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El puerco sabio Sexta época No.7 -- Julio 2018

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La bola de cristal Hace mucho años, en 1991, el Magic Andreu de Barcelona me pidió salir en un programa de televisión. Se trataba de un programa de debates que era muy popular entonces y era conducido por Joaquim Maria Puyal y el nombre del programa era La Vida en un xip. Se trataba de un programa de máxima audiencia. El tema del debate de ese día sería si los médiums, videntes, "parapsicólogos" y "mentalistas" tenían poderes reales o si eran solo trucos de magia. Habíamos dos magos en el panel, Andreu y yo. Había otra persona en nuestro bando pero no recuerdo quién era. Los videntes eran tres también y así el debate se supone que sería equilibrado. Nunca grabé esa transmisión pero alguien sí que lo hizo y la subió a youtube. Puedes verla aquí:

En ese programa eché mano a un secreto muy antiguo usado por los mentalistas teatrales de Estados Unidos a principios del siglo 20 para adivinar las preguntas de los espectadores usando una bola de cristal. Mi aparición en este programa me abrió las puertas de la televisión en España pues unos días más tarde recibí una llamada de la Segunda Cadena de Televisión Española ofreciéndome actuar tres veces por semana en un programa llamado La Palmera y de ahí surgieron otras cosas muy beneficiosas para mi carrera en España, como otros programas de televisión, etcétera. El caso es que desde entonces he recibido preguntas de colegas queriendo saber el secreto del truco de la bola de cristal que hice ese día. No lo había escrito antes, no porque lo quisiera manterner en exclusiva sino porque no había habido la ocasión para ello y además, para ser franco, me había olvidado casi de este episodio de mi vida. Sin embargo, al planear el contenido de esta nueva época de El Puerco Sabio, recordé este truco y lo incluí entre los que publicaría... y aquí está.

https://www.youtube.com/watch?v=mbuXl9kNLDI Un supuesto parapsicólogo llamado Robati monopolizó casi toda la primera parte del debate. El Magic Andreu, quien estaba entonces en la cumbre de la popularidad, discutía con él y todo era sonrisas y piropos pero cuando por fin me tocó el turno y empecé mi exposición, como yo era un ilustre desconocido, el tal Robati intentó ofenderme con el resultado, nefasto para él, que puedes ver en el video.

Voy a explicar el truco de dos maneras: cómo se presenta esto en actuaciones en teatros o locales públicos y cómo lo presenté yo en la televisión. La mejor forma es la primera, es decir, la presentación en locales públicos y por esa voy a empezar. Todo radica en el uso de un implemento trucado: una tabla de esas que se usan para sujetar papeles la cual ilustro en la siguiente página. En realidad hay que usar varias de estas tablas, dependiendo de la cantidad de público. Iré

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explicando a medida que vaya avanzando. De momento, he aquí la imagen de la tabla:

usaba en los tiempos en que se escribía a máquina. Ahora no se usa tanto pero se puede conseguir.

La pinza metálica de la parte superior suele estar sujeta con dos remaches y los tienes que eliminar para soltar la pinza. Para ello sujeta bien la tabla contra alguna superficie y usando un taladro eléctrico perfora los remaches con lo cual será luego fácil removerlos quedando en su lugar dos agujeros, como muestra la imagen siguiente.

El papel carbón también lo pegas con cuatro puntos de goma (uno en cada punta) encima del papel blanco. Lo próximo que necesitas es plástico autoadherible tipo Aironfix o Con-tact. Tiene que ser de los de textura madera, como muestra la imagen siguiente.

Al remover los remaches quedan en su lugar los dos agujeros que muestra la imagen en su parte superior.

En lugar de los remaches pondrás ahora dos tornillos con su respectivas tuercas para sujetar nuevamente la pinza a la tabla. La cabeza de los tornillos irán hacia arriba, es decir, sobre la pinza y las tuercas por la parte de abajo. Explicada ya la parte de la pinza metálica paso a explicar el trucaje principal. Lo primero que harás será pegar ligeramente un trozo de papel blanco sobre la tabla, como se muestra en la primera ilustración de la siguiente columna. Ponle apenas cuatro puntos de goma, uno en cada punta para que después puedas despegarlo fácilmente para siguientes actuaciones. Corta ahora un trozo de papel carbón del mismo tamaño que el papel blanco que acabas de pegar sobre la tabla. Antiguamente el papel carbón era muy común ya que se

Corta un trozo del mismo tamaño que la tabla y pégalo con cuidado encima de la misma, ocultando la preparación que hemos hecho y quedando todo como muestra el siguiente dibujo.

De arriba hacia abajo, lo que vemos en el dibujo es el plástico autoadhesivo, el papel carbón, el papel blanco y la tabla. Teniendo ya lista la tabla tienes que volver a poner la pinza metálica y para ello abre los agujeros con un punzón y sujeta la pinza en su lugar con los dos tornillos. Recuerda que las tuercas quedan hacia abajo, es decir, que no resultarán visibles.

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Tienes que preparar de dos a cuatro tablas, según el tamaño de tu público. La noche del programa de televisión yo usé tres tablas.

Nombre: Fecha nacimiento: Pregunta:

Lo último que hace falta ahora es el papel que vas a poner visible en la tabla y que es en el que escribirán sus preguntas las personas del público. Cuando lo hagan, quedará una copia al carbón sobre el papel oculto dentro de la tabla. El papel lleva una preparación.

Nombre: Número identidad: Pregunta:

Nombre: Número teléfono: Pregunta:

En alguna tienda de material de costura compra una rueda para trazar, como la que muestro arriba. Como puedes ver, el aparato tiene una rueda dentada con la cual podrás marcar el papel en varias secciones que después serán fáciles de rasgar por parte del público.

Un detalle que se me iba pasando en relación con las tablas es su tamaño. Las que yo suelo usar son más bien pequeñas y sus medidas son 22 centímetros y medio por 15 centímetros.

Ahora voy a explicarte la manera de hacer este truco. Antes de que empiece el espectáculo y cuando el público va comenzando a llegar, un ayudante tuyo se va al vestíbulo del teatro con una de las tablas ya preparada como te he explicado. Deberá ser discreto y no llevar la tabla en la mano sino bajo el brazo, donde no llame la atención. También llevará un lápiz.

Vas a marcar con la rueda dentada las separaciones que muestra el dibujo superior, en el cual se ve el papel ya preparado y colocado en la tabla. El papel tienes que prepararlo aparte y no encima de la tabla para no marcar el dentado en el plástico de la superficie. Una vez que tengas el papel preparado entonces lo pinzas en la tabla. Cada sección del papel llevará impreso un espacio pidiendo el nombre de la persona y algún otro dato. Este segundo dato variará y todos los papeles no son iguales. Mira algunos ejemplos a continuación.

Cuando tu ayudante ve que entra una pareja de espectadores se le acerca con mucha educación y después de saludar, dice a estas personas que el mago va a presentar un experimento muy especial y se ha acercado para proponerles participar. El ayudante agrega que lo que hay que hacer es simplemente escribir una pregunta personal sobre algún tema de interés, sea amor, trabajo, dinero, salud, familiares, estudios, negocios, etcétera. Mientras dice esto, el ayudante toma la tabla con el papel y el lápiz y lo extiende hacia una de las personas, forzándola así a que tome el lápiz y escriba. Se le señala la sección de más abajo del papel para que escriba en ella. Por supuesto que la persona va a dudar y no sabrá así de golpe, lo que tiene que escribir. Aquí es donde entra en juego la habilidad del ayudante para guiar a la persona y

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hacerle escribir alguna pregunta personal que valga la pena. Igualmente guía discretamente a la persona para que escriba su nombre a continuación de donde dice "Nombre:" y el dato adicional. Si el ayudante lo hace bien todo, la persona escribirá una buena pregunta, además de su nombre y el otro dato. Es importante que el ayudante diga a la persona que nadie debe ver lo que escribe y una vez que haya terminado de escribir, deberá arrancar la sección de papel en la que está su pregunta, doblarla de manera que lo escrito quede adentro y que guarde el papel y no lo muestre a nadie. Todo lo anterior se habrá hecho de la manera más discreta posible, procurando no llamar la atención de las otras personas que entran al espectáculo. Una vez que la persona se haya alejado, el ayudante se dirige a alguna otra y repite todo lo anterior, consiguiendo así una segunda pregunta personal y de la misma manera una tercera, cuarta, etcétera, hasta agotar el papel de la tabla. Por supuesto que todo lo que escriban los espectadores quedará duplicado (gracias al papel carbón) en el papel que está oculto debajo del plástico adhesivo. Cuando se termina el papel de la tabla, el ayudante va tras bastidores, le entrega la tabla usada al mago (o mentalista), toma una nueva tabla y sale nuevamente al vestíbulo a recoger más preguntas. Al recibir la tabla, el artista arranca la cubierta de plástico auto-adhesivo y quedan a la vista las preguntas de los espectadores. Estudia entonces estas preguntas y determina si son buenas para el espectáculo o no ya que a veces la gente escribe cualquier tontería pero la mayoría de las veces escribe preguntas sinceras. Cuando es ayudante llena la segunda tabla, vuelve junto al artista y se examinan estas nuevas preguntas a ver s.i hace falta mandar una tercera tabla a la entrada del teatro. Para hacer una buena demostración hace falta de ocho a diez preguntas buenas. Una vez tengas la cantidad de preguntas lo que tienes que hacer es anotarlas muy pequeñas en una tarjeta blanca usando un lápiz con la punta muy afilada. Dicha tarjeta la pondrás cara arriba sobre un trozo de tela y encima de la misma pondrás una bola de cristal de regular tamaño. Si miras a través de la bola verás que hace las veces de lupa y lo que has escrito en pequeño en la tarje-

ta se verá amplificado y lo podrás leer fácilmente. Lo anterior es solo una parte del secreto; la segunda parte viene ahora. Cuando llegue el momento de presentar este truco en tu espectáculo, dices lo siguiente. Señoras y señores, ahora llegamos a una parte muy especial del espectáculo. Voy a repartir papeles y lápices entre el público y voy a pedir a todo aquel que reciba un papel que escriba una pregunta personal sobre algún tema que le preocupe y sobre el cual quiera recibir alguna respuesta. Puede ser una pregunta de amor, trabajo, familia, dinero, negocios... lo que quieran. Cuando hayan escrito su pregunta firmen el papel con sus iniciales y doblen el papel de manera que nadie pueda ver lo escrito. En este momento tú y tu ayudante ya están repartiendo papelitos y lápices. Los lápices los habrás comprado en alguna tienda de esas baratas que tienen de todo y que aquí se llaman "Todo a dólar" pero que las hay en todos lados con distintos nombres. En España suelen ser las tiendas de los chinos las que tienen lápices por cajas muy baratos. Cada lápiz lo puedes cortar en cuatro trozos y así te sale barata la broma y no tienes que recoger los lápices al final. Mientras vas diciendo: Cuando terminen de escribir, métanse el papel en el bolsillo o donde quieran. No los voy a recoger. Les pido que escriban sus preguntas porque está comprobado que cuando uno escribe puede concentrarse mejor en el tema. Yo voy a intentar captar sus vibraciones y contestar sus preguntas. Si usted no recibe papel entonces trate de concentrarse lo más fuerte posible en su pregunta ya que esta noche intentaré incluso contestar algunas preguntas no escritas. Dicho lo anterior te vuelves al escenario y tomas tu bola de cristal la cual estará envuelta con la tela negra. Debajo de la bola, entre esta y la tela, está tu tarjeta con las preguntas. Será bueno que analicemos aquí lo que ha pasado. Para el grueso del público el truco acaba de empezar y los pa-

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peles que acabas de repartir son los únicos que existen. Los únicos que saben que han escrito antes son las personas que lo hicieron y el acompañante de cada una. Además, estas personas no han visto a nadie más escribir antes del espectáculo porque han entrado justo después de escribir y no saben lo que ha pasado en el vestíbulo después de eso. No tienen forma de saber que las únicas preguntas que contestas son de personas que, como ellos, escribieron antes de entrar y además ni siquiera saben que más personas escribieron al principio en el vestíbulo. Al ver que repartes más papeles ya en el espectáculo pensarán quizás que quieres que más gente participe y asumen que las preguntas que contestas salen de la totalidad del público. El resto de los espectadores que escriben no tienen idea de que en el vestíbulo algunas personas han escrito de antemano sus preguntas. Cada espectador es un individuo separado en este truco y si no se le contesta su pregunta asumirá que simplemente no ha tenido suerte y has contestado las de otras personas. Estos espectadores que escriben ya en el espectáculo tampoco pueden saber que las preguntas que contestas no salen de la totalidad del público sino solo de un pequeño grupo que escribió antes porque desconocen que hay personas que escribie-

Siempre

ron antes de entrar. En el programa de televisión al público lo recibían antes en un salón donde le brindaban un aperitivo. Yo trabajé las tablas en este salón pero sin ayudante sino yo mismo. Completé dos tablas discretamente y después comencé a repartir papeles a todo el mundo y por eso verás que en el video todo el público tiene uno. También podrás notar la sorpresa del presentador del programa pues no tenía ni la menor idea de que yo había hecho esto antes de empezar. Te he explicado paso a paso la preparación de las tablas y el modus operandi del truco, el cual es sensacional. Yo lo usé muchísimo en mis comienzos en la magia cuando trabajaba teatros y auditorios en el interior de la República de Panamá y en Costa Rica y siempre me dio muchos éxitos. Hay otra cosa que me queda por explicar y es la manera de contestar las preguntas, que es lo que en realidad hace que el truco sea convincente pero como he ocupado ya cuatro páginas y media y quiero dejar espacio para otros trucos, esto te lo explico en el próximo número.

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El truco de cartas llamado Siempre seis se originó en 1933. Fue en realidad un simple ejemplo para complementar la explicación de una cuenta falsa que permitía contar una cantidad de cartas como menos y usaba el pase de la carta corrida. Resulta que el ejemplo se convirtió en un truco muy popular y lo fue muchos años hasta que, como suele ocurrir, pasó de moda y ahora casi ni se ve hacer lo cual es una lástima porque es bueno.

Sistema mecánico

Vamos primero a fabricarnos las cartas trucadas, las cuales no son otra cosa que cuatro cartas "sobre" dentro de cada una de las cuales irán tres cartas normales. Para hacer una de ellas recorta en diagonal la punta superior izquierda de una carta de cara, pon al lado de ella una carta entera pero de dorso y usando cinta adhesiva transparente (cello), pégalas juntas como muestra el dibujo.

Como la cuenta original usaba el pase de la carta corrida, el agarre de las cartas no era muy natural y esto llevó a la invención de la cuenta "bucle" para poder hacer el truco con mayor naturalidad. Sin embargo también existe un método usando cartas trucadas el cual tiene sus méritos, el principal de los cuales es la soltura con que se puede mostrar en cualquier momento que solo hay seis cartas en la mano. Es este método "mecánico" el que quiero explicarte ahora.

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así ya tendrás preparadas tus cuatro cartas trucadas.

a cad

ada tr uc

X

tr u

X

trucada

Veamos ahora la ejecución del truco. Carga tres cartas en cada una de las cartas trucadas y cuando las tengas todas cargadas ponlas en un solo paquete. Toma dos cartas normales y ponlas delante, es decir, por la cara. El grupo de cartas te quedará entonces así: tr ucada

Pega ahora otro trozo de cinta adhesiva en el extremo inferior de la carta de dorso, como muestra el siguiente dibujo.

Toma ahora tres cartas normales, ponlas bien encuadradas sobre la carta de dorso y dobla la cinta adhesiva inferior por encima del extremo corto de las tres cartas,

como muestra el dibujo inferior. Entonces pivota la carta cara arriba (la que tiene el corte) para que caiga encuadrada con todas las demás y presiona con los dedos para que la cinta adhesiva inferior se pegue bien a esta última carta. Retira entonces las tres cartas sueltas y el resultado será una carta-sobre en la cual puedes meter tres cartas sueltas. Una imagen de dicha carta-sobre, a continuación.

Las dos cartas normales (X) quedan así en la cara del paquete y hacia el público. Lo ideal sería poner este paquete encima del resto de la baraja y así, al comenzar el truco, tomas la baraja y teniéndola de cara al público, cuentas claramente seis cartas de la parte de arriba pasándolas de la baraja en la mano izquierda a la mano derecha, una por una y sin invertir su orden. Descartas entonces el resto de la baraja y te quedan las cartas preparadas (aparentemente solo seis) en abanico en la mano derecha. Vuelve a contar claramente seis cartas y aquí es donde verás la ventaja de usar este método con cartas trucadas ya que puedes ir dejando las cartas en abanico y solo se verán seis. Una vez contadas las seis cartas, deja en paquete bien encuadrado en la mano izquierda y con el pulgar derecho saca una carta del interior de la primera carta trucada. Pon esta carta delante de todo.

Necesitas confeccionar cuatro de estas cartas sobres. Cuando las tengas ya hechas, toma un poco de polvos de talco y pásalo por los bordes donde queda expuesta la cinta adhesiva. De este modo neutralizas el pegamento y

Aquí nos encontramos ahora con el problema de la charla. La que tradicionalmente se ha usado para este truco es aquella que dice: --Cuando era niño vi a un mago que contaba seis cartas. Entonces tiraba una, tiraba dos y tiraba tres cartas. En-

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tonces le daba un golpecito a las tres que le quedaban (Hacerlo) y al volver a contar siempre tenía una, dos, tres, cuatro, cinco y seis cartas. Tampoco es que esta charla esté mal y la puedes usar, principalmente porque el truco ya casi ni se ve hacer y por tanto no estarás haciendo lo que casi todos hacen... por lo menos en este momento, pero sigamos con la acción. Al compás de la charla anterior, lo que has hecho es sacar con la derecha una carta de atrás del interior de la carta trucada y la has echado en algún recipiente en tu mesa. Entonces habrás sacado una segunda carta del interior de la carta trucada y la habrás descartado igual y por tercera vez vienes y tomar la propia carta trucada y la descartas. Cuentas ahora las cartas y vuelven a ser seis. Al contar las cartas, aprovéchate de que el método te lo permite y ve dejándolas en abanico en la mano derecha. Al final, encuadra las cartas, saca una de la nueva carta trucada que está arriba, muéstrala al público y ponla adelante de todo. Continúa diciendo: --Ese truco me intrigó así es que le dije al mago: Hágalo otra vez y él tiró una, tiró dos y tiró tres cartas. Le dio un golpecito a las tres que le quedaban y cuando volvió a contar tenía una,dos, tres, cuatro, cinco y seis cartas. Lo que has hecho ahora es lo mismo que hiciste antes: sacas una carta de la trucada y la descartas; sacas otra carta de la trucada y también la descartas y finalmente descartas la propia trucada. Al contar nuevamente, vuelves a tener seis. Ahora tienes que volver a sacar una carta de la nueva trucada que quedó arriba de todo y ponerla adelante del paquete. Busca tus propias excusas y gestos para hacerlo. Yo no tengo ningún problema con pasar cada vez una carta de atrás a adelante. Di: --Le pregunté al mago cómo se hacía el truco y él me dijo: Es muy fácil. Tienes seis cartas. Tiras una, tiras dos y tiras tres, das un golpecito a las tres que te quedan y cuando vuelves a contar, otra vez tienes una, dos, tres, cuatro, cinco y seis.

--Como el mago me enseñó ese truco, se los voy a hacer. Tengo una, dos, tres, cuatro, cinco y seis cartas. Cuentas seis cartas, sacas una de la carta trucada y la pones adelante a la vez que dices: --Yo vi que el mago siempre pasaba una carta para adelante. No sé si eso tiene algo que ver pero yo lo hago de todas formas. Ahora tiro una, tiro dos y tiro tres cartas y cuando cuento... todavía tengo una, dos... ¿tres? ¿Qué ha pasado? Simplemente que para darle una variante a la fase final y que todo no sea la misma repetición, esta vez, cuando supuestamente estás haciendo tú el truco y no el mago aquel, el truco sale mal y en vez de seis solo tienes tres cartas, como es lo normal. Como habrás visto, gracias a que cada vez se saca una carta de la carta trucada y se pasa adelante, has ido descartando todas las trucadas al eliminar las tres que se eliminan en cada fase, con el resultado de que ahora lo que tienes en la mano son seis cartas normales. Teniendo seis cartas normales puedes hacer la llamada "cuenta bucle" y contarlas como tres... o puedes hacer lo que hago yo que es olvidarme de la cuenta bucle y simplemente tomar una, dos cartas y manteniendo las cuatro últimas bien encuadradas, tomarlas como un bloque junto con las dos que ya tomó la derecha y que están ligeramente separadas. Las cuatro-como-una vienen a completar el abanico de tres y así puedes mostrar limipiamente que solo hay tres cartas. Di: --¿Qué salió mal? ¡Ah, ya sé! Se me olvidó darle el golpecito a las cartas. Cuadra las cartas y tenlas en la mano izquierda. Da el golpecito al paquete con el dedo índice de la derecha y esta vez cuenta una, dos, tres, cuatro, cinco y seis cartas. Ahí tienes entonces, el sistema mecánico para presentar el truco del Siempre Seis. Lo prefiero al método usando solo cartas normales ya que no hay que preocuparse de disimular un gordo paquete de cartas en las fases iniciales. Todo lo que se puede hacer con ese método, se puede hacer con este... y más, ya que es mucho más limpio y claro.

Siguiendo la charla anterior, has vuelto a descartar las dos cartas normales y la trucada superior y al final has vuelto a contar seis cartas otra vez. La charla continúa:

Fin

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Inverto En la página 129 (número de mayo 2018) publiqué un truquito que titulé "Las cartas invertidas" el cual basa su funcionamiento en el uso de cartas de doble dorso. Leelo otra vez para que no tenga yo que ponerme otra vez a explicarlo aquí. El caso es que, revisando las montañas de papeles sueltos que tengo por aquí y por allá, me encontré con lo que es, a lo meTheodore Deland jor, la idea original, la cual es muy superior al truquito que te expliqué... aunque esa modesta idea también tiene su momento apropiado en que se puede presentar. La idea es original de Theodore Deland, un mago aficionado estadounidense, cuya imagen aparece arriba. Al parecer Deland tenía una imprenta y entre 1906 y 1915 imprimió y puso a la venta docenas de trucos de cartas originales, de aquellos que décadas más tarde llamaríamos "trucos de paquetes" por hacerse con pocas cartas, muchas veces trucadas. Delando llamó este truco "Inverto" y si has leído el truquito de la página 129 sabrás por qué. El efecto es el siguiente. Se tiene la baraja cara abajo en la izquierda y se va poniendo cartas sobre la mesa, la primera cara abajo, la segunda cara arriba, la tercera cara abajo, la cuarta cara arriba... y así hasta el final. Las cartas se van poniendo una arriba de otra hasta quedar toda la baraja junta sobra la mesa pero con las cartas alternadas cara arriba y cara abajo. La baraja y se extiende mostrando que las hay cartas hacia un lado y cartas hacia el otro. Se recoge la baraja, se le da un chasquido y al extenderla, todas las cartas están dorso arriba. Ya te he mencionado las cartas de doble dorso así es que ya sabrás cómo se hace el truco. La baraja está compuesta por veintiseis cartas normales y veintiseis cartas de doble dorso. Estas cartas están alternadas, comen-

zando con una doble dorso arriba de la baraja. Siguiendo la explicación del efecto se deduce fácilmente el modus operandi. Este truco ha sidoposteriormente modificado por varios magos. Una versión muy buena se titula "Cheek to Cheek" que significa "mejilla con mejilla" y la vendía hace décadas U.F. Grant, un inventor y comerciante de magia estadounidense. En este caso las cartas no están alternadas sino que todas las normales están abajo de la baraja y las doble-dorso arriba. La baraja se puede poner de cara y extenderse (sin pasar del medio) para mostrar que es normal. Entonces se abre en abanico y se hace elegir una carta de las de abajo (normales) y dicha carta, después de que la mire el público, se regresa a la baraja pero esta vez entre las cartas doble-dorso. Se corta la baraja por la abertura natural que se forma entre los dos paquetes de cartas de diferente manufactura y la mitad inferior (normal) se pone cara arriba. La mitad cara arriba se mezcla con la mitad cara abajo (cartas doble-dorso) y al final de la mezcla se puede extender la baraja mostrando cartas cara arriba y cartas cara abajo. Se cuadra la baraja y muestra por ambos lados, dejando al final hacia arriba el lado por el que todas las cartas se van a ver cara abajo excepto la elegida, la cual será la única cara arriba entre todas.

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Imposible (Ken Brooke) Ferrán Homar es autor del Primer Diccionario del Ilusionismo. Me envió para su publicaión este excelente efecto. Te dejo con Ferrán: Un poco de historia: En las hojas de promoción que mandaba Aleix Badet (El Drac Màgic lo comercializó) leí el efecto y me dejó muy intrigado. Poco tiempo Ferrán Homar después lo vi realizar en televisión por el Màgic Andreu y me chocó muchísimo que en un sobre con una ventana transparente hubiera de introducirse la carta, mostrando la parte opaca del sobre mientras se iba introduciendo la misma, y busqué una solución

Versión de Ferrán Homar

A partir de aquí todo es presentación. Se pregunta por la carta escogida y el colaborador nombra una distinta a la introducida en el sobre... el mago se sorprende y le explica al ayudante que eso no es posible, ya que la baraja estaba compuesta de una sola carta repetida. La “víctima” saca la carta que tiene guardada en el bolsillo y se comprueba que no es la prevista... Entonces el mago manifiesta que sólo le queda recurrir a la verdadera magia. Saca la carta predicción viéndose a través de la ventana como sale la misma y como en el sobre no queda nada, se vuelve la carta extraída y se muestra al público y al ayudante que pueden comprobar como coincide con la que él tiene en sus manos, dándole el sobre para que lo sostenga (pudiéndolo examinar) a fin de que el mago pueda mostrar a todos la carta gigante. Una vez explicado el efecto sólo queda por decir mi modus operandi: Todas las cartas son iguales excepto la que se fuerza por el procedimiento clásico, aunque vale otro cualquiera.

Adapté el juego a mi modo con lo que conseguí el mismo efecto, pero con un método distinto. Efecto: El mago después de elegir a un asistente le hace volverse de espaldas mientras muestra al público una baraja con todas las cartas iguales, (pidiendo la complicidad de los espectadores, ya que mientras la muestra va diciendo que pueden comprobar como todas las cartas son distintas). El colaborador sigue de espaldas. Seguidamente se muestra un sobre con una ventana que deja ver el interior del mismo (se ve vacío) y se introduce, después de mostrada, una carta (gigante) que coincide con la carta de la baraja todas iguales. La carta es introducida (diciendo que es una predicción y haciendo gestos de “compincheo” con el público) de dorso y viéndose en todo momento a través de la ventana, como va entrando y una vez dentro se deja a la vista. A continuación se da a escoger una carta de la baraja al asistente que así lo hace, guardándosela después de mirarla sin mostrarla.

El sobre es normal pero dentro del mismo se encuentra un duplicado de la carta a forzar, con el dorso forrado por el papel de un sobre idéntico al usado. Para poder sacar la/s carta/s como una, la medida del sobre debe ser lo más ajustada posible al tamaño de las cartas. A partir de aquí ya se sobreentiende el resto... Al final el que podría descubrir el secreto, sería el colaborador si cogiera la carta por eso se le da el sobre para que esté ocupado, en una mano su carta y en la otra el sobre (que no está trucado).

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la magia de el gran bronzini Otro excelente efecto de El Gran Bronzini.

que él deberá decir "alto" en cualquier momento. Aflojando la presión de los dedos derechos, vas dejando que las cartas de abajo vayan cayendo a la palma izquierda y es fácil hacer coincidir el "alto" del espectador con el punto del break ya que apenas lo diga, tú dejas caer todas las cartas por debajo del mismo. De esta manera, la carta que quedará arriba del paquete inferior en la mano izquierda (que es el punto por el cual es espectador cree que te dijo "alto") es la duplicada firmada y siguiéndola está la duplicada sin firmar.

Doble viaje firmado Efecto: Un espectador elige una carta, la firma y la coloca entre sus palmas. Otro espectador, elige otra carta, la firma y la guarda en su billetera. El Gran Bronzini

El mago toma la carta del primer espectador, la coloca en el medio del mazo de cartas y mágicamente, aparece en la parte superior del mismo pero ¡se transforma en la carta que el segundo espectador guardaba en su billetera! El segundo espectador abre su billetera y ¡encuentra la carta del primero! Material necesario: Una carta duplicada, con una firma sobre la cara, con caracteres rectos y curvos, dentro de un corazón u óvalo.

Ejecuta un doble-lift y giro, mostrando la cara de la segunda carta que es la duplicada sin firmar. Dibuja un óvalo o un corazón romántico (dependiendo de lo que hubieres dibujado en la carta duplicada) y se le pide a la persona que firme dentro del mismo. Finalmente gira el doble-lift nuevamente sobre la parte superior del mazo y entrega la carta superior (el duplicado con la falsa firma) para que el espectador la tenga entre sus palmas. Ahora invitamos a un segundo espectador a que nombre una carta. La buscamos entonces en la baraja y nos la arreglamos para ponerla en segunda posición a contar por arriba, es decir, debajo de la carta firmada por el primer espectador.

Un rotulador Una baraja Preparación: Coloca la carta duplicada y firmada arriba del mazo y en segunda posición (a contar por arriba) la carta duplicada sin firmar. Presentación: Toma la baraja y después de mostrarla por la cara para que se vea que es normal, corta entre las manos de manera que las dos cartas duplicadas vayan a parar un poco más arriba del centro. Mantén un break con el meñique izquierdo encima de las dos cartas. La mano derecha viene ahora a tomar la baraja por arriba, con el pulgar atrás y los otros dedos delantes y el break se pasa al pulgar derecho y se mantiene ahora por detrás de la baraja. Pon la mano izquierda extendida como a unos 15 centímetros por debajo de la baraja y dile al espectador que vas a ir dejando caer las cartas y

Nuevamente hacermos un giro de las dos cartas superiores mediante el doble-lift y pedimos al segundo espectador que firme la cara de la carta. Giramos nuevamente la carta doble para que quede cara abajo encima y empujamos solo la superior para que el espectador la guarde en su cartera. Hagamos una recapitulación: el primer espectador tiene entre sus manos una carta con firma falsa. El segundo espectador tiene en su billetera la carta firmada por el primer espectador. La carta firmada por el segundo espectador está arriba del mazo de cartas que el mago sostiene. Ahora el mago le pide al primer espectador la carta que tiene entre sus manos y la inserta en el medio del mazo, anunciando entonces que la va a hacer subir mágicamente hasta la parte superior del mazo. Hace entonces lo que dice y gira la carta superior. Inexplicablemente

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para el público resulta ser la carta firmada del segundo espectador.

Este es el efectivo truco que nos ha regalado este mes El Gran Bronzini. No requiere técnicas que no sepa ya hacer cualquier cartomago promedio.

Se pide entonces al segundo espectador que saque la carta de su billetera y resulta ser la carta firmada del primer espectador.

El amarre de la cinta En la primera época de El Puerco Sabio, página 251, correspondiente al mes de noviembre 1991, publiqué la explicación de un amarre con una cinta que gozó de popularidad en otros tiempos y era lo que usaba el Gran Houdini para abrir su acto en sus inicios. Le tengo cierto cariño a este truco ya que lo aprendí originalmente en un libro para jóvenes que había en la biblioteca de mi colegio. Fue en este libro donde encontré por primera vez la dirección de la revistas Genii, lo que me permitió suscribirme a la misma y esa fue mi verdadera entrada al mundo de la magia. Todo esto ocurría a finales de la década de 1960.

gunda persona que necesitas un trozo de cinta libre entre las dos muñecas (mira el dibujo de la izquierda para que veas lo que quieres lograr al final).

Lo que quiero publicar ahora es una rutina que encontré recientemente para usar con este amarre.

Al terminar de decir lo anterior, saca la mano derecha a la vista del público y ponla en posición de darla a alguien, ilustrando así lo que estás diciendo. Cuando el público ría (que lo hará) lleva la mano derecha tras la espalda, métela por el lazo de la cinta y separa ambas manos con lo que el nudo corredizo volverá a apretar la muñeca derecha. Gírate rápidamente de espaldas al público mostrando así ambas manos atadas.

Utiliza un trozo de cinta negra fuerte de 75 centímetros. Sujeta la cinta por el centro con la mano derecha y pídele a un espectador que te ate el extremo izquierdo alrededor de la muñeca izquierda. Dile que haga el amarre solo con el extremo de la cinta ya que necesitas que sobre algo de ella. Una vez que el espectador haya rodeado tu muñeca izquierda con la cinta y le haya hecho un nudo, la mano derecha le da a la cinta dos o tres tirones como para apretar más el nudo pero en realidad lo que hace esta acción es convertir el nudo en un nudo corredizo. Pasa la mano izquierda atrás del cuerpo, gírate de espaldas al público y toma con la derecha el extremo libre de la cinta, ofreciéndolo a otro espectador para que lo ate alrededor de la muñeca derecha. Dile también a esta se-

Mientras la segunda persona amarra la cinta a la muñeca derecha, la mano izquierda mantiene la cinta templada y esto hace que el nudo que te aten alrededor de la muñeca derecha sea corredizo. El truco depende enteramente de que los dos nudos sean corredizos sin que el público lo sepa y este modo de atar aseguro que esto sea así. Una vez atado te giras de cara al público y dices que una de las dificultades de estar atado de esta manera es que no puedes ser educado y dar la mano a alguna persona que te quiera saludar. Durante esto habrás tirado del nudo de la muñeca derecha deslizándolo hacia la izquierda y de esta manera habrás ampliado el círculo de cinta que rodea esta muñeca, pudiendo así sacar la mano sin problemas.

La velocidad es muy importante para el éxito en este truco. Gírate nuevamente de cara al público y saca la mano izquierda de su amarre mientras dices que otra cosa que no puedes hacer es rascarte la oreja si te pica. Saca adelante la mano izquierda y ráscate la oreja tal como dices. Mientras ríe el público, lleva la mano izquierda otra vez tras la espalda, métela en su lazo y tiempla nuevamente

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este separando ambas manos. Gírate rápidamente de espalda al público dejando ver las muñecas perfectamente atadas.

bas manos para mostrar que ambas manos están perfectamente atadas.

Gírate de nuevo de cara al público y saca la mano derecha de la atadura pero sujeta el lazo con la misma mano derecha. La mano izquierda (todavía atada) va hacia adelante manteniéndose bien pegado el brazo izquierdo al costado del cuerpo de manera que la derecha, tras la espalda, pueda soltar la cinta y esta no caiga sino que quede sujeta por el brazo izquierdo.

Lo anterior, si está bien hecho, hará que el público aplauda. Gírate entonces nuevamente cara al público y di o finge que alguien del público ha dicho que sería difícil traer ambas manos adelante del cuerpo a la misma vez. Di que eso es lo más fácil de todo y entonces baja ambas manos, dobla las rodillas y pasa las piernas por arriba de la cinta, llevando así ambas manos delante para hacer la gracia y que el público ría.

Ahora afirmas que mucha gente piensa que uno usa la mano derecha para desatar el nudo de la muñeca izquierda y después para atarlo rápidamente otra vez. Al decir lo anterior, la mano derecha libre viene adelante y agarra el nudo de la izquierda como si lo fuera a desatar, según lo que estás diciendo al público en ese momento. Di al público entonces que tú no haces eso y a la misma vez metes la mano derecha tras la espalda y la metes en el lazo. La mano izquierda se mantiene todo el tiempo a la vista delante. La mano derecha dentro de su lazo tira para cerrarlo alrededor de la muñeca y entonces te giras de espaldas al público a la vez que pasas la mano izquierda nuevamente atrás y tiemplas la cinta entre am-

Como el truco, para todos los efectos, ha terminado y todavía estás amarrado finge tratar de desatar los nudos pero di que están demasiado apretados. Toma unas tijeras y pídele a alquien que corte la cinta. Mientras lo haces di que este es uno de tus trucos favoritos y que sabes que lo haces muy bien pero que si alguien quiere venir al escenario y hacerlo mejor que tú, le darás un cheque personal por mil dólares... y a estas alturas ya el espectador habrá cortado la cinta y metes la mano en el bolsillo derecho donde tienes unas monedas, las cuales sacas. Miras el contenido de la mano y agregas: --O si lo prefieren, setenta y cinco céntimos en efectivo. --Con esta frase terminas en alto la rutina.

Cortado y recompuesto Dos efectos En este artículo te voy a explicar dos trucos que creo excelentes por varias razones las cuales se harán evidentes o te las explicaré a medida que vaya escribiendo. El primero se titula...

El Turbante Cortado Es muy raro que no haya explicado antes este truco y lo digo porque ya en mi primera actuación profesional con solo diecisiete años, ya lo presentaba. Han pasado cuarenta y nueve años desde entonces y me parece que es hora de que te lo explique ya que lo considero bueno y práctico. Ya lo he dicho antes pero lo vuelvo a contar: comencé en la magia solo y mis únicos maestros fueron los libros que pude encontrar en Panamá en la década de 1960. Sin

embargo, la inmensa mayoría de lo que aparecía en esos libros no era práctica pues los trucos explicados requerían aparatos trucados que no podía yo adquirir en Panamá o nunca me supe fabricar. Tuve que estudiar todos los libros que tenía entonces (que no eran muchos) para encontrar trucos que usaran materiales que podía yo encontrar localmente. De ahí que en todos mis libros y en esta revistas siempre ofrezco explicaciones detalladas de cómo fabricarse uno mismo los materiales... sé muy bien lo frustrante que es leer trucos que están fuera de nuestro alcance por no tener el material apropiado. Entre los libros de mi escasa biblioteca se encontraban algunos de la colección Who? y estos eran, en términos genererales, los que contenían los trucos más imposibles de hacer. La colección Who?, para los que no lo sepan, fue publicada por la Editorial Sintes de Barcelona y consistían principalmente en recopilaciones sacadas de

166

libros extranjeros, principalmente franceses y alemanes. Como cosa curiosa diré que cuando llegué a Barcelona por primera vez me topé por casualidad con el local de la Editorial Sintes, localizado en la Plaza Universidad y cuál no sería mi sorpresa al ver que se trataba de un local muy poco atractivo y pequeñísmo. Hasta ese momento tenía la impresión de que una editorial de libros debía ser un negocio muy grande. Pero volvamos a lo que íbamos... A pesar de lo dicho, algunos de los libros de la colección Who? contenían algunos trucos que sí que podía presentar yo. Por ejemplo, el libro La magia de las cuerdas, contenía material realizable. Fue precisamente en este libro que encontré un truco titulado "El echarpe de Cleopatra". No tenía ni la menor idea de lo que era un echarpe pero el truco parecía bueno: el mago hacía cortar una tira de tela y la recomponía mágicamente. Lo único que se necesitaba era una tira de tela y unas tijeras así es que pude incluírlo en mi repertorio y desde entonces lo vengo haciendo, como atestigua unas de mis primeras fotos "profesionales", la cual reproduzco a continuación. Posteriormente vi el truco en un número de la revista Genii y ahí se le llamaba "El turbante cortado" y desde entonces le quité el nombre "echarpe" que nunca supe bien qué mierda era.

Compra cuatro metros de tela blanca de algodón o popelina o algo que se le parezca. Corta el troze de tela a lo largo para ir sacando varias tiras de aproximadamente 25 centímetros de anchura. Dependiendo del ancho original de la tela que compres, así será la cantidad de tiras que te salgan. En cada presentación se pierde un poco de tela pero podrás usar varias veces cada tira hasta que ya no puedas más por haber quedado muy corta. Como puedes ver en la foto de la columna anterior, la tira que tengo en ella es bastante corta. No hace falta llegar a ese punto. Ahora yo descarto la tira cuando llega a dos metros y tomo una nueva. El truco es muy barato ya que la tela cortada en tiras rinde para muchas presentaciones. Para presentar el truco, ten el turbante doblado en la mesa junto con las tijeras. Llama a dos espectadores a escena y ponlos una a cada lado tuyo. Da las tijeras al que tienes a tu izquierda. Toma el turbante, despliégalo y sujeta una punta en cada mano. Dale al espectador a agarrar un punto cercano al centro y pídele que camine hacia atrás para que tiemple el turbante y encuentre bien el centro exacto. La situación final la muestra el siguiente dibujo. m.i.

espectador

m.d.

Cuando el espectador haya encontrado el centro exacto, dile que te lo traiga. Tómalo con ambas manos, sin soltar las dos puntas que tienes sujetas y muerde el punto central. Separa ambas manos mostrando que, en efecto, ese es el centro. Esta situación se muestra en el dibujo que sigue. boca m.i.

Tanta charla tiene que haber puesto a prueba tu paciencia así es que veamos el truco.

167

m.d.

Sin que ninguna mano suelte la punta que tiene, agarra el centro del turbante de la forma que muestra el dibujo siguiente.

corte

Z

m.d.

m.i.

X

Toma nota de que el dibujo es desde tu punto de vista, por tanto, los dos extremos pasan por detrás del centro, según el punto de vista del público. Durante lo anterior habrás estado de cara al público. Ahora te giras hacia la izquierda, donde está el espectador con las tijeras y en el movimiento los dedos izquierdos se meten bajo el punto señalado por la X en el dibujo superior y lo doblan hacia arriba, como muestra el siguiente dibujo.

X m.i.

m.d.

Z

La mano derecha suelta inmediatamente el centro del turbante (¡pero no la punta!) y agarra entonces el punto marcado con la Z en el dibujo anterior. El resultado final lo muestra el primer dibujo de la siguiente columna.

Ambas acciones descritas se hacen en el breve instanteque toma el giro hacia la izquierda con el resultado de que al completarlo y quedar cara al espectador con las tijeras, lo que le ofreces para que corte es lo que muestra el dibujo de arriba. El espectador corta y el resultado ya lo conoces pero te lo ilustro en este nuevo dibujo. Hasta aquí todo ha sido muy limpio pero vamos a hacer una cosita adicional para convencer más al público y esto es contar las puntas como cuatro. Yo digo: --Este caballero ha cortado el turbante en dos trozos y dos trozos tienen cuatro puntas. Una, dos, tres y cuatro. Este tipo de cuenta ya la he explicado en esta misma revista. Mira las páginas 126 y siguientes, correspondientes al número de mayo 2018, donde lo explico con cuerdas... pero la técnica es exactamente la misma. De todas maneras, en la página siguiente te pongo dibujos mostrando las dos fases más importantes de la cuenta. Estos dibujos y la explicación de la página 126 te ayudarán a dominar esta cuenta, si es que todavía no la dominas.

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Para hacer la cuenta falsa pásate las cuatro puntas a la mano izquierda con el bucle falso en medio y las dos puntas reales en los extremos. Con la mano derecha tomas la punta normal de la derecha, te apartas y cuentas "una", como muestra el dibujo inferior.

m.d. m.i.

Llegados al punto del dibujo anterior solo hace falta contar normalmente las dos puntas que quedan en la mano izquierda, haciéndolo como tres y cuatro. Al final se habrá dado la impresión al público de que las cuatro puntas son normales y de que el turbante se encuentra, en efecto, cortado en dos. Suelta ahora las dos puntas reales y quédate con el bucle falso en la mano izquierda, como muestra el primer dibuo de abajo.

m.i.

m.i.

m.d.

Ahora la mano derecha (llevando la punta) se acerca a la mano izquierda como para tomar otra punta y lo que se hace en realidad es cambiar la punta que lleva la derecha por las dos puntas del bucle falso a la vez que se cuenta "dos". Nuevamente te refiero a la página 126 donde está detallada la técnica del cambio. El nuevo dibujo inferior muestra el momento final de esta nueva fase del contaje.

m.i.

m.d.

Ahora vamos a amarrar los supuestos extremos que tenemos en la mano y para ello haz con la mano derecha un bucle tal como muestra el segundo dibujo de arriba. Siguiendo la flecha, subes el bucle y pasas por su interior las dos puntas falsas y el resultado será el nudo que ves en el nuevo dibujo a la derecha. Por supuesto que dicho nudo lo harás más apretado (aunque no tanto) y cercano al punto en que se entrecruzan el turbante propiamente dicho y el trozo falso. Hecho el nudo, entrega una punta a cada uno de los espectadores, de manera que el turbante quede extendido delante tuyo con el nudo directamente frente a ti. Lo que harás ahora será cortar las puntas falsas para dejar únicamente el nudo en el turbante propiamente di-

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corte

cho. Como este nudo es falso, al final, con solo tirar un poquito de la tela el nudo desaparecerá... pero no nos adelantemos y miremos mejor primero cómo hay que cortar las puntas del nudo.

pulgar

Primero corta la punta del nudo que está hacia atrás, es decir, la que está más cercana a ti, como muestra el dibjo de abajo.

índice

medio anular meñique

corte

pulgar medio

Ahora vas a cortar la punta de adelante (la que está hacia el público) pero lo harás de una manera especial. Voy a ponerte un dibujo de perfil para tratar de que la explicación quede lo más clara posible. Este dibujo es el que está arriba de la columna siguiente.

anular meñique

Estudiando el dibujo verás que el extremo de la tela se dobla por encima del dedo índide de la mano izquierda y se sujeta contra el resto del turbante con los dedos medio, anular y meñique. La mano derecha corta con las tijeras por donde muestra la línea de puntos y el trozo largo queda sujeto por los dedos Presta atención a lo que viene y estudia el segundo dibujo de la siguiente columna. Acabas de cortar la punta y por donde te dije. Sin dejar las tijeras agarra con los dedos derechos las puntas del trozo grande y también del trocito que todavía queda metido en el nudo del turbante y tira de ambos hacia afuera como muestran las flechitas en el segundo dibujo de la columna siguiente. De esta manera sacas secreta-

mente el trocito el cual quedará perfectamente disimulado con la tela del trozo mayor. Descarga tijeras y pedazos de tela y quedas limpio solo con el nudo falso en medio del turbante extendido y sujeto por los dos espectadores, uno en cada punta.

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Cierra el puño de cualquier mano sobre el nudo y tira del turbante con la otra mano con lo cual el nudo se deshace dentro de tu puño. Frota la tela con los dedos y aparta por fin la mano para mostrar que el turbante ha quedado recompuesto mágicamente. Bueno, ahí queda eso. Me ha tomado horas explicar esta vaina, incluyendo los dibujos los cuales fui haciendo a medida que iba y según la necesidad. Espero que haya quedado todo claro. El segundo truco de cortado y recompuesto se titula:

La cinta métrica Este es un truco muy curioso que leí por primera vez en La Enciclopedia de la Magia, Ilusionismo y Prestidigitación de Antonio de Armenteras, un libre fantástico aunque cae en el dominio de los que estaban llenos de trucos que no se podían hacer. Sin embargo, con un poco de ingenio podía uno prepararse el utensilio trucado para presentar este, el cual consistía únicamente en una cinta métrica. Un amigo mío de otras épocas, el mago Leo Zardoz de Panamá se lo preparó de forma muy sencilla... pero creo que me estoy adelantando y ni siquiera te he dicho en qué consiste el truco.

centímetros de un extremo y se corta este trozo. Se pide a tres espectadores que firmen la cinta principal, uno en el centro y los otros dos en un extremo cada uno. El trocito de 10 centímetros se quema y al final las cenizas se frotan suavemente sobre la cinta. Cuando el público vuelve a medir la cinta, ¡tiene nuevamente 80 centímetros de largo! Aparentemente el trozo de 10 centímetros que se quemó ha vuelto mágicamente a la cinta original. La cinta métrica que se usa es de esas flexibles de plastico, usualmente amarillas. En realidad hay dos cintas, una normal y la otra trucada. El truco de la cinta consiste en que los números a partir del centímetro 84 vuelven al 75 y siguen así hasta el final, en otras palabras, la cinta va normal del centímetro 1 al 84 y después del 84 viene nuevamente el 74 y desde ahí se va hasta 100 centímetros. Esto se ve claro en el dibujo siguiente.

En un libro portugués de Martins de Oliviera he encontrado una ilustración muy buena que tiene toda la pinta de haber salido de algún catálogo de magia de otros tiempos. La reproduzco a continuación y me ayudará a explicarte el efecto.

La otra cinta es normal y se tendrá enrollada en el bolsillo lateral derecho de la chaqueta. Junto a la cinta habrá una caja de fósforos.

Resulta que muestras una cinta de papel de 4 centímetros de ancho. Entregas una cinta métrica flexible para que el público mida su longitud y resulta que mide exactamente 80 centímetros. El público mide entonces 10

La cinta de papel mide en realidad 90 centímetros. Se extiende en una mesa y el mago pone a su costado la cinta métrica trucada para medirla. Como es natural, los espectadores mirarán donde coincide el final de la cinta de papel pero de todas maneras, tú pondrás una mano como para sostener la cinta métrica contra la mesa pero la pondrás en los 84 centímetros normales, tapando hacia atrás el 84, 83, 82, etcétera.

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Pide a los espectadores que canten en voz alta el largo de la cinta de papel y cuando digan que es de 80 centímetros, recoge la cinta métrica en la mano y deja sobresalir solo unos 20 centímetros, igualando el extremo de la cinta métrica con el extremo de la cinta de papel. Pide ahora que marquen con un lápiz 10 centímetros del extremo de la cinta de papel. Retira la cinta métrica y da las tijeras para que corten el extremo de 10 centímetros por la marca que acaban de hacer. Di a una persona que sujete a la vista este trocito. Pide entonces que firmen el centro de la cinta de papel y también cada uno de los dos extremos y mientras lo hacen ve enrollando la cinta trucada y cuando la tengas bien enrollada en la mano derecha, mete dicha mano con cinta y todo dentro del bolsillo derecho de la chaqueta, descarga la cinta trucada, toma la caja de fósforos y la cinta normal y saca la mano del bolsillo con ambos objetos. Por supuesto que este cambio lo harás de manera que no llame la atención. De cualquier forma, el hecho de que los espectadores que están en escena estén firmando el papel, aparta la atención de ti. Deja la cinta normal en la mesa y saca un fósforo. Enciéndelo, pide el trozo de 10 centímetros y préndele fuego. Cuando se haya consumido totalmente, frota las cenizas sobre la tira de papel firmada, procurando deshacer bien las cenizas para dar un efecto como de desaparición. Solo resta ahora hacer comprobar por las firmas que la cinta de papel no se ha cambiado e invitar a los mismos espectadores a que vuelvan a medirla usando la cinta métrica. La sorpresa es grande cuando ven que mide otra vez 80 centímetros. Ese es el truco y creo que es muy sutil. A lo mejor te frene el hecho de que no sabes cómo hacer la cinta trucada pero en realidad es muy fácil. Para este truco necesitas tres cintas métricas iguales. Una la dejas intacta ya que es la normal que llevarás en el bolsillo derecho de la chaqueta y luego cambiarás secretamente. Las otras dos cintas las usarás para preparar la cinta trucada. Para ello solo tienes que cortar una de ellas pasado el centímetro 85 y la otra antes del centímetro 75. Pega entonces el 75 encima del 85 y ahí tienes ya tu cinta trucada y ya puedes hacer el truco si quieres.

Y resulta que estudiando este truco con la cinta de papel y la cinta métrica se me ocurrió que uno podía ir directamente al grano y cortar la cinta métrica. No es una mala idea, me parece. Esto va a ser muy simple ya que usaremos cosas que casi todos ya tenemos en nuestro haber: un f.p. y la habilidad de usarlo. En realidad el truco no ofrece nada nuevo en cuanto a técnica pero el efecto resulta novedoso y debido a que lo que se corta es una cinta métrica, hay un nuevo elemento de misterio que no tiene una cuerda, por ejemplo. Aquí en Panamá puedo comprar muy baratas unas cajas de cintas métricas de plástico flexible.Viene una docena por caja y cada cinta mide 150 centímetros. Usaremos una entera y con la otra haremos el fake el cuál consiste simplemente en un trozo que va desde el centímetro 69 al centímetro 82. El trozo que hemos cortado de la segunda cinta métrica lo doblas por el centímetro 75, es decir, por la mitad y lo metes en un f.p. como muestra el dibujo de la derecha, dejando que sobresalga un poco el centro doblado. Este f.p. lo pones en algún sitio donde lo puedas robar fácilmente. Yo lo tengo cerca de las tijeras, en mi mesa,detrás de algún objeto que ya tengo ahí. Para presentar el truco, entrega la cinta métrica para que alguien la examine y pídele que la doble por la mitad. Dile que es el por el centímetro 75. Toma las tijeras y cálzate secretamente el f.p. en el pulgar derecho. Entrega las tijeras al espectador y toma la cinta doblada con la mano derecha. Pasa la cinta a la izquierda y al dejarla, deja también el f.p. dentro del puño pero al sacar el pulgar, este arrastra hacia afuera el trocito de cinta doblado, quedando entonces todo en la mano como muestra el dibujo de la derecha. El f.p. queda dentro del puño y el centro de la cinta entera queda también junto con el f.p. en el interior del puño.

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Al sacar el trozo de cinta de dentro del f.p. tienes que hacer que salga casi todo menos un centímetro. Toma las tijeras con la mano derecha y pide al espectador que sujete con sus dedos el centímetro 75. Corta cerca de tu mano por el centímetro 71 o por el 80 y al espectador le quedará en la mano un trozo de 10 centímetros que va desde 71 a 80 y a ti la cinta aparentemente cortada, viéndose dos extremos de un centímetro cada uno, por arriba del puño. Pide al espectador que extienda el pedacito que tiene y que compruebe que son diez centímetros. Finalmente le

pides el trozo y lo metes por encima del puño izquierda, en realidad dentro del f.p. y te lo robas al final de la acción. Puedes ir al bolsillo y sacar los "polvos mágicos" y descargar el f.p. Si decides hacer eso tienes que dejar ver vacía la mano en camino al bolsillo. Este sistema es bueno porque al descargar el f.p. quedas limpio y solo tienes ahora que mostrar que la cinta métrica está nuevamente íntegra. Si no quieres descargar con la excusa de los polvos, entonces simplemente te robas el f.p. en el pulgar derecho y tiras con dicha mano de la cinta, sacándola del puño izquierdo y mostrándola entera como al principio.

La Magia Mágica Cómo convertir nuestros trucos en maravillas Las partes anteriores de este ensayo se pueden consultar en las páginas 19, 39, 63, 92, 124 y 146 de El Puerco Sabio. Estudiando los trucos de manera individual veremos que incluso algunos en los que no es aparente la posibilidad de un clímax visual pueden arreglarse de tal manera que se pueda incluir. Veamos un truco de los que llamamos de «mentalismo», un test de libro muy simple el cual voy a usar como ilustración del punto. Este truco ya lo expliqué en El Puerco Sabio correspondiente a Septiembre de 2011, página 189 pero te explicaré nuevamente aquí las partes pertinentes a la exposición que estoy haciendo. Procuro usar en mis explicaciones teóricas trucos que utilizo en mi repertorio pues son los que mejor conozco y puedo hablar de ellos con propiedad. La marcha del juego es como sigue. Del interior de un sobre saco tres libros diferentes y los doy a tres personas distintas para que los revisen y vean que son normales. Recojo los tres libros y los doy a una sola persona junto con el sobre y le digo que de los tres elija uno, lo oculte y los dos restantes los meta en el sobre para que yo no sepa por eliminación cual libro escogió. Como los libros tienen todos cerca de ciento veinte páginas, pido a tres espectadores más que digan cada uno una página en este rango. Supongamos que uno dice 70, otro 101 y el tercero 28. Pido entonces a una cuarta persona que de esas tres páginas elija una y supongamos

que dice 101. Tomo entonces una pizarra y tiza (o una libreta y rotulador) y escribo algo que no muestro al público y habiendo terminado de escribir pido al espectador que tiene el libro elegido que lo abra a la página 101 y que lea en voz alta la primera palabra que aparece en dicha página. El espectador lo hace y supongamos que lee la palabra «avión». --¿La primera palabra de la página elegida libremente en un libro desconocido es barco?, --pregunto y sin esperar la respuesta digo: -Mire lo que yo escribí antes de que usted siquiera abriera el libro, --y diciendo esto giro la pizarra y se ve en ella la palabra «avión». Hecho de esta manera el final arranca una exclamación del público ya que no se ha perdido tiempo entre la lectura de la palabra y el giro de la pizarra y la palabra escrita en la pizarra golpea, de alguna manera, la vista del público. De cierta manera habremos agregado un factor de visualidad al final. En este caso la visualidad o impacto visual lo damos con la manera inmediata en que giramos la pizarra o libreta y el público ve que la palabra escrita es la misma que acaba de leer el espectador. Creo que aquí la actuación o el histrionismo se convierte en nuestro enemigo ya que si en vez de girar inmediatamente la pizarra para que se vea la palabra, o mejor dicho, para que ésta golpee visualmente al público, nos ponemos «actores» y pretendemos de palabra u obra generar suspenso en este punto, los segundos así perdidos comenzarán a contar en nuestra contra. Girando la pizarra sin esperar más tiempo obtendremos la mayoría de las veces una exclamación del público, cosa muy poco

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común tratándose de un truco de tipo intelectual pero aquí vemos entonces que hasta algunos trucos intelectuales pueden realzarse con elementos de impacto visual para magnificar el clímax. Si te preocupa el hecho de que el truco anterior resulte demasiado breve te aviso que mi rutina continúa repitiendo el truco con los mismos libros pero de otra manera. Basta la primera parte de la misma para ilustrar mi punto: que el giro inmediato de la pizarra genera un impacto visual a la vez que intelectual y eso hace que el público reaccione con una exclamación precisamente por lo súbito del impacto. Si quieres ver la rutina completa te refiero nuevamente a El Puerco Sabio de Septiembre 2011, página 189. A continuación viene la explicación de mi sencillo y fácil Test de libro.

MI TEST DE LIBRO La foto de la derecha muestra el tipo de libro que uso en mi “test” o prueba de libro. Se trata de una novela romántica que se puede comprar en kioskos por poco dinero. En la presentación uso tres de ellos aparentemente distintos pero en realidad lo único que es distinto es la portada y la primera página con el título; el resto del libro es igual en los tres. Compra tres de estas novelas que tengan más o menos el mismo número de páginas. Compra además dos duplicados adicionales de una de ellas. A estos dos duplicados les quitarás la portada y la primera página (la que lleva el título).

La última foto de la columna anterior muestra como después de la portada viene la página del título y luego la novela propiamente dicha. El dibujo de la derecha muestra de forma esquemática la portada, la página del título y el grueso del libro. Como ya dije, a los dos duplicados les arrancas la portada y la página de título dejando solamente el grueso del libro. Estas novelas tienen un detalle adicional y es que no tienen el título en ninguna otra parte, a diferencia de algunos libros que repiten éste en la parte superior de todas las página (detalle totalmente idiota.... como si uno se olvidara de repente el libro que está leyendo y necesitara que te pusieran el título en cada una de las páginas). Te dije también que compraras otras dos novelas distintas pero de aproximadamente el mismo número de páginas. A éstas dos les arrancarás con cuidado la portada y la página de título. El grueso de estas novelas lo descartas y pegas en estas portadas los dos gruesos iguales provenientes de los duplicados. El resultado final son tres novelas con distinta portada pero iguales por dentro. Cada una tiene incluso una página de título diferente pero lo que nos interesa que es el grueso, es idéntico en las tres. Lo lindo de todo esto es que aunque alguien leyera alguna página de cualquiera de las novelas no notaría nada raro porque da igual que se llamen “La mujer de su enemigo” o “El hombre equivocado”.... este tipo de “literatura” es muy similar. Preparados los tres libros iguales hay que hacer otra preparación y es una tabla en la que anotarás todas las páginas y la primera palabra de cada una. Una parte de la tabla se ilustra abajo.

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Si la palabra tiene dos letras pongo además la siguiente. Si la palabra está fraccionada pongo entre paréntesis la parte que le falta. La tabla yo la pongo en mi maletín junto con un rotulador de manera que la puedo ver fácilmente cuando voy a buscar es dicho rotulador. La tabla sirve para la primera parte del truco. Posteriormente el truco se repite de una manera mucho más sorprendente, tal como se verá.

Primer efecto Se muestran las tres novelas y se dan a tres personas que estén separadas en el público. Se pide a dichas personas que examinen bien los libros para que vean que son normales y que no tienen páginas duplicadas. Los tres libros se meten en un sobre grande y se dan a una persona a quien también se le da otro sobre vacío. Se gira uno de espaldas al público y se pide a la persona que saque cualquier libro y lo meta en el sobre vacío. Se gira uno nuevamente hacia el público y toma el sobre con las dos novelas descartadas. Es la novela que el espectador ha metido en el segundo sobre la que se usará en la experiencia. Se hace notar al público que uno no sabe cuál es la novela que ha elegido la persona. Se dice al público que las novelas tiene aproximadamente 125 páginas (esto es verdad) y que el texto empieza en la página 3. Se pide entonces a tres personas que diga cada una un número del 3 al 125. Supongamos que las personas digan 35, 109 y 78. Se repiten dichos números en voz alta a medida que los dan los espectadores para que todo el público los oiga y se pide a una cuarta persona que elija uno cualquiera de ellos. Supongamos que dice el 78. Se hace notar al público que de esta manera se ha elegido una página completamente al azar de un libro que solo conoce la persona que tiene el sobre. Elegida la página toma uno una libreta o bloc grande y al ir a buscar el rotulador al maletín, se consulta la tabla y se ve que la palabra que aparece al lado del número 78 es AVIÓN. Dicha palabra la escribe uno en letras grandes en el bloc procurando disfrazar la escritura para que nadie sepa lo que se ha escrito. Se pide ahora a la persona que saque el libro elegido del sobre, lo abra a la página elegida (78) y que ponga su dedo sobre la primera palabra que aparece en dicha página. Le pido a la persona que está a su lado que mire también la palabra (esto se hace como salvaguarda para que a nadie se le ocurra decir otra palabra, cosa que puede ocurrir si una sola persona la mira). Ahora le pido a la primera que lea en voz alta la palabra y que pase el libro a la segunda

para que comprueba. Inmediatamente giro el bloc y se ve que he escrito por adelantado la misma palabra. Sé perfectamente que hay Tests de Libro que son, digamos, «obras maestras» y que este mío tan simple y breve quizás no te llegue a convencer después de su simple lectura. Te diré que a lo mejor tendrás razón pero yo me apoyo mucho en el concepto del Supra-Efecto que ya he discutido anteriormente, es decir que la suma de todos los trucos que hagas en una presentación dan también una impresión al público acerca de tu potencia como mago. El concepto del Supra-Efecto nos dice que cada truco va aportando lo suyo para crear esta impresión final y no importa que este sea breve, directo y simple; lo que importa es que su efecto es sorprendente y visual. Esta impresión queda con el público y se suma a los efectos de tus otros trucos. Esto no quiere decir que tengamos que renunciar a los trucos que podamos considerar «obras maestras», por el contrario, es muy necesario que en tu acto existan algunos de estos que serán los que tu público recordará más que los otros. Ya hablaremos más adelante de esto. La búsqueda de lo visual nos lleva por caminos interesantes. Uno de ellos es la creación del «momento mágico». Muchas veces presentamos nuestros trucos de una manera muy uniforme o más bien usando un ritmo muy parejo sin que haya nada que sobresalga. Esto hace que el momento en que se supone que ocurre la magia pase desaparecibido y el público solo percibe el efecto final. Sería conveniente, desde el punto de vista de la presentación efectiva, que hubiese un «momento» en que se supone que ocurre el «hecho mágico». Dicho «momento» podría no coincidir con el momento en que se hace la «trampa». Para entendernos con un ejemplo vayamos nuevamente a la cartomagia, específicamente al truco de La Carta Ambiciosa donde encontramos una fase muy buena en la cual la carta protagonista se arquea y se mete por el centro. Al cabo de un momento dicha carta arqueada «aparece» arriba del mazo de forma visible. Como sabrás, la «trampa» está hecho de antemano y el «momento mágico» es un agregado pero señala para el público el momento en que ocurre el «hecho mágico». De alguna manera este ejemplo tiene mucho en común con el anterior del Test de Libro: se busca un elemento visual que lleve el clímax de lo meramente intelectual al campo de lo visual con lo que el «hecho mágico» entra por el sentido de la vista sin pasar por el intérprete intelectual de la mente y va a parar al punto del cerebro que genera el asombro automático.

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Hay que notar que la mayor parte de las veces, los magos generamos estos «momentos mágicos» sin darnos cuenta de ello y casi siempre no coinciden con la «trampa» la cual habremos hecho momentos antes. Por ejemplo, cada vez que hacemos un escamoteo de moneda, la trampa está hecha antes pero hacemos pases mágicos sobre la mano que supuestamente contiene la moneda y es en ese momento que se supone que ocurre la magia. Hay más ejemplos, por supuesto, pero ahora que ya estarás pensando en esta línea no te costará nada pensar en varios de ellos. Pero hay otros trucos en los cuales el momento mágico casi que coincide con la «trampa», por ejemplo: estás haciendo los aros chinos y tienes un aro llave en una mano y uno normal en la otra. Los acercas y los enlazas secretamente pero casi al instante los muestras engarzados. Es en el momento de mostrarlos engarzados que tienes que crear el «momento mágico», es decir, hacer como si la magia ocurriera en ese momento. En otras ocasiones el «momento mágico» coincide plenamente con la «trampa» como en el caso de la manipulación de cartas, por ejemplo, en los que la aparición de ellas coincide exactamente con el pase secreto que hace posible la tal aparición. Sin embargo la mayor parte de los trucos de magia entra en la categoría inicial: la «trampa» no coincide con el «momento mágico» y eso a veces hace que el mago pase por alto crear o remarcar el momento mágico con la suficiente fuerza como para hacer que genere la mayor cantidad de asombro posible. Un truco ideal para demostrar esta idea es el de los Vasos Antigrávicos que ya expliqué en mi revista El Puerco Sabio y que voy a volver a explicar aquí junto con algunas consideraciones nuevas. Este truco es ideal para explicar la idea de los «momentos mágicos» porque es un truco atípico, es decir, no es el tipo de truco que los magos solemos presentar. A muchos les parece que no tiene final que es lo mismo que decir que no tiene un «momento mágico» apreciable pero eso lo vamos a resolver, según verás a continuación. El truco que usaré de ejemplo es uno de mis favoritos y lo publiqué ya en El Puerco Sabio de abril de 2011, página 21. Lo uso de ejemplo por la misma razón que usé el del Test de libro: es también un truco de mi repertorio y por tanto puedo hablar de él porque lo conozco bien. Para beneficio de quienes no tengan los números anteriores de El Puerco Sabio repetiré aquí la explicación del truco.

Los Vasos Antigrávicos Muy niño vi un anuncio en una revista estadounidense. El anuncio era de magia y venían ilustrados varios trucos que uno podía comprar por correo. Nunca pude

comprar ninguno de ellos pero me impresionó mucho el dibujo de un efecto en que dos vasos se ponían boca abajo sobre un libro y luego éste se giraba y los vasos quedaban suspendidos mágicamente y no caían al suelo. Por una casualidad compré, poco tiempo después, el libro Trucos Mágicos de John Scarne y en él, para mi agrado, venía explicado el truco cuya descripción en aquel anuncio tanto me había impactado. Solo de acordarme me viene a la memoria el olor de aquel libro que fue uno de mis primeros y en el cual aprendí mucho. El dibujo que acompañaba la explicación de Scarne lo pongo abajo.

La figura 1 muestra el gimmick el cual consiste en dos cuentas esféricas unidas por un cordel pero no nos adelantemos. Tendría yo unos diecisiete años cuando adquirí la serie Routined Manipulation de Lewis Ganson. El el último libro de esa trilogía había un capítulo entero dedicado a variantes de este truco, varias usando tres vasos los cuales se ponían en diversas posiciones, no ya en un libro sino sobre una bandeja, una placa de plástico transparente o un periódico doblado. Esta última versión (la del periódico y tres vasos) fue la que finalmente adopté para mi repertorio y figuró en mi primera actuación profesional. Sin embargo el truco no tenía sobre el público el efecto que yo pensaba que debería tener y por ello al poco tiempo lo saqué del repertorio. Quizás estaba yo muy verde todavía. Unos años más tarde aprendí otra variante, esta vez con cuatro vasos, uno de ellos trucado con un cordel de nylon. Esta versión la he explicado en mi libro Repertorio Mágico y puedo afirmar que resulta ante el público pero por algún motivo no terminaba de gustarme.

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Nada es estático en esta vida y las ideas de uno son una de las cosas que más cambian (o debieran cambiar) y hace unos pocos años se me metió en la cabeza la idea de ir a la raíz de los trucos y de probar primero las versiones originales de ellos antes que las variantes posteriores y me acordé inmediatamente del truco de los vasos tal como aparecía en el libro de Scarne y decidí probarla. Ahora ya sabía varias cosas del truco por ejemplo que es de origen japonés y que al parecer quien lo enseño en Occidente fue Ten Kai y su explicación apareció publicada en la revista Genii por los años cuarenta. Entonces varios magos adoptaron el truco y también se puso a la venta. También sabía ya que el gimmick original de cuentas y cordel había sido reemplazado por uno de metal, mucho más seguro de manejar. Sabiendo lo anterior y con nuevas ganas me puse manos a la obra y preparé el material del truco. Lo primero que hice fue preparar un gimmick de metal el cual se muestra en las imágenes inferiores. 10mm 7mm

El grosor del metal es casi 1 mm. La anchura del gimmick es de 7 mm y los dientes sobresalen 10 mm. La distancia entre un diente y otro varía de acuerdo al grosor del pulgar del mago teniendo en cuenta además el grosor de los dos vasos según muestra el dibujo de la derecha. Una vez fabricado el gimmick necesitas un pañuelo. El que yo uso es de algodón blanco y lo más importante es que tenga un dobladillo del ancho suficiente para poder meter el gimmick. La primera foto de la siguiente columna muestra sombreada la posición en que va el gimmick en el interior del dobladillo. He puesto un gimmick suelto afuera para que se aprecie mejor el detalle. En la siguiente foto vemos el pañuelo doblado y se ve claramente un detalle importante que incorporé y es una

flecha en una de sus puntas la cual señala hacia donde está el gimmick. Así cuando se está actuando no hay temor de confundirse en cuanto a su posición ya que la flecha señala claramente hacia donde está. El libro que uso es de tapa dura y mide 11.5 cm por 18 cm y 1.5 cm de espesor. El libro que uses no tiene que ser exactamente de estas medidas pero sí es conveniente que sea lo más aproximado posible. En cuanto a los vasos, éstos TIENEN que ser de vidrio si quieres que el truco sea lo más efectivo posible. No será lo mismo si usas vasos de plástico. Para protegerlos en la maleta hice una bolsa de tela gruesa para cada uno y procuro ponerlos por separado en la maleta para que no choquen entre sí pero también puedes usar dos calcetines. Las medidas de mis vasos son 11 cm de altura y 7 cm de diámetro en la boca. Nuevamente digo que no es preciso que tus vasos sean de estas medidas exactas pero sí que se aproximen. Aparte de lo anterior necesitas un par de pañuelos de seda los cuales irán metidos uno en cada vaso quedando una punta de ambos afuera de su respectivo vaso. Para presentar el truco muestra primero los vasos, saca los pañuelos y da los vasos a examinar. Vuelve a meter cada pañuelo en su vaso dejando una punta afuera tal como estaban antes. Deja los vasos con dos personas del público y toma el libro y el pañuelo blanco doblado. Ponte el pañuelo bajo el brazo y muestra el libro pasando sus hojas frente al público para que vean que es un libro totalmente normal. Toma el pañuelo doblado de bajo el brazo y mete el libro bajo el otro brazo. Agarra la punta con la flecha y deja que el pañuelo se desdoble. Toma una punta adyacente y muestra el pañuelo por ambos lados. Quiero hacerte aquí la advertencia de que no tienes que apresurarte en mostrar el pañuelo solo porque éste esté trucado. Hazlo

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con toda tranquilidad y sin sentir culpa alguna. Cuando lo muestres por ambos lados di aquello de «nada por aquí, nada por allá» y verás como el público no le presta la más mínima atención y lo acepta como un simple pañuelo. Dobla el pañuelo en dos de la foma que muestra el primer dibujo inferior y vuelve a doblarlo en dos como muestra el segundo. El resultado será una banda larga con el gimmick cubierto por un lado por dos dobleces y por el otro por uno. Fíjate bien que el primer doblez no es exactamente por la mitad sino un poco menos para asegurate de que al gimmick le quede por lo menos un doblez del pañuelo por delante.

El pañuelo doblado en banda lo pones ahora sobre la mano izquierda de manera que el gimmick quede a caballo sobre la última falange del dedo medio. El pulgar izquierdo se posa sobre el gimmick por arriba del pañuelo tal como muestra la foto.

Toma los extremos colgantes del pañuelo y dóblalos, cada uno por su lado, sobre el libro. Cierra la tapa aprisionando así el pañuelo y gira el libro llevando hacia arriba el lado del libro por donde pasa el pañuelo por fuera y donde el gimmick habrá quedado centrado y hacia ti. La foto siguiente muestra el libro ya dado vuelta y listo para ponerle los vasos encima.

Yo en este punto y si tengo el público cerca, le pido a alguien que pase la mano por encima del pañuelo doblado. Claro que pongo mi mano libre sobre el gimmick para que no lo vaya a tocar accidentalmente. No hay que temer hacer esto ya que el público, curiosamente, si uno muestra soltura y despreocupación asumirán que no hay trampa y pasarán la mano solo por cumplir con la petición sin poner empeño alguno en tratar de descubrir nada. Pruébalo y verás. Hecho lo anterior recupera los vasos de mano del público y ponlos boca abajo sobre el libro de manera que un diente del gimmick entre en cada uno de ellos tal como muestra el siguiente dibujo.

Ahora pones el libro sobre el pañuelo con su lomo hacia el público y abres la tapa según la foto siguiente.

La colocación de los vasos la hago teniendo el libro sujeto con la mano izquierda. Entonces la derecha lo toma por atrás metiendo el pulgar entre ambos vasos pero sin apretar todavía a fondo. La mano izquierda se aparta y pone dos de sus dedos sobre los vasos sujetándolos bien contra el libro y es en este momento que el pulgar derecho aprieta hacia abajo hasta hacer contacto con el libro

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y aprisionando los vasos contra los dientes del gimmick. La foto inferior muestra este momento. He omitido la mano izquierda pero en la práctica dos de sus dedos presionan los vasos contra el libro, como ya quedó dicho.

mostrarle este ángulo al público para no darle que pensar. Es mejor presentarle el aparato en un ángulo más bajo tal como muestra la foto que encabeza este artículo. Ahora viene un detalle que deja al público muy perplejo. Dices: --Y los vasos no están pegados. Si estuvieran pegados yo no podría sacar estos pañuelos de su interior sin que nada obstruya su salida, --y lo que haces es tirar de las puntas de ambos pañuelos una por una, sacándolos completamente de los vasos. Este es el segundo «momento mágico». Cuando lo hago digo: --Vean como el pañuelo sale sin ningún obstáculo. Los vasos no están pegados. Están sujetos mágicamente por una fuerza enigmática y misteriosa. Para terminar me acerco a una tercera persona y le pido que agarre en vaso con cada mano. Cuando los tiene bien sujetos suelto el libro y separo la mano dejándolo sobre los dos vasos que ahora sujeta el espectador. Entonces levanto lentamente el libro y digo: --Y como ven, estos vasos jamás han estado pegados al libro. --Y este es el tercer «momento mágico». Recupero finalmente los vasos y dejo todo aparte.

Con la izquierda todavía sujetando los vasos en su sitio, la muñeca derecha gira hacia la izquierda poniendo los vasos paralelos con el suelo y lentamente entonces se retira la mano izquierda quedando los vasos adherido al libro. En este punto hago una pausa dejando los vasos horizontales (paralelos al suelo). Este es el primer «momento mágico» y asombra al público. La mano derecha entonces termina de girar poniendo los vasos al revés sin que caigan según muestra la foto siguiente.

Es importante que cada «momento mágico» lo sepas «vender», ejecutándolo de manera misteriosa y efectiva. No es lo mismo girar los vasos como si no estuvieras haciendo nada, sacar los pañuelos sin darle importancia al asunto y al final separar el libro de los vasos como si no fuera importante. Cada uno de estos puntos hay que «venderlo» para que sea efectivo. No te puedo explicar aquí las acciones precisas para hacer resaltar cada uno de estos momentos ya que los gestos serán particulares a cada cual pero lo que sí te digo es que teniendo conciencia de que estos puntos o momentos son los que te conviene resaltar, entonces los gestos o posturas o pausas dramáticas o lo que sea, te saldrán automáticamente. Es importante que estudies cada truco que presentes y le busques a cada uno el punto o los puntos de su ejecución donde te conviene hacer un «momento mágico» para hacer con tu arte que dichos trucos sean mucho más efectivos y asombrosos.

Esta foto está tomada de abajo hacia arriba para mostrar el pulgar entre los dos vasos pero no es muy conveniente

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Lo que dice el puerco El mes pasado ha sido un poco movido en cuanto a trabajo y eso es bueno ya que aquí en Panamá el asunto artístico está muy parado. En el campo de la magia, la situación la empeora una cierta cantidad de colegas que venden su acto a muy bajo precio y perjudican a los demás. Si me guío por lo que leo en las redes sociales mágicas locales, son muchos los agraviados y es una situación realmente lamentable. Sin embargo, como dije al principio, el mes pasado no ha sido malo para mí ya que he tenido una pasable cantidad de presentaciones. Además, mi excelente amigo y suscriptor, el mago mexicano Joaquín Kotkin, el mago de la media barba, me pasó un contrato excelente para ir a trabajar a Nassau, Bahamas, por tres días en una convención de la empresa FedEx. El trabajo fue duro pero muy bien pagado y además contrataron también a mi mujer que es actriz. Tuvimos al final un día libre para conocer un poco Nassau ya que estábamos ahí y solo habíamos visto el hotel de la convención. El caso es que este sitio es carísimo y el centro de la ciudad, llamado "Downtown" es como una gigantesca trampa para turistas. Sin embargo, fue una excelente experiencia y ya puedo decir que conocí Bahamas, aunque fuera un solo día. Del suscriptor Luís Neila recibo una petición. Quiere que aclare las diferentes etapas de El Puerco Sabio. Este es un tema un tanto confuso, debido precisamente a que la revista no se ha publicado de un tirón sino de manera intermitente. Hay además confusión en cuanto a las fechas de ciertos números y la verdad es que ni yo las recuerdo. Esta confusión en cuanto a fechas se debe a los retrasos en los que incurrí en épocas anteriores, cosa que estoy intentando que no ocurra esta vez y por eso intento mandar el número de cada mes durante el mes anterior para que en el caso de que me tarde un poco, como ocurre con este número, todavía cuando lo mande esté dentro de su mes correspondiente. Bueno, para todos los interesados voy a tratar de explicar el tema de las distintas épocas de El Puerco Sabio lo

mejor que pueda. La primera época sería de 1988 a 1991, cinco años publicados en España. Cesé la publicación porque me comenzó a salir mucho trabajo actuando, televisión, etcétera. Santiago Nemirovski de Argentina pero residente en Colombia en la época me compró la revista y la comenzó a publicar él. Esto lo cuento como la segunda época aunque no la publicara yo. Al final tuve problemas con Santiago y volví a publicar la revista, esta vez con el título "El nuevo Puerco Sabio", comenzando en Septiembre de 1994 y terminando en 1998. Este año lo sé aunque no consta en la revista (por los retrasos que ya mencioné) porque fue en 1998 que dejé España y volví a Panamá. Esta sería la tercera época. La cuarta época la publiqué en Panamá y el formato fue diferente: la mitad de las dimensiones de las épocas anteriores. También fue bimensual. Empezó esta época con el número de marzo-abril 2004 y constó de seis números (un año) terminando con el número de mayo 2005. La quinta época empezó en enero de 2011 y terminó con el número correspondiente a diciembre 2012 pero los últimos números salieron con mucho retraso por lo que la fecha que aparece en cada uno no se corresponde con la fecha en que en realidad salieron. Esta quinta época se publicó también en Panamá. Y así llegamos a la época actual que es la sexta y comenzó en enero de este año. Hace unos años comencé a publicar los números anteriores en recopilaciones y en vez de usar las épocas, he usado números de volumen. Se han publicado el volumen 2 y el volumen 3. El volumen 1 no se publica todavía porque lo estoy digitalizando y es un trabajo muy laborioso. El volumen dos incluye la tercera y cuarta época y el volumen tres, la quinta. El volumen 1 incluirá, como es lógico, la primera época. La segunda época no la publicaré ya que, como dije, no la cuento ya que no la publiqué yo y no la considero parte de El Puerco Sabio. En cuanto a la época actual (sexta), esta comprenderá varios volúmenes anuales... para enredar más las cosas.

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