Notas de genesis y estructura de la fenomenología de Hegel de Jean Hyppolite

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Notas de: Genesis y estructura de la fenomenología del espíritu de Hegel (Jean Hyppolite) Primera parte. Generalidades sobre la fenomenología I.

Sentido y método de la fenomenología……

II.

Historia y fenomenología…………………..

III.

Estructura de la fenomenología…………....

Segunda parte. La consciencia o la génesis de la fenomenología Introducción……………………………….... I.

La certeza sensible…………………………..

II.

La percepción………………………………..

III.

El entendimiento……………………………..

Primera parte. Generalidades sobre la fenomenología I. Sentido y método de la fenomenología El prólogo a la Fenomenología es posterior a la obra. Pareciera que en tal prólogo Hegel sintiera la necesidad de dar una idea general de todo su sistema. Con plena consciencia de lo que hace, Hegel se sitúa entre los filósofos de su tiempo, y al tiempo manifiesta su originalidad ante ellos. Sobre el prólogo dice Hyppolite: “ese regreso sobre muchos puntos oscuros de la Fenomenología proporciona preciosas indicaciones sobre la significación pedagógica de la obra, sobre su relación con la historia del mundo en general y sobre su propia concepción de la negatividad” (Hyppolite. 1974: 7). Ahora bien, el autor nos dice que la introducción de la obra fue hecha al mismo tiempo de la obra, pareciera entonces que encierra el primer pensamiento de Hegel sobre ésta. Se indica entonces que tal introducción, es “en sentido literal a los tres primeros momentos de la obra” (La consciencia, autoconsciencia y la razón), pero nos indica que conforme a la última parte de la obra (Espíritu y Religión) sobrepasan a la fenomenología como tiende a ser concebida. A diferencia del prólogo que es un anexo a la obra, “la introducción es parte integrante de la obra, constituye el planteamiento mismo del problema y determina los medios puestos en práctica para resolverlo” (Hyppolite. 1974: 8). Hegel, en primer lugar, en la introducción nos

muestra cómo se debe plantear el problema del conocimiento, vuelve en algunos aspectos a confrontar sus antecesores. “Hegel considera el saber tal como es en la consciencia y precisamente desde ese saber fenoménico, mediante su autocrítica, es como se eleva al saber absoluto. En segundo lugar, Hegel define la Fenomenología como desarrollo y cultura de consciencia natural hacia la ciencia, es decir el saber filosófico, el saber de lo absoluto; a la vez indica la necesidad de una evolución de la consciencia y el término de esta evolución. En último lugar, Hegel precisa la técnica del desarrollo fenomenológico, muestra en qué sentido este desarrollo es precisamente obra propia de la consciencia que hace su aparición en la experiencia, en qué sentido es susceptible de ser repensado en su necesidad por la filosofía” (Hyppolite. 1974: 8). I. El problema del conocimiento. Idea de una Fenomenología. En sus obras de Jena Hegel critico toda propedéutica a la filosofía. La filosofía es la ciencia del absoluto. “Así, pues, hay que dejar atrás el punto de vista crítico y, como ha hecho Schelling, partir de entrada de la absoluta identidad de lo subjetivo y lo objetivo en el saber. El saber de la identidad es lo primero y lo que constituye la base de todo verdadero saber filosófico” (Hyppolite. 1974: 9). La distinción que hace Hegel es que no se puede ver el conocimiento ni como un instrumento ni como un médium, pues implica separar al conocimiento del absoluto que no permitiría como tal nunca alcanzar tal absoluto, pues al tomar el saber como un instrumento se va modificar el objeto a conocer (el absoluto) y no se lo va alcanzar como tal. “Si el saber es un instrumento, ello supone que el sujeto de saber y su objeto se hallan separados; por consiguiente, lo Absoluto sería distinto del conocimiento: no lo Absoluto podrá ser saber de sí mismo, ni el saber podría ser saber de lo Absoluto” (Hyppolite. 1974: 9). Ahora bien, hay otro planteamiento que Hegel va atacar acerca del conocimiento, este es el de Schelling, pues éste corta de manera tajante el saber fenoménico del saber absoluto. “Hegel vuelve al saber fenoménico, es decir, al saber de la consciencia común, y pretende mostrar cómo aquél conduce necesariamente al saber absoluto, o también que él mismo es un saber absoluto que todavía no se sabe como tal”. (Hyppolite. 1974: 10). En este punto retoma el punto de vista de la consciencia que tenían Kant y Fichte. “Hegel, que había criticado anteriormente toda propedéutica, insiste ahora sobre

la necesidad de situarse en la

prespectiva de la consciencia natural y de llevarla progresivamente al saber filosófico” (Hyppolite. 1974: 10). Es decir, es imposible comenzar directamente situado en el absoluto, como pensaba Schelling.

Hegel no se limita a añadir una propedéutica al saber absoluto de Schelling; modifica la concepción misma de ese saber y de ese Absoluto. Lo Absoluto no será ya en su filosofía solamente substancia, sino también sujeto. De esta manera se supera el Spinozismo de Schelling, pues retoma el subjetivismo de Kant y de Fichte. Por ello, “lo Absoluto no estará ya entonces por encima de todo saber, será saber de sí mismo en el saber de la consciencia” (Hyppolite. 1974: 10). “Hegel quiso probar que el idealismo absoluto de Schelling era todavía posible si se partía no de la naturaleza, sino de la consciencia, del Yo, profundizando el subjetivismo de Fichte” (Hyppolite. 1974: 11). Ahora bien, teniendo en cuenta que en ciertos puntos Hegel adopto la perspectiva de Kant y de Fichte, en su en su estudio del saber fenoménico (mirando las condiciones subjetivas), tenía que cambiar lo que hicieron aquéllos. Primero tiene que hacer una crítica del saber por la consciencia de una forma nunca antes vista; y en segundo lugar, ampliar la noción de experiencia (experiencia ética, jurídica, religiosa y no se limita a la experiencia teorética). Hegel trata de describir y no tanto de construir la consciencia común. “Es realmente la propia consciencia ingenua la que hará su experiencia y de esta manera verá trasformarse a su objeto y a sí misma” (Hyppolite. 1974: 12). “Ese carácter de la fenomenología hegeliana, que describe en vez de construir, presenta el desarrollo espontáneo de una experiencia tal como se da en la consciencia” (Hyppolite. 1974: 12-13). En la Fenomenología no se busca una experiencia de algo particular, se analiza toda la experiencia. “Se trata de considerar la vida de la consciencia lo mismo cuando conoce el mundo como objeto de la ciencia que cuando se conoce a sí misma como vida, o cuando se propone un objetivo” (Hyppolite. 1974: 13). Se quiere conocer entonces la experiencia de la consciencia en general. II. La cultura de la consciencia natural, su desarrollo, término de este desarrollo. “La Fenomenología es el itinerario del alma que se eleva al espíritu por medio de la consciencia” (Hyppolite. 1974: 13) “La Fenomenología de Hegel es la novela de la cultura filosófica, sigue el desarrollo de la consciencia que, renunciando a sus primitivas convicciones, alcanza a través de sus experiencias el punto de vista propiamente filosófico, el del saber absoluto” (Hyppolite. 1974: 14). Se debe tomar a la Fenomenología, claro está, como una obra científica. El término de la consciencia no es arbitrario está desarrollado por la misma naturaleza de la consciencia.

a) El desarrollo, su necesidad. La Fenomenología es un estudio de cómo se desarrolla la experiencia de la consciencia, esto, nos muestra Hyppolite, tiene consecuencias negativas, pues lo que la consciencia toma por verdad se va revelar de manera ilusoria, de esta manera la consciencia debe abandonar su primera convicción, esto es lo que llama Hegel el camino de la duda y de la desesperación. Hegel, a diferencia de Descartes, no se podía plantear una duda universal, es más bien una evolución de la duda, es decir, se aprende a dudar de lo que precisamente se tiene como verdadero, pero la duda no es el punto de partida. Se debe ver entonces que el camino de la consciencia es una historia detallada de cómo se ha ido formando. El camino de la duda es el camino de la consciencia. Teniendo como punto de partida lo antes dicho (sobre la duda), se puede decir que “frente a una resolución semejante por medio de la cual la consciencia se purifica de un solo golpe de todos sus prejuicios y en particular de ese tan fundamental que es la existencia de cosas fuera de nosotros, independientes del conocimiento, la Fenomenología viene a ser una historia concreta de la consciencia, su salida de la caverna y su ascensión a la ciencia” (Hyppolite. 1974: 15). Ese camino es la duda desesperada (Verzweiflung). Con lo anterior la consciencia natural pierda su verdad, es decir, que lo que antes se tenía como un saber autentico, real, se muestra ahora en la consciencia como un saber no real. “La experiencia no sólo conduce al saber en el sentido restringido del término, sino a la concepción de la existencia. No se trata, pues, únicamente de dudar, sino claramente de una efectiva desesperación” (Hyppolite. 1974: 15). Para Hegel, toda filosofía tiene un momento en sí misma de escepticismo por el cual es capaz de purificar la consciencia ingenua (Hyppolite. 1974: 16). “La consciencia pone inicialmente una cierta verdad que para ella tenía un valor absoluto, y lo pierde en el trascurso de su viaje.” (Hyppolite. 1974: 16). Aufheben (negatividad) “el resultado de una experiencia de la consciencia sólo es absolutamente negativo para ella; en realidad, la negación es siempre negación determinada” (Hyppolite. 1974: 16). Es decir, que la negación resulta un nuevo saber, pues al concebir una no verdad se está llegando a una verdad, pues, para Hegel el error superado es un momento de la verdad. El escepticismo a diferencia del Aufheben deja la negatividad sin contenido. “La negatividad no es, por consiguiente, una forma que se opone a todo contenido; es inmanente al contenido y permite comprender su necesario desarrollo” (Hyppolite. 1974: 17).

“La negación es creadora porque el término dado había sido aislado, porque él mismo era una cierta negación. A partir de ese momento se concibe que su negación permita volver a hallar el todo en detalle. Sin esa inmanencia del Todo a la consciencia no se podría entender cómo puede realmente la negación engendrar un contenido” (Hyppolite. 1974: 17) b) El término del desarrollo. La consciencia, para Hegel, es el concepto del saber por esta razón no es saber real, al ser concepto del saber se presupone entonces que es en sí lo que debe convertirse en

para sí. Debe entonces sobrepasar lo limitado, para luego poder

sobrepasarse a sí misma. “Los dos sentidos de la palabra Aufheben, su sentido negativo y su sentido positivo, se unen de hecho en un tercer sentido que es el de trascender”( Hyppolite. 1974: 18). La consciencia siempre se supera a sí misma, se va trascendiendo. Toda consciencia común se convierte en consciencia trascendental. “Toda consciencia es propiamente más de lo que ella cree ser, y eso es lo que hace que su saber se divida. Es certeza (subjetividad) y como tal se opone a una verdad (objetividad)” (Hyppolite. 1974: 18). El saber en inquietud. Ahora bien, el saber se la consciencia es saber de un objeto (se debe entender por concepto el lado subjetivo del saber y por objeto el lado objetivo) “el saber es el movimiento de trascenderse que va del concepto al objeto” (Hyppolite. 1974: 19). “El objeto es objeto para la consciencia y el concepto es el saber de sí, la consciencia que el saber tiene de sí” (Hyppolite. 1974: 19). “Lo que caracteriza a la fenomenología con respecto a la ontología, a la ciencia de lo Absoluto en sí y para sí que representará ya la Lógica, es precisamente esa desigualdad de la consciencia con su concepto, desigualdad que no es otra cosa que la exigencia de una perpetua trascendencia” (Hyppolite. 1974: 19) “La negación del ser-ahí (Dasein), que debe producirse necesariamente en razón de su finitud, es una negación que le resulta extraña, que no se halla en él por sí misma. Pero este no es el caso de la consciencia, que es su propio concepto para sí misma, es decir que es para ella misma la negación de sus formas limitadas o de su propia muerte, si se quiere” (Hyppolite. 1974: 19). La muerte para la consciencia es un comienzo de una nueva vida para la consciencia (tener en cuenta el reconocimiento que se presenta al morir) La dialéctica se define como la experiencia misma de la consciencia.

III. La técnica del desarrollo fenomenológico. El objeto del filósofo, para Hegel, es el saber de la consciencia común, ese objeto se le debe tomar como se presenta y no intervenir en él. “La consciencia es considerada tal como se da, y se da como una referencia a lo otro, objeto, mundo o naturaleza” (Hyppolite. 1974: 22)