Oliva Ensayo

UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO ESCUELA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL Estudiante: Oliva Ñopo, Rosaelvira Cu

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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO ESCUELA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

Estudiante: Oliva Ñopo, Rosaelvira

Curso: Comprensión y redacción de textos académicos

Grupo: “A”

Docente: Moscol Mogollon, Doris Liliana

Chiclayo, noviembre del 2019

ESQUEMA: IMPORTANCIA DE LOS TRATAMIENTOS DE DESECHOS PLÁSTICOS EN LOS PROCESOS PRODUCTIVOS Introducción: Situación actual Tesis: importancia de los tratamientos de desechos plásticos en los procesos productivos. AP 1: El plástico en los procesos productivos. 1.1. Principales usos del plástico. 1.2. Principal empresa manufacturera de plástico. AP 2: Impacto de la mala gestión de residuos plásticos de los procesos productivos. 2.1. En el mar. 2.2. En la salud. AP 3: Instrumentos para la gestión de residuos plásticos de los procesos productivos. 3.1. 3.2. 3.3. 3.4.

Legislación y regulación. Planificación de la gestión integrada de residuos. Instrumentos económicos. Educación e información.

AP 4: Tratamientos de desechos plásticos de los procesos productivos. 4.1. Tipo de tratamientos. 4.2. Beneficios

Conclusión

INTRODUCCIÓN Hoy día no hay lugar por donde no se vean objetos multicolores, livianos, de múltiples formas y tamaños, regados por doquier. La mayoría de ellos poseen como principal elemento de fabricación el plástico, compuesto por elementos artificiales o fibras sintéticas. Por ello, se asegura el incremento del uso de estos residuos inorgánicos, uno de los principales causantes de la contaminación ambiental. Estos contaminantes, junto a la irresponsabilidad del hombre y sus intentos por satisfacer sus necesidades desde la primera revolución industrial, rompieron la armonía con el entorno natural. Dichas necesidades impulsaron el consumismo, el cual, está mayormente ligado a la producción masiva de residuos y la llegada a los sistemas naturales. Es así como los materiales orgánicos fueron desplazados por los sintéticos que permitían abaratar costos y aumentar la productividad. Los desechos orgánicos, tales como árboles, la seda, el algodón y los tejidos, sufren un proceso de degradación de una duración suficientemente larga como para que el ambiente se limpie y los sobrantes sean incorporados en un ciclo para que la vida continúe. Sin embargo, el plástico, al ser un residuo inorgánico, y ser expuesto a las bacterias, no logra ser digerido por estos microorganismos. Por lo tanto, después de cumplir su uso apropiado, los residuos plásticos son tirados a vertederos de desechos, para posteriormente terminar en nuestros océanos, donde permanecen, según Hermann Staudinger, Premio Nobel de 1953, por más de seis mil años. Por ello, son importantes los tratamientos de desechos plásticos en los procesos productivos.

El plástico en los procesos productivos. Actualmente, existen múltiples estudios que han sido realizadas respecto al consumo y producción de plásticos. Uno de los más reconocidos es el elaborado por Greenpeace. Esta ONG ambientalista fundada en 1971 en Vancouver, Canadá, tiene como objetivo proteger y defender el medio ambiente. Según dicha organización, la existencia de los residuos plásticos recae en “las empresas que no dan opciones a los consumidores de comprar productos que sean amigables con el medio ambiente”. Por ello, incentiva a los corporativos a volverse responsables de verificar el correcto ciclo de sus productos plásticos, desde su creación hasta el adecuado tratamiento de desechos. La producción de plásticos favorece la economía y la productividad a nivel mundial; pues, todos los bienes que compramos y utilizamos diariamente son producidos parcial o totalmente de este elemento inorgánico. Así, de las 407 millones de toneladas de plástico que se produjeron en 2015, 146 corresponden a envases y embalajes (industriales, comerciales y domésticos), 65 a materiales de construcción, 59 al consumo textil, 47 los relacionados con la asistencia sanitaria y la agricultura, 42 vinculados a productos de consumo, 27 al transporte, 18 a material eléctrico y 3 a maquinaria industrial (Jason Treat y Ryan T. Williams, 2018). Algunos de estos bienes son carcasas para equipos celulares, juguetes, maletas, artículos deportivos. Además, es usado desde hace muchos años en el sector agrícola , pues la plasticultura o cobertura plástica de los cultivos del campo es muy útil para proteger las cosechas de agentes externos, se usa también en invernaderos, para túneles de cultivo. Asimismo, la producción de plástico y su consumo tienen cada vez más aplicaciones, entre ellas resalta el empaquetado. Se comercializa una cantidad grande de polietileno de baja densidad en forma de rollos de plástico transparente para envolver. También se utiliza en la construcción todo tipo de plásticos de alta densidad, para las tuberías, así como láminas para el techo, para forrar los cables de aislar y se emplean en forma de espuma para aislar techos o paredes, puertas y ventanas. Igualmente, es necesario para la realización de artículos médicos como las jeringas, lentes, cápsulas, envases de productos farmacéuticos, bolsas de sangre y de suero, entre otros. No obstante, es importante resaltar que la mayor cantidad de plástico se encuentra en las botellas de bebidas que, por lo general, suelen ser desechadas sin mayor cuidado. Por ello,Arca Continental Lindley, embotelladora y distribuidora exclusiva de las marcas de The Coca-Cola Company en Perú, es reconocida como una de las mayores empresas productoras de plástico. Esta empresa peruana, fundada en 1910, cuenta con 7 plantas de bebidas gaseosas, aguas, jugos, isotónicas y energizantes, donde sus más de 4600 colaboradores atienden a más de 340,000 clientes. Tanto es la demanda de su producto que solo en la Planta Pucusana de Arca Continental Lindley, una de las más modernas de Sudamérica y el mundo, cuenta con seis líneas

de producción de alta tecnología, que envasan en vidrio y plástico, donde cada una de ellas tiene la capacidad de obtener 1200 botellas por minuto. Pese a ello, Lindley tiene un compromiso con el medio ambiente y responsabilidad sobre el impacto de sus producto. Además, genera un alto impacto social, pues es una poderosa herramienta de generación de empleo. Asimismo, junto a Coca Cola Company, se convirtieron en los primeros del sector privado en el Perú, en firmar un acuerdo voluntario de producción limpia con el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Producción. Incluso, emplean las conocidas 3R:reducir, reutilizar y reciclar. Reducir, porque disminuyen la cantidad de plástico utilizado en sus botellas. De esta manera, redujeron más de 5.000 toneladas de plástico en los últimos años. Reutilizar, pues usan envases retornables de vidrio y plástico (más del 35% de sus ventas). Reciclar: poseen botellas fabricadas con 25% de plástico reciclado. (Arca Continental Lindley, 2019)

Impacto de la mala gestión de residuos plásticos de los procesos productivos. Sin embargo, la producción mundial ha pasado de 2,3 millones de toneladas en 1950 a 407 millones en 2015. Un estudio estima que, de todo el plástico que el ser humano ha producido durante estos 150 años en todo el mundo, el 79% está acumulado en vertederos o en entornos naturales. El mismo estudio refleja que actualmente el 57% del plástico producido mundialmente acaba abandonado. Además, se estima que en nuestros mares y océanos hay entre 5 y 50 billones de microplásticos. Estos materiales hechos de plástico se enredan en las hélices de los barcos, en animales o se asientan sobre hábitats sensibles. Por eso, el número de especies marinas o costeras afectadas por ingestión de agentes contaminantes, accidentes por enredo, e impactos directos en sus hábitats aumenta cada año. Además, tan solo el 15% de la basura marina flota sobre la superficie del mar; el otro 15% permanece en la columna de agua, y el 70% restante descansa en el lecho marino. Asimismo, los creadores de Libera, unidos contra la basuraleza (2017), un proyecto de reducción de plásticos con base científica, afirman: “Si en 1997 una exhaustiva revisión de la literatura científica contabilizaba 247 especies afectadas por los contaminantes plásticos en mar, en 2015 una siguiente revisión ampliaba el número en un 70% hasta las 690 y aportaba un nuevo dato: un 17% de estas especies forman parte de la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).” Los desechos plásticos, también se están convirtiendo en un vehículo que favorece la expansión de microorganismos a lo largo del océano. De hecho, en 2015, se

identificaron al menos 387 agentes patógenos “navegando” sobre fragmentos diminutos de residuos plásticos por el océano (Gutow Martin Thiel, 2015). Este nuevo fenómeno puede estar acelerando la expansión de especies invasoras y de enfermedades. De hecho, todos los animales, en mayor medida los marinos, son capaces de ingerir dichos residuos plásticos al confundirlos con su alimento diario, y con ellos, dichos residuos patógenos. Por ello, no solo la fauna se encuentra en riesgo. La salud humana también puede verse afectada por dichos residuos inorgánicos. Por ejemplo, si una persona consume algún pescado que posea dentro de su organismo ciertas cantidades de microplásticos o agentes patógenos, dichos componentes entrarán en su organismo también y, por ende, repercutirán en su salud. El Reglamento (UE) Nº 10/2011 de la Comisión del 14 de enero de 2011 sobre los materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos, advierte que el riesgo potencial para la salud puede derivarse de monómeros u otras sustancias de partida que no hayan reaccionado o lo hayan hecho de forma incompleta, o bien de aditivos de bajo peso molecular que son cedidos a los alimentos por migración a partir del material plástico en contacto con ellos. Es así que, la toxicidad del plástico en los alimentos envasados ha despertado el interés de muchos científicos. Gracias a los estudios realizados sobre el tema, la Comisión Europea, recomienda que se haga un correcto tratamiento y gestión de desechos plásticos. De esta forma se evitarán todas las consecuencias generadas por la acumulación de estos residuos.

Instrumentos para la gestión de residuos plásticos de los procesos productivos. Para desarrollar la correcta gestión de desechos es necesario hacer uso de ciertos instrumentos. Primero, la legislación y regulación. Dicha herramienta, cuyo reto es la efectiva aplicación y cumplimiento, tiene 3 elementos fundamentales: Protecciones básicas para salud humana y medio ambiente (normas instalaciones gestión de residuos), las licencias instalaciones gestión residuos peligrosos, y el cumplimiento obligaciones internacionales. Segundo, la planificación de la gestión integrada de residuos. Busca hacer de la gestión de residuos una prioridad nacional, dándole visibilidad y definiendo los intereses y objetivos de país. De esta manera, se logra garantizar la asignación de recursos según las prioridades y propiciar la sostenibilidad financiera de la gestión de residuos a nivel nacional y local. Asimismo, tiene como objetivo reconocer y reconciliar políticas contradictorias e incoherentes en los diferentes niveles y para diferentes flujos de residuos; y, al mismo tiempo, fortalecer la capacidad y conocimiento para poner en práctica los diferentes programas, sobre todo en el ámbito local.

Tercero, los instrumentos económicos (Impuestos, tasas y cobros a usuarios, subsidios, compras públicas sustentables, etc.). Aquí se encuentran prevalecen los modelos públicos de prestación del servicio, pero aumenta la diversificación, así como los esquemas de gestión financieramente insostenibles. Sin embargo, existen esquemas de gestión financieramente insostenibles y se desconocen los costos directos e indirectos de la gestión de residuos. Por último, el cuarto, la educación e información. Esta herramienta genera sensibilización en las personas, en sus impactos y conductas inadecuadas. Para ellos, es necesario adaptarse a la realidad local, apoyándose en la experiencia de ONGs. Al mantener a la población informada, estos se involucrarán como actores en la planificación y toma de decisiones.

(ONU, 2019)

Tratamientos de desechos plásticos de los procesos productivos. Haciendo uso de estos instrumentos de gestión, la industria puede adoptar ciertas medidas para la reducción de sus residuos plásticos y de las emisiones en la fuente, lo cual trae beneficios económicos y ventajas competitivas frente a otras empresas que no han incorporado procesos de producción más limpia. Por ejemplo, una empresa que produce gran cantidad de residuos plásticos, pero que no se interesa en su comercialización, puede entregar a otra empresa la tarea de la recolección y posterior venta de dicho desecho. También puede venderlos a otras empresas que

los aprovechan como insumos en sus actividades, lo cual es una posibilidad de abaratar costos para los involucrados en la cadena de producción. Asimismo, es posible llevar a cabo un correcto tratamiento de los desechos plásticos de los procesos productivos. Por ello, existen tres tipos de desechos plásticos: Reciclado mecánico, reciclado químico, y valorización energética. El reciclado mecánico consiste en trocear el material para introducirlo posteriormente en una máquina extrusora-granceadora para moldearse después por los métodos tradicionales. Solamente puede aplicarse a los termoplásticos, que son aquellos que funden por la acción de la temperatura. Sin embargo, el plástico ya utilizado pierde parte de sus propiedades lo que obliga a emplearlos en la fabricación de otro tipo de productos con menos exigencias. Además, se presenta una gran dificultad para separar los distintos tipos de plásticos. El reciclado químico, se utiliza cuando el plástico está muy degradado o es imposible aislarlo de la mezcla en la que se encuentra. Se define como la reacción reversible de la polimerización hacia la recuperación de las materias primas. Y por último, la valorización energética es un tratamiento adecuado para plásticos muy degradados. Es una variante de la incineración en la que la energía asociada con el proceso de combustión es recuperada para generar energía. Las plantas en las que se realiza se asemejan a una central térmica pero difieren en el combustible que, en este caso, son residuos plásticos. El desarrollo de estos tratamientos trae consigo múltiples beneficios, donde el más importante es la disminución del impacto de los residuos plástico en el medio ambiente, logrando salvar ecosistemas enteros y preservando la vida de todas las especies que habitan en este planeta, incluyendo la nuestra. Además, las industrias también pueden aprovechar la necesidad de realizar estos tratamientos para creación nuevos empleos, mayores ingresos y poder comprar la fuerza laboral empleada en la construcción y operación de plantas de tratamiento de aguas, en la implementación y gestión de los sistemas de manejo de desechos plásticos y en las actividades de reciclaje de residuos, entre otras. Asimismo, será posible ahorrar costos por reutilización y reciclaje de los desechos plásticos; por disminución en la necesidad de mantenimiento de equipos (aire más limpio); por la venta de residuos reciclables; por cumplimiento de normas y permisos, que evita el pago de multas; por un aumento en la eficiencia de producción, fruto de un mejor conocimiento de los procesos y prácticas que generan residuos plásticos. Incluso, es posible generar un progreso tecnológico como resultado de la concepción, diseño e implementación de plantas de tratamiento, rellenos sanitarios, etc. Y todo ello conlleva al mejoramiento de la imagen pública de la industria, tras la implementación de sistemas de abatimiento de la contaminación.

CONCLUSIÓN La producción masiva de plásticos se inició en la década de 1950 y ha aumentado exponencialmente de 1,5 millones de toneladas al año (AEMA, web) hasta niveles de 299 millones de toneladas en 2013 (Plastics Europe, 2015). Además, debido a los múltiples usos convencionales para fabricar dicho material inorgánico, terminan fragmentándose en partículas pequeñas que no son biodegradables y se acumulan en el medio si no son tratados adecuadamente. De los 46,3 millones de toneladas consumidas en Europa en 2013, cerca de 19 millones de la producción actual está integrado por envases y embalajes desechables. Actualmente el plástico es el mayor residuo marino y se estima que hay aproximadamente 54 pedazos de plástico flotante por cada metro cuadrado de océano (SGAPC, 2014). Asimismo, todos estos residuos interactúan con los organismos marinos. Según una revisión bibliográfica realizada por Gall y Thompson (2015), el 54 % de los mamíferos marinos y el 56% de las aves marinas y menos del 1 % de los peces, están afectados por el enredamiento o ingestión de plástico. Además, observan que un 17% de especies que se enredan en la basura o que ingieren plástico, están clasificadas como especies vulnerables, en peligro o próximas a la extinción. Si bien, los efectos más preocupantes son las muertes que se producen por enredos con residuos plásticos de organismos marinos fundamentales para mantener el equilibrio en los ecosistemas marinos, la ingestión de plásticos, sobre todo de los denominados microplásticos, genera una transferencia de contaminantes y tóxicos a los organismo que los ingieren, cuyas consecuencias por bioacumulación en la cadena alimenticia pueden llegar hasta nuestros hogares. Es así que aunque el plástico se ha convertido en un material omnipresente, su producción y consumo está lejos de ser inocuo para la salud humana y para el medio ambiente. Por ello, es necesario hacer un correcto tratamiento de los desechos plásticos de los procesos industriales. La realización de dichos tratamientos, no solo son una medida para contrarrestar los efectos de estos residuos en el medio ambiente, sino también para obtener beneficios para las empresas como lo son: ahorro de costos, creación de nuevos puestos de trabajo, y la mejora de la imagen pública de la misma.

BIBLIOGRAFÍA Arca Continental Lindley. (2019). Coca Cola Journey. Obtenido de Coca Cola Journey: https://www.cocacoladeperu.com.pe/historias/una-planta-embotelladora-moderna-ysostenible Jason Treat y Ryan T. Williams (National Geographic). 2018. Roland Geyer, Universidad de California, Santa Bárbara. ONU. (2019). Gestión de residuos. Obtenido de https://web.kamihq.com/web/viewer.html?state=%7B%22ids%22:%5B%221iCLbRp5 d_XuXJf5c56IRNeSGHZXsdqQ%22%5D,%22action%22:%22open%22,%22userId%22:%22113075476338404 428410%22%7D Perdomo, G. (2002). PLÁSTICOS Y MEDIO AMBIENTE. R. Geyer, J. R. Jambeck, and K. L. Law. 2017. “Production, use, and fate of all plastics ever made Supplementary Information” Science Advances Secretariat of the Convention on Biological Diversity. 2016. “Marine debris: Understanding, preventing and mitigating the significant adverse impacts on marine and coastal biodiversity”. CBD Technical Series No. 83. https:// www.cbd.int/doc/publications/cbdts-83-en.pdf S. Erik van, W. Chris, L. Laurent, M. Nikolai, H. Britta Denise, A. van F. Jan, E. Marcus, S. David, G. Francois, and L. Kara Lavender. 2015. “A global inventory of small floating plastic debris” Environmental Research Letters Tim KiesslingLars GutowMartin Thiel. 2015. “Marine Litter as Habitat and Dispersal Vector”. https://doi. org/10.1007/978-3-319-16510-3_6 Villena, A. B. (2015). Desengancharse del plástico Problemas de un material ubicuo.