Pessoa, Fernando - Poemas Antologia

Fernando Pessoa POEMAS (Antología) Traducción y presentación: Miguel Ángel Flores 1 PRESENTACIÓN 1ª edición 1997 2

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Fernando Pessoa

POEMAS (Antología)

Traducción y presentación: Miguel Ángel Flores

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PRESENTACIÓN

1ª edición 1997 2ª edición 1998

En la hermosa ciudad de Lisboa, que se extiende a lo largo del estuario del Río Tajo, nació el 13 de junio de 1888 Fernando Pessoa. Y ahí mismo murió el 30 de noviembre de 1935. El poeta dejó de existir dos meses después de que su heterónimo, Alvaro de Campos escribiera: «Todos tenemos dos vidas: la verdadera, que es la que soñamos en la infancia y que continuamos soñando cuando adultos, en un sustrato de niebla; la falsa, que es la que vivimos en convivencia con otros, que es la práctica, la útil, aquella que acaban por meternos en un cajón.» De la vida útil, falsa, práctica dejó pocas huellas. La vida soñada se plasmó en innumerables páginas que guardó en un baúl, y que según un primer recuento contenía 27,543 documentos. En 1979 dichos papeles fueron adquiridos por la Fundación Gulbenkian que los entregó en 1982 a la Biblioteca Nacional de Lisboa. De ellos sólo una parte han sido publica dos. Toda la energía intelectual de Pessoa está reunida en ese baúl: notas de lectura, diarios, horóscopos y trabajos de astrología (pasión que compartió con su madre), textos políticos, listas bibliográficas, correspondencia, poemas, canciones, prosas, obras de teatro, traducciones, en suma: un inventario exhaustivo que aún no termina de hacerse. Con motivo del centenario de su nacimiento (1988) un periodista francés entrevistó al dueño de un taller de radiotécnica contiguo a la casa que habitó el poeta. Lo frecuentó porque su padre le cortaba el pelo; y lo recordó así: «Era un hombre solitario, tímido, poco comunicativo. Salía siempre hacia el mediodía. Iba a un café que estaba aquí en frente. Para él era un rito. Se sentaba y decía: 'Dê me sete' (déme siete). Era una comunicación en clave entre el mesero y él, y quería decir que deseaba alcohol. Al terminar su bebida se marchaba. Bebía mucho. Supe que era escritor cuando me lo dijo mi padre. Nadie se imaginó que se volvería tan famoso. Escribía de noche. En las ocasiones en que acompañé a mi padre a la casa del poeta, me di cuenta que los ceniceros estaban repletos». Ese mismo año su media hermana, Henriqueta, habló públicamente de los años de infancia que compartieron en Sudáfrica. El padre del poeta murió cuando Pessoa tenía cinco años de edad; dos años después su madre contrajo segundas nupcias

© De la presentación y traducción: Miguel Ángel Flores © De esta edición: Letras Vivas, 1998 Diseño de la portada: Elias Nahmad Diseño de interiores: Israel Ayala y Eugenia Herrera Ilustraciones de Julio Pomar Ilustración de solapa Antonio Costa Pinheiro ISBN 968-7888-07-5 Impreso y hecho en México Printed and made in México

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con el cónsul portugués de Durban, Sudáfrica. Henriqueta, siete años menor que el poeta, lo recordaba como un niño silencioso que casi no jugaba y que ya escribía desde entonces. Jamás hablaba de su padre. A veces los hermanos discutían de religión. A los diecisiete años abandonó la ciudad sudafricana de Durban y se trasladó a Lisboa para continuar sus estudios. «No lo volví a ver», dijo Henriqueta, «sino hasta muchos años después. Vino a buscarnos al barco, a mí y a mi mamá. Había una huelga en los muelles. Fernando quedó impresionado al reencontrar a su madre semiparalítica por una trombosis. Al cabo de un corto tiempo nos instalamos los tres en la calle de Coelho da Rocha. Él dedicaba su tiempo a escribir. Y a hacer horóscopos. Algunas veces entraba en la cocina y nos decía: Mi madre siempre respondía que sí... Mi hermano llevaba una vida poco ordenada. Durante el día iba a la oficina, salía tarde, atravesaba la ciudad a pie, y regresaba y se ponía a escribir. Bebía y fumaba mucho. Tomaba baños de agua fría. Su salud era frágil y se quejaba con frecuencia. Muy seguido pasaba la noche en vela dando vueltas por el departamento. En la mañana evocaba sus insomnios: