Sapo en Buenos Aires

SAPO EN BUENOS AIRES Un sapo llegó e BS AS, miraba y sentía todo con ojos de sapo. Decidió volver a su lugar e origen, s

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SAPO EN BUENOS AIRES Un sapo llegó e BS AS, miraba y sentía todo con ojos de sapo. Decidió volver a su lugar e origen, sin olvidarse de sacar lengua a la ciudad que había conocido. Cuando llegó al monte con su boca de sapo contó todo lo vivido, menos que una lágrima se le escapó al marcharse de BS AS. GUSTOS SON GUSTOS Todos estaban reunidos: el yuckán, jacarandá, quebracho colorado, chañar, palmeras y mistol y la lapacho era una fiesta de flores rosadas. Los pájaros cantaban sobre un algarrobo muy grande, junto al río de aguas marrones, con la compañía del mono coaquí, quirquincho, oso hormiguero, pequeño tapir, corzuela, iguana y muchos más. Un piojo saltaba en la cabeza del ñandú. De pronto el piojo pegó un grito, que fue conocido como el monte del Sapucai del Piojo, al ver al sapo. Todos corrieron a interrogarlo sobre Buenos Aires. Y allí comenzó su historia, como hizo para irse, también que conoció al río Bermejo que es el más ancho del mundo y que lo usaban para tirar basura. Contó que la gente conocía muchos animales pero de otro lado: hipopótamos, cabras, elefantes, jirafas, ardillas..Desilusionó a sus amigos cuando le contó que ellos no eran conocidos ni queridos. Les habló sobre las prohibiciones que era muchas y que si no obedecían a las mismas las policía los controlaba. UNA CARA MUY FEA El piojo moría de curiosidad por saber más de aquella ciudad y daba grandes saltos mortales sobre la cabeza del ñandú para ordenar sus ideas. Cuando ve a don sapo comienza a interrogarlo sobre las características de la gente de la ciudad.. Don sapo le dice que eran feos, porque se tapaban todos con ropa de colores, menos la cara. Además les dijo que para vestirse debían trabajar toda la vida y que usaban diferentes ropas durante el día, la noche y ocasiones especiales. Pero que a pesar de ello eran felices. La garza intrigada preguntaba por qué se tapaban la cara sino era tan fea, don sapo le cuenta que las mujeres se pintaban de todos colores la cara y que tenían un agujerito en las orejas donde se colgaban piedritas de colores. El monito no le cree que se agujereaban las orejas y que tenían piedritas colgando, el sapo no le hace caso y se pega una zambullida en el río. Todos los bichos se quedan pensativos y al final comienza el mono diciendo que todo es mentira y así lo hace también el tapir y el piojo, aludiendo que merecía un premio la imaginación de don sapo. UNA PIEDRA MUY GRANDE Una tarde lluviosa, en el monte, con olor a tierra mojada, el piojo, la garza blanca y el quirquincho quisieron saber si en BS AS tenían buena tierra y les gustabas el olor a tierra mojada. Don sapo los sorprendió diciéndoles que allá no tenían tierra porque las cosas eran diferentes. Había una piedra muy grande y chata que tapa todo el suelo, les causa placer hacer grandes pozos y ahí debajo de la tierra hay tierra., la sacan y amontonan para luego volverla a meter al pozo y taparla con la piedra Y así lo hacen con varios pozos. El piojo no entendía las leyes de esa gente y todo el trabajo que se tomaban. Era mejor vivir en el monte.,

INTERMEDIO EN SOLFA El sol quemaba el monte. El algarrobo, con su sombra brindaba efugio a los animales. El sapo que estaba metido en el agua hablaba solo imaginando qué les podía contar sobre la ciudad. Buscó al yacaré para que lo interrogara sobre lo que quisiera saber sobre la gran ciudad, éste inmediatamente le preguntó sobre la vestimenta, la música, que tomaban, los juegos. Pero las respuestas que escuchaba n o las entendía y pensó que don sapo era un verdadero mentirosos. LAS REGLAS DEL JUEGO Los animales se entretenía de diversas formas: los monitos saltaban, el coatí trepaba el algarrobo, el yacaré asomaba los ojos a ras del agua, el pájaro carpintero golpeaba con su pico un tronco., el piojo daba saltos morales en la cabeza del ñandú y las mariposas se amaban en el aire. De pronto el sapo dijo voz alta lo organizado que eran los juegos de la gente de Bs As. Todos los animales dejaron de hacer sus recreaciones para preguntarle de qué se trataban esos juegos. El sapo que se trataba de elecciones, un juego imaginativo donde la gente vota y gana el que tiene más votos. Lo triste es que el que gana no está por mucho tiempo ya que vienen los militares y los echan. El sapo de sólo contarlo le daba miedo, lo que sí advirtió que mucha gente no quedaba conforme y había protestas para cambiar la situación. CRUEL HISTORIA DE UN POBRE LOBO HAMBRIENTO El piojo quiso saber si a la gente de la ciudad le gustaban los cuentos. El sapo dijo que sí y les contó el de Caperucita Roja utilizan en lugar del voseo el “tú” y “vosotros” . Los animales se molestaron por esa forma de hablar, el sapo les aclaró que así estaba escrito en los libros, pero que la gente no hablaba así. A medida que transcurría el cuento los animales se entusiasmaban, el yaguareté se relamía. Al finalizar el cuento se sintieron identificados con el hambre del lobo y consideraron crueles a las personas que escribieron tan malvado cuento. Pero aunque no los culpaban le pidieron al sapo que les contra otro cuento donde estuviera el “tú”.

SAPO EN BUENOS AIRES CARACTERÍSTICAS Inquieto-observador- sentimentalapreciado-viajero-sabiondo-cuentista MONTE

Árboles grandes y hermosos-algarrobo grande lleno de pájaros con vainas amarillas colgando de las ramas por el suelo- río de aguas marrones-ardiente-

5- El autor realiza una crítica a la dictadura militar ocurrida en nuestro país en 1976. Se refiere a que los golpes de estado no permiten tener un gobierno democrático elegido por el propio pueblo.

6-El interior lleva una vida tranquila, apacible y en Bs As. la vida es agitada llena de sobresaltos. La gente del interior es sencilla en su forma de ser, de vestir y en la ciudad ocurre todo lo contrario. Los medios de transporte son totalmente distintos.. Fragmento: “no se puede querer lo que no se conoce” 7-Los animales se identifican con el lobo al expresar: “Yo digo pobre lobo, con tanta hambre.”El yaguareté se relamió diciendo “pienso en esa niñita, tan tiernita”. “No, no, pobre lobo. El hambre que tendría para comer tan apurado” “No se puede jugar con el hambre de un pobre animal.”.