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Texto resumen Libro “Maltrato infantil: ecología social, prevención y reparación” (Jorge Barudy, 2001). Jorge Barudy, Editorial Galdoc, Tercera Edición 2001. Ofrece un enfoque Integrador, fruto de la reflexión interdisciplinaria que se esfuerza por comprender cómo se gestan los procesos abusivos y cómo podrían evitarse, resume los esfuerzos psicosociales y médicos que han permitido enfrentar de manera más asertiva, las diversas modalidades del abuso sexual, maltrato infantil y violencia intra y extrafamiliar. Se basa en las teorías de Humberto Maturana, Teoría de Sistemas de Minuchin, Ecología, etc. Platea de base que los niños y niñas debido a su dependencia biopsicosocial con los adultos, a menudo aceptan sus malos tratos como legítimos porque los comportamientos abusivos son camuflados, o simplemente negados por el discurso de los adultos y padres abusadores. En ésta situación de maltrato y abuso sexual la víctima es sometida a una comunicación paradojal, ya que por un lado los golpean, los abusan sexual y psicológicamente o descuidan, y por otro lado, le dicen que es por su bien, que es necesario para el desarrollo o bien que es su culpa, generándose un proceso que se identifica como “Lavado de Cerebro” integrando por la dependencia que tiene el niño o niña del adulto y su incapacidad de denunciar los mensajes contradictorios de éstos, generándose un adoctrinamiento, por ejemplo…“te amamos, te maltratamos, cállate es normal”…incorporando de una manera acrítica los comportamientos y creencias de los adultos opresores, con el consiguiente riesgo de una trasmisión transgeneracional de la violencia y del maltrato en la cultura familiar. Barudy incorpora a tres actores en la dinámica de la violencia, ya sea organizada y/o intrafamiliar la víctima, el agresor y “los terceros”, que no denuncian porque creen que el fenómeno es impensable, porque no se quieren meter en problemas y bien porque actúan en complicidad o concordancia con la ideología del agresor.

Capítulo I : Los Sistemas Humanos entre la Violencia y la Ley Barudy plantea que los sistemas humanos en tanto biológicos y sociales (seres vivos que se vinculan con sus semejantes para co-construir la vida comunitaria) producen significados y significantes para dar sentido a los acontecimientos de la vida (debido a que cada ser tiene la capacidad de representarse sus experiencias y simbolizarlas a través del dominio de la palabra), generando sentido y capacidad autopoyetica, ya que la finalidad de los seres humanos es producir, conservar y reproducir la vida. De ésta manera, entiende las Normas Jurídicas como producciones culturales con una legalidad biológica (destinada a preservar la vida, con la consiguiente prohibición de matar y tabú del incesto) y una legalidad social (que rige el funcionamiento), distinguiendo Norma individual, Norma Familiar y Norma Social. Las Normas que rigen las sociedades pueden ser consideradas como definiciones de la realidad, legitimadas y operantes para todos sus miembros (luego

de haber sido dialogadas y consensuadas a partir de las percepciones individuales), generando dinámicas sociales complejas que son promulgadas en códigos escritos que rigen el funcionamiento. Señala que la mayoría de los padres y madres de las familias maltratadoras presentan una concepción particular de la ley y el derecho, que les permite hacer daño a sus propios hijos e hijas y además, encontrar legítimo hacerlo. Así nos encontramos con una organización familiar rígida, absolutista y totalitaria, inserta en una sociedad clasista, sexista y adultista. Cosificación de los niños: fenómeno que producen las familias que presentan problemas, carencias y traumatismos históricos, utilizando a los niños y niñas en la solución de los problemas y conflictos, siendo altamente patológico al ser traumatizados, obligados por una serie de mecanismos a aceptar el maltrato o el abuso sexual como algo normal, sumado al aislamiento social característicos de éstas familias. Capítulo II: Familia, Violencia y Maltrato

Barudy, describe los Rituales familiares; como un conjunto de comportamientos y relatos que permiten por su carácter interactivo y repetitivo, mantener o conservar los lazos entre los miembros de una familia con el fin de producir armonía en la acción común. Plantea, además, como necesario que los sistemas familiares posean plasticidad estructural y la posibilidad de dialogar con los componentes de su medio ambiente. 

La violencia en el ciclo vital de la familia:

Cuando una nueva situación vital se instaura en un sistema familiar, obliga a sus miembros a encontrar nuevos funcionamientos, adaptando los roles y las funciones de cada miembro, como un cambio estructural necesario. Las familias abusivas y maltratadoras poseen sistemas con un funcionamiento hermético, con poca comunicación con el medio, encierro intrafamiliar que facilita la acumulación de tensión interna y/o ausencia de un cuestionamiento crítico de los sistemas de creencias abusivos y violentos. 

La familia como sistema cultural y palabreantes:

Señala que las familias para mantenerse sanas, deben comunicarse y relacionarse con otros sistemas manteniendo su coherencia interna, coordinando sus comportamientos para asegurar el bienestar de todos. 

Los Fenómenos Culturales en las Familias: Se entiendo Cultura como: 1. El conjunto de conductas que permanecen constantes a través de generaciones. 2. El conjunto de discursos y/o relatos que se mantienen y trasmiten de generación en generación y que dan un sentido y explican los acontecimientos y fenómenos de la vida familiar.

Es así como ciertos modelos culturales como el machismo y el adultismo, sirven de base a comportamientos violentos y abusivos de los adultos en las familias. 

La familia cómo discurso:

Cuando la adhesión a una cultura es impuesta a la fuerza, existirá un riesgo importante de trastornos de la percepción de sí mismo y de los otros, las dinámicas familiares y sociales abusivos, bloquean la creatividad individual, petrifican la capacidad reflexiva e impiden el encuentro y el diálogo con los otros. 

Impregnación, Apego y Familiaridad:

Lo que caracteriza el comportamiento familiar de las especies animales superiores y del hombre es la capacidad de vincularse y permanecer vinculados, a pesar de los acontecimientos y el paso del tiempo. El apego, es visto por el observador como una atracción, se pueden distinguir dos mecanismos: 1. La persecución del objeto para procurar proximidad física y sensorial. 2. La identificación del sujeto por sus características distintivas. Los vínculos de apego en el niño se estructuran a partir de tres componentes: 1. Conductas de apego: que logran que el adulto se acerque y permanezca junto al niño o niña. 2. Sentimientos de apego: permite la afirmación, la seguridad diferenciándola de la angustia, e implica sentimientos tanto hacia la figura de apego como a si mismo. 3. Representación mental del apego: se refiere a los recuerdos más importantes de la relación dinámica (a nivel cognitivo y emocional) que caracterizaban el ambiente dónde se estableció la relación, basado en las experiencias vividas. (Cohen, Lazarus 1982, Konrad Lorenz 1971, Queler y col 1985, Cyrulnik 1989). 

El apego como un proceso, el apego y sentimientos de familiaridad:

Barudy se refiere al Sentimiento de Familiaridad: como un proceso de apego circular desde él bebe y la figura de apego y viceversa. Sentimiento que va a ligar a los diversos miembros de una familia en la emoción de pertenecia. 

Las dinámicas Familiares Maltratadoras:

Surgen cada vez que una familia no está en condiciones de garantizar una familiaridad sana, dónde se desvían los objetivos de ser padre y madre, surgiendo el fenómeno de cosificación o utilización de los niños por los adultos. Menciona que se generan debido al estrés familiar, entendido como una tensión creada por perturbaciones del entorno y/o internas de la familia, que amenazan el equilibrio familiar y a veces la existencia misma de ésta. El impacto que pueda generar depende del contenido e intensidad de la amenaza y los recursos y capacidades de la familia para enfrentarla. De ésta manera los adultos pueden buscar la resolución del problema, buscar información y pedir ayuda

externa, o bien sentirse sobrepasado en sus emociones reaccionando de manera impulsiva para controlar en cualquier precio. Maltrato 1. Como una expresión de crisis familiar: - Intrafamiliar: Separaciones nacimientos, adolescencia de los hijos. - Extrafamiliar: Perturbación del medio ambiente, cesantía emigración, etc. 2. Como una dinámica familiar crónica y a menudo transgeneracionalmente perturbada, generada como consecuencia de trastornos del apego (ansioso ambivalente genera abandono y negligencia y huidizo rechazante genera maltrato físico y psicológico) y vinculación entre los miembros de la familia. - Se explica ésta la trasmisión por la idealización de las figuras parentales y/o la intoxicación maternante.



La estructura de las familias crónicamente maltratadoras

1. Carencias relacionadas con la función maternante: conjunto de cuidados maternales, afectivos, sociales y culturales que un niño o niña requiere para sentirse bien y feliz. Al niño se le concibe como objeto de reparación esperando que calme las carencias infantiles de los adultos, debiendo entregarle lo que no recibieron. Se genera un trastorno en el proceso de diferenciación e individuación psicológica de los niños y niñas, donde el adulto se apropia del cuerpo de éste con el riesgo de erotización y sexualización de la relación. Síndrome del niño sacudido: Cuando al nacer el niño o niña es distinto al imaginado, y llora exige por lo que la madre se desquita con golpes, gestos violentos, comportamientos negligentes.

2. Carencias relacionadas con la función paternante: A nivel del control de comportamiento, internalización de las leyes y normas que protegen los derechos de cada uno de los miembros de la familia. La autoridad abusiva utiliza los golpes y castigo como métodos educativos. Los niños internalizan modelos violentos de educación de injustica, aumenta su cólera y deseo de venganza (repiten comportamientos en la escuela). Y en casos contrarios produce el mismo efecto, los niños carecen de modelos de autoridad, desconocen las normas que rigen las relaciones sociales y familiares sanas. 3. Trastornos relacionados con la organización jerárquica de la familia: En la distribución de roles y funciones, además de la designación de tareas claras y explícitas a partir de la competencia de cada uno (edad y experiencias vitales).

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No está claramente definido en la práctica o no se respeta, existe confusión. Riesgo de Parentificación: niño que asume la tarea de cuidar y proteger a sus padres.

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Incongruencia entre la organización que se declara respetar y la que funciona en la práctica: Lo anterior lleva a juegos de coaliciones entre los miembros de la familia; así un aliado lo cosifica y el otro descarga en él la cólera, o traída disfuncional (abuelos omnipresentes que critican los modelos educativos de los padres consciente o inconscientemente), generando los padres comportamientos violentos hacia los hijos e hijas preferidos por los abuelos).

4. Trastornos de los intercambios entre la familia y el entorno: Existe una frontera disfuncional que se cierra y se abren cuando no deberían hacerlo o bien permanecen siempre cerradas aislando a los miembros de los recursos y/o información del entorno. En caso contrario presentan tal tendencia a la apertura que impiden el desarrollo de un sentimiento de pertenencia, seguridad y protección. - Familias cerradas y rígidas en sus fronteras generalmente generan malos tartos físicos, psicológicos y abusos. - Familias caóticas y abiertas generan generalmente negligencias. Capitulo III: La ecología del maltrato y los distintos tipos Los factores del entorno que pueden impedir un apego sano y/o perturbador.



Modelo Neoliberal: amplía las desigualdades entre ricos y pobres; cesantía en los países ricos; sobreexplotación de hombres y mujeres en países pobres; alta concentración de población en las urbes (nuclearización y aislamiento de la familia, desarraigo familia).

El ser humano se realiza a través del poseer y el placer de consumir, existiendo presiones consumistas, los hijos como estorbo, factores de riesgos del maltrato infantil (pobreza, marginalidad, migración forzada, alcoholismo-drogadicción, embarazo adolescente).



Proceso de desritualización progresiva: desaparecen las estructuras de parentesco como organizadoras de la vida; las funciones domésticas y sociales se separan.

(Ritual familiar: comportamientos como símbolos que trasmiten mensajes y que organizan la atribución de roles, tareas y funciones para enfrentar situaciones conflictivas). Concepto de Maltrato Infantil: nace basado en estudios médicos (Kempe y col, año 62, 78, síndrome del niño golpeado), concepto que se trasforma en una realidad social al ser observado y consensuado como tal.

Se consideran los distintos tipoS de maltrato como consecuencia de situaciones de desprotección que incluyen todas las situaciones familiares y sobre todo sociales, donde la vida y los derechos de los niños y niñas no son respetados. La noción de maltrato emerge en oposición a la noción de buen trato y de bienestar infantil. Por lo tanto se comprende por malos tratos o negligencia todo acto activo o de omisión cometido por individuos, instituciones o por la sociedad en general, y toda situación provocada por éstos, privando a los niños de cuidados, de sus derechos y libertades, impidiendo su pleno desarrollo. Interrelación entre los distintos tipos de Maltrato: Pasivo Activo, Visible Invisible. (pag 76, típico cuadrito) Activo o violencia por la acción: comportamiento y discursos que implican el uso de la fuerza física, sexual y psicológica, que por su intensidad y frecuencia provocan daños (golpes, abuso sexual, maltrato psicológico). Pasivo o violencia por omisiòn: se refiere a la omisión de intervenciones y o discursos necesarios para asegurar el bienestar de los niños y niñas (negligencia, abandono o violencia. IV: Las dinámicas familiares productoras de negligencia y abandono de los niños y niñas. La violencia familiar es la consecuencia de una perturbación de las relaciones de apego por un fracaso de los rituales que regulan las emociones suscitadas por los intercambios interpersonales que se producen en un territorio singular que es la familia. Los adultos, principalmente los padres presentan de una manera permanente una incapacidad de brindar a los niños que tienen a su cargo los cuidados necesarios para un desarrollo sano y feliz. 1. Fracaso del proceso de apego y alteración del sentimiento de familiaridad (niños trasparentes, ausencia de interés o rechazo de los padres). Madres que permanecen indiferentes a las necesidades y a los problemas de sus hijos, poco implicados consagrándoles menor tiempo posible. 2. Negligencia cultural: modelos de crianza inadecuados o peligrosos por falta de conocimiento o conocimiento inadecuado. 3. Negligencia contextual: pobreza, asilamiento social (ecología de supervivencia). 

Consecuencias de la negligencia física:

Desde el retardo en el crecimiento por desnutrición hasta síndrome de enanismo psicosocial, deprivación psicoafectiva y sociocognitiva (son los niños y niñas solos y mal amados: niños con la llave al cuello). 

Consecuencias psicoafectivas:

Desde retardo del crecimiento por causa no orgánica, niños y niñas bien cuidados exteriormente, pero interiormente sufren la falta de afecto y reconocimiento de sus necesidades infantiles (asociada a violencia psicológica en clases más favorecidas). Padres fríos, distantes, poco comunicativos y demostrativos. Ausencia de cariño, empatía y aceptación, así como de estímulos afectivos y cognitivos. Capítulo V: Las dinámicas familiares de la violencia física

Agresividad: mezcla de emociones, de comportamientos, y de palabras presentes en una familia, que tiene la finalidad de producir la energía necesaria para subsitir, actuar, reaccionar y mantener una jerarquía sana entre los miembros, de tal manera de hacer frente a la adaptación al medio ambiente. Violencia agresiva: producida por emociones interpersonales intensas y no controladas que generan una explosión de comportamientos, gestos y palabras que golpean o pueden destruir a uno o a varios miembros de la familia, generado por: 1. Por un desorden ecológico: ruptura de equilibrio, reducción del hábitat, aumento brusco de estrés, y/o exceso de estímulos. 2. Por trastornos del apego. Violencia ideológica: cuando la idea o creencia que nos hacemos del otro es más importante que su condición de ser vivo, se trasforma en una “cosa u objeto” vivido como peligro o amenaza al sentido de pertenencia y seguridad, sobre todo de los miembros dominantes del sistema. -

Las ideologías de los padres violentos: o De tipo altruista (agresividad como método educativo o demostración de cariño). o Como instrumento para defenderse de una amenaza. o Como un derecho de venganza (chivo expiatorio). Capítulo VI: Sociedad, cultura y abuso sexual extrafamiliar

Niños y niñas son vivenciados como objeto de placer para compensar las carencias afectivas y relacionales de los adultos, quienes muchas veces asocian las imágenes infantiles con fantasías de seducción, erotismo y libertinaje, se habla de “cosificación comercial”. 

Abuso sexual extrafamiliar:

Frente a éste fenómeno, los niños y niñas tienen por la distancia emocional entre ellos y el agresor, la posibilidad de vivirse como víctima, impactando no obstante a todos los miembros del grupo familiar.

1. ASE por un desconocido: quien se sirve de la fuerza y terror para agredir. El grado de sufrimiento de las víctimas depende por una parte del contexto y contenido de la agresión y por otra de la reacción del entorno familiar así como de la posibilidad que tuvieron las víctimas de mantener distancia afectiva con su agresor.

2. ASE por un conocido: quien manipula la confianza. Muchas veces el agresor ocupa un lugar privilegiado en la familia que les da un acceso directo a los niños y niñas con un rol o poder de carácter social, confiando los padres en ellos. Para seducir utilizan el cariño, la persuasión, la mentira y se ganan a los padres.

Distingue a “pedófilos” que usurpan parte de la función parental, con un rol pseudoparental, atribuyendo sus actos con una finalidad altruista, quienes envuelven a la víctima en una relación falsa, que es presentada como afectiva y protectora, generándose una “vampirización”, imponiendo la ley del secreto y el silencio. Se observa un carácter confuso y manipulador de la relación, donde el niño o la niña vive los gestos y discursos del agresor como amistosos, gratificantes y afectivos, provocando incluso sensaciones corporales agradables y un goce sexual (dificultad del niño para detectar peligro).

Capítulo VII: Los abusos sexuales intrafamiliares Se utiliza como símil el término abuso sexual incestuoso, se define por dos condiciones: la vinculación por lazos familiares y la presencia de una agresión incestuosa (asimetría de fuerza). Existirían mecanismos naturales de evitación del incesto: ley de origen natural (prohibición de contacto sexual entre niños y adultos). Según la etología, los animales que están unidos por un vínculo de apego inhiben naturalmente comportamientos sexuales hacia sus crías, orientando estos hacia otros miembros de la manada. Se plantea como hipótesis de una “familia sana” que los hijos desarrollan mecanismos de aversión al incesto a través de conocimientos implícitos de origen natural y también de norma social. Existirían dos causas para el incesto: - Trastornos del proceso biológico de impregnación y apego. - Trastornos en la integración de la norma tabú “incesto” (por alteración en la socialización). Se plantea como desafío familiar, establecer límites corporales/afectivos para sus miembros.  Marco relacional del abuso sexual incestuoso Los actos incestuosos se desarrollan en la intimidad familiar, protegidos por el secreto y la ley del silencio, a la base se entiende que la familia tiende a mantener su “equilibrio” (necesidad de cohesión y pertenencia entre sus miembros). El incesto se muestra generalmente, ante la divulgación de la víctima del acto abusivo generando una crisis en el sistema familiar. Se presentan tres fases: 1) Fase de seducción: Se aprecia la manipulación de confianza y dependencia por parte del abusador hacia la víctima; el abusador toma precauciones para no ser descubierto, “prepara” el lugar en el cual cometerá el acto abusivo. 2) Fase de interacción sexual abusiva: Se caracteriza por el acercamiento progresivo por parte del abusador hacia la víctima en un continuo de tiempo, usualmente se presenta de la siguiente forma: caricias corporales masturbación penetración digital penetración seca coito (etapa tardía). 3) Fase imposición del secreto (ley del silencio): Uso de estrategias de victimizacion por parte del abusador, tales como amenazas, mentira y manipulación psicológica. Se produce una adaptación de la víctima ante la obtención de regalos y privilegios por parte del abusador, lo que aumenta sentimientos de culpa y vergüenza. 4) Fase de la divulgación: Se caracteriza por la ruptura de la homeostasis familiar, destaca dos modalidades: divulgación accidental (actos abusivos son descubiertos accidentalmente por un tercero) y divulgación

premeditada (la propia víctima comunica los actos abusivos, es frecuente que en niños menores a 10 años se priorice interrumpir el dolor físico que genera el acto abusivo; en adolescentes se divulga ante conflictos de autonomía de la adolescencia (generalmente con el propio abusador).  Fase represiva: Se caracteriza por el desplazamiento de conductas tendientes a neutralizar los efectos de la divulgación; la familia intenta recuperar su equilibrio a través de la descalificación del discurso de la víctima y la negación de la evidencia (familia/sistema judicial). 

La organización familiar incestuosamente abusiva:

Existirían tres tipos:

1) Organización enmarañada y altruista: Ante la divulgación, destaca el arrepentimiento por parte del abusador y la reacción de “perdón” de la victima y el sistema familiar. El abusador, es descrito como afectuoso y cercano a los hijos, existiría un bajo establecimiento de límites corporales en los juegos por lo que la situación de crisis de la divulgación desencadena sentimientos de ambivalencia en el grupo familiar, ante lo cual la victima recibiría presión para “salvar” la unidad familiar. 2) Organización promiscua caótica, indiferenciada y usurpadora: Ante la divulgación la familia reacciona con estupor ante la intromisión de terceros; el abusador reacciona justificando su acción en creencias e historia familiar. La organización familiar se caracteriza por la promiscuidad, la interacción caótica y la falta de fronteras generacionales. Es frecuente la historia de malos tratos en las figuras adultas, con dificultades para movilizar recursos personales para generar cambios. 3) Organización rígida, absolutista y totalitaria: Ante la divulgación, los miembros de la familia reaccionan con negación, rechazo y culpabilización ante la víctima. El abusador defiende su inocencia lo que justifica en un discurso dogmático (autoritario/moralista); ante evidencias claras tenderá a responsabilizar a la víctima culpándola de incitarlo. Capítulo VIII: Los abusadores sexuales y sus cómplices Existirían 2 grupos de abusadores: 1) Pedofilo obsesivo: Tiende a la compulsión crónica y repetitiva del acto abusivo, propio del abuso extrafamiliar. La excitación es de preferencia con niños, presentan dificultad para enfrentar la “realidad adulta”, es frecuente que presente también historias de abusos en la infancia. 2) Pedofilo regresivo: Se presenta como reacción ante crisis vitales/identidad (ej. crisis de pareja), propio de abuso intrafamiliar. Presenta dificultad para establecer relaciones afectivas con adultos, la excitación es de preferencia con adultos, tienen reincidencia escasa Personalidad de los abusadores sexuales Al alcanzar el individuo su madurez, se diferencia de su entorno a través de este proceso se van formando las fronteras psicológicas permitiendo el sentimiento de “si mismo”. De acuerdo a la permeabilidad con su entorno, se clasifica entre individuos sub-individuados (con baja vivencia de si mismos y una gran dependencia de los demás) y sobre-individuados (sujetos esencialmente egocéntricos). A partir de estos conceptos, se distinguen los siguientes grupos de abusadores sexuales:

1) Abusadores subindividuados, totalmente indiferenciados: se caracterizan por ausencia de fronteras psicológicas (el otro es una prolongación de sí mismo); característico de abuso intrafamiliar, riesgo de reincidencia escaso. 2) Abusadores subindividuados, con diferenciación débil: sujetos dependientes, con carencias afectivas en su historia de vida; el abuso (intra/extra) es una estrategia de supervivencia, sexualizar a los niños es una forma de compensar afecto, es posible que usen mecanismos de violencia con sus victimas. 3) Abusadores subindividuados con diferenciación moderada: el abusador reconoce diferencia entre si mismo y los otros, funcionan en ambientes relacionales donde se sienten seguros, no así ante crisis que confronten la angustia de perder fuentes de afecto; como estrategias de victimizacion utilizan la seducción y manipulación. 4) Abusadores sobreindividuados no diferenciados: tienden al aislamiento social, presentan desconfianza a establecer relaciones; el abuso provocado en general es de tipo intrafamiliar. 5) Abusadores individuados con diferenciación moderada: historia de malos tratos en el abusador, con figura paterna autoritaria y madre permisiva, imagen de si mismo omnipotente (pronostico negativo, tratamiento residencial). 6) Abusadores sobreindividuados con escasa diferenciación: corresponde al abusador pedofilo obsesivo, historia de relación gratificante y fusional con la madre, padre pasivo; el abusador tiende a la perversión sexual, personalidad inmadura a la base, propio de abuso extrafamiliar, frecuente en la historia victimizacion sexual. Requiere tratamiento en centro cerrado con control judicial. 7) Abusador sobreindividuado con una diferenciación moderada: el abusador carece de empatia, presenta funcionamiento psicopático, incurre también en otros delitos, responsables de abuso intra y extrafamiliar con características de maltrato físico de carácter sádico.  La complicidad o la inocencia de las esposas de abusadores incestuosos En base a las reacciones de las madres ante la divulgación, Barudy postula la siguiente clasificación:

1) Madre tipo A: Reacción de negación inicial ante la divulgación, esta madre no imagina la posibilidad que su cónyuge pudiera cometer la acción abusiva; posteriormente la madre mantiene una actitud de apoyo aun cuando por momentos puede ser ambivalente, se convierte en el pilar fundamental de la intervención. 2) Madre tipo B: Cómplice indirecta del abuso, es posible que haya conocido desde antes la situación abusiva; por dependencia hacia el abusador no ofrece protección a la victima; para la intervención se requiere de un externo que apoye mientras se empodera la adulta. 3) Madre tipo C: Cómplice directa del abuso, participa activamente de las acciones abusivas o incita al abusador a cometerlo, no existe posibilidad de intervención en este contexto familiar. Capítulo IX: Carreras morales de los niños víctimas de malos tratos Carrera moral de los niños victimas de negligencia grave

Consecuencias traumáticas 1) Baja autoestima/sentimiento de inferioridad (ansiedad ante nuevas tareas, inseguridad). 2) Vivencia depresiva (imagen negativa de si mismo y del mundo, a modo de reacción ante la desconfianza y rechazo de los padres). Ante situaciones carenciales de carácter crónico, la victima utiliza mecanismos adaptativos, tales como el desarrollo de un modelo relacional de dependencia y rechazo, desplazando conductas de búsqueda de afecto y/o trastornos de conducta. Carrera moral del niño golpeado Consecuencias psicosociales 1) Ansiedad, angustia, depresión (conductas autodestructivas). 2) Trastornos de identidad (falsa imagen de si mismo, sensación de ser “todopoderoso”). 3) Trastorno de autoestima (inferioridad). Como mecanismos de adaptación a la violencia, presenta conductas de pasividad extrema con el fin de pasar inadvertido y evitar situaciones de violencia; por otro lado presentaría conductas de tipo externalizantes (alta agitación). También, se presenta como estrategia la identificación con el agresor referida a la necesidad compulsiva de dominar, abusar y agredir a los demás para defenderse ante el miedo provocado por la violencia del agresor. Carrera moral del niño abusado sexualmente Efectos traumáticos - Ruptura de contexto: el abuso provoca en la víctima un estado de confusión emocional intensa (estrés, angustia), es una relación violenta al no contar el niño con elementos que permitan comprenderla. A modo de entender la reacción de la victima, se dispone del trastorno de estrés postraumático (TEPT, DSM IV) además de síntomas inespecíficos frecuentes de encontrar en este tipo de victimas, tales como hiperactividad, hipervigilancia, terror nocturno, alteraciones de concentración y memoria, como mecanismo de defensa recurrente “disociación cognitiva” (memoria fragmentada de los detalles de la situación abusiva). - Adaptación de la victima al proceso abusivo: el abusador impone un contexto relacional y comunicacional llamado “resocializacion secundaria”, en el cual se impone a la victima un rol especifico para responder a las exigencias sexuales, a través de diversas estrategias siendo las mas comunes la manipulación y amenazas de castigos. El autor Summit (1983), plantea el “Síndrome de acomodación al abuso sexual” que describe en 5 fases: 1) La aceptación por parte de la victima del secreto y la ley del silencio. 2) Participación pasiva de la victima en el abuso (culpa y vergüenza, idealización del agresor). 3) Participación activa en la dinámica (sexualizacion del vínculo y búsqueda compulsiva por nuevos contactos sexuales: sexualizacion traumática).

4) Revelación tardía y no convincente (altera la homeostasis familiar). 5) Retractación después de la revelación (intento de reestablecer el equilibrio familiar).

Capitulo X: Trabajo de redes, justicia y terapia Barudy postula que el trabajo de intervención debe realizarse en equipo multidisciplinario, a modo de prevenir Síndrome de Burnout para los profesionales y modular el impacto que provoca la exposición a dinámicas familiares violentas. Se plantea un modelo integral de intervención socio-judicial y de terapia a 3 niveles de actuación: prevención primaria (actuar sobre las causas que generan el maltrato, prevención secundaria (detección y tratamiento precoz de los casos de maltrato infantil) y prevención terciaria (reducir la gravedad de las secuelas). El modelo integral de atención debería coordinar la atención medico-psicolegal, integrar el ámbito escolar de la victima y las instituciones garantes de protección infantil (servicios sociales y sistema judicial). La actuación de estas instancias se daría a 5 niveles: - Nivel 1: equipos especializados (en el caso de Bélgica, Equipo SOS EnfantFamille) encargado de la atención especializada de casos de maltrato, investigación y formación de otros equipos en la temática). - Nivel 2: red de servicios pediátricos, nivel preventivo para validar en la población situaciones de maltrato infantil. - Nivel 3: atención primaria (profesionales de la salud, educación, agentes de control social (detección de situaciones maltrato). -Nivel 4: lideres formales de la comunidad, su función es sensibilización de la comunidad en la temática. - Nivel 5: comunidad, su función es difundir información entre las familias sobre las consecuencias de la utilización de la violencia sobre el niño.  La intervención terapéutica en casos de crisis: Ante conductas maltratantes, se enfoca la atención en movilizar recursos de la familia y enfrentar la crisis reestableciendo el equilibrio. * Cualquier familia sana puede presentar conductas maltratadoras en situaciones de acumulación de estrés que sobrepasen su capacidad para enfrentar la agresividad provocada.  La intervención socio-judicial en familias crónicamente maltratadoras: Ante un modelo de funcionamiento repetitivo, de una estructura familiar rígida (en general familias refractarias a la atención), la intervención comienza con la producción de una “crisis” generada en el ámbito socio judicial. Se presentan tres alternativas para favorecer la protección de los niños a) La protección infantil a través de la autoridad del terapeuta: en este caso, se opta por no judicializar el caso, en situaciones de malos tratos de carácter transitorio y en ocasiones, de negligencia por situación de carencia. b) La judicialización como necesidad terapéutica: en aquellos casos que los malos tratos se repiten de modo transgeneracional, instaurado como estilos

de funcionamiento, la judicialización actuaría como crisis para movilizar a la familia creando desde ahí un proceso interventivo con el sistema judicial. c) Espacios intermedios: en aquellos casos que no es posible evaluar a corto plazo los recursos familiares y la necesidad de judicialización, se utiliza por ejemplo medidas provisorias que aseguren la protección del niño y permitan la profundización de la evaluación.

De esta evaluación, se opta por judicializar si se presentan las siguientes condiciones: 1) Grado de vulnerabilidad del niño (en especial etapa preescolar y ausencia de adultos protectores). 2) Carácter grave y repetitivo de las acciones maltratantes. 3) Ausencia de motivación y cooperación con la intervención por parte de la familia. 4) Alteraciones graves de personalidad del adulto a cargo (psicosis, toxicomanías, etc.).

 Componentes de la intervención social Se comienza la intervención con el reconocimiento de recursos y responsabilidades de los adultos protectores en relación a la victima. Se apoya el manejo que debiera tener el adulto a cargo con la divulgación realizada, potenciando la capacidad de escucha hacia la victima. Se plantea como parte del proceso terapéutico de la víctima, el lograr exonerar al maltratador en base al reconocimiento que este tenga de sus errores y la aceptación del daño causado a la victima. Para la victima, la intervención es un espacio de expresión de sentimientos tanto hacia el maltratador como hacia el adulto protector, requiriendo contención y la necesidad de apoyo por parte del profesional para la superación de las secuelas provocadas por el proceso de victimización.



Aspectos específicos de la terapia de abuso sexual (Modelo de trabajo Equipo SOS Enfant-Famille, Bélgica).

En casos de abuso sexual extrafamiliar Etapas 1) Análisis de la demanda, revisión de objetivos y diseño de intervención. 2) Trabajo de grupo con familias: se realizan talleres con distintas familias en situaciones similares (en ausencia de victimas) centrado en restituir el rol parental y la revisión de temas a tratar con las victimas en el proceso; se considera a todo el grupo familiar como “agredido”. 3) Las reuniones con las victimas: se realiza en ausencia de adultos, su fin es externalizar las experiencias de trauma, se apoya el encontrar un sentido a la agresión externalizando la responsabilidad al agresor. 4) Evaluación de la intervención: se realiza un diseño de acciones preventivas para evitar futuras victimizaciones, se valora la participación y necesidad de apoyo en el entorno. En casos de abuso intrafamiliar Etapas

1) Manejo de la divulgación: en esta fase, se trabaja con el divulgante, se toma contacto con la victima y se ofrece protección fuera del grupo familiar (si amerita). 2) Crisis familiar: se comunica la situación abusiva al adulto (no abusador), se conoce su reacción y se valora si es posible de considerar como apoyo al proceso; se toman medidas de protección para la victima, posteriormente se informa al abusador de la situación y se toman medidas para alejar al abusador del domicilio familiar en aquellos casos judicializados, siendo una posibilidad el comienzo de trabajo terapéutico con el abusador. Como metodología de trabajo terapéutico, se realiza una primera etapa de trabajo de diferenciación, a partir de sesiones individuales con cada integrante de la familia implicado en el proceso abusivo (abusador, madre, hermanos, etc.), centrado en facilitar la reflexión de cada uno sobre el lugar singular que ocupo en la situación abusiva y las consecuencias positivas y negativas de sus actos a lo largo del proceso del abuso, hasta después de su divulgación, lo que permite valorar el rol asumido por cada miembro en la dinámica abusiva. Como segunda etapa del proceso, se realiza un trabajo de reparación y exoneración, centrado en facilitar el dialogo entre los diferentes miembros de la familia para así modificar la dinámica creada por la ley del silencio y secreto. Se centra también en facilitar los comportamientos simbólicos para la reparación de la victima y, en aquellos casos que el abusador reconozca su participación se trabaja la exoneración del abusador. Finalmente, si es posible, se renegocia la relación conyugal y la interacción parental a fin de promover un buen funcionamiento familiar. Capitulo XI: Autocuidado de los profesionales que trabajan en programas de protección infantil Se valora al profesional como el instrumento fundamental de los programas de protección infantil. El compromiso profesional es fundamental, entendido como la ética y respeto por el otro (incondicionalidad de considerar al otro como un semejante). Se postula necesario organizar el trabajo en equipos multidisciplinarios estableciendo consensos en los modelos de trabajo, manteniendo espacios de intercambio actualizados (reuniones intra-equipo, supervisiones externas con personas capacitadas en la temática).