Sistemas de Defensa en Los Peces

SISTEMAS DE DEFENSA EN LOS PECES Los peces pueden presentar diferentes sistemas defensivos como son: el color (críptico,

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SISTEMAS DE DEFENSA EN LOS PECES Los peces pueden presentar diferentes sistemas defensivos como son: el color (críptico, disruptivo, de aviso); formas crípticas; la presencia de órganos electricos; glándulas venenosas; radios o crestas espinosas; refugiarse en cuevas, grietas, objetos o enterrarse; el gregarismo; la bioluminiscencia; etc. Mecanismos de defensa La voluntad de vivir -cualquiera que sea el nombre que se le dé: reflejo de autodefensa, instinto de supervivencia, instinto de conservación- es, con la comida, el sexo y la defensa del territorio, una de las motivaciones esenciales de la existencia de los peces marinos. Un organismo que no estuviera animado de esta voluntad de vivir, de este impulso vital (y la expresión no tiene nada de metafísica), no haría uso de sus mecanismos de defensa y sucumbiría rápidamente. Las reacciones instintivas, estereotipadas, que pone en marcha el comportamiento defensivo, forman parte del patrimonio hereditario del animal; se transmiten de generación en generación, como la forma del cuerpo o el color de los ojos. La “voluntad de vivir” que anima a cada individuo de una especie determinada (Aristóteles decía: “de perseverar en su ser”) se integra con la “necesidad de vivir” de la especie a la cual pertenece. Las particularidades de los mecanismos defensivos de la especie de los peces marinos son la manifestación de caracteres genéticos únicos, que se han constituido poco a poco en el transcurso de la evolución. Otros animales, por el contrario, desarrollan unos comportamientos defensivos que les enseñan sus padres y que ellos mismos ponen a punto. Los mecanismos de defensa revisten modalidades múltiples, infinidad de variaciones. Algunos están destinados a intimidar al agresor, a hacerle ver los riesgos que corre: el que se busca su ruina la encuentra. El sistema defensivo de los peces marinos puede ser totalmente hereditario; por ejemplo, una coloración viva que polarice la atención del depredador sobre la región mejor defendida del organismo. Puede ser también el resultado de un encadenamiento de actos más complejos, algunos de los cuales son totalmente automáticos (reflejos) y otros adquiridos. Ningún animal dispone de una defensa perfecta, inexpugnable, contra los depredadores. Los mejor protegidos -la orea, el cachalote, por ejemplo- se encuentran a merced de infinidad de parásitos. Cuanto más elaborado está un sistema de defensa, tanto más eficaces, evidentemente, deben ser los medios de ataque del depredador. Cada uno de los adversarios, para alcanzar su meta (asegurar su supervivencia en un caso, comer en el otro), despliega astucias y artimañas diversas. El éxito de la autodefensa de los peces marinos depende de la detección rápida de la amenaza y de la perfecta adecuación de las reacciones del animal ante el peligro. El tímido gobio es tan prudente que desaparece a la menor alerta; el paso de una nube, por ejemplo, basta para espantarlo. El estímulo que desencadena la excitación del sistema defensivo puede estar “encarnado” por un animal que no constituye una amenaza constante, pero que no por eso deja de ser menos peligroso en ciertos momentos, en unas circunstancias determinadas (necesidad extrema, etc.). Presas y depredadores en los peces marinos -numerosas observaciones lo atestiguanpueden vivir juntos y en paz, a condición de que la presa se mantenga siempre en guardia

y reaccione al menor cambio de actitud o de comportamiento por parte de su potencial devorador... Los animales tienen un “conocimiento” instintivo de su equipo defensivo y de lo que pueden esperar de él. Su capacidad de defensa aparece como el fruto de la herencia pura o como el resultado de un aprendizaje, mediante ensayos y errores múltiples. No basta con que un los peces marinos “identifiquen” una amenaza; es preciso, además, que “sepa” si es oportuno huir o no, si es preciso avanzar y aceptar el reto, o si conviene esperar y mantener una inmovilidad perfecta hasta que el peligro se haya alejado. En alguna parte, entre las respuestas innatas, automáticas, a los estímulos de su entorno y el comportamiento adquirido, aprendido, reside el oscuro origen del juicio, del discernimiento, de la asociación de ideas...; en una palabra, de la “inteligencia”. Características Los peces marinos utilizan su velocidad como arma mortífera. Dan caza a otros animales más lentos, que no tienen tiempo siquiera de ver cómo se les echa encima la muerte. Los pequeños animales de alta mar, o pelágicos, que no disponen de refugios ni escondrijos, deben recurrir a otras defensas para poder sobrevivir. La organización en bancos, el instinto gregario, que es algo más que un simple mecanismo de protección, resulta eficaz en apariencia, puesto que más de cuatro mil especies de peces marinos recurren a él. Cuando un banco es atacado, los individuos que lo componen se estrechan todavía más entre sí, en una formación esférica comparable a una bola. En ocasiones el depredador se asusta ante esa masa; pero incluso cuando ataca, no puede hacerlo sino atropelladamente, y destruye, afín de cuentas, muchos menos individuos que si éstos fueran solos o en pequeños grupos. El mundo submarino es implacable y la supervivencia es una lucha de cada momento. Para escapar una muerte rápida, algunas especies fueron capable de evolucionar, adaptar o desarrollar nuevas técnicas.

Inflar su cuerpo (Pez Globo, Puercoespín de mar) Algunos peces han desarrollado una técnica especial, como el pez globo que se llena de agua o de aire cuando se siente amenazado. Algunos peces de la familia tienen tambien la característica de tener espinas en el cuerpo. Chorro de líquido (Sepia, Pez Bruja, Holoturias, Pez Cofre ...) La descarga de líquido es un modo de defensa que ha demostrado su eficacia. Vamos a repasar los diferentes usuarios. Sepias o calamares liberan tinta en el agua para escapar de los depredadores. El pez bruja envia una vez mordido la mucosa a través de los poros de su piel. El mucosa rápidamente se desbordó la boca del atacante que huyó. El holoturia o pepino de mar cuando se siente amenazado, tira filamentos venenosas en los depredadores. El pez cofre tiene una toxina mortal dentro de su cuerpo. En caso de una amenaza inminente, la toxina se dispersa en el agua matando a todos los seres vivos de la zona.

Escupir luz (Ostracod) En las aguas profundas, algunos crustáceos microscópicos han desarrollado un mecanismo de defensa imparable. De hecho, ostrácodos tienen la particularidad de tener un cuerpo transparente y se alimentan principalmente de plancton. Si un depredador trata de tragarlo, el ostracodo comienza a temblar violentamente plancton a través de su cuerpo transparente, que luego se enciende. El depredador illuminado se convierte en una presa fácil para sus propios depredadores. Solo queda una solución, rechazar rápidamente el ostracodo e ir en busca de otro plato.

Descargas eléctricas (Torpedo Ray, Pez Gato Eléctrico, Anguilas Eléctricas) Para el depredador valiente que se enfrentaría a un torpedo Ray, se expone a recibir descargas eléctricas que van desde 60 V a 230 V. Otro especialista en este mecanismo de defensa, el pez gato eléctrico puede también, en caso de peligro, causar una descarga de electricidad hasta 350 V. La anguila eléctrica es un pez de agua dulce que se parece a una anguila, pero pertenece a una familia diferente. Este pescado es el más peligroso de este grupo, ya que es capaz de enviar descargas eléctricas de 100 a 700 voltios. Esta energía podría matar a un ser humano.

Armas naturales o escudos portátiles (Cangrejo Boxeador, Cangrejo Esponja, Dorippe Frascone) Esta ingeniosa defensa es utilizado principalmente por crustáceos. El principio: tomar un organismo vivo que saben cómo defenderse y utilizar su ventaja para sí mismo. El Cangrejo boxeador utiliza dos anémonas venenosas que apreta en sus dos garras. Como una porrista, el Cangrejo boxeador maintiene a distancia los enemigos. La anémona durante su viaje con el cangrejo puede capturar más partículas de alimentos a la deriva en la corriente. Un otro cangrejo suele vivir en simbiosis con varias especies de erizos de mar, que lleva en su cáscara para protegerse cuando viaja.

Veneno (Pez Piedra, Pez Escorpión, Pez Globo) El pez piedra es considerado el pez más venenoso del mundo. Cuenta con 13 espinas en la espalda conectados a glándulas venenosas que se eleva rápidamente en caso de peligro. El dolor puede durar meses. El pez globo contiene dentro de su cuerpo algunas toxinas extremadamente potentes. En Japón, el plato de Fugu hecho a partir de este pez es muy buscado , pero cada año hay muertos debido a la mala preparación de su carne.