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HACIA UNA MEJOR COMPRENSIÓN DE LOS ESTUDIOS SOCIOCULTURALES Jonathan Jesús Leyva Noa(CV) [email protected] Universi

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HACIA UNA MEJOR COMPRENSIÓN DE LOS ESTUDIOS SOCIOCULTURALES Jonathan Jesús Leyva Noa(CV) [email protected] Universidad de Guantánamo Descargar en PDF

Resumen Los estudios socioculturales apuntan, por lo general a aspectos cualitativos, a características definitorias de fenómenos que rebasan las esferas de la vida social recíprocamente, es por ello que no podemos referirnos al término sociocultural como algo con existencia independiente, sino como cualidad que se adjudica. Su campo más específico es el de los estudios sobre la vida cotidiana, y la disciplina más próxima a ella, es la etnografía. Estos consideran aspectos como la diversidad y la diferencia, entendida como proceso de enunciación de una cultura, con lo cual ésta deviene conocible y adecuada a la creación de medios de identidad cultural; es por ello que los estudios socioculturales promueven dentro de sus vías de manifestarse, los procesos participativos en diferentes magnitudes como parte de la creación cultural, y las comunidades, instituciones y organizaciones como espacios donde los procesos de la cultura pueden encontrar sus explicaciones más inmediatas. No obstante, sus campos de acción lo constituyen cuales quiera de los procesos que se desarrollen en las esferas que componen la sociedad en general, y se centran según la finalidad o el alcance de los mismos, en los estudios etnográficos, fenomenológicos, descriptivos y teóricos de las investigaciones antrópicas que se realicen. Los investigadores de los estudios culturales a menudo se interesaban por cómo un determinado fenómeno se refiere a cuestiones de ideología, nacionalidad, etnia, género y clase social, aspectos que hasta los momentos actuales aún perduran; es por ello que más que buscar la formación de un campo disciplinario, conforman nuevas formas interpretativas y nuevas formas de significación. Palabras clave: estudios socioculturales, procesos socioculturales, enfoque sociocultural, visión sociocultural, factores socioculturales, dimensión sociocultural, tendencia sociocultural, transformación sociocultural, problemática sociocultural, trabajo sociocultural.

Introducción Los estudios que se relacionan con las ciencias sociales y aquellas de corte humanístico por lo general, siempre han figurado entre las de mayor interés para aquellos que ven en las ciencias exactas, naturales e ingenierías obstáculos para logar llegara ser, en la medida del tiempo que se requiera un profesional o un especialista, de esta manera se ha evidenciado que las carreras “de letras” suelen ser de menor complejidad en el entendimiento de los códigos culturales que ofrecen. Dentro de este ámbito, un elemento a destacar, es que con frecuencia cada vez más es el número de personas que se inquietan con relación a la complejidad de los contenidos que aportan estas ciencias, en particular las de perfil humanístico, quizás les resulta, por diversos motivos o circunstancias, difícil establecer relaciones

conceptuales donde se tenga que operacionalizar o analizar diversos puntos de vistas que engloben acepciones epistemológicas con relación a los conocimientos que ahí se revelan y aún más, si estos conocimientos no provienen de una ciencia en específico, sino del conjunto de varias de ellas. Este es el caso de los estudios socioculturales. Hoy en día a pesar de los esfuerzos que se realiza para propiciarles a estudiantes, trabajadores, instituciones y demás organismos del territorio, acciones que los lleguen a familiarizar con ellos, se habla con frecuencia de los estudios socioculturales sin prestarle una mayor atención. Los temas sugerentes fundamentalmente giran en torno a la concepción de los estudios socioculturales como una agrupación de saberes que han tomado elementos de algunas ciencias sociales o disciplinas dentro de estas ciencias, algunos plantean por su contenido que su espectro está dirigido a desarrollarse en el ámbito cultural, otros por el contrario los asocian a tecnologías completamente de la cultura institucionalizada, en fin, lo que si es cierto que, por lo general no se tiene bien esclarecido que constituyen investigaciones dentro de las diferentes esferas de la vida social que coadyuvan al desarrollo de un territorio, un país o una región en específico. Preguntas como ¿Qué son los estudios socioculturales? ¿Es una conceptualización que lo engloba todo dentro de la sociocultural? ¿Cuáles son los límites de este enfoque y que aspectos abarca?, serán las que de una manera u otra dentro de este artículo portarán los elementos fundamentales desde el punto de vista práctico y operativo con un sustento teórico de las ciencias que lo nutren que permitirá a los lectores un acercamiento a la pudiera definir un Estudios Sociocultural logrando así una mejor comprensión por aquellos que dentro de sus prácticas cotidianas incorporan estudios de esta magnitud, y también para aquellos en los que ha rondado la duda, la inseguridad o la confusión al adentrarse en el maravilloso mundo de las ciencias humanísticas.

Desarrollo Los estudios socioculturales, en sus primeros pasos constituyeron un campo de investigación de carácter interdisciplinario que exploraba las diversas formas de producción o creación de significados y de difusión de los mismos en las sociedades modernas. Desde esta perspectiva, la creación de significado y de los discursos reguladores de las prácticas significantes de la sociedad revela el papel representado por la cultura dominante en la regulación de las actividades cotidianas de las formaciones sociales. Surgen, a raíz de pensar, dos aspectos: “como se encontraba social, cultural y políticamente Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial y la corriente de investigación a la que denominaron cultura y civilización”. Se desarrollaron por varias razones, a principio de los años ’50 con el surgimiento de una “Nueva Inglaterra”, que consistía en: rescatar la producción industrial, prevenir la ausencia de la clase obrera e identificar la relación de la americanización de la cultura popular con la modernidad. El ámbito de los estudios socioculturales para aquel entonces, combina la economía política, la comunicación, la sociología, la teoría social, la teoría literaria, la teoría de los medios de comunicación, el cine, la antropología cultural, la filosofía y el estudio de fenómenos culturales en las diversas sociedades. Los investigadores de los estudios culturales a menudo se interesaban por cómo un determinado fenómeno se refiere a cuestiones de ideología, nacionalidad, etnia, género y clase social, aspectos que hasta los momentos actuales aún perduran. En la actualidad, para comprender lo sociocultural debe llevar consigo una conceptualización que muestre los límites del término dentro de la propia actividad humana. Evidentemente este término fusiona dos ideas: lo social y lo cultural.

Para operacionalizar este concepto separemos los términos que denotan fusionadossociocultural; empecemos por lo social El hombre como ente transformador de los genuinos valores que propone nuestro entorno no puede sentirse alejado de la naturaleza pues es el principal pilar que proporciona las materias primas necesarias para servir de sostén a toda su actividad en relación con los elementos que la integran y las distintas civilizaciones que, con el transcurso del tiempo han ido dándole matiz a una esfera totalizadora: la Sociedad, bien sea como individualidad, bien como grupo, cuya esencia es definida a partir precisamente de la actuación en un contexto histórico determinado. Dentro de esta esfera actúa y se desarrolla la cultura en sus más diversas acepciones; no obstante lo más importante en este sentido no es la definición a la que nos adscribamos, sino la amplitud y enfoque que dicha definición aporte a las distintas esferas del pensamiento social. La propia interdisciplinariedad, los rasgos característicos y el campo de acción de los Estudios Socioculturales, sugiere que la definición de cultura que se adhiera sea vista a partir de un enfoque socio-antropológico, donde la cultura es la característica que distingue y universaliza al hombre como ser social. Para nosotros constituye el conjunto de realizaciones humanas que han trascendido de alguna manera a nuestro tiempo y que le permiten al hombre conservar, reproducir y crear nuevos conocimientos y valores para la transformación de su medio social y natural. Expresa en su dinámica de creación y difusión una visión del mundo que siempre encierra un compromiso sociohistórico y un basamento político e ideológico concreto. No obstante, la función social de la cultura no constituye un proceso espontáneo; sino al decir de Miguel Barnet, (…) “expresa en su devenir una pedagogía del mensaje, que revela con carácter objetivo, una imagen real de la cultura, sin estereotipos preconcebidos y concretada en un accionar social, específico y por ende, creativo de valores y de estímulos a la sensibilidad humana” Partiendo de los elementos analizados, dos ideas resultan conclusivas en este sentido: 

La cultura no es algo dado, estático, sino que se crea y recrea a manera de proceso.



Posee en sí misma una alta capacidad trasformadora

De esta manera el hombre produce cultura, en el sentido genérico, de la misma forma que asume de manera dinámica los valores de la cultura durante todo el proceso de su desarrollo psicosocial, identificando como tal no solo aquellos elementos reconocidos universalmente como cultura artística o elitista, sino otros valores, no menos culturales ,como la tecnología, la ciencia, los resultados de la producción, los sistemas educacionales, la artesanía, el lenguaje, las representaciones sociales, las maneras de decir y de hacer de las diferentes comunidades humanas; es por ellos que el sistema social no es simplemente una parte de los otros sistemas, también tiene una existencia separada, pues al decir de Parson; 1960, Ritzer: 414, plantea que constituye el acervo social de conocimientos símbolos e ideas…” la cultura es un sistema pautado y ordenado de símbolos que son objeto de las orientaciones de los actores, componentes internalizados del sistema de la personalidad y pautas institucionalizadas del sistema social” El carácter simbólico y subjetivo de la cultura le permite transmitir sus elementos dentro de un sistema social con facilidad y rapidez, desde las estructuras a los individuos por medio del aprendizaje y la socialización, y así por medio de esta también se controlan las acciones individuales. Es un proceso de construcción y

reconstrucción permanente en el que intervienen diferentes factores. Sus elementos se encuentran interrelacionados en forma orgánica y poseen la potencialidad de cohesionar y la vez delimitar o distinguir a diferentes colectivos humanos. Estos aspectos conforman los vínculos esenciales en que se pone de manifiesto lo que a simple vista pudiera parecer redundante en el término sociocultural; sin embargo, se hace necesario destacar que esta función apunta a representar la complementación entre lo social y lo cultural a partir de la condición de hombre como ser social que interactúa con sus semejantes y que en dependencia del grado de desarrollo en que se encuentre y las condiciones históricas, así serán los procesos, formas y niveles de su práctica social, lo que paulatinamente se incorporará en sus conocimientos y será parte de su cultura. Comprendido lo planteado anteriormente, hagamos la siguiente observación: lo socioculturalapunta a aspectos cualitativos, a características definitorias de fenómenos que rebasan estas esferas recíprocamente, es por ello que no podemos referirnos al término sociocultural como algo con existencia independiente, sino como cualidad que se adjudica. Debido a la versatilidad que poseen, podemos referirnos entonces a: 

Procesos socioculturales



Enfoque sociocultural



Visión sociocultural



Factores socioculturales.



Dimensión sociocultural



Tendencia sociocultural



Transformación sociocultural



Problemática sociocultural



Trabajo sociocultural (comunitario, en instituciones, grupos, etc.)



Proyecto sociocultural, entre otros.

Los estudios Socioculturales constituyen un campo de investigación de carácter interdisciplinario que permite la construcción de teorías generales que permiten articular críticamente diversos escenarios de la vida social al incorporar el enfoque global para explicar los procesos culturales como una perspectiva totalizadora, por lo que los estudios socioculturales rebasan el campo de una disciplina para abordar, desde lo transdisciplinar, los fenómenos culturales. Por ello, más que buscar la formación de un campo disciplinario, conforman nuevas formas interpretativas y nuevas formas de significación. El campo más específico de los estudios socioculturales es el de los estudios sobre la vida cotidiana, y la disciplina más próxima a ella, es la etnografía. Estos consideran aspectos como la diversidad, la cual expresa la distinción y aceptación de aquellos rasgos que signan los comportamientos y maneras de interpretar, presentes en individuos, grupos, minorías; y la diferencia, entendida como proceso de enunciación de una cultura, con lo cual ésta deviene conocible y adecuada a la creación de medios de identidad cultural; es por ello que los estudios socioculturales promueven dentro de

sus vías de manifestarse, los procesos participativos en diferentes magnitudes como parte de la creación cultural, y las comunidades, instituciones y organizaciones como espacios donde los procesos de la cultura pueden encontrar sus explicaciones más inmediatas. El enfoque sociocultural obliga a comprender la presencia de la unidad y la diversidad de expresiones y manifestaciones culturales. Permite partir de la historia de las comunidades para poder comprender su grado de desarrollo, sus problemáticas, necesidades y valores y su devenir. Se sustenta en el reconocimiento, fortalecimiento y desarrollo de la cultura popular, de la que ninguna comunidad está exenta; así como de sus rasgos identitarios, que abarcan tanto aspectos de la cultura material como la espiritual. Dicho enfoque parte de la potenciación de las expresiones culturales subyacentes en la comunidad donde se incida, para sacarlas a la superficie y que en consonancia con la función social de la cultura a que apuntábamos antes, condicione la transformación social, a partir del protagonismo real de sus miembros. Esto se materializará, por supuesto, en el estímulo de los rasgos y valores culturales más adecuados al entorno social; en el rescate de las tradiciones, los hábitos y las costumbres, lo que finalmente permitirá mantener viva la cultura de la comunidad desde ella, con ella y para ella. Los estudios socioculturales por lo general constituyen el resultado a los cuestionamientos que se han planteado con relación a las diferentes maneras de actuar de los seres humanos con otros grupos, instituciones, y otros componentes de la sociedad y la naturaleza, en una mayor o menor complejidad, es por ellos que pueden estar presentes en todas las esferas de la vida social: la educación, el deporte, la salud, la economía, etc. Los campos de acción de los estudios socioculturales lo constituyen cuales quiera de los procesos que se desarrollen en las esferas que componen la sociedad en general, y se centran según la finalidad o el alcance de los mismos, en los estudios etnográficos, fenomenológicos, descriptivos y teóricos de las investigaciones antrópicas que se realicen. Limitarlos a un escenario específico y a los elementos que incorpora en toda su dimensión, en este sentido, no es posible arribar a afirmaciones conclusiva ahora; sin embargo, debemos estar claros que las prácticas analizadas y contextualizadas son las que fijan precisamente estos límites. Existen elementos, no obstante que se consideran que no deben dejar de tomarse en cuenta para ser consecuentes con esta conceptualización, tales como: los proyectos comunitarios, que vistos a partir del análisis que acabamos de compartir, constituyen para nosotros proyectos socioculturales,ya que su amplitud rebasa cualquier especificidad de cualquiera de las dimensiones que componen la organización social, o sea, la ecológica, la económica, la habitacional, socio psicológica, educacional y cultural, entre otras, que lógicamente, a partir de su sistemática interrelación, permite la incidencia de una en otra. Con una mirada hacia elevar los niveles de calidad de vida materiales y espirituales, la resultante sin lugar a dudas, será siempre coadyuvar al desarrollo social.

Conclusiones 

Lo social y lo cultural, como vínculos esenciales que ponen de manifiesto para connotar el término sociocultural, deben ser analizados a partir de la condición de hombre como ser social que interactúa con sus semejantes y que en dependencia del grado de desarrollo en que se encuentre y las condiciones históricas, así serán los procesos, formas y niveles de su práctica social.



Los estudios socioculturales promueven dentro de sus vías de manifestarse, los procesos participativos en diferentes magnitudes como parte de la creación cultural, y a las comunidades, instituciones y organizaciones como espacios donde los procesos de la cultura pueden encontrar sus explicaciones más inmediatas.



No deben ser limitarlos a un escenario específico, ni a un patrón de elementos que incorporen dentro de sus aristas; ya que son las prácticas analizadas y contextualizadas las que fijan precisamente estos límites.



Por desarrollar los estudios socioculturales sus operaciones desde una perspectiva transdisciplinar e interdisciplinar dentro de un amplio campo de acción, podemos referirnos a :



Procesos socioculturales



Enfoque sociocultural



Visión sociocultural



Factores socioculturales.



Dimensión sociocultural



Tendencia sociocultural



Transformación sociocultural



Problemática sociocultural



Trabajo sociocultural (comunitario, en instituciones, grupos, etc.)



Proyecto sociocultural, entre otros.

Los procesos socioculturales DR Diego Rodriguez Actualizada 10 de Octubre de 2016 TRANSCRIPCIÓN Conjunto de personas que se relacionan entre sí, de acuerdo a unas determinadas reglas de organización jurídicas y consuetudinarias, y que comparten una misma cultura o civilización en un espacio o un tiempo determinados.

Educación informal Conjunto de creencias religiosas, de normas de comportamiento y de ceremonias de oración o sacrificio que son propias de un determinado grupo humano y con las que el hombre reconoce una relación con la divinidad o Dios.

¿Qué son? las creencias religiosas dependen bastante de la ubicación de la sociedad humana que la profesa.

Realidad social Es un conjunto de actividades artísticas. A lo largo de la historia las artes se han clasificado en varios tipos. Desde el siglo XX las actividades clásicas incluidas entre las bellas artes son la música, la literatura, la danza, el teatro, la pintura, la escultura y la arquitectura. Uno de las funciones de la historia del arte es analizar a través de sus producciones artísticas el contexto histórico y cultural en el que fueron producidas. Después de la caída de Roma, la iglesia católica se convirtió en el único conservador de erudición alfabetizada en Europa occidental. La educación formal hace referencia a los ámbitos de las escuelas, institutos y universidades. Es la educación que se obtiene progresivamente a través de la vida y se da sin ninguna intensión educativa. La familia constituye un conjunto de individuos unidos a partir de un parentesco, que puede ser algún lazo sanguíneo o afectivo. Se conforma normalmente de un padre, una madre, hijos y abuelos. Judaísmo Islam Cristianismo Budismo Hinduismo Es una manifestación cultural Durante la edad contporánea (siglos XIX-XXI) nacen los actuales sistemas educativos -Expresión creativa -Habilidad y destreza -Metodología para realizar una actividad

Los procesos socioculturales Lo que se entiende por realidad social incluye a personas, gupos e instiruciones, vinculadas entre sí por las relaciones sociales. pueden imlicar: cooperación, motivación, competencia, etc... Se conforma por

¿Por qué? Religión

Objetivos Es el proceso de facilitar el aprendizaje, el primer antecedente fue la academia de Atenas, la cual fue fundada por Platón, esta es la primer institución de educación en Europa, fundada en el año 330 A.C.

Ciencia vs Religión -Fortalecer la vinculación entre la institución educativa y la familia -Incentivar el proceso de estructuración del pensamiento -Desarrollar la creatividad del individuo -Prevenir las desigualdades físicas, psíquicas y sociales.

Los conflictos y contrastes entre ciencia y religión siempre han existido, pues mientras la religión busca una explicación más mística a las dudas existenciales del hombre la ciencia intenta responder de una manera más lógica y palpable esas dudas. Se refiere a los cursos, academias, e instituciones que no se rigen por un particular currículo de estudios. Son una serie de interacciones dinámicas que se desarrollan en el seno de una sociedad. Estos procesos pueden provocar cambios en la estructura social.

Familia

Educación Arte Religión y geografía -Nuclear -Extendida -Monoparetal -Homoparetal -Ensamblada -De hecho las sociedade de caracter humano están constituidas por poblacones donde los habitantes y su entorno se interrelacionan en un contexto común que les otorga una identidad y sentido de pertenencia.

Consolidación También implica que el grupo comparte lazos ideológicos, económicos y políticos.

Educación formal El factor religioso juega a fondo un papel importante en el desarrollo económico y en los procesos de estratificación social que lo acompañan

Tipos de familias Puede definirse al proceso social, por lo tanto, como una forma de conducta que aparece de manera repetida en una sociedad

Sociedad Se tienen en cuenta aspectos como su nivel de desarrollo, logros tecnológicos alcanzados y calidad de vida El arte cumple las funciones de comunicar, educar y formar valores, donde el hombre puede adquirir visiones, concepciones y conocimientos relacionados con su arraigo cultural y su identidad, que permiten la conservación de elementos socioculturales necesarios para compartir un mismo espacio cultural y de pertenencia. Visto que toda producción artística es, por su contenido, popular, atractiva, estética y seductora de grandes multitudes, entonces deviene importante medio para el conocimiento y reflejo de la identidad cultural de toda región.

Educación no formal Metodologia en el estudio de los proceos socioculturales

SS Su Sie Actualizada 6 de Mayo de 2015 TRANSCRIPCIÓN

FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN - Ex ante: se efectúa antes de la ejecución. -Durante: se efectúa durante proceso de ejecución -Final, ex post o de impacto: se efectúa al termino

Según las funciones que cumple Las necesidades o contexto: Se efectúa después de haber estudiado la realidad antes de la formulación del proyecto. El diseño o planificación: Se evalúa el diseño del programa, coherencia y su aplicabilidad. El proceso y desarrollo del programa: Se usa para guiar el proceso de ejecución del programa. Resultados o productos: Describe y juzga los resultados de un programa de intervención,

Metodología en el estudio de los procesos socioculturales La evaluación es un tipo de investigación social, que busca identificar, obtener y validar de forma fiable, datos, e información importante que ayude a realizar un juicio el cual ayudara con toma de decisiones, para resolver problemas y compartir el conocimiento y entender los elementos relacionados al éxito o al fracaso de sus resultados. 1. La investigación cualitativa es inductiva 2. El investigador ve el escenario y a las personas en una perspectiva holística 3. Los investigadores son sensibles a los efectos que ellos mismos causan sobre las personas objeto de su estudio. 4. El investigador cualitativo trata de comprender a las personas dentro del marco de referencia de ellas mismas. 5. El investigador cualitativo suspende o aparta sus propias creencias, perspectivas y predisposiciones. 6. Para el investigador cualitativo, todas las perspectivas son valiosas. 7. Los métodos cualitativos son humanistas. 8. Los investigadores cualitativos ponen en relieve la validez de su investigación. 9. Para el investigador cualitativo, todos los escenarios y personas son dignos de estudio. 10. La investigación cualitativa es un arte.

Referencias: -Regresión lineal -Correlación -Tablas de contingencia -Análisis de frecuencia Grupo nominal

Técnica Delphi Investigación documental Teorico: Busca explicación teórica se fundamenta en libros, revistas, periódicos. Casual: Busca las causas por las que ocurre un acontecimiento. Se fundamenta en registros públicos, archivos oficiales, etc -Interaccionismo simbolico -Interaccionismo interpretativo -Análisis conversacional -Etnometodologia -Hermneutica -Fenomenología -Teoría fundamentada -Fenomenografía Externa: Quien realiza la evaluación puede pertenecer a la institución o ser externo. Interna: Quien la realiza debe pertenecer a la institución. Mixta (coevaluación): Es una combinación entre los dos tipos antes mencionados. Autoevaluación: Los responsables de la ejecución del proyecto son los que realizan la actividad evaluadora

Técnicas Formativa: su función es suministrar información conforme avanza el programa Sumativa: se aplica cuando termina el programa, busca determinar los resultados obtenidos partiendo de la implementación de sus actividades. De impacto: se usa para comprobar y valorar los efectos. Encuenstas Selección aleatoria de la muestra se efectúa mediante preguntas previamente formuladas. No influye la opinión del entrevistador

Características de la investigación cualitativa En todas las tareas y actividades de la vida diaria es necesario tener un orden para que la actividad tenga éxito así lograr el un objetivo planteado para esto es importante aplicar una metodología de trabajo.

Los pasos metodológicos, son la forma de cómo se realizara la ejecución del método. La Metodología es de gran importancia en el mundo de la ciencia refiriéndonos al método Científico, y en este caso aplicado a la psicología y a los procesos socioculturales. La metodología permite el planteamiento de una investigación basándose en sus características y alcances, determina cuales son las variables que intervienen en la investigación, los métodos de control, tipo de estudio y diseño a aplicar. A continuación se presenta un resumen sobre la metodología cualitativa y la metodología cuantitativa usada en el estudio de los procesos socioculturales. -Reglas del redondeo de datos -Sumatoria y reglas -Organización de datos -Medidas de tendencia central -Medidas de dispersión -La desviación media Las opiniones individuales son combinadas, para tomar decisiones que deben ser tomadas por una sola persona y se ordenan de las ideas por importancia El análisis bivariado incluye una variable dependiente y al menos una variable independiente. Busca si las variables tienen relación entre si, si es fuerte o moderada y si existe relación cual es la dirección de esta.

Marcos constructivistas La evaluación proyectos socio educativos tiene las siguientes funciones: -Función optimizadora -Función sistematizadora -Función adaptativa o retroalimentadora -Función formativa o de aprendizaje -Función motivadora -Función de maduración grupal -Función participativa

Tipos de evaluación Observación

3. Explicación De Los Procesos Socioculturales Según el momento en que se evalúa Para analizar la información estadística derivada de una investigación en las que se usan técnicas de carácter cuantitativo, estas sirven para que el investigador pueda interpretar la factibilidad de sus hipótesis y la generalidad de los resultados de su estudio. 6. Análisis descriptivo de los procesos socioculturales. 5. La recogida de Información: técnicas e instrumentos. Interrogatorio individual de los sujetos del estudio.

Se obtiene información que no se obtiene en la observación. Tipos: -Focalizada -Clínica -No dirigida Actividad 10 Unidad 7 Modulo 0204 Metodología en el Estudio de los Procesos Socioculturales Asesor: Lic. María Soledad Olazo Pérez Alumna: Agueda Susana Espinosa Reyes Es de gran importancia para el desarrollo del ser humano su ámbito cultural . El desarrollo cognitivo se da a partir de las relaciones sociales con las personas.

Marcos interpretativos: 1. Los Procesos Socioculturales. Cuestionarios

7. Análisis Bivariado De Los Procesos Socioculturales. Introducción Teoría sociocultural Según el aspecto objeto de evaluación o contenidos Referencias Álvarez-Gayou, J., L., Nunnally, J.C. (1970). Cómo hacer Investigación Cualitativa. Fundamentos y Metodología. Cap. 1. Introducción a la Medición Psicológica. México: Paidós Pp. 13-38. Álvarez-Gayou, J., L., Nunnally, J.C. (1970). Cómo hacer Investigación Cualitativa. Fundamentos y Metodología. Cap. 2. Qué son y para qué sirven los marcos. México: Paidós Pp. 41-63. Álvarez-Gayou, J., L., Nunnally, J. C. (1970). Cómo hacer Investigación Cualitativa. Fundamentos y Metodología. Cap. 3. Introducción a la Medición Psicológica. México: Paidós Pp. 65-99. Barradas, M. L. (2007). Metodología cualitativa o la puerta de entrada de la emoción en la investigación científica. Lima: Liberabit. Cerda, H. (1991). Los elementos de la Investigación. Bogotá: El Búho. Gallardo, de P. Y. y Moreno, G. A. (1987). Recolección de la Información. Santa Fé de Bogotá: Arfo Editores López, E. K. y Juárez, F. (2004). Apuntes de Métodos y Técnicas de Investigación en Psicología Social. México, D. F.: Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente. Métodos de investigación (s.f.) Extraído de: http://www.psicol.unam.mx/Investigacion2/pdf/METO2F.pdf Molina, J. G. y Rodrigo, M. F. (2009) Estadísticos de forma de la distribución. Universidad de Valencia Molina, J. G. y Rodrigo, M. F. (2009) Introducción a la Estadística aplicada a la Psicología. Universidad de Valencia Networkianos. (2013) Qué es la correlación bivariada y cómo analizarla. Extraído de: http://networkianos.blogspot.mx/2013/10/que-es-lacorrelacion-bivariada-y-como.html Rodríguez M. E. (2005). Metodología de la Investigación. Villahermosa, Tab. Héctor Merino Rodríguez Zapata, O. A. (2005). Herramientas para elaborar tesis e investigaciones socioeducativas. México: Pax Sirve para saber la opinión de un grupo, sin que los integrantes se reúnan. Se forma la opinión de expertos, a través de los cuestionarios que se respondieron anónimamente -Observación directa -Observación participante

-Grupos focales

Según la procedencia de los evaluadores 4. Planteamiento de la Investigación de los Procesos Socioculturales.

2. Descripción Y Evaluación De Los Procesos Socioculturales. -Abiertos -Mixtos -Cerrados -Auto aplicables Entrevista Se interesan por la experiencia humana y como la viven, resaltan que la verdad objetiva resulta de la perspectiva. Buscan comprender el significado de los fenómenos sociales. Los marcos construcivistas son los siguientes: -Teoría Critica -Constructivismo -Feminismo y estudios de género. -Técnica de la rejilla. - Psicología delos constructos personales (PCP) La Metodología en el estudio de los procesos socioculturales consiste en dos métodos: El cuantitativo el cual obtiene su información de estadísticas de encuestas y el cualitativo, que acerca al investigador a los sujetos de estudio y de este modo se rescata la realidad de los sujetos y no la de del investigador.

Técnicas

ESTUDIOS SOCIOCULTURALES PARA UNA CULTURA EN TRANSFORMACIÓN Por Héctor Número 66

Gómez

Resumen. El documento busca hacer algunas reflexiones a partir de una pregunta básica: ¿qué tienen que decirle los estudios socioculturales a una cultura local de México en estos momentos? No pretende explorar qué son las culturas locales, ni qué es lo global o la modernidad a partir de impactar en una cultura local. Más bien se parte de que la llegada de estos dos entornos generales, se puede ver la importancia de estudiarlos bajo el enfoque sociocultural. La idea que subyace es que para estudiar en la actualidad muchas cosas que suceden en las culturas locales de México, los estudios socioculturales han de ampliar su mirada en distintas ramificaciones temporales, y diversos espectros de sedimentación cultural Las reflexiones giran alrededor de la ciudad de León, Guanajuato, no sólo como un punto de partida para pensarla, sino que sus entornos fueron los que me llevaron a cuestionarme sobre el papel de los estudios socioculturales en la actualidad. Palabras clave. Estudios Socioculturales; Culturas Locales; Vectores del Tiempo; Transformaciones Culturales; Ciudad de León, Guanajuato. Transformaciones

culturales

y

las

cuerdas

del

tiempo.

¿Cómo entender lo que sucede en muchas ciudades del interior de México que de un tiempo a la fecha han entrado en procesos de transformaciones profundas en todos los órdenes, niveles y dimensiones? Mi visión es que es necesario no sólo mirar hacia atrás para encontrar dos elementos constructivos: la historia y la cultura. Pero, igualmente, es necesario ampliar la mirada respecto a la concepción del tiempo en la historia (Chartier, 2007) y encontrar diferentes escalas temporales (Koselleck, 2003; Lazlo, 1997), las cuerdas del tiempo que en determinado momento se tejieron o destejieron con otros procesos de las

ciudades, así como con procesos más amplios, que igualmente han procedido a través de diversas cuerdas temporales. Esto es fundamental para entender a esas ciudades, que de alguna manera podríamos denominar como las culturas locales. Tres consideraciones me parecen importantes. Primero. Uno de los elementos que se abordan cuando se trabaja con la globalización desde su dimensión cultural es que tiene un punto de reacción y de activación de las culturas locales. No es únicamente la consideración creciente en lo que se refiere a la emergencia de nuevas tensiones sociales, en nuevas formas del ser social y de la socialidad que fermentan nuevas identidades culturales (Wieviorka, 2007), sino que modifican la acción y percepción de los diversos estratos espaciales (Bird, Curtis, Putman, Robertson y Tickner, 1996), impregnan de un sentimiento y un tipo de experiencia de manera colectiva (Berman, 2006), y despiertan historicidades varias que han estado latentes. Segundo. El proceso de transformación de las culturas locales no es reciente, sino que tiene diversos antecedentes en cada caso, y en diversos momentos se han congregado diversos factores que han impulsado transformaciones. En los tiempos recientes, el proceso de transformación se ha acelerado y generalizado y en algunos casos eso ha implicado dos cosas: la incorporación de una experiencia cultural de lo que ha sido su historia local con las dimensiones históricas que provienen de otros entornos y con difracciones en el tiempo más lejanos, algunos de ellos se pueden denominar bajo la luz de la modernidad (Giddens, 2004), pero otros son más antiguos en la conformación de los sistemas mundiales previos a la modernidad (Friedman, 2001). Esto implica una tendencia dual: la activación de elementos arcaicos en las culturas locales, la confrontación de realidades varias inéditas, pese a que algunas de ellas son añejas en otros espacios y culturas. Tercero. Más allá de la consideración del tipo de modernidad inconclusa, anacrónica, truncada, que algunos autores han propuesto para el caso de México y América Latinarunner, 1992; Paz, 1979; 1974), hay algunos elementos de la modernidad que comienzan a llegar y a renovar las bases de la experiencia social, de la socialidad, de la estructura temporal sentimental de muchos habitantes de las culturas locales y que cercano en el tiempo ha implicado la necesidad de producir al “otro” desde los entornos inmediatos (Baudrillard, 2000), de reflexionar sobre las relaciones sociales dentro de sus espacios urbanos (Benjamín, 2008; Simmel, 2001) y que genera que se dinamicen nuevas cosas, pero simultáneamente que se encuentren con factores añejos y que confrontan sus propias estructuras de conocimiento y se retorne a vivencias arquetípicas sombrías y agrias, aquello que Michel Maffesoli (2001: 117) ha denominado como coincidentia oppositorum. El tránsito de lo global a lo local desde lo cultural no es tan simple, mecánico y homogéneo (King, 2000), la experiencia de las culturas locales no tiene el mismo metabolismo ni corte histórico que ciudades que comenzaron sus procesos de transformación anteriormente (Barrios, 2007), porque muchos factores, algunos de ellos no presentes con anterioridad, se congregan y propician emergencias inéditas. Lo anterior no sólo significa intentar encarar a las culturas locales a partir del pensamiento de lo global, la modernidad y la postmodernidad, sino igualmente las mismas estructuras de conocimiento que se han gestado dentro de los estudios de la cultura, pues sus miradas se han de diversificar a temporalidades varias, procesos históricos constructivos simultáneos y sincrónicos para crear una mirada que construya y re configure los procesos culturales por sendas que se tocan y se alejan en manifestaciones continuas y discontinuas de las realidades locales. Esto no es nada fácil pues es muy posible que no sólo se haya de partir de las tradicionales miradas de estudio de lo social y lo cultural, considerar las profundas implicaciones que en ellas ha tenido los cambios en el mundo y sus esfuerzos por revisar sus herencias para avanzar (Augé, 2007; Zabludovsky, 2007), sino comenzar a mirar a otras áreas del conocimiento donde las profundidades del tiempo se contemplan con otros rasgos de manifestación y de acción. Por el momento, sólo haremos un intento reflexivo sobre el caso de la ciudad de León, Guanajuato, en México, que parte desde la misma pregunta de si en esa ciudad se requiere la mirada de lo sociocultural, y si esta tiene algo que decir a lo que ahí se vive y se está experimentando.

Saltos de la consciencia. La estructura ausente. La modernidad no sólo fue un espacio temporal que propicio una experiencia colectiva y la edificación de un tipo de sociedad. Fue la necesidad de crear un conocimiento que diera nombre a las nuevas experiencias, que pudiera ubicar la posición del hombre en el transcurrir de la historia, proporcionar una imagen de la sociedad de sí misma. El arte, la estética, el pensamiento científico y las ciencias sociales fueron la respuesta y parte de las estructuras cognitivas del mundo moderno. Una cosa requiere y lleva a la otra. Pero la modernidad ha sido un aliento con un metabolismo que ha implicado varios siglos, al igual que ha ocurrido con la gestación del conocimiento de la sociedad y de la cultura. El conocimiento que emerge

durante la modernidad fue construido a partir de crear espacios y actores especializados para hacerlo y que históricamente recayó en la universidad, aunque esto se ha ido modificando sensiblemente en las últimas décadas. La ciudad de León ha sido varias ciudades a lo largo del tiempo. La primera, la que se edificó desde su fundación, conformó un perfil de carácter histórico que sólo fue modificado hasta la década de los cuarenta del siglo XX. De entonces a la fecha se han dado varias tendencias en la ciudad: la que se modifica y organiza por la industria, la diversificación a través de la manera como los medios de comunicación comienzan a dinamizarla, al igual que la tendencia a los servicios y el consumo, hasta llegar a la etapa donde los rasgos de una multiculturalidad es patente y generalizada. Si colocamos la mirada en las esferas donde se ha podido generar un conocimiento sobre la ciudad, la educación superior, vemos que esta comienza a aparecer en los sesenta del siglo XX para preparar a personas que apoyen las actividades industriales (técnicos, contadores, administradores, secretarias ejecutivas), y que en los setenta comienza a generalizarse, y que en los noventa es una realidad creciente y expansiva, aunque aún insuficiente. Cuatro cosas de ese proceso: la preparación ha sido muy reciente en la ida de la ciudad; se ha perfilado para cubrir una necesidad muy específica, es decir, preparar al personal para la empresa, la industria, el comercio; su actividad ha sido eminentemente docente, para capacitar y actualizar; el conocimiento de lo social y de lo cultural ha sido excluido y sólo ha sido una realidad que se cuela por algunas de las profesiones que desde la década de los ochenta se han ofrecido: educación, comunicación, psicología. La necesidad de la ciudad para saber de su sociedad ha sido aún más reciente, y ha sido por mecanismos de regulación, certificación y organización que requieren tanto para su evaluación como para estar a la altura de los tiempos de la vida democrática y de los estándares de la administración pública que se han ido gestando a nivel internacional y se han asumido a nivel nacional. También se puede decir que esto ocurre cuando algunas instancias de la vida pública se dan cuenta que la manera de ver, analizar y actuar en la ciudad requiere modificarse porque la mirada única y las acciones generales, son parciales, imposibles, ineficientes. Este proceso es muy nuevo, mientras que la continuidad de la vida social es larga en el tiempo. Es como si una esfera de corte histórico se hubiera alargado y de golpe se hubiera de reaccionar ante los cambios e impactos de lo global, lo posmoderno, lo multicultural, y en esa reacción queda patente la ausencia de una estructura de conocimiento de lo social que aún hoy tiende a prevalecer. Aún así, ¿la ciudad de León requiere de un conocimiento de lo social y de lo cultural? ¿Para qué? Si es así, ¿qué tipo de conocimiento social y de la cultura? ¿Cómo se dejaría escuchar y hacerse entender un pensamiento de lo social y de lo cultural?

Lo cultural y la sucesión de imágenes. Las entradas para pensar la cultura pueden ser varias. El punto en este caso es revisar a la manera como el pensamiento sociocultural puede decirle algo a una cultura local, y desde esa perspectiva igualmente las entradas pueden ser múltiples. Un elemento que pude ayudar es revisar aquellas reflexividades que se han generado a partir de la experiencia de vivir en una cultura local, la manera como esta propicia intentos de comprensión y de formalizar, objetivar, procedimientos de pensamiento e indagaciones empíricas concretas encaminadas no sólo a intentar encontrar sus cimientos y estructuras morfogenéticas, sino la deontología que se va configurando continuamente en su vida social, material, simbólica e intersubjetiva. A partir de ello, se proponen tres imágenes del desarrollo del pensamiento sobre la cultura que bien pueden ser un punto de inicio para encontrar pautas de su pertinencia en la actualidad.

En su libro, El campo y la ciudad (2001: 189), Raymond Williams menciona que la poesía inglesa del siglo XVIII tiende a poner el acento en el cambio ya que “los hombres acostumbrados a ver su entorno inmediato a través de las formas intelectuales y literarias recibidas, tuvieron que observar otra modificación dramática del paisaje; la de la ciudad que se extendía y transformaba”. Punto interesante por considerar: el vínculo que se crea entre el observar el tiempo a través de sus transformaciones a partir de la presencia y crecimiento de las urbes, algo que sucederá desde entonces y hasta la fecha. La expansión de la vida urbana vino emparejada con diversos procesos que transformaron las estructuras de conocimiento a partir del siglo XVIII debido a que las experiencias y sensibilidades igualmente eran trastocadas en un proceso que jalaba entre la continuidad del pasado y la efervescencia turbulenta del presente (Hobsbawm, 1971). La ciencia y la tecnología modifican los escenarios urbanos y su relación con el campo; la aparición de nuevos medios de transporte, particularmente el ferrocarril, movilizará a las masas, propiciará nuevos tipos de intercambios, no sólo comerciales, igualmente militares, artísticos, turísticos, científicos; se alteran los estamentos sociales y nuevos actores y movimientos sociales emergen, los cuales

gastarán décadas en conformar una nueva base de pensamiento, una nueva mentalidad, a través de las ideologías dominantes del siglo XIX, y los estilos de vida de las diferentes clases sociales. A finales del siglo XVIII era evidente, como se puede rastrear en sus antecedentes durante el siglo XVII, la disolución de una diversidad estructuras de pensamiento y de conceptos que siglos atrás habían permitido organizar la vida cognitiva, simbólica y colectiva y que otros conceptos y estructuras del pensar estaban emergiendo. Varios conceptos que hoy en día se emplean de manera corriente son parte de ese proceso. Uno de esos conceptos ha sido el de la cultura, un espacio conceptual que sufrió un radical cambio semántico a como se le había concebido en la pre modernidad (Giménez, 2005) y el cual fungió desde entonces como una memoria virtual para realizar procesos de observación y de diferenciación del orden social e histórico que el mundo moderno fue conformando, a través de una conciencia creciente basada en el orden de pensamiento racionalista. Cultura, expresa Luhmann (1999: 194), vino a cubrir el vacío que estaba dejando otros artefactos de inteligibilidad como lo eran la moral, la religión, y posibilitaba la diferenciación cognitiva y perceptiva entre hombres y naciones por medio de la comparación, jerarquización y estructuración; el sentido de la historia a través de la evolución y los distintos estadios por el cual ha atravesado la humanidad respecto a las otras especies y entre sí; el proceso de individuación que cada individuo podía adquirir a través de un trabajo individual y subjetivo, y del cual emano el sentido estructural y simbólico del arte, la estética, la educación y el aparato jurídico. Ante la necesidad de realizar un corte con el pasado y orientar al individuo a través de la historia que se forja mirando al futuro desde el presente, la cultura redujo el espesor del pasado para situarlo en la epidermis de la memoria colectiva. Es por ello que para la sociología del siglo XIX lo cultural emergió como la dimensión del mundo simbólico mediante el cual la sociedad se ordena y se somete a un orden superior al individual. Ambivalencia y ambigüedad de primer orden: la cultura es un trazo que siempre se tensa entre dos fuerzas, el pasado y el presente, un instrumento para diferenciar y desdoblar la realidad. Emergió como un recurso para dividir el tiempo, para posteriormente tener un recurso de estabilizar el orden cambiante de la vida social. Conceptos como civilización, ideología, superestructura, representaciones sociales, patrones culturales, fueron parte de ese proceso de objetivar y controlar el cambio, la transformación. Pero en la segunda mitad del siglo XX hubo un cambio significativo en la concepción de la cultura: el mundo entró en procesos de transformación y pusieron en tensión y al límite muchas de las concepciones de la cultura del pensamiento social clásico. La evidencia era cada vez más patente: no sólo nuevas realidades sociales habían emergido que tenían fuertes impactos sobre los mundos subjetivos colectivos, sino que los metabolismos de las transformaciones eran más continuas, aceleradas y su propia dinámica era la de pasar de un estado de inestabilidad a otro igual o más cargado de inestabilidad. El rostro más visible de estas dinámicas era la acción de los medios de comunicación, la difusión creciente de una cultura de masas, que se insertaba en la vida urbana, pero que eran los nuevos recursos para marcar la temporalidad propia de los procesos que habían comenzado desde el siglo XIX: la industrialización y la economía capitalista cada vez más centrada en el consumo (Gitlin, 2003). No es gratuito que en la década de los sesenta emergiera por diferentes frentes una concepción sociosimbólica de la cultura dentro de las diferentes disciplinas que se habían ocupado de la cultura y que cobraran nuevos bríos los estudios de la cultura de masas, la atención a los medios masivos de comunicación. Tampoco fue gratuito el surgimiento de los Estudios Culturales en Inglaterra, quienes encararon la tarea de re definir el concepto de cultura de una manera más social y antropológica, de propiciar elementos necesarios para su análisis, así como la atención puesta en la acción social e histórica de sujetos sociales concretos en sus vidas cotidianas, dentro de entornos urbanos, y conformando procesos de identidad a través del consumo de bienes y formas culturales. No fue tal cual, pero los Estudios Culturales británicos intentaron acortar la distancia entre una concepción limitada y parcial tanto de los estudios de la cultura, del pensamiento sociológico de corte marxista, y los estudios de la comunicación que se realizaban en los Estados Unidos, respecto a la cultura, la estructura social y la presencia de los medios de comunicación dentro de la vida social y subjetiva de los habitantes de las ciudades a mediados de la segunda mitad del siglo XX. Eran momentos de mutaciones radicales, tanto social, política como económicamente hablando, y para entenderlo, ampliaron las miradas, disolvieron fronteras disciplinares, académicas e intelectuales, acudieron a la acción constructiva de la historia que le da espesor social al presente, miraron a la vida ordinaria y cotidiana, a las prácticas de los sujetos. En México y América Latina sucedió un proceso similar a mediados de la década de los ochenta del siglo XX y emergieron los estudios socioculturales latinoamericanos para observar las transformaciones en sus principales ciudades, la manera como lo popular era alterado por los procesos crecientes de urbanización, de introducción de una economía neoliberal, la presencia de la cultura mediática y digital, la manera como los

procesos de internacionalización daban pie a los de la globalización y cómo esto alteraba igualmente su peculiar modernidad para ingresarla a procesos diversos propios de la posmodernidad. Es decir, los estudios socioculturales apostaron por observar las zonas de diferenciación de un pasado histórico de corte tradicional a otro modernizador de amplias y profundas aspiraciones desintegradoras, e igualmente la mirada recayó en la vida urbana, los actores sociales, sus prácticas cotidianas, la presencia de los medios de comunicación. Los estudios sobre la cultura urbana, el consumo de cultura y de medios, las culturas juveniles, las identidades culturales que emanan de prácticas culturales como la música, el baile, el turismo, los museos, el cine, la televisión, las fiestas populares, los recursos del patrimonio histórico y artístico frente a la industria de la cultura, fueron, entre otros, parte de las agendas y áreas de estudio que se intensificaron y cobraron una mirada más compleja al introducir tendencias como la hibridación de las culturas dentro de entornos globales y modernos, la multiculturalidad en las ciudades, la diversificación de las audiencias dentro de entornos multimediáticos y multitextuales. El acento: muchos de los procesos que los estudios socioculturales comenzaron a observar en las principales ciudades de México y de América Latina se generalizaron y comenzaron a darse en la mayoría de sus ciudades. Desde entonces y a partir de ello, eso ha venido aconteciendo en sus procesos de vida, un proceso complejo, que en la mayoría de los casos no se puede comprender sino a partir de la manera como históricamente se configuraron y entraron en ese proceso, de diferenciaciones varias, entre ellas, las que corresponden a su pasado histórico y a su presente que se acelera y corre por sendas distintas e inéditas a lo que anteriormente había acontecido y habían experimentado dentro de sus entornos y realidades urbanas. Momento de diferenciación y de diversificación: para muchas ciudades del país, sus realidades parecían ser casi inamovibles, o con un metabolismo de frío histórico y cultural, y en un movimiento que en apariencia pareció ser casi de un día para otro, entro en un nuevo metabolismo que aceleró la vida social y se entró a “otro momento” de manera colectiva que mientras ha ido desintegrando parte de su herencia histórica y cultural, a activado otra que parecía dormida o habitaba en la invisibilidad de los mundos subjetivos, los estratos profundos de sus mundos simbólicos y colectivos, así como se integró a procesos varios de orden nacional e internacional. La pregunta es, entonces, si los estudios culturales pueden hacer algo con ello. A nivel internacional, las apuestas de la sociología y principalmente de la antropología (Augé, 2007a) son que si. Las sospechas provienen de los estudios culturales, aunque hay algunos de sus principales representantes que asumen el reto (Silverstone, 2004). La cultura es el recinto de lo profundo y se mueve en distintos estratos del tiempo y de la velocidad. El espacio es su receptáculo, una escala geológica que se distribuye de manera orgánica en la vida humana en continuas síntesis entre lo biológico, lo antropológico y lo noológico. Doble rostro: lo profundo y oculto de lo simbólico y arquetípico cuyo aliento se organiza desde lo lejano; la superficie y visible que se materializa y despliega un campo resonante de sentidos lejanos en el tiempo que se actualiza y parece tener vida propia, la tiene. Es por ello que la cultura es tanto un acto cognitivo como un acto de comunicación: se requiere trabajar sobre el orden de lo simbólico, para poder interactuar y mantener el orden y la organización. El lenguaje que conforma el logos humano y que edifica una visión y racionalización del orden cultural es el resultado de la evolución del cosmos y la noosfera que su relación y acción en conjunto edifica una visión de continuidad y congrega a un colectivo. Regis Debray (2001) expresa que en el inicio estuvo el hueso: la marca del pasado por la presencia de los antepasados, es decir, la conciencia de la continuidad por el símbolo que unifica al grupo. Jean Clottes (Langaney, Clottes, Guilaine y Simonnet, 1999: 62) señala que esto marca el inicio de las capacidades de la imaginación humana, del sentimiento estético, la posibilidad de transformar la realidad mediante las imágenes mentales que el hombre puede crear. El despertar del sentimiento estético fundamenta el trabajo del mundo interior humano sobre el exterior para construirlo a su “imagen y semejanza”, el inicio de la humanización y de la hominización que corre en paralelo a lo largo del transcurrir del tiempo y que ha sido la constante de las diferentes épocas de la civilización humana. “Es ese mismo hombre quien habla, entierra a sus muertos y talla el silex”, expresa Pierre Levy (2007: 5). El hueso es el indicio de que el hombre simboliza un orden primario y lo establece en el espacio, lo hace habitable a través de un orden simbólico, y ese orden simbólico se mueve entre la continuidad y la actualidad en un proceso orgánico dentro de movimientos de continuidad y discontinuidad permanentes (Schuon, 1984: 34): un orden lleva a otro orden que re organiza la materialización y organización simbólica. El trabajo sobre el hueso fue la primera forma de hacer habitable el espacio, y esto fue la base primordial del desarrollo de la civilización humana que la llevo al trabajo sobre la piedra para crear un paisaje y un

receptáculo de la vida humana, donde el desarrollo de las ciudades y su creciente centralidad en la edificación de la era moderna fue su máxima expresión: un orden material que manifiesta una metafísica, su mundo simbólico con dimensiones colectivas. El desarrollo de la comunicación humana manifiesta en su interior la conformación de espacios para ser habitados: el pensamiento, el lenguaje, la escritura, lo impreso, fueron algunos de esos espacios que corresponden a la conformación y desarrollo de espacios antropológicos y a oleadas de conciencia humana (Levy, 2004; Wilber, 2007), a una semiósfera colectiva, una ecología simbólica desde la cual el hombre se percibe y percibe al mundo, lo edifica, lo organiza y se mueve dentro de él. Espacio que se torna paisaje, edificación y la textualidad que lo organiza. La cultura es la textualización del paisaje a lo largo de una serie de cuerdas temporales. La piedra se edifico sobre el hueso, y ha sido, entonces, el remanente de una era que se manifestó a lo largo del tiempo humano y sobre lo cual una fase de la civilización humana ha transcurrido, y aún permanece: las ciudades han sido su manifestación más acabada, espacios que ocultan una metafísica y una ontología de las cuales abrevan y se nutren, se organizan y se manifiestan. Pero una serie cuerdas en el tiempo reciente han ido colocando una alteración en la manera como se materializa y organiza la vida colectiva en el espacio. De hecho, un nuevo espacio por habitar. La conformación del Moderno Sistema Mundo (Wallerstein, 2004), la aparición de la modernidad (Berman, 2006) y la posmodernidad (Anderson (2000), eventos de carácter sistémico y mundial como la revolución industrial, la revolución francesa (Hobsbawm, 2003), la revolución de la informática, han traído no sólo un cambio en la conciencia humana dentro de una espiral que inicio en tiempos lejanos, sino la entrada a un nuevo espacio y a una nueva dinámica de la vida humana, el vector de la velocidad, del tiempo que se manifiesta en la luz eléctrica (Virilio, 1997) y sus desarrollos hasta llegar a la información, a lo digital. No fue gratuito que en estos momentos hayan aparecido las preguntas del hombre dentro de la historia y del espacio ampliado del mundo entero, que emergiera la conciencia sobre la vida en colectivo y el orden social, la exploración de los mundos subjetivos e intersubjetivos, el reconocimiento de la presencia del mundo interior sensible, simbólico, y metafísico que se despliega, histórica e individualmente, a través de lo irracional, lo onírico, el inconsciente colectivo. Marx, Jung, Freud. Pero igualmente, fue la presencia de la base racional de la conciencia humana para edificar la visión y edificación de la vida social y cognitiva, los intentos por subordinar la dimensión subjetiva a la base material y objetiva de la realidad. El pensamiento científico conforma la modernidad ha sido una evidencia y una tendencia para pensar lo humano y lo social donde la vida subjetiva se subordinó y se delimito a esas estructuraciones. Si bien la base cultural fue considerada como una dimensión totalizante y omnipresente en la sociedad, en el transcurso histórico, su papel en la vida social fue relegado, subordinado, limitado. Pero en la era moderna se descubre la luz eléctrica y el hombre comienza a modificar el paisaje social y simbólico, el inicio de una división dentro del proceso de civilización humana hasta propiciar una bifurcación que se torna manifiesta en los tiempos recientes: el mundo, la vida humana, social y subjetiva, parecen modificarse a través de la aparición del espacio antropológico de lo mediático (Lowe, 1986) y el ciberespacio (Levy, 2007), que introdujeron el vector del tiempo de la aceleración, del tiempo del instante, del tiempo en presente, que anula distancias y pasa de una especialidad geométrica a una de orden geológica. Ha sido una corta historia humana donde la metafísica retorna para ampliar las dimensiones de habitar y experimentar la vida en colectivo (Lash, 2005), y esto se hace evidente en la nueva edificación de los colectivos a escala mundial a través de denominaciones como sociedad global, sociedad del conocimiento, sociedad de la información, sociedad del consumo, donde lo simbólico es parte de los procesos de la conformación de la economía, la política y la sociedad. La dimensión cultural recorre y es base que se distribuye, organiza y dinamiza, y que se refleja en la presencia del deseo, los sentimientos, los afectos, las identidades, los valores, las representaciones. En los márgenes de la corta historia de la modernidad dentro la larga travesía de la civilización humana permite ver determinados trazos de las sendas recorridas con cierta distancia. Dos elementos se perciben: el proceso de un orden implicado de la vida social que organiza la vida subjetiva en colectivo y que es fundamental para moverse en los ejes espaciales y temporales de la vida social, proceso que nos remite a tiempos lejanos donde la religión, la moral, las cosmovisiones simbólicas y arquetípicas son antecedentes y remanentes de lo que desde la era moderna se ha llamado como cultura, y hoy comunicación; la presencia de la base cognitiva y comunicativa para configurar y dinamizar la vida simbólica que no sólo conforman las percepciones, sino las relaciones y representaciones sociales, nos llevan a otros procesos lejanos en el tiempo, aquellos donde el hombre adquiere determinadas tecnologías cognitivas y comunicacionales para establecer una memoria y un recurso de liga social y simbólica, como sería la aparición del lenguaje, la escritura, lo impreso, los medios de comunicación electrónicos, digitales.

En esos procesos hay dinámicas de continuidad y discontinuidad, donde un orden se elabora y se expande a partir del orden anterior. Y esto no es sólo lo que acontece en la evolución y desarrollo del estrato social y cultural del hombre, sino igualmente de los factores biológicos, cognitivos, lingüísticos, simbólicos y comunicativos, aunque como señala André Langaney (Langaney, Clottes, Guilaine, Simonnet, 1999: 54), sus escalas y dinámicas de desarrollo en el tiempo “no son las mismas”, pero todas ellas enmarcadas en un tiempo que abarca miles de años donde se gestaron las capacidades simbólicas y cognitivas para edificar la realidad, las facultades que el hombre ha portado desde entonces y hasta el día de hoy (1999: 61). Lo espacial y lo simbólico para habitar el mundo mediante la elaboración de lo simbólico, lingüístico y cognitivo que edifican los entornos, modifican sus paisajes, estructuran la percepción y la vida social y colectiva. En ese sentido, y enmarcado en la modernidad, no es gratuito que Walter Benjamín cuando hablaba del cine en su texto, Pequeña historia de la fotografía1, y decía que “proporcionaba material para una recepción colectiva simultánea como siempre ha hecho la arquitectura” señala un punto fundamental de la conformación de la cultura, no sólo el trabajo de lo espacial para organizar a las culturas edificando un orden simbólico espacial para organizar a su vez las subjetividades, sino que los antecedentes del orden simbólico vigente están en el que le ha precedido. La afirmación de Benjamín puede ser vista como dos vectores del tiempo que se tocan y se desarrollan en su propio proceso: la ciudad como espacio para la vida social que se modifica en ordenes continuos y discontinuos; la tecnología que permite y organiza la vida colectiva y que en su andar abre nuevos procesos perceptivos y nuevos espacios para habitarlos colectivamente. Si hoy los marcos tienden a ser las ciudades globales, multiculturales, posmodernas, y los recursos tecnológicos tienden a gestarse a través de lo digital, la interactividad, lo multimediático y multitextual, su presencia se establece a partir de los sustratos previos: la ciudad histórica, industrial, medida; la escritura, lo impreso, los medios de comunicación tradicionales. Ordenes del tiempo y el espacio que se tocan y despliegan, que fermentan nuevas dimensiones, donde algo se disuelve, algo emerge, algo está en movimiento y en nuevas formas de organización y materialización. Recorrido largo para colocar la mirada en el centro: muchas de las ciudades del país permanecieron casi inmutables por siglos y décadas, su estrato histórico que tensiono procesos de modernización, y sólo hasta los tiempos recientes se han dinamizado y comienzan a mutar y a moverse por los procesos de la globalización, la posmodernidad, la video y ciberesfera. Otros estratos y vectores espaciales y temporales que se ponen en movimiento y abren nuevas trayectorias pero que en paralelo activan los procesos irreversibles de su pasado y abren realidades emergentes, inéditas, recientes. En ello hay riesgos y posibilidades no sólo en lo que se refiere a las bases de la vida social, sino igualmente en la simbólica y cultural. Un rasgo: así como señala Debray (2001) que las ciudades del pasado eran edificadas a partir del modelo del adulto, en los tiempos recientes se edifican a partir del modelo del joven. Quizá esa sea una imagen que señala los procesos de transformación de las ciudades volviendo el rostro hacia el futuro, lo internacional, lo nuevo, y que gran parte de las escenas cotidianas, de las problemáticas sociales generalizadas, de los desafíos del orden y la seguridad social, así como de las posibilidades del desarrollo, estén alrededor de los sectores juveniles, de otros jóvenes que guardan en si los códigos genéticos de la sociedad del pasado, pero igualmente de las mutaciones que se están gestando en la ciudad, la vida social, los universos simbólicos, los procesos de comunicación, la memoria y el inconsciente colectivo. De la biblioteca a la televisión al Internet; de la radio al MP3 a My Space al iPhone; de la casa a la calle y la plaza al Messenger al Hi5 al Facebook; del parque y la escuela al video al videojuego al Doble Life; de la fotografía al cine al video al DVD; de los cuentos infantiles a las caricaturas al anime. Parte de los procesos que se han ido generalizando y que tienen en la punta más visible a los jóvenes, pero que detrás de ello se encuentran mutaciones generalizadas en la sociedad que acceden a ellas de maneras desigual, diferenciada, de acuerdo a los estratos generacionales, de género y de ubicación social y económica. El mundo que se despliega en varios órdenes y está en marcha. Para Walter Benjamín, la ciudad no es un espacio cualquiera, es una temporalidad del espacio, un espacio abierto a la historia, debido a que la ciudad es un depósito de la memoria y de la tradición y su sentido político está relacionado con la manera como los ciudadanos experimentan la edificación de la vida urbana y sus espacios, pero asimismo es un artificio que modela las conductas, percepciones y experiencias de acuerdo como la misma ciudad se exhibe a si misma y propicia una “puesta en escena” de la vida social y simbólica (Martínez de la Escalera, 2007: 200). El proceso de la privatización de lo público y de lo político, así como la mediatización de la experiencia personal y colectiva a través de vivir y conocer la ciudad por medio de fluir a través de las avenidas y de los

relatos mediáticos de la prensa, del cine, la radio, son algunas de las manifestaciones que hacen evidente lo anterior: la clave está en la manera como se experimenta la ciudad, y está ha ido modificando su puesta en escena, alterando los mecanismos de su memoria y sus artificios de representación. La experiencia se torna virtual y mediática. No es gratuito que Benjamín viera la experiencia de la vida en la ciudad, a través de su desarrollo y expansión, la introducción de los procesos de industrialzación, el desarrollo de la economía del consumo, la presencia de la industria de la cultura, como la llegada de un entorno metafísico colectivo que se vive como una realidad “natural” y “común” y que era la entrada a un estado onírico colectivo. La ciudad que se desenvuelve a partir de la llegada de la iluminación eléctrica modifica lo que es visible, lo iluminado por la electricidad, y propicia una manera diferente de habitarla y experimentar sus espacios a través del fluir, de la movilidad. La ciudad, para Benjamín, pasa de ser un espacio presente para ser una realidad que se exhibe por medio de una continuidad construida por fragmentos que se van uniendo, como la técnica del montaje cinematográfico, o como el mismo acto de soñar (Barrios Landa, 2007). La visión de Walter Benjamín nos lleva a dos consideraciones que son importantes en la vida actual de las ciudades. El primero, la necesidad de entender el sustrato tecnológico que diseña la continua modelación de la ciudad y de la experiencia que de ello emana. Sus reflexiones realizadas en varios de sus escritos hablan de una etapa, de un estrato, de la experiencia de la modernidad, pero los relatos de autores más recientes permiten entender lo que sería lo que se ha continuado hasta nuestros días, principalmente por el paso de la electricidad al mundo de la información y de lo digital, que así mismo modifican el entorno urbano, su manera de organización a través de nuevas maneras de intervenir en el tiempo y en el espacio (Virilio, 2006), y de las alteraciones de experimentar la ciudad a través de la anulación de vectores espaciales como la trayectoria y el recorrido mediante vectores temporales como el “tiempo del instante” y el “tiempo de la aceleración” que posibilitan las tecnologías interactivas y digitales (Virilio,1996), y los procesos de percepción que alteran no sólo los mecanismos de percepción y de memoria, de representación y de liga social (Virilio, 2003). El segundo, los remanentes del pasado de la ciudad que no se borran ni disuelven, sino que permanecen como “energías oníricas” y que son indicios de su “verdadera historia”. Benjamín al estudiar la ciudad, colocaba atención a los detalles, a las antigüedades para intentar ingresar a ellas y hacerles hablar, descubrir su vida latente en el presente y descubrir los estratos profundos, como sucedía con algunas novelas de Víctor Hugo sobre los bajos fondos, las cloacas, los sótanos, y que al penetrar en ellos excavaba para observar lo que de ahí salía. Pareciera que en esos dos mecanismos se configura un orden que tensiona entre dos vectores, el pasado y el futuro, y el presente se fragua y se deconstruye continuamente, abandonando las realidades estables para abrir una dimensión ante la incertidumbre y lo impermanente, con impactos profundos en el espacio, el tiempo y la manera de habita la ciudad. Otro autor francés nos daría algunos elementos para continuar pensando algunas de las propuestas de Walter Benjamín, y nos da elementos para introducir algunos elementos analíticos de la afirmación que hicimos en el párrafo anterior. Michel Maffesoli (2001: 19) hace la observación de que el tiempo tiene la fuerza para estructurar al ser, por lo que cada época con sus especificidades culturales lo configura de acuerdo a distintas matrices, y en esto propone que a lo largo del tiempo hay distintos resortes del tiempo con distintas matrices configuracionales. A la visión lineal y mecánica de separar el desarrollo de la civilización humana a partir del mundo antiguo o pre moderno, el moderno y el posmoderno, Maffesoli señala que en distintas etapas, las culturas se han organizado de acuerdo a diferentes vectores del tiempo: algunas mirando al pasado a través de sus tradiciones, otras mirando al futuro intentando alcanzar una determinada escala de modernidad, y otras con mezclas de ambas. Esto da pie a señalar que en los tiempos recientes las cosas han ido cambiando a como la modernidad estructuro y configuro al ser individual y colectivo, pero además, que el paso a lo que muchos han denominado posmodernidad hace ver que la estructura del progreso es de carácter urobórico: el pasado retorna para cabalgar en las matrices y sentidos de los tiempos neo modernos. En ese paso de la modernidad a la postmodernidad, Maffesoli (2004: 45) ve que es una trayectoria antropológica donde se muestra y manifiesta la sociabilidad, más que lo social. En la visión de Maffesoli, hay una serie de transiciones fundamentales que retan al pensamiento racional, de carácter científico y político. Un primer elemento que se altera es el paso de la tendencia de estructurar al individuo y a la vida social a partir del tiempo monocromo que configura una linealidad, una estabilidad y una seguridad ontológica a partir de la concepción de que el hombre y la vida se desarrolla por la estructura de la historia, a un tiempo policromo, donde la diversidad y la temporalidad es de carácter rizomático, prevalece el presentismo, la visión trágica que asume la incertidumbre y la deotología de la vida social que

se va gestando y alterando paso a paso, y cuya experiencia temporal es la de los mitos que permiten ver cómo lo que acontece adviene se hace presente por sentidos diversos. Es por ello que la vida social se modifica, una vida centrada en el yo individual y en la razón, a un yo plural donde el imaginario que raya en lo onírico es la tendencia de los nuevos agregados sociales y de las prácticas sociales cotidianas. Pero estas alteraciones marcan algunos rasgos que emergen como novedades, pero que igualmente remiten a lo arcaico, a modos de ser de etapas arcaicas, antiguas, pre modernas. Maffesoli (2001: 30) habla de la presencia del paganismo eterno: el retorno de lo arcaico como rasgo distintivo de la posmodernidad: tiempos de mestizajes, de sincretismos, de una nueva vitalidad que se refleja en la vida de los nuevos agregados sociales que habitan la ciudad como “tribus nómadas”, “tribus urbanas” que se mueven dentro de esferas y metabolismos diferentes al paradigma del orden social y racional de la modernidad, y que tiene su mayor visibilidad y representatividad en los sectores juveniles, quienes asumen lo trágico de la vida social, su carácter de fatalidad que hace evidente el carácter impermanente de la vida material, del sentido de la historia, de la luminosidad racional y adulta, a través de una pasión intensa por lo lúdico y de vivir el instante como una liga con una fuerza destinal y una liga comunal, asumiendo arquetipos ancestrales y de carácter antropológico invariable, y que sus acciones, mentalidad, movimientos grupales, sus tendencias hacen patente las fuerzas telúricas que se acumulan en lo oculto de lo social, sus sismos y temblores hacen patentes las anomalías, los nomadismos y migraciones que están alterándose en dimensiones más amplias: lo social, lo político, lo económico, lo ideológico y lo cultural. Para Maffesoli (2004: 59), las tribus urbanas son comunidades emocionales que fundan por sus rasgos de sociabilidad lo múltiple y se mueven por la proxémica, donde la emoción compartida y la comunalización crean un lazo social que les da rasgos de permanencia pero igualmente de inestabilidad mediante las cuales tejen sus relaciones a partir de una memoria grupal y colectiva. Esto implica el deslinde de la comunidad de origen y destino, producto de la visión histórica de los sujetos sociales que se ligan por medio de lazos morales y políticos, por la comunidad emocional, que se ligan por medio de los afectos y sensibilidades que los vinculan e integran de una manera más de corte estético y lúdico, entendiendo a la estética en “su sentido primigenio, el de las emociones compartidas” (Maffesoli, 2004a: 61) mecanismos por medio de los cuales se manifiesta un “vitalismo” que busca irrumpir un orden establecido y propiciar otras maneras de estar juntos, de “escapar de la esclrerosis institucional” y fundar una nueva creación dentro de lo social. Estos desplazamientos no sólo hablan de la falla sistémica de los mecanismos tradicionales que han usado las distintas instituciones sociales (familia, educación, religión, trabajo, arte, política, salud, legislación) para la reproducción social, sino que estas ya no cubren lo básico para ser y generar el lazo social que une a los individuos como personas y con destinos más amplios (Maffesoli, 2001: 34). Los padres no saben que hacer con sus hijos adolescentes; en la escuela los maestros están desconcertados, temerosos y molestos con las actitudes de los estudiantes; la iglesia y la política denuncian una y otra vez la irresponsabilidad, la carencia de valores y creencias, el vacío moral y la tendencia a la superficialidad; el sector de la salud está inquieto ante tanto accidente, suicidio, enfermedades de diverso tipo donde uno de los principales epicentros es la población joven. Mientras tanto, los medios de comunicación, la industria de la informática y del entretenimiento, están felices, rebosantes: pese a que las estadísticas lo contradicen, Youtube, Facebook, MySpace, Hi5, Messenger, Google, y otros más concentran millones de jóvenes por día, son medios de relación, de aprendizaje, de diversión, de identidad, recursos cognitivos, lingüísticos, afectivos. Por todos lados hay una preocupación campante por los jóvenes y la condición juvenil en un movimiento de dos espirales encontradas: una tendencia que se mueve entre la posibilidad y el riesgo, los residuos indeseables e incómodos de la historia ante las aspiraciones del desarrollo social y armónico, de la conciencia solar de la razón y la emocionalidad sombría, lunar, de lo irracional. Miedos circulan y se clavan en las realidades juveniles, y la tendencia es de cirujano: extirpar la anomalía antes de que crezca el tumor y la salud sea irreversible. Pero algo se olvida, Maffesoli (2001: 17) expresa de la siguiente manera: “Tomar en cuenta esa sombra asegura, a largo plazo, la perduración del ser”, pues hay que recordar que en los tiempos que corren uno de los elementos que se han desligado de la vida cotidiana y personal son los procesos que otorgan seguridad en los individuos (Giddens, 2004), pero igualmente que estos sentimientos que buscan evadir la inseguridad y el miedo son de corte antropológico e histórico, presentes desde la antigüedad y que remiten a estructuras cognitivas y de sentimiento de corte colectivo (Delumeau, 1996). No es gratuito que el miedo más generalizado del tiempo moderno es el de morir, mientras que el de la época posmoderna es el envejecer. De ahí podemos entender el paso de una sociedad que se edifica a través de una economía que apela a los deseos, a la de una economía que proporciona seguridad sensible, movible, cambiante, que nunca concluye, siempre se renueva y siempre está en movimiento; una subjetivdad que se edificaba a través de representaciones funcionales y diferenciales a otra que se elabora a partir de un carácter emocional y relacional que se hace presente por la exhibición de virtualidades posibles.

El paso de la modernidad a la posmodernidad no sólo fue el mecanismo para que los jóvenes se tornaran visibles, las realidades juveniles de la vida social, sino que igualmente fue propiciando que muchas de las realidades sociales se juvenilizaran, tanto por la apariencia, la estética, las actitudes y tendencias, como por las dinámicas del mundo urbano y mediático que se han ido edificando más cercanos a las nuevas sensibilidades, identidades y competencias de los jóvenes, y que ahora parecen ser las pautas de las nuevas dinámicas de lo social. El sino trágico que muestran los jóvenes es generalizado, es decir, no es sólo referencia de los jóvenes, sino de la mayoría de la población, un inconsciente colectivo que se mueve por rutas biferinas: frente a la aspiración de consumir, está el miedo de perderlo todo, de reconocer que detrás de la casa que se compró en un fraccionamiento exclusivo, la camioneta último modelo, el viaje de vacaciones a Europa, la pantalla de televisión, la visita dominical a la plaza comercial, todo se puede disolver. Mientras la ciudad se edifica sobre sustratos de lo internacional, el consumo, la tecnología, la diversión, lo subjetivo se debate entre los valores tradicionales, la mentalidad histórica y sus referentes morales y religiosos, la marginación y la pobreza, el desamparo emocional y aspiracional: las transformaciones en la ciudad en las últimas décadas así lo marcan. Por un lado, la ciudad crece, se diversifica, se expande, por otro lado, se debate ante abrirse a lo nuevo y replegarse ante el temor de perder lo básico: los valores, las costumbres, las creencias, lo tradicional e histórico. Hace diez años, y más, encuestas en el país y en la ciudad mostraban que la mayoría de la población veían como los problemas más importantes y serios el no tener un empleo y un casa donde vivir a la par de la preocupación por la pérdida y alejamiento de los valores tradicionales como la religiosidad católica, los valores familiares, la irresponsabilidad ante el futuro, y esto último tendía a ubicarse en la población joven del país y a la acción de los medios de comunicación, aunque la misma población reconocía que ella cada vez estaba menos tiempo en la casa y con sus hijos, porque tenía que trabajar, iba menos a misa y mal cumplía con sus compromisos católicos, y veía diariamente varias horas de televisión. Encuestas recientes señalan que la población está preocupada por problemas de carácter global y nacional: la inseguridad social y el medio ambiente. Narcotráfico, secuestros, vandalismo, guerras de pandillas, suicidios, enfermedades se mezclan con preocupaciones por la drogadicción, el alcohol, el tabaquismo, que son vistos como los causantes de riñas, accidentes automovilísticos, asesinatos; la presencia de maras, pandillas, Zs, emos, adoradores de la santa muerte, graffiteros, góticos, ravers, cholos, y otras agrupaciones más que son vistas como parte de las realidades fantasmagóricas y de espectros que ponen en riesgo el orden social y simbólico, mientras los jóvenes se convierten a la vida del anime, los videojuegos, el espectáculo, los cómics y la manga, el juego de rol, las cartas de combate, los mundos fantásticos como Harry Potter, El Señor de los Anillos, Star Wars, los Simpson, Evangelión, Naruto, Caballeros del Zodiaco, Power Rangers, y otros más. Con la posmodernidad se encuentra que el sustrato simbólico colectivo no sólo es un mecanismo que congrega y construye, sino un aditivo para la transformación para la política, la economía y la sociedad. Los miedos permiten entrar en un mundo onírico colectivo y la transformación se mueve entre tensiones, conflictos, guerras, pero igualmente mediante alianzas, redes, consensos y acuerdos, como otros muchos procesos y fenómenos que en las culturas locales se han ido gestando.

El lado activo del infinito. Quizá haya que decir algo obvio, pero que parece olvidarse: la experiencia de las transformaciones en la ciudad son muy recientes y si bien hay dinámicas y fuerzas que provienen del exterior, la tendencia es a asimilar, observar y evaluar las transformaciones a estructuras de conocimiento y de sentimiento previamente establecidas y conocidas, pero cada vez es más evidente y patente que muchos de los rasgos de lo que se altera escapan a ellas y buscan nuevas formas de conocerlas y de seguirles la pista. En este punto podemos pensar sobre la ciudad lo que ha mencionado Immanuel Wallerstein (2001: 3) sobre el mundo en el sentido de que estamos en el fin de la ciudad como la conocemos, tanto en el sentido de la manera como constituyó el marco de una realidad, como en el sentido de la manera de conocerlo. Reconocerlo es sumamente importante para dar un paso adelante: encontrar aquellas estructuras de conocimiento que permitan entender las articulaciones del pasado con el presente, las formas que se generan y desintegran en el presente, las articulaciones del presente que se están formando para convertirse en las estructuraciones y dinamizadoras de la vida en el espectro de los futuros posibles que están latiendo, buscando abrirse y manifestarse con una centralidad colectiva y social. El marco de pensamiento de lo sociocultural no sólo es una herramienta para dar cuenta de lo que está emergiendo desde la base constructiva de sus conformaciones históricas, de observar sus procesos irreversibles, sino de pensarlo dentro de un movimiento donde procesos más amplios que se están gestando.

Pero igualmente se ha de reconocer que el modo como ha operado lo sociocultural ha de entrar en procesos de revisión de sus marcos propios de pensamiento, de sus ejes básicos como son sus principales conceptos que han sido herencias de tradiciones de pensamiento de lo social y humano, de contemplar sus puntos ciegos.

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Dimensión Socio-cultural Esta dimensión comprende aspectos relacionados con las pautas culturales de los diferentes actores involucrados, el manejo del ambiente, las particularidades de los contextos rural y urbano, las representaciones, los estereotipos, los prejuicios y las valoraciones sociales (discriminación, estigmatización, entre otras). Es a través de las representaciones particulares que tenemos de nosotros/as mismos/as como grupo social y de los demás grupos, que vamos construyendo los modos de interrelacionarnos. Las mismas pueden adoptar formas variadas y ser vividas de diversa manera. Se elaboran y reelaboran cuando los grupos humanos categorizan y ordenan su universo frente a “los/as otros/as”. Por ello, las representaciones sociales construyen una realidad común donde es posible reconocer la presencia de estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas que suelen orientar actitudes positivas o negativas. El estereotipo hace referencia a un conjunto de creencias relativas a los atributos de un grupo humano, que conduce a percibir a cada integrante del mismo según la expectativa general relativa al propio grupo. En cambio, el prejuicio moviliza un conjunto de sentimientos, juicios y actitudes individuales que provocan -o al menos favorecen, y en ocasiones simplemente justifican- medidas de discriminación provocando, en general, fenómenos de separación, segregación y explotación de un grupo por otro.

Es solo una cuestión de… ¿CULTURA? Partiendo desde el concepto de la cultura como una producción colectiva, anónima y singular creada a lo largo del tiempo, esta hace referencia a los valores que comparten los miembros de una sociedad, las regularidades normativas (usos, costumbres, normas y leyes) mediante las cuales se rigen sus vidas, así como a los significados sociales que las personas otorgan a los objetos, acciones y relaciones sociales que se establecen entre ellas, como también a los objetos producidos por cada sociedad. Teniendo en cuenta lo planteado, entendemos entonces que al mencionar a los grupos afectados por la problemática del Chagas como “inferiores”, “ignorantes”, sin iniciativa ni ideas propias, con costumbres y valores erróneos, se reproduce la concepción de una sola cultura válida desde donde debe medirse al resto. A su vez marca un “nosotros” superiores, cultos, con las costumbres y valores correctos, que parecieran estar exceptuados de la posibilidad de contraer la enfermedad, adjudicándose ser quienes poseen las soluciones que mejorarán la vida de “los otros”. Desde esta visión se desconoce, y en muchos casos se desprecia, el valor de las tradiciones, hábitos y prácticas de ciertos grupos afectados por el Chagas, al tiempo que no se consideran las enormes diferencias que se presentan entre las distintas poblaciones afectadas. Esta mirada incluso conduce a la llamada “culpabilización de las víctimas”, a través de la cual se responsabiliza a estas personas por la situación en la que están inmersas.

Es necesario no perder de vista que el Chagas nos afecta a todos/as, independientemente de la cultura a la que pertenezcamos. Entender esta manera de ver la problemática es lo que nos permitirá buscar las soluciones de manera colectiva y actuar integralmente al momento de tomar decisiones.

Sobre conceptos y estereotipos… Usualmente suele asociarse la problemática del Chagas a “la pobreza” y es frecuente encontrar caracterizaciones como “el mal de los pobres”, “la enfermedad de la pobreza”, entre otras. Cuando se habla de pobreza -en general- se hace referencia a las ideas de privación, ausencia, carencia en las condiciones materiales de existencia de un grupo o población determinada, constituyendo así un concepto más descriptivo que explicativo, frente al cual la preocupación central suele girar en torno a la posibilidad de “medir” la cantidad de pobres en un determinado lugar geográfico. A su vez, la noción de pobreza suele asociarse o confundirse con la de “marginalidad”. Este concepto se refiere a una posición (económica, social, cultural) desfavorecida, ocupada dentro del espacio social [1] donde se desenvuelve el individuo. Si bien esta posición refiere a condiciones preexistentes a la persona, existe un margen de autonomía en cuanto a la transformación de la situación inicial. Si consideramos que el espacio social es como una red, donde cada individuo y grupo ocupan una posición determinada en estrecha relación con la de los demás; no cabe la posibilidad de marcar un “adentro” y un “afuera” sino más bien encontramos un denso entramado de hilos interdependientes. Ciertamente no todas las posiciones son iguales, a grandes rasgos tendremos las posiciones dominantes, ocupadas por los grupos políticos y económicos hegemónicos, y las dominadas, ocupadas por la gran mayoría de la población. Circunscribir la problemática del Chagas únicamente a estos últimos grupos desdibuja la verdadera complejidad del problema y habilita el discurso de“culpabilización” y estigmatización hacia los principales afectados. El análisis entonces debe ser más amplio e incluir también las relaciones que se establecen, ocultan u omiten con los grupos dominantes. Participar de manera crítica del debate planteado permite visualizar el carácter transversal de la problemática, la que atraviesa a todos los grupos sociales y de la cual todos/as formamos parte en tanto actores/as constitutivos/as del espacio social. Si tenemos en cuenta tanto las definiciones compartidas como la noción de un problema que no distingue la cultura de pertenencia de sus “afectados/as” o su nivel económico, ¿podemos seguir hablando del Chagas como “el mal de los pobres”? [1]

Según el sociólogo francés Pierre Bourdieu, el espacio social es un sistema de posiciones sociales que se definen las unas en relación con las otras. El “valor” de una posición se mide por la distancia que la separa de otras posiciones inferiores o superiores.

Lo rural ¿vs.? lo urbano Esta visión predominante sobre la dicotomía urbano/rural recae en varios reduccionismos que reproducen el mismo tipo de estereotipos que venimos mencionando en los apartados anteriores. Con frecuencia se considera a lo rural como sinónimo de agrario. En tanto, lo agrario hace referencia a la actividad productiva construida alrededor de la tierra como suelo cultivable y la cría de animales, actualmente profundamente industrializada e inserta dentro del mismo sistema económico capitalista que está lo urbano. Sin embargo, lo rural es más amplio e incluye la relación entre el ser humano y su medio, considerando diversos aspectos vinculados a la salud, la educación, la vivienda, la seguridad social, la dotación de servicios básicos, el patrimonio cultural, las redes sociales y el ejercicio de la ciudadanía. Esta confusión ha contribuido a dejar de lado los aspectos más diversos y ricos de lo rural y centrar la discusión únicamente en lo agrario como lo económico-productivo. Lo rural suele estar asociado a concepciones ligadas con lo tradicional, autárquico, primitivo y atrasado. Mientras que lo urbano se asocia con lo civilizado, educado, moderno, racional y abierto.Así se delimitan nuevamente dos contextos de vida diferenciados entre sí y excluyentes. En esta perspectiva, lo rural queda subsumido y prácticamente negado en lo agrario y éste, a su vez, queda pendiente a industrializarse, es decir a urbanizarse. Entonces, podemos comprender por qué se reproduce el pensamiento colectivo, por falta de información, de que únicamente las poblaciones afectadas por el Chagas son aquellas que residen en zonas rurales donde habitan las vinchucas. Como mencionamos anteriormente, a dichas personas se las suele caracterizar con los mismos calificativos del mundo rural: primitivos, pobres, sin educación, sucios, tercos, supersticiosos; en contraposición a las personas que habitan las ciudades: cultas, limpias, abiertas, racionales.

La solución sería tan “simple” como que al eliminar las vinchucas o las condiciones donde éstas habitan, se terminaría con el Chagas. Pero… …aún imaginando la aberrante situación de acabar con las condiciones rurales de vida: ¿se acabaría entonces el Chagas? ¿Qué sucedería con todas aquellas personas que ya son portadoras del parásito? ¿No hay Chagas en las ciudades? ¿Sólo hay Chagas donde hay vinchucas? Desde hace unas décadas -debido a los crecientes movimiento migratorios que mencionamos en la Dimensión Epidemiológica– NO puede considerarse al Chagas como una problemática exclusivamente rural ni distribuida solo en zonas donde habitan las vinchucas. La creciente urbanización y los movimientos migratorios hacia las ciudades han hecho que las otras formas de transmisión de la enfermedad (ver Dimensión Biomédica) hayan tomado un protagonismo especial en este escenario global y ya no solamente pueda hablarse de Chagas y transmisión del T. cruzi en lugares donde hay vinchucas.

Costumbres y hábitos La vivienda es uno más de los componentes materiales que expresan la cultura, la visión de mundo de una determinada sociedad. La distribución y el uso del espacio en las viviendas es un claro ejemplo de ello. Aquí también se ponen en juego una serie de elementos culturales que trascienden los criterios funcional y estético normados por la cultura urbana de clase media, para configurar un abanico de posibilidades que entrama diversas variables, tanto materiales como simbólicas. En este sentido, la elección de la localización y la modalidad de vivienda no son aleatorias; inciden en ellas el peso de la tradición, la organización familiar y la estructura material (ambiente, estrategias económicas, etc.), entre otros factores. En lo que respecta al Chagas, tradicionalmente se consideró que el adobe (mezcla de barro y paja) era sinónimo de presencia de vinchucas en una construcción. Esta idea condujo a una especie de “culpabilización” de las viviendas hechas de adobe, los ranchos, y llevó a considerar de manera extendida que las vinchucas dejarían de ser un problema si se eliminaran las construcciones realizadas con este tipo de materiales. De la mano de estas representaciones, se fomenta la estigmatización de quienes viven en casas construidas con métodos tradicionales y son frecuentes las referencias a las “viviendas indignas” como si la “dignidad” pasara por el material que se utiliza y no por otras cuestiones. Por supuesto que reconocemos la importancia de ciertas condiciones de la vivienda a la hora de pensar en la posibilidad de que las vinchucas se instalen o no en un lugar próximo a los seres humanos. Pero estas condiciones tienen que ver con cuestiones más estructurales que materiales, dado que: 

grietas y agujeros se pueden presentar en paredes y techos de prácticamente cualquier material sin revoque o sin mantenimiento adecuado;



una pared de adobe bien revocada, con adobe mismo, es casi imposible de diferenciar de una pared de otro material igualmente revocada;



una vivienda puede no presentar grietas ni agujeros en sus paredes, pero reunir otra serie de condiciones que igualmente la hagan propicia a la colonización por parte de las vinchucas.

Discriminación laboral Particularmente en el ámbito laboral es necesario garantizar, por ley, que los empleadores no utilicen el análisis de Chagas para discriminar a sus trabajadores. En Argentina, la Ley-Decreto Nacional 22.360, promulgada durante la última dictadura militar, obligaba a incluir los análisis de Chagas dentro de los exámenes pre-laborales. Esta ley, resultaba terriblemente discriminatoria por dos razones: obligaba a todas las personas que deseaban trabajar a someterse al análisis de Chagas, a pesar que la inmensa mayoría de las personas con este resultado positivo jamás desarrollaría la patología; y se observaba que una gran cantidad de postulantes a diferentes trabajos eran descartados para el puesto cuando los análisis daban positivos, sin practicarles electrocardiograma ni radiografía de tórax. Desde el año 2007 existe una nueva ley de Chagas, la Ley de Salud Pública Nro. 26.281, sancionada el 8 de Agosto de 2007 y promulgada de hecho el 4 de Septiembre de 2007. En su ARTICULO 5º, expresa:

“Prohíbase realizar reacciones serológicas para determinar la infección chagásica a los aspirantes a cualquier tipo de empleo o actividad.” Y en el ARTICULO 6º, agrega: “Los actos que, utilizando información obtenida por aplicación de la presente ley y de las normas complementarias que en su consecuencia se dicten, impliquen una lesión o menoscabo de los derechos de las personas afectadas por la infección chagásica, son considerados actos discriminatorios en los términos de la Ley Nº 23.592”. A pesar de su vigencia, esta “nueva” ley necesita aún amplia difusión para que ya no se realicen los análisis de Chagas de manera compulsiva. Frente al argumento de quienes aún defienden la vieja práctica del análisis pre-laboral en pos del bienestar de las personas afectadas, nos preguntamos por qué tenemos que apelar a la obligatoriedad del análisis en lugar de apuntar a la sensibilización de las personas para que cada quien, de manera voluntaria, sienta la necesidad de saber (o no) si tiene Chagas, como en el caso de tantos otros temas que afectan la salud de las personas.

Voces propias En zonas rurales, consideradas tradicionalmente como las zonas endémicas para Chagas, se observa que éste es, en general, un tema conocido por campesinos y campesinas. Sin embargo, como forma parte del universo cotidiano de estas personas, con frecuencia es tomado con cierta naturalidad. En este sentido, el Chagas es y no es una enfermedad para estas personas. Es un tema que los afecta de manera muy cercana, pero no muy visible, por las necesidades más urgentes por un lado, pero también por las características propias de la evolución de esta dolencia. Suele no ser una cuestión prioritaria en sus vidas, lo que hace que en general no sea un tema que se presente espontáneamente en sus discursos. En zonas urbanas, la enfermedad se hace más patente, más perceptible. Aunque no presente síntomas ni manifestaciones clínicas, se sienten y perciben los síntomas propios de la discriminación y aparece una nueva paradoja: la de estar enfermo sin estarlo, el estigma social de un análisis positivo, de ser portador de un parásito ajeno al contexto de la gran ciudad, sumado a la condición muchas veces agravante de ser “portador” también de una etnia diferente, de costumbres diferentes, de creencias diferentes. A su vez, es principalmente en las zonas urbanas donde quedan más en evidencia las “cuestiones de clase” y se mantiene la exclusión simbólica del Chagas, incluso en personas infectadas. En definitiva estas dicotomías planteadas anteriormente: culto/no culto; pobre/rico; urbano/rural, adobe/otros materiales, enfermo/sano, comienzan a desmoronarse cuando se consideran las voces de quienes conviven con el Chagas y sus consecuencias (a veces enfermedad, otras veces miedos y discriminación). Es entonces, a partir de la inclusión de estas voces que debemos construir los discursos transversales e inclusivos que reflejen la verdadera complejidad de esta problemática.

CARACTERIZACIÓN SOCIOCULTURAL DE LA COMUNIDAD DE GASTÓN EN EL MUNICIPIO DE MAJIBACOA Ana Margarita Gómez Aguilera (CV) [email protected] Rafaela Macías Reyes

Cuando las masas tienen acceso a la cultura, tienen acceso al estudio, al conocimiento, entonces las diferencias desaparecen, porque en vez de un genio hay mil, hay diez mil genios. Y donde hay diez mil genios, no hay ningún genio, hay un genio colectivo. Fidel Castro Ruz RESUMEN La influencia de la cultura en el desarrollo es decisiva, tanto que no se puede hablar de cultura al margen de la sociedad, como no se puede hablar de sociedad humana sin el hombre. El empeño de educar al pueblo, hacen que la cultura se socialice y que vivamos un proceso llamado masificación de la cultura. El trabajo es resultado de una investigación realizada

en la comunidad de Gastón, perteneciente al municipio de Majibacoa en la provincia Las Tunas, como parte de la Maestría en Desarrollo Cultural Comunitario del Centro Universitario de Las Tunas, cuyo objetivo es caracterizar socioculturalmente la comunidad de Gastón, profundizar conocimientos, información, reforzar y desarrollar valores que permitan conformar su memoria histórica, conocer sus gustos, preferencias, necesidades culturales, tradiciones y ampliar su cultura general integral, partiendo de la concepción que ellos son objeto y sujeto de su propia formación.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: Gómez Aguilera y Macías Reyes: Caracterización sociocultural de la Comunidad de Gastón en el municipio de Majibacoa, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, julio 2011, www.eumed.net/rev/cccss/13/

INTRODUCCIÓN La influencia de la cultura en el desarrollo es decisiva, tanto que no se puede hablar de cultura al margen de la sociedad, como no se puede hablar de sociedad humana sin el hombre. Está presente en todas las esferas de la vida social y desde ellas incide en el proceso de culturalización y humanización de la especie humana. El papel creador que desempeña en la vida social contribuye a desarrollar aptitudes individuales y colectivas, siendo muy importante en la comunidad, pues las relaciones sociales que se establecen entre los hombres en este marco influyen sobre las capacidades del individuo y los criterios que orientan sus opciones. En este empeño es muy importante el trabajo sociocultural comunitario en función de la socialización de la cultura de modo que se generen verdaderos movimientos de desarrollo endógeno. Siendo indispensable la integración y sistematización del trabajo que realizan los promotores culturales y demás actores sociales claves en las comunidades, a través de la orientación hacia el conocimiento de su memoria histórica, hasta lograr que la cultura de cada lugar se convierta en factor de desarrollo. Partiendo de los estudios realizados se conoce que existen diferentes metodologías para realizar trabajo comunitario, entre las que se encuentran las propuestas por los autores, Ezequiel Ander Egg, Fernando Cembranos, María Bustelos, Marcos Marchioni, la del Colectivo de Autores del proyecto Unicornio de la Universidad de Oriente y la de Rafaela Macías Reyes del Centro Universitario de Las Tunas que es la que se toma como referencia en la presente investigación, derivada de la experiencia del Proyecto ENTRESCULTURAS aplicado en comunidades del Consejo Popular 18, y el resultado de la práctica laboral de la carrera de Estudios Socioculturales del Centro Universitario de Las Tunas. La metodología empleada para la realización del estudio sociocultural de la comunidad de Gastón, haciendo énfasis en los elementos socioculturales, posibilitó orientar objetivamente el proceso de la indagación científica, priorizando los aspectos medulares que se convirtieron en fuente para lograr el objetivo propuesto, así como organizar todos los recursos que forman parte de la investigación. Parte asumiendo un sistema de juicios, relaciones e ideas reguladoras que posibilitan orientar el proceso de desarrollo cultural tomando como referente esencial las necesidades culturales latentes, del sentimiento de pertenencia y autorreconocimiento de lo heredado culturalmente, del conocimiento de las características de los comunitarios y actores sociales, así como los niveles de compromiso contraídos para transformar su realidad sociocultural, considerando las cualidades personales y enfatizando en la sensibilidad, la creatividad y posibilidades de los comunitarios. En la metodología para el trabajo sociocultural se insiste “obtener una información del estado en que se encuentra la realidad económica, social, política y cultural, aportando como resultado, sus principales rasgos que permiten tener un conocimiento general de la comunidad”. (Macías: 2003; 60) Se conoció qué hay realmente, cómo piensan los comunitarios acerca de los problemas que presentan, porque la realidad que se presenta es de esa forma y no de otra y cómo aprovechar las potencialidades existentes para lograr lo que se desea. Además de conocer criterios de los actores sociales y la importancia que le atribuyen a dicha investigación. La experiencia obtenida a partir de variadas investigaciones, permite plantear que existe gran variedad de criterios válidos y tomar en cuenta que el análisis de la realidad se realiza para lograr transformación sociocultural, lo que supone entrar y valorar la causa y el condicionamiento de la realidad. Ello proporciona mayor comprensión sobre las posibilidades del desarrollo, en tanto se tiene una visión general de cómo está la comunidad y si desea o no un cambio. La valoración de estas cuestiones delimitó en gran medida el contexto comunitario en el que se va a efectuar las acciones culturales. La Memoria Histórica está conformada por el cúmulo de experiencias asumidas a partir del conocimiento. Se alimenta de la acción cotidiana de los miembros de la comunidad, a través de hechos, acontecimientos, saberes, y diferentes

manifestaciones que caracterizan la vida en su devenir histórico. ¨ Se consideran las familias fundadoras de la comunidad, los acontecimientos históricos y culturales ocurridos en el contexto comunitario, personalidades que se han destacado, leyendas, mitos, costumbres, fiestas, bailes populares, canciones, juegos y tradiciones que constituyen la fuente de saberes que atesora la comunidad”. (Macías: 2003; 41) Permite recordar y revivir las huellas del pasado, nutrida del quehacer cotidiano, que caracterizan la vida de la comunidad en su devenir histórico desde su surgimiento. Esta “deviene de uno de los elementos de la identidad, refuerza el sentimiento de pertenencia y de las ideas de lucha”. (Macías: 2003; 18) En la relación comunidad institución se analiza la relación de la comunidad con diferentes instituciones culturales, educacionales, políticas, deportivas, de salud y las que están vinculadas directamente con la satisfacción de necesidades materiales vitales. En el presente diagnóstico se privilegian la relación de la comunidad con las escuelas ya que tiene especial significado, en tanto son los centros culturales más importantes de la comunidad. La relación de la comunidad con el entorno permite analizar el conocimiento que tienen los comunitarios de los problemas ambientales, tradiciones en el uso y manejo de los recursos naturales, el conocimiento de la flora y la fauna, suelo, clima y la fuente de abastecimiento de agua, así como las acciones concretas que realiza la comunidad dirigida al cuidado y protección del medio ambiente. Para conocer la realidad de la comunidad se dieron los siguientes pasos: 1. Se contactó con los líderes naturales y sociales 2. Creación del grupo operativo gestor 3. Realización de las dinámicas familiares 4. Desarrollo de la observación participativa en el proceso de diagnóstico 5. Desarrollo de la (IAP) durante todo el período del diagnóstico 6. Determinación de las necesidades culturales del estado y reconocimiento del patrimonio cultural. 7. Determinación de las contradicciones e insuficiencia del desarrollo cultural comunitario. (Macías: 2007; 99) De este modo el objetivo pretendido es caracterizar socioculturalmente la comunidad de Gastón, profundizar conocimientos, información, reforzar y desarrollar valores que permitan conformar su memoria histórica, conocer sus gustos, preferencias, necesidades culturales, tradiciones y ampliar su cultura general integral, partiendo de la concepción que ellos son objeto y sujeto de su propia formació DESARROLLO Caracterización sociocultural de la comunidad de Gastón. La metodología empleada para la realización del estudio sociocultural de la comunidad de Gastón, haciendo énfasis en los elementos socioculturales, posibilitó orientar objetivamente el proceso de la indagación científica, priorizando los aspectos medulares que se convirtieron en fuente para la caracterización sociocultural de la comunidad y la conformación de su memoria histórica, así como organizar todos los recursos que forman parte de la investigación. Varias razones movieron a realizar la investigación en esta comunidad: • A pesar de existir un proyecto de desarrollo local (YAHIMA) con acciones concretas en esta comunidad, lo cierto es que desde la perspectiva de la concepción del trabajo sociocultural comunitario no ha sido estudiada en profundidad con anterioridad. • No cuenta con proyectos socioculturales locales para su desarrollo cultural. • Tiene una amplia población, constituyendo uno de los más grandes asentamientos del municipio. • Cuenta con profesionales preparados para proyectar un trabajo integrado que incida en el desarrollo sociocultural de la comunidad y en el conocimiento de su memoria histórica.

• Existen dificultades que limitan la calidad de la vida, agudizadas por el período especial y que pudieran minimizarse con la participación comunitaria, a través de un enfoque cultural del desarrollo. Como resultado del diagnóstico general se determinó el siguiente Banco de Problemas: • Necesidad de reparación de viviendas. • Desbordamiento de fosas. • Necesidad de una laguna de oxidación. • Contaminación de los pozos que garantizan el agua potable a la mayor parte de la población. • Dificultad con el abasto de agua en Gastón Sur. • Exceso de tendederas que provoca bajo voltaje en horarios pico. • Dificultades con el alumbrado público. • Necesidad de un Club de Computación. • Necesidad de instalación de servicios telefónicos. • Necesidad de un parque • Necesidad de una Sala de Video. • Se manifiesta violencia emocional y física en algunos núcleos familiares y la comunidad, con predominio de rasgos machistas. • Alto grado de alcoholismo. • Falta de integración de los factores para el logro de procesos participativos eficientes. Memoria Histórica La comunidad de Gastón está ubicada en el municipio de Majibacoa, pertenece al Consejo Popular de Gastón, está dividida en Gastón Norte y Gastón Sur. La principal vía de acceso es a través de la carretera central: Las Tunas / Holguín. Sus límites geográficos son: al norte con Manantiales, al sur con Gastón Línea y Manduley, por el este Arroyo el Muerto y, por el oeste con La Ceiba. Tiene una población de 4042 habitantes, de ellos 2126 corresponde al sexo masculino representando un (52.5%) y 1916 al sexo femenino (47.3%) constatándose un ligero predominio del sexo masculino. Al analizar la estructura y composición poblacional, según grupos de edades resultó predominante el grupo etáreo de 20 -24 años con (14,9%), seguido de los grupos de 25 -29 años (10.7%) de 15 – 19 con (9.9%). (Ver anexo 1)En estos grupos etáreos predominantes está bastante equilibrado el índice de masculinidad y feminidad. El clima característico es tropical con elevadas temperaturas que oscilan entre los 25 y hasta 35 grados celsius y precipitaciones escasas. La zona se encuentra expuesta a predominio de sequías en determinados períodos del año. La actividad económica fundamental es la agricultura urbana, siendo el cultivo de la cana el principal cultivo como parte importante de los programas socioeconómicos priorizados en la provincia. Existen 5 zonas con 37 CDR, 4 bloques con 22 delegaciones de la FMC, 4 circunscripciones, 9 núcleos de Zonas de PCC, 3 asociaciones de combatientes, que conforman elementos significativos de la organización política del territorio. El lugar donde se encuentra ubicada dicha comunidad era todo campo de caña, rodeado de monte improductivo, cuya vegetación predominante era el júpiter, guásima, marabú y guinda, además de frutales como naranja, mandarina y mango. En entrevista realizada a varios comunitarios se constató que en la zona vivieron algunos haitianos, jamaiquinos y holandeses que vinieron en busca de mejoras económica y mayor prosperidad. (Ver Anexo 11)

Los testimonios coinciden en que la comunidad1 se funda en la primera mitad de la década del 1920, coincidiendo en la afirmación de que esta no era de las principales comunidades del territorio, donde se encontraban Omaja, Las Parras y Calixto. Su nombre rinde honor al primer colono de la zona nombrado Miguel Gastón2, con residencia en Gastón Sur, quien muere en 1940. Era casado con Luisa reconocida por comunitarios entrevistados y que trabajaron para ellos como una mujer muy buena y dulce. De esa unión nacieron dos hijos: Maikel que estudió aviación en Los Estados Unidos y que al morir su padre queda como administrador de la colonia y Luis quien vivía en Estados Unidos y que al morir su padre viene a ayudar al hermano. Se dice que luego de la venta de la colonia los Gastón se trasladan a otra colonia ubicada en Jagüeyes perteneciente a la provincia de Holguín. (Ver Anexo 11) Posteriormente la misma fue vendida a Mateo de la Era (farmacéutico) que vivía en Las Tunas, momento en que comenzó a ser administrada por su hija Lina, en este tiempo el mayoral era Joaquín Vagó, quien trabaja allí hasta el triunfo de la Revolución. Cuentan los entrevistados que para la entrada de dicha colonia existía una portada de madera donde no todos tenían acceso, la que fue eliminada con la construcción de la carretera central. En Gastón norte el primer dueño de colonia se nombraba Octaviano Meriño, quien al adquirir una colonia en el Central Manatí cedió ese terreno a su hijo: Pepe Meriño3 reconocido como un hombre muy malo. En estos años la vida de los comunitarios era muy difícil y rara vez tenían trabajo fijo, por lo que iban y venían en busca de sustento económico por diferentes lugares del territorio tunero y de Holguín. Para la estancia de los trabajadores que no tenían hogar se construyeron dos barracones; uno ubicado en Gastón Norte y el otro en Gastón Sur, esencialmente para los extranjeros residentes en la zona pero al ser tan difícil la situación de la vivienda, en ellos se albergaban además algunas familias de campesinos que trabajaban en las colonias. Las condiciones eran pésimas, el piso de tierra y las camas eran hamacas. Generalmente se vivía de los dos meses de zafra, por lo que la situación económica y social era muy compleja, luego salían a realizar diferentes labores como despezonar maní cobrando 5 centavos por lata, lo que además era pagado en vales a la tienda de Pedro Pérez ubicada en el vecino barrio de Arroyo el Muerto. Se sembraba maní, kenof8, calabaza, maíz, boniato, plátano y otras frutas como la naranja, mango guayaba, que aliviaban la situación alimentaria familiar. Dos tiendas prestaban servicio comercial: la del gallego Conde y la de Constante quien vendía la semilla a los agricultores y cuando ya la planta estaba grande se las compraba con bonos, cuando estaba lista la cosecha esta le debía ser entregada a él por lo que generalmente estaban empeñados, reflejo del nivel de abuso y explotación a que eran sometidos. Dos grúas garantizaban el pesado de la caña, al construirse la carretera central se prescindió de una de ellas y en los años 1960 – 61 fue eliminado totalmente este trabajo, pues la revolución hizo posible el tiro de caña con tracción animal y los carros. Los pesadores fueron: • Gonzalo Cartón • Francisco Barriot • Filiberto Rodríguez • José Escobar (en la etapa revolucionaria) Para la recreación existía un bar que se mantuvo activo hasta 1956, donde se practicaba el juego de Billar, había expendio de bebidas alcohólicas y según criterio de varios entrevistados algunas mujeres ¨ se buscaban la vida ¨, los dueños del villar se nombraban Justo Díaz y Filiberto Rodríguez, este se mantuvo hasta el triunfo revolucionario. Solo existía un TV en la casa de Joaquín Vagó (mayoral de Miguel Gastón) que funcionaba con una planta particular. Existía además una herrería/carpintería, cuyo dueño era conocido como Yeyé, de quien no se pudo precisar el nombre correcto. Era de color negro y vivió allí hasta el año 1958 cuando se muda a la ciudad de Las Tunas, donde posteriormente muere. La situación de la salud antes del triunfo revolucionario era difícil ya que no contaban con asistencia médica, esta se realizaba a través de los sargentos políticos, en la Ciudad de Las Tunas, donde había una casa de socorro, y a través de este sargento a quien se le entregaba la célula, te atendían. Las mujeres deban a luz con las recogedoras o más conocidas como parteras, en esta comunidad se destacaron mujeres familiarmente conocidas como Candelaria de procedencia Isleña, Candita y Nenita Navarro, quienes jugaron un importante papel en el índice de nacimiento y cuidado de las madres antes del triunfo revolucionario y algunos años posterior a este.

En la esfera educacional solo había una escuelita en malas condiciones, construida en 1943 con el esfuerzo de los vecinos, la que posteriormente fue reconstruida con el diferencial azucarero en 19485. Las primeras maestras fueron Elena Muñiz, (esposa de Gonzalo Cartón el pesador) y Conchita y posteriormente Emilio Campano y su esposa Gladis Santa Cruz, quienes al triunfo de la revolución van a Estados Unidos. Al ser reconstruida esta en 1948, la escuela vieja es entregada como casa de familia a Coral Pérez. Los habitantes de esta comunidad con interés y posibilidad de estudiar en los primeros años tenían que trasladarse hasta Calixto y Fleitas, donde existía una escuela. La Revolución hizo realidad el sueño de dos nuevos centros educacionales: la ESBU Máximo Gómez que inicia el 1 de septiembre de 1985 y presta servicio a otras comunidades como Pérez, La Ceiba, Manduley y Gastón de la Línea, y otra escuela primaria cuyo nombre rinde honor al combatiente del Ejercito Rebelde de la comunidad Floirán Peña6. La que mantienen una labor ininterrumpida desde su fundación el 1 de septiembre de 1986. Los Programas de la Revolución han revolucionado la cotidianidad en el campo del saber de los comunitarios, se destaca el programa “Educa a tu hijo” que garantiza la atención diferenciada a 157 niños, con la realización de variadas acciones donde los padres también participan. El Curso de Superación Integral para Jóvenes (CSIJ) ha brindado nuevas opciones a aquellos que se encontraban desvinculados del estudio y el trabajo garantizando que se emplee el tiempo en actividades sociales útiles y provechosas para el ser humano. Un molino de viento (Ver anexo 3) garantizaba el abasto de agua a los comunitarios, de este solo perduran las bases que lo sostenían, hoy en ese sitio, radica el sector de la PNR de la localidad. Como institución cultural se construyó un círculo sociocultural de guano con sostenedores de madera y piso de cemento que luego de 1959 servía de espacio para la realización de reuniones y actividades revolucionarias de las diferentes organizaciones de la comunidad, así como la realización de fiestas populares. (Ver anexo 4). Cuando se produce la electrificación de una parte de la comunidad en 1979, se instala un TV, convirtiéndose en el principal centro de reunión para los vecinos que acudían a ver diferentes programas entre ellos “Palmas y Cañas” y el Noticiero de Televisión. Luego del triunfo revolucionario fue remodelado manteniéndose hasta hoy como la única institución cultural del Ministerio de Cultura de esta comunidad. En el año 2001 se inaugura en un barrio no electrificado de la comunidad una Sala de TV, que brinda nuevas oportunidades como parte de los Programas de la Revolución. Con anterioridad a 1959 solo existían alrededor de veinte viviendas, encontrándose entre las primeras familias que se asentaron: Los Gastón, Ubaldo Pérez, Miguel Pena, Vicente Viamonte, José Escobar, María León ( Inglesa), Pedro Gallo( Inglés), Ricardo Baleriano (Inglés), la familia Constante, Yeyé, Ricardo Valeriano ( Holandés), Simón ( Inglés), Teodoro Quiñones, entre otros. Luego del gran acontecimiento cultural que fue la Revolución, comenzaron a incorporarse nuevas familias procedentes de distintas partes del municipio y en el año 1983 se funda el primer bloque de viviendas de mampostería y techo de fibrocemento en Gastón Norte, (para los afectados por la construcción de la presa de Manantiales que garantiza actualmente el abasto de agua de varias comunidades del municipio) y en Gastón Sur7 construido para los afectados por la construcción de la presa del dieciocho y para otros trabajadores del territorio. Actualmente la comunidad cuenta con 1029 viviendas, de ellas en buenas condiciones 531, regular 270 y en mal estado 228, lo que se evidencia esencialmente en bohíos de madera y guano. Se reconoce como acontecimiento histórico más relevante el propio triunfo de la revolución que produjo un cambio radical en la cotidianidad de los comunitarios, se sienten honrados además de contar con varios combatientes de la clandestinidad y del Ejército Rebelde8. En 1967 se crea la Empresa Cañera “Julio Diéguez”9 cuya sede se ubicó en esta comunidad hasta la creación del CAI Majibacoa en 1983, siendo el objetivo económico más importante que movió la vida de los comunitarios al generar nuevas fuentes de empleo. Sus antecedentes se ubican en la Cooperativa cañera con su mismo nombre, como resultado de la fusión de las colonias de cerca de doce propietarios, cuyas tierras acababan de ser intervenidas al promulgarse la Ley de Reforma Agraria. Inicialmente contaba con alrededor de 150 caballerías de tierra, de ellas 60 destinadas al cultivo de la caña. En el año 1991, el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba aprobó un grupo de resoluciones que crearían las condiciones para propiciar la ampliación del proceso de fortalecimiento del sistema político cubano y buscar alternativas que garanticen la participación real y efectiva de sus ciudadanos en la dirección de los procesos sociales. De este modo, en el mes de mayo del año 1991, surge el Consejo Popular de Gastón en el municipio de Majibacoa, inspirado por la línea programática permanente del sistema de nuestra democracia socialista y en la búsqueda de mayor

participación popular en la gestión local, respondiendo al modelo de desarrollo social cubano, aunque la comunidad que nos ocupa en la investigación existe mucho antes. La misma cuenta con cuatro circunscripciones del Poder Popular, como institución básica fundamental de cultura un círculo sociocultural y una Sala de TV, a través de las que se realizan todas las actividades comunitarias, además de un promotor cultural y un grupo de danza integrado por niños y niñas, además de otras instituciones educacionales, de salud y otros sectores para responder a los intereses y necesidades de los comunitarios. En lo social 19 niños hasta 15 años reciben módulo alimentario y 42 son casos críticos los que son atendidos por el trabajador social de la comunidad. Se controlan como desvinculados del estudio y el trabajo un total de 33 jóvenes, de ellos 25 del sexo femenino y ocho masculino. Del total nueve abandonaron los estudios, cuatro por enfermedad, catorce son amas de casa, una embarazada, dos por problemas familiares y tres por otras causas. Suman treinta y tres los sancionados sin internamiento y beneficiados. De ellos: Sancionados:  Con trabajo correccional sin internamiento: 7  Limitación de libertad: 11  Remisión condicional: 1  Índice de peligrosidad: 1 De los beneficiados:  Libertad condicional  11  Suspensión del trabajo correccional sin internamiento  2 Como parte del patrimonio de la comunidad se significan: Una mata de algarroba ubicada en la parada de Gastón Norte y que según criterio de los entrevistados fue sembrada en 1935 por Yeyé el dueño de la herrería. La mata de tamarindo entrelazada con algarroba, sembrada por Manuel el gallego y Gustavo Vega, sin precisar fecha y que es acogida como escenario de varias actividades socioculturales en la comunidad. • Escuela primaria Ciro Redondo. • Círculo sociocultural. No se registran personas legendarias que den un sello especial a la comunidad, sin embargo aparecen líderes que se destacaron en actividades políticas y sociales, que además desde la fundación del Poder Popular en 1976 resultan electos delegados de circunscripciones en la comunidad. De ellos solo se mantiene en activo Ramona Curbelo, en algunos casos coinciden con los primeros moradores de las viviendas entre los que se destacan: • Joaquín Vagó10 • Ramón Sabana ( Mongo)11 • Ramona Curbelo12 • Otros de la esfera deportiva como son Carlos Gonzáles y Jorge González en béisbol y Alexei Pérez en fútbol. La religiosidad en el área no es significativa, no existen Iglesias, pero se reconoce que se realizan algunas prácticas en una casa perteneciente a la pentecostal y en dos casas de familias se localizan Centros con prácticas regulares de espiritismo, como expresión del cuadro religioso de la sociedad cubana. Se reconocen como principales tradiciones las siguientes:

• La celebración cada año de la jornada cucalambeana en el mes de junio donde los comunitarios tienen la oportunidad de disfrutar de muestras y exposiciones campesinas, se invitan además figuras representativas del municipio. • Jaleo Mambí caracterizado esencialmente por la venta de artículos comestibles producidos por campesinos de la comunidad y el municipio. • Carnaval infantil que desde hace siete años se desarrolla contando con los recursos de la comunidad. • Realización de Maratones deportivos en fechas alegóricas como día internacional contra el SIDA, día de la medicina y del deporte. • Práctica de deportes con fuerte arraigo como el Béisbol y el fútbol, las que tradicionalmente se realizan en todas las épocas del año, con prioridad en el periodo de clases. • Celebración de fechas históricas durante todo el año y otros acontecimientos como la espera del nuevo año, primero de enero, 26 de julio, y otros aniversarios como el de los CDR y la FMC. • Realización de Caldosas y exposición de mesas cubanas. • Juegos tradicionales como la bola, el trompo, papalotes en los diferentes barrios, los que se realizan de forma espontánea. La percepción social de los comunitarios referente a sus gustos y preferencias (ver anexo # 5) permitió evaluar el nivel de desarrollo cultural de la comunidad, concretado en que de 75 encuestados, al preguntarle qué hace en su tiempo libre, el resultado es como sigue: estudiar: 19, ver TV: 32, practicar deportes: 31, leer: 13, compartir con su familia: 29, descansar: 14 y resolver problemas de la casa: 45, no practican deportes 21 y solo en ocasiones 23. Ninguno reconoce practicar alguna manifestación cultural, reflejo de la soñolencia en que se encuentra dicha comunidad desde el punto de vista cultural, en tanto a 22 les gusta leer, 24 aseguran que no y 29 solo lo hacen en ocasiones, motivado según observación realizada al ritmo de la vida, que ha criterio de muchos les consume casi todo el tiempo y a que no están creados los espacios que atraiga mayor número de lectores. Sobre las actividades recreativas 47 prefieren la música grabada, 69 bailables con grupos musicales, practicar el bembé 9, la conga 14, ir al cine 38, la plástica 27, la literatura a 21, jugar dominó a 31 y escuchar la radio a 22, mientras que 29 se inclinan por las actividades deportivas, sin embargo algunas de estas prácticas se ven obstaculizadas por la situación del transporte, el trabajo, el estudio, y las pocas acciones que se realizan por los actores sociales decidores para hacer cambiar esta problemática cultural, donde mayormente se reduce la concepción de recreación a la venta de bebidas alcohólicas y música. Referente a sus necesidades culturales de los 89 encuestados el 78, 6 % expresa conocer sus verdaderos interese culturales y el 21, 3 % no se identifica con estos. El 68, 5 percibe sus verdaderas aptitudes en tanto el 31,4 no identifica las mismas. Desde el punto de vista cultural la comunidad le gusta al 15, 7% y no le gusta al 84,2 %, determinado esencialmente a la no existencia de proyectos o acciones culturales dirigidas a su transformación sociocultural. Ello se justifica en que solo el 10, 1 reconoce que existen lugares de recreación y el 89, 8 % que no. Sobre las actividades culturales que se desarrollan en la comunidad solo el 4, 4 % percibe su realización y el 95, 5 % considera que no; de las que se desarrollan el 46, 6 % participa con regularidad y el 53, 9 no. Sobre la práctica de actividades deportivas el 37, 7 percibe que se desarrollan con frecuencia y el 62,9 no lo ve así, el 19, 1 participa con regularidad en las que se realizan y el 80, 8 expresa que no. Referente el papel protagónico de los centros educacionales el 38, 2 % reconoce haber participado en actividades culturales en las mismas y el 61, 7 no; en actividades deportivas el 20, 2 % expresa haber participado y el 79, 7 que no. En cuanto a otros temas que no se reciben a través de la escuela el 46, 6 % desea recibir cursos y el 53, 9 no; de ellos clases de danza desean el 17, 9 % y el 82, 2 no; teatro el 13, 4% mientras que el 86, 5 no lo desea; a talleres literarios desean integrarse el 23, 5 % y el 76, 4 no; el 41, 5 desea aprender más sobre cine y el 58, 4 no; el 65,1 le gustaría conocer más sobre la historia de la cultura de su comunidad y el 34, 8 no. (Ver Anexo 9) Necesidades culturales: El acercamiento a la realidad comunitaria ha permitido confirmar la existencia de determinadas necesidades socioculturales (Ver anexos 5, 7 y 9) que sirven de base para la elaboración del proyecto: • Es muy limitado el conocimiento de la memoria histórica tanto en los actores sociales como en los comunitarios. • Inexistencia de grupos en la comunidad que contribuyan al disfrute sano y sistemático de acciones artísticas (pintura, escultura, música, literatura, danza, teatro).

• Ausencia de animadores y poca preparación de la promotora cultural de la comunidad. • La inadecuada coordinación del trabajo comunitario limita la solución a problemas que pueden ser resueltos por la propia comunidad. • Ausencia de espacios culturales en la comunidad. • Ausencia de una biblioteca pública que contribuya al hábito de la lectura. • Limitaciones en el conocimiento de los mecanismos y procedimientos que podrían potenciar la actividad cultural de la comunidad. • La instalación deportiva existente no satisface la demanda de la comunidad. • Limitado asesoramiento por los especialistas de la dirección municipal de cultura en las diferentes manifestaciones artísticas. • No se realiza una integración efectiva de los nuevos actores sociales que se incorporan a la comunidad, en función de mejores resultados del trabajo sociocultural. • El trabajo sociciocultural en la comunidad se realiza partiendo de la empiria. Relación Comunidad - entorno: La comunidad no cuenta con proyectos, ni convenios encaminados al cuidado, protección y conservación del medio ambiente. No todos los comunitarios poseen dominio de los problemas ambientales relacionados con su entorno más cercano, lo que limita la toma de conciencia de su existencia y la adopción de acciones, y medidas que permitan atenuar los efectos que ellos provocan en los diferentes aspectos. La evacuación de residuales sólidos se realiza en las viviendas en recipientes en su gran mayoría sin requisitos higiénicos sanitarios. El ciclo de recogida es diario, se arroja basura fuera del lugar establecido, se realiza quema de residuales indiscriminadamente y desbordamiento de fosas que ha provocado la contaminación de los pozos, afectando el entorno del barrio. Se valoran de positivas las acciones encaminadas a la limpieza de las calles y la jardinería. Es deficiente en una parte de los comunitarios la conciencia de la necesidad del ahorro en el consumo eléctrico generando bajo voltaje en horarios pico. Se manifiestan otros problemas que afectan el entorno natural y social, reflejado en un elevado índice de alcoholismo que genera en muchas ocasiones violencia familiar y discusiones entre vecinos, ruidos provocados por la música en elevado volumen por algunos vecinos. El abasto de agua se realiza de forma diferenciada pues a una parte de Gastón Norte llega fundamentalmente a través de acueducto y otra por los pozos y pipas trasladadas desde la comunidad de Vivienda, la cual se recibe cada dos días. No obstante, durante los períodos de sequía se alarga según las disponibilidades la prioridad dada a los sectores priorizados de la economía y los servicios, así como de la disponibilidad de transporte. Muchas familias se dedican a la crianza de animales, principalmente cerdos, vacas, caballos y aves, algunos en condiciones no adecuadas. Relación comunidad - institución Se aprecia insuficiente relación de la comunidad con las diferentes instituciones reflejado en la no existencia de convenios de trabajo entre estas para dar respuesta a las necesidades culturales, se efectúan reuniones o espacios de intercambio, no obstante se limitan a aspectos formales que no dan solución concreta a esta problemática, cada organismo e institución cuenta con profesionales preparados y dispuestos a enfocar el trabajo con una mirada a la comunidad, no obstante se trabaja de forma aislada, independiente y en espera de que le sea orientado o dirigido por alguien especial, evidencia del verticalismo latente, la resistencia al cambio y el acomodo en algunos casos. Está estipulado el apadrinamiento por algunos organismos a las instituciones educacionales, dirigido por los actores sociales del Consejo Popular, pero en la práctica no se concretan acciones que produzcan una transformación en los modos de actuación que impulsen el desarrollo cultural de esta. Son varios los factores de carácter objetivo y subjetivo que limitan en la práctica que las instituciones educacionales asuman el roll que les corresponde como centro cultural más importante de esta comunidad, considerando que no han proyectado su trabajo hacia esta en toda su magnitud, a partir de acciones conjuntas que impulsen su transformación sociocultural reflejado en que:

• Una parte significativa del personal docente es joven (Ver anexo 6) y no está capacitado en lo que a trabajo comunitario se refiere, sobre todo en cuanto a métodos y técnicas participativas y de comunicación social. • Los tres centros educacionales de la comunidad carecen de un proyecto que sirva de base al trabajo cultural del maestro en la comunidad, realizando esporádicamente alguna acción aislada. • Predomina el centralismo y verticalismo en los métodos y hábitos de dirección y de trabajo, lo que limita la iniciativa creadora y el desarrollo de habilidades encaminadas a potenciar el verdadero desarrollo endógeno. • Aún es débil la integración de las organizaciones, estructuras, actores sociales y comunitarios en la formulación y ejecución de acciones que den respuestas de manera conjunta a las necesidades culturales y problemáticas de la comunidad. • No se explotan adecuadamente los espacios y potencial con que cuenta la escuela y la comunidad. • No es suficiente la atención, ni el correcto empleo del instructor de arte y promotor cultural de la comunidad por parte de la dirección de cultura. En la esfera de salud las actividades de consultas y terreno a la población ha presentado problemas en el último año causado por el déficit de médicos de familia, en estos momentos Gastón Norte no cuenta con este servicio debiendo trasladarse a otra comunidad para recibirlo. Dentro de las enfermedades más frecuentes del área se encuentran el asma bronquial y la hipertensión arterial. Se encuentran registradas por Salud Pública tres prostitutas, cifra que, dado lo encubierto de estas manifestaciones, se encuentran por debajo de la realidad y dos conviven con VIH – SIDA. Para la actividad cultural, artística y literaria se cuenta con el círculo sociocultural, a través del que se realizan todas las actividades socioculturales, funciona con regularidad, no explotándose lo suficiente para el empleo del tiempo libre, incrementar el disfrute estético y modificar estilos de vida. Es una comunidad con fuerte preferencia hacia las diferentes manifestaciones deportivas. Considerando la práctica de actividad física como un elemento importante para el desarrollo integral del ser humano. Cuentan con una peña deportiva que se honra con el nombre de Joaquín Vagó Cortu13. Solo se cuenta con un campo de tiro y un campo de béisbol infantil, por lo que estas prácticas se ven afectadas con frecuencia, no contando con un espacio adecuado para las prácticas de béisbol de los jóvenes y adultos. Para garantizar estas prácticas ocho profesores de Educación Física y cinco activistas voluntarios laboran cada día, con equipos constituidos en béisbol, fútbol, ajedrez y voleibol. No obstante estas no son sistemáticas, salvo en el béisbol y fútbol y son escasas las competencias que se realizan fundamentalmente, la población de los grupos de edades escolares. La incorporación de la población adulta a la práctica de ejercicios físicos está conformada por dos círculos de abuelos, que funcionaban establemente, sin embargo hace más de un año ha decaído al punto que en estos momentos no funcionan, como causa fundamental se señala la inestabilidad de médicos en la comunidad que no permite sistematizar dicha actividad. Para el esparcimiento de los comunitarios se equipó un modesto parque con apoyo de las instituciones de la comunidad y el esfuerzo personal de sus miembros. Los estilos de vida son poco saludables, en gran parte de la población, se refleja una elevada ingestión de bebidas alcohólicas a lo cual contribuyen varios factores, entre los que se encuentran: pocos lugares de recreación, insuficiente cobertura de transporte para acceder a los centros más importantes del municipio y de la capital provincial y venta de bebidas alcohólicas, que en algunas ocasiones se realiza en casas particulares y de forma ilegal. El hábito de fumar es elevado; a los fumadores habituales se suman los ocasionales tras la ingestión de alcohol. Los hábitos alimentarios de la población están influenciados, además de por las tradiciones culinarias del pueblo cubano, por la situación alimentaria actual del país y la insuficiente cultura general alimentaria existente, a pesar de los esfuerzos realizados por desarrollar hábitos más sanos y nutritivos. El Consejo Cultural Comunitario, como órgano integrador de los diferentes organismos y factores implicados en el desarrollo cultural de la comunidad, está constituido; pero presenta inestabilidad en su financiamiento provocado fundamentalmente por la falta de motivación de sus integrantes y el bajo nivel de convocatoria de sus dirigentes.

Para satisfacer diferentes necesidades de la población y sociales la comunidad cuenta con los siguientes objetivos económicos y sociales: • Combinado de Servicios ¬¬¬_ 1 • Tiendas _ 3 • Escuelas _3 • Placitas _2 • CCS_1 • Consultorios _4 • Módulo Pecuario _1 • Sala de TV_1 • Círculo Sociocultural _1 • Panadería _1 • Granja Pecuaria del MINAZ_1 • Base de Transporte Automotor _1 • Establecimiento de conservación a la vivienda _1 • Laboratorio de Medicina Verde_1 • Restaurante_1 • Sector de la PNR_1 Hoy la comunidad muestra resultados notables, dando mejor y mayor utilidad a los medios audiovisuales que la Revolución ha puesto a su disposición, las salas de TV prestan servicios a un gran número de pobladores, además de las minibibliotecas, que son un importante eslabón en la posibilidad de elevar la cultura general integral, se realizan cine debates, barrio debates sobre las Mesas Redondas, discursos de los principales dirigentes, artículos de la prensa, la radio entre otros, en ellos participan deferentes segmentos de la población. Se ha derivado de las distintas actividades desarrolladas la realización de eventos comunitarios como La Comunidad y su Historia; con resultados muy positivos, eventos de FORUM y Talleres sobre las más variadas temáticas, así como en el marco de la Jornada Cucalambeana se exponen resultados de los creadores y artistas de la comunidad, con variados espacios de exposiciones y muestras, reflejo de su identidad y posibilidades, todo ello siempre en función de dar respuestas a las problemáticas de la localidad. Ello ha contribuido a profundizar la consolidación de valores solidarios y profundamente humanistas, en momentos en que gobiernos al servicio de Estados Unidos pretenden desde posiciones oficiales desarmar este escudo protector de la nación que es la cultura. El trabajo realizado en esta localidad con la participación de todos, llama a divulgar los ejemplos positivos; buscando las alternativas necesarias para enfrentar diferentes tareas y lograr con ello un ciudadano capaz de valorar adecuadamente los procesos socioculturales bajo el prisma de sus intereses, para continuar potenciando, en correspondencia con estos la participación real que conduzca inevitablemente a fortalecer y elevar su desarrollo cultural. Lo que hace comprender con mayor claridad que la participación tiene una importancia fundamental en la sociedad cubana actual, esencialmente en las comunidades donde se potencia el desarrollo individual y colectivo que hacen grande e indestructible a la nación. Ello confirma que el desarrollo cultural en las comunidades implica que no se impongan patrones ajenos a determinados grupos o segmentos poblacionales, y que necesariamente se debe tener en cuenta sus necesidades, intereses y aspiraciones. Es entonces la cultura quien puede servir para explicar y comprender aquello del pasado que continúa

impidiendo en el presente un desarrollo, un desenvolvimiento más cabal, más pleno y, además, para ayudar a los actores sociales a conocer sus verdaderas capacidades creadoras y a lograr su realización cultural y social. CONCLUSIONES El diagnóstico de la realidad de la comunidad de Gastón permitió elaborar un banco de problemas y determinar las necesidades culturales más sentidas en los comunitarios, entre ellas se encuentran que son limitadas las instalaciones recreativo - culturales y los espacios donde los comunitarios pueden ocupar su tiempo libre, los que no siempre responden a sus gustos y preferencias. Entre los resultados de la investigación está la memoria histórica incursionando en cuatro metodológicos, no obstante quedan múltiples aristas que deben ser investigadas para contribuir con un enfoque más totalizador del desarrollo comunitario. RECOMENDACIONES 1. La presente investigación por su significado y lo que aporta la memoria histórica de la comunidad se puede conservar en los archivos de la casa del historiador de la ciudad y en las bibliotecas de las instituciones educacionales de la comunidad. 2. En el proceso de investigación para dar solución al problema científico se aprecian insuficiencias en la comunidad que deben ser estudiadas como son la educación medio ambiental y el papel protagónico de las instituciones educacionales a fin de impulsar su desarrollo cultural. BIBLIOGRAFÍA • Addines Raúl. Colección de Álbumes. Álbum 13, p. 33 – 35. En fondo especial. Archivo Provincial. Las Tunas. • Ander, Egg Ezequiel. Metodología y Práctica del Desarrollo de la Comunidad 2. Ed. Lumen/Humanitas, Buenos Aires, Argentina, 2000. • …………………………. Repensando la Investigación-Acción Participativa. Comentarios, Críticas y Sugerencias, Ed. El Ateneo, México, 1990. • Arias, Herrera Héctor. Estudio de las Comunidades. En: Comunicación y Comunidad. Portal Moreno Raiza y Recio Silva Milena. Editorial Félix Varela, La Habana, 2003. • ………………………… La comunidad y su estudio. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1995. • Basail Rodríguez y Dávalos Roberto. La cultura en el desarrollo. En materiales de Antropología. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 2003. • Castro Ruz, Fidel. Palabras a los intelectuales. En Pensamiento y política cultural cubanos, Antología, t II, Editorial Pueblo y Educación, 1986. • Carnaza Valdés Julio. Cultura y Desarrollo, incitaciones para el debate. En Revista Temas # 18 – 19, 1999. • CIE – APC. Proyecto de Programa de Trabajo Comunitario Integrado (Fragmentos Seleccionados). En Selección de Lecturas Sobre Trabajo Comunitario. La Habana, Capítulo Cuba – AELAC, 1999. • Colectivo de Autores. El Autodesarrollo Comunitario. Crítica a las mediaciones sociales recurrentes para la emancipación humana. CEC. U C de Las Villas. Editorial Feijóo, Santa Clara, 2004. • Colectivo de Autores. Guines, Santo Domingo, Majibacoa sobre sus historias agrarias. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1998. • Fernández Soriano, Armando. Movimientos Comunitarios, Participación y Medio Ambiente. En Revista Temas, # 9, 1997. • Gómez Labrada, Aida Rosa. Modelo Pedagógico para el proceso de Educación Comunitaria. Tesis presentada en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas, Las Tunas, 2006. • González Medina, Gonzalo. Manual Azucarero de Cuba. Instituto cubano del libro. Edición Ciencia y Técnica, p 903. La Habana, 197. • ………………………………. Manual Azucarero de Cuba. The Gilmore Cuba Sugar Manual, 1946 – 1947. P 346.

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pretende realizar el proyecto?... Objetivos Generales y Específicos. ¿ Cuanto tiempo dura este proyecto? ... Temporalización ¿ Como voy a llegar a conseguir mis objetivos? ... Metodología y Actividades. ¿ Quien va a realizar el proyecto? ... Recursos Humanos Equipo Técnico. ¿ Con que vamos a realizar el proyecto? ... Recursos Materiales Financieros. ¿ Como sabré si he cumplido mis objetivos?... Evaluación. Métodos. * Titulo del proyecto Un nombre llamativo y a la vez relacionado con la temática que va a tratar es generalmente el Titulo del proyecto que encabezara la primera pagina de cada uno de los proyectos. Generalmente esta portada puede incluir en un menor tamaño los logotipos y nombre de la entidad o personas que realizan el proyecto. * Índice: Este debe ser fiel y facilitar el acceso a los datos de importancia. Dando posicionamiento en esta hoja a las diferentes partes que incluya el proyecto en si. Puede colocarse detrás de las portadas o incluirse al final del mismo. * Introducción: Generalmente es recomendable colocar una breve introducción al proyecto, la cual puede ser un resumen de lo que contiene el proyecto. No debe exceder del folio de amplitud y en ella trataríamos de responder a todas las cuestiones del proyecto a razón de una o dos lineas de extensión. * Fundamentación: En ella incluiremos un marco de referencia del proyecto y explicaremos el porque de la necesidad de llevar a cabo este proyecto en cuestión y no otro. Muchos de los proyectos no se conceden por no poseer una buena fundamentación. Si es necesario, una nota que suele dar resultado es añadir algo de antropología social y cultural que defienda el proyecto y que apoyara al mismo. * Ámbito. Localización: Los proyectos realizados por Animadores Socioculturales, Monitores de T.L. generalmente son llevados a cabo en un ámbito muy cerrado. Generalmente se tratará de un barrio, una ciudad, un pueblo, un ayuntamiento. Debemos situar tanto el donde se realiza el proyecto como el territorio que deseamos abarcar en el. * Destinatarios: Esta sección responde a la cuestión de a quien va dirigido el proyecto. Como ya he comentado es necesario dar concreción a todos estos datos puesto que si deseamos abarcar más de lo que nos es posible o recomendable no podremos afinar en los objetivos a conseguir. No es lo mismo un proyecto que tenga como destinatarios a todos/as los/as inmigrantes de una ciudad, que ,un proyecto que tenga como destinatarios a niños/as, inmigrantes entre los 5 y 12 años de edad, que residan en los barrios x e y de la ciudad c. Para acertar solo es cuestión de racionalizar y pensar con quien queremos realizar el proyecto y que objetivos pretendemos conseguir en esas personas. * Objetivos: Un objetivo tiene que ser la expresión evaluable de un propósito y han de estar comprendidos en un espacio de tiempo. Todos los Objetivos en su redacción deben estar escritos en Infinitivo. Ejemplos de enunciados de Objetivos son: - Transformar la sociedad del barrio de ..... - Mejorar la autoestima en... - Motivar a los/as alumnos a .... En general todos los proyectos distinguen 2 tipos de objetivos aunque hay que atender que la clasificación que se hace entre objetivos generales y específicos es relativa, ya que cada uno de ellos puede ser considerado como general o especifico según la forma como sean interpretados y de la relación que tengan con otros objetivos. Pero no por ello, una vez realizado un análisis de la realidad debemos concretar en el papel los objetivos que prentendemos. * Objetivos Generales: Expresión cualitativa de un propósito general. El/los objetivo/s Generales deben expresar lo que se prentende conseguir a medio/largo plazo con la realización del proyecto. Su evaluación se vera reforzada si hemos conseguido alcanzar los objetivos específicos del propio proyecto. * Objetivos Específicos: Son la expresión cualitativa de un proposito concreto. Se diferencian del Objetivo General por su detalle y complementariedad. La característica principal de éste, es que debe permitir evaluarse facilmente y en un periodo corto o medio de tiempo. * Temporalización: Todo proyecto debe estar ubicado en un periodo de tiempo para poder ver en la finalización del proyecto tras su evaluación final los resultados obtenidos. . Periodos de dias o semanas pueden calificarse de corto plazo, mientras que si hablamos de meses o años estaremos haciéndolo de periodos de medio o largo plazo. También en esta sección debería implementarse un cronograma de actividades que se pretender realizar durante el desarrollo del proyecto. Mine coins - make money: http://bit.ly/money_crypto Paso a Paso (II).. Como Redactar un proyecto (y 2) martes, noviembre 07, 2006 Como un proyecto, Paso a paso Hoy continuamos con este pequeño tutorial de como redactar un proyecto. * Metodologia: La metodologia es el como vamos a llevar a cabo nuestro proyecto. En esta sección del proyecto contaremos tanto la forma general que tomaran todas nuestras sesiones de trabajo en el proyecto (Ej. Una metodologia participativa, activa, comunicativa).. como una descripción de las actividades a realizar ( Ej. Talleres manuales: En ellos reaizaremos....) Si las explicacones fuesen muy extensas o necesitasemos un desglose de todos/as las actividades y dinámicas es mejor recurrir a un anexo en vez de incluirlas todas en esta sección. * Recursos Humanos. Equipo Técnico. Aquí, en esta parte del proyecto describiremos todos los perfiles de las personas que llevaran a cabo el proyecto. Desde la particularidad a la generalidad. Dando todo tipo de detalles de quienes son los responsables del mismo y con que personas se cuentan para desarrollar todas las activadades. La inclusión o no de voluntarios,y el perfil de los mismos si se necestian, la contratación de personal exterior al proyecto... etc. * Recursos Materiales. Financiación: Debemos explicar todos los materiales tanto con los que contamos como los que vamos a necesitar para la realización y puesta en practica del proyecto. Conviene crear un anexo donde explicar las funciones de cada material a utlizar. - En los recursos materiales es conveniente hacer sacar a relucir: * Si se posee una sede social donde realizar activdades. * Si se poseen medios técnicos especificos para la activdad. (Ej. Tornos para una taller de alfareria). - Disitinguir del material inventariable (mesas equipos informaticos, cosas que realmente pueden volverse a usar con el tiempo) del no inventariable (boligrafos hojas, pegamentos...) - En el apartado de financiación debe explicarse correctamente y acompañarse de un presupuesto todo lo que se solicita a la entidad demandante, ya sea un particular o una entidad o asociación.... Es recomendable hacer constar que todo proyecto no debe depender de un unico cauce de financiación, pues generalmente las entidades publicas desestiman ese tipo de proyectos y a la vez corremos el peligro de que, si la empresa, entidad, organización no aporta el dinero, el proyecto puede desaparecer sin llegar a completar su vida y por lo tanto dejandolo sin evaluar. * Evaluación: Una de las partes más importantes de un proyecto es la inclusión de una evaluación que pueda asegurar la reacionalización y cuantificación de los objetivos espuestos en el proyecto. Generalmente encontraremos 3 tipos de evaluación en el proyecto. 1) Evaluación inicial: Esta generalmente se basará en un analisis de la

realidad del entorno en el que se desarrollara el proyecto y que da pie a nuestra fundamentación. Aqui esplicaremos los metodos que hemos utilizado. Tambien puede dar cabida a otros metodos que hayamos utilizado. 2) Evaluación procesual: Para proyectos de medio o largo plazo, es recomendable tener una evaluación que nos permita observar como vamos consiguiendo los objetivos especificos durante el mismo desarrollo del proyecto. Es por esto que debemos exponer metodos y herramientas que nos ayuden a valorar tanto cuantitativamente como cualitativamente los progresos reaizados en la consecucion de objetivos. 3) Evaluación final: Todo proyecto debe tener un final. Esto es necesario para poder sacar adelante una evaluación final que demuestre si hemos alcanzado los objetivos generales y especificos que en un principio pretendiamos.. De esta forma obtendremos una valoración cierta sobre si es necesario la aplicación de un nuevo proyecto sobre la base de los mismos objetivos o puede aplicarse un nuevo baremo para trabajar, o por el contrario el proyecto ya no es necesario en esa localización. En esta evaluación nunca esta de más contar con materiales escritos por los propios usuarios del proyecto. Mine coins - make money: http://bit.ly/money_crypto