Socialistas e Historicistas

SOCIALISTAS E HISTORICISTAS Entre la aparición de la obra pionera de Adam Smith y la realización final de Jhon Stuart Mi

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SOCIALISTAS E HISTORICISTAS Entre la aparición de la obra pionera de Adam Smith y la realización final de Jhon Stuart Mill, se produjeron diversos acontecimientos de una formidable significación económica, política y social. En el siglo XIX fue en cierto modo un campo de batalla intelectual en el que tuvieron lugar escaramuzas literarias, metodológicas y en menor medida analíticas en las ciencias sociales.

SAINT-SIMON, SISMONDI Y LIST: EJEMPLOS PENSAMIENTO EVOLUTIVO EUROPEO

DEL

La idea de etapas progresivas en el desarrollo histórico y económico fue difundida, primero, por Henri Saint Simon y después por Simonde de Sismondi y Friedrich List. Tomados en su conjunto, sus escritos proporcionan una ilustración transversal del planteamiento evolutivo histórico del desarrollo económico.

SAINT-SIMON: profeta del industrialismo Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon, era excéntrico y un profeta. Nacido en la nobleza francesa, Saint-Simon afirmaba que era descendiente de Carlomagno, que supuestamente se le habría aparecido mientras se encontraba encarcelado durante la Revolucion Francesa, y le confió una gran misión: salvar a la República Francesa tras la Revolución. Sin embargo, a pesar de su excentricidad, Saint-Simon revelo penetrantes intuiciones analíticas de los procesos económicos y sociales.

Razón e identidad de los intereses de clase . Desarrolló una teoría evolutiva de la historia, que su secretario, Auguste Comte, refino más tarde convirtiéndola en la popular teoría de los “tres estadios” de la historia. Para Saint-Simon, la ciencia y la industria constituían los sellos de la edad moderna, y su mayor interés era reorganizar la sociedad de manera que fuesen eliminadas todas las barreras al desarrollo de aquellas.

Reorganización social. El principal objetivo del nuevo orden de SaintSimon era aumentar el control de los seres humanos sobre las cosas, no sobre las personas. Fue muy opuesto al gobierno y su interferencia en la esfera industrial. Saint-Simon fue raramente explícito y ni siquiera coherente sobre la naturaleza específica de la organización industrial en la época moderna. Lo que defendía era que la pericia de artistas, científicos y dirigentes industriales fuera normalmente reconocida y utilizada en la concepción y planificación de las obras públicas destinadas a aumentar el bienestar social. En su plan para un parlamento industrial, Saint-Simon ideó un programa de organización económica que utilizaría los talentos de la elite científica e

industrial. Este parlamento industrial, inspirado en el gobierno británico, constaría de tres cuerpos: 1. Cámara de Invento, lo cual se refería a redactar un plan de obras públicas para que sean realizadas a fin de aumentar la riqueza de Francia y mejorar la condición de sus habitantes. 2. Cámara de Examen. Su tarea consistiría e evaluar la viabilidad y deseabilidad de los proyectos supuestos por la primera cámara. 3. Cámara de Ejecución, la más importante en el plan general. Ejercería el derecho de veto sobre todos los proyectos propuestos y aprobados por las Cámaras de Inventos y Examen, y también podría recaudar impuestos. No obstante el propio Saint-Simon parece haber explorado minuciosamente la futura dirección del capitalismo en muchos aspectos importantes. Por ejemplo, parece haber anticipado completamente el advenimiento de la sociedad corporativa y sus implicaciones sociales.

SIMONDE DE SISMONDI: crítico del capitalismo Nacido en Ginebra y formado como historiador, J.C.L. Simonde de Sismondi adquirió experiencia práctica en negocios y Finanzas en Francia. Más tarde se convirtió en uno de los primeros y principales críticos de la teoría y del método económico clásicos e el siglo XIX. Sismondi, el crítico. Examinado los efectos de la Revolución industrial, observo que la cooperación económica, característica del sistema gremial, daba paso, en el régimen industrial, a conflictos de intereses entre el trabajo y el capital. La competencia ilimitada, en lugar de aumentar el bienestar social, llevaba a la rivalidad universal, la producción en gran escala y el exceso de oferta. Uno de los ataques más energéticos de Sismondi al clasicismo se refería a la maquinaria. Aunque reconocía las ventajas que en orden a la reducción de costes tenía la maquinaria, se percató de que tales beneficios no justificaban el perjuicio ocasionado por el desempleo tecnológico. Es importante advertir que la crítica de Sismondi no iba dirigida contra la maquinaria, sino contra la organización social que pedía que los trabajos se viesen sujetos a los caprichos de la competencia.

Ideas de Sismondi sobre teoría y método. Sismondi consideraba la economía como un subconjunto de la ciencia del gobierno. Para él la economía la consideraba una ciencia moral: “El bienestar físico del hombre, en tanto que pueda constituir la labor de su gobierno, es el objeto de la economía política”. Una ciencia que se interese solamente por los medios de incrementar la riqueza sin estudiar la finalidad de tal riqueza sería, en opinión de Sismondi, una “falsa ciencia”. También señalaba que en la lucha por la obtención de una ganancia personal, no todas la fuerzas individuales son iguales.

En suma, el historiador, estaba interesado en los periodos de transición que medían entre la salida de un régimen y la entrada en otro.

FRIEDRICH LIST y el Sistema Nacional de Economía Política Friedrich List (1789-1846), hijo de un obrero alemán, renunció a una carrera académica para participar en la política alemana. En 1819, se convirtió en dirigente de la Asociación General de Industriales y Comerciantes Alemanes, y en la verdadera alma del movimiento para la confederación de los estados alemanes. El proteccionismo y las estapas del desarrollo económico. En su análisis se los sistemas nacionales de economía política, List aplicó un método de investigación ideado por Saint-SImon: la idea de que una economía debe pasar por sucesivas atapas antes de alcanzar un estado “maduro”. Las etapas históricas de desarrollo detalladas por List eran: 1. 2. 3. 4. 5.

Bárbara Pastoril agrícola agrícola y manufacturera y agrícola, manufacturera y comerciantes.

List se dio cuenta de que las tres primeras etapas se atravesarían con mayor rapidez si se adoptaba el librecambio entre estados y naciones; sin embargo, el librecambio estaba justificado de nuevo cuando se alcanzase la etapa final de desarrollo, defendiendo contra la indolencia a sus agricultores, manufactureros y comerciantes. Según la clasificación y el testimonio de List, solo la Gran Bretaña había alcanzado la etapa final del desarrollo económico. Es importante advertir que List no era un proteccionista más bien creía que la protección estaba justificada solo en las etapas críticas de la historia. List veía que la experiencia americana ofrecía una justificación de sus opiniones, y, por supuesto, halló un apoyo fácil entre los proteccionistas de Estados Unidos, particularmente Alexander Hamilton y Henry Carey. La crítica de List a la economía clásica. List se opuso a las tendencias absolutistas y cosmopolitas de los economistas clásicos. La teoría y la metodología de List eran fuertemente nacionalistas e históricas. Como Sismondi, List subordinaba la economía a la política en general. En su opinión uno tenía que conocer las ramificaciones de dicha acción para su propio país. Afirmaba que la magnitud económica fundamental en el desarrollo económico no es la riqueza, sino las fuerzas productivas; y que el fin último

de la actividad económica tiene que ser el desarrollo nacional y el aumento del poder económico. La originalidad de List en la teoría económica y en su método consistía en la utilización sistemática de la comparación histórica como un medio para demostrar la validez de las proposiciones económicas y en la introducción de puntos de vista nuevos y útiles.

LOS SOCIALISTAS PROUDHON

UTÓPICOS:

OWEN,

FOURIER

Y

Aunque el socialismo es una fuerza vibrante de la vida contemporánea, el concepto en sí mismo es muy ambiguo. Por lo general, la palabra socialismo evoca varios significados: propiedad pública de las empresas, subyugación de la libertad individual, eliminación de la propiedad privada, y así sucesivamente. En la actualidad, todas las economías capitalistas poseen algunos elementos o instituciones socialistas, y viceversa. Esto es particularmente cierto respecto de aquel grupo de escritores a los que con frecuencia se califica de socialistas utópicos.

El gran experimento de Robert Owen Robert Owen (1771-1858) alcanzó una considerable fama y fortuna antes de los treinta años. Mientras había una carrera de éxito en la industria textil, Owen los cambios en la vida económica y social provocados por la rápida introducción de la maquinaria. Owen no creía que el sufrimiento de los trabajadores fuese una condición necesaria para la acumulación de riqueza. Desafió la opinión social predominante de que la pobreza era la consecuencia de los pecados de la clase trabajadora. En pocas palabras Owen afirmaba que los pobres eran desgraciados porque eran pobres; ¡no eran pobres porque fuesen desgraciados! Mejorad el entorno social de un hombre, argumentaba Owen, y mejorareis al hombre. En consecuencia Owen defendía un mayor papel del gobierno. Trabajo en favor de leyes que introdujesen reformas en las fábricas, ayudas a los parados y, con el tiempo, un sistema nacional de educación.

El sueño hecho añicos de Charles Fourier En sus momentos de mayor sensatez, Charles Fourier era algo más que un personaje un tanto excéntrico; y en sus momentos de mayor extravagancia era, con toda probabilidad, un poco menos que loco. Fourier creía que la civilización pasa por determinadas etapas de desarrollo aunque nadie tomó en serio su teoría.

Fourier detallaba los cambios que en el mundo acompañarían a la armonía: seis nuevas lunas sustituirían a la luna existente; una aureola, de la que se desprendería un suave rocío, rodearía el polo norte; los mares se convertirían en limonada; y todas las bestias violentas o repulsivas de la tierra serian sustituidas por sus opuestas. Para acabarlo de rematar, la duración de la vida de los seres humanos llegaría a los 144 años. Es normal pensar que todo esto se trataba del puro delirio de un loco, excepto en una cosa: Fourier tenía un plan para la reorganización de la sociedad. Él capto la imaginación de otros que compartían su angustia acerca de los males del capitalismo, dentro de los cuales era el conflicto de interese individuales. Desagraciadamente, las ideas de Fourier tuvieron mucha menos influencia que las de Owen, aunque el movimiento cooperativo también está en deuda con Fourier. Sin embargo, éste acabó como una figura trágica: paso sus últimos años esperando en su casa, durante horas previamente anunciadas, que vinieran los capitalistas ricos y financien su fantástico plan. Nunca fue nadie.

Proudhon: “anarquista escolástico” Socialista francés. Las dos características más notables de su pensamiento incluyen un deseo de eliminar toda autoridad y un interés casi medieval por la justicia económica en el intercambio.

Crítica de la autoridad en Proudhon. Proudhon era ante todo un libertario. Su obra se titulaba ¿Qué es la propiedad? Y su respuesta era: ¡la propiedad es un robo! Se oponía a los atributos de la propiedad: ingresos no ganados, en forma de renta, interés o beneficio. En otra obra importante, Proudhon se quejaba de que la Revolución Francesa de 1789 había perdido su dirección y se había concentrado en la reforma de la jerarquía política, cuando habría tenido que suprimirla. También como Saint-Simon, Proudhon ponía su fe en orden más elevado de unidad social que el suministraba la estructura social existente.

Ideas de Proudhon sobre la justicia y el intercambio. Proudhon refutó los argumentos de los economistas clásicos, de modo que la posición de estos no ha de confundirse con la suya propia. El mundo ideal de Proudhon es un mundo en el que los individuos son perfectamente libres para negociar entre sí para todas las cosas que quieran. La diversidad social tiende a evitar la parálisis económica, aumentando los incentivos de los individuos para llegar a un compromiso. Asimismo evitaba todas las formas de ley, gobierno y jerarquía, en favor de la norma mutualista de la justicia conmutativa.

HISTORICISMO Hablando en sentido figurado, la clase de crítica a la que se ha pasado revista hasta aquí a los puntos débiles de la economía clásica sin dañar seriamente el cuerpo de la teoría económica. En cierta medida, la economía del siglo XIX fue una victoria de la razón sobre el sentimiento. Los historicistas plantearon la cuestión de si la economía podía estudiarse aparte del medio político, histórico y social, tema que todavía es objeto de debate entre determinados científicos sociales.

LA ESCUELA HISTORICA ALEMANA La escuela histórica alemana se suele dividir en dos grupos de autores: la “vieja” escuela, menos radical, y la “joven” escuela, cuyas opiniones sobre el método eran más radicales e intransigentes. El grupo de autores más antiguo está tradicionalmente representado por Wilhem Poscher, su fundador, Karl Knies y Bruno Hildebrand; el grupo más joven está dominado por el tenaz Gustav Schmoller.

WILHELM ROSCHER Roscher nació en Hannover en 1817. Estudio jurisprudencia y filosofía en las Universidades de Gottingen y Berlin. Empezó su trabajo sobre historia económica y el método histórico en 1838, su obra más importante fue el System des Volkswirtschaft (Sistema de economía política). Como se sugirió antes, el método histórico intenta combinar el análisis orgánico y biológico, y las estadísticas de todas las clases, a fin de descubrir las leyes del fenómeno en cuestión. Lo que es general en la economía política tiene que reconocerlo, mucho que es análogo a las ciencias matemáticas. Las advertencias de Roscher sobre el método abstracto (La abstracción según la cual todos los hombres son iguales por naturaleza y distintos solo en los resultados) se han repetido en nuestra propia época. Pero Roscher no estaba dispuesto a considerar la economía simplemente como un conjunto de prescripciones normativas, cargadas de juicios de valor. Él intentaba describir “lo que ha sido” y como la vida nacional o social “llegó a ser así”; quería descubrir nada manos que las leyes del desarrollo socioeconómico con las que pudiera comparar las etapas existentes en las naciones-estados y entre ellas. Roscher llevó a cabo investigación laterales en la construcción de índice de precios, pero a pesar de sus mejores esfuerzos, no pudo reorientar el método de la economía.

Gustav Schmoller Schmoller, llevando el historicismo de Roscher a su extremo, argumentaba que todo el análisis económico recibido, no era solo inútil sino que era pernicioso. Él proponía seriamente que la teoría recibida fuese

completamente rechazada, debido a la falta de realismo de los supuestos, a grado de abstracción teórica y al descuido de hechos interrelacionados y relevantes. Schmoller no creía que los determinantes de las leyes de la historia fueran simple teorías explicativas, Schmoller utilizaba una aproximación histórica y etnológica al desarrollo urbano, la banca y los estudios sobre la industria.