Nefer ó Nofre

Desde sus orígenes hasta Andrés Segovia por Francisco Herrera Nefer ó Nofre El origen de la palabra GUITARRA, parece to

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Desde sus orígenes hasta Andrés Segovia por Francisco Herrera

Nefer ó Nofre El origen de la palabra GUITARRA, parece tomar su nombre del griego KITHARA ó del afgano KITAR (3 cuerdas). Hacia el año 1500 (a. J.C.) aparece en Egipto una guitarra de 3 cuerdas llamada Nofre ó Nefer. Dicho instrumento, era tocado por hombres y mujeres, que lo hacían sonar mediante un plectro. El uso del plectro parece indicar que la guitarra egipcia fuera montada con cuerdas metálicas y no de tripa. Durante la Edad-Media, la guitarra tuvo nombres muy variados: Crotta, Rotta, Rothe, Psalter, Chitare, Chitara etc. El nombre de Cithara, cambió por el de Guitarra durante el siglo XII. Cuando los árabes invadieron la península ibérica, trajeron entre sus instrumentos musicales, una guitarra morisca (el Laúd) y una guitarra latina (la Guitarra), que vemos representados en las "Cantigas de Santa María" de Alfonso X El Sabio (1221-1284).

Guitarra latina

Guitarra morisca

Anteriormente a las "Cantigas de Santa María", hacia 1047, se encontró en un codex (libro anterior a la invención de la imprenta) de Facundus Scriptor llamado: "Tractatus de Apocalipsi Johannis". En este precioso manuscrito ya aparecen músicos tocando guitarras de 5 y 3 cuerdas.

La edición de la obra más antigua, conocida hasta ahora, sobre el arte de tocar la guitarra, está escrita en español y lleva por titulo: "Tres libros de música en cifras para vihuela" de A. Mudarra. (Sevilla, 1546). En el 1er libro, encontramos para guitarra: cuatro Fantasías, una Pavana y una Romanesca. Durante este tiempo la guitarra estaba montada de 4 cuerdas dobles, llamadas órdenes.

Guitarra de cuatro órdenes (M. Mersene)

Temple viejo Temple nuevo Afinación de la guitarra de cuatro cuerdas He aquí, parte de la primera pieza escrita para la guitarra de 4 cuerdas. Esta composición se presenta en tablatura, como era costumbre de escribir en aquella época. La invención de este sistema se le atribuye al organista alemán, ciego de nacimiento, Conrad Pauman (1410-1473).

"Pavana", de A. Mudarra. (Sevilla, 1546) La tablatura, consístia en un sistema de cifras o de letras puestas sobre unas líneas , que simbolizaban las cuerdas del instrumento. En la tablatura, la primera cuerda, unas veces se presentaba en la parte inferior, (Mudarra, Fuenllana, etc.,) y otras en la superior, (A. Le Roy, Milan, etc.). En España e Italia, se utilizaban las cifras, y en Francia, Inglaterra y Alemania las letras.

Branle de Bourgogne. A. Le Roy La adición de la quinta cuerda a la guitarra, atribuída al poeta y escritor español Vicente Espinel (15501624) es errónea pues, Juan Bermudo ya cita una guitarra de 5 cuerdas en su "Declaración de Instrumentos Musicales" (Osuna, 1555). Miguel de Fuenllana en su "Libro de Música para Vihuela" (Sevilla, 1554), presenta 6 Fantasías para Vihuela de 5 órdenes, con la tercera cuerda en sol; podemos deducir que se trataría más bién de una Guitarra. Ejemplo:

Guitarra de 5 cuerdas

En 1626, se publica en Lérida la "Guitarra española y Vandola" por el Doctor en medicina catalán, Joan Carles Amat (1572-1642); tratadillo, considerado como el primer método de guitarra; sin embargo, Emilio Pujol, con respecto al año de la publicación de este libro, nos aporta los siguientes datos: Significación de Joan Carles Amat en la historia de la guitarra, "Guitarra Española de cinco órdenes, cuya primera edición vió la luz en Barcelona en 1596, siendo reeditada varias veces en la misma ciudad, en Lèrida, Gerona y Valencia hasta fines del siglo XVIII" (Anuario Musical V, 1950). Michel Brenet, nos comenta en su "Dictionnaire", p.181, que: "el más ilustre amateur en el arte de tocar la guitarra, fue sin lugar a dudas el gran monarca Luis XIV, quien recibió lecciones de Jourdan de la Salle; además, la princesa Palatina, Anne de Gonzane, decía que el rey interpretaba mejor que un maestro". El guitarrista y laudista francés Robert de Visée (1660-1720), fue nombrado músico de la cámara real de Luis XIV y del Delfín. Dedicó a su Majestad el Rey su primer libro de guitarra, (París.1682). En la dedicatoria de éste libro nos informa que el Rey llamaba muy amenudo a Robert de Visée, para divertir al Delfín: (Título que se daba al primogénito del Rey de Francia).

Preludio de la conocida Suite en Re menor En 1640, nace en Calanda el guitarrista y compositor aragonés, Gaspar Sanz. En 1697, publica "Instrucción de Música sobre la Guitarra Española" (Zaragoza); la mayor parte de sus obras, se siguen tocando actualmente, siendo muy apreciadas por los guitarristas en general. Entre todas las danzas que Sanz escribió, no se encuentra ninguna "Jota"; ¿tal vez aún no se bailaba en aquella época? (Sobre la Jota, ver la p. 333, vol. II, de la Enciclopedia de la Guitarra).

"Canarios" Gaspar Sanz Incluyendo las variantes para el cuarto y quinto orden, la afinación más común de la guitarra barroca era la siguiente:

(La conocida "Fantasía para un Gentilhombre" del Maestro J. Rodrigo, está basada sobre música de Gaspar Sanz, pero magistralmente adaptada para guitarra y orquesta). En 1732, parece publicarse el último libro consagrado a la tablatura: "Passacalles y Obras de Guitarra..." (Santiago de Murcia). A mediados del siglo XVIII, se comienza a abandonar el sistema de la tablatura, y se adapta el de la notación del violín, pero en lugar de representar los sonidos reales como en los de los instrumentos de arco, se transpuso la música para guitarra a la octava superior. Ejemplo

Temple:

Sonido real:

El guitarrista italiano Giacomo Merchi, renuncia a la tablatura utilizando la notación usual. En 1761, se publica en París "Le guide des écoliers de guitarre", siendo esta obra, la primera publicación conocida hasta ahora, en utilizar las notas en la guitarra. Menuet de G. Merchi

Una guitarra de 6 cuerdas sencillas, que se supone ser la primera, es construida en Nápoles en 1764 por el luthier italiano Antonio Vinaccia

Guitarra de A. Vinaccia (Foto, Rapuzzi-Brescia)

Los albores de obras para la guitarra de 6 cuerdas aparecen en la obra de Antonio Ballesteros "Obra para Guitarra de 6 órdenes". (1780) A Ballesteros le seguirá Fernando Ferandiere, con su "Arte de tocar la guitarra española por Música" (Madrid, 1799). (Ver nota de actualización) Entre los siglos XVIII y XIX, la guitarra ha tenido virtuosos y compositores famosos como los españoles Fernando Sor (1778-1839) el mejor de todos, y Aguado (1784-1849), así como los italianos M. Giuliani (1781-1829) y Carulli (1780-1839), el francés Napoleón Coste (1806-1883), el austríaco Mertz (1806-1856) etc. Tres años después de la muerte de Aguado, la escuela de la guitarra española se impone con la excepcional figura de Francisco Tárrega (1852-1909).

Tárrega, reexpondrá la guitarra en su buen pedestal poniendo este instrumento al mismo nivel que los demás instrumentos de concierto, enriqueciendo su literatura con bellísimas composiciones y magistrales transcripciones de compositores de talla: Beethoven, Haynd, Mendelssohn, Schumann, Albeniz, Bach etc.. En su escuela se formarán excelentes guitarristas, tales como: Miguel Llobet, Emilio Pujol, Josefina Robledo, Daniel Fortea, Estanislao Marco y otros. Fue una verdadera lástima que el método de guitarra que preparaba el Maestro de Villarreal no se publicara. ("Tárrega" E. Pujol, p.146). En 1894 nace el prestigioso guitarrista Andrés Segovia. Sus interpretaciones, acompañadas de una profunda aspiración de perfección y de poesía, han íntroducido la guitarra en las salas de conciertos de todo el mundo, dándola a conocer como instrumento solista o como concertante. Actualmente, la guitarra sigue siendo un instrumento lleno de vida, formando parte de los instrumentos que se estudian en los conservatorios de música del mundo entero, en los que se preparan nuevas generaciones de intérpretes de calidad. En conclusión hay que decir, que sin tener la guitarra un sonido muy potente, esta desventaja no le ha impedido manifestarse en las salas de conciertos, siendo muy apreciada y aplaudida.

Segovia nos muestra una antigua guitarra egipcia.

Antigua guitarra egipcia

(1700 a 1200 a. J.C.)

"Voyage dans la hautte et basse Egypte"

(Grabado de Dominique V. Denon (1747-1825)

(1802, Dominique V. Denon)

Nota del autor: Tras las aportaciones vertidas en el foro tras la publicación de este artículo se añade a modo de complemento y actualización del artículo el siguiente texto: Los albores de obras para guitarra de 6 órdenes (cuerdas dobles), aparecen en el libro de Juan Antonio Vargas y Guzmán: "Explicación de la Guitarra de Rasgueado, / Punteado..."( Cádiz, 1773). A vargas y Guzmán, seguirán otras publicaciones en Madrid el año 1799: "Principios para tocar la guitarra de 6 órdenes" de Federico Moretti, "Escuela para tocar con perfección la guitarra de 5 y de 6 órdenes" por Antonio Abreu y Victor Prieto, "Arte de tocar la guitarra española por Música" de Fernando Ferandiere.

BIBLIOGRAFÍA Michel Dictionnaire de la musique. París 1926. BRENET: Albert Encyclopédie de la musique. París, 1920 / Technique de la Musique LAVIGNA Vol 3 "La Guitare" par E. Pujol C: Domingo Diccionario de guitarristas. Buenos Aires, 1934. PRAT: (Ediciones Orphée Reprint, 1986) LE Dictionnaire Universel des noms propes. París, 1983. ROBERT:

visión alternativa

En la obra de Maurice J. Summerfield (tercera edición 1992, Ashley Mark Publishing Company), se ofrece una interesante hipótesis sobre el origen de la guitarra española. Summerfield opina que debe descender de los instrumentos romanos tanbur o cithara, llevados a España por los romanos aproximadamente en el año 400 d.C. Esta teoría se opone frontalmente a la convencional, que dice que el antecesor directo de la guitarra es el ud, instrumento llevado a España por los moros después de la invasión de España durante el siglo VIII. En las siguientes líneas se establece una pequeña polémica basada en parte en la información publicada por el Museo de Prado de Madrid. Hay evidencias de que un instrumento de cuatro cuerdas parecido a la guitarra fue tocado por los Hititas (quienes ocuparon una región ahora conocida como Asia Menor y Siria) cerca del año 1400 a.C. Este instrumento se caracterizaba por sus lados suaves y curvos - una de las primeras características básicas de cualquier instrumento identificable como predecesor de la guitarra. Los griegos también fabricaron un instrumento similar que fue luego modificado por los romanos. Ambas versiones parecen carecer de los lados curvos. Lo que es interesante aquí es que esa cithara romana apareció en España siglos antes de la invasión morisca.

A pesar de esto, se ha interpretado que el primer instrumento parecido a la guitarra que apareció en España lo hizo sólo después de esta invasión con la introducción de ud arábico en el Sur. Pero con la introducción de la cithara romana siglos antes, podemos decir que a pesar de la influencia del ud en el desarrollo de la guitarra no es su verdadero antecesor. De acuerdo con esta teoría la guitarra española derivó del tanbur de los Hititas, a la kithara con "k" de los griegos y finalmente a la cithara con "c" de los romanos. Sin embargo, es posible que después de la llegado de los moros a España, la cithara romana y el ud arábico se hubieran mezclado e influenciado mutuamente durante varios siglos. Sin embargo no hay una documentación específica acerca de esto, pudiera ser que los constructores de uds y citharas hubieran visto el trabajo de los otros, extendido a través de las presentaciones de los trovadores viajeros. Por el año 1200 d.C. la guitarra de cuatro cuerdas había evolucionado en dos variedades: la guitarra morisca, que tenía un fondo redondeado, un mástil ancho y varias incisiones en la tapa para la salida del sonido, y la guitarra latina, que se parece más a la guitarra moderna con una sola boca y un mástil más estrecho.

A finales del siglo XV la vihuela nació añadiendo dobles cuerdas e incrementado su tamaño. Era un instrumento de cuerda pulsada con un mástil más largo (la longitud vibrante de las cuerdas era de 72 a 79 cm.) con diez u once trastes y seis órdenes. La vihuela se convirtió en el instrumento preferido de las corte española y portuguesa y mantuvo su popularidad hasta finales del siglo XVII, cuando los instrumentos orquestales y de teclado se volvieron más populares.

Aunque la guitarra existió simultaneamente durante este periodo, la vihuela y el laud la ensombrecieron hasta finales del siglo XVII, cuando se añadieron demasiadas cuerdas al laud y era muy dificil de tocar y afinar. Por otra parte también la vihuela fue reemplazada lentamente por la guitarra de cinco o seis cuerdas (las cuales tenían siete y nueve cuerdas respectivamente: una cuerda aguda simple y tres o cuatro órdenes - o pares - de cuerdas). Fue probablemente la adición del quinto orden a finales del siglo XVI lo que dió a la guitarra más flexibilidad y ámbito sonoro y así aprovechó el potencial del repertorio que le habían legado sus ascendentes. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, algunas guitarras usaban seis cuerdas simples y emplearon unas barras de refuerzo debajo de la tapa armónica. Estas barras fueron añadidas para reforzar la estructura y permitieron adelgazar la tapa para obtener una mayor resonancia y una mejor distribución del sonido a lo largo de la tapa armónica. Otros desarrollos contemporáneos incluyen el uso de un mástil reforzado y elevado usando madera de ébano o palisandro, y la aparición de un mecanismo de tornillo metálico en lugar de las clavijas de madera para afinar. (Es importante destacar que el trastero elevado ha tenido un gran impacto en la técnica del instrumento porque las cuerdas estaban demasiado lejos de la tapa armónica de forma que había que apoyar uno de los dedos de la mano derecha para que sirviera de soporte a los demás). Estas guitarras serían reconocidas inconfundiblemente como las primeras guitarras clásicas. En los comienzos del siglo XIX, en los trabajos de los españoles Agustin Caro,nManuel Gonzalez, Antonio de Lorca, Manuel Guiterrez y otros constructores europeos incluyendo a Rene Lacote y a Johann Staufer encontramos las características de los precursores más directos de la guitarra clásica moderna. Johann Staufer, vienés, tiene una reputación legendaria. En su tienda aprendió a construir guitarras C. F. Martin, que luego se trasladaría a los Estados Unidos y cuya firma sigue construyendo guitarras hoy en día. También desarrolló el trastero elevado, a petición de Luigi Legnani, el guitarrista y primer interprete de los conciertos de Paganini. Sus otros avances en la construcción de la guitarra incluyen un mástil ajustable y reforzado con acero y las clavijas de tornillo sin fin que todavía se usan en las guitarras modernas.

Hacia 1850, la guitarra se preparó para el más importante desarrollo que hubiera tenido desde sus comienzos: el trabajo de Antonio Torres Jurado. Con el apoyo de Julian Arcas y sus propias y brillantes intuiciones, Torres refinó los soportes estructurales de la guitarra incluyendo siete varas extendidas bajo la tapa armónica. Aumentó también el tamaño de la caja de resonancia y el ancho

del mástil. Estas innovaciones influyeron en la mejora del volumen del sonido y la respuesta en los bajos asi como el descubrimiento de una técnica para la mano izquierda para el enriquecimiento del repertorio. Ahora la guitarra estaba preparda tanto para las demandas del solista como para las del conjunto instrumental. Aunque ha habido más descubrimientos en la construcción de la guitarra, desde mediados del siglo XIX nuestra guitarra moderna conserva la mayoría de lo que fue descubierto hace casi 150 años. Nadie puede decir que haya llegado el fin de la evolución de la guitarra, pero hasta ahora la mayoría de las mejores guitarras desde el punto de vista del volumen, proyección, transparencia y belleza del tono han sido construidas por los grandes guitarreros Torres, Ramirez y Arias a partir de la segunda mitad del pasado siglo.

Por José Miguel Moreno

He elegido como punto de partida para lo que ha sido la evolución de la guitarra española, los instrumentos del siglo XVI. No existen instrumentos originales anteriores a este período, tampoco música que se escribiera especialmente para éstos, por lo que considero imprudente escribir sobre las guitarras anteriores a este siglo. Por tanto iniciaremos nuestra andadura de esta gran familia con uno de los instrumentos musicales más fascinantes, insólitos y mágicos del Renacimiento. En 1555, Juan Bermudo, en su declaración de instrumentos musicales, nos escribe su opinión sobre el origen de la vihuela: "¿Quién fue el inventor de la vihuela? Respóndese que Mercurio, y la halló en la manera siguiente. Como el río Nilo, dizen, salga muchas veces fuera de madre, a la vuelta que mengua dexa en los campos muchos animales muertos, entre los cuales quedó una tortuga, o galápago. Como ese animal se pudriese y se quedasen los nervios estirados, fueron heridos los dichos nervios por Mercurio, y hicieron sonido harmonioso. Ocasionado de este hecho el dicho Mercurio, hizo la vihuela, y diósela a Orpheo, porque era muy estudioso en la Música." En la España del siglo XVI parecen estar de acuerdo los estudiosos de este instrumento en que el origen de la vihuela partió de la Grecia clásica, teoría que hace gozar al instrumento de gran prestigio. E. de Valderrábano, en su libro de vihuela Silva de Sirenas, de 1547, nos dice lo siguiente: "Fue tan tenida de los lacedonios y atenienses antiguos, que como dice el mismo Platón, tenían por muy usada costumbre y ley, enseñar a los hijos de los nobles letras y música en especial la vihuela... Conocido pues, el provecho que de ella se seguía, muchos sabios y filósofos se preciaron de ella como Pitágoras, Aristogeno, Hismenias, Asclepiádes, Jenocrates, Platón, Aristóteles, Teofrastro, Galeno, Plutarco y después el santo Boecio, y aún algunos, después de viejos, la empezaron a aprender, como de Sócrates refiere Cicerón, que en la postrera edad, aprendió a tañer la vihuela." Miguel de Fuenllana, en su Orphénica Lyra, impresa en 1554, nos escribe: "Y el real Profeta (David) no careciendo de este conocimiento nos da a sentir lo que de ella sintió, persuadiéndonos que las alabanzas que al Señor hubiésemos de dar, con la dulcedumbre

de la vihuela las hubiésemos de ofrecer." Estos datos nos hacen suponer que durante el período en el que, según estos escritos, vivió este enigmático instrumento, tuvo sin duda el más importante elenco de intérpretes que ningún otro instrumento pudo soñar: dioses, reyes, filósofos y científicos. Difícilmente pudo pasar todo esto que nos dicen de una forma unánime los autores del siglo XVI, pero sí nos da una idea de la grandísima importancia que tuvo la vihuela, no sólo por ser uno de los instrumentos para el que se han escrito unas de las páginas de más calidad y belleza, sino por el grandísimo respeto y prestigio de que gozaba el tañedor. La vihuela se convierte en un instrumento en el que se pueden escuchar, desde la más complicada y enrevesada fantasía hasta una danza de corte, canciones acompañadas o transcripciones de obras polifónicas. Sabemos que la vihuela también fue un instrumento de uso muy común; no sólo la tañían los estudiosos, era un instrumento popular para el que se escribieron gran cantidad de obras que no han llegado a nuestros días. ¿Pero, por qué no ha sobrevivido ni una sola vihuela? (exceptuando dos curiosos ejemplares que no corresponden exactamente a las características propias de la vihuela, conservados en París y Quito y un tercero recién encontrado también en París del que no puedo aún dar mi opinión por no haberlo visto). En este momento no se pueden dar respuestas a algunas cuestiones sobre la vihuela, lo que hace aún más misterioso y mágico el que fue uno de los instrumentos más importantes en la Península Ibérica y América del siglo XVI. La vihuela fue un instrumento sin dimensiones fijas, lo que atestigua Enríquez de Vaderrábano en su libro Silva de Sirenas de 1547 al respecto de obras para dos vihuelas: "Se requiere que la vihuela mayor sea grande y la menor muy pequeña porque así conviene al temple." Cada vihuela tenía el mismo sistema de afinación de cuerdas al aire, con seis o siete órdenes (par de cuerdas) aunque sabemos que hubo diferentes tamaños de instrumentos. También existieron vihuelas de cinco y de cuatro órdenes, esta última, como nos dice Miguel de Fuenllana: vihuela de cuatro órdenes, que llaman guitarra. La guitarra de cuatro órdenes parece ser que tuvo un carácter más doméstico que la vihuela. En las fuentes originales, las categorías de vihuela y guitarra no están definidas con absoluta claridad. Luis de Góngora y Argote escribe: En mi aposento una guitarrilla tomo, que como barbero templo y como bárbaro toco. Juan Bermudo, en 1555, nos dice de la guitarra de cuatro órdenes: Pués no sé si es más sabio el que pretende contentar el oído, o más bien orejas de puebloal cual contentan con el canto de Conde Claros, tañido en guitarra, aunque sea destemplada. Claramente el papel social de la guitarra es inferior en la España del XVI al de la vihuela, a la que se le imputaba un origen mitológico y a cuyos músicos se los tenía como doctos y sabios varones. Del siglo XVI en la Península Ibérica nada más que quedan dos guitarras –vihuelas de cinco órdenes– una de Belchior Dias, 1581, y otra portuguesa de c. 1590 y pocas obras de Miguel de Fuenllana. De la vihuela-guitarra de cuatro órdenes no queda ningún ejemplar, pero sí música de Alonso Mudarra, 1546, y Miguel de Fuenllana, 1554. Para la vihuela han quedado aparte de los tres posibles ejemplares que he mencionado anteriormente, siete magníficos libros de L. Milán (1536), L. de Narváez (1538), A. Mudarra (1546), E. de Valderrábano (1547), D. Pisador (1552), M. de Fuenllana (1554), E. Daza (1576)

y algún que otro manuscrito. Además hay dos libros de Tecla, arpa y vihuela de L. Venegas de Henestrosa (1557) y A. de Cabezón (1578). En el siglo XVII, desaparece prácticamente la vihuela y la guitarra de cuatro órdenes, dando paso a casi 250 años de hegemonía de la guitarra de cinco órdenes que adoptará el nombre universal de guitarra española. En 1596 se publica el primer libro dedicado a esta nueva guitarra (aunque la primera reedición conservada es de 1626), por Joan Carles Amat, que dice: "....El modo de templar y tocar rasgado esta guitarra de cinco, llamada española por ser más recibida en esta tierra que en otras." Sería muy difícil, por los datos que nos han llegado, saber cuál fue la evolución de este tipo de instrumento que hoy llamamos guitarra barroca, ya que la anterior guitarra-vihuela de cinco órdenes era un instrumento de dimensiones mucho más pequeñas y los pocos ejemplares que perviven no nos permiten valorar de una forma organológica una evolución concreta; aunque podemos pensar que el tiple barroco (guitarra soprano) sí podría ser un desarrollo de ésta. Lo cierto es que los cambios sociales y estéticos hacen que los gustos musicales cambien y se construyan instrumentos que cumplan los requisitos establecidos para que éstos suenen al gusto de su época. En un principio nació como un instrumento humilde para rasguear, destinado quizá al aficionado, como nos sigue diciendo Joan Carles Amat: Hay hombres que sin saber media solfa, templan, tañen, y cantan, solo con su buen ingenio muy mejor, que aquellos que toda su vida han gastado el tiempo en capillas. Luis de Briceño, en su Metodo mui facilissimo para aprender tañer la guitarra a lo Español, de 1626, dice: Si presto se destempla, bien presto se vueve a templar........ es propia para cantar, tañer, dançar, saltar y correr y bailar y zapatear. Es evidente que la guitarra barroca no iba por buen camino, y con el paso del tiempo los compositores empezaron a introducir grandes exigencias técnicas, originando tres fórmulas en la música para guitarra: la de los libros de rasgueado, que tenían cada vez menos interés; la de los libros de punteado, para mi gusto de gran valor, y la de los libros que mezclaban ambos estilos, igualmente valiosa. La guitarra en este período se convierte en un instrumento solista a la vez de un excelente anfitrión como acompañante de la voz y la música de cámara. En 1674, Gaspar Sanz escribe: Ni es perfecta, ni imperfecta, sino como tu la hizieres, pues la falta, é perfeccion está en quien la tañe, y no en ella. La guitarra barroca en España llegó a un enorme nivel técnico y musical, gracias a compositores como Gaspar Sanz, Francisco Guerau, Santiago de Murcia, etc., y ya quedan muy lejos las apreciaciones que nos da en 1611 Sebastián de Covarrubias: Aora la guitarra no es más que un cencerro, tan facil de tañer, especialmente en lo rasgado, que no hay moço de cavallos que no sea músico de guitarra. La guitarra barroca española se convierte en un instrumento universal para el que componen un elenco de compositores extraordinarios de otros países como Robert de Visée, Francesco Corbetta, Angiolo Michele Bartolotti, etc. Durante el siglo XVIII se va originando un declive lento de la guitarra barroca. Ya en 1700 se publica muy poca música para guitarra si comparamos con el siglo XVII. Hacia 1780 se empezaron a publicar tratados para guitarra de cinco o seis órdenes. De aquí en adelante la guitarra y su música tendrán cambios radicales. Nuevamente los constantes cambios estéticos y sociales sugieren otro tipo de instrumento para poder estar al día, por lo que la guitarra pasa a tener seis órdenes y vuelve a vivir un momento

álgido, donde la relevancia de la guitarra como instrumento solista se ha perdido para pasar a ser un instrumento de acompañamiento. En este período nos encontramos con compositores como Federico Moretti, Antonio Abreu, Antonio de Ballesteros, Fernando Ferrandiere, etc., que no aportan, según mi parecer, gran cosa a la guitarra. Otro cambio radical que ha tenido la guitarra ha sido la escritura musical. Desde el siglo XVII hasta el último cuarto del siglo XVIII, toda la música para guitarra se escribió en tablatura. La tablatura es un representación gráfica de las cuerdas y trastes del instrumento, con indicaciones rítmicas (evidentemente los vihuelistas y guitarristas de estas épocas dominaban a la perfección la escritura tradicional). A partir de 1800 cada vez fue escrita y editada más música en notación común, desapareciendo prácticamente la tablatura. La guitarra de seis órdenes se fue abandonando gradualmente y en 1830 prácticamente no se utilizaba. En este momento, la que hoy llamamos guitarra clásico-romántica se convierte en el instrumento de moda y ya no tiene órdenes, pasa a tener seis cuerdas simples. La guitarra vuelve a vivir un período brillante con guitarristas-compositores de la talla de Fernando Sor. Anteriormente a la guitarra que hoy conocemos como clásica, para diferenciarla de la flamenca, existió otra entre finales del XIX y principios de siglo XX, llamada guitarra postromántica, que dio lugar a la guitarra actual. En tan pocas líneas es muy difícil de una forma sencilla explicar lo que ha sido una evolución de tantos años y avatares de nuestra guitarra española. Cuando me enfrento a las partituras de estos vihuelistas-guitarristas-compositores, creo que jamás llegaremos a tocar con la perfección que ellos debieron de tañer. Siempre nos queda el consuelo, a los intérpretes actuales, de pensar en una frase preciosa que dijo François Couperin en 1716: Lo mismo que hay una gran distancia entre la gramática y la declamación, también hay una distancia infinita entre la música y la razón de una buena interpretación. No es fácil para un intérprete tocar instrumentos tan diferentes entre sí; la vihuela es sobria e íntima, la guitarra barroca es luminosa y brillante, y la guitarra clásico-romántica es apasionada, sentimental y muy virtuosa. En suma, mundos independientes que se corresponden con estéticas muy distintas y para las que se han de emplear técnicas específicas de cara a conseguir la máxima fiabilidad y belleza en la interpretación. El arte, en cada momento, es irrepetible e insuperable. Así, aunque aparentemente la técnica de la guitarra del siglo XIX aplicada a la música de vihuela pudiera hacer que ésta tuviera mayor brillantez, en realidad no conseguiríamos otra cosa que alejarnos por completo de la estética y del gusto musical del Renacimiento español, y por tanto de la esencia de la misma música. En definitiva, nos encontramos ante una familia de instrumentos que han forjado una de las claves fundamentales de nuestro patrimonio musical.