Politicas en Salud Mental Según La Organización Mundial de La Salud

POLITICAS EN SALUD MENTAL SEGÚN LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. EVOLUCIÓN Y ESTADO ACTUAL DE LA ATENCIÓN DE LA SALU

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POLITICAS EN SALUD MENTAL SEGÚN LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. EVOLUCIÓN Y ESTADO ACTUAL DE LA ATENCIÓN DE LA SALUD MENTAL EN EL ECUADOR. INTRODUCCIÓN En el mundo hay 450 millones de personas que padecen trastornos mentales o neurológicos. Estos constituyen 5 de las 10 causas principales de discapacidad a escala mundial y tienen consecuencias sociales y económicas devastadoras para los individuos, las familias y los gobiernos. Las personas que padecen trastornos mentales a menudo se enfrentan con el estigma, la discriminación y las violaciones graves de sus derechos humanos. Además, la mala salud mental y la pobreza interactúan en un ciclo negativo: la mala salud mental dificulta la posibilidad de las personas para acceder a la educación y el empleo y, por consiguiente, participar de forma productiva en la sociedad; a su vez, la pobreza aumenta el riesgo de padecer trastornos mentales y reduce la capacidad de la gente para acceder a las intervenciones de salud mental que tanto necesitan. Esto hace necesario que se dé una importancia a la salud mental en los programas de salud pública de los países. Todavía la salud mental tiene una prioridad sanitaria baja en muchos lugares del mundo. Esto es en parte debido a que la capacidad necesaria para establecer servicios integrales y eficaces de salud mental no ha estado a disposición de todos los países. Valores orientadores del proyecto de políticas de y planes de salud mental. Los resultados de salud mental se optimizan cuando: 1. La salud mental es un componente fundamental de la salud publica 2. Las políticas, los planes, las leyes y los servicios gubernamentales atienden las necesidades de salud mental y promueven la salud mental y bienestar de la población. 3. Los servicios son adecuados, responsables y accesibles. 4. Los servicios son equitativos (se reducen o eliminan los obstáculos para el tratamiento originados por la pobreza) 5. Se promueven o protegen los derechos de las personas que padecen trastornos mentales. 6. Las personas que padecen trastornos mentales son autónomas en la medida de lo posible y pueden participar en la visa civil y política de sus comunidades y paises. En respuesta a esta necesidad la OMS ha elaborado el proyecto de políticas y planes de salud mental: atendiendo las necesidades y mejorando los servicios, este proyecto consta de 4 componentes relacionados entre sí: 1. 2. 3. 4.

El conjunto de guías sobre servicios y políticas en salud mental El programa de entrenamiento La red internacional de expertos El apoyo a los países.

EL CONJUNTO DE GUIAS SOBRE SERVICIOS Y POLITICAS DE SALUD MENTAL La OMS ha formulado el conjunto de guías sobre servicios y políticas de salud mental con el objetivo de proporcionar a los países que deseen mejorar sus sistemas de salud metal información y orientación prácticas, actualizadas y basadas en datos científicos, este conjunto de guías comprende 14 módulos cada uno de ellos concebido para abarcar un componente esencial para el desarrollo del sistema en salud mental. PROGRAMA DE FORMACIÓN

Este programa funciona mediante talleres y ha sido concebido para complementar el conjunto de guías descrito anteriormente, talleres que son impartidos por consultores entrenados de la red de expertos de la OMS/OPS. Por lo general los talleres duran de 2 a 4 días y permiten a los participantes lograr lo siguiente: a.) Comprender y aplicar la información adquirida mediante el taller y el conjunto de guías en el contexto nacional b.) Comprender los conceptos, procesos y áreas operativas necesarios para idear estrategias adecuadas que permitan satisfacer las necesidades de salud mental en sus países. c.) Elaborar un proyecto de plan de acción que pueden poner en práctica a su regreso, con el fin de avanzar en su trabajo. RED INTERNACIONAL DE EXPERTOS La OMS ha integrado un grupo de expertos internacionales en materia de política, planificación, legislación, servicios y derechos humanos en el campo de la salud mental, muchos de ellos participaron en la elaboración de uno o más módulos de la política de salud mental de la OMS, los expertos se comunican entre ellos a fin de intercambiar información y experiencias relacionadas con la enseñanza y la asesoría. APOYO A LOS PAISES La OMS, junto con uno o más miembros de la red de expertos, colabora estrechamente con las instancias nacionales responsables del desarrollo, en el funcionamiento, la gestión y evaluación de la salud mental en los niveles nacional, regional, provincial o de distrito. A lo largo de este proceso, los expertos prestan asesoramiento técnico y orientación a los países, al tiempo que ayudan a fortalecer y perfeccionar las capacidades nacionales.

El PLAN DE ACCION SOBRE SALUD MENTAL 2013-2020 Reconoce la función esencial de la salud mental en la consecución de la salud de todas las personas. El plan está enfocado desde el punto de vista de la totalidad del ciclo de vida, pretende alcanzar la equidad a través de la cobertura sanitaria universal, y hace hincapié en la

importancia de la prevención. Se fijan cuatro objetivos principales: liderazgo y gobernanza más eficaces en materia de salud mental; prestación de servicios integrales e integrados de salud mental y asistencia social con base en la comunidad; aplicación de estrategias de promoción y prevención; y fortalecimiento de los sistemas de información, las evidencias y la investigación. Aunque las metas de este plan de acción son ambiciosas, la OMS y sus Estados Miembros están comprometidos con su consecución. (M. Chan; Directora General de la OMS). RESOLUCIÓN DE LA 66.A ASAMBLEA MUNDIAL DE LA SALUD (MAYO 2013) La 66.ª Asamblea Mundial de la Salud, Habiendo examinado el informe de la Secretaría acerca del proyecto de plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020, incluido el anexo1, 1. ADOPTA el plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020; 2. INSTA a los Estados Miembros a que pongan en práctica las acciones propuestas para los Estados Miembros en el plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020, adaptadas a las prioridades nacionales y las circunstancias concretas de los países; 3. INVITA a los asociados internacionales, regionales y nacionales a que tomen nota del plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020; 4. PIDE a la Directora General que ponga en práctica las acciones para la Secretaría que figuran en el plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020 y, por conducto del Consejo Ejecutivo, presente a las 68.a , 71.a y 74.a Asambleas Mundiales de la Salud informes sobre los progresos realizados en la aplicación del plan de acción. (Neuvième séance plénière, 27 mai 2013 Commission A, quatrième rapport) RESOLUCIÓN DE LA 65.A ASAMBLEA MUNDIAL DE LA SALUD (MAYO 2012) WHA65.4 Carga mundial de trastornos mentales y necesidad de que el sector de la salud y el sector social respondan de modo integral y coordinado a escala de país La 65.ª Asamblea Mundial de la Salud, Habiendo examinado el informe sobre la carga mundial de trastornos mentales y necesidad de que el sector de la salud y el sector social respondan de modo integral y coordinado a escala de país. Recordando la resolución WHA55.10, en la que, entre otras cosas, se instaba a los Estados Miembros a aumentar las inversiones en salud mental, dentro de los países y en el marco de la cooperación bilateral y multilateral, como parte integrante del bienestar de las poblaciones; Recordando asimismo la resolución 65/95 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que se reconocía que «los problemas de salud mental tienen una gran importancia en todas las sociedades, contribuyen de forma significativa a la carga que suponen las enfermedades y a la pérdida de calidad de vida y suponen unos enormes costos económicos y sociales», y en la que también se acogía con beneplácito el informe de la Organización Mundial de la Salud sobre salud mental y desarrollo, en el que se subraya la falta de atención apropiada a la salud mental y se afirma la necesidad de que los gobiernos y los actores del desarrollo tengan en cuenta a las personas que padecen trastornos mentales en el diseño de estrategias y programas que incluyan a dichas personas en las políticas de educación, empleo, salud, protección social y lucha contra la pobreza;

Tomando nota de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles (Nueva York, 19 y 20 de septiembre de 2011), en la que se reconoció que los trastornos mentales y neurológicos, incluida la enfermedad de Alzheimer, son una causa importante de la morbilidad y contribuyen a la carga mundial de las enfermedades no transmisibles, por lo que es necesario proporcionar un acceso equitativo a los programas e intervenciones eficaces de salud; Reconociendo que los trastornos mentales pueden causar discapacidades, como se expresa en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, de las Naciones Unidas, en la cual también se señala que la discapacidad resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que dificultan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás, y que en el Informe mundial sobre la discapacidad 2011 se enuncian los pasos que deben darse para mejorar la participación e inclusión de las personas con discapacidades, incluidas las que tienen discapacidades mentales; Reconociendo asimismo que los trastornos mentales se encuadran en un abanico más amplio que incluye los trastornos neurológicos y los derivados del consumo de sustancias, que son asimismo una causa importante de discapacidad y exigen una respuesta coordinada del sector de la salud y el sector social; Preocupada porque millones de personas en el mundo entero padecen trastornos mentales, porque en 2004 estos trastornos representaban el 13% de la carga de morbilidad mundial, en forma de muertes prematuras y años perdidos por discapacidad, y también porque, cuando solo se toma en cuenta el componente de discapacidad al calcular la carga de morbilidad, los trastornos mentales representan el 25,3% y el 33,5% de los años perdidos por discapacidad en los países de ingresos bajos y de ingresos medios, respectivamente; Preocupada también porque la exposición a emergencias humanitarias es un poderoso factor de riesgo de problemas de salud mental y traumas psicológicos, y provoca perturbaciones de las estructuras sociales y de la atención formal e informal prestada a las personas que ya padecían trastornos mentales graves; Reconociendo además que el déficit de tratamiento de los trastornos mentales es elevado en el mundo entero, y que en los países de ingresos bajos y medios entre el 76% y el 85% de las personas con trastornos mentales graves no reciben tratamiento alguno para esas afecciones, y que las cifras correspondientes a los países de ingresos altos, aunque inferiores, entre un 35% y un 50%, también son elevadas; Reconociendo por añadidura que cierto número de trastornos mentales son prevenibles y que la salud mental se puede promover en el sector de la salud y en sectores ajenos al de la salud; Preocupada porque las personas con trastornos mentales a menudo son estigmatizadas, y subrayando la necesidad de que las autoridades sanitarias colaboren con los grupos pertinentes para cambiar las actitudes respecto de los trastornos mentales; Observando además que cada vez hay más datos sobre la eficacia y la costo-eficacia de las intervenciones encaminadas a promover la salud mental y prevenir los trastornos mentales, en particular entre los niños y los adolescentes; Observando igualmente que los trastornos mentales a menudo se asocian a enfermedades no transmisibles y a varias otras cuestiones sanitarias prioritarias tales como el VIH/sida, la salud materno-infantil o la violencia y las lesiones, y que a menudo los trastornos mentales coexisten con otros factores médicos y sociales, como la pobreza, el abuso de sustancias, el consumo nocivo de alcohol y, en el caso de las mujeres y los niños, una mayor exposición a situaciones de violencia y malos tratos en el hogar; Reconociendo que ciertas poblaciones viven en una situación que las hace particularmente vulnerables a contraer enfermedades mentales, con las consecuencias del caso;

Reconociendo asimismo que las consecuencias sociales y económicas de los trastornos mentales, incluidas las discapacidades mentales, son diversas y de gran alcance; Teniendo en cuenta la labor ya realizada por la OMS en materia de salud mental, en particular por conducto del Programa de Acción Mundial en Salud Mental, 1. INSTA a los Estados Miembros: 1. A que, según las prioridades nacionales y en el marco de sus contextos específicos, elaboren y refuercen políticas y estrategias integrales referentes a la promoción de la salud mental, la prevención de los trastornos mentales, y la identificación temprana, la atención, el apoyo, el tr atamiento y la recuperación de las personas con trastornos mentales; 2. A que incluyan en la formulación de políticas y estrategias la necesidad de promover los derechos humanos, luchar contra la estigmatización, otorgar plenos poderes a los usuarios de los servicios, las familias y las comunidades, luchar contra la pobreza y la carencia de vivienda, afrontar los principales riesgos modificables y, según proceda, promover la sensibilización del público, crear oportunidades para generar más ingresos, proporcionar vivienda y educación, proporcionar servicios de atención de salud e intervenciones de base comunitaria, incluida la atención sin internamiento; 3. A que desarrollen, según proceda, marcos de vigilancia que incluyan factores de riesgo así como determinantes sociales de la salud para analizar y evaluar las tendencias relativas a los trastornos mentales; 4. A que otorguen la debida prioridad a la salud mental y la racionalicen, con inclusión de su promoción, la prevención y la atención de los trastornos mentales, el apoyo y el tratamiento en los programas relativos a la salud y el desarrollo, y a que asignen recursos apropiados a este respecto; 5. A que colaboren con la Secretaría en la elaboración de un plan de acción integral sobre salud mental; PIDE a la Directora General: 1) Que refuerce la promoción y, en consulta con los Estados Miembros y para someterlo a su consideración, prepare un plan de acción integral sobre salud mental con resultados mensurables, basado en la determinación de las vulnerabilidades y los riesgos, que abarque los servicios, políticas, leyes, planes, estrategias y programas para proporcionar tratamiento, facilitar la recuperación y prevenir los trastornos mentales, promover la salud mental y habilite a las personas con trastornos mentales para que puedan llevar una vida plena y productiva en el seno de la comunidad; 2) Que en el plan de acción integral sobre salud mental incluya disposiciones referentes a lo siguiente: i) La determinación de las vulnerabilidades y los riesgos como base para trazar el plan de acción integral sobre salud mental; ii) la protección, la promoción y el respeto de los derechos de las personas con trastornos mentales, incluida la necesidad de afrontar su estigmatización; iii) El acceso equitativo a servicios de salud asequibles, de calidad e integrales que integren la salud mental en todos los niveles del sistema de atención de salud; iv) el desarrollo de recursos humanos competentes, sensibles y suficientes para prestar servicios de salud mental de forma equitativa; v) la promoción de un acceso equitativo a la atención de salud mental, con inclusión de intervenciones psicosociales y de medicación y atendiendo a las necesidades de la atención de la salud física; vi) El fortalecimiento de las iniciativas, incluso de carácter normativo, de promoción de la salud mental y de prevención de los trastornos mentales;

vii) El acceso a los servicios docentes y sociales, con inclusión de la atención sanitaria, la escolarización, la vivienda, la obtención de empleo y la participación en los programas de generación de ingresos; viii) La intervención de las organizaciones de la sociedad civil, personas con trastornos mentales, familias y cuidadores en la expresión de sus opiniones en los procesos de adopción de decisiones; ix) El diseño y el establecimiento de sistemas de salud mental y apoyo psicosocial que faciliten la resiliencia de la comunidad y ayuden a la población a afrontar las emergencias humanitarias x) La participación de las personas con trastornos mentales en la vida de la familia y la comunidad y en los asuntos cívicos ; xi) El diseño de mecanismos para hacer partícipes a los sectores de la educación, el empleo y otros sectores pertinentes de los Estados Miembros en la aplicación del plan de acción sobre salud mental; xii) El aprovechamiento de la labor realizada y la evitación de duplicidades; 3. Que colabore con los Estados Miembros, y, según proceda, con las organizaciones no gubernamentales internacionales, regionales y nacionales, los asociados internacionales para el desarrollo y los organismos técnicos asociados, en la elaboración del plan de acción sobre salud mental; 4. Que trabaje con los Estados Miembros y los organismos técnicos en la promoción del intercambio académico, para contribuir por ese conducto a la formulación de políticas de salud mental; 5. Que presente el plan de acción integral sobre salud mental a la consideración de la 66.ª Asamblea Mundial de la Salud, por conducto del Consejo Ejecutivo en su 132.ª reunión. (Novena sesión plenaria, 25 de mayo de 2012 - Comisión A, primer informe) EVOLUCIÓN Y ESTADO ACTUAL DE LA ATENCIÓN DE LA SALUD MENTAL EN EL ECUADOR. La última versión del Plan Nacional de Salud Mental data del año 1999 y en el se contemplan las principales líneas políticas y estratégicas. Sus fortalezas radican en los planteamientos de incorporación de las acciones de salud mental a toda la estructura de servicios, la promoción y prevención de la salud mental y en el privilegiar las acciones para ciertos grupos de mayor riesgo. No existe una Ley de Salud Mental, pero en varios cuerpos legales se estipulan disposiciones muy claras sobre diversos aspectos de la salud mental de los ecuatorianos. Hace falta una vinculación o coordinación entre los organismos encargados de la vigilancia de los derechos humanos y los establecimientos de salud mental. El personal de los servicios no ha sido capacitado sobre derechos humanos. Para las acciones de salud mental se dispone únicamente del 1.2% del presupuesto del Ministerio de Salud Pública. De esta cantidad el 59% se destina a los hospitales psiquiátricos. Los servicios de salud mental han tenido un significativo desarrollo en los últimos años, de tal suerte que en la mayoría de los hospitales provinciales ya se cuenta con el concurso de médicos psiquiatras y psicólogos, así como en los centros de salud de cinco provincias. El mayor porcentaje de acciones se cumple en los servicios ambulatorios con una tasa de 239 por cada 100.000 habitantes frente a 113 por 100.000 h. de los hospitales psiquiátricos. Sin embargo, no es posible hablar de una red coordinada de servicios. No existe un sistema de referencia entre las unidades ambulatorias y las de internamiento y viceversa.

Los cinco hospitales psiquiátricos están situados en las tres ciudades más grandes del país. El hospital psiquiátrico de mayor capacidad es una dependencia de un organismo privado sin fines de lucro. El número de camas en los hospitales psiquiátricos se mantiene estable y no se aprecia una tendencia hacia su reducción. Existen 12 camas en los hospitales psiquiátricos por cada 100.000 habitantes. En los hospitales generales no existe una asignación fija y permanente de camas para psiquiatría, con excepción de los Hospitales de la Seguridad Social. Se dispone también de camas para pacientes mentales en algunos centros carcelarios del país. El Cuadro Básico de Medicamentos del Ecuador incluye todos los grandes grupos de psicofármacos y su disponibilidad a nivel de los hospitales es permanente, no así en los servicios ambulatorios. El Ministerio de Salud Pública, a través de la Oficina de Salud Mental cumple en forma periódica acciones de capacitación sobre atención primaria en salud mental, lo que ha permitido que el año 2006 al menos el 20% de quienes trabajan en ese sector se hayan capacitado. Una falencia crítica es la de servicios especializados y personal capacitado para atender a los niños y adolescentes con problemas de salud mental. De los pacientes ingresados a los hospitales psiquiátricos apenas el 35% son menores de 17 años. Con relación a los diagnósticos a nivel de los hospitales psiquiátricos el de mayor prevalencia es el de esquizofrenia y a nivel de los servicios ambulatorios: trastornos de ansiedad. El número total de profesionales que trabajan en los establecimientos de salud mental es de 8 por cada 100.000 habitantes. La proporción mayoritaria es la de los psicólogos, en tanto que se aprecian tasas muy bajas de trabajadoras sociales y de terapistas ocupacionales. No se han conformado asociaciones de pacientes o familiares, con excepción de los grupos de alcohólicos anónimos. Los establecimientos de salud mental no han establecido vínculos formales con otros sectores pertinentes tales como: educación, justicia, bienestar social, policía. Esto no limita para que en determinadas circunstancias se cumplan acciones conjuntas. En menos del 5% de las escuelas primarias se dispone de profesionales que atiendan la salud mental de los niños. El porcentaje de establecimientos de educación secundaria que cuenta con profesionales del área de la salud mental supera el 20%. Durante el período en estudio se han cumplido varias acciones de educación y promoción de la salud mental tanto para grupos de riesgo como para la población general, con la participación de entidades públicas y privadas. El acceso a formación de psiquiatras en los centros universitarios es permanente, pero el número de egresados es relativamente bajo, de ahí que en el país existan 3 psiquiatras por cada 100.000 habitantes. La educación continua de los profesionales que trabajan en salud mental se cumple tanto por iniciativa de las propias instituciones como de las sociedades científicas. Todos los establecimientos de salud mental de carácter público reportan sus actividades al INEC, (Instituto nacional de estadísticas y censos) a través del Sistema Nacional de Información en Salud y al Ministerio de Salud Pública a través del EPI - 2. No existen indicadores especiales para salud mental y los reportes son generales para todos los servicios. No se tiene un registro nacional de los trabajos de investigación que realizan los profesionales que trabajan en los establecimientos de salud mental. En varios cuerpos legales existen disposiciones a favor de las personas con algún tipo de discapacidad, la mental entre ellas, pese a estas disposiciones son muy pocos los pacientes con enfermedades mentales crónicas que son incorporados al proceso productivo.

La Organización Mundial de la Salud en su informe del año 2001, recomienda como prioritarios los siguientes componentes en los sistemas de salud mental: a) Dispensar tratamiento en la atención primaria; b) Asegurar la disponibilidad de medicamentos psicotrópicos; c) prestar asistencia en la comunidad; d) educar al público; e) involucrar a las comunidades, las familias y los consumidores; f) establecer políticas, programas y legislación a escala nacional; desarrollar recursos humanos; g) establecer vínculos con otros sectores; vigilar la salud mental de las comunidades y apoyar nuevas investigaciones. Frente a esos planteamientos el Ecuador tiene limitados logros, que se sintetizan en el desarrollo de los servicios a nivel de los Hospitales Generales y en varios centros de atención primaria; la capacitación al personal que trabaja en atención primaria; las campañas de educación al público y sobre algunos tópicos de salud mental. Le quedan muchas tareas por cumplir, entre las más urgentes: facilitar el acceso a los psicofármacos a la mayoría de pacientes; involucrar en las acciones de salud mental a los usuarios, las familias y la comunidad y establecer vínculos formales de colaboración con otros sectores. Niveles de Atención: Tipología y homologación de establecimientos de salud La organización de los servicios de salud en niveles de atención, permite organizar la oferta de servicios para garantizar la capacidad resolutiva y continuidad requerida para dar respuesta a las necesidades y problemas de salud de la población. El nivel de atención es un conjunto de establecimientos de salud que bajo un marco normativo, legal y jurídico, establece niveles de complejidad necesarios para resolver con eficacia y eficiencia necesidades de salud de diferente magnitud y severidad, se organizan de acuerdo al tipo de servicios que deben prestar, estándares de calidad en infraestructura, equipamiento, talento humano, nivel tecnológico y articulación para garantizar continuidad y el acceso escalonado de acuerdo a los requerimientos de las personas hasta la resolución de los problemas o necesidades de salud. El primer nivel de atención se constituye en la puerta de entrada y debe resolver el 80% de las necesidades de salud de la población y a través del sistema de referencia contra rreferencia se garantiza el acceso a unidades y servicios de mayor complejidad hasta la resolución de la necesidad o problema. Elaborado por: Equipo SNGSP El primer nivel de atención es el más cercano a la población, facilita y coordina el flujo de pacientes dentro del Sistema, garantiza una referencia y contrarreferencias adecuada, asegura la continuidad y longitudinalidad de la atención. Promueve acciones de Salud Pública de acuerdo a las normas emitidas por la autoridad sanitaria nacional. Es ambulatorio y resuelve problemas de salud de corta estancia. Es la puerta de entrada obligatoria al Sistema Nacional de Salud. (Acuerdo No. 1203) El I Nivel de atención, por su contacto directo con la comunidad debe cubrir a toda la población, este nivel debe resolver las necesidades básicas y/o más frecuentes de la comunidad. Los servicios darán atención integral dirigida a la familia, individuo y comunidad, enfatizando en la promoción y prevención. Estas actividades serán intra y extramurales.

El II Nivel de Atención comprende todas las acciones y servicios de atención ambulatoria especializada y aquellas que requieran hospitalización. Constituye el escalón de referencia inmediata del I Nivel de Atención. Se desarrolla nuevas modalidades de atención no basadas exclusivamente en la cama hospitalaria, tales como la cirugía ambulatoria, el hospital del día. (Centro clínico quirúrgico ambulatorio). Da continuidad a la atención INICIADA en el primer nivel, de los casos no resueltos y que requieren atención especializada a través de tecnología sanitaria de complejidad mayor. El ingreso al II nivel se lo realizara a través del primer nivel de atención exceptuándose los casos de urgencias médicas que una vez resueltas serán canalizadas a nivel uno. Se desarrollan actividades de prevención, curación y rehabilitación en ambos niveles. El III nivel de Atención Corresponde a los establecimientos que prestan servicios ambulatorios y hospitalarios de especialidad y especializados, los centros hospitalarios son de referencia nacional; resuelve los problemas de salud de alta complejidad, tiene recursos de tecnología de punta, intervención quirúrgica de alta severidad, realiza trasplantes, cuidados intensivos, cuenta con subespecialidades reconocidas por la ley; se incluyen los siguientes El IV nivel de Atención El IV nivel de atención es el que concentra la experimentación clínica, preregistro o de procedimientos, cuya evidencia no es suficiente para poder instaurarlos en una población, pero que han demostrado buenos resultados casuísticamente o por estudios de menor complejidad. Estos establecimientos solo serán autorizados en los subsistemas públicos de la Red Pública Interinstitucional de Salud (RPIS). El nivel de Atención Prehospitalaria Es el nivel de atención autónomo e independiente de los servicios de salud, que oferta atención desde que se comunica un evento que amenaza la salud, en cualquier lugar donde éste ocurra, hasta que él o los pacientes sean admitidos en la unidad de emergencia, u otro establecimiento de salud, cuya capacidad resolutiva sea la adecuada.

Los establecimientos descritos, podrán contar con el apoyo de unidades móviles de medicina general, de especialidades y odontología, que prestarán servicios programados e itinerantes; su misión es extender la cobertura de atención a comunidades distantes y en lugares donde no existan servicios de salud. Servicios de apoyo: Apoyo diagnóstico transversal a los niveles de atención.

TOMADO DE: -

Proyecto de la OMS sobre políticas y Planes de Salud Mental: Atendiendo las necesidades y mejorando los servicios. Página web: https://consaludmental.org/publicaciones/Planaccionsaludmental20132020.pdf Plan de acción sobre salud mental 2013-2020; OMS, 2013, ISBN: 978 92 4 150602. Página web: http://www.who.int/mental_health/policy/mhpp_brochure_spanish.pdf

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INFORME SOBRE EL SISTEMA DE SALUD MENTAL EN EL ECUADOR utilizando instrumentos de evaluación para sistemas de Salud Mental de la OMS (IESM-OMS), 2008; Ecuador. Página web: http://www.who.int/mental_health/ecuador_who_aims_report.pdf

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MSP, (2012). Manual del Modelo de Atención Integral de Salud – MAIS. Recuperado de http://instituciones.msp.gob.ec/somossalud/images/documentos/guia/Manual_ MAIS-MSP12.12.12.pdf