Rojo y Negro

OBRA : ROJO Y NEGRO (STENDHAL ) DATOS DE LA OBRA LA PUBLICACION DE LA OBRA : fue en el año 1830 EL GENERO LITERARIO

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OBRA : ROJO Y NEGRO (STENDHAL )

DATOS DE LA OBRA

LA PUBLICACION DE LA OBRA :

fue en el año 1830

EL GENERO LITERARIO : es el narrativo LA ESPECIE LITERARIA : es la novela (psicológia) LA ESTRUCTURA : esta conformada por dos libros , el primero presenta la vida de julián Sorel en Virriéres como preceptor de los hijos del señor de Rénal , y su ingreso al seminario de Besancon , el segundo libro relata el paso del protagonista por la casa del marqués de la Mole , y su encarcelamiento . LA CORRIENTE O Realismo.

ESCUELA LITERARIA : pertenece al

EL TEMA PRINCIPAL: es la decante transformacion de lavida de julián Sorel debido a la conducta hipócrita , la cual lo llevará a cometer actos reprobables y a relacionarse con otros , para lograr el ascenso social y la acumulación de riquezas . LOS PERSONAJES PRINCIPALES : _JULIÁN SOREL : protagonista .Joven intelectual de origen humilde cuyo proceder , signado por el resentemiento social , lo llevará a atentar contra sus benefactores . _SEÑORA DE RENAL : esposa del alcald de virriéres , se convierte en la amnte de Sorel . _MATILDE DE LA MOLE : dama de la nobleza que se enamora del protagonista .

PERDONAJES SECUNDARIOS :

_ABATE CHÉLAN : eclesiástico , a quien Sorel aprecia sinceramente . _SEÑOR DE RENAL : alcalde de virriéres . _FOUQUET: amigo incondicional del personaje principal . _KARASOFF: príncipe que julián conoció en Londres . _ABATE PIRARD: director del seminario y confesor . _MARQUÉS DE LA MOLE : noble y padre de matilde .Confabula politicamente en la agitación de su época.

EL ESENARIO O LUGAR (ROJO Y NEGRO) : en promera instancia , el pueblo de Virriéres , alló Sorel vive sus primeras experiencias intelectuales , sociales y amatorias . En Besacon se encuentra el seminario donde va a recibir su formación religiosa , y ellugar donde será condcido después de cometer un acto criminal .Por último París , centro de los movimientos sociales en los que se ve inmerso al ser secretarío personal del marqués de la Mole.

Rojo y negro Para otros usos de este término, véase Rojo y negro (desambiguación).

Rojo y negro de Stendhal

Edición de 1854.

Género

Novela psicológica, novela de aprendizaje, novela histórica y realismo literario

Tema(s)

Karrierismus (de), Restauración borbónica en Francia, Hipocresía y mores

Ambientada en

París, Franco Condado y Besanzón

Idioma

Francés

Título original

Le Rouge et le Noir

Texto original

Le Rouge et le Noir en Wikisource

País

Francia

Fecha de publicación

Noviembre de 1830

[editar datos en Wikidata]

Rojo y Negro (Le Rouge et le Noir) es una novela de Stendhal, publicada a mediados de noviembre de 1830. La trama se desarrolla en la Francia del siglo XIX durante la década de los treinta, y se articula en torno a las ambiciones de un joven para elevarse sobre la pobreza de su nacimiento. El título del libro podría aludir a los colores de los uniformes del ejército (rojo) y de los sacerdotes (negro). La obra se juzga como una de las mejores de la narrativa francesa, ejemplo de novela psicológica; influyó a muchos escritores del realismo, en particular a León Tolstói, y ya en el siglo XX a André Gide.[cita requerida] Índice [ocultar]



    

1La trama o 1.1Primera parte o 1.2Segunda parte 2Temas principales y estructura 3Las fuentes de la novela 4Adaptación cinematográfica 5Galería 6Enlaces externos

La trama[editar] Rojo y negro está protagonizada por Julien Sorel, hijo de un carpintero del pueblo ficticio de Verrières. Narra los esfuerzos de Julien por ascender de condición social pese a su juventud,

diciendo a los demás lo que quieren oír y haciendo lo que desean verle hacer. La novela se divide en dos "libros".

Primera parte[editar] Epígrafe, Rojo y Negro, Crónica de 1830. Stendhal arranca planteando con precisión el decorado de la pequeña ciudad del Franco Condado: Verrières, en el Río Doubs, y la situación social y política, la definición de la atmósfera que ayudan a formar el estado mental del protagonista. Julien Sorel es el tercer hijo del viejo aserrador Sorel, quien desprecia las cosas intelectuales, y por lo tanto a Julien, que revela dotes muy altas para los estudios. A diferencia de sus hermanos, el niño no está hecho para el trabajo pesado, y su curiosidad lo lleva a obtener instrucción por todos los medios posibles (lo que su padre Sorel llama perder el tiempo). El muchacho recita de memoria el Nuevo Testamento en latín, gozando de la protección del cura del pueblo, Chélan. Por otra parte, devora en secreto el Memorial de Santa Elena, ya que admira sin límites a Napoleón Bonaparte, considerándolo a la vez como Dios y como un modelo exitoso. El abate Chélan lo recomienda al alcalde de Verrières, Monsieur de Rênal, como preceptor de sus hijos; más tarde, irá al seminario para iniciar la carrera eclesiástica. Estos son los comienzos de Julian Sorel en el mundo de la burguesía provincial. A pesar de su timidez natural, se las arregla para seducir poco a poco a la señora de Rênal, una joven hermosa, pero tímida e ingenua. La vida en el Castillo Rênal se caracteriza por su profunda pasión por la señora de Rênal y también por su ambición. Él sueña con convertirse en un nuevo tipo de Napoleón Bonaparte, pero su vida está dominada por la hipocresía: debe ocultar sus sentimientos por la anfitriona y su admiración por Napoleón. En el castillo, el joven se gana el corazón de los niños con rapidez y toma el hábito de pasear al anochecer en compañía de la señora Luisa Rênal, quien se sorprende agradablemente cuando trata de darle un regalo. El orgullo de este joven soñador provinciano le gusta y se enamora de él sin darse cuenta. Pero el temperamento orgulloso y complicado de Julien pronto lo arruina todo: el señor de Rênal le propone un aumento salarial temiendo que su rival político le haya ofrecido el mismo trabajo que tiene ahora, siendo rechazado por Julien, y por otra parte, rechaza los avances de Elisa, la criada de la señora Luisa Rênal, ya que aspira a conquistar el corazón de la señora. Elisa decide difundir un rumor basado en los sentimientos que animan a su ama y Julien hablando con los opositores al alcalde Rênal. Mientras Julien se ha convertido en un hombre de moda en Verrieres (cobrando cada vez más), el señor de Rênal recibe un anónimo denunciando el adulterio de su esposa, que ya es real aunque los difamadores no tienen pruebas. Si bien al alcalde de Verrières le parecen cuentos de fantasía, decide separarse de su preceptor. Julien, con el asesoramiento del padre Chélan, entra en el seminario mayor de Besançon. Antes de salir tiene un último encuentro secreto con la señora Luisa Rênal, aparentemente muy fría, pero que le profesa un profundo amor. Julien confunde reserva con indiferencia. En el seminario de Besançon, Julien es odiado por sus compañeros, la mayoría campesinos, según él la especie de muertos de hambre cuya aspiración suprema es "la cena de café con huevos y tocino". El abate Pirard, quien dirige el seminario, percibe la ambición de nuestro héroe y lo protege. Pasa muchos momentos dolorosos hasta que el abate Pirard le ofrece ser secretario del marqués de La Mole. Marcha a París para tomar posesión de su cargo con el aristócrata.

Segunda parte[editar] El marqués de La Mole, en el barrio de Saint Germain, es una figura influyente en la vida parisina, y rápidamente nota la inteligencia de Julien. Allí conoce a Mathilde, hija del marqués,

una personalidad de la juventud parisina notable y aristocrática. Debido a su hermosura tiene muchos pretendientes, pero la aburren y acaba enamorándose de Julien, a pesar de su origen. Ella lo ve talentoso, ingenioso y orgulloso, lo cual contrasta con la apatía aristocrática de sus conocidos. Julien, que la desprecia porque se ve como un criado para ellos, paradójicamente se enamora de ella al tiempo que la compara desfavorablemente con la señora de Rênal, a la que añora. Ambos viven un romance tumultuoso mientras el marqués aumenta progresivamente su confianza en Julien. Al final, tiene que confesar a su padre que está embarazada y le advierte de su deseo de casarse con el joven secretario. Mathilde no puede convencer a su padre, pero, a la espera de una decisión que no sea deshonrosa ni humillante socialmente, el marqués se ennoblece y otorga a Julien un cargo de teniente de húsares en Estrasburgo. Al mismo tiempo, el hijo del aserrador se convierte en el caballero Julien de Vernaye. Cuando todo parece que va a arreglarse, el marqués de La Mole rechaza categóricamente cualquier idea de matrimonio tras recibir una carta de Madame de Rênal denunciando (por consejo de su confesor) la inmoralidad de su examante devorado por la ambición. Julien, desesperado, va a Verrières rápidamente. Durante la misa entra en la iglesia y dispara a Luisa Rênal, su antigua amante. Creyéndola muerta, Julien espera en la cárcel el día de su juicio. Mathilde va a verlo una vez al día con un seudónimo (Sra. Michelet), luego bajo su nombre real. Intenta pagar su absolución y trata de convencer al hombre de mayor influencia, el Vicario General de Besançon. Los arranques de heroísmo de Mathilde aburren a Julien y esta se da cuenta de que persiste el amor de Julien por la señora de Rênal. Por su parte, la señora de Rênal trata de dar pruebas a favor de Julien por escrito al jurado que sería un error castigarlo por sus actos "torpes". A pesar de la opinión pública de apoyo a la causa del joven Sorel, el señor Valenod (parte del jurado) condena a Julien a la guillotina, principalmente a causa de un discurso provocador denunciando la casta y el orden establecido. Tras la sentencia, Mathilde y Madame de Rênal confían en la apelación, pero Julien solo piensa ya en la guillotina y en el futuro del hijo que ha de nacer. Madame de Rênal, que se estableció en Besançon, a pesar de las reticencias de su marido, logra obtener el permiso para ir a ver a Julien y le manifiesta que su amor por él nunca ha menguado. Justo después de la ejecución de Julien, Fouqué (su amigo de toda la vida) compra el cadáver al verdugo. Mathilde le pide ver los restos del padre de su hijo, entonces agarra la cabeza de Julien y le da besos en la frente. Entierra la cabeza de Julien en la cumbre del Jura, en una gruta cerca de Verrières donde Julien Sorel vivía. Madame de Rênal fue fiel a su promesa, sin embargo tres días después de la ejecución, muere abrazando a sus hijos.

Temas principales y estructura[editar] Le Rouge et le Noir es, en cierto modo, una novela de su tiempo. La trama se desarrolla alrededor de los antecedentes históricos de los últimos años de la Restauración borbónica y de los acontecimientos del 27, 28 y 29 de julio de 1830 que terminaron en la instauración de la Monarquía de Julio. El argumento está motivado por las tensiones entre la propia tendencia republicana de Julien Sorel -en particular, su lealtad nostálgica a Napoleón- y las conspiraciones de los aristócratas católicos legitimistas, en particular los marqueses de la Mole y sus partidarios jesuitas, que representan el extremo opuesto político; y sin embargo a cuyos intereses Julien acaba por servir. Si bien este contexto histórico es tratado muy alusivamente por Stendhal (que da por sentado la familiaridad de su lector con la política de Francia del momento), también considera que es lo suficientemente importante como para subtitular la novela "Crónica de 1830" (por desgracia, el subtítulo no se reproduce en todas las ediciones). Los lectores que deseen leer un tratamiento menos cauteloso de estos temas

históricos deberían leer la inconclusa novela de Stendhal, Lucien Leuwen (publicada póstumamente, pero escrita entre 1834 y 1835), que ofrece una clara exposición de las tensiones políticas de la época. El tema principal de la novela es, por otra parte, atemporal. Le Rouge pregunta en repetidas ocasiones la posibilidad, e incluso la conveniencia, de la sinceridad: la mayoría de los personajes y, en particular Julien, son muy conscientes de la necesidad de desempeñar un papel especial a fin de obtener la aprobación de los que le rodean (aunque no siempre con éxito). La palabra "hipocresía" se repite en este contexto y aunque el significado de este término era más limitado en la Francia del siglo XIX de lo que es hoy (se refería concretamente a la afectación de los máximos sentimientos religiosos, como cualquier diccionario del siglo XIX lo atestigua) puede ser entendida como la palabra clave en una novela donde las locuciones de los personajes y sus pensamientos más íntimos están, con mucha frecuencia, en contradicción. En su libro Mentira romántica y verdad novelesca (Mensonge romantique et vérité romanesque, 1961), el crítico y filósofo René Girard identifica otra de las claves en la estructura temática de Le Rouge et le Noir, a la que él denomina deseo triangular o "mimético". Desde el punto de vista de Girard, la novela de Stendhal revela cómo en cualquier individuo el deseo por otro siempre es "mediado" por un tercero –dicho crudamente, que deseamos algo (o a alguien), porque vemos que alguien más desea exactamente eso. Esta teoría intenta dar cuenta no solo de la aparente perversidad de la relación entre Mathilde y Julien, en particular el episodio en el que Julien inicia el cortejo de Madame de Fervaques a fin de provocar celos en Mathilde, sino también la fascinación con que Julien aspira a la alta sociedad que tanto desprecia. La mayoría de los capítulos comienza con epígrafes que parecen ser citas de literatura, poesía, o frases pronunciadas por personajes históricos notables. En realidad, el propio Stendhal escribió la mayoría de estos epígrafes, pero los atribuyó a los escritores a quienes supuso capaces de escribir o de decir tales cosas. Stendhal dejó los últimos cuatro capítulos sin título, que son también los únicos en los que omite la epigrafía.

Las fuentes de la novela[editar] Stendhal inventa poco y como Flaubert, otro gran realista, busca en los hechos reales acaecidos las fuentes de sus novelas. En el caso de Rojo y negro, los eruditos stendhalianos encuentran tres fuentes. 1. La primera y más importante es el crimen de un antiguo seminarista, Antoine Berthet, que asesinó a su amante y benefactora, en medio de una ceremonia religiosa, y de cuyos hijos era preceptor. Fue condenado a muerte y guillotinado el 15 de septiembre de 1827. Este caso apareció en La Gaceta de los Tribunales, cuya lectura inspiraría a Stendhal. 2. Otra fuente de la misma índole es un crimen perpetrado en 1829: un ebanista, llamado Lafargue, asesinó por celos a su amante. Stendhal, en su libro "Paseos por Roma" hace numerosos comentarios sobre dicho proceso. 3. Como fuente para las relaciones entre Julien Sorel y Mathilde de La Mole, es el idilio entre una sobrina del rey Carlos X, con Édouard Grasset, y de la fuga de ambos a Londres y la negativa final de la sobrina a casarse con su amante.

Adaptación cinematográfica[editar] Existe una adaptación cinematográfica, rodada en 1954, dirigida por Claude Autant-Lara e interpretada por Gérard Philipe, Danielle Darrieux y Elsa Martinelli.

Otra adaptación de esta novela, que fue llevada a la televisión, fue en el año 1997, dirigida por Jean-Daniel Verhaeghe e interpretada por el actor italiano Kim Rossi Stuart y la actriz francesa Carole Bouquet. En Cuba fue llevada a la televisión a finales de la década de 1970 con las actuaciones protagónicas de Evelio Taillacq (Julien Sorel), Martha del Río (Madame Rênal) y Susana Pérez (Mathilde de la Mole).



INTRODUCCIÓN En el Centro del Realismo están la observación rigurosa y la reproducción fiel de la vida. El escritor ha asimilado las lecciones del método experimental, de la Sociología o de la Psicología. Y se documenta sobre el terreno, toma apuntes sobre el ambiente, las gentes, su modo de vestir, etc. En cuanto a técnicas y estilo, señalaremos estas tendencias: -En lo narrativo, el novelista adopta preferentemente una actitud de cronista. -Las descripciones, de ambientes o tipos, adquieren un papel importante. ( Que será el tema que trate) -El estilo tiende a la sobriedad. En los diálogos, la lengua se adaptara a la índole de los personajes; de ahí, por ejemplo, el reflejo del habla popular, entre otras. En este marco nos encontramos a Stendhal y su obra El rojo y el negro. Stendhal es el seudónimo que adopta Marie Henri Beyle, uno de los principales novelistas franceses del siglo XIX. Sus dos novelas más importantes fueron Rojo y negro (1830) y La cartuja de Parma (1839). En ambas, el protagonista es un joven que persigue la felicidad a la vez que se rebela contra las represivas convenciones sociales. Aunque por lo general se le ha unido con el romanticismo, sus profundos análisis de los personajes permiten que se le pueda citar como uno de los primeros escritores realistas. En ambas novelas Stendhal exalta la fuerza, la pasión y la espontaneidad. Sus héroes se descubren a sí mismos a medida que avanzan por la vida por detrás de sus ambiciones.

El rojo y el negro (1830) analiza su sociedad contemporánea a través de la mirada de Julien Sorel, un ambicioso joven de provincias que se abre camino en la vida primero como soldado y más tarde como sacerdote Julien como Fabrizio son personajes aislados psicológicamente, alejados de la sociedad y enfrentados a las imposiciones e ideales de ésta. Con frecuencia se dice que ambos personajes son retratos parciales del propio Stendhal. ROJO Y NEGRO Como he comunicado anteriormente, he decidido desarrollar en este trabajo, el tema de las descripciones: A continuación un fácil ejemplo de descripción, en cual, Stendhal nos describe a la señora Rênal, que será una de las protagonistas a lo largo de la obra. Aquí no nos la describe de una forma física, sino que no la describe de una forma más o menos espiritual. Nos habla de la

forma en que se comporta la señora Rênal con la gente con la que le toca compartir su tiempo: (...)Era la señora de Rênal una de esas provincianas a quienes se suele tomar por necias los quince días primeros que se les trata. Dotadas de un alma delicada y deseosa a la par, el instituto de dicha, que es natural a todos los seres, hacía que nunca, o casi nunca, prestase la menor atención a las acciones de los personajes groseros en cuyo circulo la arrojara el azar(...). Ahora tenemos otro fragmento en el cual presento otra descripción de la señora Rênal y lo que está hace sentir a Julián. Hay una buena y progresiva descripción en la cual se refleja toda la euforia de la señora y el sentimiento en la alma de Julián: La noche anterior la señora se había propuesto tratar con frialdad a Julián. (...)Aquella mujer sencilla pasaba por momentos de autentica agitación interior; no cabía dudarlo. Una expresión de violencia, de cólera, mejor dicho, alteraba esa especie de placidez serena que se sobrepone a los intereses vulgares de la vida(...)Todo ello parecía revelar a Julián facultades de su alma que él no había sentido jamás(...) A continuación otro fragmento sobre la señora Rênal, en el que la descripción nos da muestra de lo que siente la señora junto a la imagen de que la señora tiene sobre si misma, un sentimiento de grandeza, al saber que Julián renunciara a ser el preceptor de sus hijos. (...)La señora de Rênal, admiradora entusiasta de su genio y enamorada de su belleza física. Creyó morir al escuchar las palabras de Julián, que dejaban entrever muy a las claras la posibilidad de que renunciara a continuar siendo el preceptor de sus hijos. (...) En el siguiente caso nos vamos a encontrar ante una situación en la que la señora Rênal, desencadena un conjunto de acontecimientos d3ebido al miedo que ella siente. Nos encontramos ante una descripción de ambiente progresiva que acaba con la lamentación por parte de la señora. (...) La señora Rênal tuvo un miedo horrible. Dejó caer inmediatamente su tijera inglesa de bordar, el ovillo de lana y las agujas, gracias a lo cual, pudo pasar el imprudente movimiento de Julián por tentativa encaminada a impedir la caída de la tijera, al verla resbalar sobre la falda de la dama. Felizmente se quebraron las tijeras inglesas, y la señora Rênal pudo decir que lamentaba que Julián no se hubiese encontrado más cerca de ella(...) Y ahora una serie de acciones que son descritas de una manera un poco enredadas. Aquí se nombra a una nueva protagonista. Está, ha aparecido con anterioridad (no es la primera vez que aparece), pero, creo, que en este fragmento, en el que ella aparece, esta mejor trabajado. (...)Aquella noche, en el jardín, la señora Derville, desplegando una destreza que hizo honor a su ingenio, se sentó entre Julián y la señora Rênal, y está, que venia suspirando por el delicioso placer de estrechar la mano de Julián y de llevarla a sus labios, ni siquiera pudo dirigirle la palabra(...) Es sorprendente la manera de que Stendhal nos da a saber la forma en que se sienten y actúan sus personajes. Por ello te presento ahora un pequeño relato en el cual se nos presenta la forma que actúa y piensa Julián. El cual siente un amor hacia la señora Rênal. (...)Ya no se atrevió Julián a soñar con abandono y en voz alta. Más tranquilo y menos enamorado de día en día, creyó que era punible imprudencia ir a visitar a su amiga a su dormitorio. Preferible era que fuese ella quien acudiese al suyo, pues si un criado cualquiera la encontraba andando por la casa, le sobrarían pretextos con que justificar sus pasos(...) De igual manera, es igual de sorprendente la manera de que Stendhal describe las escenas y a la gente que en ellos se encuentran, por ello también te presento un pequeño fragmento en el que se nota la grandeza de este escritor a la hora de describir escenas. (...)El obispo atravesó con paso lento la sala. Una vez franqueada la puerta de salida, encontró al clero formando dos filas. Hubo al principio algún desorden, pero duro muy poco. La procesión se puso en marcha entonando salmos. Cerraba la comitiva el obispo, que llevaba a su derecha al señor Chélan y a su izquierda a otro e los sacerdotes más viejos.(...) La procesión recorrió las largas galerías de la abadía de Bray-le-Haut-, sombrías y húmedas(...)

En este caso nos vamos a encontrar con la biografía de otro personaje. Este es Cholin. Vemos como Stendhal realiza una descripción minuciosa sobre la persona, no tanto como de lo que ha hecho, sino más de lo que hace, y especialmente, su vida religiosa. Es una descripción minuciosa. (...) Toda mi vida he tenido principios religiosos. En Lyón estuve expuesto a las bombas lanzadas durante el sitio del año 93, de execrable memoria. Comulgo y oigo misa todos los domingos y fiestas de guardar en la iglesia parroquial. Jamás deje de cumplir el precepto pascual, ni siquiera en el año93, De execrable memoria. Mi cocinera me preparaba comida de vigilia todos los viernes(...)En las procesiones, voy bajo palio, al lado del señor cura y del señor alcalde. En las grandes solemnidades llevo un cirio muy grande comprado con mi dinero... En el siguiente fragmento, Stendhal trabaja una especie de dobles descripciones: narra un hecho, y luego lo contradice introduciendo la preposición “pero”, introduciendo una especie de corrección a la primera parte de la oración. -¡No importa! Me humillo, me arrojo al fondo de un abismo de fango, pero salvo, tal vez, la vida de mi hijo. Lo que a los ojos de todos es humillación, tiene a los míos carácter de penitencia publica. Débil es mi inteligencia, pero aun así, mis cortos alcances me dicen que es ese el mayor sacrificio que puedo ofrecer a Dios(...) No solo los grandes fragmentos nos muestran los mejores ejemplos de buenas descripciones, por ello, a pesar de la brevedad del siguiente fragmento, Stendhal, quiere comunicarnos de una forma larga - quiero decir larga, por que podría haberlo hecho de una forma más corta- un hecho demasiado simple, utilizando un vocabulario bastante complejo. (...) Con sagacidad maravillosa buscaba las ideas que consideraba más a propósito para encauzar la cólera ciega de su marido. En el siguiente fragmento veremos, como el corazón de la señora Rênal, se exalta con relativa facilidad. Stendhal describe con perfecta exactitud la habitación en la que se encuentra la señora... En el corazón de la señora de Rênal despertó con bríos el sentimiento del peligro al entrar en sus habitaciones y ver saltadas las cerraduras de todos sus muebles y cofrecitos y levantadas no pocas baldosas. Stendhal no solo se dedico a describirnos los personajes de sus novelas, o lo que estos sienten, sino también se dedico a describir la personalidad de estos, lo que puede resultar como lo más difícil de describir. He aquí la conciencia de Julián, cuando el recaudador de contribuciones se acercaba a él. (...) cuya conciencia le decía: “He aquí el puesto inmundo al que llegaras, y del que té será imposible disfrutar, como no sea en la forma que estas presenciando, y rodeado de gentes como las que en estos instantes te dan nauseas. Tal vez percibas el sueldo de veinte mil francos, pero será preciso que obligues a enmudecer al pobre prisionero y le matas de hambre, mientras tu té hartas de manjares finos y delicados(...) Y después de un gran salto, nos encontramos con una descripción muy general, pero a pesar de ello muy detallada, sobre la vida de dos vizcondes y cinco varones que Julián acostumbraba ver conversar. A pesar de lo general de la descripción, Stendhal no da a conocer mucho sobre esto ocho individuos. Los señores en cuestión gozaban rentas que ni bajaban de seis mil francos ni pasaban de ocho mil. Cuatro eran partidarios del Seminario y tres de la Gaceta de Francia. Uno de ellos traía preparada todos los días una anécdota sobre Château, en cuya narración prodigaba hasta el infinito el adjetivo admirable. Julián observo que tenia cinco cruces, al paso que los demás no poseían generalmente más de tres. Y podemos seguir con la descripción detallada, si quisiera, no acabaríamos con ella. Aquí el Marques le dirá a Julián lo que tendrá que hacer. Después de toda la descripción del trabajo, acaba con una breve explicación del tiempo aproximado en que durara todo el proceso. (...)Los correos ordinarios y extraordinarios llevaran a usted las cartas que yo reciba, con las cartas marginales correspondientes, para que usted las conteste. Las contestaciones me las

remitirá usted unidas a las cartas que las motiven. Calculo que el retraso no pasara de cinco días. Y de nuevo otra de esas descripciones detallistas. Aquí nos vamos a encontrar a Julián entrando en el comedor, analiza con entusiasmo a todo el personal y acabo creyendo que estaba en otro lugar por los rostros de las personas. (...)cuando entro en el comedor, miró a todos los criados, examino sus rostros, y se pregunto sino serian ellos escogidos para intervenir en su aventura nocturna. Miró a la señorita de la Mole, por si conseguía leer en su cara los secretos proyectos de la familia, y halló que aquélla, mucho más pálida que lo ordinario, se parecía a las caras de las damas de la Edad Media. Nunca encontró tan grave, tan solemne, tan hermosa, tan imponente. A continuación, nos vamos a encontrar, a un conjunto de acciones o acontecimientos, que nuestro Julián tendrá que realizar para llegar a su habitación ( en el palacio.) La clasificaría como una descripción progresiva, ya que después de una cosa va a otra, y después a otra. Veamos el ejemplo. No era fácil pasar desde el jardín al palacio: para ello tuvo necesidad Julián de forzar la puesta de un sótano, y una vez dentro del edificio, vióse en el caso de violentar la de su misma habitación por haberse dejado la llave en el dormitorio de Matilde. Se acostó... Stendhal sabe explicarnos muy bien, de lo que esta compuesto un grupo o una fuerza, como es este caso, e aquí el ejemplo. Es sorprendente la estructura, el vocabulario, etc. que utiliza Stendhal para darnos a conocer de quien esta constituida esta fuerza de la que nos habla el texto. “ La mitad de esa fuerza deberá nutrirse, formarse con nuestros hijos, con nuestros sobrinos, con caballeros, en una palabras. Cada uno de ellos tendrá a su lado, no a un rustico dispuesto a colocar la escarapela tricolor, si el destino nos depara un nuevo 1815,sino a un campesino bueno, sencillo y franco, como Cathilineau, un campesino enseñado y adoctrinado por el caballero, su hermano de leche, si es posible. (...) Veo una descripción, una buena descripción, pero no llego tan lejos como para decir algo sobre ella, solo llego a decir que es tan bueno lo que Stendhal se imagina que están leyendo sus protagonistas, que estos, en sus novelas, se exaltan, es como si reflejara, mediante la descripción del protagonista, lo que el libro, no la novela, sino la que lee Julián, que es muy bueno. Con movimiento apasionado abrió las Memorias dictadas por Napoleón en Sainte Elena, y paso dos horas engolfando en su lectura. Solo sus ojos leían, es cierto, pero conseguía su objetivo, que era violentarse. Durante aquella lectura, verdaderamente singular, su cabeza y su corazón, puestos a nivel de cuanto hay de más elevado, trabajaban activamente. Que si el que, que si el que, que si una explicación entre comas, etc. Son algunos de los recursos de este autor para realizar sus descripciones. Sus relatos, vulgarmente dicho “ se los curra”, por ello, ahí va un fragmento “currado”. Varias horas duro el horror de su situación. Para curar su emponzoñamiento moral había tenido que recurrir a remedios físicos, al champagne, pero Julián su hubiese acusado de cobarde si hubiera pretendido curar una borrachera con otra borrachera. Después de un día horrible, durante el cual no hizo otra cosa que pasear por el estrecho recinto de su prisión, se dijo: ... Puede resultar difícil describir una situación o un recinto a todo detalle, sin equivocarte en lo que quieres decir, pero nunca es imposible. E aquí un ejemplo de descripción difícil, pero no imposible. Daba la una cuando los jurados se retiraban para deliberar. El publico quedó todo en la sala. Lloraban las mujeres y no pocos hombres. Entablándose varias discusiones vivas y acaloradas, cuya intensidad fue descreciendo a medida que pasaba el tiempo sin que reapareciera el jurado, y se apoderaba de la asamblea la fatiga(...) OPINIÓN PERSONAL He realizado un trabajo, en cual he desarrollado la personalidad de Stendhal y su técnica a la hora de escribir. He visto su técnica, la he expuesto, y solo tengo que decir, que son pocos los

libros que he leído, en los cuales se reflejen un arte similar al de este autor a la hora de describir situaciones, escenas, recintos, personalidad de las personas, su aspecto físico, etc. Aunque considero que he leído pocas novelas realistas, por no decir escasamente, dos o tres contando con esta, he de decir que me ha llegado a sorprender lo bueno de este tipo de literatura, aunque llego a sentir que esto de lo realista, no es que me guste mucho, que me gusta poco, he llegado a donde he querido, he buscado relatos para introducir en el trabajo, en ello no encontrado problemas, si hubiera querido, los podría haber cogido todos en las cincuenta o sesenta primeras paginas (paginas reales: 55-95-105) he querido buscar un poco de cada parte, para no centrarme en una zona de la novela, sino tratarla por todos los lados ( de principio a fin) Un ultimo aspecto sobre el cual quisiera hablar es el de la extensión del libro, no me ha dado tiempo de acabarlo del todo - y mire que soy sincero- ha sido una “brutada” hacernos querer leer un libro de tales dimensiones. Bien que lo leamos, pero con mas tiempo: como mínimo dos trimestres para ello.

RESUMEN DE LA OBRA LITERARIA "ROJO Y NEGRO" - Stendhal Argumento del libro "Rojo y Negro" de Stendhal. El seminarista Julián Sorel, hijo de un modesto carpintero, joven, ambicioso y de alma apasionada, entra como preceptor de los hijos del señor De Renal, alcalde de la población de Verrieres, logrando seducir a su esposa. A

causa

de

una

denuncia

hecha

por

un

criado,

es

despedido.

Después de una corta estancia en el seminario es nombrado secretario y, poco después, confidente del marqués de La Mole.

Matilde.

La

También aquí seduce a la hija de su protector, la altanera boda está a punto de efectuarse.

Es entonces cuando llega una carta de la señora De Renal en la que lo acusa de infamia. Sorel cegado por la ira, habiendo perdido la posibilidad de ser aceptado en la familia La Mole, se dirige a buscar a la señora De Ronal y le dispara siendo detenido y encarcelado.

En esta obra Stendhal representó a un Jove, modelo de las ambiciones y frustraciones de la época, haciendo ver los problemas que se daban entre las distintas clases emergentes en los años que precedieron a Luís Felipe de Orleáns.

Rojo y negro – Stendhal Por Sr. Molina 9 Sep 2009 14 11617

Es casi imposible abarcar una novela como Rojo y negro con una breve reseña; y uno, desde luego, se considera incapaz de hacerlo. Stendhal creó una obra que no sólo se centra en la ascensión social de un joven de provincias, sino que incluyó en ella toda una serie de preocupaciones acerca de la situación de la Francia de principios del siglo XIX. Como es lógico, el paso del tiempo hace que las referencias a hechos concretos pierdan su capacidad emocional e informativa, pero la acción que el autor enmarca dentro de ese contexto no deja de ser una historia magnífica sobre la hipocresía social.

Julien Sorel, el protagonista de Rojo y negro, es una creación muy completa y llena de fuerza, sobre todo por su personalidad compleja y contradictoria. Las obvias diferencias entre sus aspiraciones y sus actuaciones en sociedad son presentadas por Stendhal con un estilo amargo; Sorel es producto de un tiempo en el que el fingimiento, la contención y la serenidad eran los únicos caminos que podían hacer prosperar a alguien dentro de una jerarquía casi impermeable. De ahí la inadecuación entre sus propósitos íntimos y los pasos que va dando en la vida real; y ejemplo perfecto es su admiración por Napoleón, que debe ocultar para evitar confrontaciones con la nobleza y la alta burguesía, aunque desprecie sus opiniones y actos. La mudable conducta de Julien se explica por su afán de medrar en sociedad y de mostrar a los demás —y, sobre todo, a sí mismo— sus méritos. Sin embargo, es inevitable falsear su personalidad para que los Rênal primero y los de la Mole después acepten su presencia. Aunque se considera siempre un criado, Julien actúa con la superioridad moral que se atribuye por sus méritos y no hace sino despreciar a las personas que le contratan. Consecuencia de esta consideración es la relación que entabla con Madame de Rênal, una suerte de demostración de sus aptitudes, ya que cree seducir a la esposa de su patrón; otro tanto sucederá con los devaneos que tendrá con la hija del señor de la Mole, Mathilde, a la que ama no por sus cualidades, sino como símbolo aristocrático. Julien considera que la derriba de su pedestal social y, de hecho, considera un mayor triunfo el haberse impuesto ante otros rivales de noble cuna. Quizá su vacilante carácter sea lo que le conduce hacia un malhadado final, ya que sus convicciones le obligan a reconocer su falta y aceptar su castigo. Es quizá controvertido el hecho de que Julien, hipócrita y arribista, se abandone a su suerte pudiendo salvarse antes de ser ajusticiado; después de contemplar su modesto ascenso en esa jerarquía social que tan repugnante le resulta, es difícil comprender su abatimiento último. Puede interpretarse como una suerte de sacrificio heroico, ya que Sorel proclama

constantemente su admiración por la vida militar y sus acciones valerosas; o también como la asunción de su propio papel dentro de esa alta sociedad que le considerará siempre un inferior, por más méritos que pueda hacer. Una justicia punitiva, que sitúa al arribista en su lugar. En todo caso, Rojo y negro es un bellísimo ejemplo de construcción de personaje, ya que Julien es un carácter completo y humano. Por supuesto, la novela se enaltece gracias a la portentosa escritura de Stendhal, capaz de proporcionar bellas escenas sin escatimar el sarcasmo y la crítica (como la llegada del rey a Verrières y la marcha organizada en su honor) con un estilo límpido y sencillo. Una maravillosa obra que con todo merecimiento ostenta el membrete de obra maestra.

Rojo y Negro (Le Rouge et le Noir). Es una novela de Stendhal, publicada a mediados de Noviembre de 1830. La trama se desarrolla en la Francia del siglo XIX durante la década de los treinta, y se articula en torno a las ambiciones de un joven para elevarse sobre la pobreza de su nacimiento. La obra se juzga como una de las mejores de la narrativa francesa, ejemplo de novela psicológica; influyó a muchos escritores del Realismo, en particular a León Tolstói, y ya en el Siglo XX a André Gide. La novela está inspirada en un episodio real, un crimen acerca del cual Stendhal leyó en un diario de la época. A partir de él construyó esta ficción, rica en matices y magistralmente escrita. El título del libro podría aludir a los colores de los uniformes del ejército (rojo) y de los sacerdotes (negro).

Contenido [ocultar]        

1 Trama 2 Estructura 3 Fuentes de la novela 4 Espacios históricos y simbólicos o 4.1 Espacios cerrados 5 Espacios abiertos 6 Personaje principal 7 Criterio 8 Técnica utilizada o 8.1 Estilo descriptivo

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9 Adaptación cinematográfica 10 Fuentes

Trama Rojo y negro relata la historia de un hombre de origen humilde pero con altas aspiraciones, Julián Sorel. Sus sueños se verán coartados por un amor trágico y el deseo de venganza; el oportunismo político será el recurso del que se servirá para seguir adelante. Según le convenga, adoptará las casacas rojas del ejército o las negras sotanas de la religión, está protagonizada por Julien Sorel, hijo de un aserrador del pueblo ficticio de Verrières. Narra los esfuerzos de Julien por ascender de condición social pese a su juventud, diciendo a los demás lo que quieren oír y haciendo lo que desean verle hacer.

Estructura La novela se divide en dos "libros". Le Rouge et le Noir es, en cierto modo una novela de su tiempo. La trama se desarrolla alrededor de los antecedentes históricos de los últimos años de la Restauración borbónica y de los acontecimientos del 27, 28 y 29 de julio de 1830 que terminaron en la instauración de la Monarquía de Julio. El argumento está motivado por las tensiones entre la propia tendencia republicana de Julien Sorel en particular, su lealtad nostálgica a Napoleón y las conspiraciones de los aristócratas católicos legitimistas, en particular los marqueses de la Mole y sus partidarios jesuitas, que representan el extremo opuesto político; y sin embargo a cuyos intereses Julien acaba por servir. Si bien este contexto histórico es tratado muy alusivamente por Stendhal (que da por sentado la familiaridad de su lector con la política de Francia del momento), también considera que es lo suficientemente importante como para subtitular la novela "Crónica de 1830" (por desgracia, el subtitulo no se reproduce en todas las ediciones). Los lectores que deseen

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leer un tratamiento menos cauteloso de estos temas históricos debería leer la inconclusa novela de Stendhal, Lucien Leuwen (publicada póstumamente, pero escrita entre 1834 y 1835), que ofrece una clara exposición de las tensiones políticas de la época.

El tema principal de la novela es, por otra parte, atemporal. Le Rouge pregunta en repetidas ocasiones la posibilidad, e incluso la conveniencia, de la sinceridad: la mayoría de los personajes y, en particular Julien, son muy conscientes de la necesidad de desempeñar un papel especial a fin de obtener la aprobación de los que le rodean (aunque no siempre con éxito). La palabra "hipocresía" se repite en este contexto y aunque el significado de este término era más limitado en la Francia del siglo XIX de lo que es hoy (se refería concretamente a la afectación de los máximos sentimientos religiosos, como cualquier diccionario del siglo XIX lo atestigua) puede ser entendida como la palabra clave en una novela donde las locuciones de los personajes y sus pensamientos más íntimos están, con mucha frecuencia, en contradicción. En su libro “Mentira romántica y verdad novelesca (Mensonge romantique et vérité romanesque, 1961), el crítico y filósofo René Girard identifica otra de las claves en la estructura temática de Le Rouge et le Noir, a la que él denomina deseo triangular o "mimético". Desde el punto de vista de Girard, la novela de Stendhal revela cómo en cualquier individuo el deseo por otro siempre es "mediado" por un tercero dicho crudamente, que deseamos algo (o a alguien), porque vemos que alguien más desea exactamente eso. Esta teoría intenta dar cuenta no sólo de la aparente perversidad de la relación entre Mathilde y Julien, en particular el episodio en el que Julien inicia el cortejo de Madame de Fervaques a fin de provocar celos en Mathilde, sino también la fascinación con que Julien aspira a la alta sociedad que tanto desprecia. La mayoría de los capítulos comienza con epígrafes que parecen ser citas de literatura, poesía, o frases pronunciadas por personajes históricos notables. En realidad, el propio Stendhal escribió la mayoría de estos epígrafes, pero los atribuyó a los escritores a quienes supuso capaces de escribir o de decir tales cosas. Stendhal dejó los últimos cuatro capítulos sin título, que son también los únicos en los que omite la epigrafía.

Fuentes de la novela Stendhal inventa poco y como Flaubert, otro gran realista, busca en los hechos reales acaecidos las fuentes de sus novelas. En el caso de Rojo y negro, los eruditos stendhalianos encuentran tres fuentes. 1. La primera y más importante es el crimen de un antiguo seminarista, Antoine Berthet, que asesinó a su amante, de cuyos hijos era preceptor. Fue condenado a muerte el 15 de septiembre de 1827. 2. Otra fuente de la misma índole es un crimen perpetrado en 1829: un ebanista, llamado Lafargue, asesinó por celos a su amante. Stendhal, en su libro "Paseos por Roma" hace numerosos comentarios sobre dicho proceso. 3. Como fuente para las relaciones entre Julian Sorel y Matilde de La Mole, es el idilio entre una sobrina del Rey Carlos X, con Edouard Grasset, y de la fuga de ambos a Londres y la negativa final de la sobrina a casarse con su amante.

Espacios históricos y simbólicos Los espacios simbólicos de Rojo y Negro pueden dividirse en: espacios cerrados y espacios abiertos.

Espacios cerrados Compartidos: son aquellos espacios edificados en los que el personaje comparte su experiencia con otros; Julián está acompañado materialmente por otros individuos. Dentro de esta clase de espacios encontramos como los más significativos: la iglesia de Verrières, el seminario de Besançon y la mansión de La Mole. La iglesia de Verrières reaparece con constancia a lo largo de la novela. Allí es donde el muchacho Julián Sorel recibe sus primeras lecciones a cargo del párroco ChElan. Es también donde se materializan los dos colores que significarán, cualquiera sea su interpretación, la dicotomía que cruza toda la novela. En esta circunstancia aparece también un papel que Julián encuentra cerca del reclinatorio. Dicho papel reza en una faz: “El primer paso”. Este hallazgo precede a la entrada del protagonista en la casa de Rênal, lo que constituye el primer paso en el desarrollo de la carrera y la vida del protagonista entre la alta sociedad. Asimismo, Julián encuentra en la otra faz del papelito un anagrama de su nombre. Por otro lado, cuando Sorel se halla asentado en el palacio de Rênal, vuelve a la iglesia de tanto en tanto para escapar de las intrigas que lo turban y lo apasionan en esa casa. Una vez en el seminario de Besançon, Julián regresa a Verrières, y antes de visitar a su amante, Mme. de Rênal, acude a esta iglesia. Hacia el final de la obra, Julián vuelve a la iglesia y dispara contra Mme. de Rênal. Este hecho lo lleva a su fin: es decapitado por intento de asesinato con premeditación. El seminario de Besançon (que se “dicta” en un edificio descrito según la experiencia sensual del protagonista) es el lugar en el que Julián toma contacto con otros muchachos que se encuentran en una situación similar a la de él (son pobres y quieren hacer carrera merced a un título eclesiástico). Sin embargo, estos jóvenes se diferencian de Julián en cuanto a que, precisamente, no se destacan. Julián tiene talento, inteligencia, piensa por sí mismo. Los otros aceptan con credulidad todo lo que se les dice y sólo piensan en la renta que tendrán cuando estén encargados de alguna iglesia (lo que los hace, a los ojos de Julián, mejores candidatos que él para ocupar el puesto de sacerdote). Es en este lugar donde Julián se gana la protección del jansenista Pirard, quien lo llevará a la casa de La Mole como secretario del marqués. Durante la mayor parte del tiempo Julián se encierra en su celda habitación; sus compañeros lo desprecian e envidian. La mansión de la Mole: Julián sale del seminario para entrar como secretario del marqués de La Mole en París. Es en este espacio (y en los espacios a los que Julián accede gracias a su condición de secretario erudito y talentoso del marqués) donde el protagonista consigue experimentar la vida de la alta sociedad

parisina. Se codea con duques, marquesas, héroes de guerra, etc.., vive en medio del lujo y de las modas parisinas, si bien es tratado siempre como un inferior debido a su extracción social. Allí conoce a Matilde hija del marqués, con quien tendrá amoríos. Auerbach da importancia a un pasaje en la mitad del capítulo IV de la segunda parte (comienza: “Una mañana en que el abate trabajaba con Julián en la biblioteca…” sigue: (..) “¡Es un honor insigne!- respondió el abate (…) Pues para mí, señor, es la parte más penosa de mi empleo (…) ¡Dios qué feo es!” termina en: “ella lo invitó a quedarse”). Para Auerbach, en este punto de la novela es cuando se hace más evidente la necesidad de conocer la situación política, social y económica del momento retratado en la novela (1830 Espacios cerrados aislados y elevados: son aquellos espacios cerrados en los que el personaje se encuentra solo, sin más compañía que su propio espíritu y sus propias reflexiones. Estos espacios proporcionan el marco en que el personaje se libera; Julián logra la libertad de ser él mismo. Julián no es libre debido a la hipocresía. Es difícil para Julián ser él mismo o construir su identidad rodeado de estos “enemigos”. El primero de ellos es la gruta que encuentra entre las montañas camino a la morada de su amigo Fouqué (intersección entre espacio cerrado y elevado). Allí a Julián: “se le ocurrió la idea de entregarse al placer de escribir sus pensamientos (…) se dijo: (…) soy libre (…) su hipocresía no le permitía ser libre” (mitad del cap XII ). Julián se siente feliz allí; proyecta sus sueños: ser amado por una mujer distinguida en París. “Antes de abandonar la gruta, Julián encendió el fuego y quemó cuidadosamente todo lo que había escrito”. Julián está alejado materialmente de la sociedad y se ve a sí mismo sin las presiones y normas impuestas (y auto-impuestas) para triunfar o sobrevivir en ella. El otro lugar arquetípico dentro de los espacios cerrados lo constituye la prisión. Julián es recluido en un torreón (intersección entre lugar cerrado y elevado). Allí es, finalmente, donde Sorel se descubre y consigue ser él mismo. Descubre que ama a Mme. de Rênal y que ha sido, y es por ello, feliz.

Espacios abiertos Espacios abiertos en la planicie: en este espacio Julián es feliz. Esto se produce en Vergy, el palacio de vacaciones y recreo de los Rênal. Allí es donde comienza la relación amorosa entre Mme de Rênal y Julián: en los frondosos jardines del palacio, durante las últimas horas del día y a escondidas de Mme. Derville, la amiga de Mme. de Rênal. Espacios abiertos y elevados: Se trata de las montañas. En la cima de la montaña, donde se detiene Julián entre el camino de la casa de Fouqué a Verrières, siente alegría y calma. Este espacio es simbólico y es explicado por el narrador de esta manera: “se encontró de pie sobre una roca gigantesca, seguro de su soledad, lejos de cualquier hombre. Tal posición material le hizo sonreír: a eso mismo aspiraba moralmente” (cap X, al final). Julián aspira a escalar socialmente para alcanzar un lugar alto, en la cima, de esta. Por otra parte, en este espacio, en contacto con la naturaleza, tiene lugar una escena de iluminación: Julián se da cuenta de sus errores.

Personaje principal Julián Sorel: -Hipocresía: es su principal arma para triunfar en la sociedad. Se trata de una época en que la cortesía es un valor absolutamente estimado. Además, debemos recordar que Julián tiene pensamientos liberales y está viviendo la época de la restauración. Si quiere triunfar, debe callar sus opiniones (por ejemplo, su amor por Napoleón, puesto que tanto el marqués como el intendente lo odian). Para ilustrar esto, basta con leer el capítulo v donde se explican las razones que sustentan la hipocresía de Julián. De esta manera, uno de los maestros de Sorel es Tartufo (el sacerdote hipócrita de Molière). El negro, el hábito que elige Julián para ascender socialmente, no refleja una vocación religiosa, sino que es un disfraz para poder ascender socialmente. En la gruta, el protagonista admite que es hipócrita con todo el mundo, incluso con su gran amigo Fouqué. Sólo encuentra el momento de sincera libertad en ese lugar y una vez que es condenado a muerte. Sin embargo, Julián es demasiado singular para triunfar mediante la hipocresía, se destaca demasiado. Esto le ocurre desde un principio en el seminario. Fracasa en su intento de satisfacer a la sociedad mediante la hipocresía. -Ambición: -Temor a ser humillado: esto se ve constantemente en la obra. En casa de Rênal, teme comer con los sirvientes y aborrece los desplantes del intendente. En el seminario se cuida mucho de los complots de sus compañeros. En la casa de La Mole, el temor a ser humillado es constante. El marqués lo sabe, lo que más teme Julián es el desdén. Cuanto más escala Julián, más se acrecienta su temor de verse humillado, puesto que la caída es más grande. Este temor lo lleva a los bordes de la locura. Incluso, cuando está por morir, no se preocupa por su final, sino por no parecer asustado en ese momento. Este temor a ser humillado le viene de Rousseau. -Alma de fuego: el personaje tiene una voluntad férrea y una gran energía que lo mueve. Esta energía lindante con la pasión entra en pugna con su mente lógica. Julián tiene un corazón apasionado. Se enamora de Mme. de Rênal y de Matilde siendo un seminarista. Cuando lo ofenden en París, intenta llevar a cabo un duelo. Esta pasión incontrolable lo irá llevando hacia su fin. Tiene su punto álgido con el intento de asesinato a Mme. de Rênal. Cuando está en la cárcel e intenta reflexionar lógica y razonadamente sobre su crimen, se pone de manifiesto que este acto es producto de un alma de fuego. Del choque entre estos dos elementos (lógica y pasión) surge el auténtico Julián Sorel.

Criterio Según Pucciarelli, hasta 1823 la joven generación de escritores era monárquica y católica. Pero debido a las medidas tomadas por la Restauración, muchos poetas levantaron su voz para criticar la situación presente y para exaltar a hombres y

gestas del pasado: los prohombres de la revolución y Napoleón. A partir de 1824 se inicia una literatura de encomio sobre todo de Napoleón. Este individuo aparece como un joven de pueblo que, dotado de una férrea voluntad y segura visión del porvenir, vence obstáculos y llega a imponerse en casi toda Europa. Esto es lo que hace que Julián Sorel tenga como modelo a Napoleón. Para Pucciarelli, Stendhal no impone al lector una imagen unívoca de héroe; puede simpatizarse con Julián o despreciárselo. El lector no puede ver a Julián como un héroe clásico con sentimientos y pasiones arquetípicas. Siempre está presente la circunstancia de que Julián está inserto en un medio histórico-social determinado.

Técnica utilizada Estilo descriptivo Stendhal pertenece a la generación de 1820 o la generación “de los vencidos”. Tanto él como sus contemporáneos crecieron boletines y partes de guerra del triunfo Napoleónico y su avance por Europa. Sin embargo, Napoleón cae en 1815. Esto marca a fuego el espíritu de esta generación, a la que pertenecen: Stendhal, Balzac, Víctor Hugo, etc. Todo aquello en lo que creían ha desaparecido. No obstante, los escritores no se plantean una salida a este hecho mediante la evasión como lo harían los más puros románticos, sino que encuentran una respuesta en la voluntad de conocer. Es entonces cuando la estética romántica gira para convertirse en una estética realista, de la observación de la realidad . En palabras de Auerbach: “El realismo de Stendhal, dijimos, ha sido engendrado por la resistencia contra un presente desdeñado. Los héroes de sus novelas piensan y sienten contra su época. Así, el realismo es un producto de la lucha por la propia afirmación”. Sin embargo, el realismo de Stendhal tiene una característica fundamental. Se trata de un realismo trágico moderno. Mientras que la tragedia y la epopeya, como géneros elevados, se ocupan de los destinos excepcionales de héroes y dioses, dando modelos únicos, y excluyen a la gente común; la comedia se ocupa de la clase baja, de hechos cotidianos y de conflictos que no modifican los cauces de la historia. En este sentido, el realismo trágico moderno enfoca seriamente (como la tragedia y la epopeya) momentos de la vida cotidiana de gente del común (como la comedia). Así, R y N trata seriamente la vida de un joven de cuna pobre de un pueblito de la provincia. Por otra parte, tal como sostiene Friedrich, la elección del material con que Stendhal hará la novela comprende la realidad social de su época. Los personajes, las situaciones, los temas tratados, están indisolublemente ligados a esta realidad histórica, el personaje es producido del mundo construido, y, por tanto, Friedrich conviene en llamar actualismo a este proceso de producción de la novela. Para Stendhal, la única forma literaria que puede dar cuenta de la verdad es la novela. En sus propias palabras: “una novela es un espejo que se pasea por un ancho camino” (como epígrafe: cap XII parte I y como opinión del

autor en cap XIX parte II). No obstante, Stendhal se diferencia de Balzac en cuanto a que no pretende a través de sus descripciones, y de su narrativa en general, alcanzar la objetividad. Puesto que la realidad depende del lugar en que se coloque el espejo: “Tan pronto refleja el cielo azul como el fango de los lodazales del camino” (cap XIX citado). Por eso la verdad a la que se aspira no es universal, depende del punto de vista que se tome esto lo hereda de la filosofía sensualista del Siglo XVIII. Stendhal no escribe a partir de la técnica del documento (como algunos realistas). Si bien el argumento de la novela se inspira en la lectura en “La gaceta de los tribunales” del caso Berthet (un seminarista acusado y guillotinado por el delito de disparar, en medio de una ceremonia religiosa, contra una mujer que había sido su benefactora y amante), Stendhal no recurre a documentos a fin de legitimar su construcción ficcional. Incluso, llega a cometer errores en este ámbito: en el capítulo XXXVI de la segunda parte, Julián afirma que según el artículo 1.342 él deberá ser castigado con la pena de muerte. Sin embargo, el código penal de ese momento tenía sólo 484 artículos. Esto demuestra la escasa preocupación de Stendhal por alcanzar un realismo absoluto basado en la documentación. Por otra parte, la visión de la novela no es totalizadora (como en Balzac), sino que la experiencia sensual del mundo que tiene el lector se acota a la experiencia sensual del protagonista. Esto es lo que se llama restricción del campo visual (se extiende también a lo auditivo, etc.). No sólo la estructura de la novela eleva al protagonista al primer plano (sigue siempre el destino de Julián, aunque no está presente, está en el pensamiento de los otros personajes), además la realidad es vista desde el punto de vista del protagonista. Así, la novela se opone antagónicamente al discurso científico que busca una verdad universal. Ejemplo de esta restricción del campo sensual del lector a la experiencia del protagonista es, por ejemplo, cuando Julián entra a la iglesia en el capítulo XVIII, “Un rey en Verrières”, para cambiarse el uniforme de seminarista y ponerse el de la guardia que celebra la entrada del monarca en la ciudad. En esta ocasión, Julián no sabe dónde está, ni por dónde se mueve dentro de la Iglesia, por ello, el lector tampoco lo sabe. En segundo lugar, en el capítulo XXV, Julián llega al seminario y se encuentra con el director Pirard. El protagonista se encuentra nervioso y presionado por la situación en la que está y se desmaya: “Julián no pudo resistir aquella mirada; alargando la mano como para sostenerse, cayó al suelo cuan largo era. //El hombre hizo sonar una campanilla. Julián que sólo había perdido la visión y la facultad de moverse, oyó pasos que se acercaban”. Aquí el lector sólo puede acceder a los sonidos de la situación, puesto que el personaje no ve; está desvanecido. En conclusión, este rigor en la narración es constante: el lector sólo conoce lo que conoce el protagonista (con algunas pocas excepciones como los monólogos interiores). Stendhal utiliza determinados y diversos procedimientos narrativos: Las descripciones no son pintorescas, sino que están en función de cada episodio. Los retratos de los personajes no hacen hincapié en lo físico en esto también se aleja de los románticos. Stendhal no suele describir a los personajes desde su

perspectiva, el lector los conoce por iluminación indirecta, por la impresión que producen en los otros. El lector debe formarse una idea de ellos. Le interesa describir tipos sociales (pequeñoburgueses, burgueses comerciantes, nobles, bajo clero, obispos, funcionarios, nobles). Utiliza paréntesis más de una vez, reflejando y problematizando el proceso de producción de la obra, como las charlas con el editor (cap XII parte II). Esto muestra el estado de crisis de la novela. En cuanto al estilo, resulta por muchos momentos, en contraposición con algunos de sus contemporáneos, despojado. Stendhal sostenía que deseaba tener el estilo del código civil: directo. Desde el comienzo de la obra, el lector va avanzando por un camino ondulado y sinuoso que permite distinguir diversos planos y lugares, que el narrador señala escuetamente. Se trata de una técnica descriptiva similar al travelling cinematográfico. El narrador es parco.

El narrador y la persona del relato El libro está escrito en tercera persona del singular y narrado por parte de una voz omnisciente, en tanto conoce los pensamientos del protagonista y de algunos personajes, pero su carácter se ve restringido por la experiencia sensual de Julián. Si bien en general el libro está escrito en tercera persona, aparece una suerte de segundo narrador en primera persona que comenta ciertos hechos, censura actitudes u opiniones de los personajes y excusa omisiones o abreviaciones. Este narrador se identifica políticamente: es liberal.

Adaptación cinematográfica Existe una adaptación cinematográfica, rodada en 1954, dirigida por Claude Autant Lara e interpretada por Gérard Philipe y Danielle Darrieux. Otra adaptación de esta novela, que fue llevada a la televisión, fue en el año 1997, dirigida por Jean Daniel Verhaeghe e interpretada por el actor italiano Kim Rossi Stuart y la actriz francesa Carole Bouquet.

Fuentes  

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ROJO Y NEGRO El alcalde del pueblo de Verrieres, población del Franco Condado, deseoso de propagar el monto de su fortuna y los alcances de su previsión, ha decidido contratar los servicios de un preceptor que se encargue de la educación de sus tres hijos. El señor de Ranl, siguiendo las recomendaciones del párroco Chelam, confía la educación de su parentela al joven Julían Sorel, presentado especialmente por el párroco, quien ve en él grandes valores y posibilidades. Julian Sorel, muchacho de diecinueve años, aspirante al

sacerdocio, buen conocedor del latín, ha dejado la casa paterna ante al incomprensión de sus familiares, modestos maderos que no entienden las extrañas inclinaciones del joven y le reprochan su escasa afición por el trabajo muestra, sin embargo, un claro espíritu investigativo así como un extraño carácter impositivo y meditabundo que lo inclina a la reflexión y al estudio, valores indispensables para un buen educador, según el alcalde Renal.

Julian Sorel entra a formar pare de la pequeña comunidad del burgomaestre, en la cual destaca la bella figura de madame Renal, esposa y madre dedicada y virtuosa, quien desde un primer momento se siente vivamente afectada por la presencia del preceptor. Poco a poco, la cotidianidad de la cercanía, la ausencia del esposo y su propia naturaleza emocional y afectiva, lleva a la joven señora a concebir una honda pasión por el apuesto profesor, quien no tarda en corresponderla. Entonces, a pesar de todo lo que arriesgan los dos amantes se entregan a su ardor sin pausa ni sosiego. Pero la fama de su entendimiento pronto los rebasa y el propio párroco aconseja a Julían marchar de aquella casa. A pesar de los ruegos de su amada y de su propia melancolía, éste se dirige al vecino pueblo de Besancon, en donde se interna en el seminario con el fin de terminar sus estudios y ordenarse sacerdote. Sus propósitos, sin embargo, tampoco son coronados por el éxito. Poco antes de terminar su carrera, el padre Pirard atiende los ruegos del marqués de La Mole en París y le recomienda al joven Julián para que ocupe una plaza de secretario en su domicilio. Se traslada Julián Sorel a la capital y no tarde en granjearse el aprecio del marqués quien prendado de sus dotes y de su habilidad, no desperdicia ocasión para agasajarle y estimular su trabajo. Matilde de Mole, bella y orgullosa hija de marqués, a quien la presencia del secretario no había caído nunca en gracia, resiente los desvíos de su padre par con aquel y así se lo hace saber. Pero como tantas veces sucede, los sentimientos de repulsión que la joven condesa abriga no son más que el preámbulo de una ruidosa pasión que enreda a los dos muchachos en un idilio febril y tormentoso. Cuando Matilde comprueba que como resultado de su pasión ha quedado embarazada, sin titubear un momento confiesa a su padre la verdad, y solicita el beneplácito para el matrimonio que ambos amantes desean. El marqués de Mole, a quien los méritos del muchacho inclinan sensiblemente a su favor; esta a punto de asentir a os deseos de su hija. , Cuando una inesperada carta escrita por la señora Renal, instigada por el confesor, le pone de presente la desconocida historia del preceptor e inclina desfavorablemente la balanza. Julian Sorel, conoce entonces los alcances de su vehemencia. Tan pronto averigua el origen de la inexplicable resistencia de su señor, abandona la capital y se dirige a Vierreres. Allí busca y encuentra a la señora de Renal, quien se hallaba meditando en la

Iglesia, y sin reflexionar un instante, dispara contra ella y la deja por muerta. Convencido de su asesinato que no pasaba de ser un sencillo arañazo, sufrido por la buena mujer en uno de sus brazos, se entrega a la justicia, resignado a su suerte,. Para él todo ja terminado,. La violencia de sus actos ha podido más que sus previsiones y propósitos, y que a pesar de sus dos amadas, la Renal, prontamente restablecida de su dolencia, y Matilde de Mole, venida a propósito desde París, le imploran por todos los medios que declare y se defienda, Julian Sorel se obstina en un silencio culposo, interpretado por las autoridades como otra señal más de su pérfida naturaleza. Entonces, pese a los desesperados esfuerzos de las dos mujeres, el veredicto del jurado es implacable, Julian Sorel encontrado culpable, es condenado a muerte y ejecutado en la guillotina. El Autor y su obra Con su novela Rojo y negro, escrita en 1829 y publicada en 1830, el escritor francés Henry Beyle, más conocido como Stendhal, encontró a sus cuarenta y siete años, un punto álgido en su desarrollo intelectual y creativo. Nacido en el año 1783 y muerto en 1842. Stendhal dio a luz una abundante serie de novelas, todas de espléndido quilataje, que se cuentan entre las joyas literarias de la lengua francesa. Sutil observador de la realidad, el autor es uno de los primeros escritores de ficción que utiliza crónicas verídicas extraídas de las páginas de los periódicos de la época. Con el animo de transformar sus anécdotas en espléndidas construcciones literarias. En efecto, la historia de Julian Sorel y todas sus desapacibles incursiones, se encontraba en germen en célebre proceso que por asesinato se seguía en aquellos días al joven seminarista Antonio Berthel, esta actitud, que prefigura una de las metodologías más utilizadas por los escritores del siglo XX, desarrolla y explica la estructura estética en que se apoyó su obra. El realismo artístico y literaria que propugnaba por una obra de arte referida a la comprensión descripción y recreación de la realidad, permea todo su trabajo, y dentro de la nada tan real y al mismo tiempo incomprensible, como el rico semblante interior del joven Sorel, tan extremos en sus apetencias y desvíos, tan sometido a las furiosas tempestades de su alma.

Rojo y negro es una novela esencial para entender Francia de la Restauración y permite visualizar como la juventud de esa época enfrentaba situaciones de rebeldía, ambiciones, persecución de sus ideales pero una vida que le llevaba por un rumbo muy inesperado en cuanto al soñado. Y como todo esto, combinado con nuestra percepción de los acontecimientos de la época, nos lleva a descubrirnos, y como las decisiones que tomamos y las acciones que ejercemos deben ser reflexionadas y racionales para después no enfrentar graves consecuencias a las cuales no les veamos salida, o a las cuales vemos imposible volver a la sociedad. Con el análisis anterior se pretendió dar un punto de vista sobre de que trato la novela, cuáles fueron los acontecimientos y personajes que más me impactaron, y que consideré quería decirnos Stendhal con esta novela.

Rojo y negro, de Stendhal (seudónimo de Henri Beyle), es una obra clásica de la literatura francesa del siglo XIX. Un libro imperdible para los amantes del género novelesco. La novela recrea morosamente la vida de Julián Sorel. Personaje singular, de ascendencia modesta, hijo de un aserrador, pero dotado de prodigiosas facultades mentales para retener y repetir capítulos completos de la biblia o de cualquier otro libro de importancia. Esta singularidad -genial ironía por parte del autor- le permite a Julián Sorel ascender por la escala social de la Francia de su época, comenzando en calidad de preceptor de los hijos del alcalde de la pequeña ciudad de Verrieres, en el Franco Condado, gracias a su amistad con el cura Chelán, párroco de la localidad. La novela recrea y cuestiona la composición social de la época descrita, registrando un valioso repertorio de posiciones morales, políticas, religiosas y amorosas de una nación todavía en pleno esplendor y desarrollo, afianzada en el poder de la llamada diosa razón. El contrapunto, serán las sorprendentes conquistas amorosas alcanzadas por Julián Sorel desde su modesta condición de preceptor, donde no será la razón, precisamente, el vehículo para alcanzarlas, sino lo contrario, el poderío de los instintos, capaz de imponerse –en esos tiempos y en cualquier otro- en las almas jóvenes muy por encima de la cordura, las cadenas morales y religiosas. Hay en la obra una abierta manipulación del personaje por parte del autor, para examinar y cuestionar a través suyo la Francia inmediatamente posterior a la caída de Napoleón, donde –parece decirnos entrelíneas el autornada ha cambiado respecto a las ideas monárquicas combatidas a cuchillo durante la revolución. Sigue predominando en el Imperio el privilegio de clases, el nepotismo ayer castigado con la guillotina, el insaciable afán de poder y de títulos nobiliarios por parte de la nobleza. Persiste todavía la pleitesía al soberano, recuérdese la visita del rey a Verrieres, la recreación acabada y minuciosa de los preparativos ante la inminencia de su llegada, las intrigas y envidias por participar en dicho acontecimiento. El perfil del protagonista, Julián Sorel, si bien por momentos resulta contradictorio, dada su extremada indiferencia frente a ciertos asuntos amorosos, termina por acotar claramente el espíritu de una época, marcada por la lucha entre la cordura y la locura desatada por los instintos. Julián Sorel, la señora de Renal y la joven Matilde, sucumbirán a la pasión, echando por tierra todos los preceptos que el sentido común de su época impone a las personas pertenecientes a su clase, y que tan bien representan los personajes de su entorno. A la señora de Renal de nada le servirán sus plegarias y creencias religiosas, a Matilde tampoco la salvará el orgullo de clase que le impedía reconocer sus sentimientos ante un hombre de baja alcurnia, y Julián Sorel terminará también arrepentido por haber ocultado la verdadera fuerza de su espíritu en los momentos más importantes. La historia, que en principio busca recrear las virtudes mentales y espirituales del protagonista, termina en una novela de amor alambicada y dramática de trágicas consecuencias, ilustrando una vez más el mayor conflicto humano, social y político: la lucha interna entre la razón y los instintos. De esta manera, Rojo y negro se abre paso en la búsqueda y reconocimiento del inconsciente, anticipando lo que Freud desarrollará algunas décadas más adelante, enseñando y recreando las grandes contradicciones que habitan en el alma humana. Las conexiones que se pueden establecer a partir de esta obra con otras de la literatura universal son muchas. Sin embargo, cabe detenerse en El extranjero de Albert Camus, cuyo final en muchos aspectos resulta sorprendentemente semejante. Un hombre que pierde la razón a fuerza de ser razonable y se pierde en aquel laberinto racional que desemboca inevitablemente en la locura. Julian Sorel pierde la noción de realidad lo mismo que el protagonista de El extranjero, y rechaza las imposiciones morales impuestas por el llamado inconsciente colectivo. Normas que vienen a ordenar el caos natural y propio de los instintos, y las cuales constituirán las bases más sólidas del creciente imperio Francés. Indudablemente, en Chile la novela es comparable con nuestro Martín Rivas, del célebre escritor chileno Alberto Blest Gana, un paralelo con dicha obra, merece capítulo aparte. Están allí claramente marcados los estereotipos y sus semejanzas. Otro aspecto notable en esta obra es la mirada crítica del autor a los asuntos de la Iglesia Católica. Julián Sorel estará siempre apadrinado por prelados eclesiásticos, partiendo por el párroco Chélan, su gran amigo y confesor de la infancia y juventud. La facultad de recitar pasajes completos de la Biblia en latín, le otorga empatía absoluta ante los representantes de la iglesia, quienes verán dichas facultades como arma inmejorable para servir a la Iglesia. De hecho, la primera intención del protagonista será hacerse cura, pasando por el prestigioso Seminario donde conocerá al abate Pinard, quien terminará siendo un apoyo fundamental en su ascenso social..

La obra cuestiona la posición de la iglesia, su poder económico y sus influencias sociales que permiten a los eclesiásticos alcanzar una posición sólida y confortable. Se da a entender muy claramente que se trata entonces de una carrera que lejos de constituirse en una cuestión espiritual, termina siendo un camino para enriquecerse y establecerse socialmente, pasando a formar parte de la clase alta, de acuerdo, se entiende, del rango alcanzado dentro de los escalones militares de la iglesia. Miguel de Loyola – Santiago de Chile – Sin fecha.

ROJO Y NEGRO, de STENDHAL A mi entender Rojo y negro se extravía en detalles irrelevantes y anecdóticos de tipo social, para confundir el auténtico significado de la novela en la psicología del protagonista Julián Sorés. Que Julián sea un personaje ambicioso no tiene nada de particular, su característica diferencial consiste en su sentido del valor y del honor, y ambos valore los une de forma inseparable. Ese concepto del honor y del valor hace que Julián aspire a mejorar en el escalafón social a través de la religión, ya que en esa época y al no haber un general tipo Napoleón, no se puede ascender con méritos reconocidos en las batallas. El mensaje de Stendhal es la creación de un personaje romántico y ambicioso que quiere cumplir con sus objetivos pero no a cualquier precio, su ascenso debe ser reconocido con honor hacia los demás y hacia si mismo se debe demostrar su valor. Madame de Renal ama a Julián, pero a diferencia de otras novelas sus hijos cobran una importancia vital en la mente de Madame de Renal, la cual antepone la salud de sus hijos al amor de Julián, aunque con mucho dolor. Es sorprendente pero válida dentro de la psicología social el cambio que experimental los compañeros de Julián en el seminario, de cuando es un simple seminarista ambicioso a cuando asciende a un cargo de cierta importancia, los seminaristas compañeros de Julián pasan automáticamente del desprecio a la adulación. Leo con añoranza social esos consejos de padre experimentado que el abate Pirad da a Julián, consejos de cómo debe comportarse y actuar para no fracasar y escalar posiciones en el mundo hostil de la alta burguesía y, en definitiva, para tener unas normas de conducta dirigidas al interés propio de cada uno y que tan necesarias son. Que diferencia con los actuales educadores, cuyos consejos, en todo caso, tienen una dirección social de prácticamente nulo encaje en la psicología del joven, al cual no le hacen otra cosa que confundirlo. Capítulo 1 y 2 de la segunda parte. En la página 340 se produce un error de traducción “¿su dirección, caballero? Le desprecio” en francés tendrá 6 palabras pero en español son solo 5. En Julián el honor se funde con la hombría, con la súper hombría, Napoleón es un héroe para el protagonista. El sentido del honor y del valor llega hasta la consideración de la pena de muerte como un mérito a lograr “la condena a muerte, lo único que no se compra”. En la vida de Julián, Matilde es el campo de operaciones experimentales, en ella, en su arrogancia burguesa consigue su victoria de honor y valor, a través de ella y sin abandonar su sentido de honor y valor llega a la posición social deseada, “amantes hay muchas, honor solo uno”. El otro camino el del mérito simplemente tiene un techo demasiado bajo para Julián, que es el que le corresponde por nacimiento en la época que describe la novela, sobre al año 1830 en Francia. Matilde por su parte reconoce en el sentido del honor y del valor que representa Julián un interés excepcional comparado con las personas burguesas que le rodean, a las que califica de vulgares, las cuales por tener una posición social acomodada no necesitan ejercer el sentido del honor y valor de forma tan palpable. Interesante mención de la batalla de Farsalia, donde Julio César mando a sus soldados atacar a la cara de sus enemigos, los soldados de Pompeyo, porque como eran jóvenes agraciados y ricos

patricios tendrían un especial miedo a quedar marcados en el rostro. Ni que decir tiene que Julio César venció en inmemorable batalla a su enemigo Pompeyo que huyó a Egipto, donde fue traicionado y decapitado. En la página 444 aparece la frase “el amor cerebral es sin duda mas inteligente que el amor verdadero, pero solo por instantes conoce el entusiasmo”, idea preconcebida y errónea generadora de sufrimiento. El amor cerebral no existe, existe el amor y el cerebro que piensa, analiza, acomete y planifica para dar al amor todo su significado emocional y el sentimiento continuo de entusiasmo; el cerebro siempre al servicio del amor, el que se llama amor verdadero (no se bien si por el autor o por Matilde) es un amor que no puede desarrollarse al máximo porque no utiliza la eficaz herramienta del cerebro. Sería como decir que clavar un clavo con la mano es mas verdadero que hacerlo con un martillo, el hecho de clavar un clavo no cambia la eficacia del resultado es mucho mas satisfactoria si se hace con la herramienta martillo. En la página 512 el autor llama “joven filósofo” a Julián, o es un simple recurso literario o el autor ignora que es ser filósofo. El hecho de que por honor y valor, al ser delatado por su ex amante, a la que parece seguir amando, la asesine es algo que ni comparto, ni creo que se comparta actualmente. La comparación con los malos tratos a las mujeres, que llegan en muchos casos al crimen es inmediata. El propio hecho de que la víctima perdone e interceda por el asesino es nauseabundo, sin embargo en la novela es ensalzado. Cosa bien diferente es la actitud que manifiesta Julián hacia la muerte, mejor dicho hacia la condena a muerte que por fin es ejecutada. En esa actitud si reconozco muestras de honor y valor. El autor mezcla en alguna ocasión, el sentido del honor con el del deber. Creo que son dos conceptos totalmente diferentes, el primero es consciente, la conducta que genera es razonada y argumentada, se trata de no ser menos que nadie, de mantener la dignidad y de hacer todo lo posible por mantenerla, sin miedo al método elegido para mantener esa dignidad. Actuar por deber no tiene explicación lógica, no se sabe a que oscuros intereses actuales o pasados obedece, no existe el sentido del deber mas que en personas adoctrinadas por los interesados o por la tradición. En Julián, el protagonista, se manifiesta de forma palpable la contradicción de quien queriendo ascender en el escalafón social, lo intenta apoyándose en los poderosos a los cuales desprecia profundamente. Julián necesita a los burgueses de la alta sociedad para conseguir sus ambiciosos propósitos, para ello no duda en hacerse sacerdote; sin embargo se cuida mucho de ser despreciado por ellos, y cualquier incidente lo magnifica, sometiéndolos a una crítica tan justa como cruel. El sentido de adaptación falta en Julián, no se acomoda a su situación de pobre protegido por los burgueses, quiere ser burgués a pesar del desprecio que siente por ellos, pero el camino no es fácil, es muy difícil conseguirlo en una generación. Lo habitual hubiera sido que se hubiera conformado con su situación privilegiada al amparo de los burgueses para los que trabaja, y en caso de descendencia iniciara

acciones destinadas a su hijo, el cual ya no partiría de cero como lo hace el propio julián. Para finalizar resaltar la idea principal que creo quiere transmitir el autor: Julián, el protagonista, es un trepa con honor, Julián quiere ascender en el escalafón social pero no a cualquier precio, sino mereciéndolo, con honor, y con continuas muestras de valor que prueben el merecimiento de sus éxitos.

Rojo y negro de Stendhal. Resumen. A continuación agrego un resumen que hice de la novela Rojo y negro de Stendhal.

Rojo y negro (Le Rouge et le Noir) es una novela francesa que Henri Beyle, más conocido por su seudónimo Stendhal, publicó a mediados de noviembre de 1830. La trama se desarrolla en la Francia del siglo XIX durante la década de los treinta, y se articula en torno a las ambiciones de un joven para elevarse sobre la pobreza de su nacimiento. Es una obra fundamental del inicio de la novela realista. Más adelante se incluye información sobre el libro que es fruto de mi trabajo es investigación. Espero que les resulte útil. Si es así, les ruego que me den puntos. Fue un gran trabajo para mí hacer esto. Gracias! Stendhal: Rojo y Negro. Resumen del libro.

Julián Sorel es hijo de un carpintero miserable que lo detesta. Sin embargo, recibe educación en la iglesia y se hace gran lector. Julián entra a trabajar como preceptor de lo hijos de M. de Rênal (intendente de Verrières). Julián se enamora de Mme de Rênal. Tienen relaciones amorosas. Fouqué, su amigo burgués advenedizo, le ofrece hacerlo partícipe de su negocio, Julián lo rechaza. M. de Rênal recibe cartas sobre el engaño de su esposa. Julián Sorel deja la casa de los RÊnal para continuar con su carrera eclesiástica (a pesar de que extraña a esta mujer y de que ella está perdidamente enamorada de él). Va a un seminario en Besançon. Allí se destaca, pero el resto de sus compañeros lo odian y envidian. Consigue la protección del director del seminario: el padre Pirard (un jansenista, es decir, un hombre enfrentado a los conservadores dentro de la Iglesia). Pirard le consigue un puesto como secretario de un marqués en París. Antes de partir hacia la gran ciudad, Julián vuelve a la casa de Renal y consigue entrar sin ser visto. Se reencuentra con Mme de renal y pasan juntos un hermoso día, encerrados en la habitación. Julián entra a trabajar como secretario del marqués de La Mole. La Mole tiene dos hijos: un varón y una mujer: Matilde. Matilde es una muchacha inteligente, histérica, que adora leer. Es muy hermosa y en los salones todos tratan de cortejarla. Ella se enamora de él, pero intenta esconder este sentimiento por la distancia social que los separa. Julián empieza a frecuentar salones, logra destacarse a pesar de su humilde condición entre los nobles que se hallan en esos lugares. Se gana el respeto en la casa de La Mole y la amistad del marqués. Matilde se

le insinúa y él se “enamora” de ella. Entonces, ella se desenamora porque le resulta algo muy fácil. Ella admira los amores antiguos entre reinas y guerreros, los amores imposibles. Empieza a mostrar desprecio por Julián. Sus padres arreglan un casamiento futuro entre ella y un gran noble de Paris. Julián sufre mucho. El marqués, quien –por supuesto- ignora todo esto, le encarga a Julián una misión relacionada con un complot que organizan los nobles más importantes de París para aliarse con otros nobles de Europa. Julián la cumple y en esa misión encuentra a un príncipe ruso que le da consejos para reconquistar a Matilde. Julián vuelve a París y sigue estas recomendaciones. Matilde vuelve a enamorarse de él. Julián trata de fingir, sin embargo, que no está enamorado de ella, para que la muchacha siga interesada en él. Conversan sobre filósofos, etc. Comienzan a tener relaciones sexuales. Ella queda embarazada. Se lo comunican al marqués quien se enajena de furia, debido a la diferencia de clases sociales y a la deshonra que implica para su familia. Ella está locamente enamorada de él y se dispone a hacer cualquier cosa con tal de permanecer a su lado, casarse y tener un hijo. Cuando la pareja está a punto de ver sus sueños cumplidos: le darían a Julián un apellido ilustre, fingiéndole una descendencia, una pingüe renta anual y un título de teniente; La Mole recibe una carta de Mme. de Rênal en la que le cuenta acerca de cómo fue seducida por Julián, y lo persuade para que rechace a este joven como su yerno, debido a que se trata de un pequeño burgués que sólo quiere ascender socialmente. La Mole anula los preparativos para el casamiento de su hija y Sorel. Julián, inesperadamente, se dirige a Verrières, compra un arma, y en misa dispara dos tiros a Mme. de Rênal. Lo apresan y lo llevan a la cárcel. La mujer, no obstante, no muere, sólo está herida. En la cárcel, Julián recibe las visitas diarias de Fouqué y Matilde. Unos días después aparece Mme de RÊnal. El joven siente que la ama (y sólo la ha amado a ella) y le pide disculpas. Ella se disculpa, asimismo, por haber copiado y enviado la carta que su director espiritual le escribió (la que recibe La Mole). Ambos se sienten felices de estar juntos otra vez. Sin embargo, la situación de Julián no es sencilla: va a tener un hijo con Matilde y a ser ejecutado por intento de asesinato premeditado. Sin embargo, sólo piensa en Mme de Rênal. El juicio se acerca, Julián quiere que lo ejecuten. Matilde intenta por todos los medios manipular el juicio para que lo absuelvan. Julián hace prometer a su amada y a la madre de su hijo (quien ahora sí está apasionadamente enamorada de él) que no se suicidarán cuando lo vean muerto. El jurado declara culpable a Julián, quien no hace nada por defenderse y, por primera vez en su vida, habla con sinceridad ante un gran público. Julián es ejecutado. Lo entierran en una gruta que él había conocido durante un viaje a casa de su amigo Fouqué. Matilde se encarga de todos los procesos fúnebres. Tres días después de la ejecución de Julián, Mme. de Rênal muere de muerte súbita abrazando a sus hijos.

-1) Título. Subtítulo.

“Le Rouge et le Noir” como paratexto resulta útil para abrir diversas lecturas acerca del libro. En este sentido, el título se ha interpretado por la crítica de varios modos: 1) La primera lectura asocia el título con los dos caminos que se le ofrecen a Julián para triunfar en la sociedad. El rojo corresponde al color de los uniformes militares y a la sangre de la guerra, y por tanto, representa la primera vocación de Julián: la carrera militar. Esto coincide con sus primeros años de vida y con su admiración por Napoleón. El negro corresponde al uniforme eclesiástico, a la sotana del sacerdote, y representa la otra vocación –o forma de ascender en la sociedad- de Julián: el sacerdocio. Si Julián hubiese nacido unos años antes, su uniforme hubiese sido el rojo, combatiendo en los ejércitos de Napoleón. Sin embargo, en la Francia de la Restauración borbónica el uniforme que representa la carrera más propicia para ascender socialmente es el negro, el del clero. 2) Lectura ideológica: El rojo representa las ideas liberales que explotan en la Revolución Francesa. El negro, las ideas conservadoras, monárquicas, ultra-realistas. Estas son las ideas que lucharán y marcarán a fuego el final del siglo XVIII y casi todo el siglo XIX europeos. Y son, precisamente, las que se confrontan en el libro. En él, el protagonista mantiene en secreto su liberalismo republicano, mientras se mueve e intenta ascender en un medio eclesiástico y conservador. Ver contexto histórico: revolución- Imperio (rojo) y Restauración (negro). 3) Una tercera lectura acerca del título hace foco en las luchas de poder en torno a la institución eclesiástica y al poder civil. Así, el rojo es representante de las fuerzas liberales y civiles (una encarnación de esta fuerza es el juez de paz) y el negro la fuerza religiosa conservadora vinculada a la Congregación (por ende a los jesuitas, unidos al rey). La lucha entre jesuitas y jansenistas se hará evidente cuando Julián entre al seminario. Allí encontrará a su protector en Pirard, un sacerdote jansenista, y se verá odiado por Frilair y Castanède; este último es jefe de la policía de la Congregación. Este odio adquirirá un matiz más peligroso cuando Sorel lleve adelante la empresa del complot que M. de La Mole le solicita. En ella está a punto de morir envenenado y en manos de dicho cura. 4) Martineau afirma que los colores rojo y negro connotan el juego de ruleta. De esta manera, se entiende que la vida del protagonista está sujeta al azar y que él debe jugarse por uno solo. Si bien Julián quiere ser un lógico, las fuerzas de la vida lo llevan por otros caminos. No puede calcular todas las cosas; el azaroso desenvolvimiento de los hechos lo cambia todo. En un principio se propone una férrea y reflexiva autodisciplina con el objetivo de alcanzar el éxito en la sociedad: respeto, dignidad y dinero. Sin embargo, las circunstancias lo van llevando sinuosamente hasta su fin en la guillotina. 5) Por otra parte, es dado analizar la presencia de estos colores en las descripciones existentes en la novela. En la iglesia de VerriEres, espacio simbólico importantísimo, aparecen con fuerza estos colores: la penumbra (negro); a contraluz las cortinas rojas, la sangre. “El joven entraba a la magnífica iglesia de Verrières (…) La encontró sombría y solitaria. Con motivo de una fiesta, todas las ventanas del edificio habían sido adornadas con tela carmesí. Los rayos del sol, reflejados en ella, producían un efecto deslumbrador, asombroso. Solo en la

iglesia, se acomodó en el banco (…) Al salir, Julián creyó ver sangre cerca de la pila de agua bendita. No era más que agua derramada: el reflejo de los cortinajes rojos que cubrían las ventanas hacía que pareciese sangre”. (Capítulo V: “Una negociación”. Casi hacia el final) Subtítulo: El subtítulo de la novela es Chronique de 1830. En este sentido, tiene suma importancia lo que afirma Auerbach: “para comprender plenamente R Y N es necesario conocer la situación política, de las clases sociales y de las circunstancias económicas de este momento histórico: el de Francia poco antes de la revolución de Julio, la Francia de la Restauración, del régimen borbónico que acalló temporalmente la agitación política de 1789”. Ver Auerbach y contexto sociohistórico. 2) Contexto sociohistórico. Henri Beyle fue testigo de los acontecimientos políticos y sociales que se sucedieron desde la Revolución de 1789 hasta casi el final de la monarquía burguesa de Luis Felipe. Como sabemos, en 1789 estalla la Revolución francesa y con ella las ideas liberales, empujando a la clase burguesa al poder, en detrimento de la aristocracia monárquica. A la radicalización de esta revolución sucede el Imperio Napoleónico. Cuando Napoleón cae se levanta la primera Restauración, el régimen de los reyes borbónicos; esto implica el retroceso de las fuerzas liberales burguesas de 1789. La Restauración logró una era de “paz”, pero con una ciudadanía polarizada en dos partidos: los ultramonárquicos, que presionaban a la monarquía restauradora para volver a la situación prerrevolucionaria; y los liberales, entre los que se encontraban burgueses y nobles, que luchaban por mantener y superar las conquistas republicanas. La presión de la primera fuerza tuvo como consecuencia una serie de medidas oficiales tales como la censura a la prensa, la clausura de periódicos burgueses, el cambio de la ley electoral y la ingerencia fuerte del clero en la política. En el sector conservador a ultranza se crea la Congregación, una asociación político-religiosa controlada por los jesuitas. Estas mediadas oficiales provocaron el descontento popular y la reacción de los liberales, culminando en un levantamiento en París por parte de estudiantes, obreros y republicanos en julio de 1830. Los revolucionarios triunfan y derrocan al último rey borbón, Carlos X. Se llama al trono, entonces, a Luis Felipe, un rey considerado democrático. Este reinado será conocido como “la monarquía de julio”. Sin embargo, este gobierno no tardó en defraudar a los republicanos. Se forma, así, una oposición doble: por un lado los defensores del régimen borbónico expulsado, por el otro: los republicanos defraudados (sobre todo obreros). Luis Felipe no realiza ninguna medida importante, como por ejemplo la adopción del sufragio universal. Esto desemboca en una revuelta que culmina con la abdicación del rey y la deposición del régimen monárquico en 1848. Biografía de Stendhal: Henri Beyle nace en 1830 en Grenoble. Perteneció a una familia burguesa que apoyaba a la monarquía, a la que desde muchacho detestó. Ya desde su juventud se declara liberal y anticatólico. Participa como funcionario del gobierno de Napoleón. Con la Restauración queda fuera del gobierno y se exilia en Italia, donde permanece desde

1814 hasta 1821. Regresa a parís y vive allí hasta 1830. A fines de ese año publica Rojo y Negro, poco después del estallido de la revolución de julio, que destituye a los borbones del gobierno. Con el advenimiento de la monarquía democrática de Luis Felipe consigue el cargo de cónsul en Italia. En 1841 regresa a París enfermo y muere allí en 1842. La época de mayor producción literaria de Beyle es durante la Restauración. Arnold Hauser afirma que Rojo y Negro es la historia de la sociedad francesa durante la Restauración. A partir de Stendhal el sistema político de una época se convierte en algo susceptible de constituir el tema de una novela. Stendhal vive su presente como la hora decisiva de la primera generación post revolucionaria, como un período de esperanzas incumplidas, donde la recién llegada burguesía desempeña un papel tan lamentable como la aristocracia conspiradora. Para Stendhal, en un mundo como este donde todo el mundo miente y finge, lo importante es mentir y fingir mejor que los demás. Todas las grandes novelas de Stendhal giran en torno al problema de la hipocresía. El lema maquiavélico de Julián Sorel es: quien quiere el fin quiere los medios. Es decir que deben aceptarse las reglas del juego del mundo si se quiere contar en el mundo y participar en el juego. Elsa Pucciarelli cita la siguiente frase de Stendhal: “la política es una piedra colgada del cuello de la literatura” (R y N). Esto quiere decir que todo escritor se inserta en un marco político. Stendhal vio la realidad a través de sus convicciones liberales. Este autor lleva a sus novelas situaciones políticas reales y sus personajes no se limitan a vivir su aventura como en las novelas tradicionales, sino que están insertos en una realidad histórica determinada y participan activamente de ella. En R y N asistimos a la vida política de la restauración bajo el rey Carlos X (Julián es un liberal que debe encubrir sus simpatías políticas para ascender en una sociedad regida por las fuerzas monárquicas y conservadoras de la Restauración). Resumen del cuadro histórico de Francia en esta época: ANTIGUO RÉGIMEN, MONARQUÍA ABSOLUTISTA------).REVOLUCIÓN FRANCESA (1789)---).NAPOLEÓN (DE 1800 +o- A 1814)----) RESTAURACIÓN, MONARQUÍA BORBÓNICA (1814-1830)------) REVOLUCIÓN DE JULIO MONARQUÍA DEMOCRÁTICA DE LUIS FELIPE (1830-1848) 3) Beylismo. Stendhal no fue un hombre de éxito masivo en su época, se rehusaba a escribir para complacer al público. Según él, escribía “to the happy few”, para unos pocos felices. Estos pocos felices son los que se atreven a rechazar la norma imperante en el siglo XIX de ser como el otro, de no diferenciarse. Los happy few se destacan, se diferencian, y por ello son perseguidos. Lo que ellos buscan, y en esto reside el beylismo, es la felicidad. La búsqueda de la felicidad es el objetivo humano, que debe alcanzarse mediante la elaboración de un código personal propio. Las tácticas defensivas o estrategias para triunfar en la sociedad son las siguientes: 1) Proteger la sensibilidad. Los happy few son seres sensibles y en esta sociedad

probablemente sean heridos. 2) Proteger el amor propio contra la humillación. 3) Desconfiar. (En las sociedades de Stendhal hay espías –por ej.: en el seminario de Besançon. Puede que él, como perseguido poítico, se haya sentido así) 4) Sólo creer en lo que se ha comprobado personalmente. Esto se relaciona con la influencia que los filósofos sensualistas del siglo XVIII ejercen sobre Stendhal. 5) Ser hipócrita. Este conjunto de principios, que constituyen el beylismo, son un arte de vivir. El beylsimo es una actitud, una combinación práctica de teorías, reflexiones, máximas y observaciones basadas en amplias lecturas críticas y en el estudio, así como en la experiencia y el error. El beylismo, ante todo, exige rigor y lucidez de razonamiento, absoluta devoción hacia la verdad y pensamiento claro. 4) Espacios históricos y espacios simbólicos. I. Los espacios simbólicos de Rojo y Negro pueden dividirse en: espacios cerrados y espacios abiertos. A su vez, estos espacios pueden subdividirse. I. 1. Espacios cerrados: I. 1. a. Compartidos: son aquellos espacios edificados en los que el personaje comparte su experiencia con otros; Julián está acompañado materialmente por otros individuos. Dentro de esta clase de espacios encontramos como los más significativos: la iglesia de Verrières, el seminario de Besançon y la mansión de La Mole. La iglesia de Verrières reaparece con constancia a lo largo de la novela. Allí es donde el muchacho Julián Sorel recibe sus primeras lecciones a cargo del párroco ChElan. Es también donde se materializan los dos colores que significarán, cualquiera sea su interpretación, la dicotomía que cruza toda la novela (ver 1. Título). En esta circunstancia aparece también un papel que Julián encuentra cerca del reclinatorio. Dicho papel reza en una faz: “El primer paso”. Este hallazgo precede a la entrada del protagonista en la casa de Rênal, lo que constituye el primer paso en el desarrollo de la carrera y la vida del protagonista entre la alta sociedad. Asimismo, Julián encuentra en la otra faz del papelito un anagrama de su nombre. Por otro lado, cuando Sorel se halla asentado en el palacio de Rênal, vuelve a la iglesia de tanto en tanto para escapar de las intrigas que lo turban y lo apasionan en esa casa. Una vez en el seminario de Besançon, Julián regresa a Verrières, y antes de visitar a su amante, Mme. de Rênal, acude a esta iglesia. Hacia el final de la obra, Julián vuelve a la iglesia y dispara contra Mme. de Rênal. Este hecho lo lleva a su fin: es decapitado por intento de asesinato con premeditación. El seminario de Besançon (que se “dicta” en un edificio descrito según la experiencia sensual del protagonista) es el lugar en el que Julián toma contacto con otros muchachos que se encuentran en una situación similar a la de él (son pobres y quieren hacer carrera merced a un título eclesiástico). Sin embargo, estos jóvenes se diferencian de Julián en cuanto a que, precisamente, no se destacan. Julián tiene talento, inteligencia, piensa por sí mismo. Los otros

aceptan con credulidad todo lo que se les dice y sólo piensan en la renta que tendrán cuando estén encargados de alguna iglesia (lo que los hace, a los ojos de Julián, mejores candidatos que él para ocupar el puesto de sacerdote). Es en este lugar donde Julián se gana la protección del jansenista Pirard, quien lo llevará a la casa de La Mole como secretario del marqués. Durante la mayor parte del tiempo Julián se encierra en su celda -habitación-; sus compañeros lo desprecian e envidian. La mansión de la Mole: Julián sale del seminario para entrar como secretario del marqués de La Mole en París. Es en este espacio (y en los espacios a los que Julián accede gracias a su condición de secretario erudito y talentoso del marqués) donde el protagonista consigue experimentar la vida de la alta sociedad parisina. Se codea con duques, marquesas, héroes de guerra, etc.., vive en medio del lujo y de las modas parisinas, si bien es tratado siempre como un inferior debido a su extracción social. Allí conoce a Matilde –hija del marqués-, con quien tendrá amoríos. Auerbach da importancia a un pasaje en la mitad del capítulo IV de la segunda parte (comienza: “Una mañana en que el abate trabajaba con Julián en la biblioteca…” sigue: (..) “¡Es un honor insigne!- respondió el abate (…) Pues para mí, señor, es la parte más penosa de mi empleo (…) ¡Dios qué feo es!” termina en: “ella lo invitó a quedarse”). Para Auerbach, en este punto de la novela es cuando se hace más evidente la necesidad de conocer la situación política, social y económica del momento retratado en la novela (1830). Se trata de una época en cuyos salones reina el aburrimiento. Para este crítico los caracteres, las relaciones y las actitudes de los personajes estén estrechamente ligados a las circunstancias históricas de la época. I. 1. b. Espacios cerrados aislados y elevados: son aquellos espacios cerrados en los que el personaje se encuentra solo, sin más compañía que su propio espíritu y sus propias reflexiones. Estos espacios proporcionan el marco en que el personaje se libera; Julián logra la libertad de ser él mismo. Julián no es libre debido a la hipocresía. Es difícil para Julián ser él mismo o construir su identidad rodeado de estos “enemigos”. El primero de ellos es la gruta que encuentra entre las montañas camino a la morada de su amigo Fouqué (intersección entre espacio cerrado y elevado). Allí a Julián: “se le ocurrió la idea de entregarse al placer de escribir sus pensamientos (…) se dijo: (…) soy libre (…) su hipocresía no le permitía ser libre” (mitad del cap XII ). Julián se siente feliz allí; proyecta sus sueños: ser amado por una mujer distinguida en París. “Antes de abandonar la gruta, Julián encendió el fuego y quemó cuidadosamente todo lo que había escrito”. Julián está alejado materialmente de la sociedad y se ve a sí mismo sin las presiones y normas impuestas (y auto-impuestas) para triunfar o sobrevivir en ella. El otro lugar arquetípico dentro de los espacios cerrados lo constituye la prisión. Julián es recluido en un torreón (intersección entre lugar cerrado y elevado). Allí es, finalmente, donde Sorel se descubre y consigue ser él mismo. Descubre que ama a Mme. de Rênal y que ha sido, y es por ello, feliz. I. 2. Espacios abiertos. Son aquellos lugares a la intemperie, al aire libre, amplios.

I.2.a Espacios abiertos en la planicie: en este espacio Julián es feliz. Esto se produce en Vergy, el palacio de vacaciones y recreo de los Rênal. Allí es donde comienza la relación amorosa entre Mme de Rênal y Julián: en los frondosos jardines del palacio, durante las últimas horas del día y a escondidas de Mme. Derville, la amiga de Mme. de Rênal. I. 2. b. Espacios abiertos y elevados: Se trata de las montañas. En la cima de la montaña, donde se detiene Julián entre el camino de la casa de Fouqué a Verrières, siente alegría y calma. Este espacio es simbólico y es explicado por el narrador de esta manera: “se encontró de pie sobre una roca gigantesca, seguro de su soledad, lejos de cualquier hombre. Tal posición material le hizo sonreír: a eso mismo aspiraba moralmente” (cap X, al final). Julián aspira a escalar socialmente para alcanzar un lugar alto, en la cima, de esta. Por otra parte, en este espacio, en contacto con la naturaleza, tiene lugar una escena de iluminación: Julián se da cuenta de sus errores.

5) El personaje de Julián Sorel: hipocresía, ambición, temor a ser humillado y alma de fuego. Su evolución y relación con el contexto sociohistórico.

Julián Sorel, como personaje literario, tiene cuatro características fundamentales: -Hipocresía: es su principal arma para triunfar en la sociedad. Se trata de una época en que la cortesía es un valor absolutamente estimado. Además, debemos recordar que Julián tiene pensamientos liberales y está viviendo la época de la restauración. Si quiere triunfar, debe callar sus opiniones (por ejemplo, su amor por Napoleón, puesto que tanto el marqués como el intendente lo odian). Para ilustrar esto, basta con leer el capítulo v donde se explican las razones que sustentan la hipocresía de Julián. De esta manera, uno de los maestros de Sorel es Tartufo (el sacerdote hipócrita de Molière). El negro, el hábito que elige Julián para ascender socialmente, no refleja una vocación religiosa, sino que es un disfraz para poder ascender socialmente. En la gruta, el protagonista admite que es hipócrita con todo el mundo, incluso con su gran amigo Fouqué. Sólo encuentra el momento de sincera libertad en ese lugar y una vez que es condenado a muerte. Sin embargo, Julián es demasiado singular para triunfar mediante la hipocresía, se destaca demasiado. Esto le ocurre desde un principio en el seminario. Fracasa en su intento de satisfacer a la sociedad mediante la hipocresía. -Ambición: desde muchacho, Julián tiene bien en claro cuáles son sus metas en la vida: triunfar en la sociedad, conseguir dignidad, distinción, respeto y dinero para vivir elegantemente. De esta manera, traza planes constantemente para alcanzar sus objetivos. Reflexiona como un lógico, aspirando a la frialdad y al cálculo. -Temor a ser humillado: esto se ve constantemente en la obra. En casa de Rênal, teme comer con los sirvientes y aborrece los desplantes del intendente. En el seminario se cuida mucho de

los complots de sus compañeros. En la casa de La Mole, el temor a ser humillado es constante. El marqués lo sabe, lo que más teme Julián es el desdén. Cuanto más escala Julián, más se acrecienta su temor de verse humillado, puesto que la caída es más grande. Este temor lo lleva a los bordes de la locura. Incluso, cuando está por morir, no se preocupa por su final, sino por no parecer asustado en ese momento. Este temor a ser humillado le viene de Rousseau. -Alma de fuego: el personaje tiene una voluntad férrea y una gran energía que lo mueve. Esta energía lindante con la pasión entra en pugna con su mente lógica. Julián tiene un corazón apasionado. Se enamora de Mme. de Rênal y de Matilde siendo un seminarista. Cuando lo ofenden en París, intenta llevar a cabo un duelo. Esta pasión incontrolable lo irá llevando hacia su fin. Tiene su punto álgido con el intento de asesinato a Mme. de Rênal. Cuando está en la cárcel e intenta reflexionar lógica y razonadamente sobre su crimen, se pone de manifiesto que este acto es producto de un alma de fuego. Del choque entre estos dos elementos (lógica y pasión) surge el auténtico Julián Sorel. ……………………………. Según Pucciarelli, hasta 1823 la joven generación de escritores era monárquica y católica. Pero debido a las medidas tomadas por la Restauración, muchos poetas levantaron su voz para criticar la situación presente y para exaltar a hombres y gestas del pasado: los prohombres de la revolución y Napoleón. A partir de 1824 se inicia una literatura de encomio – sobre todo de Napoleón. Este individuo aparece como un joven de pueblo que, dotado de una férrea voluntad y segura visión del porvenir, vence obstáculos y llega a imponerse en casi toda Europa. Esto es lo que hace que Julián Sorel tenga como modelo a Napoleón. Para Pucciarelli, Stendhal no impone al lector una imagen unívoca de héroe; puede simpatizarse con Julián o despreciárselo. El lector no puede ver a Julián como un héroe clásico con sentimientos y pasiones arquetípicas. Siempre está presente la circunstancia de que Julián está inserto en un medio histórico-social determinado. -6) Técnica/ estilo descriptivo: Stendhal pertenece a la generación de 1820 o la generación “de los vencidos”. Tanto él como sus contemporáneos crecieron boletines y partes de guerra del triunfo Napoleónico y su avance por Europa. Sin embargo, Napoleón cae en 1815. Esto marca a fuego el espíritu de esta generación, a la que pertenecen: Stendhal, Balzac, Víctor Hugo, etc.. Todo aquello en lo que creían ha desaparecido. No obstante, los escritores no se plantean una salida a este hecho mediante la evasión –como lo harían los más puros románticos-, sino que encuentran una respuesta en la voluntad de conocer. Es entonces cuando la estética romántica gira para convertirse en una estética realista, de la observación de la realidad. En palabras de Auerbach: “El realismo de Stendhal, dijimos, ha sido engendrado por la resistencia contra un presente desdeñado. Los héroes de sus novelas piensan y sienten contra su época. Así, el realismo es un producto de la lucha por la propia afirmación”. Sin embargo, el realismo de Stendhal tiene una característica fundamental. Se trata de un realismo trágico moderno..

Mientras que la tragedia y la epopeya, como géneros elevados, se ocupan de los destinos excepcionales de héroes y dioses, dando modelos únicos, y excluyen a la gente común; la comedia se ocupa de la clase baja, de hechos cotidianos y de conflictos que no modifican los cauces de la historia. En este sentido, el realismo trágico moderno enfoca seriamente (como la tragedia y la epopeya) momentos de la vida cotidiana de gente del común (como la comedia). Así, R y N trata seriamente la vida de un joven de cuna pobre de un pueblito de la provincia. Por otra parte, tal como sostiene Friedrich, la elección del material con que Stendhal hará la novela comprende la realidad social de su época. Los personajes, las situaciones, los temas tratados, están indisolublemente ligados a esta realidad histórica, el personaje es producido del mundo construido, y, por tanto, Friedrich conviene en llamar actualismo a este proceso de producción de la novela. Para Stendhal, la única forma literaria que puede dar cuenta de la verdad es la novela. En sus propias palabras: “una novela es un espejo que se pasea por un ancho camino” (como epígrafe: cap XII parte I y como opinión del autor en cap XIX parte II). No obstante, Stendhal se diferencia de Balzac en cuanto a que no pretende a través de sus descripciones, y de su narrativa en general, alcanzar la objetividad. Puesto que la realidad depende del lugar en que se coloque el espejo: “Tan pronto refleja el cielo azul como el fango de los lodazales del camino” (cap XIX citado). Por eso la verdad a la que se aspira no es universal, depende del punto de vista que se tome –esto lo hereda de la filosofía sensualista del siglo XVIII. Stendhal no escribe a partir de la técnica del documento (como algunos realistas). Si bien el argumento de la novela se inspira en la lectura en “La gaceta de los tribunales” del caso Berthet (un seminarista acusado y guillotinado por el delito de disparar, en medio de una ceremonia religiosa, contra una mujer que había sido su benefactora y amante), Stendhal no recurre a documentos a fin de legitimar su construcción ficcional. Incluso, llega a cometer errores en este ámbito: en el capítulo XXXVI de la segunda parte, Julián afirma que según el artículo 1.342 él deberá ser castigado con la pena de muerte. Sin embargo, el código penal de ese momento tenía sólo 484 artículos. Esto demuestra la escasa preocupación de Stendhal por alcanzar un realismo absoluto basado en la documentación. Por otra parte, la visión de la novela no es totalizadora (como en Balzac), sino que la experiencia sensual del mundo que tiene el lector se acota a la experiencia sensual del protagonista. Esto es lo que se llama restricción del campo visual (se extiende también a lo auditivo, etc.). No sólo la estructura de la novela eleva al protagonista al primer plano (sigue siempre el destino de Julián, aunque no está presente, está en el pensamiento de los otros personajes), además la realidad es vista desde el punto de vista del protagonista. Así, la novela se opone antagónicamente al discurso científico que busca una verdad universal. Ejemplo de esta restricción del campo sensual del lector a la experiencia del protagonista es, por ejemplo, cuando Julián entra a la iglesia en el capítulo XVIII, “Un rey en Verrières”, para cambiarse el uniforme de seminarista y ponerse el de la guardia que celebra la entrada del monarca en la ciudad. En esta ocasión, Julián no sabe dónde está, ni por dónde se mueve dentro de la Iglesia, por ello, el lector tampoco lo sabe. En segundo lugar, en el capítulo XXV,

Julián llega al seminario y se encuentra con el director Pirard. El protagonista se encuentra nervioso y presionado por la situación en la que está y se desmaya: “Julián no pudo resistir aquella mirada; alargando la mano como para sostenerse, cayó al suelo cuan largo era. //El hombre hizo sonar una campanilla. Julián que sólo había perdido la visión y la facultad de moverse, oyó pasos que se acercaban”. Aquí el lector sólo puede acceder a los sonidos de la situación, puesto que el personaje no ve; está desvanecido. En conclusión, este rigor en la narración es constante: el lector sólo conoce lo que conoce el protagonista (con algunas pocas excepciones como los monólogos interiores). Stendhal utiliza determinados y diversos procedimientos narrativos: Las descripciones no son pintorescas, sino que están en función de cada episodio. Los retratos de los personajes no hacen hincapié en lo físico –en esto también se aleja de los románticos. Stendhal no suele describir a los personajes desde su perspectiva, el lector los conoce por iluminación indirecta, por la impresión que producen en los otros. El lector debe formarse una idea de ellos. Le interesa describir tipos sociales (pequeñoburgueses, burgueses comerciantes, nobles, bajo clero, obispos, funcionarios, nobles). Utiliza paréntesis más de una vez, reflejando y problematizando el proceso de producción de la obra, como las charlas con el editor (cap XII parte II). Esto muestra el estado de crisis de la novela. En cuanto al estilo, resulta por muchos momentos, en contraposición con algunos de sus contemporáneos, despojado. Stendhal sostenía que deseaba tener el estilo del código civil: directo. Desde el comienzo de la obra, el lector va avanzando por un camino ondulado y sinuoso que permite distinguir diversos planos y lugares, que el narrador señala escuetamente. Se trata de una técnica descriptiva similar al travelling cinematográfico. El narrador es parco. El punto máximo de esta parquedad lo constituye la descripción de la muerte de Julián: “Todo sucedió sencillamente, convenientemente, y sin ninguna afectación por su parte” (cap XLV). El narrador desaparece prácticamente al describir el acto más importante de la vida de Julián. Acerca de la forma en que Stendhal presenta los diálogos, hay que decir que el escritor proyecta las conversaciones de los personajes adoptando, según la situación, el estilo directo, el indirecto o el indirecto libre. Abundan en la novela los monólogos interiores. Esto se explica debido a que los personajes son inquisidores, ejercen constantemente el autoanálisis (sobretodo Julián y Matilde, también Mme. de Rênal), incluso llegan a desconfiar de sí mismos. B) El narrador y la persona del relato. El libro está escrito en tercera persona del singular y narrado por parte de una voz omnisciente, en tanto conoce los pensamientos del protagonista y de algunos personajes, pero su carácter se ve restringido por la experiencia sensual de Julián. Si bien en general el libro está escrito en tercera persona, aparece una suerte de segundo narrador en primera persona que comenta ciertos hechos, censura actitudes u opiniones de los personajes y

excusa omisiones o abreviaciones. Este narrador se identifica políticamente: es liberal.

7) Auerbach. Ver resumen. Stendhal es uno de los primeros exponentes del realismo trágico moderno (junto a Balzac y Flaubert). Mientras que la tragedia y la epopeya, como géneros elevados, se ocupan de los destinos excepcionales de héroes y dioses, dando modelos únicos, y excluyen a la gente común; la comedia se ocupa de la clase baja, de hechos cotidianos y de conflictos que no modifican los cauces de la historia. En este sentido, el realismo trágico moderno enfoca seriamente (como la tragedia y la epopeya) momentos de la vida cotidiana de gente del común (como la comedia). Así, R y N trata seriamente la vida de un joven de cuna pobre de un pueblito de la provincia. 8) Lectura de Starobinsky. Jean Starobinsky, psicoanalista, analiza el acto de Beyle al firmar con seudónimo sus obras. Él cree que Stendhal se oculta. Halla una disimulación y una ausencia en la vida de Beyle como escritor. El misterio opera fascinándonos, embrujándonos, obligándonos a comprometernos. Pero luego esa ausencia, eso oculto, nos inmoviliza. Stendhal siempre elige seudónimos; es elusivo; se oculta. Esto se relaciona con el hecho de que fue un perseguido político, pero también con la figura de su padre, a quien rechaza por monárquico y quizás por provinciano conservador. El seudónimo sería una forma menos cruel de matar a su padre; una venganza mediante el desnombramiento. Esta pseudonimia funciona rompiendo con sus lazos familiares, con su identidad. Al mismo tiempo, esto se relaciona con la idea de ver sin ser visto.

"Rojo y negro" de Stendhal

"Faltaba para que la señora de Renal se sintiera completamente segura, conocer qué ideas habían podido sugerir al hombre de quien dependía su suerte. Porque, en provincias, los maridos son los dueños de la opinión. Un marido que se queja de haber sido engañado se cubre de ridículo, pero su mujer, si él no le da dinero, tendrá que trabajar de obrera a quince sueldos al día y eso, si tiene suerte, ya que las personas "decentes" sentirán escrúpulos y no querrían darle trabajo. Una odalisca, en el harén, tiene que amar al sultán a la fuerza; es todopoderoso y ella no puede quitarle su autoridad mediante toda una serie de pequeñas finezas. La venganza del amo es terrible, sangrienta, pero también militar y generosa: una puñalada acaba con todo."

Rojo y Negro, la novela más importante y característica de Stendhal, importante por su realismo y la psicología en sus personajes. Ambientada en la Francia del siglo XIX, Stendhal nos narra la historia de un joven humilde, hijo de un aserradero, Julien Sorel, que es contratado como prefecto de los hijos de una familia adinerada, en concreto del Alcalde de Verrierès. Allí se irá ganando poco a poco el cariño y la confianza de los niños a medida que establece un romance con la mujer del Alcalde, la señora de Renal. Nuestro protagonista vive atormentado por tener que acostumbrarse a vivir rodeado de personas corrompidas por el poder y la riqueza, en concreto con el señor De Renal. Pronto ocurrirá, que una joven que trabaja en la casa de la familia y que está

enamorada de Julien, al verse rechazada por él, corre el rumor de que la señora De Renal tiene un amante. El Alcalde, enfurecido, y al sentirse humillado por este hecho, se plantea la idea de matar a su mujer y a su amante. "El código penal está a mi favor, y suceda lo que suceda, nuestra congregación y mis amigos del jurado me salvarán. Examinó su cuchillo de caza, que era muy cortante, pero la idea de la sangre le dio miedo." Pero cuando piensa en el escándalo que eso causaría para su nombre, y el hecho de que su mujer va a recibir una gran herencia de su tía, la idea de matarlos se desvanece por completo. La Señora de Renal logra despistar la atención de su marido finjiendo que el causante de la carta ha sido el señor Valenod. Y le convence para que deje marchar a Julien Sorel de la casa y pueda entrar en el seminario mayor de Besançon, bajo el asesoramiento del padre Chélan. La última noche antes de partir, la señora De Renal se muestra distante y fría, lo que provoca el enfado de Julien y su posterior intento de olvidarla. En el seminario,Julien se gana la confianza del abate Pirard, quien se da cuenta de su capacidad y su ambición, y lo protege de sus compañeros por quienes es despreciado, convirtiéndolo en su mano derecha y ofreciéndole la oportunidad de ser el secretario del marqués de La Mole en París. Allí seguirá ganándose el respeto y la admiración de muchos, a la vez que se enamora de la hija del marqués de La Mole, Mathilde, a la que compara con la señora De Renal puesto que la añora y intenta suplirla. Ésta, también se encapricha de Julien, ya que ve en él algo nuevo: talento, orgullo e ingenio, rechazando y despreciando a todos sus pretendientes. Mathile y Sorel establecen un romance y Mathilde se queda embarazada, comunicándolo a su padre en una carta. En esa carta expresa su deseo de casarse con Sorel y de vivir con él allá donde se encuentre. El marqués, al leer la carta, se enfurece y hace llamar a Julien para hablar con él. Aún así, decide otorgarle el cargo de teniente de húsares en Estrasburgo por amor a su hija, convirtiéndose así en el caballero Julien de Vernaye. Pero la señora De Renal, aconsejada por el sacerdote, decide mandar una carta al marqués diciéndole que Julien Sorel conquista a las mujeres ricas y poderosas por su poder y ambición "cubierto por una apariencia de desinterés y con unas frases galantes, su gran y único objeto es llegar a disponer del dueño de la casa y de su fortuna. Deja tras de sí la desgracia y lamentaciones eternas..." Esto provoca el rechazo del matrimonio por parte del marqués y el enfurecimiento tal de Julien, que se arma de una pistola y marcha a Verrières en busca de la señora De Renal , que en ese momento se encuentra rezando en una iglesia. Le dispara por detrás y Julien termina preso, lamentandose por haber disparado a la mujer que de verdad amaba.

Es cuando está en la cárcel que de verdad se da cuenta de que la única mujer que ha amado es la señora De Renal, y que a Mathilde sólo la amó por ambición. Cuando Mathilde va a verlo, él la desprecia cada vez más. Le gusta estar a solas y soñar con los días al lado de Luisa De Renal. Por fortuna, Luisa no muere, de los disparos sólo uno le da en un hombro. Y en cuanto se recompone, decide ir a visitar a Julien, puesto que ella también le ama todavía. En su encuentro en la cárcel se confiesan su amor mútuo. Mientras Mathilde,a pesar de los celos que esto le provoca, intenta comprar los favores del Vicario General de Besançon para que absuelva a Julien. Al fin llega el día del juicio, con tan mala suerte que el señor Valenod forma parte del jurado y Julien es condenado a muerte a la guillotina, a pesar de los apoyos de la opinión pública y del intento de soborno de Mathilde. Sorel pide a Luisa que se encargue de su hijo que está por nacer, pero tres días después de morir Julien, ésta muere abrazando a sus hijos. El cadáver de Julien es comprado por su amigo Fouqué y enterrado en Verrières. Rojo y negro es una dura crítica a la sociedad clasista del momento, del poder que posee la gente adinerada y su ambición, pero también de la ambición de los más pobres por conseguir salir de la miseria a pesar de su orgullo y la humildad de su rango.

Stendhal: Rojo y negro

Título original: Le Rouge et le Noir Idioma original: francés Fecha de publicación: 1830 Valoración: Muy recomendable Siete razones para no reseñar Rojo y negro, por un vago llamado Ian Grecco: 1-Es que lo leí hace mucho, mucho tiempo, cuando apenas era un adolescente,

venciendo así la terrible oleada de pereza que me invadía cada vez que cogía entre mis manos la edición que andaba por casa. Se trataba de un ejemplar del año de la polca, adquirido en una tienda de segunda mano, grueso, polvoriento, con letra enana y la jeta de un tipo con cara de interesante en la portada, seguramente, un personaje sacado de algún cuadro famoso y "recortado" para la ocasión por el diseñador de turno. Rojo y negro, decían unas austeras y regias letras colocadas encima de la cara de aquel hombre con gesto duro, casi de perfil, y portador de cabellos y ropas negras. Parecía un cura joven pero ya muy quemado por la existencia. Y en la contraportada, flotaba una ausencia total de sinopsis o buenas palabras sobre la obra. Pereza, pereza, pereza...Pero lo acabé leyendo. "Te van a devorar los ácaros", me advirtió mi buena madre. Y aunque me encantó y puedo contar de qué trata, sucede lo que he dicho en la primera línea: que hace demasiado que lo leí como para poder reseñarlo dignamente. 2-Si reseño este libro, tengo que hablar inevitablemente de su final, porque Stendhal se basó en un suceso similar para escribirlo. Y los cazadores de spoilers de ULAD pedirán mi cabeza... 3-Me iría demasiado por las ramas aludiendo a las similitudes entre Stendhal (llamado en realidad Henri Beyle) y Julien Sorel, su criatura, un joven de origen humilde que quiere trepar en la escala social cueste lo que cueste, y que se debate entre dos opciones: la de decantarse por el romanticismo del buen soldado que quiere defender a su patria (uniformado de Rojo), o la de entregarse a Dios y a su servidumbre (vestido pulcramente de Negro). 4- Es un rollo explicar el contexto histórico, político y social de la obra, la época de la Restauración borbónica, y explicar por qué Julien Sorel, pese a ser fan de Napoleón hasta la médula, oculta sus verdaderos ideales para caer bien en el medio en el que quiere medrar. 5- Si hablo de las dos mujeres a las que Julien Sorel seduce, los hunters of spoilers pedirán para mí, una vez más, la guillotina cibernética. Ellas son una mujer madura y su propia hija, esposa y retoña respectivamente del hombre para el que Sorel entra a trabajar, pero sólo una de las dos (no, no diré quién) es la que verdaderamente le roba el corazón a nuestro protagonista y la que le llevará a la perdición... 6-Debería, por propia debilidad personal (adoro hablar de "síndromes" con nombres sugerentes), explicar de qué va el síndrome de Stendhal, y por qué se le llama así, desviándome de la obra a tratar...Pero si hacen memoria, no hace mucho, en un anuncio de coches, se me adelantaron; en él contaban cómo Stendhal entró en una catedral en Florencia, y que la construcción le pareció tan hermosa, que se le cortó la respiración, se le nubló la vista y casi le dio un pampurrio al buen hombre. El doctor le diagnosticó algo así como una sobredosis de belleza. El síndrome de Stendhal es eso, desde entonces...

7- En Internet ya existen varias reseñas sobre el libro, ¿las han visto? Aunque no sean muy buenas, son más concretas que la que yo pueda hacer, y explican que Rojo y negro es una maravilla para el estudio psicológico de los personajes, y que la galería de secundarios es impecable, y que la obra se divide en dos libros, y que escritores como Tólstoi o Gide la tomaron como ejemplo...Vamos, que otros ya han hecho el trabajo.