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• Eztefaniia Montero

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Arellano Montero América Estefanía 559 En esta cuartilla haré un muy breve análisis sobre el poema “el poema doctrinal de Parménides” el cual puede a llegar ser confuso si no se le pone máxima atención al leerlo, ya que tiene palabras un tanto complicadas de entender por su significado en el contexto en el que se usa (desde mi punto de vista, claramente). Quiero empezar citando un pequeño fragmento que menciona la diosa en el poema como vías únicas de la indagación que hay que entender “cómo es, y también, cómo no es, no debe ser; de la persuasión es el camino, pues acompaña a la verdad. Por otro, cómo no es, y también, cómo es necesario, no debe ser… declarar e inteligir que “lo que es” es, pues tiene que ser. Y lo que no es, no es” Con esto me hace pensar en que es contradictorio lo que quiere decir el autor a través del poema, ya que dice que lo que no es, no será ni fue, es decir que no existió. O si existió, entonces alguna vez fue, y ya no es, lo que contradice el mensaje. Lo que quiere decir es que está negando el cambio. En el cambio hay dos opciones, el ser y el no ser. Siguiendo esta lógica, el no ser, no existe porque no fue no es, ni será; que quiere decir que solo hay el ser. En mi opinión Parménides se equivoca, puesto que todo está en constante cambio. Las cosas no son lo que eran hace décadas, años, meses, días e incluso segundos. Nosotros, las personas, no somos las mismas de antes. Incluso Parménides pasó por una infinidad de cambios, desde su nacimiento, niñez a adolescencia a ser un adulto. Por otro lo que es, es porque tiene que ser, dicta que una sola cosa “lo que es” solo debe ser, es decir, que en el razonamiento de Parménides no existe la diversidad., la multiplicidad. Que “lo que es” es homogéneo y perfecto. Porque si “lo que es” tiene partes de lo debe ser y lo que no es, por tanto, no es ni es. O sea que, si tiene partes de no ser, también tiene de ser. También me pone a pensar la existencia del ser, ¿de dónde viene? Tuvo que venir del no ser, para ser. Pero retomando lo que dije, el no ser no existe, por tanto, el ser tampoco existe, nada ni nadie existe. Concluyendo que el poema es contradictorio hasta más no poder, y que Parménides está equivocado con su concepción del ser y no ser.