Roma en 1300 (Historia National Geographic)

ROMA EN LA EDAD MEDIA Este fresco que decora el palacio Ducal de Mantua representa la ciudad de Roma en el medievo. Las

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ROMA EN LA EDAD MEDIA

Este fresco que decora el palacio Ducal de Mantua representa la ciudad de Roma en el medievo. Las murallas rodean las iglesias que convirtieron la ciudad en el corazón del cristianismo, y las ruinas de los antiguos monumentos. SCALA, FIRENZE

P E R E G R I N O S E N L A C I U DA D S A N TA

ROMA EN EL El Jubileo anunciado por Bonifacio VIII en 1300 atrajo a la capital de la cristiandad

GIORGIO PIRAZZINI

AÑO un aluvión de romeros en busca del poder sanador de las reliquias

EL PAPA BONIFACIO VIII

SCALA, FIRENZE

A

sombrosa debía de parecerle Roma a un peregrino del norte de Europa que llegase a la ciudad por la vía Flaminia o por la vía Francígena con ocasión del primer jubileo de la historia, convocado por Bonifacio VIII en 1300. La vista desde las colinas romanas se abría sobre un río de viajeros que convergían en fila hacia una ciudad gigantesca rodeada por una alta muralla, plantada en el centro de una campiña árida y de pastos secos. Dentro sobresalían árboles y bosques intercalados con palacios y monumentos recubiertos de vegetación, con un fascinante skyline de centenares de torres construidas entre los siglos XII y XIII por las familias más ricas.

La mayoría de «romeros», como se llamaba a los peregrinos y las peregrinas (por lo menos un tercio eran mujeres), viajaban a pie; los más ricos iban a caballo, y las familias, en carros cargados de equipaje. Accedían a la ciudad por la puerta Pinciana, en medio de un mar de gentes y lenguas diferentes, como describen los cronistas y como atestiguan las monedas extranjeras dejadas como ofrenda en los lugares sagrados. Una vez traspasado el monte Pincio se percataban de que Roma, aun desolada y decaída, era todavía imponente, tanto como para infundir desconcierto. Los jardines de la época clásica se habían transformado en pastos y viñas pertenecientes a unas pocas familias que habían construido sus viviendas

1300 LOS JUBILEOS EN ROMA

Desde el balcón de su palacio en Letrán, el pontífice bendice a los peregrinos durante el primer Jubileo de Roma. Fresco en la basílica de San Juan de Letrán, Roma.

1347

1389

BONIFACIO VIII convoca

CLEMENTE VI convoca el

URBANO VI proclama el

el primer Año Santo. Los peregrinos deben visitar varias basílicas en Roma durante 15 o 30 días. Se establece que los jubileos serán cada cien años.

segundo Año Santo para 1350, antes de los cien años. Responde a una petición de la ciudad de Roma, asolada por la peste. El plazo será de 50 años.

tercer Jubileo para 1390, diez años antes de la fecha prevista. Se establece un nuevo plazo de 33 años, en recuerdo de la edad de Cristo cuando murió.

LA TORRE DE LAS MILICIAS

Tras el mercado de Trajano, en Roma, se alza esta antigua torre, construida en el siglo XII y que fue adquirida por la poderosa familia Gaetani, a la que pertenecía el papa Bonifacio VIII. En 1348, un fuerte terremoto causó el derrumbe del piso superior y dejó el edificio algo inclinado. ANNA SERRANO / FOTOTECA 9X12

1423 MARTÍN V, cuya elección en

1417 había puesto fin al Cisma de Occidente, devuelve el papado a Roma y agota el plazo de 33 años para convocar un nuevo Jubileo.

EL JUBILEO, UN AÑO PARA PERDONAR LOS PECADOS SELLO DEL PAPA BONIFACIO

LA TARDE DEL 1 DE ENERO del año 1300, una u

Anverso y reverso del sello papal de Bonifacio VIII, que ejerció el pontificado desde 1295 hasta 1303. Centro Histórico de los Archivos Nacionales, París.

BRIDGEMAN / ACI

utilizando como cimientos los antiguos edificiosromanos,comoerahabitualdesdehacía siglos. En el siglo X, por ejemplo, la familia Colonna transformó el mausoleo de Augusto en una fortificación.

De San Pedro al albergue Para llegar a la basílica de San Pedro bastaba seguirala riadade gente,yelpoetaDante,que en un pasaje del Infierno incluyó un detalle de esos días, podía surgir de alguna esquina. Al describir la procesión de dos filas de pecap , dores q que marchaban en sentidos opuestos, paraba a la multitud que durante la comp el Jubileo recorría el puente del castillo de Sant’Angelo, en tan gran número bía obligado a las autoridades que hab a establlecer un doble sentimarcha para evitar do de m emboteellamientos. Delante de los peos se perfiregrino laba estta fortaleza, dad de la fapropied Orsini, que milia O LAS CADENA AS DE SAN PEDRO EXPUESTAS EEN LA IGLESIA DE SAN PIETRO IN VINCOLI. ALAMY / ACI

Esta acuarela del siglo XVII reproduce el fresco de la basílica de Letrán, con Bonifacio VIII bendiciendo al pueblo tras ser elegido papa.

en su origen fue el mausoleo del emperador Adriano y desde hacía varios siglos semejaba un gigantesco torreón fortificado. Finalmente, se llegaba a la basílica de San Pedro, que seguía siendo la misma que mil años atrás,cuando la construyó el emperador Constantino, y que sería desmantelada para dejar sitio a la actual, consagrada en 1626. Era una basílica clásica, compuesta de cinco naves, con un amplio cuadripórtico en la fachada. Los peregrinos se ponían en fila para admirar las reliquias allí conservadas, en esp pecial la Verónica: la tela en la q que había quedado impreso el rostro de Jesús desspués de que una mujer se lo hubiese secado o, mientras sangraba, cuando subía haciaa el Calvario (de la Sábana Santa con nservada en Turín se empezaráá a hablar unos decenios máás tarde). Llegar a Rom ma, pues, significabaa encontrarse caraa a cara con el Redeentor. Fuera eesperaban, reunidos, los hoteleros, que trataban de ccapturar a los pereegrinos.

SCALA, FIRENZE

/A B

EL PRIMER JUBILEO

O

multitud invadió la basílica de San Pedro después de que se corriese la voz de que se concedería un «perdón» extraordinario po or los pecados antes de medianoche. El moviimiento popular creció por el convencimientto de que la indulgencia duraría todos los días de aquel año, provocando, así, afluencias réccord d en las semanas siguientes. Bonifacio VIII secundó los acontecimientos y el 22 de febrero de 13 300 promulgó la apertura del primer Año San nto, ell primerJubileo,adelantandosucomienzoaal24 dediciembrede1299:concedíalaindulgencia plenaria a todos los romanos que visitaseen las basílicas de San Pedro y de San Pablo duanrante treinta días –o a los peregrinos, dura or el te quince días–. La noticia se difundió po mundo cristiano en pocas semanas.

Santa Inés Extramuros ra

COLISEO

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CARTOGRAFÍA: EOSGIS.COM

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IGLESIAS, BASÍLICAS Y RELIQUIAS: EL ITINERARIO DE UN PEREGRINO EN ROMA uando el papa Bonifacio VIII proclamó el primer Jubileo en el año 1300 y ofreció la indulgencia plenaria a todo aquel que acudiese en peregrinación a la ciudad y visitase, al menos, las basílicas de San Pedro y de San Pablo Extramuros, se produjo una auténtica avalancha de peregrinos deseosos de lograr el perdón de sus pecados. Muchas de las más de 900 iglesias que se alzan en Roma – algunas de las cuales se muestran en el mapa sobre estas líneas– atesoran entre sus muros valiosas reliquias, ante

S n Pab o E

amu murros

las que los peregrinos acudían a rezar. Tras orar ante la tumba de san Pedro, en la basílica homónima, el peregrino se dirigía a San Pablo Extramuros, donde veneraba las cadenas que aprisionaron el cuerpo de este santo antes de su ejecución. Pero el devoto podía encontrar muchas más reliquias de santos y mártires en otras iglesias y basílicas de la ciudad. En San Juan de Letrán, por ejemplo, aún se guardan algunas de las más valiosas, como los relicarios que contuvieron las cabezas de san Pedro y san Pablo, los restos de la Escalera

UERTA TA L LAT T TINA

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Santa, el Santo Cordón Umbilical y madera de la mesa de la Útima Cena. En Santa María la Mayor se encuentran reliquias del Santo Pesebre y de la Vera Cruz. En San Silvestro in Capite se conserva un fragmento de la cabeza de san Juan Bautista. En San Pietro in Vincoli pueden venerarse las cadenas de san Pedro y en Santa Maria in Cosmedin se conserva un relicario con el cráneo de tiáán san Valentín. Algunas de estas iglesias son auténticas joyas artísticas, como las de Santa María y Santa Cecilia en el Trastévere, cuyos ábsides están decorados con hermosos mosaicos de inspiración bizantina de los siglos XII y XIII. Todo ello contribuyó a que Roma se consolidase como la Nueva Jerusalén y se convirtiese en el principal centro de peregrinación de la cristiandad tras la pérdida de Tierra Santa.

REZANDO ANTE LAS RELIQUIAS

Un nutrido grupo de peregrinos, algunos de ellos enfermos, acuden a venerar la tumba de san Sebastián en Roma. Óleo por Josse Lieferinxe. Siglo XV. SCALA, FIRENZE

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DE TEATRO A CASTILLO il años después del fin de la época clásica, Roma había cambiado radicalmente de aspecto, pero aun así las trazas de la antigua ciudad seguían siendo visibles. Así puede comprobarse en esta reconstrucción de un barrio romano hacia 1300. La zona corresponde a un área del antiguo Campo de Marte, donde se alzaba el teatro de Balbo. Con el paso del tiempo, en sus gradas se habían construido viviendas particulares 1. Tras la escena había un recinto cuadrangular 2 que en la Antigüedad fue un criptopórtico donde el

público se reunía en las pausas entre los espectáculos. Desde el siglo IX el teatro y el pórtico se convirtieron en una fortaleza, el Castrum Aureum, que albergó residencias de familias importantes, así como un convento y una iglesia. En el extremo derecho de la ilustración se percibe la silueta rectangular 3 de otro espacio de la antigua Roma: el templo de las Ninfas, rodeado por un pórtico. Entre medio discurre la Via delle Botteghe Oscure 4, llamada así por las tiendas y talleres poco iluminados que surgieron bajo los arcos del teatro de Balbo.

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© 2001 MINISTERO PER I BENI E LE ATTIVITÀ CULTURALI, SOPRINTENDENZA ARCHEOLOGICA DI ROMA. REALIZACIÓN EDITORIAL DE ELECTA, MILÁN. ELEMOND EDITORI ASSOCIATI. SUPERVISIÓN CIENTÍFICA: MIRELLA SERLORENZI, DANIELE MANACORDA. ILUSTRACIÓN: INKLINK

ANUNCIACIÓN. MOSAICO POR PIETRO CAVALLINI. SIGLO XIII. SANTA MARÍA DEL TRASTÉVERE, ROMA.

SCALA, FIRENZE

En efecto, una vez terminada la visita sagrada era necesario encontrar alojamiento antes del anochecer, pues las tinieblas escondían peligros y bandidos.Albergues y posadas habían surgido por doquier. «Los romanos, todos, se habían convertido en hoteleros», anotó el cronista Matteo Villani al escribir sobre el siguiente jubileo, de 1350. Se conocen muchos nombres de albergues que ofrecían comidayalojamientoengrandes dormitorios. En la zona de Campo dei Fiori, el problema sólo era la elección: la posada de la Campana o de la Corona, el hostal del Caballo o del León, entre otros. Muchos debían de estar gestionados por mujeres.Entre las clasesmásacomodadas,pero también entre las familias más modestas de mercaderes, las mujeres sabían leer y hacer cuentas, cualidades indispensables para llevar los asuntos familiares cuando los hombres se au-

sentaban por negocios o por la guerra.Los peregrinos más pobres debían contentarse con camas improvisadas en pobres y sucias casas privadas, en un torbellino de idas y venidas gestionado por posaderos sin escrúpulos, de los que Buccio di Ranallo dirá que «se presentaban como ángeles y luego eran perros».

Jungla urbana Porlamañana,losperegrinospodíanempezar, más tranquilos,la visita de esa Roma extraordinariadelaquetantohabíanoídohablar.Una vez salían del hostal,se sentían invadidos por los olores y los ruidos de la ciudad; sonidos de animales, chirriar de carros, pisadas de caballos, toques de campanas y gritos de los mercaderes,querivalizabanconlosdelospregoneros del ayuntamiento. Por todas partes había cerdos, los omnívoros barrenderos de las ciudades medievales. Era fácil perderse; las rectas y lisas calles de la Roma clásica, descuidadas desde hacía siglos,se habían convertido en callejas y senderos de piedras sueltas.La vegetación crecía sinfrenopordoquier,enplenoabandono.Con frecuencia,las ruinas clásicas habían quedado

CRISTO CRUCIFICADO. SIGLO XIII. PROCEDENTE DE LA IGLESIA DE SANTO TOMÁS DE CENCI, ROMA.

DEA / ALBUM

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IGLESIAS Y FACTORÍAS n esta reconstrucción se ofrece una visión más cercana de un punto del Castrum Aureum, el recinto fortificado que surgió en la Edad Media sobre las ruinas del antiguo teatro de Balbo y su criptopórtico. Vemos la vía que separaba el teatro propiamente dicho del espacio cuadrangular porticado que existió en la Antigüedad. En este último se construyó la iglesia de Santa

Maria Dominae Rosae 1, quizá fundada por una dama llamada Rosa, de la que no se tiene más información. Más tarde, la iglesia quedó en ruinas y se reconstruyó en el siglo XVI bajo el nombre de Santa Caterina dei Funari, denominación ésta que alude a los funari o cordeleros que durante la Edad Media se concentraron en esa zona. La iglesia contaba con un campanario y servía a un convento. En la zona tam-

bién había hornos para fabricar cal, o caleras 2, que se seguían alimentando con materiales constructivos de la antigua Roma, puesto que la cal se obtiene quemando piedra caliza. Hoy, el Museo de la Crypta Balbi (integrado en el Museo Nacional Romano) permite contemplar la evolución de este recinto desde la Antigüedad. © 2001 MINISTERO PER I BENI E LE ATTIVITÀ CULTURALI, SOPRINTENDENZA ARCHEOLOGICA DI ROMA. REALIZACIÓN EDITORIAL DE ELECTA, MILÁN. ELEMOND EDITORI ASSOCIATI. SUPERVISIÓN CIENTÍFICA: MIRELLA SERLORENZI, DANIELE MANACORDA. ILUSTRACIÓN: INKLINK

LAS MEJORES GUÍAS PARA VISITAR LA CIUDAD ROMA , UN MICROCOSMOS

CÓMO ELEGÍAN qué visitar los peregrinos p g en una ciudad tan grande g y

Las principales atracciones de la Roma del siglo XV aparecen en esta miniatura del libro de horas del duque de Berry. Museo Condé, Chantilly.

día del tipo de guía que llevaban. Las Mirabilia vacía como Roma depend Urbis eran parecidas a las guías turísticas actuales y contenían una lista de lugares sagrados y mon numentos de la Roma clásica, posiblemente en clave cristiana, perotambiéninformación sobrecalles, detenerse mercados, lugares donde d para hacer una pausa y lo os mejores mesones. Daban, asim mismo, una lista de las numerosaas reliquias de Roma, como loss maderos del pesebre donde nació Cristo,lascadenasdesan Pedro durante su encarcelamien nto, las espinas de la corona de Cristo, la madera de la cruz del buen ladrón, e la cabeza la inscripción INRI sobre de Jesús, el dedo de Santo o Tomás...

SANTA MARIA IN COSMEDIN

englobadas en las construcciones medievales: el estadio de Domiciano era ahora la plaza Navona, algunas casas crecían sobre el teatro de Pompeyo, el teatro de Marcelo se había convertido en una fortaleza... Al este, alrededor de Santa María la Mayor, se había formado un pequeño conglomerado urbano rodeado de viñas y huertos que llegaban hasta las murallas septentrionales, superando las ruinas de las termas de Diocleciano, abandonadas desde hacía siglos. Al oeste, en cambio, en el Trastévere, los artesanos see habían unido en gremios, de los que las cal lles tomarían su u nombre actuall, como la vía de lo os Vascellari, por los fabricantes de vasijas. Yeendo hacia el sur, un zumbido iba en aumento hasta convertirse en un u estruendo SCALA, FIRENZE

de voces, gritos y golpes de utensilios, que provenía del mercado del pórtico de Octavia, un ejemplo de la vida diaria y de los oficios de la Roma de 1300. Aquí estaban los herreros, los trabajadores del hierro forjado, los zapateros, los talabarteros, los torneros, los carniceros y también los fabricantes de objetos de uso cotidiano, como botellas, peines y baúles. También los juboneros y farseteros, que vendían ropa ya confeccionada, y, por supuesto, los comerciantes de reliquias. Estos souvenirs sagrados iban desde las imágenes de santos a los memorabilia, como aceite del que ardía en el altar de San Pedro o fragmentos de huesos robados de las tumbas de los santos. Finalmente estaban los cambistas, para atender a la gran cantidad de forasteros que necesitaban moneda local. Y no faltaba el ruido de los niños, los hijos de los mercaderes y de los compradores, o los pequeños vagabundos que trataban de robar un trozo de pan. Detrás del Campidoglio, los peregrinos cruzaban un bosque que ocultaba el corazón de la Roma clásica: los foros y la colina del Palatino, la antigua residencia de los emperadores, que se hallaban en un estado de

PLACA DE PEREGRINO, CON UNA CRUZ Y LAS EFIGIES DE SAN PEDRO Y SAN PABLO. MUSEO BRITÁNICO.

MAUI01 / GETTY IMAGES

FINE ART / ALBUM

Una espectacular torre de siete pisos señala al visitante esta iglesia romana de origen paleocristiano y reconstruida en el siglo XII.

LOS PEREGRINOS LLEGAN A ROMA. CRÓNICAS, DE GIOVANNI SERCAMBI. SIGLO XIV. ARCHIVOS NACIONALES, LUCCA.

WHITE IMAGES / SCALA, FIRENZE

Torres y lugares sagrados La Roma clásica dejaba sitio a la medieval tras el mercado de Trajano, donde destacaba la torre de las Milicias, un ejemplo de los castillos urbanos que se levantaron desde el siglo X. Con una altura de unos 50 metros y revestida de ladrillo, Bonifacio VIII la compró a la familia Annibaldi en 1301. Al igual que otras muchas torres, estaba perdiendo su connotación militar en favor de la simbólica, como centro de poder a cuyo alrededor se disponían las casas de la familia que la poseía. Los peregrinos proseguían en dirección a los montes Aventino y Celio para llegar a Letrán, la residencia oficial del papa, donde se conservaban las cabezas de san Pedro y san

Pablo, la mesa donde tuvo lugar la última cena y la Escalera Santa por la que Jesús había subido para comparecer ante Poncio Pilato, transportada entera desde Jerusalén. La de 1300 era una Roma en la frontera entre dos épocas, que atravesaba un momento de auge económico ayudada por el creciente turismo y dejaba atrás un difícil período de guerras internas. Pese a ser una ciudad habitada ininterrumpidamente durante dos mil años, su conglomerado urbano contaba con una población mucho menor que Florencia o Bolonia. Roma era rica en monumentos en ruinas sobre cuyos cimientos surgían iglesias, barrios tambaleantes y plazas fuertes de familias nobles en guerra constante entre ellas. Un terreno perfecto para la Roma de los papas, que conducirán a la ciuad al Renacimiento, permitiéndole hallar de nuevo el prestigio, la población y la centralidad en la Europa que se estaba delineando. Para saber más

ENSAYO

Guía para visitar las basílicas del Jubileo Roberta Vicchi. Scala Group, 2016. Los papas: una historia John Julius Norwich. Reino de Redonda, Madrid,2018.

WHITE IMAGES / SCALA, FIRENZE

total abandono y eran usados desde hacía años como cantera para conseguir materiales de construcción y objetos decorativos para las villas nobiliarias. En 1300 se conocía estos lugares como Campo Vaccino –el lugar donde pastaban las vacas–, o Calcarium, donde se conseguían materiales para fabricar cal, es decir, el mármol molido. El poeta Petrarca, paseando por allí algunos decenios más tarde, constataba que esa ciudad «tan grande» parecía «desierta por su vastedad».

SANTA MARIA IN TRASTEVERE

Nave central de la basílica, en el barrio romano del Trastévere. Al fondo, el ábside acoge hermosos mosaicos del siglo XII, con escenas de la coronación de la Virgen, y otros del siglo XIII con imágenes de la vida de la Virgen, obra de Pietro Cavallini.