Nunca me dejes

Y eso ¿por qué deambulando a tan altas horas de la noche?... Irlanda 1950 Mi historia es algo particular, muchos no me

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Y eso ¿por qué deambulando a tan altas horas de la noche?...

Irlanda 1950 Mi historia es algo particular, muchos no me creerían lo que paso a lo largo de mi vida, me verían como la típica niña que le costaba hacer amigos y que sus padres vivían siempre ocupados. No vas a creer que a la edad que llegue, o sea a mis 21 años mis familiares creían que tenía un amigo imaginario, pero no fue así. Ese “amigo imaginario” era real, lo abrazaba y el a mí. Él era mi mejor amigo…

Mi padre era muy rico y se enamoró de mi madre, al cabo de unos meses quedo embarazada y me tuvo. No paso mucho tiempo y mi madre falleció, realmente desconozco su causa muerte, pues era aún muy pequeña. Mi padre no volvió a casarse ni a tener una relación con nadie más, se dedicó a cuidarme y a darme una educación. No creía en las escuelas, así que se dedicó a enseñarme y a educarme por sí solo. Su familia y la de mi madre lo apoyaba mucho y casi todo el tiempo estaban en la mansión cuidándome. Cuando cumplí 10 años mi padre se ausento debido a su trabajo, era cazador y era muy exitoso, a pesar de mi edad no me gustaba su oficio, pero aun así nos llevábamos muy bien, realmente lo amaba. No tenía amigos, pues era poco que me dejarán salir, y si salía era al enorme jardín que había en la mansión. La mansión era inmensa, quedaba en una colina rodeada de un enorme bosque y un pequeño lago. Por temor a que me perdiera no me dejaban salir sola, a las afueras de la mansión entre los bosques se llegaba a una pequeña avenida, que pasándola había otras hectáreas de bosque las cuales eran desconocidas, mis primas me contaban que esas hectáreas le habían pertenecido a una pareja que habían tenido a un solo hijo, pero que a su hijo lo habían asesinado, su causa fue desconocida, su madre murió de pena moral y de su padre se desconoce su estadía, las hectáreas quedaron abandonadas y nadie se ha atrevido a comprarlas, pues dicen que el joven hijo deambula en ellas. Mis primas son las que más se hospedan en la mansión, aunque me aburro con ellas, ya que son más grandes que yo, me cuentan historias del pueblo o bailes y fiestas importantes. Mi padre es algo sicorrigido y a las 7 p.m pone siempre música erudita, ama a Franz Liszt, pues le recuerda a mi madre. Tiene un perro el cual lo acompaña a cazar, era un Dogo alemán, era algo torpe pero aun así mi padre lo quería y salía con él, Toby era su nombre, era amoroso y cariñoso, siempre que me encontraba sola en mi habitación leyendo, él llegaba y se dormía a mi lado.

El tiempo paso y ya había cumplido 15 años, mi padre no pudo estar en mi cumpleaños, así que mis familiares me hicieron un gran banquete en la mansión, mis primas me regalaron un hermoso vestido rosa con encajes y unas zapatillas de cristal, afortunadamente Toby no había ido con mi padre, una parte de él se quedó conmigo para celebrar lo cual me hacía feliz. La fiesta acabo a media noche y Toby salió corriendo, saliendo de la Mansión y del jardín, fui corriendo tras él a carcajadas, ningún familiar se dio cuenta de mi ausencia ni la de Toby. Cuando ya me había dado cuenta, ya estaba en la pequeña avenida que está a las afueras de la mansión, Toby estaba al otro lado, en las hectáreas abandonadas que estaban protegidas con unas cercas de madera, fui a donde estaba Toby y la luna iluminaba todas las hectáreas verdes, al lado izquierdo estaba el bosque más hermoso que haya podido ver, era misterioso y algo oscuro, lo rayos de luna no alcanzaban a abrazar todo el bosque. Era muy cuento de hadas, un ensueño, algo mágico. Toby fue corriendo hacía el bosque, de repente comenzó a sonar Nocturne de Chopin, no supe si seguir a Toby o seguir escuchando la hermosa obra, me hice a las afueras del bosque, esa noche estaba muy oscura, la única luz era la de la luna. No podía creer que estuviera en un lugar prohibido, abandonado y que sonará tan hermosa melodía, me sentía tan cómoda y feliz, no habían señales de Toby, pero la música no me dejaba preocuparme, al parecer tenía los mismos gustos de mi padre hacia la música. Estaba tan extasiada y distante de este mundo que le di la espalda al bosque y cerré los ojos, cuando de repente una voz masculina me dice: -“Y eso ¿por qué deambulando a tan altas horas de la noche”. No pude evitar voltear, pues estaba muy asustada y vi a un joven pálido, con los labios rojizos, era ¡guapisisismo! Toby estaba al lado del joven, muy calmado. Le agradecí por encontrar a Toby, pero que estaba fascinada con la música y que había olvidado descaradamente ir a buscarlo. El joven no me decía nada, tan sólo me miraba. Su mirada era cautivante y fría, me intimidaba algo el hecho de que me mirará así, no siendo más, pues estaba muerta del susto le dije muy fríamente Gracias y adiós. El joven me dijo: “No sé tu nombre, por cierto Feliz cumpleaños”, Recogí la sucía cola de mi vestido rosa y respondí: -Lucy y tú?. El joven se agacho para acariciar a Toby, aunque Toby no era tan pequeño, era un perro enorme y grisáceo. Toby estaba tan calmado que era raro verlo así, pues era inquieto y jugueton, cuando un extraño lo acariciaba era brusco y ladraba mucho. Con él era diferente, era manso y exageradamente tranquilo. Se quedó unos 2 minutos en silencio, acariciando a Toby, Después se puso de pie y me respondió: “-Me llamo Sebastián, mucho gusto Hermosa dama, me encantaría besarle la mano, pero la veo muy ocupada con su vestido.” Enrojecí, sentí que iba a arder en llamas y le dije: “Lo siento, debo irme” Toby se fue corriendo hacía la pequeña avenida no podía dejar de mirar a Sebastián, la luna iluminaba sus bellos ojos grises algo ojerosos. Me despedí formalmente de él y le dí la espalda y fui corriendo tras Toby, pase la avenida para ir a la mansión y voltee a mirar a la hectárea desconocida y ya él no estaba.

Cuando entre a la mansión mi padre estaba furioso y mis primas lloraban, mi padre sin escrúpulos me pregunto: “-¿Dónde andabas? Mira tan altas horas de la noche, estaba preocupado por ti”. Le respondí: “-Con mi nuevo amigo, Sebastián. Subí a mi cuarto sin darle explicación alguna, me quite el enorme vestido o lo que quedaba de él, pues estaba roto y sucio. Mis primas entraron a la habitación y me preguntaron por Sebastián, les conté todo, pero que no sabía mucho de él, pues sólo me había dicho su nombre. Mis primas anonadadas, pues nunca pensaron en que consiguiera un amigo por estos lados. Esa noche no pude dormir, no dejaba de pensar en él, en ¿dónde vivirá? ¿Por qué estaba ahí a esas horas? ¿Quién es? Al día siguiente mi padre no se encontraba en la mansión, mis primas dormían y Toby al parecer estaba con mi padre, me encontraba sola. Decidí volver a la hectárea abandonada, donde había visto a Sebastián. Me coloque un vestido negro con cuello blanco y unas zapatillas negras, me limpie la cara, me peine y salí de la mansión lo más pronto. Una vez llegando a la pequeña y angosta avenida, mi corazón comenzó a acelerarse y mis manos sudaban. Esto no me impidió seguir, aunque mi corazón y mis nervios aceleraban con cada paso que daba, pase la cerca de madera y camine justo donde lo había visto. El sol iluminaba el bosque del lado izquierdo, la luz pegaba entre los árboles formando distintos caminos entre ellos. Para ir al bosque tocaba subir una pequeña colinita, me era algo incómodo ya que las zapatillas que tenía eran algo resbaladizas, intenté subirlas pero caía o resbalaba. Al tercer resbalón caí al suelo y unas zapatillas negras estaban al frente de mí, mire hacia arriba y era Sebastián con una sonrisa me tendió la mano y me ayudo a levantar, enrojecí tanto al verlo, en el día era más hermoso que nunca. Era alto, y muy blanco, casi pálido, casi perfecto. Tenía un traje negro con una camisa blanca, estaba algo empolvada, algo sucia, pero aun así se veía hermoso. Nos sentamos en la colina la cual no pude nunca subir y hablamos, le conté de mis cosas y el de las suyas, le pregunte qué en donde vivía y me respondió que en la hectárea donde estábamos era de él, pero que su parte favorita era el bosque. Recordé la historia de mis primas del joven que había muerto, pero no quería preguntarle, pues él podía no saber o incluso podía incomodarle. Le conté de mi padre que casi no lo veía porque siempre estaba ocupado, también me contó que Toby venía todos los días a jugar con él y que todas las noches le gustaba poner música clásica. Hablamos música, libros. Él era perfecto, fue la primera vez que realmente me sentí acompañada aparte de Toby, alguien que compartiera mis gustos. Le pregunte si vivía con sus padres y que donde era su mansión, el tan sólo me miro con sus ojos fríos que ahora se veían miel y me respondió: “-¿Puedo decirte algo?” le respondí: “- Claro que sí, confía en mi soy tu nueva amiga ahora”. Sebastián se acercó más, pude sentirlo más cerca y eso me encanto, mi corazón quería salir corriendo y mis oídos escuchaban más fuerte su respiración, me miró fijamente a los ojos y sus labios rojizos pálidos dijeron: “-Estoy muerto”, quedé congelada, no le creía nada. “-

No me mientas, no te creo nada”, le dije. Sebastían me miro tan fijo, no hubo sonrisa en sus labios, pues hablaba enserio. Mis ojos se aguaron y lo seguí mirando fijamente, “- Morí hace mucho tiempo me asesinaron, mi madre murió al poco tiempo y de mi padre no sé nada, no lo he encontrado” dijo. No podía creer lo que me estaba diciendo, pues era la historia que me habían contado mis primas, le conté de la historia y el asintió, dijo que era él el protagonista de la historia que le contaba. No sabía qué hacer, así que quede callada por un largo tiempo y miraba al pasto que nos rodeada, el tan sólo me miraba. Le pregunte su edad me dijo que tenía 21 años, que había muerto a esa edad “Cuando mueres no creces más, es algo lógico, pero llegue a pensar que seguía en otra vida, pero no es así, la muerte es la muerte y quedarás ahí para siempre, jamás te irás a otro lado, sólo deambulas donde quieres y quiero estar aquí, viéndote a ti y en donde crecí”. “-Sebastián, quiero estar contigo, ser tu amiga, no me importa nada, sólo confía en mi te lo pido” dije. Sebastían sonrió y me dijo: “- Hermosa siempre estaremos juntos, nunca me olvides”. Sebastían tomo mi mano y la beso, “- Siempre estaré aquí esperándote, nunca te dejaré”. Ese día llegue a la mansión, no salude a nadie llegue directo a mi habitación pensando cada vez más en Sebastián, me sentía tan feliz de tener por primera vez a alguien con quien hablar tan profundamente, que las ausencias de mi padre ya no me importaban, sentía que era feliz de nuevo.

Todos los días iba a donde Sebastián, jugábamos a tomar el té, a las escondidas, íbamos al pueblo y aunque nadie lo viera y me vieran hablando sola y cogiendo de la mano al viento, era feliz porque sabía que él estaba ahí, lo llevaba a la mansión y mis primas me creían loca ya que no lo veían. Mi padre cuando estaba en casa no decía nada y se subía a su habitación, le decía a mis primas “-Déjenla ser feliz, es su imaginación”. Pasaba mi gran parte del tiempo con él, a mis cumpleaños lo lleve y ya mi familia aceptaba que tuviera “un amigo imaginario”, era mi mejor amigo, me acompañaba a todo lado, a cambiarle las rosas muertas a la tumba de mi madre, paseábamos a Toby, era realmente feliz. Nos mandábamos por las colinas rodando, ensuciaba mis vestidos, mis medias se rompían, escuchábamos Chopin, Liszt todas las noches juntos, mi padre se la pasaba en su habitación era poco que hablaramos, desde que conocí a Sebastián, él se alejó y dejo de hablarme, pero no me importaba, Sebastián estaba conmigo siempre y me hacía muy feliz.

Irlanda, 1954 Sebastián y yo andábamos de la mano contando las nubes, íbamos a su bosque, cuando de la nada aparece una chica con cabellos negros, pálida, labios muy rojos, ojos verdes y atuendo negro “- ¿Quién es ella?” pregunto ella, el respondió “- Lucy, mi mejor amiga”. Mucho gusto me llamo Kim, también estoy muerta. “- Qué haces por acá, nadie te invito” le dijo Sebastián. “- Qué descortés, sólo quería conocer a tu nueva amiga, pues siempre estas con ella, ya han pasado 4 años desde que fallecí y veo que hace 4 años también la conociste a ella.” Ese día no la pasamos con Kim, a pesar de su actitud rara, nos caímos bien, fue asesinada igual que Sebastián, “-son pocos los seres humanos vivos que pueden ver a nosotros los muertos, que privilegio, cuando lo conocí sólo quería encontrar a su padre, pero ahora tiene otras intenciones, no?.. Dijo Kim. De repente escuche las voces de una de mis primas, “-Lucy, no sé cómo decirte esto, pero…Toby ha muerto.” Solté de la mano a Sebastián y me fui corriendo a la mansión dejando atrás a mi prima, las lágrimas no paraban de salir y el caos me invadía, llegue a donde Toby estaba y estaba muy frío y no se movía, lo abracé y lloré con todas mis fuerzas, “- Toby, no me dejes, no me olvides, eres una gran compañía para mí, te necesito, odio mi vida sin ti, tú y Sebastián son lo más importante para mí, por favor no me dejes, me odio, me odio.” Mi padre estaba justo detrás de mí y cuando escucho todo lo que dije, subió a su cuarto y duró en ella 2 semanas sin salir. Tampoco salí de la habitación, lloraba todo el día, mis primas me daban calmantes pero ya nada funcionaba. Sebastián en esas semanas no apareció, dejándome sola. Con más odio lloraba y lamentaba mi existencia, escuchaba a mis primas intentando hablar con mi padre, pero el sólo lloraba y no quería ver a nadie. No dejaba de pensar en Sebastián, siempre que lo pensaba lloraba más y más, sintiendo que ya se me iban a acabar las lágrimas. Ya iban a completarse casi 4 semanas y no salía de cama, me levante y me hice frente al espejo, estaba flaca, ojerosa y pálida, lucía horrible. Me asome al balcón para estirarme un poco “- ¿Por qué me abandonas así?, voltee a mirar hacia mi recamara y era Sebastían, estaba sentado en mi cama, me miraba más fijo que nunca. “- No quiero hablar con nadie, déjame sola”, estaba enrojecida, mi piel por fin había cogido color. “-Lamento lo de Toby.” Me puse a llorar y caí al suelo. Sebastián fue a donde estaba, se agacho y me dijo “- Lucy, te amo” no pude evitar mirarlo, pero sentía tanta rabia de no haberlo visto en tanto tiempo. “- Me dejaste al vacío, sola, sufriendo. Te odio por no haber estado conmigo, creí que eras mi amigo.” Sebastián agarro mi cara y me acerco más a él y me dijo “-Lucy, se cómo te sientes sentí que debí dejarte sola, porque sola te desahogas más, pero siempre estuve a tu lado, nunca te deje sola, no llores más Toby está bien y lo sé. Te amo” Cogí sus manos que estaban en acariciándome y lo besé. Sus besos fríos acariciaron todo mi cuerpo, me sentía fuera de este mundo con cada beso y caricia que Sebastián me daba, con cada susurro y mordisco. Ese día paso tan rápido, que la noche

cuando cayó le suplique que no se fuera, que se quedará conmigo bajo mi lecho. El saber que él está conmigo es mi felicidad, sus ojos fríos invaden mi cuerpo y eso me hace sentir viva. Esa noche fue mi primera vez, va a sonar muy raro, no soy necrofilia ni nada por el estilo, pero sentí tan vivo a Sebastián, tan dentro de mí, su respiración sonaba tan fuerte cuando me besaba y acariciaba, su cuerpo era fuerte y me sentía suya cada vez que me abrazaba. Después de tanto placer y felicidad eterna, me quede dormida dándole la espalda a Sebastián, la puerta del balcón quedo abierta y la luz del sol entro a mi habitación tocando mi cara, la puerta de mi habitación estaba entre cerrada y Sebastián ya no estaba. Me coloque mi bata, para cerrar la puerta y me tan sólo un poco para ver quien se encontraba afuera. Vi la puerta de la habitación de mi padre abierta, había alguien hablando con él, salí de mi cuarto caminado de puntitas para que mis primas no se despertarán y me hice justo afuera del cuarto de él para escuchar lo que hablaban “- Albert, ya hace 4 años asesinaste nuevamente a una niña, debes ser más cuidadoso cuando esté cazando. No me obligue a un arresto, no quiero recordarle que hace mucho tiempo también asesino a un joven de 21 años. Mire, ya le he perdonado muchas cosas, el hecho de que nadie sepa que es usted el que deja las balas perdidas en los bosques de este pueblo, no significa que usted no vaya a la cárcel. No es la primera vez que usted asesina a alguien sin querer, recuerde la pareja Lynch, usted asesino a su único hijo y fue causante de la muerte de la madre y desaparición del padre. Y ahora viene otra muerte de una joven de 21 años llamada Kimberly por balas perdidas. Por favor Señór Barley, tiene una hija a punto de cumplir los 21 años”. No podía creer lo que había acabado de oír, las lágrimas salían de nuevo y el caos me invadía, ¿Mi padre asesino de Sebastián y Kim? ¿Cómo es posible? Fui corriendo a mi habitación, me puse el vestido negro que había llevado la segunda vez que había visto a Sebastián y salí corriendo de la mansión. Al salir corriendo mis primas se levantaron y fueron detrás de mí, llegue a la pequeña avenida y estaba el coche del policía estacionado, pase la cerca de madera y fui corriendo al bosque. Comencé a gritar y a llamar a Sebastián, lloraba sin parar. Kim se asomó y me dijo que Sebastián no estaba, No podía parar de llorar y mire hacía el bosque y vi a Sebastián. Subí la colina y Sebastián comenzó a huir. “Sebastián por favor escúchame, quiero hablar contigo no me dejes, no me olvides” comencé a correr sin rumbo, pues el bosque era algo oscuro y no lograba ver a donde iba, deje de ver a Sebastián pero aun así seguía corriendo llamando y gritando su nombre, a lo lejos Kim gritaba “- Sebastián no salgas, ella es la hija del hombre que nos mató y lo sabes”. “- Sebastián por favor escúchame, jamás había amado tanto a una persona y a pesar de que no estés en carne y hueso, eres siempre lo que soñé, no culpes a mi padre por lo que te paso, él no lo quiso hacer, por favor perdónalo, háblame por favor, no me dejes, nunca me olvides”, implore. Sebastián nunca se asomó ni respondió a mis llamados, iba tan de prisa que tropecé y caí al río Wickow que rodeaba el pueblo, no pensé que hubiese corrido tanto, pues el rio era lejos de la mansión y del bosque de

Sebastián, el río iba muy rápido lo cual se me hizo muy difícil nadar, la corriente me llevo y tan sólo sentí que iba a tener un largo sueño. 3 días después mi padre colocó avisos de “se busca” por todo el pueblo, al día siguiente cumplía 21 años y estaba desesperado, mis primas, familiares y la policía fueron en mi búsqueda al bosque de Sebastián y llegaron al rio Wickow, no hallaron rastros míos, mi padre propuso que hicieran recorridos hasta el final del rio. Recuerdo que hacía mucho frío, estaba empapada y me dolía la cabeza. Estaba en la orilla del rio, No me ocurrió nada, tan sólo tenía moretones en el cuerpo. Me encontraba en una granja a las afueras de Irlanda, llegando casi a Gran Bretaña, un granjero se acercó a la orilla del rio, se asomó pero no me vio, tan sólo se fue gritando “-Llamen a la policía por favor “. Logré ponerme de pie e irme entre los árboles, me costó subir la estúpida colina que tienen los bosques, al parecer no es sólo la de Sebastián y me guie por los árboles pues eran parecidos a los que estaban cerca a la mansión, no tenía idea de donde me encontraba exactamente, al parecer el rio me había llevado al otro extremo de mi hogar. El rio era inmenso, lo más extraño es que nunca lo había visto tan rodeado de árboles, aun así seguí deambulando por el bosque hasta llegar a la mansión. En el recorrido mi ropa seco y ya no sentía dolor, no tenía hambre y no me sentía cansada, sentía que podía caminar sin poder dormir, sin molestias. Entre los árboles escuchaba llantos y veía con frecuencia personas deambular por los bosques. Sólo quería llegar a casa y ver a mi padre, mi único problema era pasar por el bosque donde estaba Sebastián, no quería verlo y supongo que el tampoco a mí, no sé cuánto tiempo paso, sólo sé que sigo con vida y que no quería volver a saber de él. Los días ya no eran soleados, eran grises y fríos, en las noches la luna llena siempre salía a iluminar mi camino, ya que eran más oscuras que de costumbre, llegue a creer que daba vueltas en círculos, pues no sentía que avanzaba. Pensé en mis primas, familiares, en Toby a quién extrañaba con frenesí, pero en quien no dejaba de pensar así no quisiera ver era a Sebastián. De tanto andar, sin descansar, sin comer, sin dormir llegue por fin a hectáreas conocidas, sentía mi corazón acelerar cada vez que estaba cerca, así no quisiera tenía que pasar por donde Sebastián, sólo respire hondo y seguí con mi camino. Al llegar a donde había caído, mi corazón se aceleró y de sólo pisar, ese bosque sentí la tristeza más grande, las lágrimas no me salían, llegue a imaginar que ya se me habían secado. Comencé a caminar, la luz de la luna no iluminaba mi camino y temía volver a caer al rio, procuré ir recto para no perderme, cuando escuche el sonido del agua más lejos, corrí detenerme, sin mirar atrás, para quedar satisfecha que ya estaba lejos del rio, Seguí corriendo y de repente caí, pues no vi la colina del bosque y resbale. Levante mi cara y vi a lo lejos la pequeña avenida que dividía mi mansión con las hectáreas de Sebastián, la luna me iluminaba, quería llorar de felicidad, estaba a punto de

ver a mi padre, iba a ponerme de pie cuando de la nada vi unas zapatillas negras en frente de mí, mire hacia arriba y era Sebastián, “- Y eso por qué deambulando a tan altas horas de la noche” dijo, estiro su mando, pero hice de cuenta como si no hubiese nadie y me levante sola, no fui capaz de mirarlo a los ojos, seguí en mi camino. Sentía su respiración muy fuerte en mi hombro, comencé a caminar más rápido, Sebastián tomo fuertemente de mi brazo halándolo hacía él, inevitablemente lo mire a los ojos y los tenía más grises y aguados que nunca, “- Lucy por favor perdóname, dónde te encontrabas, han pasado muchas cosas por acá, tu padre está muy mal” dijo, al escuchar que mi padre estaba tan mal, más me apresure y me solté con fuera de sus manos, “Déjame en paz, sólo me has traído problemas”, me fui corriendo y llegue a la cerca de madera y Sebastián volvió a halarme del brazo “-Por favor escúchame sé que hice error al no haberte respondido ese día, por favor, no logre encontrarte, estuve pendiente de tu padre y a penas te encontraron, enloqueció” “-¿Qué?, ¿cómo que me encontraron? Sigo viva y estoy yendo a casa, pero tú no me dejas ir, déjame en paz, no vuelvas a mi jamás”, Sebastián me tomo de los hombros y me acerco a él “- Lucy, estas muerta, te encontraron hace 4 semanas a las orillas de una granja, todo fue por mi culpa, por favor perdóname”. Mi mundo cayó a pedazos, quede atónita, intentaba llorar, pero no podía, tan sólo quedé en shock agache mi mirada al suelo sin rumbo. “-Lucy, sé que no es fácil, pero por favor escúchame” respondí aturdida “-¿Qué quieres que te diga? ¿Qué me quede contigo? No vuelvas nunca más, déjame en paz, viva o muerta iré a donde mi padre, no quiero que vengas conmigo, te odio.” Pase la pequeña avenida y fui corriendo a la mansión, llegue al jardín el cual estaba seco y muerto, vi la luz de la sala prendida, la puerta estaba sin seguro. Había alguien en la mansión pues había una obra a todo volumen de Franz Liszt, corrí a la habitación de mi padre y no había nadie. Corrí por toda la mansión incluso a la casita de Toby y no había rastro de nadie, la mansión se encontraba descuidada, empolvada y deteriorada no había ido a mi habitación, la música venía de ahí, cuando abrí la puerta mi padre se encontraba allí, llorando, miraba al suelo y estaba sentado en mi cama, tenía la barba más larga que de costumbre y su cabello estaba muy largo y enredado, entre despacio acercándome a él, me hice en frente de él, mi padre subió la mirada a mí y con lágrimas en los ojos me dijo: “- Lo siento tanto mi vida, nada de esto debió pasar, mi bella y única hija, mi vida, por lo que realmente vivía y daba la vida, por favor ten piedad en mí, ya es demasiado tarde, pero puedo verte, quisiera devolver el tiempo y jugar contigo, haber estado en tus 15 años, haber salido tú, Toby y yo al lago a pescar, rodar por las colinas, tomar el té, contar las nubes, agarrarte de la mano, ser felices. Pero todo eso se fue, por mi culpa, lo siento mucho, por favor vuelve, no me dejes, nunca me olvides.” Los brazos de mi padre cubrieron mi cuerpo fuertemente, mis lágrimas por fin salieron y se adentraron en los brazos de mi padre, abracé con loca fuerza a mi padre. No quería estar lejos de él nunca más, era el hombre de mi vida. El viento del balcón entraba acariciándonos a mi padre y a mí. Mi padre me veía claramente,

me acarició la cara y peino mi cabello en el lapso que estábamos abrazados, de repente en la puerta de mi habitación se encontraba Sebastián, mi padre también podía verlo, pero el tan sólo sonreía y me aferraba más a él. Mi padre me susurro “- Ve con él, te dará todo el amor que no pude darte mi princesa” Mis ojos no dejaban de llorar y no podía dejar de abrazar a mi padre, Sebastián se acercó y me estiro su mano “-Lucy, tan sólo quiero decirte algo” tome su mano y me abrazo, con lágrimas en los ojos me besaba y acariciaba mi cara, “-Que lindo sería devolverse en el tiempo y arreglar todo esto, lamento lo que paso, quiero que seas feliz porque no habrá más vida, tan sólo muerte nos rodea, pero no estás sola, estaré contigo siempre y caminaremos juntos. Cuidaremos a tu padre y familia, porque tú eres mi familia. Nunca me dejes, nunca me olvides. Te amo”. Me aleje de Sebastián, soltándome de sus brazos y le dije: “- No te creo nada, ya te dije que me dejarás en paz, estoy con el hombre de mi vida que es mi padre, por favor aléjate de nosotros.” Abracé fuertemente a mi padre escondiéndome en su camisón llorando silenciosamente, Sebastián retrocedió y se quedó acurrucado, llorando y tapando su rostro con las manos en el pasillo de las habitaciones, mire fijamente a los ojos de mi padre sonriéndole y abrazándolo fuertemente, me pidió que lo acompañará al balcón, fuimos al balcón de mi habitación, el viento soplaba fuertemente y la luz de la luna iluminaba nuestros rostros, el balcón de mi habitación daba vista al bosque de la mansión, “-Lucy tan sólo te pido que te guíes por mi voz y así me escuches claramente. Un día antes de que tu nacieras, salí a cazar como de costumbre, ese día fui con Toby, aquel día me metí entre el bosque de la mansión y sin darme cuenta salí a la avenida que está a las afueras de la mansión, me metí al bosque vecino para ver si encontraba algo, me escondí entre unos arbustos y solamente espere. En la noche escuche a alguien entre los árboles, sus pasos eran extraños, no parecían pasos de venado, ni de linces; Llegue a creer que era un oso y Toby también se encontraba asustado, entre en pánico y comencé a disparar como loco, no me importaba nada, sólo me importaba mi vida y la de Toby, sólo quería llegar a casa a salvo con tu madre. Salí corriendo y llegue a la avenida, ahí supe que estaba a salvo y de ahí llegue a la mansión. Al día siguiente salió la noticia de que había muerto Sebastián Lynch, hijo único de la Gran Familia Lynch, fui a donde el Sargento que vino a hablarme hacía un tiempo, y no puso cargos en contra de mí, es estúpido lo sé. Y el día de tu cumpleaños esa noche asesine a Kimberly Storm, también por miedo y a que me pasará algo. Lucy soy un completo idiota, qué sólo pensaba en mí mismo y en nadie más, cuando traías a Sebastián acá a la mansión, podía verlo y él ya sabía quién era yo, pero aun así no dejo de ser tu amigo y fue quien te acompaño y mis lapsos de ausencia, porque simplemente me quería esconder para que nadie descubriera quién soy realmente, un asesino. Lucy te pido que me perdones, sé cómo te debes sentir ahora y en la manera que te enteraste de los hechos. Lamento no haber estado contigo en la mayor parte de tu vida y que la persona que

compartió contigo sea a alguien a quien asesine sin razón alguna, personas como yo deberían estar lejos de ti, sólo te pido que nunca me olvides.” Mi padre beso mi frente y salió de la habitación. Sólo pensaba en salir corriendo y olvidarme de todo, me senté en la baranda del balcón y sólo deje que el viento acariciará mi piel y secará mis lágrimas, comencé a hablar a la nada, no sabía si Sebastián seguía en el pasillo y realmente no quería volverlo a ver, pero aun así si el me escuchaba, quería que supiera lo que quería decir “-Recuerdas ¿cuándo te vi por primera vez? ¿Cuándo encontraste a Toby y lo acariciabas? ¿Recuerdas cuando tomábamos el té y me besaste por primera vez? ¿Recuerdas cuando me enamore de ti? Aún sigo enamorada de ti, nunca dejaré de amarte, pero desearía no haberte conocido, porque así no me habría enamorado de alguien que ya no existe, que el hombre que me dio la vida le haya quitado la vida al hombre del que me enamore, es complicado lo sé, pero así lo siento ahora, realmente lamento lo de Kim, ya sé porque me odia, en mi cumpleaños le quitaron el preciado de vivir, pero me pregunto ¿Por qué mi padre salió a cazar el día de mi cumpleaños?, ¿Por qué no se quedó a celebrar conmigo? De ser así, no me hubiera dejado salir esa noche y así no te hubiese visto jamás, ni en mis sueños te hubieras cruzado, eres a la primera persona desconocida que he amado, he besado y he abrazado como si no hubiese un mañana. Tan sólo desearía que nada de esto hubiera pasado, tan sólo desearía morir de anciana y no ahogada en un rio por haberte buscado, porque sólo quería decirte lo tanto que te amaba y que mi padre no iba a hacer obstáculo entre los dos, pero al fin y al cabo sé cómo te debiste sentir ese día, entiendo tu odio y no te culpo, pero sabes ¿qué? Morí por amor, porque morí buscando al hombre de mis sueños y no me arrepiento, hubiera sido tan genial que te hubieses ahogado junto a mí, así no me sentiría con frío y estarías junto a mí, calmando mi soledad, porque Toby me abandono, pero aun así estabas cerca de mí. ¿Recuerdas cuándo te discutí por no haber estado junto a mí el día de la muerte de Toby? Perdona mis discusiones tontas, fuiste lo mejor de mi vida. Cuando tus besos invadieron mi cuerpo, me sentía en otro mundo, quizás porque tú y yo ya no somos de este mundo, recuerdo cuando te conocí y Nocturne sonaba junto a la luna, y ahora quien suena es Debussy para despedirme para siempre de ti, Te dejaré pero nunca te olvidaré. Te amo”. Al entre abrir los ojos me encontré tirada en el primer piso de la mansión, había caído del balcón, sólo quería llorar por el resto de mi vida y no saber de nadie, quería olvidar por siempre a todos.

“- Lucy, ¿estás bien? Te has caído siguiendo a Toby, tu padre no se ha ido, no demora en irse, se devolvió por su revolver. Abrí completamente los ojos, los sentía pesados y me ardían como si hubiese llorado toda una eternidad, mi vestido rosa de encajes estaba húmedo y sucio, me encontraba encima de un charco, mis primas me ayudaron a levantar, les dije que me llevarán a donde mi padre. Mi padre se encontraba en la sala con mis demás familiares, Al verlo me

tire encima de él a abrazarlo, él me susurro: “- Feliz cumpleaños mi princesa” y le respondí: “-Padre no te vayas, quédate conmigo, tu trabajo puede esperar, no me dejes, nunca me olvides”.