Profetas Menores Estudio Historico Biografico

INSTITUTO DE CAPACITACIÓN TEOLOGICA “EL SALVADOR” LA BARRACA MARACAY EDO ARAGUA PROFETAS MENORES Análisis por el Método

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INSTITUTO DE CAPACITACIÓN TEOLOGICA “EL SALVADOR” LA BARRACA MARACAY EDO ARAGUA

PROFETAS MENORES Análisis por el Método Histórico-Biográfico

ALUMNO: JOSE MARCHENA PROFESOR: Moisés Bolívar FECHA: Octubre de 2012.

Introducción Desde el Patriarca Moisés hasta la época Jesús con los apóstoles, el Espíritu de Dios consagró a hombres llamados Profetas, pero en un lapso de posiblemente cuatrocientos años escogió a dieciséis para revelar sus mensajes por escrito, sección de nuestra Biblia que la septuaginta llamó Libros Proféticos del Antiguo Testamento. Este período comenzó aproximadamente ochocientos años antes de Cristo y terminó cuatrocientos años antes de que Él fuera manifestado en carne. Sus mensajes al pueblo de Dios apuntaban en principio a su época, pero encerrados en ellos hay muchísima profecía de doble cumplimiento, inclusive grandes eventos que están todavía en el futuro. Además, dejaron lecciones prácticas y espirituales para nuestros tiempos, que santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. Tenemos en el Nuevo Testamento concordancias que refuerzan las profecías antiguo-testamentarias: 1 De Pedro 10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. 2 De Pedro 19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. El presente trabajo se fundamenta en un estudio histórico biográfico, que en ocasiones se amplía hacia el método teológico, de los llamados Profetas menores. Se basa en los datos aportados por la Santa Biblia de Referencia Thompson citada como Thompson, La Biblia Anotada de scofield citada como Scofield y el Diccionario Biblico Nelson citado como Nelson, todos sobre la base de la versión 1960 de la Biblia Reina Valera.

Desarrollo del Contenido PROFETA OSEAS Según la Santa Biblia de Referencia Thompson, su autor es Oseas hijo de Beeri, contemporáneo de Isaías y Miqueas, ministrando su mensaje en el Reino del Norte. Se piensa que era oriundo de este reino, dándole un peso especifico a su profecía de primer orden, por conocer todos sus entre lingues. Esposo de un mujer infiel, cuestión que la alta critica pone en duda, pero que de ser cierto lo capacitó para describir el adulterio espiritual (apostasía) de Israel, manejado con una narrativa de lenguaje profundamente abrupto, metafórico y figurado, hace pensar también que lo de su esposa en lenguaje alegórico. La Biblia Anotada de scofield, lo ubica en el año 750 hasta el 718 antes de Cristo, después del primer cautiverio del reino del Norte, que fue realizado por los asirios (2 de Reyes 15:29). Su tema es la esposa adultera y repudiada que reincide en su conducta oprobiosa, finalmente purificada y restaurada, divide el libro en: la esposa deshonrada, el pueblo pecador, la bendición luego de su arrepentimiento y gloria finales. En síntesis Dios usa la familia de Oseas para ilustrar su relación con el pueblo de Israel. Cuando ordena que Oseas se case con una mujer adultera, estaba diciendo que el pueblo le había sido infiel. A través de este profeta Dios culpa al pueblo de varios pecados y asegura que sufrirán castigo. Cuando Dios ordena que Oseas se reconcilie con su esposa, lo hace para anunciar que llegara el día de la reconciliación de Israel. PROFETA JOEL Su nombre significa “Jehová es Dios”, Profeta de Judá hijo de Petuel, señala Scofield que ejerció su ministerio durante el reinado de Joás (2 Cronicas 22:24), contemporáneo de Eliseo, muy probablemente conoció al Profeta Elías. Ejerció su ministerio por los años 825 al 815, quizás hasta el 800 antes de Cristo, revelando el llamado “Día de Jehová” con las plagas que profetizó como una señal del castigo divino o juicio para los gentiles y bendición para Israel. Señala Thompson que escribe con elegancia y enérgicamente, sobre el arrepentimiento nacional y sus bendiciones, luego de una sequía prolongada y las plagas de langostas que anunciaban las invasiones venideras de los enemigos de Judá. Como profecía de doble cumplimiento es considerado el derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne, primero manifestado en los Hechos de los Apóstoles y también anunciando un gran avivamiento para estos tiempos. Según el Diccionario Nelson, el libro de Joel se divide en dos partes bien definidas. El criterio básico de la división es la mención del Día de Jehová, tomándose este día como algo que ya ocurrió, mientras que en la segunda parte se trata de algo futuro o escatológico. La primera parte (1.1–2.27) describe una plaga de langostas e interpreta su significado. La imagen de las langostas parece referirse a un ejército extranjero invasor. Luego describe con realismo la manga que avanza primero sobre el campo (1.2–12) y después contra la ciudad (2.1–11), destruyéndolo todo, hasta que no queda ni con que hacer las ofrendas rituales (1.8–10). Joel interpreta esta señal como un llamado al arrepentimiento (1.13, 14) en vista del Día de Jehová que se aproxima (1.15; 2.12–17) y que será terrible (2.16–20). Si el pueblo se

arrepiente, ayuna y ora, Dios no desoirá su clamor, e arrepentirá (es decir, no persistirá en destruir) y hará volver la prosperidad (2.18–25). La segunda parte (2.28–3.21) tiene un profundo contenido escatológico y apunta al futuro con un encendido lenguaje apocalíptico. Es una visión del porvenir, que describe: un derramamiento intenso del Espíritu sobre todo el pueblo (2:28–32), y la destrucción de los enemigos de Israel que es descrita en colores apocalípticos, y la restauración del pueblo de Dios (3:1–21). En vista de que la primera parte parece describir un hecho histórico concreto y la segunda es una profecía del fin, algunos críticos han concluido que se trata de dos porciones, correspondientes a distintos autores y épocas. Pero eruditos mas recientes han afirmado la unidad del libro. PROFETA AMOS Señala Scofield que siendo un Profeta de Judá, ejerció su ministerio en el reino del Norte, entre los años 776 y 763 antes de Cristo, durante el reinado de Jeroboam II Uzías en Judá según Thompson, gobernante capaz pero idolatra, que condujo el reino a la supremacía de su poder. No se ajustaba para su momento la profecía de Amos, cuyo nombre significa “carga”, pero 50 años más tarde vendría juicio de Jehová sobre el reino del norte, que alcanzaría también a Judá. Amós vivió en el mismo período que Oseas pero el mensaje suyo era otro, enfocado en la dispersión y restauración de Israel o gloria futura del reino davídico. Amos no ve a Israel como una esposa infiel, sino como una nación entre muchas, 9.7. Amós muestra en lenguaje pintoresco, metafórico pero impactante según Thompson, que todas las naciones son responsables ante Dios y Él las juzgará, 1.3 al 2.16. Si Israel se regocija por este juicio de sus enemigos, su contentamiento sería por poco tiempo, porque el profeta asusta al pueblo al declarar que, por cuanto tenían privilegios especiales, ellos serían juzgados severamente, habiendo pecado contra la luz, 3.1. Los pecados nacionales traen calamidades nacionales y no solamente juicios futuros. Estas aflicciones son “el rugido del león” para despertar la nación al castigo que les espera y llamar al pueblo al arrepentimiento. Aquel arrepentimiento tiene que ser genuino; los ritos huecos no lo pueden aplacar. Este es el mensaje de Amós, revelando la santidad inflexible de Jehová que se aplica universalmente. Pero no adolece de esperanza. A la postre, el Señor revertirá el cautiverio de Israel y ellos no se alejarán más nunca. La imaginería es hermosa: trillos de hierro, 1.3; la altura de los cedros, y fuerte como una encina, 2.9; el león en la selva, 3.4; el ave en lazo, 3.5; dos piernas, una oreja, 3.12; anzuelos de pescador, 4.2; lluvia y sequía; viento solano y oruga, 4.9; labrador y lloro, 5.16. PROFETA ABDIAS Según el diccionario Nelson, es el libro más breve del AT y uno de los más descuidados por la erudición. Presenta múltiples desafíos en lo que respecta a autoría, fecha, lugar/contexto de composición e interpretación. Scofield señala que la evidencia interna lo ubica durante el reinado de la sanguinaria Atalía en el 840 antes de Cristo (2 R 8:16-26) quien usurpó el trono de Judá, siendo el primero que cronológicamente escribió su mensaje y en particular, el primero en referirse a “el día de Jehová”. Prosigue Nelson que se atribuye su autoría a Abdías (nombre que significa “siervo de Jehová”), pero no hay información adicional que permita

determinar si se trata de un nombre propio o de un término descriptivo (por ejemplo “visión de un siervo de Jehová”). Según Nelson también se ha sugerido que se escribió durante el reinado de Joram en el reino del norte (848–841 a.C.) fecha paralela a la de Scofield, cuando los filisteos y los árabes saquearon a Jerusalén (2 Cr 21.16, 17; Jl 3.3 –6 ; Am 1.6 ). También añade Nelson que en aquel tiempo los idumeos eran enemigos acérrimos de Judá ( 2 R 8.20–22 ; 2 Cr 21.8–10), lo que bien pudo deberse, como dicen los vv. 10–14, a la rivalidad de Esaú y Jacob. Trata fundamentalmente de la humillación de Edom, el colmo de su pecado, su juicio futuro en el día de Jehová y la inclusión de Edom en el reino futuro(Nm 24:17-19). PROFETA JONAS Señala la Biblia Reina–Valera RV1960 su nacimiento en Gat-hefer tribu de Zabulón, ubicando su ministerio en Israel bajo el reinado de Jeroboam II para el año 785 antes de Cristo según Scofield. Hijo de Amitai, se resistió y trato de huir a Tarsis de la comisión dada por Dios. También comenta que Josefo lo acepta como un hecho histórico, ridiculizada como un mito por los incrédulos y como leyenda o parábola por algunos eruditos Citado por el Señor Jesucristo en Mateo 12:39-41, testifica su carácter histórico y un tipo de Cristo en los tres días que permaneció en el seol. Su permanencia en el gran pez, donde no había posibilidad alguna de sobrevivir, su expulsión de las fauces del mismo luego de tres días, para que cumpliera con la misión encomendada por el Padre, hace alegoría de la futura muerte y resurrección de Cristo, para sellar el pacto de la Gracia. Ambos eventos señala Scofield son operaciones milagrosas totalmente creíbles, mas aun tratándose de un israelita fanático que se resistía a ir a predicarle a este pueblo gentil, que al parecer le había matado a su madre, cuando en fecha anterior los asirios habían sitiado al reino del norte, enojándose muchísimo cuando el Señor los perdonó. Al final el Señor lo confronta por querer escapar del deber y en lo que respecta a su soberanía y su autoridad para propiciar la salvación, de quienes Jonás consideraba sin meritos para tales efectos, situación esta que se repetía en los judíos, que siendo el remanente fiel que dios escogió para dar su palabra y al Mesías, se encerraron en su patriotismo egoísta y fanatismo religioso. Han pagado esta factura con la dispersión mundial y sometimiento a los pueblos gentiles, quienes también le han dado lo suyo, sin embargo el poder de Dios los ha preservado y tienen la promesa de la dispensación del reino milenial o cumplimiento del pacto palestino, de restauración final de todo Israel. PROFETA MIQUEAS La Biblia Reina Valera RV1960 lo ubica en Moreset al oeste de Hebrón en el reino de Judá, ejerciendo su ministerio en el año 701 antes de Cristo, siendo a su vez contemporáneo de Isaías, de Amos y de Oseas, aunque nada sabemos de sus posibles relaciones según Nelson. Su vigorosa personalidad (3.8) se asemeja a la de Amos. Como otros profetas, según Nelson, condeno la injusticia social en Samaria y en Jerusalén. Estos abusos indignaban intensamente al profeta, posiblemente por descender el de una humilde familia campesina. Es sobre todo un profeta de juicio apareciendo el Señor como el juez universal y dirigiendo sus sermones

principalmente contra Jerusalén, por lo que probablemente predicó poco tiempo contra Samaria. Vivió bajo los reinados de Jotam, Acaz y Ezequias, paralelos de Pekaia, Peka y Oseas en Israel. Su nombre significa “lo que es como Jehová” según Thompson y profetiza sobre juicios venideros, condena a los ricos por explotar a los pobres, promesas de liberación, exhortaciones y necesidad de confesar pecados nacionales y promesas de restauración. Profetiza sobre el lugar de nacimiento, rechazo y obra del Mesías, la labor del remanente fiel, la restauración del reino davídico. PROFETA NAHUM Según Nelson, breve libro profético del Antiguo Testamento que predice la destrucción de Asiria y su capital, Nínive. Scofield lo ubica en el reinado de Ezequías rey de Judá, territorio de Elcos, ejerciendo su ministerio en el año 635 al 620 antes de Cristo. Asimismo señala que su enfoque es que la santidad de Jehová tiene que tratar el pecado con juicio, aun cuando Nahum significa compasivo, lleno de consolación según Thompson. Parece una continuación de Jonás, puesto que narra sobre el retorno de los asirios a sus viejas prácticas pecaminosas, como la idolatría y las perversiones sexuales, sus técnicas horrendas de castigo y muerte aplicadas a sus enemigos y pueblo en general. Sus prácticas homosexuales se distinguen sobretodo en la sucesión del trono, puesto que casi siempre eran hijos adoptivos quienes heredaban el reino. Nahum predice la ruina completa de Asiria, el poder invencible de Jehová, mostrado sobretodo cuando Senaquerib es obligado a retroceder del sitio que tenía sometido a Judá, por el mismísimo Ángel de Jehová en libro de los reyes de Israel. Jehová después de ofrecer su misericordia cuando Jonás les predicó, ahora arremete más de cien años después, contra este pueblo impúdico entregado al pecado. PROFETA HABACUC (el que abraza) Scofield ubica su ministerio en los últimos años de Josías, 620 al 609 antes de Cristo. Predicó bajo el exilio babilónico según Thompson, revelándosele el carácter de Jehová en su más elevada espiritualidad conforme lo señala Scofield. Se ubica en vísperas del cautiverio, y se caracterizaba su mensaje para que se vindique la santidad de Jehová, sobre el hecho mismo de eximir al pueblo del juicio de Dios, escribiendo sobre el testimonio de Jehová, opuesto totalmente por supuesto al panteísmo e idolatría del pueblo. Se hace notar la voluntad permisiva de Jehová al permitir el castigo o el sufrimiento humano, y su deleite en la misericordia al ofrecer promesas de restauración, en muchos casos de manera incondicional. Los capítulos 1 y 2 registran el diálogo, y el capítulo 3 es una oración al estilo de un salmo. Es un documento de última hora, y puede infundir confianza aun en nuestros tiempos. Se cita tres veces en el Nuevo Testamento la proclama del 2.4: “El justo por su fe vivirá”. Habacuc consiste de tres discursos analizados por Nelson. Hab(1.1–11): En el primer discurso el profeta presenta una queja contra la injusticia que impera en su pueblo y Dios responde con la promesa de juicio

inminente. El profeta queda sorprendido, sin embargo, cuando entiende que será Babilonia, capital del impío Imperio Caldeo, el instrumento de juicio. Hab (1.12–2.20): El segundo discurso contiene la oración de Habacuc con sus preguntas respecto a la justicia de Dios (1.12–17), instrucciones de Dios para el profeta (2.1–3), y una doble respuesta de Dios en cuanto a la responsabilidad del justo (2.4–5) y el juicio que padecerá Babilonia (2.6–20). Esta última sección presenta la canción de los cinco ayees contra la antigua potencia (2.16–19). Hab(cap. 3): El último discurso de la obra, que se presenta en forma de salmo, incluye una oración de Habacuc pidiendo misericordia (3.1–2), una reflexión sobre el poder de Dios para librar del mal (3.1–15), y una afirmación de la confianza que Habacuc deposita en su Dios a pesar de las circunstancias (3.16–19). Varios autores consideran que este himno se compuso después que el resto del libro, pero desde el punto de vista narrativo es parte integral de Habacuc. PROFETA SOFONÍAS HIJO DE CUSI Descendiente del Rey Ezequías, Scofield lo ubica contemporáneo a Jeremías, ejerciendo su ministerio durante el reinado de Josías en Judá, tiempo de avivamiento (2 R 22) debido a que este rey había retomado la liturgia y sacrificios de la ley mosaíca, en desuso por más de 400 años. Señala Thompson que estaba asociado en su ministerio con la Profetiza Hulda y Jeremías en la iniciación de la reforma del reino con un remanente fiel preservado por el Señor. Sin embargo el cautiverio era inminente por los pecados del pueblo, y esta situación moral había despertado la ira de Jehová. Su mensaje sobre el “Dia De Jehová” es una promesa de doble cumplimiento, que se cumple con el juicio por el cautiverio y que vendrá para el establecimiento del reino, cuando será en fin del tiempo de los gentiles, dando inicio a la restauración final de Israel. En el capítulo 1 él habla de un juicio universal, cuando las fuerzas de la naturaleza serán afectadas. En el capítulo 2 habla de juicio sobre las naciones, cuando el pagano será afectado. En el capítulo 3 habla de un juicio sobre Jerusalén, cuando todo Judá será afectado. No obstante, la nación será restaurada y Jehová tendrá gozo en ella de nuevo. PROFETA HAGEO (Festival o mi fiesta según Nelson) Contemporáneo de Zacarías, el llamado Profeta del templo ejerce su ministerio para el año 520 antes de Cristo, como profeta del remanente fiel después del exilio babilónico, conforme lo señala Scofield, circunstancias que son presentadas en los libros de Nehemías y Esdras. Prosigue Scofield señalando a Hageo, Zacarías y Malaquías como encargados de animar, reprender e instruir, al débil y dividido remanente fiel de la nación judía que retornó con Zorobabel, que estaban más dedicados a restaurar sus casas que el propio templo. El libro consta básicamente de cuatro mensajes: Primer mensaje (1.1–11): Reprensión por haber olvidado y descuidado la reconstrucción de la casa de Dios, mientras cada cual buscaba su propia comodidad (1.12–15 relata la respuesta positiva a este mensaje). Segundo mensaje (2.1–9): Promesas relacionadas con la grandeza futura de la casa de Jehová.

Tercer mensaje (2.10–19): Llamamiento a la meditación para recordar el día en que se puso el nuevo cimiento. Cuarto mensaje (2.20–23) .Promesa de protección y bendición especial a Zorobabel. Según Nelson, Hageo apremio al pueblo a considerar la reconstrucción del templo como asunto de suma importancia. Con eso estaba ensenando que la adoración verdadera es una cuestión de primer orden. El templo de Jerusalén, una vez reconstruido, volvería ser de cimera importancia como lugar de adoración y sacrificios. Siglos más tarde, al morir Jesús, el velo del templo se rasgo en dos (Lc 23.45), lo que marcaba el hecho de que Cristo se había entregado como sacrificio eterno a nuestro favor. PROFETA ZACARÍAS Señala Nelson que es el Libro del Antiguo Testamento que describe la futura gloria del Mesías. Muchos eruditos describen a Zacarías como el mas mesiánico de todos los libros del Antiguo Testamento porque contiene ocho referencias claras al Mesías en sus breves catorce capítulos. Su ministerio se ubica en el 520 antes de Cristo, hijo de Berequías, de linaje sacerdotal, era del remanente fiel que regreso después de los setenta años de cautiverio. Presenta una profecía abstracta, que luego el mismo descifra, presentando los dos advenimientos de Cristo y los detalles de la restauración final de Israel en el reino milenial. Describe Nelson, que en la primera sección, Zacarías se presenta como profeta de Dios y llama al pueblo a arrepentirse y apartarse de sus malos caminos. Parte de su pecado era no haber terminado la reconstrucción del templo. En una serie de ocho simbólicas visiones nocturna que tuvo el profeta (1.7-6.8), Zacarías alienta al pueblo a terminar su importante tarea. A estas visiones sigue la escena de una coronación (6.9–15), en la cual un sumo sacerdote llamado Josué es coronado sacerdote y rey, símbolo del Mesías que habrá de venir. Esta es considerada una de las profecías mesiánicas clásicas del Antiguo Testamento. Los caps. 7--8 continúan otro importante elemento de la esperanza mesiánica: Aquel que ha de venir reinara con justicia en Sion, la ciudad de Jerusalén (8.3, 15–16). La segunda parte importante del libro de Zacarías, que abarca los caps. 9--14, contiene las promesas de Dios para la nueva era que vendrá. El cap. 9 tiene una sorprendente descripción de la forma en que el Mesías entrara en Jerusalén: “Tu rey vendrá a ti, justo y cabalgando sobre un pollino hijo de asna” (9.9). Fueron las palabras que utilizaron Mateo y Juan para describir la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén más de quinientos años después de que Zacarías hizo esta sorprendente predicción (Mt 21.5; Jn 12.15). Otra promesa para el futuro que hallamos en esta sección incluye la restauración de Israel (cap. 10) y la liberación de Jerusalén de sus enemigos (cap. 12), así como su purificación como ciudad santa (cap. 13). Como el libro de Apocalipsis, Zacarías cierra con el tema del reino universal de Dios. Todas las naciones irán a adorarlo cuando El extienda su dominio sobre todo el mundo (cap. 14). PROFETA MALAQUÍAS (Mi mensajero) Ejerce su ministerio desde el 450 ó 435 al 420 antes de Cristo aproximadamente, siendo el último de los profetas del remanente fiel que regresó del exilio babilónico, según Scofield.

También contempla los dos advenimientos del Mesías, de Juan el Bautista, El profeta Elías en el día de Jehová, el juicio moral de Dios contra el remanente restaurado cuando Nehemías y Esdras, porque Jehová percibía su adoración como formalista e insincera. En este sentido, señala Nelson, el libro de Malaquías está dirigido a la nación de Judá casi cien años después de su regreso del cautiverio en Babilonia. Al principio la gente había tenido entusiasmo en cuanto a la reconstrucción de Jerusalén y el templo y la restauración del culto. Pero ese entusiasmo había comenzado a desvanecerse. Empezaron a dudar del amor de Dios hacia el pueblo escogido. Este ya no vacilaba en sacrificar animales con defectos ni en retener sus diezmos y ofrendas. Malaquías es un llamado a una adoración genuina y sincera. Israel necesitaba que se le recordaran estas verdades en momentos como aquellos en que la duda generalizada había causado desanimo en cuanto a la expectativa de la llegada del Mesías. Nelson señala que Malaquías nos deja con la impresión de que la historia no ha terminado, que la promesa de Dios se cumplirá un día. Es bien interesante que el Antiguo Testamento concluya con la profecía del Mesías y su mensajero, y que después de cuatrocientos largos años de silencio, el Nuevo Testamento comience con el cumplimiento de esa profecía.

Conclusión La reflexión natural sobre este estudio es que desconocemos los eventos del porvenir, y nos llama poderosamente la atención que alguien sea dotado por Dios de un talento o don, o ministerio, que el mismísimo Señor ponga en operación en esa persona, cuando considere necesario exhortar, prevenir, ordenar o edificar a su pueblo. Es comprensible perfectamente que el Señor juega siempre limpio y que sencillamente nos advierte su voluntad, para que no nos sorprendamos cuando sucedan los acontecimientos. Aquí entran también en operación los atributos de Dios que lo distinguen como un ser misericordioso, piadoso, eterno, poderoso y sobre todo con un profundo amor por el pecador, aun cuando es claro que aborrece el pecado. Por eso fue que tuvo el cuidado en dejarnos revelado en las escrituras, su ley moral, sus lecciones prácticas y espirituales, para que lleváramos una vida conforme a su santidad y voluntad, que nos permitiera de igual manera, después de este breve tránsito por la tierra, volver a su presencia también eternamente. Sin embargo esto no ha sido suficiente, y mucha gente no va a llegar a Dios, aun cuando diseñó un plan de salvación, que no se fundamentaba en las obras y que por demás ya Él prácticamente puso en el pacto de la Gracia, todo lo que le correspondía sin ninguna limitación. Fuera de que ya, insistimos en eso, nos dejó su palabra revelada, mas todas las manifestaciones de la creación suya, que todos los días disfrutamos, y que en muchos casos ni siquiera las gracias recibe, aun cuando no lo hizo para eso.

Bibliografía Biblia Anotada de Scofield 1909 sobre la revisión Reina Valera 1960, Sociedades Bíblicas Unidas Santa Biblia de Referencia Thompson Diccionario Nelson.