SIEMPRE FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO siempre flor y canto cuicatl —flor y
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SIEMPRE
FLOR Y CANTO
LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO
siempre flor y canto
cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de tantas flores que se nos olvida reparar en ellas. Como patrimonio cultural inmaterial mexicano, se les describe en forma holística, es decir, como parte de un ritual, una ceremonia o una festividad. La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cempoalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la cuetlaxochitl (nochebuena). Por las sendas de las flores es posible penetrar en los distintos niveles del patrimonio cultural inmaterial para entender la metonimia que conecta diversas percepciones, usos y gozos en torno a las flores.
antropología
SIEMPRE FLOR Y CANTO
La herencia mesoamericana que evoca el difrasismo in xochitl in
SIEMPRE
FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE
EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS
SIEMPRE
FLOR
Y CANTO
INTRODUCCIÓN
1
2
LOURDES ARIZPE
SIEMPRE
FLOR
Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS
MÉXICO
2014
Siempre flor y canto: las flores en el patrimonio cultural inmaterial de México / Lourdes Arizpe, Edith Pérez Flores, coordinadoras. -- Primera edición Páginas: 277 ilustraciones ISBN: 978-607-02-5987-6 (unam) ISBN: 978-607-401-873-8 (map) 1. Flores -- México -- Folclore. 2. Flores -- Aspectos simbólicos -- México. 3. México -- Vida social y costumbres. 4. Propiedad intangible -- México. I. Arizpe S., Lourdes, editor de la compilación. II. Pérez Flores, Edith, editor de la compilación. GR780.S53 2014
Los trabajos para esta publicación se realizaron en el marco del proyecto de investigación sobre patrimonio cultural inmaterial y pluriculturalidad (unam-papiit in302613). Agradecemos el apoyo de la Unidad Regional Morelos de Culturas Populares. Coeditores de la presente edición: Universidad Nacional Autónoma de México Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Secretaría de Cultura del Estado de Morelos Miguel Ángel Porrúa, librero-editor Primera edición, 22 de septiembre de 2014 © 2014, derechos patrimoniales Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, 04510, México, D.F.
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Av. Universidad s/n, Circuito 2. Chamilpa, 62210, Cuernavaca, Morelos www.crim.unam.mx Secretaria técnica: Mercedes Gallardo Enlace técnico: Yuriria Sánchez
ISBN: 978-607-02-5987-6 unam
© 2014, proyecto visual Secretaría de Cultura del Estado de Morelos Hidalgo núm., 239, tercer piso. Colonia Centro, 62000, Cuernavaca, Morelos Coordinación: Miriam Martínez Garza Cuidado de edición: Carlos Mapes | Óscar de Pablo Asesoría en lengua náhuatl: Victorino Torres Nava
© 2014, características tipográficas y de edición Miguel Ángel Porrúa, librero-editor Chihuahua núm. 34. Progreso-Tizapán, Delegación Álvaro Obregón, 01080, México, D.F. www.maporrua.com.mx
ISBN: 978-607-401-873-8 map
Los textos contenidos en este libro se presentaron en el diplomado Cultura y Desarrollo realizado en el crim-unam de agosto a diembre de 2012, con la participación de antropólogos, biólogos, estudiantes y gestores culturales de varias comunidades de Morelos. Unificamos sin acentos y en cursivas, todos los vocablos en las variantes del náhuatl como otra lengua. Se respeta la ortografía empleada por los autores y se incluyen las marcas del plural de la sistematización actual de la escritura. (lap | epf) Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito de los editores, en términos de lo así previsto por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados internacionales aplicables. IMPRESO EN MÉXICO | PRINTED IN MEXICO
w w w. m a p o r r u a . c o m . m x
Timitzhualiquiliah xochitl [Te traemos una flor]
para guardar en tus manos la curiosidad que te trajo a este libro que comparte contigo nuestro patrimonio intangible florido. In xochitl, in cuicatl [Flor y canto] para ti.
5
7
CONTENIDO PRESENTACIÓN Margarita Velázquez. ............................................................................... 15
PREFACIO Cristina Faesler Bremer...................................................................... 17
INTRODUCCIÓN En todo umbral y fisura social en México, siempre flores Lourdes Arizpe..................................................................................................... 21
Flores que han conservado su nombre en náhuatl, convirtiéndose en nahuatlismos del español de México. .......................................................................... 29
ORIGEN Y SIMBOLISMO Cempoalxochimeh y “tegajián” en la fiesta de Miquiztli en Ocotepec, Morelos Lourdes Arizpe. .......................................................................................... 35
La flor en la poesía náhuatl Rocío de los Ángeles Ávila Olvera........................................................................... 53
Los usos sociales y simbólicos de las flores entre los nahuas del Alto Balsas, Guerrero Catharine Good Eshelman..................................................................................................... 67
El cambio de flor: trueque de aromas, formas, texturas y colores en Amilcingo y Huazulco, Morelos Edith Pérez Flores................................................................................................................................ 85
El uso del yahutli o flor de pericón en la “fiesta de octubre”, celebración del ciclo agrícola en Tetelcingo, Morelos Rosa Liliana Abúndez Benítez.................................................................................... 105
Las flores en el vestido de la mujer zapoteca y la fiesta patronal de Ixtepec, Oaxaca Ana Laura Toledo Vásquez. ................................................................................................. 117
TEXTOS COMPLEMENTARIOS I. Acocoxochitl, acocotli, cohuanenepilii o dalia, la flor nacional Mario Gerardo Pérez Pérez.................................................................................. 133
II. Ritualidad y prácticas sociales: uso de las flores en Coatetelco, Morelos Héctor Jiménez Cruz........................................................................................................ 139 10
CONTENIDO
III. La flor de cempoalxochitl en el xochimamastle de Xoxocotla, Morelos Ulises Joel Terán Ibarra............................................................................................ 145
EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES La flor, elemento constitutivo de los patios y la vida comunitaria María Elizabeth Hernández Vázquez Luis Miguel Morayta Mendoza. ................................................................................ 153
Las flores: percepción y simbolismo entre los habitantes de Tepoztlán, Morelos Yarah Navarrete Ayala. ............................................................................................................ 167
Los xochiteros de Xoxocotla Martín Ramírez
..................................................................................................................................
183
Las flores medicinales en Morelos y el noroeste de México: diferencias en el conocimiento etnomédico tradicional Miriam Lizeth López Vázquez..................................................................................... 195
En los sembradíos de flores: la Flor más Bella del Ejido Carolina Buenrostro Pérez. ........................................................................................... 205
CONTENIDO
11
El tiempo de las finitas flores: prácticas culturales en torno a la elaboración de coronas fúnebres y arreglos florales en el Mercado de Jamaica Adriana Martínez Méndez................................................................................................. 221
El Mercado Merced Flores: ¿cederán las vivas xochimes frente a las eternas flores? Montserrat Núñez Ortiz....................................................................................................... 233
Las flores comestibles María de Jesús Ordóñez....................................................................................................... 247
TEXTOS COMPLEMENTARIOS I. Factores antropogénicos y su relación con las especies del género Tillandsia en el bosque tropical de San Andrés de la Cal, en Tepoztlán, Morelos Perla Sarai Flores Hernández........................................................................ 261
II. Plantas acuáticas en el estado de Morelos Omar Benítez Cortés. ...................................................................................................... 265
III. Imagen y memoria del cultivo de la rosa. Una construcción social del paisaje José Jesús Álvarez Gutiérrez........................................................................ 269
SOBRE LOS AUTORES
.............................................................................................
273
PRESENTACIÓN MARGARITA VELÁZQUEZ
P
ara construir un mundo sustentable se necesita una nueva perspectiva de la relación entre culturas y ecosistemas. No hay ecosistemas que no hayan sido modificados, una y otra vez, por las prácticas culturales de quienes los explora-
pág i n a s a n t e r i o r e s
Clemolitos y cempoalxochitl en el mercado © lo u r d e s a r i z p e La flor de pericón para corretear el mal © h é c to r j i m é n e z Sembradío de cempoalxochitl “chino” en Amilcingo, Morelos © alejandro hernández Niño “boyero” lleva en ofrenda el agua de la cueva © e d i t h p é r e z f lo r e s < Flor biznaga que naces al sol © e d i t h p é r e z f lo r e s
ron, utilizaron y hoy quieren protegerlos. Y no hay culturas que no se hayan edificado a través de una co-evolucion con el habitat geo-bio-físico en el que anidaron. Por ello es importante hacer visible las concepciones que, a lo largo de la historia, distintos pueblos han tenido de los recursos naturales que los rodean. En este libro se han escogido las flores, para indagar cómo se nombran, cómo se intercambian, cómo se utilizan en la vida ritual, social, literaria y económica 15
de una región. Para hacer consciente, en la vida cotidiana, la presencia de las flores que han sido cultivadas con especial sensibilidad a lo largo de la historia en Morelos y en muchas otras regiones de México desde la época mesoamericana. Sensibilidad que lleva a la creación de símbolos, espejos y transparencias cognitivas en las que un elemento natural, como las flores, hablan otro lenguaje. A través de las formas, los colores, los aromas y las texturas de las flores se transmiten mil y un mensajes culturales. Más todavía, en México, cuando la herencia de las culturas indígenas abre y cierra las puertas de la vida y de la muerte. Lo que importa, y mucho, es que esa herencia todavía está vigente y, al igual que los nahuatlismos, permea las culturas de Mexico. Pero no existe en un lugar abstracto, sino que existe en las manos que recuerdan lo que hacían los abuelos, en los cuerpos que todavía saben qué flores se pueden comer, en los ojos que combinan el amarillo de las cempoalxochime, el púrpura del “púrpura” y el blanco de los alcatraces para que a sus difuntos les guste regresar a verlos. Cómo no realizar las investigaciones antropológicas con las personas que tienen esos saberes, esos cuerpos, esa estética y que saben colocar las emociones en las redes de entendimiento de las flores? Por eso este libro se escribió durante el “Diplomado sobre Cultura, Patrimonio y Desarrollo”, con mujeres y hombres, antropólogos, literatos, arquitectos, maestros y los propios creadores culturales de algunos pueblos de Morelos. Así se conserva la gran diversidad de miradas y saberes que caracteriza a las culturas de México. La ciencia actual, además, reconoce que la mirada del observador altera el fenómeno que está observando. Con más razón en la ciencia social que, hoy en día, sabe que construye su interpretación a través de la relación con aquéllos a quienes estudia. Redes de saberes, reflejos de miradas, este libro hace evidente la infinita posibilidad de la ciencia, el arte y la cultura. Siempre flor y canto.
mv Directora Unam-Crim
PREFACIO CRISTINA FAESLER BREMER
P
ocos son los objetos de estudio que, como las flores, pueden resumir de manera tan diáfana el entorno natural del mexicano, su relación productiva con este entorno y las manifestaciones estéticas y rituales que se levantan sobre esa
relación. En una palabra, su vida. De este modo, aun cuando las flores son el hilo colorido que conecta los artículos que componen este esfuerzo de reflexión colectiva, su verdadero tema es precisamente el ser humano, y en particular el que está ubicado en las circunstancias geográficas e históricas del centro de México. En sus páginas, las flores dejan de ser meros órganos de fecundación vegetal para transformarse en sorprendentes objetos sociales, 17
> Mastuerzo, flor comestible con alas de mariposa © edith pérez f lo r e s
por medio de los cuales los hombres y las mujeres de esta región se relacionan productiva y simbólicamente entre sí y con la naturaleza. Así, centrándose en las poblaciones del estado de Morelos, aunque sin circunscribirse exclusivamente a ellas, las reflexiones que componen este volumen nos ofrecen un espejo, a un tiempo poético y científicamente riguroso, donde mirar lo que somos y lo que hemos sido colectivamente. Por eso, la Secretaría de Cultura del estado no podía sino apoyar con entusiasmo el florecimiento de este extraordinario proyecto, agradeciendo en particular la lucidez y la sensibilidad de las antropólogas Lourdes Arizpe y Edith Pérez Flores, quienes concibieron y coordinaron este esfuerzo.
cfb Secretaria de Cultura del Estado de Morelos
[Cuernavaca, Morelos, 2014]
< Enmarcando los rostros: rebozos y flores © e d i t h p é r e z f lo r e s
INTRODUCCIÓN
EN TODO UMBRAL Y FISURA SOCIAL EN MÉXICO, SIEMPRE FLORES LOURDES ARIZPE
as flores acompañan el surgimiento de las ihuan huitze nocuepan xochime aman xochime iztaque ihuan chichiltique quiyecanan nohui’ ihuan ninemi’ ipan inxihuio’ aman motlatzotzonal quinpactia xochime ihuan xochime quinmatequia ahuixtli’ ihuan motlahuil nechyecana’ Noxochihuan tehua’ tiquipia’ Ihuan moxochihuan nehua’ niquimpia1
L
culturas. Para la escenificación de la epopeya de Gilgamesh, el rey de la antigua Mesopotamia, se recrean campos de girasoles. El mármol de los muros del Taj Mahal está cubierto de bajorrelieves que representan
flores y enredaderas. El Gulistan de Saadi, la joya de la literatura persa, se traduce como El jardín de rosas. En el poema clásico in-
“Mi camino es guiado por las flores;/ ahora las flores blancas y rojas/ guían mi camino/ y ando sobre sus pétalos;/ ahora tu música alegra a las flores/ y las flores son regadas por el rocío./ Y tu iluminar me guía./ Mis flores tú las posees/ y tus flores yo las tengo”. Ramírez, Alfredo, s/a, “Una flor blanca y una roja las hiciste llegar a mis manos”, en Siete poemas en náhuatl de Xalitla, Guerrero. Traducción: Fernando Nava. unam, Instituto de Investigaciones Históricas. Disponible en http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn19/319.pdf Consulta: 6 de septiembre de 2013. 1
glés El Paraíso perdido, de John Milton, se evocan las “flores dignas del Paraíso”. La palabra francesa bouquet se utiliza en muchas otras lenguas para denotar los pequeños ramos florales. La herencia mesoamericana que evoca el difrasismo in xochitl, in cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la 21
> Tlacololero en Zumpango del Río, Guerrero © carolina buenrostro
sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de
Esta fue justamente la labor a la que nos abo-
tantas flores que se nos olvida reparar en ellas.
camos los participantes en el Diplomado sobre
Como patrimonio cultural inmaterial mexicano,
Cultura, Patrimonio y Desarrollo, que se llevó a
se les describe en forma holística, es decir, como
cabo en el Centro Regional de Investigaciones
parte de un ritual, una ceremonia o una festividad.
Multidisciplinarias de la Universidad Nacional
La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cem-
Autónoma de México (crim-unam), en Cuernavaca,
poalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la
Morelos, en 2012. Investigadores, estudiantes y
cuetlaxochitl (nochebuena).
promotores culturales de varios pueblos de More-
2
Una mayor aventura es seguir las sendas de
los son los autores de los capítulos de este libro. La
las flores, desde las percepciones culturales que de
presencia y el uso de las flores en los rituales estu-
ellas tenemos los mexicanos de hoy hasta los albo-
diados, tanto de dicho estado como de otras regio-
res de los significados de las xochime en las cultu-
nes del país, dan cuenta de la gran imaginación y
ras originarias de Mesoamérica. Por estas sendas
el gusto por los sentidos que despiertan las flores
nos es posible penetrar en los distintos niveles del
en las distintas prácticas del patrimonio cultural
patrimonio cultural inmaterial para entender la
inmaterial de México.
3
metonimia que conecta diversas percepciones, usos
El punto de partida es que las flores, con la
y gozos en torno a las flores. Se estima que existen
riqueza de simbolismos y connotaciones que les
alrededor de 24 mil especies de plantas en México
atribuían las culturas originarias, se encuentran
y, al adquirir conciencia del gran valor de nuestro
siempre en el centro de las manifestaciones cultura-
entorno natural, es sumamente importante conocer
les: en los ritos, las danzas, la arquitectura, los inter-
a las flores y, sobre todo, la diversidad de formas en
cambios, las ceremonias propiciatorias, las esceni-
que se conciben, usan y gozan en los ritos y festivi-
ficaciones, las festividades, la vestimenta, el adorno
dades en nuestro país.
de edificios, los traspatios y en el tlecuil (fogón). En otras palabras, ante la gran biodiversidad y mega-
2 De cempoalli (veinte) y xochitl (flor). Planta herbácea anual, de olor penetrante y flores grandes y amarillas, que florece de octubre a noviembre. Se le conoce también como “flor de muerto”, cempoal, cempoalxochitl y clavel de las Indias. 3 Xochimeh es el plural en náhuatl de xochitl.
22
LOURDES ARIZPE
culturalidad de México, es comprensible que las flores sean fundamentales para expresar sentimientos y deseos en una infinidad de rituales. No sorprende,
dice la historiadora Brígida von Mentz: “Desde
LAS FLORES ACOMPAÑAN EL SURGIMIENTO DE LAS CULTURAS. PARA LA ESCENIFICACIÓN DE LA EPOPEYA DE GILGAMESH, EL REY DE LA ANTIGUA MESOPOTAMIA, SE RECREAN CAMPOS DE GIRASOLES.
los palacios de los señores de Cuauhnáhuac se entregaban y enviaban a Tenochtitlan, en época de la Triple Alianza, grandes cantidades de flores y de objetos suntuarios elaborados de pluma y algodón”.4 Y refiere también otras fuentes, según las cuales los tlahuicas de la Tierra Caliente “andaban demasiadamente ataviados y con rosas en las manos”.5 En la actualidad, Morelos es uno de los estados que más exporta flores; gracias a ellas, muchos de sus habitantes viven de esta industria literalmente floreciente. ¿DE DÓNDE VIENEN LAS FLORES?
por lo tanto, que la vida en las sociedades meso-
Símbolo de belleza, perfección y pureza, las flores
americanas se haya construido sobre la base cul-
son también portadoras de ambivalencia. El mon-
tural del difrasismo in xochitl, in cuicatl, el cual
je japonés Shinran, fundador de la secta budista
permea todavía la vida de todos los mexicanos con
Jodo Shinshu, concluye su obra Kyogyoshinsho
esa combinación de colores, aromas, sabores, tex-
con un pasaje del Sutra de la guirnalda: “Al ver a
turas y sonidos. Las flores originarias tienen tam-
Buda realizar varias prácticas, algunas dan lugar
bién sabores y, como sabemos, muchas de ellas
a una mente buena y otras a una mente mala, pero
están presentes en la gastronomía.
Buda comprende a todas”. El rey Salomón, en el
Debido a que es imposible abarcar todas esas
célebre Cantar de los cantares, evoca “los lirios
presencias y usos, en el presente texto nos cen-
del valle” y se refiere a sí mismo como “la rosa
tramos en los portadores de culturas en el esta-
de Sharon”, advirtiendo que “como el lirio entre
do de Morelos y algunos otros sitios del país. ¿Por qué Morelos? Para responder, retomemos lo que 24
LOURDES ARIZPE
Von Mentz, Brígida, 2008: 43. Idem.
4 5
las espinas, así es mi compañera entre las hijas”.
las fiestas de los pueblos;
En las culturas del Hemisferio Norte, las flores
los solares de las casas;
marcan el delirio corporal del paso del invierno
los jardines;
a la primavera.
las salas de las casas;
En cambio, en las latitudes tropicales, como
los manantiales;
es el caso de gran parte de Mesoamérica, las flores
los sitios en las carreteras en donde alguien murió;
están siempre, aunque surgen en estaciones de-
las velaciones de muertos;
terminadas. Es muy significativo que, en náhuatl,
las procesiones hacia el cementerio, y
el término xihuitl se utilice para referirse a los co-
los caminos para que regresen los difuntos.
lores verde y azul, pero también a las ofrendas. Es admirable la metonimia de significados que nos
Resulta también interesante consultar los
arroja ese vocablo, que comparte así la polisemia
nombres de los lugares de México que incluyen la
que el gran poeta estadounidense Ezra Pound tan-
palabra “flor”. Hay 32 poblados de Morelos, Puebla,
to admiraba en la escritura china.
Guerrero, Hidalgo, Veracruz y Chiapas cuyo nom-
Puede decirse que los mexicanos cubrimos
bre incorpora el vocablo xochi: Xochitla-Xochitlán
de flores, de alegrías y de mitotes todos los um-
(Donde abundan las flores), Xochitepec (Cerro de
brales de la vida: el nacimiento, el matrimonio
flores), Xochimilco (Lugar de las milpas de flores),
y la muerte; al igual que todos los intersticios
Xochicalco (Lugar de la casa del florecimiento),
sociales que se prestan a tragedias y fricciones:
Xochistlahuaca (Valle de flores), Xochinanacatlán
investiduras, conmemoraciones, celebraciones y
(Lugar donde abundan las flores), Xochihuehuet-
ofrendas. Así, las flores están presentes en:
lán (Lugar de las flores antiguas o lugar de flores de los viejos) y Axochiapan (Flores de agua en la-
los alumbramientos y bautizos;
guna). Queda demostrada, tal y como la confirman
las bodas y aniversarios;
las crónicas más tempranas de la época colonial, la
los actos ceremoniales de gobierno;
gran importancia que la cultura nahua y, en gene-
las visitas e invitaciones a comer;
ral, las culturas de Mesoamérica, le otorgaban a las
los ritos espirituales;
flores. INTRODUCCIÓN
25
26
LOURDES ARIZPE
Valga mencionar que esta predilección por las
aún, poinsettia.6 Y, desde luego, está la acocoxo-
flores se extendió también a la nueva cultura mes-
chitl, acocotli, cohuanenepilli o dalia, que mere-
tiza. Diez poblados se llaman Las Flores y dos más
ció la alta distinción de ser la flor nacional de
llevan por nombre La Flor, sin contar los casos
México.
< Nenúfar en Tepoztlán, Morelos © lo u r d e s arizpe
7
como Fortín de las Flores, una ciudad entre Ve-
La centralidad de la flor en el discurso me-
racruz y Puebla, en la que, por cierto, hasta hace
soamericano —o, en todo caso, en las culturas
poco tiempo se podía nadar en albercas cubiertas
nahuas— se reflejó en la extraordinaria poesía en
de gardenias.
náhuatl, punto de partida de muchos de los filamentos culturales vinculados con el uso actual de
ORIGEN Y SIMBOLISMO
las flores en los ritos y las festividades. Además, los
DE LAS PRÁCTICAS CULTURALES
grupos originarios de muchas regiones de México,
EN TORNO A LAS FLORES
como los nahuas del Alto Balsas, o los zapotecos
En la primera parte de este libro exploramos los
del Istmo, además de los pueblos tlahuicas de Mo-
orígenes históricos de las referencias hacia
relos, han persistido en reinventar el simbolismo
las flores en rituales, festividades civiles y reli-
de las flores en magníficas artesanías, vestidos, ar-
giosas, e incluso, la indumentaria. En todos los
cos y adornos caseros, ritos agrícolas y de propi-
casos, los avatares de los términos en náhuatl
ciación de lluvia, entre muchos otros usos.
alternan con los castellanizados para dar cuenta de la cultura bilingüe que pervive en muchas
EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES
regiones del país, así como aquellas culturas con
En la segunda parte del libro exponemos la gran
múltiples lenguas originarias. En muchos lu-
diversidad de formas en las que se cultivan las flo-
gares se impone el nombre originario, como
res, el conocimiento etnomédico que entrañan y
ocurre con la cempoalxochitl; en otros ha predo-
su simbolismo atribuido por la gente de los pue-
minado el nahuatlismo del español de México
blos. Este simbolismo se extiende también al
(véase el cuadro al final de esta introducción), y en otros más termina por dominar el nombre europeo, por ejemplo, la nochebuena o, peor
6 La flor fue patentada por William Poinsett, embajador de Estados Unidos en México. 7 Véase el cuadro de Mario Gerardo Pérez Pérez en este libro.
INTRODUCCIÓN
27
Cuetlaxochitl, flor que juntas mis ancestros © lo u r d e s
patrimonio cultural inmaterial actual, en progra-
solo dura del amanecer hasta el anochecer”. De
mas nacionales como “La flor más bella del ejido”,
ahí que sea tan atinado preguntarse por el tiempo
arizpe
en Xochimilco. Ello sin contar su valor comercial,
de las finitas flores. ¿Cederán las vivas xochimes
ya sea para fines de exportación o para consumo
frente a las flores artificiales, eternas?
local en los mercados, en forma de arreglos para celebraciones o como coronas fúnebres.
El tiempo terminará, se cortará la vida, se acabarán las flores vivas, pero quedarán
Las flores encierran una paradoja que también nos conmueve. Así lo expresa el poeta Pierre
el signo,
Ronsard (1524-1585) en un soneto en el que invita
el símbolo,
a una niña a mirar la rosa, que esa mañana abrió
el patrimonio cultural
su corola, para descubrir que perdió ya su tez, pa-
y la vida intangible.
recida a la suya. El poeta se lamenta: “Oh, es verdadera madrastra la naturaleza, ya que una flor 28
LOURDES ARIZPE
[Cuernavaca, Morelos, 2013]
FLORES QUE HAN CONSERVADO SU NOMBRE EN NÁHUATL, CONVIRTIÉNDOSE EN NAHUATLISMOS DEL ESPAÑOL DE MÉXICO1 COYOLSÚCHIL O COYOLXOCHITL. De coyolli (cascabel) y xochitl(flor). Planta trepadora de raíz tuberosa y vistosas flores coloradas en racimo o ramilletes, que produce como fruto una cápsula con tres semillas rojas; perteneciente a la familia de las amarilidáceas (Bomarea hirtela). JILOSÚCHIL. De xilotl ( jilote) y xochitl (flor): xilo-xochitl. 1. Tepachera. 2. Este nombre se aplica a otro arbusto que igualmente pertenece a la familia de las leguminosas, más conocido como chacamalxochitl (flor de guacamaya, flor de San Francisco y tabachín). 3. Asimismo, el nombre se aplica a un árbol de hasta 35 metros de altura, de corteza lisa y verdosa, de la familia de las bombacáceas (Bombax ellipticum). Se le llama también ceiba, coquito y pochote. JOCOSÚCHIL. De xococ (agrio) y xochitl (flor): xoco-xochitl. Árbol que mide de 9 a 12 metros de altura, de fruto globoso, aromático y útil como condimento; perteneciente a la familia de las mirtáceas (Pimenta dioica o Pimenta officinalis). Se le conoce desde la época colonial como pimienta de Tabasco.
OCELOSÚCHIL. De ocelotl (ocelote) y xochitl (flor). Planta bul-
bosa de hojas largas y angostas, con flores en forma de copa, rojas, anaranjadas y con manchas oscuras; perteneciente a la familia de las iridáceas (Tigridia pavonia). El bulbo es comestible y se le conoce también como ocelosúchil, flor del tigre, tigrillo y cacomite, de cacomitl (etimología desconocida; Sahagún registra cacomitl como “raíz comestible”). SUCHIATE O SOCHIATE. De xochitl (flor) y atl (agua):
xochi-atl. Árbol que mide de 20 a 40 metros de altura, perteneciente a la familia de las hamamelidáceas (Liquidambar macrophillab). Tiene hojas anchas con cinco lóbulos muy marcados y florece de enero a marzo. Su madera se emplea en la elaboración de muebles, en tanto que el tallo sirve de poste para la danza de los voladores. Además de medicinal, su resina se utiliza como incienso en rituales de curación y ceremonias de Días de Muertos. Es una especie propia de los bosques mesófilos de montaña en los estados de Hidalgo y Puebla. También recibe los nombres de somerio y xuchiatl. SÚCHIL. De xochitl, nombre genérico de flor.
1 Montemayor, Carlos. Diccionario del náhuatl en el español de México. México: unam/Programa México Nación Multicultural, 2007.
SUCHIPAL. Véase xochipal.
INTRODUCCIÓN
29
> Orquídeas silvestres en el cielo © lo u r d e s arizpe
TECOMASÚCHIL. De tecomatl (tecomate) y xochitl (flor): te-
XOCHIPAL O XOCHIPALLI. Planta herbácea de flores anaran-
coma-xochitl. Planta leñosa trepadora de flores amarillas, perteneciente a la familia de las solanáceas (Solandra guttata). También es un árbol de hasta 15 metros de altura, cuyas flores son amarillas, pertenece a la familia de las coclospermáceas (Cochlospermum vitifolium).
jadas empleada antiguamente para teñir; perteneciente a la familia de las compuestas (Cosmos sulphureus). Sahagún registra xochipalli o xuchipalli como “tinte de flores amarillas”.
TENTZONXOCHITL, TENZONSÚCHIL O TENTZONSÓCHITL.
PALABRAS COMPUESTAS
De tentzontli (barba o bigote) y xochitl (flor): tentzon-xochitl. Tepachera. TLIHÓCHITL, TLILSÓCHIL O TLILSÚCHIL. De tliltic (negro) y xochitl (flor): tlil-xochitl. Nombre náhuatl de la vainilla. Planta trepadora que tiene como fruto una vaina con numerosas semillas pequeñas; perteneciente a la familia de las orquidáceas (Vanilla fragrans y Vanilla planifolia). XILOXOCHITL. De xilotl ( jilote) y xochitl (flor). También se
le llama cabellos de ángel, pochote, tepejilosúchil, tentzonsóchal, hierba de la canela y tlacoxiloxochitl.
30
LOURDES ARIZPE
XOCHIVARA. De xochitl (flor) y la voz española “vara”. Bastón ritual hecho con madera de tepozán o de vara dulce, forrado con totomostle y albahaca y adornado con flores, panes y frutas. Entre los nahuas de Acaxochitlán, Hidalgo, sirve para las ceremonias de casamiento y puede ser de diferentes tamaños, según la jerarquía de la persona a quien se le otorga: padrinos, consuegros, tíos, familiares, invitados.
INTRODUCCIÓN
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LOURDES ARIZPE
ORIGEN Y SIMBOLISMO
CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN” EN LA FIESTA DE MIQUIZTLI EN OCOTEPEC, MORELOS LOURDES ARIZPE
R
ecuperar la sabiduría sobre las flores de las culturas de Mesoamérica y México es una tarea muy vasta. En cambio, revivir la prolífica memoria y las prácticas culturales que los mexicanos tenemos en relación con las flores es un placer.
Resulta sencillo, además, porque todos crecimos y vivimos rodeados de cantos y de flores. Es algo aprendido desde niños; es un parpadeo de perfumes y colores que penetra en nuestras mentes y nuestros cuerpos en el ir y venir cotidiano. pág i n a s a n t e r i o r e s
©
Flor y maíz, mi raíz e d i t h p é r e z f lo r e s
< “Bienvenida Mamuchis”, ofrenda nueva sin ti © lo u r d e s a r i z p e
Las flores son como la respiración para doña Rufina Jácome Teobaldo, del barrio de San Juan, en Zacualpan, Morelos, poblado que se encuentra en las faldas del volcán Popocatépetl. En un pequeño espacio, apretado entre muros, alberga 35
> Portal florido de don Luis Reyes Flores en Ocotepec, Morelos © lo u r d e s arizpe
una inverosímil colección con flores en macetas, macetitas, cajas de madera, cubetas y chiquigüi-
derecho de nombrar algunas flores.
tes. Luego de invitarnos con generosidad a cono-
Continúa: “… estas son petunias, esta es un tipo
cer su jardín, describe: “Bueno, por decir, estos
de cactus; va creciendo en flor y da un quiote al final;
son calarios, anturios, dalia, cempoalxochitl, or-
esta rojita es corona de Cristo. Todas las que ves aquí
quídea, perejil… ¿cómo se llama?... pata de elefante,
son bromelias; son de árbol, pero aquí las tenemos
cañaveral, aretillo, cuna de Moisés, violeta africana,
en macetas; estos son anturios; mire este qué pre-
serrucho, palmareca, helecho…” —Se detiene y
cioso está; este es ala de tiburón”. Se ríe. “Este yo lo
dice— “esta se llama hiedra…” ¿Por qué habla dis-
conozco como pachipodium, pero supuestamente
tinto de unas flores y de otras?
es palma de Madagascar, la flor es como un tipo de
Ella sabe que se trata de una planta y que a esta
cacaloxochitl; es el silvestre. Este es el arbolito de la
en particular le llaman “hiedra”. Intuye que entre
abundancia [de China]. Este es un tamarindo y estos,
la palabra “hiedra” y la planta hiedra hay una cul-
lima de chichi, una sábila, lluvia de oro… tulipanes…
tura de por medio, una cultura que la nombró de
los iridios, que no quieren florear, de Veracruz…
esa manera. Y sabe también, aunque no de cierto,
azalea, plumero, flor amarilla, palma, plumero, y
que esa planta no estaba ahí antes de 1521, sino en
esta es una magnolia, y estas también son bromelias,
los jardines de Europa o del Mediterráneo. De ahí la
una planta exótica; adelfas… un arbolito de tulipán
frase “esta se llama”, que no emplea al pasar por
africano, este es un cacaloxochitl, jazmín… y eso, ¡ay!,
la flor de cempoalxochitl. Para ella, la palabra y la
¿cómo se llama?” Indica un aretillo blanco con pis-
flor son lo mismo, porque le crecieron al mismo
tilos colorados, cobijado por el verde de las hojas, y
tiempo siendo niña.
exclama: “¡Bandera!”
1
Y doña Rufina sigue el recorrido: “… teléfono,
Al describir las flores de su pequeño jardín, ha
lágrima de niño, un tipo de orquídea al que le de-
pasado por varios idiomas y muchas regiones (África,
cimos el toro y la vaca…”
el Mediterráneo, Europa). Da nombres que crecie-
1 El entrecomillado indica que el texto se refiere al nombre y no al objeto denotado. Es decir, alude al conjunto de fonemas que conforman un nombre que, por convención social, se entiende como nombre de la cosa indicada. De ahí se deriva la importante consideración de la arbitrariedad del signo frente al objeto.
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La gente de los pueblos se otorga a sí misma el
LOURDES ARIZPE
ron con ella y nombres que le dijeron para referirse a esas plantas y flores, junto con nombres que ella y los suyos decidieron usar para tal o cual flor.
INTRODUCCIÓN
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En este breve recorrido por las plantas de la
giones: cacaloxochitl entre los nahuas; guichachi
herbolaria, las flores y la ornamentación hay un
y kakaluxochitl entre los “mexicanos” de la mon-
universo de pensamientos, un mundo de regiones
taña de lo que hoy es Guerrero; parandechicua
e historias, y un inventario de clasificaciones lin-
entre los purépechas; chak-sabak-nicte entre los
güísticas. Eso es un pequeño jardín de flores en un
mayas de Quintana Roo, y ukulhuitz entre los te-
pueblo de México.
nek (huastecos) de San Luis Potosí, entre muchos nombres no registrados.
UN PAÍS MEGACULTURAL Y DIVERSO Sin duda, a todos nos ha sucedido que, al pasar de
de mayo, flor de mayo roja, flor de cuervo y jacal
una región de México a otra y preguntar cómo se
(derivación de cacalotl, aunque con la jota espa-
llama una flor, obtenemos respuestas muy variadas.
ñola, herencia de la cultura árabe). Y como se uti-
No podía ser de otra manera, considerando que el
liza para combatir el dolor de oído, se le conoce
territorio fue poblado por varios cientos de porta-
también como “palo de oído” y “candelerillo”; este
dores de distintas culturas asiáticas y, en un descuido,
último término obedece a su consistencia seme-
africanas o, en todo caso, vikingas. Cada uno de esos
jante a la de la cera de abeja que se usaba en la
portadores traía en la mente su propio vocabulario
elaboración de las candelas.
para reconocer plantas, animales y flores. México, en tanto país megacultural, exhibe una alta densidad negociada de conceptos provenientes de distintas lenguas y culturas. Por ejemplo, la cacaloxochitl,2 flor originaria de México, se clasifica taxonómicamente por su nombre en latín, pero tiene muchos nombres en distintas re2 Reciben este nombre dos arbustos de la familia de las apocináceas, ambos de flores aromáticas; el primero es de jugo lechoso (Plumería acutifolia y E. rubra), y el otro, de flores tubulosas (Macrosiphonia brachysiphon). (Montemayor, Carlos. Diccionario del náhuatl en el español de México, 2007). Véase también: www.medicinatradicionalmexicana.unam. mx/monografia.php?i=3&t=Plumeria%20acutifolia&id=7302
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Además, en diversas regiones se le llama flor
LOURDES ARIZPE
Por tanto, se le nombra en función de: su color, su forma, semejante a otro objeto, su textura y consistencia, su utilidad en la etnomedicina o cualquier otra referencia simbólica que exista en la mente de quien alguna vez se atribuyó el derecho de nombrarla.
En Mesoamérica, en el siglo xvi, Martín de la Cruz relata el uso de la cacaloxochitl para “la der-
matitis, micropsiquia y miedo”, y la reporta como
el mundo sencillo del cazador y leñador, del cam-
“ceremonial”. En la actualidad, en el sitio se enume-
yes, de los artesanos y de sus mujeres y niños es di-
ran sus nombres y sus usos diversos. Hace falta un
fícil de historiar, pues a los insignes varones cro-
mayor reconocimiento a la riqueza de estos cono-
nistas que escribieron la historia de lo acaecido
cimientos etnobotánicos. De ahí nuestro interés, en
después de la Conquista española, les interesaban
este libro, por mostrar cómo se utilizan y presentan
poco esos aspectos de la vida indígena cotidiana
las flores en ritos, ceremonias y festividades.
y menos aún de regiones apartadas del altiplano
Si con respecto a una sola flor, la cacaloxochitl,
central. Por eso existen grandes lagunas sobre
ya encontramos toda una constelación de nom-
este tema en las fuentes escritas, ya que las cró-
bres, ¿qué decir de todas las demás flores, de las
nicas más conocidas suelen exaltar solamente
cerca de 30 mil plantas que ofrece la biodiversidad
la historia del poder y la grandeza de los gober-
mexicana? ¿Cómo no van a ser las flores las que
nantes y demás agentes del imperio tenochca y
permitan a la gente hilar una urdimbre de cariños,
sus aliados, reflejando así los intereses estatales
de relaciones con la naturaleza y de significados
centralistas, tanto indígenas como europeos [Von
simbólicos?
Mentz, 2008: 21-22].
En las páginas siguientes, después de una bre-
La historiadora precisa que en la región de las
ve referencia a los datos históricos, describiremos
montañas de Cempoala, en el nororiente del esta-
la presencia de las flores en tres distintas comuni-
do de Morelos,
dades de Morelos —Ocotepec, Amilcingo y Zacualpan— y su utilización en el rito del Día de Muertos.
confluían varias culturas en el momento de la Conquista española: la antigua población chichimeca de
LAS FLORES EN MESOAMÉRICA
habla otomiana, los ocuilteca y los matlatzinca y
Las crónicas históricas sobre Mesoamérica no
luego los pueblos tepanecas, xochimilcas, mexicas
consignan mucha información sobre los elemen-
(o tenochca) y los nahuas de Tierra Caliente […] la
tos sensuales y simbólicos de la vida colectiva.
designación tlalhuica o tlahuica quizá estuvo re-
Brígida von Mentz explica que:
lacionada únicamente con su lugar de residencia. CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”
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40
LOURDES ARIZPE
La designación “tierras bajas”, “hundidas” podría
Y añade:
ser una traducción de tlal-huic y estaría contrastada con tlal-nahuac, tierras planas, uniformes
Entre los dependientes o casas de renteros de Tla-
[…] Pero podría estar relacionada también, si el
cochtecuhtli estaban también dos casas de espe-
nombre de una etnia fuese tlahuica, con la raíz
cialistas de las flores (in xochipixcauh y in tlacuch-
tlahui-, con el color rojo, la lumbre y la luminosi-
tecuhtli ytoca) cuya única contribución era cuidar
dad [Ibid.: 64-65].
de las flores. Aunque en el primer caso el señor le CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”
Doña Victoria en su sembradío de flor, Amilcingo, Morelos © lo u r d e s a r i z p e < Tlacololeros de Zumpango del Rio, Guerrero: la exuberancia de la flor © lo u r d e s a r i z p e
41
> Para “Mamuchis” perritos de flor en el camino de bienvenida © lo u r d e s arizpe
había dado una sementera no muy grande (30 × 8
vamos a simular lo que era antes… sencillo, como lo
unidades) a este rentero y dependiente, este solo
que es original, esa es la meta, ese es el pensamien-
se encargaba de las flores y las mujeres de su casa
to de nosotros”. Y aclara que “este pueblo tiene su
elaboraban las mantas [Ibid.: 176-177].
antaño”. En efecto, Ocotepec quiere decir “lugar del cerro de ocotes”, porque antes había muchos de
Las flores, además, estuvieron entre los primeros productos que cruzaron los océanos de ida y
estos árboles, así como Xochitepec significa “Pueblo de flores” y Amatitlán, “Pueblo de amates”.
vuelta. Se fueron las cuetlaxochimeh (nochebuenas)
Luego de aclarar que en Ocotepec son tlahui-
y las cempoalxochimeh, pero llegaron las bugambi-
cas, don Luis explica con una sonrisa que su abuela,
lias y los alcatraces. Hoy, todas ellas se mezclan en
Plácida Flores Flores, “se enfloreó mucho”. Y con-
los patios y jardines de muchas casas mexicanas.
tinúa: “Yo quisiera que mi pueblo no perdiera sus
Diversas fuentes históricas confirman tam-
tradiciones, sus raíces, que no nos avergoncemos
bién que las regiones de Morelos eran conocidas
de nuestros antepasados, que no es ser ignorante
por sus cultivos de flores y por la predilección de
porque me digan indio; sino un indio despierto,
sus pobladores por adornarse con ellas. Todo in-
un indio que se sepa expresar tanto en náhuatl
dica que las tributaban a las ciudades ceremonia-
como en español. Eso es y, como digo siempre, si
les. A través de la etnografía se sabe, por lo tanto,
uno no se sabe palabras, tiene el derecho de decir
de su cultivo y utilización en múltiples prácticas del
que ‘no entendí lo que usted me dijo con esa pa-
patrimonio cultural inmaterial.
labra o en esa forma; quiero que usted me lo diga más sencillo y que yo pueda entenderlo’”. Ahora,
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“MI ABUELA, PLÁCIDA FLORES FLORES,
explica, ya andan con otras cosas, “ya quebrantan
SE ENFLOREÓ MUCHO”
nuestras tradiciones. Eso está pasando por ganar-
En Ocotepec, un poblado enclavado entre Cuerna-
se unos centavos”.
vaca, Tepoztlán y Topilejo, las flores están siempre
Don Luis conserva el patrimonio cultural in-
presentes en las fiestas y ceremonias. Uno de sus
material de Ocotepec elaborando arcos de flores
habitantes, Luis Reyes Flores, dice: “A mí siempre
para los ritos del Día de Muertos y otras festivida-
me ha gustado la tradición, todo lo original… donde
des. Durante la visita estaba terminando un arco de
LOURDES ARIZPE
CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”
43
madera para después “enflorearlo”. Al día siguiente
Genovevo de la O. Se dividió la gente de Baraona, de
nos pidió que lo acompañáramos a cortar las “ver-
Ixtepec. Su jefe inmediato era Emiliano Zapata.
daderas flores de muerto” que, según dice, eran las
Entonces, había todavía ta’tli (el mandón, la au-
que antaño crecían silvestres en todos los campos
toridad), que tenía a su alrededor a sus achichincles.
precisamente en los meses de octubre y noviembre.
“Yo aprendí el náhuatl, pero ya no lo practico,
Lamenta: “Es lo que más que me acuerdo, porque,
ya no hay con quién. Mi esposa ya no quiere hablar
como le digo, me da tristeza. Porque yo con quien
mexicano, cuando se me atranca ella, que sabe cómo
hablo [en mexicano], como ahora que estamos pla-
hablarlo, me ayuda. Ya tenemos edad, ya nos tocó ser
ticando, cuando se encuentra uno, se va uno acor-
huehuetzin (viejos), y pesa ya. Cumplo 88, nací en
dando, cosas que ya se le olvidó, y se acuerda…
1924. Sí sufrimos algo”.
como decir tlazocamati (muchas gracias)”.
En el patio de su casa, rodeadas de guajolotes
Pedro Rosales Aguilar, también de Ocotepec,
y gallos, se asoman las flores que crecen dispersas
reitera que los pobladores son tlahuicas, de acuerdo
entre tejabanes, corrales y maquinaria agrícola.
con lo que sus padres le contaron. Según describe,
Según cuenta el entrevistado, su esposa se ocupa-
los colhuas, que venían de Culhuacán, llegaron a dos
ba de las flores de esos patios, pero ahora lo hacen
barrios de arriba, porque huían del valle de México
sus hijas con sus nietas.
pensando que los españoles no llegarían hasta allá.
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Sus dos abuelas hablaban náhuatl. Su abuelo, quien
LOS PRADOS DE LA VERDADERA
murió en la Revolución, también era de Ocotepec,
“FLOR DE MUERTO”
donde, antes de que llegaran los españoles, “iban a
La verdadera “flor de muerto”, nos explica don Luis
hacer una pirámide y ya tenían el primer piso. Cuan-
—y en ello coinciden todos los entrevistados de Oco-
do pasaron los españoles, la calle se llamaba Camino
tepec— “no es el cempoalxochitl, que dura justamente
Real y llegó Hernán Cortés en 1526, con los fran-
20 días, el tiempo de la fiesta de Miquiztli”. En los
ciscanos. Empezaron la iglesia aquí en 1529”. Y allí
terrenos altos de Ocotepec, justo debajo de “la Pera”
quedó, sobre el primer piso de la pirámide. En 1920,
de la carretera México-Cuernavaca, hay grandes
después de la Revolución, su padre ingresó al cuar-
praderas de flores silvestres. Sobre el prado verde se
tel a los 16 años. Se integró al ejército del general
advierte una capa tenue de color amarillo-naranja.
LOURDES ARIZPE
La flor, a la que ahí le llaman tegajián, crece en for-
los “muertos chiquitos” y la del día 2 para los adul-
ma silvestre en todo el norte de Morelos. Es pequeña
tos, hay otra celebración previa: la noche de los “ma-
y tiene cuatro pétalos abiertos, como indicando los
tados”, es decir, de quienes fallecieron por muerte
cuatro rumbos de Mesoamérica. El último rumbo
violenta. En 2011 hubo 28 ofrendas para estos muer-
parece estar delimitado en el centro, mediante un
tos, la mayoría de ellos jóvenes asesinados. Debido
pequeño pistilo. Se invita a los familiares y amigos
a que la tristeza es grande, a estas ofrendas única-
a recolectar la flor en la época de la Miquiztli. Y con
mente asiste la familia inmediata. No es lo mismo la
ella se hace el camino que sale de la calle o vereda
ofrenda para una anciana que la elaborada en honor
principal hasta llegar a la casa y, de ahí, al altar de
de un joven cuya muerte pudo haberse evitado.
difuntos, repleto de flores y candelas.
Es así como se entreveran las ofrendas en
En las praderas se encuentra también la flor de
Ocotepec, para las que desde hace algunos años
pericón, que consiste en pequeños amasijos de di-
se hacen arcos de flores. Según explica don Luis,
minutas flores amarillas y blancas. Con ella, cada 28
“esto no era usual hace 30 años, pero, empezando,
de septiembre se hacen atados en forma de cruz que
uno dice ‘lo vi bonito’, y pos ora todo el mundo
se colocan en las puertas de las casas con la finalidad
pone arco para la ofrenda nueva, sea de flores, sea
de ahuyentar a los malos espíritus. Además, el peri-
de papel… de cualquier cosa. Para nosotros, como
cón es una flor medicinal y, una vez seca, se apartan
creencia, la ofrenda tiene que estar terminada a
los pequeños tallos que se utilizan para ahuyentar
las doce horas del día. Y en náhuatl decimos:
a los mosquitos de las habitaciones. Como abunda en la época de la Miquiztli y es muy dúctil, también
‘Tonantzin (madrecita), donde estés, escúchame,
se le emplea en los arreglos de arcos y ofrendas.
xicualla trae mota’tzin, moicnihuan, mopilhuan (ven, trae a tu papacito, a tus hermanos, a tus hijos)
“RECORDATORIO DE NUESTROS FINADOS”
nimiztlali xochitl (te puse flores)
En Ocotepec, como en tantos otros pueblos de
nimiztlali candela (te puse candela)
México, las flores desbordan los portales y altares en
nimiztlali tlaxcalli (te puse tortillas)
el Día de Muertos. Y, también como en otros pueblos,
nimiztlali molli (te puse mole)
además de la ceremonia del 1 de noviembre para
nimiztlali chilama (te puse jícama) CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”
45
> Ofrenda nueva a doña Victoria Rosales que murió a los 102 años © lo u r d e s arizpe
umbrales a sucesivas cámaras de lo sagrado.
SIN DUDA, A TODOS NOS HA SUCEDIDO QUE, AL PASAR DE UNA REGIÓN DE MÉXICO A OTRA Y PREGUNTAR CÓMO SE LLAMA UNA FLOR, OBTENEMOS RESPUESTAS MUY VARIADAS.
Al parecer, en Mesoamérica se portaban en las ofrendas o indicaban los umbrales de los sitios ceremoniales. En el México de hoy, los arcos de flores adornan monumentos e iglesias en la fecha de celebración y, en todas partes, el Día de Muertos señalan la entrada de los difuntos hacia el hogar de los vivos. “Con entusiasmo ponemos la ofrenda, porque así me mandó Dios”, asegura don Luis, para luego describir el portal de flores que puso con
nimiztlali popochcomitl (te puse sahumerio) nimiztlali mochiquihuitl (te puse chiquihuite) nimiztlali moayatl (te puse el ayate) nimiztlali mopaño (te puse el paño) motlahualli ticuigas (tu comida para que te la comas )’ ”.3
ENTRAR O SALIR A TRAVÉS DE LAS FLORES En las culturas se observa con frecuencia que los arcos se utilizan con un grado muy alto de simbolismo. Estos elementos separan las esferas pública y privada en sociedades del Mediterráneo. En los templos hinduistas marcan los 3 Las palabras en náhuatl se transcriben literalmente, sin atender a su ortografía o gramática correcta según variantes clásicas del náhuatl, además de que se respetan las frases y palabras del castellano intercaladas.
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LOURDES ARIZPE
la ayuda de sus hijas. Para ambos lados del arco confeccionó dos iglesias con pericón blanco, aunque un poco manchado de gris, “porque es una iglesia vieja, hecha hace 400 años; se ve fea, pero porque así es la piedra cuando es vieja”. Al preguntarle por qué las torres no tienen campana, responde exasperado: “Pues porque se las robaron”. Y matiza diciendo que hay que recurrir al buen humor, hay que “estar gozoso”. “Tlalizqueh xochitl”, dice Pedro Rosales para indicar que se van a poner flores. Además de la tegajián, en el caminito se pone una flor azul, “que florea en el monte; se ve como mazorcas (yelopitzin), tiene forma como de un elote (yelotl) y es para los muertos”. Y explica también que antes se ponían ceras y ocote para alumbrarse, así como pescado
CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”
47
que llegaba de todas las lagunas y ríos, como la
gar por el arco de flores se trata de una ofrenda
laguna de Zempoala. De igual manera, se colocaban
nueva. El señor Juan Mateo comenta: “Estamos
velas “escamadas” en cuya confección destacan los
velando a María Elena Díaz Morales, mi esposa,
artesanos de Ocotepec y otros pueblos morelenses.
que murió en mayo, y a mi mamá, Victoria Rosales
Con la misma cera de abeja se hacen adornos
Mendoza, quien tenía 102 años. Nació el 2 de
muy elaborados que se adhieren a las candelas;
junio de 1910”.
la mayoría de esos adornos son representaciones
Bajo los paños de azul celeste y el suelo api-
de flores. “Cuando los españoles, en la iglesia
sonado con tezontle, más de 50 personas están
les perdonaban del trabajo forzado porque eran
sentadas o moviéndose. Otras 20 atienden a los
artesanos. Así se siguió la tradición de confeccionar
asistentes repartiendo tortillas, tamales y un sa-
velas ‘escamadas’, pero se está perdiendo”.
broso guisado de cerdo. Todos platican, comentan
Don Pedro añade que, al caer la noche, se decía:
lo profuso de las ofrendas llenas de flores, colo-
“Amo titlatia candela” (no has prendido la cande-
res y objetos. “Ponemos ‘flor de muerto’, que tiene
la), seguido de “tiazqueh ni papanogan” para indi-
dos colores, la chica y la más grande; son diferen-
car que “se va a pasar al otro lado cuando se muere
tes, con otro aroma. La gladiola es dondequiera
uno; como en el catolicismo, que hay otro lado”.
para un festejo, un cumpleaños, una boda. Se ponen esos arreglos. El crisantemo es para que com-
48
“SE VAN NOMBRANDO
plemente el color; por ejemplo, esa gladiola va a
A LAS PERSONAS QUE QUEREMOS
ser de flor roja y, para que combine, le ponemos
QUE VENGAN A LA OFRENDA”
esa flor blanca, y si fuera gladiola blanca, le pon-
Es 1 de noviembre de 2011, y Juan Mateo Ortega
dríamos otra clase de flor, que sería de otro color.
Rosales preside la ofrenda en su casa: “Le deci-
Para nosotros es que se vea bien el arreglo. [La flor
mos a mi mamá que traiga a sus papás, a sus her-
de] terciopelo también la usamos para el arreglo”,
manos (que se fueron todos, que también ya es-
abunda don Juan Mateo.
tán descansando), a mi papá, que se nos adelantó
“Según mi papá —continúa—, el morado es el
hace 15 años”. La ofrenda doble ocupa todo el
color de la pasión y la tristeza. Se usa morado y
predio donde están las casas de sus hijos. A juz-
blanco cuando fallece una persona. También se
LOURDES ARIZPE
usa el color naranja, pero esa es tradición de otro
“TARDE O TEMPRANO
país. Ahora ya vienen de otros países, de Canadá,
NOS VAMOS A IR TODOS”
de Alemania. Para nosotros es bonito que nos visi-
Pasan las horas y los días. Quienes reciben el aro-
ten, que saquen una película. Estamos contentos,
ma de las flores y la comida son “los que faltan”,
estamos agradecidos”.
“los que ya se fueron”, “los que se nos adelanta-
Seguimos platicando con él y comentando,
ron” y que, en todo caso, están aquí. Las flores se
entre otras cosas, cómo en la ofrenda dedicada a
reparten entre los vivos para nacimientos, bau-
su mamá pusieron el tletlecuil, el metate, el mol-
tizos, bodas, días de guardar y fiestas que se im-
cajete, el chiquihuite, el ayate… todo aquello que
provisan de repente. Hay tantas flores en México
se usaba en las cocinas de antaño. Sigue pasando
que son ineludibles en cada recorrido, cada paseo,
muchísima gente; los hombres se acercan y emi-
cada jardín, cada traspatio.
ten algunas palabras en voz alta. Los jóvenes se
Aun en otros países, los migrantes mexicanos
arremolinan en las esquinas. Los niños se aso-
se dedicaban a las flores, como el señor Arturo
man a la ofrenda; ven cazuelas de mole, de pollo
Flores, hoy presidente de la Asociación Central de
y de tamales, junto con pirámides de panes, tor-
Cultivadores de Flores de California.
tilleros llenos de tortillas, cervezas y refrescos, botellas de tequila y, en fin, todo lo que las dos di-
Las flores esperan y con las flores se van en el Día de Muertos, como dijo el señor Luis:
funtas seguramente ofrecieron generosamente en vida. Después de un rato platicando, a don
Tla toteotl quinequi (si Dios quiere)
Juan Mateo se le llenan los ojos de lágrimas: “Yo
Ninemiz ascaltesxibe (si vivo de aquí a un año)
no quisiera estar aquí. Yo quisiera que mi esposa
Nimichias (te espero)
y mi mamá estuvieran aquí poniendo la ofren-
Tla’cmo (si no…)
da para otros que fallecieron. Pero vamos a salir
Tihualasqueh (vamos a venir).
adelante”.
CEMPOALXOCHIMEH Y “TEGAJIÁN”
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> El señor Arturo Flores, migrante mexicano, hoy presidente de la Asociación Central de Cultivadores de flores de California, entre sus flores © a rt u r o f lo r e s
BIBLIOGRAFÍA Arizpe, Lourdes (2008). “The Ritual and the Promise: Why People Value Social Ritual?”, en M. Hutter y David Throsby, Beyond Price: In Search of Cultural Value. Cambridge, Cambridge University Press. ________ (2009). Patrimonio cultural inmaterial de México: ritos y festividades. México, Cámara de Diputados, crimunam y Miguel Ángel Porrúa (segunda edición, 2011). ________ (coord.) (2011). Compartir el patrimonio cultural inmaterial: narrativas y representaciones. México, crim-unam y Dirección General de Culturas Populares, Conaculta. Barthes, Roland (1963). “L’imagination du signe”, en Essais Critiques. París, Ed. Seuil. Broda, Johanna (2004). “Ciclos agrícolas en la cosmovisión prehispánica: ritual mexica”, en Johanna Broda y Catharine Good (coords.), Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas: los ritos agrícolas. México, inah-unam-Instituto de Investigaciones Históricas, Conaculta. Foucault, Michel (1984). Les mots et les choses. París, Harmattan. Sautron, Marie (1999). Le chant lyrique en langue nahuatl des anciens Mexicains: la symbolique de la fleur et le oiseau. París, Septentrion.
CONSULTAS EN LÍNEA http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx Consulta: 22 de abril de 2013
INTRODUCCIÓN
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LOURDES ARIZPE
LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA
Un día, los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los pardos terciopelos de la falena, y entonces se sabrá con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema. Alejo Carpentier Los pasos perdidos
L
a simple mención de la civilización azteca evoca en nuestra memoria colectiva una serie de imágenes de imponentes pirámides, esculturas en jade y oro, vestimentas con grandes plumas multicolores, danzas, música de tambor y flauta.
Recuerda, sin duda también, el canto del cenzontle, pájaro de las 400 voces; el enervante perfume de las flores y el amor a nuestro hermano, el hombre; del máximo poeta azteca, Nezahualcóyotl. Sin embargo, en esa memoria colectiva es difícil encontrar rastros del cacao floreciente, las flores de licor divino, la asamblea de águilas y tigres, el hermoso faisán y las < Mariposa que danza la flor de bugambilia © e d i t h p é r e z f lo r e s
sonajas floridas que poblaron los cantos y la poesía en lengua náhuatl antes de la llegada de los españoles. El patrimonio 53
> Huitzilin con azar de limón © edith pérez
inmaterial de la humanidad está constituido por
ticas, como la pintura y la música. El poeta bus-
aquella parte invisible que reside en el espíritu
caba equivalencias pictóricas o musicales en el
f lo r e s
mismo de las culturas. La cultura mexica, como
interior de su poesía (Garibay, 2007).
54
otras civilizaciones mesoamericanas, dejó con-
Confería a su canto una búsqueda del signifi-
centrado su saber en la memoria de sus antepasa-
cado de la existencia humana. La poesía tenía una
dos y la tradición oral.
gran importancia en la sociedad mexica y gozaba
En la antigua Grecia, el poeta era un artista
de gran estima. Los jóvenes nobles acudían al cal-
que recibía la inspiración de las musas y cantaba
mecac para aprender, entre otras cosas, el arte
las hazañas de los dioses o de los héroes acom-
de la poesía y a los cuicacalli para aprender el arte del
pañándose de una lira. Posteriormente, el poeta
canto.
latino, también inspirado por las musas, inter-
Todos los cantos que ahora conocemos provie-
pretaba las hazañas; se distinguía de los otros
nen de dos manuscritos: los Cantares mexicanos y
humanos por ese “don” que le había sido confe-
los Romances de los Señores de la Nueva España.
rido, pero permanecía “hombre” con todas sus
El primero forma parte del fondo franciscano de
debilidades.
la Biblioteca Nacional de México. El manuscrito
En los pueblos mesoamericanos, el poeta era
de los cantares no solo contiene los textos de los
el encargado de entonar los cantos, pero también
poemas, sino también información relacionada
era el dador de vida. Cantaba el misterio de la
con ciertas circunstancias históricas. El segundo
naturaleza y su relación con el hombre. El poeta
se encuentra en la sección “Genaro García” de la
se servía de las palabras que evocaban objetos o
Universidad de Austin, en Texas.
situaciones próximas a él, es decir, con la poesía,
Los estudios actuales sobre literatura náhuatl
que es un arte descriptivo, embellecía la realidad
siguen siendo escasos y forman parte de investi-
ordinaria, no la limitaba a una pintura ilusoria. La
gaciones más centradas en aspectos antropológi-
poesía como forma de conocimiento intuitivo del
cos y arqueológicos. El trabajo del sacerdote Án-
mundo. Era una actividad esencial, era un sacer-
gel María Garibay constituye el punto de partida
docio. La poesía mantenía estrecha relación con
y de referencia de cualquier estudio sobre nuestra
los elementos de la naturaleza y con formas artís-
literatura prehispánica.
ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA
LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL
55
CARACTERÍSTICAS
altas formas de belleza. Así pues las flores, las aves,
DE LA POESÍA NÁHUATL
las piedras preciosas, el oro y, en general, todos los animales y objetos que se evocan constituyen los in-
La poesía convierte la piedra, el color, la palabra y
gredientes privilegiados de esta poesía y conservan
el sonido en imágenes […] y se sirve de ellos para
su primer significado” (Garibay, 2007: 129).
que recobren su naturaleza original. Esta ope-
El náhuatl posee una capacidad de juntar
ración paradójica y contradictoria produce la ima-
raíces y semas y goza de una libertad extrema
gen. Cada poema es único. En cada obra late, con
en la construcción lingüística y sintáctica de las
mayor o menor intensidad toda la poesía. Por tanto,
unidades de significado, en la formulación de
la lectura de un solo poema nos revelará con ma-
conceptos y en la creación musical, melódica y
yor certeza que cualquier investigación histórica o
rítmica (Sautron, 1999: 81). Este aspecto multi-
filológica qué es la poesía [Paz, 2003: 29].
forme y abierto de la lengua provoca una acumulación de imágenes; de allí la inspiración poética.
56
Como ya mencionamos, la fuerza de la poesía
Asimismo, muchos términos en náhuatl están
náhuatl reside en la relación entre la experiencia
intrínsecamente habitados por sonidos que los
del mundo y la presencia de los dioses, así como en
acercan en cierta medida a la onomatopeya.
la fuerza de las emociones masivas que se proyecta
Igualmente, la pronunciación de cada palabra es
en una visión visceral y hasta inocente de la vida.
portadora de sonidos y suscita, entre otros aspec-
La poesía es designada por un par de metáforas: in
tos, un clima, despierta una impresión, insinúa
xochitl, in cuicatl, “la flor y el canto”. Esta denomi-
un sentimiento, desencadena una emoción y, ade-
nación denota una actividad espontánea, un instan-
más, contribuye a hacer crecer el tenor musical
te efímero de belleza y de verdad, simbolizada por
de algunas palabras o emociones (Sautron, 1999:
el canto y la flor. Según los mexicas, la flor se dirige
87). Un ejemplo de esto es la palabra huitzilin o
hacia el cielo y el canto vuela hacia los aires. “La
huitzitzilin, que significa “colibrí”. Estas palabras
poesía es a la vez colores, melodías, sonoridad. Pa-
transcriben el sonido agudo tan rápido y casi
labras, frases, ritmos que suscitan emociones, des-
inaudible de la oscilación de las alas de dicha
piertan sentimientos y abren el espíritu a las más
ave, que producen ese zumbido.
ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA
Tzilini (sonar) Tzi- tzilini (sonar ruidosamente)
En náhuatl, la palabra se caracteriza por la unión o aglutinación de dos o más raíces representadas generalmente por un radical y afijos, pre-
El prefijo en este caso redobla e intensifica la
fijos y sufijos de tipo nominal, adjetival, verbal,
acción del verbo, acentuando así el sonido produ-
personal y posesivo. La formación del sustantivo
cido por el colibrí.
obedece, por ejemplo, a una regla común: la
El binomio in izquixochitl, in cacahuaxochitl
unión de un radical que sea de una forma absolu-
unifica literalmente “flor de maíz tostado, flor de
ta o de una composición de dos o más unidades
cacao”. Sin embargo, en términos metafóricos es
y de un sufijo nominal. Por ejemplo, papalo-tl
la expresión de la belleza por excelencia, del refi-
(mariposa) cuauh-tli (águila) quechol-li (ave de
namiento, de la riqueza, del prestigio de los hom-
cuello de hule).
bres, de las ciudades, de los cantos, de la música, del placer, de la alegría.
Otros sustantivos pueden formarse a partir de ese radical (Garibay, 2007: 78):
La complicidad lingüística de esas dos flores se traduce en un solo término: cacahualzquixo-
Papalo-calli (casa de mariposas)
chitl. Al juntarlos en una sola flor, una morfolo-
Cuauh-cuicatl (canto de águila)
gía y un aroma muy distintos amplifican y mag-
Quechol-tototl (pájaro hermoso)
nifican la belleza y las sensaciones. En suma, los dos miembros del binomio se interpretarán para designar un solo orden de imágenes metafóricas.
Y de ahí las combinaciones se multiplican con gran facilidad:
Así, pues, este aspecto multiforme y abierto de la lengua propicia una acumulación de imá-
Sustantivo + sustantivo:
genes. La creación poética implica una cierta in-
Teotl-texcalli-teotexcalli (piedra divina)
accesibilidad y un contenido metafórico hermé-
Pronombre posesivo + sustantivo:
tico, que puede implicar un fallo en la traducción
no cuauh (mi águila)
debido a las restricciones de nuestra mentalidad
Sustantivo + adjetivo:
occidental.
Teocuitlaxochitl (flor aurea) LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL
57
58
ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA
Sustantivo + verbo:
LA LENGUA Y SU FUNCIÓN METAFÓRICA
Nixochitemoa (busco flores)
Una de las expresiones de la metáfora que el ná-
Sustantivo + prefijo personal verbal:
huatl valora particularmente es la que Ángel
Ni tecuhtli (soy príncipe)
María Garibay designa como “difracismo” y que
Sustantivo + prefijo personal nominal:
consiste en juntar dos metáforas para expresar
Nocal (mi casa)
simbólicamente un pensamiento. Por ejemplo,
Verbo + verbo (yauh) para indicar disposición a la acción:
in atl, in tepetl, in ihuitl, “el agua, la montaña”, y metafóricamente, el imperio, la ciudad, como
Nitlawayauch (voy a comer)
un recordatorio de la posición geográfica de las
Adverbio + verbo:
altas planicies de México, donde reinaba el im-
Nacotlachia (veo hacia arriba)
perio azteca entre montes y lagunas.
Chico_mal (al revés)
< Flor de suave algodón © edith pérez f lo r e s
Las fronteras son siempre imprecisas y las
Chicomati (sospechar)
imágenes están constantemente en movimiento.
Adjetivo + sustantivo+sujeto posesivo:
Los poemas son pequeñas secuencias, que parti-
mo-xochi-huehue-uh (tu tambor florido)
cipan en la instauración de una unidad de comprensión, a veces inaccesibles.
De una manera general, la unión de dos o más
La palabra genérica para designar “flor”, xo-
raíces no se limita a una yuxtaposición de ideas.
chitl, aparece aislada, en composición con otros
Al contrario, remite a un concepto de conjunto
vocablos, colocada a voluntad en la cabeza de
muy particular: el canto del águila no se refiere al
un grupo de palabras como prefijo, con el valor
canto del pájaro, sino a una composición poética
de un adjetivo, insertada en el corazón de una
que tiene por tema la guerra.
expresión o al final de una combinación de vo-
En toda combinación terminológica náhuatl,
cablos y utilizada de manera activa o pasiva. Su
el elemento final es generalmente determinante
posición no es fruto del azar; lleva y soporta la
en el eje semántico.
acción a la vez. Esta función lingüística le otorga un papel esencial en la sintaxis de la lengua y, sobre todo, del discurso lírico (Sautron, 2001: 44). LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL
59
©
> Flor que te quiero en racimo, racimo de plátano edith pérez f lo r e s
Ya se estremece, ya se esparce […]
EN LOS PUEBLOS MESOAMERICANOS, EL POETA ERA EL ENCARGADO DE ENTONAR LOS CANTOS, PERO TAMBIÉN ERA EL DADOR DE VIDA. CANTABA EL MISTERIO DE LA NATURALEZA Y SU RELACIÓN CON EL HOMBRE.
Tú te has convertido en árbol florido: Abres tus ramas y te doblega: Te has presentado ante el dador de vida: En su presencia abres tus ramas: Nosotros somos variadas flores.
En estas líneas encontramos un diálogo entre dos poetas y se compara al rey Nezahualcóyotl con el árbol florido de Tamoanchán que podemos observar en los códices y murales de Teotihuacan. Y continúa más adelante: Flores de cuervo, flores de manita
La palabra xochitl es un verdadero paradigma
Tú esparces, tú haces caer
polivalente, reutilizable en múltiples contextos y
En medio de las flores.
que recubre diferentes aspectos de concentración
Ah sí, soy feliz,
semántica y simbólica. Es alrededor de ella que el
Yo, el príncipe Nezahualcóyotl
discurso poético se desarrolla. En ella reposa una
Juntando estoy joyas, anchos penachos de quetzal,
gran parte de la capacidad evocadora del canto
Estoy contemplando el rastro de los jades.
náhuatl. En el canto:
En este ejemplo, cacaloxochitl (flor de cuervo) se refiere a la Plumeria acutifolia que se ofrecía en
60
El árbol florido
la fiesta de Tlaxochimaco y figura en el Códice Ba-
Ya se difunde, ya se difunde nuestro canto
diano. La otra es mayexochitl (flor de manita), que
En medio de joyas, en medio de oro
se refiere a la Chiranthodendron pentadactylon,
Se ensancha el árbol florido
una flor vistosa de color rojo intenso, solitaria y
ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA
LA FLOR EN LA POESÍA NÁHUATL
61
Flor silvestre que saludas a la flor milpa seca © edith pérez f lo r e s
con el aspecto de una mano con garras. Figura en
Que por todo el país son libadas:
el Códice Florentino (Garibay, 2007: 44). Am-
¡eso son los príncipes!
bas flores en este canto comparan las cosas más
Maravillosamente perduran en Colhuacan
ricas, como los jades y los plumajes finos, y se ex-
Las preciosas pinturas y el cúmulo de libros:
presa a través de ellas que finalmente todo se des-
Allí perduran siempre las flores preciosas,
truye, como la vida de una flor; es un reflejo de lo
Allí abren sus corolas flores del corazón.
efímero de la vida humana (Ibid.: 44). Colhuacan era para los mexicanos el solar de La ofrenda perpetua
su nobleza. Decir que allá están las pinturas y los
Allí perduran siempre las flores preciosas,
libros es como si se afirmara que en tal archivo
Allí abren sus corolas flores del corazón.
está escrito su abolengo.
Son flores del autor de la vida
62
ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA
Las flores cacahuaxochitl y yoloxochitl (Talauma
Flores de cuervo
mexicana) se entienden aquí como las flores de Dios:
Se están entretejiendo:
los corazones humanos fruto de la Guerra Florida.
¡Ah, son tus flores, Oh, Dios!
En la guerra con Chalco
Solo hemos venido a tomar prestados
con águilas y con tigres
Tu tambor florido,
haya abrazos, oh príncipes.
Tu sonaja,
Hacen estruendo los escudos.
Tu canto:
Ésta es la unión para hacer cautivos.
¡Ah, son tus flores,
Sobre nosotros se difunden,
Oh, Dios!
sobre nosotros llueven las flores de la batalla.
Observamos en el canto la apelación a los Este poema corresponde a las guerras de
sentidos. La vista percibe el amarillo de las flores;
Chalco y está formado por cuatro cantos entre-
el oído el tambor, la sonaja y el canto; el olfato lo
lazados que figuran en el Códice en Cruz. Es un
oliente de las flores, y con el tacto se entretejen
canto lleno de motivos florales, todos ellos en sen-
las flores. El simbolismo de la flor en sus cinco
tido figurado. Por ejemplo, la necalizxochitl (flor
sentidos para expresar lo efímero del mundo, la
de batalla) representa el prisionero que en ella se
tristeza al principio, el ánimo y la fuerza al final. Como diría Octavio Paz: “una sociedad sin
atrapa.
poesía carecería de lenguaje. Todos dirían la misAmarillas flores,
ma cosa o ninguna. La sociedad creadora se trans-
Flores bien olientes,
forma en poema vivo, y de poema, en vida social,
Flores preciosas,
en imagen encarnada” (Paz, 2003: 253).
©
> Flor de frijol chino en temporal edith pérez f lo r e s
BIBLIOGRAFÍA Garibay K., Ángel María (1964). Poesía náhuatl. México, unam-Instituto de Investigaciones Históricas, Seminario de Cultura Náhuatl. ________ (1992). Historia de la literatura náhuatl. México, Porrúa, colección “Sepan Cuántos…”, núm. 626. ________ (1997). Panorama literario de los pueblos nahuas. México, Porrúa, colección “Sepan Cuántos…”, núm. 22. ________ (2007). La llave del náhuatl. México, Porrúa, colección “Sepan Cuántos…”, núm. 706. Paz, Octavio (2003). El arco y la lira. México, Fondo de Cultura Económica. Sahagún, Fray Bernardino de (1992). Historia general de las cosas de la Nueva España. México, Porrúa, colección “Sepan Cuántos…”, núm. 300. Sautron, Marie (1999). La nature polisyunthétique de la langue Nahuatl classique et son rapport avec la création poétique. Villeneuve-d’Ascq, Septentrion. ________ (2001). “In izquixochitl in cacahuaxochitl. Presencia y significación de un binomio floral en el discurso poético náhuatl prehispánico”, en Literatura mexicana. México, unam-Instituto de Investigaciones Filológicas.
CONSULTAS EN LÍNEA http://www.reunion.iufm.fr/Recherche/Expressions/17/ Sautron.pdf. Consulta: 24 de diciembre de 2012.
INTRODUCCIÓN
65
LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES ENTRE LOS NAHUAS DEL ALTO BALSAS, GUERRERO CATHARINE GOOD ESHELMAN
E
l presente trabajo se basa en la investigación etnográfica realizada en una región indígena nahua-hablante, en el estado de Guerrero. Aquí describimos una serie de contextos sociales y rituales destacando el uso de las flores. No obstante
que nuestra investigación se centra en la vida económica, la organización social y la acción ceremonial en general, sin atención especial en las flores, los registros fotográficos y los diarios de campo documentan la omnipresencia de las flores en una gran variedad de momentos de la vida colectiva de la comunidad. Antes de proponer una interpretación sobre la inten< Flor que corona tu cuerpo de espinas © e d i t h p é r e z f lo r e s
cionalidad y eficacia de las flores desde la perspectiva de los nahuas, describimos cuándo, dónde y cómo las utilizan. Esto 67
incluye necesariamente su arreglo para su uso en
Los cerros inmediatos más altos llegan a tener
situaciones de diferente índole.
1 ,200 metros de altura. El paisaje se transforma dramáticamente entre la época de calor y sequía
LA REGIÓN Y SU ECOLOGÍA
y la época de lluvias. Hay largas y calurosas tem-
Para esta investigación nos enfocamos en ocho
poradas de sequía, entre octubre y mayo, y cortas e
pueblos que desarrollaron un extenso comercio de
intensas temporadas de lluvias, de junio a septiem-
artesanías para el turismo, a partir de 1961, cuando
bre. La escasa precipitación afecta negativamente
empezaron a trasladar motivos estilizados pintados
a la agricultura. La lluvia es tema central en la vida
en la alfarería tradicional al rústico papel amate en
ritual, y estas difíciles condiciones ecológicas ex-
San Agustín Oapan y Ameyaltepec. Durante 30 años,
plican en buena medida la importancia simbólica
estas ocho comunidades y otras vecinas alcanzaron
de las flores en estos pueblos. Además del culti-
un buen nivel de prosperidad económica por la
vo de las milpas durante la temporada de lluvias,
venta de artesanías en toda la República Mexicana
los nahuas aprovechan su entorno para recolec-
(Good, 1988), pero desde 1994, sus ingresos han dis-
tar diferentes tipos de quelites, frutas, semillas e
minuido sustancialmente. No obstante, la ausencia
insectos comestibles;1 obtienen plantas medici-
prolongada de los habitantes de esas comunidades,
nales, leña para la cocina, materiales de construc-
debido a la venta ambulante, siguen reproduciendo
ción como la palma, el zacate o los cactos para la
aspectos clave de su tradición cultural náhuatl, que
vivienda tradicional, junto con flores y hojas tier-
se observa en su intensa vida ceremonial plasmada
nas y verdes para adornar altares y ofrendas.
en las pinturas sobre papel amate, donde representan los ritos, los paisajes de su entorno, junto con las
LAS FLORES ENTRE LOS NAHUAS:
costumbres de la gente (Good, 2001).
OBSERVACIONES ETNOGRÁFICAS
Todos los pueblos de la región del Alto Bal-
En la región del Alto Balsas, la palabra más común
sas se encuentran entre 500 y 800 metros sobre
para designar “flor” es xochitl, aunque este término
el nivel del mar, en medio de la accidentada Sierra
se utiliza también para las hojas nuevas de árboles
Madre del Sur, en una zona de bosque tropical seco caracterizado por flora y fauna endémica. 68
CATHARINE GOOD ESHELMAN
Para una lista completa, véase González y Hersch, 2005: 116-168.
1
o caña que se ponen en las ofrendas cuando em-
jos de hojas verdes que se dan toda la temporada de
piezan a retoñar. Por su parte, celic se refiere a la
sequía en lugares húmedos o después de caer las pri-
ternura de las hojas o flores nuevas que empiezan a
meras lluvias, en mayo o junio. Por lo regular, los
darse pero que aún no brotan. No es una zona pro-
niños o niñas de 7 a 11 años van en grupos a jugar al
ductora de flores comerciales, pero muchas fami-
campo y buscan estas flores silvestres. Los adultos,
lias siembran cempoalxochitl en las milpas y en sus
hombres y mujeres, pueden traerlas cuando van al
patios. También cuidan plantas que florean en
monte para diferentes propósitos, como cortar leña,
macetas sin fines rituales o sociales importantes;
acarrear agua o lavar ropa en manantiales alejados
más bien las aprecian como adornos que “refres-
del pueblo; recolectar plantas o frutas comestibles;
can” el ambiente con su follaje y color. Recolectan
trabajar en las milpas, o vigilar el ganado mayor.
otras flores en el campo, especialmente la flor de
Los habitantes originarios de la zona com-
mayo o cacaloxochitl y la bromélida, así como mano-
pran flores en comunidades campesinas alredeLOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES
Huentle, ofrenda de comida “a los Aires”, Coatetelco, Morelos © edith pérez f lo r e s
69
70
dor de Iguala que se especializan en la siembra co-
tas para ofrecer cempoalxochitl y flor de terciopelo
mercial. En este caso prefieren las gladiolas, por
para las ofrendas.
sus variados colores brillantes, y los nardos, cuyo
Las propiedades de las flores que aprecian los
aroma dulce es muy apreciado. Desde el inicio de
nahuas son principalmente el olor y el color. La for-
este trabajo de campo en Ameyaltepec, en 1977,
ma puede ser una consideración adicional, aunque
observamos que, de regreso al pueblo, los comer-
no es necesario que la flor sea perfecta mientras
ciantes compraban grandes rollos de estas flores y
tenga un color fuerte y un aroma agradable, fresco.
los transportaban desde la carretera hasta su casa
El olor es tan importante que los nahuas siempre
en burros o mulas para después llevarlos a la igle-
incluyen la albahaca en las ofrendas, sobre todo las
sia de la Virgen de la Concepción. Consideraban
hojas verdes con las pequeñas espigas de flores pur-
que ella les había enseñado el trabajo de pintar
púreas. Casi todas las casas tienen matas de estas
en papel amate y vender artesanías, un negocio
plantas, ya sea en el patio o en macetas, que utili-
muy lucrativo en esa época. Agasajar a la Virgen
zan como flor para las ofrendas, no para sazonar
con estas flores era una manera de agradecerle la
la comida. Por su parte, la palabra ahuiac significa
prosperidad. A partir de los años noventa empe-
“algo con un aroma agradable, dulce o perfu-
zaron a usar arreglos de flores artificiales como
mado”: puede referirse a la comida o a las flores,
parte de las celebraciones de la clausura del curso
igualmente los hombres dicen esto de una mujer
escolar. Algunas familias incluyen ahora arreglos
atractiva. El énfasis en el olor tiene que ver con la
comprados de flores frescas —alcatraces, crisan-
capacidad de atraer y guiar a entes no corporales,
temos, claveles o margaritas— para las ofrendas
junto con la flama de las velas, el incienso y el so-
del Día de Todos los Santos. Estas variedades
nido de la música o las plegarias.
figuran como complementos; no sustituyen a las
Dicen que los santos y los difuntos consumen
flores tradicionales: cempoalxochitl, cacaloxochitl
los olores y sabores de las ofrendas, pero no las co-
y flor de terciopelo. El Día de Todos los Santos
men porque carecen de cuerpo. Por este motivo, los
hay una gran demanda de flores, y desde la aper-
platillos y las bebidas deben tener sabores fuertes:
tura de los caminos de terracería, a finales de los
mucha canela en el café, el atole, o el chocolate;
años ochenta, llegan los vendedores en camione-
mucho chile y hierbas como el laurel, el cilantro,
CATHARINE GOOD ESHELMAN
la hierbabuena en el caldo de pollo; mucha fruta madura. El incienso de copal y las velas de cera de abeja u hormiga, que emiten un olor dulce distintivo, atraen a las almas y a otros entes a los altares. Todos los seres sobrenaturales, incluyendo los santos, disfrutan de los vapores, sabores y aromas, lo que los nahuas describen como tlazohtic, “algo apreciado” o “la esencia” que pueden llevar consigo. De ahí la importancia de las flores y las hojas con olor fuerte. Las flores aparecen constantemente en las ofrendas tanto para las imágenes de los “santos”, lo que incluye además cruces, vírgenes y cristos, como para los difuntos. También están presentes en ceremonias agrícolas o ritos dedicados a diferentes elementos naturales personificados, como los manantiales, los cerros, las cuevas, las hormigas y los aires.
LAS PROPIEDADES DE LAS FLORES QUE APRECIAN LOS NAHUAS SON PRINCIPALMENTE EL OLOR Y EL COLOR. LA FORMA PUEDE SER UNA CONSIDERACIÓN ADICIONAL, AUNQUE NO ES NECESARIO QUE LA FLOR SEA PERFECTA MIENTRAS TENGA UN COLOR FUERTE Y UN AROMA AGRADABLE, FRESCO.
Las flores se transfieren con otros bienes entre diferentes grupos de personas estructuralmente dis-
nen de visita o que circulan en las procesiones.
tintos en los ritos de ciclo de vida, especialmente
Asimismo, los chiquihuites de pan y chocolate y
en los bautizos, los regalos ceremoniales, como la
los guajalotes se entregan a la familia de la novia
ropa que los padrinos de bautizo y de confirmación
como parte de los intercambios matrimoniales. Se
deben hacer a sus ahijados después de realizar el
da el mismo uso para honrar y destacar las imáge-
sacramento, el lavado de las manos, los matrimo-
nes y ciertas personas clave en un acontecimiento
nios y los entierros. Colocadas sobre personas u
ceremonial, entre ellos, los mayordomos de una
objetos, las flores en collares coronan y adornan
fiesta o los padrinos de alguna imagen o promesa,
las imágenes de los “santos” peregrinos que vie-
los novios y sus padres, junto con los padrinos de LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES
71
(hojas), así como una o varias velas. En la región
A VECES, A LOS DIFUNTOS SE LES LLAMA EHECAMEH, VIENTOS O “AIRECITOS”, PORQUE SU PRESENCIA SE SIENTE AUNQUE NO SE VEA. la boda durante las celebraciones de los matrimonios, y las autoridades civiles y religiosas cuando aceptan o dejan un cargo. En este caso, las flores sirven para indicar quiénes son los actores principales y como reconocimiento del esfuerzo ya realizado por las autoridades o los mayordomos. En una boda enfatizan el cambio de estatus de los novios y sus padrinos y padres. En suma, hemos observado el uso de las flores entre los nahuas, como adorno, ofrenda, don, reliquia e indicador de un nuevo estatus o un cambio del mismo. En su gran mayoría, las flores son frescas y pueden presentarse de distintas maneras. El uso más destacado es en cadenas. También pueden prepararse manojos, que generalmente incluyen flores, hojas verdes como la albahaca y otros retoños, llamados en este contexto xochitl(flor) y no xihuitl 72
CATHARINE GOOD ESHELMAN
del Alto Balsas no hemos visto manojos de flores en cantidades específicas de acuerdo con el simbolismo numérico, o amarradas en estructuras formales, como se observa en otras regiones de Guerrero y la Huasteca (según los testimonios de Arturo Gómez y Daniele Dehouve). Pero sí hay un protocolo de lo que debe incluir la presentación mínima por persona: una flor, una vela y una hoja verde para ofrecerla a los santos o los difuntos. Como ofrenda para las imágenes de los santos o en los altares caseros, las flores se colocan con tallos largos en floreros (o cubetas) sobre el altar, las mesas y el piso. Cuando se presentan flores, velas y otros bienes para algún santo, los encargados de la imagen preparan una batea de flores recortadas que los visitantes pueden llevarse como reliquia. Al despedirse, cada persona recoge la flor, la ofrece a la imagen trazando el signo de la cruz en el aire y, si puede acercarse, frota ligeramente dicha imagen con la flor para impregnarla de su “fuerza”. Los nahuas colocan horizontalmente flores con tallos largos sobre la tierra, sobre todo en rituales para los difuntos, ceremonias curativas o ritos agrícolas. Es conveniente mencionar que usan hojas verdes como una especie de tapete sobre los altares de piedra, antes de poner los demás elementos
de la ofrenda. También esparcen pétalos de flores
de cadenas, esta labor recae en los miembros del
alrededor de los altares en el campo, después de
grupo doméstico.
terminar las ofrendas, a lo largo del camino de las procesiones o desde la reja de la casa hasta la mesa,
LAS FLORES EN LOS RITUALES
a fin de crear un sendero para los difuntos.
La celebración ritual del ciclo agrícola de los na-
Las cadenas de flores se forman principal-
huas, asociado al cultivo del maíz, consta de ofren-
mente con cempoalxochitl, porque es la flor más
das que se hacen en los cerros más altos de manera
abundante, aunque para las ofrendas agrícolas tam-
simultánea, repetitiva y secuencial (Good, 2013).
bién se elaboran con cacaloxochitl, en caso de con-
La primera etapa, que es la más compleja, co-
seguirse. Las flores se engarzan entre sí con tiras
mienza alrededor del 20 de abril con peregrina-
de palma cortada para hacer hilos que se amarran
ciones a una falla geológica llamada Ostotempan
con la finalidad de obtener la forma de coronas y
(Good, 2007) y termina el 3 de mayo, fecha que
collares. Este acto de colocar las cadenas, al que
coincide con la fiesta de la Santa Cruz en el calen-
llaman “rodear de flores”, tiene un simbolismo
dario católico (Broda, 2001). Algunos ritos se re-
importante para sacralizar u honrar a una per-
piten durante la temporada de lluvias, conforme
sona, una imagen, o un bien que se va a transferir
van creciendo las milpas, y el ciclo se cierra con
en diferentes contextos sociales. Al parecer, esta
la fiesta de San Miguel, el 28 y 29 de septiembre, y la
acción de “rodear de flores” invoca concepciones
ofrenda de Todos los Santos, ambas dedicadas a los
de la entrada al inframundo, además de conectar
difuntos durante el periodo de cosecha.
niveles de la Tierra y el cielo. En la elaboración
Con la finalidad de ilustrar la omnipresencia
de estas cadenas pueden trabajar hombres y mu-
de las flores en los rituales, a continuación descri-
jeres adultos, así como niños y niñas. Cuando se
bimos algunas ceremonias vinculadas con el tra-
requieren grandes cantidades —por ejemplo, para
bajo agrícola y determinados aspectos de los ritos
adornar las cruces y los santos en una fiesta—, los
para los difuntos.
oficiales que realizan servicios para el pueblo reú-
En todas las comunidades, los nahuas colocan
nen a la gente en la iglesia y la conminan a trabajar
ofrendas colectivas tres veces el año: el 2 de mayo,
colectivamente. En caso de una cantidad menor
el 15 de agosto y el 13 de septiembre. Estos ritos LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES
73
74
CATHARINE GOOD ESHELMAN
se describen en detalle en otras publicaciones,
mujeres preparan las flores para adornar las cru-
en Good (2001) y Broda (2001), de manera que solo
ces y los altares con los oficiales en turno. Todas
resumiremos algunas de sus características sobre-
las muchachas llevan flores y velas, que se colo-
salientes en el caso de Ameyaltepec, con la acla-
can sobre el altar. Deben “chillar” para llamar a
ración de que la acción ritual es básicamente la
la lluvia, mientras los rezanderos recitan rosarios,
misma en toda la región. Las niñas del pueblo,
los músicos tocan y los oficiales religiosos truenan
con edades entre 6 y 14 años, preparan comi-
cohetes. Al atardecer reparten la comida entre los
das especiales en la casa del oficial religioso más
participantes, y después todos descienden con la
importante, bajo la dirección de las esposas de los
puesta del sol para dejar “descansar” a la Virgen
oficiales religiosos y algunas mujeres especialistas
de la Natividad en una casa, en la orilla del pueblo,
en rituales, las Ilamatzitzinteh. Después, las mu-
donde recibe ofrendas de velas y flores de diferen-
chachas cargan la imagen de la Virgen de la Nati-
tes familias.
vidad de la iglesia del pueblo y, junto con las espe-
En la noche, todos acuden a la casa donde des-
cialistas, los músicos, los rezanderos y los oficiales
cansó la imagen para acompañarla, al lado de los
de la iglesia, suben a la cima del cerro más alto,
músicos, los rezanderos, las danzas de pastoras y
donde colocan la ofrenda en un antiguo altar de
los oficiales civiles, hasta la iglesia. En mayo, los ofi-
piedra que ostenta tres cruces de madera.
ciales religiosos reúnen las cruces de todos los alta-
La ofrenda consta de tamales, gallinas de ran-
res del campo alrededor del pueblo, las adornan con
cho en mole de semilla de calabaza y fruta, ade-
cadenas de flores y salen a recibir a la Virgen en una
más de otros elementos, como velas, sal, agua e
gran procesión que avanza alrededor de la iglesia
incienso de copal. Los oficiales que dan servicio
antes de entrar en la misma. Todas las cruces y las
anual en la iglesia adornan el altar con un arco de
imágenes de santos de la iglesia se cubren con colla-
tiernas hojas verdes que cortaron y prepararon
res de cempoalxochitl y cacaloxochitl, y ostentan en
antes del día de la ofrenda; tapizan el altar con es-
sus altares floreros con gladiolas y nardos. Durante
tas hojas. Las mujeres ritualistas “visten” las cru-
y después de la procesión, los asistentes llevan ma-
ces con “ropa”, listones de colores y collares de
nojos de flores, hojas verdes y velas para ofrecer; los
flores, además de poner ramos y manojos. Estas
oficiales recogen estos dones en grandes bateas y LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES
< Huentle de mole verde, tamales nejos, cera y chocolate © edith pérez f lo r e s
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los incorporan al arreglo del altar. A veces, es tal la
septiembre la llevan a la milpa y la colocan en un
abundancia de flores y hojas que las imágenes se
altar provisional construido con piedra, para re-
pierden bajo los montículos.
cibir como ofrenda los primeros productos de la
El 13 de septiembre tiene lugar la última ce-
milpa recién cosechados: flores, elotes tiernos,
lebración de este ciclo de ritos en los cerros. Ese
ejotes, chiles, melones, sandías. No faltan las flo-
día se llama ixilocruz, “la cruz del jilote”, ya que
res de cempoalxochitl, que los nahuas siembran en
marca la aparición del jilote (xilotl), cuando se
la milpa, y otras flores silvestres que cortan en el
considera que el maíz está en flor. De hecho, es
campo alrededor de las parcelas.
cuando se forma la mazorca tierna, momento
Las familias regresan al pueblo con la cruz de
crítico del ciclo productivo y reproductivo de la
los mantenimientos, las flores, los chiles, los ejo-
planta. En esta fecha, mientras las muchachas del
tes, los melones recién cortados en sus parcelas y,
pueblo hacen su ofrenda, todas las familias que
lo más importante, los primeros elotes tiernos. En la
sembraron visitan sus milpas para colocar flo-
tarde llevan estos cocidos al vapor como ofrenda
res de cempoalxochitl en las matas de maíz, justo
a las cruces de la iglesia y los colocan frente a la
donde aparece el jilote. Sahúman las plantas con
Virgen de la Concepción y las otras imágenes. Si
copal por los cuatro lados y “respetan” los elotes
la temporada de lluvias ha sido buena, dentro del
en las matas de cada esquina de la parcela, dejan-
templo se forman grandes montones de elotes, que
do allí pequeñas cruces hechas de palma bendita,
se adornan con muchas flores de cempoalxochitl
distribuida el Domingo de Ramos en Oapan, así
en cadenas y con manojos de hojas. La ofrenda
como flores o, en ocasiones, pequeñas coronas de
es una recreación de la abundancia de un paraíso
cempoalxochitl. Después de florear y bendecir la
agrícola; las flores, los productos de la milpa y las
milpa con copal, construyen en medio un peque-
hojas verdes evocan la frescura y el crecimiento de
ño altar de piedra con una cruz de madera pintada
la vegetación en la época de lluvias. Esa noche, los
con elementos agrícolas (elotes, chiles, melones,
oficiales religiosos en turno distribuyen estos elo-
calabazas, cempoalxochitl). Cada familia guarda
tes ofrendados entre todos los participantes de la
esta cruz, llamada “la cruz de los mantenimien-
procesión, especialmente entre los niños, las mu-
tos”, durante un año en el altar familiar. El 13 de
jeres y los ancianos, y todos reciben a la Virgen de
CATHARINE GOOD ESHELMAN
la Natividad cuando regresa del cerro con las mu-
2004). Se dice que los muertos están presentes en
chachas del pueblo.
la comunidad durante todo el mes de octubre,
Las tres celebraciones en los cerros compar-
por lo que los altares familiares reciben a dia-
ten la misma estructura general y abarcan el ciclo
rio pequeñas ofrendas de comida y flores. Otras
de crecimiento del maíz y las labores en el campo.
ofrendas colectivas, consideradas de despedida,
Inician con la petición de lluvias y la bendición de
son las más grandes y vistosas; se preparan los tres
la semilla durante Cuaresma y continúan hasta el
días previos al de Todos los Santos en el calenda-
2 y 3 de mayo. De ahí se da paso al periodo crítico
rio católico. El último día, el 2 de noviembre, las
de crecimiento de la milpa, que requiere de lluvias
ofrendas se colocan de nuevo sobre las tumbas y
constantes, lo que culmina con otra ofrenda en el
en las casas; incluyen ollas vacías, morrales de ixt-
cerro el 15 de agosto. Finalmente, la celebración
le y servilletas para que los difuntos puedan llevar
de los primeros elotes tiene lugar el 13 de septiem-
la comida consigo, compartirla con otras almas y
bre. Y en todo momento, las flores y las hojas tier-
consumirla durante todo el año. En ellas debe ha-
nas están presentes.
ber productos agrícolas de los sembradíos familiares —elote, melón, sandía, calabaza— y tamales
OFRENDAS PARA LOS DIFUNTOS
elaborados con maíz y frijol de sus propias milpas.
Dos semanas después, el 29 de septiembre, los na-
El caldo y la carne para esta ofrenda se preparan
huas preparan una ofrenda para los muertos. Esto
con gallinas de rancho porque, según se dice, “su
ocurre un día después de la fiesta de San Miguel,
carne está limpia”, ya que se alimentaron con
que coincide con una gran abundancia de elotes
“puro maíz”, al contrario de los pollos de granja,
en las milpas. Además, está muy próximo el mes en
que crecieron con alimento industrializado y que
que los muertos andan entre los vivos. La prime-
no son apropiados para ofrendar.
ra ofrenda, la de “bienvenida”, consiste en elotes,
En las casas de Ameyaltepec hay un plato para
calabazas y otros productos provenientes de los
cada persona o cada matrimonio (los casados co-
sembradíos, que se colocan tanto sobre las tumbas
men normalmente del mismo plato). Cada familia
como en los altares familiares de la casa donde vi-
prepara un altar grande para sus propios muertos
vió el difunto en el momento de su muerte (Good,
y, a la vez, recibe los platos de comida que provieLOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES
77
> Cadena de cempoalxochitl vistiendo cruz en Tejalpa, Morelos © edith pérez f lo r e s
78
nen de otras casas, donde vive “la gente” del di-
sahúma el altar con incienso. Saluda a las almas
funto, es decir, sobrinos, nietos, ahijados o com-
y las invita a comer. Aun cuando las ofrendas son
padres. Por eso, en un altar determinado puede
grandes y costosas, siempre ofrece disculpas a los
haber varios platos para la misma “almita”, traídos
muertos; insiste en que los miembros de la casa
por representantes de diferentes familias con las
hicieron el máximo esfuerzo, pero que al final
cuales hubo intercambios. Un altar puede llegar
siempre es “poco”. También les informa que en
a tener 40, 50 o más platos de comida, junto con
ese año la familia tuvo “fuerza” y trabajó, sembró,
grandes ramos de flores, muchas velas y montones
vendió y gozó de buena salud. Les promete a las
de fruta, pan y tamales. Estas ofrendas resultan
almas que, si viven el próximo año y tienen
especialmente bellas, por todos los elementos que
“fuerza”, pondrán otra ofrenda, e insiste en que
contienen, y los nahuas se enorgullecen de ellas
no se olvidarán de ellas. A estas les pide que lleven
porque son monumentos a las relaciones socia-
comida para el resto del año; les suplica conceder-
les que tuvieron los difuntos durante su vida. Re-
les “suerte” en el comercio y ayuda para la milpa.
presentan riqueza económica (de la cosecha, por
A la vez les encarga hablar con la Virgen, los san-
ejemplo) y prestigio social cuando llegan numero-
tos y Dios para que los apoyen en todo, para que
sos amigos y familiares a ofrendar a una persona
les sigan dando “fuerza”.
muy conocida. En San Agustín Oapan, la ofrenda
La acción de poner ofrendas a los muertos, los
es colectiva, con grandes cantidades de pan, fru-
elementos que se presentan y las múltiples fechas
ta y tamales. Los platos limpios y los cucharones
obedecen a una lógica cultural con raíces meso-
se ubican junto a grandes ollas de caldo elaborado
americanas antiguas (Good, 2004). A veces, a los
con gallinas enteras o de mole verde, para que los
difuntos se les llama ehecameh, vientos o “aireci-
muertos puedan servirse a su gusto. Al igual que
tos”, porque su presencia se siente aunque no se
en el caso de Ameyaltepec, en Oapan las velas, el
vea. Las almas aprovechan lo que es tlazohtic, la
incienso y las flores son igualmente centrales para
“esencia” de la comida. Esta palabra se usa tam-
atraer y agasajar a los difuntos.
bién en una peregrinación o en un ritual para re-
Una vez colocada toda la ofrenda, la mujer de
ferirse al sudor, como manifestación de un esfuer-
mayor edad en el hogar habla a las almas mientras
zo personal en el trabajo físico. Las flamas de las
CATHARINE GOOD ESHELMAN
LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES
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“Gallitos”: flores silvestres que anidan en los árboles © edith pérez f lo r e s
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velas, el incienso de copal y las flores perfumadas
proyectos en la vida. Con la expresión “verás tu
atraen a las almas hasta la ofrenda.
trabajo” (tikiitas motequiuh) quieren decir que los
La fenomenología detrás de estas ofrendas es
muertos le permiten que el vivo produzca y tenga
parte de una cosmovisión compleja. Los nahuas
éxito, que sus esfuerzos rindan en todas sus acti-
dicen que los muertos “trabajan” igual que los vi-
vidades: la agricultura, la salud, el comercio, el
vos, quienes dependen de aquellos para el éxito en
trabajo asalariado, la cría de los animales, la pro-
la agricultura y en todas sus actividades producti-
creación humana y el bienestar emocional. Los
vas. Los difuntos imparten fertilidad a la tierra, a
difuntos son un principio de fertilidad absoluta.
la semilla; permiten que las plantas de maíz,
Además de los difuntos, los humanos tienen re-
calabaza, fríjol y chile crezcan y rindan fruto;
laciones de reciprocidad con el mundo físico que, a
traen las lluvias. Los nahuas insisten en que los
su vez, depende de la acción humana para su buen
muertos pueden ayudar a los vivos en todos sus
funcionamiento. Los nahuas explicitan su noción
CATHARINE GOOD ESHELMAN
de los cerros como contenedores de agua que siem-
tes y fruta por todos lados, y siempre corría agua
pre fluye, como fuentes de las nubes y la lluvia, y
cristalina.
como generadores de fertilidad agrícola (Good,
El otro testimonio es el de una mujer que du-
2001); se les concibe como lugares de gran verdor y
rante una enfermedad grave llegó al mundo de
abundancia. Esto contrasta con la notoria aridez de
los muertos sin quedarse. Comenta: “Vi unos lla-
la región, misma que explica la gran preocupación
nos anchos, muy verdes, sembrados con grandes
por el agua de los manantiales y por la lluvia, tan
milpas por todos lados. Estaban altas y bonitas
necesaria para la agricultura, la fertilidad y la pro-
las matas de maíz. Por todos lados había agua
ducción. El flujo de “fuerza” entre los vivos y los
fresca y limpia que brotaba de los manantiales.
muertos, y entre los vivos y los puntos del mundo
Había muchos elotes, calabazas tiernas y muchas
natural, como vimos en el caso de los cerros, es un
flores de todo tipo. Vi niños chiquitos, vestidos
factor clave en la fertilidad, entendida como la rea-
de blanco, que jugaban en el pasto y se escondían
lización del potencial generativo humano.
entre las milpas, todos riéndose. Los niños corta-
Finalmente, cabe destacar que en este trabajo
ban las flores y estaban felices; se veía que todos
de campo surgió varias veces la relación de los muer-
estaban contentos en este lugar y que no les fal-
tos con un paraíso agrícola. Mencionamos dos
taba nada”.
ejemplos al respecto: Hay relatos sobre una mujer
La presencia de las flores en esta descripción
que cayó dentro de Oztotempan, una gran falla geo-
demuestra su asociación constante con un mun-
lógica en Guerrero que los nahuas llaman el “ombli-
do de bienestar al que los nahuas aspiran en todas
go del mundo”. Según ellos, de allí sale el viento, la llu-
sus ceremonias.
via y todos los productos agrícolas (Good, 2007). La mujer vio un llano grande, sembrado de milpas con
LAS FLORES Y LOS PROYECTOS DE VIDA
maíz, frijol y calabaza. Todo estaba muy verde, tanto
La acción ritual descrita en estas páginas, que
en la superficie de la tierra, como en xompantlan,
conforma una parte central del ciclo de ritos
“el lugar de verdor”, que es el referente local para
agrícolas y del culto a los muertos, demuestra
la época de lluvias. Todas las plantas estaban bo-
la fuerte relación entre los muertos, los cambios
nitas, había muchas flores blancas y amarillas, elo-
ecológicos en el mundo natural y la vida humana, LOS USOS SOCIALES Y SIMBÓLICOS DE LAS FLORES
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82
de acuerdo con la concepción nahua, en la que
en las bodas, además de agradecer a quienes
las prácticas rituales son eficaces, en tanto que la
aportan bienes y trabajo en una celebración
participación humana en ellas es necesaria e im-
importante para la comunidad. Obviamente,
prescindible para el buen funcionamiento del
las flores tienen una gran importancia por sus
cosmos. Los difuntos, los cerros, el agua, los ai-
variados colores, sus formas, su dimensión es-
res, los santos y un sinfín de entes naturales y
tética y su uso con fines de decoración (esto
sobrenaturales son poderosos aliados de los hu-
último es lo que el observador externo aprecia
manos, pero también dependen de la comunidad
más fácilmente). Pero representan otros valores
viva y se fortalecen conforme reciben ofrendas
clave para la comunidad, no tan obvios a primera
y atención constante. Por eso, los ritos son eje-
vista: encarnan el vigor de la nueva vida, la vida
cutivos, no acciones de petición frente a un dios
que se renueva constantemente o la vida en su
todopoderoso por parte de seres inferiores. La
apogeo de fuerza y belleza. Al parecer, este es
concepción de que todos trabajan juntos subyace
el denominador común entre las hojas tiernas
en las relaciones de reciprocidad que se expre-
que apenas brotan, llamadas también xochitl en
san en las constantes ofrendas y fiestas; es la manera
su uso ritual, y las flores frescas. Lo que predo-
en que los humanos intervienen con estos entes
mina entre los nahuas en toda su actividad ri-
para que ellos, a su vez, estimulen la producción,
tual desde el punto de vista local es la fuerza
la reproducción, la prosperidad y el bienestar.
vital, a la que denominan chicahualiztli. Esta es
Dentro de esta fenomenología, las flores
la esencia o la parte efímera apreciada (tlazohtic)
desempeñan un papel fundamental, como se
de las ofrendas que consumen los difuntos y los
puede apreciar en las descripciones etnográfi-
otros entes. La finalidad mayor de toda la acción
cas. Hemos señalado la importancia de la flor
ritual que he descrito aquí, incluyendo el papel
por su olor, que guía y atrae a entes extrahuma-
tan destacado de las flores en estos contextos,
nos a las ofrendas; también hemos mencionado
es asegurar la continuidad de la vida vegetal,
su uso para señalar y honrar a las autoridades
animal y humana, y lograr la producción econó-
políticas y religiosas, así como el cambio de
mica, la reproducción social y, en suma, la ferti-
estatus de algunas personas, como los novios
lidad alcanzada con éxito.
CATHARINE GOOD ESHELMAN
BIBLIOGRAFÍA Broda, Johanna (2001). “La etnografía de la Santa Cruz: una perspectiva histórica”, en Johanna Broda y Félix BáezJorge (coords.), Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México. México, Fondo de Cultura Económica, pp. 165-238. González Chévez, Lilian y Paul Hersch Martínez (2005). Alimentación y cultura nahuas de Guerrero. México, Secretaría de Salud del Estado de Guerrero, inah-Programa Actores Sociales de la Flora Medicinal en México, Serie “Patrimonio Vivo”, núm. 8. Good Eshelman, Catharine (1988). Haciendo la lucha. Arte y comercio nahuas de Guerrero. México, Fondo de Cultura Económica. ________ (2001). “El ritual y la reproducción de la cultura: ceremonias agrícolas, los muertos y la expresión estética entre los nahuas de Guerrero”, en Johanna Broda y Félix Báez-Jorge (coords.), Cosmovisión, ritual e identidad
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EL CAMBIO DE FLOR: TRUEQUE DE AROMAS, FORMAS, TEXTURAS Y COLORES EN AMILCINGO Y HUAZULCO, MORELOS EDITH PÉREZ FLORES
C
ambio de flor para ofrendar y enflorar la tierra negra y dorada donde descansan mis almas, mis difuntos, mis seres queridos que aquí siguen en la casa, casa de todas y todos, aunque hayan partido para nunca más volver a mirar
su sonrisa, escuchar su palabra, sentir su abrazo, disfrutar su aroma y saborear la sabiduría que cada uno guarda dentro de sí. Día de Muertos, día entre el amarillo cempoalxochitl, el blanco nube y el guinda terciopelo, que dejas ver en tu suavidad la metáfora del movimiento y el silencio vuelto vida, vuelto muerte siempre en compañía de xochimeh de octubre. < Camino al “cambio” de flor en la madrugada © alejandro hernández
Se ha guardado el ciclo anual en las cabañuelas de un mes que, en palabras de mi padre, augura un buen temporal. Él 85
> Ofreciendo ataditos de flor para las ofrendas © alejandro hernández
dice, al igual que mi abuela, que enero “reparte
nes en que tu abrir dura instantes, cuando te con-
los meses”, y si uno presta atención al tiempo —al
viertes en “amor de un rato”, o en que prefieres
tiempo de enero— se dará cuenta de que hubo nu-
ser “bella de noche”, flor que busca la noche para
blados constantes en meses de temporal y lluvia
existir, para lucir toda blanca, cual luna llena en
en algunos lugares. Vendrán siembras y cosechas,
medio de la oscuridad. Otras veces eres huelede-
vientos, soles intensos, distintos verdes y campos
noche para aromatizar los silencios nocturnos
floreados de texturas y aromas silvestres.
junto a los cítricos en flor que florean todo el día
Habrá cosechas, habrá flores. Flores para ofrendar a la Madre Tierra, flores para donar a
pero cuyo aroma se desata con mayor fuerza por las noches.
nuestros difuntos, flores para comer, flores para
Qué decir de los amarillos campos que vistes
danzar y flores para trocar; trocar para seguir te-
en temporal o cuando te enrebozas en el verde
niendo, conociendo y compartiendo. Todo es una
agua que cubre la inmensa tierra, tierra completa,
forma de intercambio constante entre la tierra y
tierra caliente, templada y fría, tierra del noro-
quien la trabaja, entre la lluvia y el calor, entre las
riente de Morelos, estado de la “eterna primavera”.
secas y el temporal, entre la vida y la muerte. So-
Pero, como la flor nos lo demuestra, no hay tal
mos un conjunto, todos cabemos en el vientre de
eternidad, pues somos instantes, sonrisas y aro-
nonan, nocihua, tonantzin (mi madre, mi mujer,
mas, al igual que las flores.
tierrita).
1
Así, entre aromas que perfuman todo el año y
Pensar en campos floridos es imaginar tian-
flores que visten los espacios de colores, sonidos,
guis rebosantes de naturaleza viva vuelta flor,
texturas y sabores, tiene lugar el “cambio de flor”
flor atadita, flor en docena y media docena, flor en
—conocido también como “trueque de flor” o “de
vara, flor en ramo. Flor que te regalas solita, que
carbón”— en los poblados de Amilcingo y Huazulco,
apareces y desapareces a lo largo y efímero de
pertenecientes a la cabecera municipal de Temoac,
los años, que resplandeces al nacer el sol junto al
al nororiente del estado de Morelos. Valga saber
amanecer, como la flor de calabaza. Hay ocasio-
que el trueque es una de esas formas de intercambio que ha existido desde las abuelas y los abuelos
“Tonantzin”, poema de Mardonio Carballo. http://www.descargacultura.unam.mx/app1?sharedItem=15075 1
86
EDITH PÉREZ FLORES
y desde “los de más antes”, a decir de la memoria
EL CAMBIO DE FLOR
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EDITH PÉREZ FLORES
colectiva, que lo convierte en una forma de vida y
aún quedan pequeños rescoldos de lo que fueron
de convivencia con los otros y con la Madre Tierra.
las huertas de mameyes, café, nogales y chirimoyos. Por los apancles todavía escurre agua en cada
EL CAMBIO EN AMILCINGO
buen temporal, y la gente lo aprovecha para lavar,
Amilcingo o Amiltzinco, un poblado con cerca de
bañarse y regar. Además, las huertas juegan un pa-
2 ,900 habitantes, fue hasta los años setenta fiel a
pel muy importante como medio de subsistencia,
su origen etimológico. Proviene de amilli (tierra
ya que las personas ocupan lo que se da en ellas
de regadío) y tzinco (expresión de diminutivo),
para vender en el mismo pueblo o cambiar en Te-
es decir “en las pequeñas tierras de regadío”
moac, Zacualpan y otros lugares.
(Robelo, 1887: 10). Hoy no cuenta con agua corrien-
Las principales fiestas de Amilcingo se cele-
te ni con tierras de regadío, mucho menos con
bran el 21 de marzo, el 10 de abril, el 30 de sep-
grandes campos vestidos de milpa. No obstante,
tiembre y el 1 y 2 de noviembre, a las que se suman EL CAMBIO DE FLOR
Clemoles, tejocotes, carbón, cempoalxochitl y huacal con misterio © edith pérez f lo r e s
< Pochtecas y marchantas en el trueque de flor en Amilcingo, Morelos © edith pérez f lo r e s
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> Agua pasa por mi casa. Trueque de flores y aguacates © edith pérez f lo r e s
habitantes de Amilcingo empiezan a cambiar
PERO, COMO LA FLOR NOS LO DEMUESTRA, NO HAY TAL ETERNIDAD, PUES SOMOS INSTANTES, SONRISAS Y AROMAS, AL IGUAL QUE LAS FLORES.
lo que les quedó con las personas del mercado o del sitio en el que se encuentran, de manera que casi siempre hacen el trueque al final de la vendimia. Otra costumbre arraigada en el pueblo desde hace muchos años es el “cambio de flor” o “cambiada de flor”. Este trueque es muy especial, pues se lleva a cabo solo una vez al año en un tianguis de octubre. Doña Ecliseria Barrera explica al respecto: “Llevamos bien hartos años cambiando la
otras celebraciones, como bautizos, bodas y cum-
flor. Mi mamá bien que lo hacía y ahora nosotros.
pleaños. Los pobladores se dedican a la vendimia
Y así lo seguimos haciendo”.2
de guacamote hervido y en dulce, cacahuate en
Esta costumbre en particular es sumamente
distintas presentaciones (tostado, fresco, hervido
interesante por todo el entramado de relaciones
y en palanqueta o jamoncillo), junto con otros dul-
que ahí se generan. Poco antes del 30 de octubre
ces de feria (alegrías, membrillo, platanitos). En
comienzan a escucharse los comentarios de las
los últimos años algunos pobladores han empeza-
personas que andan en los mercados y tianguis del
do a elaborar obleas —trabajo por el cual obtienen
nororiente: “Iremos al cambio de flor; ya viene. A
poco dinero— si bien las actividades predominan-
ver qué encontramos pa’ ir a traer flor y fruta”.
tes son la siembra de temporal, la albañilería, la
Cambian la flor por otros bienes de los que care-
vendimia y “lo que se ofrezca”.
cen para poder ofrendarlos a sus difuntos. Las do-
Si entre lo que se ofrezca está el trocar cosas,
ñas, señores, jóvenes y niños comienzan a llegar a
lo hacen, pues todo lo que cocinan y elaboran para
la plaza del pueblo desde las cuatro de la mañana,
vender también se puede cambiar. De esta manera,
aunque algunos dicen llegar más temprano. Al
además, evitan que parte de la mercancía se eche a perder. Cuando se acerca la hora de partir, los 90
EDITH PÉREZ FLORES
2
Entrevista realizada en Amilcingo en octubre de 2010.
EL CAMBIO DE FLOR
91
Doña María Hernández llegando a entregar flor para la ofrenda © edith pérez
parecer el horario varía en función del lugar de
otros poblados, viajan desde el sur. La mercan-
procedencia. Y también en función de ello es la
cía a trocar es variable. Por ejemplo, la gente que
forma de trasladarse: algunos llegan caminando,
baja de Hueyapan trae principalmente flores,
f lo r e s
mientras que aquellos que vienen de más lejos
pues en ese lugar se acostumbra sembrar mu-
viajan en camionetas o taxis colectivos.
chas; la de San Marcos llega con trastes de barro,
92
Al cambio de flor acuden personas de dis-
dado que ahí los producen; la de Alpanocan trae
tintos poblados del nororiente de Morelos y del
canastas y fruta, y la de Calmecac entra con pe-
estado de Puebla. Del norte proviene sobre todo
queñas canastas y petates de palma, muy utiliza-
gente de Hueyapan, Tetela del Volcán, San An-
dos en las ofrendas para los muertos chiquitos.
tonio Alpanocan, Huazulco, Popotlán y Tlacote-
Desde luego, lo que más se cambia son las flores,
pec, en tanto que los habitantes de Amayuca, San
en especial cempoalxochitl y nube, las más utili-
Juan Calmecac y San Marcos Acteopan, entre
zadas en estas fechas.
EDITH PÉREZ FLORES
A medida que las doñitas y los señores van lle-
cillo, nanaches y chicharrones, entre otros bienes
gando a la plaza escogen su lugar, ponen su tendi-
que se puedan tener a la mano para ofrendar a los
do y acomodan su mercancía. Si es muy temprano
difuntos.
y no hay con quién cambiar, se recuestan sobre
Doña Rebeca Pérez lo explica así: “Pues en-
sus bultos. Pero tan pronto aparecen las lugareñas
tran jarros, flores… cambia uno los ocotes, el car-
en la plaza, así sea bajo la oscuridad de la madru-
bón… todo, pues, para lo que se pone de ofrenda
gada —pues solo las alumbra un par de lámparas
para los muertitos. También entran los chiles pi-
que se encuentran en la pequeña plaza— inicia la
mientos, los chayotes, las chirimoyas, las vainas
cambiada. Si uno pasa por ahí apenas escucha los
grandes que se ponen de costumbre en la ofrenda;
murmullos y observa las siluetas de mujeres enre-
por eso entran. Yo a cambio les doy cacahuate,
bozadas, hombres con gabán y sombrero, y niños
obleas, naranjas, limones. Con lo que uno tiene,
acurrucados encima de los costales o junto a sus
con eso cambia uno con las señoras que vienen de
padres. Es así como se va pintando el amanecer,
fuera. Es cambio nada más, nomás cambiar. Si yo
con personas que se miran y saludan año tras año
llevo cacahuate, cambio un puño por un manojo
en compañía del Popocatépetl que los cobija en la
de flores”.3 Doña Ecliseria, por su parte, aclara
lejanía.
que la flor la traen de Alpanoca, de San Juan y de
Entre los pasillitos se divisan las cosas que
Hueyapan. “La flor de nube —dice— la ocupa-
los visitantes traen para cambiar: trastes de barro,
mos pa’ los niños, y esas otras para los grandes.
diversas flores (además de cempoalxochitl y nube,
Cuando cambias, por eso preguntas: ‘¿De a cuánto
hay clemolitos, gladiolas, flores de terciopelo y
el manojo?’ Y ellas dicen: ‘A puño’. Ellas así
algodoncitos, entre otras variedades), frutas, ver-
dicen. Luego agregan: ‘A dos puños cada ma-
duras y especias (especialmente tejocotes, cajini-
nojo’. Pues uno por querer la flor les da uno,
cuiles, chirimoyas, naranjas, plátanos, camotes,
porque la ocupamos”.
chayotes y romero), ocote, carbón y animalitos y
Entre las personas de la región, la unidad de
otras figuras de palma. A cambio de ello, la gente
medida común en el trueque de flor es la sardina.
de Amilcingo ofrece cacahuates, obleas, calaveritas de amaranto, palanquetas, platanitos, jamon-
Entrevista realizada en Amilcingo en octubre de 2010.
3
EL CAMBIO DE FLOR
93
94
Cuatro sardinas equivalen a un cuartillo o ma-
van desdibujando a medida que estas se acaban.
quila, es decir, una caja cuadrada de madera con
Las pocas flores que quedan deberán esperar más
un peso de un poco más de un kilo. También se
tiempo, así que las personas tendrán que “encube-
emplea el puño, el cual, según el contexto, pue-
tar” sus frutas y el resto de los productos que les
de referirse a lo que cabe en la mano, o bien a lo
quedaron para ir a “ranchear” a las casas cercanas
que cabe en una sardina. Desde luego, se emplea
a la plaza y, de este modo, no tener que regresar
igualmente la pieza, sea un jarro, una chirimoya,
con lo traído.
una alegría o cualquiera otra de las mercancías.
Con el transcurrir de las horas, la plaza de Amil-
Pareciera ser sencillo, pero el “cambio por cam-
cingo se va vaciando. Hacia el mediodía, las perso-
bio” debe ser lo suficientemente equitativo para
nas que se dieron cita en este lugar ya han acabado
que ambas partes queden satisfechas.
de trocar sus cosas y, como ellas mismas dicen, “nos
Sirvan los siguientes ejemplos para enten-
veremos pa’l año venidero pa’ la cambiada de flor”.
der cómo se calculan las equivalencias. El ocote
Los productos trocados en la plaza pueden
y el carbón se cambian por montoncito o atado, y
variar constantemente. En el cuadro 1 puede ver-
cada uno de estos equivale a un cambio. Una cu-
se lo que se cambió mayormente en el periodo de
beta de carbón puede equivaler a cuatro cambios
observación, de 2006 a 2009.
teniendo como unidad de medida la maquila. El
Las diferencias entre los productos de los lu-
costal de carbón equivale a 20 cambios, que pue-
gareños y aquellos de los fuereños obedecen a los
den intercambiarse por 20 maquilas de cacahuate.
distintos climas y tierras de la región de estudio.
Una cuchara de madera equivale a ocho cambios
Valga mencionar, por último, que de unos
si se mide con sardina o a dos cambios si la medi-
años a la fecha al cambio de flor acuden también
ción se hace con maquila; en otras palabras, la cu-
los jóvenes de secundaria con sus maestros. Esto
chara equivale a dos maquilas de cacahuate (véase
se debe a que en la escuela hay un concurso de
cuadro 1).
ofrendas, de manera que los muchachos cambian
Entrada la mañana, después de todas estas
lo que llevan por cempoalxochitl y clemoles. Ade-
negociaciones, la plaza comienza a vaciarse. Los
más de que no tienen que gastar, se familiarizan
pasillitos humanos llenos de coloridas flores se
con estas prácticas ancestrales, reavivando así los
EDITH PÉREZ FLORES
CUADRO 1 LO QUE SE CAMBIA EN AMILCINGO
¿CÓMO LO CAMBIAN?
¿QUÉ CAMBIAN LOS FUEREÑOS?
¿CÓMO LO CAMBIAN?
Cacahuate
Por sardina o maquila
Flores de distintos tipos (bolita de algodón, nube, nardo, gladiola, clemole, cempoalxochitl, flor de terciopelo)
Por rollito
Alegrías, amaranto
Por pieza
Aguacate
Por pieza
Obleas
Por pieza
Durazno
Por montoncito
Palomitas
Por bolsita
Cajinicuiles
Por pieza
Chicharrones
Por bolsita
Ocote
Por atado o rajitas (pieza)
Palanquetas
Por pieza
Carbón
Por montoncito, cubeta o costal
Pollo cocido
Por pieza
Limones
Por sardina
Panecitos de amaranto
Por bolsita
Nísperos
Por sardina o penquita
Calaveritas de amaranto
Por pieza
Tejocotes
Por sardina (puño)
Dulces de tamarindo
Por pieza
Chayotes
Por pieza
Dulces de chilacayote
Por pieza
Pimientos (chile manzano)
Por pieza
¿QUÉ CAMBIAN LOS LUGAREÑOS?
EL CAMBIO DE FLOR
95
96
¿QUÉ CAMBIAN LOS LUGAREÑOS?
¿CÓMO LO CAMBIAN?
¿QUÉ CAMBIAN LOS FUEREÑOS?
¿CÓMO LO CAMBIAN?
Camotitos
Por pieza
Cazuelas
Por pieza
Picaditas
Por pieza
Jarros y jarritos
Por pieza
Chirimoyas
Por pieza
Objetos de palma (tenates, sopladores, canastas, chivitos, etcétera)
Por pieza
Manzanas
Por pieza
Peras
Por pieza
Ciruelas
Por sardina
Romero
Por manojo
Chilacayotitos
Por pieza
Hojas de maíz (totomoxtle)
Por manojo
Habas
Por sardina
Ejotes
Por sardina
Cucharas de madera
Por pieza
Pétalos de cempoalxochitl
Por bolsita
Cebollas
Por pieza o montoncito
EDITH PÉREZ FLORES
significados que hay detrás de un cambio de flor
el carbón que las señoras de Hueyapan traen de
por cacahuate, significados que, de esta forma,
la tierra fría. Lo traen en costales y saben que en
permiten a la tradición seguir floreando.
estos tianguis se cambiará bien, dado que muchos lo ocupan para preparar la comida que ofrendan a
EL INTERCAMBIO EN HUAZULCO
sus difuntos, además de utilizarlo para quemar el
Huazulco o Huauzolco (de huautli, bledos; zoliuh-
copal y para guisar regularmente cuando no tie-
qui o izoltic, envejecido, y co, en) significa “en don-
nen gas.
de hay bledos viejos o secos” (Robelo, 1887: 31). Por
A Huazulco llegan flores variadas, especial-
“bledos”, Robelo se refiere al amaranto o alegría,
mente cempoalxochitl, de terciopelo, clemolito y
que en náhuatl se escribe huautli.
nube, así como chiquihuites, chayotes hervidos,
En este poblado, algunos de los cerca de 3 mil
cuajinicuiles, ocote, copal y trastes de barro, entre
habitantes llevan varios años cambiando lo que
otros artículos. Todo esto se cambia por lo que hay
tienen por aquellos objetos de los que carecen
en Huazulco, sobre todo palanquetas, cacahuate,
cuando se avecinan los Días de Muertos. Los aba-
alegrías, amaranto, obleas, dulce de membrillo y
jeños, los arribeños y los pobladores del centro
jamoncillo. El trueque inicia la noche del 29 de
hablan con frecuencia de la “cambiada de flor en
octubre y termina en las primeras horas del día si-
Huazulco”. Los propios huazulqueños explican
guiente. Sin embargo, algunas personas dicen que
que este tianguis de trueque se hace desde la épo-
este cambio de flor tiene lugar el 30 de octubre por
ca de los abuelos de sus abuelos, mucho antes que
la noche, dos días después del día de San Simón
en Amilcingo. Doña Emma Ocampo explica: “An-
(28 de octubre). Para cuando sale el sol, explica
tes todos veníamos a Huazulco, pero ya no, porque
doña Emma “ya se acabó todo, porque toda la no-
ahora también hay cambio en Amilcingo. Y si nos
che la gente anda cambiando; acarree y acarree.
alcanza el tiempo, vamos a los dos”. El cambio de
Ya para la madrugada casi no hay nada. A esa hora
flor en Huazulco se conoce también como “cam-
solo queda lo que ya nadie quiere. Por eso hay que
bio de carbón”, debido a la abundancia de este
apurarse para ir a cambiar cuando apenas empie-
combustible en los tianguis de intercambio. Mu-
za todo. Así encontraremos mucha flor, carbón y
chas personas buscan cambiar su mercancía por
cosas de dónde escoger”. EL CAMBIO DE FLOR
97
La plaza de Huazulco luce llena. Entre la os-
ALGUNAS VECES, LA FLOR SE CONVERTIRÁ EN FRUTO Y OTRAS SOLO FLOREARÁ PRESENCIAS Y AUSENCIAS INTANGIBLES.
curana solo se escuchan murmullos. Ahí, todas y todos se conocen entre sí o empiezan a relacionarse. Cambio por aquí y cambio por allá entre carbón y copal hasta las cuatro de la madrugada, tal como lo anuncia el primer canto de los gallos. El quiririquí se vuelve constante después de esa hora y apresura a la gente, esperanzada de tener todo a buena hora para ofrendar y esperar a sus difuntos.
La importancia del cambio de flor o cambio de
Niñas, niños, jóvenes, señoras y señores pin-
carbón reside justamente en ese intercambio soli-
tan de vida el tianguis de esa noche, como tantas
dario, gracias al cual se adquiere lo necesario para
otras, ya que llevan años cambiando cada año.
ofrendar a los difuntos sin gastar mucho. Y ello sin
“Eso del cambio tiene mucho tiempo de que se
contar las relaciones sociales que se establecen y se
hace, pues yo estaba chiquitita y ya tengo 70 años.
refrendan cada año.
Antes no había luz y ahí veníamos alumbrándonos
Durante la noche de la “cambiada”, la gente
con nuestra velita y ya de vuelta nos alumbrába-
va y viene una y otra vez llevando cosas que ne-
mos con nuestro ocotito. Y ahí vamos… imagínese
cesitará para sus ofrendas y su consumo propio,
desde cuándo está esto”, añade doña Juana.
y trayendo lo que no ocupará. Aquí se cambia de
En efecto, a decir de las lugareñas, la cam-
todo, como dice doña Juana, habitante de Hue-
biada de flor en Huazulco tiene muchos años de
yapan: “Cuando venimos a la cambiada echamos
organizarse, al igual que los dos tianguis comer-
vuelta y vuelta y ya llevamos nuestra flor pa’ la
ciales previos al Día de Muertos, conocidos como
ofrenda. Aquí entran chayotes, ocote, chirimo-
“tianguis chico” y “tianguis grande”. Las fechas
yas… hartitas cosas pues que se cambian”.
tanto de estos como del tianguis de trueque son
4
movibles. La referencia de inicio para los tres es Entrevista realizada en Huazulco en octubre de 2010.
4
98
EDITH PÉREZ FLORES
el 18 de octubre, día de San Lucas. El tianguis chico
CUADRO 2 TIANGUIS CERCANOS AL DÍA DE MUERTOS EN EL NORORIENTE DE MORELOS
LUGAR
FECHA
FORMA DE INTERCAMBIO
TIPO DE TIANGUIS
Amilcingo
30 de octubre (día de San Simón)
Trueque
Tianguis de temporada: “cambiada de flor”
Huazulco
30 de octubre (día de San Simón)
Trueque
Tianguis de temporada: “cambiada de flor” o “cambiada de carbón”5
Huazulco
Segundo y último viernes antes de los días de Muertos
Compra-venta y poco trueque
Tianguis de temporada y especializado
Zacualpan de Amilpas
Segundo y cuarto domingos de octubre
Trueque y compra-venta
Tianguis de temporada y especializado
Tzicatlan (Puebla)
18 de octubre
Compra-venta y poco trueque
Tianguis de temporada y especializado, “tianguis de copal”
Hueyapan
Último jueves de octubre
Compra-venta y poco trueque
Tianguis de temporada y especializado
Tetela del Volcán
Último martes y miércoles de octubre
Trueque y compra-venta
Tianguis de temporada y especializado
Este trueque se lleva a cabo después del tianguis previo al Día de Muertos.
5
EL CAMBIO DE FLOR
99
> Niña repartiendo flores de nube blanca a las ofrendas nuevas de pequeños difuntos en Amilcingo, Morelos © alejandro hernández
LUGAR
FECHA
FORMA DE INTERCAMBIO
TIPO DE TIANGUIS
Yecapixtla
Último jueves de octubre
Compra-venta y poco trueque
Tianguis de temporada y especializado
Amayuca
Jueves de octubre
Compra-venta y poco trueque
Tianguis de temporada
San Marcos, Acteopan (Puebla)
31 de octubre
Trueque
Tianguis de temporada y “cambiada de flor”
es el primero; inicia más o menos 15 días antes
tequesquite, la cal viva para el nixcomil, la sal de
de las fechas de Muertos, en tanto que el tianguis
grano, las famosas cajas de Olinalá, los metates,
grande se realiza una semana antes de esas fechas,
los molcajetes y los bules. En los tianguis del Día
por lo regular en viernes. En él se encuentra de todo
de Muertos, llamados también tianguis especiali-
y, a pesar de ser comercial, también esconde en sus
zados porque se llevan a cabo solo una vez al año,
pasillos el intercambio entre personas de los dis-
y en ellos se encuentran animalitos y petatitos de
tintos lugares que acuden a la plaza. Sin embargo,
palma para las ofrendas de los muertos chiquitos,
estos cambios son casi imperceptibles, así que hay
así como petates grandes, ceras blancas y amari-
que estar muy atentos para detectar a quién buscar
llas (hechas a base de cera de miel de abeja), co-
para trocar.
pal, ayates, chiquihuites y todo lo necesario para
Huazulco no solo es muy conocido —a nivel
100
las ofrendas.
regional, estatal y nacional— por sus tianguis con
Sin duda alguna, en estos tianguis se verifica
motivo del Día de Muertos, sino también por la
un entramado de relaciones sociales que se re-
feria que se celebra el martes de Semana Santa.
nuevan a cada cambiada de flor, a cada reencuen-
En estos espacios de intercambio hay mercancías
tro con la naturaleza, y permiten obtener de ella
difíciles de encontrar a lo largo del año, como el
el sustento de cada día. Como dicen las doñitas,
EDITH PÉREZ FLORES
EL CAMBIO DE FLOR
101
Dedos ligeros, flores sensibles, cruz de madera © carolina buenrostro
> Amaneciendo entre flores en San Marcos © alejandro hernández
“venir al cambio nos ayuda, porque así no gasta-
enflorando esas relaciones, sigamos enflorando y
mos en lo que no tenemos para poner nuestras
respetando ese vientre terrenal inmenso que es la
ofrendas y para comer, además de venirnos a reír”.
casa de todos.
En efecto, la cambiada de flor implica también floridas y perfumadas sonrisas, junto con texturas que nos recuerdan esa relación entre la naturaleza y el ser humano, entre la tierra y las semillas que darán una flor. Algunas veces, la flor se convertirá en fruto y otras solo floreará presencias y ausencias intangibles, tan intangibles como el significado de seguir cambiando flor para enflorar la calli y la miquiztli cada año. Sigamos alimentando y
BIBLIOGRAFÍA Robelo, Cecilio A. (1887). Nombres geográficos mexicanos del estado de Morelos. México, Summa Morelense.
CONSULTAS EN LÍNEA http://www.inegi.org.mx
INTRODUCCIÓN
103
EL USO DEL YAHUTLI O FLOR DE PERICÓN EN LA “FIESTA DE OCTUBRE”, CELEBRACIÓN DEL CICLO AGRÍCOLA EN TETELCINGO, MORELOS ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ
T
etelcingo es una comunidad indígena ubicada en el municipio de Cuautla, Morelos, cuyo patrimonio cultural inmaterial se manifiesta de diferentes formas: la lengua náhuatl de los adultos mayores, el uso de la vestimenta tradicional femeni-
na o “chincuete” entre las mujeres mayores, la elaboración de tortillas a mano, los grupos de mariachis y, desde luego, las festividades y rituales, entre los que destaca la celebración del ciclo agrícola. A lo largo del año se venera a Cristo Rey, representado por dos imágenes que salen de la Capilla del Calvario en el mes < Ramillete de yahutli, pericón amarillo miel © e d i t h p é r e z f lo r e s
de junio. Ambas imágenes recorren cinco capillas, donde permanecen 20 días antes de regresar a su lugar de origen, lo que 105
ocurre el tercer domingo de octubre. Es lo que se
conveniente. Es así como el altar se va llenando
conoce como “la fiesta de octubre”, en la que se en-
de flores, ceras y ofrendas. Destacan las gladiolas,
trelazan tres rituales relacionados con el ciclo agríco-
porque duran más, según explica doña Gorgonia,
la de los habitantes de Tetelcingo. Sin duda, esta
nontle de la capilla de agosto. También es fre-
celebración, que se lleva a cabo desde los tiempos
cuente la flor de la vara de San José, con un uso
de la última fundación del pueblo, hacia 1700 (Ba-
exclusivamente ritual, a cargo de las nontles; el
rabas y Bartolomé, 1980: 4), fortalece la identidad
cempoalxochitl, que se utiliza para hacer cadenas
de quienes participan en ella.
y adornar los altares, y el yahutli o flor de pericón,
Las flores desempeñan un papel fundamental
que se emplea más en exteriores: portales, arcos y
en la fiesta de octubre y su presencia es constante,
fachadas, así como en las cruces que permanecen
ya que permanecen en su sitio hasta el año si-
todo el año en las puertas de las casas.
guiente, cuando se retiran ya secas para dar paso
En el ritual de Tetelcingo predomina el peri-
a las flores nuevas. Rodean el ritual de un am-
cón, cuyo aroma intenso se percibe durante toda la
biente agradable y, sobre todo, son la parte viva
fiesta y cuyo color acompaña el ciclo agrícola que
que se conecta con la naturaleza en un sentido
inicia con la siembra en junio y culmina justamente
sagrado. Y no solo están físicamente presentes,
con la fiesta de octubre. Los pobladores agradecen
sino también de manera intangible, a través de
al patrón de las cosechas por los bienes recibidos
cantos, danzas y alabanzas que habitan en la me-
durante el ciclo agrícola y “porque hoy la cosecha es
moria de los pobladores a través de la transmi-
libre y ya no pasamos maltrato de los hacendados”,
sión generacional.
agrega Abacuc, un hombre de 40 años originario de este pueblo, al recordar los relatos de su abuelo.
LA OMNIPRESENCIA DE LAS FLORES
El yahutli es una flor silvestre, curativa1 y vincu-
Los pobladores ofrendan arreglos florales de todo
lada en el pasado remoto con Tláloc y en la actua-
tipo. Familias enteras llegan a dar gracias con un
lidad con San Miguel arcángel (Sierra, 2007: 12). El
arreglo floral, que entregan a la nontle (madrecita; desempeña la función de mayordoma) de la capilla para que ella lo acomode donde considere 106
ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ
1 Como té es astringente y diurética; en baños después del parto recupera el calor del cuerpo de la madre y el bebé; como compresa sobre el vientre de la madre, desinflama; como incienso, para sahumar y controlar las fuerzas agresivas.
uso de plantas en determinados ritos propios de la
flor de pericón que habrá de usar en sus cruces. “La
compleja cosmovisión mesoamericana trascendió
puedes cortar en el campo, porque es libre; es de
en el tiempo, tal como se evidencia en varios ri-
todos”, explica uno de ellos.
Gabriel embelesado con el aroma de miel del yahutli © edith pérez f lo r e s
tuales y ceremonias de las sociedades campesinas contemporáneas (ibid.: 21). Su ciclo de vida coin-
EL RITUAL DEL CICLO AGRÍCOLA
cide con el calendario agrícola: germina en junio y
Las procesiones conectan el recorrido entre
florece en septiembre, que es cuando las capillas se
cada una de las cinco capillas, formando una
adornan desde la puerta de entrada hasta los alta-
red de comunicación entre los pobladores. Son
res. Crece en los alrededores de los poblados con
precedidas por una misa, con la visita de la ban-
clima semicálido y templado. En las inmediacio-
da del pueblo y los mariachis. Después de la ce-
nes de Yecapixtla, una pareja de pobladores de
remonia religiosa se reparten alimentos entre
Tetela del Volcán detiene su camino para cortar la
todos los asistentes: chile, atole, pozole, tacos EL USO DEL YAHUTLI
107
108
ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ
y calabaza con piloncillo. La cerveza no puede
parte, la protectora, ocurre el 29 de septiembre, “el
faltar. Los mayordomos se sientan en grupos di-
día en que se suelta el mal”. Esta expresión alude
ferenciados de hombres y mujeres. Todo aquel
a San Miguel arcángel, quien cuida de la siembra y
que llega debe saludarlos tocando su mano con la
la cosecha. En el estado de Morelos, este santo es
palma abierta; en cambio, a quienes no son mayor-
muy venerado precisamente por proteger a los po-
domos se les saluda estrechando la mano. Los
bladores del Diablo y de los “malos aires”. Para tal
asistentes conversan en náhuatl y esperan que
fin, San Miguel arcángel cuenta con el gran apoyo
los mayordomos de la siguiente capilla vengan a
de un poderoso ayudante, la cruz de pericón (ibid.:
traer al santo. “Hay como diez mayordomos en
105). Con ella no solo quedan a buen resguardo
cada capilla. Ellos costean todo, aunque algu-
las parcelas —“para evitar que se maltrate la co-
nas personas también cooperan”, comenta doña
secha”, comenta Avacuc—, sino también los autos,
Gorgonia.
las bicicletas y hasta las carretillas.
Después de lo anterior inicia la procesión.
Avacuc explica que la flor se recolecta el 26 de
Flores, velas y cantos la acompañan hasta la si-
septiembre para poner la cruz desde el 27. “Entre
guiente capilla. Destacan las mujeres que llevan
más temprano, mejor”, agrega. La cruz desempe-
consigo un ramo de gladiolas blancas o rojas al lado
ña una función protectora, en vista de que “la casa
izquierdo de su pecho y que marchan con el grupo
debe estar libre de mal porque va a entrar grano
que acompaña a la imagen en su paso por las calles
nuevo”. De no hacerse, habrá envidias, entrará lo
del pueblo. La mayordoma mon pasoro (la mayor)
malo y no habrá prosperidad. La cruz se coloca
lleva en sus manos un pequeño ramo de flor de
en las entradas principales de las casas, en huecos
San José, que coloca en el centro del próximo al-
dentro de las mismas y en las parcelas. En estas
tar. Esta pequeña flor de color morado se consigue
se deben colocar siete cruces en total: una en cada
en los traspatios de las casas y con ella las nontles
esquina de la parcela, dos en medio del terreno
hacen la adoración o “ceremonia de la veluria” el
(representan el día y la noche) y una última en el
día de la fiesta.
centro (para evitar que el mal entre por arriba).
La primera parte del ciclo agrícola, la propicia-
En su gran mayoría, los pobladores de Tetel-
toria, tiene lugar en junio, mientras que la segunda
cingo participan de esta tradición. En las puertas EL USO DEL YAHUTLI
< Santiguando las entradas © lo u r d e s arizpe
109
110
ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ
de sus casas colocan la cruz de pericón elaborada
de ir a traer”, opina doña Francisca. En la carre-
en formas por demás creativas, desde la cruz tra-
tera cercana a Tetelcingo es posible ver camio-
dicional hasta la que combina otros tipos de flo-
netas repletas de esta flor. Días antes, familias
res. Las hay de diferente tamaño y grosor. Según
enteras acuden a los campos cercanos a Yeca-
describe el entrevistado, las más gruesas son para
pixtla para cortarla. Hombres, mujeres y niños
las familias numerosas, en tanto que para las ven-
participan en esta tarea y transportan la flor has-
tanas se utilizan unas de menor tamaño.
ta los mercados locales, en especial a la Central
El 28 de septiembre se puede observar a
de Abastos (ceda), donde la ofertan en forma de
hombres y mujeres llevando ramos de pericón,
ramos o cruces. Por esta venta, las familias ob-
flor que adquieren en pequeños puestos cerca-
tienen un ingreso adicional.
nos a sus casas o en la Central de Abastos. “Antes
Con la tercera parte del ciclo, la conmemora-
la traían de la barranca; ahora hay menos ganas
tiva, culmina el ritual. Desde la víspera del tercer EL USO DEL YAHUTLI
Yahutli silvestre en campos de Zacualpan de Amilpas © edith pérez f lo r e s
< Yahutli que sola te vuelves cruz de pericón © alejandro hernández
111
domingo de octubre comienzan a llegar los visi-
Por la tarde, después de la adoración, inicia
tantes del poblado con arreglos florales de todo
el recorrido de la gran procesión que atraviesa el
tipo. La memoria cultural queda plasmada en
pueblo de poniente a oriente, pasando por los ar-
los cantos y las danzas de alabanzas que ofrecen los
cos que señalan el camino y que sirven de descan-
grupos de danzantes, entre los que se encuentran
so a los hombres que cargan las pesadas imágenes.
los gañanes, los aztecas, los santiagueros y las pastoras. Esta es una manera de ofrendar flores.
ARCOS FLORALES DE YAHUTLI ,
Los participantes se conectan con la divinidad
LEGADO INTERGENERACIONAL
a través de la música. El canto y el movimiento,
En Tetelcingo es costumbre colocar portales en el
así como la música y las flores, son maneras de
trayecto por donde pasará la procesión. Pero ¿quié-
demostrar gratitud, devoción, ofrecer, dar para
nes hacen estos arcos? La tarea recae exclusivamente
recibir lluvia y tener una buena cosecha. “Lo que
en los hombres. Uno de ellos, don Luis Becerro, de
buscan los danzantes es encontrar a Cristo”, afir-
65 años de edad, se encarga desde hace cuatro déca-
ma don Luis.
das de colocar los dos arcos de las esquinas por don-
En el siguiente estribillo de una canción de los
de pasa la procesión. Se colocan en agradecimiento
danzantes aztecas queda de manifiesto lo anterior:
por la cosecha y porque Cristo Rey “nos ha soltado el agua”. Su función es la de ofrendar lo que cada quien
Flores y danzas en nuestra ofrenda.
quiera dar, a manera de limosna. Narra que desde
Flores y danzas ante tu altar.
niño conoce esta tradición en la que participaron
Y los antiguos lo veneraban. Y con el humo del gran copal.
también su padre y su abuelo, y recuerda que quienes se organizaban para la elaboración de los arcos eran los señores grandes, vecinos de su padre. A la
Flores y danzas en nuestra ofrenda.
muerte de estos, el apoyo ha disminuido, si bien los
Flores y danzas ante tu altar.
vecinos que van pasando le ofrecen su ayuda. Tra-
Estas son las flores de este trovador
bajan en conjunto mientras dialogan en náhuatl o
para el cumplimiento de la tradición.
mexicano, como ellos lo llaman. Así, mientras platican y toman cerveza, hacen los amarres con destreza.
112
ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ
El pericón se corta temprano cerca del crucero de Yecapixtla, porque en Tetelcingo ya no se da como antes. De acuerdo con el testimonio de don Luis, ahora hay gente viviendo en las orillas de las carreteras, donde la flor crecía. La conurbación de la ciudad de Cuautla hacia el territorio de Tetelcingo ha provocado la escasez del pericón, de manera que ahora se requiere ir más lejos para buscarlo. Los pequeños ramos de esta flor se sujetan con una lía para luego cubrir con ellos toda la periferia del arco. Posteriormente se van formando las capas hasta forrar la totalidad de la estructura de madera. Esta tarea es realizada sobre todo por hombres mayores de 50 años, aunque también los acompañan otros más jóvenes; no se observan adolescentes o ni-
EN EL RITUAL DE TETELCINGO PREDOMINA EL PERICÓN, CUYO AROMA INTENSO SE PERCIBE DURANTE TODA LA FIESTA Y CUYO COLOR ACOMPAÑA EL CICLO AGRÍCOLA QUE INICIA CON LA SIEMBRA EN JUNIO Y CULMINA JUSTAMENTE CON LA FIESTA DE OCTUBRE.
ños. Una vez vestido el portal con flor de pericón, se procede a colgar las ofrendas que provienen de las
organización y saberes auténticos que buscan la co-
cosechas: calabazas, chayotes, maíz, sorgo, naran-
municación a través de un sistema de significados.
jas y plátanos, así como pan. Los arcos deben que-
Don Luis, pensionado de la Asociación Local de
dar listos al mediodía, antes de la procesión. Doña
Cañeros de Casasano, es consciente de los cambios
Francisca, nontle de la iglesia de Los Reyes, refiere:
en la tradición: “Los jóvenes ya no participan, no les
“Todo lo que tienen los arcos se retira después de
nace. Y quién sabe si les nazca cuando yo muera”.
que pasa la imagen a la Capilla del Calvario”.
De hecho, cuatro de sus hijos emigraron a Estados
Esta costumbre se transmite de generación en
Unidos para trabajar como meseros y abandona-
generación e implica creatividad y habilidad. Es una
ron el campo y todo lo que este conlleva. “Los de
tradición local que forma parte del legado cultural,
la Iglesia católica han cambiado por otras religio-
en virtud de que manifiesta formas de expresión,
nes —agrega— y aunque la mayoría son católicos, EL USO DEL YAHUTLI
113
114
las ideas están cambiando”. Y pone de ejemplo a
En cualquier caso, y no obstante esta mez-
su hija, quien regresó de Estados Unidos converti-
cla de tradición y modernidad, a la celebración
da a otra religión. Sin embargo, él tiene fe en que la
acuden familias enteras. En ellas se percibe un
tradición seguirá porque, gracias a ella, “Cristo nos
profundo sentido de respeto, espiritualidad y
mantiene con lluvias; ya está acostumbrado a la ce-
cooperación, que contrasta con el mundo de la in-
lebración”. De no continuar, dice, “se va a enojar”.
dividualidad y la competencia.
En cuanto a las flores también se advierten
La capilla adornada con flores, los cantos y las
transformaciones. Doña Gorgonia comenta que
danzas, el cempoalxochitl, el pericón, la flor de San
el yahutli de los portales está siendo reemplazado
José, las gladiolas, el lenguaje, el humo del sahu-
por otras flores disponibles en el mercado nuevo,
merio, la comida, entre otros elementos, crean toda
desde donde se transportan en camionetas. Pe-
una red de significados que se entremezclan en Te-
queños grupos de hombres jóvenes, cuyas edades
telcingo. A pesar de todas las transformaciones en
van de los 20 a los 30 años, arman los arcos en
el entorno, pervive este contacto singular con la na-
cuestión de minutos. Es el caso de los cargadores
turaleza, cubierto de un sentido sagrado gracias en
de la Central de Abastos de Cuautla, quienes com-
buena medida a las flores, cuya preservación es cada
binan este trabajo con el de la siembra de sorgo,
vez más necesaria. Tal como señala Víctor Toledo,
maíz y calabaza, además de que —como explica
“no es posible salvaguardar las culturas, mientras
uno de ellos— “cada año adornamos el portal de la
no se detenga la destrucción del entorno natural
entrada de la iglesia de Los Reyes para dar gracias
que les sirve de base y que da sentido a su existencia
al Señor por las cosechas”, aunque “cada vez hay
tanto material como espiritual” (Toledo, 2012: 57).
menos flor de pericón en los alrededores”. De ahí
El patrimonio cultural inmaterial está presen-
que uno de los portales se haya elaborado con flo-
te en la vida cotidiana de esta comunidad. Otorga
res artificiales de vivos colores, iluminadas por la
cohesión e identidad a sus pobladores. Es patri-
noche con series de luces. En su colocación traba-
monio vivo; tan vivo que se deja sentir en toda su
jaron hombres más jóvenes, de entre 16 y 25 años,
compleja red de significados y penetra por todos
acompañados por algunos hombres mayores que
los sentidos hasta despertar la emoción en lo más
los observaban y compartieron cervezas con ellos.
profundo del ser.
ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ
BIBLIOGRAFÍA
ENTREVISTAS
Arizpe, Lourdes (2009). El patrimonio cultural inmaterial de México: ritos y festividades. México, H. Cámara de Diputados, LX Legislatura, unam-crim, Miguel Ángel Porrúa. Barabas, Alicia y Miguel Bartolomé (1980). Historia de Tetelcingo, Xochimilcatzingo.pu (proyecto de investigación). Cuernavaca, Centro Regional Morelos, sep-inah. Sierra, Dora (2008). El demonio anda suelto. El poder de la cruz de pericón. México, inah. Toledo, Víctor (2012). “Los investigadores fundadores”, en Etnobiología, vol. 9, México, Conacyt.
Abacuc Memerón, 40 años. Entrevistado el 28 de septiembre de 2012. Francisca Zavala, 76 años. Entrevistada el 19 de octubre de 2012. Rigoberto Beltrán, 33 años. Entrevistado el 20 de octubre de 2012. Eliseo Zapotitla Rey, 49 años. Entrevistado el 20 de octubre de 2012. Luis Becerro, 65 años. Entrevistado el 17 de noviembre de 2012. Gorgonia Gadea, 76 años. Entrevistada el 4 de diciembre de 2012. Margarita Beltrán Zavala, 40 años. Entrevistada el 4 de diciembre de 2012.
Recolectando flor para enflorar las entradas de la casa © edith pérez f lo r e s
LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA Y LA FIESTA PATRONAL DE IXTEPEC, OAXACA ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ
S
an Jerónimo Ixtepec es un pueblo que pertenece al istmo zapoteco, en el sureste del estado de Oaxaca. Se fundó en el siglo xvi y se cree que fue el lugar designado por los colonizadores para concentrar a personas zapotecas de los pueblos ve-
cinos, a fin de facilitar su evangelización, cobrar tributos e introducir, entre otras actividades, el cultivo del añil para exportación. A mediados del siglo xviii, en este y otros pueblos del istmo se producía la pasta de dicho arbusto, con lo cual se desarrolló una técnica de coloración muy popular en la región. Las mujeres zapotecas recurrían a otra forma de teñir, a partir de un < Zapotecas vestidas de flores en su traje tradicional de fiesta © e d i t h p é r e z f lo r e s
caracol que se recolectaba en las costas; iban con mazos de hilo de algodón dividido en pequeñas madejas y a medida que iban 117
> Mujer zapoteca con su resplandor en la fiesta patronal © a n a to l e d o
sacando el molusco lo apretaban entre los dedos
holanes o aun de flecos de oro, afianzada en las ca-
sobre lo que querían teñir. Salía un licor blanquizco
deras con una banda de seda; luego viene el huipil
que se volvía púrpura al secarse. Los hilos eran utiliza-
con mangas cortas, que se amolda fluctuante en el
dos para elaborar el “enredo” con un telar rudimenta-
pecho, dejando destapada parte de la cintura. Este
rio. Las mujeres se envolvían con esta prenda desde
huipil es de muselina bordada o de un género de
la cintura hasta los tobillos, dejando el torso des-
color liso; pero llevan otro más, siempre de museli-
nudo. Se cree que esta vestimenta femenina pre-
na blanca, en la cabeza, de modo que haga la guar-
hispánica obedece al clima caluroso de la zona.
nición del cuello un marco encerrando la cara, y
Por su ubicación territorial, Ixtepec era un
caigan por delante las dos mangas hasta la cintura
lugar de tránsito y estación de paso para los via-
y por detrás hasta la mitad de la espalda. El con-
jeros. Por ello, a finales del siglo xviii, Porfirio
junto de este vestido, del todo adecuado a realzar
Díaz otorgó al inglés Weetman Pearson la conce-
los atractivos de una joven, conserva a las mil ma-
sión para establecer el Ferrocarril Mexicano de
ravillas todas las formas del cuerpo, a la vez rico y
Tehuantepec, que se inauguró en 1907 (Bernal,
airoso (De Fossey, 2000: 11).
1996: 28). Con esto se generó un movimiento de carga interoceánica que afectó el devenir cultural
Una imagen de principios del siglo xix muestra
de Ixtepec, que para entonces mantenía una re-
motivos florales en una enagua de muselina, que
lación más fuerte con la propiedad comunal. La
se completa con un huipil decorado con listones
transformación de la vestimenta comenzó luego
y cuello con grecas de costura. Para entonces, las
de la introducción de nuevas telas y maquinaria
mujeres zapotecas se vestían de dos formas: con el
para su confección. Durante la época ferrocarri-
enredo y con la enagua; en ambos casos, el atavío
lera, Mathieu de Fossey, un aventurero de 26 años,
se complementaba con el huipil. El enredo tenía
escribió un libro en el que describe el vestuario de
tres colores de acuerdo con las actividades: el color
la mujer zapoteca de aquel tiempo:
azul se usaba de manera ordinaria; el rojo, al salir de la casa para acontecimientos informales, y el
118
El vestido de las Tehuantepecanas consiste en una
púrpura o de caracol, en ocasiones especiales. Para
saya de muselina o de gasa, guarnecida de grandes
sujetar el enredo al talle se usaba un ceñidor cuyos
ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ
LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA
119
extremos terminaban con un tejido generalmente
El resplandor es, pues, una prenda con cuerpo
blanco. La enagua se usa todavía y puede ser de tipo
de encaje. En las mangas, el escote y la parte baja
rabona o de holán. La primera, que se usa para los
se añaden unos holanes plisados con almidón; el
actos cotidianos, incluye un holán de la misma tela.
cuello también es plisado. Cuando la mujer va al
La enagua de holán, por su parte, lleva un encaje
templo, el óvalo de su cara ocupa el cuello del res-
blanco, plisado y almidonado en el perímetro de la
plandor, simulando la corola de una flor. Una de
falda, y se usa para las fiestas y días especiales.
las mangas se coloca en el pecho y la otra en la
El uso de este atuendo no es indicativo de la división de las clases sociales, pues actualmente to-
Por su parte, el fleco se emplea para distinguir
das las mujeres poseen al menos uno, que adecuan
a las mujeres que desempeñan un papel impor-
con las variantes de su preferencia. En cambio, los
tante en la organización de las fiestas del pueblo.
accesorios como el resplandor, el fleco y la mascada,
Esta especie de zarape de encaje puede ser de co-
señalan la diferencia de actividades o la ocasión
lor oro. Además, de todo el perímetro de la tela
para la cual lo portan.
cuelgan galones con fleco dorados. El cuello se
Conocido también como huipil grande, el resplandor es un accesorio que se usa para ir al templo,
120
espalda.
adorna con pequeños holanes de encaje plisado con almidón.
en los desfiles o para contraer matrimonio confor-
Con una importante presencia en su comuni-
me a la Iglesia católica. Aparece en el libro que el
dad, doña Juana Catalina Romero, una mujer de
italiano Claudio Linati publicó en 1826 sobre los
Tehuantepec, pueblo vecino de Ixtepec, introdu-
trajes típicos de la clase media de México (Vichido,
jo muchos de los aditamentos al traje, junto con
1996: 49). Una joven istmeña porta un enredo ce-
otros productos de importación que el ferrocarril
ñido al cuerpo con el torso desnudo, mientras que
traía: instrumentos musicales, máquinas de coser
en la cabeza lleva un huipil grande de encajes. Es
para elaborar el bordado tipo cadenilla (que co-
posible que los misioneros dominicos señalaran
menzó a suplir el bordado a mano), muselinas es-
que las mujeres debían cubrirse la cabeza para
pecialmente estampadas, tela finísima de China, en-
acudir al templo y que las obligaran a tapar su torso
cajes, flecos, galones y listones, así como el “charro
desnudo.
24”, sombrero de tamaño mediano forrado con tela
ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ
roja, similar al terciopelo, con una tira dorada a
camisola con mangas cortas caía desde la espalda
lo largo de la circunferencia del ala; este sombrero
velando su busto, sobre el cual se extendía un gran
distinguía a los hombres más pudientes de la
collar con monedas de oro, perforadas en el bor-
comunidad.
de y encadenadas unas a otras. Su cabello dividido
El uso del oro en los collares y en el traje apa-
en la frente y trenzado con largos listones azules,
reció igualmente por influencia del exterior. Ante-
formaba dos espléndidas trenzas, que caían sobre
riormente los collares eran de semillas de árboles
su cuello, y otro huipil, de muselina blanca plisada,
o dientes de animales. Más tarde se incorporaron
enmarcaba su cabeza, exactamente con los mismos
las piedras preciosas colgadas de una gargantilla,
pliegues y de la misma manera que la calántica
junto con pequeñas cruces, corales, etcétera (ibid.,
egipcia (De Fossey, Mathieu 2000: 13).
1996: 51). Posteriormente, estas piezas fueron engarzadas en oro o, más concretamente, en pepitas
La mascada, otro de los accesorios, empezó
que se transformaron en monedas de oro, la mo-
como paño para limpiarse el rostro; actualmente
neda corriente a principios del siglo xix. Nacían
sirve de adorno. Se portaba encajada en la pretina
así los engarzados, las pulseras y los ahogadores,
de la enagua del lado derecho. Y no podía faltar el
collares compuestos por una o varias monedas
jicalpextle,1 complemento a modo de jícara, hecho
de oro que usan las mujeres como accesorios del
con el fruto de un bejuco similar a la calabaza que
traje regional. Un cura francés llamado Charles
crece en esta región. Se parte por la mitad y se re-
Brasseur hace una descripción sobre el atuendo
tira la pulpa para dejar las dos partes secarse al
de una mujer zapoteca de aquellos años en que
sol. Después se barniza y se decora con motivos
aparece el uso del ahogador:
florales. El jicalpextle se usó primero para guardar las tortillas (xhiga gueta en zapoteco, que signifi-
Ese día ella llevaba una falda a rayas, color verde
ca “jícara de tortillas”). Hoy se utiliza para llevar
agua, simplemente enrollada al cuerpo, envuelto
ofrendas, flores al panteón y obsequios en la fiesta
entre sus pliegues desde la cadera hasta un poco
conocida como la “Tirada de frutas”.
más arriba del tobillo; un huipil de gasa de seda rojo encendido, bordado de oro; una especie de
1 El jicalpextle es un utensilio de carácter ornamental elaborado por las artesanas de la laca.
LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA
121
122
ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ
LOS MOTIVOS FLORALES EN EL VESTIDO
una similitud muy clara con los mantones de Ma-
Fue cerca de 1920 cuando se empezaron a esbo-
nila en España.
zar los motivos florales bordados a mano en el
La composición floral más común en el traje
traje de la mujer zapoteca, primero sobre tela
contemporáneo de la mujer zapoteca es a base de
lisa sin estampados, charmés y muselina; pos-
flores de tipo camelia en su forma de rosa, con
teriormente sobre terciopelo, y en la actualidad
varias coronas de pétalos superpuestos que de-
sobre telas sintéticas. Se comenzó con flores pe-
jan un espacio para la presencia de los estambres
queñas: guías y ramos, acompañados incluso de
en el centro. Aparecen también claveles y clave-
pájaros, garzas y guajolotes (Vichido, 1996: 61).
linas, rosas en forma de urna, girasoles, campa-
Se cree que el estilo de los motivos florales es de
nillas, crisantemos, azucenas, nenúfares, alcatra-
influencia colonial; por el tipo de flores y la re-
ces y tulipanes. Para sus bordados, las artesanas
presentación plástica de las mismas se encuentra
y los artesanos resuelven primero la composiLAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA
Mujeres zapotecas en la “tirada de frutas” © a n a to l e d o < Una sonrisa de flor istmeña © a n a to l e d o
123
colorear delicadamente cada figura con hilos
ES IMPONENTE VER A UNA MUJER ATAVIADA CON EL TRAJE BORDADO, CUYO PRINCIPAL MOTIVO ICONOGRÁFICO SON LAS FLORES. ASÍ, ENTRE LA FIESTA, LA MAGIA Y LA VIBRACIÓN DE LAS FLORES, LAS MUJERES SE CUBREN DE UN HALO DE GOZO Y ORGULLO ESPECIAL.
de algodón, matizando los colores de las figuras como si fueran veladuras de pincel. Para “sombrear” se requiere un buen manejo del color y cuidar en todo momento la coherencia plástica del trabajo. La técnica del bordado con agujilla se utiliza cada vez menos, debido a que implica más tiempo y más cantidad de hilo que el bordado con gancho. Esta última técnica se ha popularizado mucho por la rapidez con la que se puede realizar y el uso de menor cantidad de hilo. La calidad del bordado que se logra con la técnica de agujilla es mucho mayor que con la técnica del gancho. Sin embargo, esta ha tenido una gran aceptación entre la gente de Ixtepec, pues su costo es más accesible, además de los efectos muy interesantes que se logran con ella. Consiste en hacer pasar el hilo de algodón con un esbelto gancho metálico a
124
ción floral con un dibujo de una sola línea sobre
través de un lienzo de tela tensada en el bastidor,
papel, para después calcarlo sobre un lienzo de
logrando un tejido con puntos muy cerrados.
tela —de terciopelo, raso, satín u otro tipo— pre-
La disposición del color es la misma en ambas
viamente tensada sobre un bastidor de madera
técnicas. Se procura respetar la diferencia entre
similar a la estructura de una mesa. Después
los colores fríos y los cálidos, matizando cada ele-
eligen la técnica con la cual realizarán el borda-
mento floral según sea el caso. Por ejemplo, si se
do, ya sea con agujilla o con gancho. El bordado
comienza con un color cálido, se evita el uso de co-
con agujilla es una de las técnicas más antiguas
lores fríos para la misma flor. En la composición
y, también, una de las más laboriosas. Se trata de
total de un traje hay un equilibrio entre los co-
ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ
lores fríos y los cálidos. Es interesante observar
bre comienzan las velas y las calendas. Se llama
cómo cada artesano y artesana se vale únicamen-
“vela” a cada uno de los bailes que organizan di-
te de su sentido común para elegir la manera de
versos grupos de familias de la población, repre-
aplicar los hilos de color en su arte, lo que revela
sentados por una vela de cera que se labra en ho-
su natural sensibilidad.
nor al santo patrón; la Labrada de cera ocurre en el
La técnica del bordado de motivos florales se
mes de abril. Por lo regular, las velas se realizan sin
utiliza también en los estandartes que llevan los
ningún tipo de financiamiento municipal; se apela
mayordomos, las madrinas y los padrinos de la fies-
únicamente a la reciprocidad de los integrantes de
ta patronal y en el desfile de la “Tirada de frutas”.
cada grupo. En estos bailes, las flores y las mujeres son el
LA MAYORDOMÍA: LAS FLORES
centro de atención; es el mejor momento de lucir
EN EL CENTRO DE LA CELEBRACIÓN
el traje tradicional de gala con todos los aditamen-
Por el sincretismo de la raza zapoteca con el cris-
tos y una forma de coronar el esfuerzo del trabajo
tianismo, en todo el istmo oaxaqueño se celebran
de todo el año. Mujeres de todas las edades acu-
las mayordomías a los santos patronos de los pue-
den a esta celebración, donde las flores tienen un
blos y los barrios, con un sentido profundamente
significado especial, al igual que la manera en que
comunitario. Los mayordomos son por lo general
se lleva el tocado. El tocado de flores del lado iz-
una pareja que se presenta ante el Comité Orga-
quierdo indica que la mujer es soltera y está dis-
nizador de Festejos Populares para solicitar ese
ponible para bailar. Si el tocado se coloca del lado
cargo. Se trata de personas que, por una promesa
derecho es porque está comprometida o casada.
ofrecida al santo patrón, quieren organizar la fies-
Anteriormente, este accesorio se elaboraba con
ta como un gesto de agradecimiento. El pueblo,
flores artificiales; hoy en día se nota la preferencia
con un sentido de reciprocidad, coopera afable-
de las mujeres por hacer sus propios tocados con
mente con los mayordomos nombrados.
flores naturales de colores vivos, que pueden cor-
La celebración, con una presencia determi-
tar en su propio jardín o comprar en el mercado;
nante de las mujeres, tiene lugar del 20 de sep-
van desde encendidos tulipanes, margaritas y ger-
tiembre al 4 de octubre. A partir del 21 de septiem-
beras hasta claveles y hojas verdes. LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA
125
bración de las flores, las mujeres se cubren de un
LA PRESENCIA DE LAS FLORES EN LA FIESTA PATRONAL DE IXTEPEC ESTÁ TOTALMENTE LIGADA A LAS MUJERES. TODAS LAS CRÓNICAS DE VIAJEROS SOBRE EL ISTMO ZAPOTECO DEJAN EN CLARO LA FASCINACIÓN Y LA SEDUCCIÓN ABSOLUTA Y CRECIENTE DE LAS MUJERES, QUIENES DESTACAN POR SU VOLUPTUOSIDAD, SUS ATUENDOS, SUS RITUALES Y SU SOBERBIO AIRE ORGULLOSO.
halo de gozo y orgullo especial, a pesar de que esta indumentaria no es quizá la más apropiada para el calor de la región. Por la tarde del 29 de septiembre, las principales calles de Ixtepec son testigos del Paseo Convite y la Tirada de frutas. Participan los mayordomos, las madrinas, los padrinos, los capitanes y las capitanas de las festividades en honor al santo patrón, quienes reparten obsequios a las personas mientras van desfilando. Hace tiempo regalaban frutas y animales de crianza, tales como gallinas, guajolotes, patos e iguanas. Hoy obsequian productos de la canasta básica o, en el peor de los casos, productos chinos de mala calidad. En este paseo, todas las mujeres lucen sus trajes bordados (de cadenilla o combinados), sus alhajas, su resplandor y su tocado de flores con listón. Los hombres participan también, ya sea como integrantes de la banda de música o en la comitiva de cabalgata y carretas. Cada comitiva porta su estandarte bordado o pintado con motivos florales, similares a los del traje regional, y completado con alguna imagen religiosa o el retrato de alguna per-
Es imponente ver a una mujer ataviada con el
126
sona protagonista de la fiesta.
traje bordado, cuyo principal motivo iconográfico
Mujeres y hombres trabajan arduamente
son las flores. Así, entre la fiesta, la magia y la vi-
para las fiestas. Los varones encargados, a quie-
ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ
nes se conoce como muxes, son, junto con las
nes, diseñan el peinado y el tocado de flores, entre
mujeres bordadoras, los principales portadores
otras actividades. Los muxes son muy solicitados
de este conocimiento artesanal. La palabra zapo-
durante la fiesta del pueblo. Se destaca su perte-
teca muxe se usa para referirse a un varón que
nencia a la comunidad a nivel social y la valía de
puede ser travestido o no, pero que asume roles
su identidad, lo cual se refleja en su participación
que se consideran propios de las mujeres en la
en los rituales; no es apropiado, por lo tanto, ca-
comunidad. En esta región zapoteca se advier-
talogarlos como “homosexuales” o “travestidos”.
te cierto grado de aceptación y tolerancia hacia
Con algunos meses de anticipación se invita
ellos, puesto que son parte importante en la orga-
a las mujeres que acudirán a la Tirada de frutas.
nización de la fiesta del pueblo. Suelen dirigir los
Para ello se les lleva a sus casas un pan especial,
grupos de danza regional y, con ello, reivindican
llamado pan de manteca. Al recibir este obsequio,
la manera de portar el traje entre los y las jóve-
ellas se comprometen con la persona que las invita LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA
Bordando color y vida al traje de la mujer istmeña © a n a to l e d o
127
128
a acompañarla en dicho convite. Dentro de un ji-
Todas las crónicas de viajeros sobre el istmo za-
calpextle adornado con banderitas de papel o tela
poteco dejan en claro la fascinación y la seduc-
llevan arreglos de flores u obsequios para repartir
ción absoluta y creciente de las mujeres, quienes
entre los espectadores durante el trayecto.
destacan por su voluptuosidad, sus atuendos, sus
En el marco de la fiesta patronal, la Calenda
rituales y su soberbio aire orgulloso. Esto, si bien
es otra celebración por demás alegre. En este pa-
comprensible desde una mirada externa, deja de
seo nocturno por las calles del pueblo participa
lado que esas mujeres seductoras también son
la madrina de Calenda, sus invitados y el pueblo
artesanas, pintoras, escultoras, cantantes y sa-
en general. Las mujeres van vestidas con enagua
bias curanderas que establecen un diálogo con las
rabona y huipil. Portan también vistosos faroles
plantas y los animales. Además, son ellas el sos-
elaborados con papel de china y carrizo, corona-
tén económico, así como cocineras ejemplares y
dos con velitas encendidas que a lo lejos dibujan
también constructoras; conocen el manejo de la
un lindo paisaje nocturno: luceros encendidos
milpa, del agua y de las labores comunitarias que
meneándose al compás de la música. A lo largo de
fortalecen el tejido social de la población, pese a
todo el paseo circula la mistela, refrescante bebi-
las dificultades sociales, económicas y políticas
da preparada con mezcal y agua de fruta, que ayuda
derivadas del despojo del territorio y la introduc-
a relajar los sentidos para disponerse a bailar al
ción de agentes que van mermando la naturaleza
ritmo incesante de la banda. El recorrido es pro-
y el patrimonio cultural.
picio para sacar a pasear a las marmotas, monigo-
La fiesta patronal de Ixtepec es un tributo al
tes gigantes que caricaturizan a una pareja, la cual
gozo, al arte, al color, a la música, a la broma, a la
baila también con la comitiva. Al final del paseo
risa, al baile y al oficio. Es interesante observar que
se queman los toritos y otros fuegos artificiales,
los protagonistas de cada celebración son en su
mientras que las mujeres, también moviéndose
mayoría jóvenes, lo cual indica que esta fiesta perdu-
con la música, cargan un arreglo de flores con
rará y que no es estática, sino que cada vez se trans-
carrizo llamado María Andrea.
forma y se amolda a las condiciones actuales. No se
La presencia de las flores en la fiesta patronal
ha perdido lo más importante: la conexión con el
de Ixtepec está totalmente ligada a las mujeres.
gozo a nivel sociocultural a través de estos rituales.
ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ
UNA ÚLTIMA REFLEXIÓN
de empeño, por ejemplo, las jeromeñas acuden
Ixtepec todavía conserva buena parte de los
a estos establecimientos para malbaratar sus
elementos visibles y estructurales de su cultura
prendas de oro antiguo y, así, salir de apuros.
local, como el vestido y la lengua, aunque esta
Los migrantes que provienen de Centroamérica
última está desapareciendo gradualmente entre
viajan en los ferrocarriles que transportan pro-
los jóvenes. A ello se suman los cambios en la
ductos de carga hacia Coatzacoalcos, Veracruz,
economía de la región, que reflejan crisis más
de modo que, en su ruta hacia el norte, pasan
amplias a nivel nacional e internacional, con
por Ixtepec, convirtiendo este pueblo en una
los elementos desfavorables que se van inser-
llaga abierta por lo que este tema implica, en
tando. Con la reciente proliferación de las casas
donde se ponen en una balanza la violencia y el LAS FLORES EN EL VESTIDO DE LA MUJER ZAPOTECA
Convite en las calles principales de la ciudad de Ixtepec, Oaxaca © a n a to l e d o
129
130
carácter generoso de los jeromeños que les tienden
oportunidad de definir sus formas de vida social
la mano a esos peregrinos.
y vernácula (Esteva et al., 2001: 69). Es claro que
Sin duda, esta situación afecta el devenir cul-
las culturas nunca son estáticas y que están en
tural de Ixtepec, a lo que se agrega ahora el Mega-
constante transformación. Sin embargo, el reto
proyecto del Istmo, que contempla la construcción
es lograr que la cultura se regenere por sí misma
de obras de gran escala vinculadas a un corredor de
para enriquecerse y que tenga la posibilidad de
maquiladoras y tiendas departamentales (García,
resistir los impactos externos y sus distorsiones.
2005), con los consecuentes cambios en usos y cos-
Para evitar que se repita la historia de despojo,
tumbres. ¿Qué pasará, por ejemplo, si alguna indus-
destrucción y sometimiento que vivieron y viven
tria manufacturera comienza a producir en serie los
muchos de los pueblos originarios y mestizos es
bordados florales? Es evidente que se abaratarán
preciso fortalecer las identidades vernáculas de
los costos y se devaluará por completo el trabajo
la región.
artesanal ¿Está preparada la población istmeña
En el mercado y la plaza pública es común ver
para asumir estos cambios? ¿En manos de quién
a mujeres de edad avanzada portar la enagua tipo
quedará este patrimonio cultural? ¿Se reconocerá
rabona con huipil sencillo, pero esta práctica coti-
a quienes por siglos lo han cultivado y preserva-
diana está desapareciendo entre las jóvenes. No así
do? ¿El patrimonio se valorará solamente en fun-
el uso del traje de gala, que se mantiene entre las
ción del consumo? ¿Hay posibilidades reales de
mujeres de todas las edades durante la época festi-
que esto suceda?
va del año. Un buen número de artesanos y artesa-
Supuestamente, el desarrollo económico trae
nas están aplicando los motivos florales en vestidos
consigo mejores condiciones de vida a partir de
confeccionados en tela de manta, además de dise-
la transformación de la naturaleza en mercancía
ñar bolsas, carteras, blusas, camisas y otros objetos
(Von Werholf, 2010). Conforme a esta premisa, el
que son del agrado de la gente. El desafío consiste
desarrollo implica por lo menos una cosa: escapar
en fortalecer las capacidades locales y el bienestar
de una condición indigna llamada subdesarrollo.
de su población y, a la vez, visibilizar y valorar la
Al darle una importancia global a Occidente se
forma en que se renueva el patrimonio cultural in-
priva a los pueblos de culturas diferentes de la
material zapoteco en el Ixtepec contemporáneo.
ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ
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CONSULTAS EN LÍNEA García, Miguel Ángel (2005). “El Megaproyecto del Istmo de Tehuantepec” [en línea]. Oaxaca. Consulta: 22 de noviembre de 2012.
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LOURDES ARIZPE
TEXTO COMPLEMENTARIO I
ACOCOXOCHITL, ACOCOTLI, COHUANENEPILII O DALIA, LA FLOR NACIONAL MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ
La dalia, originaria de Cuernavaca y Tepoztlán, es considerada como la flor nacional. De hecho, México da cobijo a 31 especies del género Dahlia. Y aun cuando se le bautizó así en recuerdo del botánico Andreas Dahl, las dalias silvestres eran conocidas comúnmente en Mesoamérica con el nombre de acocoxochitl, acocotli o cohuanenepilii (tallos huecos con agua). Entre los pueblos originarios, esta flor tenía una gran cantidad de usos: ornamental, alimenticio, medicinal, ceremonial e incluso para forraje. Se sabe, por ejemplo, que era muy socorrida como remedio contra la tos crónica y los cólicos, y se le empleaba también como tónico diurético y como diaforético, es decir, para sudar las fiebres (Hernández, 1946). De acuerdo con el Códice De la Cruz-Badiano y algunos estudios posteriores, las dalias fueron muy importantes entre los aztecas, por lo que su domesticación se produjo mucho antes de la llegada de los españoles (Mera-Ovando et al., 1995). Estos la introdujeron después en Europa con la esperanza de utilizar sus raíces carnosas con fines alimentarios, como lo hacían los aztecas. Sin embargo, la planta apenas se aproximó a aquellas ilusiones culinarias (Treviño et al., 2010). En Bélgica se obtuvieron las primeras plantas de carácter ornamental con flores grandes y dobles, las cuales se propagaron rápidamente por todo el continente, al grado de ser las preferidas de la corte de la reina Victoria.
Las primeras semillas de dalia llegaron a España como resultado de las expediciones enviadas por la Corona. Sin embargo, la base genética que amplió y diversificó la horticultura de la dalia en Europa se debe al material que el naturalista alemán Alexander von Humboldt recolectó durante su exploración por territorio mexicano entre 1803 y 1804. El mejoramiento genético dio como resultado la variación en el tamaño de la flor, su color y el incremento en el número de flores con lígulas o pétalos anchos, entre otros atributos. La creciente publicación de libros sobre el cultivo de esta flor durante el siglo xix refleja el interés por el tema entre los países no hispanohablantes. Tan sólo en los jardines de Leipzig, Alemania, para 1817 ya se habían desarrollado más de 75 variedades de dalias. A mediados de ese siglo llegaron a México las primeras formas modificadas de dalia. Las flores dobles correspondieron a los tipos show y fancy. Las del primer tipo eran flores monocoloreadas parecidas a una pelota, mientras que las del segundo eran multicoloreadas. Posteriormente, en Alemania se registraron las formas anémoda y pompón (Treviño et al., 2007; Laguna, 2007). El origen de las formas cactus y decorativas se consiguieron con el arribo de la Dahlia juarezzi o Dahlia pinnata. Este tubérculo, emparentado con la Dahlia coccinea, llegó a Holanda desde
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
< Dalia nacional: belleza de todos los climas © edith pérez f lo r e s
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Dalia en la tierra fría de Hueyapan, Morelos © edith pérez f lo r e s
México en 1872, para luego, en 1874, ser introducido al Reino Unido. Por último, las variedades tipo colar se obtuvieron en 1899 en los jardines municipales del Parc de la Tete d’Or en Lyon, Francia. La dalia adquirió la misma importancia ornamental que el tulipán holandés; en el siglo xix se crearon los primeros grupos dedicados al cultivo, estudio y mejoramiento de las formas conocidas; así se consolidaron las sociedades nacionales de la dalia en Inglaterra y Francia. A partir de entonces, se han desarrollado nuevas variedades, como la “orquídea”, la fimbriata, el tipo clavel y otras más que muestran la gama de posibilidades del género Dahlia cada vez que se integran especies silvestres a su mejoramiento. ALGUNOS RASGOS DISTINTIVOS
El género Dahlia pertenece a la familia botánica Asteraceae (compuestas), de tal forma que la mayoría de las dalias son 134
MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ
plantas herbáceas o arbustivas y, a veces, epífitas o trepadoras. Las herbáceas son anuales; su follaje desaparece en el invierno, pero de sus raíces tuberosas, que quedan enterradas, brotan nuevas plantas en la siguiente temporada de lluvias. Las arbustivas son perennes y suelen tener raíces tuberosas muy desarrolladas. Sus tallos son huecos (de ahí su nombre en náhuatl, acocoxochitl) o compactos, en tanto que las hojas pueden ser opuestas o verticiladas y simples o compuestas. El follaje varía entre láminas enteras y láminas divididas (Mera-Ovando, 2006; Laguna, 2007). Las flores constan de varias estructuras que, en conjunto, se denominan “cabezuelas” o “capítulos”. Las liguladas (en forma de lengua) tienen una apariencia similar a la de un pétalo y son blancas, moradas, amarillas o rojas. Las tubulares o flores de disco semejan un plato y las hay en color amarillo o morado. Ambas están dispuestas sobre una base común llamada receptáculo.
La dalia tiene la característica de producir espontáneamente nuevas formas, así como una gran capacidad de cruzarse e hibridarse, lo que ha dado lugar a una variedad de tipos que dificulta su clasificación botánica. En la actualidad existen alrededor de 20 mil cultivares reconocidos en el Registro Internacional de las Dalias de la Royal Horticultural Society. Los distintos reportes botánicos aseguran que el tubérculo contiene mucha fibra y ayuda al intestino a trabajar suavemente. Incluso se dice que combate el cáncer de colon, pues limpia el intestino. Además, las raíces de este cultivo contienen inulina, que se emplea en la agroindustria como sustituto de grasas y también modifica la textura de los alimentos. La inulina se encuentra también en la categoría de los alimentos no digeribles, que no son asimilados, que no dan calorías y, por lo tanto, que no incrementan el peso corporal ni elevan los niveles de glucosa sanguínea. De ahí que algunos diabéticos utilicen este carbohidrato para sustituir el almidón. Hasta ahora, la principal productora de inulina es la especie Helianthus tuberosus. De igual manera se ha reportado que en Europa se incluye el camote de dalia en alimentos infantiles envasados porque evita la obesidad en los niños (Reyes y Treviño, 1993; Treviño, 2010). LA FLOR NACIONAL DE MÉXICO
El 13 de mayo de 1963, en el Diario Oficial de la Nación, el presidente Adolfo López Mateos expidió un decreto declarando a la dalia símbolo de la floricultura nacional, con las siguientes consideraciones: • Que la República Mexicana posee una gran diversidad de flores nativas de especial valor estético, ornamental y económico, entre las que se encuentra la flor de dalia. • Que las flores mexicanas, por sus características peculiares, han merecido distinción tanto en el país como en el extranjero, y entre ellas particularmente la flor de la dalia. • Que la admiración a dicha flor motivó a que una de las especies fuera distinguida con el nombre de Dahlia Juárez, en honor del Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez.
El 12 de octubre de 1995 se formó la Sociedad Mexicana de la Dalia con el fin de investigar antecedentes históricos, diagnosis, ubicación taxonómica, importancia económica, propagación, cultivo y difusión de las dalias silvestres y cultivadas; formar un banco de germoplasma como base de los trabajos sobre el género, el cual incluía las más de 30 especies hasta entonces reportadas, y establecer un banco de información sobre dalias disponibles para todos los socios y amigos aficionados a ellas, así como para los cultivadores y comerciantes (ibid., 2007). Cada año aparecen variedades nuevas entre los viveristas y cultivadores, y en distintos países se hacen concursos, exposiciones y congresos internacionales para presentarlas (aunque a veces la duración de los cultivares es efímera o pasan de moda y dejan de cultivarse). En México se lleva a cabo la exposición anual de la dalia en los Viveros de Coyoacán, donde se premia la flor más bella o mejor lograda y se incentiva la creatividad de los horticultores mexicanos para conocer e incluso trabajar con las especies silvestres (ibid., 2010). No obstante lo anterior, en nuestro país se sabe poco del cultivo de las dalias, el cual se limita por lo general a los jardines privados. Tampoco existe la afición por mejorar o encontrar nuevas variedades que podrían estimular la industria nacional y de exportación. Sería muy conveniente fomentar su cultivo en vista de las propiedades alimenticias, medicinales y forrajeras de sus raíces tuberosas y, así, contribuir a la nutrición, herbolaria y ganadería mexicanas (Mejía et al., 1992; Laguna, 1992). El material genético disponible es suficiente para producir no solo flores de maceta, sino también plantas arbustivas e incluso trepadoras que faciliten las creaciones ornamentales. Los trabajos de investigación relacionados con la propagación, el cultivo y el mejoramiento de la dalia permitirían seleccionar variedades con características factibles de modificarse y de alto interés para los agricultores
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
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> Roja dalia de tierra caliente © a n a to l e d o
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CONSULTAS EN LÍNEA http://www.eluniversaledomex.mx/home/nota28266.html
INTRODUCCIÓN
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MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ
TEXTO COMPLEMENTARIO II
RITUALIDAD Y PRÁCTICAS SOCIALES: USO DE LAS FLORES EN COATETELCO, MORELOS HÉCTOR JIMÉNEZ CRUZ
Al igual que en muchos otros poblados de México, las tradiciones en Coatetelco giran en torno a los antiguos ritos prehispánicos y el culto católico, y se articulan a “la división dual del año en estación de secas (tonalco) y de lluvias (xopan)” (Broda, 2004: 40). El ciclo agrícola anual comienza con la bendición de las semillas en Semana Santa y concluye con la veneración a los muertos en noviembre. Las festividades de esta localidad perteneciente al municipio de Miacatlán, al sur de Morelos, se remontan a la época de su fundación. De acuerdo con una de las leyendas más extendidas (Alemán, 2002: 6), Cuauhtlitzin, diosa relacionada con la belleza y la fertilidad, fundó Coatetelco (Cuauhtetelco): Cuauhtlitzin era la princesa de la localidad y sacerdotisa de Quetzalcóatl. Se distinguió por su inteligencia y por querer a su gente. Cuando llegó a ser joven, los ancianos de la aldea la nombraron reina de la fertilidad; debido a esto era muy codiciada y querida por los grandes hombres de otras aldeas, por lo cual era custodiada por guerreros y ancianos, pero un día unos guerreros la secuestraron y la llevaron rumbo a Xochicalco. Ella se resistió y un diluvio con rayos y centellas la defendió haciendo que los raptores murieran. Ella milagrosamente salvó la vida y se refugió en “la Joya”, la parte más baja y fértil de la aldea. Cuando
miró a sus guardianes y a su gente ahogados por las corrientes del agua, lloró amargamente y arrojó su guirnalda de flores blancas de cazahuate sobre las aguas, quedando ella también sepultada entre ellas, naciendo así la laguna de Coatetelco.
< Niño con escapulario, corona de fulmina y cadena de flor y galletas © h é c to r jiménez
En el museo de sitio de la localidad se encuentra una escultura de piedra que se presume es de Cuauhtlitzin. En ella puede advertirse una corona de cazahuate (Ipomoea murucoides), flor con un característico color blanco que puede encontrarse en los cerros que rodean a la laguna. La veneración a las deidades femeninas prehispánicas derivó después en el culto a las vírgenes católicas. En Coatetelco, una de las mayores celebraciones corresponde a la Virgen de la Candelaria. Se lleva a cabo en enero y está estrechamente vinculada al cambio de ciclos (Reynoso y Castro, 2002: 93): En el mundo indígena el ciclo de Purificación y Penitencia se inicia con esta festividad, la Candelaria; sigue con el Carnaval, la Cuaresma y la Semana Santa. Visto con la perspectiva europea, debiera comenzar con el Carnaval, pero desde la cosmovisión indígena y campesina, estas dos festividades quedaron invertidas. Es el ciclo de la
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
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Enflorando a nuestros difuntos © h é c to r
siembra y las estaciones del año el que marca toda la vida religiosa, social, humana, comercial y cultural del pueblo en sus fuertes manifestaciones culturales prehispánicas.
jiménez
Valga agregar que durante esta fiesta, los altares en los que descansa la Virgen se adornan con arreglos florales mixtos de gran vistosidad. Destaca igualmente la fiesta de la Asunción de María, celebrada el 15 de agosto. En una pequeña procesión, la mayoría de las solteras jóvenes llevan en sus brazos flores mixtas de color blanco para ofrendarlas a la Virgen. Se dice que esta tarea solo puede recaer en aquellas mujeres que aún son vírgenes. Al día siguiente, el turno es de los hombres, quienes también deben ser solteros. Es entonces cuando se monta un arco decorativo en la fachada de la iglesia. Año tras año se renueva el diseño del arco, pero las figuras con flores son constantes. Es conveniente mencionar que en estas y otras celebraciones de Coatetelco no se usan solo flores naturales. Tam140
HÉCTOR JIMÉNEZ CRUZ
bién son frecuentes las flores artificiales que se utilizan sobre todo en las ceras que los padrinos y las madrinas obsequian a sus ahijados en Semana Santa, así como en las coronas que se colocan en las tumbas de los difuntos. Las ceras se emplean concretamente en las procesiones del Jueves y el Viernes Santos. En el centro están decoradas con un listón de color y flores artificiales. La madrina determina el tamaño de la cera y el color de las flores. En tanto, el color del listón depende de quién recibirá tal obsequio, es decir, si es hombre o mujer. Por lo regular se eligen los tonos azul y rosa, respectivamente. Las ceras son muy apreciadas, ya que generan y reproducen alianzas de compadrazgo. Una vez que el ahijado o la ahijada recibe su cera, debe enviarle a su padrino o madrina una pequeña olla de comida en señal de agradecimiento. Las coronas, por su parte, se elaboran todo el año y son utilizadas en los funerales y en las tumbas de los difuntos. Sin embargo, predominan desde la celebración de San Miguel (28
de septiembre) hasta el Día de Muertos (2 de noviembre). Constan de un aro metálico envuelto con plástico de color verde, en el que se colocan alrededor de seis flores grandes. Las coronas ya concluidas se llevan entonces al panteón. Anteriormente, en la localidad abundaban los xochimamastles, especie de corona que se elaboraba al comienzo del ciclo agrícola para pedir la lluvia. Estas “ruedas del tiempo”, que en Coatetelco se conocen también como “resplandores”, se hacían con carrizo y flores de cempoalxochitl amarillo intenso, color que simboliza el fuego y el centro del universo. Valga recordar que es el color del sol, el cual en diciembre —plena temporada de secas— está más inclinado hacia el sur, de modo que es el momento en que, según el mito, Huitzilopochtli “va a combatir la sequía para que la vida prevalezca. Si analizamos esta concepción dual, hay una latente preocupación porque la vida vuelva a surgir, porque el ciclo no se detenga y vuelva a repetirse, como se ve en la naturaleza” (ibid., 2002: 14). En este mismo sentido se debe recordar que el patrono de Coatetelco es San Juan Bautista. La fiesta en su honor coincide con el inicio de uno de los dos periodos agrícolas, el que transcurre de junio a octubre. En los días previos a la fiesta (24 de junio), una comitiva de personas se traslada a Tepoztlán para recolectar cucharilla (Dasylirion Acrotriche), flor de color blanco similar a una cuchara, con la que se elaboran adornos para un arco que se coloca en el atrio de la iglesia, donde se encuentra el santo patrono. Las flores se emplean también con fines terapéuticos, específicamente en el “escapulario” o “santo”, ritual de sanación típico de la localidad. La familia del enfermo tiene que buscarle a este una madrina para que le lleve ropa de color rojo, un collar de galletas, un collar de flor de cempoalxochitl, una corona de flor de fulmina (Antigonon leptopus) y regalos como dulces y pan. La fulmina es un ramillete de pequeñas flores rosas que crece en forma de enredadera. Se reproduce de manera silvestre en el campo, aunque muchas de las casas del poblado la tienen también en sus patios. En el escapulario, además, se prepara una ofrenda en honor de San Antonio y Santo Domingo. En la mesa donde se ofrenda la comida se colocan dos floreros con rosas y flores
de temporada. Se cambia al enfermo y después se le colocan los collares y la corona de flores. Con estos objetos y con la ropa de color rojo, el enfermo parece la representación de una deidad, muy posiblemente Cuauhtlitzin. Al menos es a ella a quien se le ofrenda la comida y la bebida. Una vez finalizado el ritual, los asistentes destrozan la corona de fulmina como símbolo de que el enfermo ha sanado. El culto a los difuntos inicia en Coatetelco el 28 de septiembre, la víspera del día de San Miguel, conocido como “el día en que termina el hambre”, ya que marca el inicio de la cosecha. Puede afirmarse que ese día la localidad cuenta con la mayor variedad de flores. Los pobladores visitan a sus difuntos en el panteón, llevándoles una ofrenda de fruta, flores y los característicos tamales preparados con los primeros elotes de la cosecha, con lo cual, además, se agradece la abundancia de la cosecha. Todo comienza con la elaboración de las cruces de pericón (Tagetes lucida), que varían en tamaño y decoración y “tienen la finalidad de asustar a las fuerzas demoniacas por medio de la señal de la cruz, proteger a las personas de la tentación del diablo, alejar la maldad y el pecado. La cruz recuerda al demonio su derrota a manos del arcángel Miguel; las casas están protegidas porque están coronadas con el símbolo de la victoria” (ibid.: 18). Las cruces de pericón se colocan tanto en las parcelas de los campos como en las puertas, esquinas y árboles de la casa. Además de esta flor, para adornar las tumbas se emplea cempoalxochitl y flor de San Miguelito (Poaransico), fácil de encontrar en esa época del año. El 2 de noviembre, por último, las tumbas del panteón se adornan con la tradicional ofrenda colgante, la flor de cempoalxochitl y la flor de terciopelo (Celosia cristata). A partir de lo anterior, es posible corroborar que Coatetelco es uno de los tantos pueblos mexicanos que sobresalen por su diversidad de flores y la creatividad de sus pobladores para revitalizar las prácticas culturales. Es imperativo salvaguardar este patrimonio, preservar los saberes ancestrales sobre la naturaleza y valorar todo aquello que permita la buena convivencia, los intercambios materiales y simbólicos y, en fin, el bienestar de las localidades. TEXTOS COMPLEMENTARIOS
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> Cruz enflorada de pericón © jahir mora
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CONSULTAS EN LÍNEA Biblioteca digital de la medicina tradicional mexicana (2009). México, unam, http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/index.php Consulta: 31 de octubre de 2012.
INTRODUCCIÓN
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MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ
TEXTO COMPLEMENTARIO III
LA FLOR DE CEMPOALXOCHITL EN EL XOCHIMAMASTLE DE XOXOCOTLA, MORELOS ULISES JOEL TERÁN IBARRA
Xoxocotla, poblado del municipio de Puente de Ixtla, en el suroeste del estado de Morelos, destaca por su diversidad de flora, que va del tamarindo y diferentes tipos de ciruelas a las flores de ornato, como la bugambilia, la nochebuena y, desde luego, el cempoalxochitl. Esta última flor, cuyo nombre científico es Tagetes erecta, es una especie de la familia Asteraceae. Con una vara de longitud variable, entre 60 y 100 centímetros, destaca por ser muy aromática y de colores llamativos, desde el amarillo encendido hasta el naranja e incluso el rojo. Se le asocia sobre todo con las fiestas tradicionales, uso que se le ha dado desde épocas prehispánicas hasta la actualidad. En la antigüedad, el vocablo náhuatl cempoalxochitl se refería genéricamente a un grupo de plantas vistosas por su forma, tamaño y colores. Hoy, la flor es conocida con múltiples nombres dependiendo de la región. Los más comunes, provenientes de las comunidades con raíces nahuas son los siguientes:, cempoalxochitl (su forma castellanizada), flor de veinte pétalos, cempoal, flor de cempoal, flor de cempoalxochitl, flor de difunto, flor de muerto chino, flor de niño y veinte flores. Asimismo, hay distintas variedades de cempoalxochitl, especialmente en Puebla, el Estado de México y Morelos. Entre ellas sobresalen las siguientes: clemole, copalxuitl, cozahuicxochitl, macuilsuchitl, moixochitl y cempoalxochitl.
En fechas recientes se han considerado no solo los usos tradicionales de esta flor, sino también los potenciales: antioxidante, pigmento de alimentos, saborizante, componente de perfumería, resina, insecticida, larvicida, repelente de insectos y abono verde, entre otros (Serrato, 2004: 3).
< Xochimamastle que se lleva a la cueva para “leer el temporal” © edith pérez f lo r e s
DE ARREGLOS Y CRUCES
La flor de cempoalxochitl en Xoxocotla tiene la particularidad de tener dos cosechas al año: cultivo de temporal y cultivo de riego. De ahí que sea común utilizarla en arreglos florales a lo largo del año. Además de los rituales durante los días de Muertos, el poblado se cubre con esta flor durante la fiesta del Jueves de la Ascensión, que tiene lugar 40 días después del Domingo de Resurrección, es decir, en los primeros días de mayo. Con tal motivo, los propietarios de tierra de riego o de temporal llevan ofrendas a Coatepec, Teacalco y el Cerro de la Tortuga. Los agricultores acuden a estos puntos con enorme devoción y un especial interés por transmitir la tradición a las nuevas generaciones. A pesar de ello, en los últimos años se ha observado una disminución en el número de participantes. En el pueblo son frecuentes los xochimamastles, arreglos florales circulares a base de cempoalxochitl, que varían en tamaño, ya que pueden incluir 20, 36 o 52 radios, para representar determinado número de días o los 52 años que
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
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©
Ofrendas de ramilletes al calvario edith pérez f lo r e s
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tiene el siglo de acuerdo con el calendario azteca. Desde luego, la significación y la espiritualidad que conllevan estos arreglos es más profunda. Sus colores simbolizan el fuego, el centro del universo y el sol, de donde nace todo. Además, el color amarillo se relaciona con varias deidades: del Sol, del Fuego, de la Tierra, de la Lluvia, de los Montes y del Maíz (Saldaña, 2011b: 111). En la cultura nahua, el universo es de concepción cuadrangular, en cuyo centro están el pueblo, el individuo y su propia curación. De ahí que la cruz y el xochimamastle sean símbolos dominantes. La cruz en especial hace alusión a los lugares sagrados que, unidos entre sí, forman un cuadro y una cruz en su centro. Por eso, la procesión se detiene en las esquinas del pueblo para orar, y ahí mismo los danzantes bailan en círculos, en alusión a la rueda del tiempo que divide al universo en cuatro partes (Oriente, Occidente, Norte y Sur).
ULISES JOEL TERÁN IBARRA
En el xochimamastle convergen la cosmovisión1 y los ideales de orden social. En su elaboración participan los ancianos, hombres de entre 55 y 80 años de edad, autoridad moral y un profundo conocimiento del tema. Su importancia dentro de la comunidad al participar en este proceso los pone en sintonía para ser los transmisores de valores y patrones de conducta. Además, disponen del ambiente propicio para establecer una comunicación más directa con los Aires, porque, según comentan los lugareños, a los Aires les gusta el olor del cempoalxochitl. La flor es usada también en las huentle (ofrendas) de Xoxocotla durante los días de Muertos, así como en las fiestas patronales y en otras celebraciones importantes. Una de ellas es la fiesta de la Santa Cruz, durante la cual se hace un
1 Todo alrededor del xochimamastle tiene un significado: la cantidad de radios que contiene los colores de la flor, la cruz, la danza en círculos en las esquinas durante la procesión, etcétera.
recorrido con la ofrenda hasta el apantle y de regreso al pueblo. De igual manera, los pobladores hacen promesas (ofrendas) a la iglesia, especialmente el 1 de mayo y el 8 de septiembre, en cuyo caso llevan también consigo xochimamastles. Por su importancia, la fiesta de la Ascensión merece una mención especial. Se celebra sobre todo en las comunidades de Alpuyeca, Atlacholoaya y Xoxocotla. En esta última tiene lugar un día antes; de ahí que sea común que el día de la Ascensión, los lugareños afirmen que “el mero día ya pasó”. Esta fiesta gira alrededor de dos ejes fundamentales: petición de lluvia, porque los aires se disgustarían si no se les hacen ofrendas y no lloverá, y recibir la respuesta de las preguntas que se hacen a los dioses. Debido a que la fiesta se celebra la víspera (el miércoles), los preparativos inician desde la noche previa. La elaboración de los xochimamastles corre por cuenta de nueve o más ancianos, a petición del regidor, quien les proporciona todos los petates en los que se sientan y los demás materiales necesarios. Esta tarea implica alrededor de 15 horas, durante las cuales
los participantes beben más de seis litros de aguardiente como parte del ritual. Valga recordar que, conforme a la cultura nahua, es común incluir alcohol entre las sustancias que ayudan a propiciar encuentros con los entes sobrenaturales y, en este caso en particular, con los aires. En total se elaboran seis xochimamastles, dos chicos para la cueva, dos medianos para la cruz y dos grandes para la iglesia. En la mañana del miércoles, las mujeres de la casa del regidor y las invitadas preparan la ofrenda, conformada por ollitas de mole con sal, mezcal, cerillos, copal, agua bendita, cohetes y un pollito blanco, entre otros productos. Los hombres parten hacia el ritual, mientras se lanzan cohetes para avisar que va terminando cada fase del mismo. Durante este ritual vinculado con la religión y el ciclo agrícola de la comunidad se refuerzan los lazos con la familia, con los lugareños y con otras comunidades cercanas, con las cuales se comparten códigos culturales. Predomina la percepción de que existe un pasado que merece ser exaltado en el presente.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
Maestro Xochitero ofreciendo xochimamastle © edith pérez f lo r e s
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> Huentle, ofrenda de mayordomos © edith pérez f lo r e s
BIBLIOGRAFÍA
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INTRODUCCIÓN
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EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES
LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA
Y
a sea como alimento, adorno, símbolo o medicina, y aun como protección, la presencia de las flores ha sido y es universal. Se les encuentra prácticamente en cualquier lugar. Conviven con nosotros tanto plantas cultivadas como silvestres .
En el caso concreto de los pueblos mexicanos originarios, la flor desempeña un papel sociocultural fundamental. Entre las familias existe una constante necesidad de allegarse de diferenpág i n a s a n t e r i o r e s
tes especies de plantas y flores para cubrir distintas necesidades.
Dualidad que danza, Tlacololeros, Zumpango del Río, Guerrero © carolina buenrostro
De igual manera, los patios de las casas han sido espacios esen-
< Altar adornado con flor de nochebuena para un buen viaje, Tetelcingo, Morelos © m i g u e l m o r ay ta
o cultivadas. Nuestra intención es demostrar la importancia del
ciales para la reproducción de especies silvestres, domesticadas espacio doméstico en el autoabasto y uso de flores con diferen153
tes funciones, sobre todo rituales, dentro de la vida
tio y sus productos dan cuenta de los actos comuni-
comunitaria.
tarios. Ya sea un patio densamente poblado u otro
El estado de Morelos, con flores todo el año,
con unas cuantas macetas, hay prácticas colectivas,
destaca por la fertilidad de sus tierras, especial-
valores, saberes e historias familiares que reflejan la
mente en los valles de Tierra Caliente. Gracias a
cercanía permanente con el entorno natural.
las abundantes lluvias, hay manantiales, corrientes
154
subterráneas y ríos que dotan de humedad a todo
LAS PLANTAS COMO FUENTE ALIMENTICIA
el territorio. En pocas palabras, la biodiversidad
En los patios, con o sin huerta, había una abundante
morelense es notable, como puede verse en los es-
y variada producción de naranjas, duraznos, tama-
pacios domésticos de autoabasto, con una enorme
rindos, limones, mandarinas, anonas, huamúchiles,
variedad de especies vegetales y, en particular, de
limas, guanábanas, nísperos, nueces, peras, man-
flores.
zanas y guajes, entre otras frutas. Además, en las
En época de secas, cuando es imposible regar
“minimilpas” eran frecuentes las flores de jamaica
los patios, solo algunos árboles tienen follaje y solo
y de calabaza, junto con los animales domésticos
algunas plantas están en floración o en fruto. Por
que servían de alimento a los dueños del patio y a
ello es notoria la escasez de ciertas especies en los
otras familias allegadas a estas —“su gente”—, que
patios y las áreas silvestres. En contraste, durante
conformaban su red de relaciones.
toda la temporada de lluvias, y particularmente en-
En la actualidad, esos espacios desbordados
tre septiembre y noviembre, infinidad de plantas
de verde en época de lluvias han sido reemplaza-
crecen y están en floración. Los patios se cubren
dos por planchas de cemento con macetas. Algunas
de todo tipo de plantas, tanto silvestres como sem-
personas eliminan las plantas silvestres que cre-
bradas. Algunas semillas llegan accidentalmente,
cen como hierba en esos meses. Antes, esas mis-
otras se obtienen y siembran por voluntad y otras
mas plantas servían de abasto alimentario: hongos,
más son producto de un intercambio o un regalo.
huauzontles, quelites y muchas más. Forzosamente
Por generaciones, el intercambio de plantas, semi-
o por voluntad propia, muchas familias han renun-
llas y flores ha sido una manera de reforzar los lazos
ciado a ver en sus patios o huertas una fuente de
sociales entre las familias y las comunidades. El pa-
autoabasto. Esta práctica continúa solo en ciertas
MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ
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LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA
comunidades y, desafortunadamente, se reduce a
posible de ellas. La función protectora se extien-
un número cada vez menor de familias que dispo-
de a la flor de pericón o yahutli. Esta flor silvestre
nen de espacio, agua, conocimientos y tiempo para
se corta en el campo para hacer pequeñas cruces,
invertir en los patios como fuente de alimento. Esto
que se colocan en las entradas de los patios y en las
aplica también a la crianza de aves de corral, que se
puertas y ventanas de la casa, así como en el centro
mantienen de las plantas e insectos de los patios y
y en los cuatro puntos cardinales de las milpas. Al-
que utilizan los árboles para dormir y guarecerse.
gunas de estas flores crecen en los patios, debido a las semillas que caen en ellos. Las cruces de peri-
LA FUNCIÓN PROTECTORA
cón se colocan el 28 de septiembre para protegerse
La distribución de plantas, árboles y flores en los
del Diablo, las tormentas y los problemas familia-
patios no es azarosa. Depende en buena medida
res. En los campos de cultivo sirven también como
del grosor y de las capas fértiles de la tierra de cada
acompañantes de las ofrendas a “Los Aires” (entes
patio y de su relación con otras plantas. En el caso
que controlan la naturaleza), en agradecimiento
del café, por ejemplo, se busca que los árboles ma-
por las lluvias recibidas.
drina proyecten su sombra sobre las plantas. En la
Al arsenal protector se suman las plantas ben-
disposición se toma en cuenta también la función
ditas de Semana Santa, como las palmas del Domingo
que habrá de desempeñar cada planta y el sentido
de Ramos y algunos cactus. En Tetelcingo, al final de
estético de los miembros de la familia encargados
la velación de la imagen del Santo Entierro, se
de su cuidado.
les entrega a los asistentes un pedazo de algodón
Además, algunas plantas tienen la función de
utilizado en la limpieza de la imagen junto con una
proteger la casa y a la familia. En su trabajo con
planta verde y muy olorosa conocida como mastaro,
gente de la región del Alto Balsas, en Guerrero,
que sirve también como elemento protector. Las
Adriana Saldaña refiere que los floripondios, junto
personas deberán llevar consigo ambos objetos du-
con la ruda y la albahaca, entre otras plantas, pro-
rante todo el año.
tegen de las envidias y los males. Los floripondios,
Por último, están las flores que se colocan en
los rosales y la sábila suelen colocarse en las entra-
los altares familiares no solo con fines decorati-
das tanto del patio como de la casa o lo más cerca
vos, sino también de protección. LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA
155
PROTAGONISTAS DE LOS RITUALES
la nochebuena, el cacaloxochitl, la flor de San José
Entre las familias de las comunidades indígenas es
y la flor de San Miguelito, entre otras especies que
habitual la utilización de flores en las ceremonias
se utilizan para elaborar los arreglos. Y si las flores
religiosas y civiles. En fiestas patronales, peregri-
no se pueden obtener de los patios, en vista de que
naciones, bodas, entierros, bautizos y graduacio-
la producción ha disminuido, se recurre a su compra
nes de primaria o secundaria, las flores sirven de
en florerías.
marco para, entre otras cosas, crear la atmósfera
Ya sea en los patios, en los mercados o en el
placentera que requiere el evento en cuestión. En
propio campo, la gente se involucra en la búsque-
la vida prehispánica, según explica Doris Heyden,
da y recolección de flores. En el Alto Balsas, algu-
las flores funcionaban como elemento de comuni-
nas personas van de excursión a los cerros hasta
cación en lo social, lo político y lo ritual. Fue tal su
por una semana para recoger nochebuenas silves-
importancia que llegaron a equipararse con las plu-
tres. En el caso de Santa Catarina, en el municipio
mas de quetzal y las cuentas de jade; eran también
de Tepoztlán, se hace una donación de collares de
sinónimo de “lo precioso”. La autora menciona, asi-
flor de mayo a la iglesia-santuario de Ixcatepec.
mismo, el aroma de las flores como elemento fun-
Jóvenes y ancianos de “Santa Cata” se organizan
damental de los rituales a los dioses y a las personas
en grupos para ir hasta las casas donde hay árboles
de alto rango.
de cacaloxochitl en los solares o patios; otros más
En la actualidad, florear los altares es parte de
se dirigen al campo en busca de estos árboles. Al
esa atmósfera agradable que se debe generar para
día siguiente, en el solar de la familia a cargo de la
que ciertos entes sobrenaturales, como los santos y
imagen se reúnen los mayordomos de la misma y
los familiares fallecidos, se sientan complacidos.
sus amigos para elaborar los collares de cacaloxo-
Curanderos, rezanderos, padrinos y los encargados
chitl, flor de mayo o flor de cuervo,1 luego de lo cual
de las imágenes, así como los fieles en general, pro-
van a entregarlos a Ixcatepec.
curarán que nunca falten las flores en los rituales. En el caso de Morelos, con una intensa, extensa y compleja vida ritual, la flor está siempre presente. De los patios propios o de los allegados provienen 156
MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ
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LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA
1 La cacaloxochitl (cuyo nombre científico es Plumeria rubra) es una flor de seis pétalos disponible en distintos colores: blanco, rosa y amarillo, así como matizada en tonos rosados con blanco. Crece en árboles cuya altura oscila entre los tres y los cinco metros, y en cuyas puntas brotan las vistosas flores.
Sirva el ejemplo anterior para subrayar la
todo el estado es frecuente la utilización de estas
abundancia de prácticas rituales en Morelos. Du-
flores en sus tonos rosados para armar los largos
rante las fiestas patronales hay en el estado una
collares con hilo de cáñamo. De igual manera, se
gran variedad de flores para ofrecer. Después de
emplea para adornar las imágenes de las iglesias
que estas se reciben y acomodan en las ofrendas,
y capillas de múltiples comunidades, como es el
cada persona que va a santiguarse recibe una flor
caso de Ocotepec y Tetelcingo. La preferencia por
que, por haber estado en el altar, ahora cuenta con
esta flor obedece a su aroma suave, esencial para
“la gracia divina”.
reverenciar a los santos; su color, que recuerda la
En Tetelcingo, la preparación de ciertos ri-
sangre de Cristo, y su resistencia una vez cortada.
tos corre por cuenta de las mujeres, quienes muy
Otro tipo de flor que se engarza en collares
temprano se dan cita en el patio del padrino de la
para las imágenes de Tetelcingo y muchas otras
imagen para hacer los collares de cacaloxochitl. En
comunidades morelenses es el cempoalxochitl LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA
Las culturas viajan: las violetas africanas en los patios de Hueyapan, Morelos © lo u r d e s arizpe
157
collares de flores de cempoalxochitl intercaladas con
LA BIODIVERSIDAD MORELENSE ES NOTABLE, COMO PUEDE VERSE EN LOS ESPACIOS DOMÉSTICOS DE AUTOABASTO, CON UNA ENORME VARIEDAD DE ESPECIES VEGETALES Y, EN PARTICULAR, DE FLORES.
galletas María y galletas con malvavisco. Las mujeres se encargan también de otras actividades rituales, como las “belurias” (la víspera de la velación), en las que cantan y enfloran las imágenes una noche antes de sacarlas en procesión. Las belurias se realizan a lo largo de todo el año y constituyen una de las manifestaciones ceremoniales más importantes entre los habitantes de Tetelcingo. Los padrinos, las mayordomas y los mayordomos de las imágenes de las capillas se reúnen con las mujeres de mayor rango: la nompasoro2 y las nontles.3 Estas reuniones inician regularmente a las ocho de la noche y terminan hasta el día siguiente. En ellas se entregan
(Tagetes erecta). Destaca el caso de Ocotepec, donde
las ofrendas de pan, champurrado y mole verde. En
se construyen complejas ofrendas de muertos con
ocasiones se elabora también pozontle, una bebida
esta flor. Tal vez por ello se le confunde con la ver-
especial de maíz tostado que se reparte únicamente
dadera flor de muerto (Tagetes lunulata), que cre-
entre los miembros más importantes de la jerarquía
ce de forma silvestre y que en algunas comunida-
local, no entre la gente común o los visitantes.
des se conoce como cocosanto o cocozatona. En
Durante la beluria se le pide a las imágenes per-
los códices y las crónicas es frecuente encontrar
miso para sacarlas en procesión al día siguiente.4
descripciones de esta bella flor de color anaranjado que se empleaba para adorar a los dioses hasta que a mediados del siglo xx fue reemplazada por el cempoalxochitl domesticado. Durante la fiesta de Tetelcingo se adorna a los santos, y especialmente la Virgen de la Dolorosa, con 158
MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ
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LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA
2 Es la mujer más anciana, con el mayor rango dentro de la jerarquía comunitaria y con un gran conocimiento sobre las ceremonias para los santos. 3 Son las segundas en rango, después de la nompasoro. Cada una de ellas representa a las respectivas capillas del pueblo. 4 Existe la creencia de que si la ceremonia durante la beluria no se hace correctamente, el santito se molesta, lo que queda de manifiesto durante la procesión del día siguiente: las personas que las van cargando dicen que esto se vuelve demasiado pesado. También puede ocurrir que una de las personas no esté actuando bien con su gente o no esté siendo sincera.
Mientras transcurre la velada, la nompasoro y las
ofrendas, denominadas bentles. Esta tarea recae en
nontles esperan en la capilla en turno la flor de San
los padrinos y familiares de los novios, quienes de-
José que traerán las mayordomas. Esta flor de cinco
ben comprar una gran cantidad de plátanos largos
pétalos de color morado se emplea exclusivamente
(hasta 400) y pan virote. También se ofrendan ci-
para las imágenes, ya que, según se dice, es la prefe-
garros, alcohol, cohetones y música. Para formar los
rida de los santos, principalmente del santo patrón
collares y adornar los bentles se consiguen flores de
del pueblo.
cacaloxochitl. Antes se acostumbraba utilizar cru-
La flor de San José se busca en los patios de las
ces de madera adornadas con margaritas blancas,
mujeres que la logran cultivar. En algunas de ellas se
con las que los novios y sus invitados salían bailando
produce un sentimiento de orgullo, pues saben que
a la calle para celebrar la unión. También era habi-
sus flores se destinarán a las imágenes sagradas. La
tual que las mujeres presentaran por primera vez a
nompasoro y las nontles, en cuclillas y sobre petates,
sus hijos ante la Virgen de la Asunción de la Capilla
las esperan en las capillas. Las mujeres comienzan
de Agosto (Tonanziacusto), a quien le ofrecían gla-
a hacer los atados forrando unas varitas con toto-
diolas silvestres de la temporada, que coincidía con
mochtle (hojas secas de las mazorcas de maíz), en
el nacimiento de su hijo. Esto se hacía en señal de
cuyos extremos se colocan las flores. Al final se unen
agradecimiento porque todo había salido bien en el
dos varitas formando una cruz enflorada, que se co-
parto. Se dice que después de haber parido, la mujer
locará en cada una de las bandejas de madera que
acudía al temazcal, donde tomaba un baño de vapor
portarán ellas mismas. Poco antes de la media noche
con hierbas aromáticas y medicinales. El hombre
terminan de hacer las cruces enfloradas e inician al
tenía que esperar afuera y colocar en uno de los ex-
pie del altar el baile del xochipitzahua, para lo cual se
tremos del temazcal una cajetilla de cigarros y una
dirigen a los cuatro puntos cardinales, dos veces de
flor de la temporada en la que había nacido su hijo.
rodillas y dos más de pie. Este baile, que dura entre
El uso de las flores entre los tetelcingos es cons-
20 y 30 minutos, se ejecuta al ritmo de un violín, en-
tante incluso en los fallecimientos. Los familiares
tre ceras encendidas y el humo de los sahumerios.
preparan una serie de objetos que, según la costum-
Cuando una pareja de Tetelcingo decide casar-
bre, servirán para el largo camino: un ayate, un par
se según los usos y costumbres, se construyen dos
de ixcacles (sandalias de ixtle), una pequeña escoba LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA
159
Recolectar flores para alegrar los patios: orquídeas silvestres de tierra fría © lo u r d e s
de vara, un cordón rojo, una jícara con decoración
de Cristo fallecido (recién bajado de la cruz) en una
anaranjada, una vara de oxicuatle, una vela y, final-
urna-ataúd de vidrio conocida como “cuna”. Se le
mente, una gladiola blanca.
considera una imagen muy poderosa por su gracia
arizpe
160
divina; se resguarda en la Capilla de la Virgen de la MUERTE Y NACIMIENTO DE CRISTO
Candelaria, en Ocotepec, Morelos. Durante los Días
Los procesos rituales relacionados con la muerte
Santos, del jueves al domingo, se lleva a la parroquia
de Cristo van desde el primer viernes de Cuaresma
del pueblo. En cuanto regresa a la capilla, el Domin-
hasta la Pascua. En el segundo viernes de Cuares-
go de Pascua, lo adornan con bugambilias, cacaloxo-
ma, las cruces, las campanas y los altares se adornan
chitl (flor de mayo) y frutas. Antes, las flores y frutas
con la flor de clavellina, conocida localmente como
provenían de los patios y huertos del mayordomo y
“cabellitos”.
el padrino de la imagen; ahora, las familias del barrio
Pero, sin duda, una de las imágenes más im-
proveen de estos productos. Los arcos para venerar
portantes durante la Semana Santa es la del Santo
el paso del Cristo muerto a través del pueblo están
Entierro. Se trata por lo general de una escultura
hechos con bugambilias rojas, naranjas, piñas,
MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ
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LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA
sandías y pan, entre otros elementos que provienen
dan en los huertos de las familias o en sus sembra-
en parte de los patios de las casas.
díos—, a fin de intercambiarlas por cucharilla con
Durante la Semana Santa, en los atrios del po-
la gente de Puebla. Al final de cada corona, también
niente de Morelos, y en especial en Coatlán del Río y
conocida como “estrella”, se coloca un collar de flor
Miacatlán, se construye una especie de cuartos con
de cempoalxochitl y un manojo de manzanilla, que
vegetales variados. Se trata de construcciones efí-
se conserva para curar males estomacales.
meras con paredes de hojas de plátano y tule, mien-
También, durante la Semana Santa, en Te-
tras que los techos constan básicamente de troncos
telcingo, se acostumbra emplear mastaro, que
delgados y hojas de plátano. Estas provienen de los
se da en tierras de Santa Inés y Casasano, cerca
patios y los sembradíos, en tanto que las hojas de
de Cuautla. Debido a que esta planta no crece en
tule se obtienen de las lagunas cercanas. A ello se
Tetelcingo, cuando llega la temporada de lluvia
suma la cucharilla, es decir, pencas del agave Dasyli-
los mayordomos se agrupan para ir a cortarla.
rion acrotriche que se cultiva sobre todo en Puebla y,
En esas fechas, el mastaro se coloca a los pies de
en menor escala, en Guerrero y el Estado de México.
las imágenes de las capillas y debajo de la “cuna”
Estas construcciones, que solo duran unos días,
del Santo Entierro, donde permanece varios días.
se conocen como “huertos”, cada uno de los cuales
Además, se coloca una gran cantidad de collares
es responsabilidad de un grupo y albergará a una
de cacaloxochitl y se ofrecen otras flores como
imagen de Cristo en sus últimos días de vida. Al pie
rosas, claveles, nardos, gladiolas y nube (algunas
de la imagen, los fieles depositan sus ofrendas: ma-
compradas y otras procedentes de los patios), así como
meyes, sandías, plátanos en vástagos, cocos y panes
sandías y melones, que la gente del pueblo ofrece
especiales. El Domingo de Resurrección se reco-
para la ceremonia. Según explican algunos pobla-
gen estas ofrendas, que ya tienen “la gracia divina”,
dores, los arcos y los altares de las iglesias y capi-
junto con las coronas de cucharilla para repartirse
llas se deben adornar con elementos que tengan
entre los fieles, quienes las llevan a sus casas como
un aroma agradable a los santos. Como dichos ele-
medida de protección y de ayuda para la salud.
mentos son producto de la buena cosecha de ese
Para la elaboración de las coronas, los hombres juntan previamente flores, sobre todo gladiolas —se
año, los pobladores aprovechan para pedir que les vaya igual o mejor en la siguiente temporada. LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA
161
a la Navidad se elaboran para la iglesia coronas de
MIENTRAS EN ALGUNOS PATIOS SOLO HAY PLANTAS O ÁRBOLES DECORATIVOS, EN OTROS PREDOMINAN RUDIMENTARIAS JARDINERAS RODEADAS DE PIEDRA Y MACETAS DE TODO TIPO. SON, MÁS BIEN, AUTÉNTICAS BOTICAS, DEBIDO A LA ABUNDANCIA Y VARIEDAD DE ESPECIES QUE AHÍ CRECEN. ESTÁN LAS PLANTAS QUE CURAN, LAS QUE ENFERMAN Y LAS QUE EMBRUJAN.
Adviento adornadas con flores. Además, como parte de las posadas, se colocan los nacimientos y se llevan a cabo las “arrulladas” del Niño Dios. Los presentes santiguan al Niño y le arrojan confeti y pétalos de flores. Desde luego, en estas fechas son imprescindibles las nochebuenas, sobre todo hacia el poniente de Morelos. Muchas familias recolectan estas y otras flores para el Nacimiento de su casa. LOS XOCHIMAMASTLES En la comunidad de Xoxocotla se emplea la flor de cempoalxochitl para construir los llamados xochimamastles, bellas estructuras circulares a manera de estandartes floridos. Las varas se forran con hojas de zapote y limón criollo provenientes de los espacios domésticos de autoabasto. La construcción de los resplandores es responsabilidad de los “xochiteros”, herederos de una tradición que exige destreza y sentido estético para lograr los diseños geométricos característicos de estas estructuras. En Xoxocotla se celebran dos circuitos de nueve posadas, uno dedicado a la Virgen de Guadalupe y otro al Niño Jesús. En cada casa donde
162
El nacimiento de Cristo es también motivo de
se realizan las posadas se colocan dos xochima-
procesos rituales, con una presencia de flores igual-
mastles. Asimismo, se elaboran dos xochimamas-
mente considerable. En los cuatro domingos previos
tles para adornar el interior de la iglesia principal
MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ
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LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA
en la fiesta patronal del 1º de mayo, y también se
encuentran las “macizas”, es decir, aquellas que
utilizan en los rituales del día de la Virgen de la
soportan los diferentes cambios climáticos.
Asunción para ofrendarlos a “Los Aires”.
Es conveniente aclarar que no solo están las
A juzgar por algunos códices, es probable que
plantas curativas que crecen de forma cíclica en
en el proceso de evangelización se retomara el uso
la temporada de lluvias, sino también los productos
prehispánico de los xochimamastles, que han ido
que se obtienen de los árboles del patio, disponibles
evolucionando y modificándose en función de las
todo el año. Para curar o sanar algunos malestares fí-
necesidades de cada poblado morelense. En Coa-
sicos se toman las hojas, la corteza, la savia o el látex.
tetelco, por ejemplo, se hacen con una composición
Es común el uso de las plantas que crecen en
diferente y se utilizan para las ofrendas a “Los Ai-
los patios para aliviar sobre todo síntomas meno-
res” o pichiliques.
res. Por ejemplo, la flor de manzanilla se utiliza hasta en la clase media alta, y no pocos la tienen
PLANTAS Y FLORES CURATIVAS
en sus patios como matorrales; otros simplemente
Mientras en algunos patios solo hay plantas o ár-
la compran en los mercados y la secan para con-
boles decorativos, en otros predominan rudimen-
servarla en sus cocinas. Como sabemos, la man-
tarias jardineras rodeadas de piedra y macetas de
zanilla se emplea con frecuencia para combatir
todo tipo. Son, más bien, auténticas boticas, debi-
dolores estomacales u ojos irritados.
do a la abundancia y variedad de especies que ahí
Por otra parte, la flores de cempoalxochitl y de
crecen. Están las plantas que curan, las que enfer-
fulmina, que crecen en los patios durante el año, se
man y las que embrujan. Estas especies, particu-
emplean en el ritual terapéutico del mixcoton o “dar
larmente presentes en los patios de las curande-
santo”. Este ritual se realiza con el objetivo de
ras, se distribuyen conforme a cierto orden y, en
que Santo Domingo o San Antonio curen a una per-
algunos casos, se encuentran junto a las que sirven
sona enferma. Dicho ritual, muy extendido sobre
de condimento para la comida. También se ubican
todo en el área de Coatetelco, Cuentepec y Alpuyeca,
según algunas de sus características. Por ejemplo,
implica un enorme consumo de comida y bebidas
en una parte están las plantas más delicadas, que
alcohólicas por parte de la gente y los “santitos”. En
no soportan mucho los rayos del sol, y en otra se
muchas comunidades y en algunas casas urbanas de LA FLOR, ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LOS PATIOS Y LA VIDA COMUNITARIA
163
Morelos es común observar ruda, albahaca, tomillo,
cimiento se utilizan con frecuencia pequeñas porcio-
estafiate, yerbabuena, marrubio, menta y orégano,
nes de orégano, el cual sirve también como abortivo.
entre otras plantas empleadas desde tiempos pre-
Por último, es importante señalar que en More-
hispánicos para aliviar dolores estomacales u otros
los, como en otras partes del país, muchas personas
malestares. Combinadas ayudan a curar los retorci-
han migrado de sus comunidades de origen. Eso no ha
jones y la diarrea, a desparasitar o a combatir “el mal
obstado para que algunas de ellas continúen recurrien-
aire”, como le llaman los curanderos. Se dice que
do a las plantas para aliviar o curar determinados
cuando una persona cruza una barranca, un hormi-
malestares. Es el caso de los asentamientos de mi-
guero o el panteón, debe colocarse un cigarro en la
grantes mixtecos que, según datos obtenidos por
oreja o fumarlo como medida de protección, para
Adriana Saldaña, hacen uso de la diversidad vegetal
no “agarrar el aire”. Si la persona hace caso omiso
y animal presente en sus patios y en los espacios que
de esta recomendación puede manifestar falta de
los rodean. Emplean, por ejemplo, la sábila, el tama-
apetito, tristeza, vómito e incluso alteraciones en la
rindillo, el cuachalalate y la hierba del golpe para
piel. Algunos curanderos limpian al enfermo con un
combatir algunos padecimientos. Valga mencionar
huevo y, posteriormente, le pasan por el cuerpo, de
que la hierba del golpe ayuda a las mujeres a amino-
la cabeza a los pies, un ramo de plantas curativas,
rar los dolores de parto, además de funcionar como
como la ruda, la jarilla y el estafiate. Al final, el ramo
cicatrizante en caso de alumbramiento por cesárea.
se machaca en alcohol y se coloca a la altura del co-
Hasta aquí una pequeña muestra de la relación
razón hasta que el paciente se sienta bien.
164
entre sociedad, cultura y naturaleza en el país y,
De igual forma, las hojas del aguacate o el guaya-
muy concretamente, en el estado de Morelos. Una
bo se emplean para aliviar dolores estomacales (las
relación sin duda compleja, derivada de las tradi-
primeras se ocupan también como condimento ali-
ciones que ahí existen, convergen y se desarrollan.
menticio, en Morelos). La jarilla sirve para los sarpu-
Plantas, semillas, flores y árboles se entrelazan con
llidos, mientras que la corteza del árbol cuachalalate
ceremonias, rituales, intercambios, ornamentacio-
alivia las úlceras estomacales y la gastritis. El látex
nes, eventos, símbolos, creatividades, pérdidas y
del cacaloxochitl se usa para eliminar mezquinos y
recuperaciones, todo lo cual forma un patrimonio
combatir el dolor menstrual. Para este último pade-
que se refrenda y reelabora constantemente.
MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ
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LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA
BIBLIOGRAFÍA
CONSULTAS EN LÍNEA
En todo rincón, aroma y color © lo u r d e s
Heyden, Doris (1983). Mitología y simbolismo de la flora en el México prehispánico. México, unam-Instituto de Investigaciones Antropológicas. Morayta, M., M. Tafolla, R. Pacheco, A. Saldaña, E. Hernández y E. Good (2012). Patios, huertos y otros espacios de autoabasto en la tradición cultural indígena de Morelos y el norte de Guerrero. México, inah, proyecto “Etnografía de las regiones indígenas de México al inicio del milenio” [en revisión].
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arizpe
LAS FLORES: PERCEPCIÓN Y SIMBOLISMO ENTRE LOS HABITANTES DE TEPOZTLÁN, MORELOS YARAH NAVARRETE AYALA
E
l simbolismo de la flora era central en el México prehispánico. Las flores y sus representaciones se vinculaban a la vida, la muerte, los dioses, la creación, el ser humano, el lenguaje, el canto y otras artes; la amistad, el señorío, el cautiverio en la
guerra y la guerra misma, el cielo y la Tierra. La flor acompañaba a los seres humanos desde su concepción y nacimiento hasta su entierro en ritos y festividades. Evidentemente, constituía uno de los elementos básicos en la comunicación simbólica prehispánica. Igual que la pluma de quetzal y la cuenta de jade, era sinónimo de “lo precioso” (Heyen, 1983: 9). < Las niñas juegan: aretes con flor de maravilla © ya r a h n ava r r e t e
A través de su vida cotidiana, enraizada en su cosmogonía, los pueblos de Mesoamérica gestaron y transformaron 167
©
> Floripondios en el cielo edith pérez f lo r e s
su relación con lo que hoy denominamos patri-
prehispánico, con usos medicinales, artesanales,
monio biocultural y religioso. Los usos de las
alimenticios, decorativos, sagrados y religiosos,
plantas y las flores fueron múltiples, y ello se
estamentales y jerárquicos, identitarios, simbóli-
explica a partir de la riqueza y la biodiversidad
cos, energéticos, adivinatorios, estéticos, lingüísticos
del territorio que hoy comprende nuestro país.
y toponímicos, entre muchos otros (Arqueología
México es uno de los cinco países con ma-
Mexicana, vol. xiii, núm. 78). Las flores constitu-
yor variedad de ecosistemas. Cuenta con una
yen un elemento vivo del patrimonio cultural que
posición geográfica privilegiada, una diversidad
se puede rastrear en la historia, la economía, los
de climas y una topografía compleja que ha per-
sistemas políticos, culturales y religiosos, la ali-
mitido un número significativo de ecosistemas
mentación, los sistemas de salud, los usos medici-
y especies con amplia variabilidad genética. En
nales, el arte y la educación.
relación con las plantas, una de cada diez de las
Si han pasado miles de años después de estas
250 mil especies del mundo se encuentra en
particulares formas de apreciación, si con la Con-
territorio mexicano; de ellas, 50 por ciento son
quista la vida cambió de forma radical para los
endémicas (Dirzo, en Velasco y Nagao, 2006: 32).
nativos y si, aun con el paso del tiempo, con las
Además, el respeto de las poblaciones indígenas
mezclas de raza, religión y costumbres, ha habido
por el entorno conforme a su visión del equili-
procesos de preservación, transmisión y transfor-
brio ha sido históricamente muy relevante. Este
mación del patrimonio y los valores comunitarios,
patrimonio biocultural se ha conservado gracias
¿en qué medida los símbolos asociados a las flores
a sus aportaciones; más de 80 por ciento de los
y su importancia persisten en la actualidad? ¿De
ecosistemas mejor conservados está en los 42
qué manera están presentes dentro de las tradi-
millones de hectáreas que ocupan las comunida-
ciones y la vida cotidiana de Tepoztlán?
des rurales e indígenas (El Economista). La palabra xochitl(flor) está compuesta por
168
LAS FIESTAS PATRONALES
la raíz xoch-, que puede traducirse como adjetivo
MÁS FLORIDAS EN TEPOZTLÁN
“florido” o “con flores” (Heyen, 1983: 15). Las flores
Tepoztlán, Morelos, es un área de protección de
tienen una presencia importante desde el México
flora y fauna silvestre que conforma el corredor
YARAH NAVARRETE AYALA
LAS FLORES
169
170
biológico Chichinautzin. Cuenta con fiestas patro-
fuego y la vida, de manera que se le empleaba para
nales a lo largo del año que se organizan en cada
proteger a los seres de fuerzas frías perjudiciales
barrio. Otros pueblos y barrios comparten estas
como “los Malos Aires”. De hecho, se cree que el
fiestas mediante las “promesas” que consisten en
pericón protege todos los espacios en que se usa.
cohetes, flores, ceras labradas, danzas, candeleros
La fiesta en honor de San Miguel arcángel,
y, a veces, hasta “reclinatorios” (Gallo, 1981: 239).
enviado de Dios en su lucha contra el maligno, se
Entre la población de Tepoztlán, cada una de
conoce incluso como “la enflorada” o “la perico-
estas fiestas se valora más allá del tamaño o la ubi-
neada” y tiene una relación simbólica con el ciclo
cación de la iglesia. Destaca en este sentido la fies-
agrícola y el agua. De acuerdo con algunas leyendas
ta de San Miguel, la más florida de todas. La en-
y relatos de los ancianos, el origen de esta celebra-
trada de la iglesia, los pilares, el kiosco y la iglesia
ción data de un pleito entre tlahuicas y tepoztecas,
misma se adornan con flores de pericón en honor
habitantes de Cuauhnáhuac y Tepoztlán, respec-
de San Miguel arcángel.
tivamente. Ambos se disputaban la propiedad de
La flor de yahutli o pericón es una flor silves-
un teponastle con poderes especiales y, por ende,
tre, curativa y protectora con importante presencia
de gran utilidad en fiestas y rituales para honrar a
en Morelos. Se usa en diversas comunidades del
los dioses. El desenlace fue un enfrentamiento vio-
estado, incluidas las zonas urbanas como Cuer-
lento y la recuperación del instrumento por par-
navaca, donde se utiliza para elaborar cruces. En
te de los tepoztecas en el camino entre Ocotepec
la tradición prehispánica, el yahutli (“el oscuro”)
y Ahuatepec. Tras cubrir a los muertos con flores
se esparcía pulverizado a los pies de los dioses o se
de pericón, los tepoztecas celebraron la victoria.
ponía en el rostro de los sacrificados. Debido a
Posteriormente los misioneros aprovecharían esto
su fuerte olor también se quemaba para que, por
para establecer la celebración de San Miguel ar-
medio del humo, se estableciera una conexión con
cángel (Lavín León, 2012).
lo sagrado. Se usaba para sahumar, limpiar y purifi-
Según el blog del barrio de San Miguel, esta ce-
car o como medida de protección en ritos vincula-
lebración tiene su origen en la lucha entre San Mi-
dos con Tláloc y otras deidades del agua. A la vez, se
guel arcángel y el Demonio, que tuvo lugar sobre un
le asociaba —y se le asocia— con el calor, la luz, el
campo de pericón. Por eso la flor se usa para conme-
YARAH NAVARRETE AYALA
morar la victoria del santo (Borboa Gómez, 2011). Esta fiesta se celebra el 29 de septiembre, si bien dos días antes se tocan las campanas en la capilla, al tiempo que la banda de viento toca en el quiosco. El 28 de septiembre es el día de la cruz de pericón o “elotada”. En vista de que San Miguel arcángel se asocia con la protección del hogar y la milpa, las familias elaboran las cruces y las bendicen nuevamente con la banda de viento tocando en la capilla de la iglesia, a su vez decorada con las flores. Las cruces se mantienen en su sitio todo el año, aunque estén secas, ya que “el valor simbólico, religioso y de protección que tienen permanece fresco cada día del año” (idem). Esta tradición, además, conserva la veneración hacia los cuatro puntos cardinales. En la milpa se colocan cruces en cada uno de dichos puntos, así como en las entradas de las casas, para resguardarse del mal. Las familias que recogen y
MÉXICO ES UNO DE LOS CINCO PAÍSES CON MAYOR VARIEDAD DE ECOSISTEMAS. CUENTA CON UNA POSICIÓN GEOGRÁFICA PRIVILEGIADA, UNA DIVERSIDAD DE CLIMAS Y UNA TOPOGRAFÍA COMPLEJA QUE HA PERMITIDO UN NÚMERO SIGNIFICATIVO DE ECOSISTEMAS Y ESPECIES CON AMPLIA VARIABILIDAD GENÉTICA.
colocan las flores también asan elotes en el campo. Actualmente, para adornar las cruces se utili-
En Tepoztlán son también muy importantes
za también la flor de miguelito, que crece junto a
las fiestas patronales de los distintos barrios, es-
la flor de pericón en poblaciones con clima semi-
tablecidas como mayordomías basadas en el siste-
cálido. Esta última, que germina en junio y florece
ma prehispánico de tributación desde el siglo xvi.
en septiembre, crece junto al maíz. De ahí su vin-
Claro que ahora se nutren de los ingresos prove-
culación con el ciclo agrícola, tal como documen-
nientes de las remesas y los influjos culturales de
ta Francisco Hernández, quien se refiere a ella
los procesos globalizadores (Arizpe, 2004). Desde
como “hierba de las nubes” (Hernández, 1946).
la Colonia, la tradición española de las fiestas maLAS FLORES
171
172
YARAH NAVARRETE AYALA
yores se implantó en el territorio mesoamericano
occidentales con otras de origen mesoamerica-
como un mecanismo de recaudación de fondos
no” (Palma Lagunas, 2004). Una de las funcio-
y reparto de ingresos, ayudando a consolidar el
nes principales de estas fiestas ha sido establecer
arraigo del catolicismo, si bien las fiestas patrona-
y reforzar los vínculos sociales y las identidades
les reflejan el sincretismo religioso y la importan-
distintivas de cada localidad. Es por ello que los
cia de elementos de la tradición agrícola (Broda y
barrios, los pueblos y las comunidades dedican
Good, 2004; Broda y Báez-Jorge, 2001). Tal como
meses a su planeación y destinan considerables
apunta Francisco Palma, “expresan muchas de las
recursos para que no falten la música, la danza, la
ideas y de las concepciones del mexicano sobre
comida, los cohetes y, por supuesto, las flores.
la religión y su cosmovisión. Están plagadas de
Mención especial merece la fiesta patronal
elementos simbólicos que conjugan tradiciones
en honor de la Virgen de Guadalupe que se lleva
LAS FLORES
Floripondios derramando luces en el jardín © edith pérez f lo r e s
< Floripondio, floripondio regálame una “bomba” de jabón © ya r a h n ava r r e t e
173
©
> El arete del aretillo multicolor edith pérez f lo r e s
Guadalupe el 12 de enero, exactamente un mes
EN LA TRADICIÓN PREHISPÁNICA, EL YAHUTLI (“EL OSCURO”) SE ESPARCÍA PULVERIZADO A LOS PIES DE LOS DIOSES O SE PONÍA EN EL ROSTRO DE LOS SACRIFICADOS. DEBIDO A SU FUERTE OLOR TAMBIÉN SE QUEMABA PARA QUE, POR MEDIO DEL HUMO, SE ESTABLECIERA UNA CONEXIÓN CON LO SAGRADO.
después de la fecha oficial. Esto obedece a que el 12 de diciembre los pobladores están ocupados con la cosecha. Para la celebración se utilizan sobre todo gladiolos (gladiolus). Por su parte, el pueblo de Santo Domingo Ocotitlán festeja a Santo Domingo de Guzmán el día 4 de agosto, mientras que el barrio de Santa Cruz hace lo propio el 3 de mayo y el 6 de agosto. En términos comparativos, el pueblo de Ixcatepec se distingue por la celebración más larga, con una duración de ocho días a partir del primer domingo de mayo. La flor más representativa de esta fiesta es la flor de mayo, también conocida como cacalosúchil o flor de cuervo (Plumeria rubra). Con ella se elaboran guirnaldas de flores en tonos rosa y amarillo, que se llevan junto con la promesa de la cera escamada. Esta última consiste en cirios adornados con flores de cera de abeja y parafina. Algunas de las flores que se representan son la da-
a cabo en diciembre en el barrio de la Santísima
lia o acocoxochitl (Dahlia), el acahual (Simsia am-
Trinidad. La flor que la representa es la nochebuena,
plexicaulis) y la maravilla (Calendula officinalis).
principalmente en color rojo (Euphorbia pul-
174
cherrima). Esta fiesta también se celebra de forma
LA FLOR, PROTAGONISTA
general en las casas y otros barrios. Uno de ellos
DE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS
es el de Santo Domingo de Guzmán, el más gran-
A través de un recorrido por el primer cuadro
de territorialmente, en el que se festeja a la Virgen de
del municipio de Tepoztlán se pueden observar
YARAH NAVARRETE AYALA
LAS FLORES
175
El “miguelito” brota con las lluvias en todos los caminos de Tepoztlán © edith pérez
diversas formas de venta de flores. Los puestos
en los días de plaza. Según comentaron algunos de
establecidos se encuentran en la avenida del Te-
ellos, desde la época de sus padres, al menos hace
pozteco y la calle Revolución, mientras que en el
40 años, ya se comercializaban las flores. En esta
f lo r e s
interior del mercado hay cuatro puestos semifijos
actividad participa toda la familia; unos se dedi-
y ambulantes. Lo más interesante a este respecto
can a la siembra, mientras que el resto se hace car-
es que algunas flores se siembran para venderse.
go del cuidado, el corte o la venta.
176
En San Juan Tacotenco se hace siembra de tras-
Los habitantes de Santiago Tepetlapa, por su
patio y en cultivos pequeños, principalmente de
parte, venden los gladiolos cultivados por pobla-
flor de agapando (Agapanthus), lirio (Lilium),
dores de Ixcatepec en algunas zonas de Cuautla y
siempreviva (Helichrysum bracteatum) y alcatraz
Cocoyoc. En paralelo utilizan el mismo sistema de
(Aantedeschia aethiopica). Los habitantes de este
riego para cultivar productos comestibles, como
poblado son los principales vendedores semifijos
la flor de calabaza. En la comunidad de Santo
YARAH NAVARRETE AYALA
Domingo Ocotitlán, en tanto, se venden flores de
Agropecuario y Desarrollo Económico, no poseen
temporal y algunas silvestres comestibles, aun-
censos y, por lo tanto, no hay registros de las per-
que en menor proporción respecto de los pueblos
sonas dedicadas a la venta y cultivo de las flores.
vecinos. Si bien la gente recurre en general a las
No obstante, en la Regiduría de Desarrollo Agro-
flores para las diferentes celebraciones, hay algu-
pecuario se nos explicó que a la población se le
nos matices en cuanto a su uso. En Tepoztlán, por
apoya con equipos de aspersión y riego, control
ejemplo, se regalan o se emplean para adornar la
de plagas y enfermedades, construcción de ollas de
mesa o el altar. También se destinan a los velorios,
agua y ampliación y rehabilitación de los inverna-
en cuyo caso se prefiere la nube (Gypsophilia pani-
deros (plásticos y mallas). Cinco floricultores cul-
culata), el nardo (Polianthes tuberosa) y el gladiolo,
tivan flores de ornato en un área de entre seis y
este último en blanco, rosa pálido o amarillo.
ocho hectáreas.
Los meses de mayor venta son mayo, noviem-
En la Regiduría de Desarrollo Económico re-
bre y diciembre. Cabe recordar que en mayo se
calcaron la simbología actual de las flores, eviden-
festeja a la Santa Cruz, así como a las madres y a
te “por la forma en que consumimos”. En otras
los maestros. Noviembre se asocia al cempoalxo-
palabras, la siembra se determina en función de
chitl (Tagetes erecta), el cocozahton (un tipo de
la demanda, asociada a su vez con las distintas
flor de muertos) y la salvia (Salvia officinalis), flo-
celebraciones. Así, por ejemplo, en mayo hay una
res que se colocan en los altares de “los matados”
mayor oferta de rosas (para agasajar a las madres),
(o muertos en incidentes), los muertos chicos y los
mientras que en julio, mes de las clausuras esco-
muertos grandes. En el caso de San Miguel, como
lares se venden muchas flores aromáticas y exóti-
se describió anteriormente, predomina el pericón,
cas, y en septiembre el cempoalxochitl invade los
cuyos proveedores vienen de los municipios veci-
mercados. Para otras celebraciones a lo largo del
nos. En diciembre, por último, se adquieren dis-
año —cumpleaños, bautizos, bodas, velorios— hay
tintos tipos de flores para festejar a la Virgen de
una variedad de especies para elegir. Las flores sir-
Guadalupe.
ven de materia prima y fuente de inspiración para
Las regidurías municipales de Tepoztlán, tan-
la elaboración de arreglos, en los que abundan los
to de Licencias y Permisos como de Desarrollo
pétalos de jamaica (Hibiscus sabdariffa); la decoraLAS FLORES
177
ción de velas aromáticas, en cuyo caso predominan
kokolli, dedicado a retomar, conservar y difundir los
los pétalos de astromelia (Alstroemeria aurantiaca),
conocimientos de la medicina tradicional, el cual
rosa (Phyllis bide) y bugambilia (Bougainvillea
todavía se basa en sus enseñanzas para la curación.
spectabilis), y la representación de dichas flores en objetos bordados o tallados en madera.
En cuanto a las flores comestibles destaca la flor de calabaza (Cucurbita máxima var turbaniformis), seguida por el colorín (Erythrina coralloides),
178
USOS MEDICINALES,
el chompantle o pito (Eritrina coralloides), el guaje
ALIMENTICIOS Y LÚDICOS
(Leucaena leucocephala), el mastuerzo (Lepidium
Como parte de los servicios públicos de salud hay
sativum), la borraja (Borago officinalis) y las flores
un consultorio dedicado a la medicina tradicional.
silvestres del frijol de mayo. Para hacer infusiones
Además, en la comunidad aún se puede visitar al
se usan las flores de azahar, naranjo, lima o limón.
curandero, la partera y el huesero, quienes hacen
Dentro de la comunidad se han preservado al-
uso de flores y plantas que crecen en la región. A lo
gunos juegos relacionados con las flores. Es el caso
anterior se suman los saberes y usos de remedios
de “la comidita”, cuyo menú consta de agua de ja-
caseros. Los pobladores de la comunidad entre-
maica remojada con pétalos de bugambilia, sopita
vistados coinciden en que las mejores flores para
de flor de jacaranda o de temporal, tamalitos relle-
combatir las afecciones de las vías respiratorias
nos de lodo y flor de chompantle que ha caído al
son la bugambilia, el poleo (Mentha pulegium),
suelo, y pasteles de lodo decorados con pétalos, so-
el sauco (Sambucus) y el gordolobo (Verbascum
bre todo de rosa. Otro juego muy popular consiste
thapsus). Para los golpes se recurre al árnica (Ar-
en hacer burbujas de jabón con una parte de la corola
nica) y el floripondio (Brugmansia arborea).
del floripondio, a la que los niños llaman “faldita”.
Uno de los íconos de la comunidad de Amatlán
Las flores de maravilla o aretillo se utilizan jus-
es doña Vicenta Villalba. En vida fue una experta
tamente como aretes. Basta jalar el pistilo y el cáliz
en la flora de la región, e inclusive algunos biólogos
para atorarse en la parte superior del lóbulo de la
recurrieron a ella para despejar dudas y obtener in-
oreja. Cuando está en floración, la cuscuta (Cuscu-
formación acerca de las plantas que utilizaba para
ta campestris) es ideal para hacer coronas y pelucas
curar y prevenir enfermedades. Fundó el grupo Ate-
rubias. Y, si los niños quieren pintar, solo tienen que
YARAH NAVARRETE AYALA
remojar flores de jamaica o frotar bugambilias en paredes o pisos de cemento. Para hacer silbatos se usan el chompantle y el colorín, también llamado “pito”, precisamente porque suena como tal al soplarse. Las flores de tulipán hechas bolita fungen como “tejas” en el juego del avión. Finalmente, las niñas cortan una flor amarilla silvestre que se recoge en el campo y es parecida a la margarita, la cual presionan con palmadas para estamparla sobre la ropa o las rodillas.
Y, SI LOS NIÑOS QUIEREN PINTAR, SOLO TIENEN QUE REMOJAR FLORES DE JAMAICA O FROTAR BUGAMBILIAS EN PAREDES O PISOS DE CEMENTO.
RESCATE Y PRESERVACIÓN La Regiduría de Protección Ambiental nos dio la
tos alimenticios, lo que ha redundado en una dismi-
referencia de un vivero de orquídeas endémicas en
nución de flores. También se mencionó que se están
Amatlán de Quetzalcóatl, cuyo objetivo es resca-
tomando medidas preventivas para evitar el saqueo
tar el germoplasma y conservar las semillas para
y venta de musgo, orquídeas y cactáceas en la próxi-
después comercializarlas en viveros sin dañar los
ma temporada navideña, acciones que tienen un im-
bosques de la región.
pacto negativo en el medio ambiente.
La Regiduría de Desarrollo Agropecuario, por
Es preciso tener siempre presente nuestra ri-
su parte, recalcó la importancia de que los recursos
queza biocultural y la importancia de preservar el
que se otorgan a los apicultores de San Andrés de la
patrimonio inmaterial. Estamos ante grandes retos;
Cal sean destinados a la reforestación floral. La pro-
los planes municipales de desarrollo de las autori-
puesta, congruente con las tradiciones de la región,
dades tienen que trascender el papel y las buenas
es reforestar con flor de cacaloxochitl, de tal manera
intenciones para materializarse en acciones con-
que las abejas puedan tomar el néctar y, en conse-
certadas con los agentes del patrimonio comu-
cuencia, se obtenga una miel de buena calidad. Ac-
nitario. Tepoztlán tiene también una tradición
tualmente, los campos están destinados a otros usos,
milenaria de resistencia y organización. Esa semi-
como asentamientos humanos y cultivo de produc-
lla debe florecer hasta dar todos sus frutos. LAS FLORES
179
> Cacaloxochitl, flor ritual de Mesoamérica, después llamada flor de mayo © edith pérez f lo r e s
BIBLIOGRAFÍA Arizpe, Lourdes (ed.) (2004). Los retos culturales de México. México, Cámara de Diputados-crim/unam-M.A. Porrúa. Broda, Johanna y Báez-Jorge, Félix (eds.) (2001). Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México. México, Conaculta-fce. ________ y Catharine Good Eshelman (eds.) (2004). Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas: los ritos agrícolas. México, inah-unam. Gallo S., Joaquín (1981). Tepoztlán: vida y color. México, Talleres Gráficos de Cultura. Hernández, Francisco (1946 [1570-1577]). Historia de las plantas de la Nueva España. 3 vols., México, unam. Heyden, Doris (1983). Mitología y simbolismo de la flora en el México prehispánico. México, Edimex. Sierra Carillo, Dora (2008). El demonio anda suelto: el poder de la cruz de pericón. México, inah. Velasco Lozano, Ana María L. y Debra Nagao (2006). “Mitología y simbolismo de las flores”, Arqueología Mexicana, vol. xiii, núm. 78, México, Ed. Raíces, marzo-abril, pp. 28-35.
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INTRODUCCIÓN
181
LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA MARTÍN RAMÍREZ SALAS
E
n nuestro entorno más próximo, por lo menos en Cuernavaca y sus municipios vecinos, estamos acostumbrados a ver flores de cempoalxochitl solo en las fiestas de Muertos. Su aroma, sus colores y sus formas características nos re-
miten a esos días en que los panteones cambian su abandono acostumbrado para vestirse de mil y un tonos amarillos. Claro que el cempoalxochitl no es la única flor “típica” en las ceremonias religiosas populares pero sí tiene un lugar especial que va más allá de su cascada de amarillos y torrencial aroma. El origen de la palabra y el de la planta son desconocidos. < Promesa con ramilletes y flores para la iglesia © e d i t h p é r e z f lo r e s
La he visto en fotos e imágenes adornando jardínes de Europa y otras partes del mundo. Me he preguntado si en otros lares 183
> Maestro xochilero dando forma a ramillete, Xoxocotla, Morelos © edith pérez f lo r e s
184
esta planta tiene tanto valor en las actividades
rirse a los días del celular, el mp3, la computadora
diarias como en algunos recónditos pueblos como
e Internet, pero que también se encomienda para
Xoxocotla. No soy oriundo de este poblado (llevo
que estos aparatos funcionen adecuadamente.
apenas 18 años aquí) habitado por más de 30 mil
Las creencias convertidas en tradiciones siguen
habitantes, aunque los censos oficiales digan que
marcando el devenir diario: encomendarse, ayu-
son menos. Vale la pena comentar que muchas fa-
nar, hacer penitencia y “prometer”, para que todo
milias no dan información que consideran pueda
salga bien siguen presentes dentro del colectivo
traerles algún perjuicio. Por ejemplo, nunca admi-
cotidiano.
ten tener piso de cemento en toda la casa, lava-
Es aquí donde las flores de mil amarillos to-
dora, refrigerador o pantalla de plasma. O dicen
man su lugar de intercesor ante las fuerzas que
que en esa casa habitan solo cinco personas y que
vienen y van, entre el mal y el no tan bien, entre
todas trabajan en el campo, cuando en realidad
la cosecha buena y el abono malo, entre el tandeo
son matriarcados donde viven hasta tres genera-
de agua y el guaje ya casi vacío del Chihuahuita,
ciones distintas con sus respectivas familias y to-
entre la mototaxi y el secuestro, en fin. Entre lo
dos desarrollan actividades sociales y económicas
que se ve y se juzga, lo que se siente y lo que má-
diferentes. Mienten por temor a que el gobierno
gicamente son en realidad, los habitantes de este
les cobre más impuestos o se lleven del pueblo
Xoxocotla.
los programas de asistencia que da el Estado. La
Para empezar, muchas familias que cultivan la
verdad se la guardan para ellos, metida ahí entre
flor la consideran una bendición, porque se pue-
los tlecuiles humeados, en las paredes repletas de
de cultivar todo el año, no solo para temporada de
fotos de la familia en las salidas de la escuela, la
Muertos. En una ocasión, don Fausto Vidal, un vie-
boda del primo, o en el altar familiar lleno de imá-
jecillo de unos 80 años, de complexión pequeña,
genes y santos.
medio sordo, de piel arrugada y completamente
En apariencia esto no tendría nada que ver
tostada por el sol, me contó: “Allá en el río (el Apa-
con el cempoalxochitl. Pero quién sabe. A fin de
tlaco, que corre al oriente del poblado), un señor
cuentas, la comunidad es una gran masa que todos
muy pobre estaba leñando, cuando sin querer lle-
los días se mueve por creencias, que trata de adhe-
gó cerca de la cueva de Cuatepec, ahí donde se
MARTÍN RAMÍREZ SALAS
LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA
185
que llegues a tu casa’. El señor —continuó don
CLARO QUE EL CEMPOALXOCHITL NO ES LA ÚNICA FLOR “TÍPICA” EN LAS CEREMONIAS RELIGIOSAS POPULARES PERO SÍ TIENE UN LUGAR ESPECIAL QUE VA MÁS ALLÁ DE SU CASCADA DE AMARILLOS Y TORRENCIAL AROMA.
Fausto—, bien espantado, siguió buscando a su burro, juntó otros palitos y regresó al pueblo. Al otro día por la mañana fue a oír misa junto con su señora. Cuando dio la bendición el padrecito, se acordó lo que había escuchado en la cueva y esperó a que todos salieran. Cuando ya no vio a nadie más, salió. En la mera entrada encontró a una señora vestida como de fiesta, pues, con un cabello negro muy largo. La mujer le puso en la mano un pañuelo que el señor se guardó en la bolsa del pantalón. Salieron del atrio de la iglesia y, aunque era fiesta, ellos, como eran pobres, se fueron directo a su choza, allá a orillas del pueblo. Cuando llegaron, el señor abrió el envoltorio y encontró unas florecitas secas. Se sintió decepcionado y las aven-
186
mira cómo vendrá la temporada de lluvias, y pensó:
tó ahí, por donde su señora lavaba los trastes. Pasó
‘¡Ay, Dios mío! ¿Por qué soy tan pobre, pues?’ En-
el tiempo y el hombre vio que habían nacido unas
tonces, su burro agarró camino para donde está la
matas que comenzaron a dar unas flores amarillas
entrada de la cueva y el señor fue tras él. Justo en
muy olorosas. El señor se arrepintió y dijo: ‘por lo
la entrada de la cueva, de dentro se escuchó una
menos la cueva me dio estas flores amarillas. Las
voz que le dijo: ‘Mañana que es el día de la fiesta
llevaré al altar de la iglesia en agradecimiento’. Al
de San Felipe, irás a la iglesia a escuchar misa.
ver las floresotas amarillas, grandotas, todo el pue-
Cuando termine, quédate dentro hasta que salga
blo se preguntó quién las había traído y que si no
toda la gente. Después saldrás tú y encontrarás
tenía más. El señor les dijo que no, que eran todas.
en la puerta a una mujer con el cabello muy largo,
Cuando llegó a su choza, su señora le dijo: ‘¿Ya vis-
muy largo. Ella te dará un regalo. No lo mires hasta
te? Ya echó más flores la planta’. Él las cortó y las
MARTÍN RAMÍREZ SALAS
fue a truequear al tianguis por maíz y frijol. Re-
altares familiares (que además de flores incluyen
gresó a su casa y notó que la planta seguía dando
veladoras, imágenes, sal y agua, todo esto puesto
botones. Entonces, entendió por qué aquella voz
sobre una mesa o retablo cubierto con papel de
le había dicho que dejaría de ser pobre. Porque la
China recortado o un mantel bordado) forma par-
planta de cempoalxochitl daba y daba flores”.
te de su limpieza semanal.
Para reproducir el cempoalxochitl se escogen
Para el común de la comunidad, don Fausto
las flores más grandes. Al secarse, cada pétalo se
era un borrachín como muchos del pueblo; para
convierte en una semilla, que se siembra en pa-
los más grandes de edad, era el señor que tocaba
chol. Este consiste en hacer camas de tierra de
en su violín la danza de pastoras; para los menos,
alrededor de un metro de ancho por el largo que
era un brujo, un ramilletero. Don Fausto era todas
el campesino necesite, ahí se depositan las semi-
esas cosas. Llegamos a su casa de horcones, carrizo
llas, se cubren con un poco más de tierra fina o za-
y lámina de cartón para que nos enseñara a picar
cate y se riegan. Las plantas nacen en pocos días.
pañuelos de papel de China. Me acompañaba mi
Cuando tienen un tamaño de 10 a 15 centímetros
prenda amada, Miriam, ya que habíamos decidido
se trasplantan a surcos poniendo tres matitas a
aprender todas las manifestaciones plásticas pro-
cada paso (alrededor de 60 centímetros). Si todo
pias de Xoxocotla que sabíamos estaban en riesgo
va bien, con agua y la ayuda de algo de abono, a las
de perderse. Nos enteramos de que don Fausto sa-
cinco semanas del trasplante las plantas crecerán
bía picar papel y por eso acudimos a él. Nos miró
alrededor de 60 centímetros. Cuando comiencen
con desconfianza al inicio, pero después de varias
a dar botones, las primeras serán las más grandes
visitas y de comenzar a picar pañuelitos de papel
y así en cada corte las flores irán disminuyendo de
junto con él, entre las pláticas comenzaron a surgir
tamaño.
las preguntas sobre qué otras “gracias” tenía. Ahí
Los campesinos acostumbran cortar la flor
salió el tema de los ramilletes o xochimamastles de
los lunes muy temprano, ya que se ofrecerán en
flores de cempoalxochitl. Nos comentó que su her-
el tianguis del pueblo en ramitos de 10 a 15 flores.
mano mayor, Inocencio o “Chechio”, era el maes-
Estos se ponen en el altar familiar o en las tumbas
trero de esa actividad, que consistía en elaborar un
de los seres queridos. El cambio de flores en los
círculo de varitas, donde se ensartaban las flores y LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA
187
Varitas vestidas de cempoalxochitl y naranjo para volverse ramillete © edith pérez
eran sostenidas por una vara de carrizo también
nado morelense. Todos hablaban mexicano entre
adornada. Estos arreglos elaborados en pares se
ellos. Don Fausto le había comentado a su herma-
usaban como parte de la ofrenda que algunas ma-
no que iríamos a ver cómo hacían el trabajo. Aquel
f lo r e s
yordomías entregaban a la iglesia durante los feste-
fue el inicio de un aprendizaje para elaborar rami-
jos patronales. No pasó mucho tiempo antes de que
lletes y conocer y entender la relación que había
don Fausto nos invitara a acompañar al grupo de
entre estos hombres y el cempoalxochitl, ganarse
los ramilleteros a Ahuehuetzingo, una comunidad
la estima de los ramilleteros y, sorpresivamente,
cercana, a elaborar un par de xochimamastles en la
que ellos aceptaran a una mujer, Miriam, en el
víspera de la fiesta patronal.
grupo, cosa no vista, ya que los ramilletes era una
El día indicado, Miriam y yo hicimos el viaje
188
labor designada para los hombres.
junto con siete u ocho señores de entre 60 y 70
Los ramilletes son una labor que debe desarro-
años, todos ellos con el gesto rudo del campesi-
llarse entre siete y doce personas. Todo el trabajo
MARTÍN RAMÍREZ SALAS
debe de hacerse en el menor tiempo posible, ya
60 centímetros de altura por unos 50 de diámetro.
que las flores se van marchitando con el paso del
Estos diminutos ramilletes se elaboran para acom-
tiempo. Consiste en ensartar y amarrar flores de
pañar la ofrenda, que se instala en el interior de la
cempoalxochitl a una varita de totoixti. Los espa-
cueva de Cuatepec en la fecha que se hace la peti-
cios que quedan en la varita entre flor y flor se
ción de lluvias.
cubren con hoja de limón (para que no se vea la
Xoxocotla no es la única comunidad donde
varita). Una vez adornadas, las varitas se distribu-
se hacen los ramilletes. También los elaboran en
yen en círculo y se amarran a una vara de carrizo,
Alpuyeca y, hasta hace algunas décadas, en Jo-
que también se forra con flores y hojas de zapote
jutla. Sin embargo, los ramilleteros de Xoxocotla
negro y, a veces, algún adorno de papel brillante.
adquirieron gran renombre tanto dentro como
Además, se le pueden incorporar otros tipos de
fuera de la comunidad porque en sus ramilletes se
flores y gusanillo, una especie de esponja que se
podían ver “figuras”, como les dicen los ramille-
saca de un carrizo acuático y que al secarse se tiñe
teros. Es decir, ensartan un número determinado
de colores.
de flores en cada vara, que al amarrarse forman
Hay ramilletes de varios tamaños. El diámetro
figuras. Los ramilleteros les dan nombres como
de los grandes se acerca a los dos metros, y de al-
“cruz de San Gabriel”, “planchitas”, “estrellas” y
tura casi los tres metros con la vara. Estos regular-
“estribos”. En los ramilletes grandes pueden ela-
mente se elaboran para la iglesia del pueblo en sus
borarse hasta tres figuras diferentes. En eso con-
fiestas patronales. Regularmente hay ramilletes
sistía la fama y buen nombre de un maestrero: en
con flores de papel de China dentro de la iglesia, ya
saber cuántas flores tenía que ponerle a cada vara
que hay una familia que por años se ha encargado
para que al final el ramillete tuviera las figuras fá-
de hacerlos con ese fin. Los ramilletes de Posada
cilmente identificables para cualquiera que viera
se elaboran para adornar las andas de los peregri-
los ramilletes. Esta cuestión “técnica” elevaba de
nos durante las posadas, que en Xoxocotla van del
rango este arreglo, por lo que no cualquiera podía
5 al 24 de diciembre. Miden casi 1.50 metros de
hacerse cargo de elaborar buenos ramilletes. Lle-
diámetro y de altura 1.80 metros con la vara. Tam-
var como parte de la ofrenda ramilletes tan deta-
bién se elaboran unos ramilletes miniatura de unos
llados era un “plus” a la devoción y la “promesa” LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA
189
190
adquirida por la familia que llevaba la ofrenda a
su familia. Al inicio de la elaboración de los rami-
la iglesia.
lletes, el maestrero hacía oración. La flor nunca
Don Chechio era considerado un gran maes-
tocaba el suelo o la tierra, siempre se colocaba en
tro ramilletero. Ni su segundero, Toño Tejón, ni
petates. Después de su oración, el maestrero tejía
su hermano Fausto aprendieron todo lo que Che-
varias varitas hasta tener una forma-muestra, ya
chio sabía. Alguna vez, preguntándole si sabía
pensadas las figuras a elaborar con las flores. Des-
desde cuándo se hacían ramilletes, nos contestó
pués distribuía las tareas: los principiantes o peo-
que desde que se acordaba ya los hacían. Sin em-
nes partían las flores de limón, escogían las flores
bargo, nos comentó que antes era un trabajo más
por tamaño, limpiaban los petates cuando había
laborioso, pues antes de que se usaran hilos de cá-
que hacerlo, recogían las flores y hojas restantes
ñamo para tejer las hojas y las flores a la varita,
y estaban atentos de que los tejedores tuvieran
se usaban hilos sacados de los tallos de papatla, o sea
todo a la mano. Estos se encargaban de ir tejien-
de plátano. Esto puede ser difícil de entender (se
do las varitas y midiéndolas con la varita muestra
necesita ver cómo se hace un ramillete), pero la
hecha por el maestrero. Regularmente Fausto se
verdad que sí significaba toda una pericia sacar
encargaba de tejer las varas, un trabajo un poco
los hilos del tallo del plátano y luego mantenerlos
más laborioso que el de los tejedores de varitas. El
frescos y flexibles para los amarres requeridos.
maestrero estaba al pendiente de que todos hicie-
Ser ramilletero significaba hacer labores para
ran su labor, llamaba al casero cuando necesitaba
el Dios, era una manda, era la manera de pedimento,
algo y recibía el agua, los cigarros y el alcohol. Era
de darle al Dios un arreglo aromático, vistoso,
muy común ver cómo, antes de tomar algún líquido,
bien hecho, de flores de cempoalxochitl que, con
vertía un chorrito al suelo, diciendo “primero la
el paso de los días, conservaban su tono amarillo.
tierra, para que nos dé más”. Cuando las varitas
Con ello, los ramilleteros se ganaban la bendición
estaban tejidas, se limpiaban los petates y el maes-
para tener buenas cosechas, para que no se lasti-
trero junto con su segundo se dedicaban a colocar
maran en las labores del campo, para no ser pica-
un extremo de las varitas a la ranura de uno de los
dos por ninguna alimaña y, lo más importante, es-
extremos de la vara de carrizo, en esta parte se no-
tar a salvo de las fuerzas dañinas para ellos y toda
taba la pericia del maestrero. Debía colocar cada
MARTÍN RAMÍREZ SALAS
varita dependiendo de las flores ensartadas, de tal
siempre me pareció descomunal, si se considera su
manera que se fueran formando las figuras tejidas,
edad avanzada. Se colocan otras hojas y flores para
desde el momento que se metían las varitas den-
cubrir el centro del ramillete, se distribuyen las
tro de la ranura de la vara de carrizo era regaño
varitas para que el círculo quede lo más perfecto
seguro si alguien saltaba o se atravesara sobre la
posible. Se levanta el arreglo para ajustar detalles
vara de carrizo. Uno de los tejedores, don Gon-
y después se llama al casero para que coloque el
zalo, que además sembraba flores todo el año, me
par de ramilletes en el altar de la casa. El casero
comentó que se debía respetar porque desde ese
agradece y da de comer y beber a todos los ramille-
momento era como tener tendida la cruz de madera.
teros. Platica con el maestrero, quien le explica o le
Amarrar todo el número de las varitas tiene su
muestra las figuras que tiene el ramillete. En unas
complicación; el esfuerzo que hacían los señores,
horas, estos arreglos de aroma y color engalanarán
que tienen que hacer todos los amarres hincados,
las imágenes religiosas de la iglesia, acompañarán LOS XOCHITEROS DE XOXOCOTLA
Don Inés, maestro xochitero tradicional © edith pérez f lo r e s
191
192
la peregrinación de quienes piden posada o se que-
En una ocasión le pedí a don Fausto que fuéra-
darán en el interior de Cuatepec como mudos tes-
mos a buscar gusanillo. Yo sabía que era una espe-
tigos de lo que ocurre en el silencio milenario de
cie de bejuco que crecía al pie de los apantles, pero
ese lugar de encanto.
no sabía cómo era ni cómo se extraía la “esponja”
Poco a poco, don Fausto nos fue mostrando
de su interior. Fuimos a varios sitios por el canal,
el calendario de actividades de los ramilleteros,
que rodea el ejido de Xoxocotla de norte a sur,
no solo las fechas de elaboración sino cómo tener
hasta desembocar en el lago de Tequesquitengo.
siempre los implementos necesarios. En enero,
Después de varias paradas, donde encontramos
don Fausto, montado en su burro y yo atrás de él,
que los campesinos ya habían cortado el gusanillo,
tomamos el camino de terracería a Atlacholoaya,
porque se convierte en plaga y no deja correr con
pasamos cerca de la cueva de Cuatepec, segui-
buen caudal el agua, encontramos finalmente un
mos el cauce del río Apatlaco y en las lomas cer-
manchón del bejuco. Cortamos un buen manojo y
canas encontramos el arbusto de totoixti, que en
ahí mismo él me enseñó cómo extraer la esponja,
esa época ya no tenía hojas y solo mostraba sus
cortó un tramo de bejuco y con otro tramo más
ramas rectas y delgadas. Después de pedir per-
delgado lo fue metiendo en el tramo más grueso,
miso, cortamos las varas. Estas tienen la cualidad
de este fue saliendo una especie de tubo de espu-
de ser largas, rectas, resistentes y flexibles. “Nin-
ma por el otro lado. “Ese es el gusanillo” —me dijo.
guna otra varita sirve para los ramilletes, solo es-
Quedé boquiabierto ante este descubrimiento y le
tas”, decía don Fausto mostrándome con la mano
pregunté: “cómo se habían dado cuenta de que el
todo el lomerío lleno del arbusto. Cortamos dos
gusanillo estaba dentro del bejuco”. Él me contestó:
manojos como de 100 varitas cada uno, cantidad
“No sé. Los señores de más antes, yo creo”.
suficiente para todo un año. Cuando hacían falta
Ya en la casa, sacamos todo el gusanillo y lo
varas de carrizo había algunos manchones por el
pusimos a secar varios días. Después, lo teñimos
rumbo del sur, cerca del campo de San Juanes.
de diferentes colores con anilina. Me platicaba
Allá llegamos, don Fausto, en su burro, y yo. Por
don Fausto que los ramilletes más bonitos y que
el mes de marzo encontramos varas ya sazonas
mejor se veían eran los que incluían la flor de
y rectas.
cempoalxochitl, crestas de terciopelo (esas bolas
MARTÍN RAMÍREZ SALAS
rojas, moradas y amarillas que también son co-
También le preguntamos al casero qué sabía
munes en temporadas de Muertos) y tiras de
al respecto, pero solo reiteró lo que don Fausto ya
gusanillo teñidas de colores. Le propuse que
nos había dicho. Don Fausto añadió que los otros
hiciéramos un par de ramilletes con todos esos
bastones sí eran los antiguos y que traían otro tipo
elementos. Al poco tiempo pudimos hacerlos. En
de dibujos, que él los había visto. Después de pe-
aquella ocasión solo los elaboramos don Fausto,
dir permiso, comenzó a tejer los bastones con las
Miriam, don Gonzalo, don Melquiades y yo. Ja-
hojas, las flores y el gusanillo, hizo formas que po-
más he vuelto a ver unos ramilletes como esos (y
cas veces habíamos visto. No sé si notaba que tanta
al comentarlo vuelvo a emocionarme).
destreza y conocimiento nos tenía sorprendidos.
En otra ocasión, don Fausto fue a casa para in-
Como siempre, al terminar, comentaba: “está bo-
vitarnos a hacer un trabajo con flores que nunca
nito pero algo fierito…” es decir, que podía haber
habíamos visto. Llegado el día, atravesamos el pueblo
quedado mejor.
y llegamos a una casa cerca ya de los campos de
Por prescripción médica, don Fausto tenía va-
cultivo. Los caseros sacaron unos chiquigüites
rios años de no tomar alcohol, a pesar de andar
de carrizo con flores de cempoalxochitl y hojas de
en tanta actividad festiva. Desafortunadamente,
limón. Don Fausto sacó un envoltorio de periódico
durante los ensayos de la danza de pastoras, en los
con gusanillos; los caseros regresaron con dos bas-
que tocaba el violín —por cierto, su último violín
tones de otate, como de un metro de largo y con va-
lo había comprado con el dinero que ganó en un
rios signos tallados. Esos bastones —nos comentó
concurso de arte popular morelense—, le insis-
don Fausto— eran la insignia que los mayordomos
tieron en que tomara y, no obstante que sabía que
tenían para hacer valer su autoridad, cuando cami-
le haría daño, tomó alcohol. Las consecuencias
naban por la noche o la madrugada para cumplir
no se hicieron esperar y falleció poco después.
sus obligaciones. Al preguntarle a don Fausto por el
Como es la costumbre, todo el camino de su casa
significado de las tallas, respondió que no sabía lo
al cementerio quedó marcado con pétalos de cem-
que eran, pero que esos no eran los bastones anti-
poalxochitl, esas flores amarillas y olorosas que el
guos, que nunca habían sabido quién se había que-
encanto de Cuatepec les regaló a los habitantes de
dado con ellos o qué les había pasado.
Xoxocotla.
LAS FLORES MEDICINALES EN MORELOS Y EL NOROESTE DE MÉXICO: DIFERENCIAS EN EL CONOCIMIENTO ETNOMÉDICO TRADICIONAL MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ
E
l empleo de las plantas medicinales en México pone de manifiesto la vigencia de esta práctica cultural y la revalorización del conocimiento tradicional al momento de satisfacer las necesidades en torno a la salud y el bienestar.
Persiste la herbolaria dentro de los sectores de la población en los cuales, ya sea por su ubicación geográfica, sus usos y costumbres o sencillamente por una cuestión económica, las plantas medicinales se utilizan constantemente en el tratamiento de ciertos malestares (Castillo y Monroy-Ortiz,
©
< Flor de manzanilla que con tu néctar curas e d i t h p é r e z f lo r e s
2007: 9). Dentro de este contexto, las flores medicinales se utilizan en el acervo etnomédico tradicional en regiones tan distintas como el centro-sur y el noroeste del país. 195
> Bugambilia que eres buena para la tos © edith pérez f lo r e s
196
En el territorio nacional existe una gran diversidad de especies vegetales de origen tro-
friísimo, lo frío y lo fresco” (Álvarez Heydenreich, 1989: 111).
pical, de las cuales entre 5 mil y 20 mil se usan
Las plantas medicinales son, por lo tanto, un
con propósitos medicinales, dependiendo de la
patrimonio reconocido en México y uno de los
zona geográfica (Aguilar, 1993; Estrada, 1994,
recursos más amplios y valiosos de la medicina
citado en: Osuna et al., 2005: 17). Esta enorme
indígena tradicional (Lozoya, 1976, 1984b; Zolla,
biodiversidad ha permitido contar con una her-
1979, citado en: Argueta, Cano, Rodarte, 1999:
bolaria terapéutica cuyo origen se halla en las
81). Constituyen una riqueza ancestral, producto
tradiciones de las culturas prehispánicas y que
de una inmensa variedad de climas y altitudes.
permanece hasta nuestros días. En las zonas ru-
En la actualidad, yerberos, curanderas o chama-
rales de nuestro país, como es el caso de Mo-
nes son la memoria viva de saberes ancestrales;
relos, algunos grupos indígenas han heredado
conocen no solo la biodiversidad y su ambiente,
la tradición de la herbolaria no solo como una
sino el contexto en el cual estos deben ser uti-
forma de “curar”. Dicha tradición, además, está
lizados para fines curativos. Sanar implica res-
contextualizada en toda una cosmovisión de un
tituir el equilibrio de las entidades anímicas de
universo dual complementario de frío y caliente,
una persona a través de rituales que incluyen el
húmedo y seco, que aborda al padecimiento y el
uso de las plantas, hierbas o flores medicinales
cuerpo de manera integral, más allá del malestar
(Gómez Álvarez, 2012).
(Aguado y López Austin, 2004). Álvarez Hey-
El conocimiento preciso de sus caracterís-
denreich describe el caso de Hueyapan, Mo-
ticas y efectos, fruto del ejercicio de una obser-
relos, donde la polaridad frío-caliente “abarca
vación detallada y cuidadosa de la naturaleza,
varios niveles diferenciados por los grados de
hace que las plantas —y, en este caso particu-
temperatura. Temperatura que no siempre es
lar, las medicinales— ocupen un sitio privile-
real y que se refiere, en la mayoría de los casos,
giado en las culturas del México prehispánico
[a] una cualidad inherente al objeto […] Los ni-
e, incluso, en la actualidad. El mundo meso-
veles a los que se refiere son lo muy caliente,
americano tiene un origen distinto del europeo.
lo caliente, lo templado o cordial, lo muy frío o
Diferentes deidades cosmogónicas fueron res-
MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ
LAS FLORES MEDICINALES EN MORELOS Y EL NOROESTE DE MÉXICO
197
nica como antiinflamatorio y cicatrizante, atri-
LAS PLANTAS MEDICINALES SON, POR LO TANTO, UN PATRIMONIO RECONOCIDO EN MÉXICO Y UNO DE LOS RECURSOS MÁS AMPLIOS Y VALIOSOS DE LA MEDICINA INDÍGENA TRADICIONAL.
butos que se describen en el códice citado (Haveed, 2013). Dentro de este intrincado contexto, que es resultado del proceso cultural de muchos pueblos a lo largo de la historia, se encuentran las flores medicinales. Los especialistas en la medicina tradicional representan una alternativa para más de 40 millones de mexicanos entre cuyos usos y costumbres está la utilización de la herbolaria para ciertas sintomatologías. ¿Quién de nosotros no usa remedios caseros cuando se trata de un resfrío o una pesadez
ponsables de la creación del mundo y el ser hu-
estomacal? Son los saberes heredados de nuestras
mano. Por lo tanto, cuando de un México con
abuelas los que nos dictan que para el dolor
tradición prehispánica se habla, en los procesos
de garganta no hay nada mejor que un jarabe de
de salud y enfermedad interactúan fuerzas di-
cebolla o miel con propoleo y limón. Para tal fin,
ferentes (Viesca Treviño, 1999: 30-32). Si bien a
en muchas regiones del país se usa también de
lo largo de los siglos de conquista se produjeron
manera generalizada la bugambilia (Bougainvillea
procesos sincréticos, los principios motores si-
spectabillis).
guen siendo los mismos.
198
“Es innegable que los siglos de uso empí-
En el códice De la Cruz-Badiano se explica
rico que avalan en la mayoría de los casos los
el uso de 25 especies cuyas propiedades tera-
recursos vegetales utilizados como medicinales
péuticas han sido corroboradas por trabajos del
hacen de las mujeres mayores y los yerberos los
Instituto de Investigaciones Biomédicas de la
depositarios de esta información, que ofrecen
Universidad Nacional Autónoma de México. Un
a la población que les consulta” (Osuna et al.,
ejemplo claro sería la utilización actual del ár-
2005: 15, 16).
MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ
DIFERENCIAS GEOGRÁFICAS,
En la actualidad, de acuerdo con el Atlas de
BOTÁNICAS Y DE SALVAGUARDA
las plantas de la medicina tradicional mexicana
Edward Palmer, pionero de la etnobotánica, recorrió
(2007), 16 especies de flores medicinales se em-
en 1880 la región noroeste del país, así como la Co-
plean en los estados del noroeste y, de ellas, siete
marca Lagunera, Colima y Durango (González Arra-
se encuentran solamente en dicha región geográ-
tia, 2006), luego de lo cual hizo 160 registros de 1,385
fica. Las nueve especies restantes se ubican tam-
especies. De estas, 78 especies corresponden a Sonora,
bién en otras latitudes, incluyendo el estado de
40 a Baja California, 40 a Sinaloa y ocho a Nayarit.
Morelos. Lo anterior podría tener su explicación
En cuanto a las flores, de un total de 662 registros se
no solo en la similitud de ecosistemas, sino en el
tienen fichas de 68 flores medicinales pertenecien-
intercambio de medicinas tradicionales entre los
tes al norte del país (Bye et al., 1999: 95-105).
pueblos, en especial para cultivo “casero”.
LAS FLORES MEDICINALES EN MORELOS Y EL NOROESTE DE MÉXICO
Flor de tila que transformas los nervios en calma © edith pérez f lo r e s
199
200
Conforme a lo investigado por Osuna et al.
colonización tardía y su desarrollo económico
(2005) y Castillo y Monroy-Ortiz (2007), en Mo-
fue muy distinto al del resto del país. La región
relos se documenta que nueve especies de flores
centro-sur, por su parte, vivió un proceso de “re-
tienen diferentes usos etnomédicos tradicionales,
sistencia cultural” y, en consecuencia, ha trans-
particularmente en los municipios del sur y, den-
mitido el conocimiento médico tradicional desde
tro de ellos, en Xochitepec. Los padecimientos
épocas prehispánicas.
que se tratan con mayor regularidad son aquellos
A pesar de dichas diferencias, en el noroeste
relacionados con el sistema gastrointestinal, aun-
de nuestro territorio se registra un uso extendido
que no son los únicos (véase cuadro 1). Se ha docu-
de la medicina tradicional, si bien menor en rela-
mentado un gran número de especies en ese estado,
ción con Morelos. Baste saber, por ejemplo, que
donde la medicina tradicional está más arraigada
en las zonas desérticas predominan las cactáceas,
y viva. En esta región del país aún se encuentran
y entre ellas destaca el peyote, muy utilizado por
médicos tradicionales que transmiten a sus des-
los huicholes y coras gracias a sus cualidades
cendientes o familiares la información que les han
analgésicas y antirreumáticas (Adame y Adame,
enseñado y los resultados de sus propias investi-
2010). Entre los encinares se encuentra el llamado
gaciones empíricas. En cambio, algunas regiones
chirrión o amolillo, ideal para el aseo capilar debi-
del noroeste carecen de esta dinámica debido, en-
do a su consistencia jabonosa. Falta, sin embargo,
tre otros fenómenos, a la migración, el predomi-
profundizar en el registro de los saberes médicos
nio del modelo de desarrollo tecnológico, las dis-
tradicionales en esa zona del país, en los guardia-
tancias más largas y las escasas comunicaciones.
nes y transmisores de esta parte fundamental del
Asimismo, las diferencias entre ambas regio-
patrimonio inmaterial y, en última instancia, en
nes en cuanto al desarrollo histórico son notorias.
las condiciones actuales en que se encuentra el
La región septentrional mexicana presentó una
mismo para evitar su extinción.
MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ
CUADRO 1 ESPECIES DE FLORES MEDICINALES QUE SE ENCUENTRAN Y UTILIZAN EN MORELOS Y LOS ESTADOS DEL NOROESTE NOMBRE COMÚN O TRADICIONAL
PADECIMIENTO Y FORMA DE USO
Sambucus mexicana Presl
Sauco (Sinaloa), alcanfor, flor de sauco, guarico, sauce, xometl (Morelos), jodaytlochic (Nayarit).
Fiebre y tos (Baja California, Baja California Sur, Sonora y Nayarit). Gripa ligera con tos sencilla, en cuyo caso se combina con canela, hojas de mango y hierbas de guacoporo (Sinaloa).
Lantana camara L.
Alfombrilla hedionda, alfombrillo, confituría, confiturilla, corona, corona del sol, frutilla, gobernadora, hierba de Cristo, hierba de Pedro Antonio, hierba de San Pedro, hierba negra, laurel, mocototol, moscete, ojo de pescado, orusus, ororuz, palabra de caballero, pionía, pionía del cerro, quelite de arroyo, quita pesal, rinyonina, siete colores, siete negritos (Sinaloa), siete negritos macho, tres colores, uña de gato, cacapuli, pitzin-teuhxochitl (Morelos), coronisha (Nayarit).
ESPECIE
Reumatismo; las flores se fermentan en alcohol por tres días. Padecimientos del oído; se emplea el aceite en que se guisan las flores, tallos y hojas.
LAS FLORES MEDICINALES EN MORELOS Y EL NOROESTE DE MÉXICO
201
NOMBRE COMÚN O TRADICIONAL
PADECIMIENTO Y FORMA DE USO
Gnaphalium oxyphyllum DC.
Gordolobo
Problemas pectorales, infecciones en la garganta, bronquitis, asma y congestión bronquial; se emplea la cocción de las hojas y las flores.
Datadura inoxia Miller
Toloache, chamico, chanico, floripondio, tecuyahui, tecuyani (Sonora).
Reumatismo y otros dolores corporales; aunque se trata de una especie venenosa.
Senna occidentalis (L.) Irwin
Cafecillo, hijicxihuitl (Morelos), mumusa (Nayarit), candeila, frijolillo.
Diarrea y sensación de vómito (solo en Nayarit); las flores con la hoja y el tallo sirven como agua de uso.
Sida rhom bifolia L.
Escobilla o malvilla, alactlí (Morelos).
Bilis e irritación de hígado; se emplea la infusión de la flor.
Bougainvillae spectabilis Willd
Bugambilia, camelina
Tos y, con menor frecuencia, otros padecimientos respiratorios; se emplea la infusión de la flor.
Antigonon leptopus Hook & Am.
Flor de San Diego, flor de Santiago, San Miguel, Santiagosha (Nayarit).
Tos, fiebre o garganta inflamada; demora en la menstruación; el cocimiento de la flor se bebe en ayunas.
Macrosiphonia hypoleuca (Benth.) Muell
San Juan, hierba de San Juan, rosa de San Juan, nashi (Nayarit).
Tos; el cocimiento frío de toda la planta sirve como agua de uso. Cólicos del parto; la rama en flor se emplea en una infusión caliente.
ESPECIE
202
MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ
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EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES: LA FLOR MÁS BELLA DEL EJIDO CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ
Por fin lo comprende mi corazón: Escucho un canto, Contemplo una flor: ¡Ojalá no se marchiten! Nezahualcóyotl
E
l certamen “La flor más bella del ejido” se realiza en Xochimilco, que significa “en los sembradíos de flores” (Montemayor, 2007). Tuvo sus primeros momentos hacia 1936 en el canal de Santa Anita,1 famoso por el paseo del Viernes
de Dolores, pero no pudo continuar debido al desecamiento del mismo. Por tal motivo, en 1954 se trasladó a Mixquic, pero tampoco ahí tuvo éxito. Es en Xochimilco, uno de los lugares más famosos y visitados de la Ciudad de México y cuya zona chinampera2 fue declarada en 1987 Patrimonio de
< Trajinera en flor de vida y margarita © e d i t h p é r e z f lo r e s
1 El libro de Fernández y Venegas relata con detalle el famoso paseo del Viernes de Dolores en el canal de Santa Anita. 2 De acuerdo con Teresa Rojas Rabiela, las chinampas son “pequeñas plataformas en las partes poco profundas del lecho lacustre para establecer viviendas y parcelas de cultivo[…]”.
205
> Celebrar la Flor más Bella del Ejido, tradición mexicana © edith pérez f lo r e s
la Humanidad por la unesco, desde 1955 hasta la
a diario a surtir y aprovisionar los jardines particu-
actualidad.
lares de México (Novo, en Pérez, 2002: 16).
Entre chinampas y canales, entre canales y trajineras, Xochimilco parecería ser el lugar ideal
Los vecinos de la zona relatan que en las chinam-
para continuar con la tradición de elegir a la más
pas ya casi no se siembran flores. Según dicen, se
bella de todas las flores: la mujer. Sin embargo, la
siguen produciendo algunas, pero con el método
zona enfrenta un grave deterioro ecológico debido
de invernadero. Un comerciante de 56 años ex-
a la contaminación, la sobreexplotación del agua y
plica: “Hay poca flor… statis, alelí, cempoalxochitl.
el crecimiento de la mancha urbana. “Xochimilco,
Lo que luego siembran y huele rico es la flor de
que llegó a tener una superficie de chinampas
chícharo, pero es de temporada, de Semana Santa.
de 70 kilómetros cuadrados hace unos 40 años,
Lo que hay ahora es mucha planta de ornato… el
ahora solo conserva una parte de esa superficie,
tigrillo debe haberse sembrado aquí”.
estimada en 25 kilómetros cuadrados” (Garzón, 2002: 21).
Algunos xochimilcas recuerdan aún las chinampas llenas de amapolas, prohibidas al final
Sin duda, el paisaje floral de Xochimilco, que
de los años treinta porque, como se sabe, la goma de
sirve de marco al concurso, ha cambiado con el
opio es nociva para la salud. “La amapola estuvo
paso del tiempo. Salvador Novo escribió en 1947:
aquí sembrándose. Mi papá decía que las chinampas de flor de amapola eran hermosísimas. Pero
Ir a las chinampas escondidas en que se cultivan,
la prohibieron y la exterminaron”, explica el
en miles de pequeños adobes de buena tierra negra
comerciante.
podrida en los canales con chichicastle, las petu-
Doña María Teresa López y Leyva, Flor más
nias, los pensamientos, los perritos, las mercadelas,
Bella del Ejido en 1951, narra que su mamá tenía
las violetas, las glorias, los geranios, las begonias,
una chinampa y sembraba flor de alhelí para el
los pinceles, las espuelas, las azaleas, los claveles, los
Día de Muertos. “La sembraban como unos tres
rosales, los alhelíes, las cortinas, que de aquí brotan
meses antes de Muertos. ¡Y salían unos manojotes! Las chinampas estaban llenas de alhelí,
La palabra “chinampa” se deriva de chinamitl, que significa “seto o cerca de cañas”, y pan, “sobre” (1995: 24).
206
CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ
stati, flor de espuela y otra… no me acuerdo del
EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES
207
nombre... está muy seca y dura mucho. Sacaban
estamos recolectando el clemole; el año pasado lo
alhelí, nube, flor de margarita. La gladiola nunca
cultivamos y el próximo año vamos a hacer más ex-
la sembraron aquí; la traen de otros estados. De las
tenso el trabajo que realizamos”. En efecto, no todas
chinampas iban todas las gentes con sus carreti-
las flores que plantan ahora corresponden a las que
llas al mercado, pero hubo mucha discriminación
estaban antaño en Xochimilco.
respecto a eso y ya no las dejaron vender ahí. El
Según explica José Luis, las trajineras3 son
mercado, el tianguis, que es el 377, era para las
componentes fundamentales del certamen de la
flores de los campesinos y sus verduras, sus ani-
Flor más Bella del Ejido. De igual manera, para el
malitos que llevaban a vender. La plaza era en día
concurso de la canoa alegórica, otro de los más
sábado, pero después ya no los dejaron vender.
esperados, se enfloran las trajineras. “Participa-
Descompusieron ese mercado porque ahí se ven-
mos porque es parte de la difusión del trabajo
día toda la planta. Ahora venden en la avenida 16
que realizamos. Nosotros enfloramos; se trata
de Septiembre… ya no tienen dónde vender”.
de que nosotros mismos realicemos eso. Nada
Por otro lado, José Luis, trajinero y coordina-
más va uno por orgullo a ganar, lo hace uno con
dor de un proyecto de recuperación del canal y su
mucho entusiasmo y hay que transmitir eso a
paisaje en el Embarcadero Fernando Celada, cuen-
los demás compañeros. [Antes se enfloraba] de
ta que los alcatraces se daban también a la orilla de
acuerdo a la flor que tenían en sus cultivos. Lo
los canales: “Cuando yo empecé a remar lo que más
que cultivaban lo tomaban para adornar; era un
abundaba sobre las orillas era la flor de alcatraz; hoy
trabajo muy sencillo. Después se enfloraban con
en día ya no se ve, está como aislada. Con lo que tra-
papel crepé de colores y luego se cambió a pintu-
bajamos estamos tratando de hacer más o menos el
ra vinílica y fosforescente para que resaltaran los
tipo de paisaje que vimos… la que ahorita tenemos es
colores”. Hoy en día las trajineras lucen normal-
lirio persa, alcatraz… tratamos de expandir lo que es
mente portadas4 de colores fosforescentes que
la planta del floripondio, margarita, pues la bugam-
simulan flores naturales.
bilia no es de acá. Pero hay unas que están plantadas, son las abundantes. Tenemos una parte donde tenemos dalias, pero esas son de temporada. Ahorita 208
CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ
3 La trajinera es una embarcación que se usa fundamentalmente para ofrecer recorridos turísticos por los canales. 4 Las portadas de las trajineras son unos arreglos en forma de arco con algún nombre de mujer en la parte superior.
CONTEXTO HISTÓRICO
amor”,7 algunos autores difieren de este enfoque
Y POLÍTICO DEL CONCURSO
(Fernández P. y Venegas A., Arqueología Mexicana,
En la convocatoria del certamen de 2012 se lee:
edición dedicada a Xochimilco). El Universal promovió en 1921 el concurso La India Bonita,8
Xochimilco ha buscado a lo largo del tiempo mante-
pero el de “La Flor más Bella del Ejido” surgió
ner los valores y costumbres que le han dado forma
con ese nombre en 1936, durante el gobierno de
y esplendor a su historia. Es por ello que el certa-
Lázaro Cárdenas, a quien se le atribuye su crea-
men de la Flor más Bella del Ejido 2012 tiene como
ción. Valga recordar el contexto: búsqueda de
objetivo revalorar la belleza de la mujer mestiza
identidad nacional en las raíces indígenas y el
que habita en el Distrito Federal, además de con-
mestizaje, así como un periodo de prominencia
servar y resaltar los orígenes de los pueblos que en
del ejido.
algún momento de su historia contaron, o que aún conservan, tierras de labor o ejidos.5
A juicio de Fernández y Venegas, la Flor más Bella del Ejido es “una fiesta paradigmática en la construcción de los mitos y ritos del obsesivo y
En sus orígenes, el concurso, concebido
conflictivo tema de la identidad nacional” (2002:
para dignificar a la mujer con rasgos indígenas
87). En su crónica sobre el concurso celebrado
(Cordero Espinoza, en Fernández P. y Venegas
en 1984, Carlos Monsiváis relata que este surgió
A., 2002: 89), es, en palabras de algunas de sus
“en plena euforia del país distinto, porción mo-
ganadoras, la segunda tradición más importante
desta y eficaz de la estrategia que nos modernizó
de Xochimilco.6
saturándonos de nuevas tradiciones de aparien-
A pesar de que “hay quien atribuye los oríge-
cia ancestral” (2010: 59).
nes de esta fiesta al México prehispánico, cuando niños y mujeres jóvenes ofrecían semillas y flores a Xochiquetzalli, la diosa de la belleza y el 5 Disponible en http://laflormasbelladelejido.blogspot.mx/2012/02/ lista-la-convocatoria-flor-mas-bella.html 6 Después de todas las celebraciones que se realizan en torno al Niñopa.
7 Véase el video promocional disponible en: http://laflormasbelladelejido.blogspot.mx/search/label/promocional%20%22una%20flor%20 sue%C3%B1a%22 Las participantes relatan los mismos orígenes indígenas. 8 En este concurso, que se organizó en el marco de los festejos del centenario de la consumación de la Independencia, la ganadora fue María Bibiana Uribe, joven poblana que reunía “todas las características de la raza: color moreno, ojos negros, estatura pequeña, manos y pies finos, cabello lacio y negro, etcétera. Pertenece desde el punto de vista racial a la raza azteca, que está extendida en diversas partes de la República, su idioma es el mexicano” (Fernández P. y Venegas A., 2002: 84).
EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES
209
y la Confederación Nacional Campesina (cnc)
ENTRE CHINAMPAS Y CANALES, ENTRE CANALES Y TRAJINERAS, XOCHIMILCO PARECERÍA SER EL LUGAR IDEAL PARA CONTINUAR CON LA TRADICIÓN DE ELEGIR A LA MÁS BELLA DE TODAS LAS FLORES: LA MUJER. SIN EMBARGO, LA ZONA ENFRENTA UN GRAVE DETERIORO ECOLÓGICO. La Dirección General de Acción Social, adscrita al Departamento del Distrito Federal, era la instancia encargada de organizar la feria con un comité delegacional. Las convocatorias públicas eran firmadas por el director general y en ocasiones incluso por el Comité Regional del Partido Revolucionario Institucional (pri) en la capital 210
CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ
(Fernández y Venegas, 2002: 115). Actualmente, la organización del concurso recae en la delegación Xochimilco, a través de la Dirección de Turismo, y un comité organizador (ya desligado de la cnc). En suma, las autoridades han sido sus promotoras y organizadoras. “Esa fiesta no era de aquí; no es una fiesta arraigada en el pueblo; es delegacional. Para mis abuelos la fiesta no existía. Yo creo que fue para buscar auge a los ejidos que estaban surgiendo. Le querían dar importancia a la tenencia de la tierra. Para los lugareños es un estorbo: hacen feria, cierran el paso, no tenemos clientes, tenemos ruido en la iglesia, los que venden comida no son de aquí. Es un negocio de la delegación, es como algo externo, no propio, no arraigado en la población”, explica un comerciante entrevistado. Si bien el evento no nació del pueblo, sí ha representado para el turismo de Xochimilco una gran atracción. La elección de la Flor más Bella se lleva a cabo el Viernes de Dolores9 en medio de actividades económicas y culturales, tales como la exposición ganadera y florícola, el concurso de la canoa alegórica, la muestra gastronómica y la venta de artesanías y productos de la región (dulces cristalizados 9 Último viernes de la Cuaresma, que precede a la Semana Santa, y de fecha movible.
y amaranto, entre otros). Por ende, en él confluyen
cursantes debían acreditar con documentación
factores e intereses políticos, turísticos, económi-
que eran hijas de ejidatarios. Hoy ya no se pide
cos y culturales.
este requisito; basta con ser originarias o residentes de esas delegaciones. Deben preparar un men-
REQUISITOS PARA SER CORONADA
saje de un minuto y medio con el que participarán
La convocatoria está abierta a jóvenes mexicanas,
en el concurso. Los temas del mensaje para la edi-
con edades entre 17 y 23 años, solteras y sin hijos,
ción de 2012 fueron: “Costumbres y tradiciones de
y que residan en alguna de las delegaciones que
la delegación que representan”, “La mujer actual”,
tuvieron o tienen ejidos. Anteriormente, las con-
“Patrimonio Cultural de la Humanidad”, “Conser-
10
Jovencitas candidatas, cada una representando una flor © carolina buenrostro
vación ambiental” y “La familia”. Además, deben 10 Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.
asistir a un curso de capacitación (de dos semanas en 2012), donde se les instruye sobre temas de hisEN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES
211
toria y tradiciones de Xochimilco. Otro requisito
a los nuevos valores sociales, en todas sus dimen-
obligatorio es vestir el “traje típico del Altiplano
siones, y al pensamiento de la mujer actual, así
Central mexicano”11 y portarse con “absoluto res-
como a los intereses políticos del momento.
peto, prudencia y responsabilidad”. Las “flores”
María Teresa López y Leyva, quien participó
ganadoras firman un compromiso con la Direc-
en 1951, cuenta que la animó a ello “el señor de-
ción de Turismo con la finalidad de representar a
legado González de la O. Un año antes concursé
la delegación en las actividades para las que sean
en Reina de la Primavera. Iba yo representando a
requeridas, en cuyo caso deben portar “traje típico,
Xochimilco; fue a nivel Distrito Federal. Y como
corona y banda”. Son elegidas por un jurado de
ganamos el segundo lugar de los carros alegóri-
siete a 11 miembros, “personas conocedoras en el
cos, me felicitó mucho el señor delegado. Y des-
ámbito de las tradiciones”, quienes designan a esta
pués me invitaron a salir a concursar en la Flor
suerte de embajadora de la cultura de la demarca-
más Bella del Ejido, y lo mismo: salimos ganando”.
ción, quien se vuelve así parte del imaginario so-
También comenta que este concurso ha cambia-
cial nacional del que nos habla Bonfil Batalla en
do: “Antes todas las delegaciones traían sus carros
su México profundo.
alegóricos con sus concursantes y todo eso. Era
12
hermosísimo concursar ahí. Véame, nunca usé LAS “FLORES” PARTICIPANTES
maquillaje. Antes tenía yo mis trenzas más largas
Las concursantes tienen distintos motivos para
y mi mamá no me dejaba sola, siempre andaba
participar, y sus recuerdos y anécdotas dan cuenta
conmigo”. Concursó a los 18 años, y los requisitos
de los cambios que ha experimentado el certamen
que pedían en esa época eran “más que nada, los
y de cómo se ha adaptado a los tiempos actuales,
papeles de los ejidos, que fuera uno hija de ejidatarios. Como ya me conocía el delegado, no hubo
Consiste en “blusa bordada de punto de cruz, chincuete o falda, ceñidor, huarache de tiras y rebozo (de bolita Santa María)”. 12 Valga recordar la participación de estas mujeres en el muy comentado desfile del bicentenario 2010, cuando desfilaron entre alebrijes, nopales, danzas prehispánicas, calaveras y catrinas, entre muchos otros elementos prehispánicos y populares. “Entran mujeres remando en chalupas y cargan cestas de flores; luego, una trajinera con mariachis y mujeres de Xochimilco que representan a la ‘Flor más bella del ejido’…”, se lee en la “Guía paso a paso para seguir el desfile del bicentenario”, disponible en http://www.eluniversal.com.mx/graficos/pdf10/guia_b.pdf 11
212
CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ
problemas”. Su mamá se enojó después de que salió ganadora, “porque me decían: ‘Teresita, vamos para allá’. Me invitaban mucho a Bellas Artes, a desayunos, conciertos infantiles y conciertos de personas
grandes. Y anduve con la señora Casas Alemán; en ese entonces, ella era la indicada para llevarnos a donde fuera, no descansaba uno. Ahora ya las hacen hablar mucho: qué es Xochimilco, qué era pueblo, qué es barrio. En aquel entonces no se hablaba mucho de eso. Nada más era simplemente la presentación de uno hacia el evento. Cuando yo concursé llevé un gran ramo de amapolas y, pues, eran los originales, más que la nube. Y cuando me coronaron me hicieron la corona de flores”. Teresita advierte también cambios en el ambiente: “Era muy hermoso, no como acá, que chiflan y se burlan. Antes, al contrario, aplau-
ALGUNOS XOCHIMILCAS RECUERDAN AÚN LAS CHINAMPAS LLENAS DE AMAPOLAS, PROHIBIDAS AL FINAL DE LOS AÑOS TREINTA PORQUE, COMO SE SABE, LA GOMA DE OPIO ES NOCIVA PARA LA SALUD.
dían”. Cada delegación llevaba su carro alegórico y, según relata la ex concursante, el delega-
tes de belleza y una máquina de coser. Para ella,
do mandó hacer uno en forma de canoa con la
la mujer debe ser una flor, como en los tiempos
portada llena de flores. Atrás iba un señor “como
en que ganó el concurso. “Éramos muy correc-
todo un xochimilca, con su calzón de manta y su
tas en nuestra educación, nuestro respeto hacia las
camisa de manta, su sombrero y su pala… como
personas mayores y, con perdón de usted por
que iba remando. Por eso ganamos”. Recuerda
la palabra, no nos igualábamos como ahora. Las
a “Mauricio Magdaleno, de la Agraria, que te-
muchachas son muy bonitas, muy decentes, pero
nía sus lentes y se ponía una lupa, así grandota,
con un vocabulario que Dios nos libre. Antes no,
a donde le veía a uno la cara y le hacía a uno así
antes éramos muy correctas, con todo respeto.
(toca su mejilla), y si salía pintura, la descalifica-
Mi mamá nos llevaba a misa los domingos antes
ban”. Los regalos que ella obtuvo fueron paque-
de ir a trabajar, veíamos salir al sacerdote, nos ha-
13
cía hincar y besarle la mano. Ahora hasta lo pasan Jefe de Acción Social en el Departamento del Distrito Federal, escritor y guionista de María Candelaria, entre otras películas. 13
a empujar y le dicen una grosería. Yo digo que la EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES
213
La candidata de Xochimilco para ser la Flor más Bella del Ejido © carolina buenrostro
214
educación y el respeto es lo más valioso que nos enseñaron nuestros papás”.
Es el caso de Nayelli Cortés, Flor de Gerbasia, ganadora del concurso en 2002. Para esta licencia-
El modo de ser y pensar de las jóvenes con-
da en comunicación social, la Flor más Bella del
cursantes ha cambiado indudablemente. Se han
Ejido no solo es una tradición por sus antecedentes
ido adaptando a los contextos políticos, econó-
prehispánicos, sino “un parteaguas en la vida de
micos y sociales actuales. El mismo concurso
las mujeres que participan en él. Es un foro de ex-
ha experimentado modificaciones en su forma.
presión abierto, donde tienes la oportunidad de
Además del discurso de presentación ya mencio-
expresar tus inquietudes como joven, profesionista
nado, ahora se ejecuta un baile durante el con-
y mujer, además de que te permite reencontrarte
curso y a las jóvenes se les asigna el nombre de
con tus raíces, reencontrarte contigo misma. Se
una flor mediante sorteo, con el cual deben pre-
vuelve un parteaguas en tu vida porque consolida
sentarse ante el jurado.
y te da muchísima identidad también en ti misma”.
CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ
Para ella, el certamen contribuye a elevar la auto-
diosa Xochiquetzalli, de recuperar la lengua madre
estima de las jóvenes participantes. Se puede ser
(el náhuatl), la danza y la unión familiar. En su opi-
“una niña o joven comprometida y consciente del
nión, si bien el concurso fue y es organizado por las
valor cultural que posee su origen, una joven que
autoridades, ya tiene raíces en la población, porque
tenga las ganas de aportar a su cultura, de rescatar
todas las chicas traen en la memoria los recuerdos
sus raíces y que esté sumamente orgullosa del lugar
de otros años y quieren ser Flor. Asimismo, es un
de donde viene, de la familia de la que viene y de
foro donde las chicas se pueden expresar para que
sus rasgos mestizos”. Y aclara que no se trata de un
la gente las escuche, al tiempo que se crean lazos de
concurso de belleza. Las participantes son chicas
amistad y solidaridad con las otras concursantes.
universitarias “que tienen algo que decir, algo inte-
Para ella, ganar el concurso fue también una cues-
ligente. No son un objeto para mostrarse”. La Flor
tión de ego, porque su físico no cumplía con los
más Bella representó antes “a la mujer mexicana
modelos de belleza impuestos por la sociedad. Fue
que, a la par con el hombre, luchó y trabajó para
una forma de adquirir seguridad y confianza en sí
salir adelante, para sacar a su familia adelante”.
misma. En su discurso se refirió a la mujer como
Ahora representa tradición, cultura y, sobre todo,
un ser valioso, no solo como mamá o trabajadora,
“a una mujer mexicana digna, trabajadora, luchona,
“sino por todo el conjunto.” Y recitó en náhuatl un
para nada una niña de porcelana. Son mujeres que
poema de Nezahualcóyotl (véase el epígrafe), por-
no se rompen a la primera cosa que les pase mal,
que “tú ves muchísimas flores, muchísimas partici-
que deben entender el valor que traen dentro,
pantes ese día, pero pasando el concurso se acaban
porque todas llevamos un camino forjado. La Flor
y quedamos las de siempre”.
se vuelve una catapulta que puedes retomar para hacer cosas buenas y cosas grandes”.
Para Sandra, la Flor más Bella del Ejido permite a la mujer “enaltecer su inteligencia, enalte-
Para Sandra García, pasante de la carrera de so-
cer la belleza mestiza, porque si bien es cierto ya
ciología y ganadora del primer lugar en 2009 con el
no somos indígenas de raíz, tampoco somos es-
sobrenombre de Flor de Nardo, el concurso es “un
pañolas. Somos mestizas, chicas que tratamos de
rescate y conservación de las raíces y tradiciones”
sobrevivir a los golpes globalifóbicos y todo este
de Xochimilco, es una manera de rendir tributo a la
asunto de la nueva tecnología tratando de sobreEN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES
215
©
> Sonrisa que florece en coqueteo edith pérez f lo r e s
presentación con el fragmento de un poema de Sor
LAS GANADORAS DE ANTES Y LAS DE AHORA “APRENDEMOS A AMAR Y RESPETAR LA TRADICIÓN. HEMOS LOGRADO LO QUE QUERÍA EL GENERAL LÁZARO CÁRDENAS: UNA IDENTIDAD. EN NUESTRO CASO, UNA IDENTIDAD XOCHIMILCA”.
Juana Inés de la Cruz: “¿En qué te ofendo, cuando sólo intento/ poner bellezas en mi entendimiento/ y no mi entendimiento en las bellezas?”.14 Luego de aclarar que proviene del barrio de San Lucas Xochimanca, se refirió en los siguientes términos a la mujer que habita en Xochimilco: “Vengo del pueblo frijolero cuatatapa de esta demarcación,15 donde se cultivan ideas y se enaltece a la mujer indígena”. Katia se reconoció como tal y habló de elementos identitarios, como la tierra. También aprovechó para hablar del contexto actual: “Hoy estoy aquí, de pie, frente a todos, con los pies bien cimentados sobre esta tierra que me vio nacer, con
llevar las cosas”. Las ganadoras de antes y las de
la cabeza muy en alto y los ideales en orden para
ahora “aprendemos a amar y respetar la tradición.
hacerlos partícipes de una problemática social a la
Hemos logrado lo que quería el general Lázaro
cual debemos encararnos frontalmente, de las cau-
Cárdenas: una identidad. En nuestro caso, una
sas principales de la pobreza, la discriminación, los
identidad xochimilca”.
bajos niveles de los pueblos indígenas y, simultá-
Katia González Salinas, Flor de Amapola, de 18
neamente, para propiciar el establecimiento de un
años de edad y ganadora del concurso en 2012, dice
nuevo modelo económico que admita la pluralidad
que para participar “no cuenta lo físico, sino lo que
y la democracia”. Habló así luego de escuchar acer-
tienes por dentro”. Originaria del barrio de San
ca de una recolección de víveres para los pueblos
Lucas Xochimanca, planea estudiar economía. No tenía previsto participar en el concurso, pero varias personas la animaron, en especial dos primas que ya habían participado. Abrió su discurso de 216
CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ
“En perseguirme, mundo, ¿qué interesas?”. Sobrenombre con el que se conoce a los habitantes del barrio y algunos de sus platillos, como los “frijoles cuatatapas”, elaborados con frijoles quebrados y aderezados con la tuna xoconochtli, nopales y epazotl. Información disponible en http://tonalpohualli260.wordpress. com/2010/04/01/los-frijoles-cuatatapas/ 14 15
EN LOS SEMBRADÍOS DE FLORES
217
218
indígenas, lo cual, dice, no basta para resolver di-
Al margen de si se identifican como indígenas
cha problemática. Flor de Amapola se identifica y
o como mestizas, después del concurso, las Flo-
representa a la mujer indígena, porque “ha sido de
res se sienten más orgullosas de sus tradiciones,
las más guerreras en México, ha luchado contra to-
su lugar y su identidad. Se interesan por apren-
dos los medios, siempre ha sabido defenderse a sí
der, conocer y conservar su lugar y sus tradicio-
misma y defender, pues, a sus hijos, a la gente que
nes, interés que de otra manera, dicen, no hubie-
más quiere. Es, sobre todo, guerrera”.
ran desarrollado. La seguridad y el conocimiento
Para Katia, la mujer es una flor. “Más que nada,
que adquieren lo transmiten muchas veces a sus
yo creo que todas somos hermosas. Aparte del fí-
hermanas y sobrinas más pequeñas, quienes con-
sico, yo creo que lo que más cuenta es lo que tú tengas
tinúan con la tradición de inscribirse al certamen.
por dentro, la forma en que quieras expresarte con la
Sin duda, las motivaciones de las participan-
gente, no solamente el poder quedar bien con una
tes han cambiado, al igual que su idea de que lo
o dos personas, sino con todas. Más que recibir hay
que debe ser una mujer en la actualidad. Las jóve-
que dar, y darle a conocer a la gente que somos
nes que participan son en su mayoría estudiantes
guerreras y que sí podemos en todos los ámbitos”.
universitarias que encuentran en el concurso una
Ser la Flor más Bella del Ejido no implica solo
forma de expresión y reencuentro con sus raíces,
reconocimiento y cosas agradables. Las tres entre-
a las que desean conservar en su memoria, como
vistadas han enfrentado la discriminación por el
también desean transmitir la historia y tradicio-
uso del atuendo tradicional. Sandra explica que
nes en un Xochimilco que se enfrenta a un gra-
se han dirigido a ella en plan de sorna: “¿Por qué
ve problema ecológico y de crecimiento urbano.
de india, de María? ¿Dónde dejaste a tu Lorenzo
Coinciden en que una Flor es una mujer que lucha
Rafael? ¿A qué hora bailas?”. Y añade: “Lo mejor
por su familia y por ella misma, que es fuerte, que
que te puede pasar es que te pregunten de qué es-
piensa y debe ser escuchada, que se preocupa por
tado vienes”. Sin embargo, las tres han aprendido
los problemas del país, que tiene raíces, que so-
a responder a los insultos con el conocimiento y
bresale a pesar de todos los contratiempos y que,
el orgullo adquiridos durante su preparación para
como dice Flor de Nardo, es “una mujer hermosa,
convertirse en la Flor más Bella el Ejido.
independientemente de cualquier cosa”.
CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ
BIBLIOGRAFÍA Arqueología Mexicana (2002). “Antiguos jardines mexicanos”. México, Editorial Raíces, núm. 57. ________ (2006). “Las flores en el México prehispánico”. México, Editorial Raíces, núm. 78. ________ (2012). “Xochimilco, patrimonio de la humanidad”. México, Editorial Raíces, edición especial. Bonfil, Guillermo (2012). México profundo. Una civilización negada. México, Mondadori. Cordero, Rodolfo (2012). Xochimilco. Tradiciones y costumbres. México, Conaculta. Fernández, Anna M. y Lilia Venegas (2002). La flor más bella del ejido. México, inah, Plaza y Valdés.
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Flores que coronan sonrisas © carolina buenrostro
EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES: PRÁCTICAS CULTURALES EN TORNO A LA ELABORACIÓN DE CORONAS FÚNEBRES Y ARREGLOS FLORALES EN EL MERCADO DE JAMAICA ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ Dije el enigma y diré también su palabra: siempre las flores vigilaron la muerte, porque siempre los hombres incomprensiblemente supimos que su existir dormido y gracioso es el que mejor puede acompañar a los que murieron sin ofenderlos con soberbia de vida, sin ser más vida que ellos. Jorge Luis Borges
B
ienvenidos a la fiesta de los significados y horizontes de interpretación, cuyas palabras se moverán al ritmo de las narrativas culturales; es precisamente esta constelación intersubjetiva de significados lo que hace tan vital, animado
y comunicativo al patrimonio inmaterial (Arizpe, 2011: 37). El presente trabajo nace de la inquietud por explorar uno de los distintos canales de significación en los que se inserta la flor como elemento material y como apropiación de lo urbano; en este caso, las prácticas culturales que se despliegan en las relaciones entre el oficio de florero y la elaboración de coronas < Combinar siempre color, textura y aroma © lo u r d e s a r i z p e
fúnebres y arreglos florales en el interior del emblemático mercado El Jamaica o, como se le llama hoy comúnmente, 221
> Acariciando formas y flores © edith pérez
el Mercado de Jamaica.1 Lo anterior con la fina-
gar. Pero esa familia a veces está compuesta de
lidad de reflexionar sobre la importancia de las
muchos parientes lejanos. Para que se dé una
f lo r e s
producciones simbólicas en los espacios públi-
idea, aquí hay 1,300 locales, 200 estibadores y
cos de la ciudad como referentes empíricos, que
300 ambulantes, y se da sustento económico a
nutren historias locales y enriquecen las diversas
5 mil familias de forma directa e indirecta. El
conceptualizaciones del patrimonio inmaterial.
Jamaica es muchos, usted nada más dígame hacia dónde quiere mirar”.2
LOS PÉTALOS DEL JAMAICA
Hay múltiples escenarios en lo que concier-
Nos encontramos subiendo las escaleras de la Es-
ne a las relaciones sociales y culturales que se
tación del Metro Jamaica y es evidente el tránsito
establecen con las flores.3 En todos ellos se re-
de flores en el interior del vagón. Una comunión de
fleja la creatividad de los usuarios del mercado,
olores que se entremezclan con los aromas del cui-
al hacer uso de los elementos tangibles e intan-
tlacoche y la flor de calabaza de una quesadilla frita.
gibles en torno a las plantas. “Las flores amue-
Es la avenida Morelos, entre Congreso de la Unión
blan la cotidianidad porque son casa y son ense-
y Guillermo Prieto, en la colonia Jamaica, delega-
res, son alimento y son utensilio, pero también
ción Venustiano Carranza.
visten los ritos porque son ofrenda y aroma y se
Al visitar los primeros pasillos del merca-
extienden más allá de su pasajera vida cuando
do y echar un vistazo a sus interiores, se re-
son cantos, poemas, estampas y evocaciones”
flexiona: el Mercado Jamaica es la metáfora
(Lavín, 2003).
de lo complejo que pueden ser los pétalos de una flor. El señor Horacio Chávez, coordinador de deportes del mercado, explica: “Aquí somos una familia, porque pasamos más tiempo en nuestros locales y puestos que en el propio ho1 La apropiación del mercado por parte de los usuarios se refleja en la variedad de nombres que le otorgan: “El florerote”, “Nuestro Jamaica”, “El changarro de las penas y alegrías”.
222
ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ
Entrevista realizada el día 10 de octubre de 2012. De acuerdo a Jerzy Rzedowsky (1997), la relación cultural con las flores es compleja, ya que en México podemos encontrar especies que son auxiliares en la medición del tiempo, indicadores de tipos de clima, suelo y roca, así como indicadores de agua subterránea. También están las de uso textil, para elaborar vestimenta y diversos tejidos; las de carácter simbólico, espiritual, ritual y de purificación; las estimulantes o fumatorias, reguladoras de la fecundidad de la mujer; las usadas a manera de moneda en las transacciones comerciales; las útiles para la elaboración del papel y artículos de limpieza; las auxiliares en la pesca y la ganadería, y las que se usan como insecticida. 2 3
EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES
223
“Y AQUÍ LO QUE SOBRAN SON CUCHILLOS” 4
materialidad permite dar presencia y nombre a
En el interior del mercado son múltiples los con-
quien ha desaparecido. Las coronas fúnebres fun-
textos y los usos que se les otorga a la flor como
gen como catalizadores del duelo y contribuyen
símbolo y como materialidad. Uno de ellos es el
a los rituales de la ruptura (Baudrillard, 1976) y
carácter fúnebre que adquiere el arreglo floral,
la continuidad de la vida. Dichas reflexiones nos
el cual funge como anclaje de la memoria de los
llevan a pensar en las razones por las cuales una
códigos y discursos sociales en torno a la muerte.
corona fúnebre no puede elaborarse con flores ar-
Al analizar el contenido de estos discursos es
tificiales. En el plano de lo evocativo, lo artificial
posible “descifrar los distintos elementos de ese
nos remite a lo duradero. La flor natural, en cam-
código funerario: costumbres, actos, ritos, valores
bio, nos recuerda la belleza de lo finito.5
y creencias, que los miembros de un cuerpo cultu-
En los locales y pasillos destinados a la elabo-
ral expresan sistemáticamente” (Cartay, 2002: 3).
ración de coronas fúnebres y arreglos florales ex-
En su carácter simbólico, en la corona fú-
ploramos la exuberancia de las flores, las cuales
nebre se concatenan dos discursos. El primero
conforman fuertes núcleos potenciales de densi-
corresponde a la presencia de la muerte en vida,
dad simbólica. Es así que, al articular dicha ruta
la cual subraya que a la muerte nos podemos
de significados, identificamos “representaciones
aproximar solamente de manera indirecta. “Es
que posibilitan prácticas,6 estimulan posiciona-
solo en la muerte del otro en donde encarna la
mientos y contiendas, y hasta vislumbran hori-
anticipación de la propia muerte” (Mier, 1999: 5).
zontes” (Aguilar, Vergara, Sevilla, 2001: 5). Desde
El segundo discurso corresponde a la muerte y la
esta perspectiva, la vivencia cotidiana del espacio
exigencia de la memoria como recurso para sig-
permite la construcción y reconstrucción de na-
nificar el carácter pasado de aquello sobre lo que
rrativas y microhistorias locales relacionadas con
declaramos acordarnos (Ricoeur, 2003) y cuya 4 Fragmento de la entrevista realizada al florero Santiago González, de 36 años, en el pasillo 1 del mercado, el día 20 de octubre de 2012. Se menciona el área exclusiva de la venta de flores como el “Cuchillero”, ya que son vastas las herramientas que se usan para dar forma a los arreglos flores; entre ellas, la cuchillita, la pinza puntiaguda, la varita afilada y la pluma filosa.
224
ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ
5 El título de la investigación nace de juego de palabras de lo finito, aquello que tiene fin anticipado y aquello como sinónimo de distinción y elegancia. 6 Se entiende por prácticas “el conjunto de comportamientos, acciones, gestos, enunciados, expresiones y conversaciones portadoras de un sentido, en virtud de los cuales los sujetos se comunican entre sí y comparten espacios, experiencia, representaciones y creencias” (Cornejo y Bellón, 2001: 24).
un saber hacer respecto del oficio de florero, en
damente tres metros de ancho y, sobre esta, una
el que se despliegan diversos encuentros de coti-
mesa de gran tamaño, en la cual se distribuye el
dianidades entre el comprador o cliente y la per-
material de trabajo y donde laboran de tres a cinco
sona que construye las coronas y arreglos florales.
personas. El número de coronas expuestas para la
Es así que indagaremos en el proceso de produc-
clientela oscila entre 10 y 15. Por lo regular, dichos
ción de la corona en un contexto que difiere de
locales comeciales carecen de nombre, de modo
su destino último, esto es, la tumba, cementerio o
que se les conoce como “el changarro de don
incluso la ceremonia de velación que antecede al
Máximo” o “el negocio de don Juan”, por ejem-
entierro.
plo. Las coronas suelen venderse al mayoreo, para
Al adentrarnos en los pasillos de las entradas 1 y 2 del mercado, los sonidos se entremezclan con
su distribución en florerías del Distrito Federal y área metropolitana.
el carácter fúnebre de los arreglos. Las canciones
Por otra parte, hay de 25 a 30 locales deno-
“Te vas, ángel mío” y “El puño de tierra” son in-
minados generales o versátiles, donde se elaboran
terpretadas por un acordeonista que se encuentra
arreglos florales para distintas ocasiones; la coro-
cerca de un grupo de ancianos cargando dos coro-
na fúnebre es una parte de la oferta. En las cartas
nas (de 1.5 metros de largo por 80 centímetros de
de presentación y carteles publicitarios se aclara:
ancho) y conversando sobre el modo de transpor-
“Tenemos arreglos para boda, XV años, carros
tar los arreglos hasta el municipio de Ecatepec de
nupciales, centros de mesa, festón natural, porta-
Morelos, en el Estado de México.
das para iglesia, todo tipo de forrajes artificiales,
En un primer acercamiento encontramos al-
ofrendas fúnebres y ofrendas para peregrinación”.
rededor de siete establecimientos dedicados solo
En lo que se refiere al oficio de florero y sus
a la venta de coronas fúnebres. Se distinguen por
sentimientos al elaborar una corona fúnebre, el
contar con una tarima de madera de aproxima-
señor Juan menciona: “Entre tanta muerte, uno
7
se olvida de ella”. Con él coincide el señor SantiaDe manera general designamos a los lugares de venta de arreglos fúnebres en función de las características físicas de los locales, ya que algunos se distinguen por tener tres paredes que los identifican como tales, mientras que otros solo tienen una tarima de madera y una mesa sencilla, con las herramientas necesarias. 7
go González:8 “Mire, aquí es hacer negocio con el 8 El señor Juan, originario de Michoacán, se dedica a acompañar al chofer que descarga las flores al interior del mercado. Por razones perso-
EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES
225
Según explica el entrevistado, dar vida a las
UNA CORONA FÚNEBRE NO PUEDE ELABORARSE CON FLORES ARTIFICIALES. EN EL PLANO DE LO EVOCATIVO, LO ARTIFICIAL NOS REMITE A LO DURADERO. LA FLOR NATURAL, EN CAMBIO, NOS RECUERDA LA BELLEZA DE LO FINITO. dolor ajeno. Mientras unos están llorando, nosotros estamos bailando con las de Jenny Rivera o los Cadetes de Linares. Uno se acostumbra a este trabajo. Pero es chistoso, porque aquí, en el local, nos mantenemos alegres y nuestro lema es estar siempre vivos para que nuestros dedos no sufran una cortada. El muertito sentirá la vida de esas flores, que fueron hechas con mucho gusto”. nales, el señor Juan decidió omitir sus apellidos. Entrevista realizada el día 19 de octubre de 2012.
226
ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ
flores es una tarea fundamental para acompañar al muerto en su última morada. Para ello, a las coronas se les riega constantemente, además de que se “desgreñan”, “se desbotonan” y “se les mete vara”.9 Esta tarea implica un cuidado de las coronas las 24 horas del día, para lo cual tres personas cubren los diferentes turnos. Don Pedro,10 de hecho, duerme en la planta alta del local, ya que debe recibir constantemente la carga de flores provenientes de Xochimilco, a fin de seleccionar las frescas y desechar las marchitas para así garantizar la calidad de los arreglos florales. Los locales son también lugar de descanso y, por lo tanto, recrean el espacio casero, incluidos sus aspectos espirituales, como de ello dan cuenta los altares. “Acá hay flores dentro de las flores. Aunque aquí allá mucha flor, nunca nos olvidamos de ponerle su ramito al santito o a la virgencita. Sería una grosería dejar pura flor prieta y marchita”, agrega don Pedro. Además de la forma, hay otros recursos que permiten diferenciar un arreglo floral para 9 Estas expresiones remiten a las metáforas que relacionan a las flores con las mujeres. 10 El señor tiene un año laborando en la florería versátil. Entrevista realizada el 20 de octubre de 2012, pasillo 1 de la entrada principal del mercado.
unos XV Años respecto de otro para una boda
El oficio de florero implica una gran destreza
y el que se elabora para una corona fúnebre.
para mover las manos y manejar el cuchillo cur-
Entre ellos destacan la utilización de listones, la
veado (herramienta indispensable para cortar
inclusión de frases y la propia selección de
y fraccionar la palma), además de hacer nudos
las flores. En el caso de las coronas habría que
específicos para que las flores no se desbaraten.
agregar también el color de las mismas, el cual se
Desde luego hay riesgos: a pesar de tener más de
determina en función del difunto: flores blancas
20 años de experiencia, algunos floreros se lasti-
para los jóvenes, rojas para la madre o una señora
man las yemas de los dedos. El señor Genaro re-
casada e, incluso, negras si la persona muerta se
cuerda cómo se inició en el oficio: “Mucha gente
identificaba como darketa.
ya tiene años en este giro y lo trae de familia, pero
La imaginación y el estado de ánimo de los flo-
yo empecé aprendiendo con las cortadas y pico-
reros influyen en la manera de hacer los arreglos.
nes. Yo no era florero, pero pues aprendí por la
Hay coronas más complicadas que otras, si bien
necesidad de chambear. Así, de la nada, tuve esta
el tiempo de elaboración oscila entre cuatro y seis
oportunidad […]. Muy ‘chucho’ quería hacer las
horas. Algunas se hacen únicamente por encargo,
coronas, y mis compañeros se reían. De broma me
en cuyo caso el precio suele elevarse debido a que
dijeron que empezara, y pues mi primera corona
se incluyen gladiolas y eleonoras (la corona cuesta
no tenía forma y solo se desbarataba. Tres meses
entre 700 y mil pesos). La sencilla, con un diámetro
la estuve haciendo de chalán, insertando flore-
aproximado de un metro, se vende en alrededor de
citas y haciendo las cruces, que es el trabajo que
600 pesos. Es importante aclarar que el precio de los
todo mundo hace cuando empieza en esto”.13
11
12
arreglos y coronas puede variar según la temporada.
La experiencia y la práctica han rendido sus
Para el Día de Muertos y el Día de la Madres, el cos-
frutos: el señor Genaro elabora las coronas con una
to por arreglo puede elevarse hasta 30 por ciento.
notable habilidad. Durante la conversación identifica las variedades de flores y hace continuamente
Dado que diversos arreglos se elaboran con base en la imaginación y creatividad de los floreros, algunos de ellos muestran desconfianza cuando se les pide fotografiar los arreglos, ya que esto puede ser un recurso para plagiar sus creaciones. 12 Las flores suelen durar de 12 a 15 días a partir del momento en que se elaboran las coronas fúnebres o los arreglos. 11
13 Por motivos personales, el informante prefirió omitir sus apellidos. Entrevista realizada el 20 de octubre de 2012 en el pasillo 1 de la entrada principal del mercado.
EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES
227
cortes de desmechado con la plumilla y la navaja.
Desde esta perspectiva resulta pertinente el
De acuerdo con los floreros, su oficio entraña un
señalamiento de Mireia Viladevall: “Encontramos
gran valor emocional. Los clientes obsequian los
patrimonio a muy diferentes niveles tantos como
arreglos para manifestar amor o demostrar fe y de-
grupos sociales existen” (2003: 18). Y al mapear di-
voción. Algunos de ellos refieren frases frecuentes,
chos patrimonios vislumbramos pluralidad de sen-
tales como las siguientes: “Con la novia, uno no
tidos que responden a maneras concretas de con-
se preocupa; las flores siempre hacen felices a las
formar la memoria, espacialidad/territorialidad y
muchachas”. “Uno de mis mayores sueños es que
ejes para las identidades sociales.14
en los XV Años de mi hija, la entrada de la iglesia
Al dar cuenta de la diversidad valorativa en la
y el patio de mi casa se inunden con pétalos de ro-
que se insertan las manifestaciones culturales y el
sas”. “Cada año me emociono al tener una mayor-
reconocimiento de los patrimonios culturales se
domía; supongo que el santo patrono no se queja”.
fomenta la práctica del compartir, lo que implica un ejercicio hermenéutico reflexivo. En prin-
REFLEXIÓN FINAL
cipio, estar dispuesto a dejarse decir algo por las
En tanto lugar antropológico, el Mercado de Ja-
diferentes narrativas culturales, cuya condición
maica es fuente de culturas locales vivas y de la
de apertura es primordial para el diálogo con la
creatividad cultural de sus usuarios. Ello permite
diversidad cultural.
establecer diferentes niveles de apropiación de lo urbano a través de las flores. Para el caso del trabajo manual en torno a la elaboración de coronas fúnebres y arreglos, el mercado es un espacio donde interactúan dos memorias. La primera otorga una referencia general a la identificación y jerarquización de los espacios físicos entre los locales y pasillos. La segunda es una memoria de la intimidad, en la cual la flor responde a necesidades estéticas, pragmáticas o rituales. 228
ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ
14 Para profundizar respecto a las consideraciones del patrimonio urbano como generador de una multiplicidad de identidades sociales, véase Miguel Ángel Aguilar, Amparo Sevilla y Abilio Vergara (coords.).
CUADRO 1
USO
Ofrenda
Referente estético
MATERIALIZACIÓN
Coronas fúnebres, arreglos florales, ramo de rosas.
Adornos para eventos sociales, diseño de interiores, arreglos para el cabello y ropa.
USUARIOS Y CONTEXTOS
Novio o novia, padres de familia, personas que han perdido a un familiar, amigos, esposos, devotos de una religión, peregrinos. La flor como regalo personaliza el sentimiento de amistad, fe, romance, duelo, éxito, festividad, deseos de mejoría en la salud. Estilistas profesionales, padrinos de fiestas, mayordomos de festividades, decoradores de iglesias, bodas, escenarios destinados al espectáculo y el entretenimiento. Las flores constituyen ejes de distinción y conceptos específicos del buen gusto y la estética del lugar.
EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES
229
USO
Fuente adicional de ingresos
MATERIALIZACIÓN
USUARIOS Y CONTEXTOS
Pepenadores, personas que prestan su servicio al mantenimiento del espacio público.
Desecho
Como sinónimo de basura y, en ciertas ocasiones, abono orgánico.
ELEMENTOS DE LA CORONA FÚNEBRE
230
FLORES (NOMBRES COMUNES)
ESTRUCTURA
Flor polar Lily Puma Eleonora (para las coronas elegantes) Gladiola (para las coronas elegantes) Estati Flor baby Nora Crisantemo Rosa de Castilla
Papel cebolla Moños Listones que sirven de base para escribir nombres o frases Esponja Tulia o follaje (hojas de pino) Hojas de palma (también conocidas como “pasto”)
ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ
BIBLIOGRAFÍA
CONSULTAS EN LÍNEA
Aguilar, M.; A. Vergara, A. Sevilla (coords.) (2001). La ciudad desde sus lugares. Trece ventanas etnográficas para una metrópoli. México, Conaculta-Universidad Autónoma Metropolitana. Augé, Marc (2000). Los no lugares. Una antropología sobre la modernidad. Barcelona, Gedisa. Arizpe, Lourdes (2011). “Fusión y fricción en la creatividad cultural”, en Compartir el patrimonio cultural inmaterial: narrativas y representaciones. México, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, unam-Conaculta. Baudrillard, Jean (1976). L’échange symbolique et la mort. París, Gallimard. Geertz, Clefford (2005). La interpretación de las culturas. Barcelona, Gedisa. Mantecón, Ana (2011). “Las disputas por el patrimonio: Transformaciones analíticas y contextuales de la problemática patrimonial en México”, en N. García (coord.), La antropología urbana en México. México, Conaculta-uam-fce, pp. 60-88. Ricoeur, Paul (2003). La memoria, historia, el olvido. Madrid, Trota. Rzedowsky, Jerzy (1997). “La flora”, en Enrique Florescano, (coord.), El patrimonio nacional de México. México, fceConaculta.
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EL MERCADO MERCED FLORES: ¿CEDERÁN LAS VIVAS XOCHIMES FRENTE A LAS ETERNAS FLORES? MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ
Puede pasar un invierno, nevar y las flores permanecen ahí, contradiciendo la época del año. Perla Krauze
E
l circuito comercial que hoy ubicamos como La Merced, al oriente del Centro Histórico de la Ciudad de México, tiene sus antecedentes en el Mercado del Volador, inaugurado en 1792, con la intención de albergar a los comerciantes que
se establecían en la Plaza Mayor de la capital mexicana. Después de la lucha por la Independencia, en 1844, el inmueble se reinauguró como mercado de mampostería, pero desapareció después de algunos años, con lo cual los marchantes se dispersaron (Gutiérrez, 1978). Algunos de estos comerciantes encontraron en las inmedia< Flores de tela de encendido color © m o n ts e r r at n ú ñ e z
ciones del barrio antiguo de La Merced —cerca de la iglesia de la Orden de la Merced y Redención de los Cautivos— el espacio 233
> Altar de virgen, flor de nieve © m o n ts e r r at núñez
para organizar una verbena de comercio popular.
de 6 mil comerciantes (Gutiérrez, 1978; Cross,
Dicho espacio había sido estratégico desde la época
1996). En el ir y venir de estos negociantes, el
prehispánica1 (Barranco, 1960).
barrio se convirtió en un pequeño mundo econó-
En 1862 los comerciantes que se concentra-
micamente próspero que motivaba la apertura de
ron en esta parte del barrio solicitaron al entonces
más bodegas y puestos —formales y callejeros—,
Ayuntamiento del Municipio de México que se
junto con un sinfín de “diableros”, cargadores y
construyera un mercado popular en el lugar que
choferes para facilitar el comercio en la zona.
ocupaba la iglesia de los mercedarios. Si bien la
El auge comercial de La Merced en las prime-
solicitud tuvo una respuesta positiva, fue hasta
ras décadas del siglo pasado coincidió con la pau-
1890 que dio inicio la construcción. Tras inaugu-
latina industrialización del país y el crecimiento
rarse, el área comenzó a experimentar un auge
de centros urbanos en la Ciudad de México. No
comercial, al grado de salir el mercado del perí-
es casual que muchos mexicanos originarios del
metro del predio para instalarse en las casas de los
interior migraran a la capital, con el consecuente
vecinos.
incremento en la demanda de productos alimen-
Durante el siglo xx en el Mercado de La Mer-
ticios y servicios.
ced se concentraban los alimentos que consumían
La construcción de un complejo más grande
los habitantes de la Ciudad de México y algunos
se volvió imprescindible. Fue así que comenzó a
otros estados del país. De ahí que se le conocie-
planearse la edificación de las naves que hoy co-
ra como “el estómago de la ciudad”. Su expansión
nocemos, entre las calles General Anaya, El Ro-
era inminente. El comercio ambulante comenzó
sario, Adolfo Gurrión y Cabañas, en la delegación
a invadir las calles circundantes, hasta abarcar 53
Venustiano Carranza, las cuales se inauguraron el
manzanas. Pronto se convirtió en el mercado al
24 de septiembre de 1957.
aire libre más grande de la ciudad, con alrededor
Dicho complejo se planeó en un área de “53 manzanas y consiste en bodegas de distintos ta-
1 Según las crónicas de la Ciudad de México, la acequia de Roldán y de La Viga funcionaba en la época prehispánica como embarcadero de chinampas cargadas de verduras, legumbres, frutas, flores y otros productos. Provenían de las zonas productoras de la periferia de la ciudad, básicamente de Xochimilco, Chalco y Texcoco.
234
MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ
maños que se agrupan por calles, dependiendo de los productos que se comercializan […] la nave mayor tiene una longitud de 400 metros y está
EL MERCADO MERCED FLORES
235
jarciería y los juguetes, entre otras mercancías; el
LOS LOCATARIOS DEL MERCADO COMENZARON A VER EN LAS FLORES ARTIFICIALES UNA CONSIDERABLE FUENTE DE INGRESOS. LA DEMANDA FUE EN AUMENTO, GRACIAS A QUE ESTA MERCANCÍA TENÍA ATRIBUTOS ATRACTIVOS PARA EL CLIENTE, EN ESPECIAL LA DURABILIDAD.
Mercado Merced Flores, destinado al comercio de plantas naturales, flores artificiales y productos decorativos, y el Mercado Merced Sonora, donde hasta la fecha es posible encontrar ollas de barro, animales, hierbas, veladoras y chamanes (Tena, 2009: 101). Así, La Merced pasó de ser el mercado al aire libre más grande de la ciudad al mercado popular y enorme de América Latina. “NOS FUERON GANANDO EL NEGOCIO” Una vez que los comerciantes se trasladaron a las nuevas naves, el Mercado Merced Flores abrió sus puertas en 1957. Aquellos con más antigüedad en el negocio —identificados por la Regencia de la ciudad— participaron en un sorteo, luego del cual conocieron los lugares que ocuparían dentro del
236
dedicada a frutas y legumbres; la nave menor ex-
recién inaugurado inmueble. Los demás locata-
pende carnes y aves, teniendo un anexo de comi-
rios se integraron días después.
das […] todos ellos concentrados en una superficie
En términos generales, los primeros días
de 46 hectáreas”. Asimismo, hay pequeños mer-
fueron complicados, sobre todo porque el cam-
cados especializados, como es el caso del Paso a
bio implicó la restructuración de viejas prácticas
Desnivel, dedicado a la venta de cestería, cordele-
comerciales y culturales. Sin embargo, había un
ría, arte popular y comida preparada; el Mercado
buen ánimo entre los locatarios antiguos, porque
Ampudia, en el que se reunió el comercio de dul-
el cambio representaba también mejores condi-
ces; el Anexo, donde se localizó la talabartería, la
ciones para realizar su trabajo cotidiano.
MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ
Hoy en día, según informa el señor Héctor
ingresaran a este circuito comercial. Según los
Alonso López, administrador del Mercado Mer-
relatos de locatarios del Merced Flores, el abaste-
ced Flores, este se integra por 110 locales, de los
cimiento de sus negocios se volvió cada vez más
cuales solo uno continúa comerciando flores na-
difícil, dado que los camiones de sus proveedores
turales. Este fenómeno se explica sobre todo a
no tenían acceso, de manera que solo ellos, como
partir de dos circunstancias por las que ha atra-
locatarios, podían meter la mercancía, si bien en
vesado este circuito comercial. La primera fue la
pequeñas cantidades. La operación de abasteci-
creación, al oriente de la Ciudad de México, de
miento les exigía mucho tiempo y esfuerzo, y este
la Central de Abasto (ceda). Este complejo fue
desgaste no se compensaba: con la apertura de
impulsado por las autoridades con la finalidad
la ceda la clientela asidua dejó de frecuentar La
de descentralizar el comercio, tratar de dar solu-
Merced, con lo cual las pérdidas económicas no se
ción al intenso tránsito que históricamente se re-
hicieron esperar.
gistra en las inmediaciones de La Merced y, por
La segunda circunstancia relacionada con la
supuesto, terminar con las prácticas de especula-
paulatina desaparición del comercio de flores na-
ción en torno al precio de las frutas, verduras y le-
turales en el Mercado de La Merced fue el auge
gumbres que se consumían en la capital del país,2
creciente del Mercado de Jamaica, inaugurado en
además de modernizar las formas de almacenaje
1957, el mismo año en que aquel abrió sus puer-
y distribución de los productos perecederos.
tas como parte del programa urbano de Ernesto
Con la apertura de la ceda, en noviembre de
P. Uruchurtu, el regente capitalino, para reubi-
1982, vino la prohibición de la venta al mayoreo
car a los comerciantes ambulantes de la ciudad
de mercancías en las inmediaciones del Mercado de
y construir mercados públicos3 (Cross, 1996). El
La Merced y, con ella, el cierre de bodegas y
Mercado de Jamaica se construyó en la misma
la imposibilidad de que camiones con carga
delegación política y por años fue una especie de hermano menor de La Merced. Básicamente
Cabe recordar que hasta la construcción de la Central de Abasto (ceda), los bodegueros de La Merced fijaban los precios de los productos alimenticios con base en una simple operación de oferta y demanda. Uno de los comerciantes explica: “Yo llegaba a las cuatro de la mañana. Normalmente llegaban 20 o 30 camiones, pero si llegaban ocho camiones, se subía el precio. Yo lo subía solito”. 2
3 Uruchurtu, conocido como “el regente de hierro”, construyó 150 mercados, y se estima que reubicó a 55 mil vendedores ambulantes de la ciudad.
EL MERCADO MERCED FLORES
237
lo visitaban los sectores populares de los alrede-
abuelos, quienes iniciaron el negocio en la zona
dores. Al poco tiempo, sin embargo, aprovechó la
del barrio antiguo y adoptaron esta actividad
restructuración comercial de la zona en los años
como forma de vida. Con cierta nostalgia, el en-
ochenta, sobre todo en lo que concierne al comer-
trevistado se refiere a los canales que desde Xo-
cio de flores naturales.
chimilco transportaban las flores que sus abue-
El señor Marco Ramírez, de 53 años de edad,
los vendían. No obstante, también menciona con
pertenece a la tercera generación de comerciantes
orgullo las características actuales del comercio
de flores en La Merced. Según explica, la venta de
de flores artificiales en el mercado de La Merced.
flores artificiales representó ante todo una forma
El paso de la venta de flores naturales a las
de supervivencia. Era una mercancía novedosa y
artificiales comenzó justo en los años ochenta, una
fácil de vender. “Nos adecuamos para comerciali-
vez que entró en crisis el mercado, a lo que se
zar esto. Era más fácil: nada más llegar y agarrar.
sumó la producción en textiles y plástico de gla-
Las flores naturales eran mucho trabajo, estábamos
diolas, rosas, nardos, margaritas, alelíes y nube,
aquí a las cinco de la mañana recortándolas, echán-
entre algunas de las flores más populares.
dolas al agua. Nos fueron desilusionando y busca-
Los locatarios del mercado comenzaron a ver
mos la forma de sobrevivir. Teníamos cerca la Cen-
en las flores artificiales una considerable fuente
tral y Jamaica, que nos fueron ganando el mercado
de ingresos. La demanda fue en aumento, gracias
de la flor natural. Entonces le fuimos invirtiendo a
a que esta mercancía tenía atributos atractivos
esto y nos ha funcionado”.4
para el cliente, en especial la durabilidad. Este nuevo negocio, además, permitió que el mercado
EL NUEVO COMERCIO:
recobrara parte de su popularidad dentro del cir-
DIVERSIDAD, USOS Y CONSUMO
cuito comercial capitalino.
El señor Marco aún recuerda las prácticas co-
¿De dónde proceden las flores artificiales? ¿Cuál
merciales clásicas en torno a las flores natura-
es su destino y qué uso se les da? En un principio
les en La Merced. De hecho, él las heredó de sus
la mercancía se adquiría en Estados Unidos, sobre todo en la ciudad de Los Ángeles. Pero alrededor de
Entrevista realizada en 2012.
4
238
MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ
2 mil las flores artificiales chinas se colocaron entre
las preferidas por los comerciantes de La Merced.
Al Merced Flores acude gente procedente de
En México hay muy pocas empresas productoras
todo el país, y dada la cantidad de clientes y la fre-
de flores artificiales. De acuerdo con Víctor López,
cuencia de sus visitas, el antiguo “estómago de la
comerciante de primera generación de dichas flores
ciudad” ha recuperado su papel de centro de abas-
en La Merced y de tercera generación en el Mercado
to al mayoreo. “Tenemos gente de la frontera sur
de Jamaica, se tiene registro de algunas pequeñas
y la frontera norte, de Guerrero, Oaxaca, Michoa-
fábricas en Guadalajara y Monterrey. Se sabe
cán…, vienen a comprarnos aquí y distribuyen en
también que en el Estado de México se produce
sus ciudades de origen”, agrega el señor Marco.
“naturaleza muerta”.
5
Flores confeccionadas por el ser humano… pero al fin flores © m o n ts e r r at núñez
Las flores artificiales se usan fundamentalmente con fines ornamentales, para casas y nego-
5 Imitaciones de ramas y hojas secas que generalmente reciben un tratamiento de pintura y perfume. Se incluyen en los arreglos florales destinados a decorar mesas o muebles.
cios, pero también para dar vida a las festividades más tradicionales de la cultura mexicana. Víctor EL MERCADO MERCED FLORES
239
informa que los arreglos se emplean sobre todo
que se parezcan más a las naturales, les ponemos
en bautizos, fiestas de XV Años y bodas, además
posteriormente perfume de rosas o nardos”.
de colocarse a la salida de las escuelas. “En provincia se acostumbra regalarles arreglos florales a
CIUDAD Y NATURALEZA
los niños que terminan la escuela”. Y añade, “por
Con base en lo anterior vale la pena reflexionar
supuesto, el 10 de mayo, el Día de Muertos y la
respecto al auge de estos productos en un contex-
Navidad”.
to urbano. Al igual que en los diagnósticos de la
Precisamente el uso ornamental de las flo-
era posmoderna, la existencia del mercado de flo-
res artificiales permitió que el Mercado Merced
res artificiales en una gran urbe puede correspon-
Flores extendiera su oferta comercial. Los loca-
derse con la lógica particular de habitar las ciuda-
tarios incursionaron en la venta de materiales
des, lógica dominada por un contexto de “rápido
de plástico, tela o papel para decoración y elabo-
e ininterrumpido intercambio de impresiones in-
ración de manualidades, de uso tanto en interio-
ternas y externas” (Simmel, 1998).
res (casas, oficinas) como en exteriores (plazas
Lo artificial es parte del marco cotidiano en
públicas, avenidas). Con ello, La Merced se ha
la ciudad; los centros comerciales o la saturación
reposicionado como uno de los dos circuitos co-
de cadenas de comida rápida son un ejemplo del
merciales más importantes de la capital.
ambiente ficticio que circunda la urbe. Enton-
6
Las flores artificiales son un ejemplo de la
ces, es casi inevitable que la ciudad se llegue a
contracción del tiempo y el espacio que se perci-
percibir como antónimo de lo natural. Y signo de
be en la era actual. Sin importar la época del año
ello es la venta de flores artificiales en un merca-
o el lugar donde se encuentren, las flores artifi-
do popular.
ciales permanecen “vivas”, y ello a pesar de que,
La existencia de este comercio puede inter-
como dice Víctor, “no tienen buen aroma; in-
pretarse como un signo del desdén que tienen los
cluso son tóxicas cuando uno está encerrado en
habitantes de las grandes urbes hacia la natura-
una bodega, por las pinturas y los textiles. Y para
leza, de lo ajeno que les resulta este ambiente o del grado de individualización que han alcanzado en
El otro circuito comercial se encuentra al norte de la ciudad, cerca de la Basílica de Guadalupe. 6
240
MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ
la era de la posmodernidad.
Siguiendo a Simmel, los habitantes de las urbes están más distanciados del sentido de sensibilidad y poseen poca capacidad para relacionarse y construir lazos sociales. Esto podría explicar la escasa relación que tienen con la naturaleza, su falta de compromiso y atención a la misma, y la preferencia de lo artificial sobre lo natural. Las flores son parte del patrimonio natural y cultural de México. Basta pensar en su uso social, en su liga con prácticas sociales de convivencia, festividades, reconocimientos, conmemoraciones u homenajes. Por ende, así sea solamente a través de lo artificial, los habitantes de ciudades
ENTONCES, ES CASI INEVITABLE QUE LA CIUDAD SE LLEGUE A PERCIBIR COMO ANTÓNIMO DE LO NATURAL. Y SIGNO DE ELLO ES LA VENTA DE FLORES ARTIFICIALES EN UN MERCADO POPULAR.
como la de México no solo podrían recordar la existencia del mundo natural, sino también tener
físicos, dicho espacio se distingue de otros barrios
presente la relación de sus prácticas culturales
populares del centro capitalino.
con la naturaleza.
Puede asegurarse incluso que existe una cultura de barrio y, en especial, una cultura de co-
¿PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL
mercio en La Merced.7 A través de sus prácticas
QUE SE REINVENTA?
comerciales, los miembros de la comunidad pro-
El oficio de “marchante” en espacios populares
ducen, reproducen, cambian e intercambian for-
como el Mercado de La Merced se ha aprendido
mas de vida con las que se identifican como tales.
y heredado durante al menos tres generaciones.
La identidad de los integrantes del mercado y su
No es casual, por lo tanto, que la actividad comercial sea parte de la identidad de los locatarios, los vecinos del barrio y, por supuesto, el espacio que este ocupa en la ciudad. Como si existieran límites
7 Siguiendo a Lourdes Arizpe, la cultura puede explicarse como el “flujo continuo de significados que las personas crean, combinan e intercambian [que permiten] construir herencias culturales en cuyo seno adquirimos un sentido de nosotros mismos… [y que ayudan a] reconocer lazos con la familia, la comunidad, los grupos afines, las naciones” (2011: 18).
EL MERCADO MERCED FLORES
241
> La Merced: oferta de flores hechas de todos los materiales para todas las ocasiones © m o n ts e r r at núñez
cultura de comercio forman parte de un proceso
quizá sean poco valoradas, si llegaran a desapare-
inacabado y vigente que se construye y transmite
cer formarían parte de aquello que “nos acabaría
de manera continua. Valga agregar en este sentido
haciendo falta”, como dice Arizpe retomando a
que el comercio en La Merced es una forma de
José Saramago (2011: 27).
vida para decenas de familias. La selección de la mercancía, las formas de dis-
242
REFLEXIONES FINALES
poner los productos para los clientes y las estrategias
A pesar de los diferentes problemas políticos, socia-
de venta son un conocimiento que los marchantes
les y económicos por los cuales ha atravesado la Ciu-
aprenden en sus círculos más próximos y a lo largo
dad de México, el Mercado Merced Flores continúa
de su vida. En consecuencia, pueden considerarse
ofreciendo productos indispensables para la cultura
parte del patrimonio inmaterial (Arizpe, 2011a).
mexicana, si bien en su versión más moderna.
La venta de flores artificiales que tiene lugar
Los locatarios actuales se ven con ánimo
en la actualidad no acabó con la esencia de las
de seguir por muchos años más con la tradición de
prácticas comerciales en el Mercado de La Mer-
este mercado. Sin embargo, también están pre-
ced. Si se toma en cuenta que las prácticas de co-
ocupados, pues aquel flamante mercado que in-
mercio son prácticas culturales vivas y no piezas
augurara Ernesto P. Uruchurtu hace 55 años está
que se petrifican (Arizpe, 2011b), es posible ase-
hoy en clara decadencia, no solo debido a sus
gurar que estamos frente a la reinvención de un
condiciones estructurales, sino también al em-
patrimonio cultural inmaterial. Por ello, la cultu-
bate de las grandes cadenas de autoservicio en
ra de comercio de los marchantes de La Merced
las últimas décadas.
puede ser un buen ejemplo que confirma uno de
Bien vale la pena repensar el papel social y
los preceptos básicos del concepto de “patrimo-
cultural de los mercados populares en la Ciudad
nio inmaterial”, esto es, prácticas culturales que
de México, así como la obligación de quienes ha-
se entienden en un contexto social y que, aunque
bitamos en la capital de no dejarlos en el olvido.
MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ
EL MERCADO MERCED FLORES
243
> Al fin flores, belleza y colores © m o n ts e r r at núñez
BIBLIOGRAFÍA Arizpe, Lourdes (coord.) (2011a). Compartir el patrimonio cultural inmaterial: narrativas y representaciones. México. Conaculta. ________ (2011b). El patrimonio cultural inmaterial de México. Ritos y festividades. México, Porrúa. Barranco, Alberto (1960). “La Merced y su historia en el comercio”, en Benjamín Rosas, El cambio de La Merced a la Central de Abastos. México, Información Audiovisual y Escrita. Castillo, Héctor (1994). La Merced. Enigma alimentario. México, Artes Gráficas Panorama. Cross, John (1996). “El desalojo de los vendedores ambulantes: paralelismos históricos en la Ciudad de México”, Revista Mexicana de Sociología, vol. 58, núm. 2, abril-junio, pp. 95-115. Enríquez, Elena (2010). Imagen y espejo. Los barrios de la Ciudad de México. México, Praxis. Gutiérrez, Aniceto (coord.) (1978). La Merced. Esbozo histórico. México, Banco Nacional de México. Simmel, Georg (1998). El individuo y la libertad. Ensayos de crítica de la cultura. Barcelona, Ediciones Península, pp. 247-262.
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INTRODUCCIÓN
245
LAS FLORES COMESTIBLES MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ
El acto de alimentarnos es un proceso multifacético, el cual hace referencia a una diversidad de hábitos y creencias, que conforman uxn componente importante de nuestro universo cultural, nacional, regional, continental y planetario […] La cocina es una metáfora de la cultura, que engloba todos los aspectos de la vida humana. Nuestra especie no come solo con el cuerpo. Lo hace también con la mente; no somos una máquina cartesiana que simplemente consume energía; comer es sumergirse en un océano de símbolos […] La alimentación forma parte de un sistema de símbolos, que a su vez —literal y metafóricamente— nos informa, nos transforma y nos recrea.
S
irva la cita de Marjorie Ross González para reiterar ese “océano de símbolos” que reviste a la alimentación en México y, muy concretamente, la contribución del país a la gastronomía mundial. El paso de la simple recolección de plan-
tas a su manipulación derivó en el legado mesoamericano de productos como el maíz, el amaranto, el jitomate, el tomate, el aguacate, el maguey y el nopal, por mencionar solo algunos. En cuanto a la flor, valga recordar que el término xochitl aparece en el calendario náhuatl para indicar no solo el paso
< Xompantli, flor de exquisito sabor © e d i t h p é r e z f lo r e s
1 Agradezco a la doctora Lourdes Arizpe la invitación a colaborar en su libro con este trabajo, el cual se pudo realizar con el apoyo del proyecto PAPIIT ID300702-3 “Evaluación de estrategias de manejo de recursos en comunidades rurales de Morelos, Tabasco y Quintana Roo”.
247
> Calabaza que te quiero en flor © edith pérez
del tiempo, sino la presencia de los dioses, quie-
riqueza en la Tierra […] por ello los poetas viajan a
nes determinaban la época de preparar la tierra
Xochitlalpan, la Tierra florida, donde el poeta dia-
f lo r e s
para ser sembrada, el tiempo de la siembra de
loga con el colibrí precioso y la mariposa de fuego.
las semillas y de la resiembra si se atrasaban las
Allí resuenan los xochicuicatzin, cantos floridos, y allí
lluvias, hasta la época de cosecha. La flor era
abundan las flores que alegran el corazón. El poeta
también el signo de lo noble y lo precioso; repre-
las recoge para llevarlas a los señores, regocijarlos
sentaba los perfumes y las bebidas; surgía de la
y coronarlos con ellas. Las flores son metáfora, se
sangre del sacrificio y coronaba los jeroglíficos.
convierten en verbo y adjetivo, y permean el espacio
Según Heyden (1983) la flor representaba la vida,
y el tiempo en que viven los nahuas […] Los espacios
la muerte, los dioses, la creación, el hombre, el
floridos, es decir hermosos y atrayentes son recor-
lenguaje, el canto y el arte, la amistad, el señorío,
dados en los cantos: xochithualli, patios floridos;
el cautivo en la guerra, la misma guerra, el cielo,
xochichincalli y xochimilli, jardines y semente-
la Tierra… Acompañaba al hombre desde su
ras; xochipetlatl, esteras de flores; xochicalli, casas
concepción y nacimiento hasta su entierro. Para
de flores, y en suma, xochitlaltipac, la superficie
León-Portilla (1993), “Xochitl in cuicatl es uno de
florida de la Tierra [León-Portilla, 2006].
los difrasismos nahuas de más alto contenido… es lo más elevado que hay en la tierra… es el úni-
Los pueblos mesoamericanos cultivaron las
co camino para decir lo verdadero en la Tierra...
flores en terrazas, patios y jardines especiales,
Al parecer, además, las flores manifestaban la ex-
como el de Oaxtepec. En las crónicas novohispa-
trema diversidad del universo, la profusión y la
nas se dice que los señores del Anáhuac tenían en
nobleza de los dones divinos”.
muy alta estima a las flores, y como símbolo de respeto, todo aquel que solicitaba hablar con el
248
En el universo de los cantos nahuas, las flores son
emperador Moctezuma, llevaba como presente
omnipresentes y más que evocar tal o cual especie
un ramo de flores.
de flor, los cantos nacen, se elevan, se esparcen y
Según explica Zelia Nutall (1920), entre los na-
concluyen con ellas. Para los hombres y mujeres
huas se conocían diversos tipos de jardines, como el
nahuas […] las flores son su deseado atavío, son su
Xochitenpayo o jardín amurallado; el Xochitenpan-
MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ
LAS FLORES COMESTIBLES
249
antiguos romanos y de los amantes de la jardine-
EN LAS CRÓNICAS NOVOHISPANAS SE DICE QUE LOS SEÑORES DEL ANÁHUAC TENÍAN EN MUY ALTA ESTIMA A LAS FLORES, Y COMO SÍMBOLO DE RESPETO, TODO AQUEL QUE SOLICITABA HABLAR CON EL EMPERADOR MOCTEZUMA, LLEVABA COMO PRESENTE UN RAMO DE FLORES.
ría en el Viejo Mundo. Algunos jardines alcanzaron un esplendor excepcional, como el de Chapultepec, en el que se aprovecharon con gran acierto las características ambientales, cultivándose grandes extensiones de coníferas, de las que aún hoy quedan vigorosos ejemplares. Moctezuma también estableció jardines de tipo natural, como el de El Peñón y el de Atlixco, que funcionaron realmente como zonas de reserva biológica para plantas y jardines. Cabe mencionar que estos jardines jugaron un papel equivalente al que desempeñan los modernos jardines botánicos. Con la Conquista, los españoles prohibieron el cultivo de muchas flores asociadas a los ritos religiosos de los aztecas. Asimismo, introdujeron numerosas plantas del Viejo Mundo, algunas de
calli, que era un palacio con jardines de placer para
las cuales sustituyeron los usos, valores y signifi-
las clases gobernantes; el Xochichinancalli o jar-
cados de las plantas nativas.
dín pequeño de la clase humilde, y el Xoxochoitla,
250
que designaba a los lugares en donde se cultiva-
LA COCINA MEXICANA, SÍNTESIS
ban muchas flores. La autora indica que los jardi-
DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA Y CULTURAL
nes de México debieron ser generalmente sitios
Durante el Mesolítico (alrededor de 8000 a.C.), el
cercados, destinados al cultivo de las flores, seme-
clima en el continente americano se volvió más
jantes a los huertos cerrados de los monasterios
cálido y seco que en el Paleolítico, al tiempo que
(hortus conclusus), que fueron el ideal de los
disminuyó la caza mayor y se incrementó la re-
MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ
colección de semillas, frutos y raíces. Los grupos
tuvo usos muy diversos, especialmente como re-
humanos observaron con mayor detenimiento a
cipiente o vaso para almacenar semillas, agua u
las plantas e identificaron las estaciones y áreas en las
otros alimentos. Su registro data de 7500 a.C. en
que los frutos se producían y maduraban. También
el valle de Oaxaca. En el proceso de domestica-
detectaron las plantas venenosas y las nutritivas,
ción le siguieron el chile, el frijol y el maíz, hacia
las cuales les proporcionaban la energía suficiente
3500 a.C.
para mantenerse sanos, crecer y reproducirse.
La agricultura permitió el establecimiento
De acuerdo con los restos arqueológicos en-
de pequeñas villas o caseríos permanentes y el
contrados en las cuevas, esos primeros poblado-
forrajeo de áreas circundantes. Se estima que las
res consumían nueces, bellotas, calabazas, hojas
plantas cultivadas aportaban la mitad de la dieta;
de maguey y mezquite, entre otros alimentos. Las
la otra mitad provenía de las plantas silvestres, la
semillas y las raíces se molían en lajas de piedra o
caza de pequeños animales y los recursos acuáti-
morteros para producir harinas comestibles. Con
cos. El tomate verde, el cacahuate, la guayaba, la
el cambio climático y el exceso de cacería, varias
jícama, el camote y la yuca empezaron a cultivar-
especies de animales se extinguieron, así que los
se entre 200 a.C. y 700 d.C. La disponibilidad de
humanos tuvieron que concentrarse en la recolec-
alimento adicional permitió el incremento de la
ción de plantas silvestres y semillas, así como en la
población (Long-Solís y Vargas, 2005).
caza de pequeños animales como venados, conejos, tlacuaches, tortugas y aves (véase cuadro 1).
De acuerdo con Sahagún (1938), los mexicas consumían algunas flores comestibles y condimen-
El desarrollo de la agricultura tomó miles
ticias. Las primeras son verduras o quelites (quilitl,
de años. Los recolectores observaron el proce-
verduras tiernas comestibles), y entre ellas desta-
so de crecimiento de las plantas y aprendieron
ca la ayoxochiquilitl o flor de calabaza (Cucurbita
a seleccionar los frutos más grandes o dulces, a
spp.) y el huauquilitl o huauzontle (Chenopodium
obtener las semillas de las plantas y a seleccionar
berlandieri). Las flores condimenticias eran muy
aquellas plantas que querían reproducir. Al pa-
apreciadas por su suave aroma y delicado sabor,
recer, la calabaza fue uno de los primeros frutos
de modo que se utilizaban, por ejemplo, para aro-
en ser cultivados. Además de servir de alimento,
matizar bebidas preparadas con cacao. Es el caso LAS FLORES COMESTIBLES
251
de la yoloxochitl (Talauma mexicana), la eloxochi-
Mención especial merecen en este sentido las
quahuitl (Magnolia dealbata) y la cacahuaxochitl o
flores. Más allá de los usos meramente ornamen-
rosita de cacao (Quararibea funebris).
tales, estos productos han servido de alimento y
Linares y Bye (2011) refieren que las flores co-
condimento para deleite de propios y extraños
mestibles en el México antiguo eran clasificadas
durante siglos. Con las flores se pueden preparar
como hierbas, de las cuales casi 89 por ciento per-
manjares completos, guarniciones o coloridas en-
tenecen a seis familias de plantas dicotiledóneas:
saladas, y buena parte de ellas se utiliza también
la del girasol (Asteraceae), del apio (Apiaceae), del
para aromatizar bebidas, licores o infusiones.
haba y el frijol (Fabaceae), del amaranto (Amaran-
Y ni qué decir de su papel protagónico en la
thaceae), del huauzontle (Chenopodiaceae) y de la
mitología y la literatura. En la mitología griega,
mostaza (Brassicaceae).
la rosa nace de la sangre de Venus; mientras que
En cuanto a la preparación y disfrute de estos
en la mitología India, de la rosa nace la diosa del
productos, López Morales, citando a Edgar Morin
amor y la belleza; en la Isla de Java existe la leyen-
señala: “es innegable que, el meollo de toda cultura
da de que las orquídeas se formaron del chal de
reside en su gastronomía”. Y Ross González cita la
una diosa. En la literatura, por ejemplo, en Como
lucidez de Octavio Paz, que le permite incursionar
agua para chocolate, la novela de Laura Esquivel,
en el tema de la muy reconocida cocina mexicana:
los pétalos de rosa son el ingrediente especial con
“Aunque la necesidad de sobrevivir por la alimen-
el que se preparan las codornices; su consumo des-
tación y la procreación es común en todos los se-
pierta la pasión entre los comensales. De la misma
res vivos, los artificios con que el hombre afronta a
manera, Isabel Allende menciona en Afrodita una
esta fatalidad lo convierten en un ser aparte”.
selección de flores que estimulan el erotismo.
Así, al hablar de la gastronomía nacional hay
252
que partir del hombre hecho de maíz, de las divi-
FLORES COMESTIBLES DE MORELOS:
nidades que rigen el ciclo agrícola y de la organi-
TRES FAMILIAS
zación social de las comunidades que ejercen sus
En México se tienen registradas más de 100 flo-
saberes ante el cultivo de la milpa y el fogón, y los
res comestibles. Y, al igual que en otras regiones
van transmitiendo de generación en generación.
del país, en el estado de Morelos se consumen
MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ
mayoritariamente las de tres familias botánicas, tal como se detalla a continuación:
La calabaza es originaria de México y se cultiva desde hace más de 7 mil años. En la cocina nacional se consume toda la planta; los zarcillos
Cucurbitáceas
y hojas se utilizan en ensaladas, en tanto que
Se trata de plantas herbáceas, generalmente anua-
los frutos pueden servirse hervidos, al vapor o
les, con tallos gruesos y jugosos, monoicas y, con
asados.
menos frecuencia, dioicas. A esta familia perte-
En Morelos se destinan parcelas completas a
necen las calabazas (Cucurbita pepo, Cucurbita
la producción de la flor de calabaza. En Cuerna-
máxima, Cucurbita mexicana y otras especies), el
vaca persisten asentamientos rurales de antiguos
chilacayote (Cucurbita ficifolia), el pepino (Cucu-
pueblos que con el crecimiento urbano han sido
mis sativus), la sandía (Cucumis vulgaris), el me-
absorbidos por la ciudad, de tal suerte que en Tlal-
lón (Cucumis melo) y el chayote (Sechium edule).
tenango, Chamilpa, Ocotepec, Santa María, Analco LAS FLORES COMESTIBLES
Acariciarte flor de calabaza junto al huitlacoche © edith pérez f lo r e s
253
y otros pueblos aún se cultiva la flor de calabaza.
Leguminosas
Se comercializa tanto en las puertas de las vivien-
El colorín pertenece a esta familia y al género
das como en las calles y mercados de la ciudad. Al
Eryihtrina, el cual comprende 104 especies, de
ser una planta anual de rápido crecimiento (dos
las cuales 51 se distribuyen en América y alrede-
meses y medio para florecer y formar frutos), con
dor de 30 tan solo en el estado de Morelos. Este
buenas lluvias se pueden sembrar hasta dos ciclos
árbol se caracteriza por alcanzar cuatro o cinco
en un año (verano y otoño). Una parcela de mil
metros de altura, ser resistente a la sequía y ayu-
metros puede contener igual cantidad de plantas,
dar al enriquecimiento de los suelos. Se utiliza
y durante un mes el productor puede cosechar casi
para construir cercas vivas y como sombra del
diariamente de 10 a 15 manojos de flores y vender-
café o del cacao, por lo que también se le cono-
los a 10 pesos cada una. En las mañanas el paisaje
ce como madre mansa. Su madera, ligera y muy
cuernavacense es adornado por los vendedores de
blanda, se emplea para hacer esculturas, tapo-
flor de calabaza que recorren a pie los pueblos y
nes de botella y otras artesanías. Sus semillas
colonias ofreciendo su dorada cosecha.
son como pequeños frijoles de color rojo, que se
La flor de calabaza forma parte de la cocina tradicional mexicana, para lo cual se limpia (qui-
254
aprovechan para hacer collares que protegen del mal de ojo.
tándole los pelos rígidos de los tallos) y se fríe
Las flores, de color rojo brillante, se agrupan
con cebolla y epazote. Sirve como relleno de que-
en racimos cónicos. La floración coincide con la
sadillas y también se utiliza en sopas como la de
Cuaresma, época en la que las flores se comer-
milpa, en la que se mezcla con granos de elote en
cializan en los mercados. También se les conoce
caldo de pollo. La cocina moderna ha creado la
como carne de Cuaresma, gasparito, pito o espa-
crema de flor de calabaza, en la que esta se mue-
ditas. Generalmente se cosechan por las mañanas,
le con leche y un poco de harina (como espesan-
cuando aún conservan el rocío matinal, luego de
te). La cocina fusión y la nouvelle cuisine ofrecen
lo cual se colocan en canastos amplios para que
flores de calabaza rellenas, capeadas y fritas, que
no se maltraten. Se venden por “montones” o me-
se sirven en caldillo, como parte de ensaladas o
didas (latas de sardinas). Se preparan limpiándo-
como adorno de vistosos platillos.
las de los pistilos y estambres. Solo se consumen
MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ
los pétalos; las estructuras florales se quitan para
en otras partes de la república. No es fácil encon-
evitar el sabor amargo. Se dejan hervir en agua y
trarla en los mercados locales. Es más frecuente
se retiran del fuego con el primer hervor. Una vez
verla como planta de ornato en casas y jardines
hervidas se mezclan con huevo. Algunas personas
públicos.
incluso las fríen con pollo deshebrado. También
Finalmente, podemos decir que las flores
se sirven secas o en diferentes caldillos, que pue-
han estado presentes en la mesa de los mexica-
den ser de jitomate o chile guajillo.
nos desde tiempos prehispánicos, es muy probable que con el paso del tiempo, su importancia y
Agaváceas
simbolismo haya cambiado, no así el interés tan-
Dentro de esta familia de plantas arbóreas, que
to de los cocineros como de los comensales por
viven en las regiones áridas de México y Esta-
incorporarlas en numerosas y variadas formas en
dos Unidos, destaca la yuca o izote. Tiene cierto
la cultura culinaria del país. El 16 de noviembre
parecido con la palma, con hojas fuertes, tiesas
de 2010 la gastronomía mexicana fue reconocida
y punzantes, agrupadas en el ápice del tallo o de
como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
las ramas. Estas hojas poseen fibras muy resis-
por su gran variedad de platillos y recetas, que in-
tentes, empleadas a menudo en la industria tex-
corporan un gran número de ingredientes de muy
til. Las flores, que crecen en racimos vistosos y
diversas regiones del mundo, aunada a la gran
abundantes hasta alcanzar el metro de altura, se
complejidad que implica la preparación de nume-
cosechan en los meses previos a la aparición de
rosos platillos. En Morelos, vemos que las flores
las lluvias. Se limpian para dejar solo los péta-
que actualmente se consumen son reminiscencias
los, los cuales se hierven y, una vez cocidos, se
del pasado culinario de México que se niega a mo-
capean y se sirven en caldillo o secos. Sin em-
rir, transformándose, adecuándose y adaptándose
bargo, en Morelos la yuca se consume menos que
a los tiempos modernos.
LAS FLORES COMESTIBLES
255
CUADRO 1 RECOLECCIÓN Y CULTIVO DE PLANTAS EN MESOAMÉRICA
PERIODO
ETAPA
Paleolítico 14000 a 9600 a.C. Mesolítico
Neolítico
256
MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ
9600 a 7000 a.C.
HALLAZGOS
Cazadores-recolectores comienzan a recolectar plantas como el nopal (Opuntia spp.) y el maguey (Agave spp.).
Se intensifica y especializa la recolección de plantas como la ciruela (Spondias mombin L.) y el pochote (Ceiba parvifolia Rose). En Tehuacán se identificaron signos de domesticación de la calabaza (Cucurbita argyrosperma Hort. Ex L.H. Bailey), el aguacate (Persea americana Mill) y el amaranto (Amaranthus cf. cruentus L. y A.cf. leucocarpus Wats).
PERIODO
Neolítico
Neolítico
ETAPA
HALLAZGOS
7000 a 5400 a.C.
Se incrementa el uso de plantas domesticadas y se establecen asentamientos humanos denominados “aldeas hortícolas”. Se practica una agricultura incipiente. Probablemente se incorpora el maíz (Zea mays L.).
4300 a 3500 a.C.
Cultivo de plantas domesticadas de maíz, calabaza y frijol en parcelas relativamente grandes, para sostener asentamientos humanos mayores que los de etapas anteriores.
Elaboración propia con base en The Origins of Agriculture and Settled Life (1992) y The Prehistory of the Tehuacan Valley (1967) de Richard MacNeish.
LAS FLORES COMESTIBLES
257
> Alache silvestre en flor © edith pérez f lo r e s
BIBLIOGRAFÍA Caballero, J. (1984). “Recursos comestibles potenciales”, en T. Reina (ed.) Seminario sobre la alimentación en México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Geografía, pp. 114-125. ________ y L. Cortés (2001). “Percepción, uso y manejo tradicional de los recursos vegetales en México”, en B. Rendón, S. Rebollar, J. Caballero y M. A. Martínez, Plantas, cultura y sociedad. Estudio sobre la relación entre seres humanos y plantas en los albores del siglo xxi. México, uam-Iztapalapa, Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, pp. 79-100. Heyden, Doris (1983). Mitología y simbolismo de la flora en el México prehispánico. unam, México. León-Portilla, M. (1993). La filosofía náhuatl. México, unam-Instituto de Investigaciones Históricas, 130 pp. ________ (2006). “Las flores en la poesía náhuatl”, arqueología Mexicana, vol. xiii, núm 78, pp. 42-45. Linares E. y R. Bye (2011). “Flores comestibles en México”, Ciencia y Desarrollo. México, julio-agosto. Long-Solís, J. y L. A. Vargas (2005). Food Culture in Mexico. Westport, Connecticut, Greenwood Press. López Morales G. (2012). “Comemos, luego existimos: La cocina tradicional de México”, Artes de México, México, pp. 13-20. Nutall, Zelia (1920). Los jardines del antiguo México. México, Sociedad Científica Antonio Alzate. Ross González, M. (2009). Los siete pasos de la danza del comer: cultura, género e identidades. San José de Costa Rica, Universidad de Costa Rica. Ruiz-Oronoz, M., D. Nieto Roaro e I. Larios Rodríguez (1977). Tratado elemental de botánica. México, eclalsa, Porrúa. Sahagún, Fray Bernardino de (1938). Historia general de las cosas de la Nueva España, tomos ii y iii, México, Pedro Robredo. Soustelle J. (1955). La vie quotidienne de Aztèques, à la veille de la conquête espagnole. París, Hachette. Valdez, J. (1974). “Los jardines botánicos en el México antiguo”, Revista de la Universidad. México, unam.
INTRODUCCIÓN
259
260
MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ
TEXTO COMPLEMENTARIO I
FACTORES ANTROPOGÉNICOS Y SU RELACIÓN CON LAS ESPECIES DEL GÉNERO TILLANDSIA EN EL BOSQUE TROPICAL DE SAN ANDRÉS DE LA CAL, EN TEPOZTLÁN, MORELOS PERLA SARAI FLORES HERNÁNDEZ Las plantas epífitas, que pasan al menos una parte de su ciclo de vida sobre otra planta, no solo son un gremio diverso y componente fundamental de la riqueza de especies en los ecosistemas, sino que participan en la dinámica de nutrimentos y agua de los bosques, al tiempo que representan un recurso importante para la fauna. En el mercado hortícola internacional destacan las especies de las familias Araceae, Bromeliaceae y Orchidaceae, así como los helechos. De ellas, la familia Bromeliaceae cuenta con cerca de 60 géneros y 2,700 especies, tanto terrestres como epífitas. En el caso concreto de Morelos se conocen 28 especies. En el bosque de San Andrés de la Cal de Tepoztlán, Morelos, habitan especies de cuatro géneros, dentro de los cuales destaca el Tillandsia (nueve especies en total). Aquí, las epífitas se concentran en tres especies de Bursera, las cuales constituyen el 16 por ciento de los árboles, pero hospedan al 72 por ciento de las plantas de este grupo. Esta distribución contrasta con cinco especies de hospederos que limitan a la comunidad de epífitas, pues a pesar de comprender al 39 por ciento de los árboles, solo hospedan al 13 por ciento de las plantas (Vergara-Torres et al., 2010). Algunos experimentos demuestran que tres de las especies de hospederos limitantes disminuyen la germinación de epífitas mediante compuestos aleloquímicos de su corteza; además, en algunos
hospederos limitantes también opera la pérdida de corteza (Jiménez Salmerón, 2011). Otra de las interacciones que enfrenta esta comunidad de bromelias es la que desarrollan con sus polinizadores. Algunas de las especies son autógamas, lo que genera aseguramiento reproductivo (T. recurvata, con una producción de frutos por arriba del 80 por ciento), mientras que otras Tillandsia son autoincompatibles o autocompatibles no autógamas y con un éxito reproductivo limitado por polinizadores, energía o florivoría (Orozco, 2010). Se compararon cuatro especies (T. achyrostachys, T. caput-medusae, T. hubertiana y T. schiedeana) en cuanto a la magnitud y los tipos de florivoría que experimentan, el efecto de esta en términos de flores y frutos, si había o no crecimiento compensatorio en respuesta al daño y si la magnitud de este se relacionaba con la posición de la bráctea y/o la densodependencia de la especie. Se concluyó que la florivoría sí es uno de los factores que están regulando la abundancia de estas cuatro especies; es evidente el impacto directo en el número de frutos que generan en su presencia. No se debe perder de vista que el estudio se realizó en una población silvestre, lo que implica que, al momento de querer generar una historia completa en torno a los factores que regulan la densidad de las especies, se deben tomar
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
< Bromélida en flor © perla s. f lo r e s
261
Flor de lirio © lo u r d e s arizpe
262
en cuenta todas y cada una de las interacciones. Con todos estos datos puede inferirse que existe un gran avance en el conocimiento de las interacciones que enfrentan las especies de la comunidad de Tillandsia del bosque de San Andrés de la Cal. Además, se está trabajando ya en identificar las sustancias aleloquímicas de los hospederos y, por lo que se refiere a los factores abióticos, en la importancia del microclima. Sin embargo, nada se sabe acerca de los factores antropogénicos. Muchas veces se pierde de vista la interacción de las especies con el Homo sapiens sapiens, quizás el mayor depredador existente. Al poner sobre la mesa la posibilidad de que estas especies estén siendo utilizadas por los pobladores no se pretende que esa interacción cese. Por el contrario, es importante el hecho de que estas plantas pueden ser partícipes de las tradiciones del hombre, como es el caso de una especie del
PERLA SARAI FLORES HERNÁNDEZ
género: la Tillandsia usneoides, mejor conocida como heno, que se utiliza en los nacimientos decembrinos. Cuando estas especies son recolectadas, su explotación involucra algún grado de modificación del hábitat. Como mencionan algunos autores, las comunidades campesinas originan un impacto notorio en las poblaciones silvestres de diversas especies, al afectar su estructura y dinámica poblacional (Ticktin, 2003). Asimismo, el aprovechamiento no controlado de productos forestales no maderables (pfnm) suele disminuir el recurso y llevarlo a su desaparición (idem.; López-Hoffman et al., 2006; Casas et al., 2009). Es necesario hacer un estudio profundo sobre la explotación de estas especies por el ser humano, con el fin de lograr un uso razonable y sustentable, a la par de fomentar las tradiciones, algunas tan arraigadas como la colocación de nacimientos.
BIBLIOGRAFÍA Jiménez Salmerón, R. F. (2011). Tasa de descortezamiento de seis especies de árboles y su posible efecto en la mortalidad de plantas epífitas (tesis de licenciatura). Cuernavaca, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Facultad de Ciencias Biológicas. López-Hoffman, L., I. Monroe et al. (2006). “Sustainability of Mangrove Harvesting: How do Harvesters’ Perceptions Differ from Ecological Analysis?”, Ecology and Society 11 (2): p. 14.
Orozco Ibarrola, O. A. (2010). ¿El sistema reproductivo determina la dominancia entre las bromelias epífitas en San Andrés de la Cal, Tepoztlán, Morelos? (tesis de licenciatura). Cuernavaca, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Facultad de Ciencias Biológicas.
Bromélidas en venta © perla s. f lo r e s
Vergara-Torres, C. A., M. C. Pacheco-Álvarez y A. Flores-Palacios (2010). “Host Preference and Host Limitation of Vascular Epiphytes in a Tropical Dry Forest of Central Mexico”, Journal of Tropical Ecology, 26: pp. 563-570.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
263
264
MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ
TEXTO COMPLEMENTARIO II
PLANTAS ACUÁTICAS EN EL ESTADO DE MORELOS OMAR BENÍTEZ CORTÉS
Las plantas acuáticas son aquellas que se adaptan para vivir en el agua o en suelos saturados de la misma y que realizan prácticamente todo su ciclo de vida dentro del agua, ya sea sumergidas o flotando libremente. Su importancia reside en que proveen de oxígeno al medio acuático y, con sus hojas, tallos y raíces, evitan la erosión de las orillas de los arroyos, ríos, embalses y lagos, además de que sirven de refugio a un gran número de animales acuáticos. Generalmente son fuente de ornato en acuarios y jardines acuáticos, aunque existen otros usos, como el comestible o el medicinal. Cuando estas plantas llegan a crecer demasiado en los sistemas acuáticos se les considera maleza, de manera que en ocasiones causan daños, como reemplazar a las especies nativas. También llegan a cubrir en su totalidad la superficie de lagos, ocasionando la muerte de peces y otros organismos acuáticos, o bien obstruyen las corrientes de agua de los canales para la irrigación y el drenaje; en consecuencia, representan un obstáculo para el transporte de botes y barcos, e interfieren en la pesca. En nuestro país, la presencia de las plantas acuáticas se ve reflejada en distintas obras, como el mural de Tepantitla en Teotihuacan, donde puede apreciarse la Nymphaea mexicana. En la Historia natural de la Nueva España y el Códice De la
Cruz-Badiano se menciona la importancia médica y alimentaria de algunas de estas especies. Ciertas hidrófitas (tules) de las familias Cyperaceae y Typhaceae sirvieron de motivo religioso. Por ejemplo, Nappatecuhtli, “Señor de la estera”, era el dios de quienes fabricaban petates y otros objetos hechos con estas plantas. En Morelos se sigue impulsando el conocimiento sobre estas plantas, ya que tienen usos muy diversos. En todo el territorio estatal abundan aquellas que se emplean con fines ornamentales y las que sirven de alimento, las cuales se encuentran sobre todo en Coatlán del Río. Valga saber, además, que el lirio acuático (Eichhornia crassipes) sirve para el cultivo de jitomate. En el Parque Nacional Lagunas de Zempoala hay varias con usos medicinales. Por su parte, las flores de las especies Nymphaea pulchella y Nymphaea elegans se utilizan como símbolo de pureza. En algunas ceremonias religiosas sirven también para atraer la suerte en el comercio y proteger de los “malos tiempos” y las envidias. Las hojas de la Typha domingensis, por su parte, son aprovechadas en la zona sur del estado para la construcción de “huertos” durante la Semana Santa. En el hogar, además, se usan sus hojas maduras para la elaboración de respaldos y asientos de sillas, petates y abanicos. Y la inflorescencia de esta especie mezclada con lodo sirve en Coatetelco para hacer el tlecuil y los comales.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
< Nenúfar desdoblado en su sombra © lo u r d e s arizpe
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Los nenúfares de agua dan vida a su estanque © lo u r d e s arizpe
266
En cuanto a su valor ornamental, destacan las plantas utilizadas en los acuarios y jardines acuáticos. Las preferidas en este caso son algunas hidrófitas emergentes (en especial Sagittaria longiloba, Schoenoplecus californicus y Typha domingensis), junto con varias especies de hidrófitas de hojas flotantes. Las plantas acuáticas que se emplean para arreglos florales no solo se valoran por su valor estético, sino que son indicativas de una jerarquía social considerable entre quienes las poseen. La abundancia de estas plantas en el estado queda de manifiesto incluso en los nombres de algunos de sus municipios. Axochiapan, por ejemplo, significa “nenúfares” o “flo-
OMAR BENÍTEZ CORTÉS
res sobre el agua”. Y, efectivamente, hay una laguna aledaña que embellece así el paisaje, especialmente en agosto, cuando están en floración, de manera que pareciera una alfombra de flores blancas. Finalmente hay que decir que existe poca información respecto a las plantas acuáticas de uso ornamental, debido a que la mayoría de los estudios se han enfocado en aquellas con fines medicinales. Es necesario profundizar en el valor de las plantas acuáticas en el estado de Morelos, con una espectacular expansión en las zonas centro, oriente y sur.
BIBLIOGRAFÍA Bonilla-Barbosa, J. R. (1994). “Plantas acuáticas ornamentales del estado de Morelos, México”, en revista Chapingo, serie “Horticultura”, 1: pp. 79-83. ________ y J.L. Villaseñor R. (2003). Catálogo de la flora del estado de Morelos. Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Centro de Investigaciones Biológicas. Borys, M. W. y H. Leszczcyñska-Borys (1992). “Reflexiones sobre el potencial ornamental de plantas nativas de México”, en serie: Manuales de Horticultura Ornamental. Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. México, p. 7.
Flores, C .A. (1988). Los árboles ornamentales de la ciudad de Cuernavaca, Morelos (tesis de licenciatura). Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Facultad de Ciencias Biológicas. Leszczyñska-Borys, H. (1990). Introducción a la horticultura ornamental. Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, Escuela de Fitotecnia. Palacios-Chávez, R. (1966). ‘‘Morfología de los granos de polen de los árboles del estado de Morelos’’, Anales de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. 16: pp. 41-169.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
Los fractales del nenúfar y las gotas de agua © lo u r d e s arizpe
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MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ
TEXTO COMPLEMENTARIO III
IMAGEN Y MEMORIA DEL CULTIVO DE LA ROSA. UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL PAISAJE JOSÉ JESÚS ÁLVAREZ GUTIÉRREZ
Limitando al norte por el Corredor Biológico Chichinautzin y al sur por la Reserva de la Biosfera de la sierra de Huautla, el estado de Morelos es notable por su riqueza natural. No obstante, el entorno se ha visto afectado a través de los años por los asentamientos humanos, que han ido apropiándose del terreno de maneras distintas. La primera es la de aquellas comunidades que transformaron los recursos naturales en activos productivos bajo la lógica del desarrollo, lo que trajo como consecuencia un crecimiento urbano y, por ende, una “artificialización” del paisaje. La segunda forma de apropiación se relaciona con una percepción particular del paisaje. Esto implica una connotación subjetiva con base en la construcción de una mirada que lo reorganiza y construye significados distintos en cada cultura. En los grupos tradicionales y campesinos, esta mirada no separa a la naturaleza de lo humano, ni al paisaje natural del paisaje cultural. Los seres humanos se conciben como parte del mundo natural y viceversa; la naturaleza aparece humanizada a través de ritos, relaciones simbólicas y éticas. En la cultura occidental, en cambio, desde una etapa muy temprana se establece la dicotomía naturaleza-sociedad, según la cual dichos componentes llegan a ser opuestos (Descola, 2001).
Los recursos del paisaje para satisfacer las necesidades humanas hacen necesario revalorizarlo. La patrimonialización del paisaje resulta entonces una nueva forma de apropiación y reconstrucción de aquello que consideramos valioso y deseamos heredar a las futuras generaciones (Magaña y Rojas, 2008). Los pueblos de Morelos dan cuenta de una larga y dinámica transformación a través de su historia. Paisajes muy complejos se reconfiguran a partir de la relación con los recursos naturales y productivos. En esta región del país hay un fuerte arraigo a la tierra, y los paisajes de campos de cultivo son inherentes a su memoria colectiva. Por ejemplo, el cultivo de rosas en el municipio de Temixco nos regala paisajes verdes que se van coloreando por temporadas conforme brotan esas flores. Sin embargo, este paisaje dinámico e indudablemente atractivo está por extinguirse. Hace no más de 50 años la rosa que se producía en este municipio se comercializaba principalmente en la Ciudad de México. La demanda declinó con la entrada de nuevas tecnologías e infraestructura, lo que dio lugar a la rosa de invernadero. A pesar de ello, pareciera que las parcelas destinadas al cultivo de la rosa se resisten a desaparecer. Aún hoy es común ver a personas de Temixco que, con su atado de estas flores sobre la cabeza, recorren las calles de
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
< Rosas rojas para todo amor © edith pérez f lo r e s
269
©
Rosas rojas, naranjas, amarillas, pastel y blancas para sonreír j e s ú s á lva r e z
270
todas las colonias ofreciendo su producto, destinado básicamente al mercado local. Muchos habitantes de la región recuerdan que el paisaje era “otro”, “más verde, más fresco”. Ahora dicen: “Está feo; es sucio y caluroso”. Los factores que han transformado este entorno rural son diversos. Entre los detonantes demográficos en esta parte del estado destacan: la construcción de la autopista México-Cuernavaca a principios de los años cincuenta, el desarrollo de la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (civac) en la misma década y, posteriormente, el parque industrial de Cuautla en el decenio de los setenta. A ello habría que agregar la migración proveniente del Distrito Federal a causa del sismo de 1985, convirtiendo a Morelos en la quinta entidad federativa con mayor población no nativa y cuyo crecimiento ha sido de más del doble en los últimos 40 años.
JOSÉ JESÚS ÁLVAREZ GUTIÉRREZ
Además, Temixco se encuentra dentro del polígono de la Zona Metropolitana de la ciudad de Cuernavaca ( junto con seis municipios más). Esta característica resultó fundamental para que dos de las grandes empresas constructoras, Corporación geo y Consorcio ara, eligieran a este municipio para sus obras. Ello originó una fuerte deforestación de bosques y selvas, pérdida de tierras fértiles, sobreexplotación de los mantos acuíferos y contaminación de ríos y barrancas, sin contar con el incremento de la necesidad de tiraderos para confinar la basura. Todos estos factores sociales, ambientales, económicos, culturales y políticos transformaron radicalmente el medio ambiente. Estamos muy lejos de aquel paisaje mexicano que se dibujaba entre las manos de los campesinos. De ahí que el cultivo de la rosa sea una imagen que va quedando solo en el imaginario colectivo.
BIBLIOGRAFÍA Barahona, Rafael (1987). “Conocimiento campesino y sujeto social campesino”, en Revista Mexicana de Sociología, México, enero-marzo, 49 (1), pp. 167-190. Descola, Philippe (2011). “Construyendo naturalezas, ecología simbólica y práctica social”, en Philippe Descola y Pálsson Gísili, Naturaleza y sociedad. Perspectivas antropológicas, México, Siglo XXI Editores.
Lezama, José Luis (2004). La construcción social y política del medio ambiente, México, El Colegio de México. Magaña Ochoa, Jorge y Belkis G. Rojas Trejo (2008). “El paisaje cultural como elemento de patrimonialización: el caso de Vega de Pas, Cantabria, España”, Limina, R. Estudios sociales y humanísticos, año 6, vol. vi, núm. 1, Tuxtla Gutiérrez, junio.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
Temixco, carretera de flor © jesús á lva r e z
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SOBRE LOS AUTORES
ROSA LILIANA ABÚNDEZ BENÍTEZ Promotora cultural, artista y profesora de danza. Es directora de la compañía de danza Malitzi Arte Escénico. Su interés en la educación artística y el desarrollo cultural la motivaron a incursionar en la divulgación del patrimonio cultural inmaterial del estado de Morelos. Actualmente cursa la licenciatura en Intervención Educativa en la Universidad Pedagógica Nacional (upn) de Morelos.
JOSÉ JESÚS ÁLVAREZ GUTIÉRREZ Pasante de Arquitectura por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem). Imparte talleres teórico-prácticos sobre distintas técnicas constructivas con tierra (cob, adobe, tapia, bajareque). Ha impartido clases a nivel medio superior en temas relacionados con la conservación del medio ambiente.
LOURDES ARIZPE
< El cempoalxochitl macho surge espontáneo al sembrar flores hembras © alejandro hernández
Profesora-investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (crim-unam). Actualmente coordina la Cátedra unesco sobre Patrimonio Cultural Inmaterial y Diversidad Cultural en la unam. En 2010 recibió el doctorado honoris causa por la Universidad de Gainesville, en Florida, y la Medalla al Mérito de la Universidad Veracruzana, en mayo de 2011. Entre sus libros más recientes están El patrimonio cultural inmaterial de México. Ritos y festividades (2009), El patrimonio cultural cívico. La memoria política como capital social (2011) y Compartir el patrimonio cultural inmaterial. Narrativas y representaciones (2011). 273
ROCÍO DE LOS ÁNGELES ÁVILA OLVERA Licenciada en Letras Hispánicas por la unam. Obtuvo el título de traductora literaria francés-español del Centro Profesional de Traducción e Interpretación del Instituto Francés de América Latina (cpti-ifal). Posteriormente se especializó en la enseñanza de lenguas extranjeras en la unam. Es profesora de literatura a nivel medio superior y superior.
OMAR BENÍTEZ CORTÉS Licenciado en Biología por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem) y maestro en Ciencias con especialidad en Recursos Marinos por el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional (ipn).
CAROLINA BUENROSTRO PÉREZ Antropóloga social por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (enah). Ha colaborado como auxiliar de investigación en la Cátedra unesco sobre Patrimonio Cultural Inmaterial y Diversidad Cultural y en el proyecto “Archivo de la palabra. Voz y eco de los pueblos originarios de la Mixteca”, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah) y la enah.
PERLA SARAI FLORES HERNÁNDEZ Licenciada en Biología por la Facultad de Ciencias Biológicas de la uaem, con un trabajo de investigación realizado en el Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (cibyc), precursor sobre Herbivoría de inflorescencias de Tillandsia en bosques caducifolios del estado de Morelos. Actualmente se desempeña como docente en el nivel medio superior en una institución privada incorporada a la unam.
CATHARINE GOOD ESHELMAN Profesora-investigadora con maestría en Antropología Social por la Universidad Iberoamericana (uia) y doctorado en Antropología por la Johns Hopkins University. Desde 1978 ha realizado investigación etnológica entre campesinos de Morelos y grupos nahuas de Guerrero. Entre los distintos temas abordados destacan la antropología de la comida, la ecología cultural, los ciclos rituales y cosmovisión, las formas de intercambio y economías étnicas, el arte y artesanía indígenas, la organización familiar y los grupos domésticos. Es coautora de varios libros sobre dichos temas y coordinadora de Comida, cultura y modernidad en México. Perspectivas antropológicas e históricas e Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas. Los ritos agrícolas.
274
SOBRE LOS AUTORES
MARÍA ELIZABETH HERNÁNDEZ VÁZQUEZ Licenciada en Antropología Social por la uaem. Participó en los proyectos “Relaciones culturales e interétnicas en la costa chica de Guerrero” y “Etnografía de las regiones indígenas de México en el nuevo milenio”. Es coautora de los libros Los pueblos nahuas de Morelos. Atlas etnográfico. Lo nuestro, nuestra gente y Morelos, diseño e iconografía.
HÉCTOR JIMÉNEZ CRUZ Pasante de Antropología Social y documentalista. Con la colección “Coatetelco Vivo” pretende utilizar los medios audiovisuales como herramienta metodológica cualitativa que permita sistematizar y analizar información sociocultural para la preservación del patrimonio cultural inmaterial de dicho poblado morelense.
MIRIAM LIZETH LÓPEZ VÁZQUEZ Ingeniera en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Sinaloa. Realizó su trabajo de tesina (el estudio biotecnológico de una especie medicinal regional) en las instalaciones del Centro de Investigación Biomédica del Sur del Instituto Mexicano del Seguro Social (cibis-imss). Ha participado en diversos foros, tales como el XIV Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingeniería 2011 y el Primer Encuentro de Ingeniería en Biotecnología upsin 2009.
ADRIANA MARTÍNEZ MÉNDEZ Licenciada en Desarrollo y Gestión Interculturales por la Facultad de Filosofía y Letras de la unam. Ha realizado investigación en los campos de antropología de la alimentación, antropología visual y pluralismo epistemológico entre comunidades mazahuas y otomíes del Estado de México, así como en torno al patrimonio cultural en Morelos, Chiapas y Oaxaca. Es ilustradora de temáticas relacionadas con la cultura popular.
LUIS MIGUEL MORAYTA MENDOZA Licenciado y maestro en Antropología por la Universidad de Las Américas (udla). Doctor por la uia y la enah. Ha participado en proyectos de la udla, Fundación Alemana y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas). Desde 1974 es investigador en el Centro inah y, desde 1999, coordinador del Equipo Regional Morelos del proyecto “Etnografía de las regiones indígenas de México”. Entre las publicaciones colectivas recientes en las que ha participado destacan Atlas etnográfico de los pueblos nahuas de Morelos (2011) y Los rezanderos de Ocotepec, negociadores de lo sagrado (en prensa).
SOBRE LOS AUTORES
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YARAH NAVARRETE AYALA Diseñadora, artesana y promotora de la cultura infantil en el marco del programa Alas y Raíces del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Elabora y desarrolla proyectos de fomento a la lectura y el arte en el Centro Cultural Infantil “La Vecindad”. Ha publicado textos sobre la cerería escamada y la cultura infantil de Tepoztlán, Morelos. MONTSERRAT NÚÑEZ ORTIZ Socióloga por la Universidad Autónoma Metropolitana (uam). Está por presentar su examen de maestría en Estudios Políticos y Sociales por la unam con la tesis “Cultura y comercio en la reproducción social del barrio popular. El caso de La Merced”. En 2011 realizó una estancia académica en la Universidad de São Paulo y fue investigadora visitante en el Núcleo de Antropología Urbana.
MARÍA DE JESÚS ORDÓÑEZ Investigadora en el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias crim-unam. Ha trabajado en la evaluación y diagnóstico de recursos naturales de México y su regionalización ecológica, así como en ordenamiento territorial; la reconstrucción histórica del territorio y la percepción de los habitantes locales de sus territorios bioculturales.
EDITH PÉREZ FLORES Licenciada en Comunicación y Tecnología Educativa por la uaem, maestra y doctora en Antropología Social por la enah. Actualmente técnica académica en el crim-unam, participa en proyectos de investigación dentro del marco de la Cátedra unesco sobre Patrimonio Cultural Inmaterial y Diversidad Cultural, así como en el proyecto “Migración y patrimonio cultural inmaterial”.
MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ Licenciado en Biología por la uaem y maestro en Docencia y Administración de la Educación Superior por el Colegio de Estudios de Posgrado de la Ciudad de México con la tesis “Análisis del desarrollo de competencias científicas en estudiantes de 6º año de nivel medio superior del colegio Lancaster de Cuernavaca frente al aprendizaje basado en proyectos”.
MARTÍN RAMÍREZ SALAS Artesano cartonero. Pintor egresado del Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca, donde por varios años estudió dibujo, pintura y grabado. Interesado en las expresiones plásticas relacionadas con el arte ceremonial en Xoxocotla. Autor de poemas y viñetas publicadas en la revista Tierra Adentro, y de dos plaquettes de poesía. Además ha escrito en periódicos y revistas sobre rock morelense. Es letrista y compositor en la banda de metal combativo Charro Negro. Actualmente imparte 276
SOBRE LOS AUTORES
talleres de cartonería en diferentes instituciones culturales y ha sido invitado a Reading High School en Pensilvania a dar talleres de cultura y arte.
ULISES JOEL TERÁN IBARRA Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Internacional. Cursó en línea “Democratic Development” impartido por Standford University. Seminario “La cultura: una alternativa exitosa frente a la crisis social”, por el icm. Ciclo de mesas redondas “Legitimidad de usos y costumbres. Argumentos y razones”, inah-Morelos. Cátedra Karl Marx: “Las crisis del capitalismo contemporáneo” impartida a través de la uaem, ciesas, enah, uam-Xochimilco y la Cátedra Che Guevara de Buenos Aires.
ANA LAURA TOLEDO VÁSQUEZ Arquitecta de formación, ha trabajado de manera independiente en el diseño y construcción de casas ecológicas con tecnología alternativa para el cuidado del agua y el suelo, con sanitarios ecológicos secos, aljibes para captación de agua de lluvia, bicimáquinas y plantas ecológicas para el tratamiento de aguas residuales. Ha participado en organizaciones de la sociedad civil relacionadas con temas de arte y ecología en comunidades indígenas y barrios populares de Oaxaca y Morelos.
> Tegajian, flor silvestre en los campos de Ocotepec, Morelos © alejandro hernández
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MARIO GERARDO PÉREZ PÉREZ
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Dr. José Narro Robles Rector
Dr. Eduardo Bárzana García Secretario General
Dra. Estela Morales Campos Coordinadora de Humanidades
Dra. Margarita Velázquez Gutiérrez Directora Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias S E C R E TA R Í A D E C U LT U R A
Cristina Josefina Faesler Bremer Secretaria de Cultura
Azucena Rebollo Rodríguez Subsecretaria de Desarrollo Cultural Comunitario CENTRO REGIONAL DE INVESTIGACIONES M U LT I D I S C I P L I N A R I A S ( C R I M )
Comité editorial
Jesús Zavaleta Castro Subsecretario de Patrimonio
Manuel Zepeda Mata Subsecretario de Fomento a las Artes
Dra. Margarita Velázquez Gutiérrez Presidenta
Héctor Amado López Álvarez Director General de Administración
Lic. Mercedes Gallardo Gutiérrez Secretaria Técnica (crim)
Martha Jasso Rodríguez Directora General Jurídica
Dra. Adriana Ortiz Ortega Profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales/unam
Dra. Elaine Levine Leiter Investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte/unam
Dra. Elsa María Cross y Anzaldúa Profesora de la Facultad de Filosofía y Letras/unam
Dr. Carlos Javier Echarri Cánovas Profesor e investigador del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales/El Colegio de México
Dra. Maribel Ríos Everardo Secretaria Académica (crim) Invitada permanente
Mtra. Yuriria Sánchez Castañeda Jefa del Departamento de Publicaciones (crim) Invitada Permanente
Susana Ballesteros Carpintero Directora General de Difusión
José Guadalupe García Valtierra Director General de Museos y Exposiciones
Celso Duarte López Director General de Música
Amalia Pereyda Guzmán Coordinadora de Evaluación y Planeación
Luis Lavat Guinea Rector del Centro Morelense de las Artes
Rodolfo Candelas Castañeda Coordinador General del Museo Morelense de Arte Popular
Miguel Ángel Mendoza Barrón Director General de la Comisión de Filmaciones
La primera edición de Siempre flor y canto. Las flores en el patrimonio cultural inmaterial de México, de Lourdes Arizpe y Edith Pérez Flores, coeditada entre el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la unam, el Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, S.A. de C.V., y la Secretaría de Cultura del Estado de Morelos; se terminó de imprimir el 17 de octubre de 2014 en los talleres del Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, S.A. de C.V., ubicados en Chihuahua número 23, colonia Progreso, delegación Álvaro Obregón, 01080, México, D.F. El tiraje consta de 1,000 ejemplares impresos en offset con salida directa a placas sobre papel couché de 135 gramos, los interiores; y en cartulina de 14 puntos los forros; encuadernación en rústica. En su composición tipográfica se utilizaron tipos de las familias Knockout, Mercury y Ultra. Coordinación editorial: Miriam Martínez Garza. Cuidado de la edición: Lourdes Arizpe, Edith Pérez Flores, Carlos Mapes y Óscar de Pablo. Asesoría en náhuatl: Victorino Torres Nava.
SIEMPRE
FLOR Y CANTO
LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO
siempre flor y canto
cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de tantas flores que se nos olvida reparar en ellas. Como patrimonio cultural inmaterial mexicano, se les describe en forma holística, es decir, como parte de un ritual, una ceremonia o una festividad. La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cempoalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la cuetlaxochitl (nochebuena). Por las sendas de las flores es posible penetrar en los distintos niveles del patrimonio cultural inmaterial para entender la metonimia que conecta diversas percepciones, usos y gozos en torno a las flores.
antropología
SIEMPRE FLOR Y CANTO
La herencia mesoamericana que evoca el difrasismo in xochitl in
SIEMPRE
FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE
EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS