POSADAS FOLLETO PARA LAS CELEBRACIONES.doc

NAVIDAD 2014 TEMA: VIDA CONSAGRADA “Yo me consagro para que también ELLOS sean consagrados...” (Juan 17, 19). OBJETIVO:

Views 312 Downloads 10 File size 1MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

NAVIDAD 2014 TEMA: VIDA CONSAGRADA “Yo me consagro para que también ELLOS sean consagrados...” (Juan 17, 19). OBJETIVO: Vivir y celebrar los días de preparación y la celebración del misterio de la Navidad en el Seminario, intensificando la reflexión sobre la VIDA como consagración a Dios, de forma que nuestra adhesión al Evangelio sea más consciente y vigorosa, y podamos comunicar al mundo que «la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se

2

consagran a Jesús». Día 16: CRISTO CONSAGRADO DEL PADRE (Posada con Profesores y Trabajadores) NOTA: Después del Rosario, las letanías y la petición de posada, se tiene un momento de oración, para lo que se proponen los siguientes guiones de reflexión según el día correspondiente. Guión de oración para la Posada 1º LECTURA: Lc 4, 16 - 21 Vino a Nazaret, donde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy». 2º Pautas para una breve reflexión. (Cf. Jean Galot: EL CORAZÓN DE CRISTO) En el discurso sobre el pan de vida, en Jn 6, 57, dice Jesús: “Yo vivo del Padre”. Así también la vida del discípulo, del que se dice seguidor de Jesús, ha de ser un continuo decir: “Yo vivo del Padre”. El cristiano ha de vivir con el corazón vuelto al Padre, como Cristo. Así como en Cristo Jesús hay como una obsesión, una idea fija que polariza todos sus pensamientos y sentimientos: el Padre, esa ha de ser la obsesión, la idea fija en el corazón de quien su opción es el seguimiento de Jesús. Si el corazón de Cristo, es ante todo, un corazón de Hijo, así, el corazón de todo creyente ha de ser ante todo, UN CORAZÓN FILIAL, un amante corazón filial. Todo el evangelio de San Juan nos muestra que Jesús vive del amor a su Padre, que ese amor constituye la base de toda la aventura terrestre de su Encarnación,

3

el centro de sus reflexiones y acciones… que por el Padre y para su gloria (la gloria del Padre) Jesús vino al mundo… pues esto es lo que está llamada a ser la vida del creyente: vivir del amor al Padre y que ese amor sea la base de toda la aventura del vivir consagrando su vida a Dios… todo ha de ser por el Padre y para su Gloria. Volvamos a la expresión de Jesús: “Yo vivo del Padre”. La expresión puede tener dos sentidos. Uno: vivir para el Padre… Cristo vive para el Padre, en una entrega total a su causa… esta significación pertenece, sobre todo, al campo psicológico, es decir, el Padre como el fin que Cristo se propone, la persona a cuyo amor consagra sus fuerzas. Habría que preguntarnos qué tanto, a semejanza de Cristo, hacemos que nuestra consagración bautismal o sacerdotal tenga como único fin la persona del Padre, la persona a cuyo amor consagramos enteramente nuestras fuerzas… Dos: “Yo vivo del Padre” quiere decir, también, vivo por su causa, en un sentido más ontológico y biológico. El Padre es el fundamento y el manantial de donde deriva en todo instante la vida de Jesús. Vive en virtud de la vida recibida del Padre… aquí, la perspectiva ontológico-biológica y la perspectiva psicológica se enlazan, no va cada una por su lado… la vida se eleva al nivel del amor, y el amor se hace hondo como la vida… relación vida-amor. Por tanto, así como Jesús vive no sólo por sino también para su Padre, así la vida cristiana, la vida consagrada, se hace no sólo un vivir por Dios, sino que con la misma intensidad ha de ser un vivir para Dios, un para el Padre, que es amor. Para Jesús, vivir del Padre es vivir una existencia humana porque el Padre lo ha querido y ha enviado a su Hijo al mundo…. Vivir del Padre es, pues, recibirse a cada instante de sus manos, en una aceptación integral. Y es asimismo no tener otro objetivo en su vida que el Padre, ni otro ideal que sus deseos… Jesús va del padre al Padre: viene de Él y camina hacia Él… pues este ha de ser el itinerario de toda vida que se diga cristiana, y con más razón la que se dice vida consagrada… 3º Para la oración. PRESIDENTE: Este salmo, escrito después del exilio, en una época en que ya la dinastía de David no estaba en el trono, se refiere directamente al "reyMesías", ¡al reino Mesiánico esperado como "universal' y "eterno"! Sólo Dios puede tener un reino eterno, "que dure tanto como el sol, hasta la consumación de los siglos". Este salmo en su totalidad tiene que ver con Jesús, amigo y

4

protector de los pobres, defensor de los desgraciados, vencedor del mal, que hace "lamer el polvo" a nuestros enemigos: ¡el pecado y la muerte! No hay otro rey como El. ¡Sólo aquel reino, el suyo, el reino del amor sin fronteras, es eterno! "Esta oración por el rey", esta "oración por el reino de Jesús", hay que rehacerla, darle vida hoy. Nosotros tenemos esta misión. No podemos esperar pasivamente: tenemos que trabajar en ello. Y cada uno de nosotros lo puede, aunque su situación sea muy modesta. SALMO 71 PODER REAL DEL MESÍAS ANTÍFONA: Socorrerá el Señor a los hijos del pobre; rescatará sus vidas de la violencia Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre y quebrante al explotador. Que dure tanto como el sol, como la luna, de edad en edad; que baje como lluvia sobre el césped, como llovizna que empapa la tierra. Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. Que en su presencia se inclinen sus rivales; que sus enemigos muerdan el polvo; que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.

5

Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres; él rescatará sus vidas de la violencia, su sangre será preciosa a sus ojos. Que viva y que le traigan el oro de Saba; que recen por él continuamente y lo bendigan todo el día. Que haya trigo abundante en los campos, y susurre en lo alto de los montes; que den fruto como el Líbano, y broten las espigas como hierba del campo. Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas; bendito por siempre su nombre glorioso; que su gloria llene la tierra. ¡Amén, amén! Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo… ANTÍFONA: Socorrerá el Señor a los hijos del pobre; rescatará sus vidas de la violencia PRESIDENTE: Padre todopoderoso, haz que llegue a todos los pueblos el reino de justicia y de paz que confiaste a David y a su descendencia, Cristo, Señor nuestro; que, por medio de la Iglesia, reino de tu Hijo, la paz florezca hasta el confín de la tierra, que los humildes del pueblo sean defendidos, los hijos del pobre socorridos, los explotadores quebrantados y que Cristo sea la bendición de

6

todos los pueblos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. Padre nuestro Oración Final: Esperando con alegría y diligencia tu venida, te pedimos, Señor, que nuestras responsabilidades terrenas nos comprometan con el hombre de hoy, sobre todo el más necesitado, así esperamos darte gloria con nuestros actos y solidarizarnos con nuestros hermanos que viven particulares sufrimientos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMÉN. Bendición Final CANTO… ________________________________________________________

Día 17: EN CRISTO, LA VIDA ES CONSAGRADA Guión de oración para la Posada 1º LECTURA: 2 Cor 5, 14 - 15 . 17 - 20 El amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron. Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo. Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! 2º Pautas para una breve reflexión. "Vivir en Cristo" Como consecuencia de la inmersión bautismal, el creyente queda inserto en Cristo, envuelto en él, y ello hasta el punto de que todo su ser queda determinado por dicha situación. Esta es precisamente la última dimensión de la expresión paulina "ser en Cristo/vivir en Cristo": la que toca al comportamiento o, mejor dicho, a la existencia cristiana, que es, toda ella, vida en Cristo, existencia determinada por la referencia a Cristo: San Pablo es "un hombre en Cristo" y por ello es libre, ama (Rom 16,8; 1 Cor 16,23; Fil 1,8), habla, dice la verdad, está convencido, ha engendrado a los corintios (1 Cor 4,15), exhorta, está encarcelado

7

(Fl 1,13), se gloría, se alegra, ha sido confirmado, saluda en Cristo Jesús o en el Señor. Pero lo que vale de San Pablo vale también de cualquier cristiano, que es elegido, es una criatura nueva (2 Cor 15,17), ha muerto al pecado y está vivo para Dios, se gloría, es sensato, trabaja, muere, da gracias, se relaciona con los otros, se alegra, se mantiene, es acreditado (Rom 16,10) en Cristo o en el Señor. Así, con la referencia exclusiva a Cristo, expresada de tantas maneras, el cristiano refleja en su vida el carácter definitivo de la salvación que Dios ha ofrecido de una vez para siempre en Cristo Jesús. En todo ello hay una dimensión eclesial. La referencia del "ser en Cristo /vivir en Cristo", connota otra dimensión de suma importancia: la referencia a la Iglesia. En una de las alusiones de las Cartas de San Pablo al bautismo cristiano, el Apóstol realiza otra adaptación de la fórmula tradicional del mismo y habla de que "todos fuimos bautizados en orden a un solo cuerpo" (1 Cor 12,13). Evidentemente, y como señala claramente el propio San Pablo algo más adelante (15,27), ese cuerpo es el cuerpo de Cristo o, más en concreto, la Iglesia (cf. 15,28). La referencia paulina a la dimensión eclesial debe entenderse como consecuencia de la unión personal de cada cristiano a Cristo por el bautismo y por la Eucaristía (cf. 10,16-17). Precisamente por esa unión el creyente queda unido a cuantos se han unido como él a Cristo. Su ser en Cristo implica, consiguientemente, ser en su cuerpo, es decir, ser en la Iglesia.; "Por el hecho de estar en Cristo, el creyente está en comunión con otros: "ustedes, dice San Pablo, están en Cristo Jesús"; de Andrónico y Junia afirma que "estaban en Cristo" antes que él (Rom 16,7); y todos los bautizados son "un ser nuevo en Cristo Jesús" (cf. Gal 3,28). Resumiendo cuanto hemos dicho, se puede afirmar que con las expresiones "en Cristo", "en el Señor" se alude al espacio abierto por Cristo, en el cual él actúa de un modo especial y en el cual los creyentes se hallan unidos, capacitados y dispuestos a corresponder a su acción. 3º Para la oración. LECTOR 1: Nuestra vida es para la FELICIDAD. ¿Y dónde se encuentra la FELICIDAD?  La vida es feliz si haces lo que te venga en gana.  La vida vale la pena vivirla si no tienes problemas ni dificultades.  La vida es exitosa si tienes triunfos en lo que sea e incluso en cosas deshonestas.

8

            

La vida tiene sentido si cuentas con un trabajo que te deje mucho dinero con poco esfuerzo. La vida está asegurada si te inscribes en una compañía de seguros de cobertura amplia. La vida es agraciada si no sufres por nada ni por nadie. La vida es buena si los fines de semana sueñas y te ilusionas en un partido de fut o en algún antro. La vida está bien si sacias tus sentidos. La vida es hermosa si conoces en vivo a los artistas del momento. La vida es plena si usas la ropa, el peinado y los perfumes de moda. La vida no vale nada… La vida es corta… gózala al máximo cada que puedas y como puedas. La vida te sonríe si giras tu rostro apartándolo del dolor y sufrimiento de tus hermanos. La vida es poder sobre los demás y dominio tiránico sobre la naturaleza. La vida es poseer muchas cosas y cuanto más mejor. La vida es…

LECTOR 2: Esto es lo que a diario oímos, decimos, pensamos, aprendemos, se vende y se compra… pero ¿por qué no logramos ser de verdad felices? Cada vez es más alarmante la pérdida de sentido en la vida, y ello nos lo testifican las estadísticas en aumento de suicidios, homicidios, narcotráfico con sus respectivos consumidores, amargura en tantos rostros, pobreza y miseria en tantos hermanos, depresión en vidas jóvenes, violencia sin motivo alguno, pérdida de esperanza, desencantos, desilusiones… Si todos hemos recibido la vida, si todos deseamos la paz, si anhelamos el bienestar, la felicidad ¿qué falta? ¿qué anda mal? ¿por dónde ir? ¿quién nos enseñará el camino correcto? ¿para qué vivir? PRESIDENTE: ¿Cómo vivir mi vida? Tú, Señor, que eres el Camino, la Verdad y la Vida, nos dices: CORO 1: “Rema mar adentro”; “Echa las redes para pescar”; “Tus pecados quedan perdonados”; “Sígueme”; “El vino nuevo se guarda en odres nuevos”; “Alégrense porque su recompensa será grande en el cielo”.

9

CORO 2: También nos dices: “Amen a sus enemigos; hagan el bien a los que los odian”; “Da a quien te pida”; “Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes”; “Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio”. CORO 1: El camino que Tú nos propones dice: “Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso”; “El discípulo bien formado será como su maestro”; “Cada árbol se conoce por sus frutos”; “De la abundancia del corazón habla la boca”. CORO 2: Nos dejas bien claro que la vida ha de ser como “la semilla que cayó en tierra buena”; que “pongamos atención a cómo estamos escuchando”; que “quien no renuncia a sí mismo y no carga con su cruz de cada día y te siga no puede ser tu discípulo”; que “El que pierda su vida por ti, ése la salvará”. CORO 1: Contigo, Señor, la nuestra vida tiene nuevos horizontes: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”; “Regresa a tu casa y cuenta lo que Dios ha hecho contigo”; “El que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado”; “¡Pónganse en camino!”; “Tú, ve a anunciar el Reino de Dios”; “Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven” CORO 2: Contigo, Señor, la vida tiene un nuevo sentido: “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá”; “Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”; “Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón”; “¿Por qué se asustan?, ¿por qué surgen dudas en su interior?”; “Si perseveran hasta el fin, se salvarán”. TODOS: Porque la vida contigo, Señor, es vida nueva, nos pide una actitud nueva: “Ten cuidado para que la luz que hay en ti no se convierta en oscuridad”; “Acumulen tesoros inagotables en el cielo”; “Dichoso el siervo a quien su Señor encuentre velando cuando llegue”; “Oren para que puedan hacer frente a la prueba”; y también nos dices: “La paz esté con ustedes” PRESIDENTE: Esta es la vida nueva y en ella creemos porque creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. ¡Creemos en el Dios de la Vida! TODOS: Creemos en un solo Dios que crea y sostiene toda vida, Dios que nos comparte su vida: que por amor nos ha creado y en su misericordia nos invita a

10

vivir en Él, que está cerca de nosotros, que nos ama desde siempre, que mira incluso a los más pequeños e insignificantes, que nos conoce por nuestro nombre, que escucha nuestras súplicas, que no quiere que suframos, que goza de todo el que vive según su querer, que nos da a conocer el camino para ser felices, que nos asiste con su gracia para lograrlo, y por eso: tenemos razones para la esperanza, tenemos razones para dar gracias, tenemos razones para el amor, podemos creer y confiar en Él, porque no nos deja de su mano ni en la vida ni en la muerte. Mi vida vale porque es dada y sostenida por Dios y “Dios no es Dios de muertos sino de vivos y para Él todos viven” ¡Este es nuestro Dios! PRESIDENTE: Padre de bondad, Postrados ante Ti, fuente y amante de la vida, realmente presente y vivo entre nosotros, te suplicamos despiertes y avives en nosotros el respeto por la vida que de ti procede, haciéndonos capaces de apreciar toda manifestación de vida como obra admirable de tu amor creador, dispón nuestros corazones a la generosa acogida de todo signo de vida que haces surgir entre nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor… Padre nuestro Oración Final: Buscar de las oraciones del misal Bendición Final CANTO… ________________________________________________________

Día 18: VIDA CONSAGRADA, CAMINAR EN LA ESPERANZA . (Posada Grupos escolares) Guión de oración para la Posada 1º LECTURA: 2 Pe 3, 13 - 15 . 18 Pero nosotros, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia. Por tanto, amados, puesto que aguardáis estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por El en paz, sin mancha e irreprensibles, y considerad la paciencia de nuestro Señor como salvación Por tanto, amados, sabiendo esto de antemano, estad en guardia y creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. 2º Pautas para una breve reflexión. "Una consagración apasionada"

11

«Cuando uno se siente inmensamente amado, no es posible participar del misterio del Amor que se entrega contemplándolo desde lejos. Hay que dejarse devorar por las llamas que queman el holocausto. Y convertirse en amor (...) A lo largo de los siglos, el amor a los hermanos, especialmente a los más indefensos, a los jóvenes y a los niños, a quienes han perdido el sentido de la vida y se sienten rechazados por todos, ha impulsado a los consagrados y a las consagradas a la entrega incondicional de sí mismos. Seguid entregándoos al mundo, siempre conscientes de que la única medida del amor consiste en amar sin medida.» (Del Mensaje de SS Juan Pablo II a los participantes en el Congreso Internacional sobre la Vida Consagrada 26 de noviembre de 2004) «Bajo la expresión “Vida consagrada” quedan comprendidas todas aquellas personas llamadas por el Espíritu al seguimiento total de Jesucristo en medio de la Iglesia y de la sociedad. Son aquellos y aquellas que, de conformidad con el lema del 2005, viven apasionadamente la consagración que el Señor hace de ellas. «“Apasionarse” significa aficionarse sin medida a su profesión; pero significa, sobre todo, compartir la pasión de Cristo en cuanto destino de aquella humanidad santísima asumida por el Verbo en el seno virginal de María, para que fuese oblación del agrado de su Padre. La pasión de Cristo, al mismo tiempo que es la suprema revelación del amor redentor de Dios, erradica también, mediante la ofrenda obediencial, las causas y los efectos del pecado del mundo. Lo que unifica y da sentido cabal a todos los misterios de la vida de Cristo, es su voluntad de entrega generosa a la pasión y muerte, realizada históricamente en el Calvario y presente de modo real aunque misterioso, en la Eucaristía: “Esto es mi cuerpo entregado por vosotros. Haced esto en mi memoria”. Con ello, mientras el sacrificio de Cristo se hace presente cada día, aparece en la cotidianidad de nuestra vida la disposición de Jesús de hacer meritoria su pasión y muerte en quienes se adentren y se hagan partícipes de la radicalidad de su destino. En consecuencia, la pasión de los consagrados no es otra cosa que la réplica, dentro de moldes débiles y quebradizos, de la misma ofrenda de Cristo al Padre, la cual se verifica cuando ellos se inclinan hacia las heridas de tantos marginados, olvidados de los hombres y alejados de sí mismos, para anunciarles el nombre de Dios que es el amor. Es esto lo que, a nuestro parecer, pretende significar la expresión “pasión por Dios y pasión por la humanidad”.

12

«Por consiguiente, el seguimiento radical de Jesucristo consiste en ordenar todo el proyecto de vida cuyas líneas maestras son la virginidad, la pobreza y la obediencia según el Evangelio y la tradición de la Iglesia, al mismo destino pasional de Cristo. Con Él han de compartir los consagrados la ofrenda de la propia existencia, sea dentro de una vida escondida en Cristo, sea en las actividades más arriesgadas. Si ello se hace no como opción personal, sino en obediencia a la llamada del Señor, la Vida consagrada es un regalo que el Espíritu hace a su esposa la Iglesia; a ella le pertenecerá siempre. Todo el Pueblo de Dios ha de agradecer ese don, ha de custodiarlo y gloriarse en él». (+Luis Gutiérrez Martín Obispo Emérito de Segovia) 3º Para la oración. MONICIÓN: Impulsados por la fuerza del Espíritu, nos convoca hoy la Iglesia del Verbo hecho hombre para orar, agradecer, celebrar y bendecir el misterio de la Vida Consagrada. Hemos iniciado la vivencia y celebración de este año dedicado a la Vida Consagrada, unidos a toda la Madre Iglesia que anuncia la certeza de la vida gloriosa en la Jerusalén celestial, unidos también, al Papa Francisco, Vicario de Cristo, sucesor de Pedro. Y cercanos al corazón de todos los religiosos y religiosas del mundo. (oramos en silencio) PRESIDENTE: Bendito seas, Señor, Padre Santo porque en tu infinita bondad, con la voz del Espíritu, siempre has llamado a hombres y mujeres, que ya consagrados en el Bautismo, fuesen en la Iglesia signo del seguimiento radical de Cristo, testimonio vivo del Evangelio, anuncio de los valores del Reino, profecía de la Ciudad última y nueva. Todos: Gloria a Ti, por los siglos. Lector 1º: Te glorificamos, Padre, y te bendecimos, porque en Jesucristo, tu Hijo, nos has dado la imagen perfecta del servidor obediente: Él hizo de tu voluntad su alimento, del servicio la norma de vida, del amor la ley suprema del Reino. Lector 2º: Gracias, Padre, por el don de Cristo, hijo de tu Sierva la Virgen María, servidor obediente hasta la muerte. Con gozo confirmamos hoy nuestro compromiso de obediencia al Evangelio y a la voz de la Iglesia. Todos: Gloria a Ti, por los siglos.

13

Lector 1º: Te glorificamos, Padre, y te bendecimos, porque en Jesucristo, nuestro hermano, nos has dado el ejemplo más grande de la entrega de sí: Él, que era rico, por nosotros se hizo pobre, proclamó bienaventurados a los que tienen espíritu de pobre y abrió a los pequeños los tesoros del Reino. Lector 2º: Gracias, Padre, por el don de Cristo, hijo del hombre, paciente, humilde, pobre, que no tiene dónde descansar la cabeza. Felices, confirmamos hoy nuestro empeño de vivir con sobriedad y austeridad, de vencer el ansia de la posesión con el gozo de la entrega, de utilizar los bienes del mundo por la causa del Evangelio y la promoción del hombre. Todos: Gloria a Ti, por los siglos. Lector 1º: Te glorificamos, Padre, y te bendecimos, porque en Jesucristo, hijo de la Virgen Madre, nos diste un modelo supremo de amor consagrado: Él, Cordero inocente, vivió amándote y amando a los hermanos, murió perdonando y abriendo las puertas del Reino. Lector 2º: Gracias, Padre, por el don de Cristo, esposo de la Iglesia. Felices confirmamos hoy nuestro compromiso de tener nuestro cuerpo casto y nuestro corazón puro, de vivir con amor indiviso para tu gloria y la salvación del hombre. Todos: Gloria a Ti, por los siglos. PRESIDENTE: Padre de amor, que firmes en la fe y alegres en la esperanza, seamos, por tu gracia, un reflejo de tu luz, instrumentos del Espíritu de paz, prolongación entre los hombres de la presencia de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Todos: (Cantando): Amén, amén, amén. CORO 1: Padre santo, fuente perenne de la existencia y del amor, que en el hombre viviente muestras el esplendor de tu gloria, y pones en su corazón la simiente de tu llamada, haz que, ninguno, por negligencia nuestra, ignore este don o lo pierda, sino que todos con plena generosidad, puedan caminar hacia la realización de tu Amor. Todos: (Cantando): Amén, amén, amén. CORO 2: Señor Jesús, que en tu peregrinar por los caminos de Palestina, has elegido y llamado a tus apóstoles y les has confiado la tarea de predicar el Evangelio, apacentar a los fieles y celebrar el culto divino, haz que hoy no falten

14

a tu Iglesia numerosos y santos Sacerdotes, que lleven a todos los frutos de tu muerte y de tu resurrección. Todos: (Cantando): Amén, amén, amén. CORO 1: Espíritu Santo: que santificas a la Iglesia con la constante dádiva de tus dones, introduce en el corazón de los llamados a la vida consagrada una íntima y fuerte pasión por el Reino, para que con un sí generoso e incondicional, pongan su existencia al servicio del Evangelio. Todos: (Cantando): Amén, amén, amén. CORO 2: Virgen Santísima, que sin dudar te ofreciste al Omnipotente para la actuación de su designio de salvación, infunde confianza en el corazón de los jóvenes para que haya siempre pastores celosos, que guíen al pueblo cristiano por el camino de la vida, y almas consagradas que sepan testimoniar en la castidad, en la pobreza y en la obediencia, la presencia liberadora de tu Hijo resucitado. Todos: (Cantando): Amén, amén, amén. Padre nuestro Bendición Final

Oración Final: Buscar de las oraciones del misal CANTO…

Día 19: VIDA CONSAGRADA, TESTIMONIAR LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO. (Posada con Bienhechores) Guión de oración para la Posada 1º LECTURA: Mt 5, 13 – 16 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende

15

una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa. Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos". 2º Pautas para una breve reflexión. Sobre El Año de la Vida Consagrada. Los consagrados y las consagradas hemos de ser signos de fraternidad y servidores de la caridad. El día 30 de noviembre pasado, primer domingo de Adviento, se ha inaugurado el Año de la Vida Consagrada, que será clausurado el 2 de febrero de 2016. Este año se ha convocado con tres objetivos. Primero para recordar con memoria agradecida los 50 años de la publicación del decreto conciliar Perfectae caritatis, sobre la renovación de la vida consagrada. El segundo motivo es el de abrazar el futuro con esperanza, sabiendo que la crisis de nuestra sociedad y de la Iglesia toca plenamente a la vida consagrada. Así, lo hemos de asumir "como una ocasión favorable para el crecimiento en profundidad". Finalmente, el tercer objetivo de esta celebración es el de vivir el presente con pasión, para evangelizar la propia vocación y dar testimonio de la belleza del seguimiento del Señor. Con el lema, "Evangelio, profecía y esperanza", este año dedicado a la vida consagrada quiere dar gracias a Dios por la obra del Espíritu Santo que, a lo largo del tiempo, difunde la riqueza de la práctica de los consejos evangélicos a través de los múltiples carismas que existen. Por eso los consagrados y las consagradas hemos de ser iconos del amor Trinitario, medianeros de comunión y de unidad, y centinelas de alegría y de esperanza. Enraizados en el Evangelio, los consagrados y las consagradas hemos de ser signos de fraternidad y servidores de la caridad, además de memoria viviente de la forma de vivir de Jesús de Nazaret. En medio de las incertidumbres de nuestro mundo, los consagrados y las consagradas hemos de ser portadores de esperanza. En medio del odio y de la violencia, hemos de ser artesanos de paz. En medio de las divisiones y de la discordia, hemos de ser sembradores de unidad. En medio de la dispersión, hemos de ser profetas de comunión. En medio de tantas situaciones de muerte y de destrucción, hemos de ser apóstoles de vida y de resurrección. En medio del dolor y de la desesperación, hemos de ser heraldos de consuelo. En medio de tantas tristezas, hemos de ser mujeres y hombres de alegría. En medio de un

16

mundo que pisotea los derechos de los más débiles, arrinconándolos y marginándolos, hemos de ser defensores de los pobres y de los desvalidos. En medio de tantas mentiras, hemos de ser servidores de la verdad. En medio de una sociedad que ensalza el dinero, el poder y el prestigio, con nuestra vida hemos de ser mensajeros de pobreza y de sencillez de vida. En medio de tantas personas que no cuentan para nadie, hemos de ayudar a devolver la dignidad a aquellos que la han perdido o les ha sido robada. En medio del aburguesamiento y de la frivolidad de nuestra sociedad, la vida consagrada está llamada a ser testigo de autenticidad en frontera, en las periferias de nuestro tiempo. En nuestra vocación de servicio al Evangelio y a los hombres y mujeres de nuestro mundo, los consagrados y las consagradas buscamos (y queremos transmitir) la misericordia y la compasión de Dios, antes (y más) que el sacrificio, y la gracia más que la Ley. Queremos ser testigos de una manera de vivir que rompa con la las maneras de hacer del mundo, con la superficialidad vacía, y con todo aquello que va contra los más débiles de la sociedad. Con nuestra vida, como portadores del Espíritu y de la Palabra de Dios, queremos ser una contestación ante el debilitamiento de la fe y una apuesta a favor de los pobres y de los oprimidos, de los últimos y de los que no cuentan para nadie. Como ha dicho el dominico Timothy Radcliffe, "solo encontraremos el sentido de la vida religiosa, si comprendemos que ésta, es una respuesta a la búsqueda de sentido de la vida humana". Por eso este año de la vida consagrada que hoy comenzamos, ha de renovar en los consagrados y las consagradas, la llamada a la confianza y a la esperanza, para así ser testigos y servidores del amor. Testigos y servidores del Evangelio. Testigos de Jesús Resucitado. Éste es nuestro reto en este año, en el cual hemos de revivir, de rehacer y de renovar nuestro compromiso en el seguimiento de Jesús el Señor. 3º Para la oración. MONICIÓN: El lema de la jornada de la Vida Consagrada el 2 de febrero pasado, en consonancia con la primera exhortación apostólica del Papa Francisco, era: la alegría en la Vida Consagrada. Quien ha sido alcanzado por el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo experimenta en su vida el gozo y la alegría de la Pascua: ¡Cristo ha vencido el mal, la muerte y el pecado! Nuestros hermanos y hermanas de la Vida Consagrada son testigos de este encuentro y este gozo. (oramos en silencio)

17

PRESIDENTE: Te damos gracias Señor, porque por medio de tu Espíritu has llamado a hombres y mujeres para que, consagrados a Ti, sean en la Iglesia manifestación gozosa del seguimiento radical de Jesucristo, testigos de la fe y evangelizadores audaces llenos de caridad. Por ello ¡te glorificamos! Todos: Gloria a Ti, por los siglos. Lector 1º: Te glorificamos, Padre, porque en tu Hijo Jesús nos has mostrado el camino del amor por medio del servicio solícito y generoso. Cristo ha hecho de tu voluntad su alimento y su descanso, su fortaleza y su alegría. Lector 2º: Gracias, Padre, por habernos querido asociar íntimamente a este misterio de obediencia filial en Cristo. La Virgen María, Sierva obediente a ti, nos precede en la acogida dócil de tu voluntad; como hijos suyos nos mostramos obedientes de tu Hijo en el seno de tu Iglesia. Todos: Gloria a Ti, por los siglos. Lector 1º: Te glorificamos, Padre, porque en Cristo, nuestro Dios y Señor, nos has dado el gozo de tu misericordia. Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza, nos ha mostrado la bienaventuranza evangélica reservada para los mansos y humildes de corazón, los pobres de espíritu, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, los perseguidos y los que sufren a diario por causa de tu Reino. Lector 2º: Gracias, Padre, por Cristo, tu hijo a quien nos invitas a escuchar siempre. Él es el Hombre-Dios paciente y misericordioso, compasivo y fiel, que ha venido para enseñarnos el camino de la Vida. De Él aprendemos la dicha de vivir desprendidos, compartiendo nuestros bienes con los necesitados y proclamando que sólo Tú eres nuestra riqueza. Todos: Gloria a Ti, por los siglos. Lector 1º: Te glorificamos, Padre, porque en Jesucristo, el Hijo bendito de María, hemos sido seducidos por tu Amor y conducidos a la consagración de nuestros corazones. Con la Virgen María podemos decir hoy: ¡somos de Cristo y le pertenecemos! Lector 2º: Gracias, Padre, por tu Hijo Jesús, Esposo fiel de la Iglesia. Renueva en nosotros la llama de tu Amor, el gozo y la alegría de vivir la pureza sincera de cuerpo, mente y corazón, en el camino de santidad que es camino de verdadera plenitud.

18

TODOS: Gloria a Ti, por los siglos. PRESIDENTE: Oh, Señor, mira con ojos de misericordia a aquellos de tus hijos y tus hijas que un día llamaste y ellos te siguieron dejándolo todo por Ti. Renueva hoy en sus vidas la llama del amor primero. Ayúdales a caminar presurosos tras tus huellas e infunde en sus corazones el gozo verdadero que nace del Evangelio, en la comunión de la Iglesia. Te lo pedimos en nombre de Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos… TODOS: (Cantando): Amén, amén, amén. CORO 1: Señor, tu eres Camino, Verdad y Vida. Te pedimos hoy por todos los jóvenes que te buscan aún sin saberlo; que puedan escuchar tu invitación Ven y sígueme, y se dejen iluminar con la Luz del evangelio. TODOS: A Ti que eres nuestra Vida, te lo pedimos, Señor. CORO 2: Señor Jesús, que los miembros de institutos seculares y religiosos y cuantos han recibido el don de la llamada a la consagración, alcanzados por tu Amor, sean auténticos testigos de tu Resurrección y gozosos anunciadores de tu Evangelio en nuestro mundo. TODOS: A Ti que eres nuestra Vida, te lo pedimos, Señor. CORO 1: Señor Jesús, Tú eres nuestra Redención. Te pedimos hoy por todas las familias, elegidas por el Padre Dios desde toda la eternidad para trasmitir la fe a sus hijos, que impulsadas por la fuerza del Espíritu Santo y tu benevolente amor, puedan ejercer la bella misión de ser semillero de vocaciones. TODOS: A Ti que eres nuestra Vida, te lo pedimos, Señor. CORO 2: Tú Señor dijiste: Si alguno quiere venir en pos de mí, no se busque a sí mismo sino que más bien tome su cruz y que me siga, que quienes participamos en esta celebración valoremos el don de la Vida Consagrada en la Iglesia y colaboremos para que sean muchos quienes quieran seguir tu llamado en la profesión de los Consejos evangélicos. TODOS: A Ti que eres nuestra Vida, te lo pedimos, Señor. Padre nuestro Oración Final: Buscar de las oraciones del misal. Bendición Final CANTO… ________________________________________________________

19

Día 20: LA BELLEZA DE LA CONSAGRACIÓN ES LA ALEGRÍA. (Posada con ex alumnos laicos) Guión de oración para la Posada 1º LECTURA: Fil 3, 1.7-9 - 4, 4 Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. Todo lo que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía, la de la ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe. Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. 2º Pautas para una breve reflexión. LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría… alegría que se renueva y se comunica. El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado. ... Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor». Al que arriesga, el Señor no

20

lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. ... Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua. Pero reconozco que la alegría no se vive del mismo modo en todas las etapas y circunstancias de la vida, a veces muy duras. Se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo. Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias. ... La tentación aparece frecuentemente bajo forma de excusas y reclamos, como si debieran darse innumerables condiciones para que sea posible la alegría. Esto suele suceder porque «la sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil engendrar la alegría». Puedo decir que los gozos más bellos y espontáneos que he visto en mis años de vida son los de personas muy pobres que tienen poco a qué aferrarse. También recuerdo la genuina alegría de aquellos que, aun en medio de grandes compromisos profesionales, han sabido conservar un corazón creyente, desprendido y sencillo. De maneras variadas, esas alegrías beben en la fuente del amor siempre más grande de Dios que se nos manifestó en Jesucristo. No me cansaré de repetir aquellas palabras de Benedicto XVI que nos llevan al centro del Evangelio: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva»... Sólo gracias a ese encuentro –o reencuentro– con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros? 3º Para la oración. La Vida Consagrada en la Iglesia hoy ha de ser Evangelio, Esperanza y Profecía.

21

MONICIÓN: La vida consagrada está llamada a encarnar la Buena Noticia, en el seguimiento de Cristo, muerto y resucitado, a hacer propio el «modo de existir y de actuar de Jesús como Verbo encarnado ante el Padre y ante los hermanos. Asumir en concreto su estilo de vida, adoptar sus actitudes interiores, dejarse inundar por su espíritu, asimilar su sorprendente lógica y su escala de valores, compartir sus riesgos y sus esperanzas: «guiados por la certeza humilde y feliz de quien ha sido encontrado, alcanzado y transformado por la Verdad que es Cristo, y no puede dejar de proclamarla». PRESIDENTE: Permanecer en Cristo nos permite acoger la presencia del Misterio que nos habita y hace que se dilate el corazón a la medida de su corazón de Hijo. El que permanece en su amor, como el sarmiento está unido a la vid, entra en la familiaridad con Cristo y da fruto: ¡Permanecer en Jesús! Se trata de permanecer unidos a Él, dentro de Él, con Él, hablando con Él. PROCLAMAMOS: CREDO DE LA VIDA RELIGIOSA CORO 1: Creo en la belleza de la Vida Consagrada, porque surge y se renueva continuamente de la Fuente del Espíritu, porque ha surgido del Corazón del Padre que nos ha llamado a seguir a su Hijo Jesucristo, para construir su Reino, para apasionarnos por su misma pasión: “que todos los hombres y mujeres se salven, y lleguen al conocimiento de la Verdad”. CORO 2: Creo en su belleza porque hace que, vivamos con “Luz en los ojos, Palabra en los labios y Fuego en el corazón”, es decir, porque la gracia de esta hermosa vocación nos da una nueva mirada, una nueva palabra, una nueva pasión. TODOS: Creo en su belleza porque quién como ella sabe “acompasionarse”, mirar con pasión y compasión la realidad sufriente, que escucha con respeto a cada persona, se interesa sinceramente por el bien de cada hermano y hermana, sabe estar ahí donde pocos llegan, porque cuida de la vida con ternura, con entrega, con perseverancia, aunque esto suponga la entrega de la propia vida, hasta la misma muerte. CORO 1: Creo en su belleza porque he visto tantos rostros de religiosas y religiosos desgastados por los años, por la enfermedad, pero plenos de luz y de felicidad, rostros convencidos que aquí no lo han visto todo, porque “el ojo no

22

puede ver, el oído no puede escuchar, la mente no puede pensar” lo que nos prepara Su Amor. CORO 2: Creo en su belleza, en la belleza de una mujer y de un hombre enamorados de Dios, y por lo mismo, enamorados de la humanidad, de la creación; belleza inigualable, que se gesta en el silencio orante, fiel, perseverante, en esa capacidad de cuidar el amor, el corazón, para que el fuego no se apague y el amor se mantenga vivo y fecundo. TODOS: Creo en esa belleza de la Vida Consagrada, que no es de pasarela, sino que va a pie de calle, cotidiana, oculta, pequeña, muchas veces envuelta en modestia, polvo, barro, piel ajada, pies partidos… CORO 1: Creo en la belleza de la alegría de quien vive libre y dándose, de quien tiene por consigna servir al estilo de Jesús, buscando a Dios donde hay pies sucios que lavar, sumergirse en las grandes teologías, así como sirviendo la mesa de su comunidad. CORO 2: Creo en la belleza del vivir en comunión, de una Vida Religiosa tan humana que se ejercita continuamente en el perdón, en la comprensión, en el salir de sí, pues lleva “este Tesoro en vasos de arcilla”, pero es familia que tiene la consanguineidad del Espíritu. TODOS: Creo en la belleza de la Vida Consagrada, no en aquella encerrada en sí misma y alejada, sino esa belleza que está atenta al mundo, al cosmos, a cada persona, para estar evangélica y oportunamente, acompañando sus gozos y sus penas, sus noches y sus días, sus luchas y logros para encarnar el amor solidario. CORO 1: Creo, en la belleza de hombres y mujeres que están como centinelas, alentando en las noches de la duda la esperanza, adelantando el amanecer con su confianza inamovible en el amor de un Dios que humanizado camina a nuestro lado y que sigue asumiendo y tomando por su cuenta la suerte de los pobres y de todos los que en Él han puesto su confianza. CORO 2: Creo en la belleza de la Vida Religiosa discípula misionera, atenta a la Palabra, desinstalada de sus seguridades, dispuesta a cambiar, con fidelidad creativa, recreando su misión y su carisma, llevada por el soplo del Espíritu.

23

CORO 1: Creo en la belleza de la Vida Religiosa capaz de hacer felices a tantas y tantos jóvenes porque, abierta al misterio, respira esperanza, evangelio, mística y profecía. TODOS: Creo en la Vida Consagrada, en la belleza de su inquebrantable esperanza, porque es un regalo de Dios para toda su Iglesia; Vida Consagrada que sabe seguir de pie en medio de incertidumbres, descalificaciones, debilitamientos, pobrezas, disminución, fragilidad, pues sabe muy bien “en quien tiene puesta su confianza” y que Aquél que ha iniciado esta buena obra no la abandonará sino que Él mismo la llevará a su plenitud. PRESIDENTE: Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz. Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén. Padre nuestro Oración Final: Buscar de las oraciones del misal. Bendición Final CANTO… ________________________________________________________

Día 21: EN CRISTO, LA FAMILIA ES VIDA CONSAGRADA. (Posada con Familiares) Guión de oración para la Posada 1º LECTURA: Lc 2, 22 - 33 2º Pautas para una breve reflexión. La Familia puede ser primer seminario de Vida Consagrada El Papa Benedicto XVI señala en su mensaje por la 49º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (29 de abril de 2012), que la familia, comunidad de vida y amor, puede ser el "primer seminario" para la vida consagrada a Dios y al prójimo. En su mensaje para la Jornada titulado: "Las vocaciones don de la caridad de Dios", el Papa explica que Dios es amor y "movido exclusivamente por su amor incondicional, Él nos ‘creó de la nada’ para llevarnos a la plena

24

comunión con Él". Benedicto XVI afirma luego que la dinámica del amor de Dios, que permite amarlo a Él y a los hermanos, "se puede llevar a cabo de manera elocuente y singular en las familias cristianas, cuyo amor es expresión del amor de Cristo que se entregó a sí mismo por su Iglesia". "En las familias, ‘comunidad de vida y de amor’, las nuevas generaciones pueden tener una admirable experiencia de este amor oblativo. Ellas, efectivamente, no sólo son el lugar privilegiado de la formación humana y cristiana, sino que pueden convertirse en ‘el primer y mejor seminario de la vocación a la vida de consagración al Reino de Dios’, haciendo descubrir, precisamente en el seno del hogar, la belleza e importancia del sacerdocio y de la vida consagrada". "Los pastores y todos los fieles laicos –afirma el Papa– han de colaborar siempre para que en la Iglesia se multipliquen esas ‘casas y escuelas de comunión’ siguiendo el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret, reflejo armonioso en la tierra de la vida de la Santísima Trinidad". El Santo Padre recuerda que toda persona es amada por Dios de manera eterna y fiel, y descubrir esa realidad cambia verdaderamente la vida en lo más hondo. "Se trata de un amor sin reservas que nos precede, nos sostiene y nos llama durante el camino de la vida y tiene su raíz en la absoluta gratuidad de Dios". El Papa subraya después que "toda vocación específica nace de la iniciativa de Dios; es don de la caridad de Dios. Él es quien da el ‘primer paso’ y no como consecuencia de una bondad particular que encuentra en nosotros, sino en virtud de la presencia de su mismo amor ‘derramado en nuestros corazones por el Espíritu’". El amor de Dios, que se manifiesta plenamente en Jesucristo, "permanece para siempre, es fiel a sí mismo, a la ‘palabra dada por mil generaciones’. Es preciso por tanto volver a anunciar, especialmente a las nuevas generaciones, la belleza cautivadora de ese amor divino, que precede y acompaña: es el resorte secreto, es la motivación que nunca falla, ni siquiera en las circunstancias más difíciles". El Santo Padre expresa además que "la grandeza de la vida cristiana consiste en efecto en amar ‘como’ lo hace Dios; se trata de un amor que se manifiesta en el don total de sí mismo fiel y fecundo". Este "amor a Dios, del que los presbíteros y los religiosos se convierten en imágenes visibles –aunque siempre imperfectas– es la motivación de la respuesta a la llamada de especial consagración al Señor a través de la ordenación presbiteral o la profesión de los consejos evangélicos". El

25

amor al prójimo, "sobre todo hacia los más necesitados y los que sufren, es el impulso decisivo que hace del sacerdote y de la persona consagrada alguien que suscita comunión entre la gente y un sembrador de esperanza". "Es aquí donde aprendemos una y otra vez a vivir la ‘gran medida’ del amor de Dios. Palabra, oración y Eucaristía son el tesoro precioso para comprender la belleza de una vida totalmente gastada por el Reino". 3º Para la oración. El verdadero éxito en esta vida se logra al consagrar nuestra vida, es decir, nuestro tiempo y opciones, a los propósitos de Dios

MONICIÓN: Es interesante darnos cuenta de que el Año de la Vida Consagrada, que ha comenzado el 30 de noviembre pasado y concluye el 2 de febrero 2016, coincide con el octavo Encuentro Mundial de las Familias y la visita del Papa Francisco a Filadelfia en setiembre del 2015. La Vida Consagrada tiene algo que ver con la familia. Pregúntele a cualquier religioso, religiosa o sacerdote viviendo la vocación de la vida consagrada y le contarán que fue la vida familiar que cultivó la semilla de su vocación. Temprano en sus vidas, fueron testigos de los sacrificios de sus padres entre ellos y para sus hijos de maneras numerosas en sus hogares. La Vida Consagrada es una aventura hermosa, que permite dar la vida minuto a minuto, en todo lo que somos y en todo lo que hacemos, uno mismo desde la pequeñez se transforma en don para los demás, dándonos completamente en la tarea Evangelizadora desde nuestras comunidades y desde nuestras Familias. Desde allí, Cada uno de nosotros podemos experimentar aquello que decía San Pablo “Llevamos un tesoro en vasijas de barro.” Por eso seamos promotores de Vocaciones Consagradas y Sacerdotales en nuestras familias rogando a nuestra Madre María Reina de la Familia por actuales y futuras vocaciones. TODOS: Oración de las familias por las vocaciones. ¡Oh, Sagrada Familia de Nazaret!, comunidad de amor de Jesús, María y José, modelo e ideal de toda familia cristiana, a ti confiamos nuestras familias. Abre el corazón de cada hogar a la fe, a la acogida de la Palabra de Dios, al testimonio cristiano, para que llegue a ser manantial de nuevas y santas vocaciones. Dispón el corazón de los padres para que con caridad solícita, atención prudente y piedad amorosa, sean para sus hijos guías seguros hacia los bienes espirituales y

26

eternos. Suscita en el alma de los jóvenes una conciencia recta y una voluntad libre, para que creciendo en sabiduría, edad y gracia, acojan generosamente el don de la vocación divina. Sagrada Familia de Nazaret, haz que surjan vocaciones Consagradas y Sacerdotales dispuestas a evangelizar y acompañar a las familias de nuestro tiempo, promoviendo y defendiendo el amor y la vida. María Reina de las familias, danos Consagrados y Consagradas que con su vida testimonien el Evangelio y hagan creíble el Reino; danos Sacerdotes Discípulos Misioneros dispuestos a consagrar su vida a la causa de Dios y a la salvación de Su pueblo. Lo suplicamos, Amén. Oración universal PRESIDENTE: Hermanos y hermanas, Como familia de los hijos de Dios y animados por la fe, elevemos nuestras súplicas al Padre, para que nuestras familias, sostenidas por la gracia de Cristo, sean auténticas Iglesias domésticas, donde se viva y se testimonie el amor de Dios. A cada intención respondamos: Señor, bendice y santifica nuestras familias Por el Papa Francisco: el Señor que lo ha llamado a presidir la Iglesia en la caridad, lo sostenga en su ministerio al servicio de la unidad del Colegio episcopal y de todo el Pueblo de Dios, oremos: Por los Padres Sinodales y los demás participantes del Sínodo de los Obispos dedicado a la Familia: el Espíritu del Señor, ilumine sus mentes, para que la Iglesia pueda responder a los desafíos de la familia en fidelidad al proyecto de Dios, oremos: Por aquellos que tienen la responsabilidad en el gobierno de las Naciones: el Espíritu Santo les sugiera proyectos que valoricen la familia como célula fundamental de la sociedad, según el proyecto divino, y que sostengan las familias en situaciones difíciles, oremos: Por las familias cristianas: el Señor que ha puesto en la comunión esponsal el sigilo de su presencia, haga de nuestras familias cenáculos de oración, íntimas comunidades de vida y de amor a imagen de la Santa Familia de Nazaret, oremos: Por los cónyuges en dificultad: el Señor rico en misericordia, los acompañe mediante la acción materna de la Iglesia con comprensión y paciencia en su camino de perdón y de reconciliación, oremos:

27

Por las familias que a causa del Evangelio deben dejar sus tierras: el Señor que ha experimentado con María y José el exilio en Egipto, los conforte con su gracia y abra para ellos senderos de caridad fraterna y humana solidaridad, oremos: Por los abuelos: el Señor que ha sido recibido en el Templo de los Santos ancianos Simeón y Ana, les conceda ser sabios colaboradores de los padres en la transmisión de la fe y en la educación de los hijos, oremos: Por los niños: el Señor de la vida, que en su ministerio los ha acogido y propuesto como modelos para entrar en el Reino de los cielos, suscite en todos el respeto a la vida naciente y sugiera proyectos educativos conforme e la visión cristiana de la vida, oremos: Por los jóvenes; el Señor, que ha santificado las bodas de Caná, los ayude a descubrir la belleza del carácter sagrado e inviolable de la familia en el designio divino y sostenga el camino los novios que se preparan al matrimonio, oremos: PRESIDENTE: Oh Dios, que no abandonas la obra de tus manos, escucha nuestras invocaciones: manda el Espíritu de tu Hijo a iluminar la Iglesia al comienzo del camino sinodal, para que contemplando el esplendor del amor verdadero que resplandece en la Sagrada Familia de Nazaret, aprenda de ella la libertad y la obediencia para responder con audacia y misericordia a los desafíos del mundo hoy. Por Cristo nuestro Señor. Padre nuestro Oración Final: Buscar de las oraciones del misal Bendición Final CANTO… ________________________________________________________

Día 22: LA VIDA CONSAGRADA: ADVIENTO DE DIOS. Guión de oración para la Posada 1º LECTURA: Col 3, 1 - 4 Hermanos, puesto que ustedes han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspiren a las cosas de arriba, no a las de la

28

tierra. Porque han muerto, y su vida está oculta con Cristo en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida de ustedes, entonces también ustedes aparecerán gloriosos con él. 2º Pautas para una breve reflexión. La Vida Consagrada: Adviento de Dios Por: M. Carmen Martín Gavillero. Vita et Pax. Ciudad Real. “Quería deciros una palabra, y la palabra era alegría. Siempre, donde están los consagrados, siempre hay alegría”, con estas palabras del Papa Francisco inicia la carta circular que la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica ha dado a conocer con ocasión del Año de la Vida Consagrada y, de ahí, que la carta se titule “Alegraos”. El 2015 es el Año dedicado a la Vida Consagrada, es una invitación a la reflexión compartida, que permita una confrontación leal entre Evangelio y vida. Situación de la Vida Consagra hoy No exageramos al comenzar diciendo que la VC hoy, está metida en una crisis sin precedentes. La falta de vocaciones, las numerosas salidas de miembros que abandonan sus Institutos, el inevitable envejecimiento de los y las que siguen dentro, el inmovilismo, muchas veces, de costumbres y hábitos de vida, de formas de pensar y esquemas de actuación no renovados… obliga a plantearse la pregunta por el futuro. ¿Se trata de una crisis coyuntural que, dentro de algunos años, se habrá superado? ¿o se trata de que la VC va perdiendo progresivamente su razón de ser en la Iglesia y en la sociedad, de tal manera que, dentro de algún tiempo, llegará a desaparecer o a quedar reducida a grupos insignificantes? Hay que tener en cuenta, además, que la crisis que estamos viviendo no es la crisis de alguno o de algunos Institutos de VC. De una forma o de otra, nos afecta a todos. Por tanto, el problema no se resuelve solamente volviendo al “carisma fundacional” de cada uno. Porque, dada la generalización de la crisis, lo que está en cuestión no es la razón de ser de tal o cual Instituto, sino el sentido mismo de esta forma de vida en la Iglesia y en la sociedad, tal como es vivida en la actualidad. Por eso, este tiempo de Adviento nos puede ayudar para aclararnos en cosas fundamentales: ¿Qué es lo importante en estos momentos? ¿Preservar el pasado? El objetivo de las VC no es preservar el pasado… ¿Sobrevivir? El objetivo de la VC no es tampoco sobrevivir. Nadie está en la VC para ayudarla a sobrevivir… ¿Hacer algo? El objetivo no es tampoco hacer algo, hacer por

29

hacer… ¿Buscar número o calidad de vida? ¿Buscar eficiencia o testimonio? ¿Caer en acedía o responder con pasión? La Vida Consagrada: Adviento de Dios Y, a pesar de todo lo anterior, o mejor, junto a todo lo anterior afirmamos, sin ninguna duda, que la Vida Consagrada es el Adviento de Dios. Caminamos con María, nuestra compañera de camino. Como ella, la VC sigue esperando. Somos gentes de espera. En momentos podemos pensar que todo está acabado, que las promesas no se cumplirán pero la fe nos hace levantar la vista y mirar al futuro, al mañana de Dios, aunque no sepamos cómo será. Y lo hacemos con esperanza e ilusión porque estamos convencidas de que esta “vocación es una vocación fascinante, porque es una vocación justo ahí, donde se juega la salvación no sólo de las personas, sino también de las instituciones” (Francisco, II.SS. italianos). La VC no somos sólo gente que espera sino que somos el “Adviento de Dios”: “Vosotros podéis devolver esperanza a los jóvenes, ayudar a los ancianos, abrir caminos hacia el futuro, difundir el amor en cada lugar y en cada situación. Si esto no sucede, si en vuestra vida ordinaria falta el testimonio y la profecía, entonces, os repito nuevamente, es urgente una conversión” (Francisco. II. SS. italianos). Somos el Adviento de Dios porque somos testigos en el mundo de: Superar el riesgo de la mediocridad. En todas las épocas, y también en la nuestra, corremos el riesgo de sostener una mediocridad espiritual generalizada que no se debe a la infidelidad de éste o de aquella sino, sobre todo, a un clima que creamos por nuestra forma empobrecida de entender y vivir la experiencia cristiana. De ahí la necesidad de volver al punto de partida…“Mira en lo profundo de tu corazón, mira en lo íntimo de ti mismo y pregúntate: ¿hay un corazón que desea cosas grandes o un corazón adormecido por las cosas? ¿Tu corazón ha conservado la inquietud de la búsqueda o lo has dejado sofocar por las cosas, que terminan por atrofiarlo?” (P. Francisco)… La VC contribuye de manera muy significativa a desarrollar una vida fraterna más acogedora y cercana, donde se sepa escuchar y acompañar. Sabemos forjar fraternidades con una vida de familia, “Una fraternidad sin alegría es una

30

fraternidad que se apaga… Una fraternidad cuyo signo distintivo es una ternura eucarística porque la ternura nos hace bien…” (Francisco). 3º Para la oración. MONICIÓN: «Las personas consagradas son signo de Dios en los diversos ambientes de vida, son levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, son profecía del compartir con los pequeños y los pobres. La vida consagrada, así entendida y vivida, se presenta a nosotros como realmente es: un don de Dios, un don de Dios a la Iglesia, un don de Dios a su pueblo. Cada persona consagrada es un don para el pueblo de Dios en camino» (Papa Francisco). Por la Vida Consagrada decimos: Bendito sea Dios, que nos ha bendecido en la persona de Cristo… PRESIDENTE: Este Adviento 2014 es tiempo de gracia, un tiempo de salvación, por eso, nos ponemos a la espera junto con toda la Iglesia y, en especial, la Vida Consagrada. No una espera acomodada y rutinaria, sino una espera expectante, diferente, nueva, alegre… Queremos dar un paso cualitativo hacia Dios. Ese Dios siempre el mismo y siempre nuevo. Ese Dios que, aún hoy nos hace arder el corazón, porque volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio. Por eso, brotan en nosotros deseos nuevos, caminos inéditos, otras formas de expresión, compromisos diferentes… más ganas de vivir y decimos: Bendito sea Dios, que nos ha bendecido en la persona de Cristo… TODOS: (Cántico. Ef 1,3-10 El Dios salvador) Ant. Bendito sea Dios, que nos ha bendecido en la persona de Cristo. Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos consagrados

31

e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo… Ant. Bendito sea Dios, que nos ha bendecido en la persona de Cristo. CORO 1: Bendito sea Dios, que nos ha bendecido en Cristo. Permíteme, Señor, utilizar los labios –los labios que Tú me has dado– para bendecirte. Tú me has bendecido con tu Palabra, concédeme ahora utilizar la palabra para que a través de ella te bendiga. Ayúdame a que la voz emerja con cuidado, con la atención que merece lo que deseo decir, y que en ella se plasme el afecto del corazón que desea tocarte con gratitud. Bendito seas, Señor… CORO 2: Él nos eligió en la persona de Cristo antes de la creación del mundo para ser santos e irreprochables… Señor, yo te bendigo porque Tú me

32

elegiste en Cristo para ser santo en el amor. Quieres que yo te pertenezca, Señor, como en el beso nupcial se pertenecen mutuamente los esposos. Acariciaste en tu intimidad divina mi nombre, y antes de pronunciarlo ya lo habías amado, y me vislumbrabas con un corazón amante de tu voluntad. Misteriosamente, el emitir tu palabra eterna, el engendrar a tu Hijo, dejaba ya el espacio de gracia para mi propia existencia. CORO 1: Él nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos… Padre, yo te bendigo porque Tú me destinaste a ser tu hijo. Cristo es tu Hijo. Viviendo en Él, unido a mis hermanos, formando el pueblo de la nueva alianza, yo soy también tu hijo, un hijo adoptivo, partícipe por el sello de tu amor de una vida eterna que ya poseo en mí, y que me encamina a su cumplimiento más allá del tiempo. CORO 2: Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención… Señor, yo te bendigo, porque en la sobreabundancia de tu amor me has redimido en Cristo. El pecado está delante de mis ojos. No sólo el pecado posible de mi condición débil, sino el pecado que de hecho acompaña mis días. Pero lo más sorprendente no es que nos ofrezcas la amistad a pesar de las faltas, sino que nos haces creaturas nuevas por medio de la sangre redentora de tu Hijo. Perdónanos, Señor, y viviremos… TODOS: Señor, en mi oración deja que mi anhelo se inflame de tu plan de salvación. Ayúdame a desear con todas las fuerzas de mi corazón que todas las cosas tengan a Cristo por cabeza, las del cielo y las de la tierra. Que tu designio salvífico esté de tal manera anclado en mi ser, que no repita otra cosa sino “hágase tu voluntad”, porque vibro intensamente orientado hacia Cristo como recapitulador en sí de todo lo creado, para alabanza de tu gloria. Padre nuestro Oración Final: Buscar de las oraciones del misal Bendición Final CANTO… ________________________________________________________

Día 23: MARÍA MADRE Y MODELO DE LA VIDA CONSAGRADA

33

A DIOS. (Posada por secciones) Guión de oración para la Posada 1º LECTURA: Lc 1, 26 - 38 2º Pautas para una breve reflexión. El FIAT de María, paradigma de la consagración al Reino. (Trinidad León Martín MC) María de Nazareth, al identificarse a sí misma como la Sierva del Señor, muestra, no tanto la sumisión a la Presencia que, de alguna manera, apasionadamente, se le impone, sino su conciencia de ser la personificación, en ese momento histórico, de todos aquellos y aquellas que se han convertido, por su escucha obediencial, en los ejecutores activos del Proyecto divino, en vehículo de la donación divina a la historia, en la vía que la Sabiduría divina hace suya para llegar, con palabras humanas, al corazón humano… En esta experiencia divina se sumerge María; en ese horizonte diaconal reconoce su propia identidad de mujer, allí encuentra su realización como persona y como creyente. La aceptación que dignifica la entrega por el Reino. El Hágase de María está pletórico de gozosa dignidad, de urgencia por realizar aquello lo que es llamada: ¡Sí quiero, que se haga como Tú dices…!. Es esta una aceptación que, basada en el reconocimiento de su “pequeñez”, acoge la Mirada que la engrandece desde las entrañas de su existencia, sabiendo que esa Mirada la sitúa en la historia como agente totalmente responsable de su Palabra. La disponibilidad de María ante el proyecto divino es aceptación, en primer lugar de su propia realidad y, dentro de ella, de la realidad que la Presencia divina quiere humanizar a través de ella. Contemplando a María y teniéndola como modelo de consagración a Dios y al Proyecto del Reino explicado en la persona y en la vida de Jesús, no es posible mantener actitudes apocadas, sumisas o simplemente de pasividad espiritual. La aceptación de María, su Hágase, está profundamente vinculado al Hágase de Jesús en Getsemaní (Lc 22, 42), de alguna manera lo adelanta y queda incluido en él. Lo que Jesús, el Siervo de YHWH realiza en “obras y palabras”, es lo que María, como primera discípula de la Buena Nueva del Reino, proyecta sobre todos aquellos y aquellas que quedarán bajo la Sombra de la Santa Ruah, “engendrando” la Palabra y encarnándola con su estilo de vida en el mundo que Dios ama (cf Jn 3,16).

34

La Anunciación lucana, incluye analógica y también existencialmente, a quienes vivimos pendientes de esa Presencia divina que se hace “llamada” y se hace “misión”: hombres y mujeres vocacionados y consagrados, dispuestos a repetir en la historia la actitud libre y obediencial de María. Por eso, la disponibilidad, el aquí tienes a tu sierva, lejos de hacer de nosotras personas anodinas y acomplejadas, incapaces de responder a tantos y tan diversos requerimientos del mundo, fortalece el sentido de compromiso testimonial ante el mundo. Los hombres y mujeres consagrados a vivir el Evangelio en un estilo de vida concreto, ni mejor ni peor que otros dentro de la comunidad cristiana, simplemente diferente, tenemos una palabra que decir y muchas maneras para decirla: nuestra vida entera, nuestros gestos, la actitud que tomamos ante los acontecimientos históricos, cómo nos relacionamos, los vínculos que creamos con los que no interesan a nadie porque son nadies, son expresiones de la dignidad conscientemente asumida con nuestro propio hágase… Ni soberbia ni complejo de inferioridad, simplemente, dignidad humana, que es expresión de anonadamiento divino, de la entrañable misericordia del “Dios con-nosotros”. A esto nos lleva la consagración-aceptación de la mujer, María de Nazaret, con su respuesta consciente, libre y personal al proyecto divino. 3º Para la oración. MONICIÓN: María sabe reconocer las huellas del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también en aquellos que parecen imperceptibles. Es contemplativa del misterio de Dios en el mundo, en la historia y en la vida cotidiana de cada uno y de todos. Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás “sin demora” (Lucas 1, 39). Oramos a María Santísima con San Juan Pablo II (SANTUARIO DE CHIQUINQUIRÁ . COLOMBIA . 1986). ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA GUÍA: ¡DIOS TE SALVE, MARÍA! Te saludamos con el Ángel: TODOS: Llena de gracia. El Señor está contigo!. GUÍA: Te saludamos con Isabel: TODOS: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¡Feliz porque has creído a las promesas divinas! GUÍA: Te saludamos con las palabras del Evangelio: TODOS: Feliz porque has escuchado la Palabra de Dios y la has cumplido.

35

TODOS: ¡Tú eres la llena de gracia! CORO 1: Te alabamos, Hija predilecta del Padre. Te bendecimos, Madre del Verbo Divino. Te veneramos, Sagrario del Espíritu Santo. Te invocamos; Madre y Modelo de toda la Iglesia. Te contemplamos, imagen realizada de las esperanzas de toda la humanidad. CORO 2: Tú eres la Virgen de la Anunciación, el Sí de la humanidad al misterio de la salvación. Tú eres la Hija de Sión y el Arca de la nueva Alianza en el misterio de la Visitación. TODOS: El Señor está contigo! CORO 1: Tú eres la Madre de Jesús, la que lo mostraste a los pastores y a los sabios de Oriente. Tú eres la Madre que ofrece a su Hijo en el templo, lo acompaña hasta Egipto y lo conduce a Nazaret.Tú eres la Virgen de los caminos de Jesús, de la vida oculta y del milagro de Caná. CORO 2: Tú eres la Madre Dolorosa del Calvario y Virgen gozosa de la Resurrección. Tú eres la Madre de los discípulos de Jesús en la espera y en el gozo de Pentecostés. TODOS: Bendita Tú eres...! Porque creíste en la Palabra del Señor, Porque esperaste en sus promesas, Porque fuiste perfecta en el amor. Por tu caridad premurosa con Isabel, Por tu bondad materna en Belén, Por tu fortaleza en la persecución, Por tu perseverancia en la búsqueda de Jesús en el templo, Por tu vida sencilla en Nazaret, Por tu intercesión en Caná, Por tu presencia maternal junto a la Cruz, Por tu fidelidad en la espera de la Resurrección, Por tu oración asidua en Pentecostés. Por la gloria de tu Asunción a los cielos, Por tu maternal protección sobre la Iglesia, Por tu constante intercesión por toda la humanidad. TODOS: Santa María, Madre de Dios! Queremos consagrarnos a Ti. Porque eres Madre de Dios y Madre nuestra.

36

Porque tu Hijo Jesús nos confió a Ti. Porque has querido ser Madre de la Iglesia. TODOS: Santa María, Madre de Dios! Nos consagramos a Ti: Los obispos, que a imitación del Buen Pastor velan por el Pueblo de Dios. Los sacerdotes, que han sido ungidos por el Espíritu. Los religiosos y religiosas, que ofrendan su vida por el Reino de Cristo. Los seminaristas, que han acogido la llamada del Señor. Los esposos cristianos en la unidad e indisolubilidad de su amor con sus familias. Los seglares comprometidos en el apostolado. Los jóvenes que anhelan una sociedad nueva. Los niños que merecen un mundo más pacífico y humano. Los enfermos, los pobres, los encarcelados, los perseguidos, los huérfanos, los desesperados, los moribundos. TODOS: Ruega por nosotros pecadores! Madre de la Iglesia, bajo tu patrocinio nos acogemos y a tu inspiración nos encomendamos. CORO 1: Te pedimos por la Iglesia, para que sea fiel en la pureza de la fe, en la firmeza de la esperanza, en el fuego de la caridad, en la disponibilidad apostólica y misionera, en el compromiso por promover la justicia y la paz entre los hijos de esta tierra bendita. CORO 2: Te suplicamos que toda la Iglesia se mantenga siempre en perfecta comunión de fe y de amor, unida a la Sede de Pedro con estrechos vínculos de obediencia y de caridad. CORO 1: Te encomendamos la fecundidad de la nueva evangelización, la fidelidad en el amor de preferencia por los pobres y la formación cristiana de los jóvenes, el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, la generosidad de los que se consagran a la misión, la unidad y la santidad de todas las familias. TODOS: Ahora y en la hora de nuestra muerte! CORO 2:¡Virgen Santísima, Madre nuestra! Ruega por nosotros ahora. Concédenos el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos. CORO 1: Te lo pedimos a Ti, a quien invocamos como Reina de la Paz. Que cese la violencia y la guerrilla. Que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure

37

una convivencia pacífica. Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad. TODOS: Ahora y en la hora de nuestra muerte! TODOS: Te encomendamos a todas las víctimas de la injusticia y de la violencia, a todos los que han muerto en las catástrofes naturales, a todos los que en la hora de la muerte acuden a ti como Madre. Sé para todos nosotros Puerta del cielo, vida, dulzura y esperanza, para que, juntos, podamos contigo glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén! PRESIDENTE: “María dijo: Aquí está la Sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Con María, toda mujer, por el hecho de serlo tiene una misión especial; portadora de ternura, es el rostro más humano de Dios y de Su Presencia en el mundo. Portadora y transmisora de vida, la feminidad se hace más viva y se realiza más plenamente en la mujer consagrada que debe llevar a un mundo donde impera la muerte, la vida nueva que Dios nos ha regalado en Su Hijo Jesucristo. Padre nuestro Oración Final: Buscar de las oraciones del misal Bendición Final CANTO…

Ésta es la belleza… (Papa Francisco) «Ésta es la belleza de la consagración: es la alegría, la alegría…» La alegría de llevar a todos la consolación de Dios. Son palabras del Papa Francisco durante el encuentro con los seminaristas, los novicios y las novicias. «No hay santidad en la tristeza!» continúa el Santo Padre, no estéis tristes como quienes no tienen esperanza, decía san Pablo (1Ts 4,13). La alegría no es un adorno superfluo, es exigencia y fundamento de la vida humana. En el afán de cada día, todo hombre y mujer tiende a alcanzar y vivir la alegría con todo su ser. En el mundo con frecuencia viene a faltar la alegría. No estamos llamados a realizar gestos épicos ni a proclamar palabras altisonantes, sino a testimoniar la alegría que proviene de la certeza de sentirnos amados y de la confianza de ser

38

salvados. Nuestra memoria breve y nuestra experiencia frágil nos impiden a menudo alcanzar la "tierra de la alegría" donde poder gustar el reflejo de Dios. Tenemos mil motivos para permanecer en la alegría, la cual se nutre en la escucha creyente y perseverante de la Palabra de Dios. En la escuela del Maestro, se escucha para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado (Jn 15, 11-20) y nos entrenamos así en el ejercicio de la perfecta alegría. «La tristeza y el miedo deben dejar paso a la alegría: "Festejad… gozad… alegraos», dice el Profeta (Is 66,10). Es una gran invitación a la alegría. Todo cristiano, sobre todo nosotros, estamos llamados a ser portadores de este mensaje de esperanza que da serenidad y alegría: la consolación de Dios, su ternura para con todos. Pero sólo podremos ser portadores si nosotros experimentamos antes la alegría de ser consolados por Él, de ser amados por Él Yo he encontrado algunas veces a personas consagradas que tienen miedo de la consolación de Dios, y pobres, pobres, se atormentan, porque tienen miedo de esta ternura de Dios. Pero no tengan miedo. No tengan miedo, el Señor es el Señor de la consolación, el Señor de la ternura. El Señor es Padre y Él dice que hará con nosotros como una mamá con su niño, con su ternura. No tengan miedo de la consolación del Señor».

39

María-Virgen, consagrada ya desde el principio de su existencia por la concepción inmaculada, es consagrada de nuevo, “entitativamente”, por la gracia de la Maternidad divina, en la encarnación. Y, en ese mismo momento, inicia también ella todo un proceso de anonadamiento, que dura toda su vida… al igual que Jesús, no hace alarde de su categoría; se presenta como una mujer cualquiera; se proclama a sí misma sierva, cuando es de verdad Señora y Reina; no hace valer sus derechos. De este modo, con su Hijo, desanda el camino recorrido por Eva y deshace el nudo de la desobediencia y de la incredulidad que Eva había hecho. María, viviendo se vivió en sacrificio de sí misma y en autodonación a Dios y a los hombres. Por eso justamente es la más perfecta cristiana, la mejor discípula y seguidora de su Hijo. Y, también por eso, es llamada “ejemplo y amparo de toda vida consagrada” (can. 663, 4), “modelo de consagración y seguimiento” (VC 28) [Severino-María Alonso, CMF]

40