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Revisión de las características del sistema de riego a presión en cultivos ornamentales Brayan Eduardo Velásquez Moreno

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Revisión de las características del sistema de riego a presión en cultivos ornamentales Brayan Eduardo Velásquez Moreno [email protected]

Resumen. El agua como oferta ambiental es uno de los principales insumos que utiliza la floricultura. Ninguna actividad agrícola puede concebirse sin la disponibilidad de este recurso vital. (FAO 2002b). A medida que avanzan los años este recurso se agota de manera considerable debido a su difícil regeneración. Es por esto que los sistemas de producción agrícola deben hacer un uso óptimo y eficiente del agua, en el cual se minimicen perdidas de este recurso en las diferentes actividades.es por esto que en los últimos años específicamente en los cultivos de especies ornamentales se están adaptando medidas que mejoren el uso eficiente del agua, impulsadas por los mismos productores y el gobierno con el objetivo de mejorar los rendimientos en la producción de flores y disminuir el impacto ambiental de esta actividad. La adopción de sistema de riego localizado ha ayudado a cumplir parcialmente estos objetivos planteados para el sector floricultor en cuestiones de manejo de aguas. En esta revisión se presentaran las diferentes características de un sistema de riego por goteo y cada uno de sus componentes, su función y manejo.

Introducción. La legislación ambiental vigente (Ley 99 de 1993) determina que la prioridad en el uso del agua es el consumo humano, seguida de la preservación de la flora y fauna y en un tercer lugar el uso agrícola. Esto en situación de escasez, puede llevar a un estado crítico a las actividades agrícolas que requieren competir por el uso del agua. Debido a esto, se busca que las empresas floricultoras hagan un aprovechamiento responsable y racional del agua. (Asocolflores 2010). Según estimativos hechos en cultivos de flores, el riego representa aproximadamente el 85% del consumo total de agua utilizada en un cultivo de flores en las estaciones de riego se debe tener instalados medidores para cuantificar estos consumos con lo cual se tenga un registro detallo del consumo de agua en el sistema (Asocolflores 2010). Cuando hablamos de consumo de agua en riego comprende el agua suministrada al cultivo para suplir sus requerimientos hídricos en un período dado; este volumen está dado por el agua utilizada en el “fertirriego”, más el agua de “refresque”, más aguas crudas y todas la aguas que van al cultivo, que deben pasar por los medidores en las estaciones de riego Según el Acuerdo 31 de 2005, y modificado por el Acuerdo 21 de 2007 de la CAR, (Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible) establece un módulo de consumo para riego de flores bajo invernadero de 9460 m3 / hectárea / año. Este valor se ajusta por un factor que contempla la eficiencia del sistema de riego por goteo del 90% (1/0.9)

Mediante el Acuerdo 29 de 2006 de la CAR se establece un módulo de consumo para riego en la fase de propagación de plantas en cultivos de flores de 0.65 litros / hectárea / segundo para una distribución porcentual del 70% para plantas madres y del 30% para bancos de enraizamiento. En relación con lo anterior asocolflores invita a los diferentes productores llevar inventario de las mediciones del agua extraída de diferentes fuentes de obtención con la que cuenten en su sistema, así como del agua se dispone para las diferentes actividades en la locación. Además de una serie de buenas prácticas ambientales (Asocolflores 1998) con el objetivo de que se cuenten con sistemas de riego de alta eficiencia. En el cual resalta el uso de sistemas de riego por goteo en donde resaltan una eficiencia de 90% en el uso eficiente del agua por parte de este sistema. Para la adaptación de este sistema se debe tener en cuenta las características de los componentes de este así como su funcionamiento, e identificar cuál de estos se pueden adaptar a nuestro sistema según la infraestructura y las necesidades del cultivo. Por lo tanto en este documento se presentaran los principales componentes de este sistema. Y su importancia en el funcionamiento del sistema

1. Sistema de riego por goteo. Se denomina riego localizado, o microrregión, a un riego a presión en el que el agua es aplicada a la parte de la parcela cultivada en la que se desarrollan las raíces de la planta. Donde el agua se aplica lentamente a la superficie del suelo a través de pequeños orificios emisores, llamados goteros con caudales de 2 a 8 lh-1. (Ferreyra et al 2005). El interés por este se debe a su capacidad de reducir tanto el consumo de agua como los costes asociados al riego, especialmente los de mano de obra, al no necesitarla para su funcionamiento. Su regulación y control se realiza, normalmente, con dispositivos automáticos de temporización; sin embargo, los emisores y los sistemas de control necesitan ser inspeccionados frecuentemente., este sistema también es adecuado para el suministro de pequeñas dosis con alta frecuencia, lo que permite mantener la mayor parte del suelo en buenas condiciones de aireación y de humedad, evitando el estrés hídrico. Por otro lado, cuando el riego es frecuente, se mantiene baja la concentración de la solución del suelo, lo que hace posible la utilización de agua con un contenido en sales más elevado que con los otros métodos de riego (Papadopoulos, 1996). Según (Vermeiren & Jobling 1986), en el riego localizado el agua se difunde tanto en profundidad como lateralmente, transportando las sales al límite de las zonas humedecidas. De ello se puede esperar acumulaciones de sales en la superficie del suelo, a poca profundidad y en la periferia del bulbo húmedo ; pero al interior de éste, justo debajo del emisor o gotero, la humedad del suelo es siempre elevada y la concentración de sales es reducida. (Dupret et al. 2009) señala que un sistema de riego se define como un conjunto complejo interrelacionado de elementos físicos, biológicos, socioeconómicos y culturales ubicados en

un espacio territorial determinado, y 10 dispuestos en torno al aprovechamiento de una fuente de agua mediante diversas obras administradas bajo la gestión de una organización de usuarios con la finalidad de usar, manejar y conservar el agua aplicada en un proceso productivo de forma oportuna y en cantidad y calidad adecuada. (Guzmán et al. 2002) en concepto similar afirma que para poder regar se necesita contar con una fuente de agua, un sistema de captación de agua desde la fuente y canales que la transporten hacia las parcelas a ser regadas (la infraestructura física), y un grupo de usuarios que haga funcionar la infraestructura., para poder regar se necesita contar con una fuente de agua, un sistema de captación de agua desde la fuente y canales que la transporten hacia las parcelas a ser regadas (la infraestructura física), y un grupo de usuarios que haga funcionar la infraestructura., Esta infraestructura está constituida por 3 unidades con sus correspondientes componentes: El embalse de regulación Permite regular el suministro de agua a la explotación, y acumular suficiente agua para garantizar las necesidades del sistema de riego por goteo. En los embalses de regulación se deben cuidar especialmente el correcto diseño de la entrada y salida de agua, y su aireación para favorecer la precipitación de los compuestos de hierro, y arena. Además se deben tener medidores en las tomas de agua para tener información del uso del agua. El cabezal de riego que Su función es controlar todo el sistema de riego. Se sitúa al inicio de la instalación, e incluye todos los equipos y materiales empleados para controlar el sistema de riego, medir el volumen de agua que entra procedente del embalse (contador), filtrarla, regular su presión, dosificar los fertilizantes y programar el riego y que cuenta con unos equipos que le dan funcionamiento y que ya explicaremos La red de riego es el sistema de tuberías que llevan el agua filtrada y con nutrientes y fertilizantes desde el cabezal de riego hasta los emisores que suministran el agua a cada planta.

2. Bombas de riego. El principal rol que cumplen las bombas que se usan a nivel agropecuario es el suministrar agua de la manera más eficiente posible a los cultivos. Para eso es muy importante la selección de la misma. Una selección inadecuada de la bomba puede llevar a tener consecuencias tanto del punto de vista económico por el gasto de energía innecesario, como por problemas de deterioro ambiental por erosión de suelo y lavado de nutrientes, además de los perjuicios físicos de la producción por no obtener los rendimientos esperados. (Planells et al. 2006). Las bombas utilizadas para la captación de agua desde balsas, estanques o depósitos son las denominadas centrífugas que, en la superficie, son capaces de aspirar el agua desde una altura máxima de alrededor de siete metros. Para la extracción de agua de pozos se utilizan bombas de otro tipo, llamadas sumergibles. (Fernández 2010)

Las bombas centrifugas que son más usuales verlas en una estación de bombeo son generalmente de 3 tipos: 2.1. Bombas centrifugas sumergibles Son bombas que trabajan como su nombre lo indica de manera sumergida y por lo tanto requieren que la carcasa de la bomba esté sumergida en el fluido con el fin de bombear. Este tipo de bombas presentan un nivel de sugerencia mínimo el cual debe ser considerado en el diseño, ya que si la cubierta superior está por encima del nivel del líquido, el aire se introduce dentro de la bomba causando problemas en su operación. Estas bombas cuentan con diferentes tipos de impulsores por lo cual generan una alta gama de trabajo con respecto el tipo de agua a bombear y las especificaciones de bombeo. Debido a que la bomba se instala en el pozo húmedo, no se requiere una cámara seca lo cual disminuye los costos constructivos de la estación de bombeo. (Metcalf. 1995).

2.2. Bombas centrífugas verticales Las bombas verticales cuentan con un difusor axial en lugar de una voluta. Este tipo de bombas también debe tener una parte sumergida por donde se realiza la succión del líquido y la descarga va conectada directamente a la bomba, al igual que las anteriores, no se requiere una cámara seca para su instalación lo cual disminuye los costos constructivos de la estación de bombeo (Zulser).

2.3. Bombas centrifugas horizontales Este tipo de bombas por lo general el impulsor está alojado en una carcasa en forma de espiral llamada voluta. Tanto el impulsor como el motor deben estar ubicados en una cámara seca y la succión del líquido se realiza en el pozo húmedo mediante la tubería de succión (Zulser).

3. Sistema de filtrado. Los filtros son necesarios para reducir el riesgo de obstrucción de los goteros debido a las partículas sólidas y/o materia orgánica suspendida en el agua. Hay una gran variedad de filtros. El tipo, dimensión y número de filtros depende de la calidad del agua y del caudal. La obstrucción de los filtros aumenta las pérdidas de carga. Por eso, si se observa un aumento de la pérdida de carga al atravesar un filtro, ello indica que es necesario limpiarlo. Las limpiezas deben hacerse periódicamente por el regante, cada 24 horas, por ejemplo, o programarse para que tenga lugar a lo largo del riego. La limpieza se realiza haciendo circular el agua en sentido inverso en el cuerpo del filtro y lanzando al exterior el efluente resultante; para ello, los filtros poseen válvulas apropiadas que comandan los circuitos en

operación normal y en limpieza. En el caso de filtros de limpieza manual, éstos son abiertos. (Pereira et al. 2010).

3.1. Filtro de malla Tal vez el más extendido, se usa principalmente para material sólido transportado en el agua de riego, incluso partículas no disueltas de abono usado en la fertiirrigación. Estos filtros pueden tener una malla única o una malla doble; en este caso, una es para el material más grueso y la otra, para las partículas más finas. La dimensión de las aberturas de la malla está condicionada por la susceptibilidad de los emisores a la obstrucción, y debe ser recomendada por sus fabricantes. El agua a filtrar circula del interior al exterior y, para el lavado, circula del exterior al interior y se drena por una válvula que se abre cuando esta operación, de corta duración, se produce Suelen instalarse en el cabezal de riego después de la inyección de los fertilizantes. No son adecuados para aguas con algas o materia orgánica, ya que se obstruyen muy rápidamente. Existen filtros de malla manuales, semiautomáticos y automáticos. Los manuales son bastante robustos y su montaje y desmontaje son muy sencillos, aunque esto cambia a medida que se van automatizando, ya que se le incluyen elementos que dificultan estas operaciones. En los manuales, hay que extraer el cartucho y lavar con agua a presión, y en caso necesario, con la ayuda de un cepillo limpiarlo manualmente, recomendándose sumergir el cartucho periódicamente en una solución ácida, que sea capaz de eliminar completamente los restos atrapados en la malla Los semiautomáticos, también denominados centrifugadores, aprovechando el efecto centrifugador que se le confiere al flujo de agua, por medio de una placa perforada alojada en la entrada del filtro, consiguen mantener en parte limpia la malla. Como opción, puede instalarse una válvula de purga y los automáticos funcionan por succión y son activados por un programador (Pereira et al. 2010).

3.2. Filtro anillas La filtración se realiza haciendo pasar el agua “bruta” a presión a través de un conjunto de anillas ranuradas, que se encuentran comprimidas unas contra otras, formando un cilindro. En estas ranuras que tienen las anillas, se quedan atrapadas las partículas. El filtrado por anillas es una combinación de la filtración en superficie y en profundidad. Suelen dar buenos resultados en aguas de mediana a mala calidad, con algas, materia orgánica u otro tipo de partículas gruesas, por lo que es considerado uno de los más eficientes, ya que presenta varios puntos de retención.

Cuando son varios los filtros que se instalan, su lavado suele ser siempre automatizado. Y en los casos en los que existe un solo filtro y de pequeño diámetro, la limpieza suele ser manual. Para esta maniobra de limpieza o contralavado, cuando se realiza de manera automática, se requiere una presión alta. La suciedad se extrae de las ranuras por la incidencia de unos chorros de agua a presión en sentido contrario al habitual y en combinación con la separación y giro de las mismas, expulsándose la suciedad al exterior. Este proceso de retrolavado es gobernado por un sistema autónomo, que en función de la perdida de presión entre la entrada y la salida (previamente consignada), o por tiempo, inicia la operación de limpieza. (Valle inferior 2018) 3.3. Filtro de arena Para eliminar microorganismos y partículas coloidales muy finas, puede usarse el filtro de arena y gravilla, en el que se recurre a capas ordenadas de partículas de arena y gravilla de diferentes diámetros. Este tipo de filtro, especialmente cuando es secundado por un filtro de malla o por un filtro de anillos, es particularmente apropiado para aguas de menor calidad y para aguas superficiales, frecuentemente con algún grado de eutrofización, y en las cuales se desarrollan fácilmente algas, y microorganismos diversos, como sucede con el agua procedente de balsas superficiales, lagos, cursos de agua y canales de riego. Estos filtros deben, igualmente, lavarse con frecuencia. Cuando se recurre a varios filtros en paralelo, el lavado puede ser automatizado y darse durante el riego (Pereira et al. 2010). En general, los filtros no resuelven completamente el problema de la obstrucción, por lo que es de esperar que los sistemas de riego por goteo tengan un cierto porcentaje de goteros obstruidos u operando de forma insuficiente. Sin embargo, un sistema eficiente de filtración puede reducir la obstrucción a un nivel razonablemente bajo. Lo importante es la instalación de los filtros inmediatamente después de las unidades de fertirrigación para impedir que las partículas sólidas de los fertilizantes sean causa de las obstrucciones. (Pereira et al. 2010).

4. Tanques de fertilizantes Los tanques de fertilizantes sirven para: la inyección de fertilizante líquido en el agua de riego (fertirrigación); eventualmente, para la inyección de herbicidas o de productos fitosanitarios convenientemente disueltos y para la inyección de productos químicos que frenen la obstrucción de los emisores. Si se pretenden obtener mayores producciones con riego localizado, es esencial una aplicación correcta de fertilizantes y, en una agricultura con una avanzada tecnología (Threadgill 1990) La aplicación de los fertilizantes deberá hacerse en no más del 70 al 80% de la duración del riego, dando tiempo suficiente para limpiar el sistema tras la aplicación con agua de riego limpia. Los tanques de los fertilizantes están, generalmente, disponibles en volúmenes que van de los 30 litros a varios cientos de litros. Pueden asociarse a pequeñas válvulas

volumétricas automáticas para controlar los volúmenes aplicados. Tales equipamientos facilitan la utilización de tanques portátiles. (Pereira et al. 2010). las tres características que deben cumplir los fertilizantes a incorporar en el sistema de fertiirrigación son: alta solubilidad (>100 g/l), alta pureza(>95%) y baja salinidad y toxicidad. la solubilidad es un parámetro fundamental que esta relacionado con la compatibilidad de los fertilizantes y el agua de riego, ya que los diferentes iones pueden interactuar en la solución y formar compuestos insolubles (precipitados) con el riesgo de no estar disponibles para las raíces o taponar los emisores o generar estrés hídrico o deficiencias nutricionales (Navarro 2015). Las principales interacciones negativas entre fertilizantes son 

  

Fertilizantes cálcicos con fertilizantes sulfatados: es el típico caso de incompatibilidad, ya que al disolverse en el mismo tanque se tiende a liberar calcio y sulfatos de cada fuente, posteriormente estas se combinan para dar precipitados de sulfato de calcio, conocido como yeso el cual es de muy baja solubilidad Fertilizantes cálcicos con fertilizantes fosfatados: esta mezcla provoca la formación de fosfatos de calcio Fosfatados con magnésicos: formación de fosfato de magnesio Micronutrientes no quelatados con fertilizantes fosfatados en medio acido: los más comunes son los fosfatos de hierro y zinc. Los micronutrientes también pueden reaccionar con sales del agua de riego formando compuestos poco solubles por lo cual es recomendable siempre aplicar en forma quelatada cuando haya problemas con la calidad de agua

Micronutrientes no quelatados con fertilizantes fosfatados en medio acido: los más comunes son los fosfatos de hierro y zinc. Los micronutrientes también pueden reaccionar con sales del agua de riego formando compuestos poco solubles por lo cual es recomendable siempre aplicar en forma quelatada cuando haya problemas.

5. Sistema de inyección 5.1. Bomba de inyección. Se basa en el uso de una bomba de pistón o de membrana, para la inyección de la solución desde el tanque de mezcla al sistema de riego. Esta bomba suele ser accionada por un motor eléctrico (bomba de pistón) o hidráulicamente por el agua de la red (bomba de membrana) produciendo pequeñas pérdidas de presión en la red. Este sistema permite que los fertilizantes pasen al agua de riego con una dosificación constante, aunque con bombas hidráulicas se requiere que la presión en la red sea constante para obtener un caudal constante. 5.2. Inyector Venturi.

En este sistema de inyección una parte del agua que circula en la tubería es desviada hacia el tanque y, circulando por él, vuelve a la tubería con el fertilizante, que produce una diferencia de presión entre dos puntos de la tubería, suficiente para aspirar la solución de forma aproximadamente continua y sin alterar la concentración de los fertilizantes en el agua de riego. El Venturi puede ser montado directamente en la tubería, pero se prefiere en derivación, principalmente, para permitir que el tiempo de la fertiirrigación sea menor que el tiempo de riego, así como para permitir regar sin aplicar fertilizantes. Su funcionamiento se basa en el efecto Venturi, que consiste en producir un estrechamiento en el flujo principal del agua para causar una depresión. Ésta resulta suficiente para succionar la solución química desde un depósito abierto hasta dicho flujo. (Pereira et al. 2010).

6. Red de riego La red principal y secundaria de tuberías suele realizarse con conductos de PVC (policloruro de vinilo), que permite mayores diámetros a menor coste. Se coloca en zanjas enterradas a cierta profundidad para evitar su deterioro y permitir las labores propias del campo en su superficie. (Prakor 2019) Tanto para las líneas principales como las secundarias dado que las presiones de trabajos en las instalaciones de riego por goteo no son muy elevadas, las tuberías de material plástico, en concreto, policloruro de vinilo (PVC) y de polietileno (PE) son las más utilizadas por su economía y facilidad de instalación. Las tuberías terciarias pueden instalarse en PVC o en PE (polietileno), que aporta más flexibilidad. Mientras los ramales son siempre de PE (Ingemecanica).

En general, las tuberías de PVC resisten poco a la radiación solar y terminan degradándose si no se protegen. Por ello, si se emplean tuberías de PVC, éstas deberán ser enterradas en el terreno para protegerlas del sol y las inclemencias atmosféricas. Las profundidades mínimas recomendadas, según el diámetro de la tubería son las siguientes: • 50 cm para diámetros comprendidos entre 20 y 75 mm • 65 cm para diámetros comprendidos entre 75 y 110 mm • 80 cm para diámetros mayores de 110 mm. Las tuberías portarramales con goteros se utilizan para servir varios ramales portagoteros. Estas tuberías tienen, normalmente, de 9,5 mm a 25 mm de diámetro

Los roedores pueden deteriorar las tuberías de polietileno; para evitar estos daños, en tuberías terciarias, se recurre al PVC, resultando incluso más baratas; no es posible hacerlo con los ramales portagoteros que están en superficie. Cuando una tubería se rompe, pueden entrar elementos contaminantes en el sistema, produciendo obstrucciones en los emisores. Para evitar estos problemas, se utilizan filtros de seguridad a la entrada de las subunidades de riego, sobre todo en las tomas de parcela, en el caso de redes colectivas de riego. . (Pereira et al. 2010).

7. Unidades de regulación y control Estos elementos se necesitan para garantizar caudales constantes dentro del sistema de riego. Los reguladores de presión funcionan por la deformación de una membrana que, con una mayor presión, restringe la sección de paso del agua, provocando ahí una pérdida de carga localizada, tanto mayor cuanto más la presión se sitúe por encima de la deseada, dando caudales aproximadamente constantes en la red así regulada. Los reguladores de caudal funcionan por la actuación en la sección de paso del agua. Estos elementos se elegirán teniendo en cuenta la gama de caudales que se estima puedan circular en la sección donde se montan y para la gama de variación de presión que se puede prever. El uso de reguladores, cuya gama de funcionamiento no corresponda a las condiciones que se verifican en la práctica, no produce, los efectos deseados, por lo que se requiere mucha atención en esa elección durante la fase de concepción de la red. (Santos. et al. 2010).

7.1. Válvulas Como elemento de regulación y control del flujo de agua, las válvulas se intercalan en la red de conducción, cumpliendo con distintas funcionalidad según el tipo de válvula que se trate. 7.1.2. Válvula de pie. es el primer elemento de la instalación. Colocada al comienzo de la línea de aspiración de la bomba, abre el paso cuando la bomba comienza a aspirar el agua del fondo del depósito o pozo. Al parar la bomba, la válvula de pie evita que se descargue la tubería de aspiración, que causaría el descebado de la bomba.

7.1.3. Válvula de retención. Si por fallo del suministro eléctrico o por fallo del motor se detiene la bomba de una manera brusca o instantánea, se genera una sobrepresión en el flujo de agua que se transmite en forma de onda de choque a través del fluido dentro de la tubería, denominado Golpe de Ariete, que puede alcanzar varias veces la presión nominal de trabajo.

En caso que esta onda de sobrepresión pueda alcanzar a la bomba de agua podría ocasionar graves daños en ella, por lo que en la tubería de impulsión, a la salida de la bomba, se suele colocar una válvula de retención para su protección contra golpes de ariete. La válvula de retención tiene un funcionamiento automático, dejando pasar el agua en un sentido de la tubería y cerrando el paso cuando cesa el flujo, por ejemplo cuando se detiene la bomba, evitando el flujo en sentido contrario. Es recomendable en instalaciones de riego con presiones de trabajo elevadas (de más de 20 m.c.a.). La válvula de pie es en sí misma un tipo de válvula de retención.

7.1.4.  Válvula de regulación o llave de u Es un tipo de válvula que permite estrangular o interrumpir el paso del agua.

paso.

7.1.5 Válvula de seguridad. También llamada válvula de alivio de presiones. Es un dispositivo que permite la salida automática de un cierto caudal, con el fin de evitar un aumento excesivo de la presión en la red de conducciones. -   7.1.6. Válvula de descarga o de drenaje. En los extremos de la instalación se suelen colocar válvulas de drenaje. Este tipo de válvula permite desaguar las tuberías una vez que el riego haya finalizado, con el objeto de evitar que en el interior de la instalación se desarrollen microorganismos o se produzcan precipitados químicos. (Ingemecanica). 7.2. Caudalímetros. Permiten conocer el caudal instantáneo en un punto determinado de la instalación de riego. Se trata de equipos móviles que se utilizan de forma puntual para, por ejemplo, realizarlos cálculos previos al diseño del riego, las comprobaciones de instalaciones existentes, y para hacer la programación de los riegos de la forma más correcta posible.

7.3. Manómetros. Son los elementos que se utilizan medir la presión en distintos de la instalación y así poder detectar si algún componente está siendo sometido a presiones de trabajo superiores a las nominales o si por el contrario ésta no tiene presión suficiente para trabajar, o está

sufriendo una gran pérdida de carga (por ejemplo un filtro demasiado sucio).Los más utilizados son los manómetros tipo Bourdon.

7.4. Dispositivos de control automático. Los sistemas de riego gota a gota, generalmente, se automatizan. Normalmente, se adopta una unidad principal de control aguas arriba del sistema conectada a las unidades de campo, localizadas a lo largo de la tubería principal. A su vez, cada unidad de campo controla un cierto número de válvulas hidráulicas instaladas en las entradas a las tuberías secundarias. El sistema activa automáticamente sucesivos grupos de tuberías secundarias o de portarramales con gotero de manera que se apliquen las cantidades de agua y fertilizante deseadas en los sectores a regar. Las válvulas automáticas se conectan a los centros de control, donde se localizan los controladores/programadores del riego. (Pereira et al. 2010).

8. EMISORES Los emisores pueden ser clasificados según numerosos criterios: el régimen de descarga, la disipación de la presión, la conexión a la tubería, la distribución del agua, la forma de la sección transversal, la capacidad de obstruirse, la capacidad de compensar las variaciones de presión, el material de construcción, etc. Se tratan a continuación los principales aspectos que caracterizan los emisores. (Pereira et al. 2010). Las características hidráulicas de cada emisor están directamente relacionadas con el régimen de flujo del agua cuando ésta atraviesa el emisor, el cual se caracteriza por el número de Reynolds, Re (Re = VD/v, donde: V, es la velocidad media; D, es el diámetro; y v , la viscosidad cinemática). Los regímenes de flujo son: (a) laminares, Re < 2000; (b) de transición, 2000 < Re 4000; (c) parcialmente turbulentos, 4000 < Re 10000; y (d) turbulentos, 10000 < Re. 8.1. Tipos de emisores 8.1.2. Micro aspersores Tienen un recorrido de flujo en una cámara circular que provoca un flujo centrífugo. La entrada del agua se realiza tangencialmente a la pared exterior, lo que produce un movimiento rotacional rápido, creando un remolino en el centro de la cámara. En consecuencia, tanto la resistencia al flujo como la pérdida de carga son menores en un emisor de vórtice que en un emisor de orificio con el mismo diámetro En estos emisores, pueden utilizarse orificios de dimensiones relativamente grandes, que son menos susceptibles a las obstrucciones, Las variaciones de la presión debidas a las diferencias de cota topográfica y a la pérdida de carga en los tubos causan variaciones relativamente pequeñas de los caudales (Pereira et al. 2010).

8.1.3. Gotero turbulento. Éste es capaz de mantener el caudal de agua más o menos constante, aunque la presión de entrada varíe en un rango determinado de presiones llamado intervalo de compensación. Estos goteros están indicados para aquellos lugares en los que existen diversos niveles de presión a causa de desniveles topográficos o pérdidas grandes de carga debido a distintos factores que afectan el sistema. (Pereira et al. 2010). 8.1.4. Gotero autocompensante son capaces de superar las variaciones de carga hidráulica y, así, proporcionar caudales, aproximadamente, constantes cuando la presión varía dentro del intervalo para el cual el dispositivo fue construido; por ejemplo, entre 50 y 250 kPa . Habitualmente, se utiliza un material elástico que altera las dimensiones del orificio de salida en función de la presión, por separado o en combinación con otros orificios o tuberías de pequeño diámetro. Tanto los goteros como los microaspersores autocompensantes son cada vez más populares. Porque permiten tuberías más largas y de menor diámetro, pudiendo utilizarse con ventaja en laderas o cuando la topografía es accidentada. (Pereira et al. 2010) Ciertos goteros son de limpieza automática, o autolimpiantes, lo que reduce su susceptibilidad a la obstrucción. En estos goteros, los pasos por donde el agua fluye se abren cuando la presión se altera debido a la presencia de partículas en los orificios, lo que permite arrastrarlas por el flujo de salida. Hay dos tipos de emisores autolimpiantes: los de limpieza intermitente y los de limpieza continua. Los de limpieza intermitente operan solo por poco tiempo, cuando el sistema se conecta y cuando se desconecta. Son, en general, del tipo autocompensante. Los de limpieza continua se construyen de manera que expulsan partículas relativamente grandes cuando están en funcionamiento; lo hacen mediante orificios flexibles, que se dilatan cuando la presión aumenta. (Pereira et al. 2010).

8.1.5. Goteros insertados. Hay tres tipos principales de tuberías para aplicar el agua de forma continua en las líneas de cultivo: las de cámara única, que son tubos de pequeño diámetro (< 25 mm) con orificios insertados en una misma cámara donde se disipa el exceso de carga; los tubos de cámara doble, de pequeño diámetro, que tienen una cámara principal, interior, y una cámara auxiliar, exterior, separadas por una pared, y en la que, por cada orificio interno, existen varios orificios de salida abiertos a pequeños intervalos, de 0,15 a 0,30 m, en la pared exterior del tubo, y los tubos de pared porosa, que consisten en tubos de pequeño diámetro con pared porosa, enterrados, en donde el movimiento del agua hacia el exterior se hace por capilaridad, Los caudales en los tubos porosos dependen de la geometría del material y de la presión aplicada. Los tubos de cámara simple están siendo sustituidos por los de cámara doble, ya que éstos permiten obtener una excelente uniformidad de los caudales librados. Por su parte, los tubos porosos están sustituyéndose, también, por los de cámara doble en riego

subsuperficial, no sólo por la mayor uniformidad sino, también, por la facilidad de la extensión mecanizada de estos últimos. (Pereira et al. 2010). 8.2. Otras clasificaciones de los emisores. 8.2.1. Sensibilidad a temperatura Se produce variación de los caudales cuando las secciones de los recorridos del agua en los emisores se expanden, o se contraen, debido a la influencia de la temperatura sobre el material con el que se han fabricado. En el caso de los emisores de recorrido largo y de régimen laminar, el caudal varía, también, debido al impacto de la temperatura sobre la viscosidad del agua. Los efectos de la temperatura pueden ser significativos para tuberías PE expuestas al sol, alcanzando temperaturas muy por encima de 20 ºC, casos en que no se debe recurrir a los emisores de régimen laminar. (Pereira et al. 2010). 8.2.2. Susceptibilidad a la obstrucción La susceptibilidad de los emisores a la obstrucción depende, principalmente, de la mayor o menor dimensión para el paso del agua y de su velocidad en el paso por los orificios de salida. Las velocidades de paso del agua entre 4 y 6 ms-1 reducen, sustancialmente, la obstrucción por las partículas finas. En lo que se refiere a la dimensión de la sección de paso, los emisores se clasifican en (Keller y Bliesner, 1990; Boman, 1995): Muy susceptible < 0,7 mm Susceptible 0,7 a 1,5 mm Poco susceptible > 1,5 mm y emisores autolimpiantes Las recomendaciones de los fabricantes en cuanto al filtrado necesario para cada tipo de emisor dan una buena indicación acerca de la sensibilidad a la obstrucción (Rieul y Ruelle, 2003): Extremamente susceptible filtros < 80 micras Muy susceptible filtros 80 micras Susceptible filtros 100 micras Poco susceptible filtros 125 micras Muy poco susceptible filtros 150 micras 7.4.6. 8.2.3. Coeficiente de variación de fabricación El coeficiente de variación (Cv) de fabricación de un emisor es un buen indicador de la variabilidad de los caudales proporcionados por emisores nuevos, debiendo suministrarse por los fabricantes los valores esperados para los CV de los respectivos goteros, microaspersores, ”bubblers” y tubos de cámara doble. El Cv de fabricación puede ser obtenido a través de ensayos en el laboratorio o puede ser calculado por los usuarios recurriendo a, por lo menos, 50 emisores en funcionamiento simultáneo. Conexión a las tuberías Los goteros se clasifican como: insertados en la tubería o colocados en el exterior de la tubería. Los primeros se insertan uniendo longitudes adyacentes de la tubería (Fig. 7.17) o

se integran en ella durante la fabricación (Fig. 7.18). En este caso, las tuberías pueden ser más largas, ya que las pérdidas de carga debidas a la presencia de los goteros son menores. Los goteros colocados en el exterior de la tubería se ubican en aberturas hechas en la pared lateral de esta. Algunos goteros exteriores poseen salidas múltiples La tendencia actual, en lo que se refiere a los goteros insertados, es la adopción de los que son integrados en la tubería en la fabricación, ya que se encuentran disponibles para una gran variedad de espaciamientos, desde 0,15 m a 1,20 m, al contrario de lo que sucedía hace tiempo, en que muchos espaciamientos sólo eran posibles cortando las tuberías e insertando manualmente los goteros. Están muy extendidos los goteros colocados exteriormente en la tubería, principalmente para uso en la jardinería y en los invernaderos

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