Respuestas a las Sectas (Norman L. Geisler & Ron Rhodes).pdf

Norman L. Geisler Ron Rhodes RESPUESTAS A LAS SECTAS UN MANUAL POPULAR SOBRE LAS INTERPRETACIONES ERRADAS DE LAS

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Norman L. Geisler Ron Rhodes

RESPUESTAS A LAS

SECTAS UN

MANUAL

POPULAR

SOBRE

LAS

INTERPRETACIONES ERRADAS DE LAS SECTAS

RECONOCIMIENTOS

_______________________________________________

Deseo agradecer a Kenny Hood, David Johnson, Trevor Mander, Douglas Potter, Steve Puryear, y especialmente a mi esposa Bárbara, quien me ayudó en la preparación de este manuscrito. Sin la talentosa colaboración de cada uno no habría podido producir mi parte del libro. — Norman L. Geisler

Además de los mencionados anteriormente, deseo agradecer a mi esposa Kerri, cuya colaboración y ánimo son siempre muy apreciados, y a nuestros dos hijos, David y Kylie (mi equipo personal de animadores). — Ronald Rhodes

ÍNDICE

- Introducción: Características generales de las sectas

22.

Mateo

44.

1 Juan

23.

Marcos

45.

2 Juan

1.

Génesis

24.

Lucas

46.

3 Juan

2.

Éxodo

25.

Juan

47.

Apocalipsis

3.

Levítico

26.

Hechos

- Bibliografía

4.

Deuteronomio

27.

Romanos

5.

Josué

28.

1 Corintios

6.

1 Samuel

29.

2 Corintios

7.

2 Samuel

30.

Gálatas

8.

1 Reyes

31.

Efesios

9.

2 Reyes

32.

Filipenses

10.

2 Crónicas

33.

Colosenses

11.

Job

34.

1 Tesalonicenses

12.

Salmos

35.

2 Tesalonicenses

13.

Proverbios

14.

Eclesiastés

36.

1 Timoteo

15.

Isaías

37.

2 Timoteo

16.

Jeremías

38.

Tito

17.

Ezequiel

39.

Filemón

18.

Amos

40.

Hebreos

19.

Jonás

41.

Santiago

20.

Habacuc

42.

1 Pedro

21.

Malaquías

43.

2 Pedro

INTRODUCCIÓN CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS SECTAS Las sectas y las religiones nuevas se están disparando en proporciones sin precedentes en el horizonte americano. Con el ocaso de la luz del cristianismo, la oscuridad está entrando a raudales de todos lados. Los testigos de Jehová, los mormones e infinidad de religiones de la Nueva Era: todos andan buscando las almas de los seres humanos. Cada una pretende tener el camino más novedoso a la iluminación, el profeta para nuestros tiempos o el camino que asegura la paz universal. Algunos expertos dicen que hay unas 700 sectas, mientras que otros dicen que hay hasta 3.000. Las sectas en una u otra forma cuentan con más de 20 millones de adeptos en los Estados Unidos, y se van multiplicando a un paso alarmante. A nivel mundial hay ahora más de 5 millones de testigos de Jehová (que pasan más de mil millones de horashombre cada año haciendo proselitismo), casi 9 millones de mormones (que actualmente aumentan a razón de 1.500 miembros nuevos cada día), y decenas de millones de adeptos de la Nueva Era. Las religiones mundiales que están diametralmente opuestas al cristianismo también van creciendo a un paso aterrador. Por ejemplo, hay casi mil millones de musulmanes en el mundo. ¡Se trata de casi una persona de cada cinco en la Tierra! Tan sólo en América del Norte se calcula que hay entre 4 y 8 millones de musulmanes. Y hay más de 1.100 mezquitas musulmanes en los Estados Unidos. Desde luego, los cristianos deben tomar en serio la amenaza de las sectas y aprender a defender el cristianismo ante el ataque. Este libro le ayudará a lograr esa meta. Pero primero es importante que entendamos algunos de los rasgos comunes de las sectas.

¿QUÉ ES UNA SECTA? No hay ninguna definición universalmente aceptada dc una secta; sólo hay algunos rasgos generalmente reconocibles, En realidad, hay tres dimensiones distintas de una secta: la doctrinal, la sociológica y la moral. A continuación hacemos un breve resumen de estos aspectos. Sin embargo, hay que tener presente que no toda secta manifiesta cada característica que consideramos.

Características doctrinales de una secta Las sectas tienen muchas características doctrinales. Por lo usual se hace hincapié en una revelación nueva de Dios, una negación de la autoridad exclusiva de la Biblia, una negación de la Trinidad, una visión distorsionada de Dios y de Jesús, o una negación de la salvación por gracia.

Revelación nueva. Muchos dirigentes de sectas afirman tener una conexión directa con Dios, Las enseñanzas de la secta cambian a menudo y, por tanto, necesitan nuevas "revelaciones" para justificar tales cambios. Los mormones, por ejemplo, antes excluían a los negros del sacerdocio. Cuando se ejerció presión social contra la Iglesia Mormona por esa forma de racismo descarada, el presidente mormón recibió una nueva "revelación" que revocó el decreto anterior. Los testigos de Jehová realizaron el mismo tipo de cambio con respecto a la enseñanza anterior de la Atalaya de que las vacunas y los trasplantes de órganos estaban prohibidos por Jehová. Negación de la autoridad exclusiva de la Biblia. Muchas sectas niegan la autoridad exclusiva de la Biblia. Los mormones, por ejemplo, creen que el Libro de Mormón es una Escritura superior a la Biblia. Jim Jones, fundador y dirigente de Jonestown, puso su propia autoridad en un plano más alto que la de la Biblia. Los Cristianos Cientistas elevan el libro de Mary Baker Eddy Ciencia y salud a la autoridad suprema. El reverendo Moon dio a su libro Los principios divinos autoridad sobre todos sus seguidores. Los adeptos de la Nueva Era creen en muchas formas modernas de revelación autorizada, tales como el Evangelio Acuario de Jesús el Cristo. Visión distorsionada de Dios y de Jesús. Muchas sectas exponen una visión distorsionada de Dios y de Jesús. Los Pentecostales Unidos (Jesús Solo), por ejemplo, niegan La Trinidad y sostienen una forma de modalismo, afirmando que Jesús es Dios y que "Padre", "Hijo" y "Espíritu Santo" son simplemente nombres de Jesús. Los testigos de Jehová niegan tanto la Trinidad como la deidad absoluta de Cristo, diciendo que Cristo es un dios inferior al Padre (que es Dios Todopoderoso). Los mormones dicen que Jesús fue "Procreado" (Por un Padre y una madre celestiales) en un momento del tiempo, y que fue el hermano espiritual de Lucifer. Los mormones si hablan de una "Trinidad", pero la redefinen como un Triteísmo (es decir, tres dioses). Los seguidores del bahaísmo dicen que Jesús fue sólo uno de muchos profetas de Dios. El Jesús de los espiritistas no fue más que un médium avanzado. El Jesús de los Teósofos es una simple reencarnación del denominado Maestro del Mundo (de quien se dice que se reencarna periódicamente en el cuerpo de un discípulo humano). El Jesús de Edgar Cayce es un ser que en su primera encarnación fue Adán y en su trigésima reencarnación fue "el Cristo". En relación con lo anterior, las sectas también suelen negar la resurrección corporal de Jesucristo. Los testigos de Jehová, por ejemplo, dicen que Jesús resucitó de entre los muertos como una criatura espiritual invisible. Herbert W. Armstrong, fundador de la Iglesia de Dios Universal, también negaba la resurrección física de Cristo. (Nótese que en años recientes la Iglesia de Dios Universal ha repudiado muchas de las enseñanzas de Armstrong y ha dado pasos significativos hacia la ortodoxia.) Negación de la salvación por gracia. Las sectas, por lo general, niegan la salvación por gracia, distorsionando así la pureza del evangelio. Los mormones, por ejemplo, ponen énfasis en la necesidad de hacerse cada vez más perfecto en esta vida. Los testigos de Jehová recalcan la importancia de distribuir literatura de la Atalaya de puerta en puerta como parte de "ocuparse en" su salvación. Herbert W. Armstrong dijo que la idea de que no se requieren obras para la salvación tenía sus orígenes en Satanás.

A base del breve resumen anterior, está claro que todas las sectas niegan una o más de las doctrinas fundamentales y esenciales del cristianismo.

Características sociológicas de una secta Además de las características doctrinales de las sectas, muchas sectas (aunque no todas) también tienen rasgos sociológicos. Incluyen el autoritarismo, el exclusivismo, el dogmatismo, la estrechez de miras, la vulnerabilidad, la compartimentación, el aislamiento y aun el antagonismo. Vamos a considerar brevemente estas características. Autoritarismo. El autoritarismo incluye la aceptación de una figura de autoridad que a menudo usa técnicas de control mental con los miembros del grupo. Se considera suprema la palabra del dirigente, ya que éste es el profeta o fundador. El extinto David Koresh de la secta de los Davidianos en Waco, Tejas, Estados Unidos es un ejemplo trágico. Entre otras sectas que practican el autoritarismo son los Niños de Dios (ahora llamada "La Familia"), la Iglesia de la Unificación y Jonestown (dirigido Por Jim Jones). No se deben confundir los profetas/fundadores de sectas con reformadores o evangelistas legítimos, tales como Martín Lutero y Juan Wesley. Las diferencias son importantes. Un reformador, a diferencia del fundador de una secta, guía a la gente por amor, no por temor. Influye mediante el amor, no el odio. Procura motivar el corazón pero de ninguna manera intenta controlar la mente. Guía a sus seguidores como un pastor guía las ovejas; no los arrea como cabras. Exclusivismo. Otra característica de las sectas es un exclusivismo que dice: "Sólo nosotros tenemos la verdad." Los mormones creen ser la comunidad exclusiva de los salvos en la Tierra. Los testigos de Jehová creen ser la comunidad exclusiva de los salvos. Algunos grupos manifiestan exclusivismo en su práctica de vida comunitaria. En tales condiciones es más fácil mantener el control sobre los miembros de la secta. Ejemplos de este tipo de secta incluyen los Niños de Dios y los Davidianos. Es importante señalar aquí que hay algunos grupos religiosos que practican la vida comunitaria pero que no son sectas. Los de ―Jesus People USA‖ (Pueblo de Jesús en los Estados Unidos) en Chicago son un ejemplo de un buen grupo cristiano que vive en forma comunitaria. Dogmatismo. Una característica estrechamente ligada con la anterior es que muchas sectas son dogmáticas. Con frecuencia se expresa este dogmatismo de manera institucional. Por ejemplo, los mormones afirman ser la única iglesia verdadera en la Tierra. Los testigos de Jehová afirman que la Sociedad de la Atalaya es la única voz de Jehová en la Tierra. David Koresh decía que sólo él podía interpretar la Biblia. Muchas sectas creen que tienen la verdad, por decirlo así, en una maleta. Solamente ellos están en Posesión de los oráculos divinos. Estrechez de miras. La característica de estrechez de miras va de la mano con el dogmatismo. La negativa tan siquiera a considerar cualquier otro punto de vista tiene a menudo manifestaciones radicales. Un mormón culto a quien encontramos dijo que no le importaba si se podía probar que José Smith era un falso Profeta; aun así seguiría

siendo mormón. Un testigo de Jehová a quién conocimos se negó a terminar de leer un artículo que demostraba la deidad de Cristo Porque, dijo él, "Está Perturbando mi fe." Vulnerabilidad. El Perfil sicológico de muchas personas que son arrastradas a las sectas es poco halagüeño. Con mucha frecuencia, aunque no siempre, las personas que se unen a las sectas son muy crédulas. A veces aun son sicológicamente vulnerables. Pero más que nada, la mentalidad del sectista se caracteriza Por una compartimentación malsana (es decir, "compartimentan" hechos contradictorios y hacen caso omiso de cualquier cosa qué se contradiga con lo que afirman). Muchos mormones tienen un "ardor interior" que hace casi imposible convencerlos lógicamente de los errores de su fe. Los miembros de las sectas a menudo aceptan las enseñanzas con una clase de fe ciega que es inmune a razonamiento sólido. Un misionero mormón dijo que creería el Libro de Mormón ¡aunque dijera que hay círculos cuadrados! Aislamiento. Las sectas más extremas a veces crean fronteras fortificadas, las cuales a menudo precipitan desenlaces trágicos, tales como el desastre en Waco, Tejas con la secta de los Davidianos. A los desertores se les considera traidores, y a veces sus vidas son puestas en peligro por los miembros más fervientes de la secta. En muchos casos se les dice a los miembros de la secta que si se van del grupo, serán atacados y destruidos por Satanás. La construcción de tales barreras, ya sean físicas o sicológicas, crea un ambiente de aislamiento, que a su vez a menudo conduce al antagonismo. Antagonismo. En un contexto de aislamiento, se generan tanto miedo como antagonismo hacia el mundo exterior. Se considera que todos los demás grupos son apóstatas. Se les considera "el enemigo" y "herramientas de Satanás". En casos extremos esta actitud puede llevar a un conflicto armado, tal como sucedió en Jonestown y en Waco.

Características morales de una secta Además de los rasgos doctrinales y sociológicos de las sectas, hay también unas dimensiones mortales que se deben tomar en cuenta. Entre las que surgen con más frecuencia con más frecuencia son el legalismo, la perversión sexual, la intolerancia, y maltrato sicológico o aun físico. Pero hay que repetir que no toda secta manifiesta cada uno de estos rasgos. Legalismo. El establecimiento de un código rígido que los devotos deben observar es común a muchas sectas. Estas normas son, por lo general, extrabíblicas. La enseñanza mormona que prohíbe el uso de café, té o cualquier bebida con cafeína es un ejemplo que viene al caso. El requisito de la Sociedad de la Atalaya de que los testigos de Jehová distribuyan literatura de puerta en puerta es otro ejemplo. El ascetismo de tipo monástico, con su rigurosa observancia de reglas, a menudo es considerado una manera de ganarse el favor de Dios. En ese sentido es una manifestación del rechazo de la gracia de Dios común entre las sectas. Perversión sexual. Junto con el legalismo, el vicio gemelo de la perversión moral se encuentra con frecuencia en las sectas. José Smith (y otros dirigentes mormones) tenían muchas esposas. David Koresh afirmaba ser el dueño de todas las mujeres de su grupo, hasta las niñas. De acuerdo con una revelación en 1989, eso incluía aun niñas tan jóvenes como diez años. Los Niños de Dios durante toda su historia han usado técnicas

de "pesca coqueta" para atraer sexualmente a personas a unirse a la secta. Se ha denunciado que hay relaciones sexuales entre adultos y niños en esta secta. Maltrato físico. Trágicamente, algunas sectas practican formas de maltrato físico. Ex miembros de sectas a menudo acusan a sus dirigentes de golpear a las personas, privarlas de sueño, privarlas de alimentos en grado severo, y golpear a niños hasta dejarlos con moretones y sangrando. A veces hay cargos de maltrato ritualista satánico, aunque tales cargos parecen ser mucho más raros de lo que se insinúa en algunos informes. Sin embargo, el maltrato sicológico, como por ejemplo temor, intimidación y aislamiento, es más común. El colmo del maltrato físico se demuestra en la persona del dirigente sectista Jim Jones, quien llevó a todos los miembros de Jonestown a tomar ponche envenenado. Intolerancia hacia otros. La tolerancia no es una de las virtudes de la mentalidad de las sectas. A menudo la intolerancia se manifiesta como antagonismo y a veces culmina en asesinatos. En la historia tanto de los mormones como de los Davidianos hay ejemplos de esta clase de intolerancia violenta. Desde luego, otros grupos religiosos, tales como los musulmanes radicales, son conocidos por el mismo tipo de actos. Más cerca de nosotros, la Inquisición Española es una manifestación del fervor sectista cristiano.

METODOLOGÍA DE LAS SECTAS Las sectas son muy conocidas por sus métodos cuestionables. Por ejemplo, las sectas a menudo usan engaños morales y proselitismo agresivo. Vamos a considerar brevemente estos aspectos. Engaños morales. Los Moonies son conocidos por sus denominados "engaños celestiales". Se emplean duplicidad y mentiras para ganar conversos al movimiento. El fundador de los mormones, José Smith, también usaba tácticas fraudulentas que de vez en cuando lo llevaban ante los tribunales, donde en una oportunidad fue hallado culpable y multado. Los dirigentes modernos de la Meditación Trascendental también han actuado de manera engañosa tratando de promover su causa. Mucho más común es el uso por las sectas de términos cristianos infundidos de sentidos nuevos, engañando así a cristianos no preparados y haciendo que crean que la secta es cristiana. Por ejemplo, las sectas de la Nueva Era a veces emplean los términos cristianos "resurrección" y "ascensión" cuando en realidad quieren decir el "crecimiento" de la conciencia Crística en el mundo. El conocido término cristiano ―nacido de nuevo‖ lo emplean a menudo los adeptos de la Nueva Era para sostener la doctrina de la reencarnación. El término "el Cristo" es empleado por los seguidores de la Nueva Era para buscar la aprobación de los cristianos, aunque para aquéllos en realidad designa un cargo oculto ocupado por varios gurúes a lo largo de la historia. Proselitismo agresivo. Hay, por supuesto, un sentido positivo en el que toda religión misionera hace proselitismo. Es decir, tratan de ganar conversos para su fe. El cristianismo, el judaísmo, el islam, y aun algunas formas del hinduismo y el budismo tratan de convertir a las personas a sus creencias.

Las sectas, sin embargo, toman medidas extremas en sus actividades proselitistas. A menudo su proselitismo excesivo es un intento de ganarse la aprobación de Dios. Trabajan para ganarse la gracia y no como resultado de la gracia como enseña la Biblia (2 Co 5.14). A veces hacen grandes esfuerzos a fin de satisfacer su propio ego. Muchas veces su proselitismo excesivamente ferviente se realiza mediante evangelismo impersonal o acorralando a las personas. Los seguidores de la Iglesia de Cristo de Boston son conocidos por sus esfuerzos excesivamente fervientes por ganar adeptos en los recintos universitarios en todos los Estados Unidos. Tanto los mormones como los testigos de Jehová llevan a cabo programas extensos de proselitismo de puerta en puerta, aunque por lo general sus métodos son menos odiosos. Por supuesto, es importante hacer notar que aunque casi todas las sectas son agresivas en su evangelismo, no todos los grupos que evangelizan de manera agresiva son sectas. La Cruzada Estudiantil para Cristo y los Judíos por Jesús son ministerios que son fervientes en su evangelismo, pero no son sectas. En efecto, si la iglesia cristiana fuera más ferviente en el evangelismo verdadero, el mundo tendría menos proselitismo por las sectas.

¿POR QUÉ CRECEN LAS SECTAS? Un renombrado investigador de las sectas observó que las sectas son "las cuentas por pagar de la iglesia". La iglesia no ha capacitado a sus miembros en la doctrina; no ha influido realmente en la vida moral de sus miembros; no ha satisfecho las necesidades más apremiantes de las personas; y no le ha dado a la gente un sentido de ser parte de algo. El fracaso de la iglesia es ancho y profundo, y eso ha propiciado el florecimiento de las sectas. Pero, por supuesto, se puede atribuir el crecimiento de las sectas a muchos otros factores también. Entre otras cosas, las sectas se están multiplicando debido al crecimiento del relativismo, el egoísmo, el subjetivismo y el misticismo. Además, la rebeldía y el desmoronamiento de las familias han contribuido al aumento de sectas en todo el mundo. Considérese lo siguiente: Fracaso doctrinal. Walter Martín dijo en una oportunidad que el crecimiento de las sectas es "directamente proporcional al énfasis fluctuante que la iglesia cristiana ha puesto en la enseñanza de doctrina bíblica a los laicos cristianos. Por cierto, unos cuantos pastores, maestros y evangelistas defienden adecuadamente sus creencias, pero la mayoría de ellos —y la mayoría de los laicos cristianos comunes y corrientes— tienen grandes dificultades en debatir y refutar a un adepto bien preparado de casi cualquier variedad de secta" (The Rise of the Cults [Crecimiento de las sectas], p. 24). El hecho de que la iglesia no haya enseñado doctrina sana conduce a la aceptación de doctrina falsa. Las falsificaciones se reconocen sólo comparándolas con lo auténtico. Aumento del relativismo. El crecimiento del relativismo en nuestra cultura también ha contribuido al crecimiento de las sectas. Las declaraciones "Eso podría ser cierto para usted, pero no para mí" y "Todo es relativo a la situación" se han vuelto casi proverbiales hoy. Esta plaga de relativismo casi inunda la tierra. Junto con la mentalidad de "Haz lo que te guste" ha venido el síndrome de "Ten tu propia religión". La negación

por parte del humanismo secular de todo absoluto dado por Dios ha creado un vacío del tamaño de Dios en nuestra sociedad, y el misticismo oriental ha entrado rápidamente en él. Giro místico hacia el Este. The Turn East [El giro hacia el Este], el título que Harvey Cox de la Universidad de Harvard ha puesto a su libro, ha sido tanto natural como es espectacular. Una vez que la sociedad estadounidense rechazó sus raíces judeocristianas a favor del humanismo secular, que no puede satisfacer los deseos del corazón de las personas, la única fuerza importante que quedaba era el misticismo oriental. El teísmo cristiano afirma que Dios creó todo. El ateísmo secular declara que no hay ningún Dios en absoluto. Puesto que se encontró que ninguna de esas alternativas era satisfactoria, nuestra cultura se ha vuelto ahora a sectas orientales que Proclaman que Dios es todo y todo es Dios. Este giro hacia el Este ha ido acompañado de un giro hacia lo interior. Las sectas místicas, que hacen hincapié en las experiencias subjetivas y los sentimientos interiores, han crecido rápidamente tras el misticismo. Como cultura nos hemos vuelto de la exploración del universo allá afuera a la exploración del universo aquí adentro, dentro de nosotros. La atención no se centra tanto en el espacio sideral corno en el espacio interior. Eso, por supuesto, es lo que siempre han enseñado los místicos orientales, y le hace el juego a las sectas de la Nueva Era. Énfasis en el yo. El crecimiento del egoísmo también ha contribuido a la proliferación de las sectas. La mentalidad de "Haz lo que te guste" conduce naturalmente al movimiento de "Comienza tu propia secta". Podríamos decir que las sectas son la libertad religiosa en decadencia. La filosofía humanista de "Sálvese quien pueda" es un fertilizante perfecto para el crecimiento de las religiones nuevas que satisfacen las necesidades subjetivas del individuo, en vez de satisfacer sus necesidades reales. Énfasis en los sentimientos. Otro factor que conduce al crecimiento de las sectas es el crecimiento del subjetivismo y el existencialismo. Dada la sed aparentemente insaciable de religión, el síndrome de "Si te gusta, hazlo" conduce naturalmente a la búsqueda de religiones que nos gustan. Aunque algunos todavía buscan un atajo a la nirvana mediante las drogas sicodélicas, otros buscan una experiencia mística subjetiva que trasciende las rutinas de la vida diaria. Eso explica en gran medida el crecimiento de las sectas de la Nueva Era, tales como la Meditación Trascendental. Rebeldía moral. Detrás de todos los factores sociológicos y sicológicos que fomentan el crecimiento de las sectas está la depravación moral. La Biblia explica muy claramente que los seres humanos se han rebelado contra el Dios que sí existe (Ro 1.18s.). Una dimensión de esta rebeldía es moral. Las personas se vuelven a religiones más cómodas cuando el estilo de vida que han escogido va en contra de los imperativos morales de un Dios trascendente y soberano. La perversión moral que existe en muchas sectas da abundante testimonio de la depravación que se encuentra en el mundo de las sectas. Los seguidores del gurú hindú Rajneesh tomaban parte en orgías en Oregón. La secta de David Berg, Los Niños de Dios, es muy conocida por sus perversiones sexuales. En realidad, la perversión moral es característica de muchas sectas. Esta rebeldía moral se manifestó en el movimiento contra el sistema, el gobierno y la familia que surgió de la década de los años sesenta y que fue llevado hasta los noventa por su propia inercia.

Desmoronamiento social de las familias. Walter Martín dijo en una oportunidad: "Vemos una generación sin un sentido de la historia: aislada del pasado, alienada del presente, y con un concepto fragmentado del futuro" (The New Cults [Las sectas nuevas], p. 28). Muchas sectas han sacado provecho del desmoronamiento de las familias en nuestra sociedad y se han convertido en familias suplentes para la "generación perdida". No es insignificante que muchos miembros de las sectas se dirigen a los dirigentes de sus sectas como si fueran padres. Por ejemplo, Elizabeth Clare Prophet, dirigente de un grupo de la Nueva Era llamado La Iglesia Universal y Triunfante, es conocida con cariño entre sus seguidores como ―Gurú Ma" (= Mamá). A David "Moses" (Moisés) Berg, fundador de Los Niños de Dios, los miembros de la secta a menudo lo llamaban ―Padre David". Asimismo, al Reverendo Moon los miembros de la Iglesia Unificación a menudo lo llaman "Padre Moon".

¿QUÉ ES LO QUE HACE PELIGROSAS LAS SECTAS? Las sectas presentan muchos peligros, tanto a la iglesia como a los individuos. Estos peligros son de orden espiritual, sicológico y aun físico. Considérese lo siguiente

Peligros espirituales de las sectas Las sectas entrañan errores graves, y el error es siempre peligroso porque engaña a las personas. La Biblia declara que el diablo es el padre de mentira: "Él ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, pues es mentiroso y padre de mentira" (Jn 8.44). En última instancia todo error es inspirado por el diablo. Como dice el apóstol Pablo: "Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios" (1 Ti 4.1). Aquellos que creen las mentiras ya están engañados. Si actúan sobre la base de estas mentiras, están en peligro. Algunos ejemplos cotidianos recalcan bien el concepto. Si uno cree que una señal de cruce de ferrocarril encendida sólo está funcionando mal, pero no es así, está en mucho peligro de ser embestido por un tren. Si cree que el hielo en un lago es muy grueso cuando en realidad es delgado, corre el riesgo de morir ahogado. Si cree que está en una calle de dos vías cuando en realidad es de una vía, corre mucho peligro de un choque frontal. El peligro espiritual de creer una mentira es aún más serio: ¡tiene consecuencias eternas! Morir creyendo en el Jesús de los testigos de Jehová o en el Jesús del mormonismo es morir creyendo en un Jesús falsificado que predica un evangelio falsificado que produce una salvación falsificada (que, en realidad, no es salvación en absoluto).

Peligros sicológicos de las sectas El daño sicológico que causan las sectas puede ser inmenso. Las sectas a menudo se aprovechan de personas vulnerables. Muchas sectas buscan a personas solitarias y les

prodigan cariño (a veces esta práctica se llama bombardeo de amor) hasta que la persona queda "enganchada‖. Los dirigentes de las sectas se convierten en la autoridad absoluta para personas débiles que en sus familias han tenido poca autoridad o ninguna. En algunos casos esta autoridad puede abarcar todos los aspectos de la vida: cuánto tiempo duerme uno, qué come, qué clase de ropa usa, etcétera. Tales personas se esclavizan sicológicamente a los caprichos del dirigente de la secta.

Peligros físicos de las sectas En vista de sucesos recientes, toda secta debe tener un aviso: "ADVERTENCIA: Esta religión podría ser peligrosa para su salud y su vida." En 1983 Hobart Freeman, dirigente de la Asamblea de Fe en Fort Wayne, Indiana, EE.UU., murió después de botar la medicina para su corazón. Unos 52 miembros más de su grupo murieron, muchos de ellos bebés y niños. Jim Jones convenció a 900 de sus seguidores a unírsele en un supuesto pacto suicida. De la misma manera, David Koresh llevó a 80 de sus seguidores a un suicidio en llamas en Waco, Tejas en 1992. No es de extrañar que la Biblia advierta constantemente contra la falsa doctrina. Jesús dijo: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces" (Mt 7.15).

LAS SECTAS Y LA DISTORSIÓN DE LAS ESCRITURAS En vista de este aluvión de falsificaciones, los creyentes tienen una necesidad sin precedentes de una comprensión más profunda del cristianismo auténtico. Es imposible reconocer un fraude a menos que tengamos una buena comprensión de lo auténtico. Se puede medir el error sólo comparándolo con la verdad de la Palabra inerrante de Dios. La realidad es que las sectas son muy conocidas por su distorsión de las Escrituras. Al tratar con las sectas uno debe tener presente que siempre están construidas, no sobre lo que enseña la Biblia, sino sobre lo que los fundadores o dirigentes de las distintas sectas dicen que enseña la Biblia. El presente libro fue escrito a fin de ayudarlo a usted, querido lector, para que pueda, con amor, volverle las tornas al miembro de la secta y "destorcer" las Escrituras, de manera que éste pueda ver lo que realmente enseñan las Escrituras. Recuerde que Jesús dijo que sus palabras conducen a la vida eterna (Jn 6.63). Pero para que recibamos vida eterna mediante sus palabras, hay que entenderlas en la forma que Él pretendía que se entendieran. Una reinterpretación sectaria de las Escrituras que produce otro Jesús y otro evangelio (2 Co 11.3, 4; Gl 1.6 – 9) producirá sólo muerte eterna (Ap 20.11 – 15). Este libro fue escrito también para ayudarlo a ―destorcer‖ las interpretaciones incorrectas de grupos aberrantes que no reúnen todas las características de una secta. La Iglesia Católica Romana es un ejemplo. Aunque es, en lo esencial, una iglesia cristiana y no es técnicamente una secta (por lo menos no en sus enseñanzas oficiales), aun así hay muchas doctrinas aberrantes que se enseñan en el catolicismo romano. Estas aberraciones doctrinales son tan serias que minan algunos aspectos de la ortodoxia, en tal grado que justificaron la Reforma Protestante del siglo dieciséis y la separación

continuada del protestantismo contemporáneo del catolicismo. Encontrará que este libro lo ayudará a responder a las aberraciones de las Escrituras de los católicos. Debemos recordar que una manera en que podemos brillar como luces en nuestro mundo (Mt 5.16) es dando un ejemplo constante ante otros de lo que significa usar bien la palabra de verdad (2 Ti 2.15). Si hacemos eso, otros pueden llegar a imitarnos. A medida que los demás aprendan a imitarnos en usar bien las Escrituras, ellos también pueden ser usados por Dios para dar un ejemplo ante otros más. El proceso comienza con una sola persona: usted. Juntos podemos frenar el crecimiento de las sectas y los grupos aberrantes.

CAPÍTULO 1

GÉNESIS

GÉNESIS 1.1, 2: ¿Es el Espíritu Santo una persona, o es el Espíritu Santo ―la fuerza activa‖ de Dios? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová creen que este versículo da a entender que el Espíritu Santo no es una persona, sino la fuerza activa de Dios. Dios supuestamente usó esta "fuerza" al crear el universo. Creen que, ya que la palabra hebrea para "espíritu" también se puede traducir como "viento", tienen razón al traducir el término como "fuerza activa" en Génesis 1.2 (Should You Believe in the Trinity? [¿Debe usted creer en la Trinidad?], 1989, p. 20). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La palabra hebrea rúaj puede tener varios sentidos, entre ellos "aliento", "viento" y "espíritu (es decir, el Espíritu Santo)". Sin embargo, puesto que las referencias al Espíritu Santo, tanto aquí como en otras partes de las Escrituras, sistemáticamente dan pruebas de la personalidad del Espíritu Santo, se debe descartar la traducción "fuerza activa".

En primer lugar, aun aquí el Espíritu Santo está participando en el acto de creación, que incluye acción inteligente al formar el mundo. El acto mismo de "moverse" sobre las aguas insinúa un propósito inteligente. En otras partes del Antiguo Testamento el Espíritu Santo muestra los atributos de la personalidad. Puede ungir a una persona para un ministerio de predicación (Is 61.1) y aun puede enojarse por nuestro pecado (Is 63.10; cf. Ef 4.30). En efecto, se atribuyen al Espíritu Santo todas las características esenciales de la personalidad: tiene una mente (Ro 8.27; 1 Co 2.10; Ef 1.17), emociones (Ef 4.30) y voluntad (1 Co 12.11). Una simple "fuerza" no tiene esos atributos. Además, el Espíritu Santo hace cosas que sólo podría hacer una persona. Por ejemplo, enseña (Jn 14.26), guía (Ro 8.14), da órdenes (Hch 8.29), intercede (Ro 8.26) y habla a las personas (Jn 15.26; 2 P 1.21). Por último, siempre se trata al Espíritu Santo como a una persona. Por ejemplo, se le puede mentir (Hch 5.3). Uno no puede mentir a una fuerza (por ejemplo, a la electricidad) o a ninguna cosa impersonal. Sólo es posible mentirle a una persona. En vista de tales factores, uno no puede traducir rúaj como "fuerza activa" cuando se aplica este término al Espíritu Santo, pues el Espíritu Santo es claramente una persona. Véanse los comentarios sobre Hechos 2.4. GÉNESIS 1.26: ¿Indica este versículo que hay más de un dios? TERGIVERSACIÓN: Si hay sólo" un Dios, ¿por qué emplea este versículo de Génesis la forma plural del verbo al referirse a Dios? Los mormones a menudo señalan que la palabra hebrea que normalmente se traduce como "Dios", Elohím, es plural, y que se emplea la forma plural del verbo. Para ellos eso significa que hay más de un Dios: "En el mismo Principio la Biblia muestra que hay una pluralidad de Dioses, sin ninguna posibilidad de refutación… La palabra Elohím debe ir en plural en todo el libro: Dioses‖ (Smith, 1976, p. 372). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: A lo largo de la historia se han ofrecido varias explicaciones del uso de la forma plural del verbo. Algunos comentaristas han afirmado que Dios se dirigía a los ángeles. Pero eso es poco probable ya que en el versículo 26 Dios dice: "Hagamos al hombre a nuestra imagen", mientras que el versículo 27 especifica que ―creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó‖, y no a imagen de los ángeles. Otros han dicho que el pronombre plural se refiere a la Trinidad. Es cierto que el Nuevo Testamento (p. ej., Juan 1.1) enseña que el Hijo participó en la creación de los cielos y la tierra. También, Génesis 1.2 indica que el Espíritu Santo participó en el proceso de creación. Sin embargo, los estudiosos de la gramática hebrea señalan que el verbo plural en hebreo es necesario simplemente debido al sustantivo plural en hebreo, Elohím, que se traduce como "Dios" ("Entonces dijo Dios [Elohím, plural]: «Hagamos [plural] al hombre a nuestra [plural] imagen...»"). Por consiguiente, afirman que no se debe usar esta declaración para probar la doctrina de la Trinidad.

Otros más han aseverado que el plural se emplea como figura retórica llamada plural de majestad. En efecto, el Corán, que niega que haya más de una persona en Dios, emplea el plural con referencia a Dios. En este uso, Dios se está hablando a sí mismo de manera tal que indica que todo su poder y sabiduría majestuosos fueron parte de la creación de la humanidad. Tal como ya se ha notado, el plural del verbo "hagamos" corresponde al plural de la palabra hebrea Elohím, traducida como "Dios". El hecho de que el nombre Dios sea plural en hebreo no indica que haya más de un Dios. (La reina Victoria, de Gran Bretaña, usaba un plural de majestad al referirse a sí misma. En una oportunidad comentó: "No le vemos la gracia.") Muchos pasajes del Nuevo Testamento se refieren a Dios con el sustantivo griego singular theós, que también se traduce como "Dios" (p. ej., Jn 1.1; Mc 13.19; Ef 3.9). La naturaleza plural de la palabra hebrea está destinada a dar un sentido más pleno y majestuoso al nombre de Dios. Sin embargo, se debe notar que el Nuevo Testamento enseña claramente que Dios es una Trinidad (Mt 3.16, 17; 2 Co 13.14; 1 P 1.2), y aunque la doctrina de la Trinidad no está del todo desarrollada en el Antiguo Testamento, está prefigurada (cf. Sal 110.1; Pr 30.4; Is 63.7, 9, 10). GÉNESIS 1.26: El hecho de que seamos creados a la imagen de Dios, ¿significa que somos "pequeños dioses", como dicen los dirigentes del movimiento de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Los maestros del movimiento de la Palabra de Fe sugieren que la palabra hebrea para "imagen" en este versículo significa literalmente "una duplicación cualitativa exacta" (Savelle, 1990, p. 141). En efecto, la humanidad "fue creada en condiciones de igualdad con Dios, y podría estar en la presencia de Dios sin ninguna conciencia de inferioridad… Dios nos ha hecho como él mismo en el grado posible... Nos hizo la misma clase de ser que es él mismo" (Hagin, 1988, pp. 35, 36, 41). CORRECCIÓN DE LATERGIVERSACIÓN: Lo único que enseña Génesis 1.26, 27 es que la humanidad fue creada a la imagen o semejanza de Dios en el sentido de que un ser humano es un reflejo finito de Dios en su naturaleza racional (Col 3.10), en su naturaleza moral (Ef 4.24) y en su dominio sobre la creación (Gn 1.27, 28). De la misma manera que la luna refleja la brillante luz del sol, así la humanidad finita (como creada a la imagen de Dios) es un reflejo limitado de Dios en aquellos aspectos. Este versículo no tiene nada que ver con la idea de que los seres humanos se conviertan en Dios o en un ser de la "clase" de Dios. Si fuera cierto que los seres humanos son "pequeños dioses", uno esperaría que manifestaran cualidades semejantes a las cualidades conocidas de Dios. Sin embargo, cuando uno compara los atributos de la humanidad con los de Dios, halla abundante testimonio de la verdad de la declaración de Pablo en Romanos 3.23 de que los seres humanos "están destituidos de la gloria de Dios". Considérese: 1. Dios es omnisciente (Is 40.13, 14), pero el ser humano tiene conocimientos limitados (Job 38.4);

2. Dios es omnipotente (Ap 19.6), pero el ser humano es débil (Heb 4.15); 3. Dios está presente en todas partes (Sal 139.7 – 12), pero el ser humano está limitado a un solo lugar a la vez (Jn 1.50); 4. Dios es santo (1 Jn 1.5), pero aun las acciones "buenas" de los seres humanos son "como trapo de inmundicia" ante Dios (Is 64.6); 5. Dios es eterno (Sal 90.2), pero la humanidad fue creada en un momento del tiempo (Gn 1.1, 26, 27); 6. Dios es verdad (Jn 14.6), pero el corazón (desde la caída) es "engañoso... más que todas las cosas" (Jer 17.9); 7. Dios está caracterizado por la justicia (Hch 17.31), pero la humanidad infringe la ley (1 Jn 3.4; véase también Ro 3.23); 8. Dios es amor (Ef 2.4, 5), pero las relaciones humanas están plagadas de muchos vicios, tales como los celos y las contiendas (1 Co 3.3). GÉNESIS 1.26, 27: ¿Sostiene este pasaje la idea de que Dios tiene un cuerpo físico? TERGIVERSASIÓN: Los mormones arguyen que, puesto que los seres humanos fueron creados con un cuerpo de carne y huesos, Dios el padre debe de tener un cuerpo físico, ya que la humanidad fue creada a la imagen de Dios (Smith, 1975, 1:3). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Un principio interpretativo fundamental es que las Escrituras interpretan las Escrituras. Cuando se consultan otros pasajes de las Escrituras que tratan sobre la naturaleza de Dios, la comprensión mormona de Génesis 1.26, 27 se vuelve imposible. Juan 4.24 indica que Dios es espíritu. Lucas 24.39 nos dice que un espíritu no tiene carne ni huesos. Conclusión: Ya que Dios es espíritu, no tiene carne ni huesos. Además, al contrario del mormonismo, Dios no es (y nunca ha sido) un hombre (Nm 23.19; Is 45.12; Os 11.9; Ro 1.22, 23). GÉNESIS 1.26-27: El hecho de que el ser humano esté hecho a la imagen de Dios, ¿sostiene la afirmación de la Ciencia Cristiana de que la humanidad es coeterna con Dios? TERGIVERSACIÓN: Estos versículos aseveran que Dios creó a la humanidad a su imagen. La fundadora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, insiste en que eso quiere decir que "el hombre y la mujer —como coexistentes y eternos con Dios— reflejan para siempre, en cualidad glorificada, el infinito Padre-Madre Dios" (Eddy p. 516). CORRECCIÓN DE LATERGIVERSACIÓN: Eddy entiende completamente mal este pasaje de las Escrituras. Se notarán brevemente varios errores. Va en contra del sentido de las palabras "imagen" y "semejanza" insistir en que la humanidad es como Dios en todo sentido. Aun una "imagen" en este contexto no es igual al original, tal como se ve claramente en el uso de esta misma palabra hebrea

(tsélem) al hablar de un ídolo (p. ej., Nm 33.52; 2 Cr 23.17; Ez 7.20) como sólo una representación del dios, no el dios mismo. La palabra crear revela que el texto no habla de algo que sea eterno sino de algo que llegó a existir. Esta palabra (bara) nunca se emplea en el Antiguo Testamento al hablar de algo que es eterno. En efecto, en este contexto quiere decir algo que es creado. Lo mismo es cierto en el uso de la palabra para "crear" en el Nuevo Testamento (cf. Col 1.15, 16; Ap 4.11). También, es una fantasía suponer, como Eddy que porque somos como Dios, Dios debe de ser como nosotros. Por ejemplo, habla de Dios como masculino y femenino ("Padre-Madre Dios"). Eso, en la lógica, se llama una conversión ilícita. El simple hecho de que todos los caballos tengan cuatro patas no quiere decir que todas las cosas con cuatro patas sean caballos. Y el simple hecho de que Dios hiciera varones y hembras no quiere decir que él sea masculino y femenino. ―Dios es espíritu‖ (Jn 4.24), pero aun así hizo a las personas con cuerpos (Gn 2.7). El simple hecho de que tengamos un cuerpo físico no quiere decir que Dios también lo tenga. El Antiguo Testamento fue escrito originalmente como libro judío, y el judaísmo es una religión inflexiblemente monoteísta. Pero la Ciencia Cristiana es panteísta, y Eddy está viendo en este documento judío su propia visión panteísta. El ser humano no es ni eterno con Dios ni idéntico con Dios. Cada persona es una criatura finita que fue creada por un Dios infinito y que se asemeja a Dios en lo moral y lo personal, pero no es igual en lo metafísico. GÉNESIS 2.7: ¿Demuestra este versículo que los seres humanos no tienen un alma que sobreviva después de la muerte? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová citan este versículo para probar que el hombre no tiene un alma que sea distinta del cuerpo. "El uso bíblico muestra que el alma es una persona o un animal o la vida de la que disfruta una persona o un animal" (Mankind´s Search for God [La búsqueda de Dios por la humanidad], 1990, p. 125). Por consiguiente, las personas son almas en el sentido de que son seres vivientes, no en el sentido de que tengan una naturaleza inmaterial que sobreviva después de la muerte. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En Génesis 2.7 la palabra hebrea para "alma" (néfesh) significa "ser viviente". Sin embargo, esta palabra hebrea es muy rica, y tiene varios matices en distintos contextos. Un error fundamental que a veces cometen los estudiantes principiantes del hebreo y del griego es suponer que si determinada palabra hebrea o griega se emplea de cierta manera en un versículo, debe de significar lo mismo en todos los demás pasajes donde se emplea. Pero eso es simplemente incorrecto. La realidad es que las palabras hebreas y griegas pueden tener matices diferentes en contextos diferentes. La palabra néfesh es un ejemplo. Aunque la palabra quiere decir ―ser viviente‖ en Génesis 2:7, en Génesis 35.18 la palabra se refiere a un alma o un espíritu a diferencia del cuerpo.

Por otra parte, cuando examinamos lo que dice la totalidad de las Escrituras en cuanto al alma, está claro que la Posición de la Sociedad de la Atalaya (los testigos de Jehová) está equivocada. Por ejemplo, Apocalipsis 6.9, 10 se refiere a almas incorpóreas debajo del altar de Dios (sería absurdo interpretar la referencia a "alma" en este versíulo como "ser viviente": ―...vi debajo del altar los seres vivientes de los que habían muerto‖). 1 Tesalonicenses 4.13 – 17 dice que Cristo traerá consigo las almas y espíritus de aquellos que ahora están con Él en el cielo y volverá a unir sus espíritus con sus cuerpos resucitados. En Filipenses 1.21 – 23 Pablo dice que es mejor "partir y estar con Cristo". En 2 Corintios 5.6 – 8 Pablo dice que estar ausente del cuerpo es estar presente al Señor. Claramente, la totalidad de las Escrituras enseña que cada persona tiene un alma que sobrevive después de la muerte. GÉNESIS 2. 7: ¿Tiene razón la Ciencia Cristiana al afirmar que Dios no creó la materia? TERGIVERSACIÓN: La Ciencia Cristiana enseña que Dios no creó ninguna materia, y que la materia no es una cosa real que jamás fuera creada por nadie. Aunque Génesis 2.7 dice que Dios "formó al hombre del polvo de la tierra", los Cientistas Cristianos llegan a la conclusión de que "debe de ser una mentira, pues Dios pronto maldice la tierra", según Génesis 3.17 (Eddy, p. 524). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia enseña claramente que Dios creó a los seres humanos con un cuerpo físico. Sacar una conclusión contraria a base de cualquier texto es contradecir la clara enseñanza de la Palabra de Dios. La Biblia declara que ―Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente" (Gn 2.7). El "polvo de la tierra" es una referencia obvia a materia física. Es más, Dios les dijo a Adán y Eva: ―Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás‖ (Gn 3.17). Aquí también se refiere a la "tierra" y al "polvo" físicos. Además, dice que volveremos al polvo, lo cual da a entender que vinimos de él originalmente; eso es lo que la Biblia dice en otras partes (cf. Ec 12.7). GÉNESIS 3.7: ¿Señala este versículo el comienzo de la Francmasonería, como a veces argumentan los masones? TERGIVERSACIÓN: En génesis 3.7 leemos de Adán y Eva después de su pecado: ―Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, hojas de higuera y se hicieron delantales.‖ Los masones a veces tratan de argüir que los orígenes de la francmasonería se remontan al tiempo de Adán y Eva, ya que las hojas de higuera fueron en realidad los primeros ―delantales‖ masónicos (Mather y Nichols, 1993, P. 7). En la francmasonería se usan tales delantales en los distintos rituales iniciáticos. ¿Es correcta esta interpretación?

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los francmasones aquí están practicando eiségesis (es decir, atribuir al texto un significado que no tiene) en vez de exégesis (es decir, sacar del texto el significado que sí tiene). Eso es evidente del contexto. Los rituales masónicos no se encuentran en ninguna parte del contexto de Génesis 3, por no decir nada del resto de la Biblia. Las hojas de higuera sirvieron únicamente para cubrir la desnudez de Adán y Eva; no se utilizaron en ningún ritual ni ceremonia iniciática. Se debe señalar que la francmasonería es una religión que es incompatible con el cristianismo. Entre otras cosas, la francmasonería enseña que la Biblia es uno entre muchos ―símbolos‖ de la voluntad de Dios. (Otros ―símbolos‖ de la voluntad de Dios incluyen las Vedas de los hindúes y el Corán de los musulmanes.) Además, se dice que Jesús es uno de muchos hombres santos que han presentado un camino a Dios. También, se dice que las distintas religiones del mundo adoran al mismo Dios con nombres diferentes (Jehová, Alá, etc.). La salvación no está basada en fe en Cristo, sino que está orientada hacia las obras. Es más, se les obliga a los masones a hacer juramentos que los cristianos ni siquiera deben pensar en hacer: por ejemplo, que uno está en tinieblas espirituales y por tanto ha venido a la francmasonería para encontrar la luz. GÉNESIS 3.15a: ¿Enseña este versículo que la Virgen María era inmaculada? TERGIVERSACIÓN: Muchos eruditos católicos afirman que "se entendió que la simiente de la mujer se refería al Redentor,... y así se llegó a ver en la mujer a la Madre del Redentor" (Ott, 196Q, p. 200). Hasta la declaración infalible de la concepción inmaculada "avala esta interpretación mesiánica-mariana" (ibid.). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no contiene ninguna referencia a María ni a su supuesta concepción inmaculada. Una de las mejores pruebas de eso fuera del texto mismo es el hecho de que aun autoridades católicas como Ott reconozcan que el "sentido literal" de este texto es que "entre Satanás y sus seguidores, por una parte, y Eva y su posteridad, por otra parte, ha de haber guerra moral constante… La posteridad de Eva incluye al Mesías, en cuyo poder la humanidad ganará una victoria sobre Satanás" (ibid.). Aunque por extensión se pudiera vincular a María en alguna forma indirecta con este texto, aun así es un salto gigantesco deducir su concepción inmaculada, que no se declara ni se insinúa en ninguna parte de este pasaje. El sentido literal es que la ―mujer‖, Eva (no María), y su ―simiente‖, o posteridad (véase Gn 4.1, 25), están en guerra moral con Satanás y sus vástagos, culminando en la victoria aplastante del Mesías sobre Satanás y sus huestes (cf. Ro 16.20). Los católicos argumentan que, así como se halla al Mesías por extensión en la frase ―la simiente de la mujer‖, también se insinúa a María, la madre del Mesías. Pero aunque eso fuera cierto, no hay ninguna conexión necesaria ni lógica entre el hecho de que María sea la madre del Mesías y su concepción sin pecado.

GÉNESIS 9.4: ¿Prohíbe este versículo transfusiones de sangre? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová creen que este versículo prohíbe transfusiones de sangre. Argumentan que una transfusión de sangre es igual a comer sangre porque es tan similar a la alimentación por vía intravenosa (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 73). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aunque es cierto que Génesis 9.4 prohíbe "comer" sangre, una transfusión no constituye "comer" sangré. Aunque un médico puede darle alimento a un paciente por vía intravenosa y llamar el proceso "alimentación", simplemente no es cierto que dar sangre por vía intravenosa sea "alimentación". La sangre no es recibida en el cuerpo como "alimento". Comer es literalmente ingerir alimentos de la manera normal por vía de la boca, de forma que entren en el aparato digestivo. Las inyecciones intravenosas se llaman ―alimentación‖ porque el resultado final es que mediante la inyección intravenosa, el cuerpo recibe los nutrientes que normalmente recibiría comiendo. En vista de eso, Génesis 9.4 y otros pasajes que tratan sobre esta prohibición de comer sangre no pueden usarse para sostener una prohibición de transfusiones de sangre. Una transfusión simplemente repone un líquido esencial que sostiene la vida del cuerpo. Véanse también los comentarios sobre Levítico 7.26, 27; 17.11, 12. GÉNESIS 14.18: ¿Apoya este versículo el ―sacerdocio de Melquisedec" de los mormones hoy día? TERGIVERSACIÓN: Génesis 14.18 dice: ―Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino.‖ Los mormones creen que el sacerdocio de Melquisedec es un sacerdocio eterno. Aunque se perdió de la Tierra en los primeros siglos del cristianismo, fue restaurado por medio de José Smith (Doctrina y convenios, 107:2 – 4). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Melquisedec en Génesis 14.18 es un personaje histórico que fue un tipo de Cristo. Un tipo es una figura que prefigura algo o alguien que ha de venir. Por los designios divinos prefigura algo o alguien que aún está por ser revelado. ¿En qué sentido prefiguró Melquisedec a Cristo? El nombre de Melquisedec nos da la respuesta: La palabra Melquisedec está compuesta de dos palabras hebreas que quieren decir ―rey‖ y ―justicia‖. Melquisedec también era sacerdote. Por consiguiente, Melquisedec prefiguró a Cristo como rey-sacerdote justo. Esas cosas son ciertas en lo que se refiere a Melquisedec sólo en sentido finito, mientras que en Cristo son ciertas en sentido infinito. ¿Pueden los mormones participar del sacerdocio de Melquisedec? Hebreos 7.23, 24 nos dice: ―Ahora bien, como a aquellos sacerdotes la muerte les impedía seguir ejerciendo sus funciones, ha habido muchos de ellos; pero como Jesús permanece para siempre, su sacerdocio es imperecedero‖ (NVI, cursivas añadidas). El sacerdocio de

Cristo es eterno porque es un ser eterno. A diferencia de los seres humanos que perecen y mueren, Cristo existe eternamente, y por tanto su sacerdocio, por su naturaleza misma, es diferente de cualquier cosa que podrían ofrecer los seres humanos. Él es nuestro Sumo Sacerdote eterno que vive para siempre. La palabra griega para ―imperecedero‖ en Hebreos 7.24, según Joseph Tayer, significa ―sacerdocio inmutable y por tanto no susceptible de pasar a un sucesor‖ (Thayer, 1985, p. 649). El Theological Dictionary of the New Testament [Diccionario teológico del Nuevo Testamento] de Gerhard Kittel asimismo nos dice: "En el Nuevo Testamento Hebreos 7.24 dice que Cristo tiene un sacerdocio imperecedero, no sólo en el sentido de que no puede ser transferido a nadie más, sino en el sentido de ―inmutable‖ (Kittel, 1985, p. 772). Por consiguiente, no hay justificación bíblica para que los mormones piensen que puedan participar del sacerdocio de Melquisedec. Ese sacerdocio le pertenece únicamente a Cristo. Se recalca ese punto aún más en Hebreos 7.26: ―Tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores y hecho más sublime que los cielos.‖ ¿Qué mormón (o cualquier ser humano) se atrevería a afirmar ser ―santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores y hecho más sublime que los cielos‖? GÉNESIS 18.2: La costumbre oriental de hacer una inclinación ante una persona de alto rango ¿justifica la práctica católica de hacer una inclinación ante las imágenes? TERGIVERSACIÓN: Génesis 18.2b nos informa que ―Abraham alzó la vista, y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la carpa a saludarlos. Inclinándose hasta el suelo...‖ (NVI) ¿Justifica eso la práctica católica de hacer una inclinación ante las imágenes? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los católicos argumentan que hacer una inclinación religiosa ante una imagen no es incorrecto porque hay muchos casos en la Biblia donde se aprueban tales actos de inclinación, tales como Génesis 18.2. Eso confunde dos contextos muy diferentes. En primer lugar, se inclinaban por respeto, no por reverencia. En segundo lugar, la práctica de hacer inclinaciones se consideraba una práctica social, no un rito religioso. En tercer lugar, la Biblia condena aun el acto de hacer una inclinación ante un ángel en la adoración de Dios (Ap 22.8, 9). En cuarto lugar, la Biblia condena claramente el acto de hacer una inclinación ante cualquier imagen como forma de veneración religiosa (véase, p. ej., Ex 20.4). Por último, Dios actuó en una oportunidad para evitar esa misma práctica. Sabiendo que los israelitas piadosos podrían estar tentados a venerar los restos humanos de Moisés, venerar los restos humanos de Moisés, Dios lo enterró en un lugar que no conoce nadie (Dt 34.6). Su propósito, al parecer, era evitar la idolatría que el diablo desea instigar (Jud 9). GÉNESIS 19.8: ¿Fue el pecado de Sodoma homosexualidad o inhospitalidad?

TERGIVERSACIÓN: Algunos han argumentado que el pecado de Sodoma y Gomorra era inhospitalidad, no homosexualidad. Basan su argumento en la costumbre cananita que garantiza la protección de aquellos que se hospedan con uno. Se alega que Lot eludió a la costumbre cuando dijo: ―[A] estos varones no les hagáis nada, ya que han venido al amparo de mi tejado‖ (Gn 19.8b). Así que Lot ofreció a sus hijas para satisfacer a la turba enardecida a fin de proteger la vida de las visitas que se habían hospedado con él. Y la petición de los hombres de la ciudad de ―conocer‖ quiere decir simplemente ―llegar a conocerse‖ (Gn 19.7), ya que la palabra hebrea para ―saber‖ (yadá’) por lo general no tiene ninguna connotación sexual (cf. Sal 139.1). Es importante entender lo que las Escrituras dicen sobre esto porque ciertos adeptos de la Nueva Era, tales como Matthew Fox, creen que la homosexualidad es tan aceptable al ―Cristo cósmico‖ como la heterosexualidad (véase su libro The Coming of the Cosmic Christ [La venida del Cristo cósmico]). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: (Véanse los comentarios sobre Ezequiel 16.49). Aunque es cierto que la palabra hebrea para ―conocer‖ (yadá’) no significa necesariamente ―tener relaciones sexuales con‖, en el contexto sobre Sodoma y Gomorra claramente tiene este significado. Eso es evidente por varias razones. En primer lugar, diez de las doce veces que se emplea esta palabra en Génesis se refiere a relaciones sexuales (p. ej., Gn 4.1, 25). En segundo lugar, se emplea con referencia a las relaciones sexuales en este mismo capítulo: Lot dice que sus dos hijas vírgenes ―no han conocido varón‖ (19.8), lo cual es un obvio uso sexual de la palabra. En tercer lugar, se descubre el significado de una palabra a base del contexto en que se emplea. El contexto aquí es definitivamente sexual, tal como lo indica la referencia a la maldad de la ciudad (18.20) y vírgenes ofrecidas para aplacar sus pasiones (19.8). En cuarto lugar, ―conocer‖ no puede significar simplemente ―llegar a conocerse‖, pues se equipara con ―maldad‖ (19.7). En quinto lugar, ¿por qué ofrecer a las hijas vírgenes para aplacarlos si su intención no era sexual? Si los hombres hubieran pedido ―conocer‖ a las hijas vírgenes nadie se habría equivocado en cuanto a sus intenciones sexuales. GÉNESIS 32.20: ¿Se puede ver la cara de Dios? TERGIVERSACIÓN: Jacob dijo: ―Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma‖ (Gn 32.30). Los mormones afirman que Dios el Padre tiene un cuerpo físico que tiene una cara que se puede ver (Richards, 1958, p. 16). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En primer lugar, es posible que una persona ciega hable ―cara a cara‖ con alguien sin verle la cara. La frase cara a cara en el uso hebreo quiere decir personalmente, directamente o íntimamente. Moisés tuvo esta clase de relación sin mediación con Dios. Pero él, como todos los demás mortales, nunca vio la ―cara‖ (esencia de Dios) directamente.

La Biblia dice claramente que ―Dios es Espíritu‖ (Jn 4:24). Y ―un espíritu no tiene carne ni huesos‖ (Lucas 24:39). Así que Dios no tiene una cara física. GÉNESIS 40:20 – 22: ¿Indica este pasaje que no debemos celebrar los cumpleaños? TERGIVERSACIÓN: Este pasaje indica que en el día del cumpleaños del faraón, éste hizo matar al jefe de los panaderos. Los testigos de Jehová dicen que porque la Biblia presenta los cumpleaños desfavorablemente, los cristianos deben evitarlos (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, pp. 68 – 69). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este es un caso de ―culpa por asociación‖. Génesis 40.20 – 22 demuestra solo que el faraón era malo, no que los cumpleaños son malos. El faraón también hizo algo bueno el día de su cumpleaños: Decretó amnistía para el jefe de los coperos (Gn 40.21). Pero sería tan necio argumentar que los cumpleaños son buenos basado en la buena obra del faraón como sería argumentar que los cumpleaños son malos debido a la mala obra del faraón. Es más, aunque no hay mandamientos bíblicos que ordenen que se celebren los cumpleaños, tampoco hay mandamientos que lo prohíban. No hay ninguna razón por la que no se puedan celebrar, como todo lo demás, ―para la gloria de Dios‖, quien nos creó (1 Co 10:31). No hay nada malo en darle el honor apropiado a otro ser humano. La Biblia dice: ―Paguen a cada uno lo que le corresponda: …al que deban honor, ríndanle honor‖ (Ro 13.7, NVI). Ya que la celebración típica de un cumpleaños no constituye adoración a otro ser humano, no hay ninguna razón por la que no podamos honrarlo en esta ocasión.

CAPÍTULO 2

ÉXODO

ÉXODO 7:11: ¿Cómo pudieron los sabios y hechiceros del faraón realizar las mismas proezas poderosas que Dios le ordenó a Moisés realizar? ¿Eso le da crédito al ocultismo? TERGIVERSACIÓN: Varios pasajes de Éxodo (7.11, 22; 8.7) parecen decir que los sabios, hechiceros y magos del faraón, mediante sus ―artes secretas‖ (NVI) o ―encantamientos‖ (Reina-Valera 1995), realizaron algunas de las mismas obras que Dios les ordenó realizar a Moisés y Aarón. Sin embargo, Moisés y Aarón afirmaban haber sido enviados del Señor Dios. ¿Cómo pudieron aquellos hombres realizar las mismas proezas poderosas que Moisés y Aarón llevaron a cabo mediante el poder de Dios? ¿Indica eso que los ocultistas tienen poderes sobrenaturales? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia indica que una de las tácticas de Satanás en su esfuerzo por engañar a la humanidad es emplear falsos milagros (véanse 2 Ts 2:9 y comentarios sobre Ap 16.14). Éxodo 7:11 dice: ―Entonces

llamó también el faraón a los sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos.‖ Cada uno de los demás versículos afirma algo similar. El pasaje afirma que las hazañas de los magos del faraón fueron realizadas ―con sus encantamientos [mágicos]‖. Algunos comentaristas aseveran que las hazañas de los magos fueron solamente trucos. Quizá los magos habían encantado culebras de manera que se volvieron tiesas y parecían ser varas. Al ser arrojadas al piso salieron de su trance y comenzaron a moverse como culebras. Algunos dicen que fueron actos de Satanás, quien realmente convirtió las varas de los magos en culebras. Pero eso no es admisible en vista de que solo Dios puede crear vida, como aun los magos reconocieron posteriormente (Ex 8.18 – 19). Sea cual sea la explicación que uno ofrezca en cuanto a cómo se realizaron esas proezas poderosas, hay un detalle común que es válido para cada explicación y se encuentra en el texto mismo. Está claro que, sea cual sea el poder mediante el cual realizaron esas hazañas, no fueron llevadas a cabo por el poder de Dios. Más bien, fueron realizadas ―con sus encantamientos‖. El propósito de esas acciones fue convencer al faraón de que sus magos poseían tanto poder como Moisés y Aarón, y que no era necesario que el faraón cediera a la petición de éstos de dejar ir a Israel. Funcionó, por lo menos en los primeros tres encuentros (la vara de Aarón, la plaga de sangre y la plaga de ranas). Sin embargo, cuando Moisés y Aarón, por el poder de Dios, hicieron salir piojos de la arena, los magos no pudieron falsificar ese milagro. Sólo pudieron exclamar: ―Es el dedo de Dios‖ (Ex 8.19). Hay varios puntos en los que uno puede discernir las diferencias entre una señal satánica y un milagro divino. ______________________________________________________________________ MILAGRO DIVINO

SEÑAL SATÁNICA

Sobrenatural

Superior a lo normal

Relacionado con verdad

Relacionada con error

Asociado con el bien

Asociada con el mal

Nunca asociado con el ocultismo

A menudo asociada con el ocultismo

Siempre da resultado No siempre da resultado ______________________________________________________________________ Se pueden ver esas diferencias en estos pasajes de Éxodo. Aunque los magos pudieron convertir sus varas en culebras, sus varas fueron devoradas por la de Aarón, mostrando la superioridad de ésta. Aunque los magos pudieron convertir agua en sangre, no pudieron invertir el proceso. Aunque los magos pudieron producir ranas, no pudieron deshacerse de ellas. Sus hechos fueron superiores a lo normal, pero no fueron sobrenaturales.

Aunque los magos pudieron copiar algunos de los milagros de Moisés y Aarón, su mensaje estaba relacionado con el error. Básicamente trataron de copiar los milagros de los hombres escogidos de Dios a fin de convencer al faraón de que el Dios de los hebreos no era más poderoso que los dioses de Egipto. Aunque los magos del faraón pudieron simular los tres primeros milagros realizados por Dios por medio de Moisés y Aarón, llegó el momento en que sus encantamientos ya no pudieron falsificar el poder de Dios. ÉXODO 13.19: La conservación de los huesos de José ¿apoya la creencia católica en la veneración de las reliquias? TERGIVERSACIÓN: En Éxodo 13.19 ―Moisés tomó también consigo los huesos de José [al salir de Egipto], el cual había hecho jurar a los hijos de Israel‖ (véase Gn 50.25). Los eruditos católicos usan este versículo para apoyar su dogma de que ―es lícito y provechoso venerar las reliquias de los santos‖ (Ott, 1960, p. 319). El Concilio de Trento declaró: ―También los santos cuerpos de los santos mártires y de los demás que moran con Cristo… han de ser honrados por los fieles‖ (Denzinger, 1957, no. 985). Ott dice que ―la razón de la veneración de las reliquias está en esto: que los cuerpos de los santos eran miembros vivientes de Cristo y Templos del Espíritu Santo; que volverán a ser despertados y glorificados y que por medio de ellos. Dios concede muchos beneficios en la humanidad‖ (ibid). CORRECIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El dogma católico de venerar reliquias e imágenes no tiene fundamento en este pasaje bíblico ni en ningún otro. El pasaje de Éxodo expone claramente el motivo de sacar los huesos de José de Egipto, y no fue para venerarlos. Leemos: ―Moisés tomó también consigo los huesos de José, el cual había hecho jurar a los hijos de Israel, diciéndoles: «Dios ciertamente os visitará, y entonces os llevaréis mis huesos de aquí con vosotros» (Ex 13.19). Aun la renombrada autoridad católica Ludwig Ott reconoce que ―las Sagradas Escrituras no mencionan la veneración de reliquias‖ (ibid). Y los denominados ―precedentes‖ en las Escrituras no prueban el argumento católico. Los huesos de José no fueron venerados; simplemente fueron conservados (Ex 13.19). Por consiguiente, usar este versículo como prueba bíblica para la veneración de reliquias es arrancar el versículo de su contexto. Es más, Dios condenó la veneración de objetos sagrados. Cuando la serpiente de bronce, que Dios había destinado a la salvación de los israelitas en el desierto, llegó posteriormente a ser venerada, eso fue considerado idolatría (2 R 18.4). Dios ordenó claramente a su pueblo que no hiciera imágenes y que no se inclinara ante ellas en un acto de devoción religiosa (Ex 20.4, 5): ―No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás‖ (Ex 20.4, 5, cursivas añadidas). ÉXODO 20:4, 5: ¿Prohíbe este texto llevar una cruz?

TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová creen que el mandamiento en este versículo de no hacer un ídolo prohíbe que las personas lleven una cruz (Let God Be True [Sea Dios Veraz], 1946, p. 146). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los paganos de los tiempos antiguos practicaban idolatría inclinándose en adoración ante objetos materiales. Llevar una cruz no es idolatría, porque no se adora ni se venera la cruz misma. Los cristianos llevan una cruz porque adoran y veneran a Cristo. Es simplemente un símbolo exterior de una actitud interior de adoración a Cristo. Si alguien adorara una cruz (o cualquier otro símbolo), o se inclinara ante ella, entonces sería una forma de idolatría (Ex. 20.4). ÉXODO 20.8 – 11: ¿Por qué los cristianos adoran los domingos cuando el mandamiento señala el sábado como el día de adoración? TERGIVERSACIÓN: Este mandamiento dice que el séptimo día de la semana, el sábado, es el día que el Señor eligió para reposo y adoración. Sin embargo, en el Nuevo Testamento la iglesia cristiana comenzó a adorar y descansar el primer día de la semana, el domingo. ¿Violan los cristianos el mandamiento respecto al sábado, adorando el primer día de la semana en vez del séptimo día? Algunos grupos sabatarios, tales como los Adventistas del Séptimo Día, creen que sí. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La base del mandamiento de observar el sábado, tal como se explica en Éxodo 20:11, es que Dios reposó el séptimo día después de seis días de trabajo, y que Dios bendijo el séptimo día y lo santificó. El día del sábado fue establecido como día de reposo y adoración. El pueblo de Dios debía seguir el ejemplo de Dios en su calendario de trabajo y reposo. Sin embargo, como dijo Jesús al corregir la visión distorsionada de los fariseos, ―El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado‖ (Mc 2.27). Lo que señalaba Jesús era que el sábado no fue establecido para esclavizar a las personas, sino para bendecirlas. El espíritu de la observancia del sábado continúa en la observancia en el Nuevo Testamento de reposo y adoración el primer día de la semana (Hch 20.7; 1 Co 16.2). Hay que recordar que, según Colosenses 2.17, el sábado fue ―sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en Cristo‖ (NVI). La observancia del sábado estaba asociada con la redención en Deuteronomio 5.15 donde Moisés dijo: ―Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová, tu Dios, te ha mandado que guardes el sábado‖. El sábado era una sombra de la redención que se daría en Cristo. Simbolizaba descansar de nuestras obras y entrar en el reposo de Dios que Él brindó mediante su obra terminada. Aunque los principios morales expresados en los mandamientos se reafirman en el Nuevo Testamento, el mandamiento de apartar el día sábado como día de reposo y adoración es el único mandamiento que no se repite. Hay sobradas razones para eso. Los creyentes neotestamentarios no están bajo la ley veterotestamentaria (Ro 6.14; 2 Co 3.7; Gl 3.24, 25; Heb 7.12). Por su resurrección el primer día de la semana (Mt 28.1), sus apariciones continuadas en domingos sucesivos (Jn 20.26), y el descenso del

Espíritu Santo un domingo (Hch 2.1), la iglesia primitiva recibió la norma de adoración los domingos. Eso lo hicieron con regularidad. La adoración el domingo fue santificada aún más por nuestro Señor, quien apareció a Juan en esa última gran visión ―en el día del Señor‖ (Ap 1.10). Es por esas razones que los cristianos adoran los domingos y no en el sábado judío. Véanse los comentarios sobre Hechos 17.1 – 3. ÉXODO 20.14: ¿Cómo podía seguir existiendo la poligamia entre el pueblo de Dios después del mandamiento de tener sólo un cónyuge? TERGIVERSACIÓN: Los mandamientos dicen explícitamente: ―No cometerás adulterio‖ (Ex 20.14) y ―No codiciarás la mujer de tu prójimo‖ (singular, Ex 20.17). Aunque sea posible disculpar la poligamia de aquellos que vivieron antes de la proclamación de los Diez Mandamientos, eso no es cierto en el caso para la gente de Dios que vivió después de ese tiempo, tales como el rey David y el rey Salomón. ¿Cómo pudo Dios bendecir a esos hombres cuando, de acuerdo con esos mandamientos, vivían en adulterio? Esa es una pregunta importante, pues los mormones dicen que el profeta José Smith recibió una ―revelación‖ del Señor que afirmaba que matrimonios múltiples eran voluntad de Dios para sus seguidores (Doctrina y convenios, 132:61 – 62). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia se pronuncia de manera enfática en contra de la poligamia (véanse los comentarios sobre 1 Reyes 11.1). Jesús subrayó en Mateo 19.9 que el plan original de Dios desde la creación era matrimonio monógamo. Eso es evidente a partir del hecho de que Dios creara una sola esposa para Adán. Deuteronomio 17.17 prohíbe la poligamia entre reyes, que normalmente eran los que la practicaban al formar alianzas internacionales: ―Tampoco deberá tener muchas mujeres.‖ En cada caso de poligamia encontramos que no se vivió de acuerdo con el ideal de Dios. No fue el ideal de Dios que el hombre se divorciara de su esposa (Mt 19.9), pero por la dureza del corazón de la gente, Moisés permitió el divorcio bajo ciertas condiciones. De manera parecida, el matrimonio polígamo no era el ideal de Dios para el matrimonio, pero por la dureza de los corazones, se toleraba. No obstante, el hecho de que Dios tolerara la poligamia no prueba que él lo hubiera prescrito ni que estuviera de acuerdo con ella. La Biblia consigna muchas cosas con las que no está de acuerdo. Génesis 3.4 registra la mentira de Satanás, pero en ninguna parte se ve con buenos ojos su mentira. No hay ningún caso en las Escrituras donde Dios bendiga a un hombre porque tenga muchas esposas. En realidad, hallamos que el polígamo pagó con amargura su pecado. 1 Reyes 11.4 declara que las esposas de Salomón ―le inclinaron el corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era ya perfecto para con Jehová, su Dios.‖ Dios bendice a su pueblo a pesar de que a menudo no está a la altura de su ideal. Dios bendijo a David y a Salomón, no a causa de su poligamia, sino a pesar de su pecado. ÉXODO 24.9 – 11: ¿Cómo pudieron estas personas ver a Dios cuando Dios dijo en Éxodo 33.20: ―Ningún hombre podrá verme y seguir viviendo‖?

TERGIVERSACIÓN: Éxodo 24.9 – 11 relata que Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y setenta de los ancianos de Israel subieron a la montaña de Dios y ―vieron al Dios de Israel.‖ Los mormones creen que Dios tiene un cuerpo físico y que por consiguiente puede ser visto por los hombres (McConkie, 1967, p. 278). ¿Pueden las personas realmente ver a Dios? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Se debe señalar que Dios los invitó a ―verlo‖. En Éxodo 19.12 – 13 Dios le ordenó a Moisés que señalara limites alrededor de las montañas para que nadie tan siquiera tocara su base sin el castigo de la muerte. Sin embargo, Dios invirtió específicamente a estas personas a que subieran a la montaña a fin de consagrarlas para el servicio para el cual habían sido designadas, y para sellar el pacto que se había establecido entre Dios y la nación de Israel. Está claro a base de la descripción y de otros pasajes de las Escrituras (Ex 33.19 – 20; Nm 12.8) que lo que esas personas vieron no fue la esencia de Dios, sino una representación visual de la gloria de Dios. Aun cuando Moisés pidió ver la gloria de Dios (Ex 33.18 – 23), fue solo una representación de Dios que Moisés vio (cf. Nm 12:8 donde se emplea la palabra hebrea temuná ―forma‖, ―semejanza‖, ―representación‖), y no la esencia misma de Dios. La Biblia hace hincapié en que ―A Dios nadie lo ha visto jamás‖ (Jn 1.18). Sólo en el cielo ―verán su rostro y su nombre estará en sus frentes‖ (Ap 22.4). Pues ―ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara‖ (1 Co 13.12). ÉXODO 25.18: El uso de querubines sobre el arca ¿justifica la opinión católica de que es permisible venerar imágenes? TERGIVERSACIÓN: Según este versículo, Dios le ordenó a Moisés: ―Harás también dos querubines de oro; los harás labrados a martillo en los dos extremos del propiciatorio.‖ Obviamente se trata de una imagen sagrada. Los eruditos católicos argumentan que este versículo justifica su veneración de imágenes sagradas. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no justifica la veneración de imágenes sagradas. Por una parte, en el contexto queda claro que las imágenes de los querubines no habían de ser veneradas ni adoradas en ninguna forma. En efecto, la posición de los querubines en el lugar santísimo a donde sólo el sumo sacerdote podía ir una vez al año en el Día de la expiación (Lv 16) los hizo inaccesibles para la posibilidad de adoración o veneración por el pueblo. Nótese también que estos querubines no fueron dados a Israel como imágenes de Dios; son representaciones de ángeles. No fueron dados para el fin de adoración o veneración; fueron dados para fines decorativos, como arte religioso. Los católicos ven algo en este versículo que no está allí. ÉXODO 32.30 – 32: La mediación de Moisés a favor de Israel ¿apoya la creencia católica en un Tesoro de Mérito al cual podemos recurrir?

TERGIVERSACIÓN: En este pasaje Moisés le dice a Israel: ―Yo subiré ahora a donde está Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado‖. Entonces le dice a Dios: ―Te ruego que perdones ahora su pecado, y si no, bórrame del libro que has escrito‖. Los estudiosos católicos citan este pasaje para corroborar su afirmación de que hay un ―tesoro de la iglesia‖, es decir, un Tesoro de Mérito‖ guardado en el cielo al cual los que tienen necesidad pueden recurrir mediante las indulgencias. Ludwig Ott afirma que ―de la misma manera en que Cristo, la Cabeza, en su sufrimiento expiatorio, tomó el lugar de los miembros, así también un miembro puede tomar el lugar de otro. La doctrina de las indulgencias se basa en la posibilidad y la realidad de expiación vicaria‖ (Ott, 1960, p. 317). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no dice absolutamente nada acerca de ningún depósito de mérito en el cielo – ni literal, ni figurado – al cual uno pueda contribuir mediante buenas obras y al cual otros puedan recurrir. A lo sumo, el pasaje sólo revela ese deseo muy loable de una persona que está dispuesta a sufrir por otra. En ninguna parte dic el pasaje que Dios aceptó la oferta de Moisés de ser borrado del libro de Dios por Israel. En realidad, Dios no lo borró de su libro. Lo que hizo Dios fue aceptar el deseo abnegado de Moisés como indicio de la sinceridad de su corazón, así como Dios hizo en el caso de Abraham (cf. Gn 22). Pero Dios no aceptó ninguna oferta de renunciar a un lugar en el libro de Dios por los pecados de Israel. Dios no aceptó la vida de Moisés como expiación por Israel; sólo aceptó el hecho de que Moisés estuviera dispuesto a ser sacrificado por ellos. Moisés nunca sufrió la pena de tener su nombre borrado del libro de Dios, por no decir nada de sufrimiento temporal por los pecados de Israel. Asimismo, el apóstol Pablo expresó su buena voluntad de irse al infierno si Israel pudiera ser salvo (Ro 9.3). Eso también fue un deseo admirable pero imposible de cumplir. Dios nunca aceptó la oferta de Pablo. Era un deseo encomiable, imposible en realidad, pero aun así revelaba la pasión de Pablo por su pueblo. El concepto de un Tesoro de Mérito al cual los santos puedan contribuir por sus buenas obras es contrario a la absoluta suficiencia de la muerte meritoria de Cristo por nosotros (cf. Jn 19.30; Heb 1.3; 2.14, 15). ÉXODO 33.11: El hecho de que Moisés hablara con Dios ―cara a cara‖ ¿semuestra que Dios tiene un cuerpo físico? Véanse los comentarios sobre Génesis 32.30.

CAPÍTULO 3

LEVÍTICO

LEVÍTICO 7.26, 27: ¿Prohíbe este versículo las transfusiones de sangre? TERGIVERSACIÓN: Levítico 7.26, 27 dice: ―Además no comeréis nada de sangre en ningún lugar donde habitéis, ni de aves ni de bestias. La persona que coma cualquier clase de sangre, será eliminada de su pueblo‖. Los testigos de Jehová dicen que este pasaje prohíbe absolutamente las trasfusiones de sangre (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 244). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Levítico 7.26, 27 prohíbe que se coma sangre. No tiene nada que ver con las transfusiones de sangre. Más exactamente, el texto prohíbe que se coma sangre de animales, la transfusión de sangre humana. (Véanse los comentarios sobre Génesis 9.4 para información sobre por qué comer sangre no es lo mismo que una transfusión de sangre.) Es notable que hasta los judíos ortodoxos ––a quienes se dio la Ley originalmente y quienes drenan minuciosamente la sangre de su comida kosher–– aceptan transfusiones de sangre.

LEVÍTICO 17.11 – 12: ¿Prohíbe este pasaje recibir una transfusión de sangre? TERGIVERSACIÓN: Levítico 17.11 – 12 dice: ―Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas, pues la misma sangre es la que hace expiación por la persona. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: ‗Ninguna persona de vosotros comerá sangre‘‖. Los testigos de Jehová creen que este es otro versículo que prohíbe las transfusiones de sangre (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 70). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La prohibición aquí iba dirigida principalmente a comer carne que todavía palpitaba con vida porque la sangre vital aún estaba en ella. La transfusión de sangre no entraña comer carne que todavía contenga la sangre vital. Por consiguiente, las transfusiones no violan Levítico 17. LEVÍTICO 18.22 – 24: ¿No es cierto que las leyes que prohíben la homosexualidad han sido abolidas junto con las leyes que prohibían el consumo de carne de cerdo? De todos modos, ¿no estaban aquellas leyes asociadas con el temor de la maldición de esterilidad? TERGIVERSACIÓN: La ley que prohibía la homosexualidad se encuentra en Levítico 18.22, junto con leyes ceremoniales y dietéticas. Esas leyes han sido abolidas (Hch 10.15): Dado eso, parecería lógico que las leyes que prohibían la actividad homosexual ya tampoco fueran vinculantes. También, según la creencia judía, la esterilidad era una maldición (Gn 16.1; 1 S 1.3 – 8). Los hijos eran considerados una bendición de Dios (Sal 127.3). La bendición de la tierra estaba relacionada con los hijos (Gn 15.15). Así que no sería sorprendente que la ley veterotestamentaria en tal cultura no viera bien la actividad homosexual de la cual no procedían hijos. Quizá lo que se está condenando no sea tanto la actividad homosexual como la negatividad a tener hijos. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El simple hecho de que la prohibición mosaica de la homosexualidad esté en Levítico no la hace parte de la ley ceremonial transitoria. De ser así, se podría decir lo mismo de la violación, el incesto y la bestialidad en el mismo capítulo (Lv 18.6 – 14, 22, 23). Y en ninguna parte se relacionan las leyes sexuales con la procreación de hijos. Si los homosexuales fueran ejecutados por ser estériles, eso difícilmente solucionaría el problema de producir más hijos. El matrimonio heterosexual habría sido un castigo mucho más apropiado. Las leyes que prohíben la homosexualidad se extiende más allá de la nación del pacto hasta los gentiles, de todos modos (Ro 1.26). Los gentiles no tenían la ley ceremonial (Ro 2.12 – 15), ni tampoco estaba en juego la perpetuación de hijos. Fue por esa misma razón que Dios juzgó a los cananeos (Lv 18.1 – 3, 24, 25). Un judío agarrado en homosexualidad era destruido brutalmente. Pero los que violaban las leyes dietéticas eran considerados inmundos y tenían que vivir fuera del campamento durante un breve periodo.

Si la esterilidad fuera una maldición divina, entonces la soltería seria pecaminoso. Pero tanto nuestro Señor (Mt 19.11, 12) como él apóstol Pablo (1 Co 7.8) dieron su sanción a la soltería tanto por precepto como en práctica. Pero las prohibiciones de la práctica de la homosexualidad continúan siendo promulgadas a lo largo de las epístolas (Ro 1.26, 27; 1 Co 6.9; 1 Ti 1:10; Jud 7).

CAPÍTULO 4

DEUTERONOMIO

DEUTERONOMIO 6.4: ¿Rebate este versículo la doctrina de la Trinidad? TERGIVERSACIÓN: Deuteronomio 6.4 es el Shema hebreo: ―Oye Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es.‖ Los testigos de Jehová dicen que ya que Dios es ―uno‖, no hay ninguna posibilidad de que sea trino y uno. ―El Shema exluye la Trinidad del credo cristiano como violación de la unidad de Dios‖ (Makind’s Search for God [La búsqueda de Dios por la humanidad], 1990, p. 219). Los Pentecostales Unidos también citan este versículo en contra de la doctrina de la Trinidad. El dirigente Pentecostal Unido Robert Sabin dice que la doctrina de la Trinidad ―viola al Shema‖ y ―niega… la deidad única y suprema de Jesús‖ (Oneness New [Noticias del movimiento Unido], vol. 4.4; y “Irrefutable Reasons Why the Theory of the Trinity Cannot Stand” [Razonamientos irrefutables por las que la teoría de la Trinidad no puede sostenerse], volante de Oneness Ministries [Ministerios Unidos], sin fecha). ¿Es esta una interpretación correcta de este texto?

CORRECIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Deuteronomio 6.4 no niega la Trinidad, sino que establece uno de los fundamentos de la Trinidad: hay un solo Dios. Es importante entender que las Escrituras interpretan las Escrituras. Al interpretar Deuteronomio 6.4 en conjunción con otros versículos, aprendemos que el único Dios verdadero es trino y uno en su personalidad (2 Co 13.14), o sea, hay tres personas en esta única naturaleza. A cada una de las tres personas de la Trinidad se le llama Dios en las Escrituras: al Padre (1 P 1.2), al Hijo (Jn 20.28) y al Espíritu Santo (Hch 5.3 – 4). Además, cada uno posee los atributos de deidad, entre ellos la omnipresencia (Sal 139.7; Mt 28.20; Heb 4.13), la omnisciencia (Mt 9.4; Ro 11.33; 1 Co 2.10) y la omnipotencia (Mt 28.18; Ro 15.19; 1 P 1.5). La cualidad de trino en uno en la naturaleza divina queda claro en pasajes tales como Mateo 28.19: ―Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.‖ La palabra para nombre es singular en el griego, indicando que hay un Dios. Pero hay tres personas distintas dentro de la naturaleza divina, tal como lo indican los tres artículos definidos en el griego: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esta cualidad de trino en uno se refleja también en 2 Co 13.14. Así que sólo hay un Dios, pero hay una pluralidad dentro de esta unidad: una pluralidad de personas dentro de la unidad de su naturaleza. DEUTERONOMIO 18.10 – 22: ¿Cómo es posible distinguir a los falsos profetas de los profetas verdaderos? TERGIVERSACIÓN: La Biblia contiene muchas profecías que nos instan a creer porque vienen de Dios. No obstante, la Biblia también reconoce la existencia de falsos profetas (Mt 7.15). En efecto, muchas religiones y sectas ––incluyendo los testigos de Jehová y los mormones–– afirman tener profetas. Por consiguiente, la Biblia exhorta a los creyentes a ―probar‖ a aquellos que afirman ser profetas (1 Jn 4.1s.). ¿En qué se distinguen un falso profeta y un verdadero profeta de Dios, según Deuteronomio 18.10 – 22? CORRECION DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay muchas pruebas para detectar a un falso profeta. Se enumeran varias en este mismo pasaje. En forma de preguntas, estas pruebas son: 1. ¿Alguna vez dan profecías falsas? ¿Se cumplen el cien por ciento de sus predicciones de sucesos futuros? (Dt 18.21, 22). 2. ¿Se comunican con los espíritus de los muertos? (Dt 18.11) 3. ¿Usan medios de adivinación? (Dt 18.11) 4. ¿Participan con médiums o brujas? (Dt 18.11) 5. ¿Siguen a falsos dioses o ídolos? (Ex 20.3, 4; Dt 13.1 – 3) 6. ¿Niegan la deidad de Jesucristo? (Col 2.8, 9) 7. ¿Niegan la humanidad de Jesucristo? (1 Jn 4.1, 2) 8. ¿Quitan sus profecías el enfoque a Jesucristo? (Ap 19.10)

9. ¿Recomiendan abstenerse de ciertas comidas y carnes por motivos espirituales (1 Ti 4.3, 4) 10. ¿Critican o niegan la necesidad del matrimonio? (1 Ti 4.3) 11. ¿Promueven la inmoralidad? (Jud 4.7) 12. ¿Fomentan la abnegación legalista? (Col 2.16 – 23) Una respuesta positiva a cualquiera de las preguntas anteriores es un indicio de que el profeta no habla de parte de Dios. Dios no dice ni fomenta nada que sea contrario a su carácter y sus mandamientos tales como están registrados en las Escrituras. Y definitivamente el Dios de verdad no da falsas profecías (Dt 18.21 – 23). DEUTERONOMIO 18.15 – 18: ¿Es esta una profecía acerca del profeta Mahoma? TERGIVERSACIÓN: Dios le prometió a Moisés en este pasaje: ―Un profeta como tú les levantaré en medio de sus hermanos [Israel]; pondré mis palabras en su boca y él les dirá todo lo que yo les mande‖ (v. 18). Lo musulmanes creen que esta profecía se cumple en Mahoma, como afirma el Corán al referirse a ―el Profeta iletrado [Mahoma], a quien hallan mencionado en lo suyo [las Escrituras], en la Ley y los Evangelios‖ (Sura 7.157). CORRECIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta profecía no podría ser una referencia a Mahoma. Él término hermanos se refiere a Israel, no a sus antagonistas árabes. ¿Por qué levantaría Dios a un profeta para Israel de entre sus enemigos? En el texto que rodea este versículo, el termino hermanos quiere decir compatriotas israelitas. A los levitas se les dijo: ―No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos‖ (v. 2). En otras partes de Deuteronomio el término hermanos también quiere decir compatriotas israelitas, no extranjeros. Dios les dijo que eligieran como rey a ―uno de tus hermanos‖, no a ―un hombre extranjero, Israel nunca ha escogido a un rey no judío. Es más, Mahoma vino de la estirpe de Ismael, como reconocen aun los musulmanes, y los herederos del trono judío vinieron de la estirpe de Isaac. Cuando Abraham oró diciendo: ―Ojalá viva Ismael delante de ti‖, Dios respondió enérgicamente: ―Yo estableceré mi pacto con Isaac‖ (Gn 17.21). Posteriormente Dios repitió: ―Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac‖ (Gn 21.12, NVI). El Corán mismo declara que la línea profética vino por medio de Isaac, no Ismael: ―Y a él le otorgamos a Isaac y a Jacob, y establecimos el oficio de Profeta y la Escritura entre su simiente‖ (Sura 29.27). El erudito musulmán Yusuf Ali añade la palabra Abraham y cambia el sentido así: ―A él le dimos (Abraham) a Isaac y Jacob, y decretamos entre su progenie el oficio de Profeta y Revelación.‖ Al añadir a Abraham, el padre de Ismael, puede incluir a Mahoma, un descendiente de Ismael, en la línea profética. Pero el nombre de Abraham no se encuentra en el texto original. Jesús cumplió perfectamente este versículo, ya que era de sus hermanos judíos (cf. Gl 4.4). Cumplió perfectamente Deuteronomio 18.18: ―Él les dirá todo lo que yo le mande.‖ Jesús dijo: ―Nada hago por mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, así hablo‖ (Jn 8.28). Y: ―Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él

me dio mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hablar‖ (Jn 12.49). Se llamó a sí mismo ―un profeta‖ (Lc 13.33), y la gente lo consideraba profeta (Mt 21.11; Lc 7.16; 24.19; Jn 4.19; 6.14; 7.40; 9.17). Como el Hijo de Dios, Jesús era profeta (hablando a los hombres de parte de Dios), sacerdote (Heb 7 – 10, hablando a Dios de parte de los hombres) y rey (reinando sobre los hombres por Dios, Ap 19 – 20). Otras características del ―Profeta‖ cuadran sólo con Jesús, no con Mahoma. Por ejemplo, Jesús habló con Dios ―cara a cara‖ y realizó ―señales y prodigios‖ (véanse los comentarios sobre Dt 34.10). DEUTERONOMIO 23.17: ¿Se condenaba la homosexualidad simplemente porque estaba asociada con la idolatría? TERGIVERSACIÓN: Algunos argumentan que las condenas bíblicas de la homosexualidad fueron consecuencias del hecho de que el prostituto cúltico del templo estaba asociado con estas prácticas idolatras (Dt 23.17). Insisten en que la homosexualidad en sí no es condenada, sino sólo los actos homosexuales asociados con la idolatría, tales como el prostituto del santuario (cf. 1 R 14:24). (Tal como se observa en los comentarios sobre Gn 19.8, algunos adeptos de la Nueva Era creen que la homosexualidad es tan aceptable al ―Cristo cósmico‖ como la heterosexualidad. CORRECIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las prácticas homosexuales no son condenadas en la Biblia simplemente porque estaban asociadas con la idolatría. Eso queda claro debido a varias cosas. La condena de las prácticas homosexuales está separada de la referencia a una práctica idólatra explícita (Lv 18.22; Ro. 1.26, 27). Cuando la homosexualidad está asociada con la idolatría (como en la prostitución cúltica de los templos) no tiene una relación esencial. Es un pecado concomitante pero no un pecado equivalente. A menudo se usa la infidelidad sexual de manera metafórica con referencia a la idolatría (p. ej., Os 3.1; 4.12), pero no tiene ninguna conexión necesaria con ésta. La idolatría es una forma de inmoralidad espiritual, pero la inmoralidad no es incorrecta sólo si se practica en relación con la adoración de ídolos. También, la idolatría puede conducir a la inmoralidad (cf. Ro 1.22 – 27), pero son pecados diferentes. Aun los Diez Mandamientos hacen una distinción entre la idolatría en la primera tabla de la Ley (Ex 20.3, 4) y los pecados sexuales en la segunda tabla (Ex 20.14, 17). DEUTERONOMIO 33.2: ¿Es esta una predicción del Profeta Mahoma? TERGIVERSACIÓN: Muchos eruditos islámicos creen que este versículo predice tres visitaciones distintas de Dios: una en Sinaí a Moisés, otra a Seir (una región cerca del Mar Muerto y el Desierto Arábigo) por medio de Jesús, y una tercera en ―Parán‖ (Arabia) por medio de Mahoma, quien vino a Meca con un ejército de ―diez mil‖.

CORRECIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Es fácil responder a esta afirmación mirando un mapa de las tierras bíblicas. Parán está cerca de Egipto en la península de Sinaí y Seir está en el Edom del Antiguo Testamento (cf. Gn 14.6; Nm 10.12; 12.16 – 13.3; Dt 1.1). Ninguno de estos lugares está en Palestina, donde ministró Jesús. Tampoco estaba Parán cerca de Meca, sino a cientos de kilómetros de distancia cerca del sur de Palestina en el noreste de Sinaí. Además, este versículo habla de la venida de ―Jehová‖ (el Señor, Yahvé, no Mahoma). Y viene con ―diez millares de santos,‖ no diez mil soldados, como Mahoma. En este texto no hay ninguna base en absoluto para la afirmación musulmana. Por último, se dice que esta profecía es una ―con la cual Moisés, varón de Dios, bendijo a los hijos de Israel, antes de morir‖ (v. 1). Si fuera una predicción acerca del islam, el cual ha sido un enemigo constante de Israel, difícilmente podría ser una bendición para Israel. En realidad, el capítulo pasa a bendecir a cada una de las tribus de Israel de parte de Dios, quien ―expulsará… al enemigo‖ (v. 27, NVI). DEUTERONOMIO 34.10: ¿Apoya este versículo la afirmación musulmana de que Jesús no podía ser el profeta predicho en Deuteronomio 18.18? TERGIVERSACIÓN: Este versículo afirma: ―Nunca más se levantó un profeta en Israel como Moisés‖. Los musulmanes argumentan que eso prueba que el profeta predicho no podía ser un israelita sino que, más bien era Mahoma. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La frase ―nunca más‖ se refiere al tiempo que medió entre la muerte de Moisés y el momento en que este último capítulo fue escrito, probablemente por Josué. Aunque Deuteronomio o esta sección de Deuteronomio se haya escrito mucho más tarde, como creen algunos críticos, aun así se redactó siglos antes del tiempo de Cristo y, por tanto, no lo excluiría. Nótese que Jesús, no Mahoma, cumplió perfectamente esta predicción del profeta que había de venir (véanse los comentarios sobre Dt 18.15 – 18). Este pasaje no podría referirse a Mahoma, ya que el profeta que había de venir era como Moisés, quien realizó ―todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer‖ (Dt 34.11). Mahoma mismo confesó que no realizó señales y prodigios como los que realizaron Moisés y Jesús (véase Sura 17.90 – 93). El profeta que había de venir era como Moisés, que habló con Dios ―cara a cara‖ (Dt 34.10). Mahoma nunca afirmó siquiera que hablaba con Dios directamente, sino que recibió sus revelaciones por medio de ángeles (cf. Sura 2.97). Jesús, por otra parte, como Moisés, fue un Mediador directo (1 Ti 2.5; Heb 9.15) que se comunicó directamente con Dios (cf. Jn 1.18; 12.49; 17).

CAPÍTULO 5

JOSUÉ

JOSUÉ 1.8: ¿Es este versículo una clave de la prosperidad económica, como sugieren los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Josué 1.8 dice: ―Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien‖. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los maestros de la Palabra de Fe ven en este versículo un significado que no tiene. El contexto de este versículo es militar, no económico. En realidad, no se trata sobre los asuntos económicos o financieros en todo este capítulo de Josué. En la conquista de la Tierra prometida, Dios le prometió a Josué que sus esfuerzos militares prosperarían si fuera fiel a su obligación de meditar sobre la Palabra de Dios y de obedecerla. La prosperidad también incluye, sin duda, el cumplimiento total de las

promesas relacionadas con la tierra que fueron dadas incondicionalmente por Dios en el Pacto Abrahámico (Gn 12.1 – 3). Posteriormente, justo antes de su muerte, Josué exhortó al pueblo a seguir viviendo en sumisión a las Escrituras.

CAPÍTULO 6

1 SAMUEL

1 SAMUEL 18.1 – 4: ¿Fueron David y Jonatán homosexuales? TERGIVERSACIÓN: Este pasaje narra el intenso amor que David y Jonatán sentían el uno por el otro. Algunos ven en esto un indicio de que eran homosexuales. Deducen eso del hecho de que Jonatán ―amaba‖ a David (18.3); de que se quitó la ropa en presencia de David (18.4); de que ―se besaron‖ (1 S 20.41). También señalan la falta de relaciones satisfactorias con mujeres por parte de David como indicio de sus tendencias homosexuales. CORRECIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ningún indicio en las Escrituras de que David y Jonatán fueran homosexuales. Al contrario, hay pruebas convincentes de que no lo eran. La atracción de David a Betsabé (2 S 11) revela que su orientación sexual era heterosexual, no homosexual. En realidad, a juzgar por la cantidad de esposas que tenía, David parecía ceder a deseos heterosexuales demasiados fuertes.

El amor de David a Jonatán no era sexual (erótico) sino un amor de amistad (fílico). Es común en las culturas orientales que los hombres heterosexuales expresen amor y cariño el uno al otro de manera abierta y ferviente. El ―beso‖ era un saludo común y culturalmente apropiado entre los hombres en aquel tiempo. Además, el beso no tuvo lugar hasta algún tiempo después de que Jonatán le diera su ropa a David (1 S 20.41). También, Jonatán no se quitó toda la ropa en presencia de David. Solo se quitó su armadura y su manto real (1 S 18.4) como símbolo de su profundo respeto a David y su dedicación a él. 1 SAMUEL 26.19: ¿Dice este versículo que debemos odiar a nuestros enemigos, como enseña la secta de los Niños de Dios? TERGIVERSACIÓN: Moses David, dirigente de los Niños de Dios, recurrió a este versículo para justificar el odio a sus enemigos. Escribió: ―Lo siento, supongo que no soy tan afectuoso como Jesús; soy más como el rey David (1 S 26.19). Jesús pudo perdonar a sus enemigos, pero yo maldigo a mis enemigos. Pero Dios dijo que David era un hombre conforme a su corazón, así que quizá yo sea más como Dios, ¡pues quiero maldecirlos por lastima a mis pequeñitos! ―(David, 1977, GP No. 577, pp. 1 – 2). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Semejante conclusión es inverosímil y necesita poca respuesta. Aun en este pasaje David manifestó su amor a su enemigo (Saúl) al no matarlo cuando tuvo la oportunidad. David no odiaba a sus enemigos. Aun en los denominados Salmos de ―maldición‖ habla de amar a sus enemigos y orar por ellos. Escribió: ―En pago de mi amor me han sido adversarios; pero yo oraba. Me devuelven mal por bien y odio por amor‖ (Sal 109.4, 5). En vez de vengarse de ellos. David entregó a sus enemigos a la justicia de Dios, quien recompensa a cada uno de acuerdo con sus hechos. 1 SAMUEL 28.7 – 20: ¿Cómo pudo Dios permitir que la adivina de Endor llamara a Samuel de entre los muertos cuando Dios condenaba la hechicería? TERGIVERSACIÓN: La Biblia condena tajantemente la hechicería y la comunicación con los muertos (Ex 22.18; Lc 20.6, 27; Dt 18.9 – 12; Is 8.19). En el Antiguo Testamento, aquellos que la practicaban debían ser condenados a muerte. El rey Saúl sabía eso y hasta expulsó a todos los hechiceros de la tierra (1 S 28.3). No obstante, desobedeciendo a Dios, acudió a la adivina de Endor, pidiéndole que se comunicara con el profeta muerto Samuel (1 S 28.11 – 19). El problema aquí es que parece logar comunicarse con Samuel, lo cual parece conferir validez a los poderes de la hechicería, la cual la Biblia condena con tanta vehemencia. Los que practican la hechicería o brujería, como los adeptos de Wicca, a veces citan este versículo para apoyar su religión (Mather y Nichols, 1993, p. 313).

CORRECIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Algunos creen que la adivina realizó un milagro mediante poderes demoniacos y realmente hizo volver a Samuel de entre los muertos. En apoyo de esta opinión citan pasajes que indican que los demonios tienen el poder de realizar milagros (Mt 7.22; 2 Co 11.14; 2 Ts 2:9, 10; Ap 16.14). Las objeciones a esta opinión incluyen el hecho de que la muerte es final (Heb 9.27). Los muertos no pueden volver (2 S 12.23) porque hay una gran sima puesta por Dios (Lc 16.24 – 26), y los demonios no pueden usurpar la autoridad de Dios sobre la vida y la muerte (Job 1.10 – 12). Otros han sugerido que la adivina en realidad no hizo volver a Samuel de entre los muertos, sino que sólo fingió hacerlo. Apoyan este argumento con referencias a los demonios que engañan a las personas que tratan de comunicarse con los muertos (Lv 19.31; Dt 18.11; 1 Cr 10.13) y con la afirmación de que los demonios a veces declaran lo que es cierto (cf. Hch 16.17). Las objeciones a esta opinión incluyen el hecho de que el pasaje parece decir que Samuel efectivamente volvió de entre los muertos, que dio una profecía de Samuel que realmente llegó a cumplirse, y que es poco probable que los demonios hubieran declarado la verdad de Dios, ya que el diablo es el padre de la mentira (Jn 8.44). Otra opinión es que la adivina no hizo volver a Samuel de entre los muertos, sino que Dios mismo intervino para reprender a Saúl por su pecado: (a) Samuel pareció realmente haber vuelto de entre los muertos (vv. 14, 20), pero (b) ni los seres humanos ni los demonios tienen el poder de hacer volver a las personas de entre los muertos (Lc 16.24 – 31; Heb 9.27). (c) La adivina misma pareció estar sorprendida por la aparición de Samuel de entre los muertos (v.12). (d) Hay una condena directa de los adivinos en el versículo 9. Es poco probable que el mismo texto daría crédito a la adivinación afirmando que los adivinos realmente pueden hacer volver a las personas de entre los muertos. (e) Dios a veces habla en lugares inesperados y por medios inesperados (cf. el asno de Balaam, Nm 22). Las objeciones más importantes a esta opinión son que el texto no dice explícitamente que Dios realizó el milagro, y que la casa de una adivina es un lugar extraño donde hacerlo. Sin embargo, Dios es soberano en cuanto a cuándo y dónde interviene, y no todos los milagros se llaman así (cf. Mt 3.17; 17.1 – 9). Un acto milagroso puede hablar por sí solo.

CAPÍTULO 7

2 SAMUEL

2 SAMUEL 6.7: La reverencia por el arca del pacto ¿apoya la práctica católica de venerar reliquias? TERGIVERSACIÓN: De acuerdo con este versículo, ―la ira del SEÑOR se encendió en contra Uza por su atrevimiento y lo hirió de muerte ahí mismo, de modo que Uza cayó fulminado junto al arca‖ (NVI). ¿Eso da crédito al dogma católico de venerar reliquias religiosas? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Uza no fue herido por no venerar el arca sino por desobediencia a la ley de Dios que prohibía que cualquier personas más que un sacerdote la tocara (Nm 4.15; cf. 2 S 6.7). Mostrar respeto por el arca, en la cual se manifestaba la presencia misma de Dios y su gloria, es muy diferente de venerar las reliquias de seres humanos. En primer lugar, el arca era un símbolo designado por Dios, no los simples restos y adornos de hombres. En segundo lugar, era un símbolo especial en una teocracia única, donde Dios, en forma

personal y visible (en la nube de su gloria), moraba entre su pueblo especialmente escogido, Israel. Por último, aun tomando en cuenta el lugar especial que tenía el arca, el pueblo no debía venerarla (Ex 20.4, 5), sino que simplemente debía obedecer las leyes de Dios en cuanto a su uso. Dios ordenó claramente a su pueblo que no hiciera imágenes y que no se inclinara ante ellas en un acto de devoción religiosa (Ex 20.4, 5). Este es el mismo error de los paganos que ―honraron y dieron culto a las criaturas antes que al Creador‖ (Ro 1.25). La Biblia prohíbe tajantemente que hagamos o tan siquiera ―nos inclinemos‖ ante una ―imagen‖ de cualquier criatura en un acto de devoción religiosa: ―No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás‖ (Ex 20.4 – 5, cursivas añadidas).

CAPÍTULO 8

1 REYES

1 REYES 11.1 – 3: ¿Dan las Escrituras su aprobación a la poligamia? TERGIVERSACIÓN: Los mormones dicen que el profeta José Smith recibió una ―revelación‖ del Señor que afirmaba que matrimonios múltiples eran la voluntad de Dios para sus seguidores (Doctrina y convenios, 132:61 – 62). Pero las Escrituras nos previenen en repetidas ocasiones contra tener múltiples esposas (Dt 17.17) y violar el principio de la monogamia: un hombre para una esposa (cf. 1 Co 7.2). ¿Qué, pues, debemos pensar de 1 Reyes 11.3, donde se nos dice que Salomón tenía 700 esposas y 300 concubinas? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La monogamia es la norma de Dios para la raza humana. Eso está claro porque: (1) Desde el mismo principio Dios estableció el modelo creando una relación matrimonial monógama entre un hombre y una mujer, Adán y Eva (Gn 1.27; 2:21 – 25). (2) Este ejemplo establecido por Dios era la práctica común de la raza hasta que la interrumpió el pecado (4.23). (3) La ley de

Moisés ordena claramente a los reyes ―Tampoco deberá tener muchas mujeres‖ (Dt 17.17). (4) Se repite la advertencia contra la poligamia en el mismo pasaje en que se da el número de las muchas esposas de Salomón (1 R 11.2), diciendo: ―No os uniréis a ellas.‖ (5) Nuestro Señor reafirmo la intención original de Dios citando ese pasaje (Mt 19.4) y señalando que Dios creó un ―hombre y [una] mujer‖ y los unió en matrimonio. (6) El Nuevo Testamento hace hincapié en que ―cada hombre debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo‖ (1 Co 7.2, NVI). (7) Asimismo Pablo insistió en que un dirigente de la iglesia debe ser ―esposo de una sola mujer‖ (1 Ti 3.12, 12, NVI). (8) En efecto, el matrimonio monógamo representa la relación entre Cristo y su novia, la iglesia (Ef 5.31 – 32). La poligamia nunca fue establecida por Dios para ningún pueblo bajo ninguna circunstancia. En realidad, la Biblia revela que Dios castigaba con severidad a aquellos que la practicaban. (1) Se menciona la poligamia por primera vez en el contexto de una sociedad pecaminosa en rebeldía contra Dios, en que el asesino ―Lamec tomó para sí dos mujeres (Gn 4.19, 23). (2) Dios previno repetidas veces a los polígamos contra las consecuencias de sus acciones ―para que su corazón no se desvíe‖ de Dios (Dt 17.17; cf. 1 R 11.2). (3) Dios nunca ordenó la poligamia. Como el divorcio, sólo la permitió por la dureza del corazón de la gente (Dt 24.1; Mt 19.8). (4) Cada polígamo de la Biblia, inclusive David y Salomón (1 Cr 14.3), pagó caro sus pecados. (5) Dios odia la poligamia así como odia el divorcio, ya que destruye su ideal para la familia (cf. Mal 2.16). En suma, la monogamia se enseña en la Biblia: (1) por precedente, ya que Dios le dio al primer hombre sólo una esposa; (2) por proporción, ya que el número de varones y mujeres que Dios trae al mundo es aproximadamente igual; (3) por precepto, ya que el Antiguo como el Nuevo Testamentos la mandan; (4) por castigo, ya que Dios castigó a aquellos que violaban su norma; (1 R 11.2); y (5) por tipo, ya que el matrimonio es un tipo de Cristo y su novia, la iglesia (Ef 5.31 – 32). El simple hecho de que la Biblia registre el pecado de poligamia de parte de Salomón no quiere decir que Dios le diera su aprobación.

CAPÍTULO 9

2 REYES

2 REYES 13.21: El hecho de que Dios realizara un milagro mediante los huesos de Eliseo, ¿justifica la veneración de las reliquias de los santos, como afirman los católicos? TERGIVERSACIÓN: El texto dice que ―estaban unos sepultando a un hombre cuando súbitamente vieron una banda armada; entonces arrojaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo. Pero tan pronto tocó el muerto los huesos de Eliseo, revivió y se puso en pie‖ (2 R 13.21). Los católicos citan este versículo para apoyar su práctica de venerar reliquias (Ott, 1960, p. 316). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no justifica la veneración de reliquias, como tampoco justificaría la veneración de otros medios físicos que Dios ha usado para realizar milagros, como: la vara de Moisés, la serpiente de bronce en el desierto, el lodo que Jesús usó para sanar al ciego, o las manos que los apóstoles usaron para sanar enfermedades.

De hecho, la Biblia condena el uso de la serpiente de bronce para fines idólatras. En la campaña de Ezequías contra la idolatría de Judá, la Biblia nos dice: ―Quitó los lugares altos, quebró las imágenes, rompió los símbolos de Aserá e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces los hijos de Israel le quemaban incienso‖ (2 R 18.4). Dios ordenó claramente a su pueblo que no hiciera imágenes y que no se inclinaran ante ellas en un acto de devoción religiosa (Ex 20.4, 5). Este es el mismo error de los paganos que ―honraron y dieron culto a las criaturas antes que al Creador‖ (Ro 1.25). 2 REYES 14.29: ¿Están los muertos dormidos o conscientes? TERGIVERSACIÓN: Así como hace en este pasaje, la Biblia a menudo habla de la muerte como el momento en que uno ―duerme con sus padres‖ (p. ej., 1 R 2:10; 11.21, 43; 14:20). Jesús dijo: ―Lázaro duerme‖ (Jn 11.11) cuando estaba ―muerto‖ (v. 14). Pablo habla de los creyentes que ―duermen‖ en el Señor (1 Ts 4.13; cf. 1 Co 15.51). Los testigos de Jehová creen que tales versículos indican que ―cuando una persona está muerta, ha desaparecido por completo. No está consiente de nada‖ (You Can Live Forever in Paradise on Earth [Usted puede vivir para siempre en un paraíso en la Tierra], 1982, p. 88). Sin embargo, en otros lugares la Biblia habla de personas que están conscientes en la presencia de Dios después de morir (cf. 2 Co 5.8; Flp 1.23; Ap 6.9). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El primer grupo de versículos se refiere al cuerpo, y el segundo grupo al alma. El ―sueño‖ es una figura retórica apropiada para hablar de la muerte del cuerpo, ya que la muerte es sólo temporal, esperando la resurrección en que el cuerpo será ―despertado‖. Además, tanto el sueño como la muerte tienen la misma postura: acostada. La Biblia expresa muy claramente que el alma (espíritu) del creyente sobrevive después de la muerte (Lc 12.4). Está conscientemente presente con el Señor (2 Co 5.8) en un lugar mejor (Flp 1.23) donde otras almas están hablando (Mt 17.3) y aun orando (Ap 6.9, 10). Asimismo, el alma del incrédulo está en un lugar de tormento consciente (Mt 25.41; Lc 16.22 – 26; Ap 19.20 – 20. 15; véanse los comentarios sobre 2 Co 5.8).

CAPÍTULO 10

2 CRÓNICAS

2 CRÓNICAS 16.12: ¿Enseña este texto que la muerte del rey Asa fue resultado del hecho de que buscara a médicos y no al Señor? TERGIVERSACIÓN: Según la Ciencia Cristiana, este pasaje enseña que la muerte del rey Asa fue una consecuencia de que buscara la ayuda de médicos en vez de la del Señor (Eddy, p. 245). A base de eso deducen que nosotros también debemos prescindir de drogas y asistencia médica, aun en tiempos de enfermedad grave. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Tal deducción no es necesaria en este contexto, y es contraria a otros pasajes de las Escrituras. Se ve esto a base de varios hechos. El versículo no dice que es incorrecto buscar la ayuda de un médico, sino hacer eso en vez de buscar al Señor. Dios quiere estar en primer lugar (cf. Mt 6.33; Col 1.18). Como dice Jeremías: ―¡Maldito aquel que confía en el hombre, que pone su confianza en la fuerza humana, mientras su corazón se aparta de Jehová!‖ (Jer 17.5).

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento recomiendan el uso de medicina. El profeta Isaías recibió la orden de preparar una ―pasta de higos‖ (NVI) para una llaga. Se aplicó la pasta a la llaga y el rey se recuperó (2 R 20.7). Y Pablo le dijo a Timoteo: ―No sigas bebiendo solo agua; toma también un poco de vino a causa de tu mal de estómago y tus frecuentes enfermedades‖ (1 Ti 5.23, NVI). Por último, el hecho de que el apóstol Pablo estuviera aquejado de una enfermedad (Gl 4.13; cf. 2 Co 12.7) podría ser el motivo por el que a menudo viajara con el doctor Lucas (véanse Col 4.14; 2 Ti 4:11). En ninguna parte la Biblia condena la práctica de acudir a un médico o tomar medicina. Hasta Jesús dijo: ―Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos‖ (Mt 9.12). La Biblia simplemente insiste en que debamos buscar a Dios primero para determinar si la enfermedad viene de parte de Él.

CAPÍTULO 11

JOB

JOB 1.5: El hecho de que Job ofreciera sacrificios por sus hijos ¿apoya la enseñanza católica acerca de las indulgencias? TERGIVERSACIÓN: Job 1.5 declara que Job ofrecía sacrificios por sus hijos porque, decía, ―Quizá habrán pecado mis hijos y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones.‖ Los eruditos católicos citan este versículo en apoyo de la enseñanza del ―Tesoro de Mérito‖ mediante el cual los actos temporales de una persona pueden expiar los pecados de otra, que ahora está en el purgatorio (Ott, 1960, p. 317). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje dista mucho de apoyar la doctrina católica del Tesoro de Mérito en el cielo. Un análisis del contexto revela las razones. No se menciona semejante tesoro en el texto. En ninguna parte dice el pasaje que Dios en efecto aceptó ese acto solícito de Job a favor de sus hijos. El pasaje es descriptivo, no prescriptivo; sólo nos informa de lo que Job hizo, pero no nos dice que

es lo que debió hacer. Eso es cierto también en el caso de los amigos de Job, pues el texto sólo relata lo que dijeron, no lo que realmente pensó Dios (Job 42.7). Un estudio cuidadoso del contexto revela que el propósito del pasaje es mostrarnos lo recto que era Job (cf. 1.1), no si es posible expiar los pecados de otros. Es seguro que Dios oye la oración del justo (Job 42.8; Stg 5.16). Pero eso de ninguna manera da a entender que puedan ayudar a expiar los pecados de otros. La virtud de un ser humano no es transferible a otro. Las Escrituras declaran que ―la justicia del justo recaerá sobre él‖ (Ez 18.20). Aunque los actos de una persona justa como Job fueran de alguna manera eficaces para su familia o sus amigos en la Tierra, eso de ninguna manera apoya la creencia católica de que tales actos son eficaces para los difuntos. ¡Job lo hizo por los vivos, no por los muertos! Por consiguiente, el uso católico de este texto para apoyar el Tesoro de Mérito carece de fundamento. JOB 1.20 – 21: ¿Enseña este versículo la reencarnación? TERGIVERSACIÓN: La Biblia enseña la falsedad de la creencia en la reencarnación (Jn 9.3; Heb 9.27). Pero aquí Job habla de una persona que vuelve después de morir. Algunos que creen en la reencarnación han recurrido a este versículo en apoyo de su doctrina. CORRECIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Job no habla de la ―vuelta‖ del alma a otro cuerpo para volver a vivir, sino de la vuelta del cuerpo a la tumba. Dios le dijo a Adán que volvería a la tierra porque ―polvo eres y al polvo volverás‖ (Gn 3.19). La palabra hebrea para ―vientre‖ (béten) se emplea de manera figurada en la expresión poética de Job con referencia a la ―tierra‖. Las ideas de ―tierra‖ y ―vientre‖ son usadas en el Salmo 139, donde dice que Dios nos formó en el ―vientre‖ de nuestra madre, en ―lo más profundo de la tierra‖ (vv. 13, 15). Así como el libro hebreo antiguo de sabiduría, Job creía que las personas trabajaban ―desde el día en que salen del seno de su madre hasta el día en que vuelven a la madre de todos los vivientes [es decir el vientre de la tierra]‖ (Eclesiástico 40.1, DHH). Asimismo, Job empleó la expresión poética ―volver allá [es decir, al vientre de mi madre]‖ para referirse a la tierra de la cual todos venimos y a la cual todos volvemos (cf. Ec 12.7). Aunque uno insistiera en una interpretación literal de esta figura retórica, no constituiría una prueba de la reencarnación. Sólo mostraría que la persona vuelve al vientre de su madre después de morir, lo cual es absurdo. Por último, Job no creía en la reencarnación en otro cuerpo mortal; creía en la resurrección en un cuerpo inmortal. Declaró: ―Pero yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre el polvo, y que después de desecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios‖ (Job 19:25, 26, cursivas añadidas). Se daba cuenta de que esta carne corruptible se pondría carne incorruptible (cf. 1 Co 15.42 – 44). La reencarnación, por contraste, no sostiene que seremos levantados una vez en un cuerpo físico inmortal; más bien, es la creencia de que el alma será reencarnada muchas veces en cuerpos mortales

que volverán a morir. Así que no hay ningún fundamento para afirmar que Job creía en la reencarnación. JOB 7:9: ¿Contradice este versículo la enseñanza de la Biblia acerca de la resurrección? TERGIVERSACIÓN: Las Escrituras enseñan que todos los hombres serán levantados en forma corporal de la tumba (cf. Dn 12.2; 1 Co 15.22; Ap 20.4 – 6). En efecto, Jesús dijo que un día ―todos los que están en los sepulcros oirán su voz… y saldrán‖ (Jn 5:28). Sin embargo, Job parece decir exactamente lo contrario cuando escribe que ―los que bajan al sepulcro ya no vuelven a subir‖ (NVI, véanse también Job 14.12; Is 26.14; Am 8.14). Job 7.9 podría surgir en conversaciones con los testigos de Jehová. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Tal como revela claramente el primer grupo de pasajes citados, habrá una resurrección de todos los muertos, tanto los justos como los injustos (Hch 24.15; cf. Jn 5.28, 29). Job mismo expresó su creencia en la resurrección de los muertos, declarando: ―Después de desecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios‖ (Job 19.26). Lo que quería decir al hablar de alguien que bajaba a la tumba y no volvía (7.9) se explica en el próximo versículo: ―No volverá más a su casa‖ (v. 10). En otras palabras, los que mueren no vuelven a su vida mortal. En efecto, la resurrección conduce a una vida inmortal (1 Co 15.53), no a la misma vida mortal que uno tenía antes. Job 14.12 no niega que vaya a haber una resurrección; sólo afirma que no se dará ―mientras exista el cielo‖, es decir, hasta ―al cabo del tiempo‖ (Dn 11.40; cf. 12.1, 2; Jn 11.24). En realidad, el pasaje enseña el concepto de la resurrección, pues Job habló simplemente de estar escondido en la tumba por Dios hasta un momento designado en que Dios volverá a acordarse de él (14.13) en la resurrección. Tampoco Isaías 26.14 niega la resurrección. Aquí también se afirma la resurrección en un versículo posterior que dice claramente: ―Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán‖ (v. 19). Obviamente, pues, el versículo 14 quiere decir que no vivirán hasta la resurrección. La memoria de los malvados perecerá del ámbito terrenal. No será hasta el amanecer de la época celestial que serán levantados nuevamente. Algunos textos que podrían parecer negar la resurrección (p. ej., Am 8.14) se refieren simplemente a la caída de los enemigos de Dios, para nunca levantarse a oponerlo. Jamás volverán a ejercer su dominio anterior sobre el pueblo de Dios. Dios los derrocó irreparablemente. JOB 14.12: ¿Contradice este versículo la enseñanza de la Biblia sobre la resurrección? Véanse los comentarios sobre Job 7.9. JOB 19.26: ¿Indica este versículo que el cuerpo resucitado será un cuerpo de carne?

TERGIVERSACIÓN: Satanás ha herido el cuerpo de Job, y su carne se pudría. Sin embargo, Job expresó su fe en Dios diciendo: ―En mi carne he de ver a Dios‖ (Job 19.26). Algunas sectas, entre ellas los adeptos de la Nueva Era y los testigos de Jehová, niegan que haya una resurrección en la carne. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia a menudo se refiere a una resurrección en la carne (cf. Lc 24.26, 27; Hch 2.31). El que Job también sostenía la misma idea está claro por varias razones. En primer lugar, aunque la preposición ―en‖ (min) puede traducirse ―sin‖, es una característica de esta preposición que cuando se emplea con el verbo ―ver‖, tiene el sentido de ―desde la perspectiva de‖. La idea es reforzada por el uso del paralelismo contrastante en este versículo. La poesía hebrea a menudo emplea dos líneas paralelas de expresión poética que a veces expresan palabras o ideas contrastantes (se llama paralelismo antitético). Aquí la pérdida de la carne de Job contrasta con su confianza en que Dios restaurará el cuerpo que se está pudriendo ante sus ojos, de manera que en su propia carne vería a Dios. Esa es una expresión muy sublime de la fe de Job en una resurrección literal y física. Se afirma una resurrección en otras partes del Antiguo Testamento (Is 26.19; Dn 12.2) y en el Nuevo Testamento (Lc 24.39; Jn 5.28 – 29; Hch 2.31 – 32). Así que la interpretación en Job de una resurrección en la carne está de acuerdo con el resto de las Escrituras.

CAPÍTULO 12

SALMOS

SALMO 1.2: ¿Deben meditar los cristianos? ¿O es esa una práctica budista e hindu? TERGIVERSACION: David declaró aquí que debemos ―meditar de día y de noche‖. Sin embargo, la meditación trascendental está asociada con las religiones orientales, tales como el budismo, el hinduismo y la filosofía de la Nueva Era, las cuales son contrarias al cristianismo (Ferguson, 1980, pp. 315 – 16). ¿Deben los cristianos practicar la meditación? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay una diferencia importante entre la meditación cristiana y la meditación mística que se encuentra en muchas religiones orientales, que se conocen popularmente en las zonas occidentales como religiones de la Nueva Era. Se destacan las diferencias en esta tabla de contrastes.

______________________________________________________________________ CRISTIANISMO RELIGIONES ORIENTALES Objeto Algo (Dios) Nada (vacío) Propósito Adoración de Dios Fundirse con Dios Medio Revelación Divina Intuición humana Esfera Mediante la razón Más allá de la razón Poder Por la gracia de Dios Por el esfuerzo humano Experiencia Realidad objetiva Puramente subjetiva Estado Inmediato Concentración Relajación _______________________________________________________________

Hay una gran diferencia entre vaciar la mente para meditar sobre nada y llenar la mente de la Palabra de Dios para meditar sobre el Dios viviente. David dijo que meditaba sobre la ―ley‖ de Dios ––la Palabra––, no sobre un vacío. Su propósito era comunión espiritual con Yahvé, no una fusión mística con Brahmán o el Tao de las religiones orientales. SALMO 2.7: ¿Quiere decir este versículo que Jesús nació como un hijo espiritual de padres celestiales? TERGIVERSACIÓN: El salmo 2.7 dice: ―Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: «Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy.»‖ Los mormones creen que este versículo apoya la idea de que Jesús nació como un hijo espiritual (mediante procreación), hijo de padres celestiales (Gospel Principles [Principios del evangelio], 1986, p. 9). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La interpretación mormona de este texto no la interpretan ni este texto ni el resto de las Escrituras. Hay que tener dos cosas presentes. En primer lugar, el contexto aquí no habla de un espíritu que nace en el mundo de los espíritus, sino de ―los reyes de la tierra‖, quienes ―conspirarán‖ contra el ―ungido‖ (Mesías) de Dios para deshacerse de Él (o sea, asesinarlo). Por consiguiente, el sentido más natural en que fue ―engendrado‖ por Dios para reinar sobre las naciones (vv. 7 – 8) es que resucitó de entre los muertes. En segundo lugar, un principio fundamental de la interpretación bíblica es que el Antiguo Testamento debe ser interpretado de acuerdo con la mayor luz del Nuevo Testamento. Hechos 13.33 – 34 indican que la resurrección de Jesús de entre los muertos por el Padre es un cumplimiento de la declaración de Salmo 2.7: ―Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy.‖ Así que el versículo no tiene nada que ver con la supuesta procreación de Dios.

Otras referencias bíblicas dejan claro que Cristo nunca llegó a existir en un momento del tiempo, sino que es un ser eterno. Jesús es tan eterno como Dios Padre (Jn 1.1) y existió como el eterno ―Yo soy‖ (cf. Ex 3.14) antes de Abraham (Jn 8.58). No ―nació‖ como ser espiritual en ningún momento. Sólo nació como hombre en Belén, aunque había sido eterno (cf. Miq 5.2). SALMO 37.9, 34: Cuando los malignos son destruidos, ¿son aniquilados? TERGIVERSACIÓN: El salmista afirma que ―los malignos serán destruidos‖. En otras partes (Sal 73.27; Pr 21.28), las Escrituras dicen que perecerán (véanse los comentarios sobre 2 Ts 1.9). ¿Significa ―destruido para siempre‖ que los malvados serán aniquilados, como creen que muchas sectas (tales como los testigos de Jehová; Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 162) y religiones aberrantes? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Ser ―destruido‖ no significa ser aniquilado al morir, ya que se emplea la misma palabra hebrea (karát) al hablar de la muerte del Mesías (Dn 9.26). Pero sabemos que Cristo no fue aniquilado; sigue viviendo para siempre después de su muerte (cf. Ap 1.18). Véanse también los comentarios sobre 2 Tesalonicenses 1.9. SALMO 37.9, 11, 29: ¿Demuestran estos versículos que algunos miembros del pueblo de Dios no irán al cielo, sino que vivirán para siempre en la tierra? TERGIVERSACIÓN: El Salmo 37.9 dice: ―Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová heredarán la tierra.‖ El versículo 11 dice: ―Pero los mansos heredarán la tierra y se recrearán con abundancia de paz.‖ El versículo 29 dice: ―Los justos heredaran la tierra y vivirán para siempre en ella.‖ Los testigos de Jehová creen que estos versículos quieren decir que no todas las personas buenas van al cielo. Algunos vivirán durante toda la eternidad en la Tierra (Reasoning from the Sciptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 163). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no trata sobre un distante futuro escatológico en el cual Dios destruirá a los malignos y creará un paraíso terrenal para los justos. Más bien, trata sobre las circunstancias del presente y del futuro próximo de los israelitas que vivían en aquel entonces en la Tierra prometida. Nos fijamos en que la palabra hebrea que se traduce como ―tierra‖ se emplea a menudo al hablar de la Tierra prometida en el Antiguo Testamento (véase, p. ej., Dt 4.38). Eso parece ser lo que sucede aquí. La palabra hebrea que significa ―para siempre‖ tiene una amplia gama de significados que varían desde ―un periodo largo‖ hasta ―por toda la eternidad‖ (Ec 3.11). En este contexto parece tener el significado de ―futuro imprevisible‖. El salmista parece estar diciendo que las generaciones futuras de los israelitas rectos seguirían morando en la tierra hasta el futuro imprevisible. De ser así, la esencia de este pasaje es que las

personas malvadas en la vida del salmista serían destruidas, mientras que los rectos de su tiempo vivirían bendiciones. Aun si el texto se refiere al estado eterno, no justifica la conclusión de los testigos de Jehová de que no todas las personas buenas irán al cielo. Todos los que creen en Jesucristo pueden esperar un destino celestial, no solo un grupo selecto de 144.000 (véanse Ef 2.19; Flp 3.20; Col 3.1; 12.22; 2 P 1.10, 11). Jesús afirmó que todos los creyentes estarán juntos en ―un rebaño‖ bajo ―un pastor‖ (Jn 10.16). No habrá dos ―rebaños‖: uno en la Tierra y uno en el Cielo. SALMO 37.20: El hecho de que los malvados perecen ¿quiere decir que perderán el conocimiento, como afirman los aniquilacionistas? TERGIVERSACIÓN: El Antiguo Testamento afirma reiteradamente que los malvados perecerán. El salmista escribió: ―Mas los impíos perecerán, los enemigos de Jehová serán consumidos; como la grasa de los carneros, se disiparán como el humo‖ (Sal 37.20; cf. 68.2; 112.10; Pr 11.10). Los aniquilacionistas insisten en que perecer insinúa que uno pasa a un estado de la nada. Los testigos de Jehová así creen. (Mankind’s Search for God [La búsqueda de Dios por la humanidad], 1990, p. 128). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Cuando se entiende correctamente en su contexto, la palabra ―perecer‖ no apoya el aniquilacionismo. En primer lugar, la misma palabra que se emplea para describir a los malvados que aparecen en el Antiguo Testamento (avád) se emplea para describir el perecimiento de los justos (véanse Is 57.1; Miq 7.2). Pero aun los aniquilacionistas reconocen que los justos no son privados de la existencia. Dado eso, tampoco hay razón para concluir que les suceda a los malvados. Se emplea avád para describir cosas que sólo están perdidas, pero entonces, más tarde, son encontradas (Dt 22.3). Eso prueba que ―perecer‖ no quiere decir ―Desaparecer por completo‖. La Biblia hace referencias claras a los perdidos que experimentarán tormento y castigo en estado consciente después de morir. Eso es cierto en el caso de los seres humanos. (Lc. 16.19 – 31; Ap 19:20) así como del diablo (Ap 20.10). SALMO 45.3 – 5: ¿Es esta una predicción de Mahoma? TERGIVERSACIÓN: Puesto que estos versículos hablan de uno que viene con la ―espada‖ para someter a sus enemigos, los musulmanes a veces los citan como una predicción de su profeta Mahoma, que fue conocido como ―el profeta de la espada‖. Insisten en que no puede referirse a Jesús, ya que él nunca vino con una espada (Mt 26.52). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El próximo versículo (v. 6) identifica a la persona de quien se habla como ―Dios‖, y Jesús afirmó serlo (Jn 8.58; 10.30). Mahoma negó ser Dios, diciendo que era sólo un profeta humano. El Nuevo Testamento

afirma que este pasaje se refiere a Cristo (Heb 1.8). Y, aunque Jesús no vino la primera vez con una espada, así vendrá en su Segunda Venida (cf. Ap 19.11 – 16). SALMO 46.10: ¿Indica este versículo que los seres humanos pueden convertirse en Dios, como argumenta Maharishi Mahesh Yogi? TERGIVERSACIÓN: En el Salmo 46.10 Dios dice: ―Estad quietos y conoced que yo soy Dios.‖ Maharishi Mahesh Yogi, fundador de la Meditacion Trascendal, interpreta este versículo así: ― ‗Estad quietos y conoced que yo soy Dios.‘ Está quieto y conoce que tú eres Dios, y cuando sepas que eres Dios comenzaras a vivir la Deidad, y viviendo la Deidad no tienes por qué sufrir‖ (Meditations of Maharishi Mahesh Yogi [Meditaciones de Maharishi Mahesh Yogi], p. 178). ¿Es posible interpretar este versículo correctamente en el sentido de que los seres humanos pueden convertirse en Dios? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este es un salmo hebreo, y entre los judíos la idea de que un ser humano pueda convertirse en un dios es el colmo de la blasfemia. Semejante idea no se encuentra en ninguna parte de este salmo, por no decir nada del resto de la Biblia. Aun una ojeada rápida al resto del salmo indica que se describe al único Dios verdadero como distinto y exaltado por encima de la Tierra creada (y del hombre). Por ejemplo, en los versículos 10 – 11 leemos: ―«Estad quietos y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra». ¡Jehová de los ejércitos está con nosotros! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!‖ Las Escrituras dan constante testimonio de que sólo hay un Dios verdadero y que la humanidad no es Dios ahora, ni jamás se convertirá en Él (véanse Dt 6.4; 32.39; 2 S 7.22; 1 R 8.60; Sal 86.10; Is 44.6; J1 2.27; 1 Ti 2.5; Stg 2.19). Véase el análisis de Génesis 1.26 para los argumentos bíblicos en contra de la idea de que un ser humano pueda convertirse en un Dios. SALMO 68.2: El hecho de que los malvados perecen ¿quiere decir que serán aniquilados? Véanse los comentarios sobre Salmo 37.20; 2 Tesalonicenses 1.9. SALMO 82.6: ¿Significa este versículo que los seres humanos pueden convertirse en dioses? TERGIVERSACIÓN: El salmo 82.6 dice: ―Yo dije «Vosotros sois dioses y todos vosotros hijos del Altísimo»‖ Los mormones creen que este versículo sostiene la idea de que los seres humanos pueden convertirse en dioses (McConkie, 1966, p. 321). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ninguna prueba en este texto de la creencia mormona politeísta de que los hombres son dioses. A diferencia de la

palabra ―Señor‖ o ―Jehová‖ (Yahvé), que siempre quiere decir Dios, la palabra ―dioses‖ (elohím) puede usarse con referencia a Dios (Gn 1.1), a los ángeles (Sal 8.4 – 6; cf. Heb 2.7), o a los seres humanos (como en este caso). Este salmo se centra en el grupo de jueces israelitas a quienes, porque tomaban decisiones de vida y muerte con respeto a las personas, se les llamaba imprecisamente ―dioses‖. Pero esos jueces se corrompieron y fueron injustos. Así que Asaf, el autor de este salmo, dijo que aunque a estos jueces se les llamaba dioses, morirían como los hombres que eran en realidad (véase el v.7). Es posible que Asaf estuviera hablando con ironía al llamar a esos jueces malvados ―dioses‖. De ser así, no se justifica llamarlos ―dioses‖ en ningún sentido serio. De todos modos, la afirmación politeísta carece de justificación, ya que este versículo se pronuncia en el contexto del monoteísmo judío, en cual es blasfemia si a cualquier simple ser humano se le llama Dios en sentido divino (véanse los comentarios sobre Jn. 10.34). Además, en Isaías 44.8, Dios mismo pregunta: ―¿Hay algún Dios fuera de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna‖ (NVI). Del mismo modo, Isaías 43.10 nos muestra a Dios diciendo: ―[A]ntes de mí no fue formado dios ni lo será después de mí.‖ Claro está que los seres humanos no pueden convertirse en dioses. SALMO 88.11: ¿Tienen los muertos memoria de algo? Véanse los comentarios bajo Eclesiastes 9.5. SALMO 97.7: ¿No da este versículo a entender que hay muchos dioses? TERGIVERSACIÓN: El salmista ordena: ―Póstrense ante él todos los dioses.‖ Sin embargo, en otras partes la Biblia insiste en que hay solamente un Dios (Dt 6.4). ¿Indica el Salmo 97.7 que hay más de un Dios, como creen los mormones? (Smith, 1977, p. 370). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ningún otro Dios, pero hay muchos dioses. Hay sólo un Dios verdadero, pero hay muchos dioses falsos. En efecto, Pablo declara que los dioses falsos están basados en demonios (1 Co 10.20). Y un día hasta los demonios se postrarán ante el Dios verdadero y viviente, y confesaran que él es el Señor (Flp 2.10). Además, a los ángeles buenos a veces se les llama ―dioses‖ (elohím) en la Biblia (Sal 8.5; cf. Heb 2.7). Este versículo (Sal 97.7) podría ser una orden a los ángeles de adorar a Dios, tal como se les ordena en el Salmo 148.2: ―Alabadlo, vosotros todos sus ángeles.‖ SALMO 103.3: ¿Enseña este versículo que todas las terapias físicas son inútiles, como afirma la Ciencia Cristiana?

TERGIVERSACIÓN: Los Cristianos Cientistas señalan esta promesa del Señor que ―sana todas tus dolencias‖ para apoyar su creencia de que ―las drogas, la higiene y la terapéutica medica‖ son inútiles (Eddy, p. 4). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No se dice nada en este versículo acerca de la inutilidad de la medicina. Dice simplemente que Dios sana todas nuestras dolencias. Es literalmente cierto que Dios es el que nos sana, aunque tomemos medicinas, pues lo más que puede hacer la medicina es ayudar los procesos naturales de sanidad que Dios creó en el cuerpo. Y cuando la sanidad es un acto especial de la providencia de Dios o el resultado de una intervención directa, esto también es de Dios. Aun las sanidades sicosomáticas legítimas (donde las creencias o actitudes afectan las funciones corporales) son parte del proceso maravilloso que ha creado Dios. De modo que ya sea una sanidad natural, sicológica, providencial o sobrenatural, es de Dios. La Biblia no sólo no declara inútil toda medicina, sino que recomienda el uso de la medicina (véanse los comentarios sobre 2 Cr 16.12). SALMO 103:20 – 21: ¿Es esta una oración dirigida a los muertos, como afirman algunos eruditos católicos? TERGIVERSACIÓN: Los católicos recurren a este versículo para apoyar el dogma de orar a los muertos. Dice: ―¡Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles…! Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos…!‖ CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta no es en realidad una oración dirigida a ángeles y santos, sino que es una exhortación poética como la doxología cantada por los Protestantes: ―Alabadle arriba, o hueste celestial.‖ Tanto la naturaleza poética de los Salmos como el contexto indican que el salmista sólo está empleando un recurso literario para exhortar a toda la creación a alabar a Dios. El propósito de este pasaje es exaltar a Dios. Su uso como texto probatorio para la doctrina de orar a ángeles o a santos muertos es totalmente ajeno al sentido claramente expresado del pasaje. La Biblia habla fuertemente en contra de orar a cualquier ser creado, insistiendo en que sólo Dios debe ser el objeto de cualquier devoción religiosa u oración (Ex 20.2 – 4; Dt 6.13). No hay un solo caso indiscutible en todas las Escrituras en una oración que se dirija a cualquier persona que no sea Dios. SALMO 105.15: ¿Indica este versículo que ciertos hombres llamados por Dios están por encima de la crítica y la responsabilidad ante otros, como sugieren los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: El Salmo 105.15 dice: ―No toquéis ––dijo–– a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.‖ Algunos maestros de la Palabra de Fe citan este versículo al argüir que han sido especialmente ungidos por Dios y que no deben ser criticados por

sus enseñanzas. Indican en sus palabras y acciones la creencia de que cuestionar sus enseñanzas es prácticamente cuestionar a Dios mismo. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La frase ―el ungido de Jehová‖ se emplea en las Escrituras del Antiguo Testamento para referirse a los reyes de Israel (véanse 1 S 12.3, 5; 24.6; 10; 26.9, 11, 16, 23; 2 S 1.14, 16; 19.21; Sal 20.6; Lm 4.20). En este contexto no se puede interpretar la palabra como una referencia a los maestros modernos de la iglesia. Además, la palabra profetas en este contexto sólo puede referirse a los profetas del Antiguo Testamento, no a los dirigentes modernos de la iglesia. Ninguno de estos nombres puede interpretarse como una referencia a los maestros en la iglesia moderna. Aunque reconociéramos que este versículo podría referirse imprecisamente a dirigentes de la iglesia moderna, la advertencia prohíbe hacerles daño físico. No tiene nada que ver con poner a pruebas sus enseñanzas. En tiempos del Antiguo Testamento los profetas y reyes corrían mucho peligro de sufrir daño físico: por eso la advertencia. Las Escrituras mismas nos ordenan que examinemos todas las enseñanzas a la luz de la Palabra de Dios (1 Ts 5.21). Como los bereos de antaño, nosotros debemos hacer de las Escrituras nuestro criterio para determinar la verdad (Hch 17.11). Los bereos fueron elogiados por examinar las enseñanzas del apóstol Pablo a la luz de las Escrituras. Pablo afirmó en otra parte: ―Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra‖ (2 Ti 1.16 – 17, cursivas añadidas). Todos debemos estar constantemente prevenidos contra las enseñanzas falsas (Ro 16.17 – 18; cf. 1 Ti 1. 3 – 4; 4.16; 2 Ti 1.13 – 14; Tit 1.9; 2.1). Hay un sentido en que todo creyente en Cristo está ―ungido‖ (véase 1 Jn 2.20). En vista de eso, ningún dirigente cristiano puede afirmar ser especial o por encima de los demás y, por tanto, por encima de la crítica de sus doctrinas. SALMO 110.1: ¿Demuestra este versículo que todos serán salvos, como afirman los universalistas? TERGIVERSACIÓN: David dijo (y Cristo repitió): ―Jehová dijo a mi Señor: «Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies» (Sal 110.1; cf. Mt 22.44). Algunos liberales y universalistas citan este versículo para apoyar su creencia de que al fin todas las personas serán salvas. ¿Es este un uso correcto de este texto? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Se aplican aquí las mismas objeciones al universalismo que se citan en el análisis de 1 Corintios 15.25 – 28. Además de que se describa a los individuos aquí como ―enemigos‖ que son ―subyugados‖ (no salvos), se les llama el ―estrado‖ de Dios: difícilmente una descripción apropiada de los santos que son coherederos con Cristo y tienen todas las bendiciones en los lugares celestiales en Cristo (Ro 8.17; Ef 1.3).

En el contexto, David no habla de la salvación de los perdidos. Más bien, se refiere explícitamente a la ira de Dios sobre sus enemigos (Sal 110.1, 5), no a bendiciones sobre su pueblo. SALMO 115.16: ¿Quiere decir este versículo que muchos del pueblo de Dios vivirán para siempre en un paraíso terrenal y no en el cielo? TERGIVERSACIÓN: El Salmo 115.16 dice: ―Los cielos son los cielos de Jehová, y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.‖ Los testigos de Jehová creen que este versículo quiere decir que las ―otras ovejas‖ de Dios tienen el destino de vivir para siempre en un paraíso terrenal (Let Your Name Be Santified [Que tu nombre sea santificado], 1941, p. 34). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo indica, no que Dios haya dado la tierra a un grupo limitado de ―otras ovejas‖, sino que Dios ha dado la tierra a toda la humanidad. Dios creó la Tierra, y entonces creó a las personas para que habitaran en ella y la sometieran (véase Gn 1.28; cf. Sal 8.6 – 8). Las Escrituras enseñan en otras partes que todos los creyentes verdaderos esperan un destino celestial donde vivirán en la presencia directa de Dios. En efecto, todos los que creen en Cristo son herederos del reino eterno (Mt 5.5; Gl 3.29; 4.28 – 31; Tit 3.7; Stg 2.5). SALMO 115.17: ¿Pueden los muertos alabar a Dios, o están inconscientes? Véanse los comentarios sobre Eclesiastés 9.5. SALMO 132.8: ¿Prefigura este versículo la asunción corporal de María, como afirman algunos eruditos católicos? TERGIVERSACIÓN: Algunos eruditos católicos afirman que pasajes tales como este salmo se refieren ―en sentido típico al misterio de la asunción corporal; ‗Levántate, Jehová, al lugar de tu reposo, tú y el Arca de tu poder.‘‖ Argumentan que ―el Arca del pacto hecha de madera incorruptible, [fue]… un tipo del cuerpo incorruptible de María‖ (Ott, 1960, p. 209; véase también Madrid, 1991, pp. 9s.). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El uso de pasajes tales como éste para abogar por la asunción corporal de María sólo confirma la impresión de que los católicos están buscando desesperadamente textos probatorios. En primer lugar, reconocen que esta no es una interpretación literal del texto, sino sólo una supuesta interpretación ―típica‖ que, en este caso, se reduce a un argumento invalido a base de una analogía. Aun los defensores de este punto de vista tienen que reconocer que nada de esto constituye una ―prueba‖ de la concepción inmaculada (Madrid, p. 12).

En segundo lugar, la analogía entre el Arca y María es muy forzada. Un apologista católico dice que este es el ―tipo más convincente de la concepción inmaculada de María‖ (ibid.). Pero es convincente sólo si uno supone, sin fundamento bíblico ni lógico, que esta es una analogía valida. El hecho de que haya muchas semejanzas no demuestra nada. Hay muchas semejanzas entre dinero bien falsificado y billetes legítimos. La torpeza de esta clase de analogías queda de manifiesto en la pregunta de Madrid: ―Si usted hubiera podido crear a su propia madre [tal como hizo Dios con María], ¿no la habría hecho la mujer más bella, virtuosa y perfecta posible?‖ (ibid.). Sin duda la mayoría habríamos hecho muchas cosas en forma diferente de Dios. Si yo fuera Dios y hubiera podido crear el lugar más bello y perfecto para el nacimiento de mi hijo, ¡definitivamente no habría sido un establo hediondo y sucio para animales! En tercer lugar, en ninguna parte de las Escrituras se declara ni se insinúa tal comparación. La creación de analogías como ésta no demuestra nada, salvo que uno carece de verdadero apoyo bíblico para el dogma. En efecto, usando la misma clase de argumentos uno podría demostrar prácticamente cualquier cosa. En cuarto lugar, el argumento se basa en otra creencia infundada: que el cuerpo de María era incorruptible después de su muerte y antes de su presunta asunción. La Biblia dice que eso era cierto en el caso de Cristo (Hch 2.30 – 31), pero en ninguna parte afirma tal cosa con respecto a María. Aun si es cierto, como argumentan algunos, que este texto (a través de la expectativa de David de su redención en Sal 16.10) incluye la resurrección corporal de María, no se aplica a ella en ningún sentido más especial del que se aplica a la resurrección de toda la raza humana al fin de los tiempos (cf. Jn 5.28 – 29; 11.24; 1 Co 15.20 – 21). Por último, la Biblia equipara la muerte con la corrupción de todos los seres humanos salvo Cristo (cf. 1 Co 15.42, 53). No obstante, la mayor parte de los Padres y los teólogos de la iglesia católica cree que ―María sufrió una muerte temporal‖ (Ott, 1960, p. 207) como los demás mortales. ¿Por qué, pues, debemos creer que ella estuvo exenta de la corrupción física, como tampoco estuvo exenta de la muerte física acarreada por la caída (Ro 5.12)? SALMO 146.3 – 4: ¿Demuestra este versículo que no hay existencia consciente después de la muerte? TERGIVERSACIÓN: El Salmo 146.3 – 4 dice: ―No confiéis en los príncipes ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación, pues sale su aliento y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.‖ Los testigos de Jehová creen que este pasaje quiere decir que no hay existencia consciente después de la muerte (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 383). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no quiere decir que las personas no piensen nada después de morir. Más bien, parece significar que los planes, las ambiciones, los propósitos y las ideas de las personas respecto al futuro cesan y se malogran en el momento. Eso es lo que comunica la palabra hebrea para ―pensamientos‖ en Salmo 146.3 – 4. Los planes e ideas de una persona para el futuro

van con ella a la tumba. Por consiguiente, en vez de confiar en príncipes mortales este versículo dice que debemos depositar nuestra confianza en Dios.

CAPÍTULO 13

PROVERBIOS

PROVERBIOS 8:22 – 31: ¿Fue Jesús creado por Dios? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová afirman que la persona identificada como ―sabiduría‖ en Proverbios 8.22 – 31 es Jesús. Ya que se dice que la sabiduría fue creada (v. 24), eso quiere decir que Jesús fue un ser creado. ―Fue una persona muy especial porque fue creado por Dios antes de todas las demás cosas…. Durante incontables millones de años, antes aun que se creara el universo físico, Jesús vivió como persona espiritual en el cielo y gozaba de comunión íntima con su Padre, Jehová Dios, el gran Creador. ––Proverbios 8.22‖ (The Greatest Man Who Ever Lived [El hombre más grande que jamás ha vivido], 1991, p. 11). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje ha sido objeto de mucha polémica tanto por amigos como por enemigos de la deidad de Cristo. Parece más conveniente, en vista del contexto y la naturaleza poética de Proverbios, no tomar este pasaje como una referencia directa a ninguna persona. La expresión poética a menudo

habla de una idea abstracta como si fuera una persona. Esta ―personificación‖ es un rasgo común de la literatura sapiencial hebrea. La sabiduría a la que se refiere Proverbios 8 no es Jesús. Más bien, es una personificación de la virtud o carácter de la sabiduría para fines de énfasis y efecto. Además, los nueve primero capítulos de proverbios personifican la sabiduría. No tendría mucho sentido decir que alguno de esos capítulos se refiere directamente a Jesús. Después de todo, se representa la sabiduría como una mujer que clama en las calles (1.20 – 21); y se dice que ―habita‖ con la cordura (8.12). Es notable que ningún escritor del Nuevo Testamento aplique Proverbios 8 a Cristo. Aparte de la controversia sobre si este versículo está relacionado con Jesús, el sentido común nos dice que la sabiduría debe ser tan eterna como Dios mismo, que es la fuente primordial de toda sabiduría. En ese sentido, no podemos reconocer que Proverbios 8 tan siquiera apoye la idea de que la sabiduría fue creada. Más bien, la palabra hebrea aquí simplemente indica que la sabiduría fue engendrada para desempeñar un papel en la creación del universo. Como dice Proverbios 3.19: ―Jehová fundó la tierra con sabiduría, afirmó los cielos con inteligencia.‖ Por tanto, algunos comentaristas han visto un paralelo entre eso y Jesús, la sabiduría de Dios (1 Co 1.24; Col 2.3), quien fue la causa instrumental mediante la cual fue creado el universo (cf. Jn 1.3; Col 1.16). PROVERBIOS 23.7: ¿Enseña este versículo que la realidad puede ser determinada por nuestros pensamientos, como afirman los Cristianos Cientistas? TERGIVERSACIÓN: Salomón dijo del hombre que ―cuáles son sus pensamientos íntimos, tal es él‖. Los Cristianos Cientistas citan este versículo en apoyo de su creencia de que uno puede determinar la realidad mediante sus pensamientos (Eddy, p. 70). Así que cualquier persona que esté enferma puede ser sanada simplemente creyendo que no está así. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay nada en este texto que justifique las denominadas ―ciencias de la mente‖. De hecho la Nueva Versión Internacional en ingles traduce esta frase como: ―Es el tipo de hombre que siempre piensa en el costo.‖ Todo contexto de este pasaje (vv. 6 – 8) es una advertencia contra comer ―pan con el avaro‖ (v. 6). Respecto al avaro o tacaño, el versículo 7 dice: ―(Come y bebe), te dirá, pero su corazón no está contigo.‖ Eso cuadra con la idea de que el corazón del tacaño no es sincero, porque ―siempre piensa en el costo‖, como dice la Nueva Versión Internacional en inglés. Aun si se traduce este versículo como ―cuáles son sus pensamientos íntimos, tal es él‖, no quiere decir que apoye el punto de vista de la Ciencia Cristiana. No dice nada de cambiar la realidad usando nuestros pensamientos. El texto simplemente dice que somos como pesamos. Nuestros pensamientos reflejan cómo somos en realidad. Eso, por supuesto, no quiere decir que haya algo malo en una actitud mental positiva (cf. Flp 4.8). Tampoco quiere decir que nuestra actitud no afecte nuestra salud, pues ―El corazón alegre embellece el rostro, pero el dolor del corazón abate el espíritu‖ (Pr 15.13). Pero eso dista mucho de la afirmación de la Ciencia Cristiana de que podemos

crear nuestra propia realidad con el poder de nuestros pensamientos. Por ejemplo, uno no puede evitar la muerte pensando que no existe (Heb 9.27). Más aún, uno debe reconocer que el hombre, incluyendo su mente y su imaginación, está caído (Gn 6.5). Los Cristianos Cientistas no ven la realidad de que están usando equipos defectuosos que pueden descarriarlos. Cuánto mejor es confiar en las promesas seguras de un Dios de amor para las previsiones de la vida, en vez de tener que depender de su propia habilidad para visualizar (véase Mt 6.30).

CAPÍTULO 14

ECLESIASTÉS

ECLESIASTÉS 3.19: ¿Es el destino de los seres humanos igual al destino de los animales? TERGIVERSACIÓN: Salomón parece afirmar aquí que no hay ninguna diferencia entre la muerte de los seres humanos y la de los animales: ―Pues lo mismo le sucede a los hijos de los hombres que a las bestias: como mueren las unas, así mueren los otros.‖ Los testigos de Jehová citan este versículo para probar que los seres humanos no tienen una naturaleza inmaterial llamada el alma o espíritu (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 378). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay tanto semejanzas como diferencias entre la muerte de los animales y la de los seres humanos. En ambos casos, los cuerpos mueren y vuelven al polvo. Asimismo, su muerte es segura, y ninguno de los dos puede hacer nada para evitarla. En esos sentidos, los fenómenos físicos son iguales para los seres humanos y los animales.

Por otra parte, los seres humanos tienen almas inmortales (espíritus) pero los animales no (Ec 12.7; cf. 3.21). De ningún animal dice la Biblia: ―Estar ausentes del cuerpo… [es estar] presentes al Señor‖ (2 Co 5.8). Asimismo, en ninguna parte menciona la Biblia la resurrección de los animales, aunque sí se habla de la de los seres humanos (cf. Jn 5.28 – 29; Ap 20.4 – 6). Así que hay una gran diferencia de la esfera espiritual entre los seres humanos y los animales. Considérese el siguiente resumen: ______________________________________________________________________ MUERTE DE LOS SERES HUMANOS Y ANIMALES SEMEJANZAS DIFERENCIAS Físicamente Espiritualmente En el cuerpo En el alma Vida antes de la muerte Vida después de la muerte Mortalidad del cuerpo Inmortalidad de la persona Descomposición del cuerpo Levantamiento del cuerpo Sin control sobre la muerte Experiencia de una resurrección ______________________________________________________________________ ECLESIASTÉS 3.20 – 21: Si hay vida después de la muerte, ¿por qué declara Salomón que el hombre no tiene ventaja sobre los animales? TERGIVERSACIÓN: Eclesiastés 3.20 insiste en que: ―Todo va a un mismo lugar; todo fue hecho del polvo, y todo al polvo volverá.‖ Por consiguiente, ―el hombre no es superior a los animales. Realmente, todo es absurdo‖ (3.19, NVI). Los testigos de Jehová citan este versículo para probar que los seres humanos no sobreviven conscientemente después de la muerte. ―¿Tiene cada ser humano un espíritu que siga viviendo como una personalidad inteligente después que deje de funcionar en el cuerpo? No‖ (Reasoning from the Scriptures) [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 383). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia enseña muy claramente que el alma sobrevive después de la muerte (2 Co 5.8; Flp 1.23; Ap 6.9). Eclesiastés 3.20 – 21 se refiere al cuerpo humano, no al alma. Tanto los seres humanos como los animales mueren y sus cuerpos vuelven al polvo. Sin embargo, los seres humanos son diferentes en el sentido de que su alma ―sube a lo alto‖ (v. 21). De hecho, Salomón habla de ―eternidad‖ en el corazón humano (Ec 3.11) y de su inmortalidad cuando declara que en el momento de la muerte ―el hombre va a su morada eterna‖ (12.5). También recalcó que debemos temer a Dios porque hay un día en que ―te juzgará Dios‖ después de esta vida (11.9). Así que Eclesiastés no niega la vida después de la muerte; nos advierte de lo inútil de vivir solo para esta vida ―debajo del sol‖ (cf. 1.3, 13; 2.18). Véanse también los comentarios bajo Eclesiastés 3.19. ECLESIASTÉS 9.5: El hecho de que los muertos no recuerden nada ¿demuestra que no hay ninguna existencia consciente después de la muerte?

TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová argumentan que ―en el sueño profundo no estamos conscientes de nada, lo cual está de acuerdo con la expresión hebrea en Eclesiastés 9.5.‖ Según su interpretación, la Biblia dice que ―el hombre no tiene un alma, sino que es un alma.‖ Por consiguiente, ―no hay existencia consciente después de la muerte. No hay dicha, no hay sufrimiento. Todas las complicaciones ilógicas del ‗más allá‘ desaparecen‖ (Mankind’s Search for God) [La búsqueda de Dios por la humanidad], 1990, pp. 128, 249). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Tal como se dijo anteriormente, la Biblia enseña que el alma sobrevive después de la muerte en estado consciente (véanse también los comentarios sobre 2 R 14.29 y 2 Co 5.8). Los pasajes que dicen que no hay conocimiento ni memorias después de la muerte, hablan de ninguna memoria en este mundo, no de ninguna memoria de este mundo. Salomón claramente matiza su observación diciendo que era ―en el sepulcro‖ (Ec 9.10, NVI) que no había memoria. Afirmó también que los muertos no saben lo que pasa ―debajo del sol‖ (9.6). Los muertos no saben nada en lo que respecta a sus sentidos corporales y los asuntos mundanos. Pero aunque no saben lo que pasa en la Tierra, sí saben lo que pasa en el cielo (véase Ap 6.9). Estos textos se refieren a los seres humanos en relación con la vida en la Tierra. No dicen nada acerca de la vida que ha de venir inmediatamente después de ésta.

CAPÍTULO 15

ISAÍAS

ISAÍAS 1.18: ¿Debe uno prescindir de la razón para ser verdaderamente espiritual, como parecen insinuar algunos maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Algunos maestros de la Palabra de Fe minimizan el rol de la razón en la vida del cristiano (Hagin, 1966, p. 27). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En Isaías 1.18 Dios nos invita: ―Venid ahora, y razonemos‖ (LBLA). Obviamente Dios mismo cree que la razón es importante para el cristiano. La palabra hebrea para ―razonar‖ (yajáj) en este versículo es un término que se empleaba en contextos de argüir una causa en un tribunal o dar pruebas convincentes para la causa de uno. La palabra tiene sentido de ―decidir‖, ―juzgar‖ y ―probar‖. El uso de esta palabra constituye un argumento poderoso en contra de la idea de que el pueblo de Dios deba prescindir de la razón.

Además, Dios creo al hombre a su imagen (Gn 1.26 – 27), lo cual definitivamente incluía la capacidad de razonar (Mc 12.30). Dios apela al hombre para que use la razón de la cual está dotado, tal como en el contexto de Isaías 1. Véase el artículo sobre Marcos 12.30 para un análisis más completo de la importancia de la razón. ISAÍAS 9.6: ¿Indica este versículo que el Hijo de Dios es también Dios Padre, mostrando así que la doctrina de la Trinidad es falsa, como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: La doctrina cristiana ortodoxa de la Trinidad sostiene que Dios es un Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Sin embargo, Isaías 9.6 llama al Mesías ―Padre eterno‖. ¿Cómo puede Jesús ser tanto el Padre como el Hijo? Los Pentecostales Unidos a menudo citan este versículo al intentar probar que el Hijo de Dios es también Dios Padre, intentado así rebatir la doctrina de la Trinidad (Sabin, véase Boyd, 1992, p. 32). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Es importante entender que, en vista del hecho de que las Escrituras interpretan las Escrituras, más de 200 veces en el Nuevo Testamento Jesús señala al Padre como alguien distinto de sí mismo. Y más de 50 veces en el Nuevo Testamento se ve al Padre y al Hijo como distintos dentro del mismo versículo (véanse, p. ej., Ro 15.6; 2 Co 1.3 – 4; Gl 1.3; Flp 2.10 – 11; 1 Jn 2.1; y 2 Jn 3). Ya que la palabra de Dios no se contradice, hay que tener presentes estos hechos cuando interpretamos Isaías 9.6. En segundo lugar, la frase en cuestión se traduce mejor como ―Padre de la eternidad‖. Con referencia a Jesús esta frase puede tener varios sentidos. Algunos creen que se la frase se emplea aquí de acuerdo con la mentalidad hebrea que dice que al que posee una cosa se le llama el padre de ella. Por ejemplo, el padre de conocimiento quiere decir ―inteligente‖, y padre de gloria quiere decir ―glorioso‖. De acuerdo con este uso común, el significado de Padre de eternidad en Isaías 9.6 es ―eterno‖. Cristo como el ―Padre de eternidad‖ es un ser eterno. Una segunda opinión sugiere que la primera parte del versículo 6 se refiere a la encarnación de Jesús. La parte que enumera los nombres que se le dan expresa su relación con su pueblo. Él es para nosotros el Admirable consejero, el Dios fuerte, el Padre eterno, el Príncipe de Paz. En este sentido de la palabra ―Padre‖, Jesús es el que proporciona la vida eterna. Mediante su muerte, sepultura y resurrección, ha sacado a luz la vida y la inmortalidad. Verdaderamente, él es el Padre o el que proporciona la eternidad a su pueblo. ISAÍAS 9.6: La referencia a Jesús como un ―Dios fuerte‖ ¿indica que Jesús es un Dios inferior a Dios Padre? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová aceptan que Jesús es un ―Dios fuerte‖, como indica Isaías 9.6, pero dicen que no es Dios Todopoderoso como Jehová. El hecho

de que se refiera a Jesús como un ―Dios fuerte‖ ¿indica que él es un Dios inferior al Padre (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, pp. 413 – 14)? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La necedad de la posición de la Sociedad de la Atalaya se nota en seguida en el hecho de que a Jehová mismo se le llame un ―Dios fuerte‖ en el próximo capítulo de Isaías (10.21). El hecho de que se llame tanto a Jehová como a Jesús ―Dios fuerte‖ en la misma sección del mismo libro demuestra su igualdad. Una buena referencia cruzada es Isaías 40.3, donde a Jesús se le llama proféticamente tanto ―Dios‖ (Elohím) como Jehová (Yahvé): ―Voz que clama en el desierto: «¡Preparad un camino a Jehová [Yahvé]; nivelad una calzada en la estepa a nuestro Dios [Elohím]!»‖ (cf. Jn 1.23). Desde luego, Jesús no es un Dios inferior al Padre. ISAÍAS 21.7: ¿Predice este pasaje la venida de Mahoma? TERGIVERSACIÓN: Algunos eruditos musulmanes entienden que los jinetes montados sobre asnos representan a Jesús y que los montados sobre camellos representan a Mahoma, quien creen haber suplantado a Jesús. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta especulación no tiene ninguna base en el texto ni el contexto. El pasaje habla de la caída de Babilonia (v.9) y la noticia de su caída que se difunde por varios medios, a saber, los que montan sobre caballos, asnos y camellos. No hay nada absolutamente nada aquí cerca del profeta Mahoma. ISAÍAS 29.1 – 4: ¿Habla esta profecía del Libro de Mormón? TERGIVERSACIÓN: Los mormones creen que este pasaje habla del descubrimiento del Libro de Mormón en suelo americano. Argumentan que el pasaje se refiere a los denominados nefitas, quienes supuestamente vinieron a habitar América del Norte. La frase ―desde la tierra‖ es una supuesta referencia al Libro de Mormón, que fue traducido de placas de oro que salieron de la tierra (Talmage, 1982, p. 278). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje trata no de los denominados ―nefitas‖ sino del juicio de Dios contra los rebeldes israelitas. A Jerusalén se le llama ―Ariel‖ (cf. Is 29.1; 2 S 5.6 – 9), que quiere decir literalmente ―chimenea de Dios‖. El juicio de Dios sobre Jerusalén sería tan horroroso que el derramamiento de sangre y las llamas harían que la ciudad se pareciera a un altar en el que se consumían sacrificios. Este juicio fue cumplido en el sitio de la ciudad por Senaquerib en 701 a.C. Después de ese sitio sangriento, Jerusalén se encontraba abatida al suelo, enterrada bajo la oleada del poderío asirio. En lugar de los orgullosos alardes que había hecho antes, los habitantes ahora susurraban o farfullaban desde la tierra, por decirlo así. La gran ciudad había sido humillada. En su contexto, pues, el versículo no tiene nada que ver con el desenterramiento del Libro de Mormón en suelo americano.

ISAÍAS 40.12: ¿Indica este versículo que Dios es un ser de proporciones humanas, como sugieren algunos maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Isaías 40.12 dice: ―¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?‖ Los maestros de la Palabra de Fe dicen que ya que Dios midió las aguas ―con el hueco de su mano‖, debe de ser un ente de proporciones humanas. Dios es alguien ―muy parecido a usted y a mí… Un ser que mide aproximadamente entre 188 y 190 centímetros, que pesa a eso de noventa kilos, o poco más, [y] tiene un palmo de 23 centímetros‖ (Copeland, ―Spirit, Soul and Body I‖ [Espíritu, alma y cuerpo I], 1985, audiocasete). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no indica que Dios será un ente de proporciones humanas. Las escrituras declaran claramente que Dios es espíritu (Jn 4.24), y un espíritu no tiene carne ni huesos (Lc 24.39). Ya que Dios no tiene carne ni huesos, no tiene ninguna mano literal ni tampoco un palmo. Dios no es hombre (Os. 11.9) y no tienen ninguna forma que puedan ver las personas (Dt 4.12; Jn 1.18; Col. 1.15). El ―palmo‖ de Dios es solo lenguaje antropomórfico, es decir, lenguaje que de manera figurada describe a Dios en términos relativos a los seres humanos. Las escrituras a menudo emplean esta clase de lenguaje metafórico para ayudarnos a entender mejor a Dios. ISAÍAS 53.4 – 5: ¿Indica este pasaje que la sanidad física durante la vida mortal está garantizada en la expiación, como a menudo argumentan los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Isaías 53.4 – 5 dice: ―Ciertamente llevo él nuestra enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados.‖ Los maestros de la Palabra de Fe creen que este pasaje quiere decir que la sanidad física durante la vida mortal está garantizada en la expiación. Por consiguiente, un verdadero creyente nunca debe estar enfermo. Le toca al creyente apropiarse de la sanidad garantizada que está disponible gracias a la expiación. Si el creyente no cree o si tiene pecado, se impide esta sanidad disponible (Hagin, Word of Faith [Palabra de Fe], agosto de 1977, p. 9). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aunque la sanidad física suprema sí está en la expiación (una sanidad de la cual disfrutaremos en nuestros cuerpos resucitados), la sanidad de nuestros cuerpos mientras estamos en el estado mortal (antes de nuestra muerte y resurrección) no está garantizada en la expiación. Además, es importante notar que la palabra hebrea para ―sanidad‖ (nirfá) puede referirse no sólo a la sanidad física sino también a la sanidad espiritual. El contexto de Isaías 53.4 indica que el tema es la sanidad espiritual. En el versículo 5 se nos dice

claramente: ―Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados‖ (cursivas añadidas). Ya que ―rebeliones‖ y ―pecados‖ definen el contexto, la sanidad espiritual del sufrimiento del pecado es el tema. Muchos versículos de las Escrituras confirman la interpretación de que la sanidad en la vida mortal no está garantizada en la expiación y que no es siempre la voluntad de Dios sanar. El apóstol Pablo no pudo sanar el problema del estómago de Timoteo (1 Ti 5.23) ni tampoco pudo sanar a Trófimo en Mileto (2 Ti 4.20) ni a Epafrodito (Flp 2.25 – 27). Pablo habló de ―una enfermedad del cuerpo‖ que tenía (Gl 4.13 – 15). También sufría de ―un aguijón en mi carne‖ que Dios le permitía retener (2 Co 12.7 – 9). No hay duda de que Dios permitió que Job viviera un tiempo de sufrimiento físico (Job 1 – 2). En ninguno de esos casos se dice que la enfermedad fue causada por pecado o por no creer. Tampoco es cierto que Pablo o ninguno de los otros actuaran como si pensaran que su sanidad estaba garantizada en la expiación. Aceptaban sus situaciones y confiaban en la gracia de Dios para su sustento. Es de notar que en dos oportunidades Jesús dijo que la enfermedad podía ser para la gloria de Dios (Jn 9.3; 11.4). Otros pasajes de las Escrituras revelan que nuestros cuerpos físicos continuamente se están gastando y están padeciendo varias enfermedades. Se dice que nuestros cuerpos actuales son perecederos y débiles (1 Co 15.42 – 44). Pablo dijo que ―nuestro hombre exterior se va desgastando‖ (2 Co 4.16). La muerte y la enfermedad serán parte de la condición humana hasta el momento en que recibamos cuerpos resucitados que son inmunes a tales debilidades (1 Co 15.51 – 55). Véanse los comentarios sobre Filipenses 2.25. ISAÍAS 53.9: ¿Murió Jesús espiritualmente en la cruz, como argumentan los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Los maestros de la Palabra de Fe en gran parte basan su opinión de que Jesús murió espiritualmente en la cruz en Isaías 53.9: ―Se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte. Aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca.‖ Típicamente argumentan que la palabra hebrea para ―muerte‖ en este versículo es una palabra plural, lo cual indica que Jesús murió dos veces: física y espiritualmente. ¿Es correcta esta interpretación? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los maestros de la Palabra de Fe han interpretado mal la naturaleza de la lengua hebrea en cuanto a este versículo. Aunque en plural en hebreo a menudo se refiere a pluralidad numérica, un plural también puede ser usado para intensificar el sentido de una palabra singular. La palabra hebrea para ―muerte‖ en Isaías 53.9 es lo que los gramáticos del hebreo llaman un plural de intensidad (o plur. exaggerativus, según dice Keil y Delitzsch, 7.329). Esta clase de plural indica no que se trate de más de una muerte, sino que la muerte de la que se habla (una muerte física) es especialmente intensa en cuanto a violencia: como tener que morir una y otra vez. Por consiguiente, los maestros de la Palabra de Fe están viendo en este versículo un sentido que simplemente no tiene. No se puede citar este versículo

para apoyar la opinión de que Jesús murió dos veces ––tanto física como espiritualmente–– en la cruz. ISAÍAS 56. 3 – 5: ¿Predijo Isaías que habría homosexuales en el reino? TERGIVERSACIÓN: Según algunos intérpretes pro-homosexuales, Isaías 56.3 profetizó que los homosexuales serán recibidos en el reino de Dios. El Señor dijo: ―[Y]o les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, un nombre mejor que el de hijos e hijas. Les daré su nombre permanente, que nunca será olvidado‖ (v. 5). ¿Se debe entender que eso quiere decir que Isaías predijo el día de la aceptación de los homosexuales en el reino de Dios? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia no hace ninguna predicción de la aceptación de los homosexuales en el reino de Dios. La profecía de Isaías versa sobre los ―eunucos‖, no los homosexuales. Y los eunucos son asexuados, no homosexuales. Los ―eunucos‖ mencionados son probablemente espirituales, no físicos. Jesús hablo de ―eunucos‖ espirituales que han resucitado a la posibilidad del matrimonio por causa del reino de Dios (Mt 19.11 – 12) Esta interpretación es un ejemplo clásico de atribuir las creencias de uno al texto (eiségesis) en vez de extraer el significado que contiene el texto (exégesis). La eiségesis es lo mismísimo de lo cual los homosexuales acusan a los heterosexuales de practicar con las Escrituras. No obstante, la Biblia dice enfáticamente: ―…ni los fornicarios… ni los homosexuales… heredaran el reino de Dios‖ (1 Co 6.9 – 10). Las escrituras, en forma reiteradas y coherente, condenan las prácticas homosexuales (véanse los comentarios sobre Lv 18.22 y Ro 1.26). Dios ama a todas las personas, incluyendo a los homosexuales. Pero odia la homosexualidad, y aquellos que la practican están expuestos al juicio iracundo de Dios.

CAPÍTULO 16

JEREMÍAS

JEREMÍAS 1:5: 1.5: ¿Enseña Jeremías la reencarnación en este versículo (Nueva Era)? ¿Enseña Jeremías que las personas preexisten como hijos espirituales antes de recibir cuerpos físicos (mormones)? TERGIVERSACIÓN: Dios le informó a Jeremías: ―Antes que te formara en el vientre, te conocí, y antes que nacieras, te santifiqué, te di por profeta a las naciones.‖ Los adeptos de la Nueva Era creen que este versículo apoya la doctrina de la reencarnación, ya que Jeremías preexistía como alma antes de ser encarnado en un cuerpo. Los mormones creen que el versículo prueba su doctrina de ―preexistencia‖: la idea de que todos vivimos en el mundo espiritual antes de nacer en la carne (Talmage, 1977, p. 197). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no habla de la reencarnación ni de la preexistencia del alma antes del nacimiento. Más bien, dice que Dios llamó a Jeremías y lo apartó para el ministerio mucho antes de que naciera. ―Te

conocí‖ no se refiere a un alma preexistente, sino a la persona prenatal. Jeremías era conocido por Dios ―en el vientre‖ (Jer 1.5; cf. Sal 51.5; 139.13-16). La palabra hebrea para ―conocer‖ (yadá‘) insinúa una relación especial de dedicación (cf. Am 3.2). Este concepto lo apoyan palabras como ―santifiqué‖ [aparté] y ―di‖, que revelan que Dios tenía una misión especial para Jeremías aun antes que naciera. ―Conocer‖ en este contexto indica el acto de Dios de hacer a Jeremías el objeto especial de su elección soberana. Por tanto, este versículo no supone la preexistencia de Jeremías; más bien, afirma la preordenación de Jeremías para un ministerio especial.

CAPÍTULO 17

EZEQUIEL

EZEQUIEL 1.5 – 28: ¿Es esta una manifestación de OVNIs e inteligencias extraterrestres? TERGIVERSACIÓN: Ezequiel habla aquí de ―seres vivientes‖ cuyas caras eran como ―una cara de hombre‖ que se movían ―a semejanza de relámpagos‖ (v. 14). ―Se elevaban de la tierra‖ y ―las ruedas se elevaban‖ (v. 19) Algunos —entre ellos muchos adeptos de la Nueva Era— han supuesto que esta es una referencia a los OVNIs y los seres extraterrestres. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta no es una visita con OVNIs, sino una visión de la gloria de Dios. El texto dice claramente: ―Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová‖ (Ez 1.28). Los relatos se llaman ―visiones‖ en el primer versículo. Las visiones son, por lo general, muy simbólicas en su forma (cf. Ap 1.9-20). Por consiguiente, la ―semejanza‖ (v. 28) que se describe de las cosas no debe tomarse en sentido literal, sino simbólico.

En este caso los ―seres vivientes" eran ángeles ya que tenían ―alas‖ (v. 6) y volaban en medio del cielo (cf. Ez 10). Se pueden comparar con los ángeles mencionados en Isaías 6.2 y especialmente a los ―seres vivientes‖ (ángeles) que estaban alrededor del trono de Dios en Apocalipsis 4.6. El mensaje que acompañaba la visión era de ―Jehová el Señor‖ de Israel por medio del profeta Ezequiel (cf. 2.1 – 4) a su nación de rebeldes‖ (2.3, 4; cf. 3.4); no era de unos supuestos seres en un OVNI. No hay ninguna prueba real de que alguna criatura semejante a los seres humanos y que viaje en OVNIs exista en cualquier parte del universo, pero las Escrituras nos previenen contra el ―espíritu de mentira‖ (1 R 22.22) y los ―espíritus engañadores‖ (1 Ti 4.1).Esos demonios o ángeles malos pueden engañar a las personas, haciéndolas creer que son seres extraterrestres. Pero pueden ser reconocidos por su falsa enseñanza y las prácticas malas que alientan, tales como la idolatría, la hechicería, la astrología, la adivinación y el contacto con os espíritus de los muertos (cf. Dt 13.1-9; 18.9-22; 1 Ti 4.1-5). EZEQUIEL 16.49: ¿Fue el pecado de Sodoma egoísmo y no homosexualidad? TERGIVERSACIÓN: (Véanse los comentarios sobre Gn 19.8). Ezequiel describió el pecado de Sodoma como egoísmo: ―Esta fue la maldad de Sodoma, tu hermana: soberbia, pan de sobra y abundancia de ocio tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del necesitado‖ (16.49). No se hace mención de la homosexualidad o de pecados sexuales relacionados. Al contrario de la opinión tradicional, parece que fueron condenados simplemente porque eran egoístas, no porque eran homosexuales. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Además de los comentarios sobre Génesis 19.8, el pecado de egoísmo relatado por Ezequiel no excluye el pecado de homosexualidad. Los pecados sexuales son una forma de egoísmo la satisfacción de las pasiones carnales. El versículo que sigue (Ez 16.50) indica que su pecado era sexual llamándolo una ―abominación‖. Esa es la misma palabra que se emplea para describir los pecados homosexuales en Levítico 18.22. Aquí, como en el resto de la Biblia, se refiere al pecado de Sodoma como perversión sexual. Judas 7 hasta llega a llamar su pecado ―vicios contra la naturaleza‖. EZEQUIEL 18.4: ¿Indica este versículo que el ser humano no tiene una parte inmaterial que sobreviva después de la muerte? TERGIVERSACIÓN: Ezequiel 18.4 dice: ―He aquí que todas las almas son mías: como el alma del padre, así el alma del hijo es mía. El alma que peque esa morirá.‖ Los testigos de Jehová argumentan que ―el alma no es algo que tenga una existencia aparte. Puede morir y efectivamente muere‖ (Mankind's Search for God [La búsqueda de Dios por la humanidad], 1990, p. 356). Dicen que la palabra ―alma‖ (hebreo: néfesh) se refiere no a la naturaleza inmaterial del hombre, sino a una persona viviente.

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las palabras pueden tener sentidos distintos en contextos distintos. La palabra para ―alma‖ (néfesh) es un ejemplo. Efectivamente, en Ezequiel 18.4 se emplea ―alma‖ en el sentido de ―ser viviente‖ o ―persona‖. Sin embargo, el simple hecho de que se emplee la palabra de esta manera particular en Ezequiel 18.4 no quiere decir que siempre debe significar lo mismo en todos los demás versículos. En Génesis 35.18, ―alma‖ se refiere, al parecer, a la naturaleza inmaterial del hombre: ―Ella, al salírsele el alma—pues murió—, le puso por nombre Benoni; pero su padre lo llamó Benjamín.‖ Este versículo reconoce el alma como algo distinto del cuerpo físico, que muere (véanse 2 Co 5.8-10; Flp 1.23; Ap 6.911). EZEQUIEL 37.16-17: ¿Es este pasaje una profecía del Libro de Mormón? TERGIVERSACIÓN: Los mormones creen que este pasaje apunta al Libro de Mormón. Creen que los leños mencionados en Ezequiel 37.16-17 son trozos de madera alrededor de los cuales se enrollaba un rollo de papiro. ―En tiempos antiguos se acostumbraba a escribir en pergamino y enrollarlo en un palo. Por tanto, cuando se dio este mandamiento, era el equivalente de ordenar que se llevaran dos libros o registros‖ (Richards, 1958, p. 67). Uno de los palos (Judá) se refiere a la Biblia; el otro (José) supuestamente se refiere al Libro de Mormón. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El contexto identifica claramente los dos ―leños‖. Ezequiel 37.22 dice:―[Y] los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos‖ (RVR 1960, cursivas añadidas). Los palos no son dos libros, sino dos reinos. El telón de fondo histórico es que después de la muerte de Salomón, Israel se dividió es dos reinos más pequeños (931 a.C.). El Reino del Sur se llamaba Judá; el Reino del Norte se llamaba Israel (o a veces Efraín). Israel fue llevado al cautiverio por Asiria (722 a.C.); Judá fue llevado al exilio por Babilonia (605, 597 y 586 a.C.). Sin embargo, la división entre los reinos no había de durar para siempre. La unión de los ―leños‖ representa a Dios restaurando a su pueblo, los hijos de Israel, haciéndolos una sola nación nuevamente (Ez 37.18-28).

CAPÍTULO 18

AMÓS

AMÓS 3.7: Significa este versículo que siempre debe haber un profeta —el presidente mormón— en la tierra? TERGIVERSACIÓN: Amos 3.7 dice: ―Porque no hará nada Jehová, el Señor, sin revelar su secreto a sus siervos los profetas.‖ Los mormones dicen que este versículo demuestra que Dios en toda época tiene un profeta en la Tierra por medio del cual revela sus instrucciones. Creen que el presidente de su iglesia es el profeta de Dios para hoy (McConkie, 1977, p. 606). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No se debe interpretar este versículo en el sentido de que Dios siempre tendrá un profeta en la Tierra. En Amos 3.7 encontramos que Dios está a punto de traer juicio contra los israelitas por su desobediencia. Este pasaje afirma que Dios había advertido con anterioridad a los israelitas que el juicio seguiría a la desobediencia, pero habían hecho caso omiso de los profetas (cf. 2.12).En el contexto, pues, Amos 3.7 simplemente señala la pauta elegida

por Dios de no llevar a cabo una acción importante con los israelitas (tal como el juicio) sin revelarlo primero a los profetas. Pertinente a este análisis es el hecho de que en tiempos del Antiguo Testamento la prueba bíblica de un profeta era una precisión de cien por ciento (cf. Dt 18.20-22). Los profetas mormones no dan la talla. El profeta (y fundador) mormón José Smith, por ejemplo, en una oportunidad profetizó que la Nueva Jerusalén sería construida en el estado norteamericano de Misuri en su generación (Doctrina y convenios, 84:3-5). AMÓS 8.14: ¿Afirma este versículo que no hay ninguna resurrección literal? Véanse los comentarios sobre Job 7.9.

CAPÍTULO 19

JONÁS

JONÁS 3.4 – 10; 4.1, 2: ¿Indican estos versículos que los profetas bíblicos a veces cometían errores? TERGIVERSACIÓN: La predicción de Jonás acerca de la destrucción de Nínive no se cumplió (Jon 3.4-10; 4.1-2). Está claro, pues, que un profeta bíblico cometió un error en este caso. Algunos argumentan que si Jonás no fue condenado, tampoco deben ser condenados ―profetas‖ modernos (tales como la Sociedad de la Atalaya) por dar profecías falsas. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jonás no cometió un error, pues les dijo a los ninivitas exactamente lo que Dios le había mandado decir (Jon 3.1-4).Ya que Dios no puede equivocarse (Heb 6.18; Tit 1.2), esta no es una declaración falsa. Más bien, el mensaje tenía una condición implícita en la exhortación de Jonás a Nínive: ―A menos que se arrepientan, Dios los destruirá.‖ Así que el cumplimiento de la amenaza de juicio dependía de la intransigencia de Nínive: un hecho demostrado por su

arrepentimiento (cf. 3.5). Jonás admite, de manera egoísta, que temía desde el principio que se arrepentirían y que Dios los salvaría (Jon 4.2). El hecho de que Dios acepte arrepentimiento ante un juicio inminente es un principio declarado en Jeremías 18.7-8: ―En un momento puedo hablar de arrancar, derribar y destruir a una nación o a un reino; pero si la nación de la cual hablé se arrepiente de su maldad, también yo me arrepentiré del castigo que había pensado infligirles” (NVI). Se ilustra este principio en el caso de Nínive. Así que la profecía de Jonás no se puede citar para menguar la culpabilidad de la Sociedad de la Atalaya en sus muchas predicciones falsas. Los profetas bíblicos tenían una precisión de cien por ciento (Dt 18.22).

CAPÍTULO 20

HABACUC

HABACUC 3.3: ¿Es esta una predicción del profeta Mahoma? TERGIVERSACIÓN: Muchos eruditos musulmanes creen que este versículo se refiere a que el profeta Mahoma vendría de Parán (Arabia), y usan el versículo en relación con un texto similar en Deuteronomio 33.2. ¿Es esta una interpretación correcta? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Como ya se observó (véanse los comentarios sobre Dt 33.2), Parán no está ni cerca de Meca, de donde vino Mahoma, sino a cientos de kilómetros de distancia. Además, este versículo habla de la venida de ―Dios‖, no de Mahoma. Por último, la ―alabanza‖ no podría referirse a Mahoma (cuyo nombre significa ―el alabado‖), ya que el sujeto tanto de ―alabanza‖ como de ―gloria‖ es Dios, y Mahoma no es Dios.

CAPÍTULO 21

MALAQUÍAS

MALAQUÍAS 3.6: ¿Indica este versículo que Dios siempre se comunicará mediante nueva revelación y nuevas escrituras, como argumentan los mormones? TERGIVERSACIÓN: En Malaquías 3.6 Dios afirmó: ―Porque yo, Jehová, no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.‖ Los mormones argumentan que, puesto que Dios no cambia, siempre se comunicará con las personas mediante revelación nueva y Escrituras nuevas. Ya que Dios en cierta época dio Escrituras, siempre debe dar Escrituras (Van Gorden, 1995, p. 25). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No es necesario hacer más que consultar el contexto inmediato de Malaquías 3 y el contexto más amplio de todas las Escrituras para ver que esta opinión está equivocada. Malaquías 3.6 afirma que Dios es inmutable en su naturaleza y en sus propósitos soberanos y promesas a su pueblo. Fíjese en la segunda parte de Malaquías 3.6, que los mormones por lo general ignoran: ―...por esto, hijos de Jacob, no habéis sido

consumidos.‖ En este contexto, este versículo dice simplemente que los descendientes de Jacob no serían destruidos gracias a las promesas de Dios a Israel en su pacto. Las promesas inmutables de Dios a Israel son tan completamente confiables y seguras como su persona inmutable. Las promesas de Dios como él mismo, son inalterables. Está claro, pues, que el versículo no tiene nada que ver con el asunto de revelación continua. Otros versículos de las Escrituras sí tratan sobre el tema de la revelación continua. Por ejemplo, Judas 3 nos manda: ―[S]igan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos (NVT). En el texto griego, el artículo definido (―la‖) que precede a fe indica la única fe que fue transmitida a la iglesia; no hay otra fe verdadera. La palabra traducida como ―una vez por todas‖ (griego, hápax) se refiere a algo que se ha hecho por todo el tiempo y nunca tiene que repetirse. El proceso revelador fue completo una vez que se había entregado esta fe. Por eso no hace falta más revelación acerca de la naturaleza de Dios, la persona de Cristo, el camino de salvación, ni ninguna otra doctrina. Es significativo que la palabra ―encomendada‖ en este versículo es un participio pasivo aoristo, el cual indica una acción completada de una vez por todas. No habría ninguna ―fe‖ nueva ni ningún cuerpo de verdad comunicado por medio de José Smith o presidentes mormones o en libros tales como La Perla de Gran Precio. Aunque uno reconociera hipotéticamente que Dios podría desear revelar verdades fundamentales adicionales hoy día, cualquier revelación actual tendría que concordar con la revelación anterior. El apóstol Pablo dijo que ―si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema‖ (Gl 1.8). Cualquier enseñanza que contradiga la enseñanza autorizada anterior de Dios es anatema. Pablo habló de la importancia de cerciorarnos de que las nuevas proclamaciones de verdad sean comparadas con la verdad que ya sabemos a base de las Escrituras (Hch 17.11; 2Ti 3.16). Si usamos tan sólo este requisito, la ―revelación‖ mormona debe ser rechazada porque expone un Jesús diferente, un Dios diferente y un evangelio diferente. MALAQUÍAS 4.5-6: ¿Es esta una predicción del bautismo de los muertos, como afirman los mormones? TERGIVERSACIÓN: Según el presidente mormón James Talmage (The Vitality of Mormonism [Vitalidad del mormonismo], p. 71), ―Para los muertos que han vivido y muerto desconociendo los requisitos de la salvación, como, en otro sentido, para los desobedientes que posteriormente llegan al arrepentimiento, el plan de Dios ha previsto la posibilidad de la administración vicaria de las ordenanzas esenciales a la posterioridad viva en nombre de sus progenitores muertos. De esta labor salvadora Malaquías profetizó en solemne sencillez (Mal 4.5-6); y el glorioso cumplimiento se ha visto en esta edad moderna.‖ CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este texto no dice nada acerca del bautismo por los muertos, como alegan los mormones. Más bien, es una predicción de

la venida de ―Elías‖ (cf. Mt 17.11) antes del ―día de Jehová, grande y terrible‖. Eso es evidente por varias razones. En primer lugar, el texto no se refiere a ningún bautismo por los muertos. En segundo lugar, este pasaje puede ser interpretado en parte como referencia a Juan el Bautista, quien ―volv[ió] los corazones de los padres a los hijos‖ (Lc 1.17), pues Jesús lo llamó ―aquel Elías que había de venir‖ (Mt 11.14). Por supuesto que Juan no era literalmente Elías reencarnado, como él mismo dijo (Jn 1.21-23). Pero sí vino ―con el espíritu y el poder de Elías‖ (Le 1.17), y Jesús llamó a Juan ―aquel Elías que había de venir‖ (Mt 11.14). Pero cuando Juan vino, bautizó sólo a los vivientes (cf. Mt 3.1-6), no a los muertos, como afirman los mormones que se debe hacer. También es importante señalar que no hay ninguna referencia aquí ni en ninguna otra parte de la Biblia a ninguna ―ordenanza‖, tal como bautismo por los muertos. (Véanse los comentarios sobre 1 Co 15.29 para más sobre esto.) Además, la salvación no es algo que se pueda administrar en beneficio de otro, ya sea mediante el bautismo o en alguna otra forma. Cada persona carga con su propia responsabilidad ante Dios (Ez 18.20; Ro 14.12). Por último, la salvación no es una ―labor‖, como afirmó Talmage. Es totalmente por gracia aparte de cualquier obra de parte del hombre (Ro 4.5; 11.6; Ef 2.8-9).

CAPÍTULO 22

MATEO

MATEO 2.2: ¿Por qué elogia la Biblia a los magos por seguir estrella cuando nació Cristo, aunque condena la astrología?

la

TERGIVERSACIÓN: La Biblia condena el uso de la astrología (véanse Lv 19.26; Dt 18.10; Is 8.19), pero Dios bendijo a los sabios (magos) por usar una estrella para indicar el nacimiento de Cristo. ¿No apoya este versículo las afirmaciones de los astrólogos? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La astrología es la creencia de que el estudio de la disposición y los movimientos de las estrellas puede hacer posible que uno prediga los acontecimientos, ya sean buenos o malos. La estrella usada en el relato bíblico sirvió para anunciar el nacimiento de Cristo, no para predecir este suceso. Dios les dio la estrella a los magos para proclamarles que el niño ya había nacido. Sabemos que el niño ya había nacido porque, en Mateo 2.16, Herodes ordenó la matanza de todos los niños en Belén y sus alrededores de dos años o menos, ―conforme al tiempo indicado por los sabios‖.

Además, hay otros casos en la Biblia en los que las estrellas y los planetas son usados por Dios para revelar sus deseos. El Salmo 19.1-6 afirma que ―Los cielos cuentan la gloria de Dios‖, y Romanos 1.18- 20 enseña que la creación revela la existencia de Dios. Cristo se refiere a lo que sucederá al sol, la luna y las estrellas en relación con su segunda venida (Mt 24.29-30), así como hizo el profeta Joel (2.31-32). Por tanto, no hay ninguna contradicción entre el uso por la Biblia de la estrella para anunciar el nacimiento de Cristo y la condena por la Biblia de la práctica de la astrología. La estrella que guió a los magos no fue usado para predecir, sino para proclamar el nacimiento de Cristo. MATEO 3.16, 17: ¿Apoya este pasaje el politeísmo? TERGIVERSACIÓN: Este pasaje —que describe el bautismo de Jesús, cuando el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma de una paloma y el Padre lo elogió verbalmente— ha sido tergiversado de varias maneras. Los testigos de Jehová dicen que el simple hecho de que se mencionen juntos el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no quiere decir que son ―uno‖, como argumentan los creyentes en la Trinidad. Los mormones argumentan que este pasaje apoya su opinión de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres personajes distintos o Dioses (o sea, politeísmo). Estos tres no pueden de ninguna manera ser ―uno‖, como enseñan los creyentes en la Trinidad (Talmage, 1977, pp. 39-40). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje no apoya el politeísmo de los mormones. Más bien, apoya una premisa crucial de la doctrina de la Trinidad: la verdad de que hay tres personas distintas en la Divinidad. Mateo 3.16-17 apoya la doctrina de la Trinidad, aunque en sí no prueba la doctrina. Los creyentes en la Trinidad basan su comprensión de la naturaleza de Dios en las pruebas acumulativas de todas las Escrituras. Tomado solo, lo único que este pasaje prueba directamente es que hay tres personas diferentes en la Divinidad. No muestra que estas tres personas comparten exactamente la misma esencia divina. Otros versículos demuestran la unidad de Dios: que Él es uno en esencia. Deuteronomio 6.4 declara: ―Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios Jehová uno es.‖ Esta verdad de la unidad esencial de Dios se repite en el Nuevo Testamento (Mc 12.29). Pablo dijo explícitamente: ―[S]abemos que... no hay más que un Dios‖ (1 Co 8.4). Algunos pasajes muestran tanto la unidad como la pluralidad de Dios. Por ejemplo, Mateo 28.19 declara: ―Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.‖ La palabra ―nombre‖ es singular en el griego, indicando que hay un solo Dios. Pero hay tres personas distintas dentro de la Divinidad, cada una con un artículo definido en griego: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Eso rebate la opinión de los testigos de Jehová, ya que demuestra que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están subsumidos bajo un nombre y por tanto son ―uno‖ (a diferencia de Abraham, Isaac y Jacob). Eso rebate la opinión mormona, ya que muestra que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no son tres individuos ni dioses separados, sino que son tres personas dentro de una Divinidad.

Así que de las Escrituras en su conjunto desprende la doctrina de la Trinidad que se basa en tres líneas de pruebas bíblicas: (1) las pruebas de que hay sólo un Dios verdadero; (2) las pruebas de que hay tres Personas que son reconocidas como Dios; y (3) las pruebas de la condición de trino y uno en la Divinidad. Las Escrituras enseñan de manera uniforme que hay sólo un Dios (Dt 6.4; 32.39;2 S 7.22; Sal 86.10; Is 44.6; Jn 5.44; 17.3; Ro 3.29-30; 16.27; 1 Co 8.4; G1 3.20; Ef 4.6; 1 Ts 1.9; 1 Ti 1.17;2.5;Stg 2.19; 1 Jn 5.20-21 ;Jud 25). Pero las Escrituras también llaman a tres personas Dios: el Padre (1 P 1.2), el Hijo (Jn 20.28; Heb 1.8) y el Espíritu Santo (Hch 5.3-4). Las Escrituras indican también la naturaleza trino en uno en la Divinidad (Mt 23.19; 2 Co 13.14). Las pruebas acumulativas de todas las Escrituras indican que Dios es una Trinidad. MATEO 5.13: ¿Se refiere este versículo a las personas que reconocen su divinidad y que ayudan a otros a reconocer su propia divinidad? TERGIVERSACIÓN: En Mateo 5.13 Jesús les dice a sus seguidores: ―Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.‖ Algunos adeptos de la Nueva Era creen que en este versículo Jesús está pensando en los individuos ilustrados que no sólo reconocen su propia divinidad, sino que también ayudan a los demás a reconocer la suya. ―Lo que está tratando de aparecer es un grupo de personas que son alimentadores y que son muy literalmente lo que Jesús llamó ―la sal de la Tierra‖... aceptando su divinidad sin dejarse hinchar por ella, y actuando en la esfera de su influencia para hacer relucir esa misma divinidad en otros‖ (Spangler, 1981, p. 80). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta interpretación de la Nueva Era va en contra del sentido del texto en su contexto. La sal se conoce por sus cualidades de conservador. En su papel de ―la sal de la tierra‖ (Mt 5.13), los cristianos sirven como conservador contra los males de la sociedad. La sal se conoce también por crear sed. Los cristianos pueden influir en otros de tal manera que los hacen tener sed de más información acerca de Cristo y el evangelio. Sin embargo, a fin de que los cristianos funcionen correctamente como ―la sal de la tierra‖, la sal debe mantener su carácter puro. Los cristianos deben tener cuidado, no sea que en vez de ser conservador contra mal, ellos mismos se empañen del mal, comprometiendo así la influencia que tienen en el mundo. No pueden ejercer su influencia en el mundo para Cristo sin retener su propia virtud como cristianos. La idea de que los seres humanos sean sus propios dioses o que puedan convertirse en dioses es un ejemplo de las cosas a las que los cristianos pueden oponerse como ―la sal de la tierra‖. Una manera en que funcionamos como conservador en el mundo es conservar doctrina pura (Judas 3).Y una manera en que hacemos que las personas tengan sed del verdadero Dios de las Escrituras es hablar en contra de dioses falsos, tales como el dios de la Nueva Era, que es el panteísmo.

MATEO 5.14: ¿Indica este versículo que el “Cristo cósmico” habita en todos nosotros? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo: ―Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder‖ (Mt 5.14). Los adeptos de la Nueva Era interpretan este pasaje con referencia a lo que el ―Cristo cósmico‖ puede lograr en toda la humanidad: ―Jesús creía que Cristo en él podía salvar al mundo y nosotros creemos que Cristo en él salvará al mundo. Pero Jesús también cree que Cristo en cada uno de nosotros puede salvar al mundo y efectivamente lo salvará. Me lo dijo él. Lo dijo claro: ‗Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad [ciudadela de conciencia Crística] asentada sobre un monte [de logro| no se puede esconder' ‖ (Prophet, 1988, p. 239). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ningún indicio en este texto de que el Cristo cósmico del panteísmo de la Nueva Era esté habitando en nosotros. Varios factores ponen eso de manifiesto. En primer lugar, Jesús era un monoteísta judío (cf. Mc 12.29) quien creía que Dios creó el mundo y la humanidad (Mt 19.4), no que el mundo y la humanidad sean Dios. En segundo lugar, Jesús es la Luz suprema del mundo (Mt 4.16, Jn 8.12; 1 Jn 1.7). Los creyentes son luces sólo en sentido derivado, en la medida en que reflejemos su luz. En tercer lugar, los cristianos por sus buenas obras ―alumbran con una luz‖ para que las personas ―glorifiquen a vuestro Padre que está en os cielos‖ (Mt 5.16). En otras palabras, el resultado de que los cristianos brillen como una luz es que las personas se vuelven al verdadero Dios del cristianismo, no al ―Cristo en nosotros‖. Los cristianos han de irradiar de tal manera su dedicación al Dios de la Biblia que a otros se les señale el camino correcto. La luz, por su naturaleza misma, disipa la oscuridad, incluyendo la oscuridad de la doctrina falsa. La idea de que podamos convertirnos en dioses, o de que seamos Cristo así como Jesús era el Cristo, es esa clase de doctrina talsa (Gn 3.4-5) inspirada por demonios (1 Ti 4.) Mientras brillamos como luces en el mundo, apartamos a las personas de los dioses falsos (tales como el panteísmo y la deidad propia) y dirigimos su atención hacia el único Dios verdadero de la Biblia. MATEO 5.17, 18: ¿Están los cristianos bajo la ley de Moisés? TERGIVERSACION: Jesús dijo de manera muy explícita: ―No penséis que lie venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir.‖ Este es un asunto importante, porque ciertos dirigentes de sectas – tales como HerbertW. Armstrong— han hecho hincapié en guardar la ley, incluyendo la observancia del sábado, las fiestas anuales y los reglamentos alimenticios. Otros grupos aberrantes como los Adventistas del Séptimo Día también creen que los cristianos todavía están bajo la ley mosaica. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En el asunto de si la ley de Moisés fue abolida por Cristo, la confusión resulta del hecho de no distinguir entre varias cosas.

Hay una confusión de tiempo. Durante su vida Jesús mismo siempre guardaba la ley de Moisés, incluyendo presentar sacrificios a sacerdotes judíos (Mt 8.4), asistir a fiestas judías (Jn 7.10), y comer el cordero pascual (Mt 26.19). En una oportunidad desobedeció las tradiciones farisaicas (y falsas) que se habían desarrollado partiendo de la Ley (cf. Mt 5.43-44), y los reprendió diciendo: ―Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición‖ (Mt 15.6). Los versículos que indican que se ha cumplido la Ley se refieren al tiempo después de la cruz en que ―no hay judío ni griego... porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús‖ (G1 3.28). Hay una confusión de aspecto. Por lo menos algunas referencias (si no todas) a la abolición de la Ley en el Nuevo Testamento hablan de las ceremonias y los tipos del Antiguo Testamento. Estos aspectos ceremoniales y tipológicos de la ley mosaica del Antiguo Testamento fueron claramente abolidos cuando Jesús, nuestro cordero pascual (1 Co 5.7), cumplió los tipos de la Ley y las predicciones acerca de su primera venida (cf. Heb 7-10). Jesús mismo, al parecer, abolió toda la ley ceremonial declarando limpias todas las carnes (Me 7.19). En ese sentido, los creyentes claramente no están bajo la ley de Moisés. Hay una confusión respecto al contexto. Aun cuando se consideran las dimensiones morales de la Ley, hay una confusión. Por ejemplo, no sólo cumplió Jesús las demandas morales de la Ley para nosotros (Ro 8.2-4), sino también, el contexto nacional y teocrático en el que se expresaron en el Antiguo Testamento los principios morales de Dios ya no se aplican a los cristianos de hoy. Por ejemplo, no estamos bajo los mandamientos tal y como Moisés los expresó para Israel. Eso se ve en que para el judío la recompensa por obedecer los Diez Mandamientos es ―que disfrutes de una larga vida en la tierra [Palestina] que te [al israelita] da el Señor tu Dios‖ (p. ej., Ex 20.12, NVI). Cuando el principio moral expresado en este mandamiento veterotestamentario se declara en el Nuevo Testamento, se expresa en un contexto diferente, a saber, uno que no es ni nacional ni teocrático, sino personal y universal. Para todas personas que honraban a sus padres, Pablo declara que tendrían ―larga vida sobre la tierra‖ (Ef 6.3). Asimismo, los cristianos ya no están bajo el mandamiento de Moisés de adorar los días sábado (Ex 20.8-11).Ya que la resurrección, las apariciones después de la resurrección y la ascensión tuvieron lugar en días domingo, los cristianos adoran los do vez de los sábados (véanse Hch 20.7; 1 Co 16.2). La adoración los sábados, declaró Pablo, era sólo una ―sombra‖ de la sustancia real que fue inaugurada por Cristo (Col 2.16-17).Ya que aun los Diez Mandamientos propiamente dichos se expresaron en un marco judío nacional y teocrático, el Nuevo Testamento puede decir correctamente que aquello que fue ―grabado con letras en piedras‖ posteriormente ―por Cristo es quitado‖ (2 Co 3.7, 13, 14). Sin embargo, eso no quiere decir que los principios morales plasmados en los Mandamientos, que reflejan la mismísima naturaleza de un Dios inmutable, no sean todavía vinculantes para los creyentes hoy. En efecto, cada uno de los principios expresados en los Diez Mandamientos se repite en otro contexto en el Nuevo Testamento, con la excepción, por supuesto, del mandamiento de descansar y adorar los sábados. Los cristianos hoy ya no estamos bajo los Diez Mandamientos, en la forma en que Moisés se los dio a Israel, como tampoco estamos sujetos al requisito de la ley

mosaica de ser circuncidados (véanse Hch 15; Gl 3) o de traer un cordero al templo en Jerusalén para sacrificio. Hebreos 7 declara que ―cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley‖ (v. 12) y que ―[q]ueda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia‖ (v. 18). La Ley fue sólo una ―sombra‖ y la ―realidad‖ se encuentra en Cristo (Col 2.17, NVI). Los discípulos de Jesús rechazaron claramente gran parte de la ley del Antiguo Testamento, incluyendo la circuncisión (Hch 15; Gl 5.6, 6.15). En efecto, Pablo declaró que ―no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia‖ (Ro 6.14) y que los Diez Mandamientos grabados en piedras han sido quitados en Cristo (2 Co 3.14). El hecho de que estemos obligados a obedecer leyes morales similares que prohíben el adulterio, la mentira, el robo y el asesinato no demuestra que estemos bajo los Diez Mandamientos. Por ejemplo, aunque tanto el Antiguo como el Nuevo Testamentos prohíben el adulterio, la pena en cada caso es diferente: muerte en el Antiguo Testamento (Lv 20.10), pero sólo excomunión de la iglesia en el Nuevo Testamento (1 Co 5), con la esperanza de restauración si hay arrepentimiento (cf. 2 Co 2 6-8) MATEO 5.26: ¿Confirma esta parábola la doctrina del purgatorio como afirman los eruditos católicos? TERGIVERSACIÓN: En esta parábola el juez no quiso liberar a su preso hasta que hubiera pagado el último cuadrante. El experto católico Ludwig Ott cree que eso apoya la doctrina del purgatorio, pues ―mediante interpretación adicional de la parábola, se comenzó a ver en el castigo limitado a cierto tiempo en la cárcel la expresión de un castigo limitado a cierto tiempo en el otro mundo‖ (Ott, 1960, p. 484). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No se vislumbra el purgatorio en este texto. Tal interpretación va mucho más allá del contexto. Jesús no hablaba de una cárcel espiritual después de la muerte, sino de una cárcel física antes de la muerte. El versículo anterior aclara el contexto: ―Ponte de acuerdo pronto con tu adversario, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y seas echado en la cárcel‖ (v. 25). Desde luego, Jesús no hablaba aquí de simples cosas externas, sino de los asuntos espirituales del corazón (cf. vv. 21-22). Sin embargo, no hay nada en el contexto que justifique la conclusión de que pretendía que el concepto de una ―cárcel‖ se refiriera a un lugar (o proceso) de purgación por pecados en la otra vida, que es lo que uno tendría que inferir si se interpretara este pasaje como una referencia al purgatorio. Aun los católicos ortodoxos, tales como el cardenal Ratzinger, rehúyen de la imagen del purgatorio como una cárcel, afirmando que no es ―un tipo de campo de concentración supramundial‖ (Ratzinger, 1990, p. 230). Sin embargo, hacer de esta parábola una analogía o ilustración de una cárcel espiritual después de la muerte (es decir, el purgatorio) es eludir el problema, ya que uno tiene que suponer que en realidad hay un purgatorio del que ―no seremos liberados hasta que no hayamos pagado‖ (cf. v. 26) antes que pueda ser una ilustración de él. Las

ilustraciones no demuestran nada; sólo ilustran algo que se cree ser cierto. Por consiguiente, no se puede usar este pasaje como prueba del purgatorio. Si se toma este texto como una referencia al purgatorio, contradice la clara enseñanza de las Escrituras de que no hay más por pagar por las consecuencias de nuestros pecados, ni en el plano temporal ni el eterno. Aunque la teología católica reconoce que la muerte de Cristo pagó la pena por la culpabilidad y las consecuencias eternas de nuestros pecados, niega que eso quiera decir que no haya purgatorio donde paguemos las consecuencias temporales de nuestros pecados. Pero la muerte de Cristo en la cruz fue tanto completa como suficiente para todos nuestros pecados y todas sus consecuencias. Decir que todavía nos queda a nosotros una porción de sufrimiento por pecados es insultar la obra de Cristo terminada ―de una vez por todas‖ (véase Heb 10.14-15). Una vez que Jesús sufrió por nuestros pecados, no nos quedaba más por sufrir, pues no hay ninguna condenación‖ para los que están en Cristo (Ro 8.1, NVI). El profeta Isaías dejó en claro que Cristo murió por nuestras enfermedades y dolores así como por nuestros pecados (Is 53.4-5). MATEO 5.29: ¿Es el infierno la tumba o un lugar de tormento i consciente? TERGIVERSACIÓN: Jesús se refiere aquí al ―cuerpo‖ que es ―arrojado al infierno‖, y el salmista se refiere a ―huesos‖ que son ―esparcidos... a la boca del seol [shéol]‖ (Sal 141.7). Jacob habló de sus ―canas‖ que descenderían ―al seol‖ (Gn 42.38; cf. 44.29, 31). Sin embargo, Jesús se refirió al infierno como un lugar adonde el alma va después de la muerte y está en tormento consciente (Le 16.22-23). ¿Es el infierno sólo el sepulcro, como afirman los testigos de Jehová y algunas otras sectas (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 173)? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La palabra hebrea que se puede traducir como ―infierno‖ (sheól) también se traduce como ―sepulcro‖ o ―pozo‖. Quiere decir simplemente ―mundo no visto, y se puede referir o al sepulcro, donde el cuerpo permanece sin ser visto después de la muerte, o al mundo de los espíritus, que es invisible a los ojos mortales. Además, en el Antiguo Testamento, sheól a menudo quiere decir sepulcro‖, como indica el hecho de que es un lugar adonde van ―huesos (Sal 141.7), ―canas‖ (Gn 42.38) y hasta armas (Sal 76.3-5) después de la muerte. Aun se dice que la resurrección del cuerpo de Jesús fue del ―Hades‖ (es decir, el sepulcro), donde no vio corrupción (Hch 2.30-31). Hay posibles alusiones al ―infierno‖ como un mundo de espíritus en el Antiguo Testamento (cf. Pr 9.18; Is 14.9); el ―infierno‖ (griego: hades) se describe claramente en el Nuevo Testamento como un lugar de espíritus (almas) de los difuntos. Los ángeles caídos están allí y no tienen cuerpos (2 Pe 2.4). Los seres humanos impenitentes están en tormento consciente allí después que mueren y se entierran sus cuerpos (Le 16.2223). Al final los que están en el infierno serán lanzados en el lago de fuego con el diablo, donde ―serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos‖ (Ap 20.10,

14-15). Jesús habló muchas veces del infierno como una lugar de sufrimiento consciente y eterno (cf. Mt 10.29; 18.9; Mc 9.43, 45, 47; Lc 12.5; 16.23). MATEO 5.48: ¿Indica este versículo que debemos volvernos cada vez más perfectos en esta vida para llegar a la exaltación en la otra vida? TERGIVERSACIÓN: Mateo 5.48 dice: ―Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.‖ Según los mormones, las personas están obligadas a realizar cada deber y guardar cada ley y esforzarse por ser perfectas así como el Padre es perfecto en su esfera. Todos están en un camino de perfección que lleva finalmente a deidad (Smith, 1970, p. 7). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no quiere decir que los seres humanos puedan en realidad volverse perfectos en esta vida. Eso está claro a partir del contexto. El contexto de este versículo es que los dirigentes judíos habían enseñado que debemos amar a nuestros amigos y seres queridos (Lv 19.18), pero odiar a nuestros enemigos. Pero Jesús dijo que debemos amar aun a nuestros enemigos. Después de todo, dijo Jesús, el amor de Dios se extiende a todas las personas (Mt 5.45).Y puesto que Dios es nuestra norma de rectitud, debemos procurar ser como él en este aspecto. Debemos ser ―perfectos‖ (o ―completos‖) al amar a otros como él es perfecto. Además, la Biblia definitivamente no apoya la idea de que realmente podamos llegar a una perfección libre de pecado en esta vida, pues todos estamos caídos y pecamos continuamente (1 Jn 1.8). Las buenas nuevas son que si confiamos en Jesús, su perfección llega a ser nuestra: ―Y así, con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados‖ (Heb 10.14). MATEO 6.22: ¿Se refiere este versículo a un místico ―tercer ojo‖ que nos da percepción espiritual? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo: ―La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz‖ (Mt 6.22). Los adeptos de la Nueva Era a menudo interpretan este versículo con referencia al ―tercer ojo‖, que los devotos de las religiones orientales creen ser un instrumento místico u órgano de visión espiritual supuestamente ubicado en la frente justo entre los dos ojos (Prophet, 1988, p. 143). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No se justifica semejante interpretación esotérica de este texto en el contexto. El telón de fondo de este versículo es que los fariseos eran materialistas y codiciaban riquezas. Sus ojos espirituales se enfocaban no en el Dios de la Biblia sino en el dios de la avaricia. Permanecían ciegos a la espiritualidad verdadera. Estaban llenos de oscuridad. Por contraste, Jesús llama a sus seguidores a que se concentren en Dios y los tesoros celestiales (véase Mt 6.16-33). Debemos mantener una perspectiva eterna, enfocada en el otro mundo, no una

perspectiva temporal obsesionada con las cosas pasajeras de este mundo (véase especialmente v. 20). También, es enfocando los dos ojos dados por Dios en las Escrituras que obtenemos percepción espiritual (Pr 7.2; Sal 119). El ver un tercer ojo‖ en el contexto de Mateo 6 es eiségesis (―atribuir al texto un significado que no tiene‖) en vez de exégesis (―sacar un significado del texto‖). MATEO 6.33: ¿Quiere decir este versículo que debemos darle alta prioridad a nuestra ―divinidad interior‖? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo: ―Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas‖ (Mt 6.33). Los adeptos de la Nueva Era a menudo interpretan este versículo como una referencia a la supuesta ―divinidad interior‖ del hombre. Jesús supuestamente enseñaba a sus discípulos que debían buscar ―el estado de identificación con la verdadera individualidad de uno, la fuente interior, el centro divino, aquel YO SOY EL QUE SOY‖ (Spangler, 1983, pp. 23- 24). Por eso, buscar primeramente el reino de Dios en la vida de uno equivale a darle alta prioridad a la divinidad interior de uno. Después que una persona hace esta única cosa, ―todo lo demás será añadido‖. CORRECCION DE LA TERGIVERSACION: No hay ningún indicio de que Jesús se refiriera a ninguna ―divinidad interior‖. Como monoteísta judío (Me 12.29), no panteísta, Jesús creía que Dios era tan distinto del mundo como un Creador (Mt 19.4) es distinto de su creación. Los adeptos de la Nueva Era creen que Dios es en relación con el mundo lo que una laguna es en relación con las gotas de agua en ella Es decir, somos parte de Dios, no una creación distinta de Dios. A diferencia de los paganos, que se concentran sólo en satisfacer necesidades físicas externas, los seguidores de Cristo son llamados a buscar primero a Dios y su reino. ―Buscar el reino de Dios‖ definitivamente incluye buscar al único Dios verdadero (1 Ti 4.10) de la Biblia (a diferencia del panteísmo). Incluye obedecer la verdad absoluta que contiene la Palabra de Dios (Sal 119) (a diferencia de las místicas ―revelaciones‖ de la Nueva Era). E incluye participar en difundir las buenas nuevas del evangelio de Jesucristo (1 Co 15.1-4), a diferencia del ―evangelio acuario‖ que dice que nosotros somos Cristo. Por consiguiente, en vez de apoyar la idea de una ―divinidad interior‖ en nosotros, este versículo va en contra de esta y otras ideas que no tienen ninguna parte legítima en el reino de Dios. En tercer lugar, uno también debe preguntarse, si todos somos dios y tenemos una ―divinidad interior‖, ¿por qué es necesario que leamos libros sobre la Nueva Era y versículos bíblicos para llegar a estar conscientes de esta divinidad? El hecho de que ―lleguemos a darnos cuenta‖ de que somos Dios demuestra que no somos Dios. Un Dios nunca habría pasado de un estado de falta de ilustración a un estado de ilustración. En otras palabras, Dios no da flores; siempre está en plena floración. Es decir, Dios es y siempre ha sido Dios.

Por último, muchos versículos de las Escrituras muestran que Dios se opone a pretendientes humanos al trono divino. Por ejemplo, Dios le ordenó a Moisés que le dijera al faraón: ―[Y]o enviaré esta vez todas mis plagas sobre tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra‖ (Ex 9.14, cursivas añadidas). Esas palabras fueron dirigidas a un hombre que era considerado un dios. Se creía que el faraón era la encarnación del dios egipcio del sol, Amon-Ra, y por tanto era considerado un dios a título propio. Pero era impotente ante el Dios verdadero. El faraón descubrió lo que todos los adeptos de la Nueva Era deben llegar a descubrir: como ser humano no tiene prácticamente nada de poder divino. MATEO 7.20: ¿Muestra este versículo cuál secta o grupo religioso es la religión verdadera? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo: ―[P]or sus frutos los conoceréis.‖ En otras palabras, el fruto bueno es una señal de la religión verdadera, y el fruto malo una señal de la falsa. Algunas sectas usan esto para demostrar que son la religión verdadera. Los Cristianos Cientistas, por ejemplo, señalan el ―poder inspirador‖ de su religión como un fruto bueno (Eddy, p. 10). A base de eso sacan la conclusión de que la Ciencia Cristiana es la religión verdadera. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No se debe usar este versículo para demostrar que ninguna organización religiosa (ni siquiera una que afirme ser cristiana) es la única religión verdadera. Jesús no habla aquí de una organización religiosa. Más bien, les habla a sus discípulos en el Sermón de Monte: un sermón que comienza en Mateo 5. Así que el versículo acerca del fruto bueno se aplica a cualquiera que profese ser un discípulo de Jesús en cualquier parte y en cualquier organización. Jesús no habla de paz interior ni de un estado interior que no pueda ser probado por otros, sino de manifestaciones visibles (―fruto‖) que puedan ser vistos por otras personas. El contexto parece indicar que Jesús no habla siquiera del ―fruto‖ de la vida espiritual de uno, como el que describe Pablo en Gálatas 5.22-23. Más bien, se refiere al fruto de su enseñanza. Pues comienza la sección hablando de ―falsos profetas‖ (v. 15) y su ―fruto‖ (v. 16), uno de los cuales es la falsa profecía (cf. Dt 18.22). Continúa su discurso señalando que no son los que hacen una profesión falsa de él (v. 21) los que entran en el cielo, ni los que muestran poderes espirituales externos (v. 22). Más bien, son los que confiesan la verdad acerca de Cristo de corazón (cf. Ro 10.9) los que son sus discípulos de verdad. Hacen su voluntad (v. 21). Pero el fruto de la enseñanza de un falso profeta es producir discípulos que no hacen ―la voluntad de mi Padre que está en los cielos‖, sino que dicen simplemente: ―¡Señor, Señor!‖ (v. 21). MATEO 7.24-29: ¿Enseña este versículo que sólo los que reconocen su ―divinidad interior‖ pueden mantenerse firmes en las tormentas de la vida? TERGIVERSACIÓN: Algunos adeptos de la Nueva Era creen que cuando Jesús enseñó acerca de los que edifican sobre tierra arenosa (Mt 7.26-27), se refería a los que no

tienen la capacidad de reconocer su propia divinidad interior. ―Cuando una persona pierde aquella capacidad de reconocer la divinidad que está dentro de uno, pierde la capacidad de soportar o de transmutar o de tratar de manera creativa con las fuerzas de la adversidad‖ (Spangler, 1981, p. 61). Así que de la misma manera que una casa construida sobre la arena no soporta bien la fuerza de un viento fuerte, así también una persona que deja de reconocer su propia divinidad interior no soportará bien las fuerzas de la adversidad que vengan contra ella. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Es obvio del contexto que Jesús no habla de ninguna capacidad de reconocer su propia divinidad. Por una parte, los que edifican su vida sobre las palabras de Cristo son comparados con los que edifican una casa sobre una roca (Mt 7.24-25). Los que no edifican su vida sobre las palabras de Cristo son comparados con los que edifican una casa sobre tierra arenosa (vv. 26-27). Por otra parte, las ―palabras de Cristo‖ incluyen dedicación a someterse de todo corazón a las Escrituras (Mt 5.17-18), el hecho de reconocer al único Dios verdadero (6.9), y una advertencia contra los falsos profetas que enseñan cosas contrarias a las Escrituras (7.15-23). Este pasaje, por tanto, se opone resueltamente a las escrituras de la Nueva Era que contradicen la Biblia (tales como el Evangelio Acuario de Jesús el Cristo), el dios falso de la Nueva Era que es el panteísmo, y los falsos profetas de la Nueva Era que predican a otro Jesús. MATEO 8. 12: ¿Es el infierno un lugar de oscuridad o hay luz allí? TERGIVERSACIÓN: Jesús describió el infierno como un lugar de ―tinieblas de afuera‖ (Mt 8.12; cf. 22.13; 25.30). Por contraste, la Biblia en otras partes dice que el infierno es un lugar de ―fuego‖ (Ap 20.14) y donde ―el fuego nunca se apaga‖ (Me 9.48). Pero los fuegos emiten luz. ¿Cómo puede el infierno estar completamente oscuro si hay luz allí? Los mormones a menudo se refieren a las ―tinieblas de afuera‖ como la morada de Satanás, los demonios y los hijos de la perdición (Talmage, 1977, pp. 14647). ¿Es correcta esta interpretación? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Tanto ―fuego‖ como ―tinieblas‖ son potentes figuras retóricas que describen de manera apropiada la realidad impensable del infierno. Es como fuego porque es un lugar de destrucción y tormento. Sin embargo, es como las tinieblas de afuera porque las personas se pierden allí para siempre. Aunque el infierno es un lugar literal, no se debe tomar al pie de la letra cada descripción de él. Se emplean algunas potentes figuras retóricas para describir este lugar literal. Su horrible realidad, donde el cuerpo y el alma sufrirán para siempre, va mucho más allá de cualquier simple figura retórica que se podría usar para describirlo. Pero es un error serio tomar al pie de la letra el lenguaje metafórico. Al hacer eso, uno podría inferir que Dios tiene plumas, ya que se describe con alas (Sal 91.4). Otras figuras retóricas empleadas para describir el destino eterno de los perdidos, si se toman al pie de la letra, se contradicen. Por ejemplo, se pinta el infierno como un basurero (Mc 9.43-48), que

tiene un fondo. Pero también se describe como un pozo sin fondo (Ap 20.3). Cada una es una descripción vivida de un lugar de castigo eterno. MATEO 8.20 (cf. Mt 20. 18; 24.30): Si Jesús era el Hijo de Dios ¿por qué se llamó el ―Hijo del hombre‖? TERGIVERSACIÓN: Jesús se refería a sí mismo con más frecuencia como el ―Hijo del hombre‖. Este título parece señalar más su humanidad que su deidad. Si en realidad era el Mesías, el Hijo de Dios, ¿por qué se describió como el ―Hijo del hombre‖? Este asunto tiene importancia obvia en conversaciones con los testigos de Jehová. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aun si la frase Hijo del hombre es una referencia a la humanidad de Jesús, no es una negación de su deidad. Al volverse hombre, Jesús no dejó de ser Dios. La encarnación de Cristo no implicaba la pérdida de deidad, sino la adición de humanidad. Jesús afirmó claramente ser Dios en muchas oportunidades (Mt 16.16,17; Jn 8.58; 10.30). Pero además de ser divino, también era humano (Flp 2.6-8).Tenía dos naturalezas unidas en una persona. Jesús no negaba su deidad al referirse a sí mismo como el Hijo del hombre. En realidad, se emplea el término Hijo del hombre para describir también la deidad de Cristo. La Biblia dice que sólo Dios puede perdonar pecados (Is 43.25; Me 2.7). Pero como el Hijo del hombre, Jesús tenía el poder de perdonar pecados (Me 2.10). Asimismo, Cristo volverá a la Tierra como el Hijo del hombre en nubes de gloria para reinar en la Tierra (Mt 26.63-64). En este pasaje, Jesús cita Daniel 7.13, donde se describe al Mesías como el ―Anciano de días‖, una frase empleada para describir su deidad (cf. Dn 7.9). Lo que es más, cuando el sacerdote le preguntó a Jesús si era el ―Hijo de Dios‖ (Mt 26.63), respondió afirmativamente, declarando que era el ―Hijo del hombre‖, que se sentaría a la diestra de Dios y vendría en las nubes del cielo (v. 64). Eso indicaba que Jesús mismo usaba la frase Hijo del hombre para indicar su deidad como el Hijo de Dios. Por último, la frase ―Hijo del hombre‖ recalca quién es Jesús en relación con su encarnación y su obra de salvación. En el Antiguo Testamento (véanse Lv 25.25, 26, 48, 49; Rt 2.20), el pariente redentor era un pariente cercano de alguien que necesitaba redención. Así que Jesús, como nuestro Pariente Redentor, se identificaba con la humanidad como el Salvador y Redentor de la humanidad. Los que conocían la verdad del Antiguo Testamento de que el Mesías era el Hijo del hombre comprendían las afirmaciones implícitas de Jesús acerca de su deidad. Los que no sabían no reconocerían estos hechos. Jesús a menudo decía las cosas de esta manera a fin de probar a su audiencia y separar creyentes de no creyentes (cf. Mt 13.10-17). MATEO 11.14: ¿No dijo Jesús que Juan el Bautista era Elías reencarnado? TERGIVERSACIÓN: Jesús se refiere aquí Juan el Bautista como el ―Elías que había de venir‖ (cf. Mt 17.12; Me 9.11-13). Pero puesto que Elías había muerto muchos siglos

antes, algunos creyentes en la reencarnación han argumentado que Juan debía de ser una reencarnación de Elías. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay muchas razones por las que este versículo no apoya la creencia oriental o de la Nueva Era en la reencarnación. Aunque se pudiera demostrar que se trata de una referencia a la reencarnación de Elías en Juan el Bautista, aun así sería muy distinta de la reencarnación de la Nueva Era: (1) Sería una sola reencarnación, no reencarnaciones infinitas como se encuentran en las religiones orientales. (2) Se da en un contexto teísta, no en una cosmovisión panteísta. (3) No hay ningún concepto de karma mediante el cual uno es castigado por lo que sucedió en una existencia anterior. Difícilmente podría ser un castigo para Elías el volver como el mayor profeta antes de Jesús (cf. Mt 11.11). Sin embargo, no es necesario interpretar este pasaje como una reencarnación literal de Elías. Hay varios indicios en el texto de que simplemente quiere decir que Juan ministró con el espíritu y el poder de Elías. En primer lugar, Juan y Elías no tenían el mismo ser; tenían la misma función. Jesús no enseñaba que Juan el Bautista era literalmente Elías, sino simplemente que venía ―con el espíritu y el poder de Elías‖ (Lc 1.17) para continuar su ministerio profético. En segundo lugar, los discípulos de Jesús entendieron que hablaba de Juan el Bautista, ya que Elías apareció en el Monte de la Transfiguración (Mt 17.10-13). Puesto que para entonces Juan ya había vivido y muerto, y puesto que Elías todavía tenía el mismo nombre y la misma conciencia de la propia identidad, Elías obviamente no había sido reencarnado como Juan el Bautista. En tercer lugar, Elías no cuadra con el modelo de la reencarnación, porque no murió. Fue llevado al cielo como Enoc, quien no vio muerte (2 R 2.11; cf. 11.5). De acuerdo con la reencarnación tradicional, uno debe morir antes que pueda ser reencarnado en otro cuerpo. En cuarto lugar, ese pasaje debe ser entendido a la luz de las claras enseñanzas de las Escrituras en contra de la reencarnación. Hebreos 9.27, por ejemplo, declara que ―está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio‖ (cf. Jn 9.2). MATEO 11.29: ¿Apoya este versículo la práctica del yoga? TERGIVERSACIÓN: Los adeptos de la Nueva Era nos dicen que cuando Jesús dijo: ―Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí‖ (Mt 11.29), enseñaba a sus discípulos que debían ―llevar mi yugo, yoga, sobre vosotros y aprender de mí [llevad mi conciencia de mi labor sagrada, mi cristiandad cargando con el karma del mundo... y aprended de mi Gurú, el Anciano de días]; que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo, yoga, es fácil y verdaderamente es ligera mi carga en el cielo y en la tierra‖ (Prophet, 1988, pp. 273-74). CORRECCION DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no tiene nada que ver con el yoga ni el karma. Todas las personas llevan una pesada carga de pecado y sus

consecuencias destructivas. Las personas pueden encontrar descanso para sus almas sólo llegando a Jesús. Al tomar el ―yugo‖ de Jesús sobre sí mismos, se hacen sus discípulos y cambian sus cargas pesadas por su carga ―ligera‖. Por supuesto que servir a Jesús no es verdaderamente oneroso, pues él es manso y humilde. También es importante reconocer que cuando Jesús dijo ―aprended de mi‖ (v. 29), decía esencialmente: ―Aprended de la revelación que sólo yo imparto.‖ Y lo que dice Jesús tiene precedencia sobre lo que dicen todos los demás, incluyendo los falsos maestros como los gurúes de la Nueva Era. Entre las cosas que ―aprendemos‖ de Jesús es que él es, de manera única, el Mesías divino. En realidad, Jesús a menudo hacía su identidad como el Cristo un asunto primordial de fe (véanse Mt 16.13-20 y Jn 11.2527).Y cuando Jesús era reconocido como el Cristo no le decía a la gente: ―Tú también tienes al Cristo adentro.‖ Más bien, les advirtió que otros vendrían pretendiendo falsamente ser el Cristo (Mt 24.4-5, 23-25). MATEO 12.32: La declaración de Jesús de que no habría perdón en este mundo del pecado mencionado en este versículo ¿apoya la doctrina católica del purgatorio? TERGIVERSACIÓN: En este pasaje Jesús dijo que nunca se perdonaría la blasfemia contra el Espíritu Santo. Basado en este versículo el renombrado erudito católico Ludwig Ott infiere que esto ―no excluye la posibilidad de que los pecados sean perdonados no sólo en este mundo sino también en el otro mundo‖ (Ott, 1960, p. 483). ¿En realidad apoya este versículo la creencia católica de que los creyentes serán castigados en el purgatorio por las consecuencias temporales de sus pecados? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El uso católico de este pasaje para apoyar el concepto del perdón de las consecuencias temporales de nuestros pecados después de la muerte fracasa por varias razones. En primer lugar, este texto no habla del perdón de pecados en la otra vida después de sufrir por los pecados, sino que indica que no habrá perdón de este pecado en el mundo venidero (Mt 12.32). ¿Cómo es que la negación de que este pecado sea perdonado jamás, aun después de la muerte, puede ser la base de especulación de que los pecados serán perdonados en la otra vida? Según la enseñanza católica, el purgatorio vale sólo para los pecados veniales, pero este pecado no es venial; es mortal, siendo eterno e imperdonable. ¿Cómo puede una declaración acerca de la imperdonabilidad de un pecado mortal en la otra vida ser la base de un argumento de que los pecados no mortales serán perdonados en aquella vida? Lo que es más, el pasaje ni siquiera habla del castigo, que los católicos afirman tendrá lugar en el purgatorio. Así que ¿cómo se podría usar este texto para apoyar el concepto de castigo en el purgatorio? Aun The New Catholic Encyclopedia [Nueva enciclopedia católica] reconoce francamente que ―la doctrina del Purgatorio no se declara explícitamente en la Biblia‖ (11:1034). De hecho, tampoco se enseña implícitamente en las Escrituras, ya que el uso católico de las Escrituras para apoyar el purgatorio distorsiona los contextos de los textos empleados.

Si este pasaje diera a entender que habría castigo, no es de aquellos que finalmente serán salvos (como los católicos creen en el caso de los que van al purgatorio), sino de aquellos que nunca serán salvos. Otra vez surge la interrogante: ¿Cómo es que un pasaje que no habla del castigo de los salvos después de la muerte se puede usar como base para la creencia en un purgatorio que afirma castigo para los salvos? En vista de estas fuertes diferencias, el hecho de que eruditos católicos citen este versículo en apoyo de la doctrina del purgatorio indica la carencia de verdadero apoyo bíblico de esta doctrina. MATEO 13.10-11: ¿Enseñó Jesús que tenemos que buscar un sentido oculto y secundario (esotérico) en las Escrituras, como dicen los adeptos de la Nueva Era? TERGIVERSACIÓN: Algunos adeptos de la Nueva Era recurren a Mateo 13.10-11 tratando de mostrar que debemos buscar sentidos secretos y ocultos (esotéricos) en las Escrituras (Spangler, en Earth’s Answer [Respuesta de la Tierra], 1977, p. 203). Se representa a Jesús delante de una multitud compuesta tanto de creyentes como de no creyentes. No trató de separar a los creyentes de los no creyentes y entonces instruir solamente a los creyentes. Más bien, construyó sus enseñanzas de tal forma que los creyentes entenderían lo que decía pero los no creyentes no entenderían; logró eso mediante el uso de parábolas. Entonces, después que Jesús enseñó una de esas parábolas, un discípulo le preguntó: ―¿Por qué les hablas por parábolas?‖ (Mt 13.10). Jesús respondió: ―Porque a vosotros [creyentes] os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos [no creyentes] no les es dado‖ (v. 11). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Cuando se entiende este pasaje en su contexto correcto, se esfuma todo apoyo de un una interpretación esotérica. Considérese lo siguiente: La palabra ―misterios‖, en el sentido bíblico, es una verdad que no se puede discernir simplemente por la investigación humana, sino que requiere una re velación especial de Dios. Por lo general, esta palabra se refiere a una verdad que era desconocida para las personas que vivían en tiempos del Antiguo Testamento, pero que ahora ha sido revelada a la humanidad por Dios (véanse Mt 13.17; Ef 3.3-5; Col 1.26). En Mateo 13, Jesús proporciona información a los creyentes acerca del reino de los cielos que nunca se ha revelado antes. En segundo lugar, algunos se han preguntado por qué Jesús diseñó su enseñanza parabólica de tal manera que los creyentes podían entender su enseñanza pero los no creyentes no podían entenderla. Los discípulos, puesto que habían respondido de manera favorable a la enseñanza de Jesús y habían puesto su fe en él, ya sabían mucha verdad acerca del Mesías. La reflexión detenida sobre las parábolas de Jesús los iluminaría aún más. Sin embargo, a los no creyentes empedernidos que de manera obstinada y persistente habían rechazado las enseñanzas anteriores de Jesús —tales como las que se expusieron en el Sermón del Monte— se les impedía entender las parábolas. Jesús, al parecer, seguía una pauta que había pronunciado con anterioridad en el Sermón del Monte: ―No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos‖ (Mt 7.6). Pero aun aquí hay gracia, pues es posible que Jesús haya impedido

que los no creyentes entendieran las parábolas porque no quería imponerles más responsabilidad impartiéndoles nueva verdad de la cual se les haría responsables. En tercer lugar, el que Jesús quería que sus parábolas estuvieran claras para aquellos que estaban abiertos es evidente del hecho de que interpretara detenidamente dos de ellas para los discípulos: las parábolas del sembrador (Mt 13.3-9) y de la cizaña (13.2430). Hizo eso, no sólo para que no hubiera duda en cuanto a su significado, sino también para guiar a los creyentes en cuanto al método correcto que debían usar al interpretar las demás parábolas. El hecho de que Cristo no interpretara sus parábolas posteriores indica que tenía la plena expectativa de que los creyentes entendieran lo que enseñaba siguiendo la metodología que les demostró. Está claro, pues, que Mateo 13 no apoya el esoterismo, sino va en contra de él. Por último, el hecho de que Jesús empleara un método literal (no esotérico) de interpretar las Escrituras está claro en que interpretó literalmente el relato de la creación de Adán y Eva (Mt 13.35; 25.34; Mc 10.6), el relato del arca de Noé y el diluvio (Mt 24.38- 39; Lc 17.26-27), el relato de Jonás y el gran pez (Mt 12.39-41), el relato de Sodoma y Gomorra (Mt 10.15) y el relato de Lot y su esposa (Lc 17.28-29). MATEO 14.6-10: ¿Demuestra este pasaje que los cumpleaños son malos? TERGIVERSACIÓN: En este pasaje Herodes, en su cumpleaños, ejecutó a Juan el Bautista. Los testigos de Jehová interpretan esto en el sentido de que los cumpleaños son malos y no deben ser celebrados por el pueblo de Dios (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 68-69). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este es un caso de ―culpa por asociación‖. Lo único que demuestra este versículo es que Herodes era malo, no que los cumpleaños son malos. Véase el análisis de Génesis 40.20-22. MATEO 15.24: ¿Las ―ovejas perdidas de la casa de Israel‖ mencionadas en este versículo emigraron a América? TERGIVERSACIÓN: Los mormones creen que las ―ovejas perdidas de la casa de Israel‖ mencionadas en este versículo no son los israelitas de la región de Palestina, sino los israelitas que emigraron a América (Smith, 1975,3:124). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La interpretación mormona no la apoyan ni el texto ni su contexto. Jesús se refería a los israelitas que estaban perdidos espiritualmente; no geográficamente; más específicamente, a los israelitas en la región de Palestina que estaban en un estado de perdición ante Dios. Además, se debe recordar que Jesús les había enseñado a sus discípulos: ―[I]d antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: ―El reino de los cielos se ha acercado‖ (Mt 10.6- 7). Los discípulos de Jesús cumplieron estas instrucciones no yendo a América a predicar, sino predicando a los israelitas en Palestina y sus alrededores.

MATEO 16.16-18: ¿Apoya este pasaje la infalibilidad papal, como afirman los católicos? TERGIVERSACIÓN: Los católicos usan la declaración de Jesús a Pedro, ―sobre esta roca edificaré mi iglesia‖, para apoyar su doctrina de infalibilidad papal. ¿Le da Jesús a Pedro autoridad única como cabeza de la iglesia? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Entendido correctamente, este texto dista mucho de apoyar el dogma de la infalibilidad papal. Muchos protestantes insisten en que Cristo no se refería a Pedro cuando dijo que ―esta roca‖ sería el fundamento de la iglesia. Señalan que: 1. A Pedro se le habla en segunda persona (―tú‖) en este pasaje, mientras que ―esta roca‖ es en tercera persona. 2. ―Pedro‖ (pétros) es un término masculino singular y ―roca‖ (pétra) es femenina singular. Por consiguiente, no tienen el mismo referente. Aun si Jesús dijo estas palabras en arameo (que no distingue géneros), el inspirado original griego sí hace tales distinciones. 3. La misma autoridad que Jesús le dio a Pedro en Mateo 16.18 se la da a todos los apóstoles en Mateo 18.18. 4. Ningún comentarista católico le da a Pedro la primacía en maldad simplemente porque fue señalado por la reprimenda de Jesús unos cuantos versículos después: ―¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres‖ (Mt 16.23). ¿Por qué, pues, deben darle la primacía en autoridad a Pedro porque Jesús lo señaló en su respuesta a la afirmación de Pedro? Sólo era lógico que Jesús respondiera a Pedro, ya que sólo Pedro habló, aunque representaba el grupo. 5. Se pueden citar a ciertas autoridades, algunas católicas, que consideran que Pedro no es el referente, entre ellos Juan Crisóstomo y San Agustín. Este escribió: ―Sobre esta roca, por lo tanto, dijo, que tú has confesado, yo edificaré mi Iglesia. Pues la Roca (petra) es Cristo; y sobre este fundamento fue edificado Pedro mismo‖ (Agustín, ―Del Evangelio según Juan‖, Tratado 12435, The Nicene and Post-Nicene Fathers Series I [Los padres nicenos y post-nicenos, Serie I], 7:450). Aun si Pedro es la roca a la que se refirió Cristo, como reconocen aun algunos eruditos no católicos, no fue la única roca en los cimientos de la iglesia. Como ya se notó antes, Jesús les dio a todos los apóstoles el mismo poder (―llaves‖) para ―atar‖ y ―desatar‖ que le dio a Pedro (cf. Mt 18.18). Esas eran frases rabínicas comunes que se usaban con referencia a ―prohibir‖ y ―permitir‖. Las ―llaves‖ no eran ningún poder misterioso dado solamente a Pedro, sino el poder concedido por Cristo a su iglesia mediante el cual, cuando proclaman el evangelio, pueden proclamar el perdón de pecado por Dios a todos los que crean. Como observó Juan Calvino: ―Como por la doctrina del Evangelio los cielos nos son abiertos, la comparación de las llaves le conviene muy bien. Ahora bien, tenemos que nadie es atado o desatado delante de Dios, sino en cuanto que unos son reconciliados por la fe, y los otros, por su incredulidad, son mucho más atados‖ (Calvino, Institución de la religión cristiana, 4:6.4).

Además, las Escrituras afirman que la iglesia está edificada ―sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo‖ (Ef 2.20). Dos cosas se desprenden de esta declaración: En primer lugar, todos los apóstoles, no sólo Pedro, son el fundamento de la iglesia; y en segundo lugar, el único que recibió un lugar de prominencia especial fue Cristo, la piedra del ángulo. En efecto, Pedro mismo se refirió a Cristo como ―la cabeza del ángulo‖ de la iglesia (1 P 2.7) y al resto de los creyentes como ―piedras vivas (v. 5) en la superestructura de la iglesia. No hay indicio alguno de que a Pedro se le diera un lugar de prominencia especial en el fundamento de la iglesia, por encima de los demás apóstoles y por debajo de Cristo. Él es sólo una ―piedra‖ junto con los otros once apóstoles (Ef 2.20). El papel de Pedro en el Nuevo Testamento dista mucho de la afirmación católica de que se le dio una autoridad única entre los apóstoles. Aunque Pedro sí predicó el sermón inicial en el día de Pentecostés, su papel en lo que sigue de Hechos difícilmente es el de aposto principal; más bien, es uno de los ―grandes apóstoles‖ (plural, 2 Co 12.11). Por inspiración de Dios el apóstol Pablo reveló que ningún apóstol era superior a él cuando afirmó que ―de ningún modo soy inferior a los [denominados] «superapóstoles»‖ (2 Co 12.11, NVI). Nadie que lea Gálatas detenidamente puede quedarse con la impresión de que ningún apóstol sea superior al apóstol Pablo. Pabló afirmó haber recibido su revelación en forma independiente de los demás apóstoles (Gl 1.12; 2.2), estar a la par de Pedro (G1 2.8), y aun usó su revelación para reprender a Pedro (Gl 2.11-14). Asimismo, el hecho de que tanto Pedro como Juan fueran enviados por los apóstoles a una misión a Samaria revela que Pedro no era el único apóstol superior (Hch 8.4-13). En efecto, si Pedro era el apóstol superior ordenado por Dios, es raro que se dé más atención al ministerio del apóstol Pablo que al de Pedro en el libro de Hechos. Pedro es el centro de atención en partes de los capítulos 1-12 pero Pablo es la figura dominante de los capítulos 13-28. Aunque Pedro se dirigió al primer concilio (en Hch 15), no ejerció primacía sobre los demás. La decisión provino de ―los apóstoles los ancianos, con toda la iglesia‖ (Hch 15.22; véase v. 23). Muchos apóstoles opinan que Jacobo, no Pedro, presidió el concilio, ya que él fue quien pronunció el último discurso del concilio (cf. vv. 13-21; véase, p. ej., Bruce, 86s). De todos modos, Pedro mismo reconocía que no era el único pastor de la iglesia, sino sólo un ―anciano también con ellos‖ (1 P 5.1-2).Y aunque sí afirmaba ser un ―apóstol‖ (1 P 1.1), en ninguna parte afirmaba ser ―el único apóstol‖ ni tan siquiera el jefe de los apóstoles. Con toda seguridad era un apóstol destacado, pero aun así sólo era una de las ―columnas‖ (plural) de la iglesia, junto con Jacobo y Juan; no era la única columna (véase Gl 2.9). Entiéndase como se entendiere el papel de Pedro en la iglesia primitiva, no hay ninguna referencia en absoluto a ninguna supuesta infalibilidad de la cual estuviera dotado. De hecho, la palabra ―infalible‖ no aparece nunca en el Nuevo Testamento. Cuando ocurren palabras o frases paralelas, se emplean con referencia solamente a las Escrituras, no a la capacidad de alguno de interpretarlas. Jesús dijo, por ejemplo, que ―la

Escritura no puede ser quebrantada‖ (Jn 10.35).Y ―antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Ley‖ (Mt 5.18). Todo eso no quiere decir que Pedro no tuviera un papel importante en la iglesia primitiva. Parece haber sido el dirigente inicial del grupo apostólico. Como ya se observó, junto con Jacobo y Juan, era una de las ―columnas‖ de la iglesia primitiva (G1 2.9). Fue Pedro quien predicó el gran sermón en el día de Pentecostés cuando se dio el don del Espíritu Santo, recibiendo a muchos judíos en el redil cristiano. También fue Pedro que habló cuando el Espíritu de Dios cayó sobre los gentiles en Hechos 10. Sin embargo, a partir de este momento Pedro se va pasando a un segundo plano y Pablo se vuelve el apóstol dominante, llevando el evangelio hasta los confines de la tierra (Hch 13-28), escribiendo aproximadamente la mitad del Nuevo Testamento (a diferencia de las dos epístolas Pedro), y aun reprendiendo a Pedro por su hipocresía (G1 2.11-14). En síntesis, no hay pruebas en Mateo ni en ningún otro texto que apoyen el dogma católico de la superioridad, por no decir nada de la infalibilidad, de Pedro. Lo más importante es que, fueran cuales fuesen los poderes apostólicos que tuvieran Pedro y los demás apóstoles, queda claro que no fueron transmitidos a nadie más después que murieron. Porque para ser apóstol uno tenía que ser un testigo ocular en el primer siglo del Cristo resucitado. Este es el criterio mencionado en repetidas ocasiones en el Nuevo Testamento (cf. Hch 1.22; 1 Co 9.1; 15.5-8). Por tanto, no pudo haber ninguna verdadera sucesión apostólica en el obispo de Roma ni en nadie más. A estas personas escogidas se les dieron ciertas inequívocas ―señales de apóstol‖ (2 Co 12.12). Estos dones en función de señal incluían la habilidad de resucitar a los muertos al dar la orden (Mt 10.8), sanar inmediatamente enfermedades que eran incurables por naturaleza (Mt 10.8; Jn 9.1-7), realizar inmediatamente exorcismos exitosos (Mt 10.8; Hch 16.16-18), decir mensajes en idiomas que nunca habían estudiado (Hch 2.1-8; cf. 10.44-46), y transmitir dones sobrenaturales a otros para que les ayudaran en su misión apostólica de fundarla iglesia (Hch 6.6; cf. 8.5-6; 2 Ti 1.6). En una oportunidad los apóstoles pronunciaron una condena de muerte sobrenatural sobre dos personas que habían ―mentido al Espíritu Santo‖, y de inmediato cayeron muertas (Hch 5.1-11). Es de notar que esos poderes milagrosos especiales cesaron durante la vida de los apóstoles. El escritor de Hebreos (c. 69 d.C.) se refirió a esos dones en función de señal de apóstol como algo ya pasado cuando habló del mensaje ―anunciad[o] primeramente por el Señor‖ que ―nos fue confirmad[o] [en el pasado] por los que oyeron [a saber, los apóstoles], testificando Dios juntamente con ellos, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad‖ (Heb 2.3-4). Judas, escribiendo hacia finales del primer siglo (después de 70 d.C.), habla de ―la fe que ha sido una vez dada [en el pasado] a los santos‖ (Jud 3), exhortando a sus oyentes a ―tene[r] memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo‖ (Jud 17). Aquí también se habló del mensaje apostólico, milagrosamente confirmado, como algo en el pasado para el año 70 d.C. A pesar de la profusión de milagros apostólicos (cf. Hch 28.1-10) hasta el final del libro de Hechos (c. 60-61 d.C.), no se registra ningún milagro apostólico en las epístolas de Pablo después de ese tiempo. De hecho, cuando algunos de sus leales colaboradores estaban enfermos,

parece que Pablo no podía sanarlos (Flp 2.26-27; 2 Ti 4.20); más bien, pedía oración para ellos o recomendaba que tomaran medicina (1 Ti 5.23). Los milagros especiales para confirmar la condición de apóstol parecen haber desaparecido aun antes de la muerte de los apóstoles. Además, esas señales milagrosas especiales les fueron dadas a los apóstoles para establecer su autoridad como los representantes de Cristo en la fundación de su iglesia. Jesús les había prometido ―poder‖ especial para ser sus testigos (Hch 1.8). El apóstol Pablo habló de ―las señales de apóstol‖ al confirmar su autoridad para los corintios, algunos de los cuales la habían desafiado (2 Co 12.12). Hebreos 2.3-4 indica que los milagros apostólicos especiales fueron dados para confirmar su testimonio de Cristo. En efecto, era la norma de Dios darles milagros especiales a sus siervos para confirmar que sus revelaciones eran de Dios (Ex 4; 1 R 18; Jn 3.2; Hch 2.22). En resumen, puesto que para ser apóstol uno tenía que ser un testigo ocular en el primer siglo del Cristo resucitado; puesto que a esos testigos apostólicos se les dieron ciertas inequívocas ―señales de apóstol‖ para establecer su autoridad; y puesto que esos poderes milagrosos especiales cesaron durante la vida de los apóstoles, se sigue que nadie desde el primer siglo ha poseído autoridad apostólica. En suma, la ausencia de esos dones apostólicos especiales constituye una prueba de la ausencia de la autoridad apostólica especial. Lo que queda hoy son las enseñanzas de los apóstoles (en el Nuevo Testamento), no el oficio de apóstol ni su autoridad. La autoridad de los escritos apostólicos ha reemplazado la autoridad de los escritores apostólicos del primer siglo. MATEO 16.19: ¿Demuestra este texto que Pedro, como el primer papa, recibió autoridad especial de Cristo para perdonar pecados? TERGIVERSACIÓN: Después de la confesión de Pedro de que Jesús era el Hijo de Dios, Jesús dijo: ―Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos: todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos‖ (Mt 16.19). Según la enseñanza católica, ―las llaves del reino de los cielos‖ quiere decir ―autoridad suprema en la Tierra sobre el imperio terrenal de Dios. La persona que posee el poder de las llaves tiene pleno poder de permitir que una persona entre en el imperio de Dios o de excluirla del mismo [y]... el poder de perdonar pecados también debe de estar incluido en el poder de las llaves‖ (Ott, 1960, p. 418). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El que los discípulos de Jesús recibieran de él poder de declarar el perdón o la retención de pecados no lo disputan los protestantes. Lo que sí se disputa es si ese es un poder único que ahora poseen aquellos que han sido debidamente ordenados, tales como sacerdotes católicos. No hay absolutamente nada en este texto que indique que sea así. Es importante observar que Jesús les dio ese mismo poder a todos los apóstoles (Mt 18.18), no sólo a Pedro. Así que, fuera cual fuese ese poder, no era exclusivamente de Pedro. En realidad, todos los que proclaman el evangelio tienen el mismo poder, pues el evangelio ―es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree‖ (Ro 1.16). En

efecto, Pablo definió el evangelio en términos de la muerte y resucitación de Cristo ―por nuestros pecados‖ (1 Co 15.1-4). Así que cada predicador del evangelio —clérigo o laico— tiene el poder de decir, a base de que la persona acepte la muerte y la resurrección de Cristo para ella, que sus pecados son perdonados. Porque, como dijo el apóstol Pablo, los mensajeros de Cristo son ―grato olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden: para estos, ciertamente, olor de muerte para muerte, y para aquellos, olor de vida para vida‖ (2 Co 2.15-16). La afirmación católica de que de alguna manera ―se traslada‖ el sacerdocio veterotestamentario en un sacerdocio neotestamentario basado en Hebreos 7.12 no capta el verdadero significado de este pasaje. El escritor de Hebreos arguye que tanto la Ley como el sacerdocio del Antiguo Testamento son abolidos por Cristo, nuestro gran Sumo sacerdote, pues escribe: ―[C]uando cambia el sacerdocio, también tiene que cambiarse la ley‖ (Heb 7.12, NVI). Prosigue diciendo que ―la ley anterior queda anulada‖ (v. 18). Cristo no trasladó el sacerdocio veterotestamentario de Aarón a un nuevo para sacerdotes en el Nuevo Testamento. El argumento central de esta sección de Hebreos es que Cristo, al cumplir perfectamente lo que prefiguraba el sacerdocio del Antiguo Testamento (cf. 7.11, 18-19), lo abolió y lo reemplazó con su propio oficio de Sumo sacerdote, según el orden de Melquisedec, no según el de Aarón (7.17-28). De hecho, aquí se hace un contraste gráfico entre las ofrendas repetidas de los sacerdotes aarónicos y el sacrificio de una vez por todas de Cristo nuestro Sumo sacerdote; eso debe dar que pensar seriamente a los católicos que creen que los sacerdotes católicos ofrecen continuamente el sacrificio sin sangre de la misa. El libro de Hebreos declara: ―Ciertamente, todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios....Y así, con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados‖ (Heb 10.11-12, 14).Al contrario de la afirmación católica de que Hebreos sólo habla de un sacrificio sin sangre de una vez por todas no se encuentra tal frase calificativa en el texto. Hebreos dice enérgicamente lo contrario de lo que afirman los católicos, a saber, que la misa es un sacrificio que se repite una y otra vez. Las Sagradas Escrituras dicen explícitamente que Cristo ofreció un solo sacrificio por pecados por todo el tiempo. Entonces se sentó (su trabajo terminado para siempre) a la diestra de Dios (Heb 10.12). Se califica este sacrificio como una ofrenda ―una vez para siempre‖ en el versículo anterior, lo cual se opone directamente a la opinión católica. Aunque el catolicismo reconoce que ―toda la familia cristiana‖ es ―un reino de sacerdotes‖, aun así, en la práctica niega lo que el Nuevo Testamento afirma claramente, a saber, que todos los creyentes son sacerdotes. Al hacer una distinción tan tajante entre el sacerdocio común o universal y el sacerdocio ministerial o jerárquico, dejan sin efecto la enseñanza del apóstol Pedro de que todos los elegidos de Dios (1 P 1.1) son ―real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios‖ (1 P 2.9). En realidad, sólo hace falta un sacerdote en el Nuevo Pacto, nuestro gran Sumo sacerdote Jesucristo (cf. Heb 7-8). La tarea que les queda a todos los demás sacerdotes (a saber, todos los creyentes) es ministrar el evangelio (2 Co 3-4).

El recurrir al Antiguo Testamento para mostrar que a todos los israelitas se les llamaba sacerdotes (Ex 19.21-22), aun cuando Dios había establecido el sacerdocio aarónico como una clase ministerial especial, es no ver lo esencial de Hebreos (―Quick Questions‖ [Preguntas rápidas], This Rock [Esta roca], [Septiembre 1993], p. 30). Se ha abolido el sacerdocio aarónico, y cada creyente tiene acceso directo a sólo un Sumo sacerdote, Jesucristo, quien vive siempre para interceder por nosotros. La verdad es que en ninguna parte del Nuevo Testamento se llama ―sacerdotes‖ a los dirigentes de la iglesia. Se les llama ―ancianos‖ u ―obispos‖ (supervisores), y el apóstol Pedro (1 P 5.2) los exhortó: ―[C]uiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, [supervisando] no por obligación... sino con afán de servir, como Dios quiere‖ (NVI). Pedro sigue, exhortando a los supervisores a que sean ejemplos para el rebaño: ―Así, cuando aparezca el Pastor supremo, ustedes recibirán la inmarcesible corona de gloria‖ (1 P 5.4, NVI).Toda la institución jerárquica del sacerdocio católico, como una clase de hombres dotados de poderes sacerdotales especiales de perdonar pecados y transformar los elementos de la comunión en el verdadero cuerpo y sangre de Cristo, va en contra de la enseñanza de estos versículos. Porque en estos versículos: (1) No se describe a nadie como sacerdote, ni hay nadie que tenga poderes sacerdotales excepto el Sumo pastor, Cristo mismo; (2) Pedro se describe como ―anciano también con ellos [los demás ancianos]‖ (v. 1); (3) a los dirigentes del rebaño se les llama ancianos, no sacerdotes; (4) se les describe como subpastores, no como jefes supremos (cf. v. 3) de la iglesia; (5) no tienen ningún poder vinculante especial, sino que han de dirigir por ejemplo, no por obligación (vv. 2-3).Todo el espíritu de eso va en contra de los poderes sacerdotales reivindicados por la iglesia católica. MATEO 17.4: El encuentro de los discípulos con Moisés y Elías en el Monte de la Transfiguración ¿indica que debemos orar a los muertos? TERGIVERSACIÓN: Los eruditos católicos recurren al hecho de que Moisés y Elías aparecieran a Cristo en el Monte de la Transfiguración para apoyar su creencia de que debemos orar a los muertos. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los discípulos nunca hablaron siquiera con Moisés ni Elías, ni mucho menos oraron a ellos. Moisés y Elías hablaban con Jesús (Mt 17.3) y el uno con el otro, no con los discípulos. El texto dice explícitamente: ―Pedro dijo a Jesús‖ (Mt 17.4), no a Moisés ni a Elías. Este fue un contacto milagroso que no representaba ninguna manera normal en que podamos comunicarnos con los difuntos. Además, no se sigue que, simplemente porque debamos servirnos los unos a los otros, debemos hacerlo orando por los muertos. Hay otras maneras de servir a nuestros concreyentes que hablándoles. Podemos hacer muchas cosas para rendirles honores a los muertos y a su memoria sin tratar de comunicarnos con ellos. Los muertos quizá estén orando por nosotros (cf. Ap 6.9-10), pero no hay nada en las Sagradas Escrituras que sugiera que debamos estar orando a ellos.

Por último, hay buenas razones por las que no debemos orar a los muertos. La más básica es que sólo Dios es el objeto apropiado de la oración. En ninguna parte de todas las Escrituras se dirige una oración a otra persona sino a Dios. La oración es un acto de devoción religiosa, y sólo Dios es el objeto apropiado de tal devoción (Ap 4.11). Vemos oraciones desde Génesis (4.26) hasta Apocalipsis (22.20), pero ni una se dirige jamás a un santo, un ángel o ninguna otra criatura. Jesús nos enseñó que debíamos orar así: ―Padre nuestro que estás en los cielos‖. El Dios del profeta Isaías declaró enérgicamente: ―¡Mirad a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay otro!‖ (Is 45.22). En efecto, no hay otro sino Dios en todas las Escrituras a quien nadie mirara en oración. MATEO 18.15-18: ¿Prohíbe este pasaje crítica pública de la doctrina de un pastor (o maestro), según argumentan los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Algunos maestros de la Palabra de Fe creen que este pasaje prohíbe que los cristianos critiquen públicamente la doctrina de un pastor o maestro. Aun si la doctrina es claramente falsa, y el pastor la está enseñando públicamente desde el púlpito o en la televisión, no se debe criticar públicamente al pastor, sino que se debe comunicar con él en privado al respecto. Sobre el asunto de denunciar a los ―ungidos de Dios‖, Kenneth Copeland dijo: ―Hay personas que están tratando hoy mismo de enjuiciar el ministerio del cual yo soy responsable, y el ministerio del cual Kenneth E. Hagin es responsable... Varias personas a quienes conozco habían criticado y habían llamado una secta a esa panda de la fe en Tulsa. Y algunos de ellos están muertos hoy mismo, murieron temprano por ello, y hay más de uno de ellos que tiene cáncer‖ (Copeland, ―Why All Are Not Healed‖ [Por qué no todos son sanados], audiocasete). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje trata sobre la ética y la moral personales, no sobre doctrina bíblica. Si un cristiano hace algo poco ético o si peca, primero se debe hablar con él en privado al respecto. Si el individuo no responde, hay que dar pasos cada vez más contenciosos (Mt 18.15-18). La doctrina falsa que se proclama públicamente desde una tribuna —como, por ejemplo, un púlpito, un programa de televisión o un programa de radio— ha de ser enfrentado públicamente de acuerdo con la pauta del Nuevo Testamento. El apóstol Pablo se enfrentó públicamente con Pedro cuando las acciones de éste comprometieron la libertad del evangelio (G1 2.11-14).Trató públicamente con Himeneo y Alejandro en relación con su blasfemia (1 Ti 1.20).Trató públicamente con Alejandro el herrero por sus actividades dañinas (2 Ti 4.14). El apóstol Juan trató públicamente con Diótrefes, quien propagaba doctrina falsa y se negaba a escuchar lo que tenían que decir Juan y otros dirigentes cristianos (3 Jn 9). Aunque los maestros de la Palabra de Fe a menudo citan Mateo 18 en un esfuerzo por mantener la unidad de la iglesia en un ambiente de amor, es importante entender que la verdadera unidad de la iglesia se origina no sólo en amor, sino también en verdad. Como afirmó Pablo, la iglesia es la ―columna y defensa de la verdad‖ (1 Ti 3.15). A los miembros de la iglesia se les llama ―a que contendáis ardientemente por la fe que ha

sido una vez dada a los santos‖ (Jud 3). Hemos de ―[e]xamina[r] lo todo y retene[r] lo bueno‖ (1 Ts 5.21). Debemos seguir el ejemplo de los bereos al comparar todas las enseñanzas doctrinales con las Escrituras (Hch 17.11). Sin dedicación a la verdad no puede haber verdadera unidad de la iglesia. MATEO 18.17: ¿Se refiere este versículo a la autoridad visible de la iglesia católica en la Tierra? TERGIVERSACIÓN: Los católicos afirman que la autoridad que Jesús les otorgó aquí a sus discípulos hoy le ha sido conferido a la iglesia católica como el representante visible de Cristo en la Tierra. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo en Mateo 18.17:―Si [el infractor] no los oye a ellos [al ofendido y sus testigos, w. 15-16], dilo a la iglesia.‖ Pero eso dista mucho de la afirmación católica de que eso demuestra la autoridad divina de la Sede Romana. ―La iglesia‖ mencionada era una asamblea de creyentes, tales como sin duda acostumbraban a tener en su sinagoga local. No hay ninguna referencia aquí a una iglesia universal (católica). La iglesia neotestamentaria como un cuerpo de creyentes unido y dotado de dones y de poder, no llegó a existir hasta el día de Pentecostés (Hch 1.8; 2.1-5, 42-47). Así que, sea cual sea el significado de ―iglesia‖ en el contexto de Mateo 18, no se refiere a lo que los católicos quieren decir con una iglesia visible que administra los sacramentos y enseña infaliblemente y disciplina a los fieles. Mateo 18 no habla de ninguna autoridad apostólica universal de resolver todas las disputas de fe y práctica. Se refiere únicamente a casos que entrañan ―pecados‖ y ―faltas‖ mediante los cuales un ―hermano‖ ha ofendido a otro (18.15). Eso dista mucho de lo que los católicos reivindican para la autoridad divina de la iglesia romana visible. Aun si este texto hablara de la necesidad de sumisión a la autoridad ordenada por Dios en todos los asuntos de doctrina y conducta (pero no habla de eso), no apoyaría el argumento católico a favor de una iglesia visible. Claramente, este pasaje no muestra que esta autoridad se ha de encontrar en la iglesia católica visible, a diferencia de otras iglesias visibles, algunas de las cuales —como la ortodoxia oriental son aún más antiguas. MATEO 18.23-35: ¿Se puede revocar el perdón de uno, una vez dado, como afirman los Adventistas del Séptimo Día? TERGIVERSACIÓN: A base de la parábola del siervo que no quiso perdonar (Mt 18.23-35), los Adventistas del Séptimo Día enseñan que el perdón de uno puede ser revocado después que se ha otorgado. Afirman que ―la eliminación total del pecado, por tanto, no podría tener lugar el momento que se perdona un pecado, porque hechos y actitudes posteriores podrían afectar la decisión final. Más bien, el pecado queda registrado hasta que la vida sea completa; en realidad, las Escrituras indican que

permanece hasta el juicio‖ (Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine [Los Adventistas del Séptimo Día responden a preguntas doctrinales], 1957, p. 441). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta es una parábola, y no se deben tomar las parábolas al pie de la letra. Tienen una enseñanza central, y se ilustra esa enseñanza en la parábola, de la cual no todo aspecto ha de ser tomado al pie de la letra. Por ejemplo, se retrata a Dios como un ―juez injusto‖ (Lc 18.1-8), pero la idea central no es enseñar acerca del atributo de la justicia de Dios, sino enseñar que él es misericordioso al responder a oraciones persistentes. La Biblia enseña inequívocamente que Dios no falta a sus promesas. Pablo declaró que ―irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios‖ (Ro 11.29). Dios no retira lo que da en gracia. Muchos otros pasajes de las Escrituras enseñan que la salvación es un don incondicional (Jn 10.26- 29; Ro 8.36-39).Y la Palabra de Dios no se contradice. MATEO 19.16-30 (cf. Me 10.17-31; Lc 18.18-30): Si Jesús era Dios, ¿por qué parece reprender al joven rico por llamarlo bueno? TERGIVERSACIÓN: El joven rico llamó a Jesús ―Maestro bueno‖ y Jesús lo reprendió diciendo: ―¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino uno: Dios.‖ ¿Negaba Jesús ante el joven rico ser Dios? Los testigos de Jehová piensan que sí. ―Jesús decía que nadie es tan bueno como Dios, ni siquiera Jesús mismo. Dios es bueno de una manera que lo separa de Jesús‖ (Should You Believe in the Trinity? [¿Debe usted creer en la Trinidad?], 1989, p. 17). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús no negó ante el joven rico ser Dios. Simplemente le pidió que examinara las implicaciones de lo que decía. En realidad, Jesús le preguntaba: ―¿Te das cuenta de lo que dices al llamarme bueno? ¿Te das cuenta de que eso es algo que le debes atribuir sólo a Dios? ¿Estás diciendo que soy Dios?‖ El joven no se daba cuenta de las implicaciones de lo que decía Así que Jesús lo ponía en un dilema muy incómodo. O Jesús era bueno Dios, o era malo y hombre. Un Dios bueno o un hombre malo, pero no simplemente un hombre bueno. Esas son las alternativas reales en cuanto a Cristo. Porque ningún hombre bueno afirmaría ser Dios si no lo era. MATEO 20.Í-Í6: ¿Son las recompensas iguales para todos, o hay grados distintos? TERGIVERSACIÓN: Jesús contó una parábola de su reino en la que cada siervo recibió la misma paga aunque cada uno había trabajado un número diferente de horas. Sin embargo, en otra parte, la Biblia habla de distintos grados de recompensa por trabajar en el reino de Dios (cf. 1 Co 3.11-15; 2 Co 5.10; Ap 22.12). Los mormones a veces erigen un hombre de paja para poder derribarlo, alegando que los cristianos creen, incorrectamente, que ―todos los que van al cielo participan por partes iguales‖

(Richards, 1978, p. 253). ¿Enseña el cristianismo que en el otro mundo habrá distintos grados de recompensa? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay distintos grados de recompensa en el cielo, dependiendo de nuestra fidelidad a Cristo en la Tierra. Jesús dijo: ―¡Vengo pronto!, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra‖ (Ap 22.12). Pablo dijo que la obra de cada creyente sería probada por fuego y: ―Si permanece la obra de alguno que sobreedificó, él recibirá recompensa (1 Co 3.14). En 2 Corintios 5.10, él dice que todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo ―para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.‖ La enseñanza central de la parábola en Mateo 20 no es que todas las recompensas serán iguales, sino que todas las recompensas son por gracia. Su propósito es mostrar que Dios recompensa a base de oportunidad, no simplemente de logros. No todos los siervos tuvieron la oportunidad de servir al amo por la misma cantidad de tiempo, pero aun así a todos se les dio la misma paga. Dios toma en cuenta nuestra disposición así como nuestras acciones y juzga en consecuencia. MATEO 22.30: ¿Apoya este versículo las ideas de ―sexo libre‖ de los Niños de Dios? TERGIVERSACIÓN: En Mateo 22.30 se nos dice que ―en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.‖ ¿Tienen los Niños de Dios (ahora llamados ―la Familia‖) razón al interpretar este versículo en el sentido de que nosotros hoy hemos de ser como los ángeles en el cielo, no siendo ―dados en casamiento‖, de manera que tengamos relaciones sexuales libremente los unos con los otros fuera de la relación matrimonial? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta es una distorsión absurda de las Escrituras. Interpretado en su contexto correcto, este versículo argumenta fuertemente en contra de las ideas sexualmente pervertidas de los Niños de Dios. El contexto indica que una vez que los creyentes reciban sus cuerpos resucitados y glorificados, la necesidad de procreación (uno de los propósitos fundamentales del matrimonio) ya no existirá. Seremos ―como‖ los ángeles en el sentido de que ya no estaremos casados y no procrearemos. Los ángeles no procrean ni se reproducen. Más bien, todos los ángeles del universo fueron creados al mismo tiempo (véase Sal 148.2-5; cf. Col 1.16). Por consiguiente, si los Niños de Dios realmente quieren ser ―como los ángeles‖, tendrían que evitar la intimidad sexual por completo, ya que los ángeles no procrean en absoluto. La Biblia en todas partes afirma que las relaciones sexuales deben tener lugar sólo dentro del vínculo del matrimonio (Ex 20.14; 1 Co 7.2).Véanse los análisis de Juan 15.12; Hechos 2.44. MATEO 22.37-39: La obediencia a los ―grandes mandamientos‖ ¿logrará la unidad de las religiones?

TERGIVERSACIÓN: En Mateo 22.37-39, Jesús describió el primero y el segundo mandamientos más grandes como amar a Dios y amar al prójimo de uno. Según los adeptos de la Nueva Era, esos mandamientos ―describen el proceso mediante el cual se derriba la barrera de separación, mediante el cual el microcosmo (el hombre) y el macrocosmo (Dios) pueden ser uno, y la síntesis y la unidad pueden expresarse dentro del universo relativo de ‗yo‘ y ‗tú‘, ‗mi‘ y ‗ti‘.‖ Al ser obedientes a esos mandamientos las personas ―construirán los puentes más duraderos entre credos, caminos, enseñanzas y filosofías‖ (Spangler, 1981, p. 30). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En primer lugar, el mandamiento acerca de amar a Dios tiene prioridad sobre amar a las personas. Se ha de amar a Dios con todo el corazón; al prójimo se ha de amar sólo como uno se ama a sí mismo. La consecuencia clara aquí es que se debe amar en grado sumo a Dios pero sólo en grado finito a la humanidad. A la luz de esta distinción, está claro que la primera prioridad es expresar amor al único Dios verdadero, no a Buda m a Krishna ni a ninguno de los ídolos erigidos por los seguidores de la Nueva Era. Un error serio en el pensamiento de la Nueva Era es la suposición de que amar a Dios y amar al prójimo automáticamente elimina toda discriminación y separación (entre las religiones, por ejemplo). Sin embargo eso obviamente no es cierto, Jesús reconocía la importancia del amor, exhortando a sus seguidores: ―Amad a vuestros enemigos... y orad por los que os ultrajan y os persiguen (Mt 5.44) No obstante, este mismo Jesús (en el Juicio) les dirá a los no creyentes. Nunca os conocí ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mt 7.23). Dios ama el mundo Jn 3.16), pero aun así tormento eterno aguarda a los que rechazan sus previsiones para la salvación en Jesucristo (Ap 20.14). MATEO 22.42: ¿Apoya este versículo la doctrina de reencarnación, como argumenta la Escuela Unificada de Cristianismo? TERGIVERSACIÓN: En Mateo 22.42 Jesús les preguntó a los fariseos: ―¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?‖ Los fariseos respondieron: ―De David.‖ La Escuela Unificada de Cristianismo dice que este versículo indica que Jesús era una reencarnación de David. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: ―Hijo de‖ en el pensamiento hebreo significaba ―descendiente de‖ (véase Mt 1.1-17), no ―reencarnación de‖. Este versículo indica que Jesús venía del linaje de David, no que Jesús era una reencarnación de David. El nacimiento de Jesús en la línea de David (2 S 7.12-16; Is 9.6-7; 11.1). La reencarnación va en contra de todas las Escrituras. Por ejemplo, aunque la doctrina de la reencarnación enseña que las personas mueren una y otra vez hasta llegar a la perfección (Nirvana), la Biblia enseña que ―está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio‖ (Hebreos 9.27). Cada ser humano vive una vez como mortal en la tierra, muere una vez, y entonces se enfrenta al juicio. Jesús enseñó que las personas deciden su destino eterno en una sola vida (Mt 25.26). Es precisamente por eso que el apóstol Pablo hizo hincapié en que ―ahora es el día de

salvación‖ (2 Co. 6:2): Las Escrituras indican que en el momento de la muerte los creyentes pasan a la presencia del Señor (2 Co 5.8) y los incrédulos van a un lugar de sufrimiento (Lc 16.19-31), no a otro cuerpo. Desde una perspectiva práctica, si el propósito del karma es quitarle a la humanidad sus deseos egoístas, ¿por qué no ha habido una mejora perceptible en la naturaleza humana después de todos los milenios de reencarnaciones? ¿Y cómo explican los creyentes en la reencarnación los problemas sociales y económicos inmensos y cada vez peores (entre ellos pobreza generalizada, hambruna, enfermedad y terrible sufrimiento) de la India, donde se viene enseñando sistemáticamente la reencarnación durante toda su historia? MATEO 23.2-3: ¿Justifica la declaración de Jesús la afirmación de la secta de los Niños de Dios de que las iglesias de hoy son hipócritas? TERGIVERSACIÓN: Según el difunto Moses David, dirigente de los Niños de Dios, ―¡Esa es la diferencia entre las iglesias y nosotros! Jesús le dijo a la gente común y corriente: ‗En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos (los dirigentes de la iglesia). Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; pero no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen.‘ ¡Y eso va también por las iglesias de hoy!‖ (David, 1974, pp. 1-3). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús está hablando de los dirigentes del judaísmo de los tiempos en que vivía él: ―los que se sientan en la cátedra de Moisés‖. No está hablando de las iglesias cristianas de nuestros tiempos. Es un abuso total alegar que este versículo revela que todos los dirigentes de la iglesia son hipócritas. Aunque todos los dirigentes de la iglesia fueran hipócritas, no demostraría que las enseñanzas y prácticas de la secta de los Niños de Dios son correctas. La vida de Moses David no es nada ejemplar, especialmente en asuntos sexuales. Dijo: ―¡La salvación nos liberó de la maldición de la ropa y la vergüenza de la desnudez! ¡Somos tan libres como Adán y Eva en el Huerto antes que pecaran! Si no eres así, ¡no eres completamente salvo!‖ (David, 1973, p. 2; véanse también los comentarios sobre Hch 2.44). MATEO 24.3: ¿Apoya este versículo la idea de que Jesús volvió en forma invisible en 1914? TERGIVERSACION: Mateo 24.3 habla de la ―señal de tu venida‖ (NVI) con referencia a la segunda venida de Cristo. Por contraste, la Traducción del Nuevo Mundo habla de ―la señal de tu presencia‖. Los testigos de Jehová usan esta traducción distorsionada para apoyar su opinión de que Jesús volvió en forma invisible en 1914 y desde entonces ha estado presente espiritualmente en la Tierra (The Greatest Man Who Ever Lived [El hombre más grande que jamás ha vivido], 1991, sección 111).

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La palabra griega parousía puede significar ―presencia‖, pero a menudo quiere decir ―presencia física‖, ―venida a un lugar‖ y ―llegada física”. Por ejemplo, en 2 Corintios 7.6 leemos: ―Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito‖. Pablo les dice a los filipenses: Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre no sólo en mi presencia sino mucho más ahora en mi ausencia— lleven a cabo su salvación con temor y temblor‖ (2.12, NVI). Se emplea la palabra en este mismo sentido de ―venida física‖ en Mateo 24.3. Jesús volverá en forma física y corporal y visible (cf. Hch 1.11). Eso concuerda con otras palabras griegas empleadas para describir la segunda venida. Apokálupsis quiere decir ―revelación visible o descubrimiento‖. Se emplea esta palabra con referencia a la segunda venida de Cristo en 1 Pedro 4.13. Epifáneia quiere decir ―aparición .En Tito 2.13 Pablo dice que ―aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Es interesante que a la primera venida de Cristo —que fue tanto corporal como visible— se le llamara una epifáneia (2 Ti 1.10). MATEO 24.23-24: ¿Apoya este versículo la idea de que cada uno de nosotros tiene el ―Cristo cósmico‖ adentro? TERGIVERSACION: En Mateo 24.23-24, Jesús dijo: ―Entonces, si alguno os dice: ‗Mirad, aquí está el Cristo‘, o ‗Mirad, allí está‘, no lo creáis, porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos.‖ Los adeptos de la Nueva Era creen que Jesús refuta la idea de que Dios o Cristo esté separado de la humanidad. Los que sugieren tal separación son falsos profetas: ―Jesús advirtió que surgirían falsos Cristos y falsos profetas que proclamarían un mesías de carne y hueso que podría ser ubicado en el tiempo y el espacio, diciendo: ‗Mirad, aquí está el Cristo‘, o ‗Mirad, allí está‘. Pero el Maestro dijo: ‗No creáis, no vayáis, pues el reino de Dios está dentro de vosotros‘ ‖ (Prophet, 1988, p. 56). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús es en forma única el Cristo (Le 2.11, 26). La palabra griega para Cristo (Jristós) quiere decir ―el ungido‖, y es paralelo a la palabra hebrea para Mesías; ―Mesías‖ y ―Cristo‖ se refieren a la misma persona. Juan 1.41 dice que Andrés fue a su hermano Simón y le dijo: ―Hemos encontrado al Mesías—que significa «Cristo».‖ Todas las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento apuntan a la venida de una sola persona, que es el Mesías/Cristo (por ejemplo, Gn 3.15; Is 7.14; Miq 5.2). Jesús hacía de su identidad como el Cristo el asunto primordial de la fe (Mt 16.13-20; Jn 11.25-27). Cuando se reconocía que Jesús era el Cristo, no le decía a la gente: ―Tú también tienes el Cristo adentro.‖ Más bien, les advertía que otros vendrían afirmando falsamente ser el Cristo (Mt 24.4-5, 23-25). Asimismo, cuando los dirigentes judíos procuraban matar a Jesús a pedradas por identificarse como el Mesías prometido y como Dios, no les dijo: ―Ah no, no me entendieron bien. Ustedes también son Cristo y

ustedes también tienen Dios adentro.‖ Jesús afirmaba continuamente que él era en forma única el Mesías/Cristo. MATEO 24.34: ¿Indica este versículo que la generación de 1914 no pasaría antes que se cumplieran todas las demás profecías? TERGIVERSACIÓN: En Mateo 24.34 Jesús dice: ―De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.‖ Los testigos de Jehová creen que ―esta generación‖ es la generación de 1914. Dicen que la generación de 1914 ―de ninguna manera pasará hasta que tengan lugar todas estas cosas (incluyendo el apocalipsis)‖ (Watchtower [Atalaya], 15 febrero 1986, p. 5). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ninguna declaración en ninguna parte de las Escrituras que indique que 1914 sea un año profético fundamental para el desarrollo de todas las demás profecías. Y definitivamente no hay nada en el contexto de Mateo 24.34 que indique que la ―generación‖ a la que se refiere sea la generación de 1914. Los cristianos evangélicos por lo general se han atenido a una de dos interpretaciones de Mateo 24.34. Una es que Cristo está diciendo simplemente que la generación que sea testigo de las señales mencionadas anteriormente en Mateo 24 que tratan sobre el futuro período de la Tribulación también verá la venida de Jesucristo. La generación que esté viva cuando comiencen a suceder estas cosas (la abominación desoladora [v. 15], la gran tribulación como ninguna que se ha visto antes [v. 21], la señal del Hijo del hombre en el cielo [v. 30], y sucesos por el estilo) todavía estará viva cuando se completen estos juicios. Puesto que comúnmente se cree que la Tribulación es un período de siete años (Dn 9.27; cf. Ap 11.2) al fin de la era, se infiere que Jesús estaría diciendo que ―esta generación‖ que está viva al principio de la Tribulación todavía estaría viva a su fin. Otros evangélicos dicen que la palabra ―generación‖ se ha de tomar en su sentido básico como ―raza, linaje, familia, estirpe o especie. La declaración de Jesús podría significar que la raza judía no se extinguiría hasta que se cumplan todas las cosas. Ya que se dieron muchas promesas a Israel, entre ellas la herencia eterna de la tierra de Palestina (Gn 12; 14-15; 17) y el reino davídico (2 S 7), Jesús podría estar refiriéndose a la conservación por Dios de la nación de Israel a fin de cumplir sus promesas a ellos. En efecto, Pablo habla de un futuro de la nación de Israel en que serán reincorporados como beneficiarios de las promesas del pacto de Dios (Ro 11.11-27 [.]). Sea la interpretación cual sea, el año 1914 no tiene nada que ver con este versículo ni con ningún otro versículo profético de las Escrituras. MATEO 24.45-47: El ―siervo fiel y prudente‖ estos versículos ¿se refiere a la organización de la Atalaya?

mencionado

en

TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová creen que las palabras de Cristo acerca del ―siervo fiel y prudente‖ se refieren a los seguidores ungidos de Cristo, dirigido por

el Organismo Gobernante de la Sociedad de la Atalaya. ―Jesús dijo que en la Tierra tendría un ‗esclavo fiel y discreto‘ (sus seguidores ungidos vistos como grupo), mediante el cual proveería de alimento espiritual a los que conforman la casa de fe‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 205). El ―siervo malo‖ mencionado en estos versículos se refiere a los cristianos apóstatas. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo obviamente no se refiere a la Sociedad de la Atalaya. Los testigos de Jehová están practicando eiségesis (es decir, atribuir al texto un significado que no tiene) en vez de exegesis (es decir, sacar del texto el significado que si tiene). En esta parábola Jesús compara un seguidor (cualquier seguidor) con un siervo a quien se ha encargado la casa de su amo. Jesús contrasta dos maneras posibles en que cada discípulo profeso podría realizar la tarea: de manera fiel o infiel. El siervo que opta por ser fiel hace todo esfuerzo y concentra toda su energía en cumplir con sus compromisos y obligaciones mientras su amo está fuera. Por contraste, el siervo infiel calcula que su amo estará fuera durante mucho tiempo y por consiguiente decide maltratar a sus consiervos y a ―darse la gran vida‖. Es descuidado y cruel, faltando completamente a sus obligaciones. La parábola de Jesús es un llamado a todo cristiano a ser fiel. Los que son fieles serán galardonados al regreso del Señor. MATEO 25.46: ¿Indica este versículo que no hay castigo consciente y eterno para los malos? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová creen que las palabras griegas para ―castigo eterno‖ en esta frase se traducen mejor como ―cortamiento eterno‖ (The Greatest Man Who Ever Lived [El hombre más grande que jamás ha vivido], 1991, sección 111). Creen que eso indica que no hay castigo consciente y eterno para los malos. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aunque la raíz de kólasis (koládzo) significaba originalmente ―poda‖, no se justifica en absoluto traducir la palabra como ―cortamiento‖ en Mateo 25.46. Los expertos en griego están de acuerdo en que el significado aquí es ―castigo‖. Y el castigo es de naturaleza consciente y eterna. Varias líneas de pruebas apoyan la conciencia eterna de los que son castigados. En primer lugar, el hombre rico que murió y fue al infierno estaba en tormento consciente (Lc 16.22-28), y no hay absolutamente ningún indicio en el texto de que jamás fuera a terminar. En segundo lugar, Jesús mencionó repetidas veces que para las personas en el infierno habrá ―lloro y el crujir de dientes‖ (Mt 8.12; 22.13; 24.51; 25.30), lo cual indica que estaban conscientes. En tercer lugar, se dice que el infierno tiene la misma duración que el cielo: ―eterno‖ (Mt 25.41). En cuarto lugar, el hecho de que su castigo sea eterno indica que los condenados también deben de ser eternos. Uno no puede sufrir castigo a menos que exista para ser

castigado (2 Ts 1.9). Realmente no tiene sentido decir que los malos sufrirán ―aniquilación eterna‖. Más bien, los malos sufrirán una ruina que es eterna, y ese castigo nunca terminará. En quinto lugar, la bestia y el falso profeta fueron lanzados ―vi vos‖ al lago de fuego al principio de los mil años (Ap 19.20), y todavía estaban allí, conscientes y vivos, después que pasaron los mil años (Ap 20.10). En sexto lugar, las Escrituras afirman que el diablo, la bestia y el falso profeta ―serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos‖ (Ap 20.10). Pero no hay ninguna manera de experimentar tormento por los siglos de los siglos sin estar consciente por los siglos de los siglos. En séptimo lugar, Jesús repetidas veces llamó el infierno un lugar donde el ―fuego no puede ser apagado‖ (Mc 9.43-48), donde los cuerpos mismos de los malos nunca morirán (cf. Lc 12.4-5). Pero no tendría sentido tener llamas eternas y cuerpos sin alma para experimentar el tormento. En octavo lugar, no hay grados de aniquilación, pero las Escrituras revelan que habrá grados de sufrimiento entre los perdidos (véanse Mt 10.15; 11.21-24; 16.27; Lc 12.4748; Heb 10.29; Ap 20.11-15; 22.12). MATEO 21.52-53: ¿Constituye la apertura de los sepulcros en estos versículos una prueba de la asunción corporal de María, como afirman algunos eruditos católicos? TERGIVERSACIÓN: El erudito católico Ludwig Ott argumenta que el hecho de que los sepulcros fueran abiertos después de la resurrección de Jesús y muchos santos salieron muestra la ―probabilidad‖ de la asunción corporal de María. Porque si ―los justificados del Pacto Antiguo fueron llamados a la perfección de la salvación inmediatamente después de la conclusión de la obra redentora de Cristo, es posible y probable que la Madre del Señor también fuera llamada a esa perfección‖ (Ott, 1960, p. 209). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El hecho de que algunos santos resucitaran inmediatamente después de la resurrección de Jesús de ninguna manera indica que María (que todavía estaba viva en ese tiempo) fuera llevada corporalmente al cielo. El texto habla sólo de ser levantados de los sepulcros, no de ascensión al cielo. Muchos eruditos creen que esos santos, como Lázaro, fueron resucitados en cuerpos mortales, no resucitados permanentemente en cuerpos inmortales. No se menciona a María en el grupo que resucitó, ni hay ninguna mención en ninguna parte de las Escrituras de que resucitara en ningún momento posterior. Así que la creencia de que María fue llevada corporalmente al cielo no tiene ninguna base real en este texto ni en ningún texto de las Escrituras. Es significativo que las autoridades católicas reconozcan que ―la idea de la asunción corporal de María se expresa por primera vez en ciertas narrativas de tránsito de los siglos quinto y sexto.‖ Reconocen que ésos son apócrifos (ibid., pp. 209-10). MATEO 28. 18-20: ¿Cómo pueden tres personas ser Dios cuando hay sólo un Dios?

TERGIVERSACIÓN: Mateo habla del ―Padre, Hijo y Espíritu Santo‖ como parte de un ―nombre‖. Los testigos de Jehová argumentan que este versículo no dice ―que Padre, Hijo y Espíritu Santo sean mutuamente iguales ni coeternos ni que todos sean Dios‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 415). Por tanto, este versículo no apoya la doctrina de la Trinidad. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Dios es uno en Esencia, pero tres en Personas. Dios tiene una Naturaleza, pero tres Centros de Conciencia. Es decir, hay sólo un Qué en Dios, pero hay tres Quiénes; hay un Ello, pero tres Yos. Este es un misterio, pero no una contradicción. Sería contradictorio decir que Dios es sólo una persona, pero también tres personas; o que Dios es sólo una naturaleza pero tiene tres naturalezas. Pero declarar, como declaran los cristianos ortodoxos, que Dios es una esencia, eternamente revelado en tres personas distintas, no es una contradicción. Un análisis gramatical de Mateo 28.19 es muy revelador. El versículo dice: ―Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖ (cursivas añadidas). La palabra nombre en Mateo 28.19 es singular en el griego, indicando que hay un solo Dios. Pero hay tres personas en la divinidad, cada una con un artículo definido (el cual, en el idioma griego, indica firmemente una distinción): el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El versículo no dice: ―en los nombres [plural] del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖ ni tampoco dice: ―en el nombre del Padre, el nombre del Hijo y el nombre del Espíritu Santo‖. Ni tampoco dice: ―en el nombre de Padre, Hijo y Espíritu Santo‖ (omitiendo los artículos definidos). Dice: ―en el nombre [singular, afirmando la unidad de Dios] del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖ (cada uno distinto de los otros como personas). Este versículo demuestra muy claramente la doctrina de la Trinidad. MATEO 28.19: ¿Indica este versículo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una sola persona —Jesucristo— como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En Mateo 28.19 Jesús les ordena a sus seguidores que bauticen ―en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖. Pero en Hechos 2.38 encontramos una referencia a bautizar ―en el nombre de Jesucristo‖. Cotejando estos versículos, los Pentecostales Unidos creen que ―Jesús‖ es el ―nombre‖ del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Porque la palabra ―nombre‖ es singular en Mateo 28.19, eso debe de significar que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una persona: la persona de Jesucristo. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ningún indicio en absoluto en este texto de que Jesucristo, de manera esotérica y críptica, se refiriera a sí mismo con las palabras ―el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo‖. Los Pentecostales Unidos están viendo en el texto algo que simplemente no se encuentra. Como se mencionó con anterioridad, los estudiosos del griego reconocen universalmente que el uso de los artículos definidos ante cada sustantivo (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo) en Mateo 28.19 indica que hay personas distintas. Un estudio de la forma singular de la palabra

―nombre‖ en las Escrituras demuestra que la palabra no tiene que referirse a una sola persona (véanse, p. ej., Gn 5.2; 11.4; 48.16). ―Nombre‖ en Mateo 28.19 (singular en el griego) se refiere no a tres denominaciones o títulos de una sola persona, sino a tres personas dentro de la unidad del único Dios. Las Escrituras hacen constar con toda claridad que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son personas distintas. Por ejemplo, está claro que Jesús no es el Padre, pues el Padre envió al Hijo (Jn 3.16-17). El Padre y el Hijo se aman el uno al otro (Jn 3.35). El Padre y el Hijo se hablan el uno al otro (Jn 11.41-42). El Padre conoce al Hijo y el Hijo conoce al Padre (Mt 11.27).Jesús es nuestro abogado con el Padre (1 Jn 2.1). Además, está claro que Jesús no es el Espíritu Santo, pues se dice que el Espíritu Santo es otro Consolador (Jn 14.16). Jesús envió al Espíritu Santo (Jn 15.26). El Espíritu Santo procura glorificar a Jesús (Jn 16 13-14). El Espíritu Santo descendió sobre Jesús (Lc 3.22). Ni tampoco es el Padre el Espíritu Santo, pues el Padre envió al Espíritu Santo (Jn 14.16). Y el Espíritu Santo intercede por nosotros con el Padre (Ro 8.26-27). Es imposible argüir que Jesús es el Padre y el Espíritu Santo. Los teólogos a lo largo de la historia de la iglesia constantemente han interpretado este versículo como una referencia a las tres personas de la Trinidad, no a tres denominaciones o títulos de la única persona de Jesucristo. Sería el colmo de arrogancia humana sugerir que todos los teólogos a lo largo de la historia de la iglesia han estado equivocados en cuanto a este versículo y que sólo los Pentecostales Unidos lo entienden correctamente. MATEO 28. 19: ¿Apoya este texto la doctrina de la Trinidad, a diferencia de la conclusión de El Camino Internacional? TERGIVERSACIÓN: Según Victor Paul Wierwille, fundador de El Camino Internacional, este versículo ha sido corrompido de su forma original y no se puede usar para apoyar la doctrina ortodoxa de la Trinidad. Señala el hecho de que Eusebio, un Padre prominente de la iglesia primitiva, citó este versículo dieciocho veces sin mencionar la fórmula trinitaria antes del Concilio de Nicea (325 d.C.), que codificó formalmente la doctrina de la Trinidad. Fue sólo después del Concilio de Nicea que Eusebio incluyó la fórmula trinitaria al citar este versículo. Por tanto, concluye Wierwille, ―No les habría resultado difícil a los escribas insertar ‗en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‘ en lugar del original ‗en mi nombre‘. Eso debe de ser lo que sucedió‖ (Wierwille, 1981, pp. 19-20). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las pruebas apoyan la autenticidad de este versículo y su uso en apoyo de la doctrina de la Trinidad. La autoridad divina es inherente al texto bíblico mismo, no a lo que cualquier Padre haya dicho o dejado de decir al respecto. Sólo la Biblia es inspirada, no los Padres de la iglesia. Pero aun Wierwille reconoce que Eusebio sí usó el versículo para apoyar la doctrina de la Trinidad. Es comprensible que lo haya usado para este fin después que la doctrina había sido oficialmente reconocida como bíblica por un concilio general de la iglesia cristiana.

En el mejor de los casos el argumento de Wierwille es la falacia lógica de argüir a base del silencio. Del hecho de que este versículo no fuera citado en apoyo de la Trinidad antes de Nicea, no se sigue nada, excepto que Eusebio no tuvo ocasión de citarlo. Desde luego, no hay pruebas en los manuscritos que apoyen la especulación de Wierwille de que un escriba añadiera el versículo. El versículo no sólo figura en nuestros mejores y más tempranos manuscritos, sino que también es apoyado por miles de manuscritos griegos. Como se observó anteriormente, el texto mismo enseña la doctrina de la Trinidad, ya que se refiere a ―el nombre‖ (singular) ―del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖ (plural). Hay tres en un ―nombre‖ (o esencia), y eso es lo que es la Trinidad. MATEO 28.19: La orden de ―hacer‖ discípulos ¿justifica las tácticas de proselitismo de la Iglesia de Cristo Internacional (―Boston‖)? TERGIVERSACIÓN: Jesús les dijo a sus seguidores que debían hacer‖ discípulos. Según Al Baird, un anciano de Boston, ―Tratamos de forzar al discípulo a hacer algo en vez de motivarlo a hacerlo por su amor a Dios y nuestro amor por él‖ (Baird, ―A New Look at Authority [Reconsideración de la autoridad], p. 18). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: De acuerdo con las Escrituras, la verdadera motivación para servir a Cristo es amor, no temor. Pablo dijo: ―El amor de Cristo nos obliga‖ (2 Co 5.14, NVI). Juan añade que ―el amor perfecto echa fuera el temor‖ (1 Jn 4.18, NVI). En el contexto de la orden de Jesús en Mateo, ―hacer discípulos‖ no insinúa fuerza. Un discípulo es uno que aprende de otro, que se une a un discipulador y se convierte en un seguidor en doctrina y en la conducta de la vida. El que discipula ayuda a formar toda la vida de su discípulo y a producir semejanza a Cristo. Pero en ninguna parte da a entender Jesús que se deba usar la fuerza o el temor como medio de producir cambios en la vida del discípulo, ni tampoco está la Biblia de acuerdo con tal práctica. Los cambios deben llevarse a cabo mediante atención y desarrollo personales (Heb 5.13-14; 1 P 2.2), no mediante control de la vida del discípulo. Es incorrecto tratar de directamente orquestar cambio en la vida del discípulo; el enfoque correcto procura fomentar una relación con Jesús, de manera que Jesús mismo pueda producir el cambio de acuerdo con el deseo de su discípulo.

CAPÍTULO 23

MARCOS

MARCOS 1.10: ¿Indica este versículo que el Espíritu Santo no es una persona, como argumentan los testigos de Jehová? TERGIVERSACIÓN: En Marcos 1.10 leemos acerca del bautismo de Jesús: ―Luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.‖ Los testigos de Jehová argumentan que el Espíritu Santo no es una persona ya que el Espíritu descendió como paloma. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Si usáramos esta misma clase de lógica, podríamos refutar la personalidad del Padre y de Jesús. Después de todo, leemos en Éxodo 3.2-4 que Jehová apareció a Moisés en una zarza ardiente. Y se nos dice que Jesús es el pan de vida (Jn 6.48) y que es una puerta (Jn 10.9). Por otra parte, muchas pruebas en todas las Escrituras hacen resaltar la personalidad del Espíritu Santo; incluyen el hecho de que el Espíritu Santo tiene los atributos personales de intenciones (Ro 8.27), emociones (Ef 4.30) y voluntad (1 Co 12.11).Véase el análisis de Génesis 1.2 para argumentación bíblica detallada con respecto a la personalidad del Espíritu Santo.

MARCOS 6.5: Si Jesús es Dios Todopoderoso, ¿por qué no pudo hacer obras poderosas en Nazaret? TERGIVERSACIÓN: Según este versículo Jesús, mientras estaba en Nazaret, ―[n]o pudo hacer allí ningún milagro‖. ¿Por qué no, si es todopoderoso? Los testigos de Jehová argumentan que Jesús no es Dios Todopoderoso, sino que era un Dios inferior a Dios Padre (Reasoningfrom the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 150). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús es todopoderoso como Dios, pero no todopoderoso como hombre. Como el Dios-hombre, Jesús tenía tanto una naturaleza divina como una naturaleza humana. Lo que puede hacer en una naturaleza no necesariamente puede hacerlo en la otra. Por ejemplo, como Dios, Jesús nunca se cansó (Sal 121.4), pero como hombre sí se cansó (Jn 4.6). El simple hecho de que Jesús poseyera todo el poder no quiere decir que siempre eligiera ejercerlo. El ―no pudo‖ de Marcos 6.5 es moral, no real. Es decir, eligió no hacer milagros debido a ―la incredulidad de ellos‖ (v. 6). Jesús no era actor, ni echaba sus perlas delante de los cerdos. Así que la necesidad aquí es moral, no metafísica. Tenía la habilidad de hacer milagros allí y en realidad hizo algunos (v. 5), pero se negó a hacer más porque consideró que sería un esfuerzo en balde. MARCOS 10.17-3Í: ¿Negó Jesús ser Dios ante el joven rico? Véanse los comentarios sobre Mateo 19.16-30. MARCOS 10.30: ¿Prometió Jesús un rendimiento de cien veces por nuestros regalos económicos y materiales? TERGIVERSACIÓN: Los maestros de la Palabra de Fe dicen que Jesús prometió un rendimiento de cien veces por nuestros regalos económicos y materiales. Si usted da un dólar por el Evangelio y cien dólares le pertenecen a usted; dé diez dólares y recibirá mil dólares; dé mil dólares y recibirá cien mil dólares... Dé una casa y recibirá cien casas o una casa con un valor cien veces mayor. Dé un avión y recibirá cien veces el valor del avión. Dé un automóvil y el rendimiento le suministrará automóviles durante toda la vida. En suma, Marcos 10.30 en un trato muy bueno. [Copeland, 1978, p. 54] CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no tiene nada que ver con el dinero ni las riquezas. Habla específicamente de aquellos que dejan casa y seres queridos por causa de Jesús y del evangelio. Esas personas recibirán una rendimiento de ―cien veces‖ en el sentido de que se hacen parte de una comunidad de creyentes. Es en esta nueva comunidad que encuentran la multiplicación de las relaciones, muchas de las cuales a la larga son más estrechas y más significativas espiritualmente que las relaciones de sangre (cf. Mc 3.31- 35; Hch 2.41-47; 1 Ti 5.1-2).

Dios quiere que tengamos una perspectiva equilibrada en cuanto al dinero. La Biblia no condena las posesiones ni las riquezas en sí. No es pecado ser rico; algunas personas muy piadosas en la Biblia —Abraham y Job, por ejemplo— eran bastante ricas. Más bien, Dios condena el amor a las posesiones o las riquezas (Lc 16.13; 1Ti 6.10; Heb 13.5). El amor a las cosas materiales es un indicio de que una persona está viviendo de acuerdo con una perspectiva temporal, no una perspectiva eterna. Las Escrituras nos dicen que el amor al dinero y las riquezas puede conducir a destrucción. El apóstol Pablo declaró rotundamente que ―los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición‖ (1 Ti 6.9). Pablo advirtió también que ―en los últimos días vendrán tiempos peligrosos. Habrá hombres amadores de sí mismos, avaros... amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella‖ (2 Ti 3.1-5). También, Jesús naturalmente advirtió a sus seguidores: ―Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee‖ (Lc 12.15). Entonces exhortó a sus seguidores a tener una perspectiva eterna, diciendo: ―No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde ladrones entran y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo‖ (Mt 6.19- 20a; véase también Jn 6.27). En vista de lo anterior, Jesús nos insta: ―Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas‖ (Mt 6.33).Vivir por Dios de una manera recta debe tener prioridad absoluta para nosotros. Cuando hacemos eso, podemos tener la seguridad de que Dios nos proveerá de las necesidades de la vida. Nuestra actitud debe ser que, ya seamos ricos o pobres (o en algún punto entre esos dos extremos), somos simplemente mayordomos de aquello de lo que Dios nos ha provisto. Nuestra actitud debe reflejar la del apóstol Pablo, que dijo: ―Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece‖ (Flp 4.12-13). MARCOS 11.23-24: ¿Prometió Jesús darnos literalmente cualquier cosa que pidamos en fe?

TERGIVERSACIÓN: Aparentemente, este versículo dice que Dios concederá literalmente cualquier petición que le hagamos, con tal que creamos. Maestros de la Palabra de Fe a menudo citan este versículo en apoyo de sus opiniones (Hagin, 1972, pp. 27-28). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Tanto el contexto como otros textos indican limitaciones sobre lo que Dios dará, así como las leyes de la naturaleza misma de Dios y del universo. Dios no puede darnos literalmente cualquier cosa. Algunas cosas son realmente imposibles. Por ejemplo, Dios no puede conceder la petición de una criatura de ser

Dios. Tampoco puede responder a una petición de dar su aprobación nuestro pecado. Dios no nos dará una piedra si le pedimos pan, ni nos dará una serpiente si le pedimos pescado (Mt 7.9-10). El contexto de la promesa de Jesús en Marcos 11 indica que no era incondicional, porque el versículo siguiente (v. 25) dice que si perdonamos a nuestro hermano, Dios perdonará nuestras ofensas. Así que no hay por qué creer que Jesús pretendía que interpretáramos como incondicional su promesa de darnos ―todo lo que‖ pidamos. Todos los pasajes difíciles deben interpretarse en armonía con otras declaraciones claras de las Escrituras. Y está claro que Dios no promete, por ejemplo, sanar a todos por quienes oremos en fe. Pablo no fue sanado, aunque oró fielmente y de todo corazón (2 Co 12.8-9). Jesús enseñó que no era una falta de fe de parte del ciego lo que impedía que fuera sanado. Más bien, nació ciego ―para que las obras de Dios se manifiesten en él‖ (]n 9.3). A pesar de la habilidad divina del apóstol Pablo de sanar a otros (Hch 28.9), posteriormente, al parecer, no pudo sanar ni a Epafrodito (Flp 2.25) ni a Trófimo (2 Ti 4.20). Está claro que no fue una falta de fe lo que provocó la enfermedad de Job (Job 1.1). Lo que es más, si la fe del beneficiario fuera la condición de recibir un milagro, ninguno de los muertos a quienes resucitó Jesús habría vuelto a la vida, ¡ya que los muertos no pueden creer! Véanse los comentarios sobre Isaías 53.4-5; Filipenses 2.25. El resto de las Escrituras impone muchas condiciones además de la fe en la promesa de Dios de responder a la oración. Debemos ―permanecer en él‖, y dejar que su Palabra ―permanezca en nosotros‖ (Jn 15.7). No podemos ―pedir con malas intenciones, para satisfacer [nuestras] propias pasiones‖ (Stg 4.3, NVI). Además, debemos pedir ―conforme a su voluntad‖ (1 Jn 5.14). Aun Jesús oró diciendo: ―Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa [su muerte]; pero no sea como yo quiero, sino como tú‖ (Mt 26.39). De hecho, en relación con todas las promesas de Dios, menos las incondicionales, siempre hay que decir o insinuar ―si quieres‖. Porque la oración no es un medio por el cual Dios nos sirva; más bien, es un medio por el cual le servimos a Dios. La oración no es un medio por el cual logremos que se haga nuestra voluntad en el cielo, sino un medio por el cual Dios logra que se haga su voluntad en la Tierra. MARCOS 12.30: ¿Debe uno prescindir de la razón para ser verdaderamente espiritual, como parecen insinuar algunos maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Algunos maestros de la Palabra de Fe parecen minimizar el rol de la razón en relación con la verdadera espiritualidad. Kenneth Hagin, por ejemplo, dijo: ―Uno casi tiene que prescindir del cerebro y operar a base del hombre interior (el corazón o el espíritu) para realmente profundizar en las cosas de Dios‖ (Hagin, 1966, p. 27). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Marcos 12.30 les dice a los creyentes: ―Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda [literalmente ‗la totalidad de‘] tu mente [‗entendimiento‘, ‗intelecto‘, ‗facultades intelectuales‘] y con todas tus fuerzas‖ (cursivas añadidas). Uno no puede amar a Dios con toda su mente sin usar su capacidad de razonar, dada por Dios.

A menudo vemos casos en las Escrituras en los que se ilustra la importancia de la razón. Dios mismo nos invita: ―Venid ahora, y razonemos‖ (Is 1.18, LBLA). Se dice que la sabiduría de Dios es ―razonable‖ (Stg 3.17). El apóstol Pablo a menudo ―razonaba con ellos [los judíos] a base de las Escrituras‖ (Hch 17.2). Las Escrituras nos instan: ―Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra‖ (Col 3.2, NVI). Además, Pedro les dice a los cristianos: ―Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia‖ (1 P 1.13, NVI). Aunque los maestros de la Palabra de Fe hacen fuerte hincapié en el Espíritu Santo, es importante entender que el papel del Espíritu Santo en la iluminación de nuestra mente (1 Co 2.12) no quiere decir que los intérpretes de la Biblia puedan hacer caso omiso de la razón y la lógica. Puesto que el Espíritu Santo es ―el Espíritu de verdad‖ (Jn 14.17; 15.26; 16.13), no enseñaría verdades que no cumplan los requisitos de la verdad: pruebas que implican el uso de la razón. El Espíritu Santo no conduce a las personas a creencias que se contradigan o que carezcan de coherencia lógica interna. Una observación más: Si se puede prescindir de la razón, como a menudo parecen dar a entender los maestros de la Palabra de Fe, ¿por qué continuamente escriben y venden libros que requieren el uso de la razón para entenderlos? Más aún, los maestros de la Palabra de Fe no parecen darse cuenta de que deben utilizar la razón en el proceso mismo de dar razones en contra de la necesidad de la razón. MARCOS 13.32: ¿Ignoraba Jesús la hora de su segunda venida, y significa eso que no era Dios Todopoderoso? TERGIVERSACIÓN: En este versículo Jesús negó saber la hora de su propia segunda venida, diciendo: ―Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.‘ Los testigos de Jehová argumentan: ―No sería así si Padre, Hijo y Espíritu Santo fueran mutuamente iguales, componiendo una sola divinidad‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 409). La ignorancia de Jesús aquí demuestra que no es Dios Todopoderoso. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Debemos distinguir entre lo que Jesús sabía como Dios (todo) y lo que sabía como hombre. Como Dios, Jesús era omnisciente (sabía todo), pero como hombre tenía conocimientos limitados. Se puede esquematizar la situación así: JESÚS COMO DIOS Conocimiento ilimitado Sin crecimiento de conocimiento Sabía la hora de su venida

JESÚS COMO HOMBRE Conocimiento limitado Crecimiento de conocimiento No sabía la hora de su venida

Por consiguiente, en Marcos 13.32 Jesús hablaba desde la perspectiva de su humanidad. En su humanidad, Jesús no era omnisciente, sino que tenía entendimiento limitado, como todos los seres humanos. Si Jesús hubiera estado hablando desde la perspectiva de su divinidad, no habría dicho lo mismo.

Se ilustra en muchos versículos de las Escrituras que Jesús como Dios sabía todas las cosas. Por ejemplo, Jesús sabía exactamente dónde estaban los peces en el agua (Lc 5.4, 6; Jn 21.6-11), y sabía exactamente cuál pez contenía la moneda (Mt 17.27). Sabía que su amigo Lázaro había muerto, aunque estaba muy lejos de Lázaro (Jn 11.11). Sabía de antemano quiénes lo rechazarían (Jn 6.64) y quiénes lo seguirían (Jn 10.14). Conoce al Padre como el Padre lo conoce a él, algo que requiere que Jesús tenga la misma omnisciencia que el Padre (Mt 11.27; Jn 7.29; 8.55; 10.15; 17.25). MARCOS 14.21: La declaración de Jesús de que habría sido mejor si Judas nunca hubiera nacido ¿apoya la opinión de los aniquilacionistas? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo con respecto a Judas, quien fue enviado a la perdición, ―Más le valdría a ese hombre no haber nacido‖ (Mc 14.21, NVI). Pero antes que uno sea concebido, no existe. Por tanto, los aniquilacionistas argumentan que si el infierno va a ser como la condición antes de nacer, debe de ser un estado de inexistencia. Por tanto, el aniquilacionismo debe de ser verdad. ¿Es esta una conclusión correcta? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús no está comparando la perdición de Judas con su inexistencia antes de nacer. Esta figura retórica hiperbólica indica la severidad de su castigo, no la superioridad de la inexistencia sobre la existencia. Más aún, nada no puede ser mejor que algo, ya que no tienen nada en común para que se puedan comparar. De manera que la inexistencia no puede en realidad ser mejor que la existencia. Es un error de categoría suponer que se puedan comparar. En una condena paralela de los fariseos, Jesús dijo que Sodoma y Gomorra se habrían arrepentido si hubieran visto los milagros de él (Mt 11.20-24). Eso no quiere decir que realmente se habrían arrepentido (o Dios con toda seguridad les habría mostrado esos milagros: 2 P 3.9). Es simplemente una poderosa figura retórica que indica que su pecado era tan grave que sería “más tolerable‖ (Mt 11.24) en el día del juicio para Sodoma que para ellos. Así que aun en esta frase acerca de Judas no hay ninguna prueba de la aniquilación de los malos. La Biblia hace referencias claras a los perdidos que están en tormento y castigo conscientes después de morir. Jesús dijo que es un lugar donde ―será el lloro y el crujir de dientes‖ (Mt 8.12; cf. 22.13; 24.51; 25.30). Pero los que no están conscientes no lloran. Véanse los comentarios sobre Mateo 25.46. MARCOS 16.12: ¿Se apareció Jesús en cuerpos distintos después de su resurrección? TERGIVERSACIÓN: Según Marcos, Jesús se apareció aquí ―en otra forma‖. A base de esto, algunos argumentan que después de la resurrección Jesús asumió cuerpos distintos en diferentes ocasiones, pero no tenía el mismo cuerpo continuamente físico que tenía antes de la resurrección. Más específicamente, los testigos de Jehová argumentan que Jesús no fue levantado físicamente de entre los muertos, sino que fue levantado en un cuerpo espiritual y que se

apareció o ―se materializó‖ a sus seguidores en ―cuerpos‖ distintos de aquel que fue puesto en la tumba. En efecto, ―los cuerpos en los que Jesús se manifestó a sus discípulos después de volver a la vida no fueron el cuerpo en el que fue clavado al árbol‖ (The Kingdom Is At Hand [El reino se ha acercado], 1944, p. 259). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay serias dudas en cuanto a la autenticidad del texto de que se trata. Marcos 16.9-20 no se encuentra en algunos de los mejores y más antiguos manuscritos. Y reconstruir los textos originales de los manuscritos existentes, muchos eruditos creen que los textos más antiguos son más fidedignos, ya que están más cerca de los manuscritos originales. Pero aunque se conceda su autenticidad, el suceso del cual es un resumen (véase Lc 24.13-32) dice simplemente: ―[L]os ojos de ellos estaban velados, para que no lo reconocieran‖ (v. 16). Eso deja en claro que el elemento milagroso no se encontraba en el cuerpo de Jesús, sino en los ojos de los discípulos (vv. 16,31). Se les impidió reconocer a Jesús hasta que sus ojos fueran abiertos. En el mejor de los casos esta es una referencia oscura y aislada. Y nunca es sabio fundar ninguna declaración doctrinal significante en tal texto. Sea cual sea el significado de ―otra forma‖, definitivamente no quiere decir una forma diferente de su cuerpo real, físico y material. Posteriormente en este mismo capítulo de Lucas comió, ofreciendo este acto como prueba de que era ―carne y huesos‖ y no un ―espíritu‖ inmaterial. ―Otra forma‖ probablemente quiera decir distinta de la de un jardinero con quien María lo confundió anteriormente (Jn 20 15) Aquí Jesús se apareció en forma de un viajero (Lc 24.13-14). MARCOS 16.16: ¿Quiere decir este versículo que el bautismo es necesario para ser salvo? TERGIVERSACIÓN: Marcos 16.16 dice: ―El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado.‖ Las sectas y los grupos aberrantes citan este texto en apoyo de su creencia de que el bautismo es necesario para la salvación. Los mormones usan este versículo como prueba de que la fe en sí no es suficiente; uno debe ser bautizado para ser salvo (Talmage, 1982, p. 129). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Un principio fundamental de la interpretación bíblica es que los pasajes difíciles deben ser interpretados a la luz de los versículos fáciles y claros. Uno nunca debe construir una teología sobre pasajes difíciles. Los versículos claros indican que uno se salva por fe en Cristo (p. ej., Jn 3.1617; Hch 16.31). En Marcos 16.16 está claro que es la falta de fe lo que trae condenación, no la falta de ser bautizado: ―[E]l que no crea, será condenado.‖ Cuando una persona rechaza el evangelio, rehusando creerlo, esa persona es condenada. Otros versículos de las Escrituras apoyan la enseñanza de que el bautismo no es necesario para la salvación:

1. Jesús le dijo al ladrón arrepentido: ―De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso‖ (Lc 23.43). El ladrón fue salvo sin bautismo. 2. En Hechos 10 Cornelio puso su fe en Cristo y fue claramente salvo antes de ser bautizado en agua. El momento que Cornelio creyó en Cristo, el don del Espíritu Santo fue derramado sobre él (Hch 10.45). 3. En 1 Corintios 1.17 el apóstol Pablo dijo: ―No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio.‖ Aquí se hace una distinción entre el evangelio y el ser bautizado. Se nos dice en otras partes que es el evangelio lo que trae salvación (1 Co 15.2).Y el bautismo no es parte de ese evangelio (véanse también los comentarios sobre Hch 2.38).

CAPÍTULO 24

LUCAS

LUCAS 1.28: El hecho de que María estuviera ―muy favorecida‖ o ―llena de gracia‖ ¿demuestra que fue concebida de manera inmaculada, como dicen los católicos? TERGIVERSACIÓN: El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX, en la Bula ―Ineffabilis‖, pronunció infaliblemente la siguiente doctrina que ha de ser creída firme y constantemente por todos los fieles: ―La Santísima Virgen María, en el primer momento de su concepción, por un don único de gracia y privilegio de Dios Todopoderoso, en vista de los méritos de Jesucristo, el Redentor de la humanidad, fue guardada libre de toda mácula del pecado original‖ (Ott, 1960, p. 199). Ott argumenta que ―la expresión ‗llena de gracia‘ [Lc 1.28]... en el saludo del ángel, representa el nombre propio, y por lo tanto debe de expresar una cualidad característica de María.... Sin embargo, es perfecta no sólo de manera intensiva sino también de manera extensiva, es decir, si se extiende sobre toda su vida, comenzando con su entrada al mundo‖ (ibid., p. 200).

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Nada en este versículo justifica la creencia en la concepción inmaculada de María. De ninguna manera es necesario interpretar la frase ―llena de gracia‖ como nombre propio. Aun versiones católicas contemporáneas de la Biblia no la traducen como nombre propio (p. ej., la Nueva Biblia de Jerusalén). Podría referirse simplemente al estado de María de ser receptora del favor de Dios. Aun si fuera nombre propio y se refiriera al carácter esencial de María, no es necesario interpretarlo como extensiva, remontándose a su nacimiento. La única manera que uno podría sacar esa conclusión es mediante factores más allá del texto bíblico mismo (que no enseña la Inmaculada Concepción). Desde luego, los católicos creen que la tradición suple lo que no declaran las Escrituras. Pero si es así, ¿por qué recurrir a las Escrituras para apoyo? ¿Por qué no simplemente reconocer lo que muchos católicos contemporáneos son renuentes a reconocer, que esta enseñanza no se encuentra en las Escrituras, sino que sólo fue añadida muchos siglos después por la tradición? Aun si se interpretara la frase como extensiva al comienzo de Mana, no necesariamente implica una inmaculada concepción. Podría referirse simplemente a la presencia de la gracia de Dios en su vida desde la concepción. Pero eso fue cierto en el caso de otros, incluyendo Jeremías (Jer 1) y Juan el Bautista (Le 1), quienes no fueron concebidos de manera inmaculada. Elliot Miller y Kenneth Samples observan, en The Cult of the Virgin [El culto a la Virgen], que el término griego para ―llena de gracia‖ es jarito. Pero ―se emplea jarifo con referencia a los creyentes en Efesios 1.6 sin insinuar una perfección inmaculada. Así que queda claro que no hay nada en Lucas 1.28 que establezca la doctrina de la inmaculada concepción. El que María fuera especialmente favorecida al ser elegida para ser la madre su Señor es la única inferencia necesaria‖ (Miller y Samples, p. 34). Uno debe recurrir a tradiciones extrabíblicas, y además, tradiciones tardías, para encontrar apoyo para este dogma católico. LUCAS 1.28b: El hecho de que María fuera ―muy favorecida‖ o ―llena de gracia‖ ¿demuestra que llevó una vida libre de pecado, como afirman los católicos? TERGIVERSACION: Según la enseñanza católica, ―La impecabilidad de María se puede deducir del texto: Lucas 1, 28: ‗¡Salve, llena de gracia!‘ puesto que los defectos morales personales son incompatibles con plenitud de gracia‖ (Ott, 1960). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El argumento católico de que, ya que María estaba ―llena de gracia‖ en el momento de la anunciación era libre de pecado durante toda la vida, no se puede sostener. La frase ―llena de gracia‖ es una traducción inexacta basada en la Vulgata latina y que ha sido corregida por Biblias católicas modernas, que dicen simplemente ―favorecida‖. La traducción errónea de la Vulgata se convirtió en la base de la idea de que la gracia se extendió por toda la vida de María. Pero aun si se considera que la traducción es exacta, tomado en su contexto, el saludo del ángel es sólo una referencia al estado de María en ese momento, no a toda su vida. No afirma que estaba siempre llena de gracia, sino sólo que estaba llena de gracia en su selección por Dios en ese momento para este honor singular.

La gracia concedida a María no sólo estaba limitada en tiempo sino también limitada en función. La gracia que recibió era para la tarea de ser la madre del Mesías. Nada indica que el propósito de esa gracia fuera evitarle todo pecado. El énfasis en la plenitud de gracia es erróneo, ya que aun los eruditos católicos reconocen que María tenía necesidad de redención. Pero ¿por qué es así, si ella no era pecadora? Ott dice claramente de María que ―ella misma necesitaba redención y fue redimida por Cristo‖ (ibid., p. 212). No hay fundamento en la Biblia para sugerir que a ella se le impidiera heredar la naturaleza pecaminosa en vez de ser librada de ella. La Biblia tampoco apoya la impecabilidad de María. Al contrario, afirma su condición de pecadora. Hablando como pecadora, María dijo: ―[M]i espíritu se regocija en Dios mi Salvador‖ (Lc 1.47).A diferencia de la solución de Duns Escoto, quien afirmaba que a María se le impidió necesitar ser salva del pecado, ella confesó su necesidad actual (después de su concepción) de un Salvador. De hecho, hasta presentó una ofrenda por pecado al sacerdote judío debido a su condición de pecadora (Le 2.22), la cual era requerida en el Antiguo Testamento (Lv 12.2). Eso no habría sido necesario si ella fuera libre de pecado. LUCAS 1.42: El hecho de que se le llamara a María ―bendita‖ ¿muestra que fue concebida de manera inmaculada? TERGIVERSACIÓN: Los católicos ofrecen Lucas 1.42 en defensa de la doctrina de la inmaculada concepción de María. Afirman que cuando Elisabet dijo: ―Bendita tú entre las mujeres‖, la ―bendición de Dios que se posa sobre María se hace paralela a la bendición de Dios que se posa sobre Cristo en su humanidad. Este paralelismo sugiere que María, así como Cristo, fue, desde el principio de su existencia, libre de todo pecado‖ (Ott, 1960, p. 201). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El razonamiento de Ott de que esta bendición es paralela a la que se posa sobre Cristo es traído por los pelos. Se agarra a un clavo ardiendo ante la falta de pruebas bíblicas de un dogma católico proclamado tantos años después de los acontecimientos mismos. El pasaje en ninguna parte establece un paralelo entre María y Cristo. Simplemente dice que a María, la que daría a luz nuestro Señor, se le concedió gracia para su cometido. Aun si de alguna forma se pudiera establecer el paralelo, una inmaculada concepción no se seguiría necesariamente de ello. Jesús fue concebido de una virgen. María no fue concebida de esa manera; tenía dos progenitores naturales. Mediante el abuso de lógica al estilo de Ott, uno podría hacer de María una redentora por nuestros pecados, cosa que algunos católicos han procurado hacer y a la que otros se aproximan en su extrema veneración de María. Sin embargo, la iglesia no ha proclamado oficialmente tal herejía. Tomás de Aquino, uno de los más grandes teólogos católicos de todos los tiempos, declaró que la doctrina de la inmaculada concepción de María es imposible (Aquino, Summa Theologica, 3, 27, 2), ya que María, como todos los demás seres humanos salvo Cristo, heredó una naturaleza pecaminosa de Adán (cf. Ro 5.12).

LUCAS 1.42, 48: ¿Muestran estos versículos que María debe ser venerada por encima de todas las criaturas, como afirman los católicos? TERGIVERSACIÓN: Según la enseñanza de la iglesia católica, ―María, la Madre de Dios, tiene derecho al Culto de Hiperdulía‖ (Ott, 1960, p. 215). Eso quiere decir que María puede ser venerada y honrada en un nivel superior al de las otras criaturas, ya sean ángeles o santos. Sin embargo, ―esta [veneración que se le debe a María] es bastante inferior al cultus latriae (o adoración) que se le debe solamente a Dios, pero es superior al cultus duliae (o veneración) que se les debe a los ángeles y a los demás santos.‖ La fuente bíblica de la veneración especial que se le debe a la Madre de Dios se encuentra en Lucas 1. El versículo 28 dice: ―¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo‖ en el saludo del ángel Gabriel. El versículo 42 añade: ―Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.‖ Las palabras proféticas de la Madre de Dios se encuentran en el versículo 48: ―[P]ues desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones‖ (ibid., p. 215). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay nada en estos versículos que apoye la conclusión de que se debe venerar a María por encima de todas las cosas creadas y por debajo de Dios. El texto no dice nada acerca de la veneración de María ni de orar a ella. Simplemente describe a María como ―bendita‖ por Dios, y verdaderamente lo fue. Sin embargo, al contrario de la práctica católica, María no fue bendita por encima de todas las mujeres, sino que fue la más bendita entre todas las mujeres. Aun en la Biblia católica dice: ―Benditísima tú entre [no por encima de] las mujeres‖ (Le 1.42). Esta no es una distinción sin diferencia. Es una lógica extraña argüir que ser la más bendecida entre las mujeres la hace digna de más honor que cualquier otra mujer. Eva fue la madre de toda la humanidad (Gn 3.20), un honor distintivo que no tiene nadie más, ni siquiera María, pero aun así no la veneran los católicos de acuerdo con su condición bendecida. Además, aun los grandes pecadores que son perdonados son muy bendecidos, pero no han de ser sumamente venerados por ello (véanse, p. ej., 1 Co 15.9; 1 Ti 1.15). A Abraham se le llamó el Padre de los fieles, pero mintió respecto a su esposa (Gn 20.118). Se dijo de David que su corazón estaba plenamente dedicado al Señor su Dios (1 R 11.4), pero cometió adulterio y homicidio (2 S 11). No hay ni un solo caso en el Nuevo Testamento en que se le dé veneración alguna a María. Cuando los magos vinieron al pesebre en el tiempo de la Natividad para visitar al niño Jesús, la Biblia declara que lo adoraron a él, no a ella (Mt 2.11). Además, inclinarse para venerar cualquier ser creado, aun los ángeles (cf. Col 2.18; Ap 22.8-9), está prohibido en las Escrituras. La Biblia deja claro que no hemos de hacer ninguna ―imagen‖ de ninguna criatura ni tampoco ―inclinarnos‖ a ellas en un acto de devoción religiosa (Ex 20.4-5). Llamar a María ―La Reina del Cielo‖, sabiendo que esta frase fue tomada directamente de un antiguo culto idólatra y pagano, condenado en la Biblia (cf. Jer 7.18), es una práctica que permite considerar que se trata de mariolatría. Y la mariolatria es idolatría.

Además, a pesar de las distinciones teológicas que se citan en sentido contrario, en la práctica muchos católicos no distinguen entre la veneración que se da a María y la que se da a Cristo. Hay una diferencia clara, tanto en teoría como en práctica, en la manera en que los católicos honran a otros seres humanos y la manera en que veneran a María. Considérese el libro siguiente, Novena Prayers in Honor of Our Mother of Perpetual Help [Rezos de novenario en honor de Nuestra Madre Auxiliadora], que trae el imprimátur católico (y la declaración nihil obstat), el cual garantiza que no hay en él nada herético (publicado por las Sores de San Basilio, 1968, pp. 16,19): Ven a socorrerme, Madre queridísima, pues a ti me encomiendo. En tus manos pongo mi salvación eterna, y a ti confío mi alma. Cuéntame entre tus siervos más devotos; tómame bajo tu protección, y eso me basta. Pues si tú me proteges, Madre querida, no temo nada: no de mis pecados, porque tú me obtendrás el perdón de ellos; ni de los demonios, porque tú eres más poderosa que todo el infierno unido, ni siquiera de Jesús, mi juez, porque por un rezo de ti, él será apaciguado. LUCAS 1.80; 2.52; 4.16: ¿Fue Jesús a la India como niño durante los denominados ―años perdidos‖ para aprender de gurúes hindúes a realizar milagros? TERGIVERSACIÓN: El escritor ruso Nicolas Notovitch, cuyos escritos son populares hoy entre los adeptos de la Nueva Era, relata que Lucas dijo que Jesús ―estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel‖ (cf. Lc 1.80). Eso, afirmó Notovitch, demuestra que nadie sabía dónde estaba el joven Jesús durante unos dieciséis años. Dijo que había encontrado documentos que confirmaban que Jesús fue a la India y aprendió de gurúes indios a levantar a los muertos y a expulsar demonios (Prophet, 1987, pp. 245s.; MacLaine, 1984, pp. 233-34). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Lucas 1.80 se refiere a Juan el Bautista, no a Jesús. Hasta aquí en la narrativa de Lucas, ni siquiera se ha introducido a Jesús. La persona mencionada en la profecía no es el Señor sino el profeta que iría ―delante de la presencia del Señor‖ (v. 76), que claramente era Juan el Bautista (cf. Mt 3.1-4). La enseñanza de Jesús no era panteísta, como la de los gurúes de la India. Jesús nunca citó las Vedas hindúes, sino siempre el Antiguo Testamento judío que proclamaba al Dios monoteísta del judaísmo (Véase Mc 12.29) como parte del mandamiento más importante No hay ninguna prueba de que Jesús estudiara en la India, y las supuestas pruebas de Notovitch han sido totalmente desacreditadas. Aunque los Evangelios no hablan directamente de la niñez de Jesús, hay pruebas indirectas convincentes de que Jesús permaneció en Palestina. Lucas 2.52 resume la vida de Jesús a partir de los doce años: ―Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.‖ Jesús, por supuesto, era Dios y humano. Como Dios, era omnisciente y perfectamente sabio; nunca habría podido ―crecer en sabiduría‖ desde la perspectiva divina. Sin embargo, en su humanidad, probablemente adquirió sabiduría de la misma manera que

otros muchachos judíos, estudiando las Escrituras del Antiguo Testamento (Sal 1.2) y escuchando la sabiduría de los ancianos. Era conocido en su comunidad como carpintero (Mc 6.3) y como hijo de un carpintero (Mt 13.55). Era la costumbre de los judíos que los padres les enseñaban a sus hijos un oficio. José le habría enseñado a Jesús el oficio de carpintería. Está claro que la carpintería fue una parte importante de su vida porque algunas parábolas y enseñanzas se inspiraron en esa experiencia. Por ejemplo, habló de construir una casa sobre la roca en contraposición a la arena (Mt 7.24-27). Lucas 4.16 es un texto clave para rebatir la idea de que Jesús fuera a la India. Al principio de su ministerio de tres años, Jesús ―[v]ino a Nazaret, donde se había criado; y el sábado entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer‖ (cursivas añadidas). Evidentemente, Jesús fue criado en Nazaret, no en la India, y su costumbre era visitar la sinagoga, no templos hindúes. Después que Jesús terminó de leer en esa oportunidad, ―Todos daban buen testimonio de él y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca. Decían: — ¿No es este el hijo de José?‖ (4.22). Los que estaban en la sinagoga reconocían a Jesús como vecino del lugar. También es de notar que Jesús leyó de las Escrituras del Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento, para el cual Jesús a menudo mostraba reverencia (p. ej., en Mt 5.18), advierte que debemos mantenernos lejos de falsos dioses y sistemas religiosos tales como el hinduismo (véanse Ex 20.2-3; 34.14; Dt 6.14; 13.10; 2 R 17.35). El Antiguo Testamento distingue claramente entre la creación y el Creador, a diferencia del panteísmo oriental, y enseña la necesidad de redención, no de iluminación. No por casualidad muestra el Nuevo Testamento a Jesús citando el Antiguo Testamento, no las Vedas. LUCAS 6.40: ¿Apoya este texto el concepto de la Iglesia de Cristo de Boston de lo que es un discípulo perfecto? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo: ―El discípulo no es superior a su maestro; pero todo el que sea perfeccionado, será como su maestro‖ (Lc 6.40). Según la Iglesia de Cristo de Boston, uno debe ser perfectamente instruido antes que puede ser un verdadero discípulo de Cristo. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El sentido común nos enseña que uno no tiene que ser perfectamente instruido para ser un ―discípulo‖ de Cristo. La instrucción perfecta no es algo que uno pueda lograr en un cursillo intenso de tres años bajo algún otro discípulo. Es una meta para toda una vida de aprender de Cristo. El maestro en este texto es Cristo, no un miembro de la ―Iglesia de Boston‖ ni ningún otro ser humano. Esa es una diferencia importantísima. La Iglesia de Boston cambia la meta en el requisito previo. Muchos discípulos han llegado a niveles de crecimiento más altos que los de la mayoría de cristianos, pero eso no quiere decir que son ―completamente instruidos‖.

LUCAS 12.32: La referencia a la ―manada pequeña‖ en este versículo ¿indica que hay una ―clase ungida‖ de creyentes que morarán con Dios en el cielo, a diferencia de todos los demás creyentes que habitarán eternamente la Tierra? TERGIVERSACIÓN: La Sociedad de la Atalaya enseña que en Lucas 12.32 Jesús ―así revela que sólo un número relativamente pequeño (posteriormente identificado como 144.000) estará en el Reino celestial‖ (The Greatest Man Who Ever Lived [El hombre más grande que jamás haya vivido], 1991, sección 78). Aquellos individuos componen la ―clase ungida‖. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo se refiere no a la denominada ―clase ungida‖ de los testigos de Jehová, sino a los discípulos de Jesús, como queda clarísimo en el versículo 22 (―Dijo luego a sus discípulos...‖). La idea central de Jesús al emplear la metáfora de una ―manada pequeña‖ es que eran un grupo pequeño vulnerable a ser ―devorados‖ por ―lobos‖ peligrosos (cf. Mt 10 16) Pero Jesús ―el Pastor‖ los amonestó que no debían preocuparse, porque él los cuidaría y les proporcionaría comida, ropa y las demás necesidades de la vida (véanse vv. 22-34). Jesús nunca restringió el reino del cielo a apenas 144.000 personas. En efecto, las Escrituras indican que todos los que creen en Jesucristo pueden esperar un destino celestial, no sólo un grupo selecto de 144.000 (véanse Ef 2.19; Flp 3.20; Col 3.1; Heb 3.1; 12.22; 2 P 1.10- ll).Véanse los comentarios sobre Apocalipsis 7.4. LUCAS 16.22-28: ¿Tiene el alma humana una existencia consciente después de la muerte? TERGIVERSACIÓN: Ya que este pasaje apoya tan obviamente la idea de una existencia consciente después de la muerte —así como sufrimiento consciente para los malos después de la muerte— los testigos de Jehová hacen todo lo posible para reinterpretarlo. Argumentan que ―el rico representa a los dirigentes religiosos que han sido favorecidos con privilegios y oportunidades espirituales, y Lázaro representa a la gente común y corriente que está sedienta de alimento espiritual.‖ Dicen que ―ya que el rico y Lázaro no son personas literales sino que simbolizan clases de gente, lógicamente su muerte también es simbólica.‖ Su ―muerte‖ simboliza morir a sus circunstancias anteriores. En el programa de Dios, la ―clase penitente de Lázaro muere a su condición anterior de privación espiritual y llega a una posición de favor divino‖. Por contraste, ―los que componen la clase del rico caen en desgracia para con Dios al negarse continuamente a aceptar el mensaje del reino que enseñaba Jesús.‖ Los ―tormentos‖ mencionados en este pasaje son el dolor que causa para los malos el mensaje justo de Jesús y sus discípulos (The Greatest Man Who Ever Lived [El hombre más grande que jamás ha vivido], 1991, sección 88). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Si las personas en el momento de la muerte simplemente pierden el conocimiento, los comentarios de Jesús en este pasaje

dejan de tener sentido. La reinterpretación intrincada ofrecida por la Sociedad de la Atalaya sale de lo creíble. Los estudiosos han notado que cada vez que Jesús enseñaba, daba ejemplos de situaciones de la vida real. Por ejemplo, habló de un tesoro enterrado en un campo, una fiesta de bodas, un hombre que trabajaba en una viña, una mujer que barría la casa, un pastor que cuidaba sus ovejas y un hijo que volvió a casa después de derrochar dinero. Jesús nunca ilustró una enseñanza con una falsedad. Siendo las cosas así, debemos llegar a la conclusión de que en Lucas 16 Jesús da una enseñanza basada en una situación de la ―vida real‖, que incluye una existencia consciente después de la muerte. Con toda seguridad este versículo está en perfecta armonía con otros versículos que enseñan una existencia consciente en la otra vida (véanse Lc 23.46; Hch7.59; 2 Co 5.68; Flp 1.21-23; 1 Ts 4.13-17; Ap 6.9-10). Jesús nunca describe esta historia real como ―parábola‖, y a diferencia de las parábolas, que nunca emplean nombres reales, Jesús usó un nombre real (Lázaro) al hablar de una persona. LUCAS 17.21: La declaración de Jesús de que ―el reino de Dios está entre vosotros‖ ¿quiere decir que cualquier reino humano es irreal? TERGIVERSACIÓN: Jesús en Mateo 4.17 dijo que ―el reino de los cielos se ha acercado‖ y en Lucas 17.21 que ―está entre vosotros‖. Según la fundadora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, eso quiere decir que ―el reino de Dios está en todas partes y suprema, y se sigue que el reino humano no está en ninguna parte, y debe de ser irreal‖ (Eddy, p. 35). Eddy da a entender que cualquier cosa que no sea divina es irreal. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No tiene ninguna justificación la afirmación de la Ciencia Cristiana de que todo lo que no es divino es irreal. Jesús en Lucas 17.21 afirma la presencia del reino de Dios; no niega la existencia de cualquier cosa que se oponga al reino. De hecho, en otra parte Jesús afirma la existencia de Satanás y su reino (Mt 4.8), hablando de su separación eterna de él (Mt 25.41). Ese es un ejemplo obvio de algo ―real‖ pero no divino. La realidad de Satanás se avala en otra parte mediante el encuentro personal de Jesús con Satanás y la discusión entre ellos durante la tentación de Jesús (Mt 4.1-11). LUCAS 17.21: ¿Indica este versículo que la humanidad es divina, tal como argumentan los Cristianos Cientistas? TERGIVERSACIÓN: En Lucas 17.21 Jesús dijo:―[E]l reino de Dios está entre vosotros‖ o, según algunas traducciones, ―dentro de vosotros‖ Los Cristianos Cientistas a veces argumentan que Jesús aquí decía que el hombre es divino y por tanto es libre de pecado y eterno (Eddy, pp. 475 – 77). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús no pudo haber querido decir que el reino de Dios estaba en realidad ―dentro de vosotros‖, porque Jesús hablaba

directamente con los fariseos, los hipócritas religiosos del día. Desde luego, Jesús no creía que el santo reino de Dios estuviera ―dentro de‖ aquellos hombres. Otras interpretaciones de este versículo son mucho más verosímiles. Muchos estudiosos creen que la frase que se traduce ―dentro de vosotros‖ en algunas versiones (griego: entós humón) se traduce mejor como ―entre vosotros‖ o ―en medio de vosotros‖. En esta interpretación Jesús decía simplemente que el reino de Dios está ―en medio de vosotros‖ porque Cristo el Rey está ―en medio de vosotros‖. El reino está presente porque el Rey está presente. Otros intérpretes creen que la frase se traduce mejor como ―en poder de vosotros‖ o ―a vuestro alcance‖. En esta interpretación Jesús decía que lo único que tenían que hacer sus oyentes era reconocer que él era el Rey/Mesías prometido y él comenzaría el reino. Pero los fariseos a los que hablaba Jesús lo rechazaron como el Rey/Mesías. Sea cual sea la interpretación correcta, Jesús definitivamente no decía que los seres humanos pueden volverse divinos. Para argumentación bíblica en contra de la idea de que los seres humanos puedan volverse dioses, véase el análisis de Génesis 1.26. LUCAS 18.18-23: ¿Jesús le enseñaba al joven rico salvación por obras? TERGIVERSACIÓN: Los católicos creen que las obras meritorias son una condición de la salvación (véanse los comentarios sobre Ro 2.6- 7). A veces se cita Lucas 18.1823 como prueba de esa idea, ya que Jesús respondió a la pregunta ―¿qué haré para heredar la vida eterna?‖ diciéndole al joven rico que debía guardar los mandamientos (v. 20). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay pruebas ni aquí ni en ninguna otra parte de que Jesús enseñara que las buenas obras son una condición de la salvación. La respuesta de Jesús no tenía el propósito de esbozar un plan de salvación, sino de demostrar la condenación del joven. La Ley no salva (Ro 3.28), pero sí condena (Ro 3.19). ―[L]a Ley ha sido nuestro guía para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe‖ (G1 3.24). Jesús trataba de demostrarle al joven que ya estaba condenado ante la ley. El hecho de que no estuviera dispuesto a dar su dinero a los pobres revelaba que no había guardado siquiera el primer gran mandamiento de amar a Dios más que su dinero ni cualquier otra cosa (cf. Mt 22.36-37). Además, Jesús mostraba que aun la pregunta del joven rico estaba confundida. Pues una persona no ―hace‖ nada para recibir una herencia de ningún tipo, incluso la vida eterna. Una ―herencia‖ es un regalo. En efecto, en toda la Biblia se presenta la vida eterna como un regalo (Jn 3.36; 5.24; 20.31; Ro 6.23; 1 Jn 5.13). Y uno no puede trabajar para ganarse un regalo. Como dijo Pablo: ―Pero al que trabaja no se le cuenta el salario como un regalo, sino como deuda; pero al que no trabaja, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia‖ (Ro 4.4-5). La única obra mediante la cual alguien puede ser salvo es ―la fe‖. Cuando le preguntaron a Jesús: ―¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?‖, Jesús respondió: ―Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado‖ (Jn 6.29).

LUCAS 23.43: ¿Indica este versículo que no hay existencia consciente después de la muerte? TERGIVERSACIÓN: Lucas 23.43 en la Reina-Valera 1995 dice: ―Entonces Jesús le dijo: —De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.‖ Por contraste, la Traducción del Nuevo Mundo traduce este versículo así: ―Y él le dijo: ‗Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso‘.‖ Los testigos de Jehová agrupan la palabra ―hoy‖ con ―digo‖ en vez de hacerla parte de la frase que comienza con ―estarás‖. Eso sirve para evitar que el ladrón esté con Jesús en el paraíso ―hoy‖, es decir, para evitar la enseñanza de que hay una existencia consciente después de la muerte. Dicen que se cumplirá esta promesa cuando Jesús ―reine como Rey en el cielo y resucite a este malhechor penitente a la vida terrenal en el Paraíso que los sobrevivientes de Armagedón y sus compañeros tendrán el privilegio de cultivar‖ (The Greatest Man Who Ever Lived [El hombre más grande que jamás ha vivido], 1991, sección 125). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay fuertes pruebas que rebaten esta interpretación. No hay justificación en el texto griego para dividir la oración de la manera que lo hace la Traducción del Nuevo Mundo. De setenta y cuatro casos en los Evangelios del griego de la frase ―Verdaderamente te digo‖, Lucas 23.43 es el único lugar donde la Traducción del Nuevo Mundo divide la oración así; una excepción que parecería estar motivada por el deseo de evitar enseñar que hay una existencia consciente después de la muerte. En el contexto aquí el ladrón creía, al parecer, que Jesús heredaría poder al fin escatológico del mundo. Le pidió a Jesús que lo recordara en aquel tiempo. Pero Jesús le prometió al ladrón algo mucho mejor: “Hoy —no sólo al fin del mundo— estarás conmigo en el paraíso.‖ Esta interpretación encaja con la enseñanza repetida del resto de las Escrituras de que el alma está consciente entre los momentos de la muerte y la resurrección (Sal 16.10-11; Mt 17.3; 2 Co 5.8; Flp 1.23; Heb 12.23; Ap 6.9). LUCAS 24.23: Las apariciones de Jesús después de su resurrección ¿fueron apariciones físicas o simplemente visiones? TERGIVERSACIÓN: Lucas parece decir que el cuerpo resucitado de Jesús era una ―visión‖ en este pasaje. Eso insinúa que no era una verdadera aparición física. Los testigos de Jehová niegan que Jesús fuera levantado físicamente de entre los muertos; dicen más bien que fue levantado como criatura de espíritu y que entonces ―se materializó‖ en varias oportunidades para demostrar que había ―resucitado‖ (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 1395). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las apariciones después de la resurrección fueron apariciones físicas literales. El pasaje citado, Lucas 24.23, no se refiere a ver a Cristo. Sólo dice que las mujeres vieron ángeles en la tumba, sin mencionar ninguna aparición de Cristo. Los Evangelios nunca hablan de ninguna

aparición de Cristo después de la resurrección como visión, ni tampoco lo hace Pablo en 1 Corintios 15. Pablo describe los encuentros con Cristo después de la resurrección como ―apariciones‖ literales (1 Co 15.5-8), no como visiones. La diferencia entre una simple visión y una aparición física es significativa. Las visiones tienen que ver con realidades invisibles y espirituales, tales como Dios y los ángeles. Las apariciones, por otra parte, tienen que ver con objetos físicos que se pueden ver con los ojos. Con las visiones no se asocia ninguna manifestación física, pero con las apariciones sí. Las personas a veces ―ven‖ u ―oyen‖ cosas en sus visiones (Lc 1.11- 20; Hch 10.916), pero no con los sentidos físicos. Cuando alguien veía ángeles mediante la simple vista, o tenía contacto físico con ellos (Gn 18.8; 32.24; Dn 8.18), no era una visión sino una aparición real del ángel en el mundo físico. Durante esas apariciones los ángeles asumían una forma visible después de lo cual volvían a su estado invisible normal. Sin embargo, las apariciones de Cristo después de la resurrección fueron experiencias de ver a Cristo con ojos físicos en su continua forma física visible. VISIÓN

APARICIÓN

De una realidad espiritual Sin manifestaciones físicas

De un objeto físico Con manifestaciones físicas

Daniel 2, 7

1 Corintios 15.5-8

2 Corintios 12.1-5

Hechos 9.1-8

Sin duda la forma más común de describir un encuentro con el Cristo resucitado es como ―aparición‖. Esas apariciones iban acompañadas de manifestaciones físicas, tales como la voz audible de Jesús, su cuerpo físico y las cicatrices de la crucifixión, sensaciones físicas (tales como el tacto), y el acto de comer en tres oportunidades. Esos fenómenos no son puramente subjetivos o internos, incluyen una realidad física y externa. El argumento de que la experiencia de Pablo debió de ser una visión porque aquellos que lo acompañaban no vieron a Cristo carece de fundamento, ya que tanto oyeron el sonido físico como vieron la luz física, así como Pablo. Sólo Pablo miró la luz directamente, así que sólo él vio a Jesús. Véanse los comentarios sobre Lucas 24.31, 39. LUCAS 24.31: ¿Perdió Jesús la forma material cuando repentinamente desapareció de los discípulos? TERGIVERSACION: Jesús no sólo podía aparecerse repentinamente después de su resurrección (véase, p. ej., Jn 20.19), sino también podía desaparecerse instantáneamente. ¿Es esta la prueba, como afirman algunos críticos, de que Jesús perdió la forma material en aquellas oportunidades? Esa es una pregunta importante, pues los testigos de Jehová dicen que Cristo simplemente ―se materializó‖ en varias

oportunidades para demostrar su ―resurrección‖ y entonces ―perdió la forma material‖ (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 1395). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús se levantó en el mismo cuerpo físico, aunque glorificado, en el que murió. Tal cuerpo es una dimensión importante de su humanidad continua tanto antes de su resurrección (cf. Jn 1.14) como después de ella (Lc 24.39; 1 Jn 4.2). El hecho de que pudiera aparecerse o desaparecerse rápidamente no disminuye su humanidad, sino que la realza. Revela que, aunque el cuerpo después de la resurrección tiene más poderes que un cuerpo antes de la resurrección, no era menos que físico. Es decir, no dejó de ser un cuerpo material, aunque mediante la resurrección adquirió poderes mayores que los de los cuerpos físicos. Es la naturaleza misma de un milagro que sea inmediata, a diferencia del gradual proceso natural. Cuando Jesús tocó la mano del hombre, “al instante su lepra desapareció‖ (Mt 8.3). Asimismo, por orden de Jesús el paralítico ―se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a vista de todos‖ (Mc 2.12a, LBLA). Cuando Pedro proclamó que el hombre que nació cojo había sido curado, ―Al instante se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo‖ (Hch 3.7-8a). Felipe fue transportado inmediatamente de la presencia del eunuco etíope en su cuerpo físico antes de su resurrección. El texto dice que después que Felipe bautizara al eunuco ―el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el eunuco no lo vio más‖ (Hch 8.39). Un minuto Felipe está con el eunuco; al minuto siguiente de manera repentina y milagrosa desapareció y después se apareció en otra ciudad (Hch 8.40).Tal fenómeno no exige un cuerpo inmaterial. Por consiguiente, las apariciones y desapariciones repentinas no son pruebas de lo inmaterial, sino de lo sobrenatural. LUCAS 24.31: Si Jesús tenía el mismo cuerpo físico después de su resurrección, ¿por qué no lo reconocieron sus discípulos? TERGIVERSACIÓN: Dos discípulos caminaron con Jesús, hablaron con él y comieron con él, pero aun así no lo reconocieron. Otros discípulos tuvieron la misma experiencia (véanse versículos posteriores). Si se levantó en el mismo cuerpo físico (cf. Lc 24.39; Jn 20.27), ¿por qué no lo reconocieron? Los testigos de Jehová explican eso diciendo que Jesús ―se materializó‖ a sus seguidores en ―cuerpos‖ diferentes del cuerpo que fue acostado en la tumba (Awake! [¡Despertad!] 22 julio 1973, p. 4). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús se levantó en el mismo cuerpo de carne y hueso en el que murió (véanse 1os comentarios sobre 1 Co 15.37). Varias razones pueden explicar por qué no fue reconocido inmediatamente por sus discípulos: 1. Torpeza — Lucas 24.25-26 2. incredulidad — Juan 20.24-25 3. Decepción — Juan 20.11-15 4. Terror — Lucas 24.36-37 5. Lo tenue de la luz al amanecer — Juan 20.1, 14-15

6. Distancia — Juan 21.4 7. Ropa diferente — Juan 19.23-24; cf. 20.6-8 Sin embargo, se debe notar que el problema fue sólo temporal, y antes que terminara la aparición quedaron absolutamente convencidos de que era el mismo Jesús en el mismo cuerpo físico de carne, huesos y cicatrices que tenía antes de la resurrección. Y se fueron de su presencia para revolucionar el mundo, enfrentándose sin temor a la muerte, porque no tenían la más mínima duda de que él había conquistado la muerte en el mismo cuerpo físico en el que la había experimentado. LUCAS 24.34: ¿Era Jesús invisible antes y después de aparecerse? TERGIVERSACIÓN: La frase ―se apareció‖ quiere decir ―se hizo visible‖ a ellos (1 Co 15.5-8), dicen los testigos de Jehová como argumento de que el Jesús resucitado no era esencialmente material (véase el razonamiento mencionado para Lucas 24.23, 31). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Está claro que el cuerpo resucitado de Jesús era esencialmente material. El cuerpo resucitado de Cristo era visible al ojo durante sus apariciones. Estos se describen con la palabra horáo (―ver‖). Aunque a veces se emplea esta palabra al hablar de ver realidades invisibles (cf. Lc 1.22; 24.23), a menudo significa ver mediante el ojo físico. Juan emplea la misma palabra (horáo) al hablar de ver a Jesús en su cuerpo terrenal antes de la resurrección (6.36; 14.9; 19.35) y también de verlo en su cuerpo resucitado (20.18, 25, 29). La misma palabra para cuerpo (soma) se emplea al hablar de Jesús antes y después de la resurrección (cf. 1 Co 15.44; Flp 3.21). Aun la frase ―ha aparecido‖ (aoristo pasivo, ófthe) quiere decir simplemente que Jesús tomó la iniciativa para mostrarse a los discípulos, no que era esencialmente invisible. La misma forma (―se vieron‖) se emplea en el Antiguo Testamento en griego (2 Cr 25.21), en los libros apócrifos (1 Mac 4.6), y en el Nuevo Testamento (Hch 7.26) al hablar de seres puramente humanos que aparecen en cuerpos físicos normales. En esta forma pasiva la palabra quiere decir iniciar una aparición para vista pública, moverse de un lugar donde uno no se ve a un lugar donde uno se ve. Quiere decir más generalmente ―aparecerse‖. No hay ninguna razón para interpretar el verbo, como hacen algunos, como una referencia a algo invisible por naturaleza que se vuelve visible. En este caso querría decir que esos seres humanos en cuerpos normales antes de la resurrección eran esencialmente invisibles antes que otros los vieran. El mismo suceso descrito por ―se apareció‖ o ―ha aparecido‖ (aoristo pasivo), tal como la aparición a Pablo (1 Co 15.8), en otras partes se describe también en la voz activa. Pablo escribió de esta experiencia en el mismo libro usando la construcción ―¿No he visto a Jesús el Señor nuestro?‖ (1 Co 9.1). Pero si el cuerpo resucitado es físicamente visible, no es invisible hasta que se hace visible mediante una supuesta ―materialización‖. Jesús también se desapareció de los discípulos en otras oportunidades (véanse Lc 24.51; Hch 1.9). Pero si Jesús podía desaparecerse repentinamente, así como aparecerse, no se puede usar su habilidad de aparecerse como prueba de que su cuerpo resucitado

era esencialmente invisible. Por la misma lógica su habilidad de desaparecerse repentinamente podría usarse como prueba de que su cuerpo era esencialmente material y podía volverse repentinamente inmaterial. Hay explicaciones mucho más razonables del hincapié que se hace en las ―apariciones‖ espontáneas e Cristo. En primer lugar, fueron pruebas de que había conquistado la muerte (Hch 13.30-31; 17.31; Ro 1.4). Jesús dijo: ―[Yo soy] el que vive. Estuve muerto, pero vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades‖ (Ap 1.18; cf. Jn 10.18). La traducción ―apareció‖ (1 Co 15.5- 8) es una manera perfectamente adecuada de expresar este triunfalismo espontáneo. Fue soberano sobre la muerte así como sobre sus apariciones después de la resurrección. Además, ningún ser humano vio el momento exacto de la resurrección. Pero el hecho de que Jesús se apareciera repetidas veces en el mismo cuerpo durante unos cuarenta días (Hch 1.3) a más de 500 personas distintas (1 Co 15.6) en doce oportunidades distintas es una prueba irrefutable de que realmente se levantó corporalmente de entre los muertos. Brevemente, la razón del hincapié que se hace en las muchas apariciones de Cristo no es porque el cuerpo resucitado fuera esencialmente invisible e inmaterial, sino para mostrar que en realidad era material e inmortal. Sin una tumba vacía y apariciones repetidas del mismo cuerpo que antes estaba enterrada en ella, no habría ninguna prueba de la resurrección. Así que no es sorprendente que la Biblia haga mucho hincapié en las muchas apariciones de Cristo. Son la verdadera prueba de la resurrección física. LUCAS 24.39: ¿Se acomodó Jesús a las ideas erróneas de los discípulos al hablar de su cuerpo resucitado como ―carne y huesos‖, como mantienen los Cristianos Cientistas? TERGIVERSACIÓN: En Lucas 24.39 Jesús les dijo a los discípulos: ―Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo‖. Los intérpretes de la Ciencia Cristiana dicen que porque la muerte es una ilusión, en realidad Jesús no murió en la cruz. No pudo haber una resurrección física literal porque no existe la muerte. Los discípulos, por tanto, se equivocaron cuando pensaron que Jesús había muerto. Cuando Jesús habló de su ―cuerpo resucitado‖ como carne y huesos‖, simplemente se acomodaba a las ideas inmaduras de sus discípulos (Eddy, p. 593). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay muchos problemas con la interpretación de este versículo por los Cristianos Cientistas. En primer lugar, si Jesús habló de su cuerpo resucitado como ―carne y huesos‖ simplemente para acomodarse a las ideas inmaduras de sus discípulos, Jesús engañaba descaradamente a sus discípulos, haciéndolos pensar que tenía un cuerpo cuando en realidad no era así. Tal idea convierte al Salvador en mentiroso, poniendo en tela de juicio todo lo demás que dijo. En una oportunidad Jesús exhortó a Tomás a meter el dedo en la cicatriz en la mano de Cristo y a meter la mano en la herida en el costado de Cristo y ―en vez de dudar...

creer‖ (Jn 20.27, TLA).Dada la identidad de las cicatrices con su cuerpo antes de la resurrección, la única impresión que esas palabras pudieron dejar en las mentes de los discípulos era que Jesús afirmaba haber resucitado en el mismo cuerpo material y literal en el que había muerto. Sin embargo, si no resucitó en ese cuerpo físico, engañaba adrede a sus discípulos. O Jesús resucitó en el mismo cuerpo material en el que murió, o mintió. En segundo lugar, hay muchas pruebas en las Escrituras de que Jesús resucitó de entre los muertos en un cuerpo físico y material. En Lucas 24.37-39 Jesús afirmó enérgicamente que los espíritus no tienen cuerpos materiales tal como tenía él. Muchos testigos oculares —entre ellos más de 500 testigos a la vez— vieron al Cristo resucitado (1 Co 15.6). Hablando de la resurrección de Cristo, Pedro insistió en que ―ni su carne vio corrupción‖ (Hch 2.31). Escribiendo después de la resurrección, Juan declaró que Jesús ―ha venido en carne‖ (1 Jn 4.2; cf. 2Jn 7). El uso del participio perfecto (―ha venido‖) en 1 Juan 4.2 insinúa que Jesús vino en la carne en el pasado y que permanecía en la carne cuando Juan redactó estas palabras después de la resurrección. El cuerpo que salió de la tumba la mañana de Pascua fue visto (Mt 28.17), oído (Jn 20.15-16) y aun tocado (Mt 28.9). Jesús comió alimentos por lo menos cuatro veces después de la resurrección (Lc 24.30; 24.42-43; Jn 21.12- 13; Hch 1.4), demostrando así que tenía un cuerpo físico. En tercer lugar, desde una perspectiva histórica, para abrazar la interpretación de la Ciencia Cristiana uno debe creer las afirmaciones de una mujer que vivió dieciocho siglos después del tiempo de Cristo antes que las afirmaciones de muchos testigos oculares quienes efectivamente vieron al Cristo resucitado (1 Co 15.5-6).Y muchos de esos testigos oculares dieron la vida defendiendo la verdad de lo que sabían ser cierto.

CAPÍTULO 25

JUAN

JUAN 1.1: ¿Es Jesús Dios o sólo un dios? TERGIVERSACIÓN: La Traducción del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová traduce la última parte de este versículo así: ―...la Palabra [Cristo] era un dios.‖ La revista Atalaya declara que ―porque no hay ningún artículo definido ‗el‘ (ho), quiere decir que Cristo es sólo un dios, no el Dios‖ (Watchtower [Atalaya], 7 diciembre 1995, p. 4). De hecho, creen que Jesús es sólo un ser creado, Miguel el Arcángel (Watchtower [Atalaya], 15 mayo 1969, p. 307). El griego de Juan 1.1 ―no dice que la Palabra (Jesús) era igual al Dios con quien estaba en el principio, sino que la Palabra era divina, un dios‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 212). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No es correcto traducir este versículo como ―la Palabra era un dios‖ de manera que se niegue la deidad de Cristo. La plena deidad de Cristo la apoyan otras referencias en Juan (p.ej., 8.58; 10.30; 20.28) así como

el resto del Nuevo Testamento (p. ej., Col 1.15-16; 2.9; Tit 2.13, Heb 1.8). Además, no es necesario traducir sustantivos griegos que carecen de un artículo definido con un artículo indefinido (el griego no tiene un artículo indefinido). Es decir, theós (―Dios‖) sin el artículo definido ho (―el‖) no tiene que traducirse como ―un dios‖, como han hecho los testigos de Jehová con referencia a Cristo. Es de notar que se emplea theós sin el artículo definido ho con referencia a Jehová Dios en el Nuevo Testamento. Ya que la falta del artículo definido en Lucas 20.38 con referencia a Jehová no quiere decir que él sea un Dios inferior, tampoco la falta de un artículo definido en Juan 1.1 con referencia a Jesús quiere decir que él sea un Dios inferior. La verdad es que la presencia o ausencia del artículo definido no cambia el significado fundamental de theós. Si Juan hubiera pretendido comunicar un sentido adjetival (la Palabra era divina: un dios), tenía un adjetivo (théios) a la mano que habría podido emplear. En vez de eso, Juan dice que la Palabra es Dios (theós). Al contrario de las afirmaciones de la Sociedad de la Atalaya, algunos textos del Nuevo Testamento sí emplean el artículo definido y hablan de Cristo como ―el Dios‖ (ho theós). Un ejemplo de eso es Juan 20.28 donde Tomás le dice a Jesús: ―¡Señor mío y Dios mío!‖ En griego el versículo dice literalmente: ―El Señor de mí y el Dios [ho theós] de mí‖ (véanse también Mt 1.23 y Heb 1.8). Así que no importa si Juan usó o no el artículo en Juan 1.1; la Biblia enseña claramente que Jesús es Dios, no sólo un dios. Los estudiosos del griego han rebatido completamente la traducción de la Sociedad de la Atalaya. El doctor Julius Mantey dice de la traducción de los testigos de Jehová de Juan 1.1: ―El noventa y nueve por ciento de los eruditos del mundo que saben griego y que han ayudado a traducir la Biblia están en desacuerdo con los testigos de Jehová‖ (Mantey, 3.3, p. 5). El que Jesús es Jehová (Yahvé) está claro a partir del hecho de que el Nuevo Testamento le aplica sistemáticamente a Jesús pasajes y atributos que en el Antiguo Testamento se aplican sólo a Jehová (compárense Ex 3.14 con Jn 8.58; Is 6.1-5 con Jn 12.41; Is 44.24 con Col 1.16; Ez 43.2 con Ap 1.15; Zac 12.10 con Ap 1.7). JUAN 1.1: ¿Enseña este versículo que Dios es impersonal, como afirmaba Mary Baker Eddy? TERGIVERSACIÓN: La dirigente de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, llegó a la conclusión de que la identificación de la Palabra con Dios en este versículo insinúa que Dios es una deidad impersonal. Eddy dijo: ―Esta gran verdad de la impersonalidad de Dios y su individualidad... es el fundamento de la Ciencia Cristiana‖ (Eddy, p. 117). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Afirmar que la ―Palabra [Logos] es Dios‖ de ninguna manera insinúa que Dios es impersonal. ―Dios‖ (theós) es la misma palabra griega que se emplea al hablar de Dios en todo el Nuevo Testamento. Y a Dios siempre se le presenta como un ser personal que tiene mente (Jn 10.15), voluntad (Jn 4.34; 7.17) y sentimientos (Jn 4.23). Es un ser personal a quien los creyentes pueden llamar: ―Abba‖, un término arameo que tiene el sentido aproximado de ―papi‖ (Mc 14.36; Ro 8.15; G1 4.6).

En segundo lugar, dos de las tres características de la personalidad se pueden encontrar en este mismo pasaje. Dios se manifiesta como el Verbo o la Palabra (Logos), lo cual da a entender un discurso racional o razón. Y Dios eligió por su voluntad crear (Jn 1.3). Por último, no hay nada impersonal en el Logos (la Palabra), pues se volvió carne (humano) y vivió entre nosotros (Jn 1.14). Participó en relaciones personales con otras personas (seres humanos). JUAN 1.1: ¿Preexistió Jesús sólo en el conocimiento previo de Dios, como afirman algunas sectas, o realmente era Dios eterno? TERGIVERSACIÓN: Según el fundador de El Camino Internacional, Paul Wierwille, Jesús no era Dios. ¿En qué forma estaba Jesús con Dios en el principio? En la misma forma en que la Palabra escrita estaba con él, a saber, en el conocimiento previo de Dios.... En el Antiguo Testamento, Jesucristo estaba en el conocimiento previo de Dios y en el conocimiento previo del pueblo de Dios mientras Dios les revelaba este conocimiento profético. Cuando nació Jesucristo, llegó a existir. El conocimiento previo se convierte en realidad, [citado en Martin, p. 87] CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Todas las pruebas van en contra de la conclusión de Wierwille. Juan asevera que la ―Palabra‖ (Logos) era una persona (Jn 1.14), no solamente una idea en la mente de Dios, como lo sería el conocimiento. El texto no dice, como afirma Wierwille, que el ―conocimiento previo‖ estaba en la mente de Dios eternamente y que el ―conocimiento previo‖ se hizo carne y habitó entre nosotros. Dice que ―el Verbo [Cristo] era Dios‖ (Jn 1.1) desde toda la eternidad, y que esa misma persona (no el conocimiento previo de él por parte de Dios) ―se hizo carne y habitó entre nosotros (1.14). Juan dice que Cristo ―el Verbo [Logos] estaba ―con Dios‖ (1.1) eternamente. El conocimiento no estaría ―con‖ Dios. Dios tendría sabiduría, pero no estaría con él. La palabra ―con‖ insinúa otro junto con uno en una relación íntima. Cristo era otra persona en la Trinidad, no la misma persona que el Padre. Muchos otros versículos del Nuevo Testamento declaran la plena deidad de Cristo (p. ej., Jn 20.28; Col 2.9; Tit 2.13; Heb 1.8). JUAN 1.14: ¿Quiere decir este versículo que cuando Jesús se convirtió en ser humano perdió su deidad, como argumentaba Herbert Armstrong? TERGIVERSACIÓN: En Juan 1.14 leemos: ―Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padreé Herbert Armstrong, fundador de la Iglesia de Dios Universal, tomó la frase ―el Verbo se hizo carne‖ y sacó la conclusión de que quería decir “conversión en carne‖. Cristo el Verbo (la Palabra) no simplemente asumió una naturaleza adicional, la

humana; más bien, experimentó una metamorfosis a carne humana. Se volvió exclusivamente humano. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El telón de fondo del Antiguo Testamento nos ayuda a entender lo que Juan dice en este importante versículo. Las palabras que escogió Juan al describir la encarnación revelan mucho. La frase: Jesús ―habitó entre nosotros‖ se traduce más exactamente como: ―puso su morada entre nosotros‖ o ―montó su tienda [tabernáculo] entre nosotros‖. Al emplear esta terminología, Juan hacia mucho uso del Antiguo Testamento. El que Jesús ―montó su tabernáculo‖ entre nosotros evoca el tabernáculo del Antiguo Testamento durante la peregrinación de Israel por el desierto. Al pueblo de Dios se le ordenó erigir el tabernáculo para recordarles que la morada de Dios estaba entre ellos. Éxodo 25.8 cuenta que Dios dice: ―Me erigirán un santuario, y habitaré en medio de ellos‖. Por consiguiente, de la misma manera que Dios habitaba antiguamente entre su pueblo en tiempos del Antiguo Testamento en el tabernáculo que se erigió para él, ahora en un sentido más amplio se ha establecido en la Tierra en un tabernáculo de carne humana. Además, el uso de Juan de la palabra griega eskénosen (―montó su tabernáculo‖) cobra aún más importancia cuando se toma en cuenta que la gloria que provenía de la presencia inmediata del Señor en el tabernáculo llegó a asociarse con la shejiná, una palabra que se refiere al resplandor, la gloria o la presencia de Dios habitando en medio de su pueblo. Cuando Cristo se hizo carne (Jn 1.14), la gloriosa presencia de Dios estaba plenamente encarnada en él, pues él es la verdadera shejiná. La misma gloria que contempló Moisés en el tabernáculo en Éxodo 40.34-38 fue revelada en la persona de Jesucristo en el Monte de la Transfiguración (Mt 17). Es más, es esencial reconocer que Cristo el Logos no dejó de ser el Logos cuando ―se hizo carne‖. Cristo todavía tenía en sí mismo la plenitud de la gloria shejiná, pero esa gloria estaba tapada para que él pudiera funcionar en el mundo de la humanidad. La Palabra no dejó de ser lo que era antes, pero asumió una naturaleza adicional: una naturaleza humana. Este es el misterio de la Encarnación: Cristo el Logos era plenamente Dios y plenamente humano. La gloria shejiná habitó en el tabernáculo de la carne de Jesús. Desde luego, aunque el cuerpo humano de Jesús era, en un sentido, un ―templo‖ en el que habitaba la gloria shejiná, su cuerpo no era un paralelo exacto del tabernáculo del Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento, Dios siempre permanecía distinto del tabernáculo, aunque habitaba en el tabernáculo. En el Nuevo Testamento, aprendemos que Jesús en la encarnación asumió permanentemente una naturaleza humana. Por consiguiente, el cuerpo humano de Jesús no era un simple templo que encarnaba la gloria shejiná; más bien, se volvió una parte integral de su persona como el Dios-hombre. JUAN 2.1-11: ¿Indica este pasaje que Jesús se casó, como enseñan los mormones? TERGIVERSACIÓN: Los mormones creen que la descripción de la boda en Caná de Galilea es en realidad una boda en que Jesús tomó para sí una novia judía (Van Gorden, 1995, p. 49).

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los mormones están viendo en este pasaje algo que simplemente no existe ahí. Un simple vistazo al contexto indica que Jesús y sus discípulos fueron ―invitados‖ a esta boda, así que no hay ninguna posibilidad de que pudiera ser su propia boda (véase v. 2). Se representa a Jesús, así como a sus discípulos, como invitado en esta boda, no como participante en ella. En ninguna parte menciona el Nuevo Testamento que Jesús haya tenido esposa, aunque sí menciona a otros parientes suyos (Mt 13.55, 56). Por lo menos algunos de sus discípulos tenían esposa (Mt 8.14) Los Evangelios aun registran el tiempo que Jesús pasó con sus amigos Lázaro, María y Marta. Pero no hay ni una palabra acerca del tiempo que haya pasado con una esposa. En efecto, no tenía ningún hogar propio (Lc 9.58). JUAN 3.3: Lo de ―nacer de nuevo‖ ¿indica que Jesús enseñaba la reencarnación? TERGIVERSACIÓN: Algunas sectas —entre ellas los adeptos de la Nueva Era— citan este versículo para apoyar su opinión de que Jesús enseñaba que era necesario ser reencarnado. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Lo que Jesús enseña en este pasaje no es la reencarnación, sino la regeneración. La doctrina de reencarnación enseña que después que una persona muere, entra otro cuerpo mortal para vivir otra vez en esta Tierra. Este proceso se repite una y otra vez en un ciclo casi interminable e nacimiento, muerte, y nuevo nacimiento en otro cuerpo mortal. Si Jesús estuviera propugnando reencarnación, debió decir: ...si una persona no nace una y otra y otra y otra vez‖. La doctrina de reencarnación enseña que las personas mueren una y otra vez hasta llegar a la perfección (Nirvana). No obstante, la Biblia enseña claramente que ―está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio‖ (Heb 9.27). Cada ser humano vive una vez como mortal en la Tierra, muere una vez y se enfrenta al juicio. En los versículos que siguen, Jesús explica lo que quiere decir con nacer de nuevo. Jesús dice: ―[E]l que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios‖ (Jn 3.5). Aunque hay comentaristas que discrepan sobre exactamente qué significa ―agua‖ en este contexto (véanse los comentarios sobre Jn 3.5), todos están de acuerdo en que no hay ninguna posibilidad de que pueda referirse a la reencarnación. Nacer de nuevo es, entonces quedar limpios de nuestros pecados y recibir la vida de Dios por medio del Espíritu de Dios (Ro 3.21-26; Ef 2.5; Col 2.13). Jesús enseñaba que las personas deciden su destino eterno en una sola vida (Mt 25.46). Es precisamente por eso que el apóstol Pablo recalcó que ―ahora es el día de salvación‖ (2 Co 6.2). JUAN 3.3: El hecho de que los cristianos ―nazcan de nuevo‖ ¿quiere decir que Dios confiere su naturaleza divina a nuestros espíritus humanos, como sugieren algunos maestros de la Palabra de Fe?

TERGIVERSACIÓN: Algunos maestros de la Palabra de Fe dicen que en el momento del nuevo nacimiento Dios confiere a nosotros su naturaleza. Cuando nacemos de nuevo, Dios confiere ―su misma naturaleza, sustancia y ser a nuestros espíritus humanos‖ (Hagin, Word of Faith [Palabra de fe], enero de 1978, p. 3). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La interpretación de este versículo por los adeptos de la Palabra de Fe es un ejemplo de eiségesis (es decir, atribuir al texto un significado que no tiene), a diferencia de exégesis (es decir, sacar del texto el significado que sí tiene). Las Escrituras claramente consideran que el nacimiento de nuevo (griego: ánothen) es un nacimiento espiritual. No entraña un cambio de esencia o naturaleza (es decir, volverse divino), sino la comunicación de vida a un espíritu puramente humano por Dios (2 Co 5.17; Tit 3.5). Su transformación espiritual traslada una persona del reino de la oscuridad al reino de Dios (Col 1.13). Para pertenecer al reino de Dios, uno debe ―nacer‖ en él. Es esencial darse cuenta de que, aunque los que ―nacen de nuevo‖ se vuelven ―nuevas criaturas‖ (2 Co 5.17), definitivamente siguen siendo criaturas. Para argumentación bíblica en contra de la idea de que los seres humanos puedan volverse dioses, véase el análisis de Génesis 1.26. JUAN 3.5: ¿Indica este versículo que sólo los de la ―clase ungida‖ nacen de nuevo y viven para siempre con Dios en el cielo? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová enseñan que sólo los de la clase ungida nacen de nuevo, no las ―otras ovejas‖. El nuevo nacimiento es necesario, dicen, para entrar en el cielo. ―Las ‗otras ovejas‘ no necesitan semejante nuevo nacimiento, pues su meta es vida eterna en el paraíso terrenal restaurado como súbditos del Reino‖ (Watchtower [Atalaya], 15 febrero 1986, p. 14). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Primera de Juan 5.1a afirma: ―Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios.‖ Por consiguiente, no se puede limitar el nuevo nacimiento a tan sólo 144.000 personas. Juan 1.12 declara: ―Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.‖ Cualquiera que ponga su fe en Cristo ―nace de nuevo‖ y de inmediato es incorporado en la eterna familia de Dios (1 P 1.23). El nuevo nacimiento también le da al creyente una nueva habilidad y deseo de agradar al Padre (2 Co 5.17).Todos los que tienen esta cualidad dan pruebas de haber nacido de nuevo (cf. 1 Jn 2.29- 3.9).Véanse los comentarios sobre Apocalipsis 7.4. JUAN 3.5: ¿Enseña este versículo que el bautismo es necesario para salvación? TERGIVERSACIÓN: Jesús le dijo a Nicodemo que ―el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios (Jn 3.5). Ciertos grupos, tales como los mormones, citan este versículo como prueba de que uno debe ser bautizado para ser salvo (Talmage, 1975 p. 129).

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El bautismo no es necesario para salvación (véanse los comentarios sobre Hechos 2.38). La salvación viene por gracia por medio de la fe y no por medio de las obras de justicia (Ef 2.8-9; Tit 3.5-6). Pero el bautismo es una obra de justicia (véase Mt 3.15). ¿Qué, pues, quería decir Jesús aquí al referirse a ―nacer de agua‖? Hay tres maneras básicas de entender esto, ninguna de las cuales involucra regeneración mediante el bautismo. Algunos creen que Jesús está hablando del agua del vientre, ya que acababa de mencionar ―el vientre de su madre‖ en el versículo anterior. De ser así, decía: ―A menos que nazcas una vez por medio del agua (en el nacimiento físico) y entonces una vez más mediante el ‗Espíritu‘ en el nacimiento espiritual, no puedes ser salvo.‖ Otros suponen que ―nacer de agua‖ se refiere a ―el lavamiento del agua por la palabra” (Ef 5.26). Observan que Pedro se refiere a nacer de nuevo por medio de la Palabra de Dios (1 P 1.23), la mismísima cosa de la cual habla Juan en estos versículos (cf. Jn 3.3, 7). Otros más creen que ―nacer de agua‖ se refiere al bautismo de Juan mencionado en Juan 1.26. Juan dijo que él bautizaba en agua para arrepentimiento, pero que Jesús bautizaría en el Espíritu (Mt 3 11) diciendo: ―Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado‖ (Mt 3.2). Si eso es lo que significa, cuando Jesús dijo que debían ―nacer del agua y del Espíritu‖ (Jn 3.5), quería decir que los judíos de sus días debían someterse al bautismo de arrepentimiento por Juan y también al bautismo posterior del Espíritu Santo antes que pudieran ―entrar en el reino de Dios‖. JUAN 3.16: ¿Indica ―Hijo unigénito‖ que Jesucristo es un ser creado? TERGIVERSACIÓN: Este versículo se refiere a Jesús como el ―Hijo unigénito‖ de Dios. Los testigos de Jehová nos dicen que Jesús es el hijo unigénito de Dios en el sentido de que fue creado directamente por la mano de Dios (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 918). Es, por tanto, un dios inferior a Dios Padre. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La palabra ―unigénito‖ no quiere decir que Cristo fue creado, sino más bien que era ―singular‖ o ―único en su clase‖ (griego: monogenés). Jesús era el único hijo de Dios por naturaleza; es decir, tiene la mismísima naturaleza de Dios. Es de notar que cuando Jesús afirmaba ser el Hijo de Dios, sus coetáneos judíos entendieron que afirmaba ser deidad en sentido incondicional y quisieron apedrearlo: ―Nosotros tenemos una ley y, según nuestra ley, [Jesús] debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios‖ (Jn 19.7). Pensaron que Jesús blasfemaba porque reivindicaba deidad para sí mismo. Muchos evangélicos creen que la condición de hijo que tenía Cristo es una condición eterna. Una prueba de la eternidad de su condición de hijo se ve en el hecho de que se le represente como el Hijo de Dios ya antes de su nacimiento humano en Belén (Jn 3.1617; cf. Pr 30.4). Hebreos 1.2 dice que Dios creó el universo por medio de su ―Hijo‖, lo cual da a entender que Cristo era el Hijo de Dios antes de la Creación. Además, se dice explícitamente que Cristo como el Hijo existía ―antes que todas las cosas‖ (Col 1.17;

compárese con w. 13-14). Asimismo, Jesús, hablando como el Hijo de Dios (Jn 8.5456), afirma su preexistencia eterna antes de Abraham (v. 58). A la luz de todo eso, la identidad de Cristo como el Hijo de Dios no connota inferioridad ni subordinación, ni de esencia ni de posición. JUAN 4.23: ¿Indica este versículo que sólo Dios Padre —y no Jesús— ha de ser adorado? TERGIVERSACIÓN: Juan 4.23 dice: ―Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren.‖ Los testigos de Jehová creen que hay que adorar sólo al Padre. A Cristo se le debe rendir ―homenaje‖ (Wachtower [Atalaya], 15 febrero 1983, p. 18). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La misma palabra griega que se emplea al hablar de adorar al Padre (proskunéo) se emplea al hablar de adorar a Cristo en el Nuevo Testamento. Jesús fue adorado por Tomás (Jn 20.28), por ángeles (Heb 1.6), por sabios (Mt 2.11), por un leproso (Mt 8.2), por un dignatario (Mt 9.18), por un ciego (Jn 9.38), por una mujer (Mt 15.25), por las mujeres que lo vieron cerca de la tumba (Mt 28.9) y por los discípulos (Mt 28.17). En el libro de Apocalipsis, la adoración que recibe el Padre (4.10) es exactamente igual a la adoración que recibe Jesucristo (5.11-14). JUAN 5.28-29: ¿Enseña Jesús salvación por obras? TERGIVERSACIÓN: Jesús dice en el Evangelio según San Juan que ―llegará la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida; pero los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación (vv. 28, 29). Eso parece indicar salvación por obras, un rasgo común de sectas, tales como los testigos de Jehová y los mormones (p. ej., Smith, 1975, 1.134). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Al principio de su Evangelio, Juan escribe: ―Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Estos no nacieron de sangre, ni por voluntad de carne, ni por voluntad de varón, sino de Dios‖ (Jn 1.12-13, cursivas añadidas). Jesús dice en Juan 3.16-18: De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Además, en Juan 5.24, Jesús dice: ―De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado

de muerte a vida‖. A base de esos pasajes queda claro que Jesús no creía en salvación por obras. La referencia de Jesús a las buenas obras en Juan 5.28-29 trata de lo que ocurre después de poner la fe en Cristo para la salvación. Para ser salvo uno necesita la gracia de Dios (Ef 2.8-9), pero la fe auténtica se expresa en buenas obras (v. 10). El apóstol Pablo, en el libro de Romanos, dice algo muy parecido a lo que dice Jesús en Juan 5.2829. En Romanos Pablo dice que Dios ―pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honra e inmortalidad; pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia‖ (Ro 2.6-8). Pero Pablo también escribió: ―Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios‖ (Ef 2.8). En el pasaje en Romanos, Pablo no habla de la persona que logra la vida eterna por fe, sino de la persona que muestra esa vida en sus buenas obras. En Efesios Pablo dice que ninguno puede salvarse por obras antes de la salvación. Véanse también los comentarios sobre Santiago 2.17-18. JUAN 5.43: ¿Indica este versículo que ―Jesús‖ es ―el nombre del Padre‖ (o que Jesús es el Padre), como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: Jesús afirmó: ―Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís‖ (Jn 5.43). Los Pentecostales Unidos suelen interpretar ―en nombre de mi Padre‖ en el sentido de que el nombre de Jesús es el nombre del Padre (es decir, Jesús es el Padre) (Campbell, 1975, p. 43). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El uso de la palabra ―nombre‖ en este versículo tiene que ver con la autoridad. Aunque muchos vienen en su propio nombre, Jesús viene no en su propia autoridad sino en la autoridad del Padre. Está claro, pues, que este versículo, lejos de indicar que Jesús es el Padre, en realidad señala la distinción entre el Padre y Jesús. Uno viene en la autoridad del otro. Véanse también los análisis de Juan 10.30 y 14.6-11. JUAN 6.53a: Cuando Jesús dijo que había que ―comer su carne‖, ¿enseñaba lo que los católicos posteriormente llamaron ―transubstanciación‖? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo: ―Si no coméis la carne del Hijo del hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros‖. Los católicos usan este versículo para justificar su creencia en la transubstanciación: la idea de que los elementos de la comunión realmente se convierten en el cuerpo y la sangre físicos de Cristo en el momento de consagración. El Concilio de Trento hizo parte oficial de la fe católica la doctrina que dice que ―mediante la consagración del pan y del vino ocurre una conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del cuerpo de Cristo nuestro Señor, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su sangre. La Iglesia Católica apropiadamente llama esta conversión transubstanciación‖ (Denzinger, no. 877, pp. 267-68). La autoridad católica Ludwig Ott resume el argumento así:

Sin embargo, la necesidad de aceptar una interpretación literal en este caso [de Jn 6.53] es evidente: a) De la naturaleza de las palabras empleadas. Uno se fija especialmente en las expresiones realistas alethés brósis = comida verdadera, real (v. 55); alethés pósis = bebida verdadera, real (v. 55); tróguein = roer, masticar, comer (vv. 54ss.). b) De las dificultades creadas por una interpretación figurada. En el lenguaje de la Biblia, comer la carne de una persona y beber su sangre en el sentido metafórico quiere decir perseguirlo de modo sangriento, para destruirlo. (Cf. Sal 26, 2; Is 9, 20; 49, 26; Miq 3, 3. c) De las reacciones de los oyentes, las cuales Jesús no corrige, como había hecho antes en el caso de malos entendidos (cf. Jn 3,3ss.; 4,32ss.; Mt 16,6ss.). En este caso, más bien confirma la aceptación literal de sus palabras a riesgo de que sus discípulos y sus apóstoles lo abandonaran (vv. 60ss.). [Ott, 1960, p. 374]. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No es necesario entender estas frases en sentido físico. Las palabras de Jesús no tienen que entenderse en el sentido de ingerir su mismísimo cuerpo físico y su mismísima sangre física. Jesús a menudo hablaba usando metáforas y figuras retóricas. Llamaba a los fariseos ―guías ciegos‖ (Mt 23.16) y a Herodes ―zorra‖ (Lc 13.32). Los eruditos católicos no entienden estos términos en sentido literal. Tampoco suponen que Jesús hablaba en sentido físico cuando dijo: ―Yo soy la puerta‖ (Jn 10.9). No hay, por tanto, ninguna necesidad de entender a Jesús en un sentido literal y físico cuando dijo: ―Esto es mi cuerpo‖ o ―come mi carne‖. Jesús a menudo hablaba usando parábolas y figuras gráficas, como él mismo dijo (Mt 13.1011). Como veremos, es posible entender esas imágenes a partir del contexto. Ni siquiera es razonable entender las palabras de Jesús en sentido físico. La cualidad vívida de las frases no constituye una prueba de su sentido literal. Jesús usaba frases vívidas cuando hablaba de manera figurada. Por ejemplo, en Juan 15.1 Jesús dijo: ―Yo soy la vid‖. El ser vivido no constituye necesariamente una prueba de sentido idéntico. Los Salmos están llenos de figuras retóricas vividas. A Dios se le representa como una roca (Sal 18.2), un ave (Sal 63.7), una torre (Pr 18.10) y de muchas otras maneras. Además, la Biblia a menudo emplea el lenguaje de ingestión en sentido figurado. ―Gustad y ved que es bueno Jehová‖ es un ejemplo que hace al caso (Sal 34.8). Al mismo apóstol Juan se le dijo que debía comer un rollo (la Palabra de Dios) en Apocalipsis: ―Toma y cómelo.‖ Juan hizo lo que se le mandó y dijo: ―[C]uando lo hube comido amargó mi vientre‖ (Ap 10.9b, 10). ¿Qué podría ser más vivido? Pero quería decir que él recibió la Palabra de Dios (el rollo). Aun el apóstol Pedro les dice a los creyentes jóvenes: ―[D]esead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada‖ (1 P 2.2) .Y el escritor de Hebreos habla del ―alimento sólido‖ para cristianos maduros (5.14), y de otras personas que volvieron a caer después que ―gustaron del don celestial‖ (6.4). Tampoco es necesario, como sugieren los eruditos católicos, entender ―carne y sangre‖ en sentido literal porque se emplea esta frase de esa manera en muchos lugares en otros contextos. Como saben todos los biblistas, palabras idénticas tienen sentidos distintos en contextos distintos. La misma palabra ―carne‖ (sarx), por ejemplo, se emplea en el Nuevo Testamento en un sentido espiritual, no físico, al hablar de la naturaleza caída de los seres humanos, como cuando Pablo dijo: ―Y yo sé que en mí,

esto es, en mi carne, no habita el bien‖ (Ro 7.18; cf. G1 5.17). Se descubre el sentido examinando el contexto, no simplemente viendo que se emplea la misma palabra o una similar. Las mismas palabras se emplean de maneras muy distintas en contextos distintos. Aun la palabra ―cuerpo‖ (soma), que quiere decir un cuerpo físico cuando se usa al hablar de un ser humano individual, quiere decir el cuerpo espiritual de Cristo, la iglesia, en otros contextos (cf. Ef 1.22, 23), como reconocen tanto católicos como protestantes. El hecho de que algunos oyentes de Jesús entendieran sus palabras en sentido físico sin su reprimenda explícita e inmediata no es un buen argumento, por varias razones. En primer lugar, Jesús reprendió su comprensión, por lo menos implícitamente, cuando dijo posteriormente, en el mismo discurso: ―El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida‖ (Jn 6.63). Tomando prestada una frase del apóstol Pablo, las palabras de Jesús ―se han de discernir espiritualmente‖ (1 Co 2.14), no en un craso sentido caníbal. Además, Jesús no tenía que reprenderlo explícitamente para que fuera incorrecto. Una comprensión pegada a la letra en este contexto habría sedo tan caníbal que ningún discípulo debía esperar que el Señor hiciera una declaración tan absurda. Tampoco vale en este contexto recurrir a una supuesta transformación milagrosa. El único milagro relacionado con esto es la alimentación de los cinco mil (Jn 6.11), la cual proporcionó la oportunidad para este discurso sobre el Pan de Vida (Jn 6.35). Recurrir aquí a un milagro de transubstanciación es Deus ex machina: un intento vano de evocar a Dios a fin de impedir el fracaso de la interpretación de uno. No es posible interpretar la declaración en sentido físico. Desde por lo menos un punto de vista importante, no es física ni teológicamente posible que un cristiano ortodoxo se atenga a una interpretación literal de las palabras de Jesús durante la última cena: ―Esto es mi cuerpo.‖ Pues cuando Jesús dijo: ―Esto es mi cuerpo‖ con referencia al pan en su mano, ningún apóstol que estaba presente tenía la más mínima posibilidad de entender que él quería decir que el pan era en realidad su cuerpo físico, ya que él todavía estaba con e os en su cuerpo físico, la manos del cual sostenían es mismo pan. De otra forma, debemos creer que Cristo sostenía su propio cuerpo en las propias manos. Eso nos recuerda el mito medieval del santo cuya cabeza le fue cortada, ¡pero aun así la metió en la boca y cruzó el río a nado! Jesús no podía estar hablando físicamente al decir. Esto es mi cuerpo‖, porque desde su encarnación siempre ha sido ser humano y también siempre ha habitado un cuerpo humano (con la excepción de tres días en una tumba). Por consiguiente, si el pan y el vino que sostenía en las manos durante la Última Cena fueran en realidad su carne y sangre literales, habría estado encarnado en dos lugares dite- rentes al mismo tiempo. Pero un cuerpo físico no puede estar en dos lugares diferentes al mismo tiempo. Se requieren dos cuerpos diferentes para hacer eso. Por consiguiente, a pesar de las protestas católicas al contrario, lógicamente la transubstanciación involucraría dos cuerpos y dos encarnaciones de Cristo, lo cual va en contra de la doctrina ortodoxa de la Encarnación.

JUAN 6.53b: ¿Hacen bien los católicos al adorar la ―Hostia Consagrada‖ en la misa, o se trata de una forma de idolatría? TERGIVERSACIÓN: Ya que los católicos creen que los elementos de la comunión se transforman en el mismísimo cuerpo y la mismísima sangre de Cristo, es apropiado adorar a las hostias consagrada. El concilio de Trento declaró enérgicamente que ―no cabe, por tanto, duda de que todos los fieles de Cristo... ofrecen en veneración... la adoración de latría que se le debe al verdadero Dios, a este Santísimo Sacramento‖ (Denzinger, no. 878, p. 268). El razonamiento que apoya eso es que ya que Cristo en su forma humana es Dios y, por tanto, es apropiado adorarlo (p. ej., Jn 20.28), y ya que en la misa el pan y el vino se transforman en el mismísimo cuerpo y la mismísima sangre de Cristo, no hay razón que no se deba adorar a este sacramento como a Dios. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Muchos protestantes creen que esta es una forma de idolatría. Involucra la adoración de algo que los sentidos dados por Dios de cada ser humano normal le dicen ser una creación finita de Dios, a saber, pan y vino. Se trata de adorar a Dios en una imagen física, una forma de adoración que está claramente prohibida en los Diez Mandamientos (Ex 20.4). Además, recurrir a alguna clase de presencia ubicua del cuerpo de Cristo u omnipresencia de Cristo como Dios en la hostia no resuelve el cargo de idolatría. La idea de que los elementos eucarísticos son sólo la ―ropa fortuita‖ en la cual Cristo está de alguna manera ubicado es la misma clase de argumento mediante el cual los paganos han justificado la adoración de piedras o estatuas. Dios está presente en todas partes, incluso en sus objetos de adoración. Ningún pagano animista realmente adora a la piedra sino al espíritu que la anima. Afirmar que la hostia consagrada es cualquier cosa más que una creación finita socava la misma base epistemológica mediante la cual podemos saber cualquier cosa en el mundo empírico. También socava, indirectamente, la base histórica del apoyo a la verdad acerca del Cristo encarnado, su muerte y su resurrección. Si no se puede confiar en los sentidos cuando experimentan los elementos de la comunión, los apóstoles no habrían podido verificar la afirmación de Cristo de haber resucitado. Jesús dijo: “Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo‖ (Le 24.39, cursivas añadidas; cf. Jn 20.27).Juan dijo de Cristo que era ―Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos‖ (1 Jn 1.1, cursivas añadidas). Se dice que ocurre un milagro cada vez que el sacerdote consagra la hostia, pero la misa no da indicios de lo milagroso. Afirmar que la misa entraña lo milagroso cuando no hay indicios de lo milagroso hace irrelevante la manera normal y natural de observar las cosas. Usando la misma clase de razonamiento que los católicos emplean para justificar la aseveración de que una sustancia material invisible milagrosa mente sustituye las señales empíricamente obvias de pan y vino podría justificar la creencia en San Nicolás durante la Navidad, o que un duendecillo invisible mueve las manecillas de un reloj. Literalmente son tonterías. No es sensato, aunque su objeto es un cuerpo palpable

(es decir, físico). Filosóficamente, es un suceso empíricamente incognoscible en el mundo empírico. Y teológicamente, es una cuestión de pura fe. Uno debe creer simplemente en lo que dice el Magisterio docente, a saber, que la hostia es en realidad el cuerpo de Jesús, aunque los sentidos humanos revelan que no es así. Si la misa es un milagro, prácticamente cualquier suceso natural y empírico también podría ser un milagro. Pero si eso es cierto, nada es un milagro, ya que nada es excepcional. Por consiguiente, afirmar que la misa es un milagro socava la naturaleza misma de los milagros, por los menos como sucesos especiales que tienen valor apologético. Es inútil que los apologistas católicos recurran a apariciones divinas especiales (teofanías) en un intento por evitar estas críticas. Pues hay una diferencia muy importante que pasan por alto: cuando Dios mismo aparece en forma finita, es una aparición milagrosa obvia. Uno sabe claramente que no se trata de un suceso normal. Hay manifestaciones sobrenaturales, voces, profecías o sucesos raros en la naturaleza relacionados con la aparición (cf. Ex 3.1 – 4.17). No se asocian tales sucesos con la misa. En Afecto, en ninguna parte del Nuevo Testamento se emplean las palabras normales para milagros (señal, prodigio, poder) al hablar de la comunión. No hay ningún indicio en absoluto de que se trate de cualquier cosa más que un suceso natural con elementos naturales sobre las cuales Cristo pone bendiciones espirituales especiales cuando ―recordamos‖ su muerte (1 Co 11.25). JUAN 8.58: ¿Indica este versículo que Jesús era solamente preexistente (a diferencia de ser eternamente preexistente)? TERGIVERSACIÓN: En Juan 8.58 leemos: ―Jesús les dijo: —De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuera, yo soy.‖ Por contraste, la Traducción del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová dice: ―Jesús les dijo: ‗Muy verdaderamente les digo: Antes que Abrahán llegara existir, yo he sido‘.‖ Eso indica que Jesús era preexistente pero no eternamente preexistente (definitivamente no como el gran Yo Soy del Antiguo Testamento). ―La pregunta de los judíos (versículo 57) a la cual respondía Jesús tenía que ver con edad, no con identidad La respuesta de Jesús, lógicamente, trató sobre su edad, la duración de su existencia‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 418). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los estudiosos del griego están de acuerdo en que la Sociedad de la Atalaya no tiene justificación para traducir egó eimí en Juan 8.58 como ―yo he sido‖ (una traducción que oculta su relación con Éxodo 3.14 donde Dios revela que su nombre es Yo Soy). La Sociedad de la Atalaya antes trataba de clasificar la palabra griega eimí como un tiempo perfecto indefinido para justificar esta traducción; pero los estudiosos del griego han respondido señalando que no existe un tiempo perfecto indefinido en griego. Las palabras egó eimí ocurren muchas veces en el Evangelio según San Juan. Curiosamente, la Traducción del Nuevo Mundo en otras partes traduce egó eimí correctamente (como en Jn 4.26; 6.35, 48, 51; 8.12, 24, 28; 10.7, 11, 14; 11.25; 14.6;

15.1, 5; y 18.5, 6, 8). Sólo en Juan 8.58 se da la traducción errónea. El motivo de la Sociedad de la Atalaya para traducir este versículo de manera diferente es el deseo de evitar que parezca que Jesús es el gran Yo Soy del Antiguo Testamento. La coherencia y la integridad académica exigen que se traduzca Juan 8.58 en la misma forma en que se traducen todos los otros casos de egó eimí, es decir, como ―yo soy‖. Por último, como se notó anteriormente, Yo Soy es el nombre de Dios revelado a Moisés en Éxodo 3.14 – 15. El nombre comunica la idea de existencia independiente eterna. Conocer a Yahvé es conocer al eterno. Es, por tanto, comprensible que cuando Jesús afirmó ser Yo Soy, los judíos inmediatamente tomaran piedras con la intención de dar muerte a Jesús, pues reconocieron que se identificaba implícitamente como Yahvé. JUAN 8.58: ¿Indica este versículo que todos los seres humanos tienen la presencia Yo Soy de Dios dentro de sí? TERGIVERSACIÓN: Los dirigentes de la Nueva Era, Mark y Elizabeth Clare Prophet, interpretan estas palabras de Jesús con un nuevo enfoque típico de la Nueva Era, exaltando a todos los seres humanos hasta el nivel de Dios. Los Prophet nos dicen que ―La Presencia YO SOY de Jesús se ve igual a la de usted. Esta es el común denominador. Esta es la igualdad mutua de los hijos e hijas de Dios. Los creó iguales en el sentido de que les dio una Presencia YO SOY: les dio a ustedes un Yo Divino‖ (Prophet, 1990, p. 83). Asimismo, la fundadora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, dijo que ―con estos dichos Jesús quería decir, no que el Jesús humano era o es eterno, sino que la idea divina o Cristo era y es así, y por tanto era anterior a Abraham; no que el Jesús corpóreo era uno con el Padre, sino que la idea espiritual, Cristo, habita para siempre en el seno del Padre‖ (Eddy, Science and Health [Ciencia y salud], pp. 333 – 34). ¿Es esta una comprensión correcta de la afirmación de Jesús aquí? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Juan 8.58 no puede interpretarse en el sentido de que todos los seres humanos tienen una ―Presencia YO SOY‖. En este versículo, Jesús, de manera implícita y única, se atribuyó a sí mismo el nombre divino Yahvé. El telón de fondo de esto es que Yo Soy y Yahvé se identifican en Éxodo 3.14 – 15. Jesús aquí se identificaba con Dios Todopoderoso como Dios se reveló en Éxodo 3. Los judíos no pensaron que Jesús enseñaba que ellos también estaban identificados como Yo Soy. Tampoco los corrigió Jesús, diciendo: ―Ah, me entendieron mal, pues ustedes también son Yo Soy. Jesús, de manera única y exclusiva, afirmó ser el gran Yo Soy del Antiguo Testamento. La reacción del público judío demuestra que entendieron que Jesús afirmaba, de manera única, ser deidad. Pues ―Tomaron entonces piedras para arrojárselas‖ (v. 59), lo cual era la reacción apropiada a uno que ―siendo hombre, te haces Dios‖ (cf. Jn 10.32 – 33).Véanse también los comentarios sobre Mateo 6.33; 24.23 – 24. JUAN 9.1: ¿Apoya este versículo la doctrina de reencarnación, como enseña la Escuela Unificada de Cristianismo?

TERGIVERSACIÓN: En este pasaje leemos que Jesús sanó a un hombre que había nacido ciego. La Escuela Unificada de Cristianismo enseña que este hombre nació ciego por los pecados que cometió en sus encarnaciones anteriores (Ehrenborg, p. 77). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El caso es precisamente lo contrario. Los discípulos de Jesús le preguntaron: ―Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego?‖ (Jn 9.2). Jesús respondió: ―No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él‖ (v. 3). Si Jesús hubiera creído en la ley de karma, no habría dicho tal cosa; más bien habría dicho que este hombre nació ciego a causa de pecado cometido en una vida anterior. Los discípulos que le hicieron la pregunta a Jesús tampoco creían en reencarnación. Los teólogos judíos de aquel tiempo daban dos razones para explicar los defectos de nacimiento: pecado prenatal (antes del nacimiento, pero no antes de la concepción) y pecado paternal. Afirmaban que cuando una mujer embarazada adoraba en un templo pagano, el feto también cometía idolatría. También creían que los pecados de los padres serían visitados sobre los hijos (Ex 20.5; Sal 109.14; Is 65.6-7). Por consiguiente, cuando vieron a este hombre ciego, supusieron que sus padres habían cometido algún pecado horrendo, o que quizá cuando él estaba en el vientre su madre había visitado un templo pagano. El Nuevo Testamento se declara enérgicamente en contra de la reencarnación, afirmando que ―está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio‖ (Heb 9.27). Para más argumentos en contra de la reencarnación y el karma, véanse los análisis de Mateo 22.42 y Juan 3.3. JUAN 10.16: ¿Se refiere este versículo a las ―otras ovejas‖ que vivirán para siempre en un paraíso terrenal? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová dicen que hay dos rebaños del pueblo de Dios. ―El ‗rebaño pequeño‘ en un redil reinará con Cristo en el cielo, y las ‗otras ovejas‘ en el otro redil vivirán en el Paraíso terrenal‖ (The Greatest Man Who Ever Lived [El hombre más grande que jamás ha vivido], 1991, sección 80). Los mormones creen que las ―otras ovejas‖ mencionadas en este versículo son israelitas desplazados que migraron a América (Smith, 1975,3.214). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las ―otras ovejas‖ de Juan 10.16 son los creyentes gentiles a diferencia de los creyentes judíos. A los judíos perdidos en los Evangelios se les había llamado ―las ovejas perdidas de la casa de Israel‖ (Mt 10.6; 15.24). A los judíos que seguían a Cristo se les llamaba sus ―ovejas‖ (Jn 10). Cuando Jesús dijo: ―Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil [judío]‖ (cursivas añadidas), se refería claramente a creyentes gentiles, no judíos. Los creyentes gentiles, junto con los creyentes judíos, ―formarán un solo rebaño, con un solo pastor‖ (DHH), no un rebaño en la Tierra y un rebaño en el cielo (véase Jn 10.16). JUAN 10.30: ¿Era Cristo uno con el Padre, o ―uno en propósito‖ con el Padre?

TERGIVERSACION: Jesús dijo: ―El Padre y yo uno somos‖! Los testigos de Jehová no creen que eso quiera decir que Jesús y el padre uno en esencia, teniendo la misma naturaleza divina. Señalan 17.21 – 22 donde Jesús le pidió al Padre para los discípulos ―que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo‖ (Traducción del Nuevo Mundo). ―Obviamente los discípulos de Jesús no se vuelven parte de la Trinidad. Pero sí llegan a compartir una unidad de propósito con el Padre y el Hijo, la misma clase de unidad que une a Dios y Cristo‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 424). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús era uno con el Padre en naturaleza, pero distinto de él en persona. El Dios trino y uno tiene una esencia pero tres personas distintas (véanse los comentarios sobre Jn 14.28). Así que Jesús era igual en sustancia pero aun así era un individuo diferente del Padre. El contexto deja muy claro que Jesús no se refiere sólo a ser uno en propósito‖ con el Padre. Sabemos que eso es cierto porque apenas os judíos lo oyeron decir que era ―uno‖ con el Padre, en seguida tornaron piedras para darle muerte por blasfemar. No pensaron que Jesús decía que era sólo ―uno en propósito‖ con el Padre (pues, en efecto, consideraban que ellos mismos eran ―uno en propósito‖ con el Padre). Más bien, entendieron que Jesús afirmaba ser Dios en sentido incondicional. Los judíos entendieron exactamente los que Jesús pretendía comunicar. JUAN 10.30: ¿Demuestra este versículo que Jesús y el Padre son la misma Persona, como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En Juan 10.30 Jesús afirmó: ―El Padre y yo uno somos.‖ Los Pentecostales Unidos, que niegan la doctrina de la Trinidad, creen que este versículo quiere decir que Jesús es Dios Padre (Bernard, 1983, p. 67). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Cuando Jesús dijo ―El Padre y yo uno somos‖, empleó la primera persona del plural esmén (―somos‖). Si Jesús hubiera pretendido decir que él y el P A eran una persona, con toda seguridad no habría empleado la primero persona del plural, el cual insinúa dos personas. También, la palabra griega para ―uno‖ (hen) en este versículo se refiere no a unidad personal (es decir, la idea de que el Padre y el Hijo son una sola persona) sino a unidad de esencia o naturaleza (es decir, que el Padre y el Hijo tienen la misma naturaleza divina). Eso es evidente en el hecho de que la forma de la palabra en griego es neutra, no masculina. En el contexto, los versículos que van inmediatamente antes y después de Juan 10.30 distinguen a Jesús del Padre (p. ej., Jn 10.25, 29, 36, 38).También es el testimonio uniforme del resto del Evangelio según San Juan (por no mencionar el resto de la Biblia) que el Padre y Jesús son personas distintas (dentro de la unidad del único Dios). Por ejemplo, el Padre envió al Hijo (Jn 3.16-17); el Padre y el Hijo se aman el uno al otro (3.35); el Padre y el Hijo se hablan el uno al otro (11.41 – 42); y el Padre conoce al Hijo así como el Hijo conoce al Padre (7.29; 8.55; 10.15).

JUAN 10.34: ¿Enseñaba Jesús que las personas podían convertirse en Dios? TERGIVERSACIÓN: Jesús respondió a un grupo de judíos y dijo: ―¿No está escrito en vuestra Ley: ‗Yo dije, dioses sois‘?‖ ¿Quiere eso decir que los seres humanos pueden convertirse en Dios? Los adeptos de la Nueva Era nos dicen que ―podemos ser el Dios que Jesús proclamó que somos: ‗Dioses sois‘ ‖ (Spangler, 1978, p. 47). Los mormones también citan este versículo para apoyar sus ideas con respecto a la pluralidad de dioses (McConkie, 1977, p. 24). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No se debe usar este texto para apoyar la idea de que somos (o podemos volvernos) pequeños dioses, pues semejante interpretación va en contra del contexto global. Jesús no está hablando a panteístas (que creen que Dios es todo y que todo es Dios) ni a politeístas (que creen en muchos dioses). Más bien, se dirige a monoteístas estrictos judíos que creen que sólo el Creador del universo es Dios. Así que su declaración no debe ser arrancada de este contexto monoteísta y tergiversada en sentido panteísta o politeísta. Se debe entender la declaración de Jesús como parte de su razonamiento total aquí, el cual es un argumento con más razón: ―Si Dios llamó aun a los jueces humanos ‗dioses‘, ¿con cuánta más razón puedo llamarme el Hijo de Dios?‖ Cristo acababa de proclamarse uno con el Padre, diciendo: ―El Padre y yo uno somos‖ (10.30). Los judíos rían apedrearlo porque pensaban que Cristo blasfemaba, haciendo^ igual a Dios (w. 3133) .Jesús respondió citando Salmo 82.6, que dice: ―Yo dije: «Vosotros sois dioses».‖ Así que, argumentó Jesús, si a l0s humanos se les podía llamar ―dioses‖, ¿por qué no se puede llamar ―Dios‖ al Hijo de Dios? Nótese que no todos son llamados ―dioses‖, sino sólo una clase especial de personas, a saber, los jueces acerca de los cuales Jesús dijo que son ―aquellos a quienes vino la palabra de Dios‖ (v. 35). Jesús mostraba que si las Escrituras del Antiguo Testamento podían dar algo de estado divino a jueces divinamente nombrados, ¿por qué debía resultarles increíble que él se llamara el Hijo de Dios? Aquellos jueces eran ―dioses‖ en el sentido de que estaban en el lugar de Dios, juzgando aun asuntos de vida y muerte. No se les llamaba ―dioses‖ porque eran seres divinos. De hecho, el texto que cita Jesús (Sal 82) continúa diciendo que eran sólo ―hombres y que morirían (v. 7).También afirma que ellos eran ―hijos del Altísimo, pero no porque eran de la esencia de Dios mismo. Es posible, como creen muchos eruditos, que cuando el salmista Asaf les dijo a los jueces injustos: ―Vosotros sois dioses, hablaba con ironía. Decía: ―Os he llamado ‗dioses‘, pero en realidad moriréis como los hombres que son en realidad.‖ De ser así, cuando Jesús aludió a este salmo en Juan 10, decía que el nombre que se les dio a los jueces israelitas en ironía y enjuicio, a él lo describía en realidad. Jesús ofrecía una defensa de su propia deidad, no de la deificación del hombre. JUAN 11.1-33: ¿Tuvo Jesús relaciones sexuales con María y Marta, como afirma la secta de los Niños de Dios?

TERGIVERSACIÓN: Algunas sectas creen que Jesús estaba casado, otros que Jesús vivía sexualmente con María y Marta. Moses David, de los Niños de Dios, confesó: ―Hasta creo que él [Jesús] vivió con ella y María y Marta posteriormente, lo cual no era pecado para él, porque él no podía cometer pecado. Todo lo que él hizo lo hizo en amor; a lo mejor lo hizo por ellas tanto como por sí mismo. Él tenía necesidades físicas al igual que ellas‖ (David, 1977, p. 4). Añade que Jesús aún puede haber contraído una enfermedad de María Magdalena quien había sido una prostituta conocida, y de varias otras mujeres que eran prostitutas que lo siguieron, o de María y Marta. De ser así, pues con toda seguridad fue tentado en todo según nuestra semejanza, y lo cargó por ellos ¡porque necesitaban su amor! Pues, si él nunca hubiera sufrido sus enfermedades sexuales, nunca habría podido tener realmente plena compasión de los sufrimientos de ellos, ¿verdad? ¡Estar dispuesto aun a contraer su enfermedad! Eso me pareció demasiado. ¿No es maravilloso? [David, 1976, pp. 2-5, 7] CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No sólo carece semejante especulación imaginativa del más mínimo indicio de apoyo de este ni cualquier otro pasaje de las Escrituras; también es blasfema. Va en contra del carácter impecable de Cristo. Jesús retó al pueblo: ―¿Quién de ustedes puede demostrar que yo tengo algún pecado?‖ (Jn 8.46, DHH). Él ―no conoció pecado‖ y era ―sin pecado‖ (Heb 4.15). Era el ―cordero sin mancha y sin contaminación‖ (1 P 1.19). No hay tan siquiera el más mínimo indicio en este texto de que Jesús sintiera una atracción romántica a María o a Marta. Estaba presente en su casa como invitado, no como amante. Jesús ni siquiera estaba a solas con estas mujeres en su casa. Su hermano Lázaro estaba presente. Cuando Lázaro murió, Jesús se encontró con María y Marta fuera de la casa (Jn 11.20, 29). Su ―amor‖ a ellas era de amistad, no de romance. Eso es evidente a partir del hecho de que el pasaje diga que ―amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro‖: a toda la familia (Jn 11.5). JUAN 11.11-Í4: ¿Demuestra este pasaje que no hay existencia consciente después de la muerte, como enseñan los testigos de Jehová? TERGIVERSACIÓN: En Juan 11.11-14 Jesús dijo que Lázaro ―se ha dormido‖ (DHH), lo cual significaba que se había muerto. Los testigos de Jehová argumentan que, ya que se describe la muerte como ―sueño‖, eso demuestra que no hay existencia consciente del alma después de la muerte (Mankind’s Search for God [La búsqueda de Dios por la humanidad], 1990, p. 128). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las Escrituras enseñan sistemáticamente que las almas tanto de creyentes como de incrédulos están conscientes entre la muerte y la resurrección. Los incrédulos están en aflicciones conscientes (Mc 9.43-48; Lc 16.22-23; Ap 19.20) y los creyentes están en dicha consciente (2 Co 5.8; Flp 1.23).

El término sueño, cuando se emplea en contextos de muerte en las Escrituras, siempre se refiere al cuerpo, no al alma. El sueño es una figura retórica apropiada para hablar de la muerte del cuerpo ya el cuerpo asume la apariencia de sueño. Para pruebas convincentes de que el alma (o espíritu) está consciente entre la muerte y la resurrección, véase el análisis de 1 Tesalonicenses 4.13. JUAN 11.49-52: ¿Apoya este texto la afirmación católica de infalibilidad papal? TERGIVERSACIÓN: Algunos eruditos católicos afirman que ya que el sumo sacerdote en el Antiguo Testamento tenía una función reveladora oficial relacionada con su cargo, se ha de esperar que haya un equivalente en el Nuevo Testamento: el papa. Los católicos usan este pasaje acerca del ejercicio de autoridad por el sumo sacerdote judío para comprobar su afirmación. ¿Es esta una interpretación correcta? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los católicos están construyendo un argumento a base de una analogía que no se basa en ninguna afirmación del Nuevo Testamento. No se puede derivar la opinión católica de ninguna exégesis correcta del texto. El Nuevo Testamento dice explícitamente que se ha abolido el sacerdocio del Antiguo Testamento. El escritor a los Hebreos declaró que se ha ―cambiado el sacerdocio‖ de aquel de Aarón (Heb 7.12). El sacerdocio aarónico se ha cumplido en Cristo, quien es sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec (vv. 15-17). Aun los católicos reconocen que no hay revelación nueva después del tiempo del Nuevo Testamento. Así que nadie después del primer siglo (incluidos los papas) puede tener una función reveladora en el sentido de dar revelaciones nuevas. Hay una función reveladora neotestamentaria en los apóstoles y profetas (cf. Ef 2.20; 3.5). Pero su revelación cesó cuando murieron. Suponer que se transmitió una función reveladora después de ellos y que reside en el obispo de Roma elude el problema. JUAN 14.6-11: ¿Demuestra este pasaje que Jesús es Dios Padre como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En este pasaje extenso Jesús dijo: ―Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais.... El que me ha visto a mí ha visto al Padre.... ¿No crees que yo soy en el Padre y el Padre en mí?.... Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí‖ (Jn 14.6-11). Los Pentecostales Unidos creen que estos versículos demuestran más allá de toda duda que Jesús es Dios Padre (Bernard, 1983, p. 68). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Estos versículos demuestran sólo que el Padre y el Hijo son uno en esencia, no que son uno en persona (véase el análisis de Jn 10.30). En Juan 14.6 Jesús se distingue claramente del Padre cuando dice: ―[N]adie viene al Padre sino por mí‖ (cursivas añadidas). Las palabras al y por no tendrían sentido si Jesús y el Padre fueran una mismísima persona. Sólo tienen sentido si el Padre y Jesús son personas distintas, y Jesús es el Mediador entre el Padre y la humanidad.

Cuando Jesús dijo: ―El que me ha visto a mí ha visto al Padre‖ (Jn 14.9), no decía que era el Padre. Más bien, Jesús es la revelación perfecta del Padre (cf. Jn 1.18) .Y la razón por la que Jesús es la revelación perfecta del Padre es que Jesús y el Padre, junto con el Espíritu Santo, son un Ser divino indivisible (Jn 10.30). Eso armoniza con una definición correcta de la Trinidad: Hay un solo Dios, pero dentro de la unidad de la Divinidad hay tres personas mutuamente iguales y coeternas que son iguales en sustancia pero distintas en subsistencia. Jesús, la segunda persona de la Trinidad, es la revelación perfecta del Padre, la primera persona de la Trinidad. La creencia de los Pentecostales Unidos de que la declaración de Jesús ―el Padre fes] en mí‖ quiere decir que la deidad (―Padre‖) habita en la humanidad (―Hijo‖) de Jesús es claramente incorrecta. De acuerdo con esa lógica, la declaración de Jesús ―yo soy en el Padre‖ tendría que significar que la naturaleza humana de Jesús habita en la deidad, lo cual no cree ningún Pentecostal Unido. JUAN 14.8-9: ¿Apoya este pasaje el panteísmo? TERGIVERSACIÓN: Los adeptos de la Nueva Era creen que ciertos dichos de Jesús en la Biblia enseñan panteísmo. Por ejemplo, en Juan 14.8-9 Jesús le dijo a Felipe: ―El que me ha visto a mí ha visto al Padre.... ¿No crees que yo soy en el Padre y el Padre en mí?‖ Jesús enseñaba aquí que Dios impregna todas las cosas (Besant, 1966, pp. 30, 35, 36, 37). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Juan 14.8-9 demuestra sólo que Jesús es la revelación perfecta del Padre. Jesús —como Dios eterno— asumió carne humana para que pudiera ser la revelación más plena de Dios (Heb 1.2-3). Jesús era una revelación de Dios no sólo en su persona (como Dios) sino también en su vida y sus enseñanzas. Observando las cosas que Jesús hizo y las cosas que Jesús dijo, aprendemos mucho acerca de Dios. Además, el formidable poder de Dios se reveló en Jesús (Jn 3.2). La increíble sabiduría de Dios se reveló en Jesús (1 Co 1.24).El amor sin límites de Dios fue revelado y demostrado por Jesús (1 Jn 3.16). La gracia insondable de Dios se reveló en Jesús (2 Ts 1.12). Versículos como éstos sirven como el telón de fondo que explica por qué Jesús le dijo a un grupo de fariseos: ―El que cree en mí, no cree solamente en mí, sino también en el Padre, que me ha enviado‖ (Jn 12.44, DHH). Jesús le dijo asimismo a Felipe ―El que me ha visto a mí ha visto al Padre‖ (Jn 14.9).Jesús fue la revelación suprema de Dios. Jesús no enseñaba el Dios impersonal y panteísta de la Nueva Era, sino más bien un Creador-Dios personal con el que uno puede establecer una relación (Mt 17.5; Mc 1.11; Le 2.49; Jn 16.32; 17.5). La idea bíblica de Dios incluye un Padre personal y cariñoso a quien los creyentes pueden llamar: ―Abba‖ (que se puede traducir aproximadamente como ―papi‖) (Mc 14.36; Ro 8.15; G1 4.6). Es más, el Dios de la Biblia es distinto de la creación (Ec 5.2; cf. Gn 1.1; Neh 9.6; Sal 33.8-9; 148.5).

Si Jesús fuera un ―maestro ilustrado‖ que enseñaba panteísmo, como dicen los adeptos de la Nueva Era, era un maestro pésimo, pues todos los que lo siguieron acabaron siendo no panteístas sino teístas que creían en un Creador-Dios personal. JUAN 14.16: ¿Tienen los musulmanes razón al relacionar esta promesa del ―Consolador‖ venidero con Mahoma? TERGIVERSACIÓN: Los eruditos musulmanes ven en esta referencia al ―Consolador‖ (griego: parákletos) prometido una predicción de Mahoma, porque el Corán (Sura 61.6) se refiere a Mahoma como Ahmad (periklutós), lo cual los musulmanes suponen ser la traducción correcta de parákletos. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ninguna base en absoluto para sacar la conclusión de que el ―Consolador‖ (parákletos) mencionado por Jesús sea Mahoma. De los 5.366 manuscritos griegos del Nuevo Testamento, ni un solo manuscrito contiene la palabra periklutós (―el alabado‖), como los musulmanes afirman que debe decir. Jesús identifica claramente al Consolador como el Espíritu Santo, no Mahoma. Jesús se refiere a ―el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará‖ (Jn 14.26). El Consolador fue dado a los discípulos de Cristo (―os‖, v. 16), pero no fue dado Mahoma. Y el Consolador había de estar con ellos ―para siempre‖ (v. 16), pero Mahoma está muerto desde hace trece siglos. Jesús les dijo a los discípulos: ―[V]osotros lo conocéis [al Consolador]‖ (v. 17), pero no conocían a Mahoma. Este ni siquiera nació hasta seis siglos después. Jesús les dijo a sus apóstoles que el Consolador estaría ―en vosotros‖ (v. 17). En ningún sentido estaba Mahoma ―en‖ los apóstoles de Jesús. El Consolador sería enviado ―en mi nombre [el de Jesús]‖ (Jn 14.26). Pero ningún musulmán cree que Mahoma fuera enviado por Jesús en su nombre. El Consolador a quien enviaría Jesús ―no hablará por su propia cuenta‖ (Jn 16.13), mientras que Mahoma constantemente da testimonio de sí mismo en el Corán (cf. Sura 33.40). El Consolador ―glorificará‖ a Jesús (Jn 16.14), pero Mahoma afirma suplantar a Jesús como profeta posterior. Por último, Jesús declaró que el Consolador vendría ―dentro de no muchos días‖ (Hch 1.5), mientras que Mahoma no vino hasta 600 años después. JUAN 14.16: ¿Apoya este texto la afirmación de los Cristianos dentistas de que se refiere a la ―Ciencia Divina‖? TERGIVERSACIÓN: Mary Baker Eddy en una oportunidad se jactó de que ―Entiendo que este Consolador es la Ciencia Divina [Ciencia Cristiana]‖ que ella fundó. También afirmó que ―cuando aparezca la Ciencia de Cristianismo, os conducirá a toda verdad‖ (Eddy, pp. 55,271).

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Está claro, tanto de las palabras de Jesús aquí como del contexto, que él no se refería a Mary Baker Eddy ni a su ―Ciencia Divina‖. En primer lugar, Jesús se refiere al Consolador con un sustantivo masculino, no con un femenino (como era Mary Baker Eddy y es la Ciencia Divina). Jesús identificó al Consolador como ―el Espíritu de verdad‖ en el siguiente versículo. Un poco después al Consolador se le llama ―el Espíritu Santo‖ (v. 26), quien es identificado con el Padre y el Hijo en la Santa Trinidad (Mt 28.19; 2 Co 13.14). No hay ningún indicio de que el Consolador sea cualquier persona más que Dios el Espíritu Santo. JUAN 14.18: ¿Demuestra este versículo que Jesús es Dios Padre, como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En Juan 14.18 Jesús les afirmó a sus discípulos: ―No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros.‖ Los Pentecostales Unidos argumentan que ya que Jesús mismo dijo que no dejaría a sus discípulos como ―huérfanos‖, Jesús debe de ser su Padre (véase Haywood, s.f., p. 17. ¿Demuestra este versículo que Jesús es el Padre? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La interpretación de este versículo por los Pentecostales Unidos confunde acción con identidad. Cristo en acción funciona como una figura paterna divina que guía, cría, protege y dirige a sus discípulos. Pero eso no quiere decir que Cristo en identidad sea el Padre. El apóstol Juan habla de los destinatarios de su primera epístola como ―hijitos míos‖ (2.1) e ‗ hijitos‖ (vv. 12, 18) pero eso no quiere decir que Juan afirmaba ser Dios Padre. Tampoco es Cristo ―el Padre‖ simplemente porque cuida de sus discípulos y no los deja sin su Espíritu. El testimonio uniforme de las Escrituras es que el Padre y el Hijo son personas distintas dentro de la unidad del único Dios. Véase el análisis de Mateo 28.19. JUAN 14.28: ¿Se consideraba Jesús inferior a Dios? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo en Juan 14.28: ―[El] Padre mayor es que yo‖. Los testigos de Jehová dicen que este versículo demuestra que Jesús es un dios inferior al Padre. Ya que Jehová es ―mayor‖ que Jesús, Jesús no puede ser Dios Todopoderoso (Let God Be True [Sea Dios veraz], 1946, p. 110). Según la Ciencia Cristiana, este versículo demuestra que ―Cristo no es Dios, sino algo impartido por él‖, así como ―un rayo de luz es luz, y es uno con la luz, pero no es todo el orbe del sol‖ (Eddy, 1901, p. 8). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El Padre es mayor que el Hijo por cargo, no por naturaleza, ya que los dos son Dios (véase Jn 1.1; 8.58; 10.30; 20.28).Así como un padre terrenal es tan humano como su hijo pero tiene un cargo más alto que el de su hijo, aun así el Padre y el Hijo en la Trinidad son iguales en esencia, pero diferentes en función. No hay ninguna contradicción al afirmar la igualdad ontológica y la jerarquía funcional. De la misma manera, hablamos del Presidente de nuestro país como mayor, no en virtud de si carácter o naturaleza, sino en virtud de su cargo. No se

puede afirmar que Jesús jamás haya dicho que se consideraba en algo menor que Dios por naturaleza. El siguiente resumen ayuda a cristalizar las diferencias: JESÚS IGUAL AL PADRE En esencia En naturaleza En carácter Como Dios

JESÚS INFERIOR AL PADRE En función En cargo En posición Como hombre

JUAN 15.8: ¿Es ganar almas una señal necesaria de llevar fruto, como afirma el movimiento de discipulado autoritario? TERGIVERSACIÓN: ―En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos‖ (Jn 15.8). En el movimiento de la Iglesia de Cristo de Boston, se acusa a las personas de ser infructuosas a menos que personalmente lleven a otros a Cristo. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no dice nada acerca de ganar almas. Eso puede estar incluido en llevar fruto, pero no se dice que es la prueba de llevar fruto ni aquí ni en ninguna otra parte de la Biblia. Hay muchos dones en el cuerpo (Ro 12; 1 Co 12; Ef 4). El evangelismo es sólo uno de ellos, y sólo algunas personas lo tienen (Ef 4.11). Asimismo, el ―fruto‖ es mucho más amplio que evangelismo. Según Gálatas 5.22-23, ―el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.‖ En realidad, el fruto espiritual es cualquier cosa que lleve gloria a Dios (cf. 1 Co 10.31). JUAN 15.12: El mandamiento de Dios ―Que os améis unos a otros‖¿apoya las ideas sobre ―sexo abierto‖ de los Niños de Dios? TERGIVERSACIÓN: En Juan 15.12 se nos instruye: ―Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.‖ Los Niños de Dios, ahora conocidos como ―La Familia‖, han dicho que el mandamiento ―Que os améis unos a otros‖ apoya la participación en sexo abierto los unos con los otros fuera de la relación del matrimonio. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta es una distorsión absurda de las Escrituras. Este versículo nos enseña que debemos amarnos los unos a los otros en el sentido de cuidar los unos de los otros y nutrir los unos a los otros. La pauta de nuestro amor mutuo la marca Jesucristo mismo. Con toda seguridad el amor que Jesús expresó hacia sus seguidores no era de índole sexual, sino que incluía cuidado y atención. De la misma manera, nuestro amor a nuestros hermanos y hermanas cristianos ha de ser un amor de cuidado y atención.

Es de notar que la palabra griega para ―amor‖ en Juan 15.12 es agapáo. Esta palabra se emplea a menudo al hablar del amor de Dios al hombre. Esta clase de amor benévolo y sacrificado que busca el mayor bien y el bienestar óptimo del amado, encuentra su expresión suprema en Jesucristo. El amor agapáo nada tiene que ver con la sexualidad. Si Jesús hubiera pretendido comunicar la idea de amor sexual en este versículo, estaba disponible otra palabra griega: tros. Eligió adrede agapao para comunicar la idea de cuidado y atención. Las Escrituras hacen hincapié constantemente en que las relaciones sexuales se pueden practicar sólo en los confines del matrimonio (1 Co 7.2). Los apóstoles exhortaban a todos los cristianos a que se abstuvieran de fornicación (Hch 15.20). Pablo dijo que el cuerpo no es para la fornicación y que el hombre debe huir de ella (1 Co 6.13, 18). A los efesios se les dijo que la fornicación ni siquiera debía nombrarse (5.3). El adulterio también es condenado en las Escrituras: ―No cometerás adulterio‖ (Ex 20.14). En el Antiguo Testamento los adúlteros habían de ser ejecutados (Lv 20.10). El Nuevo Testamento también se opone enérgicamente al adulterio. Jesús declaró que es malo aun en sus motivos básicos (Mt 5.27-28). Pablo lo llamó una mala obra de la carne (G1 5.19), y Juan vio en el lago de fuego a algunos que lo practicaban (Ap 21.8). Sin embargo, la expresión sexual de la intimidad dentro del matrimonio es buena (véase Gn 2.24; Mt 19.5; 1 Co 6.16; Ef 5.31). La sexualidad era una parte de la creación ―buena‖ de Dios. En efecto Dios creó la masculinidad y la feminidad de cuerpo y mente y ―todo lo que Dios creó es bueno‖ (1 Ti 4.4). Pero las relaciones sexuales son buenas sólo en los confines del pacto del matrimonio, que Dios mismo estableció (véase Heb 13.4). Juan 16.12, 13: ¿Predijo Jesús la venida de Baha’u’llah, como dicen los seguidores del bahaísmo? TERGIVERSACIÓN: Los miembros de la fe Bahai creen que cada edad necesita una revelación actualizada de Dios. Jesús fue uno entre muchos profetas. Comunicó revelación de Dios específicamente para su época. Sin embargo, el más grande de los profetas es Baha‘u‘llah (1817-1892). Y se dice que Juan 16.12-13 es una profecía de él. Se interpreta a Baha‘u‘llah como el ―Espíritu de verdad‖ quien ha de venir para guiarnos a toda la verdad (Effendi, 1955, pp. 93-96). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús claramente identifica al Espíritu de verdad como el Espíritu Santo (Jn 14.16-17, 26), no Baha‘u‘llah. Además, Jesús dijo hace casi dos mil años que su promesa del Espíritu Santo se cumpliría ―dentro de no muchos días‖ (Hch 1.5), no en el siglo diecinueve (cuando se fundó la fe Bahai). En efecto, el cumplimiento vino en Hechos 2 en el día de Pentecostés. Jesús también dijo que el Espíritu Santo daría a conocer su enseñanza, no que la sustituiría con la enseñanza de otro profeta (Jn 16.14). Y el Espíritu Santo ―estaría con vosotros para siempre‖ (Jn 14.16). Baha‘u‘llah vivió apenas 75 años. Eso difícilmente se puede calificar de ―para siempre‖.

JUAN 16.24: ¿Quiere decir este versículo que podemos obtener cualquier cosa que queramos si la pedimos en el nombre de Jesús, como sugieren los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: En Juan 16.24 Jesús dijo: ―Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.‖ Algunos maestros de la Palabra de Fe dicen que este versículo quiere decir que podemos obtener prácticamente cualquier cosa que queramos si la pedimos en el nombre de Jesús. En su libro The Name of Jesus [El nombre de Jesús], Kenneth Hagin afirmó: No he hecho una oración en 45 años... sin recibir una respuesta. Siempre recibía una respuesta, y la respuesta siempre era sí‖ (1981, p. 16). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hagin y otros maestros de la Palabra de Fe citan este versículo aislado de otros versículos que matizan lo que Jesús pretendía decir. En Juan 15.7, por ejemplo, Jesús dijo: ―Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho.‖ Aquí permanecer es una condición clara para recibir respuestas a las oraciones. Se nos dice también que ―cualquiera cosa que pidamos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de él‖ (1 Jn 3.22). ―Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho‖ (1 Jn 5.14-15, cursivas añadidas). Por último, se nos dice que si pedimos algo por motivos incorrectos no recibiremos lo que pedimos (Stg 4.3). Estas son condiciones importantes que hay que tener presentes cuando procuramos entender lo que quería decir Jesús en Juan 16.24. El versículo definitivamente no es una fórmula mágica, como lo pintan los maestros de la Palabra de Fe. JUAN 17.20-21: La oración de Jesús ―que todos sean uno‖ ¿significaba la unidad jerárquica visible expresada en la Iglesia Católica? TERGIVERSACIÓN: Los eruditos católicos creen que la unidad de le fe ―consiste en el hecho de que todos los miembros de la Iglesia crean en su interior las verdades de la fe propuestas por el oficio magisterial de la Iglesia [Católica], por lo menos implícitamente, y que las confiesen.‖ Esta unidad ―consiste, por una parte, en la sujeción de los miembros de la Iglesia a la autoridad de los obispos y del Papa (unidad de gobierno o unidad jerárquica); por otra parte, en la unión de los miembros entre sí en una unidad social mediante la participación en el mismo culto y en los mismos medios de gracia (unidad de culto o unidad litúrgica)‖ (Ott, 1960, p. 303). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Cuando Jesús dijo que todos los creyentes debían ser ―uno‖ en Juan 17, no hablaba de la unidad organizacional sino de la unidad orgánica. Jesús no se refería a una uniformidad externa sino a la manifestación visible de nuestra unidad espiritual, por ejemplo, nuestro amor los unos

por los otros, que Jesús dijo que los incrédulos pueden detectar (Jn 13.35). El que la unidad era verdaderamente espiritual es evidente en lo que se decía de los cristianos primitivos: ―¡He aquí, cómo se aman los unos a los otros!‖ Los verdaderos seguidores de Cristo son uno en fe, esperanza y amor. Pero no son uno en denominación, sínodo o jurisdicción. Aunque el tema inmediato en la oración de Jesús es una unidad visible de la iglesia, está claro que Jesús no concebía eso como una unidad organizacional, tal como la que reclama la Sede Romana. No se menciona semejante unidad gubernamental en ninguna parte del pasaje. Jesús está hablando también de ―los que han de creer‖ en él en el futuro, incluidos aquellos que no eran visibles (v. 20). Esa es una descripción de todo el cuerpo espiritual de creyentes, no solamente los creyentes organizados en la Tierra. La unidad por la cual oraba se compara con la que existe entre las personas de la Divinidad (―como tú, Padre, en mí y yo en ti‖), una unidad que es claramente espiritual e invisible, no visible y organizacional. El sentido primario en que el mundo había de observar la manifestación de esa unidad era por ―amor‖ (v. 23), un vínculo espiritual, no organizacional. En efecto, Jesús dijo: ―En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros‖ (Jn 13.35). Así que, claramente, la clase de unidad a la vista aquí no es una organización visible, como afirman los católicos, sino una verdadera unidad espiritual. JUAN 19.26-27: La declaración de Jesús desde la cruz acerca de María ¿le confirió a ella el papel de ―Meatrix‖ en la redención, como creen los eruditos católicos? TERGIVERSACIÓN: Jesús le dijo a su madre desde la cruz: ―—Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: —He ahí tu madre‖ (Jn 19.26b-27a). En gran parte a base de este pasaje María se ha ganado el papel de ―meatrix‖ y ―coredemptrix‖ (o ―corredentora‖) (Ott, 1960, p. 212). Los católicos insisten en que eso ―no debe concebirse en el sentido de una identificación de la eficacia de María con la actividad redentora de Cristo, el único Redentor de la humanidad‖ (1 Ti 2.5). Pues ―ella misma necesitaba redención y fue redimida por Cristo‖ (ibid.). No obstante, los eruditos católicos señalan: ―En el poder de la gracia de la Redención merecida por Cristo, María, al entrar espiritualmente en el sacrificio de su Hijo divino por los hombres, expió los pecados de los hombres y (de congruo) mereció la aplicación de la gracia redentora de Cristo. De esta manera ella coopera en la redención subjetiva de la humanidad‖ (ibid., p. 213). Se describe el papel de María como meatrix de la siguiente forma: Los teólogos buscan un fundamento bíblico en las palabras de Cristo, Juan 19.26s.: ―Mujer, he ahí tu hijo; hijo, he ahí tu madre‖.... La interpretación mística... ve en Juan el representante de toda la raza humana. En él María fue dada como la madre espiritual de toda la humanidad redimida para que ella, por su poderosa intercesión, adquiriera para sus hijos necesitados de ayuda, toda la gracia mediante la cual pueden alcanzar la salvación eterna. [Ott, p. 214]

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay una falta total de pruebas bíblicas que apoyen la práctica de llamar a María mediadora o corredentora. Por una parte, el contexto mismo suple el significado de la declaración de Jesús. Añade: ―Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa‖ (Jn 19.27). Jesús, como el hijo mayor (los católicos dicen ―único‖), moría y encomendó a su madre al cuidado de Juan, el único apóstol presente ante la cruz. Por otra parte, aun una autoridad clásica sobre el dogma católico confiesa: ―Faltan pruebas bíblicas explícitas.‖ Dice simplemente que ―los teólogos buscan un fundamento bíblico‖ (ibid., p. 214) en una interpretación ―mística‖ de Juan 19.26. Pero tal interpretación está muy alejada del significado real del texto y en virtud de su naturaleza inverosímil sólo debilita el argumento a favor de la doctrina. En efecto, el significado claro de muchos pasajes de las Escrituras es que hay ―un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre (1 Ti 2.5; cf. Jn 10.1, 9-11; 14.6; Heb 1.2-3; 10.12). La afirmación católica de que la palabra ―un solo‖ (heis) en 1 Timoteo 2.5 no significa solamente uno (monos) es una disyunción falsa. Obviamente el apóstol Pablo pretendía comunicar aquí que hay sólo un Dios y sólo un mediador entre Dios y el hombre. Hay otros seres humanos en la Tierra que interceden con Dios (2.1-4), pero sólo un Mediador entre los seres humanos y Dios. Pues si heis no significa sólo uno, el apóstol también deja la puerta abierta al politeísmo, ya que la construcción se aplica igualmente a Dios. Hay un dilema inherente en la mariología católica. La teología católica reconoce que todo lo que necesitamos como creyentes lo podemos obtener de Cristo. Sin embargo, muchos teólogos han exaltado el papel de María como la que dispensa toda gracia. O es superfluo el papel de María, o queda disminuida la mediación de Cristo. La única salida del dilema es sostener, como los protestantes, que María no ―dispensa‖ gracia en absoluto. María, como la madre terrenal de Jesús, era el canal mediante el cual la gracia de Dios entró en el mundo. Pero María no es ahora, en el cielo, la dispensadora de la gracia de Dios para con nosotros. JUAN 20.17: ¿Demuestra este versículo que Jesús no es Dios Todopoderoso? TERGIVERSACIÓN; Juan 20.17 cita a Jesús cuando le dice a María: ―¡Suéltame!, porque aún no he subido a mi Padre; pero ve a mis hermanos y diles: ‗Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios‘.‖ Los testigos de Jehová dicen que ya que Jesús tenía un Dios, su padre, él no podía al mismo tiempo ser ese Dios (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, pp. 212,411). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Antes de la encarnación, Cristo tenía sólo una naturaleza divina (Jn 1.1). Pero en la encarnación (Jn 1.14) Cristo asumió una naturaleza humana. En su humanidad (Flp 2.6-8) convenía que Cristo reconociera al Padre como ―mi Dios‖. Después de todo, Jesús ―debía ser en todo semejante a sus hermanos‖ (Heb 2.17). Como ser humano Jesús reconoce a Dios tal como hacen todos los demás seres humanos. Sin embargo, Jesús en su naturaleza divina nunca podría

referirse al Padre como ―mi Dios‖, pues Jesús era completamente igual al Padre en todo sentido en cuanto a su naturaleza divina (Jn 10.30). JUAN 20.19: ¿Cómo pudo Jesús atravesar una puerta cerrada con un cuerpo físico? Véanse los comentarios sobre Lucas 24.31, 34; 1 Corintios 15.5-8. JUAN 20.22-23: ¿Apoya este texto la afirmación católica de que sus sacerdotes tienen el poder de perdonar pecados? TERGIVERSACIÓN: A base de este texto, los católicos sostienen que ―la Iglesia ha recibido de Cristo el poder de remitir los pecados cometidos después del Bautismo‖ (Ott, 1960, p. 417) .Y con estas palabras Jesús les transfirió a los Apóstoles la misión que él mismo había recibido del Padre…. Así como él mismo había perdonado pecados en la Tierra (Mt 9, 2ss.; Mc 2, 5...), él ahora invistió a los Apóstoles también del poder de perdonar pecados‖ (ibid., p. 419). Los católicos creen que este poder único de perdonar pecados ha sido transmitido a los sacerdotes católicos de hoy. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No se disputa que a los apóstoles se les dio el poder de pronunciar el perdón o la retención de los pecados. Sin embargo, la afirmación católica de que este es un poder especial poseído solo por aquellos que son ordenados bajo la verdadera autoridad apostólica —tal como la que supuestamente tiene la iglesia católica, y que son verdaderos sucesores de los aposto' les— no es apoyada por este texto. No se afirma en ninguna parte del texto que sólo debían poseer este poder los sacerdotes legítimamente ordenados en la línea de la autoridad apostólica, tal como se afirma en cuanto a los sacerdotes católicos (junto con el clero ortodoxo oriental, católico viejo y algunas comuniones anglicanas). Todos los creyentes primitivos, inclusive los laicos, proclamaban el evangelio mediante el cual los pecados son perdonados (Ro 1.16; 1 Co 15.1-4). Este ministerio de perdón y reconciliación no se limitaba a ninguna clase especial conocida como ―sacerdotes‖ o ―clero‖ (2 Co 3-5). Felipe, que era diácono (Hch 6.5), no anciano ni sacerdote en el sentido católico, predicó el evangelio a los samaritanos. Eso resultó en la conversión de muchos de ellos (8.1-12), lo cual incluyó el perdón de sus pecados. Los apóstoles vinieron posteriormente, no para convertirlos, sino para darles el ―don especial ―del Espíritu Santo‖ (2.23; 8.18) y una manifestación externa de hablar en lenguas (cf. 2.1-4) que acompañaba este don especial (cf. 1.5; 2.38; 10.44-46). Este pasaje en Juan es paralelo a la Gran Comisión en la cual Jesús les ordenó a todos sus discípulos a que llevaran el evangelio por todo el mundo e hicieran discípulos de ellos (Mt 28.18-20; Mc 16.15-16; Lc 24.46-49). En ese mandato de evangelizar Jesús prometió, tal como lo hizo aquí en Juan, que ellos ―predicarían el evangelio‖ (Mc 16.15), lo que daría por resultado ―el perdón de pecados‖ (Lc 24.47) para aquellos que creyeran, y que por medio de su Espíritu estaría con ellos ―hasta el fin del mundo‖ (Mt 28.20). Hay un paralelo de cada uno de esos tres aspectos en Juan, donde encontramos a

Jesús dándoles el ―Espíritu Santo‖ (Jn 20.22), ordenándoles a proclamar el perdón de pecados (Jn 20.23), y encargándoles que emprendan su misión con la autoridad del Padre: ―Como me envió el Padre, así también yo os envío‖ (Jn 20.21). Así que, al examinar el versículo más de cerca, no se da mayor poder aquí que el que poseían todos los discípulos como resultado de la Gran Comisión, la cual, como reconoció aun Vaticano 11, todos los cristianos tienen la obligación de ayudar a cumplir The Documents of Vatican II [Los documentos de Vaticano II] sección 120). En resumen, al contrario de las afirmaciones católicas, no hay nada en Juan 20.21-23 que apoye ni la primacía ni la infalibilidad del obispo de Roma, ni ningún poder sacerdotal especial. Es simplemente una afirmación que relata cómo Jesús les dio a sus discípulos la facultad de pronunciar el perdón de pecados para todos los que creen el mensaje que se les ordenó a los apóstoles a proclamar. JUAN 20.28: ¿Apoya este versículo la deidad de Cristo? TERGIVERSACIÓN: Cuando el escéptico Tomás vio al Cristo resucitado, dijo: ―¡Señor mío y Dios mío!‖ Los testigos de Jehová reinterpretan este versículo de manera tal que evitan que parezca que Cristo es Dios. Dicen que Tomás podría estar expresando sorpresa al ver a Jesús, algo así como ―¡Dios mío!‖ (ShouldYou Believe in theTrinity? [¿Debe usted creer en la Trinidad?], 1989, p. 29). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Tomás no podía estar expresando simple sorpresa al ver a Jesús. Si Tomás hubiera dicho ―¡Señor mío y Dios mío!‖ como expresión de sorpresa, Jesús lo habría reprendido por tomar el nombre de Dios en vano. En vez de reprender a Tomás, Jesús lo elogió por reconocer su verdadera identidad como ―Señor‖ y ―Dios‖ (v. 29). El reconocimiento de Jesús como Dios concuerda con lo que se nos dice acerca de Jesús en otras partes del Evangelio según San Juan (véanse Jn 1.1; 8.58; 10.30). En realidad, es la culminación del mismo tema del Evangelio según San Juan (cf. 20.31). JUAN 21.15-19: ¿Apoya este pasaje la afirmación católica de que Pedro fue el primer papa? TERGIVERSACIÓN: En este texto Jesús le dice a Pedro: ―Apacienta mis corderos‖, ―Pastorea mis ovejas‖, y ―Apacienta mis ovejas‖ (vv. 15, 16, 17). Los eruditos católicos creen que eso muestra que a Pedro exclusivamente se le dio autoridad infalible para ser el pastor de toda la iglesia cristiana. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Un examen cuidadoso del texto revela que los católicos afirman mucho más de lo justificable para este pasaje. Ya sea que se tome este texto como referente solamente a Pedro o a todos los discípulos, no hay absolutamente ninguna referencia aquí a ninguna autoridad infalible. Un asunto de atención pastoral es lo que le interesa a Jesús aquí. El apacentamiento es una función pastoral dada por Dios que aun los que no eran apóstoles tenían en el Nuevo Testamento

(cf. Hch 20.28; Ef 4.11-12; 1 P 5.1-2). Uno no tiene que ser un pastor infalible para apacentar correctamente a su rebaño. Si Pedro tuviera infalibilidad (la capacidad de no descarriar), ¿Por qué descarrió a creyentes y tuvo que ser reprendido por el apóstol Pablo por hacerlo (Gl 2.11-21)? Las infalibles Escrituras, aceptada por los católicos, declaran de Pedro en una ocasión ―claramente estaba equivocado‖ y ―estaba condenado‖ (v. 11). Pedro actuó de manera hipócrita con el resultado de que ―hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita‖ (v. 13, NVI).Y la hipocresía aquí es definida por la New American Bible [Nueva Biblia Americana] católica como ―fingimiento, comedia; insinceridad moral‖. Parece difícil exonerar a Pedro del cargo de haber descarriado a creyentes: algo difícil de conciliar con la afirmación católica de que Pedro era un pastor infalible de la iglesia. La respuesta católica —que Pedro no era infalible en sus acciones, sino sólo en sus palabras ex cathedra— suena forzada cuando recordamos que las acciones han de ser el ámbito de la moralidad, y se afirma que el Papa es infalible en la Fe y en la Moralidad. En vista de eso, aun la admisión católica de la conducta vil de algunos de sus papas es muy reveladora. La realidad es que Pedro no puede ser un guía infalible para la Fe y la Moralidad y al mismo tiempo descarriar a otros creyentes en cuanto a un asunto importante de fe y moralidad, del cual habla Gálatas. Al contrario de la afirmación católica, el mensaje central de este pasaje tiene que ver más con la debilidad y la necesidad de restauración de Pedro, y no con sus poderes únicos. La razón por la cual se señala a Pedro en particular para restauración, y que Jesús le pregunta tres veces: ―¿[M]e amas más que estos?‖ (los demás discípulos), era que sólo Pedro negó al Señor tres veces y por tanto sólo Pedro necesitaba ser restaurado. Así que aquí Jesús no exaltaba a Pedro por encima de los demás apóstoles, sino que lo elevaba al mismo nivel de ellos. En vista de los títulos que el Nuevo Testamento le otorga a Pedro, está claro que él nunca habría aceptado los términos que se aplican hoy al papa católico: ―Santo Padre‖ (cf. 23.9) o ―Sumo Pontífice‖ y ―Vicario de Jesucristo‖. El único Vicario de Jesucristo en la Tierra hoy es el bendito Espíritu Santo (Jn 14.16, 26; 16.13-14).Tal como se notó antes, Pedro se refirió a sí mismo con términos mucho más humildes como ―apóstol‖, no como el apóstol (1 P 1.1) y ―anciano también con ellos‖ (1 P 5.1, cursivas añadidas), no como el Supremo Obispo, el Papa ni el Santo Padre.

CAPÍTULO 26

HECHOS

HECHOS 1.9-11: ¿Afirma este versículo que la Segunda Venida de Cristo será un acontecimiento invisible? TERGIVERSACIÓN: En la ascensión, varios discípulos presenciaron a Cristo desapareciendo en las nubes. Entonces unos ángeles les dijeron a los discípulos que Cristo, en la segunda venida, ―vendrá como lo habéis visto ir al cielo‖ (Hch 1.9-11); es decir, se perdió de vista. Los testigos de Jehová dicen que este pasaje indica que la segunda venida será un acontecimiento invisible (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 243). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús ascendió en forma corporal y visible, tal como lo presenciaron los discípulos (v. 9). Se perdió de vista sólo después de ascender en forma corporal y visible (―lo recibió una nube que lo ocultó de sus ojos‖). De la misma manera, Cristo vendrá otra vez en forma corporal y visible (v. 11). Una segunda venida corporal y visible es la enseñanza uniforme de las Escrituras. Por

ejemplo, Apocalipsis 1.7 dice: ―He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén.‖ Mateo 24.30 dice: ―Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación cuando vean al Hijo del hornbre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.‖ HECHOS 2.4: El hecho de que el Espíritu Santo ―llenara‖ a los discípulos ¿demuestra que no es persona? TERGIVERSACIÓN: Este versículo dice que los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo. Los testigos de Jehová razonan así: ―Una comparación de textos bíblicos que se refieren al espíritu santo muestra que se dice que ‗llena‘ a las personas.‖ Esta expresión no ―sería apropiada si el espíritu santo fuera persona‖ (Reasoningfrom the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 380). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Efesios 3.19 se refiere a ser lleno de Dios mismo. Efesios 4.10 dice que Cristo llena todas las cosas. Ya que estos versículos no refutan la condición de persona de Dios ni de Cristo, de la misma manera Hechos 2.4 no refuta la condición de persona del Espíritu Santo. La condición de persona del Espíritu Santo es el testimonio de las Escrituras. El Espíritu Santo tiene los atributos esenciales de la personalidad: mente (1 Co 2.11), emociones (Ef4.30), y voluntad (1 Co 12.11). Hace cosas que sólo puede hacer una persona, tales como enseñar (Jn 14.26), dar testimonio (Jn 15.26), guiar (Ro 8.14), enviar (Hch 13.4), dar órdenes (Hch 8.29), orar (Ro 8.26) y hablarles a las personas (2 P 1.21). También se le trata como persona. Por ejemplo, es posible mentirle (Hch 5.3). No es posible mentir a un simple poder o fuerza. HECHOS 2.38: ¿Declaró Pedro que el bautismo era necesario para la salvación? TERGIVERSACIÓN: Los mormones a menudo citan este versículo como prueba de que uno debe ser bautizado para recibir perdón de pecados y ser salvo (Talmage, 1977, p. 122). Los Pentecostales Unidos también citan este versículo para apoyar su idea de regeneración bautismal (Bernard, 1984, pp. 170-180). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Lo que Pedro quiere decir aquí queda claro cuando consideramos el posible significado de ser bautizado ―para‖ la remisión de los pecados a la luz de su uso, el contexto completo y el resto de las Escrituras. En primer lugar, la palabra ―para‖ (eis) puede significar o ―con el fin de‖ o ―a causa de‖. En este último caso, el bautismo en agua sería porque habían sido salvados, no para que fueran salvos. En segundo lugar, las personas son salvas al recibir la Palabra de Dios, y los que oyeron a Pedro ―recibieron su palabra‖ antes de ser bautizados (Hch 2.41). En tercer lugar, el versículo 44 habla de ―[t]odos los que habían creído‖ como los que integraban la iglesia primitiva, no todos los que fueron bautizados.

En cuarto lugar, los que habían creído el mensaje de Pedro claramente recibieron el Espíritu Santo antes de ser bautizados. Pedro dijo: ―¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?‖ (Hch 10.47). En quinto lugar, Pablo separa el bautismo del evangelio diciendo: ―No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio‖ (1 Co 1.17a). Pero es el evangelio el que nos salva (Ro 1.16). Por tanto, el bautismo no es parte de lo que nos salva. En sexto lugar, Jesús se refirió al bautismo como una obra de justicia (Mt 3.15). Pero la Biblia declara claramente que ―nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo‖ (Tit 3.5). En séptimo lugar, ni una sola vez en todo el Evangelio según San Juan, escrito explícitamente para que las personas pudieran creer y ser salvas (Jn 20.31), se señala el bautismo como condición de salvación. Más bien, este Evangelio le ordena a la gente a ―creer‖ para ser salvas (cf.Jn 3.16, 18,36). Parece mejor entender la declaración de Pedro así: ―Arrepentios y bautícese cada uno de vosotros como resultado del perdón de los pecados.‖ Queda claro en el contexto y en el resto de las Escrituras que la perspectiva aquí es la de mirar retrospectivamente el perdón de sus pecados en el momento de su salvación. Creer o arrepentirse y ser bautizado se colocan juntos, ya que el bautismo debe seguir al acto de creer. En ninguna parte dice: ―El que no sea bautizado será condenado‖ (cf. Me 16.16). Pero Jesús dijo tajantemente que ―el que no cree ya ha sido condenado‖ (Jn 3.18b, cursivas añadidas). Las Escrituras no hacen del bautismo una condición de la salvación. HECHOS 2.38: ¿Es el único bautismo legitimo un bautismo ―en el nombre de Jesús‖, como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En Hechos 2.38 Pedro dijo: ―Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.‖ Los Pentecostales Unidos creen que eso quiere decir que el único bautismo cristiano legítimo es un bautismo en el nombre de Jesús (Bernard, 1984, pp. 170-180). Se considera que un bautismo ―trinitario‖ (en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo) es inválido. La frase ―en el nombre de Jesús‖ debe pronunciarse sobre la persona bautizada. ¿Es correcta esta opinión? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La frase ―en el nombre de‖ en los tiempos bíblicos a menudo conllevaba el significado de ―por autoridad de‖. Desde este punto de vista no se puede interpretar la frase en Hechos 2.38 como una clase de fórmula bautismal mágica. El versículo indica simplemente que las personas han de ser bautizadas según la autoridad de Jesucristo. El versículo no quiere decir que las palabras ―en el nombre de Jesús‖ deben ser pronunciadas en forma litúrgica sobre cada persona bautizada. Y si se pretendiera que Hechos 2.38 fuera una fórmula bautismal, ¿por qué no se repite esta fórmula en exactamente la misma forma en el resto de Hechos o el Nuevo Testamento (cf. Mt 28.19)?

Usando sistemáticamente la lógica de los Pentecostales Unidos, tendríamos que pronunciar la palabras ―en el nombre de Jesús‖ sobre todo lo que hacemos, pues Colosenses 3.17 nos ordena: ―Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.‖ Desde luego, no se pretende que las palabras ―en el nombre de Jesús‖ sean una fórmula. El bautismo ―en el nombre de Jesús‘ tiene mucho sentido en el contexto de Hechos 2, porque los judíos (―Judíos‖ [v. 14], ―Israelitas‖ [v. 22]), a quienes Pedro predicaba, habían rechazado a Cristo como el Mesías. Es lógico que Pedro los exhortara a arrepentirse de su rechazo de Jesús el Mesías y a identificarse públicamente con él mediante el bautismo. Desde una perspectiva histórica, el bautismo trinitario (Mt 28.19) era seguramente la forma dominante a partir del segundo siglo. ¿Hemos de sacar la conclusión de que no son salvos todos los que fueron bautizados de esa manera desde el siglo segundo hasta el siglo presente? La sugerencia es absurda. Más aún, es muy revelador el que ningún dirigente de la iglesia hacía objeciones acerca del bautismo trinitario en los primeros siglos del cristianismo. Si la salvación dependiera de que uno fuera bautizado en el nombre de Jesús, con toda seguridad se habría producido un gran debate cuando se practicaba comúnmente el bautismo trinitario. Pero la historia eclesiástica revela que no hubo ni un susurro de disensión en el debate teológico sobre este asunto. Evidentemente los creyentes primitivos no consideraban que ―en el nombre de Jesús‖ ni ―en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖ fueran fórmulas rígidas. HECHOS 2.44: La referencia en este versículo a tener ―en común todas las cosas‖ ¿apoya el sexo libre? TERGIVERSACIÓN: Los Niños de Dios, ahora conocidos como ―La Familia‖, creen que la situación descrita en Hechos 2.44 en la que los creyentes tenían todo en común se aplicaba hasta a esposos y esposas. Creen que uno podría ejercer la libertad sexual en cumplimiento de la ley de Dios de ―amarse unos a otros‖ (Jn 15.12) y de comenzar a ser por fin como los ángeles de Dios en el cielo‖ que ―ni se casarán ni se darán en casamiento‖ (Mt 22.30). Han llegado por fin ―a la libertad gloriosa de los hijos de Dios‖ (Ro 8.21) y ahora pueden ser considerados verdaderamente Niños de Dios (Lynch, 1990, p. 17). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo describe cómo los cristianos primitivos compartían las provisiones materiales entre sí a fin de promover el evangelio en aquellos días tempranos y cruciales de la iglesia cristiana. Desde el principio, Dios marcó la pauta creando una relación de matrimonio monógamo entre un hombre y una mujer, Adán y Eva (Gn 1.27; 2.21-25). Jesús reafirmó la intención original de Dios. En Mateo 19.4 enseña que Dios creó un ―hombre y [una] mujer‖ y los unió en matrimonio. El Nuevo Testamento subraya que ―cada hombre debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo‖ (1 Co 7.2, NVI). Véanse los análisis de las ideas de los Niños de Dios bajo Mateo 22.30 y Juan 15.12, y el de la monogamia fiel bajo 1 Reyes 11.1.

HECHOS 2.44-45: ¿Practicaban los cristianos primitivos el comunismo? TERGIVERSACIÓN: Algunos han inferido del hecho de que estos cristianos primitivos ―vendían sus propiedades‖ y ―tenían en común todas las cosas‖ que practicaban una forma de comunismo. Algunas sectas han citado tales versículos al forzar a sus miembros a entregar todas sus posesiones materiales al grupo. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Estos pasajes no son preceptivos sino solamente descriptivos. En ninguna parte se impone esta práctica como normativa. Simplemente se describe lo que hacían los creyentes. Hasta donde señale el texto, el sistema era sólo un arreglo temporal. Al parecer permanecían juntos en Jerusalén, ya que fue allí que el Espíritu Santo había descendido y que por primera vez gran número de personas habían acudido a Cristo. Las necesidades de vivir juntos lejos de sus hogares habían dado lugar a este tipo de arreglo comunitario. El arreglo comunal era voluntario. No hay absolutamente ningún indicio en el texto de que se tratara de un arreglo obligatorio. Y sólo era parcial. El texto da a entender que vendían terrenos y posesiones de sobra, no que vendían su única residencia. La mayor parte finalmente se fue de Jerusalén, a la cual habían venido para la fiesta de Pentecostés (Hch 2.1), y volvieron a sus casas, las cuales estaban dispersos por todo el mundo (cf. Hch 2.5-13). HECHOS 3.21: ¿Se restaurarán todas las cosas a Dios, o sólo algunas cosas? TERGIVERSACIÓN: La referencia a ―la restauración de todas las cosas‖ en este versículo ha sido malinterpretada en muchas formas. Entre las sectas, los universalistas piensan que esto quiere decir que todas las personas del mundo serán salvas finalmente. Los mormones dicen que este pasaje señala una restauración de la iglesia (por medio de José Smith) después de una apostasía total (Richards, 1958, p. 35). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no apoya el universalismo. Dios desea que todos sean salvos (1 Ti 2.4; 2 P 3.9). No obstante, algunos no aceptarán su gracia (cf. Mt 23.37).Véanse los comentarios sobre Efesios 1.10. Hechos 3.20-21 no insinúa ni remotamente que vaya a haber una apostasía en toda la iglesia. Otros pasajes de las Escrituras refutan totalmente semejante idea. Jesús dijo que ni las puertas del Hades dominarían la iglesia (Mt 16.18).También les prometió a sus seguidores: ―Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo‖ (Mt 28.20b). Jesús no podría estar con sus seguidores hasta el fin del mundo si toda la iglesia entrara en apostasía total poco después de su fundación. En Efesios 3.21, el apóstol Pablo dice: ―[A] él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos.‖ ¿Cómo podría Dios ser glorificado en una iglesia apóstata durante todas las edades? Efesios 4.11-16 dice que la iglesia irá creciendo hasta alcanzar la madurez espiritual, no la degeneración espiritual.

¿Qué, pues, quiere decir ―la restauración de todas las cosas‖? Pedro les habla a los judíos cuando se refiere a ―la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo‖ (Hch 3.21). Se da una aclaración en el versículo 25, cuando Pedro habla del ―pacto que Dios hizo con nuestros padres [judíos] diciendo a Abraham: ‗En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra‘.‖ Es al cumplimiento futuro de este pacto abrahámico al que se refiere Pedro. Es la restauración de todas las cosas al pueblo de Dios. HECHOS 4.12: ¿Es Cristo el único camino que lleva a la salvación? TERGIVERSACIÓN: Pedro declara que ―no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.‖ Pero ¿no es eso un exclusivismo estrecho? ¿Qué del pagano o budista sinceros? Los hindúes, los seguidores del bahaísmo y los adeptos de la Nueva Era nos dicen que hay muchos caminos que llevan a Dios, como los rayos de una rueda (véase Spangler, 1978, pp. 46-47). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La sinceridad no es una buena prueba de la verdad. Las personas pueden estar sinceramente equivocadas con respecto a muchas cosas, y lo han sido (Pr 14.12). Aunque alguien sinceramente crea lo contrario, toda verdad es exclusiva. ―Dos más tres son cinco‖ no deja un margen para, ninguna otra conclusión. Lo mismo es cierto en el caso de declaraciones de valores morales, tales como: ―El racismo es incorrecto‖ y ―Las personas deben ser tolerantes.‖ Esos puntos de vista no toleran ninguna alternativa. Todas las afirmaciones de verdad son exclusivas. Si el humanismo es cierto, todo lo que no es humanismo es falso. Si el ateísmo es cierto, todos los que creen en Dios están equivocados. Si Jesús es el único camino que lleva a Dios, no hay ningún otro camino. Eso no es más exclusivo que ninguna otra afirmación de verdad. La pregunta es si es cierto. Jesús y el Nuevo Testamento recalcan clara y reiteradamente que Jesús es el único camino que lleva a la salvación. Jesús dijo: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí‖ (Jn 14.6). Afirmaba ser la puerta (Jn 10.9), insistiendo en que ―El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas... ese es ladrón y salteador‖ (v. 1). El apóstol Pedro añadió: ―Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos‖ (Hch 4.12). Y Pablo arguyó que ―hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre‖ (1 Ti 2.5, cursivas añadidas). HECHOS 4.34-35: ¿Practicaban los cristianos primitivos el comunismo? Véanse los comentarios sobre Hechos 2.44-45. HECHOS 15.6-29: ¿Era Pedro el cabeza de la iglesia que presidió el primer concilio eclesiástico?

TERGIVERSACIÓN: Los católicos creen que Pedro era el primer papa y que, como tal, presidió el primer concilio eclesiástico en Hechos 15. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ninguna prueba de que Pedro ejerciera ninguna autoridad especial como el divinamente designado vicario de Jesucristo en la Tierra, presidiendo esta reunión de los líderes eclesiásticos primitivos. Todo parece indicar que esta reunión sólo confirmó la revelación ya dada a un apóstol (G1 1.11-12). La interrogante sobre el asunto provino de la iglesia en Antioquía (Hch 15.1-3). No hubo ninguna orden apostólica que convocara el concilio. La actividad fue más una conferencia que un concilio eclesiástico, pues no fueron sólo los apóstoles y los ancianos, sino también los demás ―hermanos‖ los que tomaron la decisión (Hch 15.2-3). Al contrario de la afirmación católica, si alguien dominó la conferencia, no fue Pedro sino Jacobo, quien dio la última palabra en la discusión (15.13-21). Aquella conclusión era moderada, usando frases como ―nos ha parecido bien‖ (Hch 15.25a). En efecto, el resultado de la conferencia fue sólo una ―carta‖ (15.30), no una encíclica papal con el típico lenguaje de anatema. La conferencia reconoció la confirmación sobrenatural por Dios del mensaje de Pablo (Hch 15.12),la cual fue la señal divinamente designada de que él hablaba por revelación de Dios (2 Co 12.12; Heb 2.3-4). A Pedro nunca se le llamó el apóstol principal, ni mucho menos el vicario de Jesucristo. Era sólo uno de los ―grandes apóstoles‖ (2 Co 12.11; Gl 1.18-19). En efecto, sólo se llamó a sí mismo ―apóstol‖ (1 P 1.1) y un ―anciano también con ellos‖ (5.1) y declaró que Cristo era ―el Príncipe de los pastores‖ (5.4). Por último, Pablo, no Pedro, desempeñó el papel dominante en la mayor parte del Nuevo Testamento. Pablo escribió trece o catorce libros. Pedro escribió sólo dos. Pedro es la figura central sólo en Hechos 1-8. Pablo es el personaje principal en Hechos 9-28. Pedro se retractó en cuanto a la relación entre judíos y gentiles, y Pablo tuvo que reprenderlo por su error (G1 2.14-16). HECHOS 15.20: ¿Indica este pasaje que es pecado recibir una transfusión de sangre? TERGIVERSACION: Los testigos de Jehová dicen que este versículo demuestra que las transfusiones de sangre van en contra de la voluntad de Dios (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 245). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje trata sobre la prohibición veterotestamentaria de comer o beber sangre (Gn 9.3-4; cf. Hch 15.28-29). Sin embargo, una transfusión de sangre no es ―comer‖ ni ―beber‖ sangre. Véanse los comentarios sobre Génesis 9.4. Está claro que ese pasaje del Antiguo Testamento no trata principalmente sobre comer sangre. Más bien, su punto central es que la vida está en la sangre. Levítico 17.10-12 deja eso en claro:

Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que habitan entre ellos, come alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que coma sangre, y la eliminaré de su pueblo, porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas, pues la misma sangre es la que hace expiación por la persona. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: ―Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que habita entre vosotros comerá sangre‖, (cursivas añadidas; véanse también los comentarios sobre Levítico 7.26-27; 17.11-12.) Las prohibiciones en Génesis 9.3-4 y Levítico 17.10-12 iban dirigidas a la práctica de comer carne que todavía palpitaba de vida porque la sangre todavía estaba en ella. Pero la transfusión de sangre no es comer carne que todavía contiene sangre. Por último, la prohibición en Hechos no fue dada como ley de acuerdo con la cual los cristianos habían de vivir, pues el Nuevo Testamento enseña claramente que no estamos bajo la Ley (Ro 6.14- G1 4.8-31). Más bien, el Concilio de Jerusalén aconsejaba a los gentiles que debían respetar a sus hermanos judíos observando estas prácticas y así no ofendiendo ―ni a judíos ni a gentiles ni a la iglesia de Dios‖ (1 Co 10.32). HECHOS 1 7.1-3: El hecho de que Pablo predicara en la sinagoga en el día sábado ¿apoya la opinión adventista de que la observancia del sábado como día de reposo todavía es vinculante? TERGIVERSACIÓN: Los Adventistas del Séptimo Día arguyen que Pablo daba su sanción a la práctica de observar el día de reposo en día sábado por parte de los cristianos, mediante su costumbre de ir a predicar a la sinagoga judía en día sábado. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La práctica de Pablo de dirigirse a judíos reunidos era simplemente parte de su estrategia misionera para alcanzar a los judíos donde estaban reunidos, usando sus Escrituras, las cuales habían venido a leer. De manera alguna daba su sanción a la observancia por cristianos del día de reposo en día sábado, como tampoco las reuniones de Pablo con filósofos paganos daba su sanción a la hora en que se reunían ellos (Hch 17.22-34). Al contrario, Pablo les dijo a los colosenses que el día de reposo era sólo una ―sombra‖ que se había desvanecido cuando la ―realidad‖ llegó con Cristo (Col 2.16- 17, NVI). Pablo afirmó que toda la tabla de la Ley mosaica ―grabad[a] con letras en piedra‖ (que incluía la ley del sábado) ―sé estaba extinguiendo‖ (2 Co 3.7,10, NVI) y hallaba su ―fin‖ (v. 13) en Cristo. El Nuevo Testamento menciona repetidas veces que la Ley judía del Antiguo Testamento ha sido cumplida por Cristo (Ro 10.4). Debido a ese cumplimiento, ―necesario es que haya también cambio de ley‖ (Heb 7.12). El mandamiento respecto al sábado es el único de los Diez Mandamientos que no se repite en el contexto de gracia del Nuevo Testamento. Esa es una omisión significativa si se supone que los cristianos de hoy han de observar ese mandamiento. Más bien el Nuevo Testamento da su sanción al primer día de la semana para la adoración cristiana: un día que observaba Pablo mismo. Las razones de eso son obvias. Es el día que resucitó Cristo, iniciando así el primer día de la semana para la celebración cristiana.

Las primeras apariciones de Jesús después de la resurrección fueron en días domingo, y así se estableció la pauta de esperar su presencia el primer día de la semana (cf. Me 16.2; Jn20.19, 26). El domingo es también el día que el Espíritu Santo bautizó a los discípulos, incorporándolos en el cuerpo de Cristo (Hch 2.1-4; cf. 1 Co 12.13) y causando así el nacimiento de la iglesia cristiana. Así que llegó a ser la práctica de la iglesia apostólica reunirse el primer día de la semana (Hch 20.7; 1 Co 16.2). En el último libro del Nuevo Testamento, Juan el apóstol meditaba un día domingo, ―el día del Señor‖, cuando recibió una visión de Cristo (Ap 1.10), mostrando que la práctica continuó durante muchas décadas después del tiempo de Cristo. En efecto, la iglesia cristiana ha continuado esta práctica desde el primer siglo hasta el presente. Véanse los comentarios sobre Éxodo 20.8-11. HECHOS 17.28: ¿Apoya la cita de Pablo la creencia panteísta de que Dios lo es todo? TERGIVERSACIÓN: El apóstol Pablo les dijo a los filósofos en el Areópago: ―[E]n él vivimos, nos movemos y somos‖. Los Cristianos Cientistas ven en este versículo apoyo para su creencia panteísta de que ―como una gota de agua es uno con el océano, un haz de luz uno con el sol, aun así Dios y hombre, Padre e hijo, son uno en su ser‖ (Eddy, p. 361). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ninguna razón, ni aquí ni en ninguna otra parte del Nuevo Testamento, para creer que el apóstol Pablo enseñaba panteísmo. En primer lugar, era por preparación y convicción un judío ortodoxo —un fariseo (Flp 3.4-6)— y por tanto un monoteísta estricto (Dt 6.4; 1 Co 8.4, 6). En segundo lugar, Pablo se refería aquí al ―Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay‖ (Hch 17.24, cursivas añadidas), mientras que los panteístas creen que Dios es el mundo y todas las cosas que en él hay. En tercer lugar, Pablo sólo aseveró que vivimos y somos ―era él‖ (Dios), no que somos él, como afirman los panteístas. Es decir, Dios es la Causa que lo sostiene todo, así como la Causa que da origen a todo (Heb 1.3; Col 1.17). HECHOS 17.28-29: ¿Apoya este versículo la idea de que el Padre celestial y una madre celestial dieron a luz hijos espirituales en la ―preexistencia‖? TERGIVERSACIÓN: Este versículo se refiere a los creyentes como ―descendientes‖ de Dios (NVI), lo cual, según los mormones, quiere decir que nacimos como hijos espirituales antes de nacer físicamente en la Tierra. ―El hombre, como espíritu, fue engendrado y nació de padres celestiales, y fue criado hasta llegar a la madurez en la mansión eterna del Padre, antes de venir a la Tierra en un cuerpo temporal [físico]‖ (Gospel Principles [Principios del Evangelio], 1979, p. 9). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En este contexto Pablo predicaba a algunos hombres en Atenas que ni siquiera creían en Dios. Valiéndose de destellos de

verdad en sus escritos, Pablo afirmó que todos somos ―descendientes de Dios‖ (NVI) en el sentido de que todos fuimos creados por él. Pablo afirmó anteriormente que Dios ―De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos y los límites de su habitación‖ (Hch 17.26). Pablo pensaba, quizás, en Malaquías 2.10: ―¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?‖ Es importante entender que la humanidad no preexistía como un ser espiritual antes del nacimiento físico en la Tierra. Génesis 2.7 nos dice: ―Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente.‖ Nótese que ningún espíritu preexistente entró en un tabernáculo de carne. Más bien, Dios creó el ser físico y entonces ―sopló en su nariz aliento de vida‖, y el hombre se convirtió en ser viviente en ese momento. Parece que en ese momento Dios creó tanto el aspecto material como el aspecto inmaterial del hombre. Desde entonces los seres humanos —en sus aspectos tanto material como inmaterial— nacen en el mundo mediante la unión natural de sus padres (cf. Gn 5.3). HECHOS 19.12: Los milagros realizados mediante las ropas de los apóstoles ¿apoyan el dogma católico de venerar reliquias religiosas? TERGIVERSACIÓN: Según Hechos 19.12 ―hasta los pañuelos o delantales que habían tocado su cuerpo [del apóstol Pablo] eran llevados a los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.‖ Ese acontecimiento histórico en tiempos bíblicos ¿da crédito a la veneración católica de las reliquias? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las curas sobrenaturales logradas mediante ropas del apóstol Pablo no prueban que debamos venerar nada. A los apóstoles se les dieron ―las señales de apóstol‖ (2 Co 12.12) para confirmar la revelación especial de Dios por medio de ellos (el Nuevo Testamento). Las señales de apóstol ya no son necesarias para ese propósito (Heb 2.3-4). En cuanto a sus reliquias, no dice aquí ni en ninguna otra parte del Nuevo Testamento que debamos venerar artículos mediante los cuales se realizaron milagros. Dios prohibió semejante idolatría en general en el Antiguo Testamento. Cuando cualquier objeto, como la serpiente de bronce, era venerado, era considerado idolatría (cf. 2 R 18.4). Dios ordenó claramente a su pueblo que no hiciera imágenes y que no se inclinara ante ellas en un acto de devoción religiosa. Este es el mismo error de los paganos que honraron y dieron culto a las criaturas antes que al Creador (Ro 1.25). La Biblia prohíbe tajantemente que hagamos o tan siquiera ―nos inclinemos‖ ante una ―imagen‖ de cualquier criatura en un acto de devoción religiosa: ―No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás‖ (Ex 20.4-5, cursivas añadidas).

CAPÍTULO 27

ROMANOS

ROMANOS 1.5: ¿Apoya este versículo la idea católica de que la verdadera iglesia de Cristo es una iglesia visible en la Tierra hoy, a saber, la Iglesia Católica? TERGIVERSACIÓN: El dogma católico enseña que ―la prueba bíblica de la visibilidad de la Iglesia surge de la institución Divina de la jerarquía‖. Y ―el oficio docente [de la Iglesia Católica] exige de sus titulares el deber de obediencia a la fe (Ro 1,5)‖ (Ott, 1960, pp. 301- 2). ¿Es este texto una prueba de que la verdadera iglesia es una iglesia visible en la Tierra hoy, a saber, la Iglesia Católica? Algunas otras sectas usan una lógica igual o parecida. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La afirmación de que la Iglesia Católica exige obediencia como la verdadera iglesia visible, no la apoya este texto. El texto dice: ―Por medio de él [Cristo] recibimos la gracia y el apostolado para conducir a todas las naciones a la obediencia de la fe por amor de su nombre.‖ Pablo habla aquí de

su apostolado (v. 1), no el de Pedro, ni de los supuestos sucesores de Pedro, los papas católicos. Además, para ser apóstol en este sentido autorizado, uno tenía que ser testigo ocular del Cristo resucitado (Hch 1.22; 1 Co 9.1; 15.5-8), lo cual claramente incapacita a cualquier persona después del primer siglo. Eso negaría la afirmación de que el ―oficio docente‖ de la Iglesia Católica de alguna manera se da a entender aquí. El argumento de la Iglesia tendría más fuerza si relacionara su poder con Pablo, y no con Pedro. El requisito adicional de ser testigo del ministerio terrenal de Jesús (Hch 1.22) era pertinente sólo con respecto a ser uno de los doce apóstoles que tienen un lugar especial en la fundación de la iglesia (Ef 2.20), ya que sus propios nombres estarán escritos sobre los cimientos de la ciudad eterna (Ap 21.14) y reinarán con Cristo en doce tronos cuando vuelva (Mt 19.28). Pablo no era uno de los doce y, por consiguiente, no tenía que llenar ese requisito. Sin embargo, sí era apóstol (G1 1.1) que recibió revelación directa de Dios (G1 1.12). Su autoridad apostólica era equiparable a la de los doce apóstoles (Gl 1.17; 2.5-9) y demostraba las milagrosas ―señales de apóstol‖ (2 Co 12.12). Pero tampoco era transferible el apostolado de Pablo. Pablo enumeró explícitamente la aparición a él del Cristo resucitado como requisito previo para ser apóstol. Escribió: ―¿No soy apóstol? ... ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro?‖ (1 Co 9.1). Asimismo enumeró la aparición del Jesús resucitado a él junto con su aparición a los demás apóstoles, diciendo: ―Después apareció a Jacobo y después a todos los apóstoles. Por último, como a un abortivo, se me apareció a mí‖ (1 Co 15.7-8). No había más apariciones de Cristo a nadie después de Pablo para confirmar el apostolado en este sentido especial. No se enumera ninguna en la lista oficial de 1 Corintios 15, y Pablo se describe como ―último‖ entre los que fueron personalmente visitados y comisionados. Se hace referencia a las señales milagrosas que confirmaban a un apóstol como sucesos del pasado ya para 69 d.C. cuando se escribió el libro de Hebreos (Heb 2.3-4). El Libro de Judas, escrito después de la muerte de Pablo, se refiere a los apóstoles como habiendo vivido en el pasado (Jud 17). Judas dijo que la fe que predicaba había sido ―encomendada una vez por todas‖ a nosotros por ellos (v. 3, NVI). Las ―señales de apóstol‖ (2 Co 12.12) incluían la habilidad de sanar toda enfermedad (Mt 10.1), aun las incurables, inmediatamente (cf. Hch 3.7), el poder de exorcizar demonios inmediatamente al dar la orden (Mt 10.8; cf. Hch 16.18), la autoridad de condenar a muerte a aquellos que mienten al Espíritu Santo (Hch 5.1-11), y aun la habilidad de realizar resurrecciones de entre los muertos (Mt 10.8; cf. Hch 20.7-11). Eso excluye a cualquier persona viva hoy, incluido el Papa. Nadie posee el poder de realizar esta clase de señales apostólicas. Pero sin esta clase de señales apostólicas (cf. Heb 2.34), no hay prueba de autoridad apostólica. La autoridad de los apóstoles del Nuevo Testamento existía después que habían cesado sus milagros, pero sólo porque estas señales apostólicas ya habían confirmado su autoridad apostólica, expresada en los perdurables escritos apostólicos. Pero una vez que habían muerto estos apóstoles confirmados de esta manera, no había ninguna autoridad apostólica viviente. La única autoridad apostólica presente hoy día es el Nuevo Testamento. Sólo los escritos del

Nuevo Testamento fueron confirmados por señales apostólicas, así que sólo el Nuevo Testamento contiene esta autoridad apostólica. ROMANOS 1.7: ¿Demuestra este versículo que Jesús es Dios Padre, como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En Romanos 1.7 leemos el saludo: ―Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.‖ Los Pentecostales Unidos argumentan que la palabra ―y‖ (kai en griego) en la frase ―de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo‖ debe traducirse ―es decir‖. Así que debe decir: ―de Dios nuestro Padre, es decir, del Señor Jesucristo‖. Traducido así, se ve a Jesús y al Padre como la mismísima persona (Graves, 1977, pp. 50-51; cf. Bernard, 1983, pp. 207-11). Eso quiere decir que Jesús es el Padre. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aunque es cierto que la palabra griega kai puede traducirse como ―es decir‖ en ciertos versículos, el contexto determina la traducción apropiada. Aun el erudito Pentecostal Unido Brent Graves reconoce eso (Graves, 1977, p. 52). La realidad es que los estudiosos del griego están de acuerdo unánime en que en su contexto, kai en Romanos 1.7 debe traducirse como ―y‖, no como ―es decir‖. Eso quiere decir que el peso de la prueba está sobre los Pentecostales Unidos para demostrar que la palabra tiene que traducirse con su significado secundario (―es decir‖) y no su significado primario (―y‖) en Romanos 1.7. De cualquier forma que se traduzca kai, los versículos inmediatamente antes y después de Romanos 1.7 muestran una distinción personal entre el Padre y Jesucristo. Por ejemplo, a Jesús se le llama el ―Hijo‖ de Dios en el versículo 3, y en el versículo 8 Pablo da gracias ―a mi Dios, mediante Jesucristo‖ por los cristianos romanos. Es el testimonio uniforme de las Escrituras que Jesús y el Padre son personas distintas (dentro de la unidad del Dios único) .Véase el análisis de Mateo 28.19 ROMANOS 1.19-20: ¿Están perdidos los que nunca han escuchado el evangelio? TERGIVERSACIÓN: Jesús dijo: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí‖ (Jn 14.6). También, Hechos 4.12 dice de Cristo: ―Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.‖ ¿Estará eternamente perdida una persona que nunca ha escuchado el evangelio de Cristo? Pablo parece responder afirmativamente a esta interrogante. Pero ¿es justo condenar a personas que ni siquiera han oído hablar de Cristo? Algunos adeptos de la Nueva Era señalan este problema para apoyar su idea de que todas las religiones del mundo son caminos que llevan a Dios (véase Fox, 1989, p. 288). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La respuesta de Pablo es clara. Dijo que los paganos ―no tienen excusa‖ (Ro 1.20) porque ―lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó: Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se

hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas‖ (1.19-20). Así que los paganos son justamente condenados. Romanos 2.12 declara: ―Todos los que sin la Ley han pecado, sin la Ley también perecerán; y todos los que bajo la Ley han pecado, por la Ley serán juzgados.‖ Este pasaje enseña que los judíos son juzgados por la Ley (las Escrituras hebreas), pero los gentiles son condenados por ―la Ley escrita en sus corazones‖ (v. 15). ―Cuando los gentiles que no tienen la Ley hacen por naturaleza lo que es de la Ley, estos, aunque no tengan la Ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la Ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y acusándolos o defendiéndolos sus razonamientos‖ (Ro 2.14-15, cursivas añadidas). La pregunta acerca de la justicia de Dios al juzgar a los paganos presupone la inocencia de parte de los no salvos que no han oído el evangelio. Pero la Biblia nos dice que ―todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios‖ (Ro 3.23). Es más, Romanos 1.18-20 dice que Dios se revela claramente mediante la revelación natural, así que ―no tienen excusa‖. Los seres humanos no son inocentes en cuanto a la revelación natural de Dios. Si una persona no ha escuchado el evangelio y vive lo mejor que pueda, esa persona simplemente está haciendo obras en un esfuerzo por lograr la salvación. Pero la salvación es por gracia, ―porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios‖ (Ef 2.8). Nadie puede hacer nada para obtener acceso al cielo. Si hubiera modo de hacerlo, la obra de Cristo en la cruz fue un acto inútil. La Biblia dice en esencia: ―Buscad, y hallaréis.‖ Es decir, aquellos que buscan la luz que tienen mediante la naturaleza, la cual no es suficiente para la salvación, obtendrán la luz que necesitan para salvación. Hebreos 11.6 dice: ―Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan.‖ Hechos 10.35 añade: ―...sino que en toda nación [Dios] se agrada del que lo teme y hace justicia.‖ Dios tiene muchas maneras de hacer llegar a aquellos que lo buscan la verdad acerca de la salvación mediante Cristo. Puede enviar un misionero (Hch 10), una transmisión de radio, o una Biblia (Sal 119.130). Teóricamente Dios podría enviar una visión (Dn 2; 7) o un ángel (Ap 14), aunque ya no da revelación nueva. Pero aquellos que dan la espalda a la luz que tienen (mediante la naturaleza) y se encuentran perdidos en la oscuridad no pueden echar la culpa a nadie más que a sí mismos. Pues ―los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas‖ (Jn 3.19). ROMANOS 1.26: ¿Quiere decir este versículo que los homosexuales no deben ser heterosexuales porque va contra su naturaleza? TERGIVERSACIÓN: Según algunos homosexuales, cuando Pablo habló en contra de lo que ―va contra la naturaleza‖ en Romanos 1.26, no declaraba que la homosexualidad era moralmente malo, sino simplemente que iba contra la naturaleza de los heterosexuales. ―Contra la naturaleza‖ se emplea de manera sociológica, no biológica. Así que en vez de condenar las prácticas homosexuales, se arguye que este pasaje de Romanos en realidad da su aprobación a prácticas homosexuales para los homosexuales.

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Cuando la Biblia declara que las prácticas homosexuales ―van contra la naturaleza‖ (Ro 1.26), se refiere a la naturaleza biológica, no sociológica. No se puede usar este pasaje para justificar la homosexualidad. La sexualidad y la expresión sexual son definidas biológicamente en las Escrituras desde el principio. En Génesis 1 Dios creó ―varón y hembra‖ y les dijo: ―Fructificad y multiplicaos‖ (Gn 1.27-28). Esa reproducción sólo era posible si se refería a un varón y una hembra biológicos. La orientación sexual se entiende en sentido biológico, no sociológico, cuando Dios dice: ―Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne‖ (Gn 2.24). Sólo un padre y una madre biológicos pueden producir hijos, y la referencia a ―una sola carne‖ simplemente no se puede entender en ninguna relación sino el matrimonio físico heterosexual. El pasaje de Romanos dice: ―Hombres con hombres cometieron actos indecentes‖ (NVI). Eso indica claramente que la clase de acto pecaminoso que se condena era de naturaleza homosexual (Ro 1.27). Lo que hicieron no era natural para ellos, sino que ―cambiaron las relaciones naturales‖ por ello (v. 26, NVI). Así que los actos homosexuales fueron declarados antinaturales para los homosexuales también. Los deseos homosexuales también se llaman ―pasiones vergonzosas‖ (v. 26). Así que es evidente que Dios está condenando pecados sexuales entre personas del mismo sexo biológico. Los actos homosexuales van contra la naturaleza humana como tal, no sólo contra la orientación sexual de un heterosexual. ROMANOS 2.6-7: ¿Enseña este pasaje que las buenas obras son una condición de salvación, como afirman los eruditos católicos? TERGIVERSACIÓN: El Concilio de Trento de la Iglesia Católica declaró que para ―aquellos que obraren bien ‗hasta el fin‘ [Mt 10.22], y que confiaren en Dios, se ha de proponer la vida eterna, tanto como una gracia misericordiosamente prometida a los hijos de Dios por medio de Jesucristo, ‗y como una recompensa‘ que... se ha de dar fielmente a sus buenas obras y su mérito‖ (Denziger, 1957, no. 809, p. 257). Añade que ―si alguien dijere que las buenas obras del hombre justificado son de tal manera un don de Dios que no son también los buenos méritos de aquel que es justificado, o que el que es justificado por las buenas obras... no merece verdaderamente un aumento de gracia, vida eterna, y la consecución de vida eterna (si muriere en gracia), y también un aumento de gloria, que sea anatema‖ (ibid., no. 842, p. 261). Es más, ―San Pablo, quien tanto énfasis pone en la gracia, también recalcó por otra parte la naturaleza meritoria de las buenas obras realizadas con gracia, al enseñarnos que la recompensa es en proporción a las obras: ‗Él [Dios] pagará a cada uno conforme a sus obras‘ (Ro 2,6)‖ (ibid., p. 265). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Ni este ni ningún otro pasaje de las Escrituras enseña que las obras sean una condición necesaria para recibir salvación. Pablo deja muy claro que la salvación es por gracia aparte de cualquier obra, tanto en Romanos (cf. 3.28; 4.5) como en otras partes (cf. Ef 2.8-9; Tit 3.5).

Cuando Pablo habla aquí (y en otras partes) de las obras en relación con la salvación, las obras siempre son el resultado de la salvación, y no una condición de ella. Somos salvos por gracia por medio de la fe (Ef 2.8-9) pero ―para buenas obras‖ (Ef 2.10). Se nos dice que debemos ―ocuparnos‖ en nuestra salvación (Flp 2.12) porque ―Dios es el que en‖ nosotros ―produce así el querer como el hacer‖ (Flp 2.13). Asimismo en Tito se nos dice que ―nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia‖ (Tit 3.5). Entonces dice en seguida que ―los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras‖ (v. 8). En cada caso en la Biblia somos salvos por gracia pero para obras. No trabajamos para ganarnos la gracia, sino como resultado de la gracia (cf. 2 Co 5.14; Tit 2.11 – 12). Pablo dice en el siguiente capítulo de Romanos: ―Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley‖ (Ro 3.28). Y en el capítulo siguiente añade: ―...pero al que no trabaja, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia‖ (Ro 4.5). A menos que uno suponga que el apóstol se contradice, las buenas ―obras‖ en Romanos 2.6 – 7 deben ser consideradas el resultado o la manifestación de la salvación, no la condición de recibirla. Un examen detenido del contexto en Romanos 2.6-7 revela que las buenas ―obras‖ mencionadas son un resultado de la fe. Pablo habla de la necesidad de arrepentimiento (v. 4) y de obedecer la verdad (v. 8) para obtenerla. Y, como Santiago, hace hincapié en la necesidad de buenas obras como una prueba de que uno tiene una fe salvadora. ―[P]ues no son los oidores de la Ley los justos ante Dios, sino que los que obedecen la Ley serán justificados‖ (v. 13). Como en otras partes en las que se mencionan hechos humanos en la Biblia (cf. Ap 20.11 – 15), el contexto en Romanos 2 está relacionado con el juicio de Dios (véase el v. 3) .Y cuando el juicio es el tema, siempre se pone el énfasis sobre las obras como una manifestación de la fe de uno (o la falta de la misma), no simplemente sobre la fe de la cual las obras son el resultado. Así que es comprensible que en este contexto Pablo haga hincapié en las obras que son una manifestación de la fe mediante la cual uno recibe vida eterna (2.6-7). La ―vida eterna‖ en Romanos y en otras partes del Nuevo Testa- mentó es un resultado sólo de la fe (aunque es la clase de fe que produce buenas obras). Apenas unos cuantos capítulos después Pablo escribió: ―[P]orque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro‖ (Ro 6.23). Si la vida eterna es una dádiva, no es algo por lo cual uno trabaje (Ro 4.5). Asimismo en Juan leemos: ―El que cree en el Hijo tiene vida eterna‖ (Jn 3.36), y: ―El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida‖ (Jn 5.24). A partir de estos versículos está claro que la vida eterna es una posesión actual de los creyentes sólo a base de su fe. ROMANOS 2.7: ¿Se adquiere o se posee la inmortalidad? TERGIVERSACIÓN: Pablo habla de ―buscar‖ inmortalidad, y de vestirse de inmortalidad, o adquirirla, en la resurrección (1 Co 15.53). ¿Cesa, pues, la existencia personal, como insisten los testigos de Jehová, entre la muerte y el día de resurrección

cuando el cristiano es devuelto a la conciencia y vestido de vida eterna? (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 377). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia reserva el término inmortalidad para el día de la resurrección final. Sin embargo, las Escrituras insisten en que el creyente goza de vida eterna como una existencia continua desde el momento de la salvación y después que muere el cuerpo. Es necesario, pues, aclarar cuidadosamente qué es lo que el creyente tiene en Cristo, y qué es lo que tendrá. Una manera de resumir esta diferencia sería decir que la inmortalidad es algo que los cristianos han adquirido, pero que no poseerán plenamente hasta que tengan cuerpos resucitados. Antes de la resurrección final de los muertos, sólo Cristo tiene un cuerpo inmortal. Ya que sólo Cristo ha experimentado su resurrección corporal final, 1 Corintios 15.20 – 23 lo describe como las ―primicias‖ de los muertos. A diferencia de él, en este sentido no somos todavía ―frutos‖ de los muertos de manera que no somos inmortales. Los versículos 24 – 26 explican que en el punto culminante de la historia, Cristo pondrá fin a la maldición adámica, destruyendo sólo en el último momento la maldición de la muerte física del cuerpo. En la resurrección final, cuando se una un cuerpo glorificado con el alma, los creyentes finalmente podrán decir que poseen inmortalidad. Lo corruptible se vestirá de lo incorruptible lo mortal de la inmortalidad (1 Co 15.53). Mientras tanto, esa última unión físico-espiritual y la vida eterna le pertenecen al cristiano como una promesa segura. Ahora justificadas y santificadas en la muerte y la resurrección de Cristo, las almas de los creyentes irán al morir a una existencia consciente en el cielo (2 Co 5.8; Flp 1.23). Los cuerpos ―dormirán‖, esperando el momento del cambio (1 Co 15.51 – 52) en que podremos decir con Pablo: ―Sorbida es la muerte en victoria‖ (v. 54). ROMANOS 3.27-28: Cuando Pablo dice que las ―obras‖ (hechos) no son una condición de la salvación, ¿quiere decir sólo obras de la Ley mosaica, o cualquier buena obra? TERGIVERSACIÓN: Pablo declara que ―el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley‖ (Ro 3.28). Los católicos afirman que Pablo no está hablando en contra de buenas ―obras‖ o ―hechos‖ en general (los cuales creen ser esenciales para la salvación), sino sólo de ―las obras de la Ley‖ de Moisés (como en Ro 3.27-28). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Esta interpretación tergiversa las enseñanzas del apóstol Pablo. Pablo habla a menudo de ―las obras de la Ley‖, ya que esa era la clase particular de obras que los integrantes de su público eran propensos a realizar, siendo judíos (cf. Hch 15.5; Ro 4; G1 3). Sin embargo, cuando hablaba a iglesias con gran proporción de gentiles, Pablo a veces empleaba la palabra obras sin limitarla a las obras de la ley de Moisés. En Efesios declara: ―[P]orque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe‖ (2.8-9). Asimismo en Tito 3 (véanse w. 5-7) afirmó que ―nos salvó, no por obras de justicia que

nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia.‖ Así que no son sólo ―las obras de la Ley‖ de Moisés sino cualesquiera ―obras‖ u ―obras de justicia‖ que son insuficientes para salvación. Limitar todas las condenaciones de ―obras‖ por Pablo sólo a obras de la ley de Moisés es como limitar la condenación de homosexualidad por Dios en el Antiguo Testamento (cf. Lv 18,20) a judíos, ya que estos pasajes se hallan sólo en la Ley mosaico que fue escrita para los judíos. Y reconocer que una ley moral (es decir, una ley natural) existe fuera de la ley de Moisés es reconocer el argumento protestante de que las ―obras‖ aquí no se limitan sólo a las obras de la Ley mosaica. La verdad es que las condenaciones tienen una aplicación más amplia que al contexto inmediato en el que surgieron. Lo mismo es cierto en el caso de la condenación por Pablo de ―obras‖ meritorias como medio de salvación. Limitar la condenación por Pablo a obras de santurronería a diferencia de obras meritorias es ver en el texto una distinción que no se halla en él. Lo que es más, si cualquier clase de buenas obras influye aun mínimamente en la obtención de la salvación, tendríamos motivos para jactarnos y, por consiguiente, todavía caeríamos bajo la condenación de Pablo (Ef 2.9). Por último, el carácter moral básico de Dios que se expresa en los Diez Mandamientos es el mismo que se expresa mediante la ley natural a toda la humanidad. El hecho de que alguien no esté consciente o deliberadamente haciendo obras de acuerdo con la ley de Moisés no quiere decir que la norma moral básica no sea la misma. Por consiguiente, en un sentido todas las ―obras‖ morales son ―obras de la Ley, ya que están de acuerdo con los principios morales expresados en la ley de Moisés. Es por eso que el apóstol Pablo dijo: ―Cuando los gentiles que no tienen la Ley [de Moisés] hacen por naturaleza lo que es de la Ley [de Moisés], estos [muestran] la obra de la Ley escrita en sus corazones‖ (Ro 2.14 – 15a). A fin de cuentas, cuando se trata de las demandas morales de la ley, no hay ninguna diferencia sustancial entre las ―obras de justicia‖ y las ―obras de la Ley‖. En síntesis, el argumento católico de que Pablo se refería a éstas pero no a aquéllas es una distinción sin diferencia. La verdad lisa y llana es que ninguna obra de ninguna clase merece salvación. La vida eterna es un regalo que se recibe solamente por fe (Jn 3.16, 36; 5.24; Ro 6.23). ROMANOS 5.18-19: ¿Enseña Pablo universalismo al afirmar que ―muchos [todos] serán constituidos justos‖? TERGIVERSACIÓN: En Romanos 5.18-19 Pablo escribió: Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación que produce vida. Así como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos. Muchos eruditos liberales y algunos neo-ortodoxos, tales como Karl Barth, insisten en que este pasaje enseña que todo el mundo finalmente será salvo. ¿Es esta una interpretación correcta del texto?

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: De estos versículos los universalistas coligen que la muerte de Cristo ―por todos‖ garantiza salvación ―para todos‖. Sin embargo, esta conclusión va en contra del contexto aquí y en Romanos en su totalidad, así como de todo el resto de las Escrituras. Aun en este contexto Pablo habla de ser ―justificados... por la fe” (5.1), no automáticamente por lo que Cristo hizo por nosotros. También se refiere a la salvación como un ―don‖ (5.16) que ha de ser recibido; en 5.17 declara que la salvación viene sólo a aquellos que reciben el don de justicia. El resto del Libro de Romanos deja inequívocamente en claro que no todos serán salvos. Romanos 1-2 habla de los paganos que ―no tienen excusa‖ (Ro 1.20) y contra quienes se revela ―la ira de Dios‖ (1.18). Declara que ―Todos los que sin la Ley han pecado, sin la Ley también perecerán‖ (Ro 2.12). En el meollo de su argumento Pablo concluye que aparte de justificación por la fe, el mundo tiene que rendir cuentas a Dios (3.19). Posteriormente, hablando del destino tanto de los salvos como de los perdidos, Pablo afirma que ―la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro‖ (Ro 6.23). Asimismo, Pablo reconoció que, a pesar de todas sus oraciones, no todos sus hermanos israelitas serían salvos (Ro 11.1 – 10), sino que muchos serían ―anatema‖ (Ro 9.3). De hecho, el propósito central de Romanos es mostrar que sólo los que creen serán justificados (Ro 1.17; cf. 3.21 – 26). Romanos 9 no podría ser más claro al decir que sólo los electos, no todos, serán salvos (cf. 9.14-26). Para con los demás, Dios era paciente, esperando que se arrepintieran (2 P 3.9), para que no fueran ―vasos de ira preparados para destrucción‖ (Ro 9.22). Numerosos pasajes en otras partes de las Escrituras hablan del destino eterno de la gente perdida, entre ellos el pasaje vivido al final de Apocalipsis en el que Juan dijo: Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo y ningún lugar se halló ya para ellos. Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios. Los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada uno según sus obras La muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. El que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego. [Ap 20.11 – 15] Simplemente no hay pruebas que apoyen el universalismo en Romanos 5, y va en contra de la enseñanza clara de otros pasajes bíblicos. Ya que la Biblia no se contradice, los versículos que pueden interpretarse en más de una forma deben entenderse a la luz de los que no son susceptibles a múltiples interpretaciones. ROMANOS 8.7: ¿Apoya este versículo la idea de que uno debe buscar un sentido espiritual de los versículos bíblicos, a diferencia de leer el texto literalmente?

TERGIVERSACIÓN: Romanos 8.7 dice: ―La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo‖ (NVI), o más literalmente: ―[P]or cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden‖ (RVR 1995).Algunos defensores de la Ciencia Cristiana creen que una lectura literal del texto bíblico es la lectura de la mente carnal, lo cual es enemistad contra Dios (Eddy, Miscellaneous Writings [Escritos misceláneos], pp. 319-20). Uno debe, por tanto, buscar la interpretación espiritual o esotérica del texto bíblico. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo y todo el texto de Romanos 8 contrasta la vida no regenerada, dominada por la carne o la naturaleza pecaminosa, con la vida controlada por el Espíritu Santo. Así que el versículo trata con el asunto de santificación, no con interpretación bíblica. Los Cristianos Cientistas ven algo en el texto que no está en él. Un enfoque esotérico o ―espiritual‖ a la interpretación de las Escrituras es imposible de probar y por tanto inútil. A diferencia de una metodología objetiva, en la cual es posible evaluar y probar las interpretaciones de manera racional comparando Escritura con Escritura y sopesando objetivamente consideraciones históricas y gramaticales, no hay ninguna manera objetiva de probar las interpretaciones esotéricas de las Escrituras. Las interpretaciones son subjetivas y no verificables; no hay manera de probar que una interpretación determinada es correcta o incorrecta, ya que una ―prueba‖ presupone racionalidad y objetividad. Eso produce contradicciones irreconciliables. En el enfoque subjetivo del esoterismo, la autoridad básica deja de ser las Escrituras y deviene la mente del intérprete. Por consiguiente, dos personas que abordan el mismo versículo pueden llegar, subjetivamente, a interpretaciones radicalmente contradictorias, y no hay manera objetiva de determinar cuál es correcta (si es que alguna lo es). Si el propósito primordial para el cual Dios creó el lenguaje era hacer posible que él se comunicara con los seres humanos, así como permitir que los seres humanos se comunicaran los unos con los otros, debe de seguirse que él, por lo general, usaría el lenguaje en su sentido literal, normal y llano, y esperaría que el hombre hiciera lo mismo. Esta interpretación del lenguaje es un requisito previo para entender no sólo la palabra hablada de Dios, sino también su Palabra escrita (las Escrituras). La Biblia, como cuerpo de literatura, existe porque los seres humanos tienen que saber ciertas verdades espirituales que no pueden alcanzar solos. Así que estas verdades deben llegarles desde fuera: a través de revelación especial y objetiva de Dios (Dt 29.29).Y es posible entender esta revelación sólo si uno interpreta las palabras de las Escrituras de acuerdo con el plan original de Dios para el lenguaje: es decir, según el sentido liso y llano de cada palabra. No se pretende sugerir un ―literalismo rígido‖ que interprete figuras retóricas o metáforas de manera literal. Pero lo que se entiende como figura retórica y lo que se ha de entender en sentido literal debe basarse en el texto bíblico mismo, como, por ejemplo, cuando Jesús empleó parábolas obviamente figuradas para comunicar verdad espiritual. Jesús nunca buscaba un sentido esotérico cuando interpretaba las Escrituras del Antiguo Testamento. Al contrario, constantemente interpretaba en sentido muy literal

los relatos de la creación y Adán y Eva (Mt 13.35; 25.34; Mc 10.6), el arca de Noé y el diluvio (Mt 24.38 – 39; Lc 17.26 – 27), Jonás y el gran pez (Mt 12.39 – 41), Sodoma y Gomorra (Mt 10.15) y el relato de Lot y su esposa (Lc 17.28 – 33). La interpretación de Jesús del Antiguo Testamento siempre estaba de acuerdo con el sentido gramatical e histórico. Si Jesús hubiera tenido la intención de enseñar a sus seguidores a usar un método esotérico de interpretar las Escrituras, fracasó como maestro, pues sus palabras condujeron a quienes lo siguieron en la dirección exactamente opuesta a la que habría pretendido. En efecto, sus seguidores interpretaron sus palabras literalmente: creyendo en la realidad del pecado, la muerte y la necesidad de salvación, a diferencia de la Ciencia Cristiana, que enseña que el pecado y la muerte son ilusiones. Al contrario del sentido espiritual de textos bíblicos que enseña la Ciencia Cristiana Jesús enseñó de manera abierta y con claridad. Después de su arresto Jesús fue interrogado por el sumo sacerdote acerca de sus discípulos y su enseñanza Jesús respondió: ―Yo públicamente he hablado al mundo. Siempre he enseñado en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto‖ (Jn 18.20). No había sentidos ocultos bajo sus palabras. Siguiendo el ejemplo de Jesús y los apóstoles, el intérprete objetivo de las Escrituras debe buscar el sentido deseado del autor del texto bíblico. El sentido es determinado por el autor; el descubierto por los lectores. Nuestra meta debe ser exégesis (sacar del texto el significado que tiene) y no eiségesis (superponer al texto un significado que no tiene). ROMANOS 8.16: ¿Quiere decir este versículo que antes de nacer físicamente en la Tierra, nacimos como hijos espirituales de nuestro Padre celestial y nuestra madre celestial? TERGIVERSACIÓN: En Romanos 8.16 el apóstol Pablo dice: El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.‖ Los mormones creen que somos ―hijos de Dios‖ en el sentido de que nacimos como ―hijos espirituales‖ antes de nuestra existencia terrenal (McConkie, 1976, p. 589). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El contexto de Romanos 8 nos dice en qué sentido los creyentes se vuelven ―hijos de Dios‖. El versículo 15 afirma que nos volvimos hijos de Dios por adopción: ―[P]ues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!».‖ Esta condición adoptiva se hace efectiva el momento que creemos en Jesús para salvación (Jn 1.12; véanse también G1 4.5 – 6; Ef 1.5). ROMANOS 8.17: ¿Indica este versículo que podemos llegar a ser exaltados como dioses? TERGIVERSACIÓN: Romanos 8.17 dice: ―Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que

juntamente con él seamos glorificados.‖ Los mormones creen que este versículo enseña que finalmente podemos llegar a ser exaltados como dioses (McConkie, 1976, p. 237). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Como se observó en el análisis de Romanos 8.16, los creyentes se vuelven hijos de Dios, no por naturaleza sino por adopción en la familia de Dios. Ser ―coheredero‖ con Cristo implica, no exaltación como Dios, sino la herencia de todas las bendiciones espirituales en esta vida (Ef 1.3), y todas las riquezas del glorioso reino de Dios en la otra vida (1 Co 3.21-23). Dios, en todas las Escrituras, se opone firmemente a los pretendientes humanos al trono divino (Hch 12.22 – 23; cf. Ex 9.14; Hch 14.11 – 15). El único Dios verdadero declaró enérgicamente: ―[A]ntes de mí no fue formado dios ni lo será después de mí‖ (Is 43.10). Este versículo destruye completamente la posibilidad de que un ser humano llegue a ser un dios. ROMANOS 8.21: ¿Apoya este versículo las ideas de ―sexo abierto‖ de los Niños de Dios? TERGIVERSACIÓN: En Romanos 8.21 encontramos una referencia a ―la libertad gloriosa de los hijos de Dios‖. ¿Incluye la ―libertad‖ mencionada en este versículo la libertad de tener sexo abierto fuera del enlace matrimonial, como arguyen los Niños de Dios? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Un vistazo al contexto de Romanos 8 nos ayuda a entender lo que realmente está sucediendo en el versículo 21. Pablo afirmó que nuestros sufrimientos no son comparables con la gloria que se manifestará en nosotros (v. 18). La gloria perdura para siempre (2 Co 4.17); el sufrimiento terminará. Pablo dijo eso para fortalecer a sus lectores para que pudieran soportar sus sufrimientos actuales. La expectativa de una gloria venidera nos ayuda a tener una perspectiva eterna durante los tiempos difíciles. Pablo entonces pasó a hablar sobre la relación entre los creyentes y la creación, tanto en su estado actual de tribulación como en su gloria futura (Ro 8.19 – 21). Dijo que toda la creación anhela ardientemente la manifestación de los hijos de Dios. El verbo que significa ―anhela ardientemente‖ (v. 19) se emplea siete veces en el Nuevo Testamento. En cada caso se emplea con referencia a la segunda venida de Cristo (Ro 8.19, 23, 25; 1 Co 1.7; G1 5.5; Flp 3.20; Heb 9.28). La ―manifestación‖ de los hijos de Dios tendrá lugar cuando Cristo venga otra vez. En cuanto a la razón de este estado actual de esperar, Pablo dijo que la creación ―fue sujetada a vanidad‖ (Ro 8.20). La palabra vanidad conlleva la idea de ―inutilidad‖, ―debilidad‖ y ―falta de sentido‖. Como parte de su juicio contra el pecado del hombre, Dios sujetó la creación a vanidad o frustración (v. 20). A la humanidad se le ha dado una posición de autoridad sobre la creación como representante de Dios (Gn 1.26 – 30; 2.8, 15). Por consiguiente, el juicio de Dios por rebeldía incluía un juicio contra la esfera humana.

Todo eso se hizo ―en esperanza‖ de que la creación un día sea ―libertada‖ (v. 21).Viene un tiempo en que la creación estará libre del pecado, de Satanás y de la descomposición física. Nuestro destino como creyentes es morar en ―cielos nuevos y tierra nueva‖ (2 P 3.7 – 13; Ap 21.1). Esa es la libertad gloriosa que nos ilusiona. El versículo obviamente no tiene nada que ver con libertad sexual. La Biblia en todas partes condena semejante conducta promiscua (Ex 20.14; 1 Co 5.1; 6.18; 7.2). Véase el análisis de Juan 15.12 para argumentación bíblica en cuanto a la instrucción de Dios de que es lícito tener relaciones sexuales sólo en los confines del matrimonio. ROMANOS 10.13: ¿Indica este versículo que debemos invocar el nombre de ―Jehová‖ específicamente para ser salvos? TERGIVERSACIÓN: La Traducción del Nuevo Mundo traduce Romanos 10.13 así: ―Porque ‗todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo‘.‖ Los testigos de Jehová citan este versículo al insistir en la necesidad de emplear el nombre propio de Dios, Jehová, para alcanzar la salvación (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 149). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Traducción del Nuevo Mundo traduce mal este versículo. Se traduce correctamente así: ―[T]odo aquel que invoque el nombre del Señor [griego: kuríou], será salvo‖ (RVR 1995). En el contexto, ―Señor‖ se refiere a Jesucristo, tal como se aclara en el versículo 9: ―Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.‖ Así que por su propio argumento, si Señor quiere decir ―Jehová‖ —y Señor se refiere a Jesús aquí— entonces Jesús debe de ser Jehová, una doctrina que rechazan enérgicamente. Asimismo, si ―Señor‖ (kúrios) quiere decir Jehová, los testigos de Jehová deben aceptar a Jesús como Jehová, ya que Filipenses 2.10-11 declara que ―en el nombre de Jesús se doble toda rodilla... y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor [kúrios]‖. Por consiguiente, si kúrios es Jehová, Jesús es Jehová.

CAPÍTULO 28

1 CORINTIOS

1 CORINTIOS 1.3: ¿Demuestra este versículo que Jesús es Dios Padre, como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En 1 Corintios 1.3 leemos el saludo: ―Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.‖ Los Pentecostales Unidos argumentan que la palabra ―y‖ (kai en griego) en la frase ―de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo‖ debe traducirse ―es decir‖. Así que debe decir: ―de Dios nuestro Padre, es decir, del Señor Jesucristo‖ .Traducido así, se ve a Jesús y al Padre como la mismísima persona (Graves, 1977, pp. 50-51; cf. Bernard, 1983, pp. 207-1 1). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Véanse los comentarios sobre Romanos 1.7. Nótese que el versículo inmediatamente después de 1 Corintios 1.3 señala la distinción entre el Padre y Jesucristo (véase el v. 4). 1 CORINTIOS 1.17: ¿Es el bautismo en agua una condición de salvación?

TERGIVERSACIÓN: Pablo declara que Cristo no lo envió a bautizar. Pero Cristo les dio a sus discípulos la comisión de ―hace[r] discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖ (Mt 28.19). ¿Es el bautismo necesario para salvación? Algunos grupos, tales como los mormones, creen que sí (Pratt, 1854, p. 255). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Pablo no se oponía al bautismo, pero tampoco creía que era una condición de salvación (véanse los comentarios sobre Hch 2.38). Pablo mismo fue bautizado en agua (Hch 9.18; 22.16), y enseñaba el significado y la importancia del bautismo en agua en sus epístolas (cf. Ro 6.3-4; Col 2.12). En efecto, en este mismo pasaje (1 Co 1), Pablo reconoce que bautizó a varias personas (vv. 14, 16), así como le hizo al carcelero filipense después que éste fuera salvo (Hch 16.3133). Aunque Pablo creía que el bautismo en agua era un símbolo de salvación, no creía que era parte del evangelio ni que era esencial para la salvación. 1 CORINTIOS 3.15: La referencia a ser salvo por fuego ¿se refiere al purgatorio, como afirman los eruditos católicos? TERGIVERSACIÓN: En 1 Corintios 3.15 Pablo declara: ―Si la obra de alguno se quema, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.‖ Los eruditos católicos arguyen que ―los Padres latinos entienden que el pasaje se refiere a un castigo transitorio de purificación en el otro mundo‖ (Ott, 1960, p. 483). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aquí Pablo, hablando de creyentes que algún día recibirán una ―recompensa‖ por su servicio a Cristo (v. 14), dice: ―Si la obra de alguno se quema, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego‖. El versículo no dice nada que insinúe que el creyente sufrirá las consecuencias temporales de sus pecados en el purgatorio. En primer lugar, el creyente no se quema en el fuego; sólo sus obras se queman. El creyente ve quemarse sus obras, pero él mismo se libra del fuego. Aun la autoridad católica Ludwig Ott parece reconocer que este texto ―habla de un castigo transitorio del Día de Juicio General, el cual consiste probablemente en tribulaciones severas después de las cuales tendrá lugar la salvación final‖ (ibid., p. 483, cursivas añadidas). De ser así, no habla en absoluto de lo que tradicionalmente se ha llamado purgatorio. Además, el Libro de 1 Corintios era dirigido a ―los santificados en Cristo Jesús‖ (1 Co 1.2). Puesto que ya estaban posicionalmente santificados en Cristo, no necesitaban más purificación para darles el derecho de estar en la presencia de Dios. Ya están ―en Cristo‖. Después de enumerar toda una letanía de pecados, incluyendo fornicación, idolatría y codicia, Pablo añade: ―Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús‖ (1 Co 6.11). De este y otros pasajes de las Escrituras (cf. 2 Co 5.21), es evidente que sus pecados ya fueron pagados por el sufrimiento de Cristo (cf. 1 P 2.22-24; 3.18) y que ellos eran —vestidos en la justicia de Cristo— perfectos ante Dios. No les hacía falta más sufrimiento por pecados para alcanzar tal posición, ni para llegar al cielo. Y el

hecho de que Dios deseara que mejoraran su condición práctica en la Tierra no disminuye en lo más mínimo su posición absolutamente perfecta en el cielo. No hace falta ningún torrente repentino de santificación práctica (en el purgatorio) para hacerlos llegar al cielo. Es más, el contexto revela que el pasaje no habla de las consecuencias del pecado, sino de la recompensa por servicio para los que ya son salvos. Pablo afirma claramente: ―Si permanece la obra de alguno que sobreedificó [sobre la base de Cristo], él recibirá recompensa‖ (1 Co 3.14). La palabra griega (misthós) empleada aquí se refiere a una ―paga por trabajo hecho‖ o una ―recompensa dada (mayormente por Dios) por la calidad moral de una acción‖ (cf. 1 Co 9.17) (Arndt and Gingrich, Greek-English Lexicon [Léxico griego-inglés], “Misthos”). Así que el asunto aquí no es pecado y su castigo, sino servicio y su recompensa. Asimismo, como reconocen aun los teólogos católicos, la pérdida claramente no es de salvación, ya que ―él mismo será salvo‖ (v. 15).Así que la pérdida debe de ser la pérdida de la recompensa por no servir fielmente a Cristo. No hay absolutamente nada aquí acerca del sufrimiento por nuestros pecados des pues de la muerte. Cristo sufrió por todos nuestros pecados mediante su muerte (1 Co 15.3; Heb 2.9). Además, el ―fuego‖ aquí no purga nuestra alma de pecados; más bien, ―pondrá al descubierto‖ y ―probará‖ nuestra ―obra‖. El versículo 13 dice claramente que ―la obra de cada uno se hará manifiesta, porque el día la pondrá al descubierto, pues por el fuego será revelada. La obra de cada uno, sea la que sea, el fuego [mismo] la probará‖ (cursivas añadidas). No hay prácticamente nada aquí relacionado con la purgación del pecado. Al contrario de la afirmación católica, el fin de la limpieza aquí no es ontológico (real) sino funcional. El tema central son las ―coronas‖ que los creyentes recibirán por su servicio (2Ti 4.8), y no la manera en que su carácter queda limpio de pecado. Es simplemente una cuestión de revelar y premiar nuestra obra por Cristo (2 Co 5.10). Eso no quiere decir que esta experiencia no vaya a tener ningún efecto en el carácter del creyente. Sólo sirve para señalar que el propósito no es limpiar el alma de sus pecados a fin de hacerla idónea para el cielo. Eso es lo que Cristo hizo para nosotros objetivamente en la cruz y que subjetivamente se aplicó al creyente en el momento de justificación inicial cuando éste fue vestido en la justicia ajena de Cristo (Jn 19.30; Heb 1.3; 2 Co 5.21). Por último, cuando Cristo murió en la cruz, dijo: ―¡Consumado es!‖ (Jn 19.30). Hablando de su obra de salvación en la Tierra, Jesús le dijo al Padre: ―Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciera‖ (Jn 17.4). El escritor de Hebreos declaró enérgicamente que la salvación por el sufrimiento de Cristo en la cruz fue un hecho cumplido de una vez por todas. Pues ―con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados‖ (Heb 10.14). Afirmar que debemos sufrir por nuestros propios pecados, como enseña la doctrina del purgatorio, es el máximo insulto a la absoluta suficiencia del sacrificio expiatorio de Cristo. Hay un purgatorio, pero no es después de la muerte; fue en la muerte de Cristo. Pues ―habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas‖ (Heb 1.3, cursivas añadidas). La purificación o purgación de nuestros pecados fue realizada (en el pasado) en la cruz. Gracias a Dios que este es el

único purgatorio que jamás tendremos que sufrir por nuestros pecados. Por supuesto que existe el destino del infierno para los que rechazan esta maravillosa provisión de la gracia de Dios (2Ts 1.8-9; Ap 20.11-15).Y hay relaciones de causa y efecto temporales, en esta vida, que establecen que lo que sembremos, también lo segaremos (Gl 6.8-9). Pero no hay ninguna prueba de que tengamos que pagar los resultados de nuestros pecados en la otra vida, ni eterna ni temporalmente. Como lo expresó Pablo: ―Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús‖ (Ro 8.1, cursivas añadidas). CORINTIOS 5.9: Si Pablo escribió una epístola inspirada, ¿cómo pudo Dios permitir que se perdiera? TERGIVERSACIÓN: Pablo se refiere a una epístola anterior que escribió a los corintios, pero que ya no existe. Pero ya que fue escrita por un apóstol a una iglesia y contenía instrucción espiritual y autorizada, se ha de considerar inspirada. Eso suscita la interrogante de cómo Dios podría permitir que se perdiera una epístola inspirada por él. Los mormones creen que porque hay libros perdidos de la Biblia, eso prueba que se ha corrompido la Biblia y que se necesita el Libro de Mormón. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay tres posibilidades en cuanto a la carta perdida de Pablo. En primer lugar, puede que no se pretendiera que todas las cartas apostólicas fueran parte del canon de las Escrituras. Lucas se refiere a ―muchos‖ otros evangelios (1.1). Juan escribe que había mucho más que hizo Jesús que no se anotó (20.30; 21.25). Quizás esta llamada ―carta perdida‖ a los corintios no fue destinada por Dios a ser recogida en el canon y conservada para la fe y práctica de generaciones futuras, como lo fueron los veintisiete libros del Nuevo Testamento y los treinta y nueve del Antiguo Testamento. En segundo lugar, otros creen que la carta mencionada en 1 Corintios 5.9 en realidad no se ha perdido en absoluto, sino que está incorporada en un libro existente de la Biblia. Por ejemplo, podría ser los capítulos 10 al 13 del libro que conocemos como 2 Corintios; pues algunos creen que aquella carta fue unida posteriormente a los capítulos 1-9. Los capítulos 1-9 tienen un tono decididamente diferente del resto de 2 Corintios. Eso podría indicar que esa parte fue escrita en otra ocasión. La frase ―más bien‖ (griego: nun de, ―pero ahora‖) en 5.11 podría contrastarse con un ―entonces‖ implícito cuando se escribió el libro anterior. Pablo se refiere a ―cartas‖ (plural) que había escrito en 2 Corintios 10.10. En tercer lugar, Pablo podría estar refiriéndose a 1 Corintios mismo en 1 Corintios 5.9, es decir, a la misma epístola que escribía en ese momento. El indicio que sugiere esta posibilidad es que emplea el tiempo aoristo en griego. Aunque el tiempo aoristo, aquí traducido ―he escrito‖, podría referirse a una carta anterior, también podría referirse al presente libro. Eso se llama un ―aoristo epistolar‖, porque se refiere al mismo libro en que se está empleando. El tiempo aoristo no un tiempo pasado como tal. Identifica una acción completada que hasta puede haber llevado mucho tiempo en realizarse (como en Jn 2.20).

El tiempo aoristo a menudo insinúa una acción decisiva, y en ese caso Pablo estaría diciendo algo así como esto: ―Ahora les estoy escribiendo decisivamente...‖.Eso definitivamente cuadra con el contexto de este pasaje en el que le exhorta a la iglesia a tomar medidas de inmediato para excomunicar a un miembro descarriado. Un ―aoristo epistolar‖ es empleado por Pablo en 9.15 en esta misma carta: ―...ni escribo de esta manera porque quiera reclamarlos‖. No hay absolutamente ninguna prueba de la historia de la iglesia primitiva concerniente a una tercera carta corintia por Pablo. La referencia en 2 Corintios 10.10 que dice que ―las cartas son duras‖ quizá no signifique más que ―lo que él escribe es duro‖. Y la frase nun de, ―pero ahora‖, no tiene que significar que esta es una carta posterior. La frase se puede traducir como ―más bien‖ (RVR 1995), ―pero‖ (NVI) o ―sino que‖ (LBLA). 1 CORINTIOS 6.9b: ¿Era la condenación de la homosexualidad por Pablo sólo su propia idea? ¿Se oponía a todo acto homosexual, o sólo a los ofensivos? TERGIVERSACIÓN: Pablo les dijo a los corintios que los homosexuales no heredarían el reino de Dios. Pero sólo un capítulo después distingue entre lo que no es su propio mandamiento sino el del Señor (7.10), y lo que es su propio ―parecer‖ (7.25). No da la fuente de sus comentarios sobre la homosexualidad, así que podrían ser su propia opinión no obligatoria sobre el asunto. También, la traducción de la Nueva Versión Internacional sólo habla en contra de ―pervertidos sexuales‖, no en contra de toda clase de homosexualidad. Varios grupos de la Nueva Era y otros han usado el razonamiento de que Pablo no se oponía a relaciones homosexuales amorosas y fieles. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las palabras de Pablo sobre la homosexualidad en este texto tienen que aclararse mediante lo que dice en otras partes. Su condenación más clara de toda homosexualidad se encuentra en Romanos 1.26-27. La autoridad divina de ese texto no la pone en tela de juicio nadie que acepte la inspiración de las Escrituras en cualquier parte. No podemos exagerar la distinción entre las declaraciones que salían del oficio apostólico divinamente establecido de Pablo y las revelaciones directas que recibía y transmitía. Declaró en Gálatas 1.12 que ninguna de sus palabras era concebida en el plano humano, sino recibida por revelación. Él había demostrado su apostolado entre los corintios (2 Co 12.12) y ejercido autoridad apostólica en su ministerio. En 1 Corintios responde con energía a desafíos a su autoridad. Afirma que sus palabras eran ―las que enseña el Espíritu‖ (2.13). Al fin de su libro declara que ―lo que os escribo son mandamientos del Señor‖ (14.37). Aun en el debatido capítulo 7 declara que su autoridad proviene del Espíritu Santo (v. 40). Así que cuando dice que ciertas palabras vienen de sí mismo y no del Señor, Pablo está hablando de Jesucristo en su ministerio terrenal. En algunos puntos puede fundamentar sus argumentos directamente en las palabras pronunciadas en la Tierra por el Señor. En otras partes, se inspira en revelación divina transmitida a él, desde la ascensión, por medio del Espíritu Santo. Jesús no habló de esos asuntos directamente

mientras estaba en la Tierra. Pero Jesús sí prometió que el Espíritu Santo ―os guiará a toda la verdad‖ (Jn 16.13). Pablo aquí cumple esa promesa. Hay que recalcar que de Romanos 1, es obvio que Pablo sí condena toda conducta homosexual, no sólo una clase ―pervertida‖ de conducta. Simplemente hay demasiados lugares y modos en que las Escrituras condenan la homosexualidad para que haya lugar para objeciones nimias al respecto. Véanse los comentarios sobre Levítico 18.22- 24; Romanos 1.26 (véanse también 1 Ti 1.10; Jud 7). 1 CORINTIOS 6.13: Si Dios va a destruir el cuerpo, ¿cómo puede ser resucitado? TERGIVERSACIÓN: Pablo dijo: ―Los alimentos son para el vientre, y el vientre para los alimentos; pero tanto al uno como a los otros destruirá Dios‖ (1 Co 6.13). A base de eso algunas sectas —entre ellas la Nueva Era y los testigos de Jehová— arguyen que el cuerpo resucitado no tendrá la anatomía ni la fisiología del cuerpo antes de la resurrección (Things in Which It Is Impossible for God to Lie [Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta], 1965, p. 354). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El cuerpo que va a la tumba es el mismo cuerpo, ahora inmortal, que sale de ella. Eso lo demuestra el hecho de que la tumba de Jesús estuviera vacía. Tenía las cicatrices de la crucifixión en su cuerpo (Jn 20.27). Su cuerpo era ―carne y huesos‖ (Lc 24.39). Las personas podían tocar a Jesús y efectivamente lo hicieron (Mt 28.9), y él podía comer comida física y lo hizo (Lc 24.4042). En cuanto a 1 Corintios 6.13, un estudio cuidadoso del contexto revela que, cuando Pablo dice que Dios destruirá tanto los alimentos como el vientre, se refiere sólo al proceso de muerte, no a la naturaleza del cuerpo posteriormente. Además, aunque el cuerpo resucitado no tenga necesidad de comer, sí tiene la capacidad de comer. Comer en el cielo será un gozo sin ser una necesidad. Así que el cuerpo que la muerte ―destruye‖ (descompone) es el mismo que restaura la resurrección. Argüir que no habrá ningún cuerpo resucitado porque el estómago será ―destruido‖ equivale a afirmar que el resto del cuerpo —cabeza, brazos, piernas y torso— no será resucitado porque la descomposición los convertirá en polvo. 1 CORINTIOS 8.4: Si los ídolos no son nada, ¿por qué condena Dios la idolatría? TERGIVERSACIÓN: Muchas sectas y grupos aberrantes justifican el uso de imágenes. En efecto, la Iglesia Católica lo ha hecho desde los tiempos medievales. Algunos recurren a la afirmación de Pablo aquí que dice que un ídolo no es nada, así como en 1 Corintios 10.19-20. Pero la Biblia reiteradamente condena la idolatría (Ex 20.4), y aun Pablo dijo que hay demonios detrás de los ídolos (1 Co 10.20). ¿Afirma aquí que los demonios no son nada? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Pablo no niega la existencia de ídolos, sino simplemente su capacidad de afectar a creyentes maduros que comen carne

matada en el contexto de la adoración de ídolos, como era la mayor parte de la carne en aquel entonces (cf. 8.1). No es la realidad de los ídolos, sino su divinidad lo que Pablo niega. El diablo sí engaña idólatras, pero no puede contaminar la carne que Dios ha creado y de la cual ha declarado que es buena (Gn 1.31; 1 Ti 4.4), aunque otra persona la haya ofrecido a un ídolo. En otros pasajes la Biblia condena claramente el uso de imágenes en la adoración, diciendo: ―No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra‖ (Ex 20.4). 1 CORINTIOS 8.5: ¿Apoya este versículo la idea de que hay muchos dioses en el universo? TERGIVERSACIÓN: Primera a Corintios 8.5 dice: ―Aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores)....‖ Los mormones creen que este versículo apoya su afirmación de que hay muchos dioses en el universo (McConkie, 1977, p. 579). No obstante, afirman que eso no es politeísmo, ya que los mormones no adoran dioses paganos. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El contexto de 1 Corintios 8.5 es monoteísta. El versículo anterior (v. 4) dice: ―Acerca, pues, de los alimentos que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.‖ El versículo que sigue (v. 6) dice: ―[P]ara nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para quien nosotros existimos; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual han sido creadas todas las cosas y por quien nosotros también existimos.‖ Obviamente, pues, Pablo en el versículo 5 se refería a entidades paganas falsas a las que se llama dioses (tales como los Baales del Antiguo Testamento). Esos son ―dioses‖ en nombre pero no por naturaleza. 1 CORINTIOS 8.6: ¿Prueba este versículo que Jesús no es Dios Todopoderoso como el Padre? TERGIVERSACIÓN: Primera a Corintios 8.6 dice: ―[P]ara nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para quien nosotros existimos; y un Señor Jesucristo, por medio del cual han sido creadas todas las cosas y por quien nosotros también existimos.‖ Algunas sectas afirman que, ya que este versículo claramente presenta a Dios Padre ―como parte de una clase distinta de la de Jesucristo‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 411), se sigue que Jesús no es Dios en el mismo sentido que lo es el Padre. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Si la declaración de que el Padre es el "un Dios" prueba que Jesús no es Dios, entonces la declaración de que Jesús es el "un Señor" prueba asimismo que el Padre no es Señor. Esa obviamente es una lógica defectuosa. Las Escrituras llaman al Padre Dios (1 P 1.2) y Señor (Mt 11.25),y llaman a Jesús Dios (Jn 20.28; Heb 1.8) y Señor (Ro 10.9). Desde luego, la designación del Padre

como Dios en este versículo no tiene el propósito de excluir a Jesús y al Espíritu Santo (Mt 28.19; 2 Co 13.14). De igual manera, la identificación de Jesús como ―Dios y Salvador" en Tito 2.13 no excluye al Padre y al Espíritu Santo. Cuando al Espíritu Santo se le llama Dios en Hechos 5.4, no llega a excluir al Padre y a Jesús. 1 CORINTIOS 10.14: ¿Indica este versículo que los cristianos no deben llevar una cruz? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová arguyen que el mandamiento contra idolatría en este versículo abarca un mandamiento de no llevar una cruz. Llevar una cruz, dicen ellos, es una forma de idolatría (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 89). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El mandamiento de evitar idolatría era pertinente a los creyentes corintios porque Corinto era una ciudad idólatra. La idolatría en Corinto conducía a cosas tales como la inmoralidad sexual, las borracheras y las parrandas. Ya que la idolatría y sus vicios acompañantes proliferaban, Pablo ordena a los creyentes corintios a "huir" de la idolatría. Llevar una cruz no es idolatría porque no se adora ni se venera la cruz. Los cristianos llevan una cruz porque adoran y veneran a Cristo. Es una expresión externa de una actitud interior de adoración hacia Cristo. Sólo si un cristiano se inclinara ante una cruz para adorarla o venerarla se convertiría en un objeto de adoración prohibido (cf. Ex. 20.4). 1 CORINTIOS 11.1: La declaración de Pablo, ―Sed imitadores míos‖, ¿justifica autoritarismo, como afirman algunas sectas? TERGIVERSACIÓN: Pablo a veces apela a sus seguidores para que lo imiten (véase también 1 Co 4.16). Algunas sectas autoritarias tales como la Iglesia de Cristo de Boston, usan eso para justificar su autoritarismo. ¿Es esta una inferencia legítima de estos versículos? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El Nuevo Testamento a menudo exhorta a los creyentes a que se sometan a sus dirigentes (1 Co 16.16; Heb 13.17; 1 P 5.5). También dice que las esposas deben someterse a sus esposos, los hijos a sus padres (Col 3.18-20), y los ciudadanos a sus gobiernos (Tit 3.1). Pero no se debe tergiversar eso para convertirlo en autoritarismo eclesial. Esta sumisión es matizada. Los hijos han de obedecer a sus padres sólo ―en el Señor‖ (Ef 6.1), no en literalmente cualquier cosa que sus mayores puedan ordenar. Lo mismo es cierto en cuanto a la sumisión de los ciudadanos a sus respectivos gobiernos. Hay muchos casos de desobediencia justificada a los gobiernos, como por ejemplo cuando el faraón ordenó a las comadronas a que mataran todo niño varón que naciera (Ex 1.15-21) o cuando a los tres jóvenes se les ordenó inclinarse ante un ídolo (Dn 3). Debemos

someternos a una autoridad apropiada sólo cuando está en su lugar bajo Dios, no cuando ocupa el lugar de Dios. Hay una diferencia importante entre la sumisión legítima y el autoritarismo ilegítimo. La sumisión apropiada a un dirigente de la iglesia es voluntaria, no obligatoria. Incluye una elección libre de unirse a esa organización o irse de ella sin intimidación ni represalias. Se hace por amor y respeto (cf. Heb 13.7), no por miedo. Aunque la Biblia habla de sumisión voluntaria desde la base, en ninguna parte establece obediencia obligatoria impuesta desde la cima. Es decir, nunca dice que los dirigentes deban ordenar (o exigir) obediencia; sólo que los seguidores deben darla de buena gana. A los mismos dirigentes de la iglesia se les recuerda que no deben ser ―tiranos con los que están a su cuidado‖, sino ―ejemplos‖ para ellos (1 P 5.2-3, NVI). Deben dirigir por su vida, no sus labios; por su carácter, no su órdenes. 1 CORINTIOS 11.2: Esta referencia a la tradición ¿apoya la opinión católica de que la Biblia sola no es suficiente para la fe y la práctica? Véanse los comentarios sobre 2 Tesalonicenses 2.15. 1 CORINTIOS 11.3: Ya que a Dios se le llama la ―cabeza‖ de Cristo en este versículo, ¿es esto un indicio de que Jesús no es Dios? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová arguyen que porque se dice que el Padre es la cabeza de Cristo, Cristo no puede ser Dios en el misino sentido en que lo es el Padre. Si Cristo fuera Dios, él sería la cabeza (ShouldYou Believe in the Trinity? [¿Debe usted creer en la Trinidad?], 1989, p. 20). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Pablo, en el mismo versículo, dijo que el hombre es la cabeza de la mujer, aunque los hombres y las mujeres son iguales en cuanto a su naturaleza humana (Gn 1.26-28; cf. G1 3.28). Obviamente, igualdad de naturaleza y jerarquía funcional no se excluyen mutuamente. Asimismo, Cristo y el Padre son iguales en su naturaleza divina (Jn 10.30), pero Jesús funcionalmente está bajo la dirección del Padre. 1 CORIN TIOS 12.28: ¿Indica este versículo que la iglesia verdadera en la Tierra hoy debe tener un apóstol o un profeta viviente? TERGIVERSACIÓN: Primera a Corintios 12.28 dice: ―Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.‖ Los mormones creen que la iglesia verdadera debe tener profetas y apóstoles vivientes (McConkie, 1977, p. 606). Ya que los mormones tienen ―profetas‖ y ―apóstoles‖, afirman ser la única iglesia verdadera.

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Según Efesios 2.20, la iglesia está ―edificad[a] sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo‖. Una vez que se construye el fundamento, nunca se construye otra vez. Más bien, se construye sobre él. Las Escrituras dicen que la obra de los apóstoles y los profetas es de naturaleza fundamental. Los apóstoles del primer siglo entendían que Dios daba revelación singular por medio de ellos (1 Co 2.13). Fueron cuidadosamente seleccionados por el Señor (Mt 10.1-2; Hch 1.26) y tenían autoridad divina (Hch 20.35; 1 Co 7.10). Los apóstoles bíblicos tenían que ser testigos oculares del Cristo resucitado (1 Co 9.1; cf. 1 Co 15.7-8). El Libro de Hechos atestigua claramente la singularidad y la autoridad de los apóstoles. En Hechos 2.42 los miembros de la primera iglesia ―perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones/‘ Los dictámenes de los apóstoles eran inapelables (cf. 15.2). Mediante la voz de ellos nació la iglesia (Hch 2); se realizaban milagros (Hch 3); los gobernantes eran restringidos (Hch 4); los desobedientes eran juzgados (Hch 5); el Espíritu Santo fue dado a los samaritanos (Hch 8) y a los gentiles (Hch 10). Los apóstoles bíblicos eran autenticados por milagros increíbles (2 Co 12.12): milagros como resucitar a personas de entre los muertos (Hch 9.36-42). Cualquiera que afirme ser apóstol debe ser autenticado mediante las señales de un apóstol. Los ―apóstoles‖ y ―profetas‖ mormones no cuentan con semejante testimonio milagroso. Más aún, la revelación dada por los profetas y apóstoles mormones claramente contradice la revelación entregada decisivamente (―una vez‖) por los apóstoles del primer siglo (Jud 3). Los apóstoles mormones enseñan que Jesús es un ser creado y que es el hermano espiritual de Lucifer. Los apóstoles bíblicos enseñaban que Jesús es Dios y Creador (Col 2.9; 1.16 [cf. Is 44.24]). Los apóstoles mormones enseñan que Dios es un hombre exaltado de carne y hueso. Los apóstoles bíblicos enseñaban que Dios es espíritu (2 Co 3.17-18). Los apóstoles mormones enseñan que hay muchos dioses en el universo. Los apóstoles bíblicos enseñaban que hay sólo un Dios (1 Ti 2.5). Los apóstoles mormones enseñan que los seres humanos pueden convertirse en dioses. Los apóstoles bíblicos enseñaban que los seres humanos nunca se convierten en Dios (Hch 14.14-15). 1 CORINTIOS 14.33: El hecho de que Dios no es un Dios de desorden o confusión ¿prueba que la doctrina de la Trinidad no es verdad? TERGIVERSACION: Los testigos de Jehová piensan que la doctrina de la Trinidad no puede ser verdad porque Dios no es un Dios de confusión^ la doctrina de la Trinidad definitivamente es confusa (Should You Believe in the Trinity? [¿Debe usted creer en la Trinidad?], 1989, p. 4). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Tal interpretación saca este versículo de su contexto. No habla de doctrina confusa, sino de prácticas desordenadas en la iglesia. Este versículo se encuentra en una larga sección de la Escritura en la que Pablo trata sobre el ejercido correcto de los dones espirituales. En 1 Corintios 14.33 el

argumento de Pablo es que porque Dios no es un Dios de confusión, los corintios deben esforzarse al máximo por acabar con la confusión en sus cultos que resulta de demasiadas personas hablando en lenguas y dando profecías al mismo tiempo (véanse vv. 27-30). Dios no impulsa a su pueblo a portarse de manera desordenada y tumultuosa. Más bien, Dios es un Dios de paz (armonía y orden), y por consiguiente su pueblo debe ser armonioso y ordenado en sus cultos. Además, la doctrina de la Trinidad no es confusa; es un misterio. La doctrina de la Trinidad está clara: Hay un Dios manifestado en tres personas. Eso es tan claro como declarar que hay un triángulo con tres lados (una analogía en la que no se puede insistir demasiado para describir la Trinidad). O, que el amor es uno, pero para tener amor hay que tener un amante, una amada y un espíritu de amor entre ellos. Podemos percibir la verdad de la Trinidad, aunque no podamos comprenderla completamente. La Trinidad no va en contra de la razón; simplemente va más allá de nuestra razón. El simple hecho de que una doctrina sea difícil de comprender no quiere decir que debe de ser una doctrina falsa. Aun un concepto estrictamente monoteísta de Dios, tal como el sostenido por los testigos de Jehová, no puede comprenderse completamente. Para que nosotros entendamos plenamente la naturaleza de Dios, tendríamos que tener la mente de Dios. Pero las Escrituras indican que no podemos entender todo respecto a Dios. Romanos 11.33 afirma: ―¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!‖ En Isaías 55.8 Dios dice: Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos‖. Así como un bebé no puede comprender todo lo que hace o dice su padre, también nosotros, como hijos finitos de Dios, no podemos comprender todo acerca de nuestro infinito Padre celestial. 1 CORINTIOS 15.5-8: ¿Apareció Jesús sólo a creyentes? TERGIVERSACIÓN: Algunas sectas y críticos han puesto en duda la validez de la resurrección de Cristo insistiendo en que se apareció solamente a creyentes, pero nunca a incrédulos. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Es incorrecto afirmar que Jesús no se apareció a incrédulos. En un caso, se apareció al incrédulo más hostil de todos: Saulo de Tarso (Hch 9, 22, 26) Aun los discípulos de Jesús no aceptaron la resurrección la primera vez que Jesús se les apareció. Cuando María Magdalena y otras les informaron que Jesús había resucitado, ―a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creyeron‖ (Lc 24.11). Más tarde, Jesús tuvo que censurar a los dos discípulos en el camino de Emaús por su incredulidad acerca de su resurrección: ―¡Insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!‖ (Lc 24.25). Aun después que Jesús se hubiera aparecido a las mujeres, a Pedro, a los dos discípulos, y a los diez apóstoles, Tomás dijo: ―Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré‖ (Jn 20.25). Difícilmente era creyente en la resurrección.

Además de aparecerse a sus discípulos incrédulos, Jesús también se apareció a algunos que no eran sus discípulos en absoluto. Se apareció a su hermano Jacobo (1 Co 15.7) quien, con sus otros hermanos, no era creyente antes de la resurrección (Jn 7.5).También, las Escrituras no afirman dar una lista exhaustiva de los que vieron al Cristo resucitado, sino sólo algunos encuentros significativos. 1 CORINTIOS 15.5-8: ¿Por qué se apareció Jesús sólo a unos cuantos escogidos? TERGIVERSACION: Algunos críticos han sugerido que el hecho de que sólo algunos vieron a Jesús después de su resurrección indica que era esencialmente invisible al ojo humano físico, y sólo se materializó ante unas cuantas personas en ocasiones escogidas. Los testigos de Jehová creen que Jesús ―se materializó‖ en ocasiones en diferentes formas corporales para demostrar su ―resurrección‖ (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 1395). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús no se apareció sólo a unas cuantas personas. Se apareció a más de 500 personas (1 Co 15.6), incluyendo a muchas mujeres, sus propios apóstoles, su hermano Jacobo, y Saulo de Tarso, el anticristiano principal de aquel tiempo. Jesús no se apareció simplemente en unas cuantas ocasiones. Se apareció en por lo menos doce ocasiones distintas. Estas se extendieron a lo largo de cuarenta días (Hch 1.3) en distintas ubicaciones geográficas. Jesús no permitió que cualquiera sin distinción le pusiera las manos encima, aun antes de su resurrección. En una oportunidad una multitud incrédula trató de tomar a Jesús ―para despeñarlo; pero él pasó por en medio de ellos y se fue‖ (Lc 4.29b-30; cf. Jn 8.59; 10.39). Aun antes de su resurrección Jesús elegía mucho para quienes realizaba milagros. Se negaba a realizar milagros en su lugar de origen por incredulidad de la gente (Mt 13.58) Jesús aun decepcionó a Herodes, que había esperado verlo realizar algún milagro (Lc 23.8). La verdad es que Jesús se negaba a echar perlas delante de los cerdos (Mt 7.6). En sumisión a la voluntad del Padre (Jn 5.30), era soberano sobre su actividad tanto antes de su resurrección como después. Pero eso de ninguna manera prueba que era esencialmente invisible e inmaterial ni antes de su resurrección ni después de ella. Véanse también los comentarios sobre Lucas 24.23, 31; 1 Juan 4.2-3. 1 CORINTIOS 15.23: ¿Apoya el versículo el dogma católico de la asunción corporal de María? TERGIVERSACIÓN: Según el dogma católico, ―María fue asumida al cielo con cuerpo y alma‖ (Ott, 1960, p. 208). El 1o de noviembre de 1950, el Pontífice Romano habló ex cathedra para proclamar infaliblemente que ―así como la gloriosa resurrección de Cristo era una parte esencial, y la prueba final de la victoria, también la lucha común de la Bendita Virgen con su hijo había de ser concluida con la ‗glorificación‘ de su cuerpo virginal‖ (Denzinger, 1957, no. 2331, p. 647). Algunos teólogos católicos recurren a 1 Corintios 15.23 para apoyar este dogma, argumentando que Cristo es ―las

primicias‖ de la resurrección y ―luego los que son de Cristo, en su venida‖ (Ott, 1960, p. 208). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Es un uso exagerado de 1 Corintios 15.23 apoyar el dogma de la Asunción Corporal. Aun defensores renombrados del dogma católico reconocen que ―no hay pruebas bíblicas directas y expresas‖ (ibid.). Hablan más bien de la ―posibilidad‖ de apoyo en este texto. Pero cuesta encontrar tan siquiera eso. El texto habla de Cristo como ―las primicias‖ de la resurrección. María ni siquiera está a la vista en el texto. 1 CORINTIOS 15.25-28: ¿Enseña Pablo el universalismo cuando afirma que utodas las cosas‖ serán sujetadas a Cristo? TERGIVERSACION: Hablando del escatón o los últimos días, Pablo afirmó en 1 Corintios 15.24-28 que ―Luego el fin, cuando entregue el Reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y todo poder. Preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.... Pero, luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.‖ El padre de la iglesia primitiva Origen basó su universalismo en este texto (Origen [2], 1.6.1), así como hacen otros universalistas. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Para hacer que este texto apoye su opinión, los universalistas hacen caso omiso tanto del contenido como del contexto de este pasaje. Pablo no habla de la salvación de los perdidos sino de su condenación. Eso es evidente en palabras y frases tales como ―destruido‖, ―puesto... debajo de sus pies‖ y ―suprimido todo dominio‖. El texto habla de la subyugación de los perdidos (w. 24, 27, 28). No dice nada acerca de la salvación. Se habla de estos individuos como los enemigos de Dios, no como sus amigos ni hijos. Son subyugados como enemigos, no salvos como amigos. El que Dios será ―todo en todos‖ (v. 28) no quiere decir que todos serán en Dios. Quiere decir que él reinará supremo en todo el universo. La frase ―todas las cosas‖ tiene que entenderse en su contexto. No dice que todas las cosas serán salvas. Más bien, asevera simplemente que ―todas las cosas le estén sujetas‖ (v. 28), pero como ―enemigos‖ (v. 25). En realidad, se emplea ―todas las cosas‖ en forma paralela con ―enemigos‖ en versículos subsiguientes (vv. 26-27). El cielo no es un lugar donde Dios domine la voluntad de sus enemigos y los obligue a entrar en su redil. Eso es precisamente lo que no puede hacer un Dios de amor: obligar a las personas contra su voluntad a amarlo. Jesús lo dijo (Mt 23.37). Así que no hay aquí ningún indicio de salvación para todos los incrédulos. 1 CORINTIOS 15.29:¿Apoya este versículo la doctrina mormona de bautismo por los muertos?

TERGIVERSACIÓN: Pablo dijo: ―¿[Q]ué harán los que se bautizan por los muertos...?‖ Los mormones creen que eso quiere decir que los creyentes vivos deben ser bautizados en nombre de los muertos (Talmage, 1982, pp. 149-59). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este es un pasaje oscuro y aislado. Es poco prudente basar cualquier doctrina en tal pasaje. Más bien, uno siempre debe usar pasajes claros de las Escrituras para interpretar los que no son claros. Los textos claros declaran enérgicamente que el bautismo no salva. Somos salvos por gracia por medio de la fe, no por obras (Ro 4.5; Ef 2.8-9; Tit 3.5-7). No podemos hacer nada que obtendría salvación para otra persona. Cada persona debe creer para sí misma (Jn 1.12).Todo el mundo debe elegir libremente (Mt 23.37; 2 P 3.9). Con respecto a este texto, los estudiosos discrepan en cuanto a lo que quiere decir Pablo. Hay varias posibilidades. Pablo podría estar refiriéndose con sarcasmo a una práctica cúltica existente entre los corintios, que tenían muchas creencias falsas (véase 1 Co 5). En efecto, Pablo estaría diciendo: ―Si no creen en la resurrección, ¿por qué practican el bautismo de personas por los muertos? Son inconsecuentes en sus propias creencias (falsas).‖ A Pablo la práctica le resulta tan obviamente incorrecta que no tiene que condenarla explícitamente. Pablo dice que ―ellos‖ (otros), no ―nosotros‖, bautizan a los muertos (15.29). En otras partes de 1 Corintios Pablo hace hincapié en su intimidad con los creyentes corintios usando pronombres de la primera persona. En el versículo 29 cambia a la tercera persona (―ellos‖). Pablo también podría referirse al hecho de que el bautismo de nuevos conversos sirve para reponer las filas de creyentes reducidas por muertes. De ser así, su sentido aquí sería: ―¿Por qué continúan llenando la iglesia con conversos bautizados, que sustituyen a los que han muerto, si no creen realmente que haya esperanza alguna para ellos más allá de la tumba?‖ O Pablo quizá recordaba a sus lectores que el bautismo simboliza la muerte del creyente con Cristo (Ro 6.3-5). La palabra griega ―por‖ (hupér) puede significar ―con vistas a‖. En ese sentido, estaría diciendo:―¿Por qué son bautizados con vistas a su muerte y resurrección en Cristo, si no creen en la resurrección?‖ Algunos eruditos señalan que la preposición griega ―por‖ (hupér) puede significar ―por el bien de‖. En ese caso, el bautismo sería por el bien de los que ya han muerto. Pablo dice: ―Si en definitiva los muertos no resucitan, ¿por qué se bautizan los nuevos conversos que algún día morirán?‖ (cf. v. 29, NVI).Ya que era común en el período del Nuevo Testamento ser bautizado cuando uno aceptaba el evangelio, esto era una señal de la fe de uno en Cristo. Pero ¿por qué ser bautizado si no hay ninguna resurrección? Pablo dice posteriormente que si no hay resurrección, ―Comamos y bebamos, porque mañana moriremos‖ (v. 32). Cualquiera que sea la interpretación correcta, no hay razón para creer que Pablo aquí esté contradiciendo su propia enseñanza clara en otras partes, o el resto de las Escrituras, que insisten en que cada persona debe aceptar o rechazar libremente, para sí mismo, el don de Dios de salvación. Pablo definitivamente no instó a sus lectores a practicar el principio, ni lo ordenó. Simplemente usó el caso como ilustración. No hay

ninguna mención del bautismo por los muertos en la Biblia hasta llegar a Pablo, y no se menciona después. Cristo no lo menciona, ni tampoco ninguno de los otros apóstoles. 1 CORINTIOS 15.33: Al citar a un poeta pagano como parte de las Escrituras, ¿no declara Pablo así que ese escrito pagano es parte de las Escrituras? TERGIVERSACIÓN: Algunos han argumentado que el uso por Pablo de fuentes no cristianas aquí muestra que hay otros escritos inspirados no encontrados en la Biblia. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Pablo no cita esta fuente no cristiana como inspirada, sino simplemente como verdad. Toda verdad es la verdad de Dios, sin importar quién lo haya dicho. Caifás, el sumo sacerdote judío, pronunció una verdad acerca de Jesús (Jn 11.49). La Biblia a menudo usa fuentes no inspiradas (cf. Nm 21.14; Jos 10.13; 1 R 15.31). Tres veces Pablo cita a pensadores no cristianos (Hch 17.28; 1 Co 15.33; Tit 1.12). Judas hace alusión a verdades encontradas en dos libros no canónicos (Jud 9,14). Pero la Biblia nunca las cita como divinamente autorizadas, sino simplemente como fuentes de la verdad citada. Las frases usuales, como ―el Señor dice‖ (cf. Is 7.7), ―Así dice Jehová‖ (cf. Jer 2.5) o ―Escrito está‖ (cf. Mt 4.4, 7, 10) nunca se encuentran cuando se citan estas fuentes no inspiradas. No obstante, la verdad es verdad dondequiera que se encuentre. Y no hay ninguna razón, por tanto, que un autor bíblico, por dirección del Espíritu Santo, no pueda utilizar una verdad de cualquier fuente donde la encuentre. 1 CORINTIOS 15.37: ¿Enseña Pablo que el cuerpo resucitado es otro diferente del que se siembra: una clase de reencarnación? TERGIVERSACIÓN: Así como las semillas cambian al ser sembradas, este versículo dice que el cuerpo cambiará al resucitar. Algunos creen que eso quiere decir que el cuerpo resucitado es otro diferente, un cuerpo ―espiritual‖ (v. 44) que no es esencialmente material. ¿Prueba eso que no resucitamos en el mismo cuerpo físico de carne y huesos en el que morimos? Este versículo viene al caso en debates con los testigos de Jehová (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 1395). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay cambios reales en el cuerpo resucitado, pero no se cambia en un cuerpo no físico; uno sustancialmente diferente del que poseemos ahora. La semilla que se mete en el suelo da más semillas que son de la misma clase, no semillas inmateriales. Es en ese sentido que Pablo puede decir ―[L]o que siembras [haces morir] no es el cuerpo que ha de salir‖, ya que es inmortal y no puede morir. El cuerpo que se levanta es diferente en que es inmortal (1 Co 15.53), no en que es inmaterial. De su cuerpo resucitado Jesús dijo: ―[Y]o mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo‖ (Lc 24.39). El cuerpo resucitado de Jesús, aunque transformado y glorificado, es numéricamente el mismo cuerpo de carne y huesos que Jesús poseía antes de su resurrección. Y puesto

que nuestros cuerpos resucitados serán como el suyo (Flp 3.21), lo mismo es cierto en cuanto al cuerpo resucitado del creyente. Nótense estas características del cuerpo resucitado de Jesús: (1) Era el mismo cuerpo, con las cicatrices de la crucifixión que tenía antes de la resurrección (Lc 24.39; Jn 20.27). (2) Era el mismo cuerpo que dejó atrás la tumba vacía (Mt 28.6; Jn 20.5-7; cf. Jn 5.28-29). (3) El cuerpo físico de Jesús no se descompuso en la tumba (Hch 2.31). (4) Jesús dijo que su cuerpo sería destruido y edificado nuevamente (Jn 2.19-22). (5) Era un cuerpo de ―carne y huesos‖ (Lc 24.39) que se podía tocar (Mt 28.9; Jn 20.27) y que podía comer alimentos físicos (Lc 24.4142). Además, las Escrituras enseñan que el cuerpo inmortal ―se viste‖ sobre el cuerpo mortal, pero no lo reemplaza (1 Co 15.53). La planta que brota de la semilla está conectada tanto física como genéticamente con la semilla. Lo que se siembra es lo que se siega (1 Co 15.37-38). La ―transformación‖ (1 Co 15.51) a la que Pablo se refirió en la resurrección es un cambio en el cuerpo, no un cambio de cuerpo. Los cambios en la resurrección son accidentales, no sustanciales. Son cambios de cualidades secundarias, no cambios de cualidades primarias. Se transforma de un cuerpo físico corruptible en un cuerpo físico incorruptible. No se transforma de un cuerpo físico en un cuerpo no físico. Se transforma de un cuerpo mortal en un cuerno inmortal. Pero no se transforma de un cuerpo material en un cuerpo inmaterial. 1 CORINTIOS 15.40-42: ¿Apoya este versículo la idea de que hay tres reinos de gloria en que uno puede habitar en la otra vida? TERGIVERSACIÓN: Los mormones creen que la referencia a ―cuerpos celestiales‖ y ―cuerpos terrenales‖ en este pasaje respalda su idea de que todas las personas habitarán en uno de tres reinos de gloria en la otra vida: el Reino celestial, el Reino terrenal o el Reino telestial (McConkie, 1976, p. 420). La fidelidad de uno en esta vida determina en qué reino uno acabará. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje no se refiere a tres reinos de gloria. Primera a Corintios 15.40-42 ni siquiera se refiere a la palabra telestial. Eso en sí impide que el pasaje sirva como apoyo para la idea de que hay tres reinos. El contexto del pasaje muy claramente tiene que ver con los cuerpos resucitados (véase el v. 35). Pablo en este versículo habla de cuerpo celestial a diferencia del cuerpo terrenal. Dice que el cuerpo terrenal está caído, temporal, imperfecto y débil (vv. 4244), mientras que el cuerpo celestial será eterno, perfecto y poderoso (cf. 2 Co 5.1-4). 1 CORINTIOS 15.44: ¿Es el cuerpo resucitado material o inmaterial? TERGIVERSACIÓN: Pablo declara que el cuerpo resucitado es un cuerpo espiritual (1 Co 15.44). Los testigos de Jehová creen que tales versículos indican que Jesús resucitó de entre los muertos en un cuerpo espiritual. Dicen: ―Es cierto que Jesús se apareció en forma física a sus discípulos después de su resurrección.... Jesús obviamente

materializó cuerpos en aquellas oportunidades‖ (Reasoningfrom the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989,p. 215). Pero su cuerpo resucitado era un cuerpo espiritual. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Un cuerpo ―espiritual‖ denota un cuerpo inmortal, no un cuerpo inmaterial. Un cuerpo ―espiritual‖ es uno que es dominado por el espíritu, no uno que carezca de materia. La palabra griega pneumatikós (traducido como ―espiritual‖ aquí) quiere decir un cuerpo dirigido por el espíritu, a diferencia de uno bajo el dominio de la carne. No es gobernado por carne que perece, sino por el espíritu que perdura (1 Co 15.50-58). Así que ―cuerpo espiritual‖ no quiere decir inmaterial e invisible, sino inmortal e imperecedero. Nótense los paralelos establecidos por Pablo: ______________________________________________________________________ CUERPO ANTES CUERPO DESPUÉS DE RESURRECCIÓN DE RESURRECCIÓN Terrenal (v. 40) Celestial Corruptible (v. 42) Incorruptible Débil (v. 43) Poderoso Natural (v. 44) [Sobrenatural] Mortal (v. 53) Inmortal __________________________________________________________________ El contexto completo muestra que ―espiritual‖ (pneumatikós) podría traducirse como ―sobrenatural‖ en contraste con ―natural‖, a base de paralelos entre perecedero e imperecedero, corruptible e incorruptible. En su traducción de ―espiritual‖ pneumatikós se refiere a objetos espirituales. En 1 Corintios 10.4-5, Pablo habló de ―la roca espiritual‖ que seguía a Israel en el desierto, de la cual obtenían ―bebida espiritual‖ (1 Co 10.4). Sin embargo, la historia del Antiguo Testamento (Ex 17; Nm 20) revela que era una roca física de la cual obtenían agua literal para beber. Pero el agua real que bebían de aquella roca material era producida de manera sobrenatural. Cuando Jesús hizo pan sobrenaturalmente para los cinco mil (Jn 6), hizo pan literal. Sin embargo, a este pan literal y material se le pudiera haber llamado pan ―espiritual‖ por su fuente sobrenatural, de la misma manera que al maná literal dado a Israel se le llama ―alimento espiritual‖ (1 Co 10.3). Además, cuando Pablo habló de un hombre ―espiritual‖ (1 Co 2.15), obviamente no quería decir un hombre invisible e inmaterial, sin ningún cuerpo físico. De hecho hablaba de un ser humano de carne y hueso cuya vida se lleva por el poder sobrenatural de Dios, una persona literal cuya vida es dirigida por el Espíritu. Un hombre espiritual es uno que es enseñado por el Espíritu y que recibe las cosas que vienen del Espíritu de Dios (1 Co 2.13, 14). Al cuerpo resucitado se le puede llamar un ―cuerpo espiritual‖ en esencialmente la misma manera que hablamos de la Biblia como un ―libro espiritual‖. Sean cuales sean su fuente y sus poderes espirituales, tanto el cuerpo resucitado como la Biblia son objetos materiales.

1 Corintios 15.45: ¿Era Cristo un espíritu que da vida de su resurrección, o tenía un cuerpo físico? TERGIVERSACIÓN: Pablo declara aquí que Cristo fue hecho un ―espíritu que da vida‖ después de su resurrección. Algunos —entre ellos los testigos de Jehová— han citado este pasaje para probar que Jesús no tenía ningún cuerpo físico resucitado (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 1395). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La frase ―espíritu que da vida‖ no habla de la naturaleza del cuerpo resucitado de Cristo, sino del origen divino de la resurrección. El cuerpo físico de Jesús volvió a la vida sólo por el poder de Dios (cf. Ro 1.4). Así que Pablo habla de su fuente espiritual, no su sustancia física como cuerpo material. Véanse también los comentarios sobre 1 Corintios 15.44. Si ―espíritu‖ describe la naturaleza del cuerpo resucitado de Cristo, entonces Adán, con quien se le contrasta, no debía de tener un alma, ya que se le describe como ―de la tierra, terrenal‖ (v. 47). Pero la Biblia dice claramente que Adán era ―un ser viviente [alma]‖ (Gn 2.7). Al cuerpo resucitado de Cristo se le llama un ―cuerpo espiritual‖ (v. 44) y esa, como se explica bajo 1 Corintios 15.44, es la misma palabra empleada por Pablo para describir el alimento material y una roca literal (1 Co 10.4). Se le llama un ―cuerpo‖ (soma), que siempre quiere decir un cuerpo espiritual cuando se refiere a un ser humano individual. En resumen, al cuerpo resucitado se le llama ―espiritual‖ y un ―espíritu que da vida‖ porque su fuente es el reino espiritual, no porque su sustancia sea inmaterial. El cuerpo resucitado sobrenatural de Cristo es ―del cielo‖, así como el cuerpo natural de Adán era ―de la tierra‖ (v. 47). Pero así como el que es de la ―tierra‖ también tiene un alma inmaterial, de la misma manera el que es del ―cielo‖ también tiene un cuerpo material. 1 CORINTIOS 15.50: Si la carne y la sangre no pueden entrar en el cielo, ¿cómo podemos creer que hay una resurrección física? TERGIVERSACIÓN: Según este versículo, ―la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios.‖ Por consiguiente, Jesús debía de tener una resurrección espiritual, ya que los cuerpos de carne y sangre no pueden existir en el cielo (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 1395). La mortalidad y la corrupción son propiedades del cuerpo de carne. El cuerpo resucitado es inmortal e incorruptible porque es por naturaleza un cuerpo espiritual. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Concluir a base de esta frase que el cuerpo resucitado no será un cuerpo de carne física carece de justificación bíblica. La siguiente frase, omitida de la cita anterior, indica claramente que Pablo habla no de carne como tal sino de carne corruptible. Pues añade: ―...ni la corrupción hereda la incorrupción‖ (v. 50). Así que Pablo no afirma que el cuerpo resucitado no tendrá carne; dice que no tendrá carne perecedera.

Para convencer a los discípulos asustados de que no era un espíritu inmaterial (Lc 24.7), Jesús les dijo enérgicamente: ―Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo‖ (Lc 24.39). Pedro declaró que el cuerpo resucitado sería el mismo cuerpo de carne que fue a la tumba y no vio corrupción (Hch 2.31). Pablo también reafirmó esta verdad en un pasaje paralelo (Hch 13.35).Y Juan insinúa que va en contra de Cristo negar que él permanezca ―en carne‖ aun después de su resurrección (1 Jn 4.2; 2 Jn 7). No se puede esquivar esta conclusión afirmando que el cuerpo resucitado de Jesús tenía carne y huesos, pero no carne y sangre. Pues si tenía carne y huesos, era un cuerpo literal y material, sin importar si tenía sangre. ―Carne y huesos‖ resalta la solidez del cuerpo físico de Jesús después de la resurrección. Son señales de tangibilidad más obvias que la sangre, que no se puede ver o palpar tan fácilmente. La frase ―carne y sangre‖ en este contexto quiere decir, al parecer, ―carne y sangre mortales‖, es decir, un simple ser humano. Esta interpretación la apoya usos paralelos en el Nuevo Testamento. Cuando Jesús le dijo a Pedro: ―[N]o te lo reveló carne ni sangre‖ (Mt 16.17), no podía estar refiriéndose simplemente a la sustancia del cuerpo como tal, que obviamente no podía revelar que él era el Hijo de Dios. Más bien, la interpretación más natural de 1 Corintios 15.50 parece ser que un ser humano, como una criatura terrenal y perecedera, no puede tener un lugar en el reino glorioso y celestial de Dios.

CAPÍTULO 29

2 CORINTIOS

2 CORINTIOS 3.17; ¿Demuestra este versículo que Jesús es el Espíritu Santo, apoyando las ideas modalistas de los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En 2 Corintios 3.17 leemos: ―El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.‖ Los Pentecostales Unidos dice que Jesús es el Señor en este versículo, y se le identifica explícitamente como el Espíritu Santo que abre el corazón de los creyentes (Bernard, 1983, p. 132). Por consiguiente, Jesús es el Espíritu Santo. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Muchos expositores entienden que este versículo dice que el Espíritu Santo es Señor, no en el sentido de ser Jesús sino en el sentido de ser Yahvé, el Señor Dios (véase el v. 16, que cita Ex 34.34 – 35). Otro problema con la interpretación de los Pentecostales Unidos es que poco antes, en 2 Corintios 3.3 – 6, el apóstol Pablo distingue claramente entre Jesús y el Espíritu Santo. En sentido más amplio, todas las Escrituras hacen esa distinción. En efecto, se

dice que el Espíritu Santo es otro Consolador (Jn 14.16). Jesús envió Espíritu Santo (Jn 15.26; 16.7). El Espíritu procura glorificar a Jesús (Jn 16.13 – 14). El Espíritu Santo descendió sobre Jesús en su bautismo (Lc 3.22). Jesús distingue al Espíritu Santo de sí mismo en la Gran Comisión (Mt 28.19). La pregunta que encabeza esta sección se refiere a la posición de los Pentecostales Unidos como ―modalismo‖. Este antiguo error ha surgido de vez en cuando para molestar la iglesia con la idea de que Dios se ha revelado en tres modos sucesivos como Padre, Hijo y Espíritu, pero no puede ser los tres al mismo tiempo. La teología de los Pentecostales Unidos es una versión contemporánea de esta herejía. 2 CORINTIOS 5.19: ¿Quiere decir Pablo que todos serán salvos, cuando dice que el mundo será reconciliado con Dios? TERGIVERSACIÓN: Pablo les dijo a los corintios que ―Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.‖ A base de eso los universalistas arguyen que todo el ―mundo‖ de la humanidad fue reconciliado con Dios mediante la obra de Cristo. Así que todos son salvos a base de la obra de Jesús en la cruz. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En este pasaje se considera que la reconciliación es un proceso de acuerdo con el propósito de Dios, no un hecho cumplido para el mundo entero. Es el deseo de Dios salvar a todos (2 P 3.9), pero no todos serán salvos (Mt 7.13-14; Ap 20.11 – 15). El contexto indica que la reconciliación real es sólo para los que están ―en Cristo‖, no para todas las personas (v. 17). Si todos ya fueran salvos, carecería de sentido la exhortación de Pablo a que seamos ―embajadores en nombre de Cristo‖ y que ―roguemos‖ al mundo que ―se reconcilie con Dios‖. No tiene sentido rogar a la gente que se reconcilie con Dios si en realidad ya está reconciliada. Desde luego, las Escrituras niegan esta reconciliación, así que interpretar este pasaje a favor del universalismo es decir que las Escrituras se contradicen (véase, p. ej., Mt 25.31 – 46) 2 CORINTIOS 5.21: ¿Cómo pudo Jesús ser hecho pecado si era sin pecado? TERGIVERSACIÓN: Pablo asevera aquí que Jesús fue hecho pedo Sin embargo, muchos otros pasajes bíblicos insisten en que Jesús era ―sin pecado‖ (Heb 4.15; cf. 1 P 3.18). ¿Cómo pudo Jesús ser sin pecado si fue hecho pecado para nosotros? Esa es una pregunta especialmente importante en vista del hecho de que los maestros de la Palabra de Fe dicen que cuando Jesús fue hecho pecado, asumió la naturaleza de Satanás (Copeland, ―What Happened from the Cross to the Throne‖ [Lo que sucedió desde la cruz hasta el trono], 1990, audiocasete). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Cristo no asumió la naturaleza de Satanás, pues Cristo como Dios es inmutable (Heb 13.8; cf. Mal 3.6). Su naturaleza

divina no puede cambiarse. En Hebreos 1.12b el Padre dice de Jesús: ―Pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.‖ En cuanto a que Dios ―hizo pecado‖ a Jesús, Jesús siempre era sin peca o en realidad, pero fue hecho pecado por nosotros judicialmente. Es decir, por su muerte en la cruz, pagó la pena de nuestros pecados y así canceló la deuda de pecado contra nosotros. De manera que, aunque Jesús nunca cometió ningún pecado personalmente, fue hecho pecado por nosotros sustitutoriamente. Se puede resumir el asunto así: ______________________________________________________________________ CRISTO NO CRISTO FUE ERA PECAMINOSO HECHO PECADO En sí mismo Por nosotros Personalmente Sustitutoriamente Realmente Judicialmente ______________________________________________________________________ Uno también debe tener presente el telón de fondo veterotestamentario del concepto de sustitución. La víctima expiatoria tenía que ser ―sin defecto‖ (véanse Lv 4.3, 23, 28, 32). Uno ponía la mano sobre el animal expiatorio sin mancha como modo de simbolizar una transferencia de culpabilidad (Lv 4.4, 24, 33). El animal expiatorio no se volvía así realmente pecaminoso por naturaleza; más bien, el pecado era imputado al animal y el animal funcionaba como sustituto expiatorio. De igual mane- Cristo el Cordero de Dios era absolutamente sin mancha (1 P 1.19), pero nuestro pecado le fue imputado y él fue nuestro sustituto expiatorio en la cruz del Calvario. El simple hecho de que se le imputara nuestro pecado no quiere decir que sufriera un cambio en su naturaleza r no era pecaminoso personalmente; file hecho pecado sustitutoriamente. 2 CORINTIOS 8.9: ¿Indica este versículo que la prosperidad económica se encuentra en la expiación, como arguyen los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Segunda a Corintios 8.9 dice: ―Ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos.‖ Los maestros de la Palabra de Fe citan este versículo para apoyar su idea de que en la expiación se asegura la prosperidad económica. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Si Pablo hubiera tenido la intención de decir que se asegura la prosperidad en la expiación, les ofrecía a los corintios algo que él mismo no poseía en aquel momento. En efecto, en 1 Corintios 4.11 Pablo les informó a estas mismas personas: ―Hasta el momento pasamos hambre, tenemos sed, nos falta ropa... no tenemos dónde vivir‖ (NVI).También exhortó a los corintios a imitar su vida y su enseñanza (1 Co 4.16). En 2 Corintios 8.9 parece claro que Pablo hablaba de prosperidad espiritual, no de prosperidad económica. Esa interpretación cuadra tanto con el contexto inmediato en 2 Corintios como con el contexto más amplio de los otros escritos de Pablo. Por ejemplo,

si se aseguraba la prosperidad económica en la expiación, uno tiene que preguntarse por qué Pablo les informó a los cristianos filipenses que había aprendido a contentarse aún mientras pasaba hambre (Flp 4.1 – 12). Uno pensaría que más bien habría reclamado la prosperidad prometida en la expiación para satisfacer toda necesidad suya. Para más sobre la perspectiva bíblica sobre el dinero, véase el análisis de Marcos 10.30. 2 CORINTIOS 12.2: ¿Indica este versículo que hay tres grados de gloria en la otra vida, como creen los mormones? TERGIVERSACIÓN: En 2 Corintios 12.2 leemos: ―Conozco a un hombre en Cristo que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo‖ Los mormones dicen que este versículo prueba que hay tres cielos o tres grados de gloria en la otra vida: el Reino celestial para mormones fieles el Reino terrenal para mormones poco valientes y no mormones morales, y el Reino celestial para personas mundanas (Richards, 1978, p. 255). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Es cierto que se mencionan tres ―cielos‖ en la Biblia, pero éstos no son el Reino celestial, el Reino terrenal y el Reino telestial. Las Escrituras revelan que los tres cielos son el cielo atmosférico (Dt 11.11), el cielo estrellado (Gn 1.14) y el cielo altísimo donde mora Dios (Is 63.15). Es a este último cielo —el ―tercer cielo‖— al que Pablo se refiere en 2 Corintios 12.2. Este tercer cielo es la sede de la Majestad divina, la residencia de los santos ángeles, la morada adonde las almas de los santos difuntos van inmediatamente al morir. 2 CORINTIOS 12.15: El deseo de Pablo de gastarse por los corintios ¿apoya la doctrina católica de las indulgencias? TERGIVERSACIÓN: En este versículo Pablo les dice a los corintios: Y yo, con el mayor placer, gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré el todo por amor de vuestras almas.‖ Los eruditos católicos han citado este versículo en apoyo de la doctrina de indulgencias mediante la cual los méritos de una persona son transferidos a otra. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este admirable deseo de servir a otros no apoya la doctrina de indulgencias. Hay varios saltos importantes que uno debe dar para llegar de este versículo a la enseñanza católica de que los vivos pueden ofrecer oraciones e indulgencias a favor del sufrimiento de los que están en purgatorio. En primer lugar, este pasaje no dice absolutamente nada acerca del purgatorio ni las indulgencias. En segundo lugar, la acción a favor de otros en este texto es para los vivos, no para los muertos. En tercer lugar, el sufrimiento no es por sus pecados o sus consecuencias temporales, sino para llevar su carga o ayudar a ministrarles la gracia de Cristo. Así que no hay apoyo aquí para las doctrinas de purgatorio e indulgencias. 2 CORINTIOS 13.14: ¿Apoya este versículo la doctrina de la Trinidad?

TERGIVERSACIÓN: Segunda a Corintios 13.14 registra una bendición del apóstol Pablo: ―La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.‖ Aunque los creyentes en la Trinidad a menudo citan este versículo en apoyo de la Trinidad, los testigos de jehová creen que es ―‗insuficiente‘ para probar la Trinidad‖. No prueba ―que Padre, Hijo y Espíritu Santo sean mutuamente iguales ni coeternos ni que todos sean Dios‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 415). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo da pruebas secundarias, pero no pruebas concluyentes, para la doctrina de la Trinidad. Los creyentes en la Trinidad basan su comprensión de Dios en las pruebas acumulativas de todas las Escrituras, no en ningún versículo aislado. Aunque es cierto que 2 Corintios 13.14 a solas no prueba la verdad de la doctrina de la Trinidad, cuando se toma con otros pasajes bíblicos no hay ninguna duda de que la doctrina es verdad. Las Escrituras declaran que sólo hay un Dios verdadero (Dt 6.4). Sin embargo, en la unidad de la divinidad hay tres personas distintas. A cada una de las tres personas se le llama Dios en las Escrituras: al Padre (1 P 1.2), al Hijo (Jn 20.28) y al Espíritu Santo (Hch 5.3-4). Además, cada uno posee los atributos de deidad. Por ejemplo, cada uno de los tres está presente en todas partes (Sal 139.7; Mt 19.26; 28.18), omnisciente (Ro 11.33; Mt 9.4; 1 Co 2.10) y todopoderoso (Mt 28.18; Ro 15.19; 1 P 1.5). Por último hay la cualidad de trino en uno dentro de la divinidad. Justo antes de su ascensión Jesús les dijo a los discípulos: ―Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖ (Mt 28.19, cursivas añadidas). La palabra ―nombre‖ es singular en el griego, indicando que hay sólo un Dios. Pero hay tres personas distintas dentro de la divinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esta cualidad de trino en uno se refleja en 2 Corintios 13.14.

CAPÍTULO 30

GÁLATAS

GÁLATAS 1.8: ¿Quiere decir este versículo que la iglesia primitiva se volvió apóstata, creando la necesidad de una restauración en la Iglesia Mormona? TERGIVERSACIÓN: Gálatas 1.6-8 registra la advertencia del apóstol Pablo contra creer un evangelio diferente. Según los mormones, la iglesia primitiva creyó un evangelio falso y acabó en apostasía total (McConkie, 1977, p. 334). Eso hizo necesaria una restauración de la iglesia por medio de José Smith. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Gálatas 1.8 no indica que habría una apostasía total de toda la iglesia en todo el mundo. Más bien, la iglesia local en Galacia era el foco de las declaraciones de Pablo. Los gálatas, al parecer, habían sucumbido a un evangelio que añadía obras a fe. Algunos falsos maestros de inclinaciones judías habían turbado a los gálatas (Hch 15.24; 20.29-30). Esos maestros judíos procuraban ―judaizar‖ a los creyentes gentiles

diciéndoles que debían dar el paso adicional de circuncidarse. Eso añadía ley a gracia a criterio de Pablo (véase G1 3.1-2). Pablo recalcó que cualquier evangelio que contradijera el evangelio ya transmitido con autoridad, había de ser rechazado. Aun Pabló se consideraba responsable de mantenerse fiel al evangelio autorizado ya transmitido (G1 1.8; cf. 1 Co 15.3). El mismo evangelio del mormonismo es un evangelio de obras que claramente contradice el evangelio de gracia que enseñaba Pablo. El evangelio mormón, por tanto, ha de clasificarse como un ―evangelio diferente‖ y por consiguiente queda sujeto a la condenación de Pablo. GÁLATAS 1. 15-16: ¿Enseña el apóstol Pablo la doctrina de reencarnación en este pasaje? Véanse los comentarios sobre Jeremías 1.5. GÁLATAS 6.2: La idea de sobrellevar los unos las cargas de los otros ¿apoya la creencia católica en un ―Tesoro de Mérito‖ donde el mérito de un santo se puede dar a otro mediante indulgencias? TERGIVERSACIÓN: En Gálatas 6.2 el apóstol nos exhorta: ―Sobrellevad los unos las cargas de los otros.‖ Los eruditos católicos citan este versículo para apoyar su creencia en indulgencias basadas en el mérito de otros santos que está guardado en un llamado ―Tesoro de Mérito‖ (Ott, 1960, p. 317). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Un estudio de este texto en su contexto muestra que no hay justificación para el dogma católico que dice que los méritos de un santo pueden expiar los pecados de otro. No dice que podemos sobrellevar el castigo de los pecados de otro. Hay solidaridad aquí pero no hay sustitución por pecados. Hemos de cargar con nuestra ―propia responsabilidad‖ (v. 5) y entonces ayudar a sobrellevar la carga de nuestro hermano. Pero el que no podemos cargar con sus pecados queda claro sólo dos versículos después cuando Pablo nos recuerda que ―todo lo que el hombre siembre, eso también segará‖ (v. 7). El sacrificio de Cristo solo expió todos nuestros pecados y sus consecuencias. Eso queda claro en muchos pasajes de las Escrituras (cf. Is 53.1-12; Jn 19.30; Heb 1.3; 10.14-15). GÁLATAS 6.7-8: ¿Apoya este versículo la doctrina de reencarnación, como enseña la Escuela Unificada de Cristianismo? TERGIVERSACIÓN: En Gálatas 6.7-8 leemos: ―No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará, porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.‖ La Escuela Unificada de Cristianismo enseña que este

pasaje se refiere a la ley implacable del karma, que dice que si una persona hace cosas buenas en esta vida, acumulará karma bueno, llevando a una condición mejor en la próxima vida. Si la persona hace cosas malas en esta vida, el karma malo hará que nazca en una condición peor en la próxima vida. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los conceptos de reencarnación y karma no se encuentran en ninguna parte del contexto de Gálatas 6, por no decir nada del resto de la Biblia. En el contexto estos versículos tratan del juicio imparcial de Dios sobre los cristianos, específicamente con respecto a su apoyo económico a obreros cristianos (cf. v. 6). Además, lo que se siega no es otra vida de castigo sino ―vida eterna‖ (v. 7). Pero eso va en contra de la doctrina del karma. La Biblia condena la doctrina de reencarnación, insistiendo en que ―está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio‖ (Heb 9.27). Para más argumentos contra reencarnación y karma, véanse los análisis de Juan 3.3 y Mateo 22.42.

CAPÍTULO 31

EFESIOS

EFESIOS 1.10: ¿Enseña Pablo universalismo cuando dice que Dios reunirá ―todas las cosas en Cristo‖? TERGIVERSACIÓN: Pablo escribió en Efesios 1.10 que Dios estableció el propósito ―de reunir todas las cosas en Cristo, en el cumplimiento de los tiempos establecidos, así las que están en los cielos como las que están en la tierra‖. Los unitario-universalistas, los liberales, algunos neo-ortodoxos y otros grupos usan este versículo para apoyar su creencia de que todos finalmente serán salvos. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Un examen cuidadoso de este versículo revela que Pablo habla aquí sólo de creyentes, así que no hay ningún apoyo para el universalismo. Todo el contexto trata sobre los escogidos en Cristo ―antes de la fundación del mundo‖ (Ef 1.4). La frase ―en Cristo‖ nunca se emplea en las Escrituras al hablar de nadie más que de creyentes.

El que los incrédulos quedan excluidos está claro a base del hecho de que Pablo no se refiere a los que están ―debajo de la tierra‖ como hace en otras partes al hablar de los perdidos (Flp 2.10). Hay abundantes pruebas en otras partes de los escritos de Pablo (cf. 2Ts 1.7-9) y en el resto de las Escrituras de que algunos irán a su destino eterno sin Cristo (p. ej., Mt 25.31 – 46). EFESIOS 4.3 – 6: ¿Habla el apóstol Pablo en este pasaje de una unidad organizacional en la Iglesia Católica? TERGIVERSACIÓN: El apóstol Pablo exhorta a los efesios a procurar ―mantener la unidad del Espíritu‖ en ―un solo cuerpo‖. Las autoridades católicas (véase Ott, 1960, p. 303) creen que Pablo habla de una unidad que se manifiesta en la divinamente designada Iglesia Católica. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Efesios 4.3-6 sí habla de ―procura[r] mantener la unidad del Espíritu‖ en ―un solo cuerpo‖. Sin embargo, es evidente que Pablo no está pensando en una unidad organizacional de la iglesia cristiana y definitivamente no la clase reclamada por la Iglesia Católica. Por una parte, según una traducción católica (La Biblia Latinoamericana), no se trata de una unidad organizacional, ya que habló de estar ―unidos en el mismo espíritu‖ (v. 3). Aunque se tradujera ―la unidad del Espíritu [Santo]‖ (RVR, NVI), no hay ningún indicio de que se trate de una unidad espiritual llevada a cabo por la fuente de toda verdadera unidad espiritual, el Espíritu Santo. Además, la unidad espiritual la crea Dios, no las personas. A los cristianos se les exhorta simplemente a procurar mantener esta unidad que Dios ha hecho en el cuerpo. Lo que es más, el ―un solo cuerpo‖ es el cuerpo (cf. 1 Co 12.13) en el que los creyentes son bautizados por ―un solo Espíritu‖ (v. 4). Pero el cuerpo espiritual de Cristo es el único cuerpo al que todos los creyentes pertenecen, ya que muchos creyentes, los que han muerto, no son parte de la iglesia visible. Más aún, esta unidad espiritual nos relaciona con el cuerpo invisible (espiritual) de Cristo. El bautismo en agua, que es diferente (Hch 1.5; 10.47) nos une a parte del cuerpo visible de Cristo en la Tierra. Así que la unidad aquí es una unidad de fe, no de comunión, ya que el apóstol Pablo se refiere a ―un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo‖, todos los cuales son un asunto de confesión. No hay nada en este texto sobre la unidad de gobierno u organización, definitivamente no en escala universal, como creen los católicos. EFESIOS 4.9: ¿Descendió Jesús al infierno, como argumentan algunos maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: El apóstol Pablo aquí afirma que Jesús ―había descendido primero a las partes más bajas de la tierra‖. Y el Credo de los Apóstoles declara que después que Jesús muriera, ―descendió a los infiernos.‖ Los maestros de la Palabra de

Fe citan este versículo tratando de probar que al morir Jesús fue al infierno durante tres días (Copeland, 1991, p. 3). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay dos opiniones en cuanto a adonde fue Jesús durante los tres días que su cuerpo estuvo en la tumba antes de su resurrección. La opinión del Hades. Una posición afirma que el espíritu de Cristo fue al mundo de los espíritus mientras su cuerpo estaba en la tumba. Aquí, creen, habló con ―los espíritus encarcelados‖ (1 P 3.19), que estaban en un lugar de detención temporal hasta que él viniera a ―llevar cautiva la cautividad‖ (cf. Ef 4.8), es decir, llevarlos al cielo. De acuerdo con esta idea, había dos compartimientos en el Hades (o seol): uno para los salvos y otro para los no salvos. Estaban separados por una ―gran sima‖ (Le 16.26) que ningún hombre podía pasar. La sección para los salvos se llamaba el ―seno de Abraham‖ (Le 16.22). Cuando Cristo, como las ―primicias‖ de la resurrección (1 Co 15.20), ascendió, llevó a estos santos veterotestamentarios al cielo por primera vez consigo. La opinión del Cielo. Esta enseñanza sostiene que las almas de los creyentes veterotestamentarios iban directamente al cielo en el momento de morir Jesús afirmó que su espíritu iba directamente al cielo, declarando: ―Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu‖ (Le 23.46b). Jesús le prometió al ladrón en la cruz: ―[H]oy estarás conmigo en el paraíso‖ (Le 23.43). El ―paraíso‖ se define como ―el tercer cielo‖ en 2 Corintios 12.2 – 4. Cuando los santos veterotestamentarios partieron de esta vida, iban directamente al cielo. Dios llevó a Enoc para estar con él (Gn 5.24; cf. Heb 11.5), y Elías fue llevado ―al cielo‖ cuando partió (2 R 2.1). El ―seno de Abraham‖ (Le 16.23) es un descripción del cielo. En ningún momento se lo describe como el infierno. Es el lugar adonde fue Abraham, que es el reino de los cielos en Mateo 8.11. Cuando santos veterotestamentarios se aparecen antes de la cruz, se aparecen del cielo, tal como Moisés y Elías en el monte de la transfiguración (Mt 17.3). Los santos veterotestamentarios tuvieron que esperar hasta la resurrección de Cristo antes que su cuerpos pudieran resucitar (1 Co 15.20- cf. Mt 27.53), pero sus almas fueron directamente al cielo. Cristo era el Cordero inmolado ―desde el principio del mundo‖ (Ap 13.8), y ellos estaban allí por los méritos de lo que Dios sabía que realizaría Cristo. ―Descender a las partes más bajas de la tierra‖ no es una referencia al infierno, sino a la tumba. Se describe aun el vientre de una mujer como ―lo más profundo de la tierra‖ (Sal 139.15). La frase quiere decir simplemente cuevas, tumbas o recintos en la Tierra, a diferencia de partes más altas, como las montañas. Además, el infierno mismo no está en las partes más bajas de la Tierra; está ―debajo de la tierra‖ (Flp 2.10). La frase ―descendió a los infiernos‖ no se hallaba en la versión más temprana del Credo de los Apóstoles. No fue añadida hasta el siglo cuarto. Cuando quiera que se haya añadido esta frase, el Credo de los Apóstoles no es inspirado; es sólo una confesión humana de fe.

Los ―espíritus encarcelados‖ eran seres no salvos. En efecto, podrían ser ángeles y no seres humanos. Véanse los comentarios sobre 1 Pedro 3.19. Cuando Cristo ―llevó cautiva la cautividad‖, no llevaba amigos al cielo, sino que llevaba enemigos al cautiverio. Es una referencia a su conquista de las fuerzas del mal. Los cristianos no son ―cautivos‖ en el cielo. Llegamos allí por nuestra propia elección libre (véanse Mt 23.37; 2 P 3.9). Aunque se pudiera demostrar que Jesús visitó el mundo de los espíritus durante este tiempo, la Biblia muestra claramente que no ―nació de nuevo‖ mientras estaba allí, ni ganó una victoria sobre el diablo en ese momento. Jesús no era pecador y, por tanto, no tenía que nacer de nuevo (cf. Jn 2.25; 3.3, 6 – 7; véanse los comentarios sobre 2 Co 5.21). Su obra para nuestra salvación fue completada en la cruz (Jn 19.30; Heb 1.3; 10.14-15) antes que entrara en la tumba. EFESIOS 4.11: ¿Tienen los mormones razón al decir que la estructura de su iglesia —con profetas y apóstoles vivientes— es igual a la de la iglesia primitiva? TERGIVERSACIÓN: En Efesios 4.11 el apóstol Pablo dice: ―Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas- a otros, pastores y maestros.‖ Los mormones creen que su estructura actual (con apóstoles y profetas) es igual a la de la iglesia primitiva (McConkie, 1977, p. 607). Por tanto, los mormones conforman la única iglesia verdadera. Los defensores del movimiento Reino Ahora y otros grupos que afirman tener revelación nueva de Dios también usan este texto para argüir que todavía hay apóstoles y profetas. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Según Efesios 2.20, la iglesia está ―edificad[a] sobre el fundamento de los apóstoles y profetas‖. Una vez que se construye el fundamento, nunca se construye otra vez. Más bien, se construye sobre él. Las Escrituras indican que los apóstoles y los profetas eran de naturaleza fundamental. Los apóstoles del primer siglo entendían que Dios daba revelación singular por medio de ellos (1 Co 2.13). Fueron cuidadosamente seleccionados por el Señor (Mt 10.1 – 2; Hch 1.26) y tenían autoridad divina (Hch 20.35; 1 Co 7.10). Los apóstoles bíblicos tenían que ser testigos oculares del Cristo resucitado (1 Co 9.1; cf. 1 Co 15.7 – 8). El Libro de Hechos atestigua claramente la singularidad y la autoridad de los apóstoles. En Hechos 2.42 los miembros de la primera iglesia ―perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros.‖ En todo el Libro de Hechos los dictámenes de los apóstoles eran inapelables (Hch 15). Mediante la voz de ellos nació la iglesia (cap. 2); se realizaban milagros (cap. 3); los gobernantes eran restringidos (cap. 4); los desobedientes eran juzgados (cap. 5); el Espíritu Santo fue dado a los samaritanos (Hch 8) y a los gentiles (cap. 10). Los apóstoles bíblicos eran autenticados por milagros increíbles (2 Co 12.12): milagros como resucitar a personas de entre los muertos (Hch 9.36 – 42). Cualquiera que afirme ser apóstol debe ser autenticado mediante las señales de un apóstol. Los apóstoles y profetas mormones no cuentan con semejante testimonio milagroso.

Más aún, la revelación dada por los profetas y apóstoles mormones claramente contradice la revelación entregada decisivamente (―una vez‖) por los apóstoles del primer siglo (Jud 3). Los apóstoles mormones enseñan que Jesús es un ser creado y que es el hermano espiritual de Lucifer. Los apóstoles bíblicos enseñaban que Jesús es Dios y Creador (Col 1.16; 2.9; cf. Is 44.24). Los apóstoles mormones enseñan que Dios es un hombre exaltado de carne y huesos. Los apóstoles bíblicos enseñaban que Dios es espíritu (2 Co 3.17 – 18). Los apóstoles mormones enseñan que hay muchos dioses en el universo. Los apóstoles bíblicos enseñaban que hay sólo un Dios (1 Ti 2.5). Los apóstoles mormones enseñan que los seres humanos pueden convertirse en dioses. Los apóstoles bíblicos enseñaban que los seres humanos nunca se convierten en Dios (Hch 14.14 – 15).

CAPÍTULO 32

FILIPENSES

FILIPENSES 2.7: Si Cristo se despojó de su deidad mientras estaba en la Tierra, ¿cómo pudo ser Dios? TERGIVERSACIÓN: Pablo parece decir que Jesús ―se despojó‖ de su deidad o ―igualdad con Dios‖ (w. 6-7) a fin de hacerse humano (v. 8). ¿Cómo pudo Jesús ser Dios mientras estaba en la Tierra si dejó a un lado su deidad a fin de hacerse hombre? Los testigos de Jehová dicen que no pudo hacerlo. (Véase Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, pp. 198, 419). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Jesús no dejó de ser Dios mientras estaba en la Tierra. Más bien, además de ser Dios, también se hizo hombre. Su encarnación no era la sustracción de deidad, sino la adición de humanidad. Este texto no dice que Cristo renunció a su deidad o se vació de ella, sino sólo que renunció a sus derechos como deidad, asumiendo ―la forma de siervo‖ (v. 7) a fin de ser un ejemplo para nosotros (v. 5). El texto declara que Jesús era ―en forma de Dios (v. 6)

o ―siendo por naturaleza Dios‖ (NVI). Así como la ―forma de siervo‖ (v. 7) es siervo por naturaleza, también la ―forma de Dios es Dios por naturaleza. Nótese también que la palabra ―siendo‖ (en la frase ―siendo por naturaleza Dios‖) es un participio en tiempo presente. Eso conlleva la idea de existencia continua como Dios. El concepto es que Cristo siempre ha sido y todavía es en la forma de Dios. FÍLIPENSES 2.10-11: ¿Enseña Pablo aquí que todo el mundo será salvo confesando que Cristo es Señor? TERGIVERSACIÓN: Pablo dice que llegará un día en que ―en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.‖ Aquí, insisten los universalistas, los incrédulos claramente están a la vista en la frase ―debajo de la tierra‖. ¿Quiere decir eso que todo el mundo finalmente será salvo? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aunque todos los incrédulos finalmente confesarán que Jesús es Señor, no hay ninguna prueba ni aquí ni en ninguna otra parte de que vayan a ser salvos. Los incrédulos sólo confiesan ―que‖ Jesús es Señor. No hay ninguna declaración de que van a creer ―en‖ él, algo que es necesario para salvación. Aun los demonios creen ―que‖, pero no creen ―en‖ Dios (cf. Stg 2.19). Pero creer ―que‖ Jesús es Señor no salvará a nadie. Sólo la creencia ―en‖ Cristo salvará (Stg 2.21-26). En cuanto a los que están ―debajo de la tierra‖ (los perdidos) en este texto, se dice que pronuncian una simple confesión con la boca. Para salvación, insistió Pablo, uno debe tanto ―confesar con la boca‖ como ―creer en el corazón‖ (Ro 10.9). Los incrédulos no creen en el corazón. Muchos otros pasajes de las Escrituras enseñan que muchos serán perdidos para siempre. Eso incluye al diablo y a sus ángeles (Mt 25.41), la bestia y el falso profeta (Ap 19.20), Judas (Jn 17.12), una multitud de gente no salva de todas las naciones (Mt 25.32, 41) y todos los que no están inscritos en el libro de la vida (Ap 20.15). FILIPENSES 2.12: ¿Quiere decir este versículo que debemos ganarnos nuestra salvación? TERGIVERSACIÓN: Filipenses 2.12 dice: ―Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor.‖ Muchas sectas citan este versículo para apoyar una idea de salvación orientada hacia las obras. Los testigos de Jehová concluyen, a base de este versículo, que la salvación no está asegurada para nadie (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 358). Los mormones dicen que las personas deben ―ocuparse‖ en su salvación mediante sus propios esfuerzos a fin de alcanzar la deidad (McConkie, 1977, p. 329). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La totalidad de las Escrituras hace hincapié en que las obras no tienen nada que ver con la salvación (p. ej., Ro 3.20, 28; Ef

2.8-9). Por consiguiente este versículo no puede interpretarse en el sentido de que debemos añadir obras a fin de lograr nuestra salvación final. Muchos eruditos creen que este versículo trata, no sobre la seguridad de la salvación personal final para creyentes individuales, sino sobre la salvación colectiva de la iglesia en Filipos en cuanto a algunos problemas temporales a los que hacía frente la iglesia. Esa iglesia sufría bajo intensas rivalidades (Flp 2.3-4), alteraciones causadas por judaizantes (3.1-3) y libertinaje (3.18-19). A causa de esos problemas internos, que impedían seriamente el crecimiento espiritual, la iglesia filipense como un todo tenía necesidad de ―salvación‖ en el sentido de que tenía que tratar con esos problemas y vencerlos. Si ese panorama es correcto, los Filipenses eran llamados para que ―se ocuparan‖ en su salvación con respecto a esos asuntos. La palabra griega para ―ocuparse‖ (katergádzomai) indica llevar algo a una conclusión. Pablo llamaba a los Filipenses para que terminaran sus problemas internos. FILIPENSES 2.25: Si Pablo tenía el don de sanidades, ¿por qué no pudo sanar a su colaborador Epafrodito? TERGIVERSACIÓN: Los maestros de la Palabra de Fe dicen que la sanidad física completa en esta vida está garantizada en la expiación y que es la voluntad de Dios que todas las personas sin excepción sean sanadas de toda dolencia física (cf. Hagin, Word of Faith [Palabra de fe], agosto de 1977,p. 9). En el Libro de Hechos, Pablo sanaba a los enfermos y levantaba a los muertos (20.9-10). Pero aquí, al parecer no pudo sanar siquiera a un colaborador. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Algunos creen que poseer el don de sanidades no garantizaba que uno siempre podía sanar a todos. En una oportunidad los discípulos no pudieron sanar a un muchacho endemoniado (Mt 17.16). Insisten en que el don de sanidades no hacía a una persona cien por ciento exitoso, como tampoco el don de enseñanza hace a uno infalible. Otros insisten en que el don de sanidades siempre era exitoso, notando que Jesús sanó al muchacho (Mt 17.14-20) y censuró a los discípulos por no ejercer su poder dado por Dios para hacerlo (vv. 17- 18). Afirman que el don de sanidades era cien por ciento exitoso, en el mismo sentido en que nadie con el don de profecía jamás pronunciaba una falsa profecía. Pues una falsa profecía era considerada una prueba de que alguien no poseía el verdadero don de profecía (cf. Dt 18.22). No se da en el texto la razón por la cual Epafrodito no fue sanado. Pero tampoco dice que Pablo intentó sanarlo y fracasó. Ya que no se registra ningún uso del don de sanidades después de aproximadamente 60 d.C. (Hch 28.8), puede ser que el don apostólico especial de sanidades (cf. 2 Co 12.12; Heb 2.4) haya cesado para aquel entonces (c. 61 d.C.). No se incluye en la lista mucho más corta de dones en Efesios 4, aunque sí figuraba antes en 1 Corintios 12.28. Desde cualquier perspectiva es incorrecta la afirmación de los de la Palabra de Fe, de que la sanidad física completa (en esta vida) está garantizada en la expiación.

Finalmente seremos sanados cuando recibamos nuestros cuerpos resucitados: y eso sí está garantizado en la expiación.

CAPÍTULO 33

COLOSENSES

COLOSENSES 1.15-17: Si Jesús es el ―primogénito‖, ¿no fue él creado primero, y entonces él creó todas las demás cosas? TERGIVERSACIÓN: Colosenses 1.15 dice: ―Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.‖ Los testigos de Jehová dicen que este pasaje prueba que Jesús es una criatura, el ―primer creado‖. Arguyen que Jesús es el mayor en la familia de hijos de Jehová (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 408). La Traducción del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová cambia sutilmente Colosenses 1.16-17 para que parezca que el primer creado Cristo fue usado por el Padre para crear todas las otras cosas en el universo: ―...porque por medio de él todas las [otras] cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles, no importa que sean tronos, o señoríos, o gobiernos, o autoridades. Todas las [otras] cosas han sido creadas mediante él y para él. También, él es antes de todas las [otras] cosas y por medio de él se hizo que todas las [otras] cosas existieran‖ (palabras entre corchetes así en la traducción).

―Así se muestra que él es un ser creado, parte de la creación producida por Dios‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 409). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Primogénito no tiene el sentido de ―primer creado‖. En los tiempos bíblicos la palabra significaba ―primero en rango‖ o ―preeminente‖. El rey David era en realidad el último hijo de Isaí, pero se le llamaba ―primogénito‖ porque era el hijo preeminente (Sal 89.27). Cristo es preeminente porque es el Creador (Jn 1.3). Además, Jesús no podía ser Miguel, el primer ángel creado, ya que él creó todos los ángeles (Col 1.16) y todos ellos lo adoran (Heb 1.6). Tampoco hay justificación para insertar la palabra ―otra‖ en Colosenses 1.16-17. El hecho es que Colosenses 1.16 enseña que Cristo creó ―todas las cosas‖; y siendo así, Cristo mismo no puede ser un ente creado. Una buena referencia cruzada es Isaías 44.24, donde Dios mismo asevera: ―Yo Jehová, que lo hago todo, que despliego yo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo‖ (cursivas añadidas). Si Jehová hizo todas las cosas por sí mismo y solo, obviamente no creó Jesús primero y entonces creó todo lo demás por medio de Jesús. Si a Jehová se le llama Creador del universo, y si a Jesús se le llama Creador del universo, las Escrituras equiparan a Jesús con Dios. COLOSENSES 1.18: ¿―Nació‖ Cristo ―de nuevo‖ en el infierno? TERGIVERSACIÓN: Los maestros de la Palabra de Fe argumentan que este versículo quiere decir que Jesús ―nació de nuevo‖ en el infierno después de sufrir allí durante tres días. ―Jesús nació de nuevo — el primogénito de entre los muertos lo llama la Palabra— y le dio una paliza al diablo en su patio trasero‖ (Copeland, ―The Price of It All‖ [El precio de todo ello], 1991). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Cristo es el ―primogénito‖ en el sentido de que es el que es preeminente sobre toda la creación. No nació de nuevo en el infierno. En efecto, no tenía necesidad de nacer de nuevo en ninguna forma (Jn 3.3, 67). Además, Cristo nunca fue al infierno. Véase el tratamiento de Efesios 4.9 para un análisis de la idea de que Cristo fue al infierno. COLOSENSES Í.20: ¿Enseña este versículo que todos serán salvos? TERGIVERSACIÓN: El apóstol Pablo les escribió a los colosenses: ―[A]l Padre agradó... por medio de él [Cristo] reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz‖ (Col 1.19-20). Si Pablo dice que todas las cosas son reconciliadas con Cristo mediante su muerte y resurrección, eso parece dar a entender que todas las personas son salvas. ¿Es verdad esta interpretación universalista? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Pablo no habla de salvación universal, sino de la soberanía universal de Jesucristo. Se le ha dado a Jesucristo toda autoridad en el cielo y en la Tierra (Mt 28.18). En virtud de su muerte y resurrección,

Cristo como el último Adán es Señor sobre todo lo que fue perdido por el primer Adán (cf. 1 Co 15.45-49). Nótese el contraste entre dos pasajes cruciales por Pablo: ______________________________________________________________________ TODO “EN” CRISTO TODOS SE ARRODILLAN DELANTE DE CRISTO Textos: Ef 1.3 – 10; Texto Flp 2.9 – 11 Col 1.19, 20 Quiénes: Todos los salvos… Quiénes: Todos los que están sometidos… — en el cielo — en el cielo — en la tierra — en la tierra — debajo de la tierra Propósito: reconciliación Propósito: exaltación de pecadores Cristo ______________________________________________________________________ Cuando Pablo habla de estar ―en Cristo‖ (es decir, ser salvo), no incluye a ―los que están debajo de la tierra‖ (es decir, los perdidos). Sin embargo, todas las personas, salvas y no salvas, un día se arrodillarán delante de Cristo y reconocerán su señorío universal. Pero en ninguna parte enseñan las Escrituras que todas las personas serán salvas. Jesús les dirá a muchos: ―Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles‖ (Mt 25.41). Juan dijo que el diablo, la bestia y el falso profeta, y todos aquellos cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida, serán lanzados al lago de fuego para siempre (Ap 20.10-15). Lucas habla de una gran sima infranqueable entre el cielo y el infierno donde los que han rechazado a Dios están viviendo en tormento (Lc 16.19-31). Pablo habla del castigo de los malos como ―eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor‖ (2 Ts 1.9). Jesús declaró que Judas estaba perdido y lo llamó ―el hijo de perdición‖ (Jn 17.12). Es evidente de todos esos pasajes que no todos serán salvos. COLOSENSES 1.24: ¿Enseña este versículo que el sufrimiento de Cristo en la cruz no fue suficiente para nuestros pecados? TERGIVERSACIÓN: Según la enseñanza católica, los creyentes tendrán que sufrir en el purgatorio por las consecuencias temporales de sus pecados veniales no pagados en esta vida. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En Colosenses 1.24b Pablo dice: ―Cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia.‖ De ninguna manera apoya eso el dogma católico del purgatorio. Este versículo no quiere decir que el sacrificio expiatorio no satisface las consecuencias tanto eternas como temporales de todos nuestros pecados. Y si es suficiente, como aun los católicos afirman creer, no podemos añadir a la suficiencia de la expiación. Si pudiéramos hacer

eso, la obra de Dios necesariamente sería insuficiente para salvar, un concepto blasfemo que contradice muchos otros pasajes (p. ej., Jn 17.4; 19.30; Heb 1.2; 10.14). En un sentido, Cristo todavía sufre después de su muerte. Jesús le dijo a Pablo: ―¿[P]or qué me persigues?‖ (Hch 9.4).Ya que Cristo en aquel momento no estaba literalmente en la Tierra para ser perseguido, eso debe de ser una referencia a su Cuerpo (la iglesia) que Pablo, como el fariseo Saulo de Tarso, había venido persiguiendo (cf. 8.1; 9.1-2). En un sentido similar, nosotros también podemos sufrir por Cristo, ya que ―A vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él‖ (Flp 1.29). Pero en ningún sentido es nuestro sufrimiento por Cristo un medio de expiar pecado. Sólo Jesús sufrió por el pecado. Nosotros sufrimos a causa de nuestros pecados pero nunca para satisfacer el juicio de Dios sobre nuestros pecados o los de cualquier otra persona. Cada persona debe cargar con la culpabilidad de su propio pecado (Ez 18.20) o de otra forma aceptar el hecho de que Cristo sufrió por su pecado (2 Co 5 21; 1 P 2.21; 3.18). Cuando sufrimos por Cristo, experimentamos dolor como parte de su cuerpo espiritual, la iglesia (cf. 1 Co 12.26), pero sólo lo que Cristo sufrió en su cuerpo físico en la cruz es eficaz por nuestros pecados. Nuestro sufrimiento, pues, es en servicio a Cristo, un acto de amor, obediencia y gratitud, pero no de mérito. Aun en el sentido no salvífico en que este versículo declara que podemos sufrir por otros, no hay ninguna indicación aquí ni en ninguna otra parte del canon aceptado de las Sagradas Escrituras de que podamos hacer eso a favor de los que están muertos. Nuestras vidas de sacrificio sólo pueden ejercerse a favor de los vivos. COLOSENSES 2.8: ¿Quiere decir este versículo que los cristianos no deben estudiar filosofía? TERGIVERSACIÓN: Pablo advirtió en Colosenses 2.8: ―Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas.‖ Los testigos de Jehová citan este versículo como una advertencia contra el estudio de filosofía (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 291). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia no se opone a la filosofía como un cuerpo de conocimientos, como tampoco se opone a la religión. No es la filosofía, sino la filosofía vana, que Pablo llama ―huecas sutilezas‖. Asimismo la Biblia no se opone a la religión, sino a la religión vana (cf. Stg 1.26-27). En este contexto Pablo no habla de la filosofía en general, sino de una filosofía particular, que por lo general se entiende como una forma temprana del nosticismo. Eso lo indica su uso del artículo definido (en griego: tes). Tes filosofías debe traducirse como ―la filosofía‖ o ―esta filosofía‖. Pablo se refería a esta filosofía en particular que había invadido la iglesia en Colosas y que incluía legalismo, misticismo y ascetismo (cf. Col 2), y no a toda filosofía. Pablo mismo estaba bien instruido en las filosofías de su época, y aun las citaba de vez en cuando (cf. Hch 17.28; Tit 1.12). Pablo ―discutía‖ exitosamente con los filósofos en el Areópago, aun ganando a algunos para Cristo (Hch 17.17, 34). En otra parte dijo

que un obispo debía poder ―exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen‖ (Tit 1.9). Pedro exhortó a los creyentes: ―[E]stad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros‖ (1 P 3:15b). En efecto, Jesús dijo que el gran mandamiento es amar al Señor ―con toda tu mente‖ (Mt 22.37). En su forma pura como el estudio de la vida y la sabiduría, la filosofía estimula un afecto más profundo a Dios. Dios no considera de gran valor la ignorancia. En realidad, sabe que no podemos cuidarnos de la filosofía a menos que estemos conscientes de ella. Nadie acudiría a un médico que no estudiara la enfermedad. Pero en eso está el peligro: El cristiano debe abordar las filosofías falsas del mundo de la misma manera que un investigador médico aborda el virus VIH. Debe estudiarlas de manera objetiva y cuidadosa para averiguar qué hay de mal en ellas, pero no de manera subjetiva y personal, de modo que se contagie a sí mismo de la ―enfermedad‖. COLOSENSES 2.9: ¿Indica este versículo que cualidades divinas? ¿O indica que Jesús realmente es Dios?

Jesús

sólo

tiene

TERGIVERSACION: Los testigos de Jehová traducen Colosenses 2.9 así:―[P]orque en él mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina.‖ Dicen que este versículo no quiere decir que Jesús es intrínsecamente Dios Todopoderoso como el Padre, sino solamente que tiene cualidades divinas (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 421). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no dice que Jesús sólo tiene cualidades divinas, sino que la absoluta ―plenitud [literalmente, ‗medida completa‘, ‗lo completo‘, ‗totalidad‖, ‗total completo‘] de la divinidad‖ habita en Cristo en forma corporal. El versículo quiere decir que Cristo tiene la mismísima naturaleza de Dios y es la mismísima esencia de la divinidad .Todo lo que es Dios tiene su morada permanente en el Señor Jesucristo en forma corporal. Este concepto lo apoyan muchos otros versículos, tanto aquí en Colosenses (cf. 1.15-18) como en otras partes (Jn 1.1; 8.58; 20.28; Flp 2.6 – 8; Tit 2.13). COLOSENSES 2.9: ¿Prueba este versículo que Jesús es Dios Padre y el Espíritu Santo, como creen los Pentecostales Unidos? TERGIVERSACIÓN: En Colosenses 2.9 el apóstol Pablo dijo de Cristo: ―Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad.‖ Los Pentecostales Unidos creen que es imposible cuadrar este versículo con la doctrina de la Trinidad. En efecto, dicen: ―La doctrina de la Trinidad niega que la plenitud de la divinidad sea en Jesús porque niega que Jesús sea el Padre y el Espíritu Santo‖ (Bernard, 1983, p. 289) .Ya que se dice que la plenitud de la divinidad habita en Jesús, eso debe de significar que Jesús es el Padre y el Espíritu Santo.

CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En este versículo el término ―divinidad‖ quiere decir simplemente deidad. La palabra indica que la plenitud de la deidad —la mismísima esencia divina, incluyendo todos los atributos divinos— habita plenamente en Jesús. El versículo indica, pues, que Jesús es plenamente Dios, pero no dice que Jesús es la única persona que es plenamente Dios. Las Escrituras interpretan las Escrituras. Y las Escrituras indican que en la unidad del Dios único (Dt 6.4), hay tres personas distintas. A cada una de las tres personas se le llama Dios en las Escrituras: al Padre (1 P 1.2), al Hijo (Jn 20.28) y al Espíritu Santo (Hch 5.3 – 4). Además, cada uno posee los atributos de deidad. Por ejemplo, cada uno de los tres está presente en todas partes (Sal 139.7; Mt 28.18), omnisciente (Mt 9.4; Ro 33; 1 Co 2.10) y todopoderoso (Mt 28.18; Ro 15.19; 1 P 1.5). Por último hay la cualidad de trino en uno dentro de la divinidad. En un buen ejemplo, justo antes de su ascensión Jesús les dijo a los discípulos: ―Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo‖ (Mt 28.19, cursivas añadidas). La palabra ―nombre‖ es singular en el griego, indicando que hay sólo un Dios. Pero hay tres personas distintas dentro de la divinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esta cualidad de trino en uno se refleja también en 2 Corintios 13.14. Colosenses 2.9 simplemente no puede significar que Jesús sea el Padre y el Espíritu Santo. Para más sobre la distinción entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo como personas, véase el análisis de Mateo 28.19. COLOSENSES 2.16: ¿Están obligados los cristianos a guardar el día de reposo (el sábado)? Véanse los comentarios sobre Exodo 20.8-11 y Mateo 5.17-18. COLOSENSES 4.16: ¿Qué le sucedió a la epístola perdida a los laodicenses? TERGIVERSACIÓN: Pablo se refiere a ―la [carta] de Laodicea‖ como un libro que escribió y que debía ser leído por la iglesia en Colosas, así como el inspirado Libro de Colosenses debía ser leído por los laodicenses. Sin embargo, no existe tal carta a los laodicenses del primer siglo (aunque hay una fraudulenta del siglo cuarto). Pero es muy extraño que pereciera un libro inspirado. ¿Por qué Dios lo inspiraría para la fe y la práctica de la iglesia (2 Ti 3.16-17) y entonces permitiría que fuera destruido? Algunos mormones tratan de dar mucha importancia al hecho de que la Biblia mencione libros específicos que no forman parte de la Biblia como Escritura (véase Matthews, 1988). Arguyen así que la Biblia es incompleta, de manera que la gente también necesita el Libro de Mormón. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En primer lugar, es posible que no todos los libros divinamente autorizados o inspirados fueran destinados por Dios a formar parte de la Biblia. Lucas se refiere a otros evangelios (Le 1.1), y Juan afirmó que había muchas otras cosas que hizo Jesús que no se registran en su Evangelio (Jn 20.30;

21.25). El simple hecho de que un libro sea citado en la Biblia no quiere decir que el libro pertenezca en la Biblia. En segundo lugar, hay buenas razones para creer que la epístola de Laodicea no se ha perdido realmente, sino que sólo ha recibido otro nombre. Podría ser el Libro de Efesios. Colosenses 4.16 no la llama la carta de los laodicenses, sino ―la [carta que viene] de Laodicea‖, sin importar el nombre que tuviera. Además, se sabe que Pablo escribió Efesios al mismo tiempo que escribió Colosenses y que fue enviada a otra iglesia en la misma área general. En tercer lugar, hay pruebas en el Libro de Efesios de que no llevaba originalmente ese título, sino que era una clase de carta encíclica enviada a las iglesias de Asia Menor. De hecho, algunos manuscritos tempranos no tienen la frase ―en Éfeso‖ en Efesios 1.1. Por cierto, es extraño que Pablo, que pasó tres años ministrando a los efesios (Hch 20.31), no les haya enviado ningún saludo personal, si el libro conocido como ―Efesios‖ estaba destinado sólo a ellos. Por contraste, Pablo nunca había visitado Roma, pero saludó a muchas personas en su carta a ellos (Ro 16.1 – 16). En cuarto lugar, ningún padre de la iglesia primitiva cita ninguna carta de los laodicenses, aunque incluyen más de 36.000 citas del Nuevo Testamento, que incluyen cada libro y casi cada versículo del Nuevo Testamento. Una Carta de los Laodicenses fraudulenta apareció en el siglo cuarto, pero ningún erudito cree que sea la que fue mencionada por Pablo. En efecto, es en buena parte una colección de citas de Efesios y Colosenses que el Segundo Concilio de Nicea (787 d.C.) rechazó como una ―epístola falsificada.

CAPÍTULO 34

1 TESALONICENSES

1 TESALONICENSES 4.13: ¿Enseñaba Pablo la doctrina del sueño del alma? TERGIVERSACIÓN: Varias veces la Biblia se refiere a los muertos como dormidos. Muchos grupos aberrantes, tales como los Adventistas del Séptimo Día, creen que eso quiere decir que el alma no está consciente entre la muerte y la resurrección (Seventhday Adventists Answer Questions on Doctrine [Los Adventistas del Séptimo Día responden a preguntas doctrinales], 1957, p. 515, 520). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las almas, tanto de creyentes como de incrédulos, están conscientes entre la muerte y la resurrección. Los incrédulos están en adicciones conscientes (véanse Mc 9.43-48; Lc 16.22-23; Ap 19.20) y los creyentes están en dicha consciente (Flp 1.23). El término ―sueño‖ se refiere al cuerpo, no al alma. El sueño es una figura retórica apropiada para hablar de la muerte del cuerpo, ya que la muerte es temporal, durando sólo hasta la resurrección cuando el cuerpo ―se despertará‖ de ella. Véanse los comentarios sobre Romanos 2.7.

Las pruebas bíblicas de que el alma (espíritu) está consciente entre la muerte y la resurrección son muy fuertes: 1. Enoc fue llevado para estar con Dios (Gn 5.24; Heb 11.5). 2. David habló de gozo en la presencia de Dios después de la muerte (Sal 16.10-11). 3. Elías fue llevado al cielo (2 R 2.1, 11-12). 4. Moisés y Elías estaban conscientes en el monte de la transfiguración (Mt 17.3). 5. Jesús dijo que iba al Padre el mismo día que murió (Lc 23.46). 6. Pablo dijo que era muchísimo mejor morir y estar con Cristo (Flp 1.23). 7. Pablo afirmó que cuando estamos ―ausentes del cuerpo‖, entonces estamos ―presentes al Señor‖ (2 Co 5.8). 8. El escritor de Hebreos se refiere al cielo como un lugar donde ―los espíritus de los justos [son] hechos perfectos‖ (Heb 12.23). 9. Las ―almas‖ de los que sufrieron el martirio durante la tribulación estaban conscientes en el cielo, cantando y orando a Dios (Ap 6.9). 10. Esteban, mientras moría apedreado, dijo: ―Señor Jesús, recibe mi espíritu‖ (Hch 7.59). 11. Jesús, hablando de los santos veterotestamentarios Abraham, Isaac y Jacob, dijo que Dios ―no es Dios de muertos, sino de vivos‖ (Lc 20.38). Lo que Jesús decía era: ―Abraham, Isaac y Jacob, aunque murieron hace muchos años, en realidad viven hoy. Pues Dios, que se llama el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, no es el Dios de los muertos, sino de los vivos.‖ 1 TESALONICENSES 4.16: ¿Enseña este versículo que Jesús es el arcángel Miguel? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová piensan que este versículo prueba que Jesús es el arcángel Miguel. ―La orden de Jesucristo para que comience la resurrección se describe como la ‗voz de arcángel‘, y Judas 9 dice que el arcángel es Miguel‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 218). Por consiguiente, Jesús y Miguel son la mismísima persona. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no relata que Jesús habla, sino que desciende del cielo cuando habla la voz del arcángel. La venida de Jesús en el arrebatamiento será acompañada por el arcángel Miguel, ya que es la voz del arcángel (no la de Jesús) que da el grito. Eso no es diferente de lo que sucederá en la segunda venida de Cristo, pues ―se [manifestará] el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego‖ (2Ts 1.7). Entre las muchas razones por las que Jesús no es Miguel el arcángel es que Jesús es Dios (Jn 1.1; 8.58; 20.28; Col 2.9) y Creador de todos los ángeles (Jn 1.3; Col 1.15-16). El ángel Miguel fue creado por Jesús y, como todos los demás ángeles, adora a Jesús (Heb 1.6).

CAPÍTULO 35

2 TESALONICENSES

2 TESALONICENSES 1.9: ¿Serán aniquilados los malos? ¿O sufrirán castigo consciente para siempre? TERGIVERSACIÓN: Este versículo dice que los malos sufrirán ―destrucción eterna‖ (NVI). Los testigos de Jehová creen que tales versículos indican que la destrucción de los malos es eterna en el sentido de que son aniquilados para siempre, de manera que ya no existen (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989,p. 171-72). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La ―destrucción‖ no quiere decir aniquilación aquí; de otra forma no sería destrucción ―eterna‖. La aniquilación dura sólo un instante, y se acaba. Si alguien sufre destrucción eterna (es decir, continua), tiene que tener existencia eterna. Así como los cristianos tienen vida sin fin, la destrucción sin fin es el destino de los que se oponen a Cristo. La ―destrucción‖ que sufren los malos no incluye un cese de existencia. Más bien, incluye un estado continuo y perpetuo de ruina.

Además, la definición de ―muerte‖ en las Escrituras nunca es aniquilación, sino separación. Adán y Eva murieron espiritualmente en el momento en que pecaron, pero todavía existían y podían oír la voz de Dios (Gn 2.16-17; cf. 3.10). Asimismo, antes que uno es salvo, está ―muerto en delitos y pecados‖ (Ef 2.1), pero aun así existe ―a la imagen de Dios‖ (Gn 1.27; cf. Gn 9.6; Stg 3.9) y se le insta a creer (Hch 16.31) y a arrepentirse (Hch 17.30) y ser salvo. Cuando se dice que los malos van a la ―perdición‖ (2 P 3.7), y se llama a Judas ―el hijo de perdición‖ (Jn 17.12), no quiere decir que serán aniquilados. La palabra ―perdición‖ (apóleia) quiere decir simplemente ―perecer‖ o ―arruinarse‖. Los carros chatarra han perecido en el sentido de ser arruinados. Pero todavía son carros, por arruinados que estén, y todavía están en el depósito de chatarra. Con respecto a esto, Jesús habló del infierno como un depósito de chatarra o un basurero donde el fuego no se apagaría y donde el cuerpo resucitado de una persona no sería consumido. Otras pruebas apoyan la conciencia eterna de los perdidos. El hombre rico que murió y fue al infierno y estaba conscientemente en tormentos (Le 16.22-28). No hay absolutamente ningún indicio en el texto de que eso alguna vez fuera a terminar. Jesús dijo repetidas veces que las personas en el infierno existían con ―el lloro y el crujir de dientes‖ (Mt 8.12; 22.13; 24.51; 25.30), lo cual indica que estaban conscientes. Se dice que el infierno tiene la misma duración que el cielo, o sea, es ―eterno‖ (Mt 25.41). El hecho de que su castigo sea eterno indica que ellos también deben de ser eternos. Uno no puede sufrir castigo a menos que exista para ser castigado (2Ts 1.9). Carece de casi todo sentido decir que los malos sufrirán ―aniquilación eterna‖. Más bien, los malos sufrirán una ruina que es eterna; y ese castigo nunca terminará. La bestia y el falso profeta fueron lanzados ―vivos‖ al lago de fuego al principio de los mil años (Ap 19.20), y estaban allí, conscientes y vivos, después que pasaron los mil años (Ap 20.10). Las Escrituras afirman que el diablo, la bestia y el falso profeta ―serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos‖ (Ap 20.10). Pero no hay manera de experimentar tormentos por los siglos de los siglos sin estar consciente por los siglos de los siglos. Jesús en repetidas ocasiones llamó el infierno un lugar de ―fuego que no puede ser apagado‖ (Mc 9.43-48) donde los cuerpos de los malos nunca morirán (cf. Lc 12.4-5). Pero no tendría sentido tener llamas eternas y cuerpos sin almas en ellas para experimentar el tormento. La misma palabra empleada para describir el perecimiento de los malos en el Antiguo Testamento (avád) se emplea para describir el perecimiento de los justos (véanse Is 57.1; Miq 7.2). El término también describe cosas que sólo están perdidas, pero después halladas (Dt 22.3), lo cual prueba que perdido aquí no quiere decir inexistente. Así que si ―perecer‖ quiere decir ―aniquilar‖, los salvos también serían aniquilados, pero sabemos que no lo son. Iría en contra de la naturaleza creada de los seres humanos aniquilarlos, ya que están hechos a la imagen y semejanza de Dios, que es eterno (Gn 1.27). Si Dios aniquilara su imagen en el hombre, destruiría el reflejo de sí mismo. La aniquilación sería degradante tanto para el amor de Dios como para la naturaleza de los seres humanos como criaturas moralmente libres. Sería como si Dios les dijera: ―Los permitiré ser libres sólo si hacen lo que digo. Si no, acabaré con su libertad y existencia mismas.‖ Eso sería como un

padre que le dijo a su hijo que quería que se hiciera médico, y, cuando éste eligió más bien ser guardabosque, el padre lo fusiló. El sufrimiento eterno es un testimonio eterno a la libertad y dignidad de los seres humanos, aun los humanos impenitentes. No hay grados de aniquilación, pero las Escrituras revelan que habrá grados de sufrimiento entre los perdidos (véanse Mt 10.15; 11.21- 24; 16.27; Lc 12.47-48; Jn 15.22; Heb 10.29;Ap 20.11-15; 22.12). 2 TESALONICENSES 2A5: ¿Niega el apóstol Pablo la doctrina protestante de sola Scriptura (―sólo la Biblia ‖) al afirmar la necesidad de tradición oral? TERGIVERSACIÓN: Pablo les dijo a los cristianos tesalonicenses: ―[E]stad firmes y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra o por carta nuestra.‖ Los católicos argumentan que eso apoya su concepto de la autoridad de las tradiciones apostólicas orales así como la Biblia. Véase también 2 Tesalonicenses 3.6. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La Biblia enseña que los apóstoles afirmaban que sus enseñanzas orales tenían autoridad, estando a la par de la palabra escrita de Dios. Sin embargo, eso era porque había apóstoles vivos que hablaban con la autoridad de Cristo por medio del Espíritu Santo (Jn 14.26; 16.13). Es importante notar varias cosas aquí. Sus enseñanzas orales son el contenido que se convertiría en Escritura. Puesto que todavía no habían puesto por escrito toda su enseñanza, y que todavía no habían muerto, era necesario depender de su enseñanza oral. Sin embargo, una vez que los apóstoles consignaran sus enseñanzas por escrito y hubieran muerto, de manera que ya no podían ejercer su autoridad viviente, la Biblia sola se volvió nuestra autoridad para fe y práctica (2 Ti 3.16-17). Las tradiciones reveladoras (las enseñanzas) de los apóstoles fueron escritas y son inspiradas e infalibles. Componen el Nuevo Testamento. Ya que Dios consideró que era esencial para la fe y la moralidad de los fieles inspirar la escritura de veintisiete libros de enseñanza apostólica, no es razonable suponer que omitió alguna revelación importante en este libro. Así que, por mucha autoridad que poseyeran los apóstoles en virtud de su oficio, sólo sus palabras en las Escrituras son inspiradas e infalibles (2Ti 3.16-17; cf. Jn 10.35). Hay buenas razones para creer que sólo la Biblia es la autoridad completa y final para la fe y la práctica de todos los creyentes. En primer lugar, la Biblia deja claro que Dios, desde el mismo principio, deseaba que sus revelaciones normativas fueran consignadas por escrito y conservadas para generaciones futuras. ―Entonces Moisés escribió todas las palabras de Jehová‖ (Ex 24.4). En efecto, Moisés dijo en Deuteronomio: ―Estas son las palabras del pacto que Jehová mandó a Moisés que celebrara con los hijos de Israel‖ (Dt 29.1).Y el libro de Moisés fue conservado en el Arca (Dt 31.26). ―Entonces Josué hizo un pacto con el pueblo aquel mismo día, y les dio estatutos y leyes en Siquem. Josué escribió estas palabras en el libro de la ley de Dios‖ (Jos 24.25-26), junto con las de Moisés (cf. Jos 1.7).

Asimismo ―Samuel expuso luego al pueblo las leyes del reino, y las escribió en un libro, el cual guardó delante de Jehová‖ (1 S 10.25). A Isaías el Señor le ordenó: ―Toma una tabla grande y escribe en ella con caracteres legibles‖ (Is 8.1) y: ―[Regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre‖ (Is 30.8). Daniel tenía una colección de ―los libros‖ de Moisés y los profetas hasta su contemporáneo Jeremías (Dn 9.2). Jesús y los escritores del Nuevo Testamento usaron la frase ―escrito está‖ (cf. Mt 4.4,7, 10) más de noventa veces, haciendo hincapié en la palabra escrita de Dios. Cuando Jesús reprendió a los dirigentes judíos era porque ―ignora[ban] las Escrituras‖ (Mt 22.29). Jesús les dijo a los apóstoles que el Espíritu Santo los guiaría a toda la verdad (Jn 16.13). Pero Jesús dijo en el capítulo siguiente: ―[T]u palabra es verdad‖ (Jn 17.17) y los apóstoles afirmaron que sus escritos a las iglesias eran Escritura inspirada por Dios (2 P 3.15-16; cf. 2 Ti 3.16-17). Obviamente Dios pretendió desde el principio que su revelación fuera conservada en las Escrituras. No se demuestra ninguna intención similar de conservar las tradiciones religiosas. En segundo lugar, la Biblia declara que las Escrituras inspiradas son útiles para preparar al creyente para toda buena obra (2 Ti 3.16-17). Si la Biblia es suficiente para hacer eso, no se necesita nada más. El hecho de que se diga que la Escritura, sin ninguna mención de tradición, es ―inspirada por Dios‖ (theópneustos) y que así por ella el creyente es ―enteramente capacitado para toda buena obra‖ (2Ti 3.16-17, NVI), apoya la doctrina protestante de sola Scriptura. En tercer lugar, Jesús y los apóstoles recurrían constantemente al Antiguo Testamento (que era toda la Biblia escrita hasta el tiempo de ellos) como el máximo tribunal de apelación. Jesús recurrió a las Escrituras como la máxima autoridad en su disputa con Satanás (Mt 4.4, 7,10). Desde luego, ya que Dios todavía daba nueva revelación, Jesús (Mt 5.22, 28, 31; 28.18) y los apóstoles (1 Co 5.3; 7.12) a veces se referían a su propia autoridad dada por Dios. Pero ya que aun los católicos están de acuerdo en que la revelación nueva cesó con la muerte de los últimos apóstoles, no hay razón para creer que hay revelación alguna fuera de la Biblia. Ninguna revelación oral en los tiempos del Nuevo Testamento puede citarse como prueba de que hoy exista autoridad infalible no bíblica. En cuarto lugar, Jesús dejó claro que la Biblia existente era única en su clase, exaltada sobre toda tradición. Reprendió a los fariseos por no aceptar sola Scriptura y negar la autoridad final de la Palabra de Dios por sus tradiciones religiosas, diciendo:―¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? ...Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición‖ (Mt 15.3, 6b). Jesús aplicó su declaración específicamente a las tradiciones de las autoridades religiosas que usaban sus tradiciones para interpretar mal las Escrituras. En quinto lugar, Salomón afirmó que ―Toda palabra de Dios es digna de crédito.... No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso‖ (Pr 30.5-6, NVI).Y Juan cerró el último capítulo de Apocalipsis con la misma exhortación: ―Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte

del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro‖ (Ap 22.18-19). Aunque Juan se refería específicamente a su revelación, el principio y su advertencia cuadran lógicamente con la situación de los demás libros de la Biblia. Está claro que Dios no quiere que se añada a sus palabras inspiradas nada que se atribuya autoridad divina, ya sea en forma oral o escrita. En sexto lugar, la Biblia enseña sola Scriptura haciendo hincapié en su propia condición de revelación de Dios (G11.12; cf. 1 Co 2.11-13), a diferencia de las simples palabras de seres humanos. Una revelación de Dios es un descubrimiento o divulgación. El apóstol Pablo expresó el contraste de manera vivida: ―Pero os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí no es invención humana, pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo‖ (G11.11-12). Nótese que ―hombre‖ incluye a los demás apóstoles, de quienes Pablo añade: ―Tampoco subí a Jerusalén para ver a los que eran apóstoles antes que yo‖ (G1 1.17). Así que aun la predicación de un apóstol no estaba a la par de la revelación directa de Dios: ni las palabras de un apóstol ni las de un ángel (G1 1.8). Eso expresa vívidamente sola Scriptura. En séptimo lugar, aunque la revelación escrita fue progresiva, los católicos y los protestantes están de acuerdo en que la revelación normativa cesó para el momento de la terminación del Nuevo Testamento. En efecto, Jesús les dijo a los apóstoles que él los guiaría a ―toda la verdad‖ (Jn 14.26; 16.13).Y para ser apóstol uno debió vivir en el primer siglo para ser testigo ocular del Cristo resucitado (cf. Hch 1.22; 1 Co 9.1; 15.4 – 8). Pero el único registro infalible que tenemos de la enseñanza apostólica se halla en el Nuevo Testamento. Por tanto, se sigue que Jesús predijo que sólo la Biblia sería la suma de ―toda la verdad‖. Por esa razón, pues, ya que la revelación canónica cesó al fin del primer siglo, sola Scriptura no quiere decir nada más ni nada menos, y ninguna otra cosa tiene autoridad infalible. En octavo lugar, las ―tradiciones‖ o enseñanzas orales apostólicas tenían autoridad en sus días, pero los apóstoles están muertos y toda su enseñanza esencial está en la Biblia. El Nuevo Testamento habla de seguir las tradiciones o enseñanzas de los apóstoles, ya sean orales o escritas, porque eran autoridades vivas establecidas por Cristo (Mt 18.18; Hch 2.42; Ef 2.20). Sin embargo, cuando murieron ya no había una autoridad apostólica viva porque, como ya se notó, sólo los que fueron testigos oculares del Cristo resucitado pudieron tener autoridad apostólica (Hch 1.2; 1 Co 9.1). Pues para tener autoridad apostólica uno debe poder llevar a cabo las ―señales de apóstol‖ (2 Co 12.12). Puesto que se reconoce que han cesado esas señales de apóstol especiales (Heb 2.3 – 4), ya no hay autoridad apostólica, excepto en los escritos inspirados que nos dejaron los apóstoles. Y puesto que el Nuevo Testamento es el único registro inspirado (infalible) de lo que enseñaron los apóstoles, se sigue que, desde la muerte de los apóstoles, la única autoridad apostólica que tenemos hoy día es el registro inspira do de su enseñanza en el Nuevo Testamento. Eso no quiere decir necesariamente que todo lo que alguna vez enseñaron los apóstoles está en el Nuevo Testamento, como tampoco está allí todo lo que dijo Jesús (cf.Jn 20.30; 21.25). Jesús sí prometió que se les recordaría ―toda la verdad‖ (Jn 14.26; 16.13) que les había enseñado, pero sin duda declaró la misma

verdad en diferentes formas en distintas oportunidades. El contexto de la declaración de Jesús se refiere a toda la verdad necesaria para la fe y la moralidad (cf. 2 Ti 3.15-17). En noveno lugar, las tradiciones orales tienen fama de poco fidedignas. Son la materia prima de leyendas y mitos. Lo que está escrito es más fácil de conservar en su forma original. El teólogo holandés Abraham Kuyper señala cuatro ventajas de una revelación escrita: (1) Tiene durabilidad mediante la cual se minimizan los errores de memoria o corrupciones, intencionadas o no. (2) Se puede diseminar universalmente mediante traducción y reproducción. (3) Es fija y es posible mantenerla pura. (4) Se le da un carácter definitivo y una normatividad que no pueden alcanzar otras formas de comunicación (Milne, p. 28). Por contraste, lo que no está escrito es más fácilmente contaminado. Hay un ejemplo de eso en el Nuevo Testamento. Había una ―tradición apostólica‖ (es decir, una que venía de los apóstoles) no escrita basada en una interpretación errónea de lo que Jesús dijo. Supusieron incorrectamente que Jesús dijo que el apóstol Juan no moriría. Pero Juan demolió esa tradición falsa en su registro escrito autorizado (Jn 21.22 – 23).

CAPÍTULO 36

1 TIMOTEO

1 TIMOTEO 2.1 – 2: La exhortación de Pablo a orar por reyes y por otros ¿incluye a los que están muertos? TERGIVERSACIÓN: Algunos eruditos católicos recurren a 1 Timoteo 2.1 para apoyar su dogma de orar por los muertos. Pablo dijo: ―Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres.‖ ¿Incluye eso a los que están muertos? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje no contempla oraciones por los muertos. Pablo exhortó a los creyentes a que oraran por los vivos, a saber, ―por los reyes y por todos los que tienen autoridad‖ (v. 2) en el tiempo presente. No hay absolutamente nada aquí que insinúe que incluye a los muertos. La Biblia en otras partes condena la oración por los muertos .Véanse los comentarios sobre 2 Timoteo 1.18.

1 TIMOTEO 2.5 – 6: El hecho de que Cristo sea el mediador entre la humanidad y Dios ¿quiere decir que Cristo mismo no es Dios? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová dicen que ya que Cristo es el Mediador, no debe de ser Dios, pues el Mediador debe de ser separado y distinto de los que necesitan mediación (Should You Believe in the Trinity? [¿Debe usted creer en la Trinidad?], 1989, p. 16). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Si Jesús como mediador no puede ser Dios, por la misma lógica no puede ser humano. Tal razonamiento es claramente defectuoso. Desde una perspectiva bíblica, Jesús puede mediar entre Dios y el hombre precisamente porque es tanto Dios como hombre. Fue sólo como hombre que Cristo pudo representar toda la humanidad y morir como hombre. Pero puesto que Cristo también era Dios, su muerte tuvo valor infinito, suficiente para proporcionar redención por los pecados de toda la humanidad (véanse Heb 2.14-16; 9.11-28). Así que sólo la muerte del Dios-hombre perfecto verdaderamente puede mediar por la humanidad pecaminosa ante Dios. 1 TIMOTEO 4.1 – 2: ¿Indica este versículo que la iglesia primitiva caería en apostasía total, señalando así la necesidad de una restauración? TERGIVERSACIÓN: Este pasaje dice que en los últimos tiempos ―algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.‖ Los mormones dicen que esa es una profecía de una apostasía total de la iglesia entera (McConkie, 1977, p. 205). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aunque este versículo habla de apostasía, no habla de una apostasía total de la iglesia entera. Nótese que el texto no dice ―en los últimos tiempos, todos apostatarán de la fe.‖ Más bien, dice “algunos apostatarán de la fe.‖ La apostasía de 1 Timoteo 4.1- 3 es una clase particular de apostasía relacionada con el dualismo nóstico. Esa corriente de opinión decía que el espíritu es bueno y que la materia es mala. Al parecer, había algunos falsos maestros que creían que todos los apetitos relacionados con el cuerpo (material) —incluyendo el sexo y la comida— eran malos y debían evitarse. Por consiguiente esos falsos maestros prohibían a la gente a casarse y les ordenaban que se abstuvieran de ciertas comidas. La apostasía a la que se refería Pablo ocurrió específicamente en la época de Timoteo (véase el uso del tiempo presente en w. 2-3). La frase ―últimos tiempos‖ a menudo quiere decir el período que comenzó con la primera venida de Cristo (cf. Hch 2.16 – 17; Heb 1.1) y que se extiende hasta su segunda venida (2 P 3.3 – 4), o cualquier época de ese período. Aunque esta fuera una referencia a la apostasía posterior de toda la iglesia, no justificaría así las afirmaciones mormonas de que el texto de la Biblia fue corrompido o que el mormonismo es la verdadera restauración de la iglesia neotestamentaria.

1 TIMOTEO 6.17 – 18: ¿Se deben evitar o retener las riquezas? TERGIVERSACIÓN: Jesús exhortó al joven rico: ―[V]ende lo que tienes y dalo a los pobres‖ (Mt 19.21). Los primeros discípulos vendían sus posesiones y ponían el dinero a los pies de los apóstoles (Hch 4.34 – 35).Y Pablo advirtió que ―el amor al dinero es la raíz de toda clase de males‖ (1 Ti 6.10, NVI). Algunas sectas comunales se refieren a esos textos para justificar la demanda de que los miembros entreguen todas sus riquezas y posesiones materiales al grupo. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La orden de Jesús, ―[V]ende lo que tienes y dalo a los pobres‖ (Mt 19.21), fue dirigida a un joven rico que había hecho del dinero su dios. No hay nada malo en poseer riquezas; sí hay algo malo en ser poseído por las riquezas. Dios bendijo a Abraham y a Job con grandes riquezas, y el apóstol Pablo no ordena a los ricos a regalar todo lo que tienen, sino a usar y disfrutar de sus bendiciones (1 Ti 6.17-18). Además, no hay ningún indicio de que a los primeros discípulos en Hechos se les instara a venderlo todo, o que en realidad hayan hecho eso. Los terrenos que se vendieron (Hch 4.34-35) pudieron ser propiedades de sobra. Es digno de notar que la narrativa no dice que vendieron sus propias casas. Véase el análisis de Hechos 2.44 – 45. Pablo no dice que el dinero es malo, sino sólo que el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Buscar riquezas por su propio valor es malo, pero procurar tener algo para compartir con otros no lo es. Así que aunque Dios ―nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos‖ (1 Ti 6.17), a continuación nos advierte que no debemos ―pon[er] la esperanza en las riquezas‖.

CAPÍTULO 37

2 TIMOTEO 2 TIMOTEO 1.18: La ovación de Pablo por Onesíforo ¿apoya la doctrina católica de orar por los muertos? TERGIVERSACION: El apóstol Pablo oró por Onesíforo, diciendo: ―Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día.‖ Algunos eruditos católicos citan este versículo para apoyar la doctrina de orar por los muertos. ¿Es a eso a lo que se refería Pablo aquí? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El que Pablo pidiera que Dios tuviera misericordia de Onesíforo en el día de su recompensa no apoya en absoluto la práctica de orar por los muertos por una razón muy fundamental: ¡Onesíforo todavía estaba vivo cuando Pablo oró por él! Rogar que alguien vivo reciba misericordia en el día del juicio dista mucho de orar por él después que ya ha muerto. No hay ninguna indicación en la Biblia de que alguien jamás deba orar por otro después de la muerte de esta persona. Lucas 16 habla de una ―gran sima‖ entre los vivos y los muertos (v. 26). Pablo reconoce que la muerte separa a los seres queridos hasta que se reúnan en la resurrección (1 Ts 4.13-18). Cualquier intento de comunicación con

los muertos no es sólo vano sino prohibido (Dt 18.11) debido a la posibilidad de engaños demoniacos (cf. 1 Ti 4.1). Cuando el bebé de David todavía estaba vivo pero gravemente enfermo, oró fervientemente por él. Pero cuando el niño murió, de inmediato David dejó de orar por él (2 S 12.22 – 23). Cuando Jesús perdió a su amigo íntimo Lázaro debido a la muerte, nunca oró a Dios por él. Simplemente lo resucitó con la orden: ―¡Lázaro, ven fuera!‖ (Jn 11.43). En vez de orar por los muertos, Jesús oró por los vivos. Orar por los muertos va en contra de la absoluta suficiencia de la muerte de Cristo. Su mediación e intercesión por ellos (1 Jn 2.1 – 2) es más que suficiente para satisfacer las necesidades de los que mueren en él. Cuando Jesús murió y resucitó, se había terminado la obra de salvación (Jn 19.30; cf. 17.4; Heb 10.14). Cuando purgó nuestros pecados, ―se sentó‖ a la diestra de Dios (Heb 1.3), ya que no había absolutamente nada más por hacer para nuestra salvación. Así que todo el concepto de orar por los muertos, que sean liberados del pecado, es un insulto a la obra terminada de Cristo, quien nos liberó de nuestros pecados mediante su sangre (Ap 1.5). Jesús no sólo obtuvo salvación de todos nuestros pecados de una vez, sino también, como nuestro gran Sumo sacerdote (Heb 7), él solo la implementa para siempre. Orar por los muertos puede ser una práctica idólatra. Rezar el rosario enfoca la atención en la intercesión de María, o se invocan los santos. Es una forma de adoración y sólo Dios debe ser adorado (Ex 20.3). Uno de los Diez Mandamientos afirma claramente: ―No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás‖ (Ex 20.3 – 5a). Viola este mandamiento orar a santos, hacer imágenes de ellos, o inclinarse a ellas. La práctica también insulta las intercesiones del Espíritu Santo. Gran parte de la justificación católica de la práctica de orar por los santos se basa en el argumento aparentemente verosímil de que, debido a su posición en el cielo, tienen la posibilidad de interceder mejor a favor de nosotros. Esa es una negación práctica del ministerio del Espíritu Santo, cuya tarea es hacer esta mismísima cosa a favor de nosotros. ¿Y quién puede hacer intercesiones por nosotros mejor que otra persona de la santísima Trinidad? La Biblia dice: [Q]ué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Ro 8.26). Pablo añade en Efesios: ―[P]orque por medio de él [Cristo] los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre‖ (Ef 2.18). Puesto que además de nuestras oraciones explícitas a Dios, el Espíritu Santo intercede por nosotros perfectamente ―conforme a la voluntad de Dios‖ (Ro 8.27), no hay necesidad de invocar a nadie más en el cielo para hacerlo. Esperar que cualquier ser humano sea más eficaz con Dios Padre que Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo (1 Jn 2.1 – 2) es insultar su papel divinamente designado. 2 TIMOTEO 2.2: ¿Apoya este versículo discipulado jerárquico, como afirman algunos grupos? TERGIVERSACIÓN: Pablo le dijo a Timoteo: ―Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros‖

(2 Ti 2.2). Este versículo es citado a menudo por los defensores del discipulado jerárquico, tales como la Iglesia de Cristo de Boston. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo definitivamente enseña que el evangelio se difunde de persona a persona y de maestro a discípulo. Pero no justifica una relación jerárquica ni autoritaria. La referencia aquí es al discipulado personal, no a la autoridad eclesial. Habla de cómo enseñar, no cómo ejercer autoridad. Aun donde la Biblia habla de sumisión a dirigentes, no justifica el autoritarismo (véanse los comentarios sobre 1 Co 11.1). Es sumisión por amor, no por temor. Es voluntaria, no subordinación obligatoria por temor. 2 TIMOTEO 4.6: Cuando Pablo habla de ser sacrificado, ¿habla de indulgencias para salvar a la gente del purgatorio? TERGIVERSACIÓN: ¿Apoya este versículo la doctrina católica del purgatorio o la idea de que uno puede expiar los pecados de otro? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Cuando Pablo habla de ―ser sacrificado‖, se refiere a su muerte como mártir. No hay nada aquí acerca del purgatorio, las indulgencias, las oraciones por los muertos, ni nada que apoye la doctrina católica de un Tesoro de Mérito abastecido de buenas obras de las que pueden hacer uso los que tienen necesidad en el purgatorio. Este dogma católico carece de fundamento bíblico y va en contra de la doctrina bíblica de salvación por gracia por medio de la fe (Ro 3.28; 4.5; Ef 2.8 – 9; Tit 3.5 – 6). El concepto de que los seres humanos pueden ayudar a expiar los pecados de otros seres humanos contradice la suficiencia absoluta de la muerte de Cristo. Con respecto a su obra redentora para nuestra salvación, Jesús en la cruz dijo: ―¡Consumado es!‖ (Jn 19.30; cf. 17.4). Pues ―con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados‖ (Heb 10.14).

CAPÍTULO 38

TITO

TITO 2.13: ¿Se refiere este versículo a dos personas (Dios Todopoderoso y Jesucristo), o sólo a una persona (Dios Todopoderoso quien es Jesucristo)? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová traducen este versículo de tal manera que hacen que parezca que se trata de dos personas: el ―gran Dios‖ (el Padre) y el ―Salvador‖ (Jesucristo). Arguyen que este versículo ―distingue claramente entre [Dios] y Jesucristo, aquel por medio de quien Dios proporciona salvación‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 421). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Los estudiosos de la gramática griega nos dicen que cuando dos sustantivos en el mismo caso están conectados con la palabra ―y‖ (en griego: kaí) —y el primer sustantivo va precedido del artículo definido (―el‖) mientras que el segundo sustantivo no va precedido del artículo definido— el segundo sustantivo se refiere a la misma persona o cosa a la que se refiere el primer sustantivo. Así es en Tito 2.13: Dos sustantivos —Dios y Salvador— están enlazados con ―y‖, y el

artículo definido precede al primer sustantivo (Dios) pero no al segundo sustantivo (Salvador). La oración reza literalmente: ―el gran Dios y Salvador de nosotros‖. Por consiguiente, los dos sustantivos en cuestión —Dios y Salvador— se refieren a la misma persona: Jesucristo. La enseñanza en Tito 2.13 de que Dios (Jesús) es Salvador es congruente con lo que leemos en otras partes de las Escrituras. En Isaías 43.11, Dios asevera: ―Yo, yo soy Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.‖ Ese versículo indica que una afirmación de ser Salvador es una afirmación de ser deidad, y sólo hay un Salvador: Dios. Es contra este telón de fondo que el Nuevo Testamento se refiere a Jesús como Salvador (Le 2.11). Las verdades paralelas de que sólo Dios es el Salvador (Is 43.11) y que Jesús mismo es el Salvador constituyen una prueba convincente de la deidad de Cristo.

CAPÍTULO 39

FILEMÓN

FILEMÓN 16: ¿Da el apóstol Pablo su aprobación a la institución de la esclavitud? TERGIVERSACIÓN: El apóstol Pablo parece estar a favor de la institución de la esclavitud humana cuando envía a un esclavo fugitivo, Onésimo, de vuelta a su dueño. Pero la esclavitud es una violación inmoral de los principios de libertad y dignidad humanas. Este asunto viene al caso en el estudio de sectas porque movimientos de Identidad (grupos al estilo de sectas que se atienen a la supremacía de los blancos) citan tales versículos en apoyo de sus ideas racistas. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La esclavitud es inmoral y antibíblico, y ni las acciones ni los escritos de Pablo dan su aprobación a este trato degradante. En realidad, fue la aplicación de principios bíblicos lo que llevó finalmente al derrocamiento de la esclavitud. Desde el principio, Dios declaró que todos los seres humanos tienen la imagen de Dios (Gn 1.27). El apóstol reafirmó eso declarando: ―Siendo [nosotros] descendientes

de Dios...‖ (Hch 17.29, NVI), y; ―De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra‖ (Hch 17.26). A pesar de que la esclavitud era aceptada en las culturas semíticas de la época, la ley mosaica exigía que los esclavos finalmente fueran liberados (Ex 21.2; Lv 25.40). Mientras tanto, había que tratar a los siervos con respeto (Ex 21.20, 26). A Israel, una nación de esclavos en Egipto, Dios les recordaba eso constantemente (Dt 5.15), y su emancipación se convirtió en el modelo de la liberación de todos los esclavos (cf. Lv 25.40). En el Nuevo Testamento Pablo declaró que en el cristianismo ―no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús‖ (G1 3.28).Todas las divisiones de clase social son derribadas en Cristo; todos somos iguales ante Dios. El Nuevo Testamento prohíbe explícitamente el sistema malvado de este mundo que comerciaba en ―esclavos y almas de hombres‖ (Ap 18.13). El comercio de esclavos es tan repugnante a Dios que pronuncia su juicio final sobre el malvado sistema que lo perpetraba (Ap 17-18). Cuando Pablo escribe la exhortación: ―Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales‖ (Ef 6.5; cf. Col 3.22), no da así su aprobación a la institución de la esclavitud, sino simplemente hace alusión a la situación de facto de su época. Les ordena a los esclavos que sean buenos empleados, así como deben ser los creyentes hoy día, pero no elogiaba así la esclavitud. Pablo también ordenó a todos los creyentes que fueran obedientes, por causa del Señor, a gobiernos opresivos existentes (Ro 13.1; cf. Tit 3.1; 1 P 2.13). Pero eso de manera alguna aprueba la opresión y la tiranía que la Biblia en repetidas oportunidades condena (Ex 2.23-25; Is 10.1). El orden público es necesario para paz y seguridad (Ro 13.2-5; 1 Ti 2.2; 1 P 2.13-14). Un examen más cuidadoso de Filemón revela que Pablo no perpetuó la esclavitud, sino que en realidad la minó. Instó a Filemón, el dueño de Onésimo, a tratar al fugitivo como ―hermano amado‖ (v. 16). Así que, al hacer hincapié en la igualdad inherente de todos los seres humanos, tanto por creación como por redención, la Biblia estableció los mismos principios morales que derrocaron la esclavitud y ayudaron a restaurar la dignidad y libertad de todas las personas, sea cual sea su color o su grupo étnico.

CAPÍTULO 40

HEBREOS

HEBREOS 1.3: ¿Indica este versículo que el Padre tiene un cuerpo físico de carne y huesos? TERGIVERSACIÓN: Hebreos 1.3 dice de Jesús: ―Él, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia... habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.‖ Los mormones creen que este versículo indica que el Padre tiene un cuerpo físico. Después de todo, Jesús (que tiene un cuerpo físico) es la ―imagen misma‖ del Padre. Además, Jesús se sentó a ―la diestra‖ (literal) del Padre (Talmage, 1982, p. 42). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Es la enseñanza uniforme de las Escrituras que Dios es espíritu (Jn 4.24) .Y un espíritu no tiene carne ni huesos (Le 24.39). Por consiguiente, es incorrecto concebir a Dios como un ser físico. Pero si Dios es un espíritu, ¿cómo hemos de interpretar las referencias en las Escrituras a la ―diestra‖ de Dios? Eso no quiere decir que el Padre tenga partes físicas.

Más bien, en el pensamiento judío la ―diestra‖ se refería metafóricamente a un puesto de honor. A Cristo se le concedió el honor supremo como el Señor triunfante que resucitó de entre los muertos. El que Cristo sea la ―imagen misma‖ de Dios no quiere decir que Padre tenga un cuerpo físico. Más bien quiere decir que Cristo es plenamente Dios, en el mismo grado en que lo es el Padre. La gloria de Dios irradia de Jesús porque Jesús es el Dios de la gloria. Porque Jesús es la imagen misma de Dios, Jesús podría decir: ―El que me ha visto a mí ha visto al Padre‖ (Jn 14.9). Por último, los mormones no reconocen que el Jesús encarnado es una persona con dos naturalezas: una naturaleza divina y una naturaleza humana. El Jesús encarnado es plenamente Dios (Jn 1.1; 8.58; 20.28) y es plenamente hombre (Jn 1.14; Ro 8.3; 1 Ti 3.16; 1 Jn 4.2; 2 Jn 7). En su naturaleza divina, Jesús era (es) espíritu (cf. Jn 4.24). En su naturaleza humana tiene un cuerpo físico (Jn 1.14). El Padre —que en su naturaleza divina es espíritu (así como es Jesús en su naturaleza divina)— nunca se encarnó (como se encarnó Jesús), y por consiguiente no tiene un cuerpo físico como Jesús. Por tanto, es correcto decir que en cuanto a la naturaleza divina de Jesús, es la ―imagen misma‖ de Dios, porque él es Dios en el mismo grado que el Padre. HEBREOS 1. 6: ¿Indica este versículo que Cristo sólo ha de ser honrado? ¿O ha de ser adorado? TERGIVERSACIÓN: Aunque las traducciones legítimas muestran que Cristo es adorado por los ángeles en este versículo, la Traducción del Nuevo Mundo muestra que los ángeles le rinden ―homenaje‖ a Cristo. Los testigos de Jehová dicen que la adoración ha de ser ―dirigido sólo a Dios‖, no a Jesucristo (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 215). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En primer lugar, las Escrituras a menudo muestran que Jesús es adorado (y no sólo recibe homenaje). En Mateo 14.33, por ejemplo, Jesús acepta adoración de sus discípulos en el Mar de Galilea. En otra oportunidad, en Marcos 14.3-9, Jesús acepta adoración de una mujer que lo unge con perfume costoso. Es digno de notar que Jesús siempre aceptaba tal adoración como perfectamente apropiada (Mt 28.9; Jn 9.38). Sabiendo que sólo Dios ha de ser adorado (Ex 20.5), Jesús ni una sola vez corrigió a nadie que se inclinaba delante de él en adoración. En segundo lugar, la mismísima palabra griega que se emplea al hablar de adorar al Padre (proskunéo) (Jn 4.24) se emplea al hablar de adorar a Jesús (Mc 14.3-9). No hay justificación para traducir proskunéo como ―adorar‖ en contextos que tratan del Padre y como ―homenaje‖ en contextos que tratan de Jesús. En ambos contextos ―adorar‖ es el significado claro de la palabra. En tercer lugar, en el Libro de Apocalipsis se ve que Jesús recibe la mismísima clase de adoración que recibe el Padre (compárese Ap 4.10 con 5.11-14).

Está claro, pues, que la referencia en Hebreos 1.6 indica que Cristo recibe adoración —y no ―homenaje‖— de los ángeles. Así debe ser, ya que Cristo no es sólo Dios sino el Creador de los ángeles (Col 1.16). HEBREOS 7.3: ¿Apoya este versículo la reencarnación? TERGIVERSACIÓN: Hebreos 7.3b nos dice que Melquisedec ―no tiene comienzo ni fin, pero a semejanza del Hijo de Dios, permanece como sacerdote para siempre‖ (NVI).Ya que Jesús asumió este sacerdocio (v. 21), algunos creyentes en la reencarnación usan este versículo para probar que Jesús es una reencarnación de Melquisedec. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este pasaje dice que Melquisedec era como Jesús, no que Jesús era Melquisedec (Heb 7.3). Cristo es un sacerdote ―según el orden de Melquisedec‖ (v. 11). Lo que una persona, Melquisedec, simbolizaba, Jesús — otra persona— es en realidad. El que Melquisedec tuviera un nacimiento y una muerte misteriosos y no registrados (Heb 7.3) no prueba la reencarnación. El misterio detrás del hombre se usó simplemente como una analogía para la clase de oficio ocupado por el Mesías eterno, Jesucristo. HEBREOS 11.1: ¿Indica este versículo que la fe es una verdadera sustancia que Dios usó para crear el universo, como arguyen los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Hebreos 11.1 dice: ―Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven‖ (Reina-Valera 1909). Los maestros de la Palabra de Fe creen que eso quiere decir que la fe es una verdadera sustancia. Kenneth Copeland dice que la fe es una sustancia y que ―tiene la capacidad de afectar la sustancia natural‖ (―Forces of the Recreated Human Spirit‖ [Fuerzas del espíritu humano recreado], 1982, p. 8). Además, ―la fe era la sustancia cruda material que el Espíritu de Dios usó para formar el universo‖ (―Authority of the Believer II‖ [Autoridad del creyente II], 1987, audiocasete). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Este versículo no indica que la fe sea una verdadera sustancia. La palabra griega traducida ―sustancia‖ en la Reina-Valera 1909 es hupóstasis, y literalmente quiere decir ―certeza‖, ―confianza‖, ―plena confianza‖ o ―seguridad‖. Por consiguiente, Hebreos 11.1 enseña que la fe es la seguridad de que Dios hará lo que ha prometido. Nuestra esperanza de aquellas cosas es plena confianza en la persona con fe (2 P 1.4). HEBREOS 11.3: ¿Creó Dios el universo de acuerdo con su propia fe, como dicen los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Hebreos 11.3 dice: ―Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.‖ Los maestros de Fe dicen que eso quiere decir que Dios, por medio de su propia

fe, creó el mundo. Por consiguiente, Dios es un ser con fe (Copeland, ―Spirit, Soul, and Body‖ [Espíritu, alma y cuerpo], 1985, audiocasete).Y los cristianos supuestamente pueden tener esta misma clase de fe divina para realizar milagros hoy día. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Como el contexto revela claramente, lo único que dice Hebreos 11.3 es que los seres humanos, por fe, comprenden que Dios creó el mundo. En otras palabras, no es Dios quien ejerció fe a fin de crear el mundo. Más bien, Dios creó el mundo por su poder soberano (Gn l-2; Jn 1.3; Col 1.16). Y nuestra comprensión de ese hecho se fundamenta en la fe. Nuestra comprensión debe depender de la fe, porque ninguno de nosotros estaba allí para presenciar ese milagro. HEBREOS 1 1.35: ¿Es esta una cita de los libros apócrifos que confirma que esos libros son parte del canon, como afirman los católicos? TERGIVERSACIÓN: Los católicos aceptan como autoridades menores once libros adicionales en el canon del Antiguo Testamento, además de los treinta y nueve libros aceptados por protestantes y judíos. Estos libros incluyen 1 y 2 Macabeos. Una de las pruebas que los católicos ofrecen para aceptar estos libros como autorizados es que el Nuevo Testamento refleja el pensamiento de los libros apócrifos, y aun se refiere a sucesos registrados en ellos. Una referencia de esta clase es: ―Hubo mujeres que recobraron con vida a sus muertos‖ (Heb 11.35). Algunos eruditos católicos creen que esa es una referencia a 2 Macabeos 7.12. Los católicos también dicen que porque la Septuaginta (la traducción griega del Antiguo Testamento) contenía los libros apócrifos, estos libros deben ser parte del canon. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aunque este versículo hiciera alusión a un libro apócrifo, no es una cita de él. No hay ninguna cita clara en el Nuevo Testamento de ningún libro apócrifo. Citas de un libro apócrifo en el Nuevo Testamento no probarían que el libro fuera inspirado. Hay alusiones en el Nuevo Testamento a libros seudoepígrafos (escritos falsos) que son rechazados aun por católicos, así como protestantes, como el Libro de Enoc (Jud 14-15) y la Asunción Corporal de Moisés (Jud 9).También hay citas de poetas y filósofos paganos (Hch 17.28;Tit 1.12; 1 Co 15.33). Pero ni católicos ni protestantes aceptan estas obras como inspiradas. ¿Por qué? Porque no se cita ninguna de ellas como Escritura. El Nuevo Testamento simplemente se refiere a una verdad contenida en estos libros, que por lo demás pueden tener (y sí tienen) muchos errores. En ninguna parte se cita un libro apócrifo como una autoridad divina. Por ejemplo, ninguna alusión comienza con las frases introductoras ―Así dice Jehová‖ o ―Escrito está‖ o ―Las Escrituras dicen‖. Tales frases se encuentran cuando se citan libros canónicos. El hecho de que el Nuevo Testamento a menudo tome citas del Antiguo Testamento griego (la Septuaginta) de ninguna manera prueba que los libros apócrifos contenidos en manuscritos griegos del Antiguo Testamento sean inspirados. No es seguro que el Antiguo Testamento griego, la Septuaginta (LXX), del primer siglo contuviera los libros apócrifos. Los manuscritos griegos más tempranos encontrados hasta el momento que

incluyen estos libros datan del siglo cuarto después de Cristo. Si estaban en la LXX de los tiempos apostólicos, no se dice ni una vez que Jesús y los apóstoles los citaran, aunque supuestamente estaban incluidos en el mismísimo texto griego que los apóstoles habitualmente citaban. Aun las notas en la Biblia católica actual en inglés (New American Bible [Nueva Biblia Norteamericana]) consignan la admisión reveladora de que los libros apócrifos contienen ―libros religiosos usados tanto por judíos como por cristianos que no estaban incluidos en la colección de escritos inspirados‖. En vez de eso, ―fueron introducidos bastante tarde en la colección de la Biblia. Los católicos los llaman libros ‗deuterocanónicos1 (del segundo canon)‖ (St.Joseph Edition of the New American Bible [Edición de San José de la Nueva Biblia Norteamericana], p. 413).

CAPÍTULO 41

SANTIAGO

SANTIAGO 1.5: ¿Indica este versículo que debemos orar con respecto al Libro de Mormón para ver si es verdad? TERGIVERSACIÓN: En Santiago 1.5 leemos: ―Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.‖ Los mormones recurren a este versículo al pedir a la gente que ore acerca del Libro de Mormón para ver si es verdad (véase Moroni 10.4-5, El Libro de Mormón). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La interpretación mormona arrebata este versículo de su contexto. El significado de Santiago 1.5 está relacionado con el contenido de los versículos anteriores acerca del propósito de las pruebas (vv. 2-4). Prevé que algunos de sus lectores dirán que no pueden descubrir ningún propósito divino en sus pruebas. En ese caso, han de pedirle sabiduría a Dios. Aunque Santiago no se refiriera al propósito de las pruebas, sino hablara de la sabiduría en general, la ―sabiduría‖ de Dios respecto a un asunto nunca contradice lo

que ha registrado en las Escrituras. Por esa razón, uno no tiene por qué orar acerca de asuntos sobre los cuales Dios ya ha dado su veredicto. Uno no tiene que orar acerca de si debe adorar a otro dios porque el Dios verdadero ya ha dicho que es incorrecto (Dt 18.9-14). Asimismo no tenemos que orar acerca del Libro de Mormón porque Dios ya ha condenado todo evangelio que contradiga lo que se halla en la Biblia (G1 1.6-9). Se debe recalcar que la oración no es la prueba de la verdad religiosa. El apóstol Pablo nos ordena en 1 Tesalonicenses 5.21 ¡―Examinadlo todo‖, y no que oremos pidiendo un sentimiento subjetivo de que algo es verdad. Aunque los bereos creían en la oración, su barómetro de verdad no era oración sino las Escrituras (Hch 17.10-12). SANTIAGO 2.21: ¿Fue Abraham justificado por obras? TERGIVERSACIÓN: Santiago declara: ―¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre...?‖ (2.21). Los mormones citan este versículo al argüir que las obras son necesarias para lograr salvación (McConkie, 1977, p. 330). Los católicos también usan este versículo para mostrar que nuestra justificación ante Dios no es sólo por fe (véase Ott, 1960, p. 264). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Santiago no habla de justificación ante Dios, sino justificación ante otras personas. Eso lo indica el hecho de que Santiago hiciera hincapié en que debemos ―mostrar‖ (2.18) nuestra fe. Debe ser algo que puedan ver otros mediante ―obras‖ (vv. 18-20). Además, Santiago reconoció que Abraham fue justificado ante Dios por fe, no por obras, cuando dijo: ―Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia‖ (v. 23). Cuando añade que Abraham fue ―justificado por las obras‖ (v. 21), habla de lo que Abraham hizo que podían ver los hombres, a saber, ofrecer a su hijo Isaac en el altar (vv. 21-22). Santiago escribió con detenimiento acerca de la justificación ante el mundo que nos observa. El apóstol Pablo habló con más frecuencia acerca de la justificación ante Dios. Pablo declaró: ―[P]ero al que no trabaja, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia‖ (Ro 4.5). ―[N]os salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia‖ (Tit 3.5). ―[P]orque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe (Ef 2.8-9). Pablo hace hincapié en la raíz de la justificación (la fe), mientras que Santiago hace hincapié en el fruto de la justificación (las obras). Tanto Pablo como Santiago reconocen ambos aspectos del argumento. Inmediatamente después de afirmar que ―por gracia‖ somos ―salvos por medio de la fe‖ (Ef 2.8), Pablo añade rápidamente: ―...pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas‖ (v. 10). Justo después de declarar que ―nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia‖ (Tit 3.5a), Pablo exhorta que ―los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras‖ (v.8).

Podríamos ilustrar la relación entre Pablo y Santiago con respecto al asunto de justificación de la siguiente manera: PABLO Justificación ante Dios Raíz de justificación Justificación por fe Fe como productora de obras

SANTIAGO Justificación ante los seres humanos Fruto de justificación Justificación para obras Obras como demostración de fe

SANTIAGO 3.6: ¿Se refiere ―el curso de la vida‖ a la reencarnación? TERGIVERSACIÓN: Santiago se refiere a ―el curso de la vida‖ (NVI), frase que también se ha traducido como ―la rueda de la creación‖ (RVR 1995).Algunos suponen que esta es una referencia a la reencarnación, ya que creen que la vida va en ciclos de nacimiento, muerte y renacimiento (en otro cuerpo), y así sucesivamente. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El asunto del cual escribe Santiago es el poder y la persuasión de la lengua humana, con sus efectos de gran alcance. ―El curso de la vida‖ se refiere al progreso de la vida en general, no al reciclaje de almas individuales. Además de este texto, Santiago afirmó el perdón de pecados (cf. 5.20) y la oración petitoria (5.15-18), prácticas las dos que van en contra de la doctrina del karma detrás de la reencarnación. Esta doctrina afirma que lo que se siembre en esta vida ha de ser segado en la vida siguiente, sin excepción. Por último, aun si hubiera alguna duda en cuanto a cómo se debe interpretar este versículo, un pasaje poco claro siempre debe entenderse a la luz de un pasaje claro. Y la Biblia se opone claramente a la reencarnación (véanse Jn 9.3; Heb 9.27). SANTIAGO 5.15: Las declaraciones de Santiago acerca de la sanidad ¿apoyan las afirmaciones de las sectas de ciencias de la mente? TERGIVERSACIÓN: Las sectas de ciencias de la mente, como la Ciencia Cristiana, citan este versículo en un intento por mostrar que podemos darle forma a la realidad por medio de nuestros pensamientos. Pues ―una simple petición de que Dios sane a los enfermos no tiene poder para ganar más de la presencia divina de la que siempre está a la mano. El efecto beneficioso de tal oración por los enfermos es sobre la mente humana, haciendo que actúe más poderosamente en el cuerpo por medio de una fe ciega en Dios‖ (Eddy, p. 12). ¿Se refiere Santiago aquí a curas mentales? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Santiago no dice nada acerca de la sanidad que se parezca a lo que afirman las ciencias de la mente. Santiago no promete que todos serán sanados. En efecto, insinúa eso al decir que la oración ―puede mucho‖. Santiago dice que tal oración siempre tiene gran valor, pero no dice que siempre será eficaz para el restablecimiento de la salud (Stg 5.16).

No es la mente sino ―la oración de fe‖ la que Santiago declara ser eficaz (v. 15). Esta oración no es pronunciada por los enfermos, sino por los ancianos a quienes se llama para orar (vv. 15-16). No es la mente de uno lo que lo sana, sino el Señor en cuyo nombre los ancianos oran (v. 14). A veces aun la oración más ferviente y eficaz de un hombre o una mujer justos no trae sanidad, como el apóstol Pablo descubrió cuando buscó a Dios a causa de su dolencia (2 Co 12.7-10). SANTIAGO 5.16: La instrucción concerniente a la confesión de pecados en este versículo ¿justifica la práctica extremista de la Iglesia de Cristo de Boston para con sus miembros? TERGIVERSACIÓN: Los dirigentes de la Iglesia de Cristo de Boston han usado este versículo para justificar su práctica de hacer que los miembros escriban con todos los detalles sus pecados, los cuales se pueden usar posteriormente para obligarlos, mediante intimidación, a someterse. ¿Es eso lo que quiere decir el pasaje en Santiago? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay nada aquí ni en ninguna otra parte de las Escrituras que justifique una práctica tan extremista. Una razón es que se nos dice que debemos confesarnos los pecados unos a otros y orar unos por otros (Stg 5.16). Eso incluiría a dirigentes así como a seguidores. Además, no se nos dice que debemos repreguntarnos unos a otros. Las repreguntas a otros en cuanto a sus pecados van en contra del espíritu de Cristo. Se nos dice que debemos sobrellevar los unos las cargas de los otros, no que debemos imponerles cargas (G1 6.2). Cuando otros pecan, debemos restaurarlos ―con espíritu de mansedumbre‖ (G1 6.1), no preguntar acerca de sus pecados de manera autoritaria.

CAPÍTULO 42

1 PEDRO

1 PEDRO 1.18-19: ¿Se basa nuestra redención en el sufrimiento de Cristo en el infierno durante tres días, como argumentan algunos maestros de la Palabra de Fe, y no en el derramamiento de su sangre en la cruz? TERGIVERSACIÓN: Los maestros de la Palabra de Fe dicen que la sangre derramada por Cristo en la cruz no expió nuestros pecados. Kenneth Copeland, por ejemplo, dice: ―Jesús fue al infierno para librar a la humanidad de la pena de la alta traición de Adán.... Cuando se derramó su sangre, no expió.... Jesús pasó tres días y tres noches horribles en las entrañas de esta Tierra recuperando para usted y para mí nuestros derechos para con Dios‖ (carta personal de Kenneth Copeland; citada en McConnell, 1988, p. 120). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Fuimos redimidos, dice 1 Pedro 1.19, ―con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación‖. En armonía con eso, Efesios 1.7 declara: ―En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.‖ Apocalipsis 1.5 afirma que Cristo

―nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre‖. Aun el Antiguo Testamento señaló anticipadamente que el cuerpo de Cristo fue ―herido‖ (de ese modo derramando sangre) por nuestras rebeliones (Is 53.5). Obviamente nuestra redención se basa en la sangre derramada de Cristo. Véase el análisis de 2 Corintios 5.21 para información de fondo del Antiguo Testamento sobre sacrificios de sangre. Es sumamente significativo que justo antes de morir en la cruz Jesús declarara: ―¡Consumado es!‖ (en griego: tetélestai) (Jn 19.30). Se puede traducir esa palabra como ―pagado en su totalidad‖. Eso no era un gemido de derrota ni un suspiro de resignación paciente. Más bien era el reconocimiento triunfante de que Jesús ahora había realizado plenamente lo que había venido al mundo a hacer. La obra de redención se completó en la cruz. No era necesario hacer nada más. Jesús no tuvo que completar ninguna obra de redención en el infierno. Pagó en su totalidad el precio de nuestra redención en la cruz (2 Co 5.21). Para argumentos bíblicos que refutan la idea de que Jesús fuera al infierno, véase el análisis de Efesios 4.9. 1 PEDRO 3.15: ¿Hemos de usar la razón en asuntos de fe religiosa? TERGIVERSACIÓN: Los adeptos de la Nueva Era hacen hincapié en la intuición y el misticismo. Los mormones hablan de un ―ardor interior‖ que les asegura que el Libro de Mormón es verdad. Sin embargo, aquí Pedro ordena a los creyentes a dar una ―razón‖ de su fe. ¿Qué tan importante es la razón en asuntos de fe religiosa? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Una persona no debe creer en algo sin antes preguntar si se trata de un objeto digno de creencia. Por ejemplo, pocas personas se someterían a una intervención quirúrgica seria practicada por una persona totalmente desconocida, de quien no tienen razones para pensar que es otra cosa que curandero. Asimismo, Dios no nos llama a ejercer una fe ciega. Ya que Dios es un Dios de razón (Is 1.18, LBLA), y puesto que nos ha hecho criaturas racionales a su imagen (Gn 1.27; Col 3.10), quiere que miremos lo que hacemos. Ninguna persona racional debe entrar en un ascensor sin antes mirar para ver si tiene piso. Asimismo, Dios quiere que demos un paso de fe a la luz de las pruebas, pero no un salto de fe a la oscuridad. La Biblia está llena de exhortaciones a que usemos nuestra razón. Jesús ordenó: ―Amarás al Señor tu Dios... con toda tu mente‖ (Mt 22.37). Pablo añadió: ―[T]odo lo que es verdadero... en esto pensad‖ (Flp 4.8). Pablo también ―discutía‖ razonablemente con los judíos (Hch 17.17) y con los filósofos en el Areópago (vv. 22-23), ganando a algunos para Cristo (v. 34). Se estableció que los obispos debían poder ―convencer a los que contradicen‖ (Tit 1.9). Pablo declara que fue ―puesto para la defensa del evangelio‖ (Flp 1.17). Judas nos instó ―que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos‖ (Jud 3).Y Pedro ordenó: ―[E]stad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros‖ (1 P 3.15).

1 PEDRO 3.18: ¿Resucitó Jesús en un cuerpo espiritual o un cuerpo físico? TERGIVERSACIÓN: Pedro declara que Cristo fue ―muerto en la carne, pero vivificado en espíritu‖. Los testigos de Jehová arguyen a base de este versículo que ―en su resurrección de entre los muertos, Jesús salió con un cuerpo espiritual‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 334). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Interpretar este versículo como una prueba de una resurrección espiritual pero no física, no es ni necesario ni congruente con el contexto de este pasaje y el resto de las Escrituras Este pasaje se traduce mejor así: ―El sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu [Santo] hizo que volviera a la vida‖ (NVI). Dios no resucitó a Jesús como espíritu, sino que lo resucitó por medio de su Espíritu. El paralelo entre morir y volver a la vida se refiere normalmente a la resurrección del cuerpo en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, Pablo declaró que Cristo murió y volvió a vivir (Ro 14.9) y: ―Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios‖ (2 Co 13.4a). El contexto de 1 Pedro 3.18 se refiere al suceso como ―la resurrección de Jesucristo‖ (3.21). Esto se entiende, en todo el Nuevo Testamento, como una resurrección corporal (Hch 4.33; Ro 1.4; 1 Co 15.21; 1 P 1.3; Ap 20.5). Aun si ―espíritu‖ se refiere al espíritu humano de Jesús (no al Espíritu Santo), no puede significar que no tenía un cuerpo resucitado. De otra manera, la referencia a su ―cuerpo‖ (carne) antes de la resurrección querría decir que él no tenía ningún espíritu humano en aquel tiempo. Parece mejor interpretar ―carne‖ en este contexto como una referencia a su condición general de humillación antes de la resurrección y ―espíritu‖ como una referencia a su poder ilimitado y su vida imperecedera después de la resurrección. También debemos tener presente que sea cual sea la forma en que interpretemos 1 Pedro 3.18, debe ser congruente con lo que otros versículos dicen acerca del Cristo resucitado. En Lucas 24.39 el Cristo resucitado dijo: ―Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.‖ El Cristo resucitado testifica en este versículo que no es espíritu y que su cuerpo resucitado está hecho de carne y huesos. Véanse los comentarios sobre Lucas 24; 1 Co 15.5-8. El Cristo resucitado también comió comida física en cuatro oportunidades distintas para probar que tenía un verdadero cuerpo físico (Lc 24.30; 24.42-43; Jn 21.12-13; Hch 1.4). Habría sido engañoso de parte de Jesús ofrecer su habilidad de comer comida física como prueba de su resurrección corporal si no hubiera resucitado en un cuerpo físico. 1 PEDRO 3.19: ¿Apoya Pedro la idea de que una persona tiene una segunda oportunidad de ser salvo después de morir? TERGIVERSACIÓN: Primera de Pedro 3.19 dice que Cristo, después de su muerte, ―fue y predicó a los espíritus encarcelados‖. Los mormones creen que este versículo

indica que las personas tienen una segunda oportunidad de ser salvas después de morir (Talmage, 1975, p. 148). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay que interpretar los pasajes difíciles, tales como éste, de acuerdo con los pasajes más claros de las Escrituras. La Biblia muestra claramente que no hay ninguna segunda oportunidad después de la muerte (Heb 9.27). El Libro de Apocalipsis registra el juicio ante el gran trono blanco, en el cual los que no se hallan inscritos en el libro de la vida son enviados al lago de fuego (Ap 20.11-15). Lucas nos informa que una vez que una persona muere, va o al cielo (el seno de Abraham) o al infierno, y que ―una gran sima está puesta... de manera que los que quieran pasar‖ de un lugar al otro no pueden (Lc 16.26). La gran urgencia de responder a Dios en esta vida antes de morir da más apoyo al hecho de que no hay esperanza en la ultratumba (cf. Pr 29.1; Jn 3.36; 5.24). Ahora es el día de salvación (2 Co 6.2). Hay modos de entender este pasaje que no incluyen una segunda oportunidad de salvación después de la muerte. Algunos afirman que Jesús no ofreció ninguna esperanza de salvación a estos ―espíritus encarcelados‖. El texto no dice que Cristo los evangelizó, sino simplemente que les proclamó la victoria de su resurrección. Insisten en que no se declara nada en este pasaje acerca de la predicación del evangelio a la gente en el infierno. En respuesta a esta perspectiva, otros señalan que en el próximo capítulo (4.6) Pedro, al parecer extendiéndose sobre este tema, dice que ―también ha sido predicado el evangelio a los muertos‖. Véanse los comentarios sobre 1 Pedro 4.6. Otros afirman que no está claro que la frase ―los espíritus encarcelados‖ se refiera siquiera a seres humanos. En ninguna otra parte se emplea tal frase al hablar de seres humanos en el infierno. Afirman que estos espíritus son ángeles caídos, ya que los ―hijos de Dios‖ (ángeles caídos; véase Job 1.6; 2.1; 38.7) ―desobedecieron... en los días de Noé‖ (l P 3.20; cf. Gn 6.1 – 4). Pedro podría estar refiriéndose a eso en 2 Pedro 2.4, donde menciona a los ángeles que pecaron inmediatamente antes que se refiere al diluvio (v. 5). En respuesta, se argumenta que los ángeles no pueden casarse (Mt 22.30). Desde luego, no podrían casarse con seres humanos, ya que los ángeles, siendo espíritus, carecen de órganos reproductivos. O quizás este pasaje enseñe que Cristo predicó por medio de la persona de Noé a los que, porque habían rechazado su mensaje, ahora son espíritus en la prisión. Los que sostienen este punto de vista señalan que en este mismo libro se nos dice que el ―Espíritu de Cristo‖ habló por medio de los profetas del Antiguo Testamento (1 P 1.11). En armonía con eso, 2 Pedro 2.5 nos informa que Noé era un ―pregonero de justicia‖. Por consiguiente, el Espíritu de Cristo predicó por medio de Noé a los impíos que ahora esperan el juicio final. Una última interpretación posible es que este versículo se refiere al anuncio de Cristo a los espíritus difuntos del triunfo de su resurrección, declarándoles la victoria que había logrado por su muerte y su resurrección, como se señala en el versículo anterior (véase 1 P 3.18). Este punto de vista cuadra con el contexto aquí, está de acuerdo con el resto de las Escrituras (cf. Ef 4.8; Col 2.15), y evita los graves problemas de las otras opiniones.

1 PEDRO 4.6: ¿Se predica el evangelio a las personas después que mueren? TERGIVERSACIÓN: Pedro dice que ―también ha sido predicado el evangelio a los muertos.‖ Los mormones creen que este versículo muestra que hay una segunda oportunidad de oír el evangelio en el mundo de los espíritus después de la muerte física (Talmage, 1977, p. 147). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En ninguna parte de las Escrituras se da esperanza de salvación después de la muerte. La muerte es final, y sólo hay dos destinos —el cielo y el infierno— entre los cuales hay una gran sima que nadie puede pasar (véanse los comentarios sobre 1 P 3.19). Así que, sea cual sea el significado de ―predicar a los muertos‖, no da a entender que uno pueda ser salvo después de morir. Este es un pasaje poco claro, sujeto a interpretaciones diferentes, y ninguna doctrina debe basarse en un pasaje ambiguo. Los textos difíciles deben interpretarse a la luz de los más claros. Es posible que este versículo se refiera a los que ahora están muertos y que oyeron el evangelio mientras estaban vivos. A favor de esta interpretación se cita el hecho de que el evangelio ―ha sido predicado‖ (en el pasado) a los que están ―muertos‖ (ahora, en la actualidad). Algunos creen que eso podría no ser una referencia a los seres humanos, sino a los ―espíritus encarcelados‖ (ángeles) de 1 Pedro 3.19 (cf. 2 P 2.4 y Gn 6.2). Otros afirman que, aunque los muertos sufren la destrucción de su carne (1 P 4.6), aun así todavía viven con Dios en virtud de lo que hizo Cristo mediante su muerte y su resurrección. Este mensaje victorioso fue anunciado por Cristo mismo al mundo de los espíritus después de su resurrección (cf. 1 P 3.18).

CAPÍTULO 43

2 PEDRO

PEDRO 3.7: ¿Es la perdición una referencia a la aniquilación? TERGIVERSACIÓN: Los aniquilacionistas que niegan que haya un castigo eterno y consciente afirman que la referencia de Pedro a ―la perdición‖ apoya su opinión. En efecto, a Judas se le llama ―el hijo de perdición‖ (Jn 17.12).Ya que la palabra ―perdición‖ (apóleia) quiere decir simplemente ―perecer‖, los aniquilacionistas como los testigos de Jehová arguyen que los perdidos perecerán o dejarán de existir (véase, p. ej., You Can Live Forever in Paradise on Earth [Usted puede vivir para siempre en una paraíso en la Tierra], 1982, p. 83). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La palabra ―perdición‖ (apóleia) quiere decir simplemente ―perecer‖ o ―arruinarse‖. En 2 Pedro 3.7 se emplea en el contexto de juicio, un término que insinúa conciencia. Cuando se dice que los malos van a la ―perdición‖ (2 P 3.7), y se llama a Judas ―el hijo de perdición‖ (Jn 17.12), no quiere decir necesariamente que serán aniquilados. Los

carros chatarra perecen en el sentido de ser arruinados. Pero todavía son carros, por arruinados que sean, y todavía están en el depósito de chatarra. Con respecto a esto, Jesús habló del infierno como un depósito de chatarra o un basurero donde el fuego no se apagaría y donde el cuerpo resucitado de una persona no sería consumido. Jesús dijo en repetidas oportunidades que la gente en el infierno está en angustia continua. Declaró que ―los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes‖ (Mt 8.12; cf. 22.13; 24.51; 25.30). Pero un lugar de lloro es obviamente un lugar de pesar consciente. Los que no están conscientes no lloran. Véanse los comentarios sobre 2 Tesalonicenses 1.9.

CAPÍTULO 44

1 JUAN 1 JUAN 4.2 – 3: ¿Esto se refiere a Jesús en la carne antes de su resurrección o después de ella? TERGIVERSACIÓN: Juan declara que los que niegan que ―Jesucristo ha [ya] venido en carne‖ son del Anticristo. Los cristianos ortodoxos interpretan esto en el sentido de que Jesús era plenamente humano, con un cuerpo físico, antes de su resurrección. Otros sostienen que Jesús no resucitó de entre los muertos en el mismo cuerpo de carne y huesos en el que había muerto, sino en un cuerpo que no era esencialmente material. Los testigos de Jehová, por ejemplo, dicen que Jesús resucitó espiritualmente (Aid to Bible Understanding [Ayuda para entender la Biblia], 1971, p. 1396). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: En griego, Juan usa el tiempo perfecto, que da a entender que se trata de una acción pasada con resultados que continúan en el presente. De esa forma afirma que Jesús vino en la carne en el pasado y que continúa en la carne en el presente (es decir, cuando él escribe, que fue después de la resurrección).

Juan aclara el asunto más en 2 Juan cuando pone esa misma frase griega en el tiempo presente. Declara en el versículo 7 que muchos engañadores ―no confiesan que Jesucristo ha venido en carne‖, donde ―ha venido‖ traduce el participio presente griego erjómenon, ―viniendo‖. Aun después de la resurrección cuando Juan escribió, insistió en que Jesús todavía era en la carne. Dos textos adicionales del Nuevo Testamento declaran explícitamente que el cuerpo resucitado de Cristo era de carne. Refiriéndose a la resurrección de Cristo, Pedro declaró: ―ni su carne vio corrupción‖ (Hch 2.31). Jesús mismo les dijo a sus discípulos en una de sus apariciones después de su resurrección: ―Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo‖ (Le 24.39b). 1 JUAN 5.7: La ausencia de este versículo en traducciones modernas ¿prueba que la doctrina de la Trinidad no es verdad? TERGIVERSACIÓN: En el texto de la versión Reina-Valera, 1 Juan 5.7 declara: ―Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.‖ Esta es la declaración más clara sobre la Trinidad en la Biblia. Sin embargo, la mayor parte de las traducciones modernas omiten este versículo. Los testigos de Jehová citan la falta de pruebas en los manuscritos para este versículo como una prueba de que la doctrina de la Trinidad no es bíblica (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 422 – 23). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Es cierto que este versículo carece casi totalmente de apoyo en los manuscritos griegos tempranos, aunque se halla en manuscritos latinos. Su aparición en manuscritos griegos tardíos se debe a que la iglesia presionó a Erasmo para que lo incluyera en su Nuevo Testamento griego de 1522, ya que lo había omitido de sus dos ediciones anteriores de 1516 y 1519 porque no pudo encontrar ningún manuscrito griego que lo contuviera. Su inclusión en la Biblia latina probablemente se dio cuando un escriba incorporó un comentario marginal (glosa) en el texto mientras copiaba el manuscrito de 1 Juan. Pero incluirlo en el texto viola casi todas las reglas de la crítica textual. Algunas versiones modernas que por lo general retienen las lecturas más largas y disputadas (véase Me 16.9 – 20 y Jn 7.53 – 8.11) comentan en el mar gen que se trata de ―un pasaje encontrado sólo en cuatro o cinco manuscritos griegos muy tardíos‖. El simple hecho de que este versículo específico no tenga apoyo en los manuscritos no quiere decir que la doctrina de la Trinidad no sea verdad. Muchos otros pasajes que tienen apoyo innegable en los manuscritos de las Escrituras establecen que (1) hay sólo un Dios verdadero; (2) hay tres personas que son Dios; y (3) existe la condición de trino en uno en la divinidad. Véanse los comentarios sobre Isaías 9.6; Mateo 28.18 – 20; 2 Corintios 13.14. 1 JUAN 5.6 – 8: ¿Prueba este versículo que el Espíritu Santo no es persona?

TERGIVERSACIÓN: Este pasaje indica que el Espíritu, agua y sangre ―dan testimonio‖ de Jesucristo. Ya que el agua y la sangre no son personas, tampoco lo es el Espíritu Santo, según los testigos de Jehová (Should You Believe in the Trinity? [¿Debe usted creer en la Trinidad?], 1989, p. 22). Otros dirigentes de sectas, tales como HerbertW.Armstrong, también negaban la condición de persona del Espíritu Santo. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Obviamente el agua y la sangre no son personas. Son personificadas como testigos. Pero eso no quiere decir que el Espíritu Santo no sea persona. Cuando se escribió 1 Juan, un grupo de nósticos creía que lo que el movimiento de la Nueva Era llama un ―Cristo cósmico‖ sobrevino a un Jesús humano después de su bautismo. Este Cristo partió antes de su crucifixión. Primera de Juan 5.6 – 8, con sus tres ―testigos‖, rebate esta doctrina herética. El agua (que representa el bautismo de Jesús) y la sangre (que representa su crucifixión) actúan como testigos metafóricos del hecho de que Jesús el Cristo experimentó tanto el bautismo como la muerte por crucifixión. El Espíritu Santo es el tercer testigo que da testimonio de este hecho. Según la ley judía, se requerían tres testigos para establecer la verdad de un asunto (Dt 19.15). Se describe al Espíritu Santo como persona en todas las Escrituras. El Espíritu Santo tiene los atributos esenciales de la personalidad: mente (1 Co 2.10 – 11), emociones (Ef 4.30) y voluntad (1 Co 12.11). Se ve que el Espíritu Santo hace muchas cosas en las Escrituras que sólo puede hacer una persona: enseña (Jn 14.26), da testimonio (Jn 15.26), guía (Ro 8.14), envía a las personas a servir (Hch 13.4), da órdenes (Hch 8.29), ora por los creyentes (Ro 8.26) y les habla a las personas (2 P 1,21). Además, se realizan ciertos actos para con el Espíritu Santo que no tendrían sentido sí no tuviera verdadera personalidad. Por ejemplo es posible mentirle al Espíritu Santo (Hch 5.3). Uno no miente a un simple poder o fuerza.

CAPÍTULO 45

2 JUAN 2 JUAN 10: ¿Quiere decir este versículo que no debemos permitir que los adeptos de sectas entren en nuestra casa? TERGIVERSACIÓN: Según Juan, no debemos recibir en nuestra casa, y ni siquiera debemos saludar, a nadie que venga a nosotros que no crea que Cristo ha venido en la carne. ¿Cómo se aplica esto a los adeptos de sectas? ¿Debemos rechazarlos? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Segunda de Juan 10 no prohíbe a los cristianos permitir que los adeptos de sectas entren en su casa a fin de evangelizarlos. Más bien, se trata de una prohibición de darles a los sectistas una tribuna para enseñar falsa doctrina. El telón de fondo de eso es que en los primeros días del cristianismo, no había ningún templo central donde los creyentes pudieran congregarse. Más bien, pequeñas iglesias caseras estaban dispersas en toda la ciudad. Después del Pentecostés los cristianos primitivos estaban ―partiendo el pan en las casas‖ (Hch 2.46; 5.42) y se reunían para orar en casa de María, la madre de Marcos (Hch 12.12). Las iglesias a menudo se reunían en casas (véanse Ro 16.15; 1 Co 16.19;

Col 4.15; Flm 2). El uso de edificios específicamente para iglesias no surgió antes de fines del siglo segundo. Juan aquí advierte a los dirigentes de estas iglesias caseras que no deben permitir que un falso maestro entre en la iglesia, ni darle una tribuna de la cual pueda enseñar. Vista así, esta prohibición protege la pureza de la iglesia. Extender hospitalidad a un falso maestro insinuaría que la iglesia aceptada o daba su aprobación a su enseñanza. El falso maestro sería alentado en el error. Por motivos similares, Juan también podría estar prohibiendo a los cristianos que permitan que falsos maestros se queden en sus casas. En la iglesia primitiva, el ministerio evangelístico y pastoral de la iglesia era realizado mayormente por individuos itinerantes que viajaban de iglesia casera en iglesia casera, dependiendo de la hospitalidad de la gente. Juan le ordena a la iglesia que no extienda esta clase de hospitalidad a maestros de falsa doctrina. Los cristianos no deben permitir que los seguidores de sectas usen sus casas como una base de operaciones de la cual difundir su veneno. En cualquier caso, este versículo no prohíbe que los cristianos permitan que seguidores de sectas entren en su casa para fines evangelísticos. Cuando un testigo de Jehová o un mormón aparezca en la puerta, el cristiano debe sentirse libre de invitarlo a la sala para testificarle de Cristo.

CAPÍTULO 46

3 JUAN 3 JUAN 2: ¿Indica este versículo que Dios desea que seamos económicamente prósperos, como arguyen los maestros de la Palabra de Fe? TERGIVERSACIÓN: Tercera de Juan 2 dice: ―Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma.‖ Los maestros de la Palabra de Fe citan este versículo en apoyo del evangelio de prosperidad. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La palabra griega para ―prosperar‖ en este versículo no se refiere a la prosperidad económica, sino que significa simplemente ―irle bien a alguien‖. En realidad, la traducción NVI refleja correctamente esta idea en su traducción de este versículo: ―Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.‖ En los tiempos bíblicos el deseo de que ―las cosas vayan bien‖, junto con el deseo de ―buena salud‖, era una forma habitual de saludar. La prosperidad económica es completamente ajena tanto a este saludo antiguo como a 3 Juan 2.

CAPÍTULO 47

APOCALIPSIS APOCALIPSIS 1.7: ¿Será la segunda venida de Cristo un suceso invisible? TERGIVERSACIÓN: Apocalipsis 1.7 dice: ―He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén.‖ Los testigos de Jehová argumentan que así como un avión en las nubes es invisible a la gente en la Tierra, así también la venida de Cristo ―con las nubes‖ quiere decir que el suceso es invisible. Sólo los que tienen ―ojos de entendimiento‖ se percatarán de que su venida ha tenido lugar en 1914 (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 343). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Apocalipsis 1.7 de- clara explícitamente que ―todo ojo‖ en la Tierra realmente (no sólo espiritualmente) verá a Cristo venir en gloria. La palabra griega para ―ver‖ (homo) quiere decir literalmente ―ver con los ojos, visión corporal‖. No hay ninguna posibilidad de que el significado de este versículo sea ―ver con los ojos del entendimiento de uno‖. Una buena referencia cruzada es Mateo 24.30: ―Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación cuando vean al Hijo del hombre venir

sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria‖ (cursivas añadidas). Así como Cristo ascendió en forma corporal y visible, también Cristo vendrá otra vez en forma corporal y visible (Hch 1.9-11). APOCALIPSIS 1.8: ¿Es Jesús ―el Alfa y la Omega‖ mencionados en este versículo? TERGIVERSACIÓN: Los testigos de Jehová arguyen que todas las referencias al Alfa y la Omega en el Libro de Apocalipsis se aplican a Dios Todopoderoso, el Padre, y no al Hijo (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 412). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Hay dos razones fuerte para interpretar esta como una referencia a Cristo y, por consiguiente, una prueba de su deidad. En primer lugar, Apocalipsis 1.7 habla de uno a quien ―traspasaron‖ y que ―viene‖. Obviamente este que viene debe de ser Jesús, ya que él (no el Padre) fue traspasado cuando fue clavado a la cruz. Entonces el versículo 8 nos dice que es Dios el que ―viene‖. El que viene en ambos versículos es Dios, y es él que fue traspasado. Eso sólo puede ser Jesucristo. En segundo lugar, Juan da una declaración explícita de la deidad de Cristo en Apocalipsis 22.12-13:―¡Vengo pronto!...Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.‖ Entonces en 22.20 leemos: ―«Ciertamente vengo en breve». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!‖ El que viene es Dios la segunda persona, ―el primero y el último‖, Jesucristo. APOCALIPSIS 3.14: ¿Indica este versículo que Jesús era un ser creado? TERGIVERSACIÓN: Apocalipsis 3.14 dice: ―Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: ‗El Amén, el testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto....‖ Los testigos de Jehová dicen que la conclusión lógica es que el de quien se habla en Apocalipsis 3.14 ―es una creación, el primero de las creaciones de Dios, que tuvo un principio‖ (Reasoning from the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, p. 409). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La palabra griega arjé, traducida como ―principio‖ en este versículo, aquí lleva el significado de ―uno que comienza‖, ―origen‖, ―fuente‖ o ―primera causa‖. La palabra española arquitecto se deriva de arjé. Este versículo dice que Jesús es el arquitecto de toda la creación (véanse Jn 1.3; Col 1.16; Heb 1.2; cf. Is 44.24). Además, el mismo término, ―principio‖, se aplica a Dios Padre en Apocalipsis 21.4-6. No puede significar un ser creado, o Dios Padre también es una criatura, concepto que rechazan los testigos de Jehová. Por consiguiente, ―principio‖ debe entenderse en el sentido absoluto de ―El que comienza‖ o ―Fuente‖ de todas las cosas.

APOCALIPSIS 5.6-14: La enseñanza de la Biblia acerca del Cordero ¿apoya la creencia masónica en salvación por obras? TERGIVERSACIÓN: Según la orden masónica, ―En todas las edades el cordero ha sido considerado un emblema de inocencia; por tanto, al que lleva la Corderina como insignia de Francmasonería se le recuerda continuamente la pureza de vida y conducta que es necesaria para lograr entrar a la Logia Celestial arriba [el cielo], donde el Arquitecto Supremo del Universo [Dios] preside‖ (Allen, et al., 1963, p. 17). Y reiteran: Que su superficie pura e impecable sirva para recordarte constantemente la pureza de vida y rectitud de conducta; que sea un argumento a favor de acciones más nobles, pensamientos más altos, logros mayores. Y cuando esos pies cansados lleguen al fin de su penoso viaje, y de tu mano enervada caigan para siempre las herramientas del trabajo de la vida, que el registro de toda tu vida y tus acciones sea tan puro e intachable como el bello emblema que he colocado esta noche en tus manos. Y cuando en el último gran día tu alma pobre y temblorosa esté de pie desnuda y sola ante el gran trono blanco, que sea tu destino escuchar de Aquel que estará sentado como Juez Supremo las gratas palabras: ―Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.‖ [ibid., p. 60] ¿Es la enseñanza acerca del Cordero de Dios una prueba de que la salvación es por obras? CORRECCION DE LA TERGIVERSACION: Nada podría distar más de la verdad que esta enseñanza de la Logia Masónica. El ―Cordero‖ en el Libro de Apocalipsis es el que fue inmolado para nuestra salvación (Ap 5.6), antes siquiera que naciéramos (13.8). Sólo él es hallado digno (5.12) y es adorado (5.8), no nosotros por nuestras obras. En realidad, los santos están vestidos de las ropas blancas de la justicia de él (7.9). En efecto, los creyentes son lavados en la sangre del Cordero (7.14).Y él solo es el fundamento de la salvación (7.17). Cualquier victoria que tengan los santos viene a través de los méritos de él (12.11).Y los salvos son el fruto de la obra de él, no de la nuestra (14.4). Así que somos sus seguidores (14.4) y cantamos sus alabanzas (5.8-10; 15.3). Fuera de Apocalipsis la Biblia pone igual énfasis en que ―por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe‖ (Ef 2.8-9). Pues ―nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia‖ (Tit 3.5a; cf. vv. 3-6).Y ―al que no trabaja, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia‖ (Ro 4.5). APOCALIPSIS 7.2-4: ¿Profetiza este pasaje la venida del reverendo Moony como enseña la Iglesia de la Unificación? TERGIVERSACIÓN: Apocalipsis 7.2 se refiere a ―otro ángel, que subía desde donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo‖. La Iglesia de la Unificación enseña que este versículo profetiza la venida del Señor del Segundo Advenimiento de un país en el

Oriente. El reverendo Sun Myung Moon nació en Corea, y por tanto es el cumplimiento de este versículo (Divine Principie [Explicación de los principios divinos], pp. 519-20). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El texto habla de un ángel, no del Mesías. Se dice que este ángel viene de la dirección de donde sale el sol, no de un país en el Oriente. Otras referencias a los puntos cardinales en Apocalipsis suelen referirse a direcciones, no a regiones geográficas. Aun si esta referencia es al Oriente geográfico, el país no sería Corea. El verdadero Mesías es judío (véase Mt 1). Las Escrituras dan testimonio de que, en la segunda venida, el mismo Jesús que ascendió al cielo regresará físicamente (Hch 1.11). No habrá un segundo ―Cristo‖ de Corea ni de ninguna otra parte. APOCALIPSIS 7.4: ¿Son los 144.000 mencionados en este versículo la ―clase ungida‖ que está destinada a vivir en el cielo con Dios, a diferencia de la ―clase terrenal‖ que vivirá para siempre en la Tierra? TERGIVERSACIÓN: Apocalipsis 7.4 dice: ―Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.‖ Los testigos de Jehová dicen que los 144.000 es una referencia a la clase ungida de creyentes que tienen un destino celestial (cf.Ap 14.1-3) (Reasoningfrom the Scriptures [Razonamiento a base de las Escrituras], 1989, pp. 166-67). Esos 144.000 son aquellos a quienes se refiere como la ―manada pequeña‖ en Lucas 12.32. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Las Escrituras enseñan que todos los que creen en Jesucristo pueden esperar un destino celestial, no sólo algún grupo selecto de 144.000 (véanse Ef 2.19; Flp 3.20; Col 3.1; Heb 3.1; 12.22; 2 P 1.10-11). Jesús afirmó que todos los creyentes estarían juntos en ―un rebaño‖ bajo ―un pastor‖ (Jn 10.16). No habrá dos ―rebaños‖, uno en la Tierra y el otro en el cielo. En segundo lugar, hay razones muy buenas para interpretar este versículo de manera muy literal: como una referencia a 144.000 judíos, 12.000 de cada tribu. En ninguna otra parte de la Biblia significa una referencia a las doce tribus de Israel cualquier cosa fuera de doce tribus de Israel. La palabra ―tribus‖ nunca se emplea en las Escrituras al hablar de otra cosa que no sea un grupo étnico literal. En apoyo de la interpretación literal es el hecho de que Jesús hablara de los doce apóstoles (quienes sabemos que eran personas literales) sentados ―sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel‖ en el último día (Mt 19.28). No hay ninguna razón para no entender esta como una referencia a las doce tribus literales de israelitas. Además, la última pregunta que contestó Jesús antes de su ascensión daba a entender directamente que volvería y ―restauraría el reino a Israel‖ (Hch 1.6-8). En efecto, el apóstol Pablo habló de la restauración de la nación de Israel a su antigua posición privilegiada en Romanos 11 (cf. vv. 11-26). Muchos biblistas creen en una restauración literal de la nación de Israel, porque las promesas de Dios de tierra para los descendientes literales de Abraham (Gn 12, 14, 15, 17, 26) nunca se han cumplido ―para siempre‖, como fue prometido (cf. Gn 13.15). En

el mejor de los casos, se cumplieron sólo por un período breve durante el tiempo de Josué (Jos 11.23). APOCALIPSIS 10.2, 8-9: ¿Es el ―librito‖ del cual habló Juan la ―ciencia divina‖ de Mary Baker Eddy, como la expone en su libro sobre la Ciencia Cristiana? TERGIVERSACIÓN: Mary Baker Eddy afirmó que el ―librito‖ que se profetiza en este pasaje es en realidad la Ciencia Cristiana (Eddy, Science and Health [Ciencia y salud], pp. 558-59). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Que eso dista mucho de la intención de Juan es evidente de la falta total de alusiones a las enseñanzas de la Ciencia Cristiana. Lo que Juan claramente tiene presente es el libro o rollo de juicio que se soltará en la Tierra durante el período de tribulación antes que Cristo regrese otra vez (cf. Ap 5.1). Por último, cuando este libro fue ingerido no trajo sanidad física; le amargó las entrañas. Dijo: ―Entonces tomé el librito de la mano del ángel y lo comí. En mi boca era dulce como la miel, pero cuando lo hube comido amargó mi vientre‖ (Ap 10.10). APOCALIPSIS 12.1-6: Cuando se toma la ―mujer‖ aquí al cielo, ¿representa la asunción corporal de María? TERGIVERSACIÓN: Este texto habla de una ―mujer‖ que dio a luz ―un hijo varón, que va a regir a todas las naciones‖ (es decir, Cristo), que fue ―arrebatado para Dios y para su trono‖. Algunos renombrados eruditos católicos afirman que eso se refiere a la asunción corporal de María: ―La teología escolástica ve... la madre de Cristo transfigurada‖ (Ott, 1960, p. 209). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La ―mujer‖ no representa a María sino la nación de Israel. Para esta mujer hay ―un lugar preparado por Dios para ser sustentada allí por mil doscientos sesenta días‖ (Ap 12.6) durante el período de tribulación antes que Cristo regrese a la Tierra (cf. Ap 11.2-3). Cristo, no la ―mujer‖, fue ―arrebatado para Dios y para su trono‖ (Ap 12.5). Es pura eiségesis (es decir, atribuir al texto un punto de vista que no tiene) ver aquí la asunción corporal de María. Asimismo, es igualmente inverosímil argüir que María, aunque no sea arrebatada aquí, aparece en el cielo en la imaginería celestial. Nada en este texto implicaría una creencia en su asunción corporal antes de la resurrección del resto de los santos (1 Ts 4.13-18). APOCALIPSIS 14.9-12: ¿Indica este pasaje la restauración del día de reposo (el sábado)? TERGIVERSACIÓN: Algunos eruditos de los Adventistas del Séptimo Día creen que Juan predice aquí la restauración del día de reposo (el sábado). ―Creemos que se indica

la restauración del día de reposo en la profecía bíblica de Apocalipsis 14.9-12. Creyendo eso sinceramente, consideramos que la observancia del día de reposo es una prueba de nuestra lealtad a Cristo como Creador y Redentor‖ (Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine [Los Adventistas del Séptimo Día responden a preguntas doctrinales], 1957, p. 153; citado en Martin, p. 430). Pues ―en los últimos días la prueba del día de reposo quedará claro. Cuando llegue ese tiempo, cualquiera que no guarde el día de reposo recibirá la marca de la bestia y será excluido del cielo‖ (White, 1911, p. 449). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: No hay ninguna indicación del día de reposo (el sábado) en este texto ni en ningún otro texto del Nuevo Testamento. (Véanse los comentarios sobre Hch 17.1-3). La palabra sábado ni siquiera aparece en el Libro de Apocalipsis. La referencia a judíos huyendo en día sábado es descriptiva, no preceptiva. Simplemente se refiere al hecho de que los judíos observarán el día de reposo (el sábado) durante el futuro período de la Tribulación; no dice que los cristianos deben hacerlo. El día de adoración para los cristianos mencionados en el Libro de Apocalipsis es ―el día del Señor‖ (Ap 1.10), que en tiempos de Juan era el ―primer día de la semana‖ (1 Co 16.2) cuando los cristianos se reunían regularmente (Hch 20.7). Según Pablo, el sábado pasó con el resto de la ley de Moisés como ―sombra‖ cumplido en el ―cuerpo‖ (o ―realidad‖, NVI) de Cristo (Col 2.16-17; cf. Heb 7.12). APOCALIPSIS 16.14: ¿Pueden los demonios realizar milagros? TERGIVERSACIÓN: La Biblia a veces emplea las mismas palabras (―hechos poderosos‖, ―señales‖, ―milagros‖) para describir el poder de los demonios que emplea para describir los milagros de Dios (2 Ts 2.9; Ap 16.14). ¿Pueden los demonios realizar milagros? CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Aunque Satanás tiene grandes poderes espirituales, hay una diferencia gigantesca entre el poder del diablo y el poder de Dios. En primer lugar, Dios es infinito en su poder (omnipotente); el diablo (y los demonios) es finito y limitado. En segundo lugar, sólo Dios puede crear la vida (Gn 1.1, 21; Dt 32.39); el diablo no puede hacerlo (cf. Ex 8.19). Sólo Dios puede resucitar a los muertos (Jn 10.18; Ap 1.18); el diablo no puede hacer eso, aunque dio ―aliento‖ (animación) a la imagen idólatra del Anticristo (Ap 13.15). El diablo tiene gran poder de engañar a la gente (Ap 12.9), de oprimir a los que ceden a él, y aun de poseerlos (Hch 16.16). Es un maestro mago y un científico sensacional. Y con sus vastos conocimientos de Dios, el hombre y el universo es capaz de realizar ―falsos milagros‖ (2Ts 2.9; cf. Ap 13.13-14). Pero verdaderos milagros pueden ser realizados sólo por Dios. El diablo puede hacer lo superior a lo normal pero no lo sobrenatural. Sólo Dios puede controlar las leyes naturales que ha establecido, aunque en una oportunidad le concedió a Satanás el poder de traer un fuerte viento sobre la

familia de Job (Job 1.19). Además, todo el poder que el diablo tiene le es dado por Dios, y es cuidadosamente limitado y controlado (cf. Job 1.10-12). Cristo ha derrotado al diablo y ha triunfado sobre él y todas su huestes (Col 2.15; Heb 2.14-15), dando así el poder a su pueblo de ser victorioso sobre las fuerzas demoniacas (Ef 6.10-18). Así que Juan les informó a los creyentes: ―[M]ayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo‖ (1 Jn 4.4). APOCALIPSIS 19.8: ¿Representa el lino fino de los santos ―las acciones justas de los santos”, una interpretación que los católicos ofrecen en apoyo de la doctrina de indulgencias? TERGIVERSACIÓN: Los eruditos católicos recurren a Apocalipsis 19.8 para apoyar la idea de un depósito o colección de las buenas obras de los santos. Este ―Tesoro de Mérito‖ (véanse los comentarios sobre Éxodo 32.30-32) se basa supuestamente en la idea de que el lino fino de los santos quiere decir ―las acciones justas de los santos‖. CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: El uso católico de este pasaje para apoyar su doctrina de indulgencias interpreta literalmente un cuadro simbólico. Eso lo muestran los hechos de que el texto interprete el simbolismo para el lector y que el libro entero se anuncie como una presentación simbólica. Dice que ―declaró‖ la revelación, o en griego: esémanen, verbo que quiere decir que la dio a conocer mediante símbolos (Ap 1.1). El libro pasa a dar e interpretar muchos de esos símbolos para el lector (p. ej., 1.20; 17.9, 15). El texto no dice nada acerca de la existencia de una colección de obras justas, sino que dice simplemente que las obras de cada persona la siguen (Ap 22.12; cf. Ro 14.12). Las Escrituras en otras partes dejan claro que cada uno le rendirá cuentas a Dios de sus propias obras (2 Co 5.10). Afirmar que los santos pueden contribuir a cualquier mérito que nos conceda Dios para nuestra salvación es un insulto a la suficiencia absoluta de la muerte expiatoria de Cristo en la cruz por todos nuestros pecados (véase Jn 19.30; Ro 8.1; Heb 1.3; 10.14). Nada en este pasaje sugiere que las acciones justas de los santos están disponibles para que otros hagan uso de ellas para su propia vida, que es lo que enseña el catolicismo. APOCALIPSIS 19.20: ¿Serán todos salvos al fin, como afirma la secta de los Niños de Dios? TERGIVERSACIÓN: El dirigente de la secta de los Niños de Dios argüía que no todos los incrédulos sufrirán castigo eterno. Sólo los más malignos de todos, Satanás, el Anticristo, su Falso Profeta y sus seguidores más apasionados que recibieron la Marca de la Bestia y lo adoraron a él y su Imagen: sólo ellos se quedarán en el lago de fuego para ser castigados y purgados de su rebeldía diabólica hasta cuando Dios estime conveniente, hasta que ellos, también,

hayan aprendido su lección lo suficientemente para que Dios los perdone y restaure toda su creación a su perfección original ¡donde todo está bien! [David, 1974, p. 3] CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: Apocalipsis 19.20 declara: ―La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.‖ Apocalipsis 20.10 añade: ―Y el diablo, que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.‖ No hay ninguna prueba de que nadie será librado del castigo en el lago de fuego. En realidad, hay apoyo claro aquí para el castigo eterno. Sólo unos cuantos versículos después leemos: ―El que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego‖ (Ap 20.15). No hay tan siquiera la más mínima indicación de que serán librados de este eterno lago de fuego. El único tiempo para arrepentimiento es antes de la muerte. Hebreos 9.27 declara que ―está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.‖ Lucas 16.26 habla de una ―gran sima... puesta‖ entre el cielo y el infierno para que nadie pueda pasar de un lado al otro. La Biblia dice que el castigo de todos los incrédulos será eterno. Pablo escribió de ―el Señor Jesús [que se manifestará] desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Estos sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder‖ (2 Ts 1.7-9). Por último, la duración del sufrimiento en el infierno será tan larga como la duración de la dicha en el cielo. La misma palabra, ―eterno‖, se emplea para describir tanto el cielo como el infierno en Mateo 25.46. APOCALIPSIS 22.18: ¿Previene este versículo contra nuevas u revelaciones‖? TERGIVERSACIÓN: Apocalipsis 22.18 dice: ―Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.‖ Los mormones arguyen que ellos no han añadido ni al Libro de Apocalipsis ni a la Biblia. Por tanto este versículo no se aplica a ellos (Richards, 1973, p. 56). CORRECCIÓN DE LA TERGIVERSACIÓN: La orden en Apocalipsis 22.18 trata de añadir al Libro de Apocalipsis o sustraer de él. José Smith violó esta orden descaradamente, pues tanto añadió al Libro de Apocalipsis como sustrajo de él. Smith introdujo modificaciones en el texto bíblico y produjo la llamada ―Versión Inspirada‖ de la Biblia. Un ejemplo es Apocalipsis 5.6, donde Smith cambio la traducción ―tenía siete cuernos y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios‖ a ―tenía doce cuernos y doce ojos, los cuales son los doce siervos de Dios, enviados por toda la tierra‖.

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