Nevermore Supernatural

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Nevermore Keith R. A. DeCandido

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Sinopsis Traducida por Dany

H ace 22 años, Sam y Dean Winchester perdieron a su madre ante una fuerza misteriosa y demoniaca. Pasados los años, su padre, John, les enseñó cómo pelear contra los seres malvados que habitan en las esquinas oscuras y carreteras secundarias de América... Mostrándoles cómo matarlos. Sam y Dean van a Nueva York para revisar la casa encantada de un rockero. Pero antes de que puedan averiguar por qué una banshee enamorada con una camiseta de un grupo de rock de los 80 aparece en la habitación, un crimen mucho más macabro capta su atención. En una casa cercana, dos estudiantes universitarios han sido apaleados hasta morir por un asaltante desconocido. Un asesinato que es extraño incluso para la norma de Nueva York, y éste es el último de una larga lista de asesinatos, que pronto los dos hermanos sospechan que están basados en una serie de espeluznantes historias del legendario escritor Edgar Allan Poe. Su investigación los lleva hasta los clásicos cuentos de horror de Poe, cara a cara con el más tenebroso de ellos. Y si Sam y Dean no re-escriben el final de este horripilante cuento, un macabro asesino en serie terminará con sus vidas para siempre.

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Esta novela tiene lugar entre la segunda temporada de la Serie Supernatural episodios “Crossroad Blues” y “Croatoan”

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“He oído todas las cosas en el cielo y en la tierra. He oído más cosas en el infierno.”

El Corazón Delator -Edgar Allan Poe-

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Uno Traducido por Dany Corregido por Raquel Universidad de Fordham El Bronx, Nueva York Domingo 12 de noviembre de 2006 a fría brisa de noviembre, sopló el cabello de John Soeder contra su cara, como un recordatorio de la Madre Naturaleza de que debía cortarse el cabello, en ausencia de su madre real, que estando alrededor de él, le daría lata al respecto. Ella estaba de regreso en Ohio, donde era seguro y también diez grados más frío de lo que estaba aquí en el Bronx. Si Emily Soeder veía la fregona peluda que su hijo tenía por cabello castaño, haría el ruido que siempre hacía, y se ofrecería para hacer el corte. John amaba asistir a la Universidad de Fordham como por mil razones, pero la distancia considerable de su madre, estaba enumerada en lo alto de la lista. Él y su compañero de cuarto, Kevin Bayer, se dirigían de nuevo a su apartamento fuera del campus, después de un largo día en la imprenta en el sótano del Centro McKinley. Ellos eran los co-editores del periódico Alternativo de Fordham y habían pasado la mayor parte del día poniendo la cuestión del último número, dos veces por semana en la cama. Los archivos habían sido enviados por correo electrónico a la impresora, y tendrían los problemas para la mañana del martes. Lo que era fundamental, ya que tenían que sacarlo antes que La Ram, el aburrido periódico Oficial para Estudiantes de Fordham, especialmente debido a la exclusiva que recibieron del decano. Caminaban rápidamente a través del campus, en dirección a la salida de la Avenida Belmont por la Sala Memorial de la Facultad. Desde allí solo eran pocas cuadras hasta su maltratado, desordenado, pequeño (pero felizmente barato) apartamento en la Avenida Cambreleng.

L

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 7 Una vez que llegaron a la salida, John sacó el cabello de su rostro y dijo: “Vamos, apurémonos. Quiero llegar a casa y cambiarme para la fiesta.” “¿Qué fiesta?” “La fiesta de Amy, ¿Recuerdas?” Kevin hizo una mueca “Tengo clases a las ocho y treinta, mañana. No puedo, amigo.” John se encogió de hombros, y dijo: “Sáltatela.” “De ninguna manera. El Dr. Méndez tendrá mi trasero. En serio, ella pasa lista. Ya me perdí tres clases debido a un fin de semana de producción, no puedo perder otra.” Habían llegado a la esquina de Belmont y Fordham Road, y tenían que esperar por la luz verde; el tráfico era lo suficientemente pesado, incluso tan tarde en un domingo, por lo que no podían cruzar en contra de la luz. Antes del último año, John había vivido en los dormitorios del campus, que formaba parte de la exuberante vegetación que caracterizaba el campus de Fordham, un oasis en la academia en medio de la ciudad más grande del mundo. Bien, no en el medio, el Bronx estaba en la parte más septentrional de la ciudad de Nueva York, justo por encima de Manhattan y Queens, y era la única parte de la ciudad realmente cercana al área continental. Antes de visitar Fordham durante su último año de secundaria, John siempre había supuesto que Nueva York era Manhattan. No tenía ni idea de los barrios exteriores, y estaba encantado de encontrarse en un barrio que por sí solo, era una ciudad más emociónate de lo que Cleveland nunca podría ser. Sin embargo, la transición todavía estaba un poco metida en su cabeza. El campus de Fordham era todo árboles, hierba y una mezcla de antiguos y nuevos edificios (algunos remontaban la época de la fundación de la universidad en el siglo XIX, otras adiciones a finales del siglo XX) y no habría estado fuera de lugar en un soñoliento pueblo de Nueva Inglaterra. Pero entonces salías por la puerta de hierro forjado y te topabas con una serie de coches y autobuses que se comprimían bajando Fordham Road (o gateando si era hora pico), peatones, estaciones de gasolina, articulaciones de comida rápida, tiendas de reparación de automóviles y personas. El barrio era una mezcla de italianos que habían llegado en los comienzos del siglo XX, los latinos que llegaron en los 60, y los albaneses, que llegaron en los 80. Justo bajando por la calle en una dirección estaba Sears 1, Fordham Plaza, el Metro Norte; en la otra dirección, el departamento de Motor Vehicles, el Zoológico del Bronx y el Jardín 1

Sears: Tienda por departamentos.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 8 Botánico. La “Pequeña Italia” era un barrio todavía próspero, lleno de tiendas de delicatessen, tiendas de vinos, restaurantes, panaderías, tiendas de pasta y las ocasionales ferias callejeras. John había ganado dos kilos ese semestre con solo acercarse a una fuente de canolis 2. Por supuesto, en una tarde noche de domingo, casi no había gente en las calles, solo los autos. La luz cambió, y Kevin y John corrieron por la calle, ya que estaba parpadeando la luz roja indicando NO PASAR antes de que llegaran a mitad del camino. “¿Porqué tomaste clases un lunes por la mañana, de todos modos?” preguntó John. “Sabías que ibas a estar hasta tarde casi todos los domingos. “Era la única clase de literatura medieval que podía tomar. Sólo otra estaba frente al seminario de Shakespeare, y eso es un asociado de dos que tengo que tomar en la segunda parte del semestre que viene.” Se volvieron para caminar de Fordham a Cambreleng. “¿Y por qué no tomas una clase de literatura medieval el próximo semestre, exactamente?” “Porque el Dr. Méndez se tomará un año sabático, y eso significa Padre O’Sullivan.” John, que era estudiante de historia, y que por lo tanto no tenía ninguna pista sobre el departamento de inglés, se rascó la barbilla. Necesitaba un afeitado, algo más por lo que su madre lo molestaría de estar aquí. Dijo: ”Sí, ¿y…?” Los ojos de Kevin se ensancharon. “El Padre O’Sillivan tenía tenencia desde, como, de la Edad Oscura 3.” “Edad Media.” “¿Qué?” “No era Edad Oscura” dijo John, a la defensiva. “Ya no la llaman así, la llaman…” “Amigo, el imperio Romano tenía acueductos. En el Sacro Imperio Romano hacían pipí por las ventanas. Era la Edad Oscura.” John apretó los dientes y estaba a punto de responder, pero Kevin volvió a su tema original. “El Padre O’sullivan tenía la tenencia, lo juro por Dios, en 1946.” 2 3

Canolis: pasta italiana. Dark Ages: significa literalmente Edad Oscura, pero en inglés también significa Edad Media.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 9 Giraron hacia Cambreleng. “Amigo, mi padre nació en 1946.” “Mi punto. El hombre es un puto fósil. De ninguna manera tomaré clases con él.” “Lo que sea.” A John realmente eso no le importaba mucho. “Aún deberías venir a la fiesta.” “De ninguna manera. Necesito mi descanso embellecedor.” John sonrió. “No hay suficiente sueño en el mundo que haga que eso suceda.” “Muérdeme, amigo.” Otra brisa sopló y John tuvo que empujar el cabello de su cara otra vez. Mientras iban más lejos de Fordham Road, más silencioso se volvía, ya que Cambreleng era totalmente residencial. La mayoría de los bloques estaban llenos de ladrillos rojos de casas de tres pisos, que estaban a unos pocos metros de la calle, un sello de correos en la parte delantera separada de la acera por una valla de hierro forjado de talla alta. El resto de la manzana tenía apartamentos de cinco pisos. Pocos edificios eran más altos que eso, ya que una vez estuvieras por encima de los cinco pisos, la ley de la ciudad requería que pusieran un ascensor. Muchas de las ventanas de la cuadra estaban a oscuras, y John y Kevin eran los únicos en la acera. “Bueno, aun así iré, ya que tengo el cerebro para establecer un horario adecuado, cuando la primera clase que tengo los lunes es a las doce y media. Lo que significa, Fies-Ta.” Kevin se rió entre dientes. “Amigo, Britt no va a dejar a Jack por ti.” John se tensó. De hecho, Britt se encontraba en lo alto en la lista de cosas que tenía que hacer en la fiesta de Amy, pero no vio ninguna razón para compartirlo con su compañero de cuarto. “¿Britt va a estar allí?” “Ni siquiera lo intentes. Mientes tan bien como yo hago snowboard.” “Tú no haces snowboard.” “Mi punto.” John empezó a decir lo que sea, pero ya había dicho eso, y odiaba repetirse así mismo. Kevin podría haber sido amante de su eslogan de Doofy “Mi Punto”, que usaba todo el maldito tiempo, pero a John le gustaba ser verbalmente diverso. Era eso lo que siempre clavaba en los artículos que editaba para el periódico: repetición. Conservas el interés de la gente diciendo cosas diferentes, no usando las mismas frases cansonas. Por eso no le gustaba la mayoría de los comics y los bocetos de comediantes. Tenían que tener algún tipo de frase pegajosa, y luego se volvería esperada y deseada, y la rutina no sería acerca de ser gracioso nunca

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 10 más, sino de la construcción de la frase pegajosa. Eso no era entretenido, eso era condicionado. “¿Qué diablos es eso?” Kevin estaba señalando algo, y John siguió su dedo hacia los contenedores plásticos de basura delante de una de las casas de la ciudad. Parecía como si alguien hurgara en la basura. Lamentablemente, eso no era un espectáculo tan inusual. Había un montón de gente sin hogar por los alrededores, y a veces buscaban en cajas de reciclaje para encontrar latas y botellas que podrían canjear en el supermercado. Entonces, la figura levantó la cabeza, y John vio que no era un indigente. Los dos pararon de caminar cuando se dieron cuenta de que era una clase de simio. “¡Eso es un babuino!” dijo John. “Amigo, eso es un orangután.” John frunció el ceño. “¿Estás seguro?” “Muy seguro.” El babuino u orangután o lo que fuera, miró hacia ellos, abrió su boca y siseó. Tanto John como Kevin retrocedieron un paso o dos. John susurró: “Amigo, ¿los orangutanes sisean?” “No, pero no creo que los babuinos lo hagan tampoco. Y ¿por qué estamos susurrando?” Antes de que John pudiera responder a eso, el… oh diablos, a lo que acababan de llamar mono antes de saber con seguridad, cogió el cubo de basura y lo arrojó a la calle. Por desgracia, la tapa estaba abierta, así que en un abolsa de basura rota llegó desplegándose, botando comida en mal estado, contenedores vacíos, y otras cosas sobre el pavimento. John dijo: “¿Tienes tu celular?” Kevin asintió. “Bien, porque mi batería está muerta.” “¿A quién se supone debo llamar? ¿A objetos perdidos y encontrados?” Sin quitar los ojos del mono, John dijo: ”No, 911, burro, ahora llámalos, antes de…”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 11 De repente, el mono corrió hacia ellos, chillando como si estuviera en un choque de metanfetamina o algo así. John quería dar la vuelta y salir corriendo, pero encontró que no podía hacer que sus piernas se movieran. Y no importó por mucho tiempo, porque este mono podría dejar a Jesse Owens atrás. Fue por ellos en un segundo. Como regla general, John odiaba cuando gritaba. Él siempre sonaba como una niña. Demostrando que este era un universo injusto, sus gritos habían conseguido estar aún más agudos, después de que su voz cambiara. Era vergonzoso de verdad, así que cuando sentía ganas de gritar, trataba de mantener la boca cerrada, por lo que le salía más como un zumbido. A su juicio, eso sonaba más viril. Pero ahora mismo, con un mono loco chillando, aullando y saltando sobre él y Kevin, y golpeándolos muy fuerte con sus grandes manos, gritó como una niña. No se había sentido así desde que se metió a esa estúpida pelea en la secundaria con Harry Markham para ver quién iba a ir al baile con Jeannie Waite. Lo chistoso era, por supuesto, que ella fue con ese perdedor de Morty Johannsen, así que tuvo un ojo negro y un labio roto, por nada. Los puños del mono lo golpearon a él y a Kevin por igual, y el dolor estaba solamente en todas partes. A continuación, un golpe lo sorprendió al lado de la cabeza, y literalmente vio estrellas, algo que solía pensar que solo ocurría en dibujos animados. Sólo cuando sintió el pavimento fresco en su mejilla, John se dio cuenta de que el mono ya no lo estaba golpeando a él. Pero él aún escuchaba gritos. Volteándose, lo que envió un fuerte dolor a través de ese lado, vio a al mono recoger a Kevin y arrojarlo a la valla frente a una de las casas. Entonces, oyó un chasquido. No quería creerlo. No podía creerlo al principio. No había sido como si una ramita se rompiera, era como un plástico rompiéndose en dos, no era… No era como nada que John Soeder hubiese escuchado antes. Y por eso, sabía que Kevin estaba muerto. “¡No, Kevin!” Apenas notó que el orangután, babuino, gorila o lo que fuera, iba hacia él. En cambio, se quedó mirando a Kevin, tendido allí en la acera de la avenida Cambreleng, con la cabeza en un ángulo imposible, y preguntándose cómo demonios podría haber sucedido esto, posiblemente. No podía haber sido real, los

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 12 monos no solo aparecen en la calle y golpean a las personas hasta la muerte. ¡No podía ser! El mono saltó sobre él y comenzó a darle caza, y él ni siquiera levantó un brazo para defenderse, porque simplemente no lo podía creer. El segundo chico tardó mucho en morir. Por lo menos del primero se hizo cargo rápidamente. Pero al otro, el que no paraba de murmurar para sí mismo después del primer asesinato, el orangután tuvo que seguir golpeándolo y golpeándolo, hasta que finalmente se dio por vencido. Una vez el segundo dio su último suspiro, él dijo el conjuro por última vez. Luego dio un paso hacia el ajenjo quemándose para apagarlo. Unos pocos pedazos de ajenjo carbonizado quedaron en el pavimento, pero el viento lo dispersaría en su momento. Y aunque lo encontraran, no serían capaces de conectarlo con un orangután escapado que golpeó a dos personas hasta la muerte. No era agradable, pero era necesario… y tenía que hacerse esta noche, en el último cuarto de la luna, al igual que el primero tenía que hacerse en luna llena en el quinto. Es cierto, ellos descubrieron los cuerpos dos días más tarde, que fue más pronto de lo que esperaba, pero nadie de la guardia civil había llegado a preguntarle, así que todas sus precauciones, obviamente, habían tenido éxito. Más al punto, tenía que hacerse en este espacio. El segundo puesto del sigilo se había trazado con el ritual apropiado. Una vez seguro de que la pequeña llama se extinguió, salió del estrecho pasillo entre unas de las casas y un edificio (y ¿no era repugnante la forma en que la gente tiraba su basura en los oscuros lugares, esperando que nadie se diera cuenta?), y desenfundó la pistola tranquilizante. Apuntando con cuidado, disparó al orangután en el cuello. Cayó de bruces al suelo un segundo después. Corrió hacia la acera, quito rápidamente el dardo con la mano enguantada. No habría rastro de su presencia aquí. Volteándose, corrió hacia su coche al tiempo que sacaba un teléfono celular desechable que había comprado antes por la tarde, en una de las tiendas de Arthur Avenue, y llamó al 911. “¡Hay un tipo de animal salvaje! Golpeando a dos chicos en la Cambreleng bajando por la 88 ¡Vengan rápido!”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 13 Luego tiró el teléfono celular en una malla de metal del bote de basura en la esquina de East Street y 188th, subió a su vehículo estacionado. “Dos listos, dos faltan. Entonces, por fin, ¡la respuesta será mía!”

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Dos Traducido por maka.mayi Motel Bowles y Lodge South Bend, Indiana Miércoles 15 de noviembre de 2006

“E

se es el problema con el trabajo, Sammy, a veces te topas con un callejón sin salida.” Sam Winchester concordó en silencio con su hermano, Dean, mientras hacían la comprobación final de su habitación en el motel antes de transportar sus cosas al coche. Su padre les había inculcado desde temprana edad, que siempre revisaran la habitación antes de salir, ya que no debían dejar cosas personales por ahí. Sobre todo cuando algunas de esas cosas incluían armamento exótico y grimorios 4 antiguos. En general, eran buenos limpiando la habitación. Hubo un tiempo en Key West, cuando Dean había dejado la lata de la sal junto a la cama, y había insistido en dar media vuelta en la ruta 1 y volver para recuperarla. Sam había preguntado por qué simplemente no podían ir a un supermercado y conseguir otra (era un objeto muy común en una casa, después de todo), pero Dean había insistido en que era el principio de la cosa. Lo qué había estado bien hasta que el empleado preguntó por qué los dos hermanos tenían una lata grande de sal en la habitación del hotel, y Dean había puesto esa mirada de los ojos muy abiertos que tiene cuando alguien se sale del guión. Con Sam mirando y ni siquiera molestándose en ocultar su sonrisa, Dean había balbuceó durante media hora antes de llegar a algo sobre la intolerancia a la lactosa. 4

Grimorio: es un libro de conocimiento mágico escrito entre la Alta Edad Media y el siglo XVIII.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 15 “Hombre”, le había dicho Sam, mientras volvían a salir hacia el coche, con la lata recuperada en la mano, “sí sabes que la sal no tiene, básicamente, nada que ver con la intolerancia a la lactosa, ¿no?” “Gracias, Sr. Mago.” Dean había respondido con los dientes apretados. Hoy en día, estaban comprobando y golpeando la carretera, el último trabajo no había sido un trabajo en absoluto. Dean seguía hablando mientras se dirigían hacia el coche. “Pero al menos pudimos ver la hermosa ciudad de South Bend.” “Sí, un punto caliente de verdad,” murmuró Sam mientras Dean abría el maletero. “Hey, vamos a donde nos lleva el trabajo.” “O no. Realmente fue un suicidio, Dean. Un normal, suicidio común y corriente.” Dean se encogió de hombros. “Eso pasa.” Lanzó su bolso en la parte posterior de la camioneta, rodándolo sobre las cajas de armas y suministros. Sam hizo lo mismo, usando sólo la mano izquierda, ya que su mano derecha se encontraba todavía en un yeso desde el momento en que la chica zombie se lo rompió en Lawrence. Sam no tenía la misma adhesión que Dean tenía hacia el Chevrolet Impala negro de 1967, el coche familiar que su padre había pasado a Dean. (Por otra parte, Sam a veces pensaba que no tenía el mismo apego con su ex novia Jessica que Dean tenía con el Impala.) Cuando el coche se estrelló un par de meses atrás, Dean lo había reconstruido básicamente desde el principio, un proceso que tomó varias semanas de agotador esfuerzo. Sin embargo, incluso Sam tuvo que admitir que el maletero grande era una gran ventaja, dado que vivían toda su vida fuera de este coche. La parte trasera del voluminoso maletero estaba lleno con tres bolsas: El bolso de Sam, el bolso de Dean, y la bolsa de la lavandería. Esta última comenzaba a sobresalir. “Hombre, Vamos a necesitar pasar a la lavandería dentro de poco,” dijo Sam. “No aquí,” dijo Dean, rápidamente. “No creo que ese policía estuviera demasiado entusiasmado con los reporteros Anderson y Barre. Será mejor que nos vayamos antes de que decida pasar mi cara a través de su ordenador.” Sam asintió, de acuerdo. Dean aún era buscado por una serie de asesinatos cometidos por un Cambia Formas que había tomando su forma en San Luis a principios de ese año, y sólo no había ninguna manera de que “un monstruo

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 16 mutante que lucía igual que yo” fuera a funcionar con la Oficina del Fiscal de los EE.UU. Dean cerró el maletero y se dirigieron a la oficina principal. Como en la mayoría de los lugares en los que los Winchester se quedaban, el Motel Bowles y Lodge era muy barato y con las comodidades mínimas. Lo único que necesitaban era un techo, una cama y una ducha que funcionara, aunque este último era al azar con algunos de los lugares en los que se quedaban, y no estaban precisamente rodando en masa. La lucha contra los demonios, monstruos y cosas bla, bla que salían en la noche era importante, pero no era pagado. Vivían de fraudes con tarjetas de crédito, y los ahorros de Dean y las ganancias del póker. Eso significaba que el Hyatt 5 no era una opción. Entraron en la lamentable oficina, que tenía agrietados los paneles de madera, una alfombra beige muy sucia, y un escritorio agujereado en frente. Una mujer mayor se sentaba detrás de ese escritorio, fumando un cigarrillo mientras estaba sentada bajo un letrero rojo de no fumar y leía un libro de Dan Brown. Su rostro estaba cubierto con el maquillaje suficiente como para permitir que asistiera a una fiesta de Halloween como el Joker, y su cabello estaba rociado con una pulgada como si quisiera darle vida a algo que probablemente quería ser una colmena. Sam estaba bastante seguro de que pudo haberle pegado al peinado con cualquier arma en el maletero del Impala y no le haría ni una pizca de daño. Llevaba una tarjeta de identificación que decía Mónica. “Oye,” dijo Dean, “vamos saliendo.” Mónica tomó una bocanada final del cigarrillo, luego lo aplastó en el cenicero. “Eres Winwood, ¿no?” preguntó con una voz rasposa. Sam se controló para no rodar los ojos. Sólo una vez, Sam deseó que Dean escogiera un alias discreto. “Así es,” dijo Dean con una sonrisa. “Estamos listos para pagar.” “Sí, hay un problema. Su tarjeta de crédito fue rechazada. Voy a necesitar otra.” Ahí estaba la mirada amplia de Dean de nuevo, pero esta vez Sam no sonrió. “Rechazada. En serio.” Dean miró a Sam impotente, luego se volvió de nuevo a Mónica. “¿Podrías probarla de nuevo, por favor?” Ella le dio a Dean una mirada fulminante. “La probé tres veces. Eso es todo lo que van a permitir.” 5

Hyatt: hotel royal resorts, cinco estrellas, lujoso y muy caro.

Keith R. A. DeCandido “¿Dijeron eso?” Foro Dark Guardians 17 “No, ninguna razón. ¿Quieres llamar a la empresa de tarjetas de crédito? Puedes utilizar este teléfono.” Cogió el teléfono del escritorio, que Sam se horrorizó al ver, era un dial giratorio, y lo sostuvo en alto para que Dean lo tomara. “Eh, no, eso, eh-eso realmente no ayudará.” Sam se dio cuenta de por qué Dean estaba haciendo tiempo. Él tenía otras tarjetas de crédito, pero ninguna de ellas decía Dean Winwood en ellas. Rápidamente, Sam dio un paso adelante, alcanzando su bolsillo de atrás, y dijo: “Yo me encargo de esto.” Sacó una de sus propias tarjetas de crédito falsas de su cartera y se la entregó a Mónica. Ella la tomó y la miró, lo que Sam había estado esperando que ella no hiciera, ya que ésta no decía Winwood, tampoco. “Pensé que ustedes dos eran hermanos.” Sin perder el ritmo, Sam dijo: “Lo somos, pero yo fui adoptado. Para el momento en que rastree a mis padres biológicos, ya habían muerto, así que cambié mi nombre a McGillicuddy en homenaje a ellos.” El rostro de Mónica se dividió en un rictus que Sam suponía podría haber sido llamada una sonrisa. “Eso es tan dulce de tu parte. ¡Qué buen chico eres!” Corrió la tarjeta por la máquina, y luego marco el total de las tres noches que se quedaron. La espera de la máquina para comprobar fue interminable. Dean, en su haber, se había recuperado, y llevaba su mejor cara de póquer. Finalmente, después de varias eternidades, la máquina sonó y la palabra APROVADO apareció en la pequeña pantalla. “Está bien,” dijo Mónica, sin dejar de sonreír, mientras el zumbido de una impresora se oía bajo el escritorio. ”Aquí está su tarjeta de vuelta, Sr. McGillicuddy.” “Gracias,” dijo Sam, recuperándola y poniéndola de nuevo en su cartera. Tan buenos modales. El Sr. y la Sra. Winwood obviamente, los criaron bien a ambos.” Dean sonrió. “Sí, señora, hicieron un buen trabajo estropeándonos.” Mónica luego entregó la copia impresa, así como el recibo de la máquina de tarjeta de crédito, a Sam. “Sólo firma aquí, y pueden estar en camino.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 18 Una vez hecho todo, regresaron al exterior. ”Gran salvada allí, Sammich,” dijo Dean con una sonrisa. “Sabes, por fin estoy empezando a entenderlo.” Sam frunció el ceño. Esto sonaba sospechosamente como el comienzo de una larga diatriba, al final de la cual habría una broma a costa de Sam. ”¿Entender qué?” ”Bueno, Sammy, crecimos juntos, y todo el tiempo, nada acerca de ti alguna vez gritó «abogado» hacia mí. Así que cuando me dijiste que estabas aplicando a la facultad de derecho, me tiró un poco. Pero he estado viéndote el año pasado, y creo que lo descifré.” Aquí viene. Sam trató de no gemir. “Puedes echar una gran cantidad de estiércol tan bien como cualquiera que haya conocido. ¿Esa línea que le diste allí con Mónica sobre la adopción? Hermoso. Y con una cara seria.” De hecho, las habilidades de Sam mintiendo, tanto en términos de fingir ser otra persona y engañar también a la gente en cuanto a la verdadera naturaleza de su vida y del mundo en sí, había sido una de las cosas que le atraían a ser un abogado. Su vida como hijo de un cazador de criaturas sobrenaturales, y de ser entrenado para ser un cazador en sí mismo, le había dado de todas maneras estas habilidades, y sólo parecía natural ponerlas en buen uso. Sin embargo, eso no fue lo que él le dijo a su hermano. ”Sí, puedo poner una venda sobre los ojos de la gente. Y hago la mayor parte de la investigación y conozco la mayoría de las tradiciones. Y soy bueno con las armas y el mano a mano.” Llegaron al Impala, y Sam le dio a su hermano una sonrisa cuando él se acercó a la puerta del pasajero. “Así que, eh, ¿para qué te necesito, exactamente?” Antes de que Dean pudiera construir una réplica, su teléfono comenzó a tocar a Deep Purple “Smoke on the Water.” “Para el caso,” agregó Sam: “Yo soy el que te enseñó la manera de descargar tonos de llamada.” Tirando del teléfono celular fuera del bolsillo, Dean frunció el ceño. “Yo lo habría descubierto con el tiempo.” Lo abrió y miró el número, que causó que los ojos se le pusieran aún más amplios que los que tenía en la oficina. Poniendo el teléfono en su oreja, dijo: “¿Ellen?” Eso sorprendió a Sam. Ellen Harvelle manejaba una hostería que atendía a los cazadores. Él y Dean se habían enterado recientemente de que el marido de Ellen murió cuando él estaba en una cacería con su padre, y puso un poco de tensión en su relación, sobre todo porque sólo se enteraron porque la pequeña hija de

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 19 Ellen, Jo se escabulló y fue a cazar con él y Dean contra las muy extenuantes objeciones de Ellen. Años de escuchar música a alto volumen y de usar armas de fuego había tocado el infierno feliz con la audición de Dean, así que mantenía el volumen del celular muy ruidoso. Eso significaba que Sam podía oír la voz metálica de Ellen sobre el altavoz del teléfono. “Escucha” dijo, “puede que tenga un trabajo para ustedes chicos.” “¿En serio? Porque…” “Es para Ash. No preguntaría el mismo, pero averigüé que les hizo un favor a ustedes dos, por lo que podrían estar dispuestos a hacerle uno de vuelta.” Ellen parecía estar encubada a través de la conversación, sin dejar a Dean decir ni una Palabra. O, al menos intentando no hacerlo. Mantener a Dean callado era generalmente una esperanza vana. “Claro, supongo.” El sonrió. “Siempre tengo una debilidad por ese cabeza de salmonete. ¿Qué necesita?” Ellen le dio los datos del caso a Dean, y lo hizo en voz más baja, por lo que Sam no podía enterarse de todo. Ash era un borracho perezoso que no obstante era un genio y era capaz de rastrear demonios a través del ordenador, un truco que Sam nunca había dominado a pesar de muchos intentos. Como Dean había dicho una vez, el geek-fu de Ash era fuerte. Sam no estaba del todo seguro de su afirmación de haber ido al MIT (para empezar, él dijo que era un colegio en Boston, y cualquiera que hubiera ido habría sabido que era en Cambridge), pero él creía que Ash tenía cómo saber, basándose en las veces que lo había ayudado a él y a su hermano. “Muy bien. Vamos a comprobarlo.” Con eso, Dean cerró el teléfono y miró hacia el camino de entrada. ”Ese camino nos llevará a la 80, ¿verdad?” Sam trató de recordar el mapa. “Creo que sí, sí. ¿Por qué?, ¿dónde es el trabajo?” Dean sonrió. “La ciudad tan agradable, la nombraron dos veces: Nueva York, Nueva York.” “¿En serio?” Sam se volteó y volvió al maletero. “Ábrelo, quiero mostrarte algo.” “¿Algo en Nueva York?” dijo Dean, uniéndose a él en la parte posterior, ya que él tenía las llaves. Después de que Dean abrió el maletero, Sam tomó una carpeta de su bolso. “Puede que no sea nada, pero me di cuenta de un par de asesinatos que tuvieron lugar allí.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 20 “Sam… es Nueva York. Consiguen, como, cincuenta asesinatos por día.” “Es por eso que estos dos probablemente pasan bajo el radar.” Tomó los recortes, fotocopias de periódicos que había mirado en diferentes bibliotecas públicas que habían visitado recientemente. “En primer lugar, tenemos un chico tapiado en la construcción de un sótano.” Sam le entregó a Dean un 8 ½ por 11 hojas de papel con una noticia relleno en una sección del New York Daily News dedicado a noticias de la comunidad sobre un hombre llamado Marc Reyes, quien se encontró tapiado en el sótano de una casa en el Bronx. Como Dean miró por encima de la fotocopia, Sam siguió: “Y este domingo pasado, dos chicos universitarios fueron asesinados a golpes por un orangután.” Dean miró hacia arriba con eso. “¿En serio?” Sam asintió con la cabeza. “Se trata de dos asesinatos que son exactamente como en los relatos cortos de Edgar Allan Poe.” “Eso es una especie de estiramiento,” dijo Dean, mientras devolvía la historia del hombre tapiado. “Tal vez, pero ambos se llevaron a cabo en el Bronx, y Poe solía vivir en el Bronx. Además, el primer asesinato fue en el día cinco, no encontraron el cuerpo hasta dos días más tarde, pero ocurrió en el día cinco, que fue…” “La última luna llena,” dijo Dean con un asentimiento. ”Sí, está bien, tal vez, pero…” Lanzando la carpeta de vuelta al maletero, Sam dijo: ”Y el orangután fue en el último trimestre.” No era necesario añadir que muchos de los rituales se basaban en las fases de la luna. “No es gran cosa, pero como vamos a Nueva York de todos modos, me imaginé que podemos averiguar de ello mientras, eh, hacemos lo que sea que estemos haciendo.” Dean cerró el maletero de golpe. “Cazando. Algunos amigos de Ash están teniendo problemas con fantasmas. Así que, ¿a quién va a llamar?” Sam se echó a reír. Se subieron en el coche, Dean en el asiento del conductor. “Eso es realmente extraño.” “¿Qué, que haya una cacería? Las vemos todo el tiempo.” “No” dijo Sam con un movimiento de su cabeza, “que Ash tenga un amigo.” Con una sonrisa propia, Dean deslizó la llave en el contacto. Una sonrisa se esparció por su rostro cuando el Impala zumbó a la vida. “Escucha el ronroneo de ese motor.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 21 Retorciéndose en el asiento del pasajero, Sam pensó, juro por Dios, si él comienza a acariciar el tablero de nuevo, caminaré hasta Nueva York. Sin embargo, se salvó de eso. Dean metió una cinta de Metallica en el reproductor, subió el volumen, y el coche se llenó con la apertura de guitarra de “Enter Sandman.” Dean se volvió hacia él. “Pilas Atómicas al poder.” Frunciéndole el ceño a su hermano mayor, Sam dijo: “Yo sólo voy a decir, ‘Turbinas a la velocidad’ si no haces un comentario sobre mí con pantalones cortos de color verde.” Dean tiró de la palanca de cambios hasta la R y dijo: ”Salgamos.” Se retiró del lugar de estacionamiento, a continuación, lo pasó a la D y los envió sobre la carretera abierta.

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Tres Traducido por Evi En la carretera Interestatal 80, acercándose al Puente de George Washington Jueves 16 de noviembre de 2006

“¿C

ómo puede haber tanta gente en una carretera?” Sam trató de no reírse a carcajadas ante el grito lastimero de Dean, era la quinta vez que había hecho la misma pregunta en los últimos diez minutos, un lapso de tiempo durante el cual el Impala había avanzado, quizá, cuatro metros. Habían estado conduciendo toda la noche. Sam había sugerido que pararan en un motel por la noche, pero Dean quería llegar rápidamente. Se habían detenido en un motel en Clarion, Pennsylvania, para ducharse y cambiarse de ropa, pagaron por él con una de las tarjetas de crédito falsas, pero no pasaron la noche. En lugar de eso, se abrieron paso a través de Pennsylvania y New Jersey, turnándose para dormir o conducir. Por desgracia, eso significaba que llegaron a la aproximación del puente de George Washington, justo en medio de la hora punta de la mañana, y el tráfico estaba de parachoques a parachoques. Dean estaba a punto de saltar de su piel. “Tiene que haber una manera más rápida de entrar en la ciudad.” Sam no se molestó en buscar en el mapa, ya que habían tenido esta conversación en varias ocasiones ya. “El túnel Lincoln y el Túnel Holland están más lejos del Bronx, y son túneles, probablemente tienen más tráfico porque tienen que apiñarse más coches en menos…”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 23 “Está bien.” Dean golpeó el volante. El amigo de Ash vivía en un barrio llamado Riverdale, que estaba también en el Bronx, lo que significaba que sería más fácil para Sam investigar los asesinatos de Poe. “Esa otra cosa de la que estabas hablando,” dijo Dean. “Dijiste que todos eran de las historias de Eddie Albert Poe, ¿verdad?” “Edgar Allan Poe, sí.” “Sí, lo que sea. Es el tipo que hizo ‘El Cuervo’ ¿no?” Dando a su hermano una mirada de soslayo, Sam dijo: “¿Has leído un poema?” “Lo hicieron una vez en Los Simpsons. ¡Hey, vamos, muévete!” gritó Dean de repente al coche delante de ellos. “¡Cristo, no tienes que dejar una distancia de cincuenta coches entre tú y el tipo delante de ti!” Una vez más golpeó el volante. “Juro, que estas personas obtuvieron sus licencias de conducir de las jodidas cajas de Crackerjack.” “De todos modos,” dijo Sam, tanto para alejar la mente de Dean de su frustración como cualquier cosa, “el tipo tapiado en el sótano es de ‘El tonel de amontillado'. El orangután es de ‘Los crímenes de la calle Morgue, que, por cierto, fue la primera historia de Detectives.” “¿En serio?” “Sí, esa historia fue una influencia sobre Sir Arthur Conan Doyle cuando creó Sherlock Holmes.” “Bueno, gracias, Marian La Bibliotecaria.” Sam se alegró de oír a Dean burlándose de él, ya que significaba que no estaba dejando que la conducción le afectara… “¡Hey! Usa el jodido intermitente, ¿podrías?”…mucho. “Tomé una clase de literatura como materia optativa en Stanford. Se llamaba ‘Cacería Americana, todo sobre el uso de lo sobrenatural en la ficción americana, incluyendo mucho de Poe.” Se encogió de hombros. “Tenía curiosidad, después de todas las cosas raras que hemos visto, de cómo eran las interpretaciones que la cultura pop le daba de lo que hacemos.” “¿Qué, las reposiciones de Expediente X no hicieron el truco?” “Honestamente, Dean, deberías leer las historias de Poe. ‘La Caída de la Casa Usher’, ‘La Máscara de la Muerte Roja’; algo de esto suena como si hubieran

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 24 salido justo de uno de nuestros trabajos. Tienes que preguntarte lo que vio para hacerle escribir eso. Quiero decir, prácticamente creó el género del terror.” “Por lo tanto, Profesor, ¿Qué crees que sea el asunto con estos asesinatos? Fases de la luna, recreando viejas historias cortas… suena como cualquier ritual ¿sabes?” “No es casual, pero hay algo más. Antes, ¿cuándo tenía los mapas afuera? Estaba revisando algo, y estos dos asesinatos fueron exactamente a un kilómetro de la Casa de Campo Poe.” “En primer lugar, ¿cuál es la Casa de Campo Poe?” “Poe vivió en el Bronx durante unos años en una pequeña casa de campo.” “Hombre, he visto Fort Apache, el Bronx no tienen casas de campo. ¡Oye, imbécil, elige un jodido carril!” Sam de repente sintió la necesidad de agarrarse al salpicadero con su mano buena. “Las había en el siglo XIX. El Bronx no llegó a ser incluso parte de la ciudad de Nueva York hasta la década de 1890 más o menos. De todos modos, porque Poe vivió allí, conservan la casa de campo… y su esposa murió allí.” Dean asintió. “Muy bien, así que el lugar tiene algún significado emocional. Todavía no conecto los puntos.” Encogiéndose de hombros, Sam dijo: “Yo, tampoco.” “En segundo lugar, ¿por qué no me dijiste esto cuando estabas jugando con los mapas? Pensé que estabas tratando de encontrar rutas alternativas.” Alucinado de que Dean incluso tuviera que preguntar, Sam dijo: “Tenías Led Zeppelin II, en la pletina. Sé que es mejor no tratar de mantener una conversación inteligente contigo cuando 'Whole Lotta Love’ está sonando.” Dean abrió la boca, la cerró, y luego la abrió de nuevo. “Sí, bien, bastante justo.” Se arrastraron cada vez más lentamente hacia el puente, y Sam se dio cuenta de que se acercaban al peaje. Dean vio que algunos carriles se estaban moviendo más rápido, y se metió en ellos. “Eh, amigo, esos son los carriles de Pase E-Z.” “Oh, mierda.” La pesadilla de la existencia de los Winchester había sido la proliferación de cosas como el Pase E-Z, Fast Lane, Pase I, y una variedad de otros servicios que implicaban pegar un trozo de plástico en el parabrisas para

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 25 que un escáner lo leyera, deduciendo el saldo de una tarjeta de crédito o de los pagos efectuados con cheque. El primero requería una regularidad de uso con una tarjeta que Dean y Sam no podían permitirse, ya que sus tarjetas de crédito eran todas falsas. Sam había considerado establecer algo con la cuenta de cheques que había tenido cuando estaba en Stanford, y con la que mantenía su móvil e internet, pero ahora, con Dean y él siendo buscados por la ley, no era prudente que adjuntaran algo al coche que podría ser utilizado para rastrear sus movimientos. Sin embargo, los carriles de efectivo eran considerablemente más lentos, lo que, Sam sabía, sólo aumentaría el estado de ánimo oscuro de Dean. Efectivamente, la comprensión de estar atrapado en el tráfico lento, mientras que decenas de otros coches pasaban en un santiamén por el carril de Pase E-Z deshizo todo el trabajo de distracción de Sam, y Dean estaba ahora sosteniendo el volante con la mano derecha con un férreo apretón mientras golpeaba el controlador interno de la puerta lateral con la izquierda murmurando maldiciones para sí mismo. Reconociendo un esfuerzo inútil cuando veía uno, Sam sacó su Treo e hizo uso de su navegador web. Era lento, básicamente tan rápido como vía telefónica, pero finalmente fue capaz de encontrar y acceder a la página web de la banda del amigo de Ash, Scottso. Para el momento en que leyó la página, ellos eran los siguientes en la línea del peaje. “Amigo,” preguntó Dean, de pronto, “¿tienes algo de efectivo?” Sam se dio la vuelta. “¿Perdón? Pensé que eras el guardián del metal, Mr. Pool Hustlin’ hombre jugador de Póker.” “Recuerdas a esa chica en South Bend, la estudiante de Notre Dame que…” Bajo ninguna circunstancia Sam alguna vez quería oír el final de ninguna frase de Dean, que comenzara con las palabras ‘Recuerdas a esa chica.’ “Bien, lo que sea.” Sam trató de enderezar su forma desgarbada lo mejor que pudo en el asiento delantero y buscó con su mano izquierda en el bolsillo del pantalón. Sacó una bola de pelusa, tres cuartos, varias tarjetas de trabajo que decían SAM WINCHESTER, REPORTERO, que había hecho en una imprenta en Indiana, y su sujeta billetes marcado con un monograma, en el que había cuatro billetes, uno de los cuales se destacó como un billete de diez dólares, ya que todos eran de un color diferente ahora. Él lo sacó con cautela y se lo entregó a Dean. Dean pagó el peaje con los diez, esperó el cambio, respondió a la petición del cobrador del peaje de que tuviera un buen día con un gruñido incoherente, y después se metió el cambio en el bolsillo de su propia camisa.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 26 Sam consideró hacer una objeción, luego decidió que la vida era demasiado corta, y en lugar dijo: “Tenemos que tomar la avenida Henry Hudson, así que permanece en el carril derecho.” Dean asintió mientras comenzaron a cruzar el puente. Por un momento Sam sólo se tomó su tiempo para admirar la vista. El puente George Washington era uno de los puentes más famosos del país, y si bien no parecía tan distintivo como, por ejemplo, el Golden Gate (él cual había visitado en un viaje que Jess y él habían hecho a San Francisco), o el puente de Brooklyn aquí mismo en Nueva York, todavía tenía una cierta grandeza que él admiraba. A medida que el Impala rodaba por el puente, todavía se movía a menos de treinta kilómetros por ahora, pero eso era una mejora con respecto al ritmo prepeaje. Sam se giró a la derecha. Era un día claro, así que podía ver el paisaje urbano más famoso del mundo: los rascacielos en gris y rojo y plata y marrón todos en lo alto, todos de tamaños y formas diferentes, con la cima del edificio Empire State destacando sobre todos ellos. Era una mezcla compleja de la vida construida, un monumento a los logros humanos sobre la naturaleza. La parte de estudiante en él, deseaba desesperadamente explorar el funcionamiento interno de ese monumento, ya fuera para hacer turismo y disfrutar de las vistas, al igual que él y Jess habían hecho en San Francisco, o para echar un vistazo a la parte inferior del lugar, ver si las miles de leyendas que habían crecido alrededor de la ciudad eran ciertas: los caimanes en el sistema de alcantarillado de la ciudad, el conductor del metro fantasma, los silos de misiles en edificios de apartamentos del lado este. Se recostó en el asiento del pasajero con un sentimiento de melancolía. Sus vidas no permitían ese tipo de cosas. Venían, hacían el trabajo, se iban. Infiernos, ahora Dean estaba en el radar de los federales, y, mientras que Sam no podía encontrar ninguna orden específica de arresto contra él (¿y no le gustaba a Dean darle mierda por eso?), estaba bastante seguro de que no sería ignorado si llegaban a llamar la atención de la policía, tampoco. Tendrían que mantener la cabeza baja, lo que significaba no auto-satisfacción. Ver la Estatua de la Libertad, ir hacia la parte superior del Empire State Building, explorar el Central Park, incluso ir bajo tierra para revisar el tema de los caimanes, los fantasmas y los misiles, nada de eso podía darse el lujo de estar en la agenda. Ellos hacían el trabajo de salvar vidas, lo que significa que el tiempo pasado no haciendo el trabajo significaba que personas podrían morir. Ese es el trabajo. Y necesita hacerse. Uno de los puntos en su larga-lista-de-ochohitos de remordimientos era el que llevó a que su padre muriera por él para darse cuenta de eso.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 27 La salida para el Henry Hudson estaba justo después de que el puente terminara, y Dean expresó alivio en voz alta, la mayor parte del tráfico que tomó la salida iba hacia el sur, lo que los llevaría a Manhattan. Casi no había nadie más en dirección norte. Sin embargo, el deseo de Dean de acelerar fue atenuado por la propia carretera, que era accidentada, sinuosa y tornada. Y Sam se encontró una vez más sosteniendo el salpicadero en un apretón de muerte. Sintiendo la necesidad de distraerse del hecho de que Dean estaba utilizando las marcas de carril como una indicación más que como una norma, Sam dijo: “Así que registré el sitio web de la banda de estos chicos. Estoy empezando a ver por qué Ellen pensó en nosotros, son una cover band 6, y hacen rock de los setenta.” Por primera vez desde que los coches comenzaron a moverse lentamente por la I80, la cara de Dean se iluminó. “¿En serio?” “Sí, se hacen llamar a si mismos como el DJ que murió hace un par de años llamado Scott Muni.” “Amigo,” dijo Dean en un tono familiar. Significaba que Sam no sabía alguna pieza arcana y sin sentido de la tradición musical que Dean pensaba que era esencial para estar vivo. Sam se armó de valor para la diatriba a la vez que Dean dijo: “Se pronuncia ‘myoonee', no 'Money'. Lo llamaban 'el profesor', fue uno de los DJs de rock más grandes de los años sesenta y setenta. ¿Conoces ‘Van Morrison’sCaravan’?El'Scottso’élestáhablandodeMuni”. Sam se limitó a asentir, a pesar de no saber la canción o el DJ en cuestión, y de no preocuparle mucho. Había conseguido bastante de una reprimenda, en el tema de la música, de Robert Johnson en ese trabajo en Hellhound 7. “Bueno, el amigo de Ash,” dijo Sam una vez que estuvo seguro de que Dean había acabado de castigarle, “Manfred Afiri, es el cantante y toca la guitarra. Hay cuatro tipos más, un que toca los teclados llamado Robbie Maldonado, otro guitarrista llamado Aldo Emmanuelli, un bajista llamado Eddie Grabowski, y un baterista llamado Tom Daley. Tocan los fines de semana a un lugar en Larchmont llamado Parque Trasero.” Dean lanzó una mirada de soslayo a Sam. “¿En serio?” Sam se encogió de hombros. “Eso es lo que dice el sitio web.” 6 7

Cover band: banda que interpreta temas escritos por otras bandas u artistas, en vez de tocar las propias. Hellhound: perro del infierno.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 28 El camino se enderezó por fin, justo a tiempo para una señal que indicaba otro peaje. “¡Oh, tiene que ser una jodida broma! Ya es bastante malo que tengamos que pagar seis dólares para entrar a esta ciudad, ¿ahora tenemos que pagar más?” Elevando su ceja por el uso de nosotros en esa frase, Sam dijo enfáticamente, “Tienes cuatro dólares en el bolsillo.” “Sí, sí.” Dean paró detrás de varios otros coches en el único carril marcado con la etiqueta de SÓLO EFECTIVO, mientras que otros coches se movían rápidamente a través de uno de los seis carriles de Pase E-Z. Sam estaba empezando a pensar que era una conspiración. Una vez que pasaron el peaje y cruzaron otro puente más pequeño que les dio la bienvenida al Bronx, Sam dijo: “Tenemos que bajar en la 246.” “Está bien.” El camino continuaba con curvas amenazantes al pasar varias salidas, la mayoría de las calles numeradas en los 200s, antes de que llegaran a la salida correcta. En cuestión de segundos, estaban completamente perdidos. Se dirigieron arriba y abajo por varias colinas, y se fueron por varias carreteras que no iban rectas, y se vieron frustrados por los saltos en la secuencia numérica de las calles. El área lucía también sorprendentemente suburbana, con algunas casas muy grandes que tenían jardín; tampoco eran imágenes que Sam asociaba con estar en la ciudad de Nueva York, especialmente después de la vista de los rascacielos juntos y abarrotados que consiguió en el puente GW. “Pensé que esta ciudad estaba en una red,” dijo Dean con los dientes apretados. “Esa es Manhattan, Dean,” dijo Sam, con paciencia. “Genial.” La carretera seguía en ángulo hacia abajo y a la derecha, acercándose a una intersección en T. Sam avistó un letrero de calle verde que identificaba la próxima calle como la 248 Este. ”¡Allí!,” dijo señalando, “esa es la 248. Gira a la derecha.” “Te lo juro por Dios, Sammy, si no es en este bloque, doy la vuelta y regreso a Indiana.” Sam se abstuvo de señalar que, independientemente de si iban a la casa de Afiri o regresaban al puente, todavía estaban perdidos. Además, obtuvo un vistazo a uno

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 29 de los números de las casas que pasaban. “Estamos en el bloque correcto. Allí, esa es su casa.” No había plazas de aparcamiento en la calle, pero había un camino junto a la casa de Afiri, de modo que Dean aparcó el Impala allí. Una vez que el coche se detuvo, Sam saltó, agradecido por la oportunidad de estirar sus largas piernas por primera vez desde que habían echado gasolina en Scotrun, Pennsylvania. Sus rodillas crujieron a medida que se enderezaban. “Fantástico,” dijo Dean y Sam tuvo que estar de acuerdo. La casa era una casa colonial de tres pisos, con una chimenea de piedra a un lado, un porche de madera, con un columpio, y una puerta de madera oscura con una pequeña ventana. Todo lo que Ellen le había proporcionado a Dean era un nombre y dirección, así como el nombre de la banda en la que el tipo estaba, así que no tenían forma de saber si estaría en casa. Una llamada al timbre seguida de un minuto de espera les indicó que no estaba. “Muy bien, vamos a entrar,” dijo Dean, alcanzando las ganzúas en el bolsillo. Sam le puso una mano en su brazo antes de que pudiera sacar el sujetapapeles en cuestión. “No lo hagamos. Se supone que debemos estar ayudando a este tipo, ¿recuerdas?” “Le diremos que Ash nos ha enviado.” “¿Y si no nos cree, y llama a la policía? Dean, no podemos darnos el lujo de cometer delitos graves, a menos que sea absolutamente necesario, y todavía no hemos llegado ahí. Infiernos, acabamos de llegar. Mira, él probablemente tiene un trabajo de día. Comprobemos el tema de Poe y regresamos por la noche cuando es más probable que esté en casa.” Dean miró a Sam por un segundo. Por la forma en los ojos de Dean iban hacia atrás y adelante, Sam sabía que su hermano mayor estaba tratando de encontrar una manera de tener razón y que Sam estuviera equivocado y estaba fallando miserablemente. Finalmente, Dean dio la vuelta y regresó al coche. “Muy bien, pero no iremos a ninguna parte hasta que encuentres la manera de sacarnos de este manicomio.” Abrió la puerta del lado del conductor. “¿A qué escena del crimen deseas que vayamos primero, la de la casa con el chico tapiado o la calle donde el mono devolvió las palmadas en el trasero?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 30 Sam sonrió. “Ninguna. El orangután que mató a los dos chicos era del Zoológico del Bronx. Deberíamos empezar por ahí. Digamos que somos, no sé, de la revista de Conservación de la vida salvaje o algo así.” “No, no eso… National Geographic.” “Eh, está bien.” Sam se encogió de hombros. “No es que importe, pero ¿por qué no Conservación de la vida salvaje?” “Porque esa es administrado por la WCS, que es la gente que maneja el Zoológico del Bronx. Sería como investigar algo en el Rancho Skywalker diciendo que estamos con el Star Wars Insider. Sabrían que somos falsos enseguida.” Con eso, Dean se metió en el coche. Sam abrió la puerta y se incorporó en el asiento delantero. “¿Desde cuándo sabes tanto sobre revistas de animales?” “Cassie era subscriptora.” Eso sacó una sonrisa a Sam. Cassie era una de las ex-novias de Dean. Dado el carácter de hacer campaña de Cassie, basado en la primera y única vez que Sam la conoció en Missouri, no se sorprendió en absoluto de que apoyara la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje. Sam sacó los mapas para encontrar la mejor ruta hacia el zoológico. Mientras lo hacía, Dean preguntó: “Oye, ¿el Zoológico del Bronx tiene pingüinos? ¿Cómo en Madagascar?” Sin siquiera levantar la vista, Sam dijo: “Ese era el Zoológico del Central Park. Quiero decir, el Zoológico del Bronx los tiene probablemente, también…” “Sí, pero probablemente no son tan geniales como los de Madagascar. Quiero decir, dudo que puedan hacerse cargo de un buque de carga o hacer combate cuerpo a cuerpo.” “Bueno, Dean, si ellos pueden, entonces vamos a tener tres trabajos...”

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Cuatro Traducido por Drifted Corregido por Moshalutz Zoológico del Bronx El Bronx, Nueva York Jueves 16 de noviembre de 2006

C lare Hemsworth quitó los pedacitos de césped del logo de la Sociedad Conservadora de la Vida Salvaje de su camiseta azul mientras se encaminaba hacia el pabellón enfrente del paseo de Asia Salvaje. El público era escaso en noviembre, pero los visitantes del zoológico del Bronx aún querían ir allí. Clare recordaba a su madre hablando sobre lo emocionante que era el Asia Salvaje cuando abrió por primera vez a finales de los años setenta. Por su parte, no podía imaginar por qué alguien podría hacer tanto alboroto. El monorraíl era muy retro, y no es como si fuera tan importante ver a los animales vagando libremente. Por supuesto, en la era de piedra cuando mamá era una niña, creía que era importante no ver a animales en jaulas, pero ahora no había ninguna novedad en eso. El monorraíl era un pedazo de plástico barato que Clare estaba convencida de que se iba a salir del raíl en cualquier momento. Otra vez, estaba generalmente de mal humor. Desde lo que había sucedido con esos dos chicos, había estado hablando con reporteros, la policía y con abogados representantes de la Universidad de Fordham, y estaba verdaderamente harta de eso. Los abogados fueron lo peor; okay, los polis y los reporteros estaban haciendo su trabajo, pero ¿por qué tenía que escuchar la basura de las águilas legales de Fordham sólo porque los dos chicos que murieron resultaron ser sus estudiantes? ¡Ni siquiera fueron asesinados en el campus! “Disculpe, ¿Srta. Hemsworth?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 32 Clare cerró sus ojos y exhaló. Había tenido alrededor de cincuenta conversaciones que empezaron con esas cuatro palabras en esta semana, y siempre eran como tener un tratamiento de conducto, sólo que sin la anestesia. Si no era alguien de la fuerza de seguridad o de WCS 8, iba a decirles que se largaran tan rápido… Se giró, y vio al hombre más atractivo que jamás había visto en su vida. Había otro tipo con él, pero Clare no le prestó demasiada atención, estaba concentrada en este chico. Tenía unos ojos marrones asombrosos, y sí, él fue el que había dicho su nombre, la voz más sexy que había escuchado. En ese preciso momento, decidió que haría cualquier cosa que este chico le pidiera. Era alto, también, pero no de la manera intimidante en que algunos chicos altos lo eran. Su cabello oscuro y desmechado estaba peinado cuidadosamente, y tenía una nariz pequeña y adorable. “Eh, sí, yo soy… soy la Srta. Hemsworth. Eh, Clare.” El otro, más bajo, dijo: “Encantado de conocerte, Clare. Mi nombre es John Mayall, y mi amigo de aquí es Bernie Watson, somos de Nacional Geographic.” Clare pestañeó y retiró los ojos de Bernie Watson (¡qué maravilloso nombre!) para mirar al más bajo de pelo corto, ojos azules y una boca que parecía estar en una sonrisa permanente. John, ¿era así? “Eh, okay.” Luego, el mensaje de texto que había recibido de Frieda, su jefa, vino a su mente. “¡Claro! Frieda dijo que ustedes vendrían a hablarme. ¿Qué necesitan?” “Estamos haciendo una historia sobre el orangután que mató a esos dos estudiantes, y nos dijeron que tú eres la que los cuida.” Bernie agregó, “Si no es mucho problema…” “¡Oh, no!” dijo ella rápidamente, no quería que Bernie se fuera, pero tampoco estaba completamente segura de porqué la NG estaría haciendo esta clase de historia. El mensaje de Frieda decía que estaban libres de la oficina de prensa, siempre y cuando se quedaran con las preguntas de las notas que surgieron el lunes, pero Clare estaba confundida por el motivo de que se hubieran tomado la molestia en primer lugar. “Esto no es realmente, no sé, típico de Uds., ¿o sí?” John sonrió burlonamente. “Hey, no podemos dejar que todos nuestros artículos sean fotografías de pigmeos desnudos.” Rodando sus ojos, Clare ignoró a John, y alzó la vista hacia el alto físico y ojos sensibles de Bernie. “Entonces ¿qué es lo que quieren saber muchachos? Quiero decir, ya he contado esta historia, como, unas mil veces. Probablemente puedan obtener lo que quieran de los periódicos.” 8

Sociedad conservadora de la Vida Salvaje.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 33 “Están siendo muy sensacionalistas,” dijo Bernie. “Nosotros intentamos publicar la verdad, y dejar claro que no fue culpa del orangután.” “Oh, ¡es que no fue culpa de Dean en absoluto!” Al más bajo le dio repentinamente un ataque de tos, y luego dijo, “¿Dean? ¿Ese era el nombre del orangután?” “Bueno, así es como lo llamé. Tenemos dos que vinieron temporalmente desde Filadelfia, y los nombré Hank y Dean; tú sabes, por Los hermanos Venture 9.” Mirando a John, Bernie dijo: “En realidad, pienso que Dean es un buen nombre para una gran simio, ¿no crees?” “La verdad, no,” dijo John en voz baja, y Clare empezó a preguntarse qué era lo que estaba pasando. Pero entonces John volvió la mirada hacia ella. “Así que, Clare, ¿puedes contarnos con tus propias palabras qué fue lo que sucedió?” “Sí, está bien.” Estaba sintiéndose algo expuesta, así que guió a los dos reporteros hacia una de las mesas de madera cercanas a un puesto de comidas. Tomando una respiración profunda, y tratando de no perderse en los ojos de Bernie, pasó a explicar toda la historia: cómo Dean se volvió loco repentinamente y comenzó a saltar por todos lados, antes de refugiarse debajo de una roca. “Después de eso, nadie lo vio por un tiempo (realmente no los vigilamos las 24 horas del día los 7 días de la semana, ¿sabes?) y luego, cuando fui a darles de comer a él y a Hank, no lo pude encontrar. Ahora deben entender, ninguno de estos muchachos se pierde una comida, jamás.” Se dio cuenta de que sus ojos estaban empañándose, y los secó con la manga de su camiseta azul. John dijo: “Debes preocuparte mucho por Hank y Dean. Eso es muy admirable. Siempre me ha impresionado el trabajo de la gente como tú.” “Gracias,” dijo rápidamente ella, y miró a Bernie. “Así que sabía que algo andaba mal, e iniciamos una búsqueda. Los animales a veces se escapan, y Dean había estado actuando un poco extraño, pero normalmente tenemos una seguridad muy buena. Pero no hallamos nada.” Buena seguridad era una subestimación. Allan y Jimmy habían perdido sus trabajos gracias a la huída de Dean. Bernie se inclinó hacia adelante mientras John se levantó de repente. “El periódico decía que el Departamento de Control Animal de NY se llevó a Dean.” Clare asintió. “Nos llamaron primero, debido a que somos los únicos en la ciudad que tienen orangutanes. Nuestros animales tienen transponedores para que podamos identificar quiénes son, así que me enviaron a Control Animal.” Se estremeció ante el recuerdo. “Dios, qué lugar tan espantoso. Todos esos animales 9

Animación de TV.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 34 atrapados en jaulas minúsculas de metal y tratados como basura. Quiero decir, lo sé, la mayoría de ellos están involucrados en crímenes y esas cosas, pero Dios.” Una servilleta apareció en frente de su rostro. Miró hacia arriba para ver a John, con una mirada que ella creyó que mostraba preocupación. “Gracias,” dijo, al momento que tomó la servilleta y secó las lágrimas. Incluso casi sonrió; John estaba esforzándose demasiado. Se volvió a sentar al lado de Bernie, frente a ella. “Entonces verificaste el transponedor.” “Bueno, sí, pero en verdad no necesité hacerlo, ¿sabes? Conozco a mi Dean.” Se limpió nuevas lágrimas con la servilleta. “El pobrecito estaba muerto de miedo. Ellos le hicieron análisis de sangre, y estaba drogado con anfetaminas de algún tipo, ¿puedes creerlo?” “¿Quién haría eso?” Preguntó John. “Bueno, duh, alguien que quería matar a esos dos chicos.” Dios, ¿qué clase de idiota era este tipo John? “¿Entonces no fue culpa de Dean?” dijo Bernie, sonando aliviado. Clare sacudió su cabeza. “Y nosotros estábamos muy asustados de perderlo. A veces, los familiares de las víctimas insisten en que los animales sean sacrificados, y los jueces por lo general están de su lado.” “¿De verdad?” dijo Bernie. “Eso es horrible.” A este punto, ella no pudo soportar tanta atrocidad. “Es típico. Ellos son parte de este mundo, también, pero trata de hacerles reconocer eso a la mayoría de los humanos. De hecho, voy a la escuela de derecho a tiempo parcial así puedo hacer que las leyes sobre este tipo de cosas sean más duras.” “Bien por ti,” dijo Bernie. “Pues la verdad, yo iba a ir a la escuela de derecho.” “¿En serio? ¿Por qué la abandonaste?” Bernie vaciló. “Cosas raras de familia,” dijo suavemente. “De todos modos, estoy muy feliz con lo que estoy haciendo ahora, créeme.” “Bueno, bien por ti. Aun así, deberías pensarlo. Hay muchos abogados en estos días que sólo están para representar a corporaciones y hacer mucho dinero. Necesitamos más gente que se preocupe por el mundo, ¿sabes? ¿A dónde ibas a ir?” “Stanford; allí es donde hice mi curso de ingreso.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 35 Clare lanzó un silbido de elogio. “Yo voy a la Universidad de Nueva York. Desearía tener más tiempo para las clases, pero es caro, y trabajo muchas horas aquí.” A continuación, John dijo: “Estoy seguro de que lo superarás bien. Pareces decidida.” “Sí, lo soy.” Clare le contestó rápidamente a John, luego regresó la vista a Bernie. Todo eso, y con cerebro, también, si logró ir a Stanford. Pero luego John dijo: “Dijiste que los familiares de las víctimas normalmente piden-piden la eutanasia.” John pronunció la palabra como si nunca antes la hubiese usado en una conversación, lo que dejaba a Clare como la rara. “¿Pero no pidieron eso esta vez?” Ella estaba deseando hacerle más preguntas a Bernie sobre sus aspiraciones de derecho, pero John parecía determinado en hacer su trabajo, lo que Clare supuso que podía entender. “No, Dean tuvo suerte.” ¿Era su imaginación o John hacía una mueca cada vez que ella se refería al orangután por su nombre? “Ambos chicos eran miembros de la Sociedad Conservadora de la Vida Salvaje, y sus familias fueron comprensivas. Una vez que los exámenes de sangre demostraron que Dean estaba drogado, ellos no insistieron, y los policías estaban de buen humor ese día, así que nos dejaron tenerlo de vuelta.” Sacudió su cabeza. ”Recuerdo que una vez, ¿en Minnesota, tal vez?, un suricato mordió a un chico que fue muy estúpido como para no prestar atención a la señal que decía que no pusiera la mano por encima de la valla. La familia se rehusó a hacerle al chico un examen de rabia, entonces el zoológico tuvo que matar toda la familia de suricatos.” “A mí me parece,” dijo John, “que cayó la familia equivocada.” Clare asintió, coincidiendo con el punto de John, luego giró para perderse en los ojos de Bernie. “Y Dean regresó con nosotros, pero todavía no lo pondremos en su hábitat todavía.” “¿Por qué?” “¿Estás bromeando? Él está, como, totalmente traumatizado. Acabo de venir de alimentarlo, y no quería comer hasta que me fui. No se acercará a Hank, y no me dejará agarrarlo.” La boca de John quedó abierta. “¿Lo agarras?” Clare no podía creer que hubiera preguntado eso. “Por supuesto. Pero ahora cuando lo intento, él… él sisea.” Bernie mordió la parte inferior de su labio por un segundo, lo cual Clare pensó que era simplemente adorable. “Clare, ¿puedo pedirte un favor?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 36 “Por supuesto,” dijo sin dudarlo. Luego añadió con lo que esperó fuera una sonrisa coqueta. “Puedes pedirlo.” “¿Podríamos… podríamos ver a Dean?” Eso no era lo que estaba esperando, en especial porque significaba que iba a tener que decepcionarlo. “Lo siento, pero no puedo. En este momento, sólo me permiten entrar a mí.” John se inclinó hacia adelante. “Bueno, si tú dices que está bien…” “No depende de mí. Sólo permiten que entre yo porque soy su cuidadora. Podríamos acabar enviándolos de regreso a Filadelfia por esto. Lo siento, pero me meteré en un montón de problemas, y-y después ni siquiera me dejarán verlos.” Bernie era lindo, pero no era tan lindo. Hank y Dean eran sus chicos, y no iba a dejar que nada arriesgara su relación con ellos. Ni siquiera Bernie. Hicieron algunas preguntas más al azar y luego se levantaron, lo que la sorprendió y decepcionó. “Bueno,” dijo Bernie. “Gracias por tu ayuda. Si piensas en algo más para compartir con nosotros, llámame, ¿okay?” Llevó la mano a su bolsillo y sacó un pedazo de papel andrajoso. “Perdón, no tenemos tarjetas. Las encargamos, hace como tres semanas atrás, y todavía nada.” De repente, una alarma comenzó a sonar en la cabeza de Clare. ¿Por qué no estaban haciendo más preguntas? Y no han estado tomando notas ni nada de eso. Aún así, tomó su número de teléfono. No era completamente tonta. Quizás podría hablar con él sin su compañero y su babeo. John estrechó su mano por un muy largo momento y dijo: “Fue un gran placer conocerte, Clare. Espero que Dean se mejore.” “Gracias.” Rompió el apretón de manos antes de que John lo hiciera, y después los observó caminar hacia la escalera que los conduciría a otras partes del zoológico, o a una o dos salidas. Y eso fue todo. Frunciendo el ceño, Clare miró fijamente al número, el cual tenía un 650 como código de área. Estaba bastante segura de que National Geographic se localizaba en Washington D.C., y su código de área era 202. También estaba segura de que el 650 era de alguna parte de California. Por supuesto, ese podría haber sido el código de área de Stanford, en ese caso, Bernie podría tenerlo de cuando fue allí,

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 37 pero ¿por qué no lo había cambiado al código de D.C. cuando se mudó luego de dejar Stanford? ¿Y por qué no hicieron más preguntas sobre Dean o las drogas que fueron usadas o cualquier otra pregunta de la lista de Frieda? Sacudió su cabeza, se levantó, y caminó hacia la pequeña cabina de madera que vendía boletos y estaba cercana a la entrada de Asia Salvaje. “Hey, Clare,” dijo la mujer que estaba dentro, su voz resonando en la pequeña cabina y saliendo a través de la abertura del vidrio. “¿Cómo estás? ¿Quiénes eran esos muchachos con los que hablabas? El más bajo estaba bueno.” “Gina, ¿puedes llamar a Bill por mí? Necesito hablar con él.” Bill era el jefe de seguridad, y el que despidió a Jimmy y a Allan. Por más que odiara admitirlo, estaba segura de que él necesitaba saber sobre John Mayall y Bernie Watson…

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 38

Cinco Traducido por Maka.Mayi Corregido por kroana y Moshalutz En el camino El Bronx, Nueva York Jueves 16 de noviembre de 2006

“B

uen trabajo, dándole tú número de teléfono.” Sentado en el asiento del pasajero, Dean había tenido la esperanza de obtener más que un suspiro de su hermano. Pero entonces, Sam estaba conduciendo, ya que Dean había decidido que él no quería ponerse al volante de nuevo hasta que estuvieran en algún lugar cuerdo. Sam estaba racionalizando como un loco. “Yo sólo quería que ella fuera capaz de ponerse en contacto con nosotros, en caso…” “¿En caso de que ella quiera mirarte fijamente más tiempo? Vamos, amigo, estaba totalmente contigo. Quiero decir, incluso le di una servilleta cuando ella se puso toda sentimental, y apenas se dio cuenta.” Él se echó hacia atrás, juntando las manos detrás de la cabeza. “Estaba sintonizada en la Sam-TV.” “Bueno” dijo Sam, “quizás ella aprecie a alguien que no lo intente tan arduamente.” “Eso no era intentar arduamente. Eso era intentarlo de manera normal.” “Tal vez hubieras tenido mejor suerte si dieras tu nombre real.” Sam sonrió. “Quiero decir, obviamente le gusta los chicos llamados Dean. O tal vez no eres lo suficientemente velludo.” Dean había estado esperando que Sam no trajera eso al tema. No es que hubiera una oportunidad en el infierno en la que Sam no lo hiciera, pero a veces le

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 39 gustaba soñar. “Mira, es sólo que…” Luego Dean se calló. Un orangután tenía el mismo nombre que él. No había respuesta para eso, y él era un buen jugador de póker para saber cuándo era mejor retirarse a seguir jugando. “Entonces, ¿cuál es el próximo paso?” “No estás más que avergonzado porque no sabes lo que significa ‘velludo’.” “No soy un idiota, Sam. Sé que significa peludo. Ahora, ¿podrías centrarte por un segundo? ¿Cuál es nuestro siguiente paso?” “Tú eres el único cargando con eso de cómo a ella le ‘gusté,’ y ¿tengo que centrarme?” Sam siguió antes de que Dean pudiera responder a eso. “Son casi las seis, creo que debemos regresar a la casa de Afiri, ver si está en casa.” “Bien por mí.” Había pasado la mayor parte del día y sólo consiguió a alguien en el zoológico que hablara directamente. Se había tomado todos sus considerables encantos y las sinceras expresiones faciales de Sam para convencer al encargado del zoológico de que sólo querían hacerle algunas preguntas para una revista. “Todo lo que tenemos para un día de trabajo es que alguien drogó al mono, lo llevó donde los dos estudiantes, y luego lo dejaron a Control de Animales, que más o menos, ya lo sabíamos.” “¿Crees que fue alguien del zoológico?” Sam preguntó. Dean se encogió de hombros. “Tal vez. Eso explicaría cómo pasaron la seguridad, pero…bueno, vamos, vistes a esas personas. Clare, la señora Frieda, ellas estaban locas por las criaturas. Tendrían que trabajar allí. No puedo ver a una de ellas abusando de un animal de esa forma, sólo por una especie de recreación literaria.” “Si eso es lo que es.” Sam suspiró mientras bajaba a la carretera llena de tráfico al final de la rampa de salida, lo que hizo que Dean se preguntara si había un camino libre que se encontrara en cualquier parte de esta estúpida ciudad. “Me gustaría saber qué están tratando de hacer aquí.” “Ninguna campana apagándose, ¿eh?” Sam negó con la cabeza. “No hasta ahora. Voy a buscar en el diario de papá esta noche, veré qué pasa. Faltan aún otros cuatro días, hasta el 20, que es luna nueva, y es probablemente cuando vaya a ser el próximo. Así que tenemos tiempo para averiguarlo.” Con el tiempo, se abrieron camino de vuelta a la casa de Afiri. Dean, que se enorgullecía de su excelente sentido de dirección y de ser capaz de encontrar cualquier cosa siempre y cuando estuviera en un camino, no tenían idea de cómo

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 40 habían llegado hasta allí. Toda esta área del Bronx era montañosa, revirada 10 y torneada le daba dolor de cabeza. Dame carreteras planas y rectas cualquier día. San Francisco no era tan malo como esto. Esta vez, cuando se detuvieron en la casa colonial de Afiri, había una cuatro por cuatro salpicada de tierra en la calzada con una calcomanía que decía, ¿NO TE GUSTA COMO MANEJO? LLAMA AL 1-800-MUÉRDEME. Sin embargo, había un lugar en la calle al lado de la calzada, por lo que Sam fue hacia ella. La parte delantera del Impala estaba bloqueando un poco el camino de la entrada, pero Dean se imaginó que iban a estar en la casa del tipo que estaban bloqueando, por lo que no era gran cosa, y ellos estaban tratando de encontrar un lugar donde estacionarse en paralelo. “¡Whoa! Ash no estaba bromeando, ¡es un fino coche el que tienes ahí!” Dean levantó la vista cuando se bajó del coche para ver a un hombre de pie en el porche. Tenía el cabello ralo que era predominantemente de color marrón, una espesa barba que era sobre todo gris, y un par de gruesas gafas de plástico. Llevaba una camiseta del concierto de Grateful Dead y un pantalón vaquero andrajoso que estaba teñido de marrón, verde y amarillo. Dean decidió que podía vivir una vida feliz sin saber lo que causó esas manchas. También estaba descalzo. “Tienes que ser Manfred Afiri,” dijo Dean. “Soy Dean Winchester, éste es mi hermano Sam.” “Sí, Ash dijo que estarías viniendo por aquí. ¿Cómo esta ese viejo hijo de puta de todos modos? Por favor, Dios, díganme que finalmente consiguió un mejor corte de cabello.” Sonriendo, Dean dijo: “No, todavía todo negocios en la parte superior…” “…Y fiesta en la parte de atrás.” Manfred sacudió la cabeza. “Quiero decir, diablos, no soy quien para hablar de retro, pero el mío al menos es un retro respetado, ¿sabes lo que trato de decir, hombre?” “Absolutamente,” dijo Dean. Él y Sam caminaron hacia el porche delantero. Sam dijo: “Escuchamos que tienes problemas con espíritus.” “Sí, es un poco duradero, muy suave, ¿ya sabes? Pero vamos a llegar a eso en un minuto. Estaba terminando de poner una taza de café. Pasen, pongan los pies en movimiento, y vamos a rapear.” Sonrió. “Lo siento, del retro argot para ir con el otro retro. Vamos a colgar. Es colgar, ¿no?” 10

Dicho de las fibras de los árboles: que están retorcidas y describen espirales alrededor del eje o corazón del tronco.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 41 “Lo suficientemente cerca.” Dean miró a Sam y sonrió. Creo que me gusta este tipo. Ese sentimiento se consolidó cuando al llegar a la casa, Dean oyó los sones de Jethro Tull “For a Thousand Mothers.” Dean se encontró involuntariamente con el aire de tambores del riff de Clive Bunker. “Buena elección de música.” “Sí, he estado un tiempo con golpe de Tull últimamente. Quiero cubrirlos, pero nadie puede tocar la flauta, y no es Tull sin la flauta, ¿sabes?” “Estas en lo cierto,” dijo Dean mientras miraba alrededor de la casa. La puerta principal se abría a un vestíbulo que estaba cubierto con carteles de conciertos enmarcados que se remontan a mucho antes de que él naciera: los Beatles en el Estadio Shea, los Rolling Stones en Fillmore East, la Isla de Wight Show en 1970. Girando a la izquierda, vio la enorme sala de estar, que estaba cubierta de muebles viejos empolvados: un sofá, un sillón y una mecedora, así como un gran armario chino y un aparador que estaba cubierto de botellas de alcohol; pilas de periódicos, revistas que tenían instrumentos musicales en las cubiertas, tres guitarras en un expositor en una esquina, varios amplificadores, y una pared entera llena de discos de vinilo, otra pared llena de cintas y CD’s, y un centro de entretenimiento que incluía una televisión vieja y maltratada, un sistema estéreo de metal brillante que incluía la placa giratoria, grabadora de cinta y un cambiador para seis CD’s. Al principio, no pudo ver los altavoces, entonces, se dio cuenta que había cuatro de ellos repartidos por la sala para un máximo valor de sonido asesino. Le tomó un segundo a Dean darse cuenta de que Manfred y Sam no estaban presentes. Se volvió y vio que estaban en dirección a la cocina, la cual estaba a través del pasillo junto a la escalera, directo hacia atrás del recibidor. “Vas a tener que disculpar a mi hermano,” dijo Sam, “Está en medio de tener un orgasmo.” Una sonrisa se asomó de la barba de Manfred. “Lo siento por el desorden, pero el ama de llaves no ha venido por aquí este año todavía. Vamos.” Volvieron a la cocina, que también era un desastre, con ollas y sartenes sucios en el fregadero. Manfred empujó algunas de ellas a un lado para poder llenar la cafetera con agua. “Tienen ahí unas buenas ruedas setta, muchachos.” Manfred volvió a sonreír. “Lo siento, que es eso, ‘auto’ ¿ahora? De todos modos, es uno del ‘sesenta y siete’, ¿verdad?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 42 “Sí,” dijo Dean con orgullo. “Tuve que reconstruirlo a partir de cero hace un tiempo, también.” “Whoa.” Manfred vertió el agua en la cafetera y luego abrió el congelador y sacó una jarra llena de café molido. “Mezcla especial,” dijo a la mirada burlona de Dean y Sam. “¿De dónde sacaste un motor de 427?” “Tengo un amigo con contactos. Lleva un depósito de chatarra. Lo rastreó para mí.” Además de darles un lugar donde quedarse después de que murió papá, Bobby Singer también había sido vital en el suministro a Dean de las partes para reconstruir el Impala después de que el camión se le sumara. “Groovy. O, tal vez, genial. ¿Dulce?” “Dulce funciona, sí,” dijo Dean con una sonrisa. “Solía tener uno de nuevo cuando se trataba de un coche nuevo. No me haría mucho bien ahora; el maletero es grande, pero no se ajusta la plataforma, ¿sabes? Por eso tengo la mamá del fútbol-móvil. De todos modos, el viejo artilugio murió en mi camino de vuelta a Florida en el setenta y ocho.” Él se rió entre dientes. “Es curioso, yo estaba conduciendo allí con Becky para casarnos, y el maldito auto murió. Tendría que haber visto que era un presagio todo eso. Nos separamos de nuevo en el ochenta y seis.” “Por lo tanto, Manfred,” dijo Sam, “¿tienes un fantasma?” “Sí, es bastante malo.” Después de sacar con una pala el café molido del recipiente, Manfred puso la jarra de nuevo en el congelador y sacó un cartón de leche de la nevera, poniéndolo sobre la encimera de la cocina junto a la cafetera y el tazón astillado de azúcar. “No sé cuánto les dijo Ash, pero estoy con una banda llamada Scottso. Tocamos en Larchmont cada fin de semana; viernes, sábado y domingos por la noche, hacemos tres series. Es lo nuestro, ¿saben? Y cada vez que llego a casa de un concierto, hay algo loco haciendo unos ruidos horribles, chillando y volviéndome loco, y solo quiero salir de la casa.” “¿Es sólo en esas noches?” Preguntó Sam. “Sí.” La cafetera comenzó a hacer ruidos de gorgoteo cuando el agua ahora en punto de ebullición se mezclaba con el café molido y se vertía en la olla de espera. “Oh, espera, no todo el tiempo. Hubo un viernes en la noche cuando alguien alquiló el Parque Trasero para una fiesta privada, por lo que no tocamos esa noche.” “¿Y ningún fantasma?” preguntó Sam.

Keith R. A. DeCandido Manfred sacudió la cabeza. Foro Dark Guardians 43 Dean tenía que preguntar: “¿De verdad se llama el Parque Trasero?” Otra sonrisa burlona, bueno, mayormente dientuda, porque a Manfred le faltaban una muela o dos. “Sí, pero no trates de encontrarlo en la guía telefónica. No, se llama ‘Nat's Place', pero nadie lo llama así. Verán, esta este signo que dice 'Parque Trasero’, que es realmente grande en la parte superior, por lo que no es legal aparcar en la calle allí, y la entrada del estacionamiento no es fácil de ver desde la carretera. Así que todos los llamamos así.” Sacó tres tazas de debajo de uno de los gabinetes y sirvió el café. Sam tenía la taza que tenía la definición de la palabra café escrita sobre ella, mientras que la de Dean decía HAY DEMASIADA SANGRE EN MI SISTEMA CAFEÍNICO. Manfred se quedó con una con el logo de Metallica, lo que decepcionó a Dean un poco. Dean dejó su café solo, siempre había preferido que fuera tan negro como su coche. Sam, por supuesto, echó media tonelada de azúcar y luego lo llenó casi hasta el borde con leche. Por su parte, Manfred sólo sirvió un poco de leche en el suyo. Sam tomó su café, pero no lo bebió. Dean, sin ser ningún tipo de tonto, esperó hasta después de que su hermano tomara un sorbo antes de probarlo por sí mismo. “Bueno,” dijo Sam. “Este espíritu está ligado a la banda, ¿te parece?” “Damfino, Sam, por eso llamé a Ash. Sabía que él estaba en lo espeluznante. Yo, yo sólo soy un carpintero para la ciudad que toca rock and roll. No sé nada acerca de la basura que sale de combate en la noche.” El se tragó la mitad de su café, lo que hizo que Dean creyera que su garganta estaba llena de hielo o algo, ya que estaba hirviendo aún, incluso con la leche enfriándolo un poco. “Tengo que decirles, está interfiriendo seriamente con mi vida. Quiero decir, hay veces en que me quiero traer a casa a alguien después de un concierto, ¿saben lo que quiero decir? Se meten con el mojo, tener algunos crujidos en la casa.” “¿Alguna vez lo has visto?” Preguntó Sam. Luego tomó un sorbo, y cortó a Manfred antes de que pudiera contestar. “Wow. Este es un excelente café, Sr. Afiri”. “Por favor, es Manfred. Sr. Afiri es como los profesores de mis hijos me llamaban las pocas veces que fui a conferencias de padres y maestros en su día.” “¿Tienes hijos?” preguntó Dean, inmediatamente lamentando haber preguntado. “No los escucharás decirlo. A lo que a ellos respecta, el único padre que les importa no soy yo, es ese imbécil con el que Becky se casó en el noventa y dos. Lo más cariñoso que alguna vez me dijeron fue: ‘¿Aún no te cortas el cabello, papá?’”

Keith R. A. DeCandido “Siento mucho escuchar eso,” dijo Sam en voz baja. Foro Dark Guardians 44 Manfred se encogió de hombros. “No hay nada que pueda hacer al respecto. Yo hice lo que pude por ellos, pero ellos no me necesitan. Y oye, que yo me follara a su mamá no me hace un padre, ya que nos separamos cuando eran sólo bebés.” Dean podría haber dicho algo en respuesta a todo eso, pero estaba demasiado ocupado saboreando el gusto de la mejor taza de café que había bebido en su vida. Ciertamente, sus estándares no eran tan altos. Por lo general, él y Sam se las arreglaban con lo que podían obtener de los comensales baratos, moteles, y estaciones de gasolina, que por lo general ascienden la cafeína para lavar platos. Su padre había tomado el uso de la frase “una taza de cafeína”, puesto que lo que generalmente tenían era tan malo, que papá no quería insultarlo calificándola de “café.” Sin embargo, no éste. Dean podría beber esta sabrosa maravilla, aunque no le hacía falta una sacudida de cafeína después de un día lidiando con el tráfico de Nueva York, la burocracia del zoológico del Bronx, y una mujer ligando con Sam en lugar de con él. “¿Así que nunca has visto al espíritu?” Preguntó Sam. Sacudiendo la cabeza, Manfred dijo: “No, pero no he mirado tampoco, ¿sabes? Quiero decir, lo he oído gritar, y salgo a donde Dodge. Ni siquiera vengo más a casa, sólo espero hasta el amanecer. Eso es una perra, los lunes, sin embargo… tengo que ir a trabajar.” “¿Dices que trabajas como carpintero para la ciudad?” Preguntó Sam. Manfred asintió. “Si no es mucho preguntar, entonces… ¿cómo puedes permitirte este lugar?” Dean parpadeó ante la pregunta de Sam, pero ahora que pensaba en ello, se trataba de una pregunta de fiar. Si Manfred estaba divorciado, él probablemente tenía que dar sustento de menores, y no podía creer que un carpintero de la ciudad recibiera un pago suficiente para comprar este lugar, especialmente teniendo en cuenta la cantidad del costo de una propiedad en Nueva York. Es cierto, tenía la música, pero si eso fuera algo genial, no tendría necesidad de un trabajo de día. Otra sonrisa. “Es útil ser hijo de dos abogados realmente ricos. Bueno, papá era rico, mamá estaba siempre haciendo trabajo pro-bono, pero aun así… Yo era la vergüenza de la familia, pasando todo el verano de el amor-contra la guerra yendo a Woodstock mientras papá representaba a las empresas petroleras, pero también era hijo único, así que me quede con la casa cuando estiraron la pata.”

Keith R. A. DeCandido “Lo siento,” dijo Sam, también en voz baja. Foro Dark Guardians 45 “No, no es gran cosa. Escuchen, estoy muy agradecido con ustedes dos por ayudarme.” Dean bebió un poco más de café. “No hemos hecho nada todavía, Manfred. Sin embargo, vamos a comprobarlo, a ver qué resulta.” “Genial. Y oigan, escuchen, ¿ustedes tienen un lugar para quedarse en la ciudad? Porque si no, tengo un par de habitaciones de huéspedes arriba.” Eso estuvo a punto de hacer que Dean escupe su café. Se las arregló para aguantarlo, lo que era bueno, ya que ello habría sido una pérdida de una bebida fina. “¿En serio?” “Eso es muy amable de tu parte, Manfred, pero…” “Nos encantaría,” dijo Dean rápidamente, antes de que la cortesía de Sam consiguiera meterlos en otro motel. No estaba seguro de lo qué lo emocionaba más, la posibilidad de dormir en la misma casa con esa colección de discos, ser capaz de despertar con este café, o no tener que compartir un cuarto con Sam. Él amaba a su hermano más que nada en el mundo (excepto tal vez el Impala) pero habían estado durmiendo en la misma habitación (o, con demasiada frecuencia, en el mismo asiento del frente del coche) cada noche casi todos los días desde hace más de un año. Si la oportunidad de obtener habitaciones por separado, nada menos que de forma gratuita se presentaba, iba a tomarla malditamente. “¡Genial! Escuchen, tengo práctica esta noche; por lo general ensayamos en el garaje de Tommy. Es el baterista. Solíamos ensayar aquí (tengo toneladas de espacio en el ático) pero los vecinos empezaron a molestarse. No queríamos que nos echaran a la policía, y con lo de la hierba y todo, así que nos mudamos a donde Tommy.” Sam le disparó a Dean una mirada nerviosa ante la mención de la droga, y Dean sólo rodó sus ojos. Jesús, Sammy, ¿pensaste que la casa de un músico nada más iba a tener café en ella? ¿Sobre todo un tipo que estaba en Woodstock? “Y mañana por la noche, ustedes pueden venir hasta el Parque Trasero y escucharnos. Los pondré a ustedes dos como mis invitados, por lo que no tienen que pagar la entrada. Sin embargo, todavía tienen que comprar la cerveza, pero, tienen un poco de algo bueno en barril allá.” Manfred tragó el resto de su café en un solo trago, luego puso la taza en el fregadero. “Ustedes muchachos siéntanse como en casa. Las habitaciones están en el piso de arriba. El quá esta todo el camino al otro extremo de la escalera, ese es mío. Las otras tres tienen todas camas, así que escojan la que quieran.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 46 “Gracias.” Dean miró a Sam. “Vamos, vamos a deshacer las maletas.” Él tomó un sorbo final de su café, luego se dirigió de vuelta por el pasillo hasta la puerta principal. Sam lo siguió, esperando hasta que llegaron al porche delantero para hablar. “Dean, ¿seguro que esto es buena idea?” “¿Cuál es el problema, Sammy?” “Este hombre tiene un espíritu. Tal vez este no es el mejor lugar para pasar la noche.” Dean metió la llave en el baúl del Impala. “Amigo, somos los que matamos a los espíritus. Además, es jueves. El espíritu no se mostrará hasta mañana por la noche, de manera que nos da tiempo para dar al lugar una vez más CEM e investigar la casa. A lo mejor hasta desciframos lo de Poe.” “La cosa es, Dean…” Sam vaciló. Después de sacar la mochila de la parte trasera del maletero, Dean dijo: “¿Qué pasa?” “Estoy un poco asustado.” “Vamos, Manfred es un buen tipo”. “No es Manfred, Dean, eres tú. Es como si estuviéramos en la Disneylandia de Dean allí con los carteles de Fillmore East, amplificadores y la colección de discos. Estoy preocupado de que nunca vaya a sacarte de allí”. Suponiendo que Sam sólo le estuviera dando mierda, Dean sonrió. “Amigo, me puedo concentrar.” “Espero que sí, porque tenemos un espíritu que sabemos se va a mostrar la noche del viernes, y un asesinato que sabemos va a pasar la noche del lunes, y estamos en casa de un hombre cuya casa está llena de narcóticos ilegales cuando los dos estamos siendo buscado por los federales.” Dean golpeó el maletero cerrándolo. “¿Alguien alguna vez te dijo que te preocupas demasiado, Sam?” Sin perder el ritmo, Sam sonrió y dijo: “Tú, unas cuatro veces al día.” “Entonces considera ésta la número cinco. Estaremos bien. Vamos, vamos a instalarnos.”

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Seis Traducido por Maybe. Corregido por Nyx.Alexa Casa Afiri El Bronx, Nueva York Viernes 17 de noviembre de 2006

…M amá clavada al techo, sangrando por el vientre, el fuego consumiéndola… Ellos están con Papá, siguiendo cada una de sus instrucciones. “Chicos, no olviden echar sal en la entrada, no pueden entrar,” ordena. “Sam, quiero que pegues un tiro a cada una de esas botellas que hay en la pared,” gritó. “Dean, quédate con tu hermano,” ladró. … Jessica clavada al techo, sangrando por el vientre, el fuego consumiéndola… Aprendiendo a desmontar una M-16 11 antes de haber llegado a besar a una chica. Incapaz de terminar Moby Dick o La Letra Escarlata para el colegio, a pesar de haber leído todos los trabajos de Aleister Crowley 12, y no mencionemos a Jan Howard Brundvand 13. Conociendo el ritual de exorcismo en latín, pero incapaz de recordar las palabras del Juramento de Lealtad 14. Lo que te ganaba una detención en una de las (muchas) escuelas de gramática. … Cassie clavada al techo, sangrando por el vientre, el fuego consumiéndola… “Tengo que encontrar a Papá.” “Quiere que nosotros sigamos dónde él lo dejó; salvando gente, cazando cosas.” “¿Podemos no luchar?” “Estás detrás de ello, ¿no? La cosa que mató a mamá.” “No entiendo esa fe ciega que tienes en el hombre.” … Sarah clavada al techo, sangrando por el vientre, el fuego consumiéndola… M-16: es el fusil de asalto estándar en los Estados Unidos. Crowley - Fue un ocultista, místico y mago ceremonial británico. Conocido por sus escritos sobre magia. 13 Jan Brunvand - Se le conoce por sus trabajos sobre leyendas urbanas. 14 Juramento a los Estados Unidos y a su bandera que se suele recitar especialmente en colegios públicos cada mañana. 11 12

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 48 El miedo nunca muere, nunca se va, nunca desaparece, sin importar cuántas veces pongas tu cara valiente, sin importar cuantas veces mientas a la gente, diciéndoles que todo irá bien, sin importar lo muy a menudo que le digas a la gente que lo arreglarás, sin importar lo cerca que estés de morir o de que te atrapen o de que te encarcelen para siempre, y entonces no serás capaz de proteger a nadie nunca más… … Ellen clavada al techo, sangrando por el vientre, el fuego consumiéndola… “De acuerdo, si algo así le ocurre a tu hermano, coges el teléfono y me llamas.” “¿Llamarte? ¿Me estás tomando el pelo? Papá, te llamé desde Lawrence. ¿Vale? Sam te llamó cuando me estaba muriendo. Pero tengo más oportunidades de que me toque la lotería a que tú cojas el teléfono.” … Jo clavada al techo, sangrando por el vientre, el fuego consumiéndola… “Nos ha dado una orden.” “¡No me importa! No tenemos que hacer siempre lo que él dice” … Sam clavado al techo, sangrando por el vientre… pero no es consumido por el fuego. En su lugar, sus ojos se abren, y son amarillos. “Tienes que matarme, Dean. Papá lo ha dicho.” “¡No!” Dean se levantó de golpe, lleno sudor, con los pantalones húmedos, las sábanas retorcidas y empapadas. “Maldición,” murmuró. Desenganchándose de las sábanas de la cama de invitados de Manfred, fue hasta la cómoda, donde se encontraba un espejo circular enorme con el símbolo de la paz grabado en rojo. Una cara demacrada y sudorosa lo miró. Demonios, incluso su pelo estaba alborotado y apenas tenía la cantidad suficiente como para que eso pasara, pero esa pesadilla, la última de la maldita colección, haciéndome con todas, lo había conseguido. Desde que era un niño pequeño, Dean había visto toda clase de cosas horribles. Cosas que harían que H.R. Giger 15 levantara sus manos y se dedicara al revestimiento de aluminio. Cosas que harían que Stephen King se pareciera a Jane Austen. Cosas que podrían, y habían, hecho que otras personas bebieran mucho, o se volaran la cabeza, o las dos cosas. Y nunca antes había tenido pesadillas. Claro, había tenido malos sueños, especialmente cuando era pequeño, 15

Giger - Artista gráfico y escultor, crea imágenes surrealistas y paisajes de pesadillas.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 49 pero no del tipo que te congelan hasta los huesos, te producen sudor, exactamente como las pesadillas que estaba teniendo ahora. Y todo era culpa de papá. Años en la carretera. Años de entrenamiento, de lucha, de caza. Años obedeciendo las órdenes de papá al pie de la letra, sin importar lo ridículas que fueran. Años siendo el atrapado entre los propósitos de su padre y la fuerza irresistible de Sam, intentando desesperadamente mantener la armonía familiar. Años viviendo tras la primera orden que su padre le había dado después de que mamá muriera: “Llévate a tu hermano fuera lo más rápido que puedas, y no mires atrás. ¡Ahora, Dean, vete!” Después de todo eso, ¿cuáles fueron las últimas palabras de su padre antes de dejar que el demonio que había matado a mamá y a la chica de Sam le cogiera? ¿“Buen trabajo, hijo”? ¿“Sigue así”? ¿“Estoy orgulloso de ti, Dean”? No, era una orden para que protegiera a Sam; y si no podía, lo tendría que matar. Cristo todopoderoso. Dean observó su reflejo, parcialmente rojo por el símbolo de la paz, haciendo que pareciera como si hubiera sangre cayendo del centro de su cara. Por otra parte, tenía que decírselo a Sam. Dejando de lado el hecho de que era sólo justo para Sam, no quería seguir con esa carga él solo. Pero su padre había dicho otra cosa: “No se lo digas a Sam.” Cabrón. La mayor parte del tiempo era capaz de distraerse a sí mismo, perderse en el trabajo. Tenían un trabajo importante, él y Sammy. Todas las vidas que habían salvado, todas las almas que habían vengado; era necesario. Y maldita sea, eran buenos en eso. La mayor parte del tiempo. Pero luego algo como esto… Dean lo dejó ir. Sabía que no podía dejar que le afectara. Tenían una misión. De hecho, tenían dos. Miró hacia la radio con alarma que había junto a la cama de invitados, y vio que eran las 6:30 de la mañana. Oyó el sonido de un motor de alto rendimiento que necesitaba un arreglo y se dirigió a la ventana, apartando las cortinas de colores vivos. Vio el 4x4 de Manfred reculando en el camino de entrada. Su corazón se hundió cuando se dio cuenta de que se estaba yendo directamente hacia el

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 50 Impala, que aún estaba parcialmente en la entrada, pero en el último segundo, Manfred giró a la derecha. Los dos neumáticos de la parte derecha se golpeaban contra el bordillo mientras que los neumáticos izquierdos permanecían en el camino, saliendo con cuidado al oscuro pavimento de la calle. Forzándose a respirar de nuevo regularmente, Dean se dio la vuelta y miró la cama arrugada. Ni de broma voy a volver a dormirme. Por mucho que le doliera estar despierto a estas horas, parecía que no tenía otra alternativa. Además, tenía el mejor café del mundo esperándole. Después de una ducha con agua hirviendo en la increíble bañera con garras de Manfred, Dean se cambió a las últimas ropas limpias que le quedaban y, haciendo una nota mental para preguntarle a Manfred dónde estaba la lavandería más cercana, bajó las escaleras en busca del café, asegurándose de coger el diario de su padre por el camino. Por supuesto, una vez que el café estaba hecho, tuvo que explorar la colección de discos de vinilo de Manfred con más profundidad. Ya les había echado un vistazo la noche pasada; vale, de acuerdo, más que un vistazo. Sam había empezado a chillarle sólo por comprobar los campos electromagnéticos en la sala de estar y abandonar el resto de la casa hasta el punto en que su hermano menor casi le quitó el lector. La verdad es que no habían encontrado ningún campo electromagnético, pero no era algo inesperado. El espíritu no se había mostrado desde el domingo. No todos los espíritus dejaban muchos campos electromagnéticos, y este no era una presencia constante, sino una recurrente. Esa noche, después del show de Scottso, sería la prueba de fuego. Hasta entonces pretendía escuchar música de la forma en la que debía serlo. El problema estaba en elegir sólo uno. Cada vez que veía un LP y lo había preparado para ponerlo, otro le llamaba la atención. Hizo una pila que incluía Dark Side of the Moon, The Most of the Animals, Houses of the Holy, Dressed to Kill, Metallica, The Who by Numbers, la versión australiana de Dirty Deeds Done Dirt Cheap, Thick as a Brick y In-A-Gada-Da-Vida, y ni siquiera había llegado a los álbumes de blues todavía. Siguió ojeando las grabaciones incluso después de haberse decidido a poner In-A-Gada-Da-Vida, haciendo como que tocaba la guitarra en el clásico riff 16 que abría una pista. La voz de Sam vino desde arriba de las escaleras, subiendo de volumen junto al crujido que hacía la vieja madera de las escaleras bajo el peso de su Un riff es en la música, una frase que se repite a menudo, normalmente ejecutada por la sesión de acompañamiento. 16

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 51 hermano. “Sí, vale. Muchas gracias, aprecio de veras que me dejes ir cuando te he avisado con tan poco tiempo. Sí. Genial. ¡Gracias! Adiós.” Dean levantó la mirada para ver cómo Sam guardaba su teléfono Treo 17 y entraba en la sala de estar mientras decía: “Estás despierto temprano. No estoy acostumbrado a que estés caminando por ahí antes de las diez.” “Sí, llevo despierto un rato.” Dean miró su reloj y se dio cuenta de que eran casi las nueve y media. Había perdido completamente la noción del tiempo viendo los álbumes. Mientras que lógicamente, él entendía el valor de los discos digitales, la muerte de los discos de vinilo había hecho que los artistas hubieran perdido la capacidad de crear portadas de álbumes que fueran geniales. Ningún folleto en ninguna caja de CD, por muy bonita que fuera, conseguiría igualar el arte del grabado en madera en Stand Up o la complejidad de Sgt. Peppers’s Lonely Hearts Club Band. ¿Recordaría alguien el prisma de la portada de Dark Side of the Moon si hubiera medido sólo unos cuantos centímetros? Pero no se molestó en compartir esos pensamientos con Sam, porque solamente serviría para cabrearle. El chico no apreciaba la música de verdad. Así que preguntó: “¿Quién estaba al teléfono?” “Un hombre llamado Anthony que trabaja para la Sociedad Histórica del Condado de Bronx y da tours en la casa de campo de Poe. Lo busqué en la web, Manfred tiene una red inalámbrica, y me dio la clave, y sólo te atienden si reservas. Así que llamé y hoy están libres. Iré para allá sobre mediodía.” Sonrió. “Te preguntaría si quieres venir, pero viendo que te has reunido con tu amor verdadero y todo eso…” Dean dejó el Zoso y dijo, “Mira, Sammy, puedes tener tus CD’s, tus MP3, tus AVI, pero te digo que…” “AVI son películas, Dean,” dijo Sam con una sonrisa. Ignorándole. Dean prosiguió: “Pero te digo que no hay sustituto. Ninguno, para el bello sonido de una aguja encima del vinilo.” Justo entonces el disco empezó a saltarse, Doug Ingle cantando “always be” una y otra vez. La sonrisa de Sam prácticamente partió su cara en dos. Dean le frunció el ceño y se dirigió al tocadiscos, moviendo la aguja, saltando directamente a un acorde de guitarra. “Deja que lo adivine,” dijo Sam, “¿ahora vas a contarme sobre las virtudes de las 17

Los Treo son una línea de teléfonos inteligentes.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 52 sanguijuelas como método para curar enfermedades? O… ¡ya sé! ¡Porqué los carruajes tirados por caballos son mejores que los coches!” “Muérdeme, Sammich.” Dean fue hacia el sillón. “Voy a mirar el diario de papá, a ver si encuentro algo que combine con este ritual.” Sam asintió. “Cuando acabe con la casa de campo, miraré la casa dónde el tipo estaba tapiado y la calle en la que esos chicos fueron golpeados hasta morir.” “Sí,” dijo Dean, “quizás encuentres algo que se le haya pasado a la poli.” “Lo dudo,” dijo Sam sinceramente. “Hombre, que estamos hablando del Departamento de Policía de Nueva York.” “¿Y?” Dean había tenido más experiencias con policías que Sam, y su opinión era que no estaban mal siempre que los casos siguieran un mismo patrón. La cosa es que, con lo que Sam y él trataban no seguía ningún tipo de patrón, o por lo menos ningún patrón en el que un policía se fijaría, así que la policía siempre miraba en el lugar equivocado, no veían las cosas que estaban bien y saltaban a conclusiones equivocadas. “Sam, los polis van a lo familiar. No te creas esa mierda que ves en la tele; la mayoría del tiempo, el primer sospechoso al que tienen es al que arrestan. En algo como esto, no van a ver el bosque o los árboles. Créeme, estoy dispuesto a apostar diez dólares a que tú encuentras algo que ellos no.” Sam simplemente resopló, y después entró a la cocina. Dean asumió que fue a buscar una taza de café que más tarde violaría con demasiada leche y azúcar. Dean devolvió su atención a la colección de vinilos. ¿Es de veras era una copia de Music de Big Pink? ¡Impresionante! La parte más difícil era encontrar alguna parte en la que aparcar el Impala. La casa de campo de Poe estaba localizada en la intersección de la vía pública más grande del Bronx, acertadamente llamada Grand Concourse, y otra calle importante, Kingsbridge Road. Según la búsqueda en internet que Sam había hecho justo antes de abandonar la casa de Manfred, Kingsbridge Road solía ser un camino para caballos que llevaba a King’s Bridge, que pasaba por encima del Río Harlem hacia Manhattan. También había encontrado una web de entusiastas de Poe, que de hecho mencionaba ambos asesinatos y sus conexiones con el autor. Lo había dejado en la pantalla para que Dean pudiera verlo, asumiendo que su hermano pudiera apartarse de la colección de discos de Manfred, lo cual Sam dudaba seriamente.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 53 Había un parque en el medio de la intersección, extendiéndose unos cuantos bloques, e incluía un quiosco de música y un campo de juegos, ambos parecían bastante nuevos, y también había una casa de campo pequeña y blanca que parecía estar increíblemente fuera de lugar. Entendió porqué Dean no terminaba de creerse que hubiera un lugar así en el Bronx. Toda la ciudad, aparte del barrio de Manfred en Riverdale, parecía estar hecha de edificios situados lo más cerca posible. Incluso en los barrios con casas, tenían una tendencia a estar pegadas las unas a las otras. Y aún así, en medio de un lío de calles alineadas con edificios de apartamentos de al menos cinco pisos, y normalmente más, estaba este parque y la casa de campo. Sam maniobró alrededor de varias calles laterales, la mayoría de ellas de una sola dirección, así como las dos calles importantes e intentó desesperadamente buscar un lugar en el que el Impala pudiera entrar. Dio vueltas durante diez minutos, frustrándose particularmente con la montaña rusa de emociones que sufrió cuando vio un espacio libre, solo para descubrir que era una boca de incendios, y después encontrar otro, solamente para ver otra boca de incendios. ¿Cuántas jodidas bocas de incendios necesita esta ciudad, de todas formas? En las pocas ocasiones en las que el espacio vacío no era una boca, resultaba ser demasiado pequeño para que el Impala entrara. Mientras estaba conduciendo, Sam también se dio cuenta de que la gente siempre estaba en muchedumbres. A pesar de que Dean y él se mudaron a distintas partes con su padre, tendían a ir a pueblos pequeños, en parte porque papá decía que sus colegios públicos eran mejores que los de las ciudades, aunque una búsqueda posterior de Sam reveló que no era una constante universal tal y como su padre había insistido. Como resultado, su experiencia con grandes ciudades era escasa. La cosa que más le impresionó fue la diversidad y la armonía, que era igual a la que había visto en Stanford; pero cualquiera espera eso en el campus de una universidad, especialmente en un sitio como Stanford. Aquí, veía a gente de veinte nacionalidades diferente andando por las calles, usando los pequeños escaparates en los pisos bajos de los edificios, jugando en el patio del Parque Poe, charlando los unos con los otros, diciéndose hola en la calle, y todo eso. Su (verdaderamente mínima) experiencia en ciudades grandes, era que los grupos étnicos solían concentrarse en barrios particulares, pero no estaba viendo todo eso que se había esperado en el Bronx Al igual que Dean, su principal punto de referencia sobre el municipio era la infame película del 1981 llamada Distrito Apache: el Bronx, así que se había imaginado un lugar lleno de edificios desgastados, itinerantes bandas callejeras y cosas por el estilo. Por lo que había visto de momento, sin embargo, indicaba un

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 54 lugar que tenía las masas de una gran ciudad, pero que aún así dentro de los barrios seguía habiendo comunidades. O quizás estoy simplemente romantizando todo, pensó con una risa mientras pasaba por otro lugar libre en el que podría haber cabido un Mini Cooper, pero no un coche construido en 1967. Finalmente, vio a alguien saliendo de una plaza en la esquina de East 192nd Street y Valentine Avenue, justo al borde del parque. Era una plaza con parquímetro, lo cual era molesto, pero por lo menos eso significaba que el Impala cabría. Los parquímetros habían sido instalados hacía décadas y estaban separados de acuerdo con el tamaño típico de los coches en esos tiempos. El Impala tenía un tamaño bastante normal cuando salió al mercado, así que pudo estacionarlo fácilmente. Echando una ojeada a la bolsa de ropa sucia, puso en el parquímetro dos cuartos, lo que le mantendría la plaza durante una hora. Dado el tamaño del lugar, no podía imaginar que su tour durara más que eso. Sam bloqueó el Impala y después atravesó el Parque Poe, pasando por el quiosco de música (vacío en esta fría tarde de noviembre) y el campo de juegos, donde seis niños estaban jugando, gritando y riéndose, mientras que cuatro mujeres les vigilaban. Cuando pasó, escuchó a las mujeres conversando en lo que él estaba casi seguro era español. La casa de campo de Poe imponía más de cerca que desde la carretera. Por lo que había visto en la página web de la Sociedad Histórica del Condado de Bronx, había sido construida en 1812, y Poe vivió allí con su mujer y su suegra desde 1846 hasta 1849. Mientras se acercaba a la puerta, metió la mano en el bolsillo de su abrigo y encendió el medidor de campos electromagnéticos. No lo sacaría enfrente del guía, pero esperaba tener una oportunidad de ojearlo cuando el hombre no estuviera mirando. De pie en la puerta estaba el guía en cuestión: un afroamericano de poca altura que llevaba una trenca beige. “¿Eres Anthony?” preguntó Sam mientras se acercaba. “Sí,” dijo el guía. “Me alegro de que hayas podido venir.” Sonriendo tímidamente, Sam dijo: “Sí, lo siento, no podía encontrar ningún sitio para aparcar. Encima conduzco un bote, así que es incluso más difícil.” La cabeza de Anthony se inclinó. “¿Qué conduces?” “Un Impala del 67.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 55 Sonriendo, Anthony retrocedió a la puerta de madera dejando que Sam entrara en la habitación oscura que estaba al frente. “Te comprendo. Mi padre tenía un Buick del 57. Se pasó la mitad de su vida intentando encontrar un lugar en el que aparcar esa estúpida cosa. De todos modos, bienvenido a la casa de campo de Poe.” Sam miró alrededor y vio varios utensilios viejos de cocina, una chimenea y justo en la puerta principal, una mesa con postales y otros suvenires. Detrás de la mesa había una vitrina de cristal llena de libros que iban desde colecciones de Poe, escritos de libros sobre Nueva York en general y el Bronx en particular. “Antes de que empecemos,” dijo Anthony, “normalmente pedimos una donación de diez dólares en los tours individuales.” Por supuesto que lo hacen, pensó Sam, intentando no soltar un suspiro. Una vez más, metió las manos en su bolsillo, esperando que los diez que le había dado a Dean en el puente no fuera su último billete grande. Afortunadamente, no lo era. Encontró veinte en el sujeta billetes y se lo entregó. Anthony sacó de debajo de las postales de la mesa una caja de dinero, y le devolvió diez. “¿Qué le ha pasado a tu mano?” preguntó Anthony, indicando la escayola de Sam con su cabeza. Mientras que Dean hubiera encontrado probablemente alguna respuesta de listillo, Sam vio que no podía pensar nada lo suficientemente divertido para un completo extraño. Y la verdad probablemente no le satisfaría. Oh, bueno, me rompí la mano cuando estaba luchando contra una zombie en un cementerio. Mira, estaba intentando atraerla de vuelta a su tumba para que mi hermano y yo pudiéramos empalarla y así moriría de nuevo. No, no estoy loco, y ¿por qué lentamente te estás alejando de mí de esa forma? “Es una larga historia,” murmuró. Eso pareció satisfacer a Anthony. “Vale. Bueno, aquí es donde Edgar Allan Poe vivió los últimos años de su vida.” Entonces procedió a contarle a Sam varias cosas que ya sabía por haber leído la web. “Desafortunadamente,” añadió Anthony, “no puedes apreciar la vista de verdad ahora mismo.” Pasó al lado de Sam para re-abrir la puerta. “Pero si miras por allí…”señaló a la izquierda. “…¿podrás ver que va cuesta abajo justo hacia Valentine Avenue?” Sam asintió. De hecho había ido cuesta abajo por esa colina brevemente en su interminable búsqueda de una plaza de aparcamiento.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 56 “La casa estaba justo encima de lo alto de la colina, y podías ver todo el camino hacia Long Island Sound desde aquí. No fue construida originalmente aquí.” Ahora señalando hacia Kingsbridge Road, dijo: “¿Ves ese edificio de apartamentos con la fachada amarilla? Pues estaba por allí. La movieron aquí cuando construyeron el parque. Toda esta área solía ser campos de cultivo pertenecientes a los Valentine, una familia holandesa. Por eso la avenida se llama así. La familia Poe alquiló la casa, y apenas podían permitírsela.” “Vi eso en la página web,” dijo Sam, “y pensé que era un poco raro. O sea, Poe es uno de los escritores americanos más conocidos. ¿Y estaba en bancarrota?” “Oh, seguro. Quiero decir, sí, era popular y lo sigue siendo. ¿No hay muchos escritores que tienen un equipo de fútbol con su nombre, aunque sea indirectamente?” Sam frunció el ceño, entonces recordó que la franquicia del equipo de fútbol de Baltimore se llamaba los Cuervos. Poe murió en Baltimore, y fue enterrado allí, y el equipo fue nombrado por el poema más conocido de Poe. “Y ninguna de sus historias se ha agotado nunca. Pero la mayoría del dinero que consiguió con su escritura se perdió con el proyecto de un periódico que fracasó. De todas formas,” Anthony guió a Sam hacia la siguiente habitación, “hemos recreado la atmósfera de la casa lo mejor que podemos. Obviamente, la mayoría del mobiliario no está disponible, pero hemos hecho nuestro mejor trabajo poniendo la clase de muebles que hubieran estado presentes, dada la época y el nivel de pobreza de Poe.” Sam siguió a Anthony a la que debía ser la habitación más grande de la casa, que incluía una chimenea (ahora cerrada, según Anthony) una silla, un escritorio y algunas fotos enmarcadas. También había una estantería pegada a la pared, cada estante lleno de libros forrados con cuero, encuadernados al estilo de mitad del siglo diecinueve, como Sam sabía. “Estas estanterías eran muy comunes en esos días, ya que el suelo nunca era liso, como puedes ver,” añadió Anthony con una sonrisa. Sonriéndole también, Sam movió su peso de un lado a otro en el chirriante suelo de madera. Anthony continuó: “Además, la madera se deformaba cuando se mojaba, también. Una estantería que tocara el suelo no era práctica.” Señaló a la pared. “Esa es una ilustración de la casa.” Acercándose para echar un vistazo, Sam vio exactamente la misma casa en la que estaba, en lo alto de la empinada colina que encajaba con los contornos de Briggs Avenue y Calle 194 Este, cuando él había conducido arriba y abajo esas

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 57 respectivas calles. Aunque el terreno que la rodeaba eran sólo árboles y césped. Parecía idílico. “La mujer de Poe, Virginia, estaba muy enferma; se llamaba tisis entonces, la cual ahora conocemos como tuberculosis. Él había venido a Nueva York en 1844 para emprender el proyecto con un periódico que le dejó en bancarrota, y cuando Virginia enfermó aún más en 1846, se mudaron aquí, esperando que el aire del campo hiciera algún bien.” Anthony sonrió. “¿Sabes? Aún tengo un problema para decir eso con cara seria. No me malinterpretes, me encanta este lugar, pero ¿aire de campo?” Soltando una risa, Sam dijo, “Sí, es un poquito raro. Pero eran tiempos diferentes, supongo.” “Oh, sí. El Bronx era un puñado de granjas en los siglos dieciocho y diecinueve, que pertenecían principalmente a familias como los Valentine, los Johnson y por supuesto, el primer poblador, Jonas Brock. La península solía llamarse ‘La Tierra de Bronck’ y de allí viene el nombre. De todas formas, Poe puso una habitación solamente para Virginia cuando empeoró.” Anthony llevó a Sam a la siguiente habitación, era un vestíbulo que incluía una puerta que llevaba a las escaleras, la puerta trasera y otra habitación mucho más pequeña, que tenía una cama, una mesilla de noche y poco más. La cama no era particularmente grande, tenía un cabecero de madera sólida y un colchón estropeado. “Estamos bastante seguros de que esta es la cama en la que de verdad murió Virginia. La hemos modificado un poco: la original tenía heno, pero se estropea muy pronto, así que lo cambiamos por esa espuma que ponen en los paquetes.” Sam no pudo evitar soltar una risotada. “¿De veras?” “No es de la época, pero por lo menos no hace que la habitación apeste, tampoco.” Poniéndose serio de nuevo, Anthony habló un poco sobre como la suegra de Poe, Maria Clemm. Hacía la mayoría de las tareas del hogar y cuidaba de Virginia mientras que Poe trabajaba y daba largos paseos, y también un poco de las áreas de arriba y debajo de las escaleras, que se habían modificado para el uso de la Sociedad Histórica de modo que no estaban abiertas al público. Sam dejó pasar esa información, pensando más sobre el significado de que Virginia Poe hubiera muerto en esa cama, prácticamente en este mismo lugar. Vale, cambiado de calle, pero ¿podría la energía espiritual de esa noche seguir presente, incluso a pesar de que fue hace ciento cincuenta años? Cuando acabó de hablar sobre Virginia Poe, Anthony salió de la habitación y pasó por delante de Sam en los pequeños confines del área oscura, y señaló un cuadro que había en la pared. Sam le ignoró, aprovechando la oportunidad de que

Keith R. A. DeCandido Anthony le había electromagnéticos. dado la espalda para sacar Foro Dark Guardians el lector de campos 58 Desafortunadamente, no leía nada. Bueno, era una apuesta arriesgada. Anthony habló un poco más sobre la casa, la vida de Poe y sobre los planes de renovar la casa y el área que la rodeaba, incluyendo un centro para visitantes, que estaba siendo retrasado por la burocracia de la ciudad. Sam hizo algunos sonidos comprensivos, compró un par de postales: una foto de la casa y un retrato del mismo Poe, y entonces decidió ir al grano. “Oye, ¿has escuchado lo de esos asesinatos?” Hasta entonces, Anthony había sido complaciente, genial y amistoso. En cuanto Sam preguntó eso, fue como si una nube se hubiera venido encima de sus rasgos oscuros. “Vale, eso es todo. Fuera.” Fingiendo inocencia, Sam preguntó, “¿Perdón?” Llevándole hacia la puerta, como si estuviera empujando a Sam, pero sin tocarle, Anthony dijo: “Mira, ya es malo que tenga que leer esa mierda en internet, no voy a…” “¡Eh!” Sam levantó sus manos y se negó a moverse. Anthony, en su haber, paró de moverse. “Sólo había leído algo en el periódico y me producía curiosidad, eso es todo. No es para tanto.” “Es una coincidencia,” dijo Anthony firmemente. Sam sospechaba que le habían hecho esa pregunta a menudo desde el asesinato de Reyes. “Eso es todo.” Sam se despidió rápidamente y volvió al coche. Aunque no hubiera ningún campo electromagnético, la muerte de un ser querido era probablemente un buen enfoque para el ritual. La cuestión era, ¿qué ritual? Cuando subió al coche, sacó el mapa del Bronx que había cogido el día anterior camino al zoológico, y encontró la mejor ruta para ir a la esquina de Avenida Webb y Calle 195 Oeste, donde había sido tapiado el cuerpo. Parecía una ruta bastante fácil, ya que la intersección estaba a sólo dos bloques al norte de Kingsbridge Road. Desafortunadamente, cuando llegó allí se dio cuenta de que no podía hacer los movimientos adecuados hacía Avenida Webb, ya que la calle era de una sola dirección y en sentido contrario. Así que torció hacia Sedgwick, figurándose que podría torcer a la derecha en la 195th, que también era de una sola dirección en el otro sentido. Acercándose a los ánimos de Dean sobre conducir en esta ciudad, Sam pasó otro bloque hacia la 197 (¿y qué diablos le había pasado a la 196?) torció a la derecha, pasó un bloque hacia Webb y giró otra vez.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 59 Su preocupación sobre si encontraría la casa era injustificada. Por una parte, porque esa esquina solamente tenía dos casas, el resto eran edificios de apartamentos. Y por otra parte, la casa que él quería ver se imponía con estuco marrón en vez de tener ladrillos rojos, como todos los edificios de alrededor. También era la única con una cinta de escena del crimen, sin mencionar el cartel que decía ‘SE VENDE’. Decidiendo que sería mejor volver de noche, y con Dean de respaldo, se fue. Además, no podía encontrar ni una plaza de aparcamiento en el área, quizás eso sería más fácil de noche. Mientras se iba, vio un viejo Honda Civic abollado en doble fila enfrente de la casa, y un hombre bajito, de gran nariz y con aspecto de ser tímido, saliendo de la casa. Normalmente no habría pensado mal sobre él, pero estaba aparcado justo enfrente de la casa donde el asesinato se había cometido, y también se veía irritablemente familiar, aunque Sam no entendía el porqué. Encogiéndose de hombros, condujo por Webb de vuelta a Kingsbridge, pretendiendo dirigirse a Cambreleg Avenue, dónde habían muerto los dos chicos.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 60

Siete Traducido por maka.mayi La casa Afiri El Bronx, Nueva York Viernes 17 de noviembre del 2006 am podía escuchar “The Great Gig in the Sky” de Pink Floyd saliendo de la casa de Manfred incluso antes de que estacionara el Impala; esta vez encontrando un puesto entre dos caminos de entrada cruzando la calle desde la casa; y se preguntó si los mismos vecinos que se opusieron a que Scottso ensayara en la casa se opondrían a Dean poniendo a todo volumen el equipo de música. En el interior, Sam pensó que sería ensordecido por la música, y estaba agradecido de que llegó a casa cuando Dean estaba tocando los acordes más bajos del perfil de Floyd en lugar de, por ejemplo, Metallica o AC/DC o Deep Purple. Girando a la izquierda cuando entró, vio a Dean en el sillón; que era reclinable, lo que él supo porque Dean lo había reclinado totalmente hacia atrás, con los pies al aire, golpeando la batería con su mano derecha mientras pasaba las páginas del diario de papá con la izquierda. Los discos estaban esparcidos por el suelo. El ordenador portátil de Sam estaba en la mesa de café, equilibrándose inestablemente sobre algunos periódicos y revistas viejas. Haciendo una mueca, Sam entró y lo trasladó al sofá; una acción que también arrancó el cable de la corriente, que daba sentido a la explicación de por qué Dean había sido tan descuidado con el portátil. Sólo ahora se daba cuenta de la llegada de Sam, Dean tomó un control remoto del suelo a su lado y bajó el volumen. “Lo siento, Sammy, pero la batería se estaba agotando, y el único enchufe libre estaba allí.” Él señaló el cable de corriente ya flojo, que serpenteaba en torno a un enchufe en la puerta de la sala de estar. “Lo que sea. ¿Encontraste algo?”

S

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 61 “En realidad, sí.” Dean se agachó y empujó la palanca de color marrón a un lado del sillón, lo que lo trajo de nuevo a posición vertical y el reposapiés hacia abajo con un sólido golpe. “Y no es exactamente lo que uno llamaría una gran noticia.” Sin gustarle como sonaba eso, Sam dijo: “Espera un momento. Necesito un poco más de ese café.” Dean sonrió y tomó una taza que estaba sobre la mesa del café. “Hice una olla fresca hace diez minutos. Sírvete.” “Gracias.” Sam fue a la cocina, sacó una taza que tenía un trébol y la palabra BÉSAME, SOY IRLANDÉS, lo que le pareció extraño, ya que Manfred Afiri no parece ser un nombre en particular irlandés, y se sirvió más café. Agrego azúcar, pero decidió no preocuparse por la leche, ya que la que había tomado esta mañana sabía a que estaba a punto de echarse a perder. Además, esta cosa era realmente bebible. Nunca le había gustado mucho el sabor del café, pero la vida tanto como de cazador y como estudiante universitario le habían hecho apreciar las virtudes de la cafeína, independientemente de su sabor. Tendía hacia lo que Dean llamaba cafés “femeninos” principalmente porque los sabores extra y la crema batida y todo eso, escondían el hecho de que la propia bebida sabía a azufre caliente. Y para Sam, ese no era un lindo símil, ya que había bebido azufre caliente una vez, por accidente durante un trabajo, y no estaba dispuesto a repetir la experiencia. Volviendo a la sala, vio a Dean quitar Dark Side of the Moon de la placa giratoria y darle la vuelta. “Así que, ¿que encontraste?” Dean puso suavemente la aguja en el borde del disco. Un momento después, “Money” comenzó a sonar. Sam esperó pacientemente a que la mirada de éxtasis pasara de la expresión de Dean y su cabeza parara de moverse de atrás para adelante al tiempo que la caja registradora sonaba. Luego, su paciencia se agotó. “Si no estás demasiado ocupado...” Sacudiendo la cabeza, Dean dijo: “Eh, sí, lo siento. De todos modos, encontré el ritual en el diario de papá, pero no en donde me imaginé que estaría.” Dean volvió a sentarse en el sillón y levantó el agrietado cuaderno de papá forrado en cuero. Atiborrado de papeles, recortes de periódicos y demás parafernalia, cada centímetro de cada página estaba cubierto con la escritura única de papá: pulcritud militar nadando contra la corriente en contra de la rapidez con la que estaba tomando muchas de estas notas, lo que daba como resultado letras que fueron escritas cuidadosamente para claridad, pero las palabras se desviaban y curvaban y se comprimían para tener espacio y torcían

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 62 alrededor de otras notas. Sam siempre había pensado que un analista de la escritura podría retirarse por papá. Cuando el demonio que había matado a mamá volvió a estar activo otra vez, papá se fue fuera de la red, dejándole el cuaderno a Dean (y por extensión a Sam) para cuidarlo y utilizarlo mientras continuábamos el trabajo de caza de papá. Ese cuaderno era todo lo que les había dejado papá. A largo plazo, Sam quería pasar el cuaderno a un formato electrónico para poder hacer un índice, de referencias cruzadas y en general encontrar elementos en él de una manera más adecuada para el siglo XXI que pasando a través de páginas llenas de tinta, amarillentos recortes de periódico, y gráficos elaborados rápidamente, ninguno de los cuales se ordenaban de forma significativa más allá de ‘cuando se le ocurrió a papá escribirlo’. Desafortunadamente, su vida no se prestaba a reflexionar a largo plazo, y Sam sólo había apenas comenzado el proceso de pasar el cuaderno. Siendo realistas, tomaría meses de esfuerzo ininterrumpido, y se podría argumentar que su vida era más o menos una gran interrupción en estos días. “¿Dónde lo encontraste?” Le preguntó a Dean. “En la parte de atrás.” Sam hizo una mueca. Ahí fue donde papá presentaba todo lo falso y farsante, los rituales que no hacían nada, las criaturas que en realidad no existen. Dean hojeó el cuaderno. “¿Has oído hablar de un chiflado llamado Percival Samuels?” “No me suena,” dijo Sam, con un movimiento de cabeza. “De vuelta a finales del siglo XIX, principios del siglo XX; él era un espiritualista, y estaba bastante alto en la escala de la barra de locura, incluso en comparación con todas las otras barras de locura.” “¿Cuán loco?” Sonriendo, Dean dijo: “Bueno, Aleister Crowley dijo una vez que estaba demente, así que diría que este hombre se desvió muy lejos de la manada, ¿sabes?” “Entonces, ¿qué pasa con él? Dios, Dean, deben haber habido, como, mil millones de espiritistas en ese entonces. La mayoría de ellos eran artistas del engaño.” “Sí, un lío de clones de John Edward corriendo por allí, pero sin el programa de televisión. Harían sesiones de espiritismo, tratando de contactar con el ‘más allá’ así señoras mayores podrían hablar con sus esposos muertos y los niños podrían hablar con su tía Sally para ver si realmente escondió un millón de dólares debajo

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 63 de las tablas del piso. Era falso, pero había un montón de dinero si eras bueno en ello.” “Entonces, ¿dónde encaja Samuels?” “Él no era bueno en eso, así que trató de llegar con su propio gancho.” Dean finalmente terminó de pasar las páginas, al llegar al sitio correcto en la parte posterior del cuaderno, y se lo entregó a Sam. “Empezó vendiendo un ‘hechizo de resurrección’ que en realidad podría traer parientes de vuelta.” Sam tomó el cuaderno y vio la descripción del ritual de Samuels, escrito con la mano distintiva de papá. Leyendo en voz alta del cuaderno, dijo, “'El sello 18 debe ser elaborado con precisión. El punto central es un lugar de fuerte ánima para el resucitado. Fuera de los 4 puntos es una re-creación de eventos de gran importancia y el poder para el resucitado en cada uno de los cuatro tiempos distintos: la luna llena, la luna en cuarto menguante, la luna nueva y cuarto creciente. Cuando los 4 pasos están completos, el resucitado volverá a la vida.’” Sam levantó la vista. “Suena familiar.” “Sí, pero es falso. Samuels lo vendió a un grupo de gente, pero no pasó nada, y él fue arrestado. Se suicidó en la cárcel.” Frunciendo el ceño, Sam preguntó: “¿Sabemos con seguridad que no funcionó?” Dean se encogió de hombros. “Bastante seguro. Samuels afirmó que obtuvo el ritual de ‘Los rituales de los pueblos Indostaní del Lejano Oriente.’” “Indostaní es un lenguaje, no un pueblo.” “Sí, e incluso si se refería a la religión hindú, ni siquiera de forma remota coincide con ningún ritual hindú. Lo estaba sacando de su culo, y trató de hacerlo sonar exótico. Recuerda, esto fue cuando los británicos colonizaron la India y justo después Japón y China comenzaron a tener contacto serio con Occidente por primera vez.” Sam sonrió. “Y yo que pensaba que dormías durante la clase de historia.” “No en el undécimo grado, no lo hice.” Dean rompió en esa media sonrisa que tenia cada vez que hablaba de mujeres. “Tuve a la señorita Modzelewski. Ella estaba buena.” “Por supuesto.” Sam se mordió el labio. “Espera.” Se levantó y corrió por la calle hasta el Impala en busca de su mapa de las calles del Bronx. Trayéndolo de 18

En el original usan la palabra Sigilo: Abordando un punto de vista más mágico, los sigilos son símbolos utilizados para invocar ya sea a un espíritu (demonio, ángel, etc.) o su fuerza. Recuerda que los símbolos llaman a las fuerzas que representan.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 64 vuelta a la casa cuando ‘Us and Them’ comenzó a sonar, miró a la mesa de café, cubierta como estaba con la basura de Manfred, sacudió la cabeza, y luego simplemente se sentó en la alfombra roja de patrón que estaba en el piso de madera, dejando a un lado algunos de los discos que estaban esparcidos. Sacando un lápiz de su bolsillo, marcó la casa de campo de Poe. Luego lo borró y en su lugar fue al sitio aproximado donde Anthony había dicho que estaba la Casa Poe. “¿Qué hay del otro lado de la calle?” Preguntó Dean. Sam explicó rápidamente lo que le había sido informado por Anthony. Luego marcó la esquina de Webb y 195 Oeste, luego la Avenida Cambreleng entre 188 Este y 189 Este. “Trae el cuaderno, ¿podrías?” le preguntó a Dean. Dean lo hizo, arrodillándose junto a Sam. Efectivamente, él podría volver a crear una parte del sigilo de Samuels sólo mediante la conexión de los tres puntos que tenía. “Yahtzee 19“, murmuró Dean. “La ubicación de la casa de campo, la ubicación original, basado en lo que tu chico dijo, es el ‘lugar de un Anima fuerte’, y ya hemos tenido la ‘recreación de eventos de gran importancia y poder’.” Sam se mantuvo dibujando, terminando el sigilo. “Sí, y nada es más poderoso que un hechizo que toma una vida.” Terminó y se sentó derecho. “Bueno, si estamos en lo correcto, entonces el próximo asesinato inspirado en Poe será el lunes en Fordham Road y Martin Luther King Jr. Boulevard o en la avenida Webster, al sur de Bedford Park Boulevard. “Después de dejar escapar un largo suspiro, él dijo: “Ahora bien, si sólo supiéramos quién está haciendo esto.” “En realidad,” dijo Dean, poniéndose de pie y moviéndose hacia el sofá y al ordenador portátil de Sam, “creo que pudiste haber encontrado un primer sospechoso número uno.” Golpeó la barra espaciadora para deshacerse del protector de pantalla, que era el genérico de Windows, ya que Sam sabía que cualquier intento de personalizar su pantalla sólo abriría la puerta a Dean para burlarse de él sobre eso, y él no veía ninguna razón para hacerlo tan fácil para su hermano, y reveló el sitio web del entusiasta de Poe que había encontrado esa mañana. “¿Has encontrado algo en el sitio?” Sam preguntó, levantándose para unirse a su hermano en el sofá. “Mas o menos.” Dean trazó un dedo sobre el track pad 20 hacía un ‘acerca de este sitio’, que llevo a una descripción del sitio y a una foto de la persona que lo Yahtzee: es un juego de dados. El objetivo del juego es anotar la mayor cantidad de puntos rodando cinco dados para hacer ciertas combinaciones. 20 Track pad: El mause de las laptops. 19

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 65 manejaba, que se llamaba Arthur Gordon Pym. El hombre tenía una enorme nariz, ojos pequeños y saltones, labios delgados, mentón hendido, y delgado cabello castaño. “El tipo tiene una grave erección con Poe, incluso cambió su nombre. Pym es un personaje en uno de los libros de Poe. Me parece que este tipo moriría feliz si llegara a conocer a su héroe, y hemos visto motivos más locos.” Los ojos de Sam se abrieron cuando dos piezas diferentes de información en su cabeza hicieron un clic cuando se juntaron. “Oh, Dios mío.” “¿Qué? ¿Conoces a este bobo?” “No, pero…” Él negó con la cabeza. “Lo vi, esta mañana.” Rápidamente, Sam resumió el resto de su viaje a la Casa de Campo de Poe, y luego su fallido intento para ver la casa en Webb 195th. “Alguien se acercó a la casa… era este tipo,” dijo, señalando a la pantalla. “Razón de más.” “¡Cariño, estoy en casa!” Sam y Dean miraron hacia la puerta de la sala para ver a Manfred caminando, vestido con monos de mezclilla cubiertos de polvo, botas de trabajo, y una camisa de manga larga debajo de una chaqueta de cuero. “Maldita sea, escuchado a Floyd en la edad de un perro. Buena elección, muchachos.” “Gracias,” dijo Dean. “Ah, lo siento por el desorden.” “No te preocupes por eso,” dijo Manfred. “Es bueno tener en casa huéspedes que aprecian las cosas buenas de la vida. De todos modos, usted chicos vienen al concierto de esta noche, ¿verdad?” “No me lo perdería,” dijo Dean. Sam se volvió para mirar a Dean, pero no dijo nada hasta después de que Manfred dijo: “Lejos. O impresionante, supongo. Voy a cambiarme,” y se fue arriba. “¿Qué?” Preguntó Dean por la mirada de Sam. “Si el espíritu está siempre aquí después de sus conciertos, tal vez deberíamos quedarnos y ver si se manifiesta.” “Y si no se manifiesta hasta que Manfred llegue a casa, entonces vamos a perdernos algunas buenas canciones en vivo, ¿no es cierto?” Antes de que Sam pudiera objetar, Dean dijo: “Oye, quieres ser una persona hogareña, noquéate. Voy al concierto.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 66 Sam pensó en ello y luego dijo: “No, voy a ir con ustedes. Esta, obviamente, ligada a los conciertos de alguna manera, por lo que debemos comprobar los propios conciertos.” Además, él no estaba muy emocionado con la idea de estar solo en esta casa por alguna razón. Mientras que Dean se había acostumbrado a la casa, Sam sentía como si fuera un intruso. Ciertamente, no tenía problema con usar la cama de invitados y evitar barajar una nueva ronda de fraude de tarjeta de crédito, sobre todo ahora con la cara de Dean en cada base de datos de la policía en el país, pero estar sentado aquí solo, como si fuera el dueño del lugar igual que Dean había hecho todo el día, no era algo con lo que se sentía bien haciendo. No estaba seguro de por qué, pero el sentimiento estaba allí. Además, si la banda realmente tocaba rock de los años setenta, no había manera de que Dean fuera a estar prestando la suficiente atención a algo extraño en la banda que pudiera explicar al fantasma. Tenía que estar allí para apoyar a su hermano. “Genial,” dijo Dean. “Así que vamos al concierto, veremos lo del espíritu, tal vez incluso nos deshagamos de él, entonces encontraremos mañana al Poe friki.” “Suena como un plan,” dijo Sam.

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Ocho Traducido por Drifted Corregido por Moshalutz El Parque Trasero Larchmont, Nueva York Viernes 17 de noviembre de 2006 ean decidió que de la única manera en que esta noche podría empeorar era si realmente se ponía tritomas 21 en sus oídos. Y estaba luciendo como una alternativa viable a escuchar una nota más tocada por Scottso. En su vida, había escuchado demasiada música en vivo por muchas bandas mediocres. Los gastos reducidos de la vida de caza significaban que tres tickets de Arena para ver a sus bandas favoritas estaban simplemente fuera de alcance. En cambio, obtenía su música en vivo de donde la pudiera hallar, en antros como el Parque Trasero. Había visto bandas en albergues, casas de arte, casas reformadas y casasretretes. Había visto músicos de blues en Chicago, músicos de jazz en Nueva Orleans y bandas de covers en Key West. Había visto tocar a bandas universitarias en garajes y a bandas de garajes en comunidades universitarias. Y en todo ese tiempo, nunca había escuchado una banda tan terriblemente mala como Scottso. Eso no era completamente cierto; había visto bandas cuya presunción era únicamente correspondida a la melodía emocional en sus voces. Como seguidor del rock clásico, había visto las consecuencias de los años de gritar hasta que las venas te saltaran en tipos como Robert Plant y Steve Perry, y el único consuelo de Dean en mirar a estos perdedores era que ellos, como Plant y Perry, pasarían sus últimos días con un serio daño vocal. Eso sería una bendición para la comunidad musical, especialmente porque las canciones que escribieron eran pésimas. 21

D Planta con forma alargada y flores cilíndricas.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 68 Pero esas bandas no le molestaban tanto a Dean porque la única música que estaban arruinando era la propia. Seguro, ellos tocaban por basura, pero de cualquier modo, estaban tocando basura, así que no importaba. Scottso, por otro lado, estaban haciendo versiones de algunas de las canciones favoritas de Dean: “Cocaine,” “Ramblin’ Man,” “Rock On,” incluso, que Dios lo ayudara, “Freebird.” Y estaban destrozándolas y sacando lo peor de ellas. Comenzó con el baterista. El único hombre de pelo corto en la banda, cambió el tiempo de los compases, siguió errándole a los platillos, y tenía esa tendencia irritante de hacer un rim shot 22 entre canciones, sin importar que alguien dijera o no algo gracioso. Como si eso no fuera lo suficientemente malo, también vestía unos shorts púrpura y una camiseta verde vómito. Como la mayoría de los bajistas, éste tenía la presencia escénica de una secoya 23 muy aburrida. Se mantenía firme, usando una camiseta negra, chaleco negro, jeans negros y botas de vaquero negras. Su cabello casi-negro estaba alisado hacia atrás y se extendía pasando sus hombros. Un cigarrillo sin encender colgaba de su boca. La única razón por la que Dean sabía que estaba vivo era porque sus dedos se movían por las cuerdas. Además, de vez en cuando se inclinaba entre una canción y otra para beber un trago de su cerveza, sin quitarse el cigarrillo, por alguna razón. Una buena banda tenía una sección rítmica que fusionaba con todos, bajo y batería alimentándose mutuamente y proporcionando la base para el resto de los instrumentos. Scottso, sin embargo, no era una buena banda. Dean ni siquiera estaba seguro de si el bajista y el baterista estaban en el mismo planeta. Mucho menos tocando la misma canción. El tecladista era el único aparte de Manfred con serias partes grises en su cabello, y también el único del conjunto de pelos largos que se lo había atado en una cola de caballo, lo que acentuaba lo mucho que había perdido en la coronilla. Las luces del bar brillaban intensamente en su calva. Hizo un trabajo increíble en armonizar las notas de las canciones sin demostrar ningún sentimiento alguno. No era que hubiese hecho algo malo, de hecho, era mejor manteniendo el tempo que la sección rítmica, pero sólo que era un desalmado tocando las notas. Las mejores bandas de covers hacían una o dos cosas: algunas hacían las canciones viejas a su modo, otras recreaban perfectamente la experiencia original. Estos tipos estaban a medio camino de lo último ya que no hacían mucho por recrear ni imitar. Y en eso, el tecladista era ligeramente bueno. Después estaba Manfred Afiri, un hombre a quien Dean había respetado justo hasta que abrió su boca en el escenario del Parque Trasero. No es que desafinara. 22 23

Sonido que se utiliza en algunos shows humorísticos para acompañar a las bromas. Especie de árbol.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 69 Alcanzaba las notas… aunque en algunas, se las arregló para arruinarlas un poco. Pero no tenía poder, no tenía energía, ni alma ni corazón. Demonios, si no fuera por el micrófono, Dean dudaba que hubiese sido capaz de escuchar el canto de Manfred, lo cual, pensándolo bien, hubiese sido una bendición. Dean fue a la barra por, digamos, su sexta cerveza (había perdido la cuenta, sabiendo solamente que no había obtenido lo suficiente) y esta vez esperó conseguir a la camarera bonita en vez del tipo canoso. Normalmente, habría esperado a que la chica bonita estuviera disponible, pero Scottso había puesto la adquisición de alcohol en la cima de su lista de cosas por hacer. Ambos camareros estaban ayudando a la gente, así que se abrió camino entre una pareja que se estaba besando en una de las sillas de un lado, y del otro, dos chicos que tenían aspecto de ser de fraternidad. Observó la oscura barra de madera, que parecía que medio universo le había rayado algo en el transcurso de los años. La chica dio a los dos chicos de fraternidad un par de bebidas afeminadas que hicieron que Dean los retirara instantáneamente de su perspectiva visual. Luego ella se acercó a él. De hecho, la “chica” parecía estar a finales de los treinta, pero era bastante atractiva. Su cabello castaño estaba recogido en una cola de caballo, dejando ver su rostro agradablemente redondo. Tenía unos ojos muy pequeños, Dean no pudo distinguir su color en la tenue luz de la barra, y unos labios muy gruesos a los que les dio un ocho sobre diez en su escala personal de besabilidad…. quizás un 8.5. Como el otro camarero, que era un tipo alto y escuálido en sus cincuenta, vestía una camiseta negra con un dibujo del exterior del club en rojo. A diferencia del otro camarero (quien la usaba como una camiseta sin mangas para mostrar los músculos, y enserio, realmente no debería hacerlo) ella la vestía bien y ajustada, y tenía las curvas para que resaltara perfectamente. “¿Otra cerveza?” Habló con un acento bastante marcado, lo que imaginó que sería de la zona. Todo lo que sabía sobre los acentos de Nueva York era cómo hablaban en ‘Policías de Nueva York’, y ella sonó parecido a eso. “Sí, otra Brooklyn.” Uno de los puntos a favor del Parque Trasero era que tenían Brooklyn rubia de barril. Dean había bebido la última durante un trabajo en Pittsburgh, y se dio cuenta de que la había extrañado; además, era conveniente beberla finalmente en su ciudad natal. Pero las ganas de cambiar a tequila eran fuertes. Ella agarró un vaso limpio y comenzó a servir la cerveza con habilidad, sosteniendo el vaso en el ángulo correcto, sin siquiera mirar. “No te he visto por aquí antes.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 70 Sin dejar pasar nunca una oportunidad, él dijo: “Mi primera vez. Mi nombre es Dean.” “Jennifer.” Con su acento, la última sílaba fue más ‘fa’ que ‘fer.’ “Y estoy impresionada. No tenemos mucha novatos, ¿sabes?” “Somos amigos de Manfred, en realidad; de fuera de la ciudad.” “Entiendo.” Terminó de servir la cerveza con una mano, sujetó una servilleta con la otra, la colocó en la vieja barra de madera y puso con cuidado la cerveza sobre la servilleta. “Como dije, no hay muchos tipos nuevos.” “La mayoría son habituales, ¿eh?” Jennifer asintió. “Es bueno ver una cara nueva.” Dean tomó un sorbo de su cerveza y dijo: “Bueno, es aún mejor ver la tuya.” “Son cinco dólares por la cerveza.” Asintiendo, Dean dijo: “Claro,” y le dio diez. Ella fue hacia la caja registradora, dándole la oportunidad de ver que sus vaqueros eran incluso más ajustados que la camiseta, y aunque quizás sus caderas eran más anchas de lo que él en general prefería, en ella quedaban bien. Se acercó a él y le dio los cinco. Él dejó cuatro de ellos en la barra. “Gracias.” Ella ladeó la cabeza. “Gracias a ti. Especialmente porque a Harry sólo le dejaste un dólar de propina.” “Es más divertido observarte a ti que a Harry.” Jennifer hizo un ruido como el de una tubería rompiéndose. “Vaya, eso espero.” Al fin Scottso terminó “Freebird,” y luego Manfred dijo: “Vamos a tomar un pequeño descanso.” “Gracias a Dios.” Murmuró Dean mientras comenzó a sonar “Brown Eyed Girl” de Van Morrison en los parlantes del bar. Una de las cejas de Jennifer se alzó velozmente. “¿No te gusta la banda?” “Um… pues, el guitarrista es bueno.” “Sí, Aldo sabe lo que hace.” En realidad, él estaba diciendo la verdad: el guitarrista era el único punto brillante. Sobre recrear riffs del estilo de Eric Clapton, Jimmy Page, Gregg Allman y Ritchie Blackmore, se las arreglaba brillantemente. Sus solos habían sido la

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 71 única parte agradable de lo que de otra manera hubiera sido una pésima experiencia musical. Es una pena que esté atascado con estos otros perdedores. Frunciendo el ceño, Jennifer dijo: “Creí que habías dicho que eras amigo de Manfred.” Maldición. “Bueno, sí, pero… digamos que solía cantar mejor.” La tubería rota otra vez. “Manfred ha estado cantado en este bar desde que tengo memoria, y nunca pudo cantar un carajo. Y de eso ya son diez años.” Dean se rió, aliviado. “Supongo. Estaba tratando de ser amable.” “Además, tú no lo podrías haber escuchado diez años atrás, si tenías, ¿cuántos? ¿Doce?” En tono defensivo, Dean dijo: “Diecisiete, en realidad.” Hablando en su tono más sincero, añadió: “Lo que no puede ser mayor de los que tenías en ese tiempo, así que ¿qué demonios hacías rondando por bares?” “Muy lindo, Dean, pero tengo comida en el congelador más vieja que tú. Ahora, aprecio la propina y los cumplidos, pero si quieres intentar ligar con alguien, aquí hay alrededor de una docena de chicas con las que podrías conseguir algo.” “Na.” Dean bebió otro sorbo de su cerveza. “Cualquiera que venga aquí es porque probablemente le guste la música, y eso es simplemente algo con lo que no puedo lidiar. Tú, al menos, sé que no estás aquí por elección,” Esta vez, ella se rió. “Bueno, ya era la maldita hora. Estaba empezando a creer que los músculos de tu sonrisa no funcionaban.” “Muéstrame una camarera que sonría, yo te mostraré una camarera miserable.” Y luego sonrió. “O una camarera con la que está coqueteando un niño guapo.” Dean sostuvo su vaso en alto como si fuera a brindar. “Gracias.” “Y honestamente, ya ni siquiera escucho la música. He estado haciendo esto por mucho tiempo.” “En ese caso, Jennifer, te envidio.” Sostuvo el vaso de nuevo, pero esta vez bebiendo más cerveza. Ella sacudió su cabeza. “No eres como la mayoría de los amigos de Manfred, puedo asegurarte eso. Por un lado, no tienes suficiente cabello.” Pensando en Ash, Dean tuvo que sonreír. “Sí, puedo verlo.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 72 “Disculpa, debo ayudar a alguien. Si necesitas algo, sólo pídelo, ¿ok?” Dean ni siquiera había notado a la persona que se había acercado a la barra. Jennifer fue a tomar su pedido que aparentemente era para una mesa entera. “Sí, no hay problema.” Había flirteado con camareras en el pasado, y sabía que sólo podías hacerlo de a poco o no podrían hacer su trabajo. Los camareros viven de sus propinas, así que sabía que lo mejor no era hacer la versión prolongada de su metodología. En cambio, iría por el efecto gradual. Cuando acabara su cerveza, volvería, pediría otra y averiguaría qué música sí le gustaba. Cierto, ella era mayor de lo habitual, pero también era bonita e inteligente, y no parecía interesada en nada más que recibir sus cumplidos… y la propina. Dean decidió tomar eso como un desafío. Comida en su congelador, un carajo. Además, necesitaba algo para distraerse de la música. Con su plan en marcha, Dean regresó hacia la mesa trasera donde Sam y él estaban sentados. El Parque Trasero tenía varios rincones y grietas. Cuando entrabas por la puerta principal, la barra estaba contra la pared de tu lado derecho. Justo en frente de ti, había un grupo de mesas pequeñas y sillas, y a la izquierda, había un sector elevado con mesas altas y taburetes. Yendo hacia atrás, estaba el escenario con una pequeña pista de baile en frente de él. También había columnas a su alrededor, que las personas habían rayado aún más que a la barra, y les era fácil esconderse en las esquinas. Sin embargo, los parlantes no podían escapar de la música proveniente del escenario; inclusive si habías hecho como él y Sam, escogiendo la mesa del rincón del sector elevado, y el lugar más alejado del escenario que todavía pertenecía al dichoso bar. Sam estaba bebiendo una cerveza light (maldito peso liviano) y estudiando los rayones de la mesa. “¿Sabes que,” dijo mientras Dean se acercaba, “¿alguien en verdad escribió las palabras ‘Kilroy 24 estuvo aquí’? Creí que nadie haría eso en la vida real.” “Creo que estoy empezando a darme cuenta de quién es el espíritu,” dijo Dean mientras se sentaba en un taburete frente a su hermano. “¿De verdad?” Sam se sentó derecho. 24

Popular graffiti/pintada estadounidense de la Segunda Guerra Mundial. Contiene el dibujo de la cara de una persona mirando por encima de una valla. Se le atribuye a Jim Kilroy, quien durante la guerra había trabajado como supervisor en algunos astilleros en Quincy, Massachusetts. Para diferenciar las planchas de acero que ya había comprobado, escribía con pintura “Kilroy estuvo aquí.” La pintura perduraba una vez que los buques estaban acabados, y éstos se usaban para el transporte de tropas. De esa manera, el mensaje llegó a miles de soldados que se dirigían a la guerra.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 73 “Es el fantasma del DJ por el que después se nombraron. Está acechando a Manfred en el intento desesperado de hacer que dejen de profanar su buen nombre.” Sam soltó una risita. “Vamos, Dean, no son tan malos. Quiero decir, no son tan buenos, pero son una banda que hace versiones en un antro de Westchester County. ¿Qué esperabas?” “Amigo, ¿escuchaste lo que le hicieron a ‘Cocaine’?” Mostrando su total falta de apreciación de las buenas cosas en la vida, Sam dijo, “Como sea. Supongo que te tardaste un montón porque estabas coqueteando con la camarera.” Sonrió burlón. “Él no me pareció de tu tipo.” “Chico gracioso,” dijo Dean firmemente, al tiempo que bebía de su cerveza. “Na, esta vez conseguí a la chica. Su nombre es Jennifer, y tiene buen gusto en música. O al menos no le gusta esta música.” Echó una ojeada al escenario, donde varias mujeres estaban prácticamente arrojándose a los cinco miembros de la banda sin ninguna razón aparente, y añadió: “Lo que es más de lo que puedo decir de la mayoría de la población femenina de este bar.” Minutos después, Manfred se acercó con una chica bastante bajita colgando de él. Vestía una sudadera que decía universidad de IONA. “Hey, amigos, ¿se están divirtiendo?” “Lo estamos pasando genial.” Se apresuró a decir Sam. “Es un lugar agradable.” “Sí, amo este garito.” La chica le dio un codazo a Manfred en las costillas. “Freddie, preséntame.” “Oh, lo siento, nena. Sam, Dean, esta es Gina.” “Janine,” dijo ella rodando los ojos. “Dios. Siempre te equivocas.” Dean Winchester había pasado la mayor parte de su vida fingiendo ser otra persona con motivo de cazar de manera más eficaz, y también había gastado mucho de ese tiempo cultivando una malditamente buena cara de póker, e incluso con todo eso, le tomó toda su considerable fuerza de voluntad no gritar. Sam, gracias a Dios, lo salvó hablando antes de que él dijera algo que los obligaría a buscar un hotel. “Es un placer conocerte.” “¡Gracias! ¿No es increíble la banda?” En una voz tensa, Dean dijo: “Esa no es la primera palabra que vino a mi mente, pero claro, sí.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 74 “Hey, escuchen, amigos,” dijo Manfred. “Tocaremos una vez más, después iremos a este lugar en Yonkers por unos tragos y a fumar uno o dos; el dueño nos deja, siempre y cuando nos quedemos atrás, no está bueno fumarse un cigarrillo estando afuera.” Dean estaba muy agradecido de que sólo estuviera hablando de cigarrillos. No creía que pudiera soportar a estos tipos drogados. “En fin, están invitados a unirse.” “Deberían venir,” dijo Janine. “Será divertido.” “¿Tú estarás?” Preguntó Dean. Janine dejó salir un largo suspiro y rodó los ojos otra vez. “Probablemente no. Mi estúpida madre.” “No te burles de tu madre nena, es la mejor prima que tengo.” Los ojos de Dean se agrandaron. “¿Prima?” Respiró con alivio, porque la idea de que esta joven, quien no podría ser mayor que Sam, estaba abrazando a Manfred por razones sexuales, lo llenó de un ligero sentimiento de náuseas. Pero podía vivir con el simple afecto familiar. “Sip. Mi tío Freddie es el mejor.” Se soltó de Manfred y dijo: “Tengo que hacer pis. Fue tan genial conocerlos chicos.” Con eso, salió volando a los baños en la parte de atrás. Manfred sonrió casi enseñando los dientes. “Es una pistola, esa niña. Aunque detesto cuando me llama ‘Tío Freddie,’ me hace sentir viejo.” Le dio una palmada a Dean en el hombro, forzándolo a resistir el impulso de golpearlo. Recuerda la colección de discos. “Me alegra que se estén divirtiendo chicos.” Luego Manfred miró hacia arriba y vio a alguien. “¡Oye, Aldo, ven aquí!” Dean hizo una mueca por un segundo, hasta que se dio cuenta que Manfred le había gritado al guitarrista. Aldo, quien tenía el cabello igual de largo que Manfred, pero de un estilo un poco más cuidado, y todavía todo castaño oscuro, se acercó con una gran sonrisa debajo de una nariz bastante larga. “Hey, ¿qué tal?” “Aldo, estos son los amigos de Ash de los que te estaba hablando. Sam y Dean Winchester. Estos tipos son un par de pistolas.” Sonriendo, Aldo dijo: “Creí que los Winchester eran rifles.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 75 Dean le dio una simpática risita entre dientes. “Gracias. Y felicitaciones, eres la mil y una persona en hacer esa broma.” “¡Jo, jo, jo!” Dean casi se echa hacia atrás por el fuerte sonido de la carcajada de Aldo. De hecho, al lado de él, Sam saltó en su silla. “Esa es buena.” “Eh, gracias. Hey, escucha,” dijo Dean, agradecido por la capacidad de decirle esto al único miembro de la banda a quien no le estaría mintiendo. “Sonaste fantástico esta noche. Improvisaste muy bien.” “Bueno, gracias. Muy amable, Sam.” “Eh, yo soy Dean, él es Sam.” “Claro, es lo que dije, Dean. Así que conocen a Ash ¿eh?” “Sí, él…” “Ese es un loco hijo de puta,” dijo Aldo, sacudiendo la cabeza. “No sabría cómo mirarlo, él no fue a ningún Instituto Tecnológico de Massachusetts, ¿lo sabían?” Sam elevó una ceja. “Sí, creímos que eso era un poco raro, también. No puedo imaginar que él encajara tan bien allí.” “Demonios, yo no lo veo encajando en ningún lado, Dean.” “Soy Sam.” “Claro, eso es lo que dije, Sam. De todos modos, mira, me encantaría charlar, pero tengo que encargarme de algo, ¿sabes a lo que me refiero?” Movió sus cejas. “Mientras te mantengas alejado de Janine,” dijo Manfred con seriedad. “Sí, sí, sí,” dijo Aldo, poniendo su mano en frente del rostro de Manfred y encaminándose hacia la barra, donde comenzó a hablar con una mujer mayor. “Escuchen, tengo que ir a mear. Si necesitan algo amigos, háganmelo saber.” Antes de que Dean siquiera pudiese pensar en una respuesta, Manfred se marchó al baño. “Entonces,” dijo Sam al cabo de un segundo. “Lo que sea que esté pasando aquí, permanece muy bien oculto. No encontré ninguna frecuencia electromagnética en el bar, y ya he revisado las paredes, las columnas y esas cosas. Nada está saltando a la vista, ni hay ninguna clase de símbolo o signo.” Sonriendo, Dean dijo: “¿Estás seguro de que ‘Kilroy estuvo aquí’ no es una invocación?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 76 Sam le devolvió la sonrisa. “Probablemente no. De cualquier forma dudo que resultase; estoy bastante seguro que esta cosa está atada directamente a Manfred, incluso si está relacionado con la música.” “Bueno, deberíamos cubrir todas las bases,” dijo Dean, antes de tomar un sorbo de cerveza. Luego de tragar, continuó. “Sin más, revisamos todo esta noche, no tenemos que regresar mañana.” Aunque, pensó, si Jennifer está trabajando otra vez… “Por cierto, Dean,” dijo Sam luego de un segundo. “Estaba pensando que esta noche, después de que nos encarguemos del espíritu de Manfred, podríamos ir a revisar la casa en Webb.” “¿Por qué esta noche?” Preguntó Dean. “Quiero decir, probablemente tengamos las manos ocupadas con Casper el Fantasma Irritable. Además, ¿quién sabe cuánto tiempo estaremos bebiendo?” Sam le dio su mirada más seria y habló en un susurro. “Dean, si vamos a irrumpir en una casa, quiero que sea lo más tarde posible.” Dean consideró discutir, pero su hermano tenía razón. “Sí, ok, está bien, pero vamos a improvisar con el espíritu primero.” “Claro. Pero realmente espero encontrar algo, porque no había nada en Cambreleng. Oh, por cierto, me debes diez dólares.” “¿De qué?” “Dijiste que encontraría algo que la policía no hubiese encontrado. Revisé, y el lugar estaba limpio, demasiado limpio para una calle de Nueva York. La policía tiene todo.” Dean agarró su cerveza. “Sam, te dije…” “No tiene nada que ver con lo que están buscando, hombre. ¿Recuerdas lo que dijo Frieda en el zoológico? Que habían estado hablando con todo el mundo, desde policías a reporteros y abogados de la universidad. Esos eran estudiantes de Fordham que murieron, y eso significa que la universidad está en el modelo absoluto de Protege Tu Culo. Te garantizo que presionaron a los policías para limpiar esa escena del crimen casi por completo. No interesa si ellos piensan si es importante o no lo es. Cualquier cosa de esa escena está en algún laboratorio de policía.” Tragando todo lo que quedaba de su cerveza, Dean la apoyó sobre la mesa con un golpe seco. “Bien, tú sabes más sobre las administraciones universitarias y sus raros hábitos. Pero todavía debemos ir a inspeccionar la casa.” Pensó por un segundo. “La cosa es, que probablemente no hallemos nada.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 77 “Bien,” dijo Sam con una sonrisa de satisfacción. “Podría usar los diez dólares.” “No, lo digo en serio, Sammy, pensémoslo bien. No creo que esto sea para nosotros. Quiero decir, sabemos que el ritual es falso.” “¿Sabemos?” Dean observó a su hermano. Ahora había puesto su cara insistente. Dean odiaba la cara insistente, porque Sam sólo la usaba cuando estaba discutiendo con él. Lo contrario a cuando discutía con papá. Esa era siempre la cara enojada. “Por supuesto que sí.” “Porque papá lo dijo, ¿no? ¿Qué pasa si estaba equivocado? Quiero decir, él era el que nos decía que los vampiros no eran reales, pero en Manning, bingo, vampiros.” Sacudiendo su cabeza, Dean dijo: “Papá sabía de los vampiros, simplemente pensó que estaban extintos.” “El punto es, que no lo sabemos todo, Dean. Y papá sabía más que nosotros, pero él tampoco lo sabía todo. Quiero decir, este tipo Samuels sólo intentó hacer el ritual un par de veces antes de que fuese arrestado. ¿Cómo sabemos que no ha funcionado? ¿O que no lo hará?” “Vamos, Sammy, el ritual fue únicamente realizado por Samuels, él mintió acerca de dónde provenía, y nadie lo usó antes o después.” “Eso es lo que sabemos.” Dean le echó una mirada furiosa a Sam. “Ni siquiera está basado en algo, es sólo una gran estafa.” Sosteniendo sus brazos en forma de rendición, Sam dijo: “Bien, digamos que es falso. No podemos no hacer nada. Sabemos cuándo va a ser el próximo asesinato, y al menos tenemos una idea de dónde. Y las razones del por qué están pasando son sobrenaturales, y eso es lo que hacemos.” “No.” Dean miró a su hermano. “Cazamos monstruos reales, no falsos.” En voz baja, Sam dijo: “Yo diría que alguien que ha matado a tres personas y tiene intenciones de seguir matando, es un monstruo.” Dean suspiró, continuando el argumento fuera de lugar y con falta de voluntad para admitir que su hermanito tenía razón. “Podríamos simplemente contarle a los policías.” “¿Realmente piensas que nos creerían? La única manera de convencerlos sería explicándoles el ritual, y si le explicamos el ritual, pensarán que estamos

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 78 chiflados. Y luego pasarían nuestras descripciones por la computadora, y luego…” “Sí, sí, sí.” No necesitaba que le recordaran el hecho de que era El Más Buscado de América. Al principio pensó que era un poco divertido, pero la novedad se consumió una vez que aparecieron las consecuencias reales. “Voy a buscar otra cerveza. ¿Tú quieres algo?” Regresó la cara insistente. “Entonces, lo haremos ¿cierto?” “Sí, Sr. Preocupación, lo haremos. Revisaremos la casa esta noche, y mañana intentaremos localizar al Sr. Pym.” “Bien. Y voy a tomar otro Gin tonic.” Dean se detuvo, se volteó y miró fijamente a su hermano. “Amigo, no pienso pedir eso. Te traería un Destornillador, te traería un Whisky con refresco, mierda, te traeré un vaso de vino tinto, ¿pero Ginebra con maldita tónica? ¿Qué es esto? ¿Una obra maestra de teatro?” Sam se quedó mirándolo con la boca ligeramente abierta. “Me gusta el Gin tonic. ¿Qué? ¿Eso es un crimen ahora?” “Sí, en realidad.” Alzó sus manos. “Olvídalo, consigue tus propias bebidas delicadas. Yo voy por una cerveza.” Dicho eso, sujetó su vaso de cerveza vacío, bajó del área elevada y se abrió paso entre dos personas para ir del lado de Jennifer. “Has vuelto,” dijo ella con una ceja alzada. Dean notó que una gota de sudor brillaba en su frente. “Grande como la vida y dos veces más lindo,” dijo Dean con una sonrisa, haciendo una mueca al mismo tiempo. “Bueno, tú eres uno de esos, de todas formas,” dijo Jennifer con una sonrisa maliciosa, que hizo que a Dean le gustara. “¿Otra cerveza?” Él asintió. “Entonces debo preguntar… ¿qué clase de música te gusta?” Mientras servía otra Brooklyn rubia, Jennifer sacudió su cabeza. “No me preguntes eso.” Frunciendo el ceño, Dean preguntó: “¿Por qué no?” Jennifer se encogió de hombros, aunque su mano permaneció firme en el grifo. “Porque estás flirteando conmigo, y eso es muy dulce, y me está gustando un poco, y en el minuto en el que te responda esa pregunta, vas a salir corriendo.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 79 “Vamos, no puede ser tan malo,” dijo con una amplia sonrisa. “Quiero decir, no es que escuches boy bands o nada de eso, ¿no?” Luego de terminar de servir la cerveza, Jennifer fijó la mirada en él. Su rostro cayó. “¡No!” Apoyando la cerveza sobre la servilleta, Jennifer levantó la otra mano. “Puedo explicarlo, ¿de acuerdo? Tengo como veinte años demás para estas cosas, pero no pudo evitarlo. ¡Los amo! Las armonías, el baile… y maldición, son hermosos.” Señaló a Dean con un dedo acusador antes de que pudiera hablar. “No digas una bendita palabra, Dean, ya recibo suficientes críticas por esto de mis niños.” Eso pilló a Dean con la guardia baja. “¿Niños?” “Sí, una hija de diez años con una boca lista y un hijo de ocho con una actitud rebelde.” “Supongo que están en casa con su padre.” Jennifer se rió. “Dean, eres tan sutil como una explosión nuclear, ¿sabes eso? Na, soy lo que tú llamas una mamá soltera. Tengo una amiga que los cuida en las noches cuando trabajo, y yo cuido sus niños durante el día cuando regresan de la escuela hasta que ella sale de trabajar.” Se rió. “De hecho, mañana tengo que llevar a Billy a una práctica de fútbol.” Dean levantó la cerveza. “Una mamá futbolera regular.” “Exacto. Permiso.” Se fue a atender a otro cliente. Dean la observó marcharse, sorprendido de que le pareciera mucho más atractiva ahora que hace unos pocos minutos atrás. Lo que no tenía ningún sentido para él, ya que odiaba a las mamás futboleras. Por lo general prefería mujeres más jóvenes, no era un gran fan de los niños y despreciaba las ‘bandas de chicos’ con un fervor que normalmente reservaba para las criaturas demoníacas. Por supuesto, nada de eso cambia lo ardiente que se ve con esa camiseta. Luego de beber un largo sorbo de su cerveza, escuchó que Manfred decía: “Okay, amigos y señoritas, Scottso ha regresado.” Volteándose, Dean vio a los miembros de la banda recoger sus instrumentos y preparándose para tocar. La banda comenzó a tocar el inicio de ‘Rock On’ de David Essex. Tan pronto como escuchó el espantoso canturreo de Manfred al decir “Hey niño, rock and roll” para empezar la canción, Dean vació la mayor parte de su cerveza. “Hey, es Dean, ¿no?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 80 Girándose, Dean vio a Janine, aún llevaba puesta la sudadera de la universidad de IONA. Sólo que ahora Dean notó lo ajustados que eran sus vaqueros de cintura baja, y lo corta que era su sudadera. Tenía un aro azul en el ombligo que centelleaba en la débil luz de la barra. “Eh, sí… Janine.” “¡Lo recordaste!” Dejó de mirar a Dean para clavar la mirada en el área del escenario y dijo, justo cuando el baterista se descarriló por completo. “Dios, son tan buenos.” Dean decidió que simplemente no había suficiente cerveza en el mundo.

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Nueve Traducido por maka.mayi Shamrock Bar & Grill Barrio Bronx en Nueva York Sábado 18 de noviembre de 2006 lo largo de su vida, Sam Winchester había tenido muchas ocasiones de reflexionar sobre la naturaleza exacta del infierno. Criado más o menos cristiano (papá era sorprendentemente devoto, a fin de cuentas) Sam creía en Dios y en la mayoría de las cosas en que cría el promedio de blancos y cristianos estadounidenses. No iba a menudo a la iglesia el domingo, las únicas veces que había entrado en una iglesia en estos días era como parte de una investigación para una cacería, pero oraba todos los días. Y había leído la Biblia, tanto cuando era niño y otra vez cuando estaba en Stanford, tomando una religión comparativa de clase como una teología electiva. Pero la Biblia no era particularmente útil en el tema de lo que parece el infierno. En el Nuevo Testamento había un montón de cosas sobre el reino del cielo, aunque, de nuevo, las especificaciones se evitaron. ¿Era el infierno un lugar? La evidencia indicaba que así era, ya que los demonios tenían que venir de alguna parte. Y, al mismo tiempo que había visto su parte de inquietos espíritus que no podían seguir adelante, que eran una diminuta fracción del número de personas que en realidad había muerto, lo que significaba que la mayoría de la gente había seguido adelante, lo que implicaba que se fueron a alguna parte. Por supuesto, es posible que simplemente se desvanecieran en el éter, pero no podía creerlo. Después de todo, él sabía que había segadores 25, habían encontrado uno en Nebraska, y Dean había conocido a otro cuando estaba en el hospital después del accidente de tráfico, y su existencia le llevó a

A 25

Segadores: son los responsables de escoltar las almas fallecidas al más allá.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 82 creer que estaban preparando a los muertos para algo. Después de todo, si la gente simplemente va a desaparecer, ¿por qué molestarse teniendo segadores? Y luego estaban los demonios que se habían burlado de ellos. El del avión que le dijo cuánto estaba sufriendo Jess, y el demonio de la encrucijada que le había dicho algo similar a Dean de papá. Ahora, los demonios mentían, pero aun y as, era posible que hubiera algo de verdad en ello. Sam odiaba la idea de que Jess estuviera sufriendo en algún reino inferior raro sólo porque ella fue lo suficientemente estúpida como para enamorarse de él. De hecho, ese era el tema central de la mayor parte de sus oraciones diarias. Incluso si él sabía que había cierto lugar que se asemejaba al infierno del cual la gente como el pastor Jim hablaba siempre, tenía menos pruebas del cielo. Pero Sam había recibido una gran cantidad de esa clase de religión comparativa, que tomó por la misma razón que él tomó ‘Caza Americana’: quería ver cómo las personas en el mundo normal se refieren a lo anormal que ha formado parte integral de su vida desde que tenía seis meses de edad. Lo que más le intrigó era el concepto del yin y el yang del sistema de creencias del Este. Era imposible tener negro sin una cantidad igual de blanco, y había un poco de blanco en el negro y un poco de negro en el blanco. Lo había oído mejor expresado por un cantante de folk llamado Arlo Guthrie en un viejo álbum perteneciente a su compañero de cuarto del primer año de estudiante: “No se puede tener luz sin oscuridad para pegarla. No puedes tener una cosa sin la otra.” Así que si había un infierno, y Sam tenia evidencia convincente para indicar que existía, entonces tenía que haber un cielo. Pero aun así, siempre existía la cuestión de qué era el infierno. ¿Era de la forma en que lo describió Milton en el Paraíso Perdido, el hogar de los ángeles caídos que habían combatido con Dios y perdido? ¿Era el foso de fuego que muchos calvinistas retrataban en sus sermones cargados de azufre? ¿O era la vieja broma acerca de cómo el infierno es otra gente? Jean-Paul Sartre había encarnado en su obra Huis Clos, que el infierno eran tres personas encerradas en una habitación juntas. Aquí y ahora, en el bar Shamrock & Grill en Yonkers la noche del viernes, o temprano el sábado por la mañana, sin importar como se mire, Sam iba alrededor a la manera de pensar de Sartre, de que el infierno está atrapado entre Janine Molina y Dean. Janine al parecer había llamado a su madre, y después de que Manfred tomó el teléfono celular para decirle a su madre que él la llevaría a casa segura, ella estaba dándole permiso para unirse a ellos para beber y fumar luego del concierto. Dean tenía problemas conciliación con cómo lucia Janine, lo que Sam admitió libremente, era increíble, con su amor por la música de Scottso, lo que significaba que su hermano generalmente juguetón estaba tratando de evitar

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 83 ser atrapado en su telaraña. Así cuando ellos entraron, Dean se había asegurado de hacer que Sam estuviera entre él y Janine. Para colmo de males, Aldo se había sentado al otro lado de Dean, e inmediatamente encendió una conversación sobre el Impala: “¿Donde en el infierno conseguiste un Impala del sesenta y ocho en tan buen estado, Sam? “Bueno, es de Dean, y es del sesenta y siete.” “Es lo que dije. De todos modos, se ve fantástico.” Sonriendo, Dean había dicho: “Lo reconstruí yo mismo.” Eso comenzó a rodar el balón en una conversación en profundidad sobre el tema de motores, transmisiones, fluidos varios y diversos, y otras minucias sobre los coches que Sam tenía en cierto modo en la parte superior de su lista de conversaciones que aburren como la santa mierda, justo antes de que la música favorita de Dean y justo después de la vida sexual de Dean. Esto no habría sido tan malo, excepto que Janine, había sido bloqueada en su intento por sentarse a un lado de Dean, en vez decidió sentarse a su lado. En la luz más brillante del Shamrock, Sam pudo ver que sus grandes ojos eran castaños, y no habrían estado fuera de lugar en Bambi. De hecho, el nombre de Bambi no hubiera estado fuera de lugar en ella. Ella procedió a hablar con él… sobre Dean. “Entonces, ¿qué es lo que hace tu hermano para divertirte?” Varias respuestas poco caritativas volaron a través de la cabeza de Sam. Le gusta coquetear con las mujeres que se parecen mucho a ti y finge ser algo realmente impresionante y atractivo para poder meterse en la cama con ellas. Él y yo revisamos periódicos e internet en busca de fenómenos sobrenaturales que podamos cazar y destruir antes de que dañen a las personas. Limpia piscinas y juega al póker, que son las dos formas legales en las que ganamos dinero suficiente para realmente sobrevivir, dinero que sobre todo gastamos en basura de hoteles, alimentos basura, lavanderías, y gasolina para el Impala. Él pudo haber dicho alguna de estas cosas, lo que probablemente habría humedecido el ardor de Janine, también habría tenido el anillo de la verdad en virtud de ser realmente cierto. Pero Sam se estropeó. Una parte de él no quería humedecer un ardor que estaba volviendo loco a su hermano, y él trataba de volver a su hermano loco. Sin embargo, una parte de él quería que ella dejara de hablar de Dean ya.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 84 Finalmente, dijo sin convicción: “Tú sabes, podrías sólo preguntarle.” “¡Oh, no quiero interrumpir! Además, él está hablando con Aldo sobre coches. Así que no es lo mío. Todo lo que sé sobre los coches es que si se da vuelta a la llave se enciende y que si se pisa el freno se detiene.” “Sí,” dijo Sam con una inclinación de su cabeza, “eso es más o menos donde estoy.” Él tragó algo más de su cerveza. El Shamrock afirmaba ser de un auténtico pub irlandés, pero mirando alrededor a los muebles oscuros, las paredes raspadas, las sillas tambaleantes, las mesas desiguales, y la diversidad étnica de la clientela (para ingenio, no todos irlandeses), se veía muy parecido a todos los bares en el que él y Dean habían estado en todo el país. Lo único que lo hacía parecer un pub irlandés era que tenía Guinness y Killian de barril. Luego oyó las palabras musicales: “Tengo que ir a mear.” Era Aldo, levantándose de su silla después de terminar su Coca-Cola. Por alguna razón, Aldo no bebía, y él era el único miembro de Scottso que no fuma un cigarrillo, tampoco. Pensando, Sam recordó que todos los miembros de la banda tenían cervezas con ellos en el escenario a excepción de Aldo, que sólo tenía agua helada. Dean había seleccionado a Aldo como el único competente en el grupo, y Sam se preguntaba si existía una correlación allí. Janine estaba fuera de su silla como un disparo y estaba sentándose junto a Dean casi al instante. “Hey, Dean,” dijo ella con voz soñadora. “Eh, hey, Janine.” “Así pues, ¿estas divirtiéndote?” Dean realmente se retorció en su asiento. Sam cubrió su enorme sonrisa bebiendo más cerveza. “Eh, sí, efectivamente, esto es muy… muy divertido. Oye, me preguntaba, ¿conoces a aquélla barman, Jennifer? “Sí. Ella es genial. Me cuidaba, y todavía cuida a mis hermanos. ¿Por qué?” Soplando un largo suspiro, Dean dijo, “Eh, nada, en realidad, yo sólo…” “Entonces, ¿qué te gusta hacer para divertirte?” “¿Divertirme?” Sam no pudo contenerse. “Sí, Dean ‘diversión’. Nueve letras, palabra que significa ‘disfrutar’”. “Gracias, Ask Jeeves,” murmuró Dean. “Yo, eh… me gusta escuchar música.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 85 Otro rodar de ojos. “Bueno, duh. Quiero decir, me lo imaginé porque estabas en el Parque Trasero. Tú sabes, ¿llegué a ver a Tull en el Carnegie Hall el año pasado? La rockearon.” Dean frunció el ceño. “¿Todavía están juntos?” “Dah. Por supuesto. Van de gira, como, todo el tiempo. E Ian Anderson, tiene como, mil años, pero todavía sigue dando cabriolas alrededor como…” Manfred apareció de la nada. “Hey, Dean ¿esta mi sobrina molestándote?” Sam sólo podía ver la guerra en la cara de Dean: ¿contarle la verdad o ser amable con el hombre en cuya casa estaban durmiendo? Este último se impuso, pero Sam lo podía decir estaba cerca de un final de foto. “No, ella es genial.” Los ojos ya grandes de ciervo de Janine se pusieron tan grandes como platillos, y juntó las manos entre las rodillas. “¿En serio?” Está bien, Sam pensó, esto es peor que estar sentado entre ella y Dean balbuceando sobre coches. Entonces escuchó una versión de hojalata de “China Grove” por los Doobie Brothers sonando a su lado. Mirando bien, se dio cuenta de que venía del bolso de Janine, que aún estaba en la silla a su lado. “Eh, Janine”, dijo, “Creo que ese es tú teléfono.” Ella rodó los ojos de nuevo. “Ignóralo. Probablemente es Mattie”. “¿Quién es Mattie?” Preguntó Dean. Manfred dijo: “Su ex.” Dejando salir una respiración dramática, Janine dijo, “¿Quién no se quedaría ex? Yo odio a los tipos que no se pierden y mueren por una respuesta. Oye, ¿tienes un teléfono celular?” Poco a poco, Dean dijo, “Eh, sí.” “Estoy pensando en conseguir uno nuevo. ¿Puedo ver el que tienes?” Encogiéndose de hombros, Dean dijo: “Está bien, supongo.” Lo sacó. Era un modelo bastante estándar de tapa, uno que se parecía a un setenta y cinco por ciento de los teléfonos que hay. Cuando Sam se había conseguido un Treo, prefiriendo tener el más avanzado y versátil teléfono que pudo, Dean se apegó mucho con el modelo más simple, y más común que requería el menor pensamiento de su parte.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 86 Ella lo agarró abriéndolo de un tirón y comenzó a presionar los botones. Dean se inclinó hacia adelante con nerviosismo. “Eh, escucha…” “Bonito teléfono.” Ella lo cerró y se lo devolvió. “Escucha,” dijo Manfred, “estaba pensando que puede ser que deseemos regresar a la vieja casa.” “Buena idea”. Dean casi se puso de pie cuando él se embolsó el teléfono. “Janine, fue estupendo conocerte, de verdad.” También poniéndose de pie, la cara de Janine cayó en un mohín adorable que sólo Sam sabía que Dean tenía que luchar para resistir. “Ay, ¿te vas? Vamos, Freddie, puede quedarse un poco más de tiempo, ¿pueden?” Manfred sacudió la cabeza. “Me temo que no, pequeña. Tengo que ir a dormir. No soy tan joven como solía serlo.” Dean agregó: “Y, eh, de hecho tenemos algunas cosas que tenemos que hacer esta noche antes de irnos a dormir.” “Bueno, volverán mañana por la noche, ¿verdad?” preguntó Janine con seriedad. Esto tiene que ser bueno, pensó Sam, drenando su cerveza. “Probablemente no.” “Estaba esperando que pudiéramos llegar a conocernos,” dijo ella, moviéndose un poco más cerca de Dean. Luego se iluminó. “Oye, llámame, ¿de acuerdo? Puse mi número en tú teléfono; llámame a cualquier hora, día o noche”. “No hay problema,” dijo Dean. Todos se despidieron; Robbie, el tecladista, se comprometió a dejar a Janine en casa, y luego los tres se fueron a la municipal a lo largo de la calle del bar. A esta hora el parking era gratis, pero había parquímetros que debían ser pagados durante el día. Tan pronto como llegaron al coche, Dean dijo, “Sólo cállate, Sammy.” “No he dicho una palabra, Dean. Aunque si dijera una palabra, esa palabra sería, 'Wow, no puedo creer que cayeras en el truco de puedo-ver-tu-celular’.” Dean azotó la llave con rabia en el contacto y encendió el auto. “Esas fueron al menos una docena de palabras.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 87 “Bueno, todavía no puedo creer que cayeras en eso. ¿Y cuál es la gran cosa, de todos modos? Estaba loca por ti, hombre.” Él se echó hacia atrás, juntando las manos detrás de la cabeza. “Estaba sintonizada con Dean-TV.” Dándose la vuelta para retirarse de la plaza de aparcamiento, Dean dijo: “Te mataré con mis manos.” Soltando las manos, Sam dijo: “En serio, Dean, ¿cuál es la gran cosa con ella? Quiero decir, te he visto andar con chicas mucho más jóvenes.” “Sí, pero todas tenían gusto.” Sam murmuró: “Eso es discutible.” Dean se retiró del estacionamiento y fue al camino detrás de Manfred en su cuatro por cuatro, y a continuación, le siguieron en diversas calles de nuevo que Sam tenía dificultades para seguir en la oscuridad hasta que terminaron en la 248 y en frente de la casa. No había plazas que encontrar, y Manfred solo aparcó más adentro en el camino de entrada de modo que el Impala pudiera caber detrás de él. Una vez que estuvieron aparcados, se encogieron de hombros dentro de sus abrigos; sí, hacía frío a las dos y media de la mañana en noviembre en el Bronx, pero necesitaban la libertad de movimiento, y los tiraron en el asiento trasero. Dean abrió el maletero y sacó dos escopetas, una para cada uno. Sam tomó la suya inmediatamente y la abrió para asegurarse de que ambos barriles estuvieran llenos. Caminando por el sendero de entrada, Manfred miró las dos armas con más de un poco de aprensión. “¿Eh, muchachos?” “Está bien,” dijo Sam rápidamente. “Estas tienen municiones de sal”. “¿Piedras salinas? ¿Qué, quieren asegurarse de que el fantasma no resbale sobre el hielo?” Sam cerró la escopeta con un golpe de presión. “Los espíritus son vulnerables a la sal. Los disipa.” Manfred frunció el ceño. “¿Qué significa eso de que, ‘los disipa’”? “Significa que se van por un tiempo.” “No quiero que se vaya por un tiempo, quiero que se vaya.” Dean cerró el maletero. “Sólo hay una manera de hacerlo y es encontrar el cuerpo al que pertenecía el espíritu, salarlo y quemarlo.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 88 “Una vez más con la sal.” Manfred sacudió la cabeza. “Está bien, lo que sea, hombre, sólo saquen esa maldita cosa fuera de mi casa.” “Eso es lo que hacemos. Vemos al fantasma esta noche, lo arruinamos con la sal, averiguamos quién es, salamos y quemamos el cuerpo de la persona al que pertenecía. Nada más.” Manfred miro un segundo. “¿Ustedes muchachos hacen esto todos los días?” “No todos los días,” dijo Dean. Sam añadió: “Sólo la mayor parte de ellos.” Empezaron a caminar hacia el porche delantero. Sam puso una mano sobre el hombro de Manfred. “Tal vez sea mejor que te quedes aquí.” Manfred dudó y luego dijo: “Sí, probablemente.” Él se rió entre dientes. “¡Carajo!, no he estado quedándome en la casa cuando veo esto de todas maneras.” Dejando a Manfred apoyado en el Impala, Dean y Sam se abrieron camino lentamente hacia la puerta principal, con las escopetas en una posición lista. Tan pronto como se movieron, el cuerpo de Sam se fue en piloto automático, los ejercicios que papá había trabajado con ellos tanto tiempo cuando eran niños salían tan fácilmente como respirar. Dean se quedó atrás, mientras que Sam se movió por el porche, Dean mantuvo un ojo en la puerta mientras el lo hacía, a continuación, pasaron a la puerta. Por supuesto, la puerta principal estaba cerrada. Habían estado de pie junto a Manfred cuando él la cerró. Dean se volvió hacía Manfred y pronunció la palabra ¡Llaves! Manfred frunció el ceño, y pronunció la palabra ¿Qué? Sam suspiró. “Llaves,” dijo Dean en un susurro intenso. La bombilla se apagó sobre la cabeza de Manfred. “Oh, ¡está bien!” Buscó en el bolsillo de sus pantalones vaqueros, tiró de un llavero enorme, y la lanzó hacia el porche. Aterrizó un metro cerca delante del porche, arrastrándose en el camino de hormigón. Dean dejó escapar un silbido entre dientes y saltó del porche para agarrar las llaves. Sam vio que las llaves estaban todas etiquetadas: Casa, Coche, Garaje, Locker, y así sucesivamente. Haciendo cuenta de las diversas sustancias que

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 89 Manfred había bebido, ingerido, y fumado en su tiempo, las etiquetas en las llaves tenían sentido. En primer lugar, Dean trató con una de las etiquetadas como Casa, que no entró, pero la segunda sí. Se desbloqueó el botón del fondo. La primera con la que intentó era de la parte superior de bloqueo que estaba junto a la pequeña vidriera de la ventana. La puerta se abrió hacia adentro, y Dean la dejo ir. Crujía, sonando penosamente como la puerta delantera en cada casa embrujada de las películas. John Winchester había sido un buen entrenado marine, y les enseñó bien a sus hijos. Se movían en formación adecuada, Dean iba lentamente primero con Sam cubriéndolo, a continuación, Sam iba por delante con Dean cubriéndolo, y así sucesivamente a través del vestíbulo. La casa lucía más o menos igual que cuando la habían dejado. Entonces el traqueteo comenzó. Mirando alrededor, Sam vio que los carteles enmarcados en las paredes del pasillo vibraban, el metal de los marcos golpeaba contra las placas de yeso. Varios de los objetos en la mesita de la sala se cayeron. Echando un vistazo a su izquierda, vio que los discos que Dean había dejado tirados en el piso ahora bailaban por el suelo, y las cosas en la mesa de café también se estaban cayendo. Algunos de los CD’s se cayeron de sus estantes, los joyeros se abrieron. Lentamente, Sam avanzó hacia la cocina, con la escopeta en la posición lista, Dean cubriéndolo con la escopeta levantada. Se le ocurrió a Sam que nunca se enteraron de a cual habitación Manfred tenía que entrar antes de que el espíritu se manifestara. Ahora, sin embargo, no era el momento de salir y preguntar. Mientras se trasladaban a la cocina, Dean acunó la escopeta con un brazo y sacó el MCE 26 con la otra. Se encendió como un árbol de Navidad. No es que necesitaran confirmarlo, ya que la casa se estaba comportando como si estuviera en una línea de falla. Que era casi imposible, sin embargo, la casa estaba construida sobre roca sólida. No había sótano, incluso el cuarto de lavado, el cual Manfred les había dado uso gratuito, estaba situado en un rincón de la cocina. 26

Medidor de Campo Electromagnético.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 90 Lo comprobaron después de que acabaron con la cocina, pero aún nada. La lavadora y la secadora estaban traqueteando como si estuvieran encendidas, pero ambos diales de las máquinas estaban en la posición de apagado. Regresaron por el pasillo a la sala de estar, donde más artículos se habían estrellado contra el piso. Dean hizo una mueca cuando pisó los vidrios quebrados del marco del poster de la Isla de Wight. Todavía no había manifestación física del espíritu, sólo la casa temblando y… “¡Ah-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-jaja!” No importa cuántas veces Sam se encontrara con ruidos repentinos en su vida, y pensaba que se encontraba con más en un mes promedio que la mayoría de la gente lo hacia en la totalidad de su vida, su corazón aún daba un vuelco cuando sucedía. Sólo un latido, sin embargo. Tan pronto como oyó la carcajada, se puso en una rodilla, con la escopeta plantada. Pero todavía no había manifestación física. El cacareo se desvaneció y la misma voz comenzó a cantar las palabras “¡Ámame!” una y otra vez. Sam miró a Dean. Sin ningún signo o indicación facial, Sam sabía que su hermano estaba de acuerdo con que debían revisar arriba a continuación. Dean subió primero, Sam de pie en la base de las escaleras, con la escopeta levantada. Una vez que llegó arriba, Sam lo siguió. Aprovechando sus largas piernas, subió dos escalones a la vez. La casa seguía temblando, y el cacareo estaba mezclado con las exhortaciones de ser amado. Manfred había colgado fotos en las paredes de personas que Sam suponía que eran familia, y algunos de ellos habían caído hasta el piso. Otros se sacudían en los clavos que los mantenían a los paneles de la pared. “¡Ámame!” Sam se dio la vuelta y vio el rostro de una mujer con cabello rubio teñido que estaba volando en todas direcciones (y no podía dejar de pensar que era un poco ridículo que el espíritu de la mujer tuviera un medio de trabajo) así como un cuerpo, pero no discernible de brazos y piernas. Sus hombros y caderas sólo se desvanecían. Ella flotaba por el pasillo hacia él y Dean, su boca amplia con su cacareo, su mirada lucía un tanto demencial. Su completa forma también era transparente, lo que no era cierto en todos los espíritus, pero éste apenas tenía sustancia alguna. Un montón de espíritus, especialmente los enojados, podían

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 91 manifestarse físicamente, pero esta mujer parecía centrar la mayor parte de su energía ectoplasmática en reír y querer ser amada. Justo antes de que disparara su escopeta, Sam notó que la camiseta tenía algún tipo de diseño funky. Las rondas de rocas de sal hicieron su trabajo. Tan pronto como la sal golpeó su forma, comenzó a disiparse, las características se dispersaron en todo el pasillo hasta que nada quedó. A pesar de que los ecos de su último grito de “¡Ámame!” sonaban a lo largo de la antigua casa, el interior había dejado de temblar, y una vez que el eco se desvaneció, se hizo el silencio. Dean miró a Sam. “¿Qué diablos esta haciendo un espíritu usando una camisa de ‘rÿche’?” Sam frunció el ceño. “¿Qué es una camisa de rike?” De inmediato lamentó haberlo preguntado, ya que Dean le dio su mirada de disgusto, lo que significaba que él había cometido el error de profesar su ignorancia sobre la música que Dean adora. “¡Amigo! Queensrÿche 27. Ellos hicieron Operation: Mindcrime, que es sólo el mejor álbum de concepto alguna vez creado.” Sin poder ayudarse a sí mismo, Sam dijo: “Son los que tienen la diéresis en la y, ¿verdad? ¿Cómo se pronuncia eso, exactamente?” “Muérdeme, Sam”. “Y no me di cuenta que había algún buen álbum conceptual.” “¿Discúlpame?” Dean ladeó la cabeza, con la boca colgando ligeramente abierta. “Tommy, Thick as a Brick, Diablos, el Lado Oscuro de la Luna, por el amor de Cristo, ellos son…” Al darse cuenta de que había molestado lo suficiente a su hermano, Sam dijo: “¿No deberíamos decirle a Manfred que es seguro entrar en su propia casa?” Dean parpadeó. “Bien.” Sin ninguna otra palabra, se trasladó de nuevo a las escaleras. Sam lo siguió después de una pausa para reírse de la forma en que burlarse de Dean podría ser fácil a veces, por lo que Dean ya estaba en la puerta cuando llegó a la parte inferior. 27

Es un grupo de metal progresivo estadounidense creado en 1981 en Bellevue, (Washington), cerca de Seattle.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 92 Manfred y Dean entraron juntos unos pocos segundos más tarde. “¿Están seguros de que es seguro?” preguntó Manfred, sin emitir el más mínimo convencimiento. Dean miró a su alrededor en la casa. “¿Escuchas alguna risa? ¿Alguien te pide que la ames?” Después de ver por todas partes, y poniendo en realidad una mano en su oreja, Manfred finalmente dijo: “No” “Probablemente volverá mañana por la noche, pero por esta noche, es seguro.” Manfred miró a Dean. “¿Así que la dislocaron?” “Disipamos, sí.” Sacudiendo la cabeza, Manfred dijo: “Hombre, necesito un toke 28.” Entró en la sala de estar, caminando hacia el aparador. Mientras las botellas polvorientas de alcohol se apilaban al azar en la parte superior del mismo, al lado había dos puertas con cerraduras, una llave maestra saliendo de una de ellas. Manfred le dio vuelta a la llave, abrió la puerta y metió la mano en ella, sacando una bolsa Ziploc llena de hojas verdes y una caja amarilla. Los hermanos intercambiaron una mirada, se encogieron de hombros, y pusieron sus escopetas cuidadosamente contra la pared del pasillo antes de unirse a Manfred en la sala de estar. Manfred estaba sentado en el sillón, apoyándose hacia adelante mientras él ponía algunas de las cosas sobre la mesa de café en el suelo, al lado de las cosas que el espíritu había dañado a fin de despejar el espacio para él poner su cigarrillo. Sam y Dean se sentaron en el sofá perpendicular a él. En una voz suave, Sam dijo: “Lo siento, Manfred, pero tenemos que hacerte unas cuantas preguntas.” “Que, ¿ahora?” Manfred no levantó la vista. “En realidad, la vimos,” dijo Sam. En ese momento, Manfred levantó la vista. “¿En serio? Woa.” “Era una chica,” dijo Dean, “con cabello rubio…” “Teñido,” agregó Sam. “Exacto, teñido, con una nariz aguileña, y vestía una camisa de Queensrÿche. ¿Te suena de algo?” 28

Se refiere a fumar Cannabis (droga).

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 93 Manfred se encogió de hombros. “¿Sabes cuántas mujeres en camisas de ‘rÿche veo todo el tiempo?” Él terminó con cautela dando vueltas a su cigarrillo. Dean le preguntó: “¿Alguna vez has traído a alguna de ellas a casa?” “Tal vez.” Manfred se encogió de hombros de nuevo, después buscó en el bolsillo de su chaqueta de cuero, que tuvo sin embargo, que despegar después de venirse afuera, y sacó un encendedor. “Honestamente, traigo muchas mujeres a casa, desde el Parque Trasero, de otros lugares… Cristo, ni siquiera puedo recordar la semana pasada, ¿esperas que recuerde eso?” Y entonces, para acentuar el punto, dio una calada a su cigarro. Dean miró a Sam. Sam solamente le respondió de hombros. “¿Quieren una calada?” dijo Manfred en una voz más suave, soplando el humo por la boca. “No, gracias.” Sam se puso en pie. “En realidad, tenemos algunas cosas de las que ocuparnos esta noche.” Manfred sonrió. “Pensé que estaban diciendo que se apartarían a Janine.” Dean realmente parecía avergonzado. “Sí, sobre eso…” Alzando una mano, Manfred dijo: “No te preocupes, Dean. Ella coquetea con cualquier cosa que se mueva. Si tú te apareces mañana en la noche, te acosará otra vez. Si no te presentas, olvidará todo acerca de ti.” Sam miró a Dean, que continuaba sentado en el sofá. “Caramba, no conocemos a nadie así, ¿o sí, Dean?” Mirando hacia arriba, Dean lo fulminó con la mirada, entonces también se levantó del sofá. “Sí, realmente tenemos algo de lo que nos tenemos que encargar.” “¿Se llevaran el coche?” Preguntó Manfred después de tomar otro toke. “Eh, sí.” “Groovy, hombre. Sólo estacionen detrás de la camioneta cuando vuelvan.” Dean sonrió. “Gracias”. Golpeó a Sam en el pecho con la palma de su mano. “Vamos arrancando, Sammy.” Salieron al Impala y recuperaron sus chaquetas desde el asiento trasero. Sam aún tenía las llaves, y Dean no había mostrado ningún interés en conducir más

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 94 en esta ciudad, ni Sam tenía ningún interés en escuchar a Dean, mientras lo hacia, por lo que Sam se metió en el lado del conductor. Conducir hacia Webb y 195, tomó muy poco tiempo a esta hora tan tardía. Había otros coches por la carretera, especialmente una vez que salieron de Riverdale y condujeron por Broadway hasta la Calle 225 Oeste, que se convirtió en Kingsbridge Road, una vez que se acercaron a la I-87. Por desgracia, Sam creía que seria más fácil encontrar estacionamiento en la noche pero resultó ser un tonto. “No lo puedo creer,” murmuró. “Mira a tu alrededor, Sammy,” dijo Dean. “La mayoría de estos son edificios de apartamentos, y no he visto demasiados estacionamientos. A esta hora de la noche todos están en casa dormidos, lo que significa que sus coches están aparcados. Al diablo, sólo estaciónate en doble fila.” Sam frunció el ceño. “¿No es ilegal?” “También lo es el allanamiento de morada, y eso es más o menos por lo que estamos aquí.” “Sí, pero somos buenos en B y E, y probablemente no seremos atrapados. Pero el coche estando sólo por ahí ilegalmente estacionado. Quiero decir, he visto toneladas de automóviles estacionados en doble fila durante el día, cuando estaba conduciendo alrededor, pero no he visto ni uno solo desde que salimos de donde Manfred. Vamos a destacar, es todo lo que estoy diciendo, y si algún aburrido poli del turno de la noche decide…” “¿Tienes una idea mejor, Sam?” Sam condujo el coche por Webb estacionamiento en Kingsbridge?” hacia Kingsbridge. “¿No había un “¿Es esa la gran calle por donde vinimos?” Preguntó Dean. Asintiendo, Sam dijo: “Vamos a tratar allí.” Tomando un giro hacía la derecha en Kingsbridge, Sam vio el estacionamiento, entonces a los tipos que estaban cobrando, por no mencionar el letrero que decía, LO SIENTO, LLENO. Con su cabeza entre las manos, y con los dedos frotándose la frente, Dean dijo: “Sam, estaciónate en doble fila.” Dejando escapar un largo suspiro, Sam dijo: “Sí, está bien.” Condujo por otro bloque, giró a la derecha, hizo una vuelta en U a su vez usando el camino de entrada de alguien, giró a la izquierda de nuevo hacia Kingsbridge, entonces fue a

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 95 la calle de un solo sentido, una vez más para llegar a la casa en la que el primero de los asesinatos inspirados en Poe se llevó a cabo. “Tengo una idea,” dijo Sam. La casa tenía un camino de entrada junto al mismo que estaba cerrada con llave. El camino de acceso era lo suficientemente amplio como para acomodar al Impala. Sam se detuvo como si fuera a estacionarse en paralelo. La primera vez, se dirigió un poco lejos, así que tuvo que empezar de nuevo. La segunda vez, entró en un ángulo demasiado ancho, así que tuvo que empezar de nuevo. Para el momento en que aparcó el coche con éxito, más o menos uniformemente, Dean parecía que estaba listo para mordisquear su propio brazo. Mirando a Sam cuando apagó el motor, Dean se acercó y tiró de las llaves. “Yo conduciré de regreso.” Sam sacudió la cabeza y se rió entre dientes; no era como si Dean fuera mejor estacionando en paralelo, y siguió a su hermano a la puerta de hierro forjado que bloqueaba el camino de entrada del frente en el que habían estacionado. Dean miró hacia la casa. “Lindo lugar. Estoy sorprendido de que no lo hayan vendido.” “Sí, bueno, el asesinato juega el infierno con los bienes raíces, ¿sabes?” Metiendo la mano en el bolsillo del abrigo por su ganzúa, Dean dijo: “Sí.” Se arrodilló y empezó a trabajar en el candado de la puerta. Después de unos treinta segundos de trabajo (lo que le pareció una eternidad a Sam, sintiéndose muy expuesto en la calle de la ciudad, incluso tan tarde en la noche sin ninguna señal de alguien) hizo clic abriéndose. Sam miró a su alrededor con nerviosismo, incapaz de evitar darse cuenta de que varias personas en los edificios de los alrededores tenían sus luces encendidas. Espero que ninguno de ellos esté mirando a la calle fuera de sus ventanas. Dean empujó la puerta para abrirla de forma rápida, algo que papá les había enseñado, las puertas metálicas hacen más ruido si las abres lentamente. Sam saltó hacia adelante y alcanzó la puerta antes de que chocara contra la casa. Los dos fueron hacia la entrada, Dean cerró la puerta detrás de él para que se viera normal. Sin embargo, no volvieron a cerrar el candado, por si necesitaban hacer una salida apresurada. Dean se arrodilló al lado de la puerta lateral y comenzó a trabajar en abrir esa cerradura. Pasaron varios minutos, y Dean no hizo progreso alguno.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 96 Susurrando con urgencia, Sam dijo: “Amigo, ¿puedes darte prisa?” “Es una cerradura dura, Sammy,” susurró Dean de regreso. “Y está oscuro. Además, lo artístico toma tiempo.” “Lo mismo sucede con la incompetencia. Vamos, Dean, he visto cómo consigues abrir puertas más rápido que esto.” “Esas puertas tenían malditas luces de porche, ¿de acuerdo? Sólo dame un segundo, creo que…” De repente, una luz brilló a la derecha de la cara de Sam. Mirando por la entrada a la fuente, vio una oscura figura que parecía sostener una pistola en una mano y en la otra una linterna. “¡Quietos, policía!”

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Diez Traducido por verittooo Quincuagésimo Precinto El Bronx, Nueva York Sabado18 de Noviembre de 2006

H

abían pasado varios años desde que la Detective Marina McBain había estado en Five-Oh 29 en el Bronx. Como la mayoría de los Departamentos de Policía de Nueva York, el Quincuagésimo precinto en el Bronx era un blanco edificio cuadrado, con algunas ventanas y una bandera estadounidense encima ondeando de un poste. McBain condujo su Saturn (su propio auto en vez de uno del departamento, ya que técnicamente estaba fuera de servicio ahora mismo) por Broadway después de bajar en Major Deegan en la salida de West 230. Giró hacia la izquierda en West 236, que había sido renombrada por el Oficial Vincent Guidice, un miembro que murió en el cumplimiento del deber una década antes. De hecho, su último viaje hasta aquí había sido para la ceremonia de cambio de nombre de la calle en 1999. McBain buscó desesperadamente un lugar donde estacionarse. Generalmente, la calle fuera de una comisaría tenía ángulo de aparcamiento, pero los policías nunca estacionaban sus autos prolijamente. Vehículos, tanto sin marcar como azules-y-blancos, se alzaban contra la acera en todos los ángulos imaginables, algunos de ellos en la misma acera. Eventualmente, sin embargo, McBain encontró un lugar para calzar su Saturn. Después de bloquearlo con el control remoto, avanzó hacia la puerta de cristal sucio de la comisaría, subiendo los cuatro escalones con montura de metal y a (Five-Oh) en EE.UU., jerga, los agentes de policía y / o una advertencia de que la policía se acerca. El origen proviene de la original serie de televisión Hawaii Five-O. Esto representa que Hawaii era el quincuagésimo estado. 29

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 98 través de las chirriantes puertas de madera hacia el área de recepción. El escritorio de información pública estaba vacío a esta hora de la noche, por lo que McBain lo pasó y hacia la izquierda, caminó por cerca de media docena de placas de esos oficiales caídos en el cumplimiento del deber (Guidice, el más destacado entre ellos). Allí, enfrentando la larga pared blanca con la insignia de Five-oh estampada en ella, estaba el escritorio principal, detrás del cual estaba sentado con aspecto aburrido el sargento del turno de la noche. Con el pelo en un corte militar, ojos pequeños apenas visibles bajo una surcada frente, una barriga que sobresalía por encima del cinturón de su arma, y con una placa de identificación que decía O’SHAUGHNESSY, el sargento estaba inspeccionando las páginas de deporte del Daily News. McBain podía oír una voz, no muy audible, en los altavoces de mala muerte debajo del escritorio. Ella supuso que era el distribuidor, y cuando se acercó escuchó códigos familiares, confirmando su suposición. McBain también notó el muñeco de Derek Jeter 30 sobre el monitor de la computadora. Estaba un poco torcido, y obviamente no estaba pegado al monitor, así que había buenas posibilidades de que perteneciera sólo a este sargento, que sólo lo mantenía afuera durante su turno. Además de su placa de identificación, su insignia, y los 50 prendedores de oro pegados a su cuello, él también llevaba puesto un, decididamente no-reglamentario, prendedor con el logo de NY del equipo de baseball de los Yankees de Nueva York. Si las cosas empeoraban y ella no podía conseguir que O’Shaughnessy la ayudara por vía amistosa, podría amenazarlo con reportarlo por estar fuera del uniforme. Sin levantar la mirada del papel, O’Shaughnessy dijo: “¿Puedo ayudarte?” “Entonces que piensas, ¿los Yankees van a vender a Johnson?” Eso hizo que el sargento levantara la mirada. “Joder, así lo espero.” Miró hacia McBain. Ella vio su rostro cambiar mientras él la miraba. Primero él vio su rostro de piel oscura y su cabello corto, y su desinteresada expresión dijo, mujer negra. Después trasladó la vista a su traje negro de negocios, que alteró su expresión a vago interés, ya que ahora era mujer negra que no parecía baba de la calle. Entonces vio el escudo de oro en su cinturón. Sólo entonces, él bajó el periódico y cambió su expresión a una de genuino interés, ya que ahora ella no era una mujer negra para nada, sino un miembro. “Nunca deberían haber comercializado con el hombre en primer lugar. Él no es un Yankee. Ni A-Rod 31.” McBain sonrió, sacando a relucir los conocimientos absorbido de sus compañeros detectives en la Desaparecidas. A ella no podía importarle menos ese o pero no sobrevives en la policía de Nueva York cargada 30 31

de béisbol que había Unidad de Personas cualquier otro deporte, de testosterona sin ser Jugador de Baseball. Alex Rodríguez – Juega en las Grandes Ligas de Béisbol, estadounidense de origen dominicano.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 99 capaz de mantenerte en una conversación acerca de los Yankees, los Mets, los Knicks, los Nets, los Giants, o los Jets. Los Rangers, los Devils, y los Islanders eran opcionales, lo que era bueno, como McBain señaló la línea al Hockey. “Si, pero A-Rod es todavía un buen jugador. No creo que RJ tenga algo más en el tanque.” “Tienes razón. Además, después del 2001, no dejas a un tipo como ese en un equipo,” “No lo sé, dejaron a Johnny Damon después del 2004, y él ha sido bastante bueno.” O’Shaughnessy negó con la cabeza. “Eso es diferente… que los Yanks firmaran con Damon molestó a los fans de los Medias Rojas. Hacer enojar a los fans de los Medias Rojas, eso es siempre bueno.” Si tú lo dices, pensó McBain. Ella ya estaba empezando a utilizar todos los conocimientos que podría llegar a tener en una conversación relacionada con los Yankees. Si tenía que arrastrar la interminable rivalidad entre los Yankees y los Medias Rojas a la conversación, podría trastabillar, y eso era lo contrario a su propósito. Por suerte, O’Shaughnessy la había sacado del apuro. Ahora sentándose derecho en su silla, él preguntó: “¿Qué puedo hacer por usted, Detective?” “Mi nombre es McBain, estoy con la UPD. ¿Ustedes chicos recibieron alguna llamada en el ultimo par de días por un 10-31 en la calle 2739 West 195?” preguntó ella, usando el código de radio para un robo en progreso. La cara regordeta de O’Shaughnessy cayó en un ceño fruncido. “No lo creo. ¿Qué tiene eso que ver con Personas Desaparecidas?” Poniendo una mirada exasperada, ella dijo, “No preguntes. Mi sargento ha tomado alojamiento justo en mi trasero hasta que termine con esto.” “He oído eso.” O’Shaughnessy farfulló un ruido que McBain supuso podría haber sido una risa. Agarró el teclado con una mano carnosa y lo acercó hacia él. “Déjame ver.” Varios golpes de teclado y unos clics en el mouse después, O’Shaughnessy negó con la cabeza, haciendo que su papada vibrara. “Nop, nada desde ese homicidio atrás en el séptimo.” “Esta bien,” dijo McBain. Había sido una apuesta arriesgada, pero simplemente estaba segura de que…

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 100 La voz del distribuidor dijo, “Llamada de nueve, uno, uno, 10-31 en…” Aquí, el distribuidor enunció cada número. “…dos-siete-tres-nueve West uno-nuevecinco.” McBain tuvo que luchar para evitar sonreír. Sabía que podía contar con los chicos. O’Shaughnessy miró a McBain con una expresión que ella supuso era de asombro. “¿Cómo demonios sabías eso?” “Fue una suposición,” fue todo lo que McBain diría. “Escucha, déjame ocuparme de eso.” “No hay problema,” dijo O’Shaughnessy, “puedo tener a alguno de mis muchachos allí y…” Haciendo una mueca, McBain dijo, “Sargento, por favor, realmente necesito ocuparme de este yo misma. Es la única manera para sacar la perrera de mi jefe, ¿sabe?” El sargento la miró por un segundo con sus pequeños y brillantes ojos. “¿Esto tiene algo que ver con ese homicidio?” “Más o menos.” Eso, por lo menos, no era en realidad mentira. “Como dije, es una larga historia. Si quieres todo la cosa, bien, pero hay un 10-31, y…” Alejándola con ambas manos, O’Shaughnessy dijo: “Bien, bien, lo que-demoniossea. Adelante. Sólo dejas a mis chicos libres para atrapar a más universitarios estúpidos.” McBain se rió entre dientes. Ambos Manhattan College y Mount Saint Vincent se encontraban dentro de la jurisdicción del Five-oh, y los viernes en la noche usualmente significa muchas de las así-llamadas EEE: Estúpido en Estado de Ebriedad. Entonces O’Shaughnessy puso una extraña mirada en su rostro. “Espera… ¿estás segura de que no necesitas refuerzos?” Tratando de no apretar los dientes, McBain dijo: “Si esto es lo que creo que es, confía en mí, puedo manejarlo.” “Si, pero ¿qué si no puedes? Si mi teniente descubre que te dejé ir sin refuerzos, él tendrá mi trasero.” “Puedo entender eso,” dijo McBain. Ella había estado esperando O’Shaughnessy estuviera muy aburrido para pensar en las implicaciones. que

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 101 Los ojos de O’Shaughnessy se lanzaron hacia atrás y adelante mientras lo pensaba por un minuto. Finalmente, dijo: “Te diré algo; enviaré a uno de mis chicos en veinte minutos si no escucho nada de ti.” Ese era un compromiso con el que McBain podía vivir. Ahora estaba agradecida de haber tenido la previsión de programar el número del Five-oh en su celular. “Eso es justo. Muchas gracias, sargento, realmente lo aprecio.” “No hay problema, Detective,” dijo O’Shaughnessy, recogiendo su periódico. “Y, hey, escucha, consigo entradas de la temporada para el Estadio cada año. Si alguna vez tengo un asiento libre, ¿Quieres que te lo haga saber?” “Seguro,” dijo McBain, confiada de que ella siempre estaba ocupada para esas fechas, pero prefiriendo mantener la buena disposición con el sargento, sólo por si acaso. Con esa promesa vacía hecha, ella se giró y se dirigió a su Saturn. No le llevó mucho conducir hasta la esquina de Webb y 195 Street, y tomó incluso menos tiempo encontrar un Chevy Impala del 1967 estacionado ilegalmente. Lo juro. Los voy a matar. Estacionando en doble fila su Saturn justo al lado del Impala, comprobó para estar segura que su credencial de Policía de NY estaba en un lugar visible en el salpicadero, en caso de que uno de los “chicos” de O’Shaughnessy decidieran ponerse demasiado entusiastas con las infracciones de estacionamiento. La casa en cuestión era bastante fácil de ver, ya que era la única estructura en la esquina que no era de ladrillo rojo. Cinta amarilla de escena del crimen estaba puesta descuidadamente a través de la puerta de alambre que llevaba a la puerta principal, probablemente una víctima de once días de viento de Noviembre. McBain se sorprendió de que la cinta estuviera puesta todavía, pero después recordó que en realidad nadie vivía en esa casa para quitarla. Presumiblemente, la compañía de bienes raíces representando la casa (de la cual el nombre, número de teléfono, y pagina web se enumeraban en el cartel de En Venta) había declinado en mostrar la casa por un tiempo después de haber sido una escena del crimen. Caminando de regreso hacia donde su auto y el Impala estaban estacionados, vio un camino de entrada bloqueado. Normalmente cerrada con candado, la cerradura estaba abierta, aunque la puerta estaba cerrada todavía. Mirando más allá de la puerta del camino de entrada, vio una puerta lateral, y dos figuras arrodilladas frente a ella. Uno era bastante alto y estaba mirando intensamente hacia el otro, que estaba en cuclillas frente a la puerta. El alto parecía estar hablándole cortantemente al bajo, sin embargo, no lo suficientemente alto para escuchar desde la calle.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 102 McBain sacó su arma nueve-milímetros de su funda y quitó con el pulgar el seguro. También sacó su linterna, la prendió y sostuvo ambas, tanto la linterna como la nueve-milímetros en lo alto mientras abría la puerta de una patada. “¡Quietos, policía!” Ambos levantaron la mirada hacia ella, como venados congelados por los faros mientras su linterna brillaba sobre ellos. Lentamente, ella caminó hacia el camino de entrada. El más bajo (que tenía que ser Dean) comenzó a levantarse, y ella dijo, “¿Qué parte de ‘quieto’ no entendiste?” Dean dejó de moverse. Ella finalmente llegó bastante cerca de ese par, pero no lo suficientemente cerca para que ellos estuvieran al alcance de su arma. Una vez que estuvo segura de haber hecho el espectáculo suficiente para cualquiera que hubiera hecho la llamada al 911, bajó su nueve-milímetros. “Son unos completos idiotas, ¿Lo sabían?” Sam empezó a hablar. “Oficial, puedo explicarlo…” “Es ‘Detective,’ y ni siquiera intentes explicarlo, Sam, porque no tengo tolerancia para la mierda marca Winchester.” Ambos empezaron a abrir y cerrar sus bocas, como si no estuvieran seguros de cómo responder al uso de sus nombres. Decidiendo sacarlos de su miseria, ella sonrió y dijo, “Sí, sé quienes son. Sam y Dean Winchester, los únicos hijos de John Winchester, un hombre que, a diferencia de sus tontos hijos, sabe llamarme cuando él está en la ciudad.” “¿Conocías a nuestro padre?” preguntó Dean, sonando aturdido. “Sí.” Ella frunció el ceño, no gustándole el uso de Dean del tiempo pasado. “Los rumores que escuché no son verdad, ¿o lo son? ¿Qué él murió?” Ambos hermanos se miraron entre sí, y las expresiones en sus rostros le dijeron a McBain todo lo que ella necesitaba saber. Demasiados casos de personas desaparecidas terminaban con un muerto, y ella sabía coómo lucían las personas afectadas por el duelo. “Maldición. Lo siento, chicos, no lo sabía. Miren, mi nombre es Marina McBain, y ustedes son malditamente afortunados de que yo los encontrara antes de que los uniformados en el Five-oh lo hicieran. ¿Sabían que había una llamada al 911 por sus lamentables culos con intento de irrupción aquí?

Keith R. A. DeCandido “Como lo…” empezó Sam. “Más tarde. ¿Quieren revisar este lugar?” Foro Dark Guardians 103 Ellos intercambiaron otra mirada, esta vez luciendo confundidos. “Yo, eh… sí,” dijo Dean lentamente. “Muy bien, vuelvan a bajar sus traseros al suelo y terminen de forzar la cerradura. Tengo que hacer una llamada telefónica. Tomen, esto podría ayudar.” Ella le entregó a Sam la linterna, que él levantó así alumbraba la cerradura. “Gracias,” dijo Sam. “No hay problema.” “¿Eres realmente policía?” preguntó Dean. “Nah, me gusta usar placas de oro por diversión. Sí, soy policía, ahora cállate y fuerza la maldita cerradura.” Ella comenzó a caminar por el camino de entrada hacia la calle. “O que,” dijo Dean con una sonrisa, “¿me vas a mostrar que la NYPD apoya el ‘golpear tu vándalo trasero’?” Ella se dio vuela. “Okay, en primer lugar, la gente blanca no debería citar a Will Smith. En segundo lugar, si quieres que te ponga en tu trasero, sólo di la palabra, pelo de escoba.” Dejando a Dean tocándose cohibídamente la parte superior de su cabeza, McBain sacó su celular del bolsillo interior de su chaqueta, lo abrió, y continuó por el camino, llamando al número del Quincuagésimo Precinto. “Quincuagésimo Precinto, O’Shaughnessy.” “Sargento, soy la Detective McBain.” “¿Está bien, Detective?” Él sonó genuinamente preocupado, lo que conmovió a McBain. “Eran los chicos que pensé que serían. Me encargué de ello, así que no tienes que enviar a tus muchachos. Gracias, sin embargo.” “No hay problema, Detective. Espero que esto logre que estés bien con tu jefe de nuevo.” “Yo también,” dijo ella con énfasis. Por supuesto, ella realmente estaba fuera de servicio en este momento, y hasta donde su jefe el Sargento Glover estaba enterado, ella era una perfectamente buena detective de personas desaparecidas

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 104 que estaba actualmente en casa durmiendo como cualquier sensato detective del turno de día lo estaría a esa hora. “Gracias de nuevo.” Ella se giró y caminó de regreso hacia el camino de entrada. “Bien, tengo al Fiveoh fuera del rastro. Si el que llamó al 911 quiere saber que pasó, ellos le dirán que se hicieron cargo, pero dudo que lo hagan. Malditos ciudadanos que no hacen seguimiento de nada.” Justo cuando ella llegó a la puerta lateral, Dean se levantó y la abrió. “Yahtzee.” Entregándole a McBain devuelta la linterna, Sam dijo, “Gracias.” “No hay problema. Voy a aventurarme y asumir que ¿ustedes van a revisar el sótano?” “Supones bien.” Entonces Dean la miró con expresión molesta. “Supongo que quieres venir con nosotros, ¿eh?” “Quieres tratar de detenerme, adelante, ve a por ello.” “Señorita, ni siquiera sé quien eres.” McBain sonrió dulcemente. “Déjame darte una pista, pelo de escoba. Soy la única persona parada entre tú y un par de uniformados del Five-oh reventando sus culos, corriendo sus caras y huellas por el sistema, poniendo una orden federal para su arresto, y buscándolos a ambos por el resto de su vida natural. Me entiendes Dean, ¿o quieres que llame al Sargento O’Shaughnessy de vuelta y le diga que necesito refuerzos? Los dos hermanos se miraron entre ellos otra vez, y pareció que llegaron a una decisión. McBain podría jurar que se comunicaron telepáticamente. Dean se arqueó ligeramente e indicó la puerta. “Después de ti.” “¿De repente, encontraste caballerosidad?” preguntó McBain con un resoplido. “Nah, es sólo que… tú tienes la linterna.” Eso provocó otro resoplido. McBain fue a la puerta. La entrada conducía directamente a una escalera. A la izquierda, se elevaba a una puerta abierta. McBain alumbró para ver un cuarto vacío, esperado en una casa en venta vacía. Había también un olor a especias en el aire. La última dueña había sido cocinera para un elegante restaurante en Midtown, y obviamente sus habilidades fueron empleadas en su casa también. A la derecha, las escaleras bajaban al sótano, que era en realidad la escena del crimen.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 105 Llegó rápidamente a la parte inferior de las escaleras, que crujía con cada paso que ellos tres daban, tanto que ella estaba agradecida de que fuera tarde y de que hubiera un camino de entrada y una pared entre esta casa y la de al lado. La linterna iluminaba pedacitos de la habitación: una lavadora y secadora, vigas de apoyo de madera, un piso de madera que se había puesto en los últimos diez años o más, y un increíblemente horrible empapelado en tres de las paredes. McBain también encontró un interruptor de luz, y lo encendió. Una bombilla de cuarenta vatios colgando de una cadena en el centro del techo se iluminó, haciéndola pensar que estaba mejor con sólo la linterna. La pared que no estaba cubierta con el empapelado era de ladrillo, y era incluso más nueva que el piso de madera; de menos de un mes, de hecho. Basándose en los repostes que había leído, eso había hecho bastante fácil tirar a abajo la pared después de que ambos, los vecinos y la inmobiliaria, se quejaran del olor en el sótano. Efectivamente, había un largo agujero en la pared, más cinta de escenadel-crimen amarilla puesta alrededor del boquete. Sam se paró detrás de ella, mirando por sobre su cabeza en el agujero. “Ni siquiera puedes decir que hubo un cuerpo allí.” “Reyes, la victima, murió de asfixia. Y una forma de que puedes decir que había un cuerpo allí era que en el interior de algunos de los nuevos ladrillos, del otro lado había marcas de arañazos en ellos. Pero están todos en el laboratorio.” “Sammy, mira esto,” McBain se giró para ver a Dean arrodillado en el suelo. Sam se movió para arrodillarse a su lado. Decidiendo respetar la necesidad de los chicos de hacer sus cosas, McBain se quedó atrás. Sam la miró. “¿El reporte de la escena del crimen indicó algunas hierbas encontradas por aquí?” “No que yo recuerde; pero la mujer que era dueña de este lugar era una cocinera gourmet.” Dean levantó un pequeño pedazo de verdor entre el pulgar y el índice. “Espero que ella no cocinara con esto. Esto es ajenjo.” McBain se encogió de hombros. “Bueno, puedes cocinar con ajenjo, y hacer té con él, por lo que importa, así que, no veo…” “También es usado en rituales de resurrección,” dijo Sam, “incluyendo el ritual del que esto forma parte.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 106 “¿Esto es un ritual de resurrección?” McBain se estremeció. “Diablos, no estoy exactamente a favor de ellos.” Dean se paró. “¿De qué estás a favor, Detective? ¿Eres una cazadora, una policía, un dolor en el culo, qué?” Sonriendo, McBain dijo: “Qué, ¿no puedo ser las tres cosas? No cazo mucho, en realidad. Maté un vampiro que estaba drenando gente sin hogar por diversión unos años atrás, y tengo que decirte, tarda una eternidad cortar el hueso del cuello con un cuchillo de cocina, pero más que nada mantengo un ojo en las cosas, ayudo a cazadores que vienen al pueblo, y me aseguro de que los mundanos no se enteren de eso. Soy parte de una red de policías, en realidad.” “¿Estás bromeando?” Dean no sonó convencido. “¿Una red?” “Sí, bueno, no estés tan impresionado, pelo de escoba. Ahora mismo, somos cuatro: yo, una mujer en Chicago llamada Murphy, y un tipo en Eugene, Oregon, llamado Lao.” “Esos son tres,” dijo Sam. McBain sonrió. “Bueno, ustedes conocen al cuarto. Ella está abajo en Baltimore. Es un poco nueva, y puede que no sea policía por mucho más tiempo.” Sam abrió los ojos. “Quieres decir la Detective Ballard?” Asintiendo, McBain dijo: “Ella está suspendida en este momento, espera una investigación IID 32, e incluso si ella sale bien, probablemente no será capaz de quedarse en Homicidios. Aun así, llegamos a ella después de que se juntara con ustedes dos, y se nos unió. Teníamos a otro, en Mississippi, pero ella murió en el Katrina.” “Tienes razón,” dijo Dean, “no estoy tan impresionado.” “Bueno, sólo cuatro de nosotros estábamos bien por un tiempo,” dijo McBain. “Hasta hace un año atrás, las cosas iban bien, pero…” Se estremeció. “Las cosas espeluznantes se han quintuplicado últimamente. Cada vez es más difícil mantenerlo encubierto.” Sam y Dean intercambiaron otra de sus telepáticas miradas, después, Sam dijo: “¿Cómo es que casi todos ustedes son mujeres?” “¿Podemos jugar a las veinte preguntas después?” preguntó Dean. Él empezó a revisar el resto del sótano. 32

Instituto Interamericano para la Democracia. (¿?)

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 107 Sam le dio a McBain una sonrisa de disculpa y comenzó a investigar el agujero en la pared. Por su parte, McBain revisó el techo. No esperaba nada, pero supuso que no la lastimaría. “Para responder a tu pregunta, Sam,” dijo ella mientras le echaba un mejor vistazo a varias telarañas, “este no es exactamente un trabajo policial normal. Los policías normales, no comprarían esto por un dólar. Sólo algunos abiertos a las cosas espeluznantes son las personas que ya están en la franja. Usualmente, esas somos las mujeres.” “Y el único tipo que mencionaste es asiático,” dijo Sam. McBain asintió con la cabeza. “Mi oficial de entrenamiento solía decir que un policía asiático es como un papa judío. Y si bien ellos no son tan raros, no son comunes, tampoco.” Ella dejó salir un largo suspiro. “Entonces, ¿qué ritual de resurrección es este, de todos modos? Como dije, esa no es exactamente mi área.” “No lo es,” dijo Dean. “Es un falso ritual que algún idiota en el siglo XIX inventó para estafar gente por sus moolah 33 ganados con esfuerzos.” “Obviamente,” añadió Sam, “alguien cree que es real.” Sin encontrar nada en el techo, McBain volvió su mirada hacia los hermanos. “Así que esto no es sólo algún fetiche, alguien está tratando, ¿qué? ¿Resucitar a Edgar Allan Poe?” Dean dijo: “Eso es lo que parece.” Él se giró hacia Sam. “Me debes diez dólares.” Sam parecía indignado. “¿Qué?” Sosteniendo el ajenjo, Dean sonrió. “La policía se perdió el jardín de hierbas de resurrección. Me debes diez dólares.” “Llama a mi abogado,” murmuró Sam, después se giró hacia McBain y habló rápidamente, probablemente para evitar que su hermano replicara. “Detective McBain, si no le importa mi pregunta… ¿Cómo sabia que estaríamos aquí?” “No lo supe con certeza hasta que revisé el Five-oh, es el Quincuagésimo Recinto,” añadió cuando tardíamente se dio cuenta de que ellos podrían no conocer la jerga de la Policía de Nueva York. “Esta casa está en su territorio. De todos modos, la llamada por ustedes llegó justo cuando llegué allí.” “Si, pero ¿cómo supiste qué tenías que revisar en primer lugar?” 33

Otra manera de decir dinero (moolah, money, cash).

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 108 Dean, que estaba mirando a algún tipo de artilugio extravagante que McBain se dio cuenta era un medidor de EMF con un aspecto ridículo hecho en casa, dijo: “Me estaba preguntando lo mismo.” “Bueno, había estado vigilando la cosa de Poe desde el principio; quiero decir, toda la cosa de tapiar con ladrillos gritó ‘El tonel de amontillado’ y rituales sin sentido para mí, así que me imaginé que un cazador o tres podrían aparecerse, y lo pensé aún más después del orangután. Nadie aquí lo ha descifrado todavía, pero los dos asesinatos son en recintos diferentes, y no todo el mundo es de tan buena lectura. Quiero decir, ‘Amontillado,’ todo el mundo conoce ese, pero ‘Los crímenes de la calle Morgue’ no se enseña en la mayoría de las clases de inglés, y la mayoría de los policías ni siquiera recuerdan sus clases de inglés.” Ella sonrió. “Y entonces, el Five-two recibió una llamada de la seguridad del zoológico del Bronx acerca de dos chicos, uno alto y uno bajo, que decían ser del National Geographic pero sin ser realmente muy convincentes.” Los chicos intercambiaron otra de sus miradas, pero en esta, ella notó un poco más de culpabilidad. “No hay muchos cazadores que viajen en pareja, y ninguno de los que conozco coincide con sus descripciones, así que supuse que eran ustedes dos. No lo supe con certeza hasta que llegué aquí, sin embargo.” “¿Qué habrías hecho si fuéramos ladrones normales?” preguntó Sam. Encogiéndose de hombros, McBain dijo, “Arrestarlos. Y el Five-oh iba a enviar refuerzos si no escuchaban algo de mí en veinte minutos. Confía en mí, después de diez años en esto, he llegado a ser muy buena cubriendo mi trasero. Verás, ustedes pueden sólo irse de la ciudad. Yo, me tengo que quedar y limpiar.” Dean guardó su medidor de EMF. “Nada. Muy bien, escucha, tenemos que irnos. No creo que haya nada más que encontrar aquí.” McBain dijo: “¿Crees que esto es parte de un ritual? Supongo que hay más de eso, y el siguiente va a ser el lunes.” Otra vez los hermanos intercambiaron miradas. “Eh, sí,” dijo Sam. “Sigo las fases de la luna; una especie de gaje del oficio.” Sam rápidamente explicó el ritual de algún fenómeno llamado Percival Samuels. “El próximo asesinato va a ser en, ya sea en Webster Avenue cerca de Beford Park Boulevard o en Fordham Road y Martin Luther King Jr. Boulevard. Rascándose la nariz, McBain dijo: “Si, okay. Te diré qué, ayudaré… tomaré cualquiera que sea el lugar que ustedes dos no tomen.” Dean puso una expresión amarga ante eso. “¿Tienes un problema, pelo de escoba?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 109 “Un par, en realidad. En primer lugar, por favor deja de llamarme ‘pelo de escoba.’” Sam rompió en una amplia sonrisa ante eso. “En segundo lugar, no estoy seguro de comprar toda esta mierda de ‘cruzada de policías que luchan contra demonios’, o que conocieras a papá.” En verdad, McBain esperaba eso, tanto que a Dean no le gustara el sobrenombre y que a los hermanos les extrañara el hecho de que ella conociera a su padre. Habiéndose encontrado con John Winchester más de una vez, no la sorprendió en lo más mínimo que él se olvidara de contarle a sus hijos sobre ella. John no era exactamente grande en compartir. Además, había obtenido algo de información de Sam y Dean de algunas cacerías, y aunque no habían cometido un montón de errores, los pocos que habían cometido eran unos que ella no habría esperado de los hijos de John, a menos que él se hubiera ocupado de las cosas por ellos. “John Winchester,” dijo ella, “hombre blanco, aproximadamente de cincuenta y tres años, 1,85, ochenta y cinco kilos, cabello oscuro, ojos marrones, barba ocasional dependiendo de su humor, ex infante de la Marina de U.S., su esposa Mary, fallecida, dos hijos, Sam y Dean. Vino a la Ciudad de Nueva York en tres ocasiones diferentes, una para cazar un Golem en Brighton Beach, una para lidiar con un embrujo en el metro…” La boca de Sam se abrió. “¿El conductor fantasma del metro?” McBain sonrió. “Algo. El espíritu probablemente fue la base de esa loca leyenda.” “¿Cuál fue la tercera?” preguntó Dean. “Lo juro por Dios, él voló a un dragón. Fue en el barrio Chino; ese fue un caso bizarro, déjame decirte.” La boca de Sam se abrió más. “¿Papá mató un dragón?” Encogiéndose de hombros, McBain dijo: “Bueno, fue uno pequeño.” Con su actitud todavía firmemente en su lugar, Dean dijo: “¿Y tú lo ayudaste?” “Lo intenté. Más que nada él me gruñó y escupió (un poco como lo estás haciendo ahora, pelo de escoba) y me dijo que me mantuviera fuera de su camino.” “¿Lo hiciste?” preguntó Dean. “No la primera vez. Después de que casi nos deparáramos entre nosotros, llegamos a un acuerdo. Él me mantenía informada de sus movimientos cuando venía a la ciudad, yo le decía lo que sabía, y mantenía un ojo en él a la distancia.”

Keith R. A. DeCandido Finalmente, Dean cedió. “Sí, eso suena como papá.” Foro Dark Guardians 110 “Escuche, Detective, mejor nos vamos yendo,” dijo Sam gentilmente. McBain metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó su tarjetero, eligiendo dos tarjetas de negocio. “Tomen,” dijo ella, dándole una a cada uno de los hermanos. “Mi celular esta ahí. Si me necesitan usen ese. Si alguno de ustedes llama a la UPD, habrá un registro de eso. El celular es mi número personal, así que es más seguro.” “Gracias,” dijo Sam, guardando la tarjeta. Los tres fueron devuelta a arriba, McBain encendió la luz detrás de ellos, Dean cerró y re-bloqueó la puerta una vez que ellos volvieron al camino de entrada. Después de que Dean cerrara el candado en la puerta de entrada y ambos estuvieron parados en sus respectivos autos, McBain dijo: “Escuchen, ustedes dos, tengan cuidado. Los cubrí esta vez, pero no será fácil, especialmente si van a ir tirándome delitos.” “Podemos manejar a la policía,” dijo Dean a la defensiva. “Esta no es la oficina del Sheriff de algún estado-rojo 34, pelo de escoba, estamos hablando de la Policía de NY, y estamos hablando de una orden federal por múltiples homicidios. Conozco a los cazadores de tu tipo, les gusta vivir al límite, pero ahora mismo ese límite está apuntado directamente a tus bolas, ¿me entiendes? No me conocen, no confían en mí, no les gusto, pero ahora mismo, me necesitan. Así que no hagan nada estúpido, y todos saldremos de esto con vida.” Sin esperar que alguno de los hermanos replicara, McBain se metió en su Saturn, lo encendió, y se marchó, dirigiéndose hacia Kingsbridge Road, que la llevaría de vuelta al Major Deegan. Eso la llevaría al Triboro y de regreso a su departamento en Queens, donde tendría dos horas completas de sueño antes de tener que ir hacia el One Police Plaza para reportarse para su turno de mañana. En este momento, ella estaba en una rotación de miércoles a domingo, pero por lo menos eso significaba que estaría libre para ayudar a los Winchesters el lunes. Si tenemos suerte, detendremos a otro pobre bastardo de perder la vida. 34

Por lo general, conservadora y rural en naturaleza, no necesariamente una nueva fuerza republicana.

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Once Traducido por Kroana La casa Afiri El Bronx, Nueva York Sábado 18 de noviembre de 2006

D ean no estaba acostumbrado a ser el primero en levantarse; estaba incluso menos acostumbrado a hacerlo cuando se levantaba al mediodía. Pero la puerta de Manfred estaba cerrada, sus ronquidos claramente audibles incluso a través de la puerta cerrada, y un vistazo a la otra habitación de invitados mostró que Sam estaba no solo apagado como una luz, sino babeando sobre la almohada. Deteniéndose para sacar una foto de eso con su teléfono celular, tomó una ducha, bajó las escaleras, y, después de tirar una carga de su ropa sucia en la lavadora, se dejó caer en el sofá, abrió el portátil de Sam, y encontró ese sitio web de Poe del tipo loco. Entre otras cosas, “Arthur Gordon Pym” había archivado un montón de historias de Poe en su sitio, así que Dean comenzó a leerlas mientras bebía un poco del café asesino de Manfred de una taza que decía, ipm 35: italiana por matrimonio, con las tres letras en rojo, blanco y verde de la bandera italiana. Ese café fue un muy largo camino hacia recordar a Dean sobre lo que le gustaba de Manfred. También lo hizo la banda sonora de su lectura, que fue el tono dulce de Rush del álbum del mismo-título. Ambos factores hicieron mucho para lavar el sabor de Scottso fuera de su cerebro. Al momento, Sam tropezó en las escaleras vistiendo sólo un par de pantalones, Dean puso su mejor voz de científico-loco “¡Está vivo, te digo, vivo!” “Sí, sí.” Murmuró Sam, dirigiéndose directamente a la cocina. 35

Del Original IBM: Italian By Marriage.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 112 Sonriendo, Dean volvió a mirar a la computadora portátil, tomando su tercer intento en leer este párrafo en particular, y finalmente dándose por vencido. Cuando Sam entró en la sala, agarrando una taza que tenía una caricatura de Dilbert 36 en ella, Dean dijo, “Colega, me dijiste que esta Calle Morgue fue la primera historia de detectives, ¿verdad?” “Sí, ¿por qué?” dijo Sam, mientras se sentaba en el sillón. “Porque tengo que decirte, este es el peor pedazo de mierda que he leído en mi vida. Quiero decir, las otras historias no eran malas. Al poco que empecé a leer ‘El Corazón Delator’ lo recordé de esa clase estúpida que tomé en esa escuela católica de porquería en Illinois. Pero esta historia Calle Morgue…” Se calló. Sam se encogió de hombros mientras sorbía su café. “Qué puedo decirte Dean, fue revolucionario en su momento. Y hey, si no fuera por esa historia, probablemente no habría CSI en la actualidad.” “Sin pérdida,” dijo Dean “Hay mejores cosas las noches de los jueves de todos modos.” “Se pone mejor una vez que consigues pasar la apertura,” dijo Sam Dean estuvo de acuerdo con su hermano sólo en la medida que la historia no podía posiblemente ponerse peor. La apertura era sofocante, pasando páginas y páginas acerca de nada. ¿Dónde estaban los asesinos? ¿La detección? ¿El orangután?, por el amor de Dios. Precisamente cuando “Working Man” llegó a su fin, Sam bebió más café y luego preguntó: “Entonces, ¿Qué opinas de la Detective McBain?” Ajustando la computadora portátil a un lado, Dean soltó un suspiro. “No puedo creer que papá no nos hablara sobre ella.” “¿En serio? Porque yo no tengo problemas para creer que papá no nos contara sobre ella. Él no nos habló acerca del parador, no nos habló sobre Ellen y Jo o el esposo de Ellen, no nos dijo sobre Elkins, no nos…” Levantando las manos en señal de rendición, Dean dijo: “Está bien, está bien.” Sacudió su cabeza y se tragó el resto de su propio café, que se había puesto bastante frío. “He estado pensando mucho acerca de ella, realmente,” dijo, “y pienso que podemos confiar en ella.” 36

Dilbert es el nombre de una tira satírica creada por Scott Adams que ha aparecido en los periódicos desde 1989, dando lugar a varios libros, una serie animada de TV y numerosos productos relacionados que van desde muñecos rellenos hasta helados.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 113 Los párpados de Sam habían estado medio cerrados desde que llegó por las escaleras, pero se abrieron completamente ahora. “¿En serio? No es que no esté de acuerdo, pero me sorprende oírtelo decir.” Dean se encogió de hombros. “Te lo dije antes, conozco a los policías. Colega, tú y yo, pero especialmente yo, somos el collar del siglo. Cualquier policía daría su huevo izquierdo por atraparnos a cualquiera de nosotros en este momento. La noche pasada, ella nos tuvo fríos. Pudo habernos llevado, consiguiendo su rostro en las noticias, obteniendo una promoción; demonios, ella tendría su elección de asignaciones, ella nos trajo. Y no lo hizo. De ninguna manera un policía hace eso.” “A menos que haya circunstancias atenuantes.” “Exactamente.” Dean se levantó y dijo: “Voy a llenar la taza de café.” Sam se despegó del sillón y lo siguió, “Sabes he estado pensando en papá… ese es el porque dormí hasta tan tarde, para ser honesto, me estuve sacudiendo y volteando con esto la mitad de la noche después que regresamos.” Mierda, mierda, mierda, pensaba Dean mientras entraba en la cocina. La última cosa absoluta que él quería en este momento era entrar en una conversación con Sam sobre papá. Él no estaba dispuesto a ir allí con Sammy, todavía no. Acercándose a la cafetera, Dean vio que Sam había dejado sólo la escoria en el fondo del recipiente de vidrio. Agarrándolo, sosteniéndolo, y chapoteando el fangoso remanente alrededor del fondo, dijo: “¡Amigo! Etiqueta de cafetera. Te terminas uno, haces otro tarro.” Sam retrocedió como si Dean le hubiera abofeteado. “Yo no lo terminé… dejé algo.” Dean miró a Sam. “Tienes que estar bromeando.” “De todos modos,” dijo Sam mientras Dean arrojaba los restos en el fregadero. “Estaba pensando de nuevo en cuando estábamos en casa de Bobby y tuvimos a Meg atrapada en el círculo.” Inseguro de a dónde estaba yendo Sam con esto, Dean sólo gruñó evasivamente mientras enjuagaba el tarro. “¿Recuerdas cuando Bobby nos dijo que Meg era una humana poseída?” Dean asintió mientras llenaba el tarro con agua fría. Él había pensado sólo en Meg como un demonio, presumiendo que ella había tomado simplemente la forma de una linda rubia.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 114 Sam, todavía agarrando su taza de café, dijo: “Nunca olvidaré la mirada en la cara de Bobby cuando nos dijo eso, y él dijo: '¿No lo puedes distinguir?' No podía creer que no pudimos reconocer los signos.” “¿Qué tiene eso que ver con papá, Sam?,” preguntó Dean, vertiendo el agua en la cafetera, aunque él tenía una idea. “Eso era algo que papá pudo habernos enseñado, pero no lo hizo. No nos habló acerca de otros cazadores, no nos dijo sobre el parador, no nos habló sobre vampiros hasta que conocimos algunos, no nos dijo sobre el polvo goofer 37. Seguro, él nos enseñó lo básico, y nos enseñó cómo luchar y defenderemos nosotros mismos, pero eso fue todo. Demonios, la mayor parte de la tradición que conozco, lo aprendí por mi cuenta. Y por todos lo que hemos luchado al respecto, creo que Papá estaba contento de que yo estuviera en Stanford.” Dean se había movido a la nevera, y esas palabras lo pararon en seco. “¿Qué?” “Tú no sólo consigues un viaje gratis a Stanford, Dean… o a cualquier otro lugar. Tienes que llenar un montón de formas, y un padre o tutor legal tiene que firmar la mayoría de ellos, especialmente los de ayuda financiera.” Esto sorprendió a Dean. “¿Quieres decir que papá realmente firmó todas esas cosas?” “Al principio, sí. Él maldijo y se quejó al respecto, pero firmó todo.” Dean se estremeció mientras arrojaba el café molido en el filtro, recordando las repugnantes discusiones durante ese tiempo. Papá acusando a Sam de abandonar a la familia, Sam acusando a papá de manejar su vida o de arruinar su vida, mientras él intentaba desesperadamente (y fracasaba miserablemente) conseguir que se calmaran y hablaran el uno con el otro en vez de el uno al otro. Para saber ahora que papá había facilitado el proceso… “Tal vez,” dijo Dean lentamente, “papá no creía que fuera real. Quiero decir, claro, llenar los formularios, complacerte, pero entonces cuando tú realmente dijiste que estabas yéndote…” Sam inclinó la cabeza. “Supongo que eso es posible. Pero aun así, eso es un montón de papeleo sólo para complacerme. Y, honestamente, él pudo haber matado mi completa carrera universitaria en cualquier momento con tan solo no llenar el material.” Nada de esto sonaba bien para Dean. “¿Quieres decirme que papá lleno esa mierda cada año?” Utilizados en la práctica del vudú de edad, es una mezcla de ingredientes naturales que pueden ser utilizados para causar daño, molestia o incluso matar. 37

Keith R. A. DeCandido “Eh…” Sam titubeó. Foro Dark Guardians 115 Dean conocía esa mirada en el rostro de su hermano. Estaba ocultando algo. “¿Qué hiciste, Sammy?” Hubo una larga pausa. La cafetera comenzó a gorgotear mientras el agua hirviendo entraba a través del filtro y al tarro de vidrio. “Yo… ” Sam bebió más café para pararse entonces dijo: “Conseguí que me declararan independiente.” “¿Disculpa?” “Papá no me hablaba después de que me fui, así que no podía muy bien hacerle llenar el papeleo para el segundo año, y no soy un falsificador lo suficientemente bueno para falsificar su firma. Pero había perdido la beca, así que proporcioné la documentación de que mi padre había desaparecido y no podía ser encontrado… lo cual, por cierto, era una venta muy fácil, ya que papá había desaparecido desde un punto de vista legal. Así que me declararon independiente. Podía llenar todas las formas yo mismo.” “¿Así que estás diciendo que renegaste a papá?” Sam abrió su boca, la cerró, entonces débilmente, dijo: “Él me renegó a mí primero.” La ira estalló dentro de Dean, pero se redujo a cenizas casi instantáneamente. Después de la mierda que papá le puso en su maldito lecho de muerte, no voy a defender al hijo de puta. Además, todo había terminado al fin y al cabo. Entrar en una discusión con Sam sobre el derecho de papá ahora podría prácticamente matarlo, pensó Dean. “Bien,” dijo secamente, “¿y qué tiene que ver todo esto con que no nos contara acerca de McBain?” “¿Recuerdas a ese tipo Jerry de tráfico aéreo?” Dean asintió con la cabeza. Él y papá habían salvado a Jerry Panowski de un poltergeist, y Jerry más tarde lo llamó a él y a Sam cuando un espíritu estaba estrellando aviones. No estaba seguro de lo que Jerry tenía que ver con nada, sin embargo. “¿Qué sobre él?” “Él dijo que papá habló acerca de cuán orgulloso estaba de que yo estuviera en Stanford. Yo no lo podía creer, pero ahora estoy empezando a entender.” Habiendo perdido prácticamente todas las pistas del punto de Sam, si él incluso tenía uno, Dean levantó sus manos. “¿Entender qué?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 116 “Incluso mientras él estaba formándonos, él estaba protegiéndonos. Él me gritó por ir a Stanford, pero él estaba orgulloso de mí, y me ayudó a ir en primer lugar. Por todo lo que él nos enseñó, hay alrededor de cincuenta cosas que hemos tenido que averiguar por nuestra cuenta o por lo que quedar atrapados con la guardia baja. Demonios, Dean, la única razón de que él fue y desapareció hace un año era porque estaba tratando de protegernos del demonio, y sólo nos dejó ir con él después de que tiramos un muro de ladrillos sobre su cabeza.” Dean se encontró mirando fijamente en el fregadero de Manfred, escuchando el gorgotear de la cafetera. Después de varios segundos silenciosos, Sam dijo tentativamente: “¿Dean?” Finalmente, Dean se dio la vuelta y se quedó mirando a su hermano, al hombre que había ido a buscar cuando papá había desaparecido, al hombre al que le habían encargado proteger a toda costa, y matar si él no podía protegerlo.” En una voz muy suave, Dean dijo: “¿Sabes lo que pienso? Pienso que la necesidad de papá de luchar contra el mal estaba constantemente peleando con su necesidad por mantenernos a ti y mí a salvo. Y pienso que él no podía ganar esa pelea, y pienso que esa pelea lo mató.” Sam y Dean se quedaron mirándose mutuamente por unos pocos segundos. La voz de Manfred sonó desde la escalera, “Chicos, ¿están despiertos?” Ambos hermanos dijeron “¡Aquí!” al mismo tiempo. Incapaces de evitarlo, Dean irrumpió en lo que resultó ser una sonrisa catártica. Sam se la devolvió. Manfred, usando un par de pantalones llenos de agujeros y una descolorida camiseta con corbata, se arrastró a la cocina con los pies descalzos. “Chicos, ¿están bien?” “Sí,” dijo Dean, “sólo teníamos nuestra dosis diaria de emociones angustiosas. Lo superamos. Oh, y puse una carga de lavado. ¿Eso está bien?” “No hay problemo 38, chicos. Mi casa 39 es su casa 40.” “Gracias.” “Ahora, normalmente no estaría despierto tan temprano un sábado, pero acabo de recordar algo que ustedes chicos puede que deseen conocer.” Él caminó al armario, sacó una taza de cerámica que tenía una fea cara arrugada tallada en el Tratando de decir no hay problema, en español. En español en el original. 40 En español en el original. 38 39

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 117 lado y la palabra QUEJA grabada sobre ella, y se sirvió un poco de café. “Hace algún tiempo, Aldo tuvo una novia que era una verdadera ’rÿcher.” Sam entornó los ojos. Dean rodó sus ojos. “Él quiere decir una fanática de Queensrÿche, no la primera oficial de la Empresa.” Antes de que Sam pudiera decir nada, Manfred continuó: “Su nombre era Roxy… er, algo. Creo.” “¿Era rubia?” Preguntó Dean. Manfred tragó un poco de café y entonces dio una sonrisa desdentada. “Aldo sólo sale con rubias. De todos modos, voy a ir arriba y encontrarme algo de porno en internet. Hablamos más tarde, chicos.” Haciendo una mueca, Dean dijo, “Oh, no” después de que Manfred se fue. “¿Qué es?” Sam preguntó. “Tenemos que hablar con Aldo acerca de Roxy. Lo que significa que tenemos que ir de nuevo al Parque Trasero.” Sam sonrió. “Es el infierno ser un héroe, ¿no es así, Dean?” “Que te den.”

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Doce Traducido por maka.mayi Parque Trasero Larchmont, Nueva York Sábado 18 de noviembre de 2006

E

l segundo viaje de Dean al Parque Trasero fue una notable mejora que su primer viaje por dos razones: no había señal de Janine, y Jennifer estaba trabajando en la barra de nuevo. Mejor aún, Jennifer llevaba pantalones de cuero en lugar de pantalones vaqueros apretados. “Bien, bien, bien,” dijo Jennifer cuando se acercó a la barra con Sam, “mira quién regreso.” Acababan de llegar después de ayudar a Manfred a sacar sus cosas de la cuatro por cuatro. “¿Por qué no nos buscas una mesa, Sam?” preguntó Dean sin mirar a su hermano. Sam sonrió. “Hay un montón de mesas, Dean, yo no me preocuparía. Además, pensé en ayudarte a llevar las bebidas.” Ahora Dean si miró a Sam. “Creo que puedo manejarme con dos cervezas, por no hablar de tirar una de ellas en tu cabeza si no nos consigues una mesa.” Sin otra palabra, pero con una sonrisa particularmente molesta, Sam se fue a buscar una mesa en la sección elevada del lado. Jennifer levantó una ceja. “¿Qué, Dean, no te gusta ligarte a las mujeres mayores en frente de testigos?” “En primer lugar, yo no compro que eres una mujer mayor. Claro, sacaste ese comentario de ‘la comida en el congelador’ anoche, pero creo que es un montón de mierda, y que realmente tienes veinticuatro. Estoy pensando que eres ligada

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 119 por tantos perdedores de aquí que finges ser una madre soltera para rechazarlos, y que en realidad eres una bebé caliente de unos veinte años que solo es quisquillosa.” Al mismo tiempo Jennifer había empezado a verter la cerveza Brooklyn sin que él incluso hubiera especificado lo que quería. “Sabes, Dean, le das mucha importancia a esto.” “Sí, lo hago.” De hecho, apenas había pensado en ello, como había estado demasiado ocupado irrumpiendo en casas, conociendo policías, durmiendo, psicoanalizando a papá, y tratando de encontrar información sobre Arthur Gordon Pym. Por desgracia, no pudieron encontrar a nadie con ese nombre en ningún registro de la ciudad. Su sitio web admitió su cambio de nombre, pero parecía que no lo había hecho legalmente, y no había ninguna indicación de su nombre de nacimiento. Colocando una servilleta debajo de la cerveza de Dean junto a la barra, Jennifer dijo: “Siento decepcionarte, pero es todo cierto. Llevé a Billy a la práctica de fútbol esta tarde y todo. Están haciendo de él un delantero.” “Bien por él.” Dean no tenía ni idea de lo que significaba eso, en realidad, pero no asumió que era una mala cosa. “Entonces, ¿qué tomará Sam?” “Uh, Bud Light 41 para el señor cobarde.” “Oye”, dijo Jennifer, “¿qué tienes contra la Bud Light?” “Nada”, dijo Dean, “Yo prefiero la cerveza.” Por fin obtuvo una sonrisa de ella. Sirvió otra pinta llena de Bud Light de la llave. “Así que, estoy sorprendida de verte de nuevo. Imaginé que habías corrido gritando de otra noche de Scottso”. “¿Qué dirías si te dijera que he vuelto a verte?” “Yo diría que está mintiendo a través de tus dientes.” Dean sonrió. “Y estarías en lo cierto. Tengo que hablar con Aldo sobre algo. Volver a verte era más que un beneficio colateral agradable.” “¿Sobre qué necesitas hablar con Aldo?” “Una antigua novia suya.” Jennifer soltó un bufido. “¿Cuál?” 41

Marca de cerveza estadounidense.

Keith R. A. DeCandido “Una rubia chica llamada Roxy.” Foro Dark Guardians 120 Otro bufido. “¿Roxy Carmichael? Ella no es ninguna niña. Infierno, ella era mayor que yo.” Eso llamó la atención de Dean. “¿Era?” “Bueno, supongo que todavía lo es. Rompió con Aldo un par de años atrás, y no la he visto desde entonces. Lástima, eran una buena pareja, ninguno de los fumaba ni bebía ni nada. No, espera, yo recuerdo que ella y yo solíamos salir afuera a fumar justo después de que se hiciera ilegal fumar en los bares.” Sabiendo que las leyes varían de estado a estado, Dean le preguntó: “¿Cuándo fue eso?” Jennifer se encogió de hombros. “Hace un par de años. Justo antes de que se separaran. De todos modos, ella siempre bebía cerveza de jengibre.” Antes de que Dean pudiera decir cualquier otra cosa, el otro camarero (no Harry, sino otro chico de la mitad de su edad y el doble de su altura), dijo: “Oye, Jenny, mueve el culo, ¿quieres?, me estoy muriendo aquí.” “Lo siento,” dijo Dean. “¿Cuánto?” “Págame después.” Una vez más Jennifer sonrió, pero no era la sarcástica que ella utilizaba generalmente. Esta fue una más agradable. Con un sentimiento cálido y agradable en su pecho, Dean se acercó a la mesa con las dos cervezas. Ese sentimiento se enfrió y humedeció para el momento en que Scottso alcanzó el segundo verso de su primer número, ‘Smoke on the Water’. Dean maldijo en ese mismo momento que iba a cambiar su tono de llamada tan pronto como ideara una manera de preguntarle a Sam cómo hacerlo, así Sam no le haría bromas sobre ello. Eso puede tomar un tiempo, pensó tristemente. En el momento en el que el set había terminado, había vuelto a la barra en tres ocasiones, esa tercera vez de nuevo hablando con Jennifer hasta que el otro camarero gritó pidiendo ayuda. Definitivamente tenía un buen presentimiento sobre esto. Ahora, sin embargo, había asuntos que atender. Hizo fila hacía Aldo, quien estaba haciendo una fila propia para el baño. Esto funcionó muy bien, cuando la propia vejiga de Dean estaba cargada con bastante cerveza Brooklyn en ese punto.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 121 El baño de los hombres sólo tenían dos urinarios, y con el final del set, de hecho había una cola. Se puso detrás de Aldo y dijo: “Maldita sea, pensé que sólo en los baños de las mujeres había colas.” “¡Jo, jo, jo!” dijo Aldo. “Esa fue buena, Sam”. “Soy Dean.” “Es lo que dije, Dean. Es bueno verlos de nuevo.” “Gracias. Realmente pateaste algunos traseros esta noche. Me encantó la forma en que clavaste ‘Sunshine of Your Love’. “No llamaron a Eric Clapton un Dios por nada, mi amigo,” dijo Aldo. “Oye, escucha, Aldo, Manfred me estaba diciendo que solías salir con alguien llamada Roxy.” Aldo frunció el ceño. “Eh, sí.” “Dijo que era una gran fan de ‘rÿcher. Yo conocí a una chica rubia llamada Roxy que era una de los principales fans de 'rÿcher, y me pregunto si es la misma.” “Podría haber sido, supongo,” dijo Aldo, encogiéndose de hombros. “Su nombre es Roxanne Carmichael.” Las dos personas en los urinarios tiraron la cadena y se fueron, Dean y Aldo tomaron sus lugares. Dean desabrochó sus jeans, y momentos después fue como si un gran peso se hubiera levantado de sus… bueno no de los hombros, con exactitud, pero maldición si no se sentía cinco kilos más ligero después de orinar sólo durante dos segundos. “Sabes lo que dicen de cerveza; mientras mejor sea, más pronto tienes que devolverla.” “Supongo,” dijo Aldo. “Acabo de recibir mi pastel de tres años de AA. De hecho, es donde conocí a Roxy.” “Oye, lo siento,” dijo Dean rápidamente. “Nah, no es gran cosa, Sam.” “Soy Dean.” “Sí, es lo que he dicho, Dean. No duraría dos segundos tocando canciones si tuviera un problema con la bebida y la droga, ¿sabes lo que estoy diciendo? De todos modos, sobre Roxy… ella era solo una chica con la que solía salir. Se levantó y desapareció un día, sin dirección de reenvío, y fue después de que

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 122 tuvimos esta gran pelea, así que no me importó una mierda, ¿sabes lo que estoy diciendo?” Dean se las arregló para no sonreír. “Esta pelea no fue en la casa de Manfred, ¿verdad?” “No.” Aldo subió su cierre. “Mira, ¿por qué preguntas?” Al darse cuenta de que lo había llevado demasiado lejos, Dean dio marcha atrás. “No es gran cosa, pensé que podría haber sido la misma chica.” Terminó y subió su propio cierre, a codazos tiró de la cadena. “De hecho, pasaba mucho en toda la cosa de antialcohólica, ¿sabes?” Aldo sonrió, como si recordara algo. “Sí...” Él lo apartó. “De todos modos, no la he visto en, como, dos años.” “Sí, está bien.” Con eso, Aldo se acercó al fregadero para lavarse las manos. Dean fue hacia la salida, pensando, Yahtzee. Alguien más, el bajista, se dio cuenta Dean, cuyo nombre de repente no podía recordar, dijo: “¿Qué, no te lavas las manos?” “Mi padre era infante de marina,” dijo Dean. La expresión en blanco del bajista indicó que él no entendía la conexión, aunque con este hombre era difícil de decir, ya que parecía ser su apariencia predeterminada. Así que Dean explicó: “papá tenía esta historia. Un marine y un oficial de la armada entraron juntos al baño. Ambos mearon, y luego el marino va al lavabo. El marine se dirige a la puerta, y el marino dice: 'Oye, en la Armada nos enseñan a lavarnos después de ir a mear.’ Y el marine se da vuelta y dice: ‘¿Sí? Bueno, en la Marina nos enseñan a no mear en nuestras manos.” El bajista de hecho esbozó una media sonrisa a eso. “Eso es gracioso.” Y luego caminó hacia el escenario. Dean se dirigió a la mesa, donde Sam estaba charlando con Manfred y el baterista, cuyo nombre tampoco podía recordar. Sam todavía tenía los restos de una cerveza light (no había intentado siquiera pedir un gin tonic 42 de nuevo en su presencia), mientras Manfred y el baterista tenían un fondo grueso con líquidos claros que Dean supuso era un vodka ordinario o un buen tequila. El baterista estaba moviendo la cabeza y silbando. “Hombre, ella era una perra, pero una perra caliente, te estoy diciendo eso en este momento.” Gin Tonic: es un cóctel obtenido por la mezcla de Gin y tónica, en unas proporciones sugeridas de 1:1, 1:2, 1:3 y 2:3. 42

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 123 “¿De qué estamos hablando?” preguntó Dean. Se sentó en el taburete junto a Sam, que era el único libre en la mesa. Manfred dijo: “Estábamos sólo preguntándonos sobre esta vieja señorita de Aldo, Roxy, la que les mencioné a ustedes.” “Sí,” dijo Sam. “Tommy justo estaba hablando de ella.” Tommy, el baterista, echó hacia atrás algo de su bebida. “Ojala supiera lo que pasó con ella, hombre. Porque si ella no fuera la vieja de Aldo, me la hubiera tirado en un abrir y cerrar de ojos, te estoy diciendo eso en estos momentos.” Aún más curioso en cuanto a la respuesta a la pregunta, Dean le preguntó: “¿Y qué pasó con ella? “Nadie sabe,” dijo Manfred. “Aldo nos dijo que se separaron, y nunca la vimos otra vez.” Tommy comenzó a golpear la mesa y a reír. “Dios, Manfred, ¿recuerdas cómo solía ponerse cuando íbamos a tu casa?” “¿Cómo se ponía?” Preguntó Sam. Elevó el tono de su voz para sonar femenino, Tommy dijo: “‘Oh, wow, Manny, me gustaría casarme con alguien con una casa como ésta.’” Estoy sorprendido de que no te propusiste, 'Manny'.” Manfred se estremeció. “Yo no podía casarme con nadie que me llamara ‘Manny'.” Charlaron un rato más y, a continuación, Manfred y Tommy volvieron al escenario para abrir el segundo set. Una vez que se fueron, Dean informó a Sam de lo que había recibido de Aldo. Sam tenía el puño en la barbilla. “¿Así que estás pensando que tal vez Aldo mató a Roxy?” “¿Qué, y tú no? Vamos, Sammy, es la misma vieja historia. Y estas cosas sólo se convierten en la misma vieja historias porque ocurren todo el tiempo. Ellos tienen una pelea, la mata y la entierra en alguna parte.” Sam asintió con la cabeza. “¿Y ella vuelve para perseguir a… Manfred? Mira, esa es la parte que no entiendo.” Dean se encogió de hombros. “Tal vez es Manfred quien la mató.” Sacudiendo la cabeza, Sam dijo: “Manfred ni siquiera la recordó hasta esta mañana.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 124 “Él mismo lo dijo: Él no se acuerda de la semana pasada.” Se puso de pie. “Voy a conseguir otra cerveza. Vamos a ver si Roxy vuelve esta noche. Tal vez si la llamamos por su nombre, podría responder”. Era una apuesta arriesgada, pero algunos espíritus eran comunicativos, al menos hasta cierto punto. Por desgracia, sus palabras sólo hasta la fecha eran: “¡Ámame!” No era muy útil, a pesar de que apoyó su teoría de muerte por amante desdeñado, que mantuvo a Aldo como el principal sospechoso. Se acercó a la barra, abriéndose paso camino entre dos tipos viejos que parecían haber ido a la escuela primaria con Manfred, y señaló a Jennifer. Ella pronunció las palabras un segundo, mientras preparaba varias bebidas a la vez. Convenientemente, Aldo acababa de empezar el solo de “Born to Be Wild”, de modo que Dean se ocupó en disfrutar de la música por la persona que considera más probable que era un asesino. Mi vida está en serio jodida, pensó con diversión. Jennifer le dio las bebidas a los tipos mayores, quienes se fueron por su propia mesa, cada uno con dos bebidas. “¿Otra Brooklyn?”, preguntó Jennifer. “Eh, sí.” Algo parecía apagado en el tono de Jennifer. Sirvió la bebida en silencio y luego dijo algo mientras ponía la servilleta “Dean, escucha, realmente aprecio lo que has estado haciendo, pero tengo que preguntarte algo, ¿de acuerdo?” Encogiéndose de hombros, Dean dijo: “Dispara.” “¿A dónde vas con esto?” Dean frunció el ceño. “¿que quieres decir?” “Quiero decir, ¿A dónde vas con esto? Haz dicho que eres de fuera de la ciudad. Supongo que volverás a fuera de la ciudad pronto, ¿verdad?” “Sí, supongo, yo sólo…” “Así que, básicamente, ¿al único lugar al que puede ir esto es a una noche? O tal vez dos noches si estás en la ciudad el tiempo suficiente.” Dean descubrió que no tenía nada que decir a tan descarada honestidad. Para empezar, la honestidad no solía ser un componente importante de sus métodos de coqueteo (o mucho del resto de su vida), por lo que su uso era desconocido para él.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 125 “Mira, Dean, eres dulce, eres brillante, increíblemente guapo…” En ese momento, Dean no pudo evitar sonreír de alegría. “…Y estas totalmente consciente de ello, pero no de una manera vanidosa.” “Eh, gracias… creo.” “Oh, es un cumplido, créeme. Pero…” Jennifer dejó escapar un largo suspiro. “Diez años atrás habría estado ahí contigo, ¿pero ahora? Soy demasiado vieja para un revolcón, Dean. He estado allí y he hecho eso, y si voy a estar con un hombre, quiero estar con un hombre, ¿sabes lo que estoy diciendo?” Entonces ella rompió en una sonrisa enorme. “Dean, te ves como si pasé sobre tu gato.” Pestañeando con furia, Dean trató de borrar esa mirada de su cara, aunque no tenía idea de cómo había llegado hasta allí. “Mira, Jennifer, yo… yo lo siento, yo no…” “¡Cristo, Dean, no te disculpes! Infierno, has hecho mi semana. Confía en mí, voy a festejar con una cena por esto con mis amigas por un año. ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde que alguien siquiera la mitad de caliente que tu liga con mi trasero gordo?” “Jennifer,” dijo Dean, “de todas las palabras que yo usaría para describir tu trasero, ‘gordo’ sería lo último que usaría.” “Gracias.” Entonces, decidiendo que no tenía nada que perder, añadió, “Y otra cosa… estás en lo cierto, conmigo sólo serían una noche, tal vez dos.” Sonrió. “Pero sería una noche candente.” Volvió rápido a la mesa antes de que ella pudiera responder. Por supuesto, ella tenía razón: no había ninguna posibilidad de nada más allá de un revolcón en el heno o dos. Había aprendido de la manera dura con Cassie que su vida no fue construida para una relación. Y por eso había centrado sobre todo su energía sexual en mujeres jóvenes que sólo estaban interesadas en enrollarse por una noche. Estaba seguro de que la mitad de ellas no creían en la mitad de la basura que soltaba para comenzar a hablar con ellas, sino que simplemente les gustaba jugar el juego. Tan pronto como se sentó, Sam estaba con todo un aire preocupado de él. “Amigo, ¿qué pasó? Te ves como si alguien pasó por encima de tu gato.” Dean sólo bebió su cerveza.

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Trece Traducido por Pamee La casa Afiri El Bronx, Nueva York Domingo 19 de noviembre de 2006

T

iene que detenerse. ¿Por qué no me ama? Todo había comenzado con el hombre de aspecto extraño que se parecía mucho al tío Cal. Dijo que era un Segador y que su trabajo era prepararla para la vida después de la muerte. Pero eso estaba mal. Si ella iba a vivir después de la muerte, eso quería decir que había terminado su vida antes de la muerte, y eso quería decir que estaba muerta, y eso era algo que ella no podría sólo aceptar, eso era demente, después de todo por lo que tuvo que pasar, ¡no podía sólo estar muerta! Se negaba. Ni hablar, de ninguna manera, no iba a ir con él, incluso si se veía como el tío Cal, quien siempre fue muy dulce con ella, y el único que siguió hablándole cuando entró a rehabilitación, todos los demás sólo la abandonaron, los bastardos, pero Cal siempre estuvo ahí para ella y confiaba en él completamente. No iba a ir con él. Allí fue donde trazó la línea. Después de que eso pasara, no podía dejarlo ir. No podía, no podía, no quería, no quería. El Segador que se parecía al tío Cal intentó convencerla de que estaba siendo tonta, que ahí no quedaba nada para ella, que no podía hacer nada para cambiar lo que pasó, pero ella se negó a creer eso, se negó a aceptarlo, se negó a siquiera escucharlo. No estaba muerta, no esta muerta, no estaba muerta, no estaba muerta. Tiene que detenerse. ¿Por qué no me ama?

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 127 A lo largo de la vida, no había pedido demasiado. Cuando las cosas habían ido mal, las había reconocido y las había arreglado. Estaba curada, tan curada como cualquiera pudo haber estado. No había bebido nada desde que había salido de rehabilitación, así que debería haber sido eso y eso era todo lo que había para ello, espacio, punto, final de la frase. Así que sólo no había manera, ninguna manera, ninguna manera, ninguna manera, ninguna manera, de que debiera morir así. Algo había que hacer. Al principio sólo esperó, pensando que todo iba a acabar. Pero no. Manfred salía cada mañana a trabajar. Iba al Parque Trasero cada viernes, sábado y domingo para tocar con la maldita banda, y entonces llegaba a casa. Cada vez que él llegaba a casa, ella esperaba. Cada vez que él venía a casa, esas esperanzas se desvanecían. Después de un tiempo no podía soportarlo más. ¿Cómo podría? Cómo podría esperar a sentarse ahí y considerarlo, sólo sentarse ahí, sólo estar ahí, sólo existir, sin estar viva, sin estar realmente muerta tampoco, ¡sólo flotando alrededor mientras la vida continuaba sin ella y a nadie le importaba! Eventualmente, estalló. Ahora, cuando los conciertos de Scottso terminaban, ella estaba ahí. Una y otra vez, cada vez que él volvía del maldito Parque Trasero, ella esperaba, rezaba, rogaba, suplicaba, pero nada, nada, ¡nada! Fue terrible. Fue horrible. Fue lo peor en el mundo, peor incluso que morir, y no creía que algo pudiera ser peor que morir, pero de alguna forma, esto lo era. Se preguntó si tal vez debería haber escuchado al Segador de la forma en que siempre escuchó al tío Cal, quien se parecía al Segador, ¿o era al revés? Ya no lo sabía, ya no le importaba, sólo quería que parara, parara, parara, parara, parara, ¡parara! Y luego se puso peor. Ayer, alguien más llegó y ninguno era de Scottso. Eran dos nuevas personas, ¡y le dispararon!

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 128 Fue el peor sentimiento en el mundo entero, peor que morir, peor que la rehabilitación, peor que saber que nada había cambiado, peor que cuando descubrió su alergia a los mariscos, peor que cualquier cosa alguna vez. Y los haría pagar. Oh sí, no iba a soportar esto por más tiempo, por su puesto que no, ¡tendría lo que quería y les mostraría a todos la verdad! Tan pronto como se reuniera a si misma. De hecho, había sido realmente extraño. Vio a los dos chicos, y le dispararon, y luego… Nada. Vacío. Ya no estaba atada a la casa de Manfred, ya no estaba atada a nada, ya no era capaz de ver o escuchar o tocar o… Bueno, en realidad, no podía hacer la mayoría de esas cosas de todos modos, pero tenía algo. Tenía conciencia. ¿No es así? ¿Qué más le había dicho el Segador que se parecía al tío Cal, que ella no era capaz de hablarles? Pero después de que esos dos tipos le dispararon, pfft. Se fue. Tuvo que volver a reunirse a si misma. Ellos venían. Lo podía sentir. No podía sentir mucho de nada, pero podía sentir eso. Ellos venían. Ellos venían. Tenía que mostrarles que pasaba antes de que ellos le dispararan de nuevo. Así que trató de concentrarse. Eso fue un reto: concentrarse era difícil, incluso cuando estaba viva, y cuanto más tiempo pasaba después de su muerte, más difícil lo tenía. No tenía idea de que era eso con lo que le habían disparado los dos tipos, pero fuera lo que fuera, eran cosas mortales. Probablemente algún tipo de veneno o algo. No, eso no tenía sentido. ¿Veneno? Ya estaba muerta. Pero no eran balas normales. O perdigones, o lo que fuera que dispararan esas escopetas. Qué demonios sabía ella sobre eso, era una chica de Morris Park, todo lo que sabía de escopetas era que los hombres con sombreros vaqueros las llevaban en las películas antiguas. Tío Cal siempre le mostraba esas películas cuando la cuidaba de pequeña. Mamá y papá estaban fuera emborrachándose en algún lugar cada sábado en la noche, así que tío Cal se hacía cargo de ella, mostrándole sus películas antiguas favoritas. Mi Querida Clementine, Calamity Jane, Río Bravo. El Bueno, el Malo, y el Feo, Los Siete Magníficos, Un puñado de dólares, Sin Perdón. Tombstone. Todos los hombres usaban divertidos sombreros y todas las mujeres usaban vestidos con volantes y eran tan geniales, le gustaban muchísimo.

Keith R. A. DeCandido Ellos venían. Tiene que detenerse. ¿Por qué no me ama? Foro Dark Guardians 129 Recogió todo lo que tenía, con todo lo que pudiera, obligándose a reunirse otra vez mientras los dos extraños, quienes le habían, disparado entraban por la puerta. Allí estaban… los vio. Aunque no podía hablarles. Lo que fuera con lo que le habían disparado la noche pasada le impedía hablar, pero podía ver, y vio que ellos habían entrado, maldita sea, el alto con el cabello enmarañado y el pequeño con el cabello corto. Ambos llevaban pequeños brazaletes negros y vestidos de la misma forma descuidada en que los chicos en sus veintes se vestían en esos días. Maldita sea, cuando ella estaba en sus veintes, sabía como vestir cool, no como esos perdedores post-grunge 43. Les mostraría. Les mostraría muy bien. Concentrándose más fuerte de lo que alguna vez se había concentrado en su vida o muerte, se centró en esa estúpida fotografía de Manfred y sus hijos arriba, donde Manfred tenía esa estúpida sonrisa en su rostro y los niños estaban todos intranquilos como si quisieran estar en cualquier lugar menos con Manfred. ¿Por qué Manfred tenía siquiera esa foto de todos modos? Era tan patético. No los había criado y ellos ni siquiera se preocupaban por él, ¿así que por qué tener la estúpida fotografía? La fotografía salió volando de la pared y se dirigió directamente hacia el alto. Desafortunadamente, la oyó venir (y tenía, como, reflejos asesinos) así que la golpeó fuera del camino con su antebrazo, lo que se llevó toda la diversión de ello. “Creo que está enojada contigo, amigo,” dijo el pequeño. El alto al que casi golpea dijo, “Enojada, punto, creo.” Ella lo intentó de nuevo. Tenía que lastimar a esos tipos después de lo que le hicieron. “Roxy, ¿estás ahí?” dijo el alto repentinamente. “Mira, no queremos lastimarte.” ¿Cómo saben mi nombre? Y sí, de acuerdo, no querían lastimarla. ¿Cómo alguien podía decirle eso con cara seria, veinticuatro horas después de que te dispararan? El post-grunge es un subgénero del grunge, del rock alternativo y heavy metal surgido a mediados de la década de los 90. 43

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 130 Entonces el pequeño dijo, “Pero lo haremos si nos tiras más marcos de fotografías a la cabeza. Mira, esta casa pertenece a un amigo nuestro, y…” Ella no había estado prestando atención, ocupada como estaba intentando centrarse en el póster de Fillmore East en su marco de metal. Finalmente consiguió volarlo liberándolo de la pared y golpeó al pequeño en la parte trasera de la cabeza. El alto lo ayudó a levantarse de nuevo, y el pequeño puso su mano en la parte trasera de su cabeza e hizo una mueca de dolor. “Okay… ouch.” “¿Estás bien, hombre?” “No, no estoy realmente bien, ¡un espíritu de una perra me golpeó la parte trasera de la cabeza con el póster inapreciable de un concierto!” Ella no pudo evitarlo. Se rió ante eso. Se rió largamente, se rió con fuerza, y se rió en voz alta. Era incluso más divertido que esa vez cuando su hermano de hecho esnifó pegamento pensando que “aspirar pegamento” significaba tomar pegamento con tu nariz como lo hacías con la cocaína. Las paredes de la casa de Manfred se sacudieron, se rió con tanta fuerza. Ambos extraños levantaron sus escopetas, y repentinamente ella paró de reír. No podía hacerle frente a eso, no aún. En lugar de eso, se fue, como siempre lo hacía una vez que Manfred se iba. Tenía que soportar el tiempo, ser paciente, como se mantenían diciéndole que tenía que ser en rehabilitación, y luego les mostraría de qué estaba hecha la próxima vez que volvieran de ese estúpido bar. No tenía idea de cuándo sería eso, días o semanas ya no significaban nada para ella, sólo sabía cuando todos los de Scottso estaban juntos en Parque Trasero, así que ella esperaría hasta que fuera hora otra vez. Tiene que detenerse. ¿Por qué no me ama? Dean miró el lector EMF y sacudió la cabeza. “Nada. Hubo ese ataque de risa, y luego nada 44.” Sam bajó su escopeta. “Raro.” “Sí. Y esos dos tiros que nos hizo fueron bastante débiles.” 44

En el original dice ‘nada’ en español.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 131 Asintiendo, Sam dijo: “Sí, estoy pensando que ella no había vuelto completamente de la dispersión de roca de sal.” Sabía que era diferente para cada espíritu. Algunos sólo se disolvían por unos minutos. Otros eran destrozados permanentemente por la roca de sal, aunque eso era muy raro. “Bueno, parece que ella se fue,” dijo Dean. “Podemos decirle a Manfred que es seguro.” “Sí.” Sam suspiró. “Mañana, haré una pequeña búsqueda en línea, luego el lunes comprobaré las bibliotecas, veré si puedo averiguar algo de esta casa. Quiero decir, estamos asumiendo que es Roxy por esa camiseta del King’s Reign….” Dean se estremeció y gruñó al mismo tiempo. “Es Queensrÿche 45.” “Como sea.” Sam logró no sonreír, ya que arruinó el nombre de la banda completamente a propósito sólo para fastidiar a Dean. “Pero debe haber otro espíritu aquí del que simplemente no sabemos.” Dando a Sam una mirada dudosa, Dean dijo: “¿Eso pasa por parecerse a una de las ex-novias de Scottso, hasta el mismo amor por Queensrÿche?” Sam tenía que concederle ese punto. “Si, es un estirón, pero no es como si fuera todo lo que la banda tiene disponible. Y no sé tú, pero yo no puedo decir si ella reaccionó a nosotros llamándola por su nombre. “Sí, yo tampoco. Está bien, intentaremos eso. ¿Qué pasa con la cosa de Poe?” Sam se encogió de hombros. “Seguiré buscando por Arthur Gordon Pym. Haré algunas llamadas mañana, o el lunes, supongo, ya que mañana es domingo, y veré si puedo rastrear quien es el dueño del servidor del sitio web.” Entonces algo le ocurrió. “Oye, ¿no dijo McBain que estaba con personas desaparecidas?” Dean se tensó. “Sí, ¿por qué?” “Tal vez podemos hacer pasar el nombre de Roxy por el suyo.” “No es necesario meterla en esto, Sammy.” Sam suspiró. “Vamos, Dean, creo que podemos confiar en ella. Como dijiste, no nos arrestó, y conoce Ballard.” “Qué demonios tiene eso que ver con…” “Si no fuera por Ballard, ambos estaríamos en la cárcel ahora mismo, y lo sabes. Me ayudó a desenterrar el cuerpo que necesitábamos encontrar, y le disparó a su Queensrÿche, (pronunciado /kuínsraik/) es un grupo de metal progresivo estadounidense creado en 1981 en Bellevue, (Washington), cerca de Seattle. El grupo ha editado un EP y once álbumes de estudio y, hasta la fecha, continúa haciendo giras y grabando. 45

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 132 compañero y nos dejó ir. Confiamos en ella, creo que podemos confiar en McBain. Además, ella es de Personas Desaparecidas, y eso quiere decir que podemos comprobar a las personas desparecidas sin tener que encubrirlo.” Dean aún estaba ansioso, así que Sam llegó a un compromiso. “Mira, necesitaremos su ayuda el lunes de todas formas, así que vamos a preguntarle entonces.” Frunciendo el ceño, Dean preguntó, “¿Por qué necesitaremos su ayuda el lunes?” “Quedan dos sitios más para completar el sello de Samuel, pero no sabemos cual de los dos será. Las notas de papá no especifican en qué orden deben ser elaborados los puntos. Así que a menos que me quieras en uno y tú en el otro…” Dean levantó una mano. “Bien, como sea, haremos que cubra uno, y luego le preguntaremos acerca de Roxy. ¿Contento?” Riéndose, Sam dijo: “Emocionado más allá de toda imaginación posible.” “Oigan, chicos, ¿puedo entrar ya? ¡Me estoy congelando el trasero aquí!” Sam se giró hacia le puerta del frente, a través de la cual Manfred había gritado. Hacía más frío esta noche de lo que había hecho la noche pasada, y no había razón para mantener a Manfred fuera de su propia casa. “¡Está despejado!” gritó Sam.

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Catorce Traducido por Kroana Avenida Webster con Calle 199 Este El Bronx, Nueva York Lunes 20 de noviembre de 2006

D ean odiaba esperar. Había un montón de razones por las que él había ido a Stanford hace poco más de un año atrás en busca de Sam, pero en momentos como este, le gustaba pensar que la razón principal era porque Sammy era realmente bueno en la mierda inútil. Y los dos días pasados habían estado completamente llenos de mierda inútil, finalizando ahora con ambos sentados en el Impala en la Avenida Webster en el Bronx, esperando a que algo sucediera. El domingo había sido bastante aburrido. Sam dejó mensajes en los correos de voz de varias personas, uno de los cuales finalmente fue devuelto esta mañana, diciendo que el sitio web de Poe era pagado por una corporación llamada Péndulo del Infierno Incorporado (“Ooooh, sutil,” Dean había murmurado en ese momento). Le tomó poco tiempo a Sam usar su investigación para encontrar que Péndulo del Infierno Inc. era una corporación auto-propiedad privada y operada por un tal Arthur Mackey. Desafortunadamente, él no pudo indagar hasta después del ocaso, y ellos necesitaban tratar de detener su maniático Poe (quien Dean estaba todavía convencido era Pym o Mackey o cualquiera que fuese) de matar a alguien mas. Dean y Sam se habían ofrecido a tomar la avenida Webster y 199, la cual era una vía publica importante conteniendo estacionamientos, tiendas de auto partes, y mecánicos, con tres o cuatro pisos de apartamentos de valor sobre muchas de las tiendas.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 134 McBain tomó Fordham Road y MLK Boulevard, la cual era una enorme intersección que tenía la iglesia de San Nicolás de Tolentino y el parque Devoe, así como varios edificios de apartamentos más. Webster era bastante tranquila en la noche, mientras que la otra ubicación era bastante transitada. Todos ellos estuvieron de acuerdo en que era mejor para los dos fugitivos tomar el lugar más tranquilo. El problema era, que había varios lugares donde el próximo asesinato podía tener lugar, la mayoría de los cuales eran apartamentos. Dean y Sam sabían que ellos no podían solo pasear mirando demasiado alrededor, ya que este era un predominante barrio latinoamericano y ellos destacaban. Al menos el coche no era gran cosa como podría haberlo sido. Uno de los mecánicos tenía un par de vehículos de época, y un Buick de cincuenta y cuatro estaba estacionado más abajo en la calle donde Dean había estacionado. Generalmente, el Impala era un poco llamativo, y Sam una vez había cometido el error de exponer la posibilidad de abandonar el vehículo por algo menos visible, ya que ahora estaban huyendo. Dean dejó claro a Sam que nunca llegara a considerar siquiera la posibilidad de traer ese tema a colisión de nuevo. Él preferiría cortarse su testículo izquierdo antes que dejar el Impala. Su tercera (y, si Dios quería, última) excursión al Parque Trasero no había sido un gran progreso. Se habían quedado sin excusas para traer a Roxy al tema, y además parecían haber encontrado tanta información como la que podían conseguir en ese aspecto. Roxy era una de la larga lista de novias que estos tipos habían empacado y botado a lo largo de los años, y Dean estaba convencido de que la mitad de las historias que ellos contaban acerca de Roxy eran en realidad de otra chica. Para empeorar las cosas, Jennifer no estaba trabajando la noche del domingo, y todas las otras mujeres en el Parque Trasero tenían pareja o simplemente no eran su tipo. Él había estado esperando que Jennifer podría al menos llamarlo (le había dado su número de celular antes de que ellos salieran la noche del sábado) pero hasta el momento, nada. Dean no se había molestado con la llave del agua ‘caliente’ de su ducha en la mañana. Roxy hizo el mismo papel que había hecho el sábado en la noche: algunas carcajadas, algunas sacudidas, traqueteo y balanceo, luego desapareció. Ambos, Sam y Dean, estuvieron de acuerdo en que probablemente todavía no había

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 135 superado la dispersión, pero al llegar el viernes, ella probablemente estaría de regreso al modo obsesionante de una forma concentrada y agresiva 46. Sam había encontrado también algunas tradiciones acerca de los fantasmas en la cuidad de Nueva York, la mayoría de los cuales parecían ser personas famosas: Theodore Roosevelt, un comisario de la policía de Nueva York que antes fue presidente, recorre el antiguo cuartel de la policía; Mark Twain recorre el lugar donde él solía vivir en la calle West Tenth; Alexander Hamilton por todo lo largo de la calle Jane, en la manzana donde él murió luego de su duelo mortal con el vicepresidente Aaron Burr; el propio fantasma de Burr en un restaurante de la calle Barrow que ahora estaba en una cochera donde él había vivido; y, por supuesto, John Lennon en el Dakota, en el apartamento del edificio donde fue asesinado. Sam asumió, y Dean estuvo de acuerdo, que gran parte de esto era el bombo 47 de Nueva York. No había nada sobre Riverdale en general o esta casa en particular, o acerca de mujeres con camisetas de bandas gritando que las amen. Por falta de algo mejor que hacer mientras Sam estaba buscando de nuevo, Dean había leído un poco mas de Percival Samuels. Tuvo que admitir, para un artista del engaño, el hijo de puta era bueno. Puso un gran espectáculo para sus clientes, lo cual era bueno, porque ellos pagaron hasta las narices por ello. El espectáculo no se sostenía si prestabas atención, sin embargo. Incluso Dean sabía que Hécate, Osiris y Morrigan eran dioses de tres panteones diferentes (griego, egipcio y celta), y Loki era de un cuarto (nórdico) y no era el Dios del amor y la redención. Pero probablemente sonaba bien a los patanes que no conocían nada mejor, del mismo modo que los psíquicos que ven en la televisión nocturna suenan bien a la gente quienes se perdieron todos los trucos de lectura y preguntas capciosas. Por nonagentésima 48 vez él miró con deseo a la radio (había encontrado una estación local de rock clásico y ni siquiera era tan mala) pero sabía que la música a todo volumen seria un error. Los audífonos no mejorarían las cosas, cuando él necesitaba ser capaz de escuchar si algo malo sucediera, como, por decir, Sam gritando por ayuda, o ruidos de demonios, o alguna otra maldita cosa. Entonces se sentó en silencio, y esperó. Dean realmente odiaba esperar. Finalmente, Sam salió de uno de los edificios de apartamentos, miró a su alrededor para ver si alguien más estaba en la calle, vio a dos personas caminado full-tilt-boogie: Frase que se utiliza para expresar el proceso por el cual algo /alguien actúa de una manera muy concentrada y agresiva en la búsqueda de un objetivo. 46 47 48

Elogio exagerado y ruidoso con que se ensalza a una persona o se anuncia o publica algo. Número 900 en ordinal.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 136 hacia el norte de Webster, y entonces vagó lentamente hacia ellos, con la cabeza abajo. Las dos personas estaban caminando hablando entre sí, y cada uno tenía un audífono del mismo iPod en sus oídos. Ellos ni siquiera notaron a Sam, pero él todavía esperó hasta que ellos se volvieran al Boulevard Bedford Park antes de detenerse, girar y correr a través de la calle hasta el Impala. “Nada,” dijo al tiempo que se dejó caer en el asiento del pasajero, cerrando la gran puerta. “He revisado ambos edificios de apartamentos. Hay otro lugar sobre la tienda de auto partes.” “¿Qué pasa con la tienda?” Preguntó Dean. “¿Cuál?” Dean se encogió de hombros. “Cualquiera de ellas.” “No lo veo. Los carros no existían en la época de Poe, si va a ser algo que tiene una conexión con la vida y el trabajo de Poe, tendría que estar en esos apartamentos.” “Una acera cerca de un campus de la universidad no está en ninguna de las historias de Poe, ¿verdad?” Sam frunció el ceño. Dean se movió en su asiento de modo que quedaba frente a su hermano. “La cosa con el orangután pasó en una calle, sin embargo, en libro fue en un apartamento, ¿no?” “Sí.” “Así que, obviamente nuestro maniático esta dispuesto a rehuir para conseguir la ubicación correcta. Demonios, por todo lo que sabemos, el garaje de allá tiene un péndulo en su gran trasero.” Sam se frotó la barbilla de la manera que lo hacía a veces cuando quería hacer creer a Dean que estaba pensando. Dean nunca se había tragado eso, porque sabía que Sam estaba pensando todo el tiempo. No, este era Sam estancando. “Todos de acuerdo entonces… ¿Porque no revisas los garajes, y yo tomo el último edificio de apartamentos.” Dean apenas parpadeó y miró por un segundo. “¿Qué tiene de malo?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 137 “Nada, solo estoy sorprendido de que tú vinieras con un plan que realmente no apesta.” “Ha Ha Ha 49.” Sonriendo, Dean salió del coche, al igual que Sam. Después de estar seguros de que todas las puertas estaban cerradas. Dean corrió hacia el garaje con el gran cartel amarillo que decía MANNY REPARACIÓN DE CARROS en la esquina de 199, incluso cuando Sam dio vuelta en la esquina, la entrada a los apartamentos sobre Manny estaba en la calle numerada, perpendicular a Webster. Dean asumió que Sam esperaría a que alguien saliera y haría como si fuera un residente llegando al mismo tiempo, o solo tocar el timbre de la puerta y decir “Soy tu vecino, olvidé mis llaves” de rutina. Los parlantes en esos edificios eran tan malos que Sam probablemente podía llevarlo a cabo sin muchos problemas. Además, tenía esa cosa que estaba a su favor. Las personas confiaban en Sam, que era otra de las razones por las cuales a él le gustaba tenerlo a su lado a lo largo de la caza. Durante el día, probablemente Manny tenía la puerta completamente abierta para que los coches pudieran entrar. Ahora, sin embargo, la gran puerta de metal del garaje (la cual estaba cerca de la longitud de tres coches) estaba cerrada, con una cadena de seguridad con un grueso candado de metal a cada lado de la puerta. Mirando hacia arriba, Dean vio que la puerta se abría y cerraba automáticamente, lo que significaba que podría necesitar un control remoto para abrirla, incluso si pudiera forzar la cerradura de seguridad de la cadena a los pernos muertos. Entrecerrando los ojos bajo la poca luz proporcionada por la farola a varios metros de distancia (había una cerca, pero no estaba funcionando) Dean vio que las cadenas estaban aseguradas con una de las nuevas cerraduras especiales, esas que suponía eran más difíciles de forzar. En el mundo real, eso significaba que con buena luz podría tomarle quince minutos para forzarla en lugar de los habituales dos. Probablemente podría llevarlo a cabo, pero ya había tenido la llamada de los policías sobre él una vez, y la puerta del garaje estaba considerablemente más expuesta que la puerta lateral de la casa, y tendría que forzar dos cerraduras, lo que podría tomarle mucho tiempo. No valía la pena el riesgo. Entonces, notó el pequeño recuadro en la puerta del garaje, la cual tenía una cerradura regular de llave para un cerrojo estándar. Sabía que podía abrirlo en medio segundo. HHH: Abreviatura computarizada para la frase Hardy Har Har [en el original es utilizada esta frase], normalmente se usa para denotar sarcasmo, a menudo se utiliza cuando una persona hace un broma que no es muy divertida. 49

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 138 Como siempre, Dean se maravilló de cómo la gente podía ser estúpida a veces. Gastaban miles de dólares en un sistema de alarma, pero entonces nunca cambiaban el código que por defecto proveía la compañía, o peor aún, podían cambiar el código a algo obvio como su fecha de cumpleaños o la dirección de la casa o algo así. O tenían cuatro cerraduras en la puerta pero dejaban abierta una ventana porque hacia demasiado calor. Las personas estaban mejor en la ilusión de la seguridad que lo que estaban realmente seguros. Y los propietarios de este garaje eran justo igual de malos. Mirando a través de las ventanas de la puerta del garaje muy pequeñas y muy sucias, Dean apenas podía distinguir algunos coches y las grandes cerraduras que los mantenían a salvo de ser robados. Pero al dejar una puerta como esta con solo una cerradura de mierda, un ladrón emprendedor podría fácilmente irrumpir y hacerse con las pequeñas piezas del equipamiento o partes de los coches que estaban allí para pedir. Buscando en el bolsillo de su pantalón, sacó su ganzúa y en segundos ya tenía la puerta abierta. En ese momento, un fuerte pitido comenzó, lo suficientemente alto para hacer vibrar los tímpanos de Dean. Mirando a su alrededor rápidamente, localizó la consola del código de la alarma, corrió hacia ella, miró cual modelo ese era y supo que solo requería un código de tres dígitos, e ingresó la calle transversal del garaje: 199. El pitido se detuvo tan pronto como presionó el botón enter. ¡Vamos a escuchar a la gente estúpida! Con la alarma silenciada, corrió hacia la puerta y la cerró. No tenía ningún sentido avisar que había un robo. El único policía que él quería encontrar en este viaje era McBain. Dean consideró dejar algún tipo de recuerdo de su presencia, sólo como una visión objetiva para Manny y sus empleados de que su seguridad apestaba. Antes, cuando él era un niño de once años de edad, solía ir a buscar coches que tenían el letrero “Sin Radio en el coche”. Él tomaba una radio removible, del tipo que era muy popular en ese momento, y lo tiraba lo mas fuerte que podía a la ventana del coche con una nota envuelta alrededor que decía, AHORA TIENES UNA. Realmente, ¿puede alguien pensar que con un cartel podría realmente detener a las persona de irrumpir en sus coches? “¡Ay, tonterías!” Gritó alguien desde la habitación del fondo, justo cuando algo de metal se estrello contra el suelo. Los ojos de Dean se abrieron, ¿Tonterías?

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 139 Lentamente, desmontando la pistola metida en la parte trasera de su pantalón, se movió hacia la habitación del fondo, mas allá de dos Geo Metros y un Prius. Por un breve instante miró con nostalgia al Prius, no tanto por su elegancia, ya que era verdaderamente un vehículo de culata fea, sino por el hibrido rendimiento de gasolina del coche. El Impala tenía muchas virtudes, pero también consumía gasolina como un hijo de puta, y donde fuera de dos a tres dólares por galón, se estaba haciendo cada vez mas difícil mantenerla alimentada. Una vez hubo pasado el Prius, vio que había una linterna ondeando en el cuarto de atrás. Esa habitación tenía una puerta casi cerrada con la palabra oficina estarcida en descoloridas letras de oro en una mugrienta y rayada ventanilla. Dean lentamente se acercó hasta la puerta, y vio a un tipo bajito con un parche de calvicie en su coronilla rodeada por escaso cabello castaño. El tipo estaba arrodillado de espaldas a él, así que eso fue todo lo que podía ver de él, pero podía ver también que el tipo estaba extendiendo algún tipo de polvo en la alfombra roja oriental de la oficina. Vestía un traje de poliéster marrón que no hubiera estado fuera de lugar usado por un vendedor de carros o por un golfista de fin de semana. El hombre estaba cantando algo en voz baja. Dean no podía recordar nada de lo que este tipo estaba haciendo como parte del ritual de Samuel, pero eso no significaba que no lo fuera. Pateando la puerta para abrirla, quitó el seguro de la pistola y dijo: “No te muevas.” Para su crédito, el tipo del feo traje inmediatamente detuvo su canto y levantó las manos, las cuales llevaban guantes de látex cubiertos de suciedad. “Por favor, es muy importante que usted me escuche, entiendo que irrumpí en su lugar de trabajo, pero si no me deja terminar el ritual que he empezado, alguien va a morir. Hay un loco por ahí matando gente en un intento de resucitar a los muertos, y ¡debo detenerlo antes de que mate de nuevo!” Dean frunció el ceño. Esa no era la reacción que él esperaba. Entonces el tipo se dio la vuelta, y Dean reconoció la gran nariz, ojos pequeños, labios delgados, y el mentón hendido del entusiasta de la página web de Poe. “Tú eres Arthur Gordon Pym.” Los ojos pequeños brillantes se ampliaron tanto como era posible. “Me temo que me tiene en desventaja, caballero… a menos que usted sea el Manny que se indica en el cartel…” “Solo cállate un segundo, ¿de acuerdo, Artie? Y sí, te tengo en desventaja, porque yo tengo la pistola, y también sé que tu nombre verdadero es Arthur Mackey, que

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 140 vives en el Bronx, que eres dueño de Péndulo del Infierno Inc., y que estás tratando de resucitar a Poe, entonces corta esa mierda, ¿de acuerdo?” Muy lentamente se puso de pie, y Dean notó que era cuidadoso de no moverse de manera súbita. Mackey dijo: “Puedo asegurarle, caballero, que no tengo intenciones de resucitar a nadie. Edgar Allan Poe está muerto, y yo estoy contento con dejarlo de esa manera. He visto cadáveres resucitar antes, y ellos son…” Mackey se estremeció “…bastante inquietantes.” Recordando la chica zombie que rompió el brazo de Sam, Dean simpatizaba, pero no estaba dispuesto a creer esa historia todavía. “¿Cómo sabes acerca del hechizo de resurrección?” “Aprendí de él en la biblioteca Walsh cercana a la universidad Fordham, en realidad. Estoy muy curioso de cómo sabes tú de el… y quién eres.” “Si, bueno, sigue preguntándotelo, porque aún tengo la pistola y…” El sonido de “Smoke on the Water” provino del bolsillo de Dean. Entonces se detuvo, y luego comenzó de nuevo. Manteniendo la pistola amartillada en una mano, metió en su bolsillo la otra y abrió el teléfono: dos llamadas perdidas de Sam, lo que significa que tenía una recepción de mierda en su celular aquí o Sam estaba señalando que estaba en problemas y necesitaba su ayuda pero no podía realmente hablar por teléfono. Después de reflexionar por medio segundo, Dean agito su pistola. “Levántate Artie, vienes conmigo.” “Por favor, caballero, necesito localizar al asesino antes…” “Si estas llamadas significan lo que creo que significan, mi hermano ya encontró al asesino.” Los labios de Mackey se fruncieron hasta el punto en que prácticamente desaparecieron. “¿Tu hermano?” Agarrando las solapas de la fea chaqueta de Mackey, Dean lo tiró fuera de la oficina. “Sólo mueve tu culo, Artie.” Arrastrando a través del garaje a Mackey, Dean fue de regreso a la puerta principal. “Señor, tengo que protestar ante este tratamiento, Si tu hermano (sea quien sea y quien quiera que seas tú) han encontrado al asesino, yo estaré feliz de ir con usted y asistirlos en cualquier manera escasa que pueda, pero…”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 141 Dean se detuvo, dio media vuelta, y puso el cañón de la pistola debajo de la barbilla de Mackey, “¿Alguna vez te callas?” Mackey tragó, su manzana de Adam se deslizó a través de la punta del cañón. Dejando salir un gruñido, Dean bajó la pistola, puso el seguro de nuevo, y metió la pistola en sus pantalones antes de volver a la calle. Esa era otra razón para evitar atraer la atención de cualquier miembro de la policía de Nueva York no llamado McBain: las leyes por arma de fuego en este estado se encontraban entre los más desagradables en el país. Por supuesto, con el cargo de asesinato, esa era la menor de sus preocupaciones, pero también era el tipo de cosa que llamaba su atención. Caminaron rápidamente hasta la esquina, y entonces a la puerta por la que se suponía Sam tenía que haber pasado. Las preocupaciones de Dean acerca de cómo llegar a la puerta fueron atendidas muy rápidamente cuando vio que Sam estaba parado en la entrada, manteniendo la puerta abierta con su pie. Además no estaba moviéndose, pero Dean podía escuchar a alguien hablando. Mirando hacia abajo a Mackey, él puso su dedo en sus labios. Mackey asintió y se quedó un paso detrás de Dean mientras subían en silencio las pequeñas escaleras de la puerta frontal. Dean sacó su pistola. Al diablo las leyes de armas, si alguien se mete con mi hermano. Sam estaba hablando ahora, manteniendo sus manos arriba en una posición no amenazante. Su Treo estaba en la palma de su mano derecha, lo que era probablemente como él había llamado a Dean. “Mira, entiendo por lo que está pasando, pero…” “Y yo estoy diciéndote ahora mismo que no es correcto lo que la derecha está haciéndole a este país, no es justo, y tengo el derecho de saber lo que es correcto, porque no es correcto, ¿Puedes entenderme? ¿Cierto? ¿Cierto?” “Por supuesto que lo hago, ahora solo por favor, señor, baje el arma.” Mierda. Por los sonidos de eso, algún looney-tunes 50 con un arma estaba bajo los efectos de medicamentos y desquitándose con Sam. No tenían tiempo para esta mierda. Dean se acercó detrás de su hermano y junto a él. Pudo ver que allí había un hombre calvo afro-americano que llevaba una camiseta y pantalones cortos de boxeador y agitaba un revolver por todos lados lo suficientemente rápido que Dean no podía decir si estaba borracho o no. No tenía especial interés en 50

Alguien que esta actuando más allá de la locura.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 142 averiguarlo de la manera difícil. El hombre estaba dando vueltas en el estrecho pasillo, justo al lado de una puerta de metal que estaba entreabierta. “¿Sam?” dijo Dean, su propia pistola justo apuntaba a la lisa cabeza del tipo mientras él iba y venía. “¿Quién que? ¿Eres otro? ¿Otro del gummint 51? ¡Ya no los escuchare a ustedes blancos con sus píldoras y sus gummint y sus doctores y nada de eso! Las pastillas las tiré por el inodoro, dejé los caimanes en ellos, eso es lo que hice. ¡No me digas, no necesito pastillas para nada!” “Señor,” dijo Sam con su voz más razonable “Puedo asegurarle que no somos del gobierno, estamos tratando de detener a un asesino, y…” “Entonces, qué, ¿son policías? No me gustan los policías, los policías me llevaron al hospital y ¡ellos me dieron las pastillas! Yo no tomé eso, ¿me entiendes?” “No, señor, nosotros somos investigadores privados. Hemos sido contratados para encontrar al asesino porque la policía no ha podido manejarlo.” “Malditamente cierto, los policías no han podido manejarlo. No hay policías en ninguna ciudad que sepan nada de nada” “Pero, señor,” dijo Sam “Nosotros podemos atrapar al asesino a menos que usted me entrar deje a mí y a mi socio.” Dean hizo una mueca de dolor. Sam no había visto a Mackey todavía, y él esperaba que este tipo no reventara una junta cuando se enterara que Sam tenía dos socios. “Tal vez usted pueda ayudarnos,” dijo Sam “Si nos ayuda, será un héroe.” Esto, finalmente, consiguió detener al tipo de dar vueltas, lo cual, sin nada más, le dio a Dean un tiro más limpio. “¿Un héroe? ¿Cómo Superman?” “Exactamente, señor, igual que Superman. Usted detendría a un asesino y estaría en los periódicos y la televisión.” “Eso estaría bien. Me gusta la televisión. Excepto las noticias, no me gustan, pero Oprah es genial. Ella conoce lo que esta pasando, ella sabe lo que es correcto, no como la derecha no sabe que es correcto.” “Señor, ¿Puede decirme si alguno de los apartamentos en estos edificios está vacío?” 51

Es un apodo que le colocan a las personas que trabajan para el gobierno.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 143 Dean miró a su hermano, preguntándose si Sam estaba realmente esperando una respuesta directa de este garbanzo. “Ellos dicen que esta vacío, pero mienten, yo sé lo que pasa allá arriba. Arriba en el 2B, dicen que no hay nadie, pero sé lo que planean. Ellos conspiran, hacen todo ese tipo de cosas allá arriba. Estoy diciéndotelo ahora mismo, no es correcto lo que la derecha está haciendo, y ellos están haciéndolo en el 2B, eso es malditamente seguro, ¡tengo razón en eso ahora!” “Muy bien, gracias, señor,” Sam bajó sus brazos. “Si está bien, vamos a ir a revisar el apartamento 2B. ¿De acuerdo?” “No es correcto lo que la derecha esta haciendo ahí arriba, ¿Me entiendes?” “Lo sé, señor,” dijo Sam “Lo sé, ese es el porqué vamos a detenerlo.” “Tu le dirás a esas personas de la prensa, que fue Omar que los ayudó. Sin apellido, sin embargo, porque ese es el nombre de esclavo que la derecha me dio, y ellos no tienen derecho a estar haciendo eso a mis derechos. ¿Me entiendes?” “Absolutamente, Omar, vamos a decirles a las personas de las noticias que usted nos ayudó a atrapar al asesino que los policías no pudieron.” Omar asintió tan rápido que Dean pensó que su cabeza podía salirse. “Maldita derecha. Malditos policías. Maldita rectos, esos malditos policías no pueden encontrar una maldita cosa.” “Gracias, Omar. Realmente lo apreciamos.” “No sudes, mi hermano. Tú consigues al asesino y muéstrale a la derecha que ellos no tienen el derecho de estar dando a nadie pastillas que ellos no necesitan.” Sam le dio a Omar un guiño rápido. “Lo haremos.” “Bien.” Con eso Omar pasó la puerta de metal y la cerró de golpe. Dean dejó escapar un respiro, que ni siquiera había notado que estaba conteniendo. “Bueno, eso fue divertido.” “Tenemos que darnos prisa,” dijo Mackey. Sam se dio la vuelta y miró hacia abajo en la escalera a Mackey, que estaba poniéndose un par nuevo de guantes de látex. “Tú eres Arthur Gordon Pym.” “Parezco ser una celebridad,” dijo secamente. “Si, soy Pym, y no podemos perder el tiempo cuando hay un asesino que debe ser capturado.”

Keith R. A. DeCandido Mirando a Dean, Sam dijo “¿Él no es el asesino?” Foro Dark Guardians 144 Dean se encogió de hombros. “Lo encontré haciendo un tipo de ritual en la oficina del mecánico.” “Estaba procurando localizar el lugar del hechizo.” “No es un hechizo, Artie,” dijo Dean. Mackey retrocedió como si Dean lo hubiera abofeteado. “¿Discúlpeme?” Sam dijo: “Estamos bastantes seguros de que el hechizo es falso, señor Pym. Entonces si usted estaba tratando de hacer un hechizo localizador, este probablemente no habría funcionado. No hay magia real aquí. No lo creemos.” “Bueno, tanto como estoy a menudo dispuesto a tomar las palabras de dos jóvenes matones quienes nunca he conocido, prefiero creer mis propios y probados métodos sobre los desvaríos y desatinos de jóvenes inexpertos.” Sosteniendo la pistola, Dean dijo “Eh, ¿Artie? Todavía tengo el arma.” “Vamos arriba,” dijo Sam mirando a su alrededor nervioso “Antes de que cualquier otra persona se de cuenta de que estamos aquí.” El trío entró en el estrecho pasillo, el cual estaba cubierto de mugre y suciedad que parecía para Dean como si remontara de la administración de Reagan. “¿De donde vino Omar, de todos modos?” Pregunto Dean. Sam se encogió de hombros “Simplemente salió en el pasillo blandiendo el arma al rededor y balbuceando como un idiota. No estaba seguro de ser capaz de hablar con él, por lo que te llamé.” Al fondo del pasillo había una escalera estrecha que se retorcía alrededor de 360 grados en el momento en que alcanzaba el siguiente piso. Dean se preguntó cómo demonios alguien tenía muebles aquí arriba. También había un leve olor a orina en el pasillo. Tan pronto como llegaron al final de las escaleras, Dean tomo la delantera, dirigiéndose directamente a la puerta con el brillante 2B de oro. Asumió que puesto que estaba vacío y siendo mostrado a personas, el propietario estaba tratando de hacerlo verse bien. Este era el único de los cuatro apartamentos en el piso que incluso tenía una etiqueta, sin embargo, él podía ver los agujeros desgastados donde el numero 2 y las letras que lo acompaña solía estar. Entonces escuchó el sonido de la madera siendo partida a la mitad.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 145 Volteando para darle la señal a Sam, Dean fue apartado a un lado por Mackey, quien grito “Tenemos que entrar allí ¡Ahora!” La próxima vez grita un poco más fuerte, imbécil, hay personas en Nueva Jersey que quizás no te han oído, pensó Dean con ira mientras Mackey agarraba el picaporte con su mano enguantada y empujaba para abrir la puerta. Ahora Dean podía oír claramente madera romperse. Teniendo en cuenta que el apartamento que Mackey reveló estaba completamente vacío a excepción de alguna brillante nueva madera dura en el piso, Dean se imaginó que era el piso. ¿No era una de las historias de Poe acerca de ocultar un cadáver en el piso? Mackey corrió y tropezó con prontitud cayendo sobre su rostro. Mirando hacia abajo, Dean vio que alguien había tomado la precaución de establecer un sistema de alarma unos pocos metros dentro de la habitación delantera. Dean y Sam corrieron a la vez, saltando sobre el cable trampa, y entrando en la habitación de al lado, de donde provenía el sonido. O, más bien, lo intentaron. Mackey eligió el momento cuando Sam estaba pasando sobre él para tratar de levantarse, y su hombro chocó con las largas piernas de Sam. Los dos cayeron en un enredo de denim52 y poliéster. Dean pasó sobre ambos, incluso cuando Sam prácticamente pateo a Mackey fuera de él. “¡Espera!” gritó Dean mientras corría, con la pistola preparada. Pero solo vio dos piernas saliendo por la ventana encima de la escalera de incendios. Dean fue directo a la ventana, haciendo una pausa para dar la vuelta solo por un segundo. “¡Quédate con ese imbécil!” le dijo a Sam, señalando a Mackey, quien se tambaleaba dentro de la sala, cepillando el polvo de su traje de poliéster. Dean también vio algunas piezas de madera dura arrancada y pedazos de ajenjo. Se volvió y se metió por la ventana. ¿Cómo demonios nos perdimos esta? Si él recordaba bien la historia de Poe, la victima fue asesinada y cortada en pedazos y enterrada bajo el piso. Era “El corazón delator” una de las buenas, si nada más, era corta. ¿Podía su chico malo cometer asesinato en silencio? Esa pregunta era para después. Ahora mismo tenía una basura que atrapar. La figura oscura estaba ya en la acera de la calle 199. Dean se escurrió en la pequeña abertura que lo llevó a la escalera de metal que bajaba a la calle. 52

El cuero del hombre trabajador.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 146 Sus pies tocaron el pavimento y Dean dobló las rodillas con el impacto. Dándose vuelta, vio que su presa había corrido hasta la siguiente calle, Avenida Decatur, y giró a la izquierda. Dean se lanzó en su persecución, emocionado de tener algo de acción después de estar sentado sobre su culo tanto tiempo. Mientras corría por la colina de la siguiente calle, empezó a ir sobre las diferentes maneras en que iba a patear el culo de este tipo, especialmente desde que él había logrado cometer otro asesinato justo bajo sus narices. Tan pronto como llegó a la esquina de la 199 y Decatur, sin embargo, los faros brillaron justo en su rostro. Levantando un brazo para proteger sus ojos, Dean levantó la pistola con el otro, pero el coche conectado a los faros estaba moviéndose por Decatur. Dean no podía ver a nadie en la calle ya que el coche enfocaba más allá, y entre los faros y la oscuridad estaba la luna nueva, y no había mucho alumbrado publico por aquí; no podía ver nada distintivo del coche, mas allá del hecho de que era un sedan oscuro. “¡Maldita sea!” gritó, sin importarle quién se fijara en él en ese momento. Dean volvió al edificio y subió de regreso la escalera de incendios. Ir por la puerta principal lo haría correr el riesgo de otra confrontación con Omar, y no confiaba en sí mismo para no solo dispararle al hijo de puta en el estado de ánimo en que estaba. Por supuesto, Artie Mackey era otra historia. Escalando de nuevo a través de la ventana, Dean dijo antes de que Sam pudiera preguntar: “Lo perdí.” “Mierda 53,” dijo Mackey. Sam miró a Mackey. “No creía que alguien dijera eso fuera de las historietas.” Mackey se encogió de hombros. “Tengo dos hijos, así que trato de usar un lenguaje apropiado. Es una lástima que no fueran capaces de detener a nuestro asesino.” “Sí,” dijo Dean, sin guardar su pistola, “bueno, si tú no te hubieras lanzado como cañón amateur, Artie, podríamos haber capturado al bastardo.” Una vez más, Mackey pareció como si hubiera recibido una bofetada, lo cual era lo menos de lo que Dean quería hacerle. “¿Disculpa?” “Pide todas las disculpas que quieras, no lo vas a conseguir. Tendríamos a la madre si no estuviésemos ocupados tropezando contigo, o si nos pudiéramos 53

En el original es Blast es una exclamación para decir que algo que no querías que pasara… pasó.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 147 haber colado en silencio. Ahora alguien está muerto.” Dean levantó la pistola y apuntó a Mackey. “¿Alguna razón por la que no debería solo matarte, Artie?” Un brillo de sudor apareció en la frente alta de Mackey. “Mira, esto es difícilmente mi culpa…” “Dean.” Esa era la voz insistente de Sam. “¿Qué?” “No podríamos haber salvado a nadie.” “Qué demonios se supone que…” “Estos restos… han estado aquí por días.” Mackey miró a Sam. “¿Qué?” Dean bajó la pistola y la puso de nuevo en sus pantalones. El metal se sentía frío en la parte baja de su espalda. Él miró hacia abajo en las tablas del suelo que habían sido arrancadas. Un olor a carne podrida se desplomó sobre él, y tuvo que alejarse, pero no antes de ver un montón de partes individuales del cuerpo, todo cortado en pedazos y la podredumbre. “Tienes razón,” dijo Mackey “Ese pobre desafortunado fue asesinado hace varios días.” Él negó con la cabeza. “Pero eso no tiene sentido. El ajenjo esta fresco, y está noche es luna nueva.” Sam lució como si una bombilla se hubiera apagado sobre su cabeza. “Tiene perfecto sentido.” “¿Cómo?” preguntó Dean. “El tipo en la pared de ladrillo fue asesinado en luna llena, y los chicos golpeados por el mono en el cuarto trimestre, ¿cierto?” Sam negó con la cabeza y empezó a gesticular enfáticamente. “Sí, pero los momentos críticos en esas dos historias fueron las muertes, en ‘Calle Morgue’ el clímax es revelar que el orangután lo hizo, en ‘Amontillado’ es enladrillar a Fortunato. Pero en ‘El corazón delator’…” “¡Por supuesto!” exclamó Mackey. “No es la muerte del anciano lo que proporciona el clímax de la historia, sino mas bien cuando el asesino rompe las tablas del piso para revelar el cadáver cortado.” Cabeceando hacia Mackey, Sam miró a Dean entonces. “Eso es lo que estaba recreando.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 148 “Quienquiera que él sea,” Dean miró a Mackey, “gracias a ti, nunca…” Alzando ambas manos enguantadas, Mackey dijo “Muy bien, eso es más que suficiente. Ni siquiera sé quienes son ustedes dos, y…” “Yo soy Sam Winchester, este es mi hermano Dean.” Dean disparó a su hermano una mirada molesta. Él no estaba de ninguna manera listo para empezar a compartir ninguna información con este nimrod 54. Pero entonces la mandíbula de Mackey cayó abierta. “Oh, Cielos… ¿Ustedes dos son los hermanos Winchester? Debo decir, ¡es un honor conocerlos! He oído hablar mucho de ustedes dos, y, por supuesto, conocí a su padre. Él es un hombre extraño.” Los hermanos intercambiaron otra mirada. De alguna manera, esta última revelación no era una gran sorpresa. “Debo decir, que todo lo que he oído hablar acerca de ustedes dos es bueno… y esta noche parece tener que salir, especialmente teniendo en cuenta la facilidad con la que llegaron y cayeron sobre mí.” Mackey golpeó sus manos, lo cual hizo un sonido de golpe mientras látex golpeaba látex. “Bueno, desearía que hubieran dicho algo antes. Hubiera tenido el gusto de dejárselo a un par de cazadores veteranos tales como ustedes. Me temo que soy más un buscador que un hombre de campo, pero cuando vi pasando estos asesinatos relacionados con Poe, tuve que actuar. Es más bien mi especialidad, después de todo. Además, no es como si la policía me creyera.” Dean ignoró intencionadamente la mirada de te-lo-dije que le estaba dando Sam. “Y dicen que este hechizo es falso, ¿eh?” “Sí,” dijo Dean, “Samuels estaba dirigiendo una estafa. Solo personas realmente estúpidas e ingenuas lo creyeron.” Apunto enfáticamente. Sam sacó su Treo. “¿A quién llamas?” Preguntó Dean. “McBain. No tiene ningún sentido que espere.” “¿Conoces a la detective McBain?” Preguntó Mackey. “Sí,” dijo Sam “Ella esta revisando en Fordham Road y…” “¿Qué, en St. Nicholas de Tolentine?” Mackey se rió, lo que le sonaba a Dean como una ardilla muriendo. O tal vez la voz de Manfred Afiri cuando cantaba. “No 54

Persona torpe. También usado como Gran Cazador en son de burla.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 149 seas ridículo, el sello en esa intersección es el último. Si el sello no se traza en el orden correcto, la resurrección no funcionará.” “No va a funcionar no importa el qué,” dijo Dean con los dientes apretados. “Ninguno de nuestros documentos dice eso,” dijo Sam, entonces habló en el teléfono “¿Detective McBain? Sam Winchester, Tengo buenas y malas noticias.” Mientras Sam ponía a McBain al corriente, Dean miró de nuevo las tablas arrancadas del suelo. Entonces se acercó a la ventana, sacando de un pañuelo de su bolsillo. “Dame una mano aquí, Artie.” “Qué es lo que estás… oh, ya veo, estas eliminando las huellas dactilares. Sabes, para alguien que me llamó aficionado, estoy bastante sorprendido de que ustedes no tomen una simple precaución como guantes.” Dean se centró en la limpieza del alfeizar de la ventana entero e hizo caso omiso de la lengüeta de Mackey. El hecho era que él odiaba los guantes de goma, y que seriamente se metían con su habilidad de usar la pistola. Limpiar el alféizar de la ventana probablemente borraría las huellas del tipo malo, también, pero él tendría que vivir con eso. Mientras limpiaba, preguntó: “Oye, Artie, ¿dijiste que tenias niños?” “Sí, es una de las razones por las que no estoy mucho en el campo. No puedo dejar a los niños huérfanos ahora, ¿no?” De alguna manera, Dean se obligó a no reaccionar. Cuando Mackey había mencionado a su padre, fue en el tiempo presente, entonces él no sabia acerca de la muerte de su padre. No era que él estuviera a punto de ir todo tipo película para chicas compartiendo con Mackey ahora. De hecho, todavía consideraba dispararle al bobalicón en la cabeza como una opción viable. Sam guardó su Treo. “McBain me dijo que la encontráramos donde está.” “¿Para hacer que?” Preguntó Dean. “Trabajar en nuestro siguiente movimiento” Dean gruñó: “Oh, vamos, Sammy, es suficientemente malo tener al Masterpiece Theatre 55 aquí, ¿pero ahora tenemos al Policía Que Vino a Cenar 56?” Todo lo que obtuvo fue el sistema patentado del resplandor de la confusión indignada de Sam Winchester, y Dean solo le indicó que fuera y dijo: “Bien, lo que sea.” Pero no le gustaba cuán concurrido estaba esto. Cada vez que agregaban a Es el segundo álbum de una banda de rock canadiense llamada Marianas Trench. Fue publicado en el 2009 en Canadá. 56 http://www.imdb.com/title/tt0700977/ 55

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 150 alguien a la mezcla, iba mal: Jo en Filadelfia, Gordon el caza vampiros en Montana. Demonios, incluso cuando se encontraron con papá se fue al sur. Pero Sammy tenía que ser el Señor Compartir y Atención Igual, entonces solo lo dejó ir. Bajaron, Mackey cerró la puerta del 2B detrás de él, ya que tenía los estúpidos guantes, y se dirigieron (Sam y Dean en el Impala, Mackey en un viejo y golpeado Civic) a Fordham Road y Martin Luther King Boulevard. Sam encontró un lugar para estacionar en Fordham y McBain estaba esperando por ellos en la entrada del parque, el cual estaba cerrado y bloqueado a estas horas. A diferencia del bonito traje que llevaba la otra noche, esta vez estaba vestida con una conveniente y respetable sudadera y pantalón azul de la Escuela John Jay de Justicia Criminal, un abrigo de lana sobre ella cubriendo la pistolera de hombro. Fordham era una importante vía, y la intersección era amplia, con un montón de carros incluso tan tarde en la noche. Una esquina era dominada por una enorme iglesia gris de dos torres proclamando prominentemente que se estaba celebrando su centenario este año. Sin preámbulos, McBain dijo: “Por favor, díganme que limpiaron el lugar.” “No tocamos o sangramos o nada,” dijo Sam, levantando las manos a la defensiva. “Excepto el alféizar de la ventana,” dijo Dean “Y lo limpié.” “Er,” dijo Mackey “Yo llevaba guantes.” McBain notó a Mackey por primera vez “Arthur, ¿qué demonios estás haciendo aquí?” “¿Conoces a este tipo?” preguntó Dean. “Él es el quien me avisó de este disparate en primer lugar.” Ella miró hacia él. “También dijo que no se iba a involucrar.” Mackey pasó la punta del pie en la acera. “Sí, bueno, difícilmente podía sentarme a ver, ¿cierto?” “Sí, realmente podías.” Dean no pudo evitar sonreír por la forma en que Mackey trató de hacerse más pequeño. Pero la sonrisa se redujo en poco tiempo, ya que básicamente estaban jodidos. “Mira, no tenemos nada ahora. Faltan otros ocho condenados días hasta el primer trimestre, y no tenemos a jack.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 151 “Bueno ya que no contaminaron demasiado la escena del crimen, voy a llamar. Tal vez el laboratorio obtenga algo.” McBain suspiró. “Sin embargo, no contaría con ello. El laboratorio se resguardó hasta el próximo año. Sólo la escena del crimen que tiene alguna prioridad es la de los dos chicos, porque la universidad está sobre nosotros; pero no hay nada más inútil que una escena al aire libre en una noche ventosa. Pero Reyes y quienquiera que ustedes dos hayan encontraron, va a tomar semanas el proceso.” Sonriendo, Dean dijo: “Lo que se reduce a… no tenemos jack.” “Sí, pelo de escoba, no tenemos jack, ¿Feliz?” “En realidad no, lo único que sabemos con certeza es que la última parte sucederá en algún lugar el próximo martes en esta intersección,” señaló la carretera detrás de él. “Y ni idea de quién. Diablos, hasta esta noche, este tipo,” ahora señaló a Mackey, “era en quién tenía mi dinero.” “Muchas gracias,” murmuró Mackey. McBain negó con la cabeza. “No, puedo decirte que él era una mala pista. He conocido a este tipo por años.” “Sí, bueno, lo he conocido por dos segundos y medio,” dijo Dean “y todavía no estoy convencido de que él no estuviera trabajando con nuestro tipo.” “Trate dé ayudarte.” La voz de Mackey fue chirriante. Sam, finalmente, tomó la palabra. “Y, sobre todo, te interpusiste en nuestro camino. Lo siento Sr. Mackey, pero encaja en el perfil. Está obsesionado con Poe…” “Yo no estoy obsesionado. Sí, he estudiado un poco a Poe, eso no me hace un homicida. ¿O vas a ir detrás de cada académico que estudió la vida de Poe en profundidad mucho más de lo que puedo en un sencillo sitio web?” Él negó con la cabeza. “De hecho, uno de ellos ha estado enviándome correos electrónicos, diciéndome que todo es una coincidencia.” Eso llamó la atención de Dean “¿Quién?” “Alguien de Fordham, realmente… un estudioso de la literatura del siglo XIX de allá. Irónico, ya que fue en uno de sus documentos en el que me enteré por primera vez de Percival Samuels, a pesar de que sólo lo menciona como uno de los muchos espiritistas.” Dean miró a Sam. “Suena como alguien con quien deberíamos hablar.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 152 McBain los miró. “¿Qué, solo van a caminar dentro del campus y hablarán con este tipo?” Mackey dijo en voz baja: “Er, su nombre es Dr. Ross Vincent.” “Bien.” Dean se encogió de hombros. “Vamos a entrar, decir que estamos en la ‘Revista de Estudios de Poe’ o algo.” Rodando sus ojos, McBain dijo: “Ustedes chicos realmente apestan en esto, ¿no?” “¿Cuál es el problema?” Preguntó Sam. “Es un académico, idiota, él va a conocer a todo el mundo de las revistas.” Dean dijo: “Entonces vamos a ir como policías.” En ese momento, McBain estalló en carcajadas. “Ustedes dos. Como policías. Claro. Dime pelo de escoba, ¿cómo han conseguido no estar muertos, exactamente?” Erizado, Dean dijo: “Lo hemos estado haciendo muy bien, gracias. Y deseo…” Sam lo cortó, lo cual era probablemente buena idea, ya que McBain estaba también armada, y su arma estaba en una pistolera de hombro bonita y de-fácilacceso, en lugar de metida en sus pantalones, entonces probablemente podría desenfundar mas rápido de lo que él podría. “Por lo general no nos quedamos lo suficiente como para que revisen nuestras credenciales.” Sam sonrió. “O, para el momento en que lo hacen, las cosas se han puesto lo suficientemente mal que están más preocupados por conseguir nuestra ayuda que en quiénes somos.” “Sí, bueno,” dijo McBain, sacudiendo la cabeza. “Han tenido suerte. Y la suerte siempre se acaba eventualmente. Eso es lo primero que se aprende en este trabajo.” Frunciendo el ceño, Sam preguntó: “¿Quieres decir el trabajo de cazadores o de ser policía?” McBain miró fijamente a Sam con sus grandes ojos marrones. “Ambos.” Todo el mundo estuvo callado un momento antes de que Mackey dijera: “Bueno, es tarde, y mi esposa conseguirá preocuparse. ¿Si no hay nada más?” “Solo quédate fuera de nuestro camino, ¿de acuerdo, Artie?” dijo Dean. Mackey torció sus labios finos. “Sí, bueno, yo diría que he tenido más que suficientes emociones para una noche. Con mucho gusto voy a dejar esto al par

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 153 de ustedes. A diferencia de su padre, estoy seguro de que ustedes dos manejarán las cosas bien.” Eso regresó a Dean. “¿Qué demonios se supone que significa eso?” Mientras Mackey se acercaba a su Civic, dijo: “Quiero decir que los dos son mucho mejores en esto que su padre. Lo cual, yo supongo, es alentador… mejor ver que la próxima generación está mejorando.” Con eso, entró en su coche y bajó la empinada colina que se convirtió en Fordham Road, en dirección a la autopista Major Deegan. Dean descubrió que no tenía ni idea de cómo se sentía acerca de eso. Esta no era la primera vez que había descubierto que él y Sam tenían algún tipo de reputación. Gordon lo había mencionado atrás en Montana también, y todavía lo arrojaba por una curva. Demonios, todavía estaba teniendo problemas para envolver alrededor de su cerebro la noción de que había una comunidad entera de otros cazadores que no conocía. Él y Sam habían asumido que las pocas personas que papá les había presentado (el pastor Jim, Caleb, Bobby) eran los únicos por ahí luchando contra demonios. ¿Y ahora descubrir que su representación era mejor que la de papá? Eso no tenía sentido para él. Papá, fueran cuales fueran sus defectos, era un maestro. ¿O no? Sam le dijo algo a McBain que lo sacó de sus pensamientos: estaba preguntando acerca de Roxy. Entrecerrando los ojos, McBain dijo: “No, eso no me suena, pero voy a revisar la computadora cuando esté en la oficina el miércoles.” “¿Miércoles?” dijo Dean “¿Qué, no trabajas toda la semana?” “Sí, pelo de escoba, lo hago… es solo que de miércoles a domingo. Este es mi fin de semana. Y créeme, hay personas con las que preferiría estar gastando mi tiempo fuera de servicio que con sus lastimosos culos. Ahora, si me disculpan, me voy a casa.” Le tomó varios minutos tener su respiración de nuevo bajo control. Se había debatido si era una idea tan caliente poner el cable de viaje, pero la última cosa que necesitaba era alguien irrumpiendo sin previo aviso. Esto no era probable tarde en la noche, pero el barrio era suficientemente preocupante, por lo que no

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 154 podía estar seguro de que el apartamento vacío no fuera utilizado para una compra de drogas o algo así. Pero no, había tenido la suerte suficiente de que no pasara eso. En su lugar, se trataba de algo mucho peor. No reconoció a las personas que entraron, pero obviamente ellos no eran de la autoridad de vivienda o vecinos enojados o distribuidores de drogas. Dejando a un lado cualquier otra consideración, ellos eran un poco demasiado blancos para el barrio. Por supuesto, eso no los descalificaba automáticamente, pero si ellos estaban solo enojados porque él estaba entrometiéndose en su “casa” o lo que fuera, dudaba que ellos lo hubieran perseguido por la escalera de incendios. Entonces de nuevo, tal vez ellos estaban solo drogados o algo. Esto no importaba. No podían atraparlo. Si nada más, lo ayudaron contaminando la escena del crimen con evidencia irrelevante. No es que él dejara nada atrás: había sido muy cuidadoso para eliminar tanto como fuera posible. Veía CSI 57, sabía lo mucho que podrían encontrar potencialmente con la tecnología adecuada. Solamente no podían resucitar a los muertos con tecnología. Por eso, tenía que ir con algo más viejo. Se había tardado tanto para encontrar el ritual correcto; muchos de ellos dependían de la muerte reciente. Poe había estado muerto por 157 años. Las únicas resurrecciones que pudo encontrar para traer a alguien muerto hace tanto tiempo hacían falta recursos que él simplemente no dominaba. Excepto por Percival Samuels, un subestimado genio, neciamente encarcelado por un policía ignorante. Sólo esperaba que esas tres personas no fueran más que traficantes de drogas. Sólo había visto al que le persiguió: nunca tuvo una buena vista de los otros dos. Tres abajo, uno por ir. Entonces, por fin, ¡la respuesta será mía! 57

Programa de televisión de investigación de crímenes. (Crime Scene Investigation)

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Quince Traducido por maka.mayi Corregido por Drifted Universidad Fordham El Bronx, Nueva York Miércoles 22 de noviembre de 2006

E n cuanto puso un pie en el campus de la Universidad de Fordham, Sam sintió que su corazón palpitaba en su caja torácica. Sentía como si hubiera vuelto a casa otra vez, y quería salir corriendo y gritando. En general, Fordham y Stanford no eran muy parecidas. Ambos campus fueron construidos en el siglo XIX, y ambos tenían una mezcla de estilos arquitectónicos, aunque Stanford tenía una arquitectura mucho más elaborada en los edificios más modernos. Estando en California, Stanford tenía un montón de palmeras, en especial en la bien llamada Palm Drive, la entrada de un kilómetro de largo hacia el campus, y una gran cantidad de espacio abierto. Fordham tenía terrenos de pasto más pequeños, más árboles (ninguno de ellos eran palmeras), y una tendencia hacia la arquitectura más antigua, con los edificios mucho más cercanos. El campus central era Keating Hall, construido en 1936. Un edificio de piedra gigante que se elevaba por encima de los otros edificios en el campus, y que en la parte superior tenía una gran antena de la estación de radio WFUV del campus. Ubicada justo al frente de Keating estaba la Parada Edward, un enorme campo verde bordeado por una vía pavimentada y una valla de hierro corta. Si hubiera entrado en coma en algún otro lugar y luego despertado en el campus de Fordham, nunca habría adivinado que estaba en la ciudad de Nueva York. Ni siquiera olía igual: el pasto verde, la piedra fría y la madera estropeada burlaban la nariz, en donde sólo al salir de la puerta, ya fuera hacia la Fordham Road o al sur del Boulevard, olías el escape de los coches y la basura.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 156 En este frío día de noviembre no había muchos estudiantes en la parada, aunque Sam se imaginó que en un clima más cálido el lugar estaría repleto de estudiantes con poca ropa tomando el sol y lanzando frisbees58 alrededor. Mirando a su hermano, decidió no compartir esa imagen con Dean. Sólo le distraería. Su destino estaba al otro lado de la parada de Keating Hall: Dealy Hall, uno de los dos edificios de piedra que se enfrentaba a Keating con la parada entre medio, y el otro era Hughes Hall, un dormitorio. Dealy era el hogar del Departamento de inglés, y ellos habían hecho una cita para ver al Dr. Ross Vincent durante sus horas de oficina de hoy. Habían tratado para ayer, pero estaba reservado. El exterior señorial del Dealy Hall era un contraste con su interior, muy tradicional, ya que se veía igual que cualquier pasillo de escuela existente: piso de linóleo, paredes pintadas con colores brillantes, y viejas puertas de madera con pequeñas ventanas cuadradas que conducían a las grandes habitaciones llenas de pequeños escritorios. “¿Estás bien, Sam?” Preguntó Dean. “Eh, sí,” dijo Sam. “¿Por qué?” “Estas erizándote.” “No lo estoy,” dijo Sam a la defensiva, a pesar de que sabía que lo estaba. “Yo sólo… esto es raro, ¿sabes?” Sonriendo, Dean dijo: “Pensé que te gustaban todas estas cosas académicas. Salas cubiertas de hiedra, educación superior, toda esa basura.” “Sí, y la novia muerta,” dijo sin rodeos. Dean abrió la boca y la cerró. “Lo siento, amigo,” dijo en voz baja. Sam se encontró incapaz de responder a eso. Dean rara vez se disculpaba por algo, y Sam no quería despreciar tan raro acontecimiento con un comentario sarcástico. Caminaron hasta la parte posterior del edificio donde estaban los ascensores y Dean apretó el botón para subir. Y luego esperaron. 58

Disco volador.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 157 Varias eras de hielo más tarde, finalmente llegó el ascensor, las puertas metálicas corredizas se abrieron a un ritmo glacial. Dean miró a Sam. “Deberíamos haber caminado.” El ascensor subió hasta el quinto piso a una velocidad que era tan lenta que si fueran sólo un pelo más lento habrían estado bajando en vez de subiendo. Finalmente, llegaron a la planta superior del edificio y salieron para ver un pequeño escritorio de madera en el que nadie estaba sentado, y detrás de él, un pasillo con varios buzones de correo colgando en la pared, lo que llevaba de nuevo a una serie de cubículos y oficinas. Sam asumió que ésta era la oficina del Departamento de Inglés, aunque también había un pasillo detrás de ellos que tenía más oficinas y cubículos. Un hombre de baja estatura, con una barba roja muy rizada y cabello castaño salvaje, salió llevando la ropa clásica de profesor: chaqueta de pana con parches en los codos, camisa de franela, corbata de color oscuro, y pantalones vaqueros. Sam no lo podía creer; cuatro años en Stanford, y nunca nadie realmente vistió así. Sin embargo, aquí este tipo lo hacía. “¿Yolanda? Escucha, yo…” Vio que el escritorio estaba vacío, se detuvo y miró a Sam y a Dean. “Ninguno de los dos es Yolanda.” “No, señor,” dijo Sam rápidamente antes de que Dean comentar. “Estamos aquí para ver al Dr. Vincent, tenemos una cita.” pudiera “Bueno, están de suerte, entonces. Soy el Dr. Vincent. Ustedes deben ser los caballeros del Lincoln Center.” Empezó a caminar de vuelta por donde vino. “Vengan, vengan, vamos a hablar.” Sam y Dean lo siguieron de regreso y hacia la izquierda, pasando por varios cubículos a la izquierda y oficinas a la derecha, antes de llegar a una oficina particular: la puerta principal estaba decorada en varias partes con objetos de recuerdo de Poe, muchos de los cuales Sam reconoció por los artículos similares en la Casa Poe (en su mayoría reproducciones de portadas de libros) así como algunas viñetas amarillentas de Far Side 59. Vincent se sentó en una silla de cuero grande y empezó a juguetear con el anillo de bodas de oro de su dedo anular izquierdo. Sólo había una silla en la sala, y estaba cubierta de libros y papeles. “Así que… ¿cuál es cuál?” “Eh, yo soy Archie Leach, y él es Marion Morrison.” Tira cómica publicada en varios periódicos (1980-1994). Fue creada por Gary Larson, cuyo característico humor surrealista solía provocar gran controversia. 59

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 158 Dean miró ferozmente a Sam por un segundo. Sam logró mantener una cara seria. De alguna manera, el hecho de que su nombre de guerra 60 para esta entrevista en particular fuese el nombre real de John Wayne no fue suficiente para apaciguar la molestia de Dean por ser llamado “Marion.” Por supuesto, Dean pensaría que su nombre falso era de Un pez llamado Wanda, lo cual lo era, pero esa película lo usó por la misma razón que él lo hizo; era el verdadero nombre de Cary Grant. En respuesta a la molestia de Dean en el camino hasta aquí en el Impala, debido a los nombres que se le habían ocurrido, Sam sólo se encogió de hombros y dijo: “Esto es lo que sucede cuando elijo los nombres, hombre. Por lo menos es mejor que otro dúo clásico de rock.” Dean hizo pucheros la mayor parte del resto del camino a Fordham. No es que Dean admitiera que hacía pucheros, sin embargo, Sam no sabía cómo llamarlo cuando sus labios se ponían así. “Y ustedes, caballeros, ¿están tomando las clases de la Dra. Lauer, y ella les recomendó que hablaran conmigo?” dijo el profesor. “Estamos colaborando en un relato corto para la clase de escritura creativa de la Dra. Lauer,” respondió Sam. Había revisado la página web de Fordham y notó que si bien éste era el campus principal, no era la única localidad de Fordham. Además del campus Rose Hill en el Bronx, estaba el Colegio en el Lincoln Center, ubicado en el lado oeste de Manhattan, y otro en Tarrytown. Había sacado el nombre de Lauer como uno de los profesores de inglés que enseñaba allí una clase de escritura creativa. “Se supone que es sobre un personaje histórico, y escogimos a Edgar Allan Poe.” Vincent sonrió, tomó un paquete de cigarrillos de su bolsillo y sacó uno. “No se preocupen,” dijo rápidamente, “no lo encenderé. Gracias a las nuevas leyes ridículas, ni siquiera puedo fumar en la privacidad de mi propia oficina. Este solía ser un campus civilizado. De todos modos, me alegro de que vinieran a mí en vez de meterse en algún sitio web estúpido.” “Bueno, hicimos algunas investigaciones en la web, y encontramos un sitio…” Sacando el cigarrillo apagado de su boca, Vincent dijo: “Por favor, Dios, díganme que no es Wikipedia. Lo juro, ese sitio debería ser prohibido.” Se echó hacia atrás y se llevó la mano a la frente. “He tenido que dar más F debido a los estudiantes cabeza hueca que piensan que copiar toda una página de Wikipedia constituye una investigación. ¿Saben lo que hice una vez? Entré y edité una de sus páginas idiotas y la llené de información falsa. Efectivamente, cinco estudiantes pusieron Otra manera de referirse a un apodo. El “nombre de guerra” fue adoptado por miembros de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial con el motivo de desprenderse de sus vidas pasadas. 60

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 159 la información equivocada que sólo estuvo allí por un día, y ese fue el día anterior al trabajo. Es para llorar.” Empezó a acariciar el cigarrillo. “Entonces, ¿qué es lo que quieren saber?” “En realidad, el sitio pertenecía a alguien que se hace llamar Arthur Gordon…” “¿Pym?” Vincent hizo una mueca y se levantó de su silla. Sam, que estaba de pie en la puerta de la oficina junto a Dean, lo miró con ansia, incluso cuando Vincent estaba junto a la ventana, mirando varios árboles sin hojas y el edificio de administración de ladrillo marrón, el cual estaba detrás de Dealy. “Ese lunático le da a la erudición de Poe un mal nombre. Por un lado, sigue insistiendo en una sabiduría definitiva, pero no existe tal cosa cuando se trata de Poe. A veces, Poe decía que evitaba la fama y no se preocupaba por ella, pero algunas veces afirmaba que estaba desesperado por ella. A veces parecía el prototipo de artista muerto de hambre, otras veces parecía ser un perro avaricioso como la mayoría de la humanidad.” Vincent se dio la vuelta y apuntó a Sam con su cigarrillo. “Y luego está su muerte.” Sam frunció el ceño. “Murió de alcoholismo, eso pensé.” Vincent levantó las manos. “¿Ves? ¡Esto es exactamente de lo que estoy hablando! ¿De dónde sacaste eso, eh, Sr. Leach? Probablemente de www.poeroolz.com, o algún otro ridículo sitio web. Simplemente deberían prohibir toda la internet, lo juro.” Se volvió a sentar en su silla. “El hecho es que nadie sabe con precisión de qué murió Poe, sólo sabemos que ocurrió en Baltimore, y lo enterraron allí.” Dean tomó la palabra. “Profesor, hay algo que me pregunto. ¿Poe alguna vez conoció a un espiritista llamado Percival Samuels? Verá, estábamos pensando en que nuestra historia corta podía ser sobre la reunión de Poe con Samuels, pero no estábamos seguros de si se conocieron. La Dra. Lauer dijo que usted lo sabría.” Vincent empezó a darse golpecitos en un lado de la frente con el cigarrillo. Sam estaba empezando a desear que encendiera la maldita cosa ya, al diablo con las leyes de fumadores en la ciudad. “Es interesante que pregunten. No tenemos ningún registro de la reunión de los dos, como es el caso, aunque ciertamente es posible. Poe, obviamente, estaba interesado en lo sobrenatural. Uno pensaría que un buen psíquico le habría advertido sobre la terrible versión de Vincent Price de ‘La máscara de la muerte roja,’ por lo menos.” Vincent se rió de su propio chiste, y Sam le devolvió la sonrisa valientemente. “¿Samuels era un buen psíquico?” Preguntó Dean. “Siempre pensé que era una especie de embustero.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 160 Vincent levantó una ceja. “Bueno, el hombre ha muerto ya hace algún tiempo. No me puedo imaginar si alguna vez lo sabremos con certeza. Lo que puedo decirte que es una lástima. Me vuelve loco, de verdad, ver a mis colegas discutiendo sobre cosas de las que nunca podemos obtener respuestas sólidas. Sería bueno saber a ciencia cierta acerca de estas cosas.” Sam y Dean hablaron un rato más con Vincent, preguntando algunas cosas más, muchas de las cuales tenían las mismas respuestas que la investigación que Sam había hecho a lo largo de los últimos días acerca de Poe, tanto en la biblioteca como en el internet odiado por Vincent. Después de que hablaran durante veinte minutos, Vincent se levantó de repente y dijo que tenía una clase y los apresuró hacia los ascensores. Sin embargo, los hermanos lo siguieron hasta la escalera, lo que el profesor dijo que era sabio. “No tenía esta barba hasta que tuve que esperar a que esa cosa llegara esta mañana,” bromeó. Mientras caminaban alrededor de la parada Edward en el camino de regreso al estacionamiento, Sam le preguntó Dean: “¿Qué piensas?” Dean se encogió de hombros. “¿Todos los profes universitarios son así?” Riéndose, Sam dijo: “Muchos lo son, sí.” “¿Y te gustaba la universidad, por qué, exactamente?” Sam negó con la cabeza. “Todavía no entiendo por qué alguien querría resucitar a Poe.” “¿Qué quieres decir?” Preguntó Dean. “Bueno, es como el Dr. Vincent dijo, él tuvo una vida bastante miserable. Su esposa murió joven, su carrera nunca despegó en la medida en que lo quiso mientras estaba vivo, la mayoría de sus proyectos de negocio fracasaron, y estaba deprimido la mayor parte del tiempo. Joder, si hubiera nacido ahora, probablemente estaría en Prozac, Zoloft y Xanax 61, todos al mismo tiempo.” Llegaron al Impala. Dean se acercó al lado del pasajero, ya que todavía se negaba a conducir en el Bronx. “Tal vez estemos equivocados en esto. Tal vez sea alguien que odia a Poe, alguien que quiere que sufra.” “¿Quién podría ser?” Sonriendo burlonamente mientras se metía en el coche, Dean dijo: “Cualquier persona que tuviera que leer sus obras y luego escribir un artículo sobre él.” 61

Medicamentos antidepresivos.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 161 Sam se instaló en el lado del conductor, con su mano izquierda en el volante mientras su derecha insertaba la llave. “Eso no reduce exactamente nuestra lista de sospechosos.” Antes de que Dean pudiera responder, “Smoke on the Water” sonó desde el bolsillo de su chaqueta. Sacó el teléfono, lo abrió y dijo: “Hey, Manfred.” Sam se retiró del lugar mientras oía la voz metálica de Manfred por el auricular en altavoz. “Oye, Dean, estaba hablando con algunos de los chicos durante el almuerzo, y justo recordé algo sobre Roxy.” “¿Qué cosa, Manfred?” “Bueno, a ver, hubo esta vez cuando me acosté con ella…”

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Dieciseis Traducido por Annae Corregido por Drifted La casa de Afiri El Bronx, Nueva York Miércoles 22 de noviembre de 2006

“Empieza desde el principio,” dijo Dean enojado.

Estaban sentados en la sala de Manfred. Él había puesto Disraeli Gears de Cream en el tocadiscos, y estaba tocando “Tales of Brave Ulysses.” Manfred estaba en el sillón, con Sam y Dean en el sofá. Dean estaba a punto de armarse de valor y golpear a Manfred, ya que si hubiese mencionado esto antes, podría haberse ahorrado tener que escuchar a Scottso por una segunda y tercera noche más. Manfred estaba sosteniendo una botella de cerveza en su regazo y miraba fijo dentro de la boca de la botella. “Mira, fue hace un tiempo, ¿de acuerdo? Fue hace mucho tiempo atrás cuando Roxy todavía se drogaba con todo, ¿sabes? Marihuana, coca, metanfetaminas, alcohol; lo que dijeras, ella lo fumaba, inhalaba, bebía, o ingería. Vino con unos amigos al Parque Trasero, esto fue cuando recién empezábamos, y todavía no teníamos el concierto del fin de semana. A los amigos no les gustábamos mucho, y se fueron.” Vaya, qué sorpresa. De alguna manera, Dean se obligó a no decir eso en voz alta. Después de tomar un poco de cerveza, Manfred continuó. “Ella se quedó, sin embargo, y después del espectáculo no tenía a dónde ir. Entonces le ofrecí un viaje de regreso a su casa, que era ese basurero en Morris Park, así que le dije: 'tengo una casa', y volvimos aquí, hicimos unas líneas, pusimos unos cuantos discos, y luego subimos las escaleras.” “¿Y no te acordaste de esto hasta ahora?” preguntó Dean con enojo.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 163 “¡Me olvidé de que era ella! Miren, muchachos, fue una sola vez. Bueno, dos veces… volvió para un par de conciertos más, pero estaba seriamente arruinada en ese entonces, y luego se metió a rehabilitación. En el momento en que la vi de nuevo, fue un año más tarde, y estaba completamente limpia. Caray, no la reconocí la primera vez que entró en el Parque Trasero después de la rehabilitación. Sin maquillaje, con el pelo más corto, y llevaba camisetas en vez de tops ajustados. Una dama totalmente diferente, y se fue tras Aldo, lo que fue estupendo para mí, porque realmente me había cansado de su acto de templanza.” Dean miró a Sam mientras Manfred tragaba el resto de su bebida, y sacudió la cabeza. Sam se encogió de hombros y dijo: “Manfred, ¿alguna vez expresó algún interés en volver a estar juntos?” “Diablos, no. Como dije, era una persona totalmente diferente. No se acercaba a mí.” “Pensé que le gustaba la casa,” dijo Dean, recordando de pronto una conversación anterior en el Parque Trasero. “Claro, le gustaba. Diablos, a todo el mundo le gusta la maldita casa. Tengo a Gina rogándome la mitad del tiempo para mudarse aquí.” “¿Quieres decir a Janine?” preguntó Dean. “Sí, claro, la chica de mi prima.” Manfred dio una sonrisa desdentada. “Sabes, Dean, parecía estar un poco interesada en ti.” La sonrisa se fue. “No te metas con ella, ¿de acuerdo? Tengo bastantes problemas con mi prima. Además, va a coquetear con cualquier cosa que se mueva.” “No te preocupes,” dijo Dean. Incluso si estuviera interesado, y tenía que admitir que Janine era un poco atractiva, no tenía ningún interés en involucrarse de ninguna manera con la familia de este hombre una vez que el espíritu de Roxy fuera atendido. Y la próxima vez que Ash necesite un favor, puede irse al carajo. “Tengo que decir,” dijo Sam, “que esto puede ser la razón por la que Roxy esté persiguiéndote. Sigue diciendo: ‘ámame,’ y podría ser que se dirija a ti.” Sacudiendo la cabeza, Manfred dijo: “Bueno, eso no tiene ningún tipo de sentido. Quiero decir, cuando salió de rehabilitación, se la pasaba encima de Aldo, entonces simplemente se levantó y desapareció después de ese fin de semana que estuve en Pensilvania, y luego...” Dean comenzó: “¿Qué fin de semana estuviste en Pensilvania?”

Keith R. A. DeCandido Manfred frunció el ceño. “¿No te dije acerca de eso?” Foro Dark Guardians 164 “¿Sobre qué?” Dean ahora estaba en el borde del sofá, dispuesto a levantarse de un salto y golpear a Manfred en la cabeza y los hombros. “Maldita sea, chicos, lo siento, pensé que les había contado cuando Aldo cuidó la casa por mí. Verán, esa fue la última vez que vi a Roxy. Bueno, está bien, no esa vez, exactamente, fue un par de días antes. Tenía una reunión familiar en Pensilvania, y en aquellos días tenía un gato. Murió el año pasado, pobrecito, pero era diabético y alguien tenía que darle inyecciones. No me gustaba llevarlo al veterinario porque se ponía todo asustadizo, y realmente le gustaba Aldo, y ya que Aldo vive en ese apartamento de mala muerte en Mamaroneck, aceptó la oferta de inmediato.” Se levantó. “Supongo que esto lo recuerdo bien. Voy a buscarme otra cerveza. ¿Quieren alguna?” “Sí,” dijo Dean enfáticamente, como si la necesidad de alcohol fuera repentinamente abrumadora. Después de que Manfred fuera a la cocina, miró a Sam. “¿Puedes creer esto?” “¿Después de vivir en la misma casa con él durante la mayor parte de la semana? Sí, lo creo. Dean, la mitad del tiempo, me asombra que recuerde su dirección. Lo dijo él mismo, apenas puede recordar la semana pasada. Por lo demás, ni siquiera recuerda que ustedes dos ya tuvieron esa conversación acerca de Janine.” Dean asintió con la cabeza, concediendo el punto. “Entonces, Pinky ¿estás pensando lo mismo que yo?” “Síp.” Suspiró Sam. “Tenemos que empezar a cavar.” Manfred regresó a la sala de estar con tres botellas de cerveza. Después de tomar la botella, Dean tomó un trago largo y luego dijo: “Manfred, escucha, tenemos que cavar en tu patio trasero.” Eso hizo que Manfred se escupiera la cerveza en la barba. Limpiándose la boca con la manga, dijo: “¿Perdón?” Entonces empezó a sonar el Treo de Sam. Saltando del sofá, puso su cerveza en un espacio vacío de la mesa de café, sacó el teléfono del bolsillo y se acercó al pasillo de entrada. “¿Hola? Oh, hola, detective.” Manfred le echó un vistazo a Dean, y Dean dijo: “Conocemos a alguien que trabaja para Personas Desaparecidas. Le pedimos que investigue sobre Roxy.” “Eh, está bien. ¿Qué tiene que ver eso con que caven en mi patio?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 165 Antes de que Dean pudiera responder, Sam dijo: “¿En serio? ¿Con quién más hablaron? Muy bien. Muy bien. Bien, gracias detective. Hasta pronto.” Colgó y regresó al sofá. “Era McBain, dijo que Roxanne Carmichael fue reportada como desaparecida en la Comisaría 49th el 23 de septiembre de 2004.” Manfred asintió con la cabeza. “Sí, eso suena correcto. Esas reuniones, siempre son inmediatamente después del Día del Trabajo.” Sam se sentó en el sofá y agarró su botella de cerveza. “Sigue siendo un caso abierto. Y según McBain, hablaron con Aldo Emmanuelli, Manfred Afiri y Tom Daley.” Manfred frunció el ceño. “No me acuerdo de eso.” “Además,” dijo Sam, “identificaron el cuerpo que fue cortado y puesto bajo las tablas del suelo. Era una mujer llamada Sarah Lowrance. Trabajó en una tienda de Video Blockbuster en Boston Road. Y de acuerdo con el informe de M.E., fue asesinada entre seis y doce días atrás.” “Maldita sea,” murmuró Dean. Quería culpar desesperadamente a ese pequeño e insignificante de Mackey por eso, pero sabía que no era así. La mujer Lowrance había muerto hacía algún tiempo, probablemente antes de que él y Sam llegaran aún a Nueva York. No había nada que pudieran hacer por ella, excepto detener al hijo de puta que la mató y a ese tipo Reyes. Manfred se veía un poco pálido. “¿De qué demonios están hablando chicos?” Sam gesticuló con la mano. “Es una larga historia.” Encogiéndose de hombros, Manfred dijo: “Lo que sea. Miren, siento no haberles contado antes acerca de Roxy y yo, chicos, pero honestamente, me olvidé. Ahora, si puedo sacarlos de todo este asunto de cortar cuerpos, cuéntenme de la excavación en mi jardín.” “Creemos que es posible,” dijo Sam lentamente, “que Aldo y Roxy se hayan metido en una especie de pelea aquí cuando él estaba cuidándote la casa ese fin de semana, que luego Roxy murió, y Aldo la enterró en tu patio trasero. Es por eso que ella está merodeando en la casa.” “Y también porque aparece sólo después de las presentaciones,” agregó Dean. “¿Están seguros de esto?” Dean y Sam intercambiaron una mirada culpable. “Bueno, no,” dijo Dean finalmente. “Es sólo una suposición.” “Sin embargo, se ajusta a la evidencia,” agregó Sam cuando terminó ‘Mother’s Lament.’ “Hemos estado haciendo esto hace un tiempo, y estamos más en lo

Keith R. A. DeCandido cierto que en lo incorrecto.” Foro Dark Guardians 166 Manfred sonrió mientras se levantaba para cambiar el disco. “Bueno, eso los sube un lugar por encima de mí. Así que, de acuerdo, digamos que encuentran el cadáver de Roxy. Entonces, ¿qué?” “Le echamos sal y lo quemamos.” “Bien, bien,” dijo Manfred mientras deslizaba Disraeli Gears dentro de su funda y sacaba The Low Spark of High Heeled Boys de Traffic, “me dijeron eso. Toda esa cosa de la sal me enloquece, ¿sabes?” Y lo recordaste, milagro de los malditos milagros. Una vez más, Dean logró contenerse de decirlo en voz alta. “Hablando de volverme loco,” dijo Manfred, “la cosa que no encaja en todo esto es Aldo. Él y yo hemos sido amigos por más años de los que puedo contar, y no es del tipo asesino.” “Pudo haber sido un accidente,” dijo Sam. Dean puso los ojos en blanco. Ese era el típico Sam, tratando de encontrar el lado positivo. Recordando cómo Aldo se había puesto nervioso cuando mencionaron por primera vez a Roxy, Dean no tenía ningún problema en creer que estaba ocultando algo. Por otra parte, habían estado pensando todo el tiempo que Aldo sabía lo que le pasó y no lo estaba diciendo. “Por supuesto,” agregó Sam, “si fue un accidente, debería haber informado de ello.” “Nah, él no lo haría.” Manfred se empinó la cerveza. “Mira, no me creo ni por un segundo que Aldo haya hecho algo malo, y no puedo verlo matando a nadie, pero… bueno, si hubiera sido un accidente, no habría llamado a la poli, se los aseguro de forma gratuita. No es el estilo de Aldo, ¿sabes?” “Espera,” dijo Sam, “tal vez no deberíamos cavar en el patio.” Dean miró a su hermano como si estuviera loco. “¿Disculpa?” “Estoy diciendo que no deberíamos adivinar. No sabemos a ciencia cierta si el cuerpo está ahí, y si lo está, no sabemos exactamente dónde, e incluso si lo encontramos, ¿entonces, qué?” “Luego le echamos sal, lo quemamos y...” “Y quienquiera que la mató queda en libertad, porque habríamos quemado las pruebas.”

Keith R. A. DeCandido Eso sorprendió a Dean. Foro Dark Guardians 167 Sam continuó. “Siempre hablamos de cómo los espíritus buscan venganza, y ese podría ser el caso aquí, pero qué pasa si sólo busca justicia, como el espíritu en Baltimore?” “Ese fue un presagio de muerte,” dijo Dean. Pero Sam iba ganando. “Sí, pero ella estaba allí principalmente para implantar justicia. No creo que echarle sal y quemarla lo solucione. Quiero decir, sí, va a librarse del espíritu, pero no va a sacar a la luz al que la mató.” “No lo creo,” dijo Dean, sacudiendo la cabeza. Sam frunció el ceño. “¿Qué no crees?” “Que realmente dijiste ‘implantar justicia.’ Amigo, la gente no habla así.” Manfred asintió con la cabeza. “Tiene razón, Sam, esa fue una seria frase sacada de la nada.” “Lo que sea… tengo razón, ¿no es así?” Dean suspiró. Todo instinto que tenía decía que debían encontrar el cuerpo, tirarle sal y quemarlo, porque, maldita sea, eso era lo que hacías con los espíritus que acechaban las casas de la gente. Pero si lo hacían, Aldo se escaparía del asesinato. Y eso no lo hacía sentir bien. “Muy bien, entonces ¿qué hacemos, genio? ¿Utilizamos una manguera de goma con Aldo?” Sam sonrió de una manera que hizo que Dean se pusiera claramente nervioso. “No del todo.” El trabajo de preparación había sido lo más difícil, de verdad. Para que el sello fuera trazado correctamente, tuvo que cometer cada uno de los rituales basados en la luna en un lugar en particular. Por suerte, el margen de error en ese lugar era lo suficientemente amplio para tener opciones. Por ejemplo, sólo necesitaba que uno de los apartamentos estuviera vacío en aquel edificio en la calle 199th, y uno lo estaba. Fue aún más afortunado con la casa en la avenida Webb. Había decidido encontrar un apartamento abandonado en esa zona también, pero funcionó mucho mejor con un sótano. Así fue como supo que su causa era justa. El destino había puesto las cosas perfectamente a su favor, le había facilitado llevar a cabo su trabajo.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 168 Lo único que le quedaba era la etapa final, y seguía con cinco días para prepararla. Ésta, según él, sería la más fácil de ellas. Ahora estaba de pie en la esquina de Fordham Road y la avenida Universidad, o como se llamaba ahora, Martin Luther King Jr. Boulevard, mirando a las dos torres de la Iglesia de San Nicolás de Tolentino. Ambas torres tenían campanas, que sonaban los domingos en los momentos apropiados. También sonarán el próximo martes. Su corazón palpitaba con anticipación. Finalmente, eso sería todo. No había vuelto al otro lugar. Todo lo que sabía era que la policía había encontrado los restos de la pobre Sarah Lowrance. Era una mujer absolutamente agradable, y estaba seguro que de lo contrario, podría haber tenido una vida larga y feliz. Pero ahora servía para un propósito mayor, y quizás en la plenitud del tiempo, cuando la gente entendiera exactamente lo que él estaba haciendo, su nombre sería inmortalizado, junto con el de Marc Reyes, los de aquellos dos estudiantes, y su víctima del martes siguiente… y el de él mismo, por supuesto, por mostrarle al mundo las glorias de la magick 62. Cuando pensó en ello, por supuesto, lo sabía mejor que nadie. Después de todo, el mundo no apreció al genio de Percival Samuels, y había vivido en una época donde el mundo oculto se aceptaba más que en el mundo moderno, con sus sitios web, máquinas de fax, teléfonos celulares, iPods y correos electrónicos, y todas las otras tonterías científicas que se interpusieron en el camino del aprendizaje. Pero no importaba, porque traería a Poe de regreso, volvería a un mundo que apreciaría su talento, volvería a un mundo donde podría decirles la verdad. Eso era todo lo que importaba. ¿Qué significaban las vidas de Marc Reyes, Sarah Lowrance y las de aquellos dos estudiantes comparadas con eso? Sin mencionar a quienquiera que atrapara para el ritual final. Técnicamente, no necesitaba a una persona para la porción final. Había un campanario en el sitio del cuarto y último sello, y eso significaba que simplemente necesitaba recrear “Las campanas.” La pregunta, por supuesto, era cómo. Recordó el poema, más que nada en donde se repetía la palabra “campanas.” Poe tenía un don para el ritmo y la onomatopeya del que carecían muchos de sus colegas poetas americanos. Al leer 62

La magia ‘k’ fue popularizada en la primera mitad del siglo XX por el ocultista Aleister Crowley, quien la definía como “la ciencia y arte de causar cambios en conformidad con la voluntad”.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 169 “Las campanas” se sentía como si estuvieras en medio de “el clamor y el estrépito,” capaz de sentir el tintineo de las campanas cuando lo leías en voz alta. En particular, pensó en las necesidades del ritual. Había elegido “El tonel de amontillado,” “Los crímenes de la calle Morgue” y “El corazón delator,” en parte porque los tres involucraban cadáveres, y sabía por sus estudios que los rituales más fuertes involucraban la toma de una vida, y una vida humana era más fuerte que la de un animal. Pero “Las campanas” no tenían ninguna muerte. Entonces recordó una estrofa: Invocando clamorosamente por la piedad del fuego, En una demente discusión con el sordo y frenético fuego, Que sube alto, alto, alto, Con un desesperado deseo, Y un ánimo resuelto, Ahora, ubicarse ahora o nunca, Junto al pálido rostro de la luna. Y otra: ¡Y su pecho alegre se dilata Con el himno de las campanas! Y él baila, y grita; Manteniendo el compás, compás, compás, En una especie de rima rúnica, Al himno de las campanas. De las campanas. ¡Sí! Eso era. Encontraría una víctima y la prendería fuego incluso cuando hiciera sonar las campanas. Un humano quemándose, ciertamente bailaría y gritaría, y el pecho de él o ella se hincharía en el intento de respirar.

Keith R. A. DeCandido Es perfecto. Foro Dark Guardians 170 La iglesia estaba cerrada y bajo llave en este momento, por supuesto, ya que era tarde por la noche. Mañana, después de que terminara su asunto del día, volvería y hablaría con el sacerdote. Explicándole que él mismo tendría que tocar las campanas el martes a la medianoche y que, por supuesto, donaría generosamente a la iglesia. Esa era la parte fácil. Adquirir lo que necesitaba para realizar los rituales de manera que no dejara ningún rastro para la policía, era una propuesta costosa, pero desde que su esposa falleció, tenía mucho dinero en efectivo. Al final, morir fue la mejor cosa que hizo por él, ya que lo proveyó de dinero para hacer lo que tenía que ser hecho y de la falta de su presencia fastidiosa para detenerlo. Así aseguraba que su plan estuviera establecido y listo para la acción, necesitando sólo a una víctima, y tenía la mayor parte de la semana para hallarla. Se dio vuelta para dirigirse hacia donde había aparcado su coche, varias cuadras por la Avenida Universidad. Sin embargo, fue interceptado por un hombre petiso con un traje feo, uno cuya cara había visto antes, por supuesto, en la página de inicio de un sitio web bastante aburrido. El hombre, que tenía por apodo Arthur Gordon Pym en una tentativa desacertada y un tanto pesada de mostrar su devoción hacia el autor, dijo: “Es un truísmo que los criminales regresen a la escena del crimen, pero encuentro bastante divertido que hayas decidido venir al lugar del crimen antes de que haya uno.” Pym sacudió su cabeza. “Debí haber sabido que eras tú.” “Lo siento,” dijo, “pero no tengo ni la menor idea de lo que estás hablando.” Empezó a caminar más allá de Pym, pero el pequeño hombre simplemente avanzó para ponerse en su camino. “No sé quién eres, pero…” “Sí, lo sabes.” Lo sabía, por supuesto, pero no veía ninguna razón para dejarle saber eso a Pym. “Mira, sólo soy alguien que está admirando esta bella iglesia.” “¿A las once de la noche de un miércoles? Eso me parece muy poco probable, sobre todo teniendo en cuenta que esta iglesia es el sitio apropiado para el ritual que intentas llevar a cabo el próximo martes. Casi te pierdo la noche del lunes, gracias a ese maldito cable de trampa, pero puedo asegurarte, buen señor, que no voy a dejar que mates de nuevo.” Ahora, de repente, estaba nervioso. Al principio se las arregló para salir de la situación, pero si Pym lo vio en el apartamento de la calle 199th, entonces no había esperanza. Sospechaba de él.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 171 Y luego se dio cuenta de que había un montón de esperanza. Sonrió, mareado por la lucidez. “¿Te divierte algo?” “Sí. Tú.” Y luego le dio un puñetazo en la cara a Pym. El dolor entró de golpe en sus nudillos y en la muñeca, y la sacudió con agonía. La gente hacía ese tipo de cosas en la televisión todo el tiempo, y la víctima siempre caía al suelo, inconsciente. Pym, sin embargo, se agarró el costado de la cabeza, y la sangre brotó de su boca. “¡Me golpeó!” gritó Pym, escupiendo más sangre. Por supuesto que te golpeé, mentecato, es sólo una lástima que no te hayas desplomado. No tenía armas con él, su 44 estaba en casa, por lo que estaba indefenso sin lo que él había creído que sería un truco infalible, golpeándole la cara a Pym. Sin tener otra opción, se volvió y corrió, lo que siempre había funcionado en un apuro. Sus piernas eran más largas que las de Pym, y tenía el elemento sorpresa, así que puso un poco de distancia entre él y el diminuto erudito de Poe. Incluso mientras sus piernas bombeaban para moverse más rápido por la acera de la avenida Universidad, pasando edificios de apartamentos y casas de la ciudad, se acordó de que tenía un hilo de pesca en el coche, con la intención de ayudar a asegurar a sus víctimas. Lo había necesitado, en especial para sujetar a Sarah Lowrance, porque había estado particularmente terca antes de que fuera capaz de aplicarle el sedante. Alcanzando el bolsillo de su abrigo con la mano sana (la derecha seguía palpitando como loca) sacó el llavero de su coche y apretó el botón que abría el maletero. Efectivamente, el hilo de pesca estaba justo donde lo recordaba. Lo cogió, junto con una pelota de béisbol que había sido dejada allí desde que la consiguió gratis en un partido de los Yankees al que su esposa había insistido en ir cuando estaba viva. Habiendo agarrado eso también, se dio la vuelta para ver a Pym corriendo por la acera hacia él, con un celular en la oreja. No sé a quién estás llamando, pero no va a resultar si puedo evitarlo. Tiró la pelota hacia la cabeza de Pym. En lugar de eso, le golpeó en el estómago, pero fue suficiente para conseguir que dejara de correr y tropezara en el pavimento.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 172 Corrió hasta Pym, ahora respirando con dificultad en la acera, le arrancó el teléfono celular de sus manos y lo lanzó contra la pared de un edificio de apartamentos cercano. Luego tiró de los brazos de Pym, poniéndolos detrás de su espalda y comenzó a amarrar sus muñecas. “¿Qué estás haciendo?” preguntó Pym entre jadeos. “¡Ay!” Añadió cuando el hilo de pesca cortó la piel de sus muñecas. “Seleccionando a mi última víctima,” fue todo lo que dijo en respuesta mientras ajustaba el hilo más fuerte. Notó que había algunas personas alrededor, pero se ocuparon de sus propios asuntos y no dijeron nada. No obstante, uno o varios de ellos podrían haber tenido un teléfono móvil, por lo que le convenía salir de la vista más temprano que tarde. “No te preocupes, tu nombre pasará a la historia por contribuir en uno de los mayores esfuerzos de la humanidad.” Sonrió. “Aunque dudo que estés en grandes condiciones de apreciar eso en el presente. No te preocupes, tengo la intención de darte el debido crédito por tu sacrificio. Después de todo, citar tus fuentes es el corazón de la erudición.” Se levantó, tirando de las muñecas atadas de Pym para ponerlo de pie. Una vez más, el destino le había favorecido. Éste era su destino, él lo sabía. ¡Muy pronto la respuesta será mía!!

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Diecisiete Traducido por maka.mayi La casa Afiri El Bronx, Nueva York Jueves 23 noviembre de 2006 n elemento básico de la ficción de detectives a la antigua, Sam sabía, era reunir a todos los sospechosos en una habitación. Poe no lo hizo en “Los crímenes de la calle Morgue”, pero los descendientes de esa historia lo hicieron. El mundo real no suele funcionar así, por supuesto, así que tener la oportunidad de hacerlo así le dio un poco de lo que él estaba seguro que Dean podría llamar una emoción geek. Él le había dicho a Manfred que organizara una reunión de banda la noche del jueves en su casa. Manfred señaló que no habían tenido una “reunión de grupo” en años… “En realidad, no creo que alguna vez hayamos tenido una ‘reunión’ que no fuera un ensayo,” él había dicho; pero, sin embargo, la organizaron, teniendo a cada uno al teléfono y diciendo que vinieran a su casa en lugar de ensayar donde Tom Daley. Tommy, como era de esperar, fue el último en llegar. Sam se había dado cuenta de que era el último en aparecer en todos los conciertos, a pesar de que como era baterista tenía todo el trabajo de más configuración que hacer, desde que se negó a mantener su batería en el Parque Trasero. “Pagué demasiado por esta trampa 63,” fue lo que dijo cuando Sam sacó el tema la noche del domingo, aunque no estaba claro por qué no podía tomar la costosa trampa de la batería con él y dejar el resto para ahorrarse el montaje y desmontaje a tiempo. Cuando Tommy finalmente apareció, Robbie, el tecladista, y Aldo, estaban quejándose y lamentándose de sus respectivos puestos de trabajos del día en el sofá; Dean y Manfred estaban de pie junto al tocadiscos discutiendo los méritos relativos de los remasterizados de las grabaciones de Robert Johnson (llevando a Cualquiera de los cables o cuerdas que se extiendan por el parche inferior de la batería. En inglés es conocido como Snare. 63

U

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 174 Sam a preguntarse si Dean tenía la intención de mencionar que él había conocido recientemente al demonio a quien Johnson había vendido su alma), y Eddie, el bajista, estaba de pie junto a la ventana, mirando por ella al patio trasero. “Siento llegar tarde,” dijo Tommy. Llevaba una camisa de color rosa brillante que Sam sospechaba podía ser vista desde satélites en órbita. Los otros miembros de la banda se encontraban en camisetas y pantalones vaqueros, a excepción de Eddie, que llevaba el mismo conjunto de color negro que solía llevar en el escenario. “Así que, ¿qué ha pasado por aquí?” Por su parte, Sam había estado revisando el hechizo en su cabeza. Era una simple invocación que papá había registrado debidamente en el cuaderno (confusamente, a la derecha de página después de la de los Segadores y después de la de los indios Calusa), y Sam tenía el cuaderno a la mano para consultar, pero había algunas complicadas palabras en latín allí, y la mala pronunciación podía ser fatal. (Todavía se acordaba, con una claridad alarmante, el momento cuando tenía diez años y había hecho su primer hechizo de seguimiento, sólo que su latín era suficientemente pobre por lo que en vez convocó a un espíritu que procedió a hacer estragos en la casa de campo donde habían estado viviendo. Papá había logrado enviarlo de vuelta por donde vino, pero nunca pudo obtener el depósito de seguridad de vuelta en ese lugar...) “Bueno,” dijo Manfred después de ir a buscar una cerveza que Tommy pidió, “probablemente están preguntándose por qué los llame a todos aquí. Es muy sencillo, pero no creo que vayan a creerlo. Verán… he estado teniendo algunos problemas últimamente aquí en la casa. Estos dos muchachos, Sam y Dean, han estado ayudándome con ello.” Dean había, para el momento, pasado a estar junto a Sam en la entrada de la sala de estar. Robbie frunció el ceño. “Pensé que eran amigos de Ash.” “Lo somos,” dijo Dean. “Así es como nos enteramos sobre el problema de Manfred.” “¿Y este problema tiene que ver con Roxy?” preguntó Aldo. Dean sonrió. “Gee, Aldo, ¿por qué supones eso?” “Porque han estado preguntando sobre ella durante toda la semana. Eso me está molestando un poco. Esa no es parte de mi vida de la que estoy encantado.” “¿Y por qué sería eso exactamente?” Preguntó Dean, moviéndose hacia el sofá. “La perra desapareció. Ninguna llamada, ninguna disculpa, ningún ‘lo siento no funcionó,’ ningún ‘podemos ser amigos’, ella sólo se levanto y se fue. Me molesta, ¿de acuerdo?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 175 Sam notó que Aldo no tenía la expresión brillante habitual en su rostro. Desde que vio al guitarrista por primera vez en el escenario la noche del pasado viernes, Aldo siempre parecía satisfecho con el mundo. Cuánto de ello era su comportamiento habitual y en qué medida se debía a su inscripción en Alcohólicos Anónimos, Sam no se hubiera atrevido a adivinar. Ahora, sin embargo, Aldo era tan voluble como un gatito bajo una mecedora, lo que le llevó a pensar que su teoría era correcta. “La cosa es que,” dijo Dean, “la última vez que alguien vio a Roxy antes de su desaparición fue justo antes de que cuidaras la casa Manfred aquí.” Todo el mundo se inclinó hacia delante ante eso, a excepción de Eddie, quien estaba en su postura quieta de bajista. Tommy, que estaba sentado en el sillón reclinable, lo movió hacia adelante. “¿Desaparecida? ¿Ella está desaparecida?” “Fue reportada como desaparecida justo después de ese fin de semana, en realidad,” dijo Dean. Ahora Aldo parecía confundido. “¿De que el diablos estás hablando?, Sam” “Soy Dean.” “Lo que sea, yo no cuido las casas por nadie.” Manfred puso las manos sobre sus caderas. “Lo hiciste, Aldo. Eso fue cuando tenía a Lucille, y le dabas insulina cada mañana mientras yo estaba fuera en la cosa de la reunión familiar.” Aldo puso su cabeza entre las manos. “Maldita sea”. Miró hacia arriba. “Hombre, lo siento, pero… mira, siento no habértelo dicho, pero… realmente odiaba a ese gato. No nos llevábamos bien, así que cuando dije que había cuidado tu casa… mentí.” Sam frunció el ceño. Esta no era la reacción que esperaba, aunque Aldo negara que estaba en la casa tenía sentido si era culpable. Levantándose de la cama, se acercó a Manfred. “Yo no quería defraudarte, pero no podía estar alrededor de ese minino estúpido por más de cinco minutos, así que les pedí a los chicos que me cubrieran en las inyecciones de insulina.” “Espera,” dijo Robbie, “esto fue cuando tenías la reunión, ¿has dicho? Lo que era, ¿oh-cuatro?” Asintiendo, Manfred dijo: “Sí. Y yo confiaba en ti para….” Aldo levantó las manos. “Lo sé, lo sé, pero…” Se dio la vuelta. “Díganle, chicos.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 176 Robbie y Tommy ambos asintieron. “Sí, nos ocupamos de ello.” Sam miró a Eddie, que también estaba asintiendo. Ahora Manfred estaba sacudiendo la cabeza con incredulidad. “Ni siquiera les mostré cómo ponerle la inyección… sólo se lo mostré a Aldo.” Tommy se echó a reír. “Colega, sabemos cómo navegar alrededor de una hipodérmica, te digo eso en este momento.” Sam miró a Dean. Dean se encogió de hombros y dijo: “Bueno, mira, eso no cambia un hecho: Roxy está muerta.” Todo el mundo se volvió y miraron a Sam y Dean, como sorprendidos de que los dos siguieran aún en la habitación. “¿Qué dijiste?” dijo Aldo. “Está muerta,” dijo Manfred. “Y la razón por la que sé que está muerta es porque su fantasma ha estado molestándome por un par de semanas ya, cada vez que vuelvo de un concierto en el Parque Trasero.” Se hizo un silencio de varios segundos después de eso. Entonces Aldo, Robbie, y Tommy se echaron a reír. Eddie no lo hizo, pero Sam asumió que su rostro caería abierto si incluso sonreía. Entre carcajadas, Robbie dijo: “Pude haber jurado que el Día de los las Bromas de Abril era en, ya sabes, abril.” “Estamos hablando en serio,” dijo Dean. Aldo negó con la cabeza, sin dejar de reír. “Siempre pensé que Ash no estaba conectado demasiado 64 bien, y esto lo demuestra, si ustedes payasos son sus amigos.” Dean se volvió hacia su hermano. “¿Sam?” Hora del espectáculo, pensó Sam, y sostuvo el diario de papá, abriéndolo en la página que había marcado con un clip. “¡Phasmates mortua hic ligata admovete audieminique! 65“ Robbie frunció el ceño. “¿Qué es eso, alemán?” Tommy miró a Robbie. “No, eso es latín.” Ante la mirada dudosa de Robbie, dijo, “¿Qué? Lo tomé en la escuela secundaria.” En el texto original utilizan la frase: Wired too well lo que quiere decir que tenía algunos cables sueltos, lo que da a entender que es un loco. 65 En español seria algo como: Ella murió aquí, en lo espiritual y lo mundano. Ligada a este lugar; algo parecido. 64

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 177 Sam repitió, “¡Phasmates mortua hic ligata admovete audieminique!” “¡Esto es una locura!” dijo Aldo. “No hay tal cosa como…” Por tercera y última vez, Sam dijo, “¡Phasmates mortua hic ligata admovete audieminique!” Con un ruido, las ventanas comenzaron a traquetear y los CD’s empezaron a vibrar en sus bastidores, la colisión de plástico en caja de plástico hacia un ruido terrible. Saltando sobre sus pies, Tommy dijo: “¿Qué demonios?” Los demás estaban todos mirando a su alrededor el uno al otro y a Sam. Reconoció la expresión de sus rostros porque la había visto más veces de lo que podía contar: Esto no puede estar pasando. Esto no es real. Esto debe ser falso. Esto viola mi punto de vista del mundo. ¡Haz que se detenga! Entonces comenzó el cacareo. Aldo se puso muy pálido después de eso. En voz baja, dijo, “¿Roxy?” El cacareo continuó, pero la voz de Roxy gritó: “¡Ámame! ¡Ámame! ¡Ámame!” Y entonces ella apareció. El pelo rubio estaba mas rezagado de lo que había estado la última vez, y era más difícil distinguir sus ojos, pero la camisa de Queensrÿche era todavía visible, y su boca estaba completamente abierta, gritando las palabras, “¡Ámame!” Esta vez, sin embargo, ella fue derecho a las ventanas donde Eddie estaba de pie. La cara de Eddie cambió por primera vez desde el conocimiento breve de Sam sobre él: sus ojos se agrandaron, su boca se contorsionó en un grito, agitó los brazos hacia atrás y delante en frente de su cara, y gritó, “¡Aléjate de mí, perra! ¡Estás muerta! ¡Muerta y enterrada!” Manfred se quedó mirando el bajista. “Eddie, ¿qué diablos?” “¡Ámame! ¡Ámame!” El espíritu de Roxy Carmichael se mantuvo gritando. “Te dije que no, ¡tú, tonta bimbo 66!” Eddie gritó. “Apártate de mí, ¡estás muerta!” “¡Ámame!” Es una chica que es estúpida, que lleva toneladas de maquillaje y está obsesionada con chicos y ropa. Generalmente rubia, pero hay excepciones. 66

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 178 Tommy y Robbie habían corrido al salón de la entrada donde Sam y Dean se encontraban con Manfred y Aldo. “Haz que se vaya, hombre,” dijo Robbie. “¿Por qué?”, Preguntó Sam. “¿Por qué diablos haces esa pregunta?”, Preguntó Tommy. “Deshazte de esa cosa, o te juro, voy a ponerme medieval sobre tu culo, ¡te estoy diciendo eso en este momento!” “¡Ámame! ¡Ámame!” Varios CD’s cayeron en el suelo de madera. Las ventanas se sacudían más fuerte. “¡Fuera!” gritó Eddie. “¡Ya te maté, vete!” Dean se dirigió al pasillo, donde había escondido la escopeta. Amartillándola, él entró en la sala de estar y la sostuvo en alto, teniendo como objetivo el espíritu. Como era de esperar, uno de los miembros de la banda se opuso. Robbie dio un paso adelante, pero Sam le agarró el hombro. “Confía en nosotros.” “Al infierno con eso… trajiste a esa cosa aquí.” “Estaba aquí antes de que estos muchachos llegaran,” dijo Manfred. Aldo, Sam notó, no decía una palabra, pero parecía furioso. “¡Ámame!” “Tápate los oídos,” dijo Sam, satisfaciendo la acción a las palabras. Con una explosión ensordecedora, Dean disparó sal en piedra al espíritu de Roxy, y ella se disipó. “¡Ay!” Eddie agarró su brazo derecho con el izquierdo. Algunas de las rocas de sal cayeron en él. Sam no podía decidirse a sentirse mal por eso. Tan pronto como Roxy desapareció, sucedieron dos cosas: la casa dejó de sacudirse, y Aldo corrió por la sala de estar y golpeó a Eddie en la mandíbula. A pesar de que Eddie se desplomó en el piso de madera, Aldo le dio una patada y luego se inclinó para darle un puñetazo otra vez, gritando: “¡Hijo de puta, tú la mataste!” Dean cogió la muñeca de Aldo. “No lo hagas. Estoy ahí contigo, amigo, pero no.” Aldo giró. “Suéltame, Sam.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 179 “Soy Dean, y no te soltaré. Vamos a darle la oportunidad de hablar.” Dean miró hacia abajo a Eddie, que estaba acurrucado en posición fetal, con lágrimas corriendo por sus mejillas. “Si no te gusta lo que dice, entonces voy a ayudarte a sacarle la mierda a golpes. Pero sin nada más, tenemos que saber lo que le hizo a ella… y a su cuerpo.” Aldo se quedó mirando a Dean durante varios segundos, y luego asintió, bajando el brazo, momento en el que Dean lo soltó. “Fue un accidente,” murmuró Eddie. Agarrando al bajista por las solapas de su chaleco negro, Dean lo puso de pie. “Levántate. Ahora habla, o lo dejo ir. ¿Qué pasó?” “Fue…” Eddie se sorbió los mocos y se secó las lágrimas de sus ojos. “Fue cuando Manfred estaba en su reunión. Aldo no quería estar cerca de Lucille, así que Robbie, Tommy y yo cada uno tomamos turnos. Yo tenía la noche del sábado y la mañana del domingo, para que pudiera pasar la noche del sábado. Invité a Roxy a que se pasara.” “¿Qué?” Gritó Aldo. “Estaba jodiendo con ella, ¿de acuerdo?” dijo Eddie a la defensiva. “No fue gran cosa. Ella me dijo que ya no la satisfacías en la cama, y me dije, qué demonios, la había estado deseando desde que llegó donde Manfred en aquel tiempo. Pero no fue nada, era sólo sexo.” Aldo dio un paso adelante, con los puños apretados. “¿Sólo sexo?” “Tranquilo,” dijo Dean, con una mano en el hombro de Aldo. “Así que después de que lo hicimos, se puso la camiseta de Queensrÿche y empezó a hablar de cómo debíamos estar juntos permanentemente. Yo no quería eso.” “¿Qué, no era ella lo suficientemente buena para ti?” Preguntó Aldo. Sam podía oír la furia en su voz, y no estaba del todo seguro de si Dean sería capaz de retenerlo por mucho tiempo. “Para hacerlo con ella, seguro, pero yo no quería a la perra estúpida como una novia. Hubiera dañado a la banda por un lado, porque si ella rompía contigo e iba conmigo, todo sería estropeado, y a mi ni siquiera me gustaba la perra estúpida. Sólo me gustaba su cuerpo eso es todo.” Manfred dijo: “Entonces, ¿qué?, ¿la mataste?” Volviéndose para ver a Manfred, Eddie dijo: “¡No! Dios, nosotros sólo… fue un accidente, ella tropezó y se cayó por la maldita escalera, justo después de que

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 180 tuvimos esa gran pelea. Le dije que no quería una relación, ella dijo, bien, lo que sea. Iba a buscar algo de beber en la cocina, tropezó y cayó.” “¿Esperas que me crea eso?” Preguntó Aldo. “Roxy nunca se tropezó en su vida.” “Tal vez estaba borracha,” dijo Eddie sin convicción. Sacudiendo la cabeza, Manfred dijo, “Ella estaba sobria, hombre, tú lo sabías. Vamos, no somos estúpidos. Además, acabas de decir que la mataste y que era, como lo llamaste, cosa de estímulo del momento.” Sam dijo: “Estoy dispuesto a apostar a que todos estos tipos testificaran que tú admitiste haberla matado.” Esperaba que no fuera el caso, honestamente, los demás miembros de Scottso harían de horribles testigos, además de las circunstancias en las que Eddie confesó en realidad no eran repetibles en un tribunal de justicia. En lugar de perseguir eso, Sam le preguntó: “¿Qué hiciste con el cuerpo?” “La enterré en el patio trasero.” Eddie negó con la cabeza. “Tomó toda la noche, también.” Sam sintió una vibración en el bolsillo. Había silenciado su Treo, pero la función de vibración trabajaba todavía. Tomando el teléfono, en la pantalla indicaba que se trataba de la detective McBain. Saliendo al pasillo, contestó. “Detective, esto es una coincidencia.” “¿Por qué lo sería?” “Estábamos a punto de llamarte. Riverdale es parte del, eh, del Five-oh, ¿no?” McBain resopló. “Oh, ¿estás usando la jerga ahora? Realmente lindo. Sí, la Fiveoh cubre Riverdale, ¿por qué?” “Es posible que desees llamar a tus amigos allí, porque pensamos que la persona desaparecida, Roxy Carmichael, está enterrada en el patio trasero de la casa en la que nos estamos quedando” Hubo una pausa. “¿En serio?” “Eh, sí. No es por eso que llamabas, obviamente. ¿Qué pasa?” “Voy a llamar a la Five-oh, cuando termine contigo, pero entonces necesitan sacar sus blancos traseros de ahí.” Sam asintió. “Sí, por supuesto.” Todavía eran prófugos, y era probable que la policía estuviera por allí por un tiempo, mientras desenterraban el cuerpo de Roxy y tomando declaraciones de todos los Scottso.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 181 “Por suerte, tengo justo lo que te mantendrá ocupado. Es por eso que estaba llamando. Nuestro amigo Arthur Gordon Pym desapareció.”

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Dieciocho Traducido por Daniel Grigori Iglesia de San Nicolás de Tolentino El Bronx, Nueva York Jueves 23 de noviembre de 2006

D

ean tenía que admitir que no tenía idea de cómo Sam logró encontrar su camino fuera de Riverdale. Y esta era una dura admisión, ya que siempre se había enorgullecido por tener un excelente sentido de la orientación. Una vez que bajaron de la gran colina de Riverdale Avenue, una de las calles principales del barrio, Dean no tuvo problemas en seguir donde estaban yendo. Allí había una entrada a Major Deegan Expressway en la calle 230 oeste, y la parte inferior de esa colina los ponía en la esquina de la calle 231, por lo que sabía Dean, había alrededor de seis maneras de llegar a la autopista desde allí. Y ellos estaban volviendo hasta la esquina de Fordham y MLK, donde se habían separado de McBain el lunes por la noche, que estaba justo a la salida de la autopista de Fordham Road. Fácilmente podría haber asumido la conducción desde allí. Pero no tenía fe en su capacidad para conducir por Riverdale. Y eso realmente le cabreaba. Aun así, necesitaba hacerse. Francamente, el hecho de que Mackey estuviera perdido acaba de confirmar sus sospechas de que estaba en esto con el bastardo enfermo que estaba intentando resucitar a Poe. Pero Sam dijo que McBain pensaba que había más que eso. De cualquier manera, sin embargo, tuvieron que salir de la casa de Manfred antes de que la policía se presentara. Eddie iba a confesar de nuevo haber matado a Roxy y enterrarla en el patio, y Manfred y Aldo, ambos dejaron claro que no darían la oportunidad a Eddie de renegar esa declaración. Además, todos ellos prometieron dejar el espíritu de Roxy fuera de esto; lo que no era una promesa difícil de obtener. Las palabras exactas de Tommy fueron: “De ninguna manera le diré a la policía nada acerca de ningún fantasma, te lo estoy diciendo en estos momentos.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 183 Con suerte, esto pondría a descansar el espíritu de Roxy. Sam subió el Impala por la rampa de salida para Fordham Road, hizo el giro a la izquierda en Fordham, entonces subió por la colina de MLK, todo el camino gastando demasiado tiempo en los semáforos. Sam giró a la derecha, encontró el Saturn de McBain aparcado delante de un hidrante de incendios, y aparcó en doble fila el Impala frente a éste. “Gracias por venir, muchachos,” dijo McBain. De nuevo estaba usando una sudadera y unos vaqueros, aunque esta vez los pantalones eran negros y la sudadera tenía varios personajes de dibujos animados de Warner Bros., una elección de moda que le incremento su estimación con Dean en una mella. “¿Qué pasó?” Preguntó Sam. “Estaba trabajando en un caso anoche. Tenía mi celular apagado, a causa de que un repentino sonido compromete mucho el trabajo policial. Por desgracia, mi proveedor apesta, así que no recibí mi correo de voz hasta esta tarde. Allí estaban las habituales cuatrocientas llamadas telefónicas de la tía Vernetha que consigo cuando no la llamo a cada hora sobre la hora, y un mensaje de Arthur. Sam frunció el ceño. “¿Qué ha dicho?” “No mucho.” Metió la mano en el bolsillo de su abrigo y sacó su teléfono celular, lo abrió, presiono el botón número uno, y luego lo puso en altavoz. Una voz pregrabada dijo: “Usted tiene un mensaje guardado.” Entonces un gemido familiar. Mackey sonaba sin aliento mientras decía, “Detective, es Arthur Gordon Pym. He hecho un descubrimiento sorprendente, y usted tiene que hacer… ¡owlf!” Entonces Dean escuchó unos ruidos sordos, entonces unos pocos ruidos estrepitosos y, a continuación: “Miércoles, 11:39 P.M.” McBain cerró el teléfono. “Esa no es la parte divertida. Intenté llamarlo de nuevo cerca de doce veces, y nada, ni siquiera correo de voz, así que localicé el transponder de su celular.” Señaló la acera donde se encontraba la base de un edificio de apartamentos. “Se encontraba allí.” Luego volvió a meter la mano en el bolsillo de su abrigo y sacó dos mitades rotas de un solo teléfono celular. “Y así es como lucía.” “Eso no es bueno,” dijo Sam. “Mira, lo siento por el chico,” mintió Dean “Pero ¿qué se supone que hagamos?” McBain lo miró fijamente. “Encontrarlo, pelo de escoba. Él dijo que hizo un 'descubrimiento sorprendente’, y eso sólo puede significar una cosa.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 184 Sonriendo malignamente, Dean dijo: “¿Qué no te escuchó cuando le dijiste que dejara esto?” Para sorpresa de Dean, McBain sonrió malignamente de vuelta. “Bien, dos cosas. La otra es que él encontró a nuestro chico, y nuestro hombre se lo llevó y dejó su teléfono con daño extremo.” Sam se frotó su pequeña barbilla puntiaguda. “¿Crees que nuestro chico malo lo secuestró y planea hacerlo la víctima número cinco?” Dean dijo, “Sí, pero el gran día no es sino hasta el martes, así que…” Luego se cortó. “Sin embargo, los otros los planeó con anticipación. Tuvo que secuestrar al mono, y tenía que tener las cosas organizadas en la casa vacía y el apartamento vacío de antemano.” “Mató a la mujer Lowrance días antes del ritual,” agregó Sam. “Bienvenido a la conversación,” dijo McBain secamente. “Ahora que ya comprobé, y no hay ningún lugar vacío en cualquier lugar de esta intersección. El parque también está a la intemperie.” “Así como lo estuvieron los dos chicos,” indicó Dean. “Síp,” dijo McBain, “Pero entonces el tenía un orangután sedado. Ahora él tiene a un rehén reacio, y uno que no estaba planificando. Dondequiera que esté haciendo esto, está fuera de la vista.” Sam estaba mirando por la calle hacia Fordham Road, con el ceño fruncido. Dean, conociendo esa mirada, dijo: “¿Qué estás pensando, Sammy? “Esa iglesia en la esquina.” “San Nicolás de Tolentino,” dijo McBain. “¿Qué con eso?” “¿Tiene un campanario?” McBain asintió con la cabeza. “Síp, lo suenan cada noche del sábado y el domingo cuando hay misa.” “Uno de los poemas más famosos de Poe es ‘Las Campanas’. De hecho, fue inspirado por las campanas de una iglesia.” Dean frunció el ceño. “¿Alguien muere en este?” Sam sacudió su cabeza. “Pero eso no para a nuestro chico.” “Sobre todo si se encontró con un molesto tipo bajito en un traje de poliéster en su negocio,” murmuró Dean. “Eso también puede desbaratar todo el calendario.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 185 “Ha estado siguiendo muy de cerca el ritual,” dijo Sam, “y las fases de la luna son la parte crítica. Sin embargo, si esta re-creando ‘Las Campanas’, el...” Después de que se callara, Dean le preguntó: “¿Sam?” Volviendo a mirar fijamente a su hermano, Sam dijo: “Acabo de recordar un par de líneas del poema: ‘En un’ algo-algo ‘a la misericordia del fuego / En una loca discusión con el’ algo ‘fuego frenético, / que sube más arriba, más alto, más alto.’” Espontáneamente, imágenes de la pesadilla de Dean volvieron a él. El demonio que había matado a su mamá y a la novia de Sam, Jessica fijándolas al techo y consumiéndolas con fuego. En su pesadilla, Dean vio lo que le sucedía a varias de las mujeres de su vida y de la de Sam por las que se habían preocupado. Nunca pudo considerar a Mackey como alguien que le importara, pero de todas maneras no deseaba sacrificar a nadie, ni tenía ningún deseo de ver que sucediera de nuevo. McBain empezó a caminar hacia la esquina. “Vamos.” “Oh, esto está bien,” se gruñó Dean a sí mismo. Ellos fueron los que trajeron al tema el curso de acción, ¿y ella estaba tomando la delantera? Él mismo se recordó que ni siquiera habrían estado allí si no fuera por McBain, y necesitaban algo que hacer mientras los policías avanzaban lentamente sobre todo su espacio de accidente. En última instancia, esto se decidió por el hecho de que no le gustaban los policías. Nunca le habían gustado, sobre todo porque él los veía como ignorantes. Por supuesto, también lo era la mayoría del mundo, pero la ignorancia de la ley era particularmente contraproducente a su trabajo y al de Sam. Hace mucho tiempo desde que había perdido la pista del número de veces que la policía había hecho más que ponerse en su camino, desde Baltimore, más que nunca. Era cierto que había ocasionales excepciones: estaba Ballard, y la diputada en Hibbing. Por supuesto, Hibbing no fue en realidad un caso de verdad, ya que no había nada demoníaco en la familia, por lo que la diputada en cuestión, Kathleen, estaba siendo igual de ignorante. McBain, sin embargo, parecía ser uno de los chicos buenos. Y, si estaba o no dispuesto a admitirlo, ella había ayudado. Pero todavía no le gustaba. Mantenía su creencia de que él y Sam trabajaban mejor solos. Mientras caminaban, McBain dijo: “Oye, recuérdenme cuando todo esto termine… tengo algo que puede interesarles a ustedes dos.”

Keith R. A. DeCandido Dean frunció el ceño. “Okay.” Foro Dark Guardians 186 Eso parecía ser lo único que ella quería decir sobre el tema. Cuando llegaron a la esquina, McBain se acercó a la puerta principal; bueno, a una de ellas. La iglesia en realidad tenía tres puertas principales, y algún número de puertas laterales. Sabiamente, ella escogió la principal del centro, que estaba en diagonal a la esquina de Fordham y MLK, de frente al centro de la intersección. La detective llamó a la puerta de madera ornamentada, que era cerca de tres metros de alto. “Bueno,” dijo Dean, “¿Aproximación directa?” “No entraré a hurtadillas en ninguna iglesia, pelo de escoba. He pecado suficiente por una vida, gracias. Ahora hermano, mantén tus ladridos callados y deja que me ocupe de esto.” Dean miró a Sam. Sam se encogió de hombros con una mirada de “¿Qué quieres de mí?”. No era como si no hubieran logrado colarse en iglesias antes... Después de varios segundos de agonía que Dean sintió como varios días, la puerta se abrió lentamente con un chirrido. Un hombre con la vista nublada se hallaba en el otro lado. “¿Sí?” McBain levantó la placa. “NYPD 67, Padre.” “Soy un diácono, en realidad,” murmuró. “los sacerdotes están en un retiro esta semana”. Bastardo Afortunado, pensó Dean. Consiguió el lugar para sí mismo. Se preguntó qué tipo de problemas podría conseguir un diácono mientras los sacerdotes estaban lejos. Probablemente no muchos, pensó, decepcionado. “Lo siento, pero tenemos razones para creer que su campanario ha estado comprometido. ¿Podemos pasar?” “¿Comprometido?” “Sí, señor. Tenemos que investigarlo.” El diácono parecía estar pasando la conversación a través de su cerebro muy lentamente. “No entiendo.” Harto, Dean se adelantó. “Mire, diácono, pensamos que alguien está allá arriba. Tenemos que investigarlo. ¿Nos lo vas a permitir?” 67

NYPD: Policía de Nueva York.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 187 “Bueno...” Negó con la cabeza. “Supongo. Quiero decir, mientras sean policías.” Dio una andrajosa sonrisa. “Además, todos son bienvenidos en la casa del Señor.” Dean sonrió. “Amén.” Al entrar, McBain susurró: “¿Qué te había dicho sobre que dejaras que me ocupara de esto, pelo de escoba? “Yo nos metí adentro, ¿no?” McBain sólo lo fulminó con la mirada, mientras entraban en la iglesia. Señalando a una escalera de caracol a la izquierda, el diácono dijo: “Los campanarios están por ese camino.” Asintiendo, McBain, dijo: “Quédese aquí, por favor, señor, mientras buscamos.” “Er, está bien.” El diácono no parecía feliz, pero tampoco discutió, por lo que Dean estuvo agradecido. Dean miró a su alrededor y se sorprendió al ver muy poco. Sólo podía ver formas vagas en su interior. Nunca había pensado en una iglesia cerrada, pero tan tarde en la noche, sin luz que entrara por la vidrieras, y tanto la luz eléctrica como las velas apagadas, no había nada que ver. Sam y McBain ya habían comenzado a subir la escalera, y Dean los siguió rápidamente. El trío ascendió por la espiral, McBain a la cabeza y Sam y Dean cerca detrás. Dean no estaba cómodo con eso, pero si nada más, era probable que pusiera al diácono incómodo, ya que ella era la única que había mostrado la placa. Después de subir por las estrechas y sinuosas escaleras por unos diez días, finalmente consiguieron pasar a la parte principal del alto techo de la iglesia. Dean nunca fue especialmente agorafóbico 68, pero estar a esta altura en el espacio abierto de la iglesia con sólo un retorcido pasamanos de metal entre él y el escotado piso, no era exactamente emocionante para él. Estuvo agradecido cuando la escalera llegó a su fin en un rellano. Había un pasillo que conducía a lo largo de la iglesia, y otra escalera que continuaba hacia arriba. Indicando la escalera con su cabeza, McBain siguió hacia arriba. Dean alcanzó detrás de su espalda y sacó su pistola y tanto McBain como Sammy lo hicieron igualmente al mismo tiempo. Una vez más, ellos no deseaban alarmar al diácono, pero ahora que estaban fuera de vista... En psiquiatría, sensación morbosa de angustia o miedo ante los espacios despejados, como las plazas, las avenidas, etc. 68

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 188 Esta era una escalera con curvas, pero en realidad era una construcción en la piedra, rodeada a ambos lados por muros sin precipicios. Desgraciadamente, tan oscuro como estaba la iglesia, había un poco de luz, y el pasillo en la parte superior de la escalera de caracol tenía algunas luces eléctricas. Esta segunda escalera no estaba iluminada en absoluto. “Pelo de escoba,” susurró McBain. Realmente me gustaría que dejara de llamarme así. “¿Si?” susurró Dean en respuesta. “Tú vas primero.” No es que se opusiera, pero tuvo que preguntar: “¿Por qué? “Porque mi visión nocturna apesta.” Murmurando: “Ahora nos lo dice,” Dean se movió delante de ambos, Sam y McBain, Sam en la retaguardia. Dean se movía lentamente, dejando que sus ojos se ajustaran a la creciente oscuridad, arma lista. Al acercarse a la cima, se dio cuenta de un alambre de que viaje pasaba por la parte inferior. Tal vez no lo había visto en la penumbra, pero este perdedor había utilizado ese truco una vez antes, así que Dean pensó que iba por esto de nuevo. “Alambre atravesado,” susurró, señalando con su mano izquierda, pistola todavía levantada en la derecha. Sam y la detective asintieron. Dean dio un paso sobre éste y se movió a una pequeña habitación. Allí había dos escaleras más a cada lado de la habitación, ambas conducían arriba a las mismas campanas, y una pequeña puerta entre ellas. Dean supuso que era donde hacían sonar las campanas. Todo era de piedra oscura, dando al lugar una sensación medieval, salvo por el extintor de fuego color rojo brillante que se encontraba en un estante situado junto a la puerta pequeña. Tienes que amar sus códigos de fuego. Sin siquiera pensar en ello, Sam y Dean se trasladaron a ambos lados de la puerta. McBain se quedó mirándolos por un segundo, sacudió su cabeza, luego se fue directamente a la puerta, tirándola abierta y saltando de nuevo en posición de rodillas. Al mismo tiempo, Dean y Sam se inclinaron. Los tres estaban apuntando sus armas. La habitación estaba vacía.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 189 Dean sacudió su cabeza. “El bastardo loco puede hasta estar en las propias campanas.” “O puede que no esté aquí en absoluto,” dijo Sam. “Sólo era una suposición.” De pronto, Dean se estremeció por la presencia del eco de una pistola siendo disparada, seguido por el sonido metálico de una bala rebotando en la piedra. Sam también hizo una mueca. “O no”. McBain corrió hacia la parte inferior de las escaleras, pero se quedó a un lado, fuera de la línea de fuego (no es que hubiera una línea de fuego en la escalera curva) y dijo: “NYPD, baje con las manos en alto.” Dean miró a Sam, y Sam corrió inmediatamente a la otra escalera. “No hay posibilidad de eso, me temo. Van a tener que subir.” “No creo que no lo haga,” dijo McBain. Conozco esa voz, pensó Dean. ¿De dónde conozco esa voz? No era la de Mackey, pero era una que había oído recientemente. Ni una de Scottso; no podrían haber llegado hasta aquí tan rápido, y este era un tono muy bien hablado para alguno de ellos. Oh, hombre. Finalmente lo recordó. Debería haber sabido. En voz alta, dijo: “¡Has sido descubierto, Vicent!” McBain se dio la vuelta y lo miró, articulando las palabras: ¿qué dijiste? Después de una pausa, la voz del Dr. Ross Vicent preguntó, “¿Quién es ese?” “No importa, profesor, se acabó. Sé que seguías tratando de convencer a todos de que el mensaje asumía que no había una conexión entre los asesinatos. Tiene sentido que hicieras eso si estabas tratando de mantener a la gente lejos de tu falso ritual.” “¡No es 'falso'!” gritó Vicent, su voz cada vez más cerca. “Percival Samuels era un genio, ¡y sus métodos me proporcionaron la respuesta al fin!” “¿A qué?” Preguntó Dean. Dos figuras aparecieron a la vista. Una de ellas era Vicent; había lucido con un poco de manía en su oficina del campus en Fordham, pero ahora estaba enloquecido. Dean no podía ver sus ojos en la penumbra, pero su lenguaje corporal era completamente desordenado.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 190 La otra figura era Mackey, a cuya cabeza Vicent estaba apuntando el cañón de una pistola calibre 44. Sólo amo los Standoffs de México, pensó Dean. “¡La verdad! ¿No ves? ¡Nadie sabe cómo murió Poe! ¡Ahora podemos enterarnos de eso, y mucho más! Gran parte de su vida fue un misterio, y nosotros los estudiosos perdemos tanto tiempo limitado e inútil esfuerzo para resolverlo, pero no podemos, ¡no sin el original! Así que estoy usando al genio de Samuels para…” “¡Es falso, idiota!” dijo Dean. “El ritual es un fracaso. Samuels sólo estaba usándolo para engañar palurdos de su masa.” “¡Estás mintiendo!” McBain dijo: “Nunca lo averiguarás. Deja caer tu arma.” “No. ¡No, no puedes! ¡Estoy tan cerca! El martes, todo se reunirá, ¡verás! ¡Veras! ¡Poe volverá y entonces todos sabrán la verdad!” Vincent se dio la vuelta y dijo: “¡No te muevas!” Sólo entonces Dean vio a Sam que se acercaba desde el otro lado. “No te preocupes por mí,” dijo Mackey en una voz tensa, “Por favor, ¡sólo dispara a este imbécil!” “Bien por mí,” masculló Dean. McBain dijo: “Ni siquiera lo pienses, pelo de escoba.” Dean no podría poner en peligro la vida de Mackey, por supuesto, pero maldición era tentador. Aunque Sam no se había movido, Vincent gritó: “Dije, que no te muevas, ¡maldita sea!” Entonces disparó hacia el suelo. Dean pudo oír el rebote de bala en la piedra, después golpeó en algo metálico. Probablemente una de las campanas, pensó. “Ese fue un disparo de advertencia. No quiero hacerle daño a nadie más allá de los confines del ritual, pero voy a matarlos antes de permitir que me detengan.” “No hay ninguna parte a donde puedas ir, profesor,” dijo McBain. “Podemos estar aquí toda la noche, pero tarde o temprano…” “El estudio está en juego, madame,” dijo Vincent, su 44 apuntó de nuevo a Mackey. “Le aseguro que puedo estar aquí con mi arma en la garganta del Sr. Pym hasta el martes, si es necesario. ¡He llegado tan lejos, no me detendré!”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 191 Dean oyó un goteo. ¿Qué demonios? Calculando que McBain y Sam tenían cubierto a Vincent, estuvo dispuesto a apartar los ojos del bastardo el tiempo suficiente para mirar hacia abajo en las escaleras. Algo estaba corriendo por la escalera en riachuelos, cada uno de ellos causados por tres grupos de pies en la escalera. Un segundo más tarde, olió gasolina. Bastardo. No era una campana lo que golpeó, era una lata de gasolina. Vincent probablemente iba a utilizar el fuego del que Sammy estaba hablando. Sosteniendo la pistola, Dean dijo: “Estoy enfundando mi arma, ¿Okay, profesor?” Enojada, McBain, dijo: “Pelo de escoba, ¿qué demonios estás haciendo?” “Confía en mí,” dijo Dean mientras ponía la pistola en la parte de atrás de su cintura. Miró a Vincent. “Escúcheme, profesor, tengo algo que quiero ensañarle, ¿Okay?” “No intente nada, Sr. Morrison.” McBain dio a Dean una rápida mirada de reojo de confusión, pero mantuvo su enfoque en Vincent. Dean buscó en el bolsillo de su chaqueta lentamente, sin quitar el ojo de Vincent, sintiendo alrededor el artículo que necesitaba. Puso el dedo en la posición correcta y esperó que esto fuera a funcionar. Sam dijo de repente: “Profesor, ¡cuidado!” “¿Qué?” ¡Muchas gracias, Sammy! Vincent volvió la cabeza, dando a Dean los preciosos segundos que necesitaba para sacar su encendedor, lo sacudió, y lo lanzó en el goteo de gasolina. En cuestión de segundos toda la escalera estaba en llamas. Dean lo sintió en su espalda mientras corría por el extintor. Se volvió y vio que Sam había agarrado a Mackey, y que Vincent estaba ardiendo y gritando. Dean de inmediato lo golpeó con el extintor de fuego. Roció espuma blanca, asfixiando las llamas. Volvió la manguera hacía la escalera, y en cuestión de segundos todo estaba bien. McBain estaba mirando a Dean con una expresión incrédula. “¿Qué demonios fue eso, pelo de escoba?” “Detener el chico malo,” dijo Dean.

Keith R. A. DeCandido “¿Comenzando un incendio?” Foro Dark Guardians 192 Dean se encogió de hombros. “Hey, él fue el que le disparó a la lata de gasolina. Esto podría explotar si alguien disparaba. Por lo menos así teníamos un cierto control sobre esto.” La detective lucia como si quisiera discutir, pero se limitó a sacudir la cabeza, enfundó su pistola, y sacó sus esposas. “¿Cuál es el nombre de este gilipollas?” preguntó a Dean. “Ross Vincent. Él es el experto en Poe al que nos envió Mackey.” McBain puso las esposas en la forma quemada de su asesino. “Ross Vincent, estás bajo arresto por sospecha del asesinato de Marc Reyes, Sarah Lowrance, John Soeder, y Kevin Bayer, el secuestro de Arthur Mackey, resistencia de arresto, y cualquiera infierno más que sienta cargarte. Tienes derecho a guardar silencio...” “Gracias, caballeros,” dijo Mackey mientras Sam se dirigía abajo por las escaleras. “Eso fue bastante desagradable.” “Sí, bueno, hubiera sido peor venir el martes,” dijo Sam. “En efecto. ‘En una amonestación loca con el sordo y frenético fuego’. Temí que no volvería a ver a mi esposa y a mis niños de nuevo.” Los ojos de Mackey estaban anchos una vez más. “Oh, cielos, tengo que llamarlos. ¿Alguno de ustedes tiene un teléfono que pueda prestarme?” Sam le entregó su Treo, lo que demostró una vez más que era más generoso que Dean, mientras que Dean no quería que este tipo tocara sus cosas. Bueno, así que Mackey no era el malo de la película, algo de lo que él no había estado un cien por ciento convencido hasta que vio a Vincent sosteniendo una 44 en su cabeza, pero aun así… McBain había terminado de leer a Vincent sus derechos Miranda 69 y preguntó: “¿Estás bien, Arthur?” En el Treo de Sam, dijo, “Un momento, amor.” Miró hacia arriba. “Un poco peor por el desgaste, detective, pero voy a vivir… probablemente” Volvió al teléfono, “Debo irme, querida, pero prometo estar en casa tan pronto como pueda. Probablemente tendré que dar una declaración a la policía. Sí, todo bien. Besa a los niños por mí. Los amo a todos. Buenas noches.” Le entregó a Sam de vuelta el teléfono y dijo: “Gracias.” 69

Es el derecho que tienes; cuando eres arrestado un oficial te los lee. Fueron creados cuando un hombre de nombre Miranda fue arrestado y declaró que no sabía que no tenía que hablar con la policía (Que tenía el derecho de guardar silencio) por lo que se le encontró inocente.

Keith R. A. DeCandido “No hay problema,” dijo Sam con una sonrisa amistosa. Foro Dark Guardians 193 Mientras tanto, McBain estaba en su propio teléfono celular pidiendo refuerzos y una ambulancia para Vincent. Dean pensó en lo que Vincent había dicho en su oficina de perder el tiempo discutiendo sobre cosas que no podían saber y la importancia de la verdad, y él se estaba pateando a sí mismo por no entender que él era el hombre más rápido. Demasiado centrado en Mackey, supongo. En voz alta, dijo, “No puedo creer que hizo todo esto sólo para averiguar cómo murió Poe.” Mackey se echó a reír. “¿En serio? Obviamente, no has conocido muchos académicos. Puedo pensar en varias docenas que no pensarían nada de cometer cuatro asesinatos si eso significara fomentar una causa de estudio.” Mirando a Sam, Dean dijo: “Y tú querías ir a la escuela de posgrado.” “Bueno,” dijo Sam a la defensiva, “Escuela de leyes.” “Sí,” dijo McBain, habiendo finalizado su llamada telefónica, “porque lo que realmente necesitamos es más abogados. Demonios, este tipo probablemente tiene algún traje guardado que sacará su culo fuera con locura.” Mirando atentamente a Dean, McBain luego dijo: “¿Por qué chicos no se van, esperan a que los refuerzos aparezcan?” “Buena idea,” dijo Dean enfáticamente, siguiendo el consejo de que deberían irse antes de que los refuerzos llegaran. “Definitivamente,” dijo Sam con un asentimiento. Dean sólo esperaba que la policía ya hubiera terminado en la casa de Manfred. “¿Eh, hola?” Dijo una voz desde la escalera de caracol. Sonaba como el diácono. Suspirando, McBain dijo a Dean y Sam: “Envíen a su santidad aquí arriba en su camino de salida. Lo pondré al tanto. Oh, y no se olviden, tenemos una reunión mañana a las seis de la mañana en el aparcamiento justo fuera de la calle 97 en la salida de West Side Highway.” Confundido, Dean le preguntó: “¿La tenemos?” “Sí, pelo de escoba, la tenemos.” Dean dejó escapar un largo suspiro. Asumía que esta era la otra cosa que ella había dicho que quería compartir con ellos. “Muy bien. Vamos, Sammy.” Sonriendo, Sam dijo: “Después de ti, pelo de escoba.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 194 Sólo el hecho de que estaba en una iglesia, contuvo a Dean de golpear a su hermano hasta la muerte.

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Epilogo Traducido por verittooo Salida calle 97, carretera West Side Nueva York, Nueva York Viernes 24 de noviembre de 2006

M cBain los estaba esperando cuando el Impala giró en la carretera West Side y después volvió a girar cuando el camino se dividió. El lado izquierdo de la bifurcación continuaba bajo la carretera hacia la calle 97; el lado derecho de la bifurcación, la que tomaron los hermanos, llegaba a un pequeño estacionamiento que daba al Río Hudson. Sam se tomó un momento para admirar la vista. Era una mañana con mucho viento, y el Hudson estaba lleno de pequeñas cabrillas. Un gran barco estaba navegando hacia ellos, que pronto se hizo visible como el Circle Line, un barco que iba alrededor de la isla de Manhattan. Había solamente unas pocas personas en él, y estaban agrupados contra la frialdad (se tenia que sentir diez grados más frío en el agua, pensó Sam mientras se ajustaba el abrigo al pecho) pero parecían estar divirtiéndose. En el otro lado del río estaba Nueva Jersey, incluyendo la tira larga a lo largo del río que, de acuerdo con lo que había leído en la web, había sido construida en los últimos diez años o algo así como una importante zona comercial. McBain estaba recostada contra su Saturn y sosteniendo una carpeta, que le entregó a Dean. “¿Qué es esto?” preguntó él mientras la tomaba. “No soy la primera policía de Nueva York en caminar en el ritmo agente secreto. El tipo anterior a mí era un malhumorado viejo bastardo llamado Landesberg. Él solía tener un ojo puesto en las cosas locas en los setenta. Él me dejó una caja llena de carpetas, y yo escarbo en ella de vez en cuando. Encontré esto, y me imaginé que ustedes chicos podrían hacer algo al respecto.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 196 Dean observó el contenido de la carpeta, después la cerró y se la pasó a Sam. Sam vio varios recortes amarillentos de periódico de un diario de Cedar Wells, Arizona, en 1996, con notas hechas a mano, simplemente horribles, así como varios hojas de papel de 21 por 27 centímetros. “Es cerca del Gran Cañón,” dijo McBain. “Allí hubo una serie de inexplicables asesinatos a principios de diciembre de 1926 y después de nuevo al mismo tiempo en 1966.” “Cada cuarenta años,” dijo Sam, mirando las páginas, que resultaron ser fotocopias de recortes de 1926. “Sí, y nos estamos acercando al aniversario.” Ella apuntó al Impala con su cabeza. “Me imagino que ese tanque debería llevarlos a través del país a tiempo.” “Definitivamente,” dijo Dean con orgullo. Sam trató de no rodar sus ojos. “Vale la pena echarle un vistazo, sin duda,” dijo Sam. “¿Nos podemos quedar con esto?” McBain resopló. “Está muy lejos de mi jurisdicción, así que seguro. Sólo intenten mantener viva a la gente, ¿está bien?” “Eso es lo que hacemos,” dijo Dean. “Y si nosotros no podemos, nos aseguramos de que no pase otra vez.” “Si, lo noté.” McBain sonrió. Sam notó que era una sonrisa cálida en vez de la sarcástica que usualmente les daba. “Escuchen, hicieron un buen trabajo. Cerraron varios homicidios, detuvieron otro, y pusieron a un espíritu a descansar.” “No estamos cien por ciento seguros de la última parte,” admitió Sam de mala gana. “Cuando regresamos con Manfred, dijo que Scottso podía haberse separado. Pero aún así, con Eddie bajo arresto, supongo que Roxy está en paz.” “Eso espero,” dijo McBain. “Así que chicos, ¿se irán de la ciudad?” Sosteniendo la carpeta, Sam dijo: “Aparentemente tenemos un trabajo.” “Además, creo que Manfred podría utilizar algo de tiempo a solas,” dijo Dean con una sonrisa. “Bueno, buena suerte,” dijo McBain. “Fue un placer conocerlos por fin chicos. Y la próxima vez que estén en la ciudad…” “Vamos a llamar,” dijo Sam rápidamente.

Keith R. A. DeCandido Dean dijo: “Probablemente.” Foro Dark Guardians 197 “Muy gracioso, pelo de escoba,” dijo McBain. “Nos vemos.” Ella se metió en su Saturn y se marchó. Moviéndose hacia el Impala, Sam dijo: “Ella no es tan mala.” Dean sólo lo observó. “Me llama ‘pelo de escoba.” “Como dije, ella no es tan mala.” ““JA-JA-JA-jodidamente-Ja 70.” Dean se dirigió al lado del conductor. Sam parpadeó. “¿Conducirás?” “Nos estamos yendo de esta loca ciudad, así que sí, ahora conduciré.” Levantando las manos en señal de rendición, Sam dijo: “Bien, como sea.” Se metieron en el Impala. Sam mantuvo la carpeta en su regazo así lo podía consultar mientras iban a través del puente. Su mejor apuesta es hacer la mayoría de su camino a través del país en la I-80 a Salt Lake City, después por la I-15 a Las Vegas, luego hacer su camino en las carreteras locales hacia Cedar Wells desde allí. Eso tomaría unos días, sin embargo, incluso con el estilo de conducir acelerado de Dean, así que Sam se concentró en la carpeta por ahora mientras esperaba que Dean preguntara la inevitable pregunta, que finalmente preguntó mientras iba por la carretera West Side y se encontró en la esquina de Riverside Drive y la calle 97, sin ninguna idea real de cómo llegó allí. “Hombre, ¿cómo salimos de aquí?” Sam sonrió. Justo cuando le estaba dando los últimos toques al papeleo que cerraría el caso de Roxy Carmichael, por lo menos, como un caso de personas desaparecidas, que era ahora un homicidio, una voz llegó desde la entrada de su pequeño cubículo: “¿Detective Marina McBain?” Dándose vuelta, McBain se encontró haciendo lo mismo que había hecho el Sargento O’Shaughnessy hace una semana. Su primera impresión fue de un hombre negro con cabello muy corto y una barba tipo candado. Luego vio el 70

En el original en inglés lo expresan de esta forma: Hardy-har-freakin’-har y como había explicado anteriormente Hardy-har-har es una manera sarcástica de reírse.

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 198 impecable traje hecho a la medida que significaba que era bien o un federal o un abogado. “Sí, yo soy McBain.” “Agente Especial Victor Hendrickson. Necesito hablar con usted acerca de dos hombres llamados Sam y Dean Winchester.” Genial, este debe ser el federal detrás de Dean. “No me suenan los nombre, ¿por qué?” “¿En serio?” Hendrickson cruzó sus brazos. “¿Entonces por qué no le creo?” “Realmente no lo sé, Agente Hendrickson, y realmente no me importa. Tengo una tonelada de papeleo del que ocuparme ahora mismo. Puedo ir a ver si estos chicos Winchester están en los archivos, pero…” “No son personas desaparecidas, son fugitivos, y creo que usted los ha visto.” McBain rodó sus ojos. “Es bueno que piense eso, pero nunca escuché de ellos.” “¿Si? ¿Qué estaba haciendo anoche?” “Rescatando a uno de mis Ics,” dijo ella, agradecida de haber hecho a Arthur uno de sus informantes confidenciales oficial, por lo que haberlo ido a buscar anoche podía ser justificado. “Él desapareció en medio de una llamada, y lo rastreé. Algún loco cliente lo había atado a una campana. Resultó ser un asesino serial.” Ella sonrió. “Me sorprendió que ustedes no salieran por todas partes de la forma en que usualmente lo hacen por los seriales.” “Notó que no me estoy riendo.” La sonrisa de McBain se amplió. “Notó que me importa una mierda.” Descruzando sus brazos, Hendrickson dijo: “Puedo hacer de su vida un infierno, Detective. ¿Dónde estaba la noche del sábado pasado?” “En casa, mirando televisión. Mi casera puede confirmar eso.” McBain alquilaba el piso de arriba de una casa de dos familias en Queens. Ella ayudó a deshacerse de un Poltergeist en la casa, y desde entonces la propietaria era su mejor amiga. Mentirle a un federal sobre si estaba en casa era el menor de los favores que ella haría. Y O’Shaughnessy no la delataría al federal, tampoco, y él era el único que sabía que ella estaba en la zona el sábado en la noche. “Y si quiere hacer de mi vida un infierno, Agente Hendrickson, póngase en la fila detrás de mi sargento, mi capitán, mi inspector, el comisionado Kelly y el Mayor Bloomberg, ¿de acuerdo?”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 199 Hendrickson se apoyó contra el costado de su cubículo y volvió a cruzar sus brazos. Su expresión facial aún no había cambiado desde que llegó. El aspecto ligeramente cabreado parecía ser su defecto. “Si piensa que no voy a pasar a todas esas personas para obtener lo que necesito, Detective, está extremadamente equivocada.” “¡No sé lo que necesita, Hendrickson! Ha estado aquí amenazándome, hablando tonterías de dos personas de las que ni siquiera he oído hablar…” “¿Espera que crea eso, Detective?” “Agente Hendrickson, en la lista de las cosas que me importan una mierda, lo que usted crea está en el fondo, ¿me sigue? Ahora, a menos que tenga un real asunto policial que discutir conmigo…” “¡Oiga!” McBain se volvió para ver la áspera forma del Sargento Glover, su supervisor inmediato, pisando fuerte hacia su cubículo. “¿Quién diablos es usted?” preguntó Hendrickson. “Soy el Sargento Glover, y estoy a cargo de este turno. ¿Quién diablos es usted?” Hendrickson se identificó, incluso yendo tan lejos como para mostrar una identificación, que fue más consideración de la que le demostró a McBain. “Eso está bien. Saca tu trasero federal de mi casa.” Ahora la expresión facial de Hendrickson cambió de ligeramente cabreado a completamente cabreado. “¿Perdón?” “Ya me escuchó. No tiene ningún asunto acosando a mi gente.” “Tengo preguntas para la Detective McBain.” “No,” dijo Glover, “no las tiene, porque si las tuviera, lo hubiera hecho por los canales apropiados en vez de irrumpir aquí intimidando gente. Ahora puede irse por su cuenta, o puedo llamar a un par de uniformados para transportar tu trasero abajo por entrar sin autorización.” Hendrickson miró a Glover, después miró a McBain. Señaló con un dedo acusatorio hacia ella. “Volveré, Detective.” Dándole una dulce sonrisa, McBain dijo: “Mi puerta siempre esta abierta, Agente Hendrickson.”

Keith R. A. DeCandido Foro Dark Guardians 200 Con otra mirada desagradable hacia Glover, Hendrickson giró sobre sus pulidos talones y se fue. Glover observó a McBain. “¿Qué demonios fue eso?” “Sargento, hablé con él por cinco minutos, y aun así no lo puedo decir.” Sacudiendo su cabeza, Glover dijo: “Malditos federales.” Mientras su comandante de turno se alejaba, McBain se giró y dejó salir un largo respiro, nunca tan agradecida por la rivalidad que rayaba el odio entre las autoridades policiales locales y los federales. Cuiden sus traseros, chicos, pensó ella en la dirección general de Sam y Dean Winchester mientras ellos hacían su camino hacia la cosa en Arizona. Roxy estaba satisfecha. Le encantó ver a la policía venir y llevarse al bastardo de Eddie. Deseó tenerlo grabado así podía verlo una y otra y otra y otra vez. Había terminado. Él no la amaba, pero por lo menos estaba pagando por no amarla, ese asqueroso. Lo odiaba. Odiaba todo acerca de él. Amó verlo sufrir, y verlo quebrarse y confesar así en frente de toda la banda. Fue genial. Pero ahora no sabía qué hacer. El tío Cal no volvió, así que ella no sabía qué venía ahora. ¿Se quedaría aquí? ¿Desaparecerá? ¿Irá a la verdadera otra vida? Tal vez podía quedarse aquí. A Manfred probablemente no le importaría. Le gustaba un poco Manfred. Tal vez debería haber estado con él todo el tiempo. Él no era tan malo. Ella había pensado que después de rehabilitación alguien como Aldo sería lo mejor, pero resultó no ser el caso, para nada. Y realmente siempre le había gustado mucho esta casa. Aun así, pensó, incluso si estaba estancada por aquí, no haría mucho ruido. Manfred podría llamar a esos dos raros otra vez, y ella no quería eso. Todavía odiaba la manera en la que esos disparos se sintieron, y no tenía ganas de repetir eso. Así que se quedaría en silencio, y viviría aquí en paz. O moriría aquí en paz. O algo

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Nota del autor Traducida por verittoooo

Mientras redactaba Nevermore, tuve un playlist en iTunes especial de Supernatural en mis auriculares. Incluía las siguientes canciones, que recomiendo como una banda sonora mientras leen el libro: AC/DC: “Back in Black.” (La versión de Living Colour funciona muy bien, también) The Allman Brothers: “Ramblin’ Man” George Baker: “Little Green Bag” The Band: “Chest Fever,” “The Shape I’m In,” “The W.S. Wolcott Medicine Show” Black Sabbath: “Paranoid” Blind Faith: “Can’t Find My Way Home” Blue Öyster Cult: “(Don’t Fear) The Reaper” Blue Swede: “Hooked on a Feeling” Nick Cave & the Bad Seeds: “Up Jumped the Devil” The Chambers Brothers: “Time has Come Today” Eric Clapton: “Cocaine,” “Further on up the Road” Cream: “Badge,” “Sunshine of Your Love,” “Tales of Brave Ulysses” Creedence Clearwater Revival: “Bad Moon Rising” Deep Purple: “Smoke on the Water” Def Leppard: “Rock of Ages” Derek & the Dominoes: “Layla” Bob Dylan: “Knockin’ on Heaven’s Door,” “Like a Rolling Stone” (el original está bueno, pero recomiendo enormemente la versión en vivo en Before the Flood, la cual es transcedental; todos mis respetos a Al Kooper, pero Garth Hudson lo deja en el polvo)

Keith R. A. DeCandido

Electric Light Orchestra: “Turn to Stone” David Essex: “Rock On” Iron Butterfly: “In- A-Gada-Da-Vida” Jefferson Airplane: “White Rabbit”

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Jethro Tull: “A New Day Yesterday,” “Aqualung,” “For a Thousand Mothers,” “We Used to Know” Robert Johnson: “Cross Road Blues” (La versión de Eric Clapton de este trabajo, también), “Hellhound on My Trail,” “Walkin’ Blues” (La versión de “Walkin’ Blues” de Hindu Love Gods, Eric Clapton, y Jump Kings también son excelentes y recomendadas) Journey: “Wheel in the Sky” Kansas: “Carry on, Wayward Son” Lynyrd Skynyrd: “Down South Jukin’” Metallica: “Enter Sandman,” “Some Kind of Monster” Ted Nugent: “Stranglehold” Queen & David Bowie: “Under Pressure” The Rolling Stones: “Gimme Shelter,” “Have You Seen Your Mother, Baby,” “Sympathy for the Devil” Rush: “Working Man” Bob Seger & the Silver Bullet Band: “Katmandu,” “Lookin’ Back,” “Turn the Page” Spinal Tap: “Stonehenge” Stealers Wheel: “Stuck in the Middle with You” Steppenwolf: “Born to be Wild,” “Magic Carpet Ride” Styx: “Renegade” Tito & Tarantula: “Angry Cockroaches,” “Strange Face of Love” Traffic: “The Low Spark of High-Heeled Boys” Joe Walsh: “Turn to Stone” The Who: “5:15,” “Goin’ Mobile,” “In a Hand or a Face,” “Love Reign O’er Me” Warren Zevon: “Werewolves of London”

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Proximo libro El Diario de John Winchester

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Agradecimientos  Foro Dark Guardians o http://darkguardians.foros-activos.es/forum  Traductoras A Cargo

o Dany y maka.mayi

 Traductores o o o o o o o o Dany maka.mayi Drifted Kroana Daniel Grigori Pamee Annae verittoooo  Corrección General

o o maka.mayi Pamee  Diseño

o Dany

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