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UNIDAD I La economía agro-exportadora y la oligarquía en el tránsito de los siglos XIX y XX CRECIMIENTO ECONOMICO Y EXP

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UNIDAD I La economía agro-exportadora y la oligarquía en el tránsito de los siglos XIX y XX

CRECIMIENTO ECONOMICO Y EXPORTACIONES En los 36 años que siguieron a 1880, la economía se multiplico nueve veces. En efecto, el crecimiento del producto per cápita en la Argentina superaba, al de los Estados Unidos. El motor del crecimiento económico fueron las exportaciones de productos primarios. Desde mediados, del siglo XIX, las ventas al exterior de lanas habían crecido y convertido a este producto en el principal bien exportador del país. A fines del siglo XIX, la estructura de las exportaciones comenzó a diversificarse con la producción de nuevas mercancías para vender en el exterior, como cereales, lino, carne congelada ovina y animales en pie. A principios del siglo XX, la carne refrigerada vacuna se transformó en una nueva estrella. El auge exportador argentino fue parte de un proceso de internacionalización del intercambio comercial que se aceleró a fines del siglo XIX con el desarrollo del capitalismo. La importancia de los mercados extra europeos fue creciendo hasta llegar a ocupar, a principios del siglo XX, un lugar relevante en las economías internacional. A mediados del siglo XIX, la inserción de la Argentina en el mercado capitalista mundial era débil. El país, en verdad, no tenía ni capitales ni población suficiente como para producir bienes exportables en gran escala. La Argentina contaba con un factor de producción abundante, la tierra. El topo de tierras y el clima de las pampas permitieron la producción de bienes, la demanda creciente en el mercado mundial. Julio A Roca en 1879 lidero la Campaña del Desierto y en 1880, con las campañas en el Chaco y en la Patagonia, las fronteras terminaron de desaparecer. A partir de su apropiación y poblamiento, las tierras se destinaron a la producción y paralelamente, una parte de ellas comenzó a comprarse y venderse. La llegada de nuevos capitales que requerían un marco jurídico y legal más amplio. El Estado el que, con el objetivo de atraer inversiones, los disminuyo ofreciendo garantías de rentabilidad a los inversores. El Estado impulso la primera ola de inversiones a través de la emisión de bonos del gobierno sobre los que se pagaba un interés mayor. La gran mayoría de los capitales provenían de Gran Bretaña, los ingleses también iban a invertir su capital en las vías de transporte que la producción necesitaba para poder comercializarse y exportarse: los ferrocarriles. Como premio adicional, a algunas empresas se les cedió una amplia extensión de tierra al costado de las vías. La primera vía de tren la construyo el estado de Buenos Aires, en 1857, cuando estaba separado el resto del país. Esta compañía, que fue extendida hasta otras provincias, continúo siendo propiedad estatal hasta 1890, año que fue vendida a los ingleses. En la década del ochenta las inversiones ferroviarias se multiplicaron. Esta red, que continúo extendiéndose en las tres décadas siguientes, posibilito la puesta en producción de nuevas tierras, así como la explotación de nuevos productos exportables. Capitales franceses invirtieron principalmente en dos ramales. El Estado nacional, por otro lado, continúo construyendo ferrocarriles en las zonas donde el capital privado no quería aventurarse, como al Noroeste de la región chaqueña y de la Patagonia. Hacia 1916, el sistema ferroviario había superado los 34 mil kilómetros. Desde entonces la expansión ferroviaria se desacelero y entro en el estancamiento. Los británicos invirtieron, a la vez, en tierras, comercios y hasta industrias. También invirtieron, mucho menor grado que Gran Bretaña, otros países europeos como Francia, Alemania, Bélgica e Italia. A principios de siglo comenzaron a llegar capitales norteamericanos. Estos invirtieron en frigoríficos. Estas empresas permitían el procesamiento de vacunos con destinos a las exportaciones.

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EL PENDULO DE LA RIQUEZA: LA ECONOMIA ARGENTINA EN EL PERIODO 1880 -1916 De Fernando Rocchi

Los frigoríficos fueron levantados donde empleaban a varios de trabajadores y aplicaban los métodos más modernos de organización de la producción que se utilizaba en Chicago. Los ferrocarriles fueron fundamentales para hacer que la Argentina se convirtiera en un exportador de cereales en gran escala. A la par de estos, se crearon las colonias, formadas por inmigrantes y dedicadas preferentemente a la agricultura. El cambio que estas produjeron fue de tal magnitud que transformo a la Argentina de país importador en exportador de cereales. La producción de las colonias encontró rápida aceptación en el mercado interno, 1876, inicio una nueva tendencia al permitir el primer embarque de cereales. De allí en más, nuevas colonias se fueron desplegando en el cinturón de la frontera productiva de la región pampeana. En los primeros años del siglo XX, la Argentina ya había delineado un perfil productivo y exportador que continuaría por muchos años: cereales y carnes. En 1910, el país se había convertido en el tercer exportador mundial de trigo del mundo. Fueron las épocas en que la Argentina comenzó a ser llamada “el granero del mundo”.

EL COMERCIO Y LAS FINANZAS Los almacenes de ramos generales provenían a los chacarero s de mercaderías y créditos, generalmente prendando la futura cosecha. Los agricultores requerían de máquinas agrícolas que, dada su escasez de capital, alquilaban a alguna de las empresas. Una vez levantada la cosecha, era necesario enviarla rápidamente al puerto. Los agricultores necesitaban cubrirlo con bolsas de yute provistas por fabricas porteñas. El transporte se realizaba a través de ferrocarriles, cuyas empresas cobraban altos fletes, se aprovechaban de la premura de productor. El sistema de créditos se basaba en la prenda hipotecaria, por lo que no poseían tierras se veían en dificultades. El crédito hipotecario estaba, a través de una serie de bancos. A principios de la década de 1880, estaba largamente ocupada por el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Los beneficiarios eran tanto el sector ganadero cuanto el comercial.

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LA ECONOMIA PAMPEANA Las transformaciones ocurridas en la esfera macroeconómica. La producción de cereales destino a la exportación comenzó, en las colonias agrícolas. La regla era que los agricultores fueran propietarios de una parcela de tierra. A principios del siglo XX, el escenario microeconómico del agro pampeano cambio cuando buena parte de la producción cercalera comenzó a originarse en estancias, establecimientos bien diferentes a las colonias. Los cereales se produjeron en las “estancias mixtas” con una serie de instalaciones y un manejo empresarial que la volvían diferente de la vieja estancia. En ella no solo la producción de cereales, la ganadería que se explotaba era también distinta de la de los antiguos establecimientos, pues se trataba de producir primero ovino y posteriormente vacunos. Las estancias mixtas;  El estanciero, se dedicaba al engorde de este ganado;  El chacarero, explotaban una fracción de tierra, generalmente para producir cereales, pero no eran dueños de las propiedades, sino que la arrendaban. Su beneficio estaba en vender sus cultivos, pagarle un arriendo al propietario;  Los peones, eran contratados por un periodo del año. Si bien las colonias impulsaron la primera producción agrícola a gran escala, las estancias mixtas la hicieron llegar a niveles que convirtieron a la Argentina en uno de los graneros del mundo. El agro pampeano se caracterizó por la ausencia de grandes conflictos sociales durante buena parte del periodo de auge exportador. Cuando estallaba una crisis, como ocurrió en 1912 durante el llamado Grito de Alcorta, las complejidades y tensiones del tejido social pampeano salían a flor de piel. La industria se desarrolló en torno a la producción de una serie de artículos de consumo y creció como resultado de un doble movimiento de protección arancelaria y aumento de la demanda agregada. La actividad manufacturada había comenzado a desplegarse tímidamente en la década de 1870 y se había afianzado un poco más durante la expansiva década del ochenta. El crecimiento industrial, in embargo, solo logro cifras significativas en la década de 1890. Surgieron una serie de grandes fábricas dedicadas a producir bienes de consumo. Finalmente, a p principios del siglo XX, la industria se desplego con mayor fuerza a partir de un nuevo aumento de la demanda.

La pérdida de dinero por parte de los inversores británicos, era posible porque en la economía argentina se utilizaban dos monedas de manera paralela. Por un lado, circulaban los pesos papel o moneda nacional. Por el otro, se usaban los pesos oros. Para fijar relación estable entre ambas monedas se implanto, en 1881, un patrón bimetálico. En 1884, ante una pequeña crisis, se volvió a la “inconvertibilidad”. La relación instable éntrelas dos monedas favorecía a los exportadores, que obtenían sus ingresos en divisas extranjeras mientras que solventaban sus costos en pesos papel que se iban desvalorizando. Banco de la Nación Argentina, una institución estatal creada en 1891. El banco, por Carlos Pellegrini tendría una política diferente de a del Banco Provincia, conservadora en cuanto a la concesión de créditos y despolitizaba a partir de una cláusula que impedía realizar adelantos al Tesoro. El renovado crecimiento económico que se produjo a principios del siglo XX cambio el panorama. Tanto la banca oficial cuanto las privadas se volvieron más generosas a medida que aumentaban los depósitos, crecieron a la par de la apertura de sucursales en todo el país. El grueso de la demanda bancaria estaba en el comercio, aunque los sectores productivos recibieron una importante proporción de los créditos otorgados. La agricultura era la menos beneficiada por el renacer bancario. En 1899, durante el segundo gobierno de julio A. Roca, se adoptó una ley de convertibilidad monetaria. Esta ley fijaba la conversión entre pesos papel y pesos oro bajo el sistema de patrón-oro, en el que la moneda emitida localmente contaba con el respaldo de reserva en este metal. El Estado puso en vigencia la ley cuando, en 1901, conto con las reservas suficientes para hacerlo. El comercio minorista ejercía una influencia considerable en la economía y en la sociedad; empleaba un gran número de personas, mientras se desplegaba en cualquier sitio que contara con una cierta demandan. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con el comercio mayorista que, comenzó a cambiar con el surgimiento de la producción local. A principios del siglo XX, consolidaron las grandes tiendas, estas empleaban a varios centenares de empleados y obreros, y desarrollaban su actividad en edificios de varios pisos y talleres, donde confeccionaban sus propios productos.

LA REVOLUCIÓN EN EL CONSUMO El aumento producido en la Argentina incluso sobresalía frente a los países de mayor dinamismo económico del periodo. Las cifras del aumento tenían que ver, en parte, con la pequeñez de la economía argentina en 18880. El crecimiento de producto total era el resultado de la confluencia, de dos fenómenos: el crecimiento poblacional y del ingreso per cápita. En el periodo algo más de treinta años, los habitantes de Argentina se habían triplicado mientras que eran tres veces más ricos. Su alto ingreso per cápita, que la distanciaba del resto de América Latina. Las clases altas en su consumo incluían mayormente artículos importados, y su incidencia en el mercado eran pequeños por lo que las clases medias y bajas conformaron el grueso de la demanda nacional.

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MERCADO INTERNO Y MERCADO NACIONAL La región pampeana, fue la que experimento las mayores transformaciones y cosecho los mayores beneficios. El resto del país tuvo una evolución económica menos impresionante, la posibilidad de vender algún producto a la expansiva región pampeana se transformó en la alternativa más provechosa. El crecimiento del mercado interno fue paralelo al de economía exportadora. El mercado argentino se abastecía parcialmente de importaciones, fue provista por la oferta local. Parte del mercado interno estaba en la zona rural. Proveyó los grandes números de la demanda; la producción agrícola, requería una cantidad mayor de mano de obra integrada por trabajadores que eran, consumidores. En este mercado rural sobresalían los colonos de la provincia de Santa Fe. La urbanización fue un fenómeno paralelo al de crecimiento exportador. Las ciudades que creían demandaban cada vez más bienes y servicios. La actividad de la construcción se desarrolló a ese mismo ritmo. Esta actividad movilizaba capital y mano de obra a través de sus herrerías, yeserías, marmolerías, etc. Las fabricas porteñas también lograron, con la llega de los trenes, mejores posibilidades para vender en el interior.

La formación de una sociedad de consumo masivo. Estos nuevos escenarios comenzaron darse a fines de la década de 1880, cuando el país llego a contar con una masa de población significativa ye l crecimiento económico argentino parecía no alcanzar límites. La llegada de inmigrantes trajo el número de gente necesario para que el fenómeno se concretara. Fue de la mano con la vitoria de la masificación y la secularización que los nuevos tiempos imponían: La masificación del espacio encontró, u mejor ejemplo en el papel que los lugares públicos ofrecían como sitios convivencia simétrica, donde asistían distintas clases y de manera indiferente. La masificación del tiempo, se desplegó en la concesión de créditos por las empresas comerciales, desde las grandes tiendas hasta los pequeños negocios vendían sus mercancías en cuotas. A través de créditos, el acceso a los productos se volvió más flexible; La secularización de espacio se tradujo en surgimiento de lugares comerciales. Las grandes tiendas se volvieron el mejor ejemplo de la nueva tendencia; La secularización del tiempo, creaban acontecimientos comerciales como las liquidaciones.

EL ESTADO FRENTE A LA ECONOMÍA Si viene existió un estado intervencionista a la manera en que la Argentina lo conoció más avanzado el siglo XX, la presencia estatal en la economía fue tan significativa cuanto compleja.

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LOS VAIVENES DE LA ECONOMÍA El capitalismo se caracteriza por ciclos de auge y depresión. La primera crisis internacional sufrida por la economía argentina ocurrió en 1866 y afecto a las exportaciones de lana. En 1873, el país se vio nuevamente envuelto en una crisis mundial que inicio una etapa depresiva e impacto sobre toda la economía. En los años previos, la Argentina había recibido una cantidad de capitales en forma de presamos al gobierno. En esos años, las importaciones superaron largamente a las exportaciones, con lo que se produjo un déficit en el balance comercial. Ante los primeros síntomas de desorden económico, las inversiones se retrotrajeron. El problema, se tornó insostenible porque ambas cuentas del balance de pagos se volvieron negativas. A fines de la década de 1870, a la crisis había pasado a ser un recuerdo, mientras el crecimiento económico de los ochenta, llevo a la repetición. Una nueva crisis en 1884, si bien su alcance fue mucho menor que la de 1873, fue lo suficientemente grave y en la segunda mitad de la década volvió el crecimiento económico. Las inversiones especulativas pasaron a ser el blanco de la desconfianza y el público encontró el en otro la única inversión segura. Como resultado, el peso moneda nacional cayo de manera escandalosa. Este malestar económico, iniciado en 1889, se acentuó al año siguiente, cuando se desencadenó la crisis. La salida de la crisis fue capitaneada por el presidente Carlos Pellegrini a partir de un plan, similar al de Avellaneda casi veinte años atrás. Las tarifas a las importaciones se elevaron, mientras se renegocio el pago de la deuda externa, Las importaciones se desplomaron ante las altas tarifas, la desvalorización del peso y la caída del consumo. Fue gracias al ferrocarril que, en esos años, los cereales pudieron convertirse en un producto de exportación masiva. A mediados de la década de 1890, se comenzaron a ver los síntomas de la recuperación. En 1897, varios factores se unieron para desencadenar una crisis. Por un lado, las altas tarifas habían llevado a la apertura de una cantidad de fábricas que la demanda argentina no podía sostener. A esto se unió el agravamiento del conflicto fronterizo con Chile; que firmase los Tratados de Mayo, pusieron fin al conflicto con Chile en 1902. Las inversiones extranjeras, se renovaron, con lo que la cuneta capital también se mostró en superávit. La forma mágica, la coexistencia de saldos externos favorables en el balance comercial y la cuenta capital. Una crisis internacional ocurrida en 1907, afecto poco a esta economía pujante (principal país afectado fueron los Estados Unidos, con quienes las relaciones economías eran mucho más débiles que con Gran Bretaña). El ciclo dorado se vio interrumpido en 1913.una crisis internacional, llevo nuevamente a la Argentina a vivir los problemas del ciclo capitalista mundial. La caída de inversiones condujo a un efecto de rebote en la economía interna que afecto con especial dureza a la construcción. La crisis puso a la banca privada en serios problemas, porque los depositantes tendían a sacar sus ahorros y dejarlos en algún banco oficial. Que fuera el estado quien inspirara esa seguridad en 1913.

El Estado promovió las primeras inversiones garantizando sus bonos y las ganancias de las empresas ferroviarias privadas. Incluso se involucró a partir de la construcción de la primera res de trenes. La intervención estatal se continuaba en el mercado bancario. El papel clave que tuvo el Banco de la Provincia de Buenos Aires en los orígenes del sistema continuo con el funcionamiento del banco de la Nación Argentina en de década del noventa. Su tasa de redescuento, el interés cobrado e sus préstamos y el porcentaje de sus reservas destinadas al encaje. El grueso de los ingresos estatales estuvo compuesto, por impuestos a las importaciones. Una fuente de ingreso adicional fue la aplicación de impuestos internos a artículos, como las bebidas alcohólicas y tabaco. Uno de los resultados de la política fiscal argentina fue una inevitable protección a la industria local. Esta protección, era selectiva y compleja. Se debía a razones económicas, políticas, ideológicas y hasta fortuitas. Siendo la exportación el motor de tal crecimiento, una de las principales características la conformación de un mercado interno de productos y de factores de producción.

EL ORDEN CONSERVADOR. LA POLÍTICA ARGENTINA ENTRE 1980 Y 1916 De Natalia Botana La oligarquía política La republica restrictiva no definía ningún medio práctico para hacer efectiva la representación. Alberdi confiaba en el valor prescriptivo de las instituciones nuevas, en limitar el ejercicio del sufragio a unos pocos. Había que legitimar a través de los hechos una estructura de papeles políticos dominantes y una regla de sucesión. Entre estas fronteras, nuevas y endebles, era necesario diseñar una fórmula que permitiera a los actores construir una base de dominación efectiva. Esta fórmula cobro más consistencia a partir de los 80 y perduro hasta la reforma política sancionada por Sáenz Peña en 1912.

La Hegemonía Gubernamental Los únicos que podían participar del gobierno eran aquellos habilitados por la riqueza, la educación y el prestigio. A partir de los 80, el extraordinario incremento de la riqueza consolido el poder económico de un grupo social cuyos miembros fueron naturalmente aptos para ser gobernantes. El poder económico se confundía con poder político, esta coincidencia justificó el desarrollo de una palabra: la oligarquía – corrupción de un principio de gobierno -. La oligarquía puede describir una categoría social dominantes en la que no se pondera ningún componente específico. Tres puntos de vistas se entrecruzan para entender el fenómeno de la oligarquía en la Argentina: 1) La oligarquiza es una clase social determinada por su capacidad de control económico; 2) la oligarquía es un grupo político

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El control de la sucesión El presidente y el gobernador de Buenos Aires serán los dos grandes y únicos electores y los dos únicos candidatos serios por ser ambos poseedores de los medios de hacerse elegir. Bueno aire se transforma en un centro de decisión privilegiado. Habrá siempre electores, poder electoral, elecciones y control, pero los electores serán los gobernantes y no los gobernados, el poder electoral residirá en los recursos coercitivos o económicos de los gobiernos y no en el soberano que lo delega e abajo hacia arriba, las elecciones consistirán en la designación del sucesor por el funcionario saliente, y el control lo ejercerá el gobernante sobre los gobernados antes que el ciudadano sobre el magistrado. Se busca alcanzar un gobierno efectivo que centralice la capacidad electoral en toda la nación. Se trataba de acumular poder. Si la capacidad electoral está concentrada en los cargos gubernamentales, el acceso al mismo permanece clausurado para otros pretendientes que no sean aquellos determinados por funcionarios salientes. Hay una voluntad explícita de mantener la estructura de papeles dominantes. La fórmula operativa del régimen del 80 se entiende como un sistema de hegemonía gubernamental que se mantiene gracias al control de sucesión, este constituye un punto central del cual depende la persistencia del sistema. La sucesión o transferencia de poder de una persona a otra, permite comprobar si las estructuras institucionales de un régimen prevalecen sobre la trayectoria personal de un gobernante. La elección y la fuerza se concentraron en quienes poseían los papeles dominantes, revestidos de la autoridad de grandes electores.

representativo que se corrompe por motivos diversos; 3) la oligarquía es una clase gobernante, con espíritu de cuerpo y con conciencia de pertenecer a un estrato político superior, integrada por un tipo e hombre político, el notable. La consolidación del régimen político no solo coincidió con un desarrollo espectacular de los medios productivos; también trajo aparejada la secularización del clima moral, sobre todo en Buenos Aires. La dimensión política del fenómeno oligarquiza en la Argentina de ese entonces, admitiendo, dos cosas sobre las cuales parece derivarse a) hay una oligarquía cuando un pequeño número de actores se apropia de los resortes fundamentales del poder, b) que ese grupo está localizado en una posición privilegiada dentro del estrato social, ambos aun no explican la dimensión del fenómeno oligárquico. La oligarquía puede ser entendida como un concepto que califica un sistema de hegemonía gubernamental, el sistema hegemónico se organizará sobre las bases de una unificación de origen electoral de los cargos gubernamentales que, deberían tener origen distinto. Este proceso unitario se manifestaría por la intervención que le cabría al gobierno nacional para nombrar sucesores, y por el control que aquel ejerce en el nombramiento de los gobernantes de la provincia. La escala de subordinación, alcanzaría la cúspide, el presidente, para descender en orden de importancia al gobernador de la provincia, el cual, a su vez, intervendría en la designación de los diputados y senadores nacionales y en la de los miembros integrantes de las legislaturas provinciales. PRESIDENTE DIPUTADOS

SENADORES GOBERNADOR

Legislatura Provincial En la perspectiva en la que nos ubicamos, control evoca una acción de poder, una voluntad de potencia ejercida sobre otros desde un determinado espacio político. La fórmula prescriptiva pretende traducir en instituciones un conjunto de valores e intereses socioeconómicos que los actores socio-económicos estaban dispuestos a defender contra resistencias.

El crecimiento de la población trabajadora: El mercado laboral El fin de las guerras civiles y la gran movilidad de factores de producción, como la integración en el mercado mundial, fueron el marco para la transformación de la Argentina y de una expansión económica y social que se sigue viendo prodigiosa. La formación de un mercado de trabajo (oferta y demanda de mano de obra) libre y unificado es el rasgo más distintivo de la constitución del capitalismo. Las políticas a largo plazo fueron reforzadas por las medidas concretas que contribuyeron a canalizar y controlar la fuerza de trabajo disponible: leyes contra vagos y más entretenidos, o la restricción al derecho de caza, entre otras. La gran movilidad internacional de personas que caracterizó al mundo occidental desde la segunda mitad del siglo XIX adquirió suma importancia en nuestro país porque fue la inmigración masiva la que transformo la oferta de mano de otra haciéndola flexible al tipo de demanda que reclamaba la economía. La escasez e inestabilidad en la oferta de mano de obra fueron interpretadas como un problema derivado de las características de la demanda –la estacionalidad-.

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El progreso, la modernización y sus límites Los trabajadores en la era del “progreso” Clases trabajadoras, se constituyeron como una clase social que diseñaba sus medios y formas de acción para mejorar las condiciones de vida y de trabajo; los actos obreros preocupaban a las autoridades nacionales y diferentes agentes planteaban la necesidad de prevenir estos males sociales.

La actitud del peón rural ante el trabajo dio forma a una imagen e trabajador nativo indisciplinado y más propenso a vivir sin trabajar, con ausencia de hábitos laborales, en cambio los inmigrantes fueron la solución, eran extranjeros educados, capaces de transferir sus conocimientos y sus hábitos, eran agentes de cambio socioculturales. Una parte importante de los inmigrantes que llegaban se radicaron finalmente en el país. La diversificación de las ocupaciones fue un proceso casi exclusivo de los hombres y las mujeres. En 1914 surgieron actividades que ya comenzaban a definirse como tradicionales, costureras, tejedoras, modistas, docentes, etc. Esta tendencia del empleo femenino no implico que no realizaran actividades en el comercio o que no se incorporaran a las crecientes actividades industriales que se estaban desarrollando, en fábricas de fósforos, cigarros y cigarrillos. La presencia del trabajador inmigrante impacto también en la distribución espacial de la fuerza de trabajo, concentrándose en la región litoral y en los polos de crecimiento regional. Los trabajadores rurales del litoral pampeano eran inmigrantes italianos, y españoles en Santa fe y Córdoba. Fue la expansión de la ganadería y de la agricultura, como la de los cultivos agroindustriales, la base del empleo en el sector. Los empleados en el comercio y los servicios aumentaron acorde a la complejizacion de las necesidades y requerimientos de mano de obra. El mercado demandaba un elevado número de trabajadores no especializados altamente móviles que no estaban definitivamente ubicados, por esto la importancia de los trabajadores golondrinas que se desplazaban a lo largo de la población. Hacia fines del siglo XIX la demanda excedió la oferta y esto promovió el aumento de los salarios, los altos salarios atrajeron a los inmigrantes dispuestos a abandonar sus países por mejores condiciones. Pero desde comienzo de siglo, esta situación favorable comenzó a modificarse. El ritmo de actividades que demandaban mano de obra comenzó a crecer más lentamente que los flujos migratorios.

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Las condiciones de trabajo: labores, descanso y la búsqueda de la protección La explotación a los trabajadores era realizada con el fin de obtener peones baratos, disciplinados y dispuestos a soportar todas las ignominias de los industriales sin derecho a protestar. Existía una fuerte discriminación del trabajador nativo como producto de los valores atribuidos a los inmigrantes, el más explotado era el hijo del país, el criollo. Un informe realizado por Bialet Masse hablaba acerca de la mísera en la que se encontraban hombres y mujeres, señalaba el error y la falta de fundamentos con la que se miraba al peón criollo. La mujer criolla era soberana del hogar y tenía una enorme facultad para adaptarse a diversas labores destacándose en los oficios femeninos. Los trabajadores estaban marginados a difíciles condiciones de labor, por lo que se reclamaba mejores en el régimen de los horarios de trabajo, reducción de la jornada laboral- reivindicación por las 8 hs.- la reglamentación del trabajo, el descanso dominical, así como protección ante accidentes y las enfermedades. Mejores condiciones de higiene, protección para la mujer trabajadora y los niños trabajadores, eran también cuestiones que se solicitaban. La aceptación de la jornada de 8 horas no fue fácil por parte de los empresarios. El establecimiento de un día de descanso en la semana también fue razón del estallido de diferentes conflictos y debates entre trabajadores, autoridades y empresarios. Aquellos asalariados que recibían una paga por las jornadas efectivamente trabajadas o que eran afectados por las condiciones climáticas que impedían el normal desenvolvimiento de las actividades, buscaban recuperar parte de sus salarios trabajando, incluso los domingos. La seguridad en el trabajo fue un tema recurrente de la prensa obrera, se buscaba diseñar un sistema de solidaridad y protección que permitiera reparar los prejuicios ocasionados por algún accidente, los seguros generalmente eran pagados por los obreros. La prohibición del trabajo femenino porque, constituía un peligro para la maternidad y para la moral familiar y social, y la demanda de protección a la madre obrera, fueron temas que pasaron de las organizaciones gremiales, al recinto del Congreso Nacional. Allí se debatió la Ley de protección del trabajo femenino e infantil, y se estableció la jornada de 8 hs, el descanso semanal y el resguardo de la salud y moral de las mujeres. Se fijó la prohibición de trabajo en industrias peligrosas, un permiso de 15 minutos cada dos horas para amamantar a los hijos y la obligación del descanso antes y después del parto.

Los trabajadores urbanos y sus conflictos: formas de organización y luchas Durante toda la década del 80 se produjeron huelgas, la forma de expresión más clara y visible del conflicto obreropatronal, en donde distintos grupos de trabajadores fueron protagonistas: albañiles, panaderos, ferroviarios y demás reclamaban mejoras en los salarios, jornada justa, reconocimientos de las asociaciones gremiales y el reintegro de los peones que habían sido despedidos a causa de accidentes laborales. En este modelo, los peones ferroviarios y portuarios tuvieron fuerza para paralizar las actividades económicas y esto inquieto a los dirigentes. Roca sostenía que las huelgas amenazaban a la riqueza pública y las fuentes de prosperidad nacional en el momento más activo de su desarrollo. La forma de organización más difundida en el mundo laboral fue la organización de sociedades gremiales y de resistencia, es decir que los trabajadores del mismo oficio se

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ORGANIZACIÓN Y PROTESTAS Los trabajadores rurales y sus conflictos La modernización de la Argentina implico el surgimiento de nuevas clases subalternas: en el campo, los chacareros y peones rurales; en ciudades y pueblos, obreros de fábricas y talleres, asalariados del sector de servicios y del comercio. En la regio pampeana, tres fueron los actores sociales subalternos: peones-braceros, chacareros y colonos. Colonos eran los pequeños propietarios de tierra mientras que chacarero, era quien alquilaba la tierra, ya sea pagando un porcentaje de la cosecha o un canon en dinero. La duración de las tareas de las distintas cosechas implicaba un desplazamiento de trabajadores en un periodo de tiempo, y espacialmente de una provincia a otra; los trabajadores rurales eran peones itinerantes y vendían su fuerza de trabajo a los chacareros, los comerciales cerealistas, los propietarios de máquinas agrícolas y los ganaderos, por lo que sus salarios presentaban disparidades significativas de acuerdo con los cultivos, tareas, categorías y las provincias. Esta situación es lo que producía una fragmentación de los trabajadores lo que imposibilitaba la unión y organización de ellos. Diferentes acontecimientos y protestas dieron lugar a la formación de la Unión Agraria, la cual estaba estrechamente vinculada con la UCR. El movimiento alcanzó la mayoría de colonias santafecinas, los colonos reclamaban la eliminación o disminución de los gravámenes fiscales que pesaban sobre la producción y la comercialización de sus productos. Pero fue el Grito de Alcorta el movimiento que puso en escena pública el conflicto que existía en el campo. Los protagonistas fueron arrendatarios y no los pequeños propietarios, quienes reaccionaron ante una coyuntura que hacía imposible mantener los valores del arrendamiento. Para garantizar el éxito del arrendamiento se organizó una comisión de huelga, solo se buscaba negociar más satisfactoriamente los beneficios que se obtenían. El conflicto se extendió territorialmente y se generalizo a todos los sectores de la sociedad, situación que obligo a la intervención de los gobiernos provinciales. La movilización y protesta de los chacareros duro aproximadamente tres meses, movilizo alrededor de 100.000 chacareros y conto con el apoyo de comerciantes de campaña y de la prensa. La extensión de la protesta creo la necesidad de unificar los esfuerzos y así se logró crear una organización superior, La Federación Agraria Argentina. Los primeros años fueron conflictivos para la organización, pero se fue ampliando y definiendo su programa en la medida en que se resolvían problemas internos. La protesta de los arrendatarios no incluyo una alianza con los braceros y cuando ellos organizaron su propio movimiento, los chacareros no solo no los apoyaron, sino que pidieron la intervención del estado. Los peones rurales constituían el grupo más numeroso entre los trabajadores de campo, trabajaban durante la estación, muchos eran golondrinas internacionales y otros migrantes internos. El problema que los unía a todos los trabajadores rurales era la extensión de la jornada, bajos salarios, el trato de los patrones y la provisión de los alimentos. Pero dentro del mundo rural existían otras tensiones asociadas con el proceso de modernización, dado que la presencia dominante de extranjeros dio origen en los nativos a un sentimiento de pérdida de lugar. Los indígenas fueron explotados por la población blanca y trasladados masivamente hacia los ingenios jujeños para ser utilizados como mano de obra barata, al mismo tiempo que las políticas de estado los recluyeron, por eso no faltaron razones para dar rienda suelta a los ataques a las poblaciones blancas. Pero los indígenas no pudieron resistir al peso de las armas del ejército y de la policía, y fueron derrotados ese año.

reunían para vender sus intereses, era una asociación voluntaria. Cuando los trabajadores pertenecían a varias actividades. Se conformaban las sociedades de oficios múltiples. Pero la primera organización federal de carácter permanente fue la Federación Obrera Argentina, producto de los acuerdos entre socialistas y anarquistas. La autonomía obrera de una fuerza política se mantuvo hasta la hegemonía del peronismo, cuando los trabajadores ofrendaron su autonomía a un coronel burgués. La FOA realizo su recorrido de la mano de las corrientes anarquistas y más tarde se convirtió en FORA, la cual no solo reclamaba por los salarios, jornadas de trabajo y mejores condiciones de labor, sino que también se pronunció contra el precio de los alquileres y contra el servicio militar obligatorio. Durante toda esta historia se sentaron las bases de estas organizaciones, como las federaciones que dieron lugar a un movimiento obrero fuerte, y dieron forma a la militancia gremial alrededor de un espacio público masculino que lo moldeaba sobre la base del combate y sufrimiento de la clase trabajadora. La palabra por escrito, la prensa, fue una herramienta fundamental para identificar problemas comunes, reforzar ideas, y demás. Pero la creación de los periódicos y la desaparición de sindicatos fueron hechos frecuentes. Huelgas, boicots y manifestaciones, fueron las tres formas de protestas más utilizadas por los trabajadores para hacer visibles sus reclamos y ayudaban a dar forma a una identidad de clase que se definía por oposición a los patrones y al Estado. En Argentina se produjeron numerosas huelgas, generales y parciales, fragmentadas y generalizadas, y otras, para lo cual era necesario la existencia de una organización sindical que extendiera el reclamo de los grupos, la huelga fue una herramienta de la lucha obrera. En un día de huelga general en Buenos Aires, la muchedumbre abarrotaba las calles con banderas rojas y negras, y si el transporte se había adherido, las actividades estaban paralizadas, el puerto inactivo y los comercios cerrados. Los trabajadores querían demostrar su fuerza y exponer exigencias colectivas relacionadas con las condiciones de trabajo. No todos los paros generales fueron exitosos, solo aquellos que contaron con el apoyo masivo de la población y de los gremios de servicios ligados a la exportación tuvieron amplia notoriedad. Un rito obrero: el 1° de Mayo Desde la perspectiva de los trabajadores se estableció el 1° de mayo como un rito obrero nacional, la cual estuvo ligada al nacimiento de la II Internacional, que tomo lugar en Paris en 1889. Sus organizadores querían darle fuerza al proletariado internacional, y en Bs As se formó Comité Internacional Obrero que convocó a un mitin, en donde se reclamaba la jornada de 8 horas para trabajadores adultos, prohibición de trabajo a menores de 14 años, 6 horas de trabajo para menores de 14-15 años, abolición del trabajo nocturno de la mujer y el descanso dominical para los trabajadores no interrumpido, la inspección sanitaria, la vigilancia sobre la fabricación. El poder de la convocatoria del 1 de mayo se extendió como un ritual y desde ese día se produjo como una instancia de auto representación de los trabajadores en la sociedad.

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TRABAJADORES, CIUDADANOS Y PARTIDOS POLITICOS Los vínculos entre la defensa de la clase obrera y las prácticas políticas de partidos, así como la participación en el régimen republicano, fueron objetos de debates. Las demandas obreras de intervención estatal para paliar las nuevas formas de desigualdad económica y social creaban novedosos problemas no solo a las autoridades, sino que a los propios trabajadores que debían definir planes para resolver la doble opresión a la que estaban sumergidos: opresión económica y opresión política. Para buena parte de los sectores populares nativos, la adhesión a una fuerza política o a un dirigente determinado se basaba en la posibilidad de obtener protección y seguridad en un mundo cambiante. De las fuerzas políticas se buscaban orientar y dirigir los trabajadores, los socialistas se ubicaban en la línea más cercana a las formas republicanas con su intervención y participación en el régimen político vigente. Los anarquistas eran firmes defensores del individualismo y la igualdad y consideraban que cualquier forma de representación encarnaba una violación de esos principios, la representación era una farsa que no conducía a la revolución social, y para ellos, los obreros solo alcanzarían la transformación de la sociedad capitalista por medio de la acción directa.

LOS TRABAJADORES EN LA ERA DEL “PROGRESO” De Mirta Zaida Lobato En 1904, el presidente Julio A Roca decía en su mensaje a la Asamblea que “los caracteres cada día más intensos que asumen los movimientos de la clase trabajadora, y el aumento considerable de sus fuerzas disciplinarias para su defensa en la lucha empeñada desde hace tiempo con el capital y la industria (…) sus organizaciones gremiales y la solidaridad de sus centros de acción llegan a asumir, a veces, proporciones capaces de detener la circulación del comercio y alterar el orden público”. A comienzos de siglo, las clases trabajadoras se habían constituido como una clase social. Los actos obreros preocupaban a las autoridades nacionales.

LAS CONDICIONES DE TRABAJO: LABORES, DESCANSO Y LA BUSQUEDA DE LA PROTECCIÓN. La explotación a los trabajadores era realizada con el fin de obtener peones baratos, disciplinados y dispuestos a soportar todas las ignominias de los industriales sin derecho a protestar. Existía una fuerte discriminación del trabajador nativo como producto de los valores atribuidos a los inmigrantes, el más explotado era el hijo del país, el criollo. Un informe realizado por Bialet Masse hablaba acerca de la mísera en la que se encontraban hombres y mujeres, señalaba el error y la falta de fundamentos con la que se miraba al peón criollo. La mujer criolla era soberana del hogar

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EL CRECIMIENTO DE LA POBLACION TRABAJADORA: EL MERCADO LABORAL El fin de las guerras civiles y la gran movilidad de factores de producción, como la integración en el mercado mundial, fueron el marco para la transformación de la Argentina y de una expansión económica y social que se sigue viendo prodigiosa. La formación de un mercado de trabajo (oferta y demanda de mano de obra) libre y unificado es el rasgo más distintivo de la constitución del capitalismo. Las políticas a largo plazo fueron reforzadas por las medidas concretas que contribuyeron a canalizar y controlar la fuerza de trabajo disponible: leyes contra vagos y más entretenidos, o la restricción al derecho de caza, entre otras. La gran movilidad internacional de personas que caracterizó al mundo occidental desde la segunda mitad del siglo XIX adquirió suma importancia en nuestro país porque fue la inmigración masiva la que transformo la oferta de mano de otra haciéndola flexible al tipo de demanda que reclamaba la economía. La escasez e inestabilidad en la oferta de mano de obra fueron interpretadas como un problema derivado de las características de la demanda –la estacionalidad-. La actitud del peón rural ante el trabajo dio forma a una imagen e trabajador nativo indisciplinado y más propenso a vivir sin trabajar, con ausencia de hábitos laborales, en cambio los inmigrantes fueron la solución, eran extranjeros educados, capaces de transferir sus conocimientos y sus hábitos, eran agentes de cambio socioculturales. Una parte importante de los inmigrantes que llegaban se radicaron finalmente en el país. La diversificación de las ocupaciones fue un proceso casi exclusivo de los hombres y las mujeres. En 1914 surgieron actividades que ya comenzaban a definirse como tradicionales, costureras, tejedoras, modistas, docentes, etc. Esta tendencia del empleo femenino no implico que no realizaran actividades en el comercio o que no se incorporaran a las crecientes actividades industriales que se estaban desarrollando, en fábricas de fósforos, cigarros y cigarrillos. La presencia del trabajador inmigrante impacto también en la distribución espacial de la fuerza de trabajo, concentrándose en la región litoral y en los polos de crecimiento regional. Los trabajadores rurales del litoral pampeano eran inmigrantes italianos, y españoles en Santa fe y Córdoba. Fue la expansión de la ganadería y de la agricultura, como la de los cultivos agroindustriales, la base del empleo en el sector. Los empleados en el comercio y los servicios aumentaron acorde a la complejizacion de las necesidades y requerimientos de mano de obra. El mercado demandaba un elevado número de trabajadores no especializados altamente móviles que no estaban definitivamente ubicados, por esto la importancia de los trabajadores golondrinas que se desplazaban a lo largo de la población. Hacia fines del siglo XIX la demanda excedió la oferta y esto promovió el aumento de los salarios, los altos salarios atrajeron a los inmigrantes dispuestos a abandonar sus países por mejores condiciones. Pero desde comienzo de siglo, esta situación favorable comenzó a modificarse. El ritmo de actividades que demandaban mano de obra comenzó a crecer más lentamente que los flujos migratorios.

ORGANIZACIÓN Y PROTESTAS Los trabajadores rurales y sus conflictos La modernización de la Argentina implico el surgimiento de nuevas clases subalternas: en el campo, los chacareros y peones rurales; en ciudades y pueblos, obreros de fábricas y talleres, asalariados del sector de servicios y del comercio. En la regio pampeana, tres fueron los actores sociales subalternos: peones-braceros, chacareros y colonos. Colonos eran los pequeños propietarios de tierra mientras que chacarero, era quien alquilaba la tierra, ya sea pagando un porcentaje de la cosecha o un canon en dinero. La duración de las tareas de las distintas cosechas implicaba un desplazamiento de trabajadores en un periodo de tiempo, y espacialmente de una provincia a otra; los trabajadores rurales eran peones itinerantes y vendían su fuerza de trabajo a los chacareros, los comerciales cerealistas, los propietarios de máquinas agrícolas y los ganaderos, por lo que sus salarios presentaban disparidades significativas de acuerdo con los cultivos, tareas, categorías y las provincias. Esta situación es lo que producía una fragmentación de los trabajadores lo que imposibilitaba la unión y organización de ellos. Diferentes acontecimientos y protestas dieron lugar a la formación de la Unión Agraria, la cual estaba estrechamente vinculada con la UCR. El movimiento alcanzó la mayoría de colonias santafecinas, los colonos reclamaban la eliminación o disminución de los gravámenes fiscales que pesaban sobre la producción y la comercialización de sus productos. Pero fue el Grito de Alcorta el movimiento que puso en escena pública el conflicto que existía en el campo. Los protagonistas fueron arrendatarios y no los pequeños propietarios, quienes reaccionaron ante una coyuntura que hacía imposible mantener los valores del arrendamiento. Para garantizar el éxito del arrendamiento se organizó una comisión de huelga, solo se buscaba negociar más satisfactoriamente los beneficios que se obtenían. El conflicto se extendió territorialmente y se generalizo a todos los sectores de la sociedad, situación que obligo a la intervención de los gobiernos provinciales. La movilización y protesta de los chacareros duro aproximadamente tres meses, movilizo alrededor de 100.000 chacareros y conto con el apoyo de comerciantes de campaña y de la prensa. La extensión de la protesta creo la necesidad de unificar los esfuerzos y así se logró crear una organización superior, La Federación Agraria Argentina. Los primeros años fueron conflictivos para la organización, pero se fue ampliando y definiendo su programa en la medida en que se resolvían problemas internos. La protesta de los arrendatarios no incluyo una alianza con los braceros y cuando ellos organizaron su propio movimiento, los chacareros no solo no los apoyaron, sino que pidieron la intervención del estado. Los peones rurales constituían el grupo más numeroso entre los trabajadores de campo,

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y tenía una enorme facultad para adaptarse a diversas labores destacándose en los oficios femeninos. Los trabajadores estaban marginados a difíciles condiciones de labor, por lo que se reclamaba mejores en el régimen de los horarios de trabajo, reducción de la jornada laboral- reivindicación por las 8 hs.- la reglamentación del trabajo, el descanso dominical, así como protección ante accidentes y las enfermedades. Mejores condiciones de higiene, protección para la mujer trabajadora y los niños trabajadores, eran también cuestiones que se solicitaban. La aceptación de la jornada de 8 horas no fue fácil por parte de los empresarios. El establecimiento de un día de descanso en la semana también fue razón del estallido de diferentes conflictos y debates entre trabajadores, autoridades y empresarios. Aquellos asalariados que recibían una paga por las jornadas efectivamente trabajadas o que eran afectados por las condiciones climáticas que impedían el normal desenvolvimiento de las actividades, buscaban recuperar parte de sus salarios trabajando, incluso los domingos. La seguridad en el trabajo fue un tema recurrente de la prensa obrera, se buscaba diseñar un sistema de solidaridad y protección que permitiera reparar los prejuicios ocasionados por algún accidente, los seguros generalmente eran pagados por los obreros. La prohibición del trabajo femenino porque, constituía un peligro para la maternidad y para la moral familiar y social, y la demanda de protección a la madre obrera, fueron temas que pasaron de las organizaciones gremiales, al recinto del Congreso Nacional. Allí se debatió la Ley de protección del trabajo femenino e infantil, y se estableció la jornada de 8 hs, el descanso semanal y el resguardo de la salud y moral de las mujeres. Se fijó la prohibición de trabajo en industrias peligrosas, un permiso de 15 minutos cada dos horas para amamantar a los hijos y la obligación del descanso antes y después del parto.

trabajaban durante la estación, muchos eran golondrinas internacionales y otros migrantes internos. El problema que los unía a todos los trabajadores rurales era la extensión de la jornada, bajos salarios, el trato de los patrones y la provisión de los alimentos. Pero dentro del mundo rural existían otras tensiones asociadas con el proceso de modernización, dado que la presencia dominante de extranjeros dio origen en los nativos a un sentimiento de pérdida de lugar. Los indígenas fueron explotados por la población blanca y trasladados masivamente hacia los ingenios jujeños para ser utilizados como mano de obra barata, al mismo tiempo que las políticas de estado los recluyeron, por eso no faltaron razones para dar rienda suelta a los ataques a las poblaciones blancas. Pero los indígenas no pudieron resistir al peso de las armas del ejército y de la policía, y fueron derrotados ese año.

Un rito obrero: el 1° de Mayo Desde la perspectiva de los trabajadores se estableció el 1° de mayo como un rito obrero nacional, la cual estuvo ligada al nacimiento de la II Internacional, que tomo lugar en Paris en 1889. Sus organizadores querían darle fuerza al proletariado internacional, y en Bs As se formó Comité Internacional Obrero que convocó a un mitin, en donde se reclamaba la jornada de 8 horas para trabajadores adultos, prohibición de trabajo a menores de 14 años, 6 horas de trabajo para menores de 14-15 años, abolición del trabajo nocturno de la mujer y el descanso dominical para los

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Los trabajadores urbanos y sus conflictos: formas de organización y luchas Durante toda la década del 80 se produjeron huelgas, la forma de expresión más clara y visible del conflicto obreropatronal, en donde distintos grupos de trabajadores fueron protagonistas: albañiles, panaderos, ferroviarios y demás reclamaban mejoras en los salarios, jornada justa, reconocimientos de las asociaciones gremiales y el reintegro de los peones que habían sido despedidos a causa de accidentes laborales. En este modelo, los peones ferroviarios y portuarios tuvieron fuerza para paralizar las actividades económicas y esto inquieto a los dirigentes. Roca sostenía que las huelgas amenazaban a la riqueza pública y las fuentes de prosperidad nacional en el momento más activo de su desarrollo. La forma de organización más difundida en el mundo laboral fue la organización de sociedades gremiales y de resistencia, es decir que los trabajadores del mismo oficio se reunían para vender sus intereses, era una asociación voluntaria. Cuando los trabajadores pertenecían a varias actividades. Se conformaban las sociedades de oficios múltiples. Pero la primera organización federal de carácter permanente fue la Federación Obrera Argentina, producto de los acuerdos entre socialistas y anarquistas. La autonomía obrera de una fuerza política se mantuvo hasta la hegemonía del peronismo, cuando los trabajadores ofrendaron su autonomía a un coronel burgués. La FOA realizo su recorrido de la mano de las corrientes anarquistas y más tarde se convirtió en FORA, la cual no solo reclamaba por los salarios, jornadas de trabajo y mejores condiciones de labor, sino que también se pronunció contra el precio de los alquileres y contra el servicio militar obligatorio. Durante toda esta historia se sentaron las bases de estas organizaciones, como las federaciones que dieron lugar a un movimiento obrero fuerte, y dieron forma a la militancia gremial alrededor de un espacio público masculino que lo moldeaba sobre la base del combate y sufrimiento de la clase trabajadora. La palabra por escrito, la prensa, fue una herramienta fundamental para identificar problemas comunes, reforzar ideas, y demás. Pero la creación de los periódicos y la desaparición de sindicatos fueron hechos frecuentes. Huelgas, boicots y manifestaciones, fueron las tres formas de protestas más utilizadas por los trabajadores para hacer visibles sus reclamos y ayudaban a dar forma a una identidad de clase que se definía por oposición a los patrones y al Estado. En Argentina se produjeron numerosas huelgas, generales y parciales, fragmentadas y generalizadas, y otras, para lo cual era necesario la existencia de una organización sindical que extendiera el reclamo de los grupos, la huelga fue una herramienta de la lucha obrera. En un día de huelga general en Buenos Aires, la muchedumbre abarrotaba las calles con banderas rojas y negras, y si el transporte se había adherido, las actividades estaban paralizadas, el puerto inactivo y los comercios cerrados. Los trabajadores querían demostrar su fuerza y exponer exigencias colectivas relacionadas con las condiciones de trabajo. No todos los paros generales fueron exitosos, solo aquellos que contaron con el apoyo masivo de la población y de los gremios de servicios ligados a la exportación tuvieron amplia notoriedad.

trabajadores no interrumpido, la inspección sanitaria, la vigilancia sobre la fabricación. El poder de la convocatoria del 1 de mayo se extendió como un ritual y desde ese día se produjo como una instancia de auto representación de los trabajadores en la sociedad.

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TRABAJADORES, CIUDADANOS Y PARTIDOS POLITICOS Los vínculos entre la defensa de la clase obrera y las prácticas políticas de partidos, así como la participación en el régimen republicano, fueron objetos de debates. Las demandas obreras de intervención estatal para paliar las nuevas formas de desigualdad económica y social creaban novedosos problemas no solo a las autoridades, sino que a los propios trabajadores que debían definir planes para resolver la doble opresión a la que estaban sumergidos: opresión económica y opresión política. Para buena parte de los sectores populares nativos, la adhesión a una fuerza política o a un dirigente determinado se basaba en la posibilidad de obtener protección y seguridad en un mundo cambiante. De las fuerzas políticas se buscaban orientar y dirigir los trabajadores, los socialistas se ubicaban en la línea más cercana a las formas republicanas con su intervención y participación en el régimen político vigente. Los anarquistas eran firmes defensores del individualismo y la igualdad y consideraban que cualquier forma de representación encarnaba una violación de esos principios, la representación era una farsa que no conducía a la revolución social, y para ellos, los obreros solo alcanzarían la transformación de la sociedad capitalista por medio de la acción directa.

UNIDAD II Democracia, nacionalismo, autoritarismo

La trunca transición del régimen oligárquico al régimen democrático La importancia de la Ley Sáenz Peña El periodo convencional 1916-1930 ha sido y es considerado como el de la primera experiencia de democracia política. En términos político-sociales, una cuestión clave del periodo 1912-1930 es la democratización. Los conservadores continuaban siendo mayoría, pero los guarismos electorales indican claramente la real relación de las fuerzas sociopolíticas. La muerte de Sáenz Peña en 1914, reemplazado por el presidente Victorino de la Plaza, y los resultados de ese año y el siguiente (en 1915 los radicales ganan la gobernación de Córdoba, sumando a Santa Fe y Entre Ríos la tercera provincia bajo su dirección) generaron la ofensiva de los grupos conservadores anti reformistas – particularmente de la derogación de la Ley. Empero, las presiones no alcanzaron el objetivo y se llegó a las elecciones presidenciales del 2 de abril de 1916 conforme los deseos del fallecido presidente y las disposiciones de la ley 8871. En tal fecha se realizaron los primeros comicios para escoger electores de presidente y vice mediante el procedimiento del voto secreto y obligatorio. Ahora bien, como se ha dicho antes, la democracia política que comienza a construirse en 1912 era, al mismo tiempo, ampliada, en un sentido, y restringida, en otro. Este es ampliado no solo por incorporar al sistema de decisiones políticas “a las clases de formación reciente” (media y obrera), como en el esquema germaniano, sino, quizás, sobre todo, por hacer efectivamente posible el ejercicio del sufragio masculino en un país en el cual a nivel nacional no ha habido, históricamente, formal restricción a su universalidad. Empero, el temprano basamento para construir una democracia política liberal no es lo suficientemente firme. Tampoco logra modificar una de las claves del sistema político argentino, el de la bifacialidad o doble lógica de funcionamiento de la mediación política, la partidaria y la corporatista. Pese a la ley y su decisivo efecto en la constitución de un genuino sistema de partidos, la lógica corporatista tiende crecientemente a definir el rasgo predominante de ese sistema. Los años de transición de la dominación oligárquica a la democrática y la interrupción de está muestran la permanencia y el despliegue de viejos y estructurales componentes y prácticas de la cultura política argentina:  Caudillismo  Clientelismo  Intolerancia  Intransigencia  Fraude electoral Entre 1912 y 1916 se produce un cambio en el régimen político, el cual no conlleva una crisis de Estado; ya que no se cuestiona la matriz fundamental de la dominación social. En cambio, si hay crisis de una forma de Estado: de Estado oligárquico a Estado democrático; permanece invariante la relación fundamental de dominación de clase. La Ley Sáenz Peña modifico el régimen político y amplio la participación en el sistema de decisión política, aun manteniendo sustanciales restricciones, tales como:  Exclusión de mujeres  Exclusión de los inmigrantes  Exclusión incluso de los argentinos residentes en los Territorios Nacionales La Ley Sáenz Peña permitió, en lo sustantivo, la creación de un sistema de partidos competitivo; el pasaje de un sistema de partidos predominante a un sistema de pluralismo limitado. En términos de ejercicio de poder de clase, la ley hizo posible el pasaje de la hegemonía organicista a la hegemonía pluralista, proceso rápido en el que la nota dominante fue la continuidad del carácter burgués de la hegemonía. La ampliación de la democracia política resalta la debilidad del sistema de partidos políticos y parlamento como vehículo de mediación entre la sociedad civil y la sociedad política. Se produjo un proceso de disidencias y fracturas

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Democracia, conflicto social y renovación de ideas (1916-1930)

partidarias, que dificultaba la función representativa de los partidos. Los conservadores no lograron constituir un verdadero partido nacional.

El CATCH ALL Radical (resistencia a una política de alianza) Yrigoyen enfatiza la condición de coalición social de la UCR, la cual permite pensar a la agrupación más como movimiento y menos como partido “stricto sensu”. Explícitamente hay una renuencia, sino una renuncia, radical a definirse como partido político. Primer mensaje de Irigoyen al congreso de la nación en octubre de 1916: “La UCR no está con nadie, ni contra nadie, sino con todos para bien de todos”. Los efectos de tal concepción se harán sentir largamente en la historia y en la cultura política de la sociedad argentina. Catch all (atrapa todo). Lo cual implica tanto el sostenimiento de una posición intransigente cuanto, conexa a ella, la resistencia a una política de alianzas. La postura radical encuentra su correlato en el partido socialista, también el rígidamente principista y reacio a alianzas con otras figuras políticas, posición parcial y coyunturalmente modificada al integrar, con el partido Demócrata Progresista y en ocasión de las elecciones presidenciales de 1931, la Alianza Civil.

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La cuestión de la mediación entre sociedad civil y Estado En un régimen político liberal, el canal por el cual se expresan las demandas de la sociedad civil ante el Estado es el de partidos políticos/Parlamento. Los partidos operan como agentes transmisores de las demandas de la sociedad civil al Estado. Institucionalmente – como ocurre en el caso argentino- los partidos no logran consolidar su papel de mediadores y articuladores entre la sociedad civil y el estado, tal fracaso se refuerza con el Parlamento en igual función. Yrigoyen gobernó con un poder legislativo adverso que trababa la adopción de medidas que requerían el acuerdo parlamentario. Recién en 1918 el radicalismo alcanzo la mayoría y la presidencia en la cámara de Diputados, consolidando posiciones en 1920-1921. En el Senado, en cambio, la mayoría conservadora permitía el efectivo desempeño del reaseguro oligárquico. La comisión del parlamento nacional no es un dato trivial. La correlación de fuerzas adversas, operaba como una traba política de reformas, especialmente en aquellas materias en que, conforme a los preceptos constitucionales, era necesaria la conformidad de una o ambas cámaras. Posteriormente, los conservadores, aun perdieron miembros, ostentaron una cómoda mayoría, suficiente para obstruir cualquier intento reformista considerado lesivo a sus intereses. El radicalismo entre 1916 y 1922 gobernó en un contexto caracterizado por una ambigüedad, por una institucionalización perversa del conflicto político-social: en efecto, el Poder Ejecutivo fue controlado por una fuerza democrática con una fuerte base popular, mientras el Poder Legislativo tenía una composición caracterizada por la mayoría democrática (a partir de 1918) en la cámara de diputados y la mayoría oligárquica, con poder de veto, en la cámara de Senadores. Por primera vez, las relaciones entre ambos poderes expresaban fuerzas sociales y políticas diferentes, incluso contradictorias. Los sectores oligárquicos convirtieron al parlamento en su principal trinchera institucional de oposición al reformismo, diluyendo la capacidad y potencialidad transformadora de éste. El parlamento aparecía como una institución debilitada para desempeñar con eficacia su función articuladora entre las demandas de la sociedad civil y la capacidad de decisión estatal. Irigoyen se auto concibe simultáneamente como ejecutor de un mandato encomendado por el pueblo y como personificación de los valores de éste, identificándose con los gobernados. Otro aspecto de la gestión radical que contribuyo a debilitar la mediación partidaria y a potenciar la corporatista fue la política obrera del primer gobierno de Irigoyen. La importancia de un gobierno que atendía favorablemente demandas proletarias. Empero, parece que la práctica del denominado “obrerismo” yrigoyenista contribuyo a consolidar una forma corporatista de mediación entre la sociedad civil y el Estado, la cual atiende y defiende intereses particulares bien sectoriales. Tal práctica, es coherente con la concepción de una sociedad constituida por “esferas orgánicas” y no contradice la estrategia de disputa de votos obreros a los socialistas.

Toda la cultura política argentina se construyó, desde el momento inicial –la revolución de 1810- conforme a la lógica de la guerra, que concibe la confrontación en términos de amigo/enemigo y produce acciones para eliminar al disidente, antes que la lógica de la política, para la cual es necesario construir una arena donde puedan dirimirse los conflictos sin apelar al aniquilamiento físico del otro.

Yrigoyenistas, Socialistas y Clase Obrera El fracaso de la estrategia socialista, “Hipótesis de Justo”. El fracaso es tanto más apreciable si se tiene en cuenta el carácter societario de la aspiración socialista de construir hegemonía desde el campo de la sociedad civil, apelando a una multiplicidad de instituciones, desde los sindicatos obreros hasta las de educación y cultura populares. En contrapartida, el radicalismo era capaz de ganar para su causa la adhesión de trabajadores. Un aspecto central gira en torno a la percepción socialista de la política yrigoyenista, que combinaba renuencia a impulsar cambios en materia de derecho laboral con preferencia de abordar ésta por la vía del decreto presidencial antes que mediante leyes sancionadas por el Parlamento (actitud que, por cierto, ha de cambiar a partir de 1918). Al mismo tiempo, el gobierno empleaba su poder para “arbitrar” a favor de los trabajadores en ciertas situaciones conflictivas, sin desmedro de recurrir a la represión cuando se trataba de “calmar” a los desconfiados e intranquilos burgueses. Acciones represivas del gobierno:  1917: Huelga de trabajadores de la carne y petroleros.  1919: Huelga metalúrgica, que lleva a la Semana Trágica.  1919-1921: Huelgas de los obreros de fábricas y obrajes de La Forestal, en Chaco y Santa Fe.  1920-1921: Huelga de los trabajadores rurales patagónicos.  1917-1922 y 1928: Huelgas de los obreros rurales pampeanos. El radicalismo NO derogó la represiva Ley de Residencia promulgada en 1902 por el gobierno del general Roca. Tampoco la de “Defensa Social”, de julio de 1910. El radicalismo fue gobierno cuando ya se percibían los límites del modelo primario- exportador, apenas disimulados por la bonanza de la posguerra y tan funcional al gobierno de Marcelo T. de Alvear. Existieron dos manifestaciones

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La Derecha violenta En el límite –como bien lo prueba la historia de la sociedad argentina-, la violencia de las palabras deviene violencia de los hechos. Los grupos “parapoliciales” nacionalistas, antisemitas y xenófobos aparecidos en 1909 y, sobre todo, la Liga Patriótica, constituida en 1919, son buenos y tempranos ejemplos de tal conversión. Esta organización, autodefinida paradójicamente como “asociación de ciudadanos pacíficos armados”, desarrollo, bajo la consigna “Orden y patria”, una acción doble: I. Como grupo (ilegal, pero tolerado) de choque; atacando a obreros y a miembros de la colectividad judía porteña. II. Como agente de propaganda y organización político-ideológicas. La Liga fue la creación de un grupo prominente de la burguesía, y como tal era una manifiesta demostración de la intolerancia de la clase frente a la democracia política y, a fortiori, las demandas de la justicia social. En 1922, en declaraciones a la revista Caras y Caretas, Manuel Carlés, presidente de la Liga, señalaba que la cuestión social se resuelve con “orden y mucho orden”, aplicando “el correctivo que se merecen los que atenten contra la dignidad de la patria”. El discurso “por la patria” revela inmediatamente su sesgo nacionalista, chauvinista y xenófobo. La aparición y las prácticas de la Liga Patriótica inauguran una línea de acción de violencia paraestatal que se prolongará larga y cruelmente en la sociedad argentina. La Liga no sólo tuvo estructura orgánica, sino continuidad y (a partir de 1930) émulos, contándose inicialmente la Legión Cívica, la Legión de Mayo y la Liga Republicana. No sólo debilitaba el poder del Estado, sino que contribuía a exacerbar el conflicto social y sus formas de resolución violenta. Además, obtuvo la adhesión efectiva y militante de núcleos de clase media urbana; entre otras razones porque ésta tenía inequívocas vinculaciones con el propio radicalismo, que no sólo se deducen de las relaciones de Carlés con los gobiernos de Irigoyen, sino básicamente del papel del comité nacional de la juventud, animado por Ricardo Rojas, opositor a la política neutralista del gobierno frente a la Gran Guerra.

visibles del agotamiento de la capacidad de la expansión del modelo económico y su patrón de acumulación, las cuales fueron: 1. La total ocupación del espacio pampeano, que alcanzó sus fronteras durante los años de gestión radical. 2. La cima de exportaciones cárneas al Reino Unido, en 1924. El Estado controlaba los mecanismos de movilidad social de la clase media urbana y empleaba el gasto público como un medio eficaz para promover o restringir el acceso de sectores de esa clase a cargos de status elevado (incremento del clientelismo es explicable y factible por esa razón). Tal como se estructuro la sociedad argentina, cada una de esas demandas resulta privativa de clases sociales diferentes: * La clase media reclamaba democracia política y no tenía demasiados intereses en la democracia social y descreía, en sus corrientes mayoritarias, anarquistas y sindicalistas, de la democracia política. Yrigoyen trato de ganar voluntades y lealtades políticas obreras, sustrayéndolas a la predica socialista, y al mismo tiempo impulsar una política de resultados más bien modestos de concesión de beneficios a trabajadores, no tanto como para definir una política de bienestar social cuanto una de armonía social e integración “orgánica” de la clase obrera a la sociedad.

Una vez más, la cuestión de las mediaciones En una combinación de concepción respecto de las relaciones Poder Ejecutivo/Poder Legislativo y de la necesidad de modificar las “situaciones” provinciales, Irigoyen potenció los mecanismos presidencialistas y al mismo tiempo apeló al protagonismo de las asociaciones de interés. La creciente participación de éstas en la función de mediación entre la sociedad civil y el Estado se reforzó. El vacío que produjo la ineficacia de los partidos y el Parlamento en la mediación política partidaria tendió a ser cubierto por las asociaciones de interés, reforzando la mediación política corporatista. No se trató solamente de la incidencia de las asociaciones de interés representativas de la gran burguesía; sino también de los sindicatos obreros y las organizaciones de las colectividades de inmigrantes.

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Las intervenciones federales y el debilitamiento de la democracia Un campo en el cual ellas generaron efectos negativos no queridos fue el de las relaciones entre poder federal y poderes provinciales. Irigoyen percibió durante su primer mandato, el entrampamiento en que se encontraba en razón de la continuidad de componentes del régimen político oligárquico en el democrático en el caso del Senado, un verdadero garante del pacto de dominación oligárquica. De ahí la estrategia del presidente, tendiente al mayor aprovechamiento posible del recurso constitucional de la intervención federal a las provincias mediante el decreto presidencial. Irigoyen procedió a intervenir las provincias dominadas por los conservadores o afectadas por disidencias internas del propósito radicalismo, con el objetivo practico, de modificar la composición del Senado nacional. También se buscó legitimar la totalidad de los gobiernos de provincias a partir del ejercicio del sufragio libre, asegurando así las autonomías de éstas. El Poder Ejecutivo, entendía “que es más alto deber tutelar la vida política en los estados federales”. Con este criterio, el presidente aplico la intervención federal en 19 ocasiones (15 por decreto y sólo 4 por ley). En la historia de la sociedad argentina, la intervención federal a las provincias ha sido un procedimiento utilizado largamente a partir de su estatuto constitucional, en 1853. La resolución del conflicto entre fuerzas político-partidarias diferentes se daba mediante la intervención federal por decreto presidencial, lo cual revela, al menos en los años iniciales de la gestión radical, una tensión entre la demanda de expandir la legitimidad de origen de los mandatos electivos y la de afirmar los procedimientos republicanos y de la democracia que se intentaba construir. Cabe mencionar, que cuando el radicalismo tuvo el control del Parlamento, básicamente de la cámara de Diputados, no vaciló en aplicar la “tiranía del número” para rechazar los diplomas de legisladores representantes de la oposición.

LAS CONDICIONES SOCIOPOLÍTICAS DE LA DEMOCRACIA ARGENTINA Allub sostiene que la democracia es resultado de ciertos procesos históricos-culturales de origen general: 1) La emergencia, en los comienzos del proceso de acumulación capitalista, de una clase de terratenientes destructora de las formas de producción previas mediante las capitalistas 2) Desarrollo de líneas de conflicto campo-ciudad, terratenientes-burgueses urbanos, cuya culminación es el triunfo de éstos 3) Desarrollo de instituciones pluralistas aptas para asegurar cierto equilibrio y competencia de poder entre el Estado. ARGENTINA, fracaso de los tres: La agricultura capitalista (1) no alcanzo el carácter revolucionario, no se produce la sustitución de clases. Tampoco se produce el debilitamiento estructural (2) de los terratenientes por acción de una burguesa industrial ascendente. Tampoco se cumple la (3), ya que no emergen fuentes de poder autónomas y competitivas. El modelo económico genera una estructura de poder caracterizada por la centralización estatal-nacional, en perjuicio de los gobiernos locales y provinciales. Por esta razón, los gobiernos están más ajenos al control popular y más vulnerable a la toma mediante un simple golpe de fuerza. Para el autor, la dependencia externa y la centralización del poder, incrementan la

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La mediación corporatista tiende a apuntalar una forma perversa de hacer política, caracterizada por hacer ésta negando hacerla. El papel creciente de las asociaciones de interese coexistió con un debilitado sistema de partidos políticos/Parlamento. Así es como se constituyó una red compleja de instituciones mediadoras, que conectaba a gobernantes y gobernados con una práctica que tiende a definirse mucho más como económico-corporatista que nacional-estatal o nacional-popular. Se trató de un fortalecimiento de la sociedad civil en una dirección corporatista que no contribuyó a uno simétrico de la democracia política. La doble lógica del sistema político argentino –mediaciones políticas partidaria y corporatista- genero un comportamiento adicional muy significativo, cual es la generalización de una “cultura política golpista”, referida no sólo al clásico golpe de Estado sino extensible y extendida a procedimientos en el seno de instituciones de la sociedad civil. La cultura política golpista no es otra cosa que un conjunto de prácticas para resolver toda o cualquier diferencia o conflicto mediante la expulsión, la fractura o escisión de los disidentes, sin capacidad de procesar una y otro a través de reglas definidas y efectivamente atacadas. En el periodo analizado hay algunos pocos proyectos de modificación del régimen de representación política de la democracia liberal. Se trata de propuestas de reformas que pretendían incorporar nuevas formas de expresión política del poder, en particular las de representación social o corporativa. En cambio, si hay modificaciones formales, como las establecidas por la ley de 1919, que persigue el objetivo declarado de adecuar la representación parlamentaria en la Cámara de Diputados a las cifras reveladas por el censo general de población de 1914 (el número de representantes se elevaba de 120 a 158). Coherente con la demanda del radicalismo de terminar con los elementos políticamente represivos del Régimen, la preocupación de Castellanos era acabar con el entramado de intereses y practicas consolidados en las legislaturas provinciales en torno a las renovaciones de los cargos de senador nacional y de gobernador. Para extirpar este mal de la política, el legislador proponía generalizar las elecciones directas, reducir a seis los años del mandato de los senadores nacionales y ampliar a tres el duermo de éstos por cada una de las provincias y la Capital Federal. También creía necesario sustraer a las provincias el ejercicio de la que llamaba “justicia criminal”, verdadero azote de los espacios rurales, instrumento de venganza y persecuciones, como también de corrupción en ámbitos urbanos. Los proyectos de reforma constitucional dan cuanta de otra posibilidad de desarrollo de la historia de la sociedad argentina. El tenor de los mismos es variado y hasta contradictorio. Algunos de ellos apuntan a una mayor centralización del poder federal, más otros se orientan hacia formas y procedimientos más democráticos. Su fracaso contribuye a explicar el del afianzamiento de la naciente democracia liberal, cuya debilidad se prolongará medio siglo más allá del golpe de septiembre de 1930.

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interdependencia de la estructura social y hacen posible la rápida generalización de las crisis. En este contexto, el federalismo es mera ilusión. La hipótesis sostenida: durante la hegemonía pluralista de la burguesía, coincidente con el ejercicio del gobierno por el radicalismo, se hacen explícitas las tendencias estructurales q apuntan, más allá de la apariencia democrática, a trabar decisivamente la construcción de un orden social y político genuina y sólidamente democrático, en el marco de una sociedad definida por las relaciones de producción capitalistas. La clave reside en el papel de uno de los componentes del sistema hegemónico burgués, el de la estructura agraria. La relación entre la estructura agraria y la estructura social global es el núcleo de la debilidad estructural de la democracia en Argentina. Mientras hay movimiento en la estructura agraria, la hegemonía burguesa es firme. Cuando aquella comienza a cristalizarse, el sistema hegemónico comienza a alterarse. Las manifestaciones decisivas aparezcan recién en 1930, cuando la crisis reúne los elementos específicos de la sociedad argentina y los provenientes del sistema capitalista mundial. La breve e inconclusa experiencia argentina de democratización política concluye con un sonado fracaso. El golpe de septiembre de 1930 no es sólo el comienzo de una larga secuencia de inestabilidad política en un contexto no democrático, q oscilará hasta 1983, en precarias situaciones demo viciadas de ilegitimidad de origen o caracterizadas por fuerte autoritarismo y en lo peor, dictaduras. Es la expresión de la debilidad estructural de ese primer intento de establecer un sistema de dominación política de clase democrático. La debilidad se explica por la estructura social del país y por acción de las principales fuerzas político-sociales. En términos de clase:  La burguesía argentina es mayoritariamente antidemocrática o bien indiferente al régimen político.  La clase obrera, es indiferente ante la democracia, lo cual es resultado tanto de la inicial preeminencia anarquista cuanto de la posterior sindicalista con su tendencia al pragmatismo.  La indiferencia es también perceptible entre los chacareros pampeanos, por la combinación de la renuencia a naturalizarse y el desencanto con la política de Yrigoyen.  La clase media urbana, base social clásica del electorado radical, revela una acción signada más por las aspiraciones de ascenso social individual q por el compromiso político en la defensa de un régimen. Por otra parte, organizaciones importantes de la sociedad civil, también son opuestas a la demo, como la Iglesia Católica. Los grandes diarios (La Nación y la Prensa) son antiyrigoyenistas. Tampoco se encuentran posiciones de defensa de la demo en las más poderosas asociaciones de interés burguesas, la Sociedad Rural y la Unión Industrial. Los gobiernos de la UCR no utilizan el poder para asegurar una base sólida para el funcionamiento de las instituciones democráticas y la integración de todos los estratos sociales emergentes. Un déficit central de los gobiernos radicales se observa en su nula acción en la resolución de uno de los problemas básicos de la argentina, el agrario. Se demostró cuánto los primeros gobiernos radicales favorecieron los intereses de los grandes propietarios. La argentina del primer y frustrado experimento demo no tiene ni un partido orgánico de derecha, ni uno fuerte de izquierda. Si, un partido de centro q se expande hacia uno y otro margen del espectro político, sin llegar a extremos y con mayor inclinación hacia la derecha democrática. La vocación atrapa todo de la UCR es expresión de su éxito electoral y condición de fracaso y de debilitamiento del sistema de partidos y del juego de poder demo. En suma, frente a quienes tienen claro q la demo no es un buen mecanismo para ejercer la dominación, los sujetos sociales y políticos identificados con ella no alcanzan a construir un bloque sólido, homogéneo y fuerte. Entre 19121930 la demo política se amplía, pero esto no va acompañado con fortalecimiento. Al final, la derecha antidemocrática, como casi siempre es la q gana.

HISTORIA DE LA ARGENTINA (1916 - 1955) De Alejandro Cattaruzza

LOS GRANDES CAMBIOS A TRAVÉS DE LOS NÚMEROS El Censo Nacional de 1914 registra una población total de 8.090.084 personas. De las cuales el 30 por ciento eran extranjeras. En las grandes ciudades del Litoral, ese porcentaje subía notoriamente, y en Buenos Aires cerca de 51 por ciento de la población total era extranjera, predominio de español e italianos. La Primera Guerra Mundial acarreó la interrupción temporaria de la llegada de inmigrantes. En 1930 entre un 23,5 y un 24, 5 por ciento de extranjeros sobre la población total. Dado los cambios económicos que en escala internacional produjo la crisis de Wall Street, ocurrida en octubre de 1929, restringieron severamente la llegada de inmigrantes en largo plazo. En lo que refiere a la economía en los años de las presidencias radicales la exportación de productos agropecuarios continúo siendo el sector más dinámico. Luego de la guerra se produjo nuevas inversiones extranjeras, de manera que las variables más importantes para la economía agroexportadora se reconstituyeron. Simultáneamente, tuvo lugar el acotado desarrollo industrial, asociados, en principios, a la producción de bienes para el mercado interno. Hacia fines de la década del 1920, la industria se convirtió en un sector más importante y activo: entre1920 y 1930, se radicaron en la Argentina varias grandes empresas extranjeras. Hacia 1933, a la industria utilizaba el 43 por ciento de la mano de obra ocupada. Esta tendencia al crecimiento del sector se aceleró notablemente desde mediados de la de 1930. Lo salarios tendieron a bajar desde el comienzo de la guerra, en 1914, hasta 1918. En 1919 se inició cierta recuperación. Luego, en tiempos de Alvear, la mejora del salió real se sostuvo, aunque complicada por la inflación.

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4. Las transformaciones sociales

El número de trabajadores que participaron en huelgas en la Capital creció en 1917 y 1918, hasta alcanzar un máximo en 1919, el año de la Semana Trágica. Las luchas obreras se libraron en el escenario previsible de las ciudades, pero también en las zonas rurales, algo relativamente novedoso para el capitalismo argentino. FUERA DE LAS CIUDADES Hacia 1914, los trabajadores rurales, cuya intervención colectiva en los asuntos públicos y su participación en los conflictos sociales fueron fenómeno propios del periodo. Los salarios reales de los trabajadores rurales, cayeron con fuerza entre 1915 y 1918-1919, aprox. A ello se le agrego un aumento de la desocupación. En el campo la situación jurídica de los trabajadores solía ser bastante más precaria que en las ciudades. La Federación Agraria Argentina, surgida del conflicto de 1912, conocido como el Grito de Alcorta, se consolido como un actor de peso en esas disputas. La Federación intento conseguir la modificación de las reglamentaciones que regulaban las relaciones entre los dueños de la tierra y colonos. A comienzos de 1919 se iniciaba una huelga de peones rurales, que coincidió con un nuevo movimiento de reclamo de los arrendatarios. En esos sucesos no falto la violencia, tanto a cargo de las fuerzas represivas como de los propios huelguistas, fueran trabajadores o chacareros. Finalmente, el gobierno intento poner en marcha un plan a cierta amplitud, que contemplaba la satisfacción de los reclamos, que fue bloqueado casi por completo en el Congreso por los grupos de la oposición conservadora.

EN LA CIUDAD: LA SEMANA TRÁGICA DE 1919. La Semana Trágica de 1919 se instaló como emblemático y decisivo, y el más recordado por el activismo obrero. Los reclamos eran los habituales:  Reducción de la jornada laboral.  Aumento del salario.

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DOS CONFLICTOS RELEVANTES: LA FORESTAL Y LA PATAGONIA este movimiento de conflicto social en el mundo agrario tuvo dos episodios muy importantes. uno estuvo vinculado a la Compañía La Forestal, parte de cuyos capitales ingleses, que actuaba en el norte de santa Fe y en Chaco. El trabajo del forestal, donde el trabajador se instalaba ahí, se alojaban en cosas y vagones de ferrocarril. La paga solía hacerse por vales y los obligaban a comprar en sus propios negocios los productos q consumían. A mediados de 1919, los trabajadores presentaron sus reclamos a la compañía y lanzaron la huelga para obtenerlos; exigían aumento de salarios y jornadas de trabajo de ocho horas. Luego de la tregua, en 1920 el conflicto tomo nuevo impulso, y habría de sostenerse, con marchas y contramarchas, hasta comienzos de 1921. El uso de la violencia fue también frecuentemente: represión policial, arresto de los dirigentes obreros, despidos, cortes de energías eléctrica. Ya había comenzado otro conflicto en el sur, cuyos ecos se prolongarían en el tiempo. En la actual provincia de Sant5a Cruz, por entonces territorio nacional, la actividad económica central era la cría de ovejas para la exportación de lana y carnes. Hacia septiembre de 1920, en Rio Gallegos, la Sociedad Obrera de Oficios Varios intento realizar un acto, que fue prohibido por las autoridades del territorio nacional. Hacia diciembre de 1920 comenzó la represión a cargo de la policía local y los grupos de la Liga Patriótica. Al inicio de 1921, llegaron a la zona las tropas del ejército al mando del teniente corones Héctor Varela, enviadas por el gobierno nacional. Los terratenientes sostuvieron una reunión con el propio Yrigoyen en Buenos Aires, y arreciaron tanto las opiniones que indicaban que el conflicto estaba vinculado a las pretensiones chilenas sobre la Patagonia. En septiembre de 1921, el conflicto volvió a tomar impulso, se extendió geográficamente y asumió la forma de huelga general, con la creación de grupos huelguistas que intentaban controlar áreas rurales. Entre diciembre de 1921 y comienzos de 1922, tanto en la costa como en las zonas próximas a la cordillera, los huelguistas fueron derrotados y en muchos casos asesinados por entonces se calculaba que habían muerto unos 2000 obreros.

 Reincorporación de compañeros despedidos. Apenas iniciado el año 1919, el 7 de enero, se produjo un choque entre los huelguistas y quienes continuaban trabajando amparados por custodios; la policía intervino y provoco, en principio, cuatro muertos y más de veinte heridos. Inmediatamente, una de las centrales sindicales, la Federación Obrera Región Argentina(FORA), convoco a una huelga general para el 9 de enero. La policía se enfrentó, en refrigeras y tiroteos con grupo de trabajadores que intentaban propagandear y garantizar la huelga; las fuerzas policiales, el 9 de enero, balearon el cortejo fúnebre de las víctimas de la represión del 7. El número de muertos y heridos esta vez fue aún más alto. Yrigoyen intento mantener abierto los canales de negociación con los sindicatos y también tuvo una reunión con el propio Vasena. Los incidentes duraron aproximadamente una semana, con días de absoluta paralización de toda actividad en la ciudad. La Semana Trágica señalo un cambio de actitud en el gobierno radical ante la cuestión obrera. EL MOVIMIENTO OBRERO Las agrupaciones con funciones sindicales existían ya en Argentina de fines del siglo XIX, y desde 1890 se habían realizado esfuerzo por crea una organización federativa de nivel nacional. Hacia 1916, cuando el radicalismo llego al gobierno, las centrales activas eran varias. El sindicalismo revolucionario, que, como se planteó, ponía al sindicato y a la huelga en el centro, y rechazaba a los partidos, era la tendencia dominante cuando comenzó la agitación que se prolongó desde 1917 hasta 1921 y sus organizaciones fueron participantes muy activos de ese movimiento. A lo largo de la década de 1920 se produjo un fenómeno de importancia para el movimiento obrero: el inicio de un cierto dialogo con el Estado. Éste había comenzado en los primeros años de la presidencia de Yrigoyen, antes de 1919, cuando el radicalismo en el gobierno intervino en algunos conflictos para apoyar reclamos de los trabajadores.

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OTRA VEZ EN LAS CIUDADES. Otras Transformaciones, se trató de una lenta modificación en la identidad de los grupos subalternos urbanos, que paso de exhibir perfiles de clase relativamente nítidos, centrados en la condición trabajadora de sus miembros, contestatarios y con fuertes rasgos derivados de la experiencia inmigratoria, a una identidad popular. En el crecimiento de los grupos medios también tuvo un papel decisivo la demanda de la mano de obra calificada para el sector terciario y para las actividades administrativas en la industria, así como extensión del sistema educativo, proceso que, en su dimensión de masas, estaba todavía restringido a la escuela primaria. El conventillo, los hoteles baratos, las pensiones, los cuartos alquilados en casas de familia fueron los lugares que los miembros de los sectores populares habitaron con frecuencia. Entre 1918 y 1929 se sancionaron leyes que reglamentaban él y trabajo a domicilio y el trabajo infantil, así como el trabajo nocturno para algunas actividades, y fijaban forma en que habría que pagarse el salario. Hacia 1929, se sanciono la ley de 8 horas diarias y 48 semanales de trabajo. También en 1924, durante la presidencia de Alvear, el 1| de Mayo había sido convertido en feriado nacional, y se había establecido leyes jubilatorias para algunas actividades.

UNIDAD III 1930: neoconservadores, militares y crisis económica HISTORIA DE LA ARGENTINA 1916-1955 De Alejandro Cattaruazza La disputa política, de un golpe a otro LOS TÉRMINOS DEL PROBLEMA Uriburu intento impulsar durante su dictadura, que sin embargo fracaso pronto ante el rechazo de los partidos. Otra fue la del gobernador bonaerense Manuel Fresco, cuya gestión termino con la intervención de la provincia por parte del presidente Ortiz, en marzo de 1940. Abril de 1931, fue evidente que el radicalismo conservaba mucho de sí caudal electoral, y a partir del retorno de la UCR al juego político, decidió en 1935, la aplicación a gran escala del fraude y la manipulación de los resultados electorales fueron las respuestas del oficialismo. LA DICTADURA DE URIBURU Luego del golpe de estado del 6 de septiembre de 1930, los miembros del sector a fin a Uriburu ocuparon altos cargos. Ese conjunto intento la reforma de la Constitución Nacional y de la legislación electoral; tales proyectos, aunque anunciados, no fueron delineados con precisión. Pero el general Agustín Justo, sede de grupos complicados en el golpe, quien contaba con la mayoría de las simpatías ideológicas, disponía también de amplias relaciones con sectores del radicalismo. El 27 de septiembre, se creará la Federación Nacional Democracita, ellos favorables al golpe, pero renuentes a acompañar la salida imaginada por Uriburu. Así Uriburu debió conceder un llamado a elecciones en la provincia de Buenos Aires para abril de ese mismo año, ante la amenazada de que se produjera un movimiento militar. La provincia de Buenos Aires voto el 5 de abril de 1931; estaba en juego la composición del Colegio Electoral que elegiría gobernador y vicegobernador. Finalmente, la elección fue anulada en octubre, cuando ya se había convocado a elecciones presidenciales para noviembre, y en noviembre triunfaron los electores que apoyaron a la candidatura justista.

LOS RADICALES: EL RETORNO Y EL FRAUDE Hipólito Yrigoyen, que en los primeros tiempos luego del golpe había sido encarcelado en Martin García, continuaba ejerciendo un liderazgo crucial en el partido. Por otra parte, el resto de los partidos, y la prensa tendían a condenar cada uno de los intentos armados radicales junto a los funcionarios del gobierno. El radicalismo provincial dedico participar de las elecciones de renovación de la Cámara de Diputado de la Nación. La dirigencia radical dedico la vuelta al ruedo electoral en 1935, trastornando el panorama. En enero de ese año, con oposición de los grupos que decían recuperar los principios de Yrigoyen e insistían en la necesidad de no convalidar el sistema participando de él, se decidió el levantamiento de la abstención. Fue el primer programa formalizado de la UCR, que se presentó en 1937 como plataforma electoral para las elecciones presidenciales. Con el radicalismo reintegrado al juego electoral, a lo largo de 1935 y 1936 tuvieron lugar elecciones de gobernadores en algunas provincias y de diputados naciones; los candidatos radicales tuvieron un buen desempeño. Las

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EL CUADRO POLITICO EN LOS PRIMEROS AÑOS DE LA PRESIDENCIA DE JUSTO Justo y su vicepresidente asumieron sus cargos en febrero de 1932. Durante los primeros años de su gobierno la coyuntura política argentina estuvo caracterizada por la abstención de la UCR. La complicada relación entre los partidos que componían el oficialismo, cuya alianza parlamentaria, laxa e inorgánica. Esa competencia fortalecía la figura de Justo, que contaba además con el favor del ejército. Los primeros años de la presidencia fue el tipo de relación trazada entre el oficialismo y los partidos de oposición parlamentaria.

gobernaciones de Entre Ríos, Tucumán y Córdoba fueron para ellos, y en el Congreso constituyeron un bloque muy importante. LAS ELECCIONES DE 1937 En noviembre de 1937, varios procedimientos, fraude encubierto, fraude abierto, voto cantado, intervención policial, dieron el triunfo a la formula oficialista integrada por Ricardo Ortiz, radial antipersonalista y Ramón Castillo, conservador de Catamarca, frente a la formula radial encabezada por Alvear. La situación volvía a complicarse para el radicalismo. En febrero de 1938, asumía la formula oficialista, integrada por Ortiz y Castillo. LA PRESIDENCIA DE ORTIZ Roberto Ortiz fue el candidato que Justo, arbitro en la coalición oficialista. En cambio, el vicepresidente, Castillo, fue impuesto por los sectores conservadores. Ortiz provenía del antipersonalismo. Tampoco tenía arraigo dentro del ejército y dependía del apoyo de Justo para contar con esa institución. En septiembre de 1939, había comenzado en Europa la Segunda Guerra Mundial, cuyo impacto en la política argentina seria notorio. La política e Ortiz, orientada a garantizar elecciones limpias, lo alejaba de sus aliados de antaño. CASTILLO Y LOS CONSERVADORES En septiembre de 1941, Castillo, que remplazaba al presidente, logro organizar su propio gabinete, con fuerte presencia conservadora. En estado de fuerte crisis interna, la UCR perdió varios distritos importantes en los que no hubo fraude en las elecciones. Días más tarde moría Alvear, y en julio fallecía Ortiz. Justo se aproximó al radicalismo, y gano terreno la idea de constituir un agrupamiento opositor que comenzó a llamarse Frente o Unión Democrática. Sin embargo, la situación volvería a cambiar; Justo murió en enero de 1943.

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ESCÁNDALOS Y DESPRESTIGIOS Pero aquella crisis también fue alentada por otro tipo de hechos; uno de ellos fue el asesinato, en pleno recinto del Senado de Bordabehere, senador electo por Santa Fe tuvo lugar en julio de 1935, luego de la firma del Tratado RocaRunciman, que establecía importantes ventajas para el comercio y el capital británicos a cambio del mantenimiento de los compas de carne argentinas. La oposición se vio enredada también en casos de corrupción con ribetes de escándalo. En 136, varios radicales, miembros del Concejo Deliberante porteño, fueron sobornados junto a funcionarios públicos y políticos oficialistas por las compañías extranjeras de electricidad. Ya fines del periodo, en 1940, otro escándalo estalló en el Congreso, referida la compra de tierras realizada por ejército en el Palomar, a precios sospechosamente altos. El ministro de Guerra, general Márquez, diputados oficialistas y radicales fueron imputados. Las cuestiones publicas asumían otras formas, durante la dictadura de Uriburu, el tono estuvo dado por las restauraciones de la pena de muerte yuan represión intensa, que incluyo el fusilamiento de los militantes anarquista. A comienzo de 1931, así como el hostigamiento a militares obrero ya activista radicales, además de la prisión del ex presidente Yrigoyen. Una ley de represión de las actividades comunistas fue promovida a fines de 1936. El Frente Popular no prospero en la Argentina; la presencia del radicalismo, habiendo ya abandonado la abstención. Tampoco el Partido Socialista demostró entusiasmo con la alternativa del Frente Popular, al punto que concurrió a las elecciones de 1937 con su propia formula, mientras el partido Comunista apoyaba la candidatura de Alvear.

ECOS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. En 1936, el estallido de la Guerra Civil española volvió más crispado y dramático el debate político. La existencia de una vasta colonia de inmigrantes españoles, contribuyeron a que la guerra tuviera impacto. Entre quienes adherían se encontraban tanto los grupos de izquierda como sectores de la UCR y de la militancia sindical. A su vez, la Argentina de uno de los destinos de los exiliados republicanos. EL FACTOR MILITAR En la primera mitad de 1943, la situación política era compleja. El radicalismo estaba en crisis luego del fin de la apertura impulsada por Ortiz, de las derrotas electorales de 1942 y de la muerte de Alvear. A su vez, las muertes de Justo complicaban la alternativa del Frente Democrático. El panorama era incierto, y el golpe militar que tuvo lugar el 4 de junio de 1943 no lo despejo. Tampoco esta vez hubo resistencia alguna y el gobierno de Castillo caso sin más. Cambios y continuidades en la sociedad. ESCENARIOS EN TRANSFORMACIÓN A fines de la década se la estima en torno a los 14 millones de personas. Sobre esas cifras provisorias, el porcentaje de extranjeros rondaba el 24 por ciento en 1930. El censo de 1947 indicaba que se contaba con una población de 15.890.000 habitantes; el porcentaje de extranjeros llegaba al 15%. En los años treinta, aquellas ciudades eran el escenario de una tendencia a la nacionalización que se aceleraba; se trataba de un proceso de homogeneización cultural, las políticas públicas tuvieron un papel decisivo por la vía de la nacionalización de los hijos de los inmigrantes; la acción de la escuela primaria en expansión y el servicio militar obligatorio fueron dos de los mecanismos de masas impulsados por el estado. Hasta q930, la inclinación de los inmigrantes a radicarse en las ciudades, que también existían movimientos migratorios internos. Pero, acortada la llegada de inmigrantes de ultramar; durante los años treinta, se produjo un aumento y una reorientación de las migraciones internas, alentadas en particular por e proceso de industrialización. Durante los años posteriores a la crisis, los cuales la desocupación fue muy importante, comenzaron a desarrollarse las primeras villa miseria en algunas ciudades

DE LA AGROEXPOTACION AL MERCADO INTERNO: ECONOMIA Y SOCIEDAD Cambio el eje de la economía argentina, que se desplazó de la venta de productos primarios en el mercado internacional a la producción destinada al mercado interno. Entre 1929 y 1931, la producción industrial cayó debido a los efectos recesivos de la crisis, pero se observa que existió un crecimiento de aproximadamente el 8 % anual entre 1930 y 1934. Tuvo incidencia el aumento de los aranceles para la mercancía importada. A partir de 1939, la guerra en Europa bloqueo las importaciones e impulso un nuevo crecimiento de la producción industrial. En 1945, al fin de la Segunda Guerra Mundial, la industria argentina tenía una participación en el producto bruto interno superior a la del sector agropecuario, y se fabricaban neumáticos, químicos, pinturas, entre otros.

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LAS CIUDADES: BUENOS AIRES En torno a la ciudad crecía por estos años el conurbano. en los partidos cercano a la Capital, se radiaron las industrias sustitutivas, y su población tendió a aumentar. La Capital también sufrió transformaciones internas. Por una parte, hacia comienzos de los años cuarenta su población comenzó a aproximarse, casi a 3 millones de personas. Continuo la expansión hacia los barrios más alejados del centro, que se había iniciado en la década anterior. Durante los años treinta se multiplico el número de casas de departamentos de varios pisos. En el caso de Buenos Aires hay que agregar además el ensanche de la avenida Corrientes.

LOS TRABAJADORES El aumento general del número de trabajadores de las industrias como el crecimiento del número de establecimientos fabriles grandes. Trabajadores altamente especializados y desconfiaba en forma radical y persistente del estado y de la política: el anarquismo. Uno de los desafíos para las organizaciones sindicales durante los años treinta fue ampliar los sectores de trabajadores que participaban en el sindicato. Hacia comienzos de la década, la desocupación complico la actividad sindical, que debía desarrollarse en un contexto donde la oferta de mano de obra superaba la demanda y los salarios disminuyan. Durante estos tiempos, a la dirigencia obrera sufrió represión, expulsiones del país, torturas, unos trescientos extranjeros fueron deportados. A pesar de todo, dos de las centrales, La Unión Sindical Argentina y la Confederación Obrera Argentina, terminaron de fundar formalmente la CGT pocos días después del golpe de estado. Luego del fin del gobierno uriburista, a la situación económica continúo complicada, en 1932 tuvo lugar una ola de huelgas importante, pero en el 75 por ciento de ellas los trabajadores fueron derrotados. LOS SINDICATOS, LA POLÍTICA Y LA ACCIÓN ESTATAL Entre 1929 y 1930 existían en la Argentina varias centrales sindicales con diferencias ideológicas y organizativas: la FORA V° Congreso, que se definía comunista-anarquista; la Unión Sindical Argentina; la Confederación Obrera Argentina, donde militaban socialistas y sindicalistas en, en 1930, unirían constituyendo la Confederación general del Trabajo; y el Comité de su Unidad Sindical Clasista, comunista. Una vez que Justo llego a la presidencia, contaron con una ventaja adicionalmente próximas promovieran la sanción de leyes favorables trabajadores. El Partido Socialista abstención del radicalismo en la elección de 1931, era un interlocutor privilegiado para los sindicatos afines, aunque las leyes que finalmente se aprobaron quedaron restringidos a ciertas actividades y territorios. La creación de una confederación de alcances nacional, que reunió a varios sindicaros de la actividad, y la realización de movilizaciones políticas, que 1932, lograron la sanción de dos leyes que, sin embargo, tendrían inicialmente aplicación solo en la Capital Federal: la del sábado inglés y la que establecía que los locales comerciales decían cerrar a las ocho de la noche. Luego de la represión uriburista, el sector del movimiento obrero vinculado al partido Comunista reorganizarse. A partir de mediados de la década, el sindicalismo comunista se transformó en uno de los grupos más eficaces dentro del movimiento obrero y de los más exitosos en la organización de trabajadores no calificados. En enero de 1936, los sindicatos comunistas organizaron una huelga de dos días en apoyo a es trabajadores de la construcción, los episodios dejaron varios muertos. La victoria del sindicato había importante y a partir de allí prospero la organización de la federación Obrera Nacional de Construcción, que a comienzos de la década de 1940 era la segunda organización en cantidad de afiliados. En el sector de la alimentación, el crecimiento social bajo la dirección comunista también fue notable. Los grandes sindicatos vinculados al transporte, década anterior seguían siendo fuertes. En marzo de 1943, pocos meses antes del golpe de estado, la CGT se divido en dos.

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EL ESTADO En la dedicada a la economía, se creaban nuevos organismos, como la Junta Reguladora de Granos y la de Carnes. En 1932, se creaba por ley la Dirección Nacional de Vialidad, involucrada directamente en la explosiva expansión de los caminos y rutas. YPF, crecía al calor de la demanda de combustible generada por el aumento de la circulación automor. La creación de comisiones e institutos nacionales en ella rea de cultura y de la Dirección de Parques Nacionales.