Orando Con Los Salmos

Orando Con Los Salmos Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con e

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Orando Con

Los Salmos Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón. Efesios 5:19

Lectura del día: Salmo 1 1

La clave del éxito Los dos caminos: Lo que uno siembra en su vida, lo habrá de cosechar. Los que observan a ley de Dios tendrán la felicidad en esta vida y en la otra. Este primer salmo Nos habla de la felicidad, al igual que el primer discurso de Jesús que comenzará con: ¡Dichosos!

El

salmo 1 habla del hombre bienaventurado, del hombre que es completo, que se caracteriza por no seguir el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva malas relaciones que pueden afectar su relación con Dios. La clave de su éxito está en el versículo 2: “sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.” Hay dos palabras claves en este versículo: la primera es deleitarse, que tiene que ver con saborear la Palabra, alegrarse por lo que allí está escrito, descubrir esas verdades que pueden transformar nuestra vida; y la segunda palabra clave es meditar, que es pensar y considerar un asunto con atención y detenimiento para estudiarlo, comprenderlo bien, formarse una opinión sobre ello o tomar una decisión. Quien hace esto, quien se deleita y medita la palabra de Dios, no buscará el consejo de los malvados, porque la Palabra será su consejo; no necesitará seguir el camino de los pecadores, porque la Palabra le mostrará el camino que debe seguir, y en la Palabra encontrará ejemplos de hombres de fe a los que puede imitar. La promesa es que estará plantado como un árbol junto a un rio; tendrá firmeza, pues sus raíces estarán profundas; tendrá fortaleza ante las tormentas y sus hojas no caerán como señal de sanidad; la promesa es que dará fruto en su debido tiempo, luego de pasar los procesos que deba pasar. Por si esto fuera poco, además todo lo que haga prosperará, porque está obedeciendo la voluntad escrita en la Palabra de Dios. No te desanimes si estás pasando situaciones difíciles, deléitate y medita en la Palabra y tendrás éxito en tu vida.

Nuestras necesidades son tan profundas que no debemos cesar de orar hasta que estemos en el Cielo.

Lectura del día: Salmo 50 2

Invocando en la angustia Sirvan a Dios con corazón sincero. Dios viene a juzgar a su pueblo. Denuncia a los que reemplazan la obediencia del corazón por ofrendas y sacrificios materiales, y recitan los mandamientos en vez de ponerlos en práctica.

Este salmo que se atribuye a Asaf, no es ni un canto de alabanza ni una oración, más bien se ha clasificado como una exhortación profética. Es posible que se haya utilizado en ceremonias de renovación de pactos o de alianzas. Algunos eruditos bíblicos llaman a este salmo un sermón litúrgico con mucha instrucción. Sin embargo en el pasado se cantó y ahora lo podemos orar también. Es evidente que el predicador identifica y trata con dos problemas: Primero, un concepto erróneo del sacrificio y, segundo, la falla de los miembros de la congregación en vivir vidas consistentes con las creencias y profesiones de fe. El orador critica la adoración de la iglesia y su trabajo. Asaf presenta a Dios como una autoridad sobre los cielos y la tierra. Ellos serían testigos sobre el juicio que vendrá contra el pueblo de Dios. El salmo indica que el pueblo no ha obedecido. Israel ha quebrantado la alianza y Dios no guardará silencio, sino que viene a juzgarlo con autoridad, como su Rey, como el dueño de todo. La analogía de la tempestad en el versículo 3, trae a la mente de Israel el recuerdo del Sinaí, cuando Dios apareció para establecer la alianza y para dar mandamientos, los cuales fueron desobedecidos por Su pueblo. El llamado es a la renovación. Es también un llamado a poner el sistema de sacrificios en la perspectiva correcta. No como un medio para hacer valer sus propios méritos, sino como una expresión de gratitud. La adoración debe siempre comenzar con gratitud. Oremos este salmo y apropiémonos de la promesa del verso 15, «Invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás». Dios nos ayude a ser congruentes con lo que creemos y lo que vivimos. Recordemos lo que Nuestro Señor Jesucristo dijo en Mateo 7:21: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. Que tomemos la decisión de consagrarnos completamente a Dios.

Nuestras necesidades son tan profundas que no debemos cesar de orar hasta que estemos en el Cielo. 3

Lectura del día: Salmo 2 Dios se ríe Los dos reinos. Esta lucha entre los reyes de la tierra y el Elegido de Dios es un anuncio del libro del Apocalipsis. Dios ha venido a los hombres: su presencia es un desafío a los que quisieran ser señores del mundo: no habrá paz duradera en esta tierra.

Algunos

salmos se les llaman mesiánicos debido a sus descripciones proféticas de Jesús el Mesías. Este salmo hace referencia a la oposición de muchos a someterse al dominio de Jesús como Rey. Lo que me llamó la atención de este salmo fue la expresión “el rey de los cielos se ríe” porque esto me indica que tenemos un Dios con emociones; a veces se entristece, a veces se enoja, a veces se enfurece, pero la mayor parte del tiempo sonríe, de hecho, le gusta la fiesta, sobre todo donde sus hijos se alegran; es como un papá haciendo lo posible para alegrar el corazón de sus hijos, y creo que cuando nosotros sonreímos y estamos felices, su corazón se alegra también. En el contexto del salmo ¿por qué se ríe Dios? Primero se ríe cuando las naciones se rebelan contra Él y dicen “no queremos depender de Dios, no lo necesitamos”, pero su risa no es de burla, sino por lo absurdo de su actitud, de su soberbia que no los llevará a nada; se ríe como un padre cuando es retado por su hijo de 6 años que le dice: “no te necesito, puedo cuidarme solo”. El padre sabe que no podrá, que lo necesita, que tarde o temprano reconocerá sus limitaciones y buscará sus brazos. Dios sonríe aún más cuando sus hijos le alaban, confían en Él y en sus propósitos. Dios tiene una sonrisa de amor, una sonrisa de agrado, una sonrisa que mueve su corazón. El salmo 2:12 termina diciendo: “Sométanse al hijo de Dios, no sea que se enoje y sean destruidos en plena actividad, porque su ira se enciende en un instante. ¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!” En otras palabras, tienes dos opciones: haces que Dios sonría porque confías en Él, o causas que Él sonría por lo absurdo de tu actitud. Te aconsejo que elijas la primera, esto traerá alegría a tu corazón y bendición a tu vida.

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Lectura del día: Salmo 51 Orando pidiendo perdón Piedad de mí, Señor. Ante el Dios de verdad reconocemos el pecado que cometimos. No faltará la esperanza en nuestra humillación, pues sabemos que Él es capaz de crear en nosotros un corazón nuevo.

Este salmo, junto con el 6; 32; 38; 102; 130 y el 143, son clasificados como penitenciales. Es una oración que David hace para pedir perdón y restitución espiritual. El clamor del salmista manifiesta su propia pecaminosidad. La ocasión histórica se ubica en 2 Samuel 11 y 12, cuando David tomó a Betsabé como mujer, asesinó a su esposo Urías y el profeta Natán lo confronta para que reconozca su pecado. Los temas dominantes son pecado y perdón. Este relato tiene mucho que ver con el carácter misericordioso de Dios y con la pecaminosidad humana. Enfatiza la gracia de nuestro Padre celestial. El pecado de David tuvo graves consecuencias: El hijo de Betsabé y el rey murió. La familia real estuvo a punto de caerse en pedazos. Sin embargo, el pecado de David, una vez que se arrepintió de corazón y buscó la gracia de Dios, fue perdonado. Se le permitió vivir y seguir reinando. Encontramos tres palabras que describen las acciones de David: Iniquidad, transgresión y pecado. Hay tres palabras a las que apela David en su necesidad: la misericordia, el amor inmutable o que no cambia y la compasión. La petición del salmista puede hoy ser la nuestra. Pide a Dios, de manera imperativa ser lavado, ser limpiado, ser purificado, que borre todas tus maldades, y que seas recreado. Pide al Señor que cree en ti un corazón limpio y un espíritu recto. Además de que te devuelva gozo de la salvación y lo sustente con un espíritu noble. La fe del salmista en el poder transformador de Dios es evidente. Significa recibir una nueva vida. Por supuesto que una transformación interior no es suficiente. El corazón limpio y el espíritu nuevo se verán acompañados por una proclamación exterior, visible y audible. Las buenas nuevas de Dios deben ser declaradas por tu boca. Así como el orgullo es un pecado que conduce a la idolatría, la humildad nos lleva a la alabanza.

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Lectura del día: Salmo 3 Duerme tranquilo ¡Cuántos son mis enemigos! El rey David, como todo cristiano, tiene un aliado más fuerte que todos sus enmigos juntos: Dios.

Todos, tarde o temprano, enfrentaremos circunstancias muy difíciles, que nos llenarán de angustia, dolor o tristeza; situaciones en las que estamos por perder la esperanza o sencillamente creemos que no podemos más. El salmo 3 fue escrito por David cuando pasaba uno de los peores momentos de su vida, ya que su hijo Absalón se rebeló contra él reclamando con traición el trono, y muchos se unieron a Absalón; incluso Ahitofel, uno de los consejeros que David más valoraba, también lo traicionó. David salió huyendo de Jerusalén con dolor, vergüenza y confusión; la Biblia describe que llevaba la cabeza cubierta y los pies descalzos en señal de duelo. Una persona, al verlo así, lo maldijo, le arrojo piedras y le dijo que lo que estaba viviendo era de parte de Dios. ¡Esto era como para quitarle el sueño a cualquiera! En ocasiones no dormimos porque no tenemos dinero para pagar la colegiatura o porque hablaron mal de nosotros, y a veces causas menores nos hacen pasar insomnio; en el caso de David, lo sorprendente del ver sículo 5 es que él dice, “yo me acosté y dormí” ¿te puedes imaginar el problemón que David tenía? Seguro su hijo lo quería matar, porque lo único que impedía que Absalón tuviera el trono era que David estuviera vivo, y tal vez los otros hijos de David correrían la misma suerte, y con todo esto David dormía, y la razón que tenía para dormir en paz, era porque Yahvé lo sustentaba, lo que significa que Dios alimentaba su paz, alimentaba su esperanza, lo sostenía en medio del temor. Lo anterior no puede ser logrado sin la Eucaristía y la interacción con Dios a través de la oración. David clamó a Dios y sabía que Él lo escuchaba, él tenía confianza, porque ya había experimentado en el pasado cuando clamó a Dios, Él le dio fuerza para vencer leones y osos, lo ayudó a vencer a Goliat, lo sustentó en la cueva de Adulam y lo llevó al trono. Yo no sé qué problema estés pasando que te esté quitando el sueño, clama a Dios, confía en Él y duérmete tranquilo.

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Nuestras necesidades son tan profundas que no debemos cesar de orar hasta que estemos en el Cielo. Lectura del día: Salmo 52 Orando en tiempo de amenaza Dios destruirá al malvado. El salmista pide a Dios que castigue a un opresor. La caída del sistema injusto es una manifestación de la justicia de Dios, pero sabemos también que no existe el partido de los buenos frente al de los malos.

El antecedente histórico del salmo 52 se halla en 2 Samuel 21 y 22. Se identifica como “la persona poderosa” a Doeg, uno de los siervos de Saúl, quien le informó al rey la localización de David, lo ubica en casa de Ahimelec, quien mató a los sacerdotes de Nod. Aunque podemos orar el salmo 52, no es literalmente una oración ni una alabanza dirigida a Dios. Podemos entender más bien esta porción de las Sagradas Escrituras como la expresión de un hombre que se siente amenazado por una persona poderosa que quiere practicar sus malos caminos en el salmista y en otros justos. Pueden ser las palabras para el pueblo fiel a Dios amenazado por diferentes situaciones. Este capítulo nos habla de la naturaleza de la seguridad, riqueza y poder verdaderos. En el versículo 1 establece que la seguridad se puede buscar en hacer el mal o en la misericordia de Dios. Es evidente que la persona poderosa escogió buscarla por medio de la agresividad, la maldad, el engaño y la mentira. El salmista afirma que la alternativa a la confianza en las riquezas y la autonomía es la dependencia en Dios y Su amor que no cambia. Nuestra verdadera seguridad depende de nuestro Creador y no de nosotros mismos ni de nuestras posesiones. El tiempo actual nos presiona a poner nuestra confianza en nosotros mismos y en las posesiones materiales. Mientras que esta porción de la Palabra de Dios nos ofrece como la mejor alternativa fundamentarnos en el amor inmutable de Dios para con nosotros, la ilustración del árbol de olivo verde, de larga vida, que crece en los terrenos del templo, nos enseña que si estamos enraizados en el amor permanente de Dios, nuestra seguridad, riqueza y poder espirituales son perdurables. Con fe, oremos este salmo y descubramos la bendición de encomendar nuestra vida y futuro al Dios amoroso. Sobre todo si estamos viviendo bajo alguna amenaza. Las palabras finales del salmo nos recuerdan la bondad de Dios.

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Nuestras necesidades son tan profundas que no debemos cesar de orar hasta que estemos en el Cielo. Lectura del día: Salmo 4 El fundamento de una oración contestada Oración de la noche. Una oración de la noche para quienes, a pesar de las dificultades, confían en Dios, porque recuerdan cuan a menudo el Señor los ha sostenido en los momentos de angustia.

Cuánta seguridad tenemos en las personas que cumplen su palabra, las que respetan sus compromisos, los que dicen que harán algo y lo hacen, que cuando ofrecen, se apresuran a cumplir; ese tipo de personas honestamente son escasas, las que cuando dicen algo les creemos, estamos tranquilos porque han demostrado que son confiables. En cuanto a Dios, sabemos que Él es fiel a Su Palabra, lo que Él promete lo cumple y no hay duda de eso, pero ¿Cuál es nuestra respuesta a esa fidelidad? ¿Correspondemos como merece? A veces nos quejamos de que parece que Dios no responde o sentimos que no nos escucha, pero debemos entender que las respuestas a las oraciones son fruto de una relación de fidelidad. En el Salmo 4:3, el salmista hace una declaración muy profunda de la respuesta de Dios a los que son fieles, dice así: Sépanlo de una vez: Dios me muestra su amor porque le soy fiel; ¡por eso me escucha cuando lo llamo! Este salmo hace referencia a la respuesta de Dios para con las personas que son fieles, que cumplen lo que prometen a Dios, que lo honran, que cuando ofrecen algo no se tardan en cumplir; ese tipo de personas que son confiables para Dios, son las que Dios honra de una manera especial. Él sabía que había un fundamento para recibir las respuestas a sus oraciones: era su compromiso de amor, lealtad y fidelidad hacia Dios; él oraba con confianza porque sabía que Dios lo escuchaba y le respondería. Incluso termina este salmo diciendo “En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú, SEÑOR, me haces vivir confiado.” Salmos 4:8. La razón por la que puede decir esto es porque David sabía que Dios honra al que le es fiel. David había sido fiel a Dios, no había sido perfecto en su vida, pero sí fiel a Dios. Podemos nosotros tener la misma seguridad de que Dios nos escucha y responderá, si hemos mostrado lealtad y fidelidad a Él.

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Nuestras necesidades son tan profundas que no debemos cesar de orar hasta que estemos en el Cielo. Lectura del día: Salmo 53 Agradeciendo la fidelidad de Dios El salmo contrapone los que buscan a Dios a los que devoran a su pueblo.

Este salmo es casi idéntico al salmo 14, con la excepción del versículo 5, los verbos iniciales y el nombre divino. Las dos versiones del salmo esencialmente iguales fueron aparentemente partes de colecciones separadas que fueron incluidas ambas en el mismo libro. Mientras que el salmo 14, versículos 5 y 6, testifica de la presencia de Dios con los justos que hallan su refugio en Él. Salmos 53:5 desarrolla el concepto de “terror”, con el propósito de describir el juicio de Dios sobre los “malvados” mencionados en el versículo 4. La enseñanza principal del salmo 53 es que, “no hay ninguno que cumpla como Dios”. Agregaríamos que, por causa de la naturaleza caída con la que nacemos, no “hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno” (3). Los primeros 3 versículos del salmo nos hablan de la pecaminosidad penetrante en la humanidad; los últimos 3 nos hacen ver que el pecado no tiene la última palabra. La buena noticia es que Dios es capaz de reunir a los pecadores dentro de “la compañía de los justos”, Israel, la Iglesia. Se confrontan dos realidades: El pecado humano y la gracia de Dios. El pecado lleva al ser humano necio a negar a Dios y a no hacer el bien. Por naturaleza nadie es capaz de deshacerse de la maldad. Hemos de esforzarnos para vivir, no por lo que vemos a nuestro alrededor, sino por lo que creemos y por lo que esperamos de nuestro bendito Señor. Mientras oramos agradeciendo la fidelidad de Dios para con nosotros, será bueno recordar realidades cotidianas como la pobreza, el hambre, la falta de hogar, las familias desintegradas, la corrupción en todos los niveles, la violencia y la inseguridad en nuestros hogares, en nuestras ciudades, en todo México y en el mundo. Que recordemos que “vivir en libertad” es confiar en la gracia de Dios. Gracia que nos libera de toda cautividad, que trae gozo, que nos llena de alegría.

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Nuestras necesidades son tan profundas que no debemos cesar de orar hasta que estemos en el Cielo. Lectura del día: Salmo 5 Esperar sin dudar Oración al despertar. Comencemos el día invocando Dios, para que sea nuestra luz y nuestra fuerza; este es el momento para ir a la casa de Dios, su templo, donde está su luz y su fuerza a nuestro alcance. Oremos por la mañana, los grandes hombres de Dios lo han practicado y han visto los beneficios de hacerlo, de hecho Jesús mismo lo práctico. Marcos 1:35, hablando de Jesús, dice: Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Si Jesús que era Dios lo hacía ¿por qué nosotros no hacerlo? ya que Él es nuestro modelo a seguir. Orar por la mañana tiene una implicación poderosa, en virtud de que la oración por la mañana es poner a Dios en primer lugar, es dejar que Él ocupe nuestros primeros pensamientos, nuestros primeros minutos, es decirle: “Tú tienes el control de mi día”. Antes de buscar al médico tú clamas a Dios, antes de ir con el abogado, tú clamas a Dios, antes de salir al trabajo o a la escuela, tú clamas a Dios, antes de tomar decisiones con tu equipo de trabajo, tú ya has hablado con Dios y le presentas tu clamor, tus ruegos y tus peticiones El salmista enfáticamente asegura. “Por la mañana, SEÑOR, escuchas mi clamor”. Pero luego hace una declaración de fe “por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta”, esto es paciencia y fe, es esperar creyendo, no esperar dudando, él sabe que Dios responderá, pero también sabe que las respuestas a veces serán inmediatas, en otras ocasiones tardarán, otras veces serán graduales y en otras ocasiones Dios nos responderá de una manera diferentes; no lo que pedimos, sino lo que necesitamos porque Él sabe qué es lo mejor para nosotros. El punto es: Dios responderá. Levántate cada mañana y dale tu primer tiempo a Dios, preséntale tus peticiones, pídele dirección, declara que se haga Su voluntad en tu vida, adóralo y luego con seguridad enfrenta tu día, con la confianza de que Dios tiene todo bajo control y que Él responderá.

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Lectura del día: Salmo 54 Suplicando por ayuda En el versículo 1 vemos que el Nombre de Dios y su poderosa intervención son casi la misma cosa (Véase Mc 16, 17; He 3,6; Fil 2,9). Pongamos nuestra confianza en el nombre de Jesús y nuestra oración no será en vano. El antecedente del salmo 54 lo encontramos históricamente en 2 Samuel 23:19 en adelante, cuando los hombres de Zif vinieron a Saúl, que estaba en Gabaa, para preguntarle si David estaba escondido en las peñas de Horeb, en el collado de Haquila. En realidad David estaba en el desierto de Maón, en el Arabá al sur del desierto. El salmo es una oración para pedir ayuda. Inicia con una petición, le sigue una queja, una afirmación de confianza, una petición renovada y un voto de alabanza. Bien sea que el versículo 7 manifieste que el salmista haya sido ya salvado o que piensa en liberaciones pasadas y que estas son la base para la presente confianza, para hablar de ella como algo ya ocurrido. La petición con la que inicia el salmo es muy frecuente. Es un llamado al nombre de Dios o a su carácter fundamental, que incluye tanto su poder como su fidelidad. Manifiesta que los propósitos de Dios son mayores que los planes del enemigo. La vida del salmista depende de Dios. Basa su petición en el amor del Señor que no cambia. La convicción del salmista es que Dios hará justicia, se ocupará de sus enemigos y le dará vida. El mensaje del salmo es muy claro: el nombre de Yahvé no fallará cuando supliquemos en tiempo de crisis. Nuestros enemigos que pueden ser la angustia, la depresión, el temor, las amenazas, las preocupaciones, no prevalecerán. En tiempo de aflicción nada mejor que suplicar a Dios por ayuda. Él oirá y atenderá a nuestra oración.

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Lectura del día: Salmo 6 Aprender a pedir misericordia Este es el primero de los llamados 7 salmos penitenciales: Sal 6, 32, 38, 51, 102, 130 y 143. Es la oración de un enfermo mientras espera que quede libre de la enfermedad, reafirma su confianza inquebrantable y su voluntad de no transar con el mal.

La vida cristiana es una carrera en la que vamos a enfrentar obstáculos, dificultades, tentaciones y desánimo. Es una carrera de resistencia en la que no podemos depender únicamente de nuestras fuerzas, necesitamos la ayuda de Dios. Es más sencillo clamarle a Dios cuando estamos pasando dificultades, tenemos algún dolor o angustia, pero qué difícil es orar cuando nos hemos equivocado, cuando hemos errado el camino o cuando le hemos fallado a Dios. La tendencia natural es a tratar de obviar nuestras faltas o de justificarlas y en ese proceso nos alejamos de Dios, dejamos de orar o si lo hacemos nos sentimos acusados. ¿Recuerdas la historia de Adán y Eva en el jardín del Edén? Después de que pecaron, la Biblia habla de sus acciones: Génesis 3:7-8 En ese mismo instante se dieron cuenta de lo que habían hecho y de que estaban desnudos. Entonces tomaron unas hojas de higuera y las cosieron para cubrirse con ellas. Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles. Trataron de cubrir sus faltas y luego se escondieron de Dios. No repitamos este error cuando nos equivoquemos, cuando fallemos; reconozcamos nuestra falta, corramos a Dios y pidamos misericordia; el salmista escribe: Oh SEÑOR, no me reprendas en tu enojo ni me disciplines en tu ira Ten compasión de mí, SEÑOR, porque soy débil; sáname, SEÑOR, porque mis huesos agonizan (Salmos 6:1-2). Esta es una de las razones por la cual Dios bendecía a David y escuchaba sus oraciones; él reconocía sus faltas, sus limitaciones, y luego clamaba a Dios. Hagamos lo mismo, recordemos lo que dice la palabra en 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.

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Lectura del día: Salmo 55 Oración ante la traición En el seno de la sociedad pervertida, el justo se siente acorralado y perseguido: “Arroja tu carga en el Señor”.

Aunque esta oración en la que David pide ayuda contiene características típicas del lamento o queja individual, tiene también expresiones de confianza. Contiene muchas palabras inusuales y expresiones difíciles, además el movimiento del poema parece abrupto y desordenado, al punto que algunos estudiosos de la Biblia consideran que son dos poesías separadas que se unieron por el tema prominente de la traición de un amigo. Aunque parece más bien como una representación adecuada de las condiciones confusas que prevalecían en ese momento en la vida del salmista, en 2 Samuel 15, versículo 31 encontramos la base histórica de este salmo: Ahitofel fue parte de la revuelta de Absalón, traicionando su amistad con el rey David. ¿Has sido traicionado por algún amigo o familiar cercano? Entonces te puedes identificar con David quien fue traicionado por alguien muy cercano. Después de decir palabras como: “presta oído”, “no escondas”, “atiende” y “responde”, David comparte las tribulaciones de las que quiere escapar. La vida difícil del salmista nos recuerda que los seres humanos no siempre son dignos de confianza, pero que Dios sí. Además de que, con el sustento de Dios, podemos hacer que los dolores insoportables se vuelvan una carga llevadera. Salmos como el 55 nos animan a reconocer nuestro propio dolor y el de otros, como una manera de “salir de la soledad”. Al usarlos regularmente en la adoración tienen la virtud de consolar al pueblo. Puede funcionar como un testimonio de confianza plena en Dios como nuestro sustentador, reconociendo que nuestro Creador es mayor que el poder del pecado y sus efectos dolorosos. Él todavía tiene en control todo y gobierna al mundo; todavía tiene su cuidado amoroso sobre los justos.

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Nuestras necesidades son tan profundas que no debemos cesar de orar hasta que estemos en el Cielo.

Lectura del día: Salmo 7 La protección de Dios en la injusticia Líbrame de mis perseguidores. Un grito que pide justicia sube del fondo del alma. Dios escucha.

Este salmo fue compuesto por David con ocasión de unas palabras calumniadoras de un tal Cus, para nosotros desconocido. Muchos creen que el éxito que lograba despertaba envidia y enojo en otros; algunos suponen que Cus fue uno de los cortesanos de Saúl que conspiraban contra el joven David. Lo que está muy claro es que David estaba pasando un momento de injusticia en su vida. Muchos suponemos que cuando nos va bien todos se alegrarán, pero esto no es cierto, muchas veces tu éxito despertará enojo en otros, tu prosperidad será juzgada e incluso algunos te atacarán sin aparente razón, con palabras o acciones, trayendo dolor y confusión a tu vida solo porque no les gusta lo que haces o no les alegra lo que te está pasando. La oración es clave para poder enfrentar este tipo de injusticias; algunas de estas, incluso, vendrán de gente que apreciamos, de amigos cercanos o de personas que deberían apoyarnos, pero en algún momento no lo harán. El salmista inicia su oración declarando: “Señor, Dios mío, en ti me refugio; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, no sea que desgarren mi alma cual león, y me destrocen sin que haya quien me libre” (Salmos 7:1-2). La base de su confianza es Dios, su protección, su ayuda es Él. David no esconde sus sentimientos, de hecho, usa la analogía de un león asechando a una presa para devorarla, así se siente él, asechado, intimidado, traicionado, pero confía en Dios y luego declara: Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón. (Salmos 7:10). Si tú estás haciendo lo correcto, si estás actuando con integridad, confía en Dios; si tú estás pasando este tipo de situaciones en tu vida, no luches en tus fuerzas, clama a Dios, pídele justicia, Él es nuestro escudo y responderá.

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Lectura del día: Salmo 56 Oración de confianza El justo no sucumbirá. Oración de los millones de oprimidos para quienes no ha brillado la esperanza. “Recogiste, Señor, nuestras lágrimas”.

M

uchos estudiosos de la Palabra de Dios vinculan

este salmo con la presencia de David en Gat, según 1 Samuel 21:10-14. Al huir del rey Saúl que buscaba matarlo, David trató de refugiarse en la ciudad de Nob. Buscó al sacerdote Ehimelec quien le dio la espada con la que había matado a Goliat, pues no traía arma consigo. Además le dio para comer pan sagrado, los de la proposición, pues no tenía pan común. Allí descubrió que se hallaba Doeg, edomita, uno de los siervos de Saúl, el principal de los pastores del rey. Con mucho temor de ser descubierto, salió de allí y David se fue a ver al rey Aquis, rey de Gat. Al ser reconocido, frente al rey se fingió loco, escribiendo en las portadas de las puertas y dejando correr su saliva por la barba. “Y dijo Aquis a sus siervos: He aquí, veis que este hombre es demente; ¿por qué lo habéis traído a mí? ¿Acaso me faltan locos, para que hayáis traído a éste que hiciese de loco delante de mí? ¿Había de entrar éste en mi casa?” Así se libró en esa ocasión. Este salmo puede ser considerado como una oración de acción de gracias, con expresiones de confianza y alabanza, como respuesta a la liberación. El salmo concluye con la promesa de sacrificar una ofrenda de alabanza y acción de gracias. La enseñanza para nosotros es que en medio del peligro de ataques del ser humano, nos encontramos con las opciones de confiar en nosotros mismos, en nuestras habilidades, en nuestros recursos, en nuestros logros o depositar nuestra confianza plena en Dios. La pregunta humana no es si debemos confiar, sino en qué y en quién debemos confiar. 15

Los escritores del Nuevo Testamento descubrieron en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo las verdades que el salmo 56 nos da. El ser humano vive en oposición, tiene enemigos, pero tiene la protección y ayuda de Dios, de modo que se aleja el temor y el miedo.

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