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Profonde Pasquín sin posibilidades dedicado a la Magia Ilusionista -----------------------------------------------------

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Profonde Pasquín sin posibilidades dedicado a la Magia Ilusionista -----------------------------------------------------------------------------Agosto 2006 Número 13 ------------------------------------------------------------------------------

Música e Ilusionismo por Elisa Rapado (Reproducido con autorización de la autora Originalmente publicado en www.filomusica.com, octubre de 2003. Art. Nº 45.)

Dedico este artículo a las personas que aprenden el arte de la magia, el arte musical y sobre todo a las personas que, de acuerdo con la estética crociana, siguen pensando que el Arte es una cualidad única, y las disciplinas artísticas sus materializaciones.

A

lo largo de los días 31 de octubre al 2 de Noviembre, tendrá lugar en Madrid una curiosa reunión. Cerca de cincuenta magos de todo el mundo, invitados personalmente por Juan Tamariz, Tamariz se reunirán en El Escorial para hablar de Cartomagia, término que, en el lenguaje especializado de esta disciplina, se refiere a la magia de cartas. Para los no habituados a la presencia de estos artistas en su medio habitual, tener noticia de esta celebración puede suponer un sorprendente contraste con sus vidas

cotidianas. La reciente alteración de la visión de los magos, sobre todo a partir de la tremenda difusión del fenómeno Harry Potter, Potter ha atribuido a la figura del mago un papel sobre todo destinado al público infantil, cercano al mundo circense o, directamente a la ficción. Muchos niños actuales desconocen incluso el nombre de Juan Tamariz, y su visión de la magia ha quedado condicionada por el contraste entre los modestos progresos de Harry y sus amigos dentro del reglamento que rige el

2 Colegio Hogwarts con las sorprendentes habilidades de los magos adultos y en especial, de los magos malvados (llamados oscuros) en este mismo ambiente ficticio ambientado en algún remoto lugar al norte de Londres. Sin embargo, lejos de todas las ficciones literarias, existe un arte mágico en nuestra propia sociedad, y ha existido probablemente desde siempre, en forma de juegos más o menos complicados con objetos cotidianos y con objetos que han pasado a formar parte de la indumentaria característica de los magos. La sorprendente ignorancia del público en general por lo que respecta a la actividad mágica me recuerda mucho a lo que sucede con la interpretación de la música clásica. A ojos de un adulto medio, un mago es un ser elegante, que desde un escenario divierte a los niños sacando todo tipo de artefactos de una chistera, con expresión facial entre solemne y absurda. De la misma manera, un concertista de piano es otro ser elegante que desde un escenario aburre a otros seres elegantes interpretando frente a un mueble negro con expresión extática invariable. De la caricatura de mago y pianista podemos sacar como conclusiones que ninguna de estas profesiones se conoce suficientemente en la sociedad. También se desprende la idea de que magia y música parecen carecer de un público aficionado de alto nivel, que conozca los principios técnicos de la disciplina sin ser profesional. Magia y música comparten el hecho de consideradas cuestión "de especialistas", "técnica", de "talento", términos que ayudan precisamente a que el papel ambas se comprenda mejor.

ser de no de

Podemos considerar tanto a la magia como a la música como dos artes, dos disciplinas humanísticas. Sin duda no tendré que justificar aquí el papel de la música como arte, ya que nuestra sociedad reconoce la música como arte liberal desde mediados del siglo XIX. Sin embargo, y dado que la magia es un arte joven, aún parece no haber alcanzado este reconocimiento, y, en pleno siglo XXI, asistimos a debates en el seno de la magia que son la viva recreación de las conversaciones que debieron animar a los músicos de la época romántica. De esta manera, los magos actuales tratan de relacionar las diferentes disciplinas artísticas con la magia. La relación de arte mágico con

la poesía puede ejemplificarse con el hermoso juego "Soneto" del mago argentino René Lavand, Lavand en el que el efecto mágico de aparición de las cartas está relacionado con el recitado del Soneto a Violante, de Lope de Vega. El efecto estético es de una extraordinaria belleza. En cuanto a la relación de la magia con la música, por no salirnos del mismo autor, podemos poner por ejemplo el juego "Sinfonía de color", también de René Lavand, en el que los colores de las cartas aparecen rítmicamente alternados a compás del Segundo Movimiento del Concierto para piano número 21 de Mozart. A lo largo de la historia de la música, asistimos a muchos instantes en los que la música se relacionó con la imagen, o la poesía en busca de su propia forma. No faltan las voces que dicen que la magia en sí misma tiene que mantener su propia estética sin necesidad de relacionarse con las demás artes, con el fin de conservar su propia esencia. También esto sucedió en el campo de la música. En el caso de la magia, su dependencia de la palabra será casi siempre inevitable, porque aunque existen juegos en los que no se narra una historia, ni se explica un proceso, son muchos más los juegos que combinan palabra y acción con la belleza de un efecto. Dentro de la relación de la música y la magia me han llamado la atención otras dos cuestiones. La primera tiene que ver con el dominio de una técnica que, no obstante, no es el centro de atención del espectador. Si un pianista logra vencer las dificultades técnicas de saltos, legatos, stacatos que forman la Cuarta Balada de Chopin, su objetivo no es que el espectador capte cada salto, cada legato, sino el sentido musical, su propia interpretación de esta Cuarta Balada. De la misma manera, el mago que interpreta un juego debe ocultar toda su habilidad en virtud del efecto mágico y del sentido de este juego. La segunda cuestión tiene que ver con los ámbitos de la magia. En el siglo XIX, la diferencia entre música sinfónica y ópera, y música de cámara, tenía que ver sobre todo con una cuestión de espacios. La música sinfónica era una música de escena, que se interpretaba ante un gran público, en una espaciosa sala de conciertos, con escenario, o bien al aire libre, pero con un fuerte componente representativo. En cambio, la música de cámara era de carácter más familiar, tenía un espacio más pequeño, un

3 ambiente casi familiar, amistoso, un círculo cerrado muchas veces en torno a una mesa, en los conjuntos vocales, o en torno a un piano o un grupo de atriles en los cuartetos o conjuntos con piano. En la magia existe una división de espacios parecida entre magia de escena, de grandes efectos a realizar en un escenario y magia de cerca, más cotidiana y próxima, que puede tener lugar en la propia mano del espectador. En este contexto, el mago de escena está más caracterizado como personaje, mientras que el mago de cerca parece uno más de los integrantes del público.

muchos de los jóvenes magos los convierte en artistas de gran interés, de interesantes inquietudes, en muchos casos más profundas que las de los artistas que se dedican a una disciplina demasiado estructurada académicamente, como es el caso de la música. Todos los que, de ellos aspiren a desarrollar una carrera como magos profesionales, se enfrentan a las mismas dificultades que un joven pianista que quiera llegar a ser concertista profesional. De no querer afrontar el riesgo, la magia sólo podrá ser para ellos una afición, teniendo que

Por mi afición particular a la música de cámara, la figura del mago de cerca ha despertado en mí una especial simpatía. A pesar de ser reconocido internacionalmente como uno de los mejores del mundo, Tamariz es, por ejemplo, un mago fundamentalmente de cerca, ya que prefiere esta magia a la de escena. Esta sucesión de acontecimientos mágicos que pueden tener lugar en un espacio pequeño me recuerda a los milagros de creación de música de cámara que tuvieron lugar en círculos de amigos en el siglo XIX, en especial la música de cámara de Schubert. Schubert Pienso en el ambiente alegre que se respira escuchando el hermoso quinteto "Die Forelle" y empiezo a comprender que la magia está creando, desde hace menos tiempo, un espacio parecido, una sensación de creación en los espacios pequeños que nuestra sociedad debería poder entender, para disfrutarla más. Es curioso pensar que, en el siglo XIX, el primer compositor que vivió exclusivamente de su arte sin depender económicamente de un mecenazgo, es decir, Schubert, tuvo muchos problemas a causa de la magia, que en Viena tenía un gran auge en ese momento en la figura de Hofzinser. Hofzinser Schubert tuvo que cancelar el proyecto de celebrar conciertos en la ciudad cuando coincidían con espectáculos de Hofzinser, ya que la sociedad vienesa prefería asistir a las representaciones mágicas. Sin embargo, actualmente las cosas son bien distintas , y el reconocimiento de la música como un arte ha repercutido en la organización educativa de los estados, de forma que dentro del campo musical son más los profesionales de la música que emprenden una carrera en el campo de la pedagogía que en el de la interpretación. Esto aún no sucede en el campo de la magia, ya que aún su condición de arte no está suficientemente reconocida. El empeño y la dedicación a su arte de

dedicar la mayoría de las horas del día a otras cuestiones. Los esfuerzos de estos artistas por encontrar un reconocimiento de su disciplina en el ámbito humanístico me han llevado a escribir este artículo, como muestra de mi admiración y respeto profesional a todos ellos, porque comprendo y comparto sus dificultades. Entiendo que la persona que quiera dedicarse a su arte, debería tener un apoyo en la sociedad para conseguirlo, y, en este contexto, existen diferencias entre las diferentes artes, siendo la música, en este caso, una privilegiada, como la literatura o la pintura, por tener la opción pedagógica como salida profesional. Las jornadas de Cartomagia del Escorial se dedicarán este año a la magia y la Performance, todo un símbolo de la sana y rápida evolución que está experimentando este arte, uno de los más desconocidos y más sorprendentes de nuestra cultura.-

Notas 1) Las imágenes que acompañan el texto corresponden al compositor FRANZ SCHUBERT (17971827) y a nuestro JOHANN NEPOMUK HOFZINSER (1806-1875). 2) En uno de los correos electrónicos, la autora realizó algunas fe de erratas. En primer lugar, señaló que las Jornadas de El Escorial en realidad fueron dedicadas, en uno de sus temas, a la Dramatización de la magia y no a la ‘performance’ como ella dijo, En segundo lugar, y mal que nos pese a los amantes de la magia, señaló que Schubert no pudo haber sentido preocupación por las actuaciones de Hofzinser, y mucho menos cancelar funciones, “porque Hofzinser comenzó a trabajar en la Viena de los años 30 y Schubert murió en el año 27”. Pero claro, digámos esto en voz baja, como para no desanimarnos tan abruptamente. 3) Me parece muy oportuno, por último, transcribir aquí ciertos datos de Elisa. En el sitio donde originalmente fue publicado “Música e Ilusionismo” puede leerse su Currículum Vitae en la forma más tradicional. Sin embargo, pronto agrega unos párrafos que suavizan, como ella dice, la ‘vanidad de vanidades’ (vanitas vanitatis,omnia vanitas), Subrayo ahora dos de esos párrafos que serán suficientes para notar cuanto amor y pasión tiene por lo que hace. Ese simple aspecto, como suponen, la consolida de inmediato como una gran amiga de Profonde. “No tiene el gran artista ni un concepto que un mármol sólo en sí no circunscriba en su exceso, mas sólo a tal arriba la mano que obedece al intelecto" Miguel Ángel Buonarotti.

“Mi vida como músico comenzó en Zamora en un modesto coro de parroquia, germinado a partir de mi propia familia, en 1985. Allí vuelvo actualmente, en cuanto tengo tiempo, para reencontrarme con la música de Victoria, Bach, Palestrina y esa sensación de hacer música entre verdaderos amigos, con un nivel de aficionado mucho más que aceptable.

“El Conservatorio me dio muchas ideas, a base de un sistema sin normas estrictas, en el que se me permitió elegir repertorios y responsabilizarme del camino elegido. Ello tuvo sus luces y sombras. Posteriormente, Lidia Stratulat tuvo que trabajar muy duro para limar las asperezas de esta formación un tanto desordenada y poco sistemática. Como pianista, a ella le debo todo”. “Un nuevo golpe de suerte me llevó hacia ese grandísimo músico y persona que es Justus Zeyen. A partir del semestre de verano, mis horizontes se abrirán de nuevo en su aula, donde aprenderé acompañamiento de lieder y música de cámara. Allí, en Alemania, intentaré también encontrar fuentes documentales que me orienten sobre una posible tesis doctoral, porque actualmente estoy perdida en un mar de posibilidades de investigación fascinante, pero aún indeterminado”. (...) “Mi paso por la Universidad fue enormemente clarificador, y quiero romper una lanza en favor de la ciencia musicológica, criticada por tantos músicos de árida y fría, apartada de la vivencia artística que se asocia con los intérpretes: entiendo que unas líneas sobre la comprensión de la obra, su estructura, el contexto y el proceso de creación, interpretación, recepción y repercusión de la obra de arte, escritas por un musicólogo verdadero, son una creación artística mucho más valiosa que una mediocre y acientífica interpretación al piano. Por ello, cuando cito los conocidos versos de Miguel Ángel sobre la mano y el intelecto, que podemos interpretar como la artesanía y la ciencia, la plasmación de la idea y la idea misma, quiero expresar que mi búsqueda humana, como persona y músico, trata de conjugar el poder interpretar al piano artísticamente, plasmando valiosas ideas intelectuales, y poder razonar y explicar la música como articulista, sin perder, andando por los derroteros científicos, esa parte de misterio, un tanto inasible, que caracteriza al arte”. Fuente: www.filomusica.com

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