Smith - La Naturaleza Como Estrategia - PDF 2

Luz MeruNl GnncÍe HEnn¡nn F¡RNeNoo SneatÉ Bsr NE,IL SMITH GENTRIFICACIÓN URBANA Y DESARROLLO DESIGUAL Icaria t Especr

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Luz MeruNl GnncÍe HEnn¡nn F¡RNeNoo SneatÉ Bsr

NE,IL SMITH GENTRIFICACIÓN URBANA Y DESARROLLO DESIGUAL

Icaria

t Especros cRÍrrcos

fluidez de las geografías del mundo. Su lucha para difercrrt r,rr Lr geografía de la geopolítica puede haberse fundamentado r,rr l,r suposición de un falso sentido de la santidad de la cienci:r, ¡rlr,, también insistió en distinguir enrre una geografía maleabl.. r, ,l absolutismo espacial de la geopolítica. Pero ello era dem,rsr,r,l,, poco, demasiado tarde y dernasiado difuso. Cuando dcs¡rt,rt, a la geopolítica después de 1942,Ia ingenuidad del puebk, ,.r tadounidense no hizo sino agravar la debilidad de la geo¡;r,,rlr,r en tanto que discurso con fierza social (o política). El discrrr r,r sobre la geopolítica que fue apropiado en 1942, tuyo qlr(, \r,l abandonado en 1945 o bien puesto en contra de un encrrrllr diferente; el largo silencio de Bowman contribuyó a quc r(xlu esto ocurriese de una manera todavía más fácil. La dcfcrrr,r doctrinaria de una geografn política «científica,, enfrent,rtl,¡ ,r la geopolítica, no solo planteó la cuestión de la identidad rlc l,t geografía política sino que también dejó a los geógrafos crr l,r posición, intelectualmente debilitada, de tener que rechazar (t,n vez de implicarse en él) un absolutismo espacial que para nrir chos tenía todo el sentido del mundo. Contra todo pronósrico, prevaleció el sentido mucho ¡lr,tr flexible que Bowman concedía a la fluidez de las relaciorrcr geográficas. En gran medida sucedió así porque durantc l,r Segunda Guerra Mundial Bowman se implicó a fondo crr \ü/ashington, preocupado como estaba, de nuevo, por l,r* cuestiones prácticas acerca de establecer una geografía qu.,, tal y como la entendía el Departamento de Estado, era dc Lr más cambiante y maleable. Según \íashington, la geograf í,r del mundo era un producto que ellos tenían que fabricar. Si lir geopoiítica nacionalista interna y externa melló el primer mo mento del Siglo Americano, en el segundo momento cristalizri un nuevo orden geográfico que facilitó su nacimiento.

I n N¡.TUNNLEZA COMO ESTRATEGIA III ACUMULACIÓN* '\','tl,Smitb

\r'¡irin los economistas políticos clásicos, una mercancía r rnrprende y combina el valor de uso y el valor de cambio. l(t'eonocían que dicho valor era el producto del trabajo hurr,ulo; para Marx, el valor era establecido por el tiempo de tr,rlrajo socialmente necesario. Él -is-o planteó que el capital ,,r,r .valor en movimiento» y que [a acumulación de capital era r,l 1>roceso por el cual las sociedades capitalistas multiplicaban ll valor social mediante la explotación de la mano de obra. El r,¡l)italismo siempre ha empleado la fuerza de trabajo para , onferir valor a los valores de uso tomados de la natxaleza: ¿¡rodría eso ser utilizado para sugerir, como hace el título de cstc artículo, eue la naturaleza se ha convertido en una estratc¡4ia de acumulación? Lo que quiero plantear es !lue, en las trcs últimas décadas, cada vez es más evidente que una nueYa tlirnensión de la producción capitalista de la nattraleza ha trrrnsformado considerablemente las relaciones sociales con el rrrundo natural.

Es de Virginia §7oolf el célebre comentario de que "la ¡¡turaleza humana cambió alrededor de diciembre de 1910". Sobre esa misma épocaJames Joyce creyó haber percibido la

cspacio,,. Ahora es habitual pensar en este período anterior a

Strategy,,

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por Aritz Tutor del original inglés 'Nature as Accumulation

So

-'lrrd,.ido

cialist Re gister, 41, 2007, pp. 1 6-36.

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la Primera Guerra Mundial como el crisol de nuevas corl('('lr ciones de espacio (y tiempo), encarnadas no solo en el nrr, dernismo cultural y artístico sino en innovaciones cientíli.,r¡ tales como la teoría de la relatividad o la mecánica cuántir ,¡, en consonancia con los cambios en la geografía históric¡r ,lr'l capitalismo (\Voolf, 1956; Kern, 1983; Lefebvre, 1991).Muclro menos comunes, al menos en el discurso político, son las scri,r¡

reflexiones en torno a la observación de Voolf que, desllrrcr de todo, tenía que ver con \a naturaleza humana más quc cotr el espacio o el tiempo. Su afirmación ha sido considerada tlir dicionalmente como enigmática, metafórica, literaria más r¡rrr, literal, emanada de las intensas discusiones propias del círcuhr londinense de Bloomsbury. Después de todo, ¿qué quiso rlc cir con que la naturaleza humana paradigma clc l,r

inmutabilidad- había cambiado? -aparente Y, no obstante, \7oolf tcnl,r en mente, y no de manera casual, un cambio muy real crr l,t relación de la sociedad con la naturaleza, si bien se tratabrr rh, una visión adelantada ya que no se materiahzaría hasta rrrt. dio siglo después. Laidea central que se explora aquí es t¡rrr, actualmente vivimos un período en el que la relación socio económica esencial con la naüJraleza está siendo transformlltl,t dramáticamente.

Naturaleza capitalizada, bancarización dela nattraleza

A principio de las décadas de los ochenta y los novcrrt;t, irrumpió una extraordinaria gama de nuevos , en The Captain's Deatb Bed and Other Essays, Nueva York: Harcourt Brace [trad. cast.: "El señor Bennett y la señora Brown,r, incluido en La torre inclinada y otros ensayos, Barcelona: Lumen, 1977),

Progreso, 1974].

PRuoI¡alr, Scott (2007), "The Fictions of Autonomous Invention: Accumulation by Dispossession, Commodification, and Lifc Patents in Canada", Antipode,3g(3); pp. 406-429.

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