Reflexion Des Pensar Para Poder Pensar

Boaventura de Sousa Santos “Des pensar para poder pensar” Estudiante: Hermelinda Diaz Muñoz El sociólogo Boaventura de

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Boaventura de Sousa Santos

“Des pensar para poder pensar” Estudiante: Hermelinda Diaz Muñoz El sociólogo Boaventura de Sousa Santos, aborda directamente el tema de la descolonización

epistemológica, social, económica, política, religiosa y cultural de los pueblos colonizados. En el primer capítulo, titulado “Des pensar para poder pensar”, Santos identifica dos grandes dificultades teóricas de la imaginación política contemporánea: la de pensar el fin del capitalismo sin fin y la de pensar el fin del colonialismo sin fin, desde una epistemología y política pensada desde el Sur, desde los márgenes y grupos que se encuentran en una condición de subalternidad. Santos se enmarca en el campo académico de los estudios poscoloniales, en este caso el de los realizados desde Europa, dando protagonismo a la necesidad de la descolonización mental y a las prácticas sociales, donde para ello es imperante expandir el presente, rescatando conocimientos y experiencias sociales desperdiciadas e invisibilizadas, las cuales se manifiestan en forma de señales y pistas que anuncian posibilidades alternativas a la realidad presente. Habla también de que el Estado en América Latina debe ser refundado, que se requiere descolonizar Occidente dando valor al pensamiento dialógico y fronterizo a través de una reinvención del conocimiento y emancipación social. Para ello se necesita fomentar el pensamiento de frontera que facilita el diálogo y el cruce con pluralidades de saberes, lenguajes, culturas, espacios y tiempos de alrededor del mundo, dominar el neoliberalismo, el capitalismo industrial, equilibrando las emociones como el miedo y la esperanza, generar formas de despolitización suficientes, alternativas claras, para que cambie el actual contexto de turbulencia, pues si es posible organizar paz dentro de un entorno totalmente violento, en contextos difíciles e intentar superarlos. La realidad social actual debe ser visibilizada, entre ellos; el sufrimiento, la exclusión y la destrucción de quienes a lo largo de la historia han sido explotados y oprimidos por el capitalismo y el colonialismo. Por lo tanto, esta descolonización debe estar inmersa en un horizonte de interculturalidad y abrir procesos de cambio para que los pueblos subalternizados se liberen de las instituciones, mentalidades y comportamientos heredados de la modernidad occidente, céntrica, colonial y globalizada. De ahí que se puede repensar las relaciones interculturales para combatir la sociabilidad colonial, pues este colonialismo político formal, todavía condiciona el pensamiento, lenguaje y acción de los pueblos y grupos subalternos. Así mismo, se debe hacer una crítica a la modernidad colonial de Occidente que revele el poder de sus esquemas epistémicos y políticos, tendentes a la imposición y universalización de lo occidental, para clasificar, inferiorizar, dominar y explotar a otros. Para esta descolonización global del conocimiento, la política y el ser requiere de creación de espacios plurales de encuentro y diálogo desde los que construir colectivamente el valor de la unidad en la diversidad, poniendo en práctica el mestizaje, la unidad, solidaridad, fraternidad y la

interculturalidad entre los pueblos y culturas, fundamentos necesarios para la emergencia de una nueva cultura política emancipadora, participativa y poscolonial. La actual realidad social de nuestro continente es a causa de la especulación financiera por mercados financieros no regulados, que generan crisis social, creando expectativas negativas a la gente, para crear miedo, para matar la esperanza, para crear resignación. El rol de las ciencias sociales de la universidad juega un papel muy importante. Las universidades deben apeturarse al futuro con alianzas de todas las sociedades especialmente las de abajo, con las que no están organizadas, reconstruyendo una alianza de saber, creando servicios de extensión al revés, o sea trayendo: el saber popular, el conocimiento oral, la tradición oral u oratura, llevando gente que no tiene universidad, validando el conocimiento nacido en la luchas, en las luchas perdidas, en las derrotadas, teniendo en cuenta la historia de los vencidos. Pues es en estos espacios donde se genera debate epistemológico, nuevas formas de conocimiento, se articula la ciencia con pensamiento popular para desarrollar traducción intercultural y por ende responsabilidad social. Entonces vale decir que las ciencias sociales son importantes pero no la única forma de conocimiento, conocimiento aislado de la sociedad. Afirma Santos que el estado ya no tiene el mismo interés en financiar las universidades públicas como antes ya que las élites económicas y políticas se están formando en universidades extranjeras, abandonaron las universidades públicas. De la misma manera expresa que es importante que las universidades conozcan el valor del saber, del conocimiento, es decir se hable en el lenguaje de la mercantilización del saber, con herramientas como los indicadores, los cuales permitan crear sistemas nuevos de evaluación, tener claro cuánto vale cada universidad, cuánto vale cada profesor y así mismo validar el interés económico de la cultura, literatura, ciencias sociales. Por otro lado los profesores deben trabajar con la comunidad, con los movimientos sociales para generar valor o traducción intercultural pues de lo contrario se produce desconocimiento total de otras cosas, por lo tanto, el maestro debe saber cuál es la incompletud del conocimiento. Los maestros deben luchar por formar una sociedad más digna. Deben ser generadores de alegría, de placer, no formar gente solamente académica o sociedades dogmáticamente construidas. Necesitamos otras teorías para manejar la realidad social. Es aquí donde la epistemología del sur tiene que ser horizontal y dominante.