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SIEMPRE FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO siempre flor y canto cuicatl —flor y

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SIEMPRE

FLOR Y CANTO

LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO

siempre flor y canto

cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de tantas flores que se nos olvida reparar en ellas. Como patrimonio cultural inmaterial mexicano, se les describe en forma holística, es decir, como parte de un ritual, una ceremonia o una festividad. La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cempoalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la cuetlaxochitl (nochebuena). Por las sendas de las flores es posible penetrar en los distintos niveles del patrimonio cultural inmaterial para entender la metonimia que conecta diversas percepciones, usos y gozos en torno a las flores.

antropología

SIEMPRE FLOR Y CANTO

La herencia mesoamericana que evoca el difrasismo in xochitl in

SIEMPRE

FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE

EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS

SIEMPRE

FLOR

Y CANTO

INTRODUCCIÓN

1

2

LOURDES ARIZPE

SIEMPRE

FLOR

Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS

MÉXICO

2014

Siempre flor y canto: las flores en el patrimonio cultural inmaterial de México / Lourdes Arizpe, Edith Pérez Flores, coordinadoras. -- Primera edición Páginas: 277 ilustraciones ISBN: 978-607-02-5987-6 (unam) ISBN: 978-607-401-873-8 (map) 1. Flores -- México -- Folclore. 2. Flores -- Aspectos simbólicos -- México. 3. México -- Vida social y costumbres. 4. Propiedad intangible -- México. I. Arizpe S., Lourdes, editor de la compilación. II. Pérez Flores, Edith, editor de la compilación. GR780.S53 2014

Los trabajos para esta publicación se realizaron en el marco del proyecto de investigación sobre patrimonio cultural inmaterial y pluriculturalidad (unam-papiit in302613). Agradecemos el apoyo de la Unidad Regional Morelos de Culturas Populares. Coeditores de la presente edición: Universidad Nacional Autónoma de México Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Secretaría de Cultura del Estado de Morelos Miguel Ángel Porrúa, librero-editor Primera edición, 22 de septiembre de 2014 © 2014, derechos patrimoniales Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, 04510, México, D.F.

Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Av. Universidad s/n, Circuito 2. Chamilpa, 62210, Cuernavaca, Morelos www.crim.unam.mx Secretaria técnica: Mercedes Gallardo Enlace técnico: Yuriria Sánchez

ISBN: 978-607-02-5987-6 unam

© 2014, proyecto visual Secretaría de Cultura del Estado de Morelos Hidalgo núm., 239, tercer piso. Colonia Centro, 62000, Cuernavaca, Morelos Coordinación: Miriam Martínez Garza Cuidado de edición: Carlos Mapes | Óscar de Pablo Asesoría en lengua náhuatl: Victorino Torres Nava

© 2014, características tipográficas y de edición Miguel Ángel Porrúa, librero-editor Chihuahua núm. 34. Progreso-Tizapán, Delegación Álvaro Obregón, 01080, México, D.F. www.maporrua.com.mx

ISBN: 978-607-401-873-8 map

Los textos contenidos en este libro se presentaron en el diplomado Cultura y Desarrollo realizado en el crim-unam de agosto a diembre de 2012, con la participación de antropólogos, biólogos, estudiantes y gestores culturales de varias comunidades de Morelos. Unificamos sin acentos y en cursivas, todos los vocablos en las variantes del náhuatl como otra lengua. Se respeta la ortografía empleada por los autores y se incluyen las marcas del plural de la sistematización actual de la escritura. (lap | epf) Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito de los editores, en términos de lo así previsto por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados internacionales aplicables. IMPRESO EN MÉXICO | PRINTED IN MEXICO

w w w. m a p o r r u a . c o m . m x

Timitzhualiquiliah xochitl [Te traemos una flor]

para guardar en tus manos la curiosidad que te trajo a este libro que comparte contigo nuestro patrimonio intangible florido. In xochitl, in cuicatl [Flor y canto] para ti.

5

7

CONTENIDO PRESENTACIÓN Margarita Velázquez. ............................................................................... 15

PREFACIO Cristina Faesler Bremer...................................................................... 17

INTRODUCCIÓN En todo umbral y fisura social en México, siempre flores Lourdes Arizpe..................................................................................................... 21

Flores que han conservado su nombre en náhuatl, convirtiéndose en nahuatlismos del español de México. .......................................................................... 29

ORIGEN Y SIMBOLISMO Cempoalxochimeh y “tegajián” en la fiesta de Miquiztli en Ocotepec, Morelos Lourdes Arizpe. .......................................................................................... 35

La flor en la poesía náhuatl Rocío de los Ángeles Ávila Olvera........................................................................... 53

Los usos sociales y simbólicos de las flores entre los nahuas del Alto Balsas, Guerrero Catharine Good Eshelman..................................................................................................... 67

El cambio de flor: trueque de aromas, formas, texturas y colores en Amilcingo y Huazulco, Morelos Edith Pérez Flores................................................................................................................................ 85

El uso del yahutli o flor de pericón en la “fiesta de octubre”, celebración del ciclo agrícola en Tetelcingo, Morelos Rosa Liliana Abúndez Benítez.................................................................................... 105

Las flores en el vestido de la mujer zapoteca y la fiesta patronal de Ixtepec, Oaxaca Ana Laura Toledo Vásquez. ................................................................................................. 117

TEXTOS COMPLEMENTARIOS I. Acocoxochitl, acocotli, cohuanenepilii o dalia, la flor nacional Mario Gerardo Pérez Pérez.................................................................................. 133

II. Ritualidad y prácticas sociales: uso de las flores en Coatetelco, Morelos Héctor Jiménez Cruz........................................................................................................ 139 10

CONTENIDO

III. La flor de cempoalxochitl en el xochimamastle de Xoxocotla, Morelos Ulises Joel Terán Ibarra............................................................................................ 145

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES La flor, elemento constitutivo de los patios y la vida comunitaria María Elizabeth Hernández Vázquez Luis Miguel Morayta Mendoza. ................................................................................ 153

Las flores: percepción y simbolismo entre los habitantes de Tepoztlán, Morelos Yarah Navarrete Ayala. ............................................................................................................ 167

Los xochiteros de Xoxocotla Martín Ramírez

..................................................................................................................................

183

Las flores medicinales en Morelos y el noroeste de México: diferencias en el conocimiento etnomédico tradicional Miriam Lizeth López Vázquez..................................................................................... 195

En los sembradíos de flores: la Flor más Bella del Ejido Carolina Buenrostro Pérez. ........................................................................................... 205

CONTENIDO

11

El tiempo de las finitas flores: prácticas culturales en torno a la elaboración de coronas fúnebres y arreglos florales en el Mercado de Jamaica Adriana Martínez Méndez................................................................................................. 221

El Mercado Merced Flores: ¿cederán las vivas xochimes frente a las eternas flores? Montserrat Núñez Ortiz....................................................................................................... 233

Las flores comestibles María de Jesús Ordóñez....................................................................................................... 247

TEXTOS COMPLEMENTARIOS I. Factores antropogénicos y su relación con las especies del género Tillandsia en el bosque tropical de San Andrés de la Cal, en Tepoztlán, Morelos Perla Sarai Flores Hernández........................................................................ 261

II. Plantas acuáticas en el estado de Morelos Omar Benítez Cortés. ...................................................................................................... 265

III. Imagen y memoria del cultivo de la rosa. Una construcción social del paisaje José Jesús Álvarez Gutiérrez........................................................................ 269

SOBRE LOS AUTORES

.............................................................................................

273

PRESENTACIÓN MARGARITA VELÁZQUEZ

P

ara construir un mundo sustentable se necesita una nueva perspectiva de la relación entre culturas y ecosistemas. No hay ecosistemas que no hayan sido modificados, una y otra vez, por las prácticas culturales de quienes los explora-

pág i n a s a n t e r i o r e s

Clemolitos y cempoalxochitl en el mercado © lo u r d e s a r i z p e La flor de pericón para corretear el mal © h é c to r j i m é n e z Sembradío de cempoalxochitl “chino” en Amilcingo, Morelos © alejandro hernández Niño “boyero” lleva en ofrenda el agua de la cueva © e d i t h p é r e z f lo r e s < Flor biznaga que naces al sol © e d i t h p é r e z f lo r e s

ron, utilizaron y hoy quieren protegerlos. Y no hay culturas que no se hayan edificado a través de una co-evolucion con el habitat geo-bio-físico en el que anidaron. Por ello es importante hacer visible las concepciones que, a lo largo de la historia, distintos pueblos han tenido de los recursos naturales que los rodean. En este libro se han escogido las flores, para indagar cómo se nombran, cómo se intercambian, cómo se utilizan en la vida ritual, social, literaria y económica 15

de una región. Para hacer consciente, en la vida cotidiana, la presencia de las flores que han sido cultivadas con especial sensibilidad a lo largo de la historia en Morelos y en muchas otras regiones de México desde la época mesoamericana. Sensibilidad que lleva a la creación de símbolos, espejos y transparencias cognitivas en las que un elemento natural, como las flores, hablan otro lenguaje. A través de las formas, los colores, los aromas y las texturas de las flores se transmiten mil y un mensajes culturales. Más todavía, en México, cuando la herencia de las culturas indígenas abre y cierra las puertas de la vida y de la muerte. Lo que importa, y mucho, es que esa herencia todavía está vigente y, al igual que los nahuatlismos, permea las culturas de Mexico. Pero no existe en un lugar abstracto, sino que existe en las manos que recuerdan lo que hacían los abuelos, en los cuerpos que todavía saben qué flores se pueden comer, en los ojos que combinan el amarillo de las cempoalxochime, el púrpura del “púrpura” y el blanco de los alcatraces para que a sus difuntos les guste regresar a verlos. Cómo no realizar las investigaciones antropológicas con las personas que tienen esos saberes, esos cuerpos, esa estética y que saben colocar las emociones en las redes de entendimiento de las flores? Por eso este libro se escribió durante el “Diplomado sobre Cultura, Patrimonio y Desarrollo”, con mujeres y hombres, antropólogos, literatos, arquitectos, maestros y los propios creadores culturales de algunos pueblos de Morelos. Así se conserva la gran diversidad de miradas y saberes que caracteriza a las culturas de México. La ciencia actual, además, reconoce que la mirada del observador altera el fenómeno que está observando. Con más razón en la ciencia social que, hoy en día, sabe que construye su interpretación a través de la relación con aquéllos a quienes estudia. Redes de saberes, reflejos de miradas, este libro hace evidente la infinita posibilidad de la ciencia, el arte y la cultura. Siempre flor y canto.

mv Directora Unam-Crim

PREFACIO CRISTINA FAESLER BREMER

P

ocos son los objetos de estudio que, como las flores, pueden resumir de manera tan diáfana el entorno natural del mexicano, su relación productiva con este entorno y las manifestaciones estéticas y rituales que se levantan sobre esa

relación. En una palabra, su vida. De este modo, aun cuando las flores son el hilo colorido que conecta los artículos que componen este esfuerzo de reflexión colectiva, su verdadero tema es precisamente el ser humano, y en particular el que está ubicado en las circunstancias geográficas e históricas del centro de México. En sus páginas, las flores dejan de ser meros órganos de fecundación vegetal para transformarse en sorprendentes objetos sociales, 17

> Mastuerzo, flor comestible con alas de mariposa © edith pérez f lo r e s

por medio de los cuales los hombres y las mujeres de esta región se relacionan productiva y simbólicamente entre sí y con la naturaleza. Así, centrándose en las poblaciones del estado de Morelos, aunque sin circunscribirse exclusivamente a ellas, las reflexiones que componen este volumen nos ofrecen un espejo, a un tiempo poético y científicamente riguroso, donde mirar lo que somos y lo que hemos sido colectivamente. Por eso, la Secretaría de Cultura del estado no podía sino apoyar con entusiasmo el florecimiento de este extraordinario proyecto, agradeciendo en particular la lucidez y la sensibilidad de las antropólogas Lourdes Arizpe y Edith Pérez Flores, quienes concibieron y coordinaron este esfuerzo.

cfb Secretaria de Cultura del Estado de Morelos

[Cuernavaca, Morelos, 2014]

< Enmarcando los rostros: rebozos y flores © e d i t h p é r e z f lo r e s

INTRODUCCIÓN

EN TODO UMBRAL Y FISURA SOCIAL EN MÉXICO, SIEMPRE FLORES LOURDES ARIZPE

as flores acompañan el surgimiento de las ihuan huitze nocuepan xochime aman xochime iztaque ihuan chichiltique quiyecanan nohui’ ihuan ninemi’ ipan inxihuio’ aman motlatzotzonal quinpactia xochime ihuan xochime quinmatequia ahuixtli’ ihuan motlahuil nechyecana’ Noxochihuan tehua’ tiquipia’ Ihuan moxochihuan nehua’ niquimpia1

L

culturas. Para la escenificación de la epopeya de Gilgamesh, el rey de la antigua Mesopotamia, se recrean campos de girasoles. El mármol de los muros del Taj Mahal está cubierto de bajorrelieves que representan

flores y enredaderas. El Gulistan de Saadi, la joya de la literatura persa, se traduce como El jardín de rosas. En el poema clásico in-

“Mi camino es guiado por las flores;/ ahora las flores blancas y rojas/ guían mi camino/ y ando sobre sus pétalos;/ ahora tu música alegra a las flores/ y las flores son regadas por el rocío./ Y tu iluminar me guía./ Mis flores tú las posees/ y tus flores yo las tengo”. Ramírez, Alfredo, s/a, “Una flor blanca y una roja las hiciste llegar a mis manos”, en Siete poemas en náhuatl de Xalitla, Guerrero. Traducción: Fernando Nava. unam, Instituto de Investigaciones Históricas. Disponible en http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn19/319.pdf Consulta: 6 de septiembre de 2013. 1

glés El Paraíso perdido, de John Milton, se evocan las “flores dignas del Paraíso”. La palabra francesa bouquet se utiliza en muchas otras lenguas para denotar los pequeños ramos florales. La herencia mesoamericana que evoca el difrasismo in xochitl, in cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la 21

> Tlacololero en Zumpango del Río, Guerrero © carolina buenrostro

sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de

Esta fue justamente la labor a la que nos abo-

tantas flores que se nos olvida reparar en ellas.

camos los participantes en el Diplomado sobre

Como patrimonio cultural inmaterial mexicano,

Cultura, Patrimonio y Desarrollo, que se llevó a

se les describe en forma holística, es decir, como

cabo en el Centro Regional de Investigaciones

parte de un ritual, una ceremonia o una festividad.

Multidisciplinarias de la Universidad Nacional

La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cem-

Autónoma de México (crim-unam), en Cuernavaca,

poalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la

Morelos, en 2012. Investigadores, estudiantes y

cuetlaxochitl (nochebuena).

promotores culturales de varios pueblos de More-

2

Una mayor aventura es seguir las sendas de

los son los autores de los capítulos de este libro. La

las flores, desde las percepciones culturales que de

presencia y el uso de las flores en los rituales estu-

ellas tenemos los mexicanos de hoy hasta los albo-

diados, tanto de dicho estado como de otras regio-

res de los significados de las xochime en las cultu-

nes del país, dan cuenta de la gran imaginación y

ras originarias de Mesoamérica. Por estas sendas

el gusto por los sentidos que despiertan las flores

nos es posible penetrar en los distintos niveles del

en las distintas prácticas del patrimonio cultural

patrimonio cultural inmaterial para entender la

inmaterial de México.

3

metonimia que conecta diversas percepciones, usos

El punto de partida es que las flores, con la

y gozos en torno a las flores. Se estima que existen

riqueza de simbolismos y connotaciones que les

alrededor de 24 mil especies de plantas en México

atribuían las culturas originarias, se encuentran

y, al adquirir conciencia del gran valor de nuestro

siempre en el centro de las manifestaciones cultura-

entorno natural, es sumamente importante conocer

les: en los ritos, las danzas, la arquitectura, los inter-

a las flores y, sobre todo, la diversidad de formas en

cambios, las ceremonias propiciatorias, las esceni-

que se conciben, usan y gozan en los ritos y festivi-

ficaciones, las festividades, la vestimenta, el adorno

dades en nuestro país.

de edificios, los traspatios y en el tlecuil (fogón). En otras palabras, ante la gran biodiversidad y mega-

2 De cempoalli (veinte) y xochitl (flor). Planta herbácea anual, de olor penetrante y flores grandes y amarillas, que florece de octubre a noviembre. Se le conoce también como “flor de muerto”, cempoal, cempoalxochitl y clavel de las Indias. 3 Xochimeh es el plural en náhuatl de xochitl.

22

LOURDES ARIZPE

culturalidad de México, es comprensible que las flores sean fundamentales para expresar sentimientos y deseos en una infinidad de rituales. No sorprende,

dice la historiadora Brígida von Mentz: “Desde

LAS FLORES ACOMPAÑAN EL SURGIMIENTO DE LAS CULTURAS. PARA LA ESCENIFICACIÓN DE LA EPOPEYA DE GILGAMESH, EL REY DE LA ANTIGUA MESOPOTAMIA, SE RECREAN CAMPOS DE GIRASOLES.

los palacios de los señores de Cuauhnáhuac se entregaban y enviaban a Tenochtitlan, en época de la Triple Alianza, grandes cantidades de flores y de objetos suntuarios elaborados de pluma y algodón”.4 Y refiere también otras fuentes, según las cuales los tlahuicas de la Tierra Caliente “andaban demasiadamente ataviados y con rosas en las manos”.5 En la actualidad, Morelos es uno de los estados que más exporta flores; gracias a ellas, muchos de sus habitantes viven de esta industria literalmente floreciente. ¿DE DÓNDE VIENEN LAS FLORES?

por lo tanto, que la vida en las sociedades meso-

Símbolo de belleza, perfección y pureza, las flores

americanas se haya construido sobre la base cul-

son también portadoras de ambivalencia. El mon-

tural del difrasismo in xochitl, in cuicatl, el cual

je japonés Shinran, fundador de la secta budista

permea todavía la vida de todos los mexicanos con

Jodo Shinshu, concluye su obra Kyogyoshinsho

esa combinación de colores, aromas, sabores, tex-

con un pasaje del Sutra de la guirnalda: “Al ver a

turas y sonidos. Las flores originarias tienen tam-

Buda realizar varias prácticas, algunas dan lugar

bién sabores y, como sabemos, muchas de ellas

a una mente buena y otras a una mente mala, pero

están presentes en la gastronomía.

Buda comprende a todas”. El rey Salomón, en el

Debido a que es imposible abarcar todas esas

célebre Cantar de los cantares, evoca “los lirios

presencias y usos, en el presente texto nos cen-

del valle” y se refiere a sí mismo como “la rosa

tramos en los portadores de culturas en el esta-

de Sharon”, advirtiendo que “como el lirio entre

do de Morelos y algunos otros sitios del país. ¿Por qué Morelos? Para responder, retomemos lo que 24

LOURDES ARIZPE

Von Mentz, Brígida, 2008: 43. Idem.

4 5

las espinas, así es mi compañera entre las hijas”.

las fiestas de los pueblos;

En las culturas del Hemisferio Norte, las flores

los solares de las casas;

marcan el delirio corporal del paso del invierno

los jardines;

a la primavera.

las salas de las casas;

En cambio, en las latitudes tropicales, como

los manantiales;

es el caso de gran parte de Mesoamérica, las flores

los sitios en las carreteras en donde alguien murió;

están siempre, aunque surgen en estaciones de-

las velaciones de muertos;

terminadas. Es muy significativo que, en náhuatl,

las procesiones hacia el cementerio, y

el término xihuitl se utilice para referirse a los co-

los caminos para que regresen los difuntos.

lores verde y azul, pero también a las ofrendas. Es admirable la metonimia de significados que nos

Resulta también interesante consultar los

arroja ese vocablo, que comparte así la polisemia

nombres de los lugares de México que incluyen la

que el gran poeta estadounidense Ezra Pound tan-

palabra “flor”. Hay 32 poblados de Morelos, Puebla,

to admiraba en la escritura china.

Guerrero, Hidalgo, Veracruz y Chiapas cuyo nom-

Puede decirse que los mexicanos cubrimos

bre incorpora el vocablo xochi: Xochitla-Xochitlán

de flores, de alegrías y de mitotes todos los um-

(Donde abundan las flores), Xochitepec (Cerro de

brales de la vida: el nacimiento, el matrimonio

flores), Xochimilco (Lugar de las milpas de flores),

y la muerte; al igual que todos los intersticios

Xochicalco (Lugar de la casa del florecimiento),

sociales que se prestan a tragedias y fricciones:

Xochistlahuaca (Valle de flores), Xochinanacatlán

investiduras, conmemoraciones, celebraciones y

(Lugar donde abundan las flores), Xochihuehuet-

ofrendas. Así, las flores están presentes en:

lán (Lugar de las flores antiguas o lugar de flores de los viejos) y Axochiapan (Flores de agua en la-

los alumbramientos y bautizos;

guna). Queda demostrada, tal y como la confirman

las bodas y aniversarios;

las crónicas más tempranas de la época colonial, la

los actos ceremoniales de gobierno;

gran importancia que la cultura nahua y, en gene-

las visitas e invitaciones a comer;

ral, las culturas de Mesoamérica, le otorgaban a las

los ritos espirituales;

flores. INTRODUCCIÓN

25

26

LOURDES ARIZPE

Valga mencionar que esta predilección por las

aún, poinsettia.6 Y, desde luego, está la acocoxo-

flores se extendió también a la nueva cultura mes-

chitl, acocotli, cohuanenepilli o dalia, que mere-

tiza. Diez poblados se llaman Las Flores y dos más

ció la alta distinción de ser la flor nacional de

llevan por nombre La Flor, sin contar los casos

México.

< Nenúfar en Tepoztlán, Morelos © lo u r d e s arizpe

7

como Fortín de las Flores, una ciudad entre Ve-

La centralidad de la flor en el discurso me-

racruz y Puebla, en la que, por cierto, hasta hace

soamericano —o, en todo caso, en las culturas

poco tiempo se podía nadar en albercas cubiertas

nahuas— se reflejó en la extraordinaria poesía en

de gardenias.

náhuatl, punto de partida de muchos de los filamentos culturales vinculados con el uso actual de

ORIGEN Y SIMBOLISMO

las flores en los ritos y las festividades. Además, los

DE LAS PRÁCTICAS CULTURALES

grupos originarios de muchas regiones de México,

EN TORNO A LAS FLORES

como los nahuas del Alto Balsas, o los zapotecos

En la primera parte de este libro exploramos los

del Istmo, además de los pueblos tlahuicas de Mo-

orígenes históricos de las referencias hacia

relos, han persistido en reinventar el simbolismo

las flores en rituales, festividades civiles y reli-

de las flores en magníficas artesanías, vestidos, ar-

giosas, e incluso, la indumentaria. En todos los

cos y adornos caseros, ritos agrícolas y de propi-

casos, los avatares de los términos en náhuatl

ciación de lluvia, entre muchos otros usos.

alternan con los castellanizados para dar cuenta de la cultura bilingüe que pervive en muchas

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES

regiones del país, así como aquellas culturas con

En la segunda parte del libro exponemos la gran

múltiples lenguas originarias. En muchos lu-

diversidad de formas en las que se cultivan las flo-

gares se impone el nombre originario, como

res, el conocimiento etnomédico que entrañan y

ocurre con la cempoalxochitl; en otros ha predo-

su simbolismo atribuido por la gente de los pue-

minado el nahuatlismo del español de México

blos. Este simbolismo se extiende también al

(véase el cuadro al final de esta introducción), y en otros más termina por dominar el nombre europeo, por ejemplo, la nochebuena o, peor

6 La flor fue patentada por William Poinsett, embajador de Estados Unidos en México. 7 Véase el cuadro de Mario Gerardo Pérez Pérez en este libro.

INTRODUCCIÓN

27

Cuetlaxochitl, flor que juntas mis ancestros © lo u r d e s

patrimonio cultural inmaterial actual, en progra-

solo dura del amanecer hasta el anochecer”. De

mas nacionales como “La flor más bella del ejido”,

ahí que sea tan atinado preguntarse por el tiempo

arizpe

en Xochimilco. Ello sin contar su valor comercial,

de las finitas flores. ¿Cederán las vivas xochimes

ya sea para fines de exportación o para consumo

frente a las flores artificiales, eternas?

local en los mercados, en forma de arreglos para celebraciones o como coronas fúnebres.

El tiempo terminará, se cortará la vida, se acabarán las flores vivas, pero quedarán

Las flores encierran una paradoja que también nos conmueve. Así lo expresa el poeta Pierre

el signo,

Ronsard (1524-1585) en un soneto en el que invita

el símbolo,

a una niña a mirar la rosa, que esa mañana abrió

el patrimonio cultural

su corola, para descubrir que perdió ya su tez, pa-

y la vida intangible.

recida a la suya. El poeta se lamenta: “Oh, es verdadera madrastra la naturaleza, ya que una flor 28

LOURDES ARIZPE

[Cuernavaca, Morelos, 2013]

FLORES QUE HAN CONSERVADO SU NOMBRE EN NÁHUATL, CONVIRTIÉNDOSE EN NAHUATLISMOS DEL ESPAÑOL DE MÉXICO1 COYOLSÚCHIL O COYOLXOCHITL. De coyolli (cascabel) y xochitl(flor). Planta trepadora de raíz tuberosa y vistosas flores coloradas en racimo o ramilletes, que produce como fruto una cápsula con tres semillas rojas; perteneciente a la familia de las amarilidáceas (Bomarea hirtela). JILOSÚCHIL. De xilotl ( jilote) y xochitl (flor): xilo-xochitl. 1. Tepachera. 2. Este nombre se aplica a otro arbusto que igualmente pertenece a la familia de las leguminosas, más conocido como chacamalxochitl (flor de guacamaya, flor de San Francisco y tabachín). 3. Asimismo, el nombre se aplica a un árbol de hasta 35 metros de altura, de corteza lisa y verdosa, de la familia de las bombacáceas (Bombax ellipticum). Se le llama también ceiba, coquito y pochote. JOCOSÚCHIL. De xococ (agrio) y xochitl (flor): xoco-xochitl. Árbol que mide de 9 a 12 metros de altura, de fruto globoso, aromático y útil como condimento; perteneciente a la familia de las mirtáceas (Pimenta dioica o Pimenta officinalis). Se le conoce desde la época colonial como pimienta de Tabasco.

OCELOSÚCHIL. De ocelotl (ocelote) y xochitl (flor). Planta bul-

bosa de hojas largas y angostas, con flores en forma de copa, rojas, anaranjadas y con manchas oscuras; perteneciente a la familia de las iridáceas (Tigridia pavonia). El bulbo es comestible y se le conoce también como ocelosúchil, flor del tigre, tigrillo y cacomite, de cacomitl (etimología desconocida; Sahagún registra cacomitl como “raíz comestible”). SUCHIATE O SOCHIATE. De xochitl (flor) y atl (agua):

xochi-atl. Árbol que mide de 20 a 40 metros de altura, perteneciente a la familia de las hamamelidáceas (Liquidambar macrophillab). Tiene hojas anchas con cinco lóbulos muy marcados y florece de enero a marzo. Su madera se emplea en la elaboración de muebles, en tanto que el tallo sirve de poste para la danza de los voladores. Además de medicinal, su resina se utiliza como incienso en rituales de curación y ceremonias de Días de Muertos. Es una especie propia de los bosques mesófilos de montaña en los estados de Hidalgo y Puebla. También recibe los nombres de somerio y xuchiatl. SÚCHIL. De xochitl, nombre genérico de flor.

1 Montemayor, Carlos. Diccionario del náhuatl en el español de México. México: unam/Programa México Nación Multicultural, 2007. 

SUCHIPAL. Véase xochipal.

INTRODUCCIÓN

29

> Orquídeas silvestres en el cielo © lo u r d e s arizpe

TECOMASÚCHIL. De tecomatl (tecomate) y xochitl (flor): te-

XOCHIPAL O XOCHIPALLI. Planta herbácea de flores anaran-

coma-xochitl. Planta leñosa trepadora de flores amarillas, perteneciente a la familia de las solanáceas (Solandra guttata). También es un árbol de hasta 15 metros de altura, cuyas flores son amarillas, pertenece a la familia de las coclospermáceas (Cochlospermum vitifolium).

jadas empleada antiguamente para teñir; perteneciente a la familia de las compuestas (Cosmos sulphureus). Sahagún registra xochipalli o xuchipalli como “tinte de flores amarillas”.

TENTZONXOCHITL, TENZONSÚCHIL O TENTZONSÓCHITL.

PALABRAS COMPUESTAS

De tentzontli (barba o bigote) y xochitl (flor): tentzon-xochitl. Tepachera. TLIHÓCHITL, TLILSÓCHIL O TLILSÚCHIL. De tliltic (negro) y xochitl (flor): tlil-xochitl. Nombre náhuatl de la vainilla. Planta trepadora que tiene como fruto una vaina con numerosas semillas pequeñas; perteneciente a la familia de las orquidáceas (Vanilla fragrans y Vanilla planifolia). XILOXOCHITL. De xilotl ( jilote) y xochitl (flor). También se

le llama cabellos de ángel, pochote, tepejilosúchil, tentzonsóchal, hierba de la canela y tlacoxiloxochitl.

30

LOURDES ARIZPE

XOCHIVARA. De xochitl (flor) y la voz española “vara”. Bastón ritual hecho con madera de tepozán o de vara dulce, forrado con totomostle y albahaca y adornado con flores, panes y frutas. Entre los nahuas de Acaxochitlán, Hidalgo, sirve para las ceremonias de casamiento y puede ser de diferentes tamaños, según la jerarquía de la persona a quien se le otorga: padrinos, consuegros, tíos, familiares, invitados.

INTRODUCCIÓN

31

32

LOURDES ARIZPE

ORIGEN Y SIMBOLISMO

CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN” EN LA FIESTA DE MIQUIZTLI EN OCOTEPEC, MORELOS LOURDES ARIZPE

R

ecuperar la sabiduría sobre las flores de las culturas de Mesoamérica y México es una tarea muy vasta. En cambio, revivir la prolífica memoria y las prácticas culturales que los mexicanos tenemos en relación con las flores es un placer.

Resulta sencillo, además, porque todos crecimos y vivimos rodeados de cantos y de flores. Es algo aprendido desde niños; es un parpadeo de perfumes y colores que penetra en nuestras mentes y nuestros cuerpos en el ir y venir cotidiano. pág i n a s a n t e r i o r e s

©

Flor y maíz, mi raíz e d i t h p é r e z f lo r e s

< “Bienvenida Mamuchis”, ofrenda nueva sin ti © lo u r d e s a r i z p e

Las flores son como la respiración para doña Rufina Jácome Teobaldo, del barrio de San Juan, en Zacualpan, Morelos, poblado que se encuentra en las faldas del volcán Popocatépetl. En un pequeño espacio, apretado entre muros, alberga 35

> Portal florido de don Luis Reyes Flores en Ocotepec, Morelos © lo u r d e s arizpe

una inverosímil colección con flores en macetas, macetitas, cajas de madera, cubetas y chiquigüi-

derecho de nombrar algunas flores.

tes. Luego de invitarnos con generosidad a cono-

Continúa: “… estas son petunias, esta es un tipo

cer su jardín, describe: “Bueno, por decir, estos

de cactus; va creciendo en flor y da un quiote al final;

son calarios, anturios, dalia, cempoalxochitl, or-

esta rojita es corona de Cristo. Todas las que ves aquí

quídea, perejil… ¿cómo se llama?... pata de elefante,

son bromelias; son de árbol, pero aquí las tenemos

cañaveral, aretillo, cuna de Moisés, violeta africana,

en macetas; estos son anturios; mire este qué pre-

serrucho, palmareca, helecho…” —Se detiene y

cioso está; este es ala de tiburón”. Se ríe. “Este yo lo

dice— “esta se llama hiedra…” ¿Por qué habla dis-

conozco como pachipodium, pero supuestamente

tinto de unas flores y de otras?

es palma de Madagascar, la flor es como un tipo de

Ella sabe que se trata de una planta y que a esta

cacaloxochitl; es el silvestre. Este es el arbolito de la

en particular le llaman “hiedra”. Intuye que entre

abundancia [de China]. Este es un tamarindo y estos,

la palabra “hiedra” y la planta hiedra hay una cul-

lima de chichi, una sábila, lluvia de oro… tulipanes…

tura de por medio, una cultura que la nombró de

los iridios, que no quieren florear, de Veracruz…

esa manera. Y sabe también, aunque no de cierto,

azalea, plumero, flor amarilla, palma, plumero, y

que esa planta no estaba ahí antes de 1521, sino en

esta es una magnolia, y estas también son bromelias,

los jardines de Europa o del Mediterráneo. De ahí la

una planta exótica; adelfas… un arbolito de tulipán

frase “esta se llama”, que no emplea al pasar por

africano, este es un cacaloxochitl, jazmín… y eso, ¡ay!,

la flor de cempoalxochitl. Para ella, la palabra y la

¿cómo se llama?” Indica un aretillo blanco con pis-

flor son lo mismo, porque le crecieron al mismo

tilos colorados, cobijado por el verde de las hojas, y

tiempo siendo niña.

exclama: “¡Bandera!”

1

Y doña Rufina sigue el recorrido: “… teléfono,

Al describir las flores de su pequeño jardín, ha

lágrima de niño, un tipo de orquídea al que le de-

pasado por varios idiomas y muchas regiones (África,

cimos el toro y la vaca…”

el Mediterráneo, Europa). Da nombres que crecie-

1 El entrecomillado indica que el texto se refiere al nombre y no al objeto denotado. Es decir, alude al conjunto de fonemas que conforman un nombre que, por convención social, se entiende como nombre de la cosa indicada. De ahí se deriva la importante consideración de la arbitrariedad del signo frente al objeto.

36

La gente de los pueblos se otorga a sí misma el

LOURDES ARIZPE

ron con ella y nombres que le dijeron para referirse a esas plantas y flores, junto con nombres que ella y los suyos decidieron usar para tal o cual flor.

INTRODUCCIÓN

37

En este breve recorrido por las plantas de la

giones: cacaloxochitl entre los nahuas; guichachi

herbolaria, las flores y la ornamentación hay un

y kakaluxochitl entre los “mexicanos” de la mon-

universo de pensamientos, un mundo de regiones

taña de lo que hoy es Guerrero; parandechicua

e historias, y un inventario de clasificaciones lin-

entre los purépechas; chak-sabak-nicte entre los

güísticas. Eso es un pequeño jardín de flores en un

mayas de Quintana Roo, y ukulhuitz entre los te-

pueblo de México.

nek (huastecos) de San Luis Potosí, entre muchos nombres no registrados.

UN PAÍS MEGACULTURAL Y DIVERSO Sin duda, a todos nos ha sucedido que, al pasar de

de mayo, flor de mayo roja, flor de cuervo y jacal

una región de México a otra y preguntar cómo se

(derivación de cacalotl, aunque con la jota espa-

llama una flor, obtenemos respuestas muy variadas.

ñola, herencia de la cultura árabe). Y como se uti-

No podía ser de otra manera, considerando que el

liza para combatir el dolor de oído, se le conoce

territorio fue poblado por varios cientos de porta-

también como “palo de oído” y “candelerillo”; este

dores de distintas culturas asiáticas y, en un descuido,

último término obedece a su consistencia seme-

africanas o, en todo caso, vikingas. Cada uno de esos

jante a la de la cera de abeja que se usaba en la

portadores traía en la mente su propio vocabulario

elaboración de las candelas.

para reconocer plantas, animales y flores. México, en tanto país megacultural, exhibe una alta densidad negociada de conceptos provenientes de distintas lenguas y culturas. Por ejemplo, la cacaloxochitl,2 flor originaria de México, se clasifica taxonómicamente por su nombre en latín, pero tiene muchos nombres en distintas re2 Reciben este nombre dos arbustos de la familia de las apocináceas, ambos de flores aromáticas; el primero es de jugo lechoso (Plumería acutifolia y E. rubra), y el otro, de flores tubulosas (Macrosiphonia brachysiphon). (Montemayor, Carlos. Diccionario del náhuatl en el español de México, 2007). Véase también: www.medicinatradicionalmexicana.unam. mx/monografia.php?i=3&t=Plumeria%20acutifolia&id=7302

38

Además, en diversas regiones se le llama flor

LOURDES ARIZPE

Por tanto, se le nombra en función de: su color, su forma, semejante a otro objeto, su textura y consistencia, su utilidad en la etnomedicina o cualquier otra referencia simbólica que exista en la mente de quien alguna vez se atribuyó el derecho de nombrarla.

En Mesoamérica, en el siglo xvi, Martín de la Cruz relata el uso de la cacaloxochitl para “la der-

matitis, micropsiquia y miedo”, y la reporta como

el mundo sencillo del cazador y leñador, del cam-

“ceremonial”. En la actualidad, en el sitio se enume-

yes, de los artesanos y de sus mujeres y niños es di-

ran sus nombres y sus usos diversos. Hace falta un

fícil de historiar, pues a los insignes varones cro-

mayor reconocimiento a la riqueza de estos cono-

nistas que escribieron la historia de lo acaecido

cimientos etnobotánicos. De ahí nuestro interés, en

después de la Conquista española, les interesaban

este libro, por mostrar cómo se utilizan y presentan

poco esos aspectos de la vida indígena cotidiana

las flores en ritos, ceremonias y festividades.

y menos aún de regiones apartadas del altiplano

Si con respecto a una sola flor, la cacaloxochitl,

central. Por eso existen grandes lagunas sobre

ya encontramos toda una constelación de nom-

este tema en las fuentes escritas, ya que las cró-

bres, ¿qué decir de todas las demás flores, de las

nicas más conocidas suelen exaltar solamente

cerca de 30 mil plantas que ofrece la biodiversidad

la historia del poder y la grandeza de los gober-

mexicana? ¿Cómo no van a ser las flores las que

nantes y demás agentes del imperio tenochca y

permitan a la gente hilar una urdimbre de cariños,

sus aliados, reflejando así los intereses estatales

de relaciones con la naturaleza y de significados

centralistas, tanto indígenas como europeos [Von

simbólicos?

Mentz, 2008: 21-22].

En las páginas siguientes, después de una bre-

La historiadora precisa que en la región de las

ve referencia a los datos históricos, describiremos

montañas de Cempoala, en el nororiente del esta-

la presencia de las flores en tres distintas comuni-

do de Morelos,

dades de Morelos —Ocotepec, Amilcingo y Zacualpan— y su utilización en el rito del Día de Muertos.

confluían varias culturas en el momento de la Conquista española: la antigua población chichimeca de

LAS FLORES EN MESOAMÉRICA

habla otomiana, los ocuilteca y los matlatzinca y

Las crónicas históricas sobre Mesoamérica no

luego los pueblos tepanecas, xochimilcas, mexicas

consignan mucha información sobre los elemen-

(o tenochca) y los nahuas de Tierra Caliente […] la

tos sensuales y simbólicos de la vida colectiva.

designación tlalhuica o tlahuica quizá estuvo re-

Brígida von Mentz explica que:

lacionada únicamente con su lugar de residencia. CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”

39

40

LOURDES ARIZPE

La designación “tierras bajas”, “hundidas” podría

Y añade:

ser una traducción de tlal-huic y estaría contrastada con tlal-nahuac, tierras planas, uniformes

Entre los dependientes o casas de renteros de Tla-

[…] Pero podría estar relacionada también, si el

cochtecuhtli estaban también dos casas de espe-

nombre de una etnia fuese tlahuica, con la raíz

cialistas de las flores (in xochipixcauh y in tlacuch-

tlahui-, con el color rojo, la lumbre y la luminosi-

tecuhtli ytoca) cuya única contribución era cuidar

dad [Ibid.: 64-65].

de las flores. Aunque en el primer caso el señor le CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”

Doña Victoria en su sembradío de flor, Amilcingo, Morelos © lo u r d e s a r i z p e < Tlacololeros de Zumpango del Rio, Guerrero: la exuberancia de la flor © lo u r d e s a r i z p e

41

> Para “Mamuchis” perritos de flor en el camino de bienvenida © lo u r d e s arizpe

había dado una sementera no muy grande (30 × 8

vamos a simular lo que era antes… sencillo, como lo

unidades) a este rentero y dependiente, este solo

que es original, esa es la meta, ese es el pensamien-

se encargaba de las flores y las mujeres de su casa

to de nosotros”. Y aclara que “este pueblo tiene su

elaboraban las mantas [Ibid.: 176-177].

antaño”. En efecto, Ocotepec quiere decir “lugar del cerro de ocotes”, porque antes había muchos de

Las flores, además, estuvieron entre los primeros productos que cruzaron los océanos de ida y

estos árboles, así como Xochitepec significa “Pueblo de flores” y Amatitlán, “Pueblo de amates”.

vuelta. Se fueron las cuetlaxochimeh (nochebuenas)

Luego de aclarar que en Ocotepec son tlahui-

y las cempoalxochimeh, pero llegaron las bugambi-

cas, don Luis explica con una sonrisa que su abuela,

lias y los alcatraces. Hoy, todas ellas se mezclan en

Plácida Flores Flores, “se enfloreó mucho”. Y con-

los patios y jardines de muchas casas mexicanas.

tinúa: “Yo quisiera que mi pueblo no perdiera sus

Diversas fuentes históricas confirman tam-

tradiciones, sus raíces, que no nos avergoncemos

bién que las regiones de Morelos eran conocidas

de nuestros antepasados, que no es ser ignorante

por sus cultivos de flores y por la predilección de

porque me digan indio; sino un indio despierto,

sus pobladores por adornarse con ellas. Todo in-

un indio que se sepa expresar tanto en náhuatl

dica que las tributaban a las ciudades ceremonia-

como en español. Eso es y, como digo siempre, si

les. A través de la etnografía se sabe, por lo tanto,

uno no se sabe palabras, tiene el derecho de decir

de su cultivo y utilización en múltiples prácticas del

que ‘no entendí lo que usted me dijo con esa pa-

patrimonio cultural inmaterial.

labra o en esa forma; quiero que usted me lo diga más sencillo y que yo pueda entenderlo’”. Ahora,

42

“MI ABUELA, PLÁCIDA FLORES FLORES,

explica, ya andan con otras cosas, “ya quebrantan

SE ENFLOREÓ MUCHO”

nuestras tradiciones. Eso está pasando por ganar-

En Ocotepec, un poblado enclavado entre Cuerna-

se unos centavos”.

vaca, Tepoztlán y Topilejo, las flores están siempre

Don Luis conserva el patrimonio cultural in-

presentes en las fiestas y ceremonias. Uno de sus

material de Ocotepec elaborando arcos de flores

habitantes, Luis Reyes Flores, dice: “A mí siempre

para los ritos del Día de Muertos y otras festivida-

me ha gustado la tradición, todo lo original… donde

des. Durante la visita estaba terminando un arco de

LOURDES ARIZPE

CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”

43

madera para después “enflorearlo”. Al día siguiente

Genovevo de la O. Se dividió la gente de Baraona, de

nos pidió que lo acompañáramos a cortar las “ver-

Ixtepec. Su jefe inmediato era Emiliano Zapata.

daderas flores de muerto” que, según dice, eran las

Entonces, había todavía ta’tli (el mandón, la au-

que antaño crecían silvestres en todos los campos

toridad), que tenía a su alrededor a sus achichincles.

precisamente en los meses de octubre y noviembre.

“Yo aprendí el náhuatl, pero ya no lo practico,

Lamenta: “Es lo que más que me acuerdo, porque,

ya no hay con quién. Mi esposa ya no quiere hablar

como le digo, me da tristeza. Porque yo con quien

mexicano, cuando se me atranca ella, que sabe cómo

hablo [en mexicano], como ahora que estamos pla-

hablarlo, me ayuda. Ya tenemos edad, ya nos tocó ser

ticando, cuando se encuentra uno, se va uno acor-

huehuetzin (viejos), y pesa ya. Cumplo 88, nací en

dando, cosas que ya se le olvidó, y se acuerda…

1924. Sí sufrimos algo”.

como decir tlazocamati (muchas gracias)”.

En el patio de su casa, rodeadas de guajolotes

Pedro Rosales Aguilar, también de Ocotepec,

y gallos, se asoman las flores que crecen dispersas

reitera que los pobladores son tlahuicas, de acuerdo

entre tejabanes, corrales y maquinaria agrícola.

con lo que sus padres le contaron. Según describe,

Según cuenta el entrevistado, su esposa se ocupa-

los colhuas, que venían de Culhuacán, llegaron a dos

ba de las flores de esos patios, pero ahora lo hacen

barrios de arriba, porque huían del valle de México

sus hijas con sus nietas.

pensando que los españoles no llegarían hasta allá.

44

Sus dos abuelas hablaban náhuatl. Su abuelo, quien

LOS PRADOS DE LA VERDADERA

murió en la Revolución, también era de Ocotepec,

“FLOR DE MUERTO”

donde, antes de que llegaran los españoles, “iban a

La verdadera “flor de muerto”, nos explica don Luis

hacer una pirámide y ya tenían el primer piso. Cuan-

—y en ello coinciden todos los entrevistados de Oco-

do pasaron los españoles, la calle se llamaba Camino

tepec— ­“no es el cempoalxochitl, que dura justamente

Real y llegó Hernán Cortés en 1526, con los fran-

20 días, el tiempo de la fiesta de Miquiztli”. En los

ciscanos. Empezaron la iglesia aquí en 1529”. Y allí

terrenos altos de Ocotepec, justo debajo de “la Pera”

quedó, sobre el primer piso de la pirámide. En 1920,

de la carretera México-Cuernavaca, hay grandes

después de la Revolución, su padre ingresó al cuar-

praderas de flores silvestres. Sobre el prado verde se

tel a los 16 años. Se integró al ejército del general

advierte una capa tenue de color amarillo-naranja.

LOURDES ARIZPE

La flor, a la que ahí le llaman tegajián, crece en for-

los “muertos chiquitos” y la del día 2 para los adul-

ma silvestre en todo el norte de Morelos. Es pequeña

tos, hay otra celebración previa: la noche de los “ma-

y tiene cuatro pétalos abiertos, como indicando los

tados”, es decir, de quienes fallecieron por muerte

cuatro rumbos de Mesoamérica. El último rumbo

violenta. En 2011 hubo 28 ofrendas para estos muer-

parece estar delimitado en el centro, mediante un

tos, la mayoría de ellos jóvenes asesinados. Debido

pequeño pistilo. Se invita a los familiares y amigos

a que la tristeza es grande, a estas ofrendas única-

a recolectar la flor en la época de la Miquiztli. Y con

mente asiste la familia inmediata. No es lo mismo la

ella se hace el camino que sale de la calle o vereda

ofrenda para una anciana que la elaborada en honor

principal hasta llegar a la casa y, de ahí, al altar de

de un joven cuya muerte pudo haberse evitado.

difuntos, repleto de flores y candelas.

Es así como se entreveran las ofrendas en

En las praderas se encuentra también la flor de

Ocotepec, para las que desde hace algunos años

pericón, que consiste en pequeños amasijos de di-

se hacen arcos de flores. Según explica don Luis,

minutas flores amarillas y blancas. Con ella, cada 28

“esto no era usual hace 30 años, pero, empezando,

de septiembre se hacen atados en forma de cruz que

uno dice ‘lo vi bonito’, y pos ora todo el mundo

se colocan en las puertas de las casas con la finalidad

pone arco para la ofrenda nueva, sea de flores, sea

de ahuyentar a los malos espíritus. Además, el peri-

de papel… de cualquier cosa. Para nosotros, como

cón es una flor medicinal y, una vez seca, se apartan

creencia, la ofrenda tiene que estar terminada a

los pequeños tallos que se utilizan para ahuyentar

las doce horas del día. Y en náhuatl decimos:

a los mosquitos de las habitaciones. Como abunda en la época de la Miquiztli y es muy dúctil, también

‘Tonantzin (madrecita), donde estés, escúchame,

se le emplea en los arreglos de arcos y ofrendas.

xicualla trae mota’tzin, moicnihuan, mopilhuan (ven, trae a tu papacito, a tus hermanos, a tus hijos)

“RECORDATORIO DE NUESTROS FINADOS”

nimiztlali xochitl (te puse flores)

En Ocotepec, como en tantos otros pueblos de

nimiztlali candela (te puse candela)

México, las flores desbordan los portales y altares en

nimiztlali tlaxcalli (te puse tortillas)

el Día de Muertos. Y, también como en otros pueblos,

nimiztlali molli (te puse mole)

además de la ceremonia del 1 de noviembre para

nimiztlali chilama (te puse jícama) CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”

45

> Ofrenda nueva a doña Victoria Rosales que murió a los 102 años © lo u r d e s arizpe

umbrales a sucesivas cámaras de lo sagrado.

SIN DUDA, A TODOS NOS HA SUCEDIDO QUE, AL PASAR DE UNA REGIÓN DE MÉXICO A OTRA Y PREGUNTAR CÓMO SE LLAMA UNA FLOR, OBTENEMOS RESPUESTAS MUY VARIADAS.

Al parecer, en Mesoamérica se portaban en las ofrendas o indicaban los umbrales de los sitios ceremoniales. En el México de hoy, los arcos de flores adornan monumentos e iglesias en la fecha de celebración y, en todas partes, el Día de Muertos señalan la entrada de los difuntos hacia el hogar de los vivos. “Con entusiasmo ponemos la ofrenda, porque así me mandó Dios”, asegura don Luis, para luego describir el portal de flores que puso con

nimiztlali popochcomitl (te puse sahumerio) nimiztlali mochiquihuitl (te puse chiquihuite) nimiztlali moayatl (te puse el ayate) nimiztlali mopaño (te puse el paño) motlahualli ticuigas (tu comida para que te la comas )’ ”.3

ENTRAR O SALIR A TRAVÉS DE LAS FLORES En las culturas se observa con frecuencia que los arcos se utilizan con un grado muy alto de simbolismo. Estos elementos separan las esferas pública y privada en sociedades del Mediterráneo. En los templos hinduistas marcan los 3 Las palabras en náhuatl se transcriben literalmente, sin atender a su ortografía o gramática correcta según variantes clásicas del náhuatl, además de que se respetan las frases y palabras del castellano intercaladas.

46

LOURDES ARIZPE

la ayuda de sus hijas. Para ambos lados del arco confeccionó dos iglesias con pericón blanco, aunque un poco manchado de gris, “porque es una iglesia vieja, hecha hace 400 años; se ve fea, pero porque así es la piedra cuando es vieja”. Al preguntarle por qué las torres no tienen campana, responde exasperado: “Pues porque se las robaron”. Y matiza diciendo que hay que recurrir al buen humor, hay que “estar gozoso”. “Tlalizqueh xochitl”, dice Pedro Rosales para indicar que se van a poner flores. Además de la tegajián, en el caminito se pone una flor azul, “que florea en el monte; se ve como mazorcas (yelopitzin), tiene forma como de un elote (yelotl) y es para los muertos”. Y explica también que antes se ponían ceras y ocote para alumbrarse, así como pescado

CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”

47

que llegaba de todas las lagunas y ríos, como la

gar por el arco de flores se trata de una ofrenda

laguna de Zempoala. De igual manera, se colocaban

nueva. El señor Juan Mateo comenta: “Estamos

velas “escamadas” en cuya confección destacan los

velando a María Elena Díaz Morales, mi esposa,

artesanos de Ocotepec y otros pueblos morelenses.

que murió en mayo, y a mi mamá, Victoria Rosales

Con la misma cera de abeja se hacen adornos

Mendoza, quien tenía 102 años. Nació el 2 de

muy elaborados que se adhieren a las candelas;

junio de 1910”.

la mayoría de esos adornos son representaciones

Bajo los paños de azul celeste y el suelo api-

de flores. “Cuando los españoles, en la iglesia

sonado con tezontle, más de 50 personas están

les perdonaban del trabajo forzado porque eran

sentadas o moviéndose. Otras 20 atienden a los

artesanos. Así se siguió la tradición de confeccionar

asistentes repartiendo tortillas, tamales y un sa-

velas ‘escamadas’, pero se está perdiendo”.

broso guisado de cerdo. Todos platican, comentan

Don Pedro añade que, al caer la noche, se decía:

lo profuso de las ofrendas llenas de flores, colo-

“Amo titlatia candela” (no has prendido la cande-

res y objetos. “Ponemos ‘flor de muerto’, que tiene

la), seguido de “tiazqueh ni papanogan” para indi-

dos colores, la chica y la más grande; son diferen-

car que “se va a pasar al otro lado cuando se muere

tes, con otro aroma. La gladiola es dondequiera

uno; como en el catolicismo, que hay otro lado”.

para un festejo, un cumpleaños, una boda. Se ponen esos arreglos. El crisantemo es para que com-

48

“SE VAN NOMBRANDO

plemente el color; por ejemplo, esa gladiola va a

A LAS PERSONAS QUE QUEREMOS

ser de flor roja y, para que combine, le ponemos

QUE VENGAN A LA OFRENDA”

esa flor blanca, y si fuera gladiola blanca, le pon-

Es 1 de noviembre de 2011, y Juan Mateo Ortega

dríamos otra clase de flor, que sería de otro color.

Rosales preside la ofrenda en su casa: “Le deci-

Para nosotros es que se vea bien el arreglo. [La flor

mos a mi mamá que traiga a sus papás, a sus her-

de] terciopelo también la usamos para el arreglo”,

manos (que se fueron todos, que también ya es-

abunda don Juan Mateo.

tán descansando), a mi papá, que se nos adelantó

“Según mi papá —continúa—, el morado es el

hace 15 años”. La ofrenda doble ocupa todo el

color de la pasión y la tristeza. Se usa morado y

predio donde están las casas de sus hijos. A juz-

blanco cuando fallece una persona. También se

LOURDES ARIZPE

usa el color naranja, pero esa es tradición de otro

“TARDE O TEMPRANO

país. Ahora ya vienen de otros países, de Canadá,

NOS VAMOS A IR TODOS”

de Alemania. Para nosotros es bonito que nos visi-

Pasan las horas y los días. Quienes reciben el aro-

ten, que saquen una película. Estamos contentos,

ma de las flores y la comida son “los que faltan”,

estamos agradecidos”.

“los que ya se fueron”, “los que se nos adelanta-

Seguimos platicando con él y comentando,

ron” y que, en todo caso, están aquí. Las flores se

entre otras cosas, cómo en la ofrenda dedicada a

reparten entre los vivos para nacimientos, bau-

su mamá pusieron el tletlecuil, el metate, el mol-

tizos, bodas, días de guardar y fiestas que se im-

cajete, el chiquihuite, el ayate… todo aquello que

provisan de repente. Hay tantas flores en México

se usaba en las cocinas de antaño. Sigue pasando

que son ineludibles en cada recorrido, cada paseo,

muchísima gente; los hombres se acercan y emi-

cada jardín, cada traspatio.

ten algunas palabras en voz alta. Los jóvenes se

Aun en otros países, los migrantes mexicanos

arremolinan en las esquinas. Los niños se aso-

se dedicaban a las flores, como el señor Arturo

man a la ofrenda; ven cazuelas de mole, de pollo

Flores, hoy presidente de la Asociación Central de

y de tamales, junto con pirámides de panes, tor-

Cultivadores de Flores de California.

tilleros llenos de tortillas, cervezas y refrescos, botellas de tequila y, en fin, todo lo que las dos di-

Las flores esperan y con las flores se van en el Día de Muertos, como dijo el señor Luis:

funtas seguramente ofrecieron generosamente en vida. Después de un rato platicando, a don

Tla toteotl quinequi (si Dios quiere)

Juan Mateo se le llenan los ojos de lágrimas: “Yo

Ninemiz ascaltesxibe (si vivo de aquí a un año)

no quisiera estar aquí. Yo quisiera que mi esposa

Nimichias (te espero)

y mi mamá estuvieran aquí poniendo la ofren-

Tla’cmo (si no…)

da para otros que fallecieron. Pero vamos a salir

Tihualasqueh (vamos a venir).

adelante”.

CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”

49

> El señor Arturo Flores, migrante mexicano, hoy presidente de la Asociación Central de Cultivadores de flores de California, entre sus flores © a rt u r o f lo r e s

BIBLIOGRAFÍA Arizpe, Lourdes (2008). “The Ritual and the Promise: Why People Value Social Ritual?”, en M. Hutter y David Throsby, Beyond Price: In Search of Cultural Value. Cambridge, Cambridge University Press. ________ (2009). Patrimonio cultural inmaterial de México: ritos y festividades. México, Cámara de Diputados, crimunam y Miguel Ángel Porrúa (segunda edición, 2011). ________ (coord.) (2011). Compartir el patrimonio cultural inmaterial: narrativas y representaciones. México, crim-unam y Dirección General de Culturas Populares, Conaculta. Barthes, Roland (1963). “L’imagination du signe”, en Essais Critiques. París, Ed. Seuil. Broda, Johanna (2004). “Ciclos agrícolas en la cosmovisión prehispánica: ritual mexica”, en Johanna Broda y Catharine Good (coords.), Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas: los ritos agrícolas. México, inah-unam-Instituto de Investigaciones Históricas, Conaculta. Foucault, Michel (1984). Les mots et les choses. París, Harmattan. Sautron, Marie (1999). Le chant lyrique en langue nahuatl des anciens Mexicains: la symbolique de la fleur et le oiseau. París, Septentrion.

CONSULTAS EN LÍNEA http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx Consulta: 22 de abril de 2013

INTRODUCCIÓN

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52

LOURDES ARIZPE

LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA

Un día, los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los pardos terciopelos de la falena, y entonces se sabrá con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema. Alejo Carpentier Los pasos perdidos

L

a simple mención de la civilización azteca evoca en nuestra memoria colectiva una serie de imágenes de imponentes pirámides, esculturas en jade y oro, vestimentas con grandes plumas multicolores, danzas, música de tambor y flauta.

Recuerda, sin duda también, el canto del cenzontle, pájaro de las 400 voces; el enervante perfume de las flores y el amor a nuestro hermano, el hombre; del máximo poeta azteca, Nezahualcóyotl. Sin embargo, en esa memoria colectiva es difícil encontrar rastros del cacao floreciente, las flores de licor divino, la asamblea de águilas y tigres, el hermoso faisán y las < Mariposa que danza la flor de bugambilia © e d i t h p é r e z f lo r e s

sonajas floridas que poblaron los cantos y la poesía en lengua náhuatl antes de la llegada de los españoles. El patrimonio 53

> Huitzilin con azar de limón © edith pérez

inmaterial de la humanidad está constituido por

ticas, como la pintura y la música. El poeta bus-

aquella parte invisible que reside en el espíritu

caba equivalencias pictóricas o musicales en el

f lo r e s

mismo de las culturas. La cultura mexica, como

interior de su poesía (Garibay, 2007).

54

otras civilizaciones mesoamericanas, dejó con-

Confería a su canto una búsqueda del signifi-

centrado su saber en la memoria de sus antepasa-

cado de la existencia humana. La poesía tenía una

dos y la tradición oral.

gran importancia en la sociedad mexica y gozaba

En la antigua Grecia, el poeta era un artista

de gran estima. Los jóvenes nobles acudían al cal-

que recibía la inspiración de las musas y cantaba

mecac para aprender, entre otras cosas, el arte

las hazañas de los dioses o de los héroes acom-

de la poesía y a los cuicacalli para aprender el arte del

pañándose de una lira. Posteriormente, el poeta

canto.

latino, también inspirado por las musas, inter-

Todos los cantos que ahora conocemos provie-

pretaba las hazañas; se distinguía de los otros

nen de dos manuscritos: los Cantares mexicanos y

humanos por ese “don” que le había sido confe-

los Romances de los Señores de la Nueva España.

rido, pero permanecía “hombre” con todas sus

El primero forma parte del fondo franciscano de

debilidades.

la Biblioteca Nacional de México. El manuscrito

En los pueblos mesoamericanos, el poeta era

de los cantares no solo contiene los textos de los

el encargado de entonar los cantos, pero también

poemas, sino también información relacionada

era el dador de vida. Cantaba el misterio de la

con ciertas circunstancias históricas. El segundo

naturaleza y su relación con el hombre. El poeta

se encuentra en la sección “Genaro García” de la

se servía de las palabras que evocaban objetos o

Universidad de Austin, en Texas.

situaciones próximas a él, es decir, con la poesía,

Los estudios actuales sobre literatura náhuatl

que es un arte descriptivo, embellecía la realidad

siguen siendo escasos y forman parte de investi-

ordinaria, no la limitaba a una pintura ilusoria. La

gaciones más centradas en aspectos antropológi-

poesía como forma de conocimiento intuitivo del

cos y arqueológicos. El trabajo del sacerdote Án-

mundo. Era una actividad esencial, era un sacer-

gel María Garibay constituye el punto de partida

docio. La poesía mantenía estrecha relación con

y de referencia de cualquier estudio sobre nuestra

los elementos de la naturaleza y con formas artís-

literatura prehispánica.

ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA

LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL

55

CARACTERÍSTICAS

altas formas de belleza. Así pues las flores, las aves,

DE LA POESÍA NÁHUATL

las piedras preciosas, el oro y, en general, todos los animales y objetos que se evocan constituyen los in-

La poesía convierte la piedra, el color, la palabra y

gredientes privilegiados de esta poesía y conservan

el sonido en imágenes […] y se sirve de ellos para

su primer significado” (Garibay, 2007: 129).

que recobren su naturaleza original. Esta ope-

El náhuatl posee una capacidad de juntar

ración paradójica y contradictoria produce la ima-

raíces y semas y goza de una libertad extrema

gen. Cada poema es único. En cada obra late, con

en la construcción lingüística y sintáctica de las

mayor o menor intensidad toda la poesía. Por tanto,

unidades de significado, en la formulación de

la lectura de un solo poema nos revelará con ma-

conceptos y en la creación musical, melódica y

yor certeza que cualquier investigación histórica o

rítmica (Sautron, 1999: 81). Este aspecto multi-

filológica qué es la poesía [Paz, 2003: 29].

forme y abierto de la lengua provoca una acumulación de imágenes; de allí la inspiración poética.

56

Como ya mencionamos, la fuerza de la poesía

Asimismo, muchos términos en náhuatl están

náhuatl reside en la relación entre la experiencia

intrínsecamente habitados por sonidos que los

del mundo y la presencia de los dioses, así como en

acercan en cierta medida a la onomatopeya.

la fuerza de las emociones masivas que se proyecta

Igualmente, la pronunciación de cada palabra es

en una visión visceral y hasta inocente de la vida.

portadora de sonidos y suscita, entre otros aspec-

La poesía es designada por un par de metáforas: in

tos, un clima, despierta una impresión, insinúa

xochitl, in cuicatl, “la flor y el canto”. Esta denomi-

un sentimiento, desencadena una emoción y, ade-

nación denota una actividad espontánea, un instan-

más, contribuye a hacer crecer el tenor musical

te efímero de belleza y de verdad, simbolizada por

de algunas palabras o emociones (Sautron, 1999:

el canto y la flor. Según los mexicas, la flor se dirige

87). Un ejemplo de esto es la palabra huitzilin o

hacia el cielo y el canto vuela hacia los aires. “La

huitzitzilin, que significa “colibrí”. Estas palabras

poesía es a la vez colores, melodías, sonoridad. Pa-

transcriben el sonido agudo tan rápido y casi

labras, frases, ritmos que suscitan emociones, des-

inaudible de la oscilación de las alas de dicha

piertan sentimientos y abren el espíritu a las más

ave, que producen ese zumbido.

ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA

Tzilini (sonar) Tzi- tzilini (sonar ruidosamente)

En náhuatl, la palabra se caracteriza por la unión o aglutinación de dos o más raíces representadas generalmente por un radical y afijos, pre-

El prefijo en este caso redobla e intensifica la

fijos y sufijos de tipo nominal, adjetival, verbal,

acción del verbo, acentuando así el sonido produ-

personal y posesivo. La formación del sustantivo

cido por el colibrí.

obedece, por ejemplo, a una regla común: la

El binomio in izquixochitl, in cacahuaxochitl

unión de un radical que sea de una forma absolu-

unifica literalmente “flor de maíz tostado, flor de

ta o de una composición de dos o más unidades

cacao”. Sin embargo, en términos metafóricos es

y de un sufijo nominal. Por ejemplo, papalo-tl

la expresión de la belleza por excelencia, del refi-

(mariposa) cuauh-tli (águila) quechol-li (ave de

namiento, de la riqueza, del prestigio de los hom-

cuello de hule).

bres, de las ciudades, de los cantos, de la música, del placer, de la alegría.

Otros sustantivos pueden formarse a partir de ese radical (Garibay, 2007: 78):

La complicidad lingüística de esas dos flores se traduce en un solo término: cacahualzquixo-

Papalo-calli (casa de mariposas)

chitl. Al juntarlos en una sola flor, una morfolo-

Cuauh-cuicatl (canto de águila)

gía y un aroma muy distintos amplifican y mag-

Quechol-tototl (pájaro hermoso)

nifican la belleza y las sensaciones. En suma, los dos miembros del binomio se interpretarán para designar un solo orden de imágenes metafóricas.

Y de ahí las combinaciones se multiplican con gran facilidad:

Así, pues, este aspecto multiforme y abierto de la lengua propicia una acumulación de imá-

Sustantivo + sustantivo:

genes. La creación poética implica una cierta in-

Teotl-texcalli-teotexcalli (piedra divina)

accesibilidad y un contenido metafórico hermé-

Pronombre posesivo + sustantivo:

tico, que puede implicar un fallo en la traducción

no cuauh (mi águila)

debido a las restricciones de nuestra mentalidad

Sustantivo + adjetivo:

occidental.

Teocuitlaxochitl (flor aurea) LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL

57

58

ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA

Sustantivo + verbo:

LA LENGUA Y SU FUNCIÓN METAFÓRICA

Nixochitemoa (busco flores)

Una de las expresiones de la metáfora que el ná-

Sustantivo + prefijo personal verbal:

huatl valora particularmente es la que Ángel

Ni tecuhtli (soy príncipe)

María Garibay designa como “difracismo” y que

Sustantivo + prefijo personal nominal:

consiste en juntar dos metáforas para expresar

Nocal (mi casa)

simbólicamente un pensamiento. Por ejemplo,

Verbo + verbo (yauh) para indicar disposición a la acción:

in atl, in tepetl, in ihuitl, “el agua, la montaña”, y metafóricamente, el imperio, la ciudad, como

Nitlawayauch (voy a comer)

un recordatorio de la posición geográfica de las

Adverbio + verbo:

altas planicies de México, donde reinaba el im-

Nacotlachia (veo hacia arriba)

perio azteca entre montes y lagunas.

Chico_mal (al revés)

< Flor de suave algodón © edith pérez f lo r e s

Las fronteras son siempre imprecisas y las

Chicomati (sospechar)

imágenes están constantemente en movimiento.

Adjetivo + sustantivo+sujeto posesivo:

Los poemas son pequeñas secuencias, que parti-

mo-xochi-huehue-uh (tu tambor florido)

cipan en la instauración de una unidad de comprensión, a veces inaccesibles.

De una manera general, la unión de dos o más

La palabra genérica para designar “flor”, xo-

raíces no se limita a una yuxtaposición de ideas.

chitl, aparece aislada, en composición con otros

Al contrario, remite a un concepto de conjunto

vocablos, colocada a voluntad en la cabeza de

muy particular: el canto del águila no se refiere al

un grupo de palabras como prefijo, con el valor

canto del pájaro, sino a una composición poética

de un adjetivo, insertada en el corazón de una

que tiene por tema la guerra.

expresión o al final de una combinación de vo-

En toda combinación terminológica náhuatl,

cablos y utilizada de manera activa o pasiva. Su

el elemento final es generalmente determinante

posición no es fruto del azar; lleva y soporta la

en el eje semántico.

acción a la vez. Esta función lingüística le otorga un papel esencial en la sintaxis de la lengua y, sobre todo, del discurso lírico (Sautron, 2001: 44). LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL

59

©

> Flor que te quiero en racimo, racimo de plátano edith pérez f lo r e s

Ya se estremece, ya se esparce […]

EN LOS PUEBLOS MESOAMERICANOS, EL POETA ERA EL ENCARGADO DE ENTONAR LOS CANTOS, PERO TAMBIÉN ERA EL DADOR DE VIDA. CANTABA EL MISTERIO DE LA NATURALEZA Y SU RELACIÓN CON EL HOMBRE.

Tú te has convertido en árbol florido: Abres tus ramas y te doblega: Te has presentado ante el dador de vida: En su presencia abres tus ramas: Nosotros somos variadas flores.

En estas líneas encontramos un diálogo entre dos poetas y se compara al rey Nezahualcóyotl con el árbol florido de Tamoanchán que podemos observar en los códices y murales de Teotihuacan. Y continúa más adelante: Flores de cuervo, flores de manita

La palabra xochitl es un verdadero paradigma

Tú esparces, tú haces caer

polivalente, reutilizable en múltiples contextos y

En medio de las flores.

que recubre diferentes aspectos de concentración

Ah sí, soy feliz,

semántica y simbólica. Es alrededor de ella que el

Yo, el príncipe Nezahualcóyotl

discurso poético se desarrolla. En ella reposa una

Juntando estoy joyas, anchos penachos de quetzal,

gran parte de la capacidad evocadora del canto

Estoy contemplando el rastro de los jades.

náhuatl. En el canto:

En este ejemplo, cacaloxochitl (flor de cuervo) se refiere a la Plumeria acutifolia que se ofrecía en

60

El árbol florido

la fiesta de Tlaxochimaco y figura en el Códice Ba-

Ya se difunde, ya se difunde nuestro canto

diano. La otra es mayexochitl (flor de manita), que

En medio de joyas, en medio de oro

se refiere a la Chiranthodendron pentadactylon,

Se ensancha el árbol florido

una flor vistosa de color rojo intenso, solitaria y

ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA

LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL

61

Flor silvestre que saludas a la flor milpa seca © edith pérez f lo r e s

con el aspecto de una mano con garras. Figura en

Que por todo el país son libadas:

el Códice Florentino (Garibay, 2007: 44). Am-

¡eso son los príncipes!

bas flores en este canto comparan las cosas más

Maravillosamente perduran en Colhuacan

ricas, como los jades y los plumajes finos, y se ex-

Las preciosas pinturas y el cúmulo de libros:

presa a través de ellas que finalmente todo se des-

Allí perduran siempre las flores preciosas,

truye, como la vida de una flor; es un reflejo de lo

Allí abren sus corolas flores del corazón.

efímero de la vida humana (Ibid.: 44). Colhuacan era para los mexicanos el solar de La ofrenda perpetua

su nobleza. Decir que allá están las pinturas y los

Allí perduran siempre las flores preciosas,

libros es como si se afirmara que en tal archivo

Allí abren sus corolas flores del corazón.

está escrito su abolengo.

Son flores del autor de la vida

62

ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA

Las flores cacahuaxochitl y yoloxochitl (Talauma

Flores de cuervo

mexicana) se entienden aquí como las flores de Dios:

Se están entretejiendo:

los corazones humanos fruto de la Guerra Florida.

¡Ah, son tus flores, Oh, Dios!

En la guerra con Chalco

Solo hemos venido a tomar prestados

con águilas y con tigres

Tu tambor florido,

haya abrazos, oh príncipes.

Tu sonaja,

Hacen estruendo los escudos.

Tu canto:

Ésta es la unión para hacer cautivos.

¡Ah, son tus flores,

Sobre nosotros se difunden,

Oh, Dios!

sobre nosotros llueven las flores de la batalla.

Observamos en el canto la apelación a los Este poema corresponde a las guerras de

sentidos. La vista percibe el amarillo de las flores;

Chalco y está formado por cuatro cantos entre-

el oído el tambor, la sonaja y el canto; el olfato lo

lazados que figuran en el Códice en Cruz. Es un

oliente de las flores, y con el tacto se entretejen

canto lleno de motivos florales, todos ellos en sen-

las flores. El simbolismo de la flor en sus cinco

tido figurado. Por ejemplo, la necalizxochitl (flor

sentidos para expresar lo efímero del mundo, la

de batalla) representa el prisionero que en ella se

tristeza al principio, el ánimo y la fuerza al final. Como diría Octavio Paz: “una sociedad sin

atrapa.

poesía carecería de lenguaje. Todos dirían la misAmarillas flores,

ma cosa o ninguna. La sociedad creadora se trans-

Flores bien olientes,

forma en poema vivo, y de poema, en vida social,

Flores preciosas,

en imagen encarnada” (Paz, 2003: 253).

©

> Flor de frijol chino en temporal edith pérez f lo r e s

BIBLIOGRAFÍA Garibay K., Ángel María (1964). Poesía náhuatl. México, unam-Instituto de Investigaciones Históricas, Seminario de Cultura Náhuatl. ________ (1992). Historia de la literatura náhuatl. México, Porrúa, colección “Sepan Cuántos…”, núm. 626. ________ (1997). Panorama literario de los pueblos nahuas. México, Porrúa, colección “Sepan Cuántos…”, núm. 22. ________ (2007). La llave del náhuatl. México, Porrúa, colección “Sepan Cuántos…”, núm. 706. Paz, Octavio (2003). El arco y la lira. México, Fondo de Cultura Económica. Sahagún, Fray Bernardino de (1992). Historia general de las cosas de la Nueva España. México, Porrúa, colección “Sepan Cuántos…”, núm. 300. Sautron, Marie (1999). La nature polisyunthétique de la langue Nahuatl classique et son rapport avec la création poétique. Villeneuve-d’Ascq, Septentrion. ________ (2001). “In izquixochitl in cacahuaxochitl. Presencia y significación de un binomio floral en el discurso poético náhuatl prehispánico”, en Literatura mexicana. México, unam-Instituto de Investigaciones Filológicas.

CONSULTAS EN LÍNEA http://www.reunion.iufm.fr/Recherche/Expressions/17/ Sautron.pdf. Consulta: 24 de diciembre de 2012.

INTRODUCCIÓN

65

LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES ENTRE LOS NAHUAS DEL ALTO BALSAS, GUERRERO CATHARINE GOOD ESHELMAN

E

l presente trabajo se basa en la investigación etnográfica realizada en una región indígena nahua-hablante, en el estado de Guerrero. Aquí describimos una serie de contextos sociales y rituales destacando el uso de las flores. No obstante

que nuestra investigación se centra en la vida económica, la organización social y la acción ceremonial en general, sin atención especial en las flores, los registros fotográficos y los diarios de campo documentan la omnipresencia de las flores en una gran variedad de momentos de la vida colectiva de la comunidad. Antes de proponer una interpretación sobre la inten< Flor que corona tu cuerpo de espinas © e d i t h p é r e z f lo r e s

cionalidad y eficacia de las flores desde la perspectiva de los nahuas, describimos cuándo, dónde y cómo las utilizan. Esto 67

incluye necesariamente su arreglo para su uso en

Los cerros inmediatos más altos llegan a tener

situaciones de diferente índole.

1 ,200 metros de altura. El paisaje se transforma dramáticamente entre la época de calor y sequía

LA REGIÓN Y SU ECOLOGÍA

y la época de lluvias. Hay largas y calurosas tem-

Para esta investigación nos enfocamos en ocho

poradas de sequía, entre octubre y mayo, y cortas e

pueblos que desarrollaron un extenso comercio de

intensas temporadas de lluvias, de junio a septiem-

artesanías para el turismo, a partir de 1961, cuando

bre. La escasa precipitación afecta negativamente

empezaron a trasladar motivos estilizados pintados

a la agricultura. La lluvia es tema central en la vida

en la alfarería tradicional al rústico papel amate en

ritual, y estas difíciles condiciones ecológicas ex-

San Agustín Oapan y Ameyaltepec. Durante 30 años,

plican en buena medida la importancia simbólica

estas ocho comunidades y otras vecinas alcanzaron

de las flores en estos pueblos. Además del culti-

un buen nivel de prosperidad económica por la

vo de las milpas durante la temporada de lluvias,

venta de artesanías en toda la República Mexicana

los nahuas aprovechan su entorno para recolec-

(Good, 1988), pero desde 1994, sus ingresos han dis-

tar diferentes tipos de quelites, frutas, semillas e

minuido sustancialmente. No obstante, la ausencia

insectos comestibles;1 obtienen plantas medici-

prolongada de los habitantes de esas comunidades,

nales, leña para la cocina, materiales de construc-

debido a la venta ambulante, siguen reproduciendo

ción como la palma, el zacate o los cactos para la

aspectos clave de su tradición cultural náhuatl, que

vivienda tradicional, junto con flores y hojas tier-

se observa en su intensa vida ceremonial plasmada

nas y verdes para adornar altares y ofrendas.

en las pinturas sobre papel amate, donde representan los ritos, los paisajes de su entorno, junto con las

LAS FLORES ENTRE LOS NAHUAS:

costumbres de la gente (Good, 2001).

OBSERVACIONES ETNOGRÁFICAS

Todos los pueblos de la región del Alto Bal-

En la región del Alto Balsas, la palabra más común

sas se encuentran entre 500 y 800 metros sobre

para designar “flor” es xochitl, aunque este término

el nivel del mar, en medio de la accidentada Sierra

se utiliza también para las hojas nuevas de árboles

Madre del Sur, en una zona de bosque tropical seco caracterizado por flora y fauna endémica. 68

CATHARINE GOOD ESHELMAN

Para una lista completa, véase González y Hersch, 2005: 116-168.

1

o caña que se ponen en las ofrendas cuando em-

jos de hojas verdes que se dan toda la temporada de

piezan a retoñar. Por su parte, celic se refiere a la

sequía en lugares húmedos o después de caer las pri-

ternura de las hojas o flores nuevas que empiezan a

meras lluvias, en mayo o junio. Por lo regular, los

darse pero que aún no brotan. No es una zona pro-

niños o niñas de 7 a 11 años van en grupos a jugar al

ductora de flores comerciales, pero muchas fami-

campo y buscan estas flores silvestres. Los adultos,

lias siembran cempoalxochitl en las milpas y en sus

hombres y mujeres, pueden traerlas cuando van al

patios. También cuidan plantas que florean en

monte para diferentes propósitos, como cortar leña,

macetas sin fines rituales o sociales importantes;

acarrear agua o lavar ropa en manantiales alejados

más bien las aprecian como adornos que “refres-

del pueblo; recolectar plantas o frutas comestibles;

can” el ambiente con su follaje y color. Recolectan

trabajar en las milpas, o vigilar el ganado mayor.

otras flores en el campo, especialmente la flor de

Los habitantes originarios de la zona com-

mayo o cacaloxochitl y la bromélida, así como mano-

pran flores en comunidades campesinas alredeLOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES

Huentle, ofrenda de comida “a los Aires”, Coatetelco, Morelos © edith pérez f lo r e s

69

70

dor de Iguala que se especializan en la siembra co-

tas para ofrecer cempoalxochitl y flor de terciopelo

mercial. En este caso prefieren las gladiolas, por

para las ofrendas.

sus variados colores brillantes, y los nardos, cuyo

Las propiedades de las flores que aprecian los

aroma dulce es muy apreciado. Desde el inicio de

nahuas son principalmente el olor y el color. La for-

este trabajo de campo en Ameyaltepec, en 1977,

ma puede ser una consideración adicional, aunque

observamos que, de regreso al pueblo, los comer-

no es necesario que la flor sea perfecta mientras

ciantes compraban grandes rollos de estas flores y

tenga un color fuerte y un aroma agradable, fresco.

los transportaban desde la carretera hasta su casa

El olor es tan importante que los nahuas siempre

en burros o mulas para después llevarlos a la igle-

incluyen la albahaca en las ofrendas, sobre todo las

sia de la Virgen de la Concepción. Consideraban

hojas verdes con las pequeñas espigas de flores pur-

que ella les había enseñado el trabajo de pintar

púreas. Casi todas las casas tienen matas de estas

en papel amate y vender artesanías, un negocio

plantas, ya sea en el patio o en macetas, que utili-

muy lucrativo en esa época. Agasajar a la Virgen

zan como flor para las ofrendas, no para sazonar

con estas flores era una manera de agradecerle la

la comida. Por su parte, la palabra ahuiac significa

prosperidad. A partir de los años noventa empe-

“algo con un aroma agradable, dulce o perfu-

zaron a usar arreglos de flores artificiales como

mado”: puede referirse a la comida o a las flores,

parte de las celebraciones de la clausura del curso

igualmente los hombres dicen esto de una mujer

escolar. Algunas familias incluyen ahora arreglos

atractiva. El énfasis en el olor tiene que ver con la

comprados de flores frescas —alcatraces, crisan-

capacidad de atraer y guiar a entes no corporales,

temos, claveles o margaritas— para las ofrendas

junto con la flama de las velas, el incienso y el so-

del Día de Todos los Santos. Estas variedades

nido de la música o las plegarias.

figuran como complementos; no sustituyen a las

Dicen que los santos y los difuntos consumen

flores tradicionales: cempoalxochitl, cacaloxochitl

los olores y sabores de las ofrendas, pero no las co-

y flor de terciopelo. El Día de Todos los Santos

men porque carecen de cuerpo. Por este motivo, los

hay una gran demanda de flores, y desde la aper-

platillos y las bebidas deben tener sabores fuertes:

tura de los caminos de terracería, a finales de los

mucha canela en el café, el atole, o el chocolate;

años ochenta, llegan los vendedores en camione-

mucho chile y hierbas como el laurel, el cilantro,

CATHARINE GOOD ESHELMAN

la hierbabuena en el caldo de pollo; mucha fruta madura. El incienso de copal y las velas de cera de abeja u hormiga, que emiten un olor dulce distintivo, atraen a las almas y a otros entes a los altares. Todos los seres sobrenaturales, incluyendo los santos, disfrutan de los vapores, sabores y aromas, lo que los nahuas describen como tlazohtic, “algo apreciado” o “la esencia” que pueden llevar consigo. De ahí la importancia de las flores y las hojas con olor fuerte. Las flores aparecen constantemente en las ofrendas tanto para las imágenes de los “santos”, lo que incluye además cruces, vírgenes y cristos, como para los difuntos. También están presentes en ceremonias agrícolas o ritos dedicados a diferentes elementos naturales personificados, como los manantiales, los cerros, las cuevas, las hormigas y los aires.

LAS PROPIEDADES DE LAS FLORES QUE APRECIAN LOS NAHUAS SON PRINCIPALMENTE EL OLOR Y EL COLOR. LA FORMA PUEDE SER UNA CONSIDERACIÓN ADICIONAL, AUNQUE NO ES NECESARIO QUE LA FLOR SEA PERFECTA MIENTRAS TENGA UN COLOR FUERTE Y UN AROMA AGRADABLE, FRESCO.

Las flores se transfieren con otros bienes entre diferentes grupos de personas estructuralmente dis-

nen de visita o que circulan en las procesiones.

tintos en los ritos de ciclo de vida, especialmente

Asimismo, los chiquihuites de pan y chocolate y

en los bautizos, los regalos ceremoniales, como la

los guajalotes se entregan a la familia de la novia

ropa que los padrinos de bautizo y de confirmación

como parte de los intercambios matrimoniales. Se

deben hacer a sus ahijados después de realizar el

da el mismo uso para honrar y destacar las imáge-

sacramento, el lavado de las manos, los matrimo-

nes y ciertas personas clave en un acontecimiento

nios y los entierros. Colocadas sobre personas u

ceremonial, entre ellos, los mayordomos de una

objetos, las flores en collares coronan y adornan

fiesta o los padrinos de alguna imagen o promesa,

las imágenes de los “santos” peregrinos que vie-

los novios y sus padres, junto con los padrinos de LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES

71

(hojas), así como una o varias velas. En la región

A VECES, A LOS DIFUNTOS SE LES LLAMA EHECAMEH, VIENTOS O “AIRECITOS”, PORQUE SU PRESENCIA SE SIENTE AUNQUE NO SE VEA. la boda durante las celebraciones de los matrimonios, y las autoridades civiles y religiosas cuando aceptan o dejan un cargo. En este caso, las flores sirven para indicar quiénes son los actores principales y como reconocimiento del esfuerzo ya realizado por las autoridades o los mayordomos. En una boda enfatizan el cambio de estatus de los novios y sus padrinos y padres. En suma, hemos observado el uso de las flores entre los nahuas, como adorno, ofrenda, don, reliquia e indicador de un nuevo estatus o un cambio del mismo. En su gran mayoría, las flores son frescas y pueden presentarse de distintas maneras. El uso más destacado es en cadenas. También pueden prepararse manojos, que generalmente incluyen flores, hojas verdes como la albahaca y otros retoños, llamados en este contexto xochitl(flor) y no xihuitl 72

CATHARINE GOOD ESHELMAN

del Alto Balsas no hemos visto manojos de flores en cantidades específicas de acuerdo con el simbolismo numérico, o amarradas en estructuras formales, como se observa en otras regiones de Guerrero y la Huasteca (según los testimonios de Arturo Gómez y Daniele Dehouve). Pero sí hay un protocolo de lo que debe incluir la presentación mínima por persona: una flor, una vela y una hoja verde para ofrecerla a los santos o los difuntos. Como ofrenda para las imágenes de los santos o en los altares caseros, las flores se colocan con tallos largos en floreros (o cubetas) sobre el altar, las mesas y el piso. Cuando se presentan flores, velas y otros bienes para algún santo, los encargados de la imagen preparan una batea de flores recortadas que los visitantes pueden llevarse como reliquia. Al despedirse, cada persona recoge la flor, la ofrece a la imagen trazando el signo de la cruz en el aire y, si puede acercarse, frota ligeramente dicha imagen con la flor para impregnarla de su “fuerza”. Los nahuas colocan horizontalmente flores con tallos largos sobre la tierra, sobre todo en rituales para los difuntos, ceremonias curativas o ritos agrícolas. Es conveniente mencionar que usan hojas verdes como una especie de tapete sobre los altares de piedra, antes de poner los demás elementos

de la ofrenda. También esparcen pétalos de flores

de cadenas, esta labor recae en los miembros del

alrededor de los altares en el campo, después de

grupo doméstico.

terminar las ofrendas, a lo largo del camino de las procesiones o desde la reja de la casa hasta la mesa,

LAS FLORES EN LOS RITUALES

a fin de crear un sendero para los difuntos.

La celebración ritual del ciclo agrícola de los na-

Las cadenas de flores se forman principal-

huas, asociado al cultivo del maíz, consta de ofren-

mente con cempoalxochitl, porque es la flor más

das que se hacen en los cerros más altos de manera

abundante, aunque para las ofrendas agrícolas tam-

simultánea, repetitiva y secuencial (Good, 2013).

bién se elaboran con cacaloxochitl, en caso de con-

La primera etapa, que es la más compleja, co-

seguirse. Las flores se engarzan entre sí con tiras

mienza alrededor del 20 de abril con peregrina-

de palma cortada para hacer hilos que se amarran

ciones a una falla geológica llamada Ostotempan

con la finalidad de obtener la forma de coronas y

(Good, 2007) y termina el 3 de mayo, fecha que

collares. Este acto de colocar las cadenas, al que

coincide con la fiesta de la Santa Cruz en el calen-

llaman “rodear de flores”, tiene un simbolismo

dario católico (Broda, 2001). Algunos ritos se re-

importante para sacralizar u honrar a una per-

piten durante la temporada de lluvias, conforme

sona, una imagen, o un bien que se va a transferir

van creciendo las milpas, y el ciclo se cierra con

en diferentes contextos sociales. Al parecer, esta

la fiesta de San Miguel, el 28 y 29 de septiembre, y la

acción de “rodear de flores” invoca concepciones

ofrenda de Todos los Santos, ambas dedicadas a los

de la entrada al inframundo, además de conectar

difuntos durante el periodo de cosecha.

niveles de la Tierra y el cielo. En la elaboración

Con la finalidad de ilustrar la omnipresencia

de estas cadenas pueden trabajar hombres y mu-

de las flores en los rituales, a continuación descri-

jeres adultos, así como niños y niñas. Cuando se

bimos algunas ceremonias vinculadas con el tra-

requieren grandes cantidades —por ejemplo, para

bajo agrícola y determinados aspectos de los ritos

adornar las cruces y los santos en una fiesta—, los

para los difuntos.

oficiales que realizan servicios para el pueblo reú-

En todas las comunidades, los nahuas colocan

nen a la gente en la iglesia y la conminan a trabajar

ofrendas colectivas tres veces el año: el 2 de mayo,

colectivamente. En caso de una cantidad menor

el 15 de agosto y el 13 de septiembre. Estos ritos LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES

73

74

CATHARINE GOOD ESHELMAN

se describen en detalle en otras publicaciones,

mujeres preparan las flores para adornar las cru-

en Good (2001) y Broda (2001), de manera que solo

ces y los altares con los oficiales en turno. Todas

resumiremos algunas de sus características sobre-

las muchachas llevan flores y velas, que se colo-

salientes en el caso de Ameyaltepec, con la acla-

can sobre el altar. Deben “chillar” para llamar a

ración de que la acción ritual es básicamente la

la lluvia, mientras los rezanderos recitan rosarios,

misma en toda la región. Las niñas del pueblo,

los músicos tocan y los oficiales religiosos truenan

con edades entre 6 y 14 años, preparan comi-

cohetes. Al atardecer reparten la comida entre los

das especiales en la casa del oficial religioso más

participantes, y después todos descienden con la

importante, bajo la dirección de las esposas de los

puesta del sol para dejar “descansar” a la Virgen

oficiales religiosos y algunas mujeres especialistas

de la Natividad en una casa, en la orilla del pueblo,

en rituales, las Ilamatzitzinteh. Después, las mu-

donde recibe ofrendas de velas y flores de diferen-

chachas cargan la imagen de la Virgen de la Nati-

tes familias.

vidad de la iglesia del pueblo y, junto con las espe-

En la noche, todos acuden a la casa donde des-

cialistas, los músicos, los rezanderos y los oficiales

cansó la imagen para acompañarla, al lado de los

de la iglesia, suben a la cima del cerro más alto,

músicos, los rezanderos, las danzas de pastoras y

donde colocan la ofrenda en un antiguo altar de

los oficiales civiles, hasta la iglesia. En mayo, los ofi-

piedra que ostenta tres cruces de madera.

ciales religiosos reúnen las cruces de todos los alta-

La ofrenda consta de tamales, gallinas de ran-

res del campo alrededor del pueblo, las adornan con

cho en mole de semilla de calabaza y fruta, ade-

cadenas de flores y salen a recibir a la Virgen en una

más de otros elementos, como velas, sal, agua e

gran procesión que avanza alrededor de la iglesia

incienso de copal. Los oficiales que dan servicio

antes de entrar en la misma. Todas las cruces y las

anual en la iglesia adornan el altar con un arco de

imágenes de santos de la iglesia se cubren con colla-

tiernas hojas verdes que cortaron y prepararon

res de cempoalxochitl y cacaloxochitl, y ostentan en

antes del día de la ofrenda; tapizan el altar con es-

sus altares floreros con gladiolas y nardos. Durante

tas hojas. Las mujeres ritualistas “visten” las cru-

y después de la procesión, los asistentes llevan ma-

ces con “ropa”, listones de colores y collares de

nojos de flores, hojas verdes y velas para ofrecer; los

flores, además de poner ramos y manojos. Estas

oficiales recogen estos dones en grandes bateas y LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES

< Huentle de mole verde, tamales nejos, cera y chocolate © edith pérez f lo r e s

75

76

los incorporan al arreglo del altar. A veces, es tal la

septiembre la llevan a la milpa y la colocan en un

abundancia de flores y hojas que las imágenes se

altar provisional construido con piedra, para re-

pierden bajo los montículos.

cibir como ofrenda los primeros productos de la

El 13 de septiembre tiene lugar la última ce-

milpa recién cosechados: flores, elotes tiernos,

lebración de este ciclo de ritos en los cerros. Ese

ejotes, chiles, melones, sandías. No faltan las flo-

día se llama ixilocruz, “la cruz del jilote”, ya que

res de cempoalxochitl, que los nahuas siembran en

marca la aparición del jilote (xilotl), cuando se

la milpa, y otras flores silvestres que cortan en el

considera que el maíz está en flor. De hecho, es

campo alrededor de las parcelas.

cuando se forma la mazorca tierna, momento

Las familias regresan al pueblo con la cruz de

crítico del ciclo productivo y reproductivo de la

los mantenimientos, las flores, los chiles, los ejo-

planta. En esta fecha, mientras las muchachas del

tes, los melones recién cortados en sus parcelas y,

pueblo hacen su ofrenda, todas las familias que

lo más importante, los primeros elotes tiernos. En la

sembraron visitan sus milpas para colocar flo-

tarde llevan estos cocidos al vapor como ofrenda

res de cempoalxochitl en las matas de maíz, justo

a las cruces de la iglesia y los colocan frente a la

donde aparece el jilote. Sahúman las plantas con

Virgen de la Concepción y las otras imágenes. Si

copal por los cuatro lados y “respetan” los elotes

la temporada de lluvias ha sido buena, dentro del

en las matas de cada esquina de la parcela, dejan-

templo se forman grandes montones de elotes, que

do allí pequeñas cruces hechas de palma bendita,

se adornan con muchas flores de cempoalxochitl

distribuida el Domingo de Ramos en Oapan, así

en cadenas y con manojos de hojas. La ofrenda

como flores o, en ocasiones, pequeñas coronas de

es una recreación de la abundancia de un paraíso

cempoalxochitl. Después de florear y bendecir la

agrícola; las flores, los productos de la milpa y las

milpa con copal, construyen en medio un peque-

hojas verdes evocan la frescura y el crecimiento de

ño altar de piedra con una cruz de madera pintada

la vegetación en la época de lluvias. Esa noche, los

con elementos agrícolas (elotes, chiles, melones,

oficiales religiosos en turno distribuyen estos elo-

calabazas, cempoalxochitl). Cada familia guarda

tes ofrendados entre todos los participantes de la

esta cruz, llamada “la cruz de los mantenimien-

procesión, especialmente entre los niños, las mu-

tos”, durante un año en el altar familiar. El 13 de

jeres y los ancianos, y todos reciben a la Virgen de

CATHARINE GOOD ESHELMAN

la Natividad cuando regresa del cerro con las mu-

2004). Se dice que los muertos están presentes en

chachas del pueblo.

la comunidad durante todo el mes de octubre,

Las tres celebraciones en los cerros compar-

por lo que los altares familiares reciben a dia-

ten la misma estructura general y abarcan el ciclo

rio pequeñas ofrendas de comida y flores. Otras

de crecimiento del maíz y las labores en el campo.

ofrendas colectivas, consideradas de despedida,

Inician con la petición de lluvias y la bendición de

son las más grandes y vistosas; se preparan los tres

la semilla durante Cuaresma y continúan hasta el

días previos al de Todos los Santos en el calenda-

2 y 3 de mayo. De ahí se da paso al periodo crítico

rio católico. El último día, el 2 de noviembre, las

de crecimiento de la milpa, que requiere de lluvias

ofrendas se colocan de nuevo sobre las tumbas y

constantes, lo que culmina con otra ofrenda en el

en las casas; incluyen ollas vacías, morrales de ixt-

cerro el 15 de agosto. Finalmente, la celebración

le y servilletas para que los difuntos puedan llevar

de los primeros elotes tiene lugar el 13 de septiem-

la comida consigo, compartirla con otras almas y

bre. Y en todo momento, las flores y las hojas tier-

consumirla durante todo el año. En ellas debe ha-

nas están presentes.

ber productos agrícolas de los sembradíos familiares —elote, melón, sandía, calabaza— y tamales

OFRENDAS PARA LOS DIFUNTOS

elaborados con maíz y frijol de sus propias milpas.

Dos semanas después, el 29 de septiembre, los na-

El caldo y la carne para esta ofrenda se preparan

huas preparan una ofrenda para los muertos. Esto

con gallinas de rancho porque, según se dice, “su

ocurre un día después de la fiesta de San Miguel,

carne está limpia”, ya que se alimentaron con

que coincide con una gran abundancia de elotes

“puro maíz”, al contrario de los pollos de granja,

en las milpas. Además, está muy próximo el mes en

que crecieron con alimento industrializado y que

que los muertos andan entre los vivos. La prime-

no son apropiados para ofrendar.

ra ofrenda, la de “bienvenida”, consiste en elotes,

En las casas de Ameyaltepec hay un plato para

calabazas y otros productos provenientes de los

cada persona o cada matrimonio (los casados co-

sembradíos, que se colocan tanto sobre las tumbas

men normalmente del mismo plato). Cada familia

como en los altares familiares de la casa donde vi-

prepara un altar grande para sus propios muertos

vió el difunto en el momento de su muerte (Good,

y, a la vez, recibe los platos de comida que provieLOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES

77

> Cadena de cempoalxochitl vistiendo cruz en Tejalpa, Morelos © edith pérez f lo r e s

78

nen de otras casas, donde vive “la gente” del di-

sahúma el altar con incienso. Saluda a las almas

funto, es decir, sobrinos, nietos, ahijados o com-

y las invita a comer. Aun cuando las ofrendas son

padres. Por eso, en un altar determinado puede

grandes y costosas, siempre ofrece disculpas a los

haber varios platos para la misma “almita”, traídos

muertos; insiste en que los miembros de la casa

por representantes de diferentes familias con las

hicieron el máximo esfuerzo, pero que al final

cuales hubo intercambios. Un altar puede llegar

siempre es “poco”. También les informa que en

a tener 40, 50 o más platos de comida, junto con

ese año la familia tuvo “fuerza” y trabajó, sembró,

grandes ramos de flores, muchas velas y montones

vendió y gozó de buena salud. Les promete a las

de fruta, pan y tamales. Estas ofrendas resultan

almas que, si viven el próximo año y tienen

especialmente bellas, por todos los elementos que

“fuerza”, pondrán otra ofrenda, e insiste en que

contienen, y los nahuas se enorgullecen de ellas

no se olvidarán de ellas. A estas les pide que lleven

porque son monumentos a las relaciones socia-

comida para el resto del año; les suplica conceder-

les que tuvieron los difuntos durante su vida. Re-

les “suerte” en el comercio y ayuda para la milpa.

presentan riqueza económica (de la cosecha, por

A la vez les encarga hablar con la Virgen, los san-

ejemplo) y prestigio social cuando llegan numero-

tos y Dios para que los apoyen en todo, para que

sos amigos y familiares a ofrendar a una persona

les sigan dando “fuerza”.

muy conocida. En San Agustín Oapan, la ofrenda

La acción de poner ofrendas a los muertos, los

es colectiva, con grandes cantidades de pan, fru-

elementos que se presentan y las múltiples fechas

ta y tamales. Los platos limpios y los cucharones

obedecen a una lógica cultural con raíces meso-

se ubican junto a grandes ollas de caldo elaborado

americanas antiguas (Good, 2004). A veces, a los

con gallinas enteras o de mole verde, para que los

difuntos se les llama ehecameh, vientos o “aireci-

muertos puedan servirse a su gusto. Al igual que

tos”, porque su presencia se siente aunque no se

en el caso de Ameyaltepec, en Oapan las velas, el

vea. Las almas aprovechan lo que es tlazohtic, la

incienso y las flores son igualmente centrales para

“esencia” de la comida. Esta palabra se usa tam-

atraer y agasajar a los difuntos.

bién en una peregrinación o en un ritual para re-

Una vez colocada toda la ofrenda, la mujer de

ferirse al sudor, como manifestación de un esfuer-

mayor edad en el hogar habla a las almas mientras

zo personal en el trabajo físico. Las flamas de las

CATHARINE GOOD ESHELMAN

LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES

79

“Gallitos”: flores silvestres que anidan en los árboles © edith pérez f lo r e s

80

velas, el incienso de copal y las flores perfumadas

proyectos en la vida. Con la expresión “verás tu

atraen a las almas hasta la ofrenda.

trabajo” (tikiitas motequiuh) quieren decir que los

La fenomenología detrás de estas ofrendas es

muertos le permiten que el vivo produzca y tenga

parte de una cosmovisión compleja. Los nahuas

éxito, que sus esfuerzos rindan en todas sus acti-

dicen que los muertos “trabajan” igual que los vi-

vidades: la agricultura, la salud, el comercio, el

vos, quienes dependen de aquellos para el éxito en

trabajo asalariado, la cría de los animales, la pro-

la agricultura y en todas sus actividades producti-

creación humana y el bienestar emocional. Los

vas. Los difuntos imparten fertilidad a la tierra, a

difuntos son un principio de fertilidad absoluta.

la semilla; permiten que las plantas de maíz,

Además de los difuntos, los humanos tienen re-

calabaza, fríjol y chile crezcan y rindan fruto;

laciones de reciprocidad con el mundo físico que, a

traen las lluvias. Los nahuas insisten en que los

su vez, depende de la acción humana para su buen

muertos pueden ayudar a los vivos en todos sus

funcionamiento. Los nahuas explicitan su noción

CATHARINE GOOD ESHELMAN

de los cerros como contenedores de agua que siem-

tes y fruta por todos lados, y siempre corría agua

pre fluye, como fuentes de las nubes y la lluvia, y

cristalina.

como generadores de fertilidad agrícola (Good,

El otro testimonio es el de una mujer que du-

2001); se les concibe como lugares de gran verdor y

rante una enfermedad grave llegó al mundo de

abundancia. Esto contrasta con la notoria aridez de

los muertos sin quedarse. Comenta: “Vi unos lla-

la región, misma que explica la gran preocupación

nos anchos, muy verdes, sembrados con grandes

por el agua de los manantiales y por la lluvia, tan

milpas por todos lados. Estaban altas y bonitas

necesaria para la agricultura, la fertilidad y la pro-

las matas de maíz. Por todos lados había agua

ducción. El flujo de “fuerza” entre los vivos y los

fresca y limpia que brotaba de los manantiales.

muertos, y entre los vivos y los puntos del mundo

Había muchos elotes, calabazas tiernas y muchas

natural, como vimos en el caso de los cerros, es un

flores de todo tipo. Vi niños chiquitos, vestidos

factor clave en la fertilidad, entendida como la rea-

de blanco, que jugaban en el pasto y se escondían

lización del potencial generativo humano.

entre las milpas, todos riéndose. Los niños corta-

Finalmente, cabe destacar que en este trabajo

ban las flores y estaban felices; se veía que todos

de campo surgió varias veces la relación de los muer-

estaban contentos en este lugar y que no les fal-

tos con un paraíso agrícola. Mencionamos dos

taba nada”.

ejemplos al respecto: Hay relatos sobre una mujer

La presencia de las flores en esta descripción

que cayó dentro de Oztotempan, una gran falla geo-

demuestra su asociación constante con un mun-

lógica en Guerrero que los nahuas llaman el “ombli-

do de bienestar al que los nahuas aspiran en todas

go del mundo”. Según ellos, de allí sale el viento, la llu-

sus ceremonias.

via y todos los productos agrícolas (Good, 2007). La mujer vio un llano grande, sembrado de milpas con

LAS FLORES Y LOS PROYECTOS DE VIDA

maíz, frijol y calabaza. Todo estaba muy verde, tanto

La acción ritual descrita en estas páginas, que

en la superficie de la tierra, como en xompantlan,

conforma una parte central del ciclo de ritos

“el lugar de verdor”, que es el referente local para

agrícolas y del culto a los muertos, demuestra

la época de lluvias. Todas las plantas estaban bo-

la fuerte relación entre los muertos, los cambios

nitas, había muchas flores blancas y amarillas, elo-

ecológicos en el mundo natural y la vida humana, LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES

81

82

de acuerdo con la concepción nahua, en la que

en las bodas, además de agradecer a quienes

las prácticas rituales son eficaces, en tanto que la

aportan bienes y trabajo en una celebración

participación humana en ellas es necesaria e im-

importante para la comunidad. Obviamente,

prescindible para el buen funcionamiento del

las flores tienen una gran importancia por sus

cosmos. Los difuntos, los cerros, el agua, los ai-

variados colores, sus formas, su dimensión es-

res, los santos y un sinfín de entes naturales y

tética y su uso con fines de decoración (esto

sobrenaturales son poderosos aliados de los hu-

último es lo que el observador externo aprecia

manos, pero también dependen de la comunidad

más fácilmente). Pero representan otros valores

viva y se fortalecen conforme reciben ofrendas

clave para la comunidad, no tan obvios a primera

y atención constante. Por eso, los ritos son eje-

vista: encarnan el vigor de la nueva vida, la vida

cutivos, no acciones de petición frente a un dios

que se renueva constantemente o la vida en su

todopoderoso por parte de seres inferiores. La

apogeo de fuerza y belleza. Al parecer, este es

concepción de que todos trabajan juntos subyace

el denominador común entre las hojas tiernas

en las relaciones de reciprocidad que se expre-

que apenas brotan, llamadas también xochitl en

san en las constantes ofrendas y fiestas; es la manera

su uso ritual, y las flores frescas. Lo que predo-

en que los humanos intervienen con estos entes

mina entre los nahuas en toda su actividad ri-

para que ellos, a su vez, estimulen la producción,

tual desde el punto de vista local es la fuerza

la reproducción, la prosperidad y el bienestar.

vital, a la que denominan chicahualiztli. Esta es

Dentro de esta fenomenología, las flores

la esencia o la parte efímera apreciada (tlazohtic)

desempeñan un papel fundamental, como se

de las ofrendas que consumen los difuntos y los

puede apreciar en las descripciones etnográfi-

otros entes. La finalidad mayor de toda la acción

cas. Hemos señalado la importancia de la flor

ritual que he descrito aquí, incluyendo el papel

por su olor, que guía y atrae a entes extrahuma-

tan destacado de las flores en estos contextos,

nos a las ofrendas; también hemos mencionado

es asegurar la continuidad de la vida vegetal,

su uso para señalar y honrar a las autoridades

animal y humana, y lograr la producción econó-

políticas y religiosas, así como el cambio de

mica, la reproducción social y, en suma, la ferti-

estatus de algunas personas, como los novios

lidad alcanzada con éxito.

CATHARINE GOOD ESHELMAN

BIBLIOGRAFÍA Broda, Johanna (2001). “La etnografía de la Santa Cruz: una perspectiva histórica”, en Johanna Broda y Félix BáezJorge (coords.), Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México. México, Fondo de Cultura Económica, pp. 165-238. González Chévez, Lilian y Paul Hersch Martínez (2005). Alimentación y cultura nahuas de Guerrero. México, Secretaría de Salud del Estado de Guerrero, inah-Programa Actores Sociales de la Flora Medicinal en México, Serie “Patrimonio Vivo”, núm. 8. Good Eshelman, Catharine (1988). Haciendo la lucha. Arte y comercio nahuas de Guerrero. México, Fondo de Cultura Económica. ________ (2001). “El ritual y la reproducción de la cultura: ceremonias agrícolas, los muertos y la expresión estética entre los nahuas de Guerrero”, en Johanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.), Cosmovisión, ritual e identidad

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EL CAMBIO DE FLOR: TRUEQUE DE AROMAS, FORMAS, TEXTURAS Y COLORES EN AMILCINGO Y HUAZULCO, MORELOS EDITH PÉREZ FLORES

C

ambio de flor para ofrendar y enflorar la tierra negra y dorada donde descansan mis almas, mis difuntos, mis seres queridos que aquí siguen en la casa, casa de todas y todos, aunque hayan partido para nunca más volver a mirar

su sonrisa, escuchar su palabra, sentir su abrazo, disfrutar su aroma y saborear la sabiduría que cada uno guarda dentro de sí. Día de Muertos, día entre el amarillo cempoalxochitl, el blanco nube y el guinda terciopelo, que dejas ver en tu suavidad la metáfora del movimiento y el silencio vuelto vida, vuelto muerte siempre en compañía de xochimeh de octubre. < Camino al “cambio” de flor en la madrugada © alejandro hernández

Se ha guardado el ciclo anual en las cabañuelas de un mes que, en palabras de mi padre, augura un buen temporal. Él 85

> Ofreciendo ataditos de flor para las ofrendas © alejandro hernández

dice, al igual que mi abuela, que enero “reparte

nes en que tu abrir dura instantes, cuando te con-

los meses”, y si uno presta atención al tiempo —al

viertes en “amor de un rato”, o en que prefieres

tiempo de enero— se dará cuenta de que hubo nu-

ser “bella de noche”, flor que busca la noche para

blados constantes en meses de temporal y lluvia

existir, para lucir toda blanca, cual luna llena en

en algunos lugares. Vendrán siembras y cosechas,

medio de la oscuridad. Otras veces eres huelede-

vientos, soles intensos, distintos verdes y campos

noche para aromatizar los silencios nocturnos

floreados de texturas y aromas silvestres.

junto a los cítricos en flor que florean todo el día

Habrá cosechas, habrá flores. Flores para ofrendar a la Madre Tierra, flores para donar a

pero cuyo aroma se desata con mayor fuerza por las noches.

nuestros difuntos, flores para comer, flores para

Qué decir de los amarillos campos que vistes

danzar y flores para trocar; trocar para seguir te-

en temporal o cuando te enrebozas en el verde

niendo, conociendo y compartiendo. Todo es una

agua que cubre la inmensa tierra, tierra completa,

forma de intercambio constante entre la tierra y

tierra caliente, templada y fría, tierra del noro-

quien la trabaja, entre la lluvia y el calor, entre las

riente de Morelos, estado de la “eterna primavera”.

secas y el temporal, entre la vida y la muerte. So-

Pero, como la flor nos lo demuestra, no hay tal

mos un conjunto, todos cabemos en el vientre de

eternidad, pues somos instantes, sonrisas y aro-

nonan, nocihua, tonantzin (mi madre, mi mujer,

mas, al igual que las flores.

tierrita).

1

Así, entre aromas que perfuman todo el año y

Pensar en campos floridos es imaginar tian-

flores que visten los espacios de colores, sonidos,

guis rebosantes de naturaleza viva vuelta flor,

texturas y sabores, tiene lugar el “cambio de flor”

flor atadita, flor en docena y media docena, flor en

—conocido también como “trueque de flor” o “de

vara, flor en ramo. Flor que te regalas solita, que

carbón”— en los poblados de Amilcingo y Huazulco,

apareces y desapareces a lo largo y efímero de

pertenecientes a la cabecera municipal de Temoac,

los años, que resplandeces al nacer el sol junto al

al nororiente del estado de Morelos. Valga saber

amanecer, como la flor de calabaza. Hay ocasio-

que el trueque es una de esas formas de intercambio que ha existido desde las abuelas y los abuelos

“Tonantzin”, poema de Mardonio Carballo. http://www.descargacultura.unam.mx/app1?sharedItem=15075 1

86

EDITH PÉREZ FLORES

y desde “los de más antes”, a decir de la memoria

EL CAMBIO DE FLOR

87

88

EDITH PÉREZ FLORES

colectiva, que lo convierte en una forma de vida y

aún quedan pequeños rescoldos de lo que fueron

de convivencia con los otros y con la Madre Tierra.

las huertas de mameyes, café, nogales y chirimoyos. Por los apancles todavía escurre agua en cada

EL CAMBIO EN AMILCINGO

buen temporal, y la gente lo aprovecha para lavar,

Amilcingo o Amiltzinco, un poblado con cerca de

bañarse y regar. Además, las huertas juegan un pa-

2 ,900 habitantes, fue hasta los años setenta fiel a

pel muy importante como medio de subsistencia,

su origen etimológico. Proviene de amilli (tierra

ya que las personas ocupan lo que se da en ellas

de regadío) y tzinco (expresión de diminutivo),

para vender en el mismo pueblo o cambiar en Te-

es decir “en las pequeñas tierras de regadío”

moac, Zacualpan y otros lugares.

(Robelo, 1887: 10). Hoy no cuenta con agua corrien-

Las principales fiestas de Amilcingo se cele-

te ni con tierras de regadío, mucho menos con

bran el 21 de marzo, el 10 de abril, el 30 de sep-

grandes campos vestidos de milpa. No obstante,

tiembre y el 1 y 2 de noviembre, a las que se suman EL CAMBIO DE FLOR

Clemoles, tejocotes, carbón, cempoalxochitl y huacal con misterio © edith pérez f lo r e s

< Pochtecas y marchantas en el trueque de flor en Amilcingo, Morelos © edith pérez f lo r e s

89

> Agua pasa por mi casa. Trueque de flores y aguacates © edith pérez f lo r e s

habitantes de Amilcingo empiezan a cambiar

PERO, COMO LA FLOR NOS LO DEMUESTRA, NO HAY TAL ETERNIDAD, PUES SOMOS INSTANTES, SONRISAS Y AROMAS, AL IGUAL QUE LAS FLORES.

lo que les quedó con las personas del mercado o del sitio en el que se encuentran, de manera que casi siempre hacen el trueque al final de la vendimia. Otra costumbre arraigada en el pueblo desde hace muchos años es el “cambio de flor” o “cambiada de flor”. Este trueque es muy especial, pues se lleva a cabo solo una vez al año en un tianguis de octubre. Doña Ecliseria Barrera explica al respecto: “Llevamos bien hartos años cambiando la

otras celebraciones, como bautizos, bodas y cum-

flor. Mi mamá bien que lo hacía y ahora nosotros.

pleaños. Los pobladores se dedican a la vendimia

Y así lo seguimos haciendo”.2

de guacamote hervido y en dulce, cacahuate en

Esta costumbre en particular es sumamente

distintas presentaciones (tostado, fresco, hervido

interesante por todo el entramado de relaciones

y en palanqueta o jamoncillo), junto con otros dul-

que ahí se generan. Poco antes del 30 de octubre

ces de feria (alegrías, membrillo, platanitos). En

comienzan a escucharse los comentarios de las

los últimos años algunos pobladores han empeza-

personas que andan en los mercados y tianguis del

do a elaborar obleas —trabajo por el cual obtienen

nororiente: “Iremos al cambio de flor; ya viene. A

poco dinero— si bien las actividades predominan-

ver qué encontramos pa’ ir a traer flor y fruta”.

tes son la siembra de temporal, la albañilería, la

Cambian la flor por otros bienes de los que care-

vendimia y “lo que se ofrezca”.

cen para poder ofrendarlos a sus difuntos. Las do-

Si entre lo que se ofrezca está el trocar cosas,

ñas, señores, jóvenes y niños comienzan a llegar a

lo hacen, pues todo lo que cocinan y elaboran para

la plaza del pueblo desde las cuatro de la mañana,

vender también se puede cambiar. De esta manera,

aunque algunos dicen llegar más temprano. Al

además, evitan que parte de la mercancía se eche a perder. Cuando se acerca la hora de partir, los 90

EDITH PÉREZ FLORES

2

Entrevista realizada en Amilcingo en octubre de 2010.

EL CAMBIO DE FLOR

91

Doña María Hernández llegando a entregar flor para la ofrenda © edith pérez

parecer el horario varía en función del lugar de

otros poblados, viajan desde el sur. La mercan-

procedencia. Y también en función de ello es la

cía a trocar es variable. Por ejemplo, la gente que

forma de trasladarse: algunos llegan caminando,

baja de Hueyapan trae principalmente flores,

f lo r e s

mientras que aquellos que vienen de más lejos

pues en ese lugar se acostumbra sembrar mu-

viajan en camionetas o taxis colectivos.

chas; la de San Marcos llega con trastes de barro,

92

Al cambio de flor acuden personas de dis-

dado que ahí los producen; la de Alpanocan trae

tintos poblados del nororiente de Morelos y del

canastas y fruta, y la de Calmecac entra con pe-

estado de Puebla. Del norte proviene sobre todo

queñas canastas y petates de palma, muy utiliza-

gente de Hueyapan, Tetela del Volcán, San An-

dos en las ofrendas para los muertos chiquitos.

tonio Alpanocan, Huazulco, Popotlán y Tlacote-

Desde luego, lo que más se cambia son las flores,

pec, en tanto que los habitantes de Amayuca, San

en especial cempoalxochitl y nube, las más utili-

Juan Calmecac y San Marcos Acteopan, entre

zadas en estas fechas.

EDITH PÉREZ FLORES

A medida que las doñitas y los señores van lle-

cillo, nanaches y chicharrones, entre otros bienes

gando a la plaza escogen su lugar, ponen su tendi-

que se puedan tener a la mano para ofrendar a los

do y acomodan su mercancía. Si es muy temprano

difuntos.

y no hay con quién cambiar, se recuestan sobre

Doña Rebeca Pérez lo explica así: “Pues en-

sus bultos. Pero tan pronto aparecen las lugareñas

tran jarros, flores… cambia uno los ocotes, el car-

en la plaza, así sea bajo la oscuridad de la madru-

bón… todo, pues, para lo que se pone de ofrenda

gada —pues solo las alumbra un par de lámparas

para los muertitos. También entran los chiles pi-

que se encuentran en la pequeña plaza— inicia la

mientos, los chayotes, las chirimoyas, las vainas

cambiada. Si uno pasa por ahí apenas escucha los

grandes que se ponen de costumbre en la ofrenda;

murmullos y observa las siluetas de mujeres enre-

por eso entran. Yo a cambio les doy cacahuate,

bozadas, hombres con gabán y sombrero, y niños

obleas, naranjas, limones. Con lo que uno tiene,

acurrucados encima de los costales o junto a sus

con eso cambia uno con las señoras que vienen de

padres. Es así como se va pintando el amanecer,

fuera. Es cambio nada más, nomás cambiar. Si yo

con personas que se miran y saludan año tras año

llevo cacahuate, cambio un puño por un manojo

en compañía del Popocatépetl que los cobija en la

de flores”.3 Doña Ecliseria, por su parte, aclara

lejanía.

que la flor la traen de Alpanoca, de San Juan y de

Entre los pasillitos se divisan las cosas que

Hueyapan. “La flor de nube —dice— la ocupa-

los visitantes traen para cambiar: trastes de barro,

mos pa’ los niños, y esas otras para los grandes.

diversas flores (además de cempoalxochitl y nube,

Cuando cambias, por eso preguntas: ‘¿De a cuánto

hay clemolitos, gladiolas, flores de terciopelo y

el manojo?’ Y ellas dicen: ‘A puño’. Ellas así

algodoncitos, entre otras variedades), frutas, ver-

dicen. Luego agregan: ‘A dos puños cada ma-

duras y especias (especialmente tejocotes, cajini-

nojo’. Pues uno por querer la flor les da uno,

cuiles, chirimoyas, naranjas, plátanos, camotes,

porque la ocupamos”.

chayotes y romero), ocote, carbón y animalitos y

Entre las personas de la región, la unidad de

otras figuras de palma. A cambio de ello, la gente

medida común en el trueque de flor es la sardina.

de Amilcingo ofrece cacahuates, obleas, calaveritas de amaranto, palanquetas, platanitos, jamon-

Entrevista realizada en Amilcingo en octubre de 2010.

3

EL CAMBIO DE FLOR

93

94

Cuatro sardinas equivalen a un cuartillo o ma-

van desdibujando a medida que estas se acaban.

quila, es decir, una caja cuadrada de madera con

Las pocas flores que quedan deberán esperar más

un peso de un poco más de un kilo. También se

tiempo, así que las personas tendrán que “encube-

emplea el puño, el cual, según el contexto, pue-

tar” sus frutas y el resto de los productos que les

de referirse a lo que cabe en la mano, o bien a lo

quedaron para ir a “ranchear” a las casas cercanas

que cabe en una sardina. Desde luego, se emplea

a la plaza y, de este modo, no tener que regresar

igualmente la pieza, sea un jarro, una chirimoya,

con lo traído.

una alegría o cualquiera otra de las mercancías.

Con el transcurrir de las horas, la plaza de Amil-

Pareciera ser sencillo, pero el “cambio por cam-

cingo se va vaciando. Hacia el mediodía, las perso-

bio” debe ser lo suficientemente equitativo para

nas que se dieron cita en este lugar ya han acabado

que ambas partes queden satisfechas.

de trocar sus cosas y, como ellas mismas dicen, “nos

Sirvan los siguientes ejemplos para enten-

veremos pa’l año venidero pa’ la cambiada de flor”.

der cómo se calculan las equivalencias. El ocote

Los productos trocados en la plaza pueden

y el carbón se cambian por montoncito o atado, y

variar constantemente. En el cuadro 1 puede ver-

cada uno de estos equivale a un cambio. Una cu-

se lo que se cambió mayormente en el periodo de

beta de carbón puede equivaler a cuatro cambios

observación, de 2006 a 2009.

teniendo como unidad de medida la maquila. El

Las diferencias entre los productos de los lu-

costal de carbón equivale a 20 cambios, que pue-

gareños y aquellos de los fuereños obedecen a los

den intercambiarse por 20 maquilas de cacahuate.

distintos climas y tierras de la región de estudio.

Una cuchara de madera equivale a ocho cambios

Valga mencionar, por último, que de unos

si se mide con sardina o a dos cambios si la medi-

años a la fecha al cambio de flor acuden también

ción se hace con maquila; en otras palabras, la cu-

los jóvenes de secundaria con sus maestros. Esto

chara equivale a dos maquilas de cacahuate (véase

se debe a que en la escuela hay un concurso de

cuadro 1).

ofrendas, de manera que los muchachos cambian

Entrada la mañana, después de todas estas

lo que llevan por cempoalxochitl y clemoles. Ade-

negociaciones, la plaza comienza a vaciarse. Los

más de que no tienen que gastar, se familiarizan

pasillitos humanos llenos de coloridas flores se

con estas prácticas ancestrales, reavivando así los

EDITH PÉREZ FLORES

CUADRO 1 LO QUE SE CAMBIA EN AMILCINGO

¿CÓMO LO CAMBIAN?

¿QUÉ CAMBIAN LOS FUEREÑOS?

¿CÓMO LO CAMBIAN?

Cacahuate

Por sardina o maquila

Flores de distintos tipos (bolita de algodón, nube, nardo, gladiola, clemole, cempoalxochitl, flor de terciopelo)

Por rollito

Alegrías, amaranto

Por pieza

Aguacate

Por pieza

Obleas

Por pieza

Durazno

Por montoncito

Palomitas

Por bolsita

Cajinicuiles

Por pieza

Chicharrones

Por bolsita

Ocote

Por atado o rajitas (pieza)

Palanquetas

Por pieza

Carbón

Por montoncito, cubeta o costal

Pollo cocido

Por pieza

Limones

Por sardina

Panecitos de amaranto

Por bolsita

Nísperos

Por sardina o penquita

Calaveritas de amaranto

Por pieza

Tejocotes

Por sardina (puño)

Dulces de tamarindo

Por pieza

Chayotes

Por pieza

Dulces de chilacayote

Por pieza

Pimientos (chile manzano)

Por pieza

¿QUÉ CAMBIAN LOS LUGAREÑOS?

EL CAMBIO DE FLOR

95

96

¿QUÉ CAMBIAN LOS LUGAREÑOS?

¿CÓMO LO CAMBIAN?

¿QUÉ CAMBIAN LOS FUEREÑOS?

¿CÓMO LO CAMBIAN?

Camotitos

Por pieza

Cazuelas

Por pieza

Picaditas

Por pieza

Jarros y jarritos

Por pieza

Chirimoyas

Por pieza

Objetos de palma (tenates, sopladores, canastas, chivitos, etcétera)

Por pieza

Manzanas

Por pieza

Peras

Por pieza

Ciruelas

Por sardina

Romero

Por manojo

Chilacayotitos

Por pieza

Hojas de maíz (totomoxtle)

Por manojo

Habas

Por sardina

Ejotes

Por sardina

Cucharas de madera

Por pieza

Pétalos de cempoalxochitl

Por bolsita

Cebollas

Por pieza o montoncito

EDITH PÉREZ FLORES

significados que hay detrás de un cambio de flor

el carbón que las señoras de Hueyapan traen de

por cacahuate, significados que, de esta forma,

la tierra fría. Lo traen en costales y saben que en

permiten a la tradición seguir floreando.

estos tianguis se cambiará bien, dado que muchos lo ocupan para preparar la comida que ofrendan a

EL INTERCAMBIO EN HUAZULCO

sus difuntos, además de utilizarlo para quemar el

Huazulco o Huauzolco (de huautli, bledos; zoliuh-

copal y para guisar regularmente cuando no tie-

qui o izoltic, envejecido, y co, en) significa “en don-

nen gas.

de hay bledos viejos o secos” (Robelo, 1887: 31). Por

A Huazulco llegan flores variadas, especial-

“bledos”, Robelo se refiere al amaranto o alegría,

mente cempoalxochitl, de terciopelo, clemolito y

que en náhuatl se escribe huautli.

nube, así como chiquihuites, chayotes hervidos,

En este poblado, algunos de los cerca de 3 mil

cuajinicuiles, ocote, copal y trastes de barro, entre

habitantes llevan varios años cambiando lo que

otros artículos. Todo esto se cambia por lo que hay

tienen por aquellos objetos de los que carecen

en Huazulco, sobre todo palanquetas, cacahuate,

cuando se avecinan los Días de Muertos. Los aba-

alegrías, amaranto, obleas, dulce de membrillo y

jeños, los arribeños y los pobladores del centro

jamoncillo. El trueque inicia la noche del 29 de

hablan con frecuencia de la “cambiada de flor en

octubre y termina en las primeras horas del día si-

Huazulco”. Los propios huazulqueños explican

guiente. Sin embargo, algunas personas dicen que

que este tianguis de trueque se hace desde la épo-

este cambio de flor tiene lugar el 30 de octubre por

ca de los abuelos de sus abuelos, mucho antes que

la noche, dos días después del día de San Simón

en Amilcingo. Doña Emma Ocampo explica: “An-

(28 de octubre). Para cuando sale el sol, explica

tes todos veníamos a Huazulco, pero ya no, porque

doña Emma “ya se acabó todo, porque toda la no-

ahora también hay cambio en Amilcingo. Y si nos

che la gente anda cambiando; acarree y acarree.

alcanza el tiempo, vamos a los dos”. El cambio de

Ya para la madrugada casi no hay nada. A esa hora

flor en Huazulco se conoce también como “cam-

solo queda lo que ya nadie quiere. Por eso hay que

bio de carbón”, debido a la abundancia de este

apurarse para ir a cambiar cuando apenas empie-

combustible en los tianguis de intercambio. Mu-

za todo. Así encontraremos mucha flor, carbón y

chas personas buscan cambiar su mercancía por

cosas de dónde escoger”. EL CAMBIO DE FLOR

97

La plaza de Huazulco luce llena. Entre la os-

ALGUNAS VECES, LA FLOR SE CONVERTIRÁ EN FRUTO Y OTRAS SOLO FLOREARÁ PRESENCIAS Y AUSENCIAS INTANGIBLES.

curana solo se escuchan murmullos. Ahí, todas y todos se conocen entre sí o empiezan a relacionarse. Cambio por aquí y cambio por allá entre carbón y copal hasta las cuatro de la madrugada, tal como lo anuncia el primer canto de los gallos. El quiririquí se vuelve constante después de esa hora y apresura a la gente, esperanzada de tener todo a buena hora para ofrendar y esperar a sus difuntos.

La importancia del cambio de flor o cambio de

Niñas, niños, jóvenes, señoras y señores pin-

carbón reside justamente en ese intercambio soli-

tan de vida el tianguis de esa noche, como tantas

dario, gracias al cual se adquiere lo necesario para

otras, ya que llevan años cambiando cada año.

ofrendar a los difuntos sin gastar mucho. Y ello sin

“Eso del cambio tiene mucho tiempo de que se

contar las relaciones sociales que se establecen y se

hace, pues yo estaba chiquitita y ya tengo 70 años.

refrendan cada año.

Antes no había luz y ahí veníamos alumbrándonos

Durante la noche de la “cambiada”, la gente

con nuestra velita y ya de vuelta nos alumbrába-

va y viene una y otra vez llevando cosas que ne-

mos con nuestro ocotito. Y ahí vamos… imagínese

cesitará para sus ofrendas y su consumo propio,

desde cuándo está esto”, añade doña Juana.

y trayendo lo que no ocupará. Aquí se cambia de

En efecto, a decir de las lugareñas, la cam-

todo, como dice doña Juana, habitante de Hue-

biada de flor en Huazulco tiene muchos años de

yapan: “Cuando venimos a la cambiada echamos

organizarse, al igual que los dos tianguis comer-

vuelta y vuelta y ya llevamos nuestra flor pa’ la

ciales previos al Día de Muertos, conocidos como

ofrenda. Aquí entran chayotes, ocote, chirimo-

“tianguis chico” y “tianguis grande”. Las fechas

yas… hartitas cosas pues que se cambian”.

tanto de estos como del tianguis de trueque son

4

movibles. La referencia de inicio para los tres es Entrevista realizada en Huazulco en octubre de 2010.

4

98

EDITH PÉREZ FLORES

el 18 de octubre, día de San Lucas. El tianguis chico

CUADRO 2 TIANGUIS CERCANOS AL DÍA DE MUERTOS EN EL NORORIENTE DE MORELOS

LUGAR

FECHA

FORMA DE INTERCAMBIO

TIPO DE TIANGUIS

Amilcingo

30 de octubre (día de San Simón)

Trueque

Tianguis de temporada: “cambiada de flor”

Huazulco

30 de octubre (día de San Simón)

Trueque

Tianguis de temporada: “cambiada de flor” o “cambiada de carbón”5

Huazulco

Segundo y último viernes antes de los días de Muertos

Compra-venta y poco trueque

Tianguis de temporada y especializado

Zacualpan de Amilpas

Segundo y cuarto domingos de octubre

Trueque y compra-venta

Tianguis de temporada y especializado

Tzicatlan (Puebla)

18 de octubre

Compra-venta y poco trueque

Tianguis de temporada y especializado, “tianguis de copal”

Hueyapan

Último jueves de octubre

Compra-venta y poco trueque

Tianguis de temporada y especializado

Tetela del Volcán

Último martes y miércoles de octubre

Trueque y compra-venta

Tianguis de temporada y especializado

Este trueque se lleva a cabo después del tianguis previo al Día de Muertos.

5

EL CAMBIO DE FLOR

99

> Niña repartiendo flores de nube blanca a las ofrendas nuevas de pequeños difuntos en Amilcingo, Morelos © alejandro hernández

LUGAR

FECHA

FORMA DE INTERCAMBIO

TIPO DE TIANGUIS

Yecapixtla

Último jueves de octubre

Compra-venta y poco trueque

Tianguis de temporada y especializado

Amayuca

Jueves de octubre

Compra-venta y poco trueque

Tianguis de temporada

San Marcos, Acteopan (Puebla)

31 de octubre

Trueque

Tianguis de temporada y “cambiada de flor”

es el primero; inicia más o menos 15 días antes

tequesquite, la cal viva para el nixcomil, la sal de

de las fechas de Muertos, en tanto que el tianguis

grano, las famosas cajas de Olinalá, los metates,

grande se realiza una semana antes de esas fechas,

los molcajetes y los bules. En los tianguis del Día

por lo regular en viernes. En él se encuentra de todo

de Muertos, llamados también tianguis especiali-

y, a pesar de ser comercial, también esconde en sus

zados porque se llevan a cabo solo una vez al año,

pasillos el intercambio entre personas de los dis-

y en ellos se encuentran animalitos y petatitos de

tintos lugares que acuden a la plaza. Sin embargo,

palma para las ofrendas de los muertos chiquitos,

estos cambios son casi imperceptibles, así que hay

así como petates grandes, ceras blancas y amari-

que estar muy atentos para detectar a quién buscar

llas (hechas a base de cera de miel de abeja), co-

para trocar.

pal, ayates, chiquihuites y todo lo necesario para

Huazulco no solo es muy conocido —a nivel

100

las ofrendas.

regional, estatal y nacional— por sus tianguis con

Sin duda alguna, en estos tianguis se verifica

motivo del Día de Muertos, sino también por la

un entramado de relaciones sociales que se re-

feria que se celebra el martes de Semana Santa.

nuevan a cada cambiada de flor, a cada reencuen-

En estos espacios de intercambio hay mercancías

tro con la naturaleza, y permiten obtener de ella

difíciles de encontrar a lo largo del año, como el

el sustento de cada día. Como dicen las doñitas,

EDITH PÉREZ FLORES

EL CAMBIO DE FLOR

101

Dedos ligeros, flores sensibles, cruz de madera © carolina buenrostro

> Amaneciendo entre flores en San Marcos © alejandro hernández

“venir al cambio nos ayuda, porque así no gasta-

enflorando esas relaciones, sigamos enflorando y

mos en lo que no tenemos para poner nuestras

respetando ese vientre terrenal inmenso que es la

ofrendas y para comer, además de venirnos a reír”.

casa de todos.

En efecto, la cambiada de flor implica también floridas y perfumadas sonrisas, junto con texturas que nos recuerdan esa relación entre la naturaleza y el ser humano, entre la tierra y las semillas que darán una flor. Algunas veces, la flor se convertirá en fruto y otras solo floreará presencias y ausencias intangibles, tan intangibles como el significado de seguir cambiando flor para enflorar la calli y la miquiztli cada año. Sigamos alimentando y

BIBLIOGRAFÍA Robelo, Cecilio A. (1887). Nombres geográficos mexicanos del estado de Morelos. México, Summa Morelense.

CONSULTAS EN LÍNEA http://www.inegi.org.mx

INTRODUCCIÓN

103

EL USO DEL YAHUTLI O FLOR DE PERICÓN EN LA “FIESTA DE OCTUBRE”, CELEBRACIÓN DEL CICLO AGRÍCOLA EN TETELCINGO, MORELOS ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ

T

etelcingo es una comunidad indígena ubicada en el municipio de Cuautla, Morelos, cuyo patrimonio cultural inmaterial se manifiesta de diferentes formas: la lengua náhuatl de los adultos mayores, el uso de la vestimenta tradicional femeni-

na o “chincuete” entre las mujeres mayores, la elaboración de tortillas a mano, los grupos de mariachis y, desde luego, las festividades y rituales, entre los que destaca la celebración del ciclo agrícola. A lo largo del año se venera a Cristo Rey, representado por dos imágenes que salen de la Capilla del Calvario en el mes < Ramillete de yahutli, pericón amarillo miel © e d i t h p é r e z f lo r e s

de junio. Ambas imágenes recorren cinco capillas, donde permanecen 20 días antes de regresar a su lugar de origen, lo que 105

ocurre el tercer domingo de octubre. Es lo que se

conveniente. Es así como el altar se va llenando

conoce como “la fiesta de octubre”, en la que se en-

de flores, ceras y ofrendas. Destacan las gladiolas,

trelazan tres rituales relacionados con el ciclo agríco-

porque duran más, según explica doña Gorgonia,

la de los habitantes de Tetelcingo. Sin duda, esta

nontle de la capilla de agosto. También es fre-

celebración, que se lleva a cabo desde los tiempos

cuente la flor de la vara de San José, con un uso

de la última fundación del pueblo, hacia 1700 (Ba-

exclusivamente ritual, a cargo de las nontles; el

rabas y Bartolomé, 1980: 4), fortalece la identidad

cempoalxochitl, que se utiliza para hacer cadenas

de quienes participan en ella.

y adornar los altares, y el yahutli o flor de pericón,

Las flores desempeñan un papel fundamental

que se emplea más en exteriores: portales, arcos y

en la fiesta de octubre y su presencia es constante,

fachadas, así como en las cruces que permanecen

ya que permanecen en su sitio hasta el año si-

todo el año en las puertas de las casas.

guiente, cuando se retiran ya secas para dar paso

En el ritual de Tetelcingo predomina el peri-

a las flores nuevas. Rodean el ritual de un am-

cón, cuyo aroma intenso se percibe durante toda la

biente agradable y, sobre todo, son la parte viva

fiesta y cuyo color acompaña el ciclo agrícola que

que se conecta con la naturaleza en un sentido

inicia con la siembra en junio y culmina justamente

sagrado. Y no solo están físicamente presentes,

con la fiesta de octubre. Los pobladores agradecen

sino también de manera intangible, a través de

al patrón de las cosechas por los bienes recibidos

cantos, danzas y alabanzas que habitan en la me-

durante el ciclo agrícola y “porque hoy la cosecha es

moria de los pobladores a través de la transmi-

libre y ya no pasamos maltrato de los hacendados”,

sión generacional.

agrega Abacuc, un hombre de 40 años originario de este pueblo, al recordar los relatos de su abuelo.

LA OMNIPRESENCIA DE LAS FLORES

El yahutli es una flor silvestre, curativa1 y vincu-

Los pobladores ofrendan arreglos florales de todo

lada en el pasado remoto con Tláloc y en la actua-

tipo. Familias enteras llegan a dar gracias con un

lidad con San Miguel arcángel (Sierra, 2007: 12). El

arreglo floral, que entregan a la nontle (madrecita; desempeña la función de mayordoma) de la capilla para que ella lo acomode donde considere 106

ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ

1 Como té es astringente y diurética; en baños después del parto recupera el calor del cuerpo de la madre y el bebé; como compresa sobre el vientre de la madre, desinflama; como incienso, para sahumar y controlar las fuerzas agresivas.

uso de plantas en determinados ritos propios de la

flor de pericón que habrá de usar en sus cruces. “La

compleja cosmovisión mesoamericana trascendió

puedes cortar en el campo, porque es libre; es de

en el tiempo, tal como se evidencia en varios ri-

todos”, explica uno de ellos.

Gabriel embelesado con el aroma de miel del yahutli © edith pérez f lo r e s

tuales y ceremonias de las sociedades campesinas contemporáneas (ibid.: 21). Su ciclo de vida coin-

EL RITUAL DEL CICLO AGRÍCOLA

cide con el calendario agrícola: germina en junio y

Las procesiones conectan el recorrido entre

florece en septiembre, que es cuando las capillas se

cada una de las cinco capillas, formando una

adornan desde la puerta de entrada hasta los alta-

red de comunicación entre los pobladores. Son

res. Crece en los alrededores de los poblados con

precedidas por una misa, con la visita de la ban-

clima semicálido y templado. En las inmediacio-

da del pueblo y los mariachis. Después de la ce-

nes de Yecapixtla, una pareja de pobladores de

remonia religiosa se reparten alimentos entre

Tetela del Volcán detiene su camino para cortar la

todos los asistentes: chile, atole, pozole, tacos EL USO DEL YAHUTLI

107

108

ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ

y calabaza con piloncillo. La cerveza no puede

parte, la protectora, ocurre el 29 de septiembre, “el

faltar. Los mayordomos se sientan en grupos di-

día en que se suelta el mal”. Esta expresión alude

ferenciados de hombres y mujeres. Todo aquel

a San Miguel arcángel, quien cuida de la siembra y

que llega debe saludarlos tocando su mano con la

la cosecha. En el estado de Morelos, este santo es

palma abierta; en cambio, a quienes no son mayor-

muy venerado precisamente por proteger a los po-

domos se les saluda estrechando la mano. Los

bladores del Diablo y de los “malos aires”. Para tal

asistentes conversan en náhuatl y esperan que

fin, San Miguel arcángel cuenta con el gran apoyo

los mayordomos de la siguiente capilla vengan a

de un poderoso ayudante, la cruz de pericón (ibid.:

traer al santo. “Hay como diez mayordomos en

105). Con ella no solo quedan a buen resguardo

cada capilla. Ellos costean todo, aunque algu-

las parcelas —“para evitar que se maltrate la co-

nas personas también cooperan”, comenta doña

secha”, comenta Avacuc—, sino también los autos,

Gorgonia.

las bicicletas y hasta las carretillas.

Después de lo anterior inicia la procesión.

Avacuc explica que la flor se recolecta el 26 de

Flores, velas y cantos la acompañan hasta la si-

septiembre para poner la cruz desde el 27. “Entre

guiente capilla. Destacan las mujeres que llevan

más temprano, mejor”, agrega. La cruz desempe-

consigo un ramo de gladiolas blancas o rojas al lado

ña una función protectora, en vista de que “la casa

izquierdo de su pecho y que marchan con el grupo

debe estar libre de mal porque va a entrar grano

que acompaña a la imagen en su paso por las calles

nuevo”. De no hacerse, habrá envidias, entrará lo

del pueblo. La mayordoma mon pasoro (la mayor)

malo y no habrá prosperidad. La cruz se coloca

lleva en sus manos un pequeño ramo de flor de

en las entradas principales de las casas, en huecos

San José, que coloca en el centro del próximo al-

dentro de las mismas y en las parcelas. En estas

tar. Esta pequeña flor de color morado se consigue

se deben colocar siete cruces en total: una en cada

en los traspatios de las casas y con ella las nontles

esquina de la parcela, dos en medio del terreno

hacen la adoración o “ceremonia de la veluria” el

(representan el día y la noche) y una última en el

día de la fiesta.

centro (para evitar que el mal entre por arriba).

La primera parte del ciclo agrícola, la propicia-

En su gran mayoría, los pobladores de Tetel-

toria, tiene lugar en junio, mientras que la segunda

cingo participan de esta tradición. En las puertas EL USO DEL YAHUTLI

< Santiguando las entradas © lo u r d e s arizpe

109

110

ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ

de sus casas colocan la cruz de pericón elaborada

de ir a traer”, opina doña Francisca. En la carre-

en formas por demás creativas, desde la cruz tra-

tera cercana a Tetelcingo es posible ver camio-

dicional hasta la que combina otros tipos de flo-

netas repletas de esta flor. Días antes, familias

res. Las hay de diferente tamaño y grosor. Según

enteras acuden a los campos cercanos a Yeca-

describe el entrevistado, las más gruesas son para

pixtla para cortarla. Hombres, mujeres y niños

las familias numerosas, en tanto que para las ven-

participan en esta tarea y transportan la flor has-

tanas se utilizan unas de menor tamaño.

ta los mercados locales, en especial a la Central

El 28 de septiembre se puede observar a

de Abastos (ceda), donde la ofertan en forma de

hombres y mujeres llevando ramos de pericón,

ramos o cruces. Por esta venta, las familias ob-

flor que adquieren en pequeños puestos cerca-

tienen un ingreso adicional.

nos a sus casas o en la Central de Abastos. “Antes

Con la tercera parte del ciclo, la conmemora-

la traían de la barranca; ahora hay menos ganas

tiva, culmina el ritual. Desde la víspera del tercer EL USO DEL YAHUTLI

Yahutli silvestre en campos de Zacualpan de Amilpas © edith pérez f lo r e s

< Yahutli que sola te vuelves cruz de pericón © alejandro hernández

111

domingo de octubre comienzan a llegar los visi-

Por la tarde, después de la adoración, inicia

tantes del poblado con arreglos florales de todo

el recorrido de la gran procesión que atraviesa el

tipo. La memoria cultural queda plasmada en

pueblo de poniente a oriente, pasando por los ar-

los cantos y las danzas de alabanzas que ofrecen los

cos que señalan el camino y que sirven de descan-

grupos de danzantes, entre los que se encuentran

so a los hombres que cargan las pesadas imágenes.

los gañanes, los aztecas, los santiagueros y las pastoras. Esta es una manera de ofrendar flores.

ARCOS FLORALES DE YAHUTLI ,

Los participantes se conectan con la divinidad

LEGADO INTERGENERACIONAL

a través de la música. El canto y el movimiento,

En Tetelcingo es costumbre colocar portales en el

así como la música y las flores, son maneras de

trayecto por donde pasará la procesión. Pero ¿quié-

demostrar gratitud, devoción, ofrecer, dar para

nes hacen estos arcos? La tarea recae exclusivamente

recibir lluvia y tener una buena cosecha. “Lo que

en los hombres. Uno de ellos, don Luis Becerro, de

buscan los danzantes es encontrar a Cristo”, afir-

65 años de edad, se encarga desde hace cuatro déca-

ma don Luis.

das de colocar los dos arcos de las esquinas por don-

En el siguiente estribillo de una canción de los

de pasa la procesión. Se colocan en agradecimiento

danzantes aztecas queda de manifiesto lo anterior:

por la cosecha y porque Cristo Rey “nos ha soltado el agua”. Su función es la de ofrendar lo que cada quien

Flores y danzas en nuestra ofrenda.

quiera dar, a manera de limosna. Narra que desde

Flores y danzas ante tu altar.

niño conoce esta tradición en la que participaron

Y los antiguos lo veneraban. Y con el humo del gran copal.

también su padre y su abuelo, y recuerda que quienes se organizaban para la elaboración de los arcos eran los señores grandes, vecinos de su padre. A la

Flores y danzas en nuestra ofrenda.

muerte de estos, el apoyo ha disminuido, si bien los

Flores y danzas ante tu altar.

vecinos que van pasando le ofrecen su ayuda. Tra-

Estas son las flores de este trovador

bajan en conjunto mientras dialogan en náhuatl o

para el cumplimiento de la tradición.

mexicano, como ellos lo llaman. Así, mientras platican y toman cerveza, hacen los amarres con destreza.

112

ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ

El pericón se corta temprano cerca del crucero de Yecapixtla, porque en Tetelcingo ya no se da como antes. De acuerdo con el testimonio de don Luis, ahora hay gente viviendo en las orillas de las carreteras, donde la flor crecía. La conurbación de la ciudad de Cuautla hacia el territorio de Tetelcingo ha provocado la escasez del pericón, de manera que ahora se requiere ir más lejos para buscarlo. Los pequeños ramos de esta flor se sujetan con una lía para luego cubrir con ellos toda la periferia del arco. Posteriormente se van formando las capas hasta forrar la totalidad de la estructura de madera. Esta tarea es realizada sobre todo por hombres mayores de 50 años, aunque también los acompañan otros más jóvenes; no se observan adolescentes o ni-

EN EL RITUAL DE TETELCINGO PREDOMINA EL PERICÓN, CUYO AROMA INTENSO SE PERCIBE DURANTE TODA LA FIESTA Y CUYO COLOR ACOMPAÑA EL CICLO AGRÍCOLA QUE INICIA CON LA SIEMBRA EN JUNIO Y CULMINA JUSTAMENTE CON LA FIESTA DE OCTUBRE.

ños. Una vez vestido el portal con flor de pericón, se procede a colgar las ofrendas que provienen de las

organización y saberes auténticos que buscan la co-

cosechas: calabazas, chayotes, maíz, sorgo, naran-

municación a través de un sistema de significados.

jas y plátanos, así como pan. Los arcos deben que-

Don Luis, pensionado de la Asociación Local de

dar listos al mediodía, antes de la procesión. Doña

Cañeros de Casasano, es consciente de los cambios

Francisca, nontle de la iglesia de Los Reyes, refiere:

en la tradición: “Los jóvenes ya no participan, no les

“Todo lo que tienen los arcos se retira después de

nace. Y quién sabe si les nazca cuando yo muera”.

que pasa la imagen a la Capilla del Calvario”.

De hecho, cuatro de sus hijos emigraron a Estados

Esta costumbre se transmite de generación en

Unidos para trabajar como meseros y abandona-

generación e implica creatividad y habilidad. Es una

ron el campo y todo lo que este conlleva. “Los de

tradición local que forma parte del legado cultural,

la Iglesia católica han cambiado por otras religio-

en virtud de que manifiesta formas de expresión,

nes —agrega— y aunque la mayoría son católicos, EL USO DEL YAHUTLI

113

114

las ideas están cambiando”. Y pone de ejemplo a

En cualquier caso, y no obstante esta mez-

su hija, quien regresó de Estados Unidos converti-

cla de tradición y modernidad, a la celebración

da a otra religión. Sin embargo, él tiene fe en que la

acuden familias enteras. En ellas se percibe un

tradición seguirá porque, gracias a ella, “Cristo nos

profundo sentido de respeto, espiritualidad y

mantiene con lluvias; ya está acostumbrado a la ce-

cooperación, que contrasta con el mundo de la in-

lebración”. De no continuar, dice, “se va a enojar”.

dividualidad y la competencia.

En cuanto a las flores también se advierten

La capilla adornada con flores, los cantos y las

transformaciones. Doña Gorgonia comenta que

danzas, el cempoalxochitl, el pericón, la flor de San

el yahutli de los portales está siendo reemplazado

José, las gladiolas, el lenguaje, el humo del sahu-

por otras flores disponibles en el mercado nuevo,

merio, la comida, entre otros elementos, crean toda

desde donde se transportan en camionetas. Pe-

una red de significados que se entremezclan en Te-

queños grupos de hombres jóvenes, cuyas edades

telcingo. A pesar de todas las transformaciones en

van de los 20 a los 30 años, arman los arcos en

el entorno, pervive este contacto singular con la na-

cuestión de minutos. Es el caso de los cargadores

turaleza, cubierto de un sentido sagrado gracias en

de la Central de Abastos de Cuautla, quienes com-

buena medida a las flores, cuya preservación es cada

binan este trabajo con el de la siembra de sorgo,

vez más necesaria. Tal como señala Víctor Toledo,

maíz y calabaza, además de que —como explica

“no es posible salvaguardar las culturas, mientras

uno de ellos— “cada año adornamos el portal de la

no se detenga la destrucción del entorno natural

entrada de la iglesia de Los Reyes para dar gracias

que les sirve de base y que da sentido a su existencia

al Señor por las cosechas”, aunque “cada vez hay

tanto material como espiritual” (Toledo, 2012: 57).

menos flor de pericón en los alrededores”. De ahí

El patrimonio cultural inmaterial está presen-

que uno de los portales se haya elaborado con flo-

te en la vida cotidiana de esta comunidad. Otorga

res artificiales de vivos colores, iluminadas por la

cohesión e identidad a sus pobladores. Es patri-

noche con series de luces. En su colocación traba-

monio vivo; tan vivo que se deja sentir en toda su

jaron hombres más jóvenes, de entre 16 y 25 años,

compleja red de significados y penetra por todos

acompañados por algunos hombres mayores que

los sentidos hasta despertar la emoción en lo más

los observaban y compartieron cervezas con ellos.

profundo del ser.

ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ

BIBLIOGRAFÍA

ENTREVISTAS

Arizpe, Lourdes (2009). El patrimonio cultural inmaterial de México: ritos y festividades. México, H. Cámara de Diputados, LX Legislatura, unam-crim, Miguel Ángel Porrúa. Barabas, Alicia y Miguel Bartolomé (1980). Historia de Tetelcingo, Xochimilcatzingo.pu (proyecto de investigación). Cuernavaca, Centro Regional Morelos, sep-inah. Sierra, Dora (2008). El demonio anda suelto. El poder de la cruz de pericón. México, inah. Toledo, Víctor (2012). “Los investigadores fundadores”, en Etnobiología, vol. 9, México, Conacyt.

Abacuc Memerón, 40 años. Entrevistado el 28 de septiembre de 2012. Francisca Zavala, 76 años. Entrevistada el 19 de octubre de 2012. Rigoberto Beltrán, 33 años. Entrevistado el 20 de octubre de 2012. Eliseo Zapotitla Rey, 49 años. Entrevistado el 20 de octubre de 2012. Luis Becerro, 65 años. Entrevistado el 17 de noviembre de 2012. Gorgonia Gadea, 76 años. Entrevistada el 4 de diciembre de 2012. Margarita Beltrán Zavala, 40 años. Entrevistada el 4 de diciembre de 2012.

Recolectando flor para enflorar las entradas de la casa © edith pérez f lo r e s

LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA Y LA FIESTA PATRONAL DE IXTEPEC, OAXACA ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ

S

an Jerónimo Ixtepec es un pueblo que pertenece al istmo zapoteco, en el sureste del estado de Oaxaca. Se fundó en el siglo xvi y se cree que fue el lugar designado por los colonizadores para concentrar a personas zapotecas de los pueblos ve-

cinos, a fin de facilitar su evangelización, cobrar tributos e introducir, entre otras actividades, el cultivo del añil para exportación. A mediados del siglo xviii, en este y otros pueblos del istmo se producía la pasta de dicho arbusto, con lo cual se desarrolló una técnica de coloración muy popular en la región. Las mujeres zapotecas recurrían a otra forma de teñir, a partir de un < Zapotecas vestidas de flores en su traje tradicional de fiesta © e d i t h p é r e z f lo r e s

caracol que se recolectaba en las costas; iban con mazos de hilo de algodón dividido en pequeñas madejas y a medida que iban 117

> Mujer zapoteca con su resplandor en la fiesta patronal © a n a to l e d o

sacando el molusco lo apretaban entre los dedos

holanes o aun de flecos de oro, afianzada en las ca-

sobre lo que querían teñir. Salía un licor blanquizco

deras con una banda de seda; luego viene el huipil

que se volvía púrpura al secarse. Los hilos eran utiliza-

con mangas cortas, que se amolda fluctuante en el

dos para elaborar el “enredo” con un telar rudimenta-

pecho, dejando destapada parte de la cintura. Este

rio. Las mujeres se envolvían con esta prenda desde

huipil es de muselina bordada o de un género de

la cintura hasta los tobillos, dejando el torso des-

color liso; pero llevan otro más, siempre de museli-

nudo. Se cree que esta vestimenta femenina pre-

na blanca, en la cabeza, de modo que haga la guar-

hispánica obedece al clima caluroso de la zona.

nición del cuello un marco encerrando la cara, y

Por su ubicación territorial, Ixtepec era un

caigan por delante las dos mangas hasta la cintura

lugar de tránsito y estación de paso para los via-

y por detrás hasta la mitad de la espalda. El con-

jeros. Por ello, a finales del siglo xviii, Porfirio

junto de este vestido, del todo adecuado a realzar

Díaz otorgó al inglés Weetman Pearson la conce-

los atractivos de una joven, conserva a las mil ma-

sión para establecer el Ferrocarril Mexicano de

ravillas todas las formas del cuerpo, a la vez rico y

Tehuantepec, que se inauguró en 1907 (Bernal,

airoso (De Fossey, 2000: 11).

1996: 28). Con esto se generó un movimiento de carga interoceánica que afectó el devenir cultural

Una imagen de principios del siglo xix muestra

de Ixtepec, que para entonces mantenía una re-

motivos florales en una enagua de muselina, que

lación más fuerte con la propiedad comunal. La

se completa con un huipil decorado con listones

transformación de la vestimenta comenzó luego

y cuello con grecas de costura. Para entonces, las

de la introducción de nuevas telas y maquinaria

mujeres zapotecas se vestían de dos formas: con el

para su confección. Durante la época ferrocarri-

enredo y con la enagua; en ambos casos, el atavío

lera, Mathieu de Fossey, un aventurero de 26 años,

se complementaba con el huipil. El enredo tenía

escribió un libro en el que describe el vestuario de

tres colores de acuerdo con las actividades: el color

la mujer zapoteca de aquel tiempo:

azul se usaba de manera ordinaria; el rojo, al salir de la casa para acontecimientos informales, y el

118

El vestido de las Tehuantepecanas consiste en una

púrpura o de caracol, en ocasiones especiales. Para

saya de muselina o de gasa, guarnecida de grandes

sujetar el enredo al talle se usaba un ceñidor cuyos

ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ

LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA

119

extremos terminaban con un tejido generalmente

El resplandor es, pues, una prenda con cuerpo

blanco. La enagua se usa todavía y puede ser de tipo

de encaje. En las mangas, el escote y la parte baja

rabona o de holán. La primera, que se usa para los

se añaden unos holanes plisados con almidón; el

actos cotidianos, incluye un holán de la misma tela.

cuello también es plisado. Cuando la mujer va al

La enagua de holán, por su parte, lleva un encaje

templo, el óvalo de su cara ocupa el cuello del res-

blanco, plisado y almidonado en el perímetro de la

plandor, simulando la corola de una flor. Una de

falda, y se usa para las fiestas y días especiales.

las mangas se coloca en el pecho y la otra en la

El uso de este atuendo no es indicativo de la división de las clases sociales, pues actualmente to-

Por su parte, el fleco se emplea para distinguir

das las mujeres poseen al menos uno, que adecuan

a las mujeres que desempeñan un papel impor-

con las variantes de su preferencia. En cambio, los

tante en la organización de las fiestas del pueblo.

accesorios como el resplandor, el fleco y la mascada,

Esta especie de zarape de encaje puede ser de co-

señalan la diferencia de actividades o la ocasión

lor oro. Además, de todo el perímetro de la tela

para la cual lo portan.

cuelgan galones con fleco dorados. El cuello se

Conocido también como huipil grande, el resplandor es un accesorio que se usa para ir al templo,

120

espalda.

adorna con pequeños holanes de encaje plisado con almidón.

en los desfiles o para contraer matrimonio confor-

Con una importante presencia en su comuni-

me a la Iglesia católica. Aparece en el libro que el

dad, doña Juana Catalina Romero, una mujer de

italiano Claudio Linati publicó en 1826 sobre los

Tehuantepec, pueblo vecino de Ixtepec, introdu-

trajes típicos de la clase media de México (Vichido,

jo muchos de los aditamentos al traje, junto con

1996: 49). Una joven istmeña porta un enredo ce-

otros productos de importación que el ferrocarril

ñido al cuerpo con el torso desnudo, mientras que

traía: instrumentos musicales, máquinas de coser

en la cabeza lleva un huipil grande de encajes. Es

para elaborar el bordado tipo cadenilla (que co-

posible que los misioneros dominicos señalaran

menzó a suplir el bordado a mano), muselinas es-

que las mujeres debían cubrirse la cabeza para

pecialmente estampadas, tela finísima de China, en-

acudir al templo y que las obligaran a tapar su torso

cajes, flecos, galones y listones, así como el “charro

desnudo.

24”, sombrero de tamaño mediano forrado con tela

ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ

roja, similar al terciopelo, con una tira dorada a

camisola con mangas cortas caía desde la espalda

lo largo de la circunferencia del ala; este sombrero

velando su busto, sobre el cual se extendía un gran

distinguía a los hombres más pudientes de la

collar con monedas de oro, perforadas en el bor-

comunidad.

de y encadenadas unas a otras. Su cabello dividido

El uso del oro en los collares y en el traje apa-

en la frente y trenzado con largos listones azules,

reció igualmente por influencia del exterior. Ante-

formaba dos espléndidas trenzas, que caían sobre

riormente los collares eran de semillas de árboles

su cuello, y otro huipil, de muselina blanca plisada,

o dientes de animales. Más tarde se incorporaron

enmarcaba su cabeza, exactamente con los mismos

las piedras preciosas colgadas de una gargantilla,

pliegues y de la misma manera que la calántica

junto con pequeñas cruces, corales, etcétera (ibid.,

egipcia (De Fossey, Mathieu 2000: 13).

1996: 51). Posteriormente, estas piezas fueron engarzadas en oro o, más concretamente, en pepitas

La mascada, otro de los accesorios, empezó

que se transformaron en monedas de oro, la mo-

como paño para limpiarse el rostro; actualmente

neda corriente a principios del siglo xix. Nacían

sirve de adorno. Se portaba encajada en la pretina

así los engarzados, las pulseras y los ahogadores,

de la enagua del lado derecho. Y no podía faltar el

collares compuestos por una o varias monedas

jicalpextle,1 complemento a modo de jícara, hecho

de oro que usan las mujeres como accesorios del

con el fruto de un bejuco similar a la calabaza que

traje regional. Un cura francés llamado Charles

crece en esta región. Se parte por la mitad y se re-

Brasseur hace una descripción sobre el atuendo

tira la pulpa para dejar las dos partes secarse al

de una mujer zapoteca de aquellos años en que

sol. Después se barniza y se decora con motivos

aparece el uso del ahogador:

florales. El jicalpextle se usó primero para guardar las tortillas (xhiga gueta en zapoteco, que signifi-

Ese día ella llevaba una falda a rayas, color verde

ca “jícara de tortillas”). Hoy se utiliza para llevar

agua, simplemente enrollada al cuerpo, envuelto

ofrendas, flores al panteón y obsequios en la fiesta

entre sus pliegues desde la cadera hasta un poco

conocida como la “Tirada de frutas”.

más arriba del tobillo; un huipil de gasa de seda rojo encendido, bordado de oro; una especie de

1 El jicalpextle es un utensilio de carácter ornamental elaborado por las artesanas de la laca.

LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA

121

122

ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ

LOS MOTIVOS FLORALES EN EL VESTIDO

una similitud muy clara con los mantones de Ma-

Fue cerca de 1920 cuando se empezaron a esbo-

nila en España.

zar los motivos florales bordados a mano en el

La composición floral más común en el traje

traje de la mujer zapoteca, primero sobre tela

contemporáneo de la mujer zapoteca es a base de

lisa sin estampados, charmés y muselina; pos-

flores de tipo camelia en su forma de rosa, con

teriormente sobre terciopelo, y en la actualidad

varias coronas de pétalos superpuestos que de-

sobre telas sintéticas. Se comenzó con flores pe-

jan un espacio para la presencia de los estambres

queñas: guías y ramos, acompañados incluso de

en el centro. Aparecen también claveles y clave-

pájaros, garzas y guajolotes (Vichido, 1996: 61).

linas, rosas en forma de urna, girasoles, campa-

Se cree que el estilo de los motivos florales es de

nillas, crisantemos, azucenas, nenúfares, alcatra-

influencia colonial; por el tipo de flores y la re-

ces y tulipanes. Para sus bordados, las artesanas

presentación plástica de las mismas se encuentra

y los artesanos resuelven primero la composiLAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA

Mujeres zapotecas en la “tirada de frutas” © a n a to l e d o < Una sonrisa de flor istmeña © a n a to l e d o

123

colorear delicadamente cada figura con hilos

ES IMPONENTE VER A UNA MUJER ATAVIADA CON EL TRAJE BORDADO, CUYO PRINCIPAL MOTIVO ICONOGRÁFICO SON LAS FLORES. ASÍ, ENTRE LA FIESTA, LA MAGIA Y LA VIBRACIÓN DE LAS FLORES, LAS MUJERES SE CUBREN DE UN HALO DE GOZO Y ORGULLO ESPECIAL.

de algodón, matizando los colores de las figuras como si fueran veladuras de pincel. Para “sombrear” se requiere un buen manejo del color y cuidar en todo momento la coherencia plástica del trabajo. La técnica del bordado con agujilla se utiliza cada vez menos, debido a que implica más tiempo y más cantidad de hilo que el bordado con gancho. Esta última técnica se ha popularizado mucho por la rapidez con la que se puede realizar y el uso de menor cantidad de hilo. La calidad del bordado que se logra con la técnica de agujilla es mucho mayor que con la técnica del gancho. Sin embargo, esta ha tenido una gran aceptación entre la gente de Ixtepec, pues su costo es más accesible, además de los efectos muy interesantes que se logran con ella. Consiste en hacer pasar el hilo de algodón con un esbelto gancho metálico a

124

ción floral con un dibujo de una sola línea sobre

través de un lienzo de tela tensada en el bastidor,

papel, para después calcarlo sobre un lienzo de

logrando un tejido con puntos muy cerrados.

tela —de terciopelo, raso, satín u otro tipo— pre-

La disposición del color es la misma en ambas

viamente tensada sobre un bastidor de madera

técnicas. Se procura respetar la diferencia entre

similar a la estructura de una mesa. Después

los colores fríos y los cálidos, matizando cada ele-

eligen la técnica con la cual realizarán el borda-

mento floral según sea el caso. Por ejemplo, si se

do, ya sea con agujilla o con gancho. El bordado

comienza con un color cálido, se evita el uso de co-

con agujilla es una de las técnicas más antiguas

lores fríos para la misma flor. En la composición

y, también, una de las más laboriosas. Se trata de

total de un traje hay un equilibrio entre los co-

ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ

lores fríos y los cálidos. Es interesante observar

bre comienzan las velas y las calendas. Se llama

cómo cada artesano y artesana se vale únicamen-

“vela” a cada uno de los bailes que organizan di-

te de su sentido común para elegir la manera de

versos grupos de familias de la población, repre-

aplicar los hilos de color en su arte, lo que revela

sentados por una vela de cera que se labra en ho-

su natural sensibilidad.

nor al santo patrón; la Labrada de cera ocurre en el

La técnica del bordado de motivos florales se

mes de abril. Por lo regular, las velas se realizan sin

utiliza también en los estandartes que llevan los

ningún tipo de financiamiento municipal; se apela

mayordomos, las madrinas y los padrinos de la fies-

únicamente a la reciprocidad de los integrantes de

ta patronal y en el desfile de la “Tirada de frutas”.

cada grupo. En estos bailes, las flores y las mujeres son el

LA MAYORDOMÍA: LAS FLORES

centro de atención; es el mejor momento de lucir

EN EL CENTRO DE LA CELEBRACIÓN

el traje tradicional de gala con todos los aditamen-

Por el sincretismo de la raza zapoteca con el cris-

tos y una forma de coronar el esfuerzo del trabajo

tianismo, en todo el istmo oaxaqueño se celebran

de todo el año. Mujeres de todas las edades acu-

las mayordomías a los santos patronos de los pue-

den a esta celebración, donde las flores tienen un

blos y los barrios, con un sentido profundamente

significado especial, al igual que la manera en que

comunitario. Los mayordomos son por lo general

se lleva el tocado. El tocado de flores del lado iz-

una pareja que se presenta ante el Comité Orga-

quierdo indica que la mujer es soltera y está dis-

nizador de Festejos Populares para solicitar ese

ponible para bailar. Si el tocado se coloca del lado

cargo. Se trata de personas que, por una promesa

derecho es porque está comprometida o casada.

ofrecida al santo patrón, quieren organizar la fies-

Anteriormente, este accesorio se elaboraba con

ta como un gesto de agradecimiento. El pueblo,

flores artificiales; hoy en día se nota la preferencia

con un sentido de reciprocidad, coopera afable-

de las mujeres por hacer sus propios tocados con

mente con los mayordomos nombrados.

flores naturales de colores vivos, que pueden cor-

La celebración, con una presencia determi-

tar en su propio jardín o comprar en el mercado;

nante de las mujeres, tiene lugar del 20 de sep-

van desde encendidos tulipanes, margaritas y ger-

tiembre al 4 de octubre. A partir del 21 de septiem-

beras hasta claveles y hojas verdes. LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA

125

bración de las flores, las mujeres se cubren de un

LA PRESENCIA DE LAS FLORES EN LA FIESTA PATRONAL DE IXTEPEC ESTÁ TOTALMENTE LIGADA A LAS MUJERES. TODAS LAS CRÓNICAS DE VIAJEROS SOBRE EL ISTMO ZAPOTECO DEJAN EN CLARO LA FASCINACIÓN Y LA SEDUCCIÓN ABSOLUTA Y CRECIENTE DE LAS MUJERES, QUIENES DESTACAN POR SU VOLUPTUOSIDAD, SUS ATUENDOS, SUS RITUALES Y SU SOBERBIO AIRE ORGULLOSO.

halo de gozo y orgullo especial, a pesar de que esta indumentaria no es quizá la más apropiada para el calor de la región. Por la tarde del 29 de septiembre, las principales calles de Ixtepec son testigos del Paseo Convite y la Tirada de frutas. Participan los mayordomos, las madrinas, los padrinos, los capitanes y las capitanas de las festividades en honor al santo patrón, quienes reparten obsequios a las personas mientras van desfilando. Hace tiempo regalaban frutas y animales de crianza, tales como gallinas, guajolotes, patos e iguanas. Hoy obsequian productos de la canasta básica o, en el peor de los casos, productos chinos de mala calidad. En este paseo, todas las mujeres lucen sus trajes bordados (de cadenilla o combinados), sus alhajas, su resplandor y su tocado de flores con listón. Los hombres participan también, ya sea como integrantes de la banda de música o en la comitiva de cabalgata y carretas. Cada comitiva porta su estandarte bordado o pintado con motivos florales, similares a los del traje regional, y completado con alguna imagen religiosa o el retrato de alguna per-

Es imponente ver a una mujer ataviada con el

126

sona protagonista de la fiesta.

traje bordado, cuyo principal motivo iconográfico

Mujeres y hombres trabajan arduamente

son las flores. Así, entre la fiesta, la magia y la vi-

para las fiestas. Los varones encargados, a quie-

ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ

nes se conoce como muxes, son, junto con las

nes, diseñan el peinado y el tocado de flores, entre

mujeres bordadoras, los principales portadores

otras actividades. Los muxes son muy solicitados

de este conocimiento artesanal. La palabra zapo-

durante la fiesta del pueblo. Se destaca su perte-

teca muxe se usa para referirse a un varón que

nencia a la comunidad a nivel social y la valía de

puede ser travestido o no, pero que asume roles

su identidad, lo cual se refleja en su participación

que se consideran propios de las mujeres en la

en los rituales; no es apropiado, por lo tanto, ca-

comunidad. En esta región zapoteca se advier-

talogarlos como “homosexuales” o “travestidos”.

te cierto grado de aceptación y tolerancia hacia

Con algunos meses de anticipación se invita

ellos, puesto que son parte importante en la orga-

a las mujeres que acudirán a la Tirada de frutas.

nización de la fiesta del pueblo. Suelen dirigir los

Para ello se les lleva a sus casas un pan especial,

grupos de danza regional y, con ello, reivindican

llamado pan de manteca. Al recibir este obsequio,

la manera de portar el traje entre los y las jóve-

ellas se comprometen con la persona que las invita LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA

Bordando color y vida al traje de la mujer istmeña © a n a to l e d o

127

128

a acompañarla en dicho convite. Dentro de un ji-

Todas las crónicas de viajeros sobre el istmo za-

calpextle adornado con banderitas de papel o tela

poteco dejan en claro la fascinación y la seduc-

llevan arreglos de flores u obsequios para repartir

ción absoluta y creciente de las mujeres, quienes

entre los espectadores durante el trayecto.

destacan por su voluptuosidad, sus atuendos, sus

En el marco de la fiesta patronal, la Calenda

rituales y su soberbio aire orgulloso. Esto, si bien

es otra celebración por demás alegre. En este pa-

comprensible desde una mirada externa, deja de

seo nocturno por las calles del pueblo participa

lado que esas mujeres seductoras también son

la madrina de Calenda, sus invitados y el pueblo

artesanas, pintoras, escultoras, cantantes y sa-

en general. Las mujeres van vestidas con enagua

bias curanderas que establecen un diálogo con las

rabona y huipil. Portan también vistosos faroles

plantas y los animales. Además, son ellas el sos-

elaborados con papel de china y carrizo, corona-

tén económico, así como cocineras ejemplares y

dos con velitas encendidas que a lo lejos dibujan

también constructoras; conocen el manejo de la

un lindo paisaje nocturno: luceros encendidos

milpa, del agua y de las labores comunitarias que

meneándose al compás de la música. A lo largo de

fortalecen el tejido social de la población, pese a

todo el paseo circula la mistela, refrescante bebi-

las dificultades sociales, económicas y políticas

da preparada con mezcal y agua de fruta, que ayuda

derivadas del despojo del territorio y la introduc-

a relajar los sentidos para disponerse a bailar al

ción de agentes que van mermando la naturaleza

ritmo incesante de la banda. El recorrido es pro-

y el patrimonio cultural.

picio para sacar a pasear a las marmotas, monigo-

La fiesta patronal de Ixtepec es un tributo al

tes gigantes que caricaturizan a una pareja, la cual

gozo, al arte, al color, a la música, a la broma, a la

baila también con la comitiva. Al final del paseo

risa, al baile y al oficio. Es interesante observar que

se queman los toritos y otros fuegos artificiales,

los protagonistas de cada celebración son en su

mientras que las mujeres, también moviéndose

mayoría jóvenes, lo cual indica que esta fiesta perdu-

con la música, cargan un arreglo de flores con

rará y que no es estática, sino que cada vez se trans-

carrizo llamado María Andrea.

forma y se amolda a las condiciones actuales. No se

La presencia de las flores en la fiesta patronal

ha perdido lo más importante: la conexión con el

de Ixtepec está totalmente ligada a las mujeres.

gozo a nivel sociocultural a través de estos rituales.

ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ

UNA ÚLTIMA REFLEXIÓN

de empeño, por ejemplo, las jeromeñas acuden

Ixtepec todavía conserva buena parte de los

a estos establecimientos para malbaratar sus

elementos visibles y estructurales de su cultura

prendas de oro antiguo y, así, salir de apuros.

local, como el vestido y la lengua, aunque esta

Los migrantes que provienen de Centroamérica

última está desapareciendo gradualmente entre

viajan en los ferrocarriles que transportan pro-

los jóvenes. A ello se suman los cambios en la

ductos de carga hacia Coatzacoalcos, Veracruz,

economía de la región, que reflejan crisis más

de modo que, en su ruta hacia el norte, pasan

amplias a nivel nacional e internacional, con

por Ixtepec, convirtiendo este pueblo en una

los elementos desfavorables que se van inser-

llaga abierta por lo que este tema implica, en

tando. Con la reciente proliferación de las casas

donde se ponen en una balanza la violencia y el LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA

Convite en las calles principales de la ciudad de Ixtepec, Oaxaca © a n a to l e d o

129

130

carácter generoso de los jeromeños que les tienden

oportunidad de definir sus formas de vida social

la mano a esos peregrinos.

y vernácula (Esteva et al., 2001: 69). Es claro que

Sin duda, esta situación afecta el devenir cul-

las culturas nunca son estáticas y que están en

tural de Ixtepec, a lo que se agrega ahora el Mega-

constante transformación. Sin embargo, el reto

proyecto del Istmo, que contempla la construcción

es lograr que la cultura se regenere por sí misma

de obras de gran escala vinculadas a un corredor de

para enriquecerse y que tenga la posibilidad de

maquiladoras y tiendas departamentales (García,

resistir los impactos externos y sus distorsiones.

2005), con los consecuentes cambios en usos y cos-

Para evitar que se repita la historia de despojo,

tumbres. ¿Qué pasará, por ejemplo, si alguna indus-

destrucción y sometimiento que vivieron y viven

tria manufacturera comienza a producir en serie los

muchos de los pueblos originarios y mestizos es

bordados florales? Es evidente que se abaratarán

preciso fortalecer las identidades vernáculas de

los costos y se devaluará por completo el trabajo

la región.

artesanal ¿Está preparada la población istmeña

En el mercado y la plaza pública es común ver

para asumir estos cambios? ¿En manos de quién

a mujeres de edad avanzada portar la enagua tipo

quedará este patrimonio cultural? ¿Se reconocerá

rabona con huipil sencillo, pero esta práctica coti-

a quienes por siglos lo han cultivado y preserva-

diana está desapareciendo entre las jóvenes. No así

do? ¿El patrimonio se valorará solamente en fun-

el uso del traje de gala, que se mantiene entre las

ción del consumo? ¿Hay posibilidades reales de

mujeres de todas las edades durante la época festi-

que esto suceda?

va del año. Un buen número de artesanos y artesa-

Supuestamente, el desarrollo económico trae

nas están aplicando los motivos florales en vestidos

consigo mejores condiciones de vida a partir de

confeccionados en tela de manta, además de dise-

la transformación de la naturaleza en mercancía

ñar bolsas, carteras, blusas, camisas y otros objetos

(Von Werholf, 2010). Conforme a esta premisa, el

que son del agrado de la gente. El desafío consiste

desarrollo implica por lo menos una cosa: escapar

en fortalecer las capacidades locales y el bienestar

de una condición indigna llamada subdesarrollo.

de su población y, a la vez, visibilizar y valorar la

Al darle una importancia global a Occidente se

forma en que se renueva el patrimonio cultural in-

priva a los pueblos de culturas diferentes de la

material zapoteco en el Ixtepec contemporáneo.

ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ

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CONSULTAS EN LÍNEA García, Miguel Ángel (2005). “El Megaproyecto del Istmo de Tehuantepec” [en línea]. Oaxaca. Consulta: 22 de noviembre de 2012.

132

LOURDES ARIZPE

TEXTO COMPLEMENTARIO I

ACOCOXOCHITL, ACOCOTLI, COHUANENEPILII O DALIA, LA FLOR NACIONAL MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ

La dalia, originaria de Cuernavaca y Tepoztlán, es considerada como la flor nacional. De hecho, México da cobijo a 31 especies del género Dahlia. Y aun cuando se le bautizó así en recuerdo del botánico Andreas Dahl, las dalias silvestres eran conocidas comúnmente en Mesoamérica con el nombre de acocoxochitl, acocotli o cohuanenepilii (tallos huecos con agua). Entre los pueblos originarios, esta flor tenía una gran cantidad de usos: ornamental, alimenticio, medicinal, ceremonial e incluso para forraje. Se sabe, por ejemplo, que era muy socorrida como remedio contra la tos crónica y los cólicos, y se le empleaba también como tónico diurético y como diaforético, es decir, para sudar las fiebres (Hernández, 1946). De acuerdo con el Códice De la Cruz-Badiano y algunos estudios posteriores, las dalias fueron muy importantes entre los aztecas, por lo que su domesticación se produjo mucho antes de la llegada de los españoles (Mera-Ovando et al., 1995). Estos la introdujeron después en Europa con la esperanza de utilizar sus raíces carnosas con fines alimentarios, como lo hacían los aztecas. Sin embargo, la planta apenas se aproximó a aquellas ilusiones culinarias (Treviño et al., 2010). En Bélgica se obtuvieron las primeras plantas de carácter ornamental con flores grandes y dobles, las cuales se propagaron rápidamente por todo el continente, al grado de ser las preferidas de la corte de la reina Victoria.

Las primeras semillas de dalia llegaron a España como resultado de las expediciones enviadas por la Corona. Sin embargo, la base genética que amplió y diversificó la horticultura de la dalia en Europa se debe al material que el naturalista alemán Alexander von Humboldt recolectó durante su exploración por territorio mexicano entre 1803 y 1804. El mejoramiento genético dio como resultado la variación en el tamaño de la flor, su color y el incremento en el número de flores con lígulas o pétalos anchos, entre otros atributos. La creciente publicación de libros sobre el cultivo de esta flor durante el siglo xix refleja el interés por el tema entre los países no hispanohablantes. Tan sólo en los jardines de Leipzig, Alemania, para 1817 ya se habían desarrollado más de 75 variedades de dalias. A mediados de ese siglo llegaron a México las primeras formas modificadas de dalia. Las flores dobles correspondieron a los tipos show y fancy. Las del primer tipo eran flores monocoloreadas parecidas a una pelota, mientras que las del segundo eran multicoloreadas. Posteriormente, en Alemania se registraron las formas anémoda y pompón (Treviño et al., 2007; Laguna, 2007). El origen de las formas cactus y decorativas se consiguieron con el arribo de la Dahlia juarezzi  o Dahlia pinnata. Este tubérculo, emparentado con  la Dahlia coccinea,  llegó a Holanda desde

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

< Dalia nacional: belleza de todos los climas © edith pérez f lo r e s

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Dalia en la tierra fría de Hueyapan, Morelos © edith pérez f lo r e s

México en 1872, para luego, en 1874, ser introducido al Reino Unido. Por último, las variedades tipo colar se obtuvieron en 1899 en los jardines municipales del Parc de la Tete d’Or en Lyon, Francia. La dalia adquirió la misma importancia ornamental que el tulipán holandés; en el siglo xix se crearon los primeros grupos dedicados al cultivo, estudio y mejoramiento de las formas conocidas; así se consolidaron las sociedades nacionales de la dalia en Inglaterra y Francia. A partir de entonces, se han desarrollado nuevas variedades, como la “orquídea”, la fimbriata, el tipo clavel y otras más que muestran la gama de posibilidades del género Dahlia cada vez que se integran especies silvestres a su mejoramiento. ALGUNOS RASGOS DISTINTIVOS

El género Dahlia pertenece a la familia botánica Asteraceae (compuestas), de tal forma que la mayoría de las dalias son 134

MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ

plantas herbáceas o arbustivas y, a veces, epífitas o trepadoras. Las herbáceas son anuales; su follaje desaparece en el invierno, pero de sus raíces tuberosas, que quedan enterradas, brotan nuevas plantas en la siguiente temporada de lluvias. Las arbustivas son perennes y suelen tener raíces tuberosas muy desarrolladas. Sus tallos son huecos (de ahí su nombre en náhuatl, acocoxochitl) o compactos, en tanto que las hojas pueden ser opuestas o verticiladas y simples o compuestas. El follaje varía entre láminas enteras y láminas divididas (Mera-Ovando, 2006; Laguna, 2007). Las flores constan de varias estructuras que, en conjunto, se denominan “cabezuelas” o “capítulos”. Las liguladas (en forma de lengua) tienen una apariencia similar a la de un pétalo y son blancas, moradas, amarillas o rojas. Las tubulares o flores de disco semejan un plato y las hay en color amarillo o morado. Ambas están dispuestas sobre una base común llamada receptáculo.

La dalia tiene la característica de producir espontáneamente nuevas formas, así como una gran capacidad de cruzarse e hibridarse, lo que ha dado lugar a una variedad de tipos que dificulta su clasificación botánica. En la actualidad existen alrededor de 20 mil cultivares reconocidos en el Registro Internacional de las Dalias de la Royal Horticultural Society. Los distintos reportes botánicos aseguran que el tubérculo contiene mucha fibra y ayuda al intestino a trabajar suavemente. Incluso se dice que combate el cáncer de colon, pues limpia el intestino. Además, las raíces de este cultivo contienen inulina, que se emplea en la agroindustria como sustituto de grasas y también modifica la textura de los alimentos. La inulina se encuentra también en la categoría de los alimentos no digeribles, que no son asimilados, que no dan calorías y, por lo tanto, que no incrementan el peso corporal ni elevan los niveles de glucosa sanguínea. De ahí que algunos diabéticos utilicen este carbohidrato para sustituir el almidón. Hasta ahora, la principal productora de inulina es la especie Helianthus tuberosus. De igual manera se ha reportado que en Europa se incluye el camote de dalia en alimentos infantiles envasados porque evita la obesidad en los niños (Reyes y Treviño, 1993; Treviño, 2010). LA FLOR NACIONAL DE MÉXICO

El 13 de mayo de 1963, en el Diario Oficial de la Nación, el presidente Adolfo López Mateos expidió un decreto declarando a la dalia símbolo de la floricultura nacional, con las siguientes consideraciones: •  Que la República Mexicana posee una gran diversidad de flores nativas de especial valor estético, ornamental y económico, entre las que se encuentra la flor de dalia. •  Que las flores mexicanas, por sus características peculiares, han merecido distinción tanto en el país como en el extranjero, y entre ellas particularmente la flor de la dalia. •  Que la admiración a dicha flor motivó a que una de las especies fuera distinguida con el nombre de Dahlia Juárez, en honor del Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez.

El 12 de octubre de 1995 se formó la Sociedad Mexicana de la Dalia con el fin de investigar antecedentes históricos, diagnosis, ubicación taxonómica, importancia económica, propagación, cultivo y difusión de las dalias silvestres y cultivadas; formar un banco de germoplasma como base de los trabajos sobre el género, el cual incluía las más de 30 especies hasta entonces reportadas, y establecer un banco de información sobre dalias disponibles para todos los socios y amigos aficionados a ellas, así como para los cultivadores y comerciantes (ibid., 2007). Cada año aparecen variedades nuevas entre los viveristas y cultivadores, y en distintos países se hacen concursos, exposiciones y congresos internacionales para presentarlas (aunque a veces la duración de los cultivares es efímera o pasan de moda y dejan de cultivarse). En México se lleva a cabo la exposición anual de la dalia en los Viveros de Coyoacán, donde se premia la flor más bella o mejor lograda y se incentiva la creatividad de los horticultores mexicanos para conocer e incluso trabajar con las especies silvestres (ibid., 2010). No obstante lo anterior, en nuestro país se sabe poco del cultivo de las dalias, el cual se limita por lo general a los jardines privados. Tampoco existe la afición por mejorar o encontrar nuevas variedades que podrían estimular la industria nacional y de exportación. Sería muy conveniente fomentar su cultivo en vista de las propiedades alimenticias, medicinales y forrajeras de sus raíces tuberosas y, así, contribuir a la nutrición, herbolaria y ganadería mexicanas (Mejía et al., 1992; Laguna, 1992). El material genético disponible es suficiente para producir no solo flores de maceta, sino también plantas arbustivas e incluso trepadoras que faciliten las creaciones ornamentales. Los trabajos de investigación relacionados con la propagación, el cultivo y el mejoramiento de la dalia permitirían seleccionar variedades con características factibles de modificarse y de alto interés para los agricultores

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

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> Roja dalia de tierra caliente © a n a to l e d o

BIBLIOGRAFÍA Cruz, M., De la y J. Badiano (1964). Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis. México, Instituto Mexicano del Seguro Social. Hernández, F. (1946). Historia de las plantas de la Nueva España. México. Heyden, Doris (1995). “Jardines botánicos prehispánicos”, en coloquio “Cantos de Mesoamérica”. México, unam. Huxley, A., M. Griffiths y M. Levy (1999). Dictionary of Gardening 2. Londres, New Royal Horticultural Society. Laguna, C. A. (1992). “Variabilidad genética y distribución geográfica de la Dahlia (Dahlia spp) y posible utilización en su mejoramiento genético: marco teórico”, resumen del III Congreso Nacional de Horticultura Ornamental. Cuernavaca. Mejía, M.J.M., D.R. de la Cruz y M.J.J. Zamorano (1992). “La dalia como un recurso genético mexicano”, resumen del III Congreso Nacional de Horticultura Ornamental. Cuernavaca. ________ (2007). Manual gráfico para la descripción varietal de dalias. ________ F.A. Espinosa, O.L.M. Mera, C.A. Laguna, B.R. Bye y C.M.G. Treviño (2007). Propagación de dalias en México. México, Sagarpa, snics, Sinarefi. Mera O. L.M., M.J.M. Mejía, B.R. Bye, C.A. Laguna, F.A. Espinosa y C.M.G. Treviño (2010). Diversidad de dalias cultivadas. México, Sagarpa, snics, Sinarefi. Reyes, J. y G. Treviño (1993). “Historia y cultivo del género Dahlia (Compositae)”, Amaranto, año 6, núm. 3. México, unam. Treviño, C.M.G., O.L.M. Mera, B.R. Bye, M.J.M. Mejía y C.A. Laguna (2007). Historia de la dalia (acocoxochitl), la flor nacional de México. México, Sagarpa, snics, Sinarefi. ________, M.M.T. Martínez, M.J.M Mejía y M.E. Sosa (2010). Las dalias orgánicas en la gastronomía. México, Sagarpa, snics, Sinarefi.

CONSULTAS EN LÍNEA http://www.eluniversaledomex.mx/home/nota28266.html

INTRODUCCIÓN

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MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ

TEXTO COMPLEMENTARIO II

RITUALIDAD Y PRÁCTICAS SOCIALES: USO DE LAS FLORES EN COATETELCO, MORELOS HÉCTOR JIMÉNEZ CRUZ

Al igual que en muchos otros poblados de México, las tradiciones en Coatetelco giran en torno a los antiguos ritos prehispánicos y el culto católico, y se articulan a “la división dual del año en estación de secas (tonalco) y de lluvias (xopan)” (Broda, 2004: 40). El ciclo agrícola anual comienza con la bendición de las semillas en Semana Santa y concluye con la veneración a los muertos en noviembre. Las festividades de esta localidad perteneciente al municipio de Miacatlán, al sur de Morelos, se remontan a la época de su fundación. De acuerdo con una de las leyendas más extendidas (Alemán, 2002: 6), Cuauhtlitzin, diosa relacionada con la belleza y la fertilidad, fundó Coatetelco (Cuauhtetelco): Cuauhtlitzin era la princesa de la localidad y sacerdotisa de Quetzalcóatl. Se distinguió por su inteligencia y por querer a su gente. Cuando llegó a ser joven, los ancianos de la aldea la nombraron reina de la fertilidad; debido a esto era muy codiciada y querida por los grandes hombres de otras aldeas, por lo cual era custodiada por guerreros y ancianos, pero un día unos guerreros la secuestraron y la llevaron rumbo a Xochicalco. Ella se resistió y un diluvio con rayos y centellas la defendió haciendo que los raptores murieran. Ella milagrosamente salvó la vida y se refugió en “la Joya”, la parte más baja y fértil de la aldea. Cuando

miró a sus guardianes y a su gente ahogados por las corrientes del agua, lloró amargamente y arrojó su guirnalda de flores blancas de cazahuate sobre las aguas, quedando ella también sepultada entre ellas, naciendo así la laguna de Coatetelco.

< Niño con escapulario, corona de fulmina y cadena de flor y galletas © h é c to r jiménez

En el museo de sitio de la localidad se encuentra una escultura de piedra que se presume es de Cuauhtlitzin. En ella puede advertirse una corona de cazahuate (Ipomoea murucoides), flor con un característico color blanco que puede encontrarse en los cerros que rodean a la laguna. La veneración a las deidades femeninas prehispánicas derivó después en el culto a las vírgenes católicas. En Coatetelco, una de las mayores celebraciones corresponde a la Virgen de la Candelaria. Se lleva a cabo en enero y está estrechamente vinculada al cambio de ciclos (Reynoso y Castro, 2002: 93): En el mundo indígena el ciclo de Purificación y Penitencia se inicia con esta festividad, la Candelaria; sigue con el Carnaval, la Cuaresma y la Semana Santa. Visto con la perspectiva europea, debiera comenzar con el Carnaval, pero desde la cosmovisión indígena y campesina, estas dos festividades quedaron invertidas. Es el ciclo de la

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

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Enflorando a nuestros difuntos © h é c to r

siembra y las estaciones del año el que marca toda la vida religiosa, social, humana, comercial y cultural del pueblo en sus fuertes manifestaciones culturales prehispánicas.

jiménez

Valga agregar que durante esta fiesta, los altares en los que descansa la Virgen se adornan con arreglos florales mixtos de gran vistosidad. Destaca igualmente la fiesta de la Asunción de María, celebrada el 15 de agosto. En una pequeña procesión, la mayoría de las solteras jóvenes llevan en sus brazos flores mixtas de color blanco para ofrendarlas a la Virgen. Se dice que esta tarea solo puede recaer en aquellas mujeres que aún son vírgenes. Al día siguiente, el turno es de los hombres, quienes también deben ser solteros. Es entonces cuando se monta un arco decorativo en la fachada de la iglesia. Año tras año se renueva el diseño del arco, pero las figuras con flores son constantes. Es conveniente mencionar que en estas y otras celebraciones de Coatetelco no se usan solo flores naturales. Tam140

HÉCTOR JIMÉNEZ CRUZ

bién son frecuentes las flores artificiales que se utilizan sobre todo en las ceras que los padrinos y las madrinas obsequian a sus ahijados en Semana Santa, así como en las coronas que se colocan en las tumbas de los difuntos. Las ceras se emplean concretamente en las procesiones del Jueves y el Viernes Santos. En el centro están decoradas con un listón de color y flores artificiales. La madrina determina el tamaño de la cera y el color de las flores. En tanto, el color del listón depende de quién recibirá tal obsequio, es decir, si es hombre o mujer. Por lo regular se eligen los tonos azul y rosa, respectivamente. Las ceras son muy apreciadas, ya que generan y reproducen alianzas de compadrazgo. Una vez que el ahijado o la ahijada recibe su cera, debe enviarle a su padrino o madrina una pequeña olla de comida en señal de agradecimiento. Las coronas, por su parte, se elaboran todo el año y son utilizadas en los funerales y en las tumbas de los difuntos. Sin embargo, predominan desde la celebración de San Miguel (28

de septiembre) hasta el Día de Muertos (2 de noviembre). Constan de un aro metálico envuelto con plástico de color verde, en el que se colocan alrededor de seis flores grandes. Las coronas ya concluidas se llevan entonces al panteón. Anteriormente, en la localidad abundaban los xochimamastles, especie de corona que se elaboraba al comienzo del ciclo agrícola para pedir la lluvia. Estas “ruedas del tiempo”, que en Coatetelco se conocen también como “resplandores”, se hacían con carrizo y flores de cempoalxochitl amarillo intenso, color que simboliza el fuego y el centro del universo. Valga recordar que es el color del sol, el cual en diciembre —plena temporada de secas— está más inclinado hacia el sur, de modo que es el momento en que, según el mito, Huitzilopochtli “va a combatir la sequía para que la vida prevalezca. Si analizamos esta concepción dual, hay una latente preocupación porque la vida vuelva a surgir, porque el ciclo no se detenga y vuelva a repetirse, como se ve en la naturaleza” (ibid., 2002: 14). En este mismo sentido se debe recordar que el patrono de Coatetelco es San Juan Bautista. La fiesta en su honor coincide con el inicio de uno de los dos periodos agrícolas, el que transcurre de junio a octubre. En los días previos a la fiesta (24 de junio), una comitiva de personas se traslada a Tepoztlán para recolectar cucharilla (Dasylirion Acrotriche), flor de color blanco similar a una cuchara, con la que se elaboran adornos para un arco que se coloca en el atrio de la iglesia, donde se encuentra el santo patrono. Las flores se emplean también con fines terapéuticos, específicamente en el “escapulario” o “santo”, ritual de sanación típico de la localidad. La familia del enfermo tiene que buscarle a este una madrina para que le lleve ropa de color rojo, un collar de galletas, un collar de flor de cempoalxochitl, una corona de flor de fulmina (Antigonon leptopus) y regalos como dulces y pan. La fulmina es un ramillete de pequeñas flores rosas que crece en forma de enredadera. Se reproduce de manera silvestre en el campo, aunque muchas de las casas del poblado la tienen también en sus patios. En el escapulario, además, se prepara una ofrenda en honor de San Antonio y Santo Domingo. En la mesa donde se ofrenda la comida se colocan dos floreros con rosas y flores

de temporada. Se cambia al enfermo y después se le colocan los collares y la corona de flores. Con estos objetos y con la ropa de color rojo, el enfermo parece la representación de una deidad, muy posiblemente Cuauhtlitzin. Al menos es a ella a quien se le ofrenda la comida y la bebida. Una vez finalizado el ritual, los asistentes destrozan la corona de fulmina como símbolo de que el enfermo ha sanado. El culto a los difuntos inicia en Coatetelco el 28 de septiembre, la víspera del día de San Miguel, conocido como “el día en que termina el hambre”, ya que marca el inicio de la cosecha. Puede afirmarse que ese día la localidad cuenta con la mayor variedad de flores. Los pobladores visitan a sus difuntos en el panteón, llevándoles una ofrenda de fruta, flores y los característicos tamales preparados con los primeros elotes de la cosecha, con lo cual, además, se agradece la abundancia de la cosecha. Todo comienza con la elaboración de las cruces de pericón (Tagetes lucida), que varían en tamaño y decoración y “tienen la finalidad de asustar a las fuerzas demoniacas por medio de la señal de la cruz, proteger a las personas de la tentación del diablo, alejar la maldad y el pecado. La cruz recuerda al demonio su derrota a manos del arcángel Miguel; las casas están protegidas porque están coronadas con el símbolo de la victoria” (ibid.: 18). Las cruces de pericón se colocan tanto en las parcelas de los campos como en las puertas, esquinas y árboles de la casa. Además de esta flor, para adornar las tumbas se emplea cempoalxochitl y flor de San Miguelito (Poaransico), fácil de encontrar en esa época del año. El 2 de noviembre, por último, las tumbas del panteón se adornan con la tradicional ofrenda colgante, la flor de cempoalxochitl y la flor de terciopelo (Celosia cristata). A partir de lo anterior, es posible corroborar que Coatetelco es uno de los tantos pueblos mexicanos que sobresalen por su diversidad de flores y la creatividad de sus pobladores para revitalizar las prácticas culturales. Es imperativo salvaguardar este patrimonio, preservar los saberes ancestrales sobre la naturaleza y valorar todo aquello que permita la buena convivencia, los intercambios materiales y simbólicos y, en fin, el bienestar de las localidades. TEXTOS COMPLEMENTARIOS

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> Cruz enflorada de pericón © jahir mora

BIBLIOGRAFÍA Alemán Cleto, Teódula (2002). “Coatetelco, pueblo de pescadores” (folleto informativo). México. Arizpe, Lourdes (2011). El patrimonio cultural inmaterial de México: ritos y festividades. México, unam, crim-Miguel Ángel Porrúa. Broda, Johanna (2004). “Ciclos agrícolas en la cosmovisión prehispánica: ritual mexica”, en Johanna Broda y Catharine Good (coords.), Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas: los ritos agrícolas. México, inah, unam-Instituto de Investigaciones Históricas, Conaculta, pp. 35-59. Reynoso Jaime, Irving y Jesús Castro (2002). Coatetelco: notas etnográficas. Edición financiada por el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (pacmyc) de la Dirección General de Culturas Populares y el Instituto de Cultura de Morelos.

CONSULTAS EN LÍNEA Biblioteca digital de la medicina tradicional mexicana (2009). México, unam, http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/index.php Consulta: 31 de octubre de 2012.

INTRODUCCIÓN

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MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ

TEXTO COMPLEMENTARIO III

LA FLOR DE CEMPOALXOCHITL EN EL XOCHIMAMASTLE DE XOXOCOTLA, MORELOS ULISES JOEL TERÁN IBARRA

Xoxocotla, poblado del municipio de Puente de Ixtla, en el suroeste del estado de Morelos, destaca por su diversidad de flora, que va del tamarindo y diferentes tipos de ciruelas a las flores de ornato, como la bugambilia, la nochebuena y, desde luego, el cempoalxochitl. Esta última flor, cuyo nombre científico es Tagetes erecta, es una especie de la familia Asteraceae. Con una vara de longitud variable, entre 60 y 100 centímetros, destaca por ser muy aromática y de colores llamativos, desde el amarillo encendido hasta el naranja e incluso el rojo. Se le asocia sobre todo con las fiestas tradicionales, uso que se le ha dado desde épocas prehispánicas hasta la actualidad. En la antigüedad, el vocablo náhuatl cempoalxochitl se refería genéricamente a un grupo de plantas vistosas por su forma, tamaño y colores. Hoy, la flor es conocida con múltiples nombres dependiendo de la región. Los más comunes, provenientes de las comunidades con raíces nahuas son los siguientes:, cempoalxochitl (su forma castellanizada), flor de veinte pétalos, cempoal, flor de cempoal, flor de cempoalxochitl, flor de difunto, flor de muerto chino, flor de niño y veinte flores. Asimismo, hay distintas variedades de cempoalxochitl, especialmente en Puebla, el Estado de México y Morelos. Entre ellas sobresalen las siguientes: clemole, copalxuitl, cozahuicxochitl, macuilsuchitl, moixochitl y cempoalxochitl.

En fechas recientes se han considerado no solo los usos tradicionales de esta flor, sino también los potenciales: antioxidante, pigmento de alimentos, saborizante, componente de perfumería, resina, insecticida, larvicida, repelente de insectos y abono verde, entre otros (Serrato, 2004: 3).

< Xochimamastle que se lleva a la cueva para “leer el temporal” © edith pérez f lo r e s

DE ARREGLOS Y CRUCES

La flor de cempoalxochitl en Xoxocotla tiene la particularidad de tener dos cosechas al año: cultivo de temporal y cultivo de riego. De ahí que sea común utilizarla en arreglos florales a lo largo del año. Además de los rituales durante los días de Muertos, el poblado se cubre con esta flor durante la fiesta del Jueves de la Ascensión, que tiene lugar 40 días después del Domingo de Resurrección, es decir, en los primeros días de mayo. Con tal motivo, los propietarios de tierra de riego o de temporal llevan ofrendas a Coatepec, Teacalco y el Cerro de la Tortuga. Los agricultores acuden a estos puntos con enorme devoción y un especial interés por transmitir la tradición a las nuevas generaciones. A pesar de ello, en los últimos años se ha observado una disminución en el número de participantes. En el pueblo son frecuentes los xochimamastles, arreglos florales circulares a base de cempoalxochitl, que varían en tamaño, ya que pueden incluir 20, 36 o 52 radios, para representar determinado número de días o los 52 años que

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

145

©

Ofrendas de ramilletes al calvario edith pérez f lo r e s

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tiene el siglo de acuerdo con el calendario azteca. Desde luego, la significación y la espiritualidad que conllevan estos arreglos es más profunda. Sus colores simbolizan el fuego, el centro del universo y el sol, de donde nace todo. Además, el color amarillo se relaciona con varias deidades: del Sol, del Fuego, de la Tierra, de la Lluvia, de los Montes y del Maíz (Saldaña, 2011b: 111). En la cultura nahua, el universo es de concepción cuadrangular, en cuyo centro están el pueblo, el individuo y su propia curación. De ahí que la cruz y el xochimamastle sean símbolos dominantes. La cruz en especial hace alusión a los lugares sagrados que, unidos entre sí, forman un cuadro y una cruz en su centro. Por eso, la procesión se detiene en las esquinas del pueblo para orar, y ahí mismo los danzantes bailan en círculos, en alusión a la rueda del tiempo que divide al universo en cuatro partes (Oriente, Occidente, Norte y Sur).

ULISES JOEL TERÁN IBARRA

En el xochimamastle convergen la cosmovisión1 y los ideales de orden social. En su elaboración participan los ancianos, hombres de entre 55 y 80 años de edad, autoridad moral y un profundo conocimiento del tema. Su importancia dentro de la comunidad al participar en este proceso los pone en sintonía para ser los transmisores de valores y patrones de conducta. Además, disponen del ambiente propicio para establecer una comunicación más directa con los Aires, porque, según comentan los lugareños, a los Aires les gusta el olor del cempoalxochitl. La flor es usada también en las huentle (ofrendas) de Xoxocotla durante los días de Muertos, así como en las fiestas patronales y en otras celebraciones importantes. Una de ellas es la fiesta de la Santa Cruz, durante la cual se hace un

1 Todo alrededor del xochimamastle tiene un significado: la cantidad de radios que contiene los colores de la flor, la cruz, la danza en círculos en las esquinas durante la procesión, etcétera.

recorrido con la ofrenda hasta el apantle y de regreso al pueblo. De igual manera, los pobladores hacen promesas (ofrendas) a la iglesia, especialmente el 1 de mayo y el 8 de septiembre, en cuyo caso llevan también consigo xochimamastles. Por su importancia, la fiesta de la Ascensión merece una mención especial. Se celebra sobre todo en las comunidades de Alpuyeca, Atlacholoaya y Xoxocotla. En esta última tiene lugar un día antes; de ahí que sea común que el día de la Ascensión, los lugareños afirmen que “el mero día ya pasó”. Esta fiesta gira alrededor de dos ejes fundamentales: petición de lluvia, porque los aires se disgustarían si no se les hacen ofrendas y no lloverá, y recibir la respuesta de las preguntas que se hacen a los dioses. Debido a que la fiesta se celebra la víspera (el miércoles), los preparativos inician desde la noche previa. La elaboración de los xochimamastles corre por cuenta de nueve o más ancianos, a petición del regidor, quien les proporciona todos los petates en los que se sientan y los demás materiales necesarios. Esta tarea implica alrededor de 15 horas, durante las cuales

los participantes beben más de seis litros de aguardiente como parte del ritual. Valga recordar que, conforme a la cultura nahua, es común incluir alcohol entre las sustancias que ayudan a propiciar encuentros con los entes sobrenaturales y, en este caso en particular, con los aires. En total se elaboran seis xochimamastles, dos chicos para la cueva, dos medianos para la cruz y dos grandes para la iglesia. En la mañana del miércoles, las mujeres de la casa del regidor y las invitadas preparan la ofrenda, conformada por ollitas de mole con sal, mezcal, cerillos, copal, agua bendita, cohetes y un pollito blanco, entre otros productos. Los hombres parten hacia el ritual, mientras se lanzan cohetes para avisar que va terminando cada fase del mismo. Durante este ritual vinculado con la religión y el ciclo agrícola de la comunidad se refuerzan los lazos con la familia, con los lugareños y con otras comunidades cercanas, con las cuales se comparten códigos culturales. Predomina la percepción de que existe un pasado que merece ser exaltado en el presente.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

Maestro Xochitero ofreciendo xochimamastle © edith pérez f lo r e s

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> Huentle, ofrenda de mayordomos © edith pérez f lo r e s

BIBLIOGRAFÍA

CONSULTAS EN LÍNEA

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INTRODUCCIÓN

149

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES

LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA

Y

a sea como alimento, adorno, símbolo o medicina, y aun como protección, la presencia de las flores ha sido y es universal. Se les encuentra prácticamente en cualquier lugar. Conviven con nosotros tanto plantas cultivadas como silvestres .

En el caso concreto de los pueblos mexicanos originarios, la flor desempeña un papel sociocultural fundamental. Entre las familias existe una constante necesidad de allegarse de diferenpág i n a s a n t e r i o r e s

tes especies de plantas y flores para cubrir distintas necesidades.

Dualidad que danza, Tlacololeros, Zumpango del Río, Guerrero © carolina buenrostro

De igual manera, los patios de las casas han sido espacios esen-

< Altar adornado con flor de nochebuena para un buen viaje, Tetelcingo, Morelos © m i g u e l m o r ay ta

o cultivadas. Nuestra intención es demostrar la importancia del

ciales para la reproducción de especies silvestres, domesticadas espacio doméstico en el autoabasto y uso de flores con diferen153

tes funciones, sobre todo rituales, dentro de la vida

tio y sus productos dan cuenta de los actos comuni-

comunitaria.

tarios. Ya sea un patio densamente poblado u otro

El estado de Morelos, con flores todo el año,

con unas cuantas macetas, hay prácticas colectivas,

destaca por la fertilidad de sus tierras, especial-

valores, saberes e historias familiares que reflejan la

mente en los valles de Tierra Caliente. Gracias a

cercanía permanente con el entorno natural.

las abundantes lluvias, hay manantiales, corrientes

154

subterráneas y ríos que dotan de humedad a todo

LAS PLANTAS COMO FUENTE ALIMENTICIA

el territorio. En pocas palabras, la biodiversidad

En los patios, con o sin huerta, había una abundante

morelense es notable, como puede verse en los es-

y variada producción de naranjas, duraznos, tama-

pacios domésticos de autoabasto, con una enorme

rindos, limones, mandarinas, anonas, huamúchiles,

variedad de especies vegetales y, en particular, de

limas, guanábanas, nísperos, nueces, peras, man-

flores.

zanas y guajes, entre otras frutas. Además, en las

En época de secas, cuando es imposible regar

“minimilpas” eran frecuentes las flores de jamaica

los patios, solo algunos árboles tienen follaje y solo

y de calabaza, junto con los animales domésticos

algunas plantas están en floración o en fruto. Por

que servían de alimento a los dueños del patio y a

ello es notoria la escasez de ciertas especies en los

otras familias allegadas a estas —“su gente”—, que

patios y las áreas silvestres. En contraste, durante

conformaban su red de relaciones.

toda la temporada de lluvias, y particularmente en-

En la actualidad, esos espacios desbordados

tre septiembre y noviembre, infinidad de plantas

de verde en época de lluvias han sido reemplaza-

crecen y están en floración. Los patios se cubren

dos por planchas de cemento con macetas. Algunas

de todo tipo de plantas, tanto silvestres como sem-

personas eliminan las plantas silvestres que cre-

bradas. Algunas semillas llegan accidentalmente,

cen como hierba en esos meses. Antes, esas mis-

otras se obtienen y siembran por voluntad y otras

mas plantas servían de abasto alimentario: hongos,

más son producto de un intercambio o un regalo.

huauzontles, quelites y muchas más. Forzosamente

Por generaciones, el intercambio de plantas, semi-

o por voluntad propia, muchas familias han renun-

llas y flores ha sido una manera de reforzar los lazos

ciado a ver en sus patios o huertas una fuente de

sociales entre las familias y las comunidades. El pa-

autoabasto. Esta práctica continúa solo en ciertas

MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ

|

LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA

comunidades y, desafortunadamente, se reduce a

posible de ellas. La función protectora se extien-

un número cada vez menor de familias que dispo-

de a la flor de pericón o yahutli. Esta flor silvestre

nen de espacio, agua, conocimientos y tiempo para

se corta en el campo para hacer pequeñas cruces,

invertir en los patios como fuente de alimento. Esto

que se colocan en las entradas de los patios y en las

aplica también a la crianza de aves de corral, que se

puertas y ventanas de la casa, así como en el centro

mantienen de las plantas e insectos de los patios y

y en los cuatro puntos cardinales de las milpas. Al-

que utilizan los árboles para dormir y guarecerse.

gunas de estas flores crecen en los patios, debido a las semillas que caen en ellos. Las cruces de peri-

LA FUNCIÓN PROTECTORA

cón se colocan el 28 de septiembre para protegerse

La distribución de plantas, árboles y flores en los

del Diablo, las tormentas y los problemas familia-

patios no es azarosa. Depende en buena medida

res. En los campos de cultivo sirven también como

del grosor y de las capas fértiles de la tierra de cada

acompañantes de las ofrendas a “Los Aires” (entes

patio y de su relación con otras plantas. En el caso

que controlan la naturaleza), en agradecimiento

del café, por ejemplo, se busca que los árboles ma-

por las lluvias recibidas.

drina proyecten su sombra sobre las plantas. En la

Al arsenal protector se suman las plantas ben-

disposición se toma en cuenta también la función

ditas de Semana Santa, como las palmas del Domingo

que habrá de desempeñar cada planta y el sentido

de Ramos y algunos cactus. En Tetelcingo, al final de

estético de los miembros de la familia encargados

la velación de la imagen del Santo Entierro, se

de su cuidado.

les entrega a los asistentes un pedazo de algodón

Además, algunas plantas tienen la función de

utilizado en la limpieza de la imagen junto con una

proteger la casa y a la familia. En su trabajo con

planta verde y muy olorosa conocida como mastaro,

gente de la región del Alto Balsas, en Guerrero,

que sirve también como elemento protector. Las

Adriana Saldaña refiere que los floripondios, junto

personas deberán llevar consigo ambos objetos du-

con la ruda y la albahaca, entre otras plantas, pro-

rante todo el año.

tegen de las envidias y los males. Los floripondios,

Por último, están las flores que se colocan en

los rosales y la sábila suelen colocarse en las entra-

los altares familiares no solo con fines decorati-

das tanto del patio como de la casa o lo más cerca

vos, sino también de protección. LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA

155

PROTAGONISTAS DE LOS RITUALES

la nochebuena, el cacaloxochitl, la flor de San José

Entre las familias de las comunidades indígenas es

y la flor de San Miguelito, entre otras especies que

habitual la utilización de flores en las ceremonias

se utilizan para elaborar los arreglos. Y si las flores

religiosas y civiles. En fiestas patronales, peregri-

no se pueden obtener de los patios, en vista de que

naciones, bodas, entierros, bautizos y graduacio-

la producción ha disminuido, se recurre a su compra

nes de primaria o secundaria, las flores sirven de

en florerías.

marco para, entre otras cosas, crear la atmósfera

Ya sea en los patios, en los mercados o en el

placentera que requiere el evento en cuestión. En

propio campo, la gente se involucra en la búsque-

la vida prehispánica, según explica Doris Heyden,

da y recolección de flores. En el Alto Balsas, algu-

las flores funcionaban como elemento de comuni-

nas personas van de excursión a los cerros hasta

cación en lo social, lo político y lo ritual. Fue tal su

por una semana para recoger nochebuenas silves-

importancia que llegaron a equipararse con las plu-

tres. En el caso de Santa Catarina, en el municipio

mas de quetzal y las cuentas de jade; eran también

de Tepoztlán, se hace una donación de collares de

sinónimo de “lo precioso”. La autora menciona, asi-

flor de mayo a la iglesia-santuario de Ixcatepec.

mismo, el aroma de las flores como elemento fun-

Jóvenes y ancianos de “Santa Cata” se organizan

damental de los rituales a los dioses y a las personas

en grupos para ir hasta las casas donde hay árboles

de alto rango.

de cacaloxochitl en los solares o patios; otros más

En la actualidad, florear los altares es parte de

se dirigen al campo en busca de estos árboles. Al

esa atmósfera agradable que se debe generar para

día siguiente, en el solar de la familia a cargo de la

que ciertos entes sobrenaturales, como los santos y

imagen se reúnen los mayordomos de la misma y

los familiares fallecidos, se sientan complacidos.

sus amigos para elaborar los collares de cacaloxo-

Curanderos, rezanderos, padrinos y los encargados

chitl, flor de mayo o flor de cuervo,1 luego de lo cual

de las imágenes, así como los fieles en general, pro-

van a entregarlos a Ixcatepec.

curarán que nunca falten las flores en los rituales. En el caso de Morelos, con una intensa, extensa y compleja vida ritual, la flor está siempre presente. De los patios propios o de los allegados provienen 156

MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ

|

LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA

1 La cacaloxochitl (cuyo nombre científico es Plumeria rubra) es una flor de seis pétalos disponible en distintos colores: blanco, rosa y amarillo, así como matizada en tonos rosados con blanco. Crece en árboles cuya altura oscila entre los tres y los cinco metros, y en cuyas puntas brotan las vistosas flores.

Sirva el ejemplo anterior para subrayar la

todo el estado es frecuente la utilización de estas

abundancia de prácticas rituales en Morelos. Du-

flores en sus tonos rosados para armar los largos

rante las fiestas patronales hay en el estado una

collares con hilo de cáñamo. De igual manera, se

gran variedad de flores para ofrecer. Después de

emplea para adornar las imágenes de las iglesias

que estas se reciben y acomodan en las ofrendas,

y capillas de múltiples comunidades, como es el

cada persona que va a santiguarse recibe una flor

caso de Ocotepec y Tetelcingo. La preferencia por

que, por haber estado en el altar, ahora cuenta con

esta flor obedece a su aroma suave, esencial para

“la gracia divina”.

reverenciar a los santos; su color, que recuerda la

En Tetelcingo, la preparación de ciertos ri-

sangre de Cristo, y su resistencia una vez cortada.

tos corre por cuenta de las mujeres, quienes muy

Otro tipo de flor que se engarza en collares

temprano se dan cita en el patio del padrino de la

para las imágenes de Tetelcingo y muchas otras

imagen para hacer los collares de cacaloxochitl. En

comunidades morelenses es el cempoalxochitl LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA

Las culturas viajan: las violetas africanas en los patios de Hueyapan, Morelos © lo u r d e s arizpe

157

collares de flores de cempoalxochitl intercaladas con

LA BIODIVERSIDAD MORELENSE ES NOTABLE, COMO PUEDE VERSE EN LOS ESPACIOS DOMÉSTICOS DE AUTOABASTO, CON UNA ENORME VARIEDAD DE ESPECIES VEGETALES Y, EN PARTICULAR, DE FLORES.

galletas María y galletas con malvavisco. Las mujeres se encargan también de otras actividades rituales, como las “belurias” (la víspera de la velación), en las que cantan y enfloran las imágenes una noche antes de sacarlas en procesión. Las belurias se realizan a lo largo de todo el año y constituyen una de las manifestaciones ceremoniales más importantes entre los habitantes de Tetelcingo. Los padrinos, las mayordomas y los mayordomos de las imágenes de las capillas se reúnen con las mujeres de mayor rango: la nompasoro2 y las nontles.3 Estas reuniones inician regularmente a las ocho de la noche y terminan hasta el día siguiente. En ellas se entregan

(Tagetes erecta). Destaca el caso de Ocotepec, donde

las ofrendas de pan, champurrado y mole verde. En

se construyen complejas ofrendas de muertos con

ocasiones se elabora también pozontle, una bebida

esta flor. Tal vez por ello se le confunde con la ver-

especial de maíz tostado que se reparte únicamente

dadera flor de muerto (Tagetes lunulata), que cre-

entre los miembros más importantes de la jerarquía

ce de forma silvestre y que en algunas comunida-

local, no entre la gente común o los visitantes.

des se conoce como cocosanto o cocozatona. En

Durante la beluria se le pide a las imágenes per-

los códices y las crónicas es frecuente encontrar

miso para sacarlas en procesión al día siguiente.4

descripciones de esta bella flor de color anaranjado que se empleaba para adorar a los dioses hasta que a mediados del siglo xx fue reemplazada por el cempoalxochitl domesticado. Durante la fiesta de Tetelcingo se adorna a los santos, y especialmente la Virgen de la Dolorosa, con 158

MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ

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LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA

2 Es la mujer más anciana, con el mayor rango dentro de la jerarquía comunitaria y con un gran conocimiento sobre las ceremonias para los santos. 3 Son las segundas en rango, después de la nompasoro. Cada una de ellas representa a las respectivas capillas del pueblo. 4 Existe la creencia de que si la ceremonia durante la beluria no se hace correctamente, el santito se molesta, lo que queda de manifiesto durante la procesión del día siguiente: las personas que las van cargando dicen que esto se vuelve demasiado pesado. También puede ocurrir que una de las personas no esté actuando bien con su gente o no esté siendo sincera.

Mientras transcurre la velada, la nompasoro y las

ofrendas, denominadas bentles. Esta tarea recae en

nontles esperan en la capilla en turno la flor de San

los padrinos y familiares de los novios, quienes de-

José que traerán las mayordomas. Esta flor de cinco

ben comprar una gran cantidad de plátanos largos

pétalos de color morado se emplea exclusivamente

(hasta 400) y pan virote. También se ofrendan ci-

para las imágenes, ya que, según se dice, es la prefe-

garros, alcohol, cohetones y música. Para formar los

rida de los santos, principalmente del santo patrón

collares y adornar los bentles se consiguen flores de

del pueblo.

cacaloxochitl. Antes se acostumbraba utilizar cru-

La flor de San José se busca en los patios de las

ces de madera adornadas con margaritas blancas,

mujeres que la logran cultivar. En algunas de ellas se

con las que los novios y sus invitados salían bailando

produce un sentimiento de orgullo, pues saben que

a la calle para celebrar la unión. También era habi-

sus flores se destinarán a las imágenes sagradas. La

tual que las mujeres presentaran por primera vez a

nompasoro y las nontles, en cuclillas y sobre petates,

sus hijos ante la Virgen de la Asunción de la Capilla

las esperan en las capillas. Las mujeres comienzan

de Agosto (Tonanziacusto), a quien le ofrecían gla-

a hacer los atados forrando unas varitas con toto-

diolas silvestres de la temporada, que coincidía con

mochtle (hojas secas de las mazorcas de maíz), en

el nacimiento de su hijo. Esto se hacía en señal de

cuyos extremos se colocan las flores. Al final se unen

agradecimiento porque todo había salido bien en el

dos varitas formando una cruz enflorada, que se co-

parto. Se dice que después de haber parido, la mujer

locará en cada una de las bandejas de madera que

acudía al temazcal, donde tomaba un baño de vapor

portarán ellas mismas. Poco antes de la media noche

con hierbas aromáticas y medicinales. El hombre

terminan de hacer las cruces enfloradas e inician al

tenía que esperar afuera y colocar en uno de los ex-

pie del altar el baile del xochipitzahua, para lo cual se

tremos del temazcal una cajetilla de cigarros y una

dirigen a los cuatro puntos cardinales, dos veces de

flor de la temporada en la que había nacido su hijo.

rodillas y dos más de pie. Este baile, que dura entre

El uso de las flores entre los tetelcingos es cons-

20 y 30 minutos, se ejecuta al ritmo de un violín, en-

tante incluso en los fallecimientos. Los familiares

tre ceras encendidas y el humo de los sahumerios.

preparan una serie de objetos que, según la costum-

Cuando una pareja de Tetelcingo decide casar-

bre, servirán para el largo camino: un ayate, un par

se según los usos y costumbres, se construyen dos

de ixcacles (sandalias de ixtle), una pequeña escoba LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA

159

Recolectar flores para alegrar los patios: orquídeas silvestres de tierra fría © lo u r d e s

de vara, un cordón rojo, una jícara con decoración

de Cristo fallecido (recién bajado de la cruz) en una

anaranjada, una vara de oxicuatle, una vela y, final-

urna-ataúd de vidrio conocida como “cuna”. Se le

mente, una gladiola blanca.

considera una imagen muy poderosa por su gracia

arizpe

160

divina; se resguarda en la Capilla de la Virgen de la MUERTE Y NACIMIENTO DE CRISTO

Candelaria, en Ocotepec, Morelos. Durante los Días

Los procesos rituales relacionados con la muerte

Santos, del jueves al domingo, se lleva a la parroquia

de Cristo van desde el primer viernes de Cuaresma

del pueblo. En cuanto regresa a la capilla, el Domin-

hasta la Pascua. En el segundo viernes de Cuares-

go de Pascua, lo adornan con bugambilias, cacaloxo-

ma, las cruces, las campanas y los altares se adornan

chitl (flor de mayo) y frutas. Antes, las flores y frutas

con la flor de clavellina, conocida localmente como

provenían de los patios y huertos del mayordomo y

“cabellitos”.

el padrino de la imagen; ahora, las familias del barrio

Pero, sin duda, una de las imágenes más im-

proveen de estos productos. Los arcos para venerar

portantes durante la Semana Santa es la del Santo

el paso del Cristo muerto a través del pueblo están

Entierro. Se trata por lo general de una escultura

hechos con bugambilias rojas, naranjas, piñas,

MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ

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LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA

sandías y pan, entre otros elementos que provienen

dan en los huertos de las familias o en sus sembra-

en parte de los patios de las casas.

díos—, a fin de intercambiarlas por cucharilla con

Durante la Semana Santa, en los atrios del po-

la gente de Puebla. Al final de cada corona, también

niente de Morelos, y en especial en Coatlán del Río y

conocida como “estrella”, se coloca un collar de flor

Miacatlán, se construye una especie de cuartos con

de cempoalxochitl y un manojo de manzanilla, que

vegetales variados. Se trata de construcciones efí-

se conserva para curar males estomacales.

meras con paredes de hojas de plátano y tule, mien-

También, durante la Semana Santa, en Te-

tras que los techos constan básicamente de troncos

telcingo, se acostumbra emplear mastaro, que

delgados y hojas de plátano. Estas provienen de los

se da en tierras de Santa Inés y Casasano, cerca

patios y los sembradíos, en tanto que las hojas de

de Cuautla. Debido a que esta planta no crece en

tule se obtienen de las lagunas cercanas. A ello se

Tetelcingo, cuando llega la temporada de lluvia

suma la cucharilla, es decir, pencas del agave Dasyli-

los mayordomos se agrupan para ir a cortarla.

rion acrotriche que se cultiva sobre todo en Puebla y,

En esas fechas, el mastaro se coloca a los pies de

en menor escala, en Guerrero y el Estado de México.

las imágenes de las capillas y debajo de la “cuna”

Estas construcciones, que solo duran unos días,

del Santo Entierro, donde permanece varios días.

se conocen como “huertos”, cada uno de los cuales

Además, se coloca una gran cantidad de collares

es responsabilidad de un grupo y albergará a una

de cacaloxochitl y se ofrecen otras flores como

imagen de Cristo en sus últimos días de vida. Al pie

rosas, claveles, nardos, gladiolas y nube (algunas

de la imagen, los fieles depositan sus ofrendas: ma-

compradas y otras procedentes de los patios), así como

meyes, sandías, plátanos en vástagos, cocos y panes

sandías y melones, que la gente del pueblo ofrece

especiales. El Domingo de Resurrección se reco-

para la ceremonia. Según explican algunos pobla-

gen estas ofrendas, que ya tienen “la gracia divina”,

dores, los arcos y los altares de las iglesias y capi-

junto con las coronas de cucharilla para repartirse

llas se deben adornar con elementos que tengan

entre los fieles, quienes las llevan a sus casas como

un aroma agradable a los santos. Como dichos ele-

medida de protección y de ayuda para la salud.

mentos son producto de la buena cosecha de ese

Para la elaboración de las coronas, los hombres juntan previamente flores, sobre todo gladiolas —se

año, los pobladores aprovechan para pedir que les vaya igual o mejor en la siguiente temporada. LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA

161

a la Navidad se elaboran para la iglesia coronas de

MIENTRAS EN ALGUNOS PATIOS SOLO HAY PLANTAS O ÁRBOLES DECORATIVOS, EN OTROS PREDOMINAN RUDIMENTARIAS JARDINERAS RODEADAS DE PIEDRA Y MACETAS DE TODO TIPO. SON, MÁS BIEN, AUTÉNTICAS BOTICAS, DEBIDO A LA ABUNDANCIA Y VARIEDAD DE ESPECIES QUE AHÍ CRECEN. ESTÁN LAS PLANTAS QUE CURAN, LAS QUE ENFERMAN Y LAS QUE EMBRUJAN.

Adviento adornadas con flores. Además, como parte de las posadas, se colocan los nacimientos y se llevan a cabo las “arrulladas” del Niño Dios. Los presentes santiguan al Niño y le arrojan confeti y pétalos de flores. Desde luego, en estas fechas son imprescindibles las nochebuenas, sobre todo hacia el poniente de Morelos. Muchas familias recolectan estas y otras flores para el Nacimiento de su casa. LOS XOCHIMAMASTLES En la comunidad de Xoxocotla se emplea la flor de cempoalxochitl para construir los llamados xochimamastles, bellas estructuras circulares a manera de estandartes floridos. Las varas se forran con hojas de zapote y limón criollo provenientes de los espacios domésticos de autoabasto. La construcción de los resplandores es responsabilidad de los “xochiteros”, herederos de una tradición que exige destreza y sentido estético para lograr los diseños geométricos característicos de estas estructuras. En Xoxocotla se celebran dos circuitos de nueve posadas, uno dedicado a la Virgen de Guadalupe y otro al Niño Jesús. En cada casa donde

162

El nacimiento de Cristo es también motivo de

se realizan las posadas se colocan dos xochima-

procesos rituales, con una presencia de flores igual-

mastles. Asimismo, se elaboran dos xochimamas-

mente considerable. En los cuatro domingos previos

tles para adornar el interior de la iglesia principal

MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ

|

LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA

en la fiesta patronal del 1º de mayo, y también se

encuentran las “macizas”, es decir, aquellas que

utilizan en los rituales del día de la Virgen de la

soportan los diferentes cambios climáticos.

Asunción para ofrendarlos a “Los Aires”.

Es conveniente aclarar que no solo están las

A juzgar por algunos códices, es probable que

plantas curativas que crecen de forma cíclica en

en el proceso de evangelización se retomara el uso

la temporada de lluvias, sino también los productos

prehispánico de los xochimamastles, que han ido

que se obtienen de los árboles del patio, disponibles

evolucionando y modificándose en función de las

todo el año. Para curar o sanar algunos malestares fí-

necesidades de cada poblado morelense. En Coa-

sicos se toman las hojas, la corteza, la savia o el látex.

tetelco, por ejemplo, se hacen con una composición

Es común el uso de las plantas que crecen en

diferente y se utilizan para las ofrendas a “Los Ai-

los patios para aliviar sobre todo síntomas meno-

res” o pichiliques.

res. Por ejemplo, la flor de manzanilla se utiliza hasta en la clase media alta, y no pocos la tienen

PLANTAS Y FLORES CURATIVAS

en sus patios como matorrales; otros simplemente

Mientras en algunos patios solo hay plantas o ár-

la compran en los mercados y la secan para con-

boles decorativos, en otros predominan rudimen-

servarla en sus cocinas. Como sabemos, la man-

tarias jardineras rodeadas de piedra y macetas de

zanilla se emplea con frecuencia para combatir

todo tipo. Son, más bien, auténticas boticas, debi-

dolores estomacales u ojos irritados.

do a la abundancia y variedad de especies que ahí

Por otra parte, la flores de cempoalxochitl y de

crecen. Están las plantas que curan, las que enfer-

fulmina, que crecen en los patios durante el año, se

man y las que embrujan. Estas especies, particu-

emplean en el ritual terapéutico del mixcoton o “dar

larmente presentes en los patios de las curande-

santo”. Este ritual se realiza con el objetivo de

ras, se distribuyen conforme a cierto orden y, en

que Santo Domingo o San Antonio curen a una per-

algunos casos, se encuentran junto a las que sirven

sona enferma. Dicho ritual, muy extendido sobre

de condimento para la comida. También se ubican

todo en el área de Coatetelco, Cuentepec y Alpuyeca,

según algunas de sus características. Por ejemplo,

implica un enorme consumo de comida y bebidas

en una parte están las plantas más delicadas, que

alcohólicas por parte de la gente y los “santitos”. En

no soportan mucho los rayos del sol, y en otra se

muchas comunidades y en algunas casas urbanas de LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA

163

Morelos es común observar ruda, albahaca, tomillo,

cimiento se utilizan con frecuencia pequeñas porcio-

estafiate, yerbabuena, marrubio, menta y orégano,

nes de orégano, el cual sirve también como abortivo.

entre otras plantas empleadas desde tiempos pre-

Por último, es importante señalar que en More-

hispánicos para aliviar dolores estomacales u otros

los, como en otras partes del país, muchas personas

malestares. Combinadas ayudan a curar los retorci-

han migrado de sus comunidades de origen. Eso no ha

jones y la diarrea, a desparasitar o a combatir “el mal

obstado para que algunas de ellas continúen recurrien-

aire”, como le llaman los curanderos. Se dice que

do a las plantas para aliviar o curar determinados

cuando una persona cruza una barranca, un hormi-

malestares. Es el caso de los asentamientos de mi-

guero o el panteón, debe colocarse un cigarro en la

grantes mixtecos que, según datos obtenidos por

oreja o fumarlo como medida de protección, para

Adriana Saldaña, hacen uso de la diversidad vegetal

no “agarrar el aire”. Si la persona hace caso omiso

y animal presente en sus patios y en los espacios que

de esta recomendación puede manifestar falta de

los rodean. Emplean, por ejemplo, la sábila, el tama-

apetito, tristeza, vómito e incluso alteraciones en la

rindillo, el cuachalalate y la hierba del golpe para

piel. Algunos curanderos limpian al enfermo con un

combatir algunos padecimientos. Valga mencionar

huevo y, posteriormente, le pasan por el cuerpo, de

que la hierba del golpe ayuda a las mujeres a amino-

la cabeza a los pies, un ramo de plantas curativas,

rar los dolores de parto, además de funcionar como

como la ruda, la jarilla y el estafiate. Al final, el ramo

cicatrizante en caso de alumbramiento por cesárea.

se machaca en alcohol y se coloca a la altura del co-

Hasta aquí una pequeña muestra de la relación

razón hasta que el paciente se sienta bien.

164

entre sociedad, cultura y naturaleza en el país y,

De igual forma, las hojas del aguacate o el guaya-

muy concretamente, en el estado de Morelos. Una

bo se emplean para aliviar dolores estomacales (las

relación sin duda compleja, derivada de las tradi-

primeras se ocupan también como condimento ali-

ciones que ahí existen, convergen y se desarrollan.

menticio, en Morelos). La jarilla sirve para los sarpu-

Plantas, semillas, flores y árboles se entrelazan con

llidos, mientras que la corteza del árbol cuachalalate

ceremonias, rituales, intercambios, ornamentacio-

alivia las úlceras estomacales y la gastritis. El látex

nes, eventos, símbolos, creatividades, pérdidas y

del cacaloxochitl se usa para eliminar mezquinos y

recuperaciones, todo lo cual forma un patrimonio

combatir el dolor menstrual. Para este último pade-

que se refrenda y reelabora constantemente.

MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ

|

LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA

BIBLIOGRAFÍA

CONSULTAS EN LÍNEA

En todo rincón, aroma y color © lo u r d e s

Heyden, Doris (1983). Mitología y simbolismo de la flora en el México prehispánico. México, unam-Instituto de Investigaciones Antropológicas. Morayta, M., M. Tafolla, R. Pacheco, A. Saldaña, E. Hernández y E. Good (2012). Patios, huertos y otros espacios de autoabasto en la tradición cultural indígena de Morelos y el norte de Guerrero. México, inah, proyecto “Etnografía de las regiones indígenas de México al inicio del milenio” [en revisión].

http://es.wikipedia.org/wiki/Morelos Consulta: 31 de marzo de 2013. http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx Consulta: 22 de abril de 2013.

arizpe

LAS FLORES: PERCEPCIÓN Y SIMBOLISMO ENTRE LOS HABITANTES DE TEPOZTLÁN, MORELOS YARAH NAVARRETE AYALA

E

l simbolismo de la flora era central en el México prehispánico. Las flores y sus representaciones se vinculaban a la vida, la muerte, los dioses, la creación, el ser humano, el lenguaje, el canto y otras artes; la amistad, el señorío, el cautiverio en la

guerra y la guerra misma, el cielo y la Tierra. La flor acompañaba a los seres humanos desde su concepción y nacimiento hasta su entierro en ritos y festividades. Evidentemente, constituía uno de los elementos básicos en la comunicación simbólica prehispánica. Igual que la pluma de quetzal y la cuenta de jade, era sinónimo de “lo precioso” (Heyen, 1983: 9). < Las niñas juegan: aretes con flor de maravilla © ya r a h n ava r r e t e

A través de su vida cotidiana, enraizada en su cosmogonía, los pueblos de Mesoamérica gestaron y transformaron 167

©

> Floripondios en el cielo edith pérez f lo r e s

su relación con lo que hoy denominamos patri-

prehispánico, con usos medicinales, artesanales,

monio biocultural y religioso. Los usos de las

alimenticios, decorativos, sagrados y religiosos,

plantas y las flores fueron múltiples, y ello se

estamentales y jerárquicos, identitarios, simbóli-

explica a partir de la riqueza y la biodiversidad

cos, energéticos, adivinatorios, estéticos, lingüísticos

del territorio que hoy comprende nuestro país.

y toponímicos, entre muchos otros (Arqueología

México es uno de los cinco países con ma-

Mexicana, vol. xiii, núm. 78). Las flores constitu-

yor variedad de ecosistemas. Cuenta con una

yen un elemento vivo del patrimonio cultural que

posición geográfica privilegiada, una diversidad

se puede rastrear en la historia, la economía, los

de climas y una topografía compleja que ha per-

sistemas políticos, culturales y religiosos, la ali-

mitido un número significativo de ecosistemas

mentación, los sistemas de salud, los usos medici-

y especies con amplia variabilidad genética. En

nales, el arte y la educación.

relación con las plantas, una de cada diez de las

Si han pasado miles de años después de estas

250 mil especies del mundo se encuentra en

particulares formas de apreciación, si con la Con-

territorio mexicano; de ellas, 50 por ciento son

quista la vida cambió de forma radical para los

endémicas (Dirzo, en Velasco y Nagao, 2006: 32).

nativos y si, aun con el paso del tiempo, con las

Además, el respeto de las poblaciones indígenas

mezclas de raza, religión y costumbres, ha habido

por el entorno conforme a su visión del equili-

procesos de preservación, transmisión y transfor-

brio ha sido históricamente muy relevante. Este

mación del patrimonio y los valores comunitarios,

patrimonio biocultural se ha conservado gracias

¿en qué medida los símbolos asociados a las flores

a sus aportaciones; más de 80 por ciento de los

y su importancia persisten en la actualidad? ¿De

ecosistemas mejor conservados está en los 42

qué manera están presentes dentro de las tradi-

millones de hectáreas que ocupan las comunida-

ciones y la vida cotidiana de Tepoztlán?

des rurales e indígenas (El Economista). La palabra xochitl(flor) está compuesta por

168

LAS FIESTAS PATRONALES

la raíz xoch-, que puede traducirse como adjetivo

MÁS FLORIDAS EN TEPOZTLÁN

“florido” o “con flores” (Heyen, 1983: 15). Las flores

Tepoztlán, Morelos, es un área de protección de

tienen una presencia importante desde el México

flora y fauna silvestre que conforma el corredor

YARAH NAVARRETE AYALA

LAS FLORES

169

170

biológico Chichinautzin. Cuenta con fiestas patro-

fuego y la vida, de manera que se le empleaba para

nales a lo largo del año que se organizan en cada

proteger a los seres de fuerzas frías perjudiciales

barrio. Otros pueblos y barrios comparten estas

como “los Malos Aires”. De hecho, se cree que el

fiestas mediante las “promesas” que consisten en

pericón protege todos los espacios en que se usa.

cohetes, flores, ceras labradas, danzas, candeleros

La fiesta en honor de San Miguel arcángel,

y, a veces, hasta “reclinatorios” (Gallo, 1981: 239).

enviado de Dios en su lucha contra el maligno, se

Entre la población de Tepoztlán, cada una de

conoce incluso como “la enflorada” o “la perico-

estas fiestas se valora más allá del tamaño o la ubi-

neada” y tiene una relación simbólica con el ciclo

cación de la iglesia. Destaca en este sentido la fies-

agrícola y el agua. De acuerdo con algunas leyendas

ta de San Miguel, la más florida de todas. La en-

y relatos de los ancianos, el origen de esta celebra-

trada de la iglesia, los pilares, el kiosco y la iglesia

ción data de un pleito entre tlahuicas y tepoztecas,

misma se adornan con flores de pericón en honor

habitantes de Cuauhnáhuac y Tepoztlán, respec-

de San Miguel arcángel.

tivamente. Ambos se disputaban la propiedad de

La flor de yahutli o pericón es una flor silves-

un teponastle con poderes especiales y, por ende,

tre, curativa y protectora con importante presencia

de gran utilidad en fiestas y rituales para honrar a

en Morelos. Se usa en diversas comunidades del

los dioses. El desenlace fue un enfrentamiento vio-

estado, incluidas las zonas urbanas como Cuer-

lento y la recuperación del instrumento por par-

navaca, donde se utiliza para elaborar cruces. En

te de los tepoztecas en el camino entre Ocotepec

la tradición prehispánica, el yahutli (“el oscuro”)

y Ahuatepec. Tras cubrir a los muertos con flores

se esparcía pulverizado a los pies de los dioses o se

de pericón, los tepoztecas celebraron la victoria.

ponía en el rostro de los sacrificados. Debido a

Posteriormente los misioneros aprovecharían esto

su fuerte olor también se quemaba para que, por

para establecer la celebración de San Miguel ar-

medio del humo, se estableciera una conexión con

cángel (Lavín León, 2012).

lo sagrado. Se usaba para sahumar, limpiar y purifi-

Según el blog del barrio de San Miguel, esta ce-

car o como medida de protección en ritos vincula-

lebración tiene su origen en la lucha entre San Mi-

dos con Tláloc y otras deidades del agua. A la vez, se

guel arcángel y el Demonio, que tuvo lugar sobre un

le asociaba —y se le asocia— con el calor, la luz, el

campo de pericón. Por eso la flor se usa para conme-

YARAH NAVARRETE AYALA

morar la victoria del santo (Borboa Gómez, 2011). Esta fiesta se celebra el 29 de septiembre, si bien dos días antes se tocan las campanas en la capilla, al tiempo que la banda de viento toca en el quiosco. El 28 de septiembre es el día de la cruz de pericón o “elotada”. En vista de que San Miguel arcángel se asocia con la protección del hogar y la milpa, las familias elaboran las cruces y las bendicen nuevamente con la banda de viento tocando en la capilla de la iglesia, a su vez decorada con las flores. Las cruces se mantienen en su sitio todo el año, aunque estén secas, ya que “el valor simbólico, religioso y de protección que tienen permanece fresco cada día del año” (idem). Esta tradición, además, conserva la veneración hacia los cuatro puntos cardinales. En la milpa se colocan cruces en cada uno de dichos puntos, así como en las entradas de las casas, para resguardarse del mal. Las familias que recogen y

MÉXICO ES UNO DE LOS CINCO PAÍSES CON MAYOR VARIEDAD DE ECOSISTEMAS. CUENTA CON UNA POSICIÓN GEOGRÁFICA PRIVILEGIADA, UNA DIVERSIDAD DE CLIMAS Y UNA TOPOGRAFÍA COMPLEJA QUE HA PERMITIDO UN NÚMERO SIGNIFICATIVO DE ECOSISTEMAS Y ESPECIES CON AMPLIA VARIABILIDAD GENÉTICA.

colocan las flores también asan elotes en el campo. Actualmente, para adornar las cruces se utili-

En Tepoztlán son también muy importantes

za también la flor de miguelito, que crece junto a

las fiestas patronales de los distintos barrios, es-

la flor de pericón en poblaciones con clima semi-

tablecidas como mayordomías basadas en el siste-

cálido. Esta última, que germina en junio y florece

ma prehispánico de tributación desde el siglo xvi.

en septiembre, crece junto al maíz. De ahí su vin-

Claro que ahora se nutren de los ingresos prove-

culación con el ciclo agrícola, tal como documen-

nientes de las remesas y los influjos culturales de

ta Francisco Hernández, quien se refiere a ella

los procesos globalizadores (Arizpe, 2004). Desde

como “hierba de las nubes” (Hernández, 1946).

la Colonia, la tradición española de las fiestas maLAS FLORES

171

172

YARAH NAVARRETE AYALA

yores se implantó en el territorio mesoamericano

occidentales con otras de origen mesoamerica-

como un mecanismo de recaudación de fondos

no” (Palma Lagunas, 2004). Una de las funcio-

y reparto de ingresos, ayudando a consolidar el

nes principales de estas fiestas ha sido establecer

arraigo del catolicismo, si bien las fiestas patrona-

y reforzar los vínculos sociales y las identidades

les reflejan el sincretismo religioso y la importan-

distintivas de cada localidad. Es por ello que los

cia de elementos de la tradición agrícola (Broda y

barrios, los pueblos y las comunidades dedican

Good, 2004; Broda y Báez-Jorge, 2001). Tal como

meses a su planeación y destinan considerables

apunta Francisco Palma, “expresan muchas de las

recursos para que no falten la música, la danza, la

ideas y de las concepciones del mexicano sobre

comida, los cohetes y, por supuesto, las flores.

la religión y su cosmovisión. Están plagadas de

Mención especial merece la fiesta patronal

elementos simbólicos que conjugan tradiciones

en honor de la Virgen de Guadalupe que se lleva

LAS FLORES

Floripondios derramando luces en el jardín © edith pérez f lo r e s

< Floripondio, floripondio regálame una “bomba” de jabón © ya r a h n ava r r e t e

173

©

> El arete del aretillo multicolor edith pérez f lo r e s

Guadalupe el 12 de enero, exactamente un mes

EN LA TRADICIÓN PREHISPÁNICA, EL YAHUTLI (“EL OSCURO”) SE ESPARCÍA PULVERIZADO A LOS PIES DE LOS DIOSES O SE PONÍA EN EL ROSTRO DE LOS SACRIFICADOS. DEBIDO A SU FUERTE OLOR TAMBIÉN SE QUEMABA PARA QUE, POR MEDIO DEL HUMO, SE ESTABLECIERA UNA CONEXIÓN CON LO SAGRADO.

después de la fecha oficial. Esto obedece a que el 12 de diciembre los pobladores están ocupados con la cosecha. Para la celebración se utilizan sobre todo gladiolos (gladiolus). Por su parte, el pueblo de Santo Domingo Ocotitlán festeja a Santo Domingo de Guzmán el día 4 de agosto, mientras que el barrio de Santa Cruz hace lo propio el 3 de mayo y el 6 de agosto. En términos comparativos, el pueblo de Ixcatepec se distingue por la celebración más larga, con una duración de ocho días a partir del primer domingo de mayo. La flor más representativa de esta fiesta es la flor de mayo, también conocida como cacalosúchil o flor de cuervo (Plumeria rubra). Con ella se elaboran guirnaldas de flores en tonos rosa y amarillo, que se llevan junto con la promesa de la cera escamada. Esta última consiste en cirios adornados con flores de cera de abeja y parafina. Algunas de las flores que se representan son la da-

a cabo en diciembre en el barrio de la Santísima

lia o acocoxochitl (Dahlia), el acahual (Simsia am-

Trinidad. La flor que la representa es la nochebuena,

plexicaulis) y la maravilla (Calendula officinalis).

principalmente en color rojo (Euphorbia pul-

174

cherrima). Esta fiesta también se celebra de forma

LA FLOR, PROTAGONISTA

general en las casas y otros barrios. Uno de ellos

DE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS

es el de Santo Domingo de Guzmán, el más gran-

A través de un recorrido por el primer cuadro

de territorialmente, en el que se festeja a la Virgen de

del municipio de Tepoztlán se pueden observar

YARAH NAVARRETE AYALA

LAS FLORES

175

El “miguelito” brota con las lluvias en todos los caminos de Tepoztlán © edith pérez

diversas formas de venta de flores. Los puestos

en los días de plaza. Según comentaron algunos de

establecidos se encuentran en la avenida del Te-

ellos, desde la época de sus padres, al menos hace

pozteco y la calle Revolución, mientras que en el

40 años, ya se comercializaban las flores. En esta

f lo r e s

interior del mercado hay cuatro puestos semifijos

actividad participa toda la familia; unos se dedi-

y ambulantes. Lo más interesante a este respecto

can a la siembra, mientras que el resto se hace car-

es que algunas flores se siembran para venderse.

go del cuidado, el corte o la venta.

176

En San Juan Tacotenco se hace siembra de tras-

Los habitantes de Santiago Tepetlapa, por su

patio y en cultivos pequeños, principalmente de

parte, venden los gladiolos cultivados por pobla-

flor de agapando (Agapanthus), lirio (Lilium),

dores de Ixcatepec en algunas zonas de Cuautla y

siempreviva (Helichrysum bracteatum) y alcatraz

Cocoyoc. En paralelo utilizan el mismo sistema de

(Aantedeschia aethiopica). Los habitantes de este

riego para cultivar productos comestibles, como

poblado son los principales vendedores semifijos

la flor de calabaza. En la comunidad de Santo

YARAH NAVARRETE AYALA

Domingo Ocotitlán, en tanto, se venden flores de

Agropecuario y Desarrollo Económico, no poseen

temporal y algunas silvestres comestibles, aun-

censos y, por lo tanto, no hay registros de las per-

que en menor proporción respecto de los pueblos

sonas dedicadas a la venta y cultivo de las flores.

vecinos. Si bien la gente recurre en general a las

No obstante, en la Regiduría de Desarrollo Agro-

flores para las diferentes celebraciones, hay algu-

pecuario se nos explicó que a la población se le

nos matices en cuanto a su uso. En Tepoztlán, por

apoya con equipos de aspersión y riego, control

ejemplo, se regalan o se emplean para adornar la

de plagas y enfermedades, construcción de ollas de

mesa o el altar. También se destinan a los velorios,

agua y ampliación y rehabilitación de los inverna-

en cuyo caso se prefiere la nube (Gypsophilia pani-

deros (plásticos y mallas). Cinco floricultores cul-

culata), el nardo (Polianthes tuberosa) y el gladiolo,

tivan flores de ornato en un área de entre seis y

este último en blanco, rosa pálido o amarillo.

ocho hectáreas.

Los meses de mayor venta son mayo, noviem-

En la Regiduría de Desarrollo Económico re-

bre y diciembre. Cabe recordar que en mayo se

calcaron la simbología actual de las flores, eviden-

festeja a la Santa Cruz, así como a las madres y a

te “por la forma en que consumimos”. En otras

los maestros. Noviembre se asocia al cempoalxo-

palabras, la siembra se determina en función de

chitl (Tagetes erecta), el cocozahton (un tipo de

la demanda, asociada a su vez con las distintas

flor de muertos) y la salvia (Salvia officinalis), flo-

celebraciones. Así, por ejemplo, en mayo hay una

res que se colocan en los altares de “los matados”

mayor oferta de rosas (para agasajar a las madres),

(o muertos en incidentes), los muertos chicos y los

mientras que en julio, mes de las clausuras esco-

muertos grandes. En el caso de San Miguel, como

lares se venden muchas flores aromáticas y exóti-

se describió anteriormente, predomina el pericón,

cas, y en septiembre el cempoalxochitl invade los

cuyos proveedores vienen de los municipios veci-

mercados. Para otras celebraciones a lo largo del

nos. En diciembre, por último, se adquieren dis-

año —cumpleaños, bautizos, bodas, velorios— hay

tintos tipos de flores para festejar a la Virgen de

una variedad de especies para elegir. Las flores sir-

Guadalupe.

ven de materia prima y fuente de inspiración para

Las regidurías municipales de Tepoztlán, tan-

la elaboración de arreglos, en los que abundan los

to de Licencias y Permisos como de Desarrollo

pétalos de jamaica (Hibiscus sabdariffa); la decoraLAS FLORES

177

ción de velas aromáticas, en cuyo caso predominan

kokolli, dedicado a retomar, conservar y difundir los

los pétalos de astromelia (Alstroemeria aurantiaca),

conocimientos de la medicina tradicional, el cual

rosa (Phyllis bide) y bugambilia (Bougainvillea

todavía se basa en sus enseñanzas para la curación.

spectabilis), y la representación de dichas flores en objetos bordados o tallados en madera.

En cuanto a las flores comestibles destaca la flor de calabaza (Cucurbita máxima var turbaniformis), seguida por el colorín (Erythrina coralloides),

178

USOS MEDICINALES,

el chompantle o pito (Eritrina coralloides), el guaje

ALIMENTICIOS Y LÚDICOS

(Leucaena leucocephala), el mastuerzo (Lepidium

Como parte de los servicios públicos de salud hay

sativum), la borraja (Borago officinalis) y las flores

un consultorio dedicado a la medicina tradicional.

silvestres del frijol de mayo. Para hacer infusiones

Además, en la comunidad aún se puede visitar al

se usan las flores de azahar, naranjo, lima o limón.

curandero, la partera y el huesero, quienes hacen

Dentro de la comunidad se han preservado al-

uso de flores y plantas que crecen en la región. A lo

gunos juegos relacionados con las flores. Es el caso

anterior se suman los saberes y usos de remedios

de “la comidita”, cuyo menú consta de agua de ja-

caseros. Los pobladores de la comunidad entre-

maica remojada con pétalos de bugambilia, sopita

vistados coinciden en que las mejores flores para

de flor de jacaranda o de temporal, tamalitos relle-

combatir las afecciones de las vías respiratorias

nos de lodo y flor de chompantle que ha caído al

son la bugambilia, el poleo (Mentha pulegium),

suelo, y pasteles de lodo decorados con pétalos, so-

el sauco (Sambucus) y el gordolobo (Verbascum

bre todo de rosa. Otro juego muy popular consiste

thapsus). Para los golpes se recurre al árnica (Ar-

en hacer burbujas de jabón con una parte de la corola

nica) y el floripondio (Brugmansia arborea).

del floripondio, a la que los niños llaman “faldita”.

Uno de los íconos de la comunidad de Amatlán

Las flores de maravilla o aretillo se utilizan jus-

es doña Vicenta Villalba. En vida fue una experta

tamente como aretes. Basta jalar el pistilo y el cáliz

en la flora de la región, e inclusive algunos biólogos

para atorarse en la parte superior del lóbulo de la

recurrieron a ella para despejar dudas y obtener in-

oreja. Cuando está en floración, la cuscuta (Cuscu-

formación acerca de las plantas que utilizaba para

ta campestris) es ideal para hacer coronas y pelucas

curar y prevenir enfermedades. Fundó el grupo Ate-

rubias. Y, si los niños quieren pintar, solo tienen que

YARAH NAVARRETE AYALA

remojar flores de jamaica o frotar bugambilias en paredes o pisos de cemento. Para hacer silbatos se usan el chompantle y el colorín, también llamado “pito”, precisamente porque suena como tal al soplarse. Las flores de tulipán hechas bolita fungen como “tejas” en el juego del avión. Finalmente, las niñas cortan una flor amarilla silvestre que se recoge en el campo y es parecida a la margarita, la cual presionan con palmadas para estamparla sobre la ropa o las rodillas.

Y, SI LOS NIÑOS QUIEREN PINTAR, SOLO TIENEN QUE REMOJAR FLORES DE JAMAICA O FROTAR BUGAMBILIAS EN PAREDES O PISOS DE CEMENTO.

RESCATE Y PRESERVACIÓN La Regiduría de Protección Ambiental nos dio la

tos alimenticios, lo que ha redundado en una dismi-

referencia de un vivero de orquídeas endémicas en

nución de flores. También se mencionó que se están

Amatlán de Quetzalcóatl, cuyo objetivo es resca-

tomando medidas preventivas para evitar el saqueo

tar el germoplasma y conservar las semillas para

y venta de musgo, orquídeas y cactáceas en la próxi-

después comercializarlas en viveros sin dañar los

ma temporada navideña, acciones que tienen un im-

bosques de la región.

pacto negativo en el medio ambiente.

La Regiduría de Desarrollo Agropecuario, por

Es preciso tener siempre presente nuestra ri-

su parte, recalcó la importancia de que los recursos

queza biocultural y la importancia de preservar el

que se otorgan a los apicultores de San Andrés de la

patrimonio inmaterial. Estamos ante grandes retos;

Cal sean destinados a la reforestación floral. La pro-

los planes municipales de desarrollo de las autori-

puesta, congruente con las tradiciones de la región,

dades tienen que trascender el papel y las buenas

es reforestar con flor de cacaloxochitl, de tal manera

intenciones para materializarse en acciones con-

que las abejas puedan tomar el néctar y, en conse-

certadas con los agentes del patrimonio comu-

cuencia, se obtenga una miel de buena calidad. Ac-

nitario. Tepoztlán tiene también una tradición

tualmente, los campos están destinados a otros usos,

milenaria de resistencia y organización. Esa semi-

como asentamientos humanos y cultivo de produc-

lla debe florecer hasta dar todos sus frutos. LAS FLORES

179

> Cacaloxochitl, flor ritual de Mesoamérica, después llamada flor de mayo © edith pérez f lo r e s

BIBLIOGRAFÍA Arizpe, Lourdes (ed.) (2004). Los retos culturales de México. México, Cámara de Diputados-crim/unam-M.A. Porrúa. Broda, Johanna y Báez-Jorge, Félix (eds.) (2001). Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México. México, Conaculta-fce. ________ y Catharine Good Eshelman (eds.) (2004). Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas: los ritos agrícolas. México, inah-unam. Gallo S., Joaquín (1981). Tepoztlán: vida y color. México, Talleres Gráficos de Cultura. Hernández, Francisco (1946 [1570-1577]). Historia de las plantas de la Nueva España. 3 vols., México, unam. Heyden, Doris (1983). Mitología y simbolismo de la flora en el México prehispánico. México, Edimex. Sierra Carillo, Dora (2008). El demonio anda suelto: el poder de la cruz de pericón. México, inah. Velasco Lozano, Ana María L. y Debra Nagao (2006). “Mitología y simbolismo de las flores”, Arqueología Mexicana, vol. xiii, núm. 78, México, Ed. Raíces, marzo-abril, pp. 28-35.

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INTRODUCCIÓN

181

LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA MARTÍN RAMÍREZ SALAS

E

n nuestro entorno más próximo, por lo menos en Cuernavaca y sus municipios vecinos, estamos acostumbrados a ver flores de cempoalxochitl solo en las fiestas de Muertos. Su aroma, sus colores y sus formas características nos re-

miten a esos días en que los panteones cambian su abandono acostumbrado para vestirse de mil y un tonos amarillos. Claro que el cempoalxochitl no es la única flor “típica” en las ceremonias religiosas populares pero sí tiene un lugar especial que va más allá de su cascada de amarillos y torrencial aroma. El origen de la palabra y el de la planta son desconocidos. < Promesa con ramilletes y flores para la iglesia © e d i t h p é r e z f lo r e s

La he visto en fotos e imágenes adornando jardínes de Europa y otras partes del mundo. Me he preguntado si en otros lares 183

> Maestro xochilero dando forma a ramillete, Xoxocotla, Morelos © edith pérez f lo r e s

184

esta planta tiene tanto valor en las actividades

rirse a los días del celular, el mp3, la computadora

diarias como en algunos recónditos pueblos como

e Internet, pero que también se encomienda para

Xoxocotla. No soy oriundo de este poblado (llevo

que estos aparatos funcionen adecuadamente.

apenas 18 años aquí) habitado por más de 30 mil

Las creencias convertidas en tradiciones siguen

habitantes, aunque los censos oficiales digan que

marcando el devenir diario: encomendarse, ayu-

son menos. Vale la pena comentar que muchas fa-

nar, hacer penitencia y “prometer”, para que todo

milias no dan información que consideran pueda

salga bien siguen presentes dentro del colectivo

traerles algún perjuicio. Por ejemplo, nunca admi-

cotidiano.

ten tener piso de cemento en toda la casa, lava-

Es aquí donde las flores de mil amarillos to-

dora, refrigerador o pantalla de plasma. O dicen

man su lugar de intercesor ante las fuerzas que

que en esa casa habitan solo cinco personas y que

vienen y van, entre el mal y el no tan bien, entre

todas trabajan en el campo, cuando en realidad

la cosecha buena y el abono malo, entre el tandeo

son matriarcados donde viven hasta tres genera-

de agua y el guaje ya casi vacío del Chihuahuita,

ciones distintas con sus respectivas familias y to-

entre la mototaxi y el secuestro, en fin. Entre lo

dos desarrollan actividades sociales y económicas

que se ve y se juzga, lo que se siente y lo que má-

diferentes. Mienten por temor a que el gobierno

gicamente son en realidad, los habitantes de este

les cobre más impuestos o se lleven del pueblo

Xoxocotla.

los programas de asistencia que da el Estado. La

Para empezar, muchas familias que cultivan la

verdad se la guardan para ellos, metida ahí entre

flor la consideran una bendición, porque se pue-

los tlecuiles humeados, en las paredes repletas de

de cultivar todo el año, no solo para temporada de

fotos de la familia en las salidas de la escuela, la

Muertos. En una ocasión, don Fausto Vidal, un vie-

boda del primo, o en el altar familiar lleno de imá-

jecillo de unos 80 años, de complexión pequeña,

genes y santos.

medio sordo, de piel arrugada y completamente

En apariencia esto no tendría nada que ver

tostada por el sol, me contó: “Allá en el río (el Apa-

con el cempoalxochitl. Pero quién sabe. A fin de

tlaco, que corre al oriente del poblado), un señor

cuentas, la comunidad es una gran masa que todos

muy pobre estaba leñando, cuando sin querer lle-

los días se mueve por creencias, que trata de adhe-

gó cerca de la cueva de Cuatepec, ahí donde se

MARTÍN RAMÍREZ SALAS

LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA

185

que llegues a tu casa’. El señor —continuó don

CLARO QUE EL CEMPOALXOCHITL NO ES LA ÚNICA FLOR “TÍPICA” EN LAS CEREMONIAS RELIGIOSAS POPULARES PERO SÍ TIENE UN LUGAR ESPECIAL QUE VA MÁS ALLÁ DE SU CASCADA DE AMARILLOS Y TORRENCIAL AROMA.

Fausto—, bien espantado, siguió buscando a su burro, juntó otros palitos y regresó al pueblo. Al otro día por la mañana fue a oír misa junto con su señora. Cuando dio la bendición el padrecito, se acordó lo que había escuchado en la cueva y esperó a que todos salieran. Cuando ya no vio a nadie más, salió. En la mera entrada encontró a una señora vestida como de fiesta, pues, con un cabello negro muy largo. La mujer le puso en la mano un pañuelo que el señor se guardó en la bolsa del pantalón. Salieron del atrio de la iglesia y, aunque era fiesta, ellos, como eran pobres, se fueron directo a su choza, allá a orillas del pueblo. Cuando llegaron, el señor abrió el envoltorio y encontró unas florecitas secas. Se sintió decepcionado y las aven-

186

mira cómo vendrá la temporada de lluvias, y pensó:

tó ahí, por donde su señora lavaba los trastes. Pasó

‘¡Ay, Dios mío! ¿Por qué soy tan pobre, pues?’ En-

el tiempo y el hombre vio que habían nacido unas

tonces, su burro agarró camino para donde está la

matas que comenzaron a dar unas flores amarillas

entrada de la cueva y el señor fue tras él. Justo en

muy olorosas. El señor se arrepintió y dijo: ‘por lo

la entrada de la cueva, de dentro se escuchó una

menos la cueva me dio estas flores amarillas. Las

voz que le dijo: ‘Mañana que es el día de la fiesta

llevaré al altar de la iglesia en agradecimiento’. Al

de San Felipe, irás a la iglesia a escuchar misa.

ver las floresotas amarillas, grandotas, todo el pue-

Cuando termine, quédate dentro hasta que salga

blo se preguntó quién las había traído y que si no

toda la gente. Después saldrás tú y encontrarás

tenía más. El señor les dijo que no, que eran todas.

en la puerta a una mujer con el cabello muy largo,

Cuando llegó a su choza, su señora le dijo: ‘¿Ya vis-

muy largo. Ella te dará un regalo. No lo mires hasta

te? Ya echó más flores la planta’. Él las cortó y las

MARTÍN RAMÍREZ SALAS

fue a truequear al tianguis por maíz y frijol. Re-

altares familiares (que además de flores incluyen

gresó a su casa y notó que la planta seguía dando

veladoras, imágenes, sal y agua, todo esto puesto

botones. Entonces, entendió por qué aquella voz

sobre una mesa o retablo cubierto con papel de

le había dicho que dejaría de ser pobre. Porque la

China recortado o un mantel bordado) forma par-

planta de cempoalxochitl daba y daba flores”.

te de su limpieza semanal.

Para reproducir el cempoalxochitl se escogen

Para el común de la comunidad, don Fausto

las flores más grandes. Al secarse, cada pétalo se

era un borrachín como muchos del pueblo; para

convierte en una semilla, que se siembra en pa-

los más grandes de edad, era el señor que tocaba

chol. Este consiste en hacer camas de tierra de

en su violín la danza de pastoras; para los menos,

alrededor de un metro de ancho por el largo que

era un brujo, un ramilletero. Don Fausto era todas

el campesino necesite, ahí se depositan las semi-

esas cosas. Llegamos a su casa de horcones, carrizo

llas, se cubren con un poco más de tierra fina o za-

y lámina de cartón para que nos enseñara a picar

cate y se riegan. Las plantas nacen en pocos días.

pañuelos de papel de China. Me acompañaba mi

Cuando tienen un tamaño de 10 a 15 centímetros

prenda amada, Miriam, ya que habíamos decidido

se trasplantan a surcos poniendo tres matitas a

aprender todas las manifestaciones plásticas pro-

cada paso (alrededor de 60 centímetros). Si todo

pias de Xoxocotla que sabíamos estaban en riesgo

va bien, con agua y la ayuda de algo de abono, a las

de perderse. Nos enteramos de que don Fausto sa-

cinco semanas del trasplante las plantas crecerán

bía picar papel y por eso acudimos a él. Nos miró

alrededor de 60 centímetros. Cuando comiencen

con desconfianza al inicio, pero después de varias

a dar botones, las primeras serán las más grandes

visitas y de comenzar a picar pañuelitos de papel

y así en cada corte las flores irán disminuyendo de

junto con él, entre las pláticas comenzaron a surgir

tamaño.

las preguntas sobre qué otras “gracias” tenía. Ahí

Los campesinos acostumbran cortar la flor

salió el tema de los ramilletes o xochimamastles de

los lunes muy temprano, ya que se ofrecerán en

flores de cempoalxochitl. Nos comentó que su her-

el tianguis del pueblo en ramitos de 10 a 15 flores.

mano mayor, Inocencio o “Chechio”, era el maes-

Estos se ponen en el altar familiar o en las tumbas

trero de esa actividad, que consistía en elaborar un

de los seres queridos. El cambio de flores en los

círculo de varitas, donde se ensartaban las flores y LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA

187

Varitas vestidas de cempoalxochitl y naranjo para volverse ramillete © edith pérez

eran sostenidas por una vara de carrizo también

nado morelense. Todos hablaban mexicano entre

adornada. Estos arreglos elaborados en pares se

ellos. Don Fausto le había comentado a su herma-

usaban como parte de la ofrenda que algunas ma-

no que iríamos a ver cómo hacían el trabajo. Aquel

f lo r e s

yordomías entregaban a la iglesia durante los feste-

fue el inicio de un aprendizaje para elaborar rami-

jos patronales. No pasó mucho tiempo antes de que

lletes y conocer y entender la relación que había

don Fausto nos invitara a acompañar al grupo de

entre estos hombres y el cempoalxochitl, ganarse

los ramilleteros a Ahuehuetzingo, una comunidad

la estima de los ramilleteros y, sorpresivamente,

cercana, a elaborar un par de xochimamastles en la

que ellos aceptaran a una mujer, Miriam, en el

víspera de la fiesta patronal.

grupo, cosa no vista, ya que los ramilletes era una

El día indicado, Miriam y yo hicimos el viaje

188

labor designada para los hombres.

junto con siete u ocho señores de entre 60 y 70

Los ramilletes son una labor que debe desarro-

años, todos ellos con el gesto rudo del campesi-

llarse entre siete y doce personas. Todo el trabajo

MARTÍN RAMÍREZ SALAS

debe de hacerse en el menor tiempo posible, ya

60 centímetros de altura por unos 50 de diámetro.

que las flores se van marchitando con el paso del

Estos diminutos ramilletes se elaboran para acom-

tiempo. Consiste en ensartar y amarrar flores de

pañar la ofrenda, que se instala en el interior de la

cempoalxochitl a una varita de totoixti. Los espa-

cueva de Cuatepec en la fecha que se hace la peti-

cios que quedan en la varita entre flor y flor se

ción de lluvias.

cubren con hoja de limón (para que no se vea la

Xoxocotla no es la única comunidad donde

varita). Una vez adornadas, las varitas se distribu-

se hacen los ramilletes. También los elaboran en

yen en círculo y se amarran a una vara de carrizo,

Alpuyeca y, hasta hace algunas décadas, en Jo-

que también se forra con flores y hojas de zapote

jutla. Sin embargo, los ramilleteros de Xoxocotla

negro y, a veces, algún adorno de papel brillante.

adquirieron gran renombre tanto dentro como

Además, se le pueden incorporar otros tipos de

fuera de la comunidad porque en sus ramilletes se

flores y gusanillo, una especie de esponja que se

podían ver “figuras”, como les dicen los ramille-

saca de un carrizo acuático y que al secarse se tiñe

teros. Es decir, ensartan un número determinado

de colores.

de flores en cada vara, que al amarrarse forman

Hay ramilletes de varios tamaños. El diámetro

figuras. Los ramilleteros les dan nombres como

de los grandes se acerca a los dos metros, y de al-

“cruz de San Gabriel”, “planchitas”, “estrellas” y

tura casi los tres metros con la vara. Estos regular-

“estribos”. En los ramilletes grandes pueden ela-

mente se elaboran para la iglesia del pueblo en sus

borarse hasta tres figuras diferentes. En eso con-

fiestas patronales. Regularmente hay ramilletes

sistía la fama y buen nombre de un maestrero: en

con flores de papel de China dentro de la iglesia, ya

saber cuántas flores tenía que ponerle a cada vara

que hay una familia que por años se ha encargado

para que al final el ramillete tuviera las figuras fá-

de hacerlos con ese fin. Los ramilletes de Posada

cilmente identificables para cualquiera que viera

se elaboran para adornar las andas de los peregri-

los ramilletes. Esta cuestión “técnica” elevaba de

nos durante las posadas, que en Xoxocotla van del

rango este arreglo, por lo que no cualquiera podía

5 al 24 de diciembre. Miden casi 1.50 metros de

hacerse cargo de elaborar buenos ramilletes. Lle-

diámetro y de altura 1.80 metros con la vara. Tam-

var como parte de la ofrenda ramilletes tan deta-

bién se elaboran unos ramilletes miniatura de unos

llados era un “plus” a la devoción y la “promesa” LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA

189

190

adquirida por la familia que llevaba la ofrenda a

su familia. Al inicio de la elaboración de los rami-

la iglesia.

lletes, el maestrero hacía oración. La flor nunca

Don Chechio era considerado un gran maes-

tocaba el suelo o la tierra, siempre se colocaba en

tro ramilletero. Ni su segundero, Toño Tejón, ni

petates. Después de su oración, el maestrero tejía

su hermano Fausto aprendieron todo lo que Che-

varias varitas hasta tener una forma-muestra, ya

chio sabía. Alguna vez, preguntándole si sabía

pensadas las figuras a elaborar con las flores. Des-

desde cuándo se hacían ramilletes, nos contestó

pués distribuía las tareas: los principiantes o peo-

que desde que se acordaba ya los hacían. Sin em-

nes partían las flores de limón, escogían las flores

bargo, nos comentó que antes era un trabajo más

por tamaño, limpiaban los petates cuando había

laborioso, pues antes de que se usaran hilos de cá-

que hacerlo, recogían las flores y hojas restantes

ñamo para tejer las hojas y las flores a la varita,

y estaban atentos de que los tejedores tuvieran

se usaban hilos sacados de los tallos de papatla, o sea

todo a la mano. Estos se encargaban de ir tejien-

de plátano. Esto puede ser difícil de entender (se

do las varitas y midiéndolas con la varita muestra

necesita ver cómo se hace un ramillete), pero la

hecha por el maestrero. Regularmente Fausto se

verdad que sí significaba toda una pericia sacar

encargaba de tejer las varas, un trabajo un poco

los hilos del tallo del plátano y luego mantenerlos

más laborioso que el de los tejedores de varitas. El

frescos y flexibles para los amarres requeridos.

maestrero estaba al pendiente de que todos hicie-

Ser ramilletero significaba hacer labores para

ran su labor, llamaba al casero cuando necesitaba

el Dios, era una manda, era la manera de pedimento,

algo y recibía el agua, los cigarros y el alcohol. Era

de darle al Dios un arreglo aromático, vistoso,

muy común ver cómo, antes de tomar algún líquido,

bien hecho, de flores de cempoalxochitl que, con

vertía un chorrito al suelo, diciendo “primero la

el paso de los días, conservaban su tono amarillo.

tierra, para que nos dé más”. Cuando las varitas

Con ello, los ramilleteros se ganaban la bendición

estaban tejidas, se limpiaban los petates y el maes-

para tener buenas cosechas, para que no se lasti-

trero junto con su segundo se dedicaban a colocar

maran en las labores del campo, para no ser pica-

un extremo de las varitas a la ranura de uno de los

dos por ninguna alimaña y, lo más importante, es-

extremos de la vara de carrizo, en esta parte se no-

tar a salvo de las fuerzas dañinas para ellos y toda

taba la pericia del maestrero. Debía colocar cada

MARTÍN RAMÍREZ SALAS

varita dependiendo de las flores ensartadas, de tal

siempre me pareció descomunal, si se considera su

manera que se fueran formando las figuras tejidas,

edad avanzada. Se colocan otras hojas y flores para

desde el momento que se metían las varitas den-

cubrir el centro del ramillete, se distribuyen las

tro de la ranura de la vara de carrizo era regaño

varitas para que el círculo quede lo más perfecto

seguro si alguien saltaba o se atravesara sobre la

posible. Se levanta el arreglo para ajustar detalles

vara de carrizo. Uno de los tejedores, don Gon-

y después se llama al casero para que coloque el

zalo, que además sembraba flores todo el año, me

par de ramilletes en el altar de la casa. El casero

comentó que se debía respetar porque desde ese

agradece y da de comer y beber a todos los ramille-

momento era como tener tendida la cruz de madera.

teros. Platica con el maestrero, quien le explica o le

Amarrar todo el número de las varitas tiene su

muestra las figuras que tiene el ramillete. En unas

complicación; el esfuerzo que hacían los señores,

horas, estos arreglos de aroma y color engalanarán

que tienen que hacer todos los amarres hincados,

las imágenes religiosas de la iglesia, acompañarán LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA

Don Inés, maestro xochitero tradicional © edith pérez f lo r e s

191

192

la peregrinación de quienes piden posada o se que-

En una ocasión le pedí a don Fausto que fuéra-

darán en el interior de Cuatepec como mudos tes-

mos a buscar gusanillo. Yo sabía que era una espe-

tigos de lo que ocurre en el silencio milenario de

cie de bejuco que crecía al pie de los apantles, pero

ese lugar de encanto.

no sabía cómo era ni cómo se extraía la “esponja”

Poco a poco, don Fausto nos fue mostrando

de su interior. Fuimos a varios sitios por el canal,

el calendario de actividades de los ramilleteros,

que rodea el ejido de Xoxocotla de norte a sur,

no solo las fechas de elaboración sino cómo tener

hasta desembocar en el lago de Tequesquitengo.

siempre los implementos necesarios. En enero,

Después de varias paradas, donde encontramos

don Fausto, montado en su burro y yo atrás de él,

que los campesinos ya habían cortado el gusanillo,

tomamos el camino de terracería a Atlacholoaya,

porque se convierte en plaga y no deja correr con

pasamos cerca de la cueva de Cuatepec, segui-

buen caudal el agua, encontramos finalmente un

mos el cauce del río Apatlaco y en las lomas cer-

manchón del bejuco. Cortamos un buen manojo y

canas encontramos el arbusto de totoixti, que en

ahí mismo él me enseñó cómo extraer la esponja,

esa época ya no tenía hojas y solo mostraba sus

cortó un tramo de bejuco y con otro tramo más

ramas rectas y delgadas. Después de pedir per-

delgado lo fue metiendo en el tramo más grueso,

miso, cortamos las varas. Estas tienen la cualidad

de este fue saliendo una especie de tubo de espu-

de ser largas, rectas, resistentes y flexibles. “Nin-

ma por el otro lado. “Ese es el gusanillo” ­—me dijo.

guna otra varita sirve para los ramilletes, solo es-

Quedé boquiabierto ante este descubrimiento y le

tas”, decía don Fausto mostrándome con la mano

pregunté: “cómo se habían dado cuenta de que el

todo el lomerío lleno del arbusto. Cortamos dos

gusanillo estaba dentro del bejuco”. Él me contestó:

manojos como de 100 varitas cada uno, cantidad

“No sé. Los señores de más antes, yo creo”.

suficiente para todo un año. Cuando hacían falta

Ya en la casa, sacamos todo el gusanillo y lo

varas de carrizo había algunos manchones por el

pusimos a secar varios días. Después, lo teñimos

rumbo del sur, cerca del campo de San Juanes.

de diferentes colores con anilina. Me platicaba

Allá llegamos, don Fausto, en su burro, y yo. Por

don Fausto que los ramilletes más bonitos y que

el mes de marzo encontramos varas ya sazonas

mejor se veían eran los que incluían la flor de

y rectas.

cempoalxochitl, crestas de terciopelo (esas bolas

MARTÍN RAMÍREZ SALAS

rojas, moradas y amarillas que también son co-

También le preguntamos al casero qué sabía

munes en temporadas de Muertos) y tiras de

al respecto, pero solo reiteró lo que don Fausto ya

gusanillo teñidas de colores. Le propuse que

nos había dicho. Don Fausto añadió que los otros

hiciéramos un par de ramilletes con todos esos

bastones sí eran los antiguos y que traían otro tipo

elementos. Al poco tiempo pudimos hacerlos. En

de dibujos, que él los había visto. Después de pe-

aquella ocasión solo los elaboramos don Fausto,

dir permiso, comenzó a tejer los bastones con las

Miriam, don Gonzalo, don Melquiades y yo. Ja-

hojas, las flores y el gusanillo, hizo formas que po-

más he vuelto a ver unos ramilletes como esos (y

cas veces habíamos visto. No sé si notaba que tanta

al comentarlo vuelvo a emocionarme).

destreza y conocimiento nos tenía sorprendidos.

En otra ocasión, don Fausto fue a casa para in-

Como siempre, al terminar, comentaba: “está bo-

vitarnos a hacer un trabajo con flores que nunca

nito pero algo fierito…” es decir, que podía haber

habíamos visto. Llegado el día, atravesamos el pueblo

quedado mejor.

y llegamos a una casa cerca ya de los campos de

Por prescripción médica, don Fausto tenía va-

cultivo. Los caseros sacaron unos chiquigüites

rios años de no tomar alcohol, a pesar de andar

de carrizo con flores de cempoalxochitl y hojas de

en tanta actividad festiva. Desafortunadamente,

limón. Don Fausto sacó un envoltorio de periódico

durante los ensayos de la danza de pastoras, en los

con gusanillos; los caseros regresaron con dos bas-

que tocaba el violín —por cierto, su último violín

tones de otate, como de un metro de largo y con va-

lo había comprado con el dinero que ganó en un

rios signos tallados. Esos bastones —nos comentó

concurso de arte popular morelense—, le insis-

don Fausto— eran la insignia que los mayordomos

tieron en que tomara y, no obstante que sabía que

tenían para hacer valer su autoridad, cuando cami-

le haría daño, tomó alcohol. Las consecuencias

naban por la noche o la madrugada para cumplir

no se hicieron esperar y falleció poco después.

sus obligaciones. Al preguntarle a don Fausto por el

Como es la costumbre, todo el camino de su casa

significado de las tallas, respondió que no sabía lo

al cementerio quedó marcado con pétalos de cem-

que eran, pero que esos no eran los bastones anti-

poalxochitl, esas flores amarillas y olorosas que el

guos, que nunca habían sabido quién se había que-

encanto de Cuatepec les regaló a los habitantes de

dado con ellos o qué les había pasado.

Xoxocotla.

LAS FLORES MEDICINALES EN MORELOS Y EL NOROESTE DE MÉXICO: DIFERENCIAS EN EL CONOCIMIENTO ETNOMÉDICO TRADICIONAL MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ

E

l empleo de las plantas medicinales en México pone de manifiesto la vigencia de esta práctica cultural y la revalorización del conocimiento tradicional al momento de satisfacer las necesidades en torno a la salud y el bienestar.

Persiste la herbolaria dentro de los sectores de la población en los cuales, ya sea por su ubicación geográfica, sus usos y costumbres o sencillamente por una cuestión económica, las plantas medicinales se utilizan constantemente en el tratamiento de ciertos malestares (Castillo y Monroy-Ortiz,

©

< Flor de manzanilla que con tu néctar curas e d i t h p é r e z f lo r e s

2007: 9). Dentro de este contexto, las flores medicinales se utilizan en el acervo etnomédico tradicional en regiones tan distintas como el centro-sur y el noroeste del país. 195

> Bugambilia que eres buena para la tos © edith pérez f lo r e s

196

En el territorio nacional existe una gran diversidad de especies vegetales de origen tro-

friísimo, lo frío y lo fresco” (Álvarez Heydenreich, 1989: 111).

pical, de las cuales entre 5 mil y 20 mil se usan

Las plantas medicinales son, por lo tanto, un

con propósitos medicinales, dependiendo de la

patrimonio reconocido en México y uno de los

zona geográfica (Aguilar, 1993; Estrada, 1994,

recursos más amplios y valiosos de la medicina

citado en: Osuna et al., 2005: 17). Esta enorme

indígena tradicional (Lozoya, 1976, 1984b; Zolla,

biodiversidad ha permitido contar con una her-

1979, citado en: Argueta, Cano, Rodarte, 1999:

bolaria terapéutica cuyo origen se halla en las

81). Constituyen una riqueza ancestral, producto

tradiciones de las culturas prehispánicas y que

de una inmensa variedad de climas y altitudes.

permanece hasta nuestros días. En las zonas ru-

En la actualidad, yerberos, curanderas o chama-

rales de nuestro país, como es el caso de Mo-

nes son la memoria viva de saberes ancestrales;

relos, algunos grupos indígenas han heredado

conocen no solo la biodiversidad y su ambiente,

la tradición de la herbolaria no solo como una

sino el contexto en el cual estos deben ser uti-

forma de “curar”. Dicha tradición, además, está

lizados para fines curativos. Sanar implica res-

contextualizada en toda una cosmovisión de un

tituir el equilibrio de las entidades anímicas de

universo dual complementario de frío y caliente,

una persona a través de rituales que incluyen el

húmedo y seco, que aborda al padecimiento y el

uso de las plantas, hierbas o flores medicinales

cuerpo de manera integral, más allá del malestar

(Gómez Álvarez, 2012).

(Aguado y López Austin, 2004). Álvarez Hey-

El conocimiento preciso de sus caracterís-

denreich describe el caso de Hueyapan, Mo-

ticas y efectos, fruto del ejercicio de una obser-

relos, donde la polaridad frío-caliente “abarca

vación detallada y cuidadosa de la naturaleza,

varios niveles diferenciados por los grados de

hace que las plantas —y, en este caso particu-

temperatura. Temperatura que no siempre es

lar, las medicinales— ocupen un sitio privile-

real y que se refiere, en la mayoría de los casos,

giado en las culturas del México prehispánico

[a] una cualidad inherente al objeto […] Los ni-

e, incluso, en la actualidad. El mundo meso-

veles a los que se refiere son lo muy caliente,

americano tiene un origen distinto del europeo.

lo caliente, lo templado o cordial, lo muy frío o

Diferentes deidades cosmogónicas fueron res-

MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ

LAS FLORES MEDICINALES EN MORELOS Y EL NOROESTE DE MÉXICO

197

nica como antiinflamatorio y cicatrizante, atri-

LAS PLANTAS MEDICINALES SON, POR LO TANTO, UN PATRIMONIO RECONOCIDO EN MÉXICO Y UNO DE LOS RECURSOS MÁS AMPLIOS Y VALIOSOS DE LA MEDICINA INDÍGENA TRADICIONAL.

butos que se describen en el códice citado (Haveed, 2013). Dentro de este intrincado contexto, que es resultado del proceso cultural de muchos pueblos a lo largo de la historia, se encuentran las flores medicinales. Los especialistas en la medicina tradicional representan una alternativa para más de 40 millones de mexicanos entre cuyos usos y costumbres está la utilización de la herbolaria para ciertas sintomatologías. ¿Quién de nosotros no usa remedios caseros cuando se trata de un resfrío o una pesadez

ponsables de la creación del mundo y el ser hu-

estomacal? Son los saberes heredados de nuestras

mano. Por lo tanto, cuando de un México con

abuelas los que nos dictan que para el dolor

tradición prehispánica se habla, en los procesos

de garganta no hay nada mejor que un jarabe de

de salud y enfermedad interactúan fuerzas di-

cebolla o miel con propoleo y limón. Para tal fin,

ferentes (Viesca Treviño, 1999: 30-32). Si bien a

en muchas regiones del país se usa también de

lo largo de los siglos de conquista se produjeron

manera generalizada la bugambilia (Bougainvillea

procesos sincréticos, los principios motores si-

spectabillis).

guen siendo los mismos.

198

“Es innegable que los siglos de uso empí-

En el códice De la Cruz-Badiano se explica

rico que avalan en la mayoría de los casos los

el uso de 25 especies cuyas propiedades tera-

recursos vegetales utilizados como medicinales

péuticas han sido corroboradas por trabajos del

hacen de las mujeres mayores y los yerberos los

Instituto de Investigaciones Biomédicas de la

depositarios de esta información, que ofrecen

Universidad Nacional Autónoma de México. Un

a la población que les consulta” (Osuna et al.,

ejemplo claro sería la utilización actual del ár-

2005: 15, 16).

MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ

DIFERENCIAS GEOGRÁFICAS,

En la actualidad, de acuerdo con el Atlas de

BOTÁNICAS Y DE SALVAGUARDA

las plantas de la medicina tradicional mexicana

Edward Palmer, pionero de la etnobotánica, recorrió

(2007), 16 especies de flores medicinales se em-

en 1880 la región noroeste del país, así como la Co-

plean en los estados del noroeste y, de ellas, siete

marca Lagunera, Colima y Durango (González Arra-

se encuentran solamente en dicha región geográ-

tia, 2006), luego de lo cual hizo 160 registros de 1,385

fica. Las nueve especies restantes se ubican tam-

especies. De estas, 78 especies corresponden a Sonora,

bién en otras latitudes, incluyendo el estado de

40 a Baja California, 40 a Sinaloa y ocho a Nayarit.

Morelos. Lo anterior podría tener su explicación

En cuanto a las flores, de un total de 662 registros se

no solo en la similitud de ecosistemas, sino en el

tienen fichas de 68 flores medicinales pertenecien-

intercambio de medicinas tradicionales entre los

tes al norte del país (Bye et al., 1999: 95-105).

pueblos, en especial para cultivo “casero”.

LAS FLORES MEDICINALES EN MORELOS Y EL NOROESTE DE MÉXICO

Flor de tila que transformas los nervios en calma © edith pérez f lo r e s

199

200

Conforme a lo investigado por Osuna et al.

colonización tardía y su desarrollo económico

(2005) y Castillo y Monroy-Ortiz (2007), en Mo-

fue muy distinto al del resto del país. La región

relos se documenta que nueve especies de flores

centro-sur, por su parte, vivió un proceso de “re-

tienen diferentes usos etnomédicos tradicionales,

sistencia cultural” y, en consecuencia, ha trans-

particularmente en los municipios del sur y, den-

mitido el conocimiento médico tradicional desde

tro de ellos, en Xochitepec. Los padecimientos

épocas prehispánicas.

que se tratan con mayor regularidad son aquellos

A pesar de dichas diferencias, en el noroeste

relacionados con el sistema gastrointestinal, aun-

de nuestro territorio se registra un uso extendido

que no son los únicos (véase cuadro 1). Se ha docu-

de la medicina tradicional, si bien menor en rela-

mentado un gran número de especies en ese estado,

ción con Morelos. Baste saber, por ejemplo, que

donde la medicina tradicional está más arraigada

en las zonas desérticas predominan las cactáceas,

y viva. En esta región del país aún se encuentran

y entre ellas destaca el peyote, muy utilizado por

médicos tradicionales que transmiten a sus des-

los huicholes y coras gracias a sus cualidades

cendientes o familiares la información que les han

analgésicas y antirreumáticas (Adame y Adame,

enseñado y los resultados de sus propias investi-

2010). Entre los encinares se encuentra el llamado

gaciones empíricas. En cambio, algunas regiones

chirrión o amolillo, ideal para el aseo capilar debi-

del noroeste carecen de esta dinámica debido, en-

do a su consistencia jabonosa. Falta, sin embargo,

tre otros fenómenos, a la migración, el predomi-

profundizar en el registro de los saberes médicos

nio del modelo de desarrollo tecnológico, las dis-

tradicionales en esa zona del país, en los guardia-

tancias más largas y las escasas comunicaciones.

nes y transmisores de esta parte fundamental del

Asimismo, las diferencias entre ambas regio-

patrimonio inmaterial y, en última instancia, en

nes en cuanto al desarrollo histórico son notorias.

las condiciones actuales en que se encuentra el

La región septentrional mexicana presentó una

mismo para evitar su extinción.

MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ

CUADRO 1 ESPECIES DE FLORES MEDICINALES QUE SE ENCUENTRAN Y UTILIZAN EN MORELOS Y LOS ESTADOS DEL NOROESTE NOMBRE COMÚN O TRADICIONAL

PADECIMIENTO Y FORMA DE USO

Sambucus mexicana Presl

Sauco (Sinaloa), alcanfor, flor de sauco, guarico, sauce, xometl (Morelos), jodaytlochic (Nayarit).

Fiebre y tos (Baja California, Baja California Sur, Sonora y Nayarit). Gripa ligera con tos sencilla, en cuyo caso se combina con canela, hojas de mango y hierbas de guacoporo (Sinaloa).

Lantana camara L.

Alfombrilla hedionda, alfombrillo, confituría, confiturilla, corona, corona del sol, frutilla, gobernadora, hierba de Cristo, hierba de Pedro Antonio, hierba de San Pedro, hierba negra, laurel, mocototol, moscete, ojo de pescado, orusus, ororuz, palabra de caballero, pionía, pionía del cerro, quelite de arroyo, quita pesal, rinyonina, siete colores, siete negritos (Sinaloa), siete negritos macho, tres colores, uña de gato, cacapuli, pitzin-teuhxochitl (Morelos), coronisha (Nayarit).

ESPECIE

Reumatismo; las flores se fermentan en alcohol por tres días. Padecimientos del oído; se emplea el aceite en que se guisan las flores, tallos y hojas.

LAS FLORES MEDICINALES EN MORELOS Y EL NOROESTE DE MÉXICO

201

NOMBRE COMÚN O TRADICIONAL

PADECIMIENTO Y FORMA DE USO

Gnaphalium oxyphyllum DC.

Gordolobo

Problemas pectorales, infecciones en la garganta, bronquitis, asma y congestión bronquial; se emplea la cocción de las hojas y las flores.

Datadura inoxia Miller

Toloache, chamico, chanico, floripondio, tecuyahui, tecuyani (Sonora).

Reumatismo y otros dolores corporales; aunque se trata de una especie venenosa.

Senna occidentalis (L.) Irwin

Cafecillo, hijicxihuitl (Morelos), mumusa (Nayarit), candeila, frijolillo.

Diarrea y sensación de vómito (solo en Nayarit); las flores con la hoja y el tallo sirven como agua de uso.

Sida rhom bifolia L.

Escobilla o malvilla, alactlí (Morelos).

Bilis e irritación de hígado; se emplea la infusión de la flor.

Bougainvillae spectabilis Willd

Bugambilia, camelina

Tos y, con menor frecuencia, otros padecimientos respiratorios; se emplea la infusión de la flor.

Antigonon leptopus Hook & Am.

Flor de San Diego, flor de Santiago, San Miguel, Santiagosha (Nayarit).

Tos, fiebre o garganta inflamada; demora en la menstruación; el cocimiento de la flor se bebe en ayunas.

Macrosiphonia hypoleuca (Benth.) Muell

San Juan, hierba de San Juan, rosa de San Juan, nashi (Nayarit).

Tos; el cocimiento frío de toda la planta sirve como agua de uso. Cólicos del parto; la rama en flor se emplea en una infusión caliente.

ESPECIE

202

MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ

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EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES: LA FLOR MÁS BELLA DEL EJIDO CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ

Por fin lo comprende mi corazón: Escucho un canto, Contemplo una flor: ¡Ojalá no se marchiten! Nezahualcóyotl

E

l certamen “La flor más bella del ejido” se realiza en Xochimilco, que significa “en los sembradíos de flores” (Montemayor, 2007). Tuvo sus primeros momentos hacia 1936 en el canal de Santa Anita,1 famoso por el paseo del Viernes

de Dolores, pero no pudo continuar debido al desecamiento del mismo. Por tal motivo, en 1954 se trasladó a Mixquic, pero tampoco ahí tuvo éxito. Es en Xochimilco, uno de los lugares más famosos y visitados de la Ciudad de México y cuya zona chinampera2 fue declarada en 1987 Patrimonio de

< Trajinera en flor de vida y margarita © e d i t h p é r e z f lo r e s

1 El libro de Fernández y Venegas relata con detalle el famoso paseo del Viernes de Dolores en el canal de Santa Anita. 2 De acuerdo con Teresa Rojas Rabiela, las chinampas son “pequeñas plataformas en las partes poco profundas del lecho lacustre para establecer viviendas y parcelas de cultivo[…]”.

205

> Celebrar la Flor más Bella del Ejido, tradición mexicana © edith pérez f lo r e s

la Humanidad por la unesco, desde 1955 hasta la

a diario a surtir y aprovisionar los jardines particu-

actualidad.

lares de México (Novo, en Pérez, 2002: 16).

Entre chinampas y canales, entre canales y trajineras, Xochimilco parecería ser el lugar ideal

Los vecinos de la zona relatan que en las chinam-

para continuar con la tradición de elegir a la más

pas ya casi no se siembran flores. Según dicen, se

bella de todas las flores: la mujer. Sin embargo, la

siguen produciendo algunas, pero con el método

zona enfrenta un grave deterioro ecológico debido

de invernadero. Un comerciante de 56 años ex-

a la contaminación, la sobreexplotación del agua y

plica: “Hay poca flor… statis, alelí, cempoalxochitl.

el crecimiento de la mancha urbana. “Xochimilco,

Lo que luego siembran y huele rico es la flor de

que llegó a tener una superficie de chinampas

chícharo, pero es de temporada, de Semana Santa.

de 70 kilómetros cuadrados hace unos 40 años,

Lo que hay ahora es mucha planta de ornato… el

ahora solo conserva una parte de esa superficie,

tigrillo debe haberse sembrado aquí”.

estimada en 25 kilómetros cuadrados” (Garzón, 2002: 21).

Algunos xochimilcas recuerdan aún las chinampas llenas de amapolas, prohibidas al final

Sin duda, el paisaje floral de Xochimilco, que

de los años treinta porque, como se sabe, la goma de

sirve de marco al concurso, ha cambiado con el

opio es nociva para la salud. “La amapola estuvo

paso del tiempo. Salvador Novo escribió en 1947:

aquí sembrándose. Mi papá decía que las chinampas de flor de amapola eran hermosísimas. Pero

Ir a las chinampas escondidas en que se cultivan,

la prohibieron y la exterminaron”, explica el

en miles de pequeños adobes de buena tierra negra

comerciante.

podrida en los canales con chichicastle, las petu-

Doña María Teresa López y Leyva, Flor más

nias, los pensamientos, los perritos, las mercadelas,

Bella del Ejido en 1951, narra que su mamá tenía

las violetas, las glorias, los geranios, las begonias,

una chinampa y sembraba flor de alhelí para el

los pinceles, las espuelas, las azaleas, los claveles, los

Día de Muertos. “La sembraban como unos tres

rosales, los alhelíes, las cortinas, que de aquí brotan

meses antes de Muertos. ¡Y salían unos manojotes! Las chinampas estaban llenas de alhelí,

La palabra “chinampa” se deriva de chinamitl, que significa “seto o cerca de cañas”, y pan, “sobre” (1995: 24).

206

CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ

stati, flor de espuela y otra… no me acuerdo del

EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES

207

nombre... está muy seca y dura mucho. Sacaban

estamos recolectando el clemole; el año pasado lo

alhelí, nube, flor de margarita. La gladiola nunca

cultivamos y el próximo año vamos a hacer más ex-

la sembraron aquí; la traen de otros estados. De las

tenso el trabajo que realizamos”. En efecto, no todas

chinampas iban todas las gentes con sus carreti-

las flores que plantan ahora corresponden a las que

llas al mercado, pero hubo mucha discriminación

estaban antaño en Xochimilco.

respecto a eso y ya no las dejaron vender ahí. El

Según explica José Luis, las trajineras3 son

mercado, el tianguis, que es el 377, era para las

componentes fundamentales del certamen de la

flores de los campesinos y sus verduras, sus ani-

Flor más Bella del Ejido. De igual manera, para el

malitos que llevaban a vender. La plaza era en día

concurso de la canoa alegórica, otro de los más

sábado, pero después ya no los dejaron vender.

esperados, se enfloran las trajineras. “Participa-

Descompusieron ese mercado porque ahí se ven-

mos porque es parte de la difusión del trabajo

día toda la planta. Ahora venden en la avenida 16

que realizamos. Nosotros enfloramos; se trata

de Septiembre… ya no tienen dónde vender”.

de que nosotros mismos realicemos eso. Nada

Por otro lado, José Luis, trajinero y coordina-

más va uno por orgullo a ganar, lo hace uno con

dor de un proyecto de recuperación del canal y su

mucho entusiasmo y hay que transmitir eso a

paisaje en el Embarcadero Fernando Celada, cuen-

los demás compañeros. [Antes se enfloraba] de

ta que los alcatraces se daban también a la orilla de

acuerdo a la flor que tenían en sus cultivos. Lo

los canales: “Cuando yo empecé a remar lo que más

que cultivaban lo tomaban para adornar; era un

abundaba sobre las orillas era la flor de alcatraz; hoy

trabajo muy sencillo. Después se enfloraban con

en día ya no se ve, está como aislada. Con lo que tra-

papel crepé de colores y luego se cambió a pintu-

bajamos estamos tratando de hacer más o menos el

ra vinílica y fosforescente para que resaltaran los

tipo de paisaje que vimos… la que ahorita tenemos es

colores”. Hoy en día las trajineras lucen normal-

lirio persa, alcatraz… tratamos de expandir lo que es

mente portadas4 de colores fosforescentes que

la planta del floripondio, margarita, pues la bugam-

simulan flores naturales.

bilia no es de acá. Pero hay unas que están plantadas, son las abundantes. Tenemos una parte donde tenemos dalias, pero esas son de temporada. Ahorita 208

CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ

3 La trajinera es una embarcación que se usa fundamentalmente para ofrecer recorridos turísticos por los canales. 4 Las portadas de las trajineras son unos arreglos en forma de arco con algún nombre de mujer en la parte superior.

CONTEXTO HISTÓRICO

amor”,7 algunos autores difieren de este enfoque

Y POLÍTICO DEL CONCURSO

(Fernández P. y Venegas A., Arqueología Mexicana,

En la convocatoria del certamen de 2012 se lee:

edición dedicada a Xochimilco). El Universal promovió en 1921 el concurso La India Bonita,8

Xochimilco ha buscado a lo largo del tiempo mante-

pero el de “La Flor más Bella del Ejido” surgió

ner los valores y costumbres que le han dado forma

con ese nombre en 1936, durante el gobierno de

y esplendor a su historia. Es por ello que el certa-

Lázaro Cárdenas, a quien se le atribuye su crea-

men de la Flor más Bella del Ejido 2012 tiene como

ción. Valga recordar el contexto: búsqueda de

objetivo revalorar la belleza de la mujer mestiza

identidad nacional en las raíces indígenas y el

que habita en el Distrito Federal, además de con-

mestizaje, así como un periodo de prominencia

servar y resaltar los orígenes de los pueblos que en

del ejido.

algún momento de su historia contaron, o que aún conservan, tierras de labor o ejidos.5

A juicio de Fernández y Venegas, la Flor más Bella del Ejido es “una fiesta paradigmática en la construcción de los mitos y ritos del obsesivo y

En sus orígenes, el concurso, concebido

conflictivo tema de la identidad nacional” (2002:

para dignificar a la mujer con rasgos indígenas

87). En su crónica sobre el concurso celebrado

(Cordero Espinoza, en Fernández P. y Venegas

en 1984, Carlos Monsiváis relata que este surgió

A., 2002: 89), es, en palabras de algunas de sus

“en plena euforia del país distinto, porción mo-

ganadoras, la segunda tradición más importante

desta y eficaz de la estrategia que nos modernizó

de Xochimilco.6

saturándonos de nuevas tradiciones de aparien-

A pesar de que “hay quien atribuye los oríge-

cia ancestral” (2010: 59).

nes de esta fiesta al México prehispánico, cuando niños y mujeres jóvenes ofrecían semillas y flores a Xochiquetzalli, la diosa de la belleza y el 5 Disponible en http://laflormasbelladelejido.blogspot.mx/2012/02/ lista-la-convocatoria-flor-mas-bella.html 6 Después de todas las celebraciones que se realizan en torno al Niñopa.

7 Véase el video promocional disponible en: http://laflormasbelladelejido.blogspot.mx/search/label/promocional%20%22una%20flor%20 sue%C3%B1a%22 Las participantes relatan los mismos orígenes indígenas. 8 En este concurso, que se organizó en el marco de los festejos del centenario de la consumación de la Independencia, la ganadora fue María Bibiana Uribe, joven poblana que reunía “todas las características de la raza: color moreno, ojos negros, estatura pequeña, manos y pies finos, cabello lacio y negro, etcétera. Pertenece desde el punto de vista racial a la raza azteca, que está extendida en diversas partes de la República, su idioma es el mexicano” (Fernández P. y Venegas A., 2002: 84).

EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES

209

y la Confederación Nacional Campesina (cnc)

ENTRE CHINAMPAS Y CANALES, ENTRE CANALES Y TRAJINERAS, XOCHIMILCO PARECERÍA SER EL LUGAR IDEAL PARA CONTINUAR CON LA TRADICIÓN DE ELEGIR A LA MÁS BELLA DE TODAS LAS FLORES: LA MUJER. SIN EMBARGO, LA ZONA ENFRENTA UN GRAVE DETERIORO ECOLÓGICO. La Dirección General de Acción Social, adscrita al Departamento del Distrito Federal, era la instancia encargada de organizar la feria con un comité delegacional. Las convocatorias públicas eran firmadas por el director general y en ocasiones incluso por el Comité Regional del Partido Revolucionario Institucional (pri) en la capital 210

CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ

(Fernández y Venegas, 2002: 115). Actualmente, la organización del concurso recae en la delegación Xochimilco, a través de la Dirección de Turismo, y un comité organizador (ya desligado de la cnc). En suma, las autoridades han sido sus promotoras y organizadoras. “Esa fiesta no era de aquí; no es una fiesta arraigada en el pueblo; es delegacional. Para mis abuelos la fiesta no existía. Yo creo que fue para buscar auge a los ejidos que estaban surgiendo. Le querían dar importancia a la tenencia de la tierra. Para los lugareños es un estorbo: hacen feria, cierran el paso, no tenemos clientes, tenemos ruido en la iglesia, los que venden comida no son de aquí. Es un negocio de la delegación, es como algo externo, no propio, no arraigado en la población”, explica un comerciante entrevistado. Si bien el evento no nació del pueblo, sí ha representado para el turismo de Xochimilco una gran atracción. La elección de la Flor más Bella se lleva a cabo el Viernes de Dolores9 en medio de actividades económicas y culturales, tales como la exposición ganadera y florícola, el concurso de la canoa alegórica, la muestra gastronómica y la venta de artesanías y productos de la región (dulces cristalizados 9 Último viernes de la Cuaresma, que precede a la Semana Santa, y de fecha movible.

y amaranto, entre otros). Por ende, en él confluyen

cursantes debían acreditar con documentación

factores e intereses políticos, turísticos, económi-

que eran hijas de ejidatarios. Hoy ya no se pide

cos y culturales.

este requisito; basta con ser originarias o residentes de esas delegaciones. Deben preparar un men-

REQUISITOS PARA SER CORONADA

saje de un minuto y medio con el que participarán

La convocatoria está abierta a jóvenes mexicanas,

en el concurso. Los temas del mensaje para la edi-

con edades entre 17 y 23 años, solteras y sin hijos,

ción de 2012 fueron: “Costumbres y tradiciones de

y que residan en alguna de las delegaciones que

la delegación que representan”, “La mujer actual”,

tuvieron o tienen ejidos. Anteriormente, las con-

“Patrimonio Cultural de la Humanidad”, “Conser-

10

Jovencitas candidatas, cada una representando una flor © carolina buenrostro

vación ambiental” y “La familia”. Además, deben 10 Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.

asistir a un curso de capacitación (de dos semanas en 2012), donde se les instruye sobre temas de hisEN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES

211

toria y tradiciones de Xochimilco. Otro requisito

a los nuevos valores sociales, en todas sus dimen-

obligatorio es vestir el “traje típico del Altiplano

siones, y al pensamiento de la mujer actual, así

Central mexicano”11 y portarse con “absoluto res-

como a los intereses políticos del momento.

peto, prudencia y responsabilidad”. Las “flores”

María Teresa López y Leyva, quien participó

ganadoras firman un compromiso con la Direc-

en 1951, cuenta que la animó a ello “el señor de-

ción de Turismo con la finalidad de representar a

legado González de la O. Un año antes concursé

la delegación en las actividades para las que sean

en Reina de la Primavera. Iba yo representando a

requeridas, en cuyo caso deben portar “traje típico,

Xochimilco; fue a nivel Distrito Federal. Y como

corona y banda”. Son elegidas por un jurado de

ganamos el segundo lugar de los carros alegóri-

siete a 11 miembros, “personas conocedoras en el

cos, me felicitó mucho el señor delegado. Y des-

ámbito de las tradiciones”, quienes designan a esta

pués me invitaron a salir a concursar en la Flor

suerte de embajadora de la cultura de la demarca-

más Bella del Ejido, y lo mismo: salimos ganando”.

ción, quien se vuelve así parte del imaginario so-

También comenta que este concurso ha cambia-

cial nacional del que nos habla Bonfil Batalla en

do: “Antes todas las delegaciones traían sus carros

su México profundo.

alegóricos con sus concursantes y todo eso. Era

12

hermosísimo concursar ahí. Véame, nunca usé LAS “FLORES” PARTICIPANTES

maquillaje. Antes tenía yo mis trenzas más largas

Las concursantes tienen distintos motivos para

y mi mamá no me dejaba sola, siempre andaba

participar, y sus recuerdos y anécdotas dan cuenta

conmigo”. Concursó a los 18 años, y los requisitos

de los cambios que ha experimentado el certamen

que pedían en esa época eran “más que nada, los

y de cómo se ha adaptado a los tiempos actuales,

papeles de los ejidos, que fuera uno hija de ejidatarios. Como ya me conocía el delegado, no hubo

Consiste en “blusa bordada de punto de cruz, chincuete o falda, ceñidor, huarache de tiras y rebozo (de bolita Santa María)”. 12 Valga recordar la participación de estas mujeres en el muy comentado desfile del bicentenario 2010, cuando desfilaron entre alebrijes, nopales, danzas prehispánicas, calaveras y catrinas, entre muchos otros elementos prehispánicos y populares. “Entran mujeres remando en chalupas y cargan cestas de flores; luego, una trajinera con mariachis y mujeres de Xochimilco que representan a la ‘Flor más bella del ejido’…”, se lee en la “Guía paso a paso para seguir el desfile del bicentenario”, disponible en http://www.eluniversal.com.mx/graficos/pdf10/guia_b.pdf 11

212

CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ

problemas”. Su mamá se enojó después de que salió ganadora, “porque me decían: ‘Teresita, vamos para allá’. Me invitaban mucho a Bellas Artes, a desayunos, conciertos infantiles y conciertos de personas

grandes. Y anduve con la señora Casas Alemán; en ese entonces, ella era la indicada para llevarnos a donde fuera, no descansaba uno. Ahora ya las hacen hablar mucho: qué es Xochimilco, qué era pueblo, qué es barrio. En aquel entonces no se hablaba mucho de eso. Nada más era simplemente la presentación de uno hacia el evento. Cuando yo concursé llevé un gran ramo de amapolas y, pues, eran los originales, más que la nube. Y cuando me coronaron me hicieron la corona de flores”. Teresita advierte también cambios en el ambiente: “Era muy hermoso, no como acá, que chiflan y se burlan. Antes, al contrario, aplau-

ALGUNOS XOCHIMILCAS RECUERDAN AÚN LAS CHINAMPAS LLENAS DE AMAPOLAS, PROHIBIDAS AL FINAL DE LOS AÑOS TREINTA PORQUE, COMO SE SABE, LA GOMA DE OPIO ES NOCIVA PARA LA SALUD.

dían”. Cada delegación llevaba su carro alegórico y, según relata la ex concursante, el delega-

tes de belleza y una máquina de coser. Para ella,

do mandó hacer uno en forma de canoa con la

la mujer debe ser una flor, como en los tiempos

portada llena de flores. Atrás iba un señor “como

en que ganó el concurso. “Éramos muy correc-

todo un xochimilca, con su calzón de manta y su

tas en nuestra educación, nuestro respeto hacia las

camisa de manta, su sombrero y su pala… como

personas mayores y, con perdón de usted por

que iba remando. Por eso ganamos”. Recuerda

la palabra, no nos igualábamos como ahora. Las

a “Mauricio Magdaleno, de la Agraria, que te-

muchachas son muy bonitas, muy decentes, pero

nía sus lentes y se ponía una lupa, así grandota,

con un vocabulario que Dios nos libre. Antes no,

a donde le veía a uno la cara y le hacía a uno así

antes éramos muy correctas, con todo respeto.

(toca su mejilla), y si salía pintura, la descalifica-

Mi mamá nos llevaba a misa los domingos antes

ban”. Los regalos que ella obtuvo fueron paque-

de ir a trabajar, veíamos salir al sacerdote, nos ha-

13

cía hincar y besarle la mano. Ahora hasta lo pasan Jefe de Acción Social en el Departamento del Distrito Federal, escritor y guionista de María Candelaria, entre otras películas. 13

a empujar y le dicen una grosería. Yo digo que la EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES

213

La candidata de Xochimilco para ser la Flor más Bella del Ejido © carolina buenrostro

214

educación y el respeto es lo más valioso que nos enseñaron nuestros papás”.

Es el caso de Nayelli Cortés, Flor de Gerbasia, ganadora del concurso en 2002. Para esta licencia-

El modo de ser y pensar de las jóvenes con-

da en comunicación social, la Flor más Bella del

cursantes ha cambiado indudablemente. Se han

Ejido no solo es una tradición por sus antecedentes

ido adaptando a los contextos políticos, econó-

prehispánicos, sino “un parteaguas en la vida de

micos y sociales actuales. El mismo concurso

las mujeres que participan en él. Es un foro de ex-

ha experimentado modificaciones en su forma.

presión abierto, donde tienes la oportunidad de

Además del discurso de presentación ya mencio-

expresar tus inquietudes como joven, profesionista

nado, ahora se ejecuta un baile durante el con-

y mujer, además de que te permite reencontrarte

curso y a las jóvenes se les asigna el nombre de

con tus raíces, reencontrarte contigo misma. Se

una flor mediante sorteo, con el cual deben pre-

vuelve un parteaguas en tu vida porque consolida

sentarse ante el jurado.

y te da muchísima identidad también en ti misma”.

CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ

Para ella, el certamen contribuye a elevar la auto-

diosa Xochiquetzalli, de recuperar la lengua madre

estima de las jóvenes participantes. Se puede ser

(el náhuatl), la danza y la unión familiar. En su opi-

“una niña o joven comprometida y consciente del

nión, si bien el concurso fue y es organizado por las

valor cultural que posee su origen, una joven que

autoridades, ya tiene raíces en la población, porque

tenga las ganas de aportar a su cultura, de rescatar

todas las chicas traen en la memoria los recuerdos

sus raíces y que esté sumamente orgullosa del lugar

de otros años y quieren ser Flor. Asimismo, es un

de donde viene, de la familia de la que viene y de

foro donde las chicas se pueden expresar para que

sus rasgos mestizos”. Y aclara que no se trata de un

la gente las escuche, al tiempo que se crean lazos de

concurso de belleza. Las participantes son chicas

amistad y solidaridad con las otras concursantes.

universitarias “que tienen algo que decir, algo inte-

Para ella, ganar el concurso fue también una cues-

ligente. No son un objeto para mostrarse”. La Flor

tión de ego, porque su físico no cumplía con los

más Bella representó antes “a la mujer mexicana

modelos de belleza impuestos por la sociedad. Fue

que, a la par con el hombre, luchó y trabajó para

una forma de adquirir seguridad y confianza en sí

salir adelante, para sacar a su familia adelante”.

misma. En su discurso se refirió a la mujer como

Ahora representa tradición, cultura y, sobre todo,

un ser valioso, no solo como mamá o trabajadora,

“a una mujer mexicana digna, trabajadora, luchona,

“sino por todo el conjunto.” Y recitó en náhuatl un

para nada una niña de porcelana. Son mujeres que

poema de Nezahualcóyotl (véase el epígrafe), por-

no se rompen a la primera cosa que les pase mal,

que “tú ves muchísimas flores, muchísimas partici-

que deben entender el valor que traen dentro,

pantes ese día, pero pasando el concurso se acaban

porque todas llevamos un camino forjado. La Flor

y quedamos las de siempre”.

se vuelve una catapulta que puedes retomar para hacer cosas buenas y cosas grandes”.

Para Sandra, la Flor más Bella del Ejido permite a la mujer “enaltecer su inteligencia, enalte-

Para Sandra García, pasante de la carrera de so-

cer la belleza mestiza, porque si bien es cierto ya

ciología y ganadora del primer lugar en 2009 con el

no somos indígenas de raíz, tampoco somos es-

sobrenombre de Flor de Nardo, el concurso es “un

pañolas. Somos mestizas, chicas que tratamos de

rescate y conservación de las raíces y tradiciones”

sobrevivir a los golpes globalifóbicos y todo este

de Xochimilco, es una manera de rendir tributo a la

asunto de la nueva tecnología tratando de sobreEN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES

215

©

> Sonrisa que florece en coqueteo edith pérez f lo r e s

presentación con el fragmento de un poema de Sor

LAS GANADORAS DE ANTES Y LAS DE AHORA “APRENDEMOS A AMAR Y RESPETAR LA TRADICIÓN. HEMOS LOGRADO LO QUE QUERÍA EL GENERAL LÁZARO CÁRDENAS: UNA IDENTIDAD. EN NUESTRO CASO, UNA IDENTIDAD XOCHIMILCA”.

Juana Inés de la Cruz: “¿En qué te ofendo, cuando sólo intento/ poner bellezas en mi entendimiento/ y no mi entendimiento en las bellezas?”.14 Luego de aclarar que proviene del barrio de San Lucas Xochimanca, se refirió en los siguientes términos a la mujer que habita en Xochimilco: “Vengo del pueblo frijolero cuatatapa de esta demarcación,15 donde se cultivan ideas y se enaltece a la mujer indígena”. Katia se reconoció como tal y habló de elementos identitarios, como la tierra. También aprovechó para hablar del contexto actual: “Hoy estoy aquí, de pie, frente a todos, con los pies bien cimentados sobre esta tierra que me vio nacer, con

llevar las cosas”. Las ganadoras de antes y las de

la cabeza muy en alto y los ideales en orden para

ahora “aprendemos a amar y respetar la tradición.

hacerlos partícipes de una problemática social a la

Hemos logrado lo que quería el general Lázaro

cual debemos encararnos frontalmente, de las cau-

Cárdenas: una identidad. En nuestro caso, una

sas principales de la pobreza, la discriminación, los

identidad xochimilca”.

bajos niveles de los pueblos indígenas y, simultá-

Katia González Salinas, Flor de Amapola, de 18

neamente, para propiciar el establecimiento de un

años de edad y ganadora del concurso en 2012, dice

nuevo modelo económico que admita la pluralidad

que para participar “no cuenta lo físico, sino lo que

y la democracia”. Habló así luego de escuchar acer-

tienes por dentro”. Originaria del barrio de San

ca de una recolección de víveres para los pueblos

Lucas Xochimanca, planea estudiar economía. No tenía previsto participar en el concurso, pero varias personas la animaron, en especial dos primas que ya habían participado. Abrió su discurso de 216

CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ

“En perseguirme, mundo, ¿qué interesas?”. Sobrenombre con el que se conoce a los habitantes del barrio y algunos de sus platillos, como los “frijoles cuatatapas”, elaborados con frijoles quebrados y aderezados con la tuna xoconochtli, nopales y epazotl. Información disponible en http://tonalpohualli260.wordpress. com/2010/04/01/los-frijoles-cuatatapas/ 14 15

EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES

217

218

indígenas, lo cual, dice, no basta para resolver di-

Al margen de si se identifican como indígenas

cha problemática. Flor de Amapola se identifica y

o como mestizas, después del concurso, las Flo-

representa a la mujer indígena, porque “ha sido de

res se sienten más orgullosas de sus tradiciones,

las más guerreras en México, ha luchado contra to-

su lugar y su identidad. Se interesan por apren-

dos los medios, siempre ha sabido defenderse a sí

der, conocer y conservar su lugar y sus tradicio-

misma y defender, pues, a sus hijos, a la gente que

nes, interés que de otra manera, dicen, no hubie-

más quiere. Es, sobre todo, guerrera”.

ran desarrollado. La seguridad y el conocimiento

Para Katia, la mujer es una flor. “Más que nada,

que adquieren lo transmiten muchas veces a sus

yo creo que todas somos hermosas. Aparte del fí-

hermanas y sobrinas más pequeñas, quienes con-

sico, yo creo que lo que más cuenta es lo que tú tengas

tinúan con la tradición de inscribirse al certamen.

por dentro, la forma en que quieras expresarte con la

Sin duda, las motivaciones de las participan-

gente, no solamente el poder quedar bien con una

tes han cambiado, al igual que su idea de que lo

o dos personas, sino con todas. Más que recibir hay

que debe ser una mujer en la actualidad. Las jóve-

que dar, y darle a conocer a la gente que somos

nes que participan son en su mayoría estudiantes

guerreras y que sí podemos en todos los ámbitos”.

universitarias que encuentran en el concurso una

Ser la Flor más Bella del Ejido no implica solo

forma de expresión y reencuentro con sus raíces,

reconocimiento y cosas agradables. Las tres entre-

a las que desean conservar en su memoria, como

vistadas han enfrentado la discriminación por el

también desean transmitir la historia y tradicio-

uso del atuendo tradicional. Sandra explica que

nes en un Xochimilco que se enfrenta a un gra-

se han dirigido a ella en plan de sorna: “¿Por qué

ve problema ecológico y de crecimiento urbano.

de india, de María? ¿Dónde dejaste a tu Lorenzo

Coinciden en que una Flor es una mujer que lucha

Rafael? ¿A qué hora bailas?”. Y añade: “Lo mejor

por su familia y por ella misma, que es fuerte, que

que te puede pasar es que te pregunten de qué es-

piensa y debe ser escuchada, que se preocupa por

tado vienes”. Sin embargo, las tres han aprendido

los problemas del país, que tiene raíces, que so-

a responder a los insultos con el conocimiento y

bresale a pesar de todos los contratiempos y que,

el orgullo adquiridos durante su preparación para

como dice Flor de Nardo, es “una mujer hermosa,

convertirse en la Flor más Bella el Ejido.

independientemente de cualquier cosa”.

CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ

BIBLIOGRAFÍA Arqueología Mexicana (2002). “Antiguos jardines mexicanos”. México, Editorial Raíces, núm. 57. ________ (2006). “Las flores en el México prehispánico”. México, Editorial Raíces, núm. 78. ________ (2012). “Xochimilco, patrimonio de la humanidad”. México, Editorial Raíces, edición especial. Bonfil, Guillermo (2012). México profundo. Una civilización negada. México, Mondadori. Cordero, Rodolfo (2012). Xochimilco. Tradiciones y costumbres. México, Conaculta. Fernández, Anna M. y Lilia Venegas (2002). La flor más bella del ejido. México, inah, Plaza y Valdés.

Garzón, Luis Eduardo (2002). Xochimilco hoy. México, Instituto Mora-Gobierno del Distrito Federal, Delegación Xochimilco. Monsiváis, Carlos (2008). Los rituales del caos. México, Ediciones Era. Montemayor, Carlos (2007). Diccionario del náhuatl en el español de México. México, Gobierno del Distrito Federal-unam. Pérez, Juan Manuel (2002). Xochimilco ayer I. México, Instituto Mora-Gobierno del Distrito Federal, Delegación Xochimilco.

Flores que coronan sonrisas © carolina buenrostro

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES: PRÁCTICAS CULTURALES EN TORNO A LA ELABORACIÓN DE CORONAS FÚNEBRES Y ARREGLOS FLORALES EN EL MERCADO DE JAMAICA ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ Dije el enigma y diré también su palabra: siempre las flores vigilaron la muerte, porque siempre los hombres incomprensiblemente supimos que su existir dormido y gracioso es el que mejor puede acompañar a los que murieron sin ofenderlos con soberbia de vida, sin ser más vida que ellos. Jorge Luis Borges

B

ienvenidos a la fiesta de los significados y horizontes de interpretación, cuyas palabras se moverán al ritmo de las narrativas culturales; es precisamente esta constelación intersubjetiva de significados lo que hace tan vital, animado

y comunicativo al patrimonio inmaterial (Arizpe, 2011: 37). El presente trabajo nace de la inquietud por explorar uno de los distintos canales de significación en los que se inserta la flor como elemento material y como apropiación de lo urbano; en este caso, las prácticas culturales que se despliegan en las relaciones entre el oficio de florero y la elaboración de coronas < Combinar siempre color, textura y aroma © lo u r d e s a r i z p e

fúnebres y arreglos florales en el interior del emblemático mercado El Jamaica o, como se le llama hoy comúnmente, 221

> Acariciando formas y flores © edith pérez

el Mercado de Jamaica.1 Lo anterior con la fina-

gar. Pero esa familia a veces está compuesta de

lidad de reflexionar sobre la importancia de las

muchos parientes lejanos. Para que se dé una

f lo r e s

producciones simbólicas en los espacios públi-

idea, aquí hay 1,300 locales, 200 estibadores y

cos de la ciudad como referentes empíricos, que

300 ambulantes, y se da sustento económico a

nutren historias locales y enriquecen las diversas

5 mil familias de forma directa e indirecta. El

conceptualizaciones del patrimonio inmaterial.

Jamaica es muchos, usted nada más dígame hacia dónde quiere mirar”.2

LOS PÉTALOS DEL JAMAICA

Hay múltiples escenarios en lo que concier-

Nos encontramos subiendo las escaleras de la Es-

ne a las relaciones sociales y culturales que se

tación del Metro Jamaica y es evidente el tránsito

establecen con las flores.3 En todos ellos se re-

de flores en el interior del vagón. Una comunión de

fleja la creatividad de los usuarios del mercado,

olores que se entremezclan con los aromas del cui-

al hacer uso de los elementos tangibles e intan-

tlacoche y la flor de calabaza de una quesadilla frita.

gibles en torno a las plantas. “Las flores amue-

Es la avenida Morelos, entre Congreso de la Unión

blan la cotidianidad porque son casa y son ense-

y Guillermo Prieto, en la colonia Jamaica, delega-

res, son alimento y son utensilio, pero también

ción Venustiano Carranza.

visten los ritos porque son ofrenda y aroma y se

Al visitar los primeros pasillos del merca-

extienden más allá de su pasajera vida cuando

do y echar un vistazo a sus interiores, se re-

son cantos, poemas, estampas y evocaciones”

flexiona: el Mercado Jamaica es la metáfora

(Lavín, 2003).

de lo complejo que pueden ser los pétalos de una flor. El señor Horacio Chávez, coordinador de deportes del mercado, explica: “Aquí somos una familia, porque pasamos más tiempo en nuestros locales y puestos que en el propio ho1 La apropiación del mercado por parte de los usuarios se refleja en la variedad de nombres que le otorgan: “El florerote”, “Nuestro Jamaica”, “El changarro de las penas y alegrías”.

222

ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ

Entrevista realizada el día 10 de octubre de 2012. De acuerdo a Jerzy Rzedowsky (1997), la relación cultural con las flores es compleja, ya que en México podemos encontrar especies que son auxiliares en la medición del tiempo, indicadores de tipos de clima, suelo y roca, así como indicadores de agua subterránea. También están las de uso textil, para elaborar vestimenta y diversos tejidos; las de carácter simbólico, espiritual, ritual y de purificación; las estimulantes o fumatorias, reguladoras de la fecundidad de la mujer; las usadas a manera de moneda en las transacciones comerciales; las útiles para la elaboración del papel y artículos de limpieza; las auxiliares en la pesca y la ganadería, y las que se usan como insecticida. 2 3

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES

223

“Y AQUÍ LO QUE SOBRAN SON CUCHILLOS” 4

materialidad permite dar presencia y nombre a

En el interior del mercado son múltiples los con-

quien ha desaparecido. Las coronas fúnebres fun-

textos y los usos que se les otorga a la flor como

gen como catalizadores del duelo y contribuyen

símbolo y como materialidad. Uno de ellos es el

a los rituales de la ruptura (Baudrillard, 1976) y

carácter fúnebre que adquiere el arreglo floral,

la continuidad de la vida. Dichas reflexiones nos

el cual funge como anclaje de la memoria de los

llevan a pensar en las razones por las cuales una

códigos y discursos sociales en torno a la muerte.

corona fúnebre no puede elaborarse con flores ar-

Al analizar el contenido de estos discursos es

tificiales. En el plano de lo evocativo, lo artificial

posible “descifrar los distintos elementos de ese

nos remite a lo duradero. La flor natural, en cam-

código funerario: costumbres, actos, ritos, valores

bio, nos recuerda la belleza de lo finito.5

y creencias, que los miembros de un cuerpo cultu-

En los locales y pasillos destinados a la elabo-

ral expresan sistemáticamente” (Cartay, 2002: 3).

ración de coronas fúnebres y arreglos florales ex-

En su carácter simbólico, en la corona fú-

ploramos la exuberancia de las flores, las cuales

nebre se concatenan dos discursos. El primero

conforman fuertes núcleos potenciales de densi-

corresponde a la presencia de la muerte en vida,

dad simbólica. Es así que, al articular dicha ruta

la cual subraya que a la muerte nos podemos

de significados, identificamos “representaciones

aproximar solamente de manera indirecta. “Es

que posibilitan prácticas,6 estimulan posiciona-

solo en la muerte del otro en donde encarna la

mientos y contiendas, y hasta vislumbran hori-

anticipación de la propia muerte” (Mier, 1999: 5).

zontes” (Aguilar, Vergara, Sevilla, 2001: 5). Desde

El segundo discurso corresponde a la muerte y la

esta perspectiva, la vivencia cotidiana del espacio

exigencia de la memoria como recurso para sig-

permite la construcción y reconstrucción de na-

nificar el carácter pasado de aquello sobre lo que

rrativas y microhistorias locales relacionadas con

declaramos acordarnos (Ricoeur, 2003) y cuya 4 Fragmento de la entrevista realizada al florero Santiago González, de 36 años, en el pasillo 1 del mercado, el día 20 de octubre de 2012. Se menciona el área exclusiva de la venta de flores como el “Cuchillero”, ya que son vastas las herramientas que se usan para dar forma a los arreglos flores; entre ellas, la cuchillita, la pinza puntiaguda, la varita afilada y la pluma filosa.

224

ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ

5 El título de la investigación nace de juego de palabras de lo finito, aquello que tiene fin anticipado y aquello como sinónimo de distinción y elegancia. 6 Se entiende por prácticas “el conjunto de comportamientos, acciones, gestos, enunciados, expresiones y conversaciones portadoras de un sentido, en virtud de los cuales los sujetos se comunican entre sí y comparten espacios, experiencia, representaciones y creencias” (Cornejo y Bellón, 2001: 24).

un saber hacer respecto del oficio de florero, en

damente tres metros de ancho y, sobre esta, una

el que se despliegan diversos encuentros de coti-

mesa de gran tamaño, en la cual se distribuye el

dianidades entre el comprador o cliente y la per-

material de trabajo y donde laboran de tres a cinco

sona que construye las coronas y arreglos florales.

personas. El número de coronas expuestas para la

Es así que indagaremos en el proceso de produc-

clientela oscila entre 10 y 15. Por lo regular, dichos

ción de la corona en un contexto que difiere de

locales comeciales carecen de nombre, de modo

su destino último, esto es, la tumba, cementerio o

que se les conoce como “el changarro de don

incluso la ceremonia de velación que antecede al

Máximo” o “el negocio de don Juan”, por ejem-

entierro.

plo. Las coronas suelen venderse al mayoreo, para

Al adentrarnos en los pasillos de las entradas 1 y 2 del mercado, los sonidos se entremezclan con

su distribución en florerías del Distrito Federal y área metropolitana.

el carácter fúnebre de los arreglos. Las canciones

Por otra parte, hay de 25 a 30 locales deno-

“Te vas, ángel mío” y “El puño de tierra” son in-

minados generales o versátiles, donde se elaboran

terpretadas por un acordeonista que se encuentra

arreglos florales para distintas ocasiones; la coro-

cerca de un grupo de ancianos cargando dos coro-

na fúnebre es una parte de la oferta. En las cartas

nas (de 1.5 metros de largo por 80 centímetros de

de presentación y carteles publicitarios se aclara:

ancho) y conversando sobre el modo de transpor-

“Tenemos arreglos para boda, XV años, carros

tar los arreglos hasta el municipio de Ecatepec de

nupciales, centros de mesa, festón natural, porta-

Morelos, en el Estado de México.

das para iglesia, todo tipo de forrajes artificiales,

En un primer acercamiento encontramos al-

ofrendas fúnebres y ofrendas para peregrinación”.

rededor de siete establecimientos dedicados solo

En lo que se refiere al oficio de florero y sus

a la venta de coronas fúnebres. Se distinguen por

sentimientos al elaborar una corona fúnebre, el

contar con una tarima de madera de aproxima-

señor Juan menciona: “Entre tanta muerte, uno

7

se olvida de ella”. Con él coincide el señor SantiaDe manera general designamos a los lugares de venta de arreglos fúnebres en función de las características físicas de los locales, ya que algunos se distinguen por tener tres paredes que los identifican como tales, mientras que otros solo tienen una tarima de madera y una mesa sencilla, con las herramientas necesarias. 7

go González:8 “Mire, aquí es hacer negocio con el 8 El señor Juan, originario de Michoacán, se dedica a acompañar al chofer que descarga las flores al interior del mercado. Por razones perso-

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES

225

Según explica el entrevistado, dar vida a las

UNA CORONA FÚNEBRE NO PUEDE ELABORARSE CON FLORES ARTIFICIALES. EN EL PLANO DE LO EVOCATIVO, LO ARTIFICIAL NOS REMITE A LO DURADERO. LA FLOR NATURAL, EN CAMBIO, NOS RECUERDA LA BELLEZA DE LO FINITO. dolor ajeno. Mientras unos están llorando, nosotros estamos bailando con las de Jenny Rivera o los Cadetes de Linares. Uno se acostumbra a este trabajo. Pero es chistoso, porque aquí, en el local, nos mantenemos alegres y nuestro lema es estar siempre vivos para que nuestros dedos no sufran una cortada. El muertito sentirá la vida de esas flores, que fueron hechas con mucho gusto”. nales, el señor Juan decidió omitir sus apellidos. Entrevista realizada el día 19 de octubre de 2012.

226

ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ

flores es una tarea fundamental para acompañar al muerto en su última morada. Para ello, a las coronas se les riega constantemente, además de que se “desgreñan”, “se desbotonan” y “se les mete vara”.9 Esta tarea implica un cuidado de las coronas las 24 horas del día, para lo cual tres personas cubren los diferentes turnos. Don Pedro,10 de hecho, duerme en la planta alta del local, ya que debe recibir constantemente la carga de flores provenientes de Xochimilco, a fin de seleccionar las frescas y desechar las marchitas para así garantizar la calidad de los arreglos florales. Los locales son también lugar de descanso y, por lo tanto, recrean el espacio casero, incluidos sus aspectos espirituales, como de ello dan cuenta los altares. “Acá hay flores dentro de las flores. Aunque aquí allá mucha flor, nunca nos olvidamos de ponerle su ramito al santito o a la virgencita. Sería una grosería dejar pura flor prieta y marchita”, agrega don Pedro. Además de la forma, hay otros recursos que permiten diferenciar un arreglo floral para 9 Estas expresiones remiten a las metáforas que relacionan a las flores con las mujeres. 10 El señor tiene un año laborando en la florería versátil. Entrevista realizada el 20 de octubre de 2012, pasillo 1 de la entrada principal del mercado.

unos XV Años respecto de otro para una boda

El oficio de florero implica una gran destreza

y el que se elabora para una corona fúnebre.

para mover las manos y manejar el cuchillo cur-

Entre ellos destacan la utilización de listones, la

veado (herramienta indispensable para cortar

inclusión de frases y la propia selección de

y fraccionar la palma), además de hacer nudos

las flores. En el caso de las coronas habría que

específicos para que las flores no se desbaraten.

agregar también el color de las mismas, el cual se

Desde luego hay riesgos: a pesar de tener más de

determina en función del difunto: flores blancas

20 años de experiencia, algunos floreros se lasti-

para los jóvenes, rojas para la madre o una señora

man las yemas de los dedos. El señor Genaro re-

casada e, incluso, negras si la persona muerta se

cuerda cómo se inició en el oficio: “Mucha gente

identificaba como darketa.

ya tiene años en este giro y lo trae de familia, pero

La imaginación y el estado de ánimo de los flo-

yo empecé aprendiendo con las cortadas y pico-

reros influyen en la manera de hacer los arreglos.

nes. Yo no era florero, pero pues aprendí por la

Hay coronas más complicadas que otras, si bien

necesidad de chambear. Así, de la nada, tuve esta

el tiempo de elaboración oscila entre cuatro y seis

oportunidad […]. Muy ‘chucho’ quería hacer las

horas. Algunas se hacen únicamente por encargo,

coronas, y mis compañeros se reían. De broma me

en cuyo caso el precio suele elevarse debido a que

dijeron que empezara, y pues mi primera corona

se incluyen gladiolas y eleonoras (la corona cuesta

no tenía forma y solo se desbarataba. Tres meses

entre 700 y mil pesos). La sencilla, con un diámetro

la estuve haciendo de chalán, insertando flore-

aproximado de un metro, se vende en alrededor de

citas y haciendo las cruces, que es el trabajo que

600 pesos. Es importante aclarar que el precio de los

todo mundo hace cuando empieza en esto”.13

11

12

arreglos y coronas puede variar según la temporada.

La experiencia y la práctica han rendido sus

Para el Día de Muertos y el Día de la Madres, el cos-

frutos: el señor Genaro elabora las coronas con una

to por arreglo puede elevarse hasta 30 por ciento.

notable habilidad. Durante la conversación identifica las variedades de flores y hace continuamente

Dado que diversos arreglos se elaboran con base en la imaginación y creatividad de los floreros, algunos de ellos muestran desconfianza cuando se les pide fotografiar los arreglos, ya que esto puede ser un recurso para plagiar sus creaciones. 12 Las flores suelen durar de 12 a 15 días a partir del momento en que se elaboran las coronas fúnebres o los arreglos. 11

13 Por motivos personales, el informante prefirió omitir sus apellidos. Entrevista realizada el 20 de octubre de 2012 en el pasillo 1 de la entrada principal del mercado.

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES

227

cortes de desmechado con la plumilla y la navaja.

Desde esta perspectiva resulta pertinente el

De acuerdo con los floreros, su oficio entraña un

señalamiento de Mireia Viladevall: “Encontramos

gran valor emocional. Los clientes obsequian los

patrimonio a muy diferentes niveles tantos como

arreglos para manifestar amor o demostrar fe y de-

grupos sociales existen” (2003: 18). Y al mapear di-

voción. Algunos de ellos refieren frases frecuentes,

chos patrimonios vislumbramos pluralidad de sen-

tales como las siguientes: “Con la novia, uno no

tidos que responden a maneras concretas de con-

se preocupa; las flores siempre hacen felices a las

formar la memoria, espacialidad/territorialidad y

muchachas”. “Uno de mis mayores sueños es que

ejes para las identidades sociales.14

en los XV Años de mi hija, la entrada de la iglesia

Al dar cuenta de la diversidad valorativa en la

y el patio de mi casa se inunden con pétalos de ro-

que se insertan las manifestaciones culturales y el

sas”. “Cada año me emociono al tener una mayor-

reconocimiento de los patrimonios culturales se

domía; supongo que el santo patrono no se queja”.

fomenta la práctica del compartir, lo que implica un ejercicio hermenéutico reflexivo. En prin-

REFLEXIÓN FINAL

cipio, estar dispuesto a dejarse decir algo por las

En tanto lugar antropológico, el Mercado de Ja-

diferentes narrativas culturales, cuya condición

maica es fuente de culturas locales vivas y de la

de apertura es primordial para el diálogo con la

creatividad cultural de sus usuarios. Ello permite

diversidad cultural.

establecer diferentes niveles de apropiación de lo urbano a través de las flores. Para el caso del trabajo manual en torno a la elaboración de coronas fúnebres y arreglos, el mercado es un espacio donde interactúan dos memorias. La primera otorga una referencia general a la identificación y jerarquización de los espacios físicos entre los locales y pasillos. La segunda es una memoria de la intimidad, en la cual la flor responde a necesidades estéticas, pragmáticas o rituales. 228

ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ

14 Para profundizar respecto a las consideraciones del patrimonio urbano como generador de una multiplicidad de identidades sociales, véase Miguel Ángel Aguilar, Amparo Sevilla y Abilio Vergara (coords.).

CUADRO 1

USO

Ofrenda

Referente estético

MATERIALIZACIÓN

Coronas fúnebres, arreglos florales, ramo de rosas.

Adornos para eventos sociales, diseño de interiores, arreglos para el cabello y ropa.

USUARIOS Y CONTEXTOS

Novio o novia, padres de familia, personas que han perdido a un familiar, amigos, esposos, devotos de una religión, peregrinos. La flor como regalo personaliza el sentimiento de amistad, fe, romance, duelo, éxito, festividad, deseos de mejoría en la salud. Estilistas profesionales, padrinos de fiestas, mayordomos de festividades, decoradores de iglesias, bodas, escenarios destinados al espectáculo y el entretenimiento. Las flores constituyen ejes de distinción y conceptos específicos del buen gusto y la estética del lugar.

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES

229

USO

Fuente adicional de ingresos

MATERIALIZACIÓN

USUARIOS Y CONTEXTOS

Pepenadores, personas que prestan su servicio al mantenimiento del espacio público.

Desecho

Como sinónimo de basura y, en ciertas ocasiones, abono orgánico.

ELEMENTOS DE LA CORONA FÚNEBRE

230

FLORES (NOMBRES COMUNES)

ESTRUCTURA

Flor polar Lily Puma Eleonora (para las coronas elegantes) Gladiola (para las coronas elegantes) Estati Flor baby Nora Crisantemo Rosa de Castilla

Papel cebolla Moños Listones que sirven de base para escribir nombres o frases Esponja Tulia o follaje (hojas de pino) Hojas de palma (también conocidas como “pasto”)

ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ

BIBLIOGRAFÍA

CONSULTAS EN LÍNEA

Aguilar, M.; A. Vergara, A. Sevilla (coords.) (2001). La ciudad desde sus lugares. Trece ventanas etnográficas para una metrópoli. México, Conaculta-Universidad Autónoma Metropolitana. Augé, Marc (2000). Los no lugares. Una antropología sobre la modernidad. Barcelona, Gedisa. Arizpe, Lourdes (2011). “Fusión y fricción en la creatividad cultural”, en Compartir el patrimonio cultural inmaterial: narrativas y representaciones. México, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, unam-Conaculta. Baudrillard, Jean (1976). L’échange symbolique et la mort. París, Gallimard. Geertz, Clefford (2005). La interpretación de las culturas. Barcelona, Gedisa. Mantecón, Ana (2011). “Las disputas por el patrimonio: Transformaciones analíticas y contextuales de la problemática patrimonial en México”, en N. García (coord.), La antropología urbana en México. México, Conaculta-uam-fce, pp. 60-88. Ricoeur, Paul (2003). La memoria, historia, el olvido. Madrid, Trota. Rzedowsky, Jerzy (1997). “La flora”, en Enrique Florescano, (coord.), El patrimonio nacional de México. México, fceConaculta.

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EL MERCADO MERCED FLORES: ¿CEDERÁN LAS VIVAS XOCHIMES FRENTE A LAS ETERNAS FLORES? MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ

Puede pasar un invierno, nevar y las flores permanecen ahí, contradiciendo la época del año. Perla Krauze

E

l circuito comercial que hoy ubicamos como La Merced, al oriente del Centro Histórico de la Ciudad de México, tiene sus antecedentes en el Mercado del Volador, inaugurado en 1792, con la intención de albergar a los comerciantes que

se establecían en la Plaza Mayor de la capital mexicana. Después de la lucha por la Independencia, en 1844, el inmueble se reinauguró como mercado de mampostería, pero desapareció después de algunos años, con lo cual los marchantes se dispersaron (Gutiérrez, 1978). Algunos de estos comerciantes encontraron en las inmedia< Flores de tela de encendido color © m o n ts e r r at n ú ñ e z

ciones del barrio antiguo de La Merced —cerca de la iglesia de la Orden de la Merced y Redención de los Cautivos— el espacio 233

> Altar de virgen, flor de nieve © m o n ts e r r at núñez

para organizar una verbena de comercio popular.

de 6 mil comerciantes (Gutiérrez, 1978; Cross,

Dicho espacio había sido estratégico desde la época

1996). En el ir y venir de estos negociantes, el

prehispánica1 (Barranco, 1960).

barrio se convirtió en un pequeño mundo econó-

En 1862 los comerciantes que se concentra-

micamente próspero que motivaba la apertura de

ron en esta parte del barrio solicitaron al entonces

más bodegas y puestos —formales y callejeros—,

Ayuntamiento del Municipio de México que se

junto con un sinfín de “diableros”, cargadores y

construyera un mercado popular en el lugar que

choferes para facilitar el comercio en la zona.

ocupaba la iglesia de los mercedarios. Si bien la

El auge comercial de La Merced en las prime-

solicitud tuvo una respuesta positiva, fue hasta

ras décadas del siglo pasado coincidió con la pau-

1890 que dio inicio la construcción. Tras inaugu-

latina industrialización del país y el crecimiento

rarse, el área comenzó a experimentar un auge

de centros urbanos en la Ciudad de México. No

comercial, al grado de salir el mercado del perí-

es casual que muchos mexicanos originarios del

metro del predio para instalarse en las casas de los

interior migraran a la capital, con el consecuente

vecinos.

incremento en la demanda de productos alimen-

Durante el siglo xx en el Mercado de La Mer-

ticios y servicios.

ced se concentraban los alimentos que consumían

La construcción de un complejo más grande

los habitantes de la Ciudad de México y algunos

se volvió imprescindible. Fue así que comenzó a

otros estados del país. De ahí que se le conocie-

planearse la edificación de las naves que hoy co-

ra como “el estómago de la ciudad”. Su expansión

nocemos, entre las calles General Anaya, El Ro-

era inminente. El comercio ambulante comenzó

sario, Adolfo Gurrión y Cabañas, en la delegación

a invadir las calles circundantes, hasta abarcar 53

Venustiano Carranza, las cuales se inauguraron el

manzanas. Pronto se convirtió en el mercado al

24 de septiembre de 1957.

aire libre más grande de la ciudad, con alrededor

Dicho complejo se planeó en un área de “53 manzanas y consiste en bodegas de distintos ta-

1 Según las crónicas de la Ciudad de México, la acequia de Roldán y de La Viga funcionaba en la época prehispánica como embarcadero de chinampas cargadas de verduras, legumbres, frutas, flores y otros productos. Provenían de las zonas productoras de la periferia de la ciudad, básicamente de Xochimilco, Chalco y Texcoco.

234

MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ

maños que se agrupan por calles, dependiendo de los productos que se comercializan […] la nave mayor tiene una longitud de 400 metros y está

EL MERCADO MERCED FLORES

235

jarciería y los juguetes, entre otras mercancías; el

LOS LOCATARIOS DEL MERCADO COMENZARON A VER EN LAS FLORES ARTIFICIALES UNA CONSIDERABLE FUENTE DE INGRESOS. LA DEMANDA FUE EN AUMENTO, GRACIAS A QUE ESTA MERCANCÍA TENÍA ATRIBUTOS ATRACTIVOS PARA EL CLIENTE, EN ESPECIAL LA DURABILIDAD.

Mercado Merced Flores, destinado al comercio de plantas naturales, flores artificiales y productos decorativos, y el Mercado Merced Sonora, donde hasta la fecha es posible encontrar ollas de barro, animales, hierbas, veladoras y chamanes (Tena, 2009: 101). Así, La Merced pasó de ser el mercado al aire libre más grande de la ciudad al mercado popular y enorme de América Latina. “NOS FUERON GANANDO EL NEGOCIO” Una vez que los comerciantes se trasladaron a las nuevas naves, el Mercado Merced Flores abrió sus puertas en 1957. Aquellos con más antigüedad en el negocio —identificados por la Regencia de la ciudad— participaron en un sorteo, luego del cual conocieron los lugares que ocuparían dentro del

236

dedicada a frutas y legumbres; la nave menor ex-

recién inaugurado inmueble. Los demás locata-

pende carnes y aves, teniendo un anexo de comi-

rios se integraron días después.

das […] todos ellos concentrados en una superficie

En términos generales, los primeros días

de 46 hectáreas”. Asimismo, hay pequeños mer-

fueron complicados, sobre todo porque el cam-

cados especializados, como es el caso del Paso a

bio implicó la restructuración de viejas prácticas

Desnivel, dedicado a la venta de cestería, cordele-

comerciales y culturales. Sin embargo, había un

ría, arte popular y comida preparada; el Mercado

buen ánimo entre los locatarios antiguos, porque

Ampudia, en el que se reunió el comercio de dul-

el cambio representaba también mejores condi-

ces; el Anexo, donde se localizó la talabartería, la

ciones para realizar su trabajo cotidiano.

MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ

Hoy en día, según informa el señor Héctor

ingresaran a este circuito comercial. Según los

Alonso López, administrador del Mercado Mer-

relatos de locatarios del Merced Flores, el abaste-

ced Flores, este se integra por 110 locales, de los

cimiento de sus negocios se volvió cada vez más

cuales solo uno continúa comerciando flores na-

difícil, dado que los camiones de sus proveedores

turales. Este fenómeno se explica sobre todo a

no tenían acceso, de manera que solo ellos, como

partir de dos circunstancias por las que ha atra-

locatarios, podían meter la mercancía, si bien en

vesado este circuito comercial. La primera fue la

pequeñas cantidades. La operación de abasteci-

creación, al oriente de la Ciudad de México, de

miento les exigía mucho tiempo y esfuerzo, y este

la Central de Abasto (ceda). Este complejo fue

desgaste no se compensaba: con la apertura de

impulsado por las autoridades con la finalidad

la ceda la clientela asidua dejó de frecuentar La

de descentralizar el comercio, tratar de dar solu-

Merced, con lo cual las pérdidas económicas no se

ción al intenso tránsito que históricamente se re-

hicieron esperar.

gistra en las inmediaciones de La Merced y, por

La segunda circunstancia relacionada con la

supuesto, terminar con las prácticas de especula-

paulatina desaparición del comercio de flores na-

ción en torno al precio de las frutas, verduras y le-

turales en el Mercado de La Merced fue el auge

gumbres que se consumían en la capital del país,2

creciente del Mercado de Jamaica, inaugurado en

además de modernizar las formas de almacenaje

1957, el mismo año en que aquel abrió sus puer-

y distribución de los productos perecederos.

tas como parte del programa urbano de Ernesto

Con la apertura de la ceda, en noviembre de

P. Uruchurtu, el regente capitalino, para reubi-

1982, vino la prohibición de la venta al mayoreo

car a los comerciantes ambulantes de la ciudad

de mercancías en las inmediaciones del Mercado de

y construir mercados públicos3 (Cross, 1996). El

La Merced y, con ella, el cierre de bodegas y

Mercado de Jamaica se construyó en la misma

la imposibilidad de que camiones con carga

delegación política y por años fue una especie de hermano menor de La Merced. Básicamente

Cabe recordar que hasta la construcción de la Central de Abasto (ceda), los bodegueros de La Merced fijaban los precios de los productos alimenticios con base en una simple operación de oferta y demanda. Uno de los comerciantes explica: “Yo llegaba a las cuatro de la mañana. Normalmente llegaban 20 o 30 camiones, pero si llegaban ocho camiones, se subía el precio. Yo lo subía solito”. 2

3 Uruchurtu, conocido como “el regente de hierro”, construyó 150 mercados, y se estima que reubicó a 55 mil vendedores ambulantes de la ciudad.

EL MERCADO MERCED FLORES

237

lo visitaban los sectores populares de los alrede-

abuelos, quienes iniciaron el negocio en la zona

dores. Al poco tiempo, sin embargo, aprovechó la

del barrio antiguo y adoptaron esta actividad

restructuración comercial de la zona en los años

como forma de vida. Con cierta nostalgia, el en-

ochenta, sobre todo en lo que concierne al comer-

trevistado se refiere a los canales que desde Xo-

cio de flores naturales.

chimilco transportaban las flores que sus abue-

El señor Marco Ramírez, de 53 años de edad,

los vendían. No obstante, también menciona con

pertenece a la tercera generación de comerciantes

orgullo las características actuales del comercio

de flores en La Merced. Según explica, la venta de

de flores artificiales en el mercado de La Merced.

flores artificiales representó ante todo una forma

El paso de la venta de flores naturales a las

de supervivencia. Era una mercancía novedosa y

artificiales comenzó justo en los años ochenta, una

fácil de vender. “Nos adecuamos para comerciali-

vez que entró en crisis el mercado, a lo que se

zar esto. Era más fácil: nada más llegar y agarrar.

sumó la producción en textiles y plástico de gla-

Las flores naturales eran mucho trabajo, estábamos

diolas, rosas, nardos, margaritas, alelíes y nube,

aquí a las cinco de la mañana recortándolas, echán-

entre algunas de las flores más populares.

dolas al agua. Nos fueron desilusionando y busca-

Los locatarios del mercado comenzaron a ver

mos la forma de sobrevivir. Teníamos cerca la Cen-

en las flores artificiales una considerable fuente

tral y Jamaica, que nos fueron ganando el mercado

de ingresos. La demanda fue en aumento, gracias

de la flor natural. Entonces le fuimos invirtiendo a

a que esta mercancía tenía atributos atractivos

esto y nos ha funcionado”.4

para el cliente, en especial la durabilidad. Este nuevo negocio, además, permitió que el mercado

EL NUEVO COMERCIO:

recobrara parte de su popularidad dentro del cir-

DIVERSIDAD, USOS Y CONSUMO

cuito comercial capitalino.

El señor Marco aún recuerda las prácticas co-

¿De dónde proceden las flores artificiales? ¿Cuál

merciales clásicas en torno a las flores natura-

es su destino y qué uso se les da? En un principio

les en La Merced. De hecho, él las heredó de sus

la mercancía se adquiría en Estados Unidos, sobre todo en la ciudad de Los Ángeles. Pero alrededor de

Entrevista realizada en 2012.

4

238

MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ

2 mil las flores artificiales chinas se colocaron entre

las preferidas por los comerciantes de La Merced.

Al Merced Flores acude gente procedente de

En México hay muy pocas empresas productoras

todo el país, y dada la cantidad de clientes y la fre-

de flores artificiales. De acuerdo con Víctor López,

cuencia de sus visitas, el antiguo “estómago de la

comerciante de primera generación de dichas flores

ciudad” ha recuperado su papel de centro de abas-

en La Merced y de tercera generación en el Mercado

to al mayoreo. “Tenemos gente de la frontera sur

de Jamaica, se tiene registro de algunas pequeñas

y la frontera norte, de Guerrero, Oaxaca, Michoa-

fábricas en Guadalajara y Monterrey. Se sabe

cán…, vienen a comprarnos aquí y distribuyen en

también que en el Estado de México se produce

sus ciudades de origen”, agrega el señor Marco.

“naturaleza muerta”.

5

Flores confeccionadas por el ser humano… pero al fin flores © m o n ts e r r at núñez

Las flores artificiales se usan fundamentalmente con fines ornamentales, para casas y nego-

5 Imitaciones de ramas y hojas secas que generalmente reciben un tratamiento de pintura y perfume. Se incluyen en los arreglos florales destinados a decorar mesas o muebles.

cios, pero también para dar vida a las festividades más tradicionales de la cultura mexicana. Víctor EL MERCADO MERCED FLORES

239

informa que los arreglos se emplean sobre todo

que se parezcan más a las naturales, les ponemos

en bautizos, fiestas de XV Años y bodas, además

posteriormente perfume de rosas o nardos”.

de colocarse a la salida de las escuelas. “En provincia se acostumbra regalarles arreglos florales a

CIUDAD Y NATURALEZA

los niños que terminan la escuela”. Y añade, “por

Con base en lo anterior vale la pena reflexionar

supuesto, el 10 de mayo, el Día de Muertos y la

respecto al auge de estos productos en un contex-

Navidad”.

to urbano. Al igual que en los diagnósticos de la

Precisamente el uso ornamental de las flo-

era posmoderna, la existencia del mercado de flo-

res artificiales permitió que el Mercado Merced

res artificiales en una gran urbe puede correspon-

Flores extendiera su oferta comercial. Los loca-

derse con la lógica particular de habitar las ciuda-

tarios incursionaron en la venta de materiales

des, lógica dominada por un contexto de “rápido

de plástico, tela o papel para decoración y elabo-

e ininterrumpido intercambio de impresiones in-

ración de manualidades, de uso tanto en interio-

ternas y externas” (Simmel, 1998).

res (casas, oficinas) como en exteriores (plazas

Lo artificial es parte del marco cotidiano en

públicas, avenidas). Con ello, La Merced se ha

la ciudad; los centros comerciales o la saturación

reposicionado como uno de los dos circuitos co-

de cadenas de comida rápida son un ejemplo del

merciales más importantes de la capital.

ambiente ficticio que circunda la urbe. Enton-

6

Las flores artificiales son un ejemplo de la

ces, es casi inevitable que la ciudad se llegue a

contracción del tiempo y el espacio que se perci-

percibir como antónimo de lo natural. Y signo de

be en la era actual. Sin importar la época del año

ello es la venta de flores artificiales en un merca-

o el lugar donde se encuentren, las flores artifi-

do popular.

ciales permanecen “vivas”, y ello a pesar de que,

La existencia de este comercio puede inter-

como dice Víctor, “no tienen buen aroma; in-

pretarse como un signo del desdén que tienen los

cluso son tóxicas cuando uno está encerrado en

habitantes de las grandes urbes hacia la natura-

una bodega, por las pinturas y los textiles. Y para

leza, de lo ajeno que les resulta este ambiente o del grado de individualización que han alcanzado en

El otro circuito comercial se encuentra al norte de la ciudad, cerca de la Basílica de Guadalupe. 6

240

MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ

la era de la posmodernidad.

Siguiendo a Simmel, los habitantes de las urbes están más distanciados del sentido de sensibilidad y poseen poca capacidad para relacionarse y construir lazos sociales. Esto podría explicar la escasa relación que tienen con la naturaleza, su falta de compromiso y atención a la misma, y la preferencia de lo artificial sobre lo natural. Las flores son parte del patrimonio natural y cultural de México. Basta pensar en su uso social, en su liga con prácticas sociales de convivencia, festividades, reconocimientos, conmemoraciones u homenajes. Por ende, así sea solamente a través de lo artificial, los habitantes de ciudades

ENTONCES, ES CASI INEVITABLE QUE LA CIUDAD SE LLEGUE A PERCIBIR COMO ANTÓNIMO DE LO NATURAL. Y SIGNO DE ELLO ES LA VENTA DE FLORES ARTIFICIALES EN UN MERCADO POPULAR.

como la de México no solo podrían recordar la existencia del mundo natural, sino también tener

físicos, dicho espacio se distingue de otros barrios

presente la relación de sus prácticas culturales

populares del centro capitalino.

con la naturaleza.

Puede asegurarse incluso que existe una cultura de barrio y, en especial, una cultura de co-

¿PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL

mercio en La Merced.7 A través de sus prácticas

QUE SE REINVENTA?

comerciales, los miembros de la comunidad pro-

El oficio de “marchante” en espacios populares

ducen, reproducen, cambian e intercambian for-

como el Mercado de La Merced se ha aprendido

mas de vida con las que se identifican como tales.

y heredado durante al menos tres generaciones.

La identidad de los integrantes del mercado y su

No es casual, por lo tanto, que la actividad comercial sea parte de la identidad de los locatarios, los vecinos del barrio y, por supuesto, el espacio que este ocupa en la ciudad. Como si existieran límites

7 Siguiendo a Lourdes Arizpe, la cultura puede explicarse como el “flujo continuo de significados que las personas crean, combinan e intercambian [que permiten] construir herencias culturales en cuyo seno adquirimos un sentido de nosotros mismos… [y que ayudan a] reconocer lazos con la familia, la comunidad, los grupos afines, las naciones” (2011: 18).

EL MERCADO MERCED FLORES

241

> La Merced: oferta de flores hechas de todos los materiales para todas las ocasiones © m o n ts e r r at núñez

cultura de comercio forman parte de un proceso

quizá sean poco valoradas, si llegaran a desapare-

inacabado y vigente que se construye y transmite

cer formarían parte de aquello que “nos acabaría

de manera continua. Valga agregar en este sentido

haciendo falta”, como dice Arizpe retomando a

que el comercio en La Merced es una forma de

José Saramago (2011: 27).

vida para decenas de familias. La selección de la mercancía, las formas de dis-

242

REFLEXIONES FINALES

poner los productos para los clientes y las estrategias

A pesar de los diferentes problemas políticos, socia-

de venta son un conocimiento que los marchantes

les y económicos por los cuales ha atravesado la Ciu-

aprenden en sus círculos más próximos y a lo largo

dad de México, el Mercado Merced Flores continúa

de su vida. En consecuencia, pueden considerarse

ofreciendo productos indispensables para la cultura

parte del patrimonio inmaterial (Arizpe, 2011a).

mexicana, si bien en su versión más moderna.

La venta de flores artificiales que tiene lugar

Los locatarios actuales se ven con ánimo

en la actualidad no acabó con la esencia de las

de seguir por muchos años más con la tradición de

prácticas comerciales en el Mercado de La Mer-

este mercado. Sin embargo, también están pre-

ced. Si se toma en cuenta que las prácticas de co-

ocupados, pues aquel flamante mercado que in-

mercio son prácticas culturales vivas y no piezas

augurara Ernesto P. Uruchurtu hace 55 años está

que se petrifican (Arizpe, 2011b), es posible ase-

hoy en clara decadencia, no solo debido a sus

gurar que estamos frente a la reinvención de un

condiciones estructurales, sino también al em-

patrimonio cultural inmaterial. Por ello, la cultu-

bate de las grandes cadenas de autoservicio en

ra de comercio de los marchantes de La Merced

las últimas décadas.

puede ser un buen ejemplo que confirma uno de

Bien vale la pena repensar el papel social y

los preceptos básicos del concepto de “patrimo-

cultural de los mercados populares en la Ciudad

nio inmaterial”, esto es, prácticas culturales que

de México, así como la obligación de quienes ha-

se entienden en un contexto social y que, aunque

bitamos en la capital de no dejarlos en el olvido.

MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ

EL MERCADO MERCED FLORES

243

> Al fin flores, belleza y colores © m o n ts e r r at núñez

BIBLIOGRAFÍA Arizpe, Lourdes (coord.) (2011a). Compartir el patrimonio cultural inmaterial: narrativas y representaciones. México. Conaculta. ________ (2011b). El patrimonio cultural inmaterial de México. Ritos y festividades. México, Porrúa. Barranco, Alberto (1960). “La Merced y su historia en el comercio”, en Benjamín Rosas, El cambio de La Merced a la Central de Abastos. México, Información Audiovisual y Escrita. Castillo, Héctor (1994). La Merced. Enigma alimentario. México, Artes Gráficas Panorama. Cross, John (1996). “El desalojo de los vendedores ambulantes: paralelismos históricos en la Ciudad de México”, Revista Mexicana de Sociología, vol. 58, núm. 2, abril-junio, pp. 95-115. Enríquez, Elena (2010). Imagen y espejo. Los barrios de la Ciudad de México. México, Praxis. Gutiérrez, Aniceto (coord.) (1978). La Merced. Esbozo histórico. México, Banco Nacional de México. Simmel, Georg (1998). El individuo y la libertad. Ensayos de crítica de la cultura. Barcelona, Ediciones Península, pp. 247-262.

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INTRODUCCIÓN

245

LAS FLORES COMESTIBLES MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ

El acto de alimentarnos es un proceso multifacético, el cual hace referencia a una diversidad de hábitos y creencias, que conforman uxn componente importante de nuestro universo cultural, nacional, regional, continental y planetario […] La cocina es una metáfora de la cultura, que engloba todos los aspectos de la vida humana. Nuestra especie no come solo con el cuerpo. Lo hace también con la mente; no somos una máquina cartesiana que simplemente consume energía; comer es sumergirse en un océano de símbolos […] La alimentación forma parte de un sistema de símbolos, que a su vez —literal y metafóricamente— nos informa, nos transforma y nos recrea.

S

irva la cita de Marjorie Ross González para reiterar ese “océano de símbolos” que reviste a la alimentación en México y, muy concretamente, la contribución del país a la gastronomía mundial. El paso de la simple recolección de plan-

tas a su manipulación derivó en el legado mesoamericano de productos como el maíz, el amaranto, el jitomate, el tomate, el aguacate, el maguey y el nopal, por mencionar solo algunos. En cuanto a la flor, valga recordar que el término xochitl aparece en el calendario náhuatl para indicar no solo el paso

< Xompantli, flor de exquisito sabor © e d i t h p é r e z f lo r e s

1 Agradezco a la doctora Lourdes Arizpe la invitación a colaborar en su libro con este trabajo, el cual se pudo realizar con el apoyo del proyecto PAPIIT ID300702-3 “Evaluación de estrategias de manejo de recursos en comunidades rurales de Morelos, Tabasco y Quintana Roo”.

247

> Calabaza que te quiero en flor © edith pérez

del tiempo, sino la presencia de los dioses, quie-

riqueza en la Tierra […] por ello los poetas viajan a

nes determinaban la época de preparar la tierra

Xochitlalpan, la Tierra florida, donde el poeta dia-

f lo r e s

para ser sembrada, el tiempo de la siembra de

loga con el colibrí precioso y la mariposa de fuego.

las semillas y de la resiembra si se atrasaban las

Allí resuenan los xochicuicatzin, cantos floridos, y allí

lluvias, hasta la época de cosecha. La flor era

abundan las flores que alegran el corazón. El poeta

también el signo de lo noble y lo precioso; repre-

las recoge para llevarlas a los señores, regocijarlos

sentaba los perfumes y las bebidas; surgía de la

y coronarlos con ellas. Las flores son metáfora, se

sangre del sacrificio y coronaba los jeroglíficos.

convierten en verbo y adjetivo, y permean el espacio

Según Heyden (1983) la flor representaba la vida,

y el tiempo en que viven los nahuas […] Los espacios

la muerte, los dioses, la creación, el hombre, el

floridos, es decir hermosos y atrayentes son recor-

lenguaje, el canto y el arte, la amistad, el señorío,

dados en los cantos: xochithualli, patios floridos;

el cautivo en la guerra, la misma guerra, el cielo,

xochichincalli y xochimilli, jardines y semente-

la Tierra… Acompañaba al hombre desde su

ras; xochipetlatl, esteras de flores; xochicalli, casas

concepción y nacimiento hasta su entierro. Para

de flores, y en suma, xochitlaltipac, la superficie

León-Portilla (1993), “Xochitl in cuicatl es uno de

florida de la Tierra [León-Portilla, 2006].

los difrasismos nahuas de más alto contenido… es lo más elevado que hay en la tierra… es el úni-

Los pueblos mesoamericanos cultivaron las

co camino para decir lo verdadero en la Tierra...

flores en terrazas, patios y jardines especiales,

Al parecer, además, las flores manifestaban la ex-

como el de Oaxtepec. En las crónicas novohispa-

trema diversidad del universo, la profusión y la

nas se dice que los señores del Anáhuac tenían en

nobleza de los dones divinos”.

muy alta estima a las flores, y como símbolo de respeto, todo aquel que solicitaba hablar con el

248

En el universo de los cantos nahuas, las flores son

emperador Moctezuma, llevaba como presente

omnipresentes y más que evocar tal o cual especie

un ramo de flores.

de flor, los cantos nacen, se elevan, se esparcen y

Según explica Zelia Nutall (1920), entre los na-

concluyen con ellas. Para los hombres y mujeres

huas se conocían diversos tipos de jardines, como el

nahuas […] las flores son su deseado atavío, son su

Xochitenpayo o jardín amurallado; el Xochitenpan-

MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ

LAS FLORES COMESTIBLES

249

antiguos romanos y de los amantes de la jardine-

EN LAS CRÓNICAS NOVOHISPANAS SE DICE QUE LOS SEÑORES DEL ANÁHUAC TENÍAN EN MUY ALTA ESTIMA A LAS FLORES, Y COMO SÍMBOLO DE RESPETO, TODO AQUEL QUE SOLICITABA HABLAR CON EL EMPERADOR MOCTEZUMA, LLEVABA COMO PRESENTE UN RAMO DE FLORES.

ría en el Viejo Mundo. Algunos jardines alcanzaron un esplendor excepcional, como el de Chapultepec, en el que se aprovecharon con gran acierto las características ambientales, cultivándose grandes extensiones de coníferas, de las que aún hoy quedan vigorosos ejemplares. Moctezuma también estableció jardines de tipo natural, como el de El Peñón y el de Atlixco, que funcionaron realmente como zonas de reserva biológica para plantas y jardines. Cabe mencionar que estos jardines jugaron un papel equivalente al que desempeñan los modernos jardines botánicos. Con la Conquista, los españoles prohibieron el cultivo de muchas flores asociadas a los ritos religiosos de los aztecas. Asimismo, introdujeron numerosas plantas del Viejo Mundo, algunas de

calli, que era un palacio con jardines de placer para

las cuales sustituyeron los usos, valores y signifi-

las clases gobernantes; el Xochichinancalli o jar-

cados de las plantas nativas.

dín pequeño de la clase humilde, y el Xoxochoitla,

250

que designaba a los lugares en donde se cultiva-

LA COCINA MEXICANA, SÍNTESIS

ban muchas flores. La autora indica que los jardi-

DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA Y CULTURAL

nes de México debieron ser generalmente sitios

Durante el Mesolítico (alrededor de 8000 a.C.), el

cercados, destinados al cultivo de las flores, seme-

clima en el continente americano se volvió más

jantes a los huertos cerrados de los monasterios

cálido y seco que en el Paleolítico, al tiempo que

(hortus conclusus), que fueron el ideal de los

disminuyó la caza mayor y se incrementó la re-

MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ

colección de semillas, frutos y raíces. Los grupos

tuvo usos muy diversos, especialmente como re-

humanos observaron con mayor detenimiento a

cipiente o vaso para almacenar semillas, agua u

las plantas e identificaron las estaciones y áreas en las

otros alimentos. Su registro data de 7500 a.C. en

que los frutos se producían y maduraban. También

el valle de Oaxaca. En el proceso de domestica-

detectaron las plantas venenosas y las nutritivas,

ción le siguieron el chile, el frijol y el maíz, hacia

las cuales les proporcionaban la energía suficiente

3500 a.C.

para mantenerse sanos, crecer y reproducirse.

La agricultura permitió el establecimiento

De acuerdo con los restos arqueológicos en-

de pequeñas villas o caseríos permanentes y el

contrados en las cuevas, esos primeros poblado-

forrajeo de áreas circundantes. Se estima que las

res consumían nueces, bellotas, calabazas, hojas

plantas cultivadas aportaban la mitad de la dieta;

de maguey y mezquite, entre otros alimentos. Las

la otra mitad provenía de las plantas silvestres, la

semillas y las raíces se molían en lajas de piedra o

caza de pequeños animales y los recursos acuáti-

morteros para producir harinas comestibles. Con

cos. El tomate verde, el cacahuate, la guayaba, la

el cambio climático y el exceso de cacería, varias

jícama, el camote y la yuca empezaron a cultivar-

especies de animales se extinguieron, así que los

se entre 200 a.C. y 700 d.C. La disponibilidad de

humanos tuvieron que concentrarse en la recolec-

alimento adicional permitió el incremento de la

ción de plantas silvestres y semillas, así como en la

población (Long-Solís y Vargas, 2005).

caza de pequeños animales como venados, conejos, tlacuaches, tortugas y aves (véase cuadro 1).

De acuerdo con Sahagún (1938), los mexicas consumían algunas flores comestibles y condimen-

El desarrollo de la agricultura tomó miles

ticias. Las primeras son verduras o quelites (quilitl,

de años. Los recolectores observaron el proce-

verduras tiernas comestibles), y entre ellas desta-

so de crecimiento de las plantas y aprendieron

ca la ayoxochiquilitl o flor de calabaza (Cucurbita

a seleccionar los frutos más grandes o dulces, a

spp.) y el huauquilitl o huauzontle (Chenopodium

obtener las semillas de las plantas y a seleccionar

berlandieri). Las flores condimenticias eran muy

aquellas plantas que querían reproducir. Al pa-

apreciadas por su suave aroma y delicado sabor,

recer, la calabaza fue uno de los primeros frutos

de modo que se utilizaban, por ejemplo, para aro-

en ser cultivados. Además de servir de alimento,

matizar bebidas preparadas con cacao. Es el caso LAS FLORES COMESTIBLES

251

de la yoloxochitl (Talauma mexicana), la eloxochi-

Mención especial merecen en este sentido las

quahuitl (Magnolia dealbata) y la cacahuaxochitl o

flores. Más allá de los usos meramente ornamen-

rosita de cacao (Quararibea funebris).

tales, estos productos han servido de alimento y

Linares y Bye (2011) refieren que las flores co-

condimento para deleite de propios y extraños

mestibles en el México antiguo eran clasificadas

durante siglos. Con las flores se pueden preparar

como hierbas, de las cuales casi 89 por ciento per-

manjares completos, guarniciones o coloridas en-

tenecen a seis familias de plantas dicotiledóneas:

saladas, y buena parte de ellas se utiliza también

la del girasol (Asteraceae), del apio (Apiaceae), del

para aromatizar bebidas, licores o infusiones.

haba y el frijol (Fabaceae), del amaranto (Amaran-

Y ni qué decir de su papel protagónico en la

thaceae), del huauzontle (Chenopodiaceae) y de la

mitología y la literatura. En la mitología griega,

mostaza (Brassicaceae).

la rosa nace de la sangre de Venus; mientras que

En cuanto a la preparación y disfrute de estos

en la mitología India, de la rosa nace la diosa del

productos, López Morales, citando a Edgar Morin

amor y la belleza; en la Isla de Java existe la leyen-

señala: “es innegable que, el meollo de toda cultura

da de que las orquídeas se formaron del chal de

reside en su gastronomía”. Y Ross González cita la

una diosa. En la literatura, por ejemplo, en Como

lucidez de Octavio Paz, que le permite incursionar

agua para chocolate, la novela de Laura Esquivel,

en el tema de la muy reconocida cocina mexicana:

los pétalos de rosa son el ingrediente especial con

“Aunque la necesidad de sobrevivir por la alimen-

el que se preparan las codornices; su consumo des-

tación y la procreación es común en todos los se-

pierta la pasión entre los comensales. De la misma

res vivos, los artificios con que el hombre afronta a

manera, Isabel Allende menciona en Afrodita una

esta fatalidad lo convierten en un ser aparte”.

selección de flores que estimulan el erotismo.

Así, al hablar de la gastronomía nacional hay

252

que partir del hombre hecho de maíz, de las divi-

FLORES COMESTIBLES DE MORELOS:

nidades que rigen el ciclo agrícola y de la organi-

TRES FAMILIAS

zación social de las comunidades que ejercen sus

En México se tienen registradas más de 100 flo-

saberes ante el cultivo de la milpa y el fogón, y los

res comestibles. Y, al igual que en otras regiones

van transmitiendo de generación en generación.

del país, en el estado de Morelos se consumen

MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ

mayoritariamente las de tres familias botánicas, tal como se detalla a continuación:

La calabaza es originaria de México y se cultiva desde hace más de 7 mil años. En la cocina nacional se consume toda la planta; los zarcillos

Cucurbitáceas

y hojas se utilizan en ensaladas, en tanto que

Se trata de plantas herbáceas, generalmente anua-

los frutos pueden servirse hervidos, al vapor o

les, con tallos gruesos y jugosos, monoicas y, con

asados.

menos frecuencia, dioicas. A esta familia perte-

En Morelos se destinan parcelas completas a

necen las calabazas (Cucurbita pepo, Cucurbita

la producción de la flor de calabaza. En Cuerna-

máxima, Cucurbita mexicana y otras especies), el

vaca persisten asentamientos rurales de antiguos

chilacayote (Cucurbita ficifolia), el pepino (Cucu-

pueblos que con el crecimiento urbano han sido

mis sativus), la sandía (Cucumis vulgaris), el me-

absorbidos por la ciudad, de tal suerte que en Tlal-

lón (Cucumis melo) y el chayote (Sechium edule).

tenango, Chamilpa, Ocotepec, Santa María, Analco LAS FLORES COMESTIBLES

Acariciarte flor de calabaza junto al huitlacoche © edith pérez f lo r e s

253

y otros pueblos aún se cultiva la flor de calabaza.

Leguminosas

Se comercializa tanto en las puertas de las vivien-

El colorín pertenece a esta familia y al género

das como en las calles y mercados de la ciudad. Al

Eryihtrina, el cual comprende 104 especies, de

ser una planta anual de rápido crecimiento (dos

las cuales 51 se distribuyen en América y alrede-

meses y medio para florecer y formar frutos), con

dor de 30 tan solo en el estado de Morelos. Este

buenas lluvias se pueden sembrar hasta dos ciclos

árbol se caracteriza por alcanzar cuatro o cinco

en un año (verano y otoño). Una parcela de mil

metros de altura, ser resistente a la sequía y ayu-

metros puede contener igual cantidad de plantas,

dar al enriquecimiento de los suelos. Se utiliza

y durante un mes el productor puede cosechar casi

para construir cercas vivas y como sombra del

diariamente de 10 a 15 manojos de flores y vender-

café o del cacao, por lo que también se le cono-

los a 10 pesos cada una. En las mañanas el paisaje

ce como madre mansa. Su madera, ligera y muy

cuernavacense es adornado por los vendedores de

blanda, se emplea para hacer esculturas, tapo-

flor de calabaza que recorren a pie los pueblos y

nes de botella y otras artesanías. Sus semillas

colonias ofreciendo su dorada cosecha.

son como pequeños frijoles de color rojo, que se

La flor de calabaza forma parte de la cocina tradicional mexicana, para lo cual se limpia (qui-

254

aprovechan para hacer collares que protegen del mal de ojo.

tándole los pelos rígidos de los tallos) y se fríe

Las flores, de color rojo brillante, se agrupan

con cebolla y epazote. Sirve como relleno de que-

en racimos cónicos. La floración coincide con la

sadillas y también se utiliza en sopas como la de

Cuaresma, época en la que las flores se comer-

milpa, en la que se mezcla con granos de elote en

cializan en los mercados. También se les conoce

caldo de pollo. La cocina moderna ha creado la

como carne de Cuaresma, gasparito, pito o espa-

crema de flor de calabaza, en la que esta se mue-

ditas. Generalmente se cosechan por las mañanas,

le con leche y un poco de harina (como espesan-

cuando aún conservan el rocío matinal, luego de

te). La cocina fusión y la nouvelle cuisine ofrecen

lo cual se colocan en canastos amplios para que

flores de calabaza rellenas, capeadas y fritas, que

no se maltraten. Se venden por “montones” o me-

se sirven en caldillo, como parte de ensaladas o

didas (latas de sardinas). Se preparan limpiándo-

como adorno de vistosos platillos.

las de los pistilos y estambres. Solo se consumen

MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ

los pétalos; las estructuras florales se quitan para

en otras partes de la república. No es fácil encon-

evitar el sabor amargo. Se dejan hervir en agua y

trarla en los mercados locales. Es más frecuente

se retiran del fuego con el primer hervor. Una vez

verla como planta de ornato en casas y jardines

hervidas se mezclan con huevo. Algunas personas

públicos.

incluso las fríen con pollo deshebrado. También

Finalmente, podemos decir que las flores

se sirven secas o en diferentes caldillos, que pue-

han estado presentes en la mesa de los mexica-

den ser de jitomate o chile guajillo.

nos desde tiempos prehispánicos, es muy probable que con el paso del tiempo, su importancia y

Agaváceas

simbolismo haya cambiado, no así el interés tan-

Dentro de esta familia de plantas arbóreas, que

to de los cocineros como de los comensales por

viven en las regiones áridas de México y Esta-

incorporarlas en numerosas y variadas formas en

dos Unidos, destaca la yuca o izote. Tiene cierto

la cultura culinaria del país. El 16 de noviembre

parecido con la palma, con hojas fuertes, tiesas

de 2010 la gastronomía mexicana fue reconocida

y punzantes, agrupadas en el ápice del tallo o de

como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

las ramas. Estas hojas poseen fibras muy resis-

por su gran variedad de platillos y recetas, que in-

tentes, empleadas a menudo en la industria tex-

corporan un gran número de ingredientes de muy

til. Las flores, que crecen en racimos vistosos y

diversas regiones del mundo, aunada a la gran

abundantes hasta alcanzar el metro de altura, se

complejidad que implica la preparación de nume-

cosechan en los meses previos a la aparición de

rosos platillos. En Morelos, vemos que las flores

las lluvias. Se limpian para dejar solo los péta-

que actualmente se consumen son reminiscencias

los, los cuales se hierven y, una vez cocidos, se

del pasado culinario de México que se niega a mo-

capean y se sirven en caldillo o secos. Sin em-

rir, transformándose, adecuándose y adaptándose

bargo, en Morelos la yuca se consume menos que

a los tiempos modernos.

LAS FLORES COMESTIBLES

255

CUADRO 1 RECOLECCIÓN Y CULTIVO DE PLANTAS EN MESOAMÉRICA

PERIODO

ETAPA

Paleolítico 14000 a 9600 a.C. Mesolítico

Neolítico

256

MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ

9600 a 7000 a.C.

HALLAZGOS

Cazadores-recolectores comienzan a recolectar plantas como el nopal (Opuntia spp.) y el maguey (Agave spp.).

Se intensifica y especializa la recolección de plantas como la ciruela (Spondias mombin L.) y el pochote (Ceiba parvifolia Rose). En Tehuacán se identificaron signos de domesticación de la calabaza (Cucurbita argyrosperma Hort. Ex L.H. Bailey), el aguacate (Persea americana Mill) y el amaranto (Amaranthus cf. cruentus L. y A.cf. leucocarpus Wats).

PERIODO

Neolítico

Neolítico

ETAPA

HALLAZGOS

7000 a 5400 a.C.

Se incrementa el uso de plantas domesticadas y se establecen asentamientos humanos denominados “aldeas hortícolas”. Se practica una agricultura incipiente. Probablemente se incorpora el maíz (Zea mays L.).

4300 a 3500 a.C.

Cultivo de plantas domesticadas de maíz, calabaza y frijol en parcelas relativamente grandes, para sostener asentamientos humanos mayores que los de etapas anteriores.

Elaboración propia con base en The Origins of Agriculture and Settled Life (1992) y The Prehistory of the Tehuacan Valley (1967) de Richard MacNeish.

LAS FLORES COMESTIBLES

257

> Alache silvestre en flor © edith pérez f lo r e s

BIBLIOGRAFÍA Caballero, J. (1984). “Recursos comestibles potenciales”, en T. Reina (ed.) Seminario sobre la alimentación en México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Geografía, pp. 114-125. ________ y L. Cortés (2001). “Percepción, uso y manejo tradicional de los recursos vegetales en México”, en B. Rendón, S. Rebollar, J. Caballero y M. A. Martínez, Plantas, cultura y sociedad. Estudio sobre la relación entre seres humanos y plantas en los albores del siglo xxi. México, uam-Iztapalapa, Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, pp. 79-100. Heyden, Doris (1983). Mitología y simbolismo de la flora en el México prehispánico. unam, México. León-Portilla, M. (1993). La filosofía náhuatl. México, unam-Instituto de Investigaciones Históricas, 130 pp. ________ (2006). “Las flores en la poesía náhuatl”, arqueología Mexicana, vol. xiii, núm 78, pp. 42-45. Linares E. y R. Bye (2011). “Flores comestibles en México”, Ciencia y Desarrollo. México, julio-agosto. Long-Solís, J. y L. A. Vargas (2005). Food Culture in Mexico. Westport, Connecticut, Greenwood Press. López Morales G. (2012). “Comemos, luego existimos: La cocina tradicional de México”, Artes de México, México, pp. 13-20. Nutall, Zelia (1920). Los jardines del antiguo México. México, Sociedad Científica Antonio Alzate. Ross González, M. (2009). Los siete pasos de la danza del comer: cultura, género e identidades. San José de Costa Rica, Universidad de Costa Rica. Ruiz-Oronoz, M., D. Nieto Roaro e I. Larios Rodríguez (1977). Tratado elemental de botánica. México, eclalsa, Porrúa. Sahagún, Fray Bernardino de (1938). Historia general de las cosas de la Nueva España, tomos ii y iii, México, Pedro Robredo. Soustelle J. (1955). La vie quotidienne de Aztèques, à la veille de la conquête espagnole. París, Hachette. Valdez, J. (1974). “Los jardines botánicos en el México antiguo”, Revista de la Universidad. México, unam.

INTRODUCCIÓN

259

260

MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ

TEXTO COMPLEMENTARIO I

FACTORES ANTROPOGÉNICOS Y SU RELACIÓN CON LAS ESPECIES DEL GÉNERO TILLANDSIA EN EL BOSQUE TROPICAL DE SAN ANDRÉS DE LA CAL, EN TEPOZTLÁN, MORELOS PERLA SARAI FLORES HERNÁNDEZ Las plantas epífitas, que pasan al menos una parte de su ciclo de vida sobre otra planta, no solo son un gremio diverso y componente fundamental de la riqueza de especies en los ecosistemas, sino que participan en la dinámica de nutrimentos y agua de los bosques, al tiempo que representan un recurso importante para la fauna. En el mercado hortícola internacional destacan las especies de las familias Araceae, Bromeliaceae y Orchidaceae, así como los helechos. De ellas, la familia Bromeliaceae cuenta con cerca de 60 géneros y 2,700 especies, tanto terrestres como epífitas. En el caso concreto de Morelos se conocen 28 especies. En el bosque de San Andrés de la Cal de Tepoztlán, Morelos, habitan especies de cuatro géneros, dentro de los cuales destaca el Tillandsia (nueve especies en total). Aquí, las epífitas se concentran en tres especies de Bursera, las cuales constituyen el 16 por ciento de los árboles, pero hospedan al 72 por ciento de las plantas de este grupo. Esta distribución contrasta con cinco especies de hospederos que limitan a la comunidad de epífitas, pues a pesar de comprender al 39 por ciento de los árboles, solo hospedan al 13 por ciento de las plantas (Vergara-Torres et al., 2010). Algunos experimentos demuestran que tres de las especies de hospederos limitantes disminuyen la germinación de epífitas mediante compuestos aleloquímicos de su corteza; además, en algunos

hospederos limitantes también opera la pérdida de corteza (Jiménez Salmerón, 2011). Otra de las interacciones que enfrenta esta comunidad de bromelias es la que desarrollan con sus polinizadores. Algunas de las especies son autógamas, lo que genera aseguramiento reproductivo (T. recurvata, con una producción de frutos por arriba del 80 por ciento), mientras que otras Tillandsia son autoincompatibles o autocompatibles no autógamas y con un éxito reproductivo limitado por polinizadores, energía o florivoría (Orozco, 2010). Se compararon cuatro especies (T. achyrostachys, T. caput-medusae, T. hubertiana y T. schiedeana) en cuanto a la magnitud y los tipos de florivoría que experimentan, el efecto de esta en términos de flores y frutos, si había o no crecimiento compensatorio en respuesta al daño y si la magnitud de este se relacionaba con la posición de la bráctea y/o la densodependencia de la especie. Se concluyó que la florivoría sí es uno de los factores que están regulando la abundancia de estas cuatro especies; es evidente el impacto directo en el número de frutos que generan en su presencia. No se debe perder de vista que el estudio se realizó en una población silvestre, lo que implica que, al momento de querer generar una historia completa en torno a los factores que regulan la densidad de las especies, se deben tomar

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

< Bromélida en flor © perla s. f lo r e s

261

Flor de lirio © lo u r d e s arizpe

262

en cuenta todas y cada una de las interacciones. Con todos estos datos puede inferirse que existe un gran avance en el conocimiento de las interacciones que enfrentan las especies de la comunidad de Tillandsia del bosque de San Andrés de la Cal. Además, se está trabajando ya en identificar las sustancias aleloquímicas de los hospederos y, por lo que se refiere a los factores abióticos, en la importancia del microclima. Sin embargo, nada se sabe acerca de los factores antropogénicos. Muchas veces se pierde de vista la interacción de las especies con el Homo sapiens sapiens, quizás el mayor depredador existente. Al poner sobre la mesa la posibilidad de que estas especies estén siendo utilizadas por los pobladores no se pretende que esa interacción cese. Por el contrario, es importante el hecho de que estas plantas pueden ser partícipes de las tradiciones del hombre, como es el caso de una especie del

PERLA SARAI FLORES HERNÁNDEZ

género: la Tillandsia usneoides, mejor conocida como heno, que se utiliza en los nacimientos decembrinos. Cuando estas especies son recolectadas, su explotación involucra algún grado de modificación del hábitat. Como mencionan algunos autores, las comunidades campesinas originan un impacto notorio en las poblaciones silvestres de diversas especies, al afectar su estructura y dinámica poblacional (Ticktin, 2003). Asimismo, el aprovechamiento no controlado de productos forestales no maderables (pfnm) suele disminuir el recurso y llevarlo a su desaparición (idem.; López-Hoffman et al., 2006; Casas et al., 2009). Es necesario hacer un estudio profundo sobre la explotación de estas especies por el ser humano, con el fin de lograr un uso razonable y sustentable, a la par de fomentar las tradiciones, algunas tan arraigadas como la colocación de nacimientos.

BIBLIOGRAFÍA Jiménez Salmerón, R. F. (2011). Tasa de descortezamiento de seis especies de árboles y su posible efecto en la mortalidad de plantas epífitas (tesis de licenciatura). Cuernavaca, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Facultad de Ciencias Biológicas. López-Hoffman, L., I. Monroe et al. (2006). “Sustainability of Mangrove Harvesting: How do Harvesters’ Perceptions Differ from Ecological Analysis?”, Ecology and Society 11 (2): p. 14.

Orozco Ibarrola, O. A. (2010). ¿El sistema reproductivo determina la dominancia entre las bromelias epífitas en San Andrés de la Cal, Tepoztlán, Morelos? (tesis de licenciatura). Cuernavaca, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Facultad de Ciencias Biológicas.

Bromélidas en venta © perla s. f lo r e s

Vergara-Torres, C. A., M. C. Pacheco-Álvarez y A. Flores-Palacios (2010). “Host Preference and Host Limitation of Vascular Epiphytes in a Tropical Dry Forest of Central Mexico”, Journal of Tropical Ecology, 26: pp. 563-570.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

263

264

MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ

TEXTO COMPLEMENTARIO II

PLANTAS ACUÁTICAS EN EL ESTADO DE MORELOS OMAR BENÍTEZ CORTÉS

Las plantas acuáticas son aquellas que se adaptan para vivir en el agua o en suelos saturados de la misma y que realizan prácticamente todo su ciclo de vida dentro del agua, ya sea sumergidas o flotando libremente. Su importancia reside en que proveen de oxígeno al medio acuático y, con sus hojas, tallos y raíces, evitan la erosión de las orillas de los arroyos, ríos, embalses y lagos, además de que sirven de refugio a un gran número de animales acuáticos. Generalmente son fuente de ornato en acuarios y jardines acuáticos, aunque existen otros usos, como el comestible o el medicinal. Cuando estas plantas llegan a crecer demasiado en los sistemas acuáticos se les considera maleza, de manera que en ocasiones causan daños, como reemplazar a las especies nativas. También llegan a cubrir en su totalidad la superficie de lagos, ocasionando la muerte de peces y otros organismos acuáticos, o bien obstruyen las corrientes de agua de los canales para la irrigación y el drenaje; en consecuencia, representan un obstáculo para el transporte de botes y barcos, e interfieren en la pesca. En nuestro país, la presencia de las plantas acuáticas se ve reflejada en distintas obras, como el mural de Tepantitla en Teotihuacan, donde puede apreciarse la Nymphaea mexicana. En la Historia natural de la Nueva España y el Códice De la

Cruz-Badiano se menciona la importancia médica y alimentaria de algunas de estas especies. Ciertas hidrófitas (tules) de las familias Cyperaceae y Typhaceae sirvieron de motivo religioso. Por ejemplo, Nappatecuhtli, “Señor de la estera”, era el dios de quienes fabricaban petates y otros objetos hechos con estas plantas. En Morelos se sigue impulsando el conocimiento sobre estas plantas, ya que tienen usos muy diversos. En todo el territorio estatal abundan aquellas que se emplean con fines ornamentales y las que sirven de alimento, las cuales se encuentran sobre todo en Coatlán del Río. Valga saber, además, que el lirio acuático (Eichhornia crassipes) sirve para el cultivo de jitomate. En el Parque Nacional Lagunas de Zempoala hay varias con usos medicinales. Por su parte, las flores de las especies Nymphaea pulchella y Nymphaea elegans se utilizan como símbolo de pureza. En algunas ceremonias religiosas sirven también para atraer la suerte en el comercio y proteger de los “malos tiempos” y las envidias. Las hojas de la Typha domingensis, por su parte, son aprovechadas en la zona sur del estado para la construcción de “huertos” durante la Semana Santa. En el hogar, además, se usan sus hojas maduras para la elaboración de respaldos y asientos de sillas, petates y abanicos. Y la inflorescencia de esta especie mezclada con lodo sirve en Coatetelco para hacer el tlecuil y los comales.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

< Nenúfar desdoblado en su sombra © lo u r d e s arizpe

265

Los nenúfares de agua dan vida a su estanque © lo u r d e s arizpe

266

En cuanto a su valor ornamental, destacan las plantas utilizadas en los acuarios y jardines acuáticos. Las preferidas en este caso son algunas hidrófitas emergentes (en especial Sagittaria longiloba, Schoenoplecus californicus y Typha domingensis), junto con varias especies de hidrófitas de hojas flotantes. Las plantas acuáticas que se emplean para arreglos florales no solo se valoran por su valor estético, sino que son indicativas de una jerarquía social considerable entre quienes las poseen. La abundancia de estas plantas en el estado queda de manifiesto incluso en los nombres de algunos de sus municipios. Axochiapan, por ejemplo, significa “nenúfares” o “flo-

OMAR BENÍTEZ CORTÉS

res sobre el agua”. Y, efectivamente, hay una laguna aledaña que embellece así el paisaje, especialmente en agosto, cuando están en floración, de manera que pareciera una alfombra de flores blancas. Finalmente hay que decir que existe poca información respecto a las plantas acuáticas de uso ornamental, debido a que la mayoría de los estudios se han enfocado en aquellas con fines medicinales. Es necesario profundizar en el valor de las plantas acuáticas en el estado de Morelos, con una espectacular expansión en las zonas centro, oriente y sur.

BIBLIOGRAFÍA Bonilla-Barbosa, J. R. (1994). “Plantas acuáticas ornamentales del estado de Morelos, México”, en revista Chapingo, serie “Horticultura”, 1: pp. 79-83. ________ y J.L. Villaseñor R. (2003). Catálogo de la flora del estado de Morelos. Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Centro de Investigaciones Biológicas. Borys, M. W. y H. Leszczcyñska-Borys (1992). “Reflexiones sobre el potencial ornamental de plantas nativas de México”, en serie: Manuales de Horticultura Ornamental. Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. México, p. 7.

Flores, C .A. (1988). Los árboles ornamentales de la ciudad de Cuernavaca, Morelos (tesis de licenciatura). Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Facultad de Ciencias Biológicas. Leszczyñska-Borys, H. (1990). Introducción a la horticultura ornamental. Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, Escuela de Fitotecnia. Palacios-Chávez, R. (1966). ‘‘Morfología de los granos de polen de los árboles del estado de Morelos’’, Anales de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. 16: pp. 41-169.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

Los fractales del nenúfar y las gotas de agua © lo u r d e s arizpe

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MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ

TEXTO COMPLEMENTARIO III

IMAGEN Y MEMORIA DEL CULTIVO DE LA ROSA. UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL PAISAJE JOSÉ JESÚS ÁLVAREZ GUTIÉRREZ

Limitando al norte por el Corredor Biológico Chichinautzin y al sur por la Reserva de la Biosfera de la sierra de Huautla, el estado de Morelos es notable por su riqueza natural. No obstante, el entorno se ha visto afectado a través de los años por los asentamientos humanos, que han ido apropiándose del terreno de maneras distintas. La primera es la de aquellas comunidades que transformaron los recursos naturales en activos productivos bajo la lógica del desarrollo, lo que trajo como consecuencia un crecimiento urbano y, por ende, una “artificialización” del paisaje. La segunda forma de apropiación se relaciona con una percepción particular del paisaje. Esto implica una connotación subjetiva con base en la construcción de una mirada que lo reorganiza y construye significados distintos en cada cultura. En los grupos tradicionales y campesinos, esta mirada no separa a la naturaleza de lo humano, ni al paisaje natural del paisaje cultural. Los seres humanos se conciben como parte del mundo natural y viceversa; la naturaleza aparece humanizada a través de ritos, relaciones simbólicas y éticas. En la cultura occidental, en cambio, desde una etapa muy temprana se establece la dicotomía naturaleza-sociedad, según la cual dichos componentes llegan a ser opuestos (Descola, 2001).

Los recursos del paisaje para satisfacer las necesidades humanas hacen necesario revalorizarlo. La patrimonialización del paisaje resulta entonces una nueva forma de apropiación y reconstrucción de aquello que consideramos valioso y deseamos heredar a las futuras generaciones (Magaña y Rojas, 2008). Los pueblos de Morelos dan cuenta de una larga y dinámica transformación a través de su historia. Paisajes muy complejos se reconfiguran a partir de la relación con los recursos naturales y productivos. En esta región del país hay un fuerte arraigo a la tierra, y los paisajes de campos de cultivo son inherentes a su memoria colectiva. Por ejemplo, el cultivo de rosas en el municipio de Temixco nos regala paisajes verdes que se van coloreando por temporadas conforme brotan esas flores. Sin embargo, este paisaje dinámico e indudablemente atractivo está por extinguirse. Hace no más de 50 años la rosa que se producía en este municipio se comercializaba principalmente en la Ciudad de México. La demanda declinó con la entrada de nuevas tecnologías e infraestructura, lo que dio lugar a la rosa de invernadero. A pesar de ello, pareciera que las parcelas destinadas al cultivo de la rosa se resisten a desaparecer. Aún hoy es común ver a personas de Temixco que, con su atado de estas flores sobre la cabeza, recorren las calles de

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

< Rosas rojas para todo amor © edith pérez f lo r e s

269

©

Rosas rojas, naranjas, amarillas, pastel y blancas para sonreír j e s ú s á lva r e z

270

todas las colonias ofreciendo su producto, destinado básicamente al mercado local. Muchos habitantes de la región recuerdan que el paisaje era “otro”, “más verde, más fresco”. Ahora dicen: “Está feo; es sucio y caluroso”. Los factores que han transformado este entorno rural son diversos. Entre los detonantes demográficos en esta parte del estado destacan: la construcción de la autopista México-Cuernavaca a principios de los años cincuenta, el desarrollo de la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (civac) en la misma década y, posteriormente, el parque industrial de Cuautla en el decenio de los setenta. A ello habría que agregar la migración proveniente del Distrito Federal a causa del sismo de 1985, convirtiendo a Morelos en la quinta entidad federativa con mayor población no nativa y cuyo crecimiento ha sido de más del doble en los últimos 40 años.

JOSÉ JESÚS ÁLVAREZ GUTIÉRREZ

Además, Temixco se encuentra dentro del polígono de la Zona Metropolitana de la ciudad de Cuernavaca ( junto con seis municipios más). Esta característica resultó fundamental para que dos de las grandes empresas constructoras, Corporación geo y Consorcio ara, eligieran a este municipio para sus obras. Ello originó una fuerte deforestación de bosques y selvas, pérdida de tierras fértiles, sobreexplotación de los mantos acuíferos y contaminación de ríos y barrancas, sin contar con el incremento de la necesidad de tiraderos para confinar la basura. Todos estos factores sociales, ambientales, económicos, culturales y políticos transformaron radicalmente el medio ambiente. Estamos muy lejos de aquel paisaje mexicano que se dibujaba entre las manos de los campesinos. De ahí que el cultivo de la rosa sea una imagen que va quedando solo en el imaginario colectivo.

BIBLIOGRAFÍA Barahona, Rafael (1987). “Conocimiento campesino y sujeto social campesino”, en Revista Mexicana de Sociología, México, enero-marzo, 49 (1), pp. 167-190. Descola, Philippe (2011). “Construyendo naturalezas, ecología simbólica y práctica social”, en Philippe Descola y Pálsson Gísili, Naturaleza y sociedad. Perspectivas antropológicas, México, Siglo XXI Editores.

Lezama, José Luis (2004). La construcción social y política del medio ambiente, México, El Colegio de México. Magaña Ochoa, Jorge y Belkis G. Rojas Trejo (2008). “El paisaje cultural como elemento de patrimonialización: el caso de Vega de Pas, Cantabria, España”, Limina, R. Estudios sociales y humanísticos, año 6, vol. vi, núm. 1, Tuxtla Gutiérrez, junio.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS

Temixco, carretera de flor © jesús á lva r e z

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SOBRE LOS AUTORES

ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ Promotora cultural, artista y profesora de danza. Es directora de la compañía de danza Malitzi Arte Escénico. Su interés en la educación artística y el desarrollo cultural la motivaron a incursionar en la divulgación del patrimonio cultural inmaterial del estado de Morelos. Actualmente cursa la licenciatura en Intervención Educativa en la Universidad Pedagógica Nacional (upn) de Morelos.

JOSÉ JESÚS ÁLVAREZ GUTIÉRREZ Pasante de Arquitectura por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem). Imparte talleres teórico-prácticos sobre distintas técnicas constructivas con tierra (cob, adobe, tapia, bajareque). Ha impartido clases a nivel medio superior en temas relacionados con la conservación del medio ambiente.

LOURDES ARIZPE

< El cempoalxochitl macho surge espontáneo al sembrar flores hembras © alejandro hernández

Profesora-investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (crim-unam). Actualmente coordina la Cátedra unesco sobre Patrimonio Cultural Inmaterial y Diversidad Cultural en la unam. En 2010 recibió el doctorado honoris causa por la Universidad de Gainesville, en Florida, y la Medalla al Mérito de la Universidad Veracruzana, en mayo de 2011. Entre sus libros más recientes están  El patrimonio cultural inmaterial de México. Ritos y festividades (2009), El patrimonio cultural cívico. La memoria política como capital social (2011) y Compartir el patrimonio cultural inmaterial. Narrativas y representaciones (2011). 273

ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA Licenciada en Letras Hispánicas por la unam. Obtuvo el título de traductora literaria francés-español del Centro Profesional de Traducción e Interpretación del Instituto Francés de América Latina (cpti-ifal). Posteriormente se especializó en la enseñanza de lenguas extranjeras en la unam. Es profesora de literatura a nivel medio superior y superior.

OMAR BENÍTEZ CORTÉS Licenciado en Biología por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem) y maestro en Ciencias con especialidad en Recursos Marinos por el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional (ipn).

CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ Antropóloga social por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (enah). Ha colaborado como auxiliar de investigación en la Cátedra unesco sobre Patrimonio Cultural Inmaterial y Diversidad Cultural y en el proyecto “Archivo de la palabra. Voz y eco de los pueblos originarios de la Mixteca”, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah) y la enah.

PERLA SARAI FLORES HERNÁNDEZ Licenciada en Biología por la Facultad de Ciencias Biológicas de la uaem, con un trabajo de investigación realizado en el Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (cibyc), precursor sobre Herbivoría de inflorescencias de Tillandsia en bosques caducifolios del estado de Morelos. Actualmente se desempeña como docente en el nivel medio superior en una institución privada incorporada a la unam.

CATHARINE GOOD ESHELMAN Profesora-investigadora con maestría en Antropología Social por la Universidad Iberoamericana (uia) y doctorado en Antropología por la Johns Hopkins University. Desde 1978 ha realizado investigación etnológica entre campesinos de Morelos y grupos nahuas de Guerrero. Entre los distintos temas abordados destacan la antropología de la comida, la ecología cultural, los ciclos rituales y cosmovisión, las formas de intercambio y economías étnicas, el arte y artesanía indígenas, la organización familiar y los grupos domésticos. Es coautora de varios libros sobre dichos temas y coordinadora de Comida, cultura y modernidad en México. Perspectivas antropológicas e históricas e Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas. Los ritos agrícolas.

274

SOBRE LOS AUTORES

MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ Licenciada en Antropología Social por la uaem. Participó en los proyectos “Relaciones culturales e interétnicas en la costa chica de Guerrero” y “Etnografía de las regiones indígenas de México en el nuevo milenio”. Es coautora de los libros Los pueblos nahuas de Morelos. Atlas etnográfico. Lo nuestro, nuestra gente y Morelos, diseño e iconografía.

HÉCTOR JIMÉNEZ CRUZ Pasante de Antropología Social y documentalista. Con la colección “Coatetelco Vivo” pretende utilizar los medios audiovisuales como herramienta metodológica cualitativa que permita sistematizar y analizar información sociocultural para la preservación del patrimonio cultural inmaterial de dicho poblado morelense.

MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ Ingeniera en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Sinaloa. Realizó su trabajo de tesina (el estudio biotecnológico de una especie medicinal regional) en las instalaciones del Centro de Investigación Biomédica del Sur del Instituto Mexicano del Seguro Social (cibis-imss). Ha participado en diversos foros, tales como el XIV Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingeniería 2011 y el Primer Encuentro de Ingeniería en Biotecnología upsin 2009.

ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ Licenciada en Desarrollo y Gestión Interculturales por la Facultad de Filosofía y Letras de la unam. Ha realizado investigación en los campos de antropología de la alimentación, antropología visual y pluralismo epistemológico entre comunidades mazahuas y otomíes del Estado de México, así como en torno al patrimonio cultural en Morelos, Chiapas y Oaxaca. Es ilustradora de temáticas relacionadas con la cultura popular.

LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA Licenciado y maestro en Antropología por la Universidad de Las Américas (udla). Doctor por la uia y la enah. Ha participado en proyectos de la udla, Fundación Alemana y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas). Desde 1974 es investigador en el Centro inah y, desde 1999, coordinador del Equipo Regional Morelos del proyecto “Etnografía de las regiones indígenas de México”. Entre las publicaciones colectivas recientes en las que ha participado destacan Atlas etnográfico de los pueblos nahuas de Morelos (2011) y Los rezanderos de Ocotepec, negociadores de lo sagrado (en prensa).

SOBRE LOS AUTORES

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YARAH NAVARRETE AYALA Diseñadora, artesana y promotora de la cultura infantil en el marco del programa Alas y Raíces del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Elabora y desarrolla proyectos de fomento a la lectura y el arte en el Centro Cultural Infantil “La Vecindad”. Ha publicado textos sobre la cerería escamada y la cultura infantil de Tepoztlán, Morelos.  MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ Socióloga por la Universidad Autónoma Metropolitana (uam). Está por presentar su examen de maestría en Estudios Políticos y Sociales por la unam con la tesis “Cultura y comercio en la reproducción social del barrio popular. El caso de La Merced”. En 2011 realizó una estancia académica en la Universidad de São Paulo y fue investigadora visitante en el Núcleo de Antropología Urbana.

MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ Investigadora en el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias crim-unam. Ha trabajado en la evaluación y diagnóstico de recursos naturales de México y su regionalización ecológica, así como en ordenamiento territorial; la reconstrucción histórica del territorio y la percepción de los habitantes locales de sus territorios bioculturales. 

EDITH PÉREZ FLORES Licenciada en Comunicación y Tecnología Educativa por la uaem, maestra y doctora en Antropología Social por la enah. Actualmente técnica académica en el crim-unam, participa en proyectos de investigación dentro del marco de la Cátedra unesco sobre Patrimonio Cultural Inmaterial y Diversidad Cultural, así como en el proyecto “Migración y patrimonio cultural inmaterial”.

MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ Licenciado en Biología por la uaem y maestro en Docencia y Administración de la Educación Superior por el Colegio de Estudios de Posgrado de la Ciudad de México con la tesis “Análisis del desarrollo de competencias científicas en estudiantes de 6º año de nivel medio superior del colegio Lancaster de Cuernavaca frente al aprendizaje basado en proyectos”.

MARTÍN RAMÍREZ SALAS Artesano cartonero. Pintor egresado del Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca, donde por varios años estudió dibujo, pintura y grabado. Interesado en las expresiones plásticas relacionadas con el arte ceremonial en Xoxocotla. Autor de poemas y viñetas publicadas en la revista Tierra Adentro, y de dos plaquettes de poesía. Además ha escrito en periódicos y revistas sobre rock morelense. Es letrista y compositor en la banda de metal combativo Charro Negro. Actualmente imparte 276

SOBRE LOS AUTORES

talleres de cartonería en diferentes instituciones culturales y ha sido invitado a Reading High School en Pensilvania a dar talleres de cultura y arte.

ULISES JOEL TERÁN IBARRA Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Internacional. Cursó en línea “Democratic Development” impartido por Standford University. Seminario “La cultura: una alternativa exitosa frente a la crisis social”, por el icm. Ciclo de mesas redondas “Legitimidad de usos y costumbres. Argumentos y razones”, inah-Morelos. Cátedra Karl Marx: “Las crisis del capitalismo contemporáneo” impartida a través de la uaem, ciesas, enah, uam-Xochimilco y la Cátedra Che Guevara de Buenos Aires.

ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ Arquitecta de formación, ha trabajado de manera independiente en el diseño y construcción de casas ecológicas con tecnología alternativa para el cuidado del agua y el suelo, con sanitarios ecológicos secos, aljibes para captación de agua de lluvia, bicimáquinas y plantas ecológicas para el tratamiento de aguas residuales. Ha participado en organizaciones de la sociedad civil relacionadas con temas de arte y ecología en comunidades indígenas y barrios populares de Oaxaca y Morelos.

> Tegajian, flor silvestre en los campos de Ocotepec, Morelos © alejandro hernández

278

MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Dr. José Narro Robles Rector

Dr. Eduardo Bárzana García Secretario General

Dra. Estela Morales Campos Coordinadora de Humanidades

Dra. Margarita Velázquez Gutiérrez Directora Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias S E C R E TA R Í A D E C U LT U R A

Cristina Josefina Faesler Bremer Secretaria de Cultura

Azucena Rebollo Rodríguez Subsecretaria de Desarrollo Cultural Comunitario CENTRO REGIONAL DE INVESTIGACIONES M U LT I D I S C I P L I N A R I A S ( C R I M )

Comité editorial

Jesús Zavaleta Castro Subsecretario de Patrimonio

Manuel Zepeda Mata Subsecretario de Fomento a las Artes

Dra. Margarita Velázquez Gutiérrez Presidenta

Héctor Amado López Álvarez Director General de Administración

Lic. Mercedes Gallardo Gutiérrez Secretaria Técnica (crim)

Martha Jasso Rodríguez Directora General Jurídica

Dra. Adriana Ortiz Ortega Profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales/unam

Dra. Elaine Levine Leiter Investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte/unam

Dra. Elsa María Cross y Anzaldúa Profesora de la Facultad de Filosofía y Letras/unam

Dr. Carlos Javier Echarri Cánovas Profesor e investigador del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales/El Colegio de México

Dra. Maribel Ríos Everardo Secretaria Académica (crim) Invitada permanente

Mtra. Yuriria Sánchez Castañeda Jefa del Departamento de Publicaciones (crim) Invitada Permanente

Susana Ballesteros Carpintero Directora General de Difusión

José Guadalupe García Valtierra Director General de Museos y Exposiciones

Celso Duarte López Director General de Música

Amalia Pereyda Guzmán Coordinadora de Evaluación y Planeación

Luis Lavat Guinea Rector del Centro Morelense de las Artes

Rodolfo Candelas Castañeda Coordinador General del Museo Morelense de Arte Popular

Miguel Ángel Mendoza Barrón Director General de la Comisión de Filmaciones

La primera edición de Siempre flor y canto. Las flores en el patrimonio cultural inmaterial de México, de Lourdes Arizpe y Edith Pérez Flores, coeditada entre el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la unam, el Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, S.A. de C.V., y la Secretaría de Cultura del Estado de Morelos; se terminó de imprimir el 17 de octubre de 2014 en los talleres del Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, S.A. de C.V., ubicados en Chihuahua número 23, colonia Progreso, delegación Álvaro Obregón, 01080, México, D.F. El tiraje consta de 1,000 ejemplares impresos en offset con salida directa a placas sobre papel couché de 135 gramos, los interiores; y en cartulina de 14 puntos los forros; encuadernación en rústica. En su composición tipográfica se utilizaron tipos de las familias Knockout, Mercury y Ultra. Coordinación editorial: Miriam Martínez Garza. Cuidado de la edición: Lourdes Arizpe, Edith Pérez Flores, Carlos Mapes y Óscar de Pablo. Asesoría en náhuatl: Victorino Torres Nava.

SIEMPRE

FLOR Y CANTO

LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO

siempre flor y canto

cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de tantas flores que se nos olvida reparar en ellas. Como patrimonio cultural inmaterial mexicano, se les describe en forma holística, es decir, como parte de un ritual, una ceremonia o una festividad. La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cempoalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la cuetlaxochitl (nochebuena). Por las sendas de las flores es posible penetrar en los distintos niveles del patrimonio cultural inmaterial para entender la metonimia que conecta diversas percepciones, usos y gozos en torno a las flores.

antropología

SIEMPRE FLOR Y CANTO

La herencia mesoamericana que evoca el difrasismo in xochitl in

SIEMPRE

FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE

EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS