Ovinos

Taxonomía de los ovinos Reino:Animalia Filo: Chordata Clase: Mammalia Orden: Artiodactyla Familia: Bovidae Subfamilia: C

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Taxonomía de los ovinos Reino:Animalia Filo: Chordata Clase: Mammalia Orden: Artiodactyla Familia: Bovidae Subfamilia: Caprinae Género: Ovis Especie: O. orientalis Subespecie: Ovisorientalisaries

Razas Entre las razas mas comunes del ganado Ovino se encuentran: · West África: provenientes de África, raza netamente de pelo, su color es pardo, posee cola larga, orejas pequeñas y su perfil es convexo.

Caracteristicas: 

Raza tipo carne



Cabeza bien modelada



Regular tamaño



Orejas pequeñas y delgadas



Ojos grandes y vivos



Dorso fuerte con extremidades delgadas y largas de pezuñas resistentes.



Color marron en todas sus tonalidades



La ubre es bien desarrollada



Cola delgada y bien implantada



Adaptabilidad a climas cálidos y poco fértiles



Resistencia a parásitos y enfermedades



Su prolificidad y habilidad materna son altas.

·

Barbado Barriga Negra: Es de color pardo con la barriga negra, es un ovino que proporciona 75% de partos dobles, y proporciona abundante leche.

·



Buenas productoras de carne.



Color castaño al rojo oscuro



Marcas o listones en cara



Barriga y miembros desde las rodillas hacia abajo negros.



Ojos de color café



Cola no sobrepasa corvejones

Santa Ines: La raza Santa Inés es resultado del cruce de la raza Bergamacia (origen italiano) con la raza Morada Nova, animal criado en el nordeste brasileño. Los raza Santa Ines tiene ciertas características marcadas como: 

Orejas Caídas y Largas



Cabeza grande y con nariz curva



De color negro



Los machos llegan a pesar de 50 a 80 kg. A los dos años de edad.



Cuando son apoyados con alimentos en comederos se vuelven demasiado mansos



Les encanta que los acaricien.



En el caso de las hembras por lo general tiene paletas más cortas que las piernas



Mayormente son nobles pero sobre todo son de andar en grupos y no acostumbran a estar solos a menos que estén heridos

Zonas de crias Zonas de cría ovina en Venezuela La mayor superficie susceptible de ser dedicada a ganadería en Venezuela está constituida por sabanas inarboladas o con bosques de galerías, cubiertas con graminetum de bajo porte y localizadas en la región de los llanos. Las altas precipitaciones pluviales en las épocas de lluvias, los suelos pobres y pesados, así como la escasa pendiente, producen extensas inundaciones que dificultan la cría ovina en esas épocas, pues, el ovino es susceptible a las parasitosis y enfermedades podales que se intensifican en ese ambiente húmedo. Las limitantes que imponen estos factores ecológicos a la cría ovina en gran parte de las sabanas venezolanas, parecen tener antecedentes históricos bien fundamentados. A pesar del rápido incremento inicial observado en los rebaños introducidos por los españoles durante las épocas de conquista y colonización, se produjeron ulteriormente procesos de estancamiento y regresión en el desarrollo de tales rebaños, debido posiblemente al deterioro de los recursos forrajeros, altas incidencias de parasitosis, expoliación de los rebaños por las guerrillas internas del siglo XIX y, más recientemente, por el abandono de las actividades agropecuarias durante la primera mitad de este siglo, como consecuencia de la explotación petrolera y la transformación de la economía del país. Estas circunstancias determinaron un desplazamiento y concentración de los rebaños ovinos hacia zonas secas y desérticas. La adopción de los ovinos por los indios Goajiro impidió la desaparición de la especie, por cuanto estas tribus transhumantés, verdaderos pastores de ovejas, contribuyeron a preservarla en el país. En Venezuela se ha estimado que existe una superficie de zonas áridas y semiáridas que puede alcanzar a 41:600 km2. Dentro de estas zonas áridas se han definido cuatro zonas de vida para pastoreo de ovinos y caprinos, basadas en el mapa ecológico de Ewel y Madriz. Estas cuatro zonas son: 1) maleza desértica tropical, 2) monte espinoso tropical, 3) bosque muy seco tropical y 4) monte espinoso premontano. Maleza desértica tropical: Se encuentra Únicamente en el extremo de la Península de La Goajira y parte del estado Nueva Esparta, es la formación más seca que se encuentra en el país y constituye un 6% del total de zonas áridas. La precipitación pluvial anual promedio varía entre 125 y 250 mm. Se extiende desde el nivel del mar hasta 50 a 100 msnm, con temperatura media anual superior a los 25°C. Su flora

está constituida por cujíes (Prosopisjulisflora, Poponaxsp.); yabos (Cercidiumpraecox) y cactáceas de los géneros Lamairocereus, Opuntia y Mamillaria.

Zonas Para la Cría Ovina

Monte espinoso tropical: Ocupa el segundo lugar en extensión con 22% del área árida total. Su ubicación más amplia está en las costas del occidente del país, pero se encuentra también en el oriente en las islas del estado Nueva Esparta y en la costa de la Península de Araya del estado Sucre. La precipitación promedio anual oscila entre 250 y 500 mm. La vegetación es mayormente espinosa, de hoja pequeña y coriácea, destacándose las cactáceas columnares y árboles de los géneros Cercidium, Pithecolobum y Capparis. Las cactáceas del género Opuntia se encuentran en manchones amplios que cubren densamente el suelo. Bosque muy seco tropical: Ocupa alrededor del 61% de la zona árida, siendo el más extenso. Distribuido en diferentes zonas del norte del país en los estados Falcón, Zulia y Anzoátegui. Cubre áreas que van desde el nivel del mar hasta los 600 m de altura. El promedio de precipitación anual oscila entre los 500 y 1.000 mm, dos a cuatro veces menor que la evapotranspiración potencial, por lo cual puede ser ubicado dentro del grupo de zonas de humedad semiáridas. La vegetación predominante es el bosque de dos estratos con mezcla de plantas espinosas, árboles y arbustos decíduos, tales como el guamacho (Pereskiaguamacho), la vera (Bulnesiaarborea), el curarí (Tabebuiaserratifolia), el caracuey (Bromeliahumilis), etc. Bosque espinoso premontano: Ocupa el 11% de las zonas áridas. Su ubicación es interiorana, en alturas situadas entre los 400 y 1.300 msnm. Las precipitaciones varían entre 250 y 600 mm y la evapotranspiración es mayor de dos a cuatro veces. Las especies arbóreas están muy distanciadas, predominando las cactáceas de dos tipos: las columnares con más de 6 m de altura y las de bajo porte, como la tuna blanca (Opuntia caracosana) y la guasabara (Opuntia caribea). Abundan igualmente pequeños árboles de los géneros Capparis, Pithecolobium, Cassaria, Pereskia, etc., en asociación con el orégano (Lippia alba) y el gatillo (Capparislineacis). Además de estas cuatro zonas, se les ha concedido especial importancia para los ovinos a las de Trachypogon o Saetales ya las praderas alto andinas, las cuales, si bien no se ubican dentro de las zonas áridas, son potencialmente utilizables en la explotación de esta especie. Las sabanas de Trachypogon o Saetales sobrepasan en extensión los 15 millones de hectáreas y se ubican mayoritariamente al sur de los estados Anzoátegui y Monagas. A pesar de la elevada pluviometría (1.500 mm), sus suelos tienen altos contenidos de arena lo cual facilita el drenaje interno e impide el incremento de la humedad superficial,

común en nuestros llanos y perjudicial para la cría ovina. La pobreza de sus suelos permite sólo el crecimiento de especies gramíneas rústicas, de baja calidad nutricional. Las altas praderas andinas se caracterizan por su baja temperatura, pobreza de los suelos y su relieve típico. Están cubiertas en su mayoría por gramíneas de bajo porte y bajo contenido nutricional, entre las cuales se encuentran los géneros Sporobolus, Paspalum, Axonopus, etc. En las zonas más altas predomina el frailejón (Espeletiaschultzii) entre- mezclado con gramíneas de gran rusticidad. La Gran Sabana. Está constituida por altiplanos de altura promedio de 1.300 m, aptos para la explotación ovina. Abarcan la zona comprendida desde Kavanayén hasta Santa Elena de Uairén e Icabarú. Debido a la altura de su clima es más templado que aquél de las sabanas de Trachypogon. Presentan suelos pobres y deficientes en algunos elementos, principalmente calcio y fósforo. En años recientes el Ministerio de Agricultura y Cría estableció en esa región un Centro de Recría Ovino. Sin embargo, se considera que deben realizarse estudios más detallados que permitan la utilización de estos ecosistemas sin degradarlos, debido a las limitantes del suelo. Distribución de los ovinos en Venezuela De acuerdo con las estadísticas disponibles, se estimaba para 1982 una población ov1na total en Venezuela de 380.860 cabezas (Guía Pecuaria MAC- 1983), distribuida irregularmente en el territorio nacional, según puede observarse en el Cuadro 1. Asimismo, se evidencia con total claridad que la casi totalidad de los ovinos son criados en las zonas áridas y semiáridas, por lo cual las mayores poblaciones se concentran en los estados Zulia, Lara y Falcón, los cuales en conjunto albergan el 80% de la existencia nacional. De acuerdo con estas mismas informaciones, se observan fluctuaciones apreciables en las existencias de ovinos en el curso de los últimos años, tanto a nivel regional como en escala nacional. Esto podría evidenciar, entre otros factores, la inconsistencia en las políticas de desarrollo de la explotación de esta especie. Las fluctuaciones observadas en el estado Zulia pueden estar influenciadas por la incidencia de la transhumancia de los rebaños goajiros a través de la frontera colombo-venezolana. Las bajas cifras de población ovina en el país destacan la potencialidad productiva actual, ante la existencia de amplias zonas susceptibles de ser utilizadas por esta explotación; como también, la subutilización que se está haciendo de muchas regiones tradicionalmente usadas para cría de ovinos. Estimaciones realizadas hace pocos años, fundamentadas en la demanda potencial de carne ovina, señalan la factibilidad de incrementar el rebaño nacional hasta 1.300.000 ovejas, con la finalidad de cubrir el déficit de esas carnes y complementar las exigencias de carnes rojas por la población. Si a ello agregamos la posibilidad de incrementar la explotación mediante la incorporación de rebaños en zonas de condiciones agrológicas más favorables, bajo sistemas semi-intensivos de producción, en asociación o no con otras especies ganaderas, se evidencian las amplias perspectivas del desarrollo de la cría ovina nacional. Cuadro 1. Entidades Federales con mayor población de ovinos (Número de cabezas)

Falcón

Entidad Federal

1935

1950

1961

1982

Venezuela

107.603

101.010

99.036

380.860

15.956

21.502

10.439

75.300

Lara

40.753

27.708

34.457

76.875

Mérida

2.612

11.151

7.865

5.185

Monagas

1.434

3.437

679

6.480

Nueva Esparta

1.728

3.980

57

Táchira

1.306

2.956

2.293

Trujillo

55

3.632

3.031

1.825

43.137

20.144

28.527

181.365

Zulia

Fuente: Anuario estadístico Agropecuario 1976 MAC. Caracas. Oficina Técnica de Estudios MAC. 1982. Guía Pecuaria 1983. OTE-MAC.

Producción Alta capacidad reproductiva En los aspectos reproductivos pueden señalarse ventajas de gran interés. En nuestro medio tropical, la oveja se comporta como poliestral continua; es decir, que se reproduce durante todo el año. Factores climáticos tales como la intensidad de las radiaciones solares, la temperatura ambiental y sus variaciones entre el día y la noche, como también la altitud sobre el nivel del mar, parecen no ejercer un efecto determinante sobre la capacidad reproductiva, como en los países de zonas templadas y frías donde se suceden cuatro estaciones. En estas zonas se presentan los denominados "anestros estacionales"; o sea, épocas en las cuales las ovejas pierden temporalmente su capacidad reproductiva por efectos del clima sobre la fisiología genital. Durante la época de invierno cuando las horas de luminosidad solar son menores, se produce una interrupción del ciclo estral, no se producen ovulaciones, por lo cual no hay manifestación de celos. Esta condición fisiológica tiende a desaparecer con el aumento de la luminosidad hacia la época primaveral. La capacidad de las ovejas de reproducirse durante todo el año en zonas tropicales permite obtener, por lo menos, tres partos cada dos años, por cuanto sólo se interrumpe la actividad sexual durante la gestación y la lactancia, fenómenos conocidos como "anestros de gestación y de lactancia". Sin embargo, la oveja puede tener ovulaciones en un 50%, sin estro aparente a los 25 días después del parto, 10 cual hace posible la obtención de gestaciones dentro de los primeros 45 días después del parto. Otro aspecto favorable de la explotación ovina en su capacidad reproductiva, es el relativo a la posibilidad de obtener partos gemelares. Existen razas ovinas que presentan una mayor frecuencia de partos gemelares, por lo cual, el índice individual medio de fertilidad puede ser de 120 a 180% o más. Este índice determina el número de crías por parto. Este elevado índice de fertilidad en el trópico permite un mayor incremento del número de crías y un mejoramiento notable de la rentabilidad en la explotación.

Generalmente, un 10% de las ovejas tienen partos gemelares y un 3% partos triples; sin embargo, la oveja lechera de Frisia, considerada como la más prolífica tiene un 25% de partos simples, 42% de partos dobles, 31% de partos triples y 2% de partos cuádruples. Estas cifras evidencian el potencial de mejoramiento de la fertilidad en los rebaños ovinos. Asimismo, se ha calculado que la fecundidad de los ovinos varía entre 85 y 95% , una de las más elevadas tasas entre las especies domésticas. Nuevas tecnologías están abriendo más amplias perspectivas a la cría ovina en el país. En el Instituto de Investigaciones Zootécnicas del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CENIAP}, en Maracay, se ha venido realizando desde hace varios años una serie de trabajos experimentales para lograr un mejor conocimiento de los aspectos fisiológicos de la reproducción, que permita enfrentar con mayores posibilidades de éxito la especial problemática de la reproductividad ovina en el trópico. Es así, como en ensayos realizados con la técnica de sincronización del estro, la cual permite concentrar en una época determinada los celos de las hembras del plantel de reproducción, se han obtenido resultados superiores a los esperados, comprobándose la eficiencia de esta técnica. La sincronización del estro permite reducir la época de monta y el anestro de lactación, la concentración de las pariciones y la uniformación de los procesos de levante y engorde en los corderos, entre otras ventajas. En los ensayos del Instituto de Investigaciones Zootécnicas se ha obtenido entre 90 y 100% de fertilidad en ovejas sincronizadas, en comparación con 75 a 80% del rebaño no sincronizado. El número de corderos por partos aumentó de 1 ,4 en el rebaño no sincronizado a l,7 con la sincronización. En los Cuadros 1 y 2 se incluyen los resultados obtenidos con el uso de la sincronización, combinada con la inseminación artificial.

Cuadro 1. Sincronización del estro en ovejas con acetato de fluorogestona (F.G.A.) mediante esponjas intravaginales.

N° de ovejas en estro a las horas: Razas

N° de animales tratados 24

48

72

Total de ovejas en estro

West African

15

1

13

1

15

Barbados Barriga Negra

12

6

5

1

12

Criolla

15

4

11

-

15

Total

42

11

29

2

42

-

26,1

69,1

4,8

100%

Porcentaje

Tomado de Mazzarri y col. (1973)

Cuadro 2. Fertilidad de las ovejas en estabulación después del tratamiento con F.G.A.

Razas

N° de ovejas gestantes estro

N° de animales tratados

Total partos 1°



Total corderos nacidos

Promedio por parto

West African

15

11

4

15

100

25

1,66

Barbados Barriga Negra

12

11

1

12

100

21

1,75

Criolla

15

10

4

14

93,5

21

1,40

Total

42

32

9

41

67

1,63

-

76,2

21,4

97,6

-

-

Porcentaje

Tomado de Mazzarri y col. (1973)

Cuadro 3. Oferta, demanda y consumo de diferentes tipos de carne en Venezuela para el año 1980 (tm).

Especie

Vacuno

Cerdo

Conejo

Pollo

Oferta

Demanda

Déficit

Consumo por habitante (kg)

353902,0

360976,0

7074,0

20,0

80712,0

87609,0

6897,0

6,29

937,0

979,5

41,5

0,07

200149,0

217460,0

17266,0

15,6

Caprino

8857,0

8857,0

Oveja

2000,0

2150,0

0,66

150,0

0,16

Plan Operativo 1980-81, Dirección General de Planificación del Sector Agrícola, Unidad de Planificación Operativa M.A.C. Caracas, 1980.

Producción y consumo El consumo de carne ovina en Venezuela se concentra fundamentalmente en el estado Zulia y en el área metropolitana de Caracas. En el estado Zulia se localiza el 80% del autoconsumo nacional y algo más del 90% del beneficio controlado en los mataderos del país. En el área de Caracas los niveles de consumo se calculan entre 20 y 40 toneladas métricas por año. Ese consumo corresponde a cortes de alta calidad (perniles, chuletas y costillas), importadas en su totalidad y provenientes de carnes seleccionadas, clasificadas y tipificadas de acuerdo a normas internacionales y que son consumidas por los estratos poblacionales de mayores ingresos. En relación con la leche de oveja, se reconoce que es más rica en principios nutritivos que la leche de vaca. Si bien en Venezuela no se produce leche de oveja en forma apreciable, es conocido que puede ser utilizada en la elaboración de quesos finos como el Pecorino y el Roquefort, de gran demanda en el mundo. Dentro de las razas ovinas de aptitud lechera destacan la Frisia o Mildschaf de Alemania y la Awassi de Israel. La producción de leche en la raza Frisia puede alcanzar hasta 600 Kg., con 6 ó 7% de grasa, en lactancias de 150 días. En la raza Awassi se citan producciones récord superiores a 1 000 Kg. por lactancia. En relación con la producción cárnica, se ha señalado que la carne ovina presenta algunas ventajas en relación con la obtenida de otras especies. En este sentido, se afirma que contiene menos cartílagos y aponeurosis y que produce mayores rendimientos en canal que la carne de bovinos. Asimismo, permite efectuar mejores cortes para su expendio y conservación, como también ofrece mayor ternura y suculencia, con un excelente olor. Esta mayor suculencia es debida a una mayor proporción de oleína. El mejoramiento de los sistemas de explotación y la aparición de nuevas razas especializadas de aptitud cárnica, entre otros factores, han permitido una producción intensiva de carne ovina. En Francia, con las razas Lile de France y Berrichon de Cher, se obtienen corderos de 30 a 32 Kg. de peso vivo a los 100 días de nacidos, lo cual representa una ganancia de 300 gramos por día. Perspectivas futuras La producción de carne ovina en Venezuela podría aliviar la presión determinada por la demanda de carne bovina. Se estima que el 80% del consumo de carnes rojas es de origen bovino y frecuentemente se presentan exigencias para importación. Actualmente, la demanda de carne ovina se ha incrementado en el país, debido particularmente a la numerosa población extranjera aquí radicada ya la instalación de fábricas de embutidos y enlatados cárnicos. En la actualidad, la totalidad de los hilados de lana que requieren las industrias textiles del país son suplidos mediante la importación. Esta importación de hilados finos de lana peinados, con 80% de mezclas de fibras poliestéricas y celulósicas, así como las cardadas, ha venido incrementándose con ritmo acelerado. En 1955 alcanzó a 280000 Kg. y en 1966 se ubicó el 1200000 Kg. Sin embargo, cifras publicadas ulteriormente señalan niveles de importación muy bajos. En síntesis, la ganadería ovina manejada con suficientes conocimientos de los sistemas de producción y asesoramiento capacitado, buena coordinación de los procesos productivos para mantener una oferta estabilizada durante todo el año, productos adecuados a la demanda interna y la garantía de un mercado

estable para asegurar la colocación de los productos, puede constituir un valioso aporte a la economía nacional. Alimentación: Los ovinos utilizan los forrajes de una manera más eficiente que otros animales. Su alimentación debe alcanzar un buen balance de proteínas y de energía para permitir un nivel deseable de producción. Este balance se obtiene de las praderas de pastoreo, en el caso de que éstas no sean sobre pastoreadas. En regiones con épocas críticas del año para producir forraje fresco (debido a sequía), será necesario prever esa deficiencia con forraje conservado. Las estrategias de alimentación deben utilizar todo lo que pueda ser consumido por los ovinos, como residuos de cosechas de cereales (pajas de arroz, trigo y cebada) y también de hortalizas. Un ovino o adulto requiere un monto de forraje fresco (en verde) igual a 15% de su peso vivo. Por ejemplo, un animal de 35 kg requerirá 5,25 kg de forraje fresco por día. Si los animales se crían en establos se debe incluir una cantidad adicional (por ejemplo 1,5 kg adicional) para compensar la porción de forraje que el animal rechazará. Los animales deben contar con libre acceso al agua. La fuente de agua deber ser corriente para evitar riesgos de infestaciones de parásitos. En animales criados en corral, el suministro de agua en un bebedero permitirá menor contaminación. Se calcula un volumen de 3 a 8 litros de agua por animal por día

Reproducción La oveja posee un periodo reproductivo que varía entre 7 y 10 años. Un carnero puede cubrir hasta 50 hembras, un rebaño o hato pequeño requiere solamente un macho, sano y bien conformado, el cual debería ser utilizado por no más de tres años consecutivos. Se recomienda rotar machos entre rebaños de productores vecinos para evitar la consanguinidad (cruzamientos entre hijos y madres o entre hermanos) que incrementa los riesgos de producir hijos con defectos. Hay que asegurarse de que el macho esté exento de defectos, enfermedades y afecciones reproductivas. El desarrollo del feto de una Oveja es mayor durante los últimos 50 días de la gestación. En este período la oveja debe recibir alimentación especial para lograr crías sanas y vigorosas, y producir leche abundante durante la lactancia. Particularmente en el caso de ovinos existen dos sistemas de reproducción: Sistema no estacional (producción acelerada de corderos). En los ovinos criollos y de pelo las hembras se cruzan en cualquier época del año. Las ovejas paridas podrán cruzarse entre los 45 y los 80 días después del parto. Sistema estacional. Común en razas mejoradas europeas con reproducción estacional. Las hembras sólo se cruzan en una estación definida cada año. Después de cinco meses de gestación la oveja pare una o dos crías, a las que se les llaman corderos (algunas razas como la Romanoff pueden llegar a parir nueve crías). En general, en la zona centro y norte de España se prefieren los borregos lechales (que no han probado otro alimento que la leche materna) o en su defecto cuanto más pequeños mejor; antes de que tengan ocho dientes ya que, en el momento en que se desarrollan éstos, el borrego empieza a comer y puede ser destetado. En Andalucía, por el contrario, se valoran más los borregos de ocho dientes con un peso que ronde los once kilos y medio (una arroba) por entenderse que la relación entre el peso y la calidad de la carne es más satisfactoria (sobre todo para el carnicero, más que para el consumidor). También valen más caros los que están criados en cebaderos a base de pienso, pues por su calidad son más cotizados. Los corderos recién nacidos están con sus madres aproximadamente hasta un mes y medio, hasta que son destetados y se meten en los cebaderos, separándose machos y hembras ya que han de comer piensos diferentes. Las ovejas llegan a la pubertad entre los 5 y los 10 meses de edad y los carneros entre los 3 y los 6 meses de edad. Aunque lo más recomendado es esperar hasta que tengan un año para introducirlos en el programa reproductivo.



1. LA ESQUILA Consiste en el corte del vellón –la lana- de las ovejas, que generalmente se realiza una vez al año, en primavera o a comienzos del verano. La forma de cortarla es muy cerca de la piel, sin dañar al animal, para lo cual se utilizan esquiladoras mecánicas que la cortan en una sola pieza,

llamada vellón. Se esquilan entre 10-15 animales a la hora, dependiendo de destreza del esquilador. El peso medio del vellón de una oveja es de 4,5 kg. 

2. LAVADO Una vez obtenido el vellón, el siguiente paso es el lavado de la lana. Se lava cuidadosamente con agua caliente, extrayendo todos los restos orgánicos que se van adhiriendo a ella a lo largo de la vida de la oveja. Luego se enjuaga con agua fría.



3. SECADO En el siguiente paso, el secado, la lana lavada se deja estirar en una superficie plana, especialmente al aire libre o cerca del calor de la cocina o fogón.



4. ESCARMEADO Tras el proceso de clasificación, llega el proceso de escarmenado, en el que se estiran los fragmentos de la lana esquilada, separando a mano cuidadosamente las fibras sin que se corten, hasta que adquieran una textura suave y un peso muy ligero.



5. HILADO DE LA LANA Se realiza ya sea con un huso, máquina artesanal o una rueca y consiste en torcer las fibras las fibras de la lana escarmeada hasta obtener un hilo de grosor deseado



6. TEÑIDO DE LA LANA El proceso del teñido natural se basa en colores sacados de la vegetación y de los minerales presentes en la naturaleza. Escondidos en la corteza, las hojas, raíces y a veces las flores, se encuentran colores que, después de ser hervidos con sal, vinagre, piedra lumbre o sulfato de cobre, penetran en la lana para siempre.