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PRENSA SATÍRICA EN LA BIBLIOTECA DEL MUSEO DEL ROMANTICISMO LA PRENSA SATÍRICA EN ESPAÑA Tras la Revolución conocida c

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PRENSA SATÍRICA EN LA BIBLIOTECA DEL MUSEO DEL ROMANTICISMO

LA PRENSA SATÍRICA EN ESPAÑA Tras la Revolución conocida como “La Gloriosa” en 1868 que destronó a Isabel II, hasta la Restauración borbónica en 1874, se abrió un periodo de seis años conocido como el Sexenio Democrático. Durante ese tiempo convulso se produjo en España un florecimiento del humor gráfico, medio de expresión estrechamente ligado al periodismo. El decreto de libertad de imprenta emitido en octubre de 1868 y confirmado en la Constitución de 1869, originó un notable incremento de la prensa, llegando a publicarse más de seiscientos periódicos, algunos de ellos con una vida muy corta. A esta situación se unieron avances en las técnicas de impresión, la reducción de los derechos de timbre y abaratamiento de costes en la fabricación de papel.

Muchas de estas publicaciones incluyeron caricaturas de contenido político, siendo una importante herramienta de propaganda y concienciación en la prensa más combativa y exaltada, ya que los políticos se fueron haciendo cada vez más conocidos para el público de entornos urbanos. La biblioteca histórica del Museo del Romanticismo cuenta con interesantes ejemplos de periódicos ilustrados de ese momento. Los años del Sexenio Democrático, en los que se fueron sucediendo distintas formas de sistemas políticos, fueron un periodo de esperanza para amplios sectores de la población, que vieron frustradas sus expectativas. Esa sensación de desencanto aparece reflejada en el humor gráfico del momento, con su crítica ácida a la situación política. Las gacetas que contaron con ilustraciones satíricas tuvieron gran éxito y evidenciaron la efectividad de la caricatura, con un lenguaje más asequible para un público que en muchas ocasiones contaba con escasa comprensión lectora [Figura 1].

Figura 1

Otras herramientas para captar lectores fueron el regalo o venta junto con el periódico de almanaques, mapas, barajas, fotografías de políticos, etc. [Figura 2]

Figura 2

PRIMEROS EJEMPLARES Ya durante el final del reinado de Isabel II aparecieron algunos ejemplos destacados de este tipo de publicaciones, como es el caso del periódico madrileño Gil Blas donde colaboraba Francisco Ortego (1833-1881), uno de los dibujantes satíricos más mordaces y prolíficos del momento. La popularidad de este artista entre sus lectores debió ser muy grande, prueba de ello son dos de las revistas en las que trabajó, Jeremías y El pájaro rojo, que anunciaban como reclamo en su portada las caricaturas de este ilustrador, todo un referente en la prensa madrileña de aquel momento.

Jeremías, dirigido por Juan Martínez Villergas y de tendencia republicana, fue un periódico satírico editado en Madrid que tuvo dos épocas, la primera en 1866, muy breve ya que muy pronto fue suspendido por el gobierno y una segunda época, que comenzó el 1 de enero de 1869 y que tuvo una duración de un año y medio. Como era habitual en la prensa del momento, constaba de cuatro páginas e incluía una litografía en la portada. En su primer número se presentó con un dibujo de Ortego [Figura 3] que muestra a los miembros del Gobierno provisional caracterizados como ranas pidiendo un rey.

Figura 3

El posicionamiento político de este periódico queda claro contemplando alguna de sus portadas, que aluden al apoyo del Gobierno provisional a la monarquía y a los distintos candidatos al trono español. En el número 6 de esta gaceta [Figura 4], vemos una ilustración de Ortego con una personificación de la República, representada como una joven matrona tocada con gorro frigio, contemplando a los miembros del gobierno adorando a un espantapájaros caracterizado como rey, mientras al otro lado de los Pirineos, el embajador en París en aquellos momentos, Salustiano Olózaga, que realizó maniobras diplomáticas para la búsqueda de candidatos al trono, agita un incensario.

Figura 4

Muy similar a Jeremías fue El pájaro rojo. Periódico democrático, ya que ambos, nacidos al calor de la libertad de imprenta, tenían el mismo formato y la misma tendencia política. En el número 20 de El pájaro rojo [Figura 5] aparece una enorme careta carnavalesca en la que se lee “Programa de Cádiz”, aludiendo a la sublevación gaditana en donde nació “La Gloriosa”. Ocultos bajo la máscara, aparecen los distintos ministros y personajes de la política portando sacas de dinero o comiendo y chupando de un enorme caldero donde pone “Presupuestos.” Al otro lado, se representa al pueblo, clamando por lo que le corresponde.

Figura 5

En otra ilustración de este periódico [Figura 6] vemos al nuevo candidato carlista, Carlos María de Borbón y Austria-Este, Carlos VII, entonces apodado como “el Terso”, recibiendo por parte de altas dignidades eclesiásticas la corona de España, ante la mirada de otros sacerdotes. Una alegoría de la Iglesia se tapa los ojos, abatida, mientras yacen inertes unos personajes en el suelo. Las medidas que tomó el Gobierno provisional con respecto a la separación Iglesia y Estado o la libertad de cultos, fueron motivo de preocupación en sectores tradicionalistas, pasando muchos a abrazar la causa carlista.

Figura 6

LA FLACA Pero sin lugar a dudas la publicación con la que se alcanza la cima de esta prensa políticosatírica es con la revista La Flaca, también de orientación republicana federal, editada en Barcelona a partir de marzo de 1869 y que permanecerá en los kioscos, en ocasiones cambiando de título por problemas con la justicia, hasta 1876. Esta revista fue la primera en España en emplear el color mediante el uso de cuatricromía en litografías estampadas a doble página [Figura 7]. La apuesta por el contenido gráfico es decisiva, sirviendo de modelo para otras publicaciones posteriores como La Mosca, El loro, El charlatán, etc. Destaca tanto por la calidad técnica de las estampaciones y del papel, como por el sobresaliente nivel artístico y el sarcasmo de las excelentes caricaturas, en las que se ridiculizaba a la clase política, los candidatos al trono, el clero, periodistas, incluso a los protagonistas del panorama internacional.

Figura 7

Aunque las ilustraciones eran en su mayoría anónimas, los investigadores consideran al barcelonés Tomás Padró (1840-1877) como el principal dibujante de la revista, firmando en ocasiones con A. º W. º como seudónimo. Padró, que además fue un destacado ilustrador de otro tipo de publicaciones como El Museo Universal o La Ilustración Española y Americana, está considerado como uno de los mejores humoristas gráficos que ha habido en España y a pesar de su temprana muerte, dejó una profunda huella en ilustradores satíricos posteriores. La figura de Padró a veces ha eclipsado a otros dibujantes que trabajaron para La Flaca y que no están convenientemente estudiados. Sirva de ejemplo Una familia modelo [Figura 8] firmada por DP, que tal vez podrían ser las iniciales del artista Daniel Perea (1834-1909). En esta litografía publicada en el número 35 (20 de febrero de 1870), vemos a diferentes miembros de la familia Borbón enzarzados en una pelea: presididos por retratos de Fernando VII luchando contra su padre y su hermano, aparecen Isabel II, su cuñado el duque de Montpensier, que es tirado de los pelos por el ex-rey consorte Francisco de Asís. Luisa Fernanda propina abanicazos a Enrique de Borbón, que poco después de la publicación de esta imagen moriría a causa de los disparos que recibió en un duelo contra su primo el duque de Montpensier. También participan en la reyerta el pretendiente carlista Carlos VII, la infanta Isabel “la Chata”, e incluso el futuro Alfonso XII, que pelea contra el siguiente miembro de la dinastía carlista, montado en un andador de bebés pero ya luciendo boina roja.

Figura 8

Otra inicial que figura es JL, que algunos estudiosos han querido identificar con el destacado ilustrador José Luis Pellicer (1842-1901). Aparece esta firma en el número 26 (14 de diciembre de 1869), con una caricatura de Napoleón III [Figura 9].

Figura 9

Los temas que se abordaron en la revista fueron muy variados y tratados con gran ironía. La cuestión monárquica fue un asunto muy utilizado en las mordaces ilustraciones de la revista, ya en el primer número (27 de marzo de 1869) de La Flaca, aparecen los héroes de “La Gloriosa”, Prim, Serrano y Topete subastando la corona ante una serie de personajes que pujan, y donde se distingue entre otros al duque de Montepensier, candidato al trono, o a Isabel II que aúpa a su hijo Alfonso junto a un miembro del clero [Figura 10].

Figura 10

Con motivo de las fiestas navideñas se publicó en el número 28 (31 de diciembre de 1869) ¡Que se remata! ¡Que se remata!, aludiendo las prebendas que otorgaba el gobierno a sus allegados [Figura 11]. En un puesto aparece Prim tocado con un catite repartiendo el “turrón”: subsecretarías, entorchados, embajadas, etc. Le ayudan Ruiz Zorrilla con sombrero de cocinero, Cristino Martos y Figuerola. Serrano está representado al fondo, inmóvil, como una figurita de mazapán.

Figura 11 Las ilustraciones a doble página eran otra seña de identidad de esta revista, sirva de ejemplo la aparecida en el número 8, La procesión va por dentro (6 de junio de 1869) [Figura 12]. Una característica del humor gráfico español frente a las caricaturas francesas de aquellos años fue la incursión de temas religiosos en la sátira política. Así, en esta procesión paródica del Corpus aparece en primer lugar el regente general Serrano arrastrando a un escuálido león que simboliza España. Detrás bailan cabezudos, donde se distingue a Sagasta, Ruiz Zorrilla, etc., seguidos de los gigantes, representados por el duque de Montpensier ataviado como rey, pues era el candidato al trono por parte de la Unión Liberal y una matrona romana tocada por el gorro frigio que encarna a la República. A continuación montado en un burro vemos a Laureano Figuerola tocando unos timbales que aluden a cuestiones económicas de su gestión como ministro de Hacienda. Detrás vemos una alegoría de España, soportando la cruz de guía y a Juan Prim como un romano armado. Le siguen diversos políticos, destacando Olózaga vestido

con pieles de carnero. Más al fondo desfilan los partidarios de los Borbones portando un estandarte con el retrato de la destronada Isabel II, que luce un pecho descubierto en alusión a su escandalosa vida privada. Son seguidos por los carlistas, con unos penitentes que portan el retrato de Carlos VII en una enseña. Cierra la procesión un trono vacío, raído y roto que es sahumado con un incensario por el marqués de Santa Ana, director del periódico de más tirada en España en aquel momento, La correspondencia de España. Por último, el pueblo es masacrado para reprimir sus protestas.

Figura 12

Como se puede ver a través de esta pequeña selección de páginas de periódicos que se conservan en la biblioteca del Museo del Romanticismo, durante el Sexenio Democrático se vivió una auténtica edad de oro del humor gráfico en nuestro país, con ilustraciones de gran calidad que nos siguen sorprendiendo en nuestros días por su ingenio y mordacidad y que ponen de relieve la capacidad comunicativa de la caricatura.

BIBLIOGRAFÍA: BOZAL, V., La ilustración gráfica del siglo XIX en España, Madrid, Comunicación, 1979.

BOZAL, V., El siglo de los caricaturistas. Historia del Arte, n. º 4, Madrid, Historia 16, 1989.

CAPDEVILA, J., “Tomàs Padró a ‘La Flaca’ (1868-74) i l’eclosió de la caricatura a la premsa política”, L'humor gràfic a Barcelona (1841-2016) 175 anys de tradició humorística catalana, Barcelona, Efadós, 2016.

CHECA GODOY, A., “Auge y crisis de la prensa satírica española en el Sexenio Revolucionario (1868-1874)”, El Argonauta Español, en línea desde el 30 de enero de 2016; consultado el 19 de julio de 2018. URL: https://journals.openedition.org/argonauta/2335.

OROBON, M. A., “Humor gráfico y democracia: algunas calas en la caricatura política en el Sexenio Democrático”, Humor y política en el mundo hispánico contemporáneo, PILAR: Université Paris X-Nanterre, 2006. Disponible online: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2779383.

VV.AA., La fuerza del humor, Valladolid, Fundación Joaquín Díaz, 2013.