Plasticidad Neuronal

Plasticidad Neuronal: Educación y Aprendizaje NEUROPSICOLOGÍA INFANTIL Plasticidad neuronal: Educación y Aprendizaje La

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Plasticidad Neuronal: Educación y Aprendizaje NEUROPSICOLOGÍA INFANTIL

Plasticidad neuronal: Educación y Aprendizaje La plasticidad neuronal es uno de los temas centrales de la neuropsicología del desarrollo o neurología infantil. La plasticidad neuronal existe durante toda la vida, es el estado normal o habitual del sistema nervioso (Junqué y Barroso, 2009 en Manual de Neuropsicología, Ed. Síntesis). Destacan estos autores que la plasticidad cerebral - Organiza y reorganiza el sistema neuronal y cerebral durante toda la vida. - Es el mecanismo biológico que impulsa el crecimiento y el desarrollo y es el mecanismo que produce el aprendizaje. - Es la encargada, junto con otros mecanismos, de reorganizar el sistema cerebral lesionado. Es la encargada de movilizar cambios en el cerebro dañado para que se reorganice e intentar que no se pierdan las conductas aprendidas. Durante el proceso de construcción arquitectónica cerebral las sinapsis establecen diferentes conexiones, unas conexiones están determinadas a partir de la genética, y otras conexiones sinápticas se realizan mediante la educación y el aprendizaje, de tal manera que mediante la estimulación ambiental se forman nuevas sinapsis que llegan a modificar, a moldear, la arquitectura cerebral, el desarrollo madurativo y su funcionalidad. Las sinapsis que se forman por aprendizaje ambiental son las que no están determinadas genéticamente, a estas sinapsis nuevas, no programadas por la biología se le da el nombre de "darwinismo neuronal” (Changuex y Danchin, 1976; Edelman, 1989). C. Junqué y J. Barroso (2009) puntualizan al comentar la plasticidad neuronal, que es un error conceptual considerar la plasticidad cerebral como un mecanismo que se activa frente a una lesión, con la finalidad de recuperar o compensar las conductas o aprendizajes realizados. La plasticidad está presente siempre en el cerebro en desarrollo y durante todo el ciclo vital, no se activa solamente como respuesta a un daño cerebral, y no es el único mecanismo que incide en la recuperación del deterioro del sistema nervioso. Las regiones cerebrales que participan en la expresión de una conducta son diversas y varias, cuando una zona sufre un daño, una lesión, se producen una serie de síntomas que se relacionan con la zona directamente dañada y con las zonas no dañadas que participan en esa conducta. Parte de los síntomas que manifiesta un paciente se deben a la lesión producida, y parte de los síntomas son una manifestación del shock que ha recibido el cerebro al ser lesionado. Estas manifestaciones o síntomas que responden al estado de shock cerebral van desapareciendo y pueden recuperarse ya que esas regiones no presentan lesión, representan

un parón o una reorganización funcional que precisa de un tiempo determinado, para recuperarse del efecto del trauma neuronal y poder seguir produciendo la conducta con sistemas neuronales diferentes al dañado. Dicho de otro modo, cuando se sufre una lesión en el cerebro, existe una parte del sistema que ha sido dañada, recuperable o no, y otra parte que no ha sido dañada, pero ha recibido los efectos de la zona dañada que participaba en la producción de una conducta y esa zona ya no participa, no responde por estar lesionada. Ese efecto de shock, es lo que se traduce en síntomas, parte de los síntomas desaparecen por sí mismos ya que pertenecen a una región cerebral no dañada. Ahora bien, para compensar la pérdida de las funciones que realizaba la parte dañada, es necesario que el sistema cerebral establezca nuevos circuitos de aprendizaje o reaprendizaje para compensar o suplir la zona lesionada. La plasticidad neuronal abre o intenta abrir nuevas vías cerebrales para recuperar o volver a aprender respuestas conductuales. En resumen La plasticidad neuronal es el mecanismo de: - Crecimiento y desarrollo madurativo guiado por la educación y aprendizaje y con una base genética que determina una parte del aprendizaje, otra parte del aprendizaje está determinado por la educación. - La plasticidad neuronal también hace referencia a los cambios que se producen en la arquitectura cerebral en un sistema lesionado, reorganizando los circuitos neuronales para intentar evitar que se pierdan las respuestas aprendidas. - Las lesiones que se producen en el cerebro en desarrollo, en el cerebro infantil, tienen efectos diferentes según el momento, o etapa de desarrollo en la que se ha producido la lesión, y la amplitud e intensidad de dicha lesión son aspectos fundamentales en la posible recuperación de las funciones que las zonas dañadas iban a realizar. La plasticidad neuronal forma circuitos nuevos que se encarguen de esas funciones, pero la recuperación depende de la intensidad y edad de desarrollo en la que se produce una lesión. - La neuroplasticidad, o plasticidad neuronal, favorece nuevos aprendizajes en sistemas dañados o en síndromes, pero no cura el déficit, o el síndrome, ni es capaz de modificar las bases genéticas de los síndromes. Es capaz de reorganizar funciones y guiar circuitos neuronales mediante estimulación ambiental, reeducación y rehabilitación. - La recuperación y reorganización del sistema cerebral depende de la intensidad de la lesión y el momento evolutivo de la lesión. La recuperación no depende tanto de la edad como de la gravedad de la lesión y de las zonas afectadas.

El cerebro humano posee plasticidad permanente El cerebro humano es un gran y complejo bosque de neuronas y conexiones entre ellas gracias a sus numerosas prolongaciones; los contactos entre ellas se denominan sinapsis. Cada neurona recibe información a través de sus ramificaciones, crea un mensaje, integrando y seleccionando la información, y lo pasa a través del axón a otras neuronas con lo que se genera un circuito. La información es eléctrica, pero al llegar a los puntos de contacto la electricidad desaparece y se transforma en mensajeros químicos, los neurotransmisores. Se liberan de la neurona presináptica, difunden en el espacio entre las dos y es recibido por la otra, gracias a sus receptores de la membrana. El cerebro consta de tres capas concéntricas; la más externa es la corteza dividida en cuatro lóbulos y dos hemisferios que procesa las funciones superiores. Conecta con la intermedia que procesa lo emocional y a través de ella se integra con lo visceral de la capa más interna, la basal. El cerebro humano está siempre abierto a las influencias; es enormemente plástico. Y de modo especial lo es durante la adolescencia, una etapa de maduración en la que tienen lugar una serie de cambios inducidos por las hormonas sexuales, que se liberan al torrente circulatorio desde las gónadas femeninas o masculinas con el inicio de la pubertad. Las hormonas sexuales se fabrican también en el cerebro. Desde el seno materno y a lo largo de la vida, el cerebro goza de una enorme plasticidad, de forma que el entorno, y el propio comportamiento, lo moldea. Todo: aprendizaje, educación, relación con los demás, etc., modifica la expresión genética de diferentes células de este órgano, con lo que la actividad de las facultades acaba “traducida” a cambios en lo biológico, y constituyendo la base biológica del funcionamiento del cerebro propio y característico de cada persona, mujer o varón. Se conoce que la plasticidad en las conexiones sinápticas descansa en el axón mismo: la región llamada segmento inicial, que genera la señal de salida, cambia con la actividad neuronal. Es otra forma por la que el cerebro cambia con la experiencia 3. Los cambios en la expresión genética inducidos por la vida de cada uno generan cambios persistentes en los patrones de las conexiones neuronales de su cerebro. Cambios que en un cerebro en desarrollo como el de la infancia, o en maduración como el del adolescente, tienen una mayor influencia que en el adulto.