Musica Cubana I

ACADEMIA DE BAILE CASINO D’ PRIMERA MARACAY-EDO ARAGUA RESEÑA HISTÓRICA DE LA MÚSICA CUBANA Licenciado Gastón Tirado

Views 89 Downloads 4 File size 339KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

ACADEMIA DE BAILE CASINO D’ PRIMERA MARACAY-EDO ARAGUA

RESEÑA HISTÓRICA DE LA MÚSICA CUBANA

Licenciado Gastón Tirado

ABRIL 2019

MÚSICA CUBANA MUSICOLOGÍA EN CUBA A través de los años, la nación cubana ha desarrollado una gran cantidad de estudios musicológicos creados por numerosos investigadores y expertos en esta materia. Aparte del trabajo de algunos autores que brindaron información sobre la música en Cuba durante el siglo XIX, la cual era usualmente incluida en crónicas que trataban sobre temas más generales, las primeras investigaciones y estudios específicamente dedicados al arte y la práctica musical no aparece en Cuba hasta el comienzo del siglo XX. Una lista de importantes personalidades que han contribuido a la musicología en Cuba incluye a: Fernando Ortiz, Eduardo Sánchez de Fuentes, Alejo Carpentier, Argeliers León, María Teresa Linares, Pablo Hernández Balaguer, Alberto Muguercia y Zoila Lapique. Una segunda generación de musicólogos después de la Revolución Cubana en 1959 incluye a: Zoila Gómez, Victoria Elí, Alberto Alén Pérez, Rolando Antonio Pérez Fernández y Leonardo Acosta. MÚSICA POPULAR Herencia Hispana Es obvio que la primera música popular interpretada en Cuba después de la conquista fue traída por los mismos conquistadores españoles, y lo más probable es que fuera tomada de la música popular española en boga durante el siglo XVI. Desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII algunas canciones bailables que surgieron en España fueron asociadas a la América Hispana, o fueron consideradas como originarias de la América Hispana. Algunas de estas canciones con pintorescos nombres como Sarabanda, Chacona, Zambapalo, Retambico y Gurrumbé, entre otros, compartían un rasgo común, su ritmo característico llamado Hemiolia o Sesquiáltera (en España). La Hemiola o Sesquiáltera es también un ritmo típico de las tradiciones musicales africanas, tanto del norte como del sur del continente, por lo que es muy probable que las

canciones bailables originales que trajeron los españoles a Cuba ya incluyeran elementos de la cultura africana, con los cuales los esclavos que llegaron posteriormente a la isla ya se encontraban familiarizados, y fueron utilizados por éstos para crear nuevos géneros criollos. El conocido Son de la Ma Teodora, una antigua canción cubana, así como los primeros géneros cubanos autóctonos, el Punto y el Zapateo, muestran el ritmo de la Sesquiáltera en su acompañamiento, lo que sugiere una marcada relación de éstos con las canciones bailables españolas de los siglos XVI al XVIII. Música Campesina Parece ser que el Punto y el Zapateo fueron los primeros géneros musicales autóctonos de la nación cubana. A pesar de que la primera partitura de un Zapateo Criollo no fue publicada hasta 1855, en el “Álbum Regio of Vicente Díaz de Comas”,86 es posible encontrar referencias acerca de la existencia de éstos desde mucho antes. Sus características estructurales han sobrevivido casi inalteradas durante un período de más de doscientos años, y son usualmente considerados los géneros más típicamente hispanos de la música popular cubana. Los musicólogos cubanos María Teresa Linares, Argeliers León y Rolando Antonio Pérez coinciden en afirmar que el Punto y el Zapateo están basados en las canciones bailables españolas (como la Chacona y la Sarabanda) que arribaron primeramente a las más importantes ciudades, como La Habana y Santiago de Cuba, y luego se diseminaron a través de las áreas rurales, donde fueron adoptadas y modificadas por la población campesina. Punto Guajiro Punto guajiro o Punto cubano, o simplemente Punto es un género poético-musical que emerge en las zonas occidentales y centrales de Cuba durante el siglo XVII. Aunque parece proceder de Andalucía, el Punto es un verdadero género cubano debido a sus modificaciones criollas.

El Punto es ejecutado por un grupo que incluye varios instrumentos de cuerda punteada, tales como el Tiple (una guitarra de afinación aguda ahora en desuso), la Guitarra española, el tres cubano, y el laúd. La palabra Punto se refiere al uso de técnicas de "punteado", en contraposición al "rasgueado". También se utilizan algunos instrumentos de percusión como la Clave, el Güiro y el Guayo (una raspadera metálica). Los cantores se separan en grupos contendientes e improvisan sus textos y melodías. Ellos cantan melodías predeterminadas o "Tonadas" que están basadas en un metro de diez versos llamado Décima,e insertan ciertos segmentos instrumentales entre sus improvisaciones para dar tiempo al contendiente a preparar su próximo verso. Algunas composiciones antiguas fueron grabadas y publicadas, así como los nombres de los improvisadores. A partir del año 1935, el Punto alcanzó su punto más alto de popularidad en la radio nacional. El Punto fue uno de los primeros géneros cubanos en ser grabados por compañías norteamericanas al comienzo del siglo XX, pero al pasar el tiempo decayó el interés y se realizó poco esfuerzo para continuar grabando los programas radiales en vivo. Una entusiasta de este género, la estenógrafa Aida Bode, copió muchos versos mientras eran transmitidos y finalmente, en 1997, sus transcripciones fueron publicadas en forma de libro. Celina González y Albita Rodríguez cantaron Punto al comienzo de sus respectivas carreras, demostrando que el género todavía sobrevive. Celina tuvo una de las más bellas voces de la música popular, y su grupo acompañante llamado Campo Alegre fue magnífico. Para algunos aficionados, en cambio, el Indio Naborí (Sabio Jesús Orta Ruiz, n. 30 de septiembre de 1922) es el máximo exponente del Punto por sus décimas, las cuales compuso diariamente para el radio y los periódicos. El publicó inclusive varias colecciones de poesía, mucha de la cual posee una inclinación política relacionada con la nueva trova. Zapateo El Zapateo es una danza típica del “campesino” o “guajiro” cubano, de origen español. Se baila en parejas que “zapatean” golpeando el piso levemente con los pies, y donde el papel del hombre es más activo que el de su contrariarte femenina. Existen ilustraciones de siglos anteriores y el baile sobrevive, cultivado por grupos folclóricos

como un género fósil. La danza es acompañada por tiple, guitarra y güiro en un tiempo combinado de 6/8 y 3/4 (llamado Hemiola), el cual es acentuado en la primera de cada tres corcheas. Guajira La Guajira (música) es un género de canción cubana similar al Punto cubano y la Criolla (género musical). Las Guajiras contienen textos bucólicos y referencias al campo de Cuba similares a los de la décima. El metro es una combinación de 6/8 y 3/4 (Hemiola). De acuerdo a Eduardo Sánchez de Fuentes, su primera sección está usualmente en tono menor y la segunda en tono mayor. El término Guajira (música) se utiliza ahora principalmente para describir a una canción lenta en 4/4, que consiste en una fusión de elementos del Son y la antigua Guajira (música). Guillermo Portabales fue el más importante representante (cantante-guitarrista) de este género. Criolla La Criolla (género musical) es un género de la música cubana que está estrechamente relacionado con la música de los Coros de Clave y el género de la música popular cubana llamado Clave. El género llamado Clave, el cual llegó a ser muy popular en el Teatro Vernáculo, fue creado a partir del estilo musical de los Coros de Clave por el compositor Jorge Anckermann; y éste, a su vez sirvió como punto de partida para la de un nuevo género: la Criolla (género musical). Según el musicólogo Helio Orovio, "Carmela", la primera Criolla (género musical) fue compuesta por Luis Casas Romero en 1909, quien también compuso otra de las más famosas Criollas de todos los tiempos, "EL Mambí".

Herencia Africana Origen de los grupos africanos en Cuba Evidentemente, el origen de grupos africanos en Cuba está relacionado con la larga historia de esclavitud en la Isla. En comparación con los Estados Unidos, la esclavitud en Cuba comenzó mucho antes y continuó durante décadas después. Cuba fue el último país de América en abolir la importación de esclavos y el penúltimo en decretar la liberación de los esclavos. En 1807 el Parlamento Británico prohibió la esclavitud, y a partir de ahí la Marina británica actuó con el propósito de interceptar los navíos Portugueses y Españoles dedicados a la trata de esclavos. En 1860 el trasiego con Cuba fue casi extinguido; el último barco de esclavos llegado a la Isla fue en 1873. La abolición de la esclavitud fue anunciada por la Corona Española en 1880, y se puso en vigor en 1886. Dos años más tarde, Brasil también abolió la esclavitud. Organización subsiguiente Las raíces de la mayoría de las formas musicales afro-cubanas se encuentran en los Cabildos, los cuales fueron asociaciones autoorganizadas por los esclavos africanos, donde se separaron en grupos de acuerdo a su cultura original. Esto se organizaron principalmente en cuatro grupos: los Yoruba (Lucumí en Cuba); los Congos, los Dahomeyanos (Fon o Arará) y los Carabalíes de Calabar. Los Cabildos preservaron sus tradiciones culturales, incluso antes de la abolición en 1886. Al mismo tiempo, las religiones africanas fueron transmitidas de generación en generación en Cuba, Haití, así como otras islas caribeñas y Brasil. Esas religiones, que poseían una estructura similar, pero no idéntica, fueron conocidas como Lucumí o Regla de Ocha (de origne Yourba), Palo (de África central), Vodú en Haití, entre otras. El término “Santería” fue utilizdo inicialmente para denominar la fusión de las deidades africanas con santos católicos, especialmente por personas que fueron bautizadas e iniciadas, y que eran honestos practicantes de ambas religiones.

Algunas personas ajenas a la práctica lo han utilizado más tarde de forma indiscriminada y se ha convertido en un término generalizado, tal como el de la “salsa” en la música. Música ritual africana en Cuba Todas las culturas africanas poseían sus tradiciones musicales individuales, las que han sobrevivido de forma errática hasta el momento presente, no siempre en detalle, pero en un estilo general. Las mejores preservadas son las de las religiones politeístas, cuyos cantos, danzas y otras manifestaciones se han conservado bastante bien, al menos en Cuba. Los antiguos lenguajes originales africanos se han preservado, como en la religión Lucumí, mientras que en África las lenguas han continuado evolucionando. Lo que verdaderamente unifica a todas las formas genuinas de música africana es la polirritmia en la percusión, el estilo de solista y coro en el canto y las formas típicas de danza, así como la ausencia de instrumentos árabes o europeos. Las tradiciones religiosas de origen africano han sobrevivido en Cuba y constituyen la base de la música ritual, los cantos y las danzas diferentes de los de la música profana o seglar. La religión de origen Yoruba es llamada Lucumí o Regla de Ocha, la de origen congolés es conocida como Palo o Palo-Monte, y la Carabalí se denomina Abakuá o Ñáñigo. También en la región oriental se conservan algunas formas de religión haitiana, las cuales poseen sus propios rituales, música e instrumentos. Clave El patrón rítmico de la “Clave” es utilizado como guía para la organización temporal en géneros de la música afro-cubana, tales como la Rumba, la Conga, el Son, el Mambo, la Salsa, el Jazz Latino, el Songo y la Timba. Este patrón de cinco tiempos (distribuido en grupos de 3 + 2 o 2 + 3 pulsaciones) constituye la estructura esencial de muchos ritmos afro-cubano9s7. Así como una piedra angular sostiene la estructura de un arco, el patrón de la Clave mantiene la cohesión rítmica en la música afro-cubana.98 El patrón de la Clave se origina en las tradiciones de la música sub-sahariana. El patrón se encuentra también en las músicas de la diáspora africana, en la percusión del Vodú

haitiano, y la música afro-brasileña. El patrón de la Clave es también utilizado en la música norteamericana como motivo rítmico u ostinato, o simplemente como ornamentación.

Carnaval Cubano En Cuba, el término “Comparsa” se refiere a los grupos organizados por los Cabildos de Nación (ver Herencia Africana – Organización subsiguiente) que participaban en el carnaval autorizado por las autoridades españolas el “Día de Reyes”, durante el período colonial. La Conga es de origen africano y se deriva de las celebraciones callejeras de los espíritus. En el pasado, las Congas fueron prohibidas durante ciertos períodos de tiempo. El Carnaval fue cancelado en su totalidad por el gobierno revolucionario de Cuba durante muchos años, y todavía no se lleva a cabo con la regularidad que antes se acostumbraba. Las Congas son ejecutadas en Comparsas de todo tipo. En Santiago de Cuba y La Habana la celebración del Carnaval constituía un evento de gran importancia, y por lo menos dos géneros de canción-danza deben su origen a este popular evento: La Conga como adaptación de la música y danza de la Comparsa a otro tipo de eventos sociales . A Eliseo Grenet se le acredita el origen de éste género,,12 pero fue la orquesta Lecuona Cuban Boys la que lo llevó a través de todo el mundo. La Conga fue, y quizás siga siendo, el estilo de música y danza cubana más conocido en el extranjero.

Mozambique es un tipo de música de Comparsa creado en 1963 por Pedro Izquierdo (conocido como Pello el Afrokan). Este género tuvo su mejor momento en 1965, pero pronto decayó y fue totalmente olvidado. Aparentemente, para poder ejecutarlo correctamente era necesaria la participación de 16 tamboreros, más otros percusionistas, instrumentos de viento metal y algunos bailarines. Tumba Francesa Los inmigrantes franco-haitianos que escaparon de la revolución durante finales del siglo XVIII se asentaron en la provincia de Oriente y establecieron su propio estilo de música afro-haitiana conocida como Tumba Francesa, en la cual utilizan sus propios tipos de tambor, así como sus cantos y danzas. Este género representa el más antiguo y tangible enlace a la herencia afro-haitiana en la provincia de Oriente en Cuba, el cual se desarrolló a partir de una fusión de la música tradicional francesa y la de Dahomey en el Oeste de África. Este género fósil ha sobrevivido hasta nuestros tiempos en Santiago de Cuba y Haití, ejecutado por grupos folclóricos especializados. Contradanza cubana La Contradanza cubana es una importante precursora de otras diversas danzas populares. Esta llegó a Cuba durante el siglo XVIII desde Europa, donde había surgido primeramente como la “country dance” inglesa, y después como la “contredance” francesa. El origen del nombre es una variante del término en inglés. Según el Oxford English Dictionary: “La teoría de Littré de que ya existía una contradanza francesa en el siglo XVII, con la cual el término en inglés se confundía y se utilizaba paralelamente no es sostenible; no se ha encontrado ninguna traza de este nombre en Francia antes de su aparición como una adaptación del inglés. Pero nuevas danzas de este tipo fueron creadas en Francia e introducidas después en Inglaterra con el nombre afrancesado.”100 Manuel Saumell compuso más de cincuenta contradanzas cubanas (en 2/4 y en 6/8), en las cuales demostró una sorprendente inventiva tanto rítmica como melódica. La Contradanza es una danza de grupo, cuyas figuras se ajsutan a un patrón predeterminado. La selección de las figuras para una danza en particular era determinada por un Maestro de Ceremonias o Guía de la danza. Su forma estaba compuesta por dos

partes de 16 compases cada una, que eran baliadas en forma de hileras dobles o grupos. El tempo y el estilo de la música era bastante rápido y alegre. La primera versión criolla Cubana de una Contradanza apareció publicada en La Habana en 1803 y fue nombrada "San Pascual Bailón". Esta versión muestra por primera vez el conocido ritmo de "Tango" o "Habanera" que la diferencia de la contradanza Europea. Los cubanos desarrollaron una serie de versiones criollas de las figuras, como paseo, cadena, sostenido y cedazo. La criollización de la contradanza es un ejemplo temprano de la influencia de las tradiciones africanas en el Caribe. La mayoría de los músicos cubanos eran negros o mulatos (incluso a principios de siglo XIX había muchos esclavos libres y mestizos que vivían en las poblaciones de Cuba). Según un comentario de la Condesa de Merlin en 1840: "Las mujeres de La Habana tienen una furioso apetito por el baile, y pasan noches enteras elevadas, agitadas, como locas y derramando sudor hasta que caen exhaustas.” La Contradanza suplantó al Minuet como la danza más popular desde 1842, y dio paso a la Habanera, un estilo de canción basada en el mismo ritmo y estilo que la Contradanza. Danza Este género, descendiente de la Contradanza cubana, se bailaba también en hileras o grupos y era igualmente un ágil estilo de música y danza en ritmo binario o ternario. Un “paseo” reptido de 8 compases era seguido por dos secciones de 16 compases llamadas primera y segunda. Uno de los más famosos compositores de Danzas fue Ignacio Cervantes, cuyas 41 Danzas cubanas son un referente en cuanto al nacionalismo musical. Este tipo de Danza fue eventualmente sustituido por el Danzón, que era, al igual que la Habanera, más lento y tranquilo. Habanera La Habanera se desarrolla a partir de la contradanza durante el siglo XIX. Su principal novedad fue que ésta era cantada, así como tocada y bailada. Escrita en compás de

2/4 se caracteriza por su expresivo y lánguido desenvolvimiento melódico, así como por su ritmo típico, llamado “ritmo de Habanera”. La danza de la Habanera era más lenta que la de la Danza. Hacia 1840, muchas habaneras fueron compuestas, cantadas y bailadas en México, Venezuela, Puerto Rico, y España. Desde aproximadamente el año 1900 la Habanera ha pasado a ser un género fósil, pero existen famosas composciones posteriores, tales como la habanera Tú de Eduardo Sánchez de Fuentes, que ha sido grabada en múltiples versiones. El género de la Habanera han aparecido en la música de Ravel, Bizet, Saint-Saëns, Debussy, Fauré y Albeniz. Su ritmo es similar al del Tango, y por consiguiente, algunos piensan que la Habanera es el más directo ancestro del Tango. Danzón La influencia europea en la música cubana más reciente está representada por el Danzón, una elegante forma musical que una vez fue más popular que el Son en Cuba. Este es un descendiente de la criolla Contradanza cubana. El Danzón marca el cambio de la danza de grupos de finales del siglo XVIII a la moderna danza de parejas. El estímulo para este cambio fue el éxito del, una vez considerado escandaloso, Vals, donde las parejas danzaban una frente a la otra, independiente de las demás parejas y sin formar parte de una estructura predeterminada. El Danzón fue la primera danza cubana en adoptar esos métodos, aunque existe una diferencia entre estas dos danzas. El Vals es una danza de salón donde las parejas se mueven en círculos en dirección contraria a las manecillas del reloj, mientras que el Danzón es un baile de “pañuelo de bolsillo”, en la cual las parejas se mantienen dentro de una reducida área del salón. El Danzón fue desarrollado por Miguel Faílde en Matanzas, y su fecha oficial de origen es el año de 1879.2 La orquesta de Failde era un formato instrumental que se conoce como Orquesta típica, el cual se derivaba de las bandas militares e incluía varios instrumentos de viento metal, violines y un timbal cóncavo. El desarrollo posterior del formato de “charanga francesa” era más apropiado para la danza de salón y todavía es popular en Cuba y otros países. La charanga utiliza una flauta, varios violines, violonchelo y contrabajo, así como un piano, timbal cubano (paila) y güiro.

Con el transcurso del tiempo el Danzón adquirió otras características de origen afrocubano, tales como la inclusión del Montuno, un estribillo sincopado que es repetido y variado durante un período indeterminado de tiempo. La adición de este elemento estructural a la forma del Danzón ha sido atribuida a José Urfé, quien lo introdujo en su danzón titulado “El bombín de barreto” (1910). Tanto el danzón como el formato de la “charanga” han ejercido una importante influencia en el desarrollo de géneros posteriores. El Danzón fue exportado con gran éxito a otros países de la América Latina, y especialmente a México. El Danzón clásico es actualmente una reliquia, pero sus descendientes sobreviven en formatos orquestales que Faílde y Urfé pudieran difícilmente reconocer, tales como la orquesta Van Van fundada por Juan Formell. Danzonete Los primeros Danzónes eran puramente instrumentales. El primero en introducir una parte vocal en un Danzón fue Aniceto Díaz (en Matanzas, 1927) creando de esa manera un nuevo género llamado Danzonete. Ese primer Danzonete fue titulado “Rompiendo la rutina” . Más tarde, en 1935, el famoso cantante negro Barbarito Diez se unió a la charanga de Antonio María Romeu, con el que grabó numerosos Danzonetes. Todas las variantes posteriores del Danzón han incluido partes vocales. Guaracha El 20 de enero de 1801, Buenaventura Pascual Ferrer publica un comentario en el periódico “El Regañón de La Habana”, en el cual se refiere a ciertos cantos que “corren por ahí en boca del vulgo”. Entre éstos menciona una guaracha llamada “La Guabina”, de la cual dice: “en la boca de los que cantan sabe a cuantas cosas puercas, indecentes y majaderas se pueda pensar…” Más tarde, en fecha indeterminada, aparece publicada “La Guabina” entre las partituras impresas en La Habana durante el Siglo XIX . De acuerdo a los comentarios publicados en “El Regañón de La Habana”, podemos inferir que aquellas canciones se encontraban muy en boga entre la población habanera de esa época , ya que en el mismo artículo mencionado anteriormente dice el comentarista: “…pero sobre todo, lo que me ha incomodado más ha sido la libertad con que se entonan

por esas calles y en muchas casas una porción de cantares donde se ultraja la inocencia, se ofende la moral… por muchos individuos no sólo de la más baja extracción, sino también por algunos en quienes se debería suponer una buena crianza…” Es decir, que aquellas guarachas de contenido bastante atrevido, eran ya cantadas aparentemente por los más diversos sectores de la población habanera. Alejo Carpentier menciona en su libro “La música en Cuba”, citando a Buenaventura Pascual Ferrer, que a principios del Siglo XIX se daban en La Habana hasta cincuenta bailes diarios, donde se tocaba y cantaba la famosa guaracha, junto a otras danzas de moda. La guaracha es un género de tempo rápido y letras cómicas o picarescas. Este fue originado a fines del siglo XVIII, y durante principios del siglo XX era frecuentemente ejecutado en burdeles y otros lugares de La Habana. Sus textos estaban llenos de frases populares y se referían frecuentemente a sucesos que aparecían en los periódicos de la época. Rítmicamente la guaracha exhibe una serie de combinaciones rítmicas, tales como 6/8 con 2/46. Muchos de los trovadores, como Manuel Corona (quién trabajó en un área de burdeles en La Habana), compusieron y cantaron guarachas como balance de los más lentos boleros y Canciones. El contenido satírico de sus textos también concordaba con los del Son, y muchas agrupaciones tocaban ambos géneros. A mediados del siglo XX este estilo fue adoptado por los “conjuntos” y grandes bandas. Hoy día, parece haber desaparecido como un género musical y ha sido asimilado por el vasto concepto de la música “salsa”. Los músicos que dominan la guaracha e improvisan son llamados “guaracheros” o “guaracheras”. Guaracha y Rumba La palabra rumba es un término abstracto que ha sido aplicado con diferentes propósitos a una amplia variedad de temas durante largo tiempo. Desde un punto de vista semántico el témino rumba puede ser incluido en un grupo de palabras con similar significado tales como conga, milonga, bomba, tumba, samba, bamba, mambo, tambo, tango, cumbé, cumbia y candombe. Todas ellas denotan un origen congolés debido a la

utilización de combinaciones de sonidos tales como mb, ng y nd, que son típicos del complejo lingüístico Níger-Congo. Quizás el más antiguo y general de sus significados es el de “fiesta” u “holgorio”. Ya durante la segunda mitad del siglo XIX podemos encontrar esta palabra utilizada varias veces con el propósito de representar una fiesta en un cuento corto llamado “La mulata de rumbo”, del folklorista cubano Francisco de Paula Gelabert: “…más gozo yo y me divierto en una rumbita con las de mi color y de mi clase…”, o “Leocadia iba a acostarse, como había dicho, nada menos que a las doce del día, cuando llegó a la casa uno de sus amigos de rumbas, acompañado de otro joven que iba a presentarle…” Según Alejo Carpentier “…es significativo el hecho de que la palabra rumba haya pasado al lenguaje del cubano como sinónimo de holgorio, baile licencioso, juerga con mujeres del rumbo.” Como ejemplo pudiéramos mencionar las fiestas de Yuka y Makuta, y los changüises en Cuba, así como la milonga y el tango en Argentina, donde la palabra rumba fue originalmente utilizada para denominar una reunión festiva; y con el trascurso del tiempo se usó para nombrar los géneros de música y danza correspondientes a estas festividades. Algunos académicos han señalado que en cuanto a la utilización de los términos rumba y guaracha, nos encontramos ante un caso de polisemia, es decir, del uso de dos palabras diferentes para nombrar una misma cosa. En el siguiente comentario de María Teresa Linares se pone en evidencia la imprecisión de los términos rumba y guaracha en cuanto al propósito de definir un género musical específico, cuando nos dice que: “…en los primeros años de este siglo [XX], se mantenían al final de las obras del teatro vernáculo, unos fragmentos musicales que cantaban los propios autores y que se les llamó rumba final…” y continúa explicando que éstas… “eran ciertamente guarachas.” A lo que se pudiera añadir que a las piezas musicales que cerraban las obras se les podía haber llamado indistintamente rumbas o guarachas, ya que estos términos no indicaban ninguna diferencia genérica o estructural entre ellas. Linares también dice en referencia a este tema: “Se conservan grabaciones de los artistas del Teatro Alhambra de guarachas y rumbas que no se diferenciaban entre sí en el acompañamiento de las guitarras

–cuando se trataba de un pequeño grupo, dúo o trío- o por la orquesta del teatro o piano. Las etiquetas de los discos decían: diálogo y rumba”. Rumba Urbana La Rumba Urbana (también llamada Rumba de Solar o de Cajón), es una amalgama de varias tradiciones musicales y danzarias africanas, combinadas con influencias hispanas. De acuerdo con el musicólogo cubano Argeliers León: “En la fiesta que constituyó una rumba concurrieron, pues, determinados aportes afroides, pero convergieron también otros elementos, de raíz hispánica, que habían sido incorporados ya a las expresiones que aparecían en la nueva población que surgía en la Isla. La Rumba de Cajón es un estilo de música seglar que surge en los muelles y las áreas menos prósperas de la Habana y Matanzas. En sus comienzos, los ejecutantes de la Rumba utilizaron un trío de cajones de madera para tocar, los cuales fueron sustituidos más tarde por tambores, similares en su apariencia a las congas o tumbadoras. El tambor más agudo es llamado “quinto”, el de tesitura media “macho” o “trés-dos”, debido a que su ritmo esencial está basado en el patrón de la clave cubana, y el más grave es llamado “hembra o salidor”, porque usualmente comenzaba o “rompía” la Rumb1a. En el conjunto instrumental de la Rumba también se utilizan dos palillos para golpear una pieza hueca de bambú llamada “guagua” o “catá”, así como las Claves Cubanas, el Güiro y unas sonajas de origen bantú llamadas “nkembi”. La parte vocal de la Rumba corresponde a una versión modificada del antiguo estilo español de “copla y estribillo”, incluyendo una sección llamada “montuno” que pudiera ser considerada como un estribillo ampliado o desarrollado, el cual constituye una sección independiente donde se utiliza frecuentemente el conocido estilo de “pregunta y respuesta”, tan característico de las tradiciones musicales africanas. De los múltiples estilos que comenzaron a aparecer a fines del siglo XIX, llamados del “Tiempo’España”, tales como la tahona, la jiribilla, el palatino, y la resedá, sólo tres formas de Rumba han sobrevivido: la columbia, el guaguancó, y el yambú. La columbia, ejecutada en 6/8, es comúnmente una danza interpretada por un solista masculino. Esta es

rápida y ágil, e incluye movimientos agresivos y acrobáticos. El guagancó es bailado por un hombre y una mujer, y simula la persecución sexual del macho a la hembra. El yambú, que es actualmente una reliquia, representa la burlesca imitación de un par de ancianos que danzan lentamente. Todas las formas de Rumba son acompañadas por cantos apoyados por el conjunto de percusión. La Rumba de Solar o de Cajón es hoy día un género fósil que puede ser visto en Cuba en las presentaciones de grupos profesionales que se dedican al cultivo de éste género. También existen grupos de aficionados radicados en las llamadas “Casas de Cultura”, y en centros de trabajo. Como todos los aspectos de la sociedad en Cuba, las actividades musicales y danzarias son organizadas por el estado a través de Ministerios y otros organismos. Rumba Rural De manera similar a como las primeras canciones-danzas españolas pasaron de las ciudades al campo, también las características de la Guaracha Cubana, que disfrutaba de gran popularidad en La Habana, comenzaron a penetrar las áreas rurales en una época indeterminada durante el siglo XIX. Este proceso no es difícil de imaginar si consideramos cuan cercanas se encontraban las áreas rurales de las urbanas en Cuba, en aquella época. Esa es la razón por la cual los campesinos cubanos (llamados guajiros) comenzaron a incluir en sus fiestas (llamadas “guateques” o “changüís”, así como en celebraciones como las “fiestas patronales” y las “parrandas”, unas Rumbitas que eran muy parecidas a las Guarachas urbanas, cuyo metro binario contrastaba con el característico metro ternario de sus tradicionales “tonadas” y “zapateos”. Esas Rumbitas rurales han sido llamadas por el reconocido musicólogo Danilo Orozco proto-sones”, “soncitos primigenios”, “rumbitas”, “nengones” o “marchitas,” y algunas de ellas como la Caringa, el Papalote, Doña Joaquina, Anda Pepe y el Tingotalango han sido preservadas hasta el tiempo presente. Las Rumbitas fueron consideradas como Proto-Sones (Sones primigenios), debido a que considerando la gran analogía entre sus componentes estructurales y los del Son, que

emerge en La Habana durante las primeras décadas del siglo XX, éstas pudieran ser consideradas como prototipos o antecesoras de ese popular género. De acuerdo con la musicóloga Virtudes Feliú, aquellas Rumbitas aparecieron en ciudades y pueblos a través de todo el territorio nacional, como en: Ciego de Ávila, Sancti Espíritus, Cienfuegos, Camagüey, Puerta de Golpe en Pinar del Río y Bejucal en La Habana, así como en Remedios en Villa Clara e Isla de Pinos (actualmente Isla de La Juventud). Podemos encontrar muchas referencias a las guerras de independencia cubanas (1868-1898) relacionadas a las Rumbitas rurales, tanto en la región oriental como en la occidental Isla de Pinos, lo cual sugiere que su aparición sucedió aproximadamente durante la segunda mitad del siglo XIX. Las Rumbitas rurales mostraban un mayor número de características de la música africana en comparación con la Guaracha habanera, debido a la integración gradual de ciudadanos afro-cubanos al ambiente rural. Desde el siglo XVI, gracias a un programa gubernamental llamado “manumisión”, los esclavos negros fueron autorizados a pagar por su libertad con sus propios ahorros. De esa manera, una mayor cantidad de ciudadanos negros libres se dedicaron a las labores manuales en el campo que en las ciudades, y algunos de ellos se convirtieron incluso en propietarios de parcelas de terreno y esclavos. Características de la Rumba Rural Una de las más evidentes características de las Rumbitas Rurales fue su propia forma, muy similar a las típicas estructuras vocales africanas. En este caso, toda la canción estaba basada en un solo fragmento musical o frase de corta duración que era repetida, con algunas variaciones, una y otra vez; alternando frecuentemente con un coro. Este estilo fue llamado “Montuno” (literalmente del “monte” o “del campo”) debido a su origen rural. Otra característica de este nuevo género era la superposición de diferentes patrones rítmicos ejecutados simultáneamente, de manera similar a la utilizada en la Rumba Urbana, lo cual es también un rasgo distintivo de la tradición musical africana.

Aquellos planos o “franjas de sonoridades” de acuerdo con Argeliers León, fueron asignados a diferentes instrumentos que se fueron incorporando gradualmente al grupo acompañante. Así fue como el conjunto instrumental creció desde el compuesto por los tradicionales tiple y güiro, hasta otro que incluía la guitarra, la bandurria, el laúd cubano, las claves y otros instrumentos como la tumbandera, la marímbula, la botija, los bongoes, el machete común y el acordeón. Algunas funciones musicales importantes fueron asignadas a los diversos planos sonoros, tales como la “línea temporal” o ritmo de clave, ejecutada por las claves, un patrón rítmico compuesto por una corchea y dos semicorcheas, ejecutado por el güiro o el machete, los ritmos sincopados del “guajeo” interpretados por el Tres, la improvisación de los bongoes y el “bajo anticipado” que se tocaba en la tumbandera (tingotalango) o en la botija. Proto-Son Podemos encontrar los orígenes del Son cubano en las Rumbas Rurales, llamadas por eso Proto-Sones o Sones Primigenios por el musicólogo Danilo Orozco, ya que ellas muestran, en forma parcial o embriónica, todas las características que fueron identificadas posteriormente con el estilo del Son, es decir: la repetición de una frase llamada “montuno”, el patrón de la clave, un contrapunteo rítmico entre los diferentes planos de la textura musical, el “guajeo” del Tres, los ritmos de la guitarra, los bongoes y el bajo, así como el estilo de “pregunta y respuesta” entre el solista y el coro. Según Radamés Giro: “más tarde, el estribillo o “montuno” fue unido a una cuarteta o copla llamada “regina”, que era como los campesinos orientales nombraban a la cuarteta. De esa manera, la estructura “estribillo-cuarteta-estribillo” aparece en una etapa muy temprana en el “Son oriental”, tal como en uno de los más antiguos Sones llamado “Son de máquina”, que está compuesto por tres “reginas” con sus correspondientes “estribillos”. Durante un proyecto investigativo acerca de la familia Valera-Miranda (viejos soneros) conducida por Danilo Orozco en la región de Guantánamo, el grabó un ejemplo de Nengón, que es considerado un ancestro del Changüí. Este muestra la estructura previamente mencionada de “estribillo-cuarteta-estribillo”. En este caso, las numerosas

repeticiones del estribillo constituyen un verdadero “montuno”. Estribillo: Yo he nacido para ti nengón, yo he nacido para ti nengón, yo he nacido para ti Nengón… Nengón El Nengón es considerado un Proto-Son precursor del Changüí e incluso del Son oriental. SU principal característica es la alternancia de versos improvisados entre el soista y el coro. El Nengón es interpretado con el Tres, la guitarra, el güiro y el tingotalango o tumbandera. Changüí El Changüí es un tipo de son característico de las provincias orientales (área de Santiago de Cuba y Guantánamo), conocida anteriormente como Provincia de Oriente. Este comparte relevantes características con el Son Oriental en cuanto al ritmo, la instrumentación y los estribillos corales; y a la misma vez muestra ciertos elementos originales. El Changüí es todavía cultivado por algunos pequeños grupos, principalmente radicados en Cuantánamo.147 La instrumentación es similar a la de los antiguos grupos de Son que surgieron en La Habana de los años veinte. Aquellos grupos como el Sexteto Boloña y el Sexteto Habanero, usaban marímbulas o botijas para interpretar la parte del bajo, antes de que cambiaran al más moderno contrabajo, que poseía una mayor flexibilidad instrumental. Es todavía cuestinable si el Changüí es un genuino género musical o simplemente una forma arcaica del Son, artificialmente preservada con el apoyo estatal. Algunas orquestas modernas, como la Orquesta Revé reclamaron al Changüí como su principal influencia, pero no se ha aclarado si esta aseveración es cierta o no. Sucu-Sucu También podemos encontrar en Isla de Pinos (actualmente Isla de la Juventud), en el extremo occidental de la Isla, un Proto-Son llamado Sucu-sucu, que muestra una estructura similar a la de los Proto-Sones orientales. Según María Teresa Linares, en el

Sucusucu la música es similar al Son Montuno en su estructura formal, melódica, instrumental y armónica. Un solista alterna con el coro e improvisa una cuarteta o décima. El grupo instrumental inicia una introducción a la cual los instrumentos se incorporan gradualmente, comenzando con el Tres (o el laúd). La introducción de ocho compases es seguida por un estribillo interpretado por el coro, que alterna con el solista varias veces. Son El Son es un estilo de canto y danza que se originó en Cuba y obtuvo gran fama mundial durante los años treinta del siglo XX. Este combina la estructura y características de la música española con elementos e instrumentos musicales afro-cubanos. El Son cubano es uno de los más influyentes géneros de la música latinoamericana. Sus derivados y fusiones, y especialmente la Salsa, se han difundido amplliamente a través de todo el mundo. Según Cristóbal Díaz Ayala, el Son es el género más importante de la música cubana, así como el menos estudiado. Es posible afirmar que el Son es para Cuba lo que el Tango es para Argentina o la Samba para Brasil. En adición, el Son cubano es quizás la forma más flexible de música lartinoamericana. Su mayor fuerza estriba en la fusión de tradiciones musicales europeas y africanas. Sus instrumentos más característicos son el cordófono cubano conocido como Tres, y el conocido instrumento bimembranófono llamado Bongó, los cuales han estado presentes en el género desde una etapa muy temprana hasta el presente. También son típicas de este estilo musical las claves, la guitarra española, el contrabajo (que reemplazó a la botija o a la marímbula), así como la trompeta y el piano. A pesar de una tendencia tradicional de atribuir el origen del Son cubano a las regiones orientales de Cuba, más recientemente algunos musicólogos han mostrado una postura más amplia e inclusiva. Aunque Alejo Carpentier, Emilio Grenet y Cristóbal Díaz Ayala apoyan la teoría del “origen oriental”, Argeliers León no menciona nada acerca de esta en su importante obra “Del Canto y del Tiempo”, así como tampoco María Teresa Linares en su libro “La música entre Cuba y España”. Radamés Giro expresa en referencia a este tema: “Si el Son es un fenómeno artístico que se estaba desarrollando desde la

segunda mitad del siglo XIX – y no sólo en la antigua provincia de Oriente - , es lógico suponer, pero no afirmar, que mucho antes de 1909 ya se escuchaba en la capital (Habana) debido a las razones mencionadas anteriormente,,,” Fue en La Habana donde se llevó a cabo el encuentro de la Rumba Rural y la Rumba urbana, que habían evolucionado separadamente durante la segunda mitad del siglo XIX. Los guaracheros y los rumberos que se acompañaban con teipl le y el güiro se encontraron finalmente con los rumberos que cantaban y bailaban al son de los cajones y la clave cubana, y el resultado fue la fusión de ambos estilos en un nuevo género llamado Son. Alrederor de 1910, el Son adoptó probablemente el ritmo de clave de la “rumba de solar o de cajón” habanera, que se había desarrollado desde finales del siglo XIX en ciertas áreas urbanas de La Habana y Matanzas. La masiva popularización del Son condujo a un incremento en la valorización de la cultura callejera afro-cubana y de los artistas que la habían creado. También abrió las puertas para que otros géneros musicales con raíces afro-cubanas se hicieran populares en Cuba y alrededor del mundo. Mambo Mambo es un género musical y danzario que se desarrolló originalmente en Cuba. La palabra “Mambo”, de manera similar a otros términos musicales afro-americanos como conga, milonga, bomba, tumba, samba, bamba, bambulá, tambo, tango, cumbé, cumbia y candombe, denotan un origen africano, y particularmente congolés, debido a la presencia de ciertas combinaciones características de sonidos, tales como “mb”, “ng” y “nd”, que pertenecen al complejo lingüístico Niger-Congo. Las raíces originales del Mambo pueden ser encontradas en el “Danzón de Nuevo Ritmo”, popularizado por la orquesta “Arcaño y sus Maravillas” dirigida por el famoso flautista Antonio Arcaño. Él fue el primero en denominar a una sección del Danzón cubano como “Mambo”. Fue el violonchelista de Arcaño, Orestes López, el que creó el primer Danzón llamado Mambo en 1938.198 En esa pieza se combinaban algunos motivos sincopados, tomados del estilo deSl on, con improvisaciones de la flauta.

Dámaso Pérez Prado (1927), pianista y arreglista matancero, se traslada a La Habana a principio de los años cuarenta y comienza a trabajar en cabarets, así como en las orquestas de Paulina Álvarez y Casino de La Playa. En 1949 viaja a México buscando oportunidades de trabajo y logra gran éxito con un nuevo estilo, al cual designa un nombre que ya había sido utilizado anteriormente por Antonio Arcaño, el de “Mambo”. El estilo de Pérez Prado difería del anterior concepto de “Mambo”. El nuevo estilo poseía una mayor influencia de las orquestas de jazz norteamericanas, y una instrumentación ampliada compuesta por cuatro o cinco trompetas, cuatro o cinco saxofones, contrabajo, batería (drum set), maracas, cencerro, bongó y tumbadoras. El nuevo “Mambo” incluía un sabroso contrapunteo entre las trompetas y los saxofones, que impulsaba a mover el cuerpo al compás del ritmo, estimulado en la conclusión de las frases con una característica y sonora expresión gutural. Las grabaciones de Pérez Prado estaban dirigidas al público hispano de las Américas, pero algunos de sus más famosos Mambos, tales como “Mambo No. 5” y “Que Rico el Mambo”, triunfaron inmediatamente en los Estados Unidos. Chachachá Chachachá es un género de la música cubana, así como un estilo de baile popular, que fue desarrollado a partir del Danzón-mambo a comienzos de los años cincuenta, y llegó a adquirir gran popularidad en todo el mundo. El Chachachá es un género de la música cubana cuya creación ha sido tradicionalmente atribuida al compositor y violinista cubano Enrique Jorrín, quien comenzó su carrera tocando para la charanga Orquesta América. De acuerdo con el testimonio del propio Enrique Jorrín, él compuso algunos danzones en los cuales los músicos de la orquesta debían cantar cortos estribillos, y este estilo recibió gran aceptación por parte del público. En el Danzón “Constancia”, él introdujo algunos Montunos y la audiencia se sintió motivada a cantar los estribillos. Jorrín le pidió a los miembros de la orquesta que cantaran en unísono, de manera que la letra pudiera ser más claramente percibida y causara un mayor impacto en la audiencia. Ese estilo de canto contribuyó también a enmascarar las imperfecciones vocales de los miembros de la orquesta.

Desde su creación, la música del Chachachá tuvo una estrecha relación con los pasos de la danza. El conocido nombre de Chachachá surgió con la ayuda de los bailadores del Club Silver Star en La Habana. Cuando la danza se acoplaba al ritmo de la música, se ponía en evidencia que los pies de los bailadores producían un peculiar sonido al rozar el piso en tres golpes sucesivos. Era como una onomatopeya que sonaba como: "Chachachá". De estos sonidos rítmicos nació un nuevo género que motivó a muchas personas para bailar al son de su sabroso ritmo a través de todo el mundo. De acuerdo a Olavo Alén: “Durante los años cincuenta, el Chachachá mantuvo su popularidad gracias al esfuerzo de muchos compositores que estaban familiarizados con la composición de Danzones, y que ejercitaron su creatividad en el Chachachá, tales como Rosendo Ruiz Jr. (Los Marcianos y Rico Vacilón), Félix Reina (Dime Chinita, Como bailan Chachachá los mexicanos), Richard Egües (El bodeguero y La cantina) y Rafael Lay (Cero codazos, cero cabezazos). Aunque el ritmo del Chachachá tuvo su origen en la Orquesta América, algunos estudiosos del tema, incluyendo a John Santos (1982), consideran que la Orquesta Aragón de Rafael Lay y Richard Egües, y la orquesta Fajardo y sus Estrellas de José Fajardo, fueron particularmente influyentes en el desarrollo del Chachachá. La coincidente emergencia de la televisión y los discos de 33 1/3 RPM fueron también factores significativos en la súbita popularidad internacional de la música y la danza dCelh achachá. El Chachachá fue presentado desde sus inicios al público a través del formato instrumental de la charanga, una agrupación musical típicamente cubana, compuesta por una flauta, cuerdas, piano, bajo y percusión. La popularidad del Chachachá revitalizó la popularidad de este tipo de agrupación. Los años sesenta y setenta La música cubana moderna se caracteriza por una constante búsqueda de nuevas sonoridades mediante la fusión de diversas influencias y estilos. Por ejemplo, en los años setenta el grupoIr akere utilizó los tambores Batá en un contexto de Gran Banda, lo que fue denominado como son-batá o batá-rock. Pello el Afrokán creó el ritmo Mozambique, el cual consistía en una fusión de Conga, Mambo y batá-rumba, que mezclaba la rumba con la

música de tambores Batá. Las mezclas de hip hop, Jazz y Rock and roll son también comunes, tal como en el rockoson de Habana Abierta. La Revolución y los exiliados cubanos El triunfo de la Revolución cubana en 1959 determinó que muchos músicos cubanos emigraran hacia diversos países, asentándose en localizaciones tales como Florida y Nueva York, en los Estados Unidos, así como en Puerto Rico. En Cuba, los artistas y su obra quedaron bajo el control del Estado Socialista y su empresa oficial de grabaciones y ediciones musicales EGREM. El gobierno de Castro abolió las leyes que amparaban los derechos de autor, clausuró muchos de los locales donde la música popular acostumbraba ser escuchada (como los Clubes Nocturnos o Night Clubs), así que indirectamente dejó a muchos artistas fuera de sus fuentes de trabajo.190 Esto produjo sin dudas un efecto nocivo en la evolución de la danza y la música popular. Muchos artistas jóvenes comenzaron a estudiar entonces música clásica en vez de popular, y los músicos empleados por el gobierno recibieron obligatoriamente clases en planteles oficiales. En Cuba, el movimiento de la Nueva Trova, que incluía a Pablo Milanés, reflejó los nuevos ideales de izquierda. El estado tomó el control del lucrativo Cabaret Tropicana, el cual continuó siendo una popular atracción para los turistas extranjeros hasta 1968, cuando fue clausurado junto con muchos otros locales, y después reabierto con elrenacimiento del turismo. El turismo fue casi inexistente durante tres décadas, y la música tradicional podía ser encontrada en las Casas de La Trova locales. Los músicos que tenían un trabajo oficial, eran contratados a tiempo completo y recibían un salario del estado, después de egresar de algún conservatorio. El colapso de la URSS en 1991, y la pérdida de su apoyo financiero, cambiaron la situación radicalmente. El turismo fue considerado una fuente respetable de ingresos de nuevo, y así mismo la música popular como parte de la industria turística. Los músicos fueron autorizados entonces a viajar al extranjero, e inclusive vivir fuera del sistema controlado por el estado. Una lista de famosos artistas del Exilio cubano incluye a: Celia Cruz y todo el conjunto que actuaba con la Sonora Matancera, Carlos "Patato" Valdes, Israel Cachao López, La Lupe, Arturo Sandoval, Willy Chirino, Hansel y Raul, La Palabra, Paquito

D'Rivera, Bebo Valdés y Gloria Estefan, entre tantos otros. Muchos de esos músicos, incluyendo a Celia Cruz, se alinearon estrechamente con una ideología opuesta a la Revolución cubana, y fueron considerados en Cuba como “no-personas”, un término acuñado por George Orwell en su famosa novela 1984 (novela), que constituye una metáfora de los regímenes totalitarios. Los artistas disidentes fueron omitidos de los libros de texto oficiales, y la difusión y publicación de sus creaciones fue prohibida. Al menos, Celia Cruz fue reconocida en una obra cubana de referencia, el Diccionario Enciclopédico de la Música Cubana de Radamés Giro (2007, volumen 2). Salsa La Salsa fue la cuarta innovación basada en la música cubana que impactó a los Estados Unidos, y difiere de las demás en que inicialmente fue desarrollada en los Estados Unidos y no en Cuba. Debido a que Cuba posee tantos géneros originales, su promoción fuera del país siempre ha constituido un problema, debido a la dificultad que confronta un extranjero para distinguir las diferencias entre diversos ritmos que para los cubanos son evidentes. De esa manera, en dos ocasiones durante el siglo XX, dos términos fueron utilizados con el propósito de resolver ese problema. El primero fue en los años treinta, después de que El Manisero se convirtiera en un éxito internacional. Este fue llamado Rumba, aunque tiene poca relación con la llamada Rumba urbana, de cajón o de solar,211 y es en realidad un Son cubano o “son-pregón”. Durante mucho tiempo, la palabra Rumba fue utilizada como denominación para cualquier forma de música popular cubana. La segunda ocasión ocurrió durante el período de 1965 a 1975 en Nueva York, cuando algunos músicos de origen cubano y puertorriqueño se unieron para crear el más popular estilo latino del período posterior al Chachachá. Esta música fue llamada Salsa. Nadie sabe cómo ocurrió, pero todo el mundo reconoce el beneficio que conllevó utilizar un término común para denominar el Son, el Mambo, la Guaracha, la Guajira (música), el Guaguancó y otros géneros de la música cubana. La afirmación de que la Salsa no es más que música cubana, ha sido discutida durante más de treinta años, e inicialmente no se podía percibir en realidad una gran diferencia entre una y otra. Cubanos y no-cubanos, como Tito Puente, Rubén Blades y otros

muchos expertos en música cubana y Salsa, siempre han dicho que la Salsa es solo otro nombre para denominar la música cubana. Tito Puente expresó una vez: “Ahora la llaman Salsa, después la podrán llamar sofrito, pero para mí siempre será música cubana”. También Willie Colón dijo: “Si miras a una orquesta de los años cuarenta tocando música cubana, verás exactamente los mismos instrumentos que en la Salsa. Benny Moré, el mayor sonero de todos los tiempos, estaba cantando boleros con una cadencia salsera desde los años cuarenta. Pero con el tiempo, las agrupaciones de Salsa han trabajado con otras influencias. Por ejemplo, al final de los años sesenta Willie Colón produjo algunos números donde utilizaba ritmos brasileños. Algunos programas radiales en Nueva York, ofrecieron ‘Salsarengue” como otra opción, y más tarde se le llamó “Salsa romántica” a un tipo de bolero edulcorado. No fue hasta los años cincuenta que la música cubana penetró en las orquestas puertorriqueñas, las cuales antes de eso tocaban Plena, Bomba, y otros géneros populares de la Isla. Muchos músicos famosos puertorriqueños fueron a Cuba entre los años treinta y cuarenta con el propósito de aprender los estilos musicales cubanos, pero no fue hasta la llegada de Fidel Castro al poder en 1959, cuando se paralizó la exportación de música cubana al mundo, que los puertorriqueños en Nueva York pudieron tener éxito y ser tomados en cuenta. Según algunos estudiosos del tema, lo que se conoce como Salsa hoy día, fue llevado a Nueva York por Dizzy Gillespie y Chano Pozo en los años cuarenta. Sin embargo, otros son de la opinión de que no solo la Salsa de Nueva York era diferente a los géneros vigentes en Cuba, sino que los estilos de la Salsa en Venezuela, Colombia y otros países también pudieran ser identificados individualmente. Nueva Trova La Nueva Trova fue un movimiento dentro de la música cubana que emergió durante los años sesenta y tuvo sus raíces en la Trova tradicional, pero se diferenció de ésta por su contenido político, pero en un sentido amplio. Combinó la música popular tradicional con textos “progresistas” y frecuentemente politizados, y estuvo relacionada con el movimiento de la Nueva canción latinoamericana, especialmente con la Nueva Canción

Chilena y argentina. Algunos de los miembros de la Nueva Trova fueron también influenciados por el Rock y la Música pop de su época. El estilo de la Nueva Trova posee una estrecha relación con la Revolución cubana, que se evidencia en sus textos, los cuales, según Helio Orovio: “tratan de escapar de las banalidades cotidianas, mediante la concentración en los ideales del socialismo, la injusticia, el sexismo, el colonialismo, el racismo y otros temas similares”.216 Silvio Rodríguez y Pablo Milanés se convirtieron en los más destacados exponentes de ese estilo. Carlos Puebla y Joseíto Fernández fueron viejos trovadores que apoyaron al nuevo régimen, pero solamente Puebla compuso canciones dedicadas a la Revolución cubana. Los Años Ochenta y Noventa El Son continuó siendo la base de las formas más populares de la música cubana moderna. El Son fue representado por agrupaciones tales como el Septeto Nacional, el cual fue reinstaurado en 1985, la Orquesta Aragón, la Orquesta Ritmo Oriental y la Orquesta Original de Manzanillo. El grupo Sierra Maestra es famoso por haber iniciado una revitalización del Son tradicional durante los años ochenta. La Nueva Trova todavía goza de cierta influencia, pero los temas abiertamente políticos de los sesenta ya han pasado de moda. Mientras tanto, Irakere fusionó la música tradicional cubana con elementos de Jazz, y grupos como NG La Banda, Orishas y Son 14 continuaron añadiendo nuevos elementos al Son, especialmente hip hop y funk, para crear la Timba, proceso que fue estimulado por la adquisición de equipo electrónico importado. Todavía existen muchos practicantes del Son montuno tradicional, como Eliades Ochoa, quien ha grabado y ofrecido numerosas presentaciones como resultado del marcado interés en el Son montuno, después del éxito alcanzado por Buena Vista Social Club. La cantautora cubana, establecida en Europa Addys Mercedes ha realizado una fusión de Son y Filin (Bolero, feeling) con elementos de Música urbana, Rock y Música Pop, alcanzando excelentes posiciones entre las canciones más escuchadas en Alemania.

En los años noventa, un incremento del interés por la World music coincidió con el “periodo especial” de la era post-soviética en Cuba, durante el cual la economía comenzó a abrirse al turismo internacional. La Orquesta Aragón, la Charanga Habanera y Cándido Fabré y su Banda fueron antiguos participantes en la escena de la charanga, y contribuyeron a la creación del popular ambiente de la Timba durante los años noventa. El premio más importante de la música cubana fue el “PremiBo enny Moré”. Timba Los cubanos nunca se han sentido muy contentos de escuchar el término Salsa (género musical) aplicada a su música. Aunque es obvio que esta este es una denominación comercial para ella. En casi todos sus aspectos la Timba coincide con la Salsa (género musical) cubana, aunque algunos plantean que es algo más que eso. Desde los año noventa, la palabra Timba fue usada para denominar a la música popular bailable en Cuba, solamente rivalizada por el Reguetón. Aunque derivada de las mismas raíces que la Salsa (género musical), la Timba posee sus propias características, y está íntimamente ligada al ambiente cultural de Cuba, y particularmente de La Habana. Al contrario de la Salsa (género musical), cuyo surgimiento está directamente relacionado al Son cubano y a los “conjuntos” de los años cuarenta y cincuenta, la Timba está compuesta por una síntesis de elementos estilísticos, los cuales incluyen a la Rumba, el Guaguancó, la música de los tambores Batá, las canciones sagradas de la Santería, y otras Fuentes populares como el Rock, el Jazz, el Funk y la música folklórica puertorriqueña. De acuerdo con Vincenzo Perna, autor de Timba: The Sound of the Cuban Crisis, la Timba debe ser definida en funcion de sus components, socials, culturales y políticos. Su gran popularidad e Cuba, su novedad y originalidad como estilo musical, la habilidad de sus ejecutantes, su relación con las tradiciones locales y la cultura de la emigración afrocubana, sus siginficados y su estilo, traen a la luz los puntos de tensión dentro de la sociedad cubana. En adición a los Timbales (música latina), los percusionistas de la Timba utilizan la batería, como una manera de identificar su sonoridad en comparación con la de la de la

Salsa. El uso del sintetizador es también común dentro de éste estilo musical. Las canciones de Timba tienden a ser más innovadoras, experimentales y frecuentemente más virtuosísticas que las de la Salsa (género musical). Las partes de los metales son usualmente más rápidas, influídas por el Bebop y a menudo alcanzan los extremos de la tesitura de los instrumentos. Las partes del bajo y la percusión son poco convencionales, y la improvisación es una práctica común en este estilo. Cubatón El Cubatón es una versión cubanizada del Reggaetón oR eguetón, el cual a su vez se deriva delR eggae jamaicano. Hacia el año 2012, el cantante de Cubatón Osmani García, llamado también “La voz”, había alcanzado tan alto grado de popularidad que era considerado como “el exponente más popular de la música cubana” La llegada del acceso a la Internet contribuyó a la difusión no-oficial del Reguetón en Cuba, pero tanto sus textos como sus movimientos corporales han sido muy criticados. Los músicos de Reguetón respondieron a esa actitud con canciones que defendían sus posiciones estilísticas; pero a pesar de sus esfuerzos, el Ministerio de Cultura determinó que su música no podía ser utilizada en instituciones educacionales, fiestas y grabaciones musicales. En el 2011, el gobierno restringió la difusión radial y televisiva del Reguetón ante la masiva popularidad del “Chupi Chupi" de Osmani García, el cual incluye una velada referencia al sexo oral. Otros famosos intérpretes de Reguetón son Eddy K y Gente de Zona. Manifestaciones de la música cubana La música tradicional o folclórica cubana abarca: 

Punto cubano



Rumba



Danzón



Son cubano



Cha-cha-chá



Danzón



Danzonete



Changüí



Guaguancó



Guajira



Guaracha



Mambo



Nueva Trova



Pachanga



Rumba



Salsa



Changüisa



Son



Timba



Trova



Rock cubano



Filin (Bolero, feeling)



Mozambique



Pilón