Rito de La Luz

Rito de la luz 1.ACOGIDA Los niños y padres de familia se reúnen en un espacio dispuesto litúrgicamente. A este lugar ac

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Rito de la luz 1.ACOGIDA Los niños y padres de familia se reúnen en un espacio dispuesto litúrgicamente. A este lugar acude el presbítero revestido con las vestiduras litúrgicas, de lo contrario con Capa Pluvial y estola para una Celebración de la Palabra. Entorno al fuego se realiza este momento.

MONICIÓN AMBIENTAL: Queridos niños y padres de familia: los cristianos del mundo entero hemos celebrado y continuamos celebrando con mucha alegría la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. No se quedó en la muerte para siempre, al tercer día resucitó de entre los muertos y se ha aparecido a sus discípulos, cincuenta días después de su pascua ha enviado al Espíritu Santo. A veces nos cuesta comprender esto, debemos creerlo para avivar la llama de la esperanza. Esta es la Buena Noticia que Jesús nos dio: viviremos con Dios, seremos felices para siempre junto a él. Esta tarde vamos a celebrar nosotros esta Buena Noticia, vamos a celebrar el llamado a ser luz y sal de la tierra. Dispongámonos para este encuentro. 2.SIGNACIÓN Y SALUDO El celebrante vuelto hacia los presentes hace sobre él la señal de la cruz mientras dice:

V/ En el nombre del Padre,  y del Hijo, y del Espíritu Santo. R. Amén. V/ El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu 1

3.LUCERNARIO Un catequista presenta brevemente el significado simbólico del fuego, de la luz.

MONICIÓN SOBRE EL RITO: Vamos ahora a utilizar uno de los elementos de la naturaleza que nos sirven para comprender cómo actúa Dios. El fuego y la luz son muy necesarios para la vida. No se puede vivir en la oscuridad, es muy difícil caminar y hacer las cosas bien. Cuando encendemos la luz, cuando hacemos fuego, enseguida desaparece la oscuridad y estamos mejor. La oscuridad es la muerte, la luz es la vida. Jesús pasó de la muerte a la vida. Nos hizo pasar de la oscuridad, que es triste y apagada, a la luz eterna, que es la vida y la alegría que no se acaba. Bendición del Fuego

Oremos. Oh Dios, fuente y origen de toda luz,  que has mostrado hoy a Cristo, luz de las naciones,  al justo Simeón:  dígnate santificar con tu  bendición estos cirios;  acepta los deseos de tu pueblo  que, llevándolos encendidos en las manos,  se ha reunido para cantar tus alabanzas, y concédenos caminar por la senda del bien,  para que podamos llegar a la luz eterna.  Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén. Después el celebrante enciende el cirio pascual mientras dice:

La luz de Cristo, que resucita glorioso, destruya la oscuridad de nuestro corazón y llene nuestra vida de alegría y claridad. 2

El presbítero se vuelve hacia presentes y dice:

Esta es la luz de Cristo resucitado. Recibe esta vela para que seas luz para los demás y contagies la fuerza del evangelio a tus hermanos. ACTO PENITENCIAL El Señor no tiene en cuenta nuestros pecados, de forma que podamos arrepentirnos y vivir una vida nueva. Encomendémonos a su bondad y misericordia. Señor Jesús, tú eres amable y lleno de compasión: R/ Señor, ten piedad de nosotros. Cristo Jesús, tú apoyas a todos los que caen y alzas a todos los que están postrados: R/ Cristo, ten piedad de nosotros. Señor Jesús, tú eres lento a la cólera y bueno y cariñoso con todos: R/ Señor, ten piedad de nosotros. Señor, que amas la vida, danos la gracia de vivir en tu amor y en tu perdón; reavívanos y llévanos a la vida eterna. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:

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Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. El pueblo responde:

Amén. OREMOS Pidamos a Dios que Jesús se haga cercano a nosotros y nos transforme. (Pausa) Señor Dios nuestro, amante de la vida: Somos pequeños ante ti, pues somos conscientes de que somos pecadores. Te bendecimos porque viste con agrado que Jesús nos trajera su alegría y su perdón. Que él se haga muy cercano a nosotros, igual que a Zaqueo, de forma que transforme nuestras actitudes y nuestras vidas. Que nos disponga a compartir con nuestros hermanos tu misericordia, tu perdón y tu amor. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, el Señor. MONICIÓN Hay personas que siguen buscando valores más elevados en la vida. Quizás uno se siente satisfecho solamente a medias con la clase de vida que está llevando, o se siente culpable por su modo de vida. El evangelio de hoy nos muestra a Zaqueo, un hombre pequeño, física y moralmente, que va en busca del Señor. Para su sorpresa, Jesús adivina el hambre espiritual en el corazón de este hombre y se dirige a él. Jesús desea encontrarse con él. Si nosotros reconocemos humildemente nuestra pequeñez, el Señor se nos revelará y se invitará a sí mismo a caminar y a quedarse con nosotros. Él nos hará grandes en amor y en bondad. 4

4.LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Lectura del libro de la Sabiduría (11,22–12,2): Señor, el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza, como gota de rocío mañanero sobre la tierra. Pero te Compadeces de todos, porque todo lo puedes y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste; pues, si odiaras algo, no lo habrías creado. ¿Cómo subsistiría algo, si tú no lo quisieras?, o ¿cómo se conservaría, si tú no lo hubieras llamado? Pero tú eres indulgente con todas las cosas, porque son tuyas, Señor, amigo de la vida. Pues tu soplo incorruptible está en todas ellas. Por eso corriges poco a poco a los que caen, los reprendes y les recuerdas su pecado, para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor. Palabra de Dios SALMO Sal 144,1-2.8-9.10-11.13cd-14 R/. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey. V/. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. R/. V/. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/. 5

V/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R/. V/. El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. R/. SEGUNDA LECTURA Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,11–2,2): Hermanos: Oramos continuamente por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe. De este modo, el nombre de nuestro Señor Jesús será glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. A propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera encima. Palabra de Dios

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EVANGELIO Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,1-10): En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido». Palabra del Señor 5.LOS NIÑOS SON ENVIADOS MONICIÓN: Quien se Prepara para la Primera Comunión es enviado, este sacramento nos recuerda nuestro compromiso de fe. Es un modo de expresar que quien es bautizado, no actúan en 7

nombre propio sino en nombre de la Iglesia. En el marco de la jornada mundial de las misiones es un enviado para dar testimonio de Jesús en medio del mundo. Presidente: Dios, nuestro Padre reveló y realizó su designio de salvar al mundo por medio de su Hijo hecho hombre, Jesucristo, quien confió a su Iglesia la misión de anunciar el Evangelio a todas las personas. Por el bautismo, todos hemos sido llamados a trabajar con todas nuestras fuerzas en la misión salvífica de la Iglesia. En el hoy de nuestra Historia, ustedes han sido llamados para una misión especial: ser anunciadores y propagadores del mensaje de Jesús. Por tanto, queridos niños: ¿Están dispuestos a cumplir responsablemente su misión de anunciar a Jesucristo, dando testimonio de su fe y contagiando la alegría del evangelio a aquellas personas que están más alejadas? Sí, estoy dispuesto. ¿Desean con actitudes, gestos, palabras, luchar para que el mundo sienta que Dios está en cada uno de los hombres? Sí, estoy dispuesto. ¿Quieren irradiar a Jesús, demostrando que somos hijos de Dios, actuando con los demás como quiero que actúen conmigo, actuando siempre con la verdad? 8

Sí, estoy dispuesto. Con el signo del cirio queremos expresar que Jesús es la luz del mundo que ilumina nuestras vidas, y al encender las velas del cirio nos comprometemos a llevarles a los demás para que ellos también descubran el amor de Dios que nos conduce por la verdad, justicia, solidaridad etc. El que preside extiende las manos y dice la oración de bendición. Te pedimos ahora, Señor, que dirijas tu mirada bondadosa sobre estos hijos tuyos que, fortalecidos por el signo de la cruz, serán mensajeros de salvación y de paz. Con el poder de tu brazo, guía, Señor, sus pasos, fortalécelos con la fuerza de tu gracia, para que el cansancio no los venza. Que sus palabras sean un eco de las palabras de Cristo para que oyentes presten oído al Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Luego el Sacerdote invita a los niños a hacer profesión de su fe, este signo se hace con la luz encendida.

MONICION El Credo es la respuesta más plena que el pueblo cristiano puede dar a la Palabra divina que ha recibido. Al mismo tiempo que profesión de fe, el Credo es una grandiosa oración, y así ha venido usándose en la piedad tradicional cristiana. Comienza confesando al Dios único, Padre creador; se extiende en la confesión de Jesucristo, su único Hijo, nuestro Salvador; declara, en fin, la fe en el Espíritu Santo, Señor y 9

vivificador; y termina afirmando la fe en la Iglesia y la resurrección. Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. 6.ORACIÓN DE FIELES Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Decimos: Te rogamos, óyenos. 1. Por el Papa Francisco, por nuestro arzobispo Ricardo y sus obispos auxiliares, para que, con la fuerza del Espíritu Santo, sigan animando está Iglesia particular y fomenten la participación y corresponsabilidad en un clima de fraternidad. Oremos. 2. Por los sacerdotes de nuestra parroquia y todas las personas que tienen un servicio en ella, por los niños y los jóvenes, por las personas mayores y cada una de nuestras familias, para que, de acuerdo con su vocación y carismas, colaboren con entrega e ilusión en el proyecto misionero. Oremos. 10

3. Por los misioneros, para que sean valientes anunciadores del Evangelio y vivan de acuerdo con el mensaje que anuncian. Oremos. 4. Por los enfermos y todos los que sufren, para que encuentren en la Iglesia el consuelo, fortaleza, amor y esperanza que necesitan y así descubran el rostro misericordioso de Dios. Oremos. Confiando, Dios todopoderoso, en la abundancia de tus bienes, humildemente, te pido que atiendas las oraciones de tus fieles. 7.ENTREGA DE LA ORACIÓN DOMINICAL También se entrega a los elegidos la «Oración dominical», que desde la antigüedad es propia de los que han recibido en el Bautismo el espíritu de los hijos de adopción, y que los neófitos recitan juntamente con los demás bautizados al participar por primera vez en la celebración de la Eucaristía. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. 11

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. La paz del Señor esté siempre con vosotros. Y con tu espíritu. Dense el saludo de la Paz. 8.RITOS CONCLUSIVOS Oremos. ¡Oh, Dios todopoderoso, que por la cruz y resurrección de tu Hijo llenaste de vida a tu pueblo, te rogamos nos concedas que tus siervos, a los que hemos signado con la cruz, siguiendo las huellas de Cristo, tengan en su vida la fuerza salvadora de la cruz, y la manifiesten en su conducta. Por Jesucristo nuestro Señor. BENDICIÓN V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu. El celebrante bendice a los presentes La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo  y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. R. Amén. DESPEDIDA 12

V. Pueden ir en paz. R. Demos gracias a Dios.

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