hijos como derecho perpetuo de parte de los hijos de Israel. ^Ésta es la porción de Aarón y la de sus hijos, que les corresponde de los sacrificios que se queman en honor de Yahvé, desde el día en que los constituyó sacerdotes de Yahvé." 36 Por lo cual mandó Yahvé que los hijos de Israel les dieran esto desde el día en que los ungió, como derecho perpetuo de generación en generación. CONCLUSIÓN. 3 T a l es la ley del holocausto, de la oblación, del sacrificio por el pecado, del sacrificio por el delito, de la consagración y del sacrificio pacífico, ^ u e Yahvé prescribió a Moisés en el monte Sinaí, el día en que mandó a los hijos de Israel que ofrecieran sus oblaciones a Yahvé en el desierto de Sinaí. 27. La pena de muerte que nos parece dura, se explica por la idea de que la sangre era el asiento de la vida; y ésta sólo pertenece a Dios (17, 11). 30. El pecho para mecerlo como ofrenda mecida ante' Yahvé: Refiérese al rito de mecer aquellas partes de la víctima que s o se quemaban, sino que servían de comida. Véase Ex. 29, 24 y nota. 34. La pierna aliada, que se elevaba ante el Señor mediante una ceremonia semejante a la de mecer el pecho de la victima. Véase Ex. 29, 24, ss. y nota. Además de las porciones de los sacrificios recibían los sacerdotes las primicias de los frutos y los pri' mogénitos de los animales puros, el rescate de los primeros hijos y de otras cosas rescatadas, y el diezmo de los diezmos que recogían los levitas todos los años en el país. Estaban, además, exentos de contribuciones. 37. Hay que tener presente que todos los sacrificios de la Antigua Ley no eran agradables a Dios por si mismos, ni capaces de limpiar al hombre de su pecado, "porque es imposible que la sangre de toros y machos cabríos quite pecados" (Hebr. 10, 4 ) . Recibían su valor y eficacia únicamente del sacrificio de Cristo mediante la fe en la promesa (Salmo 39, 7-8; Rom. 3, 24 y notas). En este sentido se dice que el Cordero fué sacrificado desde el principio del mundo (cf. Apoc. 13, 8). Véase 1, 2 y nota.

•Entonces mandó Moisés que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua. TPuso (sobre Aarón) la túnica, le ciñó con el cinturón y le vistió con el manto, poniéndole encima el efod, que le ciñó con el cinturón del efod para atárselo. *Luego le puso el pectoral, en el cual depositó los Urim y Tummim. 'Colocó también la mitra sobre su cabeza y puso al frente de ella la lámina de oró, la diadema santa, como Yahvé había mandado a Moisés. 10 Después tomó Moisés el óleo de la unción y ungió la Morada, con todas las cosas que había en ella, para consagrarlas. "Con parte de él roció siete veces el altar y lo ungió con todos sus utensilios, como también la pil con 1 ss. Este capítulo es uno de los más instructivos en lo referente a la tipología del Antiguo Testamento. Aunque el sacerdocio de Cristo es "según el orden de Melquisedec" (S. 109, 4 ) , no hay duda de que también Aarón es tipo de Cristo bajo muchos aspectos, especialmente en cuanto a su consagración. El primer acto que Moisés hizo en la consagración de su hermano consistió en lavarlo (v. 6 ) , así como Cristo comenzó su misión con el acto del bautismo en el Jordán. Después recibió Aarón las vestiduras litúrgicas, el efod, el pectoral y la mitra, que significan las prerrogativas de su dignidad sacerdotal, a semejanza de los sacerdotes de Cristo. Luego fué ungido con óleo, lo cual tiene su antitipo en el descenso del Espíritu Santo sobre Jesús después del bautismo. Todos estos actos precedieron al sacrificio, lo mismo que precedieron al de Cristo. Sobre la vestidura del Snmo Sacerdote véase Ex. caps. 28 y 30. 3. Reúne a toda la comunidad; porque se trataba de una cosa importantísima. "La consagración de los sacerdotes reviste gran solemnidad, a fin de recomendar al pueblo la santidad de Yahvé y la de aquellos que debían asistir en su presencia y acercarse a El. El ministro de esta consagración es Moisés, que hasta el presente desempeñaba el oficio sacerdotal, al que renuncia una vez instituido el nuevo sacerdocio" (Nácar-Colunga). 8. Urim y Tummim. Véase la explicación en Ex. 28, 30 y nota. 9. La lámina de oro, en que estaba grabado: Santidad a Yahvé. Véase Ex. 28, 36 y nota. En Sab. 18, 24 leemos que las vestiduras de Aarón tenían carácter simbólico y representaban el mundo entero. "Según esto, los colores, el número y el ornato de las vestiduras son imágenes del mundo terreno y celeste; el racional, con los nombres de las doce tribus grabados en otras tantas piedras preciosas, traía a la memoria los prodigios de Dios y las promesas que el Señor hiciera a los patriarcas, la tiara con la inscripción: «Santo del Señor», simbolizaba la condición privilegiada y las obligaciones del Sumo Sacerdote" (Schuster-Holzammer).

LEVITICO 8, 11-36; 9, 1-7

su base, para consagrarlos. 12Y derramando parte del óleo de la unción sobre la l3 cabeza de Áarón, lo ungió para consagrarlo. Luego mandó Moisés que se acercaran los hijos de Aarón, a los cuales vistió con las túnicas, les ciñó el cinturón y les ató los turbantes, como Yahvé había mandado a Moisés. "Después hizo traer el becerro para el sacrificio por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro del sacrificio por el pecado. 15Moisés lo degolló; y tomando de la sangre la puso con su dedo sobre los cuernos del altar, todo en torno, para purificarlo del pecado. Después derramó la sangre al pie del altar; de esta manera 16lo consagró haciendo sobre él la expiación. Tomó luego todo el sebo que cubre las entrarías, la telilla del hígado y los dos ríñones con su sebo; y quemólo Moisés sobre el altar. "Mas el becerro con su piel, su carne y sus excrementos, lo quemó fuera del campamento, como Yahvé había ordenado a Moisés. 18 Después hizo traer el carnero del holocausto, sobre cuya 19cabeza Aarón y sus hijos pusieron las manos. Moisés lo degolló y roció con la sangre el altar por todos lados. 20E1 carnero fué descuartizado, y Moisés quemó la cabeza, los trozos y el sebo; 21y después de lavarlas en agua también las entrañas y las patas, de manera que Moisés quemó todo el carnero sobre el altar, como nolocausto de olor grato, un sacrificio de combustión en honor de Yahvé, como Yahvé había mandado a 22 Moisés. Hizo luego traer el segundo carnero, el carnero de la consagración, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero. 23Moisés lo degolló, y tomando de su sangre la puso sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el dedo gordo de su pie derecho. 24Después hizo Moisés acercar a los hijos de Aarón, les untó con la sangre el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el dedo gordo del pie derecho y derramó la sangre sobre el altar todo en derredor. 25Tomó luego el sebo, la cola, todo el sebo que cubre las entrañas, la telilla del hígado, los dos ríñones con su sebo y la espaldilla derecha, 26 sacó del canasto de los ácimos que estaba ante Yahvé, una torta de pan ácimo, una torta de pan de aceite y una galleta y las puso sobre el sebo y sobre la espaldilla derecha. 27Entregó todo esto en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos,28haciéndolo mecer como ofrenda ante Yahvé. Recibiéndolo otra vez de manos de ellos Moisés lo quemó en el altar* encima del holocausto, como sacrificio de consagración, de olor grato, como sacrificio de combustión en honor de Yahvé. 13. Acerca (le las vestiduras de los simples sacerdotes véase Ex. 28, 40. 23. El tocar la oreja, el pulgar y el pie de Aarón con sangre, significa que todo su cuerpo está consagrado a Dios, al que debe servir con cuerpo puro y sin mancha del pecado. Cf. Rom. 12, 1. 27. Véase Ex. 29, 24 y nota.

12* 29

Moisés tomó entonces el pecho y lo meció como ofrenda ante Yahvé; era ésta la porción del carnero de la consagración que tocaba a Moisés, como Yahvé había mandado a Moisés. 30 Después tomó Moisés del óleo de la unción y de la sangre que había encima del altar y roció a Aarón y sus vestiduras, y a la vez a sus hijos y las vestiduras de sus hijos. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, y con él a sus hijos y las vestiduras de sus hijos. 31 Y dijo Moisés a Aarón y a sus hijos: "Coced la carne a la entrada del Tabernáculo de la Reunión. Comedia allí mismo como también el pan que está en el canasto de la consagración, respecto del cual yo he mandado diciendo: Aarón y sus hijos la comerán. 32Lo restante de la33 carne y del pan lo quemaréis en el fuego. Y no saldréis de la entrada del Tabernáculo de la Reunión por siete días, hasta el día en que se cumplan los días de vuestra consagración; porque siete días durará vuestra consagración. 34Como se ha hecho hoy, así ha mandado Yahvé35que se haga (los siete días) a fin de expiaros. Durante siete días os quedaréis día y noche a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, guardando el mandato de Yahvé para que no muráis, porque así me fué ordenado." 36 Hicieron Aarón y sus hijos todo cuanto Yahvé había mandado a Moisés. CAPÍTULO IX AARÓN OFRECE LOS PRIMEROS SACRIFICIOS.

1

EJ

día octavo llamó Moisés a Aarón y sus hijos, y a los ancianos de Israel, 2 y dijo a Aarón: "Tómate un becerro de la vacada para el sacrificio por el pecado y un carnero para holocausto, ambos sin tacha, para ofrecerlos ante Yahvé. 3Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: "Tomad un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y un becerro y un cordero, ambos primales y sin tacha, para el holocausto, 4 y un toro y un carnero para el sacrificio pacífico, que se inmolen ante Yahvé, y una oblación amasada con aceite; porque hoy se os mostrará Yahvé." s Trajeron, pues, ante el Tabernáculo de la Reunión lo que Moisés había mandado, y se acercó todo el pueblo6 y se mantuvo en pie delante de Yahvé. Dijo entonces Moisés: "He aquí lo que ha mandado Yahvé; hacedlo y se os aparecerá la gloria de Yahvé." 'Después 30 s. Este rito significaba que con la virtud expiatoria de la sangre y la eficacia santificadora del óleo quedaban consagrados para el Señor. A la consagración sigue el banquete (v. 31) que simboliza la íntima Unión con Dios, del cual eran ministros. 35. El mandato de Yahvé: Seto vierte según la Vuigata: las velas de Yahvé. 7. San Pablo alude a este oficio del Sumo Sacer. docio, según el cual tenía que ofrecer víctimas*, primero por sí mismo y después por el pueblo, y hace resaltar que Jesucristo no necesitaba ofrecer sacrificios por sí mismo (Hebr. 7, 27), con lo que demostró su superiuridad sobre los sacerdotes de la Antigua Alianza.

uevrnco », I-M-, 10, i-«

130 dijo Moisés a_ Aarón: "Acércate al altar y ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto, y haz la expiación por ti mismo y por el pueblo; ofrece también la oblación del pueblo y haz la expiación por ellos; como Yahvé lo ha prescrito. •Acercóse, pues, Aarón al altar y degolló el becerro del sacrificio por su propio pecado. *Los hijos de Aarón le presentaron la sangre; y él, mojando su dedo en la sangre roció con ella los cuernos del altar y derramó la sangre al pie del altar. I0Luego quemó sobre el altar el sebo, los ríñones y la telilla del hígado, de] sacrificio por el pecado, como Yahvé había mandado a Moisés; "pero la carne y la piel las uemó fuera del campamento. 12Después degoó el holocausto, y los hijos de Aarón le presentaron la sangre, la 13cual derramó todo en torno sobre el altar. Le presentaron igualmente el holocausto, trozo por trozo, juntamente con la cabeza, y lo quemó sobre el altar. 14 Y habiendo lavado las entrañas y las patas las quemó encima del holocausto sobre el altar. 15 Después ofreció la oblación del pueblo. Tomó el macho cabrío correspondiente al pueblo para el sacrificio por el pecado, lo inmoló y lo presentó por16el pecado del mismo modo que el primero. Ofreció así el holocausto, haciéndolo según ,el rito. "Además presentó la oblación. Tomando un puñado de ella lo quemó en el altar, juntamente con el holocausto de la mañana. 18Degolló asimismo el toro y el carnero como sacrificio pacífico por el pueblo. Los hijos de Aarón le entregaron la sangre, la cual él derramó sobre el altar, todo alrededor, 19y las partes grasas del toro y del carnero con la cola, el sebo que cubre las entrañas, los ríñones y la telilla del hígado. ^Las partes grasas las pusieron sobre los pechos (de 21las victimas) y él las quemó sobre el altar. Mas los pechos y la pierna derecha los meció Aarón como ofrenda ante Yahvé, conforme Moisés había mandado.

S

APARICIÓN DE LA GLORIA DEL SEÑOR.

22

Enton-

ces Aarón alzando las manos hacia el pueblo lo bendijo, y se retiró después de haber ofrecido el sacrificio por el pecado, el holocausto y la hostia pacífica. ^Luego Moisés y Aarón entraron en el Tabernáculo de' la Reunión y cuando salieron bendijeron al pueblo. En21. Los meció Aartn: Véase sobre este rito Ex. 29, 24 ss. y nota. Cf. 7, 30 y nota. 22. Aleando las manos hacta el pueblo lo bendijo: Bendecir al pueblo y hacer expiación por el mismo (v. 7), es decir, rogar por la grey, son obligaciones inseparablemente unidas al ministerio del sacerdote. "Lloren los sacerdotes, los ministros del Señor, entre el atrio y el altar, dice el profeta Joel, y exclamen: Perdona, Señor, perdona a tu pueblo" (Joel 2, 17). Cf. el ejemplo del Sumo Sacerdote Onías en II Mac. 15, 14. "Son poderosos en obras y palabras los sacerdotes fervorosos y asiduos en la oración" (S. Bernardo, Serm. de tribus ordin.). 23. La gloria de Yahvé se apareció a todo el pueblo: No sabemos cómo se realizó esta aparición; se refiere tal vez al fuego que consumió el holocausto (v. 24).

tonces la gloria de Yahvé se apareció a todo el pueblo. 24Salió fuego de la presencia de Yahvé que consumió el holocausto puesto en el altar y las partes grasas. Violo todo el pueblo, y prorrumpiendo en gritos de júbilo cayeron sobre sus rostros. CAPÍTULO X CASTIGO DE NADAB t ABIÚ. *Nadab y Abiú,

hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron fuego en ellos, y después de echar incienso encima, ofrecieron ante Yahvé un fuego extraño que Él no les había mandado. 2Entonces salió fuego de la presencia de Yahvé que los devoró; y murieron delante de Yahvé. 3 Por lo cual dijo Moisés a Aarón: "Esto es lo que Yahvé ha declarado diciendo: He de ser santificado por los que se me acercan, y glorificado delante de todo el pueblo." Aarón enmudeció. ^Entonces llamó Moisés a Misael y a Elsafán, hijos de Usiel, tío de Aarón, y les dijo: "Aproximaos y sacad a vuestros hermanos de delante del Santuario, llevándolos fuera del campamento." 'Aproximáronse, pues, y los llevaron con sus túnicas fuera del campamento, como Moisés había mandado. *Y dijo Moisés a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: "No descubráis vuestras cabezas ni rasguéis vuestras vestiduras, no sea que muráis y se irrite Yahvé contra todo el pueblo; mas vuestros hermanos y toda la casa de Israel lloren 24. Cf. 1, 3 ; 6, 9 y notas. Este fuego se conservaba con el mayor cuidado. Cuando Salomón consagró el Templo de Jerusalén, se reiteró el milagro; y después del cautiverio, con motivo de la consagración del segundo Templo, el fuego volvió a bajar del cielo (II Mac. 1, 18 ss.). En el culto de la Nueva Ley el fuego representa al Espíritu Santo, que en esa forma descendió el día de Pentecostés (Hech. 2, 3). 1 ss. Un fuego extraño: Admiremos en este capitulo cuánto vale ante Dios la santidad del Santuario y el estricto cumplimiento de los deberes sacerdotales. El pecado de Nadab y Abiú, los dos hijos mayores de Aarón, consistió probablemente en emplear fuego común en vez del fuego del altar de los holocaustos (cf. 16, 1). La mayoría de los Padres e intérpretes creen con-razón que lo hicieron por olvido o falta de experiencia; otros, en cambio, fundándose en el v. 9, sospechan que estuvieron embriagados. Véase para ilustración. Col. 2, 23 y nota. 3. Aarón enmudecía: "El silencio de Aarón, después que el castigo de Dios hubo alcanzado a sus hijos, es más elocuente de lo que podrían ser las palabras. No pide cuenta del porqué del castigo, ni del de sus hijos, ni del suyo propio, pues castigo que cae sobre los hijos siempre es también castigo para los padres. Como sacerdote podia valorar mejor que cualquier otro lo abominable del proceder de sus hijos. El mismo tampoco se sintió libre de culpa; surgió en su mente su propia traición, el becerro de oro: traición a Dios y traición al pueblo. jNo resonaba todavía en sus oídos el reproche de Moisés?: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que le hayas acarreado tan gran pecado?" (Ex. 32, 21). No murmuró contra Dios, ni se quejó. Aceptó el castigo, por doloroso que fuese (cf. v. 19); lo aceptó tal como Dios lo había mandado, sin pedir la vida de sus hijos en cambio de la suya'.' (Elpis). He de ser santificado; es decir, tratado santamente. Cf. la primera petición del Padrenuestro, donde "santifiI car" tiene el mismo sentido (Mat. ó, 9 y nota).

UEvrnco 10, 6-20; 11,1-6

131

el incendio que Yahvé ha encendido. 'Tampoco salgáis de la entrada del Tabernáculo de la Reunión, no sea que muráis, pues el óleo de la unción de Yahvé está sobre vosotros." Ellos hicieron conforme a la palabra de Moisés. PROHIBICIÓN DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS.

8

Habló

Yahvé a Aarón, diciendo: 9"Cuando entréis en el Tabernáculo de la Reunión, no beberéis vino ni bebida que pueda embriagar, ni tú, ni tus hijos contigo, no sea que muráis. Ley perpetua es ésta para vuestros descendientes; 10a fin de que podáis distinguir entre lo sagrado yu lo profano, y entre lo impuro y lo puro, y enseñar a los hijos de Israel todos los preceptos que Yahvé les ha dado por medio de Moisés." DERECHOS DE LOS SACERDOTES.

bían quedado, dijo: ""¿Por qué no comisteis en lugar sagrado la víctima del sacrificio por el pecado? Pues es cosa santísima, y (Dios) os la ha dado para llevar la iniquidad del pueblo, 18 para hacer expiación por ellos ante Yahvé. No habiendo sido llevada su sangre al interior del Santuario, debíais comerla sin falta en lugar sagrado, según os he ordenado." 19 Respondió Aarón a Moisés: "Mira que ellos han presentado hoy su sacrificio por el pecado y su holocausto delante de Yahvé; mas si yo hoy, después de lo que me ha sucedido, hubiera comido la víctima expiatoria, ¿habría esto acaso sido grato a Yahvé?" ^Cuando Moisés oyó esto, se dio por satisfecho.

II. LEYES DE PURIFICACIÓN

12

Moisés dijo

a Aarón y a Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban (a Aarón): "Tomad la ofrenda que sobra de los sacrificios quemados en honor de Yahvé y comedia sin levadura junto al altar, pues es cosa santísima. 13La comeréis en lugar sagrado, por ser porción tuya, y porción de tus hijos, de los sacrificios quemados en honor de Yahvé, pues así se me ha ordenado. "Comeréis también en lugar puro, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho mecido y la pierna alzada, porque de los sacrificios pacíficos de los hijos de Israel _ os han sido dados15 como porción tuya y porción de tus hijos. Ellos presentarán la pierna alzada y el pecho mecido, además del sebo destinados para el fuego, a fin de mecerlos como ofrenda delante de Yahvé; y serán porción perpetua para ti y para tus hijos contigo, según ha mandado Yahvé." 16 También acerca del macho cabrío del sacrificio por el pecado hizo Moisés diligente investigación y he aquí que había sido quemado. Entonces irritado contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que a éste le ha-

CAPÍTULO XI ANIMALES . PUROS E IMPUROS.

1

Habló Yahvé

a Moisés y a Aarón y les dijo: 2"Hablad a los hijos de Israel y decidles: Éstos son los animales que podréis comer, de entre todos los animales que hay sobre la tierra, STodo animal biungulado de pezuña hendida que rumia, ése podréis comer. 4Pero no comeréis, a pesar de que rumian y tienen pezuña hendida: el camello, pues aunque rumia, no tiene partida la pezuña; será impuro para vosotros; 5 ni el conejo, porque rumia, pero no tiene la partida; será impuro para vosotros; ^ i {>ezuña iebre, porque rumia, pero no tiene la pezuña

19. Notemos la suavidad de Dios que siempre tiene presente nuestra debilidad y se compadece de ella —como lo hizo ante las quejas de Job— cuando ve que no hay soberbia. Recuérdese el llanto de Jesús al ver llorar a María por la muerte de su hermano Lázaro (Juan 11, 33). 1. Comienzan aquí las leyes de purificación. "Ninguna clase de leyes influyó sobre la vida del pueblo hebreo en forma tan general como las reglas sobre pureza e impureza y la distinción entre lo puro o legal y lo impuro o ilegal. Por medio de estas reglas la Ley invadió los hogares de los judíos, puso restricciones al^ hombre en su alimentación y bebida, 9. La prohibición de tomar bebidas alcohólicas se limitó su actividad y lo hizo responsable aun de las limita al ejercicio del ministerio sacerdotal. Fuera acciones que cometía en sueños" (Steinmueller, Indel servicio podían tomarlas. trod. General, p. 355). 11. Enseñar a los hijos de Israel: Los levitas y 2. El que ciertos animales sean llamados impuros, sacerdotes estaban encargados de adoctrinar al pue- se explica porque algunos tienen especial relación blo (cf. Deut. 17. 10 s.; Mal. 2, 7). " E l verdadero con la muerte y la putrefacción. Otros son prohiconocimiento, la verdadera ciencia, dice S. Jerónimo, bidos por ser sucios, como el cerdo, o ser su carne consiste en saber la Ley, comprender los profetas y nociva a la salud; otros por emplearse en los sacricreer en el Evangelio". Y S. Ambrosio afirma: ficios de los paganos. Observa a este respecto San "La ciencia del sacerdote es la de la Ley de Dios Agustín, que algunos anímales no son inmundos por o sea la inteligencia de las Santas Escrituras: éstas naturaleza, sino por lo que simbolizan. La Epístola son el libro sacerdotal. [ Desgraciados los tiempos de Bernabé enseña que la aceptación de los ruen que este libro sacerdotal fuese el menos estudiado miantes significa que el israelita debe estar siempre por los sacerdotes!" El Papa Benedicto XV exige rumiando la Palabra de Dios (cf. Salm. 1 1 8 , 1 1 ; a los sacerdotes de la Nueva Alianza que tengan Luc. 2, Si y 11, 28), y los de pezuña hendida en constante contacto con la Sagrada Escritura (Ene. dos nos muestran que con un ojo hay que estar "Spiritus Paraclitus"). siempre contemplando "la esperanza del siglo santo". 12. Sin levadura: Véase 2, 11 y nota. En todo caso es falso ver en la clasificación de los 14. Sobre los términos "pecho mecido" y "pierna anímales puros e impuros una simple medida sanialzada" véase Ex. 29, 24 ss.; Lev. 7, 30 y notas. taria. 15. Porción perpetua: Véase 7, 34. 6. En realidad, la liebre no rumia, aunque hace 16. Se trata del macho cabrío ofrecido por el pue- con su boca los mismos movimientos que los rublo (9, 15). Según el precepto (6, 24) los sacer- miantes. De ahí la prohibición de comerla. Algunos dotes tenían que comer ciertas partes de las víctimas, creen que se trata de otro animal. Es de notar que que se ofrecían por el pecado, para indicarles que, muchas denominaciones zoológicas de este capítulo cargando sobre sí mismos la iniquidad del pecador, son discutibles, por lo cual varían las traducciones. rogasen por él ante el Señor. tanto antiguas como modernas.

U5VTTICO 11. 6-4J

132 7

partida; será impura para vosotros; ni cerdo, pues aunque tiene la pezuña hendida y biungulada, no rumia; será inmundo para vosotros. ^ e la carne de éstos no comeréis ni tocaréis sus cadáveres; serán impuros para vosotros. 9 De entre todos los animales que viven en las aguas, podréis comer a cuantos teniendo aletas y escamas se encuentran en los 10mares y en los ríos; a éstos podréis comer. Pero serán cosa abominable para vosotros todos los que carecen de aletas y escamas, de entre todos los que pululan en las aguas, sea en los mares o en los ríos, y de entre todos los demás animales que viven en el agua. "Serán detestables para vosotros: no comeréis de su carne y tened sus cadáveres por abominación. ^Todo cuanto en las aguas no tiene aletas y escamas os sea abominable. 13 De entre las aves os sean abominables las siguientes, que no se comerán y os serán detestables: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, "el buitre, el halcón en todas sus especies, 15toda clase de cuervos, 16el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán en todas sus especies, 1Tel buho, el somormujo,18 el 18 ibis, el cisne, el pelícano, el calamón, la cigüeña, la garza en sus especies todas, la abubilla y el murciélago. 20 Todo insecto alado que anda sobre cuatro patas os será abominable. ai Pero de todos los insectos alados que andan sobre cuatro pies, podréis comer aquellos que por encima de sus pies tienen dos patas para brincar con ellas sobre la tierra. **De ellos podréis comer éstos: la langosta en sus diversas especies y toda clase de solam, de hargol y de hagab. 23 Todo otro insecto alado de cuatro patas os será abominable. EL CONTACTO CON CADÁVERES. «Estos animales

os hacen inmundos. Quien tocare su cadáver quedará impuro hasta la tarde. 25Quien alzare alguno de sus cadáveres, lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. ^Asimismo todos los animales que tienen pezuña pero no partida en dos uñas y que no rumian, serán inmundos para vosotros. Todo aquel que los tocare quedará impuro. •'De entre los cuadrúpedos os serán abominables todos los que andan sobre sus plantas. Quien tocare sus cadáveres quedará impuro hasta la tarde. 28E1 que sacare el cadáver de uno de ellos lavará sus vestidos, y quedará impuro hasta la tarde; son inmundos para vosotros. a D e entre los animales pequeños que andan arrastrándose sobre la tierra, os serán inmundos: la comadreja, el ratón, el lagarto en sus

30

diversas especies, el erizo, el cocodrilo, el camaleón, la salamandra y el topo. 31De entre todos los reptiles éstos serán inmundos para vosotros. Cualquiera que tocare Msu cadáver quedará impuro hasta la tarde. Y todo objeto sobre el cual cayere uno de estos cadáveres, quedará inmundo, ya sea un instrumento de madera, o un vestido, una piel, un saco, en fin, cualquier objeto que se usa para algo. Será metido en agua y quedará inmundo hasta la tarde; después será puro. ^Si cayera algo de esto en una vasija de barro, todo lo que hubiere dentro de ella quedará inmundo y tendréis que romperla. ^Toda cosa comestible, si fuere preparada con tal agua, quedará inmunda, y toda bebida que se beba en una de esas vasijas quedará inmunda. ^Y todo objeto sobre el cual caiga algo de esos cuerpos muertos, quedará inmundo; el horno y el fogón serán derribados; son impuros3 para vosotros y los tendréis por inmundos. «Solarnente las fuentes y cisternas, donde se recogen las aguas, permanecerán limpias, mas el que tocare sus cadáveres quedará inmundo. 37De igual manera cuando _ cayere algo de esos cadáveres sobre una semilla que ha de sembrarse, quedará pura. MMas si cayere algo de esos cuerpos muertos sobre semilla mojada, la tendréis por inmunda. "'Si muere uno de aquellos animales que os es lícito comer, quien tocare su cadáver quedará inmundo hasta la tarde. *>Y quien transportare ese cuerpo muerto lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta la tarde. SOBRE LOS REPTILES. 41 Todo reptil que anda arrastrándose sobre la tierra, es cosa abominable; no servirá de comida. *2De entre todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra, no comeréis ninguno de los que andan sobre su vientre o sobre cuatro patas o sobre muchos pies, porque son detestables. * s No os hagáis abominables con ninguna clase de reptil que anda arrastrándose, ni os hagáis inmundos con ellos, para que no os contaminéis por medio de ellos. **Porque Yo soy Yahvé, vuestro Dios; por eso habéis de santificaros y ser santos, porque Yo soy santo; y no os contaminaréis con ninguno de esos reptiles que se arrastran sobre la tierra. «Pues Yo soy Yahvé que os ha sacado de la tierra de Egipto, a fin de ser vuestro Dios. Sed, pues, santos, porque Yo soy santo."

44. La contaminación no sólo se refiere al cuerpo sino que afecta también el alma, La prohibición de tocar o comer animales impuros recordaba a los israelitas la necesidad de vivir santamente y conservar la pureza del alma. San Pedro cita este pasaje diciendo: "Escrito está: santos seréis porque yo soy santo" (I Pedro 1, 16). En Mat. 5, 48, Jesús 22. Es muy difícil identificar estas cuatro clases nos pone al Padre celestial como ideal de nuestra de langostas, porque faltan en nuestra lengua las perfección, y en Luc. 6, 36 nos exhorta a ser midenominaciones correspondientes. Según Crampón la sericordiosos como el Padre es misericordioso. La primera (en hebreo "arbeh") sería la langosta ordi- Iglesia recoge esta doctrina en su Liturgia al decir naria, la segunda ("solam"), una langosta chica, que la manifestación más hermosa de la divina Ompero devoradora. La tercera y cuarta ("hargol" y nipotencia consiste en perdonar y hacer misericordia ''hagab") no tenían alas. Con tales langostas se (Or. de la Dom. X d. Pent.). Cf. I Tes. 4, 7 y alimentaba S. Juan Bautista (Mat. 3, 4). nota.

LEVITICO 11, 46-47; 12, 1-8; 13, 1-19

13?

^Ésta es la ley acerca de las bestias, y de las aves, y de todos los seres vivientes que se mueven en el agua, y de todos47los que andan arrastrándose sobre la tierra; para que hagáis distinción entre lo impuro y lo puro, entre el animal que puede comerse y el que no puede ser comido. CAPÍTULO XII PURIFICACIÓN DE LA 2 PARTURIENTA.

x

HabIó

Yahvé a Moisés y dijo: "Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando una mujer dé a luz y tenga un hijo varón, quedará impura siete días; quedará impura conforme a los días de la impureza de su menstruación. 3A1 octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio; 4ella, empero, permanecerá todavía treinta y tres días en la sangre de su purificación. No tocará ninguna cosa santa ni irá al Santuario hasta cumplirse los días de su purificación. sMas si da a luz una hija, quedará inmunda dos semanas, como en su menstruación, y permanecerá sesenta y seis días más en la sangre de su purificación. 6 A1 cumplirse los días de su purificación, por hijo o por hija, presentará al sacerdote, a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, un cordero primal para holocausto, y un palomino o una tórtola para sacrificio por el pecado. 'El (sacerdote) los ofrecerá ante Yahvé, haciendo expiación por ella, y quedará purificada del flujo de su sangre. Ésta ^es la ley referente a la mujer que da a luz hijo o hija. 8Mas si ella no tiene lo suficiente como para presentar un cordero, tome dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para sacrificio por el pecado; y el sacerdote hará expiación por ella, y quedará pura." CAPÍTULO XIII LEY ACERCA DE LA LEPRA. 'Yahvé habló a

Moisés y a Aarón. diciendo: 2"Cuando uno tuviere en la piel de su carne tumor, pústula o mancha reluciente que podría resultar ser llaga de lepra en la piel de su carne, será 2. El concepto de la impureza legal de la parturienta no era cosa extraña en la antigüedad. "Parece a primera vista extraño que el parto haga a la mujer impura, cuando la fecundidad es mirada en la Ley como una bendición de Dios" (NacarColunga). Claro está que no es consecuencia de una falta moral, pero no es de olvidar que en esta impureza, como observa ya S. Agustín, se manifiesta la mancha del pecado original. Las ceremonias en este capítulo mencionadas las realizó también la Virgen, aunque era santísima, porque quería cumplir con la Ley (Luc. 2, 22 ss.). 3. Véase Luc. 2, 21; Juan 7, 22. Cf. Gen. 17, 10 ss. y nota. 6. Sacrificio por el pecado: Así se llamaba este sacrificio, aunque la impureza no era pecado personal. Cf. 4, 2 y nota. 8. Véase Luc. 2, 24. I María Santísima llevó la ofrenda mis pobre 1 1. Los capítulos 13 y 14 no tratan solamente de la lepra que nosotros conocemos, sino también de otras enfermedades de la piel, semejantes a la lepra, y fenómenos parecidos en vestidos y casas. Son por lo tanto de muchísimo interés para la historia de la medicina.

llevado al sacerdote 3Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes. E1 sacerdote examinará la llaga en la piel de la carne; y si el pelo de la llaga se ha vuelto blanco, y la llaga parece más hundida que la piel de su carne, es llaga de lepra-, y el sacerdote que le haya examinado le declarará impuro. 4Mas si hay en la piel de su carne una mancha blanca sin que parezca más hundida que la piel, y sin que el pelo se haya vuelto blanco, el sacerdote recluirá al hombre afectado durante siete días. 5 A1 día séptimo lo revisará el sacerdote, y si a su parecer la llaga no ha cundido y no ha hecho progreso en la piel, lo recluirá otros siete días. ^Pasados estos siete días el sacerdote lo revisará nuevamente, y si la llaga ha palidecido y no se ha extendido en la pieí, lo declarará puro; es una erupción. Lavará sus vestidos y quedará puro. 'Mas si la mancha en la piel siguiere cundiendo después de mostrarse el hombre al sacerdote para ser declarado limpio, será revisado otra vez por el sacerdote. »E1 sacerdote le revisará y si la mancha se ha extendido por la piel, el sacerdote lo declarará inmundo: es lepra. 9 Cuando se mostrare en un hombre la plaga de la lepra, será llevado al sacerdote. 10E1 sacerdote lo revisará y si observa un tumor blanco en la piel, y mudado en blanco el color del pelo, y carne viva en la hinchazón, X1 es lepra inveterada en la piel de su carne; el sacerdote lo declarará 12impuro y no lo recluirá, pues es impuro. Pero si la lepra ha cundido mucho en la piel, hasta cubrir toda la piel del enfermo desde la cabeza a los pies, en cuanto alcanza a verlo el sacerdote, "éste lo examinará, y si la lepra ha cubierto toda su carne, declarará puro al afectado por la plaga: hase vuelto todo blanco; es puro. 14 Mas cuando se ve en él carne viva quedará impuro; 15y cuando el sacerdote observe _ la carne viva, lo declarará18 impuro; la carne viva es impura; es lepra; Pero si la carne viva cambia volviéndose blanca, ha de presentarse al sacerdote. 17E1 sacerdote lo examinará, y al ver que la plaga se ha vuelto blanca, declarará puro al afectado por la enfermedad, y éste quedará puro. 18 Cuando en la piel de la carne de alguno hubiere una úlcera que se ha curado, 19y apareciere en el lugar de la úlcera un tumor 9. Será ¡levado al sacerdote: Los sacerdotes hacían antiguamente las veces del médico; pues la medicina era hermana de la religión lo mismo que las otras ciencias. Poco a poco se distanciaron de ella y hoy día apenas se acuerdan de su origen religioso. El sacerdote de la Antigua Ley tenía que determinar el carácter de la enfermedad, si era realmente alguna de las enfermedades que en la Biblia llevan el nombre de lepra, o sólo una enfermedad cutánea no contagiosa. Sin embargo, el precepto de llevar el enfermo al sacerdote obedecía más bien a la idea de que se trataba, en primer lugar, de excluir al enfermo del culto. El leproso es para los santos Padres la imagen del pecador, el cual ha de presentarse al sacerdote en el Sacramento de la Confesión. 11. No lo recluirá, porque su estado no deja lugar a dudas; ha de habitar fuera del campo (v. 46).

LEVTnCO 13, 19-55

134 blanco, o una mancha de color blanco rojizo, este tal ha de presentarse al sacerdote. E1 sacerdote lo examinará, y si la mancha parece más hundida que la piel, y su pelo se ha vuelto blanco, lo declarará impuro. Es llaga de21 lepra que se ha producido en la úlcera. Mas si el sacerdote ve que no hay en ella pelo blanco, ni está más hundida que la piel, y que ha tomado color pálido, lo recluirá por siete días. ^Si entonces se extendiere por la piel, el sacerdote lo declarará impuro; es lepra. ^Pero si_ la mancha sigue estacionaria en su lugar, sin extenderse, es cicatriz de la úlcera; y el sacerdote lo declarará puro. 24 Cuando uno tiene en la piel de su carne quemadura de fuego, y aparece sobre la quemadura una mancha, de color blanco rojizo o sólo blanco, 25la examinará el sacerdote; y si el pelo se ha vuelto blanco en la mancha blanca y ella aparece más hundida que la piel, es lepra que se ha producido en la quemadura. El sacerdote lo declarará impuro. Es llaga de lepra. 28Si, en cambio, el sacerdote observa que en la mancha no aparece pelo blanco y que no está más hundida que ^ la piel y que ha palidecido, lo recluirá siete días. 27 A1 séptimo día lo examinará, y si (la mancha) se ha extendido por la piel, el sacerdote le declarará impuro; es llaga de lepra. 28Pero si la mancha sigue estacionaria en su lugar, sin cundir en la piel, y ha cobrado color pálido, es hinchazón de quemadura,_ y el sacerdote lo declarará puro; pues es cicatriz de la quemadura. ^Cuando un hombre o una mujer tuviere una llaga en la cabeza o en la barba, ^el sacerdote examinará la llaga, y si ésta aparece más hundida que la piel, y si hay en ella pelo amarillento y más delgado, el sacerdote lo declarará impuro, es tina, o sea lepra de la cabeza o de la barba. 31Mas si el sacerdote ve que la llaga de la tina no aparece más hundida que la piel, aunque no hay en ella pelo negro, recluirá al enfermo de _ la tina por siete días. MA1 séptimo lo examinará el sacerdote, y si rio ha cundido la tifia, ni hay en ella pelo amarillento, ni aparece la tina más hundida que la piel, ^ e afeitará aquella persona, excepto el lugar de la tina; y el sacerdote recluirá al tinoso durante otros siete días. ^Al séptimo día lo examinará el sacerdote, y si no ha cundido la tina por la piel, ni aparece más hundida que la piel, lo declarará puro. Lavará sus vestidos y quedará puro. ^Pero si la tifia, después de la purificación, se extendiere mucho por la piel, 36 lo examinará el sacerdote, y si la tina se ha extendido por la piel, el sacerdote ya no tendrá que buscar el37 pelo amarillento; aquella persona es impura. Mas si según su opinión la tifia no se ha extendido, y ha brotado en 20

29. Incluido este caso son seis las clases de lepra que en este capítulo aparecen. 31. Aunque no hay en ella pelo negro. Kn la Vuleata falta la negación.

ella pelo negro, se ha curado la tifia. Esa persona es pura, y el sacerdote la declarará pura. 38 Cuando un hombre o una mujer tuviere en la piel de su carne manchas blancas, ^el sacerdote los examinará y si las manchas lustrosas en la piel de su carne son de color pálido blanco, es una eczema que ha brotado en la piel; esa persona es pura. 40 Si a alguno se le caen los pelos, es un calvo, pero queda puro. 41Y si los pelos se le caen de la parte delantera de la cabeza, es calvo de frente, pero queda puro. ^Mas si en la calva, por detrás o por delante, aparece un llaga de color blanco rojizo, es lepra que ha nacido en la calva, sea por detrás o por delante. 43E1 sacerdote lo examinará, y si la hinchazón de la llaga en la parte calva, sea por detrás o por delante, es de color blanco rojizo teniendo el aspecto de la lepra en la piel de la carne, ^es leproso; es impuro; el sacerdote lo declarará impuro; su lepra está en la cabeza. ^El afectado por la lepra, llevará sus vestidos rasgados, dejará descubierta su cabeza, se tapará la boca y caminará gritando: ¡Impuro, impuro! 46 Todo el tiempo que durare la plaga, quedará impuro; impuro es; habitará solo; fuera del campamento será su morada. LA LEPRA DE LOS VESTIDOS.

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Cuando aparezca

plaga de lepra en un vestido de lana o en un vestido de lino, 48sea en la urdimbre del lino o de la lana, o sea en la trama, o en una 49piel, o en cualquier objeto hecho de cuero, si la mancha en el vestido o en la piel, o en la urdimbre, o en la trama, o en cualquier objeto hecho de cuero, tiene color verdoso o rojizo, es plaga de lepra y debe ser mostrada al sacerdote. ^El sacerdote examinará la mancha y encerrará51el objeto manchado durante _ siete días. A1 séptimo el sacerdote examinará la plaga, y si la plaga se ha extendido en el vestido, sea en la urdimbre o en la trama, o en la piel, o en cualquier objeto hecho de cuero, lepra maligna es la tal plaga, y (el objeto) queda impuro. M Por lo cual se quemara el vestido, esté (la mancha) en la urdimbre o en la trama de lana o de lino, y asimismo cualquier objeto de piel en que* se encuentre la mancha; pues es lepra maligna; será entregado al fuego. 53Pero si el sacerdote ve que no ha cundido la mancha por el vestido, ni en la urdimbre, ni en la trama, ni en cualquier objeto de piel, "el sacerdote hará lavar el objeto manchado -y lo encerrará otros siete días. ^Si el sacerdote 45. Caminará gritando; para advertir a los transeúntes y evitar que se acerquen a él. 46. Fuera del campamento: Más tarde, después de la ocupación del país prometido, los leprosos vivían en cuevas y sepulcros fuera de la ciudad. Otros, como por ej. el rey Ocias ( I I Par. 26, 21), tenían su propia casa fuera de la ciudad. 47. No sabemos en qué consistía la lepra de los vestidos. Eran quizás, manchas de humedad o de moho, producidas por falta de aire.

LEVITICO 13, 55-59; 14, 1-22

ve que la mancha después de haber sido lavada no ha mudado de aspecto, aunque la mancha no se haya extendido, (el objeto) es impuro; lo entregará al fuego; es unaM corrosión en su reverso o en su anverso. Mas si el sacerdote ve que la parte manchada, después de lavada, ha tomado color, la rasgará del vestido, de la piel, de la urdimbre o de la trama respectiva. 57Pero si volviere a aparecer en el vestido, sea en la urdimbre o en la trama o en cualquier objeto de cuero, es una erupción (de lepra); entregarás al fuego aquello en que estuviese la lepra. MMas si el vestido, la urdimbre o la trama, o cualquier Objeto de cuero que después de ser lavados pierden la mancha, serán lavados por segunda vez y quedarán limpios. M Esta es la ley de la plaga de la lepra que se halla en los vestidos de lana o de lino, sea en la urdimbre o en la trama, o en cualquier objeto hecho de cuero, para declararlos puros o impuros." CAPÍTULO XIV LA PURIFICACIÓN DEL LEPROSO. ^Habló Yah-

vé a Moisés, diciendo: ^Tista es la ley de] leproso en el día de su purificación: Se lo conducirá al sacerdote, 3y el sacerdote saldrá fuera del campamento; y si ve que el leproso ya está curado de la llaga de la lepra, Candará tomar para aquel que ha de ser" purificado dos pájaros vivos y puros, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo. 'Después el sacerdote mandará degollar uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua viva. "Luego tomará el pájaro vivo, la madera de cedro, la púrpura escarlata y el hisopo, los mojará, juntamente con el pájaro vivo, en la sangre del pájaro degollado sobre el agua viva, 7y rociará siete veces al que ha de 2. Se lo conducirá al sacerdote: Jesús recuerda este precepto y lo manda cumplir en Mat. 8, 4; Mare. 1, 44; Luc. 5, 14; 17, 14. Véase 13, 9. 7. Siete veces: El proteta Elíseo impuso esta obligación a Naamán, el general sirio, enviándole a la ribera del Jordán para que se lavara siete veces (IV Rey. 5,.10). El número siete tenía carácter sagrado y significaba la perfección. Cf. las siete aspersiones en v. 16 y 27. El rito de la purificación y reintegración del leproso es muy solemne y tiene cierta semejanza con las ceremonias de la consagración sacerdotal, aunque se acentúa más la idea de la expiación. Las ceremonias poseen el más profundo significado simbólico. Las aves puras, el cedro, la púrpura y el hisopo son símbolos de purezaa e in; corruptibilidad; el rociar al leproso y el dejar en libertad el ave indican que la impureza está borrada. 1,0 mismo quiere decir el lavado de los vestidos. La incorporación a la comunidad se expresa por la unción de la oreja, del dedo pulgar y del dedo gordo de los pies. Las primeras ceremonias (v. 3-8) se realizan fuera del campamento, siendo así imagen de la muerte de Jesús que padeció "fuera de la puerta" (Hebr. 13, 12). Si tomamos al leproso como figura del pecador, como lo hacían los Padres, es más evidente aun el significado simbólico de las ceremonias: el sacerdote va al leproso y lo busca, de igual modo que "vino el Hijo del hombre a buscar y salvar lo perdido'* (Luc. 19, 10); y así como el leproso no se purifica sin efusión de sangre, tampoco el pecador se salva sin la sangre de Cristo (cf. Hebr. 9, 22).

135 ser purificado de la lepra. Así lo purificará; luego soltará en el campo al pájaro vivo. B Aquel que ha de purificarse lavará sus vestidos, se raerá todo su pelo, y se bañará en agua, y quedará limpio. Después podrá entrar en el campamento; pero durante siete días ha de habitar fuera de su tienda. ?E1 día séptimo se raerá todo su pelo, sus cabellos, su barba, sus cejas; en fin, raerá todo su pelo; lavara también sus vestidos, bañará su cuerpo en agua, y quedará limpio. 10 E1 día octavo tomará dos corderos sin tacha y una oveja primal sin tacha, y como oblación tres décimas de flor de harina amasada con aceite, y un log de aceite. U E1 sacerdote que hace la purificación, presentará al hombre que ha de purificarse, juntamente con aquellas cosas, ante Yahvé, a 12la entrada del Tabernáculo de la Reunión; y tomará el sacerdote uno de los corderos para ofrecerlo como sacrificio por la culpa, además del log de aceite, y lo mecerá por ofrenda ante Yahvé. x?Luego inmolará el cordero en el lugar donde se inmola el sacrificio por el pecado y el holocausto, en lugar sagrado; porque así como en el sacrificio por el pecado, así también en el sacrificio por la culpa la víctima es para el sacerdote; es cosa santísima. "Después tomará el sacerdote de la sangre de la víctima por el delito, y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se está purificando, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el dedo gordo de su pie derecho. 15Y tomando el log de aceite echará el sacerdote parte de16 él sobre la palma de su mano izquierda. Después mojará el sacerdote el dedo de su mano derecha en el aceite que tiene en la palma de su mano izquierda, y con su dedo hará siete aspersiones de aceite delante de Yahvé. "Con el testo del aceite que tiene en la palma de su mano untará el sacerdote el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho, por encima de la sangre de la victima expiatoria. 18E1 resto del aceite que queda en la mano del sacerdote, se echara sobre la cabeza del que se purifica, y el sacerdote hará expiación por él ante Yahvé. "Entonces el sacerdote ofrecerá el sacrificio por el pecado, y hará expiación por quien se purifica de su inmundicia, finalmente degollará el holocausto. 20 Ese holocausto y la oblación los ofrecerá el sacerdote sobre el altar. De esta manera el sacerdote hará expiación por él; y quedará limpio. 21 Si es pobre y no tiene suficientes recursos, tomará un cordero que será ofrecido en sacrificio por la culpa, como ofrenda mecida, para hacer expiación por él, y además, como oblación una décima de flor de harina amasada con aceite, y un log de aceite, ^ y dos tórtolas o dos palominos, según sus recursos, el uno como sacrificio por el pecado y el otro

10. Un log de aceite, esto es, medio litro.

136 para holocausto: ^Al octavo día, los llevará al sacerdote, a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, para su purificación delante de Yahvé. ME1 sacerdote tomará el cordero del sacrificio por la culpa y el log de aceite, y los mecerá por ofrenda ante Yahvé. ^ Y después de haber inmolado el cordero del sacrificio por la culpa, tomará el sacerdote de la sangre de la victima expiatoria y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho. *?Luego derramará el sacerdote parte del aceite sobre la palma de su mano izquierda; w y Ctsn el dedo de su mano derecha hará ante Yahvé siete aspersiones, con el aceite que tiene en la palma de su mano izquierda, ™y pondrá parte del aceite que tiene en su mano, sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho. en el lugar donde puso la sangre de la víctima por la culpa. ^El resto del aceite que le queda en la mano lo pondrá el sacerdote sobre la cabeza del que se purifica, haciendo expiación por él ante Yahvé. ^ u e g o ofrecerá según sus posibilidades una de las tórtolas o de los palominos, 31es decir, en la medida de sus recursos, el uno como sacrificio por el pecado, y el otro para holocausto, además de la oblación. De este modoel sacerdote hará expiación ante Yahvé por aquel_ que se purifica. ^Ésta es la ley de purificación para aquel que tiene plaga de lepra y cuyos recursos son limitados. LA LEPRA DE LAS CASAS. ssYahvé habló a

Moisés y Aarón y dijo: ^"Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán que Yo os daré en posesión, y ponga la plaga de la lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión, ^el propietario de la casa irá a avisar al sacerdote, diciendo: Me parece que hay algo como lepra en mi casa. 38E1 sacerdote antes de entrar en la casa para examinar la lepra, dispondrá su evacuación, para que no quede contaminado todo lo que hay en ella. Después entrará a registrar la casa. "Si al examinar la plaga observa que las manchas en las paredes de la casa forman cavidades verdosas M y rojizas, que parecen hundidas en la pared, el sacerdote se retirará del interior hasta la puerta de la casa y cerrará la casa por siete días. s'Volverá el sacerdote al día séptimo y si viere que la lepra se ha extendido en las paredes de la casa, ••mandará arrancar las piedras manchadas y arrojarlas fuera de la ciudad en un lugar inmundo. •'•Hará raspar todo el interior de la casa; y el polvo que quiten raspando, lo echarán 24. Los mecerá: Véase Ex. 29, 24 ss. y nota. 34. No sabemos con exactitud en qué consistía la lepra de las casas. Se ha pensado frecuentemente en las roeduras del salitre, pero éstas son blanquecinas; o también en formaciones maculosas que aparecen en piedras y muros en descomposición.

LEVTHCO 14, 22-57; 15, 1-6

fuera de la ciudad en un lugar inmundo. •^uego tomarán otras piedras y las volverán a poner en lugar de aquellas y también otra argamasa para revocar la casa. *Si con todo la plaga volviere a difundirse en la casa después de arrancar las piedras, y después de raspar y revocar la casa, ••entrará de nuevo el sacerdote, y si viere que la plaga se ha extendido en la casa, es lepra maligna de la casa y ésta es inmunda. •'Se derribará aquella casa; y sus piedras y su maderamen y todo el material de la casa, todo será sacado fuera de la ciudad, a un lugar inmundo. ••Quien entrare en esa casa durante todo el tiempo que estuviere cerrada, quedará inmundo hasta la tarde. •'El que durmiere en aquella casa lavará sus vestidos; y también el que comiere en esa casa lavara sus vestidos. ^Mas si el sacerdote al entrar nota que la plaga, después de revocada la casa, no ha cundido en ella, la declarará limpia, pues se ha curado de la plaga. 49Entonces para purificar la casa, tomará dos pájaros, madera de cedro, lana escarlata e hisopo; degollará uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua viva: 51y tomando la madera de cedro, el hisopo y la lana escarlata, con el pájaro vivo, los mojará en la sangre del pájaro degollado y en el agua viva y rociará la casa siete veces. 51 Así purificará la casa con la sangre del pájaro, con el agua viva, el pájaro vivo, la madera de cedro, el hisopo y la lana escarlata. MLuego soltará el pájaro vivo fuera de la ciudad, en el campo. De este modo hará expiación por la casa, la cual quedará limpia. M Ésta es la ley para toda clase de lepra y de tina, sspara la lepra del vestido y de la casa, 58y para s7los tumores y erupciones y manchas blancas, para discernir cuándo una cosa es impura y cuándo es pura. Tal es la ley de la lepra." CAPÍTULO XV PUREZA SEXUAL. 'Habló Yahvé a Moisés y a Aarón, diciendo: ^'Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier hombre que tuviere flujo proveniente de su carne es inmundo por su flujo. 3Y est» impureza causada por su flujo, que él se contrae, tanto al destilar su carne el flujo, cuanto al retenerlo, es impureza para él. *Toda cama en que durmiere el que padece flujo, quedará inmunda; y todo mueble encima del cual se sentare, será impuro. 8Quien tocare su cama lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde, ^ u i e n se sentare sobre un mueblé donde se haya sen1 ss. Las disposiciones de este capítulo que en gran parte se refieren a las funciones sexuales del cuerpo, no quieren decir que éstas sean pecaminosas en sí, si bien en ellas particularmente se manifiesta la concupiscencia derivada del pecado (cf. S. 50, 7 ) . Trátase aquí solamente de la impureza legal que obliga al varón y a la mujer a someterse a las purificaciones prescritas. Estas reglas relativas a la impureza corporal, además de procurar la limpieza del cuerpo, recordaban a los israelitas la pureza del alma y mantenían viva en «Uos la conciencia del pecado y el deseo de librarse de él.

ixvrnco is, tsa-, íe, 1-2 tado el que padece flujo, lavará sus vestidos, se bañara en agua y será impuro hasta la tarde. 7Quien tocare la carne del que padece flujo, lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. 8Si el que tiene el flujo escupiere sobre un hombre puro, éste lavara sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde. ^Todt silla de montar sobre la cual haya 10cabalgado el que padece flujo, será inmunda. Quien tocare un objeto que haya estado debajo del (que padece flujo), quedará impuro hasta la tarde. Y el que lo transportare, lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. " T o do aquel a quien el que padece flujo tocare sin haberse lavado las manos con agua, lavará sus vestidos, se bañará 12en agua y quedará impuro hasta la tarde. Toda vasija de barro tocada por el que padece flujo, será quebrada, y todo13 utensilio de madera será lavado con agua. Si el que padece flujo sanare de su flujo, contará siete días para su purificación; después lavará sus vestidos, se bañará en agua viva y quedará puro. 14A1 día octavo tomará dos tórtolas o dos palominos y se presentará ante Yahvé a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, para entregarlos al sacerdote. WE1 sacerdote los ofrecerá uno como sacrificio por el pecado, el otro en holocausto, y de esta manera el sacerdote hará expiación por él ante Yahvé, por su flujo. \ 1(l Ej hombre que tuviere derrame de semen, lavará con agua todo 17 su cuerpo y quedará impuro hasta la tarde. Toda ropa y toda piel sobre la cual se hubiere derramado el semen, será lavada18 con agua y quedará impura hasta la tarde. Cuando el hombre se acostare con la mujer, produciéndose efusión de semen, se lavarán ambos con agua y quedarán impuros hasta la tarde. 19 La mujer que tiene flujo, su flujo de sangre en su cuerpo, permanecerá en su impureza por espacio de siete días y quien la tocare será impuro hasta la tarde. ^Aquello sobre que durmiere durante su impureza, quedará impuro, ' lo mismo que todo aquello en que se sentare. ^Quien tocare^ el lecho de ella, lavará sus vestidos, se bañará 2en agua y permanecerá impuro hasta la tarde. *Quien tocare un objeto cualquiera sobre el cual ella se haya sentado, lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. 23Quien tocare una cosa puesta sobre el lecho o sobre el mueble donde ella 18. Se refiere al uso del matrimonio entre los casados. Vemos en todos estos preceptos un altísimo amor a la pureza, que preservaba de caer en la licencia y en la bestialidad sexual. | Guardémonos, pues, de escandalizarnos por la crudeza del lenguaje bíblico, olvidando cuan lejos se está hoy de aquel alto concepto de responsabilidad por las funciones del cuerpo! £1 libertinaje sexual que hoy se predica en todas las esquinas y se ha introducido hasta en ambientes que se llaman cristianos, es una de las más grandes llagas de la cultura moderna, el peor síntoma de la apostasía práctica que prescinde de Dios y sus mandamientos y se entrega a "las concupiscencias del corazón" (Rom. 1, 24); apostasía predicha por el mismo Señor en Luc. 18, 8.

IT7 se sienta, quedará impuro hasta la tarde. ^Si uno se acuesta con ella, se acarrea la impureza de ella y queda impuro siete días, y toda cama en que él se acueste será inmunda. C u a n d o una mujer tuviere flujo de su sangre durante algunos días, fuera del tiempo de su impureza o cuando el flujo se prolongare más allá del tiempo de su impureza, quedará impura todo el tiempo del flujo de su 26 inmundicia como en los días de su impureza. Toda cama en que se acostare durante todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su impureza, y cualquier objeto sobre el que se sentare quedará inmundo,27le será como la inmundicia de su impureza. Quien los tocare, quedará impuro y lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde. ^Cuando ella sanare de su flujo, contará siete días, después quedará pura. 29AÍ octavo día tomará dos tórtolas o dos palominos y los entregará al sacerdote a la entrada del Tabernanculo de la Reunión. ^El sacerdote los ofrecerá, uno como sacrificio por el pecado, el otro en holocausto; y el sacerdote hará expiación por ella ante Yahvé por el flujo de su impureza. 31 Así enseñaréis a los hijos de Israel a purificarse de sus impurezas para que no mueran a causa de su impureza por haber contaminado mi32 Morada, que está en medio de ellos." Ésta es la ley respecto del hombre que padece flujo o se mancha con efusión de semen, ssy respecto de la mujer que se mancha con la impureza mensual, y de aquel que padece flujo, ya varón ya mujer, y de aquel que se acuesta con una mujer impura. CAPÍTULO XVI E L GRAN DÍA DE LA EXPIACIÓN, ^ a b l ó Yahvé

a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, los cuales murieron al acercarse a Yahvé; *y dijo Yahvé a Moisés: "Di a tu her24. En 20, 18 se establece la pena de muerte en un caso semejante. 33. SI que a la luz de la fe estudia las leyes de pureza levítica contenidas en este capítulo y loa cuatro anteriores, encuentra . e n todas ellas una estrecha relación con el Nuevo Testamento. "Como e] flecado destruye la comunión interna con Dios, asi a impureza levítica excluía a un hombre de la comunión externa y teocrática con Dios. A la manera que las diversas purificaciones y los sacrificios asociados a ellas reintegraban a la pureza corporal y a la comunión teocrática, asi también, pero en mayor grado, la sangre de Jesucristo y los sacramentos instituidos por £1 efectúan la purificación del alma del contacto de las obras muertas (Hebr. 9, 13 ».)•" (Steinmueller, Introducción, p. 358.) 1. Véase 10, 1 y nota. 2 ss. Cf. Núm. 29, 7 ss. Tras el velo, donde está el Arca de la Alianza en el Santo de los Santos. El propiciatorio: la cubierta del Arca (cf. Ex. 25, 17 y nota). Trátase aqui de la institución del dia di la Expiación o Penitencia, en que el Sumo Sacerdote tenía que reconciliarse a sí mismo y al pueblo con Dios. Era celebrado en otoño, el diez del mes de Tischri (SeptiembreOctubre), cinco días antes de la fiesta de los Tabernáculos. Para S. Pablo, el dia de la Expiación es figura de la. reconciliación que Jesucristo realizó con su muerte (Hebr. 9, 8). Más aún, tan sólo por el Sacrificio de Cristo en la Cruz tenían estos ritos del Antiguo Testamento su razón

LEVTnCO 18. 2-27

138 mano Aarón, que no en todo tiempo entre en el Santuario que está tras el velo, delante del propiciatorio que cubre el Arca, no sea que muera: pues Yo me hago ver en la nube encima del propiciatorio. 3 He aquí cómo Aarón ha de entrar en el Santuario: tomará un becerro para sacrificio 4por el pecado y un_ carnero para holocausto. Se vestirá de la túnica santa de lino, se pondrá sobre su carne los calzoncillos de lino, se ceñirá el cinturón de lino y se cubrirá con la mitra de lino. Éstas son las vestiduras sagradas que vestirá después de haberse lavado con agua. 5 Luego tomará de la Congregación de los hijos de Israel dos machos cabrios para sacrificio por el pecado y un carnero para holocausto. *Y después de ofrecer su becerro por el pecado para expiación de sí mismo y de su casa, 7tomará Aarón los dos machos cabríos y los presentará ante Yahvé, a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, ^uego Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos, una suerte para Yahvé. y la otra para Asasel. *Y presentará Aarón el macho cabrío que haya tocado en suerte a Yahvé,10ofreciéndolo como sacrificio por el pecado. E1 macho cabrío que por suerte tocare a Asasel, lo colocará vivo delante de Yahvé, para hacer sobre él la expiación y echarlo al desierto, para Asasel. "Entonces ofrecerá Aarón su becerro por el pecado, para hacer expiación por sí mismo y por su casa, e inmolará su becerro por el pecado. 12Tomará después un incensario lleno de brasas sacadas de sobre el altar que está ante Yahvé, y dos puñados de incienso aromático pulverizado, y llevándolo detrás del velo, apondrá el incienso sobre el fuego, delante de Yahvé, para que la nube del incienso envuelva el propiciatorio que está encima del Testimonio y él no muera. "Tornando luego de la sangre del becerro la derramará con su dedo sobre el frente oriental del propiciatorio, y con su dedo hará siete aspersiones de sangre delante del propiciatorio. 15Después degollará el macho cabrío por el pecado del pueblo, y llevará su san;re detrás del velo, haciendo con su sangre Ío que hizo con la sangre del becerro: la derramará sobre el propiciatorio y delante del mismo. de ser; porque antes de Cristo los pecados estaban solamente "cubiertos" —pues esto significa en hebreo originariamente la palabra "expiar"— hasta que llegase Él que había sido puesto por Dios "como instrumento de propiciación" (Rom. 3, 25). Es ésta una de las más famosas instituciones de Israel y contiene la más íntima relación con el Sacrificio del Cordero Inmaculado. Cf. Iuan 1, 29; Rom. 8, 33 s.; Hebr. 9, 26; I Juan 1, 7 y 9. 8. Para Asasel: La Vulgata vierte: para el macho cabrío emisario. Asasel puede ser un nombre simbólico (destrucción), o, como en el libro apócrifo de Henoch. nombre popular del espíritu malo. Mons. Landersdorfer supone que Asasel no pertenece al rito primitivo de la Expiación, sino que fué agregado más tarde. Algunos (por ej. Hummelauer) opinan que el nombre Asasel designaba primero el monte del cual se precipitaba el macho cabrío. 10. Para Asasel: Falta en la Vulgata, cf. v. 8 y nota.

l8

Así purificará el Santuario de las impurezas de los hijos de Israel y de sus transgresiones y de todos sus pecados. Lo mismo hará con el Tabernáculo de la Reunión, que está entre ellos en medio de sus impurezas. 17Nadie debe estar en el Tabernáculo de la Reunión cuando él entre para hacer la expiación dentro del Santuario, hasta que salga después de haber hecho la expiación por sí mismo, por su casa y por toda la asamblea de Israel. 18Luego saldrá hacia el altar que está ante Yahve, y lo expiará, tomando de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabrío y poniéndola19sobre los cuernos del altar todo en torno. Hará sobre él con su dedo siete aspersiones de la sangre, y así lo purificará y lo santificará de las impurezas de los hijos de Israel. ^Acabada la expiación del Santuario, del Tabernáculo de la Reunión y del altar, presentará Aarón el macho cabrío vivo; 21 y poniendo ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas las transgresiones y todos los pecados de ellos, y depositándolos sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto por mano de un hombre designado para ello. ^Así el macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de _ellos hacia tierra inhabitada, y el hombre soltará al macho cabrío en el desierto. ^Luego entrará Aarón en el Tabernáculo de la Reunión, y quitándose las vestiduras de lino que se había vestido al entrar en el Santuario, las dejará allí, ^lavará su cuerpo con agua en lugar sagrado y se pondrá sus vestiduras. Después saldrá y ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo, haciendo la expiación por sí mismo y por el pueblo, *^y quemando sobre el altar el sebo de la víctima por el pecado. 28 E1 hombre encargado de soltar al macho cabrío para Asasel, lavará sus vestidos y bañará su cuerpo en agua; después de esto podrá entrar en el campamento. ^'El becerro del sacrificio por el pecado y el macho cabrío inmolado por el pecado, cuya sangre fué introducida en el Santuario para hacer expiación, serán 16. Las impurezas del Santuario consisten en la inobservancia de los ritos y leyes de santidad. 21. Confesará todas las iniquidades: Así se practicaba la confesión en el Antiguo Testamento. Había también confesión particular (Núm. 5, 7). El desierto simboliza la maldición, algo asi como mansión del demonio. La ceremonia significa que el macho cabrío lleva los pecados del pueblo a su autor, el demonio, para no volver nunca jamás. Nuestra victima de propiciación es Cristo que, llevando nuestras iniquidades, murió fuera de la ciudad, a semejanza del macho cabrio que llevaba los pecados del pueblo. Véase 4, 12 y nota; Hebr. 13, 12. Fray Luis de León comenta este rito, diciendo: "Como en la Ley Vieja sobre la cabeza de aquel animal con que limpiaba sus pecados el pueblo, en nombre de él ponía las manos el sacerdote, y decía que cargaba en ella todo lo que su gente pecaba, así £1, porque era también sacerdote, puso sobre sí mismo las culpas y las personas culpadas, y las ayunto con su alma... por una manera de unión espiritual e inefable con que Dios suele juntar muchos en uno, de que los hombres espirituales tienen mucha noticia" (Nombres de Cristo).

LEVTTTCO 16, 27-34; 17, 1-12

sacados fuera del campamento y quemados sus líeles, su carne y sus excrementos. 28E1 que Íos queme lavará sus vestidos y se bañará en agua; después de esto podrá entrar en el campamento. ^Será ésta para vosotros una ley perpetua: En el mes séptimo, el día décimo del mes, os mortificaréis y no haréis trabajo alguno, ni el* indígena, ni el extanjero que mora en medio de vosotros. ^Porque en ese día se hará expiación por vosotros para purificaros y de todos vuestros31pecados quedaréis limpios delante de Yahvé. Será para vosotros un sábado solemne, en el cual os habéis de mortificar. Ley perpetua será ésta, ^La expiación será hecha por el sacerdote ungido y consagrado como sacerdote en lugar de su padre: se vestirá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas, ^ y hará la expiación del Santuario de la santidad; expiará el Tabernáculo de la Reunión y el altar, como asimismo hará la expiación por los sacerdotes y por todo el pueblo de la Congregación. ^Esto lo tendréis por precepto perpetuo, para hacer la expiación por los hijos de Israel, por todos sus pecados, una vez al año." Y se hizo como Yahvé mandara a Moisés.

III. LEYES DE SANTIDAD

139 sus hijos y a todos los hijos de Israel, y diles: Ésta es la orden que ha dado Yahvé: SQaalquier hombre de la casa de Israel qué degüelle res vacuna u oveja o cabra dentro del campamento, o fuera del mismo, *sin llevarlos a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, para presentarlo como sacrificio a Yahvé ante la Morada de Yahvé, será considerado reo de sangre. Tal hombre ha derramado sangre y sera extirpado de en medio de su pueblo. 5 Por lo cual presentarán los hijos de Israel sus víctimas que (hasta ahora) sacrificaban en el campo; los presentarán al sacerdote, para Yahvé, a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, y los ofrecerán como sacrificios pacíficos a Yahvé. 8E1 sacerdote derramará la sangre sobre el altar de Yahvé, a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, y quemará el sebo en olor agradable a Yahvé. 7De este modo ellos no ofrecerán más sus sacrificios a los demonios, con los cuales están fornicando. Ley perpetua será ésta para ellos, de generación en generación. s Diles, pues: Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de vosotros, que ofrezca holocausto o sacrificio, *y no lo traiga a la entrada del Tabernáculo de la Reunión para sacrificarlo en honor de Yahvé, será extirpado de entre su pueblo.

CAPÍTULO XVII

PROHIBICIÓN DE COMER SANGRE. 10Si algún homACERCA DEL LUGAR DEL SACRIFICIO. ^Yahvé ha- bre de la casa de Israel, o de los extranjeros

bló a Moisés, diciendo: ^'Habla a Aarón y a

29. Os mortificaréis, esto es, expiaréis vuestros pecados con ayuno, penitencia y las ceremonias del día de la Expiación. Víase 23, 29; Núm. 29, 7. Ese dia, que aun hoy practican los judíos observantes, se celebraba con ayuno rigurosísimo. Hasta la puesta del sol todos los israelitas, a excepción de los niños y enfermos, tenían que ayunar sin comer ni beber nada. Este es el ayuno de que se habla en Hechos 27, 9. Compárese con tan riguroso ayuno los conceptos modernos, según los cuales el restringir un poco una sola comida ya parece una gran cosa. "¿Qué responderán a la terrible amenaza del Señor tantos cristianos que, por razones muy frivolas, bijas de la concupiscencia, o dejan enteramente de ayunar, o sólo guardan una vana sombra del ayuno?" (Scío). 34. Una vez al año: Cf. Hebr. 9, 7 s. Aun en esto podemos ver una figura del sacrificio de Cristo, que "una vez para siempre" entró en el Santuario, por la virtud de su propia sangre (Hebr. 7, 27; 9, 12) para presentarse delante de Dios a favor nuestro (Hebr. 9, 24), de manera que como hijos de Dios podemos servir a Dios vivo (Hebr. 9, 14). "Lleguémonos, por lo tanto, confiadamente al trono de la gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia pata ser socorridos en el tiempo oportuno" (Hebr. 4, 16). Cf. Is. 53, 5 s. 1. Los capítulos que siguen, forman el llamado "Código de santidad". "Es una miscelánea legal, en la cual se repiten no pocas leyes antes dadas, pero que entran en él en un nuevo aspecto: el de la santidad. Por ser santo Dios, ha de ser santo el pueblo, en medio del cual habita el Santo, que es quien a él le santifica. Santo viene a ser puro, limpio, sin mancha, sin defecto; y es, entre los atributos de Dios consignados en la Escritura, el que más íntimamente ligado está a la religión... Pero esta santidad se nos presenta como algo terrible y mortal para quien a ella se acerca no estando en consonancia con ella (Is. 6, 5). Y por eso es impuro" (Nácar-Colunga).

que moran en medio de vosotros, comiere cualquier clase de sangre, Yo volveré mi rostro contra el que comiere sangre y lo extirparé de en medio de su pueblo; "porque la vida de la carne está en la sangre, y Yo os la doy para hacer expiación en el altar por vuestras almas; pues mediante la 12sangre se hace la expiación de las almas. Por eso mando a los hijos de Israel: Ninguno

3. Durante la permanencia de los israelitas ea el desierto, los animales debían ser matados a la puerta del Tabernáculo, para impedir los sacrificios ocultos, que hubieran podido dar lugar a la idolatría (véase v. 7). Pespués de la conquista de Canaán esta ley sufrió modificaciones, y los israelitas podían matar reses y comer su carne, pero no la sangre (Deut. 12, 15 y 20-24). Cf. Hech. 15, 29, donde vemos, que también los primeros cristianos, para evitar escándalos, se abstenían de la sangre. 7. Los demonios: Cf. Is. 13, 21; 34, 14. El texto hebreo dice "Seirim", nombre de demonios, a los que la imaginación popular representaba como machos cabrios (recuérdense los faunos y sátiros de los griegos y romanos) y a los cuales los paganos ofrecían sacrificios. Fornicar con los demonios es otro término usado en lugar de idolatría. Cf. Juec. 2, 17; 8, 33; Ez. 6, 9; Os. 1, 2. etc. 11. La vida de la carne está en la sangre: Por esto se comprende la prohibición de comer la sangre, pues la vida pertenece a Dios quien la ha creado y dado. Esta mística de la sangre, que nada tiene que ver con las doctrinas racistas y materialistas, da a la sangre de Cristo su inmenso valor, pues la efu* sión de la sangre de toros y machos cabrios, que en la Ley de Moisés sólo era una sombra y no quitaba pecados, como dice S. Pablo en Hebr. 10, 4, se hizo realidad en el altar de la Cruz, donde Jesús se ofreció al Padre, derramando su vida hasta la última gota de su sangre preciosísima. Cf. v. 14.

LEViTICO 17, 12-18; 18, 1-30; 19, 1-2

140 13

adre. No descubrirás la desnudez de la ermana de tu madre-, es carne' de tu madre. No descubrirás la desnudez del hermano de tu padre; no te acercarás a su mujer; es tu tía. 15 No descubrirás la desnudez de tu nuera; es la mujer de tu hijo; no descubrirás su desnudez. 1®No descubrirás la desnudez de la mujer de tu hermano; es la desnudez de tu hermano. 17 No descubrirás la desnudez de una mujer y la de su hija, ni tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija para descubrir su desnudez; son parientas cercanas-, sería un crimen. 18 No tomarás a una mujer juntamente con su hermana, haciéndola rival de ella y descubriendo su desnudez mientras viva la primera. l8 Tampoco te acercarás a una mujer en la impureza de su inmundicia para descubrir su desnudez. 2°No te juntes carnalmente con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella. 2l No darás ningún hijo tuyo para consaCAPÍTULO XVIII grarlo' a Moloc; no profanarás asi el nombre UNIONES ILÍCITAS E INCESTUOSAS. 1 Habló de tu Dios. Yo soy Yahvé. Yahvé a Moisés, diciendo: ^'Habla a los ^ N o te acostarás con varón como con muhijos de Israel y diles: Yo soy Yahvé vuestro jer; es abominación. ^ N o te copularás con Dios. 3 No hagáis lo que se hace en la tierra bestia, contaminándote con ella. La mujer no de Egipto, donde habéis morado; ni hagáis lo se pondrá delante de una bestia para unirse que se hace en el país de Canaán adonde Yo con ella; es cosa perversa. M No os manchéis os llevo; no sigáis sus costumbres. 4Cumplid con ninguna de estas (abominaciones), pues mis mandamientos y guardad mis preceptos, con ellas se han contaminado las naciones que caminando por ellos. Yo soy Yahve, vuestro Yo voy a arrojar de vuestra vista, **Se ha Dios. 'Guardad mis mandamientos y mis pre; manchado el país, por lo cual castigaré su ceptos. El hombre que los cumpliere vivirá maldad, y el país vomitará a sus habitantes. por ellos. Yo soy Yahvé. '•Vosotros, pues, guardad mis preceptos y mis •Ninguno de vosotros se acerque a una leyes, y no cometáis ninguna de estas abomiconsanguínea suya7 para descubrir su desnudez. naciones, tanto los de vuestro pueblo, como Yo soy Yahvé. No descubrirás la desnudez los extranjeros que moran entre vosotros. de tu padre, ni la desnudez de tu madre. Es "Porque todas estas abominaciones han cometu madre; no descubrirás la desnudez de ella. tido los hombres de aquella tierra, anteriores •No descubrirás la desnudez de la mujer de a vosotros, y por eso se ha contaminado el tu padre; es la desnudez de tu padre. •No país. '•Mirad, no sea que os vomite la tierra, descubrirás la desnudez de tu hermana, hija cuando la contaminéis, como 29vomitó a las de tu padre o hija de tu madre, nacida en naciones anteriores a vosotros; porque todos casa o fuera de ella. 10 No descubrirás la los que cometan una de estas abominaciones, desnudez de la hija de tu hijo o de la hija todos ellos serán exterminados de en medio de tu hija, pues es tu propia desnudez. " N o de su pueblo. '•Guardad, pues, mis precepdescubrirás la desnudez de la hija de la mujer tos; no practiquéis ninguna de estas costumde tu padre, engendrada dé tu padre, que es bres abominables que se practicaban antes de tu hermana. 12 No descubrirás la desnudez de vosotros, ni os contaminéis con ellas. Yo soy la hermana de tu padre; es carne de tu Yahvé, vuestro Dios."

de vosotros comerá sangre; tampoco coma sangre el extranjero que mora en medio de vosotros. 13 Todo hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que habitan en medio de ellos, que cazare un animal o un ave que es lícito comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. "Porque la vida de toda carne es su sangre, en ésta consiste su vida. Por eso mando a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de carne alguna, pues la vida de toda carne es su sangre. Quienquiera la comiere, será exterminado. 15 Quien de vuestra gente o de los extranjeros comiere carne mortecina, o presa (de •fieras), layará sus vestidos, se bañara en agua, y quedará impuro hasta la tarde; después será puro. 18Si no los lava ni baña su cuerpo, pagará su iniquidad."

14

1 ss. Este capítulo contiene los impedimentos maCAPÍTULO X K trimoniales y fija los grados de parentesco entre los cuales la unión matrimonial está prohibida. La ley DIVERSAS LEYES MORALES. 'Habló Yahvé a mosaica prohibe terminantemente el matrimonio entre 2 consanguíneos en línea recta, y hasta el segundo Moisés, diciendo: "Habla a toda la Congregrado de la línea colateral (con algunas excepciones). 21. Moloc, dios de los ammonitas, al cual los deCondena el adulterio, los vicios contra naturaleza y cualquier clase de perversidad sexual. Es admirable votos de este ídolo ofrecían niños, entregándolos al con qué franqueza aqui se descubren las monstruo- fuego (Jer. 32, 35; Ez. 20, 26). En tiempos de sidades de la inmoralidad y la severidad con que los reyes este culto atroz cundió tanto en el reino Dios protege la santidad del matrimonio y de la de Israel como en el de Judá (IV Rey. 16, 3; 17, 17; 21, 6; 23, 10; Is. 57, 5; Jer. 7, 30-32; 19,1-13, etc.;. familia. Cf. 15, 18 y nota. 5. Vivirá por ellos: Se refiere en primer lugar a 22. Cf. Rom. 1, 24 ss. la vida temporal; promesa repetida muchas veces en 24. | He aqui una explicación de la crudeza con el Antiguo Testamento. Lo que no excluye que los que el Sefier Dios de toda santidad habla de estas justos podían esperar la vida eterna, por la fe y cosas! Como el buen padre abre los ojos del hijo esperanza en el Mesías (S. Tomás). Así lo muestra inexperto que corre peligro en un mal ambiente, así Jesús en Mat. 19, 16-17. San Pablo cita este pa- previene £1 a su pueblo escogido. saje en Rom. 10, 5 y Gal. 3, 12, mostrando que la 2. Sed sanios: Este asombroso precepto, que coinverdadera vida viene de la fe en Jesucristo. cide con el de Cristo, que dice: "Sed perfectos com6

LEVITICO 1», 2-22

gación de los hijos de Israel y diles: Sed santos; 3 porque Yo, Yahvé vuestro Dios, soy santo. Respete cada cual a su madre y a su padre, y guardad mis sábados. Yo soy Yahvé, vuestro Dios. 4 No os volváis hacia los ídolos, ni os hagáis dioses fundidos. Yo soy Yahvé, vuestro Dios. 5 Cuando presentéis un sacrificio pacífico a Yahvé, ofrecedlo voluntariamente. *La víctima se ha de comer el mismo día en que la inmolareis, y al ' día siguiente; y lo que sobrare hasta el día tercero, será entregado al fuego. 'Si se comiere algo al tercer día, esjando ya en putrefacción, no será acepto. *E1 que lo coma pagará su iniquidad; porque está profanando lo consagrado a Yahvé. Tal persona será extirpada de entre su pueblo. 9 En la recolección de la mies de vuestra tierra no segarás hasta el límite de tu 10 campo, ni respigaras los restos de tu mies. Tampoco harás rebusca en tu viña, ni recogerás

141 en tu viña las uvas caídas; las dejarás para el pobre y para el extranjero. Yo soy Yahvé, vuestro Dios. _ u N o hurtaréis; no usaréis de engaño o mentira12 entre vosotros. No juraréis en falso por mi nombre, ni profanarás el nombre de Dios. Yo soy Yahvé. 13 No oprimirás a tu prójimo, ni le despojarás. No quede el salario del jornalero en tu mano hasta el día siguiente. M No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo ante el ciego, sino que temerás a tu Dios. Yo soy Yahvé. 15 Siendo juez no hagas injusticia, ni en favor del pobre, ni por respeto al grande. Juzgarás a tu prójimo según justicia. 1 *No andes sembrando calumnias por entre tu pueblo; no te cruces de brazos cuando esté en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy Yahvé. " N o odies en tu corazón a tu hermano, pero reprende a tu prójimo, para que no lleves pecado por él. 18 No tomarás venganza, ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Yahvé. 19 Guardad mis mandamientos. No hagas que tus bestias se mezclen con las de otra especie. _ No siembres tu campo con dos clases distintas de semillas. No lleves vestido tejido de dos clases de hilo. 20 Si un hombre duerme con una mujer, teniendo con ella comercio carnal, y ella es sierva y desposada a otro, sin que haya sido rescatada, ni puesta en libertad, serán castigados (ambos), mas no con la muerte, porque ella no era libre. 21E1 hombre ofrecerá por su culpa a Yahvé un carnero, como sacrificio por el delito, a la22 entrada del Tabernáculo de la Reunión. Con el camero ofrecido por el delito el sacerdote hará expiación por

vuestro Padre celestial es perfecto" (Mat. 5, 48), ha provocado los más diversos comentarios. No podemos imitar a Dios en su poder, en su magnificencia ni en otras perfecciones, dice S. Jerónimo, pero podemos imitarle de lejos en su humildad, en su mansedumbre y en su caridad. S. Gregorio Nazianceno busca la solución en la definición de la perfección y santidad, preguntándose: "¿Qué es santidad?", y contesta: "Es contraer el hábito de vivir con Dios". Santa Catalina de Siena, de acuerdo con Sto. Tomás (Iallae, q. 184, a. 1) responde que la perfección consiste especialmente en la caridad, primero en el amor a Dios, y luego en el amor al prójimo (Garrigou-Lagrange. La Providencia y la Confianza en Dios, p. 248). Esta explicación es auténticamente bíblica, pues si Dios es esencialmente amor, como dice San Juan en I Juan 4, 8 y 16. no podemos hacernos semejantes a Él sino imitando su amor, y puesto que £1 ama infinitamente a su Hijo Unigénito, su imagen (Col. 1, 15) y "la impronta de su substancia" (Hebr. 1, 3), estamos unidos a Él por nuestro amor a su Hijo. Ésto nos revela el mismo Jesús cuando dice: "Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y en él haremos morada" (Juan 14, 23). {Puede acaso haber en el alma santidad y perfección mayor que esta que es fru12. El Señor Jesús recuerda este y otros precepto del amor a Jesús? El Apóstol de los Gentiles ve tos en el Sermón de la ¡Montaña (Mat. 5, 33). lógicamente en el amor "el vínculo de la perfección" 13. El que no tiene otros recursos que lo que ga(Col. 3, 14), es decir, el lazo de unión vital con na cada día por el trabajo de sus manos, se ve en el Santo, por excelencia. Este camino de la perfec- la necesidad de cobrar diariamente el jornal que le ción que se nos ha abierto por Jesucristo, es mu- corresponde. Retenerle el salario es, según el apóscho más corto que el trazado en este capítulo, pues tol Santiago (5, 4), un crimen que clama al cielo. bajo la Ley antigua faltaba ese estrecho lazo de A este clamor que sube sin cesar hasta el trono unión, el vinculo de amor personificado entre Dios del Altísimo se asocian todos los explotados por los y los hombres, el Cristo encarnado, nuestro herma- modernos sistemas económicos. Cf. Jer. 22, 13; Tob. no. Por eso, el mejor regalo que S. Pablo puede 4, 15. pedir para sus hijos espirituales, es desearles que 16. Véase Ex. 23, 1; S. 14, 3; 49, 20. todos amen con incorruptible amor a nuestro Se17. Véase I Juan 2, 9-11; 3, 10; Mat. 18, 15 ss. ñor Jesucristo (Ef. 6, 24). Cf. 11, 44 y nota; 20, 18. Amarás a tu fríjimo como a tí mismo: Pocos 7 y 26; 21, 8. saben que este pasaje está ya en el Antiguo Testa3. Guardad mis tobados: Cf. Gen. 2, 3; Lev. 23, mento. Sin embargo este gran mandamiento no pudo imponerse en el pueblo israelita porque los judíos es3; Mat. 12, 1. 9 ss. Las leyes sociales de la Ley de Moisés son tendían por prójimos, no a todos los hombres, y de incomparables y hasta hoy no superadas; no porque ninguna manera a los enemigos, sino solamente a loa fuesen ideadas por sociólogos, aunque Moisés fué un de su nación y los extranjeros que vivían entre ellos. excelente promotor del bienestar de su pueblo, sino Por lo cual los escribas explicaban la Ley de Moiporque están incluidas en el código de santidad y tie- sés en el sentido: Amarás a tu amigo y tendrás nen por motivo la santidad de Dios, quien no puede odio a tus enemigos, como se colige de Mat. 5, 43. ermitir que un miembro de su pueblo, por mas po- Este precepto es citado nueve veces en el Nuevo Tesre que sea, resulte perjudicado. "Las Sagradas Es- tamento. crituras del Antiguo Testamento son un don del Es19. La prohibición de cruzar razas de animales y píritu de santidad, y, por consiguiente, una escue- mezclar semillas recordaba al pueblo israelita su mila del orden moral y social" (Cardenal Faulhaber). sión de mantenerse puro y no mezclarse con otros Véase 23, 22; Ex. 22, 26 s.; 23,3 y nota; Deut. 24, pueblos (Sto. Tomás). Dos clases de hilo: lana y 12 ss.; III Rey. cap. 21; Is. 5, 8 s., etc. lino.

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él ante Yahvé por el pecado cometido, y se le perdonará este pecado. ^Cuando después de entrar en la tierra plantéis todo género de árboles frutales, consideraréis su fruto como incircunciso; por tres años lo consideraréis como incircunciso; no se comerá. MA1 cuarto año todos sus25 frutos serán consagrados en loor de Yahvé. Y desde el quinto año comeréis de su fruto; rendirán entonces mayor fruto. Yo soy Yahvé, vuestro Dios. . x t>ío comáis nada con sangre. No practiquéis adivinación, ni magia. 37 No raeréis en forma redonda las extremidades de vuestra cabellera, ni cortarás los bordes de tu barba. 28 No haréis sajaduras en vuestra carne, a causa de un muerto; ni os imprimiréis tatuaje. Yo soy_ Yahvé. 29 No profanarás a tu hija, prostituyéndola; no sea que la tierra se entregue a la fornicación y se llene de maldad. ^Guardad mis sábados y respetad mi Santuario. Yo soy Yahvé, 31 No consultéis a los que evocan a los muertos, ni a los adivinos. No andéis en busca de ellos para no contaminaros con ellos. Yo soy Yahvé, vuestro Dios. ^Levántate ante las canas y honra el rostro del anciano. Teme a tu Dios. Yo soy Yahvé. C u a n d o un extranjero morare entre vosotros, en vuestra tierra, no le oprimáis. ^El extranjero que morare entre vosotros, os sea como uno de vuestro pueblo. Le amarás como a ti mismo; pues extranjeros habéis sido vosotros en la tierra de Egipto. Yo soy Yahvé, vuestro Dios. ^ N o hagáis injusticia en los juicios, ni en las medidas de longitud, ni en el peso, ni en las medidas de capacidad. 36Tened balanza justa, peso justo, efa justo e hin justo. Yo soy Yahvé, vuestro Dios, que os saqué del país de Egipto. 37 Guardad todos mis preceptos y todos mis mandamientos, y ponedlos en práctica. Yo soy Yahvé."

LEVITICÓ 19, 22-37; 20, 1-1S

CAPÍTULO XX x SANCIONES: Yahvé habló a Moisés y dijo: 2 "Di a los hijos de Israel: Cualquier hombre de entre los hijos de Israel o de los extranjeros que habitan en Israel, si entregare uno de sus hijos a Moloc, será muerto irremisiblemente; el pueblo del país lo apedreará. 3 Yo mismo volveré mi rostro contra el tal hombre y lo extirparé de en medio de su pueblo, por haber dado un hijo suyo a Moloc, contaminando mi 4Santuario y profanando mi santo nombre. Si el pueblo del país apartare sus ojos de ese hombre que dio uno de sus hijos a Moloc, y no le diere muerte, 5 yo mismo volveré mi rostro contra aquel hombre y contra su familia, y le extirparé de entre su pueblo, a él y a todos los que como él se prostituyan a Moloc. •Si una persona consultare a los que evocan a los muertos, y a los que adivinan, fornicando en pos de ellos, Yo volveré mi rostro contra ella y la extirparé de en medio de su pueblo. 'Santifícaos y sed santos; porque Yo soy Yahvé, vuestro Dios. 'Guardad mis leyes y cumplidlas. Yo soy Yahvé quien os santifico. 9Quien maldiga a su padre o a su madre será muerto sin remedio; na maldecido a su padre o a su madre; recaiga sobre él su sangre. 10 E1 hombre que cometa adulterio con la mujer de otro, con la mujer de su prójimo, ambos serán muertos irremisiblemente, tanto el Uadúltero como la adúltera. E1 que se acueste con la mujer de su padre, descubre la desnudez de su padre; ambos serán muertos irremisiblemente; recaiga sobre ellos su sangre. 12E1 hombre que se acueste con su nuera, mueran ambos; han hecho cosa abominable; su sangre reeaiga sobre ellos. 13 E1 que se acueste con varón, como se hace con mujer; ambos _ a dos han cometido abominación: mueran irremisiblemente; su sangre recaiga sobre ellos. 14 Si uno toma por mujeres a la hija y a la madre, es un crimen. Serán entregados a las llamas tanto él como ellas, para que no haya tal crimen en medio de vosotros. l5 El que se ayuntare con bestia, muera irre-

24. Los primeros frutos de los árboles frutales pertenecían a Yahvé, del mismo modo que los primogénitos de los hombres y de los animales y los primeros granos maduros. Cf. 23, 10; Ez. 22, 29; 2. El pueblo del país es el pueblo de Israel. La 23, 16. pena de muerte se entiende de los que consagraban 27. Estas disposiciones, por extrañas que parez- sus hijos a Moloc. Cf. 18, 21. La consagración se can, revisten gran importancia para la religión de realizaba de una manera bestial, siendo entregado Israel. Todas estas costumbres prohibidas estaban en el hijo alt fuego. ¡ Con qué cariño se queja el Señor relación con el paganismo (Deut. 14, 1; Is. 15, 2; de los hijos de su pueblo, víctimas de. tal abominaJer. 9, 26; 25, 23), especialmente la última. Los gen- ción en Jer. 32, 351 tiles creían honrar a sus dioses con la sangre de he5. Se prostituyan: o sea, den culto. La Biblia dice ridas e incisiones que hacían en el cuerpo para ex* "prostitución" y "fornicación" en vez de idolatría, presar el duelo. Véase 21, 5; Jer. 16, 6; 41, 5. Te- porque las relaciones de Dios con su pueblo son un nían su origen en la idea de ofrecer la propia san- místico desposorio, siendo Yahvé el Esposo e Israel gre a los demonios para aplacarlos. la Esposa, así como en el Nuevo Testamento Cristo 31. Cuanto más afloja la fe, tanto más se extiende es el Esposo de la Iglesia (Ef. 5, 25; Apoc. 19, 7). la superstición, la magia y el ocultismo. Las gran7. Sed santos: Véase 11, 44 y nota, y especialmendes ciudades modernas tienen más adivinos, astrólo- te 19, 2 y nota. Cf. v. 26; 21, 8. gos y ocultistas que sacerdotes. "Es una suprema 10. Véase el episodio de la mujer adúltera en Juan injuria que hacemos a Dios." Nos apoyamos sobre 8, 5, y el de Susana en Dan. 13. Cf. Ex. 20, 14; la mentira, "sobre un brazo de carne", rehusamos Deut. 22, 22. Jesucristo explica esta ley en Ma.t. 5, la ley de Dios, la única que puede alumbrar nuestro 27, diciendo: "Quienquiera mire a una mujer codisendero. ciándola, ya cometió con ella adulterio en su co36. Cf. Prov. 11, 1; 16, 11; 20, 23. razón."

LEVITICO 20, 18-27; 21, 1-15

143 16

irrisiblemente. Mataréis también la bestia. Si una mujer se acerca a una bestia para ayuntarse con ella, matarás a la mujer y a la bestia. Morirán irremisiblemente; recaiga sobre ellos su sangre. 17 E1 que tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, viendo así la desnudez de ella, y ella viendo la desnudez de él, es cosa vergonzosa. Se les dará muerte en presencia de los hijos de su pueblo; ha descubierto la desnudez de su hermana; llevará su iniquidad. 18 E1 que se acostare con mujer que padece la indisposición mensual, descubriendo la desnudez de ella, ha descubierto su flujo y ella también ha descubierto el flujo de su sangre. Ambos serán extirpados de entre su pueblo. :9 No descubras la desnudez de la hermana de tu madre, ni de la hermana de tu padre, porque es desnudar su propia carne; por eso llevarán su iniquidad. 20E1 que se acostare con su tía, descubre la desnudez de su tía. Llevarán su pecado; morirán sin prole. 21Si uno se casa con la mujer de su hermano, hace cosa impura, pues descubre la desnudez de su hermano; quedarán sin hijos. EXHORTACIONES. ^Guardad, pues, todas mis leyes y todos mis preceptos y cumplidlos, no sea que os23vomite el país adonde os llevo para habitarlo. No caminéis según las costumbres de los pueblos que Yo voy a expulsar de vuestra vista; pues por haber hecho ellos todas esas cosas les tengo asco. ^Mas a vosotros os he dicho: Poseeréis su tierra, la que Yo os daré en herencia, tierra que mana leche y miel. Yo soy Yahvé, vuestro Dios, que os he separado de los demás pueblos. ''Habéis de hacer distinción entre animales puros e impuros, y entre aves impuras y puras; y no os contaminéis, ni con animales, ni' con aves, ni con lo que anda arrastrándose por el suelo. Todas esas cosas os he señalado como impuras. 26Sed, pues, santos para Mí, porque Yo, Yahvé, soy santo; y os he elegido de entre 10$ pueblos, para que seáis míos. ^TLl hombre o la mujer que evoque a los muertos o que se dedique a la adivinación muera irremisiblemente; serán apedreados; recaiga sobre ellos su sangre." CAPÍTULO XXI LEYES PARA LOS SACERDOTES.

1

Dijo Yahvé a

Moisés: "Habla a los sacerdotes, hijos de 20. Morirán sin prole. Cf. la misma amenaza en el vers. siguiente. No tener descendencia se consideraba como una pena gravísima en aquel pueblo que aguardaba al Mesías en uno de sus hijos. 27. El hombre... que evoque a los muertos: I,a evocación de los muertos se prohibe ya en el v. 6 y en 19, 31. Iva Vulgata traduce: El hombre o la mujer en quienes hubiere espíritu pitónico. Entre los pueblos paganos había pitones y pitonisas que practicaban ese arte mágico y otras formas del ocultismo. Véase la pitonisa de Endor (I Rey. 28, 7) y la de Filióos (Hech. 16, 16 ss.). Cf. 19, 31 y nota; Deut. 18, 11.

Aarón, y dües: Nadie se2 haga impuro si muere uno de su pueblo, a no ser un consanguíneo cercano suyo, como su madre, su padre, su hijo, su hija, su hermano, 3 o una hermana suya, virgen, que viva con él y no haya sido desposada aún. Por ésa puede contaminarse. 4Pues siendo él un jefe en medio de su pueblo no debe contaminarse, haciéndose profano. s (Los sacerdotes) no se raparán la cabeza, ni se cortarán los bordes de su barba, ni se harán sajaduras en su carne, dantos han de ser para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios; pues son ellos los que presentan los sacrificios que se queman en honor de Yahvé, el pan de su Dios; han de ser santos. TNo tomarán mujer prostituta ni deshonrada, ni tampoco tomarán mujer repudiada de su marido; porque 8(el sacerdote) está consagrado a su Dios. Lo tendrás por santo, porque él es quien presenta el pan de tu Dios; por tanto será santo para ti; pues santo soy Yo, Yahvé, que os santifico. 9Si la hija de un sacerdote se deshonra, prostituyéndose, a su padre deshonra; será entregada al fuego. 10 E1 Sumo Sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fué derramado el óleo de la unción y que ha sido consagrado para vestir las vestiduras, no desgreñará sus cabellos ni rasgará sus vestidos. "Tampoco se acercará a ningún muerto; ni siquiera por su padre o por su madre ha de contaminarse. 12 No saldrá del Santuario ni profanará el Santuario de su Dios; pues la consagración del óleo de la unción de su Dios está sobre él. Yo soy Yahvé. ls Tomará por esposa una vir14 gen. No se casará con viuda, ni repudiada, ni deshonrada, ni prostituida, sino que tomará por esposa una virgen de entre su pueblo. 15 Así no deshonrará su descendencia en me4 ss. Siendo él un tefe: Para comprender este precepto hay que tener presente que en la Antigua Ley la santidad dependía de los ritos y ceremonias exteriores, mientras que en el Nuevo Testamento vale la ley del espíritu. Es lo que explicó Jesús a la samaritana (Juan 4, 23; véase allí la nota). Si el sacerdote ha de ser santo, es evidente que no puede contaminarse con aquellas cosas que, según este mismo concepto, son impuras y opuestas a la santidad, como p, ej., tocar un cadáver, salvo las pocas excepciones indicadas en los vers. 2 y 3. A la misma regla obedecen también las prohibiciones de los vers. 5 ss. Al sumo Sacerdote que llevaba en su mitra una lámina que señalaba su santidad (Ex. 28, 36) y que por lo tanto tenía que ser más santo que los demás sacerdotes, se le prohibía tocar aún el cadáver de su padre y de su madre u ostentar otras señales de duelo (v. 10 s.). |Qué durezal, dirá el mundo; pero es Dios quien lo manda, y Dios no es duro, sino bueno y clemente. Si Él lo prescribe es porque fué necesario para inculcar al pueblo la idea de la santidad. 5. Sobre estas prohibiciones véase 19, 27 y nota, 8. Santo soy Yo: Véase 11, 44; 19, 2 y notas. 9. Véase 4, 3 ss. nota. 10. S. Jerónimo aplica estos preceptos al cristiano que aspira a la santidad, "para que el alma, dedicada exclusivamente a los sacrificios de Dios, y toda envuelta en sus misterios, no sea obstaculizada por ningún otro afecto, ¿No prescribe el Evangelio con otras palabras la misma cosa, a saber que el discípulo renuncie a su casa y que no dé sepultura a su padre difunto?" (Ad Paulam). Cf. Mat. 8, 21 s.; Luc. 9, 59 s.

144 dio de su pueblo, pues soy Yo Yahvé quien le santifico." IRREGULARIDADES- 16Y habló Yahvé a Moisés y dijo: ""Habla a Aarón y dile: Ninguno de tu descendencia, durante (todas) sus generaciones, que tenga un defecto corporal, se acercará a presentar el pan de su Dios; l8 porque ningún hombre que tenga defecto corporal, ha de acercarse; ni ciego, ni cojo, ni mutilado, ni desproporcionado, 19ni hombre que tenga quebrado el pie o la mano; soni jorobado, ni débil, ni enfermo de los ojos, ni sarnoso, ni tinoso, ni eunuco. 21Ninguno de la estirpe de Aarón que tenga un defecto corporal puede acercarse para ofrecer los sacrificios que se queman en honor de Yahvé. Tiene un defecto corporal, y por eso no puede acercarse para ofrecer el pan de su Dios. ^ i n embargo podrá comer del pan de su Dios, de las cusas santísimas y de las santas-, 23 mas no penetrará hasta el velo ni se llegará al altar, porque tiene defecto, no sea que profane mis cosas santas; pues Yo soy Yahvé, que los santifico." ^Moisés dijo esto a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel. CAPÍTULO XXII LAS COMIDAS SAGRADAS. 'Habló Yahvé a Moisés y dijo: ^'Di a Aarón y a sus hijos que respeten las ofrendas santas que los hijos de Israel me consagran y que no profanen mi santo nombre. Yo soy Yahvé. 3Diles: Cualquiera de todo vuestro linaje de vuestras generaciones que siendo, impuro se acercare a las cosas santas que los hijos de Israel consagran a Yahvé, será extirpado delante de Mí. Yo soy Yahvé. 4Ninguno de la estirpe de Aarón que sea leproso o tenga flujo, comerá de las cosas santas, hasta que se purifique. El que tocare a una persona contaminada por contacto con un cadáver, o5 el que haya tenido un derrame de semen, o haya tocado algún reptil que lo contaminó, o a una persona que le contaminó con cualquier clase 17. Los sacerdotes que adolecían de anormalidades corporales y no podían ejercer perfectamente su ministerio, hubieran dado lugar a escándalos. Sin embargo, podían comer de los panes de. la proposición y de las oblaciones. Véase el vers. 22. También la Iglesia exige que el sacerdote sea sin defecto corporal. 22. El pan de su Dios: Admiremos esta expresión de cariño paternal. I El mismo Dios jubila a los sacerdotes que por defectos corporales no pueden trabajar en el Santuario, y los hace participar en las oblaciones ofrecidas a £11 (Cf. v. 17 y nota.) 1 ss. Los preceptos de este capítulo se refieren a los sacerdotes, los que como ministros del Santuario tenían el derecho de vivir del mismo, pues "el obrero es acreedor a su salario", como dice Jesús al dar a los apóstales' la misión de predicar (Mat. 10, 10). San Pablo, que personalmente renunciaba a todos Ion emolumentos del ministerio apostólico, reconoce ese mismo principio para sus compañeros; pues dice: "i No sabéis que los que desempeñan funciones sagradas, viven del Templo, y los que sirven al altar, del altar participan? Así también ha ordenado el Señor que los que anuncian el Evangelio, vivan del Evangelio" (I Cor. 9. 13 s.).

rjsvmco a, «-»; ss. 1.23 de impureza: Squien tocare estas cosas, quedará impuro hasta la tarde, y no comerá de las cosas santas, sino que lavará su cuerpo con agua; 'y después de la puesta del sol quedará limpio y podrá comer de las cosas santas, pues son su alimento. 8 No comerá de bestia muerta o desgarrada (por fieras), para no contaminarse con ella. Yo soy Yahve. "Que guarden mis preceptos, no sea que cargados de pecados mueran por ellos, por haber profanado (lo10 santo). Yo soy Yahvé, que los santifico. Ningún extrañor comerá de las cosas santas; tampoco ningún huésped del sacerdote ni jornalero suyo coma de las cosas santas. n Pero el esclavo comprado por el sacerdote con su dinero, éste podrá comer de ellas, también los siervos 12 nacidos en su casa podrán comer de su pan. La hija de un sacerdote casada con hombre extraño, no podrá comer de 13lo que ha sido alzado de las cosas santas. Mas si la hija del sacerdote quedare viuda o repudiada, sin tener hijo, y volviere a la casa de su padre, podrá comer del pan de su padre, como en su juventud; pero ningún extraño comerá de él. l4 Quien por ignorancia comiere de cosa santa, la restituirá al sacerdote, añadiendo una quinta parte. 15 No profanen, pues, (los sacerdotes) las cosas santas ofrecidas por los hijos de Israel a Yahvé; le pues los cargarían con la iniquidad del de-' lito que cometen al comer de sus cosas santas. Yo soy Yahvé, que los santifico." SANTIDAD DE LAS VÍCTIMAS.

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Habló Yahvé a

Moisés, diciendo: 18"Habla a Aarón y a sus hijos y a todos los hijos de Israel y diles: Si alguno de la casa de Israel, o de los extranjeros residentes en Israel, presenta su oblación, sea en cumplimiento de su voto, o como ofrenda voluntaria suya,18 si la presenta a Yahvé como holocausto, la víctima, a fin de alcanzaros gracia, ha de ser macho sin tacha: buey, oveja o cabra. ^ N o ofrezcáis nada que tenga defecto, pues no será aceptado de vuestras manos. 21Si alguno ofrece a Yahvé ganado mayor o ganado menor como sacrificio pacífico, sea en cumplimiento de un voto, sea como ofrenda voluntaria, ha de ser sin defecto para que sea acepto. No debe tener defecto alguno. ^Animal ciego, o cojo, o mutilado, o ulcerado, o sarnoso, o roñoso no presentaréis ante Yahvé, ni quemaréis nada de ellos en el altar para Yahve. ^ u e y u oveja que tenga un miembro demasiado largo o demasiado corto, los podrás presentar como 9. Para que no mueran en el Santuario como Nadab y Abiú. Cf. cap. 10. 15. Los cargarían, etc.: [Qué verdad tan tremenda! El pueblo participa en la maldad de los sacerdotes de la misma manera que es participe de sus bendiciones. ¿No dice lo mismo el refrán: "Qualis rex, talis grex"? Meditemos en lo que dice Yahvé a los sacerdotes por medio del profeta Malaquías: "Vosotros habéis escandalizado a muchísimos, haciéndoles violar la L e y . . . por eso también Yo o> he hecho despreciables y viles delante de todo el pueblo" (Alai. 2, 8 s.). El sacerdote que desprecia la Ley de Dios, es objeto del desprecio del pueblo.

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LEVTTICO 22, 23-33; 23, 1-15

ofrenda voluntaria, mas para voto no serán aceptos. ^Animal que tenga los testículos aplastados, majados, arrancados o cortados, no lo habéis de ofrecer a Yahvé. No hagáis esto en vuestra tierra. ^Nada recibiréis de la mano del extranjero como pan de vuestro Dios, porque sus ofrendas son corrompidas; hay defecto en ellos; no-serán aceptadas de vuestras manos." ^Y habló Yahvé a Moisés, diciendo: ""Cuando nace un ternero, o cordero, o cabrito, quedará siete días con su madre; y desde el día octavo en adelante, será agradable para ser ofrecido a Yahvé en sacrificio por el fuego. ^ N o inmoléis en el mismo día, vaca u oveja juntamente con su cría. ^Al ofrecer a Yahvé un sacrificio en acción de gracias, lo habéis de ofrecer de tal S0 modo que sea aceptado de vuestras manos. Será comido ese mismo día; no dejaréis nada de él hasta la mañana. Yo soy Yahvé. 31 Guardad mis mandamientos y cumplidlos. Yo soy Yahvé. M Y no profanéis mi santo nombre, pues Yo he de ser santificado en medio de los hijos de Israel. Yo soy Yahvé [ue os santifico, 'ty ueblo se acoge a la oración de la Iglesia en una continua invocación de la divina misericordia. 23 s. La mujer ha de beber el juicio de Dios. S. Pablo alude a esta idea en I Cor. 11, 29, donde habla de los que comulgan indignamente y dice: "El que come y bebe, no haciendo distinción del Cuerpo (de Cristo), come y bebe su propio juicio". 28. Tendrá hijos: De aquí se deduce que las maldiciones de los vv. 21 y 22 acarreaban a la culpable enfermedades y esterilidad. 31. Pagará su iniquidad, ya con el cumplimiento de las maldiciones, ya con la muerte (véase Lev. 20, 10 y Deut. 22, 22). Meditemos, frente a esto, los excesos de la misericordia de Jesús en el episodio de la mujer adúltera (Juan 8, l - l l ) . 2 ss. El nazareato es una de las instituciones mis sagradas del Antiguo Testamento. Nazareo significa "separado": el nazareo se segrega 'del mundo y sus placeres, para consagrarse por completo a Dios, sea por determinado tiempo o para siempre. De ahí que el nazareo no pueda tomar bebidas embriagantes, puesto que éstas son símbolos de los placeres f mundanos. Tenía que evitar la presencia de un cadáver, ya que el cadáver es imagen de la corrupción o impureza. Tampoco podía cortarse la cabellera, porque> toda su persona pertenecía a Dios. La Ley autorizaba también

a las mujeres a hacer el voto del nazareato. Comúnmente duraba treinta días, pero podía ser emitido para toda la vida. Así. por ejemplo, por orden de Dios, Sansón fué destinado al nazareato ya antes de nacer (Juec. 13, 5). De igual manera .Samuel fué consagrado por su madre Ana (I Rey. 1, 11). y la consagración de San Juan Bautista la anuncia el Ángel en Luc. 1, 15. Otros ejemplos de nazareato se encuentran en los Hechos de loa Apóstoles (18, 18; 21, 23 ss-). El apóstol Santiago el Menor siguió observando todo el rigor de la disciplina de los nazareos; lo cual explica la veneración que los mismos judíos tenían por él. Ejemplos de mujeres nazareas nos relatan Fia vio Josefo y la Mischna (Berenice, hermana del Rey Agripa, y Helena, reina de Adiabene). El Nazareo por excelencia fué Jesús (cf. Mat. 2, 23; Is. 11, 1), por su perfecta separación del mundo (Hebr. 7. 26). y por no cumplir su propia voluntad sino la del Padre (Juan 4, 34; 5, 30; 6, 39). El nazareato es, según San Gregorio, figura de los santos solitarios y de los religiosos que se separan del mundo para vivir con Dios. La figura ha sido superada en el Nuevo Testamento, pues los ritos del Antiguo Testamento eran solamente pedagogos que preparaban a la humanidad para Cristo (Gal. 3, 24). En Luc. 10, 41 Jesús enseña expresamente la superioridad de la vida contemplativa. 15. Panes ácimos: Cf. Ex. 12, 8 y nota.

NUMEBOS 6. J5-27: 7, 1-1»

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tamente con la oblación y las libaciones respectivas. l6 El sacerdote lo presentará delante de Yahvé, y ofrecerá su sacrificio por el pecado y su holocausto: "Ofrecerá también a Yahvé el carnero como sacrificio pacífico, junto con el canasto de los panes ácimos; después presentará el sacerdote h ofrenda y la libación. 18E1 nazareo raerá la cabeza de su nazareato a la entrada del Tabernáculo de la Reunión; y tomando su cabellera consagrada, la echara al 19fuego que arde debajo del sacrificio pacífico. E1 sacerdote tomará entonces la espaldilla, ya cocida, del carnero, una torta ácima del canasto y_ una galleta sin levadura, y los pondrá en las" manos del nazareo, después que este se haya raído la cabeza consagrada. ^ Y los mecerá el sacerdote como ofrenda mecida ante Yahvé —es cosa santa que pertenece al sacerdote, a más del pecho mecido y de la espaldilla alzada— y después podrá el nazareo beber vino. 21 Ésta es la ley del nazareo que ha hecho voto, y de su oblación a Yahvé con motivo de su nazareato, fuera de lo que agregue según sus recursos. Conforme al voto que haya hecho, así ha de hacer, además de lo ordenado por la ley del nazareato." LA BENDICIÓN SACERDOTAL.

22

Habló Yahvé a

Moisés, diciendo: ^"Habla a Aarón v a sus hijos, y diles: De esta manera bendeciréis a los hijos de Israel; les diréis: 24 ¡Yahvé te bendiga y te guarde! 25 ¡Haga Yahvé brillar sobre ti su Rostro y tenga misericordia de ti! 26 ¡Vuelva Yahvé su Rostro hacia ti y te conceda la paz! 27 Así pondrán mi Nombre sobre los hijos de Israel, y Yo los bendeciré."

21. Según sus recursos; literalmente: lo que alcanzaren sus manos, es decir, los sacrificios que quiera ofrecer voluntariamente. 24 ss. H e aquí la fórmula clásica de la bendición litúrgica del Antiguo Testamento (cf. Ecli. 50, 22). Es la que hoy llamamos Bendición de S. Francisco. El alma cristiana descubre en la triple repetición del nombre de Yahvé una intima revelación del Dios Uno y Trino; pues diciendo: Yahve te.., guarde, indica el poder y la protección del Padre; y diciendo: haga Yahvé brillar sobre ti su Rostro y tenga misericordia de ti, señala al Hijo como Mediador de la gracia y misericordia. Yahvé . . . te conceda la paz, es la manifestación del Espíritu Santo, pues la paz es fruto del Espíritu Santo (Gal. 5, 22). Fray Luis de León, refiriéndose a la manifestación de Cristo bajo el nombre de Rostro, dice en su hermoso libro "Los nombres de Cristo": "No podemos dudar sino que Cristo y su nacimiento entre nosotros son estas faces (Rostro) que el sacerdote pedia en este lugar a Dios que descubriese a su pueblo; como Teodoreto y como S. Cirilo, lo afirman doctores santos y antiguos. Y además de su testimonio, que es de grande autoridad, se convence lo mismo de que en el Salmo 66, en el cual, según todos lo confiesan, David pide a Dios que envíe al mundo a Jesucristo, comienza el profeta con las palabras de esta bendición y casi la señala con el dedo y la declara, y no le falta sino decir a Dios claramente: «La bendición que por orden tuya echa sobre el pueblo el sacerdote, eso. Señor, es lo que te suplico, y te pido que nos descubras ya a tu Hijo y Salvador nuestro.»"

CAPÍTULO VH LAS OFRENDAS DE LOS PRÍNCIPES. después de

haber terminado Moisés la erección de la Morada y la unción y santificación de la misma con todos sus utensilios, y k unción y santificación del altar con todos sus utensilios, p r e sentaron sus ofrendas los príncipes de Israel, las cabezas de sus casas paternas: ellos eran los príncipes de las tribus, quienes habían presidido el censo. Presentaron como ofrenda suya delante de Yahvé, seis carros cubiertos y doce bueyes: un carro por cada dos príncipes, y un buey por cada uno de ellos, y los llevaron ante la Morada. 4 Habló entonces Yahvé a Moisés, diciendo: 5 "Recibe de ellos estas cosas, para que sean destinadas al servicio del Tabernáculo de la Reunión; las darás a los levitas, a cada cual según su servicio." Recibió, pues, Moisés los carros y los bueyes, y los entregó a los levitas. 'Dio dos carros con cuatro bueyes a los hijos de Gersón, según las necesidades de su servicio. Cuatro carros con ocho bueyes dio a los hijos de Merarí, según las necesidades de su servicio (que cumplían) bajo la 9dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. Pero no dio nada a los hijos de Caat, porque a su cargo estaba el servicio de aquellos objetos sagrados cuyo transporte se hacía llevándolos a hombros. 10 Los príncipes presentaron también ofrendas para la dedicación del altar; el día en que fué ungido presentaron ellos mismos sus ofrendas ante el altar. U Y Yahvé dijo a Moisés: "Que cada día uno de los príncipes presente su ofrenda para la dedicación del altar." 12 E1 que presentó su oblación el día primero fué Naasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá. 13Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de14harina amasada con aceite, para la oblación; una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; 15un novillo, un carnero y un cordero primal para el holocausto; 18un 17 macho cabrío para el sacrificio por el pecado; y para el sacrificio pacífico dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Naasón, hijo de Aminadab. 18 E1 segundo día presentó su ofrenda Nata1. La construcción de la (Morada (Tabernáculo se cuenta en Ex. cap. 40, y también su inauguración por el mismo Dios (Ex, 40, 32 ss.). Por eso se cree comúnmente que los acontecimientos aquí narrados van en forma de apéndice, fuera del orden cronológico. Sobre el tributo para el Tabernáculo véase Ex. 30,12. 9. Los caatitas no recibieron ni carros ni bueyes, porque no los necesitaban; llevaban a hombros las cargas que les tocaba transportar durante el viaje. 1S. Monotonía llama el hombre moderno a esta tan minuciosa enumeración de las ofrendas de cada una de las tribus. En vez de decir doce veces lo mismo, se podría resumir todo en una frase, y en vez de 72 versículos bastarían unos pocos. | Cuidado con este juicioj Tenemos aquí no sólo un ejemplo del estilo hebreo que se complace en repetir las mismas

NÚMEROS 7, 18-67

nael, hijo de Suar, príncipe de Isacar. 19Trajo como ofrenda suya una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según él siclo del Santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación; ^ n a naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; 21un novillo, un carnero y un cordero primal para el holocausto; ^un macho cabrío para el sacrificio por el pecado; 23y para el sacrificio pacífico dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Natanael, hijo de Suar. M E1 tercer día (llegó) el príncipe de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de Helón. ^Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación; ^ n a naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; 27un novillo, un carnero y un cordero primal para el holocausto; ^un macho cabrío para el sacrificio por el pecado; *»y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Eliab, hijo de Helón. '"El cuarto día (se presentó) el príncipe de los hijos de Rubén, Elisur, hijo de Sedeur. 31 Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos,: una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación; M una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; ^ n novillo, un carnero y un cordero primal para el holocausto; Mun macho cabrío para el sacrificio por el pecado; 35y para el sacrificio pacífico dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur. 36 E1 quinto día (vtno) el príncipe de los hijos de Simeón, Selumiel, hijo de Surisadai. 37 Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación; ^una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; 3*un novillo, un carnero y un cordero primal para el holocausto; *°un 41macho cabrío para el sacrificio por el pecado; y para el sacrificio pacífico dos buecosas, sino también. un acto del amor paternal de Dios, que apunta los dones de las tribus de su pueblo tan cariñosa y circunstanciosamente como un padre de familia que, al examinar los regalos de sus hijos, en el día de su onomástico o de sus bodas de plata, abraza a cada hijo en particular y no se contenta con expresar sus satisfacciones en forma global. Es el corazón del Padre que habla en estos versículos, literariamente monótonos y secos, pero escritos por inspiración divina, como toda la Escritura, para que sepamos que Dios anota en el libro de la vida los servicios más pequeños hechos en honor suyo. Véase en el Nuevo Testamento la actitud de Jesucristo respecto de los honores y regalos que recibía de los hombres (Mat. 25, 45; Juan 12, 7) y su actitud en el caso de la viuda que dio la ofrenda mínima y recibió el más grande elogio.

161 yes, cinco carneros, cinco machos cabríos, y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Selumiel, hijo de Surisadai. ^EI sexto día (presentó su ofrenda) el príncipe de los hijos de Gad, Eliasaf, hijo de Deuel. 43 Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de harina, amasada con aceite, para la oblación; ^ n a naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; 45un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; *«un macho cabrío para el sacrificio por el pecado; 47y para él sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Eliasaf, hijo de Deuel. ^El séptimo día (se presentó) el príncipe de los hijos de Efraím, Elisamá, hijo de Amiud. 49 Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación; ^una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; 51un novillo, un carnero y un cordero primal para el holocausto; 52 un macho cabrío para el sacrificio por el pecado; p3y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Elisamá, hijo de Amiud. M E1 octavo día (llegó) el príncipe de los hijos de Manases, Gamaliel, hijo de Pedasur. 55 Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación; 56una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; 57un novillo, un carnero y un cordero primal para el holocausto; 58un 89 macho cabrío para el sacrificio por el pecado; y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Gamaliel, hijo de Pedasur. ^El noveno día (se presentó) el príncipe de los hijos de Benjamín, Abidán, hijo de Gedeoní. 61Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de 2 harina amasada con aceite, para la oblación; * una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; ^ n novillo, un carnero y un cordero primal para el holocausto; M un 65 macho cabrío para el sacrificio por el pecado; y para sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Abidán, hijo de Gedeoní. ^Ei décimo día (vino) el príncipe de los hijos de Dan, Ahiéser, hijo de Amisadai. ^HEra su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas [ llenas de flor de harina amasada con aceite,

NÚMEROS T, 87-89: S, 1-1«

162 68

para la oblación; una naveta de oro de diez sidos, llena de incienso; *®un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; TO un macho cabrío para el sacrificio por el pecado; 71 y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Ahiéser, hijo de Amisadai. 72 E1 undécimo día (llegóse) el príncipe de los hijos de Aser, Pagiel, hijo de Ocrán. 73Era su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta sidos, según el sido del Santuario, ambas llenas de flor de7 harina amasada con aceite, para la oblación; *una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso; 75un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; 76un 77 macho cabrío para el sacrificio por el pecado; y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Pagiel, hijo de Ocrán. ™E1 duodécimo día (se presentó) el príncipe de los hijos de Neftalí, Ahirá, hijo de Enán. ^ r a su ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el siclo del Santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación; «tona naveta de oro de diez siclos, llena de. incienso; 81un novillo, un carnero y un cordero primal, para el holocausto; ^ n macho cabrío para el sacrificio por el pecado; M y para el sacrificio pacífico, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos primales. Ésta fué la ofrenda de Ahirá, hijo de Enán. ^Éstos fueron los dones ofrecidos por los príncipes de Israel para la dedicación del altar el día en que fué ungido: doce fuentes de plata, doce tazas de plata, doce navetas de oro; "—cada fuente de plata pesaba ciento treinta siclos, y cada taza setenta, siendo d total de la plata de estos vasos dos mil cuatrocientos siclos, según el siclo del. Santuario— M doce navetas de oro llenas de incienso, cada naveta de diez siclos, según el siclo del Santuario, siendo el total del oro de las navetas ciento veinte siclos. 87 E1 total de los animales ofrecidos en holocausto fué: doce novillos, doce carneros, doce corderos primales con sus ofrendas, y doce machos cabríos para el sacrificio por el pecado. ^ l total de los animales ofrecidos como sacrificios pacíficos fué veinticuatro bueyes, sesenta carneros, sesenta machos cabríos, sesenta corderos primales. Éstos fueron los dones ofrecidos para la dedicación del altar, después de su unción. ^Cuando Moisés entraba en el Tabernáculo dé la Reunión para hablar con el Señor, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio, que estaba sobre el Arca del Testimonio, entre los dos querubines. Así hablaba con él. 85. 2.400 siclos, o sea, 40 kilos más o menos. 89. Véase Ex. 25, 22, donde, Dios promete hablar con Moisés desde encima del propiciatorio y en medio de los dos querubines.

CAPÍTULO VIII 1 EL CANDELABRO. Yahvé habló con Moisés, 2 diciendo: "Habla a Aarón y dile: Coloca las siete lámparas de tal manera que despidan3 su luz hacia la parte frontal del candelabro." Así lo hizo Aaron; colocó las lámparas de tal manera que miraban hacia la parte frontal del candelabro, así como Yahvé había ordenado a Moisés. 4E1 candelabro era hecho de oro labrado a martillo; tanto su pie como sus flores eran labrados a martillo. Moisés lo había hecho conforme al modelo que Yahvé le había mostrado. CONSAGRACIÓN DE LOS LEVITAS. *Habló Yahvé

a Moisés, diciendo: ^'Toma a los levitas de en medio de los hijos de Israel y purifícalos. 7 Los purificarás de esta manera: Harás sobre ellos una aspersión con agua expiatoria; luego pasen ellos la navaja por todo su cuerpo, laven sus vestidos y purifiqúense; *y tomarán un novillo con su ofrenda de flor de harina amasada con aceite; tú, entretanto, tomarás Otro novillo para el sacrificio por el pecado. 'Después mandarás que se presenten los levitas ante el Tabernáculo de la Reunión, donde reunirás a toda la Congregación de los hijos de Israel. ^"Cuando presentes a los levitas ante Yahvé, impondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas; l l y Aarón ofrecerá a los levitas como ofrenda mecida ante Yahvé de parte de ios hijos de Israel, lzy así serán iniciados en el servicio de Yahvé; Luego los levitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los novillos, que tú ofrecerás, uno en sacrificio por el pecado, y el otro en holocausto a Yahvé, para hacer expiación por los levitas. 13Harás que los levitas estén en pie delante de Aarón y sus hijos, y los ofrecerás como ofrenda mecida a Yahvé. 14 De esta manera^ separarás a los levitas de en medio de los hijos de Israel, y serán míos. 2. Sobre el candelabro véase Ex. 25, 31-40; 37, 17-24; Lev. 24, 1-4. Coloca las siete lámparas, etc.: La Vulgata dice parafraseando: Dispon, pues, que tas lámparas miren al norte, enfrente de la mesa de los panes de la proposición. Deben alumbrar hacia aquella parte a la que mira el candelera. En la edición Sixtina de la Vulgata faltan las palabras dispon . . . proposición. San Jerónimo, el traductor de la Vulgata, parece haber tenido otro texto hebreo o se trata tal vez de una glosa (VerceUone). Nótese que las lámparas estaban frente a los panes, como antiguamente el Evangelio estaba frente a la Eucaristía (véase Imitación de Cristo, Libro IV, cap. 11). Son numerosos los significados simbólicos que se han dado al candelabro de oro. Flavio Josefo ve en los siete brazos una figura de la santidad de Yahvé, Filón la de los siete planetas. Verdad es que en la Biblia el número siete reviste carácter sagrado y juega un papel tan extraordinario que se le puede llamar el número de .la perfección. Para nosotros el candelabro de oro es figura de las velas que alumbran nuestras Iglesias, y simboliza particularmente la lámpara del Santísimo. 10. Probablemente sólo los príncipes de las doce tribus impusieron las manos, no todos los hombres. La imposición de las manos significa que los levitas son ofrendas consagradas a Dios, en Jugar de los primogénitos de todo el pueblo. Cf. Ex. 13, 2 y nota. 11. Como ofrenda mecida: Acerca de este rito cf. Ex. 29, 24 ss. Lev. 7, 30 y notas. Cf. v. 21.

NÚMEROS 8, 15-25; 9, 1-16 15

Hecho esto, los levitas empezarán a servir en el Tabernáculo de la Reunión. Así los purificarás, y los ofrecerás como ofrenda mecida; 18porque me han sido donados y entregados por los hijos de Israel. Yo los he tomado para Mí en lugar de todos los que abren la matriz, en lugar de todos los^ primogénitos de los hijos de Israel. "Pues míos son todos los primogénitos de entre los hijos de Israel, tanto de hombres como de animales. El día en que herí a todo primogénito 18en la tierra de Egipto, los consagre para Mí. He tomado a los levitas como sustitutos de todos los primogénitos de los hijos de Israel. 18Y he donado los levitas enteramente a Aarón y a sus hijos, de en medio de los hijos de Israel, para que hagan el servicio de los hijos de Israel en él Tabernáculo de la Reunión y la expiación de los hijos de Israel, a fin de que los hijos de Israel no sean castigados por acercarse al Santuario." M Moisés y Aarón y toda la Congregación de los hijos de Israel hicieron así con los levitas. Todo cuanto Yahvé había mandado a Moisés, respecto de los levitas, así hicieron con ellos los hijos de Israel. ^Purificáronse, pues, los levitas y lavaron sus vestidos; y Aarón los ofreció en ofrenda mecida ante Yahvé e hizo expiación por ellos para purificarlos. ^Después de esto entraron los levitas en el servicio del Tabernáculo de_ la Reunión, a las órdenes de Aarón y sus hijos. Como Yahvé había mandado a Moisés con respecto a los levitas, así hicieron con ellos. ^Habló Yahvé a Moisés, diciendo: **"Esto es lo que ha de hacer el levita: Desde los veinte y cinco años para arriba empezará a ejercer su función en el servicio del Tabernáculo de la Reunión; *V a los cincuenta dejará de ejercer su función, y no prestará más servicio. 26 Podrá todavía ayudar a sus hermanos en el Tabernáculo de la Reunión, ejerciendo una u otra función, pero no hará más servicio. Así harás con los levitas en cuanto a sus funciones."

163 des, la celebraréis al tiempo señalado, observando todas 4las leyes y todos los. ritos referentes a ella." Y dijo Moisés a los hijos de Israel que celebrasen la Pascua. Celebraron, pues, la Pascua el día catorce del primer mes, entre las dos tardes, en el desierto del Sinaí. Conforme a todo lo que Yahvé había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel. 6 Mas hubo algunos hombres que estaban inmundos a causa de un muerto, por lo cual no pudieron celebrar la Pascua en aquel día. Por eso presentándose aquel mismo día ante Moisés y Aarón, 'les dijeron: "Nosotros estamos inmundos a causa de un muerto, ¿por qué hemos de ser privados de presentar la oblación de Yahvé al tiempo señalado, en medio de los hijos de Israel?" 'Respondióles Moisés: "Esperad para que yo sepa ló que Yahvé disponga acerca de vosotros."lé ^Entonces Yahvé habló a Moisés, diciendo: "Habla a los hijos de Israel y diles: Si alguno de vosotros o de vuestros descendientes se hallare inmundo a causa de un muerto o ausente en algún viaje lejano, celebrará sin embargo la Pascua en honor de Yahvé. "La celebrará en el mes segundo, el día^ catorce del mesv entre las dos tardes; comiéndola con panes ácimos y con yerbas amargas. 12 No dejará nada de ella para el día siguiente, ni le quebrará hueso. Conforme a todos los preceptos de la Pascua la celebrará. 13 Si alguno hallándose limpio y no estando de viaje dejare de celebrar la Pascua, ese tal será extirpado de en medio de su pueblo, por no haber presentado la ofrenda de Yahve14 al tiempo señalado; ése pagará su pecado. Si un extranjero que habita entre vosotros quiere celebrar la Pascua de Yahvé, la celebrará según el reglamento de la Pascua y según el rito de la misma. Un mismo reglamento regirá para vosotros, tanto para el extranjero como para los de vuestro pueblo." LA COLUMNA DE FUEGO.

16

E1 día en que

se

erigió la Morada, la nube cubrió a ésta, es decir, el Tabernáculo del Testimonio, apareCAPÍTULO IX ciendo sobre la Morada como fuego, desde la LA PASCUA EN EL SINAÍ. 1 Habló Yahvé a tarde hasta la mañana. 18Así sucedía siempre: Moisés en el desierto del Sinaí, el primer mes (de día) la cubría la nube, y de noche algo del año segundo después de la salida de la tierra de Egipto, y dijo: 2"Los hijos de Israel 6. El cordero pascual tenía carácter de sacrificio, han de celebrar la Pascua al tiempo señalado. por lo cual los que habían tocado un cadáver, esta3 ban y no podían participar en la celebraE1 día catorce de este mes, entre las dos tar- ción inmundos de la Pascua. Véase 19, 11. 19. A fin de que no sean castigados: Véase 16, 5; 17, 12 s. 24. Según 4, 3 los levitas comenzaban a ejercer el servicio del Santuario a la edad de treinta años. Trátase, pues, aquí de una modificación de aquella disposición. En I Par. 23, 24 y 27 vemos que David dispuso que los levitas sirvieran en el Templo des* pues de haber alcanzado la edad de veinte años. 3. Entre las dos tardes: hebraísmo. Significa el intervalo entre la puesta del sol y la obscuridad. Cf. Ex. 12, 6. Ritos, literalmente justificaciones. Se llaman justificaciones porque su fin era hacer justo al hombre. Es muy importante recordar esto para entender p. ej. el largo y admirable Salmo 118, que es el elogio de la palabra de Dios. Hombre justo, según enseña San Pablo, no es el que hace tales o cuales obras, sino aquel a quien Dios ha justificado.

12. Cf. Ex. 12, 46 y nota; S. 33, 21;. Juan 19, 36. 15 ss. La Morada, o Tabernáculo del Testimonio, es el Santísimo del Tabernáculo. San Pablo cita este episodio diciendo: "Nuestros padres estuvieron todos bajo la nube" (I Cor. 10, 1-2). Cf. Ex. 40. 34-38. LA importancia de la presencia de Dios o de su Ángel bajo fas apariencias de la nube y del fuego es un acontecimiento tan extraordinario, que solamente tiene paralelo en la presencia de Cristo bajo las especies de la Ecauristía. "El Señor que había prohibido el uso de toda imagen en el culto (cf. el primer mandamiento del decálogo), satisfacía así a tes necesidades psicológicas de su pueblo, haciendo sensible su presencia por medio de cosas que no pudiera reproducir (Deut. 4, 15 s.). Por estos signos el pueblo sentía a su Dios cerca de sí. Sin peligro de confundirle con imágenes reproducibles" (Nacar-Colunga. Introd. al Ex.).

N Ú M E R O S 9, 16-23; 10, 1-2S

164 17

que parecía fuego. Y cuando la nube se alzaba de sobre el Tabernáculo, los hijos de Israel se ponían en marcha, y en el sitio donde se paraba la nube, allí acampaban los hijos de Israel. 18A la orden de Yahvé los israelitas se ponían en marcha, y a la orden de Yahvé acampaban-, y quedaban acampados todo el tiempo19 que permanecía la nube sobre la Morada. Aun cuando la nube^ se detenía muchos días sobre la Morada, los hijos de Israel observaban lo dispuesto por Yahvé y no levantaban el campamento. ^Lo mismo hacían cuando la nube permanecía muy pocos días sobre la Morada. A la orden de Yahvé acampaban, y a la orden de Yahvé se ponían en marcha. sl Cuando la nube se paraba sólo desde la tarde hasta la mañana, y se alzaba a la mañana, se ponían en marcha. O si se paraba un día y una noche ' después se alzaba, también ellos emprendían Í a marcha. ^Si la nube permanecía dos días, o un mes o un año sobre la Morada, mientras quedaba sobre ella continuaban acampados los hijos de Israel y no se movían; mas al alzarse la nube, se ponían en marcha. 23A la orden de Yahvé acampaban, y a la orden de Yahvé se ponían en marcha; guardando lo dispuesto por Yahvé, según la orden de Yahvé dada por medio de Moisés. CAPÍTULO X LAS TROMPETAS DE PLATA, ^ a b l ó Yahvé a 2

II. DESDE EL SINAÍ HASTA CADES PARTIDA DEL SINAÍ.

U

E 1 año segundo, el día

veinte del segundo mes, se alzó la nube 12de encima del Tabernáculo del Testimonio. Y los hijos de Israel partieron del desierto del Sinaí, marchando jornada tras jornada, hasta que la nube se paró en el desierto de Farán. 13 Ésta fué la primera vez que los hijos de Israel se pusieron en marcha conforme14a la orden que Yahvé había dado a Moisés. La bandera del campamento de los hijos de Judá con sus escuadrones fué la primera en moverse; al frente de sus tropas estaba Naasón, hijo de Aminadab. 15E1 ejército de.la tribu de los hijos de Isacar estaba al mando de Natanael, hijo de Suar; 16y el ejército de la tribu de los hijos de Zabulón al mando de Eliab, hijo de Helón. 17Después de desarmada la Morada pusiéronse en marcha los hijos de Gersón y ¡os hijos de Merarí, llevando la Morada. 18 Luego se puso en marcha la bandera del campamento de Rubén, según sus escuadrones. Jefe de sus tropas era Elisur, hijo de Sedeur. *9E1 ejército de la tribu de los hijos de Simeón estaba al mando de Selumiel, hijo de Surisadai; 20 y el ejército de la tribu de los hijos de Gad al mando de Eliasaf, hijo de Deuel. 21 Después se pusieron en marcha los caatitas, llevando el Santuario, y cuando ellos llegaron, (los anteriores) habían levantado ya la Morada. ^Luego se puso en marcha la ; bandera del campamento de los hijos de Efraím, según sus escuadrones. Jefe de sus tropas era Elisamá, hijo de Amiud. ^ l ejército de la tribu de los hijos de Manases estaba al mando de Gamaliel, hijo de Pedasur; *fy el ejército de la tribu de los hijos de Benjamín al mando de Abidán, hijo de Gedeoní. «Después se puso en marcha, según sus escuadrones, la bandera del campamento de los hijos de Dan, que formaba la retaguardia de todos los campamentos. Jefe de sus tropas era Ahiéser, hijo de Amisadai. ^ l ejército de la tribu de los hijos de Aser estaba al mando de Pagiel, hijo de Ocrán; ^ y el ejército de la tribu de los hijos de Neftalí al mando de Ahirá, hijo de Enán. . 28Éste era el orden de la marcha de los hijos de Israel, según sus escuadrones, cuando levantaban el campamento.

Moisés, diciendo: "Hazte dos trompetas de plata; las harás de plata labrada a martillo; te servirán para convocar la Congregación y para levantar el campamento. sCuando ellas suenen, se reunirá contigo toda la Congregación a la entrada del Tabernáculo de la Reunión. *Cuando se toque una sola, se reunirán contigo los príncipes, las cabezas de los millares de Israel. 5Mas cuando tocareis alarma, se pondrán en marcha los acampados al oriente. •Y al se;undo toque de alarma se pondrán en marcha Íos acampados al mediodía. Para cada levantamiento del campo tocaréis la trompeta de alarma. 'Para convocar la Asamblea, tocaréis (también), pero sin alarma. 8Los hijos de Aarón, los sacerdotes serán los que toquen las trompetas. Esto os será ley perpetua durante vuestras generaciones. *Cuando en vuestra tierra salgáis a campaña contra el enemigo que os oprime, tocaréis alarma con las trompetas; y Yahvé, vuestro Dios, se acordará de vosotros, MOISÉS Y HOBAB. ^Dijo Moisés a Hobab, y seréis salvados de vuestros enemigos, i°También en vuestros días de alegría, en vuestras hijo de Ragüel madianita, suegro de Moisés: fiestas y neomenias tocaréis las trompetas sobre 11. Se alai la nube, después de haberse detenido un vuestros holocaustos y sobre vuestros sacrificios año más o menos en el ¡Monte Sinaí. (Víase Ex. 19, 1.) pacíficos, y ellas os servirán de recuerdo ante 12. £1 desierto de Farán se extiende en la parte vuestro Dios. Yo soy Yahvé, vuestro Dios." norte de la península de Sinaí, entre el Wadi el-Ara23. Una sola vez no obedecieron a la nube de fuego, y fueron castigados por despreciar esa amorosa providencia paternal que los iba llevando como de la mano (14, 40). 5. Cuando tocareis alarma: Bover-Cantera vierte: Cuando tocareis un toque prolongado; Nácar-Colunga: un toque estrepitoso; la Vulgata: si su sonido •fuese mis prolijo e interrumpido.

bá al este, y el desierto de Sur al oeste. Es una región árida, abrasada de sol y muy molesta para los viajeros. Su nombre moderno es Et-Tih. El orden de marcha corresponde a lo dispuesto en el capítulo 2. 29. Hobab, hijo de Ragüel o Jetró, era cuñado de Moisés. Probablemente había llegado a los israelitas cuando Jetró se entrevistó con Moisés en el desierto (Ex. 18, 1 as.). Hobab no accedió a los pedidos de «Moisés, pero parte de su tribu recibió más tarde herencia en Israel, como se ve en Juec. 4, 11.

NÚMEROS 10, 29-36; 11, 1-17

165

"Nosotros partimos para llegar al lugar del cual Yahvé ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros y te haremos bien; pues Yahvé ha prometido felicidad a Israel." 30É1 le respondió: "No iré, sino que volveré a mi tierra y al lugar donde nací." 31A lo cual contestó (Moisés): "No quieras abandonarnos, porque conociendo tú los lugares donde podemos acampar en el desierto, podrás servirnos de ojo. 32Si vienes con nosotros, te haremos el mismo bien que Yahvé nos hiciere a nosotros. ^Partieron, pues, del monte de Yahvé, y caminaron tres días. Durante tres días ei Arca de la Alianza de Yahvé iba delante de ellos, para buscarles un lugar de descanso. MLa nube de Yahvé estaba sobre ellos de día desde que levantaron el campamento. ^Cuando el Arca se ponía en marcha, decía Moisés: "¡Levántate, Yahvé, y sean disipados tus enemigos! Y huyan de tu presencia los que te aborrecen." S6 Y cuando ella se posaba, decía: "¡Vuélvete, Yahvé, a las miríadas de las tribus de Israel!" CAPÍTULO XI MURMURACIONES DEL PUEBLO.

1

Murmuró el

pueblo, quejándose de muy mala manera contra Yahvé Lo oyó Yahvé, e inflamóse su ira, de modo que se encendió contra ellos un fuego de Yahvé y abrasó una extremidad del campamento. ^Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Yahvé, y el fuego se apagó. 'Por lo cual se dio a aquel lugar el nombre de Taberá, porque el fuego de Yahvé se había encendido contra ellos. 4 Mas sucedió que la gente adventicia que iba en medio del pueblo tuvo un vehemente deseo; y también los hijos de Israel volvieron a llorar, diciendo: "¡Quién nos diera carne que comer! ^ e nos vienen a la memoria el pescado que de balde comíamos en Egipto, los co31. Podrás servirnos de' ojo: locución que quiere decir: podrás servirnos de guía. Cf. Job 29, 15. 33. Para buscarles un lugar de descanso: No solamente los guía, sino que se empeña también en buscar para ellos el mejor lugar, hasta que finalmente puedan descansar en la tierra prometida. San Pablo toma este descanso del pueblo de Dios en sentido tnesiánico (Hebr. 4, 1 ss.). 35. Este vers. debería ser la consigna de todos los que luchan por el honor de Dios. David lo cita en S. 67, 2, al recordar los poderosos favores de Dios en el éxodo de Egipto, en el desierto y en la conquista de la Tierra de promisión. 3. Taberá significa incendio. Cf. los nombres de Masa y Meriba, que asimismo deben su origen a las murmuraciones del pueblo (Ex. 17, 7). Cf. V. 33. 4. Gente adventicia: Bover-Cantera traduce: chusma. Quiere decir que la murmuración no tuvo su origen entre los israelitas, sino que provino de la gente extraña que los acompañaba desde la salida de Egipto (Ex. 12, 38). Esa turba, siempre inquieta y desalentada por las fatigas del viaje, tuvo ardiente deseo de comer carne a manera de los egipcios, y contagió con sus apetitos a los israelitas. Esto explica una vez más el empeño que Dios mostraba en evitar que el pueblo escogido se mezclase con los paganos. Véase Ex. 12, 38 y nota.

hombros, los melones, los puerros^ las cebollas, los ajos. 8¡Mas ahora, seca esta ya nuestra alma, y no vemos sino este maná!" 'Era el maná semejante a la semilla de cilantro, y su color como el color de bedelio. 8E1 pueblo solía desparramarse para recogerlo; lo molían en molinos, o lo majaban en morteros y lo cocían en ollas, o hacían de él tortas; y era su sabor como el sabor de buñuelos amasados con aceite. 9Cuando de noche descendía el rocío sobre el campamento, descendía el maná juntamente con él. MOISÉS IMPLORA EL AUXILIO DEL SEÑOR.

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Oyó

Moisés al pueblo que se lamentaba en sus familias, cada cual a la entrada de su tienda. Encendióse entonces la ira de Yahvé en gran manera; y también/ a Moisés le pareció muy mal. n Y dijo Moisés a Yahvé: "¿Por qué tratas tan mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia a tus ojos y has echado sobre mí el peso de todo este pueblo? 12 ¿Acaso soy yo quien he concebido todo este pueblo? ¿Soy yo quien lo ha dado a luz, para que me digas: «llévalo en tu regazo», como lleva la nodriza al niño de pecho, 13hasta la tierra que juraste dar a sus padres? ¿Dónde tomo yo carne para dar a toda esta gente que llora delante de mí, diciendo: Danos carne que comer? 14 Yo no soy capaz de soportar solo a toda esta gente, pues es demasiado pesado para mí. _15Si me tratas así, quítame mas bien la vida, si es que he hallado gracia a tus ojos, para que no vea yo esta mi desdicha." Los SETENTA ANCIANOS. 16Entonces dijo Yahvé a Moisés: "Reúneme setenta hombres de los ancianos de Israel, de losque tú sabes que son ancianos del pueblo y jefes del mismo; los conducirás al Tabernáculo17 de la Reunión, donde se queden contigo. Yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del Espíritu que 7. Véase' Ex. 16, 31 ss. 11 ss. Esta queja de Moisés es más bien una plegaria. El gran profeta ofrece su vida, porque no se cree capaz de soportar el cargo que Dios le ha confiado. Comentando este desahogo del fiel profeta expone San Agustín que los llamados al ministerio pastoral no cumplen fielmente con las obligaciones de su cargo cuando se entregan al reposo; deben, al contrario, hacer frente a los errores y pasiones de los hombres. Israel tenía ya sus capitanes y tribunos (Ex. 18, 17 s.), pero solamente para atender a los asuntos administrativos y militares. Los asuntos importantes, especialmente los que se referían a la relación del pueblo con Dios los atendía iMoisés mismo, y para ello necesitaba de los ancianos, como colaboradores. 17. Tomaré del Espíritu que está sobre ti: No hay duda, pues el mismo Dios lo dice, que el Espíritu Santo obraba en Moisés. En su manera de gobernar al pueblo y atender los asuntos administrativos y judiciales de la gente, le asistía el Espíritu Santo. Esto arroja nueva luz sobre el poó*er civil, que también viene de Dios, como lo confirma San Pablo: "No hay potestad que no esté bajo Dios, y las que hay, han sido ordenadas por Dios" (Rom. 13, 1). Dios dijo a Moisés que tomaría de su Espíritu para ponerlo sobre los ancianos, "a fin de que lleven juntamente contigo la carga del pueblo y no la lleves tú solo.'* Ahora bien, ¿cómo llevaba Moisés la carga del pueblo? "El mismo ¡Moisés nos lo hace saber en

N Ú M E R O S 11, 17-33; 12, 1

166 está sobre ti, y lo pondré sobre ellos, para que lleven juntamente contigo la carga del pueblo y no la lleves tú solo. 18Y dirás al pueblo: Santifícaos para mañana, pues comeréis carne, ya que habéis llorado a oídos de Yahvé, diciendo: ¡Quién nos diera carne que comer! Mejor nos iba en Egipto. Ahora Yahvé os dará carne que comer. 19La comeréis no sólo un 20 día, ni dos días, ni cinco, ni diez, ni veinte, sino durante todo un mes, hasta que os salga por las narices y os cause repugnancia; por cuanto habéis desechado a Yahvé que está en medio de vosotros, y habéis llorado ante Él, diciendo: ¿Por qué hemos salido de Egipto?" 21Respondió Moisés: "Seiscientos mil hombres de a pie cuenta el pueblo en cuyo medio estoy; y Tú dices: ¡Yo les daré carne para que coman durante todo un mes! 22 ¡Por ventura se puede degollar para ellos ga* nado menor y ganado mayor que les baste? ¿O pescar para ellos todos los peces del mar para abastecerlos?" ^Yahvé replicó a Moisés: "¿Acaso se ha acortado la mano de Yahvé? Ya verás si se te cumplirá o no mí palabra." M Luego Moisés salió y refirió al pueblo las palabras de Yahvé, y reunió de los ancianos del pueblo setenta hombres, a los cuales colocó en torno al Tabernáculo. ^Y Yahvé bajó en la nube y habló con él; y tomó del Espíritu que estaba sobre él" y lo puso sobre los setenta ancianos, los cuales cuando se posó sobre ellos el Espíritu profetizaron, pero no volvieron a hacerlo. otro lugar: «El pueblo viene a mí para, consultar a Dios. Cuando tienen alguna querella vienen a mí, y yo me pronuncio entre ellos, haciéndolos saber los mandatos de Dios y sus leyes» (Ex. 18, 15 s.). Esto mismo era,, por lo tanto, lo que aquellos setenta ancianos hacían movidos por el Espíritu que Dios puso en etlos, y que la Biblia llama profetizar" (Enciso, E s t a d Btbl. 1946, p. 373). Cf. v. 25 y 26. De ahí que ios ancianos no comenzaran su actividad anunciando. lo futuro, sino que su misión "profética" coasistió en ayudar a Moisés en el gobierno del pueble*; con miras a su misión les fué dado el Espíritu que les capacitaba para gobernar en conformidad con Moisés. También San Pablo toma el don de la profecía en un sentido más amplio cuando dice: " E l que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consuelo" (I Cor. 14, 3). Esto no impide sospechar que los ancianos al tomar posesión de su nuevo cargo, se hayan, tal vez, entregado a transportes extáticos, "pero no volvieron a hacerlo" (v. 25). " 18 ss. De suyo no es cosa mala comer carne. Todos los pueblos se alimentan con carne y Dios no lo prohibió en ninguna época de la historia, aunque algunos lo afirman, fundándose en Gen. 1, 29 s. y 9, 3. Aquí, empero, se trata de una cuestión de honor, más aún de la recta espiritualidad. Los que tienen náusea del pan celestial, proporcionado por Dios todos los días, ofenden con ello al dador, lo desprecian y lo desechan (v. 20). Su conducta es la de hijos desagradecidos y faltos de amor. Solamente así se comprende el resentimiento de Dios expresado en el v. 20. Estos ingratos son figura de los que desprecian el pan del cielo, que es Cristo. De ahí el tremendo castigo (v. 33). 25. Véase v. 17 y nota. No volvieron a hacerlo. Así también los Setenta. La Vulgata dice al revés: no cesaron de allí en adelante. La institución de los ancianos se mantuvo hasta los tiempos de Cristo, aunque en forma modificada. En tiempos de Jesucristo el Sanhedrín, o Gran Concilio, se componía de **los jefes principales, los escribas y los ancianos".

ELDAD Y MEDAD.

26

Mas dos de ellos, uno

llamado Eldad, y el otro Medad, se habían quedado en el campamento, y sin embargo se posó sobre ellos el Espíritu —estaban e» la lista, pero no habían ido al Tabernáculo-- y profetizaron en el campamento. 27Gorrió un mozo a dar aviso a Moisés, diciendo:"Eldad y Medad están profetizando en el campamento." ^Entonces Josué, hijo de Nun, ministro de Moisés desde su juventud, tomó la-palabra y dijo: "Señor mío Moisés, hazles callar;" 29 Moisés le respondió; " ¿Estás: celoso por mí? ¡Ojalá que todos del pueblo de Yahve fuesen profetas y derramara Yahvé su Espíritu sobre ellos!" -^Después Moisés se retiró al campan mentó, él y los ancianos de Israel. Dios MANDA CODORNICES. ^Comenzó a soplar un viento de Yahvé, que trajo codornices desde el Mar, y las hizo volar sobre el campamento, a sólo dos codos de altura sobre la tierra, en la extensión de una jornada de camino por una parte, y de una jornada de camino por la otra, alrededor del campamento. s*Todo aquel día, y toda aquella noche, y todo el día siguiente, estuvo levantado el pueblo, y recogieron codornices: el que menos, recogió diez gómor;. y las extendieron en los alrededores del campamento. 33 Todavía tenían la carne entre sus dientes, y no habían aún acabado, cuando la ira de Yahvé se encendió contra el pueblo e hirió Yahvé si pueblo con una plaga muy grande. **Y fué llamado aquel lugar Kibrot-Hataavá; porque allí enterraron a la gente codiciosa (de carne). 35De Kibrot-Hataavá partieron para Haserot; y se quedaron en Haserot. CAPÍTULO X E MURMURACIONES DE MARÍA Y AARÓN. JHabla-

ron María y Aarón contra Moisés, con motivo de la mujer cusita que éste se había tomado; pues estaba casado con una mujer de Cus. 29. ¡Ojalá que todos... fuesen profetas! Admiremos esta libertad de espíritu, que no pretende monopolizar el don de Dios. De la misma manera se expresa el Apóstol respecto de los gentiles en varias ocasiones. En la Carta a los Corintios exhorta a los cristianos a codiciar el don de la profecía (I Cor. 14, 39); a los Tesalonicenses les dice: "No apaguéis el Espíritu" (I Tes. 5, 19), y en la Epístola a los Filipenses excusa a los que predican a Cristo por "emulación", y se consuela con el pensamiento de que Cristo es predicado, aunque "con pretexto'' (Fil. 1, 17 s.). El más hermoso ejemplo de libertad espiritual nos lo dio Jesús en Marc. 9, 38 s. Cuando los discípulos le dijeron: "iMaestro, vimos a un hombre que expulsaba demonios en tu nombre, y el tal no nos sigue, por lo que se lo impedimos, porque no anda con nosotros", les dijo Jesús: "No se lo impidáis, porque nadie, haciendo milagro en mi nombre será luego capaz, de hablar mal de mí". Cf. Luc. 9, 54 s. 32. Véase Ex. 16, 12 s.; S. 77, 26 ss.; 104, 40. Diez gómor son 3.644 litros, cantidad suficiente para alimentar una familia durante todo un año. 33. El nombre del lugar significa: Sepulcros de la concupiscencia. Véase v. 3 y nota. 1. La mujer de Moisés, Seforá, hija de Jetró de Madián (país situado en los límites de Arabia y de la península de Sinrtí), es llamada aquí, en sentido

NÚMEROS 12. 2-16; 13, 1-21

'Decían: "¿Acaso tan sólo por boca de Moisés ha hablado Yahvé? ¿No ha hablado también por nosotros?" Y oyólo Yahvé. 3Es de saber que Moisés era hombre muy manso, más que hombre alguno sobre la tierra. 4 A1 instante dijo Yahvé a Moisés, a Aarón y a María: "Id los tres al Tabernáculo de la Reunión." Y salieron los tres. SY descendió Yahvé en la columna de nube, y poniéndose a la entrada del Tabernáculo de la Reunión, llamó a Aarón y a María que se presentaran ambos. *Y Él les dijo: "Escuchad mis palabras: Si alguno de vosotros es profeta, Yo Yahvé me le doy a conocer en visión o le hablo en sueños. 'No lo hago así con mi siervo Moisés, el cual es fiel en toda mi casa. 8Con él hablo cara a cara v claramente, no por medio de enigmas; pues él ve la imagen de Yahvé. ¿Por qué, pues, os atrevisteis a hablar contra mi siervo Moisés?" 'Y habiéndose inflamado contra ellos su ira fuese Yahvé. "Después se retiró la nube que estaba sobre el Tabernáculo y he aquí que María apareció cubierta de lepra como de nieve. Cuando Aarón volvió el nrostro hacia María, viola cubierta de lepra. Entonces Aarón dijo a Moisés: "Oh, señor mío, no nos imputes, te suplico, este pecado; pues hemos obrado neciamente, hemos pecado. 12No sea ella como un abortivo, que al salir del seno de su madre tiene ya medio consumida la carne." 13Entonces clamó

167 Moisés a Yahvé, diciendo: "Ruégote, oh Dios, que la sanes." l4 Y Yahvé respondió a Moisés: "Si su padre la hubiera escupido en la cara, ¿no se avergonzaría ella por siete días? Sea, por lo tanto, excluida del campamento por siete días, y después será recibida de nuevo." 15Fué, pues, María excluida del campamento por siete días; y el pueblo no se movió del lugar hasta la reincorporación de María. 18 Después el pueblo partió de Haserot; y acamparon en el desierto de Farán.

III. EN EL DESIERTO DE CADES CAPÍTULO XIII 1 Los EXPLORADORES. Habló Yahvé a Moisés, diciendo: 2"Envía hombres que exploren el país de Canaán que Yo daré a los hijos de Israel: enviaréis dé cada una de las tribus de sus padres un hombre que tenga entre ellos autoridad de príncipe." t*¥ enviólos Moisés desde el desierto de Farán, según la orden de Yahvé, todos ellos jefes de los hijos de Israel. *He aquí sus nombres: De la tribu de Rubén, Samua, hijo de Sacur; 5 de la tribu de Simeón, Safat, hijo de Horí; 8 de la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jefone; 7 de la tribu de Isacar, Igal, hijo de José; 8de la tribu de Efraím, Oseas, hijo de Nun; »de la tribu de Benjamín, Paltí, hijo de Rafú; lo de la tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de Sodí; "de la tribu de José, (es decir) 12de la tribu de Manases, Gadí, hijo de Susí; de la tribu de Dan, Amiel, hijo de Gemalí; " d e la tribu de Aser, Setur, hijo de Micael; "dels la tribu de Neftalí, Nahabí, hijo de Vafsí; de la tribu de Gad, Geuel, hijo de Maquí. lflÉstos son los nombres de Jos varones que envió Moisés a explorar el país. A Oseas, hijo de Nun, dio Moisés el nombre de Josué. "Moisés los envió para que explorasen la tierra de Canaán, diciéndoles: "Subid por acá al Négueb, luego subid a la serranía, e x p l o rad el país cómo es; y el pueblo que ha! ita en. ella, si fuerte o débil, si poco o mucho; 19 y cómo es la tierra que habita, si buena o mala; y cuáles las ciudades en que moran, si abiertas o amuralladas; ™y qué tal es el suelo, si fértil o estéril; y si hay allí árboles o no. Esforzaos y traednos de los frutos de esa tierra. Era el tiempo de las primeras uvas." 21 Subieron, pues, y exploraron el país desde

despectivo, "mujer de Cus", o sea, etiopisa. Es para estigmatizarla como extranjera y quitarle el prestigio que tenía como esposa de Moisés. Es posible también que Seforá se haya preciado de ser más que iHaría, la cual, lo mismo que Aarón, temía quizás que una mujer de raza, no israelita desacreditase la autoridad del caudillo. El Señor, siempre fiel, sale inmediatamente en defensa de su amigo, con una severidad que sólo se aplaca ante la caridad del mismo Moisés. En sentir de S. Jerónimo y Ambrosio las murmuraciones de María y Aarón son figura de la envidia judía por la extensión del reino de Dios sobre los pueblos gentiles. 3. Hombre muy manso: "Moisés que mostraba tanto celo cuando se trataba de la gloria del Señor, noa desplegaba sus labios, y sufría en silencio las injurias propias, y que se murmurase de él por unas personas tan cercanas como eran sus hermanos. Era en esto imagen y fiel discípulo de aquel Señor, que siendo manso y humilde de corazón (Mat. 11, 29) y que no respondiendo cuando se le cargaba de injurias (I Pedro 2, 23), se inflamaba en santo celo por la gloria de su Padre, contra los profanadores de su Templo y tranagresores de su hey" (Scío). Bea propone otra versión: Estaba Moisés muy afligido (Institutiones Biblicae, I, pág. 87). 7. Mi sitrvo: Es el título más honroso que Dios confiere a los hombres santos del Antiguo Testamento. Así le llama a Abrahán (Gen. 26. 24) y a Job (Job 1, 8). La Virgen Santísima se llama "sierva 1 ss. Véase Deut. 1, 20 ss. del Señor" (Luc. 1, 38), y el mismo Cristo lleva en 16. Oseas se llamará en adelante Josué. El nomlas visiones de Isaías el nombre de siervo. Fiel en bre significa salvador, lo mismo que Jesús: por lo toda mi casa, es decir, en el pueblo de Dios. Cf. cual Josué es llamado a veces Jesús (cf. Hech. 7, 45, v. 3; 16, 1S. San Pablo cita este vers. comparando texto_ griego). El nombre indica la misión que tendrá a Moisés con Cristo, que fué "fiel como hijo sobre Josué, a saber, salvar a su pueblo, conduciéndolo a su propia casa, que somos nosotros" (Hebr. 3, 5 s.). la tierra prometida. Cf. I Tim. 3, 5 y nota. 17. Négueb: la parte meridional de Palestina. 8. Cf. Ex. 33, 11. Cara a cara, esto es, en forma 21. Esto es, desde el extremo sur hasta el extremo visible y como amigo, sin manifestarle la divina esen- norte de Palestina. El desierto de Sin (hebr. Tsin, .ria, la cual no puede ver el hombre mortal (Ex. 33. 20 no el desierto de Sin mencionado en Ex. 16, 1) se y nota). Cf. Deut. 34, 10. Los profetas vieron alifo extendía al sur de Palestina. La ciudad de Rehob de la grandeza de Dios, pero no a Él mismo. Cf. Is. estaba en la región del Líbano (Juec. 18, 28), y 6, 1 ss.; Ez. 1, 4 ss.; Am. 9. 1; Hab. 3, 3 ss., etc. Hamat en Siria.

168 el desierto de Sin hasta Rehob, por donde se va a Hamat. 22Subiendo por el Négueb llegaron a Hebrón, donde estaban Animan, Sesai y Talmai, hijos de Enac —Hebrón fué edificada siete años antes que Tanis de Egipto— ^Llegaron hasta el valle de Escol, donde cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, que trajeron entre dos en un palo, y también granadas e higos. 24Aquel lugar fué llamado Valle de Escol, a causa del racimo que allí cortaron los hijos de Israel.' ^Volvieron de la exploración de la tierra al cabo de cuarenta días; 26y se presentaron inmediatamente a Moisés y Aarón y a toda la Congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Farán, en Cades, para darles cuenta, a ellos y a toda la Congregación, mostrándoles el fruto de la tierra. ^Contaron a Moisés: "Llegamos a la tierra adonde nos enviaste, la cual en verdad mana leche y miel; y he aquí sus frutos. 28Pero el pueblo que habita en el país, es fuerte; las ciudades están fortificadas y son muy grandes; hemos visto también allí a los hijos de Enac. 29En la región del Négueb habitan los amalecitas, en las montañas el heteo, el jebuseo y el amorreo; el cananeo vive en la costa del Mar y en las riberas del

Jordán."

N Ú M E R O S 13, 21-33; 14, 1-14

de estatura. "Vimos allí a los gigantes, hijos de Enac, de la raza de los Nefilim; y éramos a nuestros ojos y a los ojos de ellos como langostas." CAPÍTULO XIV SEDICIÓN DEL PUEBLO. 1Entonces todo el pueblo alzó la voz y dando alaridos se pasó llorando aquella noche. 2Y todos los hijos de Israel murmuraron contra Moisés y contra Aarón, diciéndoles todo el pueblo: "¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto o en este desierto! ¡Ojalá hubiéramos muerto! 3 ¿Por qué quiere llevarnos Yahvé a esta tierra para que perezcamos a espada y nuestras mujeres y nuestros hijos vengan a caer en cautividad? ¿No nos sería mejor volver a Egipto?" 4 Y decíanse unos a otros: "Proclamemos un caudillo y volvámonos a Egipto!" "Entonces Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra delante de toda la Asamblea del pueblo de los hijos de Israel. *Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los que habían explorado el país, rasgaron sus vestidos; 7y hablando a todo el pueblo de los hijos de Israel, dijeron: "La tierra que hemos recorrido8 para explorarla es una tierra muy buena. Si Yahvé nos es propicio, nos llevará a esa tierra y 9nos dará aquel país que mana leche y miel, con tal que no os rebeléis contra Yahvé, ni temáis al pueblo de esa tierra, pues son pasto nuestro; se hallan sin amparo. Con nosotros está Yahvé; no los temáis."

^Entonces Caleb tranquilizó al pueblo (que resistía) a Moisés, y dijo: "Ea, subamos y to^ memos posesión del país; pues muy bien podemos conquistarlo." 31Pero los que le habían acompañado, decían: "No podremos subir contra esta gente, porque es más fuerte que nosotros." ^Así desacreditaron entre los hijos PLEGARIA DE MOISÉS. 10Cuando ya todo el de Israel la tierra que habían explorado, dipueblo hablaba de lapidarlos, se mostró la glociendo: "El país que hemos recorrido para explorarlo consume a sus moradores, y todo ria de Yahvé en el Tabernáculo de lau Reunión, el pueblo que vimos allí son hombres de gran- a vista de todos los hijos de Israel; y Yahvé dijo a Moisés: "¿Hasta cuándo me ha de despreciar este pueblo. ¿Y hasta cuándo no 22. Hijos de Enac: gigantes. Véase v. 33; Deut. creerán en Mí, a pesar de todos los prodi1, 28; 2, 10; Jos. 11, 21. Tanis, en hebr. Zoan, pro- gios que he hecho entre ellos? 12Los heriré bablemente residencia de los Faraones en tiempos de IMoisés. Zalama la atención que la fecha de la fun- con peste y les quitaré la herencia, pero de dación de Hebrón, donde se encuentra la tumba de ti haré una nación más grande y más fuerte que los progenitores del pueblo hebreo, esté combinada ellos." con la fundación de Tanis, ciudad dé Egipto. ¿Cuál 13 Respondió Moisés a Yahvé: "Pero oirán ha de ser la razón sino el que esta última se supone mejor conocida de los lectores del Pentateuco? Este esto los egipcios, de cuyo poder Tú sacaste detalle sería inexplicable en este capítulo si se lo con tu potencia a este pueblo; 14y se lo dirán supone escrito mucho tiempo después del Éxodo, cuando los hebreos habitaban ya desde siglos en Pales- a los habitantes de esta tierra. Pues también tina y conocían muy bien a Hebrón y muy poco a éstos han oído que Tú, oh Yahvé, estás en meTanis (Vigouroux, Polyglotte). Cf. S. 77, 12 y 43. dio de este pueblo, y que Tú, oh Yahvé, te 23. El Valle de Escol, o Torrente -del Racimo, como traduce San Jerónimo, se busca al sudoeste de dejas ver cara a cara, y que tu nub,e se posa sobre ellos; y que Tú vas a su frente, de día Hebrón. 26. Cades, situada en la parte norte del desierto en la columna de nube, y de noche en la de Farán, a ochenta kilómetros al sudeste de Bersabee. 32. La tierra consume a sus moradores: Parece aludir a ciertas epidemias que tal vez reinaban en el país, o a las continuas luchas de unos con otros, o bien ha de tomarse en sentido metafórico: no es posible vivir y prosperar en él. Todo el relato es una burda mentira, y constituye una ofensa para Dios, quien les había prometido ese país. De ahí el terrible castigo de los exploradores mentirosos (14, 36-37) y también del pueblo que l e s d i ó crédito (14, 23). Nada duele tanto a Dios como la desconfianza en su corazón de Padre. Su misericordia desciende sobre nosotros en la medida en que esperamos en £1 (S. 32, 22; Marc. 9, 22).

S s. Se postraron rostro en tierra, para rogar a Dios que les ayudsse en suprimir la rebelión del pueblo. Rasgar los vestidos (v. 6) era señal de dolor e indignación. Véase en Ech\ 46, 9-12 el elogio de Josué y Caleb. 13 ss. "Moisés intercede por el Israel culpable. Hermosa figura de Nuestro Señor Jesucristo «setnper vivens ad interpellandum pro nobis», Hebr. 7, 25" (Fillion). A pesar de que los rebeldes habían injuriado a Moisés éste intercede por ellos y pide perdón por el pecado del pueblo. Véase lo que se dice sobre Moisés en S. 105, 23. Cf. Ex. 32, 12; Deut. 9, 26; 32, 27; Ez. 22, 30 y nota.

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NÚMEROS 14, 14-41 15

columna de fuego. Ahora bien, si T ú destruyes a este pueblo, como si fuera un solo hombre, los pueblos que han oído tu fama hablarán, diciendo: 16Porque Yahvé n o h a podido introducir a este pueblo en el país que les había prometido con juramento, por eso los ha destruido en el .desierto. 17Ahora, pues, sea grande el poder de mi Señor, como Tú mismo declaraste, diciendo: 18Yahvé tarda en airarse y es rico en misericordia, perdona la iniquidad y el pecado, bien que no lo deja sin castigo, pues castiga la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación. 19Perdona, te ruego, la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia y como lo has soportado desde Egipto hasta aquí."

28

contra Mí. Diles: ¡Por mi vida —palabra de Yahvé— que exactamente lo que hablasteis a mis oídos, eso haré Yo con vosotros! 29En este desierto caerán vuestros cadáveres. Cuantos fuisteis inscritos en el censo, todos los de veinte años para30 arriba, que habéis murmurado contra Mí, de ninguna manera entraréis en la tierra la cual con juramento prometí daros por habitación, salvo Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun. 31Pero a vuestros pequeñuelos, de los cuales dijisteis que vendrían a ser presa de otros, a ésos los introduciré, y disfrutarán la tierra que vosotros habéis desdeñado. 32En cuanto a vosotros, en este desierto caerán vuestros cadáveres. ^Vuestros hijos andarán errantes por el desierto cuarenta años, llevando vuestras infidelidades hasta que vuestros cadáveres sean consumidos en el desierto. M A proporción del número de los días que explorasteis la tierra, o sea, cuarenta días, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, contando año por día; así conoceréis cual es mi aversión. ^Yo, Yahvé, Yo lo digo: Así haré con este rjueblo perverso, que se ha levantado contra Mí. En este desierto se consumirán, ahí morirán." 38 En efecto, los hombres que Moisés había enviado a explorar la tierra y que de vuelta hicieron murmurar contra él a todo el pueblo, desacreditando la tierra, 37aquellos hombres que habían difamado el país, murieron de38mala muerte en la presencia de Yahvé. De los hombres que habían ido a explorar la tierra quedaron con vida solamente Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone.

EL CASTIGO. ^Respondió Yahvé: "Yo perdono conforme a tu palabra; "pero juro por mi vida y por mi gloria que llena toda la tierra, ^que todos aquellos hombres que han visto mi gloria y los prodigios hechos por Mí en Egipto y en el desierto, y que no obstante ello me han tentado ya diez veces y no han escuchado mi voz, 3%io verán la tierra que prometí con juramento á sus padres. Ninguno de los que me han despreciado la verá. "Mas a mi siervo Caleb, que ha mostrado otro espíritu siguiéndome enteramente, Yo le introduciré en el país que recorrió, y su descendencia ló poseerá. ^Y por cuanto los amalecitas y los cananeos habitan en el valle, mudad de rumbo mañana, y partid hacia el desierto, camino del Mar Rojo." ^Y habló Yahvé a Moisés y Aarón, dicienDERROTA DE LOS ISRAELITAS. 39Moisés refirió do: 2 '" ¿Hasta cuándo ha de murmurar contra estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueMí este pueblo perverso? He oído las murmuraciones que los hijos de Israel profieren blo quedó muy afligido. «"Levantáronse muy de mañana y subieron a la cima de la montaña, diciendo: "Henos aquí, subiremos al lugar 18. Rico en misericordia, etc.: Cf. E x - 20, 5: de que habló Yahvé; porque hemos pecado." 34, 6 s.; S. 85, 15; 144, 8. Si no miramos así a 41 Pero Moisés les dijo: "¿Por qué queréis inDios, como de una bondad esencialmente activa, no lo podemos amar, porque no esperamos de Él sino fringir la orden de Yahvé? Esto no puede salir exigencias y castigos. ¿ Es así como quisiéramos que nuestros hijos pensaran de nosotros? ¿Cómo entonces "no llenar para con nuestro Padre Celestial ese requisito esencial de la caridad, "haciendo con Él lo que queremos que nuestros hijos hagan con nosotros"? (véase esta "regla de oro" en Mat. 7, 12 y nota). El, hombre soberbio no se aliene a esta regla y no quiere creer en la misericordia de Dios, pues confía en sus propias fuerzas, y en vez de amar al divino Padre teme solamente sus castigos. Es el caso de los fariseos, que no pecaban por incredulidad —porque eran los más fervorosos en creer en Dios— sino por falta de amor. Moisés conoce el abismo del corazón misericordioso de Dios, quien busca siempre un motivo para no castigar, pues cifra su honor en proteger a su pueblo y conservar la gloría de Su nombre (v. 21). Véase Ex. 32, 12; Deut. 9, 27; Ez. 20, 9. 22. Diez veces, esto es, muchas veces. La cifra determinada se pone algunas veces por la indeterminada. 24. Además de Caleb, Josué (v. 30) podrá entrar en el país prometido. Están exentos del castigo también los levitas, cuya tribu no estaba representada entre los exploradores, de manera que encontramos p. ej. a Eleazar, hijo de Aarón, con Josué, repartiendo el pais de Canaán (Jos. 14, 1). Moisés y Aarón, aunque de b tribu de Leví, murieron antes de entrar en Canaán, por haber dudado de la misericordia de Dios (20, 10 ss.).

28 s. San Pablo recuerda _este castigo en I Cor. 10, 10, y agrega: "todo esto les sucedió a ellos en figura y fué escrito para amonestación de nosotros, para quienes ha venido el fin de las edades". Que habéis murmurado contra Mi: De aquí deducen algunos que no solamente fueron perdonados los niños y las mujeres, sino también los hombres que no murmuraron. 30. Este juramento se recuerda en el S. 94, 8-10; con que comienzan todos los días los Maitines del Oficio divino. Cf. Hebr. 3, 15. 33. Vuestras infidelidades: %\ hebreo dice: vuestras fornicaciones, ya que la alianza entre Dios e Israel se consideraba como un matrimonio y la infidelidad del pueblo y su apostasía como fornicación y adulterio. Los cuarenta afíos son recordados en Hebr. 7, 36; 13, 18. 37. Habían difamado el pojís: Esta rebeldía y soberbia (véase vv. 40 ss.) es lo que mis ofende al corazón paternal de Dios, porque duda de su bondad y le cree capaz de traicionarnos. En eso consistió el pecado de Adán. Lo mismo hacen los que se atreven a criticar las Sagradas Escrituras o se escandalizan de ellas en vez de creer que la palabra de Dios es un instrumento de santificación, como Jesús mismo nos enseñó (Juan 17, 17). Cf. Rom. 1, 16; Sant. 1, 21.

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N Ú M E R O S 14, 41-45; 15. 1-33 í

bien. * No subáis, pues Yahvé no está en medio de vosotros; no os dejéis derrotar por vuestros enemigos. ^Porque los amalecitas y los cananeos están allá, frente a vosotros, y caeréis a cuchillo. Por cuanto habéis vuelto las espaldas a Yahvé, Él no estará con vosotros." ••Ellos, empero, se_ obstinaron en subir a la cima de la montaña; mas ni el Arca de la Alianza de45Yahvé ni Moisés salieron del campamento. Pero bajaron los amalecitas y los cananeos que habitaban en aquella montaña y derrotándolos los acuchillaron hasta Horma.

mismo estatuto regirá para vosotros y para el extranjero que habitare con vosotros." 17 Y habló Yahvé a Moisés, diciendo: 18 "Habla a los hijos de Israel, y diles: Después de haber entrado en la tierra adonde os llevo, 19 cuando comáis del pan del país, ofreceréis una ofrenda alzada a Yahvé. ^Como primicias de vuestra harina ofreceréis una torta por ofrenda alzada. Habéis de ofrecerla del mismo modo que la ofrenda alzada de la era. 21De las primicias de vuestra harina presentaréis a Yahvé una ofrend alzada por todas vuestras generaciones. ^Cuando pecareis por ignorancia, dejando de cumplir alguno de estos preceptos que Yahvé ha dado a Moisés, 33o sea, cuanto Yahvé os ha mandado por boca de Moisés, desde el día en que empezó a daros mandamientos para todas vuestras generaciones en adelante, 24entonces todo el pueblo, por el pecado que se hizo por ignorancia e indeliberadamente, ofrecerá un novillo en holocausto de olor grato a Yahvé, con su oblación y su libación conforme al rito, y un25 macho cabrío para sacrificio por el pecado. E1 sacerdote hará expiación por todo el pueblo de los hijos de Israel, y les será perdonado, porque fué por ignorancia, y ellos por su error han presentado a Yahvé su ofrenda de combustión y su sacrificio expiatorio. 28 Así se le perdonará a todo el pueblo de los hijos de Israel, y al extranjero residente en medio de vosotros, pues la ignorancia fué del pueblo entero. 27 Si un particular pecare por ignorancia, traerá una cabra primal en sacrificio por el pecado; My el sacerdote hará expiación ante Yahvé por el que pecó por ignorancia, cometiendo un pecado por error. Así hará expiación por él, y le será perdonado. 28En cuanto a los pecados por ignorancia regirá una misma ley para el natural entre los hijos de Israel y para el extranjero que habita en medio de vosotros. ''Pero quien pecare con mano alzada, sea de los de vuestro pueblo, o de los extranjeros, ultraja a Yahvé; ese tal será extirpado de en medio de su pueblo; s l por cuanto ha despreciado la palabra dé Yahvé y quebrantado su mandamiento. Tal hombre será exterminado; recaiga sobre él su iniquidad."

CAPÍTULO XV LEYES 2RITUALES. JYahvé habló a Moisés, diciendo: "Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra de vuestra morada, que os voy a dar, *y ofreciereis a Yahvé sacrificios ígneos, sea holocausto u otro sacrificio, en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, o en vuestras solemnidades, para presentar a Yahvé un perfume grato con el sacrificio de bueyes v ovejas; *el que presentare su ofrenda ofrecerá a Yahvé, como oblación, un décimo (de efa) de flor de harina mezclada con un cuarto de hin de aceite. s Como libación ofrecerás para cada cordero, un cuarto de hin de vino, además del holocausto o del sacrificio. «Para cada carnero ofrecerás como oblación dos ¡décimas de flor de harina mezclada con un tercio de hin de aceite; 7y para la libación ofrecerás un tercio de hin de vino, en olor grato a Yahvé. 8Cuando ofrecieres a Yahvé un novillo en holocausto o sacrificio, para cumplir un voto, o como sacrificio pacífico, 'ofrecerás, además del novillo, como oblación, tres décimas de flor 10de harina mezclada con medio hin de aceite; y como libación presentarás medio hin de vino. Es ésta una ofrenda ígnea de olor grato a Yahvé. n Así se hará con cada buey, con cada carnero, con cada cordero, con cada cabrito. 12 Según el número (de los sacrificios) que vais a ofrecer, así haréis con cada uno. 13Toda persona de vuestro pueblo lo hará así, al ofrecer un sacrificio por el fuego en olor grato a Yahvé. 14Y cuando un extranjero residente entre vosotros o cualquier otro que esté en medio de vosotros, ofreciere en el transcurso E L PROFANADOR DEL SÁBADO. ^Mientras los de las generaciones un sacrificio por el fuego hijos de Israel estaban en el desierto, hallaron en olor grato a Yahvé, lo hará del mismo morecogiendo leña en día de sádo que vosotros. 15Una misma será la ley para a un hombre 33 vosotros los que sois del pueblo, y para el ex- bado. Los que le hallaron recogiendo leña tranjero que morare (entre vosotros). Ley 19. Ofreceréis una ofrenda alzada. S. Jerónimo, que perpetua será ésta para vuestros descendientes. conocía las costumbres hebreas, dice que estas ofrendas alzadas comprendían entre la cuadragésima y sexaEl extranjero tendrá ante Yahvé el mismo departe de toda la masa. Cf. Ex. 29, 24 y nota. recho que vosotros. 18Una misma ley y un gésima 22 ss. La Ley antigua llama pecado las faltas he45. Horma, ciudad situada en la frontera meridional de Palestina. Recibió su nombre por los acontecimientos narrados en Núm. 21, 3 y Juec. 1, 17. En lengua hebrea su significado es destrucción. 2 ss. Los vers. 2-16 son leyes que completan las de Lev. caps. 1-3. 4 ss. Véase Ex. 29, 40. 12. El texto hebreo de los vers. 12-16 es más extenso que la traducción de la Vulgata.

chas por ignorancia, de modo que se comprendía bajo el nombre de pecado cualquier olvido de la Ley u omisión indeliberada de un precepto. Por esos pecados de ignorancia se ofrecía todos los años un becerro (Lev. 4, 13 ss.; 4, 27 ss.). Aquí vemos modificada la ley anterior. 30. Con mano alzada, esto es, deliberadamente y con desprecio de la Ley. Véase Lev. 4, 2 y nota. 33. Trátase aqui de la aplicación de la Ley en un caso que parecía dudoso. Por tanto lo entregaron a Moisés.

HUMEROS 1S, 33-41; 16, 1-15

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le llevaron ante Moisés y Aarón y todo el pueblo; **y lo encerraron, porque no había sido determinado aun lo que se había de hacer con él. ^Entonces dijo Yahvé a Moisés: "Ese hombre muera irremisiblemente; todo el pueblo ha de 36matarlo a pedradas fuera del campamento." Le sacaron, pues, fuera del campamento y le apedrearon; y así murió, como Yahvé había mandado a Moisés. DISTINTIVOS EN EL VESTIDO.

37

Yahvé habló a

Moisés, diciendo: ^"Habla a los hijos de Israel y diles que en adelante se hagan flecos en los ángulos de sus vestidos, y que pongan sobre el39fleco de cada ángulo un cordón de jacinto. E1 fleco os servirá para este fin: que al mirarlo os acordéis de todos los mandamientos de Yahvé, a fin de cumplirlos, y para que no vayáis tras los deseos de vuestro corazón y de vuestros ojos, por los cuales os dejáis arrastrar a la infidelidad. 40Así os acordaréis, y cumpliréis todos mis mandamientos, y seréis santos para vuestro Dios. 4l Yo soy Yahvé, vuestro Dios, que os he sacado de la tierra de Egipto, para ser el Dios vuestro. Yo soy Yahvé, vuestro Dios." CAPÍTULO XVI SEDICIÓN DE CORÉ, DATAN Y ABIRÓN.

lCoré,

hijo de Ishar, hijo de Caat, hijo de Leví, se confabuló con Datan y Abirón, hijos de Eliab, 36. Le apedrearon: ¿Y hoy día? Son muy pocos los cristianos que conocen y practican el descanso dominical. El domingo es para la mayoría día de diversiones profanas y hasta de pecados. Si hoy viniera Moisés adre, a tu madre, a19tus hermanos, y a toda a casa de tu padre. Si alguno sale fuera de la puerta de tu casa, su sangre recaerá sobre su propia cabeza, y nosotros quedaremos sin culpa; pero si mano alguna toca a los que estén contigo dentro de la casa, su sangre recaerá sobre nuestra cabeza. "Pero si nos denuncias, nos veremos libres de este juramento que nos has tomado." 21EUa respondió: "Como vosotros decís, así sea". Después los despidió, y se fueron. Y ella ató el cordón de escarlata a la ventana.

2

A1 cabo de tres días, los jefes pasaron por en medio del campamento, *y dieron al pueblo esta orden: "Cuando veáis el Arca de la Alianza de Yahvé, vuestro Dios, y a los sacerdotes levitas que la llevan, partid también vosotros de vuestro lugar y marchad en pos de ella — *pero dejad entre vosotros y ella un espacio de unos dos mil codos de distancia y no os acerquéis a ella—, para que podáis saber el camino que habéis de seguir; pues no habéis pasado antes por este camino." SY Josué dijo al pueblo: "Santifícaos, porque mañana Yahvé hará maravillas en medio de vosotros." "Habló Josué también a los sacerdotes, diciendo: "Alzad el Arca de la Alianza e id delante del pueblo." Alzaron, pues, el Arca de la Alianza y se pusieron en marcha al frente del pueblo. 'Y dijo Yahvé a Josué: "Hoy comenzaré a engrandecerte ante' todo Israel, para que sepan ellos que Yo estoy contigo como estuve con Moisés. 8Manda a los sacerdotes que llevan el Arca de la Alianza, y diles: "Cuando lleguéis a la orilla de las aguas del REGRESO DE LOS EXPLORADORES. ^Partieron, Jordán, paraos, en el mismo Jordán." 9 pues, ellos en dirección de la montaña, donde Dijo, ^pues, Josué a los hijos de Israel: "Veestuvieron tres días, hasta el regreso de los nid aquí yr escuchad las palabras de Yahvé, que habían ido en su persecución. Pues los vuestro Dios." 10Y añadió Josué: "En esto perseguidores los habían buscado en todo el conoceréis que el Dios vivo está en medio de camino, sin hallarlos. ^Se volvieron entonces vosotros, y que infaliblemente expulsará de los dos hombres; bajando de la montaña pasa- delante de vosotros al cananeo, al heteo, al heron (el río) y vieron a Josué, hijo de Nun, veo, al fereceo, al gergeseo, al amorreo y al al cual refirieron todo lo que les había suce- jebuseo. u H e aquí que el Arca de la Alianza delante dido. ^Dijeron a Josué: "Cierto es que Yah- del Señor de toda la tierra va a pasar 1¿ vé ha dado en nuestra mano todo este país, de vosotros por medio del Jordán. Tomaos de las tribus de Israel, uno de porque todos los moradores del país tiemblan doce hombres cada tribu; 13y cuando los sacerdotes que lleya ante nosotros." van el Arca de Yahvé, Señor de toda la tierra, pongan la planta de sus pies en las aguas del CAPÍTULO III Jordán, éstas se cortarán; es decir, las aguas PREPARATIVOS PARA EL PASO DEL JORDÁN. 'Le- que vienen de arriba, se pararán y formarán vantóse Josué muy de mañana, y partiendo de un montón." Sitim, él y todos los hijos de Israel, vinieron al Jordán, donde se detuvieron antes de cruzarlo. EL PASO DEL JORDÁN. u Salió, pues, el pueblo de sus tiendas para pasar el Jordán, y los sacer18. El cordón de hilo escarlata es, en la interpreAlianza martación de los santos Padres, figura de la San-re de dotes que llevaban el Arca de lla s y cuando lleCristo. San Pablo elogia la te de Rahab (Hebr. chaban al frente del pueblo, 11, 31), y Santiago (2, 25) aprecia la obra de ca- ?aron los portadores del Arca al Jordán, y ridad que hizo con los exploradores. No hay duda os pies de los sacerdotes que llevaban el Arca de que la ramera renunció a su mala vida y se adhirió a los israelitas. Por su casamiento con Salmón, Rahab figura en la genealogía legal de Cristo (Mt. 1, S), lo cual no deja de ser una piedra de escándalo para los fariseos antiguos y modernos. Es porque no entienden lo que Jesús dijo en la Sinagoga de Cafarnaúm; "La carne para nada aprovecha" (Juan 6, 63). A tal punto desprecia el Señor esas preocupaciones humanas sobre el honor de la familia y las virtudes de los antepasados, que Él, la Santidad misma, elige entre las mujeres de su ascendencia no sólo a Rut (Mat. 1, 5) que era moabita (Rut 1, 1-4), es decir, descendiente de los hijos del incesto (Gen. 19, 37), sino también a la ramera Rahab (Josué 6, 25; (Mat. 1, 5 ) ; a la incestuosa Tamar (Gen. 38, 11 ss.; Mat. 1, 3). Aun Sara, la mujer legítima de Abrahán perteneció un tiempo al Faraón de Egipto hasta que Dios lo castigó (Gen. 12, 11-19). Por fin debiendo ser de la semilla de David según la carne (Rom, 1, 3) como debía ser de la de Adán para borrar el pecado, Jesús elige para si la rama de la adúltera Betsabee (II Rey. 11, 22 ss.; Mat. 1, 6 ) , habiendo podido elegir a cualquiera de las otras mujeres de David (cf. II Rey. 3, 2 s s ) .

3. Los sacerdotes ¡evitas: "Ordinariamente eran los caatitas, simples levitas, los que llevaban el Arca (Núm. 4, 15; 7, 9, etc.); mas en ocasiones solemnes la llevaban los sacerdotes. Véase 6, 6; III Rey. 8, 3, etc." (Vigouroux, Polyglotte). 4. No os acerquéis a ella, para no haceros culpables de la pena de muerte. No era licito tocar el Arca (II Rey. 6, 6 ss.). 5. Santifícaos, esto es, purificaos legalmente (Ex. 19, 15; Tos. 7. 13). 12. Véase 4, 2. 13. La Vulgata agrega: y las aguas que hay de la parte de abajo, seguirán su corriente. 15. Siendo el tiempo de la siega en que crecen de nuevo las aguas del Jordán (por derretirse en esta estación las nieves del Hermón), no fué posible vadear el río;, operación que dificultaba aun más la gran muchedumbre de mujeres, niños, ancianos y rebaños. En aquella región la corriente es extraordinariamente impetuosa debido al desnivel de 200 metros que existe entre el Lago de Genesaret y el Mar Muerto. El paso del Jordán es, pues, un suceso milagroso que no tiene explicación natural alguna y re-

J O S U É 3, 15-17; 4, 1-23

233

se mojaron en la orilla de las aguas —pues el Jordán se desborda 16por todas sus orillas durante toda la siega—; se pararon las 'aguas que venían de arriba elevándose a mucha distancia en forma de un montón, junto a Adam, ciudad que está al lado de Sartán; y las aguas que corrían hacia el Mar del Araba, el Mar Salado, quedaron completamente cortadas; y el pueblo pasó frente a Jericó. 17Los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza de Yahve estaban parados sobre el suelo enjuto, en medio del Jordán, mientras todo Israel iba pasando en seco, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán. CAPÍTULO IV LAS DOCE PIEDRAS CONMEMORATIVAS.

1

Cuando

todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán, habló Yahvé a Josué, diciendo: '"Tornaos de entre el pueblo doce hombres, uno de cada tribu, 3 y dadles esta orden: De ahí, de en medio del Jordán, del lugar donde se han parado los pies de^ los sacerdotes, tomad doce piedras, que llevaréis con vosotros para colocarlas en el lugar donde acampéis esta noche." 4 Llamó, pues, Josué a los doce hombres que había elegido de entre los hijos de Israel, uno de cada tribu; *y les dijo: "Id al medio del Jordán, hasta donde esta el Arca de Yahvé, vuestro Dios, y cada uno de vosotros cargue una piedra sobre su hombro, según el número de las tribus de los hijos de Israel. *y sirva esto de señal en medio de vosotros. Cuando el día de mañana preguntaren vuestros hijos diciendo: "¿Qué significan para vosotros estas piedras?", 'les responderéis: "Las aguas del Jordán se cortaron ante el Arca de la Alianza de Yahvé. Cuando ella pasó el Jordán, se partieron en dos las aguas del Jordán; y estas piedras han de ser un monumento sempiterno para los hijos de Israel." 8 Los hijos de Israel lo hicieron así como Josué había ordenado. Tomaron doce piedras de en medio del Jordán, como Yahvé lo había cuerda el paso del Mar Rojo (Ex. 14, 21), que Rahab menciona en el v. 10 del cap. anterior. San Gregorio y San Agustín reconocen en el milagro del retroceso de las aguas del Jordán hacia su origen, los efectos del Bautismo, por el cual el hombre vuelve a su Principio del cual se había desviado. Cf. Rom. 6, 6 ss.; Ef. 2, 5 s.; Col. 3, 1 ss. 16. El Mar del Araba, el Mar Salado; esto es, el Mar Muerto, en el cual desemboca el Jordán. 4. Los doce hombres escogidos representan, según San Agustín, no sólo a las doce tribus de Israel, sino también a los doce apóstoles que son las piedras fundamentales de la Iglesia, juntamente con los Profetas (Ef. 2, 20). 6. Nótese este admirable método de catequizar a los niños. Ante todo hay que despertar su atención apelando a su curiosidad. Cuando ellos viendo el monumento preguntasen a su padre: "Padre ¿qué es esto?'*, le corresponde a éste hablarles de las grandezas de Yahvé para que le conozcan y le a-men y observen su santa Ley. Es de notar también que, según la Sagrada Escritura, son los padres los que deben dar esta primera instrucción religiosa. Reiteradas veces les inculca Dios tal deber a través de las páginas de la Biblia. Cf. Ex. 13, 14; Deut. 6, 2 s.; 31, 19; Jos. 4, 6 y 2 1 ; etc.

mandado a Josué, según el número de las tribus de los hijos de Israel; y llevándolas consigo al lugar en que habían de acampar las asentaron allí. 9Josué erigió también doce piedras en medio del Jordán, donde habían estado los pies de los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza, y allí han quedado hasta el día de hoy. Los SACERDOTES SALEN DEL JORDÁN.

10

LOS sacer-

dotes que llevaban el Arca se habían quedado parados en medio del Jordán hasta el cumplimiento de todo lo que Yahvé había mandado a Josué que intimara al pueblo, conforme a cuanto Moisés había ordenado a Josué. Entretanto, nel pueblo atravesó a toda prisa (el Jordán), y cuando todo el pueblo hubo acabado de pasar, pasó también el Arca de Yahvé juntamente con los sacerdotes, a vista del pueblo. "Pasaron también armados al frente de los israelitas los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de13 Manases, según les había ordenado Moisés. Estos, unos cuarenta mil, armados para la guerra, pasaron delante de Yahvé a la batalla, a los llanos de Jericó. 14En aquel día Yahvé engrandeció a Josué a los ojos de todo Israel, de manera que le respetaron como habían respetado a Moisés, todos los días de su vida. 15 Yahvé habló entonces a Josué, diciendo: ^'Manda a los sacerdotes que llevan el Arca del Testimonio, que suban del Jordán." "Mandó, pues, Josué a los sacerdotes, diciendo: "¡Subid del Tordán!" 18Y cuando los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza de Yahvé, subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes hubieron alcanzado la tierra seca, volvieron las aguas del Jordán a su lugar, desbordándose, como anteriormente, por todas sus riberas. 19 E1 pueblo salió del Jordán el día diez del mes primero, y acamparon en Gálgala, en la frontera oriental de Jericó. 20En Gálgala erigió Josué aquellas doce piedras sacadas del Jordán, 21y habló a los hijos de Israel, diciendo: "Cuando el día de mañana vuestros hijos preguntaren a sus padres, diciendo: ¿Qué significan estas piedras?, ^instruiréis a vuestros hijos, y diréis: A pie enjuto pasó Israel este Jordán, 23secando Yahvé, vuestro Dios, delante 12. Véase Núm. 32, 28 ss. 18. Desbordándose, etc.: Los israelitas atravesaron el Jordán en el primer mes (v. 19), es decir, enf la estación primaveral, cuando el río alcanza el máximum de crecida y llena todo el valle, ocupando un espacio de 400 m. a 3 km. de ancho. Las nieves del Hermón, unidas a las lluvias de enero y febrero son b.s fuentes de tan inmensa crecida. 19. Cf. 5, 9. Gálgala no era ciudad, sino solamente un campó* fortificado y lugar notable por las doce piedras, las que más tarde le dieron carácter de santuario (cf. I Rey. 10, 8; Os. 4, 15; Am. 5, 5). Algunos creen que San Juan Bautista aludió a esas piedras en su predicación de penitencia, cuando dijo: "Yo os digo que poderoso es Dios para hacer que de estas mismas piedras nazcan hijos de Abrahán" (¡Mat. 3, 9 ) ; pues no había otras piedras en aquella región porque toda la tierra es de aluvión. San Jerónimo dice que las piedras se veían todavía en su tiempo. Una iglesia cristiana se levantó en aquel lugar. Se han conservado algunos restos de la iglesia.

. J O S U É 4, 23-24; 5, 1-16; 6-1

234 de vosotros las aguas del Jordán hasta que h u bisteis pasado, como lo hizo Yahvé, vuestro Dios, con el Mar Rojo, al cual secó delante de nosotros, hasta que hubimos pasado; 24 para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de Yahvé es poderosa y vosotros temáis a Yahvé, vuestro Dios, en todo tiempo." CAPÍTULO V CIRCUNCISIÓN DE LOS ISRAELITAS.

1

T o d o s los

reyes de los amorreos que habitaban a la otra parte del Jordán, hacia el occidente, y todos los reyes de los cananeos que habitaban junto al mar, cuando oyeron que Yahvé había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, se desmayaron en su corazón y ya n o quedó en ellos aliento, por miedo a los hijos de Israel. 2 En aquel tiempo dijo Yahvé a Josué: "Hazte cuchillos de piedra y vuelve a circuncidar a los hijos de Israel por segunda vez." 3 Hízose, pues, Josué cuchillos de piedra y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot. 4 H e aquí la causa porque Josué los circuncidó: T o do el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto, en el camino, cuando salieron de Egipto. 5 T o d o ese pueblo que salió (de Egipto) había sido circuncidado; pero no lo estaba ninguno del pueblo nacido en el desierto, en el camino, después de la salida de Egipto. 8 Porque los hijos de Israel anduvieron cuarenta años por el desierto, hasta perecer todo el pueblo, los hombres de guerra salidos de Egipto, por n o haber obedecido la voz de Yahvé. A ellos Yahvé les juró q u e no les dejaría ver la tierra que con juramento había prometido a sus padres que nos la daría, tierra que mana leche y miel. 7 A los hijos de aquellos que Él había suscitado en su lugar, los circuncidó Josué, porque eran incircuncisos; pues no los habían circuncidado en el camino. 8 Después que todo el pueblo fué circuncidado, se quedaron en su lugar, dentro del campamento, hasta que sanaron. 9 Dijo en2 s. La circuncisión era el signo externo de la alianza de Abrahán con Dios (Ecli. 44, 20). siendo por eso obligatoria para todos sus descendientes (cf. Gen. 17, 7-14; Rom. 4, 11). Durante su estadía en Egipto y en el viaje por el desierto los israelitas habían descuidado la ley de la circuncisión, por lo cual Dios la inculca de nuevo. "Ignoramos los motivos de esta omisión. Pero vemos que en todo caso el autor sagrado se creyó en la necesidad de señalar el hecho. Ni vemos que lo atribuya á pecado, el cual vendría a recaer sobre los conductores del pueblo" (Nácar-Colunga). Collado de Aralot (y. Z): Vulgata: Collado de los prepucios, lo que significa lo mismo. 9. El oprobio de Egipto: la esclavitud de Egipto. El oprobio termina al entrar en la tierra de promisión y al renovarse la circuncisión. ,E1 texto hebreo se sirve de un juego de palabras para esclarecer la etimología del nombre de Gálgala que, según los hebraístas probablemente significa "cerco", es decir, el círculo de las piedras que Josué colocó allí (4, 20). Los arqueólogos dan a estos círculos de bloques fijos en el terreno el nombre de "cromlech". Los encontramos también en otros países, por ejemplo en Gran Bretaña y Escandinavia.

tonces Yahvé a Josué: " H o y he quitado de sobre vosotros el oprobio de Egipto." Y se llamó el nombre de aquel lugar Gálgala hasta el día de hoy. CELEBRACIÓN DE LA PASCUA.

10

Acamparon los

hijos de Israel en Gálgala y celebraron la Pascua el día catorce del mes, por la tarde, en la llanura de Jericó. l r Y comieron de los productos del país desde el día siguiente a la Pascua; en aquel mismo día (comieron) panes ácimos y trigo tostado. 12A1 día siguiente de comer de los productos del país, cesó el maná, y en adelante los hijos de Israel ya no tuvieron el maná, sino que comieron en aquel año de los frutos del país de Canaán. APARICIÓN DEL ÁNGEL.

13

Estando Josué cerca

de Jericó, alzó los ojos y miró; y he aquí que estaba en pie delante de él u n hombre con la espada desenvainada en la mano. Acércesele Josué y le preguntó: "¿Eres t ú de los nuestros, o de nuestros enemigos?" H É1 respondió: " N o , sino que soy el príncipe del ejército de Yahvé, que acabo de llegar." 1 5 Entonces Josué cayó en tierra sobre su rostro, y adoró. Y le preguntó: "¿Qué dice mi Señor a su siervo?" 16E1 príncipe del ejército de Yahvé dijo a Josué: "Quítate el calzado de los pies, porque el lugar donde estás es santo." Y Josué lo hizo así. CAPÍTULO VI T O M A DE JERICÓ.

'Jericó tenía bien atran-

cadas las puertas p o r miedo a los hijos de Israel; nadie podía salir ni entrar. 12. Cesó el maná, el pan del cielo, figura de Cristo humanado. Cf. Ex. cap. 16; S. 77, 25 s.; Juan 6, 31-32 y 49-50; I Cor. 10, 3. 13. El Ángel que se aparece a Josué, es, tal vez, el mismo que acompañó ya antes al pueblo de Israel para guiarlo y protegerlo (Ex. 23, 20 y 23). Algunos expositores creen que este príncipe celestial fué San Miguel (Dan. 10. 2 1 ; 12, 1). 16. Cf. Ex. 3, 5; Hech. 7, 33. 1 ss. Las ciudades cananeas eran muy pequeñas. Jericó tenía un perímetro de sólo 778 metros, o sea, un poco más que la Basílica de San Pedro de Roma. Su fortaleza consistía en su enorme muralla que "le permitía esperar con toda tranquilidad cualquier ataque, aun de sitiadores más expertos que los israelitas" (Ricciotti). Como demuestran las excavaciones realizadas por Sellin y Garstang, Jericó estaba rodeada de murallas en doble cordón, una de las cuales tenía 8-9 metros de alto por 3-4 de ancho, de manera que la ciudad era un baluarte inexpugnable. Agregúese a ello que los israelitas no poseían armas ni instrumentos para tomar una fortaleza. La caída de Jericó no se puede explicar sino por la intervención de Dios. Él es quien toma la ciudad, para manifestar su poder y enseñarnos que fortalezas y armas, y otros inventos de la sabiduría humana, son una nada ante el sonido de sus trompetas, "porque escrito está: Destruiré la sabiduría de los sabios, y anularé la prudencia de los prudentes" (I Cor. 1, 19; cf. I I Cor. 10, 4 s.). El dar vuelta a la ciudad con el Arca tenía solamente carácter simbólico. El pueblo había de reconocer que el derrumbamiento de las murallas no era obra de los hombres sino de Dios. Por eso San Pablo explica este asombroso triunfo como obra de la fe (Hebr. 11, 30).

JOSUÉ 6, 2-26

entonces dijo Yahvé a Josué: "Mira, Yo he entregado en tus manos a Jericó y su rey y sus valientes de guerra. 3Dad una vuelta a la ciudad haciendo un giro en torno a ella, todos los hombres de guerra. Así haréis por seis días, elevando siete sacerdotes siete trompetas de cuernos de carnero delante del Arca. Mas al día séptimo daréis la vuelta a la ciudad siete veces y los sacerdotes tocarán las trompetas. 5 Y cuando ellos saquen del cuerno de carnero sonidos más continuados, y vosotros oigáis su sonido, todo el pueblo gritará con grande algazara, y se derrumbara la muralla de la ciudad, y subirá el pueblo cada uno por la parte que tenga delante." ^Llamó, pues, Josué, hijo de Nun, a los sacerdotes y les dijo: "Llevad el Arca de la Alianza, y siete sacerdotes vayan con siete trompetas de cuerno de carnero delante del Arca de Yahvé." 7A1 pueblo le dijo: "Pasad y dad vuelta a la ciudad; y los hombres armados marcharán delante del Arca de Yahvé." 8 Luego que Josué hubo dado esta orden al pueblo, los siete sacerdotes con las siete trompetas de cuerno de carnero marchaban delante de Yahvé y comenzaron a tocar las trompetas, mientras el Arca de la Alianza de Yahvé seguía tras ellos. 9A1 frente de los sacerdotes que tocaban las trompetas marchaban los hombres armados, y el resto del pueblo iba tras el Arca. Y mientras caminaban resonaron las trompetas. 10Josué había mandado al pueblo, diciendo: "No gritéis, ni dejéis oír vuestra voz, ni salga de vuestra boca palabra alguna hasta el día en que yo os diga: ¡Gritad! Entonces gritaréis." n Hizo, pues, que el Arca de Yahvé diera la vuelta a la ciudad, rodeándola una sola vez; y volviéndose al campamento pasaron allí la noche. 12 A1 día siguiente Josué se levantó muy temprano, y13 los sacerdotes llevaron el Arca de Yahvé. Los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero marchaban delante del Arca de Yahvé, tocando las trompetas. Los hombres armados iban delante de ellos, y el resto del pueblo seguía tras el Arca de Yahvé, y durante la marcha resonaban las trompetas. 14Asimismo dieron una vuelta a la 'ciudad el segundo día y se volvieron al campamento. Eso mismo hicieron por seis días. 15A1 séptimo día se levantaron muy temprano, al despuntar el alba, y de la misma manera dieron siete veces la vuelta a la ciudad; sólo aquel día dieron la vuelta a la ciudad siete veces. 18Y cuando a la séptima vez los sacerdotes tocaron las trompetas, dijo Josué al pueblo: "¡Gritad, pues Yahvé os ha entregado la 5. Son'dos más continuados: Vulgata: la vos de Ja trompeta más larga e interrumpida. 6. Trompetas de cuerno de carnero: Vulgata: Trompetas del jubileo, es decir, las trompetas que se usaban para anunciar el año del jubileo (Lev. 25, 9). 13. Nótese el frecuente empleo del número sagrado siete en este relato que abarca siete días y siete vueltas al séptimo día, con siete sacerdotes portadores de siete trompetas.

235 ciudad! 17Y será la ciudad anatema para Yahvé, ella, y cuanto hubiere en ella. Solamente Rahab, la ramera, vivirá, ella y todos los que se hallen con ella en su casa, por cuanto escondió 18a los exploradores que habíamos enviado. Pero guardaos bien de lo consagrado al anatema, no sea que apropiándoos cosa alguna consagrada al anatema, os hagáis anatema, y hagáis anatema también el campamento de Israel y lo llevéis a la perdición. 19Toda la plata, todo el oro, y todos los objetos de bronce y de hierro, serán consagrados a Yahvé y han de entrar al tesoro de Yahvé." 20 Entonces el pueblo levantó el grito, y resonaban las trompetas. Y cuando el pueblo oyó el sonido de la trompeta, comenzó a gritar con grande algazara, y se derrumbó la muralla, y el pueblo subió a la ciudad, cada uno por la parte que tenía frente a sí, y tomaron la ciudad. 21Y consagraron al anatema cuanto había en la ciudad, hombres y mujeres, niños y viejos, bueyes, ovejas y asnos. RAHAB ES SALVADA. 22Entonces Josué dijo a aquellos dos hombres que habían explorado el país: "Entrad en casa de la ramera y sacad de allí a la mujer con todos los suyos, conforme se lo jurasteis." 23Entraron, pues, los jóvenes, los espías, y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y a todos los suyos. Sacaron a todos los de su familia y los metieron en un lugar fuera del campamento de Israel. 24Después abrasaron la ciudad con cuanto en ella había, menos la plata y el oro y los objetos de bronce y de hierro, que pusieron en el tesoro de. la Casa de Yahvé. MMas conservó Josué la vida a Rahab la ramera y a la casa de su padre y a todos los suyos. Ella habita en medio de Israel hasta el día de hoy por haber ocultado a los mensajeros que Josué había enviado para espiar a Jericó. JOSUÉ MALDICE LA CIUDAD.

26

En aquel tiempo

juró Josué diciendo: "¡Maldito ante Yahvé 17. Anatema significa destrucción completa; es decir muerte de los habitantes y de los ganados, y destrucción de todo lo demás. Quien se apoderaba de alguna cosa anatematizada, se tornaba, él mismo, anatema. 20. Esto se nos recuerda en I I 'Mac. 12, 15. Las excavaciones recientes comprueban que los muros cayeron hacia afuera, aunque sin duda se exceptuaba la casa de Rahab, que estaba en el muro (2, 15). Cf. Lev. 27, 28 y nota. No es necesario recurrir a un terremoto, como lo hacen Haupt y otros modernos, puesto que el derrumbamiento de los muros se realizó cuando el pueblo levantó el grito y resonaron las trompetas, conforme a lo predicho en el vers. 5. 23. Véase Hebr. 10, 31, donde el autor sagrado nos dice que Rahab fué salvada por haber recibido en paz a los exploradores. "El hilo colorado (cf. 2, 18) que era la señal de que su casa tenía que ser salvada, es figura de la pasión del Señor, por la cual los hombres se salvan de la perdición" (Zschokke-Dóller). 25. Tenemos aquí una importante noticia sobre el tiempo de la composición del Libro de Josué. Fué compuesto mientras vivía aún Rahab y su familia. 26. Cumplióse la maldición de Josué en tiempos del impío rey Acab, cuando Hiél de Betel reedificó la ciudad sacrificando a sus propios hijos ( I I I Rey. 16, 34).

J O S U É «. 26-27; 7, 1-St

236

sea quien se atreva a reedificar esta ciudad de Jericó! Al precio de su primogénito eche los cimientos de ella y a costa de su hijo menor coloque sus puertas." 27De esta manera acompañó Yahvé a Josué, y su fama se divulgó por todo el país. CAPÍTULO VII DERROTA DE ISRAEL EN HAI.

*LOS hijos de

simulado, poniéndolas entre su equipaje. 12Por eso los hijos de Israel no podrán resistir a sus enemigos; volverán las espaldas ante sus enemigos, pues han venido a ser anatema. No estaré más con vosotros, a menos que exterminéis el anatema de en medio de vosotros. 13Levántate, santifica al pueblo y dile: Santifícaos para mañana; porque así dice Yahvé. el Dios de Israel: Hay en medio de ti, oh Israel, un anatema. N o podrás resistir a tus enemigos, hasta que hayas exterminado el anatema de en medio de vosotros. H Mañana por la mañana os presentaréis según vuestras tribus; y la tribu que Yahvé señale se acercará por parentelas: y la parentela que Yahvé señale se acercara por casas; y la casa que Yahvé señale se acercará por cabezas. 15Y el que fuere hallado con el anatema será quemado en el fuego, tanto él como todo lo suyo, por haber traspasado el pacto de Yahvé y cometido maldad en Israel."

Israel quebrantaron el anatema; pues Acán, hijo de Carmí, hijo de Zabdí, hijo de Zare, de la tribu de juda, tomó de lo consagrado al anatema, por lo -cual se encendió la ira de Yahvé contra los hijos de Israel. 2Josué envió desde Jericó unos hombres a Hai, que está junto-a Betaven. al oriente de Betel, y les habló, diciendo: "Subid y explorad el país." Subieron, pues, los hombres y exploraron a Hai. 3 De vuelta a Josué le dijeron: "No es menester que suba todo el pueblo, suban sólo unos dos o tres mil hombres para derrotar a Hai. No fatigues a todo el pueblo para marchar allí, EL CASTIGO DE ACÁN. 18A1 día siguiente se porque sus habitantes son pocos." levantó Josué muy temprano, e hizo que se •Subieron, pues, allí unos tres mil hombres acercara Israel por sus tribus; y fué señalada del pueblo, pero huyeron ante los hombres de la tribu de Judá. 17Después mandó acercarse Hai. 5Los hombres de Hai mataron de ellos las parentelas de Judá, y fué señalada la paunos treinta y seis hombres, y persiguiéndoles rentela de los zarcos. Hizo se acercara la padesde la puerta hasta. Sebarim los derrotaron rentela de los zareos por sus varones, y fué en la bajada, con lo que se derritió el corazón señalado Zabdí. I8 Luego hizo acercarse la cadel pueblo y vino a ser como agua. sa de éste por cabezas, y fué señalado Acán, hijo de Carmí, hijo de Zabdí, hijo de Zare, de 6 JOSUÉ IMPLORA LA AYUDA DEL SEÑOR. Josué la tribu de Judá. 19 rasgó sus vestidos y se postró en tierra sobre Dijo, pues, Josué a Acán: "Hijo mío, da su rostro delante del Arca de Yahvé hasta la gloria a Yahvé, el Dios de Israel, y ríndele tarde, así él como los ancianos de7Israel, y se honor, y. manifiéstame, te lo ruego, qué has echaron polvo sobre sus cabezas. Y dijo Jo- hecho-, no me lo encubras." 20Acan respondió sué: "¡Ay, Señor, Yahvé! ¿por qué has hecho a Josué, diciendo: "Es verdad que he pecado pasar a este pueblo el Jordán para entregarnos contra Yahvé, el Dios de Israel. He aquí lo en manos de los amorreos y destruirnos? ¡Oja- que he hecho: 21 Vi entre los despojos un herlá hubiéramos preferido quedarnos al otro la- moso manto de Sinear, doscientos siclos de do del Jordán! 8 ;Ay Señor! ¿qué podré decir plata y una barra de oro de cincuenta siclos yo, después de haber vuelto Israel las espal- de peso; y llevado de codicia lo tomé, y he das ante sus enemigos? 9A1 oírlo los cana- aquí que está escondido en la tierra en_ medio neos y todos los habitantes del país, nos cer- de mi tienda, y el dinero está debajo (del carán y borrarán nuestro nombre, de sobre manto)." 22Josué envió hombres que fueron la tierra. ¿Qué harás T ú por la gloria de tu corriendo a la tienda; y he aquí que (los objetos) estaban escondidos en la tienda, y debaNombre? 23 10 Respondió Yahvé a Josué: "Levántate, jo estaba el dinero. Sacáronlos de en medio ¿por qué estás postrado sobre tu rostro? "Is- de la tienda y los llevaron a Josué y a todos rael ha pecado y también violado mi pacto los hijos de Israel; y los extendieron delante que Yo les he impuesto-, más aún, han tomado de Yahvé. cosas entregadas al anatema, han robado y di^Entonces Josué, y con él todo Israel, tomaron a Acán, hijo de Zare, con la plata y_ el 2. I,a ciudad de Hai estaba situada al noroeste de Jericó, junto al camino entre ésta y Betel. Su sitio manto y la barra de oro, y también a.sus hijos y a sus hijas, y sus bueyes, asnos y ovejas y se identifica con Et-Tell. 6. Rasgó sus vestidos, en señal de duelo y dolor. Cí. Gen. 37, 34; I Rey. 4, 12; I I Rey. 1, 2 ; Job 1, 20; 2, 12. etc. 7 ss. Josué sabe rezar como Moisés. E n sus palabras no hay nada de justificación o excusa del pecado, ningún recurso humano, ninguna mención de propios méritos. El único motivo que alega es el honor de Dios, la gloria de su santísimo Nombre (v. 9). ¿Qué pensarían los paganos al ver derrotado al pueblo de Dios? Despreciarían la santidad de su nombre, y esto es lo que Dios no puede permitir. La oración auténtica debe comenzar siempre con el "Santificado sea tu Nombre" (Mat. 6, 9 ) .

12. Han venido a ser anatema, por haber sustraído algo del botín consagrado a Yahvé. 15. Para echar suertes se tomaban unas varitas o tablitas de madera, en las cuales- se escribía un si y un no, o los nombres de los participantes. No hay nada que decir en contra de esta forma extraordinaria de buscar al culpable, porque Dios mismo lo había ordenado (v. 14). De la misma manera procedieron los apóstoles para elegir al que debía sustituir a Judas el traidor (Hech. 1, 26). 21. Sinear, o Senaar: Babilonia. Cf. Gen. 11, 2 y nota. U n sido equivalía a 16,38 gramos.

JOSUÉ 7, 24-26; 8, 1-29

su tienda y todo lo que poseía; y los llevaron al Valle de Acor. faY le dijo Josué: "Por cuanto tú nos has perturbado, Yahvé te perturbará a ti en este día." Y todo Israel le apedreó. Y los quemaron después de apedrearlos. l e v a n t a r o n sobre él un gran montón de piedras (que se ve) hasta hoy. Con esto cesó el ardor de la ira de Yahvé. Por esto se llama aquel lugar Valle de Acor, hasta el día de hoy. CAPÍTULO VIII TOMA DE HAI. 1Dijo Yahvé a Josué: "No temas ni te amedrentes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira que Yo he dado en tu poder al rey 2de Hai, su pueblo, su ciudad y su territorio. Y harás con Hai y con su rey como hiciste con Jericó y su rey; solamente que tomaréis para vosotros sus despojos y sus ganados. Pon una emboscada contra la ciudad, al poniente de la misma. levantóse, pues, Josué con toda la gente de guerra para subir contra Hai. Y escogió Josué treinta mil combatientes valerosos a los que despachó de noche. 4Les dio esta orden: "Mirad que os pongáis en emboscada contra la ciudad, a espaldas de ella, a poca distancia, y estad todos alerta. s Yo y toda la gente que está conmigo, nos acercaremos a la ciudad, y cuando salgan a nuestro encuentro, como la vez primera, echaremos a huir delante de ellos. 'Cuando, pues, salgan tras nosotros, los alejaremos de la ciudad —porque se dirán: huyen de nosotros como la vez primera— y mientras seguimos huyendo delante de ellos, Vosotros os levantaréis de la emboscada y os apoderaréis de la ciudad; y Yahvé, vuestro Dios, la entregará en vuestras manos. 'Después de apoderaros de la ciudad, pegaréis fuego a ella. Como mandó Yahvé, así9 lo haréis. Ved, que yo os lo he mandado." Así los despachó Josué; y marcharon al lugar de la emboscada para apostarse entre Betel y Hai, al occidente de Hai. Y Josué pasó aquella noche en medio del pueblo. 10 A1 día siguiente se levantó Josué muy de mañana, pasó revista a la gente y subió contra Hai marchando al frente del pueblo, él y los ancianos de Israel. u Toda la gente de guerra que con él estaba subió, y acercándose llegaron frente a la ciudad, y acamparon al norte de Hai, mediando el valle entre ellos y Hai. 12 Después tomó unos cinco mil hombres y los puso en emboscada entre Betel y Hai, al occidente de la ciudad. 13Luego que el pueblo hubo tomado posición: todo el ejército al norte de la ciudad, y la retaguardia al occi3. Treinta mü: £1 v. 12 habla solamente de cinco mil. Bover Cantera pone aquí la siguiente nota: "Unos lo juzgan falta de copista, otros que fueron dos las emboscadas, o que de los 30.000 soldados solamente 5.000 se utilizaron. El P. Fernández cree que, como C. (Setenta), el texto primitivo pasaba de 11b al 14; lo restante sería anotación marginal pasada al H (texto hebreo masorético)".

237 dente de la ciudad, avanzó Josué durante la noche al medio del valle. "Cuando vio esto el rey de Hai, se levantó a toda prisa, y con él todo su pueblo, y salieron al encuentro de Israel para combatir, al lugar indicado frente al Araba; mas no sabía que había contra él una emboscada detrás de la ciudad. 15Y Josué y todo Israel se dejaron vencer por ellos, echando a huir camino del desierto; 18por lo cual se reunió todo el pueblo que había dentro de Hai para perseguirlos; y mientras 17 perseguían a Josué, se alejaron de la ciudad. No quedó nombre en Hai, ni en Betel, que no hubiese salido en pos de Israel. Persiguieron a Israel, dejando abierta la ciudad. 18 Entonces dijo Yahvé a Josué: "Extiende hacia Hai la lanza que tienes en tu mano, porque daré la ciudad en tu mano." Y Josué extendió hacia la ciudad la lanza que tenía en su mano. 19Y apenas hubo extendido la mano, se levantaron los emboscados a toda prisa de su lugar, y corriendo entraron en la ciudad y la tomaron; 20y se apresuraron a pegar fuego a la ciudad. Cuando los hombres de Hai volvieron su rostro hacia atrás, y vieron que el humo de la ciudad iba subiendo hacia el cielo, ya no tuvieron posibilidad de huir, ni por un lado ni por el otro, ya que la gente (de Israel) que había huido hacia el 21desierto se volvió contra los perseguidores. Viendo, pues, Josué y todo Israel que la emboscada había tomado la ciudad, y que iba subiendo el humo de la ciudad, se volvieron y derrotaron a los hombres de Hai, 22en tanto que los otros salieron de la ciudad a su encuentro, de manera que (los de Hai) estaban en medio de los israelitas, teniendo de un lado a unos, y del otro a otros; los cuales los batieron hasta no quedarles ni sobreviviente ni fugitivo. M Prendieron también vivo al rey de Hai y le presentaron a Josué. ^Cuando Israel hubo matado a todos los habitantes de Hai, en el campo, en el desierto, adonde aquéllos los habían perseguido, y todos ellos hasta el último hubieron sido pasados a cuchillo, se volvió todo Israel contra Hai y pasóla a filo de espada. " E l total de los que cayeron en aquel día fué de doce mil, entre hombres y mujeres, todos ellos gente de Hai. 26Josué no retrajo su mano que tenía extendida con la lanza, hasta que hubo ejecutado el anatema en todos los habitantes de Hai. 27 Israel tomó para sí solamente los ganados y los despojos de esta ciudad, según la orden que Yahvé había dado a Josué. ^Luego Josué quemó a Hai y la convirtió para siempre en un montón de 2ruinas, en una desolación hasta el día de hoy. *A1 rey de Hai lo colgó de un 14. El Araba: el" valle del Jordán. 19. Apenas hubo él extendido la mano: Recuerda la acción de Moisés en el combate contra loa amalecitas (Ex. 17, 11), pero hay una diferencia: ¡Moisés alzó las manos para orar, en tanto que Josué blande la lanza (v. 18 y 26). Cf. S. 43, 3 s. 22. Ni sobreviviente ni fugitivo: Véase Deut. 7, 2.

238

J O S U É 8, 29-3:-; 9, 1-20

madero hasta la tarde. Mas a la puesta del dos y pellejos de vino, viejos, rotos y recosisol, Josué dio orden y bajaron el cadáver del dos. 5 Sobre sus pies tenían puestos zapatos madero. Lo arrojaron a la puerta de la ciudad, viejos y remendados y sobre su cuerpo vestidonde levantaron sobre él un gran montón de dos m u y usados; y todo el pan de su provisión piedras, que subsiste hasta hoy. era pan seco y hecho migajas, a l e g a r o n a Josué, al campamento de Gálgala, y dijéronle 30 RENOVACIÓN DE LA ALIANZA. Entonces eri- a él y a los hombres de Israel: "Venimos de gió Josué un altar a Yahvé, Dios de Israel, en una tierra lejana; haced alianza con nosotros." 31 el monte Ebal —como Moisés, siervo de 'Los hombres de Israel respondieron a los neYahvé, lo había mandado a los hijos de Israel, veos: "Quizás vosotros habitéis en medio de conforme a lo escrito en el libro de la Ley de nosotros; ¿cómo podemos, pues, hacer alianza Moisés—, un altar de piedras sin labrar, sobre con vosotros?" 8 EUos respondieron a Josué: las cuales no había pasado instrumento de hie- "Siervos tuyos somos." Preguntóles Josué: rro. Ofrecieron sobre él holocaustos a Yahvé, "¿Quiénes sois y de dónde venís?" R e s p o n y sacrificaron víctimas pacíficas. 32 Josué es- diéronle: " T u s siervos vienen de una tierra cribió allí sobre las piedras una copia de la muy lejana (atraídos) p o r la fama de Yahvé, Ley que Moisés había escrito en presencia de tu Dios. Pues oímos su fama y todo lo q u e los hijos de Israel. 33Y todo Israel, sus ancia- obró en Egipto, 1 0 y cuanto hizo a los dos nos, sus jefes y sus jueces, estaban en pie a reyes de los amorreos que había al otro lado ambos lados del Arca, frente a los sacerdotes del Jordán, Sehón, rey de Hesbón, y O g , rey levitas que llevaban el Arca de la Alianza de de Basan, que habitaba en Astarot. u P o r eso Yahvé, tanto los extranjeros como los hijos de nos hablaron nuestros ancianos y todos los Israel, la mitad de ellos dando frente al monte habitantes de nuestra tierra, y dijeron: T o m a d Garizim, y la otra mitad dando frente al mon- en vuestras manos provisiones para el camino, te Ebal, según la orden de bendecir al pueblo e id al encuentro de ellos, y decidle: Somos de Israel, que Moisés, siervo de Dios, había da- siervos vuestros; haced, pues, ahora alianza con 12 Ved nuestro pan: estaba caliente o ya antes. ^Después de esto leyó todas las nosotros. alabras de la Ley, la bendición y la maldi- cuando lo tomamos como provisión en nuesción, conforme a todo lo escrito en el Libro tras casas el día en q u e salimos para venir a ved cómo es duro y h e de la Ley. xDe todo cuanto Moisés había es- vosotros; mas 1ahora, 3 y estos cueros de vino que crito n o hubo nada que no leyese Josué ante cho migajas; tpda la asamblea de Israel, mujeres, niños y eran nuevos cuando los llenamos, ved cómo ahora están rotos; también estos nuestros vesextranjeros que vivían en medio de ellos. tidos y nuestro calzado están ya gastados a causa de tan largo viaje." 14 Los hombres (de C A P Í T U L O IX Israel) tomaron de sus provisiones, pero n o Los GABAONITAS. ' T o d o s los reyes de la otra consultaron la boca de Yahvé, 15 de modo que parte^ del Jordán, los de la montaña y los de la Josué hizo paz con ellos, y concertó con ellos Sefelá y los que vivían en toda la costa del una alianza, que les concedía la vida; y les Mar Grande hasta el Líbano, el heteo, el amo- juraron los principes del pueblo. rreo, el cananeo, el fereceo, el heveo y el je16 buseo, al oír estas cosas. 2 se juntaron todos de Mas al cabo de tres días después de haber común acuerdo para hacer la guerra contra pactado con ellos supieron que eran vecinos Josué y contra Israel. suyos, y que habitaban en medio de ellos. ^También los habitantes de Gabaón supieron "Partieron, pues, los hijos de Israel, y al día 4 lo que hizo Josué a Jericó y H a i ; y ellos, por tercero llegaron a las ciudades de ellos. Sus su parte, se valieron de una estratagema. Pu- ciudades eran Gabaón, Cafirá, Beerot y Kirsiéronse en camino, con provisiones para el yatyearim. 18 Mas los hijos de Israel no les viaje, llevando sobre sus asnos costales gasta- dieron muerte porque los príncipes del pueblo les habían jurado por Yahvé, el Dios de Israel, 30 ss. La erección de un altar, el ofrecimiento de aunque todo el pueblo murmuró contra los holocaustos y víctimas pacíficas, y la. grabación de la Ley en piedras, obedecen a los preceptos dados por príncipes. "Entonces los príncipes todos dijeMoisés (Deut. 11, 29; 27, 2 ss.). Se cree que no se ron a todo el pueblo: "Nosotros les hemos jutrata de la Ley completa, sino del Deuteronornio, es rado p o r Yahvé, el Dios de Israel; por eso decir, de la renovación de la Alianza que Moisés hizo ahora no podemos tocarlos. 2 0 Haremos con en los campos de Moab (Deut. 6, 1-7, 11). Otros piensan en el Decálogo. 151 monte Garizim, de 885 ellos esto: les concederemos la vida; para que ms., y el monte Ebal, de 924 ms. de altura están no venga sobre nosotros la ira (de Dios) a situados en el centro de Palestina, al sur y al norte causa del juramento que les hemos prestado."

á

del valle de Siquem. En el valle estaba el Arca de la Alianza. No hubo lugar más apropiado para renovar la promulgación de la Ley que estos dos montes que dominan el país y pueden verse de larguísima distancia. Cf. Juan 4. 20. 3 ss. Gabaón, ciudad situada a unos 10 km. al Noroeste de Jerusalén y a 40 al Oeste de Gálgala. Sus habitantes eran neveos (11, 19) 0 amorreos ( I I Rey. 21, 2). Hoy día la localidad se llama Ed-Dschib. Los gabaonitas fingían haber hecho un viaje extraordinariamente largo y venir de una región muy lejana. En esto consiste su engaño.

7. Véase Ex. 23, 23; 33, 2; Deut. 7. 1. 9. Por la fama de Yahvé: Con esto los gabaonitas dan a conocer que tienen conocimiento del verdadero Dios y que están dispuestos a incorporarse al pueblo de Dios, como en realidad lo hicieron (v. 26; I I Rey. 21, 2). 14. No consultaron: Cf. el ejemplo de David en I Rey. 23, 11; 30, 8; I I Rey. 2, 1; 5, 19. 17. Las ciudades de que aquí se hace mención están todas al Norte y Noroeste de Jerusalén.

JOSUÉ 9, 21-27; 10, 1-15

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21

baón; porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel." juntáronse, pues, y subieron los cinco reyes de los amorreos, a saber, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquís y el rey de Eglón, ellos y todas sus tropas, y acamparon cerca de Gabaón haciéndole guerra. *Entonces los hombres de Gabaón enviaron a decir a Josué, que estaba en el campamento de Gálgala: "No abandones a tus siervos; sube presto; líbranos y danos socorro; porque se han juntado contra nosotros todos los reyes de los amorreos que habitan en la montaña. 'Luego Josué subió de Gálgala, él y toda su gente de guerra y todos los valientes. 8Y dijo Yahvé a Josué: "No los temas; porque los he entregado en tu mano; ningún hombre de ellos podra resistir ante ti." 9Echóse, pues, Josué sobre ellos de repente, después de una marcha nocturna desde Gálgala. 10Y Yahvé los llenó de consternación delante de Israel, de modo que Israel les infligió una gran derrota en Gabaón; y persiguiéndolos por el camino de la subida de Bethorón, los derrotó hasta Asecá y hasta Maquedá. U Y mientras iban huyendo delante de Israel en la bajada de Bethorón, Yahvé hizo caer sobre ellos desde el cielo CAPÍTULO X randes piedras, hasta Asecá, y así murieron. ueron más los muertos por las piedras de CINCO REYES SITIAN A GABAÓN. J Cuando Adonisédec, rey de Jerusalén, oyó que Josué granizo que los muertos por la espada de los había tomado a Hai y ejecutado en ella el hijos de Israel. anatema, haciendo con Hai y su rey como MILAGRO EN FAVOR DE LOS ISRAELITAS, ^ m o n había hecho con Jericó y su rey, y que los habitantes de Gabaón habían hecho paz con ees, el día en que Yahvé entregó a los amo2 Israel y vivían en medio de ellos, le sobreco- rreos en las manos de los hijos de Israel, habló gió gran temor; pues Gabaón era una ciudad Josué a Yahvé y dijo en presencia de Israel: grande, como una de las ciudades reales, y "¡Sol, detente sobre Gabaón, más grande que Hai y todos sus hombres y tú, luna, en el valle de Ayalón!" 3 eran valientes. Por lo cual Adonisédec, rey 13Y el sol se detuvo, y paróse la luna, hasta de Jerusalén, envió a decir a Hoham, rey el pueblo se hubo vengado de sus enemide Hebrón; a Param, rey de Jarmut; a Ja- que gos. ¿No está esto escrito en el libro del Jusfía, rey de Laquís, y a Dabir, rey de Eglon: Paróse, pues, el sol en medio del cielo, y 4 "Subid acá y ayudadme para derrotar a Ga- to? no se apresuró a bajar casi un día entero. 14 No hubo ni antes ni después día como éste en ; 21. Por el juramento que habían prestado los israeun hombre; litas ya no podían exterminarlos, por lo cual los de- que Yahvé obedeciera a la voz de 15 gradaron al oficio más humilde de todos: cortar la pues Yahvé peleaba por Israel. Después volleña y acarrear el agua para el Tabernáculo. De esta vió Josué, y todo Israel con él, al campamento manera fué resuelto el dilema y a la vez sellada la total sumisión de los írabaonitas y su conversión a la de Gálgala.

Dijeron, pues, respecto de ellos los príncipes: "Que vivan." Y fueron constituidos leñadores y aguadores para todo el pueblo como les habían dicho los príncipes. 22 Luego Josué los llamó y les habló así: "¿Por qué nos habéis engañado, diciendo: Vivimos muy lejos de vosotros, siendo así que habitáis en medio de nosotros? 23Ahora, pues, malditos sois; y ninguno de vosotros dejará de ser siervo, sea como leñador, sea como aguador para la Casa de mi Dios." 24Respondieron ellos a Josué, diciendo: "Es que llegó a tus siervos la noticia de la orden dada por Yahvé a Moisés de entregaros todo el país y de destruir a todos sus habitantes delante de vosotros; y temiendo de vuestra parte mucho por nuestras vidas hemos hecho esto. ^Ahora, henos aquí en tu mano; haz con nosotros como te parezca bueno y recto hacer con nosotros." 2S Y él hizo así con ellos y los libró de la mano de los 27hijos de Israel, de modo que no los mataron. Josué los constituyó en aquel día leñadores y aguadores hasta el día de hoy, para el pueblo y para el altar de Yahvé en el lugar que Él escogiere.

f

religión de Israel. Saúl, llevado por un falso celo quebrantó el juramento que los israelitas habían hecho a los gabaonitas y mandó exterminarlos, lo cual fué motivo de la ira de Dios y trajo grandes calamidades sobre la casa de Saúl. Cf. II Rey. cap. 21. 23. Cf. Deut. 29, 11. Véase v. 27. 1. Nótese que aquí por primera vez sale en la Biblia el nombre actúa! de Jerusalén. En tiempos de Abrahán la ciudad se llamaba Salem (Gen. 14, 18). En los siglos xv y xiv a. C. su nombre era Urusalim, como se desprende de las tablillas de Tell el-Amarna, y su rey llevaba el nombre de Abdijiba o Putijiba. El nombre hebreo de Jerusalén termina en dual, de lo que se deduce que desde antiguo se componía de dos ciudades: la baja y la alta (Jebús). El sentido de este nombre ilustre, que designa a lo que Cristo llamó, como David, "La ciudad del Gran Rey" (S. 47, 3; Mat 5, 35) es: Ciudad de Paz. 2. Grm temor: Cf. Ex. 15, 15; Deut. 11, 25. 3. Las ciudades mencionadas se hallan al Sur y Sudoeste de Jerusalén. Allí está también Guécer (v. 33).

11. Grandes piedras, esto es^ granizo, semejante al que sobrevino sobre los egipcios (Ex. 9, 24), o al que contribuyó a la victoria de Samuel sobre los filisteos (I Rey. 7, 10). Véase Ecli. 46, 6; Apoc. 8, 7; 16, 21. 13. El sol se detuvo: Para expresar el hecho milagroso, el autor sagrado habla según las .apariencias. No le importa cómo Dios suspende por algún tiempo el curso de los astros. De todas maneras hay que sostener que se trata de un milagro (cf. Ecli. 46, 5; Is. 28, 21), por lo cual no satisfacen las explicaciones que le quitan ese carácter. Los que fundan su interpretación sobre las apariencias meteorológicas insinúan que tal vez la nube de granizo haya ocultado al sol como en un ocaso, o que se haya dado un fenómeno de refracción solar sobre la nube de graniso, o algo semejante. £1 libro del Justo (Vulgata: el libro de los Justos), que Josué cita, era probablemente una colección de canciones. El mismo libro se cita en II Rey. 1, 18. Cf. Núm. 21, 14, donde se cita un libro semejante. Ambos escritos se han perdido.

JOSUÉ 10, 16-43; 11, 1-4

240 18

MUERTE DE LOS CINCO REYES AMORREOS. Aque- Laquís; acampó delante de ella y la atacó. **¥ llos cinco reyes habían huido y se hallaban es- Yahvé entregó a Laquís en manos de Israel, condidos en la cueva de Maquedá. 17Y fué que la tomó al segundo día, y la pasó a filo dado a Josué esta noticia: "Han sido hallados de espada, con todas las almas que había en los cinco reyes, escondidos en la cueva de ella, exactamente como había hecho con Libná. Maquedá." "Respondió Josué: "Rodad gran^Entonces subió Horam, rey de Guézer, des piedras a la entrada de la cueva, y colocad r>ara socorrer a Laquís; pero Josué derrotó a hombres junto a ella, para guardar a los re- él y a su pueblo, hasta no dejarle gente que yes; 19mas vosotros no os detengáis; perseguid escapase. M De Laquís pasó Josué, y con él a vuestros enemigos, hostigando su retaguar- todo Israel, a Eglón; la sitiaron y la atacaron. dia; no los dejéis entrar en sus ciudades, pues 3 'La tomaron aquel mismo día y la pasaron a Yahvé, vuestro20Dios, los ha entregado en vues- filo de espada, ejecutando en ese día el anatras manos." Cuando Josué y los hijos de tema en todas las almas que había en ella, exacIsrael les hubieron infligido una derrota muy tamente como él había hecho con Laquís. 36 grande hasta exterminarlos -^-solamente algunos De Eglón subió Josué, y con él todo Israel, habían podido escapar y entrar en las ciuda- a Hebrón, y la atacaron. 37Tomáronla y la 21 des fortificadas— se volvió todo el pueblo en pasaron a filo de espada, con su rey y con topaz a Josué, al campamento de Maquedá, sin das sus ciudades, y con todas las personas que que nadie moviese su lengua contra los hijos había en ella, sin dejar quien escapase, exactade Israel. mente como había hecho con Eglón. Ejecutó 22 Dijo entonces Josué: "Abrid la entrada de el anatema en ella y en todas las almas que la cueva y sacadme de allí a esos cinco reyes." había en ella. ^Lo hicieron así, y le sacaron de la cueva a ^Después Josué, y con él todo Israel, se vollos cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey de vió contra Dahir y la atacó. ^Tomóla con Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquís su rey y todas sus ciudades, pasándolas a fUo y al rey de Eglón. 2*Y cuando hubieron sa- de espada y ejecutando el anatema en todas cado a^ aquellos cinco reyes para presentarlos las almas que en ella había sin dejar quien esa Josué, llamó éste a todos los varones de Is- capase. Hizo con Dabir y con su rey lo misrael y dijo a los jefes de los hombres de gue- mo que había hecho con Hebrón y como harra que iban con él: "Acercaos y poned vues- bía hecho con Libná y su rey. 40 tro pie sobre el cuello de estos reyes." Y ellos Así batió Josué todo el país: la montaña, se acercaron y les pusieron el pie sobre el el Négueb, la Sefelá y las vertientes, con tocuello. ^ Y les dijo Josué: "No temáis ni os dos sus reyes, sin dejar quien escapase, y conamedrentéis. Sed fuertes y valerosos; pues así sagrando al anatema todo ser viviente, como lo hará Yahvé con todos vuestros enemigos, con- había mandado Yahvé, el Dios de Israel. 4lBatra los cuales habéis de pelear." 26Después de tiólos Josué desde Cadesbarnea hasta Gaza, toesto, Josué los hizo herir y matar y colgar en do el país de Gosen hasta Gabaón. ^Josué cinco maderos; y en aquellos 27 maderos queda- tomó a todos estos reyes con sus territorios en ron colgados hasta la tarde. A1 ponerse el una sola expedición, porque Yahvé, el Dios sol, Josué los hizo bajar de los maderos, y los de Israel, peleaba por Israel. ^Después volvió echaron en la cueva donde se habían escondi- Josué, y con él todo Israel, al campamento do; y pusieron a la boca de la cueva grandes de Gálgala. piedras (que se ven) hasta el día de hoy. CAPÍTULO XI LAS CIUDADES DEL SUR. 28Aquel mismo día DERROTA DE JABÍN, REY DE HASOR. J Jabín, rey tomó Josué a Maquedá y la pasó a filo de es- de Hasor, al oír esto, envió mensajeros a Jopada, juntamente con su rey, consagrándola al bab. rey de Madón, al rey de Somrón, al rey anatema con todas las almas que había en ella, de Acsaf, *y a los reyes que estaban al norte, sin dejar quien escapase; e hizo con el rey de en la montaña, en el Araba, al sur de Kinéret, Maquedá lo mismo que había hecho con el rey en la Sefelá, y en las alturas de Dor, al oeste; de Jericó. ^De Maquedá pasó Josué, y con el 3 y a los cananeos del este y del oeste, a los todo Israel a Libná, e hizo guerra contra Lib- amorreos, a los héteos, a los fereceos, a los ná. '"Y Yahvé la entregó, junto con su rey, jebuseos de la montaña y a los heveos del pie en manos de Israel; y la paso a filo de espada, del Hermón, en la tierra de Masfá. Cusiéroncon todas las almas que había en ella, sin dejar se, pues, en marcha, ellos con todos sus ejérciallí quien escapase; e hizo con su rey lo mis40. Négueb: región meridional de Palestina. Sefelá: mo que había hecho con el rey de Jericó. 31 llanura entre las montañas de Judá y el MediteDe Libná pasó Josué, y Con él todo Israel, a la rráneo. 21. Víase Ex. 11, 7. 24. Poned vuestro pie, etc.: Los vencedores acostumbraban poner el pie sobre el cuello de los vencidos, como se ve en los monumentos asirios. Cf. S. 109, 1; Is. 26, 5 s.; Mal. 4. 3 ; I Cor. 15, 25; Hebr. 2, 8. 26. Los hito colgar. Cf. 8, 29. El castigo corresponde a. la ley marcial de entonces y al mandato de Dios de exterminar a los cananeos. Véase Deut. 21, 23.

42. En las ruinas de Tell el-Amarna se han encontrado cartas en que esos pueblos piden auxilio al Faraón contra la invasión de los Habiri, que probablemente son idénticos con los hebreos. 2. Hasor, hoy El-Kedah, cuyas ruinas fueron descubiertas por Garstang. Kinéret: Genesaret de Galilea. Dor, ciudad situada al Sur del monte Carmelo, a orillas del Mediterráneo. 3. Dice Flavio Josefo que eran 30.000 hombres de a pie, 10.000 de a caballo y 20.000 carros.

J O S U É 11, 4-23; 12, 1-3

241

tos, muchísima gente, tan numerosa como la arena que hay en las orillas del mar, con muchísimos caballos y carros. 5Todos estos reyes se coligaron y fueron a acampar juntos cerca de las aguas de Merom. para luchar contra Israel. 6 Mas Yahvé dijo a Josué: "No los temas, pues mañana, a esta misma hora. Yo los pondré a todos traspasados delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros entregarás al fuego." 'Entonces Josué y con él toda la gente de guerra vinieron contra ellos y los acometieron de improviso junto a las aguas de Merom. *Y Yahvé los entregó en manos de Israel, que los derrotó y los persiguió hasta Sidón, la grande, hasta Misrefot-Mayim y hasta el valle de Masfá, al oriente. Los derrotó hasta no dejar de ellos quien escapase. 9Josué hizo con ellos según le había mandado Yahvé: desjarretó sus caballos y entregó sus carros al fuego. CONQUISTA DFX NORTE DE PALESTINA.

10

En

aquel tiempo se volvió Josué, tomó a Hasor y pasó a su rey a cuchillo; porque Hasor era antiguamente cabeza de todos aquellos reinos. "Pasaron a^ filo de espada todas las almas que en ella había, ejecutando el anatema; y a Hasor la pegó fuego. 12Josué tomó todas las ciudades de aquellos reyes y a todos sus reyes los pasó a filo de espada y ejecutó en ellos el anatema, como lo había mandado Moisés. siervo de Yahvé. 13Israel no quemó ninguna de las ciudades situadas en las alturas, con la única excepción de Hasor, la cual quemó Josué. 14 Los hijos de Israel se tomaron todos los despojos de aquellas ciudades y los ganados; mas a todos los hombres pasaron a filo de espada, hasta15exterminarlos, sin dejar ninguno con vida. Como había mandado Yahvé a Moisés su siervo, así lo mandó Moisés a Josué, y así hizo Josué, sin descuidar nada de cuanto Yahvé había mandado a Moisés. 18 Tomó, pues, Josué todo el país: k montaña, todo el Négueb. toda la tierra de Gosen, la Sefelá. el Araba y la montaña de Israel con su llanura, "desde la montaña desnuda, que sube hacia Seír, hasta Baalgad, en el valle del Líbano, al pie del monte Hermón. Prendió también a18 todos sus reyes, los hirió y dióles muerte. Duró mucho tiempo la guerra de

19

Josué contra todos estos reyes. No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, fuera de los heveos que habitaban en Gabaón; todas las tomaron a mano armada. ^Porque Yahvé había dispuesto endurecer el corazón de ellos, para que marchasen a la guerra contra los hijos de Israel, a fin de que se los consagrara al anatema, y para que no se les tuviese compasión, sino que fuesen destruidos, como Yahvé lo había mandado a Moisés. EXTERMINIO DE LOS ENACEOS.

21

En aquel tiem-

po se puso en marcha y exterminó a los enaceos, de la montaña, de Hebrón, de Dabir, de Anab y de toda la montaña de Judá y de toda la montaña de Israel. Josué ejecutó el anatema en ellos y en sus ciudades. 22 No quedaron enaceos en el país de los hijos de Israel-, quedaron solamente en Gaza, en Gat y en Azoto. 23 Conquistó, pues. Josué el país, conforme a cuanto Yahvé había ordenado a Moisés; y Josué lo dio en herencia a Israel, según sus divisiones y tribus. Y el país descansó de la guerra. CAPÍTULO XII Los REYES VENCIDOS DE TRANSJORDANIA.

^tos

son los reyes del país que los hijos de Israel derrotaron y de cuyo territorio se apoderaron al otro lado del Jordán, al oriente, desde el río Arnón hasta el monte Hermón, y toda la parte oriental del Araba: ^ehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. Éste dominaba desde Aroer, situada a orillas del río Arnón. desde el medio de este valle, la mitad de Galaad hasta el rio Yaboc. en la frontera de los hijos deAmmón; también el Araba hasta la ribera oriental del Mar de Kinéret y la ribera oriental del Mar

19. Sobre Gabaón véase 9, 3 y nota. 20. Endurecer el corazón: Este misterio nos lo explica San Pablo en Rom. 9, 15 ss. Cf. el endurecimiento del corazón del Faraón en Ex. 7, 13 y 22; 8, 11, 15 y 28. etc. 21. Sobre los enaceos o gigantes véase Núm. 13, 22 y nota. Volvieron poco después al país, y fueron derrotados nuevamente por Caleb y Otoniel (15, 14; Juec. 1, 10). Gasa, Gat y Azoto eran ciudades filisteas. De Gat procedió irías tarde el gigante Goliat. 23. La paz no fué duradera, muchos de los vencidos volvieron a atacar a los israelitas, de modo que éstos tuvieron que volver a reanudar las actividades bélicas, 5. El lago de Merom, hoy Bahr el Huleh, es atra- perdiendo ciudades que antes habían conquistado (cap. vesado por el Jordán y se encuentra al Norte de Ga- 15; Juec. cap. 1). "Se había hecho la conquista, pero lilea, entre el monte Hermón y el mar de Genesaret. en el estado en que se hallaba se puede considerar Tratóse, a lo que parece, de una coalición de todos más como una penetración a mano armada que como los pueblos del norte de Palestina. una verdadera conquista. En primer lugar se hallaba 8. Sidón: ciudad y puerto importante de. Fenicia, lejos de ser total; en muchos puntos del centro, llamada "la Grande" por su fama y sus riquezas. especialmente en los más fortalecidos, los cananeos no 9. Desjarretó sus caballos, para que no pudieran habían^ sufrido la menor perturbación; peor estaba la usarse para la guerra. Esta medida que Josué tomó periferia, donde muchos pueblos ni siquiera habían por orden de Dios (v. 6), se comprende por el hecho tenido contacto con los israelitas Si hoy los israede que los israelitas no poseían caballos ni carros de litas habían sido superiores en armas a los cananeos, guerra, ni tenían otro medio semejante para defen- mañana éstos podían salir victoriosos en el desquite, derse. Israel había de confiar sólo en Dios (Ex. dejando de un lado el que la civilización de éstos, 15, 1 y 4; Deut. 17, 16; 20, 1; S. 19. 8; 146, 10). más desarrollada y más fina, ofrecía siempre la po16. Sobre Négueb y Sefelá véase 10, 40. La mon- sibilidad de una victoria de otro arenero mediante la taña: la región montañosa ocupada más tarde por sumisión espiritual de los recién llegados" (RicJudá. La montaña de Israel, llamada más tarde mon- ciotti). taña de Efraím (Samaría). 2. Cf. Número 21. 21 ss.; Deut. 2, 24 ss. y notas. 17. Seír: Edom, al sudeste de Palestina. La monta3. Krnrrct.- Genesaf>t Mar del Araba, o iMar Salaña desnuda, en hebreo Har Halak, quizás nombre do: el Mar Muerto. El Fasga se eleva al Este del Mar de un monte al sudoeste del Mar Muerto. (Muerto.

JOSUÉ 12. 3-24; 13. 1-18

242

del Araba, el Mar Salado, camino de Betjesimot; y en la parte sur, hasta el pie de las vertientes del Fasga. 4Después el territorio de Og, rey de Basan, que era del resto de los6 Refaim y residía en Astarot y en Edreí. Éste reinaba en el monte Hermón, en Salea y en todo Basan, hasta la frontera de Gesur y Maacat, y sobre la mitad de Galaad hasta el territorio de Sehón, rey de Hesbón. 6Moisés, siervo de Yahvé. y los hijos de Israel los derrotaron; y Moisés, siervo de Yahvé, dio (su país) en herencia a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manases. LOS REYES VENCIDOS DE ClSJORDANIA.

7

H e aquí

los reyes que Josué y los hijos de Israel derrotaron en este lado del Jordán, al occidente, desde Baalgad, en el valle del Líbano, hasta la montaña desnuda, que sube hacia Seir. Josué dio (esta tierra) en herencia a las 8 tribus de Israel, conforme a sus divisiones; en la montaña, en la Sefelá, en el Araba, en las vertientes, en el desierto y en el Négueb: (el país) de los héteos, de los amorreos, de los cananeos, de8los fereceos, de los heveos y de los jebuseos: E1 rey de Jericó, uno; el rey de Hai, cerca de Betel, uno; 10el rey ude Jerusalén, uno; el rey de Hebrón, uno; e l rey de Jarmut uno; el rey de Laquís. uno; 12el 13 rey de Eglón, uno; el rey de Guézer, uno; 14el rey de Dabir, uno; el rey de Guéder, uno; el rey de Horma, uno; el rey de Arad, uno; 15 el rey de Libná, uno; el rey de Adullam uno; 1617el rey de Maquedá, uno; el rey de Betel, uno; el 18rey de Tapua, uno; el rey de Héfer, uno; 19 el rey de Afee, uno; el rey de Lasaron, uno; el rey de Madón, uno; el rey de Hasor, uno; ^el 21rey de Simrón, uno; el rey de Acsaf, uno; el rey de Taanac, uno; el rey de Megiddó, uno; 22el rey de Cades, uno; el rey de Jocneam en el Oírmelo, uno; ^el rey de Dor, en la costa de Dor, uno; el rey de Goím, en Gilgal, uno; ^el rey de Tirsá. uno. En total, treinta y un reyes.

muchísima tierra por conquistar. 2 He aquí la tierra que aun queda: todos los distritos de los filisteos, y todos los de Gesur, 3desde el Schihor, que corre al oriente de Egipto, hasta el territorio de Acarón, al norte —que se considera como de los cananeos—, los cinco príncipes de los filisteos, el de Gaza, el de Azoto, el de Ascalón, 4el de Gat, el de Acarón, y al sur los aveos; todo el país de los cananeos, desde Meará, que es de los sidonios, hasta Afee, hasta el territorio de los amorreos; 8el país de los gebalitas, y todo el Líbano al oriente, desde Baalgad al pie del monte Hermón, hasta la entrada de Hamat; ^odos los moradores de la montaña desde el Líbano hasta Misrefot Mayim, todos los sidonios. Yo los arrojaré delante de los hijos de Israel; tú entretanto, repartirás su país por suerte a Israel para herencia suya, como te lo he mandado. 'Ahora, pues, reparte este país como herencia a las nueve tribus y a la mitad de la tribu de Manases. 8 La otra mitad (de Manases), con los rubenitas y los gaditas, obtuvieron ya su porción, la que les dio Moisés al otro lado del Jordán, en la parte oriental, según se la entregó Moisés, siervo de Yahvé, 8desde Aroer, situado a orillas del río Arnón, y de la ciudad que está en medio del valle, toda la llanura de Medebá hasta Dibón; 10todas las ciudades de Sehón, rey de los amorreos, que reinó en Hesbón, hasta el territorio de los hijos de Ammón; "Galaad, con el territorio de Gesur y Maacat, todo/ el12 monte Hermón y Basan entero, hasta Salea; todo el reino de Og, en Basan, el cual reinó en Astarot y en Edreí —fué él del resto de los gigantes—. Moisés los derrotó y los desposeyó. 13Pero los hijos de Israel no desposeyeron a los gesureos, ni a los maacateos, sino que los gesureos y los maacateos habitan en medio de los hijos de Israel hasta el día de hoy. "Solamente a la tribu de Levi no le dio herencia alguna. Su herencia son los sacrificios ígneos ofrecidos a Yahvé, el Dios de Israel, como Él se lo ha prometido.

II. DISTRIBUCIÓN DEL PAÍS

LAS FRONTERAS DE RUBÉN. 15Moisés había dado a la tribu de los hijos de Rubén (su herencia) CAPÍTULO XIII según sus familias. 18Les fué dado el territorio J REPARTO DEL PAÍS. Era Josué ya viejo y enr desde Aroer, situada a orillas del río Arnón trado en años cuando Yahvé le dijo: "Eres y de la ciudad que está en medio del valle, ya viejo, y de edad avanzada y queda todavía 4. Núm. 21, 33 ss.; Deut. 3, 1 ss. y notas. Los Refaím se cuentan entre los gigantes. Parece que fue ron de los primeros habitantes de Palestina; pero cuando Josué ocupó el país sólo encontró restos de ellos (Deut. 3, 11; Jos. 17, 15). De esos gigantes trae su nombre el Valle de Refaím al sudoeste de Jerusalén. 7. Este lado del Jordán, o sea, en Cisjordania. 9 ss. Los treinta y un reyes (v. 24) eran más bien reyezuelos, pues les pertenecía, si descontamos la parte no conquistada, un territorio de 10.000 kilómetros cuadrados, o sea a cada uno 330 kms.2, por término medio. 18. Lasaron: Algunos leen Sarán. 23. Bl rey de Goim en Gilgal: Otra traducción: rey de las gentes en Galilea. 1. Josué era anciano, teniendo a la sazón alrededor de 90 afios. Cf. 24, 29.

2. Este vers. reza en la Vuljata: toda la Galilea, los filisteos y todo Gesur. Gesur: pequeño reino al oriente del Mar de Galilea. 3. Schihor (Sihor): Vulg. río turbio. Es nombre del Nilo. Aquí tal vez el "Torrente de Egipto" (15, 4 y 47), que era la frontera entre Egipto y Palestina, hoy Wadi el-Arisch. Según otros un canal fronterizo en esa misma región. Acarón, Anoto, Ascalón, Gat: ciudades de los filisteos. 5. Gebal: ciudad de Fenicia, al norte de Palestina. Hamat o Emat, hoy H-ma, ciudad de Siria, a orillas del Orontes. 9. El Arnón: afluente oriental del mar Muerto. 11. Galaad: región septentrional de TransJordania. Los demás territorios mencionados en este versículo, se hallan al norte de Galaad. 14. No le dio herencia: Cf. Núm. 18, 20 y nota; 35, 3-8; Ez. 48, 8 ss.

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JOSUÉ 13, 16-33; 14, 1-14 17

toda la llanura contigua a Medebá; Hesbón eon todas sus ciudades que están en la llanura; Dibón, Bamot-Baal,19 Bet-Baalmeón, 18Jahsa, Quedemot, Mefaat, Kiryataim. Sibmá y Zaret-Hasáhar en el monte del valle; ^Betfegor, con las vertientes del Fasga, Betjesimot, " t o das las ciudades de la llanura y todo el reino de Sehón, rey de los amorreos, que reinaba en Hesbón, a quien derrotó Moisés, con los príncipes de Madián, Eví, Réquem. Zur. Hur y Reba, 22príncipes de Sehón, que habitaban en el país. Los hijos de Israel mataron también a espada a Balaam, hijo de Beor, el adivino con los otros que pasaron a cuchillo. 23E1 Jordán, con su territorio, era, pues, la frontera de-Ios.hijos de Rubén. Tal fué la porción, las ciudades y sus aldeas, de los hijos de Rubén, según sus familias.

Canaán. Se los dieron como porción el sacerdote Eleazar, Josué, hijo de Nun, y las cabezas de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel. ^Las nueve tribus y media recibieron su porción por la suerte, como Yahvé había ordenado por boca de Moisés. 'Porque Moisés había ya dado su porción a las dos tribus y media al otro lado del Jordán; mas a los levitas no les dio porción alguna en medio de ellos. 4Los hijos de José formaban dos tribus, Manases y Efraím; y no se les dio parte a los levitas en el país, fuera de las ciudades de su habitación con los6 ejidos para sus ganados y su hacienda. Así como Yahvé había mandado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel cuando repartieron el país.

FRONTERAS DE GAD. 24También a la tribu de Gad, a los hijos de Gad dio Moisés (su porción) conforme a sus familias. 2SY fué el territorio de ellos Jaser, todas las ciudades de Galaad. la mitad del país de los hijos de Ammón, hasta Aroer, que está frente a Rabbá; 26 además desde Hesbon hasta Ramot-Masfá, y Betonim; y desde Mahanaim hasta el territorio de Dabir; 27y en el valle, Betharam, Betnimrá, Sucot, y Safón, el resto del reino de Sehón, rey de Hesbón, el Jordán con sus riberas, hasta el borde del Mar de Kinéret al otro lado del Jordán, al oriente. 28Esta fué la porción, las ciudades con sus aldeas, de los hijos de Gad, según sus familias.

Judá se acercaron a Josué en Gálgala, le dijo Caleb, hijo de Jefone, el ceniceo: "Tú sabes lo que Yahvé dijo a Moisés, varón de Dios, respecto de mí y de ti en Cadesbarnea. 'Tenía yo cuarenta años cuando Moisés, siervo de Yahvé, me envió desde Cadesbarnea a explorar el país, y yo le referí lo que tenía en mi corazón. 8Mis hermanos que conmigo habían, subido desanimaron al pueblo, pero yo seguí fielmente a Yahvé, mi Dios, 'En aquel día juró Moisés, diciendo: «La tierra que tu pie ha pisado será porción tuya y de tus hijos para siempre; por cuanto has seguido fielmente a Yahvé, mi Dios». 10Y ahora, he aquí que Yahvé me ha conservado la vida, como lo prometió, durante los cuarenta y cinco años, desde que Yahvé dijo esta palabra a Moisés cuando Israel andaba por el desierto. Mira, tengo actualmente ochenta y cinco años, " y todavía hoy estoy tan robusto como estaba en aquel tiempo en que Moisés me envió. La fuerza que tenía entonces la tengo todavía hoy, para luchar, para salir y para entrar. "Ahora bien. dame esta montaña de la cual habló Yahve aquel día. Pues tú mismo oíste aquel día, qué hay allí enaceos, con ciudades grandes y fortificadas. Quizá Yahvé esté conmigo, de manera que logre yo desposeerlos, como dijo Yahvé. 13 Entonces bendijo Josué a Caleb, hijo de Jefone, y le dio Hebrón por porción suya. 14 Por eso Hebrón vino a ser la porción de Ca-

FRONTERAS DE LA MEDIA TRIBU DE MANASES.

^Moisés dio igualmente a la media tribu de Manases (su pane): La media tribu de los hijos de Manases30 recibió, según sus familias (esta herencia): Fué su territorio desde Mahanaim, todo Basan, todo el reino de Og, rey de Basan, y todas las aldeas de Jaír, en Basan, sesenta ciudades. 31La mitad de Galaad, juntamente con Astarot y Edreí, ciudades del reino de Og, en Basan, pertenecían a los hijos de Maquir. hijo de Manases; para la mitad de los hijos de Maquir, según sus familias. ^Esto es lo que Moisés repartió en las campiñas de Moab, al otro lado del Jordán, al oriente de Jericó. ^Moisés no dio porción a la tribu de Leví. Su porción es Yahvé, el Dios de Israel, conforme Él se lo ha dicho. CAPÍTULO XIV PREPARATIVOS PARA IA DISTRIBUCIÓN DE OSJOR-

DANIA. *He aquí los territorios que los hijos de Israel tomaron en posesión en el país de 22. Véase Núm. 21, 21-24; 31, 8. 27. Mar de Kinéret: Lago de Genesaret. 30. Aldeas de Jalr: Cf. Núm. 32, 41. 33. Cf. v. 14; Núm. 18, 20 y nota. 1. Bleaiar, que ocupaba el cargo de Sumo Sacerdote después de la muerte de su padre Aarón. participa en la repartición como representante de Dios, quien le da a conocer su voluntad mediante las suertes llamadas "Urim" y "Tummim" (Ex. 28, 30; Lev. 8, 8; 13, 19).

LA POSESIÓN DE CALEB. •Cuando los hijos de

2. S. Pablo cita este episodio en Hech. 13, 19. "Quiso Dios que el repartimiento de la tierra de promisión se hiciera por suerte no solamente nara quitar todo motivo de quejas y resentimientos, sino principalmente para que se acreditara la verdad de las predicciones de Jacob (Gen. 49) y de Moisés (Deut. 33), y por consiguiente la infalible providencia con que el soberano dueño del orbe cumplia a su pueblo lo que había prometido" (Páramo). 6 ss. Cf. Núm. 14, 24; 32, 12. Caleb se refiere a la promesa del v. 9, que Moisés le había hecho en el desierto, como recompensa a la fidelidad y vigor que Caleb había demostrado en la exploración de la tierra de Canaán (Núm. 13). Los 45 años incluyen, por lo tanto, los 38 años que los israelitas anduvieron por el desierto. Véase en el v. 11 un ejemplo de buena salud conservada por Dios a su fiel Caleb. Esto se cita como lección en E)cl¡. 46, 11-12.

244

J O S U É 14, 14-15; 15, 1-34

leb, hijo de Jefone, el ceniceo, hasta este día; por cuanto había seguido fielmente a Yahvé, el Dios de Israel. 1 'Hebrón se llamaba antiguamente Kiryat Arbá. (Arbá) fué el hombre más grande entre los enaceos. Y el país descansó de la guerra. CAPÍTULO XV FRONTERAS DE JUDÁ.

J

E 1 territorio que tocó

en suerte a los hijos de la tribu de Judá, según sus familias, se extendía en el extremo meridional (del país), hasta el confín de Edom, hasta el desierto de Sin, al sur. 2Partía su frontera meridional, desde el extremo del Mar Salado, desde la lengua que mira hacia el sur; 3 se p'rolóngaba hasta el lado meridional de la subida de Acrabim, pasaba a Sin, subía al sur de Cadesbarnea, corría hacia Hesrón, subía a Adar, y daba vuelta a Carcaá. 4Luego pasaba a Asmón y se prolongaba hasta el torrente de Egipto, para terminar en el mar. "Ésta será vuestra frontera meridional." s La frontera oriental era el Mar Salado, hasta la desembocadura del Jordán. La frontera septentrional partía desde la lengua del mar, junto a la desembocadura del Jordán. 63ubía la frontera hacia Bethoglá, y pasaba al norte de Betarabá; luego subía la frontera hasta la piedra de Bohan, hijo de_ Rubén. 'Subía entonces la frontera a Dabir desde el valle de Acor, y por el norte torcía hacia Gálgala, que está frente a la subida de Adumim, al sur del torrente. La frontera pasaba hacia las aguas de En-Semes y terminaba en En-Rogel. 8De allí subía la frontera por el valle de Ben Hinnom, por el lado meridional del jebuseo, que es Jerusalén. Luego subía la frontera a la cumbre del monte que está frente al valle de Hinom, al occidente, y a la extremidad del valle de Refaím, al norte. 9Desde la cima del monte 15. Arbá fué el hombre: La Vulgata introduce aquí el nombre de Adán y vierte: Allí está enterrado Adán... Debido a esta lección se creía antiguamente que Adán había sido sepultado en Hebrón. , En realidad se trata solamente de otra traducción del vocablo "adán", el cual tiene en hebreo dos sentidos: hombre y Adán. Enaceos: gigantes. Véase 11, 21 y nota. 1 ss. Se cumplió así lo establecido por Moisés en Núm. 34, 3 ss._ El1 desierto de Sin: parte septentrional de la penínsii n ríe Simí. Mar Salado (v. 2 ) : ¡Mar Muerto. Subida de Akrabim (v. 3 ) : Vulgata: subida del Escorpión: al sur del Mar Muerto. Sobre el torrente de Egipto (v. 4) véase 13, 3 y nota. 8. La ciudad de Jerusalén no le tocó en suerte a Judá, sino a Benjamín (18, 16 y 28). Allí habitaban en esa época los jebuseos, que más tarde fueron sometidos por la tribu de Judá, en cuyo poder cayó primeramente la parte occidental y, bajo David, también la fortaleza de los jebuseos (IT Rey. 5). Valle de Ben Hinnom, o simplemente Valle Hinnom: se extiende al sur y en parte también al oeste de Jerusalén. Allí se levantó en tiempos de los Reyes una estatua de Moloc, que dio al valle el carácter de lugar de abominación. De ahí que su' nombre, en hebreo Ge-Hinnom, en griego Gehenna, fuese usado para designar el Infierno. Cf. I V Rey. 23, 10; Mat. 5. 22. 9. Kiryatyearim: situada a 12 kms. al Oeste de Jerusalén, célebre por el Arca de la Alianza que allí estuvo veinte años (I Rey. 7, 2).

torcía la frontera a la fuente de las aguas de Neftoa v llegaba a las ciudades del monte de Efrón; luego la frontera seguía hacia Baalá, que es Kiryatyearim. 10Desde Baalá se volvía la frontera al oeste, hacia el monte Seír, pasaba por la vertiente septentrional del monte Yearim que es Quesalón, bajaba a Betsemes y pasaba a Timná. u Después partía la frontera hacia la vertiente septentrional de Acarón, doblaba hacia f Sicrón; pasaba por el monte de Baalá y salía a Jabneel para terminar en el mar. 12 La frontera occidental era el Mar Grande con su costa. Éstos fueron los términos de los hijos de Judá, a la redonda, según sus familias. TERRITORIO DE CALEB. 13Caleb, hijo de Jefone, recibió, por mandato de Yahvé dado a Josué, como porción en medio de los hijos ds Judá, la ciudad de Arbá, padre de Enac, que es Hebrón. 14Caleb arrojó de allí a los tres hijos de Enac: Sesai, Abimán y Talmai, hijos de Enac. 15De allí subió contra los habitantes de Dabir,18 que antiguamente se llamaba Kiryatséfer. Y dijo Caleb: "Al que derrotare a Kiryatséfer y 17 la tomare, le diré por mujer a mi hija Acsá. La tomó Otoniel, hijo de Quenez, hermano de Caleb; y éste le dio por mujer a su hija Acsá. 13Y aconteció que cuando ella se iba (con Otoniel), le instigó a que pidiese a su padre un campo; y como ella 19 bajara del asno, díjole Caleb: "¿Qué te pasa?" Respondió ella: "Dame una bendición; ya que me has dado tierra de secano, dame también manantiales de agua." Y él le dio manantiales en las regiones superiores y en las inferiores. LAS CIUDADES DE IUDÁ. soÉsta fué la heredad

de la tribu de los hijos de Tuda, según sus familias. a Las ciudades de los hijos de Judá, en las extremidades meridionales de la tribu, hacia el territorio de Edom, eran: Cabseel, Eder, Jagur ^Ciná, Dimoná, Adadá, «Cades, Hasor, Itnan, 24Sif, Télem, Bealot, «Hasor la nueva, K e r i y o t h e s r ó n27, que es Hasor, 26 Amam, Sema, Moladá, Hasargadá, Hesmón, Betfélet, 28Hazarsual, Bersabee, Bisiotiá, ^Baalá, Iyim, Esem, MEltolad,32 Quesil, Horma, 31 Siclag, Madmaná, Sansaná, Lebaot, Selhim, Ayin y Rimón; en total, veinte y nueve ciudades, con^ sus aldeas. 33En la Sefelá: Estaol, 34 Zorá, Asna, Zanoa, Enganim, Tafua, Enam, 14. Hijos de Enac, o enaceos: Véase 11, 21 y nota. 17. Otoniel: Es el mismo que se menciona entre los Jueces de Israel. Cf. Juec. 3, 9-11. 18. Como ella bajara: Vulgata: dio un suspiro. 19. Una bendición, es decir, lo que ella pedía: más tierra y manantiales. También S. Pablo usa la palabra "bendición" en sentido de regalo, donación ( I I Cor. 9, 5 ) . 22 ss. La lista de las ciudades de Judá es la más completa, lo mismo que la descripción de sus fronteras (v. 1-12), porque, después de la eliminación de los hermanos mayores (cf. Gen. 49, 3-7 y notas). es a Judá a quien corresponderá el cetro (Gen. 49, 10 y nota).

J0SUI5 15, 35-83; 16, 1-10; 17, 1-10

245 38

^Jarmut, Adullam, Socó, Asecá, Saaraim, Aditaim, Gederá y Gederotaim: catorce ciudades38con sus aldeas. 37Senán, Hadasá, Migdalgad^ Dilán, Masfá, Jocteel, Caquis, Boscat, Eglón, *°Cabón, Lahmam, Ketlís, 41Gederot, Betdagón, Naama y Maquedá: diez y seis ciudades con sus aldeas. 42Libná, Éter, Asan, tó Jeftá, Asna, Nesib, *Queilá, Acsib y Maresá: nueve ciudades con sus aldeas. 45Acarón con sus pueblos y sus aldeas; ••desde Ecrón hacia el mar, todas las ciudades de la región de Azoto con sus aldeas; 47Azoto con sus pueblos y sos aldeas; Gaza con sus pueblos y sus aldeas, hasta el torrente de Egipto y el Mar Grande con su costa. "En la montaña: Samir, Jatir, Socó, **Daná, Kiryatsaná. que es Dabir; ^Anab, Estemó, Anim, slGosen, Holón y Giló: once ciudades con sus aldeas. 52S4Arab, Dumá, Esán, MIanum, Bettafua, Afecá, Humtá, Kiryatarbá, que es Hebrón, y Sior: nueve ciudades con sus aldeas. MMaón,57Carme], Sif, Juta, MJesreel, Jocdeam, Sanoa, Caín, Gabaá y Timná: diez ciudades con sus aldeas. "Halhul, Betsur, Gedor, "Meará, Betanot y Eltecón; seis ciudades con sus aldeas. 60Kiryatbaaj, que es Kiryatyearim, y Rabbá: dos ciudades con sus aldeas. 61En el desierto: Betarabá, Midín, Secacá, «Wibsán, la ciudad de la Sal, y Engadí, seis ciudades con sus aldeas. I^Los hijos de Judá no pudieron expulsar a los jebuseos, que habitaban en Jerusalén, de manera que los jebuseos habitan con los hijos de Judá en Jerusalén hasta el día de hoy. CAPÍTULO XVI EL TERRITORIO DE EFRAÍM.

J

E1 territorio que

tocó en suerte a los hijos de José partía al oriente desde el Jordán, cerca dé Jericó, hasta las aguas de Jericó y el desierto que sube de Jerico por la montaña a Betel; 'seguía de Betel a Luz, y pasaba a la frontera de los arquitas, a Atarot. sLuego bajaba hacia el occidente al territorio de los jafláteos, hasta la frontera. de Bethorón de abajo, y hasta Guézer, para terminar en el mar. *Esta es la herencia que tomaron los hijos de José, Manases y Efraím. *He aquí el territorio de los hijos de Efraím según sus familias: La frontera -de su herencia iba al norte desde Atarot-Adar hasta Bethorón de arriba. «La frontera seguía hacia el oeste 59. Entre los v. 59 y 60, la versión griega de los Setenta intercala otras once ciudades. Como se ve, tocaron a Judá más ciudades que a las otras tribus, y su territorio era geográficamente más extenso que el de cualquier otra tribu. Sin embargo hay que observar que por una parte comprendía regiones medio desiertas, y que, por la otra, las ciudades filisteas adjudicadas a Judá conservaron su independencia y no fueron sometidas. 1 ss. A Efraím, hijo de José, le tocó en suerte la parte central de Palestina, que más tarde recibió el nombre de Samaría. Sus ciudades principales eran Siquem y Silo, donde fué establecida el Arca (18. 1). Esta región era más fértil que el territorio de Judá. 2. Betel: el lugar donde Jacob tuvo el sueño de la escala. Su nombre antiguo fué Luz (Gen. 28, 19).

por el lado norte de Micmetat, doblaba hacia el este hasta Taanat-SUó, y pasando por allí al oriente llegaba hasta Janoa. 7De Janoa bajaba a Atarot y 8a Naarat, tocaba en Jericó y salía al Jordán. De Tafua iba la frontera hacia el oeste, al torrente de Cana, para terminar en el mar. Esta es la herencia de los hijos de Efraím, según sus familias. 9 Los hijos de Efraím tenían, además, ciudades separadas en medio de la herencia de los hijos de Manases todas con sus aldeas. 10Mas no expulsaron a los cananeos que habitaban en Guézer de modo que los cananeos habitan en medio de Efraím hasta este día, siendo sus tributarios y siervos. CAPÍTULO XVII EL TERRITORIO DE MANASES. ^También la tribu

de Manases recibió una porción, pues era el primogénito de José. Maquir, primogénito de Manases, padre de Galaad, que era hombre de guerra, había obtenido ya a Galaad y Basan. *Era, pues, (esta suerte) para los hijos restantes de Manases, según sus familias: para los hijos de Abiéser, para los hijos de Hélec, para los hijos de Asriel, para los hijos de Siquem, para los hijos de Héfer y_ para los hijos de Semidá. Éstos fueron los hijos varones de3Manases, hijo de José, según sus familias. Salfaad, hijo de Héfer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manases, no tuvo hijos sino hijas, cuyos nombres son: Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá. *Éstas se presentaron ante el sacerdote Eleazar, ante Josué, hijo de Nun, y ante los príncipes, diciendo: "Yahvé mando a Moisés que se nos diese herencia en medio de nuestros hermanos." Se les dio, pues, por orden de Yahvé, herencia entre los hermanos de su padre. 'Tocaron a Manases diez porciones, además de la región de Galaad y de Basan, que está al otro lado del Jordán; ^porque las hijas de Manases obtuvieron herencia entre los hijos; la región de Galaad quedó para los demás hijos de Manases. TLa frontera de Manases iba de Aser a Micmetat, que está frente a Siquem; y seguía la frontera, hacia el sur hasta los habitantes de En Tafua. *£! territorio de Tafua pertenecía a Manases, pero Tafua, aunque situada en el territorio de Manases, era de los hijos de Efraím. s La frontera bajaba hacia el sur, al torrente de Cana, cuyas ciudades que estaban en medio de las ciudades de Manases pertenecían a Efraím. La frontera de Manases corría por el10norte del torrente, para terminar en el mar; de modo que el territorio al sur era de Efraím, y el del norte, de Manases. El mar 8. Para terminar en el mar: Según el contexto, el Mediterráneo. I fen dijeron a Jefté: "¿Por qué saliste a hacer Espíritu Santo, como Josué, Saúl y David. Cf. Núm. la guerra contra los hijos de Ammón, sin lla11, 25 ss.; 27, 18 y notas. marnos a nosotros para marchar contigo? Va31 ss. El voto fué imprudente y "necio" (San Je- mos a quemar tu casa sobre tu cabeza." 2Jefté rónimo). No podemos dudar de la buena intención del voto de Jefté, pues San Pablo alaba su fe en les respondió: "Yo y mi pueblo estábamos luHebr. 11, 32-33. En cuanto al cumplimiento, nada chando violentamente con los hijos de Arrise dice de que haya consistido en quitarle la vida món; y llamé a vosotros, pero no me librasteis 3 a su hija. Sin embargo, muchos Padres y expositores modernos opinan que Jefté inmoló realmente de sus manos. Mas viendo que no veníais a a su hija como holocausto al Señor. Contra la in- librarme, tomé mi vida en mi mano y marché terpretación literal se aduce principalmente el vers. contra los hijos de Ammón, y Yahvé les en29, que dice que el Espíritu de Dios se derramó tregó en mi mano. ¿Por qué ahora subís consobre Jefté. A este respecto observa Schuster-Holzammer: "El Espíritu del Señor vino sobre él sólo tra mí para hacerme la guerra?" pira libertar a su pueblo, y no le preservaba —como •Entonces Jefté reunió a todos los hombres no preservó a Gedeón, Sansón. David, etc.— de los pecados personales, de la ignorancia e irrefle- de Galaad, y atacó a Efraím. Y los galaaditas xión, ni le elevaba sobre las ideas erróneas y cos- derrotaron a los efraimitas, por cuanto éstos tumbres depravadas de aquel tiempo, ni sobre todo decían: "Vosotros sois fugitivos de Efraím; aquello que pudo quedarle de los años de. merodea. Galaad está en medio de Efraím y Manases." dor... Acaso se dejara arrastrar inconscientemente por el ejemplo de los pueblos paganos vecinos, los 'Los galaaditas cortaron a los efraimitas los cuales ofrecían a las divinidades los seres más que- vados del Jordán; y cuando los fugitivos de ridos cuando a ellos acudían en demanda de algo Efraím decían: "Quiero pasar", le preguntaimportante". San Agustín ve en este sacrificio una figura de Cristo, ofrecida por el Padre celestial. ban los galaaditas: "¿Eres tú efraimita?" y "Si el padre no puede ser alabado, antes merece vituperio por el voto que ofreció, la hija es digna 1. Se repite la queja que los efraimitas habían de loa por la grandeza de ánimo con que lo aceptó" presentado a Gedeón (8, 1). líl motivo del disgusto (Fernández, Flor. Bibl. V I , p. 14).- Llora, sí, su consistió en que los efraimitas se consideraban los virginidad, porque en aquel tiempo no sabían valo- más importantes y reclamaban pira sí la prerrogararla. "Ella sacrificó la vida de los hijos que de- tiva del mando. Esta vez irritan a los galaaditas con seaba tener y a los cuales nunca podría dar a luz. un insulto, diciendo que no son más que esclavos Sacrificó su maternidad, y él sacrificó toda su ale- fugitivos de las dos tribus de José (Efraím y Ma gría. todo su consuelo, la perpetuación de su li- nasés). La -tierra fué inevitable y terminó con la naje" (Elpis). humillación de los altivos hermanos.

JUECES 12, 5-15; 13, 1-17

269

cuando respondía: "No" "le decían: "Di: schibólet"; mas él decía: "sibólet", pues no podía pronunciarlo bien. Entonces lo prendían y le degollaban junto a los vados del Jordán. Así murieron en aquel tiempo cuarenta y dos mil efraimitas. 'Jefté juzgó a Israel seis años. Luego murió Jefté galaadita y fué sepultado en una de las ciudades de Galaad. EL JUEZ ABESÁN, *Después de él juzgó a Is-

rael Abesán de Betlehem, 9el cual tuvo treinta hijos. Casó, además a su treinta hijas con gente de afuera y trajo de fuera treinta hijas para sus hijos. Juzgó a Israel durante siete años. 10 Y murió Abesán y fué sepultado en Betlehem. EL JUEZ ELÓN. "Después de él juzgó a Israel Elón de Zabulón, el lacual juzgó a Israel por espacio de diez años. Y murió Elón de Zabulón y fué sepultado en Ayalón, en la tierra de Zabulón. EL JUEZ ABDÓN.

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Después de él juzgó a

Israel Abdón, hijo de Hilel de Faratón, 14el cual tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre setenta pollinos. Juzgó a Israel por espacio de 'ocho años. 15Y murió AJbdón, hijo de Hilel de Faratón y fué sepultado en Faratón, en la tierra de Efraím, en la montaña de los amalecitas. CAPÍTULO XIII NACIMIENTO DE SANSÓN, ^ O S hijos de Israel

volvieron a hacer lo que era malo a los ojos de Yahvé, y Yahvé los entregó en manos de los filisteos durante cuarenta años. *Vivía entonces en Saraá un hombre de la familia de los danitas, de nombre Manué, cuya mujer era estéril y no tenía hijos. 3Aparecióse el Ángel .6. ífis efraimitas no podian pronunciar la sh (sch); la pronunciaban como simple s, o, tal vez, como letra intermedia entre s y t (semejante a la thet griega). En las Vísperas Sicilianas la pronunciación de ceci traicionó a los franceses y en la reconquista de Chile el mayor Robles reconoció entre los prisioneros a los chilenos y "godos" por la pronunciación del nombre de Francisco. 7. San Pablo cuenta a Jefté entre los ejemplos 4e fe (Hebr. 11, 32 ss.). 9 ss. El gran número de hijos no es extraño en aquel tiempo en que la poligamia era tolerada. De ahí los setenta hijos de Gedeón. loa treinta de Jair, los cuarenta de Abdón. El cabalgar sobre pollinos era costumbre de los nobles. También a Jesús le tocó tal honor cuando le aclamaron rey el día de su entrada triunfante en Jerusalén (Luc. 19, 30 ss.). I. Sansón, el último de los Jueces, tuvo por adversarios en sus empresas a los filisteos. "Todo hacía de los filisteos los enemigos adecuados de Israel desde los primeros momentos: diversidad de raza, de lengua, de religión, de civilización. El filisteo fué para Israel el «incircunciso» por excelencia, es decir, el ser humano inferior, bajo todos los aspectos. Pero sin duda ninguna en los hechos de armas, y probablemente también por lo que se refiere a la organización civil, los filisteos eran en un principio superiores a Israel. Muy expertos en el mar —que siempre desconocieron los israelitas—, de carácter aventurero, su ciencia guerrera, tenía la experiencia heredada de las islas egeas y del Asia Menor, de donde procedían" (Ricciotti, Historia de Israel, p. 263 s.).

de Yahvé a la mujer y le dijo: "He aquí que eres estéril y no has tenido4 hijo; pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, guárdate de beber vino o bebida fuerte, y no' comas cosa inmunda. 5Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo sobre cuya cabeza no ha de pasar navaja, porque este niño será desde su nacimiento nazareo de Dios; y él comenzará a librar a Israel del poder de los filisteos." *Fué la mujer y habló con su marido, diciendo: "Un varón de Dios ha venido a mí, y era su aspecto como el del Ángel de Dios, muy temible, pero no le pregunté 7de dónde era, ni él me manifestó su nombre. Me dijo: He aquí que concebirás y darás a luz un hijo. No bebas, pues, vino ni bebida fuerte, ni comas de ninguna cosa inmunda; porque el niño será nazareo de Dios, desde su nacimiento hasta el día de su muerte." entonces Manué oró a Yahvé, diciendo: "Oh Señor, te ruego que el varón de Dios que enviaste venga otra vez a nosotros y nos enseñe qué debemos hacer con el niño que ha de nacer." 9Escuchó Dios el ruego de Manué y vino el Ángel de Dios otra vez a la mujer, cuando estaba sentada en el camno, pero10Manué, su marido no se hallaba con ella. Entonces corrió la mujer a toda prisa y avisó a su marido, diciéndole: "He aquí, se me ha aparecido el varón quevino a mí el otro día." "Levantóse Manué y siguió a su mujer, y llegado donde estaba el varón, le preguntó: "¿Eres tú el hombre que hablaste 12 con esta mujer?" Respondió él: "Yo soy." Y dijo Manué: "Cuando se cumpla tu palabra, ¿cuáles son los preceptos que habrá que observar respecto del niño y que ha de hacerse con él?" 13 Contestó el Ángel de Yahvé a Manué: "Que la mujer se abstenga de cuanto le he indicado; 14 que no coma nada de lo que viene de la vid, que no beba vino ni bebida fuerte ni coma cosa inmunda; que1B ella observe todo cuanto le he mandado." Entonces Manué dijo al Ángel: "Permítenos que 18te retengamos para prepararte un cabrito." Pero el Ángel de Yahvé dijo a Manué: "Por más que me retengas no comeré de tu alimento; mas si quieres preparar un holocausto, lo has de ofrecer a Yahvé." Pues Manué no sabía que era el Ánflrel de Yahvé. 17Y así preguntó al Ángel de Yahvé: "¿Cuál es tu nombre, para que te 5. En toda esta narración se ve que Sansón está predestinado a ser un hombre extraordinario, una bendición para su pueblo. Nació de madre estéril y vivió toda su vida en el estado sagrado de nazareo. El nanareato comprendía la consagración de una persona a Dios, ora por un espacio de tiempo, ora para siempre. El nazareo o nazareno tenía que dejar crecer sus cabellos y abstenerse de toda bebida aleo' hólica y de toda impureza legal. Aquí se formula el voto no por voluntad del nazareo mismo, sino por la madre, por orden del Señor. Cf. el voto de Ana, madre de Samuel, en I Rey. 1, 11. Véase Núm. 6, 1 ss. 15. Un cabrito para agasajo, porque hasta ahora no se ha dado cuenta de que es un Ángel del Señor aquel con quien habla. Después de enterarse de esto le ofreció el cabrito como sacrificio (v. 19).

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J U E C E S 13, 17-25; 14, 1-16 18

honremos cuando se cumpla tu palabra?" A lo cual respondió el Ángel de Yahvé:- "¿Por qué preguntas por mí nombre, siendo él admirable?" 19Tomó, pues, Manué un cabrito con la oblación correspondiente, y lo ofreció sobre la peña a Yahvé quien hizo una cosa milagrosa, a la vista de Manué y su mujer. ^Pues al subir la llama de sobre el altar hacia el cielo, subió también el Ángel de Yahvé con la llama del altar. Viéndolo Manué y su mujer, se postraron en tierra sobre sus rostros. 21 E1 Ángel de Yahvé no volvió a aparecerse a Manué y su mujer. Entonces conoció Manué que era el Ángel de Yahvé; ^ y dijo Manué a su mujer: "Debemos morir porque hemos visto a Dios." ^Pero su mujer le dijo: "Si Yahvé quisiera quitarnos la vida no habría aceptado de nuestras manos holocausto y oblación y no nos habría mostrado todas estas cosas, ni nos habría hecho oír palabras como éstas." M La mujer dio a luz un hijo, al cual puso por nombreM Sansón. Creció el niño y Yahvé le bendijo, Y el Espíritu de Yahvé comenzó a inspirarle en Mahané-Dan, entre Saraá y Estaol. CAPÍTULO XIV SANSÓN Y LOS FILISTEOS. Sansón baió a Tim-

ná, donde vio a una- mujer de las hijas de los filisteos. *Cuando subió (a su casa) habló a su padre y a su madre, diciendo: "He visto en Timná a una mujer de las hijas de los filisteos; ahora pues, tomádmela por mujer." 3 Dijéronle su padre y su madre: "¿Acaso no hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni entre todo mi pueblo, para que tú vayas_ a tomar mujer de entre los incircuncisos filisteos?" Pero Sansón contestó a su padre: "Tómame a ésa porque me gusta." 4Su padre y su 18. El Ángel es el mismo Señor, como en Gen. 32, 22 ss. Siendo él admirable: Así anunció Isaías (9, 6) a Cristo. Véase lo que San Pab'o dice de Él en su segunda venida ( I I Tes. 1. 16). Cf. Ex. 13, 20; 33, 20; Deut. 5, 26; Juec 6, 22. 25. El Espíritu de Yahvé: cf. 3, 10; 11, 29; 14, 4; Núm. 27, 18 y nota. Sansón estaba dotado de una fuerza extraordinaria que Dios le había concedido bajo la condición de que quedase fiel a las obligaciones del nazareato: no cortarse el cabello ni tomar bebidas embriagadoras. Tan pronto como abandona las obligaciones de su estado lo abandona esa fuerza extraordinaria (véase cao. 16). 1. La figura de Sansón difiere de la de otros Jueces en varios aspectos. "No es el héroe que acaudilla al pueblo y le lleva a la victoria. Es él solo que realiza sus hazañas contra los filisteos, que oprimían a los israelitas del mediodía. Su fuerza extraordinaria estaba ligada a su consagración como nazareo, cuyo signo principal es el no tocar la ^navaja a la cabeza del consagrado, y la conservación, por tanto, de su cabellera. Cuando perdió ésta, perdio su fuerza. Y la causa de la pérdida fué el amor de las mujeres" (Nácar-Colunga). 4. Los matrimonios con los filisteos, aunque no estaban prohibidos explícitamente, no concordaban con el espíritu de la Ley (Ex. 34, 16; Deut. 7, 1 y 4), pues constituían un peligro para la religión de Israel. Pero, como se ve. en los tiempos de los Jueces muchos no conocían la Ley ni su espíritu. Por lo demás, "esto venía de Yahvé", como dice el texto, es decir, "el Señor se aprovechaba de aquel capricho de Sansón y le daba ocasión para empezar la obra a que le tenía destinado" (Nácar-Colunga).

I madre no sabían que esto venía de Yahvé, por cuanto buscaba ocasión contra los filisteos-, pues los filisteos dominaban a la sazón a Israel. SANSÓN MATA A UN LEÓN. 5Bajó, pues Sansón

con su padre y su madre a Timna, y cuando llegaron a las viñas de Timná, he aquí que un leoncillo salió rugiendo a su encuentro. entonces vino el Espíritu de Yahvé sobre Sansón y sin tener nada a mano, lo desgarró como se desgarra un cabrito; pero no dijo ni a su padre ni a su madre lo que había hecho. TBajó, pues,8 y habló con la mujer, y ella gustó a Sansón. Pasado algún tiempo volvió para tomarla y se apartó del camino para ver el cuerpo del león; y h aquí que dentro del cuerpo del león había un enjambre de abejas y un panal de miel._ »Lo tomó en sus manos, y siguiendo el camino comió, y cuando alcanzó a su padre y su madre, dióles y ellos comieron; mas no les dijo que había tomado la miel del cadáver del león. BODAS DE SANSÓN. ltfLuego bajó su padre a casa de la mujer, y Sansón hizo allí un banquete; porque tal era la costumbre de los mozos. n Cúando ellos le vieron le 12dieron treinta compañeros para acompañarle; a los cuales dijo Sansón: "Voy a proponeros un enigma; si me lo descifráis dentro de los siete días del banquete y encontráis el sentido, os daré treinta túnicas y treinta mudas de ropa. 13 Pero si no podéis descifrármelo me daréis vosotros .a mí treinta túnicas y treinta mudas de_ ropa." Ellos respondieron: "Prooón tu enigma para que lo oigamos." 14Les dijo entonces: "Del que come salió manjar, y del fuerte salió dulzura." Y no pudieron descifrarle el enigma en tres días. 15 A1 séptimo día dijeron a la mujer de Sansón: "Persuade a tu.marido, para que nos descifre el enigma; de lo contrario te quemaremos a ti y a la casa de tu padre. ¿Acaso nos habéis< convidado para robarnos?" 16Y lloraba la mujer de Sansón delante de él y le decía: "Sólo me odias y no me amas; has propuesto 11. Los compañeros, o como los llama el Evangelio (Mat. 9, 15; Marc. 2, 19), "los amigos del esposo", solían acompañar al novio en la fiesta nupcial, que entre los ricos duraba toda una semana. Ordinariamente las mujeres se juntaban en la casa de la novia y los hombres en la del novio, mientras cantores elogiaban la belleza de la desposada y las virtudes del novio. Llegada la noche venía el esposo con los compañeros para llevar a la esposa _ a su hogar. Algunas veces el esposo tardaba en venir, como en la parábola del Evangelio (Mat. 25, 1 ss.), y las amigas de la esposa se adormecían. Despertando del sueño acompañaban a los esposos, y al llegar a la casa del esposo empezaba de nuevo el festín. 14. Véase w . 8 y 9. Según San Agustín el león simboliza a Cristo, y el enjambre y el panal a la muchedumbre de los fieles.

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JUECES 14, 16-20; 15, 1-20

este enigma a los hijos de mi pueblo, sin descifrármelo a mí." Contestóle: "Mira, no lo he explicado ni a mi padre ni a mi madre. ¿Acaso he de explicártelo a ti?" "Mas ella lloraba delante de él los siete días que duró el banquete. Y al séptimo día él le dio la explicación, porque le molestaba mucho, y ella18 descifró el enigma a los hijos de su pueblo. Le dijeron, pues, los hombres de la ciudad al séptimo día, antes de ponerse el sol: "¿Qué cosa más dulce que la miel? ¿qué más fuerte que el león?" Respondióles: "Si no hubierais arado con mi novilla, no habríais descifrado mi enigma." 19 Y vino el Espíritu de Yahvé sobre él; bajó a Ascalón, mató allí treinta hombres, y quitándoles los despojos, dio las mudas de ropa a los que habían descifrado el enigma; y ardiendo de cólera subió a casa de su padre. ^Entretanto, la mujer de Sansón fué dada a uno de los compañeros que le había servido de amigo (en las bodas).

CAPÍTULO XV SANSÓN DESTRUYE LAS MIESES DE LOS FILISTEOS.

ipespués de algún tiempo, en los días de la siega del trigo, Sansón visitó a su mujer, llevando un cabrito, y dijo: "Me llegaré a mi mujer, en su aposento." Pero el padre de ella no le dejó entrar. 2Pues dijo su padre: "Yo pensaba que tú no le tienes más que odio; por tanto se la di a uno de tus compañeros. ¿No es su hermana menor más hermosa que ella? Sea ella tuya, en su lugar." s Pero Sansón les dijo: "Esta vez no pueden quejarse de mí los filisteos, si les hago mal." 4 Fué, pues, Sansón y tomó trescientas zorras y teas, y atándoles cola con cola, puso una tea entre cada dos colas. 'Luego, encendiendo las teas,las soltó entre las mieses de los filisteos; y así quemó las gavillas y las 6mieses en pie, y hasta las viñas y^ los olivares. Preguntaron los filisteos: "¿Quién ha hecho esto?" Y se les dijo; "Sansón, yerno del Timnateo; por cuanto éste ha tomado su mujer y se la ha dado a uno de sus compañeros." Subieron, pues, los filisteos y quemaron tanto a ella 18. Si no hubierais arado, etc.: Refrán, cuyo sentido es: lo que sabéis, no es de vuestra cosecha. 1,0 sabéis gracias a mis indicaciones. 19. Vino el espíritu de Yahvé sobre él, y le dio la fuerza necesaria para hacer ese estrago en las filas de los enemigos. Cf. 9, 23 y 13, 25 y notas. 4. Las ¡arras, lo mismo que los chacales, abundan en Palestina (Cant. 2, 15; Lament. 5, 18; Ez. 13, 4; S. 62, 11). Dios pudó ponerlas fácilmente al alcance de Sansón. La historia antigua conoce ejemplos semejantes (Ovidio. Fasti 4. 681 ss. y Amiano Marcelino 18, 7). El efecto de la curiosa acción es que los animales asustados llevan el titón encendido por los campos, incendiando de ese modo las mieses.

como a su padre. 'Entonces les dijo Sansón: "Ya que habéis hecho esto, no cesaré hasta que haya tomado venganza de vosotros." 8 Dioles, pues, rudos golpes sobre muslos y lomos haciendo un destrozo grande; luego bajó y habitó en una caverna del peñón de Etam. NUEVAS HAZAÑAS DE SANSÓN.

9

Entonces

su-

bieron los filisteos y acamparon en Judá, desplegando sus fuerzas cerca de Lehí. 10Preguntaron los hombres de Judá: "¿Por qué habéis subido contra nosotros?" A lo que respondieron: "Hemos subido para atar a Sansón, a fin de hacer con él según él ha hecho con nosotros." " Y bajaron tres mil hombres de Judá a la caverna del peñón de Etam, y dijeron a Sansón: "¿No sabes que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Qué es. pues, esto que has hecho?" Él les contestó: "Como ellos hicieron conmigo, así he hecho yo con ellos." 12Y le dijeron: "Hemos bajado para atarte, a fin de entregarte en manos de los filisteos." Sansón les dijo: "Juradme que no me vais a matar." "Ellos le respondieron diciendo: "No, solamente te ataremos y te entregaremos en poder de ellos, pero de ninguna manera te mataremos." Lo ataron, pues, 14 con dos sogas nuevas, y le sacaron del peñón. Cuando llegó a Lehí, los filisteos le salieron al encuentro con grande algazara. Mas el Espíritu de Yahvé vino sobre él; las sogas que tenía sobre sus brazos fueron como hilos de lino que se queman por el fuego, y se 15deshicieron las ligaduras de sobre sus manos. Y como hallase la quijada de un asno recién muerto, alargó la mano, la agarró y mató con ella a mil hombres. 16Dijo entonces Sansón: "Con la quijada de un asno (maté) un montón, dos montones; con la quijada de un asno he matado mil hombres." "Dicho esto, arrojó la quijada de su mano; y llamó aquel lugar Ramat-Lehí. 18Y teniendo grandísima sed, clamó a Yahvé, diciendo: "Tú has obrado esta gran liberación por manos de tu siervo; y ahora me muero de19 sed y caigo en manos de los incircuncisos." Entonces hendió Dios la piedra hueca que hay en Lehí, y salió de allí agua. Cuando hubo bebido, se reanimó y recobró sus fuerzas. Por tanto, fué llamado aquella fuente En Hakoré, que es la que hoy todavía existe. en Lehí. ^"Sansón juzgó a Israel en los días de los filisteos durante veinte años. 16. Cf. I Cor. 1, 27 s.; en el texto hebreo hay un juego de palabras entre asno y montón. 19. Hendii Dios la piedra hueca que hay en Lehi. La Vulgata vierte: El Señor abrió una muela en la quijada del asno. Esta fuente se veía aún en tiempo de San Jerónimo en las cercanías de Eleuterópolis, ciudad de la llanura filistea. 20. JusgA a Israel; es decir, reinó en Israel, pero no en todo el país, sino solamente en una pequeña pnrte.

JUECES 18, 1-26

272

CAPÍTULO XVI SANSÓN EN GAZA. xCuando Sansón llegó a Gaza, vio allí a una prostituta, en cuya casa entró. 2Se les dijo a los de Gaza: "Sansón ha venido a ésta." Por lo cual lo cercaron, y estuvieron en i acecho toda aquella noche, 'a la puerta de la ciudad. Y toda la noche quedaron tranquilos, diciendo: "Cuando salga la luz del alba lo mataremos." sSansón permaneció acostado hasta la medianoche. A medianoche se levantó, y tomando las hojas de la puerta de la ciudad con las dos jámbaselas arrancó juntamente con el cerrojo, y echándoselas a cuestas las llevó a la cumbre del monte que mira hacia Hebrón. SANSÓN Y DALILA.

4

Después de esto amó a

una mujer que habitaba en el valle de Sorec y que se llamaba Dalila. 5Vinieron a ellas los príncipes de los filisteos y le dijeron: "Atráelo con halagos para ver en qué consiste su gran fuerza, y cómo podríamos prevalecer contra él para atarlo y sujetarlo, y te daremos cada uno mil cien siclos de plata." •Dijo, pues, Dalila a Sansón: "Dime, te ruego, en qué consiste tu gran fuerza7 y con qué se te debe atar para sujetarte." Sansón respondió: "Si me atan con siete cuerdas frescas, húmedas aún, quedaré sin fuerzas y vendré a ser como cualquier otro hombre." e n tonces los príncipes de los filisteos le llevaron siete cuerdas frescas, todavía húmedas, y lo ató con ellas. HTenía ella en el aposento gentes en acecho, y le dijo: "Sansón, los filisteos sobre ti." Mas él rompió las cuerdas, como se rompe un hilo de estopa cuando siente el fuego; de manera que no se descubrió (el secreto de) su fuerza. '"Entonces dijo Dalila a Sansón: "He aquí que te has burlado de mí, diciéndome mentiras. Ahora, pues, dime, te ruego, con qué Codrás ser atado." «Él contestó: "Si me atan ien con sogas nuevas, no usadas todavía para otra cosa, quedaré sin fuerzas y12vendré a ser como cualquier otro hombre." Tomó, pues, Dalila sogas nuevas, y habiéndolo atado con ellas, le dijo: "Sansón, los filisteos sobre ti"; y estaban efectivamente acechadores apostados en el aposento. Pero él rompió las sogas- de sobre sus brazos como un hilo. 1J Luego dijo Dalila a Sansón: "Hasta ahora te has burlado de mí, diciéndome mentiras; dime al fin con qué podrás ser atado." Y él le dijo: "Entreteje las siete trenzas de mi cabeza con una clavija de tejedor." 14Ella Jas aseguró con una clavija y le dijo: "Sansón, los filisteos sobre ti." Pero él, despertando

de su sueño, arrancó la clavija de tejedor juntamente con la urdimbre. 15 Ella entonces le dijo: "¿Cómo puedes decir: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya tres veces te has burlado de mí, y no me has manifestado en qué consiste tu gran fuerza." 1SY como ella le molestase con sus palabras todos los días y le apremiase, perdió su alma la gana de vivir, 17y le descubrió todo su corazón, diciendo: Nunca ha pasado navaja por mi cabeza, pues soy nazareo de Dios desde el seno de mi madre. Si yo fuese rapado, perdería mi fuerza, me quedaría débil y vendría a ser como cualquier otro hombre." 18Dalila vio que le había descubierto todo su corazón, por lo cual envió a llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: "Subid aún esta vez, porque me ha descubierto todo su corazón." Subieron, pues, los príncipes de los filisteos a la casa de ella, llevando el dinero en su mano. 19Le hizo entonces dormir sobre sus rodillas; luego llamó al hombre para que le cortara las siete trenzas de la cabeza; entretanto, ella misma comenzó a sujetarlo, y su fuerza se apartó de él. ^ Y di jóle ella:^ "Sansón, los filisteos sobre ti." Él, despertándose de su sueño, se dijo: "Saldré como las demás veces, y me desembarazaré", pues no sabía que Yahvé se había apartado de él. 21 Los filisteos, después de haberlo prendido, le sacaron los ojos, y lo llevaron a Gaza, donde lo sujetaron con doble cadena de bronce; y en la cárcel tuvo que dar vueltas a la muela. 22Mas el cabello de su cabeza comenzó a crecer después de haber sido rapado. MUERTE DE SANSÓN.

23

Los príncipes de los

filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón, su dios, y celebrar fiesta; pues decían: "Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo." ^También el pueblo, al verle, alabó a su dios, diciendo: "Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo, que asolaba nuestro país, matando a nuestra gente." ^Y en la alegría de su corazón dijeron: "Llamad a Sansón, para que nos divierta." Llamaron, pues, a Sansón de la cárcel y tuvo que divertirlos. Pero Sansón,26 al cual tenían colocado entre las columnas, dijo al muchacho que le

16. Este episodio que ha inspirado numerosas obras de arte constituye una elocuente lección tnoral. Sansón engañaba muchas veces a esa mujer para librarse de ella, pero ella con su diabólica insistencia acaba de vencer al héroe. La Escritura nos previene muchas veces contra la mala mujer, así en Ecli. 25, 17 ss.; 26, 10 ss. y elogia, en cambio, a la esposa que comparte, con el marido los cuidados de la familia (Prov. 31, 10 ss.; Ecli. 26, 1 ss.). "Es una suerte dichosa la mujer buena; suerte que tocará al que teme a Dios, y será 1. Lo que arruinó a Sansón no fué la falta de dada al hombre por sus buenas obras" (Ecli. 26, 3). 20. El Señor se retiró de Sansón, porque había fe, pues nunca la perdió; fué más bien su amor apasionado y su falta de moralidad. El esforzado y abandonado el voto de nazareato. Su fortaleza no valeroso varón, dice San Ambrosio, sofocó a un dependía de su santidad personal, sino de su conleón, pero no pudo ahogar sus propias pasiones; sagración a Dios, cuya señal externa consistía en rompió las ligaduras con que le ataran, mas no supo no cortarse los cabellos. Cf. 13, 5 y nota. 26. Déjame tocar las columnas: Sansón, dice San romper las de sus deseos carnales; pegó fuego a -mieses ajenas, pero encendido él mismo en el fuego Agustín, es aquí figura de Cristo, que extendió sus brazos en la Cruz para aplastar a los demonios. -del falso amor perdió la cosecha de su virtud.

JUECES 16, 26-31; 17, 1-13; 18, 1

tenía de la mano: "Déjame tocar las columnas sobre las cuales se sustenta la casa, para apoyarme sobre ellas." 27Ahora bien, la casa estaba llena de hombres y mujeres; también todos los príncipes de los filisteos estaban allí, y sobre las azoteas había unos tres mil hombres y mujeres que miraban a Sansón que los divertía. 28Entonces Sansón invocó a Yahvé, y dijo: "Señor, Yahvé, acuérdate de mí, te ruego, y dame fuerza solamente esta vez, para que de una vez29me vengue de los filisteos por mis dos ojos." Y agarró Sansón las dos columnas de en medio, sobre las cuales estribaba la casa; y apoyándose sobre ellas, sobre la una con su mano derecha, y sobre la otra con la izquierda, ^dijo: "Muera yo con los filisteos", y dio tan fuertemente (contra las columnas) [ue la casa cayó sobre los príncipes de los ilisteos y sobre todo el pueblo que allí estaba reunido, de modo que los que mató muriendo, fueron más numerosos que los que había muerto en vida. 31Sus hermanos y toda la casa de su padre bajaron, y levantándolo se lo llevaron. Lo sepultaron entre Saraá y Estaol, en la sepultura de Manué, su padre. Fué juez de Israel por espacio de veinte años.

273

de plata a su madre. Y dijo su madre: "Yo de mi parte destino este dinero para Yahvé en favor de mi hijo, para que se haga una imagen, una estatua de fundición. Así. pues, te lo devuelyo." 4Habiendo él devuelto el dinero a su madre tomó ésta doscientos siclos de plata, y los dio al fundidor; el cual hizo una imagen, una estatua 5 de fundición, que quedó en casa de Micas. Así un hombre como Micas tuvo una casa de Dios; pues hizo también un efod y unos terafim, y consagró a6 uno de sus hijos que le sirvió de sacerdote. En aquel tiempo no había rey en Israel, sino cada cual hacía lo que mejor le parecía. EL LEVITA DE BETLEHEM.

'Había un joven

de Betlehem de Judá, de la tribu de Juda, que era levita y habitaba allí como forastero. SEste hombre partió de la ciudad de Betlehem de Judá, para hallar un lugar donde vivir, y en su viaje llegó a la montaña de Efraím, a casa dé Micas. 9Micas le preguntó: "¿De dónde vienes?" Le contestó: "Soy un levita de Betlehem de Judá,^ y voy de camino a fin de hallar un lugar dónde vivir." 10Díjole: "Quédate conmigo y sé mi padre y sacerdote. Te daré diez siclos de plata al año, vestido completo y comida." El levita entró, n y consintió en habitar con aquel hombre, para quien el joven III. APÉNDICES era como uno de sus hijos. 12Micas consagró al levita, y el joven vino a ser13su sacerdote y quedóse en casa de Micas. Entonces dijo CAPÍTULO XVII Micas: "Ahora sé que Yahvé me bendecirá, EL ÍDOLO DE MICAS, ^ i v í a un hombre en la porque tengo este levita por sacerdote." montaña de Efraím que se llamaba Micas; 2el cual dijo a su madre: "Los mil cien siclos de CAPÍTULO XVIII plata que te fueron robados, en cuya ocasión proferiste maldiciones, oyéndolas también yo. Los EXPLORADORES DANITAS. J En aquel tiempo mira, ese dinero tengo yo; yo lo tomé." Y le no había rey en Israel; y en esos mismos días dijo su madre: "¡Bendito seas de Yahvé, hijo la tribu de los danitas buscaba una posesión mío!" 'Devolvió entonces los mil cien siclos

?

29. Los arqueólogos llaman este estilo de casas estilo de Creta, patria de los filisteos. El atrio de este tipo de edificio tenía dos columnas que estaban sobre los cimientos de piedra. Vacilando las coluAinas se desplomaba toda la casa. 30. Sansón recobró su antigua fortaleza no por haberle crecido de nuevo los cabellos, sino por su arrepentimiento y celo por la causa de Dios: "Al fin de su vida triunfó de sí mismo y mostró un valor invencible, despreciando y no temiendo la' muerte" (San Ambrosio). Los teólogos, en su mayoría, no califican de suicidio esta última hazaña de Sansón; primero, porque obró con el auxilio de Dios; segundo, porque era juez y vengador de su pueblo; tercero, porque su intención no fué matarse a sí mismo, sino a sus enemigos. Cf. la hazaña de Eleazar en los tiempos de los Macabeos. Sansón, como libertador de su pueblo, es figura de Jesucristo: Ambos se llaman "nazareno" y ambos son anunciados por un ángel; Sansón casóse con una extranjera, Jesús se desposó con la Iglesia de las naciones; Sansón recibió escarnios en su desgracia, como Jesús en su Pasión; y por salvar a Israel entregó su vida extendiendo sus brazos entre dos columnas, como Jesús en la Cruz (Mons. Duguet). 3. Bendito seas de Yahvé, dice la piadosa madre, y al mismo tiempo gasta doscientos siclos de plata por una imagen que pronto se convertirá en un símbolo e instrumento de apostasía. Tenemos aquí un ejemplo de la táctica del diablo, que se disfraza como ángel de luz (II Cor. 11, 14) y aprovecha la piedad de la gente buena para inspirarles exagera-

ciones piadosas, que son peores que la apostasía inmediata, pues desplazando el centro de la religión, trastornan la jerarquía de los valores y mezclan la superstición con la adoración del Dios verdadero. "Así veréis algunas personas que no se hartan de añadir imagen a imagen, y que no sino de tal o tal suerte y hechura, y que no estén puestas sino de tal y tal manera, de suerte que deleite al sentido; y la devoción del corazón es muy poca, y tanto asimiento tienen a esto como Micas en sus ídolos, o como Labán... La persona _ devota en lo invisible principalmente pone su devoción, y pocas imágenes ha menester" (San Juan de la Cruz, Subida al Monte Carmelo, III. 34). 5. Consagró; literalmente: le llenó las manos (cf. Ex. 28, 41 y nota). Esta consagración sacerdotal se hace al margen de toda ley y sin encargo especial de Dios. Véise en Hebr. 1, 5-6, cómo ni el mismo Jesús se atribuyó el sacerdocio, sino que le fué dado por el Padre. El efod es un vestido sacerdotal (cf. Ex. 28, 6 y nota); los terafim son lares, ídolos domésticos (cf. Gen. 31, 30 ss.). 7. Véase 18, 30. donde se indica el nombre y la ascendencia de este joven, que no pertenecía a la tribu de Judá, sino a la de Levi. Sé mi padre: Título que por reverencia quiere dar al levita como hoy se da el^ titulo de padre a los sacerdotes. 1. Los danitas recibieron en herencia un pequeño territorio al oeste de Efraím, Benjamín y Judá, o sea, una región ocupada por los amorreos y filisteos (Jos. 19, 40 ss.), que no lograron conquistar (1, 34). De ahí su emigración a Lais, que se cuenta en este capítulo.

274

JUECES 18, 1-30

donde habitar; porque hasta aquel día no les había tocado posesión entre los hijos de Israel. Enviaron, pues, los hijos de Dan cinco hombres de su estirpe y de su territorio, hombres valientes, de Saraá y Estaol, para recorrer el país y para explorarlo, diciéndoles: "Id y explorad el país." Llegaron ellos a la montaña de Efraím, hasta la casa de Micas, donde pasaron la noche. 3Estando ya cerca de la casa de Micas, reconocieron la voz del joven levita; por lo cual desviándose hacia allá, le dijeron: '¿Quién te ha traído aquí? ¿Qué haces en este lugar? ¿Y qué tienes aquí?" 4Les contestó: "Esto y esto ha hecho Micas por mí, y me tiene asalariado para que sea su sacerdote." 'Rogáronle entonces: "Háganos el favor de consultar a Dios, para que sepamos si el viaje que hemos emprendido tendrá buen éxito." 6E1 sacerdote les respondió: "Id en paz. Yahvé os 7 mira en el camino por donde andáis." Se fueron los cinco hombres y llegaron a Lais, donde vieron que la gente que había en ella seguía las costumbres de los sidonios, viviendo en seguridad, tranquilos y confiados, porque no había en aquella tierra nadie que les molestara; eran ricos, vivían lejos de los sidonios. y no tenían trato con nadie. 8 Regresaron los exploradores a sus hermanos a Saraá y Estaol. Y les preguntaron sus hermanos: "¿Qué decís?" 9Respondieron: "Adelante, subamos contra ellos; pues hemos visto el país; he aquí que es muy bueno. ¡Y vosotros estáis sin hacer nada! No seáis perezosos. Poneos en camino e id a tomar posesión de aquella tierra. 10Cuando lleguéis, encontraréis un pueblo que vive seguro; la tierra es amplia y Dios la ha entregado en vuestras manos; es un lugar donde no falta nada de cuanto hay en la tierra."

ta, la casa de Micas para saludarle. "Entretanto, los seiscientos hombres de los hijos de Dan, armados para la güera, se apostaron a la entrada de la puerta. 17Entonces los cinco hombres que habían ido a explorar la tierra, subieron y penetrando allá dentro, tomaron la imagen de talla y el efod, con los terafim, y la imagen de fundición, mientras el sacerdote y los seiscientos hombres ceñidos de armas de guerra estaban a la entrada de la puerta. 18 Cuando aquéllos entraron en la casa de Micas para llevarse la imagen de talla, el efod, los terafim y la imagen de fundición, les preguntó el sacerdote: "¿Qué estáis haciendo?" 19 Ellos le dijeron: "¡Calla! Ponte la mano sobre la boca y ven con nosotros, y senos padre y sacerdote. ¿Qué es mejor: ser sacerdote de la casa de un solo hombre, o ser sacerdote de una tribu y familia en Israel?" 20Alegróse el corazón del sacerdote, y él mismo tomó el efod, los terafim y la imagen de talla, y se allegó a la gente. 21 Pusiéronse en marcha y partieron llevando delante de sí a 22los niños, los animales y las cosas preciosas. Estaban ya lejos de la casa de Micas, cuando los hombres que estaban en las casas vecinas a la casa de Micas se reunieron y persiguieron a los hijos de Dan. 23 Gritaron a los hijos de Dan, los cuales, volviendo el rostro, preguntaron a MMicas: "¿Qué te pasa? ¿Por qué gritas tanto?" E1 contestó: "Os habéis tomado mis dioses, que yo me hice y también al sacerdote, y os habéis marchado. ¿Qué me queda todavía? ¿Cómo podéis decirme: ¿Qué te pasa?" 25Replicáronle los hijos de Dan: "Guárdate de seguir gritándonos, no sea que se arrojen sobre vosotros algunos hombres irritados y vengas a perecer tú y los de tu casa." 26Y los hijos de Dan prosiguieron su camino; y viendo Micas que eran más Los DANITAS SE LLEVAN EL ÍDOLO. "Partieron. fuertes que él, volvióse y regresó a su casa. pues, de allí, de Saraá y Estaol, seiscientos CONQUISTA DE LAIS. 27Ellos, pues, sé llevaron hombres de la tribu de los danitas, armados para la guerra. 12Y subieron y acamparon en lo que se había fabricado Micas, y también al Kiryatyearim, en Judá; por lo cual se llama sacerdote que tenía, y marcharon contra Lais, aquel lugar Mahané-Dan hasta el día de hoy. un pueblo que vivía tranquilo y confiadamenEse lugar está al occidente de Kiryatyearim. te: y los pasaron a28filo de espada y pegaron 13 De allí pasaron a la montaña de Efraím y fuego a la ciudad. No había quien la librase, porque estaba lejos de Sidón, y les faltaban llegaron a la casa de Micas. "Entonces los cinco hombres que habían relaciones con otros hombres. La ciudad estaido a explorar la tierra de Lais, dirigieron a ba en el valle que se extiende hacia Bet-Rehob. 29 sus hermanos estas palabras: "¿Sabéis que en Y reedificándola habitaron en ella. LlamaTin la ciudad Dan. del nombre de su padre aquellas casas hay un efod, con terafim, y una imagen, una estatua de fundición? Ved ahora Dan que fué hijo de Israel; pero anteriormente lo que habéis de hacer." "Desviáronse, pues. 'a ciudad se llamaba Lais. ^Allí los hijos de se erigieron la imagen de talla; y Jonatán, hacia allá, y entraron a la casa del joven levi- Dan hijo di' Gersón, hijo de Moisés, él y sus hi7. Lais (Lesera en Jos. 19, 47), llamada en ade- jos, fueron sacerdotes de la tribu de los dalante Dan, estaba situada al pie del Hermón y per nitas hasta el tiempo del cautiverio del país. 2

tenecía al país de los sidonios. E¡1 nombre moderno de la ciudad es Tell el-Kadi; está muy cerca de Banias (Cesárea de Filipo). 9. Adelante, subamos contra ellos: "Estas palabras y lo que hicieron los danitas, uniendo el ardid a la audacia. Justifican la profecía de Jacob sobre la tribu de Dan." Véase Gen. 49, 16 s. (Vigouroux, Polyglotte). 14. Cf. 17. 5. Creían sin duda que estas imágenes garantizarían el éxito de la empresa.

24. Mis dioses: Señal de que se trataba de verdadera idolatría. Bover-Cantera y Nácar-Colunga traducen: mi Dios. 30. Con el santuario de Dan se dio principio a una _ idolatría que bajo los reyes de Israel se convertiría en un centro de culto del becerro de oro ( I I I Rey, 12, 29; I V Rey. 10, 29). T a n «ílo el cautiverio asirio puso fin a este escándalo.

JUECES 18, 30; 19, 1-23

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Así tuvieron la imagen fabricada por Micas esta ciudad de los jebuseos, para pasar allí la todo el tiempo que estuvo la Casa de Dios noche." 12Su amo le contestó: "No torcereen Silo. mos hacia una ciudad de gente extraña, que no es de los hijos de Israel, sino que pasaremos CAPÍTULO XIX hasta Gabaá. 13Y dijo a su criado: "Vamos, EL CRIMEN DE GABAÁ. *En aquel tiempo en trataremos de llegar a uno de esos lugares para la noche: Gabaá o Rama." que no había rey en Israel, habitaba un levita pasar 14 Prosiguieron, pues, caminando, y se les como forastero en la parte extrema de la montaña de Efraím, el cual se había tomado 2una puso el sol cuando15estaban junto a Gabaá, que mujer secundaria de Betlehem de Judá. Pe- era de Benjamín. Torcieron hacia allá, para ro esa su segunda mujer cometió adulterio pasar la noche en Gabaá. Entró (el levita) y contra él, y dejándole se fué a casa de su pa- se sentó en la plaza de la ciudad; y no hubo acogiese en su casa para pasar la dre, a Betlehem de Judá, donde permaneció quien los por espacio de cuatro meses. *Su marido se noche, 16cuando he aquí que al anochecer levantó y fué en pos de ella, para hablarla al volvió un anciano de su trabajo del campo; era corazón y traérsela consigo. Venía, pues, con ése natural de los montes de Efraím y morauno de sus criados y un par de asnos; y ella ba como forastero en Gabaá; pues los homlo introdujo en la casa de su padre, el cual bres del lugar eran benjaminitas. 17Levantanal verlo lo recibió gozoso. 4Instóle su suegro, do el anciano los ojos, vio al viajero en la el padre de la joven, y se quedó con él tres plaza de la ciudad; y le dijo: "¿Adonde vas y días; y comieron y bebieron y se hospedaron de dónde vienes?" "Respondió él: "Vamos allí. de Betlehem de Judá a la parte extrema de 5 A1 cuarto día s^ levantaron muy de maña- la montaña de Efraím, de donde soy. Me hana, y (el levita) se dispuso a marchar. Pero bía ido a Betlehem de Judá, y ahora voy a la no hay nadie que me el padre ae la joven dijo a su yerno: "Confor- casa de Yahvé; pero 19 ta primero tu cora'.ón con un bocado de pan, reciba en su casa. Tenemos paja y forraje después partiréis." dentáronse, pues, los dos para nuestros asnos, así como pan y vino para y comieron y bebieron. Y el padre de la joven mí y para tu sierva, y para el criado que dijo al marido: "Ruégote consientas en pasar acompaña a tus siervos. No necesitamos na(aquí) también esta noche, y se alegrará tu da." ^Dijo entonces el anciano: ";Paz sea corazón." 'El marido se levantó para mar- contigo! Deja correr por mi cuenta todas charse, pero le instó su suegro, de modo que tus necesidades; de ninguna 21manera podrás volvió a pasar allí la noche. pasar la noche en la plaza." Le llevó, pues, 8 A1 quinto día se levantó muy de mañana a su casa, y dio forraje a los asnos. Y después para ponerse en camino, pero le dijo el padre de lavarse, lqs pies comieron y bebieron. de la joven: "Conforta, te ruego, tu corazón, ^Cuando ya iban alegrándose sus corazones, y espera 9hasta que decline el día"; y comieron he aquí que unos hombres de la ciudad, hijos ambos. Y cuando el marido se levantó para de Belial, rodearon la# casa, y dando fuertes irse él con su mujer secundaria y su criado, golpes en la puerta, dijeron al anciano, dueño le dijo su suegro, el padre de la joven: "Mira de la casa: "Saca afuera al hombre que vino que comienza ya. a caer la tarde; ruégoos que a tu casa, para que lo conozcamos." ^Salió a pernoctéis aquí; ved cómo ya se acaba el día. ellos el dueño de la casa, y les dijo: "Por faPasa, pues, aquí la noche, y alégrese tu corazón; mañana os levantareis muy temprano 12. Gabaá, a 6 kms. al norte de Jerusalén. Su para emprender el viaje, y volverás a tu nombre actual es Tell el-FuI. 18. La casa de Yahvé: El Tabernáculo del Señor tienda." se hallaba en aquel tiempo en Silo, en la tribu de 10 Efraím. Mas el marido no quiso pasar allí la no20. Pos sea contigo: Es la fórmula con que se che; se levantó y partió, y llegó hasta enfrensaludaban los israelitas. Es también el saludo que te de Jebús, que es Jerusalén, teniendo con- Jesús usaba en vida, y hasta después de resucitado sigo los dos asnos aparejados y su mujer (Juan 21, 19, 21 y 26), y el que enseñó a sus dissecundaria. "Cuando se acercaron a Jebús, el cípulos (iMat. 10, 12), y sin duda también el que Ángel dirigió a María (cf. Luc. 1, 28 y nota). día estaba ya muy avanzado, por lo cual el elEsta de caridad, que sólo se ha conservado criado dijo a su amo: "Vamos, torzamos hacia en la fórmula Liturgia y se ha perdido en el uso corriente,

tiene una promesa de Jesús que le da la eficacia 31. La Vulgata agrega aquí la primera parte del de una verdadera bendición, pues dice que la paz desvers. 1 del capítulo siguiente: En aquel tiempo no cenderá sobre aquellos a quienes saludemos, si son había rey en Israel; es decir, no había gobierno "hijos de paz", y que ni aun en caso contrario será perdido nuestro saludo, pues entonces la paz vendrá central que pudiera castigar a los apóstatas. 1 ss. Este segundo episodio narrado en los tres a nosotros. Cf. IMat. 10, 12. Como expresamos en últimos capítulos revela aún más la corrupción re- nuestra nota a ese pasaje del Evangelio, saludar, en ligiosa y moral que cundía en los tiempos de los lenguaje pagano, es desear la salud, pero en lenguaJueces. Esta vez se opusieron las otras tribus y je cristiano ha de ser más: desear la paz. que es extirparon a los malhechores. Mujer secundaria, o un bien del espíritu, resumen y condición de todos concubina. La Ley de Moisés permitía la poli- los otros. 22. Hijos de Belial: hijos del diablo, hombres malgamia. 10. Jebús: Jerusalén. La llama "gente extraña' vados. La Vulgata vierte: hombres sin yugo. Se de(v. 12), sin duda porque los israelitas aún no la duce de la conducta de estos malvados que consihabían conquistado definitivamente. Cf. II Rey. deraban a los huéspedes como pasta de sus pasiones perversas. Véase un caso semejante en Gen. 19, S. 5, 6 ss.

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vor, hermanos m'os, no hagáis tal maldad; pues este hombre vino a mi casa, no cometáis cosa tan infame. 24 He aquí a mi hija, que es virgen, y la segunda mujer de es? hombre; a éstas os sacare, para que abuséis de ellas. Haced con ellas como bien os parezca; mis no hagáis a este .hombre semejant; infamia. ^Pero los hombres no quisieron escucharle; por lo cual tomó el (levita) a su mujer secundaria y la sacó fuera. La conocieron, y abusaron de ella toda la noche hasta la miñana, dejándola libre al rayar el alba, ^Al rayar la mañana vino la mujer y cayó a l;i puerta de la casa del hombre donde estaba su marido (quedando allí) hasta que fué de día. 27Cuando a la mañana se levantó su marido y abrió la puerta de la ca'-a, para salir y proseguir su viaje, vio a su mujer secundaria postrada delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral. ^Le dijo: "Levántate, y vamonos." Pero nadie le dio respuesta. Entonces el marido la cargó sobre el asno, partió y se fué a su lugar. ^Llegado a su casa, tomo un cuchillo, y echando mano de su muier secundaria, la partió, con los huesos, en doce trozos, que envió por todo el territorio de Israel. ^Y todos los que lo vieron decían: "Nunca se ha hecho, ni se ha visto cosa como ésta, desde el día en que los hijos de Israel subieron de Egipto, hasta el día de hoy. Poned vuestra atención sobre esto, deliberad y hablad.' CAPÍTULO XX LA ASAMBLEA DE MASFÁ.

a

Entonces salieron

Ymhvé en Masfá. 2Se presentaron los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, en la asamblea del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie, armados de espada. 3 Los hijos de Benjamín supieron que los hijos de Israel habían subido a Masfá. Preguntaron, pues, los hijos de Israel: "¿Podemos saber cómo fué perpetrada esta maldad?" 4 Entonces el levita, marido de la mujer muerta, tomó la palabra y dijo: "Llegué yo con mi mujer secundaria a Gabaá, de Benjamín, para pasar la noche; 5 y levantáronse contra mí los vecinos de Gabaá, me cercaron durante la noche en la casa con intención de matarme, y abusaron de mi mujer secundaria, de modo que murió. *Por tanto eché mano ds mi segunda mujer, la dividí en trozos, y la envié por todo el país de la herencia de Israel, por cuanto han cometido un crimen y una infamia en Israel. 7 He aquí que todos vosotros sois hijos de Israel; dad vuestro parecer y decidid aquí mismo." 8 Levantóse entonces todo el pueblo como un solo hombre, y dijo: "Ninguno vuelva a su tienda, ni regrese nadie a su casa. 8 Lo que ahora tenemos que hacer a Gabaá es esto: (Iremos) contra ella por sorteo; ^"tomaremos de entre todas las tribus de Israel diez hombres por cada ciento, ciento por cada mil, y mil por cada diez mil, que busquen víveres para el ejército y cuando ellos vuelvan, hagamos contra Gabaá de Benjamín conforme a la infamia que ha cometido en Israel." u S e juntaron, pues, todos los israelitas, contra la ciudad, unidos como un solo hombre.

todos los hijos de Israel, desde Dan hasta BerGUERRA ENTRE ISRAEL Y BENJAMÍN. 12Luego sabee, incluso los de la tierra de Galaad, y se las tribus de Israel enviaron hombres a todas reunieron como un solo hombre delante de las familias de Benjamín que dijeran: "¿Qué maldad es esta que se "ha cometido entre vos25. £1 levita pecó gravísimamente, entregando él otros? "Entregad, pues, ahora a aquellos hijos mismo a su pobre mujer en manos de los hombres de Gabaá para que la violasen. Para él la mujer era de Belial, que están en Gabaá, para que les una esclava, si no ya una mercadería que el marido demos muerte y así extirpemos el mal de en podía vender para salvarse i a sí mismo. Si hubiese medio de Israel." Pero los hijos de Benjamín tenido más confianza en Dios, ¿quién sabe si no se no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, hubiera repetido el milagro de Sodoma, donde Dios 14 castigó con ceguera a los perversos (Gen. 19, 11)? los hijos de Israel; sino que de las (demás) Dios libró a la infeliz mujer d e la obligación de se- ciudades acudieron a Gabaá, para comenzar guir viviendo con su brutal marido, el cual, al día la guerra contra los hijos de Israel. 15Se consiguiente, la encontró muerta con las manos clavadas en el umbral de la casa, donde él mismo comía taron en aquel día veinte y seis mil benjamiy bebía a costa de 1; vida de su mujer. La Sagrada nitas armados de espada que habían venido Escritura narra estas cosas perversas para llenarnos de sus ciudades, sin contar los habitantes de de aborrecimiento, y para mostrarnos que el hombre Gabaá. de los cuales se alistaron setecientos 18 sin moral se convierte en un bruto animal. Nos adEntre toda esta gente miramos de estas cosas en semejante lugar, dice el hombres escogidos. P. Scío, pero no pensamos en las iguales y tal ve» había setecientos hombres escogidos, zurdos; peores que suceden hoy en pleno Nuevo Testamento. todos capaces de tirar piedras con la honda Esta miseria humana, que demuestra la necesidad de contra un cabello sin errar el blanco. 17Entre la Redención, lejos de escandalizarnos produce una humillación saludable que es uno de los más grandes los hijos de Israel, fuera de Benjamín, se confrutos de la lectura de la Sagrada Escritura. Las taron cuatrocientos mil hombres armados de palabras de Dios son siempre castas como la plata espada, todos hombres aguerridos. examinada al fuego, probada y siete veces depurada (S. 11, 7). 1. Desde Dan hasta Bersabee: desde el extremo norte al extremo sur del país. Galaad: parte septentrional de TransJordania. La expresión "delante de Yahvi" no supone necesariamente que el Arca estuviera en aquella ocasión en Masfá, hoy día Tell enNasbe, a 12 Itms. al norte de Jerusalén. Hallábase, ordinariamente, en Silo, hoy día Selún, a 30 kms. al norte de la ciudad santa.

BENJAMÍN VENCE A LOS ISRAELITAS,

levan-

táronse, pues, y subieron a Betel, para consul15. Veinte y seis mil; según la Vulgata solamente veinte y anco mil. 18. A Betel. Vulgata: a la casa de Dios, esto es, a Silo. Cf. v. 1 nota.

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JUECES 20, 18-47

tar a Dios. Preguntaron los hijos de Israel: "¿Quién de nosotros subirá_ primero para hacer la guerra contra los hijos de Benjamín?" Respondió Yahvé: "Judá se rá el primero." 19Se levantaron entonces los hijos de Israel a la mañana y acamparon frente a Gabaá. ^ Y salieron los hombres de Israel a dar batalla a Benjamín, tomando posición contra ellos cerca de Gabaá. 21Pero los hombres de Benjamín hicieron una salida desde la ciudad, y derribaron por tierra en aquel día veinte y dos mil hombres'de los israelitas. ^Sin embargo, los hombres de Israel recobraron su vigor y volvieron a ponerse en orden de batalla en el mismo sitio donde se habían ordenado el primer día. ^Además, los hijos de Israel subieron y lloraron delante de Yahvé hasta la tarde; y consultaron a Yahvé, diciendo: "¿He de presentarme de nuevo en batalla a los hijos de Benjamín mi hermano?" Respondió Yahvé: "Subid contra él." 24Se acercaron, pues, los hijos de Israel a los hijos de Benjamín también el segundo día. 25Pero Benjamín hizo también el segundo día una salida contra ellos desde Gabaá, y derribaron otros diez y ocho mil de los hijos de Israel, todos ellos armados de espada. ^Por eso tocios los hijos de Israel, y todo el pueblo, subieron y vinieron a Betel, donde permanecieron llorando delante de Yahvé. Ayunaron aquel día hasta la tarde y ofrecieron holocaustos y hostias pacíficas ante Yahvé. 27Y consultaron los hijos de Israel a Yahvé —pues en aquellos días estaba allí el Arca de la Alianza de Dios, '•y Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, desempeñaba en aquel tiempo el servicio de Yahvé— diciendo: "¿Marchare otra vez para dar batalla a los hijos de Benjamín, mi hermano, o cesaré?" Respondió Yahvé: "Sube, que mañana le entregaré en tu mano." DERROTA DE LOS BENJAMINITAS.

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Entonces

Israel3 puso una emboscada alrededor de Gabaá, V al tercer día subieron los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín, y se pusieron en orden de batalla contra Gabaá, como las otras veces. 31Los hijos de Benjamín salieron contra el pueblo, y alejados ya de la ciudad, comenzaron a hacer estragos entre el pueblo, como las veces anteriores, en los caminos, de jos cuales uno sube a Betel, y el otro a Gabaá. Así dieron muerte enM el campo a unos treinta hombres de Israel. Y se decían los hijos de Benjamín: "Están derrotados ante nosotros como anteriormente", en tanto que 23. "El dicho de Dios no era engañoso, porque £1 no les habia dicho que vencerían, sino que peleasen; porque en estas caídas les quiso Dios castigar cierto descuido y presunción que tuvieron y humillarles así... De esta manera y de otras muchas acaece engañarse las almas acerca de las revelaciones y locuciones de Dios, por tomar la inteligencia de ellas a la letra y corteza" (San Juan de la" Crur, Subida al Monte Carmelo II, 17). 28. £1 hecho de que Fineés estuviera todavía con vida, muestra que esto aconteció poco después de la muerte de Josué.

los hijos de Israel decían: "Huyamos y 33 alejémoslos de la ciudad hacia estos caminos." Entonces todos los hombres de Israel levantándose de sus puestos, se ordenaron en batalla en Baaltamar; también los israelitas de la emboscada se lanzaron fuera de sus posiciones, desde la llanura de Gabaá. ^Vinieron así contra Gabaá diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla fué recia, mas (los de Benjamín) no advirtieron que ya les alcanzaba el mal. ^Así derrotó Yahvé a Benjamín ante Israel, pues los hijos de Israel mataron en aquel día veinte y cinco mil cien hombres de Benjamín, todos armados de espada. 36 Se vieron, pues, derrotados los hijos de Benjamín, porque los hijos de Israel cedieron terreno a Benjamín, fiándose de la S7 emboscada que habían tendido contra Gabaá. Efectivamente los emboscados se arrojaron sobre Gabaá con toda rapidez, y avanzando pasaron toda la d u d a d a filo de espada. ^Habían convenido los hijos de Israel con los de la emboscada en que éstos hiciesen subir desde la ciudad una gran humareda. ^Así, pues, cuando los hombres de Israel volvieron las espaldas en la batalla, y Benjamín hubo comenzado a matar entre los hombres de Israel unos treinta hombres —pues se decían: "están completamente derrotados ante nosotros como en la primera batalla"— •'empezó a elevarse desde la ciudad la columna de humo; de manera que cuando los benjaminitas miraron hacia atrás, vieron que de toda la ciudad subía fuego al cielo. "Entretanto los hombres de Israel les dieron la cara, y los benjaminitas vieron aterrados que les había alcanzado el mal. 4*Volvieron, pues, las espaldas ante los hombres de Israel, tomando el camino del desierto; pero la batalla los alcanzó, y los que salían de la ciudad fueron matados, pues estaban encerrados por ambos lados. 43Cercando a los benjaminitas los persiguieron y los exterminaron en los refugios hasta enfrente de Gabaá, por la parte oriental. **Y cayeron de Benjamín diez y ocho mil hombres, todos ellos hombres valientes. ^Los restantes volvieron las espaldas y huyeron camino del desierto, hacia la peña de Remmón. Mas (los de Israel) hicieron entre ellos una rebusca matando a cinco mil hombres en los caminos. Y siguiendo en su alcance hasta Gidom mataron de ellos dos mil hombres más. 48Ascendieron, pues, las bajas de Benjamín en aquel día a veinte y cinco mil hombres de guerra, todos ellos hombres valientes. 47 Sólo los seiscientos hombres que habían vuelto las espaldas, lograron escaparse al desierto, a la peña de Remmón, donde permane33. Desde la llanura de Gabaá: Bover-Cantera: desde el descampado de Gabaá; Vulgata: avanzando por la parte oriental de la ciudad. 46. Veinte y cinco mil: Cifra redonda. Cf. v. 35, donde el número es más exacto: veinte y cinco mil cien hombres. En esta hecatombe vemos el fruto de la idolatría y del pecado. El abandono de la doctrina y el embrutecimiento moral que es su consecuencia, llevan siempre a la humanidad hacia los grandes desastres.

JUECES 20, 47-48; 21, 1-25

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cieron durante cuatro meses. **Luego los hombres de Israel se volvieron contra (el resto de) los hijos de Benjamín, y los pasaron a filo de espada, así las ciudades, hombres y bestias, como todo lo que hallaron. Y pegaron fuego a todas las ciudades que encontraron. CAPÍTULO XXI DUELO EN ISRAEL. xAhora bien, en Masfá los hombres de Israel habían hecho este juramento: "Nadie de nosotros dará su hija por mujer a uno de Benjamín." 2 Vino, pues, el pueblo a Betel, y sentados allí hasta la tarde delante de Dios alzaron la voz y lloraron con grandes alaridos. 3Decían: "¿Por qué, oh Yahvé, Dios de Israel, ha acontecido esto en Israel, que falte hoy una^ tribu en Israel?" 4A1 día siguiente, se levantó el pueblo muy temprano; edificaron allí un altar, donde ofrecieron olocaustos y sacrificios pacíficos. 5Y los hijos de Israel dijeron: "¿Quién hay de entre todas las tribus de Israel, que no haya subido a la asamblea de Yahvé? Porque habían hecho un gran juramento contra aquel que no subiere a Yahvé a Masfá, diciendo: "¡Morirá sin remedio!" 6Mas ahora los hijos de Israel compadecidos de Benjamín, su hermano, dijeron: "Ha sido cortada hoy una tribu de Israel. 7 ¿Qué haremos para dar mujeres a los que quedan, puesto que hemos jurado por Yahvé no darles por mujeres nuestras hijas?" RESTAURACIÓN

DE LA TRIBU DE

BENJAMÍN.

'Preguntaron pues: "¿Quién hay de entre todas las tribus de Israel que no haya subido a Yahvé a Masfá?" Y he aquí que de Jabés-Galaad nadie había venido al campamento, a la asamblea. *E hicieron un recuento del pueblo y resultó que no se hallaba allí hombre10 alguno de los habitantes de Jabés-Galaad. Por lo cual la asamblea envió allá doce mil hombres de entre los valientes, y les dio esta orden: "Andad y pasad a filo de espada a los habitantes de Jabés-Galaad, también a las mujeres y a los niños. ll Esto es lo que habéis de hacer: Ejecutaréis el anatema en todo varón, y 12en toda mujer que haya conocido varón." Y hallaron entre los habitantes de Jabés-Galaad cuatrocientas doncellas vírgenes que no habían conocido varón; y las trajeron al campa-

mentó de Silo, que está en el país de Canaán. 13 Entonces toda la asamblea mandó mensajeros que hablaran con los hijos de Benjamín que estaban en la14 peña de Remmón, y les anunciasen la paz. Volvieron en aquel tiempo los benjaminitas y dieronles por mujeres a aquellas de las mujeres de Jabés-Galaad a quienes habían perdonado la vida; mas no hallaron así el número suficiente para ellos. 15 E1 pueblo tuvo gran pesar a causa de Benjamín, por cuanto Yahvé había abierto una brecha en las tribus de Israel. 16Dijeron, pues, los anpianos de la asamblea: "¿Qué haremos a fin de dar mujeres a los que quedan? porque han sido extirpadas las mujeres de Benjamín." 17 Y declararon: "Debe haber una herencia para los que han escapado de Benjamín; no sea borrada una tribu de en medio de Israel. 18 Nosotros, empero, no podemos darles por mujeres nuestras hijas." Pues habían jurado los hijos de Israel, diciendo: "¡Maldito aquel que de mujer a los de Benjamín!" 19Y dijeron: "He aquí, que todos los años se celebra la fiesta de Yahvé en Silo, situada al norte de Betel, al oriente del camino que sube de Betel a Siquem, y al sur de Leboná." ^Por lo cual dieron a los hijos de Benjamín esta orden: "Id y poneos en emboscada en las viñas; S1y cuando veáis salir a las hijas de Silo a bailar en coro, salid de las viñas, y tomaos cada uno una mujer de las hijas de Silo, y llevadlas a tierra de Benjamín. ^ Y cuando los padres de ellas, o sus hermanos vengan para reclamárnoslas, les diremos: "Regaládnoslas a nosotros; pues no hemos podido tomar paira cada cual una mujer en la guerra; y vosotros no se las habéis dado, puesM en este caso os habríais hecho culpables." Los hijos de Benjamín hicieron así; se llevaron mujeres según el número de ellos, de entre las que danzaban. Las arrebataron y se fueron. Y volvieron a su herencia, reedificaron las ciudades* y habitaron en ellas. **Regresaron entonces de allí los hijos de Israel, cada ano* a su tribu y a su familia. Volvieron de allí cada uno a su herencia. 25En aquellos días no había rey en Israel; cada cual hacía lo que mejor le parecía.

14. Para comprender, los acontecimientos de Jabés, debe tenerse presente el ambiente y costumbres de la época, el régimen de sumisión de las mujeres y su preocupación por tener descendencia. Cf. 11, 37. Muchos pueblos antiguos miraban el matrimonio como 2 ss. Lloraron con grandes alaridos: Se les abrie- un rapto legal. s ron los ojos y vieron las horrorosas consecuencias 22. Texto oscuro. San Jerónimo vierte: "Cuando de su ira: la extinción de una tribu de Israel. Arre- vinieren sus padres y-he*nlanoi y comenzaren a quepentidos de su proceder buscan una salida de la di- rellarse contra vosotros y acusaros, les diremos: Teficultad creada por la guerra y el juramento de no ned piedad de ellos; ftttes. no las robaron por deredar mujeres a los benjaminitas. Para reparar el da- cho de guerra, ni como vencedores, sino porque desño se les ofreció una ocasión en 1» expedición con- pués de haberos suplicado que se las dierais, se las tra la ciudad de Jabés (v. f), que fué condenada al negasteis, y así la culpa está éa vosotros." anatema por no haber participado en la guerra santa 24. El escritor sagrado vuelve a destacar que los contra Benjamín. Destruyeron la. ciudad y a todos crímenes que acaba de narrar, se explican en parte sus habitantes, menos las doncellas, que fueron en- por la falta de un poder central fuerte en aquel tregadas a los pocos hombres que de la tribu de país, donde cada upo obraba según su capricho. El Benjamín habían quedado. cristiano no se sorprenda ante los resultados de este 8. Jabés-Galaad, o sea, la ciudad de Jabés, si- desenfreno., pues ha . te diez mil.

RUT INTRODUCCIÓN El libro de Rut es como un suplemento de los Jueces y urta introducción a los Reyes. Contiene la encantadora historia de una familia del tiempo de los Jueces. La moabita Rut, peregrina con su suegra Noentí desde el país de Moab a la patria de ésta y se casa con Booz, un rico pariente de su marido. Los dos, Booz y Rut, aparecen en la genealogía de Cristo (Mat. 1, S). • No se sabe exactamente, cuándo se escribió esta preciosa historia del tiempo de los Jueces, que trata de los antepasados de David. Muy probable es la hipótesis de que juera escrita en tiempos de éste, y supórtese que su autor es aquel que escribió el primer libro de los Reyes, tal vez el profeta Samuel. Nos ofrece un hermoso ejemplo de la divina Providencia que todo lo dispone y hace que concurran aún los menores sucesos al cumplimiento de sus mayores designios. Nos pone ante los ojos un modelo de singular piedad y religión, tanto en Rut como en su suegra Noemí, y nos deja ver en Booz, no sólo un modelo de israelita, sino también un miembro de la real estirpe, de la cual nació Nuestro Señor Jesucristo. Puede verse en este librito también una recomendación del matrimonio levirático- (Deut. 25, S), ya sea el levirato propiamente dicho, ya sea el levirato en sentido amplio, como es el de Booz con Rut. CAPÍTULO I ELIMELEC Y su FAMILIA.

S

A1 tiempo en que

gobernaban los Jueces, hubo una carestía en el país; y partió un hombre de Betlehem de Judá para habitar en los campos de Moab, él, su mujer y sus dos hijos, llamábase el hombre Elimelec. su mujer, Noemí, y. los dos hijos, Mahalón y Quelión. Eran efrateos de Betlehem de Judá. Llegados a los campos de Moab vivieron allí. 3Murió Elimelec, marido de Noe1. Los jueces: La Vubata dice: un juet, o sea, uno de los jueces. Por aquí se ve que esta encantadora historia ha de ubicarse en tiempos de los Jueces, alrededor del año 1150 a. C , poco antes del pe ríodo de los Reyes. Fué escrita bajo el reinado de David, pues el árbol genealógico que presenta el autor en 4, 18-20, termina con el rey David. 2. Efrateos: de Efrata, nombre antiguo de Betlehem (Belén). Cf. Gen. 35, 16-19; 48, 7; Miq. 5, 2. Moab: país situado al este del iMar Muerto; su límite septentrional era en tiempo de Moisés el Antón; más tarde se extendió más hacia el norte.

mí, y se quedó ella sola con sus dos hijos, 4los cuales tomaron mujeres moabitas, siendo el nombre de la una Orfá, y el nombre de la otra Rut. Habitaron allí unos diez años; V murieron también esos dos, Mahalón y Quelión, con lo que la mujer quedó privada de sus dos hijos y de su marido. PIEDAD FILIAL DE RUT. levantóse ella, con

sus nueras, para volverse del país de Moab; porque había oído en los campos de Moab que Yahvé había visitado a su pueblo, dándole pan. 'Salió pues del lugar donde estaba, y sus dos nueras con ella, y se pusieron en camino para volver a la tierra de Judá. 8Dijo entonces Noemí a sus dos nueras: "Id, volveos cada una a la casa de su madre. Y Yahvé use de mi-ericordia con vosotras, como la habéis usado vosotras con los difuntos y conmigo. '¡Concédaos Yahvé que halléis descanso cada cual en casa de un marido suyo!" Y las be^ó; 10mas ellas alzaron la voz y se pusieron a llorar. Y le decían: "No, nosotras iremos contigo a tu pueblo."^ " A lo cual replicó Noemí: "Volveos, hijas mías. ¿Para que queréis ir conmigo? ¿Tengo por ventura más hijos en mi seno que puedan ser vuestros maridos? 12¡Volveos, hijas mías, andad! Soy ya demasiado vieja para casarme. Aun cuando yo dijera: Tengo esperanza y esta misma13noche tuviera un marido y diera a luz hijos, ¿acaso esperaríais por eso hasta que ellos fuesen grandes? ¿Os abstendríais por ellos de tener marido? No, hijas mías; porque demasiada amarga es para vosotras mi suerte, pues la mano de Yahvé se ha alzado contra mí." "Entonces ellas levantando la voz siguieron llorando. Después Orfá besó a su suegra, en tanto que Rut se acogió a 15 e!la. Díjole Noemí: "He aquí-que tu cuñada ya se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuel4. Tomaron mujeres moabitas; lo cual estaba prohibido. Los moabitas no podían entrar en la comunidad del pueblo de Dios (Deut. 23. 3). Este pasaje PS un argumento en favor de la autoridad histórica de la narración. Ningún autor se habría atrevido a introducir a una mujer pagana y moabita como ejemplo de virtud y madre de David. Cf. Mat. 1, 5. 11. Siendo de distinta nación y religión, ellas no podrían casarse en la tierra de Noemí. Esta suegra ejemplar quiere examinar las verdaderas disposiciones de sus nueras y las trata con afecto maternal para que obren libremente. 14. Orfá se vuelve y recae sin duda en el paganismo. La fidelidad de Rut, que se queda no obstante los obstáculos, le depara toda suerte de bienes: perseverancia en la verdadera felicidad en el hogar, y el honor insuperable de ser abuela de Jesucristo, a pesar de no ser del pueblo , escogido.

RUT 1 15-22; 2, X-17

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vete tú también en pos de tu cuñada." Rut respondió: "No insistas en que te deje, retirándome de ti: porque adonde tú vayas iré yo, y donde tú mores moraré yo. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. "Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada. Que Yahvé me castigue de todas maneras si otra cosa que la muerte me separe de ti." NOEMÍ Y RUT LLEGAN A BETLEIÍEM.

l8

Viendo

(Noemí) que19estaba resuelta a ir con ella, dejó de insistirle, y caminaron las dos hasta que llegaron a Betlehem. A su entrada en Betlehem, toda la ciudad se conmovió a causa de ellas, y decían las mujeres: "¿Ésta es Noemí?" ^Pero ella les contestó: "No me llaméis más Noemí; llamadme Mará, porque el Todopoderoso me ha llenado de amargura. 21Colmada salí, y con manos vacías me ha hecho volver Yahvé. ¿Por qué pues me llamáis Noemí, ya que Yahvé ha dado testimonio contra mí, y me22 ha afligido el Todopoderoso?" Volvió, pues, Noemí, y con ella Rut, la moabita, su nuera, que había dejado el país de Moab. Llegaron a Betlehem a principios de la siega de las cebadas. CAPÍTULO II RUT ESPIGANDO EN EL CAMPO DE Booz. ^ e n í a

Noemí un pariente por parte de su marido, de la familia de Elimelec, un hombre poderoso y tico, que se llamaba Booz.' 2Y dijo Rut, la moabita, a Noemí: "Si me permites, iré al campo, y recogeré espigas en pos de aquel en cuyos ojos hallare gracia." Dijo ella: Anda, hija mía." *Fué, pues, y se puso a espigar en el campo

detrás de los segadores. Por fortuna dio con la parcela del campo que pertenecía a Booz, de la familia de Elimelec. *Y he aquí que Booz vino de Betlehem, y dijo a los segadores: "Yahvé sea con vosotros." 5 Ellos le contestaron: "Yahvé te bendiga." Preguntó Booz al criado suyo que era sobrestante de los segadores: "¿De quién es esa joven?" *E1 criado, sobrestante de los segadores, contestó diciendo: "Es una joven moabita que ha vuelto con Noemí de los campos de Moab. 'Ella me dijo: "Déjame espigar e ir detrás de los segadores para recoger entre las gavillas." Así, pues, vino y se ha quedado desde la mañana, hasta ahora} este descanso que (ahora) se toma en la cabana es muy corto." GENEROSIDAD DE Booz. 8Dijo luego Booz a Rut: "Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni te apartes de aquí, sino sigue de cerca a mis criadas. 'Fija tus ojos en el campo donde se siega y anda detrás de ellas: Pues he dado orden a los criados que no te toquen. Y si tienes sed, irás donde están las vasijas y beberás del agua que han sacado los criados." 1( *Entonces ella cayó sobre su rostro, y postrada en tierra le dijo: "¿De dónde me viene el haber hallado gracia a tus ojos para que me mirefa; es la Arimatea del Nuevo Testamento, patria del noble José de Arimatea. Hoy día Rentis. 3. Elcaná va a Silo porque allí se hallaba el Arca de la Alianza. Los ejércitos del Señor son los ángeles (Jos. 5, 14; I I I Rey. 22, 19). En otros lugares el mismo término significa los astros (Is. 40, 26). Cf. Gen. 2, 1 y nota. 5. Doble porción, como si ella tuviera hijo. I,a Vulgata dice: uno sola porción. 10. "El ser estéril era una prueba muy dura para una mujer israelita, no sólo por lo Que sufrió al no ver satisfecho su anhelo de ser madre, quedando con los brazos vacíos mientras que otras estrechaban sus hijos contra su c o r a z ó n . . . la mujer hebrea, a la cual Dios negaba hijos, era despreciada y la esterilidad considerada como un castigo de Dios. La suerte de Ana era más dura todavía porque la segunda mujer de su esposo tuvo hijos y la morti* ficaba y angustiaba en gran manera (v. 6 ) . Ana revela a Dios todo su anhelo, todo su desengaño, toda su pena, toda su amargura. El sacerdote Helí colmó la medida, tomando por ebria a la mujer aflijgida que se desahogaba con Dios. Por eso Dios mismo la consoló, prendiendo la luz de la esperanza en su alma. Y al año tuvo un hijo, a quien puso por nombre Samuel, por haberle impetrado del Señor" (Elpis).

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I L I B R O D E L O S R E Y E S 1, 10-28; 2, 1-6

el alma llena de amargura; y entre muchas lágrimas ^hizo un voto, diciendo: "Yahvé de los Ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, le consagraré a Yahvé todos los días de su vida, y no pasará navaja por su cabeza." 12Durante largo tiempo prolongaba ella su oración delante de Yahvé, y Helí observaba la boca de ella; 13pues Ana hablaba dentro de su corazón; se movían, sí, sus labios, pero no se oía su voz; y así Helí la tuvo por ebria. 14 Dijo, pues, Helí:- "¿Hasta cuándo andarás embriagada? ¡Procura librarte de tu embriaguez!' 15Ana dio por respuesta: "No. señor mío; soy una mujer de corazón afligido. No he bebido ni vino ni bebida embriagante, sino que he derramado mi alma delante de Yahvé. 16 No tomes a tu sierva por hija de Belial, porque de la abundancia de mi pena y de mi aflicción he hablado así hasta ahora." "Respondió Helí y dijo: "Vete en paz, y el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido." 18Y ella contestó: "¡Halle tu sierva gracia a tus ojos!" Luego la mujer se fué por su camino, y comió, y su cara ya no era como antes. 19A la mañana se levantaron muy temprano, y después de postrarse ante,Yahvé regresaron y vinieron a su casa, a Rama. Y Elcaná conoció a Ana, su mujer, y Yahvé se acordó de ella. NACIMIENTO DE SAMUEL. ^Con el correr de

los días, Ana que había concebido, dio a luz un hijo y le puso por nombre Samuel, diciendo: "porque de Yahvé lo he impetrado." 21 Cuando después su marido Elcaná subió con toda su familia, para ofrecer a Yahvéw el sacrificio anual, y para cumplir su voto, Ana no subió; pues dijo a su marido: "Cuando haya sido destetado el niño, lo llevaré para que sea presentado a3ante Yahvé, y se quede allí para siempre." Respondióle Elcaná, su marido: "Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado. Dígnese Yahvé llevar a cabo su promesa." Quedóse, pues, la mujer y dio de mamar a su hijo hasta que ló destetó. EL NIÑO ES OFRECIDO AL SEÑOR.

24

Después de

destetarlo, lo llevó consigo, con un becerro de 11. Elcaná, que en v. 1 se llama efraimita, vivía dentro de los límites de la tribu de Efraín, pero pertenecía a la tribu de Leví (I Par. 6, 28 y 33). Su hijo no estaba obligado al servicio del santuario sino después de haber llegado a la edad de veinticinco 0 treinta años (Núm. 4, 2 ss.; 8, 24 ss.). La madre, empero, quiere ofrecerlo al Señor ya desde el nacimiento como nazareo. Esto quiere decir la palabra: no pasará navaja por su cabeza. No cortar los cabellos era el distintivo de los nazareos. Véase Núm. 6, 1 ss.: Juec. 13, 2 ss. 16. Hija de Belial: significa mujer malvada, perversa. 18. Notemos el fruto de la oración, que la consuela con la esperanza como si ya se hubiesen realizado sus deseos. 20. Samuel significa: escuchado por Dios. 1,0 llama así porque lo obtuvo de Dios por medio de la oración. 24, Ana supo cumplir. Ocultó heroicamente las lágrimas al ofrecer su hijo al Señor y cantó con alegría su Magníficat (2, 1-10).

tres años, un efa de flor de harina y un cuero' de vino, y lo condujo a la Casa de Yahvé, a Silo, siendo el niño todavía pequeño, i n m o laron el becerro y entregaron el niño a Helí. 2 *y ella dijo: "¡Óyeme, señor mío! Por la vida de tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí contigo orando a Yahvé. 27 Estaba rogando por este niño, y Yahvé me ha otorgado lo que le pedí. 28Por eso yo por mi parte lo doy a Yahvé. Todos los días de su vida, será consagrado a Yahvé." Y se prosternaron allí ante Yahvé. CAPÍTULO II CÁNTICO DE ANA. entonces Ana oró, y dijo: "Exalta mi corazón en Yahvé, en Yahvé que ha ensalzado mi brazo. Hase abierto mi boca contra mis enemigos, pues me alegro de la salvación que de T i he recibido. 2No hay santo como Yahvé; porque no hay otro fuera de Ti; no hay roca como nuestro Dios. sÑo habléis tanto ni tan orgullosamente; no salgan palabras insolentes de vuestra boca; pues Yahvé es un Dios que todo lo sabe, un Dios que pesa las acciones. •Quebróse el arco de los fuertes, y los débiles se han ceñido de fuerza. ^Los que antes estaban hartos se han alquilado por pan, mientras-, los que andaban hambrientos no tienen más hambre. La estéril ha dado a luz siete veces, y se marchitó la que muchos hijos tenía. 'Yahvé es quien da la muerte y la vida; Él conduce al sepulcro y levanta de él. 1. "Este cántico, uno de los más bellos y sublimes del Antiguo _ Testamento, encierra una acción de gracias y al mismo tiempo una profecía del Reino de Jesucristo y de la gloria de su Iglesia" (Scío). No es, pues, de admirar que el eco de sus versos resuene en el Magníficat de la Virgen (Luc. 1, 47 ss.). 3. Ño salgan palabras insolentes. La Vulgata vierte: recedant vetera (apártense las cosas viejas); palabras que se citan en el himno "Sacris Sollemníls" Yahvé es un Dios que todot lo sabe. Vulgata: el Señor es el Dios de las ciencias. No significa que Dios se declare patrono de las ciencias humanas, sino que Él es el solo Sapientísimo y como tal conoce y pesa las acciones de los hombres. Es lo mismo que la expresión "scientiam hobet vocis" del Libro de la Sabiduría (1, 7), que se usa en el Introito de la misa del Espíritu Santo y significa que Dios conoce y oye todas las voces, por lo cual el que habla cosas malas no podrá esconderse de Él. En el Cántico de Ana, esas maldades que no se ocultan a la vista de Dios, son precisamente las palabras altivas y arrogantes de los que creen saber mucho. Y así, sigue diciendo (como el Magníficat), que se quebró el arco de los poderosos, en tanto que los débiles se hicieron fuertes; que los que estaban hartos se alquilaron por pan, en tanto que los hambrientos quedarán saciados, etc.; es decir, pregona en toda forma el triunfo de la humildad, como lo hizo la Virgen, cuyo himno, en gran parte, se inspiró en este cántico de Ana.

3 LIBRO D E L O S REYES 2, 7-25

'Yahvé da la pobreza y la riqueza, abate y también ensalza. 'Levanta del polvo al pobre, y saca del muladar al menesteroso, para sentarle entre los príncipes, y en herencia un trono glorioso. Pues Yahvé dio columnas a la tierra, asentó sobre ellas el orbe. *É1 guarda los pasos de sus santos; mas los impíos morirán en tinieblas-, que no por fuerza prevalece el hombre. 10 Sean aplastados los enemigos de Yahvé; desde los cielos tronará contra ellos. Yahvé juzgará los extremos de la tierra; a su Rey le dará el poder, y exaltará la frente de su Ungido.

285 I7

Era, pues, muy grande el pecado de aquellos jóvenes delante de Yahvé; porque esos hombres trataban con desprecio las ofrendas de Yahvé. Dios BENDICE A ANA. 18ELniño Samuel servía ante Yahvé, ceñido de un efod de lino. 19 Hacíale su madre todos los años un manto pequeño, y se lo traía cuando subía con su marido a ofrecer el^ sacrificio anual. 20Y Helí bendijo a Elcaná y a su mujer, diciendo: "Yahvé te conceda hijos de esta mujer en lugar del (hijo) que ha21cedido a Yahvé. Y se volvieron a su lugar. En efecto Yahvé visitó a Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Entre tanto el niño Samuel crecía en la presencia de Yahvé. HELÍ REPRENDE A SUS HIJOS.

22

Cuando Helí,

que era ya muy viejo, supo cuanto hacían sus hijos a todo Israel, y que se acostaban con las mujeres que servían a la entrada del Taber"Después regresó Elcaná a Rama, a su casa; náculo de la Reunión, 23les dijo: " Por qué hay el niño servía a Yahvé bajo la vigilancia del céis tales cosas? pues todo este pueblo me habla sacerdote Helí. de vuestras fechorías. 24 No, hijos míos; porque son malos los rumores que tengo que oír. VosLos Hijos DE HELÍ. 12Los hijos de Helí eran otros hacéis prevaricar al pueblo de Yahvé. 25Si 13 hijos de Belial; no conocían a Yahvé, ni los deberes de los sacerdotes para con el pueblo. 17. A los sacerdotes les correspondía la pierna dePues cuando alguno ofrecía sacrificios, mien- recha y el pecho de la víctima tan sólo después de haberse la porción reservada a Dioa (Lev. tras aun se cocía la carne venía ya el criado 7, 30 ss.;quemado Ex. 29, 26 ss.; Núm. 18, 18). El pecado de del sacerdote, teniendo en la mano un trilos hijos de Helí consistía en que tomaban la carne dente, 14y lo metía en la caldera o en la cazue- que les agradaba, y esto antes de haberse quemado de la víctima sobre el altar. El texto sala; o en la olla, o en el puchero, y todo cuan- la grasahace resaltar que con esto escandalizaban a to sacaba el tridente, lo tomaba el sacerdote grado los fieles, que se alejaban de Dios. Véase v. 24. para sí. Así hacían ellos con todos los israeli18. bfod: aquí una especie de sobrepelliz. Cf. Ex. tas que venían allí a Silo. 15Aun antes de que- 28, 6 y nota. 24. Se cumple la bendición de Helí y Dios premia a marse el sebo, venía el criado del sacerdote, y la que era estéril, por haberle consagrado su primogénito. decía al que lo inmolaba: "Dame carne para 22. Había mujeres ocupadas en el Templo (cf. Exasársela al sacerdote; pues 16no tomará de ti 38, 8), pero no consta claramente en qué consistía Los antiguos expositores judíos creían carne cocida, sino cruda." Y si el hombre su ocupación. se dedicaban sólo a la oración y al ayuno. Esle respondía: "Hay que quemar primero el que to parece confirmarlo San Lucas, quien dice que la sebo, y luego toma para ti cuanto desee tu profetisa Ana no se apartaba del Templo, sirviendo alma", le decía: "No, ahora mismo me la da- a Dios en ayuno y oraciones noche y día (Luc. 2, Lo mismo dice San Pablo de las mujeres de rás; de lo contrario la tomaré por fuerza." 37). la nueva Iglesia cristiana: "La que es verdadera 7. Véare Ecli. 11, 10-23, donde también los negocios temporales son considerados como obra de Dios y 'dependen de Él. 8. Vénse S. 112, 7 s . ; Ecli. 10, 17. 9. Véase S. 32, 16; 120, 3 ; Prov. 3, 26. 10. '"El Señor tiene aún reservadas otras bendiciones, y Ana, divinamente inspirada, termina señalando ia más preciosa de todas: A su Rey le dará el poder; al Rey Mesías dicen los antiguos intérpretes judíos, lo mismo que los excgetas cristianos" (Fillion). Es ésta urta clarísima profecía del Reino de Cristo sobre toda la tierra. Véase I Cor. 15, 25. 'Como en los Palmos mesiánicos, este modo de hablar indica el reinado universal del Mesías" (cf. S. 2, 8; 71, 8). La profecía se realizó primero en David, que fué consagrado por el hijo de Ana; pero no tuvo su total cumplimiento más que en nuestro Señor Jesucristo" (Cardenal Goma). El nuevo Salterio Romano, comentando este pasaje dice que "predice proféticamente el' juicio universal de Dios y la potestad del Rey Ungirlo, o sea. del Mesías, y tiene gran afinidad con el Cántico Magníficat, en el cual la Santísima Virjen María alabó a Dios por las mismas cos:s." El P. Páramo anota aquí que juzgar es sinónimo de reinar: "El hacer justicia, o juzgar, siendo oficio del que rige la república, denota muchas veces en la Escritura la suprema potestad del gobierno."

viuda y desamparada tiene puesta su esperanza en Dios y persevera en súplicas y en oraciones noche y día" (I Tim. 5, 5). Un autorizado exégeta comenta este pasaje, diciendo: "Lo que parece muy seguro es que ninguna mujer vivía en el Templo ni en sus edificios adyacentes. Ningún lugar de la literatura judaica nos habla de sitio alguno destinado a habitación para mujeres. Ni tampoco Josefo, el cual describe minuciosamente los locales del Templo (Bell. Jud. V, 5. 5), hace mención alguna al respecto. Lo que se afirma en Luc. 2, 37, de que Ana «no se apartaba del Templo», sólo quiere afirmar la frecuencia de sus visitas ;1 lugar sagrado." A las mujeres les estaba prohibido pasar más allá del atrio de las mujeres. Por eso, por ejemplo, la educación de la Virgen en el Templo es tan problemática, que sólo la relatan las novelas de los libros apócrifos. 25. Quien peca contra el Señor, siendo su ministro, ya no tiene otro mediador entre sí y Dios. De ahí la angustiosa pregunta de Helí: "¿Quién intercederá por é l ? " Los hijos no dieron oídos a las amonestaciones del padre. "Harto encallecidos estaban en el vicio para que hicieran mella en ellos las palabras del débil anciano, que más que a reprensión sonaban a humilde súplica. Seguros de la impunidad fueron adelante con sus desplantes, profanando su ministerio, vejando al pueblo, trocándose en lobos carniceros los que debían ser solícitos pastores de las ovejas de Israel" (Fernández, Flor, Bib. 11, p. 10).

286 un hombre peca contra otro, Dios interviene como arbitro; pero si uno peca contra Yahvé, ¿quién intercederá por él?" Mas ellos no quisieron escuchar la voz de su padre, porque Yahvé había dispuesto quitarles la vida. ^Mientras tanto el niño Samuel iba creciendo, y era grato a Dios y a los hombres. ANUNCIO DEL CASTIGO. 27Vino a Helí un hombre de Dios, y le dijo: "Así dice Yahvé: ¿No me he bien manifestado a la casa de tu padre, cuandoM estaban en Egipto, en la casa del Faraón? ¿No le escogí de entre todas las tribus de Israel, para sacerdote mío, para que subiese a mi altar, para que quemase el incienso y llevase el efod en mi presencia? ¿Y no di a la casa de tu padre (parte de) todas las ofrendas de los hijos de Israel ofrecidas mediante el fuego? ^«¿Por qué, pues, habéis pisoteado mis sacrificios y mis obl[aciones que Yo he mandado ofrecer en mi morada? ¿Y por qué respetas tú, más que a Mí, a tus hijos, para engordaros con lo mejor de todas las ofrendas de Israel mi pueblo? " P o r eso dice Yahvé, el Djos de Israel: Yo había prometido solemnemente que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de Mí para siempre. Mas ahora, dice Yahvé, ¡lejos de Mí sea eso! Porque Yo honraré a los que me honren, y los que me desprecien serán despreciados; 31 He aquí que vendrán días en que Yo cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa. ^ T ú verás a (tu) rival en (mi) morada en todo aquel tiempo en que Él colmará de bienes a Israel. Y no habrá nunca anciano en tu casa. ^Con todo no haré desaparecer a todos los tuyos de junto a mi altar, para que de este modo se consuman tus ojos y desfallezca tu alma; pero todos los descendientes de tu casa morirán apenas hayan llegado a la edad viril. ^ Y te servirá de señal lo que va a suceder a tus dos hijos, Ofní y Fineés: En un mismo día morirán ambos. ^Suscitaré para Mí un sacerdote fiel, que obrará según mi corazón y según mi alma; y voy a edificarle casa estable, y él andará delante de mí Ungido para siempre. " Y todo aquel que quede de tu casa vendrá, y se postrará delante de él, para (pedir) una monedita de plata y una torta de pan, diciendo: "Admí35. Un sacerdote fiel: Los santos Padres toman esta palabra como norma para los sacerdotes del Nuevo Testamento, que deben consumirse en el cumplimiento de su ministerio. "Si sol, dice San Ambrosio, es el ojo del mundo, la hermosura del dia, el esplendor del firmamento, la medida de tos tiempos, y la fuerza y el vigor de las estrellas. . . Tal debe ser el sacerdote" (De Offic. 1, 6 ) . 36. Véase 3, 13. Cumpliéronse terriblemente las palabras del profeta sobre la debilidad de aquel padre de familia, cuando más tarde murieron en la guerra sus hijos y fué exterminada por Saúl toda su familia a excepción de Abiatar (22, 11-19). Este último fué depuesto por Salomón y reemplazado por Sadoc (III Rey. 2, 26 ss.). El sacerdote fiel anunciado a Helí, es, según San Agustín, Samuel; según otros, Sadoc. En sentido típico lo es Jesucristo, único que será sacerdote eternamente.

I LIBRO DE LOS REYES 2, 25-36; 3, 1-9

teme por favor a algún ministerio sacerdotal, para que tenga un bocado de pan." CAPÍTULO III VOCACIÓN DE SAMUEL.

^Entretanto el joven

Samuel servía a Yahvé en presencia de Helí. En aquellos días la palabra de Yahvé era cosa rara y las visiones proféticas no eran frecuentes. ^En aquel tiempo, estando acostado en su lugar Helí, cuyos ojos habían comenzado ya a ofuscarse, de modo que no podía ver, 3 pero no habiéndose todavía apagado la lámpara de Dios, y mientras Samuel dormía en el Templo de Yahvé, donde se hallaba el Arca de Dios, 4 llamó Yahvé a Samuel; el cual respondió: "Heme aquí." 5Y corrió a Helí, diciendo: "Aquí me tienes, pues me has llamado." Mas él dijo: "No te he llamado; vuelve a acostarte." Fué, pues, y se acostó. 'Yahvé llamó otra vez: "¡Samuel!" Levantóse Samuel, fué a Helí y dijo: "Aquí me tienes, pues me has llamado." Mas él respondió: "No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte." 'Samuel no conocía aún a Yahvé y todavía no le había sido revelada palabra alguna de Yahvé. *Yahvé volvió a llamar a Samuel por tercera vez. Y éste se levantó, fué a Helí y le dijo: "Aquí me tienes, pues me has llamado." Entonces entendió Helí que Yahvé llamaba al joven. 9Y dijo Helí a Samuel: "Anda, acuéstate; y al llamarte (de nuevo) dirás: "Habla, Yahvé, tu siervo escucha." Fuese, pues, Samuel y se acostó en su lugar. 1. La palabra de Yahvé era cosa rara; es decir: Dios no se manifestaba sino muy contadas veces, y, por lo tanto, la tenían en muchísima estima. Meditemos esto los que tenemos a nuestra disposición la Palabra de Dios: el Evangelio, no sea que se cumpla en nosotros la tremenda profecía de Amos 8, 11-12. 3. La lámpara de Dios: el candelera de oro, cuyas siete lámparas se apagaban habitualmente al amanecer (Ex. 27, 21). Hay, empero, autores que por "la lámpara de Dios" entienden a Helí. 7. Samuel no conocía todavía o Yahvé: Por eso tomó su voz por la de Helí. confundió la voz de Dios con la de un hombre. "¿No nos pasa lo mismo a nosotros cuando no hemos reconocido todavía lo que Dios nos habla por medio de los hombres? Nuestra soberbia nos hace creer que para instruirnos o para corregirnos Dios nos debe hablar directamente, o si no, por alguien cuya autoridad reconocemos, y a quien juzgamos santo, y que además tenga un modo suave, amable y dulce. Jamás queremos admitir una advertencia o reprensión de parte de quien no tiene estas condiciones. Sin embargo, hablando del encuentro de Santa Mónica con su criada, San Agustín dice: "Muchas veces los enemigos injuriando nos corrigen": y más adelante: "Hasta de la misma enfermedad de la una os servísteis para sanar a la otra". Dios nos habla, nos reprende, nos corrige, nos aconseja, nos guia por medio de los hombres que Él elige, pero nosotros tomamos su voz por la de un hombre*'. 9, Habla Yahvé, etc.: Hermosa fórmula que puede servirnos de oración al comenzar la lectura de la Sagrada Biblia, con los alegres sentimientos del salmista que dice: "Oiré lo que me hable el Señor Dios, porque Él dirá cosas de paz para su pueblo y sus santos y los que se convierten de corazón (S. 84, 9). Cf. I Tim. 4. 15 y nota.

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I L I E S O E E LOS REYES 3, 10-21; 4, 1-10 10

Vino Yahvé (de nuevo) y parándose llamó como las otras veces: "¡Samuel! ¡Samuel!" Respondió Samuel: "Habla, tu siervo escucha." U Y dijo Yahvé a Samuel: "He aquí que voy a hacer en Israel una cosa tal que a todo aquel que la oiga le retiñirán ambos oídos. 12En aquel día cumpliré contra Helí todo cuanto he dicho contra su casa, desde el principio hasta el fin. 13Yo le he dicho que castigaré a su casa perpetuamente, por la iniquidad de que él tenía conocimiento, pues cuando sus hijos iban atrayendo sobre sí maldición, no los corrigió. 14Por tanto he jurado a la casa de Helí: "Jamás será expiada la iniquidad de la casa de Helí, ni con sacrificios ni con oblaciones." "Samuel se quedó acostado hasta la mañana. Después abrió las puertas de la Casa de Yahvé; pero temía Samuel contar a Helí la visión. 16 Llamó. pues, Helí a Samuel y dijo: "¡Samuel, hijo mío!" A lo que éste respondió: "Aquí me tienes." 17Y le preguntó: "¿Qué es lo que Él te ha dicho? Ruégote no me lo ocultes. Esto y esotro te haga Dios si me ocultas una palabra de cuanto Él te ha dicho.' 18Samuel le refirió todas las palabras, y no le ocultó nada. Entonces Helí respondió: "Él es Yahvé; haga lo que sea agradable a sus ojos." 18 Samuel creció y Yahvé estaba con él y no dejó que cayera por tierra ninguna de sus palabras. ^Por lo cual conoció todo Israel, desde Dan hasta Bersabee, que Samuel era un verdadero profeta de Yahvé. 21Y siguió Yahvé apareciéndose en Silo, porque en Silo se manifestaba Yahvé a Samuel por su pa labra. 13. "No siempre tienen éxito nuestras amonesta ciones paternales, ni permanecen nuestros hijos sobre los caminos trazados por Dios. Pero a pesar de núes tro amor, o mejor dicho, porque los amamos tanto, no debemos llegar a ser culpables en ellos, discul pando sus faltas y aprobando su mal obrar. Tenemos que luchar por las almas de nuestros hijos en ora ción continua y reprenderlos aunque así alguna ve' perdamos su amor. Fielmente y con paciencia teñe mos que acompañarlos en el transcurso de su vida. con oración y solicitud. Imitemos el ejemplo de santa Mónica que durante treinta lardos años luchó en oración por el alma de su hijo "hasta que su perseverancia venció los poderes de las tinieblas. Ella nos enseña en qué consiste el sumo amor de los padres a la vez que nos muestra que este amor resulta sierñ pre triunfante" (Elpis). 14. Con esto no se niega a Helí la posibilidad de expiar sus pecados. En sentir de los santos Padres, el Señor sólo quiere decir que en el presente caso el castigo temporal se llevará a cabo irremisiblemente. 18. A pesar del mal ejemplo de los hijos de Helí el joven Samuel se mantuvo puro, sostenido por las oraciones de su santa madre, y así Dios se dignó hablar con él y le descubrió que había llegado el tiempo de castigar a los hijos del Sumo Sacerdote. Samuel no se atrevía a contar a Helí su visión (v: 15), hasta que éste le preguntó y pidió saber lo que Dios le había dicho. Y entonces el joven no recurrió a una "piadosa" i-entira, sino que contó todo a Helí con sinceridad, sin ocultar nada. Grande es en este momento Samuel, grande también Helí. Sin tener rencor a Samuel, sin rebelarse contra Dios, dijo sencillamente: "Él es Yahvé, haga lo que sea agradable a sus ojos."

CAPÍTULO IV E L ARCA CAE EN MANOS DE LOS FILISTEOS.

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La

palabra de Samuel corrió por todo Israel. (En aquel tiempo) salió Israel al encuentro de los filisteos para hacerles guerra, y acamparon en Ebenéser, mientras los filisteos sentaron sus reales en Afee. 2Los filisteos se pusieron en orden de batalla contra Israel, y trabóse la batalla, en la cual Israel fué vencido por los filisteos, que mataron en el campo a unos cuatro mil hombres del ejército. 3Cuando el pueblo volvió al campamento, dijeron los ancianos de Israel: "¿Por qué nos ha derrotado Yahvé hoy delante de los filisteos? Tráigasenos desde Silo el Arca de la Alianza de Yahvé y que venga Él en medio de nosotros, para salvarnos del poder de nuestros enemigos." 4Envió, pues, el pueblo mensajeros a Silo, y trajeron de allí el Arca de la Alianza dé Yahvé de los Ejércitos, que está sentado sobre los querubines. Los dos hijos de Helí, Ofní y Fineés, acompañaban el Arca de la Alianza de Dios. 5 Cuando el Arca de la Alianza de Yahvé llegó al campamento, todo Israel dio voces con algazara tan grande que se conmovió la tierra. 6 Oyeron los filisteos el estruendo de la algazara y dijeron: "¿Qué estruendo de algazara tan grande es éste en el campamento de los hebreos?" Y supieron que el Arca de Yahvé había venido al campamento. 7Con esto se atemorizaron los filisteos, pues se dijeron: "Ha venido Dios al campamento"; y agregaron: "¡Ay de nosotros! Pues cosa como ésta no ha sucedido nunca antes. 8 ¡Ay de nosotros! Quién nos librará de la mano de ese poderoso )ios? Es aquel Dios que hirió a Egipto con toda suerte de plagas en el desierto. 'Mostraos fuertes y sed hombres, filisteos, para que no seáis siervos de los hebreos, como ellos lo han sido de vosotros. Sed hombres, y luchad." 10 Dieron, pues, los filisteos la batalla y fué

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1. La pa'abra de Samuel corrió por todo Israel: Estas palabras, que en ¡a Vulgata pertenecen al último versículo del capítulo antecedente, se refieren "a la comunicación de las revelaciones que Samuel hiciera al pueblo. Desde ahora comienza la era de los grandes profetas de Israel. San Pedro la data bien desde los días de Samuel, Hech. 3, 24" (FiIlion). 3. Se acordaron de los milagros que Dios hizo mediante el Arca en el paso del iMar Rojo y del Jordán, y en la toma de Jericó, y creían que Él renovaría los mismos prodigios en la guerra contra los filisteos, pero les faltaba el espíritu de penitencia, •,'tnico medio para ase-urirse la benevolencia de Dios. Cf. el contraste con la conducta de David- en II Rey. 15, 24 ss. Dice San Agustín, que el Arca no podía salvar a los transgresores de la Ley, a los cuales condenaba esa misma Ley que estaba dentro del Arca. Es ésta una lección elocuentísima para curarnos de cierta religiosidad formulista que cree agradar a Dios sin la reforma interior del corazón. Cf. S. 39, 7; 49, 7-13; 50, 18; Is. 1, 11; Os. 6, 6; Zac. cap. 7; Mat. 9, 13; 15, 8 y notas. 4. Sobre los querubines véase Gen. 3, 24; Ex. 25, 18; Ez. 1, 5 y notas. 8. Más temían al verdadero Dios los filisteos paganos e idólatras que los propios israelitas con su sacerdocio corrompido (cf. 2, 22). Por eso el Señor peleó aquel día contra su propio pueblo. Cf. 7. 3.

I LIBRO DE LOS REYES 4, 10-22; 5, 1-12

288 derrotado Israel. Huyó cada cual a su tienda, y la derrota fué tan grande, que de nIsrael cayeron treinta mil hombres de a pie. Fué tomada también el Arca de Dios; y murieron los dos hijos de Helí, Ofní y Fineés. MUERTE DE HELÍ.

12

Un hombre de Benjamín,

llevaron de Ebenéser a Azoto. 2Y tomaron los filisteos el Arca de Dios y la metieron en la casa de 3Dagón, donde la colocaron junto a Dagón. Mas cuando al día siguiente los habitantes de Azoto se levantaron muy temprano, vieron a Dagón tendido de bruces en tierra, delante del Arca de Yahvé, y tomaron a Dagón y le pusieron otra vez a su lugar. 4Pero cuando al día siguiente se levantaron muy de mañana, vieron a Dagón (de nuevo) tendido en tierra sobre su rostro delante del Arca de Yahvé, y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos yacían cortadas sobre el umbral de la puerta, quedándole solamente (el tronco en) forma de pez. 5 Por eso los sacerdotes de Dagón, y cuantos entran en la casa de Dagón en Azoto, no ponen el pie sobre el umbral de la puerta de Dagón, hasta el día de hoy. ^ e r o la mano de Yahvé pesata mucho sobre los de Azoto, e hizo entre ellos estragos, hiriéndolos con tumores, tanto en Azoto como en su territorio. 'Viendo los hombres de Azoto lo que pasaba, decían: "¡No quede entre nosotros el Arca del Dios de Israel!, porque su mano pesa sobre nosotros y sobre Dagón, nuestro dios."

uno del ejército, corrió y llegó aquel mismo día a Silo, rasgado el vestido y cubierta de polvo la cabeza. 13Cuando llegó, he aquí que Helí estaba sentado en su silla al lado del camino, mirando, porque temblaba su corazón por el Arca de Dios. Llegó, pues, el hombre y dijo en la ciudad lo que había pasado, y toda la ciudad prorrumpió en alaridos. 14A1 oír Helí las voces de alarido, preguntó: "¿Qué ruido tumultuoso es ése?" Entonces el hombre vino a toda prisa y dio la noticia a Helí. 15Helí tenía ya noventa y ocho años; sus ojos no se movían más. y ya no podía ver. 16Dijo el hombre a Helí: "Yo vengo del ejército; hoy mismo huí del ejército." Helí preguntó: "¿Qué ha pasado, hijo mío?" 1TY respondió el mensajero y dijo: "Huyó Israel delante de los filisteos, y fué grande el estrago en el pueblo; también tus dos hijos, Ofní y Fineés, quedaron muertos; y el Arca de Dios ha sido tomada." 18Y sucedió que cuando mencionó el E L ARCA ES LLEVADA A OTRAS CIUDADES. C o n Arca de Dios, cayó Helí de la silla hacia atrás, junto a la puerta, y se le quebró la cerviz, vocaron, pues, a todos los príncipes de los fiy murió; porque era hombre viejo y pesado. listeos para que se reunieran con ellos, y preguntaron: "¿Qué haremos con el Arca del Fué juez de Israel durante cuarenta años. Dios de Israel?" Respondieron: "Pásese el Arca del Dios de Israel a Gat." Pasaron, pues, el MUERTE DE LA NUERA DE HELÍ. 19 SU nuera, la Arca del Dios de Israel. 'Pero después de trasmujer de Fineés, que estaba encinta y cercana ladarla descargó la mano de Yahvé sobre la ya al parto, como oyese la nueva de haber sido ciudad, causando grandísimo espanto; pues hitomada el Arca de Dios, y que habían muerto rió a los hombres de la ciudad, desde los chicos su suegro y su marido, se doblegó y dio a luz, hasta los grandes, de modo que les brotaron porque de repente vinieron sobre ella los dolo- tumores. 10 res de parto. 20Cuando estaba ya expirando, Entonces enviaron el Arca de Dios a Acadecían las mujeres que la_ asistían: "No temas, rón. Mas apenas había llegado el Arca de Dios pues has dado a luz un hijo." Mas ella no res- a Acarón, los acaronitas dieron gritos, exclapondió, ni puso en ello su atención. 21Llamó al mando: "¡Han pasado hasta nosotros el Arca niño Icabod, diciendo: "Se ha apartado de Israel del Dios de Israel para matarnos, a nosotros y la Gloria", por haber sido capturada el Arca a nuestro pueblo!" "Llamaron, pues, a reunión de Dios, y a causa de su suegro y de su marido. a todos los príncipes de los filisteos; los cua22 Dijo, pues: "Se ha apartado de Israel la Glo- les dijeron: "Devolved el Arca del Dios de Isria", por haber sido tomada el Arca de Dios. rael, y vuélvase ella a su lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo." Pues CAPÍTULO V reinaba en toda la ciudad un terror mortal, la mano de Yahvé pesaba mucho sobre EL ARCA EN EL TEMPLO DE DAGÓN. !Los filis- porque 12 teos que habían tomado el Arca de Dios, la ella. Aun los que no morían, estaban llagados de tumores; y los gritos de la ciudad su12. Rasgaron el vestido y se cubrieron de polvo la bieron al cielo. cabeza para expresar el sumo grado de dolor por la derrota del ejército y la pérdida del Arca. 6- Véase S. 77, 66. Es notable en todo este ca18. Hell recibió con resignación la noticia de la pítulo cómo los paganos reconocen el poder de Yahmuerte de sus hijos, porque sabía que era un casti- vé mejor que los mismos israelitas. go de Dios. Pero cuando le dijeron que el Arca 8. Gat, o Get, lo mismo que Acarón (v. 10), estahabía sido tomada por los filisteos, se cayó de la si- ' ba situada en la planicie filistea que se extendía a lia, pues esto le indicaba que Dios se había retirado lo largo del Mediterráneo, entre Jafa al norte y Gaza de su pueblo. En su muerte fué más grande que en al sur. El ídolo de Acarón era Beelcebub, nombre su vida. que en tiempos de Jesucristo solía aplicarse al diablo 1. Atoto: una de las cinco ciudades filisteas, hoy (cf. 'Mat 10, 25; 12, 24 ss.). Esdud, a 54 kms. al oeste de Jerusalén. Dagón, ídolo 9. En este capítulo la Vulgata difiere del hebreo principal de los filisteos. Su figura era medio hombre en varios puntos, principalmente en lo que se rey medio pez; de la cintura para arriba tenía figura fiere a la enfermedad de los filisteos. El texto hede hombre, y de la cintura para abajo era como breo sólo habla de tumores sin indicar su índole. Seun pez. gún la Vulgata se trataba de almorranas.

I LIBRO DE LOS REYES 6, 1-21; 7, 1

289 13

CAPÍTULO VI DEVOLUCIÓN DEL ARCA,

d e s p u é s de estar el

Estaba la gente de Betsemes en el valle segando el trigo, y alzando los ojos vieron el Arca y se alegraron de verla. 14 Llegó el carro al campo de Josué betsemesita, donde se paró. Había allí una gran piedra, y haciendo pedazos la madera del carro ofrecieron las vacas en holocausto a Yahvé. 15 Luego los levitas bajaron el Arca de Yahvé, y el cofre que estaba al lado y que contenía las joyas de o r o ; y la pusieron sobre aquella gran piedra; y los hombres de Betsemes ofrecieron aquel día holocaustos y sacrificios a Yahvé. 1 6 Cuando vieron esto los cinco príncipes de los filisteos, se volvieron a Acarón ese mismo día. 1T Los tumores de o r o que los filisteos dieron a Yahvé, como ofrenda por la culpa, son éstos: de Azoto, u n o ; de Ascalón, uno; de Gat, u n o ; de Acarón, uno. 1 8 También los ratones de oro eran según el número de todas las ciudades de los filisteos, pertenecientes a los cinco príncipes, desde las ciudades fortificadas hasta las aldeas de la gente del campo. Testigo de ello es hasta h o y día la gran piedra, en el campo de Josué betsemesita, donde depusieron el A r ca de Yahvé. 19 Pero (Dios) castigó a los hombres de Betsemes, p o r haber ellos mirado el Arca de Yahvé; e hirió del pueblo a setenta hombres. Entonces el pueblo hizo gran duelo, porque Yahvé había causado entre el pueblo estrago tan grande. 2 0 Por lo cual dijeron los hombres de Betsemes: "¿Quién puede estar en la presencia de Yahvé, este Dios tan santo? ¿Y hacia quién subirá al salir de nosotros?" 21 Enviaron, pues, mensajeros a los habitantes de Kiryatyearim, diciendo: "Los filisteos han devuelto el Arca de Yahvé; bajad y llevadla con vosotros."

Arca de Yahvé siete meses en el país de los filisteos, 2 llamaron los filisteos a los sacerdotes y adivinos y les preguntaron: "¿Qué haremos con el Arca de Yahvé? Decidnos en qué forma la hemos de devolver a su lugar." 3 A lo que respondieron: "Si devolvéis el Arca del Dios de Israel, no la devolváis vacía, sino pagadle una ofrenda por la culpa. Entonces sanaréis, y conoceréis por qué motivo su castigo no se ha apartado de vosotros." 4 Y cuando preguntaron: "¿Qué hemos de pagarle p o r la culpa?", contestaron: "Cinco tumores de oro y cinco ratones de o r o según el número de los príncipes de los filisteos, porque una misma plaga ha descargado sobre todos vosotros y sobre vuestros príncipes. 5 Haced, pues, figuras de vuestros tumores y figuras de vuestros ratones, que han asolado el país, y dad gloria al Dios de Israel; quizás su mano pese menos sobre vosotros, sobre vuestros dioses y vuestra tierra. 6 ¿Por qué queréis endurecer vuestro corazón, como endurecieron el suyo los egipcios y el Faraón? ¿No los castigó Él tan t e rriblemente que por fin soltaron (a los israelitas) y éstos sé fueron? ' H a c e d ahora un carro nuevo, y tomando dos vacas recién paridas, sobre las cuales nunca se haya puesto el yugo; uncid las vacas al carro y apartad de ellas sus terneros, encerrándolos en el establo. 'Tornad después el Arca de Yahvé y colocadla sobre el carro. A l lado de ella, en u n cofre, pondréis las joyas de oro que le pagaréis como ofrenda por la culpa. Luego dejadla que se vaya. 9 Y observad bien: si sube en dirección a su propio territorio, hacia Betsemes, es Él que nos ha hecho este gran mal; pero si n o , CAPÍTULO VII sabremos que n o es su mano la que nos ha LOS ISRAELITAS SE CONVIERTEN AL SEÑOR. ^ V í herido, sino que esto nos ha sucedido p o r canieron, pues, los hombres de Kiryatyearim, y sualidad." se llevaron el Arca de Yahvé. La introdujeron '"Hiriéronlo así; tomaron dos vacas recién en la casa de Abinadab, situada en el collado, paridas, las uncieron al carro y encerraron sus y consagraron a Eleázar, su hijo, para que terneros en el establo. n S o b r e el carro coloca18. Texto dudoso. La Vulgata incluye en el territoron el Arca de Yahvé y el cofre con los ratode los filisteos la localidad de Abel la grande. nes de oro y las figuras de sus tumores. 12 Las rio El hebreo habla solamente de una piedra grande. vacas tomaron rectamente el camino de Betse- _ 19. Sin duda miraron el Arca con curiosidad remes, y siguiendo ese mismo camino marcharon gistrando su contenido y tocándolo, todo lo cual mugiendo, sin apartarse ni a la derecha ni a la estaba prohibido hasta a los levitas (Núm. 4, 15 y 20). Setenta hombres: Tanto el texto hebreo como izquierda. Los príncipes de los filisteos fueron la Vulgata agregan: y cincuenta mil hombres, de tras ellas hasta la frontera de Betsemes. modo que la cifra de los muertos sería de 50.070; es 5. Como se ve, sabían ya los antiguos que los ratones propagaban las epidemias. Las figuras de ratones tienen carácter expiatorio y constituyen una especie de ex votos recordatorios de la mortandad. Sobre las otras figuras cf. 5, 9 y nota. 6. La sabiduría de este consejo dado por aquellos idólatras recuerda el episodio del rabino Gamaliel con respecto a los apóstoles (Hech. 5, 34 ss.). 7. El carro ha de ser nuevo y las vacas no deben haber llevado yugo, porque carro y vacas están destinados para una cosa sagrada. Los terneros están encerrados y apartados de sus madres, para que éstas, atraídas por los terneros, vuelvan al establo. Si a pesar de ello toman el camino de Betsemes, se muestra claramente que son guiadas por una fuerza sobrenatural.

decir, cincuenta veces más que la población del pequeño pueblo de que se trata. Los intérpretes están de acuerdo que la segunda cifra se debe al error de un copista. 20. Aterrados por la muerte de los setenta conciudadanos, y para librarse de calamidades ulteriores, los hombres de Betsemes piensan en trasladar el Arca a otro lugar, como antes, impulsados por ese mismo motivo, lo hicieron los filisteos. 1. El Arca no vuelve a Silo, su sitio anterior. De Silo no se habla más, probablemente por haber sido destruida por los filisteos. Kiryatyearim se prestaba mejor que Betsemes para morada del Arca, porque estaba en el interior del país, a 12 kms. de Jerusalén. En el collado: la Vulgata dice: En Gabaá. Gabaá significa collado. De nllí David trasladará el Arca a Jerusalén ( I I Rey. 6; I Par. 13, 6).

I LIBRO DE LOS REYES 7, 1-17; 8, 1-6

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guardase el Arca de Yahvé. Había pasado mucho tiempo —eran ya veinte años— desde el día en que se estableció el Arca en Kiryatyearim. Entretanto, toda la casa de Israel suspiraba en )os de Yahvé. 3Entonces habló Samuel a toda Ía casa de Israel, diciendo: "Si de todo vuestro corazón os convertís a Yahvé, quitad de en medio de vosotros los dioses ajenos, y también las Astartés, y dirigid vuestros corazones hacia Yahvé para servirle a Él solo; y Él os librará de la mano de los filisteos." 4Y los hijos de Israel arrojaron los Baales y las Astartés, y sirvieron sólo a Yahvé. 5 Después dijo Samuel: "Congregad a todo Israel en Masfá y haré oración por vosotros a Yahvé." Congregáronse, pues, en Masfá, y sacando agua la derramaron ante Yahvé; y ayunaron aquel día, y decían allí: "Hemos pecado contra Yahvé." Y Samuel era juez de los hijos de Israel en Masfá. DERROTA DE LOS FILISTEOS.

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Cuando los filis-

teos oyeron que los hijos de Israel se habían congregado en Masfá, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel. Lo supieron los hijos de Israel y tuvieron miedo de los filisteos; ^ o r lo cual dijeron a Samuel: "No ceses de clamar por nosotros a Yahvé, nuestro Dios. para que nos salve de la mano de los filisteos." 9 Tomó, pues, Samuel un corderito que aun mamaba y lo ofreció entero en holocausto a Yahvé; y clamó Samuel a Yahvé por Israel, y escuchóle Yahvé. 10Mientras Samuel estaba ofreciendo el holocausto, se acercaron los filisteos para dar batalla a Israel; mas Yahvé tronó aquel día con estruendo espantoso contra los filisteos y los aterró de tal suerte que fueron derrotados delante de Israel. n Los israelitas saliendo de Masfá, persiguieron a los filisteos y los derrotaron hasta más abajo de Betcar. 12Después tomó Samuel una piedra y la colocó entre Masfá y Sen; y le dio el nombre de Ebenéser, diciendo: "Hasta aquí nos ha socorrido Yahvé." 13 Así humillados los filisteos, no volvieron más a invadir el territorio de Israel; y la mano de Yahvé se hizo sentir sobre los filisteos todos los días de Samuel. 14Y volvieron a Israel las ciudades que los filisteos le habían quitado, 2. Veinte años: tiempo de la opresión filistea. La casa de Israel suspiraba en pos de Yahvé. Vulgata: tuvo paz la casa de Israel, siguiendo al Señor. 4. Baales y Astartés: Véase Juec. 2, 13 y nota. 6. Sacando agua la derramaron: En la Ley de Moisés no se encuentra rito semejante. Sin embargo, para Samuel y el pueblo esta ceremonia tenía carácter religioso; por eso le agregaban el ayuno y holocausto. Era figura del agua bautismal que lava los pecados por los méritos de la Redención de Cristo. Masfá: ciudad de la tribu de Benjamín, a pocos kms. al norte de Jerusalén. hoy día, según unos, Tell en-Nasbe; según otros, Nebí Samwill (que quiere decir Profeta Samuel). 10. Una vez más repite el Señor los portentosos milagros que hizo en tiempos de Josué (Jos. 10. 11). Cf. Ecli. 46, 19. Nótese que Dios salvó a su pueblo mientras Samuel estaba ofreciendo el "corderito que aun mamaba" (v. 9 ) , figura típica de Jesucristo. 14. Los amárreos: los habitantes del país, los cananeos, incluso los filisteos.

desde Acarón hasta Gat. También los territorios de esas ciudades libró Israel del poder de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y los amorreos. SAMUEL, JUEZ DE ISRAEL.

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Samuel juzgó a

los hijos de Israel todos los días de su vida. 16 Año tras año se ponía en marcha y daba la vuelta por Betel, Gálgala y Masfá, juzgando a Israel en todos esos lugares. "Volvíase después a Rama, porque allí tenía su casa; también allí juzgaba a Israel, y allí edificó un altar a Yahvé.

II. SAMUEL Y SAÚL CAPÍTULO VIII EL PUEBLO PIDE UN REY. 1Cuando Samuel llegó a la edad avanzada, instituyó a sus hijos por jueces de Israel. 2Llamábase el primogénito Joel, y el segundo Abías; y juzgaban ellos en Bersabec. 3Pero los hijos no anduvieron por los caminos de (su padre), sino que apartándose siguieron su propio interés, aceptando regalos y torciendo el derecho. 4 Se reunieron, pues, todos los ancianos de Israel, y se llegaron a Samuel, en Rama. 5Y le dijeron: "Mira; tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos. Pon ahora un rey sobre nosotros que nos juzgue, como lo tienen todos los pueblos." 6 Desagradó a Samuel esta propuesta^ que le expresaron: "Danos un rey que nos juzgue." 15. Samuel no sólo era Juez y caudillo de Israel sino que ejercía al mismo tiempo las funciones del Sumo Sacerdote, de manera que reunió prácticamente los dos poderes en una mano. Este es uno de los muchos pasajes donde se ve que en lenguaje bíblico juzgar significa gobernar y reinar (2, 10 y nota). Cf. Ecli. 46. 16-17. 16. "Aquí se da la idea de un excelente pastor del pueblo, que va visitando el país, y ofreciéndose a todos, para que sin gastos ni viajes pudiesen terminar sus disputas y pleitos. Aunque Samuel fué ofrecido por su madre al servicio del Tabernáculo, aquí se ve cómo el voto particular debe ceder siempre al bien público y a la voluntad de Dios" (Páramo). Gálgala, situada al Sudeste de Jericó, primer campamento de los israelitas en tiempo de Josué (Jos. 4, 19 s.; 9, 6; 10, 6). Más tarde lugar de culto idolátrico (Os. 4, 15; 9, 15; 12, 11; Am. 4, 4; 5, 5). 17. Rama, llamada Ramataim-Sofim en 1, 1. Cf. 8, 4; 15, 34; 16, 13; etc. 3. Se repite el caso de los hijos de Helí, pero esta vez no consta que Samuel fuese culpable de ninguna debilidad. Esto muestra que la salvación no es un fenómeno colectivo, sino individual. El pertenecer a la Iglesia nos hace ciertamente partícipes de innumerables gracias, pero como nadie puede entrar al Reino, si no nace de lo alto, según enseñó Jesús a Nicodemo (Juan 3, 3 ) , así tampoco nadie puede alcanzar la vida eterna si no coopera personalmente. 5 s. Pon ahora un rey sobre nosotros: Cf. Juec. 8, 23 y nota. ¡ Qué contraste con lo que Dios propuso en Éxodo 19, 5 y 61 Véase allí la nota. Aunque el establecimiento de la realeza estaba profetizado por [Moisés (véase los derechos del rey en Deut. 17, 14-20), ello no obstante el pedido desagradó a Samuel y a Dios mismo (v. 7), ya que los israelitas exigen un rey tal como lo tienen los pueblos vecinos, y no un soberano tal como correspondía a la posición especial que Israel tenía entre las naciones según los designios de Dios.

I LIBRO DE LOS REYES 8, 6-22; 9, 1-8

E hizo Samuel oración a Yahyé. 'Respondió Yahvé a Samuel: "Oye la voz del pueblo en todo cuanto te digan; porque no te han desechado a ti, sino a Mí, para que no reine sobre ellos. ^Todo lo que han hecho (cormúgó) desde el día que los saqué de Egipto hasta este día, en que me han dejado para servir a otros dioses, lo mismo hacen también contigo. ?Ahora, pues, escucha su voz, pero da testimonio contra ellos, y anúnciales los fueros del rey que va a reinar sobre ellos." Los DERECHOS DEL_ REY. 10Samuel refirió al pueblo que le habían pedido un rey, todas las palabras de Yahvé, y dijo: "Éste será el derecho, del rey que va a reinar sobre vosotros: Tomará a vuestros hijos, y los empleará para sus carros, y como jinetes suyos para que corran delante de su carroza. 12Los constituirá jefes de mil, y jefes de cincuenta, y los hará labrar sus tierras, segar sus mieses y fabricar sus armas de guerra, y los pertrechos de sus carros. 13Y de entre vuestras hijas sacará perfumistas, cocineras y panaderas. "Tomará lo mejor de vuestros campos, vuestras viñas y vuestros olivares y los dará a sus servidores. 15 Diezmará vuestras sementeras y vuestras viñas, para hacer regalos a sus cortesanos y servidores. 18Tomará también vuestros siervos y vuestras siervas, y los escogidos de entre vuestros jóvenes, y vuestros asnos, y los empleará para sus trabajos. 17Diezmará asimismo vuestros rebaños, y vosotros seréis siervos suyos. 18 Entonces clamaréis a causa de vuestro rey que os habéis escogido: pero en aquel día Yahvé no os responderá."

291 que dijeron: "¡No, no! ¡Que haya un rey sobre nosotros! *¡Que seamos también nosotros como todos los pueblos! ¡Que nos juzgue nuestro rey, y salga al frente de nosotros para pelear nuestras guerras!" ^ O y ó Samuel todas las palabras del pueblo, y las repitió a Yahvé. ^ Y Yahvé dijo a Samuel: "Escucha su voz, y pon sobre ellos un rey." Entonces dijo Samuel a los hijos de Israel: "Vayase cada cual a su ciudad." CAPÍTULO IX SAÚL CONSULTA A SAMUEL.

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Vivía en Benja-

mín un hombre que se llamaba Kis, hijo de Abiel, hijo de Seror, hijo de Becorat, hijo de Afía, benjaminita. Era hombre valeroso y poderoso, 2 y tenía un hijo llamado Saúl, el cual era un joven de tan bella presencia, que entre los hijos de Israel no había hombre más gallardo que él: desde los hombros arriba descollaba sobre todo el pueblo. 3 Ahora bien, habíanse extraviado las asnas de Kis, padre de Saúl; por lo cual Kis d'jo a Saúl su hijo: "Toma contigo uno de los criados y levántate para andar a buscar las asnas." ^Atravesaron ellos la montaña de Efraím, y recorrieron el país de Salisá, mas no las hallaron. Pasaron también por el país de Saalim, y tampoco, parecieron^ Recorrieron al fin el país de los benjaminitas sin encontrarlas, h a bían ya entrado en el país de Suf, cuando Saúl dijo a su criado que le acompañaba: "Vamos a volvernos, no sea que mi padre, dejando ya el cuidado de las asnas, esté intranquilo por nosotros." 6E1 criado le contestó: "Mira, hay en esta ciudad un varón de Dios, hombre muy famoso. Todo cuanto él dice, se cumple sin 19 EL PUEBLO INSISTE EN TENER UN REY. E1 pue- falta. Ahora, pues, vamos allá; quizá nos diga blo no quiso escuchar la voz de Samuel, sino el camino por el cual debemos ir." 'Respondió Saúl a su criado: "Sí, vamos, pero ¿qué pode7 s. Episodio memorable. Es una prueba muy cíara de la cólera de Dios cuando concede a los hom- mos llevar a ese hcmbre? No hay ya pan en bres lo que pretenden contra los designios de su nuestras alforjas, y no tenemos regalo que poamorosa Providencia. "Los n'anes de Dios parecen dríamos ofrecer al varón de Dios: ¿qué tedestruidos. La realeza del Eterno es instituida por nemos?" *E1 criado comenzó a hablar de nueuna realeza humana que regirá a Israel en adelante. El hombre va a dirigir sus miradas hacia el hombre, vo y dijo a Saúl: "He aquí que tengo en mi en lugar de elevarlas, cargadas de esperanza, hacia un rey divino". De aquí resultaron innumerables ca- dura cerviz (Ex. 32, 9 ) , pero ¡cuánto mayor es la lamidades, si bien el Señor, como siempre lo hace, insensatez de los que rehusamos el suave yugo de supo sacar bien de tantos nu'es y preparar para su Cristo, prefiriendo el pesadísima de los hombres, Mesías la familia del rey David. Ese rechazo de poniendo en éstos nuestra fe. sin ver que "sólo Dios que Dios aquí se queja, fué repetido ante Pilato es veraz y todo hombre es mentiroso" (Rom. 3, 4)1 (Juan 19, 15) y seguirá repitiéndose hasta el final, Tal vez la más dolorosa palabra de Jesús es aquélla:. como el mismo Jesús lo anuncia en Luc. 19, 14. Lo "Vosotros no queréis venir a mí para tener la vida" rechazan todos aquellos que adoran el ídolo del (Juan 5, 40). "yo", o del dinero. 22. Pon sobre ellos un rey: "Al poner rey sobre 10 ss. Dios no se impuso (v. 7-9); les dejó li- Israel, Samuel aparenta ceder a las instancias del bertad de elegir, pero mandó a Samuel darles a co- pueblo; en realidad ejecuta b voluntad de D i o s . . . nocer cómo los tratará el rey. "Lo que aquí propone La potestnd del rey estaba subordinada a' la Ley Samuel no es precisamente la ley constitucional de mosaica; su autoridad tenía un saludable contrapeso la monarquía, sino la realidad práctica, mucho más en el sacerdocio levítico y en los profetas" (Vigougravosa para el pueblo que la teocracia que hasta roux, Polyglotte). ahora los había regido" (Nácar-Colunga). 1. Acerca de la genealogía de Saúl véase I Par. 16. En vez de jóvenes leen los Setenta: ganados. 8, 29-33; 9, 35-39. Habitaba en Gabaá, hoy día Tell 19. Llamamos la atención sobre este pasaje. El el-Ful, a unos pocos kilómetros al norte de JerusaSeñor les hace la misericordiosa advertencia de las lén (cf. Jos. 18. 28). innumerables desventajas del régimen que pretendían. 4 s. Salisá y Saalim son nombres desconocidos. Suf Pero ellos se habían empecinado en querer un rey. (v. 5) se llamaba la comarca donde vivía Samuel. y esto para ser como los gentiles; en vez de com6. Varón de Dios: profeta (cf. 2, 27) o vidente prender las infinitas ventajas que gozaban con ser (v. 9). el pueblo escogido de Dios, quien los gobernaba como 8. El cuarto de sido equivalía a cuatro gramos de un padre a su hijito (Deut. 1, 31) y les enviaba plata. Poco para nosotros, mucho para entonces. Era caudillos santos. Ciertamente era éste un pueblo de costumbre no consultar a un profeta sin obsequiarlo.

292 mano un cuarto de siclo de plata; se lo daré al varón de9 Dios para que nos indique nuestro camino." Antiguamente los hombres de Israel cuando iban a consultar a Dios decían: "Venid, vamos al vidente"; pues al profeta le llamaban anteriormente vidente. 10Dijo entonces Saúl a su criado: "Tu propuesta es buena; vamos, pues." Y se fueron a la ciudad donde vivía el varón de Dios. 11 Subiendo la cuesta hacia la ciudad encontraron a unas doncellas que salían a sacar agua, y12 les preguntaron: "¿Está aquí el vidente?" Ellas contestaron^ diciendo: "Sí, está; mira allí, delante de ti. Pero date prisa; porque ha venido hoy a la ciudad, por cuanto hoy el pueblo ofrece un sacrificio en la altura. 13 En cuanto entréis en la ciudad, lo hallaréis antes que suba a la altura para comer; porque no comerá la gente hasta que él venga; pues suele bendecir el sacrificio, y después de esto comen los convidados. Subid, pues, en seguida, que lo hallaréis ahora mismo." "Subieron, pues, a la ciudad; y he aquí que cuando entraban en la ciudad se encontraron con Samuel que salía para subir a la altura. 15 Ya un día antes de la llegada de Saúl, Yahvé había avisado a Samuel, diciendo: 16"Mañana a esta hora te enviaré un hombre del país de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre Israel, mi pueblo; él salvará a mi pueblo del poder de los filisteos, pues he mirado a mi pueblo, por cuanto ha llegado a Mí su clamor." 17 Luego que Samuel vio a Saúl, Yahvé le dijo: "He aquí el hombre de quien te hablé. Éste reinará sobre mi pueblo." 18 Entretanto, Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta y dijo: "Dime,19 por favor, dónde está la casa del vidente." Samuel respondió a Saúl, diciendo: "Yo soy el vidente; sube delante de mí a la altura. Comeréis hoy conmigo, y mañana te despediré; te diré también todo lo que tienes en tu corazón. ^Por las asnas que se te perdieron tres días ha, no te preocupes; han sido halladas. ¿Y para quién será lo más precioso en Israel? ¿No zlserá para ti y para toda la casa de tu padre?" Respon9. Vidente,' en hebreo "roe". El nombre hebreo que sustituyó a "roe" (vidente), fué "nabí"', cuyo significado es probablemente "extático" (cf. 10, 10 ss.). El profeta se llama también "josé", que significa lo mismo que "roe" (vidente), por ser la visión el medio ordinario por el cual Dios se revelaba a su portavoz humano. ¿Cuándo tuvo lugar el cambio de los nombres, la sustitución del "vidente" por el "extático"? "Seguramente no fué repentina ni exclusiva. Mientras que el cronista tardío se servirá aún del término «vidente», ya en tiempos de Moisés se describe una manifestación de «profetismo» (nabí) colectivo (Núm. 11, 24 ss.), que es parecida, en muchas cosas, a aquellas de los tiempos de Samuel (I Rey. 10), las que han sido causa de la citada nota redaccional" (Ricciotti, Hist. de Israel, núm. 419). 16. La condescendencia de Dios llega hasta eso, no obstante la ingratitud del pueblo amado. Jesús había de ir aún más lejos, rogando al Padre por ellos desde la Cruz. 21. Benjamín era realmente la tribu más pequeña .a consecuencia de la guerra con las otras tribus éste lo único que tenia niño: imagen admirable, dice S. Agustin, de lo que para no morir de hambre ella y su hijo. Ni si- hizo el Verbo Divirio para la resurrección espiritual quiera sospecha del aparente egoísmo del profeta, del hombre. De manera semejante se comporta el que pretende comer antes que ella, i Oh lección profeta Elíseo en IV Rey. 4, 34, y S. Pablo en admirable y digna de ser recordada cada dia y a I Hecfa. 20, 10.

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conozco que eres varón de Dios, y que la tá Elias. De seguro me matará." "Respondió Elias: "Vive Yahvé de los Ejércitos, a quien palabra de Yahvé en tu boca es verdad." yo sirvo, que hoy mismo me le presentaré (a Acab)." 16Marchó, pues, Abdías para enCAPÍTULO XVIII contrar a Acab, y dióle la noticia. Y Acab ACAB EN BUSCA DE ELÍAS. 1Muchos días des- salió al encuentro de Elías. pués, en el tercer año, fué dirigida esta palabra de Yahvé a Elías: "Ve, muéstrate a ELÍAS Y LOS PROFETAS DE BAAL. 17Luego que Acab, pues voy a dar lluvia a la tierra." P a r - Acab vio a Elías, le dijo: "¿Tú aquí, perturtió, pues, Elías para presentarse 3 a Acab. El bador de Israel?" "Respondió él: "No he hambre era grande en Samaría; por lo cual perturbado yo a Israel, sino tú y la casa de tu Acab llamó a Abdías, que era mayordomo de padre, porque habéis dejado los mandamientos su casa. Abdías era muy temeroso de Yahvé, de Yahvé y tú has ido tras los Baales. 19Ahora *pues cuando Jezabel exterminaba a los pro- bien, manda congregar conmigo a todo Israel fetas de Yahvé, Abdías tomó a cien profetas y en el monte Carmelo; también a los profetas los escondió, cincuenta en una cueva y cin- de Baal, cuatrocientos cincuenta, y a los procuenta en otra, sustentándolos con pan y agua. fetas de Aschera, cuatrocientos, que comen a 5 Y dijo Acab a Abdías: "Da una vuelta por la mesa de Jezabel." 20 todo el país hacia todas las fuentes de agua y Convoco, pues, Acab a todos los hijos de hacia todos los arroyos; quizás hallaremos pas- Israel, y congregó a los profetas en el monte 21 tos para conservar con vida a los caballos y Carmelo. Entonces Elías, acercándose a todo mulos y evitar la destrucción del ganado." *¥ el pueblo, dijo: "¿Hasta cuándo estaréis clause repartieron entre sí el país para recorrerlo. dicando hacia dos Si Yahvé es Dios, Acab iba por un camino, y Abdías separada- seguidle; y si lo eslados? Baal, id tras 22él." Mas el mente por el otro. pueblo no le respondió palabra. Dijo, pues, 'Estando Abdías de camino, he aquí que Elías al pueblo: "He quedado yo solo de los Elías le salió al encuentro. Le reconoció y profetas de Yahvé, cuando los profetas 23 de Baal cayó sobre su rostro diciendo: "¿Eres Tú, mi son cuatrocientos cincuenta hombres. Déseseñor Elías?" "El le respondió: "Yo soy. Vete nos dos toros; y escójanse ellos un toro, y cory di a tu señor: Ahí está Elías." • 9Replicó tándolo en pedazos pónganlo sobre la leña, sin (Abdías): "¿En qué he pecado yo para que aplicarle fuego, y yo prepararé el otro toro, y tú entregues a tu siervo10 en manos de Acab, a lo colocaré sobre la leña, sin poner fuego. M E fin de que me mate? Vive Yahvé, tu Dios, invocad el nombre de vuestro dios, y yo invoque no hay pueblo ni reino adonde no haya enviado^ mi señor a buscarte; y cuando decían: 19. El monte Carmelo es una montaña que sale No está, hacía jurar a aquel reino Uy a aquel desde Samaría avanzando, en forma de promontorio, hasta mar Mediterráneo. Su altura máxima es pueblo que no te habían hallado. ¡Y ahora de 552elmts. El lugar donde Elias se encontró con tú dices: Vete y di a tu señor: Ahí está Elías! los falsos profetas, se halla, si seguimos la tradición, 1Z Y, además, cuando yo te deje, el Espíritu en el extremo sudeste del monte, donde más tarde de Yahvé te llevará yo no sé dónde, y cuando se _ levantó una iglesia y se conserva todavía hoy el en el nombre de El Muhraka, que quiere decir: yo vaya a decírselo a Acab ; resulta que él no sitio lugar de la combustión, o del sacrificio. El Carpodrá hallarte y me matara, bien que yo, tu melo era, desde antiguo, lugar preferido de los anasiervo, amo a Yahvé desde mi'niñez. x3¿_Acaso coretas, hasta que en el SÍTIO XII San Bertoldo y su sucesor Burcardo los reunieron bajo una regla nunca han contado a mi señor lo que hice yo la de los Carmelitas, que conservan allí su cuando Jezabel mataba a los profetas de Yah- común, casa madre. Debajo del altar mayor del convento vé; cómo yo escondía cien profetas de Yah- actual, se ve la gruta del profeta Elias (SchusterHolzammer). vé, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, sustentándolos con pan y agua? 14Y aho21. Esta célebre expresión de Elias plantea el ra tú me dices: Vete y di a tu señor: Ahí es- íntimo problema de la sinceridad para con Dios, que 1. En el tercer año: Según Luc. 4, 25, la sequíaduró tres años y medio. Para solucionar la dificultad, hay que tomar como años completos, a la manera de los judíos, los últimos meses del año primero, y los primeros del último. La sequía se extendió, pues, sobre 19-20 meses. Compárese el cómputo de los tres días de Cristo en el sepulcro, los cuales se suman del mismo modo. 3. En plena corte de Acab, cuya maldad superó a la de todos (21, 25), Dios conserva fiel el corazón del mayordomo Abdías, mostrándonos que la maldad del mundo no puede quitarnos su amor (Rom. 8, 35; Gal. 1, 4 ) . "Este Abdías era lo que su nombre significa: un verdadero siervo de Yahvé, uno de los siete mil que no habían doblado su rodilla ante Baal (19, 18)" (Nácar-Colunga). 12. Hay en la Biblia varios ejemplos de traslado por el Espíritu de Dios. El profeta Ezequiel fui trasladado dos veces por el Espíritu ( E l . 3, 14 8.; 11, 1) y otras veces más "en visión" por el mismo Espíritu. Cf. también Dan. 14, 35.

es lo único que Él nos pide: no tener dolo, como dice Jesús de Natanael (Juan 1, 47). Dios se manifiesta a quien lo busca con sencillez de corazón. Si no le damos el corazón amándolo con un amor de preferencia —esto es, "sobre todas las cosas", como exige el primero de los mandamiento*— en vano queremos ofrecerle otras prácticas. El Señor detesta al que lo alaba mientras su corazón está lejos de Él (Mat. 15, 8 y 9: Is. 29, 13). Por eso el Apóstol Santiago (4, 8) nos urge a dejar el ánimo doble, y S. Juan nos enseña que el amor del Padre no reside en aquel que ama al mundo (I Juan 2, 15; cf. L-uc. 16, 13). Jamás podrán ir juntas la verdad y la mentira, las cosas del espíritu y las de la carne. No podemos disfrutar del cielo y vivir según la tierra. La fluctuación de nuestros afectos viene de la fluctuación en nuestras ideas, pues es sabido que "la voluntad sigue a la inteligencia". El Apocalipsis enseña que a los tibios Dios los vomita de su boca. Esta terrible frase, que Dios dirige a la Iglesia de Laodicea (Apoc. 3, 16), está citada en la primera Encíclica de Pío XII con referencia a la época presente.

III LIBRO DE LOS REYES 18, 24-46; 19, 1-4

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caré el nombre de Yahvé. Aquel dios que respondiere con el fuego, ése sea Dios." Respondió todo el pueblo: "¡Bien dicho!" ^Dijo entonces Elias a los profetas de Baal: "Escogeos uno.de los toros y preparadlo primero, porque sois más numerosos, e invocad el nombre de vuestro dios; mas sin poner fuego." 28 Tomaron, pues, el toro que les había sido dado y lo prepararon, invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, gritando: "¡Baal, respóndenos!" Pero no había voz, ni quien respondiese, a pesar de que estaban saltando alrededor del altar que habían hecho. 27 Al mediodía se burlaba de ellos Elias, diciendo: "Gritad más fuerte, ya que es dios. Está tal vez meditando, o se ha retirado, o está de viaje; o tal vez duerma y hay que despertarlo." 28Gritaban, pues, a toda fuerza, sajándose. según su costumbre, con cuchillos y lanzas hasta chorrear la sangre sobre ellos. ^Pasado ya el mediodía, siguieron delirando hasta (la hora en que suele) ofrecerse el sacrificio sin que hubiese voz, ni quien respondiera ni atendiese.

es Dios! ¡Yahvé es Dios!" *°Y díjoles Elías: "Prended a los profetas de Baal; que no se escape ni uno de ellos. Prendiéronlos ellos, y Elías los llevó al torrente Cisón, donde les quitó la vida. CESA LA SEQUÍA. «Entonces dijo Elias a Acab: "¡Sube, come y bebe, porque oigo ya gran ruido de lluvia!" ^ u b i ó , pues, Acab, a comer y beber. Elías, empero, subió a la cumbre del Carmelo, e inclinándose hacia la tierra puso su rostro entre sus rodillas, ^y dijo a su criado: "Sube y mira hacia el mar." Subió (el criado), miró y dijo: "No hay nada." Dijo Elias: "Hazlo siete veces." ««Y a la séptima vez dijo: "He aquí una nube, tan equeña como la palma de la mano de un ombre, que se levanta del mar." Entonces le dijo Elías: "Anda y di a Acab: «Unce y marcha, a fin de que no te ataje la lluvia>;" 4S Y pasado un poco de tiempo se oscureció el cielo con nubes y viento, y cayó una gran lluvia; y Acab subió y marchó a Tesreel. 46 Entonces la mano de Yahvé se poso sobre Elías, el cual se ciñó los lomos y corrió deEL SACRIFICIO DE ELÍAS. ^Entonces dijo Elias lante de Acab hasta llegar a Jesreel. a todo el pueblo: "Acercaos a mí." Acércesele todo el pueblo, y él se puso a preparar CAPÍTULO XIX el altar de Yahvé que estaba derribado. "ToELÍAS HUYE AL MONTE HOREB. !Acab contó mó Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los- hijos de Jacob, al cual a Jezabel todo cuanto había hecho Elías y cóhabía sido dirigida la palabra de Yahvé, que mo había pasado a cuchillo a todos los prodecía: "Israel será tu nombre." «Con estas pie- fetas. ^ r a s lo cual envió Jezabel un mensadras edificó un altar al nombre de Yahvé, y jero a Elías, diciendo: "Así hagan conmigo alrededor del altar hizo una zanja, tan grande los dioses, y aún más, si mañana, a esta hora, como para sembrar dos medidas de semilla. no haya yo tratado tu vida como tú trataste "Luego dispuso la leña, y cortando en trozos la trida de cada tino de ellos." 'Viendo esto al toro, lo puso encima de la leña, y dijo: "Lle- Elias, se levantó y se fué para salvar su vida. nad cuatro cántaros de agua y Mvertedla sobre Llegado a Bersabee de Judá, dejó allí a su el holocausto y sobre la leña." Después dijo: criado; *mas él mismo prosiguió su camino "Hacedlo por segunda vez", y lo hicieron 40. Fueron muertos, según disponía la Ley, por por segunda vez. Y. repitió: "Hacedlo por haber cometido el crimen de idolatría (Deut. 13, 6 tercera vez", y lo hicieron por tercera vez; ss.). El recuerdo del tremendo castigo se mantiene "de suerte que corría el agua alrededor del en el nombre del arroyo Cisón que corre por el norte del Carmelo y se llama hoy "Nahr el Mualtar; y también la zanja la hizo llenar de katta", es decir, arroyo dé la matanza. agua. 43. El número 7 tiene en muchos pasajes un sigsimbólico y místico. Cf. IV Rey. 5, 10; "A la hora (en que suele) ofrecerse el sa- nificado 164; Frov. 24, 16; Mat. 18, 22, etc. crificio (de la tarde), acercóse el profeta Elías, S. 44.118, Pequeña como la palma de la mano de un y dijo: ".¡Oh Yahvé, Dios de Abrahán, de hombre. En la nubécula ven algunos Padres una Isaac y de Israel, hoy sea notorio que Tú eres figura de la Santísima Virgen, la cual también apareció imperceptiblemente, llevando en su purísimo Dios en Israel y que yo soy tu siervo, y que seno Salvador tanto tiempo deseado por la humapor orden tuya he hecho todas estas cosas! nidad.al Elias, orando para que cayera lluvia sobre "¡Respóndeme, Yahvé, respóndeme, para que la tierra, es figura de Jesucristo quien intercedió sepa este pueblo que -Tú, Yahvé, eres Dios, que ante el Padre para que descendiera la lluvia de la conviertes el corazón de ellos de nuevo (a gracia sobre la humanidad calda. 46. Elias es también figura del Bautista: ambos son Ti)l" 38Ea ese momento bajó fuego de Yahvé y precursores, es decir, corren delante de otro. Aquí consumió el holocausto, la leña, las piedras y Elias hace simbólicamente con el rey lo que Juan hará el polvo, lamiendo incluso el agua que había con el Mesías (Luc. 1, 17; IMalaq. 4, 6; Mat. 11, 14). 4. ¡Basta, ya, oh Yahvé I: El profeta se había en la zanja. '•Viéndolo todo el pueblo cayeen santo celo y luchado contra los falsos ron sobre sus rostros y exclamaron: "¡Yahvé consumido profetas y sacerdotes de Baal (cap. 18), mas ahora

el desaliento se apodera de él al ver que ha traba28. Era propio del rito pagano sajarse con cu- jado en vano. "Elias pidió la muerte para no tener chillos en honor del Ídolo; costumbre que tiene aún que ver más cómo el pueblo de Israel ofendía al su paralelo en los ritos de los derviches mahome- Dios que siempre lo había colmado de bondad y había tanos, faquires de la India y varias tribus salvajes. hecho con él una alianza a la cual fué infiel; al Dios La £ey lo prohibía (Deut. 14, 1). Véase Jer. 16, 6. que le había hecho promesas sublimes en las cuales 32. Dos medidas, en hebreo, dos satos. El sato no creyó y le había mandado profetas que le reprochaban su infidelidad y su ingratitud y a los que mató." contenia entre 12 y 13 litros,

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III L I B R O D E L O S R E Y E S 19, 4-21; 20, 1-3

una jornada por el desierto. Llegado que hubo aliase sentó debajo de una retama y pidió para sí la^ muerte, diciendo: "Basta, ya, oh Yahvé, quítame la 5vida; pues no soy mejor que mis padres." Y acostándose se quedó dormido debajo de la retama. Mas he aquí que un ángel le tocó y le dijo: "¡Levántate y come!" 6Miró y vio a su cabecera una torta cocida al rescoldo y un jarro de agua. Comió, pues, y bebió, y se acostó de nuevo. 7 Mas el ángel de Yahvé vino por segunda vez y le tocó, diciendo': "Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti." 8 Levantóse, pues, y" después de haber comido y bebido, y confortado con aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches, hasta el" Horeb, el monte de Dios.

puso de pie á la entrada de la cueva. Y he aquí una voz que le dijo: "¿Qué haces aquí, Elias?" "Respondió él: "Con gran celo he defendido la causa de Yahvé, el Dios de los Ejércitos; pues los hijos de Israel han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y pasado a cuchillo a tus profetas, y he quedado yo solo; y me buscan para quitarme la vida." "Entonces le dijo Yahvé: "Anda, vuélvete por tu camino, por el desierto, a Damasco; y llegado allá, unge a Hazael por rey de Siria; 16 y a Jehú, hijo de Namsi, le ungirás por rey de Israel. Ungirás también a Eliseo, hijo de Safat, de Abelmehulá, por profeta en tu lugar. 1Í Y sucederá que al que escapare de la espada de Hazael, le matará Jehú; y al que escapare de la espada de Jehú, le matará Eliseo. 18Mas dejare en Israel siete mil hombres: 9 EL.SEÑOR CONPORTA A ELÍAS. Entró allí en todas las rodillas que no se han doblado ante una cueva, donde pasó la noche. Y he aquí Baal, todos aquellos cuyas bocas no le han besado." que fué dirigida a él la palabra de Yahvé, que le dijo: "¿Qué haces aquí, Elias?" 10E1 respondió: "Con gran celo he defendido la VOCACIÓN DE ELÍSEO. 19Partió, pues, de allí, causa de Yahvé, el Dios de los Ejércitos; pues y halló a Eliseo, hijo de Safat, el cual estaba los hijos de Israel han abandonado tu alian- arando con doce yuntas que iban delante de za, han derribado tus altares y pasado a cu- él, y él mismo iba con la duodécima. Elias chillo a tus profetas; y he quedado you solo; paso junto a él y echóle su manto encima. y me buscan para quitarme la vida." Díjo- 20Y (Elíseo)¡_ dejó los bueyes, corrió tras de le (Yahvé): "Sal Juera- y ponte de pie en el Elias y le dijo: "Déjame ir a besar a mi padre monte ante Yahvé." Y he aquí que pasó a ini madre, y luego te seguiré." Él le resYahvé. Un viento grande e impetuoso rom- ypondió: "Anda y vuelve; pues ¿qué te he pía delante de Yahvé los montes y quebraba hecho yo?" 21 Eliseo le dejó, tomó una yunta las peñas; pero Yahvé no estaba en el viende bueyes, los degolló, y con las coyundas de to. Después del viento hubo un terremoto; mas Yahvé no estaba en el terremoto. 12Y los bueyes coció la carne de ellos, y la dio a después del terremoto, un fuego; pero Yahvé la gente, que la comieron; luego levantándose no estaba en el fuego; y tras el fuego, un siguió a Elias y se puso a su servicio. soplo tranquilo y suave. 13A1 oírlo^ Elias cubrióse el rostro con su manto y salió, y se CAPÍTULO XX 8. El monte Horeb es el mismo monte que el Sinai. El pan milagroso con que se alimentó el profeta, es figura de la Eucaristía, que nos sostiene en la peregrinación de esta vida. El ayuno de cuarenta días (sobre el significado del número 40 véase II Rey. 5, 1 ss. nota) es semejante al de Moisés en aquel mismo monte, donde recibió la Ley. Igual paralelismo entre ambos personajes vemos en el Tabor (Mat. 17, 17); donde Moisés representa la Ley, y Elias, los profetas. Al bajar del monte de la Transfiguración Jesús anuncia la vuelta de Elias como precursor de su segunda venida al fin del siglo, asi como el Bautista lo había sido de la primera (cf. Mal. 4, 5). De ahí que muchos creen que Elias ha de ser uno de los dos testigos que vendrán al fin (Apoc. 11), y que él promoverá la conversión de Israel. Véase Zac. 4, 3 y 14. No así Alio, Buzy y otros. 9 ss. Esta teofania tiene mucha semejanza con la de Ex. 33, 18-23 y comparte con ella, a lo que parece, el mismo escenario. La aparición de Dios en la brisa suave y apacible enseña al profeta a suavizar su temperamento fogoso e imitar al Padre celestial, quien es benigno y paciente con los pecadores, pues el celo debe ir unido con la mansedumbre. 11. Yahvé no estaba en el terremoto (Vulgata: non in commotione Dominus). "A la manifestación de Jehová suele preceder una manifestación sensible: aquí es, primero, el viento; Jehová no está en el viento; luego una sacudida o terremoto; tampoco está aquí el Señor. Non in commotione. Ya se ve cuan lejana y mal traída es la acomodación corriente de este texto" (Card. Goma, Biblia y Predic p. 269).

GUERRA ENTRE ISRAEL Y SIRIA,

^enhadad,

rey de Siria, reunió todo su ejército, y teniendo consigo treinta y dos reyes, y caballería y carros subió, y poniendo sitio a Samaría la atacó, sEnvio mensajeros a la ciudad, a Acab, rey de Israel, y le dijo: "Así dice Benhadad: STu plata y tu oro son para mí; tus mujeres y tus gallardos hijos, míos son." 15 s. Otro consuelo para Elias: dos nuevos reyes castigarán los pecados dé Acab y Jezabel, y un nuevo profeta aparecerá en Israel. De' estas tres misiones dadas a Elias, las dos primeras serán cumplidas por su discípulo Eliseo (IV Rey. 8, 7-19; 9, 1-6). 18. S. Pablo cita esta promesa del Señor como divina respuesta al celo dolorido de Elias, y aplica esa hermosa esperanza a la futura conversión de todo Israel, que él mismo nos anuncia para los últimos tiempos (Rom. 11, 3 ss.). Le han besado. Los paganos tenían la costumbre de besarse la mano al pasar junto a una estatua como para trasmitirle el beso. Cf. Job 31, 27. De esta costumbre pagana viene, como observa Vaccari, la palabra "adorar" (de os, oris = boca, y la preposición ad). 19 s. Echóle su manto encima; acto simbólico para invitarle a hacerse cargo de la misión profética. La vocación de Elíseo recuerda en mucho la de los apóstoles (véase Mat. 9, 9; Juan 1, 35 ss.). En cuanto al último punto (v. 20), el Evangelio es más categórico (Mat. 10, 37; Luc. 9, 57-62; 14, 26). 1. En los LXX este capítulo viene después del 21.

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III LIBRO DE LOS REYES 20, 4-31

•Contestó el rey de Israel y dijo:. "Como tú dices, señor mío, oh rey, tuyo soy yo y cuanto tengo." *Vinieron otra vez los mensajeros y dijeron: "Así dice Benhadad: Yo he enviado a decirte: Entrégame tu plata y tu oro, y también tus mujeres y tus hijos. 'Mañana, a esta hora, te enviaré mis siervos, que registrarán tu casa y la de tus siervos; y todo lo que es precioso a tus ojos lo tomarán con sus manos, y se lo llevarán". 7Llamó entonces^ él rey a todos los ancianos del país y les dijo: "Entended y ved, cómo este hombre busca el mal; porque envió a pedirme mis mujeres, mis hijos, mi plata y mi oro, y yo no le he dicho que no." fijáronle todos los ancianos y todo el pueblo: "No escuches ni consientas." "Contestó, pues (Acab) a los mensajeros de Benhadad: "Decid a mi señor, el rey: Todo lo que hiciste. pedir a tu siervo al principio, lo haré; pero esto otro no lo puedo hacer." Y se fueron los mensajeros con esta respuesta. 10 Entonces Benhadad envió a decirle: "Así hagan conmigo los dioses, y más todavía, si el polvo de Samaría basta para llenar los puños de toda la gente que me sigue." "Respondió el rey. de Israel, diciendo: "Decidle: N o se12alabe quien se ciñe, sino el que se desciñe." Benhaqad recibió esta respuesta cuando estaba bebiendo, él y los reyes, en los pabellones. Dijo, pues, a sus siervos: "¡Listo!" Y se movilizaron contra la ciudad. ; *?En esto se acercó a Acab; rey de Israel, un profeta, que dijo: "Así dice Yahvé: ¿Ves tú esta gran multitud? He aquí que voy a entregarla hoy en tus manos, y sabrás que yo soy Yahvé." "Preguntó Acab: "¿Por medio de quién?" Y él respondió: "Así dice Yahvé: Por medio de las tropas de los jefes de las provincias." "¿Y quién, replicó (Acab), comenzará la batalla?" "Tú", respondió él. DERROTA DEL REY DE SIRIA.

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Entonces (Acab)

pasó revista a las tropas de los jefes de las provincias, y fueron doscientos treinta y dos; y tras de ellos pasó revista a toda la gente, a .todos los hijos de Israel, que eran siete mil. "Hicieron una salida al mediodía cuando Benhadad estaba bebiendo y embriagándose en los pabellones, él y los treinta y dos reyes auxiliares. "Salieron primero las tropas de los jefes de las provincias, y -envió Benhadad (observadores), que le avisaron, diciendo: "Unos hombres han- salido de Samaría." 18Respondió él: "Si han salido con intenciones pacíficas, prendedlos vivos; y prendedlos 19también vivos, si han salido para pelear." Mas las tropas de los jefes de las provincias —y tras ellos los del ejército— que acabaron de 10 s. Los dos reyes usan expresiones hiperbólicas y proverbiales. Benhadad quiere decir: mis toldados son mil veces más numerosos que los tuyos y destruirán a Samaría sin dificultad alguna. £1 rey de Israel contesta con otra locución proverbial, que significa: No se canta victoria antes de la batalla. 13. Un profeta: Este, como los aludidos en los vr. 22, 28, 35, etc., fui sin duda uno de los salvados por Abdías (cf. 18, 4 ) .

ao

salir, mataron cada uno al hombre (que se ¡es puso adelante), y huyeron los sirios y fué Israel persiguiéndolos. Benhadad, rey de Siria, escapó en un caballo, con algunos de la caballería. 21Salió también el rey de Israel y destrozó los caballos con los carros, haciendo en medio de los sirios grandes estragos. ^Acercóse entonces el profeta al rey de Israel y le dijo: "Ve y cobra fuerza, piensa bien y mira lo que has de hacer; porque el rey de Siria va a subir contra ti a la vuelta del año." 23 Dijeron los siervos del rey de Siria a éste^ "Los dioses de ellos son dioses de montañas; por eso han podido vencernos; si peleamos contra ellos en tierra llana los venceremos. ^Haz ahora esto: Quita a cada uno de los reyes de su puesto, y pon capitanes en su lugar; * y fórmate un ejército semejante al ejercito que has perdido, con otros tantos caballos y otros tantos carros, y pelearemos contra ellos en tierra llana, entonces los venceremos." Escuchó él su consejo e hizo así. 26A la vuelta del año, Benhadad pasó revista a los sirios,2 y subió a Afee para pelear contra Israel. TTambién los hijos de Israel fueron revistados; y provistos de víveres marcharon al encuentro de ellos. Acamparon los hijos de Israel frente a ellos, como dos rebaños de cabras, en tanto que los sirios llenaban - eJ país. ^Acercóse entonces el varón de Dios y dijo al rey de Israel: "Así dice Yahvé: Por cuanto dicen los sirios: Yahvé es un dios de montañas y no un dios de valles, entregaré toda esta inmensa multitud en tu mano; y así conoceréis que Yo soy Yahvé." ^ i e t e días estuvieron acampados unos frente a otros. Al séptimo día se libró la batalla, y los hijos de Israel mataron a los sirios en un día cien mil hombres de infantería. ^Los restos huyeron a la ciudad de Afee, donde cayó la muralla sobre los veintisiete mil hombres que habían quedado. También Benhadad había huido para refugiarse en la ciudad, y huía de un aposento a otro. 31 Dijéronle sus siervos: "Mira, nosotros he20. I,a humillación del rey de-Siria por medio de algunos criados de Israel, es la respuesta de Dios a aquel rey orgulloso que confiaba en sus fuerzas bélicas; es a la vez una advertencia a Acab para que no atribuya la victoria a sus propias fuerzas. 23. "Todos los pueblos orientales, a excepción de los judíos, atribuían sus victorias y sus derrotas al poder o a la debilidad de sus dioses" (Vigouroux, Polyglotte). También creían que cada lugar tenia su dios tutelar. En v. 28 el Dios de Israel reivindica de nuevo, como en 18, 35, su título de único Señor de todo el universo. Todo nos lo da el Padre, hasta su propio Hijo, su Espíritu Santo y la participación de su naturaleza divina y de su misma felicidad eterna e infinita. Pero el honor es para Él solo. Asi lo dice Él mismo en Is. 42, 8 y 48, 11; y asi lo enseña San Pablo en I Tim. 1, 17, Cf. S. 148, 13 y nota. 26. Afee, ciudad de la llanura de Jesreel (Esdrelcn), situada entre Samaría y Galilea. Cf. I Rey. 29, 1. 31. Saco es en la Biblia nombre de cilicio. Era un paño áspero con que se vestían los que estaban de luto o hacían penitencia. Cf. Gen. 37, 34; Jon. 3, 6.

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mos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes benignos. Pongámonos, pues, sacos sobre los lomos, y sogas al cuello, y salgamos a ver al rey de Israel; tal vez te deje la vida." ^Pusiéronse, pues, sacos sobre los lomos y sogas al cuello, y salieron hacia el rey de Israel diciendo: "Tu siervo Benhadad dice: «Déjame, te ruego, la vida»." (Acab) respondió: "¿Vive todavía? Él es mi hermano." «Los hombres tomaron esto por buen agüero, y_ se apresuraron a tomarle por la palabra, diciendo: "¿Benhadad es tu hermano?" Y él dijo: "Id, traedle." Salió, pues, Benhadad a verlo, y éste le hizo subir a su carro. M(Benhadad) le dijo: "Las ciudades que mi padre quitó a tu padre, te las restituiré; y tú establecerás para ti en Damasco bazares como los estableció mi padre en Samaría." "Y yo, (dijo Acab), te dejaré libre a base de esta alianza." Hizo, pues, alianza con él, y le dejó ir. U N PROFETA REPRENDE A AcAB.^Entonces uno

de los hijos de los profetas dijo a su compañero por orden de Yahvé: "Hiéreme, por favor." Mas aquel hombre se negó a herirlo, &por lo cual él le d,ijo: "Por cuanto no has ¡obedecido la voz de Yahvé, he aquí que te matará un león tan pronto como te apartes de mí." Y apartándose de él, lo halló un león y lo mató. 3'Después encontró a otro hombre, y le dijo: "Hiéreme, por favor." Y éste lo hirió y le hizo una llaga, e n t o n c e s se fué el profeta y se puso en el camino del rey, disfrazado con una venda sobre los ojos. **¥ cuando el rey pasaba, dio gritos hacia el rey y dijo: "Tu siervo había salido para participar en la batalla; y he aquí que apartándose un hombre me entregó un prisionero, diciendo: Guarda a este hombre. Si de cualquier manera llegare a faltar, tu vida responderá40 por la suya, o pagarás un talento de plata. Mas andando tu siervo ocupado en esta y otra parte, he aquí que él escapó." Respondióle 34. Basares; literalmente calles. La concesión de bazares en una ciudad extranjera significaba cierto control económico y apoyaba la influencia política del concesionario. De esta manera se formó en la capital siria una colonia israelita, lo cual no contribuyó poco a depravar la religión de Israel. De ahí la oposición de los profetas (v. 35 ss.). 35. Uno de los hijos de los profetas: Así se llamaban los discípulos de los profetas que vivían juntos en una escuela de profetas. Cf. I Rey. 10» 10: 19, 18 ss.; IV- Rey. 3, 2; 4, 38; 6, 1. Aquí se trata probablemente del profeta iMiqueas (cf. 22, 8). 36. Hay aquí una doble e importante lección moral. El acto de berir a su compañero —cosa ordinariamente mala— era aquí buena, pues así lo quería el Señor. A la inversa, la clemencia de Acab con el rey vencido —cosa ordinariamente buena— fué mala en este caso, según se ve más adelante. Hemos de aprender así que la suprema norma de todo bien es, exclusivamente, la voluntad de Dios, único Autor y Dueño del universo y primera fuente de toda verdad y justicia. 40. Para dar a conocer al rey que había merecido un castigo, el profeta hace uso de un artificio semejante al de Natán (II Rey. 12, 1 ss.), de manera qur el rey pronunciando la sentencia contra el profeta se condena a si mismo.

n i LIBRO DE LOS REYES 20, 31-43; 21, 1-»

el rey de Israel: "Tú mismo has pronunciado tu sentencia." «Entonces (el profeta) se quitó apresuradamente la venda de sus ojos, y el rey de Israel conoció que era uno de los profetas. ^ Y éste le dijo: "Así dice Yahvé: Por cuanto has dejado escapar de tu mano al hombre que Yo había entregado al anatema, responderá tu vida por su vida, y tu pueblo por su pueblo." 43Tras esto el rey de Israel se fué a su casa enojado e irritado; y así llegó a Samaría. CAPÍTULO XXI JEZABEL Y LA VINA DE NABOT.

después de

esto sucedió lo siguiente: Nabot de Jesreel tenía una viña que estaba en Jesreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaría. 2 Habló Acab a Nabot, diciendo: "Dame tu viña, para que me( sirva de huerto para legumbres; porque está tan cerca de mi casa; y yo te daré en su lugar otra viña mejor que ella; o si te parece bien, te pagaré su valor en dinero." *Nabot respondió a Acab: "¡Líbreme 4Yahvé de darte la herencia de mis padres!" Acab volvió a su casa enojado e irritado, a causa de la respuesta que le había dado Nabot de Jesreel en estos términos: "No te daré la herencia de mis padres." Se echó sobre su cama, ocultó su rostro y no comió nada. s Vino a verle Jezabel, su mujer, y le dijo: "¿Por qué está tu espíritu tan triste y no pruebas bocado?" "Él le respondió: "He hablado con Nabot jesreelita, dicíéndole: «Dame tu viña por dinero, o si quieres te daré otra viña en cambio de ella.» Pero él contestó: «No te daré mi viña.»" 'Díjole Jezabel, su mujer: "ijReinas tú efectivamente sobre Israel? ¡Levántate, come pan, y alégrese tu corazón! Yo te daré la viña de Nabot jesreelita." *Luego escribió ella cartas en nombre de Acab, sellándolas con el sello de éste, y envió las cartas a los ancianos y nobles que habitaban con Nabot en su ciudad. 9 He aquí el contenido de las cartas: "Promulgad un ayuno y sentad a Na2. Dame tu viña: "|Ob rico avaro I, exclama S. Ambrosio, comentando este pasaje: No sabes cuan pobre eres tú que dices ser rico I Cuanto más tienes, más codicias; y aunque alcances la opulencia, te parece que todavía no tienes bastante. El oro alimenta la avaricia, y no la apaga. La codicia tiene innumerables grados; cuanto más alcanza más quiere alcanzar; cuanto más sube, de más alto viene a caer. 3. La Ley insinuaba no vender la herencia paterna, excepto en caso de extrema necesidad, y entonces con el derecho de reclamarla en el año jubilar (Lev. 25, 13 ss.; Núm. 36, 7 ss.). 9. Promulgad un ayuno: "\ Abominable crimen predicar el ayuno para cometer un homicidio!" ( S . Juan Crisóstomo). "Como mujer inteligente y despótica, halla pronta salida al negocio. Manda convocar un día de penitencia por los males que sufrían o que podían amenazar. Era ocasión de que todos hicieran examen de su conducta y confesión de sus pecados ante Dios; lo era también de delatar el crimen de alguno que pudiera sospecharse fuera causa del mal. Nabot iba a ser la víctima expiatoria, que traería la remoción de la supuesta calamidad" (Nácar-Colunga .

III LIBRO DE LOS REYES 21, 9-29; 22, 1-8

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10

bot entre los primeros del pueblo; y frente a él poned a dos hombres, hijos de Belial, que depongan contra él, diciendo: «¡Tú has maldecido a Dios y al Rey!» Después sacadle y apedreadle para que muera." 11 Sus conciudadanos, los ancianos y nobles que habitaban en su ciudad, hicieron conforme a la orden de Jezabel y según estaba escrito en las cartas que ella les había mandado. 12 Proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot entre los primeros del pueblo. " Y vinieron dos hombres, hijos de Belial, que se sentaron en frente de él; y depusieron los hombres de Belial contra Nabot, delante del pueblo, diciendo: "¡Nabot ha maldecido a Dios y al Rey!" Luego le sacaron fuera de la ciudad y le apedrearon, y así murió. "Después enviaron a decir a Jezabel: "Nabot ha sido apedreado y murió." 15Cuando Jezabel supo que Nabot había sido apedreado y que había muerto, dijo a Acab: "¡Levántate, toma posesión de la viña de Nabot jesreelita, el cual se negó a dártela por dinero; que ya no vive Nabot, sino que ha muerto!" "AI oír Acab la noticia de la muerte de Nabot, se levantó y bajó a la viña de Nabot jesreelita, para tomar posesión de ella. ELÍAS ANUNCIA EL CASTIGO DE DIOS.

17

Enton-

ces fué dirigida la palabra 18 de Yahvé a Elías tesbita en estos términos: "Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaría. He aquí que está en la viña de Nabot! adonde ha bajado para tomar posesión de ella. 19Y le hablarás, diciendo: «Así dice Yahvé: No sólo has cometido un asesinato. sino que también has robado.» Y le dirás, además: «Así dice Yahvé: En el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de Nabot, lamerán los perros tu propia sangre.»" ^Respondió Acab a Elías: "¿Me has hallado enemigo mío?" Y dijo él: "Sí, te he hallado; por cuanto te has vendido para hacer lo que es malo a los ojos de Yahve. 21 He aquí que haré venir el mal sobre ti; barreré tu posteridad, y exterminaré de la casa de Acab a todos los varones, a los esclavos y a los libres en Israel. **Y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasá, hijo de Ahías, por cuanto me hasprovocado a ira, haciendo pecar a Israel." 2STambién respecto de Jezabel ha hablado Yahvé, diciendo: 'Los perros comerán a Jezabel junto al muro

de Jesreel. ^Al que de Acab muriere en la ciudad, le comerán los perros, y al que muriere en el campo, le comerán las aves del cielo." 2 pPues no hubo nadie como Acab, el cual instigado por su mujer Jezabel se vendió para hacer el mal a los ojos de Yahvé. aeobró de una manera muy abominable, siguiendo en pos de los ídolos y haciendo exactamente lo mismo que habían hecho los amorreos, a quienes Yahvé arrojó de delante de los hijos de Israel. 27 Cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso un saco sobre su cuerpo y ayunó y se acostó con su saco y andaba silencioso. ^Entonces fué dirigida esta palabra de Yahvé a Elías tesbita: ^ ' ¿ H a s visto cómo se humilla Acab delante de Mí? Por cuanto se ha humillado delante de Mí, no descargaré este mal en sus días. En los días de sus hijos haré venir el mal sobre su casa."

CAPÍTULO xxn _ALIANZA DE ACAB CON JOSAFAT.

x

Pasaron tres

años sin2 que hubiera guerra entre la Siria e Israel. Mas al tercer año Josafat, rey de Judá, bajó a ver al rey de Israel. SDijo entonces el rey de Israel a sus siervos: "¿No sabéis que Ramot-Galaad es nuestra? ¡Y nosotros no hacemos nada para quitársela de las manos del rey de la Siria!" 4Dijo, pues, a Josafat: "¿Quieres ir conmigo para atacar a Ramot-Galaad?" Respondió Josafat al rey de Israel: "Yo hago lo mismo que tú; mi pueblo es tu pueblo, mis caballos son tus caballos." "Josafat dijo, además, al rey de Israel: "Consulta, te ruego, hoy la palabra de Yahvé." EL PROFETA MIQUEAS. «Juntó, pues, el rey de

Israel a los profetas, unos cuatrocientos hombres, y les dijo: "¿Iré a atacar a Ramot-Galaad, o desistiré?" "Sube, dijeron ellos, y el Señor la entregará en manos del rey." 'Preguntó entonces Josafat: "¿No hay aauí algún profeta de Yahvé, para que por medio de él hagamos una consulta?" Respondió el rey

24. Véase el cumplimiento de este vaticinio en IV Rey. 9, 33 ss. 29. "Donde vemos que, porque se mudó Acab el ánimo y el afecto con que estaba, mudó también Dios su sentencia. De donde podemos colegir, para nuestro propósito, que aunque Dios haya revelado o dicho a un alma afirmativamente cualquier cosa en bien o en mal, tocante a la misma alma o a otras, se podrá mudar en más o menos, o variar, o quitar del todo, según la mudanza o variación de 10. Hijos de Belial: es decir, hombres malvados. afecto de la tal alma o causa sobre que Dios se funEl mismo soborno de testigos falsos y la misma daba" (S. Juan de la Cruz. Subida del Monte Caracusación de blasfemia contra Dios y de rebeldía melo, II, 18). "Si Dios detiene su ira ante la somcontra el César, hallamos en la Pasión del Divinó bra y apariencia de la penitencia, dice S. Gregorio (Magno, | cuan eficaz no será el arrepentimienRedentor. 13. La Ley disponía para el pecado de blasfemia to verdadero 1" Y S. Ambrosio escribe: "Caer en el pecado es propio de nuestra miseria, arrepentirse la pena de muerte (Lev. 24, 16). es acto de virtud." |Tal es la magnanimidad de 19. La profecía se cumplió en Acab mismo (v. 38), Dios, que nos computa como un mérito lo que apey más aún en su hijo joram (IV Rey. 9, 21 ss.). nas parece la más elemental obligación! 20. Aquí vemos nuevamente la fortaleza del fo2 ss. Véase II Par. 18, 2 ss. goso profeta (18, 15 y 19, 13). 21. Todos los varones: Sobre la correspondiente 6. Se trata aquí de profetas de Baal. El único locución hebrea víase 14, 10; 16, 11; I Rey. 25, 22 profeta del Señor era Miqueas (v. 8). Este mismo es sin duda el que apareció en 20, 35 ss. y notas. Vulgata: hasta los perros.

III LIBRO DE LOS REYES 33, 8-36

376

de Israel a Josafat: "Queda todavía un hombre por cuyo medio podríamos consultar a Yahvé; pero yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino solamente mala. Es Miqueas, hijo de Imlá." Replicó Josafat: "No hable el rey así." 9Llamó, pues, el rey de Israel a un eunuco y dijo: "Trae presto a Miqueas, hijo de Imlá." 10 E1 rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos de gala, en una plaza contigua a la entrada de la puerta de Samaría, y todos los profetas profetizaban delante de ellos. 11Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho cuernos de hierro, y decía: "Así dice Yahvé: y para que Dios asistiese a los levitas, portadores alégrese el corazón de los que buscan a Yahvé! del Arca de la Alianza de Yahvé, 27sacrificaron siete becerros y siete carneros. David iba "¡Buscad a Yahvé y su fortaleza; buscad de continuo su Rostro! ceñido de un manto de lino fino, lo mismo que todos los levitas, portadores del Arca, y 29. Le despreció. Véase la r.dmirable actitud de los cantores, y Conenías, que dirigía el trans- David en I I Rey. 6, 20 ss. y nota. David sintió que porte en medio de los cantores. Llevaba David Micol con su proceder no sólo ofendía al marido sino también a Dios. Y Dios la castigó con lo que también sobre sí un efod de lino. 28Todo Israel más a una mujer: le niega la maternidad ( I I acompañaba el traslado del Arca de la Alianza Rey. duele 6, 23). Entre cónyuges no puede ser castigado

de Yahvé con gritos de júbilo, al son de ciá- uno sin que sufra el otro, pues son una sola carne.

i s . Los hijos de los levitas. Hebraísmo: los pertenecientes a la tribu de Leví. 17. Etán, tal vez idéntico con Iditún. Véase 25, 1 y nota. 20. Tenían salterios de tonos altos. Traducción dudosa. S. Jerónimo vierte: cantaban himnos misteriosos con salterios. En hebreo: al Alamot. Así se titula el Salmo 45 y otros. Muchos creen que con este motivo escribió David el misterioso Salmo 67, cuyo carácter profético se aclara ampliamente gracias a trabajos recientes sobre el texto original (cf. Wutz, Zorell, Rembold, etc.). 22. Según otros traductores el sentido es: Conenías dirigía el traslado (de la capilla). Lo mismo en el vers. 27. 27. Manto de lino fino. David lleva en esta ocasión ropas sacerdotales porque él organizaba el traslado del Arca, y además, era rey ungido y teocrático. Cf. Ex. 28, 6 y nota.

Así que lo que para iMicol fué un castigo, produjo sufrimiento en David. 1 ss. Véase I I Rey. 6, 17 ss. David ofreció, él mismo, sacrificios, a pesar de no ser sacerdote. Véase sobre esto S. 98, 6 y nota. Cf. 15, 27 y nota. También bendijo el rey al pueblo. No es probable que esta bendición fuese la litúrgica, la cual estaba reservada a los sacerdotes (Núm. 6, 22). Pero en Ecli. 47, 11 s. vemos que fué agradable a Dios, lo mismo que todo cuanto en esta ocasión dispone el rey profeta en orden al culto divino; muy al contrario de la conducta arrogante de Saúl, que le acarreó la reprobación de Dios (I Rey. 13, 8-14; 15, 22 ss.). 8 ss. El siguiente canto (v. 8-36) consta de los Salmos 104, 1-15; 95, 1-13; 105, 1 y 47 s. Véase allí las notas. 11. Buscad de continuo su Rostro i procurad aplacarlo, haced que os sea propicio, alabadlo y tributadle el culto prescrito.

I PAHAL1POMENOS 18, 12-43

422

"¡Acordaos de las maravillas que Él ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca, 13 oh hijos de Israel, su siervo, descendientes de Jacob, sus elegidos! 14

É1 es Yahvé, Dios nuestro; Él es quien juzga toda la tierra.

15

Recordad para siempre su Alianza, la palabra valedera para mil generaciones; el pacto que firmó con Abrahán, y el juramento que prestó a Isaac.

18

17

Estableciólo para Jacob como ley, y para Israel como alianza eterna; "diciendo: "Te daré el país de Canaán, como parte de vuestra herencia." 19

Cuando erais escasa gente, poco numerosos, y extranjeros en el país; "cuando iban de una nación a otra, y de un reino a otro pueblo, sl ifo permitió que nadie los oprimiese.

31

¡Regocíjense los cielos, y alégrese la tierra; digan los gentiles: "¡Yahvé es rey!" 32 ¡Brame el mar, y cuanto lo llena! ¡Salten de júbilo los campos, y cuanto en ellos existe! ^Prorrumpan en gritos de alegría los árboles de la selva, ante Yahvé; pues viene a juzgar la tierra. 34

¡Alabad a Yahvé, porque Él es bueno, porque es eterna su misericordia! Y decid: "¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación; reúnenos y líbranos de las naciones, para que celebremos tu santo Nombre, y nos gloriemos, cantando tus alabanzas!

35

36

Bendito sea Yahvé, el Dios de Israel, por eternidad de eternidades."

Y todo el pueblo dijo: "Amén", y alabó a Yahvé. DISPOSICIONES ACERCA DEL CULTO.

37

Entonces

dejó (David) allí, delante del Arca de la Alianza.de Yahvé, a Asaf y sus hermanos, paPor amor de ellos castigó a reyes; 22 ra el servicio continuo delante 38 del Arca, se";No toquéis a mis ungidos, gún el reglamento de cada día; y a Obedeni hagáis mal a mis profetas!" dom. con sus hermanos, en número de sesenta y ocho; y a Obededom, hijo de Iditún, y a 23 Cantad a Yahvé, oh tierra toda, Hosá, como porteros; 39asimismo a Sadoc, el anunciad de día en día su salvación. sacerdote, y sus hermanos, los sacerdotes, de^Narrad entre las naciones su gloria, lante de la Morada de Yahvé, en la altura sus maravillas a todos los pueblos. de Gabaón, 40para que ofreciesen continuamente holocaustos a Yahvé en el altar del ho25 Pues grande es Yahvé, locausto, por la mañana y por la tarde, según y digno de toda alabanza; todo lo dispuesto en la Ley de Yahvé, que Él y mas temible que todos los dioses. había prescrito a Israel. 4ICon ellos (estable"Porque ídolos son todos los dioses de los ció) a Hernán y a Iditún, y a los otros esco[pueblos. gidos y nominalmente designados, para alabar a Yahvé: "Porque su misericordia es eterna." Yanve na creado los ciclos; 42 Con ellos estaban, pues, Hernán e Iditún, que ^gloria y majestad están ante Él, tenían las trompetas y los címbalos para cuanfortaleza y alegría, en su Morada. tos los tocaban, y los instrumentos para los ^Tributad a Yahvé, cánticos de Dios. Los hijos de Iditún eran oh familias de los pueblos, porteros. dad a Yahvé la gloria y el poder! 43 Luego todo el pueblo se fué, cada cual a "¡Tributad a Yahvé su casa; también David se volvió para bendela gloria de su Nombre! cir su casa. ¡Traed ofrendas, 35. Plegaria profética que dijo David previendo y presentaos delante de Él! el cautiverio del pueblo y su dispersión entre las naciones. Véase" S. 105, 47 y nota. Algunos opinan ¡Adorad a Yahvé con adorno sagrado! que el versículo es posterior al cautiverio y fué "¡Conmuévase ante Él toda la tierra! Firme está el orbe, y no será conmovido. 22. Mis ungidos, ^s decir, los reyes, como representantes de Dios, los patriarcas, y aun todos los israelitas por ser un pueblo particular Suyo. 28. "Los versos 28-33 son mesiánicos, por referirse al triunfo universal de Yahvé, que había de realizar el Mesías" (Nácar-Colunga). La ¡dea mesiánica se nota especialmente en el vers. 33, donde el profeta habla del juicio.

agregado por Esdrn.s. 39. En la altura de Gabaón, porque allí estaba tedavia el Tabernáculo; solamente el Arca se bailaba en Jerusalén. _ La centralización del culto quedó así intacta. Más tarde David levantó un altar en Jerusalén. Véase II Rey. 24, 18 ss. 41. Porque su misericordia es eterna. Cf. II Par. 5, 13; S. 135, etc. Esta alabanza, la que más se repite en toda la Escritura porque nada glorifica más a Dios que el reconocimiento de su bondad, es la que dicen al comenzar la Misa los sacerdotes de la Orden de Sto. Domingo, en vez del Salmo 42, de acuerdo con lo establecido por el Papa Pío V. Cf. II Rey. 7, 23 y nota.

I PABAXJFOMENOS 17, 1-27; 18. 1-5

423

forme a • toda esta visión, habló Natán con David.

CAPÍTULO XVII PROMESA DEL REINO ETERNO.

1

Morando ya

18

ORACIÓN DE DAVID. Fué entonces el rey David en su casa, dijo a Natán profeta: "He David,^ se sentó delante de Yahvé y dijo: aquí, yo estoy habitando en una casa de ce- "¿Quiénysoy yo, oh Yahvé Dios, y cual es mi dro, mientras el Arca de2 la Alianza de Yahvé casa, para que me hayas elevado hasta aquí? está debajo de lonas." Respondió Natán a 17Y esto es todavía poco a tus ojos, oh Dios; David: "Haz todo cuanto tienes en tu cora- pues has hablado del lejano porvenir de la zón, porque Dios está contigo." casa de tu siervo, y me miras como si fuese 3 Én aquella misma noche fué dirigida a un hombre distinguido, oh Yahvé Dios. 18¿Qué Natán la palabra de Yahvé, que decía: *"Ve, más podrá decirte David de la honra (concey di a mi siervo David: Así dice Yahvé: N o dida) a tu siervo?^ pues T ú conoces a tu serás tú quien me edifique Casa para que siervo. i»Oh Yahve, por amor de tu siervo, habite en ella. 5Pues no he habitado en casa y según tu corazón, has hecho toda esta cosa alguna desde el día en que hice subir a los tan grande, para manifestar todas estas granhijos de Israel hasta el día de hoy; sino que dezas. ^ O h Yahvé, no hay semejante a Ti, ni anduve de una tienda a otra y (siempre mu- hay otro Dios fuera de Ti, según todo lo que dando nú) morada. 'Dondequiera que iba con hemos oído con nuestros oídos. 21Y ¿qué otra todo Israel, ¿dije Yo acaso una sola palabra nación hay en la tierra semejante a Israel, tu a alguno de los Jueces de Israel a quienes pueblo, que Dios fué a rescatar para hacerlo mandé apacentar a mi pueblo: Por qué no pueblo suyo? Así te ganaste un nombre meme edificáis una Casa de cedro? 'Dirás, pues, diante obras grandes y terribles, arrojando a mi siervo David: Así dice Yahvé de los Ejér- naciones de delante de tu pueblo que rescacitos: Yo te he tomado de la dehesa, de de- taste de Egipto. 22 Tú has constituido a Israel, trás de las ovejas, para8 que fueses el príncipe tu pueblo, como pueblo tuyo para siempre; y dé mi pueblo Israel. He estado contigo por Tú, Yahvé, te has hecho su Dios. ^Ahora, dondequiera que has andado, y he extirpado a todos tus enemigos delante de ti, y te he mes, oh Yahvé, sea firme para siempre la padado nombradla semejante a la de los gran- {abra que has dicho respecto de tu siervo y des de la tierra. »He concedido morada a Is- respecto de su casa; y haz según tu palabra. rapl, mi pueblo, y lo he plantado para que ^Sí, sea firme; y sea tu nombre glorificado habite en su propio lugar; y no sera más in- eternamente cuando se diga: Yahvé de los quietado, ni volverán los hijos10de la iniquidad Ejércitos, el Dios de Israel, es el Dios para a vejarlo como al principio, y como en los Israel. Y la casa de tu siervo David sea esdías en que constituí Jueces sobre Israel, mi table delante de Ti. ^Por cuanto Tú, oh Dios pueblo. He humillado a todos tus enemigos, y mío, has revelado a tu siervo que vas a edite anuncio que Yahvé va a edificarte a ti una ficarle una casa, por esto tu 26siervo se ha casa. "Cuando se te cumplieren los días para atrevido a orar delante de Ti. Ahora, pues, y T ú has prometido este que vayas a tus padres, Yo alzaré tu descen- Yahvé, T ú eres Dios, 3 t dencia en pos de ti, a uno de entre tus hijos. bien a tu siervo. ^ Y ahora te has dignado 12 y haré estable su reino. É1 me edificará una bendecir la casa de tu siervo, para que perCasa, y Yo haré estable su trono para siempre. manezca siempre delante de Ti. Porque lo 13 Yo seré padre para él, y él será hijo para que Tú, oh Yahvé, bendices, es bendito para Mí, y no apartaré de él mi gracia, como la siempre." aparté de aquel que te ha precedido. w Yo CAPÍTULO XVIII 1 18 ^Tal es la suerte ¿No está sú fortuna en sus manos? que Dios al impío tiene reservada, ¡Lejos de mí el consejo de los impíosl 17 y la herencia que Dios le ha asignado." Pues ¡cuántas veces se apaga la lámpara de los malvados, y viene sobre ellos su destrucción! CAPITULO XXI ¡Y cuántas veces (Dios) en su ira 1 RESPUESTA DE JOB A SOFAR. Replicó Job y 18les asigna dolores! Son como hojarasca llevada por el viento, dijo: como tamo que arrebata un torbellino. ^'Escuchad bien mis palabras. w Que me deis, a lo menos, este consuelo. (Dicen) que Dios guarda para los hijos 'Toleradme, para que pueda hablar; la iniquidad del (padre). y cuando haya hablado, ¡Que le castigue a él, para que sepa! 20 podréis burlaros. ¡Vean sus propios ojos su ruina, 4 ¿Por ventura me quejo de un hombre? y beba él mismo la ira del Omnipotente! ¿Cómo no ha de impacientarse mi espíritu? 21Pues ¿qué interés puede tener él por el futuro de su casa, 'Miradme y espantaos, , cuando se le cortare el número de sus meses? 22 y poned la mano sobre la boca. ¿Es acaso a Dios, s Yo, de sólo pensarlo, tiemblo, a quien se puede enseñar sabiduría. y se apodera de mí un escalofrío. siendo Él quien juzga a los grandes? 7 ¿Cómo es que viven los inicuos, alcanzan muchos años y gran fuerza? ^Uno muere en su pleno vigor, *Sús hijos viven en su presencia, y sus vastagos ante sus ojos. 13. Sin darse cuenta: Otros vierten; en un instante (Crampón, Bover-Cantera), tranquilamente (Nácar'Sus casas están en paz, sin temer nada, Colunga). El sentido es: "No siempre castiga Dios y la vara de Dios no los alcanza. 10 a los malos en este mundo; hasta les envía tina Sus toros son siempre fecundos, muerte apacible en la apariencia" (Card. Goma, Bisus vacas paren y no abortan. blia y Pred. p. 269). No conviene, pues, aplicar este pasaje a la vida aparentemente feliz de los impíos "Como manadas de ovejas que mueren sin sufrir dolor, porque Dios les prepara salen sus pequeñuelos, una inesperada muerte. Sepulcro, en hebreo: scheol. y sus niños saltan (de gozo). Cf. 19. 25 s. y nota. 12 Bailan al son de la pandereta 14. Retírate de nosotros: Hoy se dice esto a Dios de mil maneras, pero con más cortesía, no tan direcy de la cítara, tamente, porque somos hombres cultos. La ofensa es y se regocijan al son de la flauta. la misma. Es la impiedad, no de los pecadores que 26. Fuego no encendido: "Todos convienen en que se indica en este lugar la condición del fuego del infierno, que abrasa pero no alumbra, y como interpreta el M. León, se enciende sin ser soplado, y quema sin estar expuesto al aire. Véase el Crisóstomo y San Gregorio" (Scío). 1. Sorprende este empeño de Job por seguir hablando a quienes no lo entienden por falta de espíritu. Es que Dios ha querido dejarnos estas grandes lecciones por medio de su querido siervo. Como regla, la Sagrada Escritura nos enseña a huir de toda clase de disputas. Cf. Prov. 18, 6; I Tim. 2, 23; Tit. 3, 9. 2. Este consuelo: el consuelo que me deis y que consiste sencillamente en escucharme. Verdadera obra de misericordia es atender al afligido que se desahoga, y no, por el contrario, amargarlo con reproches. 4. No de un hombre. "Se trata en verdad de un enigma de la Providencia divina" (Knabenbauer). Cf. 19, 6 y nota. 7. Job aduce contra las acusaciones de sus amigos un nuevo argumento, advirtiendo que muchas veces aquí abajo los injustos son felices, pero, en cambio, serán castigados tn el día de la perdición (vers. 30). Sobre este problema véase S. 72 y sus notas; Jer. 12, 1 ss.; llab. 1, 3.

caen por frágiles, sino de los soberbios que creen no necesitar de Dios, o de los fariseos que prefieren las tinieblas a la luz (Juan 3, 19; S. 35, 4 y nota). Cf. el caso de los gerasenos que pidieron a Jesús que se retirase (Luc. 8, 26 ss.). 19. ¿Dios castigará al padre en sus hijos? Job rebate tal aserto de Sofar (20, 10) y de Eüfaz (5, 4). Sobre el sentido de Ex- 20, 5, cf. Ez. 18, 20; Gen. 8, 2 1 ; Luc. 12, 48; 7, 43; iMat. 9, 11; 18, 13 y Cat. Rom. I I I , 2, 36. 20 s. Al muerto no le importa el destino de su casa, pues ya no siente nada. Además, h prueba habría de ser en la propia carne, pues nadie suele escarmentar en cabeza ajena. 22. He aquí el fondo de la doctrina de Job y de toda la Sagrada Escritura: Dios es la perfecta Sabiduría y Bondad, y nos da sobradas pruebas de ello como para que pensemos bien de Él, y no lo juzguemos cuando no lo entendemos con la razón. Los pequeños lo entienden porque no lo juzgan sino que lo admiran como un niñito a su padre. Cf. S. 50, 6; Rom. 8, 7; 9, 2 1 ; Sab. 1, 1; Prov. 9, 9, etc. 23 ss. Continúa Job exponiendo el misterio de la prosperidad de muchos impíos, etc. (cf. 12, 6 y nota) y lo hace con admirable crudeza de verdad. Dios no tiene nada que ocultar y no necesita de nuestras mentiras para que lo ón y nada desea más que volver al Señor y a su santuario (cf. S. 26, 4). El apóstol San Pablo enseña a colmar esa ansia en todo momento, haciendo que Cristo habite en nuestros corazones por la fe. Véase esta admirable revelación en Ef. 3, 8-19 (Epístola de la Misa del Sagrado Corazón). 4 s. Lo que nos -mueve a alabar a« Dios y a predicarlo con ansias de apostolado, no es tanto su poder y los demás atributos que pueda suponer en Él la filosofía, cuanto la misericordia con que nos ama su corazón paternal. Cf. S. 53, 8 y nota. David no sólo prefiere esa - misericordia a la vida, a los atractivos de la vida presente (y era un poderoso rey quien así hablaba), sino que, como vimos en el v. 2, no quiere vivir de propia suficiencia, sino de la gracia. Véase Is. 55, 1 ss., donde se recuerdan esas misericordias que como enseña S. Pedro, siguiendo al mismo David, no se aprecian sino por experiencia (I Pedro 2, 3; S. 33, 9). 5. Levantaré mis manos (cf. S. 27, 2 ) : He aquí una hermosa actitud que parece debiera conservarse en la oración, pues es notable que, no obstante el carácter de la predicación apostólica, apartada de toda tendencia ritualista, como correspondía al Mensaje de Jesús "en espíritu y en verdad" (Juan 4, 23), S. Pablo lo indica así a los hombres en I Tim. 2, 8. Cf. S. 27, 2; 118, 48; 133, 2; 140, 2; Lam. 2. 19; 3, 41. 6. Médula y gordura: Es la gracia divina que, dilatando el corazón, inspira la alabanza (S. 118, 32 y nota). "No te alabarían, Señor, mis labios si no me previniese tu gracia. Don tuyo es, gracia tuya es el que yo pueda y acierte a alabarte" (San Agustín).

7

bienes recibidos del Padre celestial (S. 102, 2 s s . ) , y sobre todo el don supremo: su propio Hijo (Juan 3i 16); y el don del Hijo: su propia vida temporal (Juan 10, 18) y su misma vida divina y gloriosa (Juan 6, 57; 17, 22); y el don del Espíritu como luz y fuerza (Luc. 11, 13; Juan 14, 26; 16, 23); como santidad gratuita (I Tes. 4, 8 y nota); como sello de semejanza con Dios y "arras de nuestra esperanza" (II Cor. 1, 22 s.; Ef. 1, 13) y en las promesas dichosísimas que nos han sido hechas. Cf. F¡lip. 3, 20 s., etc. El que se acostumbra a meditar (Luc. 2, 19) las palabras de Dios que contienen tales dones, tales bondades y tales promesas, centuplica su fe y entonces descubre que el amor a la Palabra de Dios es una cosa inmensa. Véase S. 29, 6; 70, 1; 76, 5; 118, 55. 9. Tu diestra me sustenta: Esto es, de un modo permanente como la -vid a los sarmientos (Juan 15, 1 ss.). Sin ella, no sólo caería en el pecado sino que mi ser volvería a la nada, pues en Él tenemos la vida, el movimiento y el ser, como dijo S. Pablo a los del Areópago en Hech. 17, 28. Cf. S. 103, 29 s., y nota. Notemos que dice: me sustenta si mi almCt se adhiere. No es que nosotros tengamos que darle antes algo a Él, pues Él nos amó primero (I Juan 4, 10; Rom. 11, 35; Job 41, 2) y es bueno también con los desagradecidos y los malos (Luc. 6, 35). Es simplemente una cuestión de aceptación, de comunicación con Él. El agua viva se da rrratis (cf. v. 2; Apoc. 22, 17 y nota) y sólo es cuestión de tomarla. El que no la quiere, claro está que no tendrá la vida, así como un remedio sólo sana al que confía en él y se decide a tomarlo. Puede Dios hacer una excepción en los niños aun no conscientes, pues hasta los lactantes pueden glorificarlo (Mat. 21, 16; S. 8, 3), y de ellos es el Reino de los cielos (iMat. 19, 14). Pero el hombre es libre y debe libremente aceptarlo o rechazarlo (Cant. 3, 5, y nota; cf. Mat. 20, 25 y nota), y debe hacerlo en forma definida, pues Jesús declara que si uno no está con Él, está contra Él (Luc. 11, 23). Entretanto, "nuestra confianza con Dios debe llegar hasta confesarle nuestra falta de confianza en El", puesto que es Él, como dice S. Agustín, quien nos da aún eso que nos pide. 12. Que jura por Él: Que le adora como a Dios. Jurar por Dios significa reconocerlo como Seflor y Juez (cf. Deut. 6, 13). En tanto que, etc.: Como ha observado Duhm, este final que aquí está fuera de metro, completa muy bien la última estrofa del Salmo anterior, por lo cual parece haber existido un error de copista.

LOS SALMOS 6» (64). 1-11; 64 (65). 1-6

622 SALMO 63 (64)

SALMO 64 (65)

Dios FRUSTRA LOS ARDIDES

L A ALABANZA EN SlÓN

l

Al maestro de coro. Salmo de David. *Oye, oh Dios, mi voz en esta queja; libra mi vida del enemigo aterrador. 'Ampárame contra la conspiración de los malvados; contra la turba de los malhechores, •que aguzan su lengua como espada, y lanzan su saeta:; la palabra venenosa, 5 para herir a escondidas al inocente; para alcanzarlo de improviso, a mansalva. •Afirmados resueltamente en sus perversos designios, se conciertan para tender sus lazos ocultos, diciendo: "¿Quién nos verá?" Traguados los^ planes dolosos (dicen): "El golpe está bien preparado, procedamos." ¡Profundo es el pensamiento y el corazón del hombre! 'Pero Dios les manda una saeta, quedan heridos de improviso; •su propia lengua los arruina, y cuantos los miran menean la cabeza. "Entonces todos temerán y proclamarán la obra de Dios, y reconocerán que es cosa suya. "Entretanto el justo se alegrará en Yahvé y en Él confiará; y se gloriarán todos los de corazón recto. 2 ss. David, en medio de sus calumniadores, aguardaba humildemente la mano auxiliadora de Dios, como tipo y figura de Jesucristo, el Cordero de Dios. Libra mi vida: Los LXX vierten: libra mi alma, lo cual significaría, no solamente: defiéndeme, sino también: dame fortaleza para que no tema aún cuando me amenacen. 4 s. Las lenguas malignas (espadas y saetas) tratan de socavar la buena fama del rey. Véase S. 56, 5 y nota. A mansalva (v. 5 ) : Otros vierten: sin temor; la Siríaca: sin ser vistos. 6. jQuién nos verá? Es la falaz confianza de todo malhechor. Pero Jesús nos -dijo que nada quedará oculto (Luc. 12, 2 s . ) . 7. El texto es oscuro y de diversa interpretación. Lo hemos vertido, como Calés, en la forma que nos parece más adecuada al contexto, con el sentido, intensamente dramático, de un elogio al hombre, cosa muy propia de los malhechores. Otros prefieren presentarlo como una reflexión del Salmista: "|Oscuro abismo es el corazón del hombre!" S. Agustín lo aplica, según la Vulgata, a los cálculos fallidos de los enemijos de Jesús, que creyeron impedir su Resurrección poniendo guardias en el sepulcro (Mat. 27, 62 ss.). 8. Les manda, etc.: Asi el nuevo Salterio Romano. Otros usan el futuro. 10 s. Este final en que la súbita caída de los calumniadores servirá de escarmiento a todos, ^ no es por cierto lo que ocurre actualmente en la vida ordinaria, y además contrasta con el resultado que tendrán las placas del Apocalipsis (Apoc. 9, 20 s.; 16, 9 ss.). De ahí que es de pensar que, -más allá del caso personal del salmista, l e proyecta aqui la luí "del juicio mesiánico y del juicio eacatológico" (Calés).

t-Al maestro de coro. Salmo de David. Himno. *A Ti, oh Dios, es debida la alabanza en Sión, y a Ti se han de cumplir los votos. S A Ti, que oyes las plegarias, a Ti ira toda carne, a causa de los pecados. 'Prevalecen contra nosotros nuestras iniquidades, mas Tú las perdonas. 'Dichoso aquel a quien Tu elijas y atraigas, para que habite en tus atrios. Nos hartaremos de los bienes de tu casa y de la santidad de tu Templo. •En tu justicia nos escuchas con estupendas señales, oh Dios salvador nuestro, esperanza de todos los confines de la tierra y de los más lejanos mares. 1. En el texto hebreo no se hace mención de Jeremías ni de Ezequiel ni tampoco del cautiverio, como en la Vulgata, donde una nota añadida al epígrafe, sin duda como intento de interpretación profética y contradictoria con la atribución davidica que él mismo contiene, llevó a algunos a interpretarla del cautiverio de Babilonia, como hace notar Ubach, el cual destaca al respecto "las expresiones universales y mesiánicas" (vv. 6 y 9). así como el retorno de la fertilidad a Palestina (vv. 10-14), lo cual va también más allá de una simple cosecha anual. En realidad este misterioso Salmo que, como se ve en las primeras palabras del título, pertenece a David aunque ha síao. diversamente explicado por los intérpretes, es una de las' más preciosas perlas del Salterio, un himno rebosante de júbilo por los dones y designios de la Providencia, y de gratitud dé todos los hombres por la prosperidad extraordinaria (v. 10 ss.) prometida para los tiempos mesiánicos (cf. S. 71, 16 s. y notas), tanto a Israel fiel a Cristo (cf. S. 96, 8 y nota), como a las naciones todas de la tierra (v. 6; cf. S. 95, 8 ss.; 96, 1 y notas). 2. En Sión: Cf. S. 96. 8¡ Is. 2, 3 s.; 60, 5 s.; Miq. 4, 1 ss.; y en general los Salmos 47, 65, 67, 71, 75, 13'., etc. 3. Este v. y el anterior, tomados en sentido figurado, formnn el Introito de las (Misas de Difuntos. junto con un texto de IV Esdras que aunque no canónico, es mirado con respeto por la Iglesia (véase el Apéndice del tomo I V de nuestra edición de la versión de la Vulgata. 5. No elige el hombre a Dios, sino que es £1 quien lo elige y llama (Juan 15, 16; Rom. 8, 28-30). Felices también los gentiles que serán llamados un día como Israel (Rom. 9, 24 ss.; 11, 30; Hebr. 11, 9 s.; 12, 22); dichosos sobre todo, digamos hoy, los llamados, en virtud del "misterio escondido desde todos los siglos", a formar parte del Cuerpo Místico de Cristo ( E l 1, 1 ss.; 3, 9; Col. 1, 26). Elijas: El subjuntivo concuerda con el futuro: nos hartaremos. 6. " E s decir de los pueblos que habitan los extremos limites de nuestro globo" (Fillion). Esta referencia universal como en S. 21, 28; 96, 1, etc., confirma el carácter profetice del Salmo, pues en tiempos de David no esperaban en Dios todas la* naciones, ni aun ahora vemos que así sea, como lo hace notar el P. Callan (S. 95, 10 y nota). Cf. S. 75. 10.

LOS SALMOS 84 (69), 7-14; 65 (66), 1-6

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'Con tu fuerza consolidas los montes, las ablandas con lluvias, revestido de poder. y fecundas sus gérmenes. •Sosiegas el furor de los mares, "Coronas de benignidad el año, el estruendo de sus ondas y tus huellas destilan grosura. y el tumulto de las naciones. "Las praderas del desierto destilan, •Se estremecen ante tus portentos y los collados se visten de exultación. los que habitan los confines de la tierra. 14 Tú llenas de alegría el Oriente y el Occidente. Llenos están los campos de rebaños, y los valles se cubren de mieses; "Has visitado la tierra, se alegran y cantan. la has embriagado y colmado de riquezas. SALMO 65 (66) £1 río de Dios rebosa de aguas-, GRATITUD DE ISRAEL Tú preparas sus trigales, 1 aparejando la tierra, A¡ maestro de coro. Cántico. Salmo. "regando sus surcos, 2 Aclamad a Dios con júbilo, tierras todas; y allanando sus terrones; cantad salmos a la gloria de su Nombre; dadle el honor de la alabanza. 7 s. Revestido de poder: Gramática cita aquí S. 92, 1. Sosiegas, etc.: La grandeza del Señor se manifies- ^ecid a Dios: ta, según el salmista, en el dominio de los mares y "¡Cuan asombrosas son tus obras!" de los pueblos (cf. S. 88, 10), los cuales son pareAun tus enemigos te lisonjean cidos a los mares en cuanto al estruendo y tumulto por la grandeza de tu poder. (cf. Is. 17, 12 s.; Luc. 21, 2ü; Apoc. 17, 15). Bien Prostérnese ante Ti la tierra entera es verdad que el mundo ofrece siempre semejanza con el mar, según lo señalaba ya S. Agustín: "Todo y cante tu Nombre.

es lucha y frenesí; quien, codiciando una heredad, suspira porque alguien muera; quien busca cómo enriquecerse con los despojos de otros; quien levantarse al cimas de donde primero sean otros precipitados: todos se combaten y se devoran los unos a los otros." 9. Tus portentos: Otros: tus señales. Fillion anota: "Prodigios realizados para salvar a los israelitas" (véase Mat. 24, 29 ss.; Luc. 2 1 , 2 5 s s . ; Toel 2 , 3 0 ; Hech. 2, 17-20; Apoc. 6, 15 s., etc.). Ti llenas de alearía el Oriente y el Occidente (cf. S. 18, 7; Mat. 24, 27). La expresión encierra también una verdad con respecto a los poemas indescriptibles de color y opulencia que el buen Padre nos ofrece cada día al salir y al ponerse el sol, y que muy pocos observan o admiran, aunque en ellos se nos brinda, por pura obra divina y sin intervención humana, el espectáculo mi» maravilloso que hoy pueden contemplar los ojos humanos sobre la tierra. 10. Como vemos en el v. anterior, parecería que esta visita, que trae tanto gozo a la naturaleza entera (cf. S. 95, 1), no carece de aspecto dramático en cuanto a los enemigos (como se ve también en S. 96, 1-3; 67, 20-36, etc.), si bien aquí se contemplan especialmente los beneficios. Lo mismo se nota en el S. 65 hasta el v. 10. Sobre la prosperidad de la tierra, véase v. 11 ss. y nota. El rio de Dios: Según S. Hilario, en sentido alegórico, el Espíritu Santo; Según S. Atanasio, el Evangelio; según otros, el río de la gracia, etc. En igual sentido se dice que los trigales (Vulg.: comida), significan el Pan eucaristico, cosa en que no conviene ningún autor moderno, por donde vemos, según han repetido con insistencia los últimos Pontífices, no menos que la Comisión Bíblica, la necesidad de mirar con la debida prudencia esas interpretaciones que no resulten del sentido literal y mientras no se haya establecido éste (véase las Encíclicas Providentissimus Deus, Spiritus Paraclitus y Divino Affiante Spiritu, etc.). Algunos traducen: arroyo en vez de rio, si bien, como lo hace notar Scío, la expresión rio de Dios es un hebraísmo que significa rio grandísimo, y asi lo vemos en S. 67, 16 con respecto a los montes de Basan. Este rio, que "algunos aplican al Jordán, otros al Nilo" y que según otros sería la lluvia, parece ser el mismo de S. 45, 5. Cf. S. 71, 6. 11 s. Cuadro de la asombrosa fecundidad prometida a la tierra, a la manera de la que describe el S. 71, 16 s y el S. 106, 33 ss., etc. Cf. Is. 11, 6 ss.; Zac. 8, 12; Amos, 9, 13, etc. Véase en S. 71, 11 y 95, 10 las observaciones del P. Callan sobre estos felices anuncios. I

s

Venid y contemplad las hazañas de Dios; sublime en sus designios sobre los hombres. •Trocó en tierra seca el mar; 1 ss. Según los LXX y la Vulgata se llama en el epígrafe: Salmo y Cántico de la Resurrección, y así es llamado hoy todavía en la Iglesia griega, sin duda por los w . 8 s. en que Israel invita a las naciones a celebrar con él a Dios, como en los Salmos 95-98. por algo que le es de gran trascendencia. significando la derrota definitiva de sus enemigos (vv. 7 y 17). Es ignorado en absoluto ese importante acontecimiento flue parece recalcado por la nota selah que va en tres de las cinco estrofas, y Fillion dice que "es imposible determinar, ni aun aproximadamente, cuál pudo haber sido esa liberación, siendo cierto al menos que no se trata aqui del fin de la cautividad babilónica, pues ningún detalle señala su recuerdo." 4. La tierra entera. Como observa Calés, "Israel sabe que un día debe salir de él la salvación para todos los otros pueblos, y ñor eso los invita aquí a bendecir a Yahvé por un inmenso beneficio que ha recibido". De ahi que "todo este pasaje es mesiánico pues profetiza, al menos de una manera indirecta, la conversión de todos los pueblos al verdadero Dios" (Fillion). Cf. S. 71, 11. 5. Sublime: El adjetivo, más que para los designios, se usa como alabanza al mismo Dios que los concibió. Asi también Calés, Ubach, etc. Los LXX y la Vulgata dicen: terrible, refiriéndose a la venganza que ¿1 ha tomado sobre los enemigos de Is rael. En esta predilección que muestra Dios por su pueblo, como la muestra también por las almas débiles, perseguidas, humildes, llegando en su misericordia con sus amigos hasta tomar terribles venganzas sobre sus enemigos, vemos explicado un punto fundamental de la doctrina evangélica: si Jesús pro. hibe toda venganza y hace obligatorio el perdón, aun hasta la renuncia del propio derecho, no es para que triunfe impunemente la injusticia, sino porque Dios se encarga de la venganza. Véase por una parte Mat. 5, 39 ss.; 6 , 1 4 ; 7 , 2 ; Ecli. 28, 1 ss.; Rom. 1 4 . 4 ; I Cor. 6, 6 s . ; y por la otra Rom. 12, 19; I Tes. 4, 6; II Tes. 1, 6-8; S. 67, 6; 102, í j 108, 1. 6. Alusión a dos episodios importantes de la historia de Israel para confirmar la idea general del Salmo (cf. S. 67 y nota): la salida de Egipto rnn el paso del Mar Rojo (Ex. 14 y 15), y la entrada de los hebreos en Palestina con el paso del Jordán (Jos. 3, 5 4 7 ) .

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el rio fué cruzado a pie enjuto. Alegrémonos, pues, en Él. Reina con su poderío para siempre; sus ojos observan a las naciones, para que los rebeldes no levanten cabeza.

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8

Bendecid, oh naciones, a nuestro Dios, y haced resonar su alabanza, •porque Él mantuvo a •*, para qne no se turbe nuestro corazón (Juan 14-24) en medio de «ste siirlo malo (Gal. 1. 4), cuyo príncipe es Satanás. como dice el mismo Jesucristo en Juan 14, 30. 8. "Desde el mar occidental (Mediterráneo) hasta el mar oriental (sinum Persicum), desde el río (Eufrates) hasta los confines de la tierra (islas y tierras del extremo occidente), es decir por todo el orbe" (Salterio Romano). Así lo indican también Vaccari, Callan, etc.. entendiendo este último por mar oriental el Océano Indico. Véase Amos 8, 12; S. 64, 11 y nota; 88, 26; Miq. 4, 7; 5, 1 citado por Mat. 2. 6; Luc. 1, 32; Os. 3. 5; Ez. 34, 24; 37, 24 a.; Jer. 23, 5 ss.; 33, 15 s.; Dan. 7, 14, 27, etc. 9. "Nadie podrá resistirse al dominio del Mesías. De grado o por fuerza todos tendrán que reconocer su dignidad regia. Cf. S. 2; Is. 49, 23" (Páramo). La paráfrasis caldaica vierte: se humillarán los proceres. Cf. S. 67, 27 ss. y nota.

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Los reyes de Tarsis y de las islas le ofrecerán tributos; los reyes de Arabia y de Sabá le traerán presentes. 11 Y lo adorarán los reyes todos de la tierra; todas las naciones le servirán. 12

Pues Él librará al que clama desvalido, y al mísero que no tiene amparo. Se compadecerá del necesitado y del pobre, y a los indigentes salvará la vida, 14 los libertará del daño y de la opresión. y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos.

13

10. Tarsis: Ciudad situada en la España meridional o una de las islas del Mediterráneo occidental. "Las islas" en el lenguaje bíblico son las tierras del Occidente (cf. S. 96, 1). Sabá: Parte de Arabia; según otros, la costa oriental de África. Las regiones citadas representan el mundo entonces conocido, para indicar que toda la tierra reconocerá el imperio del Mesías. 11. En su reciente edición el P. Callan, o. P-, Consultor de la Pontificia Comisión Bíblica, hace notar que, "sabiéndolo o no, el salmista estaba describiendo el carácter y el Reinado del Rey mesíánico"; que tal descripción "no concuerda con ningún rey humano de Israel, ni aun David o Salomón" y que "el Rey mesíánico no ha traído todavía a una actual fruición sobre la tierra todos estos benéficos resultados" pues "todo gobernante digno de ese nombre debe. . . extender su régimen sobre todos sus subditos el más pequeño como el más grande'*. ¿Cuándo llegará ese dichoso día ? Véase el prefacio de la Misa de Cristo Rey que contempla ese día con palabras del S. 44, 8 y nos presenta ese reinado de santidad, amor y paz en que todas las creaturas le estarán sujetas (véa«e Hebr. 1, 8 y 13; 2, 8; I Cor. 1 5 , 2 5 ) . Él entregará entonces el Reino a su Dios y Padre (I Cor. 15, 24). En este triunfo universal de Cristo con su Iglesia (Apoc. 19, 6-9), del solo rebaño con el único Pastor (Juan 10, 16), en que, como dice Santo Tomás, le servirán unidos judíos y gentiles, se cumplirá plenamente lo que pedimos en el Padrenuestro (iMat. 6, 10). 12 ss. Cf. v. 2. El amor al pobre y al humilde es el distintivo del Mesías, el cual les promete que triwifnrán. Se anunció el Evangelio a los pobres (Mat. l l , 5; Luc. 7, 22) durante el año favorable o de reconciliación, que Jesús señaló en Luc. 4, 18 s-, citando a Is. 61, 1. A continuación (Is. 61, 2), el Profeta vaticinó el día de la_ venganza en que los pobres verán el triunfo. No es otro el cuadro que María describe en su contemplación de Luc. 1» 51 ss-, y así también lo anunció Jesús en Mat. 11, 5; 12, 28; Luc. 17, 21, etc., y el Bautista (Mat. 3, 10 y 12) y el sacerdote Zacarías (Luc. 1, 71) y el anciano Simeón (Luc. 2, 30), y así lo esperaba el pueblo creyente (Luc. 19, 11) hasta que rechazado y muerto el Mesías Rey (Luc. 19, 14; Juan 19, 15 y 19). su suave yugo sufrió violencia por p^rte de su pueblo (Juan 1, 11; Mat. 11, 12; Luc. 16, 16), sin más reconocimiento que el de un día en que lo aclamaron como "Rey en nombre del Señor" (Luc. 19, 38); "Hijo de David" (Mat. 21, 9) y "Rey de Israel" (Juan ]2, 13). bendiciendo el advenimiento del reino davídico (Marc. l l , 10). Mas es tanto el anhelo de su advenimiento, que aun después de la Resurrección los apóstoles reiteran al Señor la pregunta (Hech. 1, 6 s.), ansiosos de verlo en su anunciado triunfo v de ver triunfar con Él a los humildes en su Reino feliz. A la luz de estos anuncios podemos apreciar la grandeza de la fe de María frente al Calvario, tan distinto de lo que Ella debía esperar (cf. Luc. 1, 32; Is. 35, 5; Ag. 2, 20 y notas).

LOS SALMOS 71 (72), 15-20; 72 (73), 1-10 15

Por eso vivirá; y le darán del oro de Arabia, orarán siempre a causa de Él; sin cesar le bendecirán.

16

Habrá abundancia de trigo en la tierra; en las cumbres de los montes ondeará su fruto como el Líbano; y florecerán los habitantes de las ciudades como la grama del campo.

17

Su nombre será para siempre bendito, mientras dure el sol permanecerá el nombre suyo; y serán benditas en Él todas las tribus de la tierra; todas las naciones lo proclamarán bienaventurado.

18

Bendito sea Yahvé, Dios de Israel, único que hace maravillas; y bendito sea por siempre su glorioso Nombre; llénese de su gloria toda la tierra. ¡Así sea; así sea!

18

*°Fin de las oraciones de David, hijo de Jesé. SALMO 72 (73) LA MISTERIOSA PROSPERIDAD DE LOS IMPÍOS

*De Asaf. ¡Cuan bueno es Dios para Israel, el Señor para los que son rectos de corazón! 15. Vivirá: Según lo que precede parecería referirse más a los pobres que al Rey, Es muy probablemente una glosa añadida, pues altera el metro del verso. Le darán: En el sentido impersonal de: se le dará (Prado). El P. Lagrange lo entiende en el sentido de que el Rey dará al pobre. A cavia de Él: Variante más plausible que rogarán por Él, lo que no puede entenderse al pie de la letra como si intercediesen por Jesús. Dom Calmet dice: adorarán a Dios continuamente a causa de Él; y en la nota vierte: Él rogará siempre por ellos y derramará todo el día sobre ellos sus bendiciones. S. Agustín hace notar que desde ahora rogamos a causa de Cristo cuando en el Padrenuestro pedimos al Padre que ven-ra su Reino. 16. "Se predice la abundancia del trigo y la multitud de los hombres. Cf. en los profetas las descripciones de la fertilidad de la tierra, v. gr. Am. 9, 13; Joel 3, 18" (Salterio Romano). 17. "La paz y la prosperidad reinarán sobre la tierra y todas las naciones serán benditas realizándose así la antigua promesa dada a Abrahán (Callan). Cf. Gen. 12, 3; 22, 17; Gal. 3, 8 y lo que María expresa en Luc. 1, 54 s. y Zacarías en Luc. 1, 73 (cf. v. 12 y nota). 20. Esta nota no quiere decir que en los libros que siguen no haya Salmos davídicos, sino sólo que aquí se cierra una colección. En lo sucesivo hallaremos otros Salmos de David, lo cual no obsta que el presente sea, como se cree, el último que él escribió, próximo ya a su muerte (S. Roberto Belarmino). S. Jerónimo explica: "acaban los Salmos de David porque en este Salmo escribió la plenitud y el fin de las cosas". 1. Empieza aquí el tercer libro, que comprende los Salmos 72 a 88, algunos de los cuales son también elohistas como éste (cf. S. 41, 1 y nota). Sobre Asaf (II Par. 29, 30), léase la nota del S. 49, 1. Es el presente un Salmo didáctico, en el que se trata un problema teológico: ¿Cómo se explica la felicidad de los pecadores? Y ¿cómo es ésta compatible con la justicia de Dios? Véase el mismo tema tratado en

6?J 2

Pero, mis pies casi resbalaron, cerca estuve de dar un mal paso; j o r q u e envidiaba a los jactanciosos al observar la prosperidad de los pecadores. 4 No hay para ellos tribulaciones; su cuerpo está sano y robusto. 5 No conocen las inquietudes de los mortales, ni son golpeados como los demás hombres. *Por eso la soberbia los envuelve como un collar; y la violencia los cubre como un manto. 'De su craso corazón desborda su iniquidad; desfogan los caprichos de su ánimo. •Zahieren y hablan con malignidad, y altivamente amenazan con su opresión. *Su boca se abre contra el cielo, y su lengua se pasea por toda la tierra.

10

Así el pueblo se vuelve hacia ellos y encuentra sus días plenos;

los Salmos 36, 48, 93, etc. / Cuan bueno es Dios! Es ésta la más alta y preciosa de todas las verdades de nuestra fe. Pero ¿la creemos de veTas? El Catecismo Romano encarece, a los párrocos la necesidad de predicar a los fieles "las riquezas de la benignidad de Dios hacia los hombres. Porque habiéndole ofendido nosotros con innumerables -maldades . . , nos mira con el mayor amor y tiene un cuidado especial de nosotros. Y si cree alguno que Dios se olvida de los hombres, es insensato y hace al Padre de las misericordias grave injuria". Para Israel: Lección del T. M. que coincide con los LXX y la Vulgata y que conservan Vaccari, Crampón, Dom Puniet, etc. La mayoría de los modernos, por razones de ritmo, en vez de leyisrael (para Israel), leen ¡ayyaschar: "para el hombre recto". Los rectos de corazón o simples son los que no tienen doblez en su corazón. Simple quiere decir "sin pliegue" (cf. Juan 1, 47 y nota). Para ellos es la alegría (S. 96, 11; 106, 42); para ellos la luz, aun en las tinieblas (S. 111, 4 ) ; para ellos los beneficios (S. 124, 4 ) ; para ellos la salvación (S. 7, 11) y la gloria (S. 31, 11); de ellos es el amor (Cant. 1, 3 ) ; de ellos, como de los niños, es la alabanza que a Dios le agrada (S. 32, 1; 8, 3; Mat. 21, 16). 2 ss. Esta abierta confesión del salmista muestra cuan grande y fuerte es esa tentación contra la fe. Y si flaqueamos en el pensar bien de Dios (Sab. 1, 1) ¿qué nos queda, puesto que sólo podemos vivir de esa fe? (cf. Hab. 2, 4; Rom. 1, 17; Gal. 3, 1 1 ; Hebr. 10, 38 y notas). La necesidad de evitar este tropiezo será cada día mayor a medida que avance, como lo tiene anunciado Dios, "el misterio de la iniquidad" ( I I Tes. 2, 3-12; Mat. 24, 6-27, etc.). Cf. S. 45, 3 y nota. Dios nos da para ello sus remedios en Rom. 10, 17; ¡Mat. 26, 41; Juan 7, 14; I Cor. 2, 10-15; I I Tim. 3, 16. 6 ss. Pintura admirable de cómo la prosperidad y el triunfo, en vez de hacerlos agradecidos a los beneficios de Dios, sacian por el contrario y embriagan a los soberbios, cuyo mayor castigo, como observa S. Agustín, es no ser castigados (v. 18), pues la megalomanía seguirá creciendo de modo que sea más vertical y horrible su caída, como lo enseña la Virgen en Luc. 1, 51-53 y lo muestra a veces, aun en esta vida, la experiencia histórica. " U n hombre, dice Salomón, domina sobre otro hombre para su propio mal" (Ecl. 8, 9 ss. texto hebreo). 10. Texto diversamente entendido. Algunos, p. ej. Nácar-Colunga, vierten en 10 b : Sorbiendo sus aguas a boca llena (cf. Job 15, 13). Según esto, el mal tendrá trascendencia pública porque los falsos profetas no se limitan a desfogar sus pasiones sino que arrastran a las masas, ignaras e impresionables (cf. Ecl. 1, 15). Así el Viernes Santo, movido por el sacerdocio de Israel (Marc. 15, 10-U), gritó "cru-

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LOS SALMOS 72 (73), 11-28; 73 (74), 1

u

y dice: "¿Acaso lo sabe Dios? así Tú, Señor, al despertar ¿Tiene conocimiento el Altísimo? despreciarás su ficción. Ved cómo tales impíos 21 Cuando, pues, exasperaba mi mente están siempre tranquilos y se torturaban mis entrañas, y aumentan su poder. 13 Luego, en vano he guardado puro mi corazón, ^era yo un estúpido que no entendía; fui delante de Ti como un jumento. y lavado mis manos en la inocencia, 23 ,4 Mas yo estaré contigo siempre, pues padezco flagelos todo el tiempo Tú me has tomado de la mano derecha. y soy atormentado cada día." ^Por tu consejo me conducirás, 15 y al fin me recibirás en la gloria. Si yo dijere: "Hablaré como ellos", renegaría del linaje de tus hijos. ^¿Quién hay para mí en el cielo sino Tú? Hjvle puse, pues, a reflexionar Y si contigo estoy para comprender esto; ¿qué podra deleitarme en la tierra? pero me pareció demasiado difícil para mí. 28 La carne y el corazón mío desfallecen, "Hasta que penetré la roca de mi corazón es Dios, en los santos arcanos de Dios, herencia mía para siempre. y consideré la suerte final 27 Pues he aquí que cuantos de Ti de aquellos hombres. se apartan perecerán; l8 Tú destruyes a todos los que se prostituyen, En verdad Tú los pones alejándose de Ti. en un camino resbaladizo ^Mas para mí la dicha consiste y los dejas precipitarse en la ruina. 19 en estar unido a Dios. ¡Cómo se deslizaron de golpe! He puesto en el Señor Dios mi refugio Son arrebatados, consumidos por el terror, para proclamar todas tus obras *°son como quien despierta de un sueño; en las puertas de la hija de Sión. 12

cifícale" (Juan 19, 15) el mismo pueblo que el domingo había dado por restaurado en Jesús el trono de David (Marc. 11, 10), proclamándolo Rey de Israel en nombre del Señor (Luc. 19, 38; Juan 12, 13). Asi lo seducirá el Anticristo ( I I Tes. 2, 10 ss.) y no parará hasta que en el Templo lo miren como a Dios (II Tes. 2, 4) y la tierra entera lo adore a él (Apoc. 13, 12) y a su estatua (ibid. 15). Pero el contexto muestra que aquí es otro el problema: el pueblo no alaba a esos impíos afortunados, como hace con los falsos profetas (Luc. 6, 26), sino que admira su prosperidad precisamente porque se percata de que son impíos (v. 12). El problema que plantea Asaf está en la reflexión que esta prosperidad sugiere al pueblo escandalizado (vv. 11-14), el cual naturalmen. te tiende también a imitarlo "para llenarse de la misma abundancia" (Puniet). Tal es el sentido general de los LXX y la Vulgata, conservado por otros (cf. Ubach) y que coincide con Mal. 3, 13 ss. 11 s. Si la prosperidad de los impíos constituye una tentación para muchos, es porque no advierten que los juicios de Dios son eternos. Si la caridad del Padre celestial lo mueve a detener el castigo, según Él mismo nos lo dice en Sab. 11, 20-2&; 12, 1-27; Rom. 3, 28 s.; I I Pedro 3, 9; Apoc. 6. 10 s., ¿nos quejaremos acaso de que Él sea demasiado bueno? "¿Quién eres tú, dice S. Pablo, para juzgar al que es siervo de otro?" (Rom. 14, 4). La sabiduría está, pues, como lo enseña el sapientísimo S. 36, en conservar la serenidad, fundada sobre la segura confianza en Dios, sin alterarse frente a la iniquidad ostentosa. "Vi al i m p í o . . . como un c e d r o . . . pasé de nuevo y ya no estaba" (S. 36, 35 s.). 15. Como ellos (así el nuevo Salterio Romano), es decir, como el pueblo en los vv. 11-14. Otros ponen los vv. 13 y 14 en boca del mismo salmista. De todos modos ello es para él también una tentación (cf. v. 21 s.), contra la cual se defiende "fuerte en la fe" (I Pedro 5, 9; cf. I I Rey. 11, 15 y nota), como digno "hijo" que no puede desconfiar de su Padre aunque no entienda a veces sus designios. 16 ss. Difícil: Humanamente; a continuación se aclara el misterio. 20. Tú, Señor: así el nuevo Salterio Romano. Según otros se aludiría sólo a los mismos impíos que al despertar ven la falacia de lo que soñaron. En realidad bien sabemos que Dios no dormía sino en apariencia. Cf. S. 77, 65, donde Él parece despertarse "como un gigante adormecido por el vino".

SALMO 73 (74) CONTRA LOS DESTRUCTORES DEL SANTUARIO

^Maskil de Asaf. ¿Por qué, oh Dios, nos desechas para siempre? ¿Por qué arde tu ira contra el rebaño de tu dehesa? 21 s. lCuán fácil es ver claro después que se va la tentación 1 Lo importante es, pues, dejar que pase el mal momento "en quietud y confianza" (Is. 30, 15) "no agitando el espíritu durante la oscuridad" (Ecli. 2, 2). De ahí sacó S. Francisco de Sales su famosa comparación de las tentaciones con las abejas, que no pican sino al que se alborota. Cf. S. 36, 5; Lam. 3, 22-26; Sant. 5, 13. 24. Por tu consejo: Véase sobre este magisterio de Dios S. 70, 17 y nota. 25. Glosando este bellísimo versículo, dice Fray Luis de León: "Porque si miramos lo que. Señor, sois en Vos, sois un océano infinito de bien; y el mayor de los que por acá se conocen y entienden es una pequeña gota comparado con Vos, y es como una sombra vuestra, oscura y ligera. Y si miramos lo que para nosotros sois y en nuestro respeto, sois el deseo del alma, en quien hallamos descanso y a quien, aun sin conoceros, buscamos en todo cuanto hacemos." Cf. S. 15, 2. S. Pablo revela que Dios saciará esta doble ansia nuestra en Cristo "reuniendo en Él las cosas del cielo y las de la tierra" (Ef- 1, 10). 27. Se prostituyen: Es decir, cometen adulterio espiritual, idolatría. "Reposarse y juntarse' el espíritu en cualquier otra cosa fuera del orden divino, dícese y es una fornicación espiritual" (Sto. Tomás). Cf. Sant. 4, 4; Apoc. 18, 3. 28. He puesto, etc.: Cf. S. 9, 15 y nota. El Señor Dios: Muchos traductores sólo leen: el Señor, porque así lo indica el ritmo. Como vemos, el presente Salmo es una verdadera medicina espiritual para alegrar nuestro ánimo, según lo hizo con el propio salmista que empezó esta meditación con la mayor inquietud y la terminó lleno de consuelo divino. 1. Sobre el título véase el S. 31. 1 y nota. Las opiniones sobre el origen de este Salmo varían, como en muchos otros, porque no se conocen circunstan-

LOS SALMOS 73 (74), 2-23

^Acuérdate de tu grey que hiciste tuya desde antiguo, de la estirpe que rescataste para hacerla tu herencia; del monte Sión que elegiste para morada tuya. 'Dirige tus pasos hacia esas perpetuas ruinas: todo lo ha devastado el enemigo en el Santuario. *Los que te odian rugieron en el recinto de tus asambleas; pusieron sus enseñas por trofeo. 'Talaron allí como quien alza la segur en lo espeso de la selva; ya con hacha y martillo acen pedazos sus puertas. ^Entregaron al fuego tu Santuario, profanaron, arrasándolo, el tabernáculo de tu Nombre.

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¿Hasta cuándo, oh Dios. nos afrentará el enemigo? ¿Ha de blasfemar siempre tu Nombre el adversario? 11 ¿Por qué retiras tu mano y retienes en tu seno tu diestra? 12

Porque Tú, Yahvé, eres nuestro Rey, ' el que de antiguo ha obrado la salvación en medio de la tierra. 13 Tú dividiste el mar con tu poder y quebrantaste la cabeza de los dragones en las aguas; M Tú aplastaste las cabezas de Leviatán, y lo diste por comida a las fieras que pueblan el desierto. 15 Tú hiciste brotar fuentes y torrentes, y secaste ríos perennes. 18

Tuyo es el día y tuya la noche-, Tú pusiste los astros y el sol. Tú trazaste todos los confines de la tierra; el verano y el invierno Tú los hiciste.

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'Decían en su corazón:/ "Destruyámoslos por completo; pegad fuego a todas las sinagogas de Dios en el país." 9 Ya no vemos nuestras señales, ya no hay profeta, ni queda entre nosotros quien sepa hasta cuándo. cías históricas que coincidan con él. Los que lo suponen compuesto inmediatamente después de la destrucción de Jerusalén por los babilonios (587 a. C.) tropiezan con los vv. 8 y 9 sobre las sinagogas y sobre la falta de profetas, pues en aquel tiempo clamaba Jeremías en Jerusalén y Ezequiel en Babilonia (cf. Jer. 30, 3 y nota); y los que proponen aplicarlo a la persecución de Antíoco Epífanes en tiempo de los Macabeos, no explican la amplitud de la devastación ( w . 3-7). Teodoreto, "cuyas observaciones sobre Nabucodonosor y Antíoco no parecen desprovistas de fundamento" (Calés), veía la solución en considerar que el Salmo encierra, como tantos otros, una visión profética y alude a la destrucción de Jerusalén por Tito (año 70 d. C.) en que el abandono de Israel pareció ser "para siempre" (v. 1; 76, 8). Cf. Dan. 9, 27; Rom. 11, 11 y 25 s. La primera parte tiene una emocionante descripción de la ruina del Templo; en la segunda, empero, trae motivos de esperanza en la salvación del pueblo predilecto (cf. S. 79, 5 y 18). En Is. 64, 9-12 hay un lamento semejante al de este v. y Dios le responde en el cap. 65.

18

Recuérdalo Yahvé: el enemigo blasfema; un pueblo impío ultraja tu Nombre. No entregues al buitre la vida de tu tórtola; no quieras olvidar perpetuamente a tus pobres. 20 Vuelve los ojos a tu alianza, pues todos los rincones del país son guaridas de violencia; 21 no sea que el oprimido, en su confusión, se vuelva atrás; puedan el pobre y el desvalido alabar tu Nombre. 19

^Levántate, Dios, defiende tu causa; recuerda cómo el insensato te insulta continuamente. M No te olvides del vocerío de tus adversarios, porque crece el tumulto de los que se levantan contra Ti.

12 ss. Nuestro Rey: Así los LXX. La esperanza que anima al salmista estriba en la grandeza del Dios de Israel, que obró siempre maravillas en favor de su pueblo (v. 9 y nota) y en las promesas que 2. Tu grey: El pueblo de Israel (cf. S. 78, 13;. le tenía hechas desde antiguo. Cf. v. 20; Luc. 1, 70. 13 s. Alusión al paso del Mar Rojo y al castigo 99, 3; 94, 7; Jer. 23, 1, etc.). Hiciste tuya... tu herencia: Cf. S. 77, 54; 79, 16; Ex. 15, 16; Deut. de Egipto (Ex- 14, 21). Cf. Is. 27, 1; 51, 9; Ez. 29, 3; 32, 2. 33, 6; Is. 63, 9 y 17; Jer. 10, 16; 51, 19. El monte 15. Hiciste brotar: Recuerda las aguas milagrosas Siin: Cf. S. 67, 17; 131, 13, etc. 3. Dirige tus pasos: Algunos vierten: el escabel del desierto (Ex. 17, 6; Núm. 20, 8; S. 77, 15). de tus pies y dicen que "éste es aquí el templo, co- Secaste ríos perennes, por ejemplo, el Jordán (Jos. mo en S. 98, 5; 131, 7; Is. 60, 13; Ez. 43, 7; o 3, 14 ss.). bien toda Jerusalén, como en Lam. 2, 1" (Vaccari). 19. Tu tórtola: Israel (Cant. 2, 14). Cf. S. 78, Cf. Mat. 23, 39 y nota. 2. Tus pobres: Cf. S. 9, 19; 67, 11. 4 ss. Sobre esta dolorosa elegía véase S. 78 y 79; 20. Tu alianza: La antigua existente (Gen. 17, 88; 131, etc. 7 s.; Lev. 26, 44 s.) y la nueva prometida (Jer. 33, 6. Sus puertas: Así el nuevo Salterio Romano. Pra- 21). Cf. S. 104, 8 y nota; 105, 45 ss. do traduce: sus entalladuras. 21 ss. Todo el Salmo es, como se ve, una invoca9. Nuestras señales: Dos prodigios que Dios ha- ción que no ha perdido actualidad y que nos sirve cía en todo tiempo a favor de su pueblo (cf. 64, ta*mbién a nosotros para recurrir al Señor en tiem9 y nota). Así lo pide también la gran oración pos de impiedad como los que vivimos (véase el ladel Eclesiástico (Ecli. 36, 6). Sobre estos prodigios mento de Elias en III Rey. 19, 10 ss.). Los dos cf. S. 77, 4 ss. Algunos, en vez de señales, vierten Salmos que siguen describen el triunfo de Dios y enseñas: cf. Os. 3, 4. Ya no hay profeta: Véase son como la respuesta a esta apremiante oración del el citado texto de Oseas; Amos, 8, 11 ss.; etc. salmista por Israel. Cf. S. 78, 79 y 82.

I OS SALMOS 74 (7b;, 1-11; 75 (76), 1-9

636 n

SALMO 74 (75) E L JUICIO DE YAHVE-

"Y Yo quebrantaré la cerviz de todos los impíos, y alzarán su cerviz los justos."

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Al maestro de coro. Sobre la melodía "No dañes". Salmo de Asaf. Cántico. sTe alabamos, Yahvé, te alabamos; invocamos tu Nombre y narramos tus maravillas. 3

"Cuando Yo fije la hora, juzgaré según la justicia. Conmovida la tierra y todos sus habitantes, Yo sustentaré sus columnas." 5 Por tanto, digo a los altaneros; "No os ensoberbezcáis"; y a los impíos: "Cesad de engreíros en vuestro poder"; •no levantéis vuestra cerviz frente al Altísimo, no digáis insolencias contra Dios.

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TPorque no del oriente ni del occidente, ni del desierto, ni de los montes, viene la justicia, ^ino que es Dios mismo el Juez; a éste lo abate y a aquél lo encumbra. 'Porque en la mano del Señor hay un cáliz de vino espumoso, lleno de mixtura; ' de él vierte: Í o beberán hasta las heces todos los impíos de la tierra.

SALMO 75 (76) EL TRIUNFO DE DIOS EN JERUSALEN 1

AJ maestro de coro. Vara instrumentos de cuerda. Salmo de Asaf. 2 Dios se ha dado a conocer en Judá; grande es su Nombre en Israel. 3 Ha levantado en Salem su tabernáculo y su morada en Sión. 4

Allí quebró las fulmíneas saetas de los arcos y el escudo y la espada y la guerra. 'Envuelto en luz Tú, Majestuoso, descendiste desde los montes eternos. 'Despojados quedaron los de robusto corazón; duermen su sueño; no hallaron sus manos los hombres fuertes; 7 carros y caballos se paralizaron ante tu amenaza, oh Dios de Jacob. t e r r i b l e eres T ú y ¿quién podrá estar de pie ante Ti cuando se encienda tu ira? 'Desde el cielo hiciste oír tu juicio;

1. Este Salmo es como una continuación del anterior, Los LXX añaden al epígrafe: "sobre el asirio*' que en los oráculos proféticos como el presente simboliza a las naciones de la gentilidad, siempre opreso10 Mas yo me gozaré eternamente, res de Israel (Is. 5, 25 y nota). La cautividad de cantando salmos al Dios de Jacob. Asiría en que cayeron las 10 tribus del norte fué el comienzo de la dispersión de Israel entre las naciones (IV Rey. 17, 6 ) . Aunque pudiera haber sido 1. Sobre el epígrafe véase S. 56, 1 y nota. Este Salmo, rebosante de fe y . entusiasmo, enaltece la cantado por la victoria sobre Senaquerib, rey de los asirios, en 701 (IV Rey. 19, 35; Is. 37, 36 s.), opijusticia y el poder de Dios, que castiga a los malvados y cambia la suerte a favor de su pueblo. "Su nión que no comparte S. Agustín ni los críticos mocolor mesiánipo escatológico es marcado" (Páramo) dernos. El Salmo tiene carácter mesiánico y escatoy algunos, como observa Ubach, lo consideran como lógico (Goma, Dom Puniet, Vaccari, Scío, etc.). S. una respuesta al "¿hasta cuándo?" del Salmo prece- Roberto Belarmino no duda de que en su más alto sentido predice la victoria de los justos contra sus dente v. 10. visibles e invisibles. " E l salmista entrevé, 3 s. En los w . 3 y 4 habla directamente Yahvé, aenemigos través de la victoria contra Assur, los triunfos mequien consuela al justo recordándole que Él obrará, siánicos sobre todo el universo. Ninguna razón seria, pero a su tiempo. Véase a este respecto Mat. 24, aquí sobre todo, favorece la hipótesis macabea, que 42 44; Marc. 13, 32 y notas. El S. 2, 8 parece atri- fué para algunos una especie de obsesión, de la cual buir al Mesías la iniciativa y lo mismo Dan. 7, 13 ya se ha vuelto" (Calés). Cf. S. 79, 1; 82, 9. y Apoc. 5, 7. Cf. Apoc. 12, 5; S. 72, 11 y nota; 101, 14; Is. 60, 22; Mal. 3, 17; Hech. 1, 7, etc. 2 s. Véase S. 47. 2; 64, 2; Ez. 40, 2 y notas. SaAhora es todavía el "tiempo favorable", de la recon- lem es Jerusalen, que significa (visión o ciudad de) paz. ciliación ( S . 68, 14; Luc. 4, 16 ss.). Entonces será el día de la venganza (Is. 61, 1 s.). 4. "Rompió las armas enemigas, reduciéndola» a 5. Vuelve a hablar el salmista para prevenir a los la impotencia y puso fin a las guerras (cf. S. 45, soberbios antes que Dios cumpla lo que dice en el 9 ss.; Is. 2, 4; Os. 2, 8; Zac. 9, 10; Ez. 39, 9 ) " (Vaccari). v. 11, donde Él vuelve a tomar la palabra. 5. Desde los montes eternos: Cf. v. 3 ; S. 67, 18 8. Abate y ensalza a quien Él quiere y tanto a los individuos como a los reinos (cf. S. 109, 5 s.; y nota. Sobre este v. y los siguientes hace notar 147, 9; I Rey. 2, 7-10; Dan. 2, 21), pues no debe a Calés que "la simple venida de Yahvé ha acabanadie cuenta de sus actos (cf. Rom. 9, 14-23). En do con sus enemigos". Cf. Is. 11, 4; Dan. 7, 11; Majestuoso, cuanto a los primeros, Él se ha dignado hacernos 8, 25; I I Tes. 2, 8; Apoc. 19, 15 y 20. saber que los que se hacen pequeños como niños, sustantivado. Otros expositores: Poderoso, esto es, ésos serán los ensalzados. Y lo mismo sucederá con no ya débil niño como en Belén. Cf. Is. 9, 6; I I las naciones: cf. Mat. 20, 13 ss.; Sant. 4, 12; Luc. Tes. i , 10. 1, 48-53; 18, 34; Is. 51, 9; S. _ 32, 10 y 22, etc. 6 s. Suprema humillación de la soberbia fuerza 9. El calis es símbolo del castigo de Dios. Cf. Apoc. humana. Cf. v. 4; Ez, 38 y 39; Apoc. 19, 11 ss. y 14, 10; 16, 19; Is. 51, 17-22; Jer. 25, 15-17; Ez. 23, notas. 31-33. Continúa el sentido del v- 8: de Israel, que lo 9 ss. Desde el cielo, etc.: Cf. Apoc. 14, 14 ss. A bebió antes (S. 59, 5), el cáliz pasará a las nacio- juicio (v. 10): S. 9, 8 s.; Is. 2, 19 ss.; 31, 7 ss.; nes (Fillion). Cf. Rom. 11, 17-24 y 30-32; Jer. 25, 32, 1 ss.; Hab. 2, 20; Apoc. 6, 16. A todos: La 28 s. "Las heces al fondo de la copa son figura de amplitud universal del concepto sobrepuja a un simlos últimos tiempos y de una justicia que ya no tendrá ple acontecimiento histórico (cf. S. 64, 6; 71, 2 y misericordia" (Anónimo francés). Cf. Apoc. 10, 6 s. nota; Is. 11, 4; Sof. 2. 3).

LOS S A L M O S 75 (76), 9-13; 76 (77), 1-18

la tierra tembló y quedó en silencio, 10 al levantarse Dios a juicio, para salvar a todos los humildes de la tierra. "Hasta la furia de Edom redundará en tu gloria, y los sobrevivientes de Emat te festejarán: u haced votos y cumplidlos a Yahvé, vuestro Dios, y todos los pueblos en derredor suyo traigan ofrendas al Temible; 13 a El, que quita el "aliento a los príncipes; al Terrible para los reyes de la tierra.

637 8

¿Es que nos desechará el Señor por todos los siglos? ¿No volverá a sernos favorable? 9 ¿Se habrá agotado para siempre su bondad? ¿Será vana su promesa hecha para todas las generaciones? 10 ¿Se habrá olvidado Dios de su clemencia? o ¿en su ira habrá contenido su misericordia? 11

Y dije: "Este es mi dolor: que la diestra del Altísimo haya cambiado." "Recordaré, pues, los hechos de Yahvé; sí, me acuerdo de tus antiguas maravillas; 13 medito todas tus obras y peso tus hazañas. 14

Santo es tu camino, oh Dios, ¿Qué Dios hay tan grande como el Dios nuestro? 15 l Al maestro de coro. A Iditún. Salmo de Asaf. Tú eres el Dios que obra prodigios, y has dado a conocer a los pueblos tu poder. 2 16 Mi voz sube hacia Dios y clama; Redimiste con tu brazo a tu pueblo, mi voz va hasta Dios a los hijos de Jacob y de José. para que me oiga. 3 17 En el día de mi angustia busco al Señor; Las aguas te vieron, oh Dios, de noche, mis manos te vieron las aguas, y temblaron; se extienden sin descanso, hasta los abismos se estremecieron. 18 y mi alma rehusa el consuelo. Aguas derramaron las nubes, 4 Si pienso en Dios tengo que gemir; 8 ss. En el pasado había hecho Dios grandes milasi cavilo, mi espíritu desfallece. gros en pro de Israel. ¿ Por qué ha cesado ahora su SALMO 76 (77)

EL AMOR DE DIOS NO CAMBIA

5

Tú mantienes insomnes mis ojos; estoy perturbado, incapaz de hablar. Pienso en los días antiguos y considero los años eternos. 7 Por la noche medito en mi corazón, reflexiono y mi espíritu inquiere:

8

11. El nuevo Salterio Romano ha adoptado sabiamente la misma lección que Schmidt y otros modernos, rectificando las versiones que leían Adam (hombre) en vez de Bdom (véase igual caso en Hech. 15, 17 y nota), y hemot (que se traducía por pen Sarniento o por ira), en vez de Hamath (Emat). Ambos son pueblos vecinos de Israel (v. 12). Bdom, la hermana pérfida de Israel, aparece la primera en ser castigada, pues cuando el Señor se -muestra en las profecías pronto a juzgar a las naciones, viene del Monte Farán en Idumea (Hab. 3, 3) y tinto en sangre de Bosra (Is. 63, 1). Cf. S- 59, 11; Apoc. 14, 18-20; 19, 13-15. Bmat (o Hamat), ciudad y reino de la Siria. 12 s. Traigan ofrendas: Cf. v. 3 ; S. 67, 18 y 30. Al Temible: Cf. S. 46, 3; 109, 5. etc. 1. Sobre Iditún véase S. 38, 1 y 61, 1. En su primera parte este Salmo refleja los sentimientos de Israel gravemente afligido basta que con el# v. 11 cambian el estilo y el pensamiento, y el salmista se siente consolado por el recuerdo de los prodigios del amor y la bondad de Dios para con su pueblo. De ahí que "todo el Salmo conviene a maravilla en los momentos de angustia, para buscar la serenidad y volver a hallarla: las consolaciones pasadas son garantes de las futuras para aquel que ora del fondo del corazón" (Calés). 4. Tengo que gemir: Esto es, parecería que su espíritu se sentía con ello más deprimido aun, y es porque no se abría con Él en franca amistad filial, pues lo estaba juzgando, como se ve en los vv. 8 ss. Cf. Sab. 1, 1 y nota. En cambio, si cavilo, es decir, si trato de explicarme j>or mis propias reflexiones el misterio, con prescindencia de Dios, entonces lleío * la desesperación al comprobar la impotencia de mi pobre mente humana.

auxilio? ¿Acaso se ha olvidado.de su pueblo? Tal-es la angustiosa pregunta que brota de los labios del salmista afligido, como en S. 73, 1 y 88, 50. Sin embargo vuelve pronto a confesar su confianza en el Señor (vv. 12 ss.), sabiendo que nada le duele tanto como el que dudemos de su amor y misericordia para eos nosotros. Cf. Mat. 6, 30; 8, 26; 14, 31, etc. Tambien .a nosotros se nos plantea el mismo problema. A él se alude en I I Pedro 3, 4-9. 10. El Catecismo Romano • (IV, Primera petición del Pater noster) cita este v. con Hab. 3, 2 y Miq. 7, 18, y agrega: " E n el momento en que nos creemos perdidos y absolutamente abandonados de Dios, es precisamente cuando £1 nos busca con una bondad infinita y está cuidando de nosotros. Aun en su ira detiene la espada de su justicia y sigue derramando sobre nosotros los tesoros de su misericordia inagotable." Cf. S. 77, 37 y nota. 11 ss. Tentación semejante a la del S. 72. Para ahuyentar esa desconfianza, el salmista se pone a recordar los mil favores recibidos (cf. S. 70, 20 y nota), especialmente por su pueblo (S. 77, 104, 105 y 106). El v. 11 es citado en Denz. 188 según la Vulgata, donde ese cambio se entiende no de una mudanza operada en Dios, sino a la inversa, hecha por Dios en el salmista alegrando su espíritu abatido hasta ese momento. 16. Jacob y José: Suelen entenderse como si dijera udá y Efraím, representando ambos reinos el de udá y el de Israel, en el cual Efraím, hijo de José, tenía la preponderancia (véase S. 79, 9 y nota). Pero mejor quizá puede entenderse de José, en cuanto salvador de sus hermanos, pues fué como un nuevo padre para los hijos de Jacob en Egipto. 17 ss. Evocación viva de la salida de Egipto y del paso del Mar Rojo, después de la esclavitud en que habían caído allí los israelitas. Cf. Ex. caps. 14-15; 19, 16-18. 18 s. Tus dardos: L,ós rayos. Del v. 19 (Vulg.) está tomado el Introito de la Misa de la Transfiguración. El texto latino del nuevo Salterio Romano ha vertido este pasaje en latín con acento clásico y bello lirismo virgiliano. S. Agustín, en sentido alegórico^ lo aplica como si fuese una profecía de la conversión de la tierra por la predicación del Evangelio.

LOS SALMOS T< (77), 18-»: 77 (78), 1-tt

638 los cielos hicieron oír su voz, y volaron tus dardos. Tu trueno sonó en el torbellino, los relámpagos iluminaron el mundo; se conmovió y tembló la tierra. 20 Tu camino se abrió a través1 del mar, y tus sendas sobre inmensas aguas, sin que aparecieran las huellas de tus pisadas. 21 Y Tú mismo guiaste a tu pueblo como un rebaño, por mano de Moisés y de Aarón. 19

SALMO 77 (78) HISTORIA DEL INGRATO ISRAEL

WaskU de Asaf. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presta oído a las palabras de mis labios. 2Voy a abrir mi boca en un poema, y evocaré escondidas lecciones del pasado. sLo que hemos oído y aprendido, lo que nos han contado nuestros padres, *no lo ocultaremos a sus hijos; relataremos a la generación venidera las glorias de Yahvé y su poderío, y las maravillas que Él hizo. 21. Tomado de Núm. J3, 1. A menos que se haya extraviado el resto de la estrofa, el salmista parece detenerse de golpe ante este recuerdo (cf. S. 77, 1 y nota). j A qué seguir? Ya ha sido escuchado (v. 2) y ha sustituido su amarga tentación por una confianza inquebrantable en el Dios de Israel, "cuyos dones y elección son irrevocables" (Rom. 11, 28 s.). Cales hace notar que se ignora la fecha y ocasión del Salmo y refuta una vez más el empeño de referirlos todos al tiempo de los Macabeos (cf. S. 75, 1 y nota). 1. s. Como un eco superabundante del Salmo anterior, todo el presente cántico, lo mismo que el de Moisés (Deut. 32) y los Salmos 104, 106, etc., es una síntesis de la historia del pueblo ' israelita. El salmista la llama parábola y cosa recóndita, porque, los acontecimientos históricos de Israel nos muestran, como aquí, los misterios del Corazón de Dios, manifestados por su Providencia (cf. W. S, 22, 23 y sus notes; Ef. 3, 9 s.¡ Rom. 16, 25; Col. 1, 26; I Pedro í, 20) y encierran enseñanzas profundas para las generaciones venideras (véase también Neh. 9, 6 ss.; Hech. 7). En la historia de ese pueblo está prefigurada la de todos los pueblos y de todos los hombres. S." Mateo (13, 35), tomando el v. 2 en sentido profético, señala su cumplimiento en las parábolas de Jesús. Escucha (otros vierten: estáte atento): Esta palabra es siempre el paternal llamado de Dios a su pueblo. No va a pedirle nada ni a ordenarle cosas duras: sólo quiere que le preste atención para que comprenda hasta dónde lo ha amado. C.f. v. 7; Deut. 6, 4; Jer. 7, 23 ss. y notas. 3 ss. Esta tradición de padres a hijos es cosa muy amada de Dios, siempre que perpetúe las cosas dichas por Él. Cf. Ex. 12, 26 s.; 13, 8 y 14; Deut. 4, 9 s.; 6, 7 y 20; 11, 19; Jos. 4, 6 s.; Joel 1, 3, etc. Vemos también que según los apóstoles se continúa ese espíritu patriarcal que hace de los padres y madres los maestros naturales de sus hijos (v. 5) para hacerles conocer a Dios y a su Palabra, así como también el marido a la mujer (véase I Tim. 3, 15 s.; I I Tim. 1, 5; I Cor. 14, 35; I Pedro 3, 1. Cf. Prov. 22, 6; Ecli. 25, 5, etc.). En cambio Jesús dice todo lo contrario cuando se trata de las tradiciones humanas, a causa de las cuales S04 olvidados los mandamientos de Dios. Cf. Mat. 15, 6 ss.; Marc. 7, 7; Gal. 1, 12 y 14; Col. 2, 8; Tito 1, 14.

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Porque Él, habiendo dado testimonio a Jacob, y establecido una ley en Israel, mandó a nuestros padres enseñarlo a sus hijos, 'para que lo supiera la generación siguiente, y a su vez los hijos nacidos de ésta lo narrasen a sus propios hijos; 7 de suerte que pongan en Dios su confianza, no olvidando los beneficios de Yahvé y observando sus mandamientos; *para que no vengan a ser como sus padres, una raza indócil y contumaz; generación que no tuvo el corazón sencillo ni el espíritu fiel a Dios. 9

Los hijos de Efraím, muy diestros arqueros, volvieron las espaldas en el día de la batalla; 10 no guardaron la alianza con Dios, rehusaron seguir su ley; "olvidaron sus obras y las maravillas que hizo ante los ojos de ellos. ^ A la vista de sus padres Él había hecho prodigios en el país de Egipto, en los campos de Tanis. 13 Dividió el mar por medio, y los hizo pasar, 5 ss. Que conozcan lo que es Dios, en su bondad, para que pongan en Él su esperanza y su confianza (v. 7) y de ese modo, es decir con amor de hijos, cumplan la divina voluntad: tal es el plan de Dios que se manifiesta en toda la Escritura y que Jesús resume en Juan 17, 26. 8. Estos epítetos sobre la rebeldía y dureza de Israel contra el Dios amante que quería ser su maestro (Deut. '32, 12; Is. 54, 13; S. 70, 17; Jer. 31, 34), se repiten muchas veces en la Sagrada Escritura. Cf. lo que dice Moisés sobre este pueblo en Deut. 32, 5. Véase también la advertencia que S. Pablo nos hace para que no corramos la misma suerte que ellos (Rom. 11, 17-24). 9. Los hijos de Efraim, la tribu más poderosa en los tiempos de la conquista de Canaán. Josué era oriundo de esta tribu, pero no rebelde como ella. Volvieron las espaldas: no en sentido de huir de los enemigos por cobardía, pues eran los más guerreros (cf. Juec. 8, 1 ss.), sino porque, a pesar de serlo, no quisieron destruir a los cananeos de Guécer (Juec. 1, 29) y habitaron con ellos como las demás tribus, quebrantando así el pacto con Dios (v. 57). Él les echó en cara esto (Juec. 2, 1 ss.) y en castigo dejó subsistir a aquellos pueblos para que sirviesen de tentación de Israel (Juec. 3, 1 ss.). No se trata aquí, pues, del pacto violado según se indica en IV Rey. 17, 13-15 al narrar la caída del reino del Norte, pues allí se alude a ambos reinos, en tanto que aquí se habla especialmente de Efraím como tribu ( w . 9-11; 67-72), y no como nombre extensivo a las diez tribus de Israel por oposición a Judá (v. 67 s.), según se usa por ejemplo en Ez. 37, 16 ss. Cf. S. 76, 16 y nota. También era de la tribu de Efraím, Jeroboam, el que se rebeló contra la casa de David ( I I I Rey. 12, 25 ss.; I I Par. 10, 16), pero este cisma, origen sin duda de que el nombre de Efraím se extendiese a las diez tribus, fué después de la muerte de Salomón y este Salmo es de Asaf el gran contemporáneo de David, y habla de hechos antiguos. 12. Tanis (cf. v. 43), capital de los faraones de Egipto en tiempos de Moisés, escenario de los acontecimientos relatados en Ex. caps. 5-11. Cf. Is. 19, 11 y 13; 30, 4. 13 s. Recuerda el paso del Mar Rojo y la nube que guiaba a Israel (Ex. 14, 22 y 13, 21).

LOS SALMOS 77 (78), 13-43

639

sosteniendo las aguas como un muro. ^Mas no bien satisfecho su apetito, De día los guiaba con la nube y estando el manjar aún en su boca, y toda la noche con un resplandor de fuego. 31se alzó contra ellos la ira de Dios, "Hendió la roca en el desierto, e hizo estragos entre los más fuertes, y abatió a la flor de Israel. y les dio de beber aguas copiosísimas. ^Sacó torrentes de la peña, ssSin embargo, pecaron de nuevo, hizo salir aguas como ríos. y no dieron crédito a sus milagros. 33 "Mas ellos continuaron pecando contra Él, Y ti consumió sus días en un soplo, resistiendo al Altísimo en el yermo; y sus años con repentinas calamidades. 18 tentaron a Dios en sus corazones, ^Cuando les enviaba la muerte, pidiendo comida según su antojo. entonces recurrían a Él, 19 V hablando mal de Dios, dijeron: y volvían a convertirse a Dios, "¿Podrá Dios prepararnos ^recordando que Dios era su roca, una mesa en el desierto? y el Altísimo su Libertador. 36 '"Cierto es que hirió la peña, Pero lo lisonjeaban con su boca, y brotaron aguas y corrieron torrentes; y con su lengua le mentían; 37 mas ¿podrá también dar pan su corazón no era sincero para con Él, y proveer de carne a su pueblo?" y no permanecieron fieles a su alianza. 21 38 Yahvé lo oyó y se indigno; É1, no obstante, en su misericordia, su fuego se encendió contra Jacob, les perdonaba su culpa, y no los exterminaba. y subió de punto su ira contra Israel, Muchas veces contuvo su ira, aporque no creyeron a Dios, y no permitió que se desahogase toda su inni confiaron en su auxilio. ^acordandose de que eran carne, [dignación, un soplo que se va y no vuelve. a Con todo, ordenó a las nubes en lo alto, ^¡Cuántas veces lo provocaron en el desierto; ' brió las puertas del cielo, cuántas lo irritaron en aquella soledad! llovió sobre ellos maná para su sustento, 41 Y no cesaban de tentar a Dios, dándoles trigo del cielo. s de afligir al Santo de Israel. Pan de fuertes comió el hombre-, •'No se acordaban ya de su mano, envióles comida hasta hartarlos. "{Después levantó el viento solano en el cielo, 30 s. Y aquel lugar fué llamado sepulcro del deguio con su poder el ábrego, leo (Núm. 11, 3 3 ; 33, 17), en recuerdo de que la "y llovió sobre ellos carne ira de Dios se encendió contra la desconfianza de tanta como el polvo; su pueblo y su pretensión de saber mejor que Él lo que les convenía. ¿No fué acaso semejante el aves volátiles como arena del mar pecado de Adán y el de Babel ? ¿ No fué igualmente ''cayeron en su campamento, torpe y desconfiada la actitud de los hombres, inen derredor de sus tiendas. cluso de los discípulos, cuando Jesús les anunció **¥ comieron y se hartaron. que su Cuerpo es comida y su Sangre es bebida? (Juan 6, 53 y 61). Por lo demás, la necesidad de Así Él les dio lo que habían deseado. M

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15 s. Cf. Ex. 17, 6; Núm. 10, 1 ss. y S. 104, 41, donde se refiere el prodigio de las aguas sacadas de la roca. i 7. Lo propio del hombre es la ingratitud (v. 32, etc.) y todos somos asi. La explicación se encuentra en el v. 22. 18 ss. Recuerda el maná del desierto y luego el milagro de las codornices (vv. 26 ss.). Cf. Ex. 16, 2 ss.; Núm. 11, 4-23. El hablar mal de Dios (v. 19) consistía en desconfiar de su bondad (cf. Sab. 1, 1). 21. Fuego: El de la cólera divina (Núm. 11, 1). 22. Nótese cómo no se habla precisamente de los pecados contra la Ley sino de la falta de fe con. fiada, porque de esta falta proceden los demás pecados. Es toda la economía del Cristianismo: de las virtudes teologales proceden, por obra de la gracia, las virtudes morales (Gal. 5, 6). De aquí que para reformar las costumbres hemos de empezar por dar a conocer el Corazón de Dios, predicando su Palabra, que es la que engendra la fe (Rom. 10, 17) y le hace dar frutos ('Mat. 13, 1-23; I I Tim. 3, 16 s.; S. 1, 2 s.; 118, 11, etc.). 23 ss. Véase Éx. 16, 13-21; Núm. 7-9. 25. Pan de fuertes: Otros vierten: Pan de ángeles: el maná, figura del pan bajado del cielo que es Cristo. Cf. Juan 6, 32 ss.; I Cor, 10, 3. 26 ss. Véase Ex. 16, 13; Núm. 11, 31-35. 29. Lo que habían deseado: Para su mal. I Tremenda forma de castigo que debe hacernos temblar antes de quejarnos de Diosl Cf. S. 80, 13 y nota.

castigo sigue viéndose en los vv. 32, 41, etc. 34. S. Agustín observa ya que el pueblo de Israel, que siempre vuelve a rebelarse contra Dios, es figura del hombre de todas las edades y tiempos. 1 Si al menos reconociéramos nuestra miserial Ello bastaría para que Dios se apresurase a perdonar (cf. Luc. 15, 20; Juan 6, 37). 36 s. Cf. esta misma queja en boca de Jesús (Mat. 15, 8 citando a Is. 29, 13). 38. Patente contraste entre lo que somos nosotros y lo que es Él ( S . 76, 10 y~nota). "La justicia, dirigida hacia la purificación de las personas y de los pueblos y para atraerlos hacia sí, siempre sigue estando por debajo de la justicia del padre, inspirado y dominado por el amor" (Pío X I I ) . 39. "¡Por eso, porque el hombre es tan poca y endeble cosa, Dios se siente más inclinado a perdonarle!" ('Manresa). Cf. S. 102, 13-14; Job 10, 9; Gen. 6, 3; 8, 2!. Espiritualmente este texto aplicado al soplo del Espíritu Santo (cf. S. 103. 29 s.) nos hace entender mejor la palabra de Jesús en Mat. 26, 41. Si lo único que puede sostenernos es el espíritu, no siendo éste cosa nuestra sino prestada, resulta evidente la necesidad de buscarlo y pedirlo constantemente por la oración a Dios y la meditación de su Palabra (S. 62, 9; Luc. 11, 13; Sant. 1, 5 y 21). 41. El Santo de Israel: el mismo Dios. 42 ss. Descripción de las plagas de Egipto (Ex. cap. 7 ss.), asombrosa manifestación del amor de Dios a su pueblo, amor que después del abandono de Israel por su incredulidad (Hech. 28, 25 ss.; Rom. 11, 20) se mostrará una vez- m i s en los últimos tiempos (Is. 63, 4 ss.; Joel 3; Rom. 11, 23-31, etc.).

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LOS SALMOS 77 (78), 42-7J

como sus padres; de aquel día en que los libertó del poder del opresor, fallaron como un arco torcido. 58 ^cuando Él ostentó sus prodigios en Egipto, Lo movieron a ira y sus maravillas en los campos de Tanis, con sus lugares altos, ••trocando en sangre sus ríos y con sus esculturas y sus canales, para que no bebiesen; le excitaron los celos. S9 •'enviando contra ellos Ardió con esto el furor de Dios; unos tábanos que los devoraban, acerbamente apartó de sí a Israel, y ranas que los infectaron; ^V abandonó el Tabernáculo de Silo, ^entregando sus cosechas a la oruga, la morada que tenía entre los hombres. 61 y el fruto de su trabajo a la langosta; Abandonó al cautiverio su fortaleza, •'destruyendo con el granizo sus viñas, y su gloria en manos del adversario. 62 y con heladas sus higueras; Entregó su pueblo a la espada, ^librando a la peste sus manadas, y se irritó contra su herencia. 63 y sus rebaños al contagio; E1 fuego devoró a sus jóvenes, 48 desatando contra ellos el ardor de su ira, y sus doncellas no fueron desposadas. M su indignación, el furor, el castigo: A cuchillo cayeron sus sacerdotes, un tropel de ejecutores de calamidad; y sus viudas no los lloraron. sedando libre paso a su saña, K y entregando a ellos mismos a la peste, E1 Señor despertó entonces sin perdonar sus propias vidas, como de un sueño 51 v matando a todo primogénito en Egipto, —cual gigante adorhiecidó por el vinolas primicias del vigor en las tiendas de Caín. t e hirió a los enemigos en la zaga, cubriéndolos de ignominia para siempre. 52 67 Ni recordaban cuando como ovejas Mas reprobó la tienda de José, sacó a los de su pueblo, a la tribu de Efraím no la eligió, y los guió como uri rebaño por el desierto, " yy prefirió ,3 a la tribu de Judá, y los condujo con seguridad y sin temor, mientras sepultaba a sus enemigos en el mar. 69 el monte Sión, su predilecto. Y levantó, como cielo, su santuario, " i ios nevo a su tierra santa, como la tierra, que fundó para siempre. a los montes que conquistó su diestra; ">Y escogió a su siervo David, M expulsó ante ellos a los gentiles, sacándolo de entre los rebaños de ovejas; en suertes repartió la heredad de éstos, "detrás de las que amamantaban lo llamo, y en sus pabellones hizo habitar para que apacentase a Jacob, su pueblo, a las tribus de Israel. y a Israel, su heredad. ra Y él los apacentó con sencillez de corazón, ''Pero ellos aun tentaron y los guió con la destreza de sus manos. y provocaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus mandamientos. 59. Lugares altos: En los collados hacían culto "Apostataron y fueron traidores, idolátrico a manera de los cananeos (cf. Deut. 12, 44. Primera plaga. El v. 45 recuerda la 4» y la 2»; el 46 la 8»; el 47 la 7»; el 48 la 5»; el 49 la 9»; el 50 la 6». No se menciona la tercera plaga: los mosquitos (Ex. 8, 16 ss.) quizá por comprenderla en la de las moscas (v. 45 a ) . 48. Así Rembold. Cf. Calés. 49. Ejecutores de calamidad. Otros: ángeles tna tos. Véase Sab. 18, 15 y nota.. Cf. Apoc. 7, 1 ss.; 9, 14 s.; 15, 1, etc. 50. Para la traducción cf. Rembold y Calés. 51. Cam, hijo de Noé, es, según el Génesis (10, 6), progenitor del pueblo de Egipto, que en hebreo es Ha mado Misraim. Primicias del vigor se llama a lbs pri mogénitos (Gen. 49, 3; Deut. 21, 17). Cf. S. 126. 4 52 s. Notemos el amor y ternura que pone Dios en esta expresión. Cf. Is. 63, 9-14; S. 76, 21; 79, 2; Os. 12, 13, etc. 54 s. Los montes (quizá: los limites). Se trata de toda la Palestina (Jos. 13, 7), región montañosa (cf. Ex. 15, 17). Su diestra, no el esfuerzo de Is rael. Véase los admirables pasajes del Deut. 7, 7-24; 9, 1 ss.; S. 67, 6-13 y notas. Expulsó a los gentiles (v. 55): Véase S. 79, 9; Sab. 12, 6. Son inconta bles los casos como éste en que Dios hace ostenta ción de su amor y preferencia por el pueblo escogida (Deut. 32, 8 ss.; S. 104, 14 y 44, etc.). Repartió la heredad: Cf. Jos. 13, 6; 17, 1 ss. Cf. Ez. 47, 13-23 57. Fallaron como un arco torcido: Para notar la elocuencia de esta figura obsérvese que se trata aquí nuevamente de los efraimitas, hábiles arqueros (v. 9). Ellos tuvieron en su tierra el honor de poseei el Tabernáculo (v. 60).

2; Lev. 26, 30). Todos los profetas tuvieron que luchar más tarde contra ese culto en los lugares altos. 60 s. El Tabernáculo, su Morada (cf. Jer. 7, 12), había sido puesto en Silo (tribu d e ' Efraím) en tiempo de Josué (Jos. 18, 1). El Arca de la Alianza, llamada su fortaleza y su gloria (v. 61), cayó en poder de los filisteos (I Rey. 4, 4 y 11) y no regresó más allí, donde habia estado instalada en tiempo de los Jueces (I Rey. 4, 21). Cf. E*41, 26. 63. No fueron desposadas: Porque los jóvenes habían perecido. 65. Es Dios mismo quien se aplica este símil de asombroso vigor para mostrarnos el celo con que defiende a los suyos (cf. Luc. 1, 71; Juan 10, 28-30 y nota). 66. Alusión a la enfermedad vergonzosa que sufrieron los filisteos mientras el Arca estaba en su territorio (I Rey. 5). 67 s. Dios eligió el monte Sión como sede del Tabernáculo, en señal de la preponderancia de Judá sobre Efraím. Cf. v. 9 y nota; S. 67, 17 y 28; 79, 2; 80, 6; 86, 3; I Par. 28, 4; Am. 9, 11; Hech. 15, 16 s. 69. Cf. S. 88, 30; 148, 1 y 7; Is. 65, 17; 66, 22; Ef. 1, 10; I I Pedro 3, 13, etc. 70 ss. Véase la admirable elección de David, figura de Cristo: | E r a "el más pequeño" y apacentaba ovejas! Véase I Rey. 16, 11 ss.; I I Par. 6, 6; I I Rey. ;, 2; 7, 8 (cf. Amos 7, 15; Luc. .5. 10); Ez. 34, 23; 37, 24 s,; Miq. 7, 14; S. 88, 2 1 ; 131, 11 ss.; Ecli. 45, 3 1 ; 47, 2 ss.

LOS SALMOS 78 (7»), 1-13; 79 (80), 1-2

641 10

¿Por qué han de decir los gentiles: ¿Dónde está el Dios de éstos?" Sea manifiesta contra los gentiles, delante de nuestros ojos, la venganza por la sangre vertida de tus siervos.

SALMO 78 (79) ELEGÍA SOBRE LA RUINA DE JERUSALEN l

Salmo de Asaf. Oh Dios, los gentiles han invadido tu heredad, han profanado el Templo de tu santidad, han hecho de Jerusalen un montón de ruinas. 2 Dieron los cadáveres de tus siervos >ór pasto a las aves del cielo; Ías carnes de tus santos a las bestias de la tierra. derramaron su sangre como agua, en rededor de Jerusalen, y no hubo quien les diera sepultura. *Hemos venido a ser el escarnio de nuestros vecinos, fábula y ludibrio de los que nos rodean.

u

Suba hasta Ti el gemido de los cautivos, según la potencia de tu brazo, salva a los destinados a la muerte. 12 Derrama en retorno, sobre el seno de nuestros vecinos, septuplicado el ultraje que arrojaron sobre Ti, Señor. 13 Y nosotros, tu pueblo, y ovejas de tu grey, te daremos gracias eternamente, y cantaremos tu alabanza, de generación en generación. SALMO 79 (80) RESTAURACIÓN DE LA VIÑA DEL SEÑOR

5

¿Hasta cuándo, Señor? ¿Ha de durar tu ira para siempre? ¿Arderán tus celos como el fuego? derrama tu cólera sobre las gentes que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu Nombre; 'porque ellos han devorado a Jacob y han asolado su morada. 8 No quieras recordar contra nosotros las iniquidades de nuestros mayores; venga pronto a encontrarnos tu misericordia, porque estamos muy abatidos. 9

Acude a socorrernos, oh Dios, Salvador nuestro, por la gloria de tu Nombre. Líbranos y olvida nuestros pecados, a causa de tu Nombre.

1 ss. Según 1-a opinión más común entre los exégetas católicos, este Salmo, como el 73, deplora la suerte del Templo y de la Ciudad santa hollada por los gentiles y la humillación del pueblo hebreo, que dura hasta hoy según lo anunció Jesús (Luc. 21, 24). Y así como en los Salmos 74 y 75 Dios responde a ese lamento con las promesas de restauración, así también el Salmo 79 contiene la esperanza de ésta. La atribución al tiempo de los Macabeos ha sido abandonada, como en tantos otros Salmos, pues éste ya se recitaba entonces como más antiguo (cf. I Mac. 7, 17, que cita los vv. 2 s.) y se reconoce que la destrucción de la ciudad por Antíoco no fué tan grave como lo que aquí se menciona. S. Atanasio y otros veían en éste un Salmo profético del tiempo de David, y la liturgia judía lo recita aún cada viernes junto al Muro de las Lamentaciones, último recuerdo del Templo desaparecido desde la destrucción de la ciudad por Tito, que Jesús anunció en Mat. 24. Un montón de rumas: Cf. S. 73, 2 y 7; Is. 1, 8; 63, 18 s. y 64, 1; Jer. 51, 51; Ez. 25, 1 ss. y nota. 5. Cf. S. 70, 5; 73, 1; 77. 21; 84, 6; 88, 47. 6 s. La profecía de Jeremías, lamentando la desolación de Jerusalen, termina con estas mismas palabras (Jer. 10, 25). La edición vaticana de Gramática cita aquí muy a propósito la oración de Ecli. 36 y II Tes. 1, 8, que muestra cómo será en los últimos tiempos esa venganza de Dios sobre los que no lo conocieron. Cf. v. 10 y nota. 8 s. Expresión de humildad poco común en nuestro tiempo (cf. S. 38, 13 y nota); es un verdadero acto de contrición colectiva (Lam. 3, 42 y nota). Cf. Is. 64, 9 ss. Por la gloria de tu Nombre (v. 9 ) : En S. 53, 8 y nota vimos el significado de esta gloria.

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Para el maestro de coro. Por el tono de (como) azucenas (las palabras) de la Ley, Salmo de Asaf. 2 Pastor de Israel, escucha: Tú, que como un rebaño guías a José; Tú, que te sientas sobre querubines, 10 ss. La venganza: Para defender este pasaje contra los que se escandalizan de él, un exégeta protestante se ha fundado en que "los salmistas eran hombres" y en la injusticia y brutalidad sufridas por el judaismo. La explicación es puramente humana y poco sobrenatural, como si la oración de este Salmo y de tantos otros análogos no fuese inspirada. Mejor lo explicaba ya S. Agustín diciendo que no desea el salmista que vengan males sino que presagia la ineludible acción de la justicia y vaticina las cosas futuras. En efecto, los profetas anuncian muchas veces tal venganza (cf. Joel 3, 1 ss.) y en Apoc. 6, 10 y 19, 2 encontramos igual expresión, acompañada esta vez de júbilo en el cielo. Los que después de esto se escandalizasen, lejos de defender la Ley de Dios (cf. ¡Mat. 5, 39-48; 18, 21 ss., etc.) estarían juzgando a Dios, lo cual es una soberbia que Él no tolera a pesar de ser tan bueno con los demás pecadores. Septuplicado (v. 12): Cf. Gen. 4, 15 y 24; Lev. 26, 21 y 28; Prov. 6, 31; Ecli. 7, 3; 40, 8, etc. 13. Ovejas de tu grey: Véase S. 94, 7; 99, 3. Cantaremos, etc.: "Como se hace en el Apocalipsis, se pedirá que el Salvador, para siempre victorioso, vengue sobre las potestades del mal la sangre de los que le dieron testimonio; y se hará buena justicia. Después de triunfar por un tiempo, el autor de todo mal será castigado y relegado para siempre al fondo del abismo y llegará el reinado de la pax y de la justicia" (Dom Puniet). Cf. Is. 43, 21; Jer. 23, 5; 33, 15 s.; Apoc. 6, 9-11; 20, 1-10, etc. 1. Acerca del epígrafe léase la nota al S. 44, 1. Sobre el contenido véase el S. 78, 1 y nota. Éste Salmo, como el anterior, es una apremiante oración "que pide a Dios socorro para la atribulada nación israelita en figura de una viña que plantó el mismo Dios (cf. Is. 5, 1-7; Jer. 2, 21)" (Vaccari). Arrancada del suelo de Egipto y trasladada al pais de promisión, la abandonó el Viñador divino y la vendimian los transeúntes (S. 88, 42 ss.). Cf. Gen. 49, 22; Is. 3, 14; 5. 5; Jer. 12, 10 s. Muchos suponen que se trata aquí en particular de las diez tribus del norte, cautivas en Asiría (cf. v 2 y nota), pues el epígrafe en los LXX dice: "Sobre los asirios". Es el caso del S. 75, 1. Véase allí la nota. 2 «. Portor de Israel: Véase Gen. 48, 15: 49, 24. Cf. S. 21, 1; 73, 1; 77, 52. El nombre de Benjamín (tribu del reino de Judá) sorprende aquí entre los

LOS SALMOS 79 (80). 3-30; 80 (81). 1-1

642 'muéstrate a los ojos de Efraím, de Benjamín y de Manases. Despierta tu potencia, y ven a salvarnos. *¡Oh Dios de los ejércitos, restaúranos! Haz resplandecer tu Rostro, y seremos salvos. •¡Oh Yahvé, Dios de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás airado contra la oración de tu pueblo? *Lo has alimentado con pan de llanto; le has dado a beber lágrimas en abundancia. ''Nos has hecho objeto de contienda entre nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan de nosotros. 8

¡Oh Dios de los ejércitos, restaúranos! Haz resplandecer tu Rostro, y seremos salvos.

y las bestias del campo la devoren? "Retorna, pues, oh Dios de los ejércitos, inclínate desde el cielo, y mira, y visita esta viña, ls la cepa que tu diestra plantó, y el retono que para ti conformaste. 17

Perezcan ante la amenaza de tu Rostro quienes la quemaron y la cortaron. Pósese tu mano sobre el Varón que está a tu diestra; sobre el Hijo del hombre que para Ti fortaleciste. l9 Entonces no volveremos a apartarnos de Ti; Tú nos vivificarás, y nosotros proclamaremos tu Nombre. 18

^¡Oh Dios de los ejércitos, restaúranos! Haz resplandecer tu Rostro, y seremos salvos.

9

De Egipto trasladaste tu viña, arrojaste a los gentiles, y la plantaste; preparaste el suelo para ella, y echó raíces y llenó la tierra. u Los montes se cubrieron con su sombra, y con sus ramas los cedros altísimos. "Hasta el mar extendió sus sarmientos y hasta el gran río sus vastagos.

SALMO 80 (81)

10

13

¿Cómo es que derribaste sus vallados para que la vendimien cuantos pasan por el camino; 14 la devaste el jabalí salvaje de Efraím y Manases, hijos de José, cuyas tribus hacen pensar en el reino del Norte. Es posible que se trate de un agregado, tanto más cuanto que afecta al ritmo del verso. Mas no podría asegurarse, pues la restauración pedida en el Salmo (cf. v. 4) comporta siempre, según los profetas, la reunión de las doce tribus. Cf. Is. l l , 11-13; Jer. 30, 3; Ez. 37, 15 ss. Véase S. 67, 26; 84, 2 y notas. El texto del v. 3 es usado muchas veces en la Liturgia de Adviento para apresurar la venida del Señor. Cf. II Pedro 3, 12; I Cor. 16, 22; Apoc. 22, 17 y 20; Cat. Rom. I 8, 1 in fine. 4. Estribillo repetido varias veces (véase los vv. 8 y 20). "Por rastro se entiende muy a propósito a ' Jesucristo, porque es la cara de Dios, esto es, imagen o figura especial del Eterno Padre" (Scio). Véase v. 17; Juan 14, 9; Hebr. 1, 3; Sab. 7, 26. Cf. Is. S9, 20 citado en Rom. 11, 26. 5. Contra la oración de tu pueblo: Así literalmente. Algunos proponen leer contra el resto de tu pueblo. Cf. S. 73, 1; 78, 5. 9. Tu viña: Cf. v. 1 y nota. Arrojaste a los gentiles: Los pueblos cananeos. Cf. S. 43, 3; 77, 54 y nota. 12. Indica la extensión del reino que abarca los países desde el mar (iMediterráneo) hasta el río (Eufrates). Véase Deut. 11, 24; cf. Ez. 47, 13 ss. 14. Jabalí: Uno de los enemigos más feroces de las viñas. Quizá es Asiria o Babilonia, que suelen tener en los profetas un sentido figurado (Is. 5, 25; caps. 12-14; I Pedro 5. 13. Cf. Jer. 51, 8 e Is. 21, 9 con Apoc. 14, 8 y 18, 2: Jer. 51, 6 y 45 con Apoc. 18, 4; Jer. 50, 29 con Apoc. 18, 6; Is. 47, 8 con Apoc. 18, 7, etc.). Las bestias del campo simbolizarían, según Fillion, "los enemigos de Israel, sean próximos (como Edom, los árabes devastadores. etc.), sean lejanos como Assur" (cf. Ez. 25, 4 y nota). Otros, continuando la interpretación restringida al Norte, ven aquí a los pobladores trasplantados a Samaría en IV Rey. 17, 24 ss. El griego y la Vulgata vierten: la fiera singular, lo que aria pensar en Dan. 7, 7 s. Cf. S. 67, 31 y nota.

PARA LA FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS 1

Al maestro de coro. Por el tono de Haggbittoth (los lagares). De Asaf.

Regocijémonos delante de Dios, nuestro Auxiliador; 16 s. Texto inseguro. Algunos suponen que 16 b fué transportado por error del v. 18 (véase allí la nota). Retoño o renuevo, lo mismo que "pimpollo", es nombre del Mesías (Is. 11, 1 y también 4, 2; 53, 2; Jer. 23, 5; 33. 15; Zac. 3, 8; 6, 12; cf. Mat. 2, 23), descendiente de Judá, lo cual, unido a lo que exponemos en las notas 1 y 18, dificultaría más la opinión de que este Salmo sólo aludiese a las diez tribus. Sobre tu Rostro (v. 17), cf. v. 4 y nota. Igual amenaza está anunciada al Anticristo (Is. 11, 4; II Tes. 2, 8; Apoc. 19, 21). Cf. v. 14 b y nota. 18. El Hijo del hombre y Varón de tu diestra, lo mismo que retoño (cf. v. 16 y nota), es el Mesías, como dice la Paráfrasis Caldaiea y observan los santos Padres. Véase v. 4 y nota; Dan. 7, 13; iMat. 24, 30; Apoc. 5, 5-7; S. 88, 21 ss.; 109, 1 ss.; Hech. 2, 34; 7, 55 s., etc. Joüon hace notar que esta designación que Cristo se da en Mat. 26, 64 y Marc. 14, 62 es visiblemente alusiva a Dan. 9, 13. Algunos opinan que el varón de tu diestra es Israel, y citan Deut. 33, 12; pero, alli no hay tal nombre sino el de Benjamín, y éste tampoco significa eso, sino hijo de la diestra (Gen. 35, 18). En cuanto a Israel sólo es llamado "hijo" aludiendo a Efraím (Os. 11, 1-3) e "hijo primogénito" con relación a toda la nación (Ex. 4, 22), mas no hijo del hombre. título que, tomado por antonomasia, se entiende siempre del Verbo encarnado, lo mismo que el de Varón de tu diestra (S. 109, 1 y 5). 20. Vuelve una vez más el estribillo que, con los w . 2 y 3, forma "como el resumen de este Salmo de espera: |Ven, oh Señor Jesús 1" (Dom Puniet). La cuestión de la fecha del Salmo está lejos de haberse aclarado, pero no hay ninguna razón seria para pensar en la época macabea y, sólo por suposición algunos piensan en 722, año de la deportación de Efraím. 1. Acerca de la nota por el tono... los lagares, véase S. 8, 1 y nota. El rebosante júbilo de este Salmo manifiesta su carácter de himno recordatorio de las grandes maravillas de la salida de Egipto, aludiendo a la fiesta de los Tabernáculos (cf. Núm. 29, 12 y nota) y otras (cf. v. 4 y nota), pues se entiende aquí todo el periodo del Éxodo que suele llamarse "día de' la salida de Egipto" (Jer. 7, 22 s.). Su fin es además didáctico: enseñar la fidelidad para con el Señor que ha colmado de bienes a su pueblo.

LOS SALMOS 80 (81), 2-17: 81 (82), 1-4

643

aclamad con júbilo al Dios de Jacob. ^Entonad himnos al son del címbalo, la citara armoniosa y el salterio. . 4 Tocad la trompeta en el novilunio y en el plenilunio, nuestro día de fiesta.

u

'Porque ésta es ley en Israel, prescripción del Dios de Jacob. 6 Como rito recordatorio, la impuso Él a José, • cuando salió (El) contra la tierra de Egipto. Oyó entonces (este) lenguaje nunca escuchado: '"Libré sus hombros de la carga, y sus manos dejaron los cestos. 8 En la tribulación me llamaste, y Yo te saqué; te respondí escondido en la nube tempestuosa, te probé en las aguas de Meribá.

14

'Oye, pueblo mío, quiero amonestarte. ¡Ojalá me escucharas', oh Israel! No haya en ti ningún otro Dios; no te encorves ante un dios ajeno. "Soy Yo Yahvé el Dios tuyo, que te saqué de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y Yo la llenaré. 10

4. Novilunio: "La luna señala los días festivos... de ella ha tomado nombre el raes" (Ecli. 49, 7 s.). Cf. S. 103, 19 y nota. Aquí significa el primero del mes de Tischri, que se celebraba con solemnidad especial por ser el comienzo del año nuevo, y se llamaba Fiesta de las Trompetas (Núm. 29, 1; 10, 10; Lev. 23, 23-26). He aquí un punto de gran interés para la reforma del calendario, pues fué establecido por Dios (v. 5). 5 s. Israel, Jacob y José: Parecen usarse aquí como sinónimos para significar a todo el pueblo de Israel. Cf. S. 79, 1 s. y notas. 6 ss. No se trata de que Israel oyese entonces la ignorada lengua egipcia. S s el salmista quien, hasta el fin del Salmo, va a trasmitir a su pueblo, como una profecía, la voz de Dios que él escuchó. 7. Libré: Es Dios quien habla y el salmista lo refiere; por eso se menciona al pueblo en tercera persona. Recuerda la servidumbre de Egipto, donde tenían que hacer trabajos propios de esclavos (Ex. 1, 8-14; 2, 23-25). 8. Desde aquí hasta el final habla Dios directamente a su pueblo por boca del salmista. La nube tempestuosa alude a la aparición de Dios en el monte Sinaí (Ex. 19, 9), Las aguas de Meribá (o de la contradicción): así se llama la célebre estación del desierto donde murmuraron los israelitas contra Dios por falta de agua (Ex. 17, 1-7). Allí mismo fué.• donde Moisés incurrió en la única sanción de Dios que mereció en su santa vida (Núm. 20, 2-13), por culpa que el mismo Yahvé imputa al . pueblo (S. 105, 32). 9. Admiremos la suavidad paternal de Dios: pudiendo mandar, suplica, y sólo impone preceptos para nuestro bien (cf. S. 24, 8; 48, 1; 77, 1; 94, 8 y notas). 10 s. Es el primer mandamiento (Ex. 20, 3). Abre bien tu boca (v. 11): Tan asombrosa benevolencia no puede sorprender de parte de un Padre para con sus hijos. Pero es necesario abrir bien la boca: desear, tener hambre, ponerse en estado de recibir. |Sólo pierde los dones de Dios el que los desprecia! (cf. Luc. 1, 53; S. 33, 11; Mat. 5, 6; Juan 4, 10; S. 32, 22, etc.). Israel cayó porque no tuvo esa hambre de las cosas de Dios y su apetito se abrió más al plato de lentejas de los paganos que a los privilegios de la primogenitura que Él le había dado (v. 13 y nota).

Pero mi pueblo no escuchó mi voz, e Israel no me obedeció. 13 Por eso los entregué a la dureza de su corazón: a que anduvieran según sus apetitos. ¡Ah, si mi pueblo me oyera! ¡Si Israel siguiera mis caminos! Ouán pronto humillaría Yo a sus enemigos, y extendería mi mano contra sus adversarios. 16 Los que odian a Dios le rendirían homenaje, y su destino estaría fijado para siempre. 17 Yo le daría a comer la flor del trigo y lo saciaría con miel de la peña." 15

SALMO 81 (82) . Dios JUZGA A LOS JUECES

iSalmo de Asaf. Dios se levanta en la reunión de los dioses; en medio de ellos va a juzgarlos. ^ ¿Hasta cuándo fallaréis injustamente y haréis acepción de personas con los inicuos? 3 Haced justicia al oprimido y al huérfano; amparad al afligido y al menesteroso; 4 librad al desvalido y al necesitado, arrancadlo de la mano de los impíos." 12. Meditemos en la infinita amargura de este lamento divino. Es el mismo de Jesús en Juan 5, 40. 13. | No hay peor castigo que esa libertad que con tanto ahinco defendemos! (cf. Hech. 14, 15). El Señor los dejaba entregarse a sus vicios y concupiscencias como los paganos, cuyos "gimnasios" imitaron (I Mac. 1, 15 s.; II 'Mac. 4, 9 ss. y notas), de manera que cosechasen frutos muy amargos (Rom. 1, 28). 14 ss. Este anhelo y estas promesas que Dios formuló a Israel "muchas veces y de muchas maneras por los profetas" las repitió últimamente "por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo" (Hebr. 1, 1 y 2j Rom. 15, 8). Su desprecio y rechazo fué lo que hizo llorar a Cristo sobre Jerusalén porque ella no había conocido el tiempo de su visita (Luc. 19, 41-44; cf. Mat. 23, 39). Y todavía los apóstoles volvieron a reiterarle ese llamado (Luc. 13, 6 y nota): véase el ?ran discurso de S. Pedro dirigido a Israel (Hech. 2, 12-26 y notas). 16. Los enemigos se someterían al Dios de Israel y entonces el pueblo escogido viviría para siempre en una paz y felicidad maravillosas. Trasciende aquí el reino mesiánico. Cf. Bar. 3, 13; S. 71, 7 y nota. I 17. En sentido figurado, la Liturgia aplica al Pan eucarístico las palabras sobre la flor de trigo y pone este versículo en el Introito que se reza en la Misa del Santísimo Sacramento (Corpus Christi). Cf. S. 147, 3. 1. Este Salmo es, como el 57, un testimonio de la tremenda severidad con que han de ser juzgados los poderosos de la tierra. Dioses: Los príncipes y jueces como representantes de la autoridad divina (v. 6). Cf. Ex. 21, 6¡ 22, 7 s.; Deut. 1, 17; Sab. 6, 4; Rom. 13, 1; I Pedro 2, 13. 4. La magistratura es como un sacerdocio. Véase Prov. 24, H ; Sab. 1, 1. El que no tiene esa vocación debe alejarse 'Uel poder.

LOS SALMOS 81 (82), 5-8; 82 (83). 1-17

644 6

Pero no saben, ni entienden; andan en tinieblas; por eso vacilan todos los fundamentos de la tierra. *Es cierto que Yo dije: "Dioses sois, e hijos todos del Altísimo. 'Pero moriréis como hombres, y caeréis como cae cualquier príncipe." Levántate, Dios; juzga a la tierra, porque Tú has de dominar sobre todas las naciones.

8

SALMO 82 (83) IMPRECACIÓN DE ISRAEL CONTRA LOS GENTILES CONFABULADOS

iCántico. Salmo de Asaf. *Oh Dios, no permanezcas mudo; no estés sordo, oh Dios, ni te muestres pasivo. 5. Dios interrumpe su apostrofe a los jueces (sólo «n este v.), para señalarnos, con toda su espantosa gravedad, la existencia y los efectos de esta ignorancia culpable y a veces voluntaria. Mil veces habla de ella la Escritura, como que es un sello del farisaísmo, falto de rectitud (cf. S. 35, 4 y nota; Juan 3, 19; 7, 17; Prov. 2, 13; Ecli. 21, 12; I Juan 1, 6; 5, 20; Juan 12, 46, etc.)- La calamidad que resulta de estas tinieblas, en que caen los que debieran ser luz para los demás, es tan grave que hace vacilar hasta los fundamentos de la tierra. Cf. [Mat. 5, 13-16; 24, 11 s.; Jer. 23, 1 ss.; Mal. 2, 7 ss, etc. 6. Jesucristo cita este vers. (Juan 10, 34 ss.) para demostrar que tiene derecho a lla-marse Hijo de Dios. jHoy podemos serlo también nosotros gracias a Él! (Juan 1, 12; 20, 17; Gal. 4, 5 s.; I Juan 3, 1; Rom. 8, 16-29, etc.). Pero ello será si la sinceridad de nuestra fe hace efectivamente de nuestro bautismo un nuevo nacimiento (Marc. 16, 16; Juan 3, 3; Rom. 6, 3 ss.; I Juan 3, 9; Col. 2, 12 y nota). 7. A pesar de su alta dignidad, los jueces y príncipes han de morir como los hombres ordinarios y serán juzgados y castigados con una severidad incomparablemente mayor. Véase Sab. 6, 6-8. 8. Como anota la nueva versión de Benziger, hay aquí una apelación a Dios para que asuma su autoridad como soberano sobre toda la humanidad. Bover-Cantera anota: "Parece hablar del Mesías, Juez que ha de gobernar toda la tierra." "Que venga, dice Fillion, a ejercer la justicia, pues que los jueces de la tierra lo hacen tan mal." Páramo ve igualmente aquí .a Cristo como Rey y Dueño de las naciones, a las que juzgará en su día. Cf. S. 79, 16; 95-98, etc. Los reyes y altos personajes llevarán la peor parte en aquel juicio supremo (S. 109, 5; Apoc. 19, 18), y los pobres la mejor (v. 3 s.; S. 71, 2 y nota). 1 ss. Una confederación de pueblos que intentan borrar el nombre del pueblo de Dios y que llevan los nombres de los circunvecinos de Israel, con Asiría a la cabeza, es el objeto de este Salmo, que recuerda por su asunto el S- 2 y cuyo contenido se ha tratado en vano de ubicar históricamente, volviendo los autores a discutir entre los tiempos de los Macabeos (I Mac. 5), los de Nehemías (Neh. 4), etc. Calés hace notar, sobre los primeros, que ya no existían entonces tales pueblos, y sobre los últimos, que se trata de situaciones muy distintas de las que contempla el Salmo, observando que "Edom, Moab, los filisteos, los asirios, aparecen ya a los profetas como el tipo y el símbolo de esos enemigos por venir del futuro reino mesiánico". Conviene también aplicar hoy esta plegaria del salmista a la iglesia de Dios rodeada, como aquí Israel. de adversarios poderosos, tanto humanos (Juan 15, 20 ss.; 16, 1 ss.; Mat. !0, 24, 24, 9, etc.) como diabólicos (I Pedro 5, 8; EL 6. 12; I I Tes. 2, 4; Apoc. 13, 7; I Juan 2, 18 s., etc.). Cf. S. 73, 21 s. y nota.

3

Mira el tumulto que hacen tus enemigos, y cómo los que te odian yerguen su cabeza. A tu pueblo le traman asechanzas; se confabulan contra los que T ú proteges. ""Venid (dicen), borrémoslos; que ya no sean pueblo; no quede ni memoria del nombre de Israel." 4

•Así conspiran todos a una y forman liga contra Ti: 7 Ias tiendas de Edom y los ismaelitas, Moab y los agarenos, sGebal y Ammón y Amalee, Filistea y los habitantes de Tiro. 'También los asirios se les han unido, y se han hecho auxiliares de los hijos de Lot. 10

Haz Tú con ellos como con Madián y con Sisara, y con Jabín, junto al torrente Cisón; n que perecieron en Endor, y vinieron a ser como estiércol para la tierra. 12 Trata a sus caudillos como a Oreb y a Zeb; a todos sus jefes, como a Zebee y a Salmaná, "pues han dicho: "Ocupemos para nosotros las tierras de Dios." 14

Dios mío, hazlos como el polvo en un remoy la hojarasca presa del viento. [lino Como fuego que consume la selva, como llama que abrasa los montes, 16 así persigúelos en tu tempestad, y atérralos en tu borrasca. 17 Haz que sus rostros

15

6. Alianza contra Dios y su Cristo. Cf. S. 2, 2; 47, 5; Apoc. 16, 16; 19, 19; 20, 7. 7 ss. Los diez pueblos enemigos están al sur (idumeos, ismaelitas, amalecitas), al este (los agarenos, los hijos de Lot: Moab y Ammón), al norte (Tiro, Gebal, Asiría) y al oeste (los filisteos). Cf. S. 75, 1 y 11; 79, 1, etc. Es de notar la diferencia entre esta coalición de vecinos que, aprovechando la decadencia de Israel, procurarán instalarse en Tierra Santa con ayuda del Asirio (v. 9), símbolo quizá de naciones más distantes (cf. Is. 5,. 25 y nota), y la invasión de Gog anunciada en Ez. 38 y 39, que vendrá del Norte, con pueblos más lejanos (Ez. 38, 2-6; 39, 2 y notas), y encontrará a Israel ya reunido en su tierra (Ez. 38, 8-12), aunque no definitivamente hasta después de rechazada esa invasión (Ez. 39, 21-29)10 s. El suplicante ruega a Dios renueve los castigos realizados en tiempo de los Jueces contra los enemigos de Israel (Juec. 4, 2; 5, 20 y 26). 12 s. Trátase de reyes de los madianitas vencidos por Gedeón. Cf. Juec. 7, 25; 8, 3 ss. Sobre el T. 13, cf. Ez. 25, 4; Os. 9, 3 y notas. 14 ss. Estas imágenes, tomadas de los fenómenos de la naturaleza, nos recuerdan que Dios emplea como azote de sus enemigos todas las fuerzas naturales. Véase S. 1, 4; Sab. 5, 2 1 ; Rom. 8, 19 ss. Cf. S. 67, 3 1 ; Is. 10, 12-16; 17, 13, etc. Calés supone que los vv. 14 y 16 son glosas, pues alteran el ritmo de las estrofas. Véase la nota siguiente. 17 ss. Para que basquen tu nombre: otros: busquen la pan. Todo el pasaje, tal como está, es una imprecación semejante a las de S. 34, 4; 68, 28 s.; 69, 4, etc., y habría que interpretar: para que busquen vanamente, pues no puede pensarse en una conversión de los enemigos ya que según el v. 18 perecerán confundidos para siempre (cf. S. 58, 14; 78, 10 ss. y nota; Dan. 3, 44 s.). Si, como otros proponen, se restablece el ritmo en las estrofas pasando por alto los vv. 15 y 18 (y no los w . 14 y 16), queda también aclarado el sentido.

LOS SALMOS 82 (83), 17-1»; 83 (84), 1-10

se cubran de vergüenza, para que busquen tu nombre ¡oh Dios! "Queden para siempre en la ignominia y en la turbación; sean confundidos y perezcan. U Y sepan que tu Nombre es Yahvé; y que sólo Tú eres el Altísimo sobre toda la tierra. SALMO 83 (84) DICHOSA ESPERANZA DEL PEREGRINO l

Al maestro de coro-. Por el tono de Hagghittot (Los lagares). De los hijos de Coré. Salmo. 2 ¡Oh cuan amable es tu morada, Yahvé de los ejércitos! Suspirando, desfalleciendo, anhela mi alma los atrios de Yahvé. Mi corazón y mi carne claman ansiosos hacia el Dios vivo. 4

Hasta el gorrión halla una casa, y la golondrina un nido para poner sus polluelos,

1. Sobre el epígrafe véase S- 8, 1 y nota. Se advierte en este Cántico de peregrino una semejanza con los Salmos 41 y 42, «on los cuales empieza el grupo de los elohistas que se continúa aquí, como vemos, no obstante tenerse por terminado en el S. 82 (cf. S. 41, 1 y nota). La oración por el rey, que contiene el v. 10, muestra que el presente Salmo es anterior al cautiverio de Babilonia. £1 salmista está lejos del Santuario y se consume en ardiente anhelo por volver a él. De ahí que este Salmo haya sido elegido por la Liturgia, junto con los dos que le siguen, para la preparación a la Misa, procurando alejar de la tendencia —demasiado humana— a mirarla como una obligación (assueta vilescunt). Desde sus primeras palabras este sublime poema prepara nuestro corazón al amor. 3. Recuerda el S. 41, 3 y sobre todo la exclamación de David en S. 62, 3 (véase allí la nota). Cf. S. 15, 9. La carne no desea espiritualmente a Dios, pues los deseos de ella son contra el espíritu (Gal. 5, 17). Por eso las emociones sentimentales no bastan, como bien nos lo dice Tomás de Kempis, pues Dios quiere ser adorado "en espíritu y en verdad" (Juan 4, 23). Pero en cambio la carne tiene necesidad de Dios en todo momento, "como tierra sin agua", puesto que sin Él no pojlríamos subsistir ( S . 103, 29 s. y nota). Un día venturoso, también la carne deseará' como el espíritu, y ese día es el que desde ahora anhelamos como objeto de nuestra "dichosa esperanza" (Tito 2, 13). Véase la nota al v. 5. 4. Creemos, como Zenner, Calés y otros, que debe ponerse aquí, antes del v. 4, el v. 11, que no está en su lugar, tanto por el sentido cuanto por la simetría de las estrofas. "Si a los pajarillos que el Padre celestial alimenta y viste (Mat. 6, 26 ss.), también les da vivienda junto al Santuario ¿cómo no habrá para nosotros abrigo y calor junto al Altar, pues Jesús nos dice que para el Padre valemos más que muchos pajarillos? (Mat. 10, 31; Juan 10, 29). Del árbol de la Cruz, que pareció tronchado por la tormenta, nació un retoño para dar sombra a nuestro n i d o . . . junto al Calvario: es el Altar del Sacrificio eucarístico, donde Jesús sigue ofreciéndose constantemente al Padre por nosotros en estado de Víctima (Apoc. 5, 6), como cuando nos decía que también las bestias tienen guarida y solamente El no hallaba piedra —por no decir corazón— en que posar su cabeza" (P. de Segor). Cf. Hebr. 7, 24 s.

645 junto a^ tus altares, Yahvé de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. 'Dichosos los que moran en tu casa y te alaban sin cesar. "Felices aquellos cuya fuerza viene de Ti, y tienen su corazón puesto en tu camino santo. 'Atravesando el valle de lágrimas ellos lo convierten en lugar de manantiales, que la lluvia temprana cubrirá de bendiciones. 8 Y suben con vigor creciente hasta que Dios se hace ver de ellos en Sión. 9 Yahvé de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob. 1(

T?on tus ojos, oh Dios, escudo nuestro, y mira el rostro de tu ungido.

5. Los que moran en tu casa: En primer lugar los levitas y sacerdotes, cuya función era la alabanza del Altísimo (I Par. 23, 5 ss.) y los sacrificios (Hebr. 8, 4 y nota). Sobre este grande deseo de morar en el Templo de Jerusalén, cf. S. 26, 4. Según esto pensemos cuan ardientes han de ser nuestros anhelos de ver a Jesús cuando Él vuelva (Apoc. 1, 7) y entrar con Él; unidos a Él (Juan 14, 3; Apoc. 19, 6 ss.); asemejados a Él (Rom. 8, 29; Filip. 3, 20 s.; I Juan 3, 2), identificados con Él (Juan 17, 20-24), en la Jerusalén celestial donde el mismo Jesús será la lumbrera (Apoc. caps. 21 y 22). 6. Cuya fuerza viene de Ti: De hecho nadie la tiene sin Él, que nos la da por su Hijo (Juan 15, 5), mediante su Espíritu (Luc 11, 13 y nota). Pero aquí se trata de los que esto saben, de los pequeños que viven implorando esa fuerza y desconfiando de la propia. Para ellos el camino santo no es ya una ley sino un imán, según el gran secreto que reveló Jesús al decir q u e ' nuestro corazón estará allí donde esté lo que miremos como nuestro tesoro. Por eso dice el Salmo que esos tales son felices. Deseamos ardientemente, para cuantos esto lean, esa dicha de creer de veras que la- voluntad del Padre celestial no es tiránica sino amable. 7 s. Valle de lágrimas: Bover-Cantera, Prado y otros vierten: valle árido. Según este bello pasaje, que recuerda a los Salmos graduales como el 121 y el 124, etc. (cf. S. 119, 1 y nota), "la fe y el santo entusiasmo de los peregrinos transformaba en regalados oasis las más áridas regiones que habían de atravesar y producía sobre estos desiertos el mismo efecto que una lluvia bienhechora o una fuente de aguas vivas" (Fillion). Entretanto, esperando el día en que el Dios de los dioses se mostrará en Sión (LXX. Vulgata, etc.; cf. S. 101, 17), recogemos, aunque este Salmo no es contado entre los didácticos, la profunda lección espiritual que nos da aquí sobre el amor como única fuerza que nos hace capaces de cumplir el Evangelio. Así lo enseña Jesús en Juan 14, 23 s. Él amor es la plenitud de la Ley (Rom. 13, 10). Y sólo él nos hace entender que el yugo de Cristo no sólo no pesa (iMat., 11, 30; I Juan 5, 3) sino que nos da reposo (Mat. 11, 29). Véase Ecli: 3, 4 ; Is. 40, 31; Kempis 1. I I I , cap. 5. Cf. S. 41, 3 y nota. 10. Tu ungido: "No el Cristo por excelencia, sino David, que era también el ungido del Señor de una manera muy real" (Fillion). Él, como Rey teocrático de Israel, estaba "especialmente consagrado para representar a Dios y figurar anticipadamente al Me. sías venidero" (Cafés). Según Scío este rey de Israel es directamente Jesucristo, por cuyo amor pedimos al Padre que nos mire con ojos de misericordia (cf. S. 71, 15 y nota). Toda la oración de la Iglesia implora a Dios por el a-mor de su Hijo y a este respecto el Concilio I I I de Cartago (can. 23), del año 397, quiso evitar la frecuente confu-

L O S S A L M O S 83 (84), 11-13; 84 (85). 1-14

646

"Un día SQIO en. tus atrios

vale más que otros mil. Prefiero estar en el umbral de la Casa de mi Dios que habitar en los pabellones de los pecadores. ^Porque sol y escudo es Yahví Dios; Él da gracia y da gloria. £1 no rehusa ningún bien a los que caminan en inocencia. ls Yahvé de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en Ti.

aparta de nosotros tu indignación. •¿Acaso estarás siempre enojado con nosotros? ¿Extenderás tu saña de generación en generación? 7 ¿No volverás Tú a darnos vida, para que tu pueblo se alegre en Ti? 'Muéstranos, Yahvé, tu misericordia y envíanos tu salvación.

•Quiero escuchar lo que dirá Yahvé mi Dios; sus palabras serán de paz para su pueblo y para sus santos, y para los que de corazón se vuelvan a Él. SALMO 84 (85) 10 Sí, cercana está su salvación SÚPLICA Y PROFECÍA MESIÁNICA para los que le temen; / l y la Gloria fijará su morada en nuestro país. P¡ra 'él maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo. n La misericordia y la fidelidad *Oh Yahvé, has sido propicio a tu tierra, se saldrán al encuentro; has trocado en bien la suerte de Jacob. se darán el ósculo la justicia y la paz. 3 x Has quitado la iniquidad de tu pueblo, *La fidelidad germinará de la tierra cubierto todos sus pecados. y la justicia se asomará desde el cielo. 4 13 Has puesto fin a todo tu resentimiento, E1 mismo Yahvé dará el bien desistido del furor de tu ira. nuestra tierra dará su fruto. a justicia marchará ante Él •Restaúranos, oh Dios, Salvador nuestro; y la salud sobre la huella de sus pasos.

£

sión de las divinas Personas, disponiendo que "nadie en las preces nombre a4 Padre en lugar del Hijo o al Hijo por el Padre. Y cuando se asiste al altar, la oración ha de dirigirse siempre al Padre" (Manst III, 884). Cf. Orígenes contra Celsum 5, 1; De orat. 15. 12 s. Todo nos lo da el Señor: la gloria eterna y la gracia para alcanzarla; y también los bienes de esta vida (Tob. 11, 18; iMat. 6, 31 ss.). Sólo quiere que éstos no se conviertan en ídolos, rivales de £1. Cf. Mat. 6, 24; I Tim. 1, 4 ss. y notas. , 1 ss. Es éste uno de los más bellos Salmos del Salterio, henchido de profecías mesiánicas; es al mismo tiempo una oración para pedir su cumplimiento definitivo, escrita probablemente en tiempo de Zorobabel (520 a. C ) , o sea cuando profetizaban Ageo y Zacarías después del regreso de Babilonia, en el cual sólo volvieron dos de las doce tribus (Judá y Benjamín) y continuaron las culpas y humillaciones del pueblo elegido, que duran hasta hoy. Sin mencionar la persona del Mesías davídico, el Salmo trata de Jo que será su obra como bien observa Calis, agregando: "la salvación llevada a su perfecto cumplimiento". La restauración "postexílica" no era sino su figura y como la garantía y un primer preludio de aquélla. Mas )cuán lejos se estaba de su plena y perfecta realización I Un débil resto había vuelto de Babilonia y su estado permanecía sumamente precario: dominio extranjero, vejaciones de parte de los pueblos vecinos, miseria material, miembros indignos en la comunidad..." Cf. S. 113 b, 1 y nota y los Salmos 73, 78, 79, 82, 117, etc. 2. Has trocado, etc.: otros: has hecho volver a los cautivos de Jacob (Crampón). Jacob significa las doce tribus, procedentes de sus doce hijos; en aquel entonces (cf. nota anterior), permanecían en el destierro las diez del Norte, cautivas en Asiría, que nunca volvieron. Cf. S. 79, 2 y nota. 3. Es el perdón anunciado en S. 13, 7; 125, 1; Is. 59, 20 s., etc. Israel lo daba quizá por cumplido, si es que los vv. 2-4 se referían a la reciente liberación. Pero también podría ser este pasaje, como el 125, 1, una visión profética de los anhelados bienes que piden los vv. 5 ss. Cf. Rom. 11, 26; Hebr. 8, 12. 5. S. Jerónimo pone Jesús en vez de Salvador, señalando así la realidad mesiánica que late en este Salmo (cf. S. 79, 4). Sobre el v. 6 cf. S. 76. 8; 78. 5; 88, 47.

7 s. Son los que el celebrante pronuncia (según la Vulgata) después del Confíteor, al comienzo de la Misa. Envíanos tu salvación (v. 8), esto es al Mesías (cf. S. 79, 3 y nota; la. 64, 1). 9. Quiero escuchar: He aquí la actitud ideal del creyente (cf. S. 77, 1 y nota; I Rey. 3, 10). Es la "buena parte" que eligió María (Luc. 10, 39 y 42). Entonces las palabras de Dios siempre nos hablan de paz, porque sus pensamientos son "de paz y no de aflicción" (Jer. 29, 11). Si desde ahora buscamos las palabras de su Evangelio, veremos que el divino Libro no es un código penal sino un testamento de amor (S. 80, 9 y nota). "Vosotros, decía un famoso predicador, .que tanto teméis al infierno, y con razón, ¿cómo no tembláis ante vuestra indiferencia por conocer lo que ha hablado Dios?" De coronen: ' i Queréis que sea vuestra la paz del Señor? Volveos de corazón al Señor; no a mí, no a ningún hombre. El corazón que descansa en el hombre se despeña" (S. Agustín). Cf. Jer. 11, 3 ; 17, 5. 10. La Gloria, es decir, Dios, que según Ezequiel ( l l , 23) se había retirado del Templo. Cf. Zac. 2, 5; Ageo 2, 10 y nota; Apoc. 21, 3. 11. El reinado del Mesías producirá los más abundantes frutos espirituales: misericordia y verdad, justicia y paz. Tal es lo que expresa el lema del Sumo Pontífice Pío X I I ; Opus justitiae fax, tomado de Is. 32, 17, donde el profeta anuncia estas prosperidades. 12. "Así, pues, la bondad misericordiosa de Yahvé va a encontrarse con la lealtad dé su pueblo; y la justicia o socorro libertador de parte de Dies comprenderá la felicidad pacífica de Israel. Del cielo, intervención redentora; de la tierra, leal fidelidad. Y como complemento y cumplimiento normal, de arriba la lluvia y el rocío fecundantes; de abajo, la fertilidad y productividad del suelo (v. 1 3 ) . . . Dios va a venir mesiánicamente, trayendo con Él la redención y la paz perfectas" (Calis). Cf. Is. 9, 7; 11, 1-16; 32, 17 s.; 45, 8; 58, 8; 61, H ; Ez. caps. 34 y 37; Os. 2, 18; Zac. 8, 12; S. 71, 11 y nota. 13 s. "Habrá completa armonía entre la tierra y el cielo, entre las virtudes morales y los bienes materiales" (Páramo). Se cumplirá entonces lo que pedimos en el Padrenuestro: que venga Su reino y se haga Su voluntad en la tierra como se hace en el cielo.

647

LOS SALMOS 85 (86), 1-17

a postrarse delante de Ti, Señor, y proclamarán tu Nombre.

SALMO 85 (86) ARDIENTE SÚPLICA Y ALABANZA

^Oración de David. Inclina, Yahvé, tu oído y escúchame, porque soy desvalido y necesitado. Preserva mi vida ponjue soy santo; salva a tu siervo que espera en Ti. T ú eres mi Dios, ten misericordia de mí, pues a Ti clamo todo el día. 4 Alegra el alma de tu siervo, pues a Ti, Señor, elevo mi espíritu. •Porque Tú eres un Señor bueno y pronto a perdonar, lleno de gracia para todos los que te invocan. *Escucha, Yahvé, mi ruego; presta atención a la voz de mi súplica. 'En el día de mi aflicción clamo a Ti porque Tú me oirás. *No hay Señor semejante a Ti entre los dioses; ni obras como las obras tuyas. •Todas las naciones que Tú hiciste vendrán

"Porque Tú eres grande y obras maravillas. Tú solo eres Dios. Enséñame, Yahvé, tu camino para que ande en tu verdad; que mi corazón se alegre en temer tu Nombre.

n

12

Te alabaré, Señor Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu Nombre por toda la eternidad. 13 Pues grande ha sido tu misericordia para conmigo; y libraste mi alma de lo más hondo del abismo. 14

Oh Dios, los soberbios se levantan contra mí, y la turba de los prepotentes amenaza mi ¡No te han tenido en cuenta! [vida; 15 Mas Tú, Señor, Dios de bondad y misericordia, tardo en airarte y clementísimo y leal, i«vuelve hacia mí tu rostro y ten piedad de mí; pon tu fuerza en tu siervo, y salva al hijo de tu esclava.

1 ss. Esta oración de David, según reza el epígrafe, ñas lo presenta una vez más como figura de Cristo doliente, perseguido por los soberbios (v. 14), "Dame una señal de tu favor, débil por sí mismo y necesitado de socorro (cf. los para que los que me odian Salmos 21, 34, 37. 39, 68, etc.), y que invoca esa invean, confundidos, que eres Tú, Yahvé, digencia como título para ser oído con absoluta sequien me asiste y me consuela. guridad (v. 7) por el corazón amante y misericordioso de Dios (v. 15) que lo ha escuchado siempre (v. 13). Nuestra miseria, dice S. Crisóstomo, es la 11. Se alegre en temer (así los LXX y C a l i s ) : voz que invoca al Señor y la que más lo mueve a No ciertamente en tener miedo, pues lo primero que estar con nosotros (S. 39, 18). S. Agustín, y con él Jesús nos dice es que no se turbe vuestro corazón Sto. Tomás, ven aquí el principal sentido de la bien- (Juan 14, 1), sino de saber que estamos entregados aventuranza de los pobres en espíritu CMat. S, a ese camino que nos hace andar en la verdad (Juan 3 ) : "pobres, es decir, humildes, que se estiman po- 14, 6; cf. S. 118, 1 y nota). La expresión hebrea b r e s . . . que tienen poco espíritu de soberbia... po- que señala ese santo temor de Dios nada tiene que bres en el espíritu porque es el Espíritu Santo quien ver con ese miedo desconfiado que aleja del amor y da la humildad". Cf. Dcnz. 179; S. 102, 13 s.; es excluido de éste (I Juan 4, 8), sino que indica Prov. 29, 33; Is. 66, 2; Mat. 23, 12; Luc. 1, 48; una total reverencia y fiel sumisión. Es *1 temor Apnc. 3, 17; Sab. ¡0, 10 y nota. [Toda la infancia filial de ofender a un Padre infinitamente bueno (cf. espiritual estriba en estol De ahí que el salmista, S. 18, 10; 110, 10; Ecli. 1, 16). El temor servil sin temer a sus enemigos, siente la necesidad de alabar esas maravillas de Dios (vv. 8 ss.) y anun- procede de la fe informe (Sto. Tomás). Cf. Prov. ciar la gloria universal del Reinado -mesiánico (v. 1, 7; Sab. 17, 11. 13. Abismo: Algunos conservan el hebreo scheol. 9), y le pide ante todo que lo haga fiel (v. 11), no vacilando luego en pedir milagrosos privilegios para No significa el infierno o gehena en el sentido det confundir a sus enemigos que son los de Dios (v. Evangelio sino el lugar de los muertos (cf. S. 6, 617). Resulta así tan completa esta plegaria que ha y nota; Deut. 32, 22). 15. I He aquí la verdadera fisonomía del Padre, sido llamada "Paternóster del Antiguo Testamento". retratada por el Espíritu Santo 1 ¿Cómo no amarlo 2. Porque soy santo (hebr.: hasidj, esto es, no si realmente lo criemos así? (cf. Ex. 34, 6). Y si porque soy bueno o tengo méritos (cf. v. 1), sino no lo creemos ¿cómo creeremos que fué capaz d e porque te pertenezco como amigo y devoto (cf. S. darnos su Hijo? (cf. Juan 3, 16; I Juan 3, 16; 4, 4) y siendo cosa tuya no podrás dej^r que me 4, 9; Rom. 5, 8 ss.; 8, 32). La expresión tardo en pierda. Gran argumento: es el mismo que dará Je- airarte, parece que pudiera aludir aquí a los enemisús para explicar por qué se sacrifica por sus ovejas: gos contra los cuales se pide auxilio, como indicando porque son suyas (Juan 10, 11 ss.). que a veces tarda en castigarlos por si se arrepienten4. "No se pudre en la tierra, dice S. Agustín, el (cf. S. 72, 11 s. y nota), pero por eso mismo podec r a z ó n que se eleva a Dios si tienes trigo en los mos contar siempre con su lealtad. sótanos, lo subes al granero para que no se pudra, 16. Hijo de tu esclava: Equivale a "tu siervo". y si tanto cuidas del trigo, y para salvarlo lo subes, En estn oración de Cristo esa expresión nos trae ¿por qué dejarás que tu corazón empobrezca sin levan- a la memoria el dulce recuerdo de la V i n e n , que se tarlo y subirlo?" Y nótese que anuí no se trata de ele- llamó a sí misma la esclava del Señor (Luc. 1, 38). var el corazón para apenarlo, sino para alegrarlo. 17. Aplicado a Jesús, como lo hace S. Agustín, 9. Que un día todos los pueblos, juntamente con este confiado ruego de David nos recuerda los inel pueblo israelita, adorarán al verdadero Dios es contables milagros del Salvador, que Él nunca hacía en anuncio común de los profetas (cf. S. 21, 28 ss.; beneficio propio sino como pruebas de su misión mesiá46, 10; 64, 1; 65, 4; 101, 16 s. y notas; Is. 2, 3-4; nica. Véase S. 108, 27 y Juan 17, 1,- donde aparece «6, 18 y 23; Zac. 14, 16; Jer. 10, 7; Apoc. 15, 4, igualmente el Corazón de Cristo sólo preocupado por el amor al Padre y, por £1, a la» almas qué £1 le oió. etcétera).

L O S S A L M O S 86 (87), 1-7; 87 (88), 1-3

648 SALMO 86 (87) GLORIA DE SIÓN l

De los hijos de Coré. Salmo. Cántico. ¡Él la fundó sobre los montes santos! 2 Yahvé ama las puertas de Sión más que todos los- tabernáculos de Jacob. 3 ¡ Oh ciudad de Dios, de ti se dicen cosas gloriosas! 4 "Contaré a Rahab y a Babel entre los que me conocen; he aquí a Filistea y a Tiro 1. Es uno de los Salmos más hermosos; breve en la forma, pero apretado en ideas. Como en S. 75, 3; 84, 10; 85, 9; 131, 13, etc., y con un lirismo que lo lleva a empezar "ex abrupto", canta el salmista la gloria de Sión y el reino mesiánico sobre todas las gentes. Montes santos: "Las colinas de Sión y Moriah sobre las cuales está edificada Jerusalén" (Fillion). Ambas fueron elegidas para el Santuario y favorecidas con manifestaciones de Dios (Gen. 14, 18; 22, 2; II Rey. 24, 18). Cf. S. 2, 6; 67, 16 y nota; Miq. 4, 1 s. 2. Ama más a Sión que al resto de Israel. Samaría cayó en semipaganismo (IV Rey. 17, 41) y sus diez tribus nunca volvieron del cautiverio de Asiria. En cambio "la salvación viene de los judíos", como dice Jesús (Juan 4, 22). Cf. S. 77, 67 s.; Is. 49, 14 ss.; 59, 20 (citado en Rom. 11, 26); 60, 10 y 15; Jer. 3, 17 s.; Mat. 27, 37. etc. Algunos lo aplican a la Jerusalén celestial, más amada que la otra porque ella es, dicen, la esposa del Cordero. Pero ello sería sólo una> acomodación, pues el texto no compara aquí ambas' ciudades sino a una con el. resto de Israel. Por otra parte, S. Pablo nos revela que el "Misterio" del Cuerpo místico estuvo escondido desde la eternidad hasta que a ¿1 se le encomendó anunciarlo como apóstol de los gentiles (Ef. 3, 8 s.; Col. 1, 25 • . ) , y también les dice a los hebreos que Abrahán y los patriarcas aspiraban ya a la ciudad celestial (Hebr. 11, 10 y 16; cf. 12, 22). Las puertas, como hacen notar los comentaristas, indican una ciudad, en contraste con la vida nómade. Según el S. 121, 3. Sión será la ciudad modelo y según Is. 1, 24-27, después de purificada, "será llamada ciudad del justo, ciudad fiel". Cf. Is. 24, 23. 3. "Alude a los destinos gloriosos a que, según los profetas. Dios ha destinado a la Ciudad santa" (Páramo). Llama la atención en todos ellos la magnitud y extensión de esas promesas (cf. S. 64, 2 y nota; Ez. 40, 2; Mat. 23, 39). "Es el sentido de todos los Salmos graduales (119-133)" (Dom Puniet). Ciudad de Dios: Jesús, en Mat. 5, 35, la llama la ciudad del gran Rey (cf. S. 47, 2-3). Lesétre dice a este respecto que, según Bar. 5, 2. "Dios pondrá la mitra de honor sobre la Jerusalén restaurada" (cf. S. 68, 36). Cosas gloriosas: "Las que a continuación se dicen de ser Sión la metropoli espiritual de todos los pueblos" (Prado). Un selah (repetido en el v. 6) subraya la profundidad y trascendencia de estas palabras misteriosas. 4. "El salmista cede la palabra a Yahvé para dejarle pronunciar una profecía que tiene su paralelo en Is. 2, 2 s. y 11, 10" (Ubach). Véase esos pasajes con sus notas y variantes según el hebreo. Por Rahab aquí se entiende Egipto, como en Is. 30, 7 (texto hebreo). En el fondo esto no contradice a los muchos autores .que ven en Rahab a la ramera que reconoció a Dios (Jos. 2, 9 ss.) y fué salvada (Jos. 6, 17 y 25); cuya fe elogia S. Pablo (Hcljr. 11, 31) y a quien Jesús comprende en su profecía contra la Sinagoga (¡Mat. 21, 31), pues hasta los pueblos más adversos a Israel vendrán a Sión para adorar a Dios (Mat. 8, 11). Filistea, etc., es decir, las naciones de todos los rumbos no sólo vendrán a Jerusalén (Ts. 49, 12; 60, 5), sino que la tendrán por patria suya.

y al pueblo de los etíopes: han nacido allí." Así se dirá de Sión: "Uno por uno, todos han nacido en ella, y es el mismo Altísimo quien la consolidó."

5

*Y en el libro de los pueblos, Yahvé escribirá: "Estos nacieron allí." 'Y cantarán danzando: "Todas mis fuentes están en Ti." SALMO 87 (88) LAMENTO DEL HOMBRE EN EXTREMA AFLICCIÓN

Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Al maestro de coro. Sobre el tono de "Mahalaf', para cantar. Maskil. De Hernán el ezrahita. 2Yahvé, Dios de mi salud, día y noche clamo en tu presencia. alegue hasta T i mi oración, inclina tu oído a mi clamor. 4 Pues mi alma está saciada de males, y mi vida al borde del sepulcro. s Me cuentan entre los que bajan a la tumba; he venido a ser como un hombre inválido, 5 s. Calés, refutando a algunos que "exorcizan como pueden el espectro desagradable del profetismo mesiánico", dice que "tenemos aquí un oráculo de la conversión universal de las naciones a Yahvé como en Is. 2, 2-4 y en tantos otros pasajes de los profetas, paralelos o análogos. Los nombres propios citados por el salmista lo son a título de ejemplos. Y más adelante es cuestión simplemente de registro de los pueblos. Y Sión es aquí ante todo la Sión literal, metrópoli del reino davídico. Pero su concepto no se detiene allí, sino que se baña en la luz lejana y misteriosa de las esperanzas mesiánicas". Sobre estos nuevos hijos de Sión, cf. Is. 49, 21. En el v. 6 Yahvé es representado "como llevando personalmente los registros, anotando uno por uno" (Prado). 7. Todas mis fuentes están en Ti: Tal sería, según varios autores, el título de la danza festiva, cuyo sentido parece ser la alabanza de Sión como centro espiritual de todos los pueblos (cf. Is. 59, 19 ss. citado en Rom. 11, 26; Isr 60, 10-22, etc.). Otros entre ellos Vaccari, prefieren conservar la lección de los LXX según la cual estarán llenos de gozo cuantos moren allí. 1. Sobre Mahalat, véase S. 52, 1 y nota. Hernán era cantor y levita (I Par. 6, 16-23). Ezrahita: hijo de Ezrah. Aparece en este Salmo un afligido que canta el misterio del dolor llevado al sumo extremo. Pero no desespera porque su corazón descansa en Dios y su confianza inquebrantable< arguye ante el divino Padre con esa porfía sin límites que tanto nos inculcó Jesús y que parecería inconveniente a los que ignorasen la parábola del amigo importuno (Luc. 11, 5 ss.), de la viuda y el juez inicuo (Luc. 18, 1 ss.) y tantas otras lecciones que a millares nos dan las páginas sagradas. Como los Salmos 16, 17, 22, 27, 30. 34, 53, 55, 56, 70, 76, 90, 93, 139, etc. (además de los Salmos penitenciales y de los mesiánicos), es éste un verdadero tesoro para hallar consuelo en la oración. 2. Entre las discutidas variantes del T. M. conservamos el claro y hermoso sentido de los LXX y de la Vulgata que concuerda muy bien con todo el contexto.

LOS SALMOS 87 (88), 6-19; 88 (89), 1-4

abandonado a su propia suene como los muertos; como las víctimas que yacen en el sepulcro, de quienes ya no te acuerdas, y que no son más objeto de tu cuidado. 'Me has puesto en una profunda fosa, en tinieblas, en el abismo. ^obre mí pesa tu indignación, y con todas tus olas me estás ahogando. 9

Has alejado de mí a los amigos, me has hecho objeto de abominación para ellos; me encuentro encerrado, sin poder salir. 10 Mis ojos flaquean de miseria^ clamo a Ti, Yahvé, todo el día, hacia Ti extiendo mis manos.

649 14

Yo en cambio, Yahvé, te expreso mi clamor, y desde temprano te llega mi ruego. 15 ¿Por qué, Yahvé, rechazas mi alma y escondes de mí tu faz? 16

Soy miserable, y vivo muriendo desde niño; soporté tus terrores y ya no puedo más; 17 tus iras pasaron sobre mí, y tus espantos me han anonadado. 18 Me rodean como agua todo el día, me cercan todos juntos. 19 Has alejado de mí al amigo y al compañero, y mis familiares son las tinieblas.

11

¿Es que para los muertos naces tus maravillas, o se levantan los difuntos para alabarte? 12 ¿Acaso en las sepulturas se proclama tu bondad, en la tierra de los muertos tu fidelidad? 13 ¿Se harán tus prodigios manifiestos en las tinieblas, y tu gracia en la tierra del olvido?

6. Como los muertos: Por amados que hayan sido, los dejamos solos en la sepultura pues nada podríamos hacer con sus cuerpos. Por la misma razón éstos ya no son para Yahvé objeto de especial providencia como lo eran cuando vivían (I Pedro 5, 7). Cf. v. 11. 8. Estos sentimientos y filiales quejas se parecen mucho a los de Job, que la Iglesia ha elegido para el Oficio de Difuntos y que son instrumento riquísimo de verdadera piedad. Véase Job 7, 16-21; 10, 1-12; 13, 22-28; 14, 1-6 y 13-16; 17, 1-3 y 11-15; 19, 29-27; 10, 18-22. Respecto del sentido mesiánico véase S. 68, 5 y nota. 9. El alejamiento de los que se decían nuestros amigos es una desilusión infaltable para el que sufre la adversidad y para el verdadero seguidor de Cristo. Véase v. 19: S. 68. 9 y nota; el Kempis II, 9. 11 ss. Para los muertos: ¿Acaso las reservarías para ellos (cf. v. 6 y nota) y no para nosotros que tanto te necesitamos? Se levantan: En presente. En futuro no podría decirse esto, pues sabemos que resucitarán (I Cor. 15, 23 y 51 ss.; I Tes. 4, 13 ss.) y así también lo esperaban los antiguos justos para la venida del Mesías (S. 15, 9 s., 26, 13; Job 19, 25 ss.). Entretanto el Scheol era para ellos el oscuro destino de los muertos (cf. S. 6, 6; 113 b, 17 y notas) y no contemplaban la propia glorificación de cada uno sino como obra del Cristo venidero, siendo esto lo que les hacía suspirar por su advenimiento. Igual cosa se nos inculca en el Nuevo Testamento, donde se habla constantemente no de la muerte de cada uno sino de la Parusía del Señor (cf. iMarc. 13, 33 ss.; Luc. 17, 28-36; Rom. 8, 23; Filio. 3, 20 s.; I Tes. 5, 1-4; I Pedro 1, 7; 5, 4; II Pedro 3, 12; Apoc. 22, 12, etc.), donde aparecerá nuestra gloria definitiva, y no ya del alma sola, sino también del cuerpo (cf. II Cor. 5, 3-10; Apoc. 6, 9 ss, y notas); no ya individual, sino con toda la Iglesia, que se unirá a Jesús como el cuerpo a la Cabeza en las Bodas del Cordero (Apoc. 19, 6 9 ) , para ver finalmente glorificado sobre la tierra a Aquel que en su primera venida no tuvo sino dolores para conquistarnos esa gloria. Tal ha de ser el ansia de la Iglesia que somos todos nosotros, como la novia —así la llama el Apocalipsis— que anhela sus nupcias (Apoc. 22, 17 y 20; Cant. 8, 14 y notas).

SALMO 88 (89) PROMESA DEL REINO MESIÁNICO A DAVID

i-Maskil de Etán ezrahita. 2

Quiero cantar eternamente las misericordias de Yahvé; que mi boca anuncie tu fidelidad de generación en generación. s Porque Tú dijiste: "La misericordia está afianzada para siempre", y en el cielo afirmaste tu fidelidad: 4 He hecho un pacto con mi escogido, he jurado a David, mi siervo:

14 ss. Yo en cambio, es decir: no soy mudo como esos muertos sino que día y noche te estoy rogando (v. 1). ¿Cómo, pues, no me escuchas (v. 15) si estoy tan necesitado? (v. 16 ss.). Asi concluye el Salmo, siendo tal vez el único en que no se deja entrever al final el consuelo de haber sido ya escuchada la oración. Esto, que lo hace aún más precioso como ejercicio espiritual de nuestra fe, es sin duda lo que ha hecho colocar este Salmo en el Oficio de los dolores de María el viernes de Pasión, porque Ella, como Abrahán, sufrió ante todo y más que nadie la prueba de su fe al ver que las promesas gloriosas del Ángel (Luc. 1, 32 s.), lejos de realizarse ya entonces (Luc. 1, 54 s.), terminaban al pie de la Cruz. Cf. Juan 19, 25 ss. y nota. 1 ss. Varías veces figura el nombre de Etán, como el de Asaf, entre los levitas cantores del Templo constituidos por David (I Par. 6, 31 ss.), lo mismo que Hernán, quien figura como autor del Salmo anterior. En el presente, que empieza con un himno (1-19), el contenido central es profético (20-38), terminando en forma elegiaca que suspira por la decadencia actual del pueblo que recibió tales promesas. "El punto especial sobre el cual quiere insistir el salmista es la alianza, garantizada por un solemne juramento, que Yahvé contrajo con la dinastía davídica: esta dinastía debe guardar el trono para siempre" (Calés). Aunque no es un Salmo precisamente sapiencial es llamado Maskil, debido quizá por las enseñanzas que contiene de historia y profecía. 2. Es el anhelo supremo del alma que cree en el amor paternal de Dios y ansia que todos lo vean. Es el lema de Santa Teresa de Lisieux. Cf. S. 49, 14 y nota. 3. Sobre misericordia y fidelidad véase v. 15; S. 116, 2 y notas. Afirmaste: se refiere a la solemne promesa que sigue en el v. 4 s.

LOS SALMOS 88 (89), 5-19

650 5

Para siempre haré estable tu descendencia; daré firmeza a tu trono por todas las generaciones."

^ o s cielos pregonan tus maravillas, oh Yahvé, y tu fidelidad la asamblea de los santos. 'Porque ¿quién en los cielos se igualara a Yahvé, y quién entre los hijos de Dios sera semejante a Él?

Tú cimentaste el orbe y cuanto contiene. Tú creaste el Septentrión y el Mediodía; el Tabor y el Hermón se estremecen al Nombre tuyo.

13

u

T ú tienes el brazo poderoso, fuerte es tu mano, sublime tu diestra. 15 Justicia y rectitud son las bases de tu trono; 8 Dios es glorificado la misericordia y la fidelidad en la asamblea de los santos; van delante de Ti. grande y formidable sobre cuantos le rodean. 9 ¡Yahvé, Dios de los ejércitos! 16 ¡Dichoso el pueblo ¿Quién como Tú? que conoce el alegre llamado! Poderoso eres, oh Yah, Caminará, oh Yahvé, y tu fidelidad te circunda. a la luz de tu rostro. 10 "Continuamente se regocijará Tú señoreas la soberbia del mar, por tu Nombre. Tú domas la altivez de sus olas. u y saltará de exultación T ú hollaste a Rahab como a un cadáver; por tu justicia. con el poder de tu brazo 18 Porque Tú eres la gloria de su fortaleza, dispersaste a tus enemigos. 12 y por favor tuyo Tuyos son los cielos será exaltado nuestro poder. y tuya es la tierra, 19 Pues de Yahvé es nuestro socorro, 5. He aquí el tema principal de este Salmo como del Santo de Israel, que es nuestro Rey. del S. 131 (véase allí las notas): la promesa de ¡a realeza eterna de David, que se lee en II Rey. 7, 10-16. Es de notar que el mismo Rey Profeta creyó 13. "En la Transfiguración, el Tabor y el Herentonces que esa promesa se cumpliría ininterrum- món se estremecieron a la vista de la gloria de Crispida y eternamente desde Salomón. Así lo dice en to" (Calés). Por eso sin duda el Salmo se dice en su sublime plegaria (II Rey. 7, 24-29) y lo repite esa fiesta. en su último cántico (II Rey. 23, 5). Pero la pro15. ¿Quién es el rey de la tierra que puede atrimesa hecha después a Salomón llevaba una condi- buirse semejante elogio? La bondad misericordiosa ción (III Rey. 6, 11-13; 9, 4-9) que fué violada (hésed) y la fidelidad (emunáh), con que nos con(III Rey. 11, 11). Así lo confirma el profeta Ahías serva su amor y nos cumple sus promesas, están sieen III Rey. 11, 29-39 y el mismo David en su lecho te veces repetidas en este Salmo y son los dos títude muerte (III Rey. 2, 3 s.). Véase v. 31 ss. y nota. los de gloria que más invoca Dios en las Escrituras. Trátase, pues, de un Salmo mesiánico porque la pro- ¿Puede haber mayor motivo de felicidad y de conmesa hecha a David se cumplirá en Jesucristo (Luc. fianza para nosotros? Cf. Núm. 23, 19; S. 99, 5, etc. 1, 32; Is. 9, 7; 22, 22; 55, 3; Dan. 7, 14; 7, 27; 16 ss. En este pasaje (vv. 16-19) en que es muy Miq. 4, 7, etc.; cf. S. 44, 7 y nota). discutido el T. lM., nos parece más claro el senti7 ss. Los hijos de Dios: Son aquí los ángeles en do de los LXX que, como la Vulgata, usa los sentido lato, como se ve por el contexto (cf. Job verbos en futuro (así también Vaccari), ya que el 1, 6; 38, 7). El salmista quiere destacar la absoluta triste estndo actual de Israel que lamenta el salmista e infinita superioridad y omnímoda autoridad de Dios (vv. 39 ss.) no permite suponer esta alegría como sobre todos los seres creados, por elevados que es- presente, sino más bien como preámbulo a los gloriosos tén (cf. Dan. 4, 14 y 10, 13 y notas). Lo mismo anuncios proféticos que siguen (vv. 20 ss.). El alehace S. Pablo en Hebr. 1, 4-14, no ya con respecto gre llamado podría ser el de S. 97, 6 (cf. S. 109, al Padre sino al Verbo encarnado, Jesús. 3 y nota). Sobre la alegría en la Nueva Alianza, 9. j Quién como Tú? (cf. S. 76, 14). Es el grito véase S. 150, 5 s.; Is, 66, 10; Juan 17, 13, etc.; Fide guerra que da nombre al Arcángel Miguel: ¿Quién lip. 4, 4; Rom. 14, 17; I Pedro 1, 8. como Dios? (hebr.: ¡Mi-ca-Él?). Cf. Dan. 10, 13 y 18. Por favor tuyo: Lo único que no hay que qui21; 12, 1; Judas 9; Apoc. 12, 7 ss. Yak: forma tar a Dios es el honor: la gloria de ser el solo exabreviada de Yahvé: el Ser por excelencia (cf. Ex. celente, y bueno y generoso y sabio (Is. 42, 8; 48, 3, 14 y nota). Es decir que su Nombre es sinónimo 11; Rom. 16, 27; I Tim. 1, 17; Jud. 24). Todo lo de la verdad (Juan 17, 17), esencialmente opuesto a demás nos lo da Él. hasta la felicidad eterna y su lo que no es, la mentira. De ahí que esté como propio Hijo (Juan 3, 16) en quien Él tiene puesta circundado por su fidelidad. Cf. v. 15. su complacencia (Mat. 17, 5). Por eso Jesús niega 10. Cf. Job. 38, 11. que pueda tener fe el que busca su propii gloria 11. "Rahab, monstruo en que se personifica la so- (Juan 5, 44), y llama lobos rapaces a los falsos proberbia y rebelión (en hebreo significa excitado, con- fetas, porque es un robo el apropiarse de una parte de movido); las aguas que al principio cubrían la tie- gloria y alabanza, por mínima que sea, ya que toda rra (Gen. 1, 2, 6-9) se representan aquí en poética ella pertenece exclusivamente a su Padre. En esto personificación como enemigos con quienes Dios lu- consiste principalmente el abismo que separa el Evancha (cf. v. 10; S. 73, 13; Job 9, 13; 26, 12; Is. gelio y el mundo. Este mira como virtud y suele 51. 9 s . ) . Así lo explica, p, ej., Bover-Cantera. Se- llamar noble altivez lo que p a n Dios no es más gún otros, Rahab es Egipto (cf. S. 86, 4)" (Salterio que soberbia. Afirmar la propia personalidad es el Romano). Calés opina que aquí también puede ser consejo que daba Séneca, Volverse niño negándose a Egipto si por los enemigos dispersos se alude a las sí mismo, en la propia personalidad es, como sabenaciones gentiles. mos, lo esencial en el discípulo de Jesucristo (cf. I 12. Es frecuente en ambos Testamentos esta for- Cor. 1, 29). pues los niños serán los primeros en el ma de alabar a Dios mediante un acto de fe en £1 Reino, y los que no sean como ellos no entrarán como Creador y Señor de todo (cf. Hech. 4, 24). (Mat. 18, 1 ss.).

LOS SALMOS 88 (89), 20-48

651

^Hablaste un día en visiones a tus santos, y dijiste: "He impuesto la corona a un héroe, he ensalzado al escogido de entre mi pueblo. nc

ucauuuiciLO a í^uviu, luí

sicivu,

lo he ungido con mi óleo santo, ^para que mi mano esté con él siempre y mi brazo le dé fortaleza. ffl

No lo engañará el enemigo; ni el maligno lo humillará. ^Pues Yo destrozaré delante de él a sus enemigos, y destruiré a los que le odian. ^Mi fidelidad y mi gracia están con él; y en mi Nombre será exaltado su poderío. 26 Extenderé su mano sobre el mar, y su diestra sobre los ríos. 27

É1 me invocará: "Tú eres mi Padre; Tú mi Dios y la roca, de mi salud." Y Yo lo haré primogénito; el más excelso entre los reyes de la tierra. ^ e guardaré mi gracia eternamente, y para él será firme mi alianza. ^Haré durar para siempre su descendencia, y su trono como los días de los cielos. 28

31

Si sus hijos abandonaren mi Ley y no caminaren en mis preceptos, ^si violaren mis disposiciones y no guardaren mis mandamientos, ^castigaré con la vara su delito, y con azotes su culpa; ^pero no retiraré de él mi gracia, ni desmentiré mi fidelidad. 35

No violaré mi pacto, ni mudaré cuanto han dicho mis labios. ^Juré una vez por mi santidad; ¿acaso quebrantaré mi palabra a David? 20. En los vv. siguientes el salmista se refiere al vaticinio del profeta Natán acerca de la perpetuidad del reino de David ( I I Rey. 7, 8-16). El héroe que recibe la corona es, como veremos, David (v. 21), el cual es asimismo figura de Cristo. Cf. Bar. 5, 2: Ez. 37, 2425. 21. He descubierto: Notable expresión, como diciendo: he hecho un hallazgo, que estaba escondido en su insignificancia (cf. I Rey. 13, 14; 16, 1-13). EnHech. 13, 22 se cita este v. haciendo de David, no obstante su pecado de I I Rey. 11, un elogio insuperable, que se confirma en I I I Rey. 11, 34; Ecli. 47, 9, etc. y se explica en Hech. 7, 46. David, como María Santísima, halló gracia ante Dios (¿uc. 1, 30), es decir, le fueron agradables, porque ambos eran pequeños (Prov. 9, 4 ss.). 27. Tú eres mi Padre: "Apelación que responde a aquella por la cual Yahvé ha dicho a su Ungido: Tú eres mi Hijo, en el S. 2, 7 " (Desnoyers). Cf. v. 28 y 37; S. 109, 3 ss. 28. Primogénito. Así llama S. Pablo a Jesús (Rom. 8, 29; Col. 1, 15-18). 31 ss. En I I Rey. 7, 14 ss. se explica cómo la profecía pasa aquí del Hijo de David (Cristo), objeto de la promesa infalible y sin término, al hijo inmediato de David (Salomón), en quien la promesa fué condicional (vv. 3-5), y a sus descendientes, cuyas faltas no impedirán el cumplimiento de la promesa hecha a David (vv. 35 ss.).

37

Su descendencia durará eternamente, y su trono como el sol delante de Mí, y como la luna, firme para siempre, testigo fiel en el cielo."

38

3S

Sin embargo Tú (nos) has rechazado y echado fuera, te has irritado gravemente contra tu ungido; *°has despreciado el pacto con tu siervo, profanaste su corona (echándola) a tierra. 41 Has destruido todas sus murallas, has reducido a ruinas sus fortificaciones. 42 Lo saquearon cuantos pasaron por el camino, ha venido a ser el ludibrio de sus vecinos. "Levantaste la diestra de sus adversarios, llenaste de regocijo a todos sus enemigos. 44 Le embotaste el filo de su espada, y no le sostuviste en el combate. «Apagaste su esplendor y derribaste por tierra su trono. 46 Abreviaste los días de su juventud, lo cubriste de ignominia. 47

¿Hasta cuándo, Señor? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego? 48 Recuerda lo que es la vida; ¿acaso habrías creado en vano a los hijos de los hombres? Z7 s. Por tercera vez repite Dios la solemne promesa (cf. v. 4 s . ; 20ss.). Como el sol, etc. Cf. S. 71, 5; Jer. 30, 20 ss., etc. Es la misma promesa de II Rey. 7, 16. Testigo fiel en el cielo. Texto inseguro. Si consideramos la frase en sus diversos aspectos, el testigo sería, según algunos, el propio Dios que garantizaría su promesa. Otros piensan en la misma luna; otros, en el arco iris de la alianza con Noé (Gen. 9, 13 s.). Varios modernos proponen otra* lección que significaría más bien: estable para siempre como las alturas de los cielos. La nota musical selah, en el original, acentúa la importancia de todo este pasaje. 39 s. Desde aquí hasta el v. 52 se desarrolla el cuadro de la realidad triste y oscura; están derrotados el ejército y el poder del ungido, es decir, del rey. Se cumplen las sanciones anunciadas en los vv. 31 y sigs. 47. ¿Te esconderás para siempre? Es el lamento cien veces repetido de Israel durante su larga prueba. Cf. S. 76, 8; 78, 5; 84, 6. Según Isaías esto se vincula con la ceguera del pueblo de Dios. Cf. Is. 6, 9-13 y nota a este ultimo. 48. Lo que es la vida: El nuevo Salterio Romano dice: Cuan breve es mi vida. Según algunos, ha. bría de entenderse de la vida del salmista o de la del rey, que es de edad avanzada y está ansioso por ver el cumplimiento de las promesas del Señor (cf. Núm. 23, 23; Tob. 13. 20; S. 101, 24 s.); pero, conforme al contexto (cf. v. 49), parece evidente que tiene un alcance general, como lo observa Fillion, y se refiere a todo Israel en el sentido de que, siendo tan frágil la vida humana, y tan dura la que lleva el pueblo de Dios según los vv. 39 ss. (cf. S. 79, 13 s.), no sólo el rey sino todos caerían en las garras del scheol (v. 49) y jamás podrían cumplirse entonces las esplendorosas promesas davídicas (v. 50). Y esto es tanto más real cuanto que los israelitas están como ovejas condenadas al matadero ( S . 43, 22; 78, 11; 101, 21 ss.) y los gentiles se han propuesto borrar su nombre de la tierra (S. 73, 8; 82, 5). En tal caso ¿para qué habría Dios creado a los hombres si el pueblo escogido había de perecer de esa manera? Este es el sentido del se-

LOS SALMOS 88 (89), 49-53; 89 (90), 1-9

652 49

¿Qué hombre podrá sobrevivir sin ver la muerte, y sustraer su vida a las garras del sepulcro?

50

¡Dónde están, Señor, tus antiguas misericordias, las que a David juraste por tu fidelidad? sl Señor, acuérdate del oprobio de tus. siervos: llevo yo en mi pecho las hostilidades de los gentiles, 52 el insulto con que tus enemigos persiguen, oh Yahvé, persiguen los pasos de tu ungido. 53

Bendito sea el Señor eternamente. ¡Así sea! ¡Así sea! SALMO 89 (90) FUGACIDAD DE LA VIDA HUMANA

iOración de Moisés, varón de Dios. Oh Señor, Tú eres de generación en generación. gundo hemistiquio según los LXX y la Vulgata, que conservamos como Ubach y otros. Las versiones del T. M., diversamente entendidas, insistirían sobre la fugacidad de la vida: acuérdate de qué "nada" hiciste o los hombres (Fillion), aludiendo a que Adán fué hecho de barro. Pero no es menos cierto que fué hecho inmortal, a pesar del barro, por lo cual no parece viable tal lección ni la que dice que Dios creó a los hombres caducos, pues no fué Él quien hizo la muerte (cf. Sab. 2, 23-24 y notas). Algunos piensan que los versículos 48-49 son transportados del Salmo 89, sea como texto o nota marginal. 49. Como se ha visto en la nota anterior, no podría suponerse en este v. una afirmación doctrinaria o universal sobre la mortalidad de todo hombre, que estaría aquí fuera de lugar. Por lo demás es natural que el salmista no conociera (cf. S. 87, 11 y nota) el misterio que S. Pablo explica en I Cor. 15, 51 ss. (texto griego), según el cual hoy sabemos que los que vivamos en el momento de la segunda venida de Cristo, "seremos arrebatados . . . en nubes hacia el aire al encuentro del Señor" (I Tes. 4, 17). 51 s. Pide el castigo de las naciones que humi. lian a Israel a causa de la decadencia a que Dios lo abandona. Véase Joel 3; Judit 16, 20; Is. 4, 11; 49, 25 s.; Ez. 38, 16 ss.; I I Mac. 6, 14; Sof. 3, 8; Deut. 32, 35, etc. 53. Doxologia que termina el libro tercero de los Salmos. 1. En este Salmo, que encabeza el libro cuarto del Salterio (Salmos 89-105), se medita saludablemente la fugacidad y caducidad de nuestra vida (cf. S. 88, 48-49 y notas), lo que nos mueve a reconocer nuestra nada y entregarnos con la confianza de un niño a la amorosa sabiduría de nuestro Padre celestial que se digna tomar a su carjo nuestros pasos. Su afinidad con el grandioso cántico de Deut. 32 es innegable. Aunque algunos lo han dudado, Fillion sostiene ampliamente que el Salmo pertenece a Moisés, "el varón de Dios" (Deut. 33, 1). Tan venerable origen, confirmado por "el color antiguo del estilo", rodea de un encanto especial a este bellísimo tesoro de piedad que "bastaría para hacer bendecir la memoria y la religión de Moisés" (Herder). Tú eres: Según los mejores autores, las palabras "nuestro refugio", que algunos conservan, son sin duda una glosa que perturba el ritmo y también el sentido, pues aquí sólo se trata de Dios (cf. v. 2 y nota).

2

Antes que los montes fuesen engendrados, y naciesen la tierra y el orbe, y desde la eternidad hasta la eternidad, Tú, oh Dios, eres. 3TÚ reduces a los mortales al polvo, y les dices: "Reintegraos, hijos de Adán." 4

Así como mil años son a tus ojos lo que el día de ayer, una vez que ha pasado, y lo que una vigilia de la noche, s así (a los hombres) los arrebatas, y son como un sueño matutino, como la hierba verde; e que a la mañana está en flor y crece, y a la tarde es cortada y se seca. 7

Así también nos consumimos a causa de tu ira, y estamos conturbados por tu indignación. 8 Has puesto ante tus ojos nuestros delitos, y a la luz de tu rostro nuestros pecados ocultos, 'porque todos nuestros días declinan por efecto de tu ira, nuestros días pasan como un suspiro. 2. En contraste con la instabilidad del hombre (v. 3 ss), cuyas generaciones son —ya lo decía Homero— como las de las hojas, se nos muestra aquí la estabilidad del Eterno, que era "antes que los montes", etcétera. Ahora sabemos que, así como el Padre era eternamente —"Principio sin principio"— así también "en el principio el Verbo era" (Juan 1, 1). "Principio principiado", no hecho pero sí engendrado, el Hijo debe al Padre todo su Ser, pero es tan eterno como el Padre, pues Él lo engendra también "desde la eternidad y hasta la eternidad", como un espejo perfectísimo de Sí mismo (Hebr. 1, 1-3; Sab. 7, 26). Por eso la Sabiduría, que es el Hijo, puede decir como aquí de su propia eternidad: "El Señor me tuvo consigo al principio de sus obras." Véase este admirable pasaje en Prov. 8, 22-36 y notas. 3. Véase en Gen. 3, 19 esta sanción que Dios se vio obligado a imponer al primer hombre (cf. Rom. 5, 12; Sab. 2, 24 y nota) y que la Iglesia nos recuerda el Miércoles de Ceniza. Adán significa hombre, y de ahí que algunos traduzcan: hijos de hombres, 4. S. Pedro cita este v. en I I Pedro 3, 7 s. La Sagrada Escritura usa con frecuencia el concepto de día con un sentido especial. Cf. Is. 13, 9; 34, 8; 61, 2; 63, 4; Sof. 1, 15 (de donde se tomó el primer verso del Dies ¡rae); Apoc. 20, 4-6, etc. 5. Este vers. reza en la versión de Bover-Cantera: Son a modo de sueño, que cuando quiere amanecer disipas; cual verdeante hierba. Es un pasaje oscuro, vertido diversamente, pero que expresa sin duda, como todo el contexto, este concepto de la fugacidad de nuestra vida. Véase las incomparables figuras que nos da sobre esto el libro de la Sabiduría (5, 9-13). 7. Como anota Fillion. habla aquí Israel, el •mismo pueblo en cuyo favor se ora en los w . 13 ss. 9. Como un suspiro: LXX y Vulg. dicen: como una tela de arana, figura frecuente en la Biblia (cf. Job 8, 14; Is. 59, 5; Os. 8, 6). Fray Luis de Granada, comentándolo en ese sentido, dice: "Los días de nuestra vida los gastamos como las arañas, porque así como este animal trabaja noche y día . . . y todo este trabajo tan largo y tan costoso no se ordena a más que hacer una red muy delicada para cazar moscas, así el hombre miserable ninguna cosí hace sino trabajar día y noche con espíritu y cuerpo, y todo este trabajo no sirve más que para cazar moscas que son cosas de aire y de muy poco valor."

LOS S A L M O S 89 (90), 10-17; 90 (91), 1-10

653

10

Los días de nuestra vida son en suma setenta y en los robustos, ochenta; [años, y los más de ellos son pena y vanidad, porque pronto han pasado y nos volamos. 11 ¿Quién pesa según el temor que te es debido la vehemencia de tu ira y tu indignación? 12 Enséñanos a contar nuestros días, para que lleguemos a la sabiduría del corazón. «Vuélvete, Yahvé —¿hasta cuándo?— y sé propicio a tus siervos. 14 Sácianos con tu misericordia desde temprano, para que nos gocemos y nos alegremos todos nuestros días. 15 Alégranos por los días en que nos humillaste, por. los. años en que conocimos la desventura. 18 Manifiéstese a tus siervos tu obra, y a sus hijos tu gloria. 17 Y la bondad del Señor, nuestro Dios, sea sobre nosotros; y conduce Tú las obras de nuestras manos, [para que prospere la obra de. nuestras manos]. 10. Nos volamos: Así, literalmente (cf. I Cor. 7, 31 y nota). Notemos el decrecimiento de la longevidad: én Gen. 5 la vida se cuenta casi por siglos, hasta la edad de Adán (930 años) y de Matusalén (969). Desde el diluvio la redujo Dios a 120 años (Gen. 6, 3). En tiempo de David ya se consideraba muy anciano a uno de 80 años (cf. S. 88, 48 s. y nota). Véase también sobre la duración de la vida, Ecli. 18, 8; cf. Is. 65, 20. 12. Para pedir esta sabiduría del corazón (cf. S. 50, 12; Sab. 1, 5 notas), que es el mayor de los bienes (Prov. 8, 11) y con la cual nos vienen todos los demás (Sab. 7, 11), véase la oración de Salomón (III Rey. 3, 5-13) y la exhortación de Jesús, hijo de Sirac (Ecli. 41, 18-38). Nada es más fácil que obtenerla: basta desearla de corazón (Sab. 6, 12 ss.) Enséñanos a contar nuestros días, esto es, a conocer, para no apegarnos, su fugacidad, en la cual muy difícilmente llegamos a creer. Cf. S. 38, 5. 15. Alégranos, etc.: Aunque tiene aquí un matiz distinto de la Vulgata (que dice: nos alegraremos, etcítera), este hermoso concepto filial, que muestra la humillación y la prueba como lección saludable de U cual luego nos alegramos, es muy propio de la Biblia (S. 118, 71 y 75; Dan. 9, 8, etc.). Sería ideal para escribirlo en las plazas públicas de todos los países azotados por la guerra, como un acto de contrición colectiva (cf. Lam. 3, 42 y nota). Pero bien sabemos que el mundo no sigue esos caminos. Los pueblos, después del dolor, tienen más sed de "pan y circo" y el orgullo herido se aumenta con el azote; y se hace * entonces más culpable, como el pobre que es soberbio (cf. Ecli. 25,4 y nota). Esto, que la historia nos muestra, lo confirman las profecías. Cf. Apoc. 9, 21; 16, 9 y 11 y notas. 17. Conduce Tú: Véase la terminante afirmación de Jer. 10, 23 y la indignación de Dios en Is. 23, 9-12 contra los que han obrado con mucha actividad pero sin tomarlo en cuenta a Él. Estas palabras de Dios aumentarán nuestra fe y nos librarán de ese funesto concepto de un Dios pasivo, que es el mayor desprecio, tanto para su celosísima Providencia (cf. Mat. 6, 33), cuanto para su Sabiduría y Santidad que Él nos presenta siempre como la única fuente de todo bien (cf. Juan 15, 5 y nota). |Cuántas veces, en los trabajos temporales y aun en los que pretenden ser apostólicos, obramos tan ensimismados en nuestro propio modo de ver, como si ese Dios a quien visitamos por la mañana en el templo hubiese dejado de existir hasta el día siguiente! Cf. S. 85, 1 y nota; 126, 1 ss.; Mat. 5, 36; 10. 30; Hech. 17, 28; Rom. 9, 16; I Cor. 3, 6 s.; Filip. 2, 13; Is. 26, 12; etc. El fmal que va entre corchetes no está en los LXX (Codex B) y algunos autores lo suprimen.

SALMO 90 (91) PREMIO DE LA CONFIANZA x

Tú que te abrigas en el retiro del Altísimo, y descansas a la sombra del Omnipotente, 2 di a Yahvé: "¡Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío!" 3 Porque Él te librará del lazo de los cazadores y de la peste mortífera. 4 Con sus/ plumas te cubrirá, y tendrás refugio bajo sus alas; su fidelidad es escudo y broquel. W o temerás los terrores de la noche, ni las saetas disparadas de día, 'ni la pestilencia que vaga en las tinieblas, ni el estrago que en pleno día devasta. 7 Aunque mil caigan junto a ti y diez mil a tu diestra, tú no serás alcanzado. •Antes bien, con tus propios ojos contemplarás, y verás la retribución de los pecadores. 9

Pues dijiste a Yahvé: "Tú eres mi refugio", hiciste del Altísimo tu defensa. 10 No te llegará el mal ni plaga alguna se aproximará a tu tienda. 1 ss. Es este Salmo "el himno triunfal de la confianza én Dios1' (Vaccari). Su tema es la protección que Dios otorga a -los que tienen puesta en Él su esperanza (véase S. 32, 22). La Iglesia lo pone en las Completas del Domingo. El Salterio Romano usa, como Vaccari, el vocativo: Tú, que te abrigas, en concordancia con el v.' 3. Muchos otros (Rembold, Calés, Crampón, Ubach, etc.) mantienen como LXX y Vulg. la tercera persona: El que se acoge ... descansará. En realidad el hebreo no tiene ni una ni otra forma sino que empieza refiriéndose (como si fuese un titulo) al que se aloja en lo secreto del Altísimo como para pasar la noche en la tienda del Omnipotente (Schaddái, como en S. 67, 15), y luego sigue en primera persona: Digo a Yahvé, etc. De ahí que algunos propongan para todo la primera persona: Habitando . . . digo, etc. 4. Lo que aquí se dice del Padre celestial lo dice también Jesús de sí mismo en Mat. 23, 27. Su fidelidad: La enseñanza sobre esa lealtad de Dios, indefectible y protectora (cf. S. 24, 10; 88, 15 y nota), es aplicable también a la verdad de Dios, la cual nos defiende como un escudo (así la versión de los LXX), tanto de nosotros mismos cuanto de Satanás y del mundo, contra las tremendas seducciones del error. Cf. S. 26, 1; 111, 7; Prov. 3, 3; 20, 28 y Juan 8, 32; 14, 6; 17, 3 y 17; Ef- 4, 14; II Tes. 2, 10 y notas. 5 s. Es decir que para él tanto da el que los enemigos sean visibles u ocultos. 7. Lo que Dios nos ofrece aquí es, como podemos observar, un verdadero privilegio, de ésos que Él se complace en prodigar a sus amigos íntimos (cf. S. 24, 14; Ex. 35, 31; Mat. 6, 33; Juan 14, 23, etc.), sin que nadie pueda pedirle cuenta de sus preferencias (Mat. 20, 13; Rom. 9, 15; Sant. 4, 12, etc.). 9. Pues dijiste: Así también Crampón, Calés, Rembold, etc. Es el acto de confianza que se hizo en el v. 2. Tal es la única condición de tantos beneficios ( w . 1 s. y 14).

654

LOS SALMOS 90 (91), 11-16; 91 (92), 1-7

11

3

12

4

Pues Él te ha encomendado a sus ángeles, para que te guarden en todos tus caminos. EUos te llevarán en sus manos, no sea que lastimes tu pie contra una piedra. 13 Caminarás sobre el áspid y el basilisco-, hollarás al león y al dragón.

u

"Por cuanto él se entregó a Mí, Yo lo preservaré; lo pondré en alto porque conoció mi Nombre. 15 Me invocará, y le escucharé; estaré con él en la tribulación, lo sacaré y lo honraré. 16 Lo saciare de larga vida, y le haré ver mi salvación." SALMO 91 (92) GRANDEZAS DE NUESTRO DIOS

i-Salmo. Cántico. Para el día del sábado. ZBueno es alabar a Yahvé, y cantar a tu Nombre, oh Altísimo; 11. En Mat. 4, 6 y Luc. 4, 10 el diablo aplica esta promesa al 'Mesías, pero ella, como se ve por el contexto, es para todos los que confían en Dios (cí. vv. 2, 9 y 14) y contiene la consoladora noticia de los Angeles de la guarda. Sobre la -misión de estos amigos celestiales, véase Hebr. 1, 14; Judit 13, 20; Tob. 8, 3; 12, 12; Luc. 16, 22; Hech. 12, 15; Mat. 18, 10; Gen. 48, 16; S. 67, 18 y nota. 13. Jesús hizo a sus discípulos igual anuncio (Marc. 16, 18; Luc. 10, 19), que se cumplió al pie de la letra durante los tiempos apostólicos (cf. Hech. 28, 6; Hebr. 8, 4 y nota), con toda clase de milagros (Hech. 3, 1 ss.; 5, 12-16; 19, 12; 20, 9-12; 28, 6 y 8). La Escritura deja de hablar de ellos y de los carismas visibles desde que S. Pablo declara solemnemente el fin de su misión entre los judíos (Hech. 28, 28) y empieza a explayar a los gentiles el "misterio escondido" de la Iglesia (Ef. 3, 9; Col. 1, 26). Cf. Filip. 2, 27; I Tim. 5, 23; I I Tim. 4, 20, donde el gran apóstol y taumaturgo no hace ya intento alguno de milagro, ni en adelante se menciona^ en el N. T. ningún otro suyo ni de los demás apóstoles. 14. Toma la palabra el mismo Dios para confirmar, como en el v. 9, que la confianza en Él (y su conocimiento, del cual proviene esa confianza) es lo que nos asegura estos privilegios (cf. S. 9, 11; 35, 11; 32, 22). Notemos que conocer a Dios es conocer sus pensamientos, no sólo su existencia. Para lo primero Él nos da su Palabra, donde nos muestra su corazón, su Espíritu, su voluntad, su amor, sus hechos, sus promesas (cf. S. 91. 6 y nota). Para lo segundo basta la naturaleza. Cf. v. 7 y nota. 15. "Cuando te vieres atribulado, dice el Doctor de Hipona, no temas, ni quieras pensar que Dios no está contigo. Ten fe, y Dios estará contigo en aquella hora de prueba . . . Dormía Cristo en la nave y los hombres estaban a punto de perecer. Si Él parece dormido para ti, es que en tu pecho la fe está dormida; porque Cristo vive en ti por la fe" (Ef.

3, 17Í. 1. Precioso cántico que convida a alabar a Dios y darle gracias por sus obras ( w . 5-7), no sólo por las cosas creadas (S. 8; 103; 148), sino especialmente por la humillación de los malvados ( w . 8-10) y las bendiciones de los justos (vv. 11-16). Sobre la suma excelencia de esa alabanza, véase S. 49, 14; 88, 2 y notas. 2. Bueno es: El salmista (probablemente David) quiere expresar que esa alabanza de nuestro Padre celestial no sólo es cosa digna y debida, sino que también es una felicidad para el alma. Cf. S. 113 b, 2 y nota.

anunciar al alba tu misericordia, y por las noches tu fidelidad; con el salterio de diez cuerdas y el laúd, cantando al son de la cítara; 5 porque Tú, Yahvé, me deleitas con tus hechos, y me gozo en las obras de tus manos. •¡Cuan magníficas son tus obras, Yahvé! ¡Cuan profundos tus pensamientos! 'El hombre insensato no lo reconoce, y el necio no entiende esto. 3. Al alba... y por las noches: Esto es, en todo momento: cf. S. 5, 5; 118, 147 s. y 164 (según el Talmud este Salmo litúrgico se cantaba por la mañana). La misericordia y la fidelidad son los atributos cuya proclamación más agrada a Dios, según toda la Escritura (S. 24, 10; 84, 11; 88, 15; Tob. 3, 2, etc.). 4. Cantar Salmos es entregarse a Dios con toda el alma y servirle con alegría. "Los que hacen el bien con ánimo triste no cantan" (S. Agustín). 5. Me gozo en las obras de tus manos: ] Qué lema para esculpirlo en toda casa de artistas cristianos! "Esta espiritual alegría se recibe, como dice fray Luis de Granada, cuando el hombre, mirando la hermosura de las creaturas, no para en ellas, sino que sube por ellas al conocimiento de la hermosura, bondad y caridad de Dios que tales y tantas cosas creó." Véase S. 103, 1 ss. De ahí, pues, que la contemplación de la naturaleza, y de una manera especial la admiración y gratitud por el crepúsculo que el Creador nos obsequia cada día, y donde sabemos que para nada se ha mezclado la mano del hombre, sea para el divino Padre como una oración (cf. S. 8, 2 y nota). 6. Tus pensamientos: Nótese el contraste con los pensamientos nuestros (S. 93, 11; 145, 2; 32, 11 y notas). Sobre lo que piensa Dios y sobre los designios de su corazón respecto de nosotros trae la Biblia asombrosas revelaciones (cf. S. 90, 14; Sab. 17, 1 y notas), que se armonizan todas entre sí como propias de un Padre, cuya esencia es el amor, y culminan en la mayor de todas, la de Juan 3, 16. El que descubre así ese máximo secreto de Dios, su idiosincrasia, por así decir, de Padre "dominado por el amor" (Su Santidad Pío X I I ) y en consecuencia por la misericordia (S. 102, 13 s.) ha encontrado la llave de las Sagradas Escrituras. "El gran misterio del cristianismo es el misterio del Corazón de Dios" (Pío X I I ) . 7 s. No lo reconoce porque es insensato, pues para descubrir al Creador en la naturaleza basta la ra. zón (Denz. 2.145), Cf. S. 8 y 18. De ahí el reproche de S. Pablo a los incrédulos (Rom. 1, 18 ss.). La fe va más lejos y penetra los pensamientos de Dios, que merecen nuestra atención mucho más que las simples manifestaciones de su poder (I Cor. 2, 10). S. Pablo enseña que, así como el hombre insensato no se detiene a contemplar esa otra biblia que es la naturaleza, el hombre puraineflte natural nunca podrá entender los pensamientos divinos sin la luz sobrenatural de la fe ( I Cor. 2, 14, texto griego y nota; cí. Luc. 10, 21). Sobre la vanidad de la ciencia humana, véase Ecl. 1. 13 s ; Kempis I I I , cap. 43. No entiende esto: Podría referirse a lo que precede o también a lo que sigue en el v. 8: el misterio del mal triunfante (cf. S. 72, 11 s. y nota). Algunos (cf. Ubach), en vez de aunque broten, etc., traducen: Si brotan . . . y florecen . . . (es porque) están destinados, etc., con lo cual se ve quizá más intensamente, no sólo que los malvados y sus triunfos de un día son un juguete en el plan de Dios, que sabe sacar de ellos mayor bien para sus amigos, sino también el tremendo destino de los que ya tuvieron aquí abajo "sus bienes". Cf. Luc. 16, 25 y nota. Los artesanos del crimen (cf. I tMac. 9, 23 texto griego).

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LOS S A L M O S 91 (92), 8-18; 92 (93), 1-4

"Aunque broten impíos como hierba, y florezcan todos los artesanos del crimen, destinados están al exterminio para siempre; 'mientras que Tú, Yahvé, eres eternamente el Altísimo. 10

Porque he aquí que tus enemigos, oh" Yahvé, los enemigos tuyos perecerán, y todos los malhechores quedarán desbaratados. u T ú exaltaste mi fuerza como la de un bisonte, _ me has ungido con aceite nuevo. 12 Mis ojos se alegran al mirar a mis enemigos, y mis oídos oyen regocijados a los perversos que se levantan contra mí. 13

E1 justo florecerá como la palma y crecerá como el cedro del Líbano, íos cuales plantados en la casa de Yahvé florecerán en los atrios de nuestro Dios. 15 Aun en la vejez fructificarán todavía, llenos de savia y vigor, 16 para proclamar que Yahvé es recto, —¡Roca mía!— y que no cabe iniquidad en Él. 14

SALMO 92 (93) EL SEÑOR, REY DEL ORBE

^eina Yahvé; se ha revestido de majestad. 10. La repetición: los enemigos tuyos parece ser un agregado. 11. Mi fuerza: Literalmente mi cuerno. Aceite nuevo: Es decir, fresco, que era el más apreciado. La Vulgata lo tomó en el sentido de un reflorecimiento de juventud en la vejez (cf. v. 15 y S. 70). Otros vierten: óleo purísimo; Nácar-Colunga: verde aceite. En II Rey. 19, 22, David, triunfante de los traidores y repuesto en el trono sobre todo Israel, exclama que ha sido nuevamente uncido. 12. Se alegran: Como quien ya no tiene que temerlos. Páramo vierte: se apacientan. Según otros: miran con desprecio. 13 s. Usados en la Liturgia del Común de Confesores. En contraste con los que pasan como el heno (v. 8), el justo será como los árboles seculares (cf. Is. 65, 22) en la casa de Yahvé. 15. Fructificarán: Así también traduce S. Jerónimo. Cf. v. 11. Sobre esta prosperidad en la ve. jez, véase S. 70, 9 y nota. 16. La gloria del anciano creyente está en mostrar a sus hijos y a todos, con lá austeridad de sus canas, para que nunca pierdan la serenidad y la confianza en Dios, cuan "irreprochable" es la Providencia de Dios, cuyos caminos a veces nos parecen tan oscuros. El anciano ya sabe por experiencia que en el tren de la vida y de la historia, que parece lanzado sin freno en un precipicio, hay un oculto maquinista, Dios, sin el cual nada sucede y que de todo sabe sacar mayor bien para sus amigos (Rom. 8, 28). Y por eso, para el hombre de espíritu, ya no es motivo de escándalo la aparente prosperidad de los impíos. Cf. S. 72 y notas. 1. Como observa Vaccari y lo mismo Páramo y otros, este Salmo "es el primero de una serie d* ocho himnos, hasta el Salmo 99 inclusive, que can-

El Señor se reviste de poder, se ciñe las armas; da estabilidad al orbe de la tierra, que no se moverá. fijado está tu trono desde ese tiempo; Tú eres desde la eternidad. 3

Alzan los ríos, Yahvé, alzan los ríos su voz; alzan las olas su fragor. 4 Pero, más poderoso que la voz de las muchas aguas, tan a Dios como Rey de todo el mundo, y que poniéndose en aquel momento ideal en que Él será reconocido como rey por todos los pueblos, aclaman su subida al trono". De ahí que "la aclamación que empieza por esas palabras vibrantes, va a continuar hasta el S. 99: Aclamad al Señor, tierras todas" (Dom Puniet). Reina Yahvé: Literalmente sería, como otros vierten: Yahvé se ha hecho Rey, o ha empezado a reinar; muestra el día en que Dios adquiere una cualidad nueva: la de rey, y "se adorna con las aparatosas investiduras que suelen éstos llevar en su coronación" (Bover-Cantera). Con iguales palabras empiezan los Salmos 96 y 98, proféticos y mesiánicos, que ofrecen -muchos datos para la interpretación del presente, lo mismo que los Salmos 44, 71 y 109. "Los Santos Padres, lo mismo que los rabinos judíos, lo aplicaban generalmente a la época del Mesías", pues el poema "muy rico en pensamientos no obstante su brevedad, y que abre una notable serie de Salmos teocráticos, nos muestra por anticipación al Señor reinando sobre la tierra entera y celebra esa realeza perfecta" (Filhon). El Salmo se reza hoy en los Laudes del domingo; antiguamente se cantaba,, como observa Puniet, en las Vísperas del sábado, conforme al epígrafe que lleva en la Vulgata. Se ha revestido, etc.: Calés señala una relación con Is. 51, 9 y 52, 7. Cf. S. 64, 7. Se ciñe las armas: así también Páramo. Cf. S. 44, 4. Da estabilidad, etc.: Véase sobre esto II Pedro 3, 10-13; Is. 65, 17; 66, 22; Apoc. 21, 1. 2. "Se describe su ascensión al trono y el acto de ser reconocido y aclamado por todos los pueblos" (Páramo). Véase Luc. 1, 32; Dan. 7, 14 y 27; S. 79, 18; Is. 9, 7; Apoc. 5, 9 s. Fijado está, etc.: Asi también Desnoyers, Puniet, Ubach. etc., como LXX y Vulgata. El Rey existe desde toda la eternidad como Persona divina, pero no habrá tomado posesión del Reino sino en el tiempo fijado por Dios. Calés hace notar que entre los exégetas antiguos y modernos, son muchos los que lo han aplicado al Reino de Cristo, viéndolo de distinta manera: unos "en su Iglesia militante como triunfadora de los reyes de la tierra, de los rebeldes y de los perseguidores; otros, en la Iglesia triunfante, cuando la justicia y la paz hayan sido adecuada y definitivamente establecidas por el juicio final". El P. Callan anota que "el salmista aclama la soberania de Yahvé no sólo sobre Israel sino sobre todo el mundo" y que después de haber sido humillado y cruelmente perseguido Israel, "ahora el Señor ha intervenido y rescatado a su pueblo de sus acérrimos enemigos". Cf. S. 71, 11 y nota; 2, 6-8; 109, 1-3; Hech. 1, 7; Luc. 19, 11-27; Apoc. 11, 15 y 17; 19, 6. La Biblia de Sales, comentando este último texto del Apocalipsis, después de señalar la caída de Babilonia, pone la siguiente nota de Martini: "Según nuestra manera de entender, Dios comienza a reinar y a ejercitar el sempiterno y absoluto imperio que tiene sobre todas las cosas, solamente cuando, ejecutadas sus venganzas y castigados los enemigos, demuestra contra éstos su absoluta potestad no menos que su generosa bondad hacia los elegidos reunidos en su reino por todos los siglos." 4. Pero, más poderoso, etc.: Así también Vaccari, Páramo, y otros. Cf. S. 97, 7 s.; Hab." 3, 8-13; Luc. 21, 25.

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L O S S A L M O S 92 (93), 4-5; 93 (94), 1-1»

más poderoso que el oleaje del mar, es Yahvé en las alturas. ^ u s testimonios, Yahvé, son segurísimos; corresponde a tu casa la santidad por toda la duración de los tiempos. SALMO 93 (94) ' D l O S , VENGADOR DE LOS SUYOS

^ntendedlo, oh necios entre todos; insensatos, sabedlo al fin: 9 Aquel que plantó el oído ¿no oirá Él mismo? Y el que formó el ojo ¿no verá? 10 E1 que castiga a las naciones ¿no ha de pedir cuentas? Aquel que enseña al hombre ¿(no tendrá) conocimiento? 11 Yahvé conoce los pensamientos de los hom¡son una cosa vana! [bres:

J

12 ¡Oh Dios vengador, Yahvé, Dichoso el hombre Dios de las venganzas, muéstrate! a quien Tú educas, oh Yah, SLevántate, glorioso, oh Juez del mundo; el que Tú instruyes mediante tu Ley, da a los soberbios lo que merecen. t iSpara darle tranquilidad '¿Hasta cuándo los malvados, Yahvé? en los días aciagos, ¿Hasta cuándo los malvados triunfarán, hasta que se cave la fosa para el inicuo. •proferirán necedades con lenguaje arrogante, i*Puesto que Yahvé no desechará a su pueblo, se jactarán todos de sus obras inicuas? ni desamparará su heredad, 15 sino que volverá a imperar la justicia, •Oprimen a tu pueblo, Yahvé, y la seguirán todos los rectos de corazón. y devastan tu heredad; 16 ¿asesinan a la viuda y al extranjero, ¿Quién se levantará en mi favor y matan a los huérfanos. contra los malhechores? ^Y dicen: "El Señor no lo ve, el Dios de Jacob nada sabe." 8 ss. Habla a los prepotentes, cegados por el or-

gullo; mas la admonición puede servir también a las 5. Tus testimonios, etc.: En sentido doctrinal; víctimas que desconfian del divino auxilio. Cf. Is. parque nada es más fiel que la divina Palabra (S. 66, 9. 18, 8), justificada en sí misma (ibíd. v. 10) y que 10. Vemos aquí que Dios es también juez de las no necesita testimonio de los hombres (Juan 5, 34 naciones y no sólo de los individuos. Cf. Joel 3, 1 ss. ss.). El sentido profético, concorde con el contexto, y notas; Mat. 25, 31 s. Las palabras entre paréntey ' confirmado según Gramática jen Apoc. 19, 9 y sis restablecen, según lo propuesto por varios mo22» 6, indica la fidelidad firmísima de estos anun- demos, el sentido y el paralelismo en este pasaje, cios sobre los tiempos en que Dios grabará su Ley muy diversamente' vertido. en los corazones y todos los conocerán (cf. Jer. 31, 11. ¡Una cosa vanal Así literalmente. Otros vier31-34, citado en Hebr. 8, 8-11 y en 10, 16 s.). La ten: un soplo (cf. S. 91, 6 y nota). S. Pablo cita escasa de Dios cuya santidad se anuncia es, dice te v. en la primera Epístola a los Corintios (3, 20), Ubach, el Templo de Jrrusalén. Calés se presunta cuyos cuatro primeros capítulos son la más elocuente si se alude al de Salomón o de Zorobabel; pero, co< refutación y condenación que existe de la suficiencia mo dice Vaccari, se trata de un templo que ya no humana, j Cuántos libros de pretendidos pensadores será violado como lo fueron eso» dos, y cuya santidad quedará confirmada para siempre (Is. 11, 9; y de falsos profetas se habrían podido evitar median65, 24; Ez. 37, 28; 40, 1 y note). Cf. también te aquel monumento de doctrina cristiana que nos Apoc. 19, 6-9 donde vemos que la esposa del Cor- enseña a hacernos necios para ser sabios! Véase Job dero será santa en todos sus miembros porque se 5, 13; Sab. 9, 13 s.; Is. 40, 23; Rom. 1, 22; 3, 4 y 27; Gal. 1, 12; S. 115, 2; Col. 2, 8; I Tes. 5, habrá preparado para las Bodas. 21; I Juan 4, 1; Mat. 7, 15 ss.). 12. Tu Ley: Otros vierten: tu enseñanza. Ley 1. Veinte opiniones diversas, dice Fillion, se han formado entre los que niegan el origen davi- está en el sentido lato, como en el S. 118, y no se dico de este Salmo, que es un recurso a Yahvé trata solamente de los diez mandamientos, sino de contra los inicuos opresores de Israel. Preferimos, las incalculables lecciones de sabiduría que nos ofrepues, seguir la indicación de los LXX, que lo atri- ce la Palabra de Dios, Cf. S. 118, 99 s.; Ecli. 24, buyen a David, reconociendo con Teodoreto que es 39 y nota. Sobre esta bienaventuranza, que contrasta un vaticinio de tiempos futuros, como lo son tan. diametralmente con el v. anterior, cf. Luc. 11, 28; tos otros de los Salmos davídicos. En cuanto trata Apoc. 1, 3; S. 1, 1 ss. y nota. de la fugaz prosperidad de los soberbios y el triun13. He aquí la grande y rara sabiduría con que fo final dado por Dios a los humildes y débiles, Dios favorece a los que en Él confían: saber especoincide con los Salmos 36. 48 y 7-2, poniendo es- rar sin turbación del ánimo hasta que suene la hora pecialmente el acento contra los abusos de los que que sólo El conoce. Cf. S. 36, 1 ss. detentan la autoridad (cf. v. 20). 14 s. Muestra el salmista que Israel no debe de3 s. Véase S. 30, 18; 65, 5 y notas. Cf. Ju- sesperar nunca en ese estado de persecución que padas, 15. ra él es endémico (Calés), porque cuenta con pro5. Tu heredad: Israel. Como María en Cana mesas divinas que no pueden fallar y "los dones y (Juan 2, 3), la oración expone simplemente a Dios vocación de Dios son inmutables" (Rom. 11, 29). Cf. la angustia del pueblo, seguro de que su Corazón Deut. 9, 27-29; 30, 1 ss.; Neh. 1, 8 ss.; Rom. 11, 2, no necesita más. Cf. v. 14. etcétera. En el v. 15 anuncia una reforma de la 6. El salmista defiende a los débiles, porque ellos vida conforme a las leyes de la justicia divina, con son los privilegiados del amor de Dios (S. 67, 6; la cual "triunfarán los de recto corazón" (Rembold). II Mac. 8, 28; Sant. 1, 27). Cf. las quejas de los Cf. S. 71, 12 s. y nota; Is. 65, 17; 66, 22; II Pedro profetas en Is. 1, 23; Jer. 5, 28; Ez. 22, 7; Am. 3, 13. 4, 1, etc. 16. Claramente se nos enseña aquí que si somos 7. No lo ve: "Tu paciencia. Señor, que les escon- perseguidos injustamente no busquemos consuelo en de tu justicia, los lleva finalmente a la incredulidad, los hombres, pues no hemos de hallarlo. Él seTundo porque no pueden comprender que Tú veas y no cas- hemistiquio condena la cobardía y respeto humano. tigues" (Anónimo francés del siglo x v m ) . Cf. S. Cf. Apoc. 21, 8; Mat. 13, 21; 11, 6; Juan 16, 1 ss.; 63, 6; 72, 11; Job 22, 13; Ecli. 16, 16; Sof. 1, 12. Rom. 9, 33; L u c 9, 26.

LOS S A L M O S 93 (94), 16-23; 94 (95), 1-8

¿Quién se juntará conmigo para oponerse a los malvados? Si Yahvé no estuviese para ayudarme, ya el silencio sería mi morada. 1 ¿Cuando pienso: "Mi pie va a resbalar", tu misericordia, Yahve, me sostiene. 19 Cuando las ansiedades se multiplican en mi corazón, tus consuelos deleitan mi alma.

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SALMO 94 (95)

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"VENITE ADOREMUS" 1 2

Venid, alegrémonos para Yahvé; aclamemos a la Roca de nuestra salvación. Acerquémonos a Él con alabanzas, y con cantos gocémonos en su presencia.

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Porque Yahvé es un gran Dios, y un rey más grande que todos los dioses. En sus manos están las profundidades de la tierra y son suyas las cumbres de las montañas. 5 Suyo es el mar, pues Él lo hizo, y el continente, que plasmaron sus- manos.

¿Podrá tener comunidad contigo la sede de la iniquidad, que forja tiranía bajo apariencia legal? 21 Asalten ellos el alma del justo, y condenen la sangre inocente; "mas Yahvé será para mí una fortaleza, y el Dios mío la roca de mi refugio. a Él hará que su perversidad caiga sobre ellos mismos; y con su propia malicia los destruirá, los exterminará Yahvé, nuestro Dios.

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17. Esto, contrastando con el v. anterior, es lo que produce en el ánimo de David ese sentimiento exquisito, tan propio de él y tan envidiable, que él ha. blando con Dios llama "la alegría de tu salvación" (S. 50, 14). Es la alegría del niño, pura y plena, que parecería audaz e insensata en esta vida llena de peligros y que sin embargo no comporta la menor presunción, pues la confianza en que reposa no se funda para nada en suficiencia propia, ni en otros hombres, sino enteramente en ese sostén gratuito y universal que el niño espera de su padre porque sabe que es amado y no porque lo merezca. Por eso David llama a esto alegría "de tu salvación", porque no podría concebirse sino en quien tiene la felicidad de cfntar infaliblemente con su salvador (cf. v. sig. y nota). 18. | Doctrina de consuelo incomparable para los pequeños! Apenas me confieso a mí mismo que soy incapaz vuela a socorrerme toda la fuerza del Padre omnipotente (Is. 66, 2; II Cor. 3, 5). (Todo lo contrario del que confía en sí mismo 1 ¡Qué tratado teórico, sea filosófico o doctrinal, podría compararse a esta enseñanza viva? Cualquiera, aun el más párvulo, y éste mejor que nadie (Luc. 10, 21), puede entender la lección que aquí se enseña de confianza en la realidad sobrenatural que, más que explicaciones técnicas, necesita ser creída simplemente, como un hijo cree a su padre. Tal es el valor educativo de la Palabra de Dios. 19. Véase S. 89, 13 y nota. Entre esos consuelos el primero consiste en saber esta doctrina infinitamente consoladora, que es la misma expuesta por S. Pablo en II Cor. 1. La "perfecta alegría" que se cuenta de S. Francisco no consistía en el hecho exterior de que lo recibiesen mal y le negasen hospitalidad . en una noche lluviosa. Consistía en el hecho interior de poder conservar el corazón alegre a pesar de cualquier hecho exterior. 20. ¡Acaso serías tú cómplice del impío tribunal que sanciona injusticias en forma legal? | Formidable denuncia, aplicable a los jueces prevaricadores de todos los tiempos! Véase los Salmos 57 y 81 especialmente dedicados a ellos. La sede (así también Vaccari) expresa un concepto más amplio que el de tribunal. pues en realidad se extiende a todos los que abusan del poder (cf. S. 52 y notas). La imprecación recuerda las de Jesús contra los fariseos, escribas y doctores de la Ley (Mat. 23, 14 ss.; Luc. 11, 39 ss.), que pretendían obrar en nombre de Dios mientras reprobaban y condenaban a su Hijo Jesús. Cf. S. 108, 7; I Rey. 14, 32 ss.; Juan 16, 2; III Juan 9 ss. 23. Nada más confortante que esta segura esperanza de la justicia que un día llegará. Cf. S. 7, 17 i.; 67, 2; 88, 11; 91, 10, etc.

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8

Venid, adoremos e Inclinémonos; Caigamos de rodillas ante Yahvé que nos creó. 'Porque Él es nuestro Dios; nosotros somos el pueblo que Él alimenta, y las^ ovejas que Él cuida. Ojalá oyerais hoy aquella voz suya: "No endurezcáis vuestros corazones

1. Todo este Salmo es una invitación a alabar al Dios Creador del mundo y de los hombres y Pastor de Israel, que se manifiesta en las obras de sus manos y en la historia de su pueblo. S. Jerónimo, en vez de nuestra salvación, traduce: nuestro Jesús» viendo en el Salmo la profecía mesiánica. Sirve de fervorosa introducción al Oficio divino de cada día y está lleno del espíritu del santo Rey Profeta, todo de fe y amor filial. Contiene también, como observa Dom Puniet, una exhortación a permanecer fiel a la Palabra de Dios, o sea a meditar y a recordar a cada hora esa Palabra que abundantemente se lee en el Breviario. Para Yahvé: en dativo (así también la versión en inglés de Benzijer). Es una idea delicadisima, la de un hijo que se alegra para su Padre, sabiendo que el corazón paterno gozará con verlo contento. Cf. S. 93, 17 y nota; Filip. 4, 4. Sobre la alabanza véase S. 49, 14. 3. Cf. S. 95, 5. Ello no obstante, Dios les re. procha a menudo que lo han cambiado por otros dioses (cf. Jer. 2, 11). 4 ss. En el Breviario actual (aun no reformado con el nuevo Salterio), este Salmo tiene algunas variantes (caso único) conservadas de la antigua versión latina, llamada Salterio romano. En los demás Salmos la Vulgata adoptó la revisión de S. Jerónimo (Salterio galicano). La versión misma del Doctor Máximo, empero, hecha "según la verdad hebrea", no se incorporó al uso litúrgico. 6. Inclinarse y doblar la rodilla son manifestaciones de adoración que corresponden a Dios (Is. 45, 24) y a su Hijo (Filip. 2. 10). Cf. Hech. !0, 26 y nota. Jesús las practicó Él mismo, adorando a su Padre hasta postrarse con el rostro en tierra. Cf. la nota a Filip. 2, 7 s. 7. Las ovejas que Él cuida: Dios se muestra muchas veces como pastor de Israel, y Jesús también se atribuye ese oficio (Ex. 13, 21; Is. 63, 11; S. 76, 21; 99, 3 ; Juan 10; Mat. 9, 36; 26, 21; Luc. 12, 32). Ojalá oyerais hoy, ya que no la oísteis antes. Cf. S. 77, 1 ss. y nota. 8 ss. S. Pablo recuerda nuevamente estas palabras a los hebreos de su tiempo (Hebr. 3, 7-11), y las extiende a la necesidad de oír el Evangelio (Hebr. 2, 3; 12, 25). Meribá y Masa: nombres de dos lugares donde los israelitas murmuraron contra Dios (Ex. 17, 1-7; Núm. 20, 1 ss.). Vuestros padres me provocaron: Alude a esa murmuración en el desierto cuando les faltaba el agua. Doloroso reproche contra nuestra continua ingratitud, que puede verse reiterado sin cesar a través del S. 77. También Jesús hubo de repetirlo muchas veces (Marc. 8, 17 s.; Juan 12, 37 ss., etc.).

LOS SALMOS 94 (95), 8-11; 95 (98), 1-13

658 como en Meribá, como en el día de Masa, en el desierto, 'cuando vuestros padres me provocaron poniéndome a prueba aunque habían visto mis obras. "Durante cuarenta años me dio asco aquella generación y dije: "Son un pueblo de corazón extraviado, no han conocido mis caminos." "Por eso, indignado, juré: "No entrarán en mi reposo." SALMO 95 (96) ADVENIMIENTO Y ALABANZA DEL DIVINO REY

Cantad a Yahvé un cántico nuevo, cantad a Yahvé, tierras todas. *Cantad a Yahvé, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación. 'Pregonad su gloria entre los gentiles; sus maravillas entre los pueblos todos. •Porque grande es Yahvé y digno de suma alabanza, temible, más que todos los dioses. 'Pues todos los dioses de los gentiles son en tanto que Yahvé hizo los cielos, [ficción. •Majestad y belleza le preceden; en su santa morada están el poder y la gloria. 'Reconoced a Yahvé, 10. Cuarenta años: El tiempo de la peregrinación por el desierto (Núm. 14, 34). 11. Afi reposo: La tierra de promisión (Núm. 14, 22). Véase cómo toma este pasaje S. Pablo en el cap. 4 de la Epístola a los Hebreos, refiriéndose al "solemne descanso" prometido al t pueblo de Dios, a la manera como Él descansó el séptimo dia de la Creación Cf. S. 71, 1 y nota. 1. El nuevo Salterio Romano resume así el conté. nido de este Salmo: "El salmista contempla en su mente al Señor viniendo al fin de los tiempos para constituir el reino mesiánico (13). I. Exhorta a todos a que alaben a este gran rey (1-3); II. Porque éste es el solo Dios, lleno de majestad, poder y esplendor (4-6); III. A Él tributen alabanza todos los pueblos, ofrézcanle sacrificios, préstenle adoración, porque Él mismo ha empezado a reinar (7-10); IV. También la naturaleza llénese de exultación porque Dios viene a gobernar la tierra (11-13)." Salmo de origen davídico, pues figura como tal en I Par. 16, 23-33, no puede tener relación directa con el cautiverio de Babilonia, aunque quizá fuese adaptado al culto del segundo Templo después del cautiverio babilónico, sin perjuicio de su carácter profético que contempla la plenitud del reino mesiánico. Como loa Salmos 96-98, presenta a Israel en un estado de libertad y santidad que no tuvieron al volver de Babilonia las tribus de Judá y Benjamín (S. 84, 1 y nota; Esdr. 4, 1; cap. 9 y 10; Neh. 9, 36; cap. 13; Is. 59, 21; Hebr. 8, 8-11; Ez. cap. 40-48). Cántico nuevo (cf. Is. 42, 10; S. 32, 3 ) : "Los cánticos antiguos no son ya suficientes para celebrar esta nueva e inaudita manifestación de Dios como rey de toda la tierra" (Salterio Romano). De ahí el carácter solemne de la introducción, igual a la del S. 97 y extensiva a toda la tierra. 3. Aquí y en los vv. 7 ss. vemos la misión apostólica de Israel entre las naciones. Cf. S. 64, 2; 65, 8; 66, 3 ss.; 101, 16 s.; 125, 2; Is. 54, 15; 55, 5; 60, 3; Ez. 36, 23; Miq. 5, 7; etc. 6. Sobre esta gloria y belleza, cf. S. 44, 3 ss.; é4, 7; Marc. 13, 26; Luc. 9, 26-32.

oh razas de los pueblos, reconoced a Yahvé la gloria y el poder. Reconoced a Yahvé la gloria de su Nombre. Traedle oblaciones y venid a sus atrios. 'Adorad a Yahvé en sacro esplendor, oh tierra toda, tiembla ante ÉL '"Anunciad a las naciones: "Reina Yahvé; Él ha dado estabilidad al orbe, para que no vacile; rige a los pueblos con justicia." 8

"Alégrense los cielos, y regocíjese la tierra; retumbe el mar y cuanto lo llena; u salte de júbilo el campo con todo lo que hay en él. Rebosarán entonces de exultación todos los árboles de la selva, l3 ante la presencia de Yahvé, porque viene, porque viene para gobernar la tierra. Gobernará la redondez de la tierra con justicia, y a los pueblos con su fidelidad. 8 ss. Los pueblos gentiles acudirán para rendir culto al Dios de Israel. Cf. v. 3; S. 46, 10 y notas. Profecías semejantes se hallan en Is. 2, 2 ss.; 42, 7 ss.; 60, 6, etc. 9. Véase S. 96, 4; Marc. 13, 22. 10. Anunciad, etc.: Este v. ha sido aplicado por la Liturgia en el Aleluya de las misas del viernes de Pascua y de la Invención de la Santa Cruz (3 de mayo), añadiéndole: reinará sobre el madero, como lo hace también el himno Vexilla Regis de Venancio Fortunato, que atribuye a David la frase, "regnavit a ligno Deus"; por su parte el nuevo Salterio Romano anota: "Reina el Señor (cf. S. 92, 1): da firmeza al universo y gobierna a los hombres con justicia." Véase S. 71, 2; 109, 5, etc. Comentando este Salmo en su autorizada edición reciente, el P. Callan se pregunta cuál es la situación que hoy hallamos en el mundo, y si hay algo sobre la tierra que corresponda al cuadro pintado en el Salmo, ya que "ante todo debe notarse que el salmista no estaba soñando ni exagerando cuando escribió este poema, sino hablando como mensajero de Dios y declarando realidades por venir". Después de señalar que las multitudes están lejos de conocer a Cristo, se pregunta si alguna vez será diferente la situación, y concluye que tal renovación parece seguramente remota, pero aun cuando "poco se ve que dé esperanza de semejante cambio, él debe finalmente llegar si es conforme al plan divino que la visión del salmista se verifique en esta parte temporal de la era mesiinica". Y añade ese mismo autor, que entretanto cada uno puede, mediante la imitación de la vida de nuestro Señor Jesucristo, "apresurar la venida de ese tiempo bendito en que hombres y naciones, tierra y mar y toda la naturaleza vivirán y se alegrarán en paz y armonía, unidos en un cántico nuevo universal y sin fin, de amor y fraternidad". 11 ss. En el tiemgp mesiánico ¿cómo no daría senales de alegría la naturaleza inanimada, que par* ticipa también de la salvación? Cf. Rom. 8, 22; S. 71, 3 y notas. Viene para gobernar la tierra, etc. (v. 13): "A restablecer la justicia y a implantar en el mundo la felicidad de la era mesiánica" (Páramo). El S. P. Pío XII ha citado este Salmo al decir que después de las tribulaciones que en la actualidad sufre la Iglesia, llegará la hora, de santo regocijo, en que el Padre celestial, por medios desconocidos por las mentes o los deseos de los hombres, restaurará la justicia, la calma y la paz entre las nacionesI Cf. S. 97, 9.

LOS S A L M O S 96 (97), 1-12; 97 (98), 1-3

SALMO 96 (97) HAZAÑAS DEL REY

^eina Yahvé; alégrese la tierra, muestre su júbilo la multitud de las islas. *Nubes y oscura niebla le rodean, justicia e imperio son el fundamento de su trono. 3 Delante de Él va el fuego abrasa en derredor a sus enemigos. us relámpagos iluminan el orbe, la tierra lo ve, y tiembla. 5 Los montes, como cera, se derriten ante Yahvé, ante el Dominador de toda la tierra. e Los cielos proclaman su justicia, y todos los pueblos ven su gloria. 7 Confundidos quedan 1. El título que tiene en la Vulgata alude a la tierra restaurada y recuerda las promesas de Gen. 13, 14 s.; 15, 18: Ez. 20, 40-42; 36, 33-35, etc. S. Agustín y otros Padres ven en la tierra restituida la humanidad plenamente redimida por Cristo, el Rey poderoso y justo Juez que ha de venir con gloria y confundirá a los impíos pero alegrará a los suyos (cf. Luc. 21, 28; Rom. 8, 23). "También este Salmo, como el precedente, trata del advenimiento del reino de Dios. I. En una magnífica teofania aparece el Señor para el juicio (1-8); I I . Confunde a los cultores de ídolos y salva de sus enemigos a los justos, dándoles luz y alegría (7-12)" (Salterio Romano). El carácter mesiánico de este Salmo está declarado por S. Pablo (cf. v. 7 con Hebr. 1, 6 ) . Reina Yahvé: "Con esta fórmula se proclama la realeza divina sobre el mundo en forma parecida a como eran aclamados los reyes en el pueblo hebreo" (Prado). "La multitud de las islas: hebreo; iyyim, esto es, las costas marítimas, regiones a las cuales tienen acceso las naves; luego, tierras situadas allende el Mar Mediterráneo, ya sean islas o litorales. Cf. Is. 41, 1-5, etc." (Salterio Romano). Véase el comienzo de los Salmos 92 y 932 ss. Teofonía que recuerda la aparición del Señor en el Sinaí (Ex. 19, 16 ss.; 20, 18 ss.). El Salterio Romano la asemeja a la de S. 17, 8-16 y Hab. 3, 3-12. Cf. S. 49, 3; I Cor. 3, 13; I I Pedro 3; 10, etc. 3. El Dies Irae nos recuerda: "Cuando venga a juzgar el siglo por el fuego" (Cf. S. 89, 4 y nota). 5. Véase Miq. 1, 4 ; 4, 13; Zac. 4, 14. 6. Cf. S. 49, « ; Is. 61, 11. 7. Angeles todos de Dios: El Texto Masorético dice: kol elohim (todos los dioses), pero tanto los LXX como la Vulgata y la Peschitto han traducido ángeles; y como bien observa Calés, sería poco natural que el salmista hiciese adorar a Dios por seres que no existen, como son los dioses. S. Pablo dice también ángeles sesún los ¿ X X , al citar e interpre- . tar este v., aplicándolo al triunfo de Jesús en su segunda venida, cuando el Padre "introduzca de nuevo a su Primogénito en el mundo" (Hebr. 1, 6). También lo ha considerado así la liturgia, que con los vv. 7, 8 y 1 de este Salmo ha formado el célebre Introito que se repite en la Misa los seis' domingos después de Epifanía. Así, pues, hemos mantenido el texto como lo hace S. Pablo, es decir, poniéndolo en boca del mismo Padre celestial como una orden dada a los ángeles, y que al oírla Sión (v. 8 y nota), la llenará de gozo. Es interesante observar que, según los LXX, este texto figura también cuando se anuncia la sangrienta venganza del Señor en el Cántico de ¡Moisés (Deut. 32, 43), que luego vemos mencionado en Apoc. 15, 3 cuando aparecen las siete plagas finales de la ira de Dios. El nuevo Salterio Romano, comentando ese pasaje del Cántico de Moisés, dice que "predica el triunfo del pueblo de Israel que ciertamente será castigado por un tiempo, pero que. cu;", -i dado y purgado por el Señor será protegido y librado." i

659 todos los que adoran simulacros, y los que se glorían en los ídolos. ¡Adoradlo, angeles todos de Dios!" 'Lo oye Sión, y se llena de gozo; y las ciudades de Judá saltan de alegría, por tus juicios, oh Yahvé. "Pues Tú eres, Yahvé, excelso sobre toda la tierra, eminentísimo sobre toda deidad. 10

Yahvé ama a los que odian el mal; guarda las almas de sus santos, los arrebata de la mano de los impíos. ll Ya despunta la luz para el justo, y la alegría para los de corazón recto. 12 Oh justos, regocijaos en Yahvé y celebrad su santo Nombre. SALMO 97 (98) JUSTICIA DEL REY 1

Cantad a Yahvé un cántico nuevo, porque ha hecho cosas admirables. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.

^ a h v é ha hecho manifiesta su salvación; ha mostrado su justicia delante de los gentiles, 3 se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad en favor de la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salud que viene de nuestro Dios. 8. El triunfo del Señor será también triunfo y gloria de Israel y de su Santuario en Sión (Páramo). Cf. S. 47, 12; 86, 4 y nota; Luc. 2, 32. "Las ciudades de Judá literalmente: las hijas de Judá, hebraísmo para significar otras poblaciones y lugares de la región" (Salterio Romano). 10. "Si amas a Cristo debes aborrecer lo que Él aborrece" (S. Agustín). 11 ss. Cuadro típico de la felicidad del tiempo mesiánico. 1. " I . El salmista se inicia con la magnífica victoria que Dios, sin ayuda de ningún poder humano, ha obtenido en favor de su pueblo (1-3); I I . Exhorta a todos los pueblos al regocijo (4-6); I I I . Aun la naturaleza muestra también su exultación por el justo juez que viene (7-9). Este Salmo tiene gran semejanza con el Salmo 95 (96); los vv. 7 y 9 son casi los mismos. Como allí, también aquí se trata del reino mesiánico" (Salterio Romano). Dios mismo, fiel a sus promesas, ha obrado la salvación (cf. Is. 52, 7-10; 59, 16-21: Hebr. 8, 9-11). El pretérito es profético, viendo el salmista los hechos venideros como pasados. Tanto los SS. P P . como la Liturgia coinciden en afirmar el carácter profético de este Salmo, cuyos vaticinios se habrán de cumplir en Jesucristo. La victoria: "Sería difícil encontrar en la historia israelita un hecho al que pudieran convenir las palabras del salmista. Ni siquiera el retorno del destierro babilónico ofrece base suficiente para fundamentar la grandiosidad de los efectos atribuidos a la intervención divina en favor de su pueblo. Lo más probable es que se trata de la inauguración ideal de la era mesiánica, presentada por los profetas como una victoria de Dios y del pueblo de Israel sobre los gentiles" (Prado). 3. Véase las palabras de la Virgen María en Luc. 1, 54 s.

LOS SALMOS 97 (98), 4-9; 98 (99), 1-»; 9» (100), 1-5

660 4

Tierra entera, aclama a Yahvé, gózaos, alegraos y cantad. 'Entonad himnos a Yahvé con la cítara, con la cítara y al son del salterio; 6 con trompetas y sonidos de bocina prorrumpid en aclamaciones al Rey Yahvé. 'Retumbe el mar y cuanto lo llena, el orbe de la tierra y los que lo habitan. 8 Batan palmas los ríos,. y los montes a una salten de gozo 9 ante la presencia de Yahvé porque viene, porque viene para gobernar la tierra. Gobernará la redondez de la tierra con jusa los pueblos con rectitud. [ticia, SALMO 98 (99) SANTIDAD DEL REY

'Reina Yahvé, tiemblan los pueblos. Sentado se ha sobre los querubines; conmuévese la tierra.. 2 Grande es Yahvé en Sión, y excelso sobre todos los pueblos. 3 Celebrado sea tu Nombre, grande y tremen¡Santo es! [do: 4

Y sea el honor para el Rey que ama la justiTú has establecido lo que es recto; [cia. Tú ejerces la justicia y el imperio en Jacob. 5 Ensalzad a Yahvé nuestro Dios, 4 ss. Cf. S. 95, 1 y 2; 67, 26 ss. y nota. Es la apoteosis del Rey Mesías que sube al trono entre los sonidos de todos los instrumentos de música (v. 5 s.) y de toda la naturaleza (v. 7 s.). 7 s. Cf. S. 95, 11-13; Luc. 21, 25. 1. "También este Salmo trata del reino de Dios, contemplando. especialmente la santidad del Señor, manifestada en su reino. Esta santidad resalta en el epifonema de los vers. 3, 5 y 9, por el cual se divide el Salmo en tres estrofas desiguales: I. Se afirma el reino, sobre todos los pueblos, del Señor que está presente en el Templo, sentado sobre- los querubines (1-3); I I . Propia de su reino es la justicia, que ejerce en el pueblo de Israel ( 4 ) ; I I I . Otra virtud de su reino es la gracia con que habló a iMoisés, Aarón y Samuel, a quienes había sido propicio aun cuando los castigo en su desobediencia (6-8). En el epifonema de los versículos 5 y 9, el pueblo es exhortado a prosternarse ante el Señor presente sobre el arca" (Salterio Romano). El vate ve destruidas todas las naciones amotinadas contra el Señor (S. 2, 2; 47, 5; 109, 5 s.; I I Tes. 2, 8; Apoc. 16, 14 ss.; 17, 14; 19, 19), que tiene su trono en Sión (S. 64, 2) y mira proféticamente hacia Cristo. Rey y Señor de los. tiempos futuros. "Diferenciase este Salmo de los anteriores en que al celebrar a Cristo-Rey llama la atención no sobre la alegría, sino sobre el terror que ha de experimentar la tierra en el advenimiento de su reinado" (Bover-Cantera). Conmuévese ¡a tierra: Cf. S. 95, 9; 96, 4; Apoc. 6, 12; 16, 17 s. Sobre ¡os querubines: Cf. S. 79, 2; Ex. 25, 22; I Rey. 4, 4; I I Rey. 6, 2. 4. Sobre esta justicia véase S. 71, 2 y nota. 5. Escabel de sus pies: El arca santa. Cf. I Par. 28, 2; S. 131, 7. Varias veces se da ese nombre también a toda la tierra (Is. 66, 1; Hech. 7, 49), y así lo dice Jesús en Mat. 5, 35. Muchas veces en sentido profético se dice esto de los enemigos de Cristo, a quienes el Padre pondrá bajo sus pies (S. 109, 1; Mat. 22, 44; Hech. 2, 35; Hebr. 1, 13; I Cor. 15, 25, etc.). Aquí se trata, como lo dicen los vv. 2 y 9, del trono y santuario del gran Rey en Sión (S. 64, 2; Ez. 43, 7 y notas). Sobre el misterio del Arca, véase Ez. 41, 26 y nota.

y ante el escabel de sus pies, postraos: ¡Santo es! 6

Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocan su Nombre; invocaban a Yahvé y Él escuchábalos. 7 En la columna de nubes les hablaba; oían sus mandamientos, y la Ley que les dio.

8

Oh Yahvé Dios nuestro, Tú los escuchaste; fuiste para ellos un Dios propicio, bien que castigaste sus infracciones. 'Ensalzad a Yahvé nuestro Dios, y postraos ante su santo monte, porque Santo es Yahvé, Dios nuestro. SALMO 99 (100) HIMNO DE INGRESO AL TEMPLO

Calino en acción de gracias. Aclamad a Yahvé, tierras todas, servid a Yahvé con alegría, llegaos a su presencia con exultación. 3 Sabed que Yahvé es Dios. Él nos hizo y somos de Él, pueblo suyo y ovejas de su aprisco.

2

4

Entrad por sus puertas alabándole, en sus atrios, con himnos. Ensalzadle, bendecid su Nombre. 'Porque Yahvé es bueno; su misericordia es eterna, y su fidelidad, de generación en generación. 6. Moisés recibe aquí el rango de sacerdote aunque no lo era. También a David aceptó Dios que le ofreciera holocausto, lo cual era función sacerdotal ( I I Rey. 6, 17 ss.). En cambio rechazó a Saúl que hizo lo mismo (I Rey. 13, 9; 14, 34-37; 15, 12 ss.). Cf. Apoc t 1, 6; 5, 10. En cuanto a Samuel, véase 1« que profetizó su madre al presentarle a Dios en Silo (I Rey. 2, 10). 8. Castigaste: Alude a que- Moisés y Aarón, por falta de confianza en Dios, no pudieron entrar en la tierra de promisión (Núm. 20, 12; 27, 14; Deut. 3, 23-29). En cuanto a Samuel, léase I Rey. 8, 1 ss.; 16, 1. 2. "Salmo breve, dice S. Agustín, y bellísimo.' Una de las hermosas odas del Salterio, que termina el ciclo iniciado en S. 92, 2 (cf. nota). Se predice la universalidad del reino mesiánico (Páramo). De ahí que se invite a toda la tierra a peregrinar al Santuario (v. 2; Is. 56, 6 y 7; 2, 3), para cantar las alabanzas del Dios de Israel (S. 64, 2 y nota). Con alegría: Cf. S. 49, 14; 88, 16; 91, 2 ss.; 94, 1 y notas. Prado cree que este v. representa una fórmula o antífona litúrgica. 3. Ovejas de su aprisco: Cf. S. 94, 7; Juan 10, 16 y notas. 4. Entrad por sus puertas: Véase el S. 117, 19-20 y nota. 5. Cf. S. 88, 9 y nota; S. 135, etc. Es en la misericordia donde se muestra la omnipotencia de Dios (Sto. Tomás).

L O S S A L M O S 100 (101), 1-8; 101 (102), 1-4

SALMO 100 (101) MODELO DE PRÍNCIPE l

Salmo de David. Quiero cantar la bondad y la justicia, un Salmo para Ti, Yahvé. 2 Quiero seguir el camino recto. —¡Oh, cuando vendrás a mí!— Procederé con recto corazón dentro de mi casa. 3 Jamás pondré la mira en cosa injusta; aborrezco la conducta del que prevarica; no. andará conmigo.

661 Al de mirada altiva y corazón inflado no lo soportaré. 8 Mis ojos buscarán a los hombres fieles del país, para tenerlos cerca de mi. El que ande por el camino recto, ése será mi ministro. ' N o habitará dentro de mi casa el hombre doble, y el mentiroso no durará en mi presencia. exterminaré cada día a todos los pecadores del país, a fin de extirpar a todos los obradores de iniquidad en la ciudad de Yahvé.

4

E1 corazón perverso estará lejos de mí; lo malo no quiero ni conocerlo. 5 A1 que solapadamente calumnia a su prójimo lo destruiré.

1. Escogido por Dios para regir a su pueblo, y deseoso de formularse un programa para su vida, tanto privada como pública, David, el rey incomparable, figura del mismo Cristo, traza aquí, con verdadero "espíritu de príncipe" (S. 50, 14) un cuadro ideal del buen soberano, tan paternal y humilde como enérgico, dejando así a los gobernantes un modelo de sabiduría política. Véase el elogio que Dios le hace en Ecli. 47. Quiero cantar, etc.: Pasaje muy probablemente alterado o quizá añadido para el uso litúrgico, y cuya crítica resultaría -muy extensa. Más fácil sería leer, como algunos: t quiero observar la bondad y la justicia delante de Ti, Yahvé. Pero nuestra versión, concordante con el nuevo Salterio Romano, tiene en su apoyo tanto el texto hebreo masorético, cuanto el griego de los LXX y la versión del hebreo de S. Jerónimo, además del latín de la Vulgata, y no nos atrevemos a corregir tantos testimonios, a base de conjeturas. El poeta quiso sin duda decir que, al proclamar aquí su deseo de seguir la rectitud que agrada a Dios, entendía honrarlo como si le cantara un himno. 2. Repetimos aquí lo observado sobre el v. 1. No pocos y buenos autores vierten: Atenderé la causa de los justos cuando vinieren a mí (a cualquier hora), con lo cual el contexto conservaría perfecta unidad. En efecto, la administración de justicia fue siempre la más alta función del soberano, hasta la división de los poderes que es creación relativamente moderna. Por eso. en la Biblia, juzgar es sinónimo de gobernar (cf. S. 71, 2; 95, 10 y notas), y David lo hacía personalmente (II Rey. 8, 15). Ello no obstante, seguimos el sentido textual, en el cual ese cuándo (en hebreo: matai) significa interrogación o admiración. Por lo demás, nada supera en belleza y espíritu a ese anhelo que el rey poeta y profeta deja escapar como un suspiro en el que expresa "el voto ardiente por el pronto advenimiento divino" (Calés). David iba a ser, y lo fué, un rey poderoso y grande; pero, como lo hemos visto en la serie de Salmos precedentes (cf. S. 92-99), él contaba con la promesa mesiánica de un reinado muy superior ( I I Rey. 7, 9 ss.; Ez. 37, 24 s., etc.). También para nosotros hay un suspiro igual en Ápoc. 22, 17 y 20. Dentro de mi casa: El que no empieza por cultivar la rectitud elemental en su vida doméstica ¿cómo podría tenerla para gobernar un pueblo? Es lo que S. Pablo dice de los obispos (I Tim. 3, 4 s.) y de los presbíteros (Tito 1, 6 ) .

SALMO 101 (102) PLEGARIA POR LA RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN

^Oración de un afligido que desfallece y derrama su angustia ante el Señor. 2Escucha, Yahvé, mi oración, y llegue a Ti mi clamor. 3 No quieras esconderme tu rostro en el día de mi desolación; inclina hacia mí tu oído; apresúrate a atenderme en el día de mi llamado. 4

Porque mis días se desvanecen como el humo, y mis huesos arden como fuego.

6. Es decir: solo los hombres piadosos serán mis consejeros y .sólo los probos serán mis colaboradores (cf. S- 24, 2 1 ; 118, 63, 74, 79). 7. El mentiroso no durará en mi presencia: David, a quien Dios eligió por su corazón (I Rey. 16, 7), tiene los mismos sentimientos que Dios (Hech. 13, 22; cf. Filip. 2, 5 ) : odia la mentira porque Dios la odia (Prov. 6, 17; 13, 5). Nótese que en I Rey. 21, 2 David no mintió a Aquimelec, como algunos creen, pues él mismo era el verdadero rey ya ungido (I Rey. 16, 13). 8. La Ciudad de Yahvé: Jerusalén (cf. S. 86, 3). La legítima autoridad temporal tiene por derecho divino esa atribución disciplimria, puesto que no hay verdadera potestad si no viene de Dios. Cf. Rom. 13, 1 y 4; I Cor. 5, 5; I Pedro 2, 13 s. 1 ss. El salmista empieza formulando un lamento individual, para aplicarlo después como una honda y vigorosa expresión del dolor de Israel y entonar "un ennto profético a la restauración de Sión y a la conversión de los gentiles al culto del Dios verdadero" (Ubach). De ahí que algunos supongan que los vv. 14-23 formaban un Salmo distinto. Pero "esta división no parece ser necesaria" (Salterio Romano), y en otros textos vemos igual sistema usado por David, Isaías, etc. (cf. S. 9 a, 1; 105, 4; 130, 3; I s . 63, 15). Este Salmo es colocado por la Liturgia entre los penitenciales porque todos podemos aplicarnos su impetración, pero su alcance es mesiánico (cf. v. 26 y nota), y las profecías grandiosas que contiene muestran que, muy por encima de la vuelta de Babilonia. se contempla, como en los Salmos 92-99, la nueva Alianza prometida al pueblo escogido de Dios. Cf. S. 64, 6; 71, 11; 84, 1; 95, 5; Hebr. 8, 8 ss. y notas. 2. La Iglesia ha adoptado esta invocación en sus 5. No lo soportaré: Demasiado bien sabía el sabio preces litúrgicas. rey David que las personas altaneras y ambiciosas son 4. Véase la gran profecía de Ezequiel (cap. 37) capaces de suprimir a los débiles y violar el de- que anuncia la resurrección de esos huesos. Sobre las recho. expresiones que usa el salmista; cf. S. 36, 20; 47, 3.

LOS SALMOS 101 (102), S-2S

662 5

Abrasado, como la hierba, se seca mi corazón; me olvido de comer mi pan. 6 A fuerza de gemir y llorar se me pega la piel a los huesos.

18

Así, oh Yahvé, los gentiles . reverenciarán tu Nombre, y tu gloria todos los reyes de la tierra, "porque Yahvé habrá restaurado a Sión, y Él se mostrará en su gloria. 18 Se volverá hacia la oración de los despojados, y no despreciará sus ruegos.

'Soy como el pelícano del desierto, hecho semejante al buho entre las ruinas. No puedo conciliar el sueño, y me lamento "Escríbase esto para la generación venidera, como el ave solitaria sobre el tejado: para que el pueblo 9 Mis enemigos me insultan sin cesar, que va a nacer alabe a Yah. y los que se enfurecen contra mí, ^Porque Yahvé se habrá inclinado toman mi nombre como imprecación. desde su excelso santuario, 10 desde el cielo habrá mirado a la tierra, Mi comida es ceniza en vez de pan, 21 para escuchar el gemido de los cautivos y mezclo mi bebida con las lágrimas, u y librar a los destinados a la muerte, a causa, de tu indignación y tu furor, ^ fin de que en Sión sea pregonado porque me arrojaste el Nombre de Yahvé, después de levantarme en alto. 12 en Jerusalén su alabanza, Mis días son como la sombra que se alarga; 23ycuando allí se congreguen a una los pueblos y, como la hierba, voy secándome, y los reinos, para servir a Yahvé. 13 mas Tú, Yahvé, permaneces siempre, 24 y tu Nombre es de generación en generación. É1 quebrantó mis fuerzas a medio camino; 14 acortó mis días. Tú te levantarás y serás propicio a Sión, M orque tiempo es ya de que te apiades de ella; Y yo clamo: Oh Dios mío, no me quites de esta vida a llegado la hora. 15 en la mitad de mis días, Ya tus siervos aman sus piedras. Tú, cuyos años duran sienten compasión de sus ruinas. por todas las generaciones. 8

5 s. La piel se pega a los huesos por la flacura (cf. Job 19, 20), es decir, no precisamente por los gemidos sino porque éstos lo hacen olvidarse del alimento. Si este olvido ha secado el corazón, es que no se trata sólo de comida, sino del pan de la Palabra de Dios, cuyo abandono tanto reprocharon a Israel los profetas (cf. S. 80, 12; Jer. 7, 22 s.; 15, 16; Luc. 4, 4; Juan 5, 47). Hay también en todo el cántico muchas reminiscencias de antiguos Salmos, especialmente del 21, del 68 y del 78 (Fillion). 7. Pelicano: Véase Is. 34, 11; Sof. 2, 14. El bulto es pájaro que habita en las ruinas. Cf. Is. 14, 22. 10. La ceniza es símbolo de dolor y de duelo. Cf. Job 42, 6; S. 41, 4; 79, 6; Ez. 27, 30. 11. Después de levantarme: Aquí comenzamos a ver que las miserias que lamenta el salmista "no son las suyas personales sino las del pueblo" (NácarColunga), esas que aun vemos en Israel, tanto más dolorosas cuanto mayor fué la altura de donde cayó. 12. En S. 108, 23; 143, 4, etc., vemos que estas expresiones son familiares a David en sus Salmos. 13. Tú permaneces (cf. S. 9 a, 8; 134, 13; Lam. 5, 19). "En medio de su depresión y angustia es consolado por el pensamiento del eterno e inmutable Dios, que no puede fallar en sus promesas hechas a Israel por los profetas (cf. Is. caps. 30 y 49; Jer. caps. 25, 29, 30 y 31). Todavía restaurará Él a Sión para alabanza y gloria de su Nombre en las futuras generaciones" (Callan). 14. Empieza aquí la "oración ardiente por el pronto restablecimiento de Sión y previsión segura del reino mesiánico universal" (Calés). Cf. S. 117,'13; Is. caps. 40 ss.; Luc. 1, 54 s.; Rom. 15, 8; Mat. 23, 39; Hech. 3, 20 ss. 15. Ya tus siervos aman sus piedras (así también Vaccari). Un escritor moderno se refiere a este pasaje para compararlo con el ansia actual de los israelitas por volver a Palestina, considerando este hecho como un raro indicio providencial de su futura conversión; pues, dice, este deseo "ya no augura una liberación como en la salida del cautiverio babilónico, sino un esfuerzo doloroso por ocupar de nuevo palmo a palmo la tierra prometida, y tiene que ser muy intensa su pasión para que, aun sin fe religiosa en muchos de ellos, se mantenga hasta arriesgar h vida frente a dificultades humanamente insalvables".

16 s. Admirable promesa mesiánica: todos los pueblos y reyes adorarán al verdadero Dios. Esto no se cumplió en el regreso de Babilonia (S. 95, 1 y nota); está vinculado, como expresa Sto. Tomás, a la conversión de Israel. "La gloria divina está interesada en la restauración de Israel. Naciones y reyes temerán y honrarán a Yahvé cuando comprueben que Él ha reedificado a- Sión y ha desplegado su magnificencia; que ha escuchado la plegaria de aquellos a quienes los enemigos habían despojado y que parecían perdidos sin esperanza" (Calés). Cf. Deut. 4, 30; S. 64, 6; 71, 11 y notas; Rom. 11, 25-32; Is. 60, 22. "Según una de las más grandiosas ideas de los profetas, la restauración de Israel tendrá por coronamiento la conversión de las naciones. Así se establecerá el reino de Dios sobre la tierra" (Desnoyers). La misma idea expresa Bover-Cantera y la llama "tradición". Cf. v. 23; S. 95, 3; 125, 2; Rom. 11, 12; Ez. 37, 28; Is. 60. 3 ss., etc. Él se mostrará en su gloria (v. 17): Cf. S. 83, 8; Mat. 24, 30; Apoc. 1, 7. 18. La oración humilde será irresistible para Dios. Cf. Is. 48, 10; Sof. 3, 13; S. 89, 15; 118, 7 1 ; Esdr. 9, 15; Neh. 9, 33; Dan. 3, 28-31; 9, 7, etc. 19 s. Cf. S. 21, 31 s. Se habrá inclinado, etc. (v. 20): Así también Calés y otros, de acuerdo con el contexto. 21. El auxilio vendrá en el máximum de la humillación, pobreza y persecución. Cf. v. 18; S. 17, 28; 43, 12 y SS. 78, 79 y 82, citados todos en la Misa "contra paganos". 22 s. Cf. S. 64, 2 y nota. "Todos los pueblos y todos los príncipes tienen más interés de lo que piensan en la vuelta de Israel. Nadie ignorará lo que serán los últimos judíos. Su celo será igual a sus luces . . . y se puede conjeturar lo que harán cuando toda la nación se convierta, por el cambio prodigioso que unos pocos, reservados por la gracia, produjeron en el mundo al principio del Evangelio" (Anónimo francés del siglo x v n i ) . 24 s. El salmista vuelve a su tono plañidero de los vv. 4-12 y, dirigiendo de nuevo su mirada al estado miserable de Israel, pide a Dios una demora que le permita presenciar la restauración de la nación y de Sión (Ubach). Cf. S. 88, 48; 105, 4 y notas; Tob. 13, 20.

LOS SALMOS 101 (102), 26-29; 102 (103), 1-10 2s

Esi el principio cimentaste la tierra, y obra de tus manos es el cielo. z'Ellos van pasando, mas Tú permanecerás; todo en ellos se envejece como una vestidura; Tú los mudarás como quien cambia de vestido, y quedarán cambiados. M Mas Tú eres siempre el mismo, y tus años no tienen fin. ^ o s hijos de tus siervos morarán seguros, y su posteridad será estable delante de Ti. SALMO 102 (103) ELOGIO DEL PADRE DE LAS MISERICORDIAS

me David. Bendice a Yahvé, alma mía, y todo cuanto hay en mí bendiga su santo Nombre. 'Bendice a Yahvé, alma mía, y no quieras olvidar todos sus favores. 26. S. Pablo nos enseña que estas palabras de Dios son dirigidas a Cristo para anunciarle su triunfo (Hebr. 1, 10-12). 27. Tú los mudarás: "Se entrevé aquí una escatologia cósmica junto a la escatología mesiánica" (Calés). Cf. I I Pedro 3, 10-13; Is. 65, 17 ss.; S. 103, 5; 118, 90. 29. Leamos y digamos en unión de espíritu apostólico la magnifica oración de Ecli. 36, que la Iglesia recoge en la iMisa por la propagación de la Fe y en la cual Israel, después de pedir la conversión de los gentiles, nuestros antepasados (vv. 1-5), ruega también (vv. 13-19) por el cumplimiento de estas profecías relativas a su propia santificación (S. 117, 25 y nota; Is. 60, 10-22; Jer. 3, 17-20; Ez. 11, 17-19; 36, 22-31; 37, 21-28; Os. 2, 14-24; 3, 4-5). 1. Es este Salmo el cántico de las misericordias del Señor. Hemos de leerlo con frecuencia, como un baño de divina frescura que restaura por entero la confianza de nuestra fe, acribillada cada día por los dardos del Maligno impostor, que reina en todas partes como que es el "príncipe de este mundo" (Juan 14, 30). Confiesa el rey profeta sus propias culpas y las de su pueblo para hacer resaltar la infinita bondad del Padre que está en los cielos. Los críticos modernos discuten a David la paternidad de este Salmo, sosteniendo que contiene citas implícitas de libros posteriores y aramaísmos traídos de Babilonia. Pero sus opiniones están lejos de ser bastante persuasivas para destruir el testimonio que nos dan, tanto el Hebreo como los LXX y la Vulgata, en favor del real poeta, cuyo corazón ha mostrado tantas veces, en palabras y en hechos, el espíritu de infancia que a raudales brota de esta insuperable oración (cf. v. 13 s. y nota). En cada versículo de ella iremos viendo otras tantas pinceladas amorosas que nos esbozan, como un anticipo evangélico, el retrato del divino Padre que había de completarnos Jesús en cada paso de su enseñanza y de su vida, como el sumo objeto de su misión (cf. Juan 17, 2 s. y 26 y notas). ¿Y quién más indicado para ese anticipo, que David, aquella alma asombrosamente amada de Dios, que Él eligió tantas veces para ser figura de su Hijo, para cantarlo, y que hasta en su carne fué predestinado para ser el abuelo de Jesús? 2. ¡No quieras olvidar todos sus favores 1 ¡Fórmula divina, camino de la más alta y verdadera santidad. Saberse a-mado, creerse amado no obstante saberse miserable! "La fe en el amor de Dios es lo que nos hacer amar a Dios" (Beato Pedro Julián Eymard). Cf. S. 56, 3 ; 76, 11 y notas; I Juan 3, 16; 4, 16; Juan 3, 16.

663 s

Es Él quien perdona todas tus culpas, quien sana todas tus dolencias. É1 rescata de la muerte tu vida, £1 te corona de bondad y misericordia. 5 É1 harta de bienes tu vida; tu juventud se renueva como la del águila. 8 Yahvé practica la rectitud y a todos los oprimidos hace justicia. 'Hizo conocer sus caminos a Moisés y a los hijos de Israel sus hazañas. 4

Misericordioso y benigno es Yahvé, tarde en airarse y lleno de clemencia. % está siempre acusando, ni guarda rencor para siempre. 10 No nos trata conforme a nuestros pecados, ni nos paga según nuestras iniquidades. 5. Harta de bienes tu vida: La ternura de Dios nuestro Padre nos quiere ver aún en esta vida, siempre alegres (Filíp. 4, 4 ) ; sin preocupaciones (Mat. 6, 25-34); nos da cuanto necesitamos materialmente (ibíd. 33); nos defiende de los enemigos (S. 29, 2; 34, 1 ss.; 36, 5 s.) y nos da también el mayor de los bienes de aquí abajo, que es la paz (Juan 14, 27) y el gozo (Juan 15, 11; 16, 24; 17, 13) tales como los tenía el mismo Jesús. Lo que no nos da en esta vida —-¡felizmente!— es la saciedad, ese paroxismo o éxtasis de felicidad que buscaba Fausto para poder decirle al tiempo: "detente". ¿Cómo podría ser eso en este siglo malo (cf. Gal. 1, 4 y nota), puesto que el reino de Cristo no es ni puede ser de este mundo (Juan 18, 36), ya que cuando Él venga no hallara la fe en la tierra (Luc. 18, 8). Cf. Col. 3, 3 s. Es decir que el divino Padre prodiga con abundancia (I Tim. 6, 17), a los que se confían a Él ( S . 32, 22), todo^ cuanto es^ posible dar, salvo lo que nos haría arraigarnos aquí abajo, en esta fugaz tienda de campaña (Jer. 35, 10) y entregar el alma al diablo como quiso hacerlo Fausto. ¡Líbrenos el Dios de bondad de tener aquí "nuestros bienes" (Luc. 16, 25 y nota) de modo que nada pueda Él darnos después por no haberlo deseado nosotros! Cf. S. 80, 11 y nota. Se renueva: Toma por imagen la muda de las plumas del águila, con la cual esta ave rejuvenece su vigor y fuerza (Is. 40, 31). Otra preciosa imagen sobre el águila es la promesa de Ex. 19, 4, repetida en Apoc. 12, 14. 6. Es decir que Él es santo en todas sus obras, de modo que tenemos en Él, como lo enseña Jesús el modelo de cuanto Él mismo nos manda obrar (cf. Mat. 5, 48 y nota). Y además toma a su cargo la venganza de los oprimidos (cf. S. _65, 5 y nota). De ahí el mal de querer hacerse justicia por sí mismo, pue» Dios enseña a no resistir directamente al que es malo (Mat. 5, 39) y nos dice que Él odia más que nada al pobre que es soberbio (Ecli. 25, 3). Es ésta una gran luz para los que quieren trabajar con fruto espiritual en el apostolado social (cf. Ecli. 28, 1-14; Ef. 6, 5 ss. y nota). 7. Cf. S. 24, 8; 147, 8 s. y notas. 8 ss. Tardo en airarse: Véase S. 72, 11 y nota. Empieza aquí un cuadro maravilloso de la caridad divina del Padre, que Jesús nos pone como modelo (Luc. 6, 36) y cuyas cualidades describe S. Pablo en I Cor. 13. No está siempre acusando (v. 9), como suele hacer nuestro mezquino corazón cuando nos sentimos "muy moralistas", dispuestos siempre a ver la paja en el ojo ajeno, sin advertir la viga en el propio (Mat. 7, 3 ss.); ni se mantiene enojado para desanimar al pecador, sino que va a su encuentro como el Padre del hijo pródigo (Luc. 15, 20), y cuando éste se propone pedirle que lo trate como a siervo, antes que tenga siquiera tiempo .de decírselo, ya lo está amando como a predilecto y obsequiándolo como a príncipe (ibíd. 15, 19 y 21 ss.).

L O S S A L M O S 102 (103). 11-22; 103 (104), 1

«64 "Pues cuanto se alza el cielo sobre la tierra, tanto prevalece su misericordia para los que le temen. 12 Cuanto dista el Oriente del Occidente, tan lejos echa de nosotros nuestros delitos. 13 Como un padre que se apiada de sus hijos, así Yahvé se compadece de los que le temen. 14

Porque Él sabe de qué estamos formados: Él recuerda que somos polvo. Los días del hombre son como el heno; como la flor del campo, así florece. 18 Apenas le roza el viento, 15

11. Así como su sabiduría dista de la humana (ís. 55, 8), así también se eleva su misericordia sobre toda posible bondad _ nuestra (S- 91, 6 y nota) y sobre toda comprensión de nuestra mente (Ef. 3, 18 s.). Bien lo sabía la Virgen cuando habló en Luc. 1, 50. 12. ¡Tan lejos de nosotros! Es decir que esa misericordia con que Él nos mira no es solamente para compadecerse de nuestras penas, sino también de nuestras culpas y caídas, para no sorprenderse de ellas, ni impacientarse, ni cansarse de perdonarnos, pues sabe que somos polvo (v. 14) y lo tiene muy presente. El Que esto cree de veras vivirá en una amistad íntima y amorosa con Él, que no podrá ser úiterrumpida por nuestras miserias, pues aun en las eventuales caídas no dudará en volver a cada instante a esa amistad, seguro del perdón, y con ello, lejos de apagarse el amor, crecerá, pues ama' más el que ha sido más perdonado (Luc. 7, 47). Cf. S. 50 y. notas. Grabemos para siempre: en nuestro corazón e$ta dulcísima verdad que debería estar escrita en ttídas las paredes, porque la confusión del ánimo en el pecador es la mayor arma del diablo para hacerlo dudar del perdón y mantenerlo así alejado de Dios (cf. Ecli. 5, 5 y nota). En tanto que con la admiración de su misericordia, que aquí se nos inculca, crecerá también en nosotros el deseo de agradecer con nuestra alabanza a ese Padre (S. 49, 14) por medio de su Hijo y Hermano nuestro Jesús, por quien recibe Él "todo honor y gloría" en la unidad de amor s Judas (Hech. 1, 16 ss.). Ministerio: La Vulgata vier- Salmos señala acertadamente que tanto las anteriores te episcopatum, en el sentido de función. imprecaciones como las del S. 68 son de David y 14 ss. Las palabras entre corchetes ya están en el nadie podría atreverse a afirmar que él habría toT. 15 y son sin duda una glosa, pues no figuran en mado esas ni otras venganzas de sus enemigos si el. Siriaco, ha culpa de sus padres: "Todo el que los hubiese tenido a mano, pues bien demostró él imita la maldad de su perverso padre se hace reo todo lo contrario en la misericordia con que trató a también de los pecados de éste; mas el que no sigue su gran perseguidor Saúl cuando estuvo a merced la maldad del padre, de ningún modo será gravado suya (I Rey. 24, 1 ss. y notas), no obstante las por su delito" (S. Gregorio). El Cat. Rom. (III, grandes pruebas de paciencia a que éste lo tenia 2, 36) citando a Ex. 20, 5 s. manda a los párrocos sometido (cf. S. 56, 1 ss. y notas). Cf. también la recordar a los fieles "cuánto sobrepuja la bondad conducta de David en S. 7, 5. y misericordia de Dios a la justicia, pues, airándose 22 ss. Infortunado, etc.: Tal como el que pinta hasta la tercera y cuarta generación, extiende hasta el v. 16. El honor de Yahvé, que Él cifra en ser millares la misericordia". Algunos intérpretes, fun- misericordioso (cf. Ef. 1, 6 y nota), está en que Él dados en Ez. 18, 20 y Gen. 8, 21, etc., traducen libre al débil del prepotente (cf. S. 71, 4). As! seri Ex. 20, 5 en el sentido de que Dios tiene en cuenta para Él toda la gloria (v. 27). Cf. S. 85, 17. la mala herencia de esos hijos, para hacerles mayor 28. Recordemos, como un escudó invencible, esta misericordia (cf. Mat. 9, 11; 18, 13; Luc. 7, 43; 12, fórmula, que encierra la plenitud del espíritu evan48). Cf. Ez. 18, 4 y nota. gélico. ¿Qué puede importarnos la maldición del 16. Claramente se indica la causa de tantas mal- mundo, si Él está contento? Jesús llega a decir que diciones: la falta de misericordia (cf. Os. 6, 6; Mat. en estos casos nos pongamos a saltar de gozo, y nos 9, 13; 12, 7). Porque la caridad, origen de tantos equipara a los profetas. Cf. Mat. 5, 11 s.; Luc. 6, bienes, no es sólo un mérito: es una obligación (Luc. 22 ss.; S. 50, 14; Rom. 8, 31. 6, 27-38), y su falta acarrea todos los males, hasta 30. Una vez más, vemos el valor de la alabanza la condenación a la gehena eterna (Mat. 25, 34-45). como instrumento de gratitud (S. 49, 14; 106, 22), 17. Así como las bendiciones que damos vuelven en contraste con la mala lengua (cf. Sant. 3, 1 ss.). a nosotros (Luc. 10, 6 ) , así las maldiciones caen 31. A la derecha: Como su abogado defensor en «obre la propia cabeza. Véase v. 7 y nota, y la te- el juicio (cf. I Juan 2, 1). Nótese la oposición con rrible imprecación a los sacerdotes en Mal. 2, 1-3. el v. 6. S. Agustín dice aquí: "Satán se coloca al 20. Véase v. 1 y nota. Algunos suprimen: de lado de Judas, que ambicionó acumular riquezas; Yahvé, por razones rítmicas, considerándolo una glo- I en cambio, junto al pobre está Diosl Él es la riqueza del pobre." sa como en el v. 14.

LOS SALMOS 109 (110), 1-3

674 3

SALMO 109 (110) TRIUNFO DE CRISTO REY Y SACERDOTE l

Salmo de David. Oráculo de Yahvé a mi Señor: "Siéntate a mi diestra, hasta que Yo haga de tus enemigos el escabel de tus pies."

2

EI cetro de tu poder lo entregará Yahvé (dictándote): "Desde Sión impera en medio de tus enemigos."

1. ''Breve per el número de las palabras, grande por el peso de las sentencias" (S. Agustín), este Salmo, paralelo del S. 2 y "el más célebre de todo el Salterio" (Vaccari), goza del privilegio de haber sido interpretado por Jesús mismo (Mat. 22, 41-46). Después de señalar allí como autor a David, de modo que nadie pudiese negarlo (Comisión Bíblica, 19 de mayo de 1910), el Señor prueba con él a los judíos la divinidad de su Persona. Prueba también que el Padre le reservaba el asiento a su diestra glorificándolo como Hombre (S. 2, 7 y nota) —según dice el Credo: "Subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre"— y destaca sus derechos como Mesías Rey, que Israel desconoció cuando Él vino y "los suyos no lo recibieron" (Juan 1, 11; cf. Is. 35, 5 y nota). Estos derechos los ejercerá cuando el Padre le ponga a todos sus enemigos bajo sus pies paro "reuniría todo en Cristo, tas cosas del cielo y las de la tierra" (Ef. 1, 10) y someterlo todo a Él (v. 2), en el día de su glorificación final (v. 3), porque "al presente no vemos todavía sujetas a El todas las cosas" (Hebr. 2, 8; 10, 12-13; cf. Marc. 16, 11 y nota). No hay pasaje, en todo el Antiguo Testamento que no sea tan citado en el Nuevo como este Salmo, y S. Pablo no se cansa de citarlo como mesiánico (1 Cor. 15, 24 ss.; Ef. 1, 20 ss.; Col. 3, 1; Hebr. 1, 3; 5, 6; 7, 17; 8, 1; 10, 12-13), porque el Mesías es aquí proclamado Hijo de Dios (vv. 1 y 3), Rey futuro (vv. 2 y 3) y Sacerdote para siempre (v. 4). Para cada una de estas proclamaciones habla solemnemente Dios en Persona, es decir, el Padre, tres veces sucesivas (vv. 1, 2, 4). En lo restante es David quien confirma la profecía explicando su sentido. A mi Señor: A Cristo, al cual David llama proféticamente mi Señor (en hebreo Adoni: cf. v. 5 y nota) como a Hijo de Dios (S. 2, 7). Vano parece detenerse a mostrar que esto no pudo dirigirse a Salomón, ni siquiera como "tipo" de Cristo, pues aquel "rey pacífico" nunca se pareció en nada al formidable Guerrero que aquí vemos. Siéntate a mi diestra: Que esto no se refiere al Verbo eterno antes de su Encarnación, sino a Cristo después de su Ascensión, consta de muchos textos (Hech. 2, 34; 7, 55; Rom. 8, 34; Hebr. 1, 8; I Pedro 3, 22). Sentarlo a su diestra como Hombre, equivale a otorgar a su Humanidad santísima la misma gloria que como Verbo tuvo eternamente y que Él había pedido en Juan 17, 5. Cf. S. 2, 7 y nota. Hasta que Yo ponía, etc.: Esto es, hasta que llegue la hora (Hebr. 10, 12 s.) en que el Padre se disponga a decretar el triunfo definitivo del divino Hijo (vv. 2 y 3) que en su primera venida fué humillado (v. 7). Equivale al otro artículo del Credo, según el cual desde la diestra del Padre "vendrá otra vez con gloria a juzgar a vivos y a muertos y su reinado no tendrá fin". 2. Lo entregará Yahvé: Como lo anuncia Él en S. 2, 6: "Yo he constituido a mi Rey sobre Sión mi santo monte", diciendo luego a Cristo: "Pídeme y te daré en herencia las naciones y en posesión los términos de la tierra" (S. 2, 8). "El Héroe está asociado a Dios con una intimidad que hace pensar en la del Hijo del Hombre en Dan. 7, 13 i. y aun la sobrepuja por la precisión con que está expresada" (Calés). Desde Sión impera, etc.: Así tam-

Tuya será la autoridad en el día de tu poderío, en los resplandores de la santidad; Él te engendró del seno antes del lucero.

bién Rembold, Ubach y otros. Esta puntuación es más exacta que si dijera: Lo entregará Yahvé desde Sión: pues, como bien dicen Calés, Lesétre y otros, "su imperio partirá desde Sión (Is. 2, 3) y se extenderá sin límites, sin que ningún adversario pueda resistirle"; y así acabamos de ver que en S. 2, 6 el Rey es constituido sobre Sión y no desde Sión (cf. Miq. 4, 1 ss.; S. 43, 3; 64, 2; 67, 16 s.; 75, 3; 131, 13, etc.). Es, como dice el Crisóstomo, una predicción de que un día Cristo someterá a su Reino la totalidad de sus enemigos, los judíos (Rom. 11, 26 s.) y los gentiles (S. 71, 11). 3. El T. M. está muy lastimado (algunos piensan que intencionalmente para destruir la riqueza mesiánica de la profecía), siendo muchas las variantes que se proponen. Felizmente se conserva el texto de los 1/XX, fundado en uno hebreo mucho más antiguo que el masorético, y a él podemos atenernos en estos casos. Como explica Teodoreto, el sentido de este v. es el mismo de S. 92, 2 (cf. nota), a saber: aunque Tú eres omnipotente, pues el Padre te engendró igual a Él desde la eternidad, manifestarás ese poder cuando vengas para el juicio y llenes de esplendor a tus santos. Tuya será la autoridad en el día, etc.: Literalmente: Contigo el principado en el día, etc.. I*a Vulgata tradujo principado por principio. El hebreo dice aproximadamente: Tu pueblo (o "los príncipes") presuroso estará contigo el día de tu fortaleza sobre las santas montañas (cf. v. 5; Zac. 13, 9; Rom. 11, 25 ss.). Otros, en vez de fortaleta, dicen llamado (cf. S. 88, 16 y nota). En vez de tu poderío, algunos vierten: tu nacimiento, pero, aunque así lo anunció el ángel a María (Luc 1, 32 s.), sabemos que "el primer advenimiento fué en la humildad y despreciado" (Canon de Muratori, Ench. Patr. 268), y Aquel a quien los Magos buscaron como el Rey de los judíos (Mat. 2, 2) de acuerdo con Miq. 5, 2 (cf. Mat. 2, 6), lejos estuvo de ejercer entonces tal reinado sobre su ingrato pueblo (ni menos esa violencia con las naciones, descrita en los w . 5 y 6). Así Él mismo lo declaró a Pilato sin perjuicio de confirmar su dignidad real (Juan 18, 33-38). En los resplandores de la santidad (tuya), pues el Salmo es esencialmente un elogio de Cristo mismo, y destaca de este modo el resplandor de su aspecto el día de su venida en gloria, como lo mostró en la Transfiguración (cf. Marc. 9, 1 y nota). Otros vierten: En los esplendores de tus santos (cf. Judas 14 y nota Filip. 3, 20 s.; I Tes. 4, 16 s.). Bover-Cantera traduce: entre sagrada pompa; Prado: en fulgor santo. Él te engendró: Wutz, Rembold y otros usan también aquí el verbo en tercera persona, lo cual, como dice Calés, queda bien al contexto. Después de hablar el Padre en v. 2 b, es el salmista quien habla en el v. 3. Mientras en el v. 1 y en el S. 2, 7 se trata de la glorificación de Cristo Hombre a la diestra del Padre, este texto, asi vertido, alude a la generación eterna del Verbo, de donde se deduce la divinidad de Jesucristo por identidad de su naturaleza con la del Padre (cf. Hebr. 1, 3; Sab. 7, 26 y notas). Del seno! Otros: como Rey (Wutz); cual rocío (Bover-Cantera, Nácar-Colunia, Prado). Rembold vierte así el último hemistiquio: El Señor te ungió Rey en los montes santos (cf. S. 2, 6). Otros, según el T. M., leen así este final: En las bellezas de la santidad desde el seno de ¡a aurora: tú tienes el rocío de tu juventud, cosa, como se ve, demasiado insegura frente al texto que adoptamos, sólidamente apoyado, como hemos visto, por el contexto y los lugares paralelos. Sobre la procedencia divina de Jesús, cf. Is. 4, 2; 7, 14; 9, 6; Miq. 5, 2; Zac. 13, 7, etc. Antes del lucero: Esto es, antes de toda creatura. Quizá podría verse en el Lucero una alusión a Satanás cuya derrota por el Mesías anuncia precisamente este Salmo. Es de notar que fuera de algunas menciones intrascendentes en Job (11, 17 y 38, 32),

LOS SALMOS 109 (110), 4-7 4

Yahvé lo juró y no se arrepentirá: "Tú eres Sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.

el nombre de Lucero (Lucifer) sólo se usa una vez más en el Antiguo Testamento: en Is. 14, 12 donde es aplicado al rey de Babilonia, figura de Satanás o en todo caso de la potestad anticristiana (cf. Jer. 51, 53; Apoc. 17 y 18). En cambio en el Nuevo Testamento ese mismo nombre (en griego Heósforos, variante: Fósforos) es usado una sola vez (II Pedro 1, 19), con referencia a la Parusía de Cristo, el cual había sido simbolizado por la Estrella de Jacob (Núm. 24, 17) y anunciado en su Nacimiento por una estrella (Mat. 2, 2). En su segunda venida se llama a Sí mismo la Estrella Matutina (Apoc. 22, 16), anunciando con ese nombre el ga.ardón de su Reino (Apoc. 2, 28), galardón que es Él mismo (Apoc. 22, 12). 4. S. Pablo, en la Epístola a los Hebreos, es el gran intérprete de este Salmo y especialmente de este pasaje, al que dedica casi íntegramente seis capítulos (de 4, 14 a 10, 25), citándolo constantemente para armonizarlo con el v. 1 (Hebr. 5, 5-10; 6, 20; 7, 28; 8, 6; 10, 12 s.) y también con S. 2, 7 (Hebr. 5, 5 s.), lo que muestra una vez más la correlación de ambos oráculos. Revela así maravillosamente el celestial sacerdocio de Cristo, que no se arrogó Él, sino que esperó a que el Padre se lo diera con el juramento que aquí vemos (Hebr. 5, 4-6; 7, 17 y 28; 8, 6 ) . Y así "una vez perfeccionado (por su Pasión) vino a ser causa de sempiterna salud para todos los que le obedecen, siendo constituido por Dios Sumo Sacerdote a la manera de Melquisedec'* (Hebr. 5, 9 s.; 6, 20), es decir, con un sacerdocio Para siempre porque su vida es indes tructibie (Hebr. 7, 16), dado que Él, resucitado, ya no puede morir como morían los demás sacerdotes (Hebr. 7, 23). Él permanece para siempre (Hebr. 7, 24; Rom. 6, 9; I Tim. 6, 16; Apoc. 1, 18) y vive para interceder por nosotros (Hebr. 7, 25; 9, 24), sentado a la diestra del Padre (vv. 1 y 5; Hebr. 8, 1) como Ministro del Santuario celestial (Hebr. 8, 2; 9, 11 y 24) y iMediador del Testamento nuevo (cf. Hebr. 8, 6-13; 9, 15; 10, 15-18), lo cual exigía la previa muerte del testador (Hebr. 9, 16 s-; cf. Hech. 3, 22 y nota); y como el sacerdocio requiere víctima que ofrecer (Hebr. 8, 3), Él ofrece su Sangre (Hebr. 9, 14), pues "como Sumo Sacerdote de los bienes venideros... por la virtud de su propia sangre entró una vez para siempre en el Santuario, después de haber obtenido redención eterna" (Hebr. 9, 11-12). Por lo cual "hemos sido santificados una vez para siempre por la oblación del Cuerpo de Jesucristo" (Hebr. 10, 10), quien, "ofreciendo por los pecados un solo sacrificio" (Hebr. 10, 12), a diferencia de los antiguos sacerdotes que sacrificaban víctimas cada día, "para siempre está sentado a la diestra de Dios aguardando lo que resta para que sus enemigos sean puestos por escabel de sus pies" (Hebr. 10, 12-13). Muestra en fin el Apóstol a los Hebreos, cuan grande es la significación de este v. que él llama "juramento posterior a la Ley" (Hebr.-

675 5

Mi Señor está a la diestra de (Yahvé). En el día de su ira destrozará a los reyes. 6 Juzgará las naciones, amontonará cadáveres, aplastará la cabeza de un gran país. 'Beberá del torrente en el camino; por eso erguirá la cabeza. que Melquisedec "vive" (Hebr. 7, 8) y "permanece sacerdote a perpetuidad" (ibíd. v. 3). Sobre sacerdocio cf. Ecli. 24, 14; Hebr. 8, 4; I Pedro 2, 9; Apoc. 1, 6; 5, 10. 5. El Hijo está hoy a la diestra del Padre como en el v. 1, ejerciendo su Sacerdocio (v. 4) en una continua intercesión por nosotros (Hebr. 7, 24 s.), a la espera de que el Padre le cumpla la promesa del v. 2 (Hebr. 10, 12 s.), para cumplir Él a su vez las hazañas del v. 6. Leemos, pues, al principio Adoni (mi Señor) y no Adonai (el Señor), lo mismo que Ubach, Wutz, Calés y otros' porque, como muy bien lo dice este último, "es el (Mesías quien está a la diestra de Yahvé, de igual modo que en el v. 1 s., y quien realiza lo que se expresa por los verbos de los vv. 5-7. No hay otra solución posible para el v. 7, porque no es Dios Padre quien bebe del torrente en el camino. Y por lo tanto tampoco es Él quien ejecuta los actos enumerados en los vv. 5 y 6, a menos de admitirse una incoherencia (cf. Mat. 26, 64; Luc. 22, 69). Destrozará, etc.: algunos vierten: destroza, etc., poniendo los verbos en presente profético (cf. S. 2, 9; 44, 4-6; 67, 22), En el día de su ira, esto es, de "la ira del Cordero'' (Apoc. 6, 17). Cf. v. 6; Sof. 1, 14 ss.; Mat. 23, 41; Rom. 2, 5 y 8; I I Tes. 1, 7-10. Como observan los comentadores, este juicio, en el cual no se alude a la suerte de los justos, es descrito con los caracteres de una batalla terrible, donde el Mesías no economiza sus fuerzas pero en la que obtiene también un triunfo deslumbrante. Cf. Apoc. 16, 14 y 16; 17, 14; 19, 19.

6. Juzgará: Otros vierten: hará justicia. Sobre el significado de esta expresión véase los Salmos 92-99; 100, 2 y nota. Cf. S. 88, 28; Apoc. 11, 15. Las naciones: lateralmente: los gentiles, como en el S. 2, 8 (cf. Ez. 30, 3 ; Dan. 2, 45; Luc. 21, 24; Rom. 11, 25). Amontonará cadáveres: También en esta violencia concuerda con el S. 2, 9. Cf. S. 110, 7; Joel 3, 9-17; Zac. 14, 1-4; ¡Mat. 25, 32; Luc. 19, 27; Apoc. 19, 11-21 s. La cabeza: Así literalmente y en singular. El sentido parece ser: al jefe, como leen algunos, refiriéndose al Anticristo. Cf. v. 5 y nota; S. 149, 6-9; Apoc. 2, 27; 19, 15. Rembold vierte así: "Juzgará a los gentiles inflados de soberbia." 7. Los SS. P P . han visto en este v. el contraste entre ambas venidas del Mesías (cf. v. 3 y nota), o sea, entre este gran triunfo anunciado a Cristo Rey y el supremo rebajamiento de su Encarnación (cf. Filip. 2, 7 s. y nota) y de su Pasión, en la cual, para ir del Cenáculo a Getsemaní, atravesó y 7, 28) y merced al cual tenemos "confiado acceso quizá bebió del torrente Cedrón (Juan 18, 1), como al Santuario celestial" (Hebr. 10, 19) para recurrir lo había hecho, en un momento semejante, el mismo al "gran Sacerdote establecido sobre la casa de Dios" David, que tantas veces fué figura de Él (II Rey. (Hebr. 10, 21), al cual, dice, "lleguémonos con co- 15, 23). Cf. Is. 61, 1 s. y nota. Los modernos tienrazón sincero, en plenitud de fe" (Hebr. 10, 22) y den a interpretar este pasaje en el sentido de que caridad de unos con otros (ibíd. 24) y ''confesión el Héroe divino, como los guerreros de Gedeón de nuestra esperanza" en su gloriosa venida (ibíd. 23 (Juec. 7, 5 s.), apenas beberá un sorbo de agua al y 25). A la manera de Melquisedec (así también pasar, no dándose tregua ni retirándose a descansar Vaccari, Bover-Cantera, Cales, Wutz, Ubach, Sán- ínsta el completo aniquilamiento de los enemigos. chez Ruiz, etc.). Véase sobre esto Hebr. 7, 1 ss., Entonces, cuando no existan ya los que dijeron como donde S. Pablo muestra la admirable figura de Cris- en la parábola: "No queremos que éste reine sobre to que fué iMelquisedec, sacerdote y rey (Gen. 14, nosotros" (Luc. 19, 14 y 27), lo veremos a nuestro 18; cf. Zac. 6, 12 s.; Ez. 44, 3; 45, 15 ss. y 22 ss.; amable Rey, que tiene "un Nombre sobre todo nom46, 2 ss.) de Salem o Jerusalén (S. 86, 3 y nota), bre" (Filip. 2, 9), levantar triunfante para siempre de paz (cf. S. 45, 10; Is. 11, 6-9) y de justicia (cf. la sagrada Cabeza que nosotros coronamos de espiS. 71, 2 y 7; Is. 32, 1; Jer. 23, 5 ss.; 33, 15 ss-). nas (Juan 19, 2 s.) y que los ángeles adoraron Su sacerdocio fué distinto del de Aarón, no obstante (Juan 20, 7). Lo veremos y lo verán todos (Apoc. las promesas hechas a éste y a sus descendientes 1, 7), aun los que le traspasaron (Zac. 12, 10; Juan (Ex. 40, 12 s.; Núm. 25, 13; Ecli. 45, 19; cf. S. 19, 37) y celebrarán su triunfo los ángeles, que es105, 30; 117, 2), porque ellos murieron, en tanto tán deseando ver aquel día (I Pedro 1. 7-12).

L O S S A L M O S 110 (111), 1-10; 111 (112), 1-3

676 9

SALMO 110 (111) MEMORABLES SON LAS OBRAS DEL. SEÑOR

ijHallelú Yah! Quiero honrar a Yahvé con todo mi corazón, en el coro de los justos y en la asamblea.

É1 ha enviado la redención a su pueblo, ha ratificado su alianza para siempre; santo y terrible es su Nombre. 10 E1 principio de la sabiduría es el temor de Yahvé. Prudentes son todos los que lo adoran, Su alabanza permanece para siempre.

2

Grandes son las obras de Yahvé: escudríñenlas los que las disfrutan. Su obrar es todo majestad y esplendor, y su justicia permanece para siempre. 4 Hizo sus maravillas para ser recordadas.

SALMO 111 (112) BIENAVENTURANZAS

3

Yahvé es benigno y compasivo; É1 da alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su alianza. 6 A su pueblo ha mostrado el poder de sus obras, dándole la herencia de las naciones. Tieles y justas son las obras de sus manos. Sus preceptos son todos infalibles, 8 establecidos por los siglos, para siempre, dictados con firmeza y justicia. 8

DEL JUSTO

^ a l i e l ú Yah! Dichoso el hombre que teme a Yahvé, en sus preceptos halla el sumo deleite. Su descendencia será poderosa sobre la tierra; la estirpe de los rectos es bendecida. 'En su casa hay bienestar y abundancia, y su justicia permanece para siempre. 2

9. Redención a su pueblo: Hay aquí un acto definitivo de trascendencia universal, cuyo efecto alcanza a los gentiles, "Las diversas liberaciones del pueblo de Israel eran como el preludio y la garantía de la liberación suprema que había de realizar el Mesías" (Prado). Gramática concuerda esto con las palabras del ángel en Mat. 1, 21 y las del Benedictus en Luc. 1, 68. 5» alianza para siempre: Véa1. En hebreo este Salmo y el siguiente son acrós- se S. 104, 8 y nota; cf. Jer. 31, 31 ss. y Hebr. 8, ticos: cada hemistiquio o medio vers. comienza su- 8 ss. Terrible: Cf. S. 75, 13. cesivamente con una letra del alefato (alfabeto he. 10. "El temor es el principio de la sabiduría, mas breo). En griego el epígrafe sobre Ageo y Zacarías la caridad es su perfección" (S. Agustín). Cf. Prov. que lleva el S. 111, figura también agregado en al- 1, 7; 9, 10; Rom. 4, 15; 13, 10; I Juan 4, 17 s. gunos mss. de éste, y en general se cree, como S. El santo temor o temor filial es un don del EspíJuan Crisóstomo, que ambos Salmos se corresponden, ritu Santo (Is. 11, 3), por el cual, conociendo nuessi bien hay divergencias en la interpretación, pues tra miseria, tememos ofender al Padre que tanto nos unos piensan sólo en la historia antigua de Israel; ama. Lo que más hemos de mirar "con temor y otros toman sus bendiciones como si se dieran por temblor", como enseña S. Pablo, es el olvido de que cumplidas al retorno de Babilonia, y otros ven aquí "Dios es quien obra en nosotros el querer y el ejerealizadas, en presente profético, las bendiciones me- cutar" (Filip. 2, 12-13), para no caer en la soberbia siánicas. De todos modos, el salmista, hablando en presunción de que somos capaces de algo por nosnombre de Israel, pone de relieve los prodigios que otros mismos (II Cor. 3, 5). En cambio, el otro Dios hizo en favor de su pueblo. El coro de los temor, el miedo, que aparta de Dios porque desconfía justos: Gramática lo compara con S. 21, 26; 149, 1. de su bondad, ese temor puramente servil, nace de informe, dice Sto. Tomás, porque la fe viva 2. Los que fas disfrutan parece más exacto que la fe por amor (Gal. 5, 6) y éste excluye el miedo las que se complacen en ellas, o: los que las aman. obra (I Juan 4, 18). Cf. S. 111, 1 y nota. Los prudentes, Dios no hace sus maravillas para que las olvidemos etc.: Esto es, la prudencia no está, como enseña el (v. 4), pues lo que quiere con ellas es ganarse la en confiar en- sí mismo (cf. Luc. 10, 21), libre inclinación de nuestro corazón hacia Él. [ Es mundo, al contrario en buscarlo a Él. Su alabanza: lo único que con ser Dios no posee! Nada más justo, sino La de su Nombre, que un día cantaremos para siempues, que quienes recibimos de Él tales dones no pre. Cf. S. 95, 2; 97, 1 s.; 149, 6; 150, 1 ss. los olvidemos (véase sobre esto el admirable S. 102, 2 ss.), ni los usemos con la indiferencia de quien 1. El epígrafe Del regreso de Ageo y Zacarías se cree con derecho a recibirlos como un tributo de que se encuentra aquí —más que en el Salmo anteun vasallo, sino que nos tomemos el trabajo de pen- rior—, en el griego, y también en la Vulgata (cf. sar en ellos e investigarlos (cf. S. 62, 7; 142, 5 y S. 145, 1), probablemente sólo quiere decir que Ageo notas). y Zacarías t hicieron uso de él después del regreso del cautiverio. Aunque aparece como gemelo del S. 3. Para siempre: Cf. S. 116, 2. 5. El texto de la Vulgata ( w . 4-5), algo distinto 110, el presente tiene más bien carácter didáctico del presente, se usa en la bendición de la mesa sapiencial y recuerda con frecuencia el S. 36. En (véase Hech. 2, 46 y nota). Cf. S. 103, 21; I Tim. todo caso puede decirse que el 110 muestra la be4, 3-5. Da alimento a los que le temen: Sin duda nignidad de Dios para con su pueblo y la fidelidad dio también maná en el desierto, pero fué a todos en sus grandes promesas, en tanto que el presente (cf. Ex. 16; Núm. 11) y no sólo a los que le temen muestra al hombre justo, fiel a Dios y misericordioso (véase Mat. 5, 45; Luc. 6, 35). Se trata aquí de con su prójimo. Este v. 1 coincide con S. 110, 10 mayores promesas y de una alianza ya confirmada y confirma la interpretación allí señalada. El sumo deleite: Sobre esta insuperable promesa véase S. 36, para siempre ( w . 2 y 9 ) . 4; 85, 11; 88, 16 y notas. Todo el S. 118 es un 6 ss. También aquí parece tratarse de algo más solo canto de amor a la Palabra de Dios como el que de Canaán, del Sinaí (v. 8) y de la salida de gran secreto de nuestra felicidad (cf. S. 1, 1 s s ) . Egipto o de Babilonia (v. 9). La herevi-T. de las nactones: La tierra de los pueblos gentiles. Cf. 2. Sobre la tierra: Tales son habitualmente las pro5. 2, 8; 109, 6 y nota; Gen. 13, 14 s.; 15, 18; Jer. mesas a Israel. Cf. S. 24, 13; 36, 9, 26 y 29; 101, 29. 3, 18 s.; Ez. 36, 12; 47, 13 ss.; Dan. 7, 27; Hech. 3. Su justicia (cf. 110, 3 b): Bover-Cantera vierte: 7, 5; Hebr. 11, 8. Fillion señala en Ez. 47, 13 ss. su munificencia, otrosí su salud o recompensa. Véase "las fronteras de la comarca que el pueblo de Dios, Job 31, 24; S. 36, 25; Prov. 3, 16; Eclí. 31, 8, etc. regenerado y transformado poseerá como una pre- Estas bendiciones, aun en bienes materiales, son preciosa herencia". Fieles y justas (v. 7) : Cf. Apoc. cisamente para los que no ponen su corazón en ellos 15, 3. (Is. 58, 3; Luc. 6, 24; Sant. 5, 1 ss.; I Tim. 6, 7-19).

LOS SALMOS 111 (112), 4-10; 112 (113), 1-9

677

•Para los rectos

SALMO 112 (113)

el Clemente, el Misericordioso, el Justo. "Bien le va al hombre que se compadece y presta; reglará sus negocios con discreción; •nunca resbalará; el justo quedara en memoria eterna. TNo temerá malas nuevas; su corazón está firme, confiado en Yahvé. 8Su ánimo es constante, impávido, hasta ver confundidos a sus adversarios. •Distribuye y da a los pobres largamente; su justicia permanece para siempre, su triunfo será exaltado con gloria. 10 Lo verá el impío y se enfurecerá, se consumirá rechinando los dientes. Estéril será la envidia de los pecadores. 4. Los rectos, o sea, los sencillos sin doblez, ven la luz aun entre las tinieblas del mundo (S. 36, 6; Sab. 1, 1; Mat. 5, 8; Luc. 10, 21) hasta que brille del todo como en S. 96, 11 (cf. Miq. 7, 8; II Pedro 1, 19). Esta luz que las tinieblas no podrán ocultar (Juan 1, 5) es el mismo Yahvé clemente y misericordioso (S. 110, 4 b), que hoy se ha revelado para nosotros (Hebr. 1, 1 ss.) en Aquel que dijo: Yo soy la luz del mundo (cf. Juan 1, 9; 3, 19; II Tim. 1, 10). El Clemente, el Misericordioso, el Justo es. pues, el divino Padre y, como Él, su Hijo hecho Hombre, Cristo (Is. 9, 6; Mal. 4; 2; Hech. 4,. 12). Otros vierten: clemente y misericordioso es el justo, y lo aplican a este mismo hombre recto que se hace imitador de la misericordia del Padre (cf. S. 110, 4; Luc. 6, 36) y brilla así como una luz para los otros (Mat. 5, 14 ss.). 5 s. Con discreción: Tal parece ser el verdadero sentido de este v. Según ello, el buen éxito en los negocios temporales no será del que los maneja con mezquino rigor, sino del liberal y generoso, el cual nunca resbalará (v. 6). Es lo que expresa el adagio popular: "Iya codicia rompe el saco." 7 s. Meditemos en la felicidad que aquí se nos propone: no temer nunca una mala noticia sabiendo que el Padre nos cuida (S. 22); y, aun cuando los enemigos parezcan triunfar, esperar tranquilos hasta que caigan, seguros de que caerán (cf. Salmos 29; 34; 36; 108); lo cual no nos impedirá rogar por ellos como quiere nuestro Señor (cf. v. 4 ; Mat. 5, 43-48). Dios nos ofrece esto muchas veces (S. 3, 7; 26, 1 ss.; 36, 7 ss.; 90, 7; 118, 165; Rom. 8, 31, etc.) y sólo pide que le creamos de veras. Lo que nos traiciona, lo que nos falla es siempre el corazón. |Y aquí se nos asegura que no fallará, que estará siempre bien dispuesto! Pero ¿cuántos pueden gloriarse de tener esta confianza? Por tanto, nuestro examen de conciencia ha de empezar siempre por ver si tenemos fe viva, sin la cual "es imposible agradar a Dios" (Hebr. 11, 6). De ella nos vendrá el amor, que es lo que nos hará piadosos y justos (S. 110, 10 y nota). Cf. Juan 14, 23 s. y nota. 9 s. Su justicia, etc.: Repite como estribillo el v. 3 b. Adviértase el contraste entre las dos clases de hombres: los que cumplen con la limosna alegremente hasta el derroche (II Cor. 9, 7; Filem. 14; Ecli. 35, 11; cf. Misa de S. Lorenzo y de varios santos) y aquellos otros (v. 10) que ni lo hacen ni pueden soportar que los primeros sigan la buena doctrina. Esto nos explica cómo los cerdos de que habla Jesús, no sólo pisan las perlas sino que despedazan al que se las da (Mat. 7, 6). Cf. S. 34, 16; 36, 12. Este mismo crujir de dientes será su eterno suplicio, mientras los amigos de Dios gozan de su Reino (Luc. 13, 28). Véase el célebre cuadro que se pinta de ambos en Sab. 5, 1 ss.

CÓMO EL ALTÍSIMO EXALTA A LOS HUMILDES

ijHallelú Yah! Alabad, siervos de Yahvé, alabad el Nombre de Yahvé. *Sea bendito el Nombre de Yahvé, desde ahora y para siempre. 3 Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso sea ensalzado el Nombre de Yahvé. •Excelso es Yahvé sobre todas las naciones, sobre los cielos, su gloria. 5 ¿Quién hay en los cielos y en la tierra, comparable al Señor Dios nuestro, que tiene su trono en las alturas •y se inclina para mirar? 7

Alza del polvo al desvalido y desde el estiércol exalta al pobre Bpara sentarlo con los nobles, entre los príncipes de su pueblo. *É1 hace que la estéril viva en hogar, madre gozosa de hijos. 1. Los Salmos 112 a 117 forman el Hallel o alabanza (de ahí el Aleluya) que se cantaba, entre otras partes, en la cena pascual; y por eso suele decirse que tal fué el "hi-mno dicho" en la Última Cena (Mat. 26, 30; Marc. 14, 26), si bien algunos creen, como Sto. Tomás, que allí se alude a la Oración de Jesús en Juan 17. También vemos un "Hallel" en el S. 135 (el "gran Hallel") y en los Salmos 145-150. Siervos, del hebreo 'abdé, que los LXX vertieron en griego: pais y la Vuljata y otros latinos: puer (niño) de donde el Salmo todavía se aplica a la sepultura de los párvulos y S- Agustín hace notar que sólo los niños e inocentes alaban al Señor mientras que los soberbios no saben alabarle (cf. S. 8, 3; Mat. 21, 16). Según Fillion "es la raza entera de Israel 16 que aquí se designa por el glorioso nombre de servidores del Señor. Cf. 68, 37, etc.". 3 i. Cf. Mal. I, 11; 3, 3. 4 ss. Con el cardenal Faulhaber y otros autorizados exégetas (Dom Landersdorfer, Wutz, Calés, etc.) leemos en esta forma el precioso texto que expresa asi, en forma perfectamente clara, el prodigio de la llaneza divina. Según el orden literal resultaría que Yahvé se inclina también para mirar en el cielo. Asi lo toma la mayoría de los intérpretes. Esta característica de Dios, que desafía toda prudencia humana, sólo se explica por el hecho consolador de que su Corazón es atraído por la miseria de un modo irresistible: Cf. S. 85, 1; 91, 6; 102, 13; 113 b, 16 y notas. 7 ss. Estos ejemplos de la preferencia de Dios hacia los pequeños y desvalidos son incontables en la Sagrada Escritura. David fué llamado al trono desde los rebaños (I Rey. 16, 1 ss.); Sara,' madre de Isaac; Ana, madre de Samuel; Isabef, madre del Bautista, fueron fecundadas no obstante su esterilidad, la cual era reputada castigo de Dios y exponía al desprecio (I Rey. 2. 5). Por su parte Jesús, espejo perfectísimo del Padre (Hebr. 1, 2 s.), fué llamado "signo de contradicción" (Luc. 2, 34) porque muestra esas mismas características que ti Padre, y todo su Evangelio es una constante ostentación de tal conducta que el mundo halla paredojal hasta el extremo y que según S. Pablo parecía —7 sigue pareciendo— escandalosa a los ritualistas judíos y loca a los racionalistas gentiles. En sólo S. Lucas podemos ver, con inmenso provecho de nuestra alma, incontables pruebas que están enumeradas en nuestra nota a Luc. 7, 23.

LOS S A L M O S 113 a (114), 1-8; 113 b (115), 1-4

678 2

¿Por qué habrían de decir los gentiles: ¿Dónde está el Dios de éstos?" SEI Dios nuestro está en el cielo; Él hace todo cuanto quiere.

S A L M O 113 a (114) MAJESTAD DEL LIBERTADOR DE ISRAEL

i¡Hallelú Yah! Cuando Israel salió de Egipto, —la casa de Jacob de entre un pueblo bárbaro— 2 Judá vino a ser su santuario, Israel su imperio.

4

Los ídolos de aquéllos son plata y oro, hechura de mano de hombre:

.'

3E1 mar, al ver. huyó; el Jordán volvió atrás. *Los montes saltaron como carneros, los collados como corderillos. 5 ¿Qué tienes, mar, para huir y tñ, Jordán, para volver atrás? 8 ¿Montes, para saltar como carneros; collados, como corderillos? T i e m b l a , oh tierra, ante la faz del Señor, ante la faz del Dios de Jacob, 8 que convierte la peña en estanque, la roca en fuente de aguas. S A L M O 113 b (115) ISRAEL ALABE „A SU DIOS

W o a nosotros, Yahvé, no a nosotros, sino a tu N o m b r e da la gloria por tu misericordia y tu fidelidad. 1. Algunas versiones unen este Salmo al siguiente, y así aparecen aún en la presente numeración que se atiene a la Vulgata. Pero todos reconocen hoy que son distintos. Pueblo bárbaro: El egipcio, de lengua diversa e ininteligible para Israel (cf. 104, 23 y nota). Bárbaro es término onomatopéyico que imita un balbuceo sin sentido: bar, bar. 2. Judá e Israel se especifican en la Escritura para designar a todo el pueblo hebreo (cf. J e r . 3, 18; 31, 31; Hebr. 8, 8 ss., etc.). El privilegio del Templo pertenece a Judá ( S . 77, 68 s.). 3. El mar: El Mar Rojo que se dividió bajo la vara de Moisés (Ex. 14, 21). De la •misma manera se dividió el Jordán (Jos. 3, 16). 4 ss. Imágenes dramáticas que ilustran la portentosa historia del pueblo de Dios. 7. Ante ¡a fax: Nácar-Colunga vierte: a la venida, y varios dan trascendencia mesiánica a este pasaje. En realidad el estremecimiento de la tierra está en la Escritura tanto como hecho histórico (S. 67, 9) cuanto como anuncio profético (S. 95, 9; 98, 1: Is. 24, 19 s.. etc.). 8. Esta milagrosa sorpresa de las aguas en el desierto (Ex. 17, 5; Núm. 20, 11) muestra una vez más cómo nos deslumhra Dios en sus obras con el misterio de la contradicción en que lo grandioso resulta despreciable y viceversa, como el sílex, imagen de la sequedad, convertido en manantial. Cuando la Virgen nos revela la misteriosa fisonomía de Dios, no hace más que insistir en este aspecto (Luc. 1, 48 ss.). Mientras no lo comprendamos íntimamente, seguiremos siendo como los judíos que se escandalizaban de Cristo, o los paganos que se reían de Él (cf. I Cor. 1, 23; Hech. 17, 32; S. 112, 7 ss. y notas). 1 s. Salmo independiente del anterior (cf. S. 113 a, 1 y nota). "En el momento en que este Salmo fué compuesto, Israel se hallaba en un estado de depresión, probablemente alsún tiempo después del retorno de Babilonia, en la época de Ageo y de Zacarías (hacia 520 a. C.) o en la de Malaquias (hacia 450). De semejante situación de Israel, las naciones gen-

tiles concluían que Yahvé su Dios abandonaba a su pueblo o era impotente para socorrerlo, y decían (v. 2) ¿dónde está su Dios y qué hace?" (Calés). Cf. S. 78, 10 y nota. De ahí que Israel suplicase por su restauración mesiánica y definitiva, como en la oración de Ecli. 36, no para gloria del pueblo mismo, sino para que los profetas resulten fieles en lo que prometieron (Ecli. 36, 17-18; Rom. 15, 8), para gloria de Dios. Tal es el sentido del v. 1: No a nosotros la gloria, sino a Ti.' Palabras profundas son éstas que la liturgia recoge y que encierran en todo sentido una enseñanza fundamental: Dios nos lo da todo, pero el honor ha de ser todo para Él (S. 105, 8; 148, 13 y notas; Est. 3, 2; 13, 14; I Tim. 1, 17; Judas 25), y todo el mérito de nuestra salvación, para su Hijo Jesucristo (Apoc. 5, 9 y 13). En esta inateria hemos de cuidarnos mucho, y más aún cuando la Religión es mirada como un prestigio, porque 'es muy propio del hombre emprender actos de culto más que por el deseo de alabar a Dios, por el honor o conveniencia humanos, ya sean personales o familiares, políticos, pitrióticos, etc. (Mat. 6, 1 ss.; Luc. 6, 22 y 26; Juan 5, 44). La santidad de Dios es demasiado sagrada para ponerla al servicio de cualquier móvil, por bueno que pueda ser humanamente, si no es encaminado a la glorificación de Su Nombre, de la cual Él es sumamente celoso (Is. 42, 8; 48, 11), y ello se explica, pues de lo contrario Él serviría de pretexto como a los fariseos y escribas a quienes Jesús dijo que buscaban recibir homenajes (Luc. 11, 43; ¡Mat. 23, 5) en los primeros cargos (ibíd. 6), o ser llamados maestros (ibíd. 7-8) y andar con largas vestiduras saludados por "todo'el pueblo (Luc. 20, 45), o ejercer dominio sobre los demás (Luc. 22, 26; I Pedro 5, 3; I I I Juan 9). Véase el ejemplo de Cristo en Filip. 2, 7 s. y nota. Por tu misericordia y tu fidelidad. Dios nos enseña aquí cómo esa gloria suya consiste en la ostentación de su bondad (cf. EL 1, 6 y la oración de la Misa del domingo X de Pentecostés). Y es Él mismo quien hace que nuestra dicha consista en alabar esa bondad. Cf. S. 91, 2 y nota. 3. Él hace todo cuanto quiere: I Qué gran luz para el conocimiento de Dios! Porque no sólo hace cuanto quiere por tener la fuerza omnipotente, sino también por su libertad soberana y omnímoda. Así como nadie podría oponérsele con un ejército, nadie puede tampoco plantearle especiosas razones de orden moral. Todo lo que Él hace está bien por el solo hecho de que es Él quien lo hace. El bien no es regla subsistente por sí misma —como tienden a creer algunos filósofos— y a la cual debemos someternos todos incluso Dios. El bien es bien sólo en cuanto es voluntad de Dios, porque Él es la fuente única de todo bien, de modo que todo cuanto Él manda o pudiese mandar, por más sorprendente que fuese para nuestro modo de ver (cf. Is. 55,'8 s.) t siempre sería santísimo, sólo por ser voluntad suya. Así el sacrificio de Abrahán, el despojo del oro egipcio por Israel, el homicidio de Fineés, la matanza de los amalecitas, el odio de David contra los enemigos de Dios, y tantas otras cosas de la Biblia, sólo escandalizan a las almas de poca fe, porque no han comprendido que el bien está, en que Dios haga cuanto quiere. |Ay de quien quiera ponerle reglas a Él I Cf. S. 147. 9 y nota y la preciosa observación de San Bernardo en la nota a Mateo 19, 16 siguientes. 4 ss. Célebre descripción sarcástica de los Ídolos que no saben nada. Cf. S. 105, 19 y nota; Sab. 13, 11 ss.; Is. 44, 9 ss.; Jer. 10, 3 : Bar. cap. 6; Hab. 2, 19, etc.

LOS SALMOS 113 b (115), 5-18: 114 (116. 1-9), 1-7

tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, mas no ven; tienen orejas y no oyen; tienen narices y no huelen; 'tienen manos y no palpan, tienen pies y no andan; y de su garganta no sale voz. Semejantes a ellos serán quienes los hacen, quienquiera confía en ellos. °La casa de Israel confía en Yahvé; Él es su auxilio y su escudo. La casa de Aarón confía en Yahvé; Él es su auxilio y su escudo. "Los temerosos de Yahvé confían en Yahvé; Él es su auxilio y su escudo. 10

12

Yahvé se acuerda de nosotros y nos bendecirá; bendecirá a la casa de Israel, bendecirá a la casa de Aarón. ^Bendecirá a los que temen a Yahvé, tanto a pequeños como a grandes. 14

Yahvé os multiplicará a vosotros y a vuestros hijos. ^Sois benditos del Señpr bue hizo el cielo y la tierra. 'ÍEl cielo es cielo de Yahvé; mas dio la tierra a los hijos de los hombres. 17

Los muertos no alaban a Ytthvé, ninguno de los que bajan ai sepulcro. 18 Nosotros, en cambio, bendecimos a Yah, desde ahora y para siempre. 10 ss. Se espera aquí lo que se da por realizado en S. 117, 2-4. La casa de Aarón: Los sacerdotes (cf. S. 109, 4 y nota). En todo este pasaje se pone, como característica de los amigos de Dios, la con. fianza en Él (cf. S. 32, 22 y nota). Y Él responde con mil bendiciones: vv. 12 ss., así como castigó a Israel por no haber confiado en su amor paterna] (Sof. 3, 2). 12 ss. Ños bendecirá, etc.: Como observa Cales, "compuesto para el culto inicial del segundo Templo, para los repatriados de Babilonia que estaban deprimidos por las dificultades de la reinstalación en Palestina, preocupados por ser tan pocos para ello y_ casi descorazonados al comparar las tristes realidades presentes con los -magníficos cuadros del futuro que hacían presentir los profetas, el Salmo levanta los ánimos y hace esperar que las bendiciones están próximas". Cf. S. 84, 1 y nota. 16. El cielo es cielo de Yahvé: Los LXX, la Peschitto y S. Jerónimo leyeron los cielos de los cielos (son de Yahvé). La Vuljjata dice: el cielo del cielo (cf. S. 112, 4 ss. y nota). Sejún la concepción antigua, éste era el cielo superior, llamado empíreo o tercero (II Cor. 12, 2), habitación de Dios, bajo el cual se suponía el cielo etéreo o segundo, en que ae mueven los astros, y luego la atmósfera, que era el cielo inferior o aéreo, o firmamento. 17. Los muertos: Véase S. 6, ó; 87, 11-13 y notas; Is. 38, 18 ss.; Bar. 2. 17; Eclí. 14, 17, etc. Semejantes a los muertos son-los ídolos de que antes ha hablado, porque ni ven, ni oyen, etc., y semejantes a éstos son los que creen en ellos (v. 8). Es notable que estas mismas expresiones, tomadas de Is. 6, 9 s., hayan sido aplicadas por el Señor Jesús a la ceguera de los que lo escuchaban sin entender (Mat. 13, 14 s.; Luc. 8, 10; Juan 12, 39 s.) y que S. Pablo haga lo propio en Rom. 11, 8 y finalmente en Hech. 28, 26 ss., cuando les anuncia en definitiva el paso de la salud a los gentiles.

679 SALMO 114 (116, 1-9) ACCIÓN DE GRACIAS DEL SALMISTA

^Hallelú Yah! Yo lo amo, porque Yahvé escucha mi voz, mi súplica; 2 porque inclinó hacia mí su oído el día en que lo invoqué. 3 Me habían rodeado los lazos de la muerte, vinieron sobre mí las angustias del sepulcro; caí en la turbación y en el temor. 4

Pero invoqué el Nombre de Yahvé: ¡Oh Yahvé, salva mi vida! Yahvé es benigno y justo; sí, nuestro Dios es misericordioso. 'Yahvé cuida de los sencillos; yo era miserable y Él me salvó. 5

'Vuelve, alma mía, a tu sosiego, porque Yahvé te ha favorecido. 1 s. Con Scío y muchos autores antiguos conservamos la opinión que atribuye a David este Salmo, tan propio de su espíritu. Esta idea no prima entre los modernos; pero los motivos de orden técnico no engendran plena certeza, ni se propone otra explicación que aventaje a la antigua, quedando el precioso Salmo como obra de un autor anónimo posterior a Babilonia y quizá curado de grave enfermedad, lo que ha hecho que algunos pensaran en el rey Exequias (cf. Is. 38, 10-12). Pero las tribulaciones y peligros que describe el Salmo no parecen de una enfermedad, que es cosa normal en todo hombre. En cambio, leyendo en I Rey. 24 la aventura de David con Saúl en la cueva del desierto de Engaddí, se aprecian los sublimes afectos de este Salmo, que retratan el corazón del profeta, ejemplo singularísimo de esa pobreza de espíritu que arrebata la predilección de Dios (cf. S. 85, 1 y nota). Yo lo amo porque, etc.: Aunque no sea usual esta construcción hemos vertido literalmente la frase hebrea (aclarándola simplemente con el lo), para conservar la intensidad de su expresión desbordante en el alma de David. Escucha, en presente, dice mucho más que un pretérito, pues significa que Él lo escucha siempre. Algunos (Vaccari, Páramo, etc.) mantienen el verbo en presente también en el v. 2. Esta confianza de ser escuchado es lo que dilata su corazón en el amor (cf. S. 118, 32). Son los sentimientos de Jesús en Mat. 26, 53; Juan 11, 41 s., etc. 3. Cf. S. 93, 17. La angustia-de David puede imaginarse por el peligro mortal en que había caído. Buscado por el rey con tres mil hombres, se esconde en la cueva más apartada y de pronto ve entrar en ella al propio Saúl. Véase v. 8 y nota. Calla» hace notar la particular similitud de este pasaje con S. 17, 5-7, cuyo autor indiscutido es David. 4. Lo extremo del peligro no lo lleva a desesperar ni menos a entregarse a impulsos de temeridad. Él sabe bien, ya que tanto nos lo ha enseñado en sus Salmos, que es una complacencia de Dios el salvar cuando todo está perdido (Luc. 19, 10). De su pura fe. acrisolada en la suma angustia, brota este ruego que más tarda en ser pronunciado que en penetrar los oídos de Yahvé (v. 1). Era lo que Él esperaba para mostrar que es Padre. 6. Yo era miserable: Apenas confiesa su necesidad y su impotencia, Dios da cursó a su misericordia. Cf. S. 93, 18. Es el privilegio de los pequeños. David realizó entonces una hazaña de extraordinaria audacia al cortar la orla del manto del rey. Pero vemos cuan lejos está de recordarla aquí. Sólo piensai en el miedo que tuvo y en la mano de Dios que l e salvó.

LOS

680 8

Puesto que Él ha arrancado mi vida de la muerte, mis ojos del llanto, mis pies de la caída, 'caminaré delante de Yahvé en la tierra de los vivientes. SALMO 115 (116, 10-19) ¿QUÉ PODEMOS DAR AL SEÑOR?

( M ) 1 Yo tenía confianza aun cuando hablé diciendo: "Grande es mi aflicción", (ii)2y exclamando en mi angustia: "Todo hombre es mentira." (12)3¿Que daré a Yahvé or todo lo que Él me ha dado? 4 v ) Tomaré la copa de la salud y publicaré el Nombre de Yahvé.

?

8. Ha arrancado mi vida de la muerte, que parecía inevitable; mis ojos del llanto que me habría costado el derramar la sangre del ungido de Dios (II Rey. 1); y mis pies de la caída, porque no me dejó ceder al deseo de venganza ni a las instancias de los míos que querían matar a Saúl. 9. Caminaré, etc.: Dios no lo quiso muerto sino vivo. ¿Cómo no desear agradarle después de tales pruebas de su amor? Éste era el constante deseo d4 Jesús respecto a su Padre (Juan 8, 29), I Con cuánto mayor motivo que David hemos de decir nosotros con S. Pablo: la vida que vivo ahora en esta carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó por mil (Gal. 2, 20). Con el. presente v. parecería terminar lógicamente el Salmo, pero según el texto hebreo se prolonga en el siguiente, y la Vulgata, no obstante distinguirlos en el orden numérico (a la inversa del S. l ! 3 ) , continúa en ambos la numeración corrida de los versículos. 1. En hebreo este Salmo es continuación del anterior (cf. S. 114, 9 y nota), aunque algunos observan que parece aludir a la revuelta de Absalón y traición de Aquitófel según II Rey. 15 ss. S. Pablo cita este v. con el sentido que tiene en LXX y Vulgata: Crei, por eso hablé (cf. II Cor. 4, 13; Rom. 10, 8-10), para expresar que la fe viva nos hace confiar en la palabra oída y nos mueve al apostolado (cf. Hech. 4, 19 s.; 5 , 2 9 ) . Aquí, según el concepto del T. M., parecería más bien que el salmista recordara los peligros pasados (cf. S. 114, 3-5) para decir que esa creencia o confianza no lo había abandonado aún cuando su debilidad lo llevase a proferir quejas como Job. Es de notar sin embargo que en el S. 114 no aparece expresamente la situación que indican los vv. 1 y 2. 2. Mentira: Así leyó también S. Jerónimo, en lugar de mentiroso o engañoso. Forma de intensa elocuencia (cf. II Cor. 5, 21; Gal. 3, 13), que expresa no sólo la falacia y lo mendaz del hombre caído, sino también la imposibilidad de apoyarse en auxilio humano (cf. S. 107, 13; Ter. 17, 5 ss.). S. Pablo cita este pasaje, contraponiéndolo solemnemente a la veracidad de Dios (Rom. 3, 4), junto con el S. 50 del mismo David. Cf. S. 93, 11 y nota. Según la interpretación histórica aludida en la nota anterior, estas palabras indicarían que David, ante la infidelidad de su hijo y la traición del jefe de su consejo, ya no confía en hombre alguno y sólo se encomienda a Dios (II Rey. 15, 31). 3. Es decir: no puedo retribuirte sino con tus propios dones. 4 s. Páramo pone aquí la siguiente nota: "Tomaré la copa de la salud. En los sacrificios pacíficos o de acción de gracias, una parte de la carne sacrificada se destinaba al que ofrecía el sacrificio, el cual celebraba un convite con su familia, sus amigos y los f>oliri-«> (cf. S. 21, 7). Kn este convite, el jefe de

114 (116, 1-9), 8-9; 115 (116, 10-19), 1-10; 116 (117), 1

(14)5[Cumpliré los votos hechos a Yahvé en presencia de todo su pueblo.] (15)*Es cosa grave delante de Yahvé la muerte de sus fieles. ( 1 «)'Oh Yahvé, yo soy tu siervo; siervo tuyo, hijo de tu esclava. Tú soltaste mis ataduras, (i7)8y y 0 t e ofreceré un sacrificio de alabanza; publicaré el Nombre de Yahvé. (18)'Cumpliré a Yahvé estos votos en presencia de todo su pueblo; (i9)io en ] o s atrios de la casa de Yahvé, en medio de ti, oh Jerusalén. SALMO 116 (117) ALABEN LOS GENTILES AL SEÑOR

i¡Hallelú Yah! Alabad a Yahvé, naciones todas, celebradle todos los pueblos; familia tomaba una copa de vino, la ofrecía al Señor, bebía él primero de ella y después pasaba por todos los comensales. Esta copa se llamaba de la salud. Tal vez sea también una alusión a la copa que se hacía circular en la cena pascual en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto (cf. I Cor, 10, 16; Mat. 26, 27; l,uc. 22, 17). Zorell prefiere esta otra explicación: La suerte destinada por Dios a cada uno se presenta en la Escritura bajo la metáfora de una copa que Dios ofrece para beber (cf. S. 10, 7; 15, 5; Mat. 26, 30, etc.). Quien recibe de otro una copa de rico vino no puede menos de dar las gracias, aceptar el obsequio, beber y alabar en público la bondad del donante. Eso es lo que desea hacer el salmista con Dios." El v. (14) 5, repetición del v. 9, falta en varias versiones y estaría aquí fuera de lugar, como observan Callan, Ubach, etc. 6. Es cosa grave (así también Cales; otros vierten preciosa)... la muerte de sus fieles (Vulgata: de los santos): Quiere decir, como explican todos los comentadores, que Dios vela con una providencia especial por la vida de sus amigos; que no es para Él cosa indiferente, y no permite, sin grandes motivos, que caigan en poder de los malvados; lo cual explica que el salmista escapase tan maravillosamente del gran peligro que lo amenazaba. Así también defiende Él nuestras vidas (cf. S. 71, 14; Luc. 21, 18 y 36; Hech. 26, 17 y nota; II Cor. 11, 32 s.) y toma venganza por la sangre derramada (S. 65, 5; 108, 1 y notas). 7. Hijo de tu esclava. Algunos ven aquí un concepto mesiánico (cf. I,uc. 1, 38), que extienden a todo el Salmo, al menos en sentido típico, según es frecuente en los Salmos de David, figura de Jesús (cf. S. 85, 16). Otros lo ven místicamente por el lado de la Sinagoga en oposición a la Jerusalén celestial y libre "que es nuestra madre" (Gal. 4, 2131). Para unos, la rotura de las cadenas significaría típicamente la Redención. Para otros, simplemente la liberación del peligro en que se hallaba el salmista. 8 ss. Nótese la similitud de este pasaje con la expresión de David en S. 55, 13, así como la correspondencia del mismo S. 55, 14 con S. 114, 8-9, lo cual aboga también en pro del origen davídico de estos poemas. 1. Es éste el más breve de los Salmos, pero muy importante por su carácter mesiánico, ya que todos los gentiles son invitados por Israel a alabar a Dios junto con él "en cuanto las misericordias divinas para con Israel, ocasión de la alabanza, envuelven espléndidas bendiciones para todas las gentes" (Sánchez Ruiz). Cf. S. 65, 8; 95, 3 y notas; Rom. 11, 12 y 15; 15, 10 s.

LOS SALMOS 118 (117), i; 117 (118), 1-15

*pues su misericordia se ha confirmado sobre nosotros, y la fidelidad de Yahvé permanece para siempre. SALMO 117 (118) JÚBILO Y ACCIÓN DE GRACIAS POR LA SALVACIÓN

i;Hallelú Yah! Alabad a Yahvé porque es bueno, porque su misericordia permanece para siempre. 'Diga ahora la casa de Israel: "Su misericordia permanece para siempre." TOga la casa de Aarón: "Su misericordia permanece para siempre." 2. Permanece para siempre: "Ante la mirada profética del salmista, el edificio está ya en pie, completamente acabado. La barrera entre Israel y las naciones ba sido derribada . . . Poderosamente reina sobre todos su misericordia" (Cardenal Faulhaber). £1 primer hemistiquio muestra Ja misericordia y el segundo la fidelidad de Dios a sus promesas, contemplando ambos, como en S. 88, 3, establecidas ya sobre la tierra esas dos bendiciones que £1 anuncia y ostenta como características Suyas, a través de todos los Salmos. Asi celebra también la Virgen "su misericordia de generación en generación" y la acogida de Israel su siervo (Luc. 1, 50 y 54), ignorando aún la incredulidad de Israel ante el Mesías y pensando en esa ansiada unión de judíos y gentiles en un solo rebaño bajo un solo Pastor, que los profetas anunciaron y Jesús confirmó. Cf. S. 101, 16 s.; 109, 1 ss.; Is. 59, 16-21; 60, 1-3; Ez. 34, 23 ss.; Zac. 6, 12 ss.; Luc. 1, 32; 2, 32; Juan 10, 16 y nota. La Misa votiva de la Propagación de la Fe, junto con la oración de Ecli. 36 (Epístola) y los Salmos 66, 2 s s . (Introito); 95, 7 ss. (Ofertorio) y 99, 1 s. (Aleluya), usa este Salmo (Comunión) como augurio del dichoso día en que Satanás dejará de ser el príncipe de este mundo (Juan 14, 30). "Asi como el S. 99 es la doxologia que cierra la gloriosa! serie de Salmos mesiánicos (SS. 92-99), así el S. 116 inicia como áureo eslabón la doxologia del S. 117 que cierra la serie del Halle! o Salmos de la alabanza (112-117)." S. Agustín glosa este Salmo con bellas palabras sobre la alabanza, que hemos transcrito en la nota al S. 150, 3 ss.

681 •Digan los que temen a Yahvé: "Su misericordia permanece para siempre." *En la estrechez invoqué a Yah; y Yah me escuchó y me sacó a la anchura. •Yahvé está en mi favor, nada temo. ¿Qué podrá hacerme el hombre? 7 Yahvé, mi auxiliador, está conmigo y miraré (confundidos) a mis enemigos. 8 Mejor es acogerse a Yahvé que_ confiar en el hombre. 'Mejor es acogerse a Yahvé que confiar en príncipes. "Todas las naciones me habían cercado; en el Nombre de Yahvé las hice pedazos. ll Me envolvieron por todas partes; en el Nombre de Yahvé las hice pedazos. u M e rodeaban como abejas, ardían como fuego de espinas; en el Nombre de Yahvé las hice pedazos. 13 Empujado, empujado, estuve a punto de caer, pero Yahvé vino en mi ayuda. 14 Mi fuerza y mi valor es Yahvé, mi Salvador es Él. ^Voz de exultación y de triunfo en las tiendas de los justos: "La diestra de Yahvé ha hecho proezas; 5. Me sacó a la anchura: Así también Desnoyers, Calés, etc. (cf. S. 17, 20). Como observa el nuevo Salterio Romano, habla aquí Israel (cf. v. 10) lo mismo que en S. 101, 1 ss. (cf. notas). Esto y la gran derrota de las naciones enemigas (vv. 10 ss.), así como la justificación del pueblo (vv. 15 ss.), muestran que se trata aquí de una prosperidad que nunca existió al retorno de Babilonia (cf. S. 84, 1 y nota) y que sólo se ve en los Salmos y profecías mesiánicas. Cf. S. 106, 3; Is. 60, 10 ss.; Jer. 3, 17 ss.; 30, 3; 31, 31 ss.; Ez. 37, 23; 39, 25 ss.; Joel 3, 1 ss.

6 ss, Nueva y preciosa lección de confianza, dada 1. Vemos en Esd. 3, U que al echarse los cimien- como fruto de la experiencia secular de Israel (cf. tos del segundo Templo, después del cautiverio de Jer. 17, 5; Rom. 8, 31; S. 91, 6; 93, 11; 115, 2 y Babilonia, "se presentaron los sacerdotes vestidos de notas). S. Pablo, escribiendo a los judíos, cita el v. sus ornamentos, con las trompetas, y los levitas hijos 6 (Hebr. 13, 6). 10 ss. Todas las naciones. Esto, y la gran vende Asáf con los címbalos, para cantar las alabanzas de Dios con Salmos de David rey de Israel", repi- ganza tomada de ellas en nombre de Dios, muestra tiendo las palabras con que empieza y termina este que el autor no habla de Babilonia, pues Ciro perhimno litúrgico de gratitud. No estando aún cons- mitió espontáneamente la salida de los judios (Esdr. truido el Templo, se deduce que las puertas de que I, 1 ss.); ni menos de los samaritanos que pretenhablan los vv. 19 y 20 tienen en boca de] salmista dían impedir la reconstrucción del Templo (Esdr. caps. un sentido profético más extenso, el cual se confir- 4-6; Neh. 6, 16). Las hice pedazos. Otros vierten: ma en las citas de los vv. 22 s. y 26, hechas por el las mutilé. Él texto dice literalmente: los circuncidé mismo Jesucristo y los apóstoles. Se trata, como en y lo mismo en los vv. 11 y 12. Abejas y fuego de esel S. 101, del misterio del Mesías Salvador y glo- pinas (v. 12): Vivísimas imágenes del furor de los ria de Israel (Luc. 2, 32; Is. 61, 1-11). Calés se- enemigos de Israel, que Dios desbaratará terribleñala en esto, más aún que un sentido típico, "un mente. sentido literal implícito y eminente, en tanto que la 13 s. Cf. Is. 41, 11 ss.; Ez. 38, 17-23; Joel 3, 9-21, aplicación del día del Señor (v. 24) a las alesnas pascuales sólo pertenece indudablemente a la aco- etc. A punto de caer: Cf. v. 18; S. 65, 9 y 20; Rom. II, 11. Mi Salvador es Él (v. 14): Confesión que remodación litúrgica". cuerda Ex. 15, 2 y se repite en v. 21 (cf. v. 26; 2 ss. Expresiones usadas en el S. 113 b, 9-11, de- Os. 3, 5; Zac. 12, 8-10; Juan 19, 37). "Es todo nunciando un autor común. Cf. S. 106, 2-3 y nota. Israel quien habla, pues es el Israel todo entero que Diga ahora: Esto es, ahora que el misterio de la acaba de beneficiar de la salvación" (Dom Funiet). misericordia se ha revelado plenamente a Israel (cf. 15 s. De los Justos: Se refiere a los israelitas Is. 59, 20; Rom. 11, 26; Hebr. 8, 8 ss., etc.). La ca- (Callan). No se trata de la parte de los tabernácusa de Aarón: Por el cumplimiento de sus promesas los o tiendas sino que son los justos, amigos de Yaha él y a su hijo Eleazar y a sus descendientes (Ex. vé, quienes se alegran de su triunfo (Fillion, Desno40, 12 s.; Ecli. 45, 8 y 19), como Fineés (Núm. 25, yers, etc.) y pronuncian el cántico de los vv. 16 ss., 11-13; Ecli. 45, 30; cf. S. 105, 30 s.) y Sadoc (Ez. que trae afectos visiblemente inspirados en el Cán44, 15 y nota). Cf. Jer. 33, 19-22. tico de Moisés.

LOS SALMOS 117 (118), 16-29; 118 (119), 1

682 16

la diestra de Yahvé se alzó muy alto, la diestra de Yahvé ha hecho proezas. No moriré, sino que viviré; y publicaré las hazañas de Yahvé. 18 Me castigó Yah, me castigó, pero no me entregó a la muerte."

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Abridme las puertas de la justicia, para que entre por ellas y dé gracias a Yah. ^Esta es la puerta de Yahvé; entren los justos por ella. 21 Te daré gracias porque me escuchaste y te has hecho mi Salvador. ^La piedra que rechazaron los constructores ha venido a ser la piedra angular. ^Obra de Yahvé es esto, admirable ante nuestros ojos. ^Este es el día que hizo Yahvé; alegrémonos por él y celebrémoslo. 16 s. Se alzó, como en Ex. 15, 6 y no: me levantó, como algunos vierten según los I,XX. Muy alto: Kl texto Índica exaltación común. 18. Literalmente: Castigando me castigó, repetición que es en hebreo un superlativo de intensidad. '"Ahora comprenden los israelitas cómo el propósito divino en sus sufrimientos fué su purificación, no su destrucción" (Callan). Cf. Is. 40, 2; 61, 7; Jer. 16, 18; 30, 11. Esta verdad, proclamada por Israel y también aplicable a cada hombre, es lo que el adagio popular expresa diciendo que Dios aprieta pero no ahoga (véase Hebr. 12, 1-8). 19 ss. Este pasaje, que suele presentarse dialogado para indicar su uso litúrgico en Israel, tiene su correspondiente en el himno de agradecimiento que según Isaías se cantará en el día en que Yahvé preparará el gran festín en Sión (Is. 25, 6 ss.). Entonces, proclamando como aquí a Dios Salvador de Israel, y gozándose y alegrándose en tan gran día como aquí en el v. 24 (Is. 25, 9, texto hebreo), se dirá también: "Abrid las puertas y entre el pueblo justo, etc.'* (Is. 26, 2). Las puertas de la justicia que viene de Cristo (Rom. 3, 26; cf. 3, 9), y no de la justicia propia que ellos buscaban según la Ley (Rom. 9, 30-33), serán abiertas entonces a los judíos gozosos y arrepentidos, para los cuales Cristo habrá sido piedra de tropiezo (véase el v. 22), como lo muestra allí S. Pablo (Rom. 9, 33) citando a Isaías (cf. Is. 8, 14; 28, 16; Luc. 20, 18; Hech. 4, 1!; I Pedro 2, 6). Sobre esa puerta y camino santo (nombres que se da el mismo Cristo en Juan 10, 9 y 14. 6), cf. Apoc. 21, 27; 22, 14; Is. 35, 8; 62, 10; S. 99, 4. 22 s. Véase la nota precedente. "El pueblo de Israel, rechazado y pisoteado por las grandes naciones, está elegido por Dios para que sea piedra angular del reino •mesiánico. En sentido más alto aun, Cristo lo dice de sí mismo (Mat, 21, 42-44; Marc. 12, 10; Luc. 20, 17; cf. Hech. 4, U ; Ef. 2, 20 s.; I Pedro 2, 7)" (Salterio Romano). En esa parábola de los malos viñadores, Jesús recuerda a su propio pueblo este pasaje, como un argumento ad hominem, para anunciarles la vocación de los gentiles a causa de la incredulidad de Israel (Rom. 11, 30; Deut. 9, 5; 32, 21 citado por Rom. 10, 19). S. Pablo formula sobre esto una grave advertencia también a nosotros los gentiles en Rom. 11, 17 ss. Cf. Is. 28, 16 y nota. 24. Este gran día, que en sentido acomodaticio se aplica a la Pascua, como observan los comentadores (cf. v. 1 y nota), es el "día del Señor", glorioso pa ra su pueblo y terrible para sus enemigos (cf. Ez. 30, 3 y nota; Is. 11, 11; 13, 6; Jer. 46, 10; Sof. 2, 2 s.; Mal. 4, 5). Alegrémonos, etc. Es lo que se dice en Is. 2¿, 9 (cf. v. 19 y nota); y en Apoc. 19, 7.

Sí, oh Yahvé, ¡da la victoria! Sí, oh Yahvé, ¡da prosperidad!

26

Bendito el que viene en el nombre de Yahvé; desde la casa de Yahvé os bendecimos. 27 Yahvé es Dios y nos ha iluminado. Ordenad procesión con ramos frondosos hasta los cuernos del altar. 28 Mi Dios eres Tú y te doy gracias; Mi Dios eres Tú, quiero alabarte; 29 Alabad a Yahvé porque es bueno; porque su misericordia permanece para siempre. SALMO 118(119) ELOGIO DE LA PALABRA DIVINA ALEF; 1

Dichosos aquellos cuyo camino es perfecto, que andan tras la Ley de Yahvé.

25 s. Esta exclamación es en hebreo el Hosanna que el pueblo judío gritó con júbilo el Domingo de Ramos, único día en que fué reconocido el 'Cristo Príncipe" (iMat. 21, 9 y nota). Cf. Dan. 9, 25; Jer. 31, 7. Bendito el que viene (v. 26): Es la célebre aclamación mesiánica (en hebreo Baruj ha-ba). Véase Juan 11, 25 y nota sobre "El que viene" (en griego ho erjómenos). Después de haber recibido Jesús esta aclamación en aquel día, según lo refieren con distintos matices los cuatro Evangelistas (Mat. 21, 9; Marc. I I , 10; Luc. 19, 38; Juan 12, 13), Jesús anunció, al final de su último discurso en el Templo (Mat. 23, 39), que estas mismas palabras serían la señal el día de su triunfo definitivo. Entonces se volverán a Aquel a quien traspasaron, como dice S. Juan (19, 37), citando a Zac. 12, 10 (cf. Deut. 4, 30; S. 101, 29 y nota). Comentando el pasaje en que Jesús aplica así este v., dice Fillion que con estas palabras "terminaba el ministerio propiamente dicho de nuestro Señor. Él mismo iba a morir y aquellos a quienes se dirijía entonces no debían volver a verlo sino ni fin de los tiempos. En efecto, las palabras hasta que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor se refieren, según los mejores intérpretes, al Retorno de Jesucristo al fin del mundo, como juez soberano y a la conversión de los judíos, que tendrá lujar en esa época. Cf. Rom. 11, 25 ss. Reconociendo en Él a su Redentor, lo aclamarán entonces con la aclamación mesiánica: Bendito el que viene . . . Cf. S. 117, 26." Véase Mat. 23, 39 y nota. 27. Nos ha iluminado: "Tras la negra noche de la calamidad, Dios ha mostrado a su pueblo la luz de su frwor'XCallan). Cf. S. 96, 11; I I Cor. 3, 14-16 y notas. Hasta los cuernos: Porque el altar de los perfu-mes tenía un cuerno en cada ángulo. Hasta allí había llegado el pecado de Judá (Jer. 17, 1), y hasta allí llega ahora con júbilo el fiel cortejo, que recuerda el de S. 67, 25 ss. 28 s. Con alabanza semejante a la de S. 98, 5 y la repetición del v. 1 termina solemnemente la serie del Hallel, comenzada cen el S. 112. 1. El Salmo 118 es el más extenso del Salterio. San' Ambrosio le dedica 300 columnas in folio y lo atribuye a David, como lu hace también el Catecismo Romano (IV, 15, 15). Compónese. en forma acróstica, de 22 estrofas, correspondientes a las letras del alefato hebreo, y en cada cual los ocho versículos comienzan igualmente con esa letra. La Ley de Dios, sus grandezas y excelencias, sus valores espirituales, son el tema único de este inmenso océano de sabiduría, lleno de portentosos secretos de vida sobrenatural, que los superficiales hallan monótono y 'cuya profundidad colmaba de admiración y deleite a Pascal (cf. v. 18 y nota). Todos los 176 versículos,

LOS SALMOS 118 (119), 2-18

^Bienaventurados los que observan sus instrucciones, de todo corazón lo buscan*, hio cometen ninguna iniquidad, siguen los caminos de Él. 4 Tu diste tus preceptos, para que sean cuidadosamente guardados. 5 ¡Ojala se afirmen mis pasos hacia la guarda de tus palabras! ^Entonces no quedaré confundido cuando contemple todos tus mandamientos. 7 Te alabaré por la rectitud de corazón, aprendiendo los decretos de tu justicia. 8 Tus estatutos guardaré, de ningún modo me desampares. BET. 9

¿Cómo el joven mantendrá puro su camino? Conservando tus palabras.

683 10

Con toda mi alma te busco; no permitas que yo ande errante al margen de tus mandamientos. u E n mi corazón escondo tus palabras, para no pecar contra Ti. 12 Bendito seas, oh Yahvé, enséñame tus decretos. 13 Con mis labios doy a conocer todos los oráculos de tu boca. 14 En el camino de tus testimonios me deleito como quien posee todas las riquezas. 15 Quiero meditar en tus preceptos y contemplar tus caminos; 16 gozarme en tus estatutos, no olvidar tus palabras. GUIMEL. 17

Haz merced a tu siervo que viva y guarde tus palabras. Quita el velo a mis ojos, para que descubra las maravillas de tu Ley.

18

menos.el 122, mencionan la Palabra de Dios bajo sus distintos aspectos. De ahí' que los SS. P P . lo hayan considerado como un manual de perfección cristiana (Páramo). La primera estrofa nos muestra que la Palabra de Dios debe ser estudiada como fuente de felicidad (Me Clellan). Perfecto: Aunque yo no lo sea —ni lo seré nunca en mí carne— tenjo a mí disposición, en medio de este siglo depravado (Gal. 1, 4), un camino perfecto. [Qué dicha incomparable para los que asi lo creen de veras! Cf. S. 85, 11 y nota. 2. Bienaventuranza que Jesús confirmó en Luc. 11, 28. Es, dice el Crisóstomo, para los que escrutan la Palabra de Dios con interés, buscando en ella la sabiduría "como se buscan las riquezas", y entraña una promesa; los que escuchan a Dios atentamente, le buscarán luego con todo su corazón, porque quedan sedientos de verdad y amor. Cf. S, 1, 23; Ecli. 24, 29; Juan 7, \7. 3. No cometen: Así también Vaccari, Crampón, Páramo, etc. Continúa el pensamiento del v. 2 según e! cual las palabras de Dios tienen la virtud de apartarnos del mal (cf. v. l l ) , pues nos conceden el privilegio de revelarnos los caminos de Aquel que es el único perfecto (v. 1). ¡Y lo hacen con la suavidad con que un padre alecciona a su hijp! 4 ss. Sigue desarrollándose el concepto: no se tra ta de repetir que los mandamientos deben cumplirse. Eso no añadiría ninguna enseñanza. Se trata, según nota Joüon sobre I,uc. 11, 28, de custodiarlos, o sea de conocer y conservar empeñosamente las palabras de Dios en la memoria y la meditación, siguiendo el ejemplo de la Virgen (Luc. 2, 19 y 51), Entonces, dice el v. 6, no temeremos sus máridamientosf pues estaremos preparados para cumplirlos. Es lo que enseña Jesús en iMarc. 14, 38. Cf. I Tim. 3, 16. 7. Así también Rembold. ¿ a rectitud de corazón es la mejor alabanza a Dios, puesto que es lo que Él más aprecia (cf. S. 50, 8; Juan 1, 47). Y el que estudia esos juicios de Dios da muestra de ser recto, pues busca la verdad. Y su rectitud se confirma cada vez en contacto con esos juicios de Dios. Según esto vemos lo que significa, para la oración, el conocer la Palabra divina. El que no conoce a Cristo, dice S. Agustín, se forma falsa idea de Él, y entonces no es escuchado cuando pide en su nombre (Juan 16, 23), porque el Padre ve que no está invocando al verdadero Cristo. 8. No es esto una audaz promesa como la de Pedro: No te negaré. Muy al contrario, es como decir: contando con tu auxilio me aprovecharé de los recursos de tu gracia. Cf. Juan 15, 5; Gal. 2, 2 1 ; Fil. 2, 13. 9. He aquí la pedagogía bíblica. Ya el tierno joven, para vencer nuestra naturaleza inclinada al mal, ha de acostumbrarse a leer y recordar la santa Palabra, guía y fortaleza en el sendero de Dios. Y cuando su cabeza, dice S. Jerónimo, caiga dormida, que sea sobre la página sagrada que ha estado escrutando hasta el fin. Cf. v. 55 y nota.

!0. Véase aquí el efecto anunciado en el v. 2. Conseguido ya su resultado, el alma insiste en implorar la fidelidad. Cf. S. 50, 13 y nota. Cf. Kempis IV, H . 11. ¡Estupendo secreto que nos descubre el modo de no ofender a Dios I S. Pablo confirma esta virtud de la Palabra que nos salva (Rom. 1, 16), nos prepara para toda obra buena (II Tim. 3, 16 s.), y por eso debe permanecer en nosotros "opulentamente" (Col. 3, 16, texto griego). Cf. vv. 4-6 y nota; v. 104; Sant. 2, 21. 12. ¡Enséñame! Para eso vino ante todo Jesús: como el 'Maestro bueno (Mat. 11, 29), que enseña a los pequeños lo que oculta a los sabios. Cf. Mat. 11, 25; 23, 8-10; Juan orque constituyen Ía alegría de mi corazón. u, H e inclinado mi corazón a cumplir tus estatutos, para siempre, hasta el fin. 110

SAMEC. NUN. 105

Antorcha para mis pies es tu palabra, y luz para mi senda. iwjuro, y me resuelvo a guardar tus justas disposiciones. 107 Abatido estoy en gran manera, oh Yahvé; dame vida según tu palabra. 108 Séate grata, Yahvé, la ofrenda de mis labios, y enséñame tus designios. 10 *Tengo constantemente mi vida en la mano, 102. Hermoso acto de amor: los cumplo porque se trata de Ti. De ahí la dulzura que expresa el v. 103. Cf. S. 38, 10. :104. Me hago inteligente: Así también Crampón (or saetas ardientes (la retama como leña parece dar más calor que la de otros arbustos y árboles). Cf. Sab. 1, 5 y nota. Acomo dando este v. en sentido espiritual, dice S. Agustín: "Saetas son las palabras de Dios: hieren y atraviesan los corazones. Mas cuando los corazones son traspasados por las saetas de la Palabra de Dios, se inflama en ellos el amor." Observación tan teológica (Rom. 5, 5) como humana, pues todo amante conquista a la amada por su palabra. Así el alma se enamora de Dios al oírle hablar. Esto explica que la Sagrada Biblia, como libro de espiritualidad, sea, dice Mons. Chimento, "tan superior a todo otro, cuanto dista lo divino de lo humano, esto es, infinitamente".

SALMO 120 (121) EL CUSTODIO DE ISRAEL

Cántico gradual. Alzo mis ojos hacia los montes: ¿De dónde me vendrá el socorro? 2 Mi socorro viene de Yahvé que creó el cielo y la tierra. '¿Permitirá Él que resbale tu pie? ¿O se dormirá el que te guarda? 4 No por cierto: no dormirá, ni siquiera dormitará, el Custodio de Israel. ^ Yahvé quien te custodia; Yahvé es tu umbráculo y se mantiene a tu derecha. •De día no te dañará el sol, ni de noche la luna. 'Presérvete Yahvé de todo mal; Él guarde tu alma. 5. Mósoc o Méschek, país inhospitalario al sur del Cáucaso, entre el Mar Negro y el Caspio, hoy Rusia (cf. Gen. 10, 2; Ez. 27, 13 y sobre todo Ez. 38, 2 y nota). Cedar: Desierto de los árabes de Siria, al este de Palestina. Con ambas metáforas, sinónimo de barbarie, quiere expresar el salmista que se siente desterrado, como lo están, dice S. Ignacio de Loyola, "entre brutos animales" (cf. Mat. 10, 16), los discípulos de Cristo. Cf. Jer. 35, 10; Hech. 2, 40; II Pedro 1, 19, etc. 7. Cf. S. 108, 4. i Cuánta prudencia y aumento de fe podríamos aprender aquíl Recordemos el ejemplo de las Catacumbas. Cf. S. 38, 3; 118, 16 y nota; Mal. 3, !6; Mat. 7, 6; Luc. 18, 8; Apoc. 18, 4. El Salmo sijuiente parece querer consolarnos con la esperanza. Cf. Is. 30, 15. 1 s. Salmo de confianza filial, como el S. 22, y en cuyas estrofas "lava el corazón sus tristezas y se baña al rocío del bien" (Fr. Luis de León). Muestra una vez más la asombrosa predilección de Dios por su pueblo (v. 4). Según algunos tiene forma dialogada. Los montes:. La montaña de Sión en Jerusalén, hacia donde el orante dirigía la mirada (III Rey. 8, 44 y 48; Dan. .6, 11 s.). Otros observan que, dado el interrogante de este v., no puede ser el monte Sión (Desnoyers) sino que el peregrino verá de lejos los montes de Judea, consagrados en otros tiempos a ídolos diversos (Ubach). ¿Acaso el auxilio vendría de alguno de ellos y no del único Señor y Creador? (v. 2). 3. La forma interrogativa (cf. Rembold) aclara el contexto (v. 4). 5. Tu umbráculo: Así Calés, Desnoyers, etc. Otros vierten: tu custodio. El que te da sombra contra los calores (v. 6) y tiene la paciencia amorosa de mantenerse siempre a tu lado. Hoy, los que participamos de la herencia de Israel por la fe en Cristo Jesús (Ef. 2, 12 ss.), tenemos aún más: la permanente habitación del mismo Cristo en nuestros corazones mediante la fe, como lo dice S. Pablo (Ef. 3, 17); la del Espíritu Santo (Juan 14, 17), y aun la del divino Padre en aquellos que aman a Jesús (Juan 14, 23).

LOS SALMOS 120 (121), 8; 121 (122), 1-9; 122 (123), 1-4 8

Yahvé custodiará tu salida y tu llegada, ahora y para siempre. SALMO 121 (122) CÁNTICO DE LOS

PEREGRINOS

Cántico gradual. De David. Me llené de gozo cuando me dijeron: "Iremos a la Casa de Yahvé." 2Ya se posan nuestros pies ante tus puertas, ¡oh Jerusalén! 3 Jerusalén, que estas edificada, como la ciudad cuya comunidad le está bien unida.

693 5

Allí se han establecido los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.

8

Saludad a Jerusalén: "Gocen de seguridad los que te aman; reine la paz dentro de tus muros, la felicidad en tus palacios." 8 Por amor a mis hermanos y amigos exclamo: Paz sobre ti. 9 A causa del Templo de Yahvé nuestro Dios te auguro todo bien.

7

SALMO 122 (123) Los ojos FIJOS EN Dios

4

AUá suben las tribus, las tribus de Yah; es ley para Israel celebrar allí el Nombre de Yahvé.

8. Tu salida y tu llegada. Literalmente: Tu salir y tu entrar: expresión bíblica que significa: todos tus pasos (Hech. 1, 2 i ) . Para siempre: Palabras que nos colman de esperanza, pues si confiamos en nuestro Padre sabemos que Él mismo se hace garante de que seamos fieles (S. 22, 6; 118, 122; I Cor. 1, 8; Judas 24). ¿Creemos esto? ¡Hay que creerlo! Pensemos que cada promesa de Dios es un cheque a nuestra orden contra un banco que no ha fallado nunca. Sólo quiere Él que lo endosemos con la firma de nuestra fe y reclamemos el pago con la oración. En la fecha debida, Dios paga sin falta (Núm. 23, 19). Él mismo nos enseña en la Escritura a recordarle así sus promesas, que son tantas (S. 24, 7; 105, 4; II Par. 6, 42; I I Esdr. 1, 8 s.; Judit 9, 18; 13, 7, etc.). 1 ss. Salmo de peregrinación a la Ciudad Santa. El hebreo dice expresamente que es de David y lo mismo dicen las versiones de Aquila, Símaco y un códice de los LXX. "La ausencia de esa mención en las otras versiones, dice Fillion, no es razón suficiente para que dudemos de su autenticidad, y por otra parte no puede aportarse ningún argumento concluyeme contra la verdad del hecho que ella enuncia: David habrá sin duda compuesto este cántico después de la traslación del Arca al monte Sión." El santo Rey tuvo su trono en Jerusalén (S. 100), pero aquí la contempla con alcance profético y mesiánico (cf. Salmos 92-99), viendo en ella glorificada su casa como en II Rey. 7, 19 y hablando del Templo y de una Jerusalén reedificada y magnífica, como en Ez. 40-48, en tanto que a la vuelta de Babilonia la ciu dad estaba en ruinas y así quedó por más de ochenta años hasta el año vigésimo de Artajerjes Longimano (Neh. 1, 3). Cf. S. 84, 1 y nota. 3.^ La ciudad (por antonomasia): Así también Calés, el cual prefiere asimismo seguir a los LXX en lo restante del v., refiriéndolo a la comunidad de los habitantes más bien que a la arquitectura de ln ciudad. El nuevo Salterio Romano vierte: Toda compacta en sí misma; NácarColunga: bien unida y compacta; Bover-Cantera: construida y bien trabada. Alusión al conjunto armonioso y unido de la ciudad (cf. Tob. 13, 20 s.; Is. 54, 11 s.; 60, 10 ss., etc.) y a la vez a la solidaridad religiosa y social del pueblo unido bajo un rey poderoso que ejerce la justicia (v. 5; cf. Jer. 33, 14-16), expresándose así la plenitud ideal de la vida civil. Cf. S. 71, 7 y 16. 4. Allá suben: Se trata aquí no de los peregrinos, sino de todas las tribus de Israel, reunidas ya en la gran ciudad, a la cual tres veces al año todos los israelitas tenían que peregrinar: para las fiestas de Pascua, Pentecostés y Tabernáculos (Ex. 23, 14 ss.; 34, 23; Deut. 16, 16). Para celebrar: Dom Puniet traduce: para confesar. Cf. S. 64, 2; 86, 4 y notas: Jer. 3, 18; 31, 1 ss.; Ez. 37, 15-23, etc.

^•Cántico gradual. Levanto mis ojos a Ti que habitas en los cielos. 2 Como los ojos de los siervos están fijos en las manos de sus señores; como los ojos de la sierva en las manos de su señora, así nuestros ojos están fijos en Yahvé nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros. •3Apiádate, Yahvé, senos propicio, porque estamos colmados de desprecio. 4 Nuestra alma está muy_ harta del escarnio de los saciados, del oprobio de los soberbios. 5. Sobre el alcance mesiánico de la casa de David véase v. 1 y nota; S. 88, 28-38; 131, 11 ss.; Is. 9, 7; Ez. 37, 24 s.; Luc. 1, 32; 22, 29 s.; Hech. 15, .6 citando a Am. 9, 11. s.. etc. 6 ss. He aquí los sentimientos que ha de tener el cristiano respecto de Israel. "La Iglesia Católica ha acostumbrado siempre rezar por el pueblo judío, depositario de las promesas d i v i n a s . . . La Silla Apostólica ha protejido a ese pueblo contra injustas vejaciones . . . Asimismo condena . . . ese odio que hoy suele llamarse antisemitismo" (Pío X I ) . Saludad. Así también Wutz. Lo que siTue expresa el contenido de esa salutación: paz y felicidad sobre la Ciudad Santa. 9. A causa del Templo: Cf. S. 67, 30 y nota. Te auguro: Así también Vaccari. Otros vierten: anhelo para

H.

1. Es la confianza en el Padre la que late en cada palabra de esta oración, como en los Salmos 22 y 120. "El pequeño resto preservado de Israel ha sido repatriado del destierro babilónico. Pero en vez de as grandezas y alegrías, de la prosperidad y de la )az mesiánica que parecían prometerle las profecías» experimentaba la pobreza y la miseria, el desprecio v las vejaciones de sus vecinos y aun de sus propios elementos depravados. Su fe, empero, y su es-eranza no desfallecen un instante. Fija sus ojos en el Padre del c i e l o . . . buscando la señal de su benevolencia y socorro" (Calés). Cf. S. 84, 1 y nota. 2. Imagen de la divina Providencia, digna de ser recordada especialmente en los días de prueba: Los siervos, dice S. Agustín, mientras reciben azotes miran la mano del amo hasta que ella hace la señal de gracia. ¿Cuánto más no lo hará el hijo con su Padre? Cf. Hebr. 12, 2-13. "Be la misericordia del Señor nunca se espera demasiado" (Don Orione).

LOS SALMOS 123 (124), 1-8; 124 (125), 1-5; 125 (126), 1

694

2

SALMO 123 (124) EL LAZO ROTO

iCántico gradual. De David. Si Yahvé no hubiera estado con nosotros —dígalo ahora Israel— 2 si no hubiera estado Yahvé de nuestra parte cuando los hombres se levantaron contra nosotros, Snos habrían tragado vivos al inflamarse contra nosotros su furor; ^entonces nos habrían sumergido las aguas, el torrente habría pasado sobre nosotros *y nuestra alma habría caído bajo las aguas tumultuosas. bendito sea Yahvé que no nos dio por presa de sus dientes. 'Nuestra vida escapó como un pájaro del lazo de los cazadores. El lazo se ha roto y hemos quedado libres. 8 Nuestro socorro está en el Nombre de Yahvé, el que hizo el cielo y la tierra. SALMO 124(125) FIRMEZA DEL MONTE SIÓN

Cántico gradual. Los que confían en Yahvé son como el monte Sión, .que no será conmovido y permanecerá eternamente.

3

Como Jerusalén está rodeada de montes, así Yahvé rodea a su pueblo, ahora y para siempre.

No permanecerá, pues, el cetro de los impíos sobre la heredad de los justos; no sea que también los justos extiendan sus manos hacia la iniquidad.

4

Oh Yahvé, derrama tus favores sobre los buenos y rectos de corazón. Pero a los que se desvían por senderos tortuosos échelos Yahvé con los obradores de iniquidad. ¡Paz sobre Israel!

5

SALMO 125 (126) ORACIÓN POR LA PLENA RESTAURACIÓN DEL PUEBLO l

Cdntico gradual. Cuando Yahvé trajo de nuevo a los cautivos de Sión, fué para nosotros como un sueño.

porque Dios le forma una pésima opinión de la humanidad caída y le revela en el Apocalipsis el destino catastrófico de las naciones. Pero el creyente sabe, por muchos Salmos, que Dios es activo e infalible protector de los que esperan en Él. Sólo ese conocimiento le permite seguir la norma que dice: " E n la quietud y confianza está vuestra fortaleza'* (Is. 30, 15). En esto su actitud se parecerá a la calma de aquel estoico, pero ambas posiciones espirituales se alejarán di a m entra I-mente y los resultados también. Él lema estoico "Osa y espera", que no sólo es de los saboyanos sino de muchos moralistas paganos y de. muchos sajones como Kipling, etc., lleva sin duda a triunfos más o menos inmediatos, pero toda la historia nos muestra que esa confianza en el hombre, a pesar de su fanática voluntad de vencer, ha producido los fracasos más irreparables. En cambio, la Escritura enseña que si alguien confía en el Señor, es "como el Monte Sión, que no será conmovido". 2. Véase S. 126, 1 y nota. 3. Sobre la heredad de los justos: Alude a Israel, que es llamado muchas veces herencia de Dios (cf. S. 15, 5) y cuyo territorio no será hollado para siempre, sino solamente hasta que se cumplan "los tiempos de las naciones" (Luc. 21, 24). Cf. S. 78, 1; Is. 63, 9 y 18; Apoc. 11, 2. Los acontecimientos históricos en que se reconoce a Judá derechos, aunque parciales, sobre Palestina, vuelven nuestros ojos a esos anuncios bíblicos. Cf. S. 125, 6 y nota; iMat. 24, 32. Jesús nos hace a todos una promesa semejante para los últimos tiempos, próximos a su segunda Venida, cuando "se enfriará la caridad de la mayoría" (Mat. 24, 13) y peligrará la fe aun de los elegidos. Entonces, por amor de ellos, se abreviarán esos tiempos (Mat. 24, 22), no sea que también los justos, etc. Esta explicación, que nos descubre una vez más el Corazón amante y misericordioso del Padre celestial, confirma el proverbio popular: "Dios aprieta, pero no ahoga" y muestra que la doctrina del Salmo se aplica también a los justos en general (cf. I Pedro 1, 6; 4, 7 ss.; 5, 10, etc.). Cuando veamos al justo oprimido, sepamos, pues, que eso no * durará. No permite el Dios fiel que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas (I Cor. 10, 13), y hasta en el caso de Job vimos su fin dichoso aun en esta vida (cf. Sant. 5, 11). Si pues nos parece que se prolonga nuestra prueba, veamos sí no hay en nosotros una voluntad soberbia que resiste a la gracia. Cf. Mateo 6, 33.

1 ss. Breve y expresivo cantar, que recuerda el modo prodigioso cómo Dios ha protegido a su pueblo contra enemigos feroces (cf. S. 62, 7; 76, 12; 118, 62). La gran lección que nos da consiste en el reconocimiento de que la obra de la salvación no viene de la suficiencia de nuestro brazo. Los comentadores observan en este Salmo, como en varios otros, que nadie ha precisado con certeza el acontecimiento a que se refiere, pudiendo aplicársele, en cuanto a su autor y alcance, lo mismo que dijimos del S. 121. La liberación de los enemigos (v. 7) y el reiterado reconocimiento de su carácter providencial ío asemejan al S. 117 (cf. notas). 5. Nuestra alma, "esto es, nuestra vida (v. 7). 7. Sobre esta liberación, que parece definitiva, cf. S. 117, 10 ss. S. Agustín lo aplica también, espiritualmente, al alma librada de sus enemigos y victoriosa sobre ellos por obra de Dios, que "no permite seamos tentados más allá de nuestras fuerzas" (I Cor. 10, 13). Cf. Rom. caps. 6 y 7. 8. Este v. tan usado en la Liturgia (cf. S. 120, 2) es como una recapitulación de todo el Salmo y nos recuerda que quien confía en Dios no espera una ayuda cualquiera, más o menos relativa como la que podría darle un hombre, sino una solución total, propia de Quien todo lo puede. Cf- S. 50, 2 y nota. 1. Más inconmovible que el monte Sión es la firmeza con que Dios ampara a Israel y nsí también a todos los justos (v. 3 y nota). He aquí el argumento de esta preciosa oración. Cf. Joel 3, 20; S. 64, 2; 67, 17, etc. Un moderno articulista dice a este respecto que "el estoico —ese que el mundo llama filósofo práctico— espera con calma los acontecimientos como si todas las dificultades se solucionaran al fin por sí solas en virtud de una especie de ley optimista. El creyente no puede tener ese optimismo 1. El sentido mesiánxco de este Salmo fué reconocon respecto a este mundo, ni tener fe humanista I cido por los expositores antiguos y por los mismos

LOS SALMOS 125 (126), 2-6; 126 (127), 1-5

695

^ e llenó nuestra boca de risas, y nuestra lengua de exultación. Entonces dijeron entre los gentiles: "Es grande lo que Yahvé ha hecho por ellos." 'Sí, Yahvé ha obrado con magnificencia en favor nuestro; por eso nos llenamos de gozo. *Oh Yahvé, cambia nuestro destino como los torrentes en el Négueb. SLos que siembran con lágrimas segaran con júbilo. •Yendo, iban llorosos, llevando la semilla para la siembra; volviendo, vendrán con exultación, trayendo sus gavillas. rabinos. "La segunda estrofa —dice Calés—, es, en toda hipótesis, estricta y directamente mesiánica. La primera lo es al menos típicamente; pues la restauración después de Babilonia era la figura y como el preludio de la gran restauración de la nueva alianza" (cf. Jer. 31, 31 ss., citado por Hebr. 8, 8 ss., I). 59, 20, citado por Rom. 11, 26). El mismo autor y muchos otros hacen notar que en la exégesis más moderna prima la opinión de que también la primera estrofa es profética, debiendo ponerse los verbos en futuro (como en parte lo hace la Vulgata), o verse en ellos un pasado profético según las palabras de S. ¡Agustín: "Las cosas futuras son delante de Dios conio si fuesen pasadas." Esta última opinión parece acordarse más con el contexto (cf. v. 2; S. 84, 3 y notas). Como un sueno: Cf. Gen. 45, 26; Hech. 12, 9. Es decir, que como sucedió a Sa!ulo (Hech. 9, 18), caerá el velo que cubre sus ojos ' (II Cor. 3, 14 s.; Hech. 5, 11; Rom. 11, 25 s.). Véase S. 24, 3 y nota. 2. El nuevo Salterio Romano recuerda a este respecto que cuando los judíos volvieron del exilio babilónico sus condiciones eran aún "harto tristes y duras" y cita al respecto Esdr. 3-6; Ageo 1, 6-U; 2, 4 y 15-17. Dijeron: Según los L X X : dirían, y según la Vulgata: dirán. Así también vierten muchos modernos, concordando con S. 101, 16 s.. etc. En la vuelta de Babilonia vemos que la actitud de los gentiles fué todo lo contrario (cf. Neh. 4, 2 ss.), y que sólo volvieron dos de las doce tribus (cf. Esdr. 1, 2; Jer. 30, 3 y notas). El verdadero significado de este anuncio hecho a los hebreos "es, pues, la vuelta de todo Israel a la verdadera libertad y a la luz del Evangelio, de la cual el profeta ve tales seguridades, que la mira como ya presente" (Ed. Babuty). La frecuencia con que se nos recuerda este misterio en la oración litúrgica debe hacernos meditar cuan ligado está él, para todas las naciones, con el triunfo de Jesucristo, 3. Son exactamente los sentimientos que manífiesta la Virgen en Luc. 1, 46 s. y también en los vv. 54 s., que mencionan este misterio. 4. Cambia nuestro destino: o sea nuestra suerte. Otros: Has volver a nuestros cautivos.' En ambos casos se alude a la instauración del Reino mesiánico. Cf. S. 13, 7. Como los torrentes en el Négueb: Los arroyos en esa parte meridional de Palestina, que es la más árida, estaban secos en verano y se llenaban de golpe en la época dé las lluvias. La cosecha dependía de las aguas que estos torrentes llevaban durante pocos días. De ahí la elocuencia de la figura que usa el salmista (cf. S. 142, 6). Is. 60, 22 también habla de una transformación hecha súbitamente, lo que explica por qué Jes parecerá un sueño (v. 1). 16. Como observa Calés, se pide aquí "la prosperidad mesiánica y la reunión completa de los dis. persos, conforme a las promesas de los profetas". Así también fué siembra la predicación del Evangelio (Luc. 8, 11) que Israel rechazó, con gran dolor y llanto de los apóstoles (Rom. 9, 2 ss.; Hech. 13, 46; Mat. 10, 6; Luc. 24, 47). Pero este llanto será consolado (Jer. 31, 16 ss.), y otros recogerán lo que

SALMO 126 (127) E L ESPUERZO HUMANO Y EL REGALO DIVINO

Cántico gradual. De Salomón. Si Yahvé no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. Si Yahvé no guarda la ciudad, el centinela se desvela en vano. 2 Vano es que os levantéis antes del alba, que os recojáis tarde a descansar, que comáis pan de dolores; porque £1 regala a sus amigos (aun) durante el sueño. 3

Vedlo: don de Yahvé son los hijos, el fruto del seno es un regalo. Como flechas "en manos del guerrero, así son los hijos de la juventud. 5 Dichoso el varón que tiene su aljaba llena de ellos; no será confundido cuando, en la puerta, litigue con sus adversarios.

4

ellos sembraron, así corno ellos cosecharon con gozo, en los israelitas que fueron fieles, lo que habían sembrado con lágrimas los profetas. Este Salmo nos ayuda así a entender las misteriosas palabras de Jesús en Juan 4, 34-38, y nos enseña una vez más que el trabajo apostólico por excelencia es hacer conocer el Evangelio (cf. Mat. cap. 13; Hech. 6, 2; 8, 35 y nota; I Cor. 1, 17; I Tim. 5, 17); que en ello hemos de renunciar a ver el fruto inmediato, y aun ser perseguidos, pero gue ese fruto es el más seguro y el más precioso de todos (Mat. 5, 19; Luc. 22, 29 s.; I Cor. 12, 28; Dan. 12, 3, etc.). La triste actitud de los sembradores contrasta con la prontitud gozosa de los que siegan. " ¡ Q u é dicha, cuando seamos restablecidos en nuestra patria, tornada a la prosperidadl" (Desnoyers). 1. El título "de Salomón" y el carácter doctrinal de este Salmo han hecho que algunos lo atribuyan al rey sabio, pero más bien parece que David lo escribiese para aquél cuando dejó a su cargo la construcción del Templo y le entregó el -modelo que había recibido del cielo pero cuya ejecución le había sido negada no obstante su deseo (I Par. 28, 11 ss.). De ahí las instrucciones de no adelantarse a los designios de Dios (vv. 1-2) y el elogio de las ventajas de tener hijos en quienes poder confiar (vv. 3-5). La casa: En hebreo se llama así al Templo. La ciudad: Jerusalén, cuya defensa se reservaba Dios mismo (S. 124, 2 ) . Cf. sobre esto la bellísima figura de Zac. 2, 5, que Wagner ha usado en el final de la Walkyria. 2. Porque Él regala, etc.: Nácar-Colunga vierte: Es Yahvé el que a sus elegidos da el pan en sueños; Vaccari: Él da pan y reposo a sus amados... El sentido de todo este pasaje, que parece tan misterioso por ser contrario al estoicismo humano, es simplemente el mismo del Evangelio de la divina Providencia (Mat. 6, 25 ss.). Sólo exige una fe viva en la bondad de Dios y en el amor que nos tiene y que lo mueve a esa continua actividad en favor nuestro. Cf. Gal. cap. 3 ; S.""67, 12 y nota; 102, 13; Juan 3, 16, etc. 3 ss. Esta segunda parte se vincula fácilmente con la primera, en boca de David que habla como padre de Salomón (cf. nota v. 1). Preciosa herencia para el justo son los hijos que, engendrados en los añns de vigor, ayudarán a sus padres cuando éstos declinen. Y ese bien, con ser tan precioso, es dado al hombre como un don viviente, fruto de su amor y no de su trabajo. 1 Admirable reflexión para los padre* que hoy rechazan este don de Diosl E n ' E z . 23, 37-40 y notas vemos que sólo Él es dueño de ellos.

Ó96

127 (128),

LOS

SALMO 127 (128) E L JUSTO BENDECIDO EN SU HOGAR

^Cántico gradual. Dichoso tú que temes a Yahvé, que andas en sus caminos. 2 Pues comerás del trabajo de tus manos; serás bendito, te irá bien: Stu esposa, parra fecunda en el interior de tu casa; tus hijos, retoños de olivo alrededor de tu mesa. •Así será bendecido el hombre que teme a Yahvé. 'Bendígate Yahvé desde Sión, para que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida; *para que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz sobre Israel! SALMO 128 (129) CONTRA LOS ENEMIGOS DE ISRAEL

^Cántico gradual. Mucho me han combatido desde mi mocedad, exclame ahora Israel; %iucho me combatieron desde mi mocedad, mas no concluyeron conmigo. 3 Sobre mis espaldas araron los aradores; abrieron largos surcos;

1-6;

123 (129), 1-8;

129 (130),

1-4

%ias Yahvé, el Justo, ha cortado las coyundas de los impíos. 5 Retrocedan confundidos cuantos odian a Sión. "Sean como la hierba de los tejados, que se seca antes de crecer. 'No llena de ella su manó el segador, ni su regazo el que hace gavillas. 8 No dicen los transeúntes: "La bendición de Yahvé sea sobre vosotros." "Os bendecimos en el Nombre de Yahvé."

SALMO 129 (130) " D E PROFUNDIS"

^Cántico gradual. Desde lo más profundo clamo a Ti, Yahvé, ^eñor, oye mi voz. Estén tus oídos atentos al grito de mi súplica. 3

Si Tú recordaras las iniquidades, oh Yah, Señor ¿quién quedaría en pie? Mas en Ti esta el perdón de los pecados, a fin de que se te venere.

4

4. El hebreo se refiere a las cuerdas que los ataban al yugo de los gentiles (v. 3). Menos exacto parece el texto de los LXX y la Vulgata: cortó las cabezas. 5. Cf. S. 24, 4; 34, 4; 39, 15, 69, 3, etc. 6. Antes de crecer; Vulg.: antes que la arranque». Imprecación que asigna un destino trunco a los enemigos del pueblo de Dios. Cf. S. 121, 6; Is. 41, !1 ss.; Joel cap. 3 y notas. 8. Alude a la costumbre oriental de que los transeúntes feliciten a los secadores por la copiosa cosecha (cf. Rut 2, 4). No lo harán cuando vieren la 1. Este Salmo litúrgico, que es un eco del ante- miserable cosecha de los enemigos de Israel. Cf. S. rior, pinta,. como el Libro de Tobías, la tranquila 117, 25 s. y nota. felicidad del creyente humilde. que vive del trabajo de 1. El alma de este Salino, sexto de los penitenciasus manos y la dicha de la madre rodeada de sanos les, es bien davídica y aunque no consta históricay buenos hijos. De ahí que la Liturgia lo use en la mente su paternidad, bien podemos mirarlo como pamisa de esponsales. trimonio espiritual del gran rey penitente, siendo, 5 s. En este final parece que David sigue ha- por otra parte, como vimos en el S. 9, compuesto "a nombre de toda la nación, cuyos sentimientos se asiblando y aconsejando a su hijo Salomón (cf. S. 126, 3 ss. y nota) y le hace entrever proféticamente, mila el autor de un modo admirable'* (Fillion). Cf. como Tobías a su hijo (Tob. 13, 11 ss.; 14, S ss.), S. 101, 1 y nota. Como observan los comentaristas, la paz futura en el reino mesiánico (cf. S. 71, 7 y este Salmo, que en la VulTata difiere del hebreo en nota). La prosperidad y la paz de la patria, la feli- varios pasajes, ha sido aplicado a la Liturgia de cidad familiar y una larga vida eran los anhelos del Difuntos, no porque trate de los muertos, sino a caupiadoso israelita, "ante cuyos ojos no se desplegaban sa de la misericordia y perdón que en él abunda. aún, sino en la confusa lejanía de la era mesianica, 'En pocas palabras, verdaderamente divinas, encierra toja la religión: la caída del hombre y su miseria; las magnificencias del Reino de Dios" (Prado). impotencia para salir de ella si no es por la mi1. Salmo profético en que el probado Israel, a su de Dios puramente gratuita; la verdadera quien Yahvé ha liberado del yugo de todos sus ene- sericordia que comienza por el arrepentimiento y migos (v. 5), como en los Salmos 117 y 123, etc., justificación 'a fe en el Salvador (Marc. 1, 15); la solidez de esa canta su agradecimiento al divino Libertador, que fe apoyada sobre la Palabra divina: la revelación del también lo librará de todas sus iniquidades, como se Salvador prometido y la plena confianza que todos ve en S. 129, 8. Desde mi mocedad: Desde los tiem. los pecadores han de tener en el precio con que han pos patriarcales, cuando Israel aun no era pueblo (cf. Jer. 2, 2) le tocó ya la esclavitud de Egipto. | Cuán- sido rescatados" (Ed. Babuty). tos males no tuvo desde entonces 1 Cf. Salmos 77; 3. Si tú recordaras: Es decir que Él está dispuesto 78; !06; Is. 27, 12 y 15; Jer. 3, 25; Os. 2, 15; 11, a olvidarlos. Así se lo pide David en S. 50, 11 (cf. 1, etc. Ecli. 5, 5 y nota). "¡Ay de la vida del hombre, 2. Mas no concluyeron conmigo: Impresionante aunque parezca digna de alabanza, si Tú, oh Señor, oráculo que señala el milagro del pueblo israelita la examinas con exactitud dejando de lado tu misecomo testigo de Dios a través de toda la historia. ricordia!" (S. Agustín). Cf. S. 142, 2. jQuién que"Por violentos y múltiples que hayan sido los ata- daría en pief "El salmista no se empeña en alarques dirigidos contra Israel, jamás han conseguido dear de falsa humildad presentándose como más malo aniquilarlo" (Fillion). Y nó es sólo una superviven- que otros. Expone simplemente la humana miseria que cia material, pues el hecho de que estemos estudian- Dios bien conoce como propia de todos los hijos de do este Salmo hebreo al cabo de tres mil años mues- Adán y que es lo que le mueve a la misericordia." Cf. tra cómo el espíritu que animó al verdadero Dios a Gen. 8, 21 y nota. Lo mismo hace David en S. 50, 7. través de Israel vive aún no obstante el trágico pa4. A fin de que se te venere: Así también Remréntesis que se abrió para él en Hech. 28, 28 y que bold, Calés, etc. Nácar-Colunga agrega: con temor. se cerrará en Rom. 11, 25. Texto distinto de la Vulgata que dice: "A causa

LOS SALMOS 129 (130), S-8; 130 (131), 1-3; 131 (132), 1-91

^ p e r o en Yahvé, mi alma confía en su palabra. Aguardando está "mi alma al Señor, más que los centinelas el alba. Más que los centinelas con la aurora 'cuenta Israel con Yahvé, porque en Yahvé está la misericordia, y con Él copiosa redención. 8 Y Él mismo redimirá a Israel de todas sus iniquidades.

697 SALMO 130(131) INFANCIA ESPIRITUAL

Cántico gradual. De David. Yahvé, mi corazón (ya) no se engríe ni son altaneros mis ojos. No ando tras de grandezas ni en planes muy difíciles para mí-, 2 lejos de eso, he hecho a mi alma quieta y apaciguada como un niño que se recuesta sobre el pecho de su madre; como ese niño, está mi alma en mí. 3 Oh Israel, espera en Yahvé, desde ahora y para siempre.

de tu Ley espero en Ti." La doctrina del perdón que Dios da al arrepentido (iMarc. 1, 15; Luc. 15, 20; Juan 8, 11) es tan importante en el plan divino, que la vemos ya nítidamente y sin velos, aun en el Antiguo Testamento, no obstante ser éste más formalista frente al Nuevo que es "en espíritu y en verdad" (Juan 4, 23). Apenas David dice: "pequé contra el Señor" le responde el profeta Natán: SALMO 131 (132) "También el Señor te ha perdonado ( I I Rey. 12, 13). De ahí que el santo rey nos enseñe este misLA PROMESA HECHA A DAVID terio del perdón en el Miserere y añada luego que enseñará a los malos estos caminos de misericordia Cántico gradual. que usa Dios, para que los impíos se conviertan a ¿1 (S. 50, 15). Es la misma enseñanza de este v., Acuérdate, Yahvé, en favor de David, donde vemos que lo que nos hace mirar a Dios con veneración es, más que su grandeza o su terrible 2 de toda su solicitud; poder, el conocimiento de su Corazón misericordioso. cómo juró a Yahvé, "Ella significa sin duda que Yahvé perdona fácile hizo al Fuerte de Jacob este voto: mente a fin de favorecer la piedad, una veneración verdaderamente filial y no el despreciable miedo de 1. Plegaria del alma humilde, que descansa tranlos esclavos" (Calés). En igual sentido anota Desy le tributa con esa confianza la gloria noyers: "El alma fiel sabe bien que Yahvé perdona; quila ena Dios su bondad paternal (cf. S- 146, 11). Es mas, lejos de hallar en esa misericordia divina un debida el Salmo de la infancia espiritual, muy propio de motivo para dejarse llevar más libremente al pecado, que figura como autor y que, aunque algunos comprende que si Yahvé la da a conocer es para David, le disputan esta paternidad porque su nombre falta estimular o despertar la piedad sincera. "Así ta-mbién ciertos mss., nos da en su vida y en su • poema admiramos esta pedagogía de Dios en el mismo caso en tantas pruebas de ese espíritu (cf. I Rey. 17, 38-40; de David, pues en el momento de incriminarle su I I Rey. 6, 21 s.; 22, s., etc.). Ya no se engríe: pecado, y aun antes de que él expresase su contri- El ya parece necesario22 para que la humilción, le anuncia nuevos y mayores bienes ( I I Rey. dad no nace con el hombre yacentuar que, como han notado 12, 8). Cf. Os. 11, 8 y nota. muchos expositores, se nos da aquí la voz de la "contra el orgullo personal y contra las 5. En su palabra: Es decir, "en la realización de experiencia nacionales" (Sánchez Ruiz) y se extiende los oráculos que anuncian el advenimiento de una aambiciones todo Israel (v. 3 ) . Vemos así que al renunciar era de justicia y de prosperidad" (Crampón). sabiamente a la presunción por las cosas grandiosas 6. Figura intensamente expresiva para señalar el o difíciles para la propia capacidad, se refiere a ansia de Israel por El que ha de redimirlo de todas todas esas que Salomón llamó "vanidad de vanidasus iniquidades (v. 8). La larga espera siempre es des" y "correr tras el viento" (Ecles. 1, 2 y passim) ansiosa (cf. Dan. 9, 24), y más si es en la triste y no al conocimiento de Dios en el cual David noche. Sólo la mañana trae la alegría (S. 29, 6). sobrepujó a sus maestros (S. 118, 99 s.) Esa saTambién S. Pedro nos da la esperanza como antorcha biduría "en la cual consiste la vida eterna" (Juan en lugar oscuro para aguardar la venida del Lucero 17, 3 y 17) se da precisamente a los pequeños (Luc. (II Pedro 1, 19), y así "la esperanza cristiana se 10, 21), de modo que no hay presunción en ambiconfunde hoy con la esperanza de Israel en un mismo cionarla. Cf. Mat. 5, 8 y nota de S. Agustín. anhelo por ver glorificado al Mesías". "La misericordia del Señor se manifestará en el rescate abun2. Es la paz envidiable del humilde. En la Vuldante de su pueblo, librándolo de todas sus iniqui- gata el sentido es a la. inversa, como una imprecadades, que son la causa de los desastres y humilla- ción: Si en mi orgullo pretendiese que puedo basciones que pidece" (Prado). Como se notará la tarme a mí -mismo y prescindir de Ti, merecería que numeración de los vv. 6 y 7 es algo defectuosa. me abandones como un niño a quien la madre quitase 7 s. Cuenta, etc.: Más expresivo que espera- El el pecho, para que yo vea que sin Ti no soy más que impotencia. sentido es bellísimo: aunque la espera es larga (v. 6) podemos gozar desde ahora "la dichosa esperanza" 3. Es como un eco —quizá continuación— del S. (Tito 2, 13), pues su cumplimiento es más seguro 129, 6. Extiéndense así a todo Israel los sentimienque, en la noche, la venida de un nuevo día. Con tos del salmista, como en los Salmos 101, 105, etc. Él copiosa redención: Una redención gratuita y su1. Los primeros w . de este Salmo, escrito probaperabundante, hecha a costa de la Sangre inocente blemente por Salomón (v. 8-10 y nota), evocan el ¿puede tener otro móvil que un asombroso amor del celo del rey David por la construcción del Templo Padre para nosotros? Amor del que es Santo y Om- (vv. 1-5) y por el traslado del Arca de la Alianza nipotente al que es impuro, culpable, incapaz, no a Jerusalén (vv. 6 ss.), especialmente el voto del puede ser sino un amor esencialmente misericordioso santo monarca, que aquí se nos revela por quien (Mons. Cuerry). Cf. S. 102, 13 s. y nota. Jesús debió conocerlo (vv. 2 ss.), de no descansar hasta llama nuestra redención al día de su segunda venida que se hubiese levantado una habitación para el Se(Luc. 21, 28) porque en él recogeremos plenamente el ñor. Cf. I Par. 21, 24 s.; 29, 2 ss.; I I Rey. 7, 2; fruto de la primera (Rom. 8, 23; Apoc. 22, 12). Re24. 24. En favor de David: de su casa, que Dios dimirá a Israel (v. 8 ) : Cf. S. 101, 16; 118, 81; Is había bendecido para siempre (vv. 11 ss.). Solicitud: 35, 4 5 y notas; Mat. 1, 2 1 ; Luc. 1, 32 y 68; 2, 32 La Vulgada dice: mansedumbre. Así lo cita p. ej. y notas. el Introito de la misa propia de S. Vicente de Paul.

LOS

698 3

SALMOS

131 (132), 3-18; 132 (133),

1-2

14

"Éste es mi reposo para siempre; "No entraré yo a morar en mi casa, ni subiré al estrado de mi lecho; aquí habitaré porque la he elegido. 15 4 Colmaré su mesa de bendiciones, no concederé sueño a mis ojos ni descanso a mis párpados, saciaré de pan a sus pobres. 5 16 hasta que halle un sitio para Yahvé, A sus sacerdotes los vestiré de salud, una morada para el Fuerte de Jacob." y sus santos rebosarán de exultación. "Allí haré reflorecer el cuerno de David, 6 He aquí que le oimos mencionar en Efrata, allí preparo una lámpara para mi ungido. 18 encontrárnosle en los campos de Yáar. A sus enemigos vestiré de confusión; 'Entrábamos en la morada, mas sobre él refulgirá mi diadema." para postrarnos ante el escabel de sus pies. 8 SALMO 132 (133) Oh Yahvé, sube a tu mansión estable, Tú y el Arca de tu majestad. E L REBAÑO REUNIDO 'Revístanse de justicia tus sacerdotes Cántico gradual. De David. y tus santos rebosen de exultación. 10 Por amor de David tu siervo ¡Mirad cuan bueno es y cuan deleitoso no rechaces el rostro de tu ungido. para los hermanos el estar reunidos! 2 n Es como el precioso ungüento Yahvé juró a David una firme promesa que no retractará: Para siempre: Cf. S. 113 b, 16; 138, 8 y no"Vastago de tu raza pondré sobre tu trono. tas.14. Según el Apocalipsis de S. Juan, la Jerusalén 12 Si tus hijos guardaren mi alianza, celestial, sede de Dios y del Cordero (Apoc, 21, 2 ss.; 22, 3), descenderá a la tierra (21, 2) y no se y los mandamientos que Yo les enseñare, alejará más, sino que Dios habitará en ella con los también los hijos de ellos hombres (21, 3). Por tanto, si bien todo el universo se sentarán sobre tu trono perpetuamente," es herencia de Cristo (Hebr. 1, 2) y con Él de los justos (Rom. 8, 17; Mat. 25, 34; S. 36, 9; Dan. "Porque Yahvé escogió a Sión; 7, 27), podemos pensar en una misión especial de la tierra, que antes será renovada, según II Pedro la ha querido para morada suya:

3, 13 (cf. Is. 65, 17; Apoc. 21, 1). Aunque pequeñísima entre los planetas, como Belén entre las ciudades de Israel (iMiq. 5, 2), fué elegida y regada por la Sangre del Cordero divino. Véase también Is. 9, 7; 60, 21; Jer. 31, 39 s.; Joel 3, 20; Luc. I, 32 s., etc. 15. S» mesa: "Sus víveres en Sión, es decir, los recursos, los alimentos de que hay que disponer con abundancia para una ciudad inmensa... y aun los pobres, dice el v. siguiente, serán saciados" (Desnoyers). Cf. S. 64, 11 ss.; 71, 16 s.; 110, 5 y notas. 16. Cf. v. 9 y nota. Es decir, se cumplirá el ruego de II Par. 6, 41. Cf. v. 8; S. 149, 4 s. 17. "Allí es donde el Mesías —que es llamado «Vastago» (Tsémah) en Jer. 23, 5; 33, 15, y en Zac. 3, 8; 6, 12— florecerá para David: será un cuerno, símbolo de poder y de victoria, es decir, un rey vencedor (cf. Dan. 7, 8, 24; 8, 5)" (Calés). La lámpara es símbolo de la permanencia y significa descendencia, posteridad (II Rey. 21, 17; III Rey. 11, 36; 15, 4; IV Rey. 8, 19). De ahí su trascendencia 8 ss. Son palabras de Salomón en la dedicación mesiánica en este pasaje. del Templo (II Par. 6, 41 ss.). El salmista las 1. En este misterioso Salmo celebra David el amor pronuncia aquí en sentido profético según se ve en fraterno de todo el pueblo teocrático, Israel y Judá vv. 11 ss. El v. 9 figura en las oraciones de pre- reunidos bajo su cetro como "carne de su carne" paración a !a Misa. Véase en I Par. 23-26 cuánto hizo (II Rey. 5, 1 s.). Algunos modernos dudan que David por la santidad de los ministros de Dios. En el sea de David porque su nombre falta en el Targum sentido profético cf. v. 16; Is. 11, 5; Apoc. 19, 8. arameo (así se llama la antigua Paráfrasis caldaica) 10. Ungido: El rey Salomón, sucesor de David y en algún códice de los LXX, por lo que lo refieren (cf. II Par. 6, 42) y, como tal, figura de Jesús, simplemente, como p. ej. Bover-Cantera, a la reunión Vastago, como Hombre, de la estirpe de David (Jer. de los peregrinos en Jerusalén. De todos modos simboliza la universalidad de los tiempos mesiánicos, 23, 5 ss.; 33, 15 ss.). 11. Yahvé juró a David (cf. v. 22 ss.) : "El jura- abarcando en su plenitud la unión de judíos y genmento de Yahvé es la promesa dada •mediante el tiles (Ef. 2, 12-22; Rom. 11, 25 ss.; Juan 10, 16; profeta Natán en II Rey. 7, 26-27" (Callan). En II, 52; S. 101, 17) bajo el reinado de Jesucristo Luc. 1, 32 el ángel Gabriel hace referencia a esta Sacerdote y Rey (S. 109, 3 ss.). promesa que a David le fué hecha sin condición 2. A la unción real de David se une aquí la unalguna, a diferencia de la contenida en el v. 12. ción sacerdotal de AarSn (Ex. 30, 23-33), ya revesCf. S. 88, 36 s.; Is. 9, 7; 22, 22; Dan. 7, 14 y 27; tido de los ornamentos (Lev. 8, 7, 10 y 12), cayendo Miq. 4. 7, etc. el ungüento a través del Efod que llevaba el nombre 12. Cf. II Rey. 7, 12 ss. Es la promesa condicional de las doce tribus (Ex. 28, 7-12) hasta la orla aña hecha a Salomón (III Rey. 9, 4 ss.; S. 88, 28 ss.). dida o sea los gentiles (cf. Ez. 47, 23 y nota). Así "Si los descendientes de ambos permanecen fieles a como la gracia desciende de la cabeza que es Jesucristo, la Ley su dinastía durará indefinidamente" (Calés). quien la recibió sin medida (Juan 3, 34), a los miem13. Cf. S. 86, 1 y nota. Por ella despreció los bros. nosotros, que la recibimos todos de la plenitud de altos montes (S. 67, 16 y nota), por ella dejó a Él (Juan 1, 16), así también en Él se reunirán todas las cosas del cielo y de la tierra (Ef. 1, 10 y tinta). Kfraím (S. 77, 67 ss.; 86, 2). 6 s. Le oimos: En hebreo no resulta claro a qué o a quién se refiere esto, discutiéndose si es al Arca (v. 8), al juramento de David (vi. 2-5), que no consta en los Libros históricos, o al mismo Dios. Por eso hemos vertido en forma que deja libertad de interpretación, pensando empero que el contexto favorece la última mencionada, pues que se trata de una habitación para el Señor. Así resulta del texto hebreo que conoció S. Jerónimo. Efrata: No parece significar aquí Belén, como en Gen. 33, 19; Rut 4, 11; Miq. 5, 2, sino el país de Efraim, en donde primeramente estuvo el Arca (en Silo). Campos de Yáar (Vulg.: Campos de la selva): Probablemente Kiryat Yearim o Cariatyearim (ciudad de los bosques), donde estuvo el Arca durante veinte años en la casa de Abinadab (I Rey. 7, 1-2; II Rey. 6, 2). Según algunos hablarían aquí los judíos sobrevivientes del tiempo de David que de Belén iban a Cariatyearim para adorar a Dios (v. 7) allí donde el Arca —llamada escabel de sus pies (S. 98, 5 y nota) — estaba en abandono hasta que fué llevada a Sión.

¡JOS SALMOS 132 (133), 2-3; 133 (134), 1-3; 134 (135), l-l sobre la cabeza, que desciende a la barba, la barba de Aarón, y que baja hasta la orla de su vestido. 3 Es como el rocío del H e r m ó n , que desciende sobre el monte Sión. Porque allí Yahvé derrama bendición, vida para siempre. S A L M O 133 (134) ALABANZA PERPETUA l

Cánttco

graduak

Ea, bendecid a Yahvé, todos los siervos de Yahvé, los que estáis en la casa de Yahvé, -en-las horas de la noche. 2 Alzad vuestras manos hacia el Santuario, y bendecid a Yahvé. 3 Desde Sión bendígate Yahvé, el que hizo el cielo y la tierra. S A L M O 134 (135) ALABANZA DE ISRAEL A SU Dios i¡HalIelú Yah! Alabad el N o m b r e de Yahvé; alabadle vosotros, ciervos de Yahvé, 2 los que estáis en la casa de Yahvé, en los atrios del T e m p l o de nuestro Dios. 3. Figura semejante a la anterior. "No se quiere decir que sea el rocío que viene del Hermón el que baja sobre el monte Sión" (Prado). Sería tal vez una metáfora que significa abundancia. Sin embargo, como lo han atestiguado varios estudiosos, no obstante la gran distancia (180 kms.) se ha comprobado que el rocío del Hermón, sumamente abundante y precioso en esas tierras faltas de lluvia (cf. S. 125, 4; 142, 6 y notas), al descender de aquella altura refresca a Jerusalén y sus colinas. Algunos críticos modernos proponen leer, en vez de Sión, Iyón, antigua ciudad del Norte ( I I I Rey. 15, 20; IV Rey. 15, 29). Pero ¿sabemos si no se alteraría con ello algún sentido recóndito que Dios pueda mostrar un día en este Salmo? Cf._ nota anterior. Sobre las bendiciones en Sión para siempre, cf. S. 67, 16 ss.; 86, 2 s., etc. A la luz de estas profecías mesiánicas, dice Calés, los peregrinos entreveían los beneficios inmensos misteriosamente preparados para el Israel *de la nueva Alianza. 1. Salmo litúrgico, último de los quince graduales. Parece destinado al relevo de los levitas en el Templo al atardecer. Según otros es un diálogo cantado entre los levitas y el pueblo. Éste, quizás al despedirse para retornar de la peregrinación, exhorta a los levitas a alabar al Señor y ellos responden bendiciendo al pueblo. Hoy se le recita en Completas. 1 ss. Empieza la parte más litúrgica del Salterio, destinada sobre todo a la alabanza. Como el Salmo anterior, este himno invita a los sacerdotes y levitas a alabar a Yahvé ante todo por ser Él quien es, por su bondad y suavidad, y su superioridad infinita y exclusiva sobre todos los seres (cf. Rom. 16, 27 y nota), no obstante lo cual se dignó elegir al pueblo como un bien preciado (cf. Juan 10, 29 y nota); luego por las obras prodigiosas de su mano creadora, Y en fin por las maravillas que hizo en favor de su pueblo escogido, cuyos intereses no vacila en sobreponer a los de las naciones (v. 6 y nm;i>. Cf- S- 104, 44, etc.

699 3

Alabad a Yah porque es u n Señor b u e n o ; cantad salmos a su N o m b r e , porque es suave. 4 Porque Yah se eligió a Jacob, a Israel como su bien propio. 5

Porque y o sé esto: que Yahvé es grande, y que nuestro Señor es más que todas las divinidades. ^ o d o cuanto Yahvé quiere lo hace en el cielo y en la tierra, en el mar y en todos los abismos. 7 É1 trae las nubes desde el extremo de la tierra, hace la lluvia con los relámpagos, saca los vientos de sus depósitos. 8

É1 hirió a los primogénitos de Egipto, desde el hombre hasta el ganado. Envió signos y prodigios a ti, oh Egipto. contra Faraón y contra todos sus vasallos. 10 Hirió a muchas naciones, y mató a reyes poderosos: n a Sehón, rey de los amorreos; y a Og, r e y de Basan, y a todos los reyes de Canaán. 12 Y dio en herencia la tierra de ellos, en herencia a Israel, su pueblo. 13 Yahvé es tu N o m b r e para siempre; Yahvé, tu memorial de generación en generación; 14 pues Yahvé protege a su pueblo y tiene compasión de sus siervos. 9

6. Hace las. cosas que quiere, no sólo con omnipotencia sobre la naturaleza (vv. 6-7), sino también con absoluta libertad moral, concediendo al pueblo amado los privilegios (vv. 4, 12, 14, 19 ss.) y destruyendo a otros en favor de aquél (vv. 8 ss.), sin que nadie pueda pretender juzgarlo ni someterlo a ley alguna, puesto que el divino beneplácito es, en sí mismo, el supremo fundamento de toda moral (cf. S. 147, 9; Mat. 19, 16 ss. y notas). 7. Es decir, como una ostentación de su omnipotencia (v. 6), parece que Él con el fuego hiciese agua, pues saca la lluvia de los relámpagos. Sus depósitos: Cf. Job 38, 22. La mitología griega tenía un concepto bastante parecido sobre el misterio de la formación de los vientos (cf. Virgilio, La Eneida 1, 55-67). 8. Cf. Ex. 12, 29. 9. Cf. Ex. caps. 7 y 8; 9, 15; 16, 11. 10. Cf. Deut. 4, 38; 7, 1; H , 2 3 ; Jos. 24, 8 ss. 11. Los reyes Sehón v Oa fueron vencidos por los israelitas bajo Moisés (Núm. 21, 20-34; Deut. 2, 30). 13 s. Como observa Fillion, es esto un eco de Ex3, 14-15, donde Dios se revela con el nombre de Yahvé (El que es, el Eterno) y anuncia que con ese nombre se hará memoria de Él en todas las generaciones (cf. allí nuestra nota). Según esto, también ahora honra a Dios ese sagrado Nombre revelado como propio de Él y por eso aun lo usamos para alabarlo en los Salmos. Yahvé es Aquel a quien Jesús llama a un tiempo Padre suyo y Dios de Israel (Juan 8» 54), titulándolo Padre Santo (Juan 17, '6 y 11) y revelándonos que es Padre suyo y nuestro y Dios suyo y nuestro (Juan 20, 17) y que su Nombre debe ser tratado santamente (Luc. 11, 2) porque es un Nombre Santo (Luc. 1, 49). Tiene compasión (v. 14): Otras versiones leen tendrá, abarcando así las promesas futuras.

LOS SALMOS 134 (139), 13-21; 133 (136), 1-26; 136 (137), 1

700 15

Los ídolos de los gentiles son plata y oro, hechuras de manos de hombre: '•tienen boca y no hablan; tienen cios y no ven; "tienen orejas y no oyen, y no hay aliento en su boca. "Semejantes a ellos son quienes los hacen, quienquiera confía en ellos. 19

Casa de Israel, bendecid a Yahvé; casa de Aarón, bendecid a Yahvé. '•'Casa de Leví, bendecid a Yahvé, los que adoráis a Yahvé, bendecid a Yahvé. 21 Bendito sea Yahvé desde Sión, el que mora en Jerusalén. SALMO 135 (1J6) LETANÍA DE LA MISERICORDIA 1

¡Hallelú Yah! Alabad a Yahvé porque es bueno, porque su misericordia es para siempre. 2 Alabad al Dios de los dioses, porque su misericordia es para siempre. 'Alabad al Señor de los señores, porque su misericordia es para siempre. «Ai que, solo, obra grandes maravillas, porque su misericordia es para siempre. •Al que creó los cielos con sabiduría, porque su misericordia es para siempre. 6 A1 que afirmó la tierra sobre las aguas, porque su misericordia es para siempre. 7 A1 que hizo los grandes luminares, porque su misericordia es para siempre; 8 el sol para presidir el día, porque su misericordia es para siempre; 15 ss. Como en S. 113 b, 4-8, insiste contra esas hechuras que en nada pueden asemejarse a lo divino (Hech. 17, 29) y cuyo culto idolátrico se prohibe a Israel desde el primer mandamiento del Decálogo (Ex. 20, 4), dando como razón que Dios tiene celos de ellas (Deut. 4, 15-24). Cf. S. 148, 13. 18. "Su nada es el símbolo del fin que tendrán sus autores y sus adoradores" (Calés). Cf. I Cor. 3, 15. 19 s. Como obseTva Páramo, esta invitación abarca también a los prosélitos: los que adoráis a Yahvé Se nota así el contraste con los que dan culto a los ídolo» (vv. 15 y 18). 21. Desde Sión: "El culto de Jehovah, con Jerusalén por punto de partida y por centro, irá ganando paso a paso al universo todo entero" (Fillion). Cf. S. 64, 2; 131, 13 ». y notas. 1. Como en el Salmo anterior, el salmista canta aquí las maravillas de Dios, tanto la» X)ue se manifiestan en las cosa» creadas, como las que se desprenden de la historia de Israel (cf. Salmos 102 106). Porque es bueno: "«Hésed» (bondad), de parte de Dios, es la bondad gratuita, condescendiente, misericordiosa, paternal" (Calés). El pueblo responde a cada alabanza con el estribillo: "Porque su misericordia es para siempre", que es el elogio más repetido en toda la Escritura, por donde vemos que ninguna otra alabanza es más grata a Dios que ésta que se refiere a su corazón de' Padre (S. 102, 13; 129, 7 y nota). Por comenzar el ritornelo con la palabra "Hallel", este Salmo, que parece emparentado con el anterior, recibió entre los judíos el nombre de "El gran Hallel", es decir, el gran himno de alabanza, que, quizá para el uso litúrgico, adquirió forma de letanía. De él parecen haberse tomado algunos de los "improperios" del Viernes Santo. Cf. S. 49, 14; 91, 2; 113 b, 2 y nota».

9

la luna y las estrellas para presidir la noche, porque su misericordia es para siempre.

10

A1 que hirió a los egipcios en sus primogénitos, porque su misericordia es para siempre, n y sacó a Israel de en medio de ellos, porque su misericordia es para siempre; 12 con mano fuerte y brazo extendido, porque su misericordia es para siempre. 13 A1 que partió en dos el Mar Rojo, porque su misericordia es para siempre; 14 y llevó a Israel a cruzarlo en el medio, porque su misericordia es para siempre; "y precipitó a Faraón y su ejército en el Mar Rojo, porque su misericordia es para siempre. 16

A1 que guió a su pueblo por el desierto, porque su misericordia es para siempre. "Al que destrozó a grandes reyes, porque su misericordia es para siempre; 18 y mató a reyes poderosos, porque su misericordia es para siempre; 19 a Sehón, rey de los amorreos, porque su misericordia es para siempre; ^y a Og, rey de Basan, porque su misericordia es para siempre; 21 y dio en herencia su tierra, porque su misericordia es para siempre; ^ n herencia a Israel, su siervo, porque su misericordia es para siempre. M

A1 que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque su misericordia es para siempre; 24 y nos libró de nuestros enemigos, porque su misericordia es para siempre. 29 A1 que alimenta a toda carne, porque su misericordia es para siempre. 26 Alabad al Dios del cielo, porque su misericordia es para siempre. SALMO 136(137) IMPRECACIÓN CONTRA BABILONIA

'Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y llorábamos, acordándonos de Sión. 9. Termina con este v. el primer motivo de alabar a Dios: las maravillas de la creación (vv. 4 9). El segundo motivo lo constituyen los prodigios que Dio» hizo al libertar a su pueblo y al instalarlo en la tierra prometida (vv. 10-25). 21 ss. En esta restauración ven algunos el regreso de Babilonia. Otros le atribuyen mayor alcance, viendo en el Salmo una síntesis completa de la historia de Israel. Cf. S. 84, 1 y nota. 1. En la Vulgata y en los I.XX lleva lo» nombre» de David (¿como autor?) y Jeremía» (¿como intérprete?). Ál final da como futura la caída de Babilonia (v. 8 ».), por lo cual no puede atribuírselo a lo» levitas vueltos del cautiverio, pues el rejreso ocurrió después de caída aquélla en manos de Ciro que dio libertad a los cautivos del pueblo judio (Esdr. 1, 1 s. y notas), siendo de observar que, según los más modernos estudios, aquella caida no tuvo los caracteres trágicos que anunciaban los profetas, por lo cual esos anuncios deben tener otra

LOS SALMOS 136 (137), 2-9; 137 (138), 1-2 2

En los sauces de aquella tierra colgábamos nuestras cítaras; 'porque allí nuestros raptores nos pedían cánticos, y nuestros atormentadores alegría: "Cantadnos de los cantares de Sión." 4

¿Cómo cantar un cántico de Yahvé en tierra extraña? 'Si yo te olvido, oh Jerusalén, olvídese de sí mi diestra. 6 Péguese mi lengua a mi paladar, si no me acordare _de ti; si no pusiese a Jerusalén por encima de toda alegría. 'Acuérdate, Yahvé, contra los hijos de Edom, perspectiva (cf. Apoc. 18, 1 ss. y notas). Es este Salmo una de las más hermosas poesías de todos los tiempos. Los expositores señalan "las singulares bellezas de estos versos, la sencillez del pensamiento, la naturalidad del desarrollo, la precisión de los contornos, el colorido, la sobriedad clásica de sus ( imágenes y, sobre todo, la solemne y nativa tristeza que exhala toda la oda, desde la primera hasta la última palabra" (iManresa), cosas tanto más admirables en un Salmo profético. Porque no se refiere sólo a un episodio pasado, sino que tiene un sentido escatológico que aumenta su interés para la Iglesia (véase nota de S. Agustín al v. 8). "Como los profetas hacen depender la libertad de los judíos de la caída de Babilonia, así en el Nuevo Testamento la nueva Jerusalén no baja del cielo con todo el esplendor y la belleza de Esposa del Cordero sino después que se anuncia la caída de la gran Babilonia (Apoc. 18, 2; 19, 7; 21, 2)" (Ed. Babuty). "Lo que asi se pide, dice Fillion, es la ruina del imperio del mal." Los ríos de Babilonia: Eufrates, Tigris y numerosos canales derivados de ellos como el célebre rio Cobar de Ez. 1. 3 s. Los enemigos quieren oír los himnos de júbilo del Templo, lo que no se compagina con la honda melancolía que apesadumbra a los cautivos ni con la santidad de los himnos litúrgicos. Ciertamente que esta peregrinación de los judíos cautivos en Babilonia, y que dura aún entre las naciones como se lo anunció Jesús (Luc. 21, 24), se parece mucho a la vida del cristiano en el mundo (cf. Gal. I, 4 y nota), que lo odia y trata de seducirlo en toda forma para apartarlo de su gran esperanza que es el mismo Jesús. Cf. Juan 7, 7; 8, 23; 15, 18; 16, 20; 17, 9-15; Rom. 12, 12; 15, 13; I Cor. 9, 10; Gal. 6, 14; Col. 1, 5; I Tim. 1, 1; 6, 7; Hebr. 10. 23; 11, 38; Sant. 4, 4; I Juan 2, 15-17; 3, 13; 5, 19. 5. Olvídese'de si: Literalmente: olvide (sin com plemento) o, seTÚn otros sea olvidada. El sentido parece ser que se atrofie o paralice, como si estuviese olvidada de sí misma, lo cual coincide con el v. -6. 7. Los hijos de Edom, enemigos hereditarios de Israel, aunque unidos a él por la sangre, ayudaron a los babilonios en la destrucción de la ciudad santa y los profetas se lo recuerdan muchas veces' y les anuncian la pena del talión (Is. 34, 5 ss.; Jer. 49, 7 ss.; Lam. 4, 21 s.; Ez. 25, 12 ss.; 30, 2 ss.; 35, 1-15; Am. 1, 11; 4, 11; Joel 3, 19; Abd. 8 ss.); por eso el salmista clama venganza contra unos y otros con un acento que recuerda las terribles imprecaciones del S. 108 y que se entenderá mejor en su carácter sobrenatural y profético si se tiene en cuenta que, como dice Calés, "Jerusalén y la Palestina no eran una patria como cualquier otra: eran la Ciudad y la Tierra Santa... En lo porvenir Sión sería el lugar del futuro reino mesiánico, el centro de la justicia, de la paz, de la santidad, de la salvación. Todas las naciones del universo ven drían allí en peregrinación a buscar la palabra y la ley de Dios (cf. Is. 2, 2 ss.; Miq. 4, 1 ss.)".

701 del día de Jerusalén. Ellos decían: "¡Arrasad, arrasadla hasta los cimientos!" 8 Hija de Babilonia, la devastada: dichoso aquel que ha de pagarte el precio de lo que nos hiciste. 9 ¡Dichoso el que tomará tus pequeñuelos y los estrellará contra la pena! SALMO 137 (138) LA ALABANZA DE LOS REYES

»De David. Quiero celebrarte, Yahvé, con todo mi corazón, porque oíste las palabras quiero cantarte delante de 2 Me postraré ante tu santo y alabaré tu Nombre por tu misericordia y tu

de mi boca; los reyes. Templo, fidelidad;

8. La devastada: Así el hebreo. Los LXX y la Vulgata dicen: la miserable. El sentido es futuro, como se ve por lo que sigue, y así Teodoción lee: a que serás devastada. El nuevo Salterio Romano vierte: la devastadora; Bover-Cantera: Hija vandálica de Babilonia; lecciones menos conformes al contexto y que quitan fuerza a la expresión; porque Dios quiere exterminar toda la raza de Babilonia; en sentido espiritual, todos los enemigos del reino de Dios. Añade el Doctor de Hipona: "Arrojad sobre la piedra a esos hijos de Babilonia, la maldita. Llegará el fin del cautiverio y vendrá la dicha; será condenado el supremo enemigo y triunfaremos con el Rey que no muere." Alude a la gran Babilonia del Apocalipsis (caps. 17 y 18), capital de la impiedad y de la apostasía. que tiene un notable paralelismo con la- mencionada en los profetas. Cf. Apoc. 17, vv. 1, 2 y 6 con Jer. 51, vv. 13 y 17 e Is. 21, 4; Apoc. 18, vv. 2, 4. 6, 7, 20, 21 y 23 con Jer. 51, w . 8, 6 y 45; 50, 29; Is. 47, 8; Jer. 51, 48 y 62 s. Cf. también- Is. caps. 13-14. 1. En este Salmo —que lleva el nombre de David como todos los que siguen hasta el S. 144— el Rey Profeta bendice al Señor porque ha visto escuchada su oración, quizá cuando todo Israel estuvo reunido bajo su cetro (II Rey. 7, 1 ss.; S. 132 y notas). Luego (v. 4), con acento profético, anuncia la alabanza de Yahvé por todos los reyes de la tierra, que un día oirán su Palabra. Porque oiste, etc.: Algunos consideran añadido aquí este estiquio. cuyo concepto expresan ampliamente los w . 2 y 3. Reyes: Así vierte la Peschitto. La lección hebrea dice: los Elohim, o sea los dioses como en S. 81, 6. Cf. v. 4, que también se refiere a los reyes. El Salterio Romano traduce: ángeles, lo mismo que la Vulgata, Bover-Cantera y Nácar-Colunga. 2. Tu santo Templo: Otros: tu sagrado palacio: En tiempo de David no ex istia el Templo de Salomón. ¿Alude al Tabernáculo de Moisés? Otros suponen que fuese el Santuario celestial. Cf. S. 5, 8; 50, 1; Ez. 40, 5 y notas. Misericordia y fidelidad (a sus promesas): los dos atributos por excelencia que hemos visto exaltados tantas veces en el Padre celestial (S. 24, 10; 35, 5; 39, 12; 84, 11; 88, 25; 95, 5 y notas). El hebreo las elogia esta vez de un modo extraordinario en lo que sigue de este v. que un autor explica diciendo: "Te has mostrado aun más grande que en todos los otros actos por los cuales has glorificado tu nombre." Y añade: "Está claro que esta promesa es idéntica al célebre oráculo de II Rey. 7, que había predicho a David la perpetuidad de su estirpe y de su reino, gracias al Mesías. Este pasaje es, pues, mesiánico en el texto primitivo." Sobre todas las cosas, o "sobre toda fama" (Prado).

LOS SALMOS 137 (138), 2-8; 138 (139), 1-11

702

porque has engrandecido tu Palabra sobre todas las cosas. E1 día en que (te) invoqué Tú me oíste y multiplicaste la fuerza en mi alma.

3

4

Te alabarán, Yahvé, todos los reyes de la tierra cuando hayan oído los oráculos de tu boca; 5y cantarán los caminos de Yahvé: "Grande es ciertamente la gloria de Yahvé. *Sí, Yahvé, siendo excelso, pone los ojos en el humÚde y mira como lejos -de sí al soberbio."

2

Sabes cuando me siento y cuando me levanto; de lejos disciernes mis pensamientos. 3 Si ando y si descanso Tú lo percibes, y todos mis caminos te son familiares. 4 No está todavía en mi lengua la palabra, y Tú, Yahvé, ya la sabes toda. s

Tú me rodeas por detrás y por delante, y pones tu mano sobre mí. Maravillosa sobremanera es para mí tal ciencia, demasiado sublime, superior a mi alcance.

6

7

Cuando camino en medio de la tribulación, Tú conservas mi vida; '¿Adonde iré que me sustraiga a tu espíritu. tiendes íu mano adonde huiré de tu rostro? 8 contra la ira de mis enemigos, Si subiere al cielo, allí estás Tú; y tu diestra me salva. si bajare al abismo, Tú estás presente. 8 Yahvé acabará para mí lo que ha comenzado. 'Si tomare las alas de la aurora, Yahvé, tu misericordia y me posare en el extremo del mar, permanece eternamente; también allí me conducirá tu mano, no abandones la obra de tus manos. y me tendrá asido tu diestra. u

SALMO 138 (139) HIMNO A LA OMNISCIENCIA DIVINA 1

Al maestro de coro. Salmo de David. Yahvé, Tú me penetras y me conoces.

3. Texto inseguro. Fuerza está en el sentido de audacia. Según algunos el sentido sería: sobrepujaste cuanto yo podía desear. S. Pablo expresa este concepto diciéndonos que el Padre es poderoso para hacer infinitamente más de todo cuanto podemos pedir, y aun pensar (Ef. 3, 20). Con igual espíritu exclama Teresa de Ivisieux: "Oh Dios mío, has excedido mi esperanza." 4. "Un día los reyes de las naciones se convertirán al verdadero Dios al ver qué promesas había hecho Él a Israel por sus profetas y cómo las ha realizado -maravillosamente. Ellos cantarán su gloria, su condescendencia con los pequeños (con su pequeño pueblo de Israel en particular) y su juicio severo sobre los orgullosos (los grandes imperios, inflados por sus victorias, por sus riquezas y por su poder)" (Calés). Cf. S. 21, 28 ss.; 101, 17 y nota; Is. 2, 3, etc. 5 s. Grande, etc.: Tal es el himno que cantarán los reyes, mostrándonos una vez más que la gloria de Dios consiste en la ostentación de esa misericordia y fidelidad. Mira como lejos de si (v. 6 ) : Esta doctrina de la exaltación del humilde y humillación del soberbio es esencial en ambos Testamentos. En ella se encuentra toda la sustancia del Magníficat. Al soberbio que cree poder prescindir de Dios Él lo deja al antojo de sus manos, que no tardan en mostrarle su impotencia y miseria (S. 80, 13; Denz. 193 y 195). 8. La obra de tus manos: "No mires, comenta S. Agustín, mi obra sino tu o b r a . . . porque si algo bueno hay en mí. de Tí viene y por tanto es tuyo más que mío." Cf. Prov. 2, 8; 12 y 24; Is. 26, 12; Filip. 2, 13; Ef. 2, 14; I I Cor. 9, 8; Col. 1, 29; I I Tes. 1, 11; 2, 17; 3, 5; Rom. 5, 5; Hech. 15, 12; I Tes. 2, 13; 5, 23 s.; Hebr. 13, 21, etc. 1 ss. Por la belleza de la forma y la nobleza de los afectos, este Salmo es admirado por algunos como el primero del Salterio. Tú me penetras y me conoces: Si miramos a Dios como juez, no puede sorprendernos que nos penetre y conozca mejor que nosotros mismos. Pero si recordamos que es Padre, todo este Salmo nos sumerge en un abismo de suavidad, de gratitud, de alabanza como las que expresó

Si dijera: "Al menos las tinieblas me esconderán", y a modo de luz' me envolviese la noche.

María Santísima al ver que el Omnipotente había pensado en su nada y hacía en ella grandezas (I.uc. 1, 46 ss.). Y esto, para los que con fe viva somos miembros de Cristo, no es cosa de ayer sino que "Él mismo (Padre) nos escogió antes de la creación del mundo" (Ef. 1, 4 ss. y notas). ;Qué dignación la de un Dios que desciende hasta fijarse en nosotros! (S. 137, 6). ¡'Qué motivo de confianza el saber que Él me conoce tan bien 1 ¡Y aun sé que el Esposo está todo vuelto hacia mí, corno si no tuviera otro pensamiento (Cant. 7, 10), y que el Padre tiene contado hasta el último de mis cabellos, como no lo haría la madre más amorosa I (I,uc. 12, 7; Is. 66, 12). 4. Tú ya la sabes toda: Y aunque ni siquiera sabemos orar, dice S. Pablo, el Espíritu Santo lo hace por nosotros con gemidos inefables (Rom. 8, 26; cf. oración del dom. 11 de Pent.). 6. Superior a mi alcance: S. Juan de la Cruz ha hecho a este respecto una observación muy útil, diciendo que al ejercitar y aprovechar el conocimiento de Dios que vamos adquiriendo, sea cual fuere su grado, hemos de hacerlo teniendo siempre en cuenta el margen de lo que ignoramos, el cual es ilimitado, es decir, necesariamente mayor y superior a lo que sabemos. Esto nos hará apreciar más cada nueva noción sobre Dios que descubrimos en las Escrituras, pues la miraremos con la suma admiración del que sabe que se quedará corto y con el sumo encanto que siempre nos produce el misterio (cf. S. 91, 6; Ecli. 24, 29 y 38 y notas). Entonces buscamos ser espirituales para comprender mejor, sabiendo que ai* da significa para eso la inteligencia del que S. PaM» llama "hombre psíquico" ( I Cor. 2, 10 y 14; cf. I,uc. 10, 21). 7 Su amor me persigue incansablemente, implacablemente, "como un lebrel del cielo" (F. Thompson). 8. Al cielo: Cf. S. 113 b, 16; 131, 14 y notas; I I Par. 6, 30; Is. 63, 15; Jer. 23, 24; Am. 9, 2; Hech. 17, 27; I Tim. 6, 16. 9. Las alas de la aurora: Es decir, para volar con la velocidad de la luz: exquisita figura que denota la omnisciencia y omnipresencia de Dios. 11 s. Aunque la noche sea la luz que me rodea, siempre me hallará mi Padre, porque Él es luz sin sombra (I Juan 1, 5) y las tinieblas mías no pueden sofocarla (Juan 1, 5; I I Pedro 1, 19). Tal parece ser el sentido más claro de este texto (cf. Vaccari, Wutz).

LOS SALMOS 138 (139), 12-24; 139 (140), 1

703 21

12

¿Acaso no debo odiar, Yahvé, a los que te odian, y aborrecer a los que contra Ti se enaltecen? ^Los odio con odio total; se han hecho mis propios enemigos.

las mismas tinieblas no serían oscuras para Ti, y la noche resplandecería como el día, la oscuridad como la luz.

13

Tú formaste mis entrañas; me tejiste en el seno de mi madre. Te alabo porque te has mostrado maravilloso, >orque tus obras son admirables; Íargamente conoces mi alma, 15 y mi cuerpo no se te ocultaba, aunque lo plasmabas en la oscuridad, tejiéndolo bajo la tierra.

23

Escudríñame, oh Dios, y explora mi corazón, examíname y observa mi intimidad; mira si ando por el falso camino, y condúceme por la senda antigua.

14

I6

24

SALMO 139(140) ORACIÓN CONTRA LOS LAZOS DE LA PERFIDIA l

Al maestro de coro. Salmo de David.

Tus ojos veían ya mis actos, y todos están escritos en tu libro; los días (míos) estaban determinados antes de que ninguno de ellos fuese.

17

Oh Dios ¡cuan difíciles de comprender tus designios! ¡Cuan ingente es su número! 18 Si quisiera contarlos, son más que las arenas; si llegara al fin, mi duración sería como la tuya. 19

Oh, si quitaras la vida, oh Dios, al impío, y se apartasen de mí los hombres perversos! ^Porque con disimulo se rebelan contra Ti; siendo tus enemigos, asumen tu Nombre en vano. 13 ss. El hebreo dice literalmente: Tú asentaste mis ríñones, significando todo el interior del hombre, aun los pensamientos y la mente. Aplicado al Verbo encarnado tiene esto un sentido de incomparable sublimidad. Pero notemos que el Padre no obró así sólo con Jesús, sino también con cada uno de nosotros, pues que el mismo Jesús nos dice que el Padre nos ama como a Él (Juan 17, 23 y 26; 16, 27). El texto de todo este pasaje es discutido y algunos alteran el orden de los hemistiquios y aun de los vv. Hemos procurado evitarlo y aclarar el sentido según lo que aquí observa S. Agustín: "Más vale que los gramáticos nos hagan algún reproche y no que seamos ininteligibles para el pueblo." Cf. Wutz, Calés, Nácar-Col unga. 16. Dulce es para el creyente saber que su Padre celestial conoce de antemano sus actos y sus días, sí piensa que £1 lo cuida como a la niña de sus ojos (S. 22, 1 ss.; 55, 9; 122, 1 s.; 1*30, 1 s.) y que nada puede sucederle que no sea para su bien (Rom. 8, 28). 17. Cf. S. 91, 6. Este v. según la Vulgata forma el Introito de la misa de los Apóstoles y dice: "Cuan honrados, oh Dios, son a mis ojos tus amigos. Su imperio ha llegado a ser sumamente poderoso." Cf. Cat. Rom. 1, 13, 11. 18. Mi duración seria como la tuya: Así también Páramo, lo cual da un sentido claro. Otros vierten: aun estoy contigo. La Vulgata dice: "Me levanté y me hallo todavía contigo", texto que forma el Introito de Pascua de Resurrección: "Resurrexí et adhuc tecum sum." 19. Según algunas versiones, este anhelo imprecatorio (cf. S. 136, 8 s. y nota) tendría sentido profético: Ciertamente, oh Dios, matarás al impío (cfIs. 11, 4; I I Tes. 2, 8; Apoc. 19, 15). Sobre el v. 20, cf. Mat. 26, 63; I Tim. 4, 1 ss.

Í

2'- s. ¿Acaso no debo odiar? Así también Dom Dogliotti. Por lo -mismo que amamos y buscamos a los amigos de nuestro Padre celestial (cf. S. 118, 63 y nota), también execramos a sus enemigos (Apoc. 2, 6). Pero no como odia el mundo, sino al contrario, deseándoles el mayor bien, pues sabemos que eso es lo que nuestro l a d r e desea. Cf. S. 25, 5; 118, 158; Ez. 18, 23; iMat. 5, 44 s-; Juan 15, 8. ¿si bien se ve aquí, pues, un sentimiento distinto de cuando se trata de los enemigos nuestros —en cuyo caso el perdón y el amor se imponen siempre (Mat. 5, 43-48; 18, 21 ss.)— no hemos de sentirnos autorizados a usar de la violencia aun con los enemigos de Dios, pues Él es el único dueño y juez de las gimas (Deut. 32, 35; Hebr. 10, 30). David se limita a plantear el caso delante de Dios (v. 19) para que sea Él quien resuelva, por lo demás, no se trata aquí de simples pecadores —a quienes debemos compadecer pensando que bien podríamos ser nosotros peores que ellos— sino de los que, como Caifas, erguidos contra todas las leyes de Dios, aun pretenden hablar en su Nombre (v. 20) y condenan por blasfemia a Cristo y a sus discípulos (Mat. 26, 6 3 y s s . ; Hech. 4, 1 ss.). Cf. S. 118, 53 y,nota. 23. Nada sosiega más que esta oración en la cual llamamos al Espíritu Santo para que tome las riendas de nuestra vida y nos libre de nosotros mismos, poniendo a prueba no nuestra resistencia al dolor (Luc. 11, 4 y nota), ni nuestras virtudes o sea nuestra justicia, que no puede existir delante de Él (S. 142, 2), sino 3a rectitud de nuestro corazón, de nuestras intenciones, de nuestro camino (cf. S. 25, 2; Prov. 4, 23). Y lo más consolador es el s^ber que todo el que hace este pedido lo obtiene sin la menor duda, pues no hay cosa que sea de mayor agrado para Dios. Cf. S. 142, 10 y nota; Luc. 11, 13; Snnt. 1, 5; I Tes. 4, 3-8, etc. Este último rasgo, bien davídico, es un argumento en favor de su paternidad que tantos modernos le disputan. FilHon !a defiende insistiendo en que "la notable .belleza de este cántico, su alto lirismo, su majestad y su originalidad convienen perfectamente a dicho príncipe" y añadiendo: "¿quién sabe si sus aramaísmos no existían ya en tiempo de David?" 24- La senda antigua: Otros vierten eterna. Como señala Gramática, se trata de la que muestra Jer. 6, 16 y 18, 15: el retorno a las primitivas enseñanzas de Dios por oposición a la "vanidad de un culto exterior sjn rectitud interna". Con esta enseñanza, concordante con la de S. Pablo acerca de la auténtica tradición (I Tim. 6, 20 y nota), termina un Salmo que, según el Cardenal Faulhaber, t( se eleva a las más altas cumbres de la penetración teológica". 1. David, figura de Cristo, perseguido por sus enemigos deslenguados, sin duda en tiempo de Saúl, pide a Yahvé tome su defensa y aplique el castigo que merecen. Es una oración preciosa en las persecuciones que el discípulo de Cristo ha de sufrir en eate siglo malo (Gal. 1, 4) en que, como otro bxúl, difunde terror Satanás (cf. Juan 14, 30). El ideil pagano diría "Sé hombre" y defiéndete tú contra tus enemigos. El creyente, desde el Anticuo Testamento, recurre a Dios, conociendo la propia

LOS SALMOS 139 (140), 2-14; 140 (141). 1-4

704 líbrame, Yahvé, del hombre malo; defiéndeme del hombre violento, *de esos que en su corazón maquinan cosas perversas, que provocan contiendas cada día; •afilan su lengua como la serpiente, tienen veneno de áspid bajo sus labios. 'Sálvame, Yahvé, de las manos del inicuo, guárdame del impío, de los que intentan hacerme caer. «Los soberbios me esconden lazos, y tienen mallas como red; me colocan trampas junto al camino. 'Yo digo a Yahvé: Tú eres mi Dios; escucha, Yahvé, la voz de mi súplica. "Señor Yahvé, poderoso auxilio mío, Tú cubres mi cabeza en el día de la batalla. 9 No satisfagas, Yahvé, los deseos del inicuo, ni cumplas sus designios. 10 No levanten cabeza los que me asedian; caiga sobre ellos la malicia de sus lenguas. "Lluevan sobre ellos carbones encendidos, precipítalos en abismos, para no levantarse más. ^ 1 hombre de mala lengua no durará en la tierra; los infortunios caerán de golpe sobre el violento.

SALMO 140 (141) ORACIÓN DEL JUSTO PACIENTE l

Salmo de David. Te he invocado, Yahvé, socórreme pronto; escucha mi voz cuando te llamo. 2 Como el incienso, suba hacia Ti mi oración; sea la elevación de mis manos el sacrificio vespertino. 3 4

Pon, Yahvé, una guardia ante mi boca, un cerrojo en la puerta de mis labios. No dejes inclinar mi corazón a lo malo, para consumar acciones impías con hombres que obran la iniquidad; ni me dejes tener parte en sus delicias.

1 ss. La misma inspiración del Salmo precedente se •manifiesta en esta efusiva plegaria cuyo texto nos llega en mal estado y que algunos, según la versión de la Vulgata, y apoyándose en sus aplicaciones en la Liturgia de Pasión, han mirado como paralelo al cap. 53 de Isaías, como si David representase aquí a Jesucristo orando por nosotros, sustituyéndose a nosotros, con aquella paciencia humilde que fué capaz de expiar el orgullo de toda la humanidad, y mostrándonos en éste, como en los Salmos 21, 34, 39, 68, etc., el aniquilamiento del Verbo encarnado por nosotros (Filip. 2, 6-8; Hebr. 2, 9), que pide con tales instancias lo que Él mismo podría disponer, a 13 Sé que Yahvé tomará la defensa del desvalido, fin de que la gloria sea para el Padre (cf. Hebr. 5, 5). El texto hebreo contiene empero algunas dihará justicia a los pobres. ferencias que, como veremos, hacen menos viable esa "Ciertamente los justos celebrarán tu Nombre; bella interpretación mesiánica y parece presentar más los rectos habitarán en tu presencia. bien al salmista, santamente desconfiado de sí mismo, pidiendo auxilio contra su propia flaqueza y H debilidad, y Jesús lo confirma enseñando: No re- contra toda clase de seducción (cf. S. 139, 5 y nota). sistáis al malvado" (Mat. 5, 39 ss.; I Cor. 6, 7), Socórreme pronto: Literalmente: ¡apresúrate para porque Dios se encarga de ello (Rom. 12, 19). mí! 2. El incienso se quemaba en el altar mañana y 4. Imágenes de la virulencia de las calumnias. S. Agustín lo aplica a los acusadores de Jesús (Oficio tarde (Ex. 30, 7-8; cf. Luc. 1, 10) y también made Semana Santa). ñana y tarde se ofrecía un cordero (Ex. 29, 30). 5 s. Recordemos los dos tipos de tentadores: el La elevación de las manos, actitud de oración ( S . pecador quiere seducir con los falsos atractivos que 27, 2; ^ 42, 6, etc.) que S. Pablo recomienda aún engañan al que no conoce a Dios (I Juan 2, 15 s.; en el Nuevo Testamento (I Tim. 2, 8). El sacri3, 6; 4, 4 ss.; I I Tes. 2, 10 s.); y el falso profeta, ficio u oblación (.minjah) designa ordinariamente la con apariencia de verdad o de virtud e invocando el vegetal, incruenta, de flor de harina con aceite e Nombre de Dios, quiere destruir o deformar mi fe incienso (Lev. 2, 1 s.). Fillion llama a esta oración con la -mala doctrina (iMat. 7, 15-23; Luc. 12, 1 s.; la oblación de los labios (cf. Hebr. 13, 15 y nota), II "Cor. 11, 13-15; I I Tim. 3, 1-5; Apocalipsis 13, que en el N. T. es fÍTUrada por el incienso (Apoc. 11 ss.). 5, 8; 8, 3 s.). Según la interpretación mesiánica 7 s. Entretanto el creyente sabe que su Dios no es Cristo quien habla y se presenta cumpliendo lo lo abandonará y que su protección será un casco que en el culto antiguo estaba figurado. Mi oración, inexpugnable sobre su cabeza (v. 8), mientras en dice Él, es la verdadera oblación de aquel perfume la de sus perseguidores cae, junto con su propia (thymiama) llamado santísimo, cuya receta dio el maldad, el castigo divino. mismo Dios (Ex. 30, 34 ss.); y la elevación de mis 10. Caiga sobre ellos, etc.: Quiere decir: "Recai- manos (clavadas en la Cruz) es el verdadero sacrigan sobre ellos los males que urden a sus prójimos" ficio del cordero de la tarde (o sea del Nuevo Tes(Bover-Cantera). tamento) que sería llamado sacrificio perpetuo (Ex. 11. Carbones encendidos: como en Sodoma. En 29, 42) y al cual también se añadía la oblación abismos: los LXX vierten: en . el fuego. Según el de harina con aceite y la libación de vino (ibid. Nuevo Testamento, el lago de fuego y azufre es el fin 40-41). Cf. I I I Rey. 18, 36; Esdr. 9, 5 s.; Dan. reservado a Satanás y a quienes lo siguen. Cf Apoc. 9, 21. 19, 20; 20, 9 s. y 14 s ; Judas 6 s.; II Pedro 2, 4. 3. Defiéndeme de mi lengua (S. 38, 2 y nota) 13 s. Sobre la venganza de .los pobres y desvali- puesto que nadie es capaz de defenderse solo (Sant. dos, cf. I Rey. 24, 13; S. 9, 20; 65, 5; 71, 2 y no- 3, 2). tas. "Un día vendrá en que Yahvé socorrerá y 4. Para consumar acciones implas: Se trata de hará triunfar a los humildes y los débiles, injusta- hechos y no de palabras. La Vulgata lo liga si 7. I mente perseguidos. Los que hayan sido leales (con y dice en cambio: para pretextar excusas en los f#Dios y con el prójimo) habitarán desde entonces cados, según lo cual se ha visto aquí la actitud del junto a Yahvé en su tierra santa (en su reino me- divino Reparador satisfaciendo "sin proferir protessiánico aquí abajo y en la felicidad definitiva en el ta" (Perennes), no sólo por el pecado del Antiguo segundo advenimiento de Aquel que ha de venir)" Adán (Rom. 5, 18 s.), sino también por la soberbia (Calés). con que aquél quiso excusarse en vez de confesar

705

LOS S A L M O S 140 (141), 5-10; 141 (142), 1-4

'Golpéeme el justo y me corrija: esto es amor; mas nunca el óleo del pecador unja mi cabeza, y aun se elevará mi oración en sus prosperidades.

'Como la tierra que se trabaja rompiéndola, mis huesos han sido dislocados, y la tumba se ha abierto. 8

•Fueron precipitados sus príncipes junto a la roca, y habían oído cuan suaves eran mis palabras. su culpa y pedir perdón (Gen. 3, 9 ss.); por lo cual el nuevo Adán se entregó como un cordero que no abre su boca (Is. cap 53). A este respecto David nos da en el Miserere otro ejemplo de esta perfecta contrición que no se defiende sino que se acusa y por eso mismo obtiene

el perdón

del Padre

celestial

(S. 50 y notas). En el hebreo parece más difícil la aplicación de este v. a Jesús, pues se trata de acciones pecaminosas.. a menos que veamos en ello el misterio insondable del rebajamiento de Jesús (Filip. 2, 7; Ez. 4, 4 ss. y notas), de la abyección del Redentor "hecho pecado" (II Cor. 5, 21) y "tentado en todo a semejanza nuestra pero sin pecado" (Hebr. 4, 15). Con hombres que obran la iniquidad: Así Páramo, Desnoyers, Calés, etc., coincidiendo con la Vulgata. Fillion hace notar que el texto primitivo designa aquí "a hombres influyentes y poderosos" y explica: "No permitas, Señor, que yo me deje arrastrar por sus ejemplos, su bienestar y sus seductores ofrecimientos a imitar su conducta impía." Véase las prevenciones de S. Pedro contra estos falsos doctores (II Pedro 2 y notas). Tener parte en sus delicias: en sus manjares escogidos. Bover-Cantera vierte: ni pruebe yo jamás sus golosinas, y agre ga en la nota: "Estas golosinas son las seductoras tentaciones con que los malos deslumhran a los buenos." Los LXX y la Vulgata dicen: unirme con sus escogidos, lo cual parece más conforme con lo que precede Calés se aproxima a este sentido pues traduce: "No permitas que yo sea cómplice de actos de impiedad. No me asocie con los artesanos del crimen." Cf. Jer. 51, 6 y 45; Apoc. 18, 4. 5. Texto sumamente deteriorado. Como observa Fillion, las versiones según el hebreo dan un pensamiento "ciertamente poco claro y fluido" y dicen más o menos: "Azóteme el justo: es una gracia; castigúeme: es bálsamo sobre mi cabeza. No se apartará mi cabeza (para aliviarlo), mas siempre (mi) plegaria se elevará contra su maldad." Como en otros casos dudosos, preferible es recurrir a los LXX (y la Vulgata) que dan un sentido más claro y conforme al contexto. Por el justo puede entenderse ya un maestro recto o, preferiblemente, el mismo Dios. Esto es amor: El Apóstol lo explica en Hcbr. 12, 3 13. En cuanto al óleo o bálsamo del pecador cf. nota anterior. Mi oración en sus prosperidades: Es decir, contra ellas o para librarme de ellas (v. 4). Otros vierten según el hebreo: en sus calamidades: ¿ Sería esto caridad con los enemigos como en Luc. 6, 28? Más bien parece concordar con S. 138, 21 s., pues no son enemigos propios sino de Dios. En el sentido mesiánico se aplica el texto a lo que Is. 53, 8 dice de Cristo: el rigor de la justicia caerá sobre Él, a fin de que para nosotros quede la misericordia^ prefiere la corona de espinas para su cabeza antes que la unción de los impios y no cesará de rogar por los autores de sus males (Is. 53, último v.). Cf. Luc. 23, 34; Rom. 8, 34: Hebr. 7, 25. 6 ss. Muy largo sería explicar las variantes de este texto tan dañado ya desde antes de la versión de los LXX que algunos lo dejan con puntos suspen* sivos. Sobre esta caída de la roca, cf. I I Par. 25, 11 s. Mis huesos (v. 7 ) : Así también Páramo, Crampón, Ubach, etc ; se presta más que sus huesos a la aplicación mesiánica que es la siguiente: Los esfuerzos de sus jefes (la Sinagoga, movida por Satanás) son vanos ante la resistencia de la roca (pre-

Mas a Ti, Señor Yahvé, se dirigen mis ojos; a Ti recurro, no derrames mi vida. *Guárdame del lazo que me han tendido y de las emboscadas de los malhechores. 10 Caigan juntos los impíos en sus propias redes al mismo tiempo que yo me salvare. SALMO 141 (142) ORACIÓN DEL ABANDONADO 1

Maskil. De David. cueva. Oración.

Cuando estaba en la

2

Con (toda) mi.voz clamo hacia Yahvé, a Yahvé imploro con (toda) mi voz. En su presencia derramo mi ansiedad; ante Él expongo mi angustia. 4 Pues cuando en mí el espíritu

3

senté mi rostro como piedra durísima: I s . 50, 7 ) ; y oirán de mí palabras dulces (palabras de obeliencia y oraciones humildes); por lo cual Satanás, que me tentó para saber si yo era el Hijo de Dios (Luc. 4, 3 ss.), no lo sabrá hasta después de mi •nuerte redentora que lo venció. Como la tierra que *e trabaja rompiéndola (bofetadas, flagelación, carga de la Cruz, crucifixión) mis huesos han sido dislo•ados ( S . 21, 15 y 18) y la tumba se ha abierto. Pfo derrames mi vida (v. 8 ) : No me dejes morir iin fruto, no sea estéril mi sacrificio (Is. 53, 9-12). Las emboscadas (v. 9) serían las de que se habla en Sab. 2, 12-21; S. 21, 9; Mat. 27, 43, que Jesús superó con su silencio y paciencia. Cf. I Pedro 2, 23. Caigan; otros: caerán (v. 10), porque el silencio guardado por el Padre y por Cristo ante esas asechanzas les hizo creer que no era el [Mesías: "Si lo hubiesen conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria" (I Cor. 2, 8). Pero merecieron crucificarlo sin conocerlo. Es el misterio de la ceguera farisaica por falta de rectitud: "para que viendo no vean" (Juan 3, 19; 1, 9; 7, 17; Mat. 13, 15; Hech. 28, 26 s.). Al mismo tiempo que yo me salvare. Esto es: quedará cumplida -mi misión de salvar al mundo, por los mismos medios de que ellos se sirvieron para impedirla. 1. Maskil: Salmo de instrucción (cf. S. 31, 1 7 nota). Bn la cueva: Muy probablemente la de Odotlam, donde David se escondió huyendo de Saúl ( I Rey. 22, 1), así como el S. 114 se referiría a la de Engaddí ( I Rey. 24). Al entregar su alma al Padre celestial, S. Francisco de Asís rezó este Salmo, en el cuM vemos una vez más que David,- como figura de Cristo, "experimentó en su alma todas las pruebas que podemos encontrar en la vida espiritual" (Dom Puniet), a fin de poder darnos en los Salmos un tratado perfecto. La Liturgia acentúa el carácter mesiánico de esta súplica poniéndola en boca de Cristo en las vísperas del Jueves y Viernes Santos. 3. Nada m i s expresivo que este desahogo: derramo, es decir, me vuelco en una entrega suprema y confiada. 4. Recurso y lección inolvidable para nuestra oración. Porque nos parece que ante la iMajestad de Dios necesitásemos quien nos introdujese y recomen-

LOS SALMOS 141 (142), 4-8; 143 (143), 1-9

706 está por desfallecer, eres Tú quien conoces mi rumbo. En el camino por donde voy me han escondido un lazo. 5 Miro hacia mi derecha, buscando, y no veo a nadie que me reconozca; no hay adonde huir, ni quien mire por mi vida. 8

A Ti, pues, clamo, Yahvé, diciendo: "Mi refugio eres Tú, herencia mía en la tierra de los vivientes." 'Atiende a mi clamor, porque he caído en extrema desventura. Sálvame de los que me pers'guen, porque son más fuertes que yo. 8 Sácame de esta cárcel, para que dé gracias a tu Nombre. Conmigo serán coronados los justos cuando Tú me hayas favorecido. dase, temerosos de hablar con Él. David, con esta actitud infantil que siempre tiene ante Dios, nos recuerda que Él es nuestro Creador y Padre y el único que conoce nuestros pensamientos (S. 43, 22; 138, 2 ss., etc.). ¿Con quién podríamos tener mayor intimidad? Jesús, nuestro iMediador (Juan 14, 6; Hech. 4, 12; I Tim. 2, 5), nos confirma mil veces este carácter paternal de Dios y nos dice que para orar privada-mente, como "Él ve en lo secreto", no lo hagamos "en las esquinas de las calles", sino "al contrario, cuando quieras orar, entra en tu aposento, corre el cerrojo de la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto" (Mat. 6, 5 ss.). Esta devoción al Padre "fué la de Jesús" (Mons. Guerry), y si al principio nos cuesta un esfuerzo de fe es por que, como observa Dom Olphe Galliard y confirma Mons. Landrieux, pocos tienen la ventaja de una formación bíblica recibida desde la infancia. Eres Tú quien conoces, etc.: Es decir, que en vano nos agitaríamos en el momento de la preocupación (cf. Ecli. 2, 3). No sabríamos descubrir el camino conveniente, en tanto que nuestro Padre lo conoce muy bien y está deseando enseñárnoslo, esperando sólo que sin reservas, como hijos pequeños, nos confiemos a Él aunque no lo veamos materialmente. En esto está el valor de la fe, como lo enseña Jesús (Juan 20, 29) y el Apóstol de las gentes (Hebr. 11, 1). Cf. Rom. I, 17 y nota. Un laso: Las amenazas perversas de Saúl (I Rey. 22, 6 ss.) y las intrigas del infame Doeg (ibíd. 21, 7; 22, 9), que David presentía (ibíd. 22, 2). 5. Que me reconoica (así también la Vulgata). Recuerda el desamparo del Salvador (cf. S. 68, 21). En medio de esa indigencia de David, sin más esperanza que Dios (v. 6), allegáronsele todos aquellos que se hallaban angustiados y oprimidos de deudas y en amargura de corazón, de los cuales se hizo caudillo (I Rey. 22, 2). ¿No vemos aquí a Jesús llamando a todos los afligidos (Mat. 11, 28; Luc. 4, 18 ss.; 7, 22; Juan 7, 37, etc.) y anunciado por los profetas como su futuro defensor? Cf. S. 71, 2 y nota. 8. De esta cárcel: De la cueva en que se encontraba rodeado de enemigos. Los justos, etc.: Texto dudoso. Seguimos la traducción de S. Jerónimo, que parece dar el sentido más obvio: conmigo triunfarán también los justos. Es quizá lo que históricamente se cumplió en David, cuando, al final del recordado capitulo (I Rey. 22, 23), dice él a Abiatar: "Quédate conmigo, no temas; mi vida y la tuya corren igual suerte; estando en mi compañía tú también te salvarás." En sentido típico nadie puede aplicarse estas palabras tan plenamente como el Mesías Redentor que nos salvó y nos asoció a su propio destino glorioso y de cuya plenitud todos lo recibimos todo

paz sea con vosotros; no se turbe vuestro corazón." Condición indispensable de la infancia espiritual, que en todo cuenta con la actividad de Dios antes que con la propia. Véase la preciosa revelación que recibe Elias en la cueva (III Rey. 19, 9 ss.): No está el Señor en vendavales ni terremotos sino en la suave brisa. Observa el Doctor de Hipona: "La sabiduría hace pacífico como Dios al que la practica; le pone sereno, tranquilo, imperturbable, elevado; le hace andar como un ángel lo mismo en las adversidades cerno en la prosperidad."

2. Jesús es por excelencia el Esposo, como se ve en el Cantar de los Cantares, y el papel femenino corresponde al alma, porque el varón es cabeza de la mujer (Ef. 5, 23). Asi lo es también Él para la Iglesia, con la cual el Cordero celebrará sus Bodas como nos enseña el Apocalipsis 19, 6-9. Salomón habla aquí de la sabiduría como fruto y tesoro cuya posesión intima codicia el alma. No creemos, sin embargo, que en este pasaje pueda identificarse a la Persona de Jesús con el de una esposa. Él es demasiado rico y nosotros demasiado pobres para tal presunción. Pero es Él, ciertamente, quien nos da su propia sabiduría como compañera nuestra y saludable consejera. 3. La unión que tiene con Dios nos la dice Juan: el Verbo era en Dios desde el principio y el Verbo •ra Dios (Juan 1, 1). De ahí que sea inseparable de Él (véase 7, 25). La ama el Señor: "Este es mi Hijo en quien tengo puesta mi complacencia" (Mat. 3, 17). 4. Véase en Prov. 8, 22-31 cómo el Verbo Eterno acompañó al Padre en la Creación. En cuanto a nosotros, Él es también "la luz verdadera que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre" (Ji-an 1, 9). 5. Creadora de todas las cosas: por donde vemos cuan lejos está de ser ociosidad la adquisición de la sabiduría. Sin ella, en vano querríamos realizar obras que agradasen a Dios. Véase 9, 10 y nota; Ecli. 39, 1. 7. La Sabiduría es madre de las virtudes, en primer lugar de las cuatro cardinales o fundamentales que aquí se enumeran. De este texto las ha tomado la Teología. 8. Nótese aquí el aspecto profético de lat Sabiduría. Dios se gloria muchas veces de ser el único que anuncia, desde mucho antes, las cosas que han de suceder (Is. 46, 10; 42, 9; 44, 26-28). Lo mismo hace Jesús (Juan 16, 4, etc.), y nos dice que también el Espíritu Santo nos revelará lo porvenir (Juan 16, 13), como efectivamente lo hizo en las cartas de ios apóstoles San Pedro y San Pablo y en el Apocalipsis de San Juan. De ahí que hemos de cuidarnos de "despreciar las profecías" (I Tes. 5, 20), cuyo estudio es !o propio del que quiere ser sabio según Dios (Ecli. 39, 1). Véase principalmente Mat. _'4, que es la profecía más transcendental del Nuevo | Testamento.

SABIDURÍA 8, 9-»; 8, 1-8

788 L A SABIDURÍA COMPAÑERA DE NUESTRA VIDA 9

Propuse, pues, traérmela, para vivir en su compañía, sabiendo que comunicará conmigo sus bienes, y será el consuelo mió, en mis cuidados y penas. M Por ella seré ilustre entre las gentes; joven seré honrado de los ancianos. H Me reconocerán por agudo en el juzgar, seré admirable a los ojos de los grandes, y los príncipes manifestarán en sus semblantes la admiración que les causo. 12 Si callo, estarán en expectación, y si hablo me escucharán atentos; y cuando me extendiere en mi discurso, pondrán el dedo en sus labios. 13 Además de esto, por ella adquiriré la inmortalidad, y dejare memoria eterna de mí a los venideros. "Gobernaré los pueblos, y se sujetarán a mí las naciones. "Temblarán los reyes feroces, al oír mi nombre; con el pueblo me mostraré benigno, y 16 valiente en la guerra. Entrando en mi casa tendré con ella mi reposo, porque su conversación no tiene amargura, ni tedio su trato, sino consuelo y alegría.

prudencia en el ejercicio de conversar con ella, y grande gloria en participar de sus razonamientos, andaba por todas partes, buscando cómo apropiármela. 19 Ya de niño era yo de buen ingenio, y me cupo por suerte una buena alma. ^Creciendo en la bondad vine a un cuerpo incontaminado; 21 y luego que llegué a entender que no podría ser continente, si Dios no me lo otorgaba —y era ya afecto de la sabiduría el saber de quién venía este don— acudí al Señor, a quien se lo pedí con fervor, diciendo de todo mi corazón: CAPÍTULO IX ORACIÓN DE SALOMÓN J

"Considerando yo esto para conmigo, y revolviendo en mi corazón cómo en la unión con la sabiduría se halla la inmortalidad, 18 y un santo placer en su amistad, e inagotables tesoros en las obras de sus manos, y la

Oh Dios de mis padres, y Señor de misericordia, que hiciste todas las cosas por medio de tu Palabra, *y con tu sabiduría formaste al hombre, para que fuese señor de las creaturas que Tú hiciste; 3 a fin de que gobernase la redondez de la tierra con equidad y justicia, y ejerciese el juicio con rectitud de corazón; 4 dame aquella sabiduría que asiste a tu trono, y no quieras excluirme de entre tus hijos; *ya que soy siervo tuyo e hijo de tu esclava, hombre flaco, y de corta edad, y poco idóneo para entender el juicio y las leyes. . J o r q u e aun cuando alguno de entre los hijos de los hombres fuese consumado, si se ausentare de él tu sabiduría, no valdría nada.

9. Será el consuelo: Es lo que San Pablo llama la "consolación de las Escrituras" (Rom. 15, 4). 10. He aquí la ambición legítima, la más alta de un joven. Véase Prov. 1, 4; Sab. 4, 13; S. 118, 99 s.; I Cor. 1, 31; Jer. 9, 24; Dan. 12, 3. 11. Y los príncipes... causo: falta en el griego. 12. Poner los dedos en los labios es señal de silencio y reverencia. Cf. Tob 21, 6; Prov. 30, 32. 14. Gobernaré los pueblos: Véase 3, 8; 6, 21 y notas. 16. Véase v. 2; S. I1-8, 162 y notas. Es éste un texto ideal para grabar como lema en nuestro gabinete de estudio o en la tapa de nuestra Biblia. Familiarizarse con la sabiduría que se nos manifiesta a través de las páginas de la Sagrada Escritura no puede decirse que sea cosa difícil, pues Dios la facilita a los humildes, a quienes £1 descubre lo que oculta a los sabios (Mat. 11, 25). Cosa larga, si, es; tan larga que nadie le da término en su vida. Pero con la ventaja de que interesa desde el primer- momento, pues cada día vamos descubriendo nuevas maravillas. En eso se distingue de otros estudios, como p. ej. el de un instrumento musical, que no agrada sino cuando se está algo adelantado. Porque quien no busca la erudición vana sino el aprovechamiento espiritual, lo halla inagotablemente en cada Salmo, en cada versículo del Evangelio, de San Pablo, etc. y descubre así con cuánta verdad nos dice aquí la misma Sabiduría que su conversación nos atrae consuelo y alegría. 17. Se halla la inmortalidad: Cómo esto se realiza lo dice Jesús en Juan 17, 3: "La vida eterna consiste en que te conozcan a Ti, solo Dios verdadero, y a Jesucristo, Enviado tuyo." 18. Conversar con ella: ¿Cómo mejor que raedi. tando la Palabra de Dios? ''Tenemos necesidad de leer la Sagrada Escritura, puesto que por ella aprendemos lo que debemos hacer, lo que hay que dejar y lo que es de apetecer'' (San Bernardo).

19 s. "El sentido general es: aun cuando yo era de buena índole, no bastaba esto para alcanzar la sabiduría, que es don de Dios. De ahí el sentido concesivo o adversativo de los vers. 19-20, cuya significación, por tanto, no es lícito forzar o extremar. Más concretamente, en el vers. 20 vine a un cuerpo no significa la preexistencia del alma, sino más bien su procedencia extrínseca, es decir, dé la creación de Dios, no de la generación humana. El llamar incontaminado al cuerpo no niega el pecado original, del cual no se habla aquí (cf. 10, 1-2); mas afirma que la materia no es sustancialmente mala" (Bover-Cantera). 21. No podría ser continente: Otros traducen: No podría alcanzarla. San Agustín lo refiere a la continencia que consiste en practicar las virtudes, inclusive la castidad, y huir de los vicios; lo que no puede conseguirse sin un particular don de Dios. Cf. Prov. 2, 16 y nota. Por eso la oración que sigue. 1. Esta Palabra es Jesús, el Verbo (Logos) encarnado "por quien fueron hechas todas las cosas" (Juan 1, 3). El autor de esta oración se inspira en III Rey. 3, 5 ss., donde el rey Salomón pide a Dios el don de la sabiduría. Cf. Gen. 1, 1 y nota. 4. La Sabiduría asiste al trono del Altísimo porque es igual a Él en esencia. Ahora también con ( su Humanidad Santísima, está Jesús "sentado a la diestra del Padre". De entre tus hijos: véase Juan 1S, 15, donde Jesús distingue entre amigos y siervos según que conozcamos o no los secretos de la Sabiduría que Él vino a enseñarnos. 6. No valdría naid, "como un globo desinflado", dice un piadoso autor. En efecto, Jesús enseña que la carne es flaca (Marc. 14, 38) y para nada sirve (Juan 6, 64). El espíritu es lo que da la vida, es decir, el gas que llena el globo para que pueda levantarse. Ese espíritu no es el nuestro, sino el Espíritu de Dios que Él nos comunica por medio de

ESFUERZOS POR ADQUIRIR LA SABIDURÍA

'7*9

S A B I D U R Í A S, 7-19; 10, 1-5

'Tú me escogiste por rey de tu pueblo, y por8 juez de tus hijos e hijas. Me mandaste edificar el Templo en tu santo monte, y un altar en la ciudad de tu morada, a semejanza de tu santo tabernáculo, que dispusiste desde el principio. 9 Contigo está tu sabiduría, que conoce tus obras, la cual se hallaba también entonces cuando creabas al mundo, y sabía lo que era acepto a tus ojos, y qué cosa era conforme a tus decretos. 10 Envíala de tus santos cielos y del solio de tu grandeza, para que esté conmigo, y conmigo trabaje, a fin de que sepa yo lo que te place. "Porque sabe ella todas las cosas, y todo lo entiende; me guiará con acierto en mis empresas, y me protegerá con su poder; izcon lo cual mis obras serán aceptas, y gobernaré con justicia a tu pueblo, siendo digno del trono de mi padre. «Pues, ¿quién de los hombres podrá saber los consejos de Dios? ¿O quién podrá averiguar qué es lo que Dios quiere? 14 Porque inseguros son los pensamientos de los mortales, e inciertas nuestras providencias. su Palabra Omnipotente, ya que es el Espíritu Santo quien habla en ella, y Jesús nos dice que sus palabras son "espíritu y vida" (Juan 6, 63; Vulgata 6, 64). Hay, pues, que renovar ese gas cada día, a cada instante, porque, en, cuanto lo olvidamos, el globo se desinfla y vuelve a caer. Tal es el sentido de 10 que Jesús nos dice en Juan 15, 5. 8. La ciudad de tu morada: Jerusalén. Para construir el Templo asistió a Salomón la Sabiduría, inspirándole a él y a los artífices. Véase I Par. 28, 11, 20. Que dispusiste desde el principio. El Templo de Jerusalén tiene su modelo en el Tabernáculo que Dios ordenó hacer en el desierto (Ex. 25, 9; 26, 30). Véase Hebr. 8, 2; 9, 11; Apoc. 13, 6; 15, 5. 10. Nótese que hay aquí una gran luz. Saber en todo momento lo que a Dios le agrada es la suma sabiduría, al mismo tiempo que es la plena claridad de la conciencia y la felicidad del corazón. Cuando alguien se empeña en invitarnos con manjares excesivos o que nos desagradan, no comprende que, pretendiendo obsequiarnos neciamente, nos hace sufrir. Así también es muy fácil que, por no conocer el corazón de Dios tal como Él se ha revelado, creamos complacerlo con cosas que no le gustan, v. gr. con oración a fuerza de palabras (Mat. 6, 7 s.) o de obras que no son según su Espíritu (véase Is. 1, 11 ss.; 66, 3; I Rey. 15, 22; Prov. 15, 8; Jer. 6, 19 s.; Os. 6, 6; Am. 5, 21 s.; Miq. 6, 6 ss.; I Cor. 3, 12 s?.; 13, 1 ss.; Marc. 7, 6 ss.; Mat. 23, 15; S. 49, 8 ss. y nota). Podemos comprender bien todo esto sabiendo que Dios no se nos ha revelado como un funcionario, que busque el cumplimiento material de sus ordenanzas, ni menos como una abstracción metafísica, sino como un Padre que tiene corazón de tal (recordemos la parábola del hijo pródiio), por lo cual nuestros obsequios no pueden agradarle sino en la medida del sincero amor y la filial confianza que los inspiren. Véase Ecli. 1, 34; Hech. 10, 15 y nota. 11. Me guiará: El modelo para esto es Jesús, que sabia siempre (v. 9) lo que al Padre agrada, y lo hacia siempre (Juan 8, 29). 13. Véase Is. 40, 13; Jer. 23, 18; Rom. 11, 34; I Cor. 2, 16. ¿Quién podrá? Notemos Que el hombre no llega al conocimiento perfecto de Dios por investigación propia o especulación a manera de Teosofía, sino que es Dios quien ha tomado la iniciativa de darse a conocer, primero por el Antiguo Testamento y luego más ampliamente por la Encarnación del Hijo (Hebr. 1, 1 s.).

15

E1 cuerpo corruptible agrava al alma, y la morada terrestre deprime la mente, ocupada en16muchas cosas. Difícilmente llegamos a formarnos un concepto de las cosas de la tierra; y a duras penas entendemos lo que tenemos delante. ¿Quién podrá, pues, investigar lo que está en el cielo? 17 Y ¿quién podrá conocer tu voluntad, si Tú no le das la sabiduría y no envías desde lo más alto tu santo Espíritu; l8 con que sean enderezados los caminos de los moradores de la tierra, y aprendan los hombres ]o que te place? l9 Visto que por la sabiduría fueron salvados, oh Señor, cuantos desde el principio te fueron aceptos. II. D E M O S T R A C I Ó N

HISTÓRICA

CAPÍTULO X EL PAPEL DE LA SABIDURÍA EN LA VIDA DE ADÁN

*EUa guardó al que fué por Dios formado primer padre del mundo, habiendo sido creado él solo; 2 y ella le sacó de su pecado, y dióle potestad para gobernar todas las cosas. 3 Luego que apostató de ésta el impío, arrebatado de la ira, se halló perdido por la furia del homicidio fraterno. NoÉ Y cuando por causa de él las aguas anegaron la tierra, la Sabiduría puso nuevamente remedio, conduciendo al justo en un leño despreciable. 4

ABRAHÁN 5

Ella, igualmente, cuando las gentes conspiraron a una para obrar mal, distinguió al justo, conservóle irreprensible para Dios, y le mantuvo fuerte contra su ternura por el hijo. 15. "Este enlace que tiene con el cuerpo corruptible el alma, le sirve de gran estorbo para entender muchas cosas" (San Bernardo). Véase Rom. 7, 24; II Cor. 4, 7; 5, 4; Ef. -4, 22. 16. Véase lo que Jesús dice a Nicodemo en Juan 3, 10 s. "Es una comparación de menor a mayor. Si con mucha dificultad y a costa de mucha fatiga apenas llegamos a entender alguna de las cosas que están acá abajo, ¿cómo podemos llegar a rastrear, y mucho menos sondear las que están en el cielo, tan distantes de nosotros?" (Scío). 19. Fueron salvados: "Jesucristo es Redentor por la palabra y por la sangre." I,a segunda parte del vers. falta en el original griego. 1. En la segunda parte, que comienza con el cap. 10, se describe la actividad de la Sabiduría en la Historia. Véase Hebr. 11, donde San Pablo atribuye a la fe lo que se dice aquí de la Sabiduría, Para aumentar el interés el autor no pone nombres. 2. Habla de Adán. Vemos aquí que él se arrepintió del pecado. Potestad: pero no ya como antes. Compárese Gen. 1, 26 ss.; 2, 20, con 3, 16 ss. 3. El impío es Caín, que por envidia mató a su hermano Abel (Gen. 4). 4. Al justo: Noé, a quien Dios salvó en el Arca (Gen. 6-8). 5. Precioso elogio de nuestro Padre espiritual Abrahán. Véase Gen. 22; Rom. 4, 16-25.

SABIDURÍA 10, «-21

790 11

Cuando querían sorprenderle con sus fraudes, ella le asistió y le hizo rico. 12 *L& (sabiduría) libró al justo, que huía de Guardóle de los enemigos y defendióle de los impíos, que perecieron cuando cayó e) los seductores, e hízole salir vencedor en la fuego sobre la Pentápolis; gran lucha, a fin de que conociese que de 7 cuya tierra, en testimonio de las maldades todas las cosas la más poderosa es la sabiduría. de ella, persevera desierta v humeando, y los José árboles dan frutos sin sazón; y queda fija la estatua de sal, como monumento de un alma "Esta misma no desamparó al justo vendido; incrédula. antes le libró de los pecadores, y descendió 8 Así aquellos que dieron de mano a la sabi- con él a la mazmorra; 14 duría, no solamente vinieron a desconocer la ni le desamparó en las prisiones, sino que virtud, sino que dejaron a los hombres memo- le dio el bastón del reino, y el poder contra ria de su necedad, por manera que no pudie- aquellos que le oprimían; convenció de menron encubrir los pecados que cometieron. tirosos a los que le habían infamado, y procu8 A1 contrario, la sabiduría libró de los do- róle una gloria eterna. lores a los que la respetaban. LOT

JACOB 10

Ella condujo por caminos seguros al justo, cuando huía de la ira de su hermano; le mostró el reino de Dios, y dióle la ciencia de los santos; enriquecióle en medio de las fatigas, y recompensó sus trabajos. 6. Justo: Lot. Pentápolis: Las cinco ciudades de Sodoma, Gomorra, Adama, Seboim y Segor. Esta última, cuyo nombre significa "pequeña", fué perdonada por intervención de Lot (Gen. 14, 1-12; 19, 19-23). 7. Alusión a la mujer de Lot que, por su apego a la ciudad maldita, fué convertida en una columna de sal (Gen. 19, 26)... Jesús recuerda este ejemplo (Luc. 17, 32) para indicar que el cristiano cuyo primer pensamiento, a la venida del Hijo del hombre, se fijase en la seguridad de sus bienes temporales, no sería digno del Reino (Fillion). Cf. [Mat. 24, 16-18. 10. Refiérese a Jacob (Gen. 27-32). Le mostró el reino de Dios. Evoca la visión de la misteriosa escala que tuvo Jacob en Betel (Gen. 28, 12 ss.). La idea del Reino de Dios no es exclusiva propiedad del Nuevo Testamento. La encontramos desde la primera página del Génesis (cf. las notas a Gen. 1, 28; 2, 16 s.; 12, 1; Salmos 92; 94; 95; 96; 21, 29; 44, 7; 46, 7-9; 144, 10-13; I Par. 29, 11; Tob. 13, 1-6; Est. 13, 9-14) y especialmente en los profetas. Así, por ejemplo, el profeta Abdias concluye su escrito con las palabras consoladoras: "El imperio será de Yahvé" (21); Zacarías profetiza; "Y rei nará Yahvé sobre la tierra toda y Yahvé será único, y único su nombre" (:4, 9). Isaías escribe al respecto: "La luna se enrojecerá, el sol palidecerá, cuando Yahvé Sabaot será proclamado rey" (24, 23); y en Daniel leemos: "En tiempo de esos reyes el Dios de los cielos suscitará un reino que no será destruido jamás, y que no pasará a poder de otro pueblo; destruirá y desmenuzará a todos esos reinos, mas £1 permanecerá por siempre" (2, 44). También Miqueas prometió el Reino de Dios cuando dijo: "Y a la coja le daré descendencia, y a lá descarriada la haré un pueblo poderoso, y Yahvé reinará sobre ellos en el monte Sión desde ahora para siempre" (4, 7). Todo el Antiguo Testamento está lleno de este anhelo que nosotros formulamos todos los días en el Padrenuestro: Venga a nos tu Reino. Enriquecióle: Cf. Gen. 30, 31-43. Recompensó; más exactamente: completó. De todos modos, es la gran revelación de cómo obra activamente Dios, sin el cual no cae un solo pajarillo (Mat. 10, 29). No nos lleva Él, como los sabios del mundo, a buscar en la satisfacción del amor propio "la alegría que es compañera inseparable del acto perfecto" (Aristóteles), sino a obrar como niños confiados en que su Padre añadirá y suplirá lo que falte a nuestra pobre pequenez y ceguera. Véase S. 85, 1 y nota. Los v. 10-14 forman la Epístola de la primera Misa del Común de Mártires.

LA SABIDURÍA LIBRA A LOS ISRAELITAS 15

Ésta libró al pueblo justo, y al linaje irreprensible, de las naciones que la oprimían; 16 entrándose en el alma del siervo de Dios, el cual contrastó a reyes formidables, a fuerza de 17portentos y milagros. Ésta les dio a los justos el galardón de sus trabajos, y los condujo por sendas maravillosas; sirvióles de toldo durante el día, y de luz de estrellas por la noche. 18 Los paso por el Mar Rojo a la otra orilla, y 19los fué guiando entre montañas de aguas. A sus enemigos los sumergió en el mar, pero a ellos los retiró del profundo abismo. Así los justos se llevaron los despojos de los impíos; *°y celebraron con cánticos, oh Señor, tu santo nombre, 21 alabando todos a una tu diestra vencedora. Porque la sabiduría abrió la boca de los mudos, e hizo elocuentes las lenguas de los niños. 11. Alusión a T.abán y a su familia, que engañaron a Jacob (Gen. 29, 15 ss.; 31, 7). 12. La gran lucha que Jacob tuvo que sostener con el Ángel (Gen. 32, 25-33). La sabiduría: el griego dice: la piedad (véase I Tim. 4 ; 8). 13. Recuerda la historia de José, hijo de Jacob, que es un tejido de acontecimientos milagrosos (Gen. 39-41). Los pecadores: los hermanos de José, Putifar y su mujer. 14. Convenció de mentirosos: Es el sentido de lo que dice Jesús: "La sabiduría ha sido justificada por sus hijos" (Mat. 11, 19). Porque los que se dejan guiar por ella triunfan al fin siempre, y se ve entonces que ella es la que salva (9, 19). 15. Por el pueblo justo ha de entenderse el pueblo de Israel, escogido entre todas las naciones para trasmitir la revelación divina (Ex. 3, 15). 36. Entrándose en el alma: Notemos siempre la eminente actividad de la sabiduría. B^sta^ dejarla entrar, y luego ella es la que obra. El siervo de Dios es Moisés (Ex. 14, 3 1 ; Núm. 12, 7; Hebr. 3, 5). Reyes formidables: los faraones de Egipto. 17. Por el toldo durante el día y la luz durante la noche se entiende la columna maravillosa que guiaba a los israelitas (Ex. 13, 21 ss.; Deut. 8, 2). 19. Los retiró: Otra traducción: los lanzó afuera, es decir, a los enemigos. Los despojos de los impíos: los objetos de oro y plata que los israelitas pidieron a los egipcios por orden del mismo Dios (Ex. 3, 21 ss.; 11, 2 s.; 12, 35 s.; S. 104, 37). 20. Con cánticos: Véase Ex. 15, 1-21. 21. j Cuántas veces se nos inculca este consolador misterio! Véase Ex. 4, 10 ss.; S. 8, 3; Mat. 11, 25; 21, 16; Luc. 10, 21. etc.

SABIDURÍA 11, 1-24

CAPÍTULO XI LA SABIDURÍA PROTEGIÓ A ISRAEL EN EL DESIERTO ] La misma dirigió sus pasos bajo el gobierno del2 santo profeta. Viajaron por desiertos inhabitados, y acamparon en lugares yermos. 3 Hicieron frente -a sus enemigos, y se vengaron de sus contrarios. 4 Tuvieron sed, y te invocaron, y fuéles dada agua de una altísima peña, y refrigerio a su sed de una dura piedra.

C Ó M O LA SABIDURÍA CASTIGÓ A LOS EGIPCIOS

*Por tanto, en lo mismo que fueron castigados sus enemigos, cuando les faltó el agua para beber, los hijos de Israel se gozaban por tenerla en abundancia; _*y por eso cuando a aquéllos les faltó, recibieron éstos tan singular beneficio. 'Porque realmente a los malvados les diste a beber sangre humana, en vez de las aguas del perenne río. •Y cuando perecían éstos, en pena de haber hecho morir a los niños, diste a los tuyos agua abundante contra toda esperanza; demostrando por la sed, que hubo entonces, cómo ensalzabas a los tuyos, y hacías perecer a 10 sus contrarios. Pues viéndose ellos puestos a prueba, y ?fligidos, bien que con misericordia, echaron de ver cómo los impíos eran atormentados y castigados con indignación. "Verdaderamente que a los unos los probaste como padre que amonesta; mas a los otros pusístelos en juicio, y los condenaste como12 rey inexorable, _ siendo atormentados igualmente, en ausencia13y en presencia. Porque eran castigados con doble pesar y llanto, y con la memoria de las cosas pasadas. ,4 Pues al oír que era bien para los otros lo que para ellos había sido tormento, conocieron la mano del Señor, asombrados del éxito de los15 sucesos. Así fué que a aquel de quien en aquella I. El santo profeta es Moisés,' caudillo del pueblo de Israel durante el viaje por el desierto. 3. Alusión a los combates de los israelitas con los amalecitas (Ex. 17, 8 ss.). con el rey de Arad (Núm. 21, 1-3) y con los amorreos (Núm. 21, 2135; Deut. 2, 31 ss.). 4. Véase Ex. .7, 1 ss.; Núm. 20, 2 ss. 7. Los malvados: Jos egipcios. El perenne rio: el Nilo, cuyas aguas se convirtieron en sangre (Ex. 7, 17) : Los vers. 6 y 7 en griego: "Porque cuando los egipcios en vez de un río perenne, se hallaron conturbados con inmunda sangre, en castigo del decreto matador de los niños, diste agua a los israelitas, etc.". 10. Viéndose ellos puestos a prueba: es decir, los israelitas, con privilegio de hijos. Los impíos: los egipcios. II. Los probaste: Cf. Est. 13, 18 y nota; Prov. 3, !2. 15. Le miraban con admiración, al verlo triunfante de su perversa oposición, a aquel Moisés a quien de niño habían expuesto en las. aguas del Nilo (Ex. 2, 3).

791 inhumana exposición se mofaban, como de un desechado, al fin de los sucesos le miraban con admiración, habiendo ellos padecido una sed, bien diferente de la de los justos. CASTIGO DE LA IDOLATRÍA DE LOS EGIPCIOS 16

Y en castigo de las ideas locas de su iniquidad, según las cuales algunos, desviados, adoraban mudas serpientes, y viles bestias, Tú enviaste contra ellos para vengarte una muchedumbre de animales estúpidos, 17 a fin de que conociesen cómo por aquellas cosas en que uno peca, por esas mismas es atormentado. 18 No porque til mano omnipotente, que creó al mundo_ de una materia nunca vista, no pudiera enviar contra ellos multitud de osos y de19feroces leones, o fieras de una nueva especie desconocida. llenas de furor, que respirasen llamas de fuego, o despidiesen una negra humareda, o arrojasen por los ojos espantosas centellas, ^que no solamente con sus mordeduras hubieran podido exterminarlos, sino aun con la sola vista hacerlos morir de espanto. 21 Pero aun sin nada de todo esto, con un solo aliento podían ser muertos, perseguidos de sus propios crímenes, y disipados por un soplo de tu potencia; mas Tú dispones todas las cosas con medida, número y peso. J o r q u e Tú solo tienes siempre a mano el sumo poder. ¿Quién puede resistir a la fuerza de tu brazo? CASTIGO MISERICORDIOSO 23

E1 mundo todo es delante de Ti como un granito en la balanza, y como una gota de rocío 'que por la mañana desciende sobre la tierra. 24 Pero Tú tienes misericordia de todos, por lo mismo que todo lo puedes, y disimulas los pecados de los hombres, a fin de que hagan penitencia; 16 ss. Véase Ex. 8, 1 ss.; 10, 1 ss. Los egipcios adoraban hasta ranas y reptiles inmundos. 17. Sobre este concepto véase Prov. 5, 22 y nota. Cada pecado trae consigo una pena que le es propia. "Todo espíritu desarreglado es el castigo de sí mismo" (S. Agustín, Conf.). "Si el hombre no hace el bien que debe hacer, sufrirá la pena merecida. Así, por una admirable disposición de la Providencia, cuando abandonamos la justicia, nos abandona ella y se venga de cada una de las prevaricaciones de que nos hemos hecho culpables" (S. Bernardo, In Cant.). 18. Materia nunca vista: en griego: materia informe: es el caos de que habla el Gen. 1, 2. 19. Saludable enseñanza. Tan poca cosa somos, que moriríamos de espanto a la sola vista de ciertos monstruos. Véase Job 40 y 41 sobre Behemot y Leviatán. 21. Tú dispones, etc. Cf. Prov. 16, 11. 24. Tú tienes misericordia de todos. Pareciera que algunas veces olvidamos sus misericordias antiguas. Por eso nos exhorta Santa Teresa: "Atajad el pensamiento de vuestra miseria lo mis que pudiereis y ponedle en la misericordia de Dios (Camino de Perf. XXIX, 3). Cf. III Rey. 8, 46 y. not».

SABIDURÍA 11, 25-27; 12, 1-14

792 j o r q u e Tú amas todo cuanto tiene ser, y nada aborreces de todo lo que has hecho; que si alguna cosa aborrecieras, nunca la hubieras ordenado ni hecho. 26 ¿Cómo podría durar alguna cosa, si Tú no quisieses? ¿Ni cómo conservarse nada sin orden tuya? 27 Pero Tú eres indulgente para con todas las cosas, porque tuyas son, oh Señor, amador de las almas. CAPÍTULO XII LONGANIMIDAD DE DIOS

'¡Oh, cuan benigno y suave es, oh Señor, tu espíritu en todas las cosas! ^ e aquí es que a los que andan perdidos Tú los castigas poco a poco; y los amonestas por las faltas que cometen, y les hablas, para que, dejada la malicia, crean en Ti, oh Señor. CASTIGO DE IX>S CANANEOS 3

Porque Tú miraste con horror a los antiguos moradores de tu tierra santa; 25. Hios, aunque aborrece el pecado, que no es obra suya, ama al mismo tiempo la creatura que Él hizo (San Agustín). Harto ignorado es este dogma inmensamente consolador y propio para inspirar contrición cuando caemos. Todo padre sabe por experiencia que, aunque el hijo le ofenda, su corazón paternal no deja de amarlo, sino que sufre al verle extraviado, precisamente porque sigue amándolo. ¿Acaso' el divino Padre no nos ha revelado que su Corazón es así? Véase S. 102, 13 s. y nota. Aquí alega, para persuadirnos de ello, la más convincente de las razones; nos ama porque somos cosa suya, no porque seamos amables. Es el mismo argumento que da Jesús como Buen Pastor. Véase Juan 10, 12-15. 27. Amador de las almas: Es éste el más consolador de los dogmas que han sido revelados al hombre. Podría, en efecto, el Creador ser poderoso, eterno, omnisciente... y todo eso ya lo vemos por la naturaleza (véase 13, 1 y nota; Rom. i, 20). Pero ¿qué sería de nosotros sí con todo eso fuera malo y cruel? iMas San Juan nos dice que Él es amor (I Juan 4, 8) y San Pablo no se cansa de destacar ese excesivo amor con que Él nos ama (Ef. 2, 4) y esa infinita bondad que lo llevó hasta dar su Hijo por nosotros (Juan 3, 16) para hacernos semejantes a ese Hijo único (Filip. 3, 21). Santo Tomás formula el mismo pensamiento diciendo que Dios está más dispuesto a darnos que nosotros a recibir. Esta Buena Nueva de la bondad de Dios nunca hubiera podido ser conocida si Él mismo no nos la hubiese descubierto. En ella reside nuestra suprema felicidad, y nuestra salvación, porque el hombre que no ae cree amado y redimido por la gracia de Dios, caerá o en el abismo de la desesperación al ver su miseria propia, o en la soberbia de creerse justificado por sí mismo. Véase Denz. 192-194. 1. En griego: porque tu espíritu incorruptible está en todas las cosas. Quiere decir que Dios no sólo crea sino también mantiene todas las cosas por su poder. Véase S. 103, 29 s. y nota. 2. He aquí todo un capítulo de vida espiritual que nos descubre la pedagogía de Dios para con nosotros (véase v. 25 s ) . "Las almas inspiradas e iluminadas por el Espíritu Santo se elevan a la espiritualidad, se convierten en templo, en mansión de las gracias del Espíritu Santo, y aún en mansión del mismo Espíritu Santo y hicen descender su gracia sobre los demás" (San Basilio).

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pues hacían obras detestables a tus ojos con hechicerías y sacrificios impíos, 5 matando sin piedad a sus propios hijos, y comiendo las entrañas humanas, y bebiendo la sangre en medio de tu sagrada tierra. 6 A estos padres, procreadores de aquellas criaturas abandonadas, los quisiste hacer perecer7 por medio de nuestros padres; a fin de que la tierra, de Ti la más amada de todas, recibiese una digna colonia de hijos de 8 Dios. Mas aun a éstos, por ser hombres, les tuviste compasión, y les enviaste avispas, a manera de batidores de tu ejército, para que los exterminasen poco a poco. •No porque no pudieses someter, a mano armada, los impíos a los justos, o exterminarlos de una vez por medio de bestias feroces, o con una severa palabra; 10 sino que castigándolos poco a poco, dabas lugar a la penitencia; bien que no ignorabas cuan malvada era su casta, y connatural su malicia, y que no se mudarían jamás sus ideas. 11 Pues venían de una raza maldita desde el principio; y sin que fuese por temer Tú a nadie, les dabas tregua en sus pecados. 12 Porque quién te dirá a Ti: ¿Por qué has hecho eso? ¿O quién se opondrá a tus juicios? ¿O quién se presentará ante Ti para defender a hombres malvados? ¿O quién te hará cargos por haber exterminado las naciones que Tú creaste? 13 Porque no hay otro Dios sino Tú; que de todas las cosas tienes cuidado, para demostrar que no hay injusticia en tus juicios. 14 No hay rey ni príncipe delante de Ti que 5. Bover-Cantera. quien traduce del griego, da a fste vers. la siguiente versión: por sus homicidios despiadados de sus hijos, banquetes canibalescos de carnes humanas y de sangre, a esos iniciados salidos de en medio de una bacanal. Los cananeos inmolaban a sus propios hijos (Lev. 18, 21; Deut. 12, 3 1 ; 18, 10; TV Rey. 3, 27). Dios enseña muchas veces su horror por esas cosas (Jer. 7, 31; 19, 5; IV Rey. 3, 27; 16, 3; Juec. 11, 35). De ahí que Él mismo ordenó (v. 6) el exterminio de ésos pueblos (Núm. 33, 51-56; Deut. 20, 17; S. 77, 54). En medio de tu sagrada tierra; literalmente: en medio de tu juramento, es decir, en la tierra que por medio del juramento hecho a Abrahán estaba dedicada al culto Tuyo. 8. Véase Ex. 23, 28; Deut." 7, 20. Jos. 24, 12. 10. ¡Cuántos acontecimientos de la historia antigua y moderna podrían explicarse a la luz de esta revelación! Cf. I Cor. 5, 5. 11. Noé había maldecido a Canaán, hijo de Ca-m y padre de los cananeos (Gen. 9, 25). De Cam procede, como se cree, también la raza negra, que aun sufre ciertas desventajas. Pero como Dios ama a todos (ver 11, 25) no podemos dudar de que la divina bondad sabe sacar de ello también bienes espirituales, que algún día conoceremos, como puede verse en otros casos de la Escritura (cf. Rom. 8, 28; I Cor. 5. 5; I I Cor. 2. 6; I Pedro 3, 20, etc.). 12. Recojamos esta saludable lección, sin la cual nuestro natural orgullo pretende juzgar a la sabiduría infinitamente buena y se escandaliza de las Sagradas Escrituras porque la santidad que ellas enseñan no siempre coincide con nuestra opinión. En c-te sentido nadie produjo mayor escándalo que el Hijo de Dios cuando se hizo hombre. Véase I I Cor. 10, 5; I Cor. 1, 19; Is. 28, 9; 29. 14; 33, 18; Rom. 9, 20; Job 42, 3 ; Ecli. 6, 25 a.; Mat. 11, 6; 24, 10.

SABIDURÍA 12, 14-27; 13, 1-4

793

^Por la misma razón a esos otros, que vivieueda pedirte cuenta de aquellos que Tú has ron como insensatos e injustos, les hiciste sufrir echo perecer. 15 Siendo como eres justo, dispones todas las horribles tormentos por medio de aquellas cocosas justamente; y crees ajeno de tu poder el sasM que adoraban. Ásí es que anduvieron largo tiempo excondenar a aquel que no merece ser castigado. traviados por la senda del error, creyendo dioses a las creaturas más viles entre los animales, LA RAZÓN DE LA INDULGENCIA DEL SEÑOR • y viviendo como niños, sin ningún juicio. 18 Pues tu poder es el principio de la justicia; ^Por lo mismo les diste un castigo, a maney por lo mismo que eres el Señor de todas las ra de escarnio, como a muchachos sin seso. cosas, eres con todos indulgente. ^Mas los que no se corrigieron con escar17 Muestras, empero, tu poder, cuando no te nios y reprensiones, vinieron a experimentar creen soberanamente poderoso, y confundes un castigo digno de Dios. 27 la 18audacia de aquellos que no te reconocen. Porque irritados de lo que padecían, y Pero como Tú eres el soberano Señor, juz- viéndose atormentados por las mismas cosas gas sin pasión, y nos gobiernas con moderación que creían dioses, y que ellas eran su ruina, suma; teniendo siempre en tu mano el usar del reconocieron ser el verdadero Dios Aquel a poder cuando quisieres. quien en otro tiempo negaban conocer. Por lo 19 Por esta tu conducta has enseñado a tu cual descargó al cabo sobre ellos la condenapueblo que el justo debe también ser humano, ción final. y has dado a tus hijos buenas esperanzas, puesto que cuando los juzgas por sus pecados, CAPÍTULO XIII dejas lugar a la penitencia. soPues si a los enemigos de tus siervos, y reos D I V E R S A S F O R M A S DE rooiATRÍA de muerte, los castigaste con tanto miramiento, 1 Vanidad son ciertamente todos los hombres dándoles tiempo y comodidad, para que se en quienes no se halla la ciencia de Dios, y que arrepintiesen de su malicia; 21 los bienes visibles no llegaron a conocer a ¿con cuánto cuidado juzgarás a tus hijos, por que es; ni considerando las obras, recoa cuyos padres hiciste grandes promesas con Aquel nocieron al artífice de ellas; juramentos y pactos? 22 ^ino que se figuraron ser el fuego, o el Así cuando a nosotros nos das alguna co- viento, o el aire ligero o las constelaciones rrección, a nuestros enemigos los castigas de de astros, o la gran mole de las aguas. mil maneras; para que reflexionando conside- o ellos sol y la luna los dioses gobernadores del remos tu bondad, y cuando nos hagas experimentar tu justicia, esperemos en tu miseri- mundo. *¥ si encantados de la belleza de tales cosas cordia. las imaginaron dioses, debieron conocer cuánto más hermoso es el dueño de ellas; pues el que 15. Dios no obra nunca contra la justicia, aunque sí más allá de la justicia, esto es, con misericordia creó todas estas cosas es el autor de la hermo(Santo Tomás). No podemos, pues, decir que sufri- sura. mos injustamente, ni aun en las guerras. E s un *0 si se maravillaron de la virtud e influenarcano que sólo Dios conoce. cia de estas creaturas, entender debían_ por 16. No como hombres, los cuales cuando son po- ellas que Aquel que las creó, las sobrepuja en derosos suelen violar los derechos del prójimo (v. 19). 17. Que no te reconocen: en griego: que no lo poder. conocen, esto es, que sabiendo tu poder te desobedecen. El primer hemistiquio alude especialmente a los príncipes paganos (Ex. 5, 2; IV Rey. 18, 35; I I Mac. 9. 4). El segundo a todos nosotros. 19. El justo debe ser humano: Profunda meditación para el que se sienta irreprensible como el hermano mayor en la parábola del hijo pródigo (Luc. 15, 29 s.), o como el fariseo del Templo (Luc. 19, 9), y en nombre de la moral se muestra implacable con los caídos. Para estos últimos vino especialmente Jesús. Véase Mat. 18, 11; 21, 3 1 ; t a c . 19, 10. Un dramaturgo moderno ha fustigado bajo el título de "malhechores del bien", a los que incurren en crueldad so pretexto de beneficencia. 20. Sobre esta suavidad de Dios, véase p. e. lo que nos revela San Pedro acerca de los que murieron en el diluvio (I Pedro 3, 19 s.; Gen. 8, 21). "Dios, dice San Agustín, ha amado al impío a fin de hacerle justo; ha amado al enfermo a fin de curarle; ha amado al perverso para volverlo a traer al buen camino; ha amado al que había muerto para devolverle la vida." 22. "|Admiremos este amor que no castiga para vengarse ni para aterrorizar, sino para dar lugar a la misericordia!" Este privilegio de Israel es mayor aún en los cristianos, para quienes Jesús insti tuyo misericordiosamente el Sacramento de la Penitencia. De ahí la admonición de San Pablo en Rom. 11, 22.

23. Por medio de aquellas cosas: De ahí el refrán: In quo quis peccat, in eo punietur. Cf. 11, 17 y nota. 24. Alusión a los egipcios, que adoraban cocodrilos, ranas, moscas, etc. que vinieron a convertirse en pía as para Egipto (11, 16; Rom. 1, 23). 26 s. Vemos una vez más la preocupación de Dios por evitar castigos (v. 2). Un castigo digno de Dios: 'a terrible muerte de los primogénitos y finalmente la destrucción del ejército eripcio en el Mar Rojo. 1. En los tres capítulos que siguen, se describen el origen, las formas y la insensatez de la idolatría; primeramente la adoración de la naturaleza y luego la fabricación y el culto de los ídolos. Enseñan y muestran cómo la idolatría es locura, o sea todo lo contrario de la sabiduría. I,a bellísima verdad de que por las cosas creadas puede el hombre conocer al Creador, al adorable Artífice y sus perfecciones invisibles, está confirmada por San Pablo ampliamente (Rom. 1. 19 ss.) al punto de que él declara inexcusables a los paganos que no conocen a Dios. Véase 11, 27 y nota y el Juramento Antimodernista de Pío X (Denz. 2.145). Aquel que es: Equivale en hebreo al nombre de Yahvé. Véase Ex. 3, 14 y nota. 2. Véase Deut. 4, 19; 17, 3. 3. Estas divinas palabras deberían estar escritas como un lema en el taller de todos los artistas.

S A B I D U R Í A 13, 5-19; 14, 1-9

794 5 Pues de la grandeza y hermosura de las creaturas, se puede a las claras venir al conocimiento de su Creador. 6 Mas los tales son menos reprensibles; porque yerran tal vez buscando a Dios y esforzándose por encontrarle, 7 por cuanto le buscan discurriendo sobre sus obras, de las cuales quedan como encantados por8 la belleza que ven en ellas; aunque ni tampoco a éstos se les debe perdonar. 9 Porque si pudieron llegar por su sabiduría a conocer el mundo, ¿cómo no echaron de ver más fácilmente al Señor del mismo?

DESCRIPCIÓN IRÓNICA DE LA FABRICACIÓN DE UN ÍDOLO 10 Pero, malaventurados son, y fundan en cosas muertas sus esperanzas, aquellos que llamaron dioses a las obras de la mano de los hombres, al oro y a la plata, labrados con arte, o a las figuras de los animales, o a una piedra inútil, obra de mano antigua. 11 Como cuando un artífice hábil corta del

5. Véase S. 18, 2. A las claras: Crampón vierte: por analogía. La misma Escritura suele valerse de las cosas naturales, el sol. el arco iris, el trueno, etc., como imagen de los divinos atributos. 6. Menos reprensibles, en comparación con los idólatras, de los cuales va a tratar en los vv. 10 y ss. Nótese la preciosa disculpa: es que buscaron a Dios fuera de sí mismos, y no pretendieron destronar a Dios endiosando las obras propias. Cf. II Tes. 2, 4; Apoc. 13, 14 ss. 7. Se nos previene contra el sentimentalismo para que no lo confundamos con lo espiritual. 9. No echaron de ver al Señor: Ahí está lo trágico del paganismo. Sin embargo el mundo conoció al principio a Dios (cf. 14, 13), pero lo olvidó. San Pablo no relega a un pasado lejano el conocimiento que los paganos tenían de Dios. Poseían en la¡¡ creaturas algo así como un espejo en que el Creador se refleja, y el Concilio Vaticano, apoyándose en San Pablo, definió que Dios puede ser conocido por la sola luz de la razón. Por haber olvidado a Dios los paganos sufrieron el más terrible de los castigos: fueron entregados a sí mismos, a sus pasiones, al espíritu de error y mentira (cf. Rom. 1, 24 ss.); la cual no es otra cosa que una sustracción de la gracia, cuya disminución y falta aumenta necesariamente las caídas y provoca mayores y más severos castigos. Así se explica la gran difusión de la idolatría. El paganismo antiguo no debe confundirse con el neopaganismo. Los antiguos creían demasiado, tenían en cada casa una estatua o un ídolo, ofrecían muchos sacrificios y se sentían en todas las empresas atados a un dios, en tanto que el neopaganismo que entró en el mundo en tiempos del Humanismo, pronto degeneró en racionalismo y ateísmo, que no reconoce ni a Dios ni a dioses. Por eso es el colmo de la apostasía. 11 ss. Véase Is. 14, 9-20; Jer. 10, 3-5. La necedad de la idolatría se nos manifiesta aquí en un cuadro maestro de ironía que recuerda la estupenda carta de Jeremías en el cap. 6 de Baruc. Véase también Ex. 20, 4; Deut. 16, 22; S. 105, 19; 113B, 4. La historia muestra que tales locuras han sido pura realidad, y San Pablo vuelve a condenar la idolatría (I Cor. 6, 9; Gal. 5, 20, etc.) cuyo concepto extiende a la avaricia y a la lujuria (Ef. 5, 5; Col. 3, 5). El mundo de hoy, adorador del hombre, no es mejor que aquéllos, y el Apocalipsis (21, 8; 22, 15) habla de los idólatras, no obstante referirse a los últimos tiempos, pues que en ellos se adorará al Anticristo (Apoc. 13).

bosque un árbol derecho, y diestramente le quita toda la corteza, y valiéndose de su arte fabrica mañosamente un mueble a propósito para el servicio de la vida, 12 y los restos de aquella obra los recoge para cocer la comida; 13 y a uno de estos restos, que para nada sirve, por estar torcido y lleno de nudos, lo cincela diligentemente en ratos desocupados, y con la pericia de su arte va dándole figura, hasta hacer de él la imagen de un hombre, 14 o darle la semejanza de un animal, pintándole de bermellón, y poniéndole la encarnadura, y cubriéndole todas las manchas que hay en él; 15 y haciéndole un nicho conveniente, la coloca en la pared, y la afirma con clavos, 16 para que no caiga al suelo, usando con ella de esta precaución, porque sabe que no puede valerse por sí misma, puesto que es una mera imagen, la cual ha menester ayuda. 17 Y sin embargo, ofreciéndole votos, le consulta sobre su_ hacienda, sobre sus hijos, y sobre sus matrimonios. No tiene vergüenza de hablar con18 aquello que carece de vida. _ Antes bien suplica por la salud a un inválido, y ruega por la vida a un muerto, e invoca en19su ayuda a un inútil. Para hacer un viaje se encomienda a quien no puede menearse, y para sus ganancias y labores, y el buen éxito de todas las cosas hace oración al que es inútil para todo. CAPÍTULO XIV NECEDAD DEL CULTO DE LOS ÍDOLOS 1

Asimismo piensa otro en navegar, y estando para surcar las encrespadas olas, invoca un leño más endeble que aquel que le lleva. *&te leño lo inventó la codicia de ganar, y fabricólo el artífice con su saber. *Mas tu providencia, oh Padre, lleva el timón; por cuanto aun en medio del mar le abriste camino, y le diste paso segurísimo por entre las olas; 4 demostrando que eres poderoso para salvar de todo riesgo, aunque alguno sin arte se meta en5 el mar. Pero a fin de que no quedasen inútiles las obras de tu sabiduría, por eso los hombres fían 16. Véase Bar. 6, 26 y 57; Is. 46, 2. 1. Un leño: un ídolo. Más que el endeble ídolo vale el barco porque fué construido con sabiduría y es capaz de salvar a los hombres con la' ayuda de Dios. 3 ss. En esta oración de la Sabiduría es de notar la invocación de Dios bajo el nombre de Padre, como Jesús nos enseñara llamarlo en el Nuevo Testamento. Cf. Is. 63, 16; Jer. 3, 4 y 9. Sobre la navegación véase S. 106, 23-31 y nota. 5. Las obras de tu sabiduría: Esto nos hace notar cómo las maravillas de la naturaleza que el hombre descubre, como por ejemplo la radio, etc., no son obra nuestra, sino de Aquel que las puso en la Creación.

SABIDURÍA 14, 5-29

' 17 Y así hacían traer desde lejos los retratos de quiénes no podían los hombres honrar personalmente por estar distantes; y exponían a la vista de todos la imagen del rey, a quien querían tributar honores, a fin de reverenciarle con su culto, como si estuviera presente. 18 La extremada habilidad del artífice atrajo a los ignorantes a este culto; 19 porque deseando complacer al que le hacía MALDITO EL ÍDOLO Y EL QUE LO HACE trabajar, empleó todos los esfuerzos del arte 'Porque bendito el leño que sirve a la jus- para sacar más al vivo la imagen. ticia; ^Con eso, embelesado el vulgo con la belleza 8 pero maldito el leño de un ídolo hecho de de la obra, comenzó a calificar por un dios al mano, tanto él como su artífice; éste por- que poco antes era honrado como un hombre. que le fabricó, y aquél porque no siendo más que una cosa frágil recibió el nombre INMORALIDAD DE LA IDOLATRÍA de Dios. 21 Y éste fué el error del género humano; 'Puesto que a Dios le son igualmente aborrepues los hombres, o por satisfacer a un afecto cibles el impío y su impiedad. 10 Por donde así la obra hecha como el hace- suyo, o a los reyes, dieron a las piedras y leños el 22nombre incomunicable. dorn serán castigados. Ni se contentaron con errar en orden al Y por eso no se perdonará a los ¡dolos de las naciones; por cuanto siendo creaturas de conocimiento de Dios, sino que viviendo suDios se hicieron abominación, tentación para mamente arruinados por su ignorancia, dieron las almas de los hombres, y lazo para los pies el nombre de paz a un sinnúmero de muy grandes males. de los insensatos. 23 Pues ya sacrificando sus propios hijos, ya ofreciendo sacrificios entre tinieblas, o celeCÓMO LOS HOMBRES INVENTARON LOS ÍDOLOS brando vigilias llenas de delirios, 24 12 no respetan las vidas, ni la pureza de los Pues la invención de los ídolos fué el origen de la fornicación, y su hallazgo la corrupción matrimonios, sino que unos a otros se matan por celos, o con sus adulterios se contristan. de13la vida. 25 Por todas partes se ve efusión de sangre, Porque ni los había al principio, ni los homicidios, hurtos y engaños, corrupción, infihabrá siempre. 14 Fueron introducidos en el mundo por la delidad, alborotos, perjurios, vejación de los vanidad de los hombres, y con esto vendrá buenos, 26 muy pronto el fin de ellos. olvido de Dios, contaminación de las almas, 15 Hallándose un padre traspasado de acerbo trastorno de la naturaleza, inconstancia de los dolor^ por^ la prematura muerte de su hijo, matrimonios, desórdenes de adulterio y de lasformó de él un retrato; y al que como hombre civia; 27 acababa de morir, comenzó luego a honrarle siendo el abominable culto de los ídolos la como a dios, y estableció entre sus criados ce- causa, y el principio y fin de todos los males; remonias y sacrificios. j o r q u e o hacen locuras en sus fiestas, o 16 Después con el discurso del tiempo, to- a lo menos fingen oráculos falsos, o viven en mando _ cuerpo aquella impía costumbre, el la a injusticia, o perjuran con facilidad; error vino a ser observado como ley, y adocomo que confiados en sus ídolos, que son rábanse los simulacros por mandato de los ti- creaturas inanimadas, no temen que por jurar ranos. en falso les venga ningún daño. sos vidas a un débil leño, y atravesando el mar sobre un barco llegan a salvo. GDe esta suerte también al principio, cuando erecieron los soberbios gigantes,' una barca ué el refugio de la esperanza de toda la tierra; barca que siendo gobernada por tu mano, transmitió al mundo semilla de posteridad.

M

6. Alude al diluvio. Por la esperanza de toda la tierra se entiende Noé y stí familia que fué salvado mientras que los malvados perecieron. Cf. Gen. 7, 21 y nota. 7. I*os santos Padres ven en esta expresión no solamente el arca sino una alusión profética al leño de la Cruz (Hech. 5, 30; Gal. 3, 13), en la cual Cristo nos mereció la justicia. _ 9. Pero "no desea Dios la muerte del pecador sino que se convierta a Él y viva", como lo reveló Jesús en la parábola del hijo pródigo (I^uc. 15, 20). 12. Fornicación: en lenguaje bíblico: idolatría (véase S. 105, 19 y nota). 15. He aquí el cuito de los muertos, muy común entre los pueblos antiguos, y aun hoy entré los chinos y japoneses. Entre sus criados: el padre del muerto establece ciertos ritos, según los cuales sus criados han de ofrecer al hijo sacrificios. Aprendemos aquí a no honrar inmoderadamente los retratos y estatuas de los muertos. 16. Véase p. e. el decreto de Nabucodonosor sobre la adoración de su imagen de oro (Dan. 3).

17. Otro orifren de la idolatría: el culto de los soberanos: en Roma, por ejemplo, el culto del César provocó la persecución y martirio de los que adoraban a Dios y a su Hijo Jesucristo. Hoy día está en boga el culto de los grandes deportistas y boxeadores. 21. El nombre incomunicable: es decir, Yahvé (Aquel que es); nombre de Dios que no puede darse a otro, ni tampoco podía pronunciarse entre los judíos. Véase Ex. 3, 14 y nota. 23. Véase Deut. 18. 10; Jer. 7, 6. Alusión a los sacrificios hechos a Moloc (ver 12, 5). Sacrificios entre tinieblas: que se hacían durante la noche en cuevas y lugares subterráneos. Alude a los cultos clandestinos de Cibeles. Adonis, etc. Vigilias ¡lenas de delirios: las bacanales, ritos en honor de Baco. 25. Véase San Pablo en Rom. 1, 29 ss.; II Cor. 12, 20; I Tím. 1, 9 ss. 26. Trastorno de la naturaleza, es decir, el pecado contra la naturaleza, que reprende San Pablo en los paganos (Rom. 1, 26). 15! autor sagrado parece trazar un cuadro de los tiempos presentes.

SABIDURÍA 14, MSI; .15. 1-18

E L JUSTO CASTIGO DE LOS IDÓLATRAS

^Mas por entrambas cosas tendrán su justo castigo: porque entregados a sus ídolos sintieron mal de Dios, y porque juraron injustamente y con dolo, menospreciando la justicia. 31 Pues no el poder de aquellos por quienes juran, sino la venganza sobre los pecadores es lo que persigue siempre la prevaricación de los injustos. CAPÍTULO XV ISRAEL FUÉ PRESERVADO DE LA IDOLATRÍA

'Mas Tú, oh Dios nuestro, eres benigno, veraz y longánime, y todo lo gobiernas con misericordia. 2 Porque si pecamos, tuyos somos, sabiendo como sabemos tu grandeza; y si no pecamos, sabemos que nos cuentas en el número de los tuyos. ^Porque conocerte a Ti es la justicia consumada, y conocer tu justicia y poder es la raíz de4 la inmortalidad. Y así no nos ha inducido a error la humana invención de un arte malo, ni el vano artificio de las sombras de una pintura, ni la efigie entallada y de varios colores, 5 cuya vista excita la concupiscencia del insensato, que ama la compostura de un retrato muerto e inanimado. dignos son de poner su esperanza en semejantes cosas aquellos que aman el mal; como también los que las hacen, los que las aman, y los que les dan culto. CULPABILIDAD DE LOS QUE SE OCUPAN DE LA FABRICACIÓN DE ÍDOLOS 7 Un alfarero, manejando la blanca greda, forma de ella, a costa de su trabajo, toda suerte de vasijas para nuestros usos; y de un mismo barro hace vasos que sirven para cosas limpias,

e_ igualmente otros para cosas que no lo son; siendo el alfarero el arbitro del destino que han de tener los vasos. •Y con vana fatiga forma del mismo barro un dios aquel que poco antes fué formado de la tierra, y que muy en breve volverá a reducirse a ella, obligado a restituir la deuda del alma que tiene. 9 Pero él no se cura del trabajo que le ha de costar, ni de la brevedad de su vida; sino que va a competencia con los artífices de oro y de plata, e imita también a los broncistas, y pone su 10gloria en formar cosas vanas. Pues su corazón es ceniza, y vil tierra su esperanza, y su vida más despreciable que el barro, "como que no conoce al que le ha creado e infundido el alma con que trabaja, y al que le 12inspiró el espíritu de vida. Y aun han creído éstos ser nuestra vida un juego, una manera de vivir hecha para ganar, y que conviene el ganar por cualesquiera medios, aunque sean malos. 13 Porque aquel que de materia terrena forma vasijas y simulacros, bien conoce que peca más que todos. INSENSATEZ DE LOS PAGANOS

*4Son, pues, necios, desgraciados y soberbios, más que alma nacida, todos los que son enemigos de tu pueblo y que le tienen avasallado; 15 porque reputaron dioses a todos los ídolos de las naciones; los cuales ni pueden usar de los ojos para ver, ni de las narices para respirar, ni de las orejas para oír, ni de los dedos de las manos para palpar, ni aun sus pies son capaces de menearse. 16 Porque es hombre quien los hizo, y recibió prestado el espíritu quien los formó; ni jamás podrá hombre alguno fabricar un dios semejante a sí; 17 por cuanto, siendo mortal, forma con manos sacrilegas una cosa muerta. El mismo es mejor que aquellos a quienes adora, pues él, aunque mortal, ha obtenido la vida, pero aquéllos nunca vivirán. 18 Y aun adoran a los más viles animales,

30. Sintieron mal de Dios: Véase 1, 1 y nota. Toda forma de idolatría es causa de otros males; porque irrita al amante corazón de Dios, como un adulterio que nos aparta de Él. I^a bondad de un esposo llega a todo menos a permitir que la esposa se entregue a otro. Por eso en el v. 31 se habla 8. La deuda del alma: o sea, de la vida. Profunda de venganza. expresión para mostrar que no es nuestra, sino que 2. (Mientras los paganos nada pueden esperar -ni la recibimos con la vida, y que debemos restituirla temer de parte de sus ídolos impotentes, Israel que al Creador. teme al Dios verdadero, nunca apostatará del todo, 12. Una manera de vivir hecha para ganar: en pues sabrá que puede convertirse confiando en la griejo es más vigoroso: la vida como un mercado misericordia del Señor. Es lo que enseña San Juan para ganar. (I Juan 3, 20 s.; cf. Prov. 24, 12). 14. Alma nacida: en griego alma pueril (alma de 3. Es, pues, el conocimiento de Dios lo que lleva un rapaeuelo, dice Bover-Cantera). Le tienen avaa una vida pura y a la inmortalidad. Así lo dice sallado: San Pablo recuerda, en contraste con la Jesús en Juan 17, 3 para mostrar la suprema im- cristiana luz de la conciencia, esta servidumbre que portancia de conocer al Padre. "El conocimiento de significa el culto de los paganos (I Cor. 12, 1 ss.). un solo Dios, dice San Jerónimo, es la posesión de cuyas religiones "no ofrecían ningún principio para todas las virtudes." Y añade: "Amad la ciencia de el discernimiento de espíritus" (Buzy). las Escrituras, y detestaréis los vicios de la carne." 15. Véase las mismas expresiones sarcásticas en Véase S. 118 y sus notas. S. 113 B, 4 ss. Cf. 13, 10 ss.; S. 105, 9; 134, 17; 7. Parece que el orden del texto se halla un poco Is. 44, 9 ss.; Jer. 10. 3; Heb. 2, 19. alterado (Nácar-Colunga), pues el autor vuelve al 18. Los egipcios adoraban a los animales más abtema de la fabricación de los ídolos. No se puede yectos, como ranas y cocodrilos, y representaban a mostrar más vivamente la ridiculez de los ídolos. sus dioses con cabe2a de gato, vaca, ibis, etc. Véase Véase cap. 13 y notas; Is. 45, 9 ss.; Jer. 10, 3 ss-, 12, 24 y nota. De la idolatría babilónica tenemos Bar. cap. 6. Cf. Rom. 9, 20 s.; II Tin). 2, 20 s. una descripción en Bar. cap. 6 y en Dan. cap. 14.

SABIDURÍA 13, 18-19; 16, 1-19

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que comparados con las demás bestias irracioLECCIÓN PARA LOS EGIPCIOS nales. son de peor condición que éstas. 19 Ni hay quien pueda observar cosa buena ^ o n lo que demostraste a nuestros enemigos en el aspecto de# estos animales; como que que Tú eres el que libra de todo mal. 9 ahuyentaron de sí la aprobación y bendición Pues ellos perecieron mordidos de las lande Dios. gostas y moscas, sin que se hallase remedio para su vida; porque merecían ser así extermiCAPÍTULO XVI nados. 10 Mas contra tus hijos ni aun los dientes de LA SABIDURÍA INTERVIENE EN FAVOR dragones venenosos pudieron prevalecer, porDE LOS ISRAELITAS que acudió a curarlos tu misericordia. n Pues eran puestos a prueba, a fin de que *Por eso con semejantes cosas fueron justa- se acordasen de tus preceptos; y presto quemente atormentados, y exterminados por una daban curados, para que no sucediese que turba de animales. cayendo en un profundo olvido, no pudiesen 2 Mas a tu pueblo, en lugar de estos tormen- gozar de tu socorro. 12 tos, le hiciste favores; concediéndole los apePorque no fué yerba, ni ningún emplasto tecidos deleites de un nuevo sabor, con traerle suave lo que los sanó, sino que fué tu palapor3 manjar gordas codornices; oh Señor, la cual sana todas las cosas. de manera que cuando los otros, bien que bra, 13 Tú eres, Señor, el dueño de la vida y de hambrientos, perdían las ganas aun del nece- la muerte; hasta las puertas de la sario sustento, por el asco de aquellas cosas muerte y deconduces allí retiras. que se les ponían delante de los ojos, y les 14 Un hombre bien puede matar a otro por eran enviadas, éstos padeciendo necesidad por un poco de tiempo, lograron un nuevo malicia; pero salido que haya el espíritu, no volverá, ni hará tornar el alma una vez recogimanjar. 4 Porque convenía que a los que se portaban da (allá). como tiranos, les sobreviniese irremediable OTRA INTERVENCIÓN DEL SEÑOR ruina, y a estos otros se les mostrase solamente 15 de qué manera eran exterminados sus eneMas el huir de tu mano es cosa imposible. 16 migos. Así los impíos, que negaban conocerte, 5 Así que cuando contra ellos se enfurecieron fueron azotados por tu fuerte brazo, siendo las bestias crueles, perecían de las mordeduras perseguidos de extrañas lluvias, de pedriscos y de6 venenosas serpientes. tempestades, y consumidos por el fuego. 17 Mas no duró siempre tu enojo, sino que Y lo más maravilloso era que el fuego en fueron aterrados por un breve tiempo para el agua, que lo apaga todo, tenía mayor acescarmiento, recibiendo luego una señal de tividad; porque el universo venga a los salud, para recuerdo de los mandamientos de justos. 18 tu Ley. A veces se amansaba el fuego, para no 7 A la cual (insignia) quien miraba, quedaba quemar a los animales, enviados contra los imsano; no por virtud del objeto que veía, sino píos; a fin de que viéndolo ellos mismos, acapor Ti, oh Salvador de todos. basen de conocer que por juicio de Dios eran perseguidos. 19 Otras veces el fuego, contra su natural vir19. Dios en el dia de la Creación bendijo a las bestias (Gen, 1, 22). Esta bendición transfórmase tud, ardía en el agua por todas partes, para en -maldición cuando se les tributa culto idolátrico. consumir las producciones de aquella tierra 1 ss. Nótese el contraste, que continúa en todo el maldita. capítulo: los egipcios castigados con ranas (Ex. 8, 1 ss.) y los israelitas alimentados con aves (Ex. 16, 2 ss.). Véase también Núm. 11, 31 ss., donde se ve cómo la concupiscencia de Israel fué castigada. 6 s. Una señal de salad: la serpiente de bronce, la cual salvó a quienes la miraban (Núm. 21, 6 ss.), no por virtud del objeto (v. 7), sino por la fe, como figura del Salvador. Jesús lo confirma en Juan 3, 14 s. diciendo a Nicodemo: "Así como Moisés en el desierto levantó la serpiente, asi es necesario que el Hijo del hombre sea levantado (en lá Cruz), para que todo el que cree tenga en # Él la vida eterna." Esta admirable enseñanza tiene un alcance universal para que no atribuyamos virtud propia a nada ni a nadie, fuera de "Dios y su Hijo Jesucristo", pues que, aun los medios más santos que Él mismo pone, sólo obran por la virtud que les va comunicando Él en su actividad incesante (Juan 5, 17), sin la cual toda creatura volvería automáticamente a la nada de donde salió (S. 103, 29 s. y nota). De ahí resulta el inmenso valor de la Cruz como imagen sagrada, en contraste con cuanto aquí se enseña sobre las imágenes idolátricas. El rey Ezequías destruyó la serpiente de bronce, sin duda para evitar su culto supersticioso (IV Rey. 18, 4).

12. Tu pa'abra sana todas las cosas: El Primado de la Argentina ha recordado este carácter de la Palabra como remedio, acentuándolo fuertemente, en forma de condición sine qua non: "Volver a la lectura y a la meditación constante del Santo Evangelio, para luego, por medio de las obras, poner en práctica esa doctrina, será el único remedio para tantos males que afligen a la humanidad" (Card. Copello). Véase v. 26; Ex. 15, 26; S. 106, 20; Mat. 8, 8; S. Juan Crisóstomo, Homilía 12 sobre el Génesis. 14. Una ves recogida: Se refiere al sepulcro (scheol). Véase Job 10, 21; 14, 12; 19, 25 y notas. Cf. S. 103. 29 y nota. 16 ss. Véase Ex. 9, 22 ss. Las fuerzas de la naturaleza luchan por Dios obrando en favor de los israelitas (v. 17) y en contra de los egipcios (v. 18). Véase v. 23; 5, 21 ss. y nota; 19, 18 ss. 19. San Bernardo compara este fuego con la ingratitud humana, la cual es un viento abrasador, "que seca el manantial de la piedad, el rocío de la misericordia, los canales de lá gracia". (Sermo X U in Cant.).

S A B I D U R Í A 16, 20-29; 17, 1-9

798 E L MILAGROSO MANJAR EN EL DESIERTO 20 Al contrario, alimentaste a tu pueblo con manjar de ángeles, y le suministraste del cielo un pan aparejado sin fatiga suya, que contenía en sí todo deleite, y la suavidad de todo sabor. 21 Y así este tu sustento demostraba cuan dulce eres para con tus hijos; y acomodándose al gusto de cada uno, se trasmutaba en lo que cada cual quería. ^ a nieve y el hielo resistían a la fuerzadel fuego, y no se derretían, para que viesen, cómo arrasaba las cosechas de los enemigos aquel fuego que ardía y relampagueaba en medio del granizo y de la lluvia. 23 Aqui, al contrario, olvidóse el fuego de su misma actividad; para que tuviesen los justos de24qué alimentarse. Pues la creatura, sirviéndote a Ti, hacedor suyo, redobla los ardores para atormentar a los injustos, y los mitiga en beneficio de aquellos que en Ti confían. ^Por eso también entonces, tomando el gusto de todos los manjares, servía a tu gracia, sustentadora de todos, acomodándose al deseo de aquellos que a Ti recurrían; 26 a fin de que tus hijos, oh Señor, de Ti tan amados, reconociesen que no tanto son los frutos naturales los que alimentan a los hombres, sino que tu palabra sustenta a los que creen en Ti. 27 Porque lo que no^ podía ser consumido del fuego, calentado al más leve rayo del sol, luego se deshacía;

20. Manjar de ángeles: el maná, que alimentó a los israelitas en el desierto (Ex. 16, 3 1 ; Núm. 11, 8; 21, 5), y que es figura de la Eucaristía. Todo deleite, etc.: texto tomado para la antífona Panem de coelo praestitisti eis, omne delectamentum in se habentem. Si el deleite de Cristo consiste en estar con los hijos de los hombres, 1 cuántas han de ser las delicias de éstos al estar con Cristo y al recibirlo en sus corazones! 21. Acomodándose al gusto de cada uno: S. Agustín, S. Gregorio Magno y otros Padres creen que el maná adquiría el gusto que deseaban los israelitas (v. 25), si éstos eran fieles y lo tomaban con gratitud y ánimo devoto, pero para los otros era cosa común. Véase I Cor, 11, 29, donde el apóstol San Pablo hace análoga distinción respecto de la Sagrada Eucaristía. 22. Alude al maná, que tenía la apariencia de nieve y hielo (Ex. 16, 14), y no se derretía al ser cocido o asado. 26. Tu palabra sustenta a los que creen en Ti: En el v. 12 era remedio; aquí es alimento: comida y bebida, dice San Agustín. Véase Prov. 9, 5; Jer. 15, 16 y Deut. 8, 3 que Jesús cita en Mat. 4, 4. De ahí la necesidad de predicar la palabra de Dios, lo cual es, según S. Gregorio, el primer oficio del sacerdote. "Desdichado de mí si no predicare el Evangelio" (I Cor. 9, 16). "Así como las aguas de una fuente corren siempre, aunque nadie se aproveche de ellas, así también el predicador debe siempre cumplir su deber y anunciar la palabra de Dios, aun cuando pocas personas le escuchen y se conviertan" (S. Crisóstomo, Hom. I de l á z a r o ) . 27 ss. Admiremos el milagro y la belleza de toda esta enseñanza. En los capítulos siguientes se narra cómo Dios sigue multiplicando sus maravillas en favor del pueblo amado.

^ a r a que supiesen todos que era necesario adelantarse al sol para obtener tu bendición, y 29 adorarte así que amanece. Porque la esperanza del ingrato se deshace como la escarcha del invierno, y desaparece como agua perdida. CAPÍTULO XVII OTROS EJEMPLOS DEL AMOR DE Dios A SU PUEBLO

'Grandes son, oh Señor, tus juicios, e inefables tus palabras. Por eso las almas privadas de la 2ciencia, cayeron en el error. Pues cuando los inicuos se persuadían poder oprimir al pueblo santo, fueron ligados con cadenas de tinieblas y de una larga noche; y encerrados dentro de sus casas yacían excluidos de3 la eterna Providencia. Creyendo estar escondidos con sus negras maldades, fueron separados unos de otros con el velo tenebroso del olvido, llenos de horrendo pavor, y perturbados con grandísimo asombro. 4 Porque ni las cavernas en que se habían metido los libraban del miedo; - sino que el estruendo que bajaba los aterraba, y aparecíanseles horrorosos fantasmas, que los llenaban de espanto. 5 No había ya fuego, por grande que fuese, que pudiese alumbrarlos; ni el claro resplandor de las estrellas podía esclarecer aquella horrenda noche. •Al mismo tiempo, de repente, les daban en los ojos terribles fuegos; y aturdidos por el temor de aquellos fantasmas, que veían confusamente, imaginábanse más terribles todos los objetos. 'Allí fueron escarnecidas las ilusiones del arte mágica, y afrentosamente castigada la jactancia de su sabiduría. 8 Pues los que prometían desterrar de los ánimos abatidos los temores y las perturbaciones, esos mismos llenos de terror estaban con vergüenza suya desmayados. 9 Porque aunque nada de monstruoso solía espantarlos; aquí despavoridos con el pasar de las bestias, y los silbidos de las serpientes, se 1. Tus palabras: El griego sólo habla de los juicios, y los llama grandes e inescrutables- Muestra así que no podemos comprenderlos con el esfuerzo de nuestra inteligencia, sino solamente estudiando la Revelación que Él mismo nos dio. 2 ss. Sobre la plaga' de las tinieblas véase Ex. 10, 21-29. 3. Negras maldades: Los sortilegios y pecados cometidos en el silencio de la noche fueron castigados con la misma oscuridad en que se escondían. 4. Aquí y en lo siguiente, el autor sagrado refiere algunos rasgos que no se hallan en el libro del Éxodo, pero que se transmitían en la tradición judía. 7. Los hechiceros egipcios, maestros en el arte mágico, habían intentado imitar los milagros que Moisés hizo por orden de Dios (Ex. 7, 11 y 22; 8, 19). 8. Todos estos cuadros de estupenda elocuencia, son a un tiempo, como se ve, lecciones para mostrar la insensatez de toda soberbia humana.

SABIDURÍA. 17, »-20; 18, 1-7

morían de miedo, y hubieran elegido no percibir el aire, lo que nadie puede evitar de ningún modo. 10 Pues la maldad, siendo medrosa, da testimonio de su propia condenación; porque una conciencia agitada presagia siempre cosas atroces. "Que no es otra cosa el temor, sino el pensar12que está uno destituido de todo auxilio. Y cuanto menos, dentro de sí espera el hombre, tanto mayor le parece aquella causa desconocida que le atormenta. DESCRIPCIÓN DE LA PLAGA DE LAS TINIEBLAS 13 Lo cierto es que los que en aquella noche, verdaderamente intolerable y salida de lo más inferior y profundo del infierno, dormían el mismo sueño, 14 parte eran agitados por el temor de los monstruosos espectros, parte desfallecían de abatimiento, sobresaltados de un terror repentino e inesperado. 1S Y si alguno de ellos llegaba a caer, allí quedaba como preso, encerrado en una cárcel, sinls cadenas de hierro. Pues, o bien fuese algún labrador, o un pastor, o jornalero que trabajase en el campo, Se hallaba sorprendido, y envuelto en aquella insuperable angustia. "Porque todos quedaban aprisionados con una misma cadena de tinieblas; donde ya el susurro de los vientos, ya el canto suave de las aves entre las frondosas ramas de los árboles, ya18el ímpetu de corrientes caudalosas de agua, ya el recio estruendo de peñascos que se desgajaban, ya el correr de los animales, que andaban retozando, y a los cuales no divisaban, ya el fuerte alarido de las bestias que aullaban, ya el eco resonante de los montes altísimos, los19hacía desfallecer de espanto. Y entretanto todo el resto del mundo estaba iluminado de clarísima luz, y se ocupaba sin embarazo alguno en sus labores ordinarias. ^Solamente sobre ellos reinaba una profun-

799 da noche, imagen de aquellas tinieblas, que después los aguardaban; por eso se hacían más insoportables a sí mismos que las tinieblas. CAPÍTULO XVIII U N A COLUMNA DE FUEGO ALUMBRA A LOS ISRAELITAS

'Mas tus santos gozaban de una grandísima luz; oían la voz de aquéllos pero sin verlos. Y dábante a Ti la gloria de que no padeciesen las mismas angustias, tributándote gracias porque no eran maltratados, como antes lo habían sido; y pedíante la merced de que subsistiese esta diferencia. 'Por lo cual al ir por un camino desconocido tuvieron por guía una luminosa columna de fuego, y les diste un sol que no los incomodaba cuando descansaban. 4 Bien merecían los otros el quedar privados de la luz, y padecer una cárcel de tinieblas, ya que tenían encarcelados a tus hijos, por cuyo medio había de ser dada al mundo la luz inmaculada de la Ley. LA MUERTE DE LOS PRIMOGÉNITOS EGIPCIOS 5

Cuando resolvieron quitar la vida a los infantes de los justos, y Tú libraste para castigo suyo uno de eljos que había sido expuesto. les quitaste muchísimos de sus hijos; y a ellos mismos los ahogaste en las recias aguas. "Fué aquella noche previamente anunciada a nuestros padres, para que conociendo la verdad de las promesas juradas, a que habían dado crédito, estuviesen más confiados. 7 Y con esto vio tu pueblo, a un mismo tiem-

1. Sigue el contraste de tantos horrores con las bendiciones prodigadas a los israelitas. Según el griego eran los egipcios quienes oían las voces de éstos, y los llamaban felices no obstante la opresión que habían sufrido en Egipto (Ex. 1). 2. En griego son tos e-ipcios quienes aeradecen a los israelitas porque, maltratados por ellos, no se 10. Véase Prov. 28, 1 y nota. vengaron; y les piden perdón de haber sido sus ene11. Es decir, todo miedo seria contra la fe; y en efecto, Jesús nos enseña a no temer ni aún a los migos. 3. -Porque la misma luminosa columna que los que podrían matarnos (¡Mat. 10, 28), y San Pablo dice: *'Si Dios con nosotros, ¿quién contra nosotros?*' guiaba de noche, les servía de día como sombra. (Rom. 8, 21; S. 3, 7; 22, 4; 26, 1; 55, 5; 117, 6, Véase Ex. ! 3 , 21 s : 14, .9 s.; 40, 34 _s.; Núm. etc.). No se trata, como se ve, del valor estoico, 9, 15 s. y notas. Un sol que no los incomodaba fundado en nuestra suficiencia harto falible, sino de cuando descansaban: Bover-Cantera (según el grieemigración. la confianza en la protección indefectible del divino go) : y sol inofensivo de pundonorosa Padre. En griego este texto forma, el v. 12 y de- Nácar-Colunga: un sol inofensivo de gloriosa perefine el miedo como el abandono de los recursos que grinación. nos da la reflexión (Bover-Cantera: traición hecha 4. Al mundo: Grandioso anuncio de que las rea los socorros de la rasan). Es el terror pánico, velaciones dadas al pueblo de Israel estaban destique enloquece. nadas a iluminar al mundo entero. Nótese que fué 17. En la vida espiritual la cadena de tinieblas hecho antes de Cristo, y confirmado después de Él consiste en el hábito, del pecado. "Iva sugestión del (Luc. 2, 32; Rom. 1, 5; II Cor. 3, 14-16). Véase demonio en?endra el placer del pensamiento; el pla- también S. 21, 28; 147, 8 s.; Is. 2, 2 ss.; 61, 11; cer engendra el consentimiento, el consentimiento la Miq. 4, 1 ss.; Tob. 13, 13 ss.; 14, 8 ss. 5. Los justos: los israelitas. Uno de ellos: Moisés, acción; la acción lleva a otra acción; y de ahí viene en seguida el hábito. Luego viene el abandono de que fué expuesto en el Nilo (Ex. 2, 111). l.et quitaste... recuerda la muerte de los primogénitos Dios, el endurecimiento y la condenación." 20. Alusión a las tinieblas del sepulcro (véase de los ejipcios (Ex. 11 ss.). Los ahogaste (a los egip16, 14). Insoportables a si mismos: Entre las tri cios) cuando persiguieron a los israelitas (Ex. 14, bulaciones del alma, ninguna mayor, ni más conti- 21-31). 6. Véase Gen. 22, 16 »».; 26, 3; Ex. 13, 5; 32, nua. ni más cruel, que la conciencia de los propios 13; 33, 1. pecados (S. Agustín).

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SABIDURÍA 1», 7-24

po, la salvación de los justos, y el exterminio de los malvados. "Que así como castigaste a los enemigos, así llamándonos a nosotros, nos ensalzaste. 'Porque los justos, hijos de los santos, te ofrecían en secreto el sacrificio, y concordes establecieron esta ley de justicia, que los justos se ofrecían a recibir igualmente los bienes como los males, cantando ya los himnos de los patriarcas. ^•Mientras tanto resonaban los desentonados gritos de los enemigos, y oíase el llanto de los que se lamentaban por la muerte de los niños; u estando afligidos con la misma pena el esclavo y el amo, y padeciendo el mismo castigo el 12hombre plebeyo que el rey. T.odos i g u a l m e n t e tenían innumerables muertos, que habían perecido con el mismo género de muerte; ni ya bastaban los vivos para enterrarlos;^ pues en un momento fué extirpada la más noble porción de su prole. 13 Entonces los que a ninguna cosa creían, por engaño de los hechiceros, luego que acaeció el exterminio de los primogénitos, reconocieron que aquel era el pueblo de Dios. EL ÁNGEL EXTERMINADOR 14

Cuando un tranquilo silencio ocupaba todas las cosas, y la noche, siguiendo su curso, se 15hallaba en la mitad del camino, tu omnipotente palabra, desde el cielo, desde tu real solio, cual terrible campeón, se 8. Llamándonos: a hacer alianza con Dios. Tan sólo por la salida de Egipto se hizo posible la alianza del Sinaí. 9. Evoca el sacrificio del cordero pascual (Ex. 12, 1-28). A recibir igualmente: Admiren los sociólogos esta solidaridad que une a todos en igual destino (véase S. 132, 1 y nota), i Cuánto más deberíamos tenerla los que somos miembros del mismo Cuerpo de Cristo! (cf. I Cor. 12, 12 ss.). Los himnos: véase S. 112 y I I Par. 30, 21; 35, 15. 12. Ni bastaban: Véase Núm. 33, 4; porque los egipcios solían embalsamar a los muertos, procedimiento que exigía mucho tiempo. 13. A ninguna cosa creían de cuantas pruebas dieron Moisés y Aarón (Ex. 7, 8 ss.). Pueblo de Dios: en griego: Confesaron que el pueblo de Israel era hijo de Dios. Así lo llama el mismo Dios en Ex. 4, 22 ss. Véase Jer. 31, 9 y 20; Os. 11, 1; Mat. 2, 15. 15. Tu omnipotente palabra: Expresión del poder divino. Véase Os. 6, 5; S. 147, 4 ; I Par. 21, 16. El Ángel exterminador representado como un guerrero, que alcanza hasta el cíelo (v. 16), en aquella noche dio muerte a los primogénitos de los egipcios (Ex. 1!. 4 s.). En la Liturgia se aplica la palabra en sentido acomodaticio a la Encarnación del Verbo (Introito del Domingo infraoctava de Navidad). Por que también éste vino como un guerrero esforzado a quebrantar el poder de Satanás y unir el cielo con ja tierra, pero no para llenar todo de muerte (v. 16) y de turbación (v. 17), sino para traernos la vida que es Él mismo (Juan 1, 4; I Juan 4, 9; 5, 12) y la paz que ta-mbién es Él mismo (Ef. 2, 14) y que anunciaron tos ángeles en la noche de Navidad (Luc. 2, M), tan distinta de aquella terrible noche egipcia. Esta parece más un símbolo de la segunda Venida de Cristo, cuando "juzgará a las naciones" (S. 109, 6), así como llenará de felicidad a sus amigos (I Tes. 4, 16 s.), y a "los que aman su venida" (II Tim. 4, 8).

lanzó en medio de la tierra condenada al exterminio. 16 Llevaba por aguda espada tu irresistible decreto, y a su llegada llenólo todo de la muerte, y estando sobre la tierra alcanzaba hasta el cielo. "Entonces visiones de sueños funestos los llenaron de turbación, y sobrecogiéronlos imprevistos temores. 18 Y arrojados medio muertos, unos en una parte, otros en otra, mostraban la causa de su muerte. 19 Porque los mismos fantasmas que los habían turbado, los habían antes advertido de esto, a fin de que no muriesen sin saber la causa del mal que padecían. AARÓN APLACA LA IRA DEL SEÑOR 20

También los justos estuvieron un tiempo en peligro de muerte; y la muchedumbre experimentó calamidades en el desierto; pero no duró mucho tu enojo. 21 Porque acudió a toda prisa un varón irreprensible a interceder por el pueblo. Embrazó el escudo de su ministerio, y presentando la oración con el incienso de la expiación, contrastó a la ira, y puso fin al azote, mostrando ser siervo tuyo. ^Calmó luego el desorden, y no con las fuerzas del cuerpo, ni con el poder de las armas, sino con la sola palabra desarmó al que le afligía, haciendo presentes los juramentos y alianza hecha con los patriarcas; 23 porque cuando ya caían muertos a montones, unos sobre otros, se puso él de por medio, y cortó la cólera, y le impidió el pasar hacia los vivos. ^Por cuanto en la vestidura talar que llevaba, estaba simbolizado todo el mundo; como también los gloriosos nombres de los patriarcas estaban esculpidos en los cuatro órdenes de piedras, y grabada en la tiara de su cabeza tu Majestad. 20. También los justos: los israelitas. Aplicándolo a los cristianos podemos decir con S. Crisóstomo; "No son los buques vacíos los que temen a tos piratas, sino los que están cargados de oro. de plata y de piedras preciosas; de la misma manera el demonio no atormenta fácilmente al pecador, sino más bien al justo" (Hom. IV in Is.). 2'. s. Un varón irreprensible: Aarón que intercedió por el pueblo pasando por donde las llamas devoraban al pueblo y apagando la ira del exterminador (v. 25) "con la sola palabra" (v. 22) de su oración. Véase Núm. 16, 47 ss. Aarón, a quien Dios generosamente llama aquí irreprensible, había caído antes en la apostasía idolátrica que el mismo Dios llamó "asquerosa abominación" (véase Ex. 32, 2 ss. y 25). Entonces la oración de Moisés le libró de ser destruido por Dios (Deut. 9, 20). Pero sin duda fué grande su contrición junto con la del pueblo (Ex. 33. 1 ss.). El Eclesiástico (45, 7) habla de él y no hace mención de su pecado, si bien, contrastando con el gran elogio de Moisés, se refiere más a la dignidad sacerdotal que a la persona de Aarón. 24. El Sumo Sacerdote Aarón llevaba un racional, en el cual estaban grabados los nombres de los doce patriarcas (Ex. 28, 15-21), y en la tiara una lámina cuya inscripción rezaba: consagrado al Señor (Es-

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S A B I D U R Í A 18, 25; 19, 1-18

^ A estas cosas, pues, cedió el exterminador. y respetólas; pues bastaba ya esta sola muestra de ira. CAPÍTULO XIX EL PASO DEL MAR ROJO a

Mas sobre los impíos descargó la ira, sin misericordia hasta el fin; como que Él estaba previendo lo que les había de acontecer. 2 Porque después de haber ellos permitido que los hebreos se marchasen, y aun habiéndoles dado prisa para que saliesen, arrepentidos luego les iban al alcance. 3 De modo que, estando todavía cubiertos de luto, derramando lágrimas sobre los sepulcros de los muertos, tomaron otra resolución de locura, y pusiéronse^ a perseguir como a fugitivos a los que habían hecho marchar pon ruegos. 4 A este fin los conducía una necesidad merecida; y perdían la memoria de lo que les había acaecido, para que el castigo pusiese el colmo al resto de sus tormentos; *y así tu pueblo pasase milagrosamente, y los otros hallasen un nuevo género de muerte. Jorque las creaturas todas, según su género, obedeciendo a tus preceptos, tomaban una nueva, forma, a fin de que tus hijos se conservasen ilesos. 7 Así una nube hacía sombra a su campamento; y donde antes había agua, apareció tierra enjuta, un camino sin tropiezo en medio del Mar Rojo, y en el profundo abismo una verdadera pradería, *por la cual atravesó todo el pueblo, protegido de tu mano, viendo tus maravillas y portentos. 9 Pues como caballos bien pacidos, y como corderillos, daban brincos de alegría, engran28, 36; 39, 29). En el racional estaban también los Urim y Tummim (Ex. 28, 30), por cuyo medio el Sumo Sacerdote consultaba al Señor quien había prometido revelarle así su voluntad en los asuntos importantes. Era un especialísimo privilegio divino. que sólo fué ejercido mientras Israel se mantuvo fiel a Dios (Schuster-Holzammer). Véase Esdr. 2, 63. Simbolizado todo el mundo: "Aquel pontifical, dice Fray Luis de León, asi en la forma de é! como en las partes de que se componía, y en todos sus colores y cualidades, era como una representación de la universidad de las cosas; y el sumo sacerdote vestido de él era un mundo universo; y como iba a tratar con Dios por todos, asi los llevaba to dos sobre sus hombros. Pues de la misma manera Cristo, sumo y verdadero sacerdote, para cuya imagen servía todo el sumo sacerdocio pasado, cuando subió al altar de la cruz a sacrificar por nosotros, fué vestido de nosotros en la forma que dicho es, y sacrificándose a sí y a nosotros en si, dio fin de este modo a nuestra vieja maldad" (Nombres de Cristo). 2 s. Véase Ex. 12, 31-33; 14, 5. De luto (v. 3 ) : por los primogénitos (Ex. 13, 15). 6 ss. Tus hijos: Admiremos una vez más el amor de Dios hacia Israel, y esa solicitud que llega hasta alterar en su favor las leyes naturales y a destruir a todos sus enemigos (véase S. 77, 13 s.; 104, 28 ss.; IOS, 8 ss. y notas; Joel cap. 3, etc.). Así es como todo este Libro remata en una honda exclama* ción de reconocimiento (v. 20). 9. Véase en Ex. 15. 19 el grandioso cántico de alegría que entonaron con Moisés.

deciéndote a Ti, oh Señor, que los libraste. 10 Pues se acordaban todavía de aquellas cosas que habían sucedido allá donde moraron como forasteros; cuando en vez de crías de animales produjo la tierra moscas; y en lugar de peces echó fuera el río muchedumbre de ranas. U Y a la postre vieron una nueva creación de aves, cuando llevados del antojo pidieron viandas12 delicadas. Porque para contentar su apetito vinieron volando del mar codornices; pero sobre los pecadores vinieron venganzas, precediendo los mismos fenómenos que antes- se habían producido por la violencia de los rayos; pues justamente padecían según sus maldades. CRUELDAD DE LOS EGIPCIOS 13

Pues su hospitalidad fué muy inhumana, porque si otros no acogieron a unos forasteros desconocidos, los egipcios reducían a la esclavitud a huéspedes bienhechores. 14 Ni es de considerar solamente esto, sino que hay otra diferencia en aquellos que hospedaban de mala gana a unos extraños. 15 Afligían con crudelísimos trabajos a los que habían recibido con alegría, y que vivían bajo las18mismas leyes. Por lo que fueron castigados con la ceguera al modo que lo fueron aquellos otros a la puerta del justo, cuando, envueltos en repentinas tinieblas, buscaban cada uno la puerta de su casa. 17 Porque los elementos cambiaban entre sí sus propias funciones, como en un salterio varían los sonidos bien que cada cuerda retenga el propio tono. Esto se puede conocer evidentemente por la misma experiencia. 18 A este modo las creaturas terrestres se hacían acuáticas y las que nadaban se pasaban a la tierra. 11. Véase 16, 2; Ex. 16, 13; Núm. 11, 13; S. 77, 26 ss. 13 ss. Paralelo entre los egipcios y los habitantes de Sodoma (Gen. 19), siendo más culpable la conducta de los primeros, porque oprimían a los mismos vecinos (Ex. 1, 10-14). 16. A ¡a puerta del justo: Refiérese a Lot (cf. Gen. 19). 17. En griego es el vers. 18 y dice en la versión de Bover-Cantera: Y es asi que los elementos naturales permutándose los unos al son de los otros son como los sonidos en el salterio, que cambian el género de ritmo, conservando siempre su propia sonoridad, lo mal se puede colegir puntualmente de la consideración de las cosas acaecidas, pues el milagro no suprime la armonía de las fuerzas de la naturaleza, sino que produce una nueva y maravillosa concordancia de ellas. Nácnr-Colunga# vierte de otra manera: para ejercer en ellos la justicia se pusieron de acuerdo los elementos, como. en el salterio se acuerdan los sonidos en una inalterable ar. monla, como claramente puede verse por los sucesos: y agrega en la nota: "P.ira ejercer la justicia divina, los elementos formaron como un salterio, combinando armónicamente su condición. Estos anima. les acuáticos (v. 18) han de ser las riñas, que invaden la tierra de Egipto (Ex. 8. 1-15). el fuego (v. 19) son los rayos, que, destruyendo los ganados, perdonan a las ranas, como el sol derrite el maní que, por otra parte, era cocido al fuego. Todo tucede para glorificación de Israel (16, 17)."

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SABIDURÍA 19, 19-20

19

E1 fuego, excediendo su condición, era activo en medio del agua, y el agua se olvidaba de20su natural virtud de apagar. Al contrario, las llamas no dañaban a los cuerpos de los animales corruptibles, de suyo combustibles, que andaban dentro de ellas, ni

derretían aquel delicioso manjar, que se deshacía tan fácilmente como la escarcha. Así que, oh Señor, en todo y por todo engrandeciste a tu pueblo, y le honraste ni te desdeñaste de asistirle en todo tiempo y en todo lugar.

20. Delicioso manjar: el griego dice: alimento celestial- Véase 16, 20 y nota. Como hemos visto, los nueve primeros capítulos nos han presentado a la Sabiduría en sí misma, identificada con la divina Persona del Verbo, que se manifestó más tarde en la Encarnación. Por consiguiente cuando los diez últimos capítulos nos muestran a esa misma Sabiduría-Cristo como el autor de todas las bendiciones recibidas por Israel en la salida de Egipto, nos explicamos el misterioso pasaje de San Judas v. 5, donde dice que Jesús salvó a su pueblo de la tierra de Egipto, no obstante haber esto ocurrido unos quince siglos antes de la Encarnación (véase Ex.

14, 19; 23, 20 ss.; Núm. 20, 16; I Cor. 10, 4-9). Porque, como señalamos en la Introducción a este divino Libro, el Padre lo hace todo para la gloria de su Hijo (Hebr. 1, 2), así como el Hijo todo lo hace siempre (y lo hizo cuando, "habitó entre nosotros"), para la gloria de su Padre (S. 39, 8; L u c 2, 19; Juan 8, 49 S-; 14, 13; 17, 1, etc.), en virtud del amor que los une a Ambos y que es el Espíritu Santo: en lo cual consiste el dulcísimo poema del Amor infinito, que llamamos misterio de la Trinidad. A él somos convocados, no sólo para conocerlo, sino también para tomar participación, mediante la invitación al banquete de la Sabiduría (Prov. 9, 1-6).

ECLESIÁSTICO O LIBRO DE JESÚS, HIJO DE SIRAC aprovechen de la sabiduría que a todos se brinda gratuitamente para saciar la sed del coEl nombre de este libro: "El Eclesiástico", es razón. El libro no está compuesto según un plan debido al constante uso que de él se hacía en la Iglesia, especialmente en la instrucción del lógico, por lo cual su división no puede hacerse ueblo y de los catecúmenos que iban a ser rigurosamente. Ello no obstante, señalamos autizados. Basta, pues, este nombre para mos- aproximativamente como útil orientación para trarnos el aprecio que la Iglesia tenía de su el lector, las diez secciones que propone Peutilidad como arsenal de doctrina y de piedad; ten: I) 1, 1-4, 11: Elogio de la Sabiduría; debey para darnos idea de lo familiarizados que estaban los fieles en los tiempos de fe, con el res para con Dios, para con los padres, para conocimiento de este divino tesoro de sabidu- con el prójimo, para con los pobres y oprimiría. El nombre de "Libro de Jesús, hijo de dos. Sirac", o "Sabiduría de Sirac", le viene de su II) 4, 12-6, 17: Ventajas de la sabiduría; pruautor lesús (Josué), descendiente de un cierto dencia y sinceridad en el obrar. La amistad. Sirac (50, 29) que vivía en ¡Palestina al comien- III) 6, 18-14, 21: Ventajas de la sabiduría. zo del siglo II a. C. Contra la ambición. Reglas de • conducta acerEl libro fué, pues, escrito por los años 200- ca de varias categorías de hombres. Confianza en Dios. Hombres de los que hay que descon170 a. C. El autor se sirvió de la lengua hebrea, de la fiar. Contra la avaricia. IV) 14, 22-16, 23: Frutos de la sabiduría. El cual el libro fué traducido al griego, en Egipto, por su nieto, que llevaba el mismo nombre pecado y su castigo. V) 16, 24-23, 38: Himno al Creador. Temque el abuelo. La traducción se emprendió en el año 38 del rey Ptolomeo Evergetes II, es de- planza en el hablar y disciplina de la lengua. Diferencia entre el necio y el sabio. cir, en 132 a. C. VI) 24, 1-33, 19: Himno a la Sabiduría. Las San Jerónimo conocía todavía el texto hebreo, pero poco después éste se perdió. Recién mujeret. Honestidad en los negocios. Educaen nuestros días, en 1896-1900, fué hallado en ción de los hijos. Salud y templanza. El temor una sinagoga de El Cairo un manuscrito que de Dios. VII) 33, 20-36, 19: Los esclavos. La superscontiene más de la mitad del texto hebreo. Ello muestra, por otra parte, que este Libro tición. Culto falso y verdadero. Oración por la deuterocanónico, aunque no forma parte del salvación de Israel. VIH) 36, 20-39, 1S: Elección de los mejores. canon judío, fué tenido siempre en grande estima por Israel, cuyos maestros lo citan hasta Templanza. Relaciones cbn el médico. Culto hoy como fuente de suma autoridad. Las dife- de los muertos. Estudio de la Sabiduría. IX) 39, 16-43, 37: Loa de la Drama Provirencias textuales de las versiones antiguas son muy rumerosas y hemos procurado señalarlas dencia. La vida humana, sus penas y alegrías. Castigos de los impíos. Verdadera y falsa verbrevemente en lo posible. güenza. Himno a Dios Creador. X) 44, 1-50, 23: Elogio de los Padres. El objeto del Eclesiástico es enseñar la sabiduría, es decir, las reglas para hallar la feliciSigue un apéndice que comprende dos pardad en la vida de amistad con Dios. De ahí tes: a) la oración de gratitud del autor (51, 1que se le ha llamado "tratado de ética a lo di- 17); b) un poema alfabético de invitación a vino", es decir, expuesto no en forma sistemá- la busca de la sabiduría (51, 18-38). tica sino con esa pedagogía sobrenatural que San Pablo llama "mostrar el espíritu y la virNo hay palabras con qué expresar el bien tud" de Dios (I Cor. 2, 4), siendo de notar que pueden hacernos, para la prosperidad de que la palabra "moraF' (del latín mores: cos- nuestra vida, estas enseñanzas cuya inspitumbres), tan usada posteriormente, no figura rada omnisciencia prevé todos los casos y reen la Sagrada Escritura. Para ilustrar su doc- suelve todas las dificultades que nos puedan trina, recorre finalmente el autor en los capí- ocurrir. tulos 44-50 la historia del pueblo escogido, pre- Junto a estos libros sapienciales, palidece y sentándonos con elogio los varones sabios y aparece superficial y a menudo vacía y falsa justos desde Abrahán hasta Simón, hijo de toda la psicología de los moralistas clásicos, Onias. Termina con una oración y una mara- griegos y romanos. Con respecto a las caractevillosa exhortación para que todos aprendan y rísticas propias de cada uno de estos santos

INTRODUCCIÓN

ECLESIÁSTICO

804

Libros, conviene ver las Introducciones a los que esta sabiduría práctica del Eclesiástico, no Proverbios, al Eclesiastés y a la Sabiduría. En es como un tónico o néctar de excepción, reel presente Libro se nos dan gratuitamente con- servado sólo para los que aspiran a lo exquisejos que pagaríamos a peso de.oro si vinieran sito. Es un alimento cotidiano, al que hemos de de un maestro jamoso. recurrir sistemáticamente los que vivimos "en El Sabio va escrutando, como en un labora- este siglo malo" (Gal. 1, 4), los que creemos torio, todos los problemas de la vida humana, que San Juan no miente al decir que "el muny ofreciéndonos su solución. ¿Puede haber fa- do todo está poseído del maligno" (1 Juan S, vor más grande? Porque no se trata de esas 19). Jesús confirma esto en forma tremendasoluciones de la pura razón, o de la ciencia mente absoluta, diciendo que a ese Espíritu positiva^ que cada época y cada autor han ido Santo, que "enseña toda verdad" (Juan 16, 13) proponiendo, o imponiendo orgullosamente, porque es "el Espíritu de la Verdad" (ibíd. como definitivas conquistas de la filosofía... 14, 17), "el mundo no lo puede recibir porque hasta que llegaba otro que las destruyese y las no lo ve, ni lo conoce" (ibíd.). negase para proclamar las suyas, tan relativas Siendo el Eclesiástico uno de los libros deuo deleznables como aquéllas. terocanónicos, nos hemos servido del texto (coNo; el laboratorio del moralista que aquí nos rregido) de nuestra edición de la Vulgata, añaalecciona, está iluminado por un foco nuevo. diendo en las notas las variantes más importanLos pensadores de hoy lo llamarían intuición- tes del griego y hebreo. Para los felices creyentes (Lucas 1, 45) hay un nombre más claro, un nombre divino: el Espíritu Santo, que habló por los profetas, "qui PRÓLOGO locutus est per Prpphetas". DEL TRADUCTOR GRIEGO * La intuición, que ahora se propone como una fuga ante el fracasó del racionalismo, ¿qué Muchas y grandes cosas se nos han enseñaes, que puede ser, sino un modo disimulado de admitir que Dios obra en nosotros, por enci- do en la Ley, y por medio de los Profetas, y ma de nosotros y sin necesidad de nosotros, de otros que vinieron después de ellos; de así como no nos necesitó para crearnos? ¿O donde con razón merecen ser alabados los isacaso esa intuición —reconocida superior al ra- raelitas por su erudición y doctrina; puesto que ciocinio porque éste muchas veces es falaz y no Solamente los mismos que escribieron estos deformado por las pasiones— no sería sino un discursos hubieron de ser muy instruidos, sino instinto puramente humano y biológico? En ue también los extranjeros pueden, asimismo, tal caso, habremos de reconocer a los anima- egar a ser muy hábiles, tanto para hablar coles como los modelos del hombre en sabidu- mo para escribir. De aquí es que mi abuelo ría . . . (y a fe que bien podrían ser nuestros Jesús, después de haberse aplicado con el mamaestros en cuanto se refiere a la ordenación yor empeño a la lectura de la Ley y de los de sus apetitos, que en el hombre están en Profetas, y de otros Libros que nos dejaron rebeldía). Si nuestro ideal en cuanto a espí- nuestros padres, quiso él también escribir algo ritu se contenta con tal instinto de intuición de estas cosas tocantes a la doctrina y a la saes que los "post-cristianos" de hoy están muy biduría, a fin de que los deseosos de aprender, por debajo de la intuición del pagano Sócrates bien instruidos en ellas, atiendan más y más a que al menos reconocía en su interior el soplo su deber, y sé mantengan firmes en vivir conde un "demonio", en griego: espíritu, como forme a la Ley. agente de sus inspiraciones. Os exhorto, pues, a que acudáis con beneEn vano David nos lo advertía hace tres mil volencia, y con el más atento estudio, a emaños, hablando por su boca el mismo Dios: "Yo prender esta lectura, y que nos perdonéis si alte daré la inteligencia. Yo te enseñaré el cami- gunas veces os pareciere que al copiar este no que debes seguir... no queráis haceros retrato de la sabiduría, flaqueamos en la comsemejantes al caballo y al mulo, los cuales no posición de las palabras; porque las palabras tienen entendimiento" (S. 31, 8 s.). En vana, de- hebreas pierden mucho de su fuerza trasladadas cimos, porque los hombres no aceptaron ese a otra lengua. Ni es sólo este libro, sino que la magisterio de nuestro Creador, y prefirieron misma Ley y los Profetas, y el contexto de el de las bestias, como lo expresa también otro los demás Libros son no poco diferentes de Salmo de los hijos de Coré, diciendo: "El hom- cuando se anuncian en su lengua original. Después que yo llegué a Egipto en el año bre, constituido en honor, no lú entendió. Se ha igualado a los insensatos jumentos y se ha treinta y ocho del remado del rey Ptolomeo hecho como uno de ellos" (S. 48, 13 y 21).

3

Estas reflexiones pueden servirnos como claroscuro para apreciar mejor, frente a nuestra triste indigencia propia, el tesoro de verdad, de enseñanzas, de soluciones infalibles, que la bondad de Nuestro Padre Dios pone en nuestras manos con este Libro, tan poco leído y meditado en los tiempos modernos. Agreguemos

* El prólogo no forma parte del libro inspirado, sino que fué compuesto y añadido por el traductor. Es de notar la observación de éste sobre lo difícil que es traducir con exactitud los libros santos. De ahí la gran conveniencia de recurrir a los textos originales, según lo señala Pío X I I en la magistral Encíclica "Divino Afflante Spiritu" del 30 de setiembre de 1944. El rey Ptolomeo Evergetes es el segundo de este nombre que reinó de 145 a 117 a. C. (con su padre ya desde 170).

•CÜS1ASTICO 1, 1-U

Evergetes, habiéndome detenido allí^ mucho tiempo, encontré los libros que se habían dejado, de no poca ni despreciable doctrina. Por lo cual juzgué útil y necesario emplear mi diligencia y trabajo en traducir este libro, y así en todo aquel espacio de tiempo, empleé muchas vigilias y no pequeño estudio en concluir y dar a luz este libro, para utilidad de aquellos que desean aplicarse, y aprender de qué manera deben arreglar sus costumbres los que se han propuesto vivir según la Ley del Señor.

805 LA SABIDURÍA Y EL TEMOR DE Dios n

E l temor del Señor es gloria y honor; y es alegría y corona de júbilo. ^ 1 temor del Señor recrea el corazón, y 13 da contento y gozo y larga vida. Al que teme al Señor le irá felizmente en sus postrimerías, y será bendito en el día de14 su muerte. E1 amor de Dios es gloriosa sabiduría. "Aquellos a quienes ella se manifiesta, ámanla luego que la ven, y reconocen sus grandes obras. CAPÍTULO I 18 E1 principio de la sabiduría es el temor ¿QUÉ ES LA SABIDURÍA? del Señor, el cual es creado con los fieles en J Toda sabiduría viene de Dios, el Señor; con el seno materno; acompaña a las mujeres Éla estuvo siempre, y existe antes de los siglos. escogidas, y se da a conocer en los justos y ¿Qnién ha contado las arenas del mar, las fieles. 17 E1 temor del Señor es la santificación de gotas de la lluvia y los días de los siglos? La altura del cielo, la extensión de la tierra, y la la 18ciencia. La religiosidad guarda y justifica el coraprofundidad del abismo, ¿quién las ha medido? 3 da gozo y alegría. La sabiduría de Dios, que precede a todas zón, 19 Quien teme al Señor será feliz, y bendito las4 cosas, ¿quién es el que la ha investigado? La sabiduría fué creada ante todas las cosas; será en el día de si. fallecimiento. y la luz de la inteligencia existe desde la eternidad. EL TEMOR DE Dios ES EL COLMO 5 E1 Verbo de Dios en las alturas es la fuenDE LA SABIDURÍA te de la sabiduría, y sus caminos son los man^El colmo de la sabiduría consiste en tedamientos eternos. a Dios, y sus frutos producen plenitud. ^ 1 origen de la sabiduría, ¿a quién fué re- mer 21 Llenará toda su casa de bienes, y de sus velado? ¿ni quién conoce sus trazas? 'La disciplina de la sabiduría, ¿a quién fué tesoros todas las recámaras. ^Corona de la sabiduría es el temor del descubierta y manifestada? ¿ni quién entendió la 8multiplicidad de sus designios? Imaginemos que un extraño lee en una Hay un solo Creador, altísimo y omnipo- entre líneas. ajena este párrafo: "Cuida tu salud, porque tente y rey grande, y sumamente terrible. carta si no, voy- a castigarte." El extraño pone los ojos que está sentado sobre su trono, y es Dios, el en la idea de este castigo y halla dura la carta. Mas vino luego el destinatario de ella, que era el hijo Señor. 9 remitente de la carta, y al leer esa amenaza Éste la creó en el Espíritu Santo, y la com- del de su padre, de castigarle si no se cuidaba, se puso prendió, la numeró, y la midió. a llorar de ternura viendo que el alma de aquella 10 Y derramóla sobre todas sus obras, y sobre carta no era la amenaza sino el amor siempre destoda carne, según su liberalidad, y comunicóla pierto que le tenía su padre, pues si le hubiera sido indiferente no tendría ese deseo apasionado de que a los que le aman. estuviera bien de salud. La carta que Dios nos es1. Existe antes de los siglos: es decir, se identifica con) la segunda de las divinas Personas, el Verbo eterno (v. 5) que siempre estuvo "apud Deum'\ exactamente como lo dice Juan 1, 1. £1 Eclesiástica nos da así la misma doctrina que el Libro de la Sabiduría y los otros Libros Sapienciales (Prov. 8, 22; Sab. 7, 26, etc.), y confirma aquí terminantemente que no puede existir la sabiduría creada en el hombre (v. 4 ) , si no procede de su única fuente, que es aquella sabiduría increada de Dios. Lección fundamental contra todo orgullo humano. Comparadas con la sabiduría divina, todas las ciencias son "cisternas rotas" (Jer. 2, 13). Por eso S. Ambrosio recomienda "beber grandes sorbos en las fuentes del Antiguo y Nuevo Testamento, porque en cada Testamento se bebe a Cristo". Cf. v. 5 y nota. 5. Falta en los -mejores códices griegos (lo mismo que los vv. 7, 14. 17-19, 23 [segunda parte], 26 y 27). Pero el Salmo 118 que es todo un himno a la Ley de Dios, confirma este concepto de que los mandamientos no son órdenes despóticas sino corrientes de sabiduría, esto es, enseñanzas de felicidad. 9. Es la respuesta a las preguntas de los vv. 2 y 3. Véase caps. 42, 15 ss. y 43; el discurso de Dios en Job 38 ss. y el S. 103. La numeró y la midió: Véase Prov. 16, 11; Sab. 11, 21. 10. Comunicóla a los que le aman. El amor lee

cribió es la Sagrada Escritura (S. Gregorio). Contiene también amenazas pero son amenazas paternales escritas para nuestra salud, y el que ama al Padre Celestial las lee como aquel hijo que se puso a llorar al ver la tierna preocupación de su padre. 15. Amania luego que la ven: La miel no puede parecer amarga al que la prueba. He aquí la gran luz que nos da toda la Escritura: conocer para poder amar, y amar para p^der servir (Gal. 5, 14; Rom. 13, 10; I Cor. 13). El conocimiento es, pues, el camino hacia el amor (Juan 17, 3, 6. 17 y 26). Trátase, claro está, del conocimiento espiritual o sabiduría, que viene de la Palabra divina, y no de un conocimiento puramente exterior y superficial. 16. Véase Prov. 1, 7; 9, 10; Ecli. 12, 13; S. 110, 10 y notas. En el seno materno: ha de entenderse esto de aquellos dones especiales que Dios concede a algunos desde el seno de su madre o desde la cuna, con los que desde luego muestran inclinación a la piedad (Job 31, 18): así como, por el contrario, en el Salmo 57, 4 se dice de otros que han sido enajenados y embotados desde el seno de su madre. Otros lo aplican a la predestinación, así como Jeremías fué santificado (Jer. 1, 5) y San Pablo separado (Gal. 1, 15) desde el seno de su madre (Scio). Sobre la predestinación véase lo que dice S. Pablo en Rom. 8, 29 s.

ECLESIÁSTICO 1, 23-40; 2. 1-8

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Señor, que da paz cumplida y frutos de salud. 23 CAPÍTULO II E1 conoce la sabiduría y la calcula; lo uno y lo otro son dones de Dios. 24 CONSTANCIA EN LA TENTACIÓN La sabiduría reparte la ciencia y la pru1 dente inteligencia, y acrecienta la gloria de Hijo, en entrando en el servicio de Dios, aquellos que la poseen. persevera firme en la justicia, y en el temor, "La raíz de la sabiduría es el temor del y prepara tu alma para la tentación. Señor, y sus ramas son longevidad. ^umilla tu corazón, y ten paciencia; ins'En los tesoros de la sabiduría se halla la clina tus oídos y recibe los consejos prudeninteligencia, y la ciencia religiosa; mas para tes; y no agites tu espíritu en tiempo de la los pecadores la sabiduría es abominación. oscuridad. 3 ^ l temor del Señor destierra el pecado. Aguarda con paciencia lo que esperas de ^Quien no tiene el temor, no podrá ser Dios. Estréchate con Dios, y ten paciencia, justo; porque su" cólera exaltada es su ruina. para que a tu fin sea próspera tu vida. 4 ^Por algún tiempo sufrirá el que padece, Acepta todo cuanto te enviare, en los domas después será consolado. lores sufre con constancia, y lleva con pa^El hombre sensato retendrá sus palabras ciencia tu abatimiento. 5 hasta, cierto tiempo, y los labios de muchos Pues como en el fuego se prueba el oro celebrarán su prudencia. y la plata, así los hombres aceptos se prueban 31 > En los tesoros de la sabiduría están las en la fragua de la humillación. máximas de la buena conducta de vida; 32 pero el pecador detesta el culto de Dios. CONFIANZA EN DIOS

N o SEAS HIPÓCRITA

''Hijo, si deseas la sabiduría, guarda los mandamientos, y Dios te la concederá. M Pues la sabiduría y la disciplina son temor del Señor, y lo que le agrada 35 es la fe y la mansedumbre, pues colmará de 36tesoros al que la posee. No seas rebelde al temor del Señor; ni acudas a Él con corazón doble. 37 No seas hipócrita delante de los hombres, ni ocasiones con tus labios tu ruina. ^Ten cuidado de ellos, a fin de que no caigas, y acarrees sobre ti la infamia; ^revelando Dios lo que tú escondes, y abatiéndote en medio de la asamblea. *°por haberte acercado al Señor con malignidad, estando tu corazón lleno de doblez y engaño. 26. Falta en el griego. Girotti lo considera una compilación de los vv. 17, 21 y 24. 28. En hebreo: Al impetuoso fuera de razón no faltará castigo, porque el empuje de su Ímpetu lo hará precipitarse. Vaccari deduce de aquí la diferencia entre el moralista ligero, que a todos quiere imponer su pretendida sabiduría, y el verdadero sabio que .espera el tiempo oportuno para insinuar su doctrina'. 30. Retendrá sus palabras. Otra traducción esconderá su palabra. Un proverbio árabe manda girar tres veces la lengua antes de hablar. 31. Las máximas de la buena conducta; de modo que María sabrá ser buena Marta cuando llegue la ocasión. 34 s. Lo que le agrada: Véase Sab. 9, 10 y nota. No olvidemos que en saber lo que agrada a Dios, consiste todo. La fe y la mansedumbre: Dios colma de bendiciones al que confía en Él (cf. S. 32, 22 y nota) y es manso (S. 36, 11). 36 ss. Sobre el coraron doble, tan abominable ante Dios, véase Juan 1, 47; Sant. 1, 6-8; 4, 8; Sab. 1, 2 y 5 y notas; Mat. 5, 23 s. 39. Revelando, etc.: Véase lo que dice Jesús en Luc. 12, 2 s.: "Nada hay oculto que no haya de ser descubierto, nada secreto que no haya de ser conocido. En consecuencia, lo que hayáis dicho en tinieblas, será oido en plena luz, y lo que hayáis dicho al oído en los sótanos, será pregonado sobre los techos."

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Confía en Dios, y Él te sacará a salvo; endereza tu camino, y espera en Él; conserva su temor, hasta el fin de tus días. 'Vosotros los temerosos del Señor, aguardad su misericordia; nunca os desviéis de Él, porque no caigáis. 8 Los que teméis al Señor, creed a Él; pues no se malogrará vuestro galardón. 9 Los que teméis al Señor, esperad en Él; que su misericordia vendrá a consolaros. 1. Desde el Antiguo Testamento se nos enseña que las luchas y tentaciones son pruebas de la fe. Si las llevamos con paciencia nos purifican y nos unen más fuertemente con Dios. Si el alma, dice, S. Gregorio, se une vigorosamente a Dios, las amarguras se convierten en dulzura, y toda aflicción es para ella un descanso (Lib. V. iMoral.). Cf. Est. 13, 18; Prov. 3, 12; Sab. 3, 5; 11, 11; Sant. 1, 2 ss. 2. Ten paciencia: Scío vierte: sufre; Bover-Cantera: muéstrate firme; Nácar-Colunga: soporta con paciencia. La Vulgata expresa todo esto con la sola palabra lapidaria: ¡sústine!, que debería estar en el escudo de todos los que luchan bajo la bandera de Cristo. ¡No agites tu espíritu/ Suavísi-ma norma que nos muestra con qué caridad nos ama Dios. La sabiduría está en la serenidad confiada, que sabe aguardar la salud que viene de Dios (Lam. 3, 22-26) y orar (Sant. 5, 13). esperando que Él obre (S. 36, 5 y nota), sin entregarse a los escrúpulos e inquietudes con que Satanás quiere llevarnos a la desesperación. Esa difícil pasividad es mayor acto de fe que cualquier actividad insensata y febril. Cf. Tob. 2, 12 y nota. 3. Este vers. ha sufrido muy diversas versiones. Scío: Aguarda si tarda Dios, únete con Dios y sufre para que a lo postrero crezca tu vida. Nácar-Colunga: Adhiérete a Él y no te separes, para que tengas buen éxito en tus postrimerías. Bover-Cantera: Regate a Él y no te alejes, para que crezcas en tus últimos momentos. Todas las versiones hacen pensar en- la suerte final y la vida eterna. 5. Véase 4, 18 ss,; Sab. 3, 6; I Cor. 3, 13; I Pedro 1, 7. Los hombres aceptos, es decir, los hombres gratos a Dios. 9 s. Esperad en Él, etc.: Hebreo y griego: esperad bienes y gozo y misericordia. El v. 10 no figura en los originales y parece puesto para añadir la caridad a la fe (v. 8) y a la esperanza (v. 9). Nótese la impresionante repetición del comienzo de estos versos y de los versos 18 ss.: los que teméis al Señor.

ECLESIÁSTICO 2, 10-23; 3, 1-9

807

10

Los que teméis al Señor, amadle y serán ^diciendo: Si no hacemos penitencia, caeiluminados vuestros corazones. remos en las manos del Señor, y no en manos de hombres. "Contemplad, hijos, las generaciones de los hombres: y veréis cómo ninguno, que confió ^Porque cuanto El es grande, otro tanto en12el Señor, quedó burlado. es misericordioso. Porque, ¿quién perseveró en sus mandamientos que fuese desamparado? ¿O quién le CAPÍTULO III invocó que haya sido despreciado? 13 Pues Dios es benigno y misericordioso; en DEBERES DE LOS HIJOS el día de la tribulación perdonará los pecados; 'Los hijos de la sabiduría, son la congregay es protector de cuantos de veras le buscan. ción de los justos; y la estirpe de ellos es obediencia y amor. jAY DEL HOMBRE DE CORAZÓN DOBLE! escuchad, hijos, los preceptos de vuestro 14 ¡Ay del que es de corazón doble, y de padre, y hacedlo así, si queréis salvaros. 3 labios malvados, y de manos facinerosas! ¡Ay Porque Dios quiso honrar al padre en los del pecador que anda sobre la tierra por dos hijos, y vindica y confirma la autoridad de senderos! la madre sobre ellos. 15 ¡Ay de los hombres de corazón flojo, que *Quien ama a Dios alcanzará perdón de no confían en Dios!, que por lo mismo no los pecados; se abstendrá de ellos y será oído serán protegidos por Él! siempre que le niegue. 18 5 ¡Ay de los que pierden la paciencia, y Como quien acumula tesoros, así es el que abandonan los caminos rectos, y se van por tributa honor a su madre. sendas torcidas! •Quien honra a su padre, tendrá consuelo 17 ¿Qué harán cuando comience el Señor su en sus hijos, y al tiempo de su oración será juicio? oído. 7 FIDELIDAD A DIOS E1 que honra a su padre, vivirá larga vida; y da consuelo a la madre quien al padre obe18 Los que temen al Señor no dejarán de dece. creer en su palabra; y los que le aman segui8 Quien teme al Señor, honra a sus padres; rán19 su camino. y sirve, como a sus señores, a los que le die; Los que temen al Señor inquirirán lo que je es agradable; y aquellos que le aman esta- ron el ser. 'Honra a tu padre con obras, y con palarán penetrados de su ley. ^Los que temen al Señor prepararán sus bras y con toda paciencia; corazones; y en la presencia de El santifica22. s. En hebr. sigue al v. 20 y dice, al revés: rán sus almas. Arrojémonos en las manos de Dios y no en las de los 21 porgue cuanto Él es, etc. Las palabras Los que temen al Señor guardan sus man- sihombres, hacemos penitencia, parecen añadidas y "camdamientos; y tendrán paciencia hasta el día biannotodo el sentido, en contraste con el v. 23" (Boque los visite, nacorsi). David expresó igual confianza en la sua11. Los antiguos decían: ''Historia discimus": la Historia es Maestra .en enseñarnos lo Que aguarda a quienes no obedecen a Dios. Véase S. 36, 25; 62, 7 y notas. 12. "Al que viene a Mí no le echaré fuera" (Junn 6, 37). 14. Por dos senderos: Es lo mismo que: "Ninguno puede servir a dos señores", dice el Señor único (Mat. 6. 24). ~ 18. Es la gran promesa de Juan 14. 23. El que no ama no tiene fuerza (ibíd v. 24). El amor consiste principalmente en soportar las penalidades de la vida. "Los que llegan a la perfección, nunca piden al Señor que los libre de tribulaciones y pruebas, sino que las ansian y aprecian tanto como los hijos del siglo aprecian las riquezas, el oro y las piedras preciosas. Saben que especialmente en tiempos de tribulación y tentaciones es fácil enriquecerse" (Sta. Teresa de Jesús). 19. Lo que es agradable: No todo es cuestión .k obligación cuando se trata de un Padre (1, 34). Vea se 7, 40 y nota. 20. Santificarán sus almas: en griego: se humilla rán delante de Él. La primera de las gracias, dice S. Bernardo, es el temor de Dios. El que lo recibe y obedece a sus inspiraciones, detesta toda iniquid a d . . . Sin aquella gracia, que es el principo de la piedad, ningún bien se desarrolla ni se multiplica. Como la falsa seguridad es el manantial de todas las iniquidades, así el temor del Señor es el principio, la base y la custodia de todos los bienes" (De Don. S. Spirit. c. 1).

vidad de Dios (II Rey. 24, 14), y nos reveló que su misericordia es tan alta como el cielo (S. 102, 11). 3. Dios quiso honrar al padre, haíta el punto de hacerlo objeto del cuarto mandamiento. El que lo violare perecerá. Véase Mat. 15, 4; Ex. 20, 12; 21, 17; Deut. 5, 16; Lev. 20, 9; Prov. 20. 20. 7. Larga vida: Esta es la promesa especial de que habla San Pablo en Ef. 6, 2 s. Es que se trata de algo especialmente agradable a Dios según vemos en Col. 3, 20. La sociedad humana, tal cual Él la quiso en el pueblo escogido, era esencialmente patriarcal. La dignidad paternal no sólo se funda en el sumo derecho natural de haber dado gratis a los hijos la vida y su subsistencia, sino que también es una imagen y representación de la Paternidad divina (Ef. 3, -5), creadora, conservadora, amante y misericordiosa (S. 102, 13). Jesús, salvación dada por el mismo Padre, se nos ofrece a cada paso de su Evangelio, como modelo de Hijo de ese Padre, al que se complace en estar sometido (Juan 4, 34; 12. 49; 14, 28; I Cor. 15, 28). Luego nos lo da por Padre nuestro (Juan 1, 12 s.; 20, 17); y entonces el Padre nos da el mismo Espíritu de Jesús para que podamos amarlo como Él lo amó (Gal. 4, 6). 9. "Oh, hijos, dice S. Ambrosio, alimentad a vuestro padre, alimentad a vuestra madre. Aunque hayáis alimentado a vuestra madre, no le habéis podido pagar todavía los dolores y las angustias que por vosotros ha sufrido; no le habéis dado alimentos que compensen los que, por un tierno afecto, os ha ofrecido cuando os criaba . . . Se ha privado de alimentos que tal vez le gustaban; por vosotros ha aceptado

E C L E S I Á S T I C O 3, 10-34

808 21

i°para que venga sobre ti su bendición, la Porque Dios es el solo grande en poder, cual te acompañe hasta el fin. y 22 Él es honrado de los humildes. u No busques lo que es sobre tu capacidad, La bendición del padre afirma las casas de los hijos; mas la maldición de la madre ni escudriñes aquellas cosas que exceden tus fuerzas; sino piensa siempre en lo que te tiene les arruina los cimientos. mandado Dios, y no seas curioso de sus muchas obras. ¡ALIVIA LA VEJEZ DE TU PADRE! ^Porque no te es necesario el ver por tus 12 No te alabes de la afrenta de tu padre, ojos los ocultos arcanos. M porque no es gloriatuya su ignominia; No escudriñes con ansias las cosas super13 puesto que de la buena reputación del fluas, ni tampoco indagues las muchas obras de padre resulta gloria al hombre, y es desdoro Dios. del14 hijo un padre sin honra. ^Porque muchas cosas se te han enseñado Hijo, alivja la vejez de tu padre, y no que sobrepujan la humana inteligencia. M le 15des pesadumbres en su vida. A muchos sedujo la falsa opinión que forSi llegare a volverse como un niño, com- maron de ellas; en la vanidad detuvo ella sus padécele, y jamás le desprecies por tener tú sentidos. más vigor que él; porque la beneficencia con CASTIGO DEL ORGULLO el 16padre no quedará en olvido. 27 Por los defectos de la madre recibirás tu E1 corazón duro lo pasará mal al fin; y recompensa. quien ama el peligro perecerá en él. 17 La justicia será el fundamento de tu. casa; ^ l corazón que sigue dos caminos, no teny en el día de la tribulación se hará memo- drá buen suceso, y el hombre de corazón deria de ti; como en un día sereno se deshace pravado hallará en ellos su ruina. el hielo, de igual modo se disolverán tus ^El corazón perverso se irá cargando de pecados. dolores; y el pecador añadirá pecados a pe18 ¡Oh, cuan infame es el que a su padre cados. desampara! ¡Y cómo,es maldito de Dios aquel '"La reunión de los soberbios es incorregique exaspera a su madre! ble; porque la planta del pecado se arraiga enMellos sin que lo adviertan. • MANSEDUMBRE Y HUMILDAD E1 corazón del sabio se deja conocer en la sabiduría, y el oído bien dispuesto escu19 Hijo, haz tus cosas con mansedumbre, y chará a ésta con sumo anhelo. 32 sobre ser alabado, serás amado de los homE1 corazón sabio y prudente se guardará bres. de pecar; y en las obras de justicia prospeC u a n t o fueres más grande, tanto más de- rara. bes humillarte en todas las cosas, y hallarás VALOR DE LA LIMOSNA gracia ante Dios. «El agua apaga el fuego ardiente, y la limanjares que le repugnaban; ba velado y llorado resiste a los pecados. por vosotros. ¿Podríais abandonarla en la necesidad? mosna M lOh, hijos! I qué terrible juicio se os prepara, si no Dios es el proveedor del que hace bien, cuidáis a vuestra madre!" se acuerda de él para lo venidero, y al tiempo 11. Afirma las casas. Les da prosperidad. En Israel esta bendición paterna era cosa primordial, y de su caída hallará apoyo. confirmada por Dios (cf. Gen. 27, 7 y 28 s.; 49, 2 ss. y notas). En hebreo: La bendición del padre hace firme .la rais, y la maldición de la madre arranca la planta. 12. No es gloria tuya; porque es tu misma sangre. Bella lección de honor, aplicada por Corneille en "El Cid". Muestra cuan necia es la vanidad del joven que quiere superar a su padre como si se tratase de un rival. Es lo contrario de lo que hizo Jesús. Cf. v. 7 y nota. 13. Padre sin honra: en la versión griega se lee madre. 16. Los defectos de la madre: la-vejez, las enfermedades, los defectos psíquicos. 19. El segundo hemistiquio se traduce en hebreo así: serás más amado que el hombre que trae presentes. 20. /Cuanto más grande/ Jesús puso a esto un comentario vivo cuando dijo: "Yo estoy entre vosotros como un sirviente" (Luc. 22, 27), y nos lavó los pies para que lo imitáramos (Juan 13, 14), y se aniquiló, como olvidándose de su divinidad (Filip. 2, 3) para que la gloria fuese del Padre (v. 7 y nota). María igualmente, se dice "esclava" (Luc. 1, 38) y proclama su nada propia (ibíd. 48) precisamente cuando se ve elevada a una grandeza por la cual todas las generaciones la llamarán dichosa. | Ay de los que se creen dignos de honores por hallarte colocados en alta posición! Véase 7, 4 y nota.

24. No escudriñes las cosas superftuas: Queremos saber lo que Dios quiere que ignoremos, y queremos ignorar lo que £1 quiere que sepamos. 1A curiosidad imprudente induce al error, máxime cuando se trata de cosas que son superiores a nuestros sentidos y a nuestra inteligencia. Creemos comprender lo que comprendemos mal, o lo que no comprendemos. Así su* cede con la mayor parte de los filósofos modernos que, a pesar de tenerse por maestros del género hu. mano, no tienen otra suerte que la de ser refutados por sus propios discípulos. Son sepultureros que entierran a otros sepultureros. 27. Cf. Prov. 5, 8 y nota. El corazón empedernido desprecia las riquezas de la bondad de Dios. Conforme a su dureza se atesora "ira para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios" (Rom. 2, 5), es decir, para el día del juicio. 28. Sigue dos caminos: Cf. 2, 14. 33. Dios sostendrá al que hace limosna para que no caiga o le levantará de su caída (S. Juan Crisóstomo). Véase (Mat. 5, 7; Tob. 4, 11 a.; 12, 8 •• y notas. 34. Todos somos mendigos de Dios; pero para que Dios reconozca a los suyos, reconozcamos a los nuestros. ¿Con qué cara os atreveréis a pedir a Dios, ai no queréis socorrer a vuestro semejante? (S. Agustín). Sin misericordia para los pobres es imposible conseguir misericordia (S. Cipriano).

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ECLESIÁSTICO 4, 1-28 ls

CAPÍTULO IV AMOR AL POBRE 1

Hijo, no defraudes al pobre de su limosna; ni 2 apartes tus ojos del necesitado. No desprecies al que padece hambre; ni exasperes al pobre en su necesidad. 3 No aflijas el corazón del desvalido ni dilates el socorro al que se halla angustiado. 4 No deseches el ruego del atribulado, ni apartes tu rostro del menesteroso. 5 No apartes tus ojos del mendigo, irritándole; ni des ocasión a los que te piden, de que te maldigan por detrás. Jorque escuchada será la imprecación del que te maldijere en la amargura de su alma; y oírle ha su Creador. 'Muéstrate afable a la turba de los pobres; humilla tu corazón ante el anciano, y baja tu 8 cabeza delante de los grandes. Inclina sin desdén tu oído al pobre; paga tu deuda, y respóndele con benignidad y mansedumbre. 9 Libra de la mano del soberbio al que sufre injuria, y no se te haga esto gravoso. '"En el juzgar sé misericordioso con los huérfanos, como padre, y cual esposo de su madre. U Y serás como un hijo obediente al Altísimo, y Este será para contigo más compasivo que una madre. BENDICIONES DE LA SABIDURÍA 12

La sabiduría infunde vida a sus hijos, acoge a los que la buscan, y va delante de ellos en el camino de la justicia. "Quien la ama, ama la vida; y los que solícitos la buscaren, gozarán de su suavidad. 14 Los que la poseyeren, heredarán la vida; y donde ella entrare, allí echará Dios su bendición. 1. No defraudes al pobre de su limosna; en griego: de su sustento. De aquí se ve que el pobre no ha de ser considerado como un hombre molesto, sino que tiene para ser socorrido un verdadero derecho. "Por esto cometemos una especie de robo si les negamos lo que para ellos es necesario y a nosotros nos sobra. Los Padres de la Iglesia jamás han dado otra explicación a este texto" (Vigouroux. Polyglotte). Esto no es sólo consecuencia del derecho a la vida en el orden natural, sino que también es correlativo del mandamiento del amor, síntesis de toda Ley divina (Mat. 22, 36-40; Rom. 13, 8-10). Por pobres han de entenderse todos los que no tienen lo necesario para sí y para su familia. La Sagrada Escritura no cesa de recomendar la limosna y la misericordia con el pobre (Mat. 5, 7; 23, 23; Luc. 6, 36; Rom. 12, 8; Col. 3, 12; Sant. 2. 13; S. 36, 26; Tob. 4, 7; Is. 58, 10; Dan. 4, 24; Os. 12, 6; Zac. 7, 9, etcétera). 8. Paga tu deuda: Esto es más que dar limosm. Hay gentes que no se niegan a dar una limosna, pero no se acuerdan de las deudas que han contraído con otros, o dan limosna con dinero ajeno. Esto no es sino otra forma de defraudación y robo. 12. Infunde vida: en griego: ensalza. En hebreo: instruye. Va delante de ellos. Véase Sab. 6, 14 ss.

Los que la sirven, rinden obsequio al Santo;16 y Dios ama a los que la aman. Quien la escucha, juzgará las naciones; y quien tiene fijos en ella los ojos, reposará seguro. 17 Si en ella pone su confianza, la tendrá por herencia, y serán confirmados sus hijos. 18 Porque la sabiduría anda con él en la tentación, y le elige entre los primeros. 19 Para probarle le conduce entre temores y sustos, y le aflige con la tribulación de su doctrina, hasta explorar todos sus pensamientos, y fiarse ya del corazón de él. e n t o n c e s le afirmará, le allanará el camino,21 y le llenará de alegría. Le descubrirá sus arcanos, le enriquecerá con un tesoro de ciencia, y de conocimiento de22la justicia. Mas si se desviare, le desamparará, y le entregará en poder de su enemigo. N o

TE AVERGÜENCES DE LA VERDAD

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Hijo, ten cuenta del tiempo, y huye del mal. 24 Por tu alma no te avergüences de decir la 25verdad. Porque hay vergüenza que conduce al pecado, y hay vergüenza que acarrea gloria y gracia. 26 No tengas miramiento a nadie en daño tuyo; ni mientas a costa de tu alma. 27 No respetes a tu prójimo cuando cae. 28 No reprimas tu palabra, cuando puede ser 15. El Santo es Dios (o su Hijo Jesús a quien la Tglesia llama "Tu solus Sanctus"). Véase Luc. 18, 19. Dios ama a los que la aman: He aquí el secreto para ser predilecto del Padre: amar la sabiduría, lo cual es lo mismo que amar al Hijo (Juan 16, 27), pues Jesús es la Sabiduría en persona. Véase 1, 1 y nota. 16. Los santos juzgarán el mundo. Véase Luc. 22, 29 s.; Apoc. 2, 26 ss.; 20, 4. Cf. I Cor. 6, 2 s. 17. Los hijos, imitando a sus padres, heredarán la sabiduría de ellos, y con eso queda confirmada la posteridad. 18 ss. Vemos aquí el maravilloso proceso de Dios con el alma para elevarla en la vida espiritual. El Nuevo Testamento nos muestra que para avanzar en este proceso, hay que superar el escándalo que al principio nos produce Cristo con su doctrina, tan opuesta a la sabiduría humana (Marc. 14, 27; (Mat. 11, 6: 13, 21; I Cor. 1, 23; S. 118,-38-40 y nota). Conseguimos esto cuando renunciamos a juzgar a Dios ( I I Cor. 10, 5) y nos le entregamos totalmente recibiendo su Palabra con la docilidad de un niñito (Marc. ,10, 15). 22. Si se desviare: Véase la doctrina de Jesús en Luc. 9, 62. 25 s. El Eclesiástico piensa en los israelitas que, por vivir entre paganos, estaban expuestos a temer las burlas. La mala vergüenza es el respeto humano (v. 31). La buena y la gloriosa es la que todo lo, desafía con la fe confiada y el amor puesto en Cristo. 27. Texto depravado; falta en el original. O es tal vez glosa. 28. Pocas veces nos mueve Dios a hablar, porque la sabiduría suele estar en retirarse (v. 34; Sant. 3, 2; Prov. 17, 27). Pero lay de los que tienen circos de responsabilidad y callan por consideración a las personas, a los intereses o a la prudencia humanal Véase Rom. 1, 16; I I Tim. 4, 2; Is. 58, 1; Jer. 3, 12;. Ez. 13, 5 ss.; 34, 1 ss.

ECLESIÁSTICO 4, 28-tt: 5. 1-U

810

Cuando seas poderoso, no sigas los deseos de tu corazón; *ni andes diciendo: "Gran poder es el mío, ¿quién me sujetará por causa de mis acciones?" Pues Dios segurísimamente tomará venganza. •Tampoco digas: "Yo pequé, ¿y qué mal me ha venido? Porque el Altísimo, aunquepaciente, da el pago merecido. 5 Del pecado perdonado no quieras estar sintemor; ni añadas pecados a pecados. 'No digas: "¡Oh, la misericordia del Señ^r es grande! El me perdonará la multitud de mis pecados. _ Torque tan pronto como ejerce su misericordia, ejerce su indignación, y tiene fijossus ojos sobre el pecador." *No tardes en convertirte al Señor, ni lo difieras de un día para otro; 9 DOMÍNATE A TI MISMO porque de repente sobreyiene su ira, y en M No seas precipitado en el hablar, ni re- el 10día de la venganza acabará contigo. No tengas ansia de adquirir riquezas inmiso y negligente en tus obras. ^ N o seas en tu casa como un león, ate- justas porque de nada te aprovecharán en el rrando a tus domésticos, y oprimiendo a tus día de la oscuridad y de la venganza. subditos. SOBRE EL RECTO USO DE LA LENGUA 36 No esté tu mano extendida para recibir, J1 No te vuelvas a todos vientos, ni quieras ir y encogida para dar. por cualquier camino; porque de eso se con5. No se trata de dudar del perdón (S. 102, 12). CAPÍTULO V saludable; ni encubras tu sabiduría en ocasión en que debes ostentarla. ^Porque en la lengua se conoce la sabiduría, y la prudencia, la discreción y la ciencia en las palabras del hombre sensato; mas su fuerza consiste en las obras buenas. ^Por ningún caso contradigas la palabra de verdad, y avergüénzate de la mentira por falta de tu saber. 3l No tengas vergüenza de confesar tus pecados; mas no te rindas a nadie para pecar. s^No quieras resistir en su cara al poderoso; ni intentes detener el ímpetu de una riada. ^Pugna por la justicia para bien de tu alma; combate por la justicia hasta la muerte, porque Dios peleara por ti contra tus enemigos.

FALSA SEGURIDAD

'No pongas tu confianza en riquezas inicuas, y no digas: tengo lo bastante para vivir: Íwrque de nada te servirá eso al tiempo de a venganza y de la oscuridad. 31 8. No te rindas a nadie para pecar, etc.: en griego: no te sujetes a hombre insensato, ni resistas al poderoso (al Todopoderoso). Esto sería como tener vergüenza de que el -médico viera nuestra enfermedad (véase Mat. 9, 12; S. 31, 1-5 y notas). Pero, como dice en el primer hemistiquio¡ no manifiestes los asuntos de tu conciencia a cualquier hombre. 34. Cf. 32, 9; Prov. 29, 20; Sant. 1, 19. Precipi todo... remiso: "Penoso contraste: pronto en el hablar, remiso en el obrar. El autor sagrado pone frente a frente dos vicios que en hecho de verdad suelen ir por lo común emparejados: palabrería y holgazanería. A quien anda bien ocupado en trabajar no le sobra tiempo para charlar. Ni suele ir nunca sola la palabrería: acompáñanla la murmuración, la estima de sí mismo, el desprecio de los de niás. Hay quien, sentando cátedra de oratoria, deja correr su lengua en magníficos, ampulosos períodos, criticando a unos, descabezando a otros, rechazando sistemas, proponiendo reformas, mostrando a gobernantes y a gobernados el camino que han de seguir si quieren salvar la nación, fuera del cual irán a dar consigo al profundo abismo. Risum teneatis, amicil" (Fernández, Flor. Bibl. IX, p. 37). 35. La caridad cristiana encuentra su primer cam. po de actividad en la propia casa, en el trato diario con nuestros familiares y servidores. Prójimo es ante todo el que nos está próximo. 1. Véase 40, 1; Prov. 10, 2. A lqs que ponen su confianza en las riquezas, dice el Señor: ")Insensato! esta misma noche han de exigir de ti la en trega de tu alma" (Luc. 12, 20). Ríatelas inicuas: adquiridas injustamente. Tal vez de este pasaje pro. vengan las pahbras "riquezas de iniquidad" en Luc. 16, 9 (véase Prov. 10, 2). Al tiempo it la vtnganta: en el día del juicio. Véase 12, 4; Prov. 11, 4; Is. 34, 8; Jer. 46, 10; 51, 6; Ez. 7, 19; Sof. 1, 18; Rom. 2, 5.

Si la conciencia nos da testimonio de estar contrita (I Juan 3, 21; Ecl. 9, 1 y nota), dudar de la misericordia sería impedirla, pues el Padre celestial la concede solamente cuando confiamos en ella (S. 32, 22 y nota; Luc. 15, 20). El sentido es. pues: teme recaer después del perdón. En efecto, Jesús enseña que tal situación es peor que la de antes. Véase 26, 27; Mat. 12, 45; Hebr. 4, 6; 10, 26; II Pedro 2, 20. Sin embarco, "no quieras estar sin temor'1, como aquí insinúa el Eclesiástico al pecador, "y esto por tres razones: la primera, para tener siempre ocasión de no presumir; la segunda, para tener materia de siempre agradecer; la tercera, para que le sirva de más confiar para más recibir" (S. Juan de la Cruz. Canc. Esp. X X X I I I ) . 6. Importa mucho no entender mal este pasaje, pues nada podría ser peor que dudar de la misericordia divina, cuyo carácter infinito -—como observa Fillion— es lo más real que existe (véase S. 32, 22; 76, 10 y notas). Se trata aquí de la burla (especie de sacrilegio, dice el mismo Fillion) que pretexta la misericordia pero que no cree en ella, pues si creyera en el amor de Dios lo a-marín, como enseña San Juan y explican San Agustín y Santo Tomás. Nótese que el texto no dice "no creas'', sino "no digas", esto es, no pretendas hipócritamente. Lo mismo ocurre con la célebre expresión: "Peca fuertemente y cre« más fuertemente", la cual, si a'guna vez fué dicha, encerraría uns contradicción in terminis, puesto que, según la misma doctrina paulina de la justificación por la fe, ésta, si es viva, obra por la caridad (Gal. 5. 6) en la cual está h plenitud de la Ley (Rom. 13, 10) o sea todo lo contrario del pecado. 7. Misericordia ... indignación: Dios habla siempre en este lenguaje, que no es el de los jueces de la tierra, sino el de un Padre que ama (Juan 5, 22; 3, 17; 8, 15; 12, 47; Luc. 12, 10). Él desea siempre perdonar, y cuando castiga, lo hace como una venganza (v. 9) desamor despreciado (Ez. 33, 11; Prov. 1, 26 y nota). ! l . Se convence reo: griego: asi hace el pecador de lengua doble, o sea, que unas veces afirma lo que otras niega. San Pablo nos previene contra esta versatilidad, de la cual sólo puede librarse el que ha unificado su pensamiento identificándolo con el que Cristo nos da a conocer en todas sus palabras (Ef. 4, 14).

•ECLESIÁSTICO

5, 11-18;

6,

811

1-18

vence reo todo pecador que usa doble lenguaje. 12 Manténte firme en el camino # del Señor, en la verdad de tus sentimientos, y-en la ciencia; y vaya contigo la palabra de paz y de justicia. 13 Sé manso en oír lo que dicen; a fin de que lo entiendas, y puedas dar con prudencia una cabal respuesta. 14 Si tienes inteligencia, responde al prójimo; si no, ponte la mano sobre la boca, para que no te sorprendan en alguna palabra indiscreta, y quedes avergonzado. 15 Honor y gloria al discurso del hombre sensato; mas la lengua del imprudente viene a 16 ser la ruina de éste. Guárdate de ser chismoso, y de que tu lengua sea para ti un lazo y motivo de confusión. 17 Porque el ladrón cae en la confusión y arrepentimiento; y _ el hombre de doble lenguaje en una infamia grandísima; pero el chismoso se acarrea el odio, la enemistad y el oprobio. 18 Haz igualmente justicia a los pequeños y a los grandes. CAPÍTULO VI PELIGROS DEL ORGULLO

D E LA AMISTAD 5

La palabra dulce multiplica los amigos, y aplaca a los enemigos; la lengua graciosa vale mucho en un hombre virtuoso. 6 Vive en amistad con muchos; pero toma a 7uno entre mil para consejero tuyo. Si quieres hacerte amigo con uno, sea después de haberle experimentado, y no te entregues a él con ligereza. 'Porque hay amigo de ocasión, y no persevera tal en el tiempo de la tribulación. 8 Y amigo hay que se trueca en enemigo; y hay amigo que descubrirá su odio, contiendas10 e injurias. Hay también algún amigo, compañero en la mesa; que en el día de la necesidad ya no se ndejará ver. EÍ amigo, si es constante, será para ti como un igual, e intervendrá con confianza en las12 cosas de tu casa. Si se humilla delante de ti, y se retira de tu presencia, has hallado una amistad buena y 13constante. Aléjate de tus enemigos, y está alerta en orden a tus amigos. 14 E1 amigo fiel es una defensa poderosa; quien le halla, ha hallado un tesoro. 15 Nada hay comparable al amigo fiel; ni hay peso de oro ni plata, que sea digno de ponerse en balanza con la sinceridad de su fe. 18 Bálsamo> de vida y de inmortalidad es un fiel amigo; aquellos que temen al Señor le encontraran. "Quien teme a Dios logrará igualmente tener buenos amigos; pues como él así es su amigo.

*No te hagas, en vez de amigo, enemigo del prójimo; porque el hombre malvado tendrá por herencia el oprobio y la ignominia, particularmente todo pecador envidioso, y de lengua doble. ^ o te dejes llevar de pensamientos altivos. a modo de un toro; no sea que tu animosidad FRUTOS DE LA SABIDURÍA se estrelle por causa de tu locura; 18 *y coma ésta tus hojas, y eche a perder tus Hijo, desde tu mocedad abraza la docfrutos, y vengas a quedar como un árbol seco, trina, y hasta el fin de tu vida tendrás sabien4 medio del desierto. duría. Porque el alma maligna arruinará a aquel 5. La lengua graciosa, etc. En griego: ¡a lengua en quien reside, le hará objeto de complacen- suave es rica en amabilidades (Crampón). El texto hecia para sus enemigos, y le conducirá a la breo dice: los labios graciosos (multiplican) a los que suerte de los impíos. nos saludan. Jesús es modelo de suavidad (Mat. 11, 12. En griego: Sé firme en tu convicción y tu palabra sea la misma. 16. En griego: No seas (llamado) chismoso y no armes lasos con tu lengua. 18. A los pequeños y a los grandes: El griego y el hebreo: no peques ni en lo chico ni en lo grande. Jesús da sobre esto una luz inmensa, asegurándonos que el que es fiel en lo poco, lo será en lo mucho. Esto nos despeja incalculablemente la vida espiritual, atrayéndonos al encanto de las pequeñas virtudes. No dijo Él: ¡sed gigantes!, sino ¡sed niños! Véase 19, 1 y nota; Luc. 16, 10; Mat. 25, 23. 2. Véase Rom. 12, 16; Filip. 2, 3. El número de los que se dejan llevar por la altivez es infinito, y no sin razón el Eclesiástico la llama "locura". I Qué cosa más detestable y más digna de castigo que el orgullo del hombre que se levanta ante un Dios que se hizo hombre'. San Crisóstomo compara el orgullo con las tempestades del mar. "Este crimen ciega el espíritu; no hay mal que le iguale; hace del hombre un demonio, un insultador, un blasfemo y un perjuro" (Hom. ad pop.). 3. Tus frutos: tus buenas obras. El árbol seco es figura del hombre que no produce obras de amor (Juan 15, 1 ss.; I Cor. 13).

28) y San Pablo recomienda toda amabilidad (Filip. 4, 8; Ef. 6, 4, etc. Cf. Prov. 15, 1). Claro está que ésta ha de ser fruto de la caridad (Gal. 5, 22) y no simple cortesía mundana por conquistar simpatías para si -mismo. "Más que amable ser amante." Cf. 4, 28; Prov. 22, 1 y notas. 7. He aquí una regla bien fundamentada en la Sagrada Escritura: no confiar en los hombres, sino solamente en Dios; pues el amigo puede trocarse en traidor y enemigo. En Juan 2, 24 s. nos dice el Evangelista que Jesús no se fiaba de los hombres, "porque a todos los conocía, y no necesitaba de informes acerca del hombre, porque conocia por si -mismo lo que hay en el hombre". 11 ss. El sentido del texto griego y hebreo es: Parecerá constante, pero si llegas a ser humillado, él estará contra ti y se retirará de tu presencia. Cf. Ovidio: Elegia X. 16 s. He aqui la única unión durable entre los hombres: la comunidad del espíritu, mediante la caridad que es el vínculo perfecto (Col. 3, 14). Sin ella no duran ni los lazos de la sangre, ni los del afecto sentimental. Véase 13, 19; 25, 2; 37, 15; 40, 23 y notas. 18 s. Doctrina: es aquí sinónimo de sabiduría, como las palabras disciplina, ciencia, inteligencia, pruden-

ECLESIÁSTICO 6, 19-37; 7, 1-8

812 19

Como el que ara y siembra, aplícate a ella. y espera sus buenos frutos; 20 puesto que te costará un poco de trabajo su cultivo: mas luego comerás de sus frutos. 21 ¡Oh, cuan sumamente áspera es la sabiduría para los hombres necios! N o permanecerá en su estudio el insensato. , 22 Para éstos será como una piedra de prueba, que no tardarán en lanzarla de sus hombros. 23 Porque la sabiduría que adoctrina es como su nombre, y no es conocida de muchos; mas con los que la conocen persevera hasta la presencia de Dios. 24 Escucha, hijo, y abraza una sabia advertencia, y no deseches mi consejo. 25 Mete tus pies en sus grillos, y tu cuello en su argolla. 26 Inclina tus hombros, y llévala a cuestas, y no te sean desabridas sus cadenas. 27 Arrímate a ella de todo tu corazón; y con todas tus fuerzas sigue sus caminos. ^Búscala, que ella se te manifestará; y en poseyéndola n o la abandones; 29 porque al fin hallarás en ella reposo, y se te convertirá en dulzura. '"Sus grillos serán para ti fuerte defensa, y firme base, y sus argollas un vestido de gloria. 31 Pues la sabiduría es el esplendor de la vida, y sus ataduras una venda saludable. 32 De ella te revestirás como de un glorioso ropaje, y la pondrás sobre ti como corona de regocijo.

¡MADRUGA PARA OÍR AL SABIO!

^ H i j o , si tú me estuvieres atento, adquirirás la doctrina; y si aplicas tu mente, serás sabio, 34 Si me oyes, recibirás la enseñanza, y serás sabio si amas el escuchar. 35 Frecuenta la reunión de los ancianos prudentes, y abraza de corazón su sabiduría; a fin de poder oír todas las cosas que cuentan de Dios, y no ignorar los proverbios de alabanza. 36 Si vieres algún hombre sensato, madruga para oírle, y trillen tus pies las gradas de su puerta. 37 Fija tu atención en los preceptos de Dios, y medita continuamente sus mandamientos; Él te dará un corazón, y te cumplirá el deseo de la sabiduría. C A P Í T U L O VII FALLAS QUE HAY QUE EVITAR

' N o hagas mal, y el mal no caerá sobre ti. Apártate del hombre perverso, y estarás lejos del mal. 3 Hijo, no siembres maldades en surcos de injusticia, y no tendrás que segarlas siete veces más. 4 N o pidas al Señor el guiar a los demás, ni al rey puesto honorífico. 5 N o te tengas por justo en presencia de Dios; pues Él está viendo los corazones; ni delante del rey afectes parecer sabio. W o pretendas ser juez, si no te hallas con valor para hacer frente a las injusticias; no cia. Véase la Introducción a este Libro. Acerqué- sea que por temor de la cara del poderoso monos a la sabiduría desde la juventud, porque la te expongas a obrar contra equidad.

juventud está más cerca de la inocencia y es más apta para servir a Dios. Es la edad más querida de Dios. El que sirve a Dios en la juventud difícilmente lo deja en la edad avanzada. Los que llegan a una buena vejez, pueden cosechar lo que han sembrado en la juventud (v. 19). Esperemos, pues, con paciencia, como el labrador que, cuando siembra, no sabe si comerá de los frutos. Cf. Sant. 5, 7. 21 s. Jesús explica el por qué en Juan 3, 19. Cf. Prov. 1, 7 y 29; 9, 7 y notas. 23. Como su nombre: sinónimo de oscuridad o misterio (I Cor. 2, 7). Según otros: disciplina (hebr.; musar). 25. Véase v. 30. Hay que entregarse a la sabiduría como un prisionero que ya no goza de libertadLa humillación de sí mismo, la sumisión y perfecta entrega a la sabiduría es la condición indispensable para alcanzarla. Véase la palabra del Señor en Mat. 11, 25 y II Cor. 10, 5. Esto es lo que más cuesta al hombre y lo que hace que sea poco leída la divina Escritura. "Libremos nuestro cuerpo del pecado, y se abrirá nuestra alma a la sabiduría. Cultivemos nuestra inteligencia mediante la lectura de los Libros santos, que nuestra alma encuentre allí su alimento de cada día" (San Jerónimo). 26. Véase Prov. 2, 10; 3. 17; 22, 18 y nota. 31. Versículo diversamente traducido: La Vulgata dice : literalmente: porque en e'la está la belleza df la v da y sus prisiones son ligaduras de salud. Nácar-Colun-a: Es ornamento de oro, y sus ataduras son cordón de jacinto. Bover-Cantera: Follaje de oro será su yugo; y sus lazos, hilados de púrpura violeta. Los judíos llevaban cordones de jacinto _ en sus mantos para recordar la Ley del Señor (Núm. 15, 18).

2

35 s. "Frecuenta la reunión, de los ancianos, dice S. Buenaventura, porque no es cosa muy segura emprender la lucha uno solo contra Satanás" (Sermón del Dom. I I I de Cuaresma). Véase 8 , 9 ; 9 , 2 1 ; 27, 13. Israel nos da el ejemplo de este amor a las enseñanzas de los ancianos, de los cuales huye la frivola juventud de hoy (v. 21 y nota). Los proverbios de alabanza: en griego: las máximas de la Sabiduría. Esté texto forma el aleluya de la misa de San Ireneo, que recogió pira la tradición católica esas enseñanzas de los ancianos que éstos habían oído a los Apóstoles. Véase 24, 44 y nota. 37. Estudiemos el Salmo 118, que íntegramente trata el mismo tema. "La Ley de Dios, dice San Gregorio, es un espejo en el cual se mir-m constantemente las almas santas descubriendo las manchas que en ellas puedan existir." 2. Previene contra las malas compañías. Véase Prov. 1,15 y nota. 3. Siete veces más: Cifra redonda, que significa multitud. Torres Amat vierte muHip'icadas. El sentido es: "No siembres en el campo de tu corazón unios deseos, después de haber echado en él loa surcos de los malos hábitos (Gal 6. 8). porque la mala semilla de los vicios arroja frutos muy copiosos de pecados, y de penas que les corresponden" (Scío). 4 ss. El sabio teme la tremend-1 responsabilidad de las alturas (Sab..6, 6 y nota). San Agustín, comentando T Tim. 3, 1, donde se trata de la di nidad episcopal, hace notar que San Fablo dice obra, y no honra. Véase 3, 20 y nota. 5 Véase J r b 9, 20; S. 342, 2; Ecl. 7, 17; Luc. 18, l!.

ECLESIÁSTICO 7, 7-35

*No ofendas a la muchedumbre de una ciudad. y no te metas en el tumulto del pueblo. •No añadas pecados a pecados; porque ni aun9 por uno solo has de quedar sin castigo. No seas de corazón pusilánime; 10 ni descuides el hacer oración, y dar limosna. u N o digas: "Dios tendrá miramiento a mis muchas ofrendas, y ofreciendo yo mis dones al 12Dios altísimo, los aceptará." No te burles del hombre que tiene angustiado su corazón; porque hay quien humilla y exalta: Dios que todo lo ve. 13 No inventes mentira contra tu hermano-, ni lo hagas tampoco contra tu amigo. "Guárdate de proferir mentira alguna; porque el acostumbrarse a eso es muy malo. u N e seas hablador en el concurso de los ancianos; ni repitas en tu oración las palabras. 16 No aborrezcas el trabajo, aunque sea penoso, ni la labranza del campo instituida por el Altísimo. "No' te alistes en la turba de los hombres indisciplinados. "Acuérdate de la ira, la cual no tardará. 19 Humilla cuanto puedas tu espíritu; porque el fuego y el gusano castigarán la carne del impío. REGLAS PARA LA VIDA FAMILIAR

2I No te separes de la mujer sensata y buena, que por el temor del Señor te cupo en suerte; porque la gracia de su modestia vale más que el 22oro. No trates mal al siervo que trabaja con fidelidad; ni al jornalero que consume su vida. ^Al esclavo juicioso ámale como a tu misma alma; no le niegues la libertad, ni le dejes en24la miseria. ¿Tienes ganados? cuida bien de ellos; y si te dan ganancia, consérvalos. ^¿Tienes hijos? adoctrínalos, y dómalos desde26su niñez. ¿Tienes hijas? guarda su honestidad, y no lesS7 muestres complaciente tu rostro. Casa la hija, y dala a un hombre sensato, y 28 habrás hecho un gran negocio. Si tienes una mujer conforme a tu corazón, no la deseches; y no te entregues a uha .que sea aborrecible. ^Honra a tu padre con todo tu corazón; y no te olvides de los gemidos de tu madre. '"Acuérdate que sin ellos no hubieras nacido; y correspóndeles según lo que han hecho por ti.

RESPETA AL SACERDOTE 31

Con toda tu alma teme al Señor, y reve" N o quieras romper con el amigo porque rencia a sus sacerdotes. ^Ama a tu Creador con todas tus fuerzas; tarda en volverte el dinero; y no desprecies y 33no desampares a sus ministros. a tu carísimo hermano por causa del oro. Honra a Dios con toda tu alma, y res>eta a los sacerdotes, y purifícate ofreciendo 8. Literalmente: no ates dos pecados: el sacrifi- Ía espaldilla. cio expiatorio sea sincero y no resulte un nuevo peM Dales su parte, como te está mandado, cado (cf. S. 108, 7). En la Nueva Ley hemos de aprovechar dignamente el Sacramento de la Confe- así de las primicias, como de la expiación, sión, la contrición perfecta (véase S. 50 y notas), y purifícate de tus negligencias con lo y los sacramentales, comprendidos en el verso latino: "orans, tinctus, edens, confessus, dans, benedicens"', poco. o sea: a) oración (principalmente el Padrenuestro); ^Ofrecerás como don al Señor la espalb) agua bendita, ceniza, unciones; c) pan u otros dilla, el sacrificio de santificación y las prialimentos benditos (I Tim. 4, 5 ) ; d) confíteor; e) micias de las cosas santas. limosnas u otras obras de misericordia; f) bendiciones y exorcismos. 11. Dios no mira a la muchedumbre de los dones y ofrendas sino al corazón. El amor a Dios con todo corazón vale más que todos los holocaustos (S. 50, 18; Marc. 12, .13). Véase Sab. 9, 10 y nota. 15. Ante el maestro, el discípulo ha de escuchar y no disertar. La misma regla de conducta han de observar los jóvenes en presencia de un anciano. AT* repitas en tu oración las palabras: Es la misma regla que nos dio Jesús: "Cuando oráis no abundéis en palabras, como los paganos, que se figuran que por -mucho hablar serán oídos. Por lo tanto no los imitéis, porque vuestro Padre sabe qué cosas necetais, antes de que vosotros le pidáis" (Mat.' 6, 7-8). En vez de hacer muchas palabras, escuchemos las palabras que Dios nos dice, especialmente en los Salmos. Y cuando adoramos a Jesús, oculto en el Sagrario, podemos hacer que Él nos hable desde las páginas de su Evangelio. Véase S. 84, 9; Prov. 1, 23 y notas. 16. Vemos aquí que el desprecio de los trabajos rurales, que hoy recarga miserablemente las ciudades, es contrario al plan de Dios (Gen. 2, 15). "En la ciudad hay violencia y discordia", dice el Salmista (S. 54. 10). No olvidemos que el primero que fundó una ciudad fué Caín (Gen. 4, 17). 19. El fuego y el gusano: el infierno eterno según Marc. 9, 47; Judit 16, 21.

21. Véase Mal. 2, 14 ss. Previene a los judíos contra el divorcio (Deut. 24, 1; iMat. 19, 7-9). Sobre la esposa, cf. v. 28; 25, 11; 26, 1-3 y 19; Prov. 12, 4; 18, 22; 31, 10 ss. y notas. 22. Véase Lev. 19, 13. 23. Todo esclavo hebreo recibía la libertad en el año sabático y no se le despachaba con las manos vacías. Cf. Deut. 15, 12 ss. 26. Su honestidad: literalmente: su cuerpo.^ No les muestres, etc. Es decir no seas tolerante poniendo buena cara a todas las licencias que quieran tomarse. ¡Qué lección para los padres moderno-' "No son padres, exclama San Bernardo, sino asesinos-" Vease por ej. en Deut. 22, 5, algo que Dios declara abominable y que hoy ya es cosa corriente. 28. Véase Deut. 24, 1 y nota. 33 ss. Ofreciendo la espa'dilla: Se refiere a aquella parte de la víctima que correspondía a los sacerdotes (Lev. 7, 32). Lo mismo en el v. 35. El «riego dice: Teme al Señor, honra a! sacerdote^ y t dale su parte como esta mandado desde e' principio: los sacrificios por el delito con la ofrenda de las espaldar, el sacrificio de la ob'ación y las primicias (v. 33-35). Y purifícate, etc.: no figura en el griego ni hebreo. Con lo poco: Había ofrendas menores de los pobres. Véase p. ej. Luc. 2, 24 y Lev. 12, 8. María San. tísima ofreció éstas.

ECLESIÁSTICO 7, 38-40; 8, 1-18

814 AYUDA AL POBRE 36

Alarga tu mano al pobre; a fin de que sea perfecta tu propiciación y tu bendición. 37 La beneficencia parece bien a todo viviente; y ni a los muertos se la debes negar. 38 No dejes de consolar a los que lloran, y naz compañía a los afligidos. ^No se te haga pesado el visitar al enfermo, pues con tales medios serás afirmado en la caridad. *°En todas tus acciones, acuérdate de tus postrimerías, y nunca jamás pecarás. CAPITULO VIII L o QUE NO SE DEBE HACER 1 No te pongas a pleitear con un hombre poderoso, no sea que caigas en sus manos. 2 No contiendas con un hombre rico, no sea que te mueva una querella. 3 Porque a muchos ha corrompido el oro y la plata, que hasta el corazón de los reyes influye y lo pervierte. 4 No porfíes con hombre parlador, y no echarás leña en su fuego. 5 No tengas trato con hombre mal educado, a fin de que no diga mal de tu linaje. % mires con desprecio al hombre que se arrepiente del pecado, y no se lo eches en

37. Véase el ejemplo de Tobías (Tob. 2, 3-7) y el elogio del Ángel (Tob. 12, 12). 38. No dejes de consolar a los que lloran (Rom. 12, 15). Véase también Mat. 5, 5. 39. Véase iMat. 25, 36. donde Jesús considera todo esto como hecho a El. En la segunda parte el hebreo dice: serás amado de él (del enfermo). El griego: serás amado de Dios. Esto parece lo más exacto según la Doctrina. 40. Postrimerías, o novísimos: el hebreo v el griego dicen: el fin (Deut. 32, 29). El Profeta Jeremías (12, 11) señala como causa de la desolación de la tierra, el que nadie recapacite en su corazón (Sab. 4, 12). El Evangelio, a cuya luz debemos interpretar esta sabia norma nos enseña que el fin - puede presentarse cuando menos pensamos, con la Parusía de Cristo, que será súbita como el relámpago (Mit. 24, 27), imprevista como un ladrón en la noche (I Tes. 5. 2; II Pedro 3, 10; Apoc. 3, 3 y 1'5, 15), y objeto de burla por parte de muchos (II Pedro 3, 3 ss.; Luc. 17. 26 ss.), por lo cual hemos de esperarlo despiertos (iMarc. 13, 35 ss.) y atentos a las señales (I*uc. 21, 28), - y entonces no nos tomará de sorpresa (Luc. 21, 36; I Tes. 5, 4; Apoc. 3, 10). También el Evangelio al prevenirnos para ese fin por la parábola de las Vírgenes (Mat. 25, 1 ss.), nos enseña que en aquéllas la lámpara de la fe no pudo mantenerse encendida sin el óleo de la caridad (Gal. 5, 6), por lo cual no se trata aquí del "temor servil, que es fruto de la fe informe*' (Santo Tomás). Jesús señala clara* mente la necesidad del amor para cumplir los mandamientos (Juan 14, 24) ya que "el primero y el mayor" de entre ellos es precisamente el de amar (£Mat. 22, 38). Véase 2, 18 y nota. 2. -Vo sea que te mueva una querella. En griego: para que no te oponga su peso, o sea su oro con el cual podrá sobornar a los jueces (v. 3). 4. Leña en su fuego: el locuaz aprovechará cada palabra tuya para seguir hablando. 5. Cada día oímos por la calle cómo se habla contra la dignidad de la madre. 6. Véase II Cor. 2, 7; Gal. 6, 1. Esto es fundamental según el Evangelio. Nuestra caridad tiene por modelo, dice Jesús, la misericordia del Padre que

cara. Acuérdate que todos somos dignos de reprensión. 7 No pierdas el respeto al hombre en su vejez; pues que de nosotros se hacen los viejos. "No te huelgues en la muerte de tu enemigo, sabiendo que todos morimos, y no queremos ser objeto de gozo. 9 No menosprecies lo que contaren los ancianos sabios; antes bien, hazte familiares sus máximas; 10 porque de ellos aprenderás sabiduría y documentos de prudencia, y el modo de servir a Jos príncipes sin queja. n N o dejes de oír lo que cuentan los ancianos, porque ellos lo aprendieron de sus padres. 12 Pues aprenderás de los mismos discreción, y el saber dar una respuesta cuando fuere menester. 13 No enciendas los carbones de los pecadores, con hacerles reconvenciones; de otra suerte serás abrasado con la llama del fuego de14sus pecados. No te pongas de frente a persona de mala lengua, a fin de que no esté en acecho para sorprenderte en alguna palabra. " N o prestes al que puede más que tú; si algo le prestaste, haz cuenta que lo has perdido. perdona (I,uc. 6, 36). Si no obramos como Él, no seremos perdonados (Mat. 6, 14 s.; Sant. 2, 13), pues nadie puede justificarse por sí mismo ante Dios (S. 129, 3 y nota). ¡Ay de aquel que rechaza a un arrepentido 1 Véase 28, 1 ss. 7. Cf. Lev. 19, 32; Tob. 4, 16; Sab. 4, 8 s.; Prov. 16, 31. De nosotros se hacen viejos, y seremos tratados del mismo modo como nosotros tratamos a los viejos. Hay una ley de talión en este sentido, que se cumple automáticamente, sin juez y sin alguacil. Nuestros hijos nos darán el mismo honor que nos ven tributar a nuestros padres. "A propósito de esto, ¿no convendría desde ahora ir labrando las coronas de la virtud y de la sabiduría que han de coronar una dichosa ancianidad? No se labran estas coronas en el invierno de la vida. Al borde de la sepultura sólo se tejen coronas fúnebres" (Gentilini). 9 ss. Véase 6, 35; 9, 21; 37, 15; 39, 2 s. Una de las virtudes características de los ancianos es, sin duda, su sabiduría práctica. No se dejan llevar por las ilusiones de la juventud, son más discretos en las palabras y más prudentes en sus consejos. •'La vejez, dice S. Isidoro, lleva consigo muchas ventajas, porque nos libra de poderosos y crueles tiranos, pone un freno a los deleites, rompe la impetuosidad de la concupiscencia, aumenta H sabiduría y da maduros y prudentes consejos" (Lib. I in Hexam. cVII). De ahí la institución del "senado" (de "senex" = anciano) en los pueblos antiguos y también en el pueblo hebreo (cf. Núm. 11, 21 ss.). Roboam perdió el reino de Israel por haber seguido el consejo de los jóvenes y no el de los viejos (III Rey. cap. 12). 13. Reprender a un pecador obstinado es a ve. ees lo mismo que irritarlo e instigarlo a pecar mis. En general, el hombre .malo se vuelve contra los que lo corrigen, como enseña Jesús en Mat. 7, 6. 'Demos a esas almas, cuando es posible, el conocimiento espiritual de Dios, que puede transformar su corazón (Juan 17, 3; Col. 1, 6; 2, 2; Ef. 4, 23) más que reconvenciones morales, pues bien saben ya ellos que pecan. Nadie deja el amor al pecado si no halla otro amor mayor que lo atraiga (Mat. 13, 44 y 46; Luc. 12, 34). 15. Véase 29, 4 y 9 s. El poderoso no pensará en devolvértelo porque no te teme.

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No hagas fianza sobre tus fuerzas; y si la l7has hecho, piensa cómo pagarla. No litigues contra _ el juez; porque él juzga18según lo que cree justo. En viaje no te acompañes con un temerario; no sea que cargue sus desastres sobre ti; porque él va siguiendo su voluntad, y su locura te perderá a ti, juntamente con a. 18 Con el colérico no trabes riñaj ni camines por lugar solitario con el atrevido; porque para él la sangre no importa nada, y cuando no haya quien te socorra, te hará pedazos. ^ N o te aconsejes con tontos; porque éstos no pueden amar sino aquello que a ellos les place. 21 Ño consultes en presencia de un extraño; porque no sabes lo que él maquina dentro de22sí. Ni descubras tu corazón a cualquier hombre; no sea que te muestre una falsa amistad, y te afrente. CAPÍTULO IX EL TRATO CON MUJERES

*No seas celoso de tu querida esposa; para Que no se valga de las malas ideas que tú le sugieres. *No dejes que la mujer tenga dominación sobre tu espíritu; para que no se levante contra tu autoridad, y quedes avergonzado. 'No pongas los ojos en una mujer que quiere a muchos, no sea que caigas en su lazo. •No frecuentes el trato con la bailarina, ni la escuches, si no quieres perecer a la fuerza de5 su atractivo. No pongas tus ojos en la doncella, para que su bel!leza no sea ocasión de tu ruina. 6 De ningún modo des entrada en tu alma a las meretrices, para que no te pierdas a ti y tu patrimonio. 'No andes derramando tu vista por las calles de8 la ciudad, ni vagueando de plaza en plaza. Aparta tus ojos de la mujer lujosamente ataviada, y no mires curioso una hermosura ajena. 17. Lo que cree justo: hebr.: a su placer. El griego dice: porque fallarán a favor de él. 20. El secundo hemistiquio en griego: porque él no puede guardar palabra (no puede callarse). 21. El texto griego dice: delante de un extrajo no hagas nada secreto. 1. Véase 26, 8. Admirable psicología de los celos. que a veces provocan lo que pretendían evitar. El marido enseñe la continencia con su ejemplo (Lactancio). Véase Núm. 5, 11 ss. 4 ss. Véase Prov. cap. 7 y notas. Hoy hay que huir hasta de los periódicos, que reservan hojas enteras para representar a mujeres de poca virtud. 5. Véase Job 31, 1. 8 Los vestidos de lujo y los v n o s adornos no convienen más que a las prostitutas y a las mujeres impúdicas, dice S. Cipriano (De Habitu Virg.). San Pedro, en su primera encíclica, exhorta a las mujeres a llevar una vida casta y llem de reverencia. 1 les dice: "Vuestro adorno no sea de afuera; no consista en rizaros los cabellos, ornaros de joyas de oro o ataviaros de vestidos, sino que sea un adorno interior del corazón, que consiste en la incorrupción de un espíritu manso y suave, precioso a los ojos de Dios" (I Pedro 3, 3 s.).

815 'Por la hermosura de la mujer muchos se han perdido; pues por ella se enciende cual fuego la concupiscencia. l4 Cualquiera mujer pública es pisoteada como estiércol en el camino. "Muchos embelesados de la belleza de la mujer ajena se hicieron reprobos; porque su conversación quema como fuego. 12 Con la mujer de otro no estés jamás de asiento; ni en la mesa te arrimes a ella recostado sobre el codo; 13 ni la desafíes en tomar vino; no sea que tu corazón se incline hacia ella, y a costa de tu vida caigas en la perdición. DIVERSAS REGLAS DE PRUDENCIA x

*No dejes al amigo antiguo; porque no será como él el nuevo. ^El amigo nuevo es un vino nuevo; se hará añejo, y le beberás con gusto. 18 No envidies la gloria y las riquezas del pecador; pues no sabes cual ha de ser su catástrofe. 17 No te agraden las violencias que cometen los hombres injustos; tú sabes que jamás en toda su vida puede agradar el impío. 18 Vive lejos de aquel que tiene potestad para hacerte morir, y no andarás asustado con el 19temor de la muerte. Si te acercas a él, guárdate de hacer ninguna cosa, no sea que te quite la vida. Cábete que conversas con la muerte; porque caminas en medio de lazos, y andas entre las armas de gente resentida. 10 s. Los vers. 10 y 11 faltan en la versión griega. 13. Bover-Cantera vierte: No sea que inclines hacia ella tu corazón y que, perdiendo la vida, resbales hacia la tumba. Nácar-Colunga: no se incline hacia ella tu corazón y seas arrastrado a la perdición. 16. Véase los Salmos 36; 48; 72, 2 y 19. Cf. Juec. 9, 45; I I Rey. 1S, 10. 17. En griego: no te complazcas con el placer de los impíos porque no permanecerán inmunes hasta la muerte. Véase Prov. 11, 21. 20. Conversas con ¡a muerte; esto es, arriesgas la vida en el trato con los poderosos del mundo. Basta y sobra con los peligros de Satanás. Véase I Pedro 5, 8; I I Cor. 2, 1 1 ; Ef. 6, 12. San Jerónimo comenta este pasaje en sentido ascético,. y advierte a Santa Eustoquia: "Más vale ignorar alguna cosa con seguridad que aprenderla con. peligro. Considerad que andáis en medio de muchos lazos tendidos para haceros caer, y muchas vírgenes probadas, de una castidad insospechada, perdieron la corona de sus manos casi en el umbral de la muerte . . . Si acaso hallareis a alguna doncella algo débil en la fe, acógedla, brindadle vuestro cariño, y su castidad sea vuestra recompensa. Si, por el contrario, alguna, simula deseos de virginidad para huir de la servidumbre (del matrimonio), a esa tal leed con franqueza lo del Apóstol: "Más vale casarse que abrasarse." Pero como de una pestilencia huid de aquellas jóvenes y viudas que, ociosas y curiosas, andan por las casas de las matronas, y las cuales, perdido el pudor de sus frentes, superan hasta a los parásitos del teatro. . . . No tienen otro cuidado que comer y beber y lo que es anexo a esto. Esta clase de mujeres suele dar consejos como éste: «Mi cachorrita, gozad de vuestros bienes, y vivid mientras v i v á i s . . . » Pero luego de haber llevado una vida viciosa quieren casarse en Cristo, siendo condenadas por haber violado su fe primera."

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ECLESIÁSTICO 9, 21-25; 10, 1-lT

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otra por causa de las injusticias, y violencias y ultrajes, y de muchas maneras de fraudes. % hay cosa más detestable que un avaro. ¿De qué se ensoberbece el que es tierra y ceniza? _10No hay cosa más inicua que el que codicia el dinero; porque el tal a su alma misma pone en venta; y aun viviendo se arranca sus propias entrañas. "Breve es la vida de todo potentado. La enfermedad prolija es pesada para el médico; 12 la corta enfermedad la ataja el médico. Así el que hoy es rey. mañana morirá. 13 Cuando muera el hombre, su herencia serán serpientes, sabandijas y gusanos.

Procede con cuanta cautela puedas, con tu prójimo, y aconséjate con los sabios y prudentes. ^Sean tus convidados los varones justos, y tu 23gloria consista en temer a Dios. E1 pensamiento de Dios esté fijo en tu alma, y sea toda tu conversación de los preceptos del Altísimo. 24 Las obras de los artífices son alabadas poi su industria, el príncipe del pueblo por la sabiduría de sus discursos, y las palabras de los ancianos por su prudencia. 25 Temible es en su ciudad el hombre deslenguado, y será aborrecido el temerario por sus palabras. CAPÍTULO X

ORIGEN DE LA SOBERBIA Y su CASTIGO GOBERNANTES Y MAGISTRADOS X E1 juez sabio hará justicia a su pueblo. y 2será estable el principado del varón sensato. Cual es el juez del pueblo, tales son sus ministros, y cual es el gobernador de la ciudad. tales son sus habitantes. 3 E1 rey imprudente será la ruina de su pueblo; mas la prudencia de los que mandan poblará las ciudades. 4 La potestad de la tierra está en manos de Dios; y Él a su tiempo suscitará a quien la gobierne útilmente. 5 En manos de Dios está la prosperidad del hombre; y Él hace participar de su gloria al escriba.

SOBERBIA Y AVARICIA

SEcha en olvido todas las injurias recibidas del prójimo; y nada hagas en daño de otro. 'La soberbia es aborrecida de Dios y de los hombres; y execrable toda iniquidad de las8 gentes. Un reino es trasladado de una nación a 23. Toda tu conversación: ¡Meditemos esto. Desgraciadamente, | cuan pocos son los que se entretienen comentando las Palabras de Dios, que son lo más interesante, bello y dulce que existe! Véase Sab. 8, 16; S. 1, 2; H 8 , 97 y notas; Col. 3, 16; Ef. a. 19, etc. 24. Versículo diversamente traducido. El final falta en griego y hebreo. 1. Juez, en sentido de rey, jefe, gobernante de un pueblo. Véase S. 71, 2 y nota. 2 s. Sabios principios que se aplican a lo político y a lo religioso. Cf. Job 34, 30 y nota. 4. Grande motivo de consuelo y de esperanza para orar por la patria. 5. Al escriba: Otros; al legislador. Torres Amat: al que enseña a otros su ley. Scío traduce escriba y pone esta nota: "ministro, sabio en la ley, haciendo que gobierne o que asista a su príncipe con sus buenos consejos y sea en el pueblo como un oráculo". 6. Nótese una vez más, en pleno Antiguo Testamento, la ley del perdón, que es básica de toda caridad. Véase cap. 28; Prov. 20, 22 y nota. 7. El segundo hemistiquio en griego y hebreo; la injusticia peca contra ambos (Dios y el hombre). Cf. Prov. 16, 5. 8. He aquí otra luz de enorme interés para la filosofía de la historia. La caída de Roma, dice Lucano en la Farsalia, fué obra de la lujuria, que más terrible que las armas, venció al mundo.

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E1 principio de la soberbia del hombre fué apostatar de Dios, ^apartándose su corazón de Aquel que le creó. Así, pues, el origen de todo pecado es la soberbia; quien la tuviere, rebosará en abominaciones, y ella al fin será su ruina. 18 Por eso el Señor cargó de ignominia la raza de los malvados, y los destruyó hasta exterminarlos. "Derribó Dios los tronos de los príncipes 10. El avaro es un idólatra. "Sabed, dice San Pablo a los Efesios, que ningún fornicador, o impúdico, o avariento, lo cual viene a ser una. idolatría, será heredero del reino de Cristo y de Dios" (Ef- 5, 5). "Que aunque es verdad que los bienes temporales de suyo necesariamente no hacen pecar, pero porque ordinariamente con flaqueza de afición se ase el corazón del hombre a ellos y falta a Dios (lo cual es pecado), porque pecado es faltar a Dios, por eso dice el sabio: Que no estarás libre de pecado. Que por eso Jesucristo Nuestro Señor llamó a las riquezas, en el Evangelio, espinas, para dar a entender que el que ias manoseare con la voluntad, quedará herido de algún modo (Mat. 13, 22 y Luc. 8, 14)" (San Juan de la Cruz, Subida al monte Carmelo, I I I , 17). 14 s. Alude al pecado de Eva y Adán, que procedió de la soberbia de querer ser como Dios, según le prometia la mentira de Satanás (Gen. 3). A esta soberbia precedió (y. 22) el apartarse de Dios (v. 14) o sea el pensar mal de Él por falta de fe y confianza (cf. Sab. 1, 1 y nota), prefiriendo creer a una víbora que acusaba calumniosamente al Creador, y admitiendo la posibilidad de que Él, a quien todo le debían, fuese capaz de engañarlos. San Pedro confirma esto enseñándonos que a Satanás sólo resistimos si estamos "fuertes en la fe" (I Pedro 5, 8 a.)En cuanto a los pecados actuales de concupiscencia, no^ nacen ordinariamente de la soberbia, la cual es más grave que ellos. La prueba está en la benignidad con que Jesús los perdonaba, en tanto que era implacable con los fariseos, pues sabemos que "Dios resiste a los soberbios" (Sant. 4, 6; I Pedro 5, 5). El texto griego del versículo 15 dice, á la inversa, ue los pecados son el principio de la soberbia, sin uda porque el alma empedernida en ellos, no queriendo ni pensar en convertirse (S. 35, 4), rechaza la luz, según lo enseña Nuestro Señor en Juan 3, 19, y termina defendiendo su conducta. Cf. S. 140, 4 y nota. 17 s. Lo repite la Virgen (Luc. 1, 52), aunque Ella parece haberse inspirado en el cántico de Ana (I Rey. 2), y no en este pasaje, lo cual sería interesante por tratarse de un libro deuterocanónico. Véase 1, 1; 5, 1; Sab. 7, 26 y nota.

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ECLESIÁSTICO 10, 17-34; 11, 1-7

soberbios, y colocó en su lugar a los humildes. 18 Arrancó de raíz las naciones soberbias, y >lantó aquellos que eran despreciables entre as19 mismas gentes. Asoló el Señor las tierras de las naciones, y arrasólas hasta los cimientos. ^A algunas de ellas las desoló; acabó con sus moradores, y extirpó del mundo su memoria. 21 Aniquiló Dios la memoria de los soberbios; y conservó la memoria de los humildes22 de corazón. No fué creada para los hombres la soberbia, ni la cólera para el hijo de la mujer.

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baja y abunda de todo, que el jactancioso que no31 tiene pan. Hijo, conserva en la mansedumbre tu alma. y hónrala como ella merece. 32 ¿Quién justificará al que peca contra su alma? ¿y quién honrará al que a su propia alma deshonra? 33 E1 pobre es honrado por sus buenas costumbres y santo temor; y el rico es respetado por34 las riquezas que tiene. Mas aquel que en medio de la pobreza se gloría, ¿cuánto más no lo haría si llegase a ser rico? El que se gloría en sus riquezas, tiene que temer la pobreza. CAPÍTULO XI

EL SANTO TEMOR DE DIOS 23

Honrada será la descendencia del que teme a Dios; mas será deshonrada la del que traspasa los mandamientos del Señor. 24 Entre los hermanos el superior es honrado; así sucederá en la presencia del Señor a aquellos que le temen. ^La gloria de los ricos, la de los hombres constituidos en dignidad, y la de los pobres es26el temor de Dios. Guárdate de menospreciar al justo si es pobre; guárdate de hacer gran aprecio del pecador si es rico. 27 Los grandes, los jueces y los poderosos gozan de honor; pero ninguno lo tiene mayor que aquel que teme a Dios. 28 A1 siervo prudente se le sujetarán los hombres libres. El varón cuerdo v bien enseñado no murmurará por ser corregido; mas al siervo necio no se le hará semejante honra. ^ N o te engrías cuando tu obra te salga bien; ni estés de plantón en tiempo de necesidad. ^Es más digno de estima aquel que tra22. "Ni la soberbia ni la ira provienen de la naturaleza del hombre según salió de las manos del Creador; son vicios que ocasionó el pecado original. Otros lo traducen del modo siguiente, a lo cual da margen la expresión griega: No cae bien al hombre la soberbia, sino a Jas bestias fieras e irracionales, ni la cólera es propia del hombre nacido de mujer, la cual es débil, mansa y pacífica" (Páramo). 23. El griego: ¿Cuál es el linaje honroso? El linaje del hombre. ¿Cuál es el linaje honroso? Bl linaje de los que temen al Señor. ¡ Cuál es el linaje sin honra? El linaje del hombre. ¿Cuál es el linaje jin honra? El linaje de los que traspasan los mandamientos. Quiere decir que, de suyo, la humanidnd no es ni honorable ni despreciable. Todo depende de su actitud para con Dios. I*as profecías sobre esto no son halagüeñas, sino todo lo contrario. Cf. Mat. 24, 12; Luc. 18, 8; I I Tes. 2, 3; Apoc. 13, 4; 19, 19; 20, 7. 28. Véase Prov. 29, 21 y nota. 29. i Gran lección | El que es presumido en el éxito y se atribuye el mérito, que sólo a Dios pertenece (Is. 26, 12), es siempre el más cobarde en la angustia cuando le falta el estímulo de su amor propio satisfecho. Ténganlo presente los padres y educadores que creen formar caracteres a base de estimular el orgullo. Sin la humildad cristiana no hay hombre que valga nada (v. 23). "L,a serpiente, observa el Santo Doctor de Hipona, sabe que, perdidos por el orgullo, solamente podemos volver, a Dios por la humildad."

N o TE GLORÍES J

La sabiduría ensalzará al humilde, y le dará 2 asiento en medio de los magnates. No alabes al hombre por su bello aspecto, ni desprecies a nadie por su sola presencia exterior. 3 Pequeña es la abeja- entre los volátiles; mas su4 fruto es el primero en la dulzura. No te gloríes jamás por el traje que llevas, y no te engrías cuando te veas ensalzado en alto puesto; porque sólo las obras del Altísimo son admirables; gloriosas son ellas, pero ocultas e invisibles. 5 Sentáronse en el trono muchos tiranos; y un hombre, en quien nadie pensaba, se ciñó la diadema. Cayeron en grande ignominia muchos potentados; y magnates fueron entregados en poder de otros. SE MODERADO EN TUS ACTIVIDADES 7

A nadie reprendas antes de informarte; y en habiéndote informado, reprenderás con justicia. 34. Véase 25, 4 y nota, y como contraste Tob. 4» 23. El segundo hemistiquio dice en griego: El Que es sin honra en la riqueza, ¡cuánto más lo será en la pobreza/ 1. Ejemplos: José en Egipto; David pastor y rey; Daniel y sus compañeros en Babilonia, etc. (Gen, 41, 40; Dan. 6, 3). 2. No alabes: El don de simpatía que derrochan algunas personas debe ponernos en guardia para no caer en sus redes. Véase 9, 4; 6, S; Prov. 31, 30; 5, 8. 4. No te glories: el hebreo dice a la inversa: no desprecies el vestido de un mísero, etc. Véase I Rey. 16, 7; Hech. 12, 21 s.; I I Cor. ¡0, 10; Sant. 2, 1 ss. Sólo las obras del Altísimo son admirables, así como sólo Él es bueno (Ior cuanto han rechazado Ía ley de Yahvé de los ejércitos, y despreciado la palabra del Santo de Israel. ^Por eso se ha encendido la ira de Yahvé contra su pueblo, y extendió contra él su mano y lo hirió-, por eso tiemblan los montes, fsura. y sus cadáveres yacen en las calles como baCon todo esto no se ha aplacado su ira; aun está extendida su mano. 19. Así hablan los pecadores en sentido irónico, burlándose del Santo de Israel. 20 ss. Al mdl llaman bien y al bien mal. ¿Qué diría eí profeta de los métodos modernos de propaganda, inventados para trastornar de arriba abajo la escala de los valores, y crear una falsa opinión púbdica que condena a lo bueno y alaba a lo malo? ¿No es éste el peor abuso de la razón, que Dios nos ha dado para buscar y conocer la verdad? Según San Gregorio, nosotros que de todo abusamos, en todo hemos de ser castigados. Cuanto recibimos para uso de la vida, lo consagramos al pecado; pero también cuanto hayamos apartado de su verdadero fin para emplearlo en el mal, se convertirá en un instrumento de venganza ([Moraba). El sol, los astros, la tierra, las plantas, los árboles, los animales, los elementos, pedirán venganza contra aquellos que se hayan abusado de ellos. 25. Los versículos que van a continuación son una descripción profética de las invasiones de los asirios, orque dentro de muy poco tiempo llegará a su colmo mi ira, por cuanto mi furor los destruirá. 18 3«Yahvé de los ejércitos suscitará contra él un ¿Acaso el hacha se gloría como cuando hirió a Madián, [azote, contra aquel que corta con ella? junto a la peña de Oreb; ¿o se ensoberbece la sierra y (levantara) su vara sobre el mar, contra aquel que la maneja? como la levantó contra Egipto. Como si la vara dirigiera al que la alza, 27 como si el bastón se levantase a sí mismo En aquel día será quitada su carga de tu hombro, y no fuese leño. lí y su yugo de sobre tu cerviz; Por eso el Señor, Yahvé de los ejércitos, pudriráse el yugo a fuerza de grasa. enviará la extenuación entre sus robustos, y por debajo de su gloria arderá un fuego ^Llegó ya (el atirió) a Ayat; como fuego de incendio. pasa a Migrón; I7 La Luz de Israel será el fuego, en Micmás deja su bagaje. y su Santo la llama, ^Han pasado el desfiladero y devorará las zarzas y plantado sus reales en Geba; espinas de (Asiría) en un solo día. Rama tiembla, Ía gloria de su bosque Gabaá de Saúl se pone en fuga. y de su campo fructífero '"Lanza gritos, oh hija de Gallim; será consumida completamente escucha, Laís; ¡ay de Anatot! J1 así como se consume un enfermo. Madmená se • dispersa, 19 Y los árboles que sobraren de su bosque, los habitantes de Gebim se huyen. serán tan pocos en número, ^Hoy todavía hace alto en Nob, que un niño podrá hacer su censo. y levanta la mano contra el monte de la hija de Sión, U N RESTO DE ISRAEL SERÁ SALVADO contra el monte de Jerusalén. M Pero, he aquí que el Señor, ^En aquel día los que quedaren de Israel y los salvados de la casa de Jacob, Yahvé de los ejércitos, no volverán más a apoyarse 24 ss. A la moníra de Egipto. Vulgata: en el en aquel que le hirió, camino de Egipto. Es tal vez una alusión a la exsino que se apoyarán con fidelidad en Yahvé, pedición que Scnaquerib, rey de Asiria, emprendió el Santo de Israel. contra Egipto, en cuya ocasión amenazó también a 2, Se convertirá un resto, Jerusalén (cf. IV Rey. 19, 19). "Aquí nos pinta al ejército asirio que sube por etapas a Jerusalén, donun resto -de Jacob, al Dios fuerte. 2s de Yahvé le aguarda para confundir su orgullo. Los Pues aunque tu pueblo, oh Israel, w . 14, 24-27, estarían bien después del v. 32" (Náfuese como las arenas del mar, car-Colunga). (sólo) un resto se convertirá. 26. Véase Juec. cap. 7. 27. A fierra de grasa, o aceite; el aceite de la La destrucción está decretada, misericordia divina. "Así lo entendió S. Jerónimo. desbordará la justicia. Y la libertad del yugo de los asirios simbolizaba 17. La Luz de Israel, lo mismo que el Santo, son nombres del Señor. Las espines y tartas: los soldados del rey de Asiría, 18. Bosque y campo fructífero (Vulgata: Carmelo) simbolizan la multitud y fuerza de los ejércitos asiríos. Será derrotado el ejército del rey soberbio, y él mismo huirá, 21. Cf. 59, 20; Rom. 11, 26 y nota. 22 s. San Pablo cita este pasaje, según los Setenta, en Rom. 9, 27 s. Véase aili la nota. La Vulgata dice abreviada en lugar de decretada, pero el sentido es el mismo. SI Apóstol quiere mostrar su cumplimiento en los pocos israelitas convertidos a Cristo, antes de anunciar la salvación final del pueblo judio (Rom. 11, 25 s.). .Véase 6, 13.

nuestra libertad de la esebvitud del demonio, por los méritos de Jesucristo" (Páramo). 28 ss. Las localidades mencionadas se hallan en los alrededores de Jerusalén. Los asirios se acercan cada vez más a la hija de Sión (Jerusalén); pero, de repente, se levanta contra ellos la mano del Dios Fuerte (y. 33). 33 s. Descripción profética de la derrota total de los asirios y de su poderío militar, comparado con la espesura del bosque y del Líbano (v. 34). _E1 orgullo no es solamente la ruina de las virtudes sino también de los reinos. "El orgullo, dice el Papa Inocencio III, derribó la torre de Babel, confundió las lenguas, derrotó a Goliat, levantó el cadalso de Aman, dio muerte a Nicanor, hirió a Antíoco, «u« mergió al Faraón y mató a Senaquerib.

ISAÍAS 10, 33-3»; 11, 1-11

cortará con estrépito el ramaje, los más elevados (de sus árboles) serán derribados, y los sublimes serán abatidos. M La espesura del bosque será cortada a hierro, y el Líbano caerá por mano de un pode[roso. CAPÍTULO XI EL REINO DE PAZ

'Saldrá un retoño del tronco de Isaí, y de sus raíces brotará un renuevo. ^Descansará sobre él el Espíritu de Yahvé; espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y temor de Yahvé. 'Su delicia consistirá en el temor de Yahvé; no juzgará según lo que ven los ojos, ni fallará según lo que oyen los oídos; *sino que juzgará a los pobres con justicia, 1. Retoño y renuevo (en hebreo néser) designan al ¡Mesías. Compárese las expresiones análogas en 4, 2; 53, 2; Jer. 23, 5; 33, 15; Zac. 3, 8; 6, 12. A este pasaje se refiere San Mateo cuando dice que Jesús será llamado Nazareno (Mat. 2, 23). San Jerónimo ve en el retoño a la Madre del Señor, "sencilla, pura, sincera, sin ningún otro germen extraño, y a semejanza de Dios, fecunda en su unidad'* (A Eus toquia). El renuevo (S. Jerónimo vierte: flor) es Cristo. La explicación del Doctor iMáxi-mo, que distingue entre retoño y renuevo, no encuentra simpatía entre los excretas modernos, porque no concuerda con el paralelismo de los miembros del verso. Retoño y renuevo brotan del mismo tronco (SimónPrado) y se refieren ambos a Jesucristo. El tronco de Isaí (Vulgata: Jesé) es la casa de David, hijo de Isaí. Cf. I Rey. cap. 16; Hech. 13, 23-33. 2. De este pasaje la Teología ha tomado los siete dones del Espíritu Santo. Cf. Sab. 7, 22; Gal. 5, 22 s. El texto hebreo conoce solamente seis dones. El número siete se ha introducido por los Setenta que traducen el temor de Yahvé por dos palabras. El Mesías recibirá los dones del Espíritu Santo, no con tasa y medida, como los otros santos, sino con toda su plenitud (San Jerónimo). Véase Juan 3, 34. 3. El espíritu de temor filial o reverencial, que es fruto de la perfecta caridad (San Agustín). 4. Jiisgará a los pobres con justicia, etc.: Lo que la Virgen celebra en el Magníficat es el advenimiento de los tiempos mesiánicos, como lo expresa en el vers. final (véase Luc. 1, 54 s. y nota). María profetiza, en sus varios aspectos, una sola cosa: el triunfo de los pobres, esto es: la confusión de los soberbios, la deposición de los poderosos, la exaltación de los humildes, la hartura de los hambrientos y la inanidad de los ricos (Luc. 1, 51-53). Tales debían ser, pues, las características esenciales del Reino mesiánico. Véase 32, 1; S. 71, 2 y nota. Herirá a la tierra: Cf. S. 2, 9; 44, 5 ss. 109, 2 y 5 s.; Apoc. 2, 27; 12, 5; 19, 15 y notas. Matará al implo: Es lo que el Nuevo Testamento predice respecto al Anticristo (cf. II Tes. 2, 8). El Cardenal Goma aplica esta profecía a los predicadores cristianos que "pasan por el mundo, hace ya veinte siglos, conquistando todas las cosas para Dios y su Cristo. Es la predicación cristiana la verificación de la gran profecía sobre el Cristo de Dios, el Ángel del gran Consejo: Herirá a la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de sus labios dará muerte al impío" (Biblia y Pred., p. 54).

885 y fallará con rectitud en favor de los humildes de la tierra; herirá a la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de sus labios matará al impío. s

La justicia será el cinturón de sus lomos, y la fidelidad ceñirá sus flancos. •Habitará el lobo con el cordero, y el leopardo se acostará junto al cabrito; el ternero y el leoncillo andarán juntos, y un niñito los guiará. 'La vaca ^pacerá con la osa y sus crias se echarán juntas; y el león comerá paja como el buey. sfel niño de pecho jugará junto al agujero del áspid, y el recién destetado meterá la mano en la madriguera del basilisco. 9

No habrá daño ni destrucción en todo mi santo monte; porque la tierra estará llena del conocimiento de Yahvé, como las aguas cubren el mar. RESTAURACIÓN DE ISRAEL

10

En aquel día la raíz de Isaí se alzará como bandera para los pueblos; la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada. n Én aquel día el Señor extenderá nuevamente su mano,

6 ss. I Qué magnífica visión 1 La paz invadirá al mundo; "la justicia y la paz se besarán", como dice el salmista (S. 84, 11). Cf. S. 45, 9 ss. Esta paz general es imagen de la restauración de todas las cosas por Jesucristo. Véase 2, 4; 66, 22; Ez. 34, 25; Zac. 9, 10; Rom. 8, 19 ss.; II Pedro 3, 13; Apoc. 21, 1 y notas. Las figuras bajo las cuales se describe la paz mesiánica, recuerdan los días del paraíso que el Redentor ha de restaurar de una manera más sublime cuando separe de la naturaleza la maldición que sobre ella pesa y cuando aparezca "un cielo nuevo y una tierra nueva*', según la profecía de S. Pedro (II Pedro 3, 13). San Ireneo, San Teófilo, Lactancio y algunos exégetas modernos toman la profecía en sentido literal y creen que los animales feroces un día volverán a hacerse mansos como en los días del paraíso terrenal. Cf. 65, 25; Deut. 28, 68; Os. 2, 18: Ecli. 39, 39 y notas. 10. Su morada (San Jerónimo: su sepulcro): Es el monte Sión, su residencia (Fillion). Otros autores, fundándose en la versión de S. Jerónimo, refieren este pasaje al Santo Sepulcro, diciendo que "aun ahora se cumple esta profecía en los santos lugares de Jerusalén, visitados desde los primeros tiempos de la Iglesia por reyes, sabios, potentados y gentes de todo el orbe'*. Pero Knabenbauer advierte: "Caveant igitur concionatores, ne sensum et explicationem Sancti Hieronymi auditoribus suis tamquam vaticinium Spiritus Sancti vendant" (SimónPrado). 11. Patros es nombre del Egipto meridional. Slam, país situado en el sudoeste de Persia; Simar: Babilonia; Hamat: ciudad de Siria; ¡as islas del mar: las islas del Mediterráneo y países de Occidente. Nuevamente: Según San Jerónimo, el profeta quiere decir con esto, que Dios, después de haber extendido su mano para tomar posesión del pueblo de los gentiles, cuando se convirtieren a la fe, la extenderá por segunda vez sobre los hebreos al fin de los tiempos, para que también la abracen. Cf. Rom, cap. 11.

ISAÍAS 11. 11-lí; 12, 1-t; 13, 1-S

886 para rescatar los restos de su pueblo que aun quedaren, de Asiría, de Egipto, de Patros, de Etiopia, de Elam, de Sinear, de Hamat y de las islas del mar. 12 Alzará una bandera entre los gentiles, y reunirá los desterrados de Israel; y congregará a los dispersos de Judá, de los cuatro puntos de la tierra. ls Cesará la envidia de Efraím, y serán exterminados los enemigos de Judá. Efraím no envidiará más a Judá, y Judá no hará más guerra a Efraím. 14

Se lanzarán, al occidente, sobre los flancos de los filisteos y juntos saquearán a los hijos del Oriente; sobre Edom y Moab extenderán la mano, y los hijos de Ammón les prestarán obediencia. ^Yahvé herirá con el anatema la lengua del mar de Egipto, y levantará con impetuoso furor su mano sobre el río, lo partirá en siete arroyos, de modo que se pueda pasar en sandalias. 16 Así habrá un camino p'ara los restos de su para los que quedaren de Asiría, [pueblo, como lo hubo para Israel el día de su salida del país de Egipto. CAPÍTULO XII CÁNTICO DE LOS RESCATADOS ]

En aquel día dirás: "Yo te alabaré, Yahvé, porque después de airarte contra mí se aplacó tu ira, y me has consolado. *He aquí que Dios es mi salvación; tendré confianza y no temeré, porque mi fortaleza y mi canto, es Yah, Yahvé, el cual ha sido mi salvación

*y diréis en aquel día: Alabad a Yahvé, invocad sa nombre; pregonad sus obras entre los pueblos, proclamad que es excelso su Nombre. "Cantad a Yahvé, porque ha hecho cosas gloriosas; que lo sepa la tierra entera. Prorrumpe en júbilo y canta, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel."

II. PROFECÍAS CONTRA LAS NACIONES PAGANAS CAPÍTULO XIII ORÁCUJJO CONTRA BABILONIA

MDráculo contra Babilonia, que vio Isaías, hijo [de Amos: *Sobre un monte pelado alzad bandera, levantad la voz para llamarlos, hacedles señas con la mano, para que entren por las puertas de los prín3 He dado órdenes a mis consagrados; [cipes. he llamado a mis valientes, para (ejecutar) mi ira; y ellos saltan de gozo por la gloria mía. 4 Se oye tumulto sobre los montes como tumulto de mucha gente; voces de alarma de reinos, de naciones reunidas. Yahvé de los ejércitos pasa revista a las tropas de guerra. •Vienen de tierra lejana, de los extremos del cielo; Yahvé y los instrumentos de su furor, para asolar la tierra entera.

s.). En sentido típico representan estas fuentes la divina palabra salida de Cristo (S. Jerónimo y S. Cirilo) o los santos sacramentos y los dones y frutos del Espíritu Santo (San Ambrosio). Cf. Juan 7, 13. Bn aquel tiempo no existirá más emulación 38; I Cor. 10, 4. Cualquier sistema humano, por entre Judá e Israel. Vivirán como hermanos. Véase poderoso que sea, que intentase alejar al hombre de Ez. 37, 21 ss. estas fuentes de vida y alegría, pronunciaría contra 14. Al occidente: Quiere decir que harán conquis- sí mismo la sentencia dé condenación. tas entre los pueblos paganos. Lo mismo significa 4. Pregonad sus obras entre los pueblos: "La alael segundo hemistiquio. Es una maravillosa pro- banza del Señor debe resonar a lo lejos, ya que la fecía de la misión apostólica entre todos los pueblos liberación de la nación escogida interesa a todos los del mundo. pueblos, pues todos participarán algún día de ella" 15. La lengua del mar de Egipto: el Mar Rojo (Card. Goma, Salt., p. 119). Cf. S. 104. 1. en su parte septentrional. El rio: el Eufrates (véa1. Este capítulo es una descripción profética de se 8, 7). la toma de Babilonia que tuvo lugar el año 538, o 1. Empieza aquí un admirable cántico en acción sea, 200 años después de Isaías. Algunos modernos de gracias, que reviste la misma alegría que aquel quieren ver en estos capítulos (13 y 14) la ruina que cantaron los israelitas después de haber sido del imperio asirio (cf. Dan. 5, 30 y nota). Babilonia salvado» en el paso del iMar Rojo. Porque deipués es el prototipo de los enemigos de Dios. Como aquéde airarte contra mi se aplacó tu, ira. Literalmente: lla, así serán destruidos también éstos. Oráculo conporque te airaste contra mi y (después) se aplacó tra Babilonia, literalmente: carita sobre Babilonia. tu ira, como si se bendijera la cólera divina, porque Carga. (Vulgata: onus) se llaman las profecías conha sido causa de conversión y de consuelo. minatorias. Cf. 14, 28; 15, 1; ¡7, 1, etc. 2. Yah, forma abreviada del nombre Yahvé. Cf. 3. Mis consagrados: Así llama Dios a las huestes S. 88, 9 y mita. que han de destruir el poder de Babilonia. Son 3. Texto citado en la liturgia del Sagrado Corazón. instrumentos consagrados para ejecutar los designios Se refiere en primer lugar a las aguas portentosas de Din»; aunque paganos, están al servicio de Dios que Dios prodigó en el desierto (Ex. 15, 25; 17, 1 y cumplen una misión sagrada,

'Sacaréis con regocijo el agua de las fuentes de salvación,

ISAÍAS 13, 8-22; 14, 1-6

887 18

Con sus arcos matarán a los jóvenes, no tendrán piedad del fruto del seno, "¡Aullad, que cercano está el día de Yahvé! 18y sus ojos no se compadecerán de los niños. Entonces Babilonia, la joya de los reinos, vendrá como ruina, gloria y orgullo de los caldeos, de parte del Todopoderoso. vendrá a ser como Sodoma y Gomorra, 'Por tanto todos los brazos (ciudades) destruidas por Dios. perderán su vigor, ^Nunca jamás será habitada, y todos los corazones de los hombres ni poblada de generación en generación; se derretirán. no alzará allí el nómada su tienda; 'Temblarán; convulsiones y dolores ni harán en ella majada los pastores. se apoderarán de ellos; 21 Se guarecerán allí las fieras del desierto; se lamentarán como mujer parturienta. los buhos llenarán sus casas; Cada uno mirará con estupor a su vecino, se instalarán allí los avestruces, sus rostros serán rostros de llamas. 9 y los sátiros harán allí sus danzas. He aquí que ha llegado el día de Yahvé, 22 En sus palacios aullarán los chacales, el inexorable, con furor e ira ardiente, y los perros salvajes en sus casas de placer. para convertir la tierra en desierto Próximo a llegar está su tiempo, y exterminar en ella a los pecadores. l0 y sus días no se aplazarán. Pues las estrellas del cielo y sus constelaciones no darán más su luz, el sol se oscurecerá al nacer, CAPÍTULO XIV y la luna no hará resplandecer su luz. LA DESTRUCCIÓN DE BABILONIA

"Entonces castigaré al mundo por su malicia, y a los impíos por su iniquidad; acabaré con la arrogancia de los soberbios y abatiré la altivez de los opresores. 12 Haré que los hombres sean más escasos q^ue el oro fino, y los hijos de Adán más raros que el oro de Ofir. "Por eso sacudiré los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, por el furor de Yahvé de los ejércitos, en el día de su ardiente ira. "Entonces cual gacela perseguida, y como ovejas sin redil. se dirigirá cada uno a su pueblo, y huirá cada cual a su tierra. 18 Todos cuantos fueren hallados serán traspasados, y todos los que cayeren presos morirán a cuchillo. 16 Sus niños serán estrellados ante sus ojos, saqueadas sus casas, y violadas sus mujeres. LOS MEDOS COMO INSTRUMENTOS 17

He aquí que suscitaré contra ellos a los que no buscan plata [medbs ni son codiciosos de oro.

6 ss. En los vers. 6-8 se da un cuadro del espanto que sobrevendrá a los babilonios cuando vean inminente la ruina. 9. El dia de Yahví: el dia del juicio y de la venganza que Dios va a tomar de los pecadores. Véase 2, 12 y nota; 61. 2; Jer. 12, 3; 17, 18; Am. 6, 3; Mal. 4, 1; iMat. 24. 29. 12. El sentido es: Nadie podrá rescatarse con oro y plata. Oro di Ofir: el oro más puro, que losnavegantes traían de la costa oriental del África (cf. III Rey. 9, 28). 16. Los soldados conquistadores matarán a todos, hasta los niños. Cf. S. 136, 8 y la destrucción de la Babilonia apocalíptica (Apoc. cap. 18). 17. Los miiot y persas bajo el mando de Ciro se apoderaron de Babilonia en rl afta 538 a. C Víase Dan. 5, 30. No buscan plata: característica de los persas, según Jenofonte (Cyrop.).

NUEVA PROMESA DE Dios a

Porque Yahvé tendrá compasión de Jacob, y escogerá otra vez a Israel; y les dará descanso en su propia tierra. Se juntarán con ellos los extranjeros, y se incorporarán a la casa de Jacob. 2 Los pueblos los tomarán y los llevarán a su propio lugar; y la casa de Jacob los poseerá por siervos y siervas en la tierra de Yahvé. Así tomarán cautivos a aquellos que los habían cautivado, y dominarán a sus opresores. HIMNO TRIUNFAL 3

E1 día que Yahvé te dé descanso de tus penas y de tu angustia y de la dura servidumbre a la cual estuviste sujeto, 'cantarás este canto sobre el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo se acabó el opresor! ¡Cómo terminó la opresión! 'Yahvé ha hecho pedazos la vara de los infiel cetro del dominador, [píos, 8 el cual azotaba a los pueblos con furor, hiriéndolos sin cesar, y en su saña tiranizaba a las naciones persiguiéndolas sin piedad. 20. La maldición perdura hasta hoy. Nadie ha osado reedificar la ciudad maldita; ni siquiera los nómadas levantan sus toldos sobre las ruinas de la misma. 21. Los buhos: Vulgnta: dranones. Sátiros; en hebreo Seirim (cf. Lev. 17, 7; II Par. i l , 15; Is. 34, 14). Así llamaba la gente supersticiosa a los demonios que, según creencia popular, tenían cuerpo de macho cabrío y estaban confinados en el desierto. 22. Perros salvajes (otros: chacales; Vulg. sirenas): sinónimo da monstruo terrestre (San Jerónimo). "Largos siglos después de Isaías, San Junn retomó esta descripción en su Apocalipsis, para aplicarla a la Babilonia occidental" (Fillion). 1. Los extranjeros: Alusión a los gentiles que abrazarán la verdadera religión junto con Israel. Cf. 2, 2; 56, 3 ss.; Zac. 8, 22 s.; Rom. 11, 12 ss.

ISAÍAS 14, 7-Í3

888

'Ahora descansa y está en paz toda la tierra y prorrumpe en cantos de alegría. 8 Aun los cipreses se regocijan a causa de ti, y los cedros del Libano (dicen): Desde que tú dormiste, nadie sube ya a cortarnos."

hijo de la aurora! ¡Cómo fuiste echado por tierra, tú, el destructor de las naciones! 13 Tú que dijiste en tu corazón: "Al cielo subiré; sobre las estrellas de Dios levantaré mi trono; 9 E1 scheol se conmueve en sus profundidades, me sentaré en el Monte de la Asamblea, a causa de ti, para salir a tu encuentro, en lo más recóndito del Septentrión; 14 y por ti despierta él subiré a las alturas de las nubes; a las sombras de los gigantes, seré como el Altísimo." 15 a todos los poderosos de la tierra; Pero ahora has sido precipitado al scheol, hace que se levanten de sus tronos a lo más profundo del pozo. todos los reyes de< las naciones. 10 16 Todos ellos te dirigirán la palabra Los que te ven fijan en ti la mirada v te dirán: y contemplándote con atención (dicen): '¿También tú te debilitaste como nosotros? ¿Es éste el varón que sacudió la tierra ;A nosotros te has asemejado? e hizo temblar los reinos, 11 l7 Ha bajado al scheol tu gloria que convirtió el mundo en un desierto al son de tus arpas, y devastó sus ciudades; tendrás por cama la podredumbre, que no abrió (la cárcel) a sus prisioneros? 18 y los gusanos por cubierta. Todcs los reyes de las naciones, 12 todos descansan con honor, ¡Como caíste del cielo, astro brillante, cada cual en su propia morada, 19 pero tú has sido arrojado 8. 1,09 reyes de Babilonia cortaron los abetos y cedros del Libano a fin de utilizarlos para sus conslejos de tu sepulcro, trucciones. For eso los mismos árboles se alegrarán como un retoño inútil, el día en que se derrumbe Babilonia. cual cadáver pisoteado 9 ss. Scheol (Vulgata: infierno), la morada de los y cubierto de muertos. muertos. Cf. Job 19, 25 s. y nota. Gigantes: otra traducción: los muertos. Es en hebreo la palabra Hasta los traspasados a espada Refaim, que significa ambas cosas. Cf. Job 26, 5 ss. bajan a sepulcros de piedra. y nota. Se fustiga en este pasaje la vana soberbia b. 1, 2; 7, 22. Son de admirar estas luces que Dios nos revela desde el Antiguo Testamento sobre el divino misterio de la Trinidad, que sólo habría de revelarse explícitamente en el Nuevo. 13. Refiérese al paso del mar Rojo, por cuyas aguas pasaron como un caballo corriendo sin tropezar. Véase Ex. 14, 16 ss.; S. 77, 13. 14. Nótese la ternura de esta imagen, j Quién no fuera jumento para dejarse llevar por la mano de Dios! (véase Núm. 10, 33; Deut. 12, 9; 32, 12; IMat. 21, 3 y nota). En el v. 17 vemos cómo Israel arrepentido, lejos de querer libertarse de esa mano, suspira por estar sometido a ella. 15 ss. Apremiante oración de Israel como un llamado filial al Padre de los cielos (véase Deut. 26, 15) para que envíe al Mesías (véase 64, 1 ss.; S. 79, 15 ss.). Tu celo: Ea ira de Dios contra los opresores de su pueblo. 16. Padre: Véase 64, 8. Vemos cuan alto es el concepto que Israel tiene de su Dios ya en el Antiguo Testamento (cf. p. ej. Ex. 4, 22 s-; Deut. 32, 6 Jer. 3, 4 y 19; Sab. 14, 3) y que Jesús había de acentuar a cada paso. La diferencia está en que entonces el hijo era Israel, colectivamente, como pueblo; en tanto que los cristianos descendientes "de un pueblo necio" (Deut. 32, 2 1 ; Rom. 10, 19), somos elegidos cada uno en particular y por haber creído en el iMesíns somos hechos individualmente hijos de Dios a imagen del Hijo Unigénito (Rom. 8, 17 y 29; Juan 1, 12 s.; 15, 16), sin perjuicio de constituir co lectivamente, como miembros de Él, la Iglesia, cuerpo místico del que Él es cabeza (Col. 1, 18) y a la cual están reservadas, más aun que a Israel, especiales promesas sobrenaturales de gracia (Ef. 2, 7 s.) y de gloria (I Tes. 4, 16 s.) y las bodas que celebrará con el Cordero como su Esposa (Apoc. 19, 6•9). Redentor: también este nombre conviene al divino Padre porque Él es quien envió a su Hijo, que había de redimir a Israel y también a las naciones (Juan 3, 16; Gal. 4, 4 ss.).

LXIV

CONTINÚA LA PLEGARIA DEL PROFETA 1

¡ O h , si rasgaras los cielos y bajaras! —A tu presencia se derretirían los montes— cual fuego que enciende la leña seca, cual fuego que hace hervir el agua, para manifestar a tus enemigos tu N o m b r e , y hacer temblar ante T i los gentiles. 3 T ú obraste cosas terribles, inesperadas; descendiste, y se derritieron los montes en tu presencia.

2

18. Tu santo pueblo la poseyó (la herencia) sólo por breve tiempo (Vulgata; como si tu santo pueblo nada fuese, se han enseñoreado de él nuestros enemigos). Es como si recordase a Dios las promesas hechas a Abrahán (véase S. 104, 8 y nota). El v. 19 insiste en que Israel continúa como antes de esas promesas. Han pisoteado tu Santuario: véase sobre esto el lamento dramático del S. 68 y notas. 19. ¡Qué elocuente fórmula de confesión sería ésta para el neopaganismo de hoy! Cf. 64, 6; Ene. 18, 81. En el hebreo este v. está agregado a 63, 19, quedando así retrasada en un verso la numeración. "A las calamidades y suma miseria de su pueblo, el profeta no ve otro remedio que la venida de su Mesías, el cual, librándolo de los pecados, lo consuele, lo reavive y lo haga feliz" (Marttni). Eo mismo anota Scío, y la Iglesia recuerda todo este pasaje (v.9 1-11) en la Liturgia de Adviento (Jueves de la 4 semana). No se trata, pues, de una teofanía cualquiera, sino de la que viene anunciándose en los capítulos precedentes y siguientes. Oh, si . . . bajaras: Se trata de una aparición súbita a través de la bóveda de los cielos tal como Jesús anuncia su segunda Venida (Mat. 24, 27; Luc. 17, 24; 21, 27; iMarc. 13, 26 y 14, 62; I Tes. 4, 16; Apoc. 1, 7; Dan. 7, 13). Cf. 45, 8 y nota; I Tes. 5. 2, etc. Es de notar que las visiones de los profetas abarcan a veces dos aspectos, uno referente a la primera venida de Cristo, y otro que contempla su segundo advenimiento. Para entender tal modo de profetizar hay que tener presente la profecía de San Pedro en Hech. 3, 20 ss., donde el Príncipe de los Apóstoles vaticina que en la Parusía de Cristo se realizará "la restauración de todas las cosas, de las que Dios ha hablado desde antiguo por boca de sus santos profetas", es decir, que muchas profecías, especialmente las que pintan un maravilloso cuadro de felicidad, se cumplirán tan sólo en el Retorno de Cristo.

ISAÍAS 64, 4-12; 65, 1-7

94» 4

Porque nadie oyó, ningún oído percibió y ningún ojo ha visto a (otro) Dios, fuera de T i , que obre así con los que en Él confían. 5 Sales al encuentro del que con gozo practica la justicia; del que siguiendo tus caminos se acuerda mas ahora estás enojado, [de T i ; por cuanto hemos cometido pecados, los de siempre; pero seremos salvos. STodos somos como un impuro, y cual trapo inmundo son todas nuestras justicias; nos marchitamos todos como las hojas, y nuestras iniquidades nos han arrebatado como el viento. TNo hay quien invoque tu nombre, nadie se levanta para adherirse a T i , pues nos has escondido tu rostro, y nos has entregado a nuestras maldades. 8

Mas ahora, Yahvé, T ú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y T ú nuestro alfaobra de tus manos somos todos. [rero, ^ o te enojes demasiado, Yahvé, ni te acuerdes para siempre de la iniquidad, míranos, te rogamos, que somos pueblo tuyo. 10

CAPÍTULO LXV VOCACIÓN DE IOS GENTILES x

Dejéme buscar por los que no preguntaban (por Mí), déjeme hallar por los que no me buscaban. Dije: "Heme aquí, heme aquí", a gente que (antes) no invocaba mi nombre. 2 T o d o el día tenía Yo extendidas mis manos hacia un pueblo rebelde que no anda p o r el recto camino, sino en pos de sus propios pensamientos; 3 hacia un pueblo que me provoca continuamente cara a cara, que ofrece sacrificios en los huertos, y quema incienso sobre ladrillos; 4 que se sienta en los sepulcros, y pasa la noche en lugares ocultos, que come carne de cerdo, y en sus ollas tiene manjares impuros; 5 que dice: "Quédate ahí, no te acerques a mí, porque te santificaría." Esos tales son humo en mis narices, fuego que arde sin cesar. H e aquí que escrito está delante de M í : N o me callaré, sino que retribuiré; en su mismo seno les daré el pago 7 por vuestras iniquidades, dice Yahvé, juntamente Con las de vuestros padres, que quemaron incienso sobre los montes, y me ultrajaron en los collados. P o r eso les pondré en su seno la paga por sus obras pasadas.

6

Tus ciudades santas se han convertido en desierto; Sión es un yermo, Jerusalén se halla asolada. n N u e s t r a Casa tan santa y tan gloriosa, donde nuestros padres te alababan, ha sido pasto del fuego, y todo lo que nos era precioso, se ha trocado en ruinas. a2 Y con todo esto ¿te estás quedo, Yahvé? ambos les renuevan las promesas de misericordia ¿Podrás callarte y humillarnos del todo? mediante la resurrección de Cristo (Hech. 3, 19 ss.; 4. San Pablo cita este pasaje en I Cor. 2, 9. Los que en Él confían: Vulgata: los que te están aguardando: Véase II Tim. 4, 8; Hebr. 9, 28; I Cor. 15, 23; I I Tes. 1, 10; Tito 2, 13; Apoc. 22, 17 y 20. 6. Son impuros por las injusticias que han cometido y por la falta de recta intención en sus pretendidas obras meritorias (véase Sab. 9, 10 y nota). El castigo que Dios les infligió es justo. Con todo, la conciencia y confesión de su miseria y la esperanza del perdón los hace dignos de la divina misericordia (cf. S. 50 y notas). ¿Por qué las naciones -modernas no dan tales muestras de contrición colectiva para atraer el perdón y las bendiciones de Dios? Cf. 63, 19 y nota. 8. Nuestro Padre: el dulce nombre con que comienza la Oración Dominical. Cf. 63, 16 y nota. Nosotros somos el barro. Cf. Gen. 2, 7. 10 s. Tus ciudades santas: Vulgata: la ciudad de tu Santo, es decir, Jerusalén. Nuestra Casa tan santa (v. 11): el Templo. Cf. Jer. 7, 11. 12. El corazón de Dios dará una respuesta (véase 42, 14; Zac. 1, 2 s.). El Mesías esperado vendrá, pero esconderá su gloria en pañales para probar la fe de Israel. Y éste no reconocerá al Enviado (Juan 1, I I ) , y Jesús, rechazado, le reprochará llorando, antes de partir, el no haber conocido el tiempo de su visita que le habría dado la paz (Luc. 19, 41-44), y le anunciará su tremenda caída y destrucción (Mat. 24, 2; iMarc. 13, 2; Luc. 21, 6) por su incredulidad no sólo en Él sino también en la predicación apostólica. San Pedro les hace igual reproche (Hech. 3, 13 ss.), y también San Pablo (Hech. 13, 26 ss.), mostrándoles que ese rechazo estaba igualmente anunciado por los profetas (Hech. 3, 18 y 24; 13, 27 s.), no obstante lo cual

13, 30-33; 26, 6 s . ; Rom. 4, 13; 15, 8; Gal. 3, 16) que las extendería a todas las naciones (Gal. 3, 28 s.). Cf. Rom. 11, 25 ss. y Mat. 23, 39. 1. Que este pasaje se refiere a la conversión de los gentiles se colige no solamente del contexto, sino también de la interpretación que le da San Pablo (Rom. 10, 20). Déjeme buscar: Vulgata: buscáronme. "Este capítulo puede considerarse como la respuesta de Dios a la plegaria anterior, y en ella nos refiere la conducta por Dios seguida con pueblo tan rebelde; pero al fin llegará la obra de la misericordia y de la restauración de Israel" (Nácar-Colunga). Cf. Deut. 28, 68 y nota; 32, 21. 2. Un pueblo rebelde: el pueblo judío, obstinado desde un principio (véase Rom. 10, 21). En pos de sus propios pensamientos; es decir, empeñado en darme un culto que no me es agradable mientras su corazón está lejos de Mí (véase 29, 13; 64, 6; Mat. 15, 8). 3 s. Alusión a la idolatría del pueblo judío; inmolación de víctimas a los falsos dioses, y prácticas supersticiosas. 5. Señala el colmo de la hipocresía: se creen puros y santos, y dicen al pagano: apártate de mí; y ellos son peores que los idólatras y más responsables (Luc. 12, 47 s.). Tal fué exactamente la actitud de la Sinagoga al no querer mancharse entrando al pretorio (Juan 18, 28). 7. Sacrificaban sobre los montes en honor de Baal y Astarté. Véase Juec. 2, í 1 y 13; 3, 7; 8. 33; III Rey. 16, 31; 18, 18; 19, 18, etc. Esta terrible amenaza les fué reiterada por Jesús (Mat. 23, 35) y se cumplió sobre esa misma generación (Mat. 24, 34) en la destrucción de Jerusalén por Vespasiano y Tito el año 70, que a su vez es una figura de los terribles acontecimientos del fin del mundo.

ISAÍAS 65, 8-20

SE SALVARÁN LOS RESTOS DE ISRAEL 8

Así dice Yahvé: Como cuando hay jugo en un racimo se dice: "No lo desperdicies, pues en él hay bendición", así haré Yo por amor de mis siervos, para no exterminarlos, a todos. 9 Antes bien, sacaré de Jacob un linaje, y de Judá un heredero de mis montes; mis escogidos los tomarán en posesión, y habitarán allí mis siervos. I0 Sarón será un prado para rebaños, y el valle de Acor un lugar de reposo para el ganado de mi pueblo que me busca.

949 pues Yahvé, el Señor, acabará contigo, y a sus siervos les dará otro nombre. 16 Quienquiera se bendijere en la tierra, se bendecirá en el Dios Amén y quien jurare en la tierra, jurará por el Dios Amén, porque las angustias pasadas quedarán plviy no estarán más ante mis ojos. [dadas NUEVOS CTELOS Y NUEVA TIERRA 17

Porque he aquí que voy a crear nuevos cielos y nueva tierra; de las cosas anteriores no se hará más menni habrá recuerdo de ellas. [ción, 18 Alegraos y regocijaos eternamente por lo que voy a crear; "Mas a vosotros, que abandonáis a Yahvé, porque he aquí que voy a crear que os olvidáis de mi santo monte, a Jerusalén (para que sea) alegría que aparejáis una mesa a (la diosa) Fortuna y a su pueblo (para que sea un) gozo. y llenáis la copa para el Destino, 12 19 os destinaré a la espada, Me regocijaré en Jerusalén, y todos os encorvaréis para ser degollados. y hallaré mi gozo en mi pueblo; Porque Yo llamé y no respondisteis, y no se oirá más en ella hablé y no escuchasteis-, voz de llanto ni de lamento. hicisteis lo que era malo a mis ojos, ^ N o habrá allí en adelante niño y elegisteis lo que Yo aborrecía. (nacido) para (pocos) días, ni anciano que no haya cumplido sus días, 13 íW eso, así dice Yahvé el Señor: He aquí que mis siervos comerán, 16. El Dios Am¿n: El Dios de la verdad y fidelidad (véase Apoc, 3, 14). Recuérdese la expresión y vosotros tendréis hambre; usual del Señor Jesús: "Amen dico vobis: en verdad he aquí que mis siervos beberán, os digo", como fórmula de juramento, que el Evany vosotros tendréis sed; gelio de San Juan trae siempre duplicada: "Amén, he aquí que mis siervos se alegrarán, Amén". Quedarán olvidadas: Véase 42, 18 s. 17 ss. Voy a crear nuevos cielos y nueva tierra: y vosotros quedaréis avergonzados. 14 Cuadro maravilloso de una nueva plasrnación del uniHe aquí que mis siervos verso. Enfocando nuestra vida desde las últimas cocantarán en la felicidad de su corazón, sas, que son la resurrección y la vida eterna con mas vosotros clamaréis cuerpo y alma, le damos un firme fundamento, porque las últimas cosas son en la balanza de Dios las Heno de dolor el corazón, Sobre ellas debe fundarse nuestra fe en y aullaréis en la desesperación de vuestra primeras. el más allá, todo lo que la Iglesia nos manda creer 15 Dejaréis vuestro nombre [alma. sobre el cielo y el infierno, la contemplación del Dios Trino, y la glorificación de este cuerpo mortal. como imprecación para mis escogidos, 8 ss. En él hay bendición, esto es, algo que seria lástima perder. Quiere decir: por pura gracia (cf. Jer. 30, 13 y nota), el Señor deja su lenguaje severo y vuelve a renovar sus grandes promesas que, como hace notar Fillion, "hemos encontrado a través del libro entero de Isaías". 10. Sarán se llamaba la llanura situada al norte de Jafa. El valle de Acor está cerca de Jericó, al Este. Ambas regiones, que simbolizan la fertilidad, representan toda la Tierra Santa. 11. Vuelven aquí, hasta el v. 15, las amenazas a Israel, alternadas siempre con las promesas. Mi santo monte: Sión. Fortuna y Destino, en hebreo Gad y Mení, personificaciones idolátricas. En vez de poner su confianza en el Señor, esperaban prosperidad a la manera de los paganos que ponían ofrendas en la mesa de Fortuna. 12. No escuchasteis: "Ved, dice S. Gregorio (Magno, el endurecimiento de los judíos que no reconocen aún a Jesucristo por Mesías a pesar de las profecías que leen cada dia y de los milagros que tuvieron lugar. Los elementos insensibles reconocieron* a su Autor, y el corazón de los judíos, más duro que las peñas, no quiso reconocerlo, y no han querido hacer penitencia." 15. Martini cree ver aquí el anuncio del baldón que habia de caer sobre el nombre judío después del sacrificio de Cristo. Véase Jer. 24, 9. Otro nombre: «lude quizás al nombre de cristianos, mencionado en Hech. 11, 26. Los comentaristas modernos se apartan de esta interpretación y sólo se refieren a 62, 2. Véase la nota.

Cuidémonos de "espiritualizar" estas tan grandes verdades o diluirlas en alegorías y metáforas "poéticas. Ya S. Agustín combate contra estas opiniones espiritualizantes que destruyen la valiosa esperanza de toda la fe cristiana, la 'bienaventurada esperanza", como la llama S. Pablo (Tito 2, 13). Véase 11, 6-9; 30, 23-26; 43, 19 ss.; 51, 6 y 16; 66, 22. En I I Pedro 3, 13 y Apoc. 21. 1 ss. se repite el anuncio con las mismas palabras. Véase también Apoc. 21, 5 y la profecía de Ageo 2, 7, reiterada por San Pablo en Hebr. 12, 26. Cf. Rom. 8, 21.

20. Este verso se ha traducido de diversas maneras. Bover-Cantera vierte: Ya no habrá allí mamoncillo de pocos días, ni anciano que no haya cumplido su vida; antes bien, el joven morirá centenario, y el pecador será de cien años alcanzado1 por la maldición. "La idea de esta profecía es la del retorno a la inocencia patriarcal, o más bien a la inocencia primitiva mucho más perfecta" (Le H i r ) . Fillion la llama "la edad de oro mesiánica" y hace notar que "la longevidad patriarcal .reaparecerá". Jünemann dice: '.'Será la longevidad y ¡dicha del paraíso." Véase S. 89, 10 y nota; Zac. 8, 4. Suele interpretarse este texto también en el sentido de llegar a viejo sin lograr la madurez del juicio y de la virtud. Pero, como observa el Cardenal Goma, "el texto dice lo contrario; trátase de los tiempos felices del Mesías: en que. tendrán los justos una longevidad feliz" (Biblia y pred. p. 273). Él profeta habla solamente de la lpngevídad; el. último enemigo, la muerte (I Cor. 15, 26) sera destruido después de la última rebelión de Satanás al fin de los tiempos (Apoc. 20, 14).

I S A Í A S 65, 20-25; 66, 1-8

950 pues morir niño será morir a los cien años, y el pecador de cien años será maldito.

H e aquí en quién Yo pongo mis ojos: en el que es humilde y contrito de espíritu, y que teme mi palabra.

21

Edificarán casas, y habitarán en ellas; plantarán viñas y comerán de su fruto. 2S No edificarán para que habite otro, ni plantarán para que otro sea el que coma; porque como los días de los árboles serán los días de m i ' p u e b l o , y mis escogidos consumirán (el fruto de) la obra de sus manos. 23

N o se fatigarán en vano, y no darán a luz para muerte prematura; porque estirpe de los benditos de Yahvé son, asi ellos como sus hijos. M Antes que ellos clamaren, responderé, y cuando ellos aún estén hablando, ya los habré escuchado. ^ E l lobo y el cordero pacerán juntos; el león, como el buey, comerán paja, y la serpiente se alimentará con polvo; no dañarán ni causarán muerte en todo mi santo monte, dice Yahvé.

3

H a y quien degüella un toro, y (a la vez) mata a un hombre; quien sacrifica una oveja y (a la vez) descabeza a un perro; quien hace una ofrenda, y ofrece sangre de cerdo; quien quema incienso y bendice a un ídolo. Así se han escogido sus propios caminos, y su alma se deleita en sus abominaciones. 4 Por eso también Yo escogeré para ellos los males, y haré que les sobrevengan las cosas que temen; ya que llamé y no hubo quien respondiese; hablé y no escucharon; sino que hicieron lo que era malo a mis y escogieron lo que Yo reprobaba. [ojos, 5

Oíd la voz de Yahvé, los que teméis su palabra. Vuestros hermanos que os odian, y os desechan por causa de mi nombre, dicen: "Que Yahvé muestre su gloria, para que podamos ver vuestra alegría"; pero quedarán avergonzados.

6

¡ V o z de alboroto que procede de la ciudad, voz que procede del T e m p l o ! ¡(Es la) voz de Yahvé que da el pago a sus enemigos!

CAPÍTULO LXVI LOS EXCLUIDOS DE LA NUEVA SlÓN

'Así dice Yahvé: El cielo es mi trono, y la tierra el escabel de mis pies. ¿Qué casa podríais construir para Mí? ¿y qué lugar para mi descanso? ^ o d a s estas cosas las hizo mi mano, y así existen todas —oráculo de Yahvé—.

BENDICIONES DE LA NUEVA SIÓN

'Antes de estar de parto 21 ss. Promesas varias, reiteradas en otros pasajes. Gramática anota los siguientes en la Biblia Vaticana: ella ha dado a luz; Edificarán. .. y plantarán: cf. 62, 8 s.; Jer. 31, 5; antes que le sobreviniesen los dolores Amos 9, 14. Estirpe de benditos: cf. 61, 9. Ellos como sus hijos (v. 23): "Delicioso detalle: las familias 8 ha dado a luz un hijo varón. ¿Quién oyó jamás cosa tal? permanecerán intactasj completas, las diferentes generaciones; y las diversas generaciones y edades es¿Quién vio cosa semejante? tarán siempre reunidas" (Fillion). Los habré escucha¿Un país se hace acaso en un día? do (v. 24): cf. 30, 19; 58, 9 (véase también las ¿O nace una nación de una vez? palabras .de Jesús en Juan 16, 16-26). El lobo y el cordero (v. 25): cf. 11, 6 ss. También los animales Pues antes de sentir los dolores serán asociados a la felicidad de la humanidad santi Sión dio a luz a sus hijos. ficada. 1. Antes de referirse una vez más al misterio de 3. El sentido es que esos sacrificios mezclados con la nueva Jerusalén, el profeta vuelve a revelarnos abominaciones, no son más que hipocresía. El culto que no agrada a Dios el culto meramente externo. puramente exterior es una abominación ante el Señor Dueño y autor del universo, ¿para qué necesita Él y puede ser tan malo como la apoetasía. Véase 29, 13, de nuestros templos, si en ellos no ha de adorársele citado por Jesús en Mat. 15, 8; Sab. 9, 10 y nota, etc. "en espíritu y en verdad"? ( J u m 4, 23 s.). David, 4. Reitera lo expresado en 65, 12 contra el desque ardía en deseos de levantar la casa del Señor precio de su Palabra, y expone una doctrina seme(cf. S. 131, 1 ss. y nota), y que hizo muchos pre- jante a la del S. 17, 26. parativos para ello, no vaciló en abstenerse y dejar 5. Hay aquí como un verdadero anticipo del Evanesta misión a su hijo Salomón a quien Dios quería gelio, donde Jesús nos anuncia tantas veces que "a confiarla. Cf. 1, 10 ss.; S. 39, 7; 49, 8 ss. y notas. causa de su nombre" seremos perseguidos, aún por 2. El templo de Dios somos nosotros (I Cor. 3, nuestros hermanos (cf. L,uc. 6, 22 s.; II Tim: 3, 12; 16 s.; II Cor. 6, 16). De ahí que Él mire ante todo Juan 16, 1 s.). Que Yahvé muestre su gloria, etCi al interior de ese templo para ver si allí se le rinde San Pedro nos previdne contra los burladores de esta el culto máximo que, según San Agustín, consiste especie (II Pedro 3.' 3 ss.), y Jesús los asemeja a en la fe, la esperanza y la caridad. La disposición del los del tiempo de Noé y de I.ot (Luc. 17, 26 ss.). corazón contrito, que es también un don de Dios, Véase también la actitud de los fariseos que pedían se requiere como condición previa: es, como dice un a Jesús señales en el cielo (Mat. 12, 38 ss.; 16, 1; maestro de la vida espiritual, "la zanja indispensable I Cor. 1, 22), y la imprecación sarcástica anunciada para hundir el cimiento que es la fe, el cual será en S. 21, 9, que se cumplió a la letra en iMat. 27, 43. tanto más seguro cuanto más hondo se haya cavado 7. Un hijo varón: cf. 32, 1 y nota. Según Nácaren la negación de sí mismo". Véase Marc. 1, 15; Colunga y la Biblia de Pirot se describe en « t o s cf. Jer. 7, 4; I Rey. 15, 22; S. 50, 18 s.; Mat. 9, versos la "multiplicación repentina de Jerusalén", 13; Hech. 7, 49; 17, 24. Cf. el discurso de S. Es- según Jünemann la "conversión instantánea y perteban en Hech. 7, 49-50. fecta de todo el pueblo de Israel".

ISAÍAS 66, 9-20 9

¿Acaso voy a abrir Yo (el seno materno) para no dejarlo dar a luz? dice Yahvé. ¿O lo cerraré acaso Yo, el que hace dar a luz? dice tu Dios.

951 l3

Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré Yo a vosotros; seréis consolados en Jerusalén. 14 A1 verlo realizado se alborozará vuestro corazón, 10 ¡Regocijaos con Jerusalén y alegraos en ella, y vuestros huesos florecerán como la hierba; todos los que la amáis! se hará manifiesta la mano de Yahvé Exultad con ella en favor de sus siervos, cuantos por ella estáis llorando, y su indignación contra sus enemigos. Upara que maméis hasta saciaros de los pechos de sus consolaciones; EL DÍA DEL JUICIO que sorbáis con fruición 15 {>ara Pues he aquí que Yahvé viene a abundancia de su gloria. en medio del ruego, ^Porque así dice Yahvé: y en su carroza semejante a torbellino, He aquí que voy a derramar sobre ella para derramar su ira con furor, la paz como un río, y su vindicta mediante llamas de fuego. I8 y, como un torrente desbordado, Pues Yahvé va a ejercer el juicio con fuego, la gloria de los gentiles. y con su espada sobre toda carne; Vosotros chuparéis su leche; y serán muchos los que perecerán seréis llevados en brazos por la mano de Yahvé. y acariciados sobre rodillas. 1T Los que se santifican y purifican 9. Es decir, no es posible que el Señor, después para (el culto en) los huertos, de haber organizado todo para el restablecimiento de (yendo) tras un mistagogo, su pueblo, deje abortar miserablemente su designio. los que comen carne de cerdo, Según esto, algunos interpretan este misterioso pasaje considerando que el v. 7 es el cumplimiento de manjares abominables y ratones, la amenaza del v. 6 y de la burla del v. 4: la infiel perecerán todos, dice Yahvé; Jerusalén pretendía ver al Señor en gloria (v. 5), 18 porque (Yo conozco) sus obras y be aquí que, al contrario, verá al Mesías nacido en y sus designios. la pobreza, y no lo reconocerá, es decir dará a luz a su gran Hijo varón antes de estar en trance y sin Ha venido (el tiempo) de congregar sufrir por Él, esto es sin estar preparada para recitodas las naciones y lenguas; birlo, pues que rechazó la predicación del Precursor y vendrán y verán mi gloria. (Mat. 11, 18; 21, 25 s.), y de ahí que este Hijo, que debia ser su gloria, le servirá de tropiezo (8, 14 s.; Rom. 9, 31 ss.; Luc. 2, 34). 11 ss. Un expositor claro y profundo del Evangelio, refiriéndose a nuestro pasaje, trae esta meditación, que puede iluminar toda una vida: "Mientras no tomemos en serio el dogma de que Dios es amor (I Juan 4, 16), es decir, mientras no lo creamos del todo, no podremos decir que vivimos la fe. Si uno invita a su mesa como padre,* y alguien va a ella como a un hotel en que debe pagar con dinero y no con amor, no puede decir que acepta la invitación. "Yo os lo digo, ninguno de aquellos varones que fueron convidados gozará de mi festín" (Luc. 14, 24). Bien vemos que no se trata de cosas dejadas a. nuestra elección, como tal o cual práctica devota: se trata de la recta fe, sin la cual, dice San Pablo, "es imposible agradar a Dios" (Hebr. 11, 6). Porque si yo creía que un señor es un comerciante, o un verdugo, y resulta que es mi padre, no puedo decir que creía en él. Y en vano querré entonces suplir con otros obsequios la falta de la verdadera fe. pues que, como lo define el Concilio Tridentino, "la fe es el principio r'e la humana salvación, el funda mentó y raíz de toda justificación, y sin ella es imposible agradar a Dios' (Denz. 801). ¿Cómo podría, en efecto, agradar una doncella a un poderoso príncipe que lleno de amor pide su mano, ai ella le contesta que no puede corresponder a su amor, pero, en cambio, le ofrece algún dinero?" Jesús, quien es el retrato perfecto del Padre (Hebr. 1, 3), nos hace comprender fácilmente esta actitud "maternal'' de Dios que por su exceso de bondad resulta increíble para el criterio humano cuando nos. dice: "Al que viene a Mí no lo echaré fuera ciertamente" (Juan 6, 37). Más aún, las que consideramos como miserias, sean las que fueren, lejos de ser un obstáculo, son un título, el gran título para reclamar la bene volencia del que vino como Salvador y no se cansó de insistir en que no buscaba justos sino pecadores, no sanos sino enfermos (Luc. S, 30-32). Véase Mons. Guerry "Hacia el Padre", cap. 32. Cf. 49, 15; 55, 1 y notas.

CONVERSIÓN FINAL I9

Pondré en medio de ellos una señal, y enviaré sus sobrevivientes a las naciones, a Tarsis, a Pul, a Lud, a Mósoc, a Rosch, a Tubal y a Javán, a las islas remotas que no han oído hablar de Mí, ni han visto la gloria mía; ellos anunciarán mi gloria entre los gentiles.

20

De entre todas las naciones traerán a todos vuestros hermanos,

15 s. Alusión al día del juicio según todos los comentarios. Véase 29, 6; 30, 27 s. Gramática cita también aquí Mal. 8, 1 s.; I I Tes. 1, 7 s.; Hab. 3, 8; S. 96, 3. 17. Yendo tras un mistagogo (Crampón: detrás del sacerdote): Alusión a los ritos paganos. Según Bover-Cantera se trata del hierofante que dirige el rito de purificación. 18. Se refiere a! día del juicio, como en Joel 3, 2; Sof. 3, 8; Zac. 14, 2. 19. Pondré... una señal: Según algunos intérpretes, una señal destinada a llamar a los paganos. Más exacto, según otros comentadores, los milagros que deben acompañar a la inauguración de la teocracia bajo su nueva forma, en los tiempos mesiánicos (Fillion). Tubal: nombre de un país de Asia Menor. Lá Vulnrata dice Italia. Javán: Grecia. 20 s. A todos vuestros hermanos: Algunos extienden este concepto a los gentiles, que serían llevados al Reino del ¿Mesías de diversas maneras- Otros lo refieren a los israelitas regenerados de entre las naciones. Esta última opinión parece más conforme al contexto y a los lugares paralelos que indica Gramática. Cf. 49, 22; 60, 4; Bar. 5, 5 s.; Sof. 3, 10. Véase también 61, 6; S. 50, 21 y nota.

952 como ofrenda a Yahvé, a caballo, en carros, en literas, en mulos y en dromedarios, a mi santo monte, a Jerusalén, dice Yahvé; de igual modo que los hijos de Israel traen la ofrenda, en vaso limpio, a la Casa de Yahvé. 21

Y de entre ellos tomaré también a algunos para sacerdotes y levitas, dice Yahvé. ^Porque así como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer, subsistirán ante Mí, dice Yahvé, así subsistirá vuestro linaje y vuestro nombre. ^Y de neomenia en neomenia, y de sábado en sábado, vendrá toda carne para postrarse delante de Mí, dice Yahvé U

Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra Mí;

22. Nuevos cielos y nueva tierra: Se refiere a lo anunciado en 65, 17. Cf. S. 88, 5 y 30; II Pedro 3, 10 y 13. 23. De neomenia en neomenia. Véase Zac. 14, 16; S. 64, 2; 65, 4; 85, 9 y nota. 24. Se rebelaron, Crampón anota: "Cuando salgan de la nueva Jerusalén, los adoradores del verdadero Dios verán, yacentes sin sepultura sobre el campo de batalla, bajo los muros mismos de la Ciudad Santa, a todos los enemigos de Yahvé roídos por los gusanos y quemados por un fuego inextinguible." Jesús usa esta misma expresión de Isaias para señalar la eternidad de las penas del infierno (Gehenna). Véase Marc9, 48 y nota. Cf. Sab. 5, 1 ss. No queremos concluir la explicación de este divino libro sin acentuar una vez más su importancia para la Escatología, o sea,

I S A Í A S 66, 20-24

cuyo gusano nunca morirá, y cuyo fuego nunca se apagará; y serán objeto de horror para todos los hombres. la doctrina de los Novísimos. La luz del fin del hombre y del mundo debe iluminar la vida cristiana. Un eminente teólogo, el P. Rahner, en su libro "Teología Kerigmática" dice al respecto: "En la predicación cristiana, la escatología es la parte más importante, en cuanto que sólo a su luz se puede mostrar el pleno sentido de todo el cristianismo. Sin esta mirada al "éskaton", todo termina por ser una serie infinitamente complicada de prescripciones morales, de convicciones religiosas y de buenas intenciones." Rahner trae como ejemplo su propia experiencia y lo que experimentó un ferviente cristiano, quien, después de estudiar los misterios escatológicos se expresa de esta manera: "Este futuro del cristianismo es para mí algo completamente nuevo.' Desde que conozco esto, mi vida ha ganado un empuje totalmente nuevo. Yo había llegado a un estado de inercia total. . . Ejercicios de piedad y doctrina moral no llenan suficientemente. Se necesita un fin grande, objetivo, una esperanza . . . Cuántos despertarían de su apatía con esta esperanza. Es mi propia experiencia la que me permite decir: Volved a predicar la escatología con el sano espíritu de la doctrina cristiana, y veréis qué cristianos activos, osados y sacrificados, obtendréis para el campo del mundo." Quien no ve "en el dogma de la segunda venida de Cristo y en el de la proximidad del Reino de Dios, más que un símbolo, una representación sensible de la proximidad espiritual de este Reino, rompe, en su mismo fundamento, la indisoluble unidad de lo visible e invisible. Verdad es, y esto constituye el más profundo contenido de la Teología paulina, que el Reino de los Cielos ya está aquí, que el "aión" venidero ya ha irrumpido en este mundo, y que está "in fieri" desde el día en que hubo Espíritu sobre la tierra. Desde la Encarnación, desde la crucifixión y desde Pentecostés, está presente el "último tiempo". Cuando decimos "credo in vitam aeternam", no sólo confesamos la fe en el último tiempo venidero, sino también en el que "ya ha venido": la misteriosa existencia de Cristo en nosotros" (Rahner, ibíd).

JEREMÍAS INTRODUCCIÓN

PRÓLOGO

En cuanto a los datos biográficos, Jeremías CAPÍTULO I es el menos ignorado entre todos los profetas de Israel. Hijo del sacerdote Helcías, nació VOCACIÓN DEL PROFETA. Palabras de Jeremías en Anatot, a 4 km. al norte de Jerusalén, y fuéhijo de Helcías, de los sacerdotes que habidestinado por Dios desde el seno materno para taban en Anatot, en tierra de Benjamín; ^ el cargo de Profeta (1, 5). Empezó a ejercer su cual llegó la palabra de Yahvé en los días iltísima misión en el decimotercio año del rey de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, el año Josías (638-608)} es decir, en 625. Durante masdecimotercero de su reinado, *y luego en los de 40 añoSj bajo los^ reyes Josías, Joacaz, Joa-días de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá, kim, Joaquín (Jeconías) y Sedéelas siguió amo- hasta el fin del año undécimo de Sedecías, nestando y consolando a su pueblo, hasta quehijo de Josías, rey de Judá, hasta la deporla ciudad impenitente cayó en poder de los tación de Jerusalén, en el mes quinto. ''Hababilonios (581 a. C). blóme Dios en estos términos: Jeremías no compartió con su pueblo la 5 suerte de ser deportado a Babilonia, sino que "Antes de formarte en el seno materno tuvo la satisfacción de ser un verdadero pa- te conocí; dre del pequeño y desamparado resto de los y antes que salieras del seno te santifiqué; judíos que había quedado en la tierra de sus para profeta entre las naciones padres. Mas cuando sus compatriotas asesina- te he constituido." ron a Godolías, gobernador del país desolado, ^ o contesté: "¡Ah, Señor, Yahvé! obligaron al Profeta, a refugiarse con ellos en he aquí que no sé hablar, Egipto, donde, según tradición antiquísima, lo porque soy un adolescente." mataron porque no cesaba de predicarles la 'Yahvé me respondió: Leyf de Dios. La Iglesia celebra su memoria "No digas: Soy un adolescente. el l de mayo. sino anda a dondequiera que Yo te enviare, Jeremías es un ejemplo de vida religiosa, cre- y habla todo cuanto Yo te dijere. yéndose que se conservó virgen (16, 1 s.). Austero y casi ermitaño, se consumió en dolo- 1 ss. Anatot, pequeña localidad, a pocos kilómetros res y angustias (15, 17 s.) por amor a su puebloal norte de Jerusalén, en los confines de la tribu de que juntamente con- la de Judá integraba obstinado. Para colmo se levantaron contra Benjamín, reino de Judá, cuya capital era Jerusalén. El año él falsos profetas y consiguieron que, por man- el decimotercero (v. 2 ) : Josías empezó a reinar el dato del rey, fuesen quemadas sus profecías. año 638 cuando tenía ocho años. £1 año decimoterEl mismo fué encarcelado y sus días habrían cero corresponde, pues, a! año 626 ó 625 a. C. Murió ese rey piadoso el año 608 en la batalla de Megiddó, sido contados, si los babilonios, al tomar la después de haber destruido la idolatría (cf. II Par. . ciudad, no le hubiesen libertado. 34, 1-7). Joakim (no confundir con Joaquín o Jecohijo de Josías (v. 3) reinó de 608 a 597; Su libro se divide en dos partes, la primera nías), el último rey, de 597 a 587, año en que fué de las cuales contiene las profecías que versan Sedecias, destruida Jerusalén y deportado su rey a Babilonia. sobre Judá y Jerusalén (cap. 2-45), y la se- 5. Iva vocación de Jeremías comienza por un diágunda reúne los vaticinios contra otros pueblos logo entre Dios y el profeta, que muestra que éste (cap. 46-51). El primer capítulo narra la vo-desde antiguo había sido elegido como instrumento cación del Profeta, y el ultimo (cap. 52) es en manos de Dios, y que su vocación corresponde a un plan libérrimo del Señor, el cual elige a quien un apéndice histórico. quiere (cf. Juan 15, 16; Rom. 9, 15 s.; Ex. 33, 19). Cuanto menos comprendido fué Jeremías Nótese la gradación retórica^ de los términos conohe constituido. I,os dos primepor sus contemporáneos, tanto más lo fué cí... santifiqué... expresan la voluntad predestinadora y salvadora por las generaciones que le siguieron. Sus va-ros de Dios, el tercero señala la realización de esa voticinios alentaban a los cautivos de Babilonia, luntad en el hombre. De este verso deducen S. Agusy a él se dirigían las miradas _ de los israelitas tín y otros Padres que el profeta, estando aún en el que esperaban la salud mesiánica. Tan grandeseno materno, fué purificado del pecado original, comás tarde el Precursor de Cristo, S. Juan Bauera su autoridad que muchos creían que volve- mo tista (cf. I,uc. 1, 41). ría de nuevo, como se ve en él episodio de 6. Véase igual humildad y desconfianza de si misHat. 16, 14. Los santos Padres lo consideran mo, en Moisés (Ex. 4, 10), y en Isaías (ja. 6, 5). como figura de Cristo, a quien representa por 7 s. Dios refuta amablemente las objeciones a del ¡o extraordinario de su elección, por la purezajoven profeta, le explica lo que significa ser enviado Dios y le promete su auxilio contra los ataques virginal, por el amor inextinguible a su pue-de los enemigos. El verdadero profeta y predicador blo y por la paciencia invencible frente a las de es necesariamente perseguido porque no se conforma persecuciones de aquellos a los cuales amaba.con el mundo (cf. Mat. 10, 24 ss.).

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JEREMÍAS 1, 8-19; 2, 1-4

*No tengas miedo delante de ellos, porque Yo estoy contigo para librarte" —oráculo de Yahvé.

y por muro de bronce contra toda esta tierra; contra los reyes de Judá, contra sus príncipes y sus sacerdotes, 9 Después extendió Yahvé su mano y contra el pueblo del país, 19 y tocando mi boca me dijo: Ellos te harán guerra, "He aquí que pongo mis palabras en tu bomas no prevalecerán contra ti; 10 Mira, Yo te pongo hoy sobre naciones [ca. porque contigo estoy Yo, y sobre reinos, dice el Señor, para librarte." para desarraigar y derribar, para destruir y arruinar, para edificar y para plantar." I. V A T I C I N I O S CARÁCTER DE LA MISIÓN DEL PROFETA. l r Y lleC O N T R A JUDÁ Y JERUSALÉN góme la palabra de Yahvé, que dijo: "¿Qué ves Jeremías?" Respondí: "Veo una vara de CAPÍTULO II almendro." 12Y me dijo Yahvé: "Bien has visto; porque yo velo sobre mi palabra para 13 INGRATITUD DE ISRAEL cumplirla." Y vínome la palabra de Yahvé por segunda vez, que decía: "¿Qué ves?" 1 Llegóme la palabra de Yahvé, que dijo: Y contesté: "Veo una olla hirviente que vie2 ne de la parte del norte." Anda y grita a los oídos de Jerusalén, 14 diciendo: Así dice Yahvé: Díjome entonces Yahvé: Me acuerdo de la piedad de tu juventud, "Del norte se difundirá el mal del amor de tus desposorios, sobre todos los habitantes del país. 15 y cómo me seguiste por el desierto, Pues he aquí que voy a llamar en una tierra donde no se siembra. a todas las tribus de los reinos del norte, 3 Israel es cosa santa para Yahvé, dice Yahvé, las cuales vendrán, primicias de sus frutos; y pondrán cada cual su trono cuantos le devoran se hacen culpables; a la entrada de las puertas de Jerusalén, vendrá sobre ellos el mal y sobre sus muros todo en derredor, —oráculo de Yahvé. y sobre todas las ciudades de Judá. 4 16 Escucha la palabra de Yahvé, Y pronunciaré contra ellos mi sentencia por todas sus maldades; 1. Este primer vaticinio de Jeremías se dirige • Judá y contiene tres ideas principales: 1», el propor cuanto me han abandonado feta recuerda a Israel los días felices de la liberay quemado incienso a otros dioses, ción; 2», Dios les hace reproches por haberse olvidado postrándose ante la obra de sus manos. de Él; 3*, los acusa de haber elegido a otros dioses, 17 Ciñe. pues, tus lomos, yérguete, impotentes ídolos. Estas ideas, generales van desarrollándose en los capítulos que siguen. y diles todo cuanto Yo te mandare; 2. Comparación muy frecuente en la Sagrada Esno les tengas miedo, Israel es la esposa del Señor, por lo cual no sea que Yo te confunda delante de ellos. critura: la apostasía se describe con preferencia bajo .la ima18 He aquí que hoy te pongo por ciudad for- gen de fornicación (3, 1 ss.; Deut. 32, 21; Ez- !*• y por columna de hierro, [tificada, 15; Os. 2, 2 ss.; Sant. 4, 4 s., etc.). La juventud de 10. Cumpliránse todas las profecías que pronun-. ciares por orden mía, las buenas y las malas, de manera que serás como un constructor y destructor de reinos. 11. Una- vara de almendro. El almendro es el primero de los árboles de la primavera, por lo cual es figura de la vigilancia. La metáfora quiere decir que Dios vela sobre el cumplimiento de los vaticinios de su profeta (v. 12). La Vulgata vierte: «na vara vigilante. 1-3. Una olla hirviente: el rey Nabucodonosor de Babilonia, el cual ba de venir desde el norte, por el país de Siria. Es llamado hirviente por el furor con que actuará como instrumento de Dios. 17 s. No les tengas miedo (cf. v. 8 ) : Hay un temor y un pudor que lleva a la muerte, y otro que lleva a la vida. La primera virtud# que debe tener el profeta es: no hacer caso de los juicios de los hombres. Por eso, "Dios les dio a los profetas un semblante como una ciudad de metal, como una piedra de diamante y como una columna de hierro, a fin de que no temiesen las injurias de su pueblo, sino que menospreciasen la desvergüenza de sus escarnecedores con frente serena y grave" (S. Jerónimo, A Pamaquio). Efectivamente, los enemigos, entre los cuales se hallaban ta-mbién Sacerdotes, no consiguieron que ^ el profeta callase antes de haber cumplido su trágica misión.

Israel es su estadía en Egipto y en el desierto. Con gran delicadeza alude Dios a este pobre origen, que fué el del pueblo israelita todo entero, cuyos fundadores, los doce hijos de Jacob, eran "poquísimos y peregrinos en esa región" (S. 104, 12 s. y nota), ya que, como lo hace notar San Ireneo, en lugar de gozarse de las promesas hechas por Dios a Abrahán y a sus descendientes, pasaron extremas penurias (Gen. 42, 1 ss.), debiendo recurrir a Egipto hasta que "fué Jacob a vivir como peregrino en la tierra de Cam" (S. 104, 23). Y poco después, pasada la dinastía semítica de los hyksos, favorable a José (Ex. 1, 8 ss.; Hech. 7, 18), empezó una constante persecución y miseria para el pueblo hebreo a medida que se multiplicaba en Egipto, y así fué por largos años, al menos 250. Tal era, pues, la ínfima situación de Israel cuando Dios resolvió salvar a su pueblo escogiendo a Moisés (Ex. 3, 7 ss.), figura de Cristo en cuanto libertador (Is. 61, 1 = L,uc. 4, 18) y también en cuanto fué c riginariamente rechazado por su pueblo (cf. Hech. 7, 36 ss. y nota). 3. Cosa santa para Yahvé: Cf. Ex. 4, 22; 19, 5 s. y notas. Siendo Israel la nación teocrática, pertenece por entero a Yahvé, así como son de Él todas las primicias de los frutos (cf. Lev. 23, 10; Os. 9, 10). Quien toma las primicias para comerlas comete un sacrilegio (cf. Lev. 22, 10 y 16). De la misma manera, el que ataca al pueblo escocido, se levanta contra Dios será castigado por Él mismo.

JEREMÍAS S, «-20

oh casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. s Así dice Yahvé: '. ¿Qué tacha hallaron en Mí vuestros padres, para alejarse de Mí, e irse tras la vanidad, haciéndose vanos ellos mismos? •No decían: "¿Dónde está Yahvé, el que nos sacó del país de Egipto, el que nos condujo por el desierto, por una tierra yerma y barrancosa, tierra de sequía y de sombra de muerte, tierra por donde nadie pasa y no vive hombre alguno?"

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fuente de aguas vivas, para excavarse cisternas, [agua. cisternas rotas, que no pueden retener el 14

¿Es acaso siervo Israel? ¿o vernáculo? ¿Cómo, pues, ha venido a ser presa? Rugieron contra él los leoncillos, y dieron sus bramidos, y convirtieron su tierra en un desierto; sus ciudades han sido quemadas y quedan sin habitantes. 16 Los hijos de Menfis y de Tafnis trasquilan tu cabeza. 17 ¿No te has acarreado esto 'Yo os introduje en una tierra fértil, por dejar a Yahvé tu Dios, para que comierais sus frutos y sus riquezas; al tiempo que Él te guiaba por el camino? pero vosotros, cuando entrasteis, 18 Y ahora, ¿por qué vas a Egipto contaminasteis mi tierra, y de mi heredad hicisteis una abominación. para beber el agua turbia? 'Tampoco los sacerdotes decían: ¿Y por qué vas a Asiría "¿Donde está Yahvé?" para beber las aguas del Río? 19 Los que guardaban la Ley no me conocían; Tu misma maldad te condenará, los pastores se rebelaron contra Mí, y tu misma apostasía te va a castigar, los profetas profetizaron por Baal, para que sepas y veas y se fueron tras los que de nada sirven. cuan malo y amargo te es •Por eso litigaré aún con vosotros, el haber abandonado a Yahvé tu Dios, y con los hijos de vuestros hijos, dice Yahvé. y haber perdido mi temor, dice el Señor Yahvé de los ejércitos. "Pasad a las islas de Kitim, y ved, EL CULTO DE BAAL enviad (mensajeros) a Cedar, e informaos bien, -"'Ya desde tiempo muy antiguo y ved si jamás ha acontecido cosa como ésta. quebraste tu yugo, rompiste tus coyundas, "¿Acaso nación alguna ha cambiado de dios? y dijiste: "No quiero servir." —y ni siquiera son dioses aquéllos— Porque sobre todo collado elevado, pero mi pueblo ha trocado su Gloria por lo que de nada sirve. 14. Israel no es esclavo, sino el pueblo de Dios, "Pasmaos, oh cielos, de esto, horrorizaos y quedaos atónitos en extremo, dice Yahvé. 13 Porque dos maldades ha cometido mi pueblo: Me han abandonado a Mí, 5. Vanidad y vanos son sinónimos de idolatría e ídolos. Como el siervo anda tras su señor, así Israel anda tras los falsos dioses. 7. La profanación del país, que era heredad de Dios, y no propiedad de Israel, consiste en el culto de dioses ajenos que eran tratados como si fuesen los señores de la tierra de Dios. Véase S. 77, 58 ss. "Así también nosotros, cada vez que pecamos, destruímos el templo de Dios e injuriamos al que habita en nosotros" (S. Agustín). En vez de tierra fértil dice S. Jerónimo, según su costumbre, Carmelo, porque en hebreo una misma palabra significa tierra fértil y Carmelo. 8. Hasta muchos sacerdotes y profetas, que de un modo ejemplar deberían servir a Dios, se han plegado a Baal el dios de los cananeos. Véase Ez. 22, 25 s. 10 s. Kitim (nombre antiguo de Chipre) y Cedar (parte septentrional del desierto de Arabia) son representantes de los gentiles. ¿No os da vergüenza al ver que estos paganos no ca-mbian sus dioses, y que tributan a sus ídolos mayor reverencia que vos* otros al Dios vuestro, que es el Señor del cielo y de la tierra? Su Gloria (v. 11): Gloria (en hebreo: Cabod): se usa como nombre de Dios. -3. Los ídolos son como pozos que no contienen agua. Son vanos y vanidad (v. 5), ni pueden dar auxilio a nadie. Es la misma queja que profiere Jesús en Juan 5, 40. Él también, hablando con la samaritana, se compara a un manantial de aguas vivas (Juan 4, 13 s.; 7, 38).

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pero por sus vicios ha llegado a ser presa de otras naciones, los asirios y babilonios. Véase S. 77, 61 ss. Vernáculo se llamaba el esclavo nacido en la casa de su amo. 16. Las ciudades de Menfis y Tafnis representan a Egipto, que era uno de los opresores que humillaban a Israel. Trasquilan tu cabeza; en señal de tu esclavitud. La Vulgata vierte: te estupraron hasta la coronilla de la cabeza. 18. El agua turbia designa el Nilo (en hebreo: Schijor). Las aguas del Río: el Eufrates. Alusión a la alianza de los reyes de Judá con Egipto y con Asiria. Ni el uno ni el otro podrá salvar al pueblo que se ha olvidado de su Dios.. Véase Is. 30, 2. 19. Abandonar a Dios es una cosa amarga. Es ésta una verdad tan profunda, que el mundo no puede comprenderla. Y sin embargo, los goces mundanos no" son más que una gota de miel que se convierte en un mar de amarguras.. Lo vemos por lo que sucede al que se entrega a un vicio, a la intemperancia, a la vanidad, a los deseos de la carne o a cualquier otro goce desmedido. Vista con los ojos de la fe, la alegría del mundo es, en muchos casos, una comedia que termina en una tragedia, la tragedia más triste que pensar se pueda, la muerte. El Catecismo Romano (IV, 14, 9) cita este pasaje para enseñarnos que, por los pecados mismos, aprendamos a dolemos de ellos, y para exhortarnos a mirar bien los males que se siguen del pecado. 20. Tu yugo, que en realidad es un "yugo suave", como enseña Jesús en iMat. 11, 30, mas Israel es una ramera porque ha roto la fidelidad al Señor, su Esposo (vera. 2 y nota). No quiero servir: El pecado es rebeldía contra Dios; el pecador declara la guerra al mismo Señor, desnuda su espada, tiende su arco y lanza sus flechas contra el Omnipotente. "El pecador mata a Dios, cuando menos, con su deseo" (S. Juan Crisóstomo). Véase 6, 1 DOCTORES

TAun la cigüeña en el aire conoce su tiempo, la tórtola, la golondrina y la grulla saben cuándo nan de venir: pero mi pueblo no conoce lo debido a Yahvé. *¿Cómo decís: "Sabios somos; poseemos la Ley de Yahvé"? mas he aquí que la pluma mentirosa de los escribas la ha convertido en mentira. ^Confundidos están los sabios, consternados y presos; pues han rechazado la palabra de Yahvé. ¿Qué sabiduría puede haber en ellos? i°Por lo cual daré sus mujeres a otros, y sus campos a (nuevos) poseedores, porque desde el menor hasta el mayor, todos se dejan llevar de la avaricia-, desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el fraude. "Curan la llaga de mi pueblo a la ligera, 5. Se obstinan, y por eso ya no son capaces de convertirse. Es el pecado máximo, tantas veces llorado por el mismo Dios (cí. 3, 3; 5, 3; S. 51, 3; Prov. 2, 14; 18, 3; Is. 28, 15, etc.), quien no se cansa de invitarlos a la penitencia, como lo haré Cristo frente a los fariseos. 7. Víase Is. 1, 3; Cant. 2, 12. 8. La pluma: textualmente: 'I estilo, porque escribían en tablas de cera con un estilete que tenia la forma de punzón. Escribas llámanse aqui los doctores de la I,ey que por mantener las propias tradiciones (Luc. 11, 52; Mat. cap. 23) torcían lo» preceptos en vez de enseñarlos rectamente. 10. Los vv. 10-12 faltan en la versión de los Setenta. Son repetición de 6, 12-15. Víase allí las notas. 11. El pueblo engañado por profetas mentirosos se construye un edificio de vanas esperanzas y falaces promesas. La falsa paz es en ellos como un leitmotiv. Véa3e 4, 10; 6, 14 y notas; Miq. 3, 5. Así será también, según San Pablo, en los últimos tiempos. Cí. I Tes. 5, 3.

diciendo: "¡Paz, paz!", cuando no hay paz. Serán confundidos porque cometen abominaciones. Pero en nada se avergüenzan, ni aun saben lo que es vergüenza. Por tanto caerán con los que han de caer; serán . derribados . en el día de su castigo, dice Yahvé.

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ANUNCIO DEL CASTIGO 13

Acabaré del todo con ellos, dice Yahvé: no quedará uva en la vid, ni en la higuera higos; incluso el follaje se marchitará; y les aplicaré todavía (más castigos) que pasarán sobre ellos.

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¿Por qué nos quedamos sentados? Congregaos, y vamos a las ciudades fuertes para perecer allí; pues Yahvé, nuestro Dios, nos hace perecer, y nos da a beber agua de hiél, por haber pecado contra Yahvé. 15 ¿Esperar la paz? pero no viene ningún bien; ¿el tiempo de salud? y no hay más que terror. 18

Ya se oye desde Dan el resoplido de sus caballos; al relincho estrepitoso de sus corceles tiembla toda la tierra. Ya llegan y devoran el país y cuanto contiene, la ciudad y sus habitantes. 1 TPues he aquí que enviaré contra vosotros serpientes y basiliscos, contra los cuales no sirve el encantamiento; os morderán, dice Yahvé. DOLOR DEL PROFETA

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¡Oh si hubiera consuelo en mi dolor! mi corazón desmaya dentro de mí. 19 Oigo la voz de la hija de mi pueblo que grita desde una tierra remota: ¿Por ventura Yahvé no está más en Sión? 13. La población no tendrá uvas ni higos, porque los invasores van a comérselo- todo y no permitirán a los sitiados salir de la ciudad para cosechar y vendimiar. Así lp explica San Jerónimo. 14 ss. Se pintan las horrorosas calamidades de la guerra que amenaza a la ciudad impía. Los habitantes están deliberando sobre el «nodo de defenderse, pero en realidad ya han perdido la esperanza. Agua de hiél por haber pecado: Comentando estas palabras dice el Doctor 'Máximo: "Dios da a los amantes de los goces del mundo una agua amarga, el agua de la maldición,, y los llena de quebranto, a fin de que sepan por experiencia cuan duro y amargo es haber abandonado a Dios y haber provocado al Señor, que es la misma dulzura." Cf. 2, 19. 17. Contra los babilonios no hay remedio. Su fuerza es incontenible, sus armas son venenosas comp serpientes. No hay encantador que pueda dominarlas. 18 ss. Es un diálogo entre Dios y el profeta. Grita desde una tierra remota: se refiere al cautiverio. Su Rey: Dios.

JEREMÍAS 8, 19-22; 9, 1-16

¿No está ya en ella su Rey? ¿Por qué me provocaron con sus ídolos, con diosas extrañas? '"¡Pasó la siega, y el verano se acabó, y nosotros no hemos sido salvados! 21

Por la ruina de la hija de mi pueblo estoy arruinado, estoy de luto, el espanto se ha apoderado de mí. 22 ¿No hay ya bálsamo en Galaad? ¿No existe médico allí? ¿Por qué, pues, no se venda (la llaga) de la hija de mi pueblo?

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por su mala fe no quieren conocerme, dice Yahvé. 'Por eso, así dice Yahvé de los ejércitos: Voy a acrisolarlos, voy a probarlos. Pues ¿qué otra cosa puedo hacer con la hija de mi pueblo? 8 Flecha mortífera es su lengua, habla solamente para engañar; con su boca hablan de paz a su prójimo, mas en su interior le arman asechanzas. 9 Y Yo ¿no he de castigarlos por estas cosas?, dice Yahvé; ¿acaso no tomaré venganza de un pueblo tal? 10

CAPÍTULO IX EL PROFETA LLORA LA RUINA DE SU PUEBLO

'¡Quién diera que mi cabeza fuera (un manantial de) agua, y mis ojos fuente de lágrimas, para llorar día y noche los muertos de la hija de mi pueblo! 2 ¡Ojalá tuviera yo en el desierto un albergue de caminantes, para retirarme de mi pueblo, y alejarme de ellos! pues todos son adúlteros, una ralea de traidores. 'Entesan su lengua como un arco; se han hecho poderosos en la tierra para decir mentiras, mas no la verdad; corren de maldad en maldad, y a/ Mí no me conocen, dice Yahvé. 'Guárdese cada uno de su amigo, y ninguno se fíe de su hermano; porque todo hermano urde insidias, y todo amigo anda calumniando. HJnos a otros se engañan, y no dicen la verdad; tienen avezada su lengua a hablar mentiras; se fatigan obrando el mal. T ú vives rodeado de mala fe; 22. I,a resina de los terebintos de Galaad se usaba como bálsamo. Fara el pueblo renegado no queda otra medicina que la contrición (v. 6 ) . Observa a este respecto S. .Crisóstomo: "Solamente la contrición quita el pecado. IMuchos pastores han destruido mi viña; han pisoteado mi heredad; han convertido mi deliciosa posesión en un desierto desolado. u La asolaron por completo, triste está ella delante de Mí; desolado y devastado está todo el país, sin que haya quien reflexione en su corazón. 12 Sobre todos los collados del desierto vienen los devastadores: porque la espada de Yahvé devora la tierra desde un confín al otro, y no habrá salvación para carne alguna. 13

Sembraron trigo y cosecharon espinas, -se han fatigado sin sacar provecho. Avergonzaos de vuestras cosechas, a causa de la ardiente ira de Yahvé. DESTINO DE LOS ENEMIGOS

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ASÍ dice Yahvé contra todos mis malos vecinos que atacan la heredad que Yo di en posesión a Israel, mi pueblo: He aquí que los arrancaré de sus tierras, y sacaré a la casa de Judá de en medio de ellos. 15 Mas después de haberlos arrancado, me apiadaré de nuevo de ellos, y los haré volver cada uno a su heredad, y cada cual a su tierra.

CAPÍTULO XIII PROFECÍA DEL CAUTIVERIO. xAsí me dijo Yahvé: "Ve y cómprate un cinturón de ¿'no y ciñe con el tus lomos; mas no lo metas en agua." 2 Compré, pues, el cinturón, según la orden de3 Yahvé, y me lo puse sobre los lomos. Y me llegó la palabra de Yahvé por segunda vez, para decirme: 4 "Toma el cinturón que^ compraste, y que está sobre tus lomos, y levántate, anda al Eufrates y escóndelo allí en la hendidura de una roca." 5 Fuí, pues, y lo escondí junto al Eufrates, como Yahvé me lo había ordenado. «Y sucedió que pasados muchos días, Yahvé me dijo: "Levántate, ve al Eufrates, y saca de allí el cinturón que te mandé esconder en aquel lugar." JFuí, pues, al Eufrates y cavé, y saqué el cinturón del lugar donde lo había escondido; mas he aquí que estaba podrido, y ya no era útil8 para nada. Entonces me habló Yahvé, diciendo: 9

Así dice Yahvé: De esta manera destruiré la soberbia de Judá, y el gran orgullo de Jerusalén. 10 Este pueblo malo que rehusa oír mis palabras, que siguiendo su obstinado corazón se va tras otros dioses, 16 Y cuando aprendan el camino de mi pueblo, para servirles y adorarlos, vendrá a ser como este cinturón de modo que juren por mi nombre: que para nada es útil. "Vive Yahvé", u Pues así como el cinturón como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, 1 ss. Trátase, según San Jerónimo, de una visión; entonces serán establecidos según Santo Tomás, de un acontecimiento real. El en medio de mi pueblo. 17 cinturón representa al pueblo judío, ceñido a Dios Pero si no quieren escuchar, tan estrechamente como el cinturón al cuerpo del arrancaré a tal nación, hombre (v. 11). EHo no obstante, caerá Israel en la más baja depravación. Es una figura semejante sí, la arrancaré y la destruiré a la del ave multicolor, que explicamos en la nota —oráculo de Yahvé. al vers. 9 del capítulo anterior. 10 ss. He aqui la causa de la decadencia de Israel: los falsos profetas, que adulan al pueblo con elogios falaces, y la falta de meditación de la palabra de Dios. "Lo que se ba de buscar ante todo en la Escritura es el alimento que sustentará nuestra vida espiritual y la hará adelantar en la via de la perfección. Con ese fin S. Jerónimo se acostumbró a meditar día y noche la Ley del Señor, y a alimentarse en las Sagradas Escrituras del pan descendido del cielo y del maná celestial que encierra en si todas las delicias (S. 118). ¿Cómo podria nuestra alma prescindir de ese alimento? ¡Y cómo es posible que el sacerdote señale a los demás el camino de la salvación si ¿1 mismo descuida de instruirse por la meditación de la Escritura?" (Encíclica "Spiritus Paraclitus" de Benedicto X V ) . Víase 5, 31; 14, 13 y notas. Cf. 9, 12 ss. 14. Los malos vecinos son los gentiles. Como de costumbre, el corazón dolorido de Dios, después de amenazar a la esposa pérfida, se volverá contra los que la hicieron sufrir. 15 s. Pasaje mesiánico. Se reunirán los pueblos paganos con el pueblo judío y adorarán al verdadero Dios. Camino (v. 16): la religión. En vez de religión y vida religiosa dice la Biblia camino, hasta en el Nuevo Testamento. Cf. Hech. 9, 2.

9. Destruiré la soberbia: Algún día llegaremos a comprender que toda obra es mala si no se funda en Dios, porque resulta tanto mayor rival y enemiga para disputarle la doria al único Santo ("Tu solus Sanctus ) , al único a quien le pertenece el mérito, como fuente que es de todo posible bien. De ahí que en toda la Escritura se fustigue, más aún que el pecado, la falsa virtud, pues ésa viene del peor de los pecados, que es la soberbia, i Qué otra cosa significa la severidad terrible de Jesús con los fariseos, contrastando con su infinita misericordia con los pecadores? De ahí que el "pecado", del cual "convencerá al mundo el Espíritu Santo" (Juan 16, 8), no es el de las concupiscencias, sino la incredulidad; y no un ateísmo en general, sino la falta de aceptación de Jesús como Salvador: "por cuanto no creyeron en Mi" (ibid. 9), es decir, la prescindencia de Él como si Él no nos fuese necesario para la virtud y el bien. ¿Dónde estaría entonces la gloria del Hijo, que el Padre quiere darle "sobre todo nombre", si los hombres pudieran ser buenos sin recurrir a Él? Idéntico fué el pecado de Israel. "Por su incredulidad" se dio entrada a los gentiles (Rom. 11, 30). Y no fué ciertamente un ateísmo, sino al contrario: por razones religiosas y "en nombre del Dios bendito" Caifas declaró blasfemo e impostor a Jesús, el Hijo a quien Dios enviaba.

JEREMÍAS 13, 11-27

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porque se os cae de vuestras cabezas la corona de vuestra gloria. 19 Las ciudades del Mediodía estarán cerradas, _ sin que haya quien las abra; todo Judá será llevado al cautiverio, todos sin excepción. ^Levanta tus ojos, y ve 12 Les dirás, pues^ esta palabra: quiénes son éstos que vienen del norte. Así dice Yahvé, el Dios de Israel: ¿Dónde está la grey que te fué dada, "Todas las tinajas han de llenarse de vino." tu magnífico rebaño? Y te dirán: ¿Acaso no sabemos muy bien 21 que todas las tinajas han de llenarse de vino? ¿Qué dirás cuando Él ponga sobre ti, por cabeza, a tas amantes, "Entonces les responderás: que tú mismo has amaestrado contra ti? Así dice Yahvé: ¿No sufrirás entonces dolores, "He aquí que Yo llenaré de embriaguez como una mujer que da a luz? a todos los habitantes de este país, 22 a los reyes que se sientan en el trono de Y si dices en tu corazón: a los sacerdotes, a los profetas, [David, "¿Por qué viene sobre mí esto?" y a todos los moradores de Jerusalén; por la muchedumbre de tus maldades 14 han sido descubiertas tus faldas y los estrellaré a unos contra otros, y manchadas las plantas de tus pies. padres e hijos juntamente, dice Yahvé. No tendré piedad, 23 ¿Puede acaso el etíope mudar su piel, ni compasión, ni misericordia, o el leopardo sus manchas? y no dejaré de destruirlos." Así tampoco podéis obrar bien vosotros, los que estáis avezados a hacer el mal. EXHORTACIÓN AL ARREPENTIMIENTO 24 Los esparciré como la hojarasca, ls Oíd y prestad oídos. No os ensoberbezcáis, que arrebata el viento del desierto. pues es Yahvé quien habla. ^Ésta es tu suerte, '•Dad gloria a Yahvé, vuestro Dios, la porción que Yo te he reservado, antes que Él envíe tinieblas, dice Yahvé; y tropiecen vuestros pies por haberte olvidado de Mí, sobre los montes tenebrosos; poniendo tu confianza en la mentira. cuando Él trueque en sombra de muerte 26 Pues también Yo te descubriré las faldas la luz que esperáis, (alzándolas) sobre tu rostro, conviniéndola en densas tinieblas. para que se vean tus vergüenzas. "Mas si no escucháis, 27 Tus adulterios, tus relinchos, mi alma llorará en secreto la ignominia de tu fornicación, a causa de (vuestra) soberbia, en los collados y por los campos, llorará amargamente, (todas) tus abominaciones las he visto. y mis ojos se derretirán en lágrimas ¡Ay de ti, oh Jerusalén, por la cautividad de la grey de Yahvé. que no quieres purificarte! 18 Di al rey y a la reina: ¿Hasta cuándo esperas todavía? Humillaos, sentaos (en el suelo), se adhiere a los lomos del hombre, así había Yo unido estrechamente conmigo a toda la casa de Israel, y a toda la casa de Judá, dice Yahvé, a fin de que fuese el pueblo mío para mi renombre, alabanza y gloria; mas ellos no escucharon.

21. Has amaestrador Desacatando la voluntad de 12 ss. Es la misma profecía bajo otra forma. I.as Dios, los reyes de Judá habían buscado la amistad vasijas rotas simbolizan a Jerusalén y al pueblo de los pueblos paganos y también despertado su cojudío. "Dios llenará de vino y embriagará a todos dicia mostrándoles sus tesoros y toda su armería los moradores de Jerusalén, sin excluir a los reyes, (Is. 39, 2). sacerdotes y profetas, para que vengan a chocar unos 22. Alusión al tratamiento que sufrirán las mucon otros y destruirse. A estas parábolas sigue una jeres deportadas. Serán sometidas a los trabajos más apremiante exhortación a la penitencia" (Nácar-Co- humillantes. Véase 47, 2 y nota; Ez: 23, 29. "Tolunga). das estas imágenes nos parecen a nosotros demasia16. Dad gloria a Dios: Alabadle, sobre todo cuan- do crudas, acostumbrados como estamos al uso de do os mande pruebas y tribulaciones, "Porque el eufemismos, pero hay que tener en cuenta que los Señor castiga a los que ama y en los cuales tiene orientales son mucho más realistas que nosotros y puesto su afecto, como lo tiene un padre con sus que este realismo se refleja en su literatura" (NácarColunga). hijos" (Prov. 3, 12). 17. Cf. 11, 14 y nota. Retrátase aquí el corazón 23. Esta gráfica expresión fué aplicada por el sesacerdotal de Jeremías, comparable al de Moisés (Ex. gundo Concilio de Nicea al célebre historiador Eu17, 11 s.; 32, 10 ss.; Núm. 14, 10 ss.) y al de sebio de Cesárea quien no obstante sus repetidas Abrahán (Gen. 18, 22 ss.). Véase S. 105, 23 y no- declaraciones de sumisión, insistió hasta el fin en ta. Jeremías rogaba por el pueblo aun después de su negación del "homousios'*, desconociendo, como los muerto (II Mac. 15, 14). arríanos, la consubstancialidad del Verbo con el Pa* 18 ss. Triste cuadro profético de la desolación de dre. Véase Hebr. 6, 4; 10, 26 ss.; Ecli. 26, 27; I I Jerusalén. La reina: la madre del rey, que ocupaba Pedro 2, 20; Mat. 12, 45. el primer puesto entre las mujeres del palacio (véa27. Adulterios, relincho, ignominia, fornicación, son se I I I Rey. 2. 19). Hasta las ciudades del mediodía expresiones que señalan la idolatría, la cual se conde Judea, últimos refugios de los que huyen de Je- sideraba como adulterio,' porque Dios era el Esposo rusalén, cerrarán sus puertas para los fugitivos. del pueblo de Israel. Véase 2, 23 s.

J E R E M Í A S 14, 1-18

974 CAPÍTULO XIV

RESPUESTA DE Dios 10

Así dice Yahvé respecto de este pueblo: Esto les gusta: andar de un lugar a otro, sin dar descanso a sus pies; pero Yahvé no se complace en ellos: ahora se va a acordar de sus iniquidades, y castigará sus pecados.

PLEGARIA DE JEREMÍAS EN LA SEQUÍA :

H e aquí lo que dijo Yahvé a Jeremías con motivo de la sequía: 2

Judá está de luto, sus puertas languidecen; entristecidas se inclinan hacia el suelo y Jerusalén alza el grito. 3 Sus nobles envían a sus criados por agua; van éstos a los pozos, y no hallando agua se vuelven con sus cántaros vacíos, cubierta su cabeza a causa de la vergüenza y confusión. 4 También los labradores se cubren por vergüenza la cabeza a causa del suelo que está rajado por falta de lluvia sobre la tierra. 'Pues hasta la cierva en el campo después de parir abandona (su cría), porque no hay pasto. ^ o s asnos salvajes se ponen encima de los riscos, aspirando el aire como chacales; desfallecen sus ojos, porque no hay cosa verde. 'Aunque nuestras maldades testifican contra nosotros, trátanos, Yahvé, respetando tu Nombre; pues son muchas nuestras rebeldías; hemos pecado contra Ti. 8 ¡Oh Tu, Esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia! ¿cómo es que estás cual extranjero en el país, cual pasajero que sólo se detiene para pasar una noche? 9 ¿Por qué eres Tú como un hombre atónito, como un valiente incapaz de salvar? Y sin embargo, Tú, Yahvé, estás entre nosotros. los que llevamos tu Nombre. No nos desampares. 1. Este capitulo muestra la miseria de la tierra cuando le falta la lluvia del cielo, asi como el alma muere sin la lluvia de la gracia (véase S. 142, 6; Juan 15, 1 ss.). Es una oración ideal para tiempos de sequía. 7. El santo profeta intercede ante Dios, para que cese el flagelo. Nótese la verdadera contrición que se aprende en la Sagrada Escritura: Ivejos de negar la culpa o justificarla, se la confiesa para obtener el perdón de la paternal misericordia de Dios. Víase S. 50 y notas. Respetando tu Nombre, o, como otros traducen, por amor de tu Nombre. Véase sobre este resorte de la divina misericordia Ex. 33, 19 y nota. 8 s. Dios había prometido continuas lluvias que fertilizaran la tierra prometida (Deut. 11, 10 ss.). El profeta se lo recuerda filialmente. Esperanza de Israel, Salvador suyo: Dios. Algunos lo refieren a la letra al Mesías, "dando a entender, como que Jeremías y los. demás judíos le invocan, para que por su Encarnación, trabajos y méritos se presente a su enojado Padre y libre a los israelitas de ser cautivados por los caldeos" (Scio).

n

Y me dijo Yahvé: No niegues para bien de este pueblo. Aun cuando ayunen no oiré sus clamores, y cuando ofrezcan holocaustos y ofrendas, no los aceptaré, sino que los extirparé con la espada, con el hambre y con la peste.

12

FALSOS PROFETAS EXTRAVÍAN AL PUEBLO.

"En-

tonces dije: ¡Ah, Señor, Yahvé! Mira cómo los profetas les dicen: "No veréis espada, ni tendréis hambre, antes bien, Yo os daré una paz segura en este lugar." 14 Y respondióme Yahvé: Los profetas profetizan mentiras en mi Nombre; Yo no los he enviado, nada les he ordenado; no he hablado a ellos; visiones mentirosas, vanas adivinaciones e ilusiones de su propio corazón es lo que profetizan. 15 Por tanto, así dice Yahvé respecto de los profetas que profetizan en mi Nombre sin que Yo los haya enviado, y que dicen: "No habrá en el país ni espada ni hambre": al filo de la espada y por hambre perecerán estos profetas; la las gentes ante las cuales ellos profetizan, serán arrojadas por las calles de Jerusalén, víctimas del hambre y de la espada, y no habrá quien los entierre, a ellos, sus mujeres, sus hijos y sus hijas; y derramaré sobre ellos su maldad. 17 Diles, pues, esta palabra:

Derramen mis ojos lágrimas, noche y día, sin cesar, porque la virgen, hija de mi pueblo ha sido quebrantada con extremo quebranto, herida de gravísima plaga. 18 Si salgo al campo, veo a los que murieron por la espada, 11 s. Cf. 11, 14; 13, 17 y notas. Es la impenitencia la que impide el perdón. "Si permaneciendo en las maldades pensáramos redimirnos con promesas y sacrificios, vamos frrandemente errados, teniendo a Dios por injusto" (San Jerónimo). Véase a ese respecto las terribles conminaciones del Señor en 6, 20; 7, 21; Is. 1, 11 s.; Mal. 1, 10. Í3. Jeremías excusa al pueblo acusando a los falsos profetas que lo han inducido a la apostasia, como lo declaró el mismo Dios en 12, 10. Cf. 6, 14 y nota. 18. Tanto el profeta como el sacerdote: I*os sacerdotes y profetas serán llevados al cautiverio, porque Dios los hace responsables de los males del pueblo. Véase el cap. 23. "Grande es la dignidad de los prelados, exclama San Lorenzo Justiniano, pero mayor es su carga; colocados, en alto puesto, han de estar igualmente encumbrados en la virtud a los ojos de Aquel que todo lo ve; si no, la prepositura. en vez de mérito, les acarreará su condenación."

JEREMÍAS 14, 18-22; 15, 1-14

975

y si entro en la ciudad, a los extenuados por el hambre, pues tanto el proteta como el sacerdote andan errantes hacia un país desconocido.

por lo que ^Manases, hijo de Ezequías, rey de Judá hizo en Jerusalén. •¿Quién tendrá compasión de ti, oh Jerusa¿quién se conmoverá por tu causa? [lén? ¿o quién se desviará del camino para preguntar cómo andas? •Tú me has abandonado, dice Yahvé; te has vuelto hacia atrás; por tanto extenderé mi mano contra ti, y te exterminaré; estoy cansado de perdonar. 'Los aventaré con el bieldo hasta las puertas del país, los privaré de hijos, exterminaré a mi pueblo; porque no dejan sus caminos.

CONFIANZA DEL PROFETA w

¿Has rechazado del todo a Judá? ¿Aborrece tu alma a Sión? ¿Por qué nos has herido de muerte? Esperábamos la paz, y no hay bien; el tiempo de restablecernos y no hay más que espanto.

^Reconocemos, oh Yahvé, nuestra maldad, la culpa de nuestros padres; ya que hemos pecado contra Ti. 21 No"nos rechaces, por amor de tu Nombre, no profanes el solio de tu gloria; [otros acuérdate, no rompas tu alianza con nos^¿Hay acaso entre los ídolos de los gentiles quien pueda dar lluvia? ¿O pueden acaso los cielos enviar aguas? ¿Ño eres Tú, el Señor, Dios nuestro? En Ti esperamos, porque Tú haces todas estas cosas.

8

Sus viudas serán más numerosas que la arena del mar; enviaré en pleno día un desolador contra la madre de los jóvenes guerreros; haré caer sobre ellos de repente angustia y terror. 9 Desfallece la que dio a luz siete (hijos), desmaya su alma, se le ha puesto el sol cuando era aún de día; está avergonzada y abochornada, y los restantes de sus (hijos), los entregaré a la espada en presencia de sus enemigos, dice Yáhvé.

CAPÍTULO XV Dios NO ACEPTA LA INTERCESIÓN DEL PROFETA

'Díjome Yahvé: [delante, Aun cuando Moisés y Samuel se me pusieran mi alma no se inclinaría hacia este pueblo. ¡Arrójalos de mi vista, y que se vayan! 2 Si te preguntan: "¿A dónde hemos de ir?" les responderás: Así dice Yahvé: El que a la muerte, a la muerte; el que a la espada, a la espada; el que al hambre, al hambre; y el que al cautiverio, al cautiverio. SEnviaré contra ellos cuatro azores, dice Yahvé: la espada para matar, los perros para arrastrar, las aves del cielo y las bestias de la tierra para devorar y destrozar. 4 Y los entregaré para que sean maltratados en todos los reinos de la tierra,

E L SEÑOR CONSUELA AL PROFETA 10

¡Ay de.mí, madre mía! ¿por qué mé diste a luz, hombre de contradicción como soy, y objeto de discordia para todo el mundo? A nadie he prestado dinero, y nadie me prestó a mí, y con todo cada uno de ellos me maldice.

n

Así dijo Yahvé: En verdad, te libraré para bien tuyo, y te asistiré contra el enemigo en el tiempo del mal y de la angustia. 12 ¿Acaso es posible que el hierro rompa el hierro del Aquilón y el bronce? 13 Entregaré tus bienes y tesoros al saqueo, los entregaré gratis por todos tus pecados, (que cometiste) en todo tu territorio. 14 Hare que pasen con tus enemigos

19. Véase 8, 15; Is. 59, 9 y 11. 21. El profeta vuelve a insistir, apelando al honor del nombre de Dios, que cifra su gloria en llamarse el protector de su pueblo. El solio de tu gloria: 9. Se le ha puesto el sol: Bella metáfora para Jerusalén, por ser el lugar donde estaba el Templo. indicar la muerte prematura de los amados hijos. 10. Hombre de contradicción: En esto también 22. Ninguna cosa creada tiene eficacia propia, sino la que Dios le presta directamente y en cada ins- fué Jeremías figura de Jesucristo. Véase I«uc. 2, tante con su amorosa providencia que siempre está 34; Is. 8, 14. obrando (Zac. 10, 1). Dar lluvia: En Palestina, más 12. El primer hierro simboliza a los judíos, que que en otros países, la lluvia es una bendición de son duros, el segundo, o sea el del Aquilón, puede Dios, símbolo de su superioridad sobre los ídolos. referirse solamente a los babilonios, aún más duros. Véase el desafío hecho por Elias a los sacerdotes Quiere decir, no habrá paz entre los dos pueblos. de Baal en III Rey. caps. 17 y 18. Fillion compara el primero con la súplica de Jere1. Moisés y Samuel, porque eran muy santos e mías, el segundo con la inquebrantable voluntad de intercedieron por el pueblo (cf. 11, 14 y nota). Es Dios de destruir al pueblo rebelde. El pasaje es muy admirable ver así canonizados por el mismo Dios oscuro y muy difícil de interpretar, como también estos grandes Santos del Antiguo Testamento. los versículos que siguen. 14. Haré que pasen con tus enemigos: Vulgata: 4. El impío rey Manases (693-639) favoreció la idolatría y la introdujo en el Templo (IV Rey. 21. traeré tus enemigos. Véase 9, 16; 17, 4; 22, 28; 3 ss.). Deut. 28, 36; 32, 21.

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a una tierra que no conoces; porque se ha encendido un fuego en mi que arderá contra vosotros. [rostro 18

Tú lo sabes, oh Yahvé; acuérdate de mí, y ampárame, véngame de mis perseguidores; y no me arrebates en tu longanimidad (para con ellos), sábete que por Ti soporto oprobio. 16 Cuando yo hallé tus palabras, me alimenté con ellas; y tus palabras me eran el gozo y la alegría de mi corazón, porque llevo el nombre tuyo, oh Yahvé, Dios de los ejércitos. 17 No-me he sentado para gozarme en el conciliábulo de los que se divierten; bajo tu manó me he sentado solitario, pues me habías llenado de indignación. 18 ¿Por qué no tiene fin mi dolor; y no admite remedio mi herida desahuciada? ¿Serás para mí como un (torrente) falaz, como aguas que engañan? 19

Por esto, así me dice Yahvé: Si te conviertes, Yo te restauraré, para que puedas estar ante mi rostro, y si separas lo precioso de lo vil, serás como boca mía; ellos han de volver hacia ti, pero tú no debes volverte a ellos. ^Haré que seas para este pueblo un fuerte muro de bronce. Ellos pelearán contra ti, mas no te vencerán, porque Yo estoy contigo para salvarte y librarte, dice Yahvé. 2, Te libraré de las manos de los malvados, y te redimiré del poder de los opresores. 16. Me alimenté: Inolvidable imagen, que muestra el ansia con que el alma fiel se apodera de las palabras divinas para asimilarlas y vivir de ellas. "Bienaventurados, dice Jesucristo, los que escuchan la palabra de Dios y la practican" (Luc. 11, 28). De ahí que S. Bernardo se atreva a decir: "El título de madre de nada hubiera servido a María si no hubiese tenido la dicha de llevar a Cristo en su corazón antes que en su seno. María es, pues, más bienaventurada por haber comprendido la fe en Cristo que por haberle dado un cuerpo" (Sermo L X X I V ) . Cf. 12, 10 ss. y nota. 18. Como aguas que engañan; es decir, los ríos que no tienen agua cuando más se necesita: Imagen de la desesperación del profeta. En el vers. 20 vemos cómo el Padre Celestial consuela a su fiel servidor, prometiéndole su ayuda. Véase 1, 18 s. 19. Separando lo precioso de lo vil, la sabiduría divina de la humana, el hombre se eleva hasta convertirse en instrumento fidelísimo, o sea en la boca del mismo Dios. Tal es lo que enseña S. Pablo al decir que el que quiera ser sabio se haga necio (I Cor. 3, 18), y lo que promete Jesús cuando dice que quien escucha a sus discípulos es como si lo escuchara a Él mismo (Luc. 10, 16). Esto que Dios exige a Jeremías es tanto más digno de meditación cuanto que se trata de un profeta que el mismo Dios había elegido. 20. Un fuerte muro de bronce: Cf. 1, 18. Mas no te vencerán, porgue Yo estoy contigo. "Asi, y no de otra manera, y jamás de otra manera, se derrota al enemigo. El que pretende combatir con sus propias fuerzas está vencido antes de empezar el combate" (S. Agustín, De Morib.).

J E R E M Í A S 15, 14-21; 18, 1*11

CAPÍTULO XVI EL PROFETA, FIGURA DE su PUEBLO.

'Llegóme

la 2 palabra de Yahvé, que dijo: No tomes mujer, ni tengas hijos ni hijas en3 este lugar. Porque así dice Yahvé acerca de los hijos e hijas que nacen en este lugar, y acerca de sus madres que los dan a luz, y acerca de sus4 padres que los engendran en este país: De muerte dolorosa morirán; no serán llorados ni sepultados; yacerán como estiércol sobre el haz del campo; perecerán por la espada y por el hambre; y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las bestias de la tierra. 5 Pues así dice Yahvé: No entres en casa de luto, no vayas a llorar ni expresar tu duelo con ellos, pues Yo, dice Yahve, he retirado de este pueblo mi paz, la piedad y la misericordia. 6 Grandes y pequeños morirán en este país, no serán sepultados ni se los lamentará; nadie se hará por ellos sajaduras ni calvez; 'nadie partirá con ellos (el pan) en su duelo, para consolarlos por el muerto, ni se les dará de beber la copa de consolación por (la muerte de) su padre o de su madre. 8 Tampoco entres en casa donde haya festín para sentarte con ellos a comer y beber. 9 Porque así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que voy a hacer que en este lugar, a vuestros ojos, y en vuestros días, enmudezca la voz de gozo y la voz de alegría, el canto'del esposo y el canto de la esposa.

ANUNCIO DEL CAUTIVERIO.

10

Cuando anuncies

a este pueblo todas estas cosas, y ellos te digan: ¿Por qué ha decretado Yahvé contra nosotros todo este mal tan grande? Pues, ¿cuál es nuestra iniquidad, y cual nuestro pecado que hemos cometido contra Yahvé, nuestro Dios? "Entonces les dirás: Porque me abandona2. Ni tengas hijos; para que no los veas morir en la destrucción de Jerusalén. Se cree que Jeremías se conservó virgen hasta la muerte. "Se debe anotar asimismo... que si Dios mandó al profeta que no tomara mujer, se sigue indudablemente que el hombre puede vivir sin mujer en continencia, porque Dios no le mandó una cosa imposible" (Scío). Véase Mat. 19, 12. 5 ss. Se nota el derrumbe social en todo el país, porque Dios ha retirado de este pueblo su paz, su piedad y su misericordia. Safaduras ni calvez: Alusión a las costumbres de los paganos que de esta manera expresaban el dolor, ¿ a Ley. las prohibía. Cf. Lev. 19, 27 s.; Deut. 14, 1; 26, 14; Is. 22, 12; Ez. 7, 18; Am. 8, 10; Miq. 1, 16. La copa de consolación (v. 7). Cf. Prov. 31, 6. 11. Quebrantando mi Ley.: La violación de la Ley de Dios ha sido causa de todos los grandes desastres de la humanidad, desde la expulsión del paraíso hasta las calamitosas catástrofes del mundo de hoy. Los que abandonan la ley de Dios, dice el profeta Baruc, se encaminan a la muerte (Bar. 4, 1). Y sin embargo, su yugo es dulce, y ligera su carga (Mat. 11, 30). "Dios no manda lo imposible, sino que al mandar nos advierte que hagamos lo que podemos, y que le pidamos la fuerza de hacer lo que no podemos, luego nos ayuda a hacerlo" (San Agustín). Cf. Fil. 2, 13i I Juan 5, 3.

JEREMÍAS 16, 11-21; 17, 1-5

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ron vuestros padres, dice Yahvé, y se fueron quidad y su pecado, por haber contaminado en pos de otros dioses; y les sirvieron y-los mi tierra con los cadáveres de sus ídolos, y adoraron abandonándome a Mí y. quebrantan- llenado mi herencia con sus abominaciones. do12mi Ley. 19 Oh Yahvé, fuerza mía y fortaleza mía, Y vosotros habéis hecho cosas peores aún que vuestros padres; pues he aquí que andáis y mi refugio en el día de la tribulación, cada uno según la obstinación de su deprava- a Ti vendrán las naciones desde los confines de la tierra, do corazón, sin escucharme a Mí. I3 y dirán: Ciertamente nuestros padres Por lo tanto os arrojaré de este pais a no tenían otra herencia que la mentira otro desconocido de vosotros y de vuestros padres; allí serviréis a otros dioses, día y no- 20y vanidades que de nada sirven. ¿Acaso el hombre puede fabricarse dioses, che, y no tendré compasión de vosotros. que en realidad no son dioses? 21 14 ANUNCIO DE LA LIBERACIÓN. Por eso, he Por eso, he aquí que esta vez les doy a coaquí que vienen días, dice Yahvé, en que ya no se dirá: "Vive Yahvé, que sacó a los y conocerán que mi Nombre es Yahve. hijos de Israel de la tierra de Egipto", 15 sino "Vive Yahvé, que sacó a los hijos de CAPÍTULO XVII Israel del país del Norte, y de todos los países, adonde los había arrojado", y los haré EL PECADO DE JUDÁ volver a la tierra que di a sus padres. J 16 E1 pecado de Judá está escrito He aquí que enviaré muchos pescadores, punzón de hierro, dice Yahvé, que los pescarán, y después en- ycongrabado a punta de diamante viaré muchos cazadores que los cazarán por tabla de su corazón, todos los montes y por todos los collados y yen enla los cuernos de sus altares; en las hendiduras de las rocas. 2 ya que sus hijos siempre piensan 17 Porque mis ojos están observando todos en sus altares y sus ascheras, sus caminos, delante de Mí no está escondido junto a los árboles frondosos, ninguno, y su iniquidad no está encubierta sobre los altos collados. ante mis ojos. "Primeramente les pagaré al doble su ini- 3 Oh montaña mía plantada en el llano, entregaré al saqueo tus riquezas, 13. Os arrojaré de este país, para llevaros a la todos tus tesoros, tus lugares excelsos, cautividad, pero no para siempre (v. 15). 16 ss. Estos pescadores y cazadores son los enea causa del pecado en todo tu territorio. 4 migos, los caldeos. Parece referirse también a las Perderás por propia culpa tu herencia otras pruebas que Israel sufrirá antes de cumplírque Yo te di; sele la promesa de los vers. 14 y 15, a la cual llama Crampón "vistazo mesiánico". No faltan quienes ven y te haré servir a tus enemigos en los pescadores una figura de los apóstoles, que en un país desconocido en su mayoría eran pescadores y recibieron de Jesús pues habéis encendido el fuego de mi cólera, el encargo de ser pescadores de hombres (Mat. 4, que arderá para siempre. 19). "Y los doce pescadores se apoderan del mundo entero, lo sacan del océano del error, del crimen y de la idolatría." Mis ojos están observando: Cf. II Par. 16, 9; Job 34, 21 s.; Prov. 5, 21 y notas. 18. Abominaciones: sinónimo de ídolos. Cf. 13, 27 y nota. Es fácil condenar a Israel y sorprenderse por esta idolatría, pero no es tan fácil imaginar la seducción que significarían para sus ojos esos esplendores cultuales y mundanos que Dios llama fascinación (cf. Sab. 4, 12). Cuando San Pablo nos previene contra los Ídolos, nos dice que huyamos, como quien habla de, cosa muy peligrosa por lo atrayente (I Cor. 10, 14). Del mismo modo termina San Juan su gran Epístola (I Juan 5, 21). Además, basta en el final del Apocalipsis, que es un libro escatológico, se habla del rechazo de los idólatras (Apoc. 22, 15), y el mismo Apóstol de los gentiles vuelve a decirnos que no nos asociemos con idólatras, pero no ya de los del mundo, sino de aquellos que "llamándose hermanos" son, sin embargo, paganos. (I Cor. 5, 11-13). Todo esto muestra que el peligro de idolatría es más fuerte del que sin duda imaginamos, como que ésta no consiste sólo en adorar groseros fetiches, sino también en toda forma de avaricia (Ef. 5, 5) o de prácticas supersticiosas, o en el apego insensato a nuestras propias obras, que también, aunque no queramos confesarlo, son ídolos (cf. Is. 44, 20), y de la peor especie, puesto que, según la Sabiduría, son menos culpables los que adoran a los astros, "porque si caen en el error, puede decirse que es buscando a Dios y esforzándose por encontrarlo". Véase Sab. 13, 6 y 11 y notas.

5

Así dice Yahvé: Maldito quien pone su confianza en el homy se apoya en un~ brazo de carne, [bre, mientras su corazón se aleja de Yahvé.

19. A Ti vendrán las naciones desde los confines de la tierra: los gentiles se convertirán a Yahvé en el reino de Jesucristo. Mentira y vanidades: los falsos dioses. Cf. v. 20. 20 s. Reflexión más real de lo que parece. No solamente se construyen falsos dioses fabricando ídolos de palo y piedra, sino también, como observa San Agustín, formándose un falso concepto del verdadero Dios. "i 1. Tanto se ha arraigado la idolatría que no se deja arrancar de sus corazones (IV Rey. cap. 16). Bn los cuernos: Los altares estaban provistos de cuernos como el altar de los holocaustos. Véase Ex. 27, 2 y nota; Lev. 4, 7. 2. Ascheras (Vulgata: bosques), es decir, ídolos de Astarté en forma de árboles o palos, que se erguían al lado del altar. Véase 2, 20; 3, 6; Juec. 2, 13 y nota. 3. En los lugares excelsos solía hacerse el culto de Baal. Baal significa Señor. Su culto se practicaba bajo varios nombres, p. ej. Baalfegor, Baalzebub (Beelzebub), Baalberit. etc. • 5 ss. Es ésta una de las luces más grandes y fundamentales que nos da la divina revelación. A medida que ella nos hace crecer en la fe y en la

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JEREMÍAS -17, 6-21

'Será como desnudo arbusto en el desiervo; cuando viene el bien no lo ve; pues vive en la sequedad del desierto, en una tierra salobre y no habitada.

los que se apartan de Ti, en la tierra serán escritos, por haber dejado a Yahvé, la fuente de aguas vivas. 14 ¡Sáname, Yahvé, y quedaré sano; 'Bienaventurado el varón que confía en Yah- sálvame, y seré salvo; y cuya confianza es el mismo Yahvé. [vé, porque Tú eres mi gloria! 8 Es como árbol plantado junto a las aguas, 15 que extiende sus raíces hacia el río; Mira que ellos me dicen: no teme cuando llega _ el calor, "¿Dónde está la palabra de Yahvé? permanece verde su hoja; ¡Que se cumpla!" 18 no se inquieta en el año de la sequía, Yo no he rehusado ser pastor en pos de Ti, ni deja de dar fruto. ni he deseado el día aciago, T ú lo sabes; lo que salió de mis labios fué recto ante Ti. 9 La cosa más dolosa y perversa es el corazón, 17 No quieras_ causarme temor, ¿quién podrá conocerlo? 10 Tú eres mi refugio en el día malo. Yo, Yahvé, que escudriño el corazón 18 Sean avergonzados mis perseguidores, y pruebo los riñones, para retribuir a cada cual según su proceder, mas no quede avergonzado yo; tiemblen ellos, y no sea yo quien tiembla. según el fruto de sus obras. u Venga sobre ellos el día de la calamidad, Como la perdiz empolla huevos ajenos, quebrántalos con doble quebranto. así el que junta riquezas, mas no con justicia, OBSERVACIÓN DE SÁBADO. 1 9 ASÍ me dijo Yahvé: a la mitad de sus días tendrá que dejarlas, Ve y ponte a la puerta de los hijos del puey en sus postrimerías será un necio. blo, por donde entran y salen los revés de Judá, y a todas las puertas de Jerusalén; PLEGARIA DE JEREMÍAS ^ y diles: Escuchad la palabra de Yahvé, la Trono de gloria,- excelso desde el principio, reyes de Judá. y Judá entero, y todos los haes el lugar de nuestro Santuario. bitantes de Jerusalén, que entráis por estas 13 Oh Yahvé, Esperanza de Israel, puertas. M todos los que te abandonan Así dice Yahvé: quedarán confundidos, admiración de Dios, nos quita toda ilusión humana sobre nosotros mismos y sobre nuestros semejantes en la naturaleza caída. Cf. Denz. 174-200. Véase Juan 2, 24 s.; II Par. 32, 8; S. 39, 5 y nota. "Ante el profético dilema, Judá se decidió por el cmaldito el hombre que en el hombre confía». Empujado por los ejércitos caldeos marchó el pueblo camino del desierto, dejando atrás con la paz y abundancia de la Tierra prometida, su monoteísmo, su teocracia, sus esperanzas mesiánicas. Cuando el árbol vuelva a bañar sus raices en las aguas del Jordán, se abrirá de nuevo un periodo de bonanza*' (Asensio). Bienaventurado el varón que confia en Yahvé (v. 7 ) : Cf. S.. 1, 1 ss.; Job 29, 19; Is. 57, 13. El hombre que confía en Dios, saca de esta misma confianza el auxilio y la gracia para sobreponerse a todas las tribulaciones. "Si ponemos constantemente nuestros intereses en manos de Dios, no habrá demonio ni enemigo que pueda derribarnos" (S. Antonio). Plantado junto a las aguas (v. 8 ) : El agua que vivifica las plantas era la imagen más elocuente en Israel (S. 142, 6 y nota). 9. S. Pablo insiste sobre esta importante y olvidada verdad (Rom. 3, 4). Véase S. 115, 2. 10. Los riñones; es decir, los afectos, los pensamientos. Es una locución específicamente bíblica. 12. Retoma el pensamiento del v. 5: Nosotros ponemos nuestra confianza en Dios, la esperanza de Israel. 13. Fuente de aguas vivas: Así se llama Jesús en Juan 4, 10 ss.; 7, 37 ss. Cf. Is. 12, 3 y nota. S. S. Pío XII recuerda estas cortantes palabras en la Encíclica "Sunrmi Pontificatus", al decir: "Un sistema de educación que no respetase el recinto sagrado de la familia cristiana, protegido por la ley santa de D i o s . . . y considerase la apostasía de Cristo y de la Iglesia como símbolo de fidelidad al pueblo o a una clase determinada, pronunciaría contra si mismo la sentencia de condenación y experimentaría a su tiempo la ineluctable verdad de la palabra del profeta: Los que se apartan de Ti, serán escritos «n el barro."

15. ¡Dónde está la palabra de Yahvé? ¡Qué se cumpla! Es impresionante la similitud de este pasaje con el de II Pedro 3, 3 ss. donde el Apóstol anuncia las dudas y burlas que habrá en vísperas de la segunda venida de Cristo, precisamente cuando esa Parusía esté más próxima. Idénticas burlas e incredulidad anuncia el mismo Señor, al decir que será como en los días de Noé y en los días de Lot (Luc. 17, 26-30), y al indicarnos que cuando sucedan estas cosas podremos saber que el reino de Dios está próximo (Luc. 21, 31) y que "Él está cerca, a las puertas" (Marc. 13, 29). "Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: lVeladl" (ibíd. v. 37). 16. Texto y sentido oscuros. En vez de día aciago dice la Vulgata el día del hombre, expresión difícil de entender. "Significa probablemente el dia que un hombre fija para un juicio, y por ende, el juicio mismo; después el favor, la protección de los hombres" (Vigouroux). Cf. I Cor. 4, 3. 17. El santo profeta toca el fondo del corazón de Dios al mostrarle que no desea mirarlo con miedo a Aquel que es su esperanza. "Muchas veces, cuando todo se cree perdido, está en verdad todo ganado y a salvo. Mucho de lo que somos, lo debemos, no a lo que hemos hecho, sino a lo que hemos padecido; no a lo que teníamos, sino a lo que nos faltaba... Si no se prensara la uva en el lagar, no habría vino (S. Agustín). En lo grande y en lo pequeño es siempre cierto que los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán" (Mons. Keppler, Escuela del Dolor, 84). 18. Sobre estas imprecaciones véase 18, 21 y nota. No son tanto expresión de deseos de venganza personal, sino del santo celo por la causa de Dios. 21. La profanación del sobado provoca la cólera de Dios. Los que trabajan el día del Señor o lo profanan con los mundanos, no tienen tiempo ni gusto de asistir a los cultos divinos. La santificación del sábado data desde la creación del mundo (Gen. 2, 3 ) , y fué inculcada muchas veces por la Ley mosaica, pero tan mal practicada como hoy en muchas partes la observancia del domingo. Véase Is. 56, 2 y 6; 58, 13; Ez 20, 16; Neh. 13, 15 ss.; Am. 8, 5, etc.

JEREMÍAS 17; 21-27; 18, 1-13

Guardad vuestras almas; no llevéis cargas en día de sábado, ni las paséis por las puertas der- Jerusalén. 22 No saquéis cargas de vuestras casas en día de sábado, ni hagáis labor alguna, antes bien, santificad el día dé sábado, como Yo mandé a vuestros padres. ^Mas ellos no escucharon ni prestaron oídos, sino que endurecieron su cerviz, para no oír ni recibir la instrucción. 24

Si de veras me obedecéis, dice Yahvé, y no introducís cargas por las puertas de esta ciudad en día de sábado, y santificáis el día de sábado no haciendo en él labor alguna, ^entrarán por las puertas de esta ciudad reyes y príncipes, que se sentarán sobre el trono de David, montados en carrozas y caballos, ellos y sus príncipes, los varones de Judá y los habitantes de Jerusalén; y esta ciudad estará siempre poblada. 26 Y de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín y de la Sefelá, de la montaña y del Négueb vendrán gentes trayendo holocaustos y sacrificios. ofrendas e incienso, y ofrecerán sus alabanzas en la Casa de [Yahve. ^ e r o si no me obedecéis en santificar el día de sábado, si al contrario lleváis cargas, entrando por las puertas de Jerusalén en día de sábado, encenderé en sus puertas un fuego. que devorará los palacios de Jerusalén; y no se apagará.

979 4

Mas la vasija que el alfarero hacía de barro se deshizo entre sus manos, por lo cual volvió a hacer otra vasija de la forma que le plugo. 8

Y llegóme la palabra de Yahvé que decía: '¿Acaso no puedo hacer Yo con vosotros, oh casa de Israel, como hace este alfarero?, dice Yahvé. Mirad lo que es el barro en la mano del alfarero, eso mismo sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. 7 A veces hablo Yo contra una nación o un reino, para arrancarlo, para derribarlo y para destruirlo; 8 Si aquella nación contra la cual he hablado se convierte de su maldad, Yo también me arrepiento del mal que había pensado hacerle. 9 Y a veces pienso en fundar y plantar una nación o un reino, xo si (esta nación) obra mal ante mis ojos, y no escucha mi voz. Yo también me arrepiento del bien que dije que le haría. u Habla, pues, ahora, a los hombres de Judá. y_ a los habitantes dé Jerusalén, diciendo: Así dice Yahvé: He aquí que Yo preparo males para vosotros, y estoy^ trazando un plan en daño vuestro. Convertios, pues, cada cual de su mal camino, y enmendad vuestras costumbres y vuestras obras. 12 Pero ellos dicen: "Es inútil, seguiremos nuestras propias ideas, y obre cada uno según la dureza de su mal corazón."

DISPERSIÓN DEL PUEBLO 13

Por esto, así dice Yahvé: Preguntad a los pueblos: ¿quién jamás oyó cosas cómo éstas? Crímenes horribles ha cometido la virgen de Israel.

8. Santo Tomás expone esta doctrina mostrando que las profecías conminatorias llevan i-mplicita la condición de que no se cumplirán en caso de arrepentimiento del pecador (Jon. 4, 11; Joel 2, 13; JuLA VASIJA DESHECHA, SÍMBOLO DE ISRAEL. Pala- dit 4, 8 ss.). Como observa S. Jerónimo, "no se sigue de aquí que el hombre pueda convertirse a bra que de parte de Yahvé llegó a Jeremías Dios o arrepentirse sin el socorro de la gracia. La en estos términos: reconciliación o justificación del hombre no tanta es obra de éste como de la gracia de Dios". Yo me ^'Levántate y desciende a la casa del alfaarrepiento: Aquí, como en S. 102, 13; Ez. 20, 44; rero, y allí te haré oír mis palabras." 36, 23; Os. 11, 8; Luc. 15, 11 ss., etc., hace 3 Descendí, pues, a la casa del alfarero, y Dios una íntima revelación de su corazón, que parehe aquí que éste estaba trabajando sobre la ce una debilidad, y que la prudencia humana hallaría sin duda de una pedagogía muy poco recomendable. rueda. Por fortuna para nosotros, Él no pide consejo a esos pedagogos, que desearían que Él no descubriese estas 25 ss. Es muy notable esta promesa de que el "imprudencias" de la excesiva bondad. El célebre oratrono de David habría continuado sin interrupción dor Joaquín Ventura de Raulica, general de los Teaen caso de fidelidad al mandamiento del sábado. Cf. tinos, decía con santa audacia desde su pulpito de 22, 4; S. 88, 31; Is. 35, 5 y nota. En realidad, París: "Si Dios no fuera bueno, yo no le serviría, la casa de David perdió el trono de Judá el año por cierto: me buscaría otro." 587, cuando el rey Sedéelas fué llevado al cautiverio. Después del cautiverio el Sumo Sacerdote em9. Vemos aquí que también las naciones y los reipezó a tomar en sus manos, las' riendas del gobierno. nos son obra de Dios, . y no simples creaciones de 2. El fin de esta orden es mostrar al profeta el hombres. 12. Es inútil (Vulgata: hemos desesperado): El destino de su pueblo. La explicación la da el mismo Dios en el v. 6. El alfarero es Dios; el barro, Is- sentido es: Tú predicas en vano; es demasiado tarrael; y también todos nosotros, como enseña S. Pablo de, estamos resueltos a seguir nuestro camino. Lo en Rom. 9, 20 ss. Cf. Sab. 15, 7; Is. 45, 9, etc. mismo está anunciado para los últimos tiempos, a "Las obras del soberbio van perdiéndose como agua pesar de las plagas del Apocalipsis (Apoc. 9, 21; 16, 9). en vasija rota" (S. Gregorio ¿Magno).

CAPÍTULO XVIII

JEREMÍAS 18, 14-23; 18, 1-7

980 14

¿Acaso puede faltar la nieve en las peñas de la tierra o en el Líbano? ¿o se secan las aguas que vienen de lejos, frescas y corrientes?

15

Pues mi pueblo se ha olvidado de Mí; queman incienso a los ídolos que los hacen tropezar en sus caminos, en las sendas antiguas, para que yendo por (su propio) camino, por vía no allanada, 16 convierten su tierra en un desierto, objeto de eterno ludibrio. Todo aquel que pase junto a ella, quedará pasmado y meneará la cabeza. "Como viento solano Tos dispersaré delante del enemigo; les mostraré las espaldas, y no el rostro, en el día de su calamidad. NUEVA CONJURACIÓN CONTRA JEREMÍAS.

18

EUos

dijeron: "Venid, vamos a urdir asechanzas contra Jeremías; porque no falta todavía la Ley al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni el oráculo al profeta. Vamos, pues, y ataquémosle con la lengua, y no hagamos caso de ninguna de sus palabras."

mueran sus maridos de muerte violenta, y sean traspasados sus jóvenes en la batalla por la espada. 22 Oiganse alaridos desde sus casas, cuando de repente hagas venir sobre ellos bandas armadas; porque cavaron una fosa para prenderme, y tendieron a mis pies lazos ocultos. 23

Péro Tú, Yahvé, conoces todos sus planes de destruirme; ¡no les perdones su iniquidad, ni borres de tu presencia su pecado! ¡Que tropiecen delante de Ti! castígalos en el tiempo de tu ira. CAPÍTULO XIX EL DESTINO TREMENDO DE JERUSALÉN. JAsí dijo

Yahvé: Anda y toma una vasija de barro, obra de alfarero, y unos ancianos del pueblo, con algunos ancianos de los sacerdotes; 2y sal al valle del hijo de Hinnom, que está a la entrada de la puerta de la Alfarería, y pregona allí las palabras que voy a decirte.

3 "Préstame, oh Yahvé, tu atención, Dirás, pues: Escuchad la palabra de Yahvé, y escucha la voz de mis adversarios. reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Asi X ÍPÍSÍ se paga bien con mal? dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: pues ellos han cavado He aquí que descargaré sobre este lugar una una fosa para mi vida. desventura tal, que a cuantos la oyeren les Acuérdate de cómo me he presentado ante retiñirán los oídos. 4 para hablar en favor de ellos [Ti, Por cuanto me han dejado, y han enajey sustraerlos a tu ira. nado este lugar, quemando en él incienso a dioses ajenos, desconocidos de ellos, de sus 21 Por eso, abandona a sus hijos al hambre, padres y de los reyes de Judá. Llenaron este y entrégalos al poder de la espada; lugar de sangre de inocentes; quédense sus mujeres viudas y sin hijos, Sy erigieron (altares) excelsos a Baal, para 15. Por su propio camino: He aquí el ansia de va- quemar en el fuego a sus hijos como holonidad que perdió a Israel, haciéndole preferir el en- caustos a Baal; cosa que Yo no he maridado gañoso brillo de los paganos (S. IOS, 35 ss.). ni dicho, ni me pasó por el pensamiento.

18. Son palabras de los principes y sacerdotes, que decian: no necesitamos de ese profeta tan •molesto; tenemos sacerdotes y profetas más a gusto nuestro. En Ez. 7, 26 veremos la vanidad de sus presuntuosas palabras, porque allí les dice Dios: "Vendrá calamidad sobre calamidad, y a un rumor seguirá otro. Entonces pedirán en vano visiones al profeta; y al sacerdote le faltará la Ley como a los ancianos el consejo." Ataquémosle con la lengua: Nuevamente vemos aquí a Jeremías como figura del divino Cordero, víctima de los pecadores. Véase 11, 19; 15, 10 y notas. 21 s. Según el estilo de los profetas, estas graves imprecaciones no son más que un modo de predecir los males futuros de aquellos ingratos (Bossuet). Se explican por la indignación del profeta que lucha por Dios, y por la firme confianza en la justicia divina que, según anuncian las profecías del Antiguo Testamento, ha de castigar a los pecadores terriblemente. Son, pues, en cierto sentido, profecías contra los enemigos de Dios, puesto que el profeta es representante de Dios en cuyo nombre vaticina y predica. "Finalmente, y sobre _ todo, se ha de tener en cuenta que estas imprecaciones están dentro del marco del Antiguo Testamento, ley de premios y de castigos temporales, Ley de justicia, que llega hasta incluir la pena del talión, y no podemos aplicarles el criterio de la Ley nueva. Ley de gracia y misericordia, Ley de caridad" (Ñácar-Colunga). Véase la nota 1 del Salmo 108.

T o r tanto, he aquí que días vendrán, dice Yahvé, en que ya no se llamará este lugar Tófet, ni vafle del hijo de Hinnom, sino valle deT la Mortandad. Ea este lugar frustraré los planes de Judá y de Jerusalén; los exterminaré con la espada de sus enemigos, y por mano de los que 22. Bandas armadas: los invasores caldeos. 2. Valle del hijo de Hinnom, en hebreo Ge (Ben) Hinnom, donde los apóstatas solían sacrificar a loa niños. Véase 7, 31 y nota. Este valle dio nombre a la Gehenna (Mat. 5, 22), lugar de maldición (vers. 3) y del infierno. 4. Han enajenado este lugar, por cuanto Dios debía ser mirado como propietario del país de promisión. Adorar a otros dioses significaba expulsar a Dios de su propiedad para transferirla a dioses ajenos. 5. Dios se empeña en mostrarnos aquí sus íntimos pensamientos, que son de paz y amor, y no de aflicción. Nada más perverso que atribuirle sentimientos mezquinos (Luc. 19, 21 ss. ) y creer agradarle con actos de crueldad (7, 31; Deut. 18, 10; IV Rey. 3, 27; 16, 3 ; Juec. 11, 35). Cf. Is. 57, 9; Ez. 13, 22 y notas. En el vers. 11 vemos que el lugar de la inmolación de los niños se llamaba Tófet, situado en el valle del hijo de Hinnom (cf. v. 2, 7, 32).

JEREMÍAS 19, 7-15; 20, 1-7

buscan su vida; y daré sus cadáveres como pasto a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. 8 Y haré de esta ciudad un objeto de asombro y silbido: Todos cuantos pasen junto a ella quedarán asombrados y silbarán, viendo todas sus calamidades. 9 Les daré de comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y comerán la carne de sus amigos, en la angustia y en la estrechez a que los reducirán sus enemigos y los que atentan contra su vida. 10 Luego romperás la vasija a vista de los hombres que te acompañan; n y les dirás: Esto dice Yahvé de los ejércitos: Así romperé Yo a este pueblo y a esta ciudad, como se rompe una vasija de alfarero, la cual ya no puede componerse; y por falta de lugar enterrarán (a los muertos) en Tófet. 12 Así trataré a este lugar y sus habitantes. dice Yahvé, y haré que esta ciudad sea como Tófet. 13 También las casas de Jerusalén y las casa? de los reyes de Judá, serán inmundas como el lugar de Tófet; todas las casas sobre cuyos terrados quemaron incienso a toda la milicia del cielo, y derramaron libaciones a dioses ajenos.

"Volvióse Jeremías de Tófet, adonde Yahvé le había enviado a profetizar; y paróse en el atrio de la Casa de Yahvé, donde dijo a todo el pueblo: 15 Así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que haré venir sobre esta ciudad y sobre todas las ciudades (eme dependen) de ella, todas las calamidades que contra ella he anunciado; puesto que han endurecido su cerviz, para no escuchar mis palabras.

981 CAPÍTULO XX JEREMÍAS MALTRATADO POR FASUR.

Cuando

el sacerdote Fasur, hijo de Imer, superintendente de la Casa de Yahvé, oyó a Jeremías que profetizaba estas cosas, 2 mandó azotar al profeta Jeremías, y le puso en el cepo que hay a la puerta superior de Benjamín, en la Casa de Yahvé. 3 Cuando al día siguiente Fasur sacó a Jeremías del cepo, le dijo Jeremías: Yahvé no te llama más Fasur, sino "Terror por doquier", 4 pc>rque así dice Yahvé: He aquí que Yo haré que seas un terror para ti y para todos tus amigos, los cuales caerán por la espada de sus enemigos, viéndolo tus mismos ojos; y entregaré todo Judá en manos del rey de Babilonia, quien los transportará a Babilonia y los pasara a filo de espada. 5 Y todas las riquezas de esta ciudad, todos sus productos y todos sus objetos preciosos, y todos los tesoros de los reyes de Judá los entregaré en manos de sus enemigos, quienes los saquearán y se apoderarán de ellos para llevarlos a Babilonia. *Y tú. Fasur, y todos los que habitan en tu casa, iréis a la cautividad; llegarás a Babilonia, donde morirás, y donde serás sepultado, tú y todos tus amigos, a quienes profetizaste mentiras. QUEJA DEL PROFETA

Tú me sedujiste, Yahvé, y yo me dejé seducir; Tú fuiste más fuerte que yo,

1 ss. Se supone que el sacerdote Fasur le mandó dar los 40 azotes, que la Ley permitía (Deut. 25, 2 s.), y le echó en el cepo, sujetándolo por el cuello los brazos y pies mediante grillos. La pena era muy dura, ya que el prisionero no tenia posibilidad de -moverse. Véase 37, 14; 38, 1 ss. El profeta azotado es figura del divino Redentor. 9. Palabra que se compiló con motivo de los dos 6. De aquí se colige que Fasur era uno de los asedios de Jerusalén: el primero por Nabucodonosor falsos profetas. Véase 14, 15 y 18, 18. en el año 587 a. C. (Lam. 2, 20; 4, 10; Mar. 2, 7 ss. Tú me sedujiste, Yahvé: "¿as maldiciones e 3); el segundo lo hicieron los romanos en el año imprecaciones que van en estos versiculos no son si70 d. C. no enfáticas expresiones, muy usadas en Oriente pa11. Ser enterrado en Tófet equivale a ser deshon- ra expresar un vivo dolor. Compárese estos improrado. Allí estaba la estatua de Moloc y se hacían las perios de Jeremías con los de Job 3, 3 ss." (Boverinmolaciones de niños, por lo cual todo el lugar era Cantera). El terror rodea al profeta por todas par impuro. tes; acaba de ser azotado injustamente, solamente 13. Las casas serán inmundas por los cadáveres de por haber anunciado la palabra de Yahvé, sus enelos que caerán por la espada de los babilonios, en migos triunfan y el mismo Dios parece haberle descastigo de la adoración de los astros (milicia del cielo) amparado. Si Jesucristo en la hora de su suprema que se practicaba en los terrados. angustia exclama: "¡Dios mío!, ¿por qué nie has 15. Nótese la insistencia con que Dios señala, co- abandonado?" OMat. 27, 46; Marc. 15, 34); |cuánto mo causa de su cólera y sus flagelos, la falta de más comprensibles son estas quejas tan duras y tan atención a sus divinas palabras. En Lev. cap. 26 amargas en el profeta perseguido y desesperado! Esta leemos los castigos que Dios habla amenazado para persecución por causa de la palabra no fué exclu este caso: "Si no me escucháis ni cumplís todos es- siva de él. "Yo les di tu palabra y el mundo les ha tos mandamientos; si despreciáis mis leyes y recha- tomado odio", dice Jesús al Padre (Juan 17, 14). záis mis preceptos, no haciendo caso de todos mis Vemos inmediatamente el divino consuelo que halla mandamientos y rompiendo mi pacto; mirad lo que Jeremías después de este filial desahogo. Pues la Vo entonces haré con vosotros . . . Quebrantaré vues- persecución es una de las ocho bienaventuranzas: tra orgullosa fuerza y haré vuestro cielo como hierro "Bienaventurados los perseguidos por causa de la y vuestra tierra como bronce . . . Traeré sobre vos- justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Diotros la espada de la venganza que vengue mi pac- chosos seréis cuando os insultaren, cuando os perto; y si os refugiareis en vuestras ciudades, enviaré siguieren, cuando dijeren mintiendo todo mal contra la peste en medio de vosotros y seréis entregados en vosotros por causa mia. Gózaos y alegraos, porque manos de vuestros enemiros... Comeréis la carne vuestra recompensa es grande en el cielo; pues así de vuestros hijos y también la carne de vuestras persiguieron a los profetas que fueron antes de voshijas, etc." (Lev. 26, 1-39). Cf. Deut. 28, 15 ss. otros" (Mat. 5, 10 12).

982

y prevaleciste; por eso soy todo el día objeto de burla, todos se mofan de mí. 8 Porque siempre que hablo, tengo que gritar. y clamar: "¡Ruina y devastación*! , porque la palabra de Yahvé es para mí un oprobio, una afrenta todo el día.

J E R E M Í A S 20, 7-18; 21, 1-8

CAPÍTULO XXI RESPUESTA DEL PROFETA AL REY. 'Palabra que

llegó a Jeremías de parte de Yahvé, cuando el rey Sedecías le envió a decir por Fasur, hijo de Malaquías, y por Sofonías, hijo del sacerdote Maasías: ^'Consulta, te ruego, a Yahvé acerca de 9 Por eso me dije: "No me acordaré ya de Él nosotros: porque Nabucodonosor, rey de Bani hablaré más en su Nombre", bilonia, nos hace la guerra. Quizás haga Yahpero luego sentí en mi corazón vé con nosotros según todas sus grandes macomo un fuego abrasador, ravillas y aquél se retire de nosotros." encerrado en mis huesos; 3 y me esforcé por contenerlo, pero no pude. Jeremías les respondió: Así diréis a Sedecías: w 4 Oí cómo muchos decían: Esto dice Yahvé, el Dios, de Israel: He "Atemoricémosle por todos lados, aquí que volveré atrás las armas de guerra delatadle; sí, le delataremos." que tenéis en vuestras manos y con que peTodos los que yo trataba como amigos, leáis contra el rey de Babilonia y los caldeos, espían mis pasos. que os tienen cercados rodeando las murallas, "Quizás se deje engañar y las amontonaré en medio de esta ciudad. y prevaleceremos contra él; •Y Yo mismo lucharé contra vosotros con y tomaremos de él venganza." mano extendida y brazo fuerte, con ira, con 11 furor y con grande indignación. Pero Yahvé está conmigo "Heriré a los que viven en esta ciudad, homcomo un fuerte guerrero; bres y bestias, y morirán de una gran peste. por eso tropezarán los que me persiguen, •Después de esto, dice Yahvé, entregaré a y no prevalecerán; Sedecías, rey de Judá, a sus servidores y al quedaran sumamente avergonzados pueblo, y a los que en esa ciudad escapen de la al ver frustrados sus planes; será una afrenta eterna que nunca se borrará. peste, de la espada y del hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en ma12 nos de sus enemigos, y en manos de los que Oh Yahvé de los ejércitos, atentan contra su vida, y él los herirá a filo que pruebas al justo, de espada, sin perdonarlos, sin piedad, sin mique escudriñas los ríñones y el corazón, sericordia. vea yo la venganza qué tomarás de ellos, •Y a este pueblo le dirás: Así dice Yahvé: porque a Ti confío mi causa. He aquí que Yo os pongo delante el camino "Cantad a Yahvé, alabad a Yahvé, de la vida y el camino de la muerte. porque Él libra la vida del pobre de la mano de los malvados. 1. El acontecimiento aquí narrado sucedió durante el asedio de Jerusalén (588-587), por lo cual este capitulo iría mejor después del 37. El rey Sedecías era un juguete en manos de sus consejeros. "Tenía, por cierto, una veneración sincera al profeta, pero no quería demostrarla abiertamente por causa de los partidarios de Egipto, a los que permitió que encarcelaran a Jeremías, y sin embargo, envió a consultarle en secreto mientras se hallaba prisionero (37, 15 ss.); dejó que sus cortesanos, contra los cuales «el rey no era capaz de hacer nada» (38, 5), metieran al profeta en una cisterna para que se muriese de hambre; pero inmediatamente después, a la simple invitación de un palaciego, hizo que lo sacaran; le consultó ansiosamente de nuevo y a la vez le impuso, bajo pena de muerte, que no dijera a nadie que le había con17 sultado (38, 5-26). Pero, a pesar de todo esto. Je¿Por qué no me hizo morir remías seguía su camino y a las consultas del rey en el seno materno, respondía invariablemente diciendo que no se rebelara contra los caldeos" (Ricciotti, Hist. de Israel, de modo que mi madre fuese mi sepulcro, núm. 532). y su seno una eterna preñez? 18 5 ss. Yo mismo lucharé contra vosotros; es decir, ¿Por qué salí del seno que tanto los triunfos de Israel como sus derrotas para ver dolor y aflicción eran obras de Dios. Obsérvese el contraste entre lo y consumir mis días en ignominia? que Él quiere en este capítulo y en el 24 (la sumisión de Israel a Babilonia) y la resistencia sin cuar14 ss. Lo que al profeta ocasionaba tales sentimien- tel que Él quería en el sitio de Betulia (Judit 8, tos, semejantes a los de Job 3, 3 ss., era el ver que lOss. y nota). 8. El camino de la vida y el camino de la muerte: sus profecías sólo servían para aumentar la iniquidad y el castigo de su pueblo. Todo este pasaje es un Cf. Deut. 30, 15 ss.; Ez. 20, 13. Notemos que aquí sólo se trata de la í,ey de Moisés, j Cuánto más noscuadro elocuentísimo del martirio que significa el apostolado. S. Pablo nos lo muestra con no menor otros, beneficiarios de la Promesa y coherederos de crudeza en I Cor. 4, 9 ss.; II Cor. 6, 4 ss.; I Tes. 2, 9. Cristo, no hemos de resistir esa vil tendencia que no

"¡Maldito el día en que nací! ¡No sea bendito el día en que me dio a luz mi madre! 18 ¡Maldito el hombre que dio a mi padre la noticia: Te ha nacido un hijo varón", colmándole así de alegría! 16 ¡Sea aquel hombre como las ciudades que destruye Yahvé sin compasión! ¡Oiga él gritos por la mañana, y el estruendo (de la guerra) al mediodía!

JEREMÍAS 21, 8-14; 22, 1-10

983

9

E1 que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; mas el que salga y se entregue a los caldeos que os tienen cercados, vivirá, y tendrá su vida como botín. 10

Porque he vuelto mi rostro hacia esta ciudad para mal y no para bien, dice Yahvé: será entregada en poder del rey de Babilonia, el cual la entregará a las llamas. n Y en cuanto a la casa del rey de Judá, ¡ J la palabra de Yahvé: MENSAJE A LA CASA DE DAVID 12

Oh casa de David, así dice Yahvé: Apresuraos a hacer justicia, " librad al oprimido del poder del opresor, no sea que estalle como fuego mi ira, y arda sin que haya quien la apague, a causa de la maldad de vuestras obras. 13

He aquí que a ti me dirijo, oh habitadora del valle, peña (que se alza) en la llanura, dice Yahvé; a vosotros, que decís: ¿Quién descenderá contra nosotros? o ¿quién podrá penetrar en nuestras casas?

14

Os castigaré según el fruto de vuestras obras, dice Yahvé, pues prenderé fuego a su bosque, que devorará todos sus alrededores.

ve en el Evangelio sino severos preceptos? ¿Acaso nos parece un duro mandamiento cuando Jesús nos dice: "Al que viene a Mí no le echare fuera"? (Juan 6, 37). ¿O cuando nos revela que el Padre nos ama hasta haber dado por nosotros su Hijo? (Juan 3, 16). ¿O cuando nos declara que Él nos ama tanto como el Padre a Él mismo? (Juan 15, 9). ¿O cuando nos regala su conversación, haciéndonos saber que en esas palabras está la vida? (Juan 6, 63; Vulgata 6, 64). No hay aquí mandamientos, sino declaraciones de amor. He aquí el sumo secreto para la propia vida espiritual, y también la técnica del apostolado evangélico, enseñada y practicada por el mismo Jesús. Si el que está avergonzado y temeroso por sus culpas se entera de que Dios le está tendiendo los brazos, ¿cómo no va a cambiar de espiritualidad? Dios nos pone delante, como aquí vemos, los tesoros de su inmensa generosidad, el sumo bien, 'la vida eterna. No nos obliga a elegir el camino de la vida, pues respeta el libre albedrío nuestro; no le gustan obras sin recta intención, ni obediencia sin sumisión interna.^ Mas la historia prueba que el género humano se inclina a elegir la muerte, a ejemplo de los primeros padres y a consecuencia de la herencia que nos ha dejado Adán. Cf. Sab. 2, 24 y nota. 9. Véase 24, 5-10. Esta misteriosa voluntad de Dios que parece favorecer aquí al rey de Babilonia, se observará 'también en los días del Anticristo, a quien adorarán "todos los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero inmolado" (Apoc. 13, 8). 12. Casa de David: la dinastía de David, los reyes de Judá. 13. Habitadora del valle: Jerusalén, que por tres lados estaba rodeada de valles. Peña (que se alza) en la llanura, porque la ciudad se levantaba como una roca allanada; y el lugar donde estaba el Templo era una meseta artificialmente ensanchada. I,a Vulgata trae otra lección: fuerte y campestre (en vez de peña en la llanura).

CAPÍTULO XXII OTRO MENSAJE A LA CASA REAL.

X

ASÍ dice

Yahvé: Baja a la casa del rey de Judá, y di allí esta2 palabra: Dirás: Escucha la palabra de Yahvé, oh rey de Judá, que te sientas en el trono de David, tú, y tus servidores, y tu pueblo, los que entráis por estas puertas. 3 Así dice Yahvé: Haced lo recto y lo justo, y librad al oprimido de mano del opresor: no maltratéis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni les hagáis violencia; y no derraméis sangre inocente en este lugar. 4 Si de veras cumpliereis esta palabra, entrarán por las puertas de esta Casa reyes que se sienten en el trono de David, montados en carrozas y caballos; ellos y sus servidores y su pueblo. 5 Pero si no escucháis estas palabras, entonces por Mí mismo juro, dice Yahvé, que esta Casa vendrá a ser desolada. J o r q u e así dice Yahvé acerca de la casa del rey de Judá: Aunque eras para mí un Galaad y (como) la cima del Líbano; con todo haré de ti un desierto, una ciudad inhabitada. 7 He consagrado contra ti destructores, cada uno con sus armas; cortarán tus cedros escogidos y los echarán al fuego. 8 Y pasará mucha gente ante esta ciudad, y se dirán unos a otros: "¿Por qué ha tratado Yahvé así a esta gran ciudad?" 9 Y se dará por respuesta: [Dios, "Porque abandonaron el pacto de Yahvé, su y adoraron a otros dioses y los sirvieron." 10

No lloréis al difunto, ni hagáis duelo por él; llorad al contrario por el que se ha ido (al cautiverio), porque no volverá más, ni verá la tierra de su nacimiento.

2. Este mensaje se dirige sin duda al rey Sedecías. Suena como una última exhortación a seguir las sendas de la justicia, antes de descargar los castigos. 4. Todo habría cambiado entonces en la historia de Israel. Es la última renovación que Dios hace de la promesa condicional hecha a Salomón. Véase 17, 25 y nota. 6. Galaad: país transjordánico, rico en bosques. Como la cima del Líbano: Alusión al palacio de! bosque del Líbano, situado en el monte Sión. Véase I I I Rey. 7, 2 ss. 7. Destructores: el rey Nabucodonosor con sus ejércitos; él está consagrado para la guerra, encardado de Dios, instrumento de_ la ira del Señor (véase 6, 4). Tus cedros escogidos: los príncipes de Israel. 8. Véase Deut. 28, 24; I I I Rey. 9, 8 s. 10. No lloréis al difunto: Se refiere al rey Joslas, cuya muerte en la batalla de Megiddó (IV Rey. 23, 29 s.; I I Par. 35, 20 ss.) fué señal de llanto general. El profeta quiere decir: No lloréis a los difuntos, pensad en vuestro destino. Cf. las palabras que Jesús dijo a las mujeres que lloraban (Luc. 23, 28).

JEREMÍAS 22, 11-30

984 CONTRA SELLUM

Y JOAKIM.

11

Porque así dice

Yahvé en orden a Sellum, hijo de Josías, rey de Judá, el que reinó en lugar de su padre Josías, y salió de este lugar: " N o volverá más acá; 12 en el lugar adonde le han llevado cautivo, allí morirá, y n o verá ya más esta tierra." 13

Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salones sin equidad; que hace trabajar a su prójimo sin salario, y n o le paga el jornal de su trabajo; 14 que dice: "Me edificaré una casa grande, con amplias salas", y hace en ella grandes ventanas, la cubre de cedros y la pinta de bermellón.

15

¿Acaso tú eres r e y para rivalizar en obras de cedro? ¿Por ventura no comió y bebió tu padre y fué feliz haciendo lo recto y justo? 16 Defendía la causa del pobre y del desvalido; y así le fué bien. ¿No es esto conocerme a Mí? dice Yahvé. 17 Pero tus ojos y tu corazón no buscan más que tu propio interés, el derramar sangre inocente y hacer opresión y violencia. 18

Por tanto, así dice Yahvé respecto de Joakim, hijo de Josías. rey de Judá: N o le lamentarán (diciendo): "¡Ay, hermano mío! ¡Ay, hermana m í a ! " N o le llorarán (clamando): ";Ay, señor mío! ¡Ay, su majestad!" 19 Será enterrado como u n asno; le arrastrarán y le arrojarán fuera de las puertas de Jerusalén. CONTRA JERUSALÉN Y EL REY JECONÍAS

21

grita desde Abarim; pues han sido destruidos todos tus amantes. Yo te hablé en tu prosperidad, y tú dijiste: " N o quiero escuchar." Éste ha sido tu proceder desde tu mocedad; no has escuchado mi voz.

22

E1 viento llevará a todos tus pastores, y tus amantes irán al cautiverio. Entonces te llenarás de confusión, y de vergüenza a causa de todas tus maldades. 23 Tú que habitas en el Líbano y anidas en los cedros, ¡cómo gemirás cuando te sobrevengan las angustias, los dolores, como a mujer que da a luz!

24

Por mi vida, dice Yahvé; aunque Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, fuese el anillo de mi mano derecha, de allí te arrancaría, 25 Te entregaré a los que buscan tu vida, en poder de los que temes; en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en poder de los caldeos. 26 Te arrojaré a ti. y a tu madre que te dio a luz, a otro país, en que n o nacisteis, y allí moriréis. 27 N o volverán al país adonde su alma anhela volver. ^¿Es, pues, este hombre Jeconías una vasija despreciada y quebrada, aletún objeto que nadie quiere? ¿Por qué son arrojados él y su linaje, y llevados a un país que n o conocían? 29

¡Tierra, tierra, tierra, escucha la palabra de Yahvé! ^ A s í dice Yahvé: Inscribid a este hombre como estéril, como varón que no ha prosperado 11. Se refiere a Joacas (Sellum), sucesor de Josías, que murió en Egipto (IV Rey. 23, 30 ss.; II durante toda su vida, Par. 36, 1 ss.). Pues no logrará que un descendiente suyo 13 ss. Trátase del rey Joakim, hermano y sucese siente en el trono de David sor de Joacaz, opresor del pueblo y constructor de para reinar en Judá. suntuosos edificios (IV Rey. 23, 33 ss.). Vemos ya

20

Sube (oh Jerusalén) al Líbano y clama; en Basan alza tu voz;

aquí cuan sagrado es para Dios el salario de los que trabajan. Cf. Sant. 5, 4-6. Sobre las leyes de ¡Moisés véase Ecli. 24, 35 y nota. Me edificaré una casa (v. 14): Algo semejante dice el rico insensato en 3a parábola (Luc. 12. 18). 16. Alude al piadoso rey Josías, padre de los impíos reyes Joacaz y Joakim. Dios explica por qué fué feliz. 18. Es un canto elegiaco. Las plañideras solían llorar exclamnndo: ¡ Ay, hermano mío!, etc. 19. La Biblia no relata expresamente el cumplimiento de esta profecía. Joakim fué llevado prisionero a Babilonia. (Cf. 36, 30; IV Rey. 24, 6; I I Par. 36. 8 ss.) 20. "La nación judía, nuevamente comparada a una mujer (cf. 21, 13, etc.), es invitada a ascender, dando gritos de angustia, a los montes al pie de los cuales los caldeos han de pasar en su marcha sobre Jerusalén" (Fillion). Basan: parte septentrio•nal de Transjordania. Abarim: una montaña al sudeste de Palestina.

23. Por su situación geográfica la ciudad de Jerusalén era semejante a un águila que anida en los cedros del Líbano. El Líbano significa también la magnificencia y suntuosidad de la ciudad. 24. Sucesor de Joakim fué Joaquín o Jeconías ( I V Rey. 24, 8 ss.; I I Par. 35, 9 s.). Este rey fué llevado cautivo a Babilonia, junto con su madre y muchos otros ( I V Rey. 24, 12 ss.). Jeremías narra su liberación en 52, 31 ss. Véase I V Rey. 25, 27 ss. y notas. 30. Estéril en el sentido de que sus hijos no serán reyes. Efectivamente, no hubo más reyes en Israel, frustrándose por su ingratitud las promesas condicionales tantas veces reiteradas por Dios (véase 22, 4 y nota; I I Rey. 7, 12 ss.). Así se cumplió la profecía de Jacob (Gen. 49, 10), conservándose solamente la promesa infalible hecha a David ( S . 88, 20-38), que habrá de cumplirse en la persona del iMesias (Luc. 1, 32) no obstante su rechazo por la Sinagoga.

JEREMÍAS 23, 1-13

985 8

CAPÍTULO XXIII CONTRA LOS MALOS PASTORES J

;Ay de los pastores que destrozan y dispersan las ovejas de mi dehesa! —oráculo de Vahvé. ^ o r eso, así dice Yahvé, el Dios de Israel, acerca de los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros habéis dispersado mi grey, la habéis desparramado y no habéis cuidado de ella. He aquí que Yo os castigaré por la maldad de vuestras obras, dice Yahvé. 3

Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países donde las he dispersado, y las haré volver a sus prados, y crecerán y se multiplicarán. 4 Les suscitaré pastores que las apacienten; no temerán más, ni tendrán que temblar; y no faltará ninguna de ellas, dice Yahvé. PROFECÍA MESIÁNICA

s

sino: "¡Vive Yahvé, que sacó y trajo a los hijos de la casa de Israel de la tierra del Norte y de todos los países adonde Yo los había arrojado." Y habitarán en su propia tierra. CONTRA LOS FALSOS PROFETAS

9

A los profetas: Se me parte el corazón en mi pecho, tiemblan todos mis huesos; ante Yahvé y su santa palabra estoy como un ebrio, como un hombre embriagado de vino. 10 Pues el país está atestado de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está de luto, y se han secado los pastos del desierto; su carrera se dirige hacia el mal, y su fuerza consiste en hacer lo que no es recto. 11 Porque tanto el profeta como el sacerdote han apostatado, hasta en mi Casa he encontrado su malicia, dice Yahvé. 12 Por eso su camino les será un resbaladero en medio de tinieblas; serán empujados, de modo que caigan en él; pues haré venir sobre ellos la calamidad en el año en que Yo les visite, dice Yahvé.

He aquí que vienen 'días, dice Yahvé, e¿ que suscitaré a David un Vastago justo, que reinará como rey, y será sabio, y ejecutará el derecho y la justicia en la tierra. *En sus días Judá sera salvo, e Israel habitará en paz, 13 En los profetas de Samaría y el nombre con que será llamado, es éste: he visto cosas insensatas, "Yahvé, justicia nuestra." profetizaban por Baal, Tor eso, he aquí que vendrán días, dice Yah- e hicieron errar a Israel, mi pueblo. en que ya no se dirá: "¡Vive Yahvé! [vé, "Pero en los profetas de Jerusalen que sacó a los hijos de Israel he visto lo más horrible: de la tierra de Egipto!" cometen adulterio, practican la mentira, y dan su apoyo a los malhechores, 3 ss. Reuniré el resto: El "resto", las "reliquias" para que nadie se convierta de su maldad. del pueblo, y términos semejantes, tienen muchas veces en boca de los profetas un sabor uiesiánico, y se Todos ellos son para Mí como Sodoma, refieren a la restauración de Israel, no a la mezquina y sus habitantes como Gomorra.

restauración después de los setenta años del cautiverio babilónico, sino a una restauración relacionada con la conversión de Israel (cf. Deut. 28, 68 "Por tanto, así dice Yahvé de los ejércitos contra los profetas: y nota). No obstante la aflicción actual, dice el profeta, os resplandecerá un porvenir dichoso, con la He aquí que les daré para comida ajenjo, venida del Mesías, el Vastago justo de la estirpe de David (v. S) que fundará un reino de paz y de jus9 ss. Tremendo oráculo contra los sacerdotes y ticia. El término profético Vastago justo, es em- falsos profetas que procuraban frustrar ta misión de pleado la primera vez por Isaías (4, 2), Jeremías Jeremías, por lo cual serán castigados más que el vuelve a usarlo en 33, 15, y Zacarías en 3, 8 y 6f pueblo. Véase 12; 10; 14, 18 y nota. 12, siempre para designar al Mesías (Crampón). Véa11. Alusión a la idolatría que había llegado a se también los Salmos 46-48; 7 1 ; 92-99; Is. 7, 14; practicarse mismo Templo (véase 7, 30; 32, 34; U, l s s . ; 1 6 , 5 ; 1 8 , 7 ; 32,. 1; 3 3 , 1 7 ; 3 4 , 4 ; 35. Ez. 8, 10; en23,el 39, etc.). Se refiere también a la 5, etc. La profecía no se detiene en la primera ve- conducta de los sacerdotes y a su mal ejemplo. Ea nida de Cristo, sino que abarca hasta los últimos dignidad de los sacerdotes- es grande, dice San Jerótiempos, pues en su primera venida Cristo no ejecutó nimo, pero ,su ruina no .es menos si pecan. el derecho y la justicia en la tierra (final del vers. San A-mbro$io dice que su conductagrande, correspon5), sino que se sometió a jueces viles e injustos, y der a su dignidad, para que siendo el debe honor sublime, ; padeció la muerte de los peores criminales. Según no sea la yida infame, y siendo profesión divina, Hech. 15, 14-17 ha de esperarse aún su cumplimiento. no sean criminales las obras, y ella nombre no llegue Tampoco llamaba la nación judía a Cristo "Justicia a ser vano, y gravísimo el crimen. nuestra" (v. 6 ) . Esta expresión, que corresponde al 13. Eos profetas del reino de Israel (Samaría) prosignificado; nuestra salvación, es por sí misma una admirable profecía mesiánica. "Eos pasajes en que pagaban, por cierto, el culto de Baal, pero no eran Jeremías menciona directamente la persona de Cristo tan malos como los del reino de Judá que, a pesar son bastantes raros; éste es uno de los más hermo- de conocer la Eey de Dios y poseer el Templo, indusos y de los más importantes. Cf. 30, 9; 33, cían al pueblo a la idolatría, llamada aquí adulterio 15-18" (Fíllion). Pío XI cita este pasaje en la (v. 14) como en muchos pasajes de la Sagrada EsEncíclica "Quas Primas" para mostrar la Realeza critura. Véase 13, 27 y nota; Ez. 16. de Cristo. 15. Véase 9, 15, donde se dirige la misma amenaza a todo el pueblo.

J E R E M Í A S 23, 15-29

986 y para bebida agua envenenada, porque de los profetas de Jerusalén la impiedad se ha difundido sobre todo el [país. 16 Así dice Yahvé de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os embaucan, os cuentan las visiones de su imaginación, que no son de la boca de Yahvé. 1 'Repiten a los que me desprecian: "Yahvé ha dicho: Tendréis paz"; y a cuantos siguen su obstinado corazón les dicen: "Ningún mal vendrá sobre vos[ otros." 18 ¿Quién (de ellos) asistió al consejo de Yahvé, vio y oyó su palabra? ¿Quién prestó oído para escuchar lo que Él dijo?

y lo conviertan de su mal camino, y de la maldad de sus obras. 23

¿Soy Yo Dios sólo de cerca? dice Yahvé. ¿No soy también Dios de lejos? 24 ¿Acaso un hombre puede ocultarse en escondrijo alguno, sin que lo vea Yo? dice Yahvé. ¿No lleno Yo el cielo y la tierra? dice [Yahvé. B H e oído lo que dicen los profetas, los que en mi nombre profetizan mentiras, diciendo: "He tenido un sueño, he tenido un sueño." 28 ¿Hasta cuándo ha de durar esto en el corazón de esos profetas que profetizan mentiras, y presentan como vaticinios las imposturas de su corazón? 27 Por sus sueños que unos a otros i'Ved que de Yahvé viene un furioso torbellino, se _ van contando, una tempestad impetuosa, que descargará sobre la cabeza de los impíos. quieren que mi pueblo olvide mi nombre, a como sus padres olvidaron mi nombre N o cesará la ira de Yahvé, por amor de Baal. hasta que ejecute y cumpla ^ 1 profeta que tenga un sueño cuente el los designios de su corazón. y el que reciba palabra mía. [sueño; |A1 fin de los tiempos lo comprenderéis. proclame mi palabra con fidelidad. 21 Yo no enviaba a esos profetas, ¿Qué tiene que ver la paja ellos (de suyo) corrían; con el trigo? dice Yahvé. Yo no les hablaba, y sin embargo profetizaban. 29 22 ¿No es mi palabra como fuego, dice Yahvé, Si han asistido a mi consejo, y como martillo que quebranta la roca? que comuniquen mis palabras a mi pueblo, 16 ss. Dios es el único que tiene derecho a hablar, y defiende celosamente ese derecho. Los falsos profetas si-mulan conocer los designios de Dios, como si asistieran a su consejo (v. 18). En realidad no anuncian más que los deseos de su corazón y lo que gusta a los oyentes. Dios les formula una maldición mortal en Deut. 18, 20; y Jesús nos previene muchas veces contra ellos, advirtiéndonos que los conoceremos por sus frutos (Mat. 7, 16). Para ello los desenmascara en el banquete del fariseo (Luc. 11, 3754) y en el gran discurso del Templo (Mat. cap. 23), y señala como su característica la hipocresía (Luc. 12, 1), esto es, que se presentarán no como revolucionarios antirreligiosos, sino como "lobos con piel de oveja" (Mat. 7, 15). Su sello será el aplauso con que serán recibidos (Luc. 6, 26), así como la persecución será el sello de los profetas verdaderos (ibíd. 22 s.). Sobre este mismo concepto, de la ortodoxia aparente e hipócrita, insisten todos los escritores inspirados del Nuevo Testamento. San Pablo dice que "mostrarán apariencia de piedad" (II Tim. 3, 5) y que si "Satanás se transforma en ángel de luz", no podemos extrañar que sus ministros se transfiguren en ministros de justicia y apóstoles de Cristo (II Cor. 11, 13-15). Cf. Ez. 13, 7 y nota. 19 s. El torbellino es imagen del juicio y castigo. Cf. S. 49, 2ss.; 75, 8ss.; 96, 2 s s . ; Is. 13, 9 s s . ; 24, 19 ss.; 66, 15; Ez. 32, 7; Joel 2, 30, etc. Al fin de los tiempos lo comprenderéis (v. 20) : Cf. 30, 24. Análoga indicación se hace a Daniel (Dan. 12, 8 ss.), lo cual debe ilustrarnos y consolarnos cuando hallamos que alguna profecía supera nuestro entendimiento. Véase 30, 24; Is. 60, 22. 22. Asistido o mi consejo: La profecía de Amos nos enseña que Dios no obra sin revelar antes sus propósitos a los profetas. No puede haber mayor atractivo que éste, para que procuremos conocerlos, con lo cual el Señor promete aquí desviarnos de nuestros errores y vicios. Por donde se ve que las profecías encierran mucho mayor santidad de lo que solemos pensar (Am. 3, 7).

25. Dios a veces se manifiesta en sueños (Gen. 28, 12; 37, 5 ss.), mas en general expresa su voluntad por otros conductos, en particular por su palabra. 28. La paja significa la falsa profecía; el triso la verdadera. 29. Es éste uno de los pasajes más elocuentes sobre el poder de la palabra de Dios, superior a toda especulación humana, y sobre la eficacia que tiene cuando se la usa rectamente. Cf. Is. 55, 11 y nota; Dan. 2, 34 y 45; Os. 6, 5; Hebr. 4, 12. Según San Crisóstomo, la palabra de Dios suple a los milagros. "La prueba es que S. Pablo, admirado por todas partes como obrador de milagros, no por eso dejó de manejar la ,palabra. Y otro del mismo sacro coro apostólico nos exhorta a que atendamos a la fuerza y a la virtud de la palabra, diciendo: «Estad apercibidos para la defensa ante cualquiera que os pidiere razón de vuestra esperanza» (I Pedro 3, 15). Y los apóstoles todos no por otro motivo encomendaron en la ocasión que sabemos (Hech. 6, 2) a Esteban y sus compañeros el cuidado de las viudas, sino para dedicarse ellos más holgadamente al ministerio de la palabra... Y como los enemigos nos atacan por todas partes y sin tregua, 'no tenemos otro remedio que fortificarnos con la palabra divina, no sólo si queremos no ser alcanzados de los dardos de nuestros enemigos, sino también disparar nosotros certeramente contra ellos. Por lo cual, grande empeño tenemos que poner para que la palabra de Cristo habite en nosotros copiosamente" (De Sacerdocio, lib. IV). Pero no olvidemos que, como dice S. Atanasio, "para el estudio de la verdadera inteligencia de las Escrituras es necesaria también una vida piadosa, un corazón puro y el ejercicio de las virtudes cristianas, 'a fin de que el espíritu por este camino, pueda alcanzar y comprender aquello que anhela, tanto cuanto es dado a la naturaleza humana alcanzar un conocimiento sobre Dios, el Logos. Sin esta rectitud de intención y sin esta imitación de la vida de los santos, nadie puede entender el lenguaje de los santos" (De Incarnat. Verbi).

JEREMÍAS 23. 30-39; 24, 1-10

'•Por eso, he aquí que estoy contra esos profetas, dice Yahvé, que se roban mutuamente mis palabras. 31 He aquí que estoy contra esos profetas, dice Yahvé, que se valen de sus lenguas^ para hablar en tono de oráculo. ^He aquí que estoy contra esos profetas que sueñan mentiras, dice Yahvé, y contándolos extravían con sus mentiras y fanfarronadas a mi pueblo. Yo no los he enviado ni les he dado orden alguna. De ninguna manera aprovechan a este pueblo, dice Yahvé. ,¡Cómo ha de hablar el profeta? Cuando te preguntare, pues, este pueblo, o un profeta, o un sacerdote, diciendo: "¿Cuál es la carga de Yahvé?" les responderás: La carga sois vosotros, y Yo os desecharé", dice Yahvé. M Y si el profeta, o el sacerdote, o el pueblo, dijere: "Carga de Yahvé", Yo castigaré a tal hombre y a su casa.

987

CAPÍTULO XXIV PARÁBOLA DE LOS DOS CANASTOS DE HIGOS, p o s -

tróme Yahvé en una visión dos canastos de higos colocados delante del Templo de Yahvé, después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había transportado cautivos de Jerusalén a Babilonia, a Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, a los principes de Judá, a los carpinteros y a los herreros. 2 Uno de los canastos tenía higos muy buenos, como los higos de primera cosecha; mas el otro canasto tenía higos muy malos, tan malos que de malos no se podían comer. 3 Y me dijo Yahvé: "¿Qué es lo que ves, Jeremías?" Respondí: "Higos; .higos buenos, muy buenos; e higos malos, tan malos, que de malos no se pueden comer."

4 Entonces llegóme la palabra de Yahvé, que decía: 5 Así dice Yahvé, el Dios de Israel: Como a estos higos^ buenos, así miraré Yo a los cautivos de Judá, a quienes para su bien he arrojado de este lugar al país de los caldeos. Pondré sobre ellos mis ojos benignamente, los haré volver a este país y los edificaré; no los destruiré, sino que los plantaré y no los desarraigaré. M 7 Así habéis de decir cada uno a su compañero, Y les daré un corazón para que me conozy cada cual a su hermano: can (y sepan) que Yo soy Yahvé. Ellos serán "¿Qué ha respondido Yahvé?" mi pueblo, y Yo seré su Dios; pues se conver"¿Qué dijo, Yahvé?" tirán a Mí de todo corazón. 36 Mas no digáis más "Carga de Yahvé", •Mas así como los higos malos no pueden pues la carga de cada cual ser comidos, de puro malos, de la misma maserá su propia palabra; nera, djee Yahvé, trataré Yo a Sedecías, rey ya que habéis pervertido de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalas palabras del Dios vivo, lén, a los que quedan< aun en este país, y a Yahvé de los ejércitos, nuestro Dios. los que habitan en la tierra de Egipto. "Así, pues, has de preguntar al profeta: 'Haré de ellos un objeto de horror, una ca"¿Qué te ha respondido Yahvé?", lamidad para todos los reinos de la tierra, "¿Qué es lo que dijo Yahvé?" vendrán a ser# el oprobio, la fábula, el ludi38 brio. la maldición en todos los lugares adonde Pero si decís: "Carga de Yahvé", los habré de arrojar. entonces, así dice Yahvé: 10 Porque decís todavía esta palabra: Y enviaré contra ellos la espada, el ham"Carga de Yahvé", bre y la peste hasta _ que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres. después de haberos Yo prohibido decir: "Carga de Yahvé", M 1. Se refiere a los acontecimientos relatados en IV Rey; por esc he aquí que os olvidaré del todo, 24, 12 ss. Carpinteros y herreros: Otra traducción: arquiy os desecharé, tectos e ingenieros. Como se ve, los vencedores de enal par que la ciudad tonces procuraban ya impedir el rearme de los-vencidos. que di a vosotros y a vuestros padres; 7. "¿Cómo se concilia esta profecía con el estado del pueblo judío? Las palabras que siguen.lo y traeré sobre vosotros oprobio sempiterno, actual dan a entender; pues el profeta anuncia' que los juignominia eterna, cuya memoria nunca se díos se convertirán a Dios de todo corazón, lo que [borrará. en parte se verificó en la nueva Iglesia de JerusaM

3¿. Llaman carga las profecías de Jeremías porque no les agradaban. Carga es también un término que usan los profetas para designar las profecías conminatorias. Véase Is. 13, 1; 14» 28; 15, 1; 17, 1; 19, 1, etc. Lo mismo que Jesús en Luc. 19, 22 y líat. 23, 4, Dios se indigna aquí contra los que, pensando .mal de su misericordia, no conciben palabras de' Dios que no sean una carga, utia amenaza o un pesado mandamiento, olvidando que toda la Sagrada Biblia es un inmenso mensaje de amor paternal (Hech. 15. 10).

lén, y acabará de cumplirse en la conversión de todos los judíos a la fe de Cristo" (Páramo). 8. Los higos buenos representan a los deportados con Jeconías a Babilonia (597); los malos, a los que quedaron en el país o se refugiaron en Egipto, pero no se convirtieron. Precisamente por eso serán rechazados mientras los que soportan con paciencia las penalidades del cautiverio agradan al Señor. Entre ellos se encuentran dos profetas: Ezequiel y Daniel. Véase 21, 99. "Acumulación elocuente de sinónimos y eco de Deut. 28, 25 y 27. Era necesario que sufriera todo el pueblo, porque todos eran culpables", (Fillion).

JEREMÍAS 25, 1-22

988 CAPÍTULO XXV

a T o d o este país será una desolación y un desierto, y esta población servirá al rey de Babilonia setenta años.

LOS SETENTA AÑOS DE CAUTIVERIO. ' H e aquí

el oráculo que Jeremías recibió acerca de todo el pueblo de Judá, el año cuarto de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá, que corresponde al año primero de Nabucodonosor, rey de Babilonia. 2 Jeremías el profeta anunciólo a todo el pueblo de Judá, y a todos los habitantes de Jerusalén, diciendo: 3 Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, durante veintitrés años, me ha sido revelada la palabra de Yahvé y yo os la he predicado sin demora; mas no habéis escuchado. 4 Yahvé se apresuró a mandaros todos sus siervos, los profetas, pero vosotros no escuchasteis, ni siquiera inclinasteis vuestros oídos para escuchar. 5 Os decía: Convertios cada uno de su mal camino y de vuestras malas obras, y habitaréis en el país que Yahvé os dio a vosotros y a vuestros padres por todos los siglos, 6 con tal que no andéis tras otros dioses para servirlos y para adorarlos, ni provoquéis mi ira con las obras de vuestras manos, de manera que Yo os tenga que castigar. 'Pero vosotros no me escuchasteis, dice Yahvé; antes provocasteis mi ira con las obras de vuestras manos, para' daño vuestro. 8 Por lo cual, así dice Yahvé de los ejércitos: Por cuanto no habéis escuchado mis palabras, 9 he aquí que enviaré a llamar a todos los pueblos del Norte, dice Yahvé, y a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y los haré venir contra este país y contra todos sus habitantes, y contra todos los pueblos circunvecinos, y los destruiré del todo, convirtiéndolos en objeto de horror, de irrisión y desolación perpetua. l0 Y haré que desaparezca de ellos la voz de gozo y la voz de alegría, el canto del esposo y el canto de la esposa, el ruido del molino y la luz del candelero.

1. El año cuarto de Joakim: el año 605 6 604. En este mismo año Jeremías recibió de Dios la orden de escribir las profecías en un libro (36, 1 s.). 4. Inclinar los oídos: He aquí la doctrina que Jesús expone en la parábola del Sembrador, mostrando que todo el que se interesa por la palabra de Dios, la entiende. "Si no entiendes, dice el Crisóstomo, es porque no amas." Cf. 7, 23. 5. Véase 35, 15; IV Rey. 17, 13. Convertios cada uno: El arrepentimiento les habría valido el perdón, así como Nínive quedó salvada cuando recurrió a la penitencia. El arrepentimiento borra los crímenes, calma la ira de Dios, transforma a los hombres, anula la maldición, abre a los pecadores el seno de Dios. Asi se expresan los grandes Doctores sobre la contrición del corazón. Cf. S. 50 y notas. 9. Nabucodonosor es llamado aquí siervo de Dios, como en v. 27, €; 43, 10, por ser ejecutor de los planes divinos. También el rey pagano Ciro recibe el nombre de Ungido (Is. 45, 1), como instrumento de Dios. Véase Ez. 29, 19 a.

CASTIGO DE LOS BABILONIOS Y OTROS ENEMIGOS 12 Pasados los setenta años tomaré cuenta al rey de Babilonia y a aquella nación, por su maldad, dice Yahvé, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desierto perpetuo. 13 Y cumpliré contra esa tierra todas mis palabras que he pronunciado contra ella, todo lo escrito en este libro, que Jeremías ha profetizado contra todas las naciones. 14 Porque también ellas serán reducidas a servidumbre por grandes naciones y poderosos reyes, yles daré el pago conforme a sus fechorías y según las obras de sus manos.

i5Pues así me dice Yahvé, el Dios de Israel: Toma de mi mano esta copa del vino de mi ira y dale de beber a todas las naciones a quienes yo te envío. 16 Beberán y tambaleando enloquecerán, a causa de la espada que Yo enviaré entre ellas. 17 Tomé pues la copa de la mano de Yahvé, y la di a beber a todas las naciones a las cuales18Yahvé me había enviado: a Jerusalén y a las ciudades de Judá. a sus reyes y a sus príncipes, para convertirlos en espantosa desolación, objeto de irrisión y maldición, como hoy se ve; 19 al Faraón, rey de Egipto, a sus servidores, a sus príncipes y a todo su pueblo; ^a toda la mezcla de pueblos, a todos los reyes de la tierra de Us; a todos los reyes de los filisteos, a Ascalón, a Gaza, a Acarón, y al resto de Azoto; 21 a Edom, a Moab y a los hijos de Ammón-, 22 a todos los reyes de Tiro, a tr dos los reyes de Sidón y a los reyes de las islas que están al otro lado del mar;

11' s. Setenta ajíos en cifra redonda. El reino neobabilónico o caldeo comenzó en 606 cuando Nabucodonosor derrotó a los asirios, y subsistió hasta el año 538 cuando los medos y persas conquistaron a Babilonia. Los setenta años del cautiverio coinciden con este espacio de tiempo, si se toma por punto de partida la primera deportación en el cuarto año de Joakim. Véase 29, 9 s.; II Par. 36, 21 y nota. 15 ss. La copa se toma aquí como imagen de la cólera del Señor. Cf. 23, 19; 49, 12; 51, 7; S. 59, 5; 74, 9; Is. 51, 17 y 22; Apoc. 16, 1 ss., etc. Jeremías ha de pasar la copa a todos los pueblos que Dios le señala, primeramente a Jerusalén (v. 18), "porque habiendo sido sus moradores más favorecidos del Señor, habían pecado más gravemente contra Él. Y aquí se echa de ver al mismo tiempo su grande misericordia y clemencia. Castiga primeramente con penas temporales a aquellos de quienes tiene mayor cuidado, para que, volviendo sobre sí, se conviertan a Él, y para acrisolarlos como el oro con el fuego de la tribulación y de las penas; y aquellos de quienes tiene menor cuidado, como son los reprobos, los castiga temporalmente con menos rigor, porque están reservados para las penas eternas*' (Scío). 20. La mezcla de pueblos. Aquí se ve que la profecía se extiende más allá de Babilonia (cf. v. 29), y significa una advertencia saludable para las naciones de todos los tiempos (vers. 31 ss.).

JEREMÍAS 25, 23-38; 28, 1-3

989

(cubrirán) la tierra de un cabo al otro; ^a Dedán y a Tema, a Buz y a todos los que24 se cortan los bordes del cabello; no serán llorados, a todos los reyes de Arabia, y a todos los ni recogidos, ni sepultados; reyes de la mezcla de gente que habita en el quedaran como estiércol sobre la faz del desierto; [campo. 25 a todos los reyes de Zimrí, a todos los re- ^Aullad, pastores, y alzad él grito; yes26 de Elam y a todos los reyes de los medos; revolcaos (en ceniza), mayorales del rebaño, a todos los reyes del norte, cercanos y porque os ha llegado el día de la matanza; lejanos, a cada uno según su turno; en fin a os dispersaré, todos los reyes del mundo que hay sobre la 35y caeréis como un vaso selecto. faz de la tierra. Y después de ellos beberá el No habrá refugio para los pastores, rey de Sesac. ni escape para los mayorales del rebaño. 36 Se oyen los gritos de los pastores, ^ e s dirás: Así dice Yahvé de los ejércitos, y los alaridos de los mayorales del rebaño; el Dios de Israel: ¡Bebed, emborrachaos y voporque Yahvé ha devastado su dehesa. mitad, y caed para no levantaros más ante la 37Desoladas están sus apacibles praderas, espada que Yo enviaré entre vosotros! a causa de la ira ardiente de Yahvé. ^Y si se negaren a topar la copa de tu ma- 38Ha salido de su tabernáculo cual leoncillo; no para bebería, les dirás: Así dice Yahvé de la tierra de ellos los ejércitos: La beberéis sin remedio. ha venido a ser un desierto, ^Pues he aquí si Yo comienzo el castigo por a causa de la espada destructora, la ciudad sobre la cual ha sido invocado mi y a causa del ardor de su ira. nombre, ¿acaso vosotros podréis pasar por inocentes? No pasaréis por inocentes, porque CAPÍTULO XXVI Yo llamo la espada contra todos los habitantes de la tierra, dice Yahvé de los ejércitos. J CONFLICTO CON LOS SACERDOTES.

A 1 principio

del reinado de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá, habló Yahvé en estos términos: M 2 Tú, pues, profetizarás contra ellos todas esAsí dice Yahvé: Ponte en el atrio de la tas palabras, y les dirás: Casa de Yahvé, y anuncia a las gentes de todas las ciudades de Judá, que vienen a adorar Ruge Yahvé, desde lo alto, en la Casa de Yahvé, todas las palabras que y desde la morada de su santidad hace oír Yo te he mandado decirles. No quites ni una ruge fuertemente sobre su Morada; [su voz; palabra. lanza gritos, como los que pisan el lagar, Quizás te escuchen y se conviertan cada contra todos los moradores de la tierra. cual de su mal camino, para que Yo me arre3I Hasta los cabos del orbe llega el estruendo, porque Yahvé entra en juicio con las naciones, 38. La espada destructora: la espada de Nabucopara juzgar a toda carne; donosor. La Vulgata trae otra lección: la ira de la paloma, que, según S. Gregorio sería la ira de Dios, para entregar a' los inicuos a la espada, quien castiga con mansedumbre y amor paternal. palabra de Yahvé. 2. En el atrio de la Casa de Yahvé; es decir, en EL JUICIO DE LAS NACIONES

el atrio exterior al que todos tenían acceso. El tiempo fué probablemente una de las grandes fiestas en que había mucha gente en la ciudad, lo cual dio más resonancia a las palabras del profeta. 3. Admiremos la paciencia del Omnipotente que desciende hasta hablar en estos términos, pues lo que Él quiere es "que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de. la verdad" (I Tim. 2.1. Los que se cortan los bordes del cabello: Otra 2, 4). Por eso exclama S. Bernardo: "|Oh, duros e traducción: los que se rapan las sienes, por ejemplo intratables hijos de Adán, a quienes no puede en1'is beduinos y árabes que llevan cerquillo. Véase 9, ternecer ni una bondad tan grande, ni una llama tan 26; Lev. 19, 27 y nota. viva, ni un amor tan ardiente!" (Serm. II de Pent.). 26. Sesac es nombre criptográfico de Babel. San El perdón que Dios ofrece a los hombres no signiJerónimo siguiendo a los rabinos explica este seudó- fica la aprobación de lo que han cometido, sin emnimo por inversión de las letras del alfabeto ("at- bargo, será tan eficaz que el pecador arrepentido basch"), que consiste en poner la última por la pri- puede subir a un grado más alto de amor, como lo mera. la penúltima por la segunda, etc. Así sale el vemos en el caso de Maria Magdalena (Luc. 7, 47 nombre de Sesac o Sesach en vez de Babel. y nota), lo cual es ya, una insuperable maravilla del 29 s. Por aqui se ve todo el alcance de esta gran- Corazón divino; pero subirá precisamente por la hudiosa profecía, que no se limita solamente a la in- millación saludable, es decir, por la detestación del vasión de Nabucodonosor. Si Yahvé castiga tan se- propio pecado. Porque Dios, como todo padre, no se veramente a su propio pueblo, ¿cómo podrán escapar fija en su propia ofensa (cf. I Cor. 13, 5), y sólo al juicio las demás naciones ?_ Se refiere, pues, en quiere que el hijo salga del estado de infelicidad que última instancia, al gran juicio al fin de los tiem- esa culpa le trae al mantenerlo alejado de la amistad pos. Cf. Apoc. 19, 11-21. Como los que pisan el la- paterna. Y salir de ese estado es aborrecer, o sea, nar: Como los pisadores de uva se animan mutua- precisamente condenar y odiar la propia culpa. Hecho mente con canciones y gritos de alegría, así los ene- eso, vemos, en el caso del Hijo Pródigo, que el Padre migos se alentarán uno a otro para cumplir con su no se cuida de la reparación (Luc. 15, 20 ss.), sino misión. Véase Is. 16. 9; 63, 3 ss. Cf. 48, 33. Su que se precipita a abrazarlo aún antes que pueda haMorada: el Templo. La Vulgata vierte: su hermo- blar, y no solamente lo perdona gratis, sino que lo sura. colma de obsequios y aun hace gran fiesta. 32

Así dice Yahvé de los ejércitos: He aquí que el mal pasará de una nación a y un gran huracán se desencadenará [otra, desde los extremos de la tierra. 33 Y los que Yahvé matare en ese día

J E R E M Í A S 26, 3-24; 27, 1

990 pienta del mal que por sus malas obras he pensado hacerles. 4 Les dirás pues: "Así dice Yahvé: Si no me escucháis observando mi ley que he puesto delante de vosotros, *y obedeciendo las palabras de mis siervos los profetas, que Yo os envío y que Yo no dejo de enviar, sin que les deis crédito, 6 haré que esta Casa sea como Silo, y esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra."

16

Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: "Este hombre no es reo de muerte; pues nos ha 17hablado en Nombre de Yahvé, Dios nuestro." Se levantaron también algunos ancianos del país y hablaron a toda la asamblea del pueblo, diciendo: 18 Miqueas de Moréset, que profetizaba en tiempo de Ezequías, rey de judá, habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: "Así dice Yahvé de los ejércitos: Sión será arada como un campo, y Jerusalén vendrá a ser un montón de escombros, y la colina del Templo un monte selvoso." 19 ¿Fué acaso matado por Ezequías, rey de Juda, y por todo Judá? ¿No temió (el rey) a Yahvé. y suplicó a Yahvé?, y Yahvé se arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos. ¡Y nosotros vamos a cometer un mal tan grande contra nosotros mismos!

'Ahora bien, oyeron los sacerdotes r y los profetas y todo el pueblo cómo Jeremías decía estas palabras en la Casa de Yahvé; *y_sucedió que al acabar Jeremías de anunciar "todo lo que Yahvé le había mandado decir a todo el pueblo, prendiéronle los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, diciendo: "¡Morirás sin remedio!" 9 ¿Cómo profetizas en nombre de Yahvé, diciendo: "Como Silo será esta Casa, y esta ^Hubo también otro varón que profetizaba ciudad quedará destruida de modo que nadie en nombre de Yahvé: Urías, hijo de Semala habite"? Y reunióse todo el pueblo contra ya, de Kiryatyearim; el cual profetizó contra Jeremías en la Casa de Yahvé. esta ciudad y contra este país todo lo que ha dicho Jeremías. 21 10 Los PRÍNCIPES SALVAN A JEREMÍAS. Cuando Y cuando el rey Joakim y todos sus ofilo supieron los príncipes de Judá, subieron ciales y todos los príncipes se enteraron de de la casa del rey r la Casa de Yahvé, y se sus palabras, el rey quiso darle muerte;, mas sentaron a la entrada de la puerta Nueva lo supo Urías, y por temor huyó, marchando de (la Casa de) Yahvé. a Eeipto. 22 "Entonces los sacerdotes y los profetas haEntonces el rey Joakim envió hombres blaron a los príncipes y a todo el pueblo, a Egipto: a Elnatán, hijo de Acbor, y con diciendo: "Este hombre es reo de muerte, él algunos otros (que le acompañaron) a porque ha profetizado contra esta ciudad, co- Egipto. 2 mo habéis oído con vuestros propios oídos." 3Éstos sacaron a Urías de Egipto, y le condujeron al rey Joakim, el cual le mató a espa12 Jeremías respondió a todos los príncipes da y arrojó su cuerpo a la fosa de la gente y a_ todo el pueblo: "Es Yahvé quien me ha común. enviado para profetizar contra esta Casa y 24 contra esta ciudad todas las cosas que acabáis En realidad fué la mano de Ahicamt hijo de oír. de Safan, la que sostuvo a Jeremías a fin de 13 Enmendad, pues, ahora vuestra conducta y evitar que le entregasen en poder del pueblo vuestras obras, y escuchad la voz de Yahvé, para darle muerte. vuestro Dios, y Yahvé se arrepentirá del mal que ha profetizado contra vosotros. 14 En cuanto a mí, he aquí que estoy en CAPÍTULO XXVII vuestras irianos; haced conmigo lo que os parezca recto y justo. EL YUGO SIMBÓLICO. J A1 principio del reinado 15 Pero tened por cierto que, si me matáis, de Joakim, hijo de Josías, rey* de Judá, retraeréis sangre inocente sobre vosotros, sobre cibió Jeremías este oráculo de Yahvé: esta ciudad, y "sobre sus habitantes; pues en verdad Yahvé me ha enviado a vosotros para in18. Trátase del profeta Miqueas, cuyo libro está timar a vuestros oídos todas estas palabras." en la colección de los Profetas (Menores. Véase Miq. 6. En Silo estaba el Arca de la Alianza en tiempo de los Jueces. A1H vivió Helí, y en sus primeros años también Samuel. Destruiré a Jerusalén así como he destruido a Silo, de modo que la ruina de la ciudad santa servirá de parábola o ejemplo de maldi-" ción. Véase 7, 12; I Rey. 1, 3; S. 77, 60 y notas. 8. Tal es la respuesta a la misericordia manifestada en el vers. 3. Jeremías se muestra una vez más como figura de Cristo (véase Juan 19, 6 y 15). Cf. 11. 19; 18, 18; 15, 10 y notas. 12 ss. Jeremías, lejos de defenderse, les da una prueba suprema de caridad, insistiendo en su divino mensaje de salvación. No se deja vencer por el mal (Rom. 12, 21), sino que ofrece en un acto de incomparable mansedumbre la vida a sus enemigos.

3, 12. 20. De Urías no nos han quedado escritos. Lo único que de él sabemos es que murió mártir por haber dicho la verdad. Véase lo que dice Jesús en I.; 29, 14; 30, 3; 31, 3-8, etc.

29

En aquellos días no se dirá más: "Los padres comieron agraces, y los hijos sufren la dentera." 30 Cada uno morirá por su propia maldad; y sólo aquel que coma agraces sufrirá la dentera. LA NUEVA ALIANZA CON ISRAEL 31

He aquí que vienen días, dice Yahvé, en que haré una nueva alianza con la casa de Israel, y con la casa de Judá; 32 no como la alianza que hice con sus padres 23. En los vers. precedentes Dios se dirigía a todas las tribus de Israel; en los vers. 23-25 habla solamente a Judá, La nueva Jerusalén se llama Morada de la justicia, y Monte santo, por ser morada del Mesías. Véase S. 64, 2 y nota. 25. Véase las palabras de Jesús en el Sermón de la Montaña (Mat. 5, 6 ) . 28. Para edificar y plantar: Isaías (60, 22) dice que esto se hará *en un instante cuando llegare su tiempo. "Desde entonces los judíos serán tan bendecidos cuanto habían sido antes castigados** (Fillion). 29. Locución proverbial, que quiere decir: los hijos son castigados por los pecados de los padres (£z. 18, 2 ss.: cf. Ex. 20, 5 y nota). Cada uno llevará en adelante la pena de su propio pecado. 31 ss. Haré una nueva aliansa con la casa de Israel y con la casa de Judá: "Estos versículos forman el más hermoso pasaje de todo el libro" (BoverCantera). San Pablo renueva a los hebreos esta promesa de una nueva alianza en dos notables citas textuales (Hebr. 8, 8 ss. y 10, Í6 s.). Cf. I«. 59, 20 s.; Rom. 11, 25 ss. Según el Apóstol de los' gentiles la reprobación de Israel fué ocasión de nuestra admisión al Reino; mas una vez obtenido el perdón, el pueblo judío entrará de nuevo en la posesión de las promesas y formará parte del Reino de Cristo, como se ve en el pasaje citado. Cf, 32, 40, donde Dios promete a su pueblo "una alianza eterna".

J E R E M Í A S 31, 32-40; 32, 1-7

998

cuando los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Ellos quebrantaron esa alianza, y Yo les hice sentir mi mano, dice Yahvé. 33

38

He aquí que vienen días, dice Yahvé, en que la ciudad será edificada para Yahvé desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Ángulo; 39 y la cuerda de medir seguirá en línea recta hasta la colina de Gareb, dando vuelta después hacia Goá. W Y todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todos los campos hasta el torrente Cedrón, y hasta la esquina de la puerta de los Caballos, al oriente, serán consagrados a Yahvé; no serán arrancados ni destruidos jamás.

Ésta será la alianza que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Yahvé: "Pondré mi ley en sus entrañas, y la escribiré en sus corazones; y Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 34 Y ne tendrán ya que enseñar cada cual a su compañero y cada cual a su hermano, C A P Í T U L O XXXII diciendo: "¡Conoced a Yahvé!" porque todos ellos me conocerán, L A COMPRA DEL CAMPO EN ANATOT. p a l a b r a desde el menor hasta el mayor, dice Yahvé; de Yahvé que fué dirigida a Jeremías el año porque perdonaré su iniquidad, décimo de Sedéelas, rey de Judá, que corresy no me acordaré más de sus pecados." ponde al año décimooctavo de Nabucodo35 Así dice Yahvé, nosor. 2 el que ha establecido el sol A la sazón el ejército del rey de Babilonia para alumbrar el día, tenía cercada a Jerusalén, y el profeta Jerey leyes a la luna y a las estrellas mías estaba encerrado en el patio de la cárcel para que alumbren de noche; que había en el palacio del rey de Judá. 3 el que alborota el mar, Le había encerrado Sedecías, rey de Judá, de modo que bramen sus olas, diciendo: ¿Cómo es que tú profetizas esto?: Yahvé de los ejércitos es su N o m b r e . "Así dice Yahvé: H e aquí que voy a entregar ,6 Si cesan estas leyes ante Mí, dice Yahvé, esta ciudad en manos del rey de Babilonia, entonces también el linaje de Israel que se apoderará de ella; 4 para siempre cesará y Sedecías, rey de Judá, n o escapará de las de ser nación delante de Mí. manos de los caldeos, sino que caerá sin re37 medio en poder del rey de Babilonia; y haAsí dice Yahvé: blará con él boca a boca, y sus ojos verán Si pueden medirse los cielos arriba, los ojos de él; y escudriñarse los cimientos 5 y llevará a Sedecías a Babilonia; y allí se de la tierra abajo, quedará hasta que Yo le visite, dice Yahvé; también Yo desecharé pues aunque hagáis guerra contra los caldeos, a toda la raza de Israel, no tendréis éxito." por todo lo que han hecho, dice Yahvé. 6 Y dijo Jeremías: Llegóme la palabra de 33. Pondré mi ley en sus entrañas: Fray Luis de que decía: León parafrasea este hermose pasaje, diciendo: "No Yahvé, 7 será menester que loe ahora yo lo que ello se loa; ! H e aquí que Hanameel. hijo de tu tío Senia me será necesario que refiera los bienes y las ven- I llum, vendrá a decirte: "Cómprate mi campo tajas grandes de aquesta gobernación, adonde guia el amor y no fuerza el temor; adonde lo que se manda que está en Anatot; porque a ti te corresse ama, y lo que se hace se desea hacer; adunde no ¡ ponde adquirirlo por ser el pariente más cerse obra sino lo que da gusto, ni se gusta sino de lo cano."

que es bueno; adonde el querer el bien y el entender son conformes; adonde para que la voluntad ame lo justo, en cierta manera no tiene necesidad que el entendimiento se lo diga y declare" (Nombres de Cristo). 34. Cf. Is. 54, 13. No tendrá» ya que ensebar: La jerarquía enseñante de la Iglesia ha sido establecida por Cristo en persona y no se podría sin extremada violencia aceptar con respecto a ella una interpretación de este pasaje que implicaría, por una parte, suprimir el magisterio eclesiástico, como pretenden los partidarios del libre examen; y por otra parte, afirmar que ahora todos conocen al Señor, sin necesidad de enseñanza alguna. Esto sería, ademas, contradictorio con todas las instrucciones que los Sumos Pontífices han impartido a través de los siglos para la evangelizad ón de los pueblos, y también con el contexto, pues el vers. 31 habla de Israel y de Judá (cf. 30, 3) y todo el capítulo contiene alusiones al pueblo judío que de una u otra manera participará de las bendiciones del conocimiento de Dios. 35 ss. Se refiere a la duración perpetua de la nueva alianza con Dios y encierra un profundo sentido mesiánico.

38 ss. La nueva Jerusalén no será mucho más grande que la destruida por Nabucodonosor, pero si más santa. La torre de Hananeel,. mencionada también en Neh. 3, 1; 12, 38; Zac. 14, 10 estaba en la parte nordeste de la muralla; la puerta del Ángulo, en la parte occidental. Gareb y Goá (Vulgata: Goata) (v. 39) son lugares desconocidos. Bl valle de los cadáveres y de las cenizas (v. 40): el valle de Hinnom, al sur de la ciudad; el Cedrón, al este de la misma. Fillion distingue en esta descripción entre figura y realidad: "la figura es la Jerusalén material; la realidad es la Iglesia de Cristo, centro perpetuo de la Nueva Alianza". 1. Esto es, en el último año de su reinado, cuando la ciudad estaba sitiada por las tropas de Nabucodonosor (588-587). Véase 39, 1-18; IV Key. 25, 1 y notas. 7. Anatot estaba ya en poder de los caldeos. El hecho de que Jeremías compre allí por mandato de Dios un campo, ha de tomarse como acto simbólico, para indicar que la vida normal pronto se restablecerá. Sobre la obligación de vender los campos sólo a los parientes, véase Lev. 25, 24 ss.; Rut 4, 6.

JEREMÍAS 32, 8-33

999

8

En efecto, conforme a la palabra de Yahvé, Hanameel, hijo de mi tío, vino a verme en el patio de la cárcel, y me dijo; "Cómprame el campo que está en Anatot, en la tierra de Benjamín; porque te corresponde por derecho de herencia y es tuyo pues eres el pariente más cercano; cómpratelo." Entonces conocí que era palabra de Yahvé. •Compré, pues, a Hanameel, hijo de mi tío el campo situado en Anatot, y le pesé el dinero: diez y siete siclos de plata. 10 Hice escritura y puse sello, tomé testigos y pesé el dinero en la balanza. "Después tomé la escritura de compra, la sellada según ley y costumbre, y la (otra) que no llevaba sello, 12 y di la escritura de compra a Baruc. hiio de Nenas, hijo de Maasías, en presencia de Hanameel, (hijo de) mi tío, y en presencia de los testigos que habían firmado el contrato de compra, y en presencia de los judíos que estaban sentados en el patio de la cárcel. 13 Y en presencia de ellos di a Baruc esta orden: H Así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: "Toma esta9 escrituras: la escritura de compra que lleva sello, y la otra escritura que no lleva sello, y colócalas en un tubo de barro, para (¡oe se conserven muchos días." ''Porque asi dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: "Todavía se; comprarán casas y campos y viñas en esta tierra."

ORACIÓN DE JEREMÍAS.

ls

Después de entregar

el contrato de compra a Baruc, hijo de Nerías, dirigí a Yahvé esta oración: 17 ¡Ay, Señor Yahvé! Tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; no hay cosa que sea imposible para Ti. 18 Tú usas de misericordia en mil (generaciones) y castigas la iniquidad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos. Tú eres el Dios grande, el Fuerte, cuyo nombre es Yahvé de ios ejércitos, 19 el Grande en consejo, y el Poderoso en obras, cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de Adán, para retribuir a cada uno según su conducta y según merecen sus obras. ' T ú hiciste prodigios y milagros en la tierra de Egipto (y los haces) hasta el día de hoy, tanto en Israel como entre (otros) hom11. Los contratos solían hacerse en duplicado, a saber: en dos rollos, uno de los cuales se sellaba por afuera y se guardaba como matriz en una vasija de barro, mientras el otro estaba abierto (v. 14) y servía para consultas. El primero sólo se abría ante los escribanos y únicamente cuando se daba un caso de duda o un pleito. 17. El profeta no comprende cómo se podría com. prar casas y campos en territorio ocupado por el ene. migo. Por eso pide a Dios le explique lo extraño del oráculo, recordándole los prodigios que £1 hizo para con el pueblo de Israel (v. 17-25). 18. Tú usas de misericordia: Cf. 31, 20 y 29; Ex. 20, 5; 34, 7; Deut. 5, 9 s.; Ez. 18, 2 ss. y notas.

bres; y te has creado un nombre, como se ve al presente. 21 Sacaste a Israel, tu pueblo, de la tierra de Egipto, con prodigios y milagros, con mano poderosa y brazo extendido, y en medio de un espanto inmenso. ^Y les diste esta tierra que con juramento prometiste a sus padres, tierra que mana leche y miel. 23 Pero ellos, cuando entraron y la tomaron en posesión, no escucharon tu voz ni obraron según tu Ley; y nada hicieron de cuanto les mandaste que hiciesen, por lo cual descargaste sobre ellos todo este mal. ^ H e aquí que los baluartes (enemigos) llegan ya hasta la ciudad para tomarla, y la ciudad está a punto de ser entregada en manos de los caldeos que la combaten con la espada, el hambre y la peste; y lo que has anunciado se ha realizado ya, como Tú mismo lo ves. M Y con todo me dices, oh Señor Yahvé: "Cómprate el campo por dinero y toma testigos", en tanto que la ciudad está por caer en manos de los caldeos. RESPUESTA DE DIOS.

2s

Entonces Jeremías re-

cibió esta respuesta de Yahvé: ^Mira, Yo soy Yahvé, el Dios de toda carne:M ¿hay acaso algo imposible para Mí? Por esto, así dice Yahvé: He aquí quevoy a entregar esta ciudad en poder de los caldeos, y en poder de Nabucodonosor, rey de29 Babilonia, el cual la tomará. Los caldeos que combaten esta ciudad, entrarán en ella; pegarán fuego a esta ciudad y la quemarán, junto con las casas en cuyos terrados se quemaba incienso a Baal, y se derramaban libaciones a otros dioses para provocar mi ira. ''•Pues los hijos de Israel y los hijos de Judá obran solamente lo malo ante mis ojos, desde su mocedad; de veras, los hijos de Israel nohacen más que irritarme con las obras de sus manos, dice Yahvé. 31 Porque desde el día de su fundación hasta hoy. esta ciudad ha sido para Mí objeto de ira y de indignación; por eso la hago desaparecer de32delante de mi vista, a causa de todas las maldades que los hijos de Israel y los hijos de Judá cometieron para irritarme, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén. 33 Me han vuelto la espalda y no la cara; y aunque Yo los instruía sin cesar, no quería» recibir la instrucción. 26 ss. Dios contesta la pregunta de Jeremías, anunciándole la destrucción de la ciudad y explicándole el significado de la compra del campo como un anuncio de la liberación de Jerusalén (v. 36 ss.). ¿Hoy acaso algo imposible para Mi? Nos llena de gozo y aviva nuestra fe, el pensar que nuestro auxiliador y nuestro padre es el poderoso Señor que hizo el cielo y la tierra (S. 123, 8) y para el cual nada es imposible (S. 22 y notas; Job 42, 2; Zac: 8, 6; iMat. 14,. 36; 16, 26; Luc. 1, 37; Gen. 18, 14).

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JEREMÍAS 32, 34-44; 33, 1-9

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Colocaron sus ídolos en la Casa sobre la CAPÍTULO XXXIII cual ha sido invocado mi Nombre, para contaminarla; NUEVA PROSPERIDAD DEL PAÍS '"y edificaron los lugares altos de Baal que están en el valle del hijo de Hinnom, para 'Estaba Jeremías todavía preso en el patio de pasar (por el fuego) a sus hijos e hijas en hocárcel, cuando le llegó por segunda vez la nor de Moloc; cosa que Yo no les mandé, ni la me pasó por el pensamiento que hiciesen tal palabra de Yahvé, y le dijo: 2 abominación para inducir a Judá a pecado. Así dice Yahvé, el que hace (todo) esto, Yahvé, el que lo dispone RESTAURACIÓN DEL PUEBLO. 36Sin embargo, asi y le da el cumplimiento. dice Yahvé, el Dios de Israel, respecto de esta Yahvé es su Nombre. ciudad, de la cual vosotros decís que está por 3Clama a Mí, y te responderé, caer en manos del rey de Babilonia, a fuerza y te mostraré cosas grandes y ocultas de37la espada, del hambre y de la peste: que tú no conoces. He aquí que Yo los congregaré de todos los países adonde los he arrojado en mi ira y 4Porque así dice Yahvé, el Dios de Israel, en mi furor, y en grande indignación; y los acerca de las casas de esta ciudad, restituiré a este lugar, para que habiten allí y acerca de las casas de los reyes de Judá en38seguridad. derribadas (para hacer fortificaciones) Y serán mi pueblo, y Yo seré su Dios. contra los terraplenes y contra la espada, M Y les daré un mismo corazón y un solo *y acerca de los que van a luchar camino, a fin de que me teman- siempre, y contra los caldeos, les vaya bien a ellos y a sus hijos después de para llenar aquellas (casas) ellos. de cadáveres de hombres, **Y haré con ellos una alianza eterna, según que Yo herí en mi ira y en mi indignación, la cual no me apartaré más de ellos, ni dejaré porque he apartado mi rostro de esta ciudad de hacerles bien, sino que infundiré mi temor a causa de todas sus maldades: en41su corazón, para que no se aparten de Mí. 6 Y mi gozo consistirá en hacerles bien, y He aquí que Yo les cicatrizaré la llaga, los plantare firmemente en este país con todo les daré salud y los sanaré mi corazón y toda mi alma. y les manifestaré la abundancia de paz y seguridad. J o r q u e así dice Yahvé: De la manera que W haré que vuelvan los cautivos de Judá, he traído sobre este pueblo todo este gran mal, y los cautivos de Israel, así traeré sobre ellos todo el bien que les he y los restableceré como al principio. 8 anunciado. Y los limpiaré de todas sus maldades tó Y se comprarán campos en esta tierra de que han cometido contra Mí; la cual vosotros decís que es un desierto sin y les perdonaré todas las iniquidades, hombres y bestias, entregado en manos de los con que me han ofendido caldeos. y hecho rebelión contra Mí; ••Se comprarán campos por dinero, se escri- *y (Jerusalén) será para Mí un nombre de birán contratos, se imprimirá en ellos el sello, la alabanza y gloria (mía) [gozo, y no faltarán testigos, en el territorio de Ben- entre todas las naciones de la tierra; jamín y en los alrededores de Jerusalén, en pues sabrán todo el bien que Yo les haré, las ciudades de Judá y en las ciudades de la y quedarán llenos de temor y asombro Montaña, en las ciudades de la Sefelá, y en las a la vista de todo el bien ciudades del Négueb; porque Yo trocaré su y de toda la prosperidad que Yo les concederé. cautiverio —oráculo de Yahvé. 34 s. Alusión a la idolatría practicada por algunos reyes en el Templo y a la inmolación de niños en el valle del Hinnom. Véase 2, 23 y nota; 7, 31; Lev. 18, 21; 20. 2; IV Rey. 16, 3 ; 21, 4; etc. 36 ss. "Para Dios nada hay imposible. La ciudad será entregada a los caldeos, para satisfacer la justa cólera de Dios; pero luego el Señor reunirá a los deportados y hará con ellos una alianza eterna, que no será anulada. Las promesas de Dios, dice luego San Pablo, son sin arrepentimiento (Rom. 11, 29). Tiene palabra de rey, no se vuelve atrás. La infidelidad del pueblo no sorprende al que es omnisciente" (Nácar-Colunga). Les daré un mismo corazón: "La más perfecta unión interna y externa reinará entre los -miembros de la nación santa, en lugar del cisma que la había dividido y debilitado durante tan largo tiempo" (Fillion). Alianza eterna (v. 40); Véase 31. 31 ss. y nota. Ni dejaré de hacerles bien: Véase 5, 1; 29, 11; Is. 49. 15 s. 44. La Sefelá: región costera entre Jafa y Gaza. Négueb: parte meridional de Palestina.

1. Dios consuela a su fiel profeta que se halla preso en la cárcel, renovándole las promesas de restauración y asegurándole la futura venida de un Vastago justo (v. 15). i. Cosas grandes y ocultas: La Vulgata dice: cosas grandes y ciertas. Serán las que han de cumplirse en el restablecimiento de Jerusalén, y más todavía en el reino mesiánico. De estas cosas recónditas habla S. Pabló en Ef. 3, 3 ss. y las llama "el misterio de Cristo", que estaba "escondido desde todos los siglos en Dios, Creador de todas las cosas" (ibíd. v. 9). 8. Les perdonaré: Dios está lleno de misericordia, no acaba del todo con el pecador (S. 77, 38) sino que le da ocasión para arrepentirse. Si Él que es el supremo Señor nos perdona y en cierto modo toma nuestra defensa, ¿quién podrá condenarnos? Por lo cual exclama S. Pablo: Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación ( I I Cor. 1, 3). 9. Es lo que expresa el Salmo lO'.-vers. 16. con referencia a la vocación de Israel entre las naciones.

JEREMÍAS 33, 10-26 10

tampoco les faltará un varón Así dice Yahvé: que delante de Mí Todavía se oirá en este lugar, del cual decís: ofrezca los holocaustos, "Es un desierto sin hombres y sin bestias", y queme las ofrendas sí, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, y presente sacrificios todos los días. desoladas, sin hombres, sin habitantes, sin bestias, ESTABILIDAD DE LAS PROMESAS n (se oirá) la voz de júbilo y la voz de alegría, 19 Y llegó la palabra de Yahvé a Jeremías en la voz del esposo y- la voz de la esposa, estos términos: la voz de gentes que dicen: 20 Así dice Yahvé: "Alabad a Yahvé de los ejércitos; porque Yahvé es bueno, Si podéis romper mi pacto con el día porque es eterna su misericordia", y mi pacto con la noche, (la voz) de los que traen ofrendas de modo que no haya día y noche a la Casa de Yahvé; a su tiempo, 21 porque Yo restituiré entonces será roto también mi pacto a los desterrados de este país, con David, mi siervo, a su primer estado, dice Yahvé. de modo que no le nazca hijo 12 que reine sobre su trono; Así dice Yahvé de los ejércitos: [tias, y (mi pacto) con los levitas sacerdotes, En este lugar desolado, sin hombres y sin besministros míos. y en todas sus ciudades, habrá todavía apriscos donde los pastores harán sestear los rebaños. ^Así como no puede contarse 13 la milicia celestial, En las ciudades de la Montaña, ni medirse la arena del mar; como en las ciudades de la Sefelá, así multiplicaré en las ciudades del Négueb, a los descendientes de David, mi siervo, como en la tierra de Benjamín, y a los levitas, mis ministros. en los alrededores de Jerusalén, como en las ciudades de Judá, 23 Y llegó a Jeremías esta palabra de Yahvé: asarán aún las ovejas 2 *;No ves lo que dice este pueblo: ajo la mano del que los cuenta, dice YahvéYahvé ha desechado a las dos familias que había escogido"? RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS MESIANICAS Y así desprecian a mi pueblo, 14 que a sus ojos ya no es pueblo. He aquí que vienen días, dice Yahvé, ^Ésto dice Yahvé: en que cumpliré aquella buena palabra Si no he establecido Yo mi pacto que di a la casa de Israel y a la casa de Judá. ls con el día y con la noche, En aquellos días y en ese tiempo si no he fijado las leyes suscitaré a David un Vastago justo del cielo y de la tierra, que hará derecho y justicia en la tierra. 28 a, entonces sí, desecharé el linaje de Jacob En aquellos días Judá será salvo, y de David, mi siervo; y Jerusalén habitará en paz, y no tomaré de su descendencia reyes y será llamada: "Yahvé, justicia nuestra". para la raza de Abrahán, de Isaac y de Jacob. "Porque así dice Yahvé: Porque haré volver a sus cautivos Nunca faltará a David un descendiente y tendré de ellos misericordia. que se siente sobre el trono de la casa de I8 y a los sacerdotes levitas [Israel; 20 s. Así como el día y la noche se suceden el uno a la otra, así se cumplirán las promesas res" 11. A su primer estado: a la felicidad y prospe- pecto al Hijo de David y su reino. Véase sobre esta ridad que reinaba en la época más gloriosa de la promesa II Rey. 7, 12 ss. Cf. 31, 35-37. historia de Israel. Véase 7, 34; 16, 9. 24. I^as dos familias son la familia real de David 13. Como el pastor se pone a la entrada del redil y y la sacerdotal de Aarón; cuenta una por una sus ovejas para ver si falta algu26. Tendré de ellos misericordia: Aquí, como en na, así tiene Dios cuidado de cada uno de los hijos de muchos otros lugares, puede sorprender que el Sesu pueblo. Véase lo que se dice del Buen Pastor en ñor anticipe al culpable la seguridad de que será el Nuevo Testamento (Juan 10, 14; 17, 12; 18, 9). perdonado. No parece esto buena pedagogía, y di15 ss. Todos estos versículos son netamente me- ríamos que puede estimular al pecado. ¿Queremos siánicos, £1 Mesías se llama aquí Vastago justo acaso darle lecciones a Dios? Para evitar esta ten(Vulgata: pimpollo de justicia) porque su reino es tación véase (con sus notas) el cap. 16 de Ezequiel, un reino de justicia (véase 23, 3-5; Is. 11, 5; Luc. y especialmente Os. 11, 8 s., donde el mismo Se1, 75). Hay aquí un gran misterio. El Mesías Rey ñor nos humilla saludablemente recordándonos, con tan esplendorosamente anunciado en este y otros majestad divina, que Él "no es un hombre", o sea pasajes como gloria de Israel, fué para ella piedra que en vano pretenderemos alcanzar con nuestro de tropiezo, como lo expresa- S. Pablo en Rom. 9, menguado juicio el abismo de un amor y de una 33, recordando a Is. 8, 14. Véase Is. 35, 5 y nota; bondad que contrasta con la iniquidad de nuestra caída naturaleza. Notemos desde luego, que Él nunEz. 44, 5-16. no castigará, sino muy al contrario, 18. Un varán que delante de MI ofrerea tos ho- ca dice aquemenudo con la venganza más terrible de locaustos^ "Estas promesas se refieren no al sacer- amenaza su amor ofendido. Pero anticipa la noticia del perdocio judío, hace tiempo extinguido, sino al eterno de dón como un desahogo • de tu Corazón Jesucristo, ejercido por sí y sus ministros" (Bover- amante. Jesús .había de irresistible darnos la plena revelación Cantera). Cf. Hebr. caps. 7-9.

J E R E M Í A S 34, 1-17

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CAPÍTULO XXXIV CASTIGO DE SEDECÍAS Y DEL PUEBLO INFIEL.

Pa-

labra de Yahvé que fué dirigida a Jeremías, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército, y todos los reinos de la tierra sometidos a su dominio, y todos los pueblos, hacían guerra contra Jerusalén y contra todas sus ciudades. 2 Así dice Yahvé, el Dios de Israel: "Ve y habla a Sedecías, rey de Judá, y dile: Esto declara Yahvé: He aquí que voy a entregar esta ciudad en poder del rey de Babilonia, el cual le 3pegará fuego. Y tú no escaparás de sus manos, sino que infaliblemente serás tomado preso y entregado en su mano; y tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y él te hablará boca a boca. A Babilonia irás." 4 Pero escucha la palabra de Yahvé, oh Sedecías, rey de Judá. Así dice Yahvé respecto de ti: "No morirás a espada; 'morirás en paz; y como se quemaron perfumes en honor de tus padres, los reyes anteriores que te precedieron, así los quemarán pafa ti, y te harán lamentaciones, diciendo: «¡Ay, señor!» Porque Yo he decretado esto, dice Yahvé." ^ 1 profeta Jeremías dijo todas estas palabras a Sedecías, rey de Judá, en Jerusalén. 'Entretanto el ejército del rey de Babilonia atacaba a Jerusalén y todas las ciudades de Judá que habían quedado: a Laquís y a Asecáj porque de las ciudades fortificadas de Judá habían quedado solamente éstas. FALTA DE JUSTICIA Y MISERICORDIA.

'Palabra

de Yahvé que recibió Jeremías después que el rey Sedecías hizo un pacto con todo el pueblo que había en Jerusalén, proclamando entre ellos libertad,

9 de tal manera que cada uno dejara ir libre a su esclavo hebreo y a su esclava hebrea, sin que nadie retuviera como esclavo a un judío, hermano suyo. 10 En efecto, todos los príncipes y todo _ el pueblo, que habían aceptado el pacto de dejar ir libre cada uno a su esclavo y a su esclava, consintieron en no retenerlos más como esclavos. Obedecieron, pues, y los dejaron ir. n Pero después se arrepintieron y reclamaron de nuevo a los esclavos y a las esclavas que habían emancipado y los redujeron (otra vez) a servidumbre como esclavos y esclavas. 12 Entonces llegó a Jeremías esta palabra de Yahvé: 13 Así dice Yahvé; el Dios de Israel: Yo hice un pacto con vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la 14servidumbre, y dije: A1 cabo de siete años, cada uno de vosotros dará libertad a su hermano hebreo que le haya sido vendido; seis años te servirá, y luego le dejarás ir libre de tu casa. Mas vuestros padres no me obedecieron ni prestaron su oído. 15 Vosotros hoy os habéis convertido y habéis hecho lo recto a mis ojos, proclamando cada uno la libertad de su prójimo, y habéis hecho un pacto delante de Mí en la Casa sobre la cual ha sido invocado mi Nombre. 16 Pero os habéis vuelto atrás y habéis profanado mi nombre, reclamando cada cual a su esclavo y a su esclava que habíais dejado libres según su voluntad, y los habéis forzado a ser (otra vez) esclavos y esclavas. 17 Por eso, así dice Yahvé: Porque vosotros no me habéis escuchado y no habéis proclamado cada uno la libertad de su hermano y

9. Según la Ley, los esclavos hebreos ganaban la libertad en el séptimo año (Ex. 21, 2 ss.; Deut. 15, 12 ss.). Como se ve, no habían cumplido con este precepto, por lo cual aquí prometen hacerlo, de este misterio al decirnos que su Padre "y nues- en forma de un voto. tro Padre" (Juan 20, 17) "es bueno con los des11. Se arrepintieran, es decir, quebrantaron el agradecidos y malos" (Luc. 6, 35). Con semejante pacto que habían hecho delante de Yahvé en el noticia, fácil es ver, en esta anticipada promesa Templo (v. 15). Lo anularon porque la situación de perdón, una característica del corazón paterno, política había cambiado con la llegada de un ejérmuy bien observada por Santo Tomás, y es que cito auxiliar de Egipto que por un tiempo ocuparía Él "no hace esa misericordia sino a causa de su a los caldeos. Tal es la fragilidad humana. Por amor". Porque teme que el alma, dudando del per- eso confiesa S. Agustín, dirigiéndose a Dios: "Si dón como Judas, como Caín caiga en la desespera- hieres, clamamos que perdones; si perdonas, de ción, que es lo peor de todo, porque es lo único nuevo te provocamos a que hieras." Pero más que irreparable. De ahí la inefable palabra de Jesús en fragilidad era esta conducta endurecimiento del coJuan 6, 37: "Al que venga a ¡Mí no lo echaré fuera razón (cf. 19, 15), que trae consigo el más terrible ciertamente." Y además, sabe ese Padre que su de los castigos: la impenitencia, el rechazo de la exceso de bondad transformará al fin muchos cora- gracia. De ahí que Dios no pudiera retener el brazo zones, porque, como también observó el Angélico, de su Justicia. "nada es tan eficaz para mover al amor, como la Éleuir entre la espada, la peste y el hambre conciencia que se tiene de ser amado" (véase I es 17. también ejercicio de la libertad. Dios lo dice con Juan 4, 16 y nota). En la misma ingrata Israel sarcasmo, porque siempre »e gloriaban de la liberveremos este fruto cuando ella vuelva a su Dios y (cf. Juan 8, 33), que en realidad casi nunca cuando "lloren, como se llora a un hijo único", por tad poseían, y si la tenían no sabían aprovecharla. "Aquel a quien traspasaron", según nos lo dice I Cuan terrible es u t a libertad en que Dios los deja San Juan (19, 37) citando a Zac. 12, 10. aquí, para que se aparten de Él y caigan en las 5. En pasr: de -muerte natural. El rey Sedecías peores calamidades! No hay prueba mayor que la murió, efectivamente, en el cautiverio de Babilonia. de no ser probado (S. Aüustín). Véase S. 80, 13, Véase 52, 11; Ez. 12, 13. Quemarán por ti. No se donde Dios dice: "Por eso los entregué a la dureza trata, pues, de la quema del cadáver, sino de los de su corazón:_ para que caminaran según sus apeperfumes que se encendían con motivo del entierro. titos." Un objeto de horror, etc.: Nácar-Colunga vierte: el vejamen de todos los reinos de la tierra. Véase II Par. 16, 14.

JEREMÍAS 34, 17-22; 35, 1-14

cada uno la libertad de su prójimo, he aquí que Yo anuncio a vosotros la libertad, dice Yahvé, (de elegir) entre la espada, la peste y el hambre, y haré de vosotros un objeto de horror entre todos los reinos de la tierra. 18 Y a los hombres que han violado mi pacto y no han cumplido las palabras del pacto que hicieron ante Mí, los haré semejantes al becerro que cortaron en dos partes para pasar por medio de ellas; 19 (a saber) a los príncipes de Judá y a los príncipes de Jerusalen, a los eunucos, y a los sacerdotes, y a todo el pueblo del país, que pasaron por entre los trozos del becerro. soLos entregaré en poder de sus enemigos, y en poder de los que atentan contra su vida; y sus cadáveres servirán de pasto a las aves del21 cielo y a las bestias de la tierra. También a Sedecías, rey de Judá, y a sus príncipes los entregaré en poder de sus enemigos, en poder de los que quieren quitarles la vida, en poder del ejercito del rey de Babilonia, que se ha retirado de vosotros. a H e aquí que doy orden, dice Yahvé, y los volveré a traer contra esta ciudad; la combatirán, la tomarán y la entregarán a las llamas; y de las ciudades de Judá haré un desierto sin habitantes. CAPÍTULO XXXV E L EJEMPLO DE LOS RECABITAS. 'Palabra de

Yahvé que Jeremías recibió en^ tiempo de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá: 2 "Anda a la casa de los recabitas y habla con ellos, y llévalos a la Casa de Yahvé, a una de las cámaras, y dales a beber vino." *Tomé pues, a Jaazanías, hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, y a sus hermanos y todos sus hijos, y toda la familia de los recabitas; *y los introduje en la Casa de Yahvé, en la cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, varón de Dios, la que estaba junto a la cámara de los príncipes, encima de la cámara de Maasías, hijo de Sellum, guardián de la puerta; °y puse ante los hijos de la estirpe de los recabitas jarros y copas llenos de vino, y les dije: "Bebed vino." •

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Pero ellos contestaron: No bebemos vino; pues Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, nos mandó: "Nunca jamás beberéis vino, ni vosotros ni vuestros hijos. 'Tampoco edificaréis casas ni haréis siembras, ni plantaréis viñas, ni poseeréis (cosa alguna), sino que habitaréis en tiendas durante toda vuestra vida, para que viváis largo tiempo sobre la tierra en la cual sois peregrinos." 8 Hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo cuanto nos ha mandado, de modo que no bebemos vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas; •y no edificamos casas de habitación; ni tampoco tenemos viñas, ni campos, ni sementeras, 10 sino que vivimos en tiendas, obedeciendo a Jonadab. nuestro padre, y . cumpliendo todo cuanto el nos ha mandado. xl Mas cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió el país, nos dijimos: Vamonos y retirémonos a Jerusalen ante el ejército de los caldeos y ante el ejército de los sirios; y así venimos a habitar en Jerusalen. LA INFIDELIDAD DE ISRAEL. "Entonces fué diri-

gida a Jeremías esta palabra de Dios: 13 Así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: Anda y di a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalen: ¿Por qué no tomáis ejemplo para obedecer mis palabras?, dice Yahvé. 14 Se cumplen las órdenes de Jonadab, hijo de Recab, que mandó a sus hijos no beber vino, de modo que ellos no lo beben hasta el día de hoy, pues obedecen el precepto de su padre; y Yo os he hablado con tanta solicitud, y no me habéis escuchado.

6. Jonadab, nuestro padre: "Éste es, dice S. Jerónimo, aquel Jonadab, hijo de Recab. de quien se lee en el Libro de los Reyes que subió al coche con Jehú (IV Rey. 10, 15), e hijos suyos son los que, morando en los tabernáculos, a la postre, por la invasión del ejército de los caldeos fueron forzados a retirarse a Jerusalen; y ésta fué la primera cautividad, que dicen que sufrieron. Porque después de haber gozado de la libertad que hay en la soledad, fueron encerrados en la ciudad como en una cárcel." El Doctor Máximo escribe estas palabras a S. Paulino y agrega: "Ruégoos mucho que, porque estáis atado con el vínculo de vuestra santa hermana (esposa) y no camináis con paso del todo libre; dondequiera que viváis, siempre huid de la -muchedumbre de los hombres, de sus cumplimientos, visitas y convites como de 18. Víase Gen. 15, 12 y nota; Ex. 24, 6. La ce- unas cadenas de deleite." De la misma manera noa remonia de tajar en dos partes un becerro y pasar enseña San Pablo que nuestra habitación está en el loa dos contrayentes por medio de los trozos de la cielo (II Cor. 5, 1 ss., texto aludido en el Prefacio víctima, significaba que el que quebrantare el pacto de Difuntos), por lo cual allí há de estar también correría la misma suerte. nuestra conversación (Fil. 3, 20) donde se encuentra 21. Los babilonios habían levantado el sitio para el Salvador cuya venida esperamos (Col. 3, 1 ss>). combatir a los egipcios (cf. 37, 4). Vencidos éstos, Nuestra vida debe ser un tránsito por el desierto, en volvieron a asediar a Jerusalen, como lo había pre- tiendas de campaña, según el ejemplo de Abrahán que dicho Jeremías. nos presenta el mismo Apóstol (Hebr. 11, 8 s.). 2. Los recabitas eran de descendencia madianita, 14 ss. Notemos los celos doloridos con que Dios del linaje de Jetró, suegro de Moisés. Se distinguían por el celo con que conservaban las costum- se ve menos obedecido que los hombres. S. Pablo bres antiguas y ti culto de Yahvé. Su modo de usa esta misma comparación en Hebr. 12, 9. Cf. Is. vivir recordaba la sencillez del pueblo judío bajo 48, 8 s. y nota. Convertios cada cual de su mal caMoisés en el desierto, pues renunciaban a casas, a mino: Véase 3, 14 y nota. Sobre este importantísimo las bebidas alcohólicas, a las comodidades en la ma- tema escribe Bossuet: "El pecador que difiere su nera de vivir, y al cultivo de campos y viñas, etc. conversión porque cuenta con el tiempo, trata de Véaae Lev. 23, 34; IV Rey. 10, 15 si. y nota; ensañarse, y el tiempo pasa rápidamente, porque, aunque eternamente varía, casi siempre presenta el I Par. 2, 55.

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Con la misma solicitud y sin cesar os he enviado a todos mis siervos los profetas, para deciros: "Convertios cada cual de su mal camino, y enmendad vuestra conducta, y no vayáis tras otros dioses dándoles culto, para que habitéis la tierra que di a vosotros y a vuestros padres", pero no hicisteis caso ni me escuchasteis. 16 Por cuanto los hijos de Jonadab, hijo de Recab, han observado el precepto que su padre les había dado, y este pueblo, empero, no me ha17obedecido a Mí, por eso, así dice Yahvé, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que haré venir sobre Judá y sobre los habitantes de Jerusalén todas las calamidades que les he anunciado; pues les he hablado, y no han escuchado; los he llamado, y no han respondido. 18 Y dijo Jeremías a la casa de los recabitas: Así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: Porque habéis obedecido el precepto de Jonadab, vuestro padre, y habéis observado todas sus órdenes, haciendo todo cuanto él os mandó, 19 por eso, así dice Yahvé de los ejércitos, e] Dios de Israel: "Nunca faltarán a Jonadab, hijo de Recab, varones que me sirvan todos los días."

J E R E M Í A S 35, 15-19; 36, 1-18

de Yahvé. •Ve, pues, tú y lee al pueblo, en el Templo del Señor, en un día de ayuno, las palabras de Yahvé que a mi dictado has consignado en el rollo. Léelas también a todo Judá, a los que vienen de sus ciudades, 'por si tal vez sus súplicas lleguen a la presencia de Yahvé y se conviertan cada cual de su mal camino; porque grande es la ira y la indignación 8 que Yahvé ha manifestado contra este pueblo." Hizo Baruc, hijo de Nerías, todo lo que había mandado el profeta Jeremías, y leyó en el Templo del Señor el libro de las palabras de Yahvé. 9 Pues el año quinto de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, fué proclamado un ayuno ante Yahvé para todo el pueblo de Jerusalén, y para todo el pueblo que 10 de las ciudades de Judá vendría a Jerusalén. Entonces leyó Baruc a todo el puehlo el libro de las palabras de Jeremías, en la Casa de Yahvé, en la cámara de Gamarías, hijo de Safan, secretario, en el atrio superior, a la entrada de la puerta Nueva de la Casa de Yahvé. E L REY QUEMA EL LIBRO DEL PROFETA.

u

Cuan-

do Miqueas, hijo de Gamarías, hijo de Safan, oyó todas las palabras de Yahvé que estaban en el libro, 12bajó al palacio del rey, al despacho del secretario, y he aquí que estaban senCAPÍTULO XXXVI tados allí todos los príncipes: Elisamá, el secretario. Dalaías, hijo de Semeías. Elnatán, hijo J BARUC ESCRIBE LAS PROFECÍAS DE JEREMÍAS. E1 de Acbor. Gamarías. hijo de Safan, y Sedecías, año cuarto de Joakim, hijo de Josías, rey de hijo de Hananías, y todos los dignatarios. 13Les Judá, recibió Jeremías esta palabra de Yahvé: refirió Miqueas todas las palabras que había 2 "Toma el rollo de un libro, y escribe en él oído al leer Baruc el libro al pueblo. todas las palabras que Yo te he dicho contra 14 Israel, contra Judá y contra todos los pueblos, Entonces todos los príncipes enviaron a desde el día que comencé a hablarte, desde los ehudi, hijo de Netanías, hijo de Selemías, días de Josías hasta el día de hoy. ijo de Cusí, a decir a Baruc: "Toma en tu 3 Cuando oigan los de la casa de Judá todas mano el rollo que has leído ante el pueblo, las desgracias que pienso hacerles, se converti- y ven." Tomó, pues, Baruc, hijo de Nerías, rán tal vez cada uno de su mal camino y Yo el rollo en su mano, y fué adonde ellos estales perdonaré su culpa y su pecado." ban. ls Le dijeron: "Siéntate, y léenos (este libro)", y Baruc lo leyó a oídos de ellos. 4 Llamó, pues. Jeremías a Baruc, hijo de Ne- 18Cuando oyeron todas estas palabras quedaron rías, y dictándole Jeremías escribió Baruc en el atónitos unos y otros, y dijeron a Baruc: rollo del libro todas las palabras que Yahvé le "De todas estas cosas tenemos que dar parte había dicho. al rey." 1TY preguntaron a Baruc: "Explícanos 'Después dio Jeremías a Baruc esta orden: cómo recogiste de su boca todas estas pala"Yo estoy encerrado y no puedo ir a la Casa bras." 18Respondióles Baruc: "Con su boca me dictaba él todas estas palabras, y yo las escribía mismo aspecto. Sólo largos años descubren su impostura. La debilidad, las canas, la alteración visible del temperamento, nos fuerzan a notar que una gran parte de nuestro ser se ha hundido y aniquilado, pero el tiempo, para engañarnos no nos despoja sino poco a poco; nos lleva tan dulcemente a los extremos opuestos, que llegamos a ellos sin pensarlo. Así es que la malignidad del tiempo hace correr insensiblemente la vida; y no pensamos en nuestra conversión. Caemos de repente y sin creerlo en los brazos de la muerte, y sólo sentimos nuestro fin cuando lo tocamos." 1. El año cuarto de Joakim corresponde al 605 ó 604 de nuestra cronología. 3. Se convertirán tal ves... y Yo les perdonaré: Aquí se manifiesta de nuevo el corazón misericordioso de Dios. Cf. 31, 3 y nota. |Cuán grande es la clemencia de Dios para con nosotros con tal que nos volvamos a Él! (Ecli. 17, 28). "i Qué es el pecado ante la misericordia de Dios? Una telaraña que desaparece para siempre al soplo del viento" (S. Cri sóstomo).

6 ss. Ve, pues, tú, y lee al pueblo, etc.: He aquí una enseñanza que nos ilustra sobre el papel de la Acción Católica. El laico no puede ejercer la función sacerdotal de celebrar el Sacrificio ni la de administrar los Sacramentos. Pero puede, como quiso Pío XI, participar en esta otra función de difundir las palabras de Dios entre el pueblo. Véase IV Rey. 23, 1 y nota; Neh. 8, 1-12. Sobre el valor de esta palabra escrita vénse lo que dice Jesús en Juan 5, 46 9. Cf. Bar. 1, 5 y nota. En un día de ayuno; porque en los días de ayuno se reunía mucha gente en el Templo. En efecto, fué proclamado un ayuno extraordinario (v. 9) para pedir a Dios el favor de que los librase definitivamente de Nabucodonosor. el cual se había retirado después de humillar a Joakim. 18. Dictaba: La Vulgata agrega: como leyéndolas. Maldonado y Comelio a Lapide ven en este pasaje una prueba de la inspiración divina de las profecías de Jeremías

JEREMÍAS 36, 18-32; 37, 1-10

1005

con tinta en el libro." 19Después los príncipes dijeron a Baruc: "Ve y escóndete, 20tu y Jeremías, y nadie sepa donde estáis," Lucgo se fueron al rey (que estaba) en el atrio, dejando el rollo en el aposento de Elisamá, secretario, y comunicaron al rey todo lo ocurrido. 21 Entonces el rey envió a Jehudí para que trajese el rollo, y éste lo sacó del aposento de Elisamá, secretario; y Jehudí lo leyó ante el rey y ante todos los 22príncipes que estaban parados delante del rey. Hallabase el rey —era el mes noveno— en la casa de invierno; y23 delante de él había un brasero encendido. Y siempre cuando Jehudí acababa de leer tres o cuatro columnas, el (rey) las cortaba con el cortaplumas del escriba y las arrojaba al fuego del brasero, hasta que todo el24 rollo se consumió en el fuego del brasero. Pues ni el rey, ni ninguno de sus servidores que oyeron todas aquellas palabras, tuvieron temor ni rasgaron sus vestidos. 25Sin embargo, Elnatán, Dalaías y Gamarías pidieron al rey; que no quemase el rollo, mas no los escuchó. 2eY mandó el rey a Jeremiel. hijo de Hamelcc, a Saraías, hijo de Ezriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, que prendiesen a Baruc, el escriba, y al profeta Jeremías, pero Yahvé los ocultó.

ORÁCULO CONTRA EL REY JOAKIM.

27

Después

que el rey quemó el rollo, con las palabras que Baruc había escrito según le dictaba Jeremías, fué dirigida a éste la palabra de Yahvé en estos términos: 28"Tómate otro rollo, y escribe en él todas las palabras anteriores que había en el primer rollo, que fué quemado por Joakim, rey de Judá." ^Y dirás a Joakim, rey de Judá: Así dice Yahvé: Por cuanto has quemado este rollo, diciendo: ¿Por qué has escrito en él que el rey de Babilonia vendrá sin falta y destruirá esta tierra, sin dejar en ella ni hombres ni bestias?, xpot eso, así dice Yahvé respecto de

Joakim, rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cadáver quedará expuesto al calor del día y al frío de la noche. 31 Y castigaré su iniquidad no solamente en él, sino también en su descendencia y en sus servidores; y traeré sobre ellos, sobre los habitantes de Jerusalén y sobre los hombres de Judá, todo el mal que Yo íes he anunciado y que ellos no quisieron oír. 32 Tomó. pues, Jeremías otro rollo, y diólo a Baruc, escriba, hijo de Nerías, el cual escribió en él según le dictaba Jeremías, todas las palabras del libro que JoaÉim, rey de Judá, había quemado en el fuego, y se añadieron aún muchas como aquéllas. CAPÍTULO XXXVII CONSULTA DEL REY SEDECIAS.

J

En

lugar de

Jeconías, hijo de Joakim, subió al trono Sededías. al cual Nabucodonosor, rey de Babilonia, había constituido rey en la tierra de Judá. 2Mas ni él, ni sus servidores, ni el. pueblo del país escucharon las palabras que Yahvé había3 pronunciado por boca del profeta Jeremías. Y envió el rey Sedecias a Jucal, hijo de Selemías, y a Sofonías, hijo de Maasías, sacerdote, a decir al profeta Jeremías: "Ruega por nosotros a Yahvé, nuestro Dios." 4 Jeremías andaba todavía libremente entre el pueblo, pues aun no le habían encarcelado. 5 Entretanto, había salido de Egipto el ejército del Faraón; y los caldeos que sitiaban a Jerusalén, al oír esto, se habían retirado de Jerusalén. entonces llegó al profeta Jeremías esta palabra de Yahvé: 'Así dice Yahvé, el Dios de Israel: Esto diréis al rey de Judá que os envió a Mí para consultarme: "He aquí que el ejército del Faraón, que ha salido para socorreros, volverá a su país, a Egipto. 8Y vendrán de nuevo los^ caldeos y combatirán a esta ciudad, la tomarán y le pegarán fuego." 9Así dice Yahvé: No os hagáis ilusiones, diciendo: Los caldeos se retirarán definitivamente de nosotros; porque no se retirarán. 10Pues aun cuando derrotaseis todo el ejército de los caldeos que lucha contra vosotros, y no quedasen entre ellos sino algunos heridos, ésos se levari-

19. Ve y escóndete: La persecución por causa de la divina palabra no tardó en alcanzar a Baruc, co< n o a Jeremías y a todos los fieles predicadores. Véase S. 15, 4; 118, 51 y notas. Mas la fuerza de la palabra se ve en el hondo efecto que aquí produjo, pues es el arma de Dios (Hebr. 4, 12) e instrumento de salvación (Rom. 1, 16). 23. Esta ira satánica contra el instrumento que guarda la sabiduría, recuerda la fábula de aquel hombre que rompió el espejo que le mostraba su fealdad. £1 apóstol Santiago compara la palabra con un espejo, y Jesús dice claramente que el mundo no 32. Dictó, pues, Jeremías por segunda vez los vapuede amarlo, porque Él da testimonio de que sus ticinios que el rey había arrojado al fuego, y agregó obras son malas (Juan 7, 7; 3, 19). algunos más, probablemente el de 22, 19 sobre el 26. Yahvé los ocultó: Así defiende Dios a los que ignominioso fin de Joakim: "Será enterrado como un anuncian su palabra. Los protege como a la niña de asno; le arrastrarán y le arrojarán fuera de las sus ojos, y si permite que sean perseguidos (v. 19), Él puertas de Jerusalén." mismo los libra amorosamente como a párvulos incapa 1. Sobre Sedecias véase 36, 30 y nota; IV Rey. ees de defenderse. "Aunque mil caigan j.unto a ti, dice 24, 17; II Par. 36, 10. De él dice el autor sagrado: el salmista, y diez m;l a tu diestra, tú no serás al- "Hizo el mal delante de los ojos de Yahvé. su Dios, canzado" (S. 90, 7). Cf. S. 24, 14; 33, 20. y no respetó a Jeremías, profeta, que le hablaba de 30. No tendrá quien se siente sobre el trono de parte de Yahvé. Rebelóse asimismo contra NabucoDavid, es decir, no le sucederá ninguno de sus des- donosor, el cual le había hecho prestar juramento en cendientes. Esta palabra del profeta se cumplió muy el nombre de Dios, y endureció su cerviz y su corapronto. El hijo de Joakim, que se llamaba Joaquín o zón para no convertirse a Yahvé, el Dios de Israel." Jeconías, no pudo mantenerse en el trono. Sólo reinó (II Par. 36, 12 s.) tres meses (597 a. C ) . y fué deportado a Babilonia. 5. El Faraón Hofra (Efree) de Egipto vino con Véase 22, 25 ss.; IV Rey. 24, 8 ss. Le sucedió en un ejército a socorrer a Jerusalén, pero se retiró el trono Sederías, tío suyo, que fué el último rey de pronto y los caldeos pudieron reanudar el sitio de la Judá y reinó diez años (597-587). ciudad.

JEREMÍAS 37, 10-21; 38, 1-10

1006 tarían cada uno en su tienda y prenderían fuego a esta ciudad. JEREMÍAS EN LA CÁRCEL.

11

Cuando se retiró

el ejército de los caldeos de Jerusalén, a causa del ejército del Faraón, 12salió Jeremías de Jerusalén para ir a tierra de Benjamín, a retirar de allí una herencia que tenía en medio de su pueblo. 13 Pero cuando llegó a la puerta de Benjamín, allí el capitán de la guardia, que se llamaba Jerías, hijo de Selemías, hijo de Hananías, lo detuvo, diciendo: " T ú intentas pasarte a los caldeos." 14 "Es falso, respondió Jeremías; no intento pasarme a los caldeos." Mas Jerías no le escuchó, sino que prendió a Jeremías y le condujo a los jefes, 15 los cuales, irritados contra Jeremías, le hicieron azotar y le metieron en la cárcel, en la casa de J o natán, secretario; pues allí habían instalado una cárcel. E L REY SACA A JEREMÍAS DEL CALABOZO.

16

En-

tró, pues, Jeremías en la casa de la mazmorra y en las bóvedas, y cuando había permanecido allí mucho tiempo, 17 envió el rey Sedecías a sacarle; y le preguntó el rey secretamente en su casa, diciendo: "¿Hay alguna palabra de parte de Yahvé?" "Sí, la hay", respondió Jeremías. " T ú serás entregado en poder del rey de Babilonia." 18 Y dijo Jeremías al rey Sedecías: "¿En qué he pecado contra ti, contra tus servidores y contra este pueblo, para que me hayáis metido en la cárcel? 19 ¿Y dónde están vuestros profetas que os profetizaban, diciendo: El rey de Babilonia no vendrá contra vosotros, ni contra este país? ^ Ó y e m e ahora, oh rey, señor mío; y acoge propicio mi súplica. N o me vuelvas a la casa de Jonatán, secretario; sería mi muerte." 2 1 Mandó, pues, el rey Sedecías que guardasen a Jeremías en el patio de la cárcel, y que se le diese cada día u n pan, de la calle de los panaderos, mientras hubiese pan en la ciudad. Así quedó Jeremías en el patio : de la cárcel.

C A P Í T U L O XXXVIII JEREMÍAS EN^ LA CISTERNA.

nefarias, hijo de

Matan; Gedelías,. hijo de Fasur; Jucal, hijo de Selemías, y Fasur, hijo de Melquías, habían oído las palabras que Jeremías dirigía a todo el pueblo, diciendo: 2 Así dice Yahvé: "Quien se quedare en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; pero el que se refugiare entre los caldeos vivirá; ese tal tendrá como botín su vida y vivirá." 3 Así dice Yahvé: "Esta ciudad caerá sin remedio en poder del ejército del rey de Babilonia, el cual la t o mará." 4 Y dijeron los príncipes al rey: "Este hombre debe morir, porque hablándoles así debilita las manos de los guerreros que quedan aún en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo. Este hombre n o procura el bienestar sino el mal de este pueblo." 5 Respondió el rey Sedecías: " A h í lo tenéis a vuestra disposición, porque nada puede el rey contra vosotros." ^Tomaron, pues, a Jeremías y le echaron en la cisterna de Melquías, hijo de Hamalec, situada en el patio de la cárcel; por medio de sogas lo bajaron a la cisterna donde no había agua, sino lodo, de modo que Jeremías se hundió en el lodo.

U N ETÍOPE SALVA LA VIDA DEL PROFETA.

7

Supo

Ebed-Mélec, etíope, eunuco de la casa del rey, que habían echado a Jeremías en la cisterna. Él rey estaba entonces sentado a la puerta de Benjamín. 'Salió pues, Ebed-Mélec de la casa del r e y y habló con el rey, diciendo: 9 " O h rey, señor mío, han obrado mal estos hombres en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, echándolo en la cisterna, donde morirá de hambre, pues n o hay ya pan en la ciudad." 10 Entonces el rey dio esta orden a Ebed-Mélec, etíope: "Tómate de aquí treinta hombres, y saca al profeta Jeremías de la

12. Probablemente a Amtot, su ciudad natal, que se encontraba en el territorio de Benjamín, al norte de 4. Notemos cuan largamente se prolonga esta situaJerusalén (cf. 1, 1; l l , 21). Bover-Cantera cree que ción que somete al profeta a la desconfianza de sus lo que Jeremías quería, era hacer provisiones para el compatriotas, por predicarles lo que Dios les ordenaba nuevo sitio que preveía. para su verdadero bien. Es ésta quizá la mayor 14 s. También en esto es Jeremías figura de Jesu- prueba de fidelidad: jugarse la propia reputación por obedecer a Dios. Aquí y en 26, 11 vemos que la cristo. Acusado falsamente responde con toda manse dumbre, lo cual no impide que lo prendan y lo so- resistencia a la palabra de Dios tiene a veces un metan a la flagelación. Véase 11, 19; 18, 18; 26, seudofundamento patriótico. 12 ss. y notas. 6. El encarcelamiento de Jeremías tiene cinco fa16. La casa de la mazmorra (Vulgata: la casa del ses. Primera, fué detenido al salir por la puerta de lago) tal vez una cisterna, muy húmeda y malsana Benjamín y metido en la cárcel que había en la casa de Jonatán (37, 11-15). Segunda, el rey después de (cf. v. 20), como la mencionada en 38, 6. 17. Secretamente, por miedo al pueblo y a los prín- consultarle secretamente, le libra y dispone que sea guardado en el patio de la cárcel (37, 20). Tercera, cipes. ¡Qué pobre figura de monarca, ese último rey de Judál En vez de gobernar, es gobernado por el profeta es echado en la cisterna de Melquías (38, 6). Cuarta, un etíope consigue su liberación y el prolas masns. Cf. 38, 5 y 24 ss. feta es metido en el patio de la cárcel, de donde lo 18. Véase 32, 3 s.; 34, 2 s.; 38, 17 s. 19. ¿Dónde están vuestros profetas? Nótese cómo llevan a la presencia del rey que jura no quitarle los oráculos mentirosos de los falsos profetas han la vida (38, 9-16). Quinta, Jeremías queda en el patio de la cárcel hasta el día en que es tomada la afianzado la autoridad de Jeremías. 21. La conducta del rey, por humana que aparezca ciudad (38, 28). es, como la de Ptlatos, falta de toda rectitud. Por un 7. Un eunuco extranjero es más humano y valado llama al profeta a su casa para oír una palabra liente que los ciegos políticos judíos. Recordemos que de Dios (v. 17), por el otro, manda confinarlo en el Nuestro Señor Jesucristo nos señala lo mismo en el atrio de la cárcel. Cada día un pan: La Vulgatn ejemplo del samaritano caritativo (Luc. 10, 33 s s ) . agrega: además de la vianda. Cf. 39, 16.

JEREMÍAS 38, 10-28; 39, 1-6

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cisterna antes que muera." n Tomó, pues, Ebed-Mélec a los hombres y fué a la casa del rey, al sótano de la tesorería, de donde sacó unas ropas usadas y trapos viejos, que con cuerdas hizo llegar a Jeremías en la cisterna. 12Y dijo Ebed-Mélec, etíope, a Jeremías: "Ponte esta ropa usada y los trapos viejos debajo de tus sobacos, sobre las cuerdas." Hízolo así Jeremías. 13Y tirando de Jeremías con las cuerdas, lo sacaron de la cisterna; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel. JEREMÍAS SE ENTREVISTA CON EL REY.

14

E1 rey

Babilonia, y abandonarás esta ciudad a las llamas." 24 Entonces dijo Sedecías a Jeremías: "Nadie sepa nada de esto, y no morirás. 25Por si acaso los príncipes llegan a saber que he hablado contigo, y vienen a decirte: «Manifiéstanos lo que dijiste al rey, y lo que a ti te dijo el rey; si no nos ocultas nada, no te mataremos»; 26les responderás: «Yo suplicaba al rey que no me hiciese volver27 a la casa de Jonatán, pues moriría allí.»" En efecto, se acercaron todos los príncipes a Jeremías, y lo interrogaron, y él les respondió palabra por palabra lo que el rey le había mandado decir, de manera que 28 lo dejaron en paz, pues no trascendió nada. Así permaneció Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día en que fué tomada Jerusalén. Estaba aún allí cuando Jerusalén fué tomada.

Sedecías envió a buscar al profeta Jeremías, y lo hizo traer junto a sí, a la tercera puerta , déla Casa de Yahvé; y dijo el rey a Jeremías: "Quiero preguntarte una cosa: no me ocultes nada." 15Dijo Jeremías a Sedecías: "Si te la digo, ¿no es cierto que me quitarás la vida?; y16 si te doy un consejo, no me vas a escuchar." Hizo, entonces el rey Sedecías a Jeremías CAPÍTULO XXXIX secretamente este juramento: Por la vida de Yahvé que nos ha dado esta vida, (te juro) CAÍDA DE JERUSALÉN. >E1 año noveno de Sedeque no te daré muerte, y que no te entregaré en manos de esos hombres que buscan tu cías rey de Judá, en el décimo mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia,2 con todo su vida." ejército a Jerusalén y la sitió. Y el año un17 Dijo, pues, Jeremías a Sedecías: "Así dice décimo de Sedecías, el día nueve del mes cuarYahvé, el Dios de los ejércitos, el Dios de to, fué abierta una brecha en la ciudad; *y Israel: Si te pasas a los generales del rey de entraron todos los generales del rey de BaBabilonia, salvarás tu vida, y esta ciudad no bilonia, y se sentaron cerca de la puerta meserá abrasada; y vivirás tú y tu casa. 18Pero dia; Nergalsarezer, Samgarnebo, Sarsequim, todos si no te pasas a los generales del rey de Ba- Rabsarís. Nergalsarezer, Rabmag, con 4 bilonia, esta ciudad será entregada en manos los demás jefes del rey de Babilonia. A1 verde los caldeos, que la abrasarán; y tú no esca- los Sedecías, rey de Judá, y todos los guerreparás a sus manos." 19Respondió el rey Sede- ros, huyeron, y salieron de noche de la ciucías a Jeremías: "Temo que los judíos que ya dad, por el camino del jardín del rey, por muros; y se se han pasado a los caldeos me entreguen en la puerta que está entre los dos 5 manos de ellos y me escarnezcan." a A lo encaminaron hacia el Araba. Pero los percual Jeremías respondió^ "No te entregarán. siguió el ejército de los caldeos; y alcanzaron Escucha la voz de Yahvé. respecto de lo que a Sedecías en la llanura de Jericó. Lo tomate digo, y te irá bien y salvarás tu vida. 21Pero ron preso y lo llevaron a Riblá, en la tierra si rehusas salir, mira la palabra que Yahvé de Hamat, ante Nabucodonosor, rey de Bame ha revelado: ^ H e aquí que todas las mu- bilonia, quien lo sentenció. ^El re^ de Babijeres que han quedado en la casa del rey de lonia hizo matar en Riblá a los hijos de SeÍudá, serán llevadas a los generales del rey de decías, delante de los ojos de éste. El rey de tabilonia y ellas dirán: "Te han engañado y vencido' tus mejores amigos; han hundido tus 26. En la casa de Jonatán se hallaba el pozo en pies en el cieno y se han vuelto atrás." 23Lle- que lo habían echado anteriormente. Véase 37, 14. 1 s. Véase 52, 4-16 y IV Rey. 25, 1-21. El sitio varán a todas tus mujeres y a tus hijos a los la ciudad se prolongó por espacio de dieciocho mecaldeos; y tú mismo no escaparás a sus ma- de ses menos un día. nos; serás tomado preso por mano del rey de 3, Entre los príncipes se nombra también Rabmag, cuyo nombre significa "jefe de los magos", por don15. No me vas a escuchar: Así dice Jesús a sus de se ve que en el ejército de los caldeos había majueces en Luc. 22, 67 s. Efectivamente, el rey no gos que consultaban a los dioses. Cerca de la puerta escuchó a Jeremías (v. 28). Véase en 39, 5 s. cuan media: Tal vez una puerta que separaba a Sión de la parte baja de la ciudad (Bover-Cantera). cara le costó su incredulidad. 4. El Araba: aquí la depresión geológica al norte 17 s. Jeremías explica ahora lo que había dicho del Mar iMuerto, donde corre el Jordán. El mismo en 37. 16. 19. El rey Sedecías. por lo visto, cree en la au- nombre se da en la Biblia a la depresión al sur del tenticidad de la profecía de Jeremías y querría se- Mar Muerto. 5 s. Riblá (Vulgata: Reblata), ciudad de la Siria guir su consejo, pero también esta vez prevalece el temor que le impide hacer lo que la razón le acon- septentrional, donde Nabucodonosor tenía su cuartel general. Le sacó los ojos (v. 7 ) : Dura costumbre de sejaba. 22. Tus mejores amigos: Otra traducción: tus va- los vencedores asirios y caldeos que vemos aplicada rones pacíficos, en sentido irónico. El profeta se re- también por los filisteos en el caso de Sansón (Juec. fiere a los malos consejeros y falsos profetas que 16, 21). Fué descubierto un relieve asirio que resiempre anunciaban la paz. Véase 12, 10 ss.; 14, 13; presenta al rey Asurbanipal cegando personalmente a algunos prisioneros mediante una lanza. 23, 16 ss. y notas.

J E R E M Í A S 39. «-18; 40. 1-6

1008 Babilonia hizo degollar también a todos los nobles de Judá. 'A Sederías le sacó los ojos y ordenó atarlo con cadenas de bronce, para conducirlo a Babilonia. 8

Los caldeos entregaron a las llamas el palacio del rey y las casas del pueblo, y destruyeron los muros de Jerusalén. 9A1 resto de los habitantes que habían quedado en la ciudad, y a los desertores que se habían pasado a él, como también a los restantes del pueblo que aun quedaba, los deportó a Babilonia, Nebuzaradan, .capitán de la guardia. ^Solamente de los pobres del pueblo, que nada tenían, Nebuzaradan, capitán de la guardia, dejó algunos en la tierra de Judá, dándoles al mismo tiempo viñas y campos. JEREMÍAS ES PUESTO EN LIBERTAD.

n

Nabuco-

donosor, rey de Babilonia, dio a Nebuzaradan, capitán de la guardia, la siguiente orden respecto de Jeremías: l2 "Tómalo, y pon en él tu ojo-, no le hagas ningún daño, antes bien, trátalo según él mismo te indique." 13Por lo tanto Nebuzaradan, capitán de la guardia, Nebusazbán, Rabsarís, Nergalsarezer, Rabmag y todos los generales del rey de Babilonia, "enviaron a sacar a Jeremías del patio de la cárcel, y lo entregaron a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safan, para que lo llevase a su casa; y así habitó en medio del pueblo. 15 Mientras estaba preso en el patio de la cárcel, Jeremías había recibido esta palabra de Yahvé: l6 "Ve y di a Ebed-Mélec, etíope: Así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que voy a cumplir mis palabras acerca de esta ciudad, para mal y no para bien,17 y se cumplirán en aquel día ante tu vista. Mas a ti te libraré en ese día, dice Yahvé, y no serás entregado en manos de aquellos hombres a quienes tienes miedo; 18 porque Yo te salvaré con toda seguridad y no caerás a espada, sino que tendrás por botín tu vida, por cuanto has confiado en Mí, dice Yahvé."

12. Los caldeos consideraban al profeta Jeremías como partidario y amigo suyo. En realidad no lo era, sino que anunciaba solamente la voluntad de Dios, sin miramientos políticos. La conducta del rey pagano, favorable a Jeremías, fué continuada por su general (40, 2 ss.). Es de notar que el mismo rey fué también propicio al profeta Daniel, como se ve en los primeros capítulos del libro de Daniel. 13. Los nombres no concuerdan con los del vers. 3. La diferencia se debe probablemente a los copistas. 14. Del patio de la cárcel: Cf. 38, 28. Godolias es e! jefe del resto del pueblo judío. Los caldeos lo habían constituido gobernador del país conquistado. Sobre Ahicam véase 26, 24 y nota. 15 ss. Esta profecía fué dada a Jeremías antes de la toma de la ciudad. Se refiere al etiope Ebed Mélec que había librado al profeta (38, 7 ss.) y ahora se ve librado él mismo del peligro de muerte. Tam bien Jesús promete una recompensa especial a los que sostienen a un profeta: "El que hospeda a un profeta en atención a que es profeta, tendrá galardón de justo" (Mat. 10, 42). ¡Cuánto más el que salva la vida de un profeta!

CAPÍTULO XL JEREMÍAS Y GODOLÍAS.

2

He aquí la palabra

que Jeremías recibió de Yahvé, después que Nebuzaradan, capitán de la guardia, lo había dejado ir de Rama. Cuando lo hizo venir, estaba aún atado con cadenas en medio de todos los cautivos de Jerusalén y de Judá que iban deportados a Babilonia. 2E1 capitán de la guardia llamó a Jeremías y le dijo: "Yahvé tu Dios había predicho estos males contra este lugar; 3y Yahvé los ha traído y cumplido como lo había dicho; porque pecasteis contra Yahvé, y no obedecisteis su voz, por eso os ha sucedido esto. 4Ahora, pues, mira que hoy te quito las cadenas que están sobre tus manos. Si te parece bien ir conmigo a Babilonia, ven y yo te cuidaré, pero si no quieres ir conmigo a Babilonia, no vengas. Mira que todo el país está delante de ti; podrás irte a cualquier lugar que te parezca bueno y conveniente." ^(Jeremías) tardaba aún en volver, por lo cual (le dijo); "Vete a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safan, a quien el rey de Babilonia ha constituido gobernador de las ciudades de Judá. Habita con él en medio del pueblo, o vete a donde mejor te parezca." El capitán de la guardia le dio también provisiones y regalos y le despidió. 6Fuése, pues, 3. De aquí sé desprende que el profeta no fué puesto en libertad inmediatamente, sino tan sófo en Rama, ciudad situada a 8 kms. al norte de Jerusalén y lugar donde los caldeos reunieron a los cautivos para llevarlos a Babilonia. 6. Masfá, probablemente el actual Tell en Nasbe, a 12 kms. al norte de Jerusalén, centro religioso y político en tiempo de Samuel. Véase Juec. 20, 1; 21, 1; I Rey. 7, 5 ss.; I I I Rey. 15, 22; I I P a r . 16, -6. Y habitó allí en medio del pueblo que había quedado: Recuérdese que el profen fué tratado como mal patriota y traidor, y aun como impío, porqué anunciaba la caída de Jerusalén y también del TemI pío que los falsns profetas declaraban indestructible por ser de Yahvé (7, 1 ss.; 11, 21; 18, 18, 26, 7 ss., etc.). Ese mismo profeta comparte la suerte de la escasa población que ha quedado viva entre las ruinas, perdona a sus perseguidores y consuela a los afligidos. En el Libro de las Lamentaciones le oímos cantar las elegías inmortales sobre la caída de la Ciudad Santa y poco después le vemos acompañar el resto del pueblo que huye a Egipto. Muchos tomaban, quizás, su conducta como ilógica y falta de consecuencia. Es lo que siglos -más tarde se reprochará a Cristo, con casi las mismas palabras, pues todo parece en Él "ilógico", particularmente la doctrina del Sermón de la iMontaña y el mandamiento de renunciar a la justicia y amar a los que nos odian (Mat. 5, 43 ss.). Y sin embargo, aquí está el arranque de toda vida cristiana. Sin las preocupaciones por cumplir esas cosas < 'ilógicas ,, que nos enseña Jesús, no somos cristianos. £ o que más nos cuesta soportar son las mortificaciones que nos vienen del mundo que nos considera como tontos y locos. Jesús pasó por tal entre sus parientes (Marc. 3, 21 j 31 ss.), por endemoniado ante los doctores (ibíd. 22), por blasfemo ante el Sumo Sacerdote (Mat. 26, 25 ss.) y por criminal ante el pueblo que lo vio en el patíbulo (Luc. 22, 37). Si meditamos esto, empezamos a comprender cuan lejos estamos de seguir el ejemplo de Cristo,

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JZRBOAS 40, «-!«; 41, 1-10

Jeremías a Godolías, hijo de Ahicam, a Masía, y habitó allí, en medio del pueblo que había quedado en el país. 'Cuando a todos los capitanes de las tropas desparramadas por el campo, a ellos y a sus gentes, llegó la noticia de que el rey de Babilonia había hecho gobernador del país a Godolías, hijo de Ahicam, y que le había encomendado los hombres y las mujeres y los niños, y aquellos pobres del país que no habían sido deportados a Babilonia; finieron a Godolías, a Masfá, (estos hombres): Ismael, hijo de Natanías, Johanán y Jonatán, hijos de Caree, Seraías, hijo de Tanhumet. los hijos de Efai netofatita, y Jezanías, hijo del Maacatita, ellos y sus gentes. 9Y Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safan, les juró a ellos y a sus gentes diciendo: "No temáis servir a los caldeos; permaneced en el país y servid al rey de Babilonia, y os irá^ bien. 10 He aquí que yo me quedo en Masfá, para estar a disposición de los caldeos que lleguen a nosotros; vosotros, en cambio, recoged la vendimia, la mies y el aceite, y metedlos en vuestras tinajas; y habitad en las ciudades que habéis ocupado." "También todos los judíos que se encontraban en Moab, entre los hijos de Ammón y en Edom, y los desparramados en todos los países, supieron que el rey de Babilonia, había dejado un resto para Judá y que les había puesto por gobernador a12 Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safan. Entonces todos aquellos judíos, volvieron de todos los lugares adonde habían sido desplazados y vinieron al país de Judá, a Godolías, a Masfá, y recolectaron vino y frutos en abundancia. CONJURACIÓN CONTRA GODOLÍAS.

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Johanán,

hijo de Caree, y todos los capitanes de las tropas dispersas por el campo, vinieron a Godolías, a Masfá, 14y le dijeron: "¿No sabes acaso que Baalís, rey de los hijos de Ammón, ha enviado a Ismael, hijo de Natanías, para quitarte la vida?" Pero Godolías, hijo de Ahicam, no les dio crédito. "Entonces Johanán, hijo de Caree, dijo secretamente a Godolías en Masfá: "Yo iré y mataré a Ismael, hijo de Natanías, sin que nadie lo sepa. ¿Por qué ha de matarte él a ti, y han de dispersarse todos los judíos que se han congregado en torno tuyo? Sería la ruina del resto de Judá." 16Mas Godolías, hijo de Ahicam, respondió a Johanán, hijo de Caree: "No hagas tal cosa; porque lo que dices de Ismael es falso."

CAPÍTULO XLI MUERTE DE GODOLÍAS. *En el séptimo mes

llegó Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisama, que era de estirpe real, con algunos magnates del rey y diez hombres, a Godolías, hijo de Ahicam,2 a Masfá; y comieron juntos allí en Masfá. Y levantóse Ismael, hijo de Natanías, y los diez hombres que con él estaban, e hirieron a espada a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safan, dando así muerte al que el rey de Babilonia había constituido gobernador del país. 'Ismael mató también a todos los judíos que estaban allí con Godolías en Masfá, y a todos los caldeos, hombres de guerra, que allí se hallaban. ATROCIDADES DE ISMAEL. 4A1 segundo día des-

pués del asesinato de Godolías, cuando aun no lo sabía nadie, Vinieron ochenta hombres de Siquem, de Silo y de Samaría, con la barba raída, rasgados los vestidos, y el cuerpo cubierto de incisiones, con ofrendas e incienso para ofrecerlos en la Casa de Yahvé. 'Ismael, hijo de Natanías, les salió al encuentro desde Masfá, llorando mientras iba; y cuando los encontró, les diio: "Venid a Godolías, hijo de Ahicam." 7Pero apenas habían llegado al centro de la ciudad cuando Ismael, hijo de Natanías, con los hombres que tenía consigo, los mató (y los arrojó) en la cisterna. 8 Halláronse entre ellos diez hombres que dijeron a Ismael: "No nos mates, porque tenemos escondidas en el campo provisiones de trigo, cebada, aceite y miel. A ésos los dejó en paz, y no los mató con sus hermanos. *La cisterna en que Ismael arrojó todos los cadáveres de los hombres que asesinó por causa de Godolías^ es la misma que el rey Asá hizo contra( Baasá, rey de Israel. Ismael, hijo de Natanías, la llenó con los (cuerpos de) los asesinados. 10 Después Ismael llevó cautivo a todo el resto del pueblo que había en Masfá, con las hijas del rey y a todo el pueblo que quedaba en Masfá, a saber, a todos cuantos Nebuzaradán, capitán de la guardia, había encomendado a Godolías, hijo de Ahicam. Ismael,

2. Víase IV Rey. 25, 25. Después del cautiverio los judíos instituyeron un día de ayuno para recordar este triste acontecimiento. 5. Los peregrinos que vienen del anticuo reino de Israel están vestidos de luto por la destrucción del Templo. Ismael simula igualmente luto para engañarlos (v. 6). La barba raída: En Lev. 19, 27 s. (Moisés prohibía esta forma de luto, Jo mismo que las sajaduras, porque eran costumbres paganas y reves9. Cf. IV Rey. 25, 24, donde »e repite este mismo tían carácter idolátrico. Cf. Deut. 14, 1. Bn ¡a Casa consejo, Godolías no hace sino lo que Dios habia de Yahvé, es decir, en el Templo destruido ya por mandado por boca del profeta: obedecer al rey de los caldeos. Babilonia. 8. La compasión interesada de Ismael recuerda el 16- Godolías piensa caballerescamente de Ismael. perdón que Saúl desobedeciendo a Dios concedió a Pronto vemos (41, 2 ss.) cuan imprudente es creer Agag, rey de los amalecitas, para apoderarse de sus en los hombres que no apoyan su conducta en la vo- rebaños (I Rey. 15, 9 ) . luntad de Dios. 9. Véase III Rey. 15, 22; II Par. 16, 5.

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J E R E M Í A S 41, 10-18; 42. 1-17

hijo de Natanías, se los llevó cautivos y se hijo de Caree, y Jezanías, hijo de Isaías y todo puso en camino para pasarse a los hijos de el pueblo, chicos y grandes, *y dijeron al proAmmón. feta Jeremías: "Séate acepta nuestra petición, y haz oración a Yahvé, tu Dios, por nosotros, EL RESTO DEL PUEBLO HUYE A EGIPTO. "Cuan- en favor de todo este resto; porque de mupocos, como nos están do Johanán, hijo de Caree, y todos los capi- chos hemos quedado 3 tanes de las tropas que le acompañaban, su- viendo tus ojos. Que Yahvé, tu Dios, nos pieron todo el^ mal12 que había hecho Ismael, dé a conocer el camino que4 debemos seguir hijo de Natanías, tomaron consigo toda la y lo que hemos de hacer." Respondióles el gente y se pusieron en marcha para luchar profeta Jeremías: "Comprendo; he aquí que contra Ismael, hijo de Natanías, y lo encon- pediré a Yahvé, vuestro Dios, conforme a traron junto a la grande piscina de Gabaón. vuestras palabras; y cualquier cosa que resos la comunicaré, sin ocultaros "Entonces, cuando todo el pueblo que es- ponda Yahvé, 5 taba con Ismael vio a Johanan, hijo de Ca- nada." Y dijeron ellos a Jeremías: "Sea Yahvé contra nosotros testigo verdadero y fiel, ree y a todos los capitanes de las tropas que le acompañaban, se llenó de alegría, 14y si no cumpliéramos todo cuanto Yahvé, Dios todo el ^ pueblo que Ismael llevaba cautivo tuyo, nos mandare. *Sea cosa buena, sea cosa de Masfá, dio la vuelta, y regresando pasóse mala, obedeceremos la voz de Yahvé, nuesa Johanán, hijo de Caree. 15Pero Ismael, hijo tro Dios, a quien te enviamos para que nos de Natanías, escapó con ocho hombres, de- vaya bien, pues escucharemos la voz de Yahlante de Johanán, y se pasó a los hijos de vé, nuestro Dios." Ammón. RESPUESTA DE DIOS. TAI cabo de diez días lff Tomaron, pues, Johanán hijo de Caree, 8fué dirigida la palabra de Dios a Jeremías, el cual llamó_ a Johanán, hijo de Caree, y y todos los capitanes de las tropas que le acompañaban, a todo el resto del pueblo que a todos los capitanes de las tropas que le acomhabían rescatado/ de Ismael, hijo de Natanías, pañaban, y a todo el pueblo, chicos y grandes, —eran los (que éste se había llevado) de_ Mas- *y les dijo: Así dice Yahvé el Dios de Israel, enviado para presentarle fá, ¡después de asesinar a Godolías, hijo de a quien me habéis 10 Ahicam— varones, hombres de guerra, mu- vuestra súplica: "Si permanecéis en este país, jeres, niños y eunucos, que había hecho vol- Yo os edificaré y no os destruiré; os plantaré ver : de Gabaón; 17y se pusieron en marcha y no os arrancaré;n porque me pesa el mal e hicieron alto en Gerut Carriaam, cerca de que os he hecho. N o temáis al rey de BaBelén, para continuar la marcha y entrar en bilonia, al cual tenéis tanto miedo; no le teEgipto, "huyendo de los caldeos; pues jos máis, dice Yahvé; pues Yo estoy con vostemían, por cuanto Ismael, hijo de Natanías, otros,12 para salvaros y para libraros de su maYo os seré propicio, de modo que él había asesinado a Godolías hijo de Ahicam, a no. quien el rey de Babilonia había nombrado go- tenga compasión de lsvosotros, y os haga volver a vuestro país." Pero si decís: "No perbernador del país. maneceremos en este país", y si no escucháis la palabra de Yahvé, vuestro Dios; 14si (al contrario) decís: "No, sino que nos iremos a CAPÍTULO XLII la tierra de Egipto, donde no veremos ya la E L PUEBLO CONSULTA AL PROFETA. f i n i e r o n guerra, ni tendremos que oír el sonido de la ni sufrir hambre, y allí habitaretodos los capitanes de las tropas y Johanán, trompeta, mos", 15para este caso oíd la palabra de Yah12. Gabaón estnba situada a 9 kms. al noroeste de vé, oh restos de Judá: Así dice Yahvé de los Jerusalén. Allí se batió Abner, general de las tropas ejércitos, el Dios de Israel:_ "Si no deiáis vuesde Saúl, con el ejército de David ( I I Rey, 2, 13 ss.) tro proyecto de ir a Egipto "y habitar allí, y mató Joab a Amasa (II Rey. 20, 8). 17 s. Huyeron a Egipto, temiendo que Nabucodo- '•la espada que teméis os alcanzará allí en la nosor tomase venganza no sólo de los asesinos de tierra de Egipto, y el hambre ante el cual Godolías sino de todo el resto del pueblo. En Cerut- tembláis, os sobrevendrá allí en Egipto, don17 Camaam: No se sabe si se trata o no del nombre de una localidad. La Vulgata vierte: estuvieron pere- de moriréis. Todos aquellos que se han progrinos en Camaam; Nácar Colunga: en los apriscos de Camaam; otros: en las posadas de Camaam. Cf. II Rey. 19, 37 s. 1 ss. Vinieron todos, chicos y grandes, a consultar a Jeremías, el padre del pueblo. Parece que en aquel tiempo se hallaba en Jerusalén reorganizando espiritualmente el pequeño resto que vivía entre los escombros. Lo buscan entre las ruinas y lo encuentran probablemente en aquel lujar donde estaba el Templo. Después de cumplirse todas las profecías de Jeremías ha aumentado tanto su prestigio que piden su intercesión ante Dios y prometen obedecerle en adelante a todo trance (v- 6 ) . Recuérdese la promesa de Pedro (Juan 13, 36 ss.). Vana promesa de un vulgo inconstante (43, 2) que tantas veces ha maquinado su muerte. Como intercesor Jeremías es figura de Cristo.

4. Ellos le habían dicho: tu Dios; el profeta les dice: vuestro Dios (v. 13), para animar su fe y mostrarles que él no monopoliza la oración ni se interpone entre ellos y Dios, sino que, al contrario, está empeñado por acercarlos a Dios. 7 ss. Pasaje elegido para la Epístola de la Misa votiva en tiempo de guerra, a fin de avivar la fe del pueblo en ese triunfo que no se obtiene con los carros y caballos, sino solamente con la intervención de Dios (S. 32, 10-12). 14. El sonido de la trompeta era señal del estallido de la guerra. En Egipto creían .estar fuera de la zona de las operaciones bélicas de Nabucodonosor. No pensaban que para Dios no existen distancias y que nadie puede esconderse de su vista. Cf. S. 138, 8 y nota.

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JEREMÍAS 42, 17-22; 43, 1-10

puesto ir a Egipto y habitar allí, morirán al filo de la espada y de hambre y de peste; y ninguno de ellos quedará con vida, ni se librará del mal que Yo descargaré sobre ellos." "Porque así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: "Así como se ha derramado mi ira y mi indignación sobre los habitantes de Jerusalén, del mismo modo se derramará mi indignación sobre vosotros, cuando entréis en Egipto-, y seréis objeto de execración, de pasmo, de maldición, y de oprobio; y no volveréis a ver este lugar." 18Por eso dice Yahvé acerca de vosotros, oh resto de Judá: "No vayáis a Egipto." Tomad nota de que yo os advierto el día de hoy. ^Porque os engañasteis a vosotros mismos, cuando me enviasteis a Yahvé, vuestro Dios, diciendo: "Haz oración por nosotros a Yahvé, nuestro Dios; y todo cuanto diga Yahvé, nuestro Dios, dínoslo así, y cumpliremos." 21Yo os lo he declarado hoy; mas vosotros no escucháis la voz de Yahvé, vuestro Dios, ni cosa alguna de las que Él me ha encargado deciros. ^Sabed, pues, con toda seguridad, que moriréis al filo de la espada, de hambre y de peste en el lugar adonde queréis ir a habitar. CAPÍTULO XLIII

nuestro Dios, para3 decir: No vayáis a Egipto para habitar allí; es Baruc, hijo de Nenas, el que te instiga contra nosotros, para entregarnos en manos de los caldeos, a fin de 4que nos maten, o nos deporten a Babilonia." De este modo Johanán, hijo de Caree, y todos los capitanes de las tropas, y todo el pueblo desobedecieron la orden de 5Yahvé de permanecer en la tierra de Judá. Y así Johanán, hijo de Caree, y todos los capitanes de las tropas tomaron a todo el resto de Judá, a los que de todas las regiones donde había dispersos, habían 6regresado para habitar en la tierra de luda; a hombres, mujeres y niños, r a las hijas del rey, y a cuantos Nebuzaradán, capitán de la guardia, había dejado con Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safan, y también al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías; V entraron en la tierra de Egipto, no obedeciendo la orden de Yahvé, y llegaron hasta Tafnis. VATICINIO SOBRE EGIPTO.

8

En Tafnis recibió

Jeremías esta palabra de Yahvé: T o m a en tu mano unas piedras grandes, y escóndelas con argamasa en el empedrado a la entrada del palacio del Faraón, en Tafnis, de modo tal que lo vean los hombres de Judá; 10y diles: Así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: "He aquí que enviaré a buscar a

que nada le importa la impresión producida por sus JEREMÍAS ES LLEVADO A EGIPTO. ^Cuando Jere- ypalabras. Aunque le echaran en la cárcel por tercera

mías hubo acabado de transmitir al pueblo1 entero todas las palabras de Yahvé, su Dios,! todas aquellas palabras que Yahvé, su Dios, le había encargado decirles, Respondieron Azarías, hijo de Osaías, y Johanán, hijo de Caree, y todos los hombres rebeldes: "Es mentira lo que dices; no te ha enviado Yahvé,

' * 18. Seréis objeto de execración, etc.: seréis citadosi entre los demás pueblos como ejemplo de la maldición divina. Cf. 18, 16; 24, 9; 26, 6; 29, 18; 44, 12, etc. y notas. 19. No vayáis a Egipto: Se refiere a Deut. 17, 16. Tomad nota de que Yo os advierto el día de hoy: Es notable que el Señor no los mueva a ninguna iniciativa, sino, al contrario, a esa pasividad que es¡ la más difícil prueba de la fe, porque nadie se re-• signa a ella si no tiene una confianza absoluta. Véase Is. 30, 15 ss.; 40, 27 ss. 20. Os engañasteis a vosotros mismos. "Lo dijo) Jeremías a ios capitanes y al pueblo entero cuando,, después de haber logrado conocer la voluntad de: Dios, declararon falsa la profecía porque no concordaba con sus propios deseos. Lo podría decir también a los que hoy en día leen la Sagrada Escriturai para conocer la voluntad de Dios y cuando ven que: está en contra de sus juicios, de su modo de pensar: y de su modo de vivir, dan vuelta a las palabras¡ divinas hnsta que salgan con la suya. Y si esto yat no es posible porque encuentran la verdad y la vo-luntad de Dios expresadas sin sombra de duda, pre-• tenden hacer creer, a sí mismos y a los demás, .que f bajo estas palabras claras está escondido un simbolismo cuyo significado buscan a costa de la verdad,, la cual esquivan a todo precio. ¿ No fueron más sinceros los judíos que al abandonar a Jesús decían:i«Dura es esta doctrina, ¿quién puede escucharla»?? (Juan 6, 61)" (Elpis). 2. Es mentira: Así habla el corazón pervertido.,., En realidad, saben muy bien que Jeremías no mientee

vez, no cambiaría siquiera un ápice de lo que Dios le ha revelado. Quebrantan también, con su conducta, el juramento dado en 42, 5. Es que nada resulta más duro que perseverar en las opiniones de Dios cuando van contra los deseos del corazón. 3. Baruc, el secretario del profeta, es objeto inmediato de las acusaciones que en realidad se dirigen contra Jeremías. 6. Colígese de aquí y de 42, 9 ss. que el profeta fué arrastrado a Egipto contra su voluntad. Nótese el contraste con el vers. 2, donde le tratan de mentiroso. ¿De qué les sirve un profeta mentiroso? ¿Por qué le llevan consigo? ¿No es precisamente porque saben que su palabra es auténtica y que Dios está con él? Tenemos en este episodio un ejemplo de la inconsecuencia humana. Por una parte queremos ser fieles a la palabra de Dios, que nos atrae con sus divinas promesas; y por otra parte la rechaza-nos cuando no concuerda con nuestros intereses. En vano intentaremos servir a dos señores, a Dios y a los apetitos de la carne, pues, como dice Jesús, el que quiere servir a dos señores, "o tendrá aversión al uno y amor al ot."o, o, si se sujeta al primero, mirara con desdén al segundo" (Mat. 6, 24). 7. Tafnis: Cf. 2, 16; 44, 1. En Tafnis, situada en el delta del Nilo, residían en aquel tiempo los faraones. 9. Escándelas con argamasa en el empedrado, etc. Se trata aquí de una profecía simbólica, semejante a la del capitulo 13, donde el profeta recibe la orden de esconder un cinturón en la ribera del Eufrates (13, 1 ss.). El texto admite muchas traducciones si bien el sentido es siempre el mismo. La Vulgata -dice: escándelas en la bóveda que está debajo del muro de ladrillo a la puerta de (a casa del Faraón; Bover-Cantera: escándelas con mortero espeso en la obra de ladrillo que se halla a la entrada de la casa del Faraón. 10. Pocos años después Nabucodonosor invadió » Egipto dos veces, la primera, en 572, la segunda, en 568. Mi siervo: sobre este título del rey de los caldéos, véase 25, 9 y nota.

J E R E M Í A S 43, 10-13; 44, 1-16

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mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, el cual colocará su trono sobre estas piedras que he escondido y extenderá sobre ellas su tapiz." "Pues él vendrá y herirá la tierra de Egipto, e (irán) los destinados a la muerte, a la muerte; los destinados al cautiverio, al cautiverio; y los destinados al filo de la espada, a la espada. I2Y pegará fuego a la casa de los dioses de Egipto; a unos de ellos los quemará, y a otros se los llevará cautivos; y despiojará el país de Egipto, como un pastor despioja su ropa, y saldrá de allí sin ser molestado. "Romperá también las columnas del templo del Sol en la tierra de Egipto, y abrasara las casas de los dioses de Egipto. CAPÍTULO XLIV IDOLATRÍA DE LOS JUDÍOS EN EGIPTO. 'He aqui

la palabra que fué dirigida a Jeremías respecto de todos los judíos que habitaban en el país de Egipto, en Migdol, en Tafnis, en Nof, y en la tierra de Patros: 2Así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que he hecho venir sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá; pues he aquí que hoy están desiertas y nadie habita en ellas, 3a causa de las maldades que cometieron para irritarme, yendo a quemar incienso a otros dioses, y a darles culto; dioses a quienes no conocían, ni ellos, ni vosotros, ni vuestros padres. 4Yo os envié a tiempo todos mis siervos los profetas, diciéndoos: No hagáis esta cosa abominable que 12. Despiojará: Nada más gráfico que esta imagen del pastor que limpia su vestido de los piojos. •La Vulgata trae otro sentido: se vestirá de la tierra •de Egipto, es decir, ocupará el país como si fuese suyo. 13. Alusión a los obeliscos del templo del Sol en On. La Vulgata da a esta ciudad el nombre de Casa del Sol. Véase Is. 19, 18. Los griegos la llamaban •Heliópolis. On o Heliópolis se menciona ya en Gen. 41, 45. Estaba situada a pocos kms. al norte del Cairo y era centro del culto que los egipcios tributaban al Sol. Hoy día es un montón de ruinas, y de sus obeliscos, símbolos de los rayos del Sol, uno «olo, de 66 pies de altura, ha quedado allí como testigo solitario de la gloria desvanecida. Otro de esos obeliscos fue llevado a Roma y está ahora ante la Basílica de San Pedro. Así el símbolo del sol está hoy dedicado al "Sol invictus" Jesucristo y ostenta en letras de oro las palabras: "Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat." • 1. Sobre Tafnis véase 43, 7 y nota. Migdol (Mágdalo), ciudad fronteriza que los arqueólogos ubican en la región del canal de Suez. Nof o Menfis, a •20 kms. al sur de El Cairo (cf. 2, 16; Is. 19, 13). Patros. en egipcio p-to-res (país del sur), nombre del lAlto Egipto. Jeremías se dirige a todos los judíos que vivían en el pais de Egipto, no solamente a los recién venidos. Llama la atención la existencia de judíos en Patros, el extremo sur de Egipto. En el siglo v a. C. encontramos allí, en Elefantina, una colonia militar judia que disponía de un templo de Yahvé. • 3 ss. En estos celos del amor de Dios vemos la razón por la cual Él tanto se oponía a que fuesen a .Egipto. La idolatría de Israel siempre fué la causa de sus males, porque su divino Esposo la miraba como un adulterio. Véase S. 105, 19 y nota. No escucharon (v. 5): Véase 25, 4; 35, 15.

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Yo aborrezco. Pero no escucharon, ni prestaron oído para convertirse de su maldad y dejar de quemar incienso a otros dioses. 6 Por eso se derramó mi indignación y mi ira, que ardieron en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que se convirtieron en desierto y desolación, como (se ve) en el día de hoy. 7 Ahora, así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: ¿Por qué hacéis contra vosotros mismos- este gran mal, de extirpar de Judá a hombres y mujeres, niños y mamantes, de tal suerte que no os queda resto alguno, irritándome con las obras de vuestras manos, quemando incienso a otros dioses, en la tierra de Egipto, adonde habéis venido a habitar para perecer y para ser una maldición y un oprobio entre todos los pueblos de la tierra? 9 ¿Habéis olvidado las maldades de vuestros padres, las maldades de los reyes de Judá, las maldades de sus mujeres, vuestras propias maldades y las de vuestras mujeres, cometidas en^ la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? 10Hasta hoy no se han arrepentido; no han tenido temor, ni han observado la Ley y los mandamientos que Yo he puesto delante de vosotros y delante de vuestros padres.

"Por eso, así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que voy a volver mi rostro contra vosotros para mal, y para extirpar a todo Judá. 12Tomaré los restos de Judá, que resolvieron entrar en la tierra de Egipto y habitar allí; serán todos consumidos en el país de Egipto; caerán por la espada y morirán de hambre, desde el menor hasta el mayor; a espada y de hambre perecerán, y vendrán a ser un objeto de execración, de pasmo, de maldición, de oprobio. 13Porque castigaré a los que habitan en el país de Egipto, como he castigado a Jerusalén con la espada, el hambre y la peste. 14No habrá quien escape o quede con vida del resto de Judá que ha venido a la tierra de Egipto para habitar allí y para volver a la tierra de Judá, adonde tanto suspiran volver para habitar allí; pues no volverán, si no es algún fugitivo. RESPUESTA DE LOS JUDÍOS IDÓLATRAS.

ls

Enton-

ces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban incienso a otros dioses, y todas las mujeres presentes allí en gran número, y todos los del pueblo que habitaban en el país de Egipto y en16Patros, respondieron a Jeremías, diciendo: "En cuanto a las 11. Cf. 21, 10; Lev. 17, 10; 20, 5 s.; Am. 9, 4. 13 s. Los castigaré: la profecía se refiere a la invasión de Egipto por Nabucodonosor. Cf. 43, 10 y nota. Aun en este caso Dios no extingue todas las luces. Se salvarán algunos fugitivos (v. 14), entre ellos Baruc, el secretario del profeta. 15. Las mujeres presentes alli en gran número: "Las costumbres judías no permitían que las mujeres se reuniesen en gran número excepto en las solemnidades públicas. Es, pues, probable que la reunión de la cual se trata aqui, era una de esas solemnidades" (Vig/ouroux).

10»

JEREMÍAS 44. 16-30; 45, 1-5

palabras que nos has dicho en nombre de Yahvé, no queremos obedecerte, 17sino que continuaremos cumpliendo toda promesa que hayamos hecho, de quemar incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones; como hemos hecho, nosotros y nuestros padres, núes tros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén; con lo cual estábamos hartos de pan y nos iba bien y no veíamos ninguna calamidad. 18Pero desde que hemos dejado de quemar incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones, nos falta 19todo, y nos consume la espada y el hambre. Y si nosotras quemábamos incienso a la reina del cielo, y le derramábamos libaciones, ¿acaso no lo sabían nuestros maridos cuando hacíamos tortas a imagen de ella y le ofrecíamos libaciones?" CASTIGO DE LOS IDÓLATRAS.

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Replicó Jeremías

a todo el pueblo, a los hombres y a las mujeres, a todos los21que le habían dado aquella respuesta, y dijo: ¿Acaso no se acordó Yahvé del incienso que quemasteis en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo del país? ¿Acaso Él no se dio cuenta de ello? 22Yahvé no pudo aguantar más la maldad de vuestras obras y las abominaciones que cometisteis; por eso vuestro país ha venido a ser un desierto, un objeto de pasmo y de maldición, sin habitantes, como (se ve) hoy día. 23Porque quemasteis incienso y pecasteis contra Yahvé, y no escuchasteis la voz de Yahvé, ni observasteis su Ley, sus mandamientos y testimonios; por eso os ha sobrevenido la presente calamidad." M Y dijo Jeremías a todo el pueblo y a todas las mujeres: Oíd la palabra de Yahvé, todos los de Judá que estáis en la tierra de Egipto. ^Así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: Vosotros y vuestras mujeres ejecutáis con vuestras manos lo que expresasteis con vuestra boca, a saber: "Seguiremos cumpliendo los votos que hemos hecho de quemar incienso a la reina del cielo, y derramarle libaciones." No hay duda de que cumplís sin falta vuestros votos y los ponéis por obra.

^Pot eso, oíd la palabra de Yahvé, todos los de Judá que moráis en la tierra de Egipto: 17. La reina del cielo: la diosa Astarté de los fenicios (Istar de los asirios), a la cual las mujeres solían ofrecer tortas redondas y chatas como el disco de la luna. Cf. 7, 18 y nota. Véase las excusas de las mujeres en el vers. 19. Además daban culto a Adonis, como vemos en Ez. 8, 14. 26. En Egipto no será pronunciado más el Nombre de Dios, pues los judíos idólatras, refugiados en Egipto, perecerán, y los piadosos dejarán el país obedeciendo la palabra del Señor (vers. 14 y 28). Dios nos enseña aquí que Él se retira de los que se retiran de Él, como Jesús lo hizo en Gerasa (I,uc. 8, 37). El peor casti ;o del desamor es el endurecimiento del corazón, la obstinación y ceguera espiritual. No hay peligro más grande que esa libertad que tanto defendemos.

He aquí que Yohe jurado por mi gran Nombre, dice Yahvé, que en todo el país de Egipto no será pronunciado más mi^ Nombre por boca de ningún hombre27 de Judá que diga: ¡Vive Yahvé, el Señor! Mirad: Yo estoy velando sobre ellos.para mal y no para bien; y todos ios hombres de Judá que están en el país de Egipto, serán consumidos por la espada y por el hambre, hasta acabar con ellos. 28Álgunos pocos que escapen de la espada, volverán del país de Egipto a la tierra de Judá, pero todos los del resto de Judá que han venido a la tierra de Egipto para habitar allí, conocerán de quién es la palabra que se cumple, si la mía o la de ellos. 29Y esto, dice Yahvé, os sirva de señal de que Yo os castigaré en este lugar; para que sepáis que mis palabras se cumplirán sin falta contra vosotros para mal vuestro. '"Así dice Yahvé: He aquí que voy a entregar al Faraón Hofra, rey de Egipto, en poder de sus enemigos, y en manos de aquellos que atentan contra su vida, así como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, enemigo suyo, que buscaba perderle. CAPÍTULO XLV JEREMÍAS CONSUELA A BARUC.

'Palabra

que

dijo Jeremías, el profeta, a Baruc. hijo de Nerías, al escribir éste aquellas palabras en .un libro, dictándoselas Jeremías, en el año cuarto de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá: 2 Así dice Yahvé, el Dios de Israel, respecto de ti, oh Baruc: 'Tú dijiste: "¡Ay de mí, porque Yahvé ha añadido dolor a mi dolor! Cansado estoy de gemir y no hallo descanso." 4 Así le dirás: "Esto dice Yahvé: He aquí que lo que he edificado, lo voy a derribar; y voy a desarraigar lo que he plantado en toda esta tierra, pues es mía. 5¿Y tu buscas para ti graneo. El rey Hofra, perdió la vida en la lucha con 6u rival Amasis. Con este capítulo terminan los oráculos de Jeremías relativos al pueb'o judio. Su actividad entre los fugitivos, sobre todo su predicación contra la idolatría, le valió, según una tradición judía, el martirio en Egipto. 1. Véase la orden de Dios d e escribir las profecías de Jeremías en un libro (36, 2). Parece que Baruc se llenó de temor al ver cómo el rey quemaba el primer ejemplar escrito de las profecías de Jeremías (36, 20 ss.). Creía que le matarían, porque era amanuense del profeta, el cual se hallaba en la cárcel y no podía publicar las profecías de otra manera. 4. Voy a desarraigar lo que he plantado: Cf. 1, 10 y Ecl. 3. ! ss. y nota. 5. I^a promesa que Dios da a Baruc muestra que Él no ha reprobado los lamentos del profeta. Veamos en el S. 68 y notas las quejas que David pone en boca de Jesucristo. Pero Dios, dice el mismo Real Profeta, está al lado de los que tienen el corazón atribulado (S. 33, 19). " T ú hieres, y das la salud; Tú conduces hasta él sepulcro y resucitas, •sin que nadie pueda sustraerse de tus manos" (Tob. 13, 2). Recuérdese la fiel y valiente actitud de Baruc en el cap. 36. Te daré la vida como botín: locución hebrea, que quiere expresar la gratuidad de la salvación. Véase la misma expresión en 21, 9; 38, 2; 39, 18; Filip. 2, 6.

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des cosas? ¡No las busques! pues mira, Yo voy a traer males sobre toda carne, dice Yahvé; pero a ti te daré la vida comp botín en cualquier lugar adonde vayas."

J E R E M Í A S 45, 5; 46, 1-17 10

Día de venganza es éste para el Señor, Yahvé de los ejércitos, para vengarse de sus enemigos. Devorará la espada y se saciará; se embriagará de la sangre de ellos; pues un gran sacrificio celebra Yahvé de los ejércitos, el Señor, II. VATICINIOS en tierras del norte, CONTRA OTROS PUEBLOS junto al río Eufrates. 11 ¡Sube a Galaad y busca bálsamo, virgen hija de Egipto! CAPÍTULO XLVI En vano te multiplicarás los remedios; para ti no hay cura. 12 ORÁCULO CONTRA EGIPTO Las naciones conocen ya tu oprobio; 'Oráculos de Yahvé que el profeta Jere- tus alaridos llenan la tierra; chocó el fuerte con el fuerte, mías recibió sobre los gentiles. *Para Egipto. Contra el ejército del Faraón Necao, rey de y cayeron ambos juntamente. Egipto, que estaba en Cárquemis, junto al río SEGUNDO ORÁCULO CONTRA EGIPTO Eufrates, al que derrotó Nabucodonosor, rey 13 de Babilonia, el año cuarto de Joakim, hijo He aquí la palabra que dijo Yahvé al prode Josías, rey de Judá: feta Jeremías, acerca de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para derrotar la 3 Preparad escudo y broquel, tierra de Egipto: y salid a la batalla. 4 14 Uncid los caballos; jinetes, montad; Anunciadlo en Egipto, poneos en filas con los morriones; llevad la nueva a Migdol; acicalad las lanzas, ceñios las corazas. proclamadlo en Nof y en Tafnis. Decid: Ponte en pie y prevente, 5 Pero ¿qué veo? pues ya devora la espada en torno tuyo. Despavoridos vuelven la espalda, 15 batidos sus valientes, ¿Cómo ha sido derribado tu Toro? huyen apresuradamente, sin mirar atrás, No se mantuvo en pie. por todos lados terror, porque Yahvé le derribó. 16 dice Yahvé. É1 multiplica el número de los que tropiezan, •No se libra el ligero y cayendo unos sobre otros ni escapa el valiente. dicen: ¡Levantémonos, Al norte, junto al río Eufrates, volvámonos a nuestro pueblo tropiezan y caen. y a la tierra en que nacimos, 7 ¿Quién es éste que se hincha como el Nilo, huyendo de la espada destructora! y cuyas aguas se alborotan como Jos ríos? "Claman allí: 8 Es Egipto, que se hincha como el Nilo, El Faraón, rey de Egipto, está perdido', y cuyas aguas se alborotan como los ríos; ha dejado pasar el tiempo fijado. que dice: "Me hincharé, cubriré la tierra, destruiré la ciudad y sus habitantes." 10. Día de ven-nansa: Cf. S. 117, 24 y nota. 11. Sobre el bálsamo de Gaalad vénse 8, 22. Tan '¡Adelante, caballos! ¡Carros, corred! vanas son las medicinas como lo fueron las armas Pónganse en marcha los guerreros, del vers. 3. etíopes y libios, que empuñan el escudo, 13 s. Sobre las expediciones de Nabucodonosor a lidios que manejan y entesan el arco. Eeipto véase 43, 10 y nota. Sobre Migdol, Nof 2. En Cárquemis (Circesium), junto al Eufrates, los babilonios vencieron en el año 605 el ejército del_ rey Necao de Egipto, que antes babia ganado la" batalla de Megiddó que costó la vida al rey Josias de Judá (IV Rey. 23, 29 ss.; I I Par. 35, 20). 3 s. Inutilidad de las armas cuando Dios no las quiere. Cf. S. 32 y notas. Uncid los caballos (v. 4 ) : ¿os carros de guerra constituían la fuerza principal de los egipcios. Véase Ex. caps. 14 y 15; Is. 36, 9 y notas. 5 ss. Empieza la descripción profética de la derrota de los egipcios en Cárquemis. El hebreo usa el pretérito profético. 7. Como el Nilo: La Vu'gata dice: como una riada. El sentido es el mismo. El profeta alude al inmenso número de los egipcios que salen a campaña y se hinchan como el Nilo cuando sale de su cauce. 8. Destruiré la ciudad: la ciudad enemiga contra la cual marcha el ejército egipcio; es decir, Babilonia. 9. Etiopes, libios y lidios: tropas auxiliares de Egipto.

(Menfis) y Tafnis (v. 54) véase 43, 7; 44, 1 y notas. 15. Tu Toro: La versión griega de los Setenta dice: ¿Por qué cayó tu Apisf Alusión sarcástica al culto del toro (Apis) en Egipto, que tenía su santuario en Menfis. Su andar y la manera de exteriorizar su apetito, especialmente cuando comía de las manos de los visitantes, se tomaban por oráculos del dios Ptah.' cuya encarnación el buey representaba. Todo Egipto hacía duelo cuando una de estas bestias moría. Nótese que toda esta exande indignación del Señor contra Egipto es a causa de esa idolatría con que se contaminaba su amada Israel. De la misma manera se indigna Jesús contra los que causan escándalo (Mat. 18, 7). 16. Espada destructora: La Vulgata vierte: la espada de la paloma. Véase 25, 38 y nota. 17. Ha dejado pasar el tiempo: Es una interpretación dudosa. La Vulgata dice: el tiempo trajo tumulto. La versión de los Setenta conserva este texto en palabras hebreas, que Condamin traduce literalmente: ruido demasiado tarde. Otra traducción: está perdido.

JEREMÍAS 46, 18-28; 47, 1-4

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Vivo Yo, dice el Rey, cuyo Nombre es Yáhvé de los ejércitos. Como el Tabor entre los montes, y el Carmelo junto al mar, así Él se presenta. "Prepárate el bagaje para el cautiverio, oh hija que habitas en Egipto, pues Nof se convertirá en un desierto, será abrasada y quedará sin habitantes.

al Faraón y a los que en él confían. ^Y los entregaré en manos de los que buscan exterminarlos, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de sus servidores. Mas después de esto será otra vez habitado, como en los tiempos antiguos —oráculo de Yahvé.

«Novilla muy hermosa es Egipto; pero del Septentrión viene un tábano, sí, ya viene. a Y sus mercenarios en medio de ella, que son como becerros cebados, también ellos vuelven las espaldas, huyen todos, sin detenerse, porque vino sobre ellos el día de su ruina, el tiempo de su castigo.

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Su voz es como de sierpe que se desliza; porque vienen con gran poderío, vienen contra ella con hachas, como leñadores de árboles. M Talan su bosque, dice Yahvé, su bosque impenetrable, pues son más numerosos que las langostas, y no tienen cuenta. ^Quedará confundida la hija de Egipto; será entregada en.manos del pueblo del Norte. 25

Pero tú, siervo mío Jacob, no temas; no te amedrentes, oh Israel; porque he aquí que te sacaré de (tierras) lejanas, y a tu descendencia del país de su cautiverio. Volverá Jacob y vivirá en plena tranquilidad, sin que haya quien le espante. No temas tú, siervo mío Jacob, dice Yahvé; pues Yo estoy contigo. Exterminaré a todas las naciones adonde te he arrojado, pero a ti no te exterminaré, aunque te corregiré con equidad y no te dejaré del todo impune. CAPÍTULO XLVII ORÁCULO CONTRA LOS FILISTEOS

Dice Yahvé de los ejércitos, Palabra que dijo Yahvé al profeta Jereel Dios de Israel: antes que el FaHe aquí que Yo castigaré a Amón de No, mías, acerca de los filisteos, raón derrotara a Gaza. 2Así dice Yahvé: al Faraón y a Egipto; a sus dioses y a sus reyes; He aquí aguas que avanzan del Norte, como torrente que inunda; 18. Dios exalta con términos magníficos a Nabuinundan el país y su amplitud, codonosor porque será su instrumento para castigar la ciudad y sus habitantes. a otros pueblos. Cf. 25, 9; 43, 10 y notas. Claman los hombres y dan alaridos 19. La profecía sobre Nof (Menfis) cumplióse al pie de la letra, siendo hoy su lugar una soledad, todos los moradores del país, 3 cubierta de la arena del desierto. al estrépito de los cascos de sus caballos, 20. Alusión a la adoración de vacas sagradas en al estruendo de sus carros Egipto. La vaca representaba a las diosas Isis y Hathor. Un tábano, es decir, Nabucodonosor, que y al ruido de sus ruedas. viene del Norte. Los padres no miran ya por sus hijos; 25. Amón de No. Amón (Rah) era el dios del les faltan las fuerzas, sol, cuyo santuario se hallaba en No-Amón. t S. Je- 4 pues llegó el día rónimo creía que No era el nombre de Alejandría; de ahí la'versión de la Vulgata: la multitud tumulpara destruir a todos los filisteos; tuosa de Alejandría. En realidad no existía Alepara privar a Tiro y Sidón del postrer aliado. jandría en tiempos de Jeremías, pues la ciudad fué Porque Yahvé va a destruir a los filisteos, fundada más tarde por Alejandro [Magno en el siglo el residuo de la isla de Caftor. IV. La ciudad de No es la homérica Tebas, fa-

mosa por sus cien puertas. En el siglo x.iv antes de Cristo No fué escenario de la reforma religiosa 27. Siervo mió Jacob: Véase Jer. 30, 10; Is. 42, de Amenofis I V , el cual destronó al dios Amón e 1 y nota. introdujo un monoteísmo que culminaba en la figura 28. Con equidad: Vulgata: con juicio, esto es, con del dios Aton. "El odio contra aquel dios le llevó a moderación, con misericordia. En medio de su ira cambiar su primer nombre de Amenofis, que recor- aparece la suavidad del amor paternal para con Isdaba el nombre execrado (Amón está satisfecho), por rael. Jamás se encrudece tanto la ira de Dios, que el de Ikhnaton, que encerraba el nombre del dios no esté suavizada por su misericordia. Véase 10, dilecto (Aton está satisfecho); poco después, y por 24; 29, 11; 30, 10 s.; Lam. 3, 22; Ef. 2, 4. la misma razón, abandonó la capital, Tebas, traslaAguas que avanzan del Norte: el ejército de dándose a la nueva ciudad fundada por él mismo los2. caldeos. y denominada Akhetaton (Horizonte de Aton), en lo 4. Caftor: Jerónimo vierte: Capadocia. Los que es hoy Tell el-Amarna, a unos 300 kms. al sur filisteos traen San origen de la isla de Caftor o Creta del Cairo" (Ricciotti, Hist. de Israel, núm. 34). (Deut. 2, 23; suAm. 9, 7). De ahí que juntamente Bajo el reinado de Tutankhatnón, sucesor de Amelos filisteos, se mencionan a menudo los crenofis, los sacerdotes de Amón lograron restablecer con tenses, p. ej. en el nombre de la guardia personal el culto de su dios y eliminar los efectos de la re- de David, "los feleteos y cereteos" (los filisteos y forma._mpnoteísta de Amenofis. cretenses). Cf. I I I Rey. 1, 38.

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J E R E M Í A S 47, 5-7; 48, 1-20

^obre Gaza viene la calvicie, sin habitantes en ellas. 10 Ascalón, resto de los gigantes, ;Maldito aquel que ejecuta es reducida a silencio. la obra de Yahve negligentemente [sangre! y maldito el que veda a su espada derramar ¿Hasta cuándo te harás incisiones? 8 ¡Ay espada de Yahvé! ¿cuándo descansarás? ¡Vuélvete a tu vaina, descansa y calla! ANUNCIASE EL EXTERMINIO DE MOAB 7 ¿Mas cómo podrás descansar "Tranquilo estuvo Moab desde su mocedad, cuando Yahvé te ha dado orden? descansando sobre sus heces, Es contra Ascalón y la costa del mar no fué trasegado de una vasija a otra, adonde Él la dirige. ni marchó al cautiverio, y así ha conservado su gusto y no se ha mudado su aroma. CAPÍTULO XLVIII 12 Por eso, he aquí que vienen días, dice Yahvé, en que le enviaré trasegadores VATICINIO CONTRA MOAB que le trasegarán; 'Para Moab: que vaciarán sus vasijas y romperán sus tinajas. Así dice Yahvé de los ejércitos, "Entonces Moab se avergonzará de Camos, el Dios de Israel: como la casa de Israel se avergonzó de Betel, ¡Ay de Nebó, que está devastada; objeto de su confianza. confundida y tomada ha sido Kiryatáim; 14 Misgab está consternada y abatida. ¿Cómo decís: "Nosotros somos héroes 2 Paso ya la gloria de Moab; y fuertes para la guerra"? 15 en Hesbón se trama su mal. E1 devastador sube contra Moab y sus dula flor de su juventud baja [dades, ¡Venid, exterminémosla para la matanza, dice Yahvé, para que no sea más nación! cuyo Nombre es Yahvé de los ejércitos. Tú también, Madmén, perecerás, 16 tras ti va la espada. La ruina de Moab está cerca, 3 Gritos desde Horonaim, y va a venir muy pronto su desastre. devastación y ruina grande. "Lamentadle, todos sus vecinos, 4 Moab está destruido, lloran sus parvulitos. y todos los que conocéis su nombre, decid: 5 En la cuesta de Luhit se oye llanto, ¡Cómo se. ha quebrado un cetro tan fuerte, suben llorando, un báculo tan magnífico! y en la bajada de Horonaim se oyen angustiosos gritos de quebranto. •'Desciende de tu gloria, y siéntate en lo árido, *Huíd, salvad vuestras vidas, oh hija, habitadora de Dibón; sed como un arbusto en el desierto. porque el devastador de Moab sube contra ti, 'Porque has puesto tu confianza en tus obras para arrasar tus fortificaciones. y en tus tesoros, también tú serás tomada; 19Estáte junto al camino y atalaya, y Camos irá al cautiverio, moradora de Aroer, a una con sus sacerdotes y príncipes. pregunta al que huye 8 Vendrá el devastador a cada ciudad, y di a la que se escapa: ¿Qué pasa? 20 y ninguna se salvará; Avergonzado está Moab, será asolado el valle y devastado el altiplano, porque ha sido derrotado. como lo ha dicho Yahvé. ¡Dad alaridos y gritad! [truído! 9 ¡Anunciad en el Arnón que Moab está desDad alas a Moab para que se escape volando, pues sus ciudades serán un desierto, 10. Sobre esta condenación de la tibieza véase el 5. Cortarse los cabellos y lastimarse con cuchillos eran entre los paganos las grandes manifestaciones de dolor. Véase 9, 26; Lev. 19. 27 s.; Deut. 14, 1; I I I Rey. 18, 28; Is. 15, 2. Resto de los gigantes: Otra traducción, resto de los valles. 1. Los moabitas se mostraron como enemigos del pueblo judío desde Moisés hasta el tiempo en que habla el profeta. Merecen, pues, la ruina que se les predice en este tremendo oráculo. Los lugares aludidos se encuentran todos al oriente del Mar ¡Muerto. Nebó, aquí nombre de una ciudad, y no del dios Nebo. 2. Madmén: San Jerónimo traduce según el sentido etimológico: la silenciosa. 7. Camos, dios nacional de los moabitas. Cf. Núm. .21, 29; Juec. 11, 24; I I I Rey. 11, 7. 8. El devastador: el rey de los caldeos. Lo mismo en los vers. 15 y 32. 9. Dad alas a Moab, etc.: Vulgata: dad flores a Moab, porque floreciente saldrá. Es preferible el texto masorético porque concuerda mejor con el contexto.

apostrofe a Laodicea (Apoc. 3, 14 ss.). Ocioso parece declarar que no ha de verse aquí una doctrina guerrera, sino el celo por las cosas de Dios. En tal sentido dice también Jesús que hemos de odiar a padre y madre para ser sus discípulos (Luc. 14, 26). 11. El vino nunca trasegado no se depura. Vemos aquí que las pruebas son necesarias para las naciones lo mismo que para los individuos. Véase Is. 25, 6; Sof. 1, 12. S. Jerónimo observa que Dios quita muchas veces a los pecadores las dulzuras de sus pecados, a fin de que, no habiendo querido conocer a Dios en la prosperidad, lo conozcan en la adversidad. "Cuando el Señor, dice S. Agustín. permite o hace que seamos experimentados por las tribulaciones, muestra entonces que es misericordioso." 13. Los males vendrán sobre los moabitas por su idolatría. Confiaban en su dios Camos, así como los israelitas en el becerro que el rey Jeroboam habia eregido en Betel ( I I I Rey. 12, 26 ss.). 20. Arnón: río principal de iMoab que desemboca en el Mar iMuerto.

JEREMÍAS «8. 31-45

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E1 juicio ha venido del campo feraz, y de la tierra de Moab; sobre la tierra del Altiplano, Yo he quitado a los lagares el vino; sobre Holón, sobre Jasa y sobre Mefaat; no se los pisa más con gritos de alegría, ^obre Dibón, sobre Nebó y sobre Bet-Dibla- porque los gritos ya no son gritos de alegría. ^obre Kiryataim, sobre Betgamul, [taim; '•Desde Hesbón hasta Elealé se oyen gemidos, y sobre Betmaón; 24 hasta Jasa llegan sus alaridos, sobre Kiryot, sobre Bosra ' sobre todas las ciudades del país de Moab, desde Zoar hasta Horonaim y Eglat-Selisiá; pues también las aguas de Nimrim Í ejanas y cercanas. . serán un desierto. "Ha sido cortado el cuerno de Moab, ''Exterminaré en Moab, dice Yahvé, y su brazo está quebrado, dice Yahvé. a quien ofrezca sacrificios en las alturas, "Embriagadle, pues se alzó contra Yahvé. y queme incienso a sus dioses. ¡Revuélquese Moab en su mismo vómito, y sea objeto de mofa también él! "Por eso mi corazón gime cual flauta por Moab; ''¿Pues no fué Israel objeto de burla para ti? como una flauta gime mi corazón ¿Fué acaso hallado entre los ladrones? por las gentes de Kir-Heres; pues cuantas veces hablaste de él porque na desaparecido lo que habían ady meneaste la cabeza. [quirido. "Dejad las ciudades y vivid en los peñascos, "Pues toda cabeza está calva, y toda barba ha sido rapada; habitantes de Moab-, en todas las manos hay sajaduras, sed como la paloma que hace su nido y sobre los lomos llevan sacos. sobre el borde de la cueva. "Sobre todos los terrados de Moab, "Hemos oído hablar de la soberbia de Moab y en todas sus plazas se oyen llantos, que es muy orgulloso, porque Yo he quebrado a Moab, de su altanería, arrogancia, como vasija inútil presunción y altivez de su corazón. —oráculo de Yahvé. "•Yo conozco su saña, dice Yahvé, '•¡Cómo ha sido derribado! ¡Ululad! sus vanas jactancias, sus obras falaces. ¿Cómo es que Moab ha vuelto las espaldas vergonzosamente ELEGÍA SOBRE MOAB para ser un objeto de ludibrio 31 Por eso doy alaridos por Moab, y espanto para todos sus vecinos? me lamento por Moab entero; son llorados los hombres de Kir-Heres. DESTRUCCIÓN TOTAL Y PROMESA DE RESTAURACIÓN K Más que a Jacer te lloraré a ti, oh vid de Sibmá: *°Pues así dice Yahvé: tus sarmientos pasaron más allá del mar, He aquí que (W enemigo) viene se extendieron hasta el mar de Jacer; volando como águila, sobre tu cosecha y tu vendimia y extiende sus alas sobre Moab. 41 se precipitó el devastador. Conquistadas las ciudades y tomadas las fortalezas, ''Se ha retirado la alegría y el júbilo el corazón de los guerreros de Moab en aquel día será [parto. 25. El cuerno de Moab: El cuerno es símbolo de como el corazón de una mujer que está de la fuerza. Cf. el término "cuerno de nuestra salud", p. ej. en S. 17, 3 y en el Benedictus (Luc. "Moab será destruido y dejara de ser nación, 1, 69). De ahí que también se use para expresar por cuanto se ha levantado contra Yahvé. el socorro que nos viene de Dios. 26. Los moabitas han de beber el cáliz de la ira de Dios, hasta que embriagados con ella vomiten y sean el escarnio de otros pueblos. Véase Is. 51, 17 ss. 27. Dios defiende no sólo la suerte kle Israel sino también su honor, y se constituirá en vengador de su pueblo. Véase Joel cap. 3. 30. Dios se complace en humillar ese espíritu de suficiencia humana, que entre los paganos pasaba por virtud y heroísmo. Es éste un constante contraste entre la Biblia y el mundo, que explica, sin duda, en buena parte, el olvido de las Sagradas Escrituras. 31. Empieza aquí una elegía sobre la ruina de Moab que termina con una profecía acerca de su restauración (v. 47). Kir-Heres: Vulgata: Muro de ladrillos. La Vulgata traduce asi lo que significa el nombre de la ciudad de Kirheres o Kirharéset, llamada también Kir Moab, hoy día El Kerak. Véase v. 36; Is. 15, 1; 16, 7. 33. Campo feras: Vulgata Carmelo. No se trata del monte Carmelo, que está en el noroeste de Palestina, sino de los campos fértiles, que en hebreo tienen el nombre de Carmelo. Cf. Is. 10, 18; 16, 10. Gritos de alegría, en hebreo hedad. Sobre el sentido de esta palabra véase Is. 16, 9 y nota. Cf. 25, 30.

"¡Espanto, fosa y lazo sobre-ti, habitante de Moab, dice Yahvé. "El que escape del espanto caerá en la fosa; y el que suba de la fosa quedará preso en el lazo, porque haré venir sobre Moab el año de su visitación —oráculo de Yahvé. «Agotados se detienen los fugitivos a la sombra de Hesbón, 37. Cofrero calva... barba rapada... sajaduras: Sobre estos ritos paganos véase Lev. 19, 27 a. y nota. Cf. 47, 5. 45. Una vez caída la ciudad de Hesbón no hay impedimento que pueda resistir. Jeremías cita en este lugar un refrán que se lee en Núm. 21, 28 s. Hijos del tumulto: los moabitas. El oráculo contra Moab se cumplió cinco años después esmáyase Damasco, se dispone a huir, tiembla; se apoderan de ella angustia y dolores como de parturienta.

S

25 ¡Cómo ha sido abandonada Edom vendrá a ser un horror; la ciudad gloriosa, cuantos por allí pasaren quedarán pasmados, la ciudad de mi alegría! y silbando contemplarán todas tus plagas. s'Por eso sus jóvenes caerán por sus calles, 18 5erá arrasado como Sodoma y Gomorra, y todos sus hombres de guerra y sus ciudades vecinas, dice Yahvé; perecerán en aquel día no vivirá nadie allí, —oráculo de Yahvé de los ejércitos—; OT ni habrá hombre que lo habite. y pegaré fuego al muro de Damasco, que devorará los palacios de Benhadad. 1B Como león subirá (el enemigo) desde las espesuras del Jordán CONTRA CEDAR Y HASOR a los pastizales siempre verdes, 28 Para Cedar y los reinos de Hasor, que depero en un momento lo arrojaré de allí, y estableceré en (Edom) a quien Yo escogiere. rrotó Nabucodonosor, rey d~ Babilonia: pues ¿quién hay como Yo? Así dice Yahvé: ¿Quien me pedirá cuenta? Levantaos, marchad contra Cedar, ¿Quién es el pastor y destruid a los hijos del Oriente. que pueda enfrentarse conmigo? *§e les quitarán sus tiendas y sus rebaños, las lonas de sus (tiendas) ^Por eso, oíd el designio de Yahvé, que Él tiene resuelto contra Edom, y todos sus utensilios; serán llevados sus camellos, y sus planes que ha trazado y se les clamará: contra los habitantes de Teman. Os aseguro que serán arrastrados "¡Terror por doquier!" "Huid, dispersaos por todas partes; hasta los débiles de la grey, escondeos en cavernas, y quedarán devastados juntamente con ellos sus pastizales. moradores de Hasor, dice Yahvé; 31 A1 estruendo de su caída temblará la tierra-, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, sus gritos se oirán hasta el Mar Rojo. tiene resuelto un plan contra vosotros, y contra vosotros se dirigen sus pensamientos. "He aquí que como águila subirá (el enemigo), volara y extenderá sus alas contra Bosra; "Levantaos, dice Yahvé (a los caldeos), y será el corazón marchad contra un pueblo tranquilo, de los guerreros de Edom en aquel día que habita confiado, dice Yahvé, como el corazón de una mujer que está de sin puertas, sin cerrojos, todo aislado. [parto. •'Sus camellos serán un botín, y una presa la muchedumbre de sus ganados. CONTRA DAMASCO Esparciré a todos los vientos ^Para Damasco: a los que se rapan las sienes; y de todos sus confines Confundidas están Hamat y Arfad; traeré su mal, dice Yahvé. 19. El lean es el rey de Babilonia, que a manera "Hasor vendrá a ser morada de chacales, de un león hambriento se arrojará sobre Edom y un desierto perpetuo. devastará todo el país. A guien Yo escogiere: Yahvé no habitará allí hombre alguno es. dueño absoluto de todos los países, porque suya ni morará hijo de hombre en ella. es la tierra (Ex. 19, 5). £1 decreta la destrucción 17

de un reino y lá fundación de otro, sin dar cuenta a nadie. En el presente caso el escogido es el rey de los caldeos, instrumento elegido por Dios para castigar a todos los pueblos vecinos. 20. Serán arrastrados hasta los dibiles de la grey, etc. Texto dudoso. Vulgata: Si no ¡os derribaren los Magalts del rebaño, si no destruyeren su habitación juntamente con ellos. Bover-Cantera: £* verdad, los arrastrarán por tierra los eagales de la grey; ciertamente será asolada con ellos su morada. Nicar-Colunga: En verdad que serán conducidos por lo más ruin del rebaño, y a su vista se espantarán los pastítales. 23 s. Hamat y Arfad, las dos ciudades principales de la Siria septentrional; Damasco, capital de la Siria meridional.

25. Alusión a la hermosura y fertilidad de la región de Damasco, regada por las asuas de Iba rios Amana y Farfar. Véase IV Rey. 5. 12. 27. Benhadad: nombre de tres reyes de Damasco, enemigos de Israel. 28 ss. Cedar designa a los nómadis, descendientes de Cedar, hijo de Ismael, que vivían en tiendas en el desierto entre Mesopotamia, Arabia y Siria, ea decir, al oriente de Palestina (cf. Gen. 25, 13; Cant. 1, 4). Hasor: lugar desconocido y seguramente distinto de la localidad del mismo nombre situada en Galilea. Los hijos del Oriente: sinónimo de árabes. A ellos se les quitarán las t>nrtas (v. 29), porque no tienen casas, ni puertas, ni cerrojos (v. 31). 32. Los que se rapan las sienes: Cf. 47, 5; 48, 37.

JEREMÍAS 4», 34.39; 50, 1-10

1020 CONTRA ELAM M

A1 principio del reinado de^ Sederías, rey de Judá, recibió el profeta Jeremías esta palabra de Dios para Elam: '"Así dice Yahvé de los ejércitos: He aquí que romperé el arco de Elam, lo principal de su fuerza. Soltaré contra Elam los cuatrocientos desde los cuatro puntos del cielo; y los dispersaré hacia todos estos vientos; y no habrá nación adonde no lleguen fugitivos de Elam. "Porque haré temblar a Elam delante de sus enemigos, y delante de los que intentan su ruina; descargaré sobre ellos el mal, mi ira ardiente, dice Yahvé, y tras ellos enviaré la espada hasta acabar con ellos. ^Asentaré mi trono en Elam, y daré allí muerte al rey y a los príncipes, dice Yahvé. '•Pero en los últimos tiempos haré volver a los cautivos de Elam —oráculo de Yahvé. CAPÍTULO L CONTRA BABILONIA 1

Palabra que Yahvé dirigió a Babilonia, a la tierra de los caldeos, por Boca del profeta Jeremías: *Publicadlo entre los pueblos, pregonadlo; alzad bandera, proclamadlo, no lo encubráis; decid: Tomada ha sido Babilonia; avergonzado está Bel y abatido Merodac. Sus simulacros están cubiertos de ignominia, sus ídolos tiemblan de terror. 3

Pues desde el Septentrión marcha contra ella una nación, que hará de su tierra una soledad sin habitantes; hombres y bestias huyeron, se marcharon.

34. s. Loa tlamitat que habitaban al este de Babilonia estaban ya en parte sometidos al imperio babilónico y eran sus tropas auxiliare!. El arco de Blam: Alusión al arma en cuyo manejo se distinguían loa elamitas. Cf. Is. 22, 6. 39. Haré volvtr a los cautivos de Blam: Esto se cumplió en tiempos de Ciro, y en sentido espiritual en tiempos de Cristo, pues entre los que oyeron a S. Pedro en la fiesta de Pentecostés y se convirtieron, se hallaban también elamitas (Hech. 2, 9). 1. Este capitulo y el siguiente profetizan la destrucción de Babilonia y, como es frecuente en las profecías, contemplan los acontecimientos históricos m i s inmediatos, como figura de suceaos mesianicos y escatológicos, según puede verse comparándolos aon los capítulos 17 y 18 del Apocalipsis. La ruina esti profetizada también en Isaías caps. 13 s. y 45-47. 2. £«1 y Merodac (Marduk), los Ídolos principales del panteón babilónico. 3. El pueblo que viene del norte, son los medoa y persas, que medio siglo mis tarde conquistaron el reino neobabilónico. Cf. Dan. 5, 30 y nota.

RETORNO DE ISRAEL

*En aquellos días y en aquel tiempo, dice Yahvé, vendrán los hijos de Israel. y con ellos los hijos de Judá; vendrán llorando y buscando a Yahvé, su Dios. "Preguntarán por el camino de Sión, dirigiendo hacia allá sus rostros, (y diciendo): "Vamos y liguémonos con Yahvé en alianza eterna, que nunca será borrada." •Mi pueblo ha venido a ser un rebaño de ovejas perdidas, sus pastores lo han descarriado; por los montes lo hicieron ir vagando; y andando de monte en collado se han olvidado del aprisco. 'Cuantos los hallaban, los devoraban; y sus opresores se decían: "No hacemos mal, pues han pecado contra Yahvé, la morada de justicia; contra Yahvé, la esperanza de sus padres." 8 Huíd de en medio de Babel, y salid del país de los caldeos, sed como los carneros que van delante del rebaño. •Pues he aquí que Yo suscitaré y lanzaré contra Babel una multitud de grandes naciones desde el país del Norte, se apostarán contra ella, y de ese lado será tomada; sus flechas son como de hábil guerrero; no vuelven vacías. 10 Y Caldea será saqueada; todos sus saqueadores se hartarán, dice Yahvé. 4 i i . Sobre la reunión de Israel con Judá y la nueva alianza véase 3, 18; cap. 31; 33, 14 ss.; Ez. 37, 15 ss., etc. "Aquí (v. 5) se habla también de la alianza entre Dios y todos los hombres hijos de Abrahin, según la fe, de que fué mediador Jesucristo" (Páramo). 7. Los enemigos se tienen por excusados porque creían hacer bien en destruir una nación rebelde contra su Dios. Para entender el sarcasmo de este versículo conviene leer el sorprendente discurso de Aquior (Judit 5), donde este pagano recto y sagaz sintetiza toda la historia de Israel y muestra cómo sus triunfos o calamidades le vienen siempre de su Dios, según su fidelidad o idolatría. Pero este Dios que así prueba paternalmente a su pueblo, no autoriza a otros a que lo hagan, y amenaza con extraordinaria severidad a todos los que hacen sufrir a Israel. Cf. 49, 7 y nota. Morada dt justicia: Vulgata: hermosura de justicia. 8. Sobre la huida de Babilonia véase 51, 6 y 43; Is. 48, 20; 52, 11; 55, 12; sobre la necesidad de salir de la Babilonia apocalíptica cf. Apoc. 18, 4 7 nota. En sentido espiritual Babilonia es el mundo, del cual dice S. Juan: "No améis el mundo ni lo que esta en el mundo" (I Juan 2, 15). "(Huye del mundo I, dice San Agustín, si quieres ser puro. Huye de las creaturas, si quieres poseer al Creador. Parézcate vil toda creatura para que el Creador sea la dulzura de tu corazón." 9. No vuelven vacias: dan en el blanco.

JEREMÍAS 50, 11-28

''Aunque os alegráis y saltáis de gozo, oh saqueadores de mi herencia; aunque brincáis como novilla en la hierba y relincháis como caballos, '^quedará muy avergonzada vuestra madre, será cubierta de ignominia la que os dio a luz. He aquí que será la última de las naciones. desierto, tierra árida, estepa. 13 A causa de la ira de Yahvé no será habitada, y toda ella se convertirá en soledad. Cuantos pasaren junto a Babilonia, se pasmarán y harán rechifla de todas sus plagas. 14

Tomad posiciones contra Babilonia a la redonda; los que tendéis el arco, tirad contra ella, no escatiméis las flechas, porque ha pecado contra Yahvé. 15 Alzad contra ella el grito por todos lados; se rinde ya, caen sus baluartes, derribados están sus muros. Es la venganza de Yahvé; tomad venganza de ella; ' tratadla como ella os ha tratado a vosotros. 16 Exterminad de Babilonia al que siembra, y al que maneja la hoz. en el tiempo de la Ante la espada destructora [siega. vuélvase cada cual a su pueblo, y huya cada uno a su tierra. 17

Un rebaño descarriado es Israel, lo dispersaron los leones. Primero lo devoró el rey de Asiría, y el último ha sido este Nabucodonosor, rey de Babel, que le rompió los huesos. "Por tanto, así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que Yo castigaré al rey de Babilonia y su tierra al modo que castigué al rey de Asirla.

'•Traeré a Israel a sus pastizales, y pacerá en el Carmelo y en Basan; sobre las montañas de Efraím y de Galaad se saciará. ^Én aquellos días y en aquel tiempo. dice Yahvé, se buscará la iniquidad de Israel, y no se hallará; y los pecados de Jhidá, y no se encontrarán, porque seré propicio al resto que haya dejado. 11. Mi herencia: el pueblo de Israel, escogido y amado de Dios, a pesar de sus ingratitudes. 12. Vuestra madre, a saber. Babilonia, la ciudad más grande de entonces. Tenía un perímetro de 18 kms. y sus muros estaban protegidos por 250 torres. 15. Cf. S. 136, 8 s. y nota. 16. La espada destructora: Vulgata: la espada de ¡a paloma. Véase 25, 38 y nota; 46, 16. Cf. S. 136, 8 y nota. 17. Los asirios llevaron cautivos a los del reino de Israel (722 a. C ) , los babilonios a los del reino de Judá (587 a. C ) . Cf. IV Rey. 17, 6: 18, 13¡ 24, 10 ss. 20. Víase 3, 17; 31, 34; Is. 32, 17 s.; 60, 10 ss., etcétera.

1021 DESCRIPCIÓN PROFÉTICA DE LA CAÍDA DE BABEL 21

¡Sube contra la tierra de las rebeliones, sube contra ella y sus habitantes (que merecen) castigo! ¡Devasta y extirpa sus restos, dice Yahvé, y haz conforme a cuanto te tengo mandado! 22 ¡Estruendo de guerra en la tierra, y ruina tremenda! 23 ¡Cómo ha sido roto y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo ha venido a ser Babilonia un objeto de horror en medio de las naciones! 24

Te he tendido un lazo, y quedaste presa, oh Babilonia, sin darte cuenta. Fuiste sorprendida y tomada, porque hiciste guerra contra Yahvé. 25 Abrió Yahvé su arsenal y sacó las armas de su indignación; porque el Señor, Yahvé de los ejércitos, quiere ejecutar una obra en el país de los [caldeos. 28 ¡Venid contra ella desde los cabos (del mundo), abrid sus graneros, haced de (sus piedras) montones como gavillas y exterminadla; no le quede ni siquiera un resto! 27 Matad a todos sus toros, sean conducidos al matadero. ¡Ay de ellos, pues ha llegado su día, el tiempo de su castigo! 28 Óyese la voz de fugitivos que escapan de la tierra dejiabel, para anunciar en Síón la venganza de Yahvé, nuestro Dios, la venganza de su Templo. ^Convocad contra Babilonia a muchos (pueblos), a todos los que entesan el arco; 21. Exhortación dirigida a los enemigos de Babilonia. Se refiere en primer lugar a Ciro que fué instrumento de Dios para castigar a los caldeos y dar libertad a Israel Véase Esdr. 1, 1 y nota. En vez de tierra de rebeliones dice la Vulgata: la tierra de los que dominan. Bóver-Cantera conserva el término hebreo: pais de Meratáyim, y lo explica en el sentido de "país de doble contumacia o rebeldía". El codex N dice: a sinu pérsico. Sus habitantes que merecen castigo: Bover-Cantera: los habitantes de Peqod. 23. Martillo de toda la tierra, porque los reyes caldeos subyugaron a todas las naciones desde Persia hasta Egipto. Babilonia fué tan severamente castigada por ser la ciudad más orgullosa. "El orgullo es el principio de todo pecado" (Ecli. 10, 15), por lo cual es también un manantial de innumerables vicios y la raíz de muchísimos males. "Más vale ser loco que orgulloso" (San Juan Crisóstomo). Véase S. 72, 6; Prov. 16, 5; Ecli. 10, 14 s. y nota. Sant. 4, 6. 26. |Cómo se ha cumplido esta profecía! Babilonia está en ruinas hasta el día de. hoy. Solamente los arqueólogos de países europeos la visitan de vez en cuando para indagar sus rastros. 29. Sublevóse ya contra Dios en los albores de la humanidad en la construcción de la "torre de Babel" (Gen. 11), y más todavía en la destrucción del primer Templo de Jerusalén. Cf. Apoc. 17, 6.

JEREMÍAS SO, 29-46; 61, 1-4

1022

acampad contra ella a la redonda, pata que nadie escape; dadle el pago de sus obras; haced con ella conforme a cuanto ella ha hecho, pues se ha alzado contra Yahvé, contra el Santo de Israel. sopor eso caerán en sus plazas sus jóvenes, y todos sus guerreros perecerán en aquel día, dice Yahvé. 31

Heme aquí contra ti, oh soberbio, dice el Señor, Yahvé de los ejércitos; pues ha llegado tu dia, el tiempo de tu castigo. ^Tropezará el soberbio y caerá, sin que haya quien le levante; pues pegaré fuego a. sus ciudades que devorará todos sus alrededores. EL MISMO DIOS DEFENDERÁ LA CAUSA DE SU PUEBLO M

41

He aquí que viene del Norte un pueblo; una nación grande y reyes poderosos; se alzan desde los extremos del orbe, ^empuñan el arco y e l venablo, son crueles y sin piedad, sus voces son como el mar que brama, montan caballos y vienen armados como guerreros contra ti, oh hija de Babilonia. «El rey de Babel oye la noticia, y se le debilitan los brazos; le sobrevienen angustias y dolores como de parturienta. 44

He aquí que sube como león de los boscajes del Jordán a los pastos de perenne verdor. Pero lo expulsaré de allí en un momento, y estableceré^ sobre él a quien Yo escogiere. Porque ¿quién hay como Yo, y quién me pedirá cuenta? ¿O quién es el pastor que pueda enfrentarse conmigo?

Así dice Yahvé de los ejércitos: Viven oprimidos los hijos de Israel juntamente con los hijos de Judá, «Por eso, oíd el designio y todos los que los cautivaron que Yahvé ha tomado contra Babel, los retienen y rehusan soltarlos. y los planes que ha trazado ^Pero su libertador es fuerte, contra el país de los caldeos. Yahvé de los ejércitos es su nombre; Serán arrastrados hasta los endebles del reÉl no tardará en defender la causa de ellos, y será devastado el pastizal [baño, para dar descanso al país juntamente con ellos. 46 y hacer temblar a los habitantes de Babilonia. A la noticia de la conquista de Babilonia, temblará la tierra, 38 ¡Espada contra los caldeos, dice Yahvé, darán alaridos las naciones. y contra los habitantes de Babilonia; contra sus príncipes y contra sus sabios! 36 ¡Espada contra los impostores CAPÍTULO LI y se volverán estúpidos, espada contra sus combatientes BABILONIA VÍCTIMA DE sus CRÍMENES y se amedrentarán! 37 *Así dice Yahvé: ¡Espada contra sus caballos Ved que voy a suscitar un espíritu destructor y contra sus carros, contra Babel y contra los moradores de Calcontra toda la turba de gentes enviaré a Babilonia aventadores [dea. en medio de ella, que la aventarán, y serán como mujeres! y que despojen su país ¡Espada contra sus tesoros, y lo rodeen por todas partes que serán saqueados! en el día de la desdicha. ^¡Sequedad sobre sus aguas, que se secarán! entese el arquero su arco contra el arquero, Porque es un país de ídolos, y contra aquel que se jacta de su coraza. se vuelven locos con sus imágenes. No perdonéis a sus jóvenes, "Por eso habitarán (allí) exterminad a todas sus huestes, ^ a r a que caigan muertos las fieras con los chacales; en la tierra de los caldeos y los avestruces tendrán en ella su morada; y traspasados en sus calles. nunca jamás será habitada, ni volverá a ser poblada en los siglos. 41 ss. Véase 6, 22-24, donde este texto se aplica a los babilonios que marchan contra Judá. Aquí se aplica a los reyes que van a destruir a Babilonia. 44 ss. Véase 49. 19-21. donde las mismas amenazas son dirigidas contra Edom. 1. Texto dudoso. Contra los moradores de Caldea: San Jerónimo vierte: sobre sus moradores que al34. Libertador, en hebreo "goél" (Redentor): vía- earon su corazón contra MI. Es ésta la traducción literal. Las letras que Corresponden a "alzaron su se 51, 36; Is. 51, 22; 59, 20. 36. Impostores (Vulgata: adivinos): Los babilonios corazón contra Mí" han de leerse, según los rabinos, estaban orgullosos de sus artes mágicas y astroló- con aplicación del alfabeto mágico (atbasch). De gicas. Sus adivinos se creían capaces de pronosticar esta manera se da el nombre de Caldea. Cf. el nomacontecimientos futuros, mas no pudieron pronosticar bre de Sesac que corresponde a la misma regla (v. 41; 25, 26 y nota). la ruina de su ciudad. 40

Como cuando Dios destruyó a Sodoma y Goy las ciudades vecinas, dice Yahvé, [morra, no habitará hombre allí. ni morará en ella hijo de hombre.

JEREMÍAS 51, 5-24 s

Porque Israel y Tuda no son viudas (desampade su Dios, Yahvé de los ejércitos: [radas) aunque su país está lleno de culpa contra el Santo de Israel. 6 Huíd de en medio de Babilonia, salve cada uno su vida, no sea que perezcáis por la iniquidad de ella; porque, tiempo es de la venganza de Yahvé; Él va a'darle su merecido. 'Babilonia era un cáliz de oro en la mano de Yahvé, para embriagar a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos de modo que enloquecieron. s De repente ha caído Babilonia, y ha sido quebrantada; lamentadla, tomad bálsamo para su herida, a ver si sana. 9 Hemos procurado curar a Babilonia, pero ella no ha sanado. Abandonadla, y vamonos cada cual a su país, pues su crimen alcanza hasta el cielo, y se alza hasta las nubes. 10

Yahvé ha manifestado nuestra justicia; venid, y narremos en Sión la obra de Yahvé, Dios nuestro.

102}

rica en tesoros, ha llegado tu fin, (está llena) la medida de tus rapiñas. w Yahvé de los ejércitos ha jurado por sí mismo: te inundare de hombres como si fuesen langostas, y lanzarán contra ti gritos (de victoria). 15

É1 hizo la tierra con su poder, fundó el orbe con su sabiduría, y con su inteligencia desplegó los cielos. 16 A su voz se amontonan las aguas en el cielo; Él hace subir las nubes desde los extremos de la tierra, prepara los relámpagos para la lluvia, y saca de sus depósitos los vientos.. 17

Todo hombre" es necio, sin inteligencia; avergüéncese todo artífice de Sus ídolos, porque mentira son sus imágenes de fundición, y no hay aliento en ellas. 18 Cosas vanas son, obras de engaño; perecerán en el tiempo de su castigo. 19 La porción de Jacob no es semejante a ellas, porque Él formó todas las cosas; (Israel) es la tribu de su herencia; Yahvé de los ejércitos es su nombre. 20

LOS MEDOS COMO INSTRUMENTOS DE LA VENGANZA

DE Dios "Aguzad las saetas, cubrios con los escudos; Yahvé ha excitado el espíritu de los reyes de los medos; porque su plan contra Babilonia es destruirla; es la venganza de Yahvé, la venganza de su Templo. 12 Alzad el estandarte contra los muros de Babiaumentad la vigilancia; [lonia, poned centinelas, y disponed emboscadas, >orque Yahvé ejecuta lo que se ha propuesto, o que ha anunciado contra los habitantes de 13 Tú que habitas junto a muchas aguas, [Babel.

f

5. Israel no es como una viuda que no tenga protector. El Santo de Israel, Dios, protegerá a su pueblo como el esposo a la1 esposa. 6. Véase en la nota al S. 136, 8 el notable paralelismo de este capítulo con lo relativo a la Babilonia del Apocalipsis. 7. Babilonia era un cáliz de oro en la mano de Yahvé: El cáliz es símbolo de la ira y del castigo. Quiere, pues, decir, que la ciudad de Babilonia era el instrumento de la ira de Dios que desolaba y oprimía a muchas naciones, mas al fin le toca a ella beber el cáliz que daba de beber a otros. Ésta es la suerte de los grandes de este mundo: ser instrumento en Su mano, y después desaparecer como si jamás hubiesen existido. Cáliz de oro se llama Babel por sus inmensas riquezas. Véase 25, 15; 49, 12; Is. 45, 2 s. y nota. 8. Bálsamo: Se dice esto en sentido irónico. Véase 8, 22; 46, 11. 13. Alude a las muchas aguas del Eufrates que bañan la ciudad. Cf. Apoc. 17, 1 y 15. La medida de tus rapiñas: Bover-Cantera vierte: la medida del corte (de tu vida), y pone la siguiente nota: "literalmente «el codo» de medir, en el cual ha de cortarse el hilo de tu vida, bajo cuya imagen se expresa el violento fina! al quedar llena la medida de las usuras y ganancias ilícitas de Babilonia".

Tú me serviste de martillo, de arma de guerra; por medio de ti he aplastado pueblos, por medio de ti he destruido reinos; 21 por medio de ti he aplastado al caballo y a su jinete, por medio de ti he aplastado el carro con el conductor; ^por medio de ti he aplastado al hombre y a la mujer, por medio de ti he aplastado al viejo y al niño, por medio de ti he aplastado al joveny a la doncella; M por medio de ti he aplastado al pastor y su rebaño, por medio de ti he aplastado al labrador y su yunta, por medio de ti he aplastado a gobernadores y jefes. '•Pero retribuiré ante vuestros ojos a Babel y a todos los habitantes de Caldea, todo el mal que hicieron a Sión —oráculo de Yahvé. 15 ss. I/>s vers. 15-19 son casi idénticos con 10, 12-16. 20 ss. Me serviste de martillo; y no lo sabías. Te imaginabas ser brazo y eras solamente instrumento en manos. de Aquel que gobierna los destinos de los pueblos. Cf. nota 7. Dios nos da en estos versos una admirable lección sobre la Providencia que en ningún instante dejn de dirigir sola y como le place, la historia del género humano. "Ilumina a una nación con la antorcha de la fe, mientras deja a otra en las tinieblas de la infidelidad, sin que ésta tenga derecho de quejarse ni la otra de enorgullecerse. Dios concede también a cada uno la medida de la gracia y de dones sobrenaturales que juzpa a propósito, sin que nadie tenga derecho a pedirle cuenta de su conducta." Cf. S. 144, 17.

1024

JEREMÍAS 51, 25-46

''Heme aquí contra ti, oh monte destructor, que has destruido toda la tierra, dice Yahvé. Yo extenderé mi mano contra ti, y te haré rodar desde lo alto de las peñas; y te convertiré en monte consumido por las llamas. 26 Y no se tomará de ti piedra angular, ni piedra fundamental, porque serás ruina perpetua, dice Yahvé.

me ha dejado como una vasija vacía; cual dragón me ha devorado; se ha llenado el vientre de mis mejores bocados, me ha echado fuera." 35 ¡ Recaiga sobre Babel la violencia que he sufrido en mi carne, dice la habitadora de Sión; y mi sangre sobre los habitantes de Caldea!, dice Jerusalén.

27

36

Alzad bandera en la tierra, tocad la trompeta entre los pueblos, convocad contra ella las naciones, llamad los reinos de Ararat, Menní y Askenez, nombrad contra ella un Jefe, lanzad los caballos como langostas erizadas. 28 Consagrad contra ella los pueblos, los. reyes de los medos, sus gobernadores y sus jefes, y todos los países de su dominio. 29 Tiembla la tierra y se estremece, pues se cumplen contra Babilonia los planes de hacer del país de Babilonia [de Yahvé, un desierto sin habitantes.

Por eso, así dice Yahvé: "He aquí que Yo defenderé tu causa, y te vengaré; secarésu mar y haré que se agoten sus fuentes. 37 Babel será un montón de ruinas, morada de chacales; objeto de pasmo y escarnio (tierra) sin habitantes. 38 Braman a una como leones, rugen cual cachorros de león. 39 En su fiebre les daré una bebida, los embriagaré, para que se diviertan, y duerman un sueño perpetuo, del cual no se despertarán, dice Yahvé. ^Los guerreros de Babilonia dejan ya de luchar, 40Los llevaré al matadero como corderos, permanecen en los baluartes; como carneros y machos cabríos. se acabó su fuerza, 41 han venido a ser como mujeres; ¡Cómo ha sido tomada Sesac, han sido quemadas sus casas, conquistada la gloria de toda la tierra! están rotos sus cerrojos. ¡Cómo se ha trocado Babel 31 Un correo corre para alcanzar a otro correo, 42 en objeto de horror entre los pueblos! y un mensajero a otro mensajero, E1 mar ha inundado a Babilonia, para anunciar al rey de Babilonia la cubrió la muchedumbre de sus olas. 43 que su ciudad ha sido tomada Sus ciudades han venido a ser un desierto, desde un cabo a otro; una tierra seca y árida, tierra inhabitada 32 que han sido ocupados los vados, por lá cual no transitará hombre alguno. que los cañaverales están en llamas "Castigaré a Bel en Babilonia, y los guerreros llenos de consternación. y arrancaré de su boca lo que ha engullido; ya no concurrirán a él las naciones; pues hasta los muros de Babilonia caerán." SIÓN CLAMA POR. VENGANZA J o r q u e así dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: La hija de Babel es como una era que se aplana (para la trilla); un poco todavía, y llega para ella el tiempo de la siega. 34 "Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha consumido, me ha destruido, 25. Monte se llama Babilonia por sus muros, cuya altura era inmensa (según Heródoto), y especialmente por el regio alcázar que parecía un monte. 27. Ararat: Armenia. Menní: región del Caucase Askenez: país septentrional. De ahí que hoy día los judíos que viven en los países del norte se llamen askenasim, mientras los que vienen de España llevan el nombre de sefardim o sefarditas. Un jefe: El texto hebreo ha conservado un vocablo sumerio (tifsar) que significa jefe militar o civil. 28. Consagrad .contra ella los pueblos: porque es una guerra santa de Yahvé. Por eso han de purificarse antes los guerreros. 33. Una era... trilla... cosecha: Alusión a la ruina de Babilonia, que será trillada como se trilla el triso. Cf. Joel 3. 13: Apoc. 14. 7 s. y !5. 34 s. Son palabras de jerusalén que desea que Dios vengue la sangre derramada por Nabucodonosor.

SALID DE BABILONIA 45

Salid de ella, oh pueblo mío, y salve cada cual su vida del furor de la ira de Yahvé. 46 No se amedrente vuestro corazón, ni temáis los rumores que se oirán en la tierra. Un año correrá un rumor, y después, otro año, otro rumor; 36. Su mar: la red de sus canales, hasta hoy no reparados. Aquí, como en el v. 24, Dios destaca su carácter de vengador de sus amigos, para que en la tribulación esperen confiados a que llegue su hora. Véase 50, 34; S. 9, 20; 65, 5; 108, 1; Prov. 24, 29 y notas. 37. Objeto de pasmo. Véase 50, 39; Is. 13, 19; 21, 4 ; Apoc. 17, 6; 18, 2. 41. Sesac, nombre de Babilonia según el alfabeto mágico. Véase 25, 26 y nota. 44. Arrancaré de su boca lo que ha engullido. Alusión a la voracidad de] dios principal de Babilonia. Según Daniel 14, 2 ofrecíanse a Bel día por día cuarenta ovejas, seis cántaros de vino y doce medidas de flor de harina; cosas que en realidad formaban la comida de los sacerdotes.

JEREMÍAS 51, «-84; 53, 1-8

la violencia dominará en el país, un tirano seguirá a otro. or lo tanto, he aquí que vienen días en que castigaré los ídolos de Babel; toda su tierra quedará cubierta de vergüenza, y todos sus muertos yacerán en medio de ella. Celebrarán lo sucedido a Babilonia los cielos y la tierra y cuanto hay en ellos, porque desde el norte vendrán sobre ella los devastadores —oráculo de Yahvé. 49

Babilonia caé"rá por los muertos de Israel, así como por Babilonia cayeron los muertos de toda la tierra.

'"Los que habéis escapado a la espada, partid sin demora. Desde lejos acordaos de Yahvé, y Jerusalén ocupe vuestros corazones. sl "Estamos avergonzados, conocemos nuestra ignominia, la confusión cubre nuestro rostro; pues los extranjeros penetraron en los lugares sagrados de la Casa de Yahvé."

1025 MENSAJE DE JEREMÍAS A BABILONIA.

^Orden

que el profeta Jeremías dio a Seraías, hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando éste se encaminó a Babilonia, con Sedecías, rey de Judá, en el año cuarto de su reinado. Seraías era camarero mayor. •"Escribió Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia,61todas estas palabras escritas contra Babilonia. Y dijo Jeremías a Seraías: "Cuando hayas llegado a Babilonia, mira que leas en voz alta todas estas palabras; ^ y dirás: ¡Oh, Yahvé, Tú has anunciado que destruirás este lugar, de modo que no quede en él habitante, ni hombre ni bestia, sino que sea convertido en desierto perpetuo. •'Y después de leer este libro, atarás a él una piedra y lo arrojarás en medio del Eufrates; " y dirás: Así se sumergirá Babilonia, y no se recobrará del mal que voy a traer sobre ella. Así quedarán destruidos." Hasta aquí las palabras de Jeremías.

APÉNDICE

CAPÍTULO LII ^Por esto, he aquí que vienen días, dice Yahvé, Srno Y'TOMA.DE JERUSALÉN. l Veinte y un años en que castigaré sus ídolos, tenía Sedecías cuando comenzó a reinar, y once y en todo su país se oirá años reinó en Jerusalén. El nombre de su mael gemido de los traspasados. dre fué Hamital, hija de Jeremías, de Lobná. •'Aunque Babilonia se levantase hasta el cielo, 2 Hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, e hiciese inaccesible su alta fortaleza, imitando en todo los procederes de Joakim. 3 de mi parte le vendrán Por eso la ira de Yahvé contra Jerusalén y sus devastadores, dice Yahvé. Judá llegó a tal punto que los arroió de su presencia. Pues Sedecías se rebeló contra el HAlaridos se oyen de Babilonia, rey de Babilonia, *y entonces, el año noveno quebranto grande de la tierra de los caldeos; -le su reinado, en el mes décimo, el diez del w pues devasta Yahvé a Babel mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ahoga su voz jactanciosa; con todo su ejército, contra Jerusalén. Acambraman sus olas como copiosas aguas, paron frente aBella y construyeron en torno a retumba el fragor de su voz. ella baluartes; y estuvo sitiada la ciudad hasta ^Porque vino sobre ella. íl año undécimo del rey Sedecías. *En el mes sobre Babel, el devastador; cuarto, a nueve del mes, se apoderó el hambre han sido apresados sus guerreros ^e la ciudad, de modo que el pueblo del país y rotos sus arcos; carecía de pan. pues Dios de retribuciones es Yahvé; dará sin falta la paga. TEntonces al abrirse brecha en la ciudad, todos los hombres de guerra huyeron, saliendo ''"Embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, de la ciudad de noche, por el camino de la a sus gobernadores, a sus jefes puerta que está entre los dos muros, junto al y a sus valientes; jardín del rey, mientras los caldeos rodeaban la y dormirán un sueño perpetuo, ciudad; y se fueron hacia el Araba. 8Mas el del cual no despertaran", ejército de los caldeos persiguió al rey; y alcandice el Rey, zaron a Sedecías en los llanos de Jericó, cuando cuyo nombre es Yahvé de los ejércitos. todo su ejército andaba ya disperso lejos de él. M Así dice Yahvé de los ejércitos: "Las anchas murallas de Babel 59. El profeta vuelve al tiempo de Sedéelas. "Poco después de las embajadas de los reyes a Jerusalén serán totalmente destruidas, y del oráculo del yu~o (cap. 27). Sederías debió ir y quemadas sus altas puertas. a Babilonia a sincerarse ante .Nabucodonosor. Sería Trabajaron los pueblos por nada. entonces cuando Jeremías envió estos vaticinios a y las naciones se han cansado para el fuego." los de la primera deportación'* (Nácar-Colunga). 48. Los cielos y la tierra: Notable coincidencia con Apoc. 18. 20; 19, 1 ss. 5.1. Cf. 49, 16; Am. 9. 2; Abd. 4. 58. El espesor de los muros era de 17 yí m. y la circunferencia de 18 kms. Véase 50. 12 y nota.

63. Figura semejante usa el apóstol San Juan Apoc. 18, 21. 1. Este capitulo es un apéndice añadido para mostrar el cumplimiento de las profecías acerca la ruina de Jerusalén. Corresponde a I V Ríy. 24, 25, 30. Véase alli las notas.

en dede 18-

1026

JEREMÍAS 52, 9-34

•Capturaron al rey, y lo llevaron a Riblá situada en la tierra de Hamat, al rey de Babilonia, el cual pronunció sentencia contra él. 10E1 rey de Babilonia hizo degollar a los hijos de Sedéelas, a la vista de éste; y también a todos los principes de Judá los hizo degollar en Riblá. n A Sedéelas le hizo sacar los ojos y púsole grillos de bronce; y el rey de Babilonia lo llevó a Babilonia, donde lo tuvo encarcelado hasta el día de su muerte. RUINA DE LA CIUDAD SANTA.

12

En el mes quin-

to, el diez del mes, que fué el año diez y nueve del rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, Nebuzaradán, capitán de la guardia y palaciego del rey de Babilonia, llegó a Jerusalén. »*Y abrasó lajCasa de Yahvé y el palacio del rey; asimismo puso fuego a todas las casas de Jerusalén, y a todos los palacios. 14Y todo el ejército que estaba allí con el jefe de la guardia, derribó todos los muros que rodeaban a Jerusalén. 18 Parte de la gente pobre, y el resto del pueblo que había quedado en la ciudad, y los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia, y los artesanos que quedaban, fueron deportados por Nebuzaradan, capitán de la guardia. 'fPero otra parte de los pobres del país los dejó Nebuzaradan capitán de la guardia como viñadores y labradores.

dedor del capitel había una red y granadas, todo de bronce. Lo mismo la otra columna, con las granadas. 23Noventa y seis granadas eran visibles. Todas las granadas eran cien sobre la red, todo alrededor (del capitel). MUERTE DE LOS JEFES.

M

E 1 capitán de la guar-

dia tomó a Seraías, que era Sumo Sacerdote, y a Sofonías, el segundo sacerdote, y á los tres porteros. ^De la ciudad tomó a un eunuco ' que era comandante del ejército, y siete hombres de la corte del rey, que fueron hallados en la ciudad, y al secretario del jefe del ejército, a cuyo cargo estaba el reclutamiento del pueblo del país, y sesenta hombres del pueblo del país que se encontraban en la ciudad. Prendiólos, pues, Nebuzaradan, capitán de la guardia, y los llevó al rey de Babilonia, a Riblá. 2TY el rey de Babilonia los entregó a la muerte en Riblá, en la tierra de Hamat. Y Judá fué deportado cautivo fuera de su país. LAS DEPORTACIONES DE JUDÍOS. "Éste es el

pueblo que deportó Nabucodonosor: £1 año séptimo, tres mil veinte y tres judíos; ^el año diez y ocho de Nabucodonosor, ochocientas treinta y dos personas de Jerusalén. *°E1 año veinte y tres de Nabucodonosor, Nebuzaradan, capitán de la guardia, deportó setecientos cua17 Los caldeos hicieron pedazos las columnas renta y cinco judíos; en total, cuatro mil seisde bronce que había en la Casa de Yahvé, y cientos. las basas y el mar de bronce que estaban en la Casa de Yahvé, y se llevaron todo el bronce JECONÍAS PUESTO EN LIBERTAD. M E 1 año treinta de ellos a Babilonia. 18Se llevaron también los y siete del cautiverio de Jeconías, rey de Judá, calderos, las paletas, los cuchillos, los tazones, en el duodécimo mes, el veinte y cinco del las cucharas, y todos los utensilios de bronce mes, Evil-Merodac, rey de Babilonia, en el que se usaban para el culto. 18E1 capitán de primer año de su reinado, levantó la cabeza la guardia tomo igualmente las palanganas, los de Jeconías. rey de Judá, y le sacó- de la cárbraseros, los tazones, los calderos, los cande- cel. saHabló con él amistosamente, y puso su leras, las cucharas y los platos; el oro de lo trono sobre los tronos de los reyes que tenía que era de oro, y la plata de lo que era deconsigo en Babilonia. "Mudóle también los plata. "En cuanto a las dos columnas, el mar vestidos de cárcel, y (Jeconías) comió siemy los doce bueyes de bronce que había de- pre en su presencia, todos los días de su vida. bajo, y las basas que Salomón había hecho **Para su sustento, el rey de Babilonia le asigpara la Casa de Yahvé, era imposible pesar nó una manutención perpetua, cada día una el bronce de todos estos objetos. 21Las colum- ración fija, hasta el día de su muerte, todos nas tenían una altura de diez y ocho codos los días de su vida. cada una, y un cordel de doce codos indicaba su circunferencia. Su grosor era de cua23. Texto dudoso: Bover-Cantera vierte: Las gratro dedos y eran huecas. «Había sobre cada nadas eran noventa y seis, al aire. Por su parte, Nácar-Colunga: Las granadas eran noventa y seis, £«•• una un capitel de bronce; el capitel de la pri- dientes. mera tenía una altura de cinco codos y alre31. Evil-Merodac, en babilónico Amilmarduk, fue 9 s. En el correspondiente pasaje de los Libros de los Reyes (véase nota al vers. 1) faltan estos detalles. Cf. 32, 4. 12 s. Es el cumplimiento de lo anunciado en 34, 22 y 37, 7. Véase 39, 12 ss. H «. Véase 39, 9 s. 20. Era imposible petar el bronce: Tan grande fué el botín que hicieron. Cf. I I I Rey. 7, 15 ss. y 47; IV Rey. 16, 17.

sucesor de Nabucodonosor. Levantó la cábela de Jeconías (cf. I V Rey. 25, 27-30), es decir, le dio la libertad, aunque lo guardase en palacio. Esta benevolencia del rey de Babilonia para con el rey de Judá procedía, según tradición judía, de que habían hecho amistad en la cárcel donde aquél había estado encerrado por su padre. Gracias a esto se conservó con Jeconías la estirpe de David, tal como el Evangelio nos la presenta en la genealogía de Jesús (véase 'Mat. l , 12 ss.; Luc. 1, 32).

LAS LAMENTACIONES DEL PROFETA JEREMÍAS INTRODUCCIÓN La tradición atribuye unánimemente a Jeremías ¡a colección de las Lamentaciones que va unida al libro de sus profecías. Llámame Lamentaciones o. según el griego, Trenos, porque expresan en la forma mas conmovedora el amarguísimo dolor del santo profeta por la triste suerte de su pueblo y la ruina del Templo y de la ciudad de Jerusalén. Fueron compuestas bajo la impresión de ¡a tremenda catástrofe, inmediatamente después de la caída de la ciudad (W a. C). Este pequeño libro pertenece al género de poesía lírico-elegiaco, distinguiéndose, además, por el orden alfabético de los versos en los capítulos 1-4. Su estilo es vivo y patético, pero a la vez tierno y compasivo como la voz de una madre que consuela a sus hijos. No hay en toda la antigüedad obra alguna que pueda compararse, en cuanto a la intensidad de los sentimientos, con una de estas elegías inmortales. En el canon judío las Lamentaciones formaban parte de los cinco libros (Megillot) ue se leían en ciertas fiestas. La Iglesia no a encontrado mejor expresión que ellas para recordar la Pasión de Jesucristo, por lo cual las reza en el Oficio de Semana Santa. Este sublime grito de dolor y arrepentimiento se prestaría maravillosamente, como los siete Salmos penitenciales, para manifestaciones públicas de contrición colectiva, como las que se hacían en tiempos de mayor fe. Los grandes Obispos^ S. Ambrosio y S. Carlos Borromeo promovían especialmente estos actos de penitencia pública que libraron a los pueblos de grandes calamidades.

I

CAPÍTULO I PRIMERA LAMENTACIÓN

*Alef. ¡Cómo ha quedado solitaria Ja ciudad populosa! Ha quedado como viuda la que era grande entre las naciones; la reina de las provincias ha sido hecha tributaria. 1. J«a verdadera grandeza de Jeremías se manifiesta en las Lamentaciones, qué hoy todavía, 2.500 años después de su composición, conmueven los ánimos por su fuerza poética y la pasión avasalladora de sus afectos, que sobrepujan a tedas las elegías que se han escrito hasta ahora. El pueblo judío

*Bet. Llora amargamente en la noche por sus mejillas (corren) las lágrimas. itre todos sus amantes no hay quien la consuele; todos sus amigos la abandonaron, trocáronsele en enemigos. i Gubnel. Judá ha ido al cautiverio, oprimido de aflicción y de dura servidumbre; habita entre los gentiles, no halla descanso; todos sus perseguidores le dieron alcance en sus angustias.

L

*Dalet. Los caminos de Sión están de luto, pues no hay quien venga a las fiestas. En ruinas todas sus puertas, gimiendo sus sacerdotes, desoladas sus vírgenes, y ella llena de amargura. "He. Sus adversarios han prevalecido, sus enemigos se han envalentonado, porque Yahvé la ha afligido por la multitud de sus pecados. Sus niños fueron al cautiverio, arreándolos el opresor. 'Vav. Perdido ha la hija de Sión toda su hermosura; sus príncipes son como carneros que no hallan pasto, y marchan sin fuerza delante del perseguidor. sufrió en 587 a. C , el desastre tantas veces vaticinado por los profetas, desde Moisés hasta Jeremías, y estuvo a punto de ser borrado de la lista de las naciones, pero en su inmensa miseria tuvo la suerte de poseer, en la persona de Jeremías, no sólo un poeta que describiera su ruina, como lo hizo Homero en la caída de Troya, sino un predicador, que explicara al resto del pueblo el sentido del castigo y lo consolara con la esperanza del perdón. Esta primera Lamentación es acróstica, es decir, las iniciales hebreas de los 22 versículos corresponden a las 22 letras del alfabeto hebreo, las cuales hemos conservado en la traducción. Viudo se llama Jerusalén, por haber quedado sin hijos (habitantes), y más aún porque Dios, el divino Esposo, la ha abandonado. Cf! Is. 1, 21; 47, 9. 3. Habita entre los gentiles: No se trata solamente de los que estaban cautivos en Babilonia, sino también de aquellos que se habían refugiado en otros países para escapar a la deportación. Véase Jer. 43, 1 ss.

1027

LAMENTACIONES DE JEREMÍAS 1, 7-19

1028 13

En los días de su aflicción y de su migración Jerusalén recuerda todos los bienes de que gozó desde antiguo; cómo cayó su pueblo en manos del enemigo, sin que nadie le ayudase; y como la vieron ^us adversarios y riéronse de su caída. *Het. Jerusalén ha pecado gravemente, por eso es ahora objeto de asco; cuantos la honraban la deshonran, pues han visto su desnudez; y ella misma vuelve su rostro gimiendo. *Tet. Las faldas de su vestido están manchadas, porque no pensaba en su fin; cayo de modo sorprendente y no tiene quien la consuele. ¡Mira, Yahve, mi aflicción, pues se engríe el enemigo!

Wod.

£1 opresor extendió su mano sobre todas sus preciosidades, pues ella vio cómo en su Santuario penetraron los gentiles, de los cuales mandaste que no entrasen en tu Congregación.

ll

Caf. Todo su pueblo suspira buscando pan; dan sus joyas por pan para recobrar la vida. ¡Mira, Yahvé, y contempla cómo estoy envilecida!

u

Lamed. ¡Oh vosotros todos los que pasáis por el camino, mirad y ved, si hay dolor como el dolor que me hiere! Pues Yahvé me ha afligido «n el día de su ardiente ira.

7. Sumergida en la miseria, Jerusalén recuerda las cosas deseables, es decir, la gloría pasada, el reino de David y Salomón, la magnificencia del Templo y del culto del Señor. Es lo que expresa el Dante al decir que no hay mayor dolor que acordarse de los tiempos felices en el infortunio (Inf. V ) . 8. Jerusalén se ha sumergido en sus pecados, y por esto ha perdido toda estabilidad; ha "puesto su esperanza en las riquezas, poder y falsos dioses, y por eso tiene que gemir. ¡Cuántas veces el hombre moderno sigue las mismas ideologías que llevaren al pueblo de Israel a la perdición I Por lo cual nos exhorta San Agustín: "Vistas desde lo alto de las cosas divinas, las cosas de la .tierra pierden su falsa grandeza, y parecen pequeñas y despreciables. De ahí es que las riquezas, la gloria, el poder, los honores y las creaturas, todo será mezquino para nosotros." 12. Me ha afligido: Vulgata: me ha vendimiado, es decir, me pisó como quien pisa uvas en el lagar.

Mem. Desde lo alto mandó £1 un fuego que devora mis huesos, tendió una red a mis pies, me arrojó hacia atrás; me ha entregado a la desolación, desfallezco todo el día.

u

Nun. Ató con su mano el yugo de mis pecados, que entretejidos pesan sobre mi cerviz; me robó la fuerza. £1 Señor me entregó a quienes no puedo resistirme.

li

Scmtec.

Desechó el Señor a todos los príncipes ue estaban en medio de mí; ijó contra mí un plazo para exterminar a mis jóvenes; como un lagar ha pisado el Señor a la virgen, hija de Judá.

? ie

Ayin. Por eso derramo lágrimas, y son mis ojos fuentes de agua; lejos de mí está el que me consuele, el que reanime mi alma. Desolados están mis hijos, porque ha prevalecido el enemigo.

"Per. Sión extiende las manos, sin que haya quien la consuele; Yahvé dio una orden a los enemigos que rodeasen a Jacob; Jerusalén ha venido a ser para ellos un objeto de abominación. 1B

Sade.

Justo es Yahvé, pues yo fui rebelde contra sus órdenes. Oíd, pues, todos los pueblos, y contemplad mi dolor; mis doncellas y mis jóvenes han ido al cautiverio. ">Cof.

Llamé a mis amantes, y me engañaron, mis sacerdotes y mis ancianos exhalaron su alma en la ciudad, buscando alimento para sustentar su vida. 13 s. SI fuego dentro de los huesos, la red tendida, el yugo puesto sobre el cuello, son imágenes de la situación desesperada de la ciudad destruida. Se nota cómo brota ya el remordimiento. La ciudad castigada reconoce, por boca del profeta, la justicia de Dios y se declara culpable. Esto deberían hacer todos los pueblos en tiempo de grandes tribulaciones. "El sufrimiento es la red con que Dios pesca a los hombres, los saca del agua envenenada del vicio y los atrae a su corazón." 15. La virgen, hija de Judá, esto es, Jerusalén. Véase Jer. 14, 17. 19. Mis amantes: Alusión a la alianza de los reyes de Judá con Egipto que falló. Véase Jer. 2, 18; 37, 5 ss. y notas.

LAMKNTACIONXS D I JEREMÍAS 1, 90-22; 2, 1-10 n

Resch. ¡Mira, Yahvé, estoy en angustias, hierven mis entrañas; mi corazón se revuelve en mí, por cuanto he sido muy rebelde por fuera hace estragos la espada, y por dentro hay (otra) clase de muerte.

»Schm. Ellos oyen mis gemidos, pero nadie me consuela; todos mis enemigos conocen mi desgracia y se alegran de esta tu obra. Envíales el día señalado, para que sean como yo. ^Tau. Póngase de manifiesto delante de Ti toda su maldad, y trátalos como me has tratado a mí por todos mis pecados; porque son muchos mis suspiros, y mi corazón desfallece. CAPÍTULO II SEGUNDA LAMENTACIÓN

Mfcf. ¡Cómo el Señor en su ira ha oscurecido a la hija de Sión! ¡Cómo precipitó del cielo a la tierra la gloria de Israel, y en el día de su cólera se olvidó del escabel de sus pies! *Bet. Arrasó el Señor, sin compasión, todas las moradas de Jacob; destruyó en su saña las fortalezas de la hija de Judá; echó por tierra y amancilló el reino y a sus príncipes. HSuimel. En el ardor de su ira quebrantó todo el poderío de Israel; retiró su diestra frente al enemigo; encendió en Jacob un fuego ardiente que por todas panes devora. 20. Refiérese a los últimos días del sitio, cuando el enemigo había rodeado la ciudad y dentro de ella muchos murieron de hambre. Víase 4, 10. 22. Trátalos, etc.: £1 deseo de que Dios castigase las maldades de los enemigos se cumplió en la destrucción de Babilonia. Cf. Dan. 5, 30; Esdr. 1, 1 y nota; S. 136, 8 s. 1. La gloria de Israel: Vulgata: la ínclita Israel. Escabel de sus pies, llámase el Arca de la Alianza (I Par. 28, 2; S. 98, 5). Los judíos creían que Dios no permitiría la destrucción de la ciudad y del Templo donde estaba el Arca. Hinchados de orgullo, no reconocían el peligro y se burlaban de las conminaciones de los profetas. Cornelio a Lapide anota que por "escabel de sus pies" se entiende aquí todo el Templo que fué abrasado "porque del Arca bien se acordó el Señor, cuando por medio de Jeremías la sacó del Templo y la escondió para que no cayese en las manos de los caldeos". Cf. I I Mac. 2, 5.

1029 *Dalet. Entesó su arco como enemigo, extendió su diestra cual adversario, y destruyó cuanto era de bello aspecto; en el pabellón de la hija de Sión derramó como fuego su ira.

me. El ha ha ha ha los

Señor se ha trocado en enemigo, devorado a Israel; derribado todos sus palacios, destruido sus fortalezas; multiplicado para la hija de Sión llantos y plañidos.

Wav. Ha devastado su tabernáculo como la choza de un huerto; ha destruido su Santuario; Yahvé ha borrado en Sión las fiestas y los sábados; y en el ardor de su ira ha despreciado al rey y al sacerdote. iZain. El Señor ha desechado su altar, ha abominado su Santuario; ha entregado a los enemigos los muros de sus baluartes; resonaron gritos en la Casa de Yahvé como en día de fiesta. *Het. Determinó Yahvé destruir la muralla de la hija de Sión-, extendió el cordel, y no retiró su mano de la destrucción-, envolvió en luto el antemural y el muro, que languidecen juntos. 8

T«. Sus puertas se han hundido en el suelo; destruyó y quebrantó sus cerrojos; su rey y sus príncipes están entre los gentiles; ya no hay Ley, y sus profetas no tienen visiones de Yahvé.

"Yod. Sentados en tierra callan los ancianos de la hija de Sión; 4. En el pabellón de ¡a hija de Sión, es decir, en Jerusalén. 6. Su tabernáculo, sinónimo de Santuario: el Templo. Cf. S. 88, 40; Is. 5, 5. 8. Extendió el cordel, la cuerda de medir. Es como si Dios hubiera consumado la destrucción según un plan, a manera de un constructor que toma primero las medidas. Cf. I V Rey. 21, 13 y nota. Envolvió en luto el antemural y el muro: Admírese la audacia del poeta, que llega a personificar hasta loa muros. 9. Su rey y sus principes están entre los gentiles: Cf. 1, 3 ; 4, 20; Deut. 28, 36; IV Rey. 24, 15; 25, 7. Ño tienen visiones. Es muy notable esta expresión, en la cual no se excluye a sí mismo el profeta que tantas visiones había tenido.

LAMENTACIONES DE JEREMÍAS 2. 10-23

1030

se cubren la cabeza de ceniza y se visten de cilicio; inclinan a tierra sus cabezas las vírgenes de Jerusalén. "Caf.

Mis ojos se consumen de tanto llorar, mis entrañas hierven; derrámase en tierra mi hígado por el quebranto de la hija de mi pueblo, al ver cómo los pequeñuelos y los lactantes desfallecen en las plazas de la ciudad. "Lamed. Preguntan a sus madres: ¿Donde hay pan y vino? cuando, cual heridos, se desmayan en las plazas de la ciudad; cuando exhalan su alma en el regazo de sus madres. ¿Qué puedo decirte, y a quién compararte, hija de Jerusalén? ¿A quién te asemejaré, para consolarte, oh virgen, hija de Sión? Grande como el mar es tu llaga, ¿quién podrá curarte?

ha cumplido lo decretado desde antiguo; ha destruido sin compasión para gozo del enemigo, ha robustecido a tus adversarios. "Sade. Su corazón clama por auxilio al Señor: ¡Oh muro de la hija de Sión, derrama, cual torrente, tus lágrimas noche y día; no te concedas descanso; ni reposen las niñas de tus ojos. 19 Cof. Levántate, clama de noche, al comienzo de cada vigilia; derrama, como agua, tu corazón ante la faz del Señor; alza hacia Él tus manos por la vida de tus parvulitos que desfallecen de hambre en las esquinas de todas las calles.

Tus profetas te anunciaron visiones vanas y necias; no manifestaron tu iniquidad para evitar tu cautiverio; te dieron por visiones profecías falsas y seductoras. u

Samec. Baten palmas contra ti cuantos pasan por el camino; silban, y menean la cabeza contra la hija de Jerusalén. ¿Es ésta la ciudad que tenía por nombre "Perfecta belleza" y "Gozo de toda la tierra"?

"P