Oracion A La Divina Providencia

ORACION A LA DIVINA PROVIDENCIA ¡Oh divina Providencia! ¡Concédeme tu clemencia y tu infinita bondad! Arrodillada a tus

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ORACION A LA DIVINA PROVIDENCIA ¡Oh divina Providencia! ¡Concédeme tu clemencia y tu infinita bondad! Arrodillada a tus plantas a ti caridad portento. Te pido para los míos casa, vestido y sustento. Concédeles la salud, llévalos por buen camino. Que sea siempre la virtud la que los guíe en su destino. Tú eres toda mi esperanza. Tú eres el consuelo mío. En la que mi mente alcanza, en ti creo, en ti espero, y en ti confío. Tu divina Providencia se extiende a cada momento. Para que nunca nos falte: casa, vestido y sustento.

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Oración de los Padres por su hijo pequeño Señor Jesús Que quisiste un día ser también niño, Protege a nuestro hijo..., Fruto de nuestro amor, Fuente de nuestra alegría, Esperanza de nuestra vida. Tú que dejabas a los pequeños que se acercaran A ti cuando estabas en la tierra, Y los bendecías, Bendice también al nuestro Y no permitas que su inocencia sea profanada Por el mal. Haz que crezca según tu ejemplo, En edad, sabiduría y gracia. Acércanos a su inocencia; Haz que veamos tu rostro en sus ojos Y que en él reencontremos nuestra infancia, Con todas sus promesas. Que nuestro hijo nos enseñe a ser niños también a nosotros, Para entrar en el reino de los cielos. Amén.

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Oración a San Miguel Arcángel para pedir protección contra todo mal Oración original a San Miguel para ser realizada sosteniendo un crucifijo en alto (“Levanta el Crucifijo y reza esta oración con la

señal de la cruz. Has esto en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Tú vencerás… Reza esta oración todos lo días, ya que la batalla es enorme…”) Oh Glorioso príncipe de la Hueste Celestial, San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla y en el terrible combate que estamos librando contra los principados y Potestades del aire, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, en contra de todos los Espíritus del Mal. Ven en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, hecho en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, hecho a su imagen y semejanza, y redimido por un gran precio, de la tiranía de Satanás. Pelea en este día la batalla del Señor, junto con los santos ángeles, igual que combatiste al líder de los orgullosos ángeles, Lucifer, y a su hueste apóstata, quienes no tuvieron poder para resistirte y tampoco hubo ya lugar para ellos en el cielo. Esa cruel serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás, que seduce al mundo entero, fue arrojada al abismo junto con sus ángeles. Mira, este enemigo primitivo y asesino del hombre ha tomado fuerza. Transformado en un ángel de luz, anda alrededor del mundo con una multitud de espíritus perversos, invadiendo la tierra para borrar el nombre de Dios y de Jesucristo, apoderarse, asesinar y arrojar a la eterna perdición de las almas destinadas a la corona de la gloria eterna. Este malvado dragón vierte, como la inundación más impura, el veneno de su malicia en 3

los hombres de mente depravada y corrupto corazón; el espíritu de mentira de impiedad, de blasfemia, y de aire pestilente de impureza, y de todo vicio e iniquidad. Estos astutos enemigos han llenado y embriagado con hiel y amargura esta Iglesia, la esposa del Inmaculado Cordero, y han puesto sus manos impías en sus más sagradas posesiones. En el Santo Lugar, en donde la sede de San Pedro y el asiento de la verdad han sido colocados como la luz del mundo, ellos han levantado el trono de su abominable impiedad, con el designio inicuo de que cuando el Pastor sea herido, también las ovejas pueden ser heridas. Entonces levántate, oh Príncipe invencible, dale ayuda al pueblo de Dios en contra de los ataques de los espíritus perdidos. Dale la victoria al pueblo de Dios: Ellos te VENERAN como su protector y patrón; en ti la gloriosa Iglesia se regocija con tu defensa contra el maligno poder del infierno; a ti te ha confiado Dios las almas de los hombres para ser establecida en bienaventuranzas celestiales. Ora al Dios de la paz, para que ponga a Satanás bajo nuestros píes, derrotado para que no pueda más mantener al hombre en cautiverio y lastimar a la Iglesia. Ofrece nuestras oraciones a la vista del Altísimo, para que pronto pueda encontrar misericordia a los ojos del señor; y venciendo al dragón la antigua serpiente que es el diablo y Satanás, tú nuevamente lo pongas cautivo en al abismo, para que no pueda ya más seducir a las naciones. Amén. L: Miren la Cruz del Señor; y sean dispersos los poderes enemigos. R: El León de la tribu de Judá ha conquistado la raíz de David. L: Qué tu misericordia esté sobre nosotros, oh Señor. R: Así como hemos tenido esperanza en Ti. L: Oh Señor, escucha nuestra oración. R: Y deja que mi llanto llegue a Ti. L: Oremos Oh Dios, Padre nuestro, señor Jesucristo, invocamos a tu Santo Nombre, y suplicantes imploramos tu clemencia, para que por la intercesión de la siempre Virgen María, Inmaculada Madre nuestra, y por el glorioso San Miguel Arcángel, Tú te dignes ayudarnos contra Satanás y todos los demás espíritus inmundos, que andan por el mundo para hacer daño a la raza humana y para arruinar a las almas. Amén.

E Y EL AMOR Y VENCER AL ENEMIGO 4

ABRE CAMINOS Ando con el Gran Poder oculto que me aparta de peligros y con paso firme y seguro me conduce hacia la buena suerte y abre mi camino a la abundancia y prosperidad. Ando con el bendito padre san José que con su poderosa vara florida mis caminos hacia el buen amor hace reverdecer. Ando con el glorioso San Pedro porque él tiene la llave del cielo. Llave que cerrará mi cuerpo, a los enemigos corporales y espirituales. Llave que abrirá mis caminos, para la felicidad, la abundancia y el éxito. Ando con Nuestra Señora, Santísima Madre de Jesús, porque ella pisó la cabeza de la serpiente, y ya nunca más tendrá poder para ofenderla. Yo también tengo el poder de pisar a mis enemigos. Ando con San Jorge, porque él fue guerrero nunca vencido. Yo también venceré todas las batallas de la vida y a todos mis enemigos. Andaré siempre iluminado con la sagrada estrella guía. Andaré siempre iluminado por los 13 rayos del sol que iluminan y abren mis caminos. Estaré siempre invisible para quien daño me quiera hacer, para todo el que mal me desee, para el que con ingrata traición quiera buscar mi perdición. Así sea y será. Rezar siete Padrenuestros y siete Avemarías.

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SALMO 91 (90) Al amparo del Altísimo, a la sombra del Poderoso La protección divina en medio de los peligros 91:1 Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso, 91:2 di al Señor: "Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío". 91:3 Él te librará de la red del cazador y de la peste perniciosa; 91:4 te cubrirá con sus plumas, y hallarás un refugio bajo sus alas. 91:5 No temerás los terrores de la noche, ni la flecha que vuela de día, 91:6 ni la peste que acecha en las tinieblas, ni la plaga que devasta a pleno sol. 91:7 Aunque caigan mil a tu izquierda y diez mil a tu derecha, tú no serás alcanzado: 91:4c su brazo es escudo y coraza. 91:8 Con sólo dirigir una mirada, verás el castigo de los malos, 91:9 porque hiciste del Señor tu refugio y pusiste como defensa al Altísimo. 91:10 No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se acercará a tu carpa, 91:11 porque él te encomendó a sus ángeles para que te cuiden en todos tus caminos. 91:12 Ellos te llevarán en sus manos para que no tropieces contra ninguna piedra; 91:13 caminarás sobre leones y víboras, pisotearás cachorros de león y serpientes. 91:14 "Él se entregó a mí, por eso, yo lo libraré; lo protegeré, porque conoce mi Nombre; 91:15 me invocará, y yo le responderé. Estaré con él en el peligro, lo defenderé y lo glorificaré; 91:16 le haré gozar de una larga vida y le haré ver mi salvación".

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SALMO 92 (91) Es bueno dar gracias al Señor 92:1 Salmo. Canto. Para el día sábado. 92:2 Es bueno dar gracias al Señor, y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre; 92:3 proclamar tu amor de madrugada, y tu fidelidad en las vigilias de la noche, 92:4 con el arpa de diez cuerdas y la lira, con música de cítara. 92:5 Tú me alegras, Señor, con tus acciones, cantaré jubiloso por la obra de tus manos. 92:6 ¡Qué grandes son tus obras, Señor, qué profundos tus designios! 92:7 El hombre insensato no conoce y el necio no entiende estas cosas. 92:8 Si los impíos crecen como la hierba y florecen los que hacen el mal, es para ser destruidos eternamente: 92:9 tú, en cambio, eres el Excelso para siempre. 92:10 Mira, Señor, cómo perecen tus enemigos y se dispersan los que hacen el mal. 92:11 Pero a mí me das la fuerza de un toro salvaje y me unges con óleo purísimo. 92:12 Mis ojos han desafiado a mis calumniadores, mis oídos han escuchado la derrota de los malvados. 92:13 El justo florecerá como la palmera, crecerá como los cedros del Líbano: 92:14 trasplantado en la Casa del Señor, florecerá en los atrios de nuestro Dios. 92:15 En la vejez seguirá dando frutos, se mantendrá fresco y frondoso, 92:16 para proclamar qué justo es el Señor, mi Roca, en quien no existe la maldad.

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Oración al Angel de la Guarda

tiene mi cama, cuatro angelitos guardan mi alma

Angel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día

Todos le llevan al niño, yo también le llevaré, una jarra de manteca y un tazón de dulce miel.

Las horas que pasan, las horas del día, si tú estás conmigo serán de alegría

Todos le llevan al niño, yo también le llevaré, las cosas que a mí me gustan para que goce Emmanuel.

No me dejes solo, sé en todo mi guía; sin Ti soy chiquito y me perdería

Me ha contado Jesusito: viene para que yo sea un angelito en el cielo y su amigo aquí en la tierra.

Ven siempre a mi lado, tu mano en la mía. ¡Ángel de la guarda, dulce compañía!

Yo le he dicho a Jesusito que yo seré aquí en la tierra su amiguito para siempre y que en el cielo le vea.

Bendita la luz del día y el Señor que nos la envía. ¡Bendito el Niño Jesús, bendita Santa María!

Jesusito de mi vida, eres niño como yo, mira cuanto que te quiero que te doy mi corazón.

Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la Virgen María y el Espíritu Santo

¡Tómalo! ¡Tómalo! Tuyo es, y mío no.

Cuatro esquinitas

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