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Resumen “Psicología de la conducta” de José Bleger Capítulos I al IV: Cap. I “La psicología y el ser humano”. En este capítulo, Bleger nos describe los inicios históricos, los prejuicios que enfrento esta ciencia emergente y, alguno que otros mitos y antinomias propias de la ciencia. Cada uno describiendo desde diferentes cualidades que tiene la psicología, las controversias que tuvo que atravesar y los descubrimientos que hizo gradualmente del ser humano. Nos habla también de las variantes que pueden formar la conducta de los individuos que pueden ser culturales, o también genéticas, aunque no le da mucho énfasis a esta última. Enfoque de la Psicología. En este capítulo Bleger nos expone una breve historia de cómo surgió la Psicología y nos cuenta sobre el proceso formativo que tiene en vigencia, como el resto de las demás ciencias del hombre. Las resistencias y desconfianzas hacia la psicología fueron una de las principales trabas que no posibilitó su ejercicio con pleno desarrollo durante los primeros años. Esto básicamente fue causado por el impacto que genero el pensamiento científico, dejando de lado la omnipotencia mágica que existía previo a este pensamiento. También menciona lo que Freud denomino que fueron los tres descubrimientos de manera cronológica que dañaron el narcicismo a la especie humana: I. El descubrimiento de que la tierra no es el centro del universo (heliocentrismo), II. De que no somos reyes de la creación sino que somos productos de la evolución animal (Darwin), y III. Que no somos seres plenamente conscientes de lo que hacemos (Inconsciente). La psicología y su objeto de estudio. ¿Qué es lo que estudia la psicología? Históricamente se vio en un contexto de poca determinación en su área de investigación, ya que no es la única ciencia que estudiaba al hombre, pero si tenía un particular enfoque de estudio. Así como muchas tenían su área de estudio definida, la psicología huérfana de esta, se vio obligada de encontrar la suya para poder entrar en un campo científico más elaborado y que se le tuviera más confianza. Bleger dentro de un párrafo dedica explicar varias ciencias y su campo de estudio definido para poder comprender ágilmente como la psicología debe tener su campo de estudio. Más tarde describe como la psicología encontró su objeto propio de estudio, aunque este se haya entendido desde un plano más metafísico ya que trataba sobre temas abstractos al hablar de la mente, el pensamiento, el psiquismo, etc. Aún así se tenía más que claro que existían los fenómenos psicológicos, y por lo tanto, debe estudiar seres humanos reales y concretos. Actualmente la psicología está buscando deshacerse de su pasado que había sido formado por mitos y falacias que intentaban explicar hechos concretos, así entrando la psicología a un plano más científico.

1. El mito del hombre natural. Como vemos comienza desmintiendo este concepto de hombre natural, que se entiende como la “esencia originaria” del ser humano que es corrompido por la civilización. Si no se entiende se puede explicar de mejor manera diciendo que naturalmente el hombre es bueno, y que es la civilización la que se encarga de atrofiar a este ser humano virtuoso y bondadoso. Es así como podemos encontrarnos con una tradición religiosa que en su doctrina entrega este llamado a volver a la naturaleza, diciendo que toda esta organización social moderna que existe es la que quita naturaleza al hombre, y que una organización primitiva es capaz de devolvernos esa naturaleza. Antiguos autores como Hobbes, Locke y Spinoza habían hablado sobre el “Estado natural” que mas o menos hablan de las voluntades que predominan en el hombre, aunque cada uno con diferentes puntos de vista. La cultura desde el punto de vista de este mito del hombre natural, es la causante de muchas culpas del hombre. Klages nos hablaba de que el alma estaba en directo contacto con la naturaleza, y que por otro lado, el espíritu se conectaba con una esfera más racional del hombre y que esta se encargaba de destruir la naturaleza humana, por otro lado vemos como Lessing nos habla del Naturalismo como fuente autentica de la vida, la cual recibe malas influencias del hombre. Bidney establece dos puntos acerca un “hombre natural”: I. Estado Natural Pre-Histórico Originario del cual proviene el actual hombre y, II. Un Estado Universal Presente, que trata de que el hombre es el mismo independiente del tiempo y el lugar en el que viva, y de esta se deduce que existe una condición universal del ser humano. No bastó más que años de estudio y reflexión para terminar diciendo que esto era un mito, ya que se identifico una fuerte fantasía de carácter religioso al decir que Dios entrega un hombre totalmente puro exento de pecados, y que este decae al encontrarse con la civilización, por lo cual se concluye que el hombre tiene un desarrollo histórico, haciendo de el hombre un individuo sujeto a la historia. 2. El hombre aislado. Según esta concepción del hombre, el ser humano es un ser aislado y no social, que gradualmente encuentra la necesidad de entrar a relacionarse con otros individuos. Cómo se relacionan estos individuos entre sí fue una de las premisas que motivo a la psicología a ver como estos sujetos se relacionaban los unos con los otros, encontrándose así con la respuesta a esta causante, que es la energía que tenemos todos los humanos: la libido. Hasta en el caso del sujeto más aislado, no se puede abstraer de lo que el busca aislarse, siendo así quiera o no, un ser social el cual es intervenido por esta esfera en la que nos englobamos todos. 3. El hombre Abstracto. Fue o es uno de los errores más comunes y ordinarios en los que pudo haber caído la psicología tradicional, queriendo estudiar al ser humano abstrayéndolo de todo su contexto que existe como variante en el individuo. Ya que se determina que el hombre trabaja psicológicamente con la variante de tiempo y lugar, ambos influyendo en la formación mental de cada individuo. En el caso de que llegara abstraerse el hombre de estas variantes, se podrán identificar de todas maneras.

4. Individuo-Sociedad. Esto supone que el individuo está limitado, distorsionado o coaccionado por la organización social. Tal como lo describió Freud en “el malestar en la cultura”, el hombre se ve reprimido libidinosamente por la sociedad, sacrificando así muchas satisfacciones que puede que a su vez estén en constante prohibición o condenación social, ya que estas pueden responder a impulsos instintivos o primitivos/animales. También supone que el hombre sufre un control y represión social que no permite, como diría Freud, liberar la libido. Y últimamente, que el ser humano depende de tres variantes para satisfacer sus necesidades: la naturaleza, nuestros semejantes y de una organización social. 5. Innato-Adquirido. Es una de las tantas antinomias que se pueden nombrar dentro del área real de investigación de la psicología que se envuelve en controversias sobre lo que realmente está investigando la psicología y las formas que tiene de explicar ciertos acaecimientos que suele tener. Esta idea de innato-adquirido se denota sobre el ideal del fijismo; la lucha que existe por querer tener una naturaleza y una sociedad fija e inmutable, mientras que otras corrientes daban un énfasis más a los procesos de aprendizaje y lo que fluye.

6. El ser humano.

a) b)

c)

d)

e)

A diferencia de los dualismos metafísicos que puedan existir aun en la psicología vista de diferentes planos, esta se puede defender con un proceso dialectico complejo, el cual abarca los distintos fenómenos psicológicos que esta estudia. De esta manera se puede continuar estudiando autónomamente al ser humano, el cual Bleger dice que se puede caracterizar por lo siguiente: Por pertenecer a una naturaleza propia: la humana. Su condición de ser concreto, es decir, que este siempre va a pertenecer a alguna determinada clase social, grupo étnico, religión, y que esta pertenencia no es azarosa, sino que logran integrar un ser y su propia personalidad. Y que a raíz de esto, no se puede estudiar al sujeto in abstracto de todo lo anteriormente nombrado, ya que siempre se podrá identificar en este los diferentes componentes. Su condición de ser social, al tener experiencias con los demás individuos que participan de un mismo proceso psicológico (teniendo más que claro que en cada uno de ellos, la perceptibilidad es diferente), y siendo el conjunto de las relaciones sociales lo que define el ser humano en su personalidad. Su condición de ser histórico, en el sentido individual ya sea como en el social, y que este desarrollo que se logra no se da de una vez para siempre fija e inmutablemente, sino que al contrario, está sujeto a cambios y desarrollos de amplitud de un mismo conocimiento y evolución. El ambiente humano es un ambiente social, el cual entrega diferentes estímulos psicológicos que organizan nuestras cualidades psicológicas.

f) No se puede conocer la condición de un ser humano por mera reflexión, ya que

esta está condicionada socialmente. g) Al ser seres racionales capaces de pensarnos como objeto, utilizar el pensamiento así mismo pudiendo crear o modificar varias cosas de nuestro ambiente que nos posibilite una mejor condición de vida y subsistencia. h) Y que la producción de los medios anteriormente nombrados, crea una matriz fundamental de nuestras relaciones humanas. Cap. II “Conducta”. En este capítulo J. Bleger se concentra fundamentalmente en enumerar como es vista la conducta en la ciencia psicológica, como también se pudo desarrollar en otras. El énfasis que se le da en esta disciplina, las divisiones que existe entre ellas, las contradicciones y como funciona esta en el aparato psíquico del hombre. Como fueron estudiadas por diferentes autores, todos ellos con diferentes concepciones y perspectivas de este complejo fenómeno humano. La conducta en psicología. Este término es bien manoseado por la psicología durante sus primeros años, pero previamente había sido utilizado por otras ciencias como la química y la biología para describir ciertos procesos de cada una en donde se identificaban distintos comportamientos de su objeto de estudio, luego incorporándose en la psicología animal por Jennings. La conducta se puede denominar como lo que se puede someter a observación y puedan ser factibles de ser detectadas, para poder conseguir un mayor rigor científico, concentrándose así en las reacciones o manifestaciones exteriores de un determinado individuo, para conseguir una tarea más objetiva. Aunque viéndolo desde esta perspectiva, dejamos de lado a lo más importante que se dedica estudiar la psicología: el proceso psíquico o mental. La conducta comenzó a verse como una acción guiada o conducida por la mente, generando una dicotomía entre cuerpo-mente, dejando al cuerpo como solo un vehículo de las manifestaciones mentales. Históricamente comenzó firmemente el estudio de la conducta con Watson en 1913 exponente y fundador de la escuela de la psicología conductista. Previo a Watson hubieron diferentes autores que años atrás habían comenzado a investigar sobre la conducta y su raíz psicológica (P. Janet y H. Pieron). En la psicología norteamericana, fue más el énfasis que se le dio a los estudios de Watson al entregar una verdadera proclama, consecuente y abierta de una posición materialista en psicología, dando severas limitaciones mecanicistas sobre el psiquismo del ser humano. Indiferente a lo anteriormente mencionado, el conductismo – o behaviorismo – de Watson, aportó conceptos claves a la psicología clásica, poniendo en duda a esta última, oponiéndose a dos postulados fundamentales de esta: la introspección como método científico y, a la consciencia como objeto de la psicología, concentrándose solamente

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en los fenómenos visibles comprobables que puedan ser capaces de ser sometidos a registro riguroso y verificación. Otro de los autores que se enfocó en la conducta fue Kurt Koffka (psicología Gestalt), quien hace una división de la conducta semejante a la de William McDougall1. Presenta una tripartición entre conducta, comportamiento y vivencias. Por otro lado tenemos a Karl Jaspers2 quien intentó unificar los fenómenos que estudia la psicología, ordenándolos en cuatro grupos: Fenómenos vivenciados. Funciones o rendimientos objetivos. Manifestaciones corporales concomitantes3. Objetividades significativas (expresiones, acciones, obras)

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Daniel Lagache4 define a la conducta como la totalidad de las reacciones del organismo en la situación total. Reconociendo en ella: Conducta exterior manifiesta. Experiencia consciente (modificaciones somáticas5 subjetivas). Modificaciones somáticas objetivas. Productos de la conducta. Así vemos como la conducta no solo se remite al conductismo de Watson, sino que paso a ser objeto de interés para muchas áreas psicológicas, y también utilizadas por otras ciencias como la sociología y la antropología, pasando a ser un concepto neutral y objeto de interés para muchas ramas de la psicología. Es así como podemos definir a la conducta como todas las manifestaciones del ser humano sean fisiológicas, artísticas, simbólicas, etc. La conducta como fenómeno central en la psicología: La conducta nunca ha sido ajena a cualquier objeto de estudio de la psicología, sea cual sea su área de investigación. Apegándose a una personalidad y a un contexto social determinado, del cual el ser humano en todo momento es integrante. La conducta se estudia en calidad de proceso, y no de cosa, siendo un estudio más dinámico.

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Orval H. Mowrer6 y Clyde Kluckhonn7 fundan la teoría dinámica de la personalidad la que enumeran 4 proposiciones “mínimas esenciales”: Conducta es funcional, toda conducta tiene una finalidad: liberar tensiones. La conducta implica siempre conflicto. La conducta solo puede comprenderse en función del contexto en el que ella ocurre. Todo organismo vivo tiende a preservar un estado de máxima integración o consistencia interna. Esta teoría de la conducta, coincide y es condescendiente con muchas otras áreas de estudio, teniendo buena aceptación de su concepción acerca la conducta. Especialmente en la psicología, es como se establece que todas sus áreas de estudio, sus diferentes escuelas, consciente o inconscientemente estudian la conducta de los individuos. Existiendo de antemano una dialéctica de la conducta, que puede llegar a ser muy compleja para las distintas áreas que puedan existir. Unidad y pluralidad fenoménica de la conducta. En la conducta podemos reconocer dos tipos de conducta que engloban todas las manifestaciones del ser humano: están las de tipo concreto que son aquellas expresadas corporalmente y todas las que salgan a través del cuerpo humano hacia el mundo exterior, y también las de tipo simbólica, estas manifestaciones no son tangibles sino que simbólicos, en donde se pueden reconocer principalmente los fenómenos mentales. Estos fenómenos de conducta confluyen en un dualismo 8 sustancial que se traspone al idealismo religioso del origen de la conducta, dejando como objeto de estudio determinado a todos los fenómenos reales excluyendo los conceptos de espiritismo y alma dentro de la ciencia psicológica. Enrique Pichon Rivière9 representa los tres tipos de conducta en un esquema (p.29) en donde la mente es el centro, la conducta corporal posterior a esta y por último, la conducta o actuación en el mundo externo. Estos tipos de conducta pasaron a llamarse áreas de la conducta ya que todas se unen en un mismo fenómeno, todas ellas trabajando en conjunto por llevar a cabo una determinada tarea o función. Mowrer y Kluckhonn refieren que los psicólogos se encuentran enfocados en dos grupos: los mecanicistas y los finalistas. El primer grupo los estímulos producen movimientos y centran el estudio en esta relación, mientras que los finalistas se interesan por el estudio de la relación entre los movimientos del cuerpo y los efectos resultantes. Estos autores representan esta

divergencia en un esquema (p.30) que muestra la relación existente entre la estimulación, movimiento y efectos. Entre la estimulación y el movimiento intercalan la existencia de los procesos simbólicos. Agregando que los efectos también pueden ser divididos, según recaigan sobre el sujeto mismo, sobre otros o sobre el medio impersonal. Coexistencia y preponderancia de las áreas de la conducta. Las tres áreas de la conducta son siempre coexistentes, ya que existe una interdependencia entre ellas al permanecer en constante funcionalidad. En el esquema de la pagina 31, se puede ver la preponderancia y coexistencia de las áreas de la conducta. Básicamente se habla respecto de la relación que tienen las áreas de la conducta. Ciencias de la conducta. Se habla de ciencias de la conducta ya que en el ser humano no hay sucesos que deben ser estudiados exclusivamente por una ciencia, es decir, es una dialéctica científica de estudio de la conducta. La conducta es objeto de estudio de todas las ciencias, y ninguna se queda atrás cuando a esta se refiere. La psicología no se priva solamente a estudiar los fenómenos mentales, es más, está el nivel de psicología de integración que engloba todas estas manifestaciones del ser humano, y por lo tanto no excluye ninguna ciencia, sino que las implica. Sin la psicología no tendríamos un conocimiento total del humano, tampoco lo habrá solamente con la psicología. Áreas de la conducta y “las partes del alma”. Antiguos filósofos habían hecho una división del alma atribuyéndole a cada una de ellas un carácter en cierta parte del cuerpo con alguna función determinada en distintos niveles del humano. Nos remitiremos en simplificarlo como lo hace Bleger al hablar de Platón y Aristóteles, que cada una de estas partes del alma funcionaría como áreas psíquicas de cada individuo, como anteriormente lo hacían las áreas de la conducta. Kant, al igual que los antiguos filósofos, había hecho una división, pero de las actividades psíquicas que predominan actualmente: intelecto, afecto y voluntad. Claro que todas estas premisas surgen de entes abstractos que buscan instaurar en el materialismo alguna zona determinada para cada una, ya que el idealismo no era bien aceptado por su tendencia metafísica. Por lo que se produce una antinomia entre el idealismo y el materialismo. predominio sucesivo o alternante de las áreas de la conducta. Se entiende la conducta como una entidad que tiene una triple manifestación fenoménica (mental, corporal y el mundo exterior), y que estas tres áreas coexisten en función de las unas con las otras. En cambio, en una conducta puede predominar una de estas tres áreas, lo que permite que se pueda calificar una conducta con una de estas tres áreas. Aunque este predominio puede estar en constante alternancia en una situación determinada, en donde pueden modificarse un área con otra, y así sucesivamente.

Predominio estable de una conducta. El predominio de una de estas áreas puede ser permanente, teniendo en consecuencia escasa o nula manifestación en el resto de las áreas. Por lo que existen tipologías o clasificaciones de la personalidad establecidas por distintos autores. Se puede encontrar: Predominio en el área mental Esquizoides o seres introvertidos. Predominio en el área del mundo externo Todo transcurre en esta área. Predominio en el área corporal Personalidades infantiles, sensaciones corporales a distintas emociones.

Coincidencia y contradicción de las áreas de la conducta. Este predominio que es alternante o sucesivo puede coincidir en un mismo significado por las diferentes reacciones en sus respectivas áreas. Coinciden también en el hecho de que estos fenómenos son coexistentes los unos con los otros. La contradicción sucesiva se puede identificar en conductas polares (por ejemplo: aceptación y rechazo), en donde se puede sentir una cosa y hacer otra. Por otro lado la contradicción coexistente es un poco más compleja, puede ser y no ser al mismo tiempo, ya que entran en conflicto dos áreas, por ejemplo: cuando se desea ser cordial y al mismo tiempo se está tenso (área 1 vs 2). Sigmund Freud10 se concentró en este fenómeno con la teoría del aparato psíquico donde vemos que se ve obligado en idealizar el concepto de inconsciencia que sería el que está en constante conflicto con la consciencia, que remitido al ejemplo anterior es lo que explica que uno piense en una cosa y haga o se interprete otra. Capítulo IV Ámbito de la conducta Campo y ámbito Hemos desarrollado el concepto de que toda conducta se da siempre en un campo y hemos distinguido en estas últimas subestructuras, alguna de cuyas relaciones hemos estudiado. El campo es siempre una delimitación en el espacio y en el tiempo del fenómeno que se estudia. Otra delimitación, metodológicamente necesaria, es la que se hace en función de la amplitud con que se considera el suceso humano que se analiza. Con gran frecuencia se mezclan conclusiones derivadas de ámbitos como totalmente excluyentes. Otro hecho frecuente es el no reconocer las diferencias entre campo y ámbito. El primero se refiere a la totalidad de los elementos que interaccionan en un tiempo dado, pero es la amplitud de esta totalidad la que permite reconocer los diferentes ámbitos. Todos los fenómenos y objetos existentes en la naturaleza están siempre en relación, como totalidad única, y un conjunto de elementos puede ser tomado para su estudio con una amplitud variable. Esta es una de las características fundamentales del ámbito, el cual tiene aún otra particularidad: la de que no se refiere ni abarca todos los elementos y fenó-menos, sino que se refiere a la amplitud de los sucesos y vínculos humanos. Un individuo puede ser estudiado en forma aislada, pero el estudio puede igualmente recaer sobre conjuntos de individuos o bien sobre fenómenos aun más amplios como las conductas, normas y pautas, consideradas como instituciones sociales. 2. División del ámbito

Según la extensión o amplitud con la cual se estudia un fenómeno, se pueden reconocer tres tipos de ámbitos: 1. Ámbito psicosocial: es aquel que incluye un solo individuo, que es estudiado en sí mismo, autónomamente; es el encuadre adoptado por todo el conjunto de la psicología tradicional. El estudio de un individuo, a través de todos sus vínculos o relaciones interpersonales, pertenece también al ámbito psicosocial, pero el análisis se centra siempre en el individuo. 2. Ámbito socio dinámico: aquí el estudio está centrado sobre el grupo, tomado como unidad, y no sobre cada uno de los individuos que lo integran, como era el caso anterior. 3. Ámbito institucional: la relación de los grupos entre sí y las instituciones que los rigen constituyen en este caso el eje de la indagación. Fig. 8. División del ámbito

Los tres ámbitos no son excluyentes, sino que, a la inversa, todo estudio completo debe abarcarlos a todos, en su unidad y su interjuego, o —por lo menos- no tomar a uno de ellos como la totalidad o confundir y súper-poner indiscriminadamente los fenómenos que tienen lugar en uno y en otro. Se trata, en rigor, de un solo y único ámbito, en el cual el estudio se pierde centrar sobre el individuo, el grupo o las instituciones. (Fig. 8.) Psicología individual y social Esto nos permite aclarar y reiterar, que no existen dos psicologías —individual y social, porque todos los fenómenos humanos son, indefectible En un libro posterior distingo y agrego un cuarto ámbito, el de la comunidad. Psicohigiene y psicología institucional, Bs. As., Paidós, 1966. Herventé, también sociales y porque el ser humano es un ser social. Más aun, la psicología es siempre social, y con ella se puede estudiar también a un individuo tomado como unidad, porque el estudiar individuos no es lo característico de la psicología individual; lo característico de esta última es enfocar los fenómenos individuales como abstractos y referidos totalmente al sujeto mismo. Con la psicología individual es posible también estudiar grupos sociales tanto como con la psicología social se pueden estudiar individuos. Lo que queremos subrayar es que el ámbito psicosocial no pertenece indefectiblemente a la psicología individual, así como el ámbito socio dinámico no corresponde siempre a la psicología porque una y otra no se definen por la cantidad de individuos que estudian, sino por la forma de estudiarlos.

Si, por ejemplo, se estudian los grupos y las normas sociales como provenientes del destino de la libido individual, se están estudiando fenómenos sociales con la metodología de la psicología individual, mientras que si se estudia un solo individuo pero en función de sus vínculos, experiencias sociales, de la asimilación y organización de las mismas, como pautas de conductas de su propia personalidad, estamos utilizando la psicología social. Cuando decimos que no hay dos psicologías, queremos significar que la psicología es siempre social, se estudien individuos, grupos o normas sociales. La psicología individual (como método, no como estudio de individuos) es una abstracción que debe ser totalmente eliminada del campo científico. De esta manera, para nosotros, cuando se habla de psicología individual y social, se habla en realidad de ámbitos: psicosocial para la primera y socio dinámico e institucional para la segunda, la cual puede ser, a su vez, subdividida en micro y macro sociología.

Teoría del campo de Kung Lewin En toda la exposición sobre campos y ámbitos de la conducta que hemos realizado hasta aquí, y que utilizaremos en el libro, se han utilizado portaciones básicas de K. Lewin, pero sin atenernos estrictamente a sus teorías y conceptos. Por su gravitación sobre la psicología contemporánea, creemos necesario reseñar brevemente cuáles son estos aportes, en la forma en que han surgido en su creador. Para K. Lewin, la persona es inseparable del ambiente, y llama Ambiente psicológico a todo lo que rodea al individuo; el conjunto del individuo con su ambiente constituye el Espacio vital, que contiene así la totalidad de hechos que pueden promover y condicionar la conducta; estos hechos son sólo los existentes en un espacio y en un momento dado Entre todos los hechos existentes en un momento dado, el espacio vital es una parte del mismo, constituida por la persona y su medio psicológico, tal como existe para ella; pero, además, existe una multitud de procesos en el mundo físico o social, que no afecta el espacio vital del individuo en ese momento, y al que se denomina Espacio no psicológico. Entre ambos existe una tercera zona de hechos o sucesos, llamada Zona limítrofe, constituida por ciertas partes del mundo físico o social que afectan el espacio vital. El espacio vital de Lewin es el que nosotros hemos comprendido como campo psicológico, incluyendo el campo de conciencia.