si cupido supiera de economia

¿Que tiene en común el amor y la economía? En ambos puede hablarse de mercado, de bienes. de conductas de consumo, de co

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¿Que tiene en común el amor y la economía? En ambos puede hablarse de mercado, de bienes. de conductas de consumo, de costos y de beneficios, de punto de equilibro, de alianzas estratégicas... Esa es la cupidonomía, una forma de analizar el amor desde la lógica de la teoría económica. No se trata de ver la pasión amorosa como un asunto mercantilni de desconocer que es una vivencia que proporciona placer y dicha. Se trata de entender que en ella hay negociaciones, perdidas, ganancias y factores que hacen crecer o morir una relación. Esto significa que en el amor (quizás la mas irracional e impredecible de las emociones) hay una racionalidad que nos permite ser más "eficientes" e inteligentes en la toma de las decisiones relacionadas con la vida de pareja, buscando siempre "maximizar la felicidad" ¿Qué tienen en común el amor y la economía? En ambos puede hablarse de mercado, de bienes, de conductas de consumo, de costos y beneficios, de punto de equilibrio, de alianzas estratégicas…  Esa es la cupidonomía, una forma de analizar el amor desde la lógica de la teoría económica. No se trata de ver la pasión amorosa como un asunto mercantil ni de desconocer que es una vivencia que proporciona placer y dicha. Se trata de entender que en ella hay negociaciones, pérdidas y ganancias y factores que hacen crecer o morir una relación.  Esto significa que en el amor (quizás la más irracional e impredecible de las emociones) hay una racionalidad que nos permite ser más “eficientes” e inteligentes en la toma de las decisiones relacionadas con la vida de pareja, buscando siempre “maximizar la felicidad”. Este libro nos confirma que todo es cuestión de oferta y demanda y que en el amor, como en la economía, se trata de aprovechar los recursos de la mejor manera, es decir, “hacer lo mejor que se puede con lo que se tiene”. A fin de cuentas, no todo es cuestión de química… La economía sirve para entender cómo funciona el amor…  •Elija el mejor bien en el mercado •Encuentre el punto de equilibrio

•Haga una alianza estratégica •Firme el mejor contrato •Minimice los costos y maximice la felicidad Qué tienen en común el amor y la economía? En ambos puede hablarse de mercado, de bienes, de conductas de consumo, de costos y beneficios, de punto de equilibrio, de alianzas estratégicas…  Esa es la cupidonomía, una forma de analizar el amor desde la lógica de la teoría económica. No se trata de ver la pasión amorosa como un asunto mercantil ni de desconocer que es una vivencia que proporciona placer y dicha. Se trata de entender que en ella hay negociaciones, pérdidas y ganancias y factores que hacen crecer o morir una relación.  Esto significa que en el amor (quizás la más irracional e impredecible de las emociones) hay una racionalidad que nos permite ser más “eficientes” e inteligentes en la toma de las decisiones relacionadas con la vida de pareja, buscando siempre “maximizar la felicidad”. Este libro nos confirma que todo es cuestión de oferta y demanda y que en el amor, como en la economía, se trata de aprovechar los recursos de la mejor manera, es decir, “hacer lo mejor que se puede con lo que se tiene”. A fin de cuentas, no todo es cuestión de química… La economía sirve para entender cómo funciona el amor…  •Elija el mejor bien en el mercado •Encuentre el punto de equilibrio •Haga una alianza estratégica •Firme el mejor contrato •Minimice los costos y maximice la felicidad

• Al entender los conceptos básicos del funcionamiento de un mercado, la relación entre compradores y vendedores, costos y

beneficios, entre otros, sabremos que nuestras actitudes en el amor ya han sido bautizadas por la teoría económica.

• La economía busca analizar la manera más eficiente de emplear los recursos, lo que en el campo del amor, donde todo es impredecible y cambiante, puede resultar muy beneficioso. • Un libro que permite entender que el amor se mueve bajo unas dinámicas bastante similares a la de los ciclos y contextos económicos, sin que por ello neguemos que es una fuente de felicidad del ser humano. Es el título de una de mis lecturas de vacaciones, escrito por Sandra Liliana Miranda, magister en economía de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Profesora de economía. Columnista de la revista Dinero. Editado por Editorial Planeta Bogotá. Sandra ha acuñado un nuevo término: Cupodonomía  que trata de explicar que tienen en común las decisiones sentimentales con las decisiones económicas. Sandra nos conduce con lenguaje para dummies en economía por el culebrero camino racional del amor: La oferta y demanda, mercados perfectos e imperfectos, precios, costos de oportunidad, problemas de información asimetría y externalidades negativas. “Si cupido supiera de economía” fue una sorpresa para mí, por la similitud con mi libro que ya pasó la prueba del corrector y que espero este en imprenta en este nuevo año 2016, cuyo título es “Todo lo que se de mercadeo y venta lo aprendí con mis amantes”. Sandra descubrió que sus estudios de economía tenían enorme similitud con las situaciones y decisiones que tomamos en el campo afectivo, así como yo descubrí que todo lo que hacemos para el logro de una conquista amorosa, es lo mismo que hacemos para el cierre de un negocio. Hoy se ha vuelto necesario tener presente estos conocimientos antes de subirnos al autobús del amor y se si se trata de amantes, la situación es aún más grave. Las amantes nunca fueron económicas, pero la inflación llego e este target. Se acabaron aquellos tiempos en

que uno podía conseguirse una amante por amor y surgía un romance secreto rodeado de una deliciosa angustia por cubrir todo  vestigio que permitiera descubrir el delicioso secreto. Esto quedo para Delia Fíallo y Aghata Christie. Hoy la “otra” es más cara que la “propia”; de hecho, antes de que “ella” decida convertirse en la “socia” de la “propia”, la potencial candidata a comprar las “acciones” del triángulo (si es soltera)  o del cuadrante ( si es casada) hace un análisis donde entran todos las variables de la economía y que Sandra nos describe con una deliciosa prosa. La potencial condidata a convertirse en la “otra” trata de establecer con su grupo de asesores (siempre hay un grupo de asesores), cuál es el precio que tendrá que pagar el “comprador” y qué es lo que “ella” tendrá que dar, en qué cantidad y con qué frecuencia. Con la lectura de “Si cupido supiera de economía” se podrá evitar cometer errores de externalidades negativas (aceptar cualquier cosa solo porque el grupo de asesores dice -.” y para cuando lo vas a dejar?”) o errores de información asimétrica (ignorar las señales del mercado) etc, etc, etc. Esta lectura es recomendable para quienes este año, tienen el propósito de conseguir su media naranja y así evitar que hagan jugo contigo. Si a pesar de las enseñanzas de este libro, te equivocas, recuerda que el corazón, tiene razones que la razón no comprende… pero habrás aprendido un montón sobre economía.