Mexico a traves de los Siglos Tomo 03 (1890).pdf

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Antiquariaat-Graphiek Hebraica-Judaica Keizersgracht 428-432

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A TRAVÉS DE LOS

SIGLOS

->g-aanr»'»En la misma Junta se resolvió también hacer desde luego á nombre del mismo Cuerpo un servicio de importancia ofreciendo á V. E. aprontar con la mayor brevedad posible á sus expensas, de las que más falta hiciesen cien piezas de artillería de campaña con sus cureñas y demás agregados, fundiéndolas aquf mismo, é igualmente levantar para su manejo á su costa ocho compañías de ochenta hombres con los oficióles subalternos correspondientes de una instrucción tan completa en las Matemáticas puras y mixtas como la que se da á los cadetes del Real Cuerpo de artillería en su



este

oponiéndose á la

-

de cualquier modo á la independencia ó insubordinación

el

tocar

sin

de todos y cualquiera libros

y papeles, y de cualquiera doctrina que

para apoyar

también los que

sino

en 6 de setiembre

contestó

,

suyos,

sólo los

convocación y reunión de la junta general ó congreso,

más exacta observancia de

reproducimos

punto

al

antigiiedad.

Tal respuesta dio á conocer á Iturrigaray la verda-

dera disposición de los oidores y

el

deseo que alentaban,

porque se separara de su elevado puesto, y en consecuencia se acabó de decidir por

zaban ó

sin

los

vireinato Velázquez de del

Acuerdo referente á

escribió

pándole

al lo

partido que encabe-

regidores del ayuntamiento de México.

conocimiento

el

el

del

virey

'^,

el

secretaiio

Con del

León, en vista de la consulta la dejación del

mando supremo,

ayuntamiento una carta reservada partici-

que pasaba y excitándole á que se opusiese á

la resolución

de Iturrigaray. Hízolo así la municipalidad,

y una comisión que nombró ese cuerpo el 7 de setiembre suplicó al virey que retirase su renuncia; convino en ello éste

,

pero manifestó á los regidores que en la próxima

junta que había citado y que debía celebrarse el 9 del mismo mes expondría los motivos que le habían obligado á presentarla.

Reunióse, en efecto,

el

día señalado aquella junta ó

» Méaiico y sus revoluciones, por J. M. L. Mora, tomo III, págs. 327 y 328. » Iturrigaray en sus declaraciones afirmó que esta carta la escribió Velázquez sin su conocimiento; este último, á su vez, dijo que se lo propuso al virey y que éste nada resolvió, lo que en tales materias equivale á una resolución afirmativa. Véase Atamán en su Historia de México, tomo I, lib. I, cap. V, pág. 226.

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIOLOB

54 asamblea de notables, que desde

9 de agosto anterior

el

y voluntad del como autoridad consultivo, ya virey, ya como cuerpo venía funcionando

del

Estado

clases

nombramiento

por

con visos de representación de las diversas

,

El objeto

sociales.

de la reunión era hacer

el

extracto de los votos emitidos en las sesiones de 29 de

agosto y

de setiembre y que



1

virey en esta última,

el

se presentasen por escrito para que constaran

mandó que

que trae consigo

vacilación

muchos se retractasen de

hizo que

impugnaron,

la

pues, con gran vigor, y apuradísima á Villaurrutia, quien

colocaron en situación

pidió tres días de término para dar las explicaciones que

y probar

se le pedían sional

,

paso y explanar ó

la

necesidad del gobierno provi-

autoridad que residía en

la

decisivos

si

el

virey para dar ese

habían de ser consultivos

los votos

puntos todos que Aguirre promovió con

;

grande habilidad llamando sobre

ellos la atención

de la

junta y enderezando sus pasos hacia el objeto que

en las actas respectivas.

La

otro

tras

incertidumbre

la

lo

que en

las ante-

que resultó que se

su colega se habían propuesto alcanzar.

él

y

Este último,

por su parte, suscitó oportunamente la duda de

los

si

ayuntamientos representaban solamente

al

estado llano 6

hallasen en desacuerdo las actas levantadas por el oficial

á todas las clases de la sociedad,

lo

que contestó

mayor de gobierno y varios de

don Agustín del Rivero, procurador general de

habían dicho, de

riores juntas

lo

los

presentados

votos

más que

á

la ciudad,

posteriormente por escrito. Debates acalorados surgieron

que

con este motivo, y después de una discusión tempestuosa

plebeyos, la corporación toda lo era de las demás clases

se

rectificaron

actas

las

apareciendo una considerable

mayoría de votos de acuerdo con

ideas emitidas por

las

de corte don Jacobo Villauí-rutia á favor de la

el alcalde

convocación de un congreso general de los diputados del Iturrigaray

reino.

que

entonces

manifestó

formado expediente sobre este asunto de

la

había

se

convocación

síndico no era

si el

Tal opinión

sociales.

asamblea; lo

representante de los

el

mayor desorden en

difundió

la

autor de ella sufrió ultrajes é injurias que

el

enardecieron hasta

acento, que si

el

grado de exclamar con brioso

no se procedía á convocar rm congreso

de las ciudades, ellas solas lo formarían;

el fiscal

de

hacienda Sagarzurieta trató de sediciosa semejante pro-

y que se leería, pues que su deseo era el de marchar de conformidad con el voto del reino. Pero inmediatamente

posición; el arzobispo,

después se leyó

sus pasos, adhiriéndose al parecer de los fiscales, y se

Aguirre en

el

pedimento de

que se oponían á

el

los

la

fiscales Batallar

y

reunión del congreso;

cuya opinión se había inclinado

hacia la reunión de la junta, declaró que volvía sobre

encendieron más y más las pasiones hasta un grado

en este pedimento, que hicieron suyo los oidores, se com-

que fué necesario cortar la cuestión

batía la proposición de Villaurrutia, porque era contraria

silencio, lo cual

y

atentatoria

á las

y también reuniones, y en América

prerogativas

porque las leyes prohibían tales

no había necesidad de

ellas, puesto

del

rey,

que

la autoridad

del

Ya

no se pudo obtener sin gran dificultad.

Antonio Méndez, que presidía á

solicitar antes

que había llegado á noticia de

pudieran

el

donde en

el

la

El pedimento

el

de

los

fiscales

les

reciente ejemplo de la Francia, en

convocación de los Estados generales precipitó

abismo

la

vieja

monarquía de Clovis y

al

desdi-

la

sazón

el

don

ayuntamiento

por no hallarse presentes los alcaldes, exponer (no sin

de su alto carácter proveían á todas las ocurrencias que ofrecerse.

tal,

imponiendo á todos

con más calma, pudo el regidor decano,

virey y las facultades de que estaba investido por razón

terminaba citando

,

que se cerrasen

designio del virey de dejar

de la ciudad

,

cuando hacía

las

puertas del salón)

la corporación

el

mando

muy

municipal

del reino

y

salir

pocos días hizo jura-

mento de defenderlo á costa de su vida y de conservarlo al legítimo soberano de las Españas, por lo que lo

chado monarca que soñó un momento poder enfrenar los

requería para que abandonase

ímpetus de la revolución.

responsable, en caso contrario, de los desastrosos resul-

Luego, la reserva

el

é

virey, que por su puesto debió conservar

imparcialidad que las

tancias exigían, fué el primero en

en favor del gobierno provisional los

que

lo

,

solemnes

circuns-

expresar su opinión

colmando de elogios á

apoyaban y censurando con impropia acritud

tados que se produjeran.

razones expuestas por

que

la

de

separación

p]l

el

síndico

si

el

denada asamblea mayor y más intensa agitación. Hízose oir á duras penas el alcalde de corte Villaurrutia, y

hecho

Iturrigaray

cortaría

tirantes

los

los habitantes

del

el

miembros del ayuntamiento, pero

Pero acto continuo fué combatido por

taban. Bataller

los fiscales

y Aguirre, hombres de mérito y que anhelaban

poner á los defensores encubiertos de

la

en

que ocultaba su

la

plan

,

precisión de descorrer

el

velo

para alarmar á los que no quisieran

aunque simpatizasen con

la idea

independencia

ir

tan lejos,

de la convocación.

Uno

las

sólo

la

mismo sentido

pueblo de la

el

coche,

como habían

de Vitoria cuando quisieron impedir

y necesidad de adoptar

consul-

no

traería

á Fernando VII que marchase á Bayona.

explicó el voto que había dado, probando la conveniencia él se

Verdad reforzó

regidor decano y llegó á decir

virey persistía en su propósito,

capital

medidas que en

haciéndolo

pérdida del reino, sino también la de la religión, y que

á los que lo combatían, y produciendo en aquella desor-

las

intento,

tal

Expresóse en

regidor Rivero y algún otro de los

el

guardaron profundo

silencio;

los

demás concurrentes

visto lo

cual

j»or

Iturri-

á la junta, explicando antes lo

garay, determinó dar

fin

que había dicho en

la

reunión anterior y asegurando que

no fué su ánimo

amenazar á ningún

junta, pues cada uno de ración,

miembro de

ellos era digno

y que sus expresiones

la

de su conside-

se dirigieron contra los

MÉXICO i TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Preciso es resumir las pretensiones de los diversos

autores de los anónimos que diariamente recibía, llenando

de amargura sus últimos años y haciéndole desear

el

partidos que á la sazón se agitaban con tan inusitado

goee de una vida tranquila, ya en su ocaso, y que

ardimiento.

contrastaban tantos cuidados y crueles desazones.

germinaron

.'

La junta

pues,

terminó,

como todas

que

las

la

'5S

sus

El ayuntamiento de México, en cuyo seno los

primeros planes de emancipación, velaba

aspiraciones

con la pretensión de restablecer las

habían precedido: todas las cuestiones se movieron en

cortes ó reuniones de los procuradores de las ciudades,

y ninguna quedó resuelta, dejándolo todo pendiente para la próxima reunión, que ya no tuvo efecto por los

con las mismas facultades que les daban las viejas leyes

graves acontecimientos que ocurrieron á pocos días, y que cambiaron sensiblemente la situación difícil y anó-

pretendía que ejerciesen en esta ocasión,

ella

mala que guardaba

la

Nueva España desde

los primeros

Don Miguel Domínguez,

en SU beneficio todos en

,

elementos que

le

afirmasen en

Villaurrutia,

un poder absoluto, y opinaba porque

asamblea

esa

ayuntamientos

nentes

los

quería un congreso consultivo que le dejase

el ejercicio de

formasen

para nombrar tutores

del

del cautiverio del soberano legítimo,

rey menor, y y con motivo

todas las atribu-

ciones de una asamblea de una nación independiente.

El virey Iturrigaray, siguiendo su propósito de allegar

días de 1808.

su puesto

de Castilla

de las

sólo

procuradores

los

capitales.

El alcalde

de

de

los

corte

hombre de rectas intenciones y de emi^ como antes hemos dicho, y que

cualidades

figuró con distinción en la época de

que vamos tratando,

corregidor de Querétaro

una representación por estamentos ó clases gidor de Querétaro, al

i.

El corre-

don Miguel Domínguez, disputaba

ayuntamiento de México, en una representación que

dirigió al virey,

el

derecho conque aquella corporación

pretendía hacerse representante de

Nueva España, y

pretendía que el congreso se formase de los tres brazos,

nobleza, clero y estado llano fuerte por la riqueza

y por

2.

El partido español,

la posición,

penetrando los

el

designios de los mexicanos y la tendencia del virey á

poder absoluto del virey, despojándole del manejo de los

favorecerlos, teniendo á su cabeza á los miembros de la

caudales públicos y quitándole toda intervención en la justicia; que se estableciera una junta de gobierno y

Audiencia y las demás autoridades constituidas, espa-

pretendía

que

el

proyectado

congreso

restringiese

' Véase informe del ayuntamiento de Guatemala en la Colección de documentos para la historia de la Independencia, por don Juan Hernández y Dávalos, tomo II, pág. 130, núm. 63.

En el tomo I de la Recolución de Nueva España, por don Servando Teresa de Mier, págs. 112 á 116, se hallan consignados estos 1

principios. '

Véase Alamón en su Historia de México, tomo

pág. 233.

I,

cap.

V,

MÉXICO X TBAVÉS DE LOS SIGLOS

66

ñolas casi todas, contrarestó hasta entonces los proyectos

de

los

que ya consideraba como enemigos

;

y cuando

vio

sucesos que pronto vamos á relatar. salieron los oidores Aguirre

Entre

ellos

sobre-

y Bataller, quienes pene-

poder de éstos se aumentaba y que á la par de éste crecía también su audacia, entró en el proyecto

trados de que el Acuerdo no llegaría nunca hasta deponer

de deshacerse del virey y remover por este medio

oidores sus designios, con excepción de varios españoles

que

el

principal el

el

y poderoso apoyo que por entonces contaba

que en

él

damente,

naciente partido mexicano.

La

violentamente

fuerza de los españoles tenía por base la pro-

como se ha

tección de la Audiencia que

,

tenazmente á las medidas

políticas

visto, opúsose

y á

los

cambios

lo

Iturrigaray,

ocultaron

al

de

cuerpo

había, á quienes procuraban sondear anticipa-

y hallando

buscaban,

Por

á

los

en

de la

hicieron partícipes

demás, aunque no se

disposiciones

las

ellos

les ocultaba

que

conspiración.

que

el

Acuerdo

no cooperaría al proyecto, creían con razón que una vez cuerpo

intentados á la administración que patrocinaba el virey.

realizado éste,

Sin embargo, preciso es distinguir la acción individual

de complicidad en él, sostendría la separación del virey

de algunos de los miembros de aquel alto cuerpo en los

como nna medida altamente necesaria

Don

Nuevos incidentes vinieron á precipitar

la explosión

de las pasiones, por tanto tiempo contenida. de mariscal de campo conferido

al

Gabriel

El empleo

comandante don García

Dávila, que estaba á la cabeza de las tropas acantonadas

en Jalapa,

el

de administrador de aduanas de México á

J.

sin

que pudiera acusarse

apercibidas las teas para quemar el venerado santuario

de Guadalupe,

dando

así

lúgubre comienzo á su domi-

nación, y se propalaba que ya se tenían escogidos los títulos nobiliarios

la familia

misma

que deberían llevar

del camino

á la sociedad en constante zozobra.

lasen en su contra los cargos

más graves, pues de

allí

mayoría de

miembros de

los

del presunto dominador.

invenciones que hallaban

fueron motivos para que los enemigos del virey propa-

'.

de Yermo

don José María Lazo, y la concesión de una fuerte suma al consulado de Veracruz para continuar la construcción carretero entre aquel puerto y la capital,

al alto

la población

fácil

Rumores

é

acogida en la inmensa

y que contribuían á mantener Y más y más se

acrecentó la alarma del partido español al saberse que el

virey había ordenado á su íntimo amigo, el coronel

se servían para citar como ejemplares del poder absoluto

don Ignacio Obregón, que se trasladase con su regimiento

que empezaba á ejercer

de dragones desde Aguascalientes á México, y que al cuerpo de infantería de Celaya lo separaba del acanto-

lizóse la idea de

el

odiado funcionario.

Genera-

que trataba de gobernar sin dependencia

de la corte de España

;

corrió entre el vulgo el absurdo »

rumor, inventado por

el

odio,

de que

el

virey tenía ya

México y

pág. 341.

siís

recoÍMc(o/¡e.«,

por

J.

M.

L.

Mora, tomo

111,

.

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS namiento de Jalapa para concentrarlo también

en

la

capital

revolución hecha en la capital sería seguramente deci-

Pero faltaba entre aquellos ricos comerciantes y que temblaban á la idea de pagar

siva.

Entonces

comprendió

español

partido

el

que era

57

pretensiosos togados

,

hombre que condujese

preciso adelantarse á la llegada de esas tropas, asestando

con sus cabezas la intentona,

golpe que de antemano tenía preparado, y quitando de enmedio al que consideraban como el principal apoyo

el

Este hombre, empero, no tardó en ser hallado y fué

de los que intentaban proclamar la independencia de la

don Gabriel J. de Yermo, vizcaíno acaudalado, de edad

el

colonia.

Jabat,

Aguirre y

dado

golpe

el

comisionado de

la

junta de Sevilla

estaban persuadidos, y con razón, á

cabeza

la

del

gobierno

de que un

desconcertaria

todas las fuerzas conque éste contara, y de que una

movimiento con

el

energía y valor indispensables.

la

madura, propietario de extensos y valiosos ingenios en el valle de Cuernavaca, y que era tenido en grande estima

de

la

entre

sus

compatriotas

por

capital

su

vida

y

comerciantes

los

laboriosa

,

su

espíritu

Don Pedra^Garibay

de empresa, y su

notable

acción

de

dar libertad á

algunos centenares de esclavos que tenía en sus haciendas para celebrar dignamente

mayor.

el

nacimiento de su hijo

Solicitado por los conjurados,

en adherirse

al

más en su propósito

fortificarse

no tardó mucho

proyecto que éstos le sometieron, y para consultó

con

varios

y pasó algunos días retirado en el convento Merced, después de lo cual Yermo declaró á los

eclesiásticos

de la

conspiradores que estaba pronto á acaudillar

movi-

si

no se adoptaba una resolución extrema

Nueva España

se perdía; pero que el movimiento que

miento, porque la

el

para

ello

se produjera

no

debería

satisfacer

resenti-

mientos, ni saciar venganzas, ni derramar sangre. T.

III.

-8.

Resuelto

que

el

el

golpe

,

tomáronse todas las disposiciones

caso demandaba.

palacio

y apoderarse de

El día señalado para asaltar

el

persona del virey fué

14

la

de setiembre de 1808, pues se sabía que

el

17 debía

el

entrar en la capital el primer batallón del regimiento de

Celaya, y varios indicios hacían nacer en los conjurados la

sospecha de que algo se había traspirado

atrevidos designios.

de

sus

Avisos misteriosos recibió Iturri-

garay en esos días, pero no les dio entero crédito y sólo adoptó algunas medidas ineficaces de seguridad.

El plan de oficiales

la conspiración consistía

en ganar á los

de la guardia de palacio, formado del regimiento

de infantería del Comercio.

Una vez dueños de

la

entrad»

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

58

se prometían reducir fácilmente á un destacamento de artilleros

interior

y de

los

De

familia

y un piquete de caballería, alojados del vasto edificio, y luego apoderarse del virey miembros de su

y se reunió á

el

de

este plan tuvieron anticipada noticia el arzobispo

que en

capital se tramaba;

la

el

Fernández

Jáuregui

de

varios

el

virey y del

Junta Central, quizás no encontró por entonces otro

la

medio que

empleado por Yermo para salvar

el

de su comisión

noche del 15, pues

el

que cubrió

la guardia

los objetos

'.

Aplazóse, sin embargo,

la

de

Juan

Gallo, jefe de

Garrido,

14 rehusó dar

muerto en

día

la

fachada del

edificio,

Era que

la

numeroso y sombrío que se apiñaba en torno de la puerta principal. Ningún mal hicieron esos disparos, y uno de los conspiradores marchó rápidamente sobre el centinela

el

extremo norte de

cuidado éstos, hacía fuego sobre aquel grupo

habían

palacio para la

puerta

el

guardia de ese departamento del palacio, y de la que no

el asalto al

capitán don

la

disparados de la cárcel de corte situada

detuvieron por un momento á los asaltantes.

informe que á favor de éste envió algún tiempo después

á

sonar las doce

no opusieron resistencia, cuando

su jefe,

tiros

entonces en

no ignoraba la conspiración,

pues á pesar de su íntimo parentesco con

al

en cumplimiento de las órdenes que habían

,

recibido de

comisionado de la

se cree que su compañero

y aun

la

El grupo entero se dirigió entonces á

noche.

centinelas

junta de Sevilla, don Juan Jabat, era uno de los más ardientes conjurados

la

de

en

situada

de Cordobanes y Santo Domingo,

demás conspiradores

los

Diez

Saturnino

José

habitación,

casa

su

puerta principal del palacio; ya iba á entrar, pues los

de México y los oidores más importantes de la Audiencia; el comercio de Veracruz tenía también conocimiento de lo

de

salió

esquina de las calles

familia.

don

eclesiástico

al

SoUano,

en

la

la

guardia

de

cárcel

Miguel

llamado

,

y descargando sobre él sus armas, le dejó el sitio. Libres ya de este peligro, y abierta

puerta principal, los conjurados se precipitaron como

un torrente ocupando patios y escaleras, y dominando fácilmente á los piquetes de caballería y artillería que había en

Yermo

el interior.

se situó en la sala llamada

de Alabarderos y desde allí daba sus órdenes: un grupo numeroso, conducido por don José Antonio Salaberría, teniente

virey,

quien

Lozano, se dirigió de

levantó

se

preguntando

quién

un

urbano de México, y por

escuadrón

del

relojero llamado Roblejo

era

su

lecho

cuarto del

sobresaltado

y

aquel movimiento.

de

jefe

el

al

y ya más tranquilo al oír el nombre de Yermo, no hizo resistencia ninguna y entregó las llaves que guardaban sus papeles al conjurado Lozano. Satisfecha su pregunta,

Facsímile de

la

Arma de don Pedro Garibay

entrada á los conspiradores, aunque prometió guardar secreto bajo la fe de caballero.

conjurados

Más

accesible fué el que

don Santiago García, quien dio oídos á

le sucedió,

y

al

de

teniente

la

los

misma compañía de

Acto continuo se hijos,

al

edificio

le

llevó

en un coche con dos de sus

de la Inquisición, encerrándolos en la

habitación del inquisidor Prado y Obejero, en tanto

y dos de sus

la vireina

hijos, los

que

más pequeños, eran

guardia, don Rafael Ondraeta, por quien se dejó per-

conducidos

suadir de que en aquellos momentos debía posponer su

primera algunos insultos de parte de sus aprehensores.

fidelidad al virey á la

soberano,

cuyos

que estaba obligado á guardar

al

dominios corrían peligro de perderse

para siempre.

Vencida

mayor parte

De

al

Apenas

convento de San Bernardo no sin sufrir la

el

virey y su familia estuvieron en poder

de los conjurados, Aguirre y Bataller procuraron reunir

en la sala del Acuerdo á así la principal

dificultad.

Yermo

dedicó la

de México

y

los

demás oidores,

al arzobispo

á otras autoridades respetables, quienes

15 á los preparativos del asalto.

declararon á Iturrigaray separado del mando. El partido

acuerdo con los principales conjurados señaló para

español deseaba que la Audiencia, entre cuyos miembros

del día

ello

una hora avanzada de

de

la

capital

se

la

hallasen

noche en que los habitantes

se contaban

sepultados

superior del reino

en

el

sueño,

y

sus principales jefes, ,

y

los oidores

,

asumiese

en efecto

,

el

mando

no pi-eten-

designó por punto de reunión los portales de Mercaderes

dían otra cosa; pero unos y otros, aun en medio de la

y de

vireinal.

embriaguez de su reciente y completa victoria, trataron

hora fijada, once y media de la noche, trescientos

de salvar las apariencias: convinieron, en virtud de una

A

la

las

Flores,

sitios

próximos

palacio

al

dependientes del comercio, poco más ó menos, y que fueron llegando á los portales por distintas direcciones,

real orden

formaron numerosos grupos y esperaron en silencio

antiguo, confiar el cargo al mariscal de

jefe que debía encabezarlos.

Y'ermo no se hizo aguardar

mucho tiempo, y después de '

al

dejar

HUtoria de Méxicf, por Alumán, lomo

I,

llamar al

expedida en octubre de 1806 y que prevenía mando, en defecto del virey, al militar más

Garibay, mientras se abría

el pliego

campo don Pedro

de providencia; y

encomendada su

esto último no llegó á efectuarse,

rop. VI, pág. 24t.

opinión de que siendo nombrado el sucesor en

porque prevaleció el

la

pliego

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS por

el

ministro Godoy, pudiera suceder que

designado

el

fuese alguno de los parciales del favorito caído, á quien

no convendría elevar á tan alto puesto como era

de

el

virey.

59

Acuerdo, y en él fui instruido de que for %in movimiento fofular, se hallaba detenido en una de las piezas de este

palacio

real

Era

el

nuevo gobernante de Nueva España un

también conducido,

en la colonia, de escasa inteligencia y medroso carácter;

y demás autoridades.

pero precisamente por esto

el

hombre que más convenía

había recaído en mí jurado en

misma noche

por la junta á prestar

juramento de

el

fué llamado

estilo,

de modo

amanecer del día 16 de setiembre de 1808

habitantes

de

capital

la

supieron

asombro

con

los

que

Sr.

con

la

D. José de

anuencia que

En

el

Señor arzobispo

Illmo.

consecuencia, se

me

que

dijo

con arreglo á la real orden de 30 de Octubre de 1806,

como

dócil instrumento. Aquella

como

así

á los miembros del Acuerdo para ser dirigido por ellos

al

Exmo.

prestó en la precedente noche el Real Acuerdo, que fué

anciano septuagenario, que había hecho su carrera militar

que

el

Iturrigaray y separado del mando,

y.á

noticia

mando, y habiéndolo aceptado y lo participo á V. E. para su

el

mismo

el

acto,

de que en esta inteligencia dirija las

fin

correspondencias del servicio conforme á lo prevenido en la citada soberana disposición.

— Pedro

— Dios etc. Setiem— «La proclama

algunas horas antes una revolución había derribado á

bre 16

Iturrigaray y elevado al decrépito don Pedro Garibay.

adjunta instruirá á V. E. de todo lo que acaba de ocurrir

mayor fué

Pero

asombro

su

cuando leyeron

la

siguiente proclama de la Audiencia en que se aseguraba al

pueblo de México que

él

era quien se había apoderado

sidad no está sujeta á las leyes comunes.

mando

ha apoderado de

la

pedido imperiosamente utilidad

su

conveniencia

y

noche precedente á

ha convocado en la

general:

este

por razones de

separación

día

real

al

urgencia, y dando por separado del recaído, conforme á

de 1806, en

el

la

mando á dicho

real orden de 30 de Octubre

Don Pedro Garibay,

mariscal

virey,

ínterin

se

procede á la abertura de los pliegos de providencia;

mando manda por ahora un

está ya en posesión del quilos; os

conocéis por su probidad. del Real

sosegaos

;

,

estad tran-

jefe acreditado á quien

Descansad sobre

la vigilancia

Acuerdo: todo cederá en vuestro beneficio;

las

inquietudes no podrán servir sino de dividir los ánimos

y de causar daños que acaso serán irremediables.

Todo

esta

,

me

noticia lo

reconozca

ningún modo

ella la el

mayor quietud,

sosiego público.

autoridades, Francisco Jiménez.

Por su parte,

el

siguientes documentos: '

Gaceta extraordinaria de México, de

Dios

que se altere de

etc.

Setiembre 16

El partido español, que con tanto tesón se había un historiador la

^,

reconocía

voluntad del pueblo.

en actos

congreso, dice

tumultuarios

la

Los autores del movimiento

que acababa de estallar atribuían

pueblo su obra,

al

meditada con energía.

calma y llevada á cabo con rapidez y El pueblo, pues, sabía por vez primera que si

en los sucesos que acaecieron en aquella noche memorable él

no había tenido ningún participio, á

él

correspondía,

según confesión de sus mismos dominadores, .de

derecho

derribar á los altos mandatarios y de sustituirlos por

sus elegidos.

el

el

¡Preciosa confesión arrancada en aquellos la

imponen á

irresistible

fuerza de ciertos

los partidos políticos, ó por

aturdimiento de la victoria, fácil y completa,

acababa de alcanzar

el

que

que se venía oponiendo desde

hacía seis meses á las pretensiones encubiertas de los

r,

nuevo virey mandó publicar

«Me acaban

y

de su

y actividad haga

sin

opuesto hasta entonces á la reunión del

principios que se



la provincia

de 1808."

momentos solemnes por

Real Acuerdo, limo. Sr. Arzobispo y demás

del reino:

como corresponde,

sino para que con todo su celo

que haya en

y demás autoridades que han concurrido. México, 16 de Setiembre de 1808. Por mandato del Exmo. Sr. presiel

mando

el

mismo hagan en toda

os lo asegura el expresado jefe interino, el real Acuerdo,

dente con

. Véase este documento en la Colección de J E. Hernández Dávalos, tomo II, págs. 51 y siguientes. Proclama de los tlaxcultecas de 4 de junio de 1810.



MÉXICO 1 TBAATÉS DE LOS SIGLOS

82

de la vasta Nueva España, armando á sus habitantes

destrucción de casi todos los buques anclados á la sazón

unos contra otros, sembrando ruinas y desolación en su

en la encrespada bahía.

tea de la discordia, un desencadenado huracán que sopló

La Regencia de Cádiz, que á poco de confiar el gobierno de Nueva España á la Audiencia de México

durante la noche del 19 de agostó azotó con espantosa

hubo de deplorar

suelo

fértilísimo

furia

y sacudiendo en todas

de ambos

costas

las

asiento á la

levantando á

mares

mayor parte de tal

extremo

las

las

,

direcciones la

arrancando

de

su

casas de Acapulco, y

ondas del Golfo Mexicano

que en Veracruz se llegó á temer que

el caserío viniese

desacertado de su resolución, ocu-

lo

póse diligentemente en hallar puesto tan

difícil

el

hombre á propósito para

é importante. Creyó encontrarlo en don

Francisco Javier de Venegas, y este fué

que á bordo de

la fragata

Atocha

nuevo

el

vii'ey

llegó el 25 de agosto

morir bajo sus escombros á los cons-

de 1810 á las aguas de Veracruz, apenas calmadas del

ternados habitantes, quienes presenciaban impotentes la

impetuoso huracán que las había revuelto pocos días antes.

á tierra é hiciese

Don Francisco

Era de la

nuevo y elevado funcionario caballero profeso orden de Calatrava y teniente general de los

ejércitos

el

españoles, cuyo grado alcanzó,

servicios en las el

armas como por

Javier de Venegas

del

agració

de su

España.

la protección

tío

de

durante la lucha contra

Regencia.

la la

Verdad es que

invasión francesa, época en

activo diósele

empleo cuando

este

tanto por sus

con

el

gobierno de Cádiz, y ejercía

favor del regente Saavedra lo

el

muy

el

importante

Venegas estaba entonces en

ministro de la Junta Central Saavedra, quien á la

sazón era miembro

mando

de

carácter

amargos

imperioso

recuerdos

en

,

la

de

medianía de la edad;

desconfiado

sus

y

memoria de su incansable actividad en

mente desgraciado:

los negocios,

mando de una

división formada

bres,

vencido

probidad y honradez como gobernante.

Castilla la

Uclés, y luego,

Nueva, sufrió

una completa rota en

los

el

al

frente del

ejército

de

11 de agosto del año anterior

campos de Almonacid. Retirado

tar,

así el

dejó

,

como

la

despacho de

de su conocimiento certero de los hom-

de las reliquias del ejército desbaratado en Tudela fué en

áspero

subalternos

que obtuvo rápidos ascensos, Venegas fué constanteal

de Nueva

virey

de su habilidad para allegar recursos, y de su

sencillo

Su

traje

mili-

y severo en comparación de los lujosos llamó mucho la aten-

que vestían los otros vireyes,



: :

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

como su peinado y barba,

ción de sus gobernados, así

y

su aire ceñudo

musa popular para zaherir

inspiración la

nante

y despegado, hallando en todo esto nuevo gober-

al

1.

puerto hasta la

el

con la intención de instruirse,

más

lo

de la situación de la colonia antes de recibir

En

dándoles

cuenta de los últimos hechos de armas en la península y pidiendo los auxilios necesarios para conti-

nuar la guerra

;

leyóse en seguida un proyecto presentado

por los fiscales para efectuar un donativo que había de

Este marchó lentamente desde capital

83

Perote se

posible,

mando.

el

colectarse por clases

aprobado

en

luego

viejo

el

la

y profesiones, cuyo proyecto fué misma sesión suscribiéndose desde ,

arzobispo

con

treinta

mil

pesos

el

,

informó por primera vez de los rumores

arcediano Beristain con una sortija que llevaba en uno

que corrían respecto de una sublevación que estaba á

de sus dedos, valuada en mil doscientos pesos, y otros con sumas importantes aunque inferiores á los dos

le

punto de estallar en

el

interior

de

colonia,

la

y á su

,

donativos que acabamos de mencionar; por último, dióse

cuenta

/

de

las

gracias

y mercedes que

Eegencia

la

concedía á diversas personas por los donativos, prés-

'^^^^^^^

tamos y otros servicios hechos, decía la nota, -por la justa causa de la ])atria, del rey y de la religión 1. Premiábase, en efecto, con cruces de la orden de

Facsímile de la

Arma de don Francisco

Carlos ni,

Javier de Venegas

con títulos de Castilla y con otros honores,

grados y distinciones á casi todos los principales fautores paso por Puebla trató de política con

y con Flon.

el

intendente de la provincia,

el

Llegó á la

villa

y ese mismo día supremo haciendo

le

de Guadalupe entregó

al

,

el

obispo Campillo

de la prisión de Iturrigaray,

don Manuel de

demandas de

13 de setiembre,

Audiencia

la

día siguiente

el

mando

su entrada en la

capital con la solemnidad hasta entonces usada.

Apenas instalado Venegas, convocó para setiembre

una numerosa

efecto, se reunió

del palacio.

A

día señalado

el

los

el

en

que

,

asiento el

arzobispo Lizana, el ex-virey don Pedro Garibay y don

José

de

Bustamante,

general nombrado para

capitán

Guatemala.

Los oidores de

Castilla, las

más encumbradas dignidades

los

prelados

la

Audiencia, los títulos de

de las órdenes religiosas

Cortes que se hallaban en la capital,

,

eclesiásticas

y

los diputados á

los jefes militares

de alta graduación, y de oficina, y varios propietarios

y comerciantes llenaban profunda

atención

la

la

vasta sala, y oyeron con

lectura

de

documentos,

varios

ordenada por Venegas.

Dióse principio con

proclama

la

dirigida

por

Regencia á

los

susceptibilidad de los

la

americanos.

en

lo

más vivo

Era, en

efecto,

demostraciones los odios y los rencores de los partidos.

hizo á algunos

sintió

como ofensa propia

de sus prohombres

,

la

que

excluyéndoles

de

en

salón principal

el

virey tomaron

lados del

18 de

que unido á las nuevas

poco cuerdo por parte de la Regencia renovar con estas

El de los americanos

imponente junta

é

la

lo

auxilios pecuniarios, irritó

de una

americanos

í «Nota de las gracias que el Rey nuestro Señor Don Fernando VII, y en su nombre el Consejo de Regencia de España é Indias, ha concedido d diferentes sujetos de la capital que se han distinguido por sus donatieos, préstamos y noble entusiasmo por lajusta causa de la patria, del rey y de la religión: ^Títulos de Castilla: don Gabriel de Yermo, don Diego de Agreda, don Sebastián de las Heras Soto, don Josef Mariano Fagoaga. — Honores de alcalde del crimere.- don Antonio Rodríguez Velasco, don Juan Martín de Juan Martiñena. — Honores de inquisidor de México: El marqués de Castañiza, el padre don Matías Monteagudo, don Manuel de Lardizábal. — Honores del tribunal y audiencia de cuentas de México: don Antonio Méndez Prieto. Tratamiento de Señoría de palabra y por escrito: á las dignidades que son y fueren de la iglesia metropolitana de México y á los canónigos que obtienen y obtuvieren las canonjías doctoral, penitenciaria, lectoral y magistral. Honores de comisario ordenador de los reales ejércitos: don Manuel Sáenz de Santa María, don Juan



Díaz González, don Domingo Lardizábal, don Rafael Lardizábal.

Honores de comisario de guerra: don Simón de la Torre y Albornoz, don Josef Ruiz de la Barcena, don Fernando Hermosa, don Pedro Noriega. Grado de coronel de milicias: al teniente coronel de las de México, don Josef Ignacio de la Peza. — Grado de coronel de milicias urbanas: al teniente coronel del regimiento del comercio, don Gabriel de Iturbe é Iraeta. — Grado de coronel de ejército: al capitán don Marcelo de Ansa. — El grado inmediato á los individuos del cuerpo de milicias de México, don Antonio Terán, don Manuel Urquiaga, don Francisco Villatorre, don Juan Gallo, el conde de la Cortina, don Josef Manuel Salaverría, don Salvador Ondraeta. Recomendación para prebendas en las primeras cacantes de la metropolitana de México: á don Josef Saturnino Diez de Sollano. •»Nota. Ha acordado S. M. igualmente que don Esteban Vélez de Escalante, don Juan Bulnes Villar y don Francisco Alonso Terán propongan destinos ó condecoraciones, pues S. M. los atenderá, y ofrece igualmente tener presente para un empleo al referido don



Entre los pasquines que se fijaron en las puertas del palacio de México en los primeros días del gobierno de Venegas, decia uno: •

Honores de intendente de prooincia: á don Andrés de Mendívil y Amirola.» (Véase este documento en la CoíeccW/i de Hernández Dávalos,

tomo

II,

pág. 59).

Mf:XICO i TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS

84 aquella

vejamen

lluvia el

mercedes, y estimó

de

premio

bando contrario.

otorgado á los más exaltados del

El alcalde de corte Villaurrutia no

estuvo

comprendido entre

por

contrario,

el

cual se reputó

como

también

los

agraciados;

nombrósele,

oidor de la Audiencia de Sevilla, lo

la

estimación

Yermo, por motivos de título

motivos

,

general

interés

de Castilla que se

iguales

recibió su jubilación, el

le

tampoco

de

que

era

objeto.

particular, no admitió el

había concedido, y quiso

aceptarlo

si

no por

don

José

que venía

siendo

don Guillermo de

pasando á ocupar su su émulo y antiguo

Aguirre

,

alto puesto

competidor,

quien murió poco

tiempo

después.

como un destierro disimulado; de suerte

que esta saña contra tan ilustre ciudadano aumentó sus méritos y

Mariano Fagoaga. El regente Catani, en vez de premio,

Inaugurada

así

su

administración,

Venegas tuvo

desde luego que aplicar toda su energía á combatir

más formidable de conmover de

el suelo

haber recibido

proclamaba

la

las

revoluciones

de Nueva España. el

mando

el

independencia en

el

que

Dos

habían

la

de

días después

nuevo virey

,

Hidalgo

pueblo de Dolores.

——

CAPÍTULO

VII —





Elementos que produjeron la revolución. Conspiración de Querétaro. El corregidor don Miguel Domínguez. Su esposa doña María Josefa Ortiz. Personas comprometidas en la conspiración. Hidalgo, su origen, su nacimiento, sus primeros años. Sus estudios.









San Nicolás de Valladolid Ocupa el curato de Dolores. — Su dedicación á la agricuIUira y á la industria. — Sus opiniones políticas y religiosas. — La Inquisición le forma causa secreta en 1800. —Allende, su origen, su nacimiento, sus cualidades. — Aldama. — Abasólo. — Hidalgo promovedor y director déla revolución. Testimonios y razones á favor de Hidalgo. Testimonio de fray Gregorio de la Concepción. — Juntas de San Miguel. Dificultad para fijar el principio de éstas y de las que posteEjerce

el

rectorado en

el

colegio de







Plan de independencia — Preparativos de Hidalgo para proclamarla el 1.° de octubre.— Denuncias de Galván y otros — Denuncia de Arias en Querétaro. Ochoa y Alonso informan de la conspiración al nuevo virey Venegas. — Otra denuncia ante el cura de Querétaro, don Rafael Gil de León. Procede el corregidor á la prisión de los conspiradores riormente se establecieron en Querétaro.





— El

— La esposa de éste, doña María Josefa Ortiz, envía á — Prisión simulada de Arias. — Prisiones del corregidor, de su esposa y y de casi todos los conspiradores residentes en Querétaro. — Denuncia de Garrido en Guanajuato. — El intendente Riaño da- orden de prisión contra Allende y Aldama y manda vigilar á Hidalgo. — Rumores que inquietan al cura de Dolores. — Llama á Allende. González.

Allende

escribano Domínguez frustra los proyectos del corregidor.

noticia de que la conjuración ha sido descubierta.

la

El emisario de la señora Ortiz

no encontrando á Allende en San Miguel, informa á Aldama de

violentamente Aldama para Dolores. Deciden los dos primeros proclamar

Proclamación de

la

retroceder un tanto para abrazar

extensión los graves

sucesos que debían

cambiar la faz de Nueva España preparándola

goce

al

de sus libres destinos.

la

ambición

sombra

personal

de Iturrigaray

para alcanzar á su

conquista de sus ideales, y que á la caída

la

de éste se apartó por un momento de la escena para reaparecer poco después animado de mayor ardimiento y

Hemos procurado que se formaba

analizar los varios elementos

población de la

más

de

valiosa é impor-

aleccionado

por

la

experiencia

;

y hemos

dolid

antagonismos profundos j de rivalidades enconosas que

resuelto á entrar en lucha abierta con el

pondrían en choque abierto, llegada

que se afianzaba en

esos irreconciliables elementos;

con alguna extensión

nuestro

revolución

la

,

América

de

países

los

',

continente

sujetos

la

tierra

,

al

las

y en seguida

la

en

aparición de

revolución

libres

francesa

derechos

consecuencias

las

naturales,

que produjeron en las colonias

irresistibles

de

estrepitosa

la

y proclamando el justicia y del derecho; nos hemos

demostrar

en

esforzado

del

Carlos

pueblo

IV,

la

esprñol

la

reivindicación al

sentirse

caída

de

los

entregado

á un dominador extraño, y su alzamiento heroico contra la

opresión y la violencia;

hemos seguido,

ningún detalle de importancia, partido

que

realizar la '

Véase

la lenta

sin

omitir

cap. H.

el

dominio

ese

mismo

partido,

robusto poder

de trescientos

años.

Existían, pues, todos los elementos que eran indispen-

de

este

suelo;

necesidades

no

odio concentrado

satisfechas,

antes no era dable que se hiciesen sentir,

y que

si

llegaron á

cobrar irresistible intensidad desde la propagación de los

nuevos principios;

la

causa misma, noble y buena,

que tenía un altar en todos

los

corazones generosos

;

la

experiencia adquirida durante los postreros tiempos del virey Iturrigaray la

suprema

y que indicaba como más

apelación

la por último armas empeñada entonces en lucha

á las

situación de la metrópoli,

recto sendero

;

,

el hombre y la nación que alcanzaban renombre de invencibles tras una serie de

tremenda con universal

prodigiosas victorias

i.

Faltaba, empero, hasta entonces

formación de un

abrigando la noble y justa aspiración de independencia de la patria supo halagar la

el

de

persistente

contra la dominación en gran parte de los pobladores

español,

inglesas

difundiendo los principios de libertad

advenimiento de

acción

dominio

demás naciones la

,

la

sables para producir una revolución:

colonias

las

por

,

que ejercieron en

que terminó con

,

un pueblo portentoso entre de

hemos expuesto, quizás

la influencia

de

hora oportuna, á

la

visto

último, revelarse en la conspiración abortada de Valla-

tante de las colonias españolas para hallar las causas de

primero

—Sale

independencia.

Debemos ahora en toda su

Querétaro

las prisiones de

— Conferencia de Hidalgo, Allende y Aldama en las primeras horas del 16 de setiembre de 1810. — la independencia. — Prisión de los españoles residentes en Dolores. — Arenga de Hidalgo.

< Alemán, al explicarlos orígenes de la revolución, se expresa con estos términos: «Hanse alegado también las razones generales del derecho imprescriptible que tienen las naciones para reclamar en cualquier tiempo su independencia y libertad cuando las han perdido: de la imposibilidad é inconvenientes que ofrecía el que unas

MÉXICO Á TBAvis DE LOS SIGLOS

86

hombre bastante esforzado que concentrando en sí tantas aspiraciones, se lanzara el primero al combate y

mos cuan primero, en

el

al sacrificio.

Querétaro.

Existe,

el

La

conspiración

de

sofocada

Valladolid,

el

del siguiente año. Los que comprometidos en

fueron tratados con lenidad por

el

la

fecundo y admirablemente

en

más

recóndito

después

del

liogar,

;

primero

,

en

lo

luego en íntimas reuniones,

en las tertulias de la

época

,

Valladolid

discutíanse

los

de esta última ciudad y los que

Querétaro,

tenía

cial,

por

corregidor

don Miguel Domínguez,

á

hombre distinguido por su saber,

integridad y virtudes,

quien ejercía aquel importante empleo desde la

Marquina, justo apreciador de

del virey

secciones del gobierno

aparecen, sin embargo, comprendidos

en

el

corregimiento

le

época

las dotes desple-

mayor en una de

oficial

las

Su rectitud y probidad atrajeron, sin embargo, la avervireinal.

desde luego en la conspiración de Querétaro los que

sión de aquellos cuyos abusos reprimía con

figuraron en la de Valladolid; esta abstención se explica

gica,

por la vigilancia á que se vieron sometidos desde

de

el

de

Guanajuato, aunque gobernada por un magistrado espe-

gadas por Domínguez como

No

meses

últimos

los

de la de México y comprendida en la intendencia

romper para siempre aquella dependencia á que estaba sujeto.

en

ciudad situada á sesenta leguas escasas

graves asuntos públicos ligándolos con la aspiración de

México

de

las juntas

conexión entre los trabajos

intentaron

se

del

el

de 1809.

primera

gobierno del arzobispo

preparado

pues,

de los conspiradores

Lizana, lejos de desistir de sus primitivos propósitos y de ocultar sus tendencias, propagábanlos en terreno

todo

movimiento que se derivó de

fines

preludio de la que se formó en Querétaro en el curso

participio, sobre

su

fué

como

á

de 1809 (21 de diciembre), puede ser considerada

activo

mano enér-

contándose entre ellos á los amos de los obrajes

pan,

que

siempre

hallaban

digno

al

funcionario

momento en que fueron descubiertos, pero no deben

dispuesto á impartir poderosa protección á los infelices

echarse al olvido sus servicios ni los méritos que adqui-

trabajadores que en esos establecimientos eran tratados

á manera

@.OTn

^ue^

de

Las gentes honradas

esclavos.

inmensa mayoría

estimaban debidamente

,

en

,

al recto

su

magis-

trado.

La esposa

del corregidor,

doña María Josefa Orti?,

dignísima matrona que había de unir su nombre á la

proclamación Facsímile de la firma de don Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro

como

el

de

numen de

pretexto

mexicana,

independencia

la

patria

la

aparece

en las reuniones que con

de tratar de asuntos puramente literarios se

efectuaban en aquella ciudad, unas veces en la casa rieron á los recuerdos la posteridad.

hemos

de la historia y á la gratitud de

Al hablar de la conjuración de Valladolid

visto que Allende

y Abasólo estaban en estrecha

relación con García Obeso

y Michelena, y pronto vere-

presbítero

abogado Parra.

entusiasmo



sus

dd

la del

Su alma ardiente y tierna cdnfundía en

un mismo sentimiento á

á posesiones tan extensas fuesen regidas desde una metrópoli distante, ó la que se dirigían como una vena inagotable de plata y oro los tesoros d&toda la América, sin enriquecer ni fecundar los países de su procedencia; pero estas razones son las unas insubsistentes y las otras de mera conveniencia. No eran los restos de las naciones que antes dominaron en el país las que promovían la independencia, ni ésta tenía por objeto reponerlas en sus derechos usurpados por la conquista; promovíanla los descendientes de los conquistadores, que no tenían otros derechos que los que les había dado esa misma conquista; contra la cual than declamado con una especie de frenesí imposible de explicar, como si fuesen los herederos de los ])ueblos conquistados y estuviesen en la obligación de vengar agravios. Las razones de conveniencia eran, pues, las únicas que habla y éstas eran decisivas y evidentes; pero cuandn España sa cela invadida por un enemigo de tan ¡jran poder, parecía muy poco generoso pretender apartarse de una nación con la que Méatico habla estado ligada por tres siglos con tan íntimas y estrechas relaciones, negándole los auxilios que pedía en su mayor apuro para fostener una guerra, en que se hallaba empeñada por necesidad, y que se había decidido d hacer por un acto admirable de heroísmo.» Historia de Méwico, tomo I. Hemos copiado el párrafo anterior para dar una ligera idea del criterio conque el historiador Alamán juzga la revolución de independencia. Los juicios y opiniones de este autor son los mismos del partido conservador sobre esta importante materia. Hemos subrayado las frases de que se forma el último argumento de Alamón con el objeto de hacer resallar ese arranque de sentimentalismo que parecerá sincero sólo á los que no conozcan los hechos del historiador como hombre de Estado, y como consejero oficial del presidente Bustamante en 1831.

don José María Sánchez, y otras en

que

dominaba

la

La

contertulianos.

y á

familia

la

patria, y el

la

comunicábase

dama

ilustre

fácilmente

nunca

sintió

más tarde y

entibiarse ni su decisión ni su fe; hundida

por largos años en inmundos calabozos, supo afrontar con entereza

el infortunio, sin

que flaqueara su ánimo esfor-

zado, y sin que se amenguase nunca en ella la esperanza

de ver á México independiente y

Su familia se

libre.

sus hijos quedaron reducidos á la miseria

arruinó,

aunque más tarde una ley de amnistía

le

,

y

devolvió la

libertad, ni á una ni á otros les volvió la fortuna.

Aparte de

los

ya nombrados,

guez y su ilustre consorte,

abogado Parra

,

asistían

el

el

á las

Domín-

corregidor

presbítero

Sánchf-z

reuniones

que

y

en

el

las

casas de estos dos últimos se efectuaban, los abogados

Altamirano y Laso, don Francisco Aranjo,

don Ignacio

Téllez,

Emeterio González,

Gutiérrez,

quien

al

Arias,

del

del

el

regimiento

graduación Baca,

teniente don

de

del de

Sierra

el

regimiento de Celava,

nmndo de un destacamento

poco en (¿uerétaro; gorta,

regidor Villaseñor Cervantes,

el

capitán don Joaquín

don Antonio

don Epigmenio y don

se

hallaba

hat ía

Francisco Lanza-

Gorda;

el

de igual

San Miguel; y algunos otros

:

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS i. Los capitay paisanos de menor importancia nes don Ignacio Allende, don Mariano Abasólo y don

oficiales

Juan Aldama,

del regimiento de dragones

residente en San Miguel el

ya en relación con

visto

de la Keina,

Grande, y á quienes hemos

los conspiradores

de Valladolid,

,

distinguiéndose entre todos los conjurados

el

primero de los tres capitanes que acabamos de nombrar,

y á quien sus correligionarios consideraban como el hombre más á propósito para ejecutar la revolución

tramada, como decía Ochoa en

la

denuncia que dirigió

Empero

,

el

mismo denunciante decía á ese

funcionario que Hidalgo, el

alto

cura del pueblo de Dolores,

autor y director de la revolución proyectada,

dirigirla.

Antes de exponer nuestro juicio sobre esta materia,

daremos á conocer á estos preclaros

caudillos

de

la

independencia de México. Dispersos en la extensa llanura del plan de Pén-

jamo (Estado de Guanajuato) hacia

oriental

la ribera

y no muy distantes de Cuitzeo, álzanse

del rio Turbio,

rancho de San Vicente.

del

sombra se guarecen hoy

Hemos

llegado á un punto

que ha dividido

con

se levanta

comarca con

Ochoa

al

denun-

ciar la conspiración al oidor don Guillermo Aguirre en la siguiente carta, remite la lista de los conspiradores, en la que no están com-

prendidos don Epigmenio y don Emeterio González: Querétaro, setiembre 10 «Señor oidor don Guillermo Aguirre. de 1810, Muy señor mío y de mi primera atención El capitán don Manuel García Arango entregará á V. S. esta en mano propia, junio con una representación á su Alteza la Real Audiencia Gobernadora. »Al indicado capitán Arango, como que es sujeto de mi entera confianzu y dotado de unas luces nada vulgares, he tenido á bien darle eslu comisión, con el encargo de que untes que con otro alguno la trate con V. S. pura que en su virtud disponga V. S. con su alta comprensión lo que sea de fU agrado, tanto en el uso que debe hacer respecto á mi representación á la superioridad de la Real Audiencia como en el osunto principal. » Por sentudo que V. S. no me conoce, aunque sí tuve el honor de visitarlo en su casa una noche con Cancelada. Siempre he profesado á V. S. la-mejor voluntad, en cuya inteligencia mande V. S. lo que guste á su mejor servidor, Q. S. M. B. Juan Ochoa.y> «, Lista remitida por Ochou de los conspiradores en la revolución que se prepara »EI doctur Hidalgo, curu del pueblo de los Dolores.— El capilán Allende, de San Miguel el Grande. El capilán Aldama, de San Miguel el Grande. El capitán N. S. y varios oficiales del mismo regimiento de San Miguel. »De Querétaro: Br. presbítero don José Maria »EI licenciado Altamirano. Don Antonio Téllez Don FranEl licenciado Parra. Sánchez cisco Araujo. — El teniente Baca, de San Miguel el Grande, que al Lojero que tuvo cerería en esta ciudad. presente se halla aquí. » Sospechosos: El licenciado Laso de la Vega, »E1 corregidor de esta ciudad. nativo de Guadakijara y avecindado aquí hace 6 meses, intimo El regidor Villaseñor Cervantes El capiamigo del corregidor tán Arias, del regimiento de Celuya, que hace 4 días se halla en ésta. La mayor parte de los alféreces del batallón de Celaya, que se halla de guarnición en esta ciudad. íQuerétaro, setiembre 10 de 1810 — Rúbrica de Ochoa.» encuentra en el Archivo Nacional, tomo CVIII del ( El original se ramo de Historia).









— —











mismo Ochoa dirigió al virey, el día siguiente, 11 de setiembre, acompañó una lisia de los conspiradores en la que constan los mismos nombres comprendidos en la que denuncia que

el

envió al oidor Aguirre, y además, los siguientes: Don Ignacio Gutiérrez. Don Mariano Galván, escribiente del Don Mariano Hidalgo, cirujano —Don escribano Domínguez. Dos curas de Querétaro, y varios religiosos N. Estrada, boticario.

— —



cuyos nombres ignoraba Ochoa. (El original se hallaenel Archivogeneial de la nación, tomoCVlII del ramo de Historia) véase Colección de Documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo H, págs. 64 y 68.

nombre de rancho

En

porque

viejo,

allí,

de San Vicente antes de 1790,

el

del

Turbio

destruyeron

lo

que hoy

sitio

ese lugar, cubierto de ruinas,

y adonde

se

ha erigido desde hace veinte años un sencillo monumento, vio

la luz

mexicana

^.

primera

el

Padre de

la

Independencia

Nació don Miguel Hidalgo y Costilla

el

8 de

Su padre don Cristóbal Hidalgo y

de 1763.

natural de Tejupilco,

mayo

Costilla,

en la intendencia de México, era

administrador de la hacienda de San Diego Corralejo, la

que pertenecía

el

rancho

á

de San Vicente que

viejo

ocupaba como arrendatario don Antonio Gallaga con dos

y una sobrina llamada Ana María Gallaga;

hijas suyas

con

última casóse don Cristóbal Hidalgo

esta

«En

^

y

el

San Vicente, lugar ahora casa Gallaga y cuna verdadera del extraordinario hombre, está levantado, gracias al civismo de los penjamenses, un monumento que á la vista tenemos: columna toscana que ilustra estos campos como una presea de gloria, y cuyo pedestal lleva la »

recinto del rancho viejo de

el

de ruinas de

la

inscripción siguiente:

Miguel Hidalgo NACIÓ aquí

EL 8 DE MAYO DE 1753





de las cercanías,

obligando á sus moradores á trasladarlo al

:



el

año en que las crecientes

ocupa. El alcalde ordinario de Querétaro don Juan

los pastores

un montecillo de escombros conocido en toda

en efecto, se alzaba

frecuencia á los que de ese período de nuestra historia

Entre las tierras de labor

de éste y circundado de un espeso mezguital, á cuya

la

la

mérito

exclusivamente la gloria de preparai'la y

corresponde

de San Felipe.

A

el

y otros sostienen que á Hidalgo

Allende,

ilustre

al

y que se le había asegurado que este último tenía conmovidas la mayor parte de ese pueblo y de la villa

'

quienes atribuyen todo

varios blancos caseríos, entre los cuales se distingue el

al virey.

era

Hay

han ocupado.

se

de haber iniciado la proclamación de la independencia

iban secretamente á Querétaro y concurrían también á las juntas

87

»La H. junta la erección

del

patriótica de

Pénjamo, á cuyo patriotismo se debe

monumento de San Vicente-Hidalgo,

está

com-

puesta (1865) de las personas cuyos nombres siguen: José Marta Días, Manuel Saaoedra, Francisco Rodrigue;! Gallaga, Antonino Magdalena, Nieees Orijel, Blas Santoyo, Luis Peredo, Antonio Villaseñor Francisco Paul, Buenaventura Galoán , Antonio Ascencio Ignacio Ayala, Pedro Zacanini, José Maria Ayala, Eleuterio Guarnan, Manuel Rodrigue^.:» ("Véase expediente formado por el diputado Rodríguez Gallaga, en la Colección de docurmentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo \\, págs. 455 y siguientes). ' «A mediados del siglo pasado, don Cristóbal Hidalgo y Costilla venido de México, administraba la hacienda de Corralejo. En la sacristía de la capilla de la hacienda se lee aún ^Siendo administrador don Cristóbal Hidalgo y Costilla, de esta hacienda de San Diego Corralejo, se comenzó esta capilla el día dos de marzo de setecientos cincuenta y nuene y se acabó con colateral y pintura el día once de diciembre de mil setecientos sesenta y un años.» »Don Cristóbal deseaba casarse y pasó á vistas á un rancho de la finca que administraba, llamado San Vicente. Este rancho estaba situado al sur del casco de Corralejo, entre la margen oriental del rio Turbio y la hacienda de Cuitzeo de los Naranjos. Todavía hoy lleva el mismo nombre de San Vicente un caserío que está á muy ,

,



,

:

,





MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

88 primer fruto de esta unión fué independencia

tiempo

vio

,

que

,

la

luz

conforme

en casa

El infante fué bautizado en

la

capilla

el

el

con

héroe futuro de la los

de

usos

aquel

misma primera esposa Ana Gallaga tuvo don Hidalgo otros tres descendientes. Hijo de una familia honrada,

de la familia materna.

16 de

mayo

del

mismo año

de Cdtzeo de los Naranjos ^

y de su

Cristóbal

tranquilidad

la

en medio de

criado

campo por una madre humilde y

del

virtuosa, el niño Hidalgo, cuyos primeros años se desli-

zaron en la hacienda de Corralejo, revelaba en sus ojos corta distancia del sitio en que existió el antiguo rancho. Era por aquel tiempo arrendatario de Corralejo y cabeza de rancho en San Vicente, un don Antonio Gallega, que tenia en su familia dos bonitas hijos y una sobrina huérfana. Estimulado por el interés de conocer á las muchachas, hijas de don Antonio, de las que habla recibido informes muy favorables, don Cristóbal Hidalgo visitó un día la casa de Gallaga, en la que fué recibido con todo el aprecio y consideración debidos al que de seguro era administrador y amo de Corralejo. y podía tal vez llegar á ser pariente muy allegado; pues el objeto de semejantes visites, á más de ir por lo regular temidescubierto, es de suyo muy adivinable. Llegada la hora de comer, rodearon la mesa don Cristóbal con las personas que le acompañaban y don Antonio con las personas de su familia, entre las que se hacían notar, por el esmero del peinado y ettudio del vestido, las dos hijas, que en el silencio de su pudor ambicionaban cautivar el pecho de un huésped tan honorable. De zagalejo y con el cabello suelto servia jas viandas la muchacha sobrina, virgen esbelta, de color rosado, fisonomía simpática, regulares facciones, frente despejada y de una índole tan bella y suave como el clima de su tierra. Los torneados brazos de la ranoAertta, visibles al servir olla los platillos; la sencillez del traje que permitía adivinar la voluptuosidad de las formas, y las miradas de fuego que arrojaban sus ojos pudibundos, desviaron la pretensión y don Cristóbal se apasionó súbitamente de Ana María Gallaga, que tal era el nombre de la muchacha que servia la mesa. El amor se ca adonde él quiere, y no donde lo enelan, dicese

comunmente. Poco rato después de la comida, don Cristóbal trató de retirarse para Corralejo, comenzando por despedirse de cada una de las per-

en su vasta frente una grande y noble inteli-

azules y gencia.

Creciendo entre las labores campestres adquirió

profundo amor á los rudos trabajos agrícolas y afectuoso cariño á los hombres

que de

tarde esas tareas fueron

y

el

ellos

se ocupaban

;

más

consuelo de su edad madura,

de esparcimiento á su espíritu atormen-

ellas servían

tado al peso de sus altas y osadas concepciones.

Qo^M Facsímile de la firma de don Cristóbal Hidalgo, padre del héroe de Dolores

La desahogada

posición de don

Cristóbal Hidalgo

•»

sonas de la familia Gallaga en particular A cierta distancia del grupo de familia, humilde, medrosa y compungida estaba Ana Muría, atándose la profusa cabellera y mirando al soslayo á don Cristóbal. El instinto del amor habrlale revelado acaso su futuro enlace, y no podía ver al huésped de Corralejo sin suspirar y sin estremecerse... Muchacha tierna y sencilla, no podía explicarse de manera alguna aquel repentino trastorno de su sensibilidad, pues amaba por primera vez y su corazón tenía el vigor de la pubertad... Don Cristóbal anduvo hacia Ana hasta acercársele, y estrechándole la mano en ceremonia de despedida, le dejó en ella una onza de oro: ¡terrible suceso pura un corazón ya conmovido! » Marcháronse por fin los señores de Corralejo, y mientras que se alejaban de la casa, acompoñados de don Antonio Gallaga que, montado á coballo iba á encaminarlos, según acostumbran á hacer con sus huéspedes los rancheros de buena crianza, la sobrino, poniendo de manifiesto la onza, dijo á la familia con la sublime sencillez de una inocente oldeono:— £¿ señor que me dio la mano al despedirse me dejó esta medalla sin ojo.— Tales fueron sus palabras. Guárdala y espera las resultas, le respondió con maliciosa sonrisa lo familia y á los pocos días llegó la carta de pedimento. » Amores rústicos y sencillos fueron estos! Amores afortunados que no conocieron ni la angustia de lo incertidumbre, ni la tristeza mortal del desdén, ni el furor rabioso de los celos. El corazón de un hombre y el corazón de una mujer se unieron osí por misterioso impulso, sin excitor tempestades, ni encontrar oquel abismo conque el ocaso suele separar pora siempre ó los corazones que se aman. »Casáronse don Cristóbal Hidalgo y Ana María Gallaga y vivieron en Corralejo. A su primer embarazo Ana Mario vino á salir de su cuidodo á lo casa de los tíos que la criaron sirviéndole de de padres, en el rani;ho de San Vicente, conforme á lo prudente costumbre (en aquel entonces más generolmenle seguida) de que las esposos lleguen á ser por primero vez madres al abrigo tutelar del techo paterno. El parto acaeció el ocho de mayo de mil setecientos cincuenta y tres, día de la Aparición de San Miguel Arcángel; y ocho días después, el diez y seis ile mayo, el infante nocido fué bautizado y llamado Miguel, en la capilla de la inmediata hacienda de Cuitzeo de los Naranjos.— Fra/icííco Rodríguez Gallaga.-» (Véase expediente formado por el mismo y publicado en marzo de 1868 por acuerdo del Congreso de la Unión, Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, págs. 465 y 466 ' Pe de bautismo del ilustre Hidalgo: »Yo, el ciudadano Teodoro Degollado, teniente encargodo del curato y juzgado eclesióntico de este pueblo de Pénjamo y su partido, con asistencia del presente notario nombrado, doy fe que en un libro de bautismos de esta iglesia, forrado en pergamino, que registré, en el año de mil setecientos cincuenta y tres, fojas diez y seis vuelta, se halla una partida que es del tenor siguiente: .



hizo que pudiese dar una educación literaria á sus hijos,

enviándolos á Valladolid cuando llegaron á la edad de

Don Miguel,

la adolescencia.

colegio

ilustre obispo

según

el

primogénito, entró en

el

fundado por

el

de San Nicolás de esa ciudad,

don Vasco de Quiroga en 1540, y que Alegre en su Historia de la Compañía

el jesuíta

de Jesús en

Nueva España,

es

el

América. Rápidos y brillantes fueron

que en

él hizo el

llamaban

más antiguo de

los adelantamientos

joven escolar, á quien sus condiscípulos

Zorro por su perspicacia, distinguiéndose

el

de

en los cursos

teología

y

filosofía

y llegando por

último á ser nombrado rector y catedrático del afamado establecimiento.

Hidalgo,

instrucción á la no

muy

sin

embargo,

no limitó su

extensa que las aulas impartían

;

i

.

en

época.

aquella

muy

idioma que

Dedicóse

al

estudio

del

francés,

pocos poseían entonces; leyó muchas

obras prohibidas; varió durante su rectorado los textos

que

seguían

los

alumnos

de

San

Nicolás

,

haciendo

adoptar la obra del dominico Serry y algunas otras de

«En la capilla de Cuitzeo de los Naranjos, á los diez y seis de »mayo de setecientos cincuenta y tres: el Br. Don Agustín Salazar, »teniente de cura, solemnemente bautizó, puso oleo y crismo y por »nombre Miguel, Gregorio, Antonio, Ignacio, á un infonte de ocho »días, hijo de Don Cristóbal Hidalgo y Costilla y de Doña Ano Moría »Gollaga, españoles cónyuges, vecinos de Corralejo; fueron padrinos á quienes se amonestó el «parentesco de obligación, y lo firmó con el actual curo. Bernardo »de AUocer.» Concuerda con la original de dicho libro á queme remito: vo cierto, fiel y verdadera, corregida y concertado, y paro que conste donde convenga la soqué hoy diez y siete de enero de mil Felipe de Jesús Teodoro Degollado. ochocientos veinticinco Cisneros, notorio nombrado.» (Véase expediente relativo al lugar del nacimiento del ilustre Hidalgo, formodo por el diputudodon Francisco Rodríguez Gollaga, y quemando imprimirel Congreso de la Unión en 23 de morzodel868. Colección de documentos de J. K. Hernández Dávalos, tomo II, pégs. 455-472).

»Don Francisco y Doña María Cisneros







EL CURA HIDALGO, LIBERTADOR DE MÉXICO Copia del célebre cuadro del pintor mexicano D, Joaquín Ramírez

,

que se conserva en

del Palacio Nacional d^ México

el

salón de Embajadores

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS autores jansenistas; «en sus conversaciones particulares

rector.

hacía ya

donde recibió

el análisis frío

y

de la historia eclesiástica

prevenciones de

La

pérdida

Nicolás,

escéptico de las contradicciones ,

y veía con poco escrúpulo i.»

la disciplina eclesiástica

de los

ocurrida en

la

archivos

época

del

de

los

San

invasores

impide precisar la

fecha en que Hidalgo cesó de ejercer las funciones

de

Sábese,

el

la

sí,

que

año de 1779 pasó á México,

el

orden sacerdotal y

Alamán añade en

en teología. dice,

colegio

en que

franceses lo convirtieron en cuartel,

las

89

cabildo

más adelante cuatro mil pesos para Mará vatio, Este

al

hacer

rumor,

que

grado de bachiller

de Valladolid

eclesiástico

del grado de doctor,

el

este punto que

el viaje

cita

franqueó

le

los gastos

pero que los perdió

usegfm se

al

y propinas juego en

á México para solicitarlo '.n

con

marcada complacencia

el

Vista del colegio de San Nicolás de Valladolid (hoy Morelia), del que fué rector don Miguel Hidalgo

como

Tal

referido

como siempre que

historiador,

se

se hallaba á fines del siglo xviii

trata

de

denigrar la causa de la independencia, no tiene apoyo

ninguno, aparte de

lo

que asienta

el

malévolo escritor,

quien abunda en errores é inexactitudes los héroes

derar

esa

de la patria. especie

políticos de Hidalgo.

como

No

las órdenes, sirvió varios

de

los

enemigos

después de haber recibido

curatos,

Colima; luego pasó á ocupar

el

y entre

ellos

el

de

de la congregación de

Biografía de Hidalgo, por Guslavo A. Baz. (Hombres ilustres mejicanos, tomo III, púg. 243). '

T. III.

— 12.

que la muerte de uno

de sus hermanos menores, don Joaquín, había dejado vacante.

ocuparse de

vacilamos, pues, en consi-

invención

Éste,

al

Dolores y villa de San Felipe,

Al principiar

el siglo,

y cuando ya hubo llegado á

la

edad madura, vemos á Hidalgo dedicado en su curato de Dolores á la agricultura y á la industria confiar al cuidado de terio.

Extendió

el

un vicario cultivo

,

después de

las faenas de su minis-

de la uva, de que hoy se

recogen en aquella comarca considerables cosechas, y



A-LAMÁíi. Historia de México, tomo nas 351-352, edición de 1849. 1

I,

lib. II,

cap.

I,

pági-

MÉXICO A TKAVÉ8 DE LOS SIULOb

90

propagó

aún

servaban

En 1845

gusano de seda.

la cría del

en

un

en

Dolores,

se con-

llamado

sitio

las

sobreseída

á poco,

cuando

reo

el

ejércitos americanos

gusano, conservándose también hasta en esa época los

que ante

riego de todo el plantío

el

';

ya como generalísimo de

figuraba

Moreras de Hidalgo, ochenta y cuatro árboles plantados por sus propias manos para el cultivo del opulento caños que mandó hacer para

mandada continuar en 1810,

fué

Esa causa, en

se formó por

efecto,

Huesca á mediados de 1800.

Fueron

capítulos de acusación contra Hidalgo, el

para su uso particular y otras para su madrastra, á quien consagró siempre una ternura filial '^. Fundó también

cial

diversas

algunos talleres de

ladrillo,

y construyó varias pilas destinadas al

artes,

de pieles; propagó la cría de las abejas;

curtimiento

alentaba á sus feligreses para que estudiasen la música, á la que era

muy

como

aficionado,

espíritus levantados

y

son todos los

lo

nobles; socorríales de su peculio

particular en sus necesidades,

trato afable,

y su

sus

maneras de hombre de mundo, su noble sencillez, su

le

cabellos

de

"Ese anciano de mediana de frente

azules,

ojos

despejada

y de

blancos, que vestido sencillamente de negro,

campos y se confundía con

los labradores,

compartiendo sus faenas y consolando sus pesares, era

mismo que en

la noche,

en

el

estrado, expresaba sus

sentimientos con una elocuencia ardiente

y apasionada

y revolucionaba las conciencias con avanzadas é innovateorías.

crepúsculo

,

examen impar-

la disciplina eclesiás-

de un cambio de gobierno, sus opiniones

poco ortodoxas que á varias personas había manifestado; el

descuido conque veía las funciones de su ministerio

su conducta mundana.

de

pasión,

la

procedió en este caso ción

entre

arbitrariedad



y

y

y mala

fe

conque

famoso tribunal de la Inquisi-

el

Las declaraciones de

2.

,

los autos de este

continuado como hemos dicho en 1810, para

proceso,

juzgar

Basta recorrer

testigos

los

se destruyen

las calumnias de algunos de ellos son

desmen-

deducirse que Hidalgo negaba la virginidad de la madre

recorría los

doras

y de

la

en favor del progreso de

con un modesto sombrero redondo y un rústico bastón

el

tica, sus deseos

la Escritura

conquistaron en poco tiempo el amor y la

simpatía de sus feligreses. estatura,

que hacía de

principales

los

tidas terminantemente por los otros. Puede, sin embargo,

largueza y sus trabajos

comarca

una denuncia

comisario de Valladolid hizo el fraile Joaquín

el

de esta industria logró obtener algunas piezas de ropa

una fábrica de loza, otra de

los

^

Labrador

en

el

día,

hombre de sociedad en

la

pensador

noche

,

en

el

por donde

quiera hacía sentir la bondad de su corazón y la audacia

de Jesús;

que

combatía

voto

el

de

castidad

de

los

sacerdotes como contrario á la Naturaleza; que explicaba

como

filósofo

el

mecanismo del mundo; que negaba

existencia del infierno

que desdeñando las notas de

;

la

las

Escrituras interpretaba éstas con su propio criterio,

que manifestaba Apóstoles y

sin

embozo poco

santa Teresa,

respeto

hacia

á quien llamaba la vieja

Sus opiniones políticas, examinadas por

ilusa. sición,



demostraban

y

los

osadas

las

la Inqui-

especulaciones

del

cura Hidalgo y sus teorías de gobierno en aquella época

grande

de

en

atraso

aseguraba que tanto

el

«Algún testigo mismo Hidalgo como el presbítero materia.

esta

de su talento.

don Martín García

en él?

esta América; otro lo acusaba de que había discutido

¿Qué mucho que la Inquisición se fijara Las expresiones que á menudo vertía, el análisis

que acostumbraba á hacer sin recato alguno

de

los

,

^deseaban la lileriad francesa en

mejor

sobre si era

golierno repvhlicaiio que el

el

muy

hombres y las cosas el despego conque veía el servicio de la Iglesia sus costumbres diversas en todo á las de

monárquico;

la generalidad del clero,

se

su curato, que

biblioteca algunas obras prohibidas,

;

,

;

y el estado en que había puesto más parecía una comuna en pequeño que

una congregación

de

indios,

es

decir,

de siervos en

aquella época, despertaron al fin la suspicacia inquisito-

y promovieron contra

rial

AlamXn.

— //¿síoria

él

una causa secreta que,

de Méwico, tomo I, lib. II, capítulo I. Biografía de Hidalgo, por Gustavo A. Baz. (Hombres p&g. 353. ilustres mexicanos, tomo IIl, póg. 244). ' Alamán, dejándose llevar de su habitual inquina, dice con este motivo lo siguiente: «No parece, sin embargo, que en algunos de estos ramos (la agricultura y la industria) tuviese conocimientos bastante positivos, ni menos el orden que es indispensable para hacerles hacer progresos considerables. Preguntándole una vez el obispo Abad y Queipo qué método tenía adoptado para picar y distribuir la hoja á los gusanos según la edad de éstos, separar la Beca y con.servar aseados los tendidos, sobre lo que se hacen tantas y tan menudos prescripciones en los libros que tratan de esta materia, le contestó que no seguía orden ninguno, y que echaba la hoja como venia del árbol y los gusanos la comían como querían:» ¡la revolución, me decía con este motivo el obispo, de quien originalmente sé esta anécdota, fué como la cría de los gusanos de seda, y tales fueron los resultados!» El historiador, como se ve, no vacila en faltar á la gravedad de la historia sólo por la satisfacción de incrustar en su relato el chascarrillo de su amigo el obispo ^ Abad y ' Queipo. '



nos eran

tenía

le

hacía

otros, que decía

unos déspotas

alto

que

los solera-

tiranos; que generalmente

por afrancesado; que guardaba en su

aparecer

á

los

pobladores

y finalmente, que de América como

subyugados y engañados por sus gobernantes. Lo que se puede deducir de estas declaraciones oscuras, incoherentes y mal hiladas, es que Hidalgo era

que un sacerdote; que dedicado

filósofo

obras

desconocidas para

más bien un al

estudio

de

resto de sus compatriotas

el

había vislumbrado nuevos horizontes políticos; que su criterio

,

seguro é imparcial

,

le

había hecho notar las

contradicciones de que adolecían las creencias religiosas

de su época y que amenizaba sus conversaciones con una burla sarcástica de todos los errores que notaba en ,

ellas.

Esta causa prueba que Hidalgo poseía conocimien-

tos superiores,

'

y que su

conciencia, recta

y

firme,

mal

Biograjla de i/idaípo, por Gustavo A. Baz. {Hombres ilus-

tres mexicanos, >

tomo III, pág. 245). Colección de documentos por

tomol.págs.

78 y 197.

J.

E.

Hernández Davales,



MÉXICO Á TBAVES DE LOS SIGLOS una

con

avenía

se

sumisión

hipócrita

á

ideas

las

dominantes entonces; que sus convicciones descansaban en

base del estudio y del raciocinio, y que su

la firme

conducta se conformaba con

Esta

causa,

sin

aquéllas i."

embargo,

lo

algunos

de

había

acusado

porque la

algún

por

dejó

afirmaban

entonces

verdad es que

La

el

le

^,

disimular

hizo

terrible

1801

en

reformado su conducta aviso

aquella época.

que

fuese

sus

que

el

quizás

opiniones,

tribunal no lo molestó en

causa, empero, quedó abierta, y se

continuó en 1810, cuando la proclamación de la inde-

pendencia hizo de Hidalgo

el

blanco de todos los odios

y rencores políticos. El capitán don Ignacio José de Allende nació en San el

Miguel

21

el

Grande

de enero de

(intendencia

1779

^.

de las

de

Gruanajuato)

Fueron sus padres

Fuentes,

avanzado en

era

ya

regimiento

capitán

del

Reina, que guarnecía

Ja

Miguel y los pueblos inmediatos.

del

Marquina,

virey

durante

el

y luego

año de 1807,

las

donde

lo

eran los

de su época

oficiales

Memorias para en México 2. en sus







secundaba

que en sus declaraciones, cuando fué hecho" prisionero, manifestó que sólo doce días antes de la proclamación de

independencia

esa

enteró Allende de

lo

debe

manifestación,

eran

con

(y

arrancadas

todas

que se tramaba,

tenerse en el

mismo

cuenta

la

que

esas

han de ser

criterio

independencia),

prisioneros que habían sufrido

á

angustias

las

lo

de que numerosos documentos desmienten

próxima su suerte



le

y empresas. Verdad es

tomo



dice Zerecero

«

,

Uníale con Allende una estrecha amistad y

juzgadas las de los demás héroes de



diestro

era don Juan Aldama, nativo también de la villa

Biografía de Hidalgo, por Gustavo A Baz. ( Hombres ilustres mexicano?, tomo III, piígs. 246 y 247) s Véase e! auto del inquisidor fiscal, fechado el 15 de setiembre de 1801. {Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos,

»de Enero. Yo el R. P. Fr. Santiago l.isneros licentia parrochi, »bauticé solemnemente, puse oleo y crisma á un infante de cuatro »días de nacido, á quien puse por nombre Ignacio, José de Jesús, »Pedro Regalado, hijo legítimo de Don Domingo Narciso de Allende, »y de Doña María Unzaga, ambos Españoles de esta Villa: fueron sus spadrinos Don Manuel Menchaca y Doña Rosalía Peredo, quienes Juan Manuel »saben su obligación, y lo firmé con el Señor Cura. »de Villegas —Fr. Santiago Cisneros.»—\ al contra margen.— «Ignacio, José de Jesús, Pedro Regalado.»— Es copia fiel de su original, á que me refiero, siendo testigos á verla sacar, corregir y concordar, los ciudadanos Vicente González y José Ignacio Ramírez, vecinos de esta villa, donde doy la presente hoy veintiocho de Marzo de mil ochocientos veinticinco. Dr. Francisco Uraga.» « Los ciudadanos capitanes Ignacio Cruces y Manuel María Malo, Alcaldes primero y segundo constitucionales de esta Villa y su Partido. «Certificamos: que la firma que se ve al calce de la anterior partida de bautismo, es, á lo que parece, del ciudadano Doctor Francisco Uraga, cura y Juez Eclesiástico de esta Feligresía, y á todo cuanto con ella autoriza en su ministerio se le da entera fé y crédito judicial, y extrajudioialmente. En comprobación y legalización de lo cual, para que conste donde convenga y á pedimento del ciudadano Diputado del H Congreso de este Estado, Vicente de Umarán, damos la presente en San Miguel el Grande á veintidós de Abril de mil ochocientos veinticinco. Que firmamos por ante el escribano Manuel María Malo. Ignacio Cruces. actuario de que doy fe Ante mí. Juan José Franco.-» (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, pág. 593).

muy

de San Miguel, donde estaba residiendo ese regimiento.

declaraciones,

pág. 83). Partida de bautismo de Allende: ^El ciudadano doctor Francisco Uraga, cura, juez eclesiástico de la cilla de San Miguel el Grande y su partido. Certifico en lamas bastante forma, que en uno de los libros parroquiales de mi cargo forrado en badana encarnada, cuyo titulo es: «Libro en donde se asientan las partidas de bautismos de Españoles, que se hacen en esta Parroquia de la Villa de San Miguel el Grande,» y á fojas cuarenta y cuatro vuelta, partida sexta, se halla la del tenor siguiente:— «En el año del »Señor de mil setecientos setenta y nueve, en veinticinco días del mes

Era Allende

la historia de las revoluciones

matrimonio con una señorita de San Miguel, doña Luz

I,

virey

el

Capitán del mismo regimiento de Dragones de la

pero aparte



i.

capital

la

notable,

de dinero como fruto de su honrada administración. (1802) don Ignacio contrajo

el

y dado á ejercicios corporales, en los que era de gran valor, «é instruido en su arma, hasta

jinete

la

aun

en

residió

de gentil apostura, de fuerzas hercúleas,

deudas, y entregó á la familia una cantidad considerable

Bastante joven

Había estado en

Iturrigaray con una afección particular

fielmente en todos sus proyectos

satisfizo

de San

villa

siendo distinguido por

quedó confiada su familia á un español llamado Berrio, pendientes,

la

la

provincial

cantón de San Luis á las órdenes de Calleja en tiempo

Reina

arregló los negocios

tiempo

y cuando comenzó

Domingo Narciso de Allende, español acomodado, y doña María Unzaga, que pertenecía á una de las principales familias de aquella villa. Habiendo muerto don Domingo,

daron,

poco

carrera militar,

la

Dragones de

don

quien cuidó con esmero los intereses que se le encomen-

murió

quien

Parece que en la época de su casamiento había

después.

revolución

.

en su curato de Dolores; fuese ya por las declaraciones testigos

Agustina

91

de

estrecho

que

final;

cautiverio

amor á

el

ya

veían

y

vida en los

la

jóvenes, y los escrúpulos en los ancianos y sacerdotes,

educados en ciertos principios

que volvían á adquirir

sobre ellos absoluto dominio en aquellas horas supremas,

quebrantaron en muchos de esos héroes la entereza, y atenuaban

que vislumbrando una esperanza de salvarse el participio

,

que habían tomado en la revolución.

El otro capitán del mismo regimiento, don José Mariano Abasólo, influencia

hizo

que sobre

entrar

en

la

era

el

más joven de

él ejercía

los

tres,

y

la

su compañero Allende le

conspiración.

Era dueño de

haciendas, y su caudal se había acrecentado con

ricas el

de

su esposa doña María Manuela Rojas Taboada. «Abasólo, dice

Alamán, pretendió en su causa no haber tenido

conocimiento de la conspiración hasta después de hecha la

revolución, y el papel poco distinguido que en ella

hizo , prueba por lo

menos que sus compañeros

lo tenían

' Alamán en su Historia de México y el señor Hameken y Mexia en su biografía de Allende {Hombres ilustres mexicanos), afirman que éste estuvo en el cantón de Jalapa. Creemos inexacta

afirmación, pues el regimiento á que pertenecía no consta en la de los cuerpos que formaron dicho cantón. ' «Alamán añade con su bondad acostumbrada, dice el señor Hameken en la biografía de Allende, que éste era muy inclinado al juego, á las mujeres y á toda clase de disipaciones; pero no he encontrado hecho alguno que justifique estas aseveraciones del gran Sacerdote de la reacción.» {Hombres ilustres mexicano,-, tomo III, pág. 351). tal

lista

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

93

muy

por

insignificante: lo conducía el influjo de Allende,

con quien tenía amistad, esposa

,

ñada en apartarlo de sufrió

Abasólo en

adonde

al

que se contraponía

el

de su

constantemente opuesta á la revolución y empe-

murió

momento,

^.n

ella

Una

larga prisión que

de Santa Catalina de Cádiz,

el castillo

de su esposa hasta

asistido

el

postrer

por completo en la memoria de

lo rehabilita

sus compatriotas.

de

muy

del

cura Hidalgo,

atrás manifestadas

Inquisición,

como ya

sus recelosas

tuvo

el

lo

sin

hemos

miradas;

las

sus opiniones

embozo, y

dicho,

fijó

él

desde 1800

que

existieron

en

relaciones

tanto que la

entre los conspiradores de Valladolid y Allende,

y

las

que ya en esa época unían á éste con Hidalgo,

lo

que

algún

que

último en aquella conspiración,

el

tramada en

la ciudad

participio

precisamente

donde hizo sus estudios y ejerció

importante puesto de rector del colegio de San Nicosimultaneidad que se nota en los levantamientos

la

lás;

á favor de la independencia, efectuados en puntos distantes entre la

Los antecedentes

suponer sin esfuerzo

autoriza á



por

apenas lanzado

perfectamente

existencia,

enviados

,

el

grito de

comprobada,

de

agentes

Hidalgo en distintas direcciones

preparaban esos mismos levantamientos

muy

Dolores;

que

y

por último,

;

el

testimonio de uno de los compañeros del ilustre párroco, fray Gregorio de la Concepción

,

de la orden del Carmen,

y que ha dejado escrita una curiosa relación de los principales sucesos de la independencia, que pronto verá la

Casa que habitó en Dolores don Miguel Hidalgo

afirmar que á Hidalgo toca

deseos

la gloria de haber iniciado la proclamación de la inde-

y aspiraciones de segregar á Méxi"!0 de España. «Este mismo día 23 de julio del año de 8, dice

pendencia, de haber meditado en ella más que algunos

fray

de sus nobles compañeros en

Dolores (de paso para San Luis Potosí) y llegando á

luz pública ^, nos obligan á

y de

la lucha

y en

ser el centro directivo que dio vida

el sacrificio,

y animación á

los

Gregorio de la Concepción, llegué al pueblo

dicho pueblo fui al curato, y preguntándole al

señor cura



AlamXn. //cXoría de México, tomo I, lib. 11, capítulo I, Véanse dos cartas de la señora Taboada á su esposo en pég. 356. la Colección de documentos de i. E. Hernández Oávalos, tomo H, I



páginas 407 y 408. » Don Gregorio Melero y Pina nació en Toluca en 1773, y al tomar el hábito de la orden del Carmen adoptó el nombre de /ra^ Gregorio de la Concepción. Fué hecho prisionero en Acatita de Bajan el mismo día que Hidalgo y sus compañeros. Desterrado á España volvió á México cuando ya estaba consumada la independencia; se secularizó en 182c, y en premio de sus servicios patrióticos obtuvo et grado de general de división y el nombramiento de vicario general castrense. Murió en Toluca el año de 1843. Es autor de una curiosísima relación de los principales sucesos de la proclamación de Ib independencia y que abraza el periodo comprendido desde 1 808 hasta marzo de 1811. Este interesante documento original pertenece al señor Hernández Dávalos y será publicado próximamente en el tomo Vil de la Colección, dispuesta y arreglada por el mismo señor Hernández.

era,

si

estaba ahí

sin bajar

y

del

el

señor cura,

coche

le

me

dijo

de

mismo que

él

entregué la carta (de

Allende),

y como pensaba que yo era gachupín me

recibió de

mala data, pero luego que

la

leyó

me

hizo

bajar del coche con cariño y hizo á los cocheros que

metiesen mi equipaje á su recámara, y sala,

me

me

metió á su

y después de haberme dado un trago de vino y

me

bizcochos

llevó

á ver todas las curiosidades

tenía en ella, y en el cuarto adonde tenía

de seda,

me

dijo

tenía hecha con

convine en todo,

como á

las

sus

que

animales

por menor toda su combinación que

sólo

señores; yo en

el

aseguró que yo era

el

cinco

y me

instante

sexto

;

y

dos horas poco más que yo había llegado,

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS «ntraron

á

señor cura que

decir al

señores Allende, Aldama,

dicho señor cura que

decir

estaban

allí

los

Arias y Abasólo, y mandó entraran;

que

luego

nos

vimos nos abrazamos tiernamente y nos fuimos debajo de el

un árbol, y allí nos presentó el señor Hidalgo plan que tenía hecho, y todos convenimos en él y ,

aunque

el

señor Allende le hizo algunas reflejas

mismo, no en cuanto á

lo

y yo lo sustancial, pero quedamos

unánimes y decididos á padecer tal

de libertar de los opresores

"Dos días estuve tratándome todos con

allí

el

á.

la

misma muerte, con

nuestra patria.

con tan amable

mayor

me avergonzaba ver el trato días me fui á San Luis lleno

aprecio,

que

,

de manera que á los dos

,

de las mayores amarguras

Don

de el

las

de Querétai'o, no es motivo bastante para darle

los

que en

ellos figuraban,

incluso

mismo

el

Allende, reconocían en Hidalgo al jefe que debía dirigirlos.

«Hidalgo, dice

virey, es el auto?'

tada.

i^

el

Ochoa en su denuncia

y

El mismo alcalde coloca

la revolución,

la lista

en

primer

lugar

el

de los comprometidos en

y en otro párrafo de su carta

lee lo siguiente:

al

director de la revolución proyec-

nombre de Hidalgo en

al

virey se

es reducido

y quimí sugiere las ideas, y á la independencia. n El padre

fray Gregorio de la Concepción lo afirma en su intere-

sante relación inédita. cionario,

y desde

y solo iba yo pensando por el camino en el aMo de diez y en el día de san Miffuel. » Desde 1808, pues, el cura Hidalgo mantenía relaciones con Allende, Aldama, Abasólo y otros; celebraban

frecuentes reuniones en las que se trataba nada menos

que de proclamar

el

Estalla el

movimiento

la

independencia de México

;

el

primero

sometía á sus correligionarios planes políticos que

los

construir lanzas

primeros meses de 1810

i

éstos

en Dolores durante

y enviaba emisarios á

distintas partes del país con la misión de propagar el principio revolucionario.

Que Allende fuera

el

promovedor

de las juntas secretas de San Miguel, primero, y después

habían agriado los ánimos, y cuando la discordia entre los

revolu-

primer momento Hidalgo es recono-

defensores de la independencia

de las armas realistas.

aceleraba

el

Amigos y enemigos,

triunfo

en

esa

época, están conformes en colocar á Hidalgo en el lugar

prominente.

La duda ha venido después

,

y

los

que

le

disputan esa gloria al padre de la independencia han

formado escuela entre

los aficionados á la paradoja,

siempre enemigos de todo

lo

que

brilla

y

se

casi

impone por

su mérito propio.

Las juntas de Querétaro fueron precedidas de

"El doctor Hidalgo, cura de Dolores,

€S el principal motor

^u j)lan

alcalde

comunicarme cosa de tanta entidad,

José Mariano Abasólo

primer lugar entre los héroes de la independencia,

pues todos

por nuestra separación y del mayor júbilo por la confianza que tenían de

aprobaban, hacía

compañía,

me daban y

93

que en San Miguel

el

las

Grande había promovido Allende

entre varios oficiales del regimiento á que él pertenecía.

¿Cuál fué

San

la fecha

Miguel?

en que cesaron de efectuarse las de

Don José María de Liceaga,

en

sus

Adiciones y rectificaciones á la Historia de México,

cido con calidad de jefe supremo, sin que se levante una sola vez para disputarle el mando, el cual pasó á

de Allende varios meses después

,

manos

cuando ya las derrotas

' Memorias de Pedro José Sotelo, último de los primeros soldados de la independencia. {Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, pág. 320).

MiXlCO Á TRAVÉS DE EOS SIGLOS

94 escrita

por Alamán, asienta que desde

promovió don Ignacio Allende en San Miguel

una junta de conspiradores de



de 1808

fines el

Grande

la que formaron parte

repetición de lo que dijo Hidalgo en una de sus declaraciones.

Don Juan Aldama, como

interrogado por

al ser

varios oficiales de su regimiento, el abogado don Ignacio

declaró que sólo doce días antes

Aldama, hermano del capitán

la independencia fué

mismo

del

apellido

nos eclesiásticos y varios particulares

misma

^,

algu-

vecinos de la

,

que las reuniones se efectuaban en la casa

villa:

de don Domingo Allende, hermano de don Ignacio; que el

plan que llegó á acordarse consistía en aprehender á

los españoles á

una hora dada en toda

país, respetándose reses,

y que

en

sus personas é inte-

posible

lo

extensión del

la

en México los jefes prin-

luego, reunidos

forma de gobierno

pales, se discutiría

y determinaría

más conveniente, y

se daría libertad á los españoles, los

que podrían permanecer en bienes,

la

país con sus

el

trasladarse á la Península

6

familias

tal fuese

si

hemos

antes

juez Abella sobre

el

de la proclamación de

cuando Allende

Hemos

de

Querétaro,

cia,

por

demás,

lo

que no debe extrañarse siendo tan

peligroso en aquel tiempo

extender esos mismos

mentos, y mucho más expuesto y

y

Pero

su

mediados

lo

que

de

agosto

puede



difícil

(1810) las juntas de Querétaro

que

gobernadora de

El mismo autor expone

Estados-Unidos de América. las

cura Hidalgo la dirección del movimiento

al

que tramaban, y afirma que

y

las juntas

y que

misteriosas,

tiempo en espera del mes

iban siendo iba

así

diciembre,

de

anticiparlo violentamente por haber sido

nada dice citar.

el

'^.

Respecto

que

era

los

plan acordado por éstos acerca

del

debería

establecerse

y

i.

cuando se hubiese

hecho la independencia? Acabamos de ver

el

que Liceaga

por Allende, y que se reducía, aparte de ciertas medidas que habían de adoptarse contra los españoles, á dejar al

señor Liceaga en la obra que acabamos de respecto de

de San Miguel, y al ocuparse de las de

las reuniones

Audiencia de

detalles

el

descubierta la

silencio

el

la

de

atribuye á los conspiradores de San Miguel encabezados

de las juntas de Querétaro

Alamán, en cambio, guarda

importantísimos

las denuncias

el

cuando fué necesario

prefijado para el pronunciamiento,

conspiración

más

pasando

que

gobierno

y que

,

casi todos los conspiradores

¿Cuál era

que los conspiradores tuvieron presentes

razones

para ofrecer

frecuentes

nombres de

ya á

que

es

alguno de los mismos afiliados enteraban á

se impetraría auxilio de los

docu-

conservarlos.

afirmarse

al erario público para cubrir los gastos de la guerra; y ,

deter-

apoyar una opinión precisa sobre esta materia; deficien-

traían conmovida aquella ciudad

éxito era adverso

fijar

de las juntas de San Miguel y y que no existen documentos en que

al principio

voluntad; pero en este último caso sus bienes entrarían

si el

concurrió á

citado todo lo que antecede para

establecer la conclusión de que no es posible

minada fecha

de un plan

le iiabló

revolucionario, pero que ni antes ni después

junta ninguna.

dicho,

el particular,

Querétaro no menciona la fecha en que empezaron á

arbitrio

de los jefes principales

México

la

elección

Don Lorenzo de

del

que se reunieran

goMcrno más

en

conveniente.

Zavala, yucateco de ingrata memoria

para México y autor de un Ensayo histórico

henchido

de inexactitudes, afirma que el cura Hidalgo olraha sin

plan,

sin

sistema

y sin

determinado.

oljeto

á Querétaro á

El doctor Mora asienta que desde febrero de 1810 un

(1810) invitado por Allende y habló con Epigmenio González, pero poco satisfecho de

doctor Iturriaga, capitular de la iglesia de Valladolid y que había tenido participio en la conjuración descubierta

formarse:

el

cura

Hidalgo

fué

oculto

principios de setiembre

los

medios

conque

contaban

los

conjurados,

no

se

decidió á tomar parte en la revolución que intentaban, lo

que más adelante

hizo,

habiéndole

informes más satisfactorios 3,»

tal es la

dado

Allende

única indicación

cronológica que hallamos en este último autor respecto del punto que nos ocupa,

y aun

ella

no es más que

la

en esta última ciudad á

fines

de 1809

^,

se puso de

acuerdo con Hidalgo y Allende y extendió un plan que consistía en encargar el gobierno á

una junta compuesta

de los representantes de las provincias que en

nombre

de

lo ejercerían

Fernando VII, quedando enteramente

disueltas las relaciones de sumisión

y obediencia para con

España, sustituyéndolas con las de fraternidad y armo1 Ya hemos visto en la relación de fray Gre(?orio de la Concepción que desde julio de ese mismo año de 1808, Hidalgo y Allende, en compañía de otros oficiales, tenían reuniones misteriosas en la

casa del primero, y que éste sometía á sus correligionarios un plan de independencia. Las juntas de San Miguel debieron, pues, celebrarse de acuerdo y con conocimiento de Hidalgo. « Adiciones y rectificaciones á la Historia de Méasico, por don José María de Liceaga, pógs. 17 y siguientes El señor Liceaga es el autor que con más empeño ha procurado establecer que don Ignacio Allende fué el principal promovedor de la revolución. Al referirse á las juntas de San Miguel el Grande se extiende en numerosos detalles, que deben acogerse con grandísima reserva, si se atiende á la avanzada edad del señor Liceaga cuando escribió su obra (setenta y cinco años) y á lo que él mismo afirma (póg. 22) de que la falta de documentos relativos é los sucesos de que se ocupa, se suple suficientemente con la tradición y con la notoriedad de varios antecedentes. Respecto del lugar prominente que atribuye á Allende véase nuestra opinión sobre este asunto en el presente capítulo. » AlamKk. Historia de Méecico, tomo I, lib. II, capítulo 1, pég. 350.



nía.

Alamán consigna en su Historia que cuando fué

preso Epigmenio González, «entre los papeles que se

encontraron en su casa, uno de ellos fué

el

plan general

ó sistema que se había de plantear, poniendo un

rador y varios reyes feudatarios

,

y

esto

empe-

indica que

si

nada se había resuelto, había sido cosa tratada en las juntas, ó de que por lo

menos se ocupaban algunos de

> Extracto de los avisos dados desde la ciudad de (Juerétoro, sobre un proyecto de sublevación en Dolores. (El original existe en el Archivo general de la Nación, tomo CVllI del ramo de Historia). Véase Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, t. II,



pág. 68. • En la relación de Michelena, que fué el alma de aquella conjuración, no está citado el nombre del doctor Iturriaga entre las personas que la formaron. (Véase capítulo VI).

.

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS Este plan con todos

los concurrentes á ellas.

papeles,

veremos,

lugar

los

demás

entregó al oidor Collado que como en su

se

Por último,

para

comisionado

fué

Gregorio

fray

de

causas.»

estas

en

Concepción

la

los

apuntes que escribió, afirma como testigo presencial que el

23 de julio de 1808, Hidalgo mostró á las personas cual fué unánime-

cita el jplan qtie tenia hecho, el

que

plan,

embargo, se ha perdido para

sin

gobierno

indican cuáles pudieron ser los principios de

que hubiesen planteado de

independencia

la

en

publicado

de la primera época

los héroes

la victoria

si

En

nobles esfuerzos.

hubiera coronado sus

manifiesto del señor Hidalgo,

el

por

Valladolid

intendente

el

Ansorena

de diciembre de 1810, se lee lo siguiente:

el 15

la

Nos quedan en cambio algunos documentos que

historia.

«Esta-

blezcamos un congreso que se componga de representantes de todas las ciudades

que

reino,

derechos.

Hay en

naciones

hombres que encarnan

,

esos levantamientos súbitos de las

suprema necesidad

la

teniendo

y lugares de este mantener

villas

,

por

principal

objeto

la aspiración universal,

momento,

del

odio

el

y

los

rencores de una generación, y que se lanzan contra las prepotencias que oprimen á sus hermanas, sin que sea necesario al prestigio de su empresa un sistema de

gobierno que ofrezcan á sus auxiliares.

de los héroes, y otra la

mente adoptado. Este

95

El pueblo de Boston,

de

al arrojar al

Una

es la misión

hombres de Estado.

los

mar

cargamentos

los

de té que enviaba Inglaterra á sus colonias, inauguraba

una lucha desesperada el

y algunos años después

;

,

cuando

heroísmo de esos colonos había conquistado la inde-

pendencia, discutían

Jefferson,

los

de

constitución

la

Adams y

los

un

los

emancipado.

pueblo

dar muerte al opresor de Suiza,

Tell al

Hamilton

al

poner su

vida al servicio de sus compatriotas, allá en los albores del siglo XIV, no estableció esa admirable

confederación

que ha resistido incólume á través de los tiempos

embates de sus poderosos vecinos,

y no por

eso

los

la

nuestra Santa Eeligión, dicte leyes suaves, benéficas y

gratitud de los helvéticos dejó de construir una capilla

acomodadas á

en

circunstancias de cada pueblo:

las

ellos

mismo

el

en que se alzaba la humilde morada

sitio

A

del cazador

de Uri.

tratarán como á sus hermanos, desterrarán la pobreza,

embargo,

cargo que en todo tiempo

moderando

los

gobernarán con

entonces

dulzura

la

la devastación

del reino

de padres,

y

la

nos

extracción de

el

enemigos

de

y sin

haremos uso

victoriosos el cadalso

de las

libre

riquísimas

y á

de

producciones

de pocos años

la vuelta

disfrutarán sus habitantes de todas las delicias que el

Soberano Autor de este

vasto

la

continente

don Ignacio

1810

octubre de

2,

En un

bando publicado por

Rayón en Tlapujahua

Antonio

un pueblo

este

jefe

declara

23 de

el

en nombre

del

Sigamos ahora los conjurados

de

las

por su

no es otro más que la manutención de N. S. Religión,

y sus dogmas,

Bárbara; en

alivio de los pueblos." los primeros

ideas

la colonia,

vertidas

y

si

Nación

se tiene en cuenta que

por Hidalgo

desde fines del

siglo

empezó á formarle

pasado motivaron la causa que Inquisición,

se considera que

insurgentes adoptaron la palabra

para designar á las

si

el

la

debemos suponer con fundamento que se

un gobierno democrático, á Estados-Unidos de América, ó á ejemplo

hubiera inclinado á adoptar imitación de los

el hilo

de

años

épicos

de los sucesos.

Mientras que

la atención

Hidalgo en su curato de Dolores

autoridades.

construir

N. Libertad, y

once

tras

numerosos prosélitos y empezaban á llamar allegaba,

Por último,

que responden

de Querétaro ensanchaban su círculo con

haciendo

conservación de

oír ó sin jñan á

de Chihuahua y la existencia de

independiente

Generalísimo que «el objeto del plan de independencia

la

Cargo

combates.

Naturaleza ha derramado sobre i.»

olyjeto

han dirigido

le

independencia:

la

determinado.

su dinero, fomentarán las artes, se avivará la industria,

nuestros feraces países,

Hidalgo estaba reservado, sin

parte, algunos

lanzas

en

elementos de guerra

la

hacienda

de

Santa

primeros días de setiembre estuvo en

los

Querétaro en conferencias con sus correligionarios, con quienes

convino proclamar la independencia

el

1."

de

octubre siguiente, y de vuelta á Dolores envió á llamar al

tambor mayor del regimiento provincial de Guanajuato,

y á los sargentos del mismo cuerpo, Fernando Rosas y N. Domínguez, quienes, enterados Ignacio Garrido,

del

que se tramaba, ofrecieron desde

plan

luego

su

adhesión personal é inducir á los miembros todos de su

de la Francia revolucionaria, cuyo movimiento político

regimiento á que siguiesen sus ejemplos. Pronto veremos

había seguido con mirada atenta,

cómo cumplió Garrido sus promesas.

y como contraste de

Volviendo

aquel orden de cosas que se propuso aniquilar.

á los conjurados

de Querétaro,

hemos

de un plan político respecto del gobierno

dicho ya que desde mediados de agosto se había dirigido

que debiera establecerse en México, no amenguaría, por

á la Audiencia gobernadora alguno de los mismos afilia-

La

falta

otra parte, la legítima gloria de Hidalgo

compañeros. espectáculo

La de

historia no nos ofrece,

pueblos

tranquilos

y

y

sus

ilustres

por cierto, felices

al

el

día

siguiente de haberse alzado en armas para recobrar sus

dos expresando detalles y extensas noticias de la revolución que

motivo de

parécenos hallarlo en

José 1

Colección de documentos de

J.

E Hernández Dávalos,

pág. 301 »

ídem, Ídem, Ídem, tomo

I,

pág. 115.

t.

II,

estaba á punto de la inacción

Mariano

correos

entonces

,

el

Galván,

estallar. ,

Cual fuera

el

de aquel alto cuerpo,

rango inferior del denunciante, dependiente

de la

oficina

de

de Querétaro, y en la lentitud de los proce-

dimientos en una corporación habituada á las dilaciones y

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

96 moratorias de la justicia

una

nueva

denuncia,

'.

Con fecha de 9 de setiembre, delataba desde San

anónima,

Miguel las idas y venidas de los capitanes Allende y Aldama á Dolores y á Querétaro, y ciertas palabras escapadas

al

primero que revelaban la proximidad de un

levantamiento contra los españoles

momento queda

las denuncias

completamente

se

^.

multiplican

descubierta.

A y

partir la

El

de este

conjuración

don

capitán

su regimiento, se denuncia á

compañeros. Ochoa hace

salir



ción á la capital al capitán don

con una carta para

que ocurre

mente á

,

la

el

y aquél

mismo y á todos sus

inmediatamente con direc-

Manuel García Arango

oidor Aguirre , dándole cuenta de lo

lleva el encargo de informar verbal-

Audiencia de todos los detalles comunicados

por Arias. Al día siguiente, 11, Ochoa y Alonso dirigen

comunicaciones

al

virey Venegas,

Joaquín Arias, jefe de un destacamento del regimiento

camino para México, participándole

de Celaya y que era uno de los conjurados, sospecha lo que pasa, y presentándose el día 10 al español don

la conjuración,

Juan Ochoa, alcalde ordinario de Querétaro, y al de la misma nacionalidad don José Alonso, sargento mayor de

Doña María

dores

^

Sin

aun

inactivo,

nombres de

y acompañándole embargo,

el

después

de

los principales

que

la lista

alcalde

ya en

estaba

descubrimiento de

el

de los conspira-

Ochoa permanece

habérsele

comunicado

los

comprometidos, y esta actitud

Josefa Ortiz

Esposa de don Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro

sólo se explica por

el

estupor que debió

conocimiento exacto de la conjuración, y la

producirle difícil

el

situa-

ción en que le colocaba la complicidad de

superior, es decir,

del

cidad de que ya le había acusado ante

Alamán da

«De

todo dio parte reservado el administrador de correos de Querétaro al administrador general (le esta renta en México don Andrés de Mendívil, quien lo puso en noticia del oidor Aguirre, entregándole la denuncio firmada por Galván, que Quintana habla remitido con el primer aviso; pero Aguirre no informó de ello é la Audiencia que á la sazón gobernaba, probablemente por desconfianza del regente Catan!, previniendo en contestación que se observasen todos los pasos de los conspiradores, lo que se encargaron de hacer don Fernando Romero Martínez uno de los principales europeos del comercio de Querétaro, y don José Alonso, sargento mayor y comandante de las compañías del regimiento de Celaya que tstaban allí de guarnición. Repetidos por Quintana los avisos de cuanto pasaba, Aguirre instruyó de todo al virey Venegas, que habla llegado ya y estaba en Jalapa, adonde fueron ó encontrarlo con todas esas noticias don Juan Antonio Yandiola y don José Luyando, que habían venido ó México con el título de comisarios regios para varios encargos del gobierno de Espaiía en moteria de hacienda.» {Historia de México, tomo I, lib. II, cap. I, púg. 362). ' El origi nal existe en el Archivo General de la Nación, t. CVIII del ramo de Historia. (Véase Colección lie clocumenios de J. E. Hernández Dávulos, lomo JI, pág. 63). '

la

siguiente explicación:

,

la autoridad

corregidor Domínguez, el

compli-

virey en la

comunicación que acabamos de citar y que fué redactada y escrita por el escribano don Juan Fernando Domínguez.

«El corregidor de esta ciudad, decía en

alcalde, es comprendido,

según se

me ha

ella

el

instruido,

y

que tiene hechas proclamas seductivas, y no lo dudo porque su mujer se ha expresado y expresa con la

mayor locuacidad contra algunos

dignos

Ministros

que todos tengan felicidad

y

la

nación española y contra

que no

anhelan

la debida obediencia

otra

cosa

y á conseguir

la

tranquilidad pública; pero el torrente de esa

La corta de Ochoa al oidor Aguirre, y las comunicaciones que el mismo Ochua y el sargento mayor Alonso dirigieron ol virey se hallan en el Archivo General de la Nación (lomo CVIII del ramo de Historia). Véase la Colección de documentos de }. E. Hernández Davales, tomo II, pégs. 64 y siguientes. La exposición dirigida por Ochoa '

al vi rey fué

redactada por el escribano don Juan Fernando Domínguez.

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS

97

anunciado y no tiene empacho á concurrir en junta que

comandante de brigada don Ignacio García Eebollo. Pero sin poder precisarse el nombre de este delator lo

forman

cierto

ha

señora

á los

conducido

depravados

que he

fines

los malévolos.»

Otra denuncia hecha

el día

13 de setiembre ante

el

cura y juez eclesiástico, doctor don Rafael Gil de León, vino á precipitar los acontecimientos. Alamán dice que el

denunciante fué un español llamado Francisco Bueras,

aunque en una nota puesta

de

calce

al

nombre

este

manifiesta que por otros informes tiene entendido que

El doctor Mora

fué otro.

i

afirma y don Carlos María

de Bustamante insinúa que fué quien

Iturriaga,

hallándose

enfermado gravemente, de que era depositario

,

el

en

Querétaro y habiendo confesor

el

secreto

éste corrió á manifestarlo todo

Vista de Querétaro, desde

la denuncia que acababa de hacérsele.

darse situación más

No

en

podía,

que informó

es

siendo su primer acto

•que

casas de Epigmenio el

corregidor Domínguez

comandante de El

la

corregidor

por

los

el

mismo robustecía

ban

,

lo

que todas las denuncias consigna-

esto es, que la primera autoridad civil de Querétaro

secretamente á los conspiradores.

favorecía

parte, la autoridad militar,

amigo

el

como

le

doctor Gil de León, ya había recibido

la denuncia,

por reducir

y era á

lo

prisión

Por otra

había informado su

también

probable que Rebollo empezase al

acusaba de complicidad con

alto

magistrado á quien

los conjurados.

Decidióse

'

pág.

ahí el acopio de armas

J.

M.

L.

corregidor acallar

y pertrechos; quizás se prometía

con esta medida las denuncias y

dar tiempo de salvarse á la gran mayoría de los conju-

,

más cuerdo hubiera

por trasmano

,

T.

IU.-13

Pero antes de

proceder á esa aprehensión anunció á su esposa, doña

María Josefa Ortiz,

el

partido que había adoptado

vista de las circunstancias,

el

impetuoso carácter

de aquella ilustre y esforzada dama,

al

salir

cerró la puerta del zaguán, llevándose consigo

Fernando Domínguez, relacionado con

y de quien deseaba saber

en

y temeroso del nuevo com-

promiso en que pudiera colocarle

Acto continuo fué en busca del

Mora, tomo IV,

sido prevenir á

que huyese.

lo

escribano el

de casa la

llave.

don Juan

partido europeo,

que se hubiese trascendido,

tanto respecto de la conjuración como del participio que

en

ella

tenía efectivamente

y que

tras otra, le atribuían insistentes.

17.

acudió

á la casa de éste instruyéndole de

el

pues en la última denuncia se indicaba estar

México y suf revoluciones, por

de estrecha amistad,

lazos

se

corregidor á prender á Epigmenio González y á catear

su casa,

acérrimo enemigo de la

convento de la Cruz

González

él

brigada don Ignacio García Rebollo.

presuroso y añigido

rados, cuando lo

así,

Sámano;

independencia, pero que de antiguo estaba ligado con el

contra sus mismos

y de no hacerlo

tal

tenía participio activísimo

doctor Gil de León,

res oficiales le obligaban á dictar activas providencias correligionarios,

González y de un

en la trama, y que de todo había avisado ya al coronel

el

difícil

de pocas horas,

degüello de todos los españoles;

el

que las armas de los conjurados estaban depositadas en las

y espinosa que la del distinguido magistrado en aquellos momentos. Sus debeefecto,

doctor Gil de León de una

al

conspiración que debía estallar dentro

canónigo de Valladolid

reveló á su

y

al

las

Eran

denuncias, una las

once de la

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

98

noche cuando llegó á hablarle y después de referirse á la

denuncia que había recibido

callando,

doctor Gil,

el

sin embargo, el cargo de complicidad que en su contra

se hacía, pidióle consejo sobre

Pero

conveniente adoptar.

resolución que fuera

la

escribano Domínguez, que

el

había redactado tres días antes la comunicación

por

dirigida

el alcalde Ochoa al nuevo virey Venegas participán-

conspiradores;

dole la existencia de una junta de

mano había

con su propia

escrito

misma comunicación en que

que

párrafo de esa

el

acusaba de complicidad

se

que tenía la creencia de que éste real-

al corregidor,

y mente era culpable,

fingió

no creer nada para inspirar

confianza al magistrado; pero insistió el corregidor en la

del asunto, y de nuevo le estrechó á

importancia

Propúsole entonces

darle consejo.

el

escribano que pre-

de Epigmenio

cediese desde luego al cateo de la casa

González, pidiendo para saria al

comandante de

tropa que juzgase nece-

ello la

brigada don Ignacio García

la

de la casa

bajos

de gobierno.

Ignacio Pérez, y era uno de los

resuelto.

Dirigióse,

la

de tres golpes con

del

alcaide:

como que Pérez de

La compañía

escribano frustró

del

y

á través de ésta impuso la corregidora á

,

las ocurrencias

de aquella noche

y

,

previno

le

buscase persona de confianza que fuese con toda diligencia á instruir á Allende

no quiso confiar á otro se puso en camino,

E\ empeñoso Pérez

de todo.

encargo tan delicado

el

;

mismo

y no habiendo encontrado á Allende al amanecer del día 15,

en San Miguel, adonde llegó

buscó á Aldama, á quien dio cuenta del objeto de su

venida ^»

Este oportuno aviso, como pronto veremos,

dio por resultado

se hallaba

Al llegar á

colocado.

la

el

y á

la proclamación

de la independencia.

casa de González

amenaza y

los snyos

sólo atiende á la conservación

de los que cree capaces de libertar á la patria, queda unida desde entonces á los nombres gloriosos de nuestros héroes.

Entretanto que

el

en que

corregidor para salir de la angustiosa situación

Ortiz

el

patriota emisario de la

mañana

ordenó que se llamase fuertemente á la puerta, pro-

en

ciones á los hermanos González

la

oportunidad de evadirse por las

la

casas contiguas; pero el malicioso escribano observó que

que en

antes de llamar era conveniente que se situase parte de

anterior.

en

azoteas

las

vecinas, y como

estaba condenado á no inspirar sospechas él

y sus amigos,

cateo

;

que se procediese á nuevo examen de hallados en la casa de González,

corregidor á

pero su acompañante insistió

Preciso fué

prender á Epigmenio González, los

demás habitantes de

la casa,

que quedó guardada por los soldados. «Mientras

el

corregidor,

dice

hemos seguido en esta parte de su

Alamán, á quien historia por haberla

escrito teniendo á la vista interesantes

han desaparecido, mientras

el

tando la prisión de Epigmenio del riesgo

que

la

documentos que

corregidor estaba ejecu,

su esposa

,

persuadida

conspiración corría de frustrarse y

todos los comprometidos en ella de ser aprehendidos,

escribano

pudieran

,

La recámara de

la

tarea,

que

,

como

manifestando inspeccionar

al

pertrechos

los

que se opuso

lo

en que había abundancia de pólvora.

artificial

La

primero

un

lentitud

era calculada ,

el

que

peligros

los

con luz

enderezaba á preparar la salvación

,

y

se

de los

en la misma ciudad de Querétaro,

en San Miguel el Grande y en Dolores. Pero ya se ejercía sobre él severa vigilancia, ya su conducta revelaba suficientemente la complicidad

horas

que

faltaban

le

unía con los conjurados

para

que

descendiese

de

y pocas

,

su

puesto

para ser arrojado á las prisiones, confundiéndose con los reos

que

la víspera

había empezado á juzgar como

magistrado.

La

corregidora, por su parte, llena de denuedo en

aquellas difíciles circunstancias,

Arias de todo '

,

esta

presos, y luego, de los demás conspiradores diseminados

su habitación caía

sobre la vivienda del alcaide de la cárcel

Domínguez ocurrir

á

los procedimientos del corregidor

si

no se tomaban prontas y eficaces medidas trató de dar inmediatamente aviso á Allende del punto á que habían venido las cosas.

en

activo

vista

cartuchos, municiones y cabos para lanzas.

y á

mostrarse

entró

de

,

de

Lejos

suspendió las declaraciones para continuar recibiéndolas

descubriéndose en dos de sus piezas gran cantidad de

éste

casa de éstos fueron aprehendidos la noche

la

en la tarde de ese mismo día; llegada la noche ordenó

sitio

hermano de

demás individuos

los

pena de

en que se recorriera escrupulosamente toda la habitación,

entonces al corregidor

y á

corregidor

so

el

el

corregidor,

el

14, tomaba las primeras declara-

día

Como á primera

nada alarmante se ofrecía, disponíase ya el

del

dispúsolo así, y luego

casa seguido de su tropa.

dar por terminado

el ,

señora

marchaba presuroso con dirección á San Miguel

Grande en cumplimiento de su comisión,

curando así á aquél

al

del cuarto

corregidor había dejado cerrada la puerta

el

zaguán

del

pié sobre el techo

el

díéronse en esta crítica circunstancia,

angustioso aturdimiento se olvida del peligro que á ella

á la cabeza de otros veinte, marchó á catear la

casa de Sámano.

la

la corregi-

y

él

dora, para comunicarse en cualquier caso imprevisto, era

pues, á la casa de González acom-

el

plan que de seguro se había propuesto desarrollar

en

activos agentes de

entre

de la generosa matrona que en aquellos momentos de

que

lo

pañado del escribano Domínguez y de veinte soldados que le dio el comandante de la brigada, mientras que

perderse

más

La seña convenida

la conjuración.

alcaide

el

corregidor tenía

Esto era precisamente

la tropa

Llamábase

El nombre ilustre de doña Josefa Ortiz de Domínguez,

Kebollo.

éste,

en casi todas las capitales de provincia, estaba en los

AlamXn.

pág. 368.

lo

mandó avisar

que ocurría, pues ignoraba

— Historia

de México, tomo

I,

lib,

al capitán

la II,

denuncia copltulo

I,

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS que éste mismo individuo había hecho de la conspiración,

y

lo

exhortaba á apresurar

movimiento

el

como único medio de salvar á

concertado pero

comprometidos;

los

taro la

1.

hallaba

haberse

por

3'a

merecían,

de

fiado

que respecto del partido que

y

lo

debiera

él

niente, y acto continuo fué á denunciar al alcalde Ochoa

que

recado

el

acababa de

corregidora

de la

también que todo cuanto

manifestándole

recibir,

corregidor

el

había practicado, desde que los González fueron reducidos á prisión

que los

no era más que apariencia falaz

,

pero

,

trabajos á favor de un movimiento revolucionario

continuaban con creciente actividad.

Cesó entonces

la

vacilación del alcalde Ochoa,

y

puesto de acuerdo con Arias, dispuso la aprehensión de éste mismo,

que cuidó de poner en

bolsillos

los

de su

Hidalgo á Allende y una de éste á Arias, que ya había presentado al hacer su primera casaca una carta

La comedia convenida

denuncia.

y

de

entre el alcalde

capitán Arias fué hábilmente representada

el

haciéndole salir de la casa del rico

En

don Juan

español

hospedería del convento

la

Los papeles que consigo llevaba fueron á

de la Cruz. dar,

:

de la noche del día 15,

dióse á este último á las nueve

Lozada, y conduciéndole á

Ochoa

aprehen-

como era natural, á manos de sus aprehensores. Hidalgo decía éste que

la carta de

de proclamar,

más

lo

plan se había

el

de octubre, y Allende

tarde, el 1."

persuadía en la suya á Arias que no tuviese cuidado

porque algunos se hubieran arrepentido, pues contando con sus amigos de Querétaro y poniéndose los suyos, estaba

seguro de hacerse dueño de la ciudad.

Interrogóse á Arias

qué

por

aquellas cartas y quiénes

Allende

gado don Antonio Téllez

había

conducto

recibido

eran los amigos á que aludía

contestó á lo primero

;

frente de

al

,

que se

,

había entre-

las

y en cuanto á

lo

segundo,

después de una fingida vacilación, declaró que eran corregidor

viduos

La

farsa

con

la

,

-que

la

el

esposa de éste y todos los demás indi-

concurrían

á

estaba terminada,

declaración

que

juntas

las

y

el

revolucionarias.

alcalde Ochoa, fuerte

acababa de

recibir,

pudo ya

proceder contra su superior, librando mandamientos de prisión contra los comprometidos y pidiendo auxilio al

comandante de brigada García Rebollo, quien puso á su disposición

la fuerza necesaria

ducto del teniente Cabrera, la

al

y envió orden, por con-

mayor

del

regimiento de

Reina, Camúñez, residente en San Miguel,

para que

arrestase desde luego á Allende y Aldama, orden que

no pudó ser cumplida porque

que vamos á referir

A

las dos de la

cidos á prisión el

lo

impidieron los sucesos

'.

mañana

del

día

16

estaban redu-

corregidor don Miguel Domínguez, su

esposa y los demás conjurados,

residentes

' Alamj(n. — Hinoria de Méicico, tomo nás 365 y ¡siguientes

I,

lib

11,

en Querérop

I,

p'igi-

al

convento de la Cruz,

de Santa Clara y los otros

presos á los

2.

Descubierta la conjuración y presos en Querétaro afiliados, veamos ahora lo que sucedía

muchos de sus

en Guanajuato y Dolores.

El 13 de setiembre, es decir,

más conve-

adoptar ya había resuelto hacer lo que creía

al

Carmen y San Francisco

Arias contestó destempladamente que harto expuesto se personas que no

El primero fué llevado

segunda

del

99

la

de

el

mismo día en que

denuncia hecha en Querétaro al cura don Rafael Gil

León

precipitaba

los

referido, en Guanajuato, el

acontecimientos

que

hemos

tambor mayor Ignacio Garrido,

aconsejado por un don Mariano Tercero con quien consultó,

daba cuenta de su reciente entrevista con Hidalgo

' Carta de don Joaquín Quintana, que se halla original en el Archivo Nacional, tomo CVIll, del ramo de Historia. ' El virey Venegas aprobó todo lo hecho en Querétaro por Ochoa, y comisionó al alcalde de corte don Juan Collado para continuar las causas formadas á los conspiradores. Acompañaron al alcalde de corte don José Maria Moya y don Antonio Acuña, el primero con calidad de escribano, y el segundo con la de ministro ejecutor. Consta de una comunicación que se halla en el Archivo general de la Nación, (tomo CVUI, del ramo de Historia), dirigida por Ochoa á Venegas con fecha de 25 de setiembre de 1810, que el primero entregó á Collado las actuaciones, y que de acuerdo ambos tuvieron por conveniente poner en libertad al corregidor Domín-

guez.

Con motivo de las prisiones ordenadas por Ochoa en Querétaro añade Alamán, (tomo 1, lib II, cap. I, pégs 371 y 372): «Díceseque habiendo consultado el virey Venegas sobre lo ocurrido en Querétaro con el regente de la Audiencia don Guillermo Aguirre, como se había prevenido en Cádiz lo hiciese en todas materias, aquel magistrado creyó que con esla providencia bastaría, engañándose acaso por la facilidad conque había sido reprimido el primer intento de independencia con sólo la prisión de Iturrigaray, ó por el bajo concepto que tenía del carácter de los mexicanos, lo que hizo desechar el más prudente consejo del coronel don Miguel de Emparan, quien propuso al virey marchar inmediatamente á Querétaro con su regimiento dé dragones de México: esta sola fuerza hubiera quizás bastado para ahogar la insurrección en su principio. Desde entonces no parece que Venegas confiase mucho en la opinión y consejos de Aguirre, siendo esta la última vez que figuró en lo político habiendo muerto poco después, á lo que no contribuyó poco el ver el progreso de la revolución, que tanto empeño había tenido en evitar. En Querétaro en las primeras declaraciones que se tomaron á los reos, todos estuvieron negativos, á excepción del licenciado Parra que pidió papel para formar apuntes: Téllez en el careo con Arias se fingió loco, haciendo que tocaba el piano y no contestando nada acorde: al corregidor no se le tomó declaración, pero si se le hizo abriese las cartas que habían venido para él por el correo, ante el regidor don Ant(mio de la Cárcova y al retirarse éste, dio el corregidor ocultamente un papel pequeño al escribano de cabildo don Pedro Pablo Gallardo, que había actuado en la diligencia, para que lo entregara á su mujer, el cual presentado á ésta y abierto por la hija mayor del corregidor, se vio que le prevenía que si le tomaban declaración, no confesase nada: en este estado se hallaban las causas, cuando llegó á Querétaro el comisionado Collado » Agregaremos algunas palabras más para dar término á esta materia El corregidor, como se ha dicho antes, fué puesto en libertad por el alcalde de corte Collado, y poco de-pués fué repuesto en su empleo; medida política que según parece, fué aconsejada á Venegas por los miembros de la Audiencia. La ilustre doña Josefa Ortiz salió de su prisión, para ser de nuevo perseguida por el virey Calleja cinco ó seis años más tarde Uno de los primeros á quienes se dio libertad fué el capitán Arias, «tanto porque su prisión había sido fingida, dice Alamán, cuanto porque logró persuadir á Collado que por su influjo cjn el cura Hidalgo haría que cesase el movimiento comenzado.» Apenas libre, marchó á unirse con Hidalgo en Celaya, y obtuvo un puesto elevado en el ejército independiente, aunque siempre fué visto con desconfianza por sus compañeros. Los demás presos fueron también excarcelados con excepción de los hermanos González, quienes se complicaron en una nueva conspiración, que descubierta, fueron condénalos ñ la pena capital, conmutada en desiierro á las islas Fili|jinas. Allí murió Emeterio González, y su hermano Epigmenio regresó á México después de consumada la independencia, siendo premiado por el gobierno con el grado de comandante y una pensión de cien pesos mensuales. El alcalde de corte Collado que se manejó en todo este proceso con gran prudencia y ánimo clemente, siguió funcionando en México. le

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

100

quién la

Berzabal,

mayor

al

refirió

el cual

dio

del

Garrido confirmó ante este

entregó setenta pesos que

manos para seducir á cial

ras

denuncia

primera

su

funcionario

mismo cuerpo don Diego

parte de todo ello al intendente

don Juan Antonio Riaño. elevado

Bustamante,

batallón don Francisco

capitán de su

al

el

y

además,

,

mina de Rayas y dueño de una finca llamada San Juan de los Llanos, á inmediaciones de Dolores, para la

que observara

los soldados del regimiento provin-

y probablemente en

mañana

la

del

cura Hidalgo,

al

Ese mismo el

día 13, tan fecundo en acontecimientos,

cura de Dolores tuvo vagas noticias de que Allende

estaba delatado efecto,

'.

bravo

el

Envióle á llamar con premura, y en capitán, que apenas

día 15) Eiaño dio orden al subdelegado de San Miguel

comprendió que algo

don Pedro Bellojín, para que poniéndose de acuerdo con

el jefe

la autoridad

militar redujese á prisión á los capitanes

don Ignacio Allende y don Juan Aldama, y comisionó

al

aprehendiéndole en caso

necesario.

cura había puesto en sus

de Gnanajuato. Después de terminadas estas primediligencias

español don Francisco Iriarte, antiguo administrador de

muy grave

recibió

aviso

el

tenía que comunicarle

de la conspiración, salió de San Miguel inmedia-

tamente y llegó á

la

casa de Hidalgo á las nueve de la

noche del 14. Alamán afirma que Allende, enterado por

•MMM

Acueducto de Querétaro, construido 6 expensas del marqués del Villar del Águila

un aviso que recibió de Guanajuato, de por Riaño

á

él

al

orden

orden enviada

subdelegado Bellojín para reducir á prisión

y á Aldama '.

la

,

salió

al

camino

é

interceptó

esa

Liceaga, en sus Adiciones y rectificaciones

asienta á su vez que Allende no marchó á Dolores el 14,

porque

en la mañana del

15

,

según varios testigos

presenciales que vivían todavía en

1869, estuvo man-

dando en San Miguel la tropa que hacía una salva en función

conque se solemnizaba

la

octava

la

de Nuestra

Señora de Loreto. Ambas afirmaciones carecen de funda-

mentó, pues

— Hhtoria de Méícico, tomo

I, lib. II,

de Alamán

queda destruida con

en

la oficina

el

hecho

de correos de San Miguel cuando los inde-

pendientes entraron en esa villa

el

16 en la noche, y la

de Liceaga contradice por completo declaración

respectiva.

conocimiento de

de

la

lo

como de su

,

la

de Hidalgo en su

que había ocurrido en Querétaro,

en consecuencia

ante ,

el

ni

Eiaño;

intendente

que tanto de esa ciudad .

de Guanajuato habían salido ya las órdenes

aprehensión;

preceden á

la

Ni Hidalgo ni Allende tenían

delación de Garrido

ignoraban

para AlamAn.

cap. I, póg. 363. Este mismo autor dice que Allende, recibido el aviso de Guonajuato de haber sido delatada la conspiración por Garrido, dejó con un ligero pretexto la partida de malilla en que se entretenía en cosa del mayor de su cuerpo Camúñez, y »alió al camino d interceptar la orden para su prisión, siguiendo luego ocultamente y en toda diligencia ñ Dolores á informar á Hidalgo de lo que ocurría. Ya hemos demostrado que todo esto es una invención destruida por los hechos. '

la

de que la orden comunicada á Bellojín fué encontrada

los

pero

esos

vagos rumores que

grandes acontecimientos y que diríase

que son llevados en alas del viento, llegaron á oídos de Hidalgo, determinándole, como hemos visto, á llamar á su

compañero; y esas mismas noticias informes continuaron '

Declaración de Hidalgo. {Colección de documentos de I, pág. 9).

Hernández Dávalos, tomo

J.

E.



MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

Nada, en

noche.

y parte de esa

levantó

resolvieron en ese tiempo los

tomaba

ambos durante todo

recibiendo

efecto,

más

dos ilustres caudillos porque la parecía

exactas de

noticias

recibir

nada

que

aconsejar

día 15

el

elemental prudencia

que estaba

lo

de

antes

aventurase

se

101

violentamente del lecho y en tanto que Aldama chocolate

el

que

mandó

le

encarándose

servir,

le preguntó qué era lo que en su concepto

con Allende

debía hacerse, á

lo

que

el

interpelado contestó que sería

ocurriendo.

conveniente citar á Abasólo y á los demás individuos

había

que se habían comprometido solemnemente á combatir

devorado la distancia que separa á Querétaro de San

por la causa de la independencia-, que se les diese cono-

Miguel, adonde entraba apresurado y polvoriento á los primeros albores del día 15. Echóse á buscar el diligente

cimiento

Pero

entretanto

Pérez

el

,

emisario de la corregidora

informado, después de

capitán Allende, pero

al

inútiles pesquisas, de que éste había salido de la pobla-

Aldama y

ción el día anterior, corrió al alojamiento de

cuenta de

dio

noche del 13 conducto

la

que se eligiesen de entre

conque se estaba en relación

,

marchando desde luego y por

y que cada comisionado, caminos excusados

al

pusiera de acuerdo

lugar de su destino respectivo,

con

que por

su

todo trance la voz de independencia. Pero Hidalgo opinó

corregidora á los conspiradores

de

porque

las

recomendaciones

Oír al emisario, preparar violentamente su

San Miguel.

que pasaba;

le

y de

,

hacía

lo

personas cuantas eran las ciudades y villas

la

que había sucedido en Querétaro

lo

de

ellos tantas

partida y salir á galope,

acompañado de Pérez, por

el

el

jefe de la junta

se

establecida

en

y se diera á

él

movimiento debía ser más rápido, pues que

el

cuando los comisionados que Allende proponía llegaran á las poblaciones en que se habían preparado trabajos

comprometidas estarían ya

camino que á Dolores conduce, fué asunto de poco tiempo

revolucionarios,

para Aldama, quien comprendía que de un momento á

sobrecogidas de temor por las prisiones de Querétaro y

y á disposición dos de la mañana del

otro sus amigos y él podían verse presos

Eran

autoridades.

de las

las

día 16 cuando llegó al curato de

Dolores, é inmediata-

mente impuso á sus dos amigos de

los

graves sucesos de

Querétaro y del inminente riesgo en que todos

ellos se

las personas

de valor para afrontar los peligros de la revolu-

faltas

ción, sin contar la

vigilancia que desplegaría

sucesos

después de los

gobierno ciudad

mayor

1.

Allende no pudo menos

fuerza de tales razones

,

y

Antes de

la

llegada de Aldama,

en

las

primeras

echémosles

el

rendirse á la

que

así lo manifestó

voz fuerte y un tanto alterada:

encontraban.

mismos

el

aquella

de

diciendo

— Pues bien,

con

señor cura,

lazo, seguros de que ningún poder humano

horas de la noche del 15, Hidalgo, siguiendo su costum-

podrá quitárseles.

bre, y quizás esta vez con la intención de saber algo de lo que en tanto grado le interesaba, fué á la casa

más notables del pueblo. Jugó su acostumbrada partida de

acento, lo he pensado bien, y veo que estamos perdidos y que no queda más recurso que ir á coger Señor, ¿qué gachupines. Entonces Aldama le dijo: va usted á hacer? por amor de Dios, vea usted lo que hace -. Estas y las palabras que ya habían pronun-

subdele-

ciado Hidalgo y Allende las oyeron también don Mariano

era del

Hidalgo, hermano de don Miguel, don José Santos Villa,

Fernández del

del subdelegado de Dolores don Nicolás

Rincón, adonde pasó largo rato en unión de

los vecinos

malilla con doña Teresa Cumplido, esposa del

gado, y con doña Encarnación Correa,

que

lo

colector de diezmos de aquella jurisdicción don Ignacio

Diez

Cortina,

vivía

recientemente llegado

á Dolores, y que

en la misma casa del subdelegado; á las diez

interrumpió su juego

porque recibió aviso de que una

deseaba hablarle á solas en

persona

casa; volvió á poco rato

el

zaguán de

y continuó jugando hasta

la las

que

los

le

fueron entregados por la señora de éste en

en que se guardaba

la pieza

Hacía ya algunas reposaban

en

dos

el

que Hidalgo

horas

distintos

dinero del diezmo ^

y Allende

cuartos de la casa cura),

cuando llegó Aldama, como acabamos de decir, á las dos de la mañana del día 16.

en

cuarto

que estaba Allende y después de

brevemente

ambos

al

Entró desde luego en

el

referirle

objeto de su intempestiva venida, pasaron

El cura de Dolores, que

abarcó en un momento toda la extensión del peligro '

con

entero



el

padre Balleza

,

otros ocho

hombres armados

,

sirvientes

de Hidalgo casi todos, y un vecino de Dolores llamado Martínez, á quienes el cura había mandado que entrasen

en su cuarto apenas hubieron acabado de participarle Allende y Aldama las nuevas de que fué portador el segundo. Resuelto ya á proclamar la independencia. Hidalgo

no respondió á la tímida insinuación de Aldama.

momentos entró

el

En

estos

cochero del cura diciendo que Herrera,

un individuo á quien aquél había mandado llamar, se excusaba de asistir pretextando enfermedad. Airado entonces Hidalgo ordenó á dos de los hombres armados que allí estaban que fueran por él, conduciéndole de

grado ó por fuerza, cuyo mandato fué obedecido en el acto y á poco aparecieron los ejecutores de él con

Herrera

^.

Levantáronse todos precedidos de Hidalgo,

aposento de Hidalgo, á quien informaron de los

funestos sucesos de Querétaro.

AlamAn.

nas 373 y

el

exclamó Hidalgo



once, hora á que casi siempre se retiraba, y al hacerlo pidió al colector Cortina que le prestase doscientos pesos,

Sí,

374.

— Hisíorr'a

de México, tomo

I, lib. II,

cap.

I,

,

se

pági-



Aclaraciones y rectificaciones á la Misto- ia de México por escritas por don José Maria de Licenga, págs. 51 y 52. Declaración de Alduma. {Colección de documentos de J. E.

Alamán, «

Hernández Dávolos, tomo I, pág. 64). ' Declaración de Aldama. {Colección de documentos de Hernández Davales, tomo I, pág 64).

J.

E.

MÉXICO

102

i.

TBATÉS DE LOS SIGLOS

por las últimas sombras de la noche, que no tardarían en disiparse,

y

se dirigieron desde luego á la cárcel

dar libertad á los presos y engrosar con

ellos

ñísimo grupo de los insurrectos, haciendo que

el el

para

peque-

momentos

ochenta

á

ascendió

hombres

que

acabaron de armarse con las espadas del regimiento de la Reina depositadas en el cuartel de Dolores y cuya puerta franqueó

quien también

Martínez,

sargento

el

Allende y reunió algunos soldados del mismo Aldama se dirigieron á la casa del subdelegado Rincón cuerpo.

y

le

prendieron, lo mismo

que al colector

que como hemos dicho,

Cortina,

habitación del subdelegado.

A

se

de diezmos

hospedaba en

la

continuación, los insu-

rrectos todos se ocuparon en aprehender á los españoles

avecindados en

y

sin

el

pueblo,

que hicieron sin estrépito,

hallar resistencia en ninguno

,

no

fácilmente

de

-ellos,

pues no

movimiento que acababa de efec-

teniendo noticia del tuarse

lo

tiempo

tuvieron

sorprendidos

en

de apercibirse y fueron sus

casas.

Solamente

el

español Larrinua recibió una herida grave al ser apresado,

herida que le

infirió

un

tal

Exija en venganza de

las cinco de la

setiembre de 1810,

mañana

memorable 16 de

del

cuando Hidalgo, á

la

cabeza del ya

considerable grupo de insurrectos, desembocó en

el atrio

de la iglesia.

El

alcaide

mismo, después de alguna resistencia, abriese la puerta de la prisión. Armados los presos con las lanzas que repartió Hidalgo entre ellos, la fuerza reunida en aquellos

Eran

salieron del curato protegidos

de Allende y de Aldama,

sol teñía

primeros

vigorosamente la región oriental y sus

reflejos

torres de Dolores;

doraban

cimas de las

enhiestas

las

repicaban alegremente las campanas

de la parroquia llamando á la misa del domingo, recurso

que tuvo presente Hidalgo para convocar á sus feligreses,

y una muchedumbre que del pueblo mismo y de rancherías

inmediatas

ocupaba gran parte del

acudido

atrio.

El cura arengó entonces

á la multitud diciendo que

el

movimiento que acababa

mal gobierno,

de estallar tenía por objeto derribar

el

quitando

que trataban

entregar

del el

las

por ese motivo,

había

poder á los españoles

reino á los franceses

;

de

que con la ayuda de

todos los mexicanos la opresión vendría por tierra; que

en

lo

todo

de adelante no pagaiían el

que se alistase

armas y caballo pagaría al que se presentara á

en él

pié

ningún tributo, y que á

sus

filas

un peso

^

llevando consigo

diario,

Muchos de

y

mitad

la

los

que

allí

estaban se apresuraron á confundirse con los insurrectos,

y de aquella compacta muchedumbre salieron robustos los gritos de ¡Viva la independencia! ¡viva la

América! ¡muera

el

gobierno ! que fueron

el

preludio

que por causa ó queja del primero había estado poco

de los que mil y mil veces atronarían los campos de

antes en la cárcel ^

batalla durante once años de pavorosa contienda.

Los españoles aprehendidos en Dolores fueron diez y nueve, sef^ún don José Marfa Liceaga, quien consigna en su obra los nombres de los siguientes Don Ignacio Diez Cortina, don Francisco Santelices, don José Antonio Larrinua, don Toribio Casillas, don Francisco Irigoyen, don Manuel Ledesa, don Joaquín Ledesa, don Mariano Alejandro Matanco, don Juan Bustamante, don Mariano Gatico, don Juan Lecanda don Buenaventura Gil de Ariveleño y el presbítero don Francisco Bustamante, sacristán major de la parroquia. {Adiciones y rectificaciones, págs. 55 y 56). Aldama en su declaración dijo terminantemente que no se cerijlcóen Dolores saqueo de tienda alguna. (Véase esta declaración en la Colección de documentos de J. E. Hernández Oávalos, tomo I, pág. 66, columna 2.', línea 35). Hidalgo, en la parte relativa de su declarecíón dijo que: puestos en la cárcel los europeos, cerradas las tiendas de unos, dejadas otras á cargo de los cajeros criollos ó de sus familias, y viniéndose á su partido los indios, etc., etc. {Colección de documentos, tomo L pág. 9, columna 2.", linea 25), sin añadir nada acerca Se saqueo ni robos. Don José María de Liceaga, que tan solicito en descubrir la verdad se ha mostrado en su obra, varias veces citada, y que en la época de la proclamación de la independencia vivía en Guannjuato, tampoco dice nada del supuesto saqueo. Reservado estaba tan sólo el historiador Atamán arrojar esta mancha á la memoria de los primeros caudillos de la independencia de México. El pueblo, puesto ya en conmoción, dice en la parte relativa de su obra, corría á saquear las casas de los españoles y á conducirles á la cárcel, y unos hombres que pocas horas antes habían estado en la misma sala de diversión con su cura, á quien trataban con intimidad y con quien muchos tenían las relaciones de compadrazgo, tan comunes en los pueblos con el párroco, se velan por orden de éste privados de su libertad, despojados de sus bienes, y arrancados del seno de sus familias, para ser conducidos á la prisión de donde acababan de salir los criminales. Y este mismo autor, sin embargo, al hablur de la prisión de Iturrigaroy en 1808, dice lo siguiente: «No puede dudarse que hubiese algún desmán entre tantas personas, sin más respeto que el que imponía en el momento un jefe de la revolución, y en el Archivo General existen las sumarias que se formaron por la Audiencia para averiguar el paradero de a¿y unas cosas extraordinarias, más bien por los mismos criados y dependientes de la casa que por los conjurados; pero tampoco hay duda en que hubo mucha exageración en lo que sobre esto se dijo por los amigos de Iturriguray.» De intento hemos copiado los dos párrafos anteriores para que se juzgue del apasio--

Así se proclamó la independencia de México

^.

Los

'

:

,

nado, y por ende injusto criterio de Atamán al tratar de los hombres de la independencia. Los españoles que acompañaron á Yermo en su asalto al palacio vireinol no deben, en su concepto, ser sospechados de robo, y lo que dijo sobre esto debe admitirse como emayeración de los amigos de Iturrigaray. Pero los que proclamaron la independencia sí eran capaces de los mayores excesos en opinión de Alamán, y á pesar de que cita con frecuencia en su obra las declaraciones de Hidalgo y de Aldama, y no obstante que en la de este último está expresa y terminantemente negado el saqueo de Dolores, no vacila en inventarlo con el propósito dañado de manchar con la nota de robo los primeros pasos de la causa de la independencia. Respecto del hecho de haber puesto en libertad á los presos de lo cárcel de Dolores, Hidalgo ha sido el blanco de rudos cargos por parte de los escritores del partido conservador. Los presos que se hallaban en dicha cárcel eran solamente culpables de faltas de policía, pues los reos de crímenes y delitos de importancia eran enviados á las ciudades por la mayor seguridad que había en sus cárceles y presidios. Por lo demás debe tenerse presente la situación excepcional en que se hallaba colocado Hidalgo la noche del 15 de setiembre. Descubierta la conspiración que tenía por objeto proclamar la independencia el 1 " de octubre próximo, aprehendidos en Querétaro los conjurados en su gran mayoría, y sintiendo que se iba á desplomar sobre su cabeza todo el rigor del gobierno vireinal, el esforzado cura de Dolores tuvo que apresurar el movimiento para salvarse y para salvar con él la grande idea de la independencia. Si hubiera vacilado un momento, si con aquellos presos no hubiese engrosado el pequeño grupo de insurrectos reunidos en el curato en las primeras horas del día 16, los diez y nueve españoles avecindados en Dolores, puestos de acuerdo, bastado habrían para sofocar en su cuna la proclamación de la independencia y entregar á sus autores á disposición del gobierno. ' Declaración de Aldama. {Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo I, pág 64). ' Para escribir este episodio tan importante de la historia nacional y que ha sido presentado de tan diverfas maneras, hemos consultado: Historia de Mécrico, por Alamán; Aclaraciones y rectificaciones á la Historia, de Alamán, por don José María de Liceaga; Cuadro histórico de Bustamante, Biografía de Hidalgo {Hombres ilustres mexicanos), por Gustavo A. Baz; México y sus ,

PARROQUIA DE DOLORES HIDALGO

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

nombres de Hidalgo, de Allende y de

los caudillos

que

desde aquel momento se ofrecieron en holocausto por la patria, los

más

ha honrado

ilustres.

la

patria

como á

los "de sus hijos

Esos nombres han sido invocados por

México siempre que ha visto amenazada de muerte su independencia;

en medio

de las

grandes

calamidades

103

públicas la memoria de sus primeros

de

lecido la fe

los

mexicanos en

celebra en el ámbito las

ciudades

en

perdidos

anchuroso de la república, desde

opulentas las

quiebras

M. Mora; Enrayo históriio de Zavala, Diccionario Mexicano de Geog rafia y Estadística ; deolaruciones de Hidalgo, Allende y Aldomu, y /íeificiórt de Pedro J. Sotelo, testigo

amor á

presencial.

setiembre de 1810.

por

J.

L.

grandes destinos

nacionales; y todos los años una fiesta patriótica que se

hasta

de

los

todos

la

sus

patria, hijos

el

humildes

montañas,

sus

voluntades en una sola aspiración reeolucione.",

héroes ha forta-

los

,

une

las

acrece el fecundo

y mantiene vivo en recuerdo

caseríos

los

imperecedero

pechos de del

16

de



CAPITULO VIH — Dirígese Hidalgo á San Miguel el Grande. — Innumerables volunta— Entusiasmo popular. — Bandera y gritos de guerra de los independientes. — Zozobra de los españoles avecin— Intentan por un momento defenderse. — Entra Hidalgo en San Miguel. — Prisión de los españoles de esa villa. — Inexactitudes del historiador Alamán. — Saqueo de la casa del español Landeta — Únese d Hidalgo regimiento de la Reina. — Instálase en San Miguel una junta directiva. — Primera organización del ejército independiente. — Salida de éste para Celaya. Intimación. — Entra Hidalgo en Celaya — Falsedades de Alamán. — Aumento extraordinario del ejército independiente — Hidalgo, capitán general, y Allende, teniente general. — Marcha ejército sobre Guanajuato. — Recibe aviso el intendente Riaño de haber estallado la revolución en Dolores. — Alarma en Guanajuato. — Junta de las autoridades y vecinos. — Primeras disposiciones de Riaño. — Publicación del bando aboliendo pago de tributos. — El pueblo de Guanajuato se muestra favorable á la causa de la independencia. — Resuelve el intendente hacerse fuerte en Granadilas. — Traslada á este edificio los caudales reales, los archivos y gran cantidad de provisiones de boca y de guerra. — Opiniones sobre la resolución del intendente. — Opónense á ella muchos vecinos. Contestación de Riaño. — Fortificase la Albóndiga. — Riaño pide auxilio con urgencia al brigadier Calleja. — Descripción de Guanajuato. — Albóndiga de Granaditas. — Intima Hidalgo rendición al intendente. — Este consulta con los españoles armados, con la tropa ayuntamiento. — Contestación de Riaño. — Últimas disposiciones militares de éste. — Entran los independientes en la ciudad. y con

Decisión de los habitantes de Dolores á favor de la independencia..

unen á sus filas. dados en San Miguel. rios se

el

el

el

el

—Ocupan

los cerros y edificios

que dominan á Granaditas —Atacan

las trincheras de

Mendizábal y de

los

Pocitos.— Muerte del inten-

— Confusión entre los sitiados. — Ataques desde cerro del Cuarto. — Los sitiados abandonan los puestos avanzados. Entran los asaltantes en la Albóndiga. — Combates en interior del edificio. — Muerte de Berzabal. — Matanza de los sitiados.— Saqueo. — Bando de Hidalgo para que cese saqueo. — Convoca al ayuntamiento. — Nombramiento de alcaldes ordinarios, de intendente y de otros empleados. — Levantamiento de tropas y nombramientos militares. — Fundición de artillería. — Alarma en Guanajuato. — Sale dos veces Hidalgo para hacer reconocimientos militares. — Establece una casa de moneda. — Sale de Guanajuato con su ejército y marcha sobre Valladolid. — Recibe virey los primeros avisos de la revolución. — Dirige una proclama á los habitantes de Nueva España. — Halagos y amenazas. — El virey ofrece diez mil pesos, honores y distinciones á quien entregue las cabezas de Hidalgo, Allende y Aldama. — Reflexiones. — Salida de tropas para Querétaro. — Concentración de fuerzas en la capital. — Abolición de tributos. — Formación de los cuerpos de patriotas distinguidos de Fernando Vil. — Don Félix Calleja y don Roque Abarca dente Riaño.

el

el

el

el

ponen sobre

La aurora

las

armas sus brigadas respectivas.

16 de setiembre alumbró un pueblo

del

inmenso peligro que

les

amenazaba, prefirieron

que se alzaba á conquistar su independencia, guiado por

mero y afrontaron cara á cara

un grupo de hombres

esforzados

todos las

solemne con la muerte.

Ni plan

que

hicieron

pacto

ni ardientes

político,

consecuencias

de

la tormenta,

de

su osada,

lo

pri-

y aceptaron su heroica

resolución.

y

proclamas, ni tesoros derramados con largueza, ni re-

sin

embargo, aquellos hombres se ven rodeados

uniones públicas en que la voz de elocuentes tribunos

de un grupo numeroso y entusiasta apenas acaba de

hubiera apercibido á las masas al combate precedieron

pronunciar

al

memorable levantamiento de Dolores.

Lejos de eso,

de la insurrección, que con harta pobreza

los caudillos

el

cura

las

últimas

Los quince individuos que

de su arenga. la

de Dolores

palabras

salieron de

casa cural en las primeras horas de la mañana, núcleo

de elementos, aunque también con sobrada riqueza de

primero de una nacionalidad que surgía á la vida en

nobles esperanzas

aquellos instantes, se habían convertido á poco en seis-

,

habían urdido entre las sombras sus

veíanse descubiertos de improviso por la vil

tareas,

miraban encarcelados á sus más entusiastas

delación; auxiliares

;

hallábanse

desprovistos

de

esos

recursos

materiales que en movimientos políticos de tanta nitud como

para sobre tanto

el

que tenían proyectado entran por mucho

afianzamiento

el

sus

mag-

cabezas

del

éxito;

inexorable

sentían

sentencia

más segura cuanto mayor fuera

el

suspendida

de

muerte,

tiempo que

dedicasen á la inacción ó al aturdimiento, y obligados á precipitar

tenían

la

revolución

acordada, T.

m.-H.

ó

á

que para ocultarse

el

1.°

de octubre

espantados

ante

el

cientos,

que armados de fusiles, lanzas, espadas, ins-

trumentos de labranza

y

los

más á

pié

,

,

palos y piedras

rodeaban á

los

vían á predicar la rebelión contra establecido.

,

unos á caballo

caudillos que se atreel

orden de cosas

Aquella multitud obedecía, pues, al gene-

roso instinto de derribar lo que le parecía enteramente inconciliable con su felicidad

y

la

de la patria.

Hase

dicho repetidas veces por los enemigos de la indepen-

dencia

mexicana,

que las numerosas adhesiones

que

desde los primeros momentos rodearon á los caudillos de Dolores se debieron á la sumisión de los feligreses á

,

MÉXICO Á TEAVÉ8 DE LOS SIGLOS

106

respetada y venerable de un sacerdote,

autoridad

la

pero

en

esa

de

campesinos,

de ignorantes

multitud

humildes artesanos, de proletarios, dominaba también poderoso sentimiento de sumisión hacia la autoridad

el

y por grande que fuese sobre ellos el influjo de su pastor, desde el punto en que éste los incitaba

establecida,

á

debieron comprender los peligros á que

la rebelión,

quedaban expuestos.

¿Por qué negar

corazón del

al

llevando á su cabeza al cura Hidalgo y en el centro á los españoles

aprehendidos en las primeras horas de ese

Poco tardaron en llegar á

día.

donde

principales jefes del movimiento,

los

acababa de unirse Abasólo

,

mente por don Luis Malo,

cito

y

gregados en

de la iglesia de Dolores

el atrio

la

suprema

aspiración de fundar la independencia de la patria en

que habían visto,

Por

lo

ellos y sus demás, de admitirse que

hijos,

la

primera luz?

la influencia del cura

de

la

misma

marcha

pequeño

el

Pero á medida que avanzaba sus con innumerables voluntarios.

filas

se engrosaban

Los gritos incesantes de

¡viva la independencia! ¡viva la América!

gachupines! arrojados por

los

ejér-

con dirección á Atotonilco.

hombres con-

los

de

propietario

y que había sido miembro de las juntas secretas establecidas por Allende en San Miguel. Después del

sido las causales de las grandes

revoluciones sociales

Erre,

á quienes

finca,

necesai-io descanso, continuó su

¿Por qué no conceder á

la

fueron obsequiados amplia-

hombre esos impulsos generosos que en todo tiempo han políticas?

hacienda de

la

Dolores, atronaban los montes

y

que

tropa

la

¡mueran salió

de

y sorprendían

los valles

aquel lugar determinó ese día la actitud de sus feligre-

á los trabajadores de los campos vecinos, que suspen-

preciso sería admitir también el absurdo de que esa

dían sus faenas para ver pasar aquella multitud desor-

hom-

denada y ruidosa; á poco, cuadrillas enteras de peones, de uno y otro lado del camino, corrían á unirse á la

ses

,

influencia se

ejerció sobre los varios millares de

bres que sin conocerle ni haberle visto jamás, engrosaron

su ejército ese mismo día, durante su marcha desde

columna y no tardaban en unir sus gritos á

Dolores hasta San Miguel

tropa de Hidalgo.

el

Grande

y sobre

' ,

los

que

al

de la independencia.

también,

Después de

los

sucesos

referidos

y Allende resolvieron

en salir

el

capítulo

inmediata-

mente para San Miguel, población de grandes recursos, en la que residían varios partidarios entusiastas de la independencia, y adonde arrastrar

tras



al

el

segundo ansiaba acudir para

regimiento

Eeina," del que eran capitanes

él

«Dragones de

de

y Aldama, con

el

la fin

de dotar á la fuerza naciente de la insurrección nacional

un

de

núcleo

de

el

y organización militar. marcha fué puesto en libertad

disciplina

Antes de emprender

la

subdelegado Fernández del Rincón, á quien se hizo

salir

para Valladolid, y

al

español Larrinua se permitió

que permaneciera en Dolores curándose de las heridas

que

le infirió, al prenderle, el insurgente Exija.

A

las once de la

mañana

salió

de Dolores la tropa

de los independientes, fuerte de seiscientos hombres.

' La opinión de Alamón acerca de los sucesos del 16 de setiembre condensa fielmente la del partido á que perteneció, y que siempre ha detestado ó los autores de la independencia, y á la independencia misma de la patria. «A esta alteración de la verdad histórica, dice Alamán después de alterarla él á su antojo al referir los principios de la revolución, se debe sin duda el que la República Mexicana haya escogido para su fiesta nacional el aniversario de un día (16 de setiembre! que vio cometer tantos crímenes, que y date el principio de su existencia como nación de una revolución que proclamando una superchería empleó para su ejecución unos medios que reprueba la religión, la moral fundada en ella, la buena fe, base de la sociedad, y las leyes que establecen las relaciones necesarias de los individuos, en toda asociación política. El congreso, consagrando con la solemnidad de la función del 16 de setiembre, la infracción de estos principios, ha presentado á la nación como modelo plausible loque no debe ser sino objeto de horror y de reprobación, y ofreciendo como heroicidad el ejemplar de esta revolución, ha abierto la puerta y estimulado á que se sigan tantas y tantas de la misma naturaleza, que con ellas se ha llegado á extinguir toda idea de honor, de probidad y de obediencia haciendo imposible la existencia de ningún gobierno ni el ejercicio de ninguna autoridad.» —HUtoria de Mémico, tomo 1, lib. )1, cap. I, pág. 378. ,

las haciendas

los de la

y ranchos vecinos

camino salían hombres á caballo que se incorporaban

á poco, en lugares distantes, secundaron la proclamación

anterior. Hidalgo

De

formándose así

caballería,

rápidamente

una fuerza de

armada de machetes, lanzas y espadas, pues

muy

pocos llevaban carabinas y pistolas; las gentes de á pié, por un instinto de disciplina, se juntaban en

grupos que precedían los capitanes de cuadrillas y ataban en carrizos pañuelos de diversos colores que desplegados al

enseña á cada una de aquellas

servían de

viento

pequeñas secciones.

Esta era

infantería del impro-

la

visado ejército, cuyas armas consistían en palos, flechas,

hondas, lanzas, y los mismos instrumentos de labranza

que momentos antes servían á ficos trabajos

peones en

los pací-

Muchos llevaban consigo sus

del campo.

mujeres é hijos

los

que quedaban en los caseríos y esparcidos por los campos se aprestaban á reunirse poco ;

los

después con sus hermanos y parientes; las mujeres y los niños pugnaban por seguir á los jefes de familia;

quedaban

los perezosos

á medio

labrar;

bueyes uncidos á su coyunda y abandonados por sus guardianes en medio de las tierras chozas

las

se

cerraban,

porque sus

moradores, llevando á cuestas su pequeño haber, corrían

á unirse al ejército de los independientes, y así, engrosado á cada momento, en medio de nubes de polvo y

ensordeciendo los contornos con sus gritos y sus vivas, llegó en las últimas horas de la tarde al santuario

de

Atotonilco.

Este entusiasmo patriótico, irreflexivo pero

espontáneo,

confesado

por

súbito,

las

mismas

inmenso,

autoridades

si

se quiere,

reconocido

fué

realistas.

y El

intendente Riaño, algunos días más tarde, escribía al virey Venegas

lo

siguiente:

voluntariamente á Dolores, Silao

los

San Miguel,

está

pronto

á

uLos pueblos

se entregan

insurgentes: hiciéronlo ya

Celaya, verificarlo.

Salamanca,

Aquí

en

Irapuato;

(Guanajuato),

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS cunde

seducción, falta la seguridad, falta la con-

la

confirmada

107

por

Yo me he fortificado en el paraje de la ciudad más idóneo, y pelearé hasta morir si me dejan con los

la villa al jefe

quinientos hombres que tengo á mi lado...

estéril resistencia

fianza.

^n

El alcalde

Ochoa, con fecha 22 de setiembre, escribía desde Querétaro

wPor

virey:

al

los

principales

de

individuos

Peniche, á quien Allende

Camúñez y

recomendara que no hiciese

le

á los independientes. Por un momento

de San Miguel, en número de cuarenta,

los españoles

pensaron en defenderse á mano armada, pero consul-

Celaya que buscando asilo se han venido aquí, se ha

tando sobre

sabido lo acaecido en aquella ciudad, y que los mismos

Loreto de

excesos cometen en los pueblos y haciendas, en los que

español

el

ordenó en la hacienda de la Frre que se presentase en

Reina,

el

éste

con el coronel don

particular

Canal, que mandaba

la

regimiento de la

con rudeza militar que no

manifestó

les

el

Nicolás

robado,

podía contar con sus soldados, sometidos como estaban

y hacer de su partido d la gente incauta, sencilla é inocente, cual es la del campo,

apenas se presentase éste todos volarían á ponerse de

por la persuasión y

procuran

dinero que ofrecen de

el

lo

seducir

Y

pueblos y aldeas. n después decía

mismo funcionario

el

siguiente

lo

:

« De

tres días

día en día se les

aumentando muchas gentes, unas por temor y de grado

van

otras

^.h

á la influencia de Allende; que era de suponerse que

su lado, y que

no su

allí

una bandera

al naciente

ejército.

autoridad,

Esto

no obstante

que

la

momento en que

el

Faltaba hasta

único que estaba á su alcance era

lo

interponer con Allende á su favor toda su

cesado

desde

la voz de independencia.

se dio los

,

haber

creía

amistad, y

españoles se reunieron en las

Hidalgo había meditado seguramente sobre esto, pues

Casas Consistoriales decididos á sufrir juntos la misma

que antes de

suerte.

salir

de Atotonilco tomó de la sacristía del

un cuadro de

santuario

la

haciendo que un soldado la

Guadalupe, y llevase pendiente de una

Era ya de noche cuando

Virgen de

componían

el ejército

mil hombres que

los cinco

entraron en San Miguel en medio

asta, al frente de la tropa ^, excitó grande entusiasmo

de las entusiastas aclamaciones de los vecinos de la

en todos

villa, á las

que

los

le

seguían, y desde entonces unieron

á sus gritos de guerra

el

de ¡viva la Virgen de

dalupe! Esa invocación fué una

feliz

Gua-

idea del caudillo

que respondían

vivas que desde la

los

los soldados

de Hidalgo con

mañana de aquel

atronado los aires y con

día habían

que acababan de adoptar

el

de la independencia, pues que esa imagen, que la habi-

en Atotonilco: ¡mva la Virgen de Guadalupe! Allende

lidad

hizo conducir á los españoles aprehendidos en Dolores

de los primeros sacerdotes de la colonia

había

dado por aparecida en las colinas de Tepeyac, repre-

al

sentaba en cierto modo la nacionalidad mexicana; «era

propósito

una Virgen indígena, dice un biógrafo del Padre de la

excitada muchedumbre, y acto continuo se dirigió á las

independencia,

Casas Consistoriales con

descendientes

era un enviado directo de Dios á los

de

los

que no recordaba

vencidos,

y ninguna escena de sangre y de martirio como los dioses importados de Ultramar. Hidalgo comprendió, y con razón,

que

convertir

á la Virgen

de

Guadalupe en

símbolo de su causa, era tanto como oponer al poder

de San Francisco de Sales como

colegio

que

allí

para resguardarlos

halló al cura

el

el

población indígena en un solo combatiente •." El cuadro

los

de la Virgen de Guadalupe tomado del

la puerta, les dijo

fué

desde entonces

el

lábaro del

ejército

independiente.

Grande cundía ella

la

Elguera concepto

el

Así

lo

prometió

el

cau-

y forzando la entrada del edificio y obligando á

que estaban en

sala de

la lo

cabildos á que abriesen

siguiente:

"Ni yo

ni mis

compa-

ñeros en la empresa tratamos de vengar agravio alguno sino de sustraernos de la dominación extran-

el

jera, para lo que es absolutamente necesario aprehender

á ustedes sin que nadie sea capaz de hacerme variar de

asombrados

de

llevada primero por un

la

nueva

del

levantamiento,

mozo que envió á toda prisa

el

administrador de la hacienda de Santa Catarina, y luego

esta firme resolución; pero al

pág. 13).

Biografía de Hidalgo, por GuHayo Atres mexicanos, tomo III, pág. 271).

liar.

(Hombres

mismo tiempo

les

aseguro

que mientras yo viva no sufrirán otras molestias que las del

mero arresto; pues en cuanto á sus personas, fami-

lias é intereses

servación.n Comunicación de Riafio al virey Calleja, fechada el 26 de set¡en:ibre de 1810. (Colección de documentos de J. E. Hernández DávalüP, tomo 11, pág. 110). ' Comunicaciones de Ochoa existentes en el Archivo general de In Nación, tomo CVIII, ramo de Historia. 3 Declaración de Hidalgo. (Colección de documentos, tomo I,
&g.T¿.

y pidiéndoles prontos y

jefe

de las

presidente de la

al

dándoles cuenta de la situaeficaces auxilios

AlamAn. — Historia de México, tomo — Adiciones y rectijicaciones, pág. 71. '

— Adiciones y

escuadrones del regi-

don Félix Calleja,

modo que el perímetro fortificado encerrase la plaza y la parte más importante de la ciudad. Los LiCEAGA.

los

que se reconcentraran en la ciudad, y se enviaron

audiencia de Guadalajara,

'

van á dar á Dolores y San

Grande; ordenóse á

Riaño mandó levantar trincheras en las calles principales, de

situáronse destacamentos

miento del Príncipe, diseminados en los pueblos inme-

correos

Decidida en la junta la defensa de

el

;

caminos de Santa Rosa y Villalpando,

I,

i.

pág. 407.

— Liceaga.

MÉXICO A TKAVE8 DE LOS SIGLOS

114

se extendió en Guanajuato la noche

Grande alarma

con motivo del aviso que dio

del 19

avanzado en

destacamento

el

de que los insurgentes se acer-

el Marfil

caban por la cañada de ese nombre

acudió Riaño con

hombre de conocimientos y práctica

y juzgando imposible sostenerse en

resolución,

la

militar, desaprobó la

Albóndiga escribió por aquellos días á su mujer anunciando lo que iba á suceder,

considerándose como desti-

toda su gente para contrarestar al enemigo, y después

nado á morir, víctima de

disciplina

de algún tiempo de angustiosa espectativa se aclaró que

militar.

los vijías se habían engañado.

;

Para volver á ganar,

si

era posible, los ánimos de la gente del pueblo, en la mañana del 21 hizo publicar el intendente con gran

solemnidad un bando, por el que se abolía

pago de

el

No

obstante,

y subordinación brigadier don Miguel Cons-

la

el

tanzó, director de ingenieros, á quien

el

virey Venegas

pasó en consulta la exposición del ayuntamiento, por

y pesando

calificó,

de juiciosa la resolución del intendente,

el contrario,

que ofrecía

las dificultades

la

defensa de una

Esta gracia, concedida ya por la Eegencia de Cádiz, no se había promulgado antes en Guanajuato por motivos más ó menos especiosos; el pueblo de esta

ciudad populosa, sin tiempo para fortificarla y aprisio-

ciudad, como era natural, vio en esta medida una concesión del miedo y acogió el bando con demostraciones

apurado para decidirse sobre

de burla

malo concentrar en la Albóndiga las pocas fuerzas de

tributos.

'.

Una vez más

denodado Riaño hubo de conven-

el

narla convenientemente, juzgó que el intendente Riaño,

meditando todas

circunstancias,

estas

convenía tomar, y

que podía disponer para

que más

por íiliimo,

pareció,

le

la

compuesta de mineros levantiscos y atrevidos, deseaba

personas que pidiesen ó quisiesen reuuírsele,

con ardor la aproximación de los independientes; sentía

conforme á

que

si

no estrechaba

perímetro de sus fortificaciones

el

fuegos, y después de meditar algunos días adoptó

plan que le ofrecía mayores seguridades de éxito. la

noche del 24 hizo que se trasladasen con

Albóndiga de Granaditas

sigilo á la

armado, todos á

ascendían

los

la tropa

veinte

mayor

y y municipales, que

caudales reales

seiscientos

el

paisanaje

pesos,

mil

todos

los

las

que es

lo

sana razón y á la máxima de sabios

la

que se reduce

conservar aquello que se

á

puede defender, para no perderlo todo.» Pero muchos de

el

En

menos

el

Real Hacienda, del público, de particulares y de

militares,

le

defensa de los caudales de

la

cerse de que la gran mayoría del pueblo guanajuatense,

corría el riesgo de hallarse de repente cogido entre dos

muy

vería

se

partido

el

que no podían trasladarse á

los

Granaditas, y que temían por otra parte las consecuen-

desamparo en que

cias del

resto

el

de la ciudad que-

daba, exigieron del intendente que volviese á ocupar con sus tropas

Riaño para

el primitivo

perímetro fortificado.

mismo de

edificio

el

la

Citóles

Albóndiga, y en

archivos de la intendencia y del ayuntamiento, enorme

aquella tarde del 25

guerra y provisiones de boca en grande abundancia, cuidando de que esa misma

Fernando Pérez Marañón y al regidor Septien, quienes renovaron en nombre propio y de otros muchos las pretensiones que hemos indicado, contestó con tono de

municiones

de

cantidad

quedaran

noche

derribados

Amaneció

poco antes.

de

el

los

parapetos

construidos

y con

la

día 25

nación de los españoles y de los criollos

él

conster-

más acomodados,

que á poco empezaron á reunir sus caudales y efectos, y con ellos se recogieron y encerraron en la Albóndiga, «con

que puede regularse que

lo

la

suma que

allí

se

reunió en barras de plata, dinero, azogue de la Real

después de oír al alférez real don

que

resolución

invariable

de aquel

,

por

pues en

edificio,

él

ningún

motivo

saldría

consideraba seguros los

caudales reales; que los soldados habían de permanecer

en aquel lugar; que aun los pequeños grupos armados

que patrullaban

la

á la

ciudad habrían de recogerse

momento

Hacienda y objetos valiosos no bajaba de tres millones

y que los vecinos se defendiesen como pudieran; con lo que terminó la

de pesos

reunión

"^.n

«El ayuntamiento de Guanajuato, dice Alamán, en la exposición

que dirigió después

al virey

vindicando

Albóndiga en

,

de funestos presentimientos.

Contestando exhortación

resolución del intendente la pérdida de la ciudad

mente,

y todas

pretendiendo

del peligro,

retirándose los concurrentes llenos de temor y

su conducta y la de aquel vecindario, atribuye á esta

las desgracias que fueron consiguientes,

el

Calleja desde

que

Riaño para

de

San Luis á una nueva le

recomendaba que se sostuviera á todo trance,

le

ofreciéndole,

en toda la próxima

que

con fecha 24,

de sus tropas en Guana-

permanecido firme y resuelta, y que espíritu su no vino á variar hasta que, notando que se

juato.

Esta comunicación alentó más y más

desconfiaba de ella, comenzó á decir que los gachupines

dente,

quien,

que

la plebe habría

semana

se hallaría al frente

no obstante, adoptó todas las

y señores querían defenderse solos, dejándola abando-

necesarias

nada

completo

estado

dirección

del joven

al

enemigo

sando por

los

,

con

que en grupos se fué disper-

lo

barrios

y

cerros.

El mayor Berzábal,



' LlCRAOA. AdicinneK y revtiJicacioneK páft 75. Alamán asienta equivocadamente que ese bando fué publicado el 26 de setiembre.



AlamAn.

—//í.-íorí'a

gina 413, edición de 1849.

para

poner

edificio

el

defensa

de

militar

A/éiCíco,

tomo

I,

lib.

II,

cap.

II,

:

de

al

inten-

medidas en

Granaditas

construyéronse

bajo

la

don Gilberto Riaño,

hijo

de don Juan Antonio, tres trincheras para cortar otras

,

de

pronta-

auxiliase

tantas

avenidas

principales

Albóndiga: la una,

al

pié

que

desembocaban

en

la

de la cuesta de Granaditas,

pá-

entre

el

convento de Belén y

la

hacienda de Dolores;



MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS otra cerraba las bocacalles de los Pocitos y subida de los

Mandamientos, y

de la Cata;

la

última cortaba la cuesta del río

recogiéronse

en

improvisada fortaleza

la

de la población

la

puerta del Oriente, quedando sólo la entrada

Respecto

por la puerta principal, que mira al norte.

de pertrechos y provisiones, ya hemos dicho que desde día 24 Riaño cuidó de introducir en Granaditas gran

Los defensores armados

cantidad de unos y de otras.

Albóndiga ascendían apenas á seiscientos hombres,

la

de los cuales trescientos formaban al

mando

del

el batallón provincial

mayor don Dípgo Berzábal y

del

capitán

A

situadas las minas

Entre

mañana

eso cuando en la

nadas

las

que

alturas

rodean

á

Guanajuato

coro-

por

las

numerosas huestps de Hidalgo y hubo recibido la intimación del jefe de la independencia, despachaba á toda prisa un oficio

correo

autoridad:

«Voy

vuele V.

once

de

situación

con

siguiente

el

angustiada de aquella

á pelear porque voy á ser atacado en

á

S.

Dios, etc., etc. las

la

Calleja

Resistiré cuanto pueda porque soy hon-

este instante.

rado;

brigadier

al

que expresa

mi socorro, á mi socorro...

Guanajuato 28 de setiembre de 1810 á



mañana. Juan Antonio Riaño.— Don Félix María Calleja.»

la

Señor Brigadier

La ciudad de Guanajuato, situada en el fondo de un estrecho valle y dominada por ásperos y levantados cerros que la rodean por todas partes, recibió de sus

significa

cierra el cerro el

del Cuarto,

colocado

allí el

que

en

Hacia

tarasco

el

sur la

de San Miguel y por el norte se alza llamado, porque en un tiempo fué

así

cuarto ó pierna de un malhechor ejecu-

tado por la justicia. ción,

indígena,

lugar montuoso de ranas.

las escabrosidades

de sus cerros,

siguiendo su vasto caserío las inflexiones de las monta-

ñas y agrupándose en

el centro del profundo barranco para diseminarse luego por las laderas de las colinas.

Rayas

,

la direc-

Mellado y

,

muchos y suntuosos

de la ciudad,

edificios

Alhóndiga

la

Granaditas, destinada

de

funesta celebridad y construida por orden

Riaño,

intendente

que

supremo

del

en

buscó

ella

á

mismo

del

en los

refugio

Comenzó á levantarse

peligro.

esta pesada mole, dominada completamente por el cerro

Cuarto,

1798

en

y

término

dio

ella

construcción

su

poco más de doscientos mil

pesos ^ Es la Alhóndiga un vasto paralelógramo

,

cuyos

lados mayores tienen setenta metros de longitud.

Una

línea de estrechas ventanas, abiertas en lo alto de cada troje,

da un aspecto de

le

dice el historiador

castillo;

«en

interior,

el

Alamán, hay un pórtico de dos

en espacioso patio: toscanos y

el

altos

columnas y ornato

inferior con

el superior dórico, con balaustres de piedras

en los intercolumnios... Tiene este

edificio

al

oriente

una puerta adornada con dos columnas y entablamento toscanos, que le da entrada por la cuesta de MendizáAl sur y poniente de la Alhóndiga corre una calle estrecha que la separa de la hacienda de Dolores y en bal.

ángulo del nordeste viene á terminar la cuesta que

el

conduce en

de la Cata, en la plazoleta que se forma

al río

frente

el

del norte,

adornada como

En

donde está

la puerta principal,

la del oriente."

ese edificio, cuya descripción acaba de bosque-

jarse, entraba con los ojos vendados á las nueve de la

mañana

del

28 de setiembre

don

coronel

el

Camargo (pues don Mariano Abasólo, que

le

Ignacio

acompa-

ñaba, se detuvo en la trinchera de Belén) y entregaba al

intendente Riaño los siguientes documentos:

«Cuartel general en la Hacienda de Burras, 28 de

Pintoresca en extremo es la pobla-

desparramada por

los

descollaba

fundadores los españoles la denominación de Santa Fe,

pero prevaleció su nombre

y siguiendo

más importantes

en 1808, gastándose en

del 28 de setiembre vio

se

poblada en aquella época por setenta mil habitantes,

del

Por

que

entonces opulenta Valenciana.

la

y setenta

Tales eran los elementos de defensa de Riaño.

estación

la

obstáculos

los

ción del noroeste con respecto á la ciudad, se hallan

momentos

del regimiento de caballería del Príncipe á las

entonces

partir del cerro del Cuarto

don Manuel de la Escalera; doscientos paisanos, en su mayor parte españoles, agregados al batallón provincial

órdenes del capitán don José Castilla.

que se hincha con furor en

hallan á su paso.

el

de

,

arrollando

lluviosa,

todas las armas que en la ciudad había y se tapió con

adohes

115

Setiembre de 1810.

me

eligió por

—El numeroso

ejército

que comando,

Capitán general y Protector de la Nación

en los campos de Celaya.

de cincuenta mil hombres

La misma ciudad ratificó

á presencia

esta elección que han

Esta configuración especial y caprichosa hace que las calles, exceptuando un corto número de ellas, se desarrollen en un terreno extraordinariamente quebrado, y

rizado por mi Nación para los proyectos benéficos que

que las construcciones tengan, entre unas y otras, grandes desniveles, siendo muy común que la puerta de una

mente

casa venga á quedar al piso de la azotea de su vecina.

Prolóngase hacia

el

que sigue por

el

lo

que

dará á conocer á V. S. que estoy legítimamente auto-

me han

parecido necesarios á su favor.

Estos son igual-

y favorables á los Americanos

y á los Europeos, que se han hecho ánimo de residir en este útiles

nombre de cañada de Mar-

Reino, y se reducen á proclamar la independencia y libertad de la Nación; de consiguiente yo no veo á los

espacio de una legua hasta terminar

Europeos como enemigos, sino solamente como á un

suroeste

asienta Guanajuato, y toma el fil,

hecho todos los lugares por donde he pasado:

en Jalapita, siendo esa

que tiene Guanajuato.

la

el

estrecho valle en que se

única entrada para carruajes

Al oriente de

la ciudad

obstáculo

nace un

la

parte baja

pág.

embaraza

el

buen

éxito

de

nuestra

Adiciones y aclaracione.i de don José María de Liceaga,

1

arroyo que va arrastrándose tortuoso por

que

5.



JÍÉXICO 1 TBAVÍiS DE LOS SIGLOS

116 empresa.

V. S. se servirá manifestar estas ideas á los

aplicaré todas las fuerzas

quede

y ardides para

esperanza

destruirlos, sin

Europeos, que se han reunido en esa Alhóndiga, para

que

que resuelvan

á V. S. muchos años, como desea su atento servidor.

si

se declaran por enemigos ó convienen

les

de

cuartel.

guarde

Dios

en quedar en calidad de prisioneros recibiendo un trato

Miguel Hidalgo y Costilla, capitán general de Amé-

humano y benigno, como

rica."

lo

están experimentando los

Don Juan Antonio

«Señor

que traemos en nuestra compañía, hasta qne se coa-

Riaño.

— Muy

— Cuartel

de

mío:

la

siga la insinuada libertad é independencia, en cuyo

Burras,

caso entrarán en la clase de ciudadanos, quedando con

estimación que siempre he manifestado á Ud. es sin-

derecho á que se les restituyan los bienes de que por

cera, y la creo debida á las grandes cualidades que le

ahora, para las exigencias de la Nación, nos serviremos.

adornan.

Si,

por

el

contrario,

no accedieren á esta solicitud.

Parte que mira al Sur de (

Setiembre

La

disminuir.

la vista

28

de

18i0.

diferencia en el

Ud. seguirá

Sr.

modo de pensar no la debe le parezca más justo y

que

lo

general de Guanejuato

Primera parte

Camargo

prudente, sin que esto acarree perjuicio á su familia.

mentarlo

Nos batiremos como enemigos

compañeros de armas para resolver; Abasólo volvióse á

pero desde luego

si

así

se

determinase,

un

ofrezco á la Señora Intendenta

asilo

y protección decidida en cualquiera lugar que

elija

para su residencia, en atención á las enfermedades

que

padece.

Esta oferta no nace de temor, sino de

una sensibilidad de que no puedo desprenderme.

Dios

guarde á Ud. muchos años, como desea su atento servidor Q. S. M. B.

— Miguel Hidalgo y

Costilla.

— 'En la

Hacienda de Burras, á 28 de Setiembre de 1810 ^n

El intendente Riaño contestó desde luego

al

1.

con

consultar

entretanto

grueso de su ejército por la cañada de Marfil

,

sus

con

el

y Camar-

go, siempre con los ojos vendados, fué llevado á uno

de los aposentos de

la

Albóndiga en espera de

puesta que debía conducir.

Formados sobre

del amplio edificio los españoles

la

la res-

azotea

armados y los soldados Riaño leyó con voz

del batallón provincial, el intendente

y serena á

los

primeros la intimación que acababa

de recibir, preguntándoles lución.

' Colección de documentos de i. E. Hernández Dávaloe, páginas 116 y 117.

necesitaba

encontrar á Hidalgo que avanzaba

alta

parla-

que

al

Hubo un momento de

terminar cuál era su resosilencio, fácilmente expli-

1],

cable

en

aquellos

hombres

que

al

contestar

iban

á



MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS decidir de

más

su vida,

de su libertad y de sus intereses

Kompiólo don Bernardo del

caros.

Castillo, capitán

pondieron rey!

con

la

aclamación

la decisión

con indignado acento que antes que someterse cobarde-

dente quiso explorar

mente á perder su libertad y bienes estaban dispuestos

efecto

vencer ó morir, palabras viriles que

á luchar

hasta

todos

demás aplaudieron y repitieron con grande Luego, volviéndose Eiaño á los soldados

los

entusiasmo...

del provincial, les preguntó:

¿podré dudar

—Y

—Y

mis hijos del batallón

están resueltos á cumplir con su deber?

si

los soldados, á la voz del valiente Berzábal, res-

unánime

de

:

¡

viva

el

i

Seguro de

de la compañía formada por los españoles, expresando

117

de su escasa tropa,

el

inten-

sentir del ayuntamiento,

el

y

comisionó al procurador de la corporación

al

don

Pedro Cobo, que como español se hallaba refugiado en

Largo tiempo transcurrió antes de que

la Albóndiga.

ayuntamiento,

reunido

en

la

habitación

el

regidor

del

decano, resolviera que, no contando con gente ni armas,

nada podía disponer ni hacer, y que siendo Eiaño único que tenía en sus manos todos esos elementos y

el

la

Parte que mira al Sur de la vista general de Guanajuato

(Segunda parte)

autoridad

competente para hacerse de

quien debía obrar como

Entonces

el

le

pareciese

otros,

él

era

más conveniente.

intendente entregó á Camargo la siguiente

contestación á la intimación y á la

carta del capitán

general Hidalgo:

— No

reconozco otra autoridad ni

me

consta

que haya establecido, ni otro Capitán general en

Reino de Nueva España, que cisco Javier

el

Venegas, Virey de

Exmo. ella,

ni

Sr.

el

más legítimas

Cortes generales que van á verificarse.

es pelear



sensibilidad:

á las

el

armas con

la

ésta exige de mi corazón la debida gra-

expresiones

familia, cuya suerte no

ocasión.



de las

ejercicio

— Dios

de

Ud.

me

perturba en

en beneficio de mi la

guarde á Ud. muchos años.

Miaño

juato, 28 de Setiembre de 1810.

presente

— Guana-

^.n

Don Fran-

reformas que aquellas que acuerde la Nación entera en las

de 1810.



me rodean. Guanajuato, 28 de Setiembre Juan Antonio Riaño.n «Muy Señor mío:

no es incompatible

titud

«Señor Cura del pueblo de Dolores, Don Miguel Hidalgo.

á cuantos

Mi deber

como soldado, cuyo noble sentimiento anima

*

AlamXn. y

— Adiciones

— Hifstoria

ríe

Méajíco,

tomo

rectificaciones, pág. 104,

I,

— Liceíga. — Biografía

pípr. 422.

— G. A.

Baz.

de Hidalao, pú?. 282. ' Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos. t. II, ptig. 117. Adiciones y rectificaciones ^c i. M. Lioeaga. Biografía de Hidalgo, por G. A. Baz, pág. 282.





í TBAVÉS DE LOS SIGLOS

SrfexiCO

lis Resuelto ya

combate,

el

intendente situó una

el

parte del batallón provincial y algunos españoles arma-

dos en la azotea de Granaditas; las trincheras avanzadas de la

cuesta de Mendizábal, de la calle de

sobre

Pocitos y del puente

de la Cata fueron

río

el

los

cubiertas por destacamentos del batallón; la hacienda de benejicio de Dolores, unida á la Albóndiga, quedó

guarnecida por

de los voluntarios

el resto

;

la caballería

del regimiento del Príncipe se colocó en la bajada

Guadalupe en

en la calle de Belén.

Riaño,

plan del inten-

el

mismo con

salir él

donde más daño hiciesen y de plan ciertamente

jarlos;

con

y por

puntos

los

que conviniese desalo-

número de tropa de que

el corto

difíciles

ejecución

se podía disponer

en que se había de situar

enemigo, pero que no parece dudoso

el

en

el

tener

el

paraje en que la situó."

del

por

Cañada de

y en

al

grueso del ejército avanzando rápidamente

frente

Marfil, dióle cuenta de

su comisión

acto dispuso aquél el ataque contra Granaditas.

el

Era

la

infantería

una de

y

cuando inmensas masas de

la tarde

caballería

formadas

por

mil

veinticinco

hombres se desbordaron como impetuoso torrente por

la

cuesta de la presa de los Pozuelos y atravesaron luego la ciudad, cubriendo las alturas

A

diga de Granaditas.

su paso,

que dominan el

la

Albón-

pueblo de Guanajuato

saqueó la dulcería de Zenteno, abrió las puertas de la cárcel,

y

los presos,

en número de cuatrocientos, salieron

en espantoso tumulto yendo á reunirse con las tropas independientes.

trinchera

la

de

levantada

independientes

de

pié

al

esa

y que estaba defendida por el mismo hijo del intendente, don Gilberto Riaño. Cuando la columna estuvo á tiro de

fusil los

defensores rompieron un fuego

paban por

trinchera de la bocacalle de los Pocitos,

la

defendida por

nando

el

La

capitán don Pedro Telmo Primo.

el

que hacia ese lado se alzaba domi-

gritería espantosa

estruendo de la fusilería, hizo comprender

al

punto,

y

intendente

de

necesidad

la

aquel

reforzar

poniéndose á la cabeza de veinte hombres de la compañía de voluntarios salió á situarlos convenientemente

en unión de su ayudante don José María Bustamante;

£1 parlamentario Camargo encontró á Hidalgo

la

el

que se formó,

pues sin esto no habría tenido objeto ninguno la caballería

contra

lado de la cuesta de

el

columna

fuerte

y que hizo retroceder á los demás en desorden. Pero al mismo tiempo masas espesas de insurgentes se agol-

muy aventurada

de

Una

improvisada por

nutrido y certero que derribó á muchos de los asaltantes

caballería á atacar á los insurgentes en los puntos desde los

al

que

puesto

el

mayor Berzábal, la reserva y la

el

todos

al capitán

Escalera con la fuerza suficiente para sostener

y

puntos

los

la fortaleza

ataque comenzó por

el

Mendizábal.

cuesta,

dente, dice Alaraán, era dejar en la Albóndiga

reforzó

Rodeada de ese modo

avanzó

«Parece que

situó

acabamos de nombrar.

de la Cata; en la entrada principal de Granaditas fué

estacionó la reserva.

cerro del Venado, y

el

El resto del ejército, unido

pueblo de Guanajuato,

al río

situada una fuerte guardia, y en el patio del edificio se

centro, cubrió

el

una gruesa columna de caballería é infantería se

Poco antes de que éstas llegasen á

concluida esta tarea,

volvió

el

intendente al

edificio,

pero al pisar uno de los escalones de la puerta, una bala disparada desde

gento

del

el

cerro del Cuarto por un sar-

de

regimiento

Celaya

izquierdo, dejándole sin vida ^

en

hirió

lo

el

ojo

El cadáver del valiente

y pundonoroso Riaño fué llevado en brazos por sus soldados y depositado en el cuarto número 2, donde se representó una escena harto dolorosa:

abrazóse de

él

su hijo don Gilberto; despechado tomó una pistola para

matarse, ponerle en

pero el

que

los

acompañaban

le

le

punto más peligroso para vengar la sangre

de su padre; esta oferta

le

calmó un tanto, y marchó

luego á desatar su furia sobre sus enemigos

La muerte

la

ofrecieron

*.

del intendente produjo gran confusión

ciudad, ya inmensa muchedumbre formada del pueblo

entre los defensores de la Albóndiga

y de

mineros, especialmente los de la Valenciana,

cierto causado por la desaparición del valiente jefe que

excitados por su administrador don Casimiro Chovell,

momentos antes sostenía á todos con su ardor y con su

los

partidario alturas

las

de

entusiasta

decidida

á

los

independientes,

tomar

parte

en

el

ejemplo, suscitáronse inmediatamente acaloradas dispu-

combate.

tas acerca de quién debiera ejercer el

',

ala

sus pretensiones

Pérez Valdés en

éstas debían ocupar: los regimientos de la Reina

intendentes, en que

cerro del

y de

Cuarto y en las

casas vecinas á la Albóndiga; gran parte de la infan-

armada de hondas,

tería,

flechas

y pocos

fusiles,

y

llevando banderas de todos colores con la Virgen de '

Alamón alienta, seeún la declaración de Abasólo, que tanto como Hidalgo no lomaron participio en el combare. Licea-

Allende

Ra, testigo presencial, contradice esta afirmación: «CuanlOB pre«enciamn el aloque, ya porque estuvieron cerca ó ya en alguna distancia, en la que, sin embargo, no les fuera difícil observarlo

que

y

que Hidalgo, monlndo á caballo y con una pismano, recurría lodos los punios inmediatos » Adiciones

piisfiba, vieron

tola en la

re^ti^fioacionei', píg. 10



•,

el

Fundaba

mando.

asesor de la intendencia don Manuel

el

cabeza de las tropas, iban designando los lugares que

el

aparte del descon-

coronaba

Hidalgo, Allende y los demás jefes superiores

Celaya se colocaron en

:

la

prevención el ejercicio

de la Ordenanza de de este empleo recae en

asesor por la falta accidental del propietario,

y procu-

raba inclinar las voluntades á capitular con el enemigo; el mayor don Diego Berzábal sostenía que siendo aquél

un mando estrictamente militar y

él

el jefe

de mayor

graduación, y protestaba morir bajo los escombros de Granaditas. Divididas así las

á él tocaba ejercerlo,

Don Juan Antonio Riaño nació en las montañas de Santander en 1757; hizo su carrera en la marina con honor, y desde enero de 1792 ejercía el cargo de intendente de Guanajuato. • Cuadro histórico, por Carlos M. Bustamante, pág. 11, edición I

de 1823

MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS

mandatan á

opiniones, varios

vez en aquellos ins-

la

tantes supremos y ninguno obedecía, con excepción de

reconociendo

siguieron

que

soldados

los

sus jefes

á

firme

119

á los golpes desesperados que

El desacuerdo de

los

se

asestaban.

le

que mientras

hacía

sitiados

asesor Pérez Valdés enarbolaba en una de las ventanas

inmediatos.

una bandera blanca en señal de rendición,

Entretanto la infantería de los independientes y la muchedumbre de pueblo y de mineros que cubrían com-

Riaño seguía arrojando sus mortíferas metrallas, y

cerro del Cuarto lanzaban con hondas y á

pletamente

el

mano una

lluvia incesante

de piedras sobre los defen-

Una gran

sores de la Alhóndiga situados en la azotea.

el

asaltantes

atribuyendo á perfidia

,

joven los

que no era más que

lo

de la confusión que había en

efecto

el

interior,

el

redo-

blaban su furor y sus esfuerzos para anonadar á sus

Entonces fué cuando Hidalgo, que montado

contrarios.

parte de los asaltantes bajaban y subían sin cesar pro-

á caballo y con una pistola en la

mano había permane-

y duras

cido cerca del lugar de la acción,

manifestó el deseo de

veyendo á

los

que cubren

el

sobre

arrojaban

que

la

deshecha

Alhóndiga, y que un operario de la mina de Mellado, joven de veinte años y de nombre Mariano, se ofreció

estaba levantada una cuarta sobre su nivel ordinario

y

los soldados

que

hubieron de buscar abrigo en

Al mismo tiempo

interior del edificio.

i,

heridos y maltrechos por

la defendían,

los terribles proyectiles,

que se consiguiesen barras para romper la puerta de la

lluvia de pie-

notóse que la azotea

concluir la acción

al

lisas

manera de

á

sitiados

los

Tanta y tan continua fué

granizada. dras,

que quedaban de piedras

fondo del riachuelo de Cata, y éstos las

el

destacamentos

los

que cubrían las tres trincheras, agobiados por

el

número

á hacerlo sin ninguna clase de instrumentos.

pared llegó hasta aceite

cuya puerta se cerró apresuradamente quedando aislados y reducidos á sus propios

y brea

la

puerta, y después de untarla con

prendió fuego con un ocote, y las llamas

le

devoraron en momentos aquel obstáculo que detuvo por algún tiempo las oleadas de

infinitamente superior de los asaltantes, las abandonaban

en completo desorden y corrían á guarecerse dentro de

Cubrién-

dose con una larga losa y deslizándose á lo largo de la

Libre hacia

la

entrada,

el interior

los

rabiosa

la

muchedumbre

asaltantes

se

'.

abalanzaron

de Granaditas como una catarata que

Los

la Alhóndiga,

arrolla el dique puesto á su incontrastable pujanza.

tras ellos,

sitiados, por su parte, al ver caer la puerta, corrieron

esfuerzos

situada en

que

españoles

los

hacienda de Dolores

y

la

defendían

casa

la

fuerza

corta

de

de la

caballería

Alzóse ensordecedora vocería de las compactas y vieron la

de los asaltantes luego que

oscuras masas

retirada de los destacamentos que cubrían las trincheras

y como

exteriores,

también hubiese sido una señal de

si

i;utemano convenida, se precipitaron de todas las alturas cual oleaje

encuentro del enemigo, y en

impetuoso

alud

ciñendo

á

humano.

Los

sitiados

hacían fuego

como

Granaditas

un

desde las

el patio

de la Alhóndiga

combate á muerte en medio de alaridos

se trabó un

feroces que repetían las

barranco de Cata.

el

al

quiebras y cañadas de Guana-

juato: terrible fué la acometida, heroica la resistencia, recio

sangriento

y

el

choque;

independientes se

los

arrojaban «como leones furiosos,» dice un testigo presencial

2; la

lucha se empeñó cuerpo á cuerpo; el patio

quedó en un momento cubierto de cadáveres, y como

el

torrente de combatientes que afluía del exterior parecía

inagotable

bien pronto se derramaron por todo

,

el

vasto

ventanas y troneras sobre aquella apiñada muchedumbre

edificio no sin sostener terribles luchas en cada corredor

y no había tiro que dejase de ser aprovechado, mientras que el joven Riaño acompañado de algunos y sediento de venganza por la muerte de su padre, arrojaba sobre

y en cada

Berzábal seguía defendiéndose con heroico valor: caye-

de azogue convertidos anticipa-

ron á su lado heridos de muerte los abanderados del

,

la multitud los frascos

damente en botes de metralla, y que al hacer explosión derribaban por tierra á muchos de los sitiadores. Estos,

patio

Empujado contra un ángulo del y rodeado de unos cuantos soldados el mayor escalera.

,

batallón, Marmolejo

tomando

las

y González, y entonces Berzábal,

banderas y estrechándolas contra su pecho,

vivísimo fuego que

continuó combatiendo hasta que, acribillado de heridas,

vomitaba Granaditas: los que caían eran ahogados por

rodó sin vida, pero sin soltar las enseñas que había

embargo, no

sin

plantas

las

cejaban

ante

el

de los que les reemplazaban,

cerrándose

jurado defender.

Eran

inmediatamente los claros que abrían las descargas de fusilería ó las explosiones

que delante estaban

de los frascos de azogue; los

eran empujados por los que les

seguían sin que les fuese posible volver atrás, como en

una tempestad, dice un impelidas

las

unas

por

furiosas contra las rocas.

un

solo cuerpo

escritor, las

las

otras

del

y van á

mar son

estrellarse

Aquella multitud que parecía

animado de una sola voluntad, ebria de

empezó

del la

tica 1

,

se revolvía frené-

en torno de la puerta principal que se sostenía Cuadro

histórico de Bustamante, pég. 10, edición de 1823.

cinco

batallón

de la tarde. provincial

matanza y

el

Con

cesó

saqueo.

la

la

muerte del

resistencia

Ya en

el

y

exterior

había terminado también la lucha con la muerte de los jefes Valenzuela

y

Castilla

y de

casi todos los soldados

del regimiento de caballería del Príncipe que quedaron

aislados en la bajada del río de la Cata.

Los españoles

Adiciones y rectijl'^aciones de don José María de Liceaga, Biografía de Htdalgo-,fOT G. A. Baz, pág 283. ' Carta escrita en Guanajuuto el 2 de octubre de 1810 y que se halla en el Archivo general de la Nación. (Tomo CVIII del ramo de Colección de documentos, tomo II, pág. 126. Historia ). »

rabia y lanzando aullidos de muerte

-

olas

mayor

las

pág. 113.





)

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS

120

dieron rienda suelta á su furor

inmolando sin

hacienda

de Dolores,

horas,

aislados también, habían sucumbido en su

mayor parte

misericordia á los vencidos: en vano implorábanla éstos

que guarnecían la casa de

después

de

porfiada

la

por

distinguiéndose

defensa,

su

del

vencedor,

pidiendo de rodillas la vida;

á los

ni

valor don Francisco Iriarte, don Joaquín Alcayaga, don

sacerdotes

Mariano Martínez Arellano y los dos hermanos Portu, y los que salieron vivos del combate cayeron 6 se echaron

investidura, tan respetados en aquella época; ni á los

en la noria, en la que perecieron ahogados.

Dueños por

completo los independientes de la Albóndiga, empezó,

como acabamos de cidos

asaltantes

los

matanza y

decir, la

por

trojes

las

el

y

saqueo: esparlos

corredores,

ebrios de venganza por la muerte de dos mil quinientos

de los suyos

mismo

',

que yacían en las cercanías y en

del lúgubre

edificio,

enardecidos por

allí

refugiados protegieron su carácter y su

niños cubrió su inocencia; sus heridas recientes;

allí

ni

á los

soldados

libraron

cayeron heridos gravemente

don Gilberto Riaño y don José Manuel Bustamante, que murieron dos días después, y allí sucumbieron muchos de los más ricos y principales españoles avecindados en Guanajuato. Los pocos que escaparon con vida, despo-

el patio

jados de sus vestidos y atados con fuertes ligaduras,

fuego

fueron llevados á la cárcel á través de una multitud

el

incesante que habían afrontado por espacio de cuatro

que

alborotada

á

cada

paso

amenazaba con

los

la

Interior de la Alhúndiga de Granaditas (

muerte.

Los cadáveres de

tados en

el

los

españoles fueron sepul-

campo santo de Belén y

los de los

indepen-

dientes en grandes zanjas que se abrieron aquella

noche en

el río

de Cata,

el del intendente

al pié

Estado actual

misma

de la cuesta así llamada;

Riaño, cubierto con una mortaja que le

pusieron los religiosos del convento de Belén, fué ente-

rrado dos días después.

Terminada con

el

pueblo,

la

é ingresó en la tesorería del ejército.

pavoroso

el

Era

siniestro

y

aspecto de Granaditas en las últimas horas

de la tarde.

Grandes charcos de sangre teñían

mento y

escaleras; incontables cadáveres tapizaban

el suelo

las

en

los víveres,

el patio,

en

los corredores

los archivos

y en

pavi-

el

las

trojes;

depositados, esparcidos y

allí

confundiéndose con los muertos, y una multitud desen-

matanza,

saquearon

los

la

vencedores, mezclados

Albóndiga, henchida

de

frenada que entraba y salía, pisoteando los cadáveres

ensangrentados,

apoderándose de

lo

que hallaba á su

y las barras de plata desaparecieron desde luego, aunque gran cantidad de

paso y disputándose á mano armada

estos últimos efectos fué quitada á los que los tomaron

opulenta ciudad: al rojizo resplandor de las teas caían

valores

cuantiosos;

el

dinero

Vino

la

noche y

el

el

sangriento botín.

saqueo se extendió entonces por la

derribadas á hachazos las puertas de las tiendas de los Adicione» y rectificaciones de don José María de Liceoga, póg. 119. Este autor estima en tres mil los muertos en esta célebre jornada, calculando la pérdida de los defensores en doscientos soldados y doscientos españolee, '

españoles,

dando paso á

la

plebe que se arrojaba al

interior apoderándose de los efectos de comercio,

bles

y ropa; luego, apurando

los licores

mue-

que hallaban

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS los

Lució

saqueadores en las casas de comercio y completa-

mente ebrios, recorrían

las

calles

lanzando gritos de

muerte y amenazando derribar todas las puertas cerradas que encontraban á su paso. Durante aquella noche

el

121 día

aunque con menos

y con

29,

«La

furia.

un testigo presencial

^,

se renovó el saqueo,

él

plaza y las calles, dice

estaban llenas de fragmentos de

muebles, de restos de los efectos sacados de las tiendas,

espantable treinta y cuatro casas y tiendas y varias

de licores derramados después de haber bebido

minas y haciendas de beneficiar metales fueron saquea-

hasta la saciedad:

familias enteras que aquel día habían

das por completo

:

amanecido

el

las

bajo

amparo de sus padres

maridos,

ó

unas disfrutando de opulencia y otras gozando de

abundancia

mañana

en

una

honrosa

medianía,

yacían

á

la

siguiente en una deplorable orfandad y en triste

éste se

el

pueblo

abandonaba á todo género de

excesos, y los indios de Hidalgo presentaban las

más

extrañas figuras, vistiéndose sobre su traje propio la ropa

que habían sacado de

de los españoles, entre

las casas

que había uniformes de regidores, con cuyas casacas

las

bordadas y sombreros armados se engalanaban aquéllos, llevándolas con los pies descalzos y en completo estado

miseria.

Vieta exterior de la Alhóndiga de Granadilas

de

embriaguez."

ínfimos los efectos

Vendíanse

más

en

preciosos.

este

día

á

precios

Dábanse barras de

en la Alhóndiga, á excepción de su mismo denunciante el

tambor mayor Garrido

,

á quien reservaba para hacer

un severo castigo, que,

embargo, no ejecutó;

plata por doscientos pesos; tercios de paño, por seis;

con

de cacao, por cuatro; barriles de aguardiente, por cinco,

permitió volver á sus casas á varios españoles, y á los

y onzas de oro por menos cantidad, pues á

demás

les era

los

indios

los distribuyó

sin

en alojamientos cómodos, cuidando

de que se asistiese á los enfermos y heridos con

desconocida esta moneda.

Hidalgo hizo cesar tanto

él

desorden publicando

el

el

mayor esmero; á la viuda del intendente Kiaño mandó

no es disculpable su

devolver los objetos de su esposo tomados en la Alhóndiga y le regaló una barra de plata. Uno de los espa-

disimulo durante los días 28 y 29, ni aun considerándole

ñoles que volvieron á sus casas fué el padre del distin-

impotente para hacerse obedecer de sus soldados ven-

guido magistrado don Manuel Baranda, quien,

día 30 un bando severo en el que conminaba con la pena

de muerte á

los saqueadores.

Y

si

cedores, las disposiciones que dictó en seguida demues-

muy

niño

,

acompañó á su madre

siendo

á suplicar al jefe de la

tran que la generosidad cobraba sereno asiento en su

ánimo, pasado

el

ardimiento de la lucha.

Mandó poner

en libertad á todos los criollos que habían sido presos T.

lU-lO

'

Alamán, Historia de Méwico, tomo I, pág 437. también testigo presencial, en sus Adiciones y

El historiador

— Véase Liceaga, rectificaciones.

MÍXICO Á TEAVÉS DE LOS SIOLOS

122 revolución que concediese ese permiso. llados

ante

á una señora y

él

Fiel á la conducta política que había seguido en

Al ver arrodi-

á un niño, á quienes

Celaya, Hidalgo convocó

ayuntamiento para que arre-

al

había conocido en la opulencia, Hidalgo se conmovió

glase el gobierno de la intendencia,

hondamente y dijo á la primera sin ocultar su emoción: ^-Señora, las circunstancias me obligan á disimular

rentaba

esos males necesarios, que soy

de una manera imperfecta, como los ayuntamientos de

lamentar...

el

primero en sentir y

Su marido de usted queda en libertad, ya

que se ha librado del furor de mis soldados, y ¡ojalá que asi pudiera yo salvar á todos sus compañeros de infortonio! 'n

Don Lucas Alamán,

había

denigrar

de

primer caudillo de ces de conocer

mismo que más tarde

sistemáticamente

la

y de

el

la

memoria

del

independencia, tuvo ocasión enton-

sentir su generosidad

^.

autoridades que representaban

sala de cabildos

'

G. A. Baz.

tomo

— Biogra/ia de Hidalgo. (Hombres ilustres mexi-

III,

pég. 285). < «Una de las casas, dice Alamán, que se hallaban amenazadas de ser saqueadas era la de mi familia, en cuyos bajos estaba la tienda de un español, muerto en la noria de Dolores, llamado don

Juan Posadas, que aunque había sido ya saqueada, un cargador de la confianza de Posadas dio aviso de que en un patio interior habla una bodega con efectos y dinero que él mismo había metido. Muy difícil fué contener á la plebe, que por el entresuelo habla penetrado hasta el descanso de la escalera, corriendo yo mismo no poco peligro por haberme creído español. En este conflicto, mi madre resolvió é ver al cura Hidalgo, con quien tenía antiguas relaciones de amistad, y yo la acompañé. Grande era para una persona decenlemeníe vestida el riesgo de atravesar las calles por entre una muchedumbre embriagada de furor y licores: llegamos, sin embargo, sin accidente hasta el cuartel del regimiento del Príncipe, en el que estaba alojado Hidalgo. Encontramos á éste en una pieza llena de gentes de todas clases: había en un rincón una porción considerable de barras de plata, recogidas en la Albóndiga y manchadas todavía con sangre; en otro, una cantidad de lanzas, y arrimado á la pared y suspendido de una de éstas, el cuadro de la Virgen de Guadalupe, que servia de enseña á la empresa. El cura estaba sentado en su catre de camino con una pequeña mesa delante, con su traje ordinario y sobre la chaqueta un tahalí morado, que parecía ser algún pedazo de estola de aquel color. Recibiónos con agrado, aseguró á mi madre de su antigua amistad, é impuesto de lo que se temía en la casa nos dio una escolta, mandada por un arriero del rancho del Cacalote, inmediato á Salvatierra, llamado Ignacio Centeno, á quien habla hecho capitán y al cual dio orden de defender mi casa y custodiar los efectos de Posadas, haciéndolos llevar, cuando se pudiese, al alojamiento de Hidalgo, pues los destinabo para gastos de su ejército. Centeno, teniendo por imposible contener el tumulto, que iba en aumento, pues se reunía á cada instante más y más gente empeñada en entrar á saquear, dio aviso con uno de sus soldados á Hidalgo, el cual creyó necesaria su presencia para contener el desorden que no habla bastado á enfrenar el bando publicado, y se dirigió á caballo á lu plaza, donde mi casa estaba, acompañado de los demás generales. Llevaba al frente el cuadro de la Virgen de Guadalupe, con un indio á pié que tocaba un tambor: seguían porción de hombres de campo á caballo con algunos dragones de la Reina en dos líneas, y precedía esta especie de proceí-ión el cura con los generales, vestidos éstos con chaquetas, como usaban en las poblaciones pequeñas los oficiales de los cuerpos de milicias, y en lugar de las divisas de los hombros que tenían en el regimiento de la Reina, se hablan puesto en las presillas de las charreteras unos cordones de plata con borlas, como sin duda hablan visto en algunas estampas que usan los edecanes de los generales franceses; todos llevaban en el sombrero la estampa de la Virgen de Guadalupe Llegada la comitiva al paraje donde estaba el mayor pelotón de plebe delante de la tienda de Posadas, se le dio orden al pueblo para que se retirase, y no obedeciéndola. Allende quiso apartarlo de las puertas de la tienda metiéndose entre la muchedumbre: el enlosado de la acera forma allí un declive bastante pendiente, y cubierto entonces con todo género de suciedades estaba muy resbaladizo: Allende cayó con el caballo y haciendo que éste se levantase, lleno de ira sacó la espada y empezó á dar con ella sobre la plebe que huyó despavorida, habiendo quedado un hombre gravemente herido. Siguió Hidalgo recorriendo la plaza y mandó hacer fuego sobre los que estaban arrancando los balcones de las casas, con lo que la multitud se fué disipando, quedando por algún tiempo grandes grupos, en los que se vendían á \ il precio los efectos sacados en el bolla.* Hiftorfa de México, tomo I, pág. 439.

homenaje á

las

poder popular, aunque

el

de Guanajuato, presentóse en la

el

y manifestó á la corporación que pro-

clamado en Celaya por más de cincuenta mil hombres capitán

general

de

América,

debía

el

ayuntamiento

reconocerle con aquel carácter y proceder, conforme á sus atribuciones, al nombramiento de alcaldes ordinarios,

en efecto,

siendo,

cargos

canof,

Reunido

entonces.

pues rendía ó apa-

grande y respetuoso

rendir

el

nombrados en seguida para estos

abogado don José Miguel de Eivera Llórente

y don José María Hernández Chico. Ofreció Hidalgo el empleo de intendente y el grado de teniente general don Fernando Pérez Marañen, y habién-

al alférez real

dose éste excusado, hizo sucesivamente igual propuesta á los regidores don José María Septien y don Pedro de

Otero, los que tampoco

admitieron.

Irritado

el

jefe

de la revolución por estas repulsas, designó para ejercer tan alto empleo á don José Francisco

Gómez, que había

ir



sido ayudante

y

dolid

mayor

del regimiento provincial de Valla-

era á la sazón administrador de la renta del

tabaco en Guanajuato, nombrando asesor de la intendencia al abogado don Carlos Montesdeoca y promotor

á don Francisco Eobledo, previniendo á los tres

fiscal

que admitieran estos empleos sin excusa ni pretexto de ningún género. Dedicóse luego con empeño á organizar su cuerpo de ejército: de los pocos soldados que queda-

ban del batallón provincial formó una fuerza de manejo de

destinada al

los

cañones

artilleros

que trataba de

fundir; incorporó á sus tropas los tres escuadrones del

que se hallaban

regimiento del Príncipe,

en

algunos

lugares de la intendencia de Guanajuato; levantó dos

nuevos regimientos de infantería,

y nombró por su coronel

uno en Valenciana,

el

al distinguido

joven don Casi-

miro Chovell, administrador de aquella mina; la

ciudad,

cuyo mando

dio

miembro de una respetable

á

don

familia

;

el otro

Bernardo

en

Chico,

nombró coroneles á

don José María Liceaga, destinado á ocupar más tarde

un lugar preeminente entre

los defensores

de la libertad

mexicana, y á don José Mariano Jiménez, alumno de

la

escuela de Minas de México, que había de participar de la

misma suerte

infausta del padre de la independencia,

y á otro alumno de

la

misma

escuela,

don

Rafael

Dávalos, que hacía su práctica en la mina de Valenciana y era catedrático de matemáticas en

Guanajuato, llería

le confirió

y director de

los

el colegio

de

empleos de capitán de arti-

la fundición

de cañones, que fué

establecida inmediatamente, destinándose á esta fábrica capellinas

las

1

les se

^

de las haciendas de los españoles.

los cilindros de cobre dentro de los cuaevaporación el mercurio que se emplea en la Historia de México, tomo I, pág. 448. AlamAn.

Llámanse capellinas separa por

amalgamación.



La

la





MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS que

123

de esta fundición resultó, natural-

poner sobre las armas á sus gentes, disponiendo que

mente, muy imperfecta, y lo mismo debe decirse del armamento, que con diligencia y ardor eminentemente

produjera la oscuridad en los movimientos de su indis-

artillería

patrióticos

cimiento

salió

comenzó á construirse en

bajo

la

de

dirección

los

mismo estable-

el

jóvenes Chovell y

Dávalos.

La

iluminase

se

que

el

brigadier Calleja al frente

ciudad

ciplinado ejército y

para

marchando

evitar

él

la

mismo

confusión

al frente

mejores soldados con dirección á Valenciana. convenció

falsa noticia de

la

de sus

Pronto se

de la inexactitud de la noticia y

el caudillo

así lo avisó

que

á la ciudad, á la que regresó algunas horas

A

de numerosas tropas había avanzado hasta Valenciana,

después.

después de pasar á cuchillo á cuantos hallaba á su paso,

llegando hasta la hacienda de la Quemada, y cercio-

infundió grandísimo temor en los habitantes de

juato la noche del 2

Guana-

de octubre, y obligó á Hidalgo á

Plano de

la

rándose

mañana

la

que

de

Calleja

siguiente

no

había

hizo

nueva

hecho

salida

movimiento

ninguno volvió otra vez á Guau aj nato con parte de su

Albóndiga de Granaditas y sus inmediaciones en

la

ciudad de Guanajuato

Ja Aliióndiga. — B. Convento tseien. — L.. Casa cíe iNoria ae vento ae de Belén. C. i^asa de la nacienaa hacienda ae de Dolores. Lioiores. — D. Patio y encinas oficinas a« naciencia. — E. t.. Noria de u. u. D. D. u. t'atio d" esta hacienda.— misma, situada en el confluente de los dos rios.— F. Trinchera situada al pié de la cuesta dé Mendizábal. - G. Esta cuesta. — H. Casa que fué de Mendizábal, que dio nom„.v, fl la cuesta. bre ...„ i,.,v..a.u. — I. .. Trinchera ».....,..^... „„.„ de la i,„. calle ..,„>,.„.,. de los Fozitos. — J. Esta calle. — K. Subida á las minas ó de los Mandamientos. — L. L. Diversas bocas calles que se tapiaron.— M. Bajada al rio de Cata. — N. Trinchera que la defendía. — O. Puerta principal de la Alhón diga, única que quedo abierta. — P, Puerta lateral (jue se cerro con mampnstpría Q. Salida á la azotea de la Albóndiga.— R. Ventana desde la cual un soldado de Celaya mató al intendente. - S. Campo Santo de Belén. — S'. Callejones llamados los cañitos de Belén. — T. Calle de Belén. U. Puente y calzada de Nuestra Señora lde Guanajuato. — V. Rio^ de Guanajuato que baja del monte de San Nicolás. — X. Rio de la Cata. — Y. Puente j que llamaba de Palo. yj que después pietir se .-_ ..„ „ de ,.^ pietira, comenzando en él el camino nuevo de Marfil sobre los cerros á la derecha del se ha construido „^ T río. — Z. Hacienda de Granaditas y barrio de Tepetapa. — Z'. Z'. Cerro del Cuarto, cubierto de casas que dominan á la Albóndiga. — *. Lugar en que uurió el mayor Berza bal.

A. Edificio de la

._

_

_

_

1

,

.,

gente, dejando la demás á las órdenes de Aldama, quien

de crear una casa de moneda, la que en

quedó

por

el

espacio de

completo

en

recorrió todos los pueblos de la falda de la sierra, desde

algunos

San Felipe, pasando por San Miguel, no

sólo para estar

hacienda de San Pedro, bajo la dirección de don José

en observación de los movimientos de Calleja, sino para

Mariano Robles, y de un modo tan perfecto, que las máquinas de aquella casa, hechas por artesanos de

mayor número de gente que pudiese de

levantar

el

aquellos

contornos.

días

establecida

la

y

Guanajuato, se llevaron más tarde á México para per-

siguiendo su marcha por Chamacuero y Celaya, volvió

feccionar las del Apartado ó establecimiento de acuña-

á unirse con Hidalgo en Acámbaro,

ción del rey.

Terminada su

del grueso de sus tropas

rápida

correría

cuando

al

frente

marchaba sobre Valladolid.

Este continuó ocupándose de

la

materia de recursos

Nada

moneda, siendo tan con

el

se cambió bello

el

en

el

tipo

y

la ley

de la

primero que se equivocaba

de los pesos y demás monedas que se acuñaban

Estas máquinas, así como las que

para las atenciones urgentes de su poderoso ejército,

en la capital ^

que se aumentaba más y más después del asalto de Granaditas. La gran cantidad de barras de plata toma-

vieron en la fundición de cañones, fueron construidas

das en este edificio y la extrema escasez de numerario que se hacía sentir á la sazón le indicaron la necesidad

de artes, que segiJn se cree había sido estudiado con

sir-

conforme á los modelos é indicaciones de un diccionario

1

Cuadro

Ai'síórico

de Bustamente, pág.

7.

MÉXICO L TKAVÉS DE LOS SIGLOS

124

empeño desde años atrás por formaba parte de

mismo Hidalgo y que de don José María Bus-

biblioteca

la

Quiso ante todo hacer

el

tamante.

excitándolos

Adoptadas éstas y otras medidas y atento á necesidad de propagar rápidamente la revolución en

autoridad:

provincias vecinas antes de comprometer el ejército realista,

choque con

sobre Valladolid

la las

en un

el éxito

Hidalgo decidió marchar

ciudad rica que aumentaría sus recur-

,

sos y adonde tenía numerosos amigos adictos á la causa de la independencia; así es que, dictadas sus últimas

8 de octubre para la capital de la división de tres mil hombres una vecina intendencia al mando de don José Mariano Jiménez, y él mismo, al órdenes, hizo salir

el

frente del grueso

misma

tarde siguiendo la

marchó dos días más

ejército,

del

Nueva España para ver

los

ojos hacia la

cuál fué la actitud

de la autoridad superior de la colonia ante sucesos tan

Venegas

Hemos

como inesperados.

ruidosos ,

al

terminar

el

dejado

penúltimo capítulo

virey

al

*

ocupado

,

en repartir gracias y mercedes reales entre los que más se habían distinguido en los acontecimientos que preci-

pitaron á Iturrigaray de su alto puesto;

hemos dicho

también que en Perote, lugar situado en la carretera

miento que en

nuevas

las

de

comunicó diligente

el

el

y

de

alcalde

el

Ochoa no

Así,

Querétaro le

le

alarmaron

pronto ninguna disposición

mal quedaba remediado con

descubrimiento de la conjuración. Pero uno tras otro,

á sus manos los

sin darle tregua ni reposo, llegaron

avisos de la proclamación de la independencia en Dolo-

número de gentes que seguían

del gran

res,

Hidalgo, de la entrada de éste en San Miguel

el

cura

al

Grande,

de su marcha aparente contra Querétaro y, por último, de su entrada en Celaya. La situación de Venegas fué

duda

sin

durante aquellos días de continuas y

difícil

desde mi entrada en esta capital

penetrado

sido

constan-

al

conocer

partido que

de

espíritu

el

por desgracia continuase,

si

una injusta odiosidad entre personas que deben amarse, haría del reino un teatro de crímenes y desolaciones

y presa segura del

ción

Y

tiíano.

tan fatales consecuencias ¿subsistirá la oposición entre

europeos

y americanos? ¿continuarán mirándose como

enemigos

los

apreciarse?

que tienen tantos motivos de amarse y somos todos vasallos de un mismo

¿no

monarca, miembros de un mismo cuerpo social y parte de aquella noble y circunspecta nación española que

ha dado tantos

siempre

generosidad, y que en

el

ejemplos

pundonor y de

de

día es la única potencia euro-

resistir

al

tirano que todo intenta trastornarlo?

y desconfiando del

militares hubo

ejér-

en la conspiración de

Pues

¿por qué no nos amamos como hermanos? ¿por qué no

reunimos

nuestros

esfuerzos

nuestras

,

intenciones

de nuestra

independencia y establecer en

la

Y

nuestra felicidad?...» acontecimientos,

tes

lo

interior

base de

luego refiriéndose á los recien-

decía

lo

siguiente:

«Ya

tenéis

á la vista en algunas partes de este reino un prin-

de

cipio

nos

los

con

falsas

das en vuestra división y rivalidad, el

orden

males

público

y

i^stoy

muy

ideas

apoya-

,

procuran alterar

en

sumergirnos

revolucionarios,

el

Algu-

males de que intento libertaros.

hombres deslumhrados

espantosos

los

persuadido

de

dudo un momento de

que todo volverá

orden

al

de aquellos excesos; pero ¡cuánto es mi sentimiento

de Dolores

embargo, á hacer frente á

,

veíase obligado,

la tempestad que tan

amenazadora se anunciaba, y érale preciso cubrir violentamente con fuerzas respetables la ciudad de Queré-

punto

taro,

insurgentes

tiempo

que de

parecía

Dolores.

deber

ser

Venegas no

por

atacado

los

sino

vaciló

estrictamente necesario para examinar

el

el

lo

que son sus designios, y que no pueapoyo de ningún hombre sensato. No

taro

al lado del caudillo

y

nuestros deseos para destruir al enemigo

presentarse las tropas que destino á contener

sin

y

á vista de tantas y

Valladolid, militares también aparecían en la de Queré-

y

la

reina

sería el principio de nuestra ruina, sería el fomento de

den tener

país ni á las gentes, si

y

Este mal,

entre vosotros.

ciendo

pues que

mayor sentimiento

del

rivalidad, división

despreciables

cito,

me he ocupado

temente en conocer vuestra situación, y mi corazón ha

siniestras noticias: recién llegado á la colonia, no conoel

1810, y de

vencer todo obstáculo que se oponga á vuestra felicidad,

pea que libre del envilecimiento y humillación en que

ni le hicieron dictar por lo

vigorosa, creyendo que

en su proclama de 23 de setiembre de

yacen las demás ha formado la heroica resolución de

conspiración

la

á la concordia y á la obediencia de la «Deseoso de curar vuestros males, les decía

nuevo y ele-

el

interior del país se preparaba.

el

que

las

ámbito del

primeras noticias del levanta-

que va de Jalapa á Puebla, fué donde

vado magistrado tuvo

el

acabaría siendo todos víctimas de nuestra inconsidera-

dirección.

Tiempo es ya de que volvamos capital de

voz en

oír su

reino dirigiendo un llamamiento á todos sus habitantes,

considerar que vuestra división es

el

el

al

curso al

fomento de estos

males y que ella me pone en la triste necesidad de que las primeras providencias de mi mando se dirijan

á hacer derramar

la

sangre de nuestros concixida-

danos!...r>

Y

peli-

dando cumplimiento á

las

amenazas contenidas

gro, pero una vez convencido de que éste era graví-

en la última parte de este manifiesto, Venegas, cuatro

simo adoptó una marcha vigorosa, propia de su enér-

días

gico carácter

publicó un bando solemne ofreciendo un premio de diez

y de

las dificultades

ción. «

mismas de

la

situa-

más

tarde, es decir,

el

27 de setiembre de 1810,

mil pesos á los que entregasen vivos ó dieren muerte Véuse

el

final del capitulo VI.

á los tres principales jefes de la insurrección

,

Hidalgo,

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS Allende y Aldama cias

'

,

concediendo además todas las gra-

y consideraciones debidas á los que con tal hecho considerados como restauradores del sosiego

serían

que

125

matanza de Granaditas y cuando Hidalgo y sus ilustres compañeros no debían ser de

antes

ocurriera

considerados por

la

gobierno vireinal más que como reos

el

asesinato en providencia repre-

público, y prometiendo el indulto é iguales recompensas

políticos, éste erigía el

á los que habiendo seguido

siva; la autoridad sostenedora del orden público procla-

entregasen á los tres

partido de la revolución

el

caudillos.

De

suerte

que aun

maba que

y

la traición

la

delación ejercidas contra los

rebeldes eran actos meritorios; los hombres que poseían •

Copiamos á continuación

ese célebre

bando:

en sus manos la fuerza física y representaban la auto-

«Don Francisco Javier Venegas de Saavedra, Rodrigues de Arenzana, Güemes Mora, Pacheco Dasa y Maldnnado, Caballero de la

Orden de Calatraea, Teniente General de loa Reales EjérVirey Gobernador y Capitán General de esta N. E.,

citos,

ridad, esa otra fuerza moral que robustecían tres siglos

de ejercicio, no vacilaban en sancionar la alevosía y la

,

Presidente de su Real Audiencia, Superintendente general, Subdelegado de la Real Hacienda, Minas, Azogues y Ramo del Tabaco, Juez Conservador de éste. Presidente de su Real Junta y Subdelegado general de Correos en el mismo Reino. » Los inauditos y escandalosos atentados que han cometido y continúan cometiendo el cura de los Dolores Doctor Don Miguel Hidalgo y los capitanes del Regimiento de Dragones provinciales de la Reina Don Ignacio Allende y Don Juan Aldama, que después He haber seducido á los incautos vecinos de dicho pueblo, los han llevado tumultuariamente y en forma de asonada, primero á la villa de San Miguel el Grande, y sucesivamente al pueblo de. Chamacuero, á la ciudad de t^elaya y al valle de Salamanca, haciendo en todos estos parajes la más infame Oftenlación de su inmoralidad y perversas cosiumbres; robando y saqueando las casas de los vecinos más honrados para saciar su vil codicia, y profanando con iguales insultos los claustros religiosos y los lugares más sagrados: me han puesto en la necesidad de tomar prontas, eficaces y oportunas providencias para contenerlos y corregirlos, y de enviar tropas escogidas al cargo de jefes y oficiales de muy acreditado valor, pericia militar, fidelidad y patriotismo que sabrán arrollarlos y destruirlos con todos sus secuaces si se atreven á esperarlos y no toman antes el único recurso que les queda de una fuga precipitada para librarse del brazo terrible de la justicia, que habrá de descargar sobre ellos toda la severidad y rigor de las leyes como corresponde á la enormidad de los delilos, no sólo para imponerles el castigo que merecen como alborotadores de la tranquilidad [lública sino también para vindicar á los fidelisimos Americanos Españoles y naturales de este afortunado reino, cuya reputación, honor y lealtad inmaculada han intentado manchar osadamente queriendo aparentar una causa común contra sus amados hermanos los Fluropeos, y llegando hasta el sacrilego medio de valerse de la sacrosaijla imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona y Protectora de este reino, para deslumhrar á los incautos con efta apariencia de religión que no es otra cosa que la hipocresía más impudente. »Y como puede suceder que arredrados de sus crímenes y espantados con la sola noticia de las tropas enviadas para perseguirlos se divaguen por otras poblaciones, haciendo iguales pillajes y atentando contra la vida de sus mismos paisanos, como lo hicieron en el ciíado pueblo, dando inhumanamente muerte á dos ameiicanos y mutilando en San Miguel el Grande á otro, porque fieles á sus deberes no quisieron seguir su facción perversa he tenido por oportuno que se

matanza como medios

dignos del mayor galar-

lícitos,

dón, sin pensar quizás que desde aquel momento legiti-

maban también

las

sangrientas represalias de sus ene-

migos.

Urgíale á Venegas apresurar la salida de tropas

para

interior,

el

respetable que al

situando en Querétaro una fuerza mismo tiempo cubriese esta importante

ciudad y pudiera obrar oportunamente en combinación con la brigada de tropas realistas situada en San Luis al

mando

del

ya célebre don Félix Calleja

del

Eey.

Desplegando grande energía é incansable actividad logró el

virey hatrns Proclamas, mantengan vuestro trato, y correspondencia epistolar, y os presten qualquíera genero de ayudo, ó favor, y ó los que no denuncien y no obligasen ú denunciar, a los que favorezcan vuestras ideas rebolucionorias, y de qualesquicra modo las promuebnn, y propoguen, pues todas se dirigen ó derrocar el Trono, y el Altar, de lo que no doxa duda la errada creencia, de que estáis denunciado, y la triste experiencia de vuestros cru les proccdimienlos, muy iguales, así como la doctrino, á los del pérfido Luihero en Alemán a En Icslimonio de lo qual mandamos dar, y ilímos la presente firmada de nuestros nombres, y sellada con el Sello de dicho Santo Oficio, y refrendada de uno de los Secretorios del Secreto de él. Doda en la Inquisición de México, y Sala de nuestra Audiencia, á trece dias del mes de Octubre de mil ochocientos diez.— Dr. D. [ierdel y

()

Suprimimos

estos renglones por respeto al lector.

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

133

una sección de seiscientos hombres compuesta de infan-

y cuya cabeza estaba puesta á precio por el virey Venegas, avanzaba hacia Valladolid aumentando sus filas con inmensa multitud de campesinos

tería

y rancheros, que armados de lanzas, hondas y garrotes

de aquella ciudad habían huido á Querétaro, poniendo

se unían á los independientes á los gritos de ¡viva

esta pequeña fuerza al

asalariados folletistas,

la

Virgen de Gnadáhipe! ¡viva la independencia! Una parte

aquel

de

ejército

numeroso

indisciplinado

adonde

Querétaro,

á

acercó

se

é

cuerpo

Flon

de

había

llegado ya con las fuerzas que de México salieron á sus

Este jefe

órdenes.

destacó contra

independiei;tes

los

dragones

Celaya,

de

de

Sierra-Gorda

compañía de voluntarios formada por

Bernardo

Tello,

número de puerto

de

tres

mando

quien mil

Carroza.

A

á los

contrarios

convenientemente en

vista

la

una

sargento mayor don

del

encontró

situados

y

españoles que

los

de

un

en el

enemigo tan

superior en fuerza numérica la tropa realista se dis-

persó,

no quedando á Tello

más que

ciento

ochenta

Doctor don Antonio Bergosa y Jordán, obispo de Oaxaca

soldados

volvieron

;

sin

,

embargo

,

dispersos

los

,

y

Hablando

el

historiador

Alamán

del movimiento de

los insurgentes

Hidalgo hacia Valladolid, aventura la opinión de que

de sus posiciones, debido á las descargas de la artillería

entraba por mucho en esta determinación del jefe de la

Este

independencia la jactancia de presentarse como vencedor

fué

en la ciudad en que había pasado como estudiante sus

empeñada que

la acción

hicieron

destrozos

algunos

que no

encuentro,

quedaron desalojados

tuvo

en

resultados

sus

ñlas.

importantes,

celebrado en Querétaro por Flon con grandes demos-

primeros años, y hacerse acatar en

traciones de júbilo.

altivos

canónigos,

ante

los

cuales

ella

por aquellos

tantas

veces

el

que presentarse como suplicante: amor propio, añade sentenciosamente dicho

humilde cura tuvo nardo de Prado y Obejero 'Beaamont Por ntiandado



— Lie. Don Isidoro del

Saen^ de Al faro y

Sanio Oficio, Dr. D. Lucio Calco de

(

Kl sello

di'l

coefarnteam).

Tribunal de

dando com.o un hecho su propia conjetura, y pequeneces de los hombres, que á veces influyen más escritor,

la Cantera, secretario.

»Niidie le quita, pena de

«lisonjas del

excomunión mayor la fe

»

que dice: Etserne Domine icdica

que otros motivos en sus más importantes acciones.»



MÉXICO A TEAVE8 DE LOS SIGLOS

134

Pero esta arbitraria suposición de Alamán bablemente con

memoria

la

del

el

forjada pro-

único intento de herir una vez

Padre de

la

y digno, no era

más

independencia de México, El carácter de Hidalgo,

no descansa en bases sólidas. altivo

,

más á propósito para haberse

el

humillado en ningún tiempo ante los orgullosos canónigos de Valladolid; lejos de eso,

Queipo estaba unido con

como

lo

expresa en

asienta

lo

el

él

el

mismo obispo Abad

por una amistad antigua,

Colocado en Guanajuato entre

dencia vecina.

la

brigada

á

fin

tiosos recursos;

obligar

tropas

á las

debilitar

causa de la independencia cuan-

la

emprender un asedio formal, y

situada fuera de la línea amenazada por Flon y Calleja

á los independientes seguridad y tiempo para combinar sus planes ulteriores. grueso

avanzó por

del

el valle

ejército

con Hidalgo á la cabeza

de Santiago, Salvatierra, Acámbaro,

Zinapécuaro é Indaparapeo, uniéndose en este último lugar con Aldama,

que

había desviado por

el

órdenes del conde de la

los

mal defendida, su adquisición no podía

Cadena don Manuel Flon

las

todos

Valladolid, ciudad rica é impor-

de Calleja residente en San Luis y las tropas que á

acababan de entrar en Querétaro, Hidalgo tenía que

y

dividir

Hidalgo á

á

por

revolucionaria

levantamiento en armas de los

al

de

brindaba á

tante,

El

antes.

¡dea

la

del gobierno vireinal.

de una pueril presunción

Alamán algunas páginas

obligaron sin duda á dirigirse á la capital de la inten-

le

mexicanos

ofrecía

^

de

ámbitos del país y

y como Móviles de

primero de sus edictos

verdadera importancia y no los

propagación

al

frente

de una división

rumbo de Celaya con

se

objeto

el

de reclutar gente en esa comarca poblada del Bajio,

i--^^

MichoacAn

— Iglesia parroquial de la villa de Zinapécuuro MichoacXn.

— Paseo del Desierto en

la villa

de Zinapécuaro

elegir uno de estos dos planes: caer con todas sus fuer-

Con

zas sobre Calleja, y después de destruirlo echarse sobre

españoles,

Flon y vencerle, 6 marchar sobre Valladolid escapando

cerca de doscientos cincuenta individuos de la

de la posición en que

así

nacionalidad.

San Luis y de Querétaro. La calidad de su compuesto en su inmensa mayoría de fuerzas

Hubo en

indisciplinadas, con poco le

permitía adoptar

el

y

casi inservible

armamento, no

primero de esos medios.

Optó, en

consecuencia, por la marcha hacia Valladolid, desde cuyo

punto podía amenazar á

como en

la

misma

capital del vireinato,

Por

marchaban prisioneros

quedando

tenían colocado las tropas

lo

realistas de ejército,

ejército

el

en

la

y ocho

treinta

Albóndiga de Granaditas

misma

Valladolid intentos de resistir al ejército

independiente, fuerte en aquellos momentos de sesenta mil hombres con cuatro cañones,

El

de bronce. inquieto

clero

y ambicioso

de

la

dos de madera y dos

ciudad,

Abad Queipo,

se

de los belicosos urgiendo á la autoridad adoptase

por

instigado

puso á

medidas

el

la

cabeza

civil

á que

de

otra parte, Hidalgo comprendía perfectamente que no

defensa y y nombrando cuatro canónigos que la asistiesen con sus

debía

luces

efecto

fiar

el

lo

éxito

realizó

algunos días después.

de la revolución por

él

iniciada al

resultado de una ó varias batallas campales, sino á la

cura de Dolores Don Miguel Hidalgo {que habla mcmi con/lama y mi amixtad) asociado de los «'apilanes Hel regimiento de la HfiíiQ Don Ignaoio Allende, Don Juan de Aldama y Don Jofé Mariano Abasólo, levantó el eslan'

«.

..

el

revido hasta aqui

durle, etc.» Ediclo de Abad Queipo de 24 de setiembre de 1S10. (Co/cor/ó/i de doijuiiientos de J. E. Hernández DávaloF, lomo 11,

dúg. 105).

',

violentas

pues

mando de

el

eficaces

coronel García Conde, que debía tomar

armas,

intendente Merino y

el

coro-

nel conde de Casa Bul, que salieron de México,

como

el

hemos sido

1

visto

las

ya

^^

aprehendidos

el

con dirección á Valladolid, habían

en

Acámbaro por una partida

Manijlesto del cabildo de Valladolid de IJichoacdn de 20 de

julio de 1813. I

de_

Vcuse

el fínal

del capitulo

VIH.

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Luna y entregados

independientes al mando del torero

luego militar

general

capitán

al

Hidalgo.

superior

Sin jefe

que tomase las providencias necesarias, Abad

las torres

de

mayor para

catedral el esíiuilón

la

Al día siguiente se celebró en

lena.

Hidalgo sino sólo Allende

que puso á las órdenes del canónigo don Agustín Ledos.

por

Con esta fuerza, unida

Gorda, gobernador de

obispo

el

resistir

numeroso

al

mandado por

ejército

obispo

el

Pero

la rápida

marcha de

amenaza-

éste, la actitud

excomunión fulminada pocos días antes

la

fijó

electo,

apresuró á levantar

y

canónigo conde de Sierra

el

mitra en ausencia de aquél, se

la

anatema, expidiendo

el

la siguiente

«Por decreto de 14 del corriente

declaración:

Hidalgo.

i.

antes de que entrase Hidalgo en Valladolid, las tablillas

en que se

regimiento provincial, creía

no asistió

ella

Desaparecieron de las puertas de la catedral, aun-

convertirlo en piezas de artillería y equipando un cuerpo

al

una

catedral

la

misa solemne de acción de gracias, pero á

Queipo se arrogó amplias facultades mandando bajar de

una de

135

Gobernador

de

esta

Mitra

el

señor

Don Mariano

Licenciado

dora del pueblo que mostraba ya abiertamente sus sim-

Escanden y Llera, conde de Sierra Gorda, Arcediano

de un

dignidad de esta Santa Iglesia, en virtud de la juris-

patías por la causa de la independencia jefe militar superior, decidieron por

obispo

á

electo

de

prescindir

y

la falta

presuntuoso

al

fin

primera

su

intención.

V.

Iltre.

que

ordinaria

dicción

en

Señoría

su

por

reside

el

Dean y Cabildo, en quien recayó por

Sr.

Ap''nas se supo en Valladolid la entrada de los inde-

ausencia del limo. Señor Obispo electo de esta Diócesis:

pendientes en Acámbaro,

habiendo previamente consultado á D. D. Teólogos y Juristas, y reflexionando la ansiedad de ánimo que atri-

de guerra, y el

el

obispo

suspendiéronse

Abad Queipo,

los

aprestos

siete prebendados,

intendente interino don Juan Alonso de Terán y otras

muchas personas,

en

su

mayor parte españoles

allí

avecindados, salieron de la ciudad con dirección á la de

El obispo y

México.

los

felizmente á su destino

como otros muchos de

,

canónigos hubieron de llegar pero

Huetamo y enviados algunos disposición

"

intendente Terán

así

,

detenidos en

días después á Valladolid á

general en jefe

Don Agustín de

diente.

ciudad

del

el

los fugitivos, fueron

del

indepen-

ejército

Iturbide también abandonó la

con setenta hombres de su regimiento

,

dice

bula á los

fieles

en las críticas circunstancias del día

por verse precisados á concurrir con los sujetos exco-

mulgados vitandos y demás que hayan incurrido en censura fulminada

por

en

la

en

su

vigor

y fuerza

distante seis leguas

de Valladolid, una comisión com-

la

ello;

y como

si

las

aun perseverando

fieles

por

que nos hallamos, en

circunstancias en

fieles

siguiera

y además, redundaría en graví-

absolver de las censuras con favor de los

al

censura fulminada se daría

simo perjuicio espiritual y temporal de los

cuyo caso,

encuentro de Hidalgo liasta Indaparapeo,

como

censura por haber cooperado en manera alguna

movimiento que dio causa á

razón de

Salió al

la

en su

como á cualquiera otra persona que hubiese incurrido

unirse á él, Iturbide lo rehusó y continuó su marcha á

^"

Obispo

nominatim excomulgados,

declara, absueltos, asía dichos

ocasión á su desprecio,

al virey

Señor

se ha servido declarar,

Edicto de 23 del pasado:

Alamán, que quisieron seguirle, y aunque Hidalgo le hizo proponer el empleo de teniente general, si quería México á presentarse

limo.

el

la

contumacia se puede

tal

que este beneficio en

no ceda en desprecio de

ha

ella,

puesta del canónigo Betancourt, del capitán don José

tenido igualmente á bien declarar, como declara, no tener

María Arancivía y del regidor don Isidro Huarte para

lugar en las presentes circunstancias la supranominada

ofrecerle

la

El 15 de octubre

sumisión de Valladolid.

entraron los primeros pelotones al mando del coronel

Rosales, al día siguiente su fuerte división, y

el

joven y valiente Jiménez y 17 á las once de la mañana el

Hidalgo y los otros jefes superiores con ejército al son de

resto del

el

un repique general y en medio de

las

entusiastas aclamaciones de la multitud.

Al pasar por

la catedral se apeó del caballo

la

de

el jefe

revolución

para entrar á dar gracias, y hallando las puertas cerradas

se

irritó

sobremanera y dio orden

abriesen desde luego, ni

intervención

recogidos hizo

de

lo

los

que

capitulares

,

que

se

hallaban

El enojo de Hidalgo

le

Y

el

presente cesa.

para que llegue á noticia de todos, de mandato de

dicho

Señor Gobernador

Octubre diez y

Santos

seis, de mil ochocientos

Villa, Secretario

ración circuló

Valladolid,

este rotulón.

fijo

diez.

de Gobierno 2."

por cordillera á

— Miguel

Esta decla-

todos los curas para que

la leyesen en sus parroquias en un día festivo. El conde

de Sierra Gorda, llamado después á México por

Venegas, se disculpó del cargo

que se

le

conducta atribuyéndola á presión que sobre los

independientes,

pero

el

virey

hizo por esta él

ejercieron

basta fijarse en la fecha de

su declaración, anterior un día á la llegada de Hidalgo á Valladolid, para convenir en que el temor fué la causa

que declararía vacantes todas

las prebendas, con excepción

de cuatro, y

al fin

vino á

calmarse por las excusas que en nombre del cabildo presentaron los canónigos Betancourt, Historia de jUrá/co, por Alnmúii, lomo de 18Í9.

se

cual se efectuó sin conocimiento

en sus domicilios.

decir poco después

para

censura y deber cesar, como desde

le

Silva y MicheI,

piig. 4C3, o iición



• A/an/Bustamantk —Cuadro histórico, tomo I, folio 72. fu'sto del cabildo de Valladolid de Mic/ioacrín de 20'de julio de 1813, impreso en México en la tipografía de doila María Fernández do Jáuregui, 1813.— Alamíin adopla sin discrepancia el relato de Bus-

lomante. ' Colección de documentos de pág. 1C6.

J

E.

Hernández Dávalos,

...

t.

1', ..V

MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS

136 eficiente

modo,

de

la fuerza

y

la eficacia

De

cualquier

de gracias, las masas se echaron sobre las casas de

de estas armas de la Iglesia

algunos españoles, entre ellas las del intendente interino

consecuencia de estas

Terán, del canónigo Barcena, de las de Aranas, Aguilera,

revocación de la censura.

la

hubieron de sufrir grandemente

á,

Losal y Aguirre y otras, hasta

contrarias resoluciones.

No

el

número de

catorce,

Valladolid durante los varios días de la entrada del ejér-

que hallaron á mano y que no podían llevar consigo. Al tener noticia de este des-

misa de acción

orden. Allende montó á caballo y se dirigió á reprimir

obstante

cito, el 18,

el

orden y tranquilidad que reinaron en

poco después de terminada

la

destruyendo

todo

lo

Acueducto de Vulladolid (boy Morelia)

tan lamentables

Cuadro

atentados.

histórico,

Bustamante afirma en

su

que en medio de la confusión y sin

orden de ningún jefe, un artillero llamado Eamírez disparó uno de los cañones sobre res,

matando

se sosegó

el

la

multitud de saqueado-

é hiriendo á catorce de ellos, con lo cual

tumulto y terminó

el

saqueo, pero no sin

que Allende hubiese apurado un vaso de aguardiente á la vista

de

las tiendas

la

multitud y que se hizo servir en una de

amenazadas, para demostrar que no contenía

veneno, pues este fué

el

pretexto de que algunos se

valieron para excitar al pueblo

robaran las tiendas y casas de

y á

los

indios á que

los españoles.

Dos días permaneció Hidalgo con su ejército en Valladolid allegando hombres, armas y dinero.

El regi-

miento provincial, compuesto de dos batallones,

dragones

de

Pátzcuaio

últimamente en

la

el

de

y ocho compañías levantadas mando

ciudad, bien armadas y cnyo

se había conferido al canónigo Ledos,

quien á la sazón

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS huía con dirección á México en unión del obispo

Abad

Queipo, se incorporaron á los defensores de la independencia, aumentando la corta fuerza organizada con que

De

contaban.

tomó

las arcas de la catedral

el jefe

de

la

revolución cuatrocientos mil pesos pertenecientes á la Iglesia,

y

el

resto

de particulares que considerarlos así rios

hasta allí

setecientos

de fondos

mil,

estaban depositados, quizás por

más seguros sus respectivos propieta-

guró su gobierno publicando un bando enérgico contra los saqueadores,

y por el que abolía la esclavitud en Michoacán y el pago de tributos y otras gabelas que pesaban sobre las clases desvalidas i; proveyó los empleos vacantes, y deseoso de aprovechar

rena, miembro de una distinguida familia, quien inau-

el

tiempo

para atacar la capital del vireinato antes de que se

moviesen Flon y Calleja,

de Valladolid

salió

el

19 de

octubre.

Nombró intendente á don José María de Anso-

1.

137

El

ejército

mente en

los

de Hidalgo,

aumentado considerable-

últimos días, se componía á la sazón de

Catedral de Valladolid (hoy Morelia)

ochenta mil hombres, tanto de caballería como de infantería, alto

malísimamente armados en su mayor parte y en

grado indisciplinados.

Bustamante

Cuadro Mstórico que durante del jefe

la

refiere

corta

de la revolución en Valladolid,

mayor de aquel regimiento provincial de

en

su

sargento

el

infantería,

don le

propuso que entresacase de aquella confusa muchedumbre catorce mil hombres, y retirándose con ellos á la Sierra de Pátzcuaro, en el curso de dos meses esta-

'

y de

lo

Manifiesto del cabildo de Michoacán, 1813, pág. T.

III.

— 18.

vaticinó que en la primera derrota que sufriese se

quedaría solo,

pues todos sus soldados huirían como

palomas. Pero Hidalgo desoyó aquellas juiciosas adver-

permanencia

Manuel Gallegos, á quien hizo coronel del cuerpo,

rían listos para entrar en campaña,

le

contrario

15.

i

Bando

del intendente

Ansorena

:

«Don José María de Ansorena Caballero, Maestrante de

¡a

Real Ronda, Alcalde ordinario de primero coto de esta Ciudad y su Jurisdicción, Intendente, Corregidor de esta provincia. Brigadier y Comandante de las armas, etc.

»En puntual cumplimiento de las sabias y piadosas disposiciones del Exmo. Sr. Capitán General de la Nación Americana, Dr. Don Miguel Hidalgo y Costilla, do que debe ésta rendirle las más expresivas gracias por lan singulares beneficios, prevengo á todos los dueños de esclavos y esclavas, que luego inmediatamente que llegue á su noticia esta plausible orden superior, los pongan en

MÉXICO Á TEATÉ8 DE LOS SIGLOS

138 tencías

,

y

lo fiaba al

ímpetu y

forzosamente que

primer choque, de ser

posteriores demuestran que todo

los sucesos

número, de

al el

si

que debía resultar

lo

enemigo no era arrollado en

de los que atacaban tenía

la destrucción

Indaparapeo

se le presentó

^

un

él

instrucciones

las

— Miguel en

Díjole

la

y que estaba pronto que desde algunos meses atrás

amaba también á su

á dar su sangre por ella;

patria

cuaro; que había llegado á sus oídos la proclamación de

en Dolores

,

saludándola como

el

prin-

cipio de una era feliz para la patria, y que le permitiera marchar con las tropas. La voz de aquel hombre se

animaba gradualmente

y ardiente relación su acento era tempestuoso y terrible. Los ,

y

presentes á esta entre-

y

que de

Costilla.

á la

referían

aprehensión

para que en

las

instrucciones

organización

españoles

los

comunicado.

Las

ocuparan

se

he

le

^i

en

del

lo

gobierno

sucesivo,

á

y secuestro de sus

bienes para mantener la tropa y al ataque de la plaza

de Acapulco.

Morelos no pidió armas, hombres ni dinero, y sólo admitió

el

nombramiento que Hidalgo acababa de poner

en sus manos.

En

ilustres defensores

seguida se separaron aquellos dos

de

la

independencia para no volver

á verse más.

El ejército llegó á Acámbaro, donde se pasó revista

al concluir su corta

principales jefes del ejército,

se

que

verbales

Hidalgo

lugares

los

su curato de Cará-

se preparaba á la lucha fortificando

la independencia

á

clérigo pidién-

dole servir en el ejército con calidad de capellán.

cura de Carácuaro,

costas del Sur levante tropas, procediendo con arreglo

verbales

infalible.

En que

el

María Morelos,

general, dividiéndose éste en regimientos de á mil

hom-

bres y ofreciendo Hidalgo á todo

el

que entregase igual

Hidalgo, que

número

el

sueldo de tres pesos

había reconocido en su interlocutor á un antiguo discí-

diarios,

pulo suyo, en la época de su rectorado en

ría.

vista, escucháronle con silencioso respeto.

el colegio

San Nicolás de Valladolid, pidió recado de

de

escribir,

y después de trazar algunas líneas entregó un papel á aquel hombre, diciéndole:

— Seréis

mejor

capellán; ahí tenéis vuestro nombramiento.

contenía

en

lo

siguiente

toda foima á mi

:

«

Por

el

el

— Ese papel ,

comisiono

Br.

Don José

presente

lugar-teniente

general que

A

el

empleo de coronel con

señalando

nombrado Hidalgo generalísimo; Allende capitán general; Aldama, Balleza, Jiménez y Arias (el mismo que denunció

la conspiración

dio el grado de mariscal de

Te-Deum,

nuevamente divisas,

siendo

demás cosas que ejecutan y hacen

collarín,

vueltas



de Querétaro) fueron pro-

movidos á tenientes generales, y á don Ignacio Martínez, Abasólo, Ocón y don José Antonio Martínez se les

libertad, otorgándoles las necesarias escrituras de átala harria con las inserciones acostumbradas para que puedan tratar y contratar, comparecer en juicio, otorgar testamentos, codioilos y ejecutar las



los capitanes de caballe-

les, fué

con

las personas libres; y no lo haciendo asi los citados duefios de esclavos y esclavas, sufrirán irremisiblemente la pena capital y confiscación de todos sus bienes. Bajo la misma que igualmente se impone no comprarán en lo sucesivo ni venderán esclavo alguno, ni los escribanos, ya sean del número ó reales, extenderán escrituras corrientes á este género de contratos, pena de suspensión de oficio y confiscación de bienes por no exigirlo la humanidad, ni dictarlo la misericordia. Es también el ánimo piadoso de su Exa. quede totalmente abolida para siempre la paga de tributos para todo género de castas sean las que fueren para que ningún juez ni recaudador exijan esta pensión ni los miserables que antes la satisfacían la paguen, pues el ánimo del Exmo. Sr. Capitán General es beneficiar á la Nación Americana en cuanto le sea posible. —Asimismo prevengo á todos los administradores de las aduanas, receptores y gariteros, que á los naturales no les cobren derecho alguno por la raspa de magueyes ni por el fruto de pulques por ser personas miserables que con lo que trabajan apenas les alcanza para la manutención y subsistencia de sus familias: ni tampoco cobrarán del aguardiente de caña más que un peso por cada barril de los que entrasen de las fábricas á la capital, y esto por sólo una vez, de modo que teniendo que pasar los barriles de una á otras partes, en éstas no se exija cosa alguna, pues con sólo el primerpeso cobrado, quedará satisfecha esta pensión. En consecuencia de lo cual s* pasará á la Aduana de esta ciudad un tanto autorizado de esta orden para que inmediatamente la comunique á las receptorías y garitas de su cargo para la debida inteligencia. Se previene á toda la plebe que si no cesa el saqueo y se aquietan, serán inmediatamente colgados, para lo que están preparadas cuatro horcas en la plaza mayor: prevengo á todo forastero que en el acto salgan de esta ciudad, apercibidos que de no hacerlo se aprehenderán y remitirán por cordillera al ejército. Y para que llegue á noticia de todos, y ninguno alegue ignorancia, mando se publique por bando que es fecho en Valladolid á diez y nueve de Octubre de mil ochocientos diez. José Marta de Ansorena.— Por mandado de su Exa. José Gmo. Marocha.-» (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo 11, pág. 169). Véase la comunicación de 13 de agosto de 1812 dirigida ' por Morelos á Rayón. (Tomo IV del Suplemento d los Tres siglos de Méaico, del padre Cavo, por Bustamante).

mismo á

él

continuación, reunidos en junta todos los oficia-

repiques

ascendidos

de

el

campo, festejándose

y salvas de se

pusieron

artillería.

acto

Los

uniformes

sus

y una casaca azul con

Hidalgo

y solapas de

el

color rojo con bordados

de oro y plata, tahalí negro también bordado, y en el pecho una placa de oro con la Virgen de Guadalupe.

Los demás

jefes

color azul,

distinguiéndose sus respectivos grados con

adoptaron

superiores

bordados y cordones especiales

igualmente

el

•.

Después de estas disposiciones, que dieron alguna organización á las masas informes de los independientes,

continuaron éstos su marcha por Maravatio, Tepetongo, la

Jordana é Ixtlahuaca.

A

su paso por los pueblos,

haciendas y rancherías se engrosaban sus

filas

y reci-

bíase á Hidalgo en medio de entusiastas aclamaciones al alegre son

de las campanas.

se presentaban á saludarle

de las

iglesias

los

,

edictos

y Las poblaciones enteras

desaparecían de las puertas

de los

obispos,

arrancá-

banse de las paredes los bandos de las autoridades, y los españoles y los que simpatizaban con ellos huían despavoridos á las ciudades.

«No

es así por cierto, dice

un biógrafo del Padre de la independencia, cómo se recibe á los bandidos ni á los que vienen únicamente á

saquear y á matar; ochenta mil ladrones y asesinos no

hubieran dejado pueblo ni hacienda que no arrasaran, ni



Relación que hizo al virey Venegas el coronel García Conde. Apéndice del tomo I de la Historia de Méteico, por Alamán. Colección de documentos de i. E. Hernández Dávalos, tomo II, pá1



gina 267.

MÉXICO Á TBAVÉS DE recuerdos agradables en sus habitantes, y sin embargo,

no es extraño todavía encontrar en aquellas comarcas á algún anciano que recuerde entusiasmado el día en que el

cura Hidalgo pasó por su pueblo

ó

por

hipe

ningún

de

Ouada-

Su entrada en Toluca no fué

estandarte.

acompañada

de su

frente

cabana con su cuadro de Nuestra Señora de

desorden:

la

SIGLOS

139

Alarmado Venegas por

las

noticias que recibió del

movimiento de Hidalgo con dirección á Toluca, hizo salir para esta ciudad al regimiento de infantería de dos

,

don José

Mendívil,

EsfoMa y

de

mandados

batallones

Tres-Villas

algunos

de dos mil hombres

perfectamente armados y equipados,

estaba en camino para Lerma,

pero contenida por

el

coronel

teniente

división,

dragones

fuerte

poniendo toda

la

de

menor importancia,

intentó

cuando ya

mayor

el

de

piquetes

otros

por

centenares

ejército

plebe

saquear la casa de un español

el

I.OS

á las órdenes del

don Torcuato Trujillo, joven militar

padre Balleza se redujo á insultar á García Conde, Rui

que había venido en la comitiva de Venegas.

y Merino, que con calidad de prisioneros venían cómo-

división

damente en unos coches á retaguardia de

quien hemos visto salir de Valladolid antes de que fuese

gentes

insur-

los

'."

En

esa

marchaba también don Agustín de Iturbide, á

ocupada por

el ejército

La

de la independencia.

capital

Vista de Toluca

quedó guarnecida con el

el

regimiento urbano del comercio,

de patriotas disünguidos de

temente

levantado,

y

los

Fernando VII,

provinciales

de

recien-

Toluca

y

se desparrama por todos los repliegues y sinuosidades

de las montañas,

cubriendo la ladera

México, extendiéndose

que

cae

en la cima y bajando

hacia

con

la

vertiente que va á perderse en las llanuras de Lerma,

Tulancingo.

Las montañas que separan

hacia

el

sudoeste

el

de Toluca.

del lado

El camino que conduce de México

encantador valle de México del de Toluca, son la conti-

á esta última ciudad atraviesa en toda su anchura

nuación de la erguida serranía de Ajusco que cierra

siniestro

primero por

el

sur.

al

Agrias y revueltas, parecen colo-

ó

el

y rumoroso bosque, entra luego en el claro pequeño llano de Salazar, desciende por las últimas

cadas para defender ambos valles, uno de otro, y en la

escarpas de la ladera occidental, recorre las llanuras

constitución de su suelo volcánico revelan las intensas

de Lerma, salvando la laguna de este nombre, y con-

convulsiones que en remotísimos tiempos debieron sacudir esta porción de la dilatada

Mesa

Central.

Un

vasto,

sombrío y espeso bosque de pinos, cedros y abetos

Monte de 1

las Cruces

Gustavo A. Baz.

mexicanos, tomo

III,

— crece sobre

— Biografía de Hidalgo.

póg. 293).



el

ese áspero terreno y

(Hombres

tinúa en línea recta hacia el poniente hasta entrar en

Toluca dominada por invasión

último las

al

valle

el alto

de

y helado Xinantccatl

México,

rumbo, puede ser

procedente

contrastada en

el

.

de

Una este

Monte de

Cruces, á condición de que las tropas que

lo

de-

ilustres

fiendan sean bastante numerosas para cubrir una larga

KÍIXICO Á TKAViS DE LOS SIGLOS

140 extensión del bosque

mino.

de uno y de otro lado del ca-

,

i

de Toluca

salió

rosa y árida cañada de Ixtlahuaca

;

pero á las

siete

de

noche se encontró con los fugitivos de un fuerte destacamento que situado por su orden en el puente de

la

sobre

de Lerma, y

río

el

de Toluca é Ixtlahuaca,

equidistante

había sido dispersado por los

de

Convencido

independientes.

la

aproximación

del

numeroso ejército de Hidalgo y no considerándose seguro Toluca,

en

contramarchó violentamente,

ciudad y se retiró

evacuó

á Lerma, tomando posición en

del río que lleva este

Hidalgo, en efecto, había ocupado con su ejército

con

propósito de hacer un reconocimiento por la anchu-

Don Bernabé,

espalda á los rea-

listas.

'.

El día 27 de octubre Trujillo el

de envolver por la

Cuajiínalpa y

á Toluca

nombre, disponiendo que se abriese

que

tanto

segundo ocupaba

el

el

el

En

29.

puente de Atengo,

el

y avanzaba por el sur de Lerma, gruesas bandas

arrollaba al destacamento de realistas

camino de Santiago,

al

del ejército independiente llamaban la atención de jillo

el

atacando

Tru-

puente de aquella ciudad defendido por

el

mayor Mendívil. Sabedor

esta

la orilla

28 de octubre y concertado con Allende

el

plan de ataque que principió á realizarse

Allende por

tamente

el

de la división realista del paso de

el jefe

puente de Atengo, comprendió inmedia-

el

peligro en que se hallaba,

y acto continuo

una cortadura en la calzada que va de Toluca y que se

dispuso retirarse al Monte de las Cruces, á

levantase una fuerte trinchera para sostener con escaso

antes que los independientes las posiciones que le ase-

número de tropas

puente que colocado á la entrada

el

de la población da paso sobre

el

En

río.

esta actitud

guraban su retirada á

marcha retrógrada dejó en

mando de Mendívil

el

puente de Lerma á un

y algunos dragones de España

batallón de Tres-Villas al

Para sostener su

capital.

la

de ocupar

fin

y

,

él

á la cabeza del grueso de

,

sus tropas, salió violentamente á las cinco de la tarde é

hizo alto cuatro horas después en

el

Monte de

las

Cruces, tomando posición en una pequeña eminencia de

muy

no

amplia

superficie,

donde

Facsímile de la firma de Trujillo

para que protegiesen su retirada se

permanecieron los realistas

durante

esperando

ser

un momento á otro por

la calzada

de Toluca, pero al siguiente, 29, Trujillo,

advertido por

de

atacados

el

de Lerma,

cura Viana,

insurgentes pudieran dirigirse por situado al sur de esta ciudad

empezó á concebir

el

el

día

28,

de que los

puente de Atengo,

para cortarle la retirada,

Destacó

entonces

algunas tropas

para defender aquel punto, y previno al subdelegado de Santiago Tianguistengo pueblo cercano al puente, que ,

cortase éste á

fin

de impedir

las órdenes de Trujillo

el

paso al enemigo.

Pero

no se ejecutaron con puntualidad:

su destacamento fué arrollado, y una fuerte división del ejército

fuerte de el

independiente

Atengo con

se

desbordó impetuosa

por

el

le

reunieron en

el

curso de la noche, no sin ser perseguidos tenazmente

por los independientes.

Las avanzadas

del fuerte cuerpo

dado por Allende llegaban que

al

de ejército

man-

Monte media hora después

y sostuvieron por largo rato un vivo

los realistas,

fuego de fusilería.

serios temores por la seguridad de

nueva posición.

su

,

todo

camino real hace

el

una curva, y á corta distancia de un caserío, cuyas ruinas se conservan aún. Los destacamentos que dejó

Los dos

A

el

y en espera

otro,

pasaron

ejércitos

ocupando

del 29

las ocho de la

del

la

combate con

la

resto al

de la noche

lado el uno del

nuevo día para venir á

las

manos.

del 30 de octubre avanzó

mañana

columna de independientes por recio

el

ancho bosque,

el

una

camino real trabando

vanguardia de caballería realista,

que logró rechazar á sus contrarios haciéndoles varios heridos

"muertos,

y prisioneros.

En

estos

momentos

intento de seguir avanzando por

Trujillo recibió un oportuno refuerzo enviado por Vene-

camino que de Santiago Tianguistengo conduce á

gas, consistente en dos cañones de á cuatro dirigidos

el

por Durante la corta permanencia de Trujillo en Toluca recibió una caria de Venegas en que le decía: «Trefcientos años de triunfos y conquistas de las armas españolas en estas regiones nos contemplan; la Europa tiene sus ojos fijos sobre nosotros; el mundo entero va á juzgarnos; la España, esa cara patria por la que tanto 1

éste

suspiramos, tiene pendiente su destino de nuestros esfuerzos, y lo espera todo de nuestro zelo y decisión. Vencer ó morir es nuestra divisa. Si á Ud. le toca pagar este tributo en un punto, tendré la gloria de haberse anticipado li mi de pocas horas en consumar tan grato holocausto: yo no podré sobrevivir á la mengua de ser vencido por gente vil y fementida.» E.ste mal zurcido trozo de énfasis prestadas de otros, como lo llama justamente Zavala, es defendido con calor por don Lucas Alamin, quien de seguro hubiera criticado amargamente el mismo estilo y la misma ridicula hinchazón usados por alguno de los defensores de la independencia.

teniente de navio Ustaríz, cincuenta voluntarios

el

mandados por

el

capitán don Antonio Bringas y tres-

cientos treinta mulatos

criados de las haciendas de

y

don Gabriel de Yermo y de don José María Manzano, armados de lanzas; refuerzo que aprovechó desde luego el

jefe

realista

ordenando

la

colocación

de

los

dos

cañones en un lugar ventajoso, cubriéndolos con ramas á

fin

de ocultar su vista al enemigo y aumentar su con-

fianza para que avanzara hasta ponerse al alcance de

sus tiros.

Eran

las

once de la mañana cuando una fueite

columna de ataque se movió en medio de imponente gritería

con dirección

al

centro

del

ejército

realista.

141

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS Formábanla cinco compañías del regimiento de Celaya, todo

el

regimiento provincial de Valladolid y

el

batallón

d« Guanajuato, que servía cuatro cañones que iban á

la

de la columna de ataque fueron blanco de la artillería realista

que barría

flaquearan

filas

enteras,

sin

que los demás

muestras de retirarse fuera

dieran

ni

del

cabeza de la columna; la retaguardia y los flancos iban

alcance de las mortíferas descargas; antes bien, enarde-

cubiertos por los regimientos de caballería de Pátzcuaro,

cidos

Keina y Príncipe y por un gran número de infantes y soldados de caballería, mal armados y en verdadera confusión: todas estas tropas se pusieron á las

inmediatas del intrépido Abasólo

,

órdenes

columna realistas

y

de la

bizarramente

disciplinada

En

el

certero fuego de los realistas.

que dirigía

Allende,

la

batalla por

parte de los

que montó durante aquella acción memorable, hubo de

ante

el

.

continuo

infantería

de

Tres- Villas. los flancos

propósito también de cortarles la retirada por el camino

de México.

descendiendo otras tantas mermados por

artillería,

La

masas de indios mal armados que cubrían

I^as

enemigas

posiciones

las

veces

á tomar la

resueltos

con brío la fuerte posición de los

'

fuego de los cañones dirigidos por Ustariz y los nutridos disparos

matanza se lanzaron varias

aquella

independientes y á quien mataron uno de los caballos

sostuvo

se

contra

que dio en esta jor-

nada pruebas decisivas del más heroico valor acometió

por

cumplimiento de esta acertada disposi-

de tres mil hombres y llevando uno de los cañones, desfiló violentamente por ción el bravo Jiménez

,

caminos de vereda, y

al frente

al

llegar

á una de las alturas

rompió vivísimo fuego sobre la izquierda de

las

posi-

comprender que no nicando

con

le

era

rapidez

sus

fácil

forzar el paso

órdenes

dispuso

,

y comu-

ocupar las

alturas cubiertas por el bosque que dominaban la meseta

en que

se

habían hecho firmes los realistas, con

el

compañías del mismo cuerpo y una del provincial de

México, y en

el

centro, cubriendo el camino, á varios

piquetes con una pieza de artillería al

Mendívil, quien, herido desde

el

mando

continuaba, sin embargo, sereno y firme en

de batalla.

Las pocas tropas

del

mayor

principio de la acción,

que

le

campo

el

quedaban

libres

ciones de Trujillo, logrando desmontar á poco una de

fueron destinadas á hacer frente á la división de Jimé-

la artillería española y demostrando á

nez, que ganaba terreno á cada momento y por entre la espesura del bosque avanzaba sobre la retaguardia de

de

piezas

las

aquél de esta manera la torpe elección que había hecho ai situarse

en

la

dominada meseta.

Este ataque inesperado y brusco desconcertó por

' .

lo

pronto al jefe realista, pero reponiéndose rápidamente

cambió

el

orden de defensa:

gruesa columna

y que luego

que

lanceros de

Yermo y

á la derecha

al

'

J.

M.

L.

al

la

combate

se desplegó en línea de batalla, situó á la

izquierda al capitán Bringas

.

para hacer frente á

había dado principio

con

los

voluntarios,

los

varias compañías de Tres- Villas;

teniente don Agustín Iturbide con otras

Mora. — Méxino y.su& reeoluciones, tomo IV, pág.

77.

sosteniendo un fuego terrible y certero.

los

realistas,

No

tardaron ambas fuerzas en encontrarse, y entonces

se trabó entre los altos pinos una lucha sangrienta y

obstinada, peleándose con igual ardor por ambas partes

y supliendo

la decisión

de los independientes su falta de

pertrechos y de buen armamento.

hecho general y

el

La

acción se había

espacio ocupado por los realistas se

iba reduciendo sensiblemente al empuje del círculo

fuego que los rodeaba.

de

El capitán Bringas estaba herido

mortalmente; Mendívil recibió otras heridas que

le obli-

MÉXICO Á TEAVÉ8 DE LOS SIGLOS

142 garon á abandonar su puesto; varios

Trujillo, reuniendo los restos

nares de realistas cubrían la

violenta retirada hacia México abriéndose paso con el

oficiales y centemeseta revolcándose en su

sangre, y los soldados, cuyo desaliento era ya visible,

empezaron á desmayar hasta

grado de obligar á

oyese las proposiciones de avenimiento

Trujillo á que

que sin cesar

el

dirigían los independientes en medio

le

arrojo de la desesperación por entre las

batientes que le cercaban. caballería,

la

masas de com-

Tenazmente perseguido por

su retirada se convirtió al llegar á la

venta de Cuajimalpa en presurosa fuga;

allí le

abando-

pues fingiendo

naron casi todos los que sacó del campo de batalla, y cuando pernoctó en Santa Fe llevaba en su seguimiento

que se presentaron como parlamentarios, dejó

cincuenta soldados y algunos oficiales, entre los que se

y antes de que terminaran de hablar

hallaba don Agustín de Iturbide. Con este triste séquito,

del estruendo del combate.

Se prestó

al fin

para cometer la más torpe de las vilezas oir á los

á ello, pero

de sus tropas, emprendió

que se acercasen,

mandó hacer fuego muchos de entre

á

ellos.

,

quema ropa, cayendo muertos

resto

Esta infame felonía, que había

antes puso á sus órdenes

único de la brillante división que algunos días virey, llegó el 31 á

el

pultepec, desde donde envió el inexacto parte

Cha-

de

su

derrota ^

Abandonado por terminada

la

Trujillo

la caballería, las huestes

Monte de

el

campo de

el

batalla

y

persecución que con tanto éxito emprendió

las

vencedoras hicieron retemblar

Cruces con sus cantos de victoria;

numerosas y rojizas luminarias alumbraban el sitio de la lucha, guiando á los que sepultaban los cadáveres y recogían los numerosos despojos de los vencidos reaCalcúlase que éstos perdieron dos mil hombres

listas.

y

los independientes

un número algo mayor.

Tal fué la

Monte de las Cruces ^ que Venegas fingió estimar como una victoria para prevenir los fatales batalla del

efectos Trujillo

que pudiera producir

completa derrota de

la

en los habitantes de Nueva España.

se considera la indisciplina del

ejército

Pero

si

independiente;

se tiene en cuenta que entre aquellas numerosas masas apenas habría mil hombres medianamente armasi

dos; los

si

se recuerda que la división realista poseía todos

elementos de guerra de que sus contrarios carecían

y que fué totalmente destruida, y se tiene presente valor heroico de los indios bierto contra los cañones

rey, Medalla que mandó acuBar

conmemorar

comercio de Veracruz para batalla del Monte de las Cruces

la

de ser condenada á poco en la misma España y de la el jefe realista

combate

será

y

las

filas

de justa y

de las tropas del eterna

fama en

México, y su nombre timbre de legítima gloria para

el

los

que hizo mérito

este

el

arrojándose á pecho descu-

,

en su parte al virey

descendientes

de

los

que

en

ese tormentoso día

pelearon por la independencia de la patria.

Grande fué

i,

la consternación

de los partidarios del

encendió terrible furor en los independientes que redo-

dominio de los españoles desde que se supo en México que

blaron sus esfuerzos para dar término al combate.

Hidalgo á

ya

la tarde;

tierra

los

realistas

muertos ó heridos;

en gran número yacían por el

por los que todavía peleaban;

quedaba y con valor el camino

el

Caía

parque se había agotado el

único cañón que les

que Mendívil defendiera con tanto

real

,

acababa de caer en poder de los

independientes, que lo disparaban contra ellos: entonces « Véase el parte de Trujillo al virey Venegns en la Culección de documentos de J. E. Hernández Dávalop, tomo II, póg. 210. — En el

Semanario patriótico de Cádiz correspondiente

ul 14 de febrero de 1811, se censuró esta vil peifidin de Trujillo colifirnndo el hecho de injuito, deshonro¡>o é impolítico. El mismo Alnmún dice que esto fué á todas las luces reprensible, lo que no le impide en la hoja siguiente proclamar & Trujillo, derrotado y fugitivo, más r/rande que Leónidas en las Termopilas. (Historia de México, por Alnmán,

tomj

I,

púg. 4SI).

la

cabeza de numeroso ejército había entrado

en Toluca; la ansiedad fué en aumento durante dos días,

y

el

pavor que de aquellos se apoderó cuando

la noticia

de la derrota completa de Trujillo se difundió por la vasta capital

ciudad

entera

fué se

inmenso y

el

conmovió con

terror la

profundo.

nueva de que

La el

< El comercio de Veracruz hizo acuñar una medalla que conservase la memoria de este suceso, fingiendo creer que había sido un triunfo puro la dominación espufioln en México. « Para escribir la descripción de esln balailn hemos consultado el Ci/a(/ro /ii.-fárifo de Businmonle; la obra del doctor Mora, A/cícico y sus recoluciones;\a Birpralia de Hidali/o, por Gustavo A. Haz, y el parle dirigido por Trujillo al virey Venegns. En este último documento se apoya exclusivamente Alemán para referir la batalla, )>cro debe tenerse presente que dicha comunicación, sobre lodo en su parte final, fué extendida de acuerdo con Vcnegos pora atenuar en lo posible ol miil efecto de lu derrota completa do los realistas.

o 00

I o o

e V

i

I S

i

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS ejército

de la independencia, vencedor en las Cruces,

acampaba á una jornada de

La gente acomo-

distancia.

dada ocultaba sus tesoros y alhajas, recordando

lo

que

un mes antes había sucedido en Guanajuato,

ó

los

herejes. las

143

El virey, por su parte, adoptó rápidamente

medidas militares que exigía

Desde que tuvo Toluca

situó

la

de

noticia

de la capital.

llegada

de Hidalgo á

que podía disponer en las

de

tropa

la defensa

la

llevaba á la Inquisición y á los conventos de frailes y de monjas; las familias de los españoles, para quienes

calzadas de Bucareli y la Piedad y alguna artillería en

era más grave y seguro

la línea militar establecida

tación

con

el

objeto

el

peligro

,

mudaban de habi-

de escapar á las denuncias del

pueblo ó de sus enemigos, en tanto que en iglesias y monasterios se hacían rogativas por el exterminio de los

Chapultepec.

conñó cio,

Al saber

el interior

escuadrón

independientes, y

quinientos sirvientes armados de don Gabriel

los

intensos

y no seguro Venegas con

los tres

las calzadas del Poniente,

cuerpos de fairiolas distin-

guidos de Fernando VII, y á una fuerza formada de

del

la autoridad superior,

en

de Ja ciudad al regimiento del comerurbano,

Virgen de los Remedios, que fué proclamada generala de los ejércitos realistas por

Yermo y hermano de éste, puesta por ambos á disposición de

desastre de Trujillo reforzó

el

el

el virey

terror

orden á Calleja para que apresurase su marcha de Que-

causaba inmensa alarma;

dispuso

que

inmediatamente

se

el

desasosiego eran á

el

corrían

rumbo los

en Puebla, é hizo salir violentamente para Veracruz

del

tripulaciones de

los

buques que

allí

de reunir las

estuviesen y de

Empero,

el

camino de

31 de octubre un

la

capital estaba abierto á

poniente

escolta que

En

la tarde

coche seguido de una pequeña

traía bandera

de parlamento bajó

camino de Cuajimalpa conduciendo don José Mariano Jiménez y

conducirlas á México.

del

soldados á sus

creían que era llegada la hora del asalto.

capitán de navio Porlier con la misión

de la

puestos, cerrábanse con estrépito las puertas y todos

trasladara á ésta el regimiento de Toluca, que se hallaba al

pesar

serenidad y presencia de ánimo de Venegas: cualquiera

polvareda que se percibía por

á la capital;

y

en los habitantes de México

mil hombres á que ascendían todas estas tropas, envió

rétaro

Venegas

al

al

por

el

teniente general

mariscal Abasólo, porta-

dores de un pliego cuyo contenido no se dio á conocer

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

144

pero que debió de ser sin duda una intima-

al público,

Venegas por

ción hecha á

el

generalísimo Hidalgo.

parlamentarios fueron detenidos por

daba

de Chapultepec

la guardia

,

y

que man-

oficial

el

Los

el pliego que traían

demasiado abstracta para arrastrar tras

era

libertad

muchedumbres; preciso era unirla con la idea religiosa y adoptar un símbolo que representase á la las



vez las creencias de la multitud y

sentimiento de

el

virey, quien nada contestó, ordenando tan

nacionalidad: la Virgen de Guadalupe había sido dada

sólo que se hiciese volver á Jiménez y Abasólo, y aun

á los mexicanos por sus dominadores del siglo xvi como

se envió

al

se dijo entonces que previno hacer fuego sobre ellos

no se marchaban inmediatamente

En á

aquellas críticas circunstancias acudió Venegas

exaltar el fanatismo religioso del pueblo bajo

Era

otras clases sociales.

Virgen de

pompa á

Remedios desde su santuario á

los

cumplimiento de

lo

dispuesto por

la capital.

y aquel alto

mando y

funcionario, poniendo á sus pies el bastón de

ciñéndole una banda, la declaró generala de las tropas realistas.

dice

«La devoción

á la Virgen de los Eemedios,

Alamán, creció entre

los

y

realistas,

una compensación de su

libertad

reformador

la

triotas

como se

asi

habían levantado batallones de Fernando VII, se alis-

del

xix

siglo

La

perdida;

el

audaz

entregaba á sus compa-

como un signo de patria

tección omnipotente.

,

de victoria y de pro-

invención de Venegas, por

contrario, nada representaba; era

el

una imitación desgra-

ciada de lo que acababan de hacer los independientes;

para

las clases elevadas

ñería

y para

el

premiar,

más de gazmo-

fué un pretexto

pueblo un altar contra otro altar.

Más desacertado

misma tarde

la

á la catedral metropolitana,

día 31

la

virey la imagen

el

ya dicha fué llevada procesionalmente del

y de las

vieja costumbre en las gran-

des calamidades públicas trasladar con gran

En

si

i.

algunos

fué

días

proceder de Venegas

el

después,

á

los

combatieron en la célebre jornada de las Cruces.

en su propósito de rebajar derrota sufrida en Trujillo, concedió

Firme

importancia de la completa

la

ese punto por el torpe

al

al

que

realistas

indigno

é

regimiento de Tres Villas, que ya

no existía, un distintivo consistente en un escudo que

taron las señoras de aquel partido á invitación de doña

debían usar los miembros del mismo, y con tal motivo

Ana

decía en una proclama á esos imaginarios soldados, pues

viuda del oidor Mier, con el nombre de marianas para velar por sus turnos á la santa imagen y como en los patriotas, entibiado desIraeta,

patriotas

,

,

entusiasmo, ya no se hacía

pués

el

sino

que se pagaban las guardias, sucedió

el servicio

personal,

mismo

lo

entre estas señoras, proporcionando así un

todos ellos dormían ya en paz bajo los pinos del sinies-

«En

bosque:

tro

ese

distintivo

blasones de vuestra felicidad,

Tened siempre presente

vuestra gloria.

de esta adquisición

que

Monte de

modo honesto de vivir á varias mujeres piadosas que por una limosna reemplazalan en las guardias á las señoras á quie-

vuestro grito guerrero en

nes

temed oscurecer por un porte menos

turno

el

tócala.

El ejemplo de

la

capital fué

:

el

grabados

tenéis

los

de vuestro valor y de el

gran precio

las Cruces sea

momento de vuestros futu-

el

ros combates y la voz que os conduzca á la victoria:

que conquistáis á tanta costa.»

digno

El énfasis

la

fama

de

esta

seguido por las ciudades y pueblos de las provincias, y bien presto fueron proclamadas generalas y ataviadas

proclama y

con la banda y bastón de este empleo, las imágenes de

exterminio era sabido por toda la ciudad, proclamaban

más

mejor y más alto

especial

culto

en

cada

una de

El virey

ellas.

quiso también trasladar á México la imagen de

Guada-

lupe, pero no se verificó por la resistencia del cabildo

de

la Colegiata,

habiendo cesado después

había hecho pensar en esta medida.»

el

La

más exacto

parte

el

desastre de los

El mayor Mendívil fué premiado con teniente coronel,

el

inculcar

del batallón de Toluca,

pues

la

mente

Madre

lo

cada por

con los

en

del Dios de los cristianos,

la

multitud,

como atinada-

hace observar un distinguido escritor los

2,

invo-

el

nombre de Virgen de Guadalupe, y escogida por realistas como patrona con el de Virgen de los

el

el

el

empleo de

ascenso á capitán y la compañía de Huichapam

y

al

capitán Bringas, muerto

de noviembre de resultas de la herida que recibió

3

durante la acción, se

le hicieron

solemnísimas exequias.

Hidalgo, con la vanguardia

independientes como protectora de su causa

el

que

que pudiera

don Agustín de Iturbide

teniente

con

ideas religiosas

realistas

ó las francas declaraciones

Venegas no produjo efectivamente más resultado que estrafalarias

del regimiento premiado, cuyo

hacer la Gaceta de México.

motivo que

invención de

la ausencia

grueso

de

batalla,

su

ejército

en

Cuajimalpa y

acampado sobre

permanecieron inactivos

el

el

el

campo de

31 de octubre y

Remedios, llegó á ser considerada como una de las diosas que en la lUada ayudan alternativamente á grie-

el

gos y troyanos.

dores de la capital, y especialmente para los españoles

Sin embargo, la invocación de Hidalgo

fué el objeto de un gran pensamiento político

:

el

Padre

1."

de noviembre de 1810.

de grande angustia y extremo sobresalto para en

ella avecindados.

de la independencia, que debía apoyarse en la masa de

rios

la población

admitidos

indígena, comprendió que la sola idea de

enviados

por

por

Hemos

el jefe

Calleja,

regreso al campamento AlamXn. — HiMoria de México, tomo I, póg. 486. • Gustavo A. Baz. — Biografía de Hidalgo. (Hombres mewicanos, tomo III, p6g. 297). '

Fueron estos dos días los

mora-

visto que los parlamenta-

de la revolución no fueron

y creyóse en México que su sería

precursor inmediato del

avance de las huestes independientes.

Redoblóse, pues,

ilustres

la

vigilancia; reforzáronse los puestos militares;

dur-

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS mieron los soldados con

el fusil al

brazo, y más de una

145

amedrentados por

dos y á los habitantes pacíficos que

á moverse

el

enemigo estaba

á la vista, pronto á embestir la ciudad.

muere en

tidas de éste, bajando la ladera que

por

rumbo

el

se habían

poniente,

del

Pequeñas parel

valle

diseminado por

de Tlalpam, Coyoacán y San Ángel,

los risueños pueblos

misma

darlos de su causa en el seno de la

vez falsas alarmas hicieron creer á los defensores arma-

en

la energía del virey

\ y algunos

Hidalgo

de

hacen consistir principalmente

la

entregándose

que

saqueo

al

opulenta ciudad las masas indisciplinadas que la noble causa

que

de parque y en la consideración que

la falta absoluta

tuvo

capital,

no se atrevieron

de la

seguían,

le

de la insurrección quedaría enteramente

siendo aprehendido por el alcalde indígena de la segunda

desacreditada, no compensándose este funesto desastre

de

moral con las notorias ventajas materiales que pudieran

poblaciones

estas

independiente

jefe

el

Centeno,

quien llevado á la cárcel de corte y sometido á juicio

ahorcado

fué

meses

tres

después,

lo

mismo

que

el

alcanzarse

En

-.

presencia de estas opiniones contra-

dictorias y de las conjeturas

más

menos fundadas que

ó

mariscal de campo don José Antonio Martínez, antiguo

acabamos de

sargento del regimiento de la Reina, que cayó prisionero

mento

de los realistas en

pendencia relativo á su marcha hacia

combate de Acúleo.

el

El 2 de noviembre síipose en México que Calleja y Flon reunidos avanzaban á marchas forzadas al socorro

citar,

preciso es atender al único docu-

que nos ha dejado

oficial

hechos mismos que debieron él

Padre de

el

la inde-

el interior

y á

los

en la resolución por

influir

adoptada.

La

de la capital, y poco después llegó la noticia de que el numeroso ejército independiente, levantado su campo,

reñido combate de las Cruces, está plenamente acredi-

retrocedía lentamente hacia Toluca.

tada

gro; los ánimos espantados

y presa

Se alejaba

el

peli-

más pro-

del terror

escasez

en

mismo

documento

siguiente

el

de

jefe

de municiones de guerra, después del

la

^,

autorizado

largo tiempo mantuvimos en el

ciudad,

debilitó nuestras municiones, en términos

capital

vireinato,

del

como

despertara

si

de

más libremente y pronto recobró su aspecto normal y su animado y bullicioso

hallaba,

movimiento.

si retroceder

pesadilla,

respiró

Así era en efecto: los vencedores en las Cruces,

después de contemplar

el

el

Monte dé

esplendoroso valle

por

este

enhiestas torres de la

emprendían su retirada por

capital,

el

mismo camino

que habían seguido en su movimiento de avance. Dudóse en México por algún tiempo de

la exactitud

difícil

que he tenido

quista que parecía estar al alcance de sus manos, siendo

imponga á

España,

asiento

industria

y de

colonia

que del

primera ciudad

la

tras

los

como

lo

tal

la circunstancia,

tengo

total derrota, cosa

vez puede desalentar á los pusilánimes, por lo á

bien

los habitantes

retirada mencionada no

exponer á Ud. esto, para que de esa ciudad, en que de la resultó

más gravamen que

la

de la

emporio del comercio de la

que se ha regulado perecieron ó se perdieron; pero que

vireinal,

centro

y fuente de recursos y elementos de todo género.

Aun hoy,

se daba lugar á que se

pérdida de algunos cañones y unos seis ú ocho hombres

gobierno

la riqueza,

Nueva

de

con

entretuvo un fuego lento

ha interpretado por una

mil hombres abandonase voluntariamente la cómoda con-

menos

se

"Esta retirada, necesaria por noticia se

que

nada

,

verificó.

concebir que un ejército victorioso y fuerte de ochenta

ésta

sólo

retirará la gente sin experimentar quebranto,

de la noticia

que anunciaba la retirada de Hidalgo, pues era

De

artillería.

quienes no pudimos entrar en combate por lo desproveído de la artillería;

las

que convidán-

regreso encontramos el ejército de Calleja y Flon

y á mucha distancia, entretanto

y

Cruces

las

motivo no resolvimos su alague y

para haiiliíar nuestra

nanza

dilatado caserío

choque de

donos la entrada á México las circunstancias en que se

desde las cimas del sudoeste y de vislumbrar en lontael

el

«El vivo fuego que por

revolución:

fundo durante varios días comenzaron á serenarse, y la opresora

por

muchos años que nos separan de

aquella época, no se ha logrado establecer las verda-

ésta no nos debe ser sensible,

porque en

así

el

día está

reunida nuestra tropa, como porque tengo montados y en toda disposición cuarenta y tantos cañones reforzados

deras causas que obligaron á los jefes de la revolución,

de á 12, 16 y de otros calibres y en diversos puntos,

vencedora hasta entonces, á retirarse rumbo

por

desdeñando alcanzar rias.

falta

el

fruto

al

interior

de sus precedentes victo-

Unos atribuyen tan inesperada resolución á

la

de plan, de sistema y de objeto determinado que

lo

el

espectáculo de los nume-

rosos muertos y heridos que cayeron en la batalla de las

Cruces

i.

Otros pretenden explicarla con la situa-

"Me

T. III.

— 19.

— J.

M.

L.

Mora.



y

dirá Ud. en contestación

cómo

se hallan esos

ánimos, qué noticias corren con alguna probabilidad, qué se dice de México, Tlaxcala, etc.,

y últimamente, cuanto

ocurra. AlamAn.

— Historia

de México, tomo

I,

pág. 489, edición

de 1849. í



Zav,.la Enfayo histórico, pág. 47. Méxiuo y sus reüoluciones, tomo IV, pág. 85. '

se están vaciando

respetables y temibles á nuestros enemigos.

1

independiente y con la inacción de los parti-

más que

acercarme á esa capital de México, con fuerzas más

ción en que los rápidos movimientos de Calleja colocaron al ejército

los

proveídos de abundante bala y metralla no dilataré en

caracterizó los actos todos de Hidalgo, ó al aturdimiento

que produjo en su ánimo

que concluidos

3

Bustamante. — Cuadro histórico, pág. 7, edición de 1824. Colección de documentos do J E. Hernández Dávalos, tomo

pág. 221.

II,



MÉXICO Á TBAVE8 DE LOS SIGLOS

146

"Es

regular se Layan reunido los bienes de los

europeos, y

que se hayan vendido algunos;

el

de

existente

éstos,

de

rentas,

y

lo

dinero

el

más que pueda

ción

y

el

capitán general Allende,

á emprender

el

que estaba resuelto

ataque de la capital; desacuerdo que fué

un

agriándose hasta producir en entrambos

completo

realizarse de acuerdo con el corregidor,

me

para la conclusión de mis disposiciones.

— Dios guarde

cuyas dotes militares eran incuestionablemente superio-

á Ud. muchos años. Cuartel general de Celaya, Noviem-

res á las de su ilustre compañero, y que varias veces

Miguel Hidalgo, Generalísimo de

bre 13 de 1810.

América.

— Al

margen.

La

letra del presente es propia

mía, y la firma la misma

que usaba

benemérito

el

México, Octubre 5

Hidalgo, de quien era Secretario,

de 1827.

lo remitirá

— Ignacio Rayón.n

rompimiento

demostró

;

su

pero no es creíble que este último caudillo,

repugnancia

por

empleo

el

de

inmensas masas desorganizadas que formaban

aquellas el

del ejército, desconociese entonces la situación

metida por

empresa

el

fácil

la

El agotamiento de municiones fué ya motivo pode-

indisciplinada, en su

roso para que Hidalgo prescindiese del ataque á México,

blemente disminuida.

No

cuya guarnición no era en manera alguna despreciable,

avance de Calleja, y estimara

rápido

tomar

grueso

compro-

populosa ciudad con una multitud

mayor parte

sin

armas, y ya nota-

transcurrían aún dos meses desde la proclama-

que contaba con numerosos elementos de resistencia y que se aumentaba por momentos con las tropas que

de la independencia de Dolores, y ya el ejército insurgente había acampado á la vista de la capital,

hacía venir á la ciudad el virey Venegas, sacándolas de

haciéndola temblar y reduciendo al virey á sobresaltada

los lugares

más inmediatos.

avanzaba

al socorro

en

pendientes,

la

marcha

espectativa.

mando de

Calleja

extensión del país difundiendo la idea de emancipación,

Por otra parte,

violenta de la gruesa división que al

de la capital, exponía á los inde-

supuesto de que hubiesen logrado

el

ción

el

Hidalgo había recorrido una considerable

'alentando todas las esperanzas,

electrizando las volun-

tades é incitando con su ejemplo á la resistencia y á la

Sus

intento de apoderarse de ella, á combatir dentro de la

lucha hasta poner

ciudad recién conquistada contra un enemigo poderoso

inmensos ejércitos, informes agrupaciones de soldados,

y

que no

lleno de brío

apercibirse

les

á la defensa.

hubiera dejado tiempo de

Además,

formaban antes del rudo combate de

en

él,

de la

aparecían varias veces barridos por la metralla realista ó arrastrados por el pánico,

pero la idea que los empu-

defensores y mártires, prontos á luchar y á sacrificarse

de

partida,

tornaban

á

ellos

sin

Tales fueron seguramente las causas de

la retirada del generalísimo Hidalgo

grienta batalla de las Cruces.

motivo empezó

campesinos, clérigos, artesanos, mujeres y niños, des-

reducido á la mitad por las deserciones

puntos

dudoso.

española.

jaba no moría ni se perdía con ellos, y siempre hallaba

querer aventurarse en empresas lejanas, peligrosas y de éxito

á la dominación

las Cruces, se halló,

masas enormes que distantes ya de sus

aquellas

respectivos

ejército

de más de ochenta mil hombres que lo

insurrección,

después de

el

fin

el

después de la san-

Dícese

desacuerdo entre

el jefe

que con este de la revolu-

por

la patria.

Así en la Edad media, ya en las postri-

merías del siglo

XI,

corrían

dumbres en pos de Pedro

las

inñamadas

muche-

Ermitaño para rescatar

el

la

tumba de Cristo, y perecían á millares antes de vislumbrar siquiera la santa ciudad pero sus huesos marcaban ,

el

camino á

los

que más

felices plantaron

sobre los montes de Sion.

al

fin

la

cruz

CAPÍTULO X — Sus antecedentes. — Recibe la noticia

— Se tras— Donativos y entusiasmo de los grandes propietarios. — El marqués del Jaral. — Calleja levanta tropas. — Fondos de que dispone. — Campamento en la hacienda de la Pila. — Los frailes del Carmen leen á las tropas la proclama de Calleja. — Medidas que adopta éste. — Promete á Riaño 2i de octubre (1810). — Flon sale de Querétaro para que marchará en su auxilio y permanece en su campamento. — Sale para Dolores unirse con Calleja. — Dirige una proclama á los habitantes de Querétaro. — Saqueos en San Miguel y Dolores autorizados por Calleja y Flon. — Reunión de éstos en Dolores. — Toma Calleja el mando en jefe. — Atacan los insurgentes Sánchez y Villagrán á Querétaro y son i-echazados. — Entra Calleja en esta ciudad. — Sale á atacar á Hidalgo. — Combate de Acúleo. — Parte exagerado de Calleja. — Poca importancia de la acción de Acúleo. — Bandos de Calleja y de Venegas concediendo indulto. — Ineficacia de esta disposición. — Hidalgo se dirige á Valladolid y Allende á Guanajuato. — Recibimiento que esta ciudad hace al segundo. — Sus disposiciones de resistencia. — Cartas de Allende á Hidalgo — Sale Calleja de Querétaro y marcha contra Guanajuato. — Ataque de los realistas. Ocupa Calleja á Valenciana y Flon el cerro de San Miguel. — Salen de Guanajuato Allende y los demás generales. — Eí Defensor de América. — El negro Lino. — Su abominable proyecto. — Horrorosa matanza de los presos en Granaditas. — Entran Calleja y Flon en

El brigadier don Félix María Calleja del Rey.

de la proclamación de la independencia.

lada á San Luis y convoca á junta á los propietarios, prelados y autoridades.— Donativos de los frailes del Carmen.

el

Guanajuato y dan orden de tocar á degüello. — Suspéndese esta orden después de haber causado la muerte de varios ciudadanos pacíFray José María de Jesús Belaunzarán. — Bando de Calleja. Rapacidad de este general. Fusilamientos en Granaditas.

— — — Manda Calleja levantar horcas en todas las plazuelas de Guanajuato. — Continúan las ejecuciones. — Victimas ilustres, Gómez, Davales, Chovell, Fabie, Ayala. — Cesan les ejecuciones. — Ultimas disposiciones de Calleja en Guanajuato. Sale de esta ciudad al frente de su ejército y expide en Si'ao un bando draconiano. — Se sitúa en León. — Llegada de Hidalgo á Valladolid. Se ocupa activamente del levantamiento de tropas. — Publica un manifiesto contra el edicto de la Inquisición. — Matanza de los españoles presos en Valladolid. — Viaje de Hidalgo á Guadalajara. — Sucesos que prepararon el triunfo de la revolución en Nueva Galicia. — El brigadier don Roque Abarca. — Junta auxiliar de gobierno. — Don José Antonio Torres secunda y propaga en Jalisco la revolución. — Disturbios entre las autoridades realistas. — Deserción de los regimientos provinciales. — El obispo Cabníías organiza un batallón de sacerdotes llamado de la Cruzada. — Recacho y Villaseñor. — El primero es derrotado en la Barca y huye á Guadalajara. — El segundo es derrotado completamente en Zacoalco. — Consternación en Guadalajara. — Fuga del obispo y de muchos españoles. — Entra Torres en Guadalajara. — Don José María Mercado. — Su expedición á Tepic y San Blas. — Se apodera de este puerlo por capitulación. — Importancia de este hecho. — Triunfo de la independencia en toda la Nueva Galicia. — Entrada solemne de Hidulgo ficos.



Ferocidad de Flon.

en Guadalajara.

Volvamos

vista

la

hemos dejado á

San Luis Potosí

hacia

donde

Calleja aprestándose activamente para

tos de

este jefe la décima brigada en los

momen-

gozaba ya de

ser proclamada la independencia;

fama como militar valiente y entendido, y como quiera que en el curso de la guerra se aumentó con creces su prestigio hasta

grado de merecer

el

el

mando supremo

que

cualidades

ascender al grado de coronel.

combatir la revolución iniciada en Dolores.

Mandaba

é Iturrigaray lo tuvieron siempre en grande estimación

por su actividad y valor,

Hemos

le

visto

hicieron

que á

la

caída de este último fué uno de los primeros en adherirse al

gobierno de Garibay, quien á poco

de brigadier y

el

mando de

la

le

concedió

el

empleo

décima brigada establecida

en San Luis Potosí, que se componía, en su mayor parte, de tropas de caballería.

Calleja,

rígido

y severo en

demos á conocer precisa-

todo lo concerniente á la disciplina militar, y de instintos

mente cuando empieza á ocupar un lugar muy distinguido

sanguinarios y rapaces, era, sin embargo, querido de sus

en la historia.

soldados que se enorgullecían de obedecer á un jefe de

de la colonia, ju Don José Maria Liceaga, testigo presencial, afirma que Calderón no fué la única persona distinguida que sucumbió á consecuencia de la orden bárbara de Calleja, pues él mismo vio morir á otro individuo de aspecto decente, pasaito ú cuchillo por los realistas. Adiciones y rectijicaciones, piíg. 165. * Este hombre virtuoso fué luego obispo de Linares y murió cargado de años en medio del respeto universal. > Colección de documentos de I. E. Hernández Dávalos, t. II,
Carta dirigida al virey por el intendente Rendón con fecha 27 de enero de 181L f Campañas de Calleja, por don Carlos M. de Bustamante, págs. 45 y siguientes. Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, pág. 404).



MÉXICO i TBAViS DE LOS SIGLOS

170

Este último funcionario, cumpliendo los deseos de

Rendón

recibió aviso

de Calleja,

6 de octubre,

el

de

compañías que fueron

que los independientes que habían ocupado esta última

destinadas á cubrir Aguascalientes, y luego se presentó

ciudad se dirigían á Zacatecas, é igual noticia le fué

Rendón,

él

mismo

á poco dos

envió

le

pero unas y otras

al frente de otras cuatro,

desarmadas, siendo preciso darles las primeras lanzas

Los subdelegados,

que se fabricaron.

cambio,

en

no

comunicada por

las autoridades de

León

,

de Lagos y de

Aguascalientes, añadiéndole las de esta villa que los españoles en ella avecindados habían

huido

llenos

de

obedecieron las reiteradas órdenes y exhortaciones del

pavor

intendente.

peligro; los medios de afrontarlo insuficientes; la agita-

Ocupado en estos aprestos y temiendo que de un

momento á

otro

los

zacatecanos

mineros

levantiscos

cometiesen los mismos desórdenes que los de Guanajuato,

á

Grande

lugares.

otros

é

inminente

era

el

ción en las turbulentas masas de mineros amenazadora,

y

el

sobresalto de los españoles

intenso.

En

y de

la clase

acomodada

tan apurada situación, el intendente convocó

i^míí-b

3*SSJ¡?'

^'"''w**»'

Vista de Zacatecas

á junta

al

ayuntamiento,

de

diputaciones

comercio, administradores de rentas

de las religiones y vecinos notables

minería

clérigos,

,

,

y

prelados

á quienes informó

mayor

número

miembros

á

San

ayuntamiento

del

Huyeren

Luis.

los

,

también

empleados

y minería.

indefendible la ciudad de Zacatecas

ese mismo día, del conde de Santiago de la

y dominantes

,

A

de tropas para resistir con éxito. este

parecer,

misma

noche,

casi

todos

llevando

sus caudales y efectos

los

lo

fué bastante á contener el pánico la llegada, en

Laguna

á la

cabeza de doscientos de sus sirvientes armados y mon-

consecuencia de

tados, ni las seguridades que este rico propietario dio

que

salieron

esa

pudieron

de

valiosos i, dirigiéndose

el

' Entre estos españoles deben contarse los acaudalados Apezechea, Iriarte y Penmarlfn, que proveyeron á Calleja de cuantiosos fondos, á su paso por San Luis, que les fueron pegados en México. Capitulo X.



No

falta

como por

españoles

consigo

más

tanto por su situa-

cerros,*

los

individuos que formaban las diputaciones del comercio

detalladamente de la situación pidiéndoles asistencia y consejo. Unánime fué el dictamen de la junta declarando

ción entre altos

y

los

de que su influencia sobre

al intendente

de la ciudad

le

el

pueblo bajo

mantendría quieto y tranquilo. El gober-

nador de Colotlán, fundándose en la resolución de la junta, en la falta de armas para sus compañías y en los

síntomas de rebelión salió

también

la

muy

pronunciados en las mismas,

noche del día

fi

después de exponer á

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

Rendón

los

motivos

que hemos

enumerado y que

le

Ya

desde las primeras horas del 7

noche pasada, amenazando, en caso contrario, con saqueo de

obligaban á trasladarse á Guadalajara. pueblo, agitado

el

171

zas

Apezechea,

de

el

ciudad; y la plebe pedía á gritos las cabe-

la

rico

propietario de la mina de la

deplorables

Quehradilla, que ya se había puesto en salvo huyendo á

grupos numerosos se agolpaban á las tiendas

San Luis, y de Avella, administrador de correos, que

de los españoles impidiendo que se sacasen los efectos;

asaltado algunas horas después al subir con su familia al

otros pelotones se presentaban al intendente pidiéndole

coche

y

sombrío,

excesos:

parecía

á

dispuesto

cometer

orden para embargar las casas de comercio de

mineros

semana

exigían el pago

le

comisiones

;

de sus salarios de la

anterior, pues varios de los propietarios

la

protección del conde de Santiago que le dejasen con vida

á

él

y admi-

nistradores de minas habían huido precipitadamente la

que había de llevarle á Chihuahua, debió á

.

y á

los suyos,

y seguir su camino.

Sin tropas ni recursos,

desconocida su autoridad,

amagado por una invasión tanto más temible cuanto más

Zacatecas. —Vista de la montafSa de la Bufa

ignorados eran furioso

y levantado

Laguna de su el

el

número y calidad de el

influjo

los

pueblo, desconfiando

el

enemigos,

conde de

la

para contener á éste, y urgido por

mismo conde y por varios

eclesiásticos

para que se

pusiese en salvo con su familia, hubo de decidirse

el

intendente á partir, efectuando más bien su fuga que salida en la

mañana

de octubre con dirección á

del 8

Acompañóle

el

conde de

la

Laguna con sus doscien-

proponiéndose éste, como

mismo Rendón,

Nueva

miento revolucionario que

en Zacatecas en que

atender

Galicia

llegar

y ponerse

brigadier Abarca;

donde pasaron

la

lo

manifestó al

también hasta la capital de él

y su tropa á

la

las órdenes del

pero en la hacienda de la Quemada,

primera noche, varió de resolución

el

el

le

el

oficio del

ayunta-

día anterior se estableciera

nombraba intendente

interino de

Mirándole resuelto á volver para no des-

la provincia.

nombramiento

los excesos del

ni dejar la ciudad expuesta á

pueblo sublevado, propúsole Rendón que

siguieran escoltándole los doscientos hombres que traía,

pero

Guadalajara.

tos caballos,

de la Laguna, por haber recibido un

conde

el

le

manifestó que éstos se resistían porque

deseaban regresar á sus casas y campos á cosechar sus maíces

,

y que apenas veinte hombres estaban dispuestos Con ellos siguió su camino el fugitivo

á acompañarle. intendente;

pero

sabiendo

que

los

pueblos por donde

tenía que pasar habían tomado partido por la revolución,

refugióse en la hacienda de Santiago, y desde

allí

pidió á

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

17á

Abarca una escolta para continuar su

viaje á Guadalajara.

Transcurrieron varios días, y por último, seguido de treinta soldados que le envió aquel brigadier, púsose

á los insurgentes,

que V.

que

Daniel Camarena, quien después de tenerle preso algún

tamente en

entregó al generalísimo Hidalgo, que en aquella

lo

presencia del conde de Santiago de la Laguna

La

independiente don Rafael

sus ideas;

para que acordasen junta resolvió que

que se adoptan

que es cuanto puedo decir á V.

me

vado de 29 del mes último

á quien

S.,

remitió con su oficio reser-

•.»

El virey Venegas, instruido por Calleja de este proyecto de avenimiento nacido en

seno de la junta

el

más notables

gadier al intendente de San Luis, manifestándole igual

La

doctor don José María Cos, cura

el

ni indicarle

de Zacatecas, aprobó la contestación que dio este bri-

que estimaran conveniente.

lo

obligue á arrojarse absolu-

le

mal partido,

el

de una

frente

al

reunió á los vecinos

respetable,

fuerza

el jefe

aproximaba á la ciudad

Iriarte ^ se

de nosotros y

lo aleje

evitó á Zacatecas los horrores del saqueo, y sabiendo

algunos días después que

que creo

una desconfianza

sin manifestarle

devuelvo las cartas que

fecha estaba ya en Guadalajara ^

lo

debe proceder con mucha cordura en la con-

S.

testación que le dé,

de nuevo en marcha, pero cayó en poder del guerrillero

tiempo

hace sospechoso; por

lo

desconfianza

y

señalándole

como

proyecto

el

medio

peligroso de desunión para los sostenedores de la auto-

del

Burgo de San Cosme y persona distinguida por sus talentos, marchara al encuentro de Iriarte con la misión

ridad real.

de inquirir de éste «si la guerra que hacían los inde-

quien los talentos armonizaban con las virtudes, dirigióse,

pendientes salvaba los derechos de la religión, rey y patria,

y

si

en

el

caso de ceñirse su objeto á la expulsión

admitía

de los españoles,

excepciones

éstas, con el fin de que la explicación de

y

cuáles

eran

que sobre estos

El doctor Cos, joven y distinguido entretanto, á la villa de Aguascalientes Iriarte

con

,

quien trató

confiado la junta

y

donde se hallaba

,

que

de la misión

oficio dirigido

al

resumió los puntos que entrambos discutieron.

para unirse todas en un mismo sistema de paz ó de

lución

según la naturaleza de las pretensiones que se

Esta

manifestasen.» el

comunicada

por

conde de la Laguna á don Manuel Acevedo, intendente

de San Luis Calleja,

^,

éste la dio á conocer al

y

brigadier

quien receloso y desconfiado contestaba desde

Querétaro la

fué

disposición

el 2

de noviembre

duda que se ofrece

al

siguiente:

lo

«Es

notable

conde de Santiago de la Laguna

.

habían

no pretendía vulnerar

en

lo

El

comisionado,

puntos se diese, sirviera de gobierno á las provincias

guerra,

le

ayuntamiento de Zacatecas.

el

independiente, en un

jefe

eclesiástico, en

La

revo-

más mínimo

los

derechos de la religión, antes bien, tendía á conservarla ilesa

y á devolverle su antiguo esplendor

abolir la corrupción de las los españoles;

;

se proponía

costumbres, introducida por

proscribir el monopolio que éstos habían

hecho del comercio, á

fin

de que los criollos participasen

también de sus ventajas; fomentar la agricultura, las artes

y

las ciencias;

conservar

el

reino á Fernando VII;

acerca del objeto de los movimientos de los insurgentes; auténticos, la naturaleza de origen de esta guerra extraña entre

sus hechos son públicos, sus principios están manifiestos

en el

las

absurdas proclamas que han derramado por todo

reino;

y aunque

la

razón por



sola no las repugnase,

después de las atrocidades que han cometido y de las declaraciones

Santo

que han hecho

Tribunal

de la

Fe y

el

supremo gobierno,

los

prelados

el

diocesanos,

parece que no queda lugar á la duda, ni á entrar en otras

explicaciones

con

los

rebeldes

que las de

las

armas. )'No tengo

conocimiento

personal de este conde,

pero la opinión pública, y más que todo la misión que sin autoridad iba á despachar por

medio del doctor Cos

Carta de Flendón al virey. f Campañas de Calleja, por don M. de Buptamante, págs. 45 y siguientes). ' Este personaje, que figuró después notablemente, había sido escribiente de la Comandancia militar de San Luis Potosí. Comisionado por el cura Hidalgo para propagar la revolución en el rumbo de occidente levantó una fuerza en las cercanías de Lagos, y con ella avanzó sobre Zacatecas á fines de octubre de 1810. • Esta comunicación, fechada el 26 de octubre de 1810, dice asi: «Careciendo la provincia de Zacatecas de arbitrios para ministrar auxilio alguno en las presentes circunstancias, ha pensado el ilustre Ayuntamiento de esta capital, en junta del vecindario con su cura párroco y prelados de las religiones..., que aunque inerme é indefensa, manifieste en la aclualidad, é la faz del mundo, la sinceridad de sus intenciones y regularidad de sus procedimientos, y hacer un servicio muy útil y de la mayor importancia é lodo el reino, aplicándose & examinar y sacar de raíz y por documentos i

Carlos

hermanos. »Tod8s

las provincias se han puesto en estado de defensa y en disposición de repeler al enemigo, pero sin tener una noción cierta del objeto de estos movimientos, de que indispensablemente proviene que empeñada la acción, se hallan á la hora de ésta por una y otra parte muchos miles de hombres expuestos á perecer, recibiendo un golpe á ciegas sin conocimiento de la causa. A que se agrega el temor de que fermentada la gente y decididos los ánimos en bandos á proporción del concepto que cada uno se forme, se debilite por instantes el reino, quedando dentro de muy pocos días en proporción de ser invadido por una mano extranjera. »Para ocurrir á estos males, á los que actualmente están haciendo gemir á la humanidad, y á los incalculables de que se ve amenazada toda la nación, hemos resuelto autorizar al doctor don José María Cos, cura vicario y juez eclesiástico del Burgo de San Cosme y sujeto en quien concurren las circunstancias de talento, integridad y patriotismo, para que se traslade de paz á los mismos reales del enemigo, á exigir con todas las formalidades necesarias una completa instrucción de si esta guerra salea los derechos de la religión, de nuestro augusto y legitimo soberano y de la patria; y si en caso de ceñirse su objeto d la expulsión de los europeos y admite excepciones, cuáles sean éstas; y últimamente un detalle circunstanciado y pormenor que sirca de gobierno á las pmeincias para unirse todas á un mismo fin ó de paz ó de guerra, según sea la naturaleza de las pretensiones, siempre con la grande utili-

dad

q ue se deja entender.

»Nos hemos propuesto tomar este sesgo para evitor las hostilidades en obsequio de la humanidad, y por lo mismo lo comunico é V. S. para lo que pueda importar, ofreciendo con oportunidad El conde Dios, etc Zacatecas Octubre 26 de 1810. darle aviso. Señor intendente de San Luis Potosí, de Santiago de la Laguna. don Manuel Acevedo.» f Colección de documentos de J. E. Hernández Dávnlos, tomo II,



,

,





pág. 193). '

Campañas de

pág. 52.

Calleja, por don Carlos

M. de Bustamante,

173

MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS

En

salvar á la patria de las intrigas de sus enemigos, y

hacer porque tigio.

sacerdocio recobrase su perdido pres-

el

Eespecto de

la expulsión

de los españoles,

Marte

esta comunicación escrita con el confuso estilo dice el doctor Cos que sale

de la época, al cuartel

con dirección

pero lo cierto

general de los independientes;

camino de la capital del vireinato y que

decía á Cos que debía esta medida sujetarse á restric-

fué que tomó

ciones, según las circunstancias de cada individuo, pero

á su paso por Querétaro fué aprehendido por el

coman-

dante de aquella ciudad García Rebollo, quien

encerró

que tanto

sobre

este

acababa de exponer, sólo llarlos

como de

punto

demás que

los

generalísimo podía

el

deta-

con mayor amplitud y á ese jefe superior corres-

pondía exclusivamente admitir proposiciones y ajustar

y terminaba ofreciendo

convenios,

salvoconducto generalísimo

Que hubieran

necesario

para

comisionado

al

hasta

llegar

explicaciones

parecido

á

dadas

por

satisfactorias

éste

demuestra claramente en

lísimo, no se al

Marte á Cos ó

el

no, el

y que

la revolución

avanzó

Iriarte

siguiente oficio

intendente y ayuntamiento de Zacatecas:

Sr.





'.

seguida con

en

Laguna

la

con la corta fuerza que

El oficio que Iriarte dirigió ni doctor Cos dice como sigue: «Instruido de las credenciales que caracterizan á V. S. representante de la provincia de Zacatecas, que con oficio de este día acompaña V. S., Digo: Que no tengii órdenes de mi Jefe para satisfacer con justificación los fundamentos justos de la guerra relatándolos por menor, pero sí de insinuar á V. S. que los europeos tenían tramada la entrega de esta América al extranjero, como á su tiempo se hará ver. Sin embargo, observando el derecho inviolable de la guerra, puede V. S. ocurrir al Supremo Consejo nacional ó al Señor Generalísimo para la satisfacción que V. S. exige. Este es el espíritu de nuestra expedición, y de ninguna manera vulnerar los derechos de nuestra Sonta Religión, antes bien conservarla pura, intacta, ilesa, restituirla á su pureza y esplendor, y transmitirla de esta suerte á la posteridad; abolir la corrupción de costumbres introducida por los europeos, y que tenía trascendencia no sólo á los principales lugares de la América, sino en los más recónditos de ella; proscribir el monopolio conocido en su comercio, y que éste tenga toda la extensión en los criollos; fomentar la agricultura, artes y ciencias. El conservar este precioso ramo de América á nuestro legítimo soberano el Señor Don Fernando Séptimo es otra de las cauías fundamentales de nuestras miras, y el salvar la patria de los intriLa expulsión de los europeos delincuentes tiene, en efecto, gantes. sus restricciones, según la clase y circunstancias de los individuos; pero sobre esto yl demás relativo á la comisión de V. S. de admitir proposiciones y ajustar convenios, es privativo á aquel supremo Consejo, ó Generalísimo del Ejército, y para el salvo conducto en el tránsito de V. S. se le franqueará el pasaporte y salvaguardia con la necesaria ampliación, siendo requisito preciso y esencial de que las cartas ó noticias que por V. S. se remitan ó reciban sean abiertas, y su conducción restringida al acompañamiento de su capellán, secretario, camarero ú otro del servicio inmediato de V. S. además de la gente baja para la marcha. También es importante que quede V. S. instruido que el sacerdocio, mirado con desprecio por la soberbia y falta de religión de Ips europeos, se trata de sublimarlo al grado de veneración y respeto que le debe todo católico, con penas muy serias ú los contraventores. Con lo que creo satisfecho el citado oficio de V. S Dios guarde á V. S. muchos años. Cuartel general de AguasEl coronel comisionado del I'lxmo. calientes, 29 de Octubre de 1810. Sr. Dr. D. José María Gral. de América, José Rafael de Iriarte. Cos.» Colección de documentos de ¡. E. Hernández Dúvalos, tomoll,





pág. 195. • Colección pág. 196.



(le

documentos

(}o J.



E-

Hernández

Dávfilp^,

t,

II,

hacia

tropas

le

se retiró á Guadalajara

en los primeros

obedecía,

Hemos

dicho que al salir Calleja de San Luis para

unirse con la división del conde de la Cadena, había

dejado, bajo el

muy buena

guardia, noventa y seis presos

convento del Carmen de aquella ciudad

Entre

^.

éstos hallábanse el teniente don Francisco Lanzagorta,

uno de

los

conjurados de Querétaro, y

Juan de Dios fray Luis Herrera,

el

el

lego de San.

primero, que logró

escapar de las prisiones ordenadas por

Ochoa,

el alcalde

porque encargado de llevar cartas de Hidalgo

al

reli-

gioso carmelita fray Gregorio de la Concepción caminaba

hacia San Luis, cuando fueron aprehendidos sus correligionarios, sin que en este último

'

sus

días de noviembre.

en

— Queda

la

Zacatecas, en cuya ciudad entró sin oposición, pues el

genera-

caucionada la invasión de la provincia de Zacatecas para poder unirse á las demás internas, adhiriendo á la causa que se estima justa y legítima, según el resultado de mis negociaciones cerca del Consejo, y Generalísimo del Ejército grande americano para donde marcho el día de hoy. Dios guarde k V. S. muchos años. Aguascalientes, Octubre 30 de 1810. José María Cos. M. I. Sr. Corregidor intendente, Ayuntamiento y autoridades de la capital de Zacatecas 2.» I.

marcha de

conde de Santiago de

creyera necesario marchar adonde se hallaba

«M.

mismo

lo

convento de San Francisco, de donde salió algunos

el

meses después para ejercer muy grande influencia en

el

'.

las

que dirigió

el

en

el

tiempo de su libertad, pues llevado al

el

punto gozara mucho 19

de setiembre fué

Carmen por orden de Calleja;

hombre inquieto y osado, que

segundo,

el

se había unido al ejército

independiente á su paso por Celaya con

título

el

de

primer cirujano, y que yendo también para San Luis, adonde llevaba proclamas de Hidalgo, fué hecho prisioinmediaciones de la hacienda del Jaral,

nero en las

hallando modo de inutilizar los papeles de que era portador en los momentos de su aprehensión. Ambos habían de ejercer notable acción en los sucesos que vamos á referir.

Fray Gregorio de

la

Concepción (Gregorio Melero

y Pina), natural de Toluca y religioso de la orden del Carmen, cuyo nombre hemos citado ya ^, residía en San Luis desde pondencia

el

con

año de 1808 y mantenía activa corresHidalgo.

Entusiasta

partidario

de

la

independencia ardía en deseos de propagar en aquella ciudad la revolución; hombre de gran valor, disponíase á afrontar por la patria todos los peligros y á sufrir por ella los crueles

padecimientos que soportó en

lo

sucesivo

1 Fundándose Alamán en informes del clérigo Valdovinos^ abunda en inexactitudes al tratar del doctor Cos. El citado autor dice que éste, después de sus entrevistas con Iriarte, se dirigió á San

Luis para informar á Calleja de lo ocurrido y que éste lo recibió bien. Baste recordar que las conferencias entre Iriarte y Cos se efectuaron á fines de octubre y que en esa fecha ya había salido Calleja de San Luis, para comprender que los informes del clérigo Valdovi-

nos merecen tan poco crédito como los que dio al mismo Alamán respecto de la complicidad del intendente Ansorena en los asesinatos de Valladolid. « Capitulo X. •' Capitulo VII.

.'.);

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

174 con la entereza de un héroe.

No

tardó en abrir su

pecho á Lanzagorta, á Herrera y á los demás presos

que se hallaban en su mismo que dentro de pocos días sufrían.

Y

movimiento

convento,

á

favor

que

mayor afán

el

púsose

de la independencia:

el

de

y soldados que custodiaban á

oficiales

Dispuestas así las cosas, llegó

ofreciéndoles

les libertaría del cautiverio

en efecto, preparaba con

municiones, y logró hacer entrar en sus miras

noviembre, y según

lo

á,

los

los presos. la

noche del 10 de

convenido con Sevilla y Villerías,

acercáronse éstos á las diez á la portería del convento del

Carmen seguidos de sus cincuenta hombres, y

llama-

acuerdo con otro lego de San Juan de Dios llamado Vinerías y con don Joaquín Sevilla y Olmedo, oficial

ron con la campana destinada á hacer seña de confesión

de lanceros de San Carlos, prometiéndole cada uno el

Pablo de

auxilio de veinticinco

hombres armados; hizo acopio de

Fray Gregorio de

chase á la casa que se indicaba

,

pero en

el

la

durante la noche, pidiéndola para la

Engañado

Serna, persona

el prior,

muy

el

español don Juan

conocida en San Luis.

ordenó que uno de los frailes mar-

Coocepción (Gregorio Melero y PiAa)

momento de

secundar

el

movimiento en favor de

la independencia.

hom-

salir éste fué hecho prisionero por fray Gregorio de la

Volvió á gran prisa al convento, y los doscientos

Concepción ayudado de varios soldados de la guardia,

bres de que podía disponer, inclusos los noventa y seis

y

despojándole de la llave dio paso á los hombres de

Sevilla

y

los

repartió

del

modo

siguiente:

cien

á

sus

misma guar-

inmediatas órdenes y á las del lego Herrera, destinados

en libertad á todos los presos y arrestaron

á ocupar la prevención; cincuenta á las de Villerías,

Villerías, que, unidos á los de la

dia, pusieron

presos,

á los veinte frailes del Carmen, que todos eran españoles.

para apoderarse de la cárcel, y

Fray Gregorio, después de emplear en esto

de Sevilla,

el

tiempo

estrictamente necesario, salió del convento acompañado

compañía.

el

resto, bajo el

con la misión de tomar

el

Todo se ejecutó con rapidez y

cuartel sin

mando de la

derrama-

al

miento de sangre, y á las tres de la mañana quince

frente de los soldados y de los presos que acababa de

cañonazos que mandó disparar fray Gregorio de la Con-

libertar; dirigióse á la guardia de prevención,

y después

cepción con algunas de las once piezas de artillería que

le ofreció

se hallaban en la prevención anunciaron á los habitantes

del

teniente

de hablar con

Lanzagorta, dejando

el

oficial

que

la

al

lego

Herrera

mandaba, éste

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS de San Luis

el

fácil

triunfo

los osados conspiradores

Ese mismo

ciudad, y escribió á Hidalgo y Allende informándoles

de

'.

de noviembre,

11

dia,

que acababan de alcanzar

el

jefe

de la

al

lego don Luis Herrera,

Lanzagorta y concedió

el

que se habían adherido

coroneles á Zapata y

mismo grado á

á la revolución;

dente á don Miguel Flores,

los

capitanes

nombró inten-

respetable

vecino

de

la

San Luis Potosí.

San Luis Iriarte

si

podría entrar en esta ciudad.

de buena fama

nadas tropas, por le

lo

No gozaba

ni era mejor la de sus indiscipli-

que fray Gregorio de

contestó que estando ya ganada

la

la

Concepción

ciudad parecia

lo

acontecido y de las disposiciones que habia dictado

para organizar

Dos

revolución en aquella ciudad nombró comandante de las

armas

175

dias

el

gobierno.

después Iriarte, que, como acabamos de

ver, ya era dueño de Zacatecas, avisó que se hallaba al frente

de su división en la hacienda de Muleros en

marcha para Guanajuato con

propósito de auxiliar á

el

Allende, y preguntaba á los jefes de la revolución en

— Vista del Carmen excusado que se presentase en

moradores

á

las

tropelías

ella

exponiendo á sus

que pudieran

indios que le seguían; pero que yendo, auxilio de Allende, próximo

cometer los

como decía, en

á ser atacado por Calleja,

podía entrar y sería bien recibido. '

Hemos tomado

refieren al

movimiento

estos detalles y los que ú conlinuoción se revolucionario de San Luis, de la Relación

próximamente será documentos f ara la historia de la guerra de Independencia, de don J. E. Hernández Dúvalos. Esta relación difiere esencialmente de la escrita por Bustamante con referencia al mismo acontecimiento, y que Alnmán adoptó en su Historia de Méwico casi al pié de la letra con algún

inédita de fray Gregorio de la Concepción, que publicada en el tomo Vil de la Colección de

aditamento desfavorable ú los independientes, según su sistema.

Fray Gregorio avanzó hasta Mesquitic al encuentro de Iriarte, quien hizo su entrada en San Luis el 14 de noviembre seguido de gran número de indios y de turbas desordenadas que demostraban

suficientemente

aspecto de lo que eran capaces; por el

lo

por

su

que, temiendo

primero alguna traición de su jefe y no queriendo ser

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

176 responsable de los desórdenes

que fundadamente pre-

misma noche de

la ciudad con setecientos

veía, salió esa

hombres y cuatro cañones, marchando primeramente á Pozo, propiedad del convento del Car-

dotado, su valor, su actividad y su hercúlea fuerza hizo

empeños verdaderamente heroicos, medio de

maban

men, donde

mientos de otros

se proveyó de dinero

más tarde unido Jiménez

No

diri-

y

caballos,

al

teniente general don José Mariano

eran vanos los temores del patriota fraile car-

no tardaron en

de Triarte

entregarse al saqueo qi\e con grande esfuerzo hizo cesar

á

A

lego Herrera.

el

las

el

12 de diciembre, fué recibido por Hidalgo con extra-

aparición de gente

armada que por orden de

mes antes

un

á

éste por

el

fogoso

capitán

Habíanse movido entretanto nuevas tropas realis-

que

al

invitó á Herrera, Villerías y Sevilla, interrumpiendo la

inspiraba confianza ó porque cre-

su presencia en Guadalajara, se dirigió

útil

ordinaria magnificencia, no obstante las enojosas cartas escritas

primero dio un baile

le

violentamente á esa capital, y habiendo llegado á ella

general.

el

alivió los padeci-

'.

Allende marchó en seguida á Zacatecas, pero fuese

de júbilo que había recibido al

Luis,

muchos desgraciados y

porque Iriarte no

continuación, y para corresponder

demostraciones

entrar en San

fiesta la

salvó á

yese más

i.

pues las chusmas

melita,

y

norte de San Luis, donde lo veremos

al

en

llamas y de los edificios que se desplo-

las

la hacienda del

giéndose luego

arrojándose

y

tas desde la capital

del

vireinato

por cuyo rumbo se concentraba

La

el

hacia

occidente,

el

alzamiento revolucio-

aquél aprehendió á estos tres últimos jefes, al mismo

nario.

tiempo que otros de los suyos se hacían dueños de la

alcanzado en Acúleo, permitió al virey Venegas dispo-

ciudad que hubo de deplorar un nuevo saqueo.

ner la salida de otra sección de fuerzas que

Villerías

logró escapar, y Herrera y Sevilla fueron á poco pues-

en libertad,

tos

diciéndoles

que

Iriarte

causa de

la

en

el

retirada

nicación entre el interior y capital.

mas de

José de la Cruz

tropas que le seguían y que habían pedido

licencia para saquear fidia

que con

de campo

ellos

al lego

á Flores en

el

Como compensación de

^.

acababa de cometer nombró mariscal Herrera, coronel á Sevilla y confirmó

empleo de intendente que

fray Gregorio de la Concepción.

fué tratada con toda consideración:

y

había dado

le

«La esposa

dier Calleja cayó en poder de Iriarte,

del briga-

la

comandancia de

brigada, en cuyo tiempo era conocido con

el

nombre

del

cabo Leitón, hizo sospechar que tenía algunas inteligencias secretas con aquel general."

Después de haber permanecido algunos días en San Luis, Iriarte salió con su división en auxilio de Allende,

quien, como hemos visto en su lugar

urgencia para resistir

sucumbió

al

el

le

llamaba con

ataque de Calleja.

Guanajuato

3,

y su ilustre defensor, que, como se

fin,

recordará, salió de esta ciudad el día 24 de noviembre, halló dos días después al perezoso Iriarte en

Ambos rándose

San Felipe.

se dirigieron entonces á Aguascalientes Iriarte

antes

de

llegar

á

esta

sepa-

,

población,

y

Allende se ocupó en disciplinar los soldados que tenía

á sus órdenes adiestrándolos en llería.

En

la

villa

el

manejo de

la

arti-

que acabamos de nombrar ocurrió

una lamentable desgracia: una casualidad hizo que se incendiara

un gran depósito de parque

muerte á varios individuos;

la

causando

consternación

la

cundió

en todas partes; sólo Allende se mantuvo sereno, y poniendo en ejercicio toda la energía de que estaba

Relación inédita de fray Gregorio de la Concepción.





BusTAMANTE. Cuadro histórico, tomo gina 469, segunda edición. • Capitulo X. •

-

-

,

Acababa de *,

el

llegar de

quien,

si

del

triunfo

operando

,

expedita comu-

ejército de Calleja

España

el

y

la

brigadier don la

península

este jefe confió

y mereVenegas el

división que llamó de reserva,

compuesta

renombre de

mando de una

la

no alcanzó en

fama de esforzado, adquirió en cido

seguida

feroz.

A

la colonia

triste

del regimiento de infantería de Toluca, uno de los que

más

en

brillaron

el

cantón

de Jalapa, de doscientos

Alamán, y

dice

esta circunstancia

haber sido ese jefe escribiente de

el

per-

la

Hidalgo,

rumbo de Huichapam, asegurase

aquel procedimiento había sido evitar que fueran víctilas

de

I, lib. II,

cap. XI, pá-

' Zerecero en Méasico, pag.

— Memorias para la historia

de las resoluciones

224.

' «Este general parece no haber empezado su carrera sino hasta 1808, en que con motivo de la invasión de España por las tropas francesas abandonó como otros muchos las universidades. En países que sufren totales trastornos los ascensos son prontos y fáciles; España se hallaba en este caso, y Cruz en menos de dos efios llegó á ser brigadier: con este grado se presentó en México á fines de 1810 después de haber servido en su patria li las órdenes del peneral don Gregorio de la Cuesta, y se le nombró comandante de la primera brigada pero ú muy poco recibió el mando en jefe del ejército de reserva, con el cual dio & los insurgentes dos occiones, una de ellas de muy poca importancia. Cruz fué uno de aquellos hombres que con un mérito que no posa de la esfera de mediano, consiguen ocupar grandes puestos, porque tienen el tacto ó instinto de las oportunidades. Venegas, ú quien empezaba á ser onerosa la reputación de Calleja, trató de suscitarle un rival, y este es el origen de la elevación de Cru::: el virey necesitaba un hombre que se plegase fácilmente y que por otra parte tuviese baslanteasluciapara hacerse valer mucho sin ser realmente gran cosa, y esto fué precisamente lo que halló en Cruz. Desde entonces fué su favorito, lo nombró pura la comandancia generol de la Nueva Galicia y para presidente de su Audiencia, es decir, lo hizo un segundo virey, lo ascendió á mariscal de campo y lo dejó tan bien establecido, que se mantuvo en el puesto hasta que de él lo derribó la independencia por la que no quiso tomar partido. Este pretendido rival de Calleja en nada le era comparable sino en la dureza con que trató d los insurgentes; por lo demás, ni antes ni después de la campaña logró establecer su reputación militar, y aun se daba por cierto que sus conocimientos en la profesión de las armas eran muy escasos y más aun su calor personal.» ( Meen ico y sus reooluciones, por J. M. L. Mora, tomo I\', ;

pág. 111).

Bustamante hace, en su Cuadro histórico, un juicio más severo aún de este jefe y que coincide en el fondo con el que acabamos de copiar. Sólo Alamán dice, sin apoyar su afirmación, que en España habla servido con distinción en el ejercito del general Cuesta. Este último autor, cuya parcialidad por la dominación española es bien conocida, se atreve, sin embargo, á decir que Cruz ora hombre de carácter demasiadamente severo.

MÉXICO Á THAVÍB de los cincuenta dragones

Querétaro

segundo

y de dos

piezas

teniente coronel

al

Monte de

de los regimientos de

las

Cruz, y se

le

Cruces hizo

,

de

artillería;

Trujillo,

España y diósele

derrotado del

el

cuya crueldad emulaba

salir

sección el 16 de noviembre

de México

al

por

la

de

frente de esta

Sonaba entonces entre

grán,

^

,

Villagrán era

de los pueblos de aquella comarca.

Tan pronto

Eeal del Doctor, y luego,

en

acecho

del

camino carretero entre México y Querétaro, caía sobre los convoyes, y después de destrozar á sus guardianes
A fin, pues, de adelantar algo, he dado al jefe comandante del destacamento las órdenes más terminantes de que pase á cuchillo todo pueblo, hacienda ó ranchería donde existan rebeldes ó que les

hayan dado

abri¡/o,

reduciéndolos á cenizas. Si

el

temor, que

fuerza de tres ó cuatro mil independientes con seis caño-

nes trataba de disputarle

el

paso del puente sobre

Lerma, cercano á Acámbaro, marchó á atacarlos

el

el

24;

pero los contrarios , abandonando sus posiciones y lleván-

dose su artillería, dejaron libre

el

paso y Cruz ocupó

el

pueblo sin encontrar resistencia. Tres días después llegó debe ser la consecuencia de este proceder, no les intimida hasta el punto de entrar en su deber, variaremos el sistema, según indiquen las circunstancias.»

(Apéndice al tomo II de la Historia de Alamán, niim. 5). «Será bueno, dice Bustamante en su Cuadro histórico (carta octava, pág. 4, edición de 1826), que digamos cómo se portó Cruz en la casa donde fué hospedado en Huichapam. La viuda de don N. Chávez se la franqueó y le hizo servir la comida en los platos de plata de su uso; el día de la partida mandó Cruz á sus asistentes que los recogiesen y llevasen en su equipaje; la señora reconvino por este procedimiento que era un descarado robo, y el modo de satisfacerla en tan justa queja fué mandarla á México á la cárcel acusándola de insurgente. Asi correspondió á esta generosa hospitaliVéase también, respecto de este hecho, lo que dice el doctor dad.» Mora en su obra, México y sus reooluciones, tomo iV, pág 113. Alamán, que generalmente sigue en su obra ú Mora y á Bustamante, calla torpemente este robo de don José de la Cruz. '



MÉXICO A TRATES DE LOS SIGLOS á Indaparapeo

distante seis leguas de Valladolid, en

,

cuya ciudad era profunda

que se aproximaba la capital

el

la

consternación al saberse

Abandonada

temido jefe realista.

de Michoacán por

el

intendente Ansorena y los

empleados nombrados por la revolución que se retiraron precipitadamente á Guadalajara,

el

desorden amenazaba

degollar

179

á los

ciento

setenta

presos en aquel edificio.

españoles

que estaban

Salváronse, sin embargo, casi

todos por la intercesión del gobernador de la mitra don

Mariano Escandón y por

prebendado Valdés y de otros eclesiásticos que, á riesgo de sus vidas y sacando en procesión

el

la del

viático,

lograron calmar á la furiosa

y la plebe, excitada por un herrero de Toluca llamado Tomás, conocido mejor por el sobre-

muchedumbre, que ya había dado muerte

nombre

sioneros

imperar en

ella,

del

que fué de

norte-americano,

se

agolpaba al

Compañía de Jesús con

la

el

colegio

intento

don Tomás Carrasquedo y á tres de

los

al

mexicano

españoles pri-

1.

Noticioso Cruz de lo que pasaba en Valladolid, des-

de

El brigadier don José de la Cruz

tacó SU tropa de vanguardia, á cuyo comandante dio la siguiente orden

:

«

Si la infame plebe intentase de

nuevo

contuviese los desórdenes que pudiera cometer la albo-

rotada multitud.

La

quitar la vida á los europeos, entre usted en la ciudad;

fase á cuchillo á todos sus habitantes, exceptuando sólo las mujeres

partes... '»

Y

y él

y pegúele fuego por todas mismo se disponía á seguirle para

los niños,

ocupar las alturas que dominan la ciudad, cuando se

le

presentó una comisión del ayuntamiento manifestándole

que

libre Valladolid

de los independientes le esperaba

con ansia para que la presencia de las tropas reales



BusTAMANTE. Campañas de Calleja, pág. Historia de México, tomo II, cap. V, póg. 7Í. '

59.

— AlamAn. —

entrada

de

Cruz

se

efectuó

28 de diciembre en medio

del

realistas,

sin

que faltase

el

en

mañana

la

de la alegría

de

Tc-Beum, que en

los

aquella

época se acostumbraba á entonar en las iglesias para solemnizar las victorias ó faustos sucesos de los dos partidos.

El

gobernador

de

la

mitra,

don

Escandón, conde de Sierra Gorda, quien á

la

Mariano entrada

de Hidalgo había levantado la excomunión lanzada contra este caudillo por el obispo electo '

AlamAn. —Historia de México, tomo

II,

Abad Queipo, cap. V, pág. 74.

la

MÉXICO Á TBAYÉS DE LOB

180 renovó,

en

mismo que contra todos

lo

su edicto

de 29 de diciembre

los

'.

que

le seguían,

Mas por

fortuna

BIOIjOB

que las dejaban á

realistas

que habían pasado para

los insurgentes,

la Iglesia

demostraron

tiempos de Gre-

los

para los independientes, las censuras de la Iglesia, cuya

gorio VII y que sus jefes en México asumían en toda su

validez ó nulidad se hacía depender de la fuerza con que

extensión

contaba

el

que

las

imponía ó de aquel contra quien se

fulminaban, habían caído en desprecio

,

y

que

los

las

el

en ridículo con la declaración de que

el

temor les for-

Esta

y deberes de sostenedores

de la dominación española.

más completo y merecido

lanzaban acabaron de ponerse

obligaciones

las

Extremó en esta ocasión Valladolid su fervor

y

el

cabildo eclesiástico de

celo por los dominadores, porque

tenía que hacerse perdonar su cobardía reciente de un

afirmación, así como la huida de los obispos, que eran

como Cruz, que con la aspereza de su carácter y con su tosca educación se complacía en dirigir agrias

primeros en abandonar las amenazadas capitales y en confundirse entre los equipajes de las guarniciones

haber opuesto resistencia á

zaba á suspender los efectos de las excomuniones.

los

jefe

reconvenciones aun á los más decididos realistas por no

su

llevó '

Edicto del gobernador del obispado de Michoacán

»Con motivo de Ins fútales noticias que llegaron á esta ciudad, exageradas haeta el úllimo grado de consternación, en la entrada de los insurgentes á la de Guanajuato, hizo que muy precipitadamente y con bastante desconsuelo de este público, se ausentaran el Illmo. Sr Obispo y el Sr. Intendente, acompañados de los vecinos más principales, y que causara un terror universal en los ánimos de todos, creyendo que cru inevitable la muerte, ó la dura y estrecha comunicación con los revolucionarios. »Causó mayor novedad en los conventos de religiosas y colegios dfc niiías educandns, que por razón de su poco discernimiento se llenaron de inquietudes y ansiedades da espíritu: igual conmoción aparéela en la gente baja, aunque por diverso principio, por creer ésta que la tal excomunión siendo fulminada por un europeo, y que nun no estaba consagrado, era ineficaz, con lo que había ya cierto ,

llantes

«Temiendo que éste creciera con el hecho escandaloso para el público, de que se levantara la excomunión por la fuerza, y temiéndose, por otra parle, que si no fe levantaba hubiera derramádose sangre, y originado otros gravísimos males entre el pueblo dividido ya en partidos, cosos en que asienta el Illmo. Ligorio con otros que cita, puede levantarse la excomunión, aun permaneciendo los delincuentes en su contumacia, juzgué, á consulta de teólogos y

mucha

el

que oí en junta celebrada al efecto, que en dichas circunstancias era conteniente, y aun necesario, fijar rotulones, lecantando la ea:comunión, con lo que en efecto se sosegó la inquietud del pueblo rudo, y no se despreció escandalosamente la censura, ni ge siguieron los otros daños mayores, que en tal concepto fueron de temerse: los que traté de impedir por este medio, y mucho más creyendo que con la llegada de nuestras tropas no tomaría incremento lo insurrección, evitando entre tanto los referidos males. íPero ahora que por la providencia misericordiosa de Dios,

eemos apoyada la autoridad de la Iglesia por las armas del Rey, y que habiéndose ahuyentado (Dios nos es testigo de las aflicciones que hemos padecido hasta los últimos momentos del día 27) tres ó cuatro hombres temerarios que conmovían la plebe, y hubieran comprometido absolutamente esta ciudad, está este pueblo en eslado de poder formar juicio de las cosas, y oir las voces de los que deben dirigirlo, puedo ya manifestar como encargado del gobierno espiritual, que la censura impuesta al cura D. Miguel Hidalgo por así contra él

como

contra todos los que lo siguen; y si necesario es, por calificarse de legítimamente suspendida, Yo, en uso de la autoridad que en mi reside, los declaro incursos en ella, como i^iualmeiite lo han declarado todos los Illmos. Señores Diocesanos de este Reyno: y exhorto á todos los fieles á la debida obediencia, esperando de todos los curas, vicarios y demás eclesiásticos seculares y regulares, que como depositarios de la sana doctiina harán conocer, así en exhortaciones públicas como privadas, el respeto y obediencia, que ú pesar de Ins seducciones deben prestar á la Iglesia sus verdaderos hijos. Y para que llegue á noticia de todos mando se lea en esta -Santa Iglesia Catedral y demás conventos de religiosos y religiosas de esta ciudad, fijándose en sus puertas: mandando igualmente testimonio por cordillera que se remita á los curas de este Obispado para que se publique. Dudo en la Secretaría de gobierno de Valladolid, diciembre 29 de 1810. /?/ Conde de Sieriajorda. Por mandado del Sr. Gobernador. Ramón Francisco de Aguilar, notario oficial mayor de gobierno » {Colección de documentos, tomo II, pág. 313).





humi-

de envilecer á los que las hacían, como sucedió

al

gobernador de la mitra con motivo del edicto que aca-

bamos de

Aparte de una manifestación que

citar.

cabildo dirigió al virey

',

el

haciendo mérito de la amenaza

que Hidalgo hizo á algunos de sus miembros de quitarles sus prebendas, del despojo

y de

la catedral

para salvar

la

la decisión

que sufrió

que mostraron

el

tesoro de

los canónigos

vida de los españoles presos, esta corpo-

ración dispuso y llevó á cabo la celebración de magní-

exequias á los que fueron bárbaramente degollados

ficas

en

los cerros

los restos

de las Bateas y del Molcajete.

Recogidos

de aquellos infelices fueron colocados en sun-



canónigo Moreno, con ruidosa elocuencia y estilo enfático entonces usado una oración fúnebre

pronunció

en

el

el

,

que hizo derramar copioso llanto á

los

deudos de las

víctimas, presentes á la triste ceremonia.

No

juristas

Manuel de Abad Queipo,

retracciones

exigir

explicaciones forzadas, sin otro resultado que

y

tuoso catafalco que se alzó en la catedral, y ante ellos

desprecio de la censura.

Illmo. Sr. Dr. D.

hasta

independientes, y que

:

«Satisfacción que el licenciado D. Mabiano Escanuón da al pueblo cristiano, como gobernador de este Obispado, sobre el hecho de haber mandado fijar rotulones, en los que levantaba la ewcomunión puesta al cura Hidalt/o y sus secuaces por el Illmo. Sr. Dr. D. Manuel Abad Queipa, Obispo electo de esta Diócesis.

el

intolerancia

los

quiso quedar rezagado en materia de torpe con-

temporización con los vencedores del momento del colegio de San Nicolás,

en

hecho su carrera literaria, y

nombre de la el

el

el

rector

que Hidalgo había del obispo que el

solicitó

del caudillo de la independencia fuese borrado

lista

de los antiguos alumnos

demostrando

2,

grado de ceguedad á que puede llegar

tica ó los

la pasión

así

polí-

extremos á que alcanza la rastrera adulación.

Reorganizado

el

gobierno de Valladolid, Cruz

nom-

bró comandante militar de la ciudad al teniente coronel

don Torcuato Trujillo, quien llegó tropas el 2 de enero de 1811

>,

al frente

pero

el

de algunas

mando en

jefe

I Kste documento se publicó en la Gaceta de México, número extraordinario del 9 de enero de 1811. ' Esta miseria inspiró al historiador Alemán el siguiente galimatías: «Aunque este y los demás actos referidos de las autoridades de Valladolid sean el efecto ordinario de las vicisitudes políticas en todas partes, volviendo todos las espaldas al vencido y dirigiendo los aplausos y lisonjas al vencedor; es indubitable que en íorfas las poblaciones que llegaban á ser dominadas por los insurgentes, por favorables que antes hubiesen sido para éstos sus disposiciones, fatigadas de sus excesos y desórdenes, todas las clases respetables de la sociedad recibían como libertadoras á las tropas reales y el espíritu revolucionario sólo quedaba arraigado en el pueblo, cuyas funestas inclinaciones habían sido halagadas por los jefes de la insurrección, dando rienda suelta al robo y al asesinato.»? .. (Hittoria de México, tomo II, cap. V, pág. 77, edición de 1850). í Cruz dio cuenta al virey de las medidas que dictó en Valladolid, y al contestarle el segundo, aprobándolas, le decía lo siguiente:

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS de la provincia de Michoacán diólo

el

virey al mariscal

don García Dávila, y con este general salieron de México intendente Merino el obispo electo Abad Queipo, el

y algunos de los españoles que huyeron á la capital del vireinato cuando

Hidalgo se acercó á la intendencia de

Antiguo colegio de

la

sobre esa ciudad las divisiones combinadas de Calleja y Cruz, cúmplenos darla de lo que había ocurrido en el

sur de la intendencia de México durante los últimos Allí aparecía

un nuevo campeón de

la

Compañía de Jesús en Valladolid (hoy Morelia)

independencia, cuyos hechos posteriores debían darle

el

lugar más eminente entre los propugnadores de la liber-

La

Antes de seguir á Hidalgo en Guadalajara y de dar cuenta del plan militar en cuya virtud habían de moverse

meses de 1810.

Michoacán á mediados de octubre.

181

en estos postreros meses sobre no había reparado

lo

los principales caudillos,

bastante en el jefe que traía ya

fija

encendida la vasta y montuosa comarca que se extiende

*l^a opinión pública de que V. S. se queja en esa provincia anda igual por indas partes, y sólo \a derrola de los principales cabezas y dispersión de las grandes masas puede restituir el orden, pues

partes hay malos rostros y yo los obserüo en México, porque siendo pocos los hombres que aman el camino de la justicia que los es muy sujeta á privaciones y á una conducta no licenciosa común que una vez roto el freno de las leyes, lo sigue la muchedumbre, pero la disciplina y la vigilancia sobrepujarán todos los obstáculos.» (Véase Historia de México, por Alemán, tomo II, cap. V, pég. 78).

tad mexicana.

atención del gobierno vireinal,

verificado lo primero será fácil exterminar las principales gavillas esparciendo destacamentos ó partidas con ese objeto.»

naturaleza del caso en que nos hallamos, le decía en otro no puede dejar de ofrecer inconvenientes y apuros: por todas

« ..La

oficio,

,

,

MÉXICO A TBAVKS DE LOS SIGLOS

182

Mexcala hasta las costas del Grande Océano, y cuando más tarde quiso destruirlo hallóse frente á frente del más temible y hábil de sus enemigos. Hemos visto que cuando Hidalgo se dirigía de desde

el

y

misión de propagar aquélla en

la

del Sur

la dilatada

y de intentar la toma de Acapulco.

Carácuaro,

exigir

sin

hombres,

armas

ni

zona

El cura de dinero,

se

había separado del caudillo de la independencia resuelto

á cumplir las órdenes que éste acababa de darle.

La

ciudad de Valladolid, que hoy se llama Morelia

en honor del héroe, fué

cuna de don José María

la

quien nació y Pavón de 1765. Humilde de condición

Morelos

,

Morelos, que ejerció Facsímile de la firma del mariscal don García Dávila

lid,

á México,

Indaparapeo

'

un

en

octubre,

se

le

suyo,

discípulo

antiguo

presentó en

don

José

María Morelos, cura de Carácuaro (Michoacán), pidiéndole servir en el ejército en calidad de capellán y que ,

el jefe

de la revolución

le

un nombramiento

dio

MuHEUA

esforzados defensores.

Más

militar

,

cuando diez años

de incesante y rudísima lucha encendieron en todos pechos

el

liombres

los

sentimiento y el deseo de la emancipación,

vemos tomar parte á favor de que

pertenecían

sociedad mexicana.

Iniciar

pueblo, combatir con

de presenciar

el

á

la

el

la

de

la

pero sin la esperanza

de aprovecharse de la

victoria; prodigar su sangre en los

y exhalar su último

elevada

audaz levantamiento del

fe ilimitada,

triunfo ni

independencia á los

clase

la

campos de batalla

aliento en los cadalsos, todo eso lo

hicieron Hidalgo, Morelos, Allende, Jiménez, Matamoros, los

hija

de

setiembre

su padre Manuel

su madre, Juana

de un maestro de escuela de la primera

de estas ciudades, en la que se conserva la casa en que nació el insigne caudillo y en la que se deslizaron sus

primeros años

^.

libertad

la

la

y

No

es poca honra,

por cierto, para

independencia de México, la que les

dieron el origen y la condición

humildes de sus más

— Casa donde nació Múrelos

tarde, cuando la sangre de

éstos había fecundado el suelo patrio

fué

30

de carpintero en Vallado-

primero, y luego en San Luis;

Pavón, era Valladolid

el oficio

el

privaciones de la clase desvalida.

Su juventud se con-

sumió en un trabajo corporal y rudísimo para proveer á su subsistencia y á la de su madre, á la que siempre

consagró infinita ternura.

Muerto

el

padre de Morelos

desvanecióse la ilusión que la pobre viuda había abri-

gado de dedicar á su hijo á le confió

al

cuidado de su

dueño de una recua con

y

el

puerto de Acapulco.

tío

la

la carrera

eclesiástica

que trajinaba entre México

El héroe futuro de la inde-

pendencia, hasta los treinta años de edad, recorrió

camino

que

arriería, sin

liga

á

estas

y

Felipe Morelos, que era

el

dos ciudades dedicado á la

que haya noticia de que en su niñez ni en

Galeanas, los Bravos, Torres y otros muchos, hijos

su juventud hubiese adquirido instrucción ninguna; por

en quienes se encarnaron los dolores, las

eso es admirable la fuerza de voluntad que demostró

del pueblo,

humillaciones y las aspiraciones del pueblo.

La •

niñez de Morelos transcurrió en medio de las

Véase capitulo IX.

' Esta casa está situada en la cuadra siguiente ó la capilla del Prentlimiento. Una liípidn que en ella mondó colocar el ayuntamiento de 1&81 recuerda el acontecimiento.



MÉXICO Á TBATÉS DE LOS SIGLOS abandonando su antiguo y humilde

para dedi-

ejercicio

carse al estudio, cumplidos treinta años,

en

el

colegio

de San Nicolás de Valladolid bajo la dirección del cura

183

milicias de este puerto,

don Marcos Martínez.

Morelos con

principio,

tan

feliz

Hidalgo, que era entonces rector de ese establecimiento.

donde se apoderó de algún armamento y se

se

poco más de doscientos hombres.

sirvió

curatos de Churumtico y la Huacana, reci-

los

biendo á poco juez

de

el

eclesiástico

Carácuaro; en

presbítero,

sucesivamente

y

nombramiento de cura propietario y de Nucupétaro y de su agregado

este

último

lugar edificó

En

trabajó personalmente en la obra.

iglesia

la

1801

,

ahorros de su beneficio, compró una casa en Valladolid la

que vendió más tarde y cuando ya combatía por

independencia, para aliviar con las penalidades

color

y

',

la

producto de la venta

moreno.

rasgados y brillantes,

robusta com-

estatura,

Sus

ojos

tenían una

negros,

limpios,

mirada profunda é

imponente, y unas cejas pobladas y unidas daban á su rostro

la

expresión

acentuaba más

de

incontrastable

energía,

que

una barba vigorosamente redondeada.

Su aspecto grave, y hasta sañudo, se modificaba, sin embargo, por una boca franca y risueña, resultando de sus facciones ese equilibrio armónico,

del conjunto

A

propio y digno de los grandes caracteres.

combate, según los que ojos

de cerca

la

sus

relampagueaban siniestros y su voz adquiría tonante

inñexión para animar á las tropas; en los demás lances

le

unieron

refuerzos

estos

Juan

Antonio Fuente, comandante de la tercera división de milicias

baña

Sur, había fortificado

del

las

la

paso del río que

el

de la población; pero sintiéndose débil

orillas

para resistir

independiente huyó á Acapulco con

al jefe

gente que tenía á sus órdenes

,

y que desertó en su

mayor parte, volviendo á Tecpan, adonde engrosó

la

tropa de Morelos.

Este entró en

nombrar

importante villa que se acaba de

la

de noviembre

7

el

Hasta entonces

(1810).

había aumentado considerablemente sus tropas y arma-

mento

un

sin disparar

de la costa,

Tecpan, lugar populoso

solo tiro.

proporcionó abundantes recursos; pero

le

ninguno sin duda fué de más valía que á

sus

la incorporación

de don Hermenegildo Galeana, que tanto

filas

debía distinguirse en los

campos de batalla, y cuyo

nombre queda unido desde entonces

del integérrimo

al

Morelos.

Al día siguiente

hora del

observaron,

le

Con

se dirigió á Tecpan, donde el capitán realista don

de sus hambrientos y desnudos soldados.

Era Morelos de mediana plexión

el

y

con los

en

y cayó rápidamente sobre Petatlán,

dirección al sudeste,

En 1799

ordenó

Animado

recorrió la costa

en

el

Zanjón se

Galeana

de Tecpan

salió

el caudillo del

Sur:

don Juan y don Fermín

unieron

le

— hermanos de don Hermenegildo — seguidos hombres,

setecientos

su mayor

en

comenzó Morelos á tener

parte

sin

de

armas.

de la vida mostraba grande impasibilidad y su rostro

Allí

sereno no revelaba los afectos de su ánimo; la prospe-

mera pieza un cañón pequeño que

ridad no le ensoberbecía, ni el infortunio quebrantaba

Nifío y que servía para hacer salvas en la hacienda de los Galeanas, llamada San José. El 9 de noviembre

su altiva y digna entereza.

Tal era

el

hombre que á

la

primera noticia de la

proclamación de la independencia dejó su curato y voló á ofrecer sus servicios y su vida al antiguo rector del colegio de

San Nicolás, cuando éste marchaba contra

la

la

de

y armando

volvió al pueblo de Carácuaro

allí

hombres con lanzas y escopetas marchó con rumbo á Churumuco; atravesó el Mexcala en la

veinticinco

hacienda de las Balsas, y entró en

hoy pertenece

al

el

Estado de Guerrero.

el

13

,

Ese mismo

territorio

En

hombres armados á

que

Coahuayutla

día,

dos

mil

hombres

espadas y flechas, después

avanzó hasta

el

Aguacatülo,

había destacado á las órdenes de Valdovinos para ocupar el

Veladero, posición que domina á Acapulco, tuvieron

que sostener un enviados por

combate

el jefe

tiradas

y pasándose á

,

tropa con cincuenta soldados al

mando

del

capitán de

los

dejando

realistas

realistas

Trabóse

la

muchas armas

independientes un número

los

considerable de soldados.

Morelos, entretanto, asegu-

raba sus posiciones, y además del campo atrincherado del

«El señor Morelop, siendo cura de Carácuaro, la compró á don Juan José Martínez en 17 de agosto de 1801, en precio de 1,830 pesos. Dicha finca, dice la escritura primitiva, esíá situada en la calle que biija de la pla::uela del Real Hospital (San Juan de Dios) para el río Chico, fabrieada en sitio de 33 caras de frente por 42 de fondo, con tres accesorias á la parte Sur, etc. Al comprarla el señor Morelos era de un solo piso, pero después la reedificó haciéndola de altos. Concluyó la reedificación el año de 1809, según nos lo ha informado el señor licenciado don Francisco Pérez Morelos, pariente de aquel héroe.» Bosquejo histórico y estadístico de la ciudad de Morelia, por el señor licenciado don Juan de la Torre.

cuatrocientos

lucha al pié de la montaña, y después de un ligero

y avanzando hasta las orillas Grande Océano, engrosó en Zacatula su pequeña

de don Rafael Valdovinos

las

con

de la plaza Carreño.

huyeron

— 1883.

de

del

setecientos hombres que Morelos

tiroteo,

i

fuerte

nombre

formándose en este lugar un campo

órdenes

se le unieron algunos

del

Morelos

Coyuca,

en

donde llegó

Después de su entrevista con Hidalgo en Indapa-

ellos

tocar

de

fusiles, lanzas,

recibió el

atrincherado con tercios de algodón.

capital de la colonia.

rapeo,

división

armados con

siendo su pri-

artillería,

Aguacatülo,

fortificó

los

puntos de las Cruces,

el

Marq^iiés, la Cuesta y el Veladero.

Harto justificadas eran adoptadas por

el jefe

las prudentes disposiciones

independiente.

Noticioso

el

virey

de la aparición del nuevo enemigo, creyó que bastarían á contenerlo las tropas realistas de Acapulco; pero las

nuevas que recibió Morelos á

lo

de

la

rápida

y

feliz

correría de

largo de la costa y del asedio que contra

aquel puerto había establecido,

le

obligaron

á dictar

MÉXICO i TEAVÍB de LOB SIGLOS

184

y en consecuencia dispuso que de la brigada de Oaxaca marchase á atacar á los insurgentes

otras medidas,

una sección de mil quinientos hombres á

del Sur

órdenes del comandante de

la

las

quinta división de milicias

don Francisco Paris.

La

primer encuentro fué

favorable

de

suerte

á

este

jefe,

la costa

el

comandante de

la sexta división

don José Sánchez Pareja, pues

ciembre logró

1."

de

de di-

Arroyo-Moledor á una de Morelos al mando de don Rafael

dispersar

sección de las fuerzas

el

en

el

Valdovinos; pero en cambio, uno de los capitanes de

á quien

Morelos, don Miguel de Ávila, al frente de seiscientos

armas en

las

acababa de unirse

mx.^i^ Casa de Morelos en

hombres

,

ciudad de Morelia (antigua Vulladolid)

rechazaba en Llano Grande una tuerza salida

de Acapulco á

y

la

las

órdenes de don Juan Antonio Fuentes

del sub-delegado de Tecpan, Rodríguez, que murió

algunos días después, de las heridas que recibió en

el

combate.

y

parte

noche separó á los combatientes, sin que de

alguna se alcanzase señalada ventaja.

el

8 de diciembre las de

San Marcos

las Cruces: peleóse con furia durante todo el día,

y

El jefe

realista, cinco días más tarde, renovó su ataque diri-

giéndolo esta vez sobre las fortificaciones de la

defendidas por

Resuelto Paris á tomar las posiciones de Morelos, atacó vigorosamente

sólo la

el

Sábana

coronel Ávila con seiscientos hombres.

Las tropas de Paris, que aumentadas con un refuerzo salido

de Acapulco ascendían á dos mil soldados con

dos cañones, se dividieron en tres columnas, poniéndose

»

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS de la del centro

al frente la

de

mismo Paris

derecha á Sánchez Pareja,

la

mando de

En

el

encomendando

,

y confiriendo

el

de la izquierda á don Francisco Rionda.

la

y apoyadas por una sección de cien la posición de Avila, mar-

este orden

hombres, que debía flanquear

charon las columnas haciendo jugar su

que fué

artillería,

contestada con los certeros disparos del Niño.

Terrible

185

siendo, decía el primer considerando del decreto,

clamores de la naturaleza

los

quedan abolidas

las

contra

vender á los hombres,

el

leyes de la esclavitud, no sólo en

cuanto al tráfico y comercio que se hacía de ellos, sino

también por

lo

que conforme

relativo á las adquisiciones; al

adquirir jtara

plan

sí,

de manera

gobierno

reciente

del

como unos individuos

puedan lilrcs

al

fué la acometida y grande el esfuerzo de los realistas

modo que

por apoderarse de las fortificaciones de sus enemigos, y después de muchas horas de combate tuvo que retirarse

blica, en cuya consecuencia, supuestas las declaraciones

asentadas, deberán los amos, sean americanos ó euro-

paraje de Tres-palos dejando el campo

peos, darles libertad dentro del término de diez días,

Paris hasta

el

regado de muertos y de heridos.

No

obstante

so la pena de muerte

que por medio de sus

ventajas

las

tenientes había logrado Morelos alcanzar,

más

hacíase cada vez

crítica,

su situación

pues carecía de municiones

de guerra y escaseaban los medios de subsistencia para sus sufridos soldados.

realmente

Retirado

Paris

Tres-palos,

á

era Morelos, pues que se hallaba

el sitiado

se observa en las

el jefe

clases de la

repú-

que por inobservancia de este Alzóse con esta declaración á

artículo se les aplicará. »

grande altura

demás

de la independencia, y engrandecía

con ella la causa que había proclamado, comprendiendo

en sus fundamentales principios

La

esclavitud,

oprobio

colonias españolas de

el

de la libertad humana.

de la historia,

América para

existía

en las

raza africana, que

la

colocado entre las tropas de aquél y la guarnición de

vino á sustituir á la indígena en los trabajos de los

Acapulco.

campos ardientes de

Preciso era salir cuanto antes de tan

difícil

posición,

las

Y

costas.

y para ello recurrió el jefe independiente á la astucia de que tantas veces hizo uso en el curso de sus

la

campañas.

hundimiento de todas las opresiones.

Sabedor de que en

el

campo de Paris un

cuadraban con

la

emancipación política que se debatía con las armas en

mano

la

emancipación de todos los oprimidos y

El mismo bando prescribía

capitán llamado Mariano Tabares se hallaba descontento

«que ninguno de

el

los

por una injusta prisión que había sufrido poco antes,

individuos de las castas de la antigua legislación que

entabló con él inteligencia, y en virtud del plan entre

Uceaban consigo la ejecutoria de su envilecimiento en las mismas cartas do pago del tributo que se les

ambos acordado, hizo marchar Morelos,

la

noche del 4 de

enero de 1811, al coronel don Julián de Ávila con seis-

hombres

cientos la

señal

al

campamento de

convenida de antemano

exigía, no

lo

tuido

con

Tabares,

Avila

de alcabala para los efectos de la tierra y con

este nocivo impuesto con el de

se apoderó de ochocientos prisioneros, setecientos fusiles,

las

cincuenta

y dos

de Europa.

»

un dos por ciento el

de

Quedaban abrogadas todas

leyes, cédulas y reales órdenes que establecieron

el

parque,

uso del papel sellado, y se declaraba que en todos los

Paris, sorpren-

despachos, escritos, actuaciones y documentos judiciales

cajones

porción de víveres y otros pertrechos. dido en medio del sueño,

quedando susti-

Dada

tres para los

cañones,

sucesivo,

lo

realistas.

atacó con ímpetu, y después de vencer alguna resistencia

cinco

pagasen en

los

de

comprendió desde

el

primer

ó

extrajudiciales

se

hiciera

uso del papel común.

Se

momento que era

inútil resistir

declaraban también abolidos los estancos del tabaco y de

oscuridad y por

el

la

campamento.

y huyó protegido por la mismo desorden que había en su

«Morelos, dice con este motivo Alamán,

sin haberse presentado todavía él

batalla,

mismo en

el

campo de

pólvora y de todas

Siguieron á este bando otros •

campaña con

veinticinco

habiendo empezado la

hombres que sacó de su curato,

había reunido más de dos mil fusiles, cinco cañones, por-

y de municiones tomado todo al enemigo. Tiempo es ya de que digamos lo que hacía en

hemos

visto

el

las

demás

«Don

'

cuyas prevenciones

MiouEi, Hidalgo y Co%rii.i.\, Generalt&imo de

Amé-

rica, etc.

»Me llenan de consternación las quejas que repetidamente se me dan de varios individuos, ya de los que han merecido mis comique sirven en mis ejércitos, por sus excesos en lomar cabalgaduras en los lugares de su tránsito, no sólo en las fincas de europeos, sino én las de mis amados americanos; y cuando mis intenciones en llevar adelante la justa causa que sostengo, no son otras que la comodidad, descanso y tranquilidad de la nación, no puedo ver con indiferencia las lágrimas que ocasionan aquellos individuos, adulterando sus comisiones y abusando de mis confianzas y sus facultades. Y como sen este un mal que debe corlarse de raíz, mando que ningún comisionado, ni otro individuo alguno de mis tropas pueda de propia autoridad tomar cabalgaduras, efectos ni forrajes algunos, sin que primero ocurran por los que necesiten ú

siones, ya de los

ción de víveres

Guadalajara

colores,

clase de pensiones que se exigía á los indios.

había logrado por medio de sus tenientes, los

corto espacio de dos meses,

de

exacciones de bienes, las cajas de comunidad y toda

Avilas, batir con fuerzas inferiores á los realistas; y en el

clases

,

generalísimo Hidalgo, en cuya ciudad le

entrar

con grandísima pompa

el

26

de

noviembre, y recibir á Allende con marcadas demostraciones de aprecio á mediados del siguiente mes.

Tres días después de su llegada, bre, publicó un bando

^

el

29 de noviem-

aboliendo la esclavitud:

«Que

» Véase Apéndice, documento núm. 5. ( Bando del generoli'simo Hidalgo aboliendo la esclavitud y derogando las leyes relalivas á

tributos) T. III.-24.

de su tránsito, quienes en virtud conocimiento que deben tener de sus jurisdicciones, desde luego les proveerán de cuanlo sea justo y necesario, y mando á los señores intendentes, gobernadores y jueces de las provincias sujetas, por el conocimiento que les asiste de la justicia de mi causa, que de ninguna manera permitan á mis comisionados ni á otros individuos de los jueces respectivos de los lugares

del





MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS

186

indican el propósito de minorar en lo posible los trastornos de la revolución y de hacer efectivas las conce-

otorgadas

siones

torbellino que

cosas

á

del

envolvía entonces á los hombres y á las

es grato ver que

,

En

raza indígena.

la

medio

atendía á regularizar

el

el

jefe

de

la

nuevo orden

independencia

social

político

y

de multitud de indios devastaba la hacienda de Chamuco

y otras de aquel rumbo. jefe insurgente

Súpolo Rayón y propuso al un plan que evitando la

la adopción de

dilapidación de los bienes embargados á los españoles, les

hiciese

servir

independencia.

sostenimiento

al

de

guerra de

la

Hidalgo, con quien consultó Fernández,

á que había dado origen con su atrevido levantamiento. Más se percibe este afán de Hidalgo en la organi-

aprobó las bases de ese plan y escribió á su autor

zación del gobierno, que se efectuó pocos días después de su llegada á Guadalajara. Nombró para el giro de

publicaba una proclama

los negocios dos ministros: el uno con el título de

y

Justicia,

y

el

otro con el

más extenso

Gracia

é indeterminado

tándole

por

justa, santa

miras

sus

y

entretanto,

Éste,

patrióticas. el

24 de octubre

felici-

calificando

de

religiosa la revolución de la independencia.

El gobierno vireinal no tardó en procurar su aprehensión,

pero Rayón logró escapar á la vista del de.^taca-

de Estado y del despacho. El primero fué confiado al joven abogado guanajuatense don José María Chico,

mento que iba en su busca, huyendo á Maravatio, y

nombramiento de presidente de la audiencia de Guadalajara; el segundo se dio al abogado don Ignacio López Rayón, que desde la marcha del

á ejercer las funciones de secretario del generalísimo.

ejército sobre la capital del vireinato ejercía las funciones

independencia;

quien recibió también

el

del generalísimo.

de secretario

Los

servicios

y méritos

de este ilustre mexicano piden que digamos en pocas palabras

origen

su

y

abrazar la revolución.

minas de Tlalpujahua,

los

antecedentes

Nacido en el

que

traía

antiguo asiento de

el

donde recibió padre

le

el

título

el

ni el

La muerte

de abogado.

obligó á volver al

y

los

de San Ildefonso de México de su

lugar de su nacimiento y á

dedicarse al laboreo de minas. fortuna,

Ni

los

halagos de la

atractivo del matrimonio que acababa de

1810), ni las consideraciones y quietud de que gozaba en su pueblo detuvieron sus

contraer

(agosto

Con esta investidura

de

generosos y patrióticos impulsos. Cuando Hidalgo avanzó hacia México, le precedió por tierras de Maravatio y Tlalpujahua don Antonio Fernández

,

quien á la cabeza

el ejército

allí



pág. 245).

«Don Miqukl Hidaloo y Costilla, Generalísimo de América

,

etc.

el presente mando é los jueces y justicias del distrito de esta capital que inmediatamente procedan á la recaudación de las rentas vencidas hasta el día, por los arrendatarios de las tierras perfenecientes á las comunidades de los naturales, para que enterán-

»Por

dolas en

coja nacional se entreguen á los referidos naturales las que para lo sucesivo puedan arrendarse, pues es mi voluntad que su goce sea únicamente de los naturales en sus respectivos pueblos. >Dado en mi cuartel general de Guadalajara, á 5 de Diciembre de 1810. A/i'a ueí //t'daíao. Generalísimo de América. Por mandado de S. A., Lie. Ignacio Rayón, secretario.» la

tierras para su cultivo, sin



(Hombres tavo A. Bnz).



ilustres mewicanos, Biografía

de Hidalgo, por Gus-

Cruces;

las

tuvo

alcanzaron las armas de la

pasó después á Tlalpujahua, así para

arreglar sus negocios particulares

como para animar á

sus hermanos á que tomasen participio en la revolución,

y

volvió á unirse con Hidalgo cuando este caudillo llegó i.

á Valladolid después del desastre de Acúleo

Por esos días

el

gobierno de la revolución nombró

á don Pascasio Ortiz de Letona

2,

joven guatemalteco

que residía en Guadalajara y que había obtenido el empleo de mariscal de campo, plenipotenciario ante el

Congreso de

y

ajustar siva,

arreglar

Estados Unidos de América «para

una

alianza

ofensiva

y

defen-

tratados de comercio útil y lucroso para ambas

naciones los

los

y cuanto

dos países.

»

más conviniese á

Este documento

^

y

la

la

felicidad

de

forma en que

' Biografía de Rayón. (Hombres ilustres mewicanos, tomo III, págs. 395 y 396). • Este individuo, natural de Guatemala, aficionado al estudio de las ciencias naturales, en especial de la botánica, dice Alamán,

residía en Guadalajara protegido por

mis tropas que por sí tomen cabalgaduras, efectos ni forrajes; y en caso de que alguno contraviniere á esta mi resolución, procederán inmediatamente contra sus personas, y asegurando los efectos que porten, darán inmediatamente cuenta para proceder á imponerles las penas que halle por convenientes en satisfacción de los Americanos agraviados y de la buena intención con que proceden. »Y para que llegue á noticia de todos, mando se publique por bando en esta capital, y para el mismo efecto se remiten copias á los señores intendentes para que se publique por todo el Reino. Miguel Cuartel general en Guadalajara, Diciembre 1.° de 1810. Hidalgo, Generalísimo de América. Por mandado de S. A., Lie. Ignacio Rayón, secretario.» (Colección de documentos de J. E. Hernández Davales, tomo II,

mexicano, entrando

acompañó á

le

parte en la victoria que

año 1773, hizo sus primeros

estudios en el colegio de San Nicolás de Valladolid

terminó con lucimiento en

al

desde entonces se unió con

don Salvador Veracruz para proporcionarse la ocasión de pasar á los Estados Unidos en desempeño de su misión fué preso por la justicia del pueblo de Molango, en lu Huasteca, á quien se hizo sospechoso viéndole caminar solo y porque necesitando dinero en plata procuró cambiar una onza de oro. líxaminado prolijamente su equipaje, se le encontró el poder oculto en el lomillo de la silla de montar; remitióse el reo con el poder á México á la junta de seguridad, pero previendo aquél la suerte que le esperaba, se dio la muerte antes de llegar á la capital con veneno que llevaba oculto y fué enterrado en la villa de Guadalupe.» (AlamAn. Historia de Méasico, tomo II, pág. 84). ' «Poder conferido por el gobierno de la revolución á don Pascasio Ortiz de Letona, para celebrar tratados de alianza y comercio con los Estados Unidos de América. »E1 servil yugo y tiránica sujeción en que han permanecido estos feraces Estados el dilatado espacio de cerca de tres siglos; el que la dominante España poco cauta, haya soltado los diques á su desordenada codicia, adoptando sin rubor el cruel sistema de su perdición y nuestro exterminio en la devastación de aquélla y comprometimiento de éstos; el haber experimentado que el único objeto de su atención en el referido tiempo, sólo se ha dirigido ú su aprovechamiento y nuestra opresión, ha sido el desconocido vehemente impulso que, desviando á sus habitantes del ejemplar, ó mejor diremos, delincuente y humillante sufrimiento en que yacían, se alarmaron, nos erigieron en jefes, y resolvimos á toda costa ó vivir en libertad de hombres, ó morir tomando satisfacción de los insultos hechos á la nación. »E1 estado actual nos lisonjea de haber conseguido lo primero, cuando vemos conmovido y decidido á tan gloriosa empresa á nuestro dilatado continente. Alguna gavilla de europeos rebeldes y disBatres.

Cuando Letona

el

oficial real

se dirigía á la costa de







MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS se extendió,

si

bien demuestran la inexperiencia

natural de los caudillos de la independencia

muy

en estas

187

Las disposiciones que emanaron del

revo-

jefe de la

lución demostraban,

materias, patentizan su deseo de allegar todos los medios

repitámoslo, inexperiencia y poco conocimiento de la difícil ciencia del gobierno se ve

que pudiesen concurrir á

dominar en todas sus providencias administrativas

de su patriótica

la realización

Del otro lado de Texas se alzaba un pueblo

empresa.

que á costa de grandes esfuerzos había afianzado

libre

su independencia,

y era natural que nuestros padres

;

y no

espíritu teórico

ción

práctica

únicamente

hombre

del

debe

el

pensamiento profundo y la inten-

el

Estado;

de

pero

Hidalgo

como iniciador de una

ser juzgado

creyesen hallar auxilio y sostén en ese mismo pueblo.

grande idea, como revolucionario audaz que impulsó un

Frustróse

movimiento inmenso que sólo había de terminar con

misión

la

Letona por haber caído

de

en

poder de los realistas cuando marchaba á su destino, noble y altivo joven se adelantó con

y muerte que el

le

esperaba en la

revolución

medio

la

imprenta

de

á la

independencia de la nación mexicana.

había

para

Así colocado, y

no puede ni debe examinarse su misión de otra manera sin falsear

el cadalso.

Hasta entonces poderoso

el suicidio

la

lamentablemente la historia. Hidalgo aparece

carecido

del

grande y merecedor de todo

propagar

sus

Sus actos, sus palabras, indicaban una tendencia demo-

el

respeto de la posteridad.

principios.

No

tipográficas

más que en México, Puebla, Veracruz y

asiduo estudio de los principios del 89, proclamados en

gobierno vireinal se sirvió de ellas para

Francia en medio de lágrimas y sangre, porque era

Guadalajara,

el

en

existiendo

aquella

época

oficinas

que no era otra cosa que

crática,

combatir la causa de la independencia con todo género

infinita

la resistencia

de escritos

partido

pérfido,

Pero dueños sus defensores de esta última

'.

ciudad aprovecharon arma tan eficaz y

el

primer número

Despertador Americano, periódico establecido por

del

Hidalgo,

apareció

redactaba

hombre

el

de

vasta

jefe

de diciembre

instrucción

aunque de carácter

mismo

20

de

1810.

Lo

doctor don Francisco Severo Maldonado,

el

y

extravagante

despejado

y

de la revolución hizo crujir las

El

prensas,

que hallaban á su paso.

por boca

de

su

Alamán, ha pretendido adulterar

oráculo

el

el

de convertir en su provecho la revolución que

desencadenó con tanto heroísmo.

"A

escritor

designio él

mismo

Oigámosle:

medida que creía Hidalgo consolidado su poder,

á propósito

dice

Pero un

verdad histórica

la

atribuyendo al iniciador de la independencia

ingenio,

presuntuoso.

resultado de su

el

de

la

de

estancia

Guadalajara, iba dejando caer en

el

caudillo

este

en

nombre de

olvido el

haciendo imprimir y circular luego profusamente la con-

Fernando Vil, cuyo retrato hizo quitar

testación que dio á los edictos de los inquisidores, y una

cual recibía en público, é igualmente fueron desapare-

proclama dirigida á los criollos que combatían

ciendo los vivas y cifras de su nombre que todavía se

de

los españoles, excitándoles

de la patria

al lado

á correr bajo las banderas

llevaban en los sombreros, y cuando antes era aclamado

por las turbas que seguían

2.

como objeto de ésta no bastará ú variar nuestro sistema ni á embarazarnos las disposiciones que puedan decir relación á las comodidades de nuestra nación. Por tanto, y teniendo entera confianza y satisfacción en vos, D. Pascasio Ortiz de Letona, nuestro mariscal de campo, plenipotenciario y embajador de nuestro cuerpo cerca del supremo Congreso de los Estados Unidos de América hemos venido en elegiros y nombraros, dándoos lodo nuestro poder y facultad en la más amplia forma que se requiere y sea necesaria, para que por Nos y representando nuestras propias personas, y conforme á las instrucciones que os tenemos comunicadas, podáis tratar, ajustar y arreglar una alianza ofensiva y defensiva, tratados de comercio útil y lucrofo para ambas naciones y cuanto más convenga á nuestra mutua felicidad, accediendo y firmando cualesquiera artículos, pactos ó convenciones conducentes á dicho fin; y nos obligamos y prometemos en fe, palabra y nombre de la nación, que estaremos y pasaremos por cuanto tratéis, ajustéis y firméis á nuestro nombre y lo observaremos y cumpliremos inviolablemente, ractificándolo en especial forma: en fe de lo cual mandamos despachar la presente, firmada de nuestra mano, y refrendada por el infrascrito nuestro consejero y primer secretario de Estado y del despacho. »Dado en nuestro palacio nacional de Guadalajara, á trece del mes de Diciembre de mil ochocientos diez Miguel Hidalgo, generalísimo de América. — /^nacío de Allende, capitán general de América. /o.'é A/aria CAi'co, ministro de Gracia y Justicia, presidente de esta Nueva Audiencia. Lie. Ignacio Rayón, secretario de Estado y del despacho. José Ignacio Ortix de ZaUHear, oidor subdecano.— ¿te. Pedro Alcántara de Avendaño, oidor de esta audiencia nacional. Francisco Solórzano, oidor. Lie. Ignacio Mesías, fircal de la audiencia nacional.» {Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, Historia de México, por Alamán, Apéndice al tomo II, pág. 297. jiersns

,









documento núm. '



los

americanos).

revolución, presentando

asegurar estos dominios para su

á insinuar en los impresos y de palabra, que estaban rotos todos los vínculos que ligaban á estos países con el

Unidos todos estos hechos, y recor-

trono español.

dando que en

el

plan de la conspiración encontrado en

Querétaro en casa de Epigmenio González se trataba de

un imperio con varios reyes feudatarios, y que el capitán Centeno no intentaba otra cosa que ir á México erigir

«á poner

al

señor Cura en su trono,» no se tendrá ¡)or

ajena de prolaiilidad la sosjyecha de que,

lo

hvMera embarazado

México

hubiera

la rivalidad

tenido

en

su

á

suerte

eclesiástico, y huMera presentado meno extraordinario ^n

Vese cuan grande ha sido por

el

historiador

Alamán para

de sus compañeros,

un

persona

el

al

soberano

mundo ese fenó-

esfuerzo desplegado

llegar á establecer la

probabilidad de la sospecha de que Hidalgo abrigaba el

propósito de erigirse un trono en México indepen-

diente.

Esfuerzo que aparece más y más infructuoso

después de recordar algunos antecedentes

7).

si la

de las armas Tiutiera sido favorable á Hidalgo y no te

— Historia de México,

tomo II, cap. VI, pág. 84. Véase Apéndice, documento núm. 6. (Proclama de Hidalgo

AlaM;í^

:;.

--

i;



CAPÍTULO

XII

— Triunfo de este jefe independiente en el Rosario. — Ocupa parte del territorio de Sinaloa. Nuevo Santander. — Jiménez la propaga en el norte de San Luis y en Coahuila. Fray Gregorio déla Concepción se une con Jiménez en Charcas — Avanza este último hacia el Saltillo. — Derrota á los realistas Ochoa y Cordero, y éste cae prisionero. — Propágase la revolución en Nuevo León y en Texas. — Los vecinos de Baton Rouge proclaman la independencia de la Florida Occidental. Plan de Calleja para atacar á los independientes en Guadalajara. — La derrota de Cordero impide la ejecución

Expedición de González Hermosillo á Sonora.



E,xtiéndese la revolución en

— — Salen Calleja de Lagos y Cruz de Valladolid con dirección á Guadalajara. — Junta de guerra de los independientes en esta ciudad. — Decídese á salir al encuentro de Calleja é impedir su unión con Cruz. — Marcha el coronel Mier contra el cuerpo de ejército de Cruz. — Es derrotado por éste en el puerto de Urepetiro. — Sale Hidalgo de Guadalajara con todo su ejército.— Sitúase en las cercanías del puente de Calderón. — Batalla de Calderón. — Muerte del conde de la Cadena — Parte reservado de Calleja. — Su entrada en Guadalajara — Llegada de Cruz á la misma ciudad. — Proclamas de Calleja dirigidas á su ejército y á los habitantes de Nueva Galicia. — Sus actos de gobierno. — Manifestaciones que dirigen al virey la Audiencia, cabildo eclesiástico y la Universidad —Marcha Cruz á San Blas. — Desbarata á los independientes en la barranca de Maninalco. — El cura Verdín trama en San Blas una conjuración contra Mercado. — Triunfo de la conjuración y muerte de este ilustre caudillo — Es azotado su cadáver de orden del cura Verdín. — Entra Cruz en Tepic y en San Blas — Fusilamientos de Zea, del padre del cura Mercado, y de otros independientes. — Regresa Cruz á Guadalajara afines de febrero (1811). — Es nombrado comandante general de Nueva Galicia y presidente de la Audiencia de Guadalajara.- Sucesos militares en la intendencia de Sonora. — El jefe independiente González Hermosillo avanza contra el pueblo de San Ignacio. — Acción de Piaxtla y derrota de González Hermosillo. — Retirada de los caudillos de la independencia á Aguoscalientes y Zacatecas después de la batalla de Calderón. — Allende despoja á Hidalgo del empleó de generalísimo en la hacienda del Pabellón. — Salen Hidalgo y Allende de Zacatecas y se dirigen al Saltillo. — Se unen con teniente general don José completa de ese plan.

el

el

Mariano Jiménez.— El virey Venegas, por conducto de Cruz, ofrece indulto á los jefes de la revolución —Noble respuesta de Hidalgo y de Allende —Resuelven los caudillos de la independencia marchar á los Estados Unidos.- Allende envía de embajador ante el gobierno de esa nación al abogado Aldama. Aprehensión de este último en Bexar por el padre Zambrano. El jefe realista Ochoa



entra en Zacatecas.

— Calleja sale de





(Juadalajara y se dirige á San Luis. Ordena varios fusilamientos antes de su salida. —Nuevos fusilamientos al entrar en San Luis. El lego Herrera y el jefe Blancas que ocupan esta ciudad son perseguidos y derrotados por el coronel realista García Conde. Huyen á Nuevo .Santander y son fusilados por el coronel Arredondo. Los principales caudillos de la







independencia antes de salir del Saltillo nombran jefe supremo del gobierno y de las armas á don Ignacio López Rayón. Calleja se aprestan á impedir la retirada de los jefes independientes.

Sucesos ocurrido

en

militares

Norte y

el

grande

de el

importancia

habían

ensanchando

Occidente,

la

vasta zona que, sustraída de la obediencia del gobierno vireinal,

reconocía la causa de la

independencia.

En

Barca,

comisionó

para

extender la revolución

sillo

y á don José Antonio López, honrado vecino de

zaban en Guadalajara por organizar

primera división de milicias del Sur.

de

que iban á oponer

combatientes

Calleja,

hábil

al

y bravo

habíanse meneado las armas

con actividad y estrépito en Sonora, Coahuila y Nuevo Santander (hoy Tamaulipas); González Hermosillo, en la primera de estas provincias,

Jiménez en

la segunda,

y en la última

de menor renombre,

alcanzaban

notables

ventajas sobre las tropas realistas

y extendían

el patrió-

otros jefes

tico levantamiento

Convenía á los

por

en aquellas apartadas regiones.

los jefes

independientes

primeros en Guadalajara cubrirse el

lado de Occidente; así

autorizó á Mercado

dominar

toda

esa

hemos

de

que entraron todo ataque

visto que Torres

para dirigirse contra San Blas y porción de Nueva Galicia,

vasta

había dado ya

caudillos

primero,

y

segundo,

el

oficial

de

la

La no muy nume-

el

empleo de teniente coronel

i,

emprendió

su marcha á fines de noviembre, y algunos días más tarde, el 15 de diciembre siguiente,

de Sinaloa, comprendida dencia

18

día

de Sonora. al

real

Sin

entonces

pérdida

del Rosario

entraba en tierras

en la vasta intende

tiempo

defendido por

atacó el

el

coronel

graduado don Pedro Villaescusa, quien se vio obligado á rendirse, entregando seis piezas de artillería y protestando no volver á tomar las armas contra los independientes, aunque á poco olvidó su promesa

en San Ignacio. sillo

'

los

el

rosa sección de González Hermosillo, á quien Hidalgo

cumpliendo éste con su empresa del modo más brillante.

Poco después, Gómez Portugal, otro de

en

Sonora y Sinaloa, á don José María González HermoTepatitlán,

inmensas masas

y

en aquella provincia y á quien hemos visto triunfar en la

tanto que Hidalgo y los principales caudillos se esforlas

— Venegas

pág.

el

Tan

se fortificó

brillante victoria valió á

ascenso á coronel, que

Colección de documentos de 28.

y

i.

E.

le fué

Hermo-

concedido por el

Hernández Dávalos, tomo

I,

,

MÉXICO

192 generalísimo,

en

el

No

deteniéndose

Seguido de los coroneles don Juan Bautista Carrasco,

tiempo estrictamente preciso,

don Luis Gonzaga Mirecles y don Luis Malo, se dirigió á Charcas, al norte de San Luis Potosí, donde en poco

en 29 de diciembre

Eosario más que

el

TEAVÉS DE LOS SIGLOS

i.

'.

y ocupó, uno en pos de otro, MazaSan Sebastián, disponiéndose

siguió avanzando

tlán (entonces lugarejo) y

tiempo

á avanzar hacia San Ignacio y Co?alá.

aumentó con

á

Hermosillo

mineral, á del

en

pasta

sumas

de

existentes,

bienes de los

los

para

españoles,

producto en los gastos de la revolución.

de estas

efecto

gracias

las

rico

dinero

de

medidas

envió

por

al

cual le

lo

que

diciéndole

caudillo,

ilustre

el

segundo

el

cuartel general catorce marcos de oro, dio

este

y plata también recomendándole que

cuantiosas

realizar

su

invertir

Como

las

él

procurase

Urgía Hidalgo

apoderase

se

de aprovechar para los crecidos gastos

fin

ejército

que

para

consideraba esa suma como la primicia de su buen celo

y

instaba de nuevo á vender cuanto antes los bienes

le

de los europeos para socorrer á las tropas espacio de pocos

el

en

Así,

'^.

una porción considerable de

días,

Sinaloa había sido ocupada por las armas de la inde-

ción,

que quedó dominada

territorial

aquéllos

alcanzados

durante

el

mes

1811.

primera

la

de

todos

cuyo gobernador,

provincias,

el

Iriaite

que hallaban en

al

al

vióse

gobierno vireinal.

mando de

recorrían sin tropiezo el

las poblaciones

Entretanto,

organizaba

un

en

que prevenía que se

el

de los jefes

independientes, extorsionaban á los ciudadanos pacíficos,

y que se castigaría con todo

el

rigor de las leyes á los

soldados que se permitiesen saquear casas ó haciendas.

La

división de Jiménez,

fuerte de

mil hombres

siete

con veintiocho piezas de artillería, salió de Matehuala el

28 de diciembre con dirección

á

corta

tomado posiciones en Aguanueva,

había

de

distancia

aquella

hombres perfectamente la división

con

villa,

el jefe

de enero de 1811.

6

avanzó hasta

realista

Recio fué

doscientos

aproximarse

Al

disciplinados.

de Jiménez,

empuje de

el

el

unos y otros

puerto del Carnero, donde se avistaron el

^.

al Saltillo

los

independientes, que divididos en tres columnas, ataca-

avanzado hasta ponerse á

cuerpo

la

provincia de

tropas

El teniente general

hemos

visto

don

José

pelear

denuedo,

las

plan

el

de

con

su

esa ciudad el 24 de

noviembre, algunas horas después que Allende y los demás jefes. Unido luego á ellos pasó por San Felipe, hacienda del Molino

poco distante de la

,

de

la

orden

propagar la revolución por

que

las

le

sola ejecución ni el

de su triunfo

dio

él

*.

más leve desorden empañaran

Aparte de

Hernández Dávalos, tomo

i.

E.

J.

E. Hernández Dúvalofi, lomo

del

Nuevo

Monterey,

reino

coronel

al

cañones,

resultados

León,

^.

el

cuyo gobernador la

revolución

cuyo ejemplo

Jiménez envió á esa ciudad

con quinientos hombres y cuatro

Carrasco

ordenó

brigadier

al

Monclova, y destacó

al

Aranda

que

ocupase

coronel Mirecles al frente

de

doscientos soldados en dirección de Parra*.

Conmovióse á su vez donde

el

la dilatada

provincia de Texas

capitán de milicias don Juan Bautista Casas

'

Véase capitulo XI.

I,

I

el

Archivo general de

la

Nación, tomo

XV

Relación (inédita) de fray Gregorio de la Concepción que próximamente será publicada en el tomo VII de la Colección de documentos áe J. E. Hernández Dávalos. » Parte de Jiménez. Colección de documentos de i. E. Hernández Dávalos, lomo II, pág. 332. ' El obispo de Monterey don Primo Feliciano María, dice Alamnn, se fugó y pudo embarcarse rumbo á Vcracruz. '



nes y rectificaciones al tomo II toria de Mémico. página 64 del Apéndice

de

de la provincia,

capital

siguió ésta toda entera

-^

por Alamán en las Correcciode su Historia. (Tomo II de la His-

citndii

inmediatos

Allende de

provincias del Norte

póg. 29.

Declaración de Abaíolo,

los

el brillo

recogieron los independientes, aseguróles

Existe original en de Infidencias.

Colección de documentos de púgs. 24 y 27. * Colección de documentos de

Estancia de Mesi-

la

don Manuel Santa María se declaró por

>

'

de sus contrarios,

llas,

villa

que acabamos de nombrar, se separó de sus compañeros, consecuencia

fusil

Cordero pudo escapar y huyó hasta

en

Mariano Jiménez, Guanajuato

en

salió

con

brigadier Calleja.

el

de

donde fué aprehendido y presentado á Jiménez, quien entró vencedor en el Saltillo el día 8, sin que una

,

de

tiro

españoles

los

moverse hacia San Luis, según

de operaciones combinado por

'

^

tasen á seducir al pueblo; que se redujese también á

dominio

á

Jiménez, nimbo

prisión á los que llamándose comisionados

internas,

la

salió

aprehendiese á los emisarios de Napoleón que se presen-

que con

y en

un bando

publicó

allí

Coahuila, sujeta á la comandancia general de provincias

acostumbrado

diciembre

éstos en su gran mayoría se pasaron á los asaltantes.

y haciendas y forzando donde el coronel

don Antonio Cordero, gobernador de

quien

de

Acuña y vasto y mon-

Villerías,

á huir á muchos de éstos al Saltillo

á

El 10

'.

á Matehuala, llegando á este lugar dos días después;

vivo cañoneo y cuando las columnas de Jiménez habían

soldados,

y

oficiales

Nuevo Santander, aprisionando á

debía

que sacó

obligado

Gómez de Lara,

cuales

artillería

la

en Altamira en espera de los refuerzos

independientes

tuoso

San Luis á

Manuel de Iturbe, abandonado de

que pidió con urgencia los

de

y parte

y

ron el cañón del puerto y las eminencias que á uno y otro lado cubrían las tropas reali.stas. Después de un

sus

á encerrarse

1810

de

revolución cundió de

esas

extensión

la

fueron los triunfos por

,

diciembre

de

La

á

Nuevo Santander y Coahuila

en

teniente coronel don casi

atiende

se

si

que se

de fray Gregorio de la Concep-

la llegada

frente de las tropas

al

Cordero

Más importantes,

una respetable división,

reunir

de San Luis, al ser ocupada esta ciudad por don Rafael

pendencia.

enero de

logró

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS se

dueño

hizo

y con

ella

San Antonio de Béxar,

de la capital,

de todo

texano, apresando

territorio

el

el

Los

193 de

signatarios

importante

ese

documento

eran

á quienes la imprevisión del gobierno español

colonos

en

y enviando luego á Monclova al gobernador realista don Manuel Salcedo y á don Simón de Herrera, que habia desempeñado cargo igual

había

en Nuevo León y que era entonces jefe de milicias en

en 21 de noviembre siguiente, pidiendo auxilios para

movimien-

rechazar cualquier ataque de los sublevados colonos de

22

de enero de 1811

«Con

Norte K

las provincias del

este último

Alamán,

que

se

de

los

Estados-Unidos de América, obedecía á Hidalgo,

sin

dice acertadamente

to,

desde

extiende

San

Luis

todo

hasta

la

el

país

frontera

enemigo alguno en todo

él,

obligó á retirarse

puerto del Carnero al capitán

en

el

pues Jiménez rechazó

y

don José Manuel de Ochoa que con algunas tropas de provincias internas se acercó á impedir

el

Sazón es íntima

Hidalgo, fué

de

con

hablar de

un

suceso

que sin

levantamiento acaudillado por

el

precursor de los graves acontecimientos

el

establecerse

Y

regiones.

Salcedo al dar cuenta de

Baton

Rouge,

(Texas) es

decía

lo

no

sin

remotas

gobernador

el

este suceso al virey

«Esta

siguiente:

del reino,

llave

aquellas

razón

es la

y

Venegas

provincia

más despoblada

y y exhausta de cuanto es necesario para su defensa y fomento, pudiendo ser la más rica y el antemural la

de

respetable

ambiciosas miras de

las

nuestros

ve-

cinos 1.»

La campaña de 1811 conformidad

de

realistas

esta

conexión

despobladas

progi-eso

de la revolución."

permitido

y que mereció

Calleja

iba á abrirse por las tropas

con

plan

el

proyectado

aprobación del virey,

la

este alto funcionario no podía formar otro,

por

pues

ya por

la

á que se hallaba del teatro de la guerra, ya,

distancia

que algunos años después producirían una guerra san-

siendo quizás este el principal motivo, porque ignoraba

grienta

la

y

porfiada

Estados-Unidos

Baton

Rouge,

México independiente y

entre

de

América.

lugar

situado

Algunos

los

vecinos

de

de

las

en los confines

exacta

cuando por

muy

Europa

proclamaron la independencia de la Florida Occidental

Calleja, formado

en una acta que firmaron

le

26 de setiembre de 1810

2.

ilustre

el

barón

Gaceta de México correspondiente al 12 de octubre de 1812. El acta de los vecinos de Baton Rouge dice así: «El universo sabe la fidelidad que los habitantes de este territorio han guardado a su legítimo soberano mientras han podido esperar recibir de él protección en sus vidas y haciendas. Sin hacer ninguna innovación inútil en los principios del gobierno establecido, habíamos voluntariamente adoptado ciertas disposiciones, de acuerdo con nuestro primer magistrado, con la mira formal de conservar este territorio, y acreditar nuestro afecto al gobierno que antes nos protegía. »Este punió consagrado de nuestra parte por la buena fe, quedará como un testimonio honroso de la rectitud de nuestras intenciones y de nuestra inviolable fidelidad hacia nuestro rey y nuestra amada patria, en tanto que una sombra de autoridad legítima reinaba todavía sobre nosotros. No buscábamos sino un remedio pronto á los riesgos que parecían amenazar nuestras propiedades y nuestra e.xistencia. Nuestro gobernador nos animaba á ello con promesas solemnes de cooperación y asistencia; pero ha procurado hacer de estas medidas que habíamos tomado para nuestra preservación, el instrumento de nuestra ruina, autorizando del modo más solemne la violación de las leyes establecidas y sancionadas por él ^

guiándose,

16 de diciembre

el

Bustamante,

Humboldt.

de

publicar en

El

plan

de

en León, donde

dejamos después de su victoria sobre Guanajuato

consistía en hacer converger '

país,

mapa que acababa de

exacto

posesiones españolas con la joven república del Norte,

el

del

caso se ofrecía, según afirma

no

el

geográfica

situación

el

disponibles

golpe

á

á la

Tocaba á efectuar

todas las tropas realistas

Guadalajara, para

revolución

los

con

ejércitos

del

de un

destruir

sus

principales

mismo

solo

caudillos.

y de Cruz

Calleja

movimiento principal,

el

2,

debiendo

partir

el

>>

mismo como

leyes del país.

«Hallándonos, en fin, sin ninguna esperanza de protección de parte de la madre patria engafiados por un magistrado, cuya obligación era proveer á la seguridad del pueblo y del gobierno confiado á su cuidado, expuestos á todas las desgracias de un estado anárquico que todos nuestros esfuerzos se dirigen á cortar desde largo tiempo, se hace preciso y necesario que proveamos á nuestra propia seguridad como un estado independiente y libre, que queda disuelto del vínculo de fidelidad de un gobierno que no le protege. En consecuencia, nosotros los representantes del pueblo de este país, tomando por testigo de la rectitud de nuestras intenciones al Supremo regulador de todas las cosas, publicamos y declaramos solemnemente, que los diversos distritos de que consta la Florida Occidental forman un Estado independiente y libre, con derecho á establecer por sí mismos la forma de gobierno que juzguen conveniente ú su seguridad y dicha: de concluir tratados, de proveer á la defensa común y en fin de celebrar cualesquiera actos que puedan de derecho hacerse por una nación libre é independiente; declarando al propio tiempo que desde esta época todos los actos ejecutados en la Florida Occidental por tribunal ó autoridades que no tengan poderes del pueblo conformes á las disposiciones establecidas por esta convención son nulos y de ningún efecto. Excitamos á todas las naciones extranjeras á que reconozcan nuestra independencia y á ,

,

:

T.

III.



Í25.

primero de

la intendencia

de Guanajuato y

de Valladolid, para reunirse puente de Calderón,

Las tropas

fijado.

según

día

el

realistas del norte

ban destinadas á auxiliar

15

Calleja creía dueño de Matehuala,

Cordero, que

debía avanzar unido

Ochoa hacia San Luis, restablecer

con

esta ciudad, castigar los pueblos

el

de antemano

y occidente esta-

movimiento:

el

segundo

de enero en

itinerario

el

el

el

orden

en

de Dolores, San Luis

de la Paz y Xichú y situarse luego en un punto equidistante de San Miguel el Grande,

Guanajuato y Queré-

Bonavia, que se hallaba en Sombrerete, bajaría

taro.

á Zacatecas y á Aguascalientes

y después de reducirlas al orden, había de colocarse en León y Silao. Y el gobernador de Sonora, don Alejo intendente y García Conde, entraría en

la

Nueva

,

Galicia,

por

el

noroeste,

la asistencia que es compatible con las leyes y usos de las naciones. »Nosotros, los representantes, nos obligamos solemnemente á nombre de nuestros comitentes, con nuestras vidas y haciendas á defender la presente declaración, hecha en junta en la villa BátonRouge a veintiséis de setiembre de 1810. Edmund Haiüs.— John

que nos presten

— — John H. Thompson. — John Mills. — Wm. Spiller. — Philip Hickey. — Wm. Barrote. — John W. Leopresidente de la Convención. — Por mandato nard. — John de la misma, Andrés Síeele, secretario. — Colección de documentos

Morgan. — Thomas Lilley. i?/iecí,

de

J. '

E.

Hernández Dávalos, tomo

II,

pág. 114.

Alamán.— Hísíori'a de México, tomo

de 1850. > Capítulo X.

II,

pág. 97, edición



MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

194 después de batir á

por Mercado y González Hermosillo quisieran estorbarle

«La

paso.

el

experiencia

me

Calleja al virey

Veñegas en

los pueblos por

donde pasa

miento

de

plan mencionado, que

el

el ejército,

arreglando sus

obligaciones, publicando el indulto,

sus

castigando con

más

ha hecho conocer, decía

exhortando á los eclesiásticos al cumpli-

autoridades,

el

revoltosos,

último suplicio uno, dos, tres ó

se

Antes

independientes que acaudillados

los

han mantenido

lisonjeándome de que así continuarán

fieles

hasta

el

y los

día,

i.»

Cordero parte,

El plan del hábil brigadier español, como se ve,

la

enterase

le

de

noticia

del

derrota

la

sufrida

cuerpo ó ejército

de

por

desconcierto de su plan en esa

avanzar hacia Guadalajara para

Calleja resolvió

ejecutar el movimiento principal en combinación con

mando

reserva al

el

brigadier

del

Cruz, que en aquellos días (últimos de diciembre) mar-

chaba con dirección á Valladolid

^.

algunos

bajas

allí

de

para

días

división por

de

estaba perfectamente concebido; pero debiendo concurrir

que

reparar

las

Detúvose en León causadas en su

enfermedades y las deserciones; pasó

las

á Lagos, é irritado porque había sido arrancado

los

contra

parajes

públicos

Hidalgo,

de

edicto

el

y porque

el

Inquisición

la

no fué recibido

ejéicito

á su realización varios cuerpos de tropas, situados á

con aplauso por los habitantes de ese lugar, escribió

enormes distancias unos de otros, no era posible que

al

todos se moviesen con igual celeridad y que se hallasen

resultaren reos de tan grave delito; este es uno de los

virey:

«No economizaré

los

castigos contra los que

pueblos que merecería incendiarse por su obstinación

Esperó algunos' días Calleja para dar tiempo á

'-.)>

demás

las

divisiones combinadas de que se pusiesen en movimiento,

pero no recibiendo noticia ninguna de la de Coahuila (destrozada ya por Jiménez), púsose en marcha para

punto en que debía unirse con

el

cuerpo de reserva,

el

llegando á Tepatitlán el 15 de enero de 1811.

Cruz,

por su parte, dejando á Trujillo en Valladolid, salió de esta ciudad el 7

del

mismo mes

de dos mil

frente

al

hombres, en su mayor parte de infantería, pues sólo llevaba doscientos cincuenta dragones de los regimientos

EspafM y Querétaro;

de

Apresuraban, entretanto, pendencia

aprestos

sus

á Tlasasalca, y al

el 13 llegó

día siguiente salió de este lugar

rumbo á Zamora.

los

caudillos de la inde-

en

defensivos

presumiendo que pronto serían atacados. la

Pedro participando que

salió

con oportunidad en los puntos que respectivamente se había señalado.

les

Además,

Cordero y Ochoa en

las

derrotas sufridas por

noticia que tanto

á los independientes toda la

Calleja,

zona del Norte, y frustrada la combinación que Calleja

defensa.

hubo encomendado á aquellos jefes antes de que fuesen

en

,

el

bravo Jiménez.

Verdad

es que el

sabedor de los desastres de los realistas

Norte, envió á Tampico con la misión de operar

el

en Nuevo Santander,

á

una brigada con

el

coronel

enemigo se acercaba; grande

lo posible

confusión.

la

para decidir

al

la

marcha combinada de Cruz y de trató de adoptar un plan de

lo

el

generalísimo una junta de guerra

más conveniente.

de la revolución que

el

En

ella

de la división de Zacatecas, se colocaría á la retaguar-

á

primero un cuerpo respetable para atacarle

señalada por Calleja para obrar sobre

de los independientes en Nueva Galicia

el

grueso

2.

campaña en la obra de Bustamante intituCampañas de Calleja, púg. 61. • Alemán asienta inexactamente que las tropas confiadas á '

Véase

el

plan de

el

encuentro de Calleja, en tanto que Iriarte, al frente

impedir la unión de Cruz con Calleja

la

propuso

grueso del ejército saliese

Arredondo á su cabeza, pero éste no salió de Veracruz hasta mediados del mes de marzo época muy posterior ,

de la

Pocos días

y desde luego se

Convocóse por

jefe

Allende

la inexactitud

sobresalto había causado.

más tarde, súpose

puerto del Carnero, próximo al

desbaratados por

el

ciudad se iluminó por mandato de

á poco, después de cerciorarse de

el

virey Venegas

la

en persona para hacer un reconocimiento, volviendo

dejaron abierta

Saltillo,

y

Hidalgo para evitar en

Lugos

Eecibieron en

noche del 25 de diciembre aviso del pueblo de San

fué la alarma, Jglesiu parrtquiul de

Guadalajara,

dia de aquél para ponerlo entre dos fuegos,

ó

cuando menos,

para detener su

tiempo

posible.

Allende

de

batallas

campales,

las

,

siempre

,

y que para

marchase contra

y

marcha receloso

sostenidas

el

derrotarle,

mayor

el

del

éxito

de parte de los

lada

Arredondo concurrían á

la ejecución del plan formado por Calleja para atacar á los independientes de Guadalajara. (Historia de

Afáox'co,

tomoll, pág

111).

'

'

Capítulo X.

Bustamante. — Cuadro Histórico, tomo I, púg. Historia de México, tomo II, pág. AlamAn.

edición.



39, 112.

segunda

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS independientes por masas numerosas, con poca ó nin-

guna

disciplina

y muy mal armadas

tropas realistas,

proponiendo á

ralísimo,

libremente á

en

realista

al

vez que se dejase entrar

su

en

Calleja

y que dividido

Guadalajara,

independiente en seis ó más cuerpos, hostili-

el ejército

zase

contra las brillantes

,

opinó en contra del parecer del gene-

direcciones

varias

también á dividirse,

marchar

bien

6

obligándole

,

con

grueso

el

á Zacatecas y unirse en la región del Norte con las

una

larga

adoptó

discusión,

Hidalgo:

quizás

Allende,

la

La

Jiménez.

de

tropas

victoriosas

al

después de

propuesto

plan

el

presentes,

tuvo

junta,

desechar

el

por de

de mover con acierto diversos

dificultad

cuerpos de ejército, la probabilidad de que se desban-

dase

subdividiéndole

numerosa

y

enemigo

la

de recursos

la falta

rica Guadalajara,

revolución sufriría con

violentamente

salió

'

y

perder

y

se entregaba al

si

golpe moral que la

el

consecuencia de

Ruperto

don

Mier

dispuesto,

lo

con

dos

veintisiete cañones en dirección á

mil

Zamora

para detener la marcha del ejército de reserva.

una vez más triunfó

armamento

á quien Hidalgo había ascendido á coronel, bien conocía

poco que podía prometerse de los soldados que se

de aquel nombre, ventajosamente situado para

defender

el

camino real, fué, pues, ocupado por

independiente

á quien se unió el cura Macías,

Piedad, al frente

un

de

corto

número

de

el jefe

que se apoderara de las posiciones de dio la dirección de la

diez

una batería de diez y siete cañones, y en otra restantes que debían cruzar sus fuegos con

Apenas hubo

salido

Cruz de Tlasasalca recibió

noticia de que el enemigo, dueño del puerto de tiro, estaba decidido á disputarle el paso.

de la caballería

resto

dispuso

el

Todos

el

la

hizo

grueso de la división.

replegarse en

Urepe-

desorden

Mier, aprovechando esta

ventaja,

mandó avanzar

centro,

y dispuso que una de sus

por la

brío

izquierda,

dirigiese

cañones y una bandera.

cinco

de los dragones de

España y

cuerpo

de

principal

cuerpos

enemigos

realistas

,

dice

Cruz

en

su

parte,

la espalda de sus tropas, con la intención manifiesta de

' Cruz en el parte que dirigió al virey dándole cuenta de In acción de Urepeliro dice que lus independientes, según lo que pudo observar, serían diez ó doce mil hombres Alemán, siguiendo 1(1 relunión de Cruz, dice que los soldados de Mier eran doce mil. El doctor Mora asienta que fueron dos mil, número que hemos aceptado teniendo en cuenta las exugeruciones é inexactitudes de que están plagados los parles oficiales de Cruz y de tlalleja.

en

se retiraron

Rodríguez, á la cabeza de Qucrétaro, arrolló

independientes

los

el

tomándoles

,

y Porlier desbarató á los amenazaban la retaguardia.

que

,

que se retiraron en desorden dejando

muertos

en

Por parte de

campo.

el

fueron las pérdidas considerables

pues

generalísimo,

victorioso

el

los

aunque su

,

jefe

Cumplióse, no obstante este desastre, del

el

Cruz

^.

designio

tuvo

que

detenerse en Zamora para reparar su artillería, bastante

combate que acababa de

el

sostener, y

á continuar su marcha, y sin embargo de no haber tropezado con nuevas tropas con-

trarias

que

le

disputasen

esperaba al llegar

al

río

el

paso,

otro

obstáculo

le

Grande: una sola barca halló

disponible para pasar á la ribera opuesta

,

lo

que hizo

y penosa la traslación de su ejército y sus trenes, é imposible su reunión con Calleja en el día y el punto

lenta

por éste señalados.

Al saberse en Guadalajara que Calleja se ponía en movimiento desde Lagos, dispúsose

el día

mismo tiempo

fin

número fué cuidadosamente ocultado por su

ejército.

Al

independientes

Después de hora y media de combate, Cruz se hizo dueño de las posiciones y de toda la artillería de los

de seis cañones se hallaba en la boca ó entrada del

«dejáronse ver masas considerables de insurgentes por

Negrete atacó con los

desorden dejando por esta parte en poder del vencedor

todos sus fuegos sobre la de los realistas que compuesta

puerto.

aunque

y

sostuvieron el asalto con valor, al

sus fuerzas por su izquierda y

baterías

que acabamos de nombrar cumplieron

los jefes

fielmente las órdenes que recibieron.

aunque se dio prisa

ataque, pero su vanguardia fué recibida por

un vivo cañoneo que hasta

y un batallón del regimiento

don Rosendo Porlier.

los

Sin detenerse

Para hacer

provincial de Puebla á las órdenes del capitán de navio

los

la

y

centro al

el

teniente coronel don Francisco Eodríguez.

maltrecha en

primeros.

la izquierda,

que había de atacar

frente á los que hostilizaban su retaguardia destinó el

de la

soldados.

Sobre una de las eminencias que dominan la carretera situó

don Pedro Celestino Negrete para

del teniente de navio

quinientos

puerto

Cruz determinó

independientes: formó una gruesa columna al mando

los

independientes,

El

el

atacar á un tiempo las diversas posiciones ocupadas por

de Urepetiro, cuatro leguas más

de Zamora.

número, y

de los soldados del rey sobre las

improvisadas armas de sus contrarios.

pusieron á sus órdenes, y por esto escogió la posición allá

apurada situación,

esta

la disciplina sobre el

brillante

veintidós piezas de artillería

Mier, antiguo capitán del regimiento de Valladolid,

lo

En

por completo.»

cercarlas

la

abandono voluntario de esta

el

En

importante capital.

hombres

de

reunida á costa de tantos esfuerzos

artillería

dificultades,

certidumbre

la

,

195

las

Esta se efectuó

el

14 de enero, precisamente

mismo en que Mier disputaba

cercanías de Zamora.

dientes, en

la salida de todo el

el

paso á Cruz en

Las tropas de

número de noventa y

tres

los

indepen-

mil hombres, de

' Cruz dice en su parte que sus pérdidas consistieron en dos soldados muertos y uno herido. Tanto este jefe como Calleja ocultaban siempre las bajas que sus tropas sufrían en los combates. No es verosímil que después de un combate de hora y media y habiendo tomado las baterías á la bayoneta el ejército real hubiese tenido bajas tan insignificantes. Alamán que siguió en su Historia el parte de Cruz, creyó conveniente rebajar aún más la pérdida do los realistas en Urepetiro, y dice que ésta se redujo á un muerto y dos heriio de la revolución y que había sido ascendido á teniente general, el cual murió poco tiempo después. Entonces Jiménez, que acompañaba á Allende en el mismo coche, se arrojó de él dándose preso y suplicando cesase el fuego, lo que se hizo, y atándolo á él mismo y á Allende, fueron remitidos á la retaguardia. El último de lodos venía el cura Hidalgo, escoltado por Marroquín con veinte hombres que marchaban con las armas presentadas: intimósele que se rindiese como á los demás, lo que hizo sin resistencia. «Caminaba Allende con tal conlíanzn, creyendo que se le recibía respetuosamente por aquella tropa, sóio destinada á hacerle honor, que había dejado atrás á alguna distancia la que le acompañaba, que ascendía á mil quinientos hombres, la artillería y todas las cargas y bagajes. Elizondo, dejando suficientemente custodiados á todos los presos, se adelantó á su encuentro con ciento cincuenta hombres y los indios. Dio con ella á un cuarto de hora de camino, é intiman dolé que se rindiese, se dispuso á hacer fuego el oficial que mandaba los tres cañones que venían á la vanguardia. Elizondo se echó sobre él y le dio muerte: lo mismo hicieron los indios y se apoderaron de los cañones matando ú lanzadas á los artilleros: entonces los soldados desertores en Agua Nueva, viendo á sus antiguos compañeros, se pasaron á Elizondo, y todos los demás se dispersaron, abandonando veinticuatro cañones de diversos calibres, tres pedreros desmontados y más de medio millón de pesos en dinero y barras de piala. VA número de prisioneros llegó á ochocientos noventa y tres y unos cuarenta muertos: entre los primeros se contaron muchos coroneles, mayores y oficiales de todas graduaciones.» fíi.-íoi ia de México^

el

en

vencedor

valiente

Manuel Ignacio

La

Barca,

Solís, intendente del ejército.

y don

Entre

los

demás prisioneros contábanse brigadieres, coroneles y otros de menor graduación, así como empleados civiles y algunos

frailes

y clérigos, aparte de Hidalgo, Balleza

y fray Gregorio de la Concepción ^

Apenas terminada

la

aprehensión de los indepen-

dientes, llegaron á Acatita de Bajan dos gruesas sec-

ciones

de tropa enviadas

mando

al

del

Carrasco y del

capitán

por

el

retirado

teniente

coronel

gobernador Herrera

don

Nolasco

Pedro

don Manuel Salcedo,

Copiamos en feguida la relación de los prisioneros distinguide Acatitu de Bajan, formada por el gobernador Herrera. (Co' lección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo 11, página 419): '

ilos

:

{

tomo

II,

págs. ITG y 177, edición de 1850).

de

J.

E.

de Historia.

MÉXICO

916

Declaró que á pesar de habérsele

Charcas y Matehuala.

conferido sucesivamente los empleos de coronel cal de

tante,

campo, nunca se lo

cual era inexacto,

mismo había

y maris-

ningún asunto impor-

confió

le

pues en las Cruces y en

Calderón ejerció mandos de la mayor él

TBAVÉ8 DE

i.

entidad; dijo

que

sufrido graves quebrantos en sus intereses

con motivo de los saqueos de San Miguel y de Celaya,

IiOS

8IQL08

medio de su esposa doña Manuela de Eojas Taboada, que había sido aprehendida juntamente con

él

de Bajan; y continuando

de acusar á

los

demás, reveló

en su sistema

por

las funciones ejercidas

en Acatita

el

abogado

Chico en su calidad de ministro de Gracia y Justicia, las

lúgubres de Marroquín como ejecutor de las matan-

zas de españoles,

las

opiniones

doctor Castañeta

del

cien españoles

(preso entonces en Querétaro) respecto de las excomu-

en Guadalajara, sacándolos de la prisión con la auto-

niones fulminadas por la Inquisición y los obispos; y en

más de

é hizo mérito de haber salvado

empleo

ridad que le daba su

militar,

y ocultándolos

luego; declaró, que deseando separarse de la revolución,

había escrito desde solicitud

del indulto que

ya

brigadier Calleja en

al

Saltillo

el

se

le

tenía

ofrecido

por

su afán de delatar afirmó visto

en Acámbaro

el

empleo

de teniente general.

independientes

(

,

don

que Arias

Acatita

,

salió

á quien hemos

,

de

Querétaro

como

,

y que por haberse quedado entre

ellos

hoy cuartel de artillería)

sus operaciones, sino también con

despojó

mucha humanidad con

á quienes no persiguió en sus personas ni

los españoles,

Las declaraciones de don Ignacio Camargo

en

espía del gobierno para observar los movimientos de los

MoNTEREY. - Antiguo obispado

sin cumplir su comisión obtuvo

sucumbir

de sus bienes, dando una prueba señalada de

Pedro Aranda, don Juan Bautista Carrasco y don Manuel Santa-María, caballero de la orden de Santiago y

Antonio Cordero, que habiendo sido cogido después del

gobernador que fué de

desastre de puerto del Carnero por sus mismos soldados

provincia

la

quedaron unidas á

la

Alamán, contienen

noticias

los sucesos

en

ellos

teniente

de Nuevo León,

causa de Abasólo.

muy

«Todas, dice

circunstanciadas sobre

de aquellas provincias y sobre la parte que

tuvieron los declarantes

general

Jiménez

,

,

y especialmente

el

que fué comisionado para

caballerosidad

y entregado éste,

que

relación

muy

honroso para Jiménez,

quien no sólo se condujo con mucho tino y acierto en

el

conducirlo,

cuando salieron ambos de Guanajuato y encontraron en San B'elipe á Iriarte con las fuerzas con que marchaba siendo todo

gobernador

de

Coahuila

don

lego Villerías que fué en su alcance,

prisionero no sería tratado con la considera-

ción que deseaba,

recibió

,

al

el

recelando Jiménez, por lo que conocía del carácter de

sublevarlas por Allende desde la hacienda del Molino,

en su auxilio

con

y

y no

alojó

de

mandó un sólo

lo

dejó

en su casa.

tantos

oficial

con un coche para

en libertad, sino que lo

El ánimo, oprimido con la

hechos atroces,

descansa

encuentra una acción generosa, quedando

de que

ésta

el

cuando

sentimiento

no fuese dignamente correspondida con

igual nobleza por el enemigo, en cuyas

manos cayó por



:

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS las vicisitudes

de las revoluciones,

el

que con

ella se

había hecho tan recomendable, dando un ejemplo tan

poco común en aquel tiempo

De

propósito

^" anteriores

las

El escritor que deturpa por sistema

de

lución

independencia,

se

y

defenderse presentó

hemos copiado

líneas

que contienen un juicio exacto de la noble conducta de Jiménez.

proceso,

inclina

ante

la

uno

revo-

de

sus

su

sin

por

217 que

los

acusados tuviesen

mismos



dictamen

el

el

nombrar defensores,

abogado

don Eafael Bracho,

auditor nombrado por el comandante general de cias internas,

por

y en seguida

sentencia

como traidores en

Gaceta de México de 17 de octubre de 1811

y

cadalso coronó dignamente su gloriosa

de Chihuahua, en los

En

corta existencia consagrada á la libertad de la patria.

Sin

más formalidad que

tomadas á

los presos;

sin

las

primeras declaraciones

que las causas se elevasen á

MoNTBREY.

^

contra los jefes siguientes, que fueron fusilados por la

su muerte ea

el

muerte

de

espalda

corifeos

Provin-

el tribunal especial erigido

pronunció

funcionario

ese

y proclama sus virtudes. Jiménez, en efecto, ni pidió gracia ni la halló en sus enemigos; y

ilustres

derecho de

de

ó

10 de

la plazuela

días

y

el

de los Ejercicios

orden que expresa la

mayo de 1811: don

Ignacio

don Juan Bautista Carrasco,

coronel;

Agustín Marroquín

,

Camargo,

brigadier;

don

capitán.

— Ruinas de la Ciudadela (Estado actual)

El 11 del mismo mes: don Francisco Lanzagorta, mariscal; don Luis Gonzaga Míreles, coronel.

En

de junio:

6

constancia todos los resortes para librarle del cadalso,

don José Ignacio Ramón, capitán;

don Nicolás Zapata, mariscal; don José Santos

Villa,

coronel; don Mariano Hidalgo (hermano del cura), teso-

rero

don Pedro León

;

En

,

mayor de

26 del mismo mes

:

teniente general.

Solís

,

director

don José María Chico, abogado; don José

intendente

de

de

don

Vicente

Valencia,

don Onofre Gómez

Portugal,

ejército;

ingenieros;

brigadier.

Salvó con vida Abasólo, merced á sus delaciones, '

Alamín. T.

— Historia de México, tomo II, púg. 188.

IIL— 28.

él

al influjo

de algunos de los españoles á quienes

protegió en Guadalajara;

pero en cambio se

le

con-

denó á prisión perpetua que debía extinguir en España, á confiscación

plaza.

don Manuel Santa-María, mariscal; don Juan Aldama,

27:

y quizás

de todos sus bienes y afrentados sus

don Ignacio José de Allende,

generalísimo; don José Mariano Jiménez, capitán general;

En

á los esfuerzos de su esposa, que movió con infatigable

'

«...

Como se ve, se atrepellaron todas las fórmulas, asi en la como en la conclusión de las causas, si así pueden lla-

instrucción

marse. Esa junta no tenia ni la forma de consejo ni se parecía en nada ú ninguno de los tribunales reconocidos en aquella época; era sólo un tribunal ad hoc, una comisión militar tan revolucionaria como las que había habido en tiempo del terrorismo en Francia, con la circunstancia de estar formada de enemigos políticos de los acusados, y contándose entre ellos algunos de los que habían combiZerecf.ro. Memorias para la historia de nado la aprehensión.» Alamún, lejos de disertar las reüoluciones en México, pág. 304. sobre este punto, como tiene por costumbre, aun respecto de las trivialidades ajenas á la historia, dice simplemente que en este asunto







Historia de Méscico, se procedió con todas las formalidades... (!) II, púg. 202, líneas 13 y 14, edición de 1850.

tomo



MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

218 hijos, no valiendo

el

trueque seguramente

que hizo de su entereza tarde (1819) en

que

sin

,

el castillo

enviaron á Durango

por

y murió algunos años más

Salcedo.

de Santa Catalina de Cádiz,

neral; don Ignacio Hidalgo,

esposa, modelo

su

el sacrificio

de

abnegación

ternura y

conyugal, dejase de acompañarle un solo instante

Fueron, además, sentenciados á presidio, con nota de

infamia trascendental á sus

hijos,

y confiscados

Pedro Bustamante

y

,

Ignacio Jiménez y

,

los

Todos

ellos fueron

asesor

ordinario

procesados por

de

aquella

por toda su vida; Aranda, mariscal, y Carlos Martínez,

exigió

Ignacio Maldonado y algunos otros, por diez años.

Gabriel de Olivares, que procediese

Al mismo tiempo que en Chihuahua sucumbían

lados en Monclova fraile

franciscano

el

la

independencia

condenó á

de aquella

obispo

teniente letrado

el

Pinilla Pérez, quien los

del

Concepción).

la

intendencia

bienes de los que los tenían: Andrés Molano, coronel,

más notables defensores de

Bernardo Conde,

los frailes

Carlos Medina

Gregorio Melero y Pina (Gregorio de

'.

Nemesio

don

gobernador

el

Esos eran don Mariano Balleza, teniente ge-

pena

la

capital.

don

diócesis,

y

Ángel

don

,

Se

Francisco

á la degradación,

los

eran fusi-

,

abogado don Ignacio Aldama y

el

don Juan Salazar, que aprehendidos

en Béxar por Zambrano, como hemos dicho ya llevados á la capital

^,

fueron

de la provincia de Coahuila.

El

primero, dos días antes de su muerte, escribió un manifiesto

en

que

expresaba

Dios

que

abrirle los ojos y conocer sus frudente y sabio confesor que

cuan justo era los agravios

el castigo

'

en

errores, por

medio del

se le destinó,

y conocía lo

había

firma del obispo de Durungo don Francisco Gabriel de Olivares

la

pero éste rehusó hacerlo y tuvo fuertes contestaciones con

asesor;

el

don Bernardo Bonavia,

intendente

el

comandante general de Durango, dio,

embargo,

sin

la

siguiente orden al teniente coronel graduado de caba-

^.

Acatita

Facsímile de

dignado

que iba á sufrir para satisfacer

fué menos sangriento

que presos

había

y ofensas hechas al Señor que

creado y redimido

No

se

de

el

fin

de los eclesiásticos

llería

don Pedro María Allande y Saavedra

«Pasa

Bajan y otros lugares se

«Doña Manuela Rojos Taboada, de una familia rica y princiChamacuero (intendencia de Guanajuato), se

escribano de gobierno á notificar la sen-

^crmfc)/n^ í/^m\^ ¿en é.y ¿r«9i- ¿A

n,

,^

^^^5^.:

»WJ «M W* * ffj-^.^

iil^)

l

Ti/i'

/(';'

delspí !j

_>

COPIA DEL PRIMER PEDIMENTO FISCAL EN LA CAUSA FORMADA A DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA POR LA INQUISICIÓN DE MÉXICO EN 1810 (

El original se halla en poder del señor don Juan E. Hernández y Dávalos, México, 1885

)

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS Tal fué

término de los hombres que seis meses

el

más elementos que su valor y su

antes, sin

esfuerzo,

sorprendidos súbitamente en sus trabajos de preparación revolucionaria,

obligados

y

apresurar

á

hora

la

del

levantamiento contra los dominadores españoles, dieron el

de

ejemplo

clarísimo

en

esparcidos

patriotismo

de los medios tan escasos

que allegó en su daño

hermanos

sus

Y

á pesar

que á su alcance tuvieron

empresa, y no obstante

iniciar su

á

ámbito de Nueva España.

el

al

los cuantiosos recursos

gobierno vireinal, los vemos

el

marchar de victoria en victoria, seguidos más que de

y entusiastas muchedumbres; vé-

ejércitos, de ruidosas

rnosles

dominar en una extensión

que obedece á

las

territorial superior á la

armas vireinales; y vemos que

los

ánimos se levantan; que por do quiera brotan combatientes apellidando el

independencia, y que ha bastado

la

mágico grito dado en Dolores

cambio completo en sumisa y

modo de

el

pa,ra

que se realice un

ser de la hasta entonces

pacífica colonia.

Que

de la inmensa

aspiración

la

mayoría

de

los

mexicanos respondió al llamamiento de Hidalgo, demuésde prosélitos que se alzaban á la voz

tranlo los millares

de

agentes

sus

setiembre.

de

sus

y aquella

animosa desde

y

delirante

i,

Empero, un

la

multitud

análisis del filósofo sino con la ciega

del partidario, pretende explicarse

saqueo proclamado

del

y seguridad para apoyo de su

sombrío cuadro de la revolución mexicana, no con

ya

el frío

pronunciadas por

inmerecido ultraje lanzado á la

faz

de todo un pueblo

á quien se quiere presentar accesible tan sólo

y á

más execrables

los

Alamán

instintos,

hay en

robo

al

obra de

la

adulteración de los hechos, la simu-

la irritante

lada ignorancia del estado social de la nación en aquella

época, y por ende, la tendencia que diríamos absurda,

no fuera dolosamente calculada propugnadores de

la

si

á exigir de los primeros

,

independencia un plan completo de

política, una regularidad acompasada y metódica en todos sus actos y un concierto imposible

organización

cuando un pueblo se alza irritado y tremendo á reivindicar

sus

derechos.

Y

esas imposturas, y ese atrevido

falseo de la historia patria los

y cinco años, como

verdad,

aquellos

han pregonado desde hace

más

la

perfecta expresión de

que, mal hallados

con

los

libres

en que nacieron y suspirando por

destinos del suelo

el

yugo de extranjeros opresores, han pretendido encubrir

mengua con

su propia

de

envilecimiento de un pueblo

el

de

sangre,

su

rango

su

y de sus

glorias.

La voz de Hidalgo conmovió, pues, á COSTILLA. MICHOACANENSI. PARROCIIORUM. OBDINIS. BT. VETERUM ET. ^VIS. NOSTB^.

JüSEFO. IIIDALOO.

cau-

el

Pero aparte del

que reniegue Llave dedicó en 1823 á los defensores de la independencia Hidalgo, Allende y Abasólo las siguientes inscripciones:

y sus compañeros, recordando en

c%

tesis las palabras

osada resolución

treinta

el

como sistema de

la

la

ennegrecer

gene-

incentivo

un medio de saltación

de la independencia al adoptar

siguió

dedicó gran parte

las

el

de arrojarse al combate y á la muerte.

dillo

16 de

de

y explicar á

Hidalgo

por

propaganda, y más aún, como

le

tarea

y arrebatada pasión

raciones futuras este entusiasmo general en

épica aurora del

escritor que

años á la tediosa

que

223

compa-

sus

F.T.

;

cuando proclamó

triotas

morir por

ella.

Pero

la

independencia, y corrieron á

que á su vista combatieron con

los

FORTISSIMORUM. VIRORUM. NULU. SECUNDO

furor en

QUI.

COMMUNEM. PROPELLKNDAM. SERVITUTEM PRIMUS. AD ARMA. MEXICANOS. EVOCAVIT. COLLECTIPQUE. COPIIS IMPETUM FECIT

AD.

IPSI.

QUOD. BEM. MAGNIFICAM. DIVINAMQUE. PRÓRSUS. ET. COGITAVIT. ET ADGHESSUS. EST. QUODQUE. CAPTUS. Ali HOSTIBUS. SUPLICIO. QUE. EXTINCTAS. LIBERTaTIS. NOSTBvE. CIIARTAM. PROP. SANGUINE. OBSIGNAVIT. NOVUM. ISTUD. VEGETaNTIUM. GENUS.

monumentum.

GRATI. animi.

el

la metralla; los

las Cruces, arrojándose sobre los

que en Acúleo hicieron frente á

murieron que abandonar

REBUS. CLARISSIME GESTIS.

SUPPUCIO

DEMUM.

HIDALGO. SOCIO. ET. CONSORTI.

reductos

los

confiados

horas

y por

victoria

la

veces

miraron huir

los

que sabían que

el

campos de batalla era

el

tres

destrozados batallones de Flon; la

muerte en

la

los

consagrados; todos esos,

facción de que fué órgano

Alamán,

Respuesta de Hidalgo á

los cargos

IV

y

XXVI.

los

según

sólo siguieron al

héroe de Dolores atraídos for el celo del saqueo ^

Verdad

es

que

los

nobles

sentimientos

de

libertad,

independencia y dignidad nacional han sido siempre tan incomprensibles para el partido de la traición

JOSEFUS. MARIANUS. ABASÓLO. STRENUUS. ET. IIUMANISSIMUS. VIR. ínter. MICHOACANENSES NATUS. hidalgo. et. allende. collaborator. commendatissimus. ob. res. una. cum. illis. gloiiiosissime. gestas. IN. PROPUGNÁCULO. SANCTJÍ. CATIIALIN.E. AD. GADES FEBRI. PERCUBSOS. E VIVÍS. EXCESSI.

á su

guarda; los que en Calderón tuvieron suspensa por seis

destino á que estaban IGNATIO. ALLENDE. MICHOACANE. EDITO: ANINI. CELSITUDINE. ET. ROBORE.

las bri-

llantes tropas del vireinato; los que en Guanajuato antes

cadalso ó

D.

monte de

cañones realistas para tomarlos ó morir destrozados por

«No

y de

las

que los prosélitos corriesen á ofrecerse á midice en sus declaraciones, por donde quiera que sus comisionados se presentaban, proclamando el saqueo de los Historia de México, tomo H, pág. 212). El españoles.» (AlamAn. mismo autor dice lo siguiente: « La guerra vino á ser no ya la lucha entre los que querían la independencia y los que la resistían, sino la defensa natural de los que no querían dejarse despojar de sus bienes, contra los que, siguiendo el impulso que Hidalgo había dado á la revolución, no tenían más objeto que robar a todos, en sonde proclamar la independencia » (Tomo II, pág. 213 de la Historia de Méícico). '

llares,

es extraño

como Hidalgo



'*

MÉXICO Á TEA VÉS DB LOS SIGLOS

224

intervenciones extrañas, como lo eran los versos del cul-

como consecuencias

tísimo Ovidio para los bárbaros del Ponto.

Un

precipitado en el

levantamiento

parte las

más humildes

clases sociales

y

que

los

tomaron

hombres de

todas procedencias, pero dominando los de baja estirpe,

como sucede siempre en todos

pero lamentando esas manchas de

los alzamientos nacionales,

no podía menos de producir hondísimas perturbaciones y graves quebrantos. Pudiera sostenerse con copia de sólidas razones que la perpetración de los saqueos de

San

de

de

pueblo

de

la

esas

independencia, villas

debiera

achacarse

al

y ciudades que aprovechándose

de la victoria de aquéllos se entregaba á

todo

linaje

de

desórdenes; pero aceptando que en éstos tuvieron participio

los

defensores armados de la independencia, cuyos

jefes superiores, entre ellos Allende,

siempre reprimieron con vigor

el

Aldama y Jiménez,

robo y el saqueo

';

é

revolución ya no

ineludibles de todo sacu-

el criterio

de los deturpadores

que las condenan como un mal abso-

la nacionalidad

luto,

¿qué anatemas debiera arrojar

la historia

sobre los

que, representantes del orden, de la autoridad establecida

y de

las leyes

,

permitían que sus tropas entrasen

á saco las casas de amigos y enemigos en San Miguel '?

y en Dolores

A

Miguel, Celaya, Guanajuato y Valladolid, más que á los ejércitos

fatales

dimiento popular, sino con

la

los triunfos sucedieron

rápidamente los desastres,

y cada encuentro, después de la batalla de las Cruces, fué

una derrota para

disciplina

calidad

,

el

las

armas de

armamento

los hábitos

mando en recursos

,

,

la

independencia:

abundante

y

de

la

la

mejor

de obediencia en los soldados y de

los jefes, la

pericia de éstos

y

los cuantiosos

de que dispuso un gobierno, fuerte con tres-

cientos años de dominio absoluto

y tranquilo, dieron

la

/^c%^

'fí^f^^^^^^

^bifc-me^tc ^a-uSo

^Y^¿^

^^^^

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C¿^^i

ij'^id.x^cryíed-

¡J/

'

Véase capítulos V] 1 1 y

1

X

.

irffi^

Véase capitulo X. Calleja y Flon permitieron é sus tropas

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

225

p/ií-í^^-z.

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^X^

^orai!'

0é¿-te^Á> Ú^Í^Jí- ^^ ^^«i!!isíiiii.„i (

*

lo

,v^jí>

Don Andrés Quintana Roo

virey Venegas nuevas y vigorosas disposiciones para

que vale más, de un ánimo esforzado capaz de afrontar

el

hasta

reprimir la insurrección.

martirio

el

y

pueblos,

y

sus

partes

mano en mano en

aprecio; circulaba de

los

Leíase

en defensa de la patria.

Ilustrador Americano por todas

viriles

acentos

con

á

Emparán hemos

De

las tropas

que

de agosto una brigada de las tres armas al mando del teniente coronel Castillo y Bustamante,

primera de estas dos ciudades

salían

de

los

lugares

sujetos

á

la

al

dejando en la

coronel Iberri á la

dominación española y corrían á unirse con los insur-

cabeza del primer batallón de la Corona.

gentes.

las

En

tanto que la Junta de Zitácuaro desplegaba he-

roicos esfuerzos para

tantos elementos al

acaso

ó

bajo

hasta

Toluca hizo marchar á Valladolid en los primeros días

de

que

mando de

y

llamada patriótica que provocaba constante emigración jóvenes

al

visto retroceder en gran desorden

modo de

las ciudades

eran

el

avidez

organizar y unir bajo su dirección

y voluntades que antes habían obrado la inspiración del momento, dictaba

filas

Engrosadas

de Castillo y Bustamante con las tropas de

Linares y algunas otras que se hallaban en Valladolid, salió •

de esta última ciudad

el

6 de setiembre de 1811

Biografía de Rayón. (Hombres ilustres mexicanos, lomo

póg. 52i).

111,

,

MÉXICO A TEAVE8 DE LOS SIGLOS en busca

del

independiente Muñiz que al frente

jefe

de ocho mil hombres y trece cañones se hallaba situado

en

loma de San Juan, próxima

la

La columna

realista

al

cargó denodadamente

de

7

el

después de quitarles

toda

su

y marchó hacia

artillería

,

Pátzcuaro donde se hallaban don José Antonio Torres y el padre Navarrete con gran golpe de gente y veintidós

No

cañones. la

considerando estos jefes defender con éxito

población, se retiraron á las lomas de Zipimeo colo-

cando

sendas

en

eminencias

cañones

sus

convergente, resueltos á disputar Castillo

paso

el

y Bustamante no tardó en aparecer á

Pero tiempo

de

libre

quedaron expuestas á

y de sus inmediatos al

frente de

Este

colocada.

audaz

y

madru-

la

de

los

México

de

mismo orga-

de

Cuesta,

la

y

jefes

los

Oviedo y Tenango llegando en sus

independientes

cerro de

el

En

inmediaciones de Toluca.

Rosendo Porlier, á quien

procurar la destrucción de las partidas de insurgentes

que abandonaron su

que se desbordaban desde los desfiladeros de Zitácuaro

y se pusieron en fuga, siendo perseguidos tenazmente por un trozo de caballería á las órdenes de

hacia las llanuras de la intendencia de México.

don

insaciable en

de

Iturbide, que

calidad de ayudante

servía

á

sazón

la

del teniente coronel Castillo.

prisioneros que se hicieron, en

número de

en

Los

trescientos,

fueron fusilados sobre el mismo campo de batalla

Valladolid,

mantuvo día era

la

que

por algún

tiempo

guarnición,

cuj'a

había amenazado á

reforzada

por

dictadura de don Torcuato Trujillo

el ,

virey,

que cada

más insoportable á sus vecinos y autoridades.

Después del

de Zipimeo, las tropas realistas se

triunfo

una ferocidad

y

nuevas pruebas de su

ingénita crueldad en el terreno que acababa de confiarle

alcanzadas por las armas realistas, conjuraron de pronto peligro

visto desplegar

Galicia, emulando al odioso Cruz

la autoridad superior del vireinato.

^.

ofensiva,

el

Nueva

al tristemente célebre Trujillo, dio

defender

victorias que

hemos

Porlier, á quien

acabamos de señalar,

Las dos últimas

confió las

Emparán, con órdenes

reliquias de la antigua división de

movimiento

artillería

Agustín

vista

Guada-

virey hizo venir desde

el

terminantes de conservar á Toluca á todo trance y de

ejecutado

desconcertó á los independientes,

él

ella

de la batería sobre

bien

Rayón

pueblo y sus inmediatas haciendas por don Juan García

eminencia de la derecha y caía impetuosaretaguardia

demás pobla-

enemigo.

lajara al coronel don

la

durante

nizados y disciplinados, arrojó de Ixtlahuaca el 11 de

y Bocio con dos escuadrones de dragones

mente sobre

que

Su hermano don Ramón,

tenientes.

cuatrocientos hombres por

de este nuevo peligro,

la

y

las

las diversiones militares de

insurgentes, en tanto que el teniente coronel Echeagaray

rodeaba

partidas

setiembre á los cuerpos de fatriotas levantados en este

piezas

las

la

situadas al poniente de la intendencia de México

ciones

correrías hasta las

con

numerosas

las

varios meses la amagaron, Toluca

violento

cañoneo

restablecer

de Michoacán se vio por algún

capital

si la

Canseco ocuparon

sostenido

de

fin

comunicación entre Guadalajara y Valladolid.

gada del 14 de setiembre, cambiando desde luego un

y

el

batería

en al

Zamora con

hasta

correrías

pueblo de Acuitzio.

setiembre las fuertes posiciones de los independientes

263

el

plaza

la

de

Toluca,

Lejos de reducirse á

tomó

desde

luego

la

y en los postreros días de setiembre emprendió

ataque del cerro de Tenango defendido por numerosa

gente

obstruido

y

peñascos los

que

por

hondas

En vano

asaltantes.

cortaduras

independientes

los

Porlier

hacían hizo

y gruesos

rodar

sobre

avanzar por

la

izquierda de la posición al regimiento de Marina y por la derecha al batallón de la Corona, que ni uno ni otro pudieron llegar á la cima

maltrechos

hasta

Toluca

batalla el cadáver del valiente

Engreídos taja

los

y tuvieron que retroceder sobre el campo de

dejando

mayor

Villalva.

independientes con esta notable ven-

que produjo grande entusiasmo en toda

la

zona de

reuniéronse en número considerable, y en la

Zitácuaro,

primera quincena de octubre estrecharon rudamente á

Toluca Fucsimile de lu lirniu del jefe realista CastiUo y Bustamante

extremo de obligar á Porlier á permanecer

al

encerrado en

dividieron

y

en

dos

Bustamante

secciones,

recorría

pueblos, destruyendo en fundición de cañones

y mientras que Castillo Urecho, Tacámbaro y otros

el

segundo de estos lugares

la

establecida por el capitán general

la

ciudad guareciéndose tras sus fuertes

Continuados ataques dirigieron los indepen-

trincheras.

y pusieron en tal aprieto á el virey hubo de disponer

dientes

Toluca, que

los

defensores de

la

violenta salida

para aquel rumbo del capitán de fragata don José María

Cueva

al

frente de cuatrocientos soldados de infantería,

Muñiz y fusilando sin piedad á cuantos prisioneros caían en sus manos Linares marchaba por los pueblos colin-

refuerzo,

dantes con la provincia de Guanajuato, y extendía sus

de ataque, la que en la madrugada del 21 de octubre

,

— Historia

Alamán. de 1850. — J. M. '

póg. 243.

L.

Mora.

de cien dragones y de dos piezas de á cuatro.

logró de México, tomo

— México

y

pág. 3S8, edición aus renolucíones tomo ]I,

,

W

posible

fué

desalojar de

la

á

Porlier

fuerte

Con

este

organizar una columna

posición del Calvario á los

insurgentes Oviedo, Albarrán, Rosales y Montes de Oca,

quienes perdieron toda su artillería y pertrechos y se

-

MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS

264

Quedaron cien pii-

dispersaron en distintas direcciones. sioneros en poder del vencedor,

en

puestos

fila

en

la

quien los hizo fusilar

de

principal

calle

dejando con vida más que á uno

para que fuese á

solo,

el

y valorizando en toda su

importancia la expedición que era preciso enviar contra asiento de la Junta Suprema, dio órdenes terminantes

el

á Calleja

al principiar el

propósito

á

noviembre

dejándola

mes de noviembre para que

se

cuidado

al

del

Fernando Pérez Marañón, hombre poco

para

afrontar

la

en que

situación

difícil

pronto iba á verse colocada aquella populosa ciudad.

Quince días después de

virey á procurar la destrucción del centro

revolucionario de Zitácuaro

de

11

el

intendente don

i.

contar esta terrible matanza á sus compañeros

Atento

no

Toluca,

ciudad

la salida

de Calleja comen-

zaron á realizarse los temores de éste, pues guerrillero Albino García, saliendo

incansable

el

de sus guaridas de

Valle de Santiago y Salvatierra, donde le hemos visto

refugiado á fines de octubre

i,

aparecía en

cumbre

la

del

cerro de San Miguel que domina á Guanajuato por el

pusiese en marcha reuniendo antes todos los elementos

rumbo

que asegurasen un éxito completo.

en las rancherías y pueblos inmediatos, y no tardó en ver engrosadas sus filas con los mineros y parte del pueblo

Pero este hábil general quiso adoptar que impidiesen, durante su ausencia, provincias

ricas

mando y á

medidas

pérdida de las

logrado había conservar bajo su

que

costa

la

las

de rudas fatigas en el curso de aquel

año (1811), temiendo tanto los esfuerzos que desplegarían en esa sazón los independientes efectos

de la desobediencia Previno,

realistas.

y

como

los deplorables

de

algunos jefes

celos

en consecuencia,

coronel Arre-

al

dondo que con parte de sus tropas cubriese

plaza de San Luis Potosí; solicitó de Cruz que avanzase

una

división

León

hacia

ó

la

Piedad

mando de

al

Seguíale gran golpe de gente reclutada

Sur.

bajo de la ciudad en quienes la causa de

la

indepen-

dencia contaba numerosos prosélitos.

las

primeras

Desde

horas del 26 de noviembre las fuerzas de Albino García

empezaron á

vivísimo fuego de cañón y fusilería

dirigir

sobre la ciudad,

causar mucho daño, tanto por la

sin

distancia á que ésta se halla de la

como por

importante

la

del

la torpe puntería

Pocos eran por

el

cumbre de San Miguel

de los asaltantes.

de Guanajuato mandados

los defensores

conde de Pérez Gálvez, coronel del regimiento de

caballería

Príncipe,

del

primera

por

quien

vez

se

Negrete, á quien una serie de brillantes hechos de armas

hallaba en una acción de guerra, y ejercía las funciones

habían dado merecido renombre; y ordenó que

de

niente coronel Meneso recorriese el camino de

juato á Querétaro con entre

el fin

puesto

á

virey mismo,

Guana

empero, poco dis-

emanasen

órdenes que no

obedecer las

te-

de asegurar la comunicación

Arredondo,

ambas ciudades.

el

no dio cumplimiento á las

del

prevenciones

de y en cuanto á Cruz, urgido por una derrota que acababan de sufrir algunas de sus tropas en Jiquilpan 2 manifestábale que no le era posible en aquellos Calleja;

momentos desprender de su ejército la división que se le pedía, y mucho menos enviar al coronel Negrete, que enfermo á consecuencia de las fatigas de

la

campaña,

pedía con insistencia su relevo.

de

retirado

subiendo para

con tropas que guarnecían diversos lugares

de las provincias que iba á abandonar.

La

división de

barrio

y los que salieron mente en la plaza.

Calleja,

á

la

cabeza

de

las

pocas

tropas



Historia de México, lomo II, póg. 392. AlamAn. ' Cruz daba noticia de esa derrota á Calleja en la siguiente carta fechada el 15 de noviembre y cecrila en mal francés: «.Un ecénémentjácheuaicientd'arneer dons Xiquilpan. Un corps de caealerieforí de 460 a été surpris daña le milieu de la nuit par les J'ripons. Je atiis a pretent fort incomodé, cependant que les noavelles n'ont pas arricé acec détail.-» (Campañas de Calleja, pá'

gina

1.34).

sendero estrecho

el

en

cumbre

la

muertos

fueron

del

su jefe

el

ilesos

concentraron precipitada-

se

Descendieron entonces en ruidoso

y con

un cañón que colocaron en

Diego

el

plazuela de San

la

fuego sobre las trincheras

realistas

momento creyeron ciudad

español Argonz púsose

plazuela

con

logró

asaltantes.

arrojo

animando al frente

sobre

apoderarse de

Un

los

de los

defensores

el

de los más esforzados, y

cañón

él

y tornarlo contra

situado

y desconcertó á

,

procedentes

al

en

la los

de

los

este último punto.

soldados de

saber que algunas

León y

dejábanse ver en aquellos momentos por

el

de

Silao,

camino de

El temido guerrillero resolvió desde

luego retirarse, y así ción

poder

la

repique á vuelo en la parroquia celebi'ó

triunfo tan inesperado

realistas

á

el

Albino que más perdieron ánimo tropas

en

irremisiblemente

pero

;

de Guanajuato que

los pobladores

á caer

iba

que

Por un

sostuvieron con valor tan impetuosa acometida.

echándose

disponibles que se hallaban en Guanajuato, salió de esta

sin

,

Espinazo empieza en

del

termina

pero

Intentaron

tropel los insurgentes ocupando parte de la ciudad,

y Bustamante; la que obedecía á Guizarnótegui y que resguardaba á San Miguel el Grande debía tomar la misma dirección; y las más reducidas de Meneso,

El mismo

nombre

sargento

,

capitán español la Riva y muchos de los que la formaban,

independientes

Viña y Oviedo habían de incorporarse á las anteriores abandonando las líneas que respectivamente custodiaban.

el

Aguirre

posición del enemigo,

la

una columna por

Venado y

del

de

Guanajuato.

la espalda

cerro de San Miguel;

García Conde que estaba en Lagos se movió por orden suya hacia Maravatío, donde debía reunirse á la de Castillo

ello

y pendiente que con el

de

batallón

del

embargo, atacar por

rompieron

Forzoso fué entonces á Calleja organizar su cuerpo ejército

mayor de plaza don José

lo hizo

con desordenada precipita-

dirigiéndose á la hacienda de las Cuevas.

«Túvose

en Guanajuato por milagrosa esta retirada, dice Alamán, con

la '

que se salvó la ciudad de las calamidades que

Capitulo

XV.

la

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS Hmenazaban, e!

insurgentes

los

y atribuyéndolo á

,

Virgen bajo

la Santísima

la

protección

la

advocación de Guanajuato,

nicho en que se venera su imagen en la

se colocó en el

León y de

habiendo

manifestado

intención

de

,

volviese y todos

que inspiraba

el

Albino

se

inquietud de

con

de las tropas

de Jalisco á las órdenes de don Ángel Linares y de (¿uintaiiar,

con

lo

que pudieron ponerse en mejor estado

de defensa.»

,

empero,

se repitió,

San Miguel y en

pueblos de Dolores y San Felipe,

los

invadidos y saqueados por las

(lue fueron poco después

partidas de Albino, ni fué visible la protección divina en otros

muchos lugares de

la rica intendencia

en manos de los independientes

Dejando para

que cayeron

com-

realizándose por

,

el

próximo capítulo

consignemos

rumbos

La Nueva

despotismo

férreo

de

actividad

era

división

de

Negrete,

más

el

Aquel

general

entretanto

,

había avanzado hasta

,

Trujillo en los

distinguido.

por los insurgentes en Coalcomán para fundir cañones, y por el pérfido Villaescusa en el extremo

de

vasta

la

intendencia

ocupaban á Acaponeta, allí

en

la

sangre

enviados por

el

derramaron á porfía

que

miento combinado de

y para dar tiempo

las tropas

de

al

movi-

que proce-

Porlier,

dentes de Toluca debían concurrir al ataque de Zitácuaro.

de haberse dedicado

ambos españoles, y que después comercio mandaban á la sazón

al

urbanos levantados en aquella ciudad; y cuéntase del segundo que en una de sus expediciones se

Eío, en cuyo

de

Alzábase en

antigua Valladolid.

la

Animas de esta ciudad una

la plazuela

vieja iglesia

principios del siglo pai'a reclusión de señoras: del

independiente

jefe

Villalongín

,

de las

destinada á la

esposa

perseguida por

el

gobierno español, fué encerrada en esa reclusión con la

mira

de

obligar

de

depusiese las armas. desistiese con

este

modo á su marido

Lejos de que

el jefe

que

ya mencionado

atentado de sus patrióticos

este

á

propó-

Y

el territorio

sin

fuerza,

entró en la ciudad á despecho de la guarnición

realista,

mandada á

llegó

la

á

se presentó un día en

la

plazuela

sazón por

de

las

el

teniente coronel Sola,

Animas y extrajo de

reclusión á su esposa con gran sorpresa de los

la

y

la

de Querétaro continuaba henchido de parti-

Huasteca, y especialmente con

lado de Huichapán

el

(jue

la

ciudad entera.

otras unido á las de

T. III

-31.

antiguo cura de Nopala,

convoyes en

el

al

dada por

capitán

el

los Villagrar.es,

camino de Querétaro á

Columna.

grado

de su guerrilla, y atacaba

frente

Anaya y de

el

la capital

destrozaba á la tropa realista de Villa del Carbón

A

fines

y

man-

de noviembre,

todas esas guerrillas asaltaban en Calpulalpam y ponían en grande aprieto al coronel realista Andrade, quien al frente de

soldados.

un

rico

convoy se dirigía á las provincias del

debiendo su salvación á la intrepidez de sus

En

el distrito

quien, dividiendo

su

de Tampico y el

la

zona de

la albo-

coronel realista Arredondo,

fuerza en

dos secciones

,

una

al

mando de don Cayetano Quintero, y otra á las órdenes de don Alejandro Álvarez de Güitián,

contenía á duras

penas á las partidas insurgentes del indio Rafael

guardias

Salió acto continuo de la pobla-

de Villagrán por

había recibido de la Junta de Zitácuaro

de brigadier, unas veces

los

las

'.

Don José Manuel Correa, y

'

y de

correrías,

das que se comunicaban con las de Guanajuato, Michoacán

rotada Huasteca operaba

Calleja,

de Valladolid acompañado de una pequeña

familias

en las cuales

carnicería sin distinción de sexo

Acámbaro á hablar con las puertas

muchas

embargo de estas sangrientas

interior,

,

no distante de San Juan del

se habían refugiado

sitio

y aprovechando la ausencia de Trujillo, quien, como hemos dicho más arriba se había dirigido á sitos,

,

de insurgentes de los pueblos inmediatos,

Justo es que consignemos en este lugar un hecho heroico que ha perpetuado con legítimo orgullo el pueblo

jefes

los

Querétaro gemía bajo

dominio de don Fernando Eomero Martínez y don

el

Indefenso de la Torre,

ni edad.

la capital del vireinato,

que

guerrillas

las

insurrección parecía ahogada

la

gobierno vireinal.

mandó hacer horrenda

n espera de los obuses y municiones que debía recibir

el jefe

aniquiladas

Felipe del Obraje, donde se detuvo parte de diciembre i

Destruidas por

español don Miguel de la Slora las máquinas establecidas

últimos días de noviembre, situándose en seguida en San

de

quieta bajo el

Cruz y gracias á la pericia y que entre todos sus jefes de

apoderó del cerro del Moro

Acámbaro, donde tuvo una conferencia con

en los

vireinato

Galicia se había mantenido

las órdenes reiteradas

de Venegas.

vasto

del

últimos meses de 1811.

los batallones

los

la

del ataque que á

principales hechos de guerra que acon-

los

en otros

tecieron

relación de

la

en los primeros días de 1812, preciso es que

temores que abrigó siempre Calleja y que le hicieron retardar su marcha contra Zitácuaro, á pesar de pleto

plazuela de las

se llamase en lo de adelante de Villalongin.

opuesto

,

milagro en la villa de

el

vieja

la

ella dirigió

manco García en

la llegada

mandó que en

pero

Sin embargo, se traniuilizaron

alguna guarnición y con

No

Animas

ayuntamiento

el

1868,

Silao,

disponían á abandonar la ciudad.

se

el terror

aquoUa provincia! dejarles

la

Con razón en

Valladolid,

memoria de hecho tan insigne

Guanajuato, que por su lado temían que

vecinos de

Tanto era

grande

fué

antigua

la

marcha de Calleja contra Zitácuaro y

que

de

recelosos

dirigiese á aquellos puntos,

¡

de

poco

de aquellas fuerzas la

jefes

los

retirarse

día á la vista de ella, sin que

el

Sola se atreviese á atacarlo.

A

lecuerdo del que fué tomado á los insurgentes. rato llegó el refuerzo esperado de

y permaneció todo

ción

de aquella ciudad un cañoncito de -oro, por

piirroquia

los

ya con

sufrii-

de las calles que llegaron á

saqueo de algunas casas

ocupar (Irt

que se habían empezado á

las

265

^

'^,

de

fines

de



Historia de México, tomo II, púg. 406. Alamán. Kn un encueatro con la partida de este guerrillero, á

266

MÉXICO

Bisueta y del padre

TBAVES DE LOS SIGLOS

A.

que no daban punto de

Franco,

reposo á las tropas del rey.

Comunicábanse con esas guerrillas agosto

(1811) se habían

conocida con

el

alzado

nombre de

á su cabeza don Juan Francisco

región

Apam

Llanos de

los

que desde

las

en la vasta

se extiende hacia el norte de México

y que

y Tlaxcala. Púsose

Osorno

hombre de

,

antecedentes, pero de valor reconocido y dotado

turbios

Ciríaco del Llano á principios de octubre, le valieron

grado de coronel, y algún tiempo después la intendencia de

el

el

mando de

Puebla en sustitución del viejo mariscal

de campo don García Dávila. Pero más que sus efímeros triunfos

Venegas premiar en Llano

quiso

crueldad que

desplegó

«Aumentaba

en

excesiva

expediciones militares:

sus

dice un autor

prosélitos á la revolución,

que disculpa constantemente

la

las atrocidades de los domi-

de infatigable actividad, á quien la Junta de Zitácuaro concedió desde luego

grado de mariscal de campo.

el

Algunos días después se presentó en aquella región don Mariano Aldama, procedente de

y que

de Querétaro,

la Sierra

era pariente de don Juan y don Ignacio del

compañeros del

apellido,

Hidalgo en

ilustre

los

mismo

primeros

Unidos Osorno y Aldama exten-

días del levantamiento.

dieron sus correrías hasta la sierra de la intendencia de

Puebla, logrando encender la revolución en una considerable extensión del territorio y haciendo sentir su arrojo

y valor por donde quiera que hallaban algunas fuerzas Forzoso fué

realistas.

nuevos y terribles campeones

y en los primeros días de de México una fuerte sección de

setiembre hizo salir

Facsímile de

In

firma del coronel realista don Cirineo del Llano

apercibirse contra estos

al virey

nadores

la conducta cruel

• ,

,

y aun con

prisioneros

los

y sanguinaria de Llano con

los vecinos

de los pueblos

los

,

tropas de marina y voluntarios de Cataluña á las órdenes

desórdenes que en éstos y en las haciendas cometía

del

tropa de marina, y algunas providencias con que el jefe

capitán

llevaba

de

por

fragata don Ciríaco del Llano

segundos á

,

navio

de

tenientes

los

quien

don

Miguel de Soto-Maceda y don Pedro Micheo. Dirigióse la sección

Apam

en

busca

de

noticiosos

la

salida

Llanos de pero

,

de los realistas,

éstos,

vinieron á su

encuentro trabándose ruda pelea en la hacienda de San Cristóbal, de la que resultaron las

sensibles

pérdidas

para

tropas de Llano, no obstante que los independientes

se vieron forzados á retirarse.

Continuó su marcha

la

columna expedicionaria asentando su cuartel general en el

mismo pueblo de Apam, desde

el

cual hacía Llano

en que

la

público,

haciendo

En un

país

tal

providencia

disgustó sobremanera

y hubo muchísimos que se decidieron á tomar partido por Osorno con

tal

de no perder sus caballos, á los que

tenían afecto particular."

La

Oaxaca había permanecido

rica

En

albores

los

aparecieron

en

del

aquella

levantamiento

apartada

hasta

quieta

insurrec-

provincia

dos

las puertas de Tlaxcala.

comisionados de Hidalgo llamados López y Amienta que

de Aldama, vilmente asesinado por un

llevaban el propósito de extender y propagar la revolu-

se aparecían temibles

y temidos á

rancho de

Casalia que le dio pérfido hospedaje en el dejó á Osorno de jefe principal

pendientes en los Llanos de A2)ani.

de los inde-

No

tardaron en

unírsele don Eugenio Montano, oriundo de Otumba, y don Miguel Serrano, valiente guerrillero, que abandonó

cómodo empleo que

ejercía

en una de las haciendas

pero descubiertos y condenados á la pena capital

ción;

sellaron con su sangre la

tarde

,

los

jóvenes Tinoco y

la

perturbaron, como

dispersos,

Osorno y sus compañeros volvían á reunirse á pocos días, y en esta guerra especial incesante y dura fatigaban ,

á los soldados del rey y no

Algunas ventajas,

sin

,

les

daban tregua

embargo,

ni respiro.

alcanzadas por don

peticmbre de 1811, fué herido ligernmenle en uno mono el fndetc del regimiento fijo de Verocruz don Anlonio López de Suntu-Annu.

misma

Palacios sufrieron la

motivos ocultaron cuidadosas los autoridades locales,

la

Con frecuencia batidos y

Más

justa de las causas.

independencia; pero estas cuatro ejecuciones, cuyos

una guerra en la que no era posible esperar cuartel de las tropas vireinales.

más

suerte por haber intentado una conspiración á favor de

del conde de Santiago para exponerse á los peligros de

^

no

gente del campo casi no sabe dar un paso que

no sea á caballo,

cional

el

que

y

Entre éstas, puede

vecinos de los pueblos y de las haciendas.

entonces.

,

insurrección

caballo nadie que no tuviese carácter

Zacapoaxtla, y tan pronto amenazaban á Calpulalpam como

San Blas

la

recoger para remonta del ejército los caballos de los

incansables y audaces, movíanse desde Tulancingo hasta

tal

apagar

contarse la orden dada para que no pudiese montar á

frecuentes salidas en persecución de los contrarios, que

La muerte

creyó

más que para encenderla.

sirvieron

realista hacia los

Osorno y Aldama

de

mencionado

la

servidumbre.

Al principiar noviembre

(1811), un

vecino de Tlalaltepec llamado don Antonio Valdés

diez

españoles

cayeron sobre

de la '

capital

Xl AMAS.

de 1850.

establecidos

en las cercanías

los insurrectos las tropas realistas

de

la

— Historia

provincia al

mando

de México, tomo

II,

,

puso

dando muerte

en movimiento á los indios de Jamiltepec, á

no

arriba dijimos, la tranquila calma de

del

;

pero

enviadas teniente

png. 417, edición

MÉXICO A TBAVES DE LOS S10L08 coronel Ortiz de Zarate allegaron

de

casas

en

sangre

los

indios

quienes

del capitán Caldelas,

y

levantamiento y quemaron las

el

que habían alzado

de la

grito

el

Tal era, á grandes rasgos trazada, la situación del

Debemos ocuparnos

vireinato al espirar el año de 1811.

movimientos

los

del

Morelos

ilustre

cuyas

,

esplendorosamente ese mismo año, tan

cierran

liazañas

en medio

de

asechanzas

las

su nombre

;

encubiertos ú osados

de

muy

gos, infundía gran confianza en los primeros y

temor

mismo gobierno

al

cia de

á

ella á

don Ignacio

pormenores

mil

otros

de crear la nueva provin-

este lugar el título de ciudad

nombrando intendente de atender

cuentas á los encargados del

las rentas públicas,

Tecpam dando á

justo

Después de nombrar

vireinal.

comisionados que tomasen

manejo de

i

respetado ya por amigos y enemi-

,

y

Ayala, y de

demuestran

que

primeros días de noviembre,

los

fin

haciendo

,

formados

en la

triunfantes persiguiendo á los

que huían despavoridos por los oscuros claustros Cuatro

convento.

del

un furioso

éstos

empuje, forzaron los atrincheramientos

doscientos fusiles

y

cañones,

parque en abundancia,

tantos prisioneros

otros

fueron

^

el

Musitu, que había desplegado la

fruto de esta victoria.

mayor bravura durante

La

combate, fué fusilado en

el

el

su

Tlapa, donde entró sin resistencia; desde

dirigiéndose

á

destacó una

allí

partida á las órdenes de don Valerio Trujano á ocupar

el

victoria de Chiautla abrió al vencedor el camino

cuyos habitantes

hasta Izúcar,

demostraciones de regocijo la

distinguieron por su adhesión á la independencia, días después

se le presentó

seis

el

á

lo

nuevo

hombres más esforzados que habían

de luchar por la libertad de la patria.

Cundió angustiosa alarma en Puebla cuando llegaron desastre de Chiautla y de la entrada de

del

noticias

las

Morelos en Izúcar.

De pronto

de trescientos hombres

del Campillo dio

que en Chiautla (sur de la intendencia de Puebla) estaba

filas,

que accedió Morelos desde luego adivinando en auxiliar uno de los

tropas del rey

Sabedor

y

cura de Jantetelco, don

el

Mariano Matamoros, pidiéndole servir en sus

militar oscuro

derrotado.

10 de diciembre. Entró en

el

violentamente por los moradores de ésta, que siempre se

pueblo de Siiacayoapam, donde había un destacamento de

que fué fácilmente

con grandes

lo recibieron

numerosos arcos de triunfo erigidos

población bajo

incansable actividad, salió el valiente general de Chilapa hacia

al

;

parte superior y entraron

dejado á este denodado campeón de la causa

nacional ocupado en organizar sus fuerzas en Chilapa

asesinos

asaltantes

acto sobre sus allanadas trincheras.

fecundo en lágrimas y sangre.

Hemos

los

realistas,

independencia.

ahora de

de

267

sin

y

se organizó

mando

al

del

una fuerza

coronel Saavedra,

El obispo González

antecedentes.

un peso á cada uno de

los

trescientos

soldados de Saavedra y aun llegó á prometerles la remi-

situado el español don Mateo Musitu con ánimo de defen-

sión de sus pecados si salían á combatir á Morelos, pero

derse á todo trance, resolvió marchar en los primeros

á pesar de tanta munificencia, la expedición no llegó á

días de diciembre

efectuarse

contra ese punto

de cuya posesión se

,

prometía considerables ventajas.

Morelos en

tres

efecto

al

,

divisiones,

Galeana y

el

de

la

dividió

,

dando

el

y

el batallón

Llano, conociendo lo

pequeño

su

mando de

la

ejército

primera á

segunda á don Miguel Bravo

,

niéndoles que se dirigiesen por Huitzuco hacia el

Llanos de Apam, y formando con

Plan

de artillería ordenó á su jefe que se dirigiese á atacar á

principal de Izúcar,

aquellos contornos,

calles

apenas supo que iba á ser atacado

se aprestó á una vigorosa defensa: tenía cuatro cañones,

allegar

y

se

los

fortificó

edificio propio

el

nombre de Mata-Morclos

elementos

en

el

el

ocupado

Éste, que no esperaba una tan pronta acometida,

que á

ella

de su gente en las azoteas de las casas

Soto-Maceda se

situó el

por los

San

Agustín,

comenzó realistas,

el

ataque quienes

dientes,

fortaleza.

trabándose

interior

de

Derrotados los defensores en

el

la

terrible

y

improvisada

don Pedro Jlicheo, parapetos

que

,

tomaron posición en

patio

la escalera

emprendieron

y corre-

y desde

allí

sostuvieron un mortífero fuego que diezmaba las masas '

Capítulo

XV.

el

teniente de navio

avanzaba con denuedo contra

defendían

los

insurgentes

los

armados de

Cinco horas duró este recio combate, al cabo de las

'

dores bajos

defendidas por los indepen-

en tanto que su segundo,

cuales Soto-Maceda,

independiente el

7 de diciembre en el Calvario,

á los edificios y trincheras

de

los

combate en

]

circunvecinas.

convento

hondas y flechas.

el jefe

las

desembocan y colocando gran número

una salida, pero pronto se vieron forzados á refugiarse tras los muros del viejo convento. Hasta allí siguió

perímetro de la plaza

posición dominante desde la que hizo disparar granadas

hicieron

encarnizado

fortificar el

formando parapetos de vigas en

,

para resistir durante algún tiempo. Apenas

edificio

Morelos.

y todos de guerra que pudo

se presentó Morelos (4 de diciembre),

contra

una

columna de seiscientos aguerridos soldados y tres piezas

apenas tuvo tiempo de

ellos

ella

previ-

El jefe de esta plaza, Musitu, que era rico propietario en

con

El coronel

de la situación, hizo venir

violentamente la división que al mando de Soto-Maceda recorría los

de Amilpas, mientras él, k la cabeza de la tercera formada de ochocientos indios flecheros y dos compañías de su escolta, marchaba rápidamente contra Chiautla.

á uno de los cuales dio

disolvió á poco.

se

difícil

Entre

herido

mortalmente, y su segundo

una desastrosa

retirada

los prisioneros se holló el ciipcllún

perseguidos

de

de Musitu don José

Manuel de Herrera, licenoindo y cura de Huamaxlitlán. Morelos lo perdonó y le otorgó toda su confianza nombrándolo vicario cüSt trense, lo que le preparó la senda de las dignidades á que llegó en lo sucesivo.

MÉXICO Á THATÉS DE LOS SIGLOS

268 cerca por los vencedores.

Llegaron así á la Galarza,

llevando al moribundo Soto-Maceda, que espiró en Cbolula

camino

dos días después, y dejando en poder del vencedor cien

hacienda situada á cuatro leguas de Izúcar, en

de Puebla, y en medio de nocbe se renovó

las

combate

el

el

primeras sombras de hasta

las

diez,

en

la

que

deshechos los realistas, muertos sus principales jefes,

fusiles

después fueron puestos en libertad

Este

y

perdidos sus cañones, huyeron en dirección á Attíxco,

disposiciones.

Pero

supo resistir á

la

el

militar

halagadora

estaba

dejando

que

dominada por enemigos á

hubiesen

salido

,

armas

hizo

temblar

á

Taxco

una serie de enérgicas

por completo, y dejando en Izúcar al coronel Matamoros

tentación

de

ocupar la

y á

los capitanes

Guerrero

^

con

don José María Sánchez y don Vicente la

orden

de

que

levantasen

nuevas

pues la tierra del Sur no

completo

la

de

volver á la Tierra Caliente para hacerse dueño de ella

hábil general de la independencia

segunda capital del vireinato

hecho

'.

para cuya defensa se

la ciudad,

por la autoridad

dictó

brillante

días

Puebla , cuyos habitantes creyeron que Morelos marcharía

Furi'uquiu de

inmediatamente contra

y gran número de prisioneros que pocos

,

y

entrar

en

Puebla

espalda y expuesto á las tropas

violentamente

de

la

capital

vireinato no era cuerdo ni digno de su pericia.

del

Prefirió

' VéBse fragmento de unn romunirnción del virey WnPRnR de 20 de diciembre de 1811. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo III, pñg. 45G). ' Este distinguido patriota, cuyo nombre asentamos por primera vez, se habla unido a Morelos á fines de 1810.

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS fuerzas,

de Izúcar con dirección á Cuantía, donde

salió

entró sin resistencia el 24 de diciembre. llientras

alcanzaba sobre los realistas de Soto-Maceda las notables

de Izúcar y

victorias

Galarza, sus tenientes Bravo

la

(don Miguel) y Galeana, á quienes hemos visto destacados desde Tlapa con dirección á Taxco, habían desel

plan de campaña cuya

realización se les había confiado:

Bravo avanzó sobre

arrollado con felicidad y denuedo

defendidas por los realistas,

las posiciones de Huitzuco,

huyeron

que

intentar

sin

y Galeana,

resistencia;

la

en las mismas Cortes, hubo profunda excitación en la capital

derrotaba á Musitu y

Morelos

.bravo

el

salieron á luz escritos vehementísimos

:

agitación

bando

en

por

defendida

,

comandante

el

García

Eíos,

también español, y que se había concitado los odios de todos aquellos habitantes por su extremada crueldad é

La toma

instintos sanguinarios.

últimos

los

días

de

de Taxco, efectuada en

diciembre, fué

el

suceso de

más

que

se

inclinaron

por

virey á publicar un

al

prohibía, bajo severísimas

penas, la

y se hacía extensobre materias

siva la prohibición á las conversaciones

Otro bando del mismo virey, expedido en 30 de

políticas.

noviembre

mandaba

,

que

los

dueños

fincas

que

,

no

caserío de

el

armas de fuego

tuviesen

y no montasen á caballo

,

haciendas

de

hicieran que sus arrendatarios viviesen en

blancas

Taxco

Sur,

el

alcanzados

triunfos

los

circulación de manuscritos subversivos,

de Tepecuacuilco, después de un corta refriega, y orde-

Sin pérdida de tiempo avanzó contra

de

noticias

las

Morelos en

aquellas

don Manuel Vélez.

prodigá-

;

ronse insultos los partidos, y unidas á este motivo de

marchando á la izquierda de su compañero, se apoderaba naba el fusilamiento de uno de los prisioneros, el español

269

muía

en

sino

,

ni

ó

que

impracticables

Disposiciones y órdenes nunca llegaron á obedecerse, pero que concitaban odio

borrico.

inextinguible á la autoridad que las promulgaba.

La Junta debemos

de Zitácuaro, cuyos actos á fines de 1811

no tardó en verse presa de intestinas

referir,

más tarde produjeron males

disensiones, que la

sin cuenta á

Desconfiaban de Eayón

causa de la independencia.

año de 1811; los vencedores se

sus mismos colegas, no porque dudasen de su decisión ni

apoderaron en aquel rico mineral de un valioso botín y de gran cantidad de pertrechos de guerra; García Eíos

de la entereza de sus opiniones, sino porque temían que

fué fusilado en castigo de las execrables maldades que

cipaban los principales jefes que rodeaban y sostenían á

antes había cometido bajo

la

importancia que cerró

pretexto de reprimir á los

el

de la independencia, y

partidarios fin

el

el

mismo lamentable

tuvieron otros once españoles que cayeron en manos

de Galeana. '

Al

que Morelos y sus

tiempo

impetuosos

tenientes vencían á los realistas del Sur, algunos sucesos

de

en

vaciado

Eoma,

relativa

importancia

Vacante

ocurrían

en

la

capital

del

sede arzobispal desde la muerte

la

de don Francisco Javier de Lizana y Beaumont,

que

el

mando supremo, y de

este recelo parti-

animado de ardiente patriotismo y molde de los republicanos de la vieja

Liceaga,

Junta.

el

era quien más

tendencias

mismo

vireinato.

arrogase

se

del

sombrío

presidente

mostraba ante

se

Vaiias

gobierno.

del

hubo lugar á reconciliaciones entre

los

individuos de la

Junta, y con motivo de alguna de ellas escribía Eayón Morelos, en

el

ducta de mis compañeros ha variado en alguna paite,

pues nos hallamos reunidos y removido en cierto modo principal motivo de

para sucederle don Antonio Bergosa y Jordán, obispo de

pueril

Oaxaca, á quien no recomendaban sus pocas

creo no los abandonarán en el resto de sus días."

escaso talento, colonia

se

pero que entre todos los prelados de la

había

distinguido

por

su

enconosa

contra el levantamiento de independencia.

Anuncióse su

nombramiento en México

el

mismo año, causando

noticia profundo

la

gran mayoría de

comprendían que

los

tal

23 de noviembre de aquel

los habitantes

desagrado en

de la capital, quienes

motivos que produjeron

de un hombre asaz mediano como

demostraban en

pasión

el

la elevación

obispo Bergosa,

hombres de gobierno de

no

y carácter

mi

débil

total

Por este tiempo fué cuando María Cos

,

de la Junta de Zitácuaro,

Venegas, era enviado de México que interceptaba

el

á

Zacatecas á la sazón

de las que una, á las órdenes del cura don José Manuel Correa,

desbarató la escolta que custodiaba al doctor

condujo ante la Junta Suprema,

lo

en ser uno de los más celosos

terribles agitaciones de

que era víctima

la colonia.

ilustres auxiliares.

disposiciones

sospechoso á favor de la independencia

dominaba en

las

de

de

camino un sin número de partidas,

Cos y

espíritu

don José

desconfianza

la

tardó

Igual

gobierno)

al referir los trabajos

con una política conciliadora las

la metrópoli

el

el geniti

se incorporó á este grupo de

Víctima de

patriotas.

el

doctor

el

de quien hemos hablado

distinguidos

aunque

disgusto,

(de sus colegas en

la intención de aplacar

los

á

"La con-

mes de noviembre de 1811:

aconteció en los primeros meses de 1811, fué nombrado

luces ni

las

veces

«De

,

de la que no distinguidos

é

esta suerte, dice un autor nada ',

la desconfianza

revolución

de Venegas precipitó á la revolución á un hombre de

adoptó una política de terror y de inflexible severidad.

gran talento, de ingenio fecundo en invenciones, y qne hubiera sido más peligroso de lo que fué, si se hubiera

Venegas, quien desde

el

primer asomo de

la

Con motivo de una representación hecha á las Cortes de Cádiz por don Francisco Chávarri, don Diego de Agreda y don Lorenzo Noriega, prior

el

primero y miembros los

otros dos del consulado de México,

para

encontrado con gentes más dóciles á sus consejos y más dispuestas á seguir sus buenas ideas.»

que se conce'

diese á los americanos

el

derecho de ser representados

Ala MAN.

de 1850.

— Historia

de México, tomo

II,

pág. 446, edición

MBXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

270

Rayón y aceptado

,

sus colegas

ordenar

al

fragata don Manuel prisionero

en

el

fusilamiento del

de Céspedes Tepeji

del

habiendo

que

,

Río

á

de

capitán

sido

principios

de

noviembre, fué conducido á Zitácuaro en compañía de otro

español,

don Ventura García Otero; y éstos,

así

como dos mexicanos, fueron sentenciados á muerte y fusilados el 20 de aquel mismo mes. Quiso la Junta explicar los motivos de estas ejecuciones

clama

qua

por

su

Hemos

firmes en la misión que habían

dieron pruebas de grande energía y decidieron

de su suerte

hecho

,

mandato

firmó

el

,

y en una prosecretario

del

documento anterior porque

otros de la

misma especie procedentes

de aquella época aciaga, demuestra que la salvación pública se

principio de

el

invocaba siempre para atenuar la

penosa impresión que debían dejar en los ánimos tan repetidas y sangrientas los casos se percibía

herido gravemente

claramente

en

Pero no en todos

ejecuciones.

patíbulos sin tasa ni medida,

necesidad de erigir

la

y en

momento de

el

que

de Céspedes,

el

ser aprehendido

tenía derecho á gozar de las inmunidades que exigen el

y la desgracia, no era excusable la precipitación, mucho menos digno de defensa el encono que presidió

valor ni

gobierno don Remigio de Yarza decía lo siguiente:

el

copiado íntegro

como muchos

éste,

á su condena.

«Procurando proceder en todos los sucesos que han ocurrido en el progreso de la justa causa que defendemos contra los europeos, nuestros opresores, deponiendo al déspota gobierno español que nos tiraniza, conforme á los sentimientos de humanidad y clemencia que nos caracterizan y de las que tenemos dadas públicas é irrefragables pruebas, hemos perdonado generosamente k muchísimos europeos, que después de derramar con inhumanidad é irreligión la inocente sangre de los fieles americanos que han adoptado nuestro sistema, han caído en nuestras manos; y asimismo multitud de criollos desleales que fascinados por las supercherías que prodigan los enemigos, ó por un vil interés, prostituyendo su honor, han seguido sus detestables banderas; pero enseñándonos la experiencia en el espacio de catorce meses que tenemos la desgracia de pelear con tan indómitas fieras, que nuestra indulgencia, lejos de producir la justa recompensa que exige el derecho de guerra y común de gentes, han tratado á los nuestros con el mayor vilipendio, ya dándoles muerte afrentosa sin atender á su calidad y graduación, ya condenando á presidio á centenares que han perecido devorados del hambre y consumidos por el más duro trabajo, insoportable aun á las bestias; hemos venido en conocimiento de que la recta y severa justicia sólo podrá conseguir lo que no ha alcanzado la caridad y misericordia, escarmentando con el castigo condigno á sus delitos á los que, contumaces, trataren de sostener el inicuo y odioso partido del gobierno, ya sean europeos, ya americanos.

Y

llevando á efecto con bastante dolor tan necesaria providencia, habiendo aprehendido nuestras armas en Tepeji del Río á las personas de José Manuel de Céspedes , natural de Sevilla; Ventura García Otero, de Porto-Novo; Félix Oropilleta, de Veracruz; y José Alejo Vargas, de México; previas sus declaraciones y sustanciación de causas, resultando de ellas reos de lesa nación, y Orapilleta á más .«acrílego por haber ejecutado á sangre fría varios homicidios en la iglesia de Jocotitlán, los hemos condenado á la pena del último suplicio que se ejecutará en este día, haciéndoseles saber esta sentencia enfrente de las tropas, y fijándo.se después por bando en los parajes acostumbrados, para instrucción y escarmiento de las mismas tropas y común de vasallos que forman el pueblo americano, sirviendo al mismo tiempo de pública común amonestación, que p1 que proclame la gracia de indulto, demora en la ejecución ó cualquiera otra, será castigado con igual pena de muerte. Dada en el palacio nacional de Zitácuaro, sellado de nuestras armas y firmado de nuestro Secretario, en veinte de Noviembre de ochocientos once •.» '

Colección de documentos de

pég. 43*.

J.

E.

HernúnHcz Dúvnios,

También

mostró

se

don Tomás

contra

del ilustre Hidalgo

Junta

la

inflexible

é

y sus compañeros don José

Ortiz

María Arnaldo y don Juan Santa-Ana.

Aquél, sobrino

y nombrado por éste comandante de de Michoacán, se había mostrado

los distritos orientales

reacio á las órdenes de la

misma Junta,

la cual lo redujo

á prisión así como á las personas que ya hemos nombrado.

Sometidos á juicio ^or las acusaciones que se

en

de robos perpetrados

condenados á

fueion

precisamente

el

La muerte de

Ortiz,

la

pena

como

les hicieron

desempeño de su misión,

el

que se

les

aplicó

diciembre

de

1811.

capital,

de

último

día

de Triarte, que también fué

la

ordenada por Rayón, como hemos visto en su lugar, se imputó á éste en

sucesivo como

lo

un

y calculado

frío

asesinato llevado á cabo con el propósito de quitarse de

en medio rivales peligrosos, causa que

formó

le

bien en

si

el

curso de la

gobierno vireinal hizo recaer

el

responsabilidad de la muerte

la

de Ortiz sobre su colega

en la Junta don José María de Liceaga.

El año de 1811, que se abrió bajo tan cios para las

zaron

en

armas vireinales con puente

el

Chihuahua á

de

Calderón

felices auspi-

que alcan-

triunfo

el

morir

que vio

,

los principales caudillos

de

la

en

independencia,

y que registró tantos y tan sangrientos combates en los anchurosos ámbitos de la colonia, se cerraba sombríaen medio de lágrimas y de pavorosa matanza.

mente

Los presagios de una pronta y

fácil pacificación

sus principios abundaban en los

dominadores

los

,

y comunicaciones de origen

Y

documentos

realista al

que en

oficiales

no vuelven á aparecer ya en

de

los partes

terminar

el

año.

era que la experiencia demostraba á aquéllos que una

gi-an los

mayoría de

los

hijos

de Nueva España sostenía

sobrehumanos esfuerzos de

los

propugnadores de

la

independencia.

De

la

guerra habían surgido dos hombres que colo-

cados en uno y otro bando habían llegado á encarnar las aspiraciones, partido.

las

esperanzas y hasta

Calleja había brotado en

el

carácter de cada

medio de

la desolación

de los suyos, aturdidos ante la osadía de los hombres de Dolores, y cuando los primeros creían irremediable su derrota, y cuando la

t.

airada

misma temblaba ante

capital

los

III,

vencedores de las Cruces,

el

general español asestaba

MÉXICO Á TBAVis DE LOS SIGLOS en Guanajuato, en Calderón

de 1810,

y en Zacatecas, y por medio de felices combinaciones aprehendía de un golpe á las más prominentes figuras de

Carácuaro

rudos golpes á

la

la revolución

independencia

con

;

los

elementos

pocos

Venegas

rivalidad y celos de

le

más indispensables medios de

y servirse de ellos en

,

pues

que

la

negaban con frecuencia acción, él supo crearlos

momentos más angustiados;

los

con

sus

muertas

271

alzábase

en

inquietando rápidas

y

Sur

el

el

seriamente

felices

integérrimo

gobierno

al

correrías

y

esperanzas de los patriotas.

ninguna clase,

cura

de

vireinal

reviviendo

las

Sin elementos de

había podido crearlos en fuerza de su

él

genio admirable, y los engrandecía diariamente con los

que

arrancaba

al

enemigo en

los

campos

de

batalla.

que juzgaba subditos rebeldes,

Rodeado de tenientes que con rara penetración había

prodigó la pena de muerte y dio aliento y ci-eces, con su

y que secundaban sus planes con prontitud y denuedo, pudo conquistar la ancha zona del Sur y llevar

animado de saña contra

ala crueldad sanguinaria de

ejemplo, fuerza

los

estribaba

en la

educaba á sus soldados, y en establecía

y

afirmaba

vigorosa acción. lo

el

el

quiera

severidad

que

su

ejerciese

Morelos,

causa

de

la

Chihuahua y fin

al

misma

capital del vireinato.

Rayón continuó

Creció su si la

Junta

destinado á dar cima á la obra de

centro respetado y reconocido del levantamiento nacional,

más

Morelos era su más prominente sostenedor y en quien

y que concentrase en

sus

él

el

la

de

Zitácuaro

por

dirigida

se fijaban desde entonces todas las miradas.

lado

contrario,

hora del mayor

independencia las derrotas

atrevido

la

en proporción de sus victorias, y

es maravilla que el partido español

reino

en

Puebla y de prestigio

el

ardientes esperanzas.

precisamente en

á fines de 1811 el terror de sus armas á pocas leguas de

No

aclamase como

pacificar

donde

sus tenientes; su

en que y régimen despótico que

disciplina

elegido

:

cuando

se había

revelado

infortunio los

para

cadalsos

la

de

de Rayón parecía que ponían

levantamiento,

iniciado

en

setiembre

pues, Calleja

que

el

curso

y á Morelos,

de el

los

al

otro,

lucha devastadora y encendida se decidiese terribles

y rápidos choques.

el

p]sperábase,

acontecimientos

uno frente

siendo

pusiese

á

y que

la

al

fin

en

——

LIBRO SEGUNDO 1812

— 1815

CAPITULO PRIMERO —

Calleja se pone en movimiento y llega á vista de Los triunfos de Morelos obligan al virey á modificar su plan de ataque contra Zitáouaro. ° ejército realista el —Medios de defensa de los independientes.— marcha halló en su 1812.— que 1 Dificultades enero de de la villa el Toma de Zilácuaro. Don Ramón Rayón, herido. Pérdidas de los independientes. La Junta se Los ataca Calleja el 2 de enero. Porlier sale de Toluca y Bando bárbaro de Calleja. Saqueo é incendio de Zilácuaro. traslada ú Tlalchapa y luego á Sultepec.



















Triunfo de Porlier. Primera acción en la barranca de Tecualoya el 3 de enero. ocupa sucesivamente á Tenango y Tenancingo. Segunda acción de Tecualoya el 17 de enero y descalabro de los realistas. Morelos, Bravo y üalcana muévense contra Porlier. Derrota de Porlier el 22 de enero. Su retirada á Toluca. — Morelos se Retírase Porlier á Tenancingo y se fortifica en este pueblo. Venegas destruir este ilustre campeón de la indepenpreparativos de para á Vigorosos donde entra el 9 de febrero. Cuautla, dirige á Ordena Venegas á Calleja que marche á combatir a dencia. — Tropos españolas que llegan é Veracruz en el mes de enero (1812). Hace dimisión del mondo y Venegas nombra jefe del ejército del Resistencia de Calleja á cumplir las órdenes del virey. Morelos. El virey ruega á Calb ja que siga en el mando de las tropas. Descontento al ejército ese nombramiento Centro al brigadier Irisarri. Festejos con que es recibido por el partido español. — Concesión de Entra en México al frente de su ejército. Carta de Calleja. Disgusto que ésta causa á los oficiales americanos. Ordena Venegas la salida del ejército Promoción general. gracias y ascensos. Sale de México el ejército y acampa á Instrucciones que da á Calleja. Plan de campaña. del Centro contra el general Morelos. Sucesos militares ocurridos en otras partes del vireinato después de la tomo de Zilácuaro. dos leguas de Cuautla el 17 de febrero. Las partidas de los Llanos de Apain atacan á TulanDon Manuel de Mier y Terán establece una fundición de cañones en Sullepec. Albino (Jarcia en Guanajualo y Michoacán. García Conde ahuyenta á los independientes de San Miguel el cingo y son rechazadas. Palma milagrosa que dijo haber visto el comandante Combates en la parte septentrional de la intendencia de Guanajuato. Grande, Don José Regules Villasante Torre. La revolución en Oaxaca en enero de 1812. Trujano propaga la insurrección en la Mixteen. Es atacado en Yanhuitlón y rechaza á los independíenles. recibe el mando de las tropas destinadas á combatir la revolución.





















— —



— —



— —











— —







Galicia. — Negrete desbarata una gruesa partida de insurgentes á principios de enero. — Ventajas — Agitación revolucionaria en la provincia de Veracruz é principios de 1812. — Don Guadalupe Victoria se pone al frente de las guerrillas de la costa desde mediados del año anterior. — Junta de Naolinco. — Refle.xiones.

Nueva

Reaparece

la

del coronel

don Manuel del Rio.

Abrióse

revolución en

el

año de 1812 con

contra Zitácuaro el general Calleja. distinguido jefe

realista,

del año anterior, en

el

ataque que dirigió

Hemos

dejado á este

hacia mediados de

San Felipe del Obraje

^

diciembre

al frente del

ejército del Centro, en espera de pertrechos y elementos

de guerra que debía

de México

enviarle

vireinal, y dando tiempo á

el

gobierno

movimientos de tropas

los

Los triunfos repetidos que por aquellos días alcanzó al

sur de

Puebla,

en Chiautla,

Galarza, obligaron á Venegas á modificar

campaña contra Zitácuaro.

de los insurgentes, aunque ordenándole que enviase á Calleja el batallón de la Corona que formaba

guarnición de esa última ciudad.

parte de la

Encaminó en

la

misma

dirección un centenar de dragones de Puebla y algunos

obuses

de

bronce

fundidos

Tolsa bajo la inspección

en México por

del

coronel de

el

célebre

artillería

don

Antonio Ponce, y prescindiendo del plan de ataque que

que tenía combinados con Porlier.

Morelos

no se moviese de Toluca, temeroso de un golpe de mano

Izúcar el

y' la

plan

de

había formado y prescrito á Calleja desde algunos meses atrás, dejó á éste en libertad de adoptar el que creyese

más conveniente. El

Lejos de enviar refuerzos á

ejército del Centro, fuerte de dos mil ochocientos

Calleja, hizo volver á México, desde Querétaro, al teniente

infantes, mil indios zapadores, dos mil doscientos caba-

coronel Andrade para que con su batallón marchase á

llos

engrosar las tropas de Puebla

en movimiento hacia Zitácuaro

'

Capítulo XVI, T. 111.-35.

lib.

L

,

y

previno á Porlier que

y

veintitrés

cañones de diversos calibres, se puso el

22 de diciembre (1811),

llegando al anochecer de ese mismo día á la entrada de

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

274

que por todos lados rodea á aquella población

la sierra,

Penosa fué

en distancia de doce á veinticinco leguas. desde entonces

marcha de

la

á través de

realistas

los

una serranía áspera y salvaje, cortada por barrancas y precipicios, cubierta de espesos bosques que en casi todo

año, pero especialmente en la estación del invier-

el

de lluvia y de hielos que forman resbaladeros en las

y profundos pantanos en

A

bajíos.

los

estas

naturales se juntaban zanjas, árboles derri-

dificultades

bados y gruesos peñascos que los independientes habían abierto y aglomerado con anticipación en las estrechas sendas para retardar

paso de sus enemigos,

el

lograron alcanzar, pues

ejército

el

de abandonar

ocho

la

esos mismos

villa

en ella habían sufrido sucesivamente las divisiones de

Torre y de Emparán. Calleja reconoció las fortificaciones de Zitácuaro

más oposición que

efecto sobre su escolta,

hacer formó durante

mañana

y con

la

la

falta

de forrajes, y

si la

tropa no

escasez de víveres debido fué á la previ-

sión de Calleja que hizo

marchar

columna más de

tras la

Después de vencer tantos obstáculos

la

loma de

los Manzanillos

enero de 1812.

y su

y á

ejército

,

á fuerza de

acamparon en

vista de Zitácuaro el 1.° de

Dentro de esta

villa

Llegado

momento,

el

de San Juan

el

Viejo,

la plaza,

una batería sobre

la

loma

punto dominante desde

el

cual

situó

el

atrincheramiento del centro

y protegidas por sus cañones, movió sus

columnas, proponiéndose caer sobre la espalda del ene-

migo mientras aparentaba formalizar

Una de

frente.

había, según los

más

débil, en tanto que Calleja con el grueso

cito, dividido

mente de

Castillo

y Bustamante, Jalón y

rías bien

y

plina,

armas

,

mayor parte

sin

procedentes de los pueblos inmediatos que se re-

tenientes

los

de

los

insurgentes,

y

dejando atrás una fuerte coroneles

Oviedo y Rui,

marqués de Guadalupe Gallardo.

del

A

cierto grado de disci-

veinte mil auxiliares, en su

y

ejér-

coroneles Oroz y Meneso, embestía con brío el centro

reserva á las órdenes de los

construidas y hábilmente situadas; setecientos

del

en tres secciones, á las órdenes respectiva-

vivían en ella, treinta y seis cañones colocados en bate-

y con

el

marchar por caminos extraviados y

recibió la orden de

derecha

fusiles

ataque por

el

mandada por García Conde,

aquéllas,

informes dados al general español por varios espías que

hombres armados de

la

atacar por la retaguardia en el punto que considerase

mil muías cargadas con provisiones abundantes.

trabajo y constancia, Calleja

y en

cución.

de

mucho por

,

día siguiente, 2 de enero, lo puso en eje-

del

Zitácuaro,

sufrió

que pudo

las observaciones

noche su plan de ataque

la

flanqueaba por completo

padeció por

sin

de algunos cañonazos tirados sin

la

días en recorrer doce leguas hasta ponerse á la vista de

y alguna vez, en veinticuatro horas no le fué posible avanzar más de media legua i. Su caballería

se opondrían, pues

consideraban inexpugnable después de los reveses que

la

lo cual

realista tardó

eran tan

le

necesarios, como porque creía firmemente que en el caso

acompañadas

no, se hallan envueltos por densas nieblas

laderas

de aquellos pueblos, cuyos auxilios y servicios

las

once de la mañana principiaron los movi-

mientos de las columnas realistas protegidas por

de sus baterías

,

al

que respondieron con vigor

el

fuego

los

caño-

nes de la plaza. Grandes estragos causaron en las tropas

unían al primer llamamiento y que se destinaban á ocupar las alturas para arrojar grandes piedras que dañasen al

del rey las bien dirigidas descargas de los reductos, pero

enemigo ó embarazasen su marcha.

la villa

avanzando aquéllas más y más, preciso era que un fuego

por un foso que medía una legua de perímetro, se hallaba,

sostenido de fusilería completase la obra mortífera de los

además,

cañones.

fortificada

Circunvalada

por un parapeto de tres varas de

espesor y por cuatro baterías situadas en los puntos más accesibles de la línea de defensa sin

embargo, no era

tenía en

mano

su

fácil

el

2.

Con

tales elementos,

contrastar los formidables que

general Calleja,

y

así

lo

conoció

don Ramón Rayón, quien aconsejó á su hermano que era preferible

el

abandono de

la

derrota segura que sumiría en

Suprema. esperar

el

plaza á exponerse á una el

desprestigio á la Junta

Su hermano convino en

ello,

pero

resolvió

ataque, tanto por consideración á los indios

Eso era

lo

que faltaba á

que empezaron á desconcertarse ante

columnas enemigas. por un puente, plaza,

lo

La

división

prevenido

al

los independientes, la

marcha de

las

de García Conde pasó

efecto,

al

recinto

de la

cual, observado por Castillo y Bustamante, le

hizo avanzar

con más presteza entrando en

la población

por la derecha y acuchillando á un cuerpo de caballería de soldados de Tierra Caliente.

No

tardaron en seguir

su ejemplo la columna de Jalón y las reservas mandadas

por Calleja en persona; y

si

bien la defensa fué tenaz y

y ruda pelea, al y acabaron por ponerse en

se sostuvo por los independientes brava ' Calleja escribía á Venegas en el curfo de esta fatigosa marcha: «...Hace cinco días que no cesa de llover y nevar, y otros tantos que ha tardado el ejército dos leguas que tendrán á lo sumo las dos cañadas de la Hoya de la Virgen y de San Mateo, á cuya salida estoy situado, á tres leguas de Zitácuaro; ellas son intransitables por naturaleza, y los enemigos las hablan convertido en derrumbaderos deshaciendo sus estrechas veredas, Mbatiendo centenares de gruesos árboles, de que están cubiertas, y abriendo profundas zanjas que ha sido necesario cubrir ó costa de inmensa fatiga. lín muchas partes ha sido necesario abrir camino, y en casi todo él llevará brazo la artillería, los carros de municiones y los de los enfermos .,» ( BusTAMANTK. Campañas de Calleja, pág. 142). • BuBTAMANTE. Campañas de Calleja, págs. 136 y 137.





fin

se vieron obligados á ceder

fuga.

Don Ramón Rayón

hizo durante el combate prodigios

de valor, y no se retiró sino cuando vio retroceder atro-

pelladamente y en confusión de las reservas.

En

estos

la línea

que atacó

la división

momentos una bala de cañón

abrió por el pecho el caballo que montaba, y dio tan fuerte

caída que

un

ojo

:

lo

tuvieron por muerto, y de sus resultas perdió

debió la vida á su asistente Joaquín Ruiz, que

puso en salvo aunque recibiendo

él

mismo

lo

cinco heridas.

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS Perdieron los independientes en esta infausta jor-

nada, y después

de

una sangrienta lucha de

cuatro

275

ofreciendo á éstos

y á

demás habitantes que depu-

los

siesen las armas dentro de ocho

días,

el

perdón de la

horas, toda la artillería, inmensa cantidad de municiones,

vida, pero no la restitución de sus bienes, debiendo ser,

una maestranza, vasto acopio de

los primeros, destinados á allanar las fortificaciones levan-

un

de armería,

taller

y cien hombres entre muertos y heridos, no siendo más porque Calleja no siguió al alcance de los víveres

estado de su caballería

fugitivos, á causa del lamentable

después de

Mayor dos

fué la pérdida de los realistas en muertos

pues

,

penosas marchas que acababa de efectuar.

las

en

sólo

el

enterraron

foso

ochenta

Todo pueblo que

tadas para la defensa de aquel punto.

á

admitiese

individuos de la Junta ó á cualquier

los

comisionado de ellos ó que resistiese á las tropas del quedaría sujeto á las mismas penas.

rey,

Debía trasla-

y heri-

darse la cabecera del distrito á Maravatío, y se prohibió

de

que volviese á formarse

los

allí

población.

El conde de Casa Rui, nombrado gobernador de

primeros, ignorándose cuántos fueron sepultados en otros

la

conquistada villa, fué el encargado de la ejecución de

lugares.

Fué ciertamente

pérdida de Zitácuaro uno de

la

acontecimientos

aquellos

funestos

que

suceden

contra

todos los cálculos de la razón y contra todas las combi-

naciones de la ciencia militar,

si

bien debe culparse á

don Ignacio Eayón de poco previsor antes del combate

Golpe funesto fué también

y de flojedad para sostenerlo.

este bárbaro decreto.

Antes de

del rey se les concedió

casas

,

salir

de ella las tropas

licencia para

saquear todas las

y después de haberla evacuado,

dores se alzaron por los

siniestros resplan-

cuatro puntos,

consumieron en pocas horas á

la noble

y

llamas

las

Zitácuaro convir-

y negro montón de ruinas calcinadas. división de García Conde hacia el Bajío

tiéndola en informe

esa derrota para la Junta, que perdió en prestigio más

Calleja destacó la

que

terreno de las

con la orden de perseguir las partidas que hubiese por

formaban se retiraron pri-

aquel rumbo y de asegurar la comunicación entre México y Valladolid, y él mismo marchó con el resto del ejército

causa de

la

armas.

independencia en

la

Los miembros que

la

el

meramente á Tlalchapa y de allí pasaron al mineral de Sultepec, quedando en este último lugar Liceaga y Berdusco, pues Rayón se separó luego para tomar el

mando de

fuerzas

las

con

que intentaba

obrar

sobre

á Maravatío con

propósito de concluir la pacificación

hondamente perturbadas por

,

independientes durante su marcha contra la rebelde

los

Zitácuaro.

Toluca.

Al abandonar

dejó

la villa,

Eayón de

secretamente habían dirigido por esos días los miembros de México

del consulado

al

de Cádiz pidiéndole tropas

por considerar insuficientes

españolas,

para la conservación del dominio

general español ejerció, los cuales

no es competente

americanas

inocentes, colonia de

de sus propiedades

desahogándose con ese motivo en denuestos é injurias

sivo un ejemplo

dores;

en

los

oficiales

americanos

que

seguían

á

pues quedaron hondamente resentidos del modo

,

misma soberanía, despo-

la

urbanas;

privando á la

una de sus poblaciones, y dando para

contra los americanos. Estas revelaciones hicieron grande

impresión

que un

la

en pleno siglo xix, actos para

jando á los habitantes que se reconocía y confesaba ser

europeo en México,

las

«en

Así acabó esta célebre expedición,

intento sobre

su mesa varios papeles relativos á la representación que

Calleja

el

de las provincias centrales

pernicioso que no dejó de tener imita-

todo por una resolución

beneplácito

i.n

suce-

lo

Pero hecho tan

emanada de su simple bárbaro

sólo

mengua y baldón para sus autores, porque

la

produjo heroica

indigno con que se premiaban sus servicios, y muchos

Zitácuaro renació de sus cenizas y después de muchos

de entre

años volvió á ser uno de los firmes baluartes

ellos,

desde entonces, cesaron de alentar

que habían declarado á

Dueño y

hacer en

causa de la independencia

'.

ejerció ella

tropas del rey, y en cuyo recinto

sus funciones la Junta Suprema, quiso

y sus habitantes un terrible castigo.

Mandó

hacia Zitácuaro en los postreros días de 1811, el coronel Porlier, que

hemos dejado en Toluca, quiso

inmediaciones.

una respetable sección, y

distinción de condición,

término de seis días

,

sin

edad ni sexo, saliesen dentro del

permitiéndoles llevar lo que pudie-

contra

los

insurgentes.

Las

resistencia

común

fueron

Hacienda;

particular,

los indios

aplicadas

ocupaban

el

de

mano

Tenango y sus al frente

de

30 de diciembre se hizo

artillería

el

que

abandonadas por

los

Al día siguiente, último del año, entró sin en

Tenancingo,

hallando

al

pueblo

casi

á la Real

quedaron privados de sus derechos,

BuSTAMANTE — Ctíarfro histórico, tomo II, pág. 215. Gaceta de México de M de febrero de ISW. — Colección de documentos de J. E. Hernández Dúvalos, tomo IV, pág. 7. '

«

que

Efectuó su salida de Toluca

nueve piezas

la villa reducida á cenizas.

como

insurgentes

dueño, sin combatir, del cerro de aquel lugar, en halló

sen de sus bienes, para que á la salida del ejército fuese tierras, así de propiedad

tentar, con

conocimiento y aprobación de Venegas, un golpe de

salvaje 2 por el que ordenó que todos los vecinos

,

la

Mientras Calleja y su ejército avanzaban difícilmente

desde luego á diez y nueve de los prisioneros que cayeron en su poder, y el .5 de enero publicó un bando

fusilar

de

libertad mexicana.

Calleja de Zitácuaro, que por dos veces había

visto desbaratadas las

se alzó

la

odio

el



Méieico y sus revoluciones, tomo IV, páJ. M. L. Mora. gina 280. Aparte de Zilúcuaro, Calleja mandó quemar los piguientes pueblos de los alrededores: San Mateo, San Bartolo, San Andrés, Santa María, San Francisco, San Juan, Sun Miguel, Huantepec, Nayarit y Ziracuato. (Bustamante. Campañas de Calleja, página 151). '





MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

276 desierto,

porque sus moradores, entre quienes corrió

rumor de que iban á ser degollados por huyeron despavoridos á

los

el

los realistas,

bosques de las cercanías.

rato

y cuando

el

la

sabedor de que los indepen-

columna

al

Después de un largo

coronel realista hubo notado algún des-

concierto en las

El 3 de enero de 1812, Porlier avanzó hasta barranca de Tecualoya,

que Porlier mandó situar enfrente.

contrarias

filas

mando

,

desprendió una fuerte

del capitán Calderón

y del teniente de

navio Michelena, quienes, bajando con presteza

al

fondo

dientes que antes ocupaban Tenango se habían fortificado

del barranco

en ese punto áspero y revuelto, donde situaron su arti-

por la batería, arrollaron á los independientes y se apo-

llería

de modo que pudiese enfilar

Un

debían seguir los realistas. éstos

apenas se presentaron en

único camino que

deraron

vivo cañoneo recibió á

víveres

el

el

borde

opuesto

del

barranco, que fué sostenido por los fuegos de una batería

General don

Morelos, á quien hemos dejado en rior

el capítulo

ante-

en Cuantía, y á Bravo y Galeana en Taxco, habían

efectuado,

de

y

y subiendo luego tres

al lado opuesto, protegidos

cañones y de una gran

municiones.

Porlier

no

creyó

cantidad

prudente,

de á

pesar de esta victoria, avanzar más allá de las posiciones conquistadas y retrocedió hasta Tenancingo.

Ramón Rayón

misma

posición que en el ataque anterior, adoptó igual

Apenas se rompió

plan para desalojarlo.

el

fuego de

entretanto, un movimiento convergente hacia

cañón, gruesas columnas realistas al mando de los capi-

que Porlier ocupaba en Tenango y Tenan-

tanes Calderón y Cos y del teniente de navio don Pedro

las posiciones

lado opuesto del barranco; pero en

cingo, y á poco supo éste que grandes masas de insur-

de Toro, treparon

gentes se habían posesionado nuevamente de la barranca

este atrevido asalto hallaron

de Tecualoya; eran, en efecto, las partidas que mandadas

obstante la muerte del jefe independiente Oviedo, que

mismo

cayó en tierra á poco de haber comenzado la refriega.

por Oviedo combatieron algunos días atrás en lugar; pero esta vez una gruesa división

de Galeana, se hallaba en

el

resto del ejército, con Morelos

,

salió

á

á las órdenes

pueblo de Tecualoya, y á su frente,

gran prisa para unirse á sus compañeros. anticiparse

el

esta formidable reunión,

de Tenancingo, y encontrando

y al

el

avanzaba á

Quiso Porlier el

17 de enero

enemigo en

la

La

al

ventaja quedó al

fin

una resistencia

furiosa,

no

por los soldados del rey, que se

hicieron dueños de dos piezas de artillería y persiguieron

á sus contrarios hasta

el

pueblo de Tecualoya.

Galeana, que había salido violentamente en auxilio de Oviedo, se vio forzado á encerrarse en

acabamos de nombrar, fortificándose en

él

el

pueblo que

á toda prisa y

MÉXICO Á THAVÉS DE LOS SIGLOS á sostenerse para dar tiempo

decidido

grueso del ejército.

medio de

al

avance del

Siguió combatiendo con bravura, y en

la pelea podía vérsele acudir á todos los

puntos

y afrontar la muerte con calma en los sitios de mayor

277

abandonó á su paso por

barranca los cañones que

la

acababa de arrebatarles, y no dudando que Morelos marbreve á atacarle,

charía en fortificar

se

ocupó activamente en

á Tenancingo.

de

Así sucedió, en efecto, pues apenas tuvo noticia este

algunos de los suyos y se abalanzó sobre las piezas que

general de la muerte de Oviedo y del ataque que sostuvo

estaban más próximas, dio muerte á los soldados que las

Galeana con tanta intrepidez, apresuró su marcha en unión

De

peligro.

•servían

repente

saltó

y volvió con

ellas

parapetos

los

al

seguido

perímetro fortificado

del

de los Bravos y de Matamoros.

tal

se le incorporó Galeana,

Este atrevido golpe de mano desconcertó de

pueblo.

su paso por Tecualoya

y reunidas bajo su mando supedel pequeño ejército, se presentó

suerte á Porlier que ordenó desde luego la retirada, y

rior todas las divisiones

como fuese vivamente perseguido por

delante de Tenancingo en la

los independientes,

A

mañana

del 22 de enero.

Geaeral don Manuel de Mier y Terún

A

medio día rompieron

los

independientes sus fuegos

columnas intentaron

guerra.

el

pero fueron rechazadas

asalto,

ventajosamente su

artillería,

con

la

que batían

la plaza

pero sin avanzar mucho por la fatiga de sus caballos, por lo que Porlier llegó á Tenango sin ser molestado y

El jefe realista hizo una salida vigorosa y entró en su fortificado recinto llevando dos cañones que

de

pudo arrebatar á

llería

del pueblo.

entonces

el

los contrarios.

Creció en furia desde

combate, y no fué parte

la

oscuridad á

menguarla; á las once de la noche Porlier incendió las principales

casas

del

pueblo situadas

en

la

plaza,

y

allí

se dirigió á Toluca

Morelos,

Tenancingo

al

después

de

Tenancingo con

nombre

dejando en

artillería, el

cadáver

sin

arti-

y dejando en rumbo á la Tierra

victoria salió

Caliente; pasó por Cuernavaca, recogiendo abundantes

el 9 de febrero

su división,

esta

coronel Marín,

en

restos de

cuyos habitantes pudieron

y conduciendo gran número de heridos.

elementos

los

,

ver entrar á su división en completa derrota,

considerando imposible continuar la defensa, abandonó á

poder de los independientes toda la

un gran número de

y considerable cantidad de pertrechos de Bravo marchó en persecución de los realistas,

prisioneros

con pérdidas considerables, logrando, sin embargo, situar

de navio Míchelena,

del teniente

sobre los parapetos improvisados por Porlier, y varias

,

y

las

ricas

haciendas

del

valle

de

este

entró en Cuantía de Amilpas

seguido de tres mil hombres y de sus valientes compa-

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

278

ñeros los Bravos, Matamoros y Galeana. Era su intento,

según

manifestaba

lo

en

carta

Rayón

á

dirigida

',

marchar hacia Puebla y atacarla, prometiéndose entrar sin dificultad en la

La

dicho

derrota de Porlier consternó á los realistas de

y obligó á Venegas á dirigir toda su atención más capaz y valiente de todos los campeones

el

bandera de

la

revo-

la

lución.

Enmudeció

colonial

y nada apareció en sus columnas referente

Gaceta del gobierno

la antes parlera

á los

Tecualoya y Tenancingo; hicié-

desastres de Porlier en

de ellas

el ejército del

Insistió

dispuesto, y Calleja púsose al

Maravatío

23 de enero,

el

el

movimiento que tenía

en marcha saliendo de

fin

pero

tres

días

desde Ixtlahuaca, presentó su renuncia, que tada inmediatamente, nombrando brigadier don Santiago Irisarri

mente desconocido en descontento unánime.

y

Centro.

Venegas en ordenar

virey resolvió desplegar todos los recur-

el

razones de Calleja

virey la ruina indefectible á que queda-

al

ronse rogativas en los templos por la derrota de los insurgentes,

las

rían expuestas las provincias de su obispado separándose

segunda ciudad del viieinato.

que habían alzado hasta entonces

El obispo electo de Michoacán, don

arriba.

representando

la capital

hacia

más

Manuel Abad y Queipo, apoyaba

,

el ejército,

el

después, y le fué acep-

virey en su lugar al

militar que era entera-

y en

el

que produjo un

Cedió Venegas ante

la

ley de la

sos de que podía disponer para lograr el exterminio del

necesidad y escribió á Calleja exhortándole á que retirara

cuerpo de ejército mandado por Morelos.

su renuncia, conjurándole para ello en nombre de los

Vinieron por este tiempo á aumentar tropas

las

realistas

número de

el

de Asturias y de

batallones

los

más caros

intereses de la patria, aunque terminaba con

decirle, que si no se consideraba capaz

de soportar las

Lovera, que procedentes de España, desembarcaron en

fatigas

Veracruz, respectivamente,

de tiempo para tomar la correspondiente providencia ^

el

14 y 16 de enero, siendo

recibidos

con las mayores muestras de regocijo por los

realistas

de ese puerto.

de la campaña,

se

lo

comunicase sin pérdida

Calleja contestó desde Toluca en los siguientes tér-

esos

minos, que revelan con bastante claridad las diferencias

batallones, precisamente cuando la metrópoli luchaba con

que se habían suscitado desde tiempo atrás entre los dos

mayor ardimiento contra

personajes

radas

que

peticiones

Explican

la

invasión francesa, las reite-

consulado

el

venida de

la

y

particulares

los

dirigían á la Regencia en solicitud de soldados españoles

que reemplazasen á

los

mexicanos, de quienes se temía

que tarde ó temprano se

A

los batallones

después

el

unieran á sus compatriotas.

que acabamos de nombrar siguió poco

primero del regimiento de infantería de

que llegó á Veracruz

rica,

el

A mé-

20 de enero á bordo del

navio Asia, trayendo á su cabeza al brigadier don Juan

José de Olazabal, y en

el

más importantes

mismo buque vino

el

mariscal

de campo conde de Castro Terreno. Todas estas tropas se pusieron desde luego en marcha hacia la capital descan-

sando algunos días en Jalapa y Puebla.

Venegas, armándose de energía en vista de

la situa-

ción angustiada que habían producido los sucesos militares

del partido español:



«Excelentísimo Señor. Me ha sorprendido la copia de la representación de los jefes de este ejército, adjunta al superior oficio de V. E. de ayer á las once de la mañana, en la que entre otros, dan por origen de las enfermedades que sufro, la sensación que pueden haber hecho en mi espíritu murmuraciones y hablillas despreciables, á las que soy tan superior, que miro con lástima al débil que, no encontrando el camino del honor y de la gloria, entra por las sendas tenebrosas de la negra calumnia. »Este ejército, restaurador del reino, vencedor en cuatro acciones generales y treinta y cinco parciales, está muy k cubierto de toda murmuración racional y yo muy tranquilo sobre este punto. »Yo he hecho por mi patria cuantos sacrificios ella tiene derecho á exigir de mí, sin pretensión ni aun á que se conozcan y si ahora hablo de ellos, es porque la necesidad de desvanecer hasta el más leve indicio de que los economizo por resentimientos, me obliga á ello. »Yo he sido el único jefe en el reino que ha levantado y conservado tropas, arrancándolas del seno mismo de la insurrección, y este propio ejército, cuyo mando me hizo V. E. el honor de confiarme, se compone de ellas en su mayor parte. Abandoné mis intereses que hubiera podido salvar como otros, y que fueron presa del enemigo dejé mi familia ^n la ciudad de mi residencia, para alejar de sus habitantes la sospecha de que temía se perdiese: la expuse al mayor riesgo, y con efecto, perseguida por los montes, cayó en sus manos, y por miras interesadas me la volvieron escoltada por sus tropas, con la propuesta de que si yo dejaba las armas de la mano, me devolverían mis intere.ses, me asignarían una buena hacienda, me señalarían veinte mil pesos de renta anual y me acordarían la graduación de general americano. »Soy también el único jefe que ha batido y desbaratado las grandes masas de los rebeldes, y soy, final,

:

en

sur de las intendencias de México y Puebla,

el

dio

órdenes reiteradas á Calleja, que se hallaba en Maravatío al frente

de

la división

que había vencido en Zitácuaro,

para que avanzase hacia Toluca y marchase de Morelos. Pero Calleja manifestó cia de setenta leguas

que

hallarse frente á frente del

presentaba,

se

destruiría

ejército, bastante fatigado

le

él

virey que la distan-

al

era preciso recorrer, para

nuevo y

terrible

seguramente

ya por

acababa de acometer. Encarecíale con

encuentro

al

enemigo que cuerpo

de

ruda campaña que

la la

su

necesidad de acudir

á la persecución de las numerosas partidas que

henchían

el

Bajío, y terminaba proponiéndole que para

combatir á Morelos se formase otro ejército de las tropas situadas

en

México, Puebla y Toluca y de las que

próximamente llegarían de España

'^,

y que en

efecto

desembarcaron por esos días en Veracruz, como hemos '

'

AlahXn.



Historia de México, tomo II, pt'ig. 468. BusTAiiANTE. Campañas de Calleja, pág. 165.



:

'

BusTAMANTE.

— Campañas de Calleja, pág. 167. — AlauXn. —

Historia de México, tomo

II,

pég. 473, edición de 1850.

279

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS mente, el único que, después del ataque que padeció mi salud ocho días antes de la batalla de Calderón, se puso á la cabeza de sus tropas casi mortal, y ha continuado un año k la del ejército en los mismos términos. »Todo es notorio como el sincero deseo del bien público que me ha conducido, y si los miserables restos de salud que me quedan fuesen útiles á mi patria, no dude V. E. un momento que los sacrificaré; pero ella me ha reducido á término que por ahora me es absolutamente imposible continuar con un mando que tantos obstáculos pone á, su restablecimiento. Si puesto en sosiego, rég-imen y curación metódica (lo que no es combinable con la situación actual) restableciese mi salud, lo manifestaré á V. E. sin perder instante, k fin de que me emplee en cuanto me crea útil; por lo que ruego k V. E. nuevamente se sirva nombrarme sucesor. Dios, etc. Toluca, Febrero 1." de 1812, á la una y media de la tarde.»

Creyó

virey que no

el

tiempo la concesión de gracias y ascensos que Calleja

batalla de Calderón,

virey y

el

arrogante jefe del ejército del Centro, quien acabó por

acceder á

que

lo

primero le indicaba, y

el

con sus tropas á la capital,

siguió

efecto

al

llegando

el

de

.5

Solemne fué

el

recibimiento que hallaron los solda-

éste,

pre-

los

Entregóse, pues, en ese día á los jefes,

nación.

oficiales

y soldados un escudo mandado acuñar en que la cifra de Fernando VII estaba sostenida por un con anticipación,

y un perro símbolos del valor y la lealtad y en la un lema que decía: Venció en Acúleo, Guanapiato

león

,

orla

,

y Calderón, siendo de de plata

jefes,

oro

el

escudo destinado á los

de los oficiales y de plaqué

el

soldados.

promociones que fueron decretadas

las

de los

concediéndose

,

y oficiales del mismo grado á los que eran coroneles

Extendióse esta promoción á todo

de milicias.

de Nueva España, y de esta suerte,

el

el

ejér-

odioso Cruz,

que nunca se había distinguido ni en valor ni en espíritu pero que contaba con todo

fué ascendido á mariscal de campo,

favor del virey,

el

y

los jefes

y

oficiales

de la división de Nueva Galicia recibieron también

ñoles en ella avecindados se esforzaron en demostrar su

grado inmediato.

batido por la dominación.

dida entre

de flores

,

el

y

los balcones

A

colgaduras.

En

Paseo Nuevo y las doce

más

éxito habían cora-

toda la carrera compren-

el

Palacio se alzaron arcos

de las casas ostentaban lujosas

de aquel día una salva de vein-

tiún cañonazos anunció la llegada de la vanguardia á las

en medio

marchaba Calleja

frente de su

al

el

El padre Pringas, que acompañó cons-

tantemente á Calleja y que

al

empezar

el

ataque dirigido

por éste contra Zitácuaro declaró haber visto en

el cielo

unas palmas como nuncios de victoria, fué premiado con el

nombramiento de predicador del rey, y se agració

con los honores de intendente de provincia á don Manuel

Velázquez de León, secretario general del vireinato

Las promociones que acabamos de

puertas de la ciudad, donde esperaban los principales jefes de la guarnición;

el

ejército vete-

los jefes

rano, y en éste, el

cito

el

Pero los verdaderos premios consistieron en

dos de Calleja en la ciudad de México, pues los espa-

ardiente simpatía á los que con

le

mios que merecían los armados sostenedores de la domi-

militar,

febrero.

y poniéndose de acuerdo con

señaló el 9 de febrero para la distribución de

grado inmediato á el

era posible dilatar por más

había pedido con insistencia, sobre todo después de la

,

Quizás mediaron otras cartas entre

le

'.

citar, extensivas

á los militares españoles que pocos meses antes habían

de los altercados que

un numeroso estado mayor y seguido de lucida escolta, y venían luego los batallones

llegado á la colonia,

y escuadrones, contando los primeros dos mil ciento cin-

daño

cuenta hombres y los segundos mil ochocientos treinta y dos caballos. El ejército desfiló delante del Palacio, en

canos que habían defendido hasta entonces con las armas

cuyo balcón principal se hallaba

ocultaba que tarde ó temprano se verían postergados en

ejército,

de

aplaudía á los soldados.

el

virey que saludaba y

Detrás de las tropas marchaban

y

la

ocurrieron entre el virey y Calleja, hicieron grandísimo al

Las primeras disgustaron á

gobierno.

su carrera, y

segunda,

la

un general victorioso todo

pojos arrancados á la vencida é incendiada Zitácuaro.

temida, había venido

las

muestras de entusiasmo de los españoles se

los ameri-

en la mano la causa de la dominación, pues no se les

el parque, la artillería y las provisiones, y cerraban la marcha gruesas bandas de mujeres cargadas de los des-

Pero

noticia

ridad del virey,

al lo

difundirse, demostró que

podía osar, y que la auto-

en otro tiempo tan reverenciada y tan

muy

á menos desde que

estado

el

de guerra de la colonia exigía que los jefes militares

extremaron tratándose de Calleja, á quien consideraban

ejerciesen un

ya como

su guarda, y un ascendiente personal é inevitable en los

el

forzoso sucesor de Venegas

y

el

más

fuerte

apoyo de sus intereses egoístas y mezquinos. Hospedado

en

la

granado del partido, y á la hora de ensalzaba hasta las militar

muy

los

lo

brindis

más se le

nubes y se encomiaba su mérito

por encima del de los más famosos capitanes

de la antigüedad.

Cuando se presentaba en

el

y

celos de

Venegas, que era forzado testigo de

aquellas manifestaciones

en las zonas confiadas á

Reconciliados

más

altos

dirigir

,

á lo menos en la apariencia

personajes del gobierno,

atendió

,

los

dos

Venegas á

contra Morelos el ejército del Centro, reforzado

con algunos de los batallones que habían desembarcado

en Veracruz hacia mediados de enero.

En una

larga

teatro la

concurrencia le victoreaba entusiasmada, con gran mortificación

arbitrario

cuerpos de ejército puestos á sus órdenes.

casa del conde de Casa Rui festejábanle á porfía

con banquetes espléndidos á los que concurría

mando

consagradas á su antiguo rival.





' BusTAMANTE. Can)/)a/Tas de Calleja, piígs. 167 y 168. AlaHistoria de Méajtco, lomo 11, págs. 480 y 481. mAn. Suplemento á la Gaceta de México, núm. 181, correspondiente al 9 de febrero de 1812.





JCÉXICO Á TBAVÉ8

280 instrucción que dio á Calleja la situación militar

',

trazaba á grandes rasgos

de la colonia: la capital misma del

vireinato rodeada de numerosas

y audaces

gavillas; el

camino del interior interceptado por las partidas de los Villagranes y del cura Correa; henchidos de insurgentes el territorio

de Michoacán y

el

rumbo de Toluca; ocupa-

DE LOS SIGLOS cuando fuera destruido diente

el

cuerpo de ejército indepen-

mandado por Morelos.

decía Venegas

,

«Es, pues, indispensable,

combinar un plan que asegure dar á este

y á su gavilla un golpe de escarmiento que los aterrorice, hasta el grado de que abandonen á su infame corifeo

caudillo, si no se logra aprehenderlo.

das por ellos la mayor parte de la intendencia de Puebla

«Sus principales puntos ocupados son: Izúcar, Cuan-

y Taxco

habiendo destacado en estos últimos días

y la provincia de Tlaxcala; cerrado al comercio el libre tránsito de la capital al puerto de Acapulco, y en peli-

una vanguardia que ocupó sucesivamente

gro de que se interceptase la comunicación con el de

Totolapa, Buenavista, Juchí, Tlalmanalco y Clialco, la

Veracruz y

la

opulenta

provincia

Todos

de Oaxaca.

estos males y peligros creía Venegas que deberían cesar

tía

,

los

pueblos de

cual se ha replegado posteriormente á Totolapa y tía,

Cuan-

teniendo avanzadas en Buenavista.»

Catedral de Tulanciogo

Desarrollaba á continuación el virey

su

plan

de

Izúcar y Cuantía debían ser atacadas simultáneamente para dividir las fuerzas del enemigo encargándose la expedición contra la primera de estas pobla-

campaña.

al

ciones á las tropas de

de Puebla reforzadas

de Asturias, y de la que había de avanzar hacia Cuantía el ejército del Centro, escalonando su marcha en Chalco, Tenango, Ameca, Ozumba y Atlael batallón

con

tlauca.

Como

era de esperarse la derrota de los insur-

gentes y su fuga hacia el Sur instrucciones

con

la

,

indicación

Puebla se destinasen á

la

el

virey terminaba sus

de que las tropas de

persecución

,

en tanto que

el

rumbo que dictasen

el

10 de febrero (1812) pudo

alistar la expedición,

salir

y

de la capital una tropa

de trescientos dragones destinada á reforzar la división de Puebla. El grueso del ejército del Centro se puso en

y siguiendo el itinerario señalado en las instrucciones de Venegas, marchó sin obstáculo hasta acampar el 17 del mismo mes en la hacienda de Pasulco,

marcha

el

día 12,

distante dos leguas de Cuantía.

Pero antes de continuar refiriendo las operaciones del ejército realista y las heroicidades que presenció Cuantía,

debemos seguir Véase Apéndice, documento núm. 9. (Instrucción dada por Venegas al general don Félix María Calleja).

capital para dirigirlo

la

las circunstancias.

Activamente se procedió á

,

la guarnición

á

del Centro volvería

ejército

»

resto de

la

marcha de

los sucesos ocurridos en el

Nueva España después de

la

toma de Zitácuaro.

MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS

Hemos

dicho que la Junta

meramente en

y luego

Tlalcliapa

pec, permaneciendo

Suprema

se

refugió pri-

se estableció en Sulte-

en este último

lugar

vocales

los

Liceaga y ]3erdusco, pues don Ignacio López Bayón, dirigido al

al

que pudo organizar, se había

frente de algunas tropas

rumbo de Toluca.

Al lado de

primeros

los

comenzó á distinguirse en aquella época don Manuel de Mier y Terán, oriundo de Tepeji del Río y que había Este el colegio de Minería.

231

importante capital de Michoacán, hizo

la

primeros días de febrero cientos

hombres y

en los

salir

Linares con tres-

capitán

al

tres piezas ligeras en

busca de Albino,

á quien encontró situado en las alturas del pueblo de

Tarímbaro, con una multitud á caballo que

capitán

el

realista afirmó en su parte exceder de cuatro rail

hombres.

Esta poderosa masa de caballería se echó impetuosa-

mente sobre

la corta

fuerza de los realistas, quienes logra-

distinguido joven abrazó con ardor la causa de la inde-

ron desordenarla á cañonazos y quitarle seis piezas y más de seiscientos caballos, que fueron llevados en triunfo á

pendencia, y llegó á ser una de las glorias más puras de

Valladolid.

terminado sus estudios en

Acogido con entusiasmo por

la revolución.

indepen-

los

grado de coronel, y desde luego se dedicó á fundir artillería estableciendo una maestranza y dientes, recibió

el

todos los talleres necesarios en

en tanto que

mineral de Sultepec,

desde la misma población,

doctor Cos,

el

el

Entretanto, Muñiz, que ignoraba

el

desastre

de Albino, se presentaba en las lomas de S:mta María día convenido esperando verle llegar de un otro.

el

momento á

Trujillo, unido á Linares, salió á atacarle,

y des-

pués de un corto aunque empeñado combate, logró derrotarle,

quitándole diez piezas de artillería y tomándole

y propagaba en las hojas del Ilustrador Americano las doctrinas en que apoyaban su heroico levan-

grande número de prisioneros. el

indomable Albino García, que á semejanza

tamiento á mano armada los defensores de

del fabuloso

Anteo diríase que cobraba mayores fuerzas

escribía

indepen-

la

de cada desastre, volvió á su predilecta comarca del

dencia.

Al retirarse de Soto-Maceda

los

Llanos de

Afcm

la división

á quien hemos visto sucumbir en

,

el

de

ataque

de Izúcar, hacia los últimos días de 1811, quedó aquella vasta

desguarnecida

región

casi

y en

completo,

por

consecuencia no tardaron en recorrerla numerosas partidas que extendían sus

Texcoco, hacia cingo por

el

rumbo

el

empresas hasta

los

confines de

poniente, y las cercanías de Tulandel noroeste.

A

mediados de febrero,

mando de Osorno, Olvera, Anaya y otros jefes de menor importancia intentaron un ataque á Tulancingo, defendido á la sazón por poco más de cien varias guerrillas al

hombres á

combate que sostuvo en Mextitlán

sos

soldados,

Escandón,

25 de octubre del

y se juntó á poco con

p;irtidas ei

de

negro

grado en virtud de

promoción general acordada por

la

virey) se dirigió en busca de esas guerrillas, entrando

sin resistencia en

pues los

mismo Valle

el

insurgentes

se

dia 15 de febrero,

el

anticipadamente, y

retiraron

García Conde hubo de retroceder hasta Celaya, su cuartel

general, para acudir desde

allí

á los puntos que sus

veloces enemigos amagasen.

No

lo

dejaron quieto mucho tiempo, nuevas guerri-

organizadas por

llas

el

teniente general Reyes, el padre

Pedrosa y otros, y que fuertes de cuatro mil hombres, seis cañones y abundante provisión de armas de fupgo

pues que los guerrilleros tenían prometido á

se habían adueñado de San Miguel el Grande, fortificán-

fué

el

el

sus soldados el saqueo de aquella villa ñoreciente

;

pero

dose en

el

cerro de la Cruz.

García Conde envió en su

la muerte de Olvera los desconcertó por completo, y se

contra al capitán Guizarnótegui

retiraron después de un combate obstinado que ocasionó

en tanto que

el jefe realista

división de García Conde, destacada del ejército

con dos

escuadiones,

de Querétaro García Rebollo

destacaba en la misma dirección

pérdidas considerables á defensores y asaltantes.

La

las

González, Salmerón, Camacho y

El brigadier Gircía Conde (que había obtenido

Valero. tal el

los

choque que hubo de sostener

Eudo

año anterior. esta vez,

Valle de Santiago, donde reunió fácilmente á sus disper-

órdenes del capitán don Francisco de las

las

Piedras, quien ya había dado muestras de su esfuerzo en el

Pero

al

comandante don Ilde-

fonso de la Torre con dos batallones, combinando sus

del Centro cuando Calleja desocupó la villa de Zitácuaro,

movimientos, de suerte que ambas fuerzas se hallasen

sostuvo desde mediados de enero una fatigosa campaña

frente al enemigo en

en las llanuras del Bajío, donde tuvo que habérselas con

el

renombrado Albino García, quien, rechazado de

Guanajuato

'

y después de haber asolado las comarcas

de Dolores y San Felipe, atacó sin éxito, pero con su brío de siempre,

á la importante población de Irapuato.

Por un momento abandonó

Así

lo hicieron,

jando á

los

la

madrugada

del

y juntas comenzaron

el

26 de febrero. ataque, desalo-

independientes del cerro de la Cruz, causán-

una gran pérdida y quitándoles toda la artillería. Entraron los vencedores en la villa de San Miguel, donde doles

ordenaron varios fusilamientos, y dejaron

expedito

el

infatigable guerrillero la

camino que debía recorrer un convoy destinado á San

intendencia de Guanajuato, entrando en la de Michoacán

Luis Potosí y que se hallaba detenido en Querétaro. En la zona que cae hacia el norte de la Sierra de

para concurrir

al

el

ataque de Valladolid, proyectado por

Muñiz y Navarrete.

Pero con

el

propósito de impedir la

reunión de lis guerrillas independientes, don Torcuato Trujillo, que, '

como recordará

CspUuloXVI, T.

111-36

lib. I.

el lector,

mandaba en

jefe

Guanajuato y en

la

que se extienden

las

llanuras

de

Dolores y las tierras de San Luis, menudeaban los combates de guerrillas con motivo del frecuente tránsito que

por ella hacían

los

convoyes que iban y venían entre

282

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

San Luis y Querétaro. Reñido fué el que se empeñó el 4 de febrero en el santuario de Atotonilco, pues los

luego una salida vigorosa, logró desbaratar á los

insurgentes asaltaron un cargamento de quinientas barras

dores,

de plata procedentes de Zacatecas.

comandante don Ildefonso de

la

acción

consignó

oficial

momentos antes de

el cielo,

el

Torre, que avanzó hasta

aquel punto á recibirlo, y que en su parte

haber visto en

empero,

Salvólo,

principiar la

una palma refulgente como promesa segura de

,

victoria

1.

También

un mes antes y próximo á

Calleja,

dar la señal de ataque contra Zitácuaro, creyó ver en cielo

una nube en forma de palma, y

á los

oficiales

voz en todo

la

Calvillo, de la Profesa de

con este motivo un libro

escribió

De

la

atribuyó á la

lo

Remedios, protectora de

los

los

padre Díaz

el

México, quien

el

manifestó

ejército.

el

superchería de Calleja, hizo un milagro

Virgen de

lo

y soldados que se hallaban á su lado,

difundieron

cuales

así

los realistas,

y que fué mordazmente

En

de Oaxaca las crueldades y rigores

la provincia

indígenas de Jamiltepec en

los

noviembre del año anterior, Zarate y Cal délas

^

los jefes realistas

Ortiz de

mantuvieron sujetos por algún tiempo

á los pueblos de la Costa Chica; pero en

mismo mes

el

tomándoles

como

así

al

Régides

salió

al

Bubadilla,

los

insurgentes

y por algún tiempo

y un cañón colocados en

la terrible

costumbre de

Al principiar

el

año alteróse nuevamente

ron

escritos

Nueva

visto en su

entre

lugar,

levantamiento en los pueblos

brigada de

los

El segundo de aquéllos, con

anales de la independencia. la

nombres en

con sangre sus terribles

actividad que lo distinguía entre todos, se dedicó á

perseguir las partidas de independientes que aparecieron

Silacayoapam fué tomada fácilmente

la

la

siempre Cruz, Negrete, Pastor y tantos otros que deja-

Oaxaca y Puebla.

el

i.

época

la

Jiquilpán el 11

zona comprendida

de aquella áspera sierra. El comandante de

había servido

les

prisioneros, que fueron fusilados inmediatamente, según

logrando

y por momentos cundió

que

considerable acopio de semillas y muchos

de defensa,

que es

como hemos

se mantuvieron firmes en

la altura

toda la Mixk'ca,

valiente Trujano,

comandante don Nicolás

nutrido fuego dejaron en poder de Regules una culebrina

destacado por Morelos para propagar la revolución en

el

ene-

sus posiciones, pero arrollados después de dos horas de

á la sazón en los confines de

por

del

pueblo de Teposcolula;

el

el

hizo su aparición en la provincia don Valerio Trujano,

la

y en

unirse con los asaltan-

mes siguiente en busca

migo, á quien dio alcance en

mandaba á

fusilar

gobernador y alcalde de los indios

del pueblo que habían intentado tes.

sitia-

llevaban

que mandó

haciéndoles cuarenta prisioneros, el acto,

que

cañones

tres

los

Galicia, dando motivo á que desplegasen su crueldad de

criticado por los partidarios de la independencia.

que descargaron sobre

rar sus tropas todas al interior del edificio; pero haciendo

destrozar una

Nueva

de ellas

Galicia y Michoacán,

en

decía Negrete al sanguinario Cruz:

su carta que

tiene en consideración

de esta división, tanto más

huyen

los

enemigos de

parte

el

«Me

oficial,

dice V. E. en

continua fatiga

la

incómoda cuanto

ella.

de

cercanías

las

Al terminar

de enero.

No hay duda

siempre

que

esta

Oaxaca, don Bernardo Bonavia, levantó á gran prisa

última circunstancia la hace sensible, pero estos soldados

algunas tropas destinadas á combatir la independencia

son valientes á infatigables

por aquel rumbo, poniéndolas á las órdenes del español

tierra de algunos de los

don

Nochistián,

ya están descansados: es bien patente cuan dignos son

quien, ajeno hasta entonces á la carrera de las armas,

de la consideración y recompensa de la patria, en medio

se distinguía

de que no se han individualizado sus grandes servicios.»

José

Regules Villasante,

vecino

de

por su actividad y decisión

á la

causa

realista.

y don Juan

de

Vega,

la

levantaron

tropas

en

sus

haciendas y se pusieron de acuerdo para combatir á los independientes.

Estos,

al

principiar

el

mes de enero

(1812), considerándose bastante fuertes para tomar la

la

en cuanto logran

avanzaron hasta Yanhuitlán, pueblo

Mixteca, cuya

iglesia

parroquial,

servir á la defensa.

En

ella

el

se fortificó Regules, con

que

principio de

muchos monstruos que

la asolau

partidarios de la independencia

los

debían estar fuera de la ley y del derecho

y

al

rey, mientras mayor fuese

el

número de monstruos

inmolados por sus manos.

El coronel

realista

don Manuel Pastor, que dejaba

siempre á su paso un reguero de sangre, podía también desbaratar en la primera quincena de enero, por

por medio de los jefes que

le

guerrillas de independientes en Amatitán,

rrar en la improvisada fortaleza víveres suficientes para

Rosa y Real de

No

tardaron

la

Yesca.

Paso de Santa

alcanzó en las lomas de Tepetilti una victoria completa,

una

en presentarse los insurgentes en número de tres mil

desalojando

algunos centenares de hombres, muertos en

tres

cañones, tomando á lo

que

los realistas le

una

obligó á reti-

ó

Otro de sus destacamentos

hombres con

avanzada de veinticinco soldados,



estaban subordinados, varias

cuatrocientos infantes y cien caballos, cuidando de ence-

caso de sostener en ella un sitio dilatado.

y que más

,

meritorios serían los servicios que hiciesen á la religión

de

rico

que fué en sus

principios convento de dominicos, es un edificio capaz de

el

limj)iar la

Asi, habíase adoptado por casi todos los jefes realistas

Varios propietarios, entre ellos don Gabriel Esperón

ofensiva,

:

gruesa tropa

entre ellos el general don

insurgente

Tomás Rodríguez,

que

perdió

el

campo,

cien fusiles,

cuatro cañones y doscientos caballos. '

10 de »

Parte de Torre publicado en lu Gaceta correspondiente

marzo de

1812.

Capitulo XVI,

ol •

lib. I.

BüSTAMANTE.

de 1849.

— Cuadro

histórico,

tomo

I,

púg. 381, edición

MÉXICO A TKAVES DE LOS SIGLOS Agitábase también, á principios de 1812,

y no porque

quila,

faltase

á sus hijos

del patriotismo, sino con motivo

separaba de decerse

la ciudad el

único

noble sentimiento

el

zona que vio nacer, propagarse y engran-

la

de Veracruz, bajo puerto

comercio

pro-

de la distancia que les

Además,

levantamiento por la independencia.

el

la

que antes había permanecido tran-

vincia de Veracruz,

dominación española, era

la

Seno Mexicano habilitado para

del

con la metrópoli,

con

exclusión

el

de

del

los

283

que toda

noticia de

zona que circunda á Veracruz

la

estaba cubierta de partidas armadas.

Pocos meses des-

pués apareció entre éstas y alcanzó sobre ellas decisiva autoridad, un hombre que llegó á ser

muy

don Félix Fer-

historia de la independencia; llamábase

nández

era oriundo de la apartada Sonora

,

hacer sus estudios de jurisprudencia en Sin que se sepa

Ildefonso de México.

el

ilustre de la independencia trocó luego su

de Guadalupe Victoria.

ciso,

de

hijos

Es verdad que

sistema prohibitivo. en

la costa,

el resto

de

los

eran parti-

la provincia,

de la revolución, pues descendientes en su gran

darios

mayoría

de

antiguos

los

esclavos

allí

transportados,

ni

motivo que á

el

En

tismo como por las cuantiosas ventajas que les producía el

y cuando

se

el

excepción

ello

lo

colegio de San

momento pre-

el

españoles ricos y adictos á la península, tanto por patrio-

monopolio y

,

presentó á tomar paitido por la revolución acababa de

demás países de Europa y América; tal condición hacía que la mayor parte de sus habitantes se formase de

el

notable en la

obligó, este defensor

nombre por

mes de enero (1812)

la provincia entera,

de

principales,

sublevada,

poblaciones

sus

masas armadas

las

y

se

el

con

hallaba

proclamaban la

que

emancipación recorrían las llanuras de la costa y las pendientes que conducen á la Mesa Central, amagando

sentían arder en su sangre la sed de venganza que se

constantemente á Orizaba

legan unas á otras las generaciones oprimidas; también

esta última

simpatizaban con la insurrección no pocos de los habi-

Naolinco, situado en una meseta que defienden escar-

tantes de las tres grandes villas de la provincia. Jalapa,

padas laderas por los rumbos del

Orizaba y Córdoba;

Instalóse en él una junta revolucionaria

que abrigaba

pero los elementos

poderosísimos

puerto, contrarios todos á la indepen-

el

dencia, bastaron para refrenar por largo tiempo al resto

de

i.

provincia

la

Gobernábala

y hacia

Córdoba y Jalapa.

,

Cerca de

noreste, se halla el pueblo de

el

sur

y

del

oriente.

que mantenía

activas relaciones con los partidarios de la emancipación

residentes en Jalapa

movimientos

de

los cuales la instruían de todos los

,

tropas

las

realistas

proveyéndola

de

general don Carlos de Urrutia, mexi-

abundantes recursos de todo género. La Junta se dedicó

cano de nacimiento, militar instruido y hombre de afables

á organizar partidas que en breve se extendieron hasta

maneras; pero

Tepeyahualco, de la intendencia de Puebla, por

el

principal autoridad residía en

la

el

Con-

el

rumbo

sulado y en los ricos comerciantes españoles que compo-

del poniente,

nían el ayuntamiento del puerto, regulando á su antojo la

dirección opuesta, y frecuentemente enviaba á las gote-

marcha de

ras

la

administración

públii^'a,

de

tal suerte,

que

el

y hasta

las

orillas

de Veracruz, por

la

de Jalapa jefes osados que amagaban esta villa y

gobierno político de la provincia pudiera decirse dirigido

forzaban á su guarnición á permanecer día y noche tras

por don Pedro Telmo de Landero, entusiasta partidario

de los fuertes parapetos que construyó su comandante en

de la dominación y teniente letrado de

las principales avenidas.

A

la intendencia.

pesar de tantos elementos y tan poderosos

comarca

de

Nueva España,

mismo algunos partidarios de guiéndose

entre

ellos

don

alentaban la

en

independencia, distin-

Tomás Muiphy, don José

Mariano de Almanza y don Juan Bautista Lobo, mexicanos de nacimiento, pero respetados por ñoles

más

puerto

el

adictos á la causa de la

madre

los tres

los

patria,

la

toma de Zitácuaro, que dio tan rudo golpe

al prestigio

de Rayón, parecía inaugurarse favorable á

Con

que

,

habían logrado conservar sujeta aquella importantísima

espa-

y no

las

armas españolas

en todos los tonos

mentos breve

tiva,

y

la

celebraron

lo

el

que

los jefes

de la indepen-

dencia desplegaron una resistencia más ordenada y efec-

gados á disimular sus sentimientos entre hombres que

Mantúvose en paz

Así

completa pacificación de la colonia. Sin embargo,

en este mismo año fué en

obstante este prestigio de que gozaban, viéronse obli-

no se los hubieran perdonado.

año de 1812.

periódicos de México y los docu-

de la época, prometiéndose anunciar en

oficiales

la

el

los

los

y en el que las grandes masas de la tropa española renombrados generales que las mandaban sufrieron

repetidos desastres, que no

es justo

achacar á casuali-

provincia hasta marzo de 1811, en que los habitantes

dades de posición y á superioridad numérica, sino á bien

puerto dieron señales de agita-

dirigidas maniobras apoyadas en la firmeza de propósito

de las costas vecinas ción,

al

impidiendo la entrada

ordinaria de los víveres;

y de carácter,

lo

cual no había distinguido la acción de

alarmáronse las autoridades y habitantes de Veracruz, y las primeras hicieron salir al coronel don José Antonio

los primeros caudillos.

de la Peña á

el

la

cabeza de una fuerza expedicionaria, la

que, después de sostener varios choques con las guerri-

de los costeños, regresó á la ciudad llevando la

llas

'

J.

M.

L.

nos 258 y Ü59.

Mora.

— Méícico y sus recolucione?,

tomo IV, púgi-

Acabamos de ver en

el

resumen

precedente que la revolución, lejos de amenguarse con golpe que recibió en Zitácuaro, renacía poderosa en

varias provincias, y en otras aparecía formidable, preci-

samente en

los

dos primeros meses de 1812.

La toma

de la residencia de la Junta no realizó, pues, los pronósticos de los dominadores.

MÉXICO A TEAVJiS DE LOS SIGLOS

28 i

Para compensar daño hizo á

pugnador de

el

descalabro de Rayón, que

más

la reputación militar de este constante prola

independencia que á la causa misma, alzá-

que siempre había tenido éxito de esta

dientes

y

realistas,

pues

revolución,

todo el prestigio de sus recientes y notables victorias.

que pudiera contrastarlo

A

triunfante Morelos

jireífiencia

la

atención

del

gobierno

vireinal,

lanzaba á su encuentro sus mejores tropas y

al

y éste general

á la capital de

á sus órdenes.

que iba á depender

base Morelos no lejos de la capital del vireinato con

fueiza de brillantes hechos de armas llamaba ya de

la victoria

campaña creyeron unos y vencedor

,

Calleja,

en

lo

Del

otros, indepenla

nada

futuro,

suerte de la se

concebía

en tanto que

creían que no tardaría en amenazar

Nueva España,

la

que vería entrar luego

en su recinto á las tropas victoriosas del Sur.



CAPÍTULO Descripción de Cuaulla.

— Fortificase

Morelos en este pueblo.

— Número

II

y calidad de sus tropas.

— Sus

úllimos preparativos de defensa.

— Sale Morelos seguido de pocos soldados y se halla en peligro de caer prisionero — del convento de San Diego. — Muerto de los coroneles realií^tas Sügarra, Oviedo y conde do Cusa Rui. — Porfiada lucha en combate, — Desinterior de las casas. — El niño Narciso Mendoza — Galeana restablece pués de un ataque de ocho horas son rechazados los realistas. — Calleja se sitúa en la hacienda de Santa Inés. — Estragos del asalto en — Marcha brigadier Llano las casas del pueblo. — Resolución de Calleja de sitiar á Cuantía. — Propone al virey la demolición de éf contra Izúcar, y es rechazado 24 de febrero. — Retírase Llano y se dirige con su división al campo de (Calleja. — Morelos trata 23 y de detener la marcha de Llano y envía una fuerza á la barranca de Tluyacac. — Es derrotada ésta y se efectúa la unión de Llano y de f;alleja. — Cuautla circunvalada. — Rómpese fuego de los siliadores sobre la plaza 10 de marzo. — Terrible bombardeo que destruye gran número de casas. — Don Miguel Bravo y otros jefes intentan socorrer la plaza y se sitúan en la barranca de Mayotepec. — Son desalojados por batallón de Lovera— Se retiran al A/aZ país y los derrota capitán realista don Gabriel Armijo. — Dispone Calleja cortar agua de Juchitengo. — Los sitiados levantan bnjo fuego de los reali.=tas un reducto en la toma del agua — Sangrientos y diarios combales que sostienen los independientes en defensa de la toma. — Atacan los sitiados fortín del Calvario y después de tomarlo se ven obligados á retirarse. — Muerte del capitán realista don Gil Riaño. — Morelos consulta con sus oficiales salir personalmente en busca de víveres. — Opónense aquéllos y coronel Matamoros rompe la línea la noche del 21 de abril. — Hambre espantosa dentro de Cuautla. — Peste asoladora. — Recursos de que se vale Morelos para vigorizar óninio de sus soldados. — Fiestas improvisadas en reducto del agua. — Juicio de Ca*lleja respecto de la resistencia que oponen los independientes. — Difícil situación de los sitiadores — Comunicaciones cambiadas entre virey y Calleja. — Ataca Matamoros la línea de circunvalación para introducir víveres en la plaza. — Es rechazado. — Calleja ofrece indulto á los caudillos Morelos, Guleana y Bravo. — Contestación del primero. l^.esuelven los independientes evacuar la plaza rompiendo la línea siliadoin. — Salida de Morelos y su pequeño ejército en las primeras horas del 2 de mayo, después de setenta y dos días de asedio. — Orden de la marcha. — Combale en la hacienda de Guadalupita. Ignora Calleja durante algunas horas la salida de los independientes. — Son éstos perseguidos vigorosamente. — Morelos y grutso de su fuerza se dirigen á Ocuicuto y luego ú Izúcor. — Don Leonardo Bravo es hecho prisionero en la hacienda de San Gabriel. — El coronel realista Echeagaray es nombrado gobernador militar de Cuautla. — Horrible aspecto_que ofrecía este pueblo. — Triste condición de sus moradores. — Numerosas victimas de la peste. — Saqueo del pueblo por las tropas realistas. — Elogios de este memoiable sitio hechos por los enemigos de la independencia. — Vuelve Calleja á Mé.xico. — Disolución del ejército del Centro. Fuerzas de

los sitiadores.



Reconoce Calleja las Sangriento combate

fortificaciones de la pinza

el

el

el

ta.

el

el

el

el

el

allí

el

el

el

el

el

el

el

le

el

el

el

Sigamos ahora Prtsulco, al

al

general Calleja, á quien dejamos en

á corta distancia de Cuautla, resuelto á destruir

cuerpo

de

ejército

más temible de

luchado hasta entonces por

la

Pero antes de continuar

los

que habían

el

relato de las operaciones

que fué de portentosas hazañas

cuyo

lejos

brillo,

de

apocarse por el tiempo, aparece hoy con viva claridad

alumbrando esplendorosamente á pación

mexicana.

Sagunto,

los

héroes de la emanci-

El nombre de Cuautla, como los de

Numancia, Gerona y Zaragoza, simboliza

patriotismo ardiente elevado

hasta

que forma

la línea exterior

el caserío,

cuya mayor longitud de norte á sur es de media legua,

y su anchura de un cuarto de legua,

hállase

una no

interrumpida línea de espesa arboleda, entre la que des-

independencia.

preciso es que intentemos describir el teatio

militares,

Ciñendo

anchura.

el

tacan

Una

los

platanares

sus

sonantes

flecos

que se va elevando gradualmente

y

lustrosos.

y media de espesor,

atarjea de mampostería de vara

has^ta

la

altura

de Cuautla, hasta el

la

hacienda de Buenavista, situada en

término sur, y la cierra por la parte occidental

como

el

barranco del río

le sirve

de foso por

el

,

lado del

oriente.

historia de la guerra que emprendieron nuestros padres

iglesias

sólo se redujese á la defensa

en su mayor paite de humildes chozas unidas entre

sacrificio

,

y

de aquel pueblo, ésta bas-

taría para eternizar su recuerdo.

que domina, como una meseta, cinas.

Por

la

y de pocas casas de

por cercas de piedra.

Alzase Cuautla sobre un terreno ligeramente elevado las

llanuras

parte oriental de la población

circunve-

corre

entre

así

El pueblo, en 1812, con excepción de algunas

si la

el

de

catorce varas, corre desde el Calvario, extremidad noite

Desde

el

cal

y canto, componíase sí

Calvario corre una calle

recta que á la entrada de la población pasa costeando la iglesia

y convento de San Diego; en el centro atraviesa donde se levanta el viejo convento de

la plaza principal,

ésta y las lomas de Zacatepec el río que naciendo en las

Santo Domingo, cuya iglesia es la parroquia del lugar, y

vertientes del Popocatepetl va á mezclar sus aguas con

termina en Santa Bárbara, situada en

las

del

natural

turbulento

mide

por

Amacusac, y cuya profunda rumbo doscientas varas

aquel

caja

de

al

el

extremo opuesto

Calvario.

Morelos,

que

acompañado

de

don

Hermenegildo

MÉXICO k TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS

286

Galeana, Matamoros y los Bravos (don Víctor y don

a'gunas fuerzas que llevaron don Francisco Ayala,

Nicolás),

teniente coronel Cano

había entrado en Cuantía

comprendió que

allí

de febrero

9

el

sería atacado en breve,

gable constancia se dedicó á fortificar

el

y con

>,

infati-

pueblo, aumen-

importancia.

y algunos

La mayor

otros jefes

el

de menor

parte de los defensores de Cuantía

se formaba de negros

y mulatos de

la costa,

»

hombres

tando las obras de defensa comenzadas por don Leonardo

de resolución y fuerza, dice un historiador, armados con

Bravo, jefe de

fusiles

durante

la plaza

á Taxco y Tenancingo.

en

cortaduras

hicieron

la

expedición de Morelos

Levantáronse trincheras y se puntos

los

se abrieron troneras en los conventos

y se mandó

allegar la

y de forrajes.

y mandados por hombres de honor y corazón

y casas principales

los

mayor cantidad posible de víveres

tenientes habían conducido, dividíanse en mil infantes y

se

aumentaron en

lo

,

regularmente armados sucesivo

diestros en su manejo, á quienes había ensober-

más convenientes;

Los tres mil hombres que Morelos y sus

dos mil de caballería

y

becido una serie casi no interrumpida de sucesos felices,

hasta

,

cuatro

Bravos y Galeana calibres formaban la

i.»

,

tales

como

Diez y seis cañones de varios

artillería

de Morelos,

contándose

una culebrina y el famoso Nifio, coñón pequeño, que, como se recordará, servía en la hacienda entre

ellos

los

que

de los Galeanas para hacer salva en los días de fiesta

mil,

con

religiosa.

Vista general de Cuaulla

Todo

fué animación y movimiento en el interior de

Cuantía desde que se supo su llegada á Pasulco.

de

norte al

plaza

la

y

avance de Calleja, y luego

Confióse á Galeana la fortificación

de

convento

pueblo;

del

el

dióse

el

San

Diego

situados

al

de Matamoros y don Víctor Bravo

trabajo

en las trincheras,

de Buena-

la custodia

punto extremo sur del perímetro cortaduras

El

fortificado.

y reductos no

cesaba de día ni de noche, dedicándose á

él

con igual

sen,

y en todas partes alentaba con su voz y con su

ejemplo á los trabajadores y soldados.

Al amanecer del 18 de febrero una espesa polvareda

que se alzaba en turbios remolinos sobre México, hacia el

el norte,

mandadas por Llano.

del ejército realista

antes

de

rendirse

Morelos desplegó durante aquellos

días

una

indomable actividad: pasaba revista á sus tropas, dirigía las obras '

de defensa, inspeccionaba

Véase

el

rupflulo anterior.

el

parque y arma-

El cuerpo de ejér-

días después ascendió á siete mil con la incorporación de

de Cuautla parecía que estaban dispuestos á sepultarse

enemigo.

de

cito de Calleja constaba de cinco mil hombres, y algunos

las tropas

bajo los escombros de su lugar

la carretera

anunció á los independientes que

enemigo llegaba frente á Cuautla.

ardor hasta las mujeres y los niños, pues los habitantes

al

la

orden de transportar á Cuautla cuantas provisiones halla-

mando de Santo Domingo

general don Leonardo Bravo, y se encargó al denuedo

vista,

mentó, enviaba emisarios á los pueblos vecinos con

de Asturias y la

marchaban

Lo vera,

al

Los mejores batallones ataque de Cuautla

:

los

recién llegados de P^spaña; los de

Corona, Guanajuato, Patriotas de San Luis y columna

y los escuadrones de lanceros de México, San Carlos, Zamora, España, Tulancingo, Armijo y

de Granaderos

'

AlamXn.

;

— Historia de México, tomo

II,

pág. 491.

287

MÉXICO A THAVES DE LOS SIGLOS Venían á

Moran.

que

cabeza de estos batallones y escua-

la

ei'a

solamente su propósito reconocer

drones los jefes de mayor nombradla, y casi todos habían

los contrarios.

militado á las órdenes de Calleja en las victoriosas expedi-

salió

ciones de este general desde los postreros meses de 1810.

las

Calleja con un cuerpo de quinientos hombres

Avanzó

hacer un reconocimiento

escogidos para

pueblo

y

,

cañón

alrededor

después de recorrer á distancia perímetro fortificado

el

en

se situó

del

de tiro de la

loma de

Cuautlixco, á media legua de Cuautla. Mor)- los, que obser-

vaba desde

alturas de

las

San Diego este movimiento,

intentó inquietarle con su caballería por la retaguardia;

Galeana

,

Matamoros y

por apartar ilustre jefe

al

los

Bravos se esforzaron en vano

general de este atrevido proyecto, pero

el

calmó los temores de sus tenientes diciéndoles

de

la posición

Seguido de algunos hombres de su escolta

de sus atrincheramientos y cayó con ímpetu sobre

Pero Calleja había previsto este

avanzadas realistas.

y con sobrada astucia dispuso

acto de arrojo de Morelos,

que de un lado y otro del caminó se emboscasen gruesos

los

que

independientes

Apenas

se

por

presentaron

pero

realistas,

un cañón para destrozar á

infantería con

pelotones de

al

esa

éstos

vía

aventurasen.

se

huyeron

avanzadas

las

mismo tiempo sus emboscadas comen-

zaron á cruzar sus disparos sobre la escolta de Morelos,

que en pocos momentos quedó diezmada por cayeron

al

el

fuego:

lado del ilustre jefe algunos de sus soldados

más queridos,

otros tornaron á Cuautla fugitivos,

y muy

Iglesia parroquial de Cuautla

permanecieron

pocos

en

compañía afrontando

su

una

verdadera lluvia de balas; y con ellos, sin embargo, se resolvía Morelos espada en

que ya

realistas

le

mano entre

rodeaban

,

las

filas

de los

con la decidida intención

Entonces fué cuando los atalayas colocados en las viendo

extremo peligro en que se hallaba

el

el

general, dieron voces que infundieron grandísima angustia

en

los

de adentro. Oyólas Galeana, y seguido de algunos

jinetes,

partió

velozmente con dirección

al

lugar de la

pelea, derribando con furia á los enemigos que encontró

á su paso hasta llegar del

cerco

que

le

al lado

tenía

de Morelos, quien libre ya

aprisionado

,

pudo regresar á

Cuautla en medio del delirante júbilo de sus habitantes y de los soldados, que habían creído perderle para siempre. Calleja

con la mayor rapidez.

Debió creer que aquellas masas

mal armadas no podrían

no

pensaba

que fuese

Cuautla, y en las instrucciones

necesario

sitiar

á

que recibió del virey

resistir al

sus disciplinados batallones

marle en su propósito

de aprisionarle.

torres,

antes de emprender su marcha, se le recomendaba obrar

impetuoso ataque de

y más hubo quizás de ani-

,

la vista del pueblo,

cuyo caserío,

formado en su mayor parte de chozas de zacate, ofrecía á sus

El perímetro mismo, excepto por

la

parte oriental que

defendía el barranco de que ya hemos hablado,

sentaba asalto.

obstáculos

Fundándose

que nada tienen de para

el

A

serios sin

á

tropas

no pre-

acostumbradas

las siete

ilusorio,

dispuso Calleja

el

ataque i

de la mañana cuatro columnas de infan-

tería realista avanzaron al

al

duda en estas consideraciones,

siguiente día, 19 de febrero.

con dirección

no

defensores muchos medios de resistencia.

denodadamente desde

convento de San Diego: á

el

tiro

Calvario

de

fusil

dos de las columnas se desviaron, respectivamente, á





288

MÉXICO X TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS

derecha é izquierda, para caer sobre los flancos de posición,

la

enemigo, comprendió que pronto iba á ser atacado, y

en tanto que las dos restantes marchaban de

adoptó las medidas que creyó indispensables para resistir

frente, llevando en su centro

una batería y en

dos de los piejores regimientos del ejército.

los flancos

con vigor

Calleja iba

nas hasta cerca de

;

dio orden de

en un coche á retaguardia de las columnas, pues seguro

en

de su triunfo, no juzgó necesario montar á caballo y ponerse á la cabeza de sus tropas. Morelos, que había

intrépido Galeana.

muy temprano

notado gran movimiento desde

en

el

el

mando de

las colum-

y confirmó

la

extremo norte de

amenazada

fortificación

avanzando

Siguió

campo

que se dejase llegar á

la plaza sin hacerles fuego,

tropa

la

la calle

Eeal

,

realista;

siempre

al

entró

en

el

al llegar á la plazuela

y

EXPLICACIÓN DEL PLANO QUE REPRESENTA EL BLOQUEO T ATAQUES DE CUAUTLA AMILPAS



=



\. Habitación del general Calleja. 2. Habitación del cuartel maestre. 3. Habitación tiel mayor peneral de Parf|iie. — 6. Proveeduría. Habitación del mayor general de coballeria. 7. Ho-spital. 8. Columna de granaderos.- -í). Ilatnllón Vó. Patriotas 10. Escuadrón de lanceros de Meneso. 11. Itatallón de la Corona. 12. Regimiento de caballería de San Luis. de Guanajuato. 15. Escuadrones de lanceros de Zarzosa y Arniijo. 16. Escuadrones de México. de San Luis. — 14. Regimiento de caballería de San Carlos. 19. Ratería del coronel Gordoncillo 20. Camino 18. Camino de comunicación con las baterías de Bucnavista. 17. Escuadrones de España. 23. Batnria la más avanzada 22. Parapeto de una trinchera en el camino de Cuantía al de Coaluiistln. 21. Batería del capitán Murga. cubierto. 26. Bata2.j. Puente de comunicación al campo del brigadier don Ciríaco del Llano. que se situó al fin del sitio. 24. Espaldón de los morteros. 29. Escuadrón de dragones de Puebla. 31. Batallón expedicionario de 27. Escuadrón de Tnlancingo. — 28. Batallón mixto. llón de Asturias. 33. Camino abierto de 32. Otro reducto para avanzada de infanteria. Lobera. — 31. Reducto en que se situaron primeramente los morteros. 35. Espaldón ¡lara infanteria. 34. Batería de agua de Jucbitengo. comunicación en una profunda barranca llamada de «la Agua Hedionda». 37. Reducto del Calvario. — 38. Espaldón que de noche se sostenía con infantería y arti36. Otro espaldón para avanzada de sesenta granaderos. 39. Camino de comunicación tlel reduelo del Calvario á la habitación del general Calleja; llería. 41. Plaza de Santo Domingo. —42. Hacienda de Ruenavista. - 43. Santa J'unlos ocupados por los sitiados en el pueblo: =!Í0. Plaza de San Díeío. 45. Bosque de árboles frutales. — 46. Reducto de los insurgentes para favorecer la entrada ilel agua. Bárbara. — 44. Reducto del Platanar.

Puntos ocupados por infanteria.

los sitiadores:

— — —

— 4.

.'5.



















































Puntos exteriores fuera de la circunvalación: ^= il. Lomas de Zacatepec. — 48. Pueblo de Amelcingo. — 49. Hacienda de Guadalupita. —iXI. Hacienda de Santa Inés. — 51. Camino real de México. — 52. Camino por donde el ejército pasó para establecer el sitio, levantando el cnnipo de Cuauxtlisco donde estuvo cuando Calleja fué rechazado por Morelos el 19 de febrero de 1812. — 53. Camino del Hospital.- 54. Bosque en las inmciliaciones de Coahuixtla. — 55. Hacienda de Coahuixtla. — 56. Hacienda de Mapaxtlam. — 57. Escuadrón de lanceros de retén. — .58. Guerrillas. — 59. Puente de comunicación. — 60. Avanzadas de caballería de veinticinco hombres de día, y de noche de cincuenta.

de San Diego desenganchó sus cañones y

los

puso en

batería frente á la trinchera defendida por los independientes.

Rompiéronse

entonces

lados: los realistas disparaban

los

fuegos

de

ambos

con rapidez, y sus con-

trarios pausadamente, como para no malgastar su escaso

parque.

fin al

hombre que tan osadamente hacía fuego sobre sus

artilleros,

y

reconociéndole,

rapidez y le disparó

quedó, sin embargo, cara

armas

le asió

nube que rasgaban como

metro

fortificado.

de

San Diego,

dirigió

hacia

á quema ropa.

él

con Ileso

bravo Galeana, y echándose á

su arma mató á Sagaira,

Pronto envolvió una espesísima nube de humo

á la plaza

el

se

su pistola

y

la

despojándole de sus

de un pié y así metióle dentro del perí-

uLa

tropa enemiga, testigo presencial

lenguas de fuego las descargas de la artillería española.

de este suceso, dice Bustamante en su Cuadro Histórico,

se batía á pecho

El coronel realista

enmudeció como atónita y avergonzada; tanto le impuso este brío, digno de los tiempos de lloma. Apareció muy

Sagarra, que mandaba la batería, hubo de distinguir al

luego un coronel dando sus órdenes y llevando un tambor

Galeana había saltado el parapeto descubierto disparando su carabina.

y

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS al lado.

fuego los

;

Galeana mandó á cinco hombres que

cayó del hermoso alazán que montaba

suyos y se

que era

lo

hiciesen

le

abrazáronle

de ellos para golpearse con rabia. Cuando más empeñada estaba la refriega al pié de la trinchera, los indios colo-

Murió también á los primeros tiros

San

Luis,

el

don Juan

Nepomuceno Oviedo. que

oficiales superiores,

cados tras de las lluvia de

masas

Lejos de flaquear, pérdidas

los

combatientes no podían disparar sus fusiles y servíanse

conde de Casa Rui, hombre digno de

coronel del batallón Patriotas de

las

choque formidable, en que peleando cuerpo á cuerpo

allí

llevaron herido mortalraente: díjose

el coronel

mejor suerte..."

;

289

enfureciéronse los realistas por

acababan

de

en

sufrir

y apretando sus

filas

tres

de sus

y alzando ronca

vocería se arrojaron á la trinchera que les cerraba el

Fué

paso como una muralla de acero y fuego.

aquél un

tapias

del

convento

dirigieron

piedras disparadas por sus hondas

proyectiles

y

,

broncamente

silbaban

realistas:

que no causaban

los

la

una

sobre las

estos

terribles

muerte dejaban

maltrecho á quien tocaban. Este inesperado ataque acabó

de desorganizar á los asaltantes

,

y perdida su primitiva

formación se dividieron en varios trozos, que unidos á las dos

columnas dirigidas desde

el

principio del combate

El coronel don Pablo Galeana

á derecha é izquierda,

ambas

líneas de la calle,

horadando

para marchar cubiertos hasta Diego.

Flanqueados

los

la

las

paredes divisorias

fuerte posición de San

independientes por este doble

movimiento, Galeana destacó á un sobrino suyo para que al frente

de un grupo de hombres resueltos contuviera

avance del enemigo por uno de mientras

él

se dirigía contra

los

Pablo Galeana sostuvo entonces

nombre: cargó resueltamente á

los

el

lados de la calle,

de la línea opuesta.

muy

alto el brillo

de su

los realistas arrojándoles

granadas de mano y ametrallándoles con

que Morelos envió á gran prisa desde

la

el

famoso Niño,

plaza de Santo

Domingo, en que había situado su cuartel general. T. III.-37.

En

entraron en las casas que forman

traidor,

estos

momentos oyóse una voz, quizás

que gritaba cerca de

¡todo se

lia

al

el

que

centro de la población,

la

la

el

Al

arrastrando en su fuga

que con una pieza de

capitán Larios

sucesivamente

de un

guardaban huyeron

hallaba apostado en una callejuela inmediata.

ficados,

la

de San Diego:

perdido, han derrotado á Oaleana!

oír estos gritos, los soldados

hacia

la trinchera

artillería

se

Difundióse

desconcierto en todos los puntos forti-

y por algunos momentos reinó dentro de Cuantía

más espantosa

confusión.

enemigos se dirigía á

Ya una

tropa

de dragones

abandonada trinchera, cuando un

la

niño de doce años, llamado Narciso Mendoza, corrió al

cañón,

lo

disparó,

y

el

grupo de dragones retrocedió



MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS 8IQL08

290 envuelto en

humo y i.

de los suyos

llevando muertos y heridos á algunos

Eápido fué este incidente del que depen-

dió en ese día,

embargo, la toma de Cuantía; llegó

sin

Galeana en esos momentos después de arrojar á los de

supremos

á

columna de

la

la

trinchera,

la

izquierda;

hizo volver á los fugitivos; cubrió nuevamente los puntos

abandonados del convento; y aumentada su fuerza con conducidas por

tropas de refresco,

don Leonardo Bravo, recliazó otros

mismo Morelos y dos ataques emprenel

Eran

las tres

de la tarde, y

los realistas

la

combate había empe-

el

mañana; escaseaba

el

parque de

todos sus asaltos eran rechazados

;

que no era posible tomarlo por

y que para establecer un sitio en regla necesitaba y artillería, y más copioso abastecimiento de pertrechos y víveres. En esa misma noche

asalto

;

refuerzos de gente

del 19, reunió en junta de guerra á todos los jefes supe-

de su ejército, y todos, sin excepción, opinaron

riores

que era menester

diferir

el

ataque, hasta que se reci-

biesen los medios necesarios para repetirlo con probabilidades de buen éxito.

Al día siguiente, 20 de febrero,

enviaba nueva comunicación

didos por las columnas realistas.

zado á las siete de

ficado con inteligencia;

varios

;

el

pueblo exigía un

sitio

asegurándole que

al virey,

de seis ú ocho días, con tropas

suficientes para dirigir tres ataques

y

circunvalarle, pues

aunque su recinto ocupaba más de una legua,

podía

K

de sus jefes superiores j'acían tendidos en los alrededores

reducírsele á la tercera parte

de San Diego y la sangre de cuatrocientos muertos y de mayor número de heridos, por ambas partes, teñía la

decía Calleja en esta comunicación, el enemigo multipli-

«Si Cuautla no quedase demolida como Zitácuaro,

,

Eeal y las casas

calle la

retirada,

y

adyacentes.

con

á situarse

fué

Calleja

batallones á la hacienda de Santa Inés

emprendió

escarmentados

sus

y lomas de Cuau-

Después de

Morelos entró en las casas que

la lucha,

muestras palpitantes del terrible asalto que acababa de pasar

sus pobres moradores fueron víctimas de la furia

:

de los que atacaron mujeres,

niños

nada fué respetado por

;

y

ellos

bárbaramente

ancianos,

,

ni las

asesinados

dentro de las casas y en las huertas, ni sus humildes

muebles y utensilios

que fueron

ilustre general palabras

Tuvo

el

de consuelo para tantos dolores,

el

propósito de resistir hasta lo último en defensa

El resultado del ataque

de la libertad de su patria.

además,

dejábale entrever, ejército

rioso hasta las

posibilidad de vencer al

la

que tenía á su frente, en cuyo caso

realista

ningún obstáculo

nato

destruidos.

vista de tamaña desolación, afirmóse más en su

la

ánimo

le

podría detener para avanzar victo-

misma

goteras de la

capital

del virei-

^.

Calleja, entretanto,

sastre

que acababa de

comunicaba á Venegas sufrir

pérdidas y afirmando que

el

el

aunque atenuando

"*,

delas

número de independientes

encerrados en Cuantía ascendía á doce

hombres con

rail

treinta piezas de artillería; que este pueblo estaba forti-

Cuautla, agradecida, dio ó una de sus calles

'

ciso

Mendoza. Este niño

llegó ú ser,

andando

el

el

nombre de Nartiempo, teniente

coronel del ejército mexicano, y desterrado luego á Centro-América, ocupó un distinguido puesto militar en una de las repúblicas en que se dividió ese país. Dicese que regresó é México y que murió en Cuautla, su tierra natal. ' Cuodro kísíóríco tomo II, pógs. 43-45. BuSTAMANTE. MéiBÍco y sus revoluciones, tomo IV, pág. 342. J. M. L. MoBA. Alamún dice que en esta jornada el coronel don José Jalón no sostuvo su reputación adquirida, pues se aseguró que oculto tras de una pared dio repetidas muestras de flaqueza, por lo que Calleja lo suspendió del mando, y desdo entonces, no obstante el favor que Venegas le dispensaba, no llegó á figurar en cosa importante hasta





que regresó á España. "

,

que se halla en su último término, cun-

rápidamente y tomaría un nuevo y vigoroso aspecto.

"Cuautla debe ser demolida, repetía á imitación del

habían horadado los realistas y cada una de ellas ofrecía

y á

diría

2.

tlixco

sus fortificaciones en parajes convenientes, y la

caría

insurrección

,

(¡liitoría de

México, tomo

pág. 493). Declaración de Morelos en su causa. ^i4rcA¿P0í?eneroI de la II,

Nación). * Parte de Calleja de 19 de febrero. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dévalos, tomo IV, pág. 34).

Delenda Carthago

del viejo romano,

y

si

es posible,

Parte de Calleja (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo IV, pág. 35): «Excelentísimo Señor: Acompaño á V. E. el duplicado del parte y la noticia de muertos y heridos en el ataque de Cuautla, de la que me mantengo á media legua, á pesar de la mucha dificultad que me ofrece la subsistencia, y singularmente los forrajes; pero quiero imponerme, antes de a¡)artarme, del estado en que ha quedado, por si pudiere aprovechar alguna oportunidad. »Si Cuautla no quedase demolida como Zitácuaro, el enemigo creería haber hallado un medio seguro de sostenerse, multiplicaría sus fortificaciones en parajes convenientes en las que reuniría el inmenso número que de temor se les separa, y desde las que interceptaría los caminos y destruiría los pueblos y haciendas; las pocas tropas con que contamos se aniquilarían, y acaso se intimidarían, y la insurrección, que se halla en su último término, cundiría rápidamente, y tomaría un nuevo y vigoroso aspecto. »Cuaulla debe ser demolida, y si es posible sepultados los facciosos en sus recintos, y todos los efectos serán contrarios; nadie se atreverá en adelante á encerrarse en los pueblos ni encontrarán otro medio para libertarse de la muerte que el de dejar las armas; pero para eslo se necesitan medios oportunos. I^lla está situada, fortificada, y guarnecida y defendida de un modo que no es empresa de pocas horas, de poca gente y de pocos auxilios. En un mismo día tengo necesidad de marchar del campo al ataque, conduciendo y poniendo á cubierto de la numerosa caballería del enemigo las provisiones, los equipajes, el parque, los heridos, y los enfermos conducidos con inhumanidad en burros: necesito verificar el ataque calculando, si no consigo apoderarme del puesto, que me quede tiempo para volver ñl campo, desde el que necesitan salir tropas inmediata'



mente á procurarse forrajes á largas distancias, otras á leñar, y las restantes á cubrir y defender el campo de la caballería enemiga, que continuamente se deja ver á largas distancias, huyen^io cuando la atacan, y acercándose cuando se retiran nuestras tropas, con lo que inevitablemente se fatigan, enferman, arruinan y desaparecen. »Cuautla está fortificada con inteligencia, formando un recinto de dos plazas y dos iglesias circunvaladas de cortaduras, parapetos y baterías amerlonadas la defienden doce mil y quinientos armados de fusil, treinta piezas de varios calibres y casi toda la restante tropa de caballería, por lo que no es posible tomarla por asalto, sino con mucha pérdida, y con infantería muy acostumbrada á ellos. El bloqueo ó el sitio en regla necesita más gente, singularmente de infantería, artillería, víveres, pertrechos y tiempo. V. E. resolverá lo que deba ejecutar; en concepto de que en el entretanto me mantendré en las inmediaciones más próximas en que halle subsis:

tencias.

»He consumido muchas municiones en un ataque que duró

seis

horas, y hasta que me den noticia ignoro la existencia, que debe ser bien poca, pero siempre bastante para batir al enemigo si tuviese la osadía de salir de su recinto. »Dios, etc. Campo de Cuahutlixco, febrero 19 de 1812 á las cinco Félix María Calleja.* de la tarde.



MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS sepultados los facciosos en su recinto y todos los efectos

serán contrarios

nadie se atreverá en

:

encerrarse en los pueblos,

para libertarse de

encontrarán otro medio

ni

muerte que

la

de adelante á

lo

de dejar las armas.»

el

el

dirigido por Calleja á

algunas

número de prisioneros, pudo

el

brigadier realista dar

la

vuelta á la falda del Popocatepetl y entrar en la Tierra

Caliente, llegando con su división al campo de Calleja

Venegas, en

que manifestaba

el

el

tuvieron las tropas realistas, y la escasez de municiones

Motivo fué el conocimiento de

á que estaban reducidas.

este parte para que Morelos

y sus principales tenientes

se reuniesen en consejo de guerra á

de discutir la

fin

conveniencia de atacar al general español en su campa-

mento.

siguió

le

leguas, y dejando en el camino un cañón y un corto

el

último día de febrero.

Pocos días antes, sabedor Morelos de

de hombres fuera de combate que

número

verdadero

26 de febrero, y aunque picada su reta-

el

guardia por una fuerte columna que

capitán Larios interceptó un oficio

Al día siguiente del asalto emprendido contra plaza de San Diego,

en marcha

291

Galeana opinó por

el

combate, que nunca este

bravo daba oidos más que á su intrepidez imponderable,

la

marcha de

Llano, determinó impedir la reunión de éste con

ejér-

el

que tenía á su frente, y acordó que saliese una

cito

mando

fuerza respetable al

coronel Ordiera con la

del

orden de ocupar la barranca de Tlayacac, punto nece-

Este movi-

sario de tránsito para la división de Llano.

miento no fué tan secreto que se ocultase á Calleja,

el

destacó violentamente una tropa considerable que

cual

dictamen

dispersó por completo el cuerpo independiente acaudillado

cuerdo y prudente de Morelos, quien, aparte de recelar que la comunicación de Calleja fuese un ardid para

por Ordiera, sin que un solo hombre pudiese regresar á

alentar á los independientes á una salida, demostró con

filas

copia de incontestables razones que en el caso de efec-

sus escasas fuerzas por la pérdida de trescientos

pero hubo de prevalecer al cabo en

probabilidades

todas las

tuarla,

junta

la

el

de éxito militarían

á

Venegas

',

el lector

el

que,

según

el

Cuantía é Izúcar habían

,

dos

muertos

mil

hombres,

Morelos

de

atacadas

ser

coronel Llano, ascendido á brigadier en la promoción

quedó

ral

situado hacia el poniente

terrenos de

la

un regimiento de caballería que se

dos cerca del cuartel general,

al frente

en varios

didos

de

hemos enumerado

los

envió de la capital,

le

de dos mil hombres

y escuadrones que

batallones

al principio

compren-

,

de este capítulo, cuando

las

,

la

plaza

,

,

en

depósito de

el

proveeduría y los hospitales fueron establecial

lado contrario, y sobre

Una

lomas de Zacatepec se asentó Llano.

trincheras

gene-

Cuautla,

de

hacienda de Buenavista;

parque

de Puebla

hom-

pudo Calleja dar

ejército realista,

el

principio á las obras de circunvalación; su cuartel

general de principios de febrero. Reforzado este jefe con

salió

disminuidas

vio

prisioneros ó dispersos en la barranca de

,

Reforzado así

plan formado por

debiendo marchar contra esta última

simultáneamente,

con

Tlayacac.

favor de los realistas.

Recordará

bres

mientras los sitiadores aumentaban sus

Así,

Cuautla.

línea de

á medio tiro de fusil de las baterías de la

se prolongó por el

rumbo

sur, ligando la derecha

Los batallones de

dimos noticia del ejército todo, puesto á las órdenes de

de Calleja y la izquierda de Llano.

El 23 de febrero llegó Llano frente á Izúcar, y situándose desde luego en el cerro del Calvario, rompió

Asturias, Lovera y Mixto, y los escuadrones de Puebla

Calleja.

sobre la población un vivo cañoneo por espacio de dos horas;

por este fuego

protegidas

mortífero

columnas de ataque mandadas por

Sánchez

rechazaron

con

caer la tarde,

indómito ,

valor

Guerrero,

embestidas de las

las

que destrozadas se retiraron

á la posición del Calvario.

asalto el día 24, pero fué tan infructuoso rior:

órdenes del

las

y del capitán don Vicente

columnas realistas

Andrade, no pudiendo forzar

dos

coronel don José

Los independientes, á

Antonio Andrade. padre

el

lanzó

y Tulancingo, cubrían en

el

Calleja, cerrando

el

un

los atrincheramientos

plaza.

Desde

y caballería terminaban en

tería

Repitióse

ante-

la

la

Calvario se alzaba

el

una sucesión de espaldones, que defendidos por infan-

ción.

el

y remataban

pues era de todas las posiciones realistas

más próxima á

al

como

del oriente

lado

reducto del Calvario, al norte, perfectamente for-

tificado,

ya

,

el

A

la

de este

modo

cuartel general de

el la

línea de circunvala-

derecha de las lomas de Zacatepec se abre

profundo

barranco, llamado

cuyas vertientes, formadas azufrosa que le da el

por

del

Agua Hedionda,

una

fuente

nombre, derraman en

medicinal

el río;

para

sufriendo un vivo fuego de las troneras abiertas en las

salvar este barranco se abrió en sus lados un camino de

casas, se retiró á su punto de partida después de pegar

comunicación, y cerca del pueblecillo de Amelcingo se

fuego á los barrios de Santiago y del Calvario; y desde

echó sobre

y

la

eminencia de este nombre siguió

la artillería

realista,

durante aquel día, lanzando balas y granadas sobre la población de Izúcar.

En manos

estos críticos

la

momentos para Llano,

orden de Venegas en que

le

campamento '

establecido

Cupilulol.lib.

II.

frente

á

un puente de madera á

la línea de los sitiadores.

fin

de continuar

Esta, larga de dos leguas,

estaba además reforzada con

reductos,

construidos

en

los puntos que se creyó más peligrosos.

llegó á sus

Morelos, entretanto, había desplegado su incansable

prevenía que mar-

actividad aumentando sus obras de defensa, pues fortificó

chase sin pérdida de tiempo á incorporarse á Calleja en el

el río

Cuantía.

Púsose

la

en

hacienda de Buenavista y formó un reducto avanzado el

punto del Platanar para defender la derecha del

río, frente al

campamento de Llano.

Nuevas expedicio-

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

292 nes enviadas por

y

el

esclarecido patriota á las haciendas

pueblos inmediatos, antes de que se cerrase la línea

del sitio, pudieron traerle algunas provisiones

donde

lo

permitieron los escasos elementos del pueblo.

Desde

un

hasta el 9 de marzo, ni

el 1.°

cesó Galeana de hostilizar á los realistas por

de Zacatepec; escaramuzas aisladas se hacía general la plaza

de boca,

municiones de guerra hasta

é impulsó la fabricación de

tropas de Llano.

combate

el

después

de

,

al

solo

principio, pronto

y tornaban

las

avanzadas á

causar considerables daños á las

El 10 de marzo, concluidos

plenes de las baterías realistas

,

rompióse

el

los terra-

fuego contra

Ti'onaron los cañones y morteros de Llano

los sitiados.

en las lomas de Zacatepec, y á su ejemplo, toda

Cuantía.

la línea

Esforzábanse los artilleros por arrojar bombas

á la casa ocupada por Morelos, siendo de notarse la cunstancia de que

ninguno

durante

el

el sitio,

en

cir-

de estos proyectiles cayó,

lugar que deseaban los realistas.

Este horrible fuego no llegó á interrumpirse

día

rumbo

el

comenzó á lanzar granadas, metralla y bombas sobre

día ni de noche, durante todo

el

asedio.

de

ni

,

Caían las bom-

bas sobre Cuantía y destruían con pavoroso estrépito las casas del pueblo, cuya construcción no oponía gran resistencia; al principio

tantes, que iglesias

terror se apoderó de los habi-

abandonaban sus moradas y coriían á

buscando en

tumbrando

el

á

ellas

aquella

las

refugio; luego, fuéronse acos-

incesante

y mortífera

proyectiles: cuando percibían una

bomba en

lluvia

de

aire

se

el

Casa que habitó Morelos en Cuautla

echaban en tierra y esperaban

la

explosión

;

pasada ésta

instante, prefiriendo aquélla á todas las

demás atencio-

recogían los fragmentos de hierro y los llevaban ufanos

nes, á

á la maestranza establecida por Morelos.

no estuviese conforme en estas ideas, pedíale que pre-

decía Calleja al virey el 13

mañana, cuatro

días

de fuego

como pudiera una guarnición de sin dar ningún indicio de los

días

que sufre las tropas

abandonar

amanecen reparadas

«Cuento hoy,

de marzo á las seis de la

las

la

el

más

la

ha suplido con pozos;

que tienen en abundancia; y todas

un fanatismo riamente

piivaciones, con

de comprender y que haría necesaun segundo asalto, que sólo debe

Y

si

se

algunos días después proponía al mismo

alto funcionario:

«que se hiciese venir

artillería

muchas

dificultades para el acierto

Aunque Cuautla

Todos

defensa.

emprenderse en una oportunidad que no perderé presenta."

que se debía ejecutar, en

ofrecían

difícil

costoso

lo

virey

circunstancias que, por cualquiera parte que se mirasen,

de víveres con maíz las

terminantemente

si el

bizarras,

pequeñas brechas que

la

que se podía después ocurrir; y

enemigo,

«8 capaz de abrir mi artillería de batalla: la escasez de

agua

viniese

las

de primera

tenía en cierta abundancia víveres

necesidad para sostener un

Morelos creyó conveniente provisiones,

y

capitán Larios

al efecto ,

dio

allegar

orden

sitio

dilatado,

mayor cantidad de al

cura Tapia y

que habían quedado fuera de

á don Miguel Bravo, que volvía del

sitio

la plaza

al ,

y

de Yanhuítlán,

para que reuniesen todos los víveres que fuese posible,

y viniesen sobre Cuautla á fin de introducirlos en ella. Bravo se apercibió á cumplir lo que se le prevenía, y

gruesa

BusTAMANTE. — Cuoclro histórico, tomo — Alau;(n. — Historia de México, tomo '

de Perote, y todo cuanto pudiese necesitarse sin perder

^n

tes.

11,

II,

popí'. 57 y

púg. 506.

figuien-

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS agrupando

cuatro cañones,

en

se fortificó

hombres

ochocientos

órdenes

sus

bajo

y

rancho de Mayotepec.

el

293 ese indispensable elemento

abastecía á la población de

El

de vida.

Lovera,

de

batallón

protegido

por

las

presumió con fun-

tinieblas de la noche, dio cumplimiento á esta orden,

damento y queriendo prevenir un ataque á su línea que podía ser secundado por los sitiados, dispuso

terraplenando en un gran trecho la zanja que servía de

Calleja supo la reunión del enemigo

,

el objeto,

que

el batallón

de Lovera,

al

mando

mayor

del sargento

don José Enríquez, y cuatrocientos caballos á

las

órde-

agua y dando otra dirección á su corriente. Pero Morelos comprendió el inmenso daño que acababa lecho

en

Al amanecer del 16 de marzo

bajo

al

rancho de Mayotepec y encontró á

los

independientes

situados en una altura, los cuales, acometidos por

dose,

en buen orden hasta

embargo,

sin

dos

que abandonar sus posiciones retirán-

puntos, tuvieron

el

Mal

i)ais,

lugar situado á cuatro leguas de Ozumba.

Desde

este punto,

Bravo y sus compañeros podían

más necesitado de provisiones y per-

Calleja, cada vez

briosamente

uno

que

el

conducía

18 de marzo atacaron el

el

,

enemigo, y día tras día fué campo

fuegos del

los

al oriente

de

morían los patriotas con

tal

de heroicas acciones ese reducto, levantado

de San Diego;

la plazuela

de libertar á sus bravos compañeros de los horrores de

don José

teniente

En

rosos hermanos de armas. dirigió al virey el

4 de

gene-

sus

comunicación que Calleja

amanecer de ayer quedó cortada

lo

«Al

siguiente:

agua de Juchitengo

el

que entraba en Cuautla y terraplenada la zanja que la conducía, y ordené al señor Llano, por hallarse próximo

á su campo, de que destinase

ban parte de

migo

Preciso fué que Calleja orga-

sangre de

la

abril, decíale

Martín de Andrade y que logró éste salvar, gracias al denuedo de los sirvientes del famoso Yermo que formala escolta.

de Cuautla

los defensores

y quizás algunas veces el agua mezclada con

la sed,

bebieron

interceptar los convoyes que de México se enviaban á

trechos de guerra; y en efecto,

y mandó á Galeana que levantase un fortín punto de la toma del agua. Construyóse el fuerte

de hacérsele

nes de Moran, saliesen á destruir las fuerzas de Bravo. llegó la división realista

al

á

su comandante

rompiese

batallón de

el

Lovera con

objeto de impedir que el ene-

sólo el

toma; pero á pesar de todas mis

la

precauciones, y en medio del día, permitió, por descuido,

que no sólo

enemigo, sino que construyese

la soltase el

sobre la misma presa un caballero

^/^rí

ó torreón cuadrado

cerrado, y además un espaldón que

con

el

comunica

torreón, por cuyas obras cargó un gran

de trabajadores

A

sostenidos desde el bosque.

,

su ventajosa situación

,

San Luis y

Antonio Andrade, atacase

cuatro

heridos

lo

torreón ó parapeto á las

el

que verificó sin efecto, y tuvimos

un

y

Sigue

muerto.

extraordinaria actividad reparando

cuyo mando dio

nizase una gruesa sección,

don

de

Gabriel

José

Armijo,

tregua ni descanso destruyese tes

previniéndole

al

capitán

que

sin

grupo de independien-

que tan seriamente podían interrumpir sus comuni-

caciones con la capital. al

al

Para alcanzar

mismo tiempo trasladar á Chalco

ridos

que

en

había

campamento de

los

los

hospitales,

resultado,

tal

Armijo del

salió

Calleja en los últimos días

Arrostró con valor

el

de marzo.

ataque que dirigieron en su contra llegó á Chalco con su

los independientes,

y

A

impetuosamente sobre

su vuelta cayó

y

enfermos y he-

convoy

las

ileso.

posiciones

de Bravo en el Molleáis (28 de marzo de 1812), y tras una recia acometida logró desalojarle, matándole cerca de cien hombres trechos.

y tomando armas, prisioneros y perel peligro que ame-

Quedaba, pues, conjurado

nazó gravemente las comunicaciones entre

la

capital

y

el

enemigo con

minas, construyendo

nuevas baterías y atacando alternativamente todos puntos de la línea.

mente á

»

Los

realistas combatían

agua, pero nunca lograron su el

combate y

tal

el

Algunos días fué

intento.

esfuerzo de aquéllos por

que éste cesaba de correr

desviar

el

bacía

pueblo; la sed se hacía

el

incesante-

de arrebatar á sus contrarios la toma del

fin

tan reñido

los

precioso líquido,

sentir entonces

radora en los defensores y habitantes pacíficos;

el

devocalor

sofocante del Sur aumentaba su intensidad, y muchos de entre éstos plazas,

pegaban

los

labios al lodo

y chupaban con avidez

frescaba por un

En una

momento sus

el

de las calles y

mezquino jugo que re-

áridas bocas.

de las primeras noches del mes de abril,

Morelos, Galeana y don José María Aguayo

denodadamente

el fortín del

Calvario,

atacaron

punto importantí-

simo para los sitiadores, y que situado en el extremo el puesto más avanzado

norte del pueblo, era no sólo

el ejército sitiador.

Al mismo tiempo que este descalabro arrebataba á sitiados la esperanza

cien

Don José

granaderos, todo al cargo del Señor Coronel

once de la noche,

número pesar de

dispuse que el mismo batallón de

Lovera, ciento cincuenta 'patriotas de

Facsímile de la firma del jefe realista don José Gabriel de Armijo

y

bosque

el

los

de ser socorridos por don Miguel

Bravo, dispuso Calleja cortar

el

agua de Juchitengo que

que ocupaban, sino también

el

eslabón, por decirlo así,

que unía por aquel lado las líneas de Calleja á las del brigadier

Llano.

Al mismo tiempo,

los

demás

jefes

UEXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

294 independientes llamaban

Aguayo con sus bravos

toda la línea que los circundaba. costeños cargó con vigor

reducto arrojando granadas

al

de mano sobre sus defensores, y luego, lanzándose á bayoneta, lograron

él

y

en

los suyos entrar

la

el interior del

defendido desesperadamente por el comandante

fortín,

de granaderos don Agustín de la Viña. Allí murió, entre

muchos, y con

llanto

Aumentaba

atención haciendo fuego sobre

la

de todo

ejército

el

realista,

el

habían

se

ejército

hambre cada día;

el

provisiones del

las

agotado, y los comestibles de las

Los

tiendas del pueblo terminaron á mediados de abril.

soldados y habitantes pacíficos, extenuados, macilentos, parecían

espectros

errantes

entre

El aguardiente y la miel, que no escasea-

escombros.

ban, eran

único alimento de aquellos sufridos patrio-

el

resueltos á defenderse mientras

tas,

ensangrentados

los

alentasen fuerzas

arma en

una

Las

manos.

capitán graduado don Gil Riaño, hijo del desventurado

bastantes

intendente de Guanajuato, y ya la artillería del fuerte

madres veían con sombría desesperación morir á sus

había caído en poder de los asaltantes, cuando grandes

pequeñuelos porque sus pechos enjutos no eran ya

masas de tropa enviadas á toda prisa por Llano y Calleja

manantial de la vida.

al

obligándolos á retirarse

rodearon por todos lados,

los

interior de la plaza,

pero cubiertos de

trofeos,

sin

á

sostener

Comprábase á peso de oro

mento más ingrato, y

el

el ali-

inmundos, ranas,

animales

los

eran pasto delicioso de

ratones é iguanas,

lagartijas,

sus

aquellos hambrientos, y cuando ya no tuvieron ni este

gloria.

El hambre, esa siniestra y eterna compañera de la guerra, ya

con

hacía sentir

se

intensidad dentro

de

Algunos han hecho cargos á Morelos de no

Cuautla.

haber abastecido suficientemente

pueblo que escogió

al

para resistir á Calleja, pero nosotros creemos que esta

empaña en

injusta censura no

lo

más .mínimo

Ya hemos

militar del ilustre caudillo.

la

honra

dicho que apenas

Un

extremo recurso, comieron cueros remojados. el

día,

general don Leonardo Bravo vio que un soldado sabo-

reaba con avidez un trozo de cuero, y

como

hallaba bueno tal alimento, contestó el bravo veterano.

Y

el

si

preguntarle

si

fuera maraón,

le

al

hambre,

la sed, el calor

insufrible, los alimentos malsanos,

las

á los sitiados la peste, esa otra

satélite

fiel

vigilias, trajeron

de la guerra.

supo la marcha del general español, pensó dirigirse á

La

Izúcar y esperarle

en llenarse de enfermos; para los que en ella cabían

tencia,

y

allí

con mejores elementos de resis-

permaneció

si

en

Cuautla debido

rápida marcha de las tropas realistas á cabo

llevar

su primer

propósito.

superioridad numérica de los

que no

le

Además,

enemigos no

á

fué

la

la

dejó

gran

permitió

le

iglesia de

San Diego, convertida en hospital, no tardó

medicinas y alimentos, y los

faltaban

morían abandonados en las casas ó en

que

no

había

tiempo

espacio

ni

cabían

cada

calles;

las

día sucumbían al furor de la peste treinta ó

duos;

no

para

más

indivi-

enterrar

los

enviar formales expediciones que condujeran de los pue-

muertos, y se hacinaban los cadáveres en los atrios de

y haciendas inmediatas los víveres, cuya falta él, más que ninguno, deploraba. Y sin embargo, antes de

fera,

blos

que Llano se incorporase con su división

al ejército sitia-

y entre los escombros, infestando la atmós-

las iglesias

y á muchos destrozaban las bombas que no cesaban de caer, esparciendo sus miembros mutilados.

En medio de

dor, organizó varias pequeñas partidas, que aventurán-

escenas de horror y de muerte,

estas

dose á cortas distancias, tornaron á la plaza con algunos

Morelos acudió

mantenimientos.

en los puntos más expuestos á

Hemos Bravo y

también sus esfuerzos para abastecer

visto

poniéndose en comunicación

la plaza

los jefes

el

Mal

no debe

adversa,

Miguel

de guerrillas que se situaron en Mayo-

tepec, y luego en éstos

don

con

fuis,

y

si

suerte fué á

la

por ello culparse al

valiente

Quería solaz el

el

al

recurso de improvisar fiestas sencillas

fuegos del enemigo.

los

gran patriota ofrecer á sus soldados

entre la desolación que les rodeaba,

ánimo

llegase

de

los

defensores

á flaquear:

elegía

de

Cuautla

para que no

preferentemente para

Galeana para defender la toma del agua, y

dos y de los habitantes del pueblo, y más de una vez

tardes, al alcance de las balas

personalmente

salir

á la

plaza

los

al frente

anhelados

le

animaba de

de alguna fuerza para traer víveres.

Pero

opusiéronse

mación

azotado por el hierro,

Matamoros; accedió

el

general en jefe á los deseos de su

y

las fiestas,

maciones y vivas á

enemigas por

el

rumbo de Santa Inés, y

se

en

hambre y

el

aquel

la peste.

campamento Los dispa-

tan nutrido

y cada uno de el

la

ellos

era recibido con acla-

independencia.

Alguna vez fué

fuego de los sitiadores y estuvo en tanto

á ponerse de acuerdo con don Miguel Bravo y

dirigió

sus paitidas,

que se hallaban no

lejos

del

pueblo de

Ocuituco ^ '

y acompañado

ros de los cañones realistas no eran bastantes á terminar

y de cien dragones, arrolló en la noche del 21 de abril líneas

algazara

estrepitosa

bravo teniente, y éste, acompañado del coronel Perdiz

las

muchas

músicas sus alegres acordes, y todo era regocijo y ani-

dentro de Cuautla, y en su lugar pidió salir

coronel

realistas

allí

de los principales jefes, tomaba parte en los bailes y jamaicas de sus bravos soldados. Daban al viento las

aquéllos encareciendo la necesidad de que permaneciese el

estas

diversiones el terreno próximo al reducto construido por

Morelos. Pesábale á éste la dura situación de sus solda-

sometió á sus oficiales la intención que

algún

y levantar así

En

esta salida fué

muerto

el

coronel Perdiz y

mucbop

otros de

que acompoñtíban á Matamoros. El cadáver del primero, desnudo y atado sobre una muía que los sitiadores hicieron entrar en el pueblo, fué el aviso que tuvieron li^s siliados de la muerte de este los

dislinguido patriota.

MÉ-SICO Á TRAVÉS

peligro la vida de Morelos, que sus soldados le obliga-

ron,

á guarecerse detrás de las

por la fuerza,

casi

fueron rechazados y vueltos á la carga, y en la última fué necesario que yo

y sereno valor,

los realistas tan heroico

de

clando la impostura á la verdad, hacía sin quererlo

sible

«Si

Cuantía,

de aquella resistencia admirable:

elogio

constancia

la

el

de

actividad

y

de

defensores

los

en 24 de abril, fuese con

escribía al virey

moralidad y dirigida á una causa justa, merecería algún

un lugar distinguido en

mismo condujese á

El 24 de

abril,

semanario de los hospitales,

que nada era suficiente á abatir, y por eso Calleja, mez-

más cumplido

295

acobardados..."

trincheras del reducto.

Admiraban

DE LOS SIGLOS

que debía hacer, en

lo

le

enviarle

al

estado

el

pedía la orden terminante

caso

el

granaderos

los

pero no impo-

difícil,

de que Morelos hallase medios de sostenerse los

,

pocos días que faltaban para que comenzase la estación

y en respuesta, Venegas, que sentía lisonjeada

lluviosa,

su venganza con las confesiones de su odiado rival, le

«Son muy exactas

decía:

de V. S. sobre

las reflexiones

por nuestras tropas y afligidos por la necesidad, mani-

de Morelos y sus mahométicas máximas... Los insurgentes hacen por todas partes el último esfuerzo:

entierran sus cadá-

nos han tomado á Pachuca; Olazabal ha sido atacado con

en celebridad de su muerte

su convoy en Nopalucan; Tepeaca ha sido ocupada por

día

fiestan alegría

en todos los sucesos

veres á son de

repiques

Estrechados

la historia.

:

festejan con algazara, bailes

y borrachera

la constancia

sido el éxito, imponiendo pena de la vida al que hable

y están atacando á Toluca y Atlixco. Sin embargo. Cuantía es el punto principal y el centro de donde ha de proceder el desembarazo de los restantes;

de desgracias ó de rendición. Este clérigo es un segundo

es cuanto tengo

que decir á V. S. sobre la importancia

de llevar á cabo

la

gloriosa,

y

el

regreso de sus frecuentes salidas, cualquiera que haya

Mahoma que pués

pro?neie la resurrección temporad y des-

paraíso con

el

goce de todas las pasiones á

el

Y

sus felices musulmanes.»

más adelante y

dar que otras veces había elogiado los

independientes,

añadía:

no sale de su casa sino

al

«el

á ellas Si

si

de

fiesta,

Divinísimo en sus

el

batalla de

después de la

dijo,

otras había peleado por obte-

por salvar

A

esta

en

Munda

el

suceso será

replicaba

histórica

cita

«En

reprimido despecho:

Calleja

efecto, la situación

muy

semejante

que aquellos dos hombres, celosos

recíprocamente, habrían ayudado eficazmente á Morelos

climas templados

los

de

España.

Érale,

y

por

con sus discordias,

si

caudillo

micas en esas regiones; sus hospitales estaban henchidos

heroicas algunos días

de enfermos, y

los realistas

general realista veía acercarse con

la estación de las lluvias,

retirada.

situación de los sitiadores.

el

sitio

El virey Venegas conocía

la

Quizás, en vista de ellas,

el

mexicano habría exigido entonces de sus tropas

Pero

pues bien sabía que en

más medio que levantar

éste logrado hubiese interceptar tan

importantes comunicaciones, que revelaban la verdadera

consiguiente, mortífero el clima de la Tierra Caliente, y él se cebaban las fiebres intermitentes, que son endé-

la

suerte,

otro, agria-

El ejército de Calleja estaba

,

en

y emprender

De

uno del

dos por estas mutuas reconvenciones y entorpeciéndose

recientemente

ese caso no le quedaba

el

en no menos crítica

compuesto de gente nacida en

el

mal

con

de César

suyo si apuráremos

al

nuestros recursos y las aguas se retardan.»

venida

vida...

poco de la nuestra; pero yo espero que

difería

dura y casi extrema era en la segunda quincena

ó

la

no difiere mucho nuestra situación.»

^"

se hallaban los sitiadores.

pavor

César

empresa.

Munda, que en

ner la victoria, pero en aquélla

Morelos

de

los días

por sus incomprensibles juicios baja

de abril la situación de los sitiados

fríos

sin recor-

valor del jefe de

cobardón

amanecer de

para exhortar á su canalla, con sacrilegas manos,

el

los rebeldes,

más de

sacrificio

hasta lograr que

levantasen su campo.

los independientes, lo

mismo que

los patriotas

habitantes de Cuautla, sólo tenían á toda hora, sin tregua ni respiro, el

hambre,

la sed, la peste

y

fuego de los

el

verdadera situación de Calleja, y quizás no le pesaba ver á su émulo en riesgo de perder todo su prestigio

pueblo.

militar: urgíale á terminar el sitio

fuego no cesaba sino en raros y cortos intervalos; la

disponiendo un asalto

general, pero á estas constantes excitativas contestaba Calleja:

«El 19 de febrero

asalté

por cuatro

diferentes á Cuantía, que no estaba ni de ficada

como en

victoria,

el

día;

mucho

puntos forti-

mi tropa, acostumbrada á

no dudaba obtenerla.

Tomé

la

todas las disposicio-

nes que creí convenientes, pero nada bastó

,

y

tres veces

cañones enemigos que reducía á escombros

fuerza armada que contaban al empezar el

mada por

casa cural de su pueblo, y dejaba todo el riesgo y la gloria del sitio á Galeana y don Leonardo Bravo; pero no por eso merece la calificación de cobarde un hombre que hasla entonces nunca habla excusado poner su persona en peligro » (¡Jistoria de México, tomo II púg.513).

la peste

,

por

los continuos

sitio,

Larios y de Matamoros, al espirar

el

mes de

el

mer-

combates y por

partidas que habían podido salir de la plaza al

las

mando de

abril

apenas

llegaba á mil hombres, en tanto que los realistas repo-

nían

sus

alzaba « Con este motivo dice Alamán lo siguiente, corrigiendo el injusto juicio de su héroe Calleja: «Es cierto que Morelos permanecía en las casas reales que ocupaba en la plaza de Santo Domingo, jugando todo el día á malilla, con la tranquilidad que pudiera en la

el caserío del

Sus municiones estaban casi agotadas, pues

el

bajas

con

tropas

de refresco.

Cada

día

se

ardiente sol del Sur sobre las colínas de Zaca-

y después de alumbrar mil episodios heroicos de aquel memorable sitio se hundía velado por el humo del tepec

,

combate detrás del campamento de Calleja, sin que noche trajera alguna tregua, ni á

la

la

lucha ni á los inde-

cibles sufrimientos de los sitiados.

Una

última

esperanza

manteníase

por

éstos:

la

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

296

como se

dos días de asedio, marcándose cada uno de ellos con

irresistible la línea

alguna hazaña famosa por parte de los defensores de la

llegada de Matamoros, que algunos días antes,

ha dicho, había roto con bravura

de circunvalación, resuelto á volver con provisiones y pertrechos. Unido, en efecto, en el pueblo de Ocuituco

independencia.

p>ustrado

zar

Matamoros, agotadas por completo

á la fuerza comandada por don Miguel Bravo y

provisiones y los pertrechos, llevado hasta la linde de

el

capitán

coronel

el

Larios, pudo allegar considerable cantidad de víveres;

humano

trasladóse luego á la barranca de Tlayacac, y desde

altivo desdén

mañana

avisó á Morelos que en la introducir

convoy por

el

del día 27 se proponía

rumbo

el

allí

reducto de

del

la

toma, forzando para ello la línea de circunvalación entre Amelcingo y Calleja,

barranco llamado de la Hedionda.

el

ya por haber interceptado

ducía á la plaza

ya por observar en

aviso,

tal

la

cumbre

de un cerro lejano una gran luminaria que comprendió

arregló

rápidamente las medidas del caso

Al ama-

poniendo sobre las armas á todas sus tropas.

necer del día 27, los independientes, en número de dos

Matamoros y don Miguel

mil hombres, acaudillados por

Bravo, aparecieron por realistas de

la retaguardia

Amelcingo y barranco de

cando con vigor á

Calvario y

La

la

Matamoros

de

asaltos

combate,

el

rechazaron

y

,

Al espirar

el pueblecillo

tenientes

entre el fortín del

,

de Amelcingo

^.

plaza de San Diego, lugar de los embravecidos

combates del 19 de febrero, fué señalada para de las tropas.

Dieron las dos de

comenzó á disipar

la

como

las tinieblas

á esa pequeña legión de héroes

mañana;

Circuló entre las

^.

Hedionda, ata-

seguían luego doscientos cincuenta lanceros; detrás de

desesperados

los

por

secundadas

los

fuegos

dos piezas pequeñas de artillería

éstos

ellas el

siendo una de

,

famoso Niño; marchaban luego

que condu-

los

cían á los heridos; Morelos con don Leonardo y don Víctor

construida en Amelcingo, acabaron por perseguir á los

infantería,

de caballería á las órdenes del capitán Anzures.

Oyóse en Cuantía

moros

salió

y adivinando Morelos

el

marchaban también muchos de

la

todas sus fuerzas sobre

los realistas

columna de Morelos

;

desembarazóse Lovera cargando

en que iba dividida

del

río

Eeinaba profunda calma en inquietados

dejando

mes había consultado

al

virey

si

bando de indulto concedido por

el

17 de aquel

enviaba á los sitiados

las Cortes

el

en noviembre

del año anterior, hizo pasar á Morelos, tres días después

del combate de Amelcingo,

un ejemplar

y con

las

á

el

En

los

su

atravesaron

por

puente

momentos un centinela enemigo

sin

de

silencio

repente hallaron en su

De

el

de las que para aquel

y la

formidable

Continuaron su marcha en

armas preparadas.

algunas vigas

sitiadoras;

independientes

izquierda el

camino un zanjón que les impedía él

posible.

menos ruido líneas

las

traspasaron

reducto del Calvario. caso de capitular sin deshonra, y

valiente guarnición,

los habitantes del pueblo,

y procurando hacer

circunvalación,

el

Entre

ese orden salió de Cuantía la columna siguiendo la caja

rrarse de nuevo en la plaza, sin la esperanza de recibir

Era llegado

una pequeña fuerza

que huían temiendo la ferocidad de los sitiadores.

ser

ya ningún socorro.

la

de la

resto

del

de todo sexo y edad, desencajados y macilentos, pero

á la bayoneta, y los sitiados se vieron forzados á ence-

comprendiéndolo así Calleja, quien desde

la retaguardia

las secciones

de Lovera; pero rechazado entretanto

al batallón

y formaba

de Mata-

á la cabeza de una columna, y acometiendo

Matamoros echaron

colocó en seguida al frente

se

estruendo

el intento

con furia las líneas sitiadoras, logró envolver por algún

tiempo

filas

la

independientes, que se retiraron en desorden hasta sus

la refriega,

luna

la

para servir de guía

Bravo

de

reunión

la

mortíferos de una batería que el día anterior había sido

posiciones de Tlayacac.

y

debía

que

tropas,

las

del noreste

y la

Pero éstas, con-

siderablemente reforzadas con otros cuerpos del ejército, sostuvieron

rumbo

él

voz de marcha, y púsose en movimiento la columna. Iba Galeana á la vanguardia con la mejor infantería;

de las posiciones

las líneas de Llano.

con ellos la salida de

efectuarse por el

debía ser una señal de inteligencia entre Matamoros y la plaza sitiada, adoptó

batalla, á caer exhaustos

tarde de ese día, reunió á sus principales

correo que con-

el

campo de

una muerte

sitio, prefiriendo

el

en manos de sus enemigos.

suyos

lo

indulto que se le ofrecía,

el

gloriosa en el

las

y rechazado con hubo Morelos

sufrimiento de los sitiados

el

de resolverse á romper

los

plan que se propuso reali-

el

paso el

;

echaron sobre

caso llevaban, y

improvisado. dio

el

En

estos

¡quien vive! y

del bando, ofre-

La orden de salida, escrita de la misma letra de Morelos, se haUa en e\ Archioo general de la Nación en el legajo intilulado: Ordenes para el sereicio militar de Caauíía, y dice así «Que las lumbradas de los baluartes estén gruesas. Que Iras de la avanzada '

ciendo

Bravo.

el

perdón á Morelos, Galeana y don Leonardo

El primero de éstos devolvió, sin embargo,

papel que

se

le

enviaba,

escribiendo

en

su

el

reverso:

Otorgo igual gracia á Calleja y los suyos ^ El 1.° de mayo de 1812 se cumplieron setenta y '

BusTAVANTE

— Cuadro

histórico,

tomo

II,

pág.

71.

— Con

eple

motivo dice Alamón en una nolQ puesta al pié de la página 522, tomo II, de su IlUtoria de México (edición de 1850), que él sigue lo que dijo Calleja en su parte, relativo al indulto, porque generalmente merecen más conflama las noticias de los jefes realistaaque las de los insurgentes. No hemos podido resistir al deseo de copiar esta apreciación que revela por si sola la parcialidad del historiador

Alamún.

:

vayan zapadores con herramienta. Sigúese la vanguardia de caballería. Luego media infantería. Luego el cargamento de artillerlii. Luego la otra media infantería. Luego la retaguardia de cabollerla. Que se den velas dobles y se vendan las sobrantes y el jabón. Que repartido el prest se dé un peso ú cada enfermo y la mitad del sobrante se traiga. Que se junten cuarenta muías, y si no hay que se reduzcan los cañones. Que se repartan los cartuchos á cinco paquetes: dos tiros y clavo » ' A propósito de la salida, dice Alamán: «A las dos de la mañana del día 2, estando la noche muy obscura, emprendió Morelos su salida, etc.» En cuanto á la obscuridad diremos que basta consultar el almanaque de 1812 para afirmar que esa noche fué de luna.^

;¿^ §* sr

''ifijhl^íje£yjs^¿i

y

Cl^

MORELOS, HÉROE DE LA INDEPENDENCIA

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS aunque

Galeana

mató de un pistoletazo

le

cundió rápidamente por toda la línea

la

alarma

sitiadora,

y

la

columna se vio envuelta por algunos batallones realistas al llegar

Parapetáronse

á la hacienda de Guadalupita.

los independientes

cercas de piedra

detrás de las

y

se

297

cución fueron los

en

inermes

habitantes de Cuautla, que,

infelices

mayor parte,

su

de

la

.

caballería

iban en

Sobre

retaguardia de la columna.

centro

el

y á

cebó la furia

se

ellos

degollando sin compasión

realista,

todos los que hallaba á su paso.

Calleja en

á

su parte al

defendieron bravamente á los gritos mil veces repetidos

virey estima en cuatro mil hombres la pérdida total que

de ¡viva la Virgen de Guadalupe! ¡viva la América!

sufrieron los independientes, pero

Pero después de una hora de combate, rodeábales casi

muy

todo

el ejército

Morelos, los Bravos, Galeana,

sitiador.

y animaban con su voz y con su ejemplo á sus soldados. En lo más Anzures y Ayala peleaban en primera reñido

combate cayó

del

fila

caballo de Morelos arras-

el

esta cantidad parece

exagerada, y con razón, al mismo historiador Alamán ^ Al mismo tiempo que numerosas fuerzas realistas perseguían á

independientes, dos batallones, al

los

María de Echeagaray

del coronel don José

mando

ocuparon

,

el

trando al general en su caida; levantáronlo los suyos

pueblo y se dedicaron á recoger toda

cuando á punto estaba de quedar prisionero, y arrojánsobre los realistas lograron

y municiones que abandonaron los sitiados. El historiador Bustamante afirma que Calleja dio orden de que

y prosiguieron

fuesen fusilados algunos individuos dentro de Cuautla, y

dose con increible empuje

romper

el

cerco de fuego que los envolvía

la artillería,

su retirada, en gran desorden ya, y perseguidos vigoro-

que esta disposición quedó cumplida.

samente por

contrario,

de Calleja.

la caballería

Este general supo con bastante atraso Dario suceso que ocurría en sus líneas.

el

extraordi-

Enfermo hasta

el

obstante

presos

misma mañana,

insultar

y media después de

es decir, dos horas

haber iniciado Morelos su atrevido movimiento, escribía lo siguiente

cito salga

por

de este infernal país

que respecta á mi salud

lo

decadencia que ella

«Conviene mucho que

á Venegas:

no

si

,

decirme en

al

fin

el corto

los

contestación

Así, la resistencia que

ejér-

posible, y

se halla en tal estado de

acudo en

le

puede darme, llegarán tarde

servirá

más pronto

lo

el

lo

término que

auxilios.

V. E. se

que deba hacer

'.

hallaron los sitiados en su

retirada fué combinada por los jefes de las líneas sitia-

la

orden

de

solicitase

á la tropa por

noche

el

sin darles

el

el

coronel

al

cuidadosamente entre los Carranza,

que salía á

reducto del Calvario, y al

mismo y por

el

otros puntos tocaba por

paso de ataque, y que los hiciese ahorcar,

más tiempo que

morir cristianamente.

ya y que recibió tla, comunicaba

el

preciso para disponerse á

El coronel que hemos nombrado de gobernador de Cuau-

general en jefe su enti-ada en este

al

siguiente:

lo

más horrorosa:

destruidas por

el

la investidura

pueblo, y decíale vista

comunicada

Calleja

José Andrés

negro

al

tambor que por la

Alamán, por

asegura que no hubo ninguna ejecución, no

Echeagaray de que

grado de guardar cama, á las cuatro y media de aquella

armas

«Presenta (Cuautla)

mayor parte de

la

cañón

y

las

las

la

casas están

bombas; de entre

las

doras, y no por el general Calleja que ignoró, durante

ruinas sale un hedor insufrible, provenido de los cadá-

dos ó más horas, lo que pasaba en

veres de hombres y bestias mezclados unos con otros, de

Advertido

al

mente, y mientras

la

Cuautla.

dictó

fin,

caballería

los independientes, dispuso

el

rumbo noreste de

sus órdenes violenta-

marchaba en pos de

que algunos de sus batallones

ocupasen desde luego la abandonada plaza.

Fué

la

inmundicia y basura que observo en todas partes

ayes y clamores de los que andan por las calles tando alimento, extenuados y reducidos

de

La

la

miseria, exigen la

al

:

los

solici-

último extremo

compasión de todos:

en los

tropa

conventos de Santo Domingo y San Diego están ocupa-

regular de los independientes pudo marchar con algún

das sus habitaciones con enfermos, sin distinción de sexo

orden

,

la

persecución activa y sangrienta.

no sin dejar sus dos cañones y ciento cincuenta

muertos tendidos en

el

catepetl, siguiendo el

campo, hacia

rumbo

las faldas del

del pueblo

Popo-

de Ocuituco, y la que estaba

ni

edad, y

torres.

trés

lo

mismo

las sacristías, las iglesias

Se encontraron en

y en

el

tristeza infundía hallar

á las órdenes de

tres días, otros de

don Leonardo

,

dio

durante

don Miguel Bravo. ,

El hermano de

que tantas pruebas de heroico valor

separado de sus compañeros en medio del desconcierto de aquella congojosa retirada, llegó

tres

el

sitio,

días después

á la hacienda de San Gabriel,

propiedad de Yermo, cuyos dependientes

le

aprehendie-

ron, así como á los pocos oficiales y soldados que

acompañaban.

Pero quienes sufrieron más en



le

la perse-



' BusTAMANTR. Caad/-o /tísíór/eo, tomo II, pág. 76. Cnufa lástima la debilidad de las razones con que Alumán pretende disculpar la ignorancia en que se hallaba Calleja respecto de la salida de Morelos.

T.

IU.-38.

acababan de

y aun

¡Qué

entre ellos cadáveres de dos ó

menos tiempo y aquellos de

fallecer;

las

primero doscientos veinti-

segundo trescientos sesenta y dos.

pasando luego á Izúcar, donde se unió con

éste

el

los

que

mirar agonizar á muchos de los

heridos y enfermos, y oír los lamentos y quejidos de los que, agobiados de las enfermedades, sólo esperaban I Kste, en una nota á su Historia de México, tomo II, pág. 524, dice lo siguiente: « Don Esteban Moctezuma, que fué después general de la república, acompañaba en la persecución al realista don

Anastasio Bustamante, entonces capitán de San Luis y comandanle de las guerrillas, de quien Moctezuma era ordenanza. Moclezuma, al volver ú Cuautla, concluido el alcance iba matando con la lanza á las mujeres que hallaba heridas por el camino, cuyo acto de crueldad le reprendió Bustamante, á quien he oido referir el suceso de su propia boca. Moctezuma era^ sin embargo, hombre de gran valentía, de que dio después muchas pruebas, y es por lo mismo más extraño en él este acto de crueldad.»

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

298 hallar consuelo en la

Y

misma muerte!»

más

adelante,

y después de enumerar las providencias dictadas por para atender á tanta miseria, añadía

garay:

«No

alcanzaron las

de las feroces garras

tar

él

coronel Echea-

el

medidas tomadas para liberde

la

muerte á quinientas

setenta y cinco víctimas sacrificadas por la peste, desde el día 2

y fué muy perjudicial á la disciplina realista, en cuyo campamento tomaron asiento

prestigio de Calleja del ejército

todos los vicios, sin que su jefe se atreviese á extirparlos

con su vigor acostumbrado,

temiendo

y soldados, que tanto

oficiales

disgustar á los

sufrían con los rigores de

un clima abrasador y malsano.

La

hasta el 7 del corriente: quedaron enfermos y

defensa heroica de Cuautla cubrió de gloria los

entregué al señor brigadier don Ciríaco del Llano ciento

nombres de Morelos, Galeana, Matamoros y

cincuenta y uno, para que de los hospitales en que exis-

y

se

tían

trasladaran á las haciendas para su convale-

nosotros

cencia ^.n

No

obstante la

extrema miseria que ofrecía por do

quiera el pueblo de Cuautla, los soldados realistas se

entregaron

saqueo apenas entraron en su recinto, sin

al

que se escaparan á su rapacidad ni

ornamentos de

los

El coronel Echeagaray decía á Calleja que

las iglesias.

mérito de estos preclaros

el

Veamos

revolución.

que dice

lo

apasionado panegirista de los dominadores:

de

iglesia, después de cerrada, fué saqueada

podía armar y defender con

el

sitio

famoso

de

rechazado Calleja en hasta el 1.°

el

ataque

que

Cuautla,

primero

duró

en que fué

de

la

plaza,

de mayo, último día en que Morelos se sos-

tuvo en sus gloriosos atrincheramientos

y sostenerlo

,

3.

Para formarlo

el gobierno vireinal gastó una suma cuan-

que algún historiador hace ascender á 1.700,000 pesos "*; aglomeró lo mejor y más granado de sus tropas y empleó sus más valiosos elementos en todo género. tiosa

Pero sobre todo, ese

sitio

memorable dio en

tierra con el

«Los insur-

ninguna otra, cuan diverso hubiera podido ser

campo raso masas numerosas de gente

setenta y dos días, desde el 19 de febi-ero,

la

Alanián,

gentes dieron durante todo el asedio pruebas de valor y constancia, y en esta ocasión se demostró, más que en

las de Zitácuaro, que los mismos soldados que custodiaban eran los que habían causado más mal y que la

Así acabó

de

caudillos

el historiador

sus tropas habían dejado las casas en peor estado que

2.

Bravos,

los

más fuerza y más prestigio á la causa de la independencia que la más espléndida victoria. No elogiemos dio

revolución

la

el

éxito

Hidalgo, en vez de presentar en

si

hubiese reducido á organizar

el

indisciplinada, se

número de hombres que las poblaciones que

ellos

había ocupado y las fuertes posiciones en que abunda

A

país en que hizo sus campañas... la

había ya causado,

revolución

el

todos los males que

del

de Cuautla

sitio

nuevo y gravísimo, que fué la epidemia de malignas, que desde aquel punto se fué exten-

otro

salió

fiebres

diendo en todo

el reino,

especialmente

en

las

con gran estrago de la población,

grandes

México, que fueron de calamidad.

En

las

cuanto á Morelos

le sirvieron otra

ciudades

de

Puebla y

primeras en resentir aquella ,

el

clima y la estación

vez de antemural impenetrable, y libre

del riesgo de ser atacado por los realistas en el punto á

Informe del coronel don José María de Echeogaroy y Bocio: Archieo general de la Nación, tomo LV del ramo de Historia. « Historia de Me¡B(co, tomo II, pég. 52fi, y la nota AlamXn. de Bustaal pié de esa página. Véase también el Cuadro histórico mante, tomo II, págs. 76 y 77. a «Tenía Morelos en Cuautla ú su hijo mayor don Juan Nepomuceno Almonte, á quien en sus declaraciones dijo que llamaba su adieino, aunque sin e.xplicar el motivo. Pura su instrucción ó entretenimiento habla hecho se le formase una compañía de niños de su misma edad, de que lo nombró capitán y era conocida con el nom'



bre de la Compañía de los emulantes. Estos niños salían á los trincheras y una vez condujeron en triunfo á un dragón que hicieron prisionero, aunque él dijo que iba á presentarse á Morelos. »En toda la continuación del sitio se ejercieron por una y otra parte actos continuos de inhumanidad con los prisioneros. En el ataque del 19 de febrero, un granadero del ejército real quedó herido en la trinchera de San Diego y fué hecho prisionero. Morelos quiso persuadirlo que siguiese su partido, y habiéndolo rehusado con decisión, lo hizo fusilar y conducir en la noche su cadáver puesto en una silla á inmediaciones del campo de Calleja para que al día siguiente lo recogiesen sus

— —

gina 362.— BusTAMANTE.— Ctíflí/ro histórico, tomo Historia de México, tomo II, pég. 532. mAn.

11,

pág. 87, y Ala-

tuvo tiempo para rehacerse de la pérdida

,

que había sufrido recogiendo los dispersos y levantando

nueva gente, con que se volvió á presentar pronto en

campaña más pujante y temible que antes. Su reputación había crecido con los últimos sucesos, y aunque en el resultado

del

sitio

de Cuautla

el

triunfo

quedase por

parte de los realistas, la fama y la gloria fué sin duda

para Morelos

i.»

El mismo Calleja, algunos años más

y cuando retirado en su patria podía juzgar con

tarde,

entera calma los sucesos en que tuvo tan principal parti-

complacía en proclamar

cipio, se

el

defensores de Cuautla, enalteciendo

dado Morelos

mérito de los ilustres entre todos al deno-

2.

Pocos días bastaron á Calleja para recoger

compañeros.

»Por el lado contrario, entre los papeles concernientes el sitio de Cuautla que existen en el Archivo yeneral, hay multitud de sumarias formadas á los que eran sorprendidos saliendo ó entrando en el pueblo, que la mayor parte concluyen con la sentencia de la pena capital. Una de éstas es la que se formó al norte-americano Nicolás Colé, uno de los tres que se pasaron á Morolos en las inmediaciones de Acapulco, y fué cogido el 11 de marzo en uno de los ataques intentados contra el reducto del Calvario. No obstante haber dado una instrucción muy detallada sobre el estado interior de Cuautla, que debió ser muy útil ú Calleja para dirigir con acierto sus operaciones ulteriores, fué condenado ó muerte y ejecutado el 15 de Historia de México, tomo II, pég. 529). aquel mes.» (.ALAtikit. ' México y sus recolaciones, tomo IV, páJ. M. L. Mora.



que se retiró

llería

y pertrechos de guerra abandonados por

la

arti-

los inde-

pendientes en la desde entonces célebre Cuautla, y antes

de su separación ordenó

el

incendio de este pueblo, á

semejanza del castigo que impuso á Zitácuaro en primeros

del

días

año.

Ardían ya algunas

pronto las llamas habrían devorado ción

,

'

de

casas, la

y

pobla-

cuando á ruego de algunos vecinos que se mantu-

vieron '

el resto

los

fieles

á la causa del rey suspendióse la obra



í/isíoria de México, tomo II, pég. 533. Alamán. BusTAMANTE. — Cuadro histói ico, tomo II, pég. 76.

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS Levantado, por

vandálica que comenzaba á realizarse.

299

antes ignorados en las huestes de la revolución, hacía

último, el campo, la división de don Ciríaco del Llano

palidecer los frescos

tornó á sus acantonamientos de Puebla,

continuación de una lucha dilatada y sangrienta.

columna de Granaderos tro, con Calleja á la el

16 de

llones de ni la

y

,

Ni

Lovera y Asturias artillería

el aire ,

marcial de los bata-

recién venidos de España;

tomada en Cuantía á

pendientes; ni los prisioneros que ornaban

vencedor, contándose entre

que fué incorporado en fueron

bastantes

á

el

ellos

excitar

en

los inde-

el triunfo

del

don Leonardo Bravo,

camino á

columna

la

los

realista,

de la

partidarios

dominación española un entusiasmo tan vivo como

el

que

produjo la entrada del mismo ejército del Centro después del

triunfo

que alcanzó en Zitácuaro.

Y

era

resistencia heroica de Cuantía, revelando fuerza

La

Cen-

cabeza, hizo su entrada en México

mayo de 1812.

numerosa

reforzada con la

el resto del ejército del

que

la

y vigor

desaparición,

de Calleja y auguraba la

lauros

por

momento, de todo cuerpo

el

de ejército independiente que exigiera

de un general como Calleja,

facilitó al

ción de un proyecto que había el

el

empleo activo

virey la realiza-

madurado con calma y en

que había persistido después de sus agrias contesta-

ciones con aquel jefe durante el asedio de Cuautla. el

Con

pretexto de dividir las fuerzas en varías secciones que

atendiesen mejor á las necesidades de la guerra, disolvió el ejército del

persona,

mando ción,

Centro,

que nunca consideró adicto á su

y en consecuencia,

Calleja,

el

17

de mayo

y sus tropas, incorporadas á

recibieron

en ese día

la

mayor general conde de Alcaraz.

la

dejó

el

guarni-

orden de la plaza del



CAPÍTULO

II]

— Renombre de Morelos. — Sucesos militares contemporáneos — Ventajas alcanzadas por comandante realista Paris en Sur. — El virey dirige una proclama á los habitantes de esa zona. — Carta pastoral del cabildo eclesiástico del arzobispado. — Rayón ataca vigorosamente á 18 de abril (1812). — Se ve obligado á retirarse y se sitúa en Amatepcc. — Sale de México para atacarle una división al mando Toluca de Castillo y Bastamente. — Combate de Lerma. — Son rechazados los realistas. — Abandona Rayón sus posiciones y se fortifica en el 6 de junio. — Fusilamiento de los prisioneros que caen en poder de cerro de Tenango. — Sigúele Castillo y Bustamante y lo derrota los realistas. — Entran éstos en mineral de Sultepec. — Disuélvese temporalmente la Junta Suprema. — Rayón sitúa su cuartel general

Esperanzas que alientan

los realistas deppiiés

inmediatamente posteriores

é

al pitio

de

ocupación de Cuautla

la

de Cuautla.

el

el

el

el

el

en Tlalpujahua.

— Manda y

el

— Planes de paz y guerra propuestos a Venegas por el doctor Cos en

marzo de

1812.

— Rápido examen

de estos planes.



Los impugnan por medio de la prensa el canónigo Beristain del verdugo y prohibe su lectura. El fiscal del Tribunal de Minería propone que este cuerpo pida al virey que ajuste convenios con los indepen-

virey quemarlos por

mano

Bringas. — — Es desechada esta proposición. — Prisión en la capital de algunos individuos acusados de mantener relaciones con el general

el fraile

dientes.

— La

la de México. —Jefes que proclaman en esos rumbos la indeVega Rosains, Machorro, Gómez y otros. — Algunos de éstos atacan á Huamantla y la toman el 19 de marzo. Valor de ese convoy. El brigadier Olazabal, hostilizado por las guerrillas, abandona en Nopalucan el rico convoy que conduela. Pachuca se entrega por Atacan los independientes á Atlixco y son rechazados. — Toman los insurgentes á Tepeaca y Tehuacán. capitulación al insurgente Serrano. — Execrable matanza en Alfajayucan ordenada por el capitán español Casasola. — El realista Atacan éstos á Tulancingo en los últimos Claverino recobra á Pachuca y persigue á los independientes quitándoles toda la artillería. Principios de la revolución de independencia por días de mayo y son rechazados. — Marcha Llano á Drizaba. — Recobra á Tepeaca. Slguenle á Córdoba y el rumbo de Orizaba. Los curas Alarcón y Moctezuma obligan al jefe realista Panes á salir de Drizaba. atacan esta ciudad, aunque sin éxito. — El brigadier Llano apresura su marcha y entra en Drizaba el 10 de junio. — Regresa é Puebla

Rayón.

revolución en la provincia de Puebla y en la parte norte de

pendencia: Sánchez de

la

,



— —













Entra en esla villa el 11 de Vuelve é salir Llano de Puebla con dirección al rumbo de Jalapa. conduciendo un convoy de tabaco. Se dirige á atacar las posiciones de Naolinco. — Los miembros de la junta revolucionaria establecida en ese pueblo se retiran á Misantla. Marcha Llanos á Veracruz y después de recibir un valioso cargamento regresa á Puebla, donde llega á fines de agosto. El primero socorre á Linares sitiado en La revolución en el fia/ío; campaña de Garda Conde contra el guerrillero Albino García.

julio.







— Conduce

García Conde un convoy é Guanajuato y es atacado, aunque sin éxito, por Albino García. Ataca Albino á Irarealistas de Guanajuato con las de Nueva Galicia para combatir á este guerrillero. Es sorprendido en puato y Celaya y es rechazado. Logra desbaratar el plan combinado en su daño por García Conde y Negrete. Este jefe manda fusilar á los ciento cincuenta prisioneros que caen en su Valle de Santiago por el capitán don Agustín de Iturbide.

San Pedro Piedragorda. Combinación de las (ropas

— —





— Indigna



Prosigue conducta del brigadier García Conde. — Fusilamiento de Albino García y de su hermano Francisco Activa y feliz campaña de Iturbide desde julio hasta García Conde su marcha á la capital y regresa con un convoy de mercancías. La revolución en Nueva Galicia: innumerables reencuentros durante los primeros meses de 1812; muerte de muchos setiembre (1812). Parte de su aprehensor el comandante realista López Merino. jefes independientes. Derrota y prisión de don José Antonio Torres. Entra Torres prisionero en Guadalajara; su proceso y muerte. — Dpinión del historiador Mora. — La revolución en San Luis de poder.











Michoacán: derrota de

los

padre insurgente Salto.

— Bando del virey (25 de junio) haciendo extensiva la pena de muerte

independientes en Villela; expediciones del capitán realista don Manuel de

la

Concha; prisión

muerte del Repre-

y

á los sacerdotes insurgentes.



sentación del clero secular.

Victoriosas las armas del rey en Cuautla, aunque

realzando con su brillo más y más vencidos contrarios;

disuelto

el

prestigio de sus

el

ejército

Centro, so

del

pretexto de que ya no había enemigos temibles que combatir, pero

en verdad porque

cada uno de los

oficiales

ciego adepto de Calleja,

el

virey Venegas veía en

y soldados que y

lo

retirado éste del

formaban un

mando

activo

de aquellos batallones y escuadrones que tantas veces le siguieron por el camino del triunfo, pudieron creer por

un momento

los

más entusiastas

partidarios

del

dominio

hallaba aún el las

lo

indicaban

ánimos que

la

del vireinato,

hizo llegar á su colmo.

aquel

sitio

y

la

exaltación de los

noticia de la heroica defensa de

En

efecto, la

fama del héroe de

se elevó entonces hasta las

estrellas,

entusiasmo general ocupaba los espíritus de los

En México mismo, elogios del

asiento

del

campeón nacional

,

Cuautla

virey,

se

y un

criollos.

cantaban los

y su nombre era ya una ^

señal de triunfo para los mexicanos

Pero antes de seguir á Morelos en su nueva serie de victorias, debemos condensar, con la posible brevedad,

Cuan poco duraron tan plácidas demostrará

de tan porfiada contienda

la vasta superficie

español que la revolución de independencia tocaba á su

término.

fin

innumerables partidas que recorrían en son de guerra

la

sucesión de los hechos;

nos

lo

lejano

se

ilusiones

y cuan

las ocurrencias militares '

Zavala.

que se efectuaban en diversos

— Ensayo histórico, pég. 58.

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

302

rumbos de Nueva España, mientras aquel campeón integérrimo

inmortalizaba

nombre en

su

reductos

los

de

en cuestiones ajenas de este Entretanto Rayón,

misma zona

la

del año anterior

del Sur, que á fines de diciembre

1811) hubiera considerádose sometida

(

española tenía en esa vasta comarca ardientes soste-

ciudad.

europeos,

los

dueños de opulentas

haciendas de caña; éstos ejercían natural y poderosa sobre parte considerable

influencia

de

habitantes,

los

quienes de grado ó por fuerza secundaban la diligencia sus amos y patrones

de

y de esta suerte,

para combatir la revolución, realistas hallaban

los jefes

siempre

El jefe independiente situó su cuartel general

en \& hacienda de

é iglesia de

nable

de

,

defensa,

la

Morelos

empezar

al

comandante de

de

Sur sostenía

la

El teniente coronel París,

fortuna

año de 1811

el

empresas contra

en sus ^

en su calidad

,

villa á

los

luego, sabedor

inquietase

el

de Morelos

pueblo de Ayutla,

los arrastraba

más

á los habitantes de los pueblos de

la capital el 11

á una sima de perdición

;

pintábale con los

y recurriendo á la impostura afircampeón de la independencia había dejado

odiosos,

el

perecer de hambre, dentro de Cuautla, á más de ocho mil personas,

y

sacrificado

tiempo mismo que

el

tres

en su salida,

mil

de Chilapa, Chilpancingo

,

y París al

n

los habitantes

terminaba

los jefes

ofreciendo

que, entregando á Morelos,

mundo de uno de 2.

y

,

de

Taxco y otras poblaciones que

acababan de auxiliar eficazmente á

recompensa

los

al

indulto del rey hubiera salvado á

todos. Decíales que imitasen el ejemplo

aparecido

realistas

cuantiosa

"libertase al

mayores monstruos que habían

El cabildo eclesiástico

del

arzobispado

dirigió una carta pastoral á los curas enviándoles

proclama del virey, y en prevenía que

el

primer documento se

exhortasen á los pueblos al

vían y fomentaban la revolución,

la les

orden y á

la

las

exhortaciones del

cabildo se dirigían también á ellos para que cumpliesen los deberes de su ministerio, ahsfeniéndose de

día

al

hacienda de

la

más encarnizados enemigos el oficial

Camacho,

que era uno de los mejores tenientes de Rayón,

salió

enviado por Porlier en busca de víveres, logró derrotarle por

Capitulo XI,

lib.

muchas armas y

caballos

y

El movimiento de Rayón hacia Toluca, y luego

el

completo,

matando á cien

quitándole realistas.

bloqueo que estableció contra este punto, en

más

críticos

los

momentos

para los sitiados en Cuautla, fueron concerde la Junta para

tados por el distinguido

presidente

auxiliar en lo posible

general Morelos.

al

Convencido

de que sus tropas eran incapaces de medirse con las de no pensó en avanzar hasta las fuertes líneas

Calleja,

de circunvalación por éste tendidas alrededor de Cuautla, pero

comprendió

que

asediando

Toluca

á

distraía

la

atención del gobierno vireinal é inutilizaba á las tropas

de Porlier para que reforzasen

Cumplióse detuvo y

plenamente

su

el

ejército

propósito,

pues

del Centro.

su -amago

confinó en Toluca á ese brigadier, á quien ya

se había ordenado por Venegas que remontando á Taxco,

descendiese á Cuernavaca y avanzara á

fin

plan de Cuautla,

de cooperar á la destrucción de Morelos, obrando

combinadamente con Calleja y Llano

La que

al

el

2.

ocupación de Cuautla coincido con

el feliz

ataque

comandante Camacho emprendió contra parte de

las tropas

de Porlier.

Libre

el

gobierno vireinal de la

mezclarse

J.

E.



Historia de México, tomo II, púg 539. AlamXn. Méxiro y sus reooluciones, tomo IV, páJ. M. L. Mora. gina 401. — Bioijrajia de Rayón. (Hombres ilustres mexicanos, tomo III, págs. 530-b3í). '

I.

Véase esto proclama en la Colección de documentos de Hernández Devalo?, tomo 1\', pág. 166. •

los

de la revolución. Algunos días después

'

'

y

Garcesa, propiedad del español don Nicolás Gutiérrez,

que se distinguía entre

sumisión; mas como varios de los mismos curas promo-

'

engañó,

de Amatepec y cayendo sobie un grueso destacamento

una proclama que se publicó en

Regules

se

asalto

el

la

salida

paso y á procurar su completo

el

al efecto dirigió

maba que

No

movimiento retrógrado.

siguiente marchó á Amatepec, punto situado entre Toluca

(1812). Pretendía demostrarles en ella que Morelos

colores

su

día,

enemigo que

del

de la

Quiso secundar Venegas este movimiento de reac-

mayo

retirarse al fin, ya al morir el

y Lerma, habiendo incendiado á su paso

exterminio.

del Sur

Hubo de

acción.

aunque cuidando de prevenir una salida

capitanes españoles Cerro

una fuerte sección en

á cortarle

y

y que Rayón no podía allanar careciendo de de batir y del parque necesario para continuar

Toluca; pero Rayón logró rechazar

de Cuautla y creyendo que se dirigiría á la costa, se

ción,

vigorosa

intentó sorprender su campamento, situado á la vista de

de esta

con

inexpug-

,

de Tlapa, favoreció la contrarrevolución

á cabo por los realistas de Chilapa, poniendo

situó

á

causa realista con actividad y energía.

llevada

resuelto

casi

sostener

lugar fuerte

,

preparado

porque en la noche una partida de caballería realista

división

la plaza

y Añorve, y

San Francisco

antemano

de milicias del

quinta

la

Recobró

al frente

18 de abril atacó con

el

dole, después de varias horas de combate, al cementerio

sostener una activa campaña.

escasa

Huerta, y

la

ímpetu las posiciones atrincheradas de Porlier reducién-

artillería

tuvo tan

y

de Toluca obligando

las cercanías

á Porlier y sus seiscientos soldados á encerrarse en esa

en esa zona elementos y auxilios de todo género para

que

frente de algunas tropas que

Sultepec á sus colegas de la Junta Suprema Liceaga

Berdusco, avanzó hasta

todos

al

pudo reunir á costa de inmensos esfuerzos y dejando en

á las armas de la independencia, se luchó con valor y constancia en los meses de marzo y abril. La dominación

nedores en

clero

el

la imparcialidad en materias políticas.

Cuautla.

En

Así entendía

'.



MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS

303

atención exclusiva que dedicó al memorable asedio de

junio en la hacienda de San Agustín, á la vista del cerro

Rayón que osaba

de aquel lugar, que ya ocupaban los independientes con

aquel pueblo, y deseoso de aniquilar á

sostenerse á tan corta distancia de la capital, formó de

mejores tropas del disuelto ejército del Centro una

las

de

división

fuerte

cañones que puso á

hombres

quinientos

niil

del Castillo y Bustamante. Salió éste de

mayo, y apenas

México

18 de

el

supo Porlier avanzó hasta las posi-

lo

para afrontar

contrario de

el

Esta ciudad

una posición militar de

es

Rayón

defensa.

fácil

mandó hacer cortaduras y levantar parapetos en camino de México, y tras la

mañana

de

ellos esperó al

independientes.

los

que marchaban á

realistas,

la

el

enemigo, que en

mayo avanzó intrépidamente

del 19 de

fuego

nutrido

ordenó

al Sur,

que cubriese las partidas

cura don .José Manuel Correa,

al

punto llamado

el

el

Veladero, y dispuso que

de caballería mandadas por Epitacio Sánchez

y Atilano García acamparan entre su enemigo

para

una sorpresa;

evitar

saber tal circunstancia, y

de su nombre, y que comunica con Toluca por un lado el camino de México por el otro, por medio de dos ,

que mira

campo y

el

del

esta última

pero

ocasión de sorprender á los independientes, no tardó en

situada en medio de la pequeña laguna

,

Rayón,

Bustamante, se hizo

y con

calzadas

y gran número de gente.

ataque que esperaba del lado

parte de Castillo y

Lerma.

fuerte en

artillería

situado en la falda de aquella casi inaccesible eminencia

orden no fué cumplida, y estos jefes fueron á dormir á un pueblo inmediato. El jefe realista, que espiaba la

El jefe indepen-

obligado á retroceder á Toluca.

diente,

siete

Rayón, pero fué rechazado con pérdida y se

ciones de vio

con

órdenes del coronel don Joaquín

las

numerosa

bajo el

Los granaderos

vanguardia, echaron un

puente sobre la primera cortadura y tomaron

dividió su fuerza en

embestir

pueblo

el

,

al

amanecer del 6 de junio

tres secciones

,

una destinada á

la

á simular un ataque al cerro

la otra

por su frente, y la tercera á ocupar un estrecho senderó

que conducía á la cumbre de

montaña por

la

y que sabía no estaba defendido. pendientes

llegada

la

marcial toque

enemigo

del

la espalda

Percibieron los inde-

cuando

oyeron

nutridas descargas á menos de medio tiro de valiente

el

de cornetas de Lovera y recibieron las fusil.

El

cura Correa se sostuvo firme algún rato con la

parapeto

batería que se le había confiado, pero el resto de aquel

que se alzaba detrás, pero nuevos fosos y trincheras se

pequeño ejército se dispersó completamente dejando en

presentaban en seguida, y aunque acudieron los demás

poder de los realistas sus puntos fortificados, con toda

en

batallones

de

auxilio

vanguardia,

la

el

fueron

todos

rechazados con pérdidas sensibles, y Castillo ordenó la retirada

á la hacienda de Jajalpa,

refuerzos

gobierno.

al

Alamán, á

«Atribuyóse

desde donde pidió revés,

este

dice

impericia del coronel realista, quien sin

la

más conocimientos

militares

que los pocos que había

podido adquirir en esta guerra, pues su profesión antes

de ella era

el

y gran cantidad de municiones. Rayón, seguido de muchos, huyó por un profundo barranco, y su artillería

se detuvo al pié del Xinantecatl, ó volcán de Toluca,

donde reunió á sus dispersos; de uno de sus

allí le

llevaron el cadáver

más queridos,

oficiales

comandante

el

Camacho, quien algunos días antes había sido

el terror

de los soldados de Porlier.

comercio, hizo avanzar temerariamente sus

Numerosos prisioneros quedaron,

embargo, en

sin

tropas por una calzada estrecha, sin estar bien informado

manos

de los obstáculos que en ella iba á encontrar, y se en-

entre

tendió, ó maliciosamente se sospechó, que este descalabro

Cuellar,

no fué cosa desagradable á Calleja, por haber sido

habían salido de México y se incorporaron á las fuerzas

expedición dispuesta manifestar

zasen en

el

el

sin

cuatro

fuerte

con

del 23 de

y como para

virey que tenía oficiales que

mando de cañones, este

reempla-

le

las tropas.»

Salió violentamente de

con

consulta suya,

la

auxilio,

se

el batallón

Castillo

de Lovera

y Bustamante,

preparaba en

la

mañana

mayo á un nuevo ataque sobre Lerma, supo

noche anterior sus imponentes fortificaciones, se reti-

raban rumbo á Tenango, Toluca.

Y

y Bustamante: contábanse

abogados

Reyes,

Jiménez y

doctor Carballo, los cuales tres meses antes

de Rayón; y los jefes Puente, Girón y

padre Tirado,

el

aunque este último fué aprehendido después

del

combate

Todos

población situada al

sur de

era que Rayón, temeroso de ser cogido entre

los

que acabamos de nombrar fueron fusilados por

orden del coronel realista, y sólo uno entre tantos, presbítero don Blas Perea, quedó con vida

conducido á los calabozos de

con sorpresa que los independientes, abandonando desde la

y

el

Castillo

jóvenes

los

por haberse encontrado una escopeta en su domicilio.

México

y cuando

coronel

del ellos

Aprovechó

Castillo

el

y fué luego

la Inquisición.

y Bustamante su

fácil

victoria

enviando á Tenancingo y Tecualoya á su segundo

el

teniente coronel Calafat, que sometió sin esfuerzo á estas

dos poblaciones,

en

que

tanto

el

jefe

de la

división

dos fuegos y sabiendo que de México saldrían conside-

regresaba á Toluca á

rables refuerzos á unirse con Castillo, no creyó prudente

proseguir

conservar en tan difíciles condiciones la ventajosa posi-

el

ción de Lerma.

mineral de Sultepec, asiento que había sido de la Junta

Marchó entonces hasta Toluca;

allí

sin

obstáculo la división realista

se le incorporaron algunas tropas, y

sin perder tiempo salió para

Tenango acampando

el 2

de

la

de reorganizar sus tropas para

fin

campaña.

Púsose

16 de junio, y cinco

Suprema desde

la

días

nuevo

después

toma de Zitácuaro en

de aquel mismo año (1812). el

de

coronel realista,

pues

los

en

marcha

entraba en

los

el.

primeros días

Desierta halló la población

miembros de

la

Junta,

la.

SIÉXICO Á TRAVÉS

304

y muchos de

corta guarnición independiente

los princi-

pales vecinos se habían puesto en salvo al saber que se

y Bustamante.

dirigía contra ellos el sanguinario Castillo

Pudo

i;

Terán

allí

á

que

haber auxiliado á

se acusaba de

restableció

administración

la

después de su derrota,

se había dividido,

la

política

y

distintos

cuerpo de

el

reunido

mayor número de sus dispersos

el

cerca del volcán de Toluca, marchó rápidamente á Tiri-

donde había citado á sus

colegas

Liceaga y Berdusco;

llamamiento,

solemne en

la

de

acudieron

Junta

la

éstos

á su

de común acuerdo levantaron una acta

y

que se consignó que las exigencias de

guerra determinaban

la

separación de los miembros del

la

pero que cada uno de ellos se dedicaría á

gobierno,

continuar sosteniendo la lucha en los puntos y provincias

que

señalaron, y fueron,

al efecto se

el

de Pátzcuaro y

la provincia de Valladolid á Berdusco; la de Guanajuato

á Liceaga Morelos

;

la

de México á Rayón

quien

,

fué

,

y

,

entonces

desde

La

manifestación á los españoles ó europeos

condensaba con vehemente elocuencia

enumerar

y después de

la

zona del Sur á

considerado

cuarto miembro de la Junta Suprema,

Eayón

como

situó su cuartel general.

Antes

de

Liceaga

salir

Sultepec

de

que

treinta

y

cuales

eran españoles treinta y tres

cinco prisioneros

ordenó que

se hallaban

allí

,

de los

,

fuesen llevados al

presidio

de Zacatula bajo la custodia del comandante

Vargas.

Al llegar

pueblo de Pantoja, distante tres

al

leguas de Sultepec, los prisioneros intentaron desarmar

á sus guardianes

que

el

los

comandante

unos

y

,

mandó

fugarse los otros

hacerles

muertos treinta y escapando con vida entre ellos el conde de Casa Alta,

Eayón

sin que fuese molestado

en

fuego

,

lo

resultando

los cinco restantes,

que llegó

lo sucesivo

al lado

de

^.

Sazón es esta oportuna, antes que pasemos á los sucesos militares

por

referir

que ocurrían en otras partes del

vireinato, de consignar la negociación que en los primeros

meses de 1812 abrió

el

doctor Cos con el virey, llevando

por objeto hacer menos sangrienta la guerra que devas-

taba la Nueva España. Autorizado por la Junta Suprema

y á

su nombre,

dirigió

á Venegas desde Sultepec, y

revolución,

humanidad. la

que

Capitulo

«

Biografía de Ilayñn. (Hombres ilustres mexicanos, tomo

1, lib. II.

III,

púg. 536). Alamún, llevado de pu odio á los independientes, este episodio de diferente mañero haciendo aparecer á Rayón cul-

se

en

inició

Dolores

exhortaba á examinar atentamente los

los

En

el

propuestos en nombre de

la

primero de éstos consignábase que

soberanía de la nación era la fuente del poder público;

que

autoridad sería ejercida por un Congreso nacional,

la

de España y que representase á Fernando VII afirmando sus derechos; que los españoles independiente

quedarían en calidad de ciudadanos con vidas el

y

haciendas, y los

goce de sus

el

empleados

que fuesen

con

de sus honores, fueros y parte de sus sueldos. El plan el derecho de gentes

de guerra proponía que se observase

y de guerra, como comprendía

se usa entre naciones civilizadas,

justas

y

pretensiones

humanitarias

y

para

atenuar los horrores de aquella lucha sangrienta y sin cuartel, en que se hollaban los

y todos

más sagrados

los fueros de la civilización

la

principios

'.

Había en estos planes, sobre todo en

el

que su ilustre

imposible de sostener

ficción,

de representar la autoridad de Fer-

nando VII como acatada y reconocida por los que empuñaban las armas y afrontaban la muerte desde hacía

En

dos años para sacudir la dominación española.

este

propósito persistió la Junta Suprema, creyendo que era

á todas luces conveniente

invocar

aquella

monarca para neutralizar á muchos de Pero

independencia.

que apelando á

el

los

plan de guerra,

sombra de

enemigos de

más

práctico,

derechos de la humanidad

los

la

,

y perma-

nentes, inmutables, no tendía á engañar á nadie, será

siempre

título

honrosísimo para el doctor Cos y la Junta,

á cuyo nombre lo propuso.

En medio

de aquel desbor-

damiento de barbarie y del olvido de todo sentimiento generoso, cuando las represalias se erigieron en sistema,

y cuando cada

jefe realista recibía la orden de exteiminar

á los independientes sin distinción de clases,

sexo ni

edad, es digno de consignarse que de entre éstos surgió de la el llamamiento á los principios de la civilización y

humanidad, y que el virey Venegas, sin contestar al año oficio de Cos, mandó en 7 de abril de aquel mismo que fueran quemados por mano del verdugo el manifiesto

y «

sisel

sacando de este punto todos los elementos que habían

el

la

por más tiempo,

se

atrocidades

gobierno vireinal, desde

autor llamaba de 2)az,

allí

innumerables

mexicanos,

tema implacable de muerte y exterminio adoptado por

volvió á

á Tlalpujahua, donde

los

cometidas por los jefes realistas, y de condenar

Sultepec, y antes de que entrasen en ella los realistas y

aglomerado, los condujo

las

motivos

los justos

que habían puesto las armas en manos de

planes de paz y guerra,

Éste, después del descalabro que sufrió en Tenango

Suprema,

cuales

las

admitido.

un tribunal

sentenció

insurgentes mandado por Eayón.

pitío,

bajo

reglas que habían de observarse si el primero no era

quienes

y de haber

condiciones

las

á

militar

rumbos, persiguiendo á las innumerables partidas en que

^

constaban

y

y

de que operasen simultáneamente por

fin

que

el

establecida por don Manuel de Mier

económica, y dividió sus tropas en varias secciones con el

en

citar,

los españoles y dos planes, uno de paz,

debiera establecerse, y otro de guerra, conteniendo las

erigió

insurrección;

16 de marzo del año que acabamos de

el

un manifiesto á

la

útiles

muerte á muchos individuos aprehendidos en las cercanías,

fechados

de

éste apoderarse de algunos cañones

maestranza

DE LOS SIGLOS

los planes

de

la

Junta Suprema, publicando á conti-

nuación un bando en

el

que prohibía

la lectura

de todos

refiere

,

pable de

la

muerte de

los españoles en el

pueblo de Pantoja.

> Véase Apéndice, documento núm. paz y guerra del doctor Cos).

10.

(Manifiesto y planes de

MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS esos ellos

documentos y mandaba recoger las copias que de circulaban. Y no satisfecho con esto, encargó al de México, don José M. Beristaín, que los

arcediano

impugnase en

periódico intitulado el Filopatro;

el

curriendo á igual

don Diego Bringas, capellán

fin el fraile

del Centro, quien desató un

que había sido del ejército de invectivas

torrente

con-

contra

teológicas

indepen-

los

dientes en un grueso folleto que publicó en aquellos días,

dedicado

i.

Tribunal de la Inquisición

al

Hubo

pulsar al gobierno vireinal á un avenimiento.

Un

artículo

Gaceta de ¡léxico, correspondiente

publicado en la

con

29 de febrero, anunció

que entre

satisfacción

de

que tuvo por objeto «

Como que nunca

la

año

del

pacificación

anterior

quienes

á

debió

primero la

el

imprenta que tuvo la Junta Suprema para difundir los luminosos escritos de Cos y de Quintana ^

guró

Así

Gaceta en un suplemento publicado

la

mayo (1812), y

tres

el

ase-

30 de

después fueron reducidos á

días

abogados

los

lo

Falcón

y

Benito

don

Garcés,

Guerra, don José Ignacio Espinosa, don Juan Guzmán, el

Díaz y

doctor

señorita

la

Peimbert.

doña María

isiones

(1811)

de aquel vireinato.

se hablaba en el periódico del gobierno

pues los individuos que acabamos de nombrar

,

recobraron su libertad algún tiempo después.

Nuevos defensores de

un

había ajustado

se

capital,

octubre

independencia,

pi

en

aquella

lupes de Jléxico, asociación secreta de los partidarios

de la

el

establecida

20

Guada-

general Eayón y los

el

Quizás no hubo pruebas suficientes que ameritasen esas

de Buenos Aires, y la Junta revolucionaria

el

correspondencia entre

al

virey Elío,

convenio

equitación en la capital, fué hallada entre sus bagajes la

prisión

por este tiempo algún otro propósito de im-

305

independencia aparecieron

la

en la provincia de Puebla, en tanto que Morelos inmortalizaba

su nombre

la

Don José

Cuantía de Amilpas.

en

María Sánchez de

Vega, cura de Tlacotepec, había

de los sucesos de otras partes de América, dice Alamán,

proclamado la insurrección en este pueblo, y luego se

sino para referir los triunfos obtenidos por los realistas

puso en marcha para Izúcar, cuya guarnición engrosó

sobre los disidentes, llamó mucho la atención ese artículo,

con quinientos soldados de caballería, en su mayor parte

como una especie de preparación del espíritu y público, para disponer aquí el camino á un resultado

sin armas.

se tuvo

semejante.

Con este antecedente", en

las juntas

que

el

Hizo

lo

de la Einconada,

mismo

el

3 de abril, en su

abogado

el

hacienda

don Juan Nepomuceno

Rosains, quien en pocos días levantó en armas

más de

Tribunal de Minería celebró á fines de mayo para tratar

setecientos hombres en la zona comprendida entre Chal-

de los medios de reanimar los reales de minas, cuyas

chicomula,

estaban paralizadas por la revolución, y

negociaciones

de cubrir las obligaciones de aquel cuerpo, que con

el

el fiscal,

Tepeyahualco;

y

poco antes alzáronse también en distintos rumbos de la

Máximo Machorro, Camilo Suárez, Vicente

provincia

don

asignada para su dotación, hacía un año que no pagaba

que reconocía;

Quecholac y

Gómez, Arroyo y Bocardo 2. Varios de estos guerrilleros reunieron dos mil hombres, y con ellos y dos piezas de artillería se presentaron frente á Huamantla, pueblo

término de los ingresos procedentes de la contribución

los réditos de los capitales

Nopalucan,

José Domingo Lazo de la Vega, en

el

voto que presentó

ñoreciente situado al norte del volcán llamado la Malin-

por escrito, trató de demostrar que

el

único medio eficaz

tzin.

para realizar los deseos de la Junta, era que ésta hiciese

una representación al virey para que procurase la pacificación del reino, tratando

con los insurgentes como se

Este pensamiento, fuerte-

había hecho en Buenos Aires.

la Junta y que dio motivo á discuen el público, no fué por fin empeñadas siones no menos

mente debatido en

No

2.»

adoptado

cabía, en efecto, avenimiento posible,

pero el intento de hacer

menos

terrible

y sangrienta la

guerra partió, como acaba de verse, de las

filas

de

la

Al mismo tiempo que

dominación á adoptar

doctor Cos, en nombre de

el

Junta Suprema, conjuraba

al

que se conformasen

reglas

con

,

el

Monte de

las

Cruces

el jefe

acometidas de los guerrilleros

,

pero

al

siguiente

completo quedando prisioneros ella y su jefe, aunque pocos días después fueron puestos en absoluta libertad

3.

De Huamantla

pasaron los bravos

guerrilleros á Nopalucan, pueblo defendido por el capitán

Conti, y después de hostilizarle durante muchos días, se

situaron en los pinares

entre

el

y barrancos que

mismo Nopalucan y Acajete, con

el

se extienden

propósito de

á Puebla.

En

Folleto de fray Diepo Brinpap y Knoino?, ¡mprcso en Méjciro, imprenta de (toña María Fernández de Jáuregui. (Véase

1812, en la

también en la Colección de J. E. Hernández Dávalos.tomo IV, páginas 507-586). ' Alamán. Historia de Méeoico, lomo II, págB. 555-556.



II 1.-39.

efecto,

el

brigadier don Juan José de Olazabal,

que había salido de Veracruz escoltando un valioso car-

gamento

del

por Perote, fortaleza

'

comercio, recibió orden de sacar, á su paso la

artillería

de San Carlos,

de

batir

que hubiese en

la

y de conducirla á Puebla á

raplIuloXVI,

lib. I.

De

estos dos últimos hnce Businmante la espantable descripción que puede verse en su Cuadro histórico, tomo 11, pág. Iij2. '

T.

primer día las

al

insurrecto

Lailson, francés de origen y que había sido maestro de '

sostuvo

fué derrotada por

virey y al partido de la

la humanidad y el derecho de gentes, éste aprisionaba en México á varios individuos sospechados de mantener relaciones con los miembros de la Junta Suprema.

Derrotado en

recias

guarnición realista, al mando del capitán don

García del Casal,

atacar un convoy que marchaba de Perote con dirección

independencia.

la

La

Antonio

' Parte de Conti en la Gaceía de 2 de abril Alamán no añade una sola palabra de elogio á esta generosa acción de los independientes que forma contraste con la matanza que los realistas hacían en todos los prisioneros que caían en sus manos.

3IEXIC0 A TEAVE8

306

mayor brevedad, pues en aquellos

la

instancia Calleja para esti echar

Hízolo así Olrtzabal, y

el

días la pedía con sitio

el

de Cnautla

'.

18 de abril salió de Perote con

trescientos veinte hombres que escoltaban el rico convoy

y

la

Al llegar á Nopalucan, supo que

artillería.

guerrillas le esperaban para acometerle

que crecen en

últimas

las

vertientes

en

de la

orientales

Malintzin; temiendo aventurarse con su escasa tropa en aquel

difícil

convento, desalojaron á los independientes, que pasaron á la

cercana hacienda de las Animas, sobre

Puebla, donde estuvieron parte de

paso, pidió refuerzos al gobernador militar

También Tepeaca, antigua de Puebla en una

fértil

en poder de los insurgentes.

que todo cedió

empuje

al

por la inacción de Olazabal, se acercaron á Nopalucan, y un día lograron llevarse todas las muías del convoy,

igualmente á las armas

sorprendiendo á la escolta que las conducía

mayo

Este

dero.

realista,

golpe

de

manera

salió

y municiones

al

silenciosamente de Nopalucan en la

,

regresando á Perote con

,

la

arti-

no sin ser perseguido vivamente por

en más de dos millones

cayó en poder de los independientes, y su

pérdida consternó profundamente al comercio español de

Un

la capital.

rico pectoral

que iban destinados

y varios

obispo de Puebla,

al

don Manuel

padre Sánchez de la Vega, que fué uno de

el

tancia,

Vega y Machorro. TehuaOaxaca,

con

sucumbió

de la independencia

4 de

el

éstas á fines

que no por eso dejaban de ser amagados, toda

ella alzaba el grito de guerra.

La comunicación

puntos á otros quedó

modo interrumpida que

aprehensores

,

los

envió luego de regalo al ilustre

Morelos.

de

tal

durante algunos meses ignoróse

en la capital

Drizaba y Veracruz,

del

al

mismo tiempo que

convoy sumía en gran desconsuelo á

la

los

que

lo

en

ni

dose, por esta falta de comunicación, en uno

y

estas

rumbo

otro

más alarmantes y funestos rumores.

los

Otras guerrillas de las que mantenían la campaña en los Llanos de

Apam,

reuniéronse bajo

el

mando de

don Miguel Serrano para atacar á Pachuca, defendida por una corta

guarnición

á

realista

las

órdenes

capitán del Fijo de Veracruz, don Pedro Madera.

primeras horas del 23 de abril presentáronse á

Al sur de Puebla, y casi

de unos

poblaciones se supo lo que ocurría en México, propagán-

anillos de brillantes

González del Campillo, fueron hallados en ese carga-

pérdida

divisoria

y Tlaxcala veíase estrechada por

pasaba en Jalapa,

rico convoy, valorizado

de pesos,

los

';

línea

la

guerrillas

de la intendencia, y algunos otros lugares de poca impor-

tal

los guerrilleros.

mento, y

hacia

valientes

las

que abandonando su intento de esperar refuer-

comercio,

El

cán,

de la

de abril, de suerte que con excepción de Puebla, capital

noche del 26 de abril llería

sus defensores

sirvió á

jefe

desconcertó

zos, y dejando encerrado en la parroquia el cargamento del

No

la

comandadas por Sánchez de

abreva-

situada al oriente

villa

obstinada defensa que opusieron, ni la fuerte y vieja iglesia de San Francisco en que se parapetaron;

ni

de Puebla don Santiago Irisarri, pero sus correos fueron

al

noche, retirándose

la

campiña, cayó por este tiempo

interceptados.

Entretanto, envalentonadas las guerrillas

camino de

el

luego á su cuartel general de Izúcar.

las

pinares

los

DE LOS SIGLOS

En

la

del las

vista

con dos cañones, y

los independientes; eran quinientos

además de Serrano contaban entre sus

jefes á

don Pedro

comerciantes de México, nuevas empresas de los inde-

Espinosa y á don Vicente Beristaín, quien después de

pendientes ponían en peligro á la importante villa de

haber militado con

Los que guarnecían á Izúcar y que tan valienrechazaron al brigadier realista Llano en los temente

partido por la revolución.

Atlixco.

23 y 24 de febrero

días

de

el 2.5

avanzaron contra aquélla y de San Fran-

que situado á los pies del elevado y esbelto cerro

cisco,

de San Miguel, domina,

en una

fértil

llanura

valle de Carrión. batallón de tas,

2,

abril se apoderaron del convento

sin

embargo, á Atlixco, extendido

que llamaron los

en las

filas

del

rey,

tomó

Arremetieron con ímpetu y en

pocos momentos quedaron dueños de la población, excepto tres casas

una de

en que se hicieron fuertes

ellas la

los realistas, siendo

de Villaldea, rico minero y comandante

de milicias que á

la

sazón se hallaba en la capital.

En

medio del combate se incendiaron algunas casas, y esto

aumentó en

tal

grado

la consternación

de los sitiados, que

del

convocados en junta sus jefes y los españoles avecin-

ciento sesenta voluntarios realis-

dados en Pachuca, resolvieron capitular, ofreciendo á sus

Defendían la

América y

conquistadores

una compañía

brillo

villa

en cuyo equipo y armamento habían gastado los ricos

contrarios entregar los cañones, las armas

y

los caudales

de Atlixco la cantidad de quince mil pesos, y todos

de la real hacienda, en cambio de garantías para los

obedecían las órdenes del capitán don Tomás Laiseca,

vecinos españoles é individuos de la tropa.

oficial

del batallón que

hemos nombrado ya.

los realistas por el vivo fuego

que

convenio, que contenía las estipulaciones arriba expre-

inde-

sadas, pero al siguiente día, una numerosa fuerza realista

no

llamada por los españoles de Pachuca, se presentó por

mucho tiempo,

si

llegara á toda prisa un refuerzo de tropas

que desde

mando

del coronel

«Estrechados los sitiados, Bolicitoron salir por capiíulación, se les concedió, y lo más que pudieron lograr fuó que serían entregados 6 Matamoros, que se hallaba en Izúcar, para que decidiese de su suerte; pero lejos de cumplírseles lo prometido, se dio muerte el mismo día ul subdelegado y después, á pretexto de conducir á los demás á su destino, fueron de noche asesinados en número de cuarenta y cuatro en el puente de los Chichimecos » (J. M. L. MoMéxico y sus reeolucion.es, tome IV, pág. 374). ra 1

Puebla envió

el

gobernador Iiisarri

don Cristóbal Ordóñez. de

la guarnición, '



Recobraron entonces aliento

y atacando combinadamente con

Véase capítulo anterior. ídem Ídem. ,

al

el

Apurados

les dirigían los

pendientes, no se hubieran sostenido

Firmóse

los

éste al

que no



MÉXICO A TBAVB8 DE LOS SIGLOS el

rumbo de Tlahuelilpán

y aunque fácilmente ahuyen-

,

tada por los independientes, éstos se consideraron justa-

mente desligados

convenio, é hicieron prender á los

del

españoles, que fueron conducidos á Sultepec; entre éstos

á quien hemos visto

se hallaba el conde de Casa Alta,

Rayón después de

protegido por

la

salida violenta que

de aquel mineral hizo la Junta Suprema.

Antes de que

los

dos capitanes españoles, don

Domingo Claverino y don Eafael Casasola, situados con sus fuerzas é Ixmiquilpam.

respectivamente

,

El segundo de estos

domingo 21 de marzo de su acantonamiento y se

,

se hallaban

en Actopam

oficiales

salió

el

dirigió

á la cercana población de Alfajayucan, en cuya plaza se efectuaba

Cayó

tiangvAs ó mercado.

el

sanguinario

el

Casasola con su tropa sobre aquella indefensa muche-

dumbre,

y después de matar bárbaramente á ciento

cincuenta personas, se apoderó del maíz y otros efectos

que habia en

independientes llevasen sus armas

triunfantes hasta Pachuca,

307

mercado y regresó á Ixmiquilpam, no

el

dar una relación al gobierno vireinal de su abomi-

sin

nable correría, que éste tuvo la impudencia de mandar

en

publicar

la

Gaceta

i.

La toma

de

Pachuca por

Serrano obligó á estos dos jefes realistas á unirse, asu-

miendo

dirección

la

de la fuerza

el

capitán Claverino.

Vista general de Pachuca

Después de algunos días, dedicados á organizar compe-

acometida

tentemente su sección, se dirigió éste á Pachuca, donde

Francisco de las Piedras.

entró sin gran resistencia el 10 de mayo, pues los inde-

ante Tulancingo, y después

pendientes se retiraron á Atotonilco llevándose

realistas

botín que había caído en su poder.

verino

quitándoles

infame

Casasola

cañones

once

hasta

la

el

rico

Allí les siguió Cla-

Nuevas

partidas

de

los

vez

^

por

el

comandante don

El 24 de mayo se presentaron de intimar rendición á los

rompieron vivísimo fuego de cañón

;

prolongóse

ataque por cinco días, durante los cuales no tuvieron

punto de reposo los defensores, pues las acometidas eran

sin

impetuosas y por todos los rumbos del perímetro fortificado. En los dos primeros días el comandante Piedras

Llanos de

logró mantener sus posiciones y sufrió pérdidas consi-

y hacienda del Zoquital

procedentes

primera

el

persiguiéndoles

lograr darles alcance.

Apam,

el

,

por

á las órdenes de Osorno, Cañas y González, se

derables

;

pero en

el

tercero, habiendo hecho

una

salida,

unieron entonces á las que acabamos de ver perseguidas

por

el

la rica lo

realista Claverino,

y

floreciente

y juntas se dirigieron contra Tulancingo, defendida entonces como

estaba á mediados

del

mes de febrero cuando

fué

' ^'éape la Gaceta de í/ea-fco corrcfpondiente al 31 de marzo. El historiador Ala man al referir esle hecho execrable, fóIo lo califica de poco noble. (Véase la Historia de México de eete autor, to,

mo

ni, página 150). ' Capitulo l,lib.

II,



MÉXICO Á TEAVKS DE LOB BIGLOS

30S

derrotó una sección de los insurgentes apoderándose de

pudo Alarcón ocupar con sus gentes

un cañón de grueso

Aculcingo, que también conducen á Orizaba; de

que,

sitiadores

los

Este descalabro desalentó á

calibre.

embargo, continuaron haciendo

sin

fuego con su artillería,

entre la que se hacía notable

una campana que sirviendo de mortero lanzaba sobre

más de dos arrobas de peso.

caserío piedras de

minar el

quinto día

el

el

Al ter-

Osorno y sus compañeros levantaron

,

campo retirándose á Zacatlán donde volvió á

situar

coman-

aquél su cuartel general.

Quiso atacarle

dante Samaniego

de su batallón de Guanajuato,

al frente

allí

el

no tardó en sentir esta

darios

aumentada con el

rumbo

brigadier Llano, apenas termi-

la

oriental

y

lucida columna de Granaderos.

como ya

militar estaban,

ocupados por las tropas de

Todo

de que era Llano jefe

la intendencia lo

hemos dicho más

la

independencia, y cada día

arriba,

era mayor la incomunicación con las Villas y el puerto

Para hacer que ésta cesase

de Veracruz.

Puebla

el

29 de mayo con

la

salió

Llano de

columna de Granaderos,

el

algunos centenares de dragones y artillería, sustituyéndole en el mando

batallón de Asturias,

diez

de

piezas

militar

y

político

Terreno.

de la provincia

el

conde de Castro

Al día siguiente atacó á Tepeaca, débilmente

mexicano

llamado,

así

y

la guarnición y habitantes de la villa. Había dentro de ésta quinientos hombres armados á

en

el

rey

Cortés,

demente á

y

de Cuantía, volvió á Puebla con su división

don Juan Moctezuma

Zongolica,

descendiente del último

guido hasta Atlamajac, donde estuvo á punto de ser com-

el sitio

de

el

juntos ambos curas y Miguel Moreno estrecharon gran-

pletamente destrozado (25 de julio 1812)

Se recordará que

extraordinaria escasez de

que recibían antes sus habitantes por una y otra senda. Unióse al cura Alarcón con algunos parti-

las

nado

modo que

los víveres

pero fué reciíazado con grandes pérdidas, siendo perse-

'.

villa

gargantas de

las

la

órdenes del teniente coronel don José Manuel Panes, obra de defensa consistía en una trinchera levantada

la el

puente de Santa Catarina, distante media legua de

y defendida por ciento treinta hombres de y y un cañón de batalla. Desde 22 de mayo los independientes comenzaron á atacar

población

,

infantería el

caballería

vigorosamente

la trinchera,

ban y reducían á Panes y encerrarse en

el

y

los

soldados que le quedaron á

convento del Carmen, donde no había

víveres suficientes para sostener un solicitud

después la toma-

seis días

con que los

frailes

no obstante la

sitio,

acogieron á los

carmelitas

Comprendiendo

defensores de la dominación esi)añola.

jefe realista las dificultades de su situación, convocó

junta de guerra,

que decidió que debía

la

inutilizar las municiones

á Córdoba, rompiendo

el

una

la guarnición

que no pudiera llevar y retirarse cerco que rodeaba al convento.

el

defendida por el guerrillero Arroyo, que fué perseguido

Hízolo así Panes, abandonando su posición,

hasta Acatzingo, dejando seis cañones en poder de los

noche del 29 de mayo, seguido de los

sucesivamente en los Reyes y Tecamachalco (4 de junio), y desde allí violentó su

y de muchos de los españoles residentes en Orizaba, y aunque el cura Moctezuma trató de impedir el paso en

marcha sobre Drizaba, por

el

realistas.

Llano entró

la noticia

que recibió de

ocupación de esta villa por los independientes

al

la

mando

del cura Alarcón.

Debemos en

lución

A

parte

esa

de

Córdoba á

en

Escamela,

Panes y

primeras

las

fortificando á toda prisa las

decir antes

principios de

puente

de

cómo había comenzado la

intendencia

marzo (1812)

el

de

la revo-

población

No

Veracruz.

cura del pueblo de

horas

durante la

frailes carmelitas

suyos

los

entraron

siguiente

del

día,

principales avenidas de la

•.

tardaron

aumentada

en- presentarse

independientes,

los

Sánchez

su gente con las guerrillas del padre

Maltrata, don Mariano de las Fuentes Alarcón, unido al

de la Vega y de Arroyo, y dieron principio á sus ataques

patriota Miguel Moreno, dependiente de la hacienda de

el 3

San Antonio, levantó una guerrilla

cam-

días sin lograr ventaja ninguna sobre los defensores de

intento de fundirla,

Córdoba que se mantuvieron firmes detrás de sus fosos y trincheras. El avance rápido de Llano obligó á los inde-

pana mayor de su parroquia con

el

é hizo bajar la

para construir con ella un cañón de grueso calibre. situación de Maltrata

en

la falda

,

La

en una planicie que se extiende

de las agrias cumbres de ese nombre y en

los

independientes hostilizar con ventaja á los que guar-

necían esta íiltima villa

;

engrosó

la partida

y sus progresos fueron

voluntarios,

con numerosos

tales

que pronto

mismo Alumón

se burla del oomondante Snmaniego, con distingue: «Es nolnble por su pedantería, dice en la noln 45, pág. 160 del tomo UI de pu Historia, el parte en que Samaniego nvípa de eple descalahro que se insertó en la Gaceta de 13 de apoí=to «No obraron más los espartanos, dice, que Irans«mitieron á la posteridad el célebre nombre de las Termopilas como »lo que obró la división de mi mando en su marrhü ul ataque de >Atlaninjac. Eran necesarias las plumas de los Curcios y Jenofon»tes, etc.» Alamún olvida que él mismo proclama en su Histnria al '

la

Hl

malignidad que

pendientes á regresar á Orizaba.

Aquel brigadier,

el

camino que de Tehuacán conduce á Orizaba, permitía á

le

:

indigno Trnjillo, derrotado y fugitivo en el Monte de las Cruces, mái grande que Leónidas en las Termopilas.

de junio, que sostuvieron con tesón durante algunos

al

hombres, apresuró, en noticia de

Orizaba,

frente de efecto,

dos mil trescientos

su marcha al recibir la

que Panes se había visto forzado á dejando

Andrade con

el

atrás

al

coronel

don

salir

de

José Antonio

convoy de víveres y muías que conducía.

Éste fue atacado á su paso por las cumbres de Aculcingo, pero

el

auxilio que

le

envió Llano

le

hizo vencer los

obstáculos que se ofrecían en su marcha.

Los indepen-

dientes habían colocado tres baterías en los cerros de

Huiloapam, próximos

al pueblecillo del Ingenio.

Bustamantk. — Cuadro histórico, tomo AlamXn. — Historia de México, tomo III, págs. 1

Méicico correspondiente

al

28 de julio de 1812.

II,

págs.

227-228.

El 10 de 135-13P.

— Gaceta de

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

y

cambio debía enviar una gran cantidad de papel genovés

columna de Granaderos, y después de un breve com-

para alimentar las fábricas de cigarros establecidas por

junio Llano las hizo atacar por la

309

el

batallón de Asturias

bate quedaron en poder de los realistas.

También

tomada otra batería que se hallaba en

punto de la

el

Angostura, y habiendo llegado Llano hasta

fué

la garita, dio

orden á su caballería para que entrase á degüello por

Esta orden bárbara, pues que

cuatro puntos.

momento

hallaba en aquel

la villa se

de insurgentes, fué revo-

libre

Llano avanzó hasta Perote arrollando á su

gobierno.

el

paso varias partidas de insurgentes que

Tepeyahualco

en aquel punto halló

;

de

11 de julio y

halló la población bastante

las

disponiendo que sin pérdida de tiempo saliese con direc-

por la Junta de Naolinco

ción á Córdoba

coronel don Mariano Eincón,

mando

del

sargento mayor don José Ignacio García lUueca con

el

de ahuyentar algunas pequeñas partidas que no cesa-

fin

ban de

Libre Córdoba de las partidas que

pudo Llano regresar á Puebla, comandante militar de Orizaba nio Andrade.

que conducía tabaco,

Entre el

los efectos

cercaban, dirigidas todas

la

de la que era alma

,

el

joven

secundado activamente por

oficial del

que había desertado en Perote

,

regimiento de América

y algunos otros de menor

El mando de las armas realistas en Jalapa

nombrar

de

don José Anto-

que formaban

convoy

el

primero contábanse cuatro mil tercios de

destinados

á las fábricas

establecidas en México,

más

padre Ortiz, Fiayo,

el

^

agitada por

asediaban,

la

después

al coronel

numerosas partidas que

nombradía.

hostilizar al teniente coronel Panes.

Olazabal

Entró Llano en Jalapa

de San Carlos.

la fortaleza

José de Gracia, y Llano hizo su entrada inmediatamente,

al

al brigadier

supuesta, haciendo fusilar á trece individuos en los fosos

el

batallón de Granaderos

atacaron en

que acababa de reprimir una conspiración, verdadera ó

cada á instancias de los misioneros apostólicos de San

el

le

de puros y cigarros y cuyos productos eran de los

valiosos entre las rentas del gobierno virenal.

Ata-

caron á Llano, al repasar las cumbres de Aculcingo, los Facsímile de

independientes Sánchez, Machorro y Osorio, pero fueron

constantemente

rechazados

y Llano entró en Puebla «Las operaciones militares del cura rumbo de Orizaba, dice el ilustre Busta-

28 de junio ^

el

Alarcón en

mante, no

el

le

hacen honor como jefe de tropas porque no

era ésta su profesión, pero carácter

firma del coronel realista don José Tovar

la

y firmeza de

si le

resulta

y muclio, por

el

coronel don José Antonio Fajardo,

ejercíalo el teniente

militar

y severo, quien tenía á sus órdenes

valiente

quinientos

soldados

de

todas

armas;

con

ellos

había

logrado poco antes desalojar de unas alturas, cerca de la

hacienda de

Orduña,

se mantuvo, pues cuando cesó enteramente la revolución

independiente Bello, y pasando en seguida al próximo pueblo de Coatepec, des-

en aquella comarca,

trozaba en un barranco á otra sección de insurgentes,

principios políticos con que después

él

se metió

en

lo

interior de

ásperas montañas de Quimixtlán á hacer carbón

dura y

,

penosa ocupación á que se redujo por no rendir su al

las

cei'viz

yugo español." Pero

si la

la

al jefe

tomándoles un cañón de madera que éstos llamaban

Toro pinto por

el color del

el

cuero de res que le servía

de forro.

No

reciente expedición de Llano había resta-

se ocultó á Llano la conveniencia que resultaría

blecido las

de

el

poniéndose de acuerdo con Fajardo, marchó contra ese

comunicaciones eutre Veracruz y México por camino de Orizaba, interrumpidas por completo desde hacía tres meses y si los golpes sufridos por las guerri;

llas

del oriente

hicieron

cesar los

alarmantes rumores

que circularon durante mucho tiempo en

los

extremos de

esta larga línea que desde México se extiende hasta las

playas del Golfo, preciso era abrir con los mismos fines la

campaña por

partidas de

el

rumbo de Jalapa

insurgentes

que

,

desde

henchido de gruesas los

últimos

meses

de 1811 se movían con entera libertad en la vasta y quebrada comarca que acabamos de nombrar. Volvió á salir

Llano de Puebla (3 de julio de 1812), conduciendo

un valioso cargamento de harinas consignado ciante

al

comer-

de Veracruz don Juan Bautista Lobo, quien en





BusTAMANTE. Caarf/o hisiórico, tomo II, pág. 138. AlaisÁtí.—Hiitoria de México, tomo III, págs. 230-231. Partes de Llano, Gacetas de México de 8 de agosto de 1812 y extraordioaria de 31 del mismo mes. '



destrucción de la Junta establecida en Naolinco, y

la

pueblo por

el

quebrado camino que de Jalapa conduce á

en dirección noreste, en tanto que aquel

él

coronel avanzaba,

Supieron los de

Jilotepec.

miento,

marcha

la

y no considerándose

retiraron

listas.

dando un rodeo, por

Misantla

á

siete

Junta

el

fuertes

abandonando

el

teniente

pueblo

de

combinado movi-

para resistirlo, en

su

se

precipitada

cañones de que se hicieron dueños los rea-

Volvió Llano á Jalapa, y después de reunírsele

el

capitán Ramiro, que hubo de sostener una vigorosa aco-

metida del guerrillero Arroyo en

Hoya,

salió

rumbo á Veracruz

embarazada por

el

el

los

24 de

desfiladeros julio.

de la

Su marcha,

convoy que conducía, fué más

difícil

y penosa á medida que avanzaba hacia la costa: las colinas y espesísimos bosques que desde Cerro Gordo se extienden hasta Santa Fe multiplicaban los puestos ven'

Véase

final del capitulo

I, lib. II.

MÉXICO A TBAYES DE LOS SIOL08

310

tajosos que servían á los independientes para hostilizarle,

y

éstos molestándole sin cesar hasta su

así lo hicieron

llegada al puerto.

Detúvose Llano

cioso Albino García del verdadero objeto de la expedición del brigadier español, determinó atacarle á su regreso,

y

tiempo estric-

en consecuencia, seguido de cuatro mil hombres se pre-

tamente necesario para recibir un valioso cargamento

sentó el 11 de abril á la vista de Salamanca, momentos

aglomerado durante

después de haber entrado en este pueblo Garda Conde

el

incomunicación

la larga

cajas de correspondencia de

allí

y cuarenta

,

España; tornó á Jalapa en

los

con

el valioso

primeros días de agosto, no sin arrostrar iguales peligros

alarma fué para

que en su bajada, y dejando en esta

que

villa los restos del

regimiento de Castilla, recién llegado de España y azotado cruelmente por

á Puebla

«Desde Alamán

en los

la salida

el

vómito de Veracruz, pudo llegar

últimos

dias

de Llano de Jalapa para Veracruz, dice

no se volvió á saber de

,

vuelta á Puebla

,

señal tras de



él

en México hasta su

que mereció anunciarse en gaceta ex-

Su

traordinaria...

mes antes

del

citado.

tránsito,

que

la

embargo, no dejó más

sin

de un barco que surca las olas,

volviéndose á cerrar tras de

él las

partidas de insurgentes

que obstruían del todo la comunicación de un punto á

aun

otro,

más inmediatos.

los

El convoy que custodió

Llano hasta Puebla entró en México

no habiendo llegado todo culares

el

el

5 de setiembre,

y

número de cargas de parti-

que se anunciaba,

los

comerciantes españoles,

viendo frustradas sus esperanzas, quedaron

muy

descon-

tentos.»

le

los realistas la

armas en

el

realista García

Bajío, donde hemos dejado

Conde á

fines

al

brigadier

de febrero combatiendo sin

tregua ni descanso contra las innumerables partidas que

había dado tanta celebridad dentro y fuera de la inten-

Pero éste esperaba asaltarlos á

la salida, lo cual efectuó

en las primeras horas del día 12.

La primera embestida de

convoy,

los guerrilleros cortó el

que ocupaba una legua en toda su longitud, y por algún tiempo creyó García Conde que iba á ser completamente

En

destrozado.

los

momentos de mayor apuro ordenó

al

capitán don Agustín de Iturbide que con una sección de

marcha

caballería acudiese violentamente á restablecer la del convoy,

y

mismo

él

Ambos

de granaderos.

luego con una compañía

le siguió

secundados valientemente

jefes,

por los tenientes coroneles Villalva y Caire, lograron,

después de grandes esfuerzos, rechazar á los asaltantes,

y

el

convoy prosiguió su camino llegando á Irapuato

espirar el día, separándose

cargamento destinado

el

allí

al

lajara y Zacatecas.

recorrían esa populosa comarca

i.

Mientras

el

famoso

decidió al

gobierno vireinal á extremar sus esfuerzos y á

desplegar cuantos recursos estuviesen á su alcance para

plimiento de las instrucciones que Venegas comunicó al

formidables guaridas del Valle de Santiago, su hermano

don Agustín

Pedro, á principios de marzo, estrechaba vigorosamente

Galicia para que en su

don Ángel Linares en San Pedro Piedragorda,

apuro

que exhausto de municiones y sin esperanzas de recibir auxilios estaba á punto de tal

rendirse,

le redujo,

cuando apareció García Conde con una fuerte

y grande acopio de pertrechos de guerra.

Keti-

más

hábil

de

Iturbide

á

la

de

Nueva

el

aniquilamiento del célebre guerrillero que durante un año

azote de los

había sido

el

Bajío. Con

la actividad

de /jue dio en

desempeñó

formar con

Guadalajara,

en

realistas

encomendada, pues pocos días

de

capitán

un plan combinado de campaña que tuviese por objeto

dirigieron á León, donde quedó el último,

el jefe

intendencia

la

al

nombre concertase con Cruz y el de sus tenientes, don Pedro Celestino Negrete,

repetidas, Iturbide

y

marchar

éste hizo

róse Pedro García, y unidos García Conde y Linares se

división realista regresó por entonces á Silao.

En cum-

destruir por completo á tan temible enemigo.

brigadier García Conde,

al capitán

García

Esta última y osada tentativa de Albino

guerrillero Albino García cobraba nuevas fuerzas en sus

sección

pasaron, temiendo

allí

dencia de Guanajuato.

tormentoso espectáculo, con igual estruendo se meneaban

y en

que

valiente guerrillero los atacase con el ímpetu que

á Guanajuato de los que habían de ser llevados á Guada-

Si la zona situada al oriente de México ofrecía ese

las

el

Noche de incesante

convoy que conducía.

la le

lo

anchuroso

el

sucesivo pruebas

comisión que le fué

bastaron para llegar á

Cruz y Negrete

plan

el

de

una comisión del ayuntamiento

ataque y volver á Silao, cuartel general de García Conde,

de Guanajuato para manifestarle la situación angustiada

para dar cuenta á éste del arreglo ajustado con los jefes

de ese antes opulento centro minero:

militares de

Allí

fué á buscarle

la

incomunicación

á que le tenía reducido la guerra impedía que las barras

Nueva

de plata de los particulares fuesen enviadas á Querétaro

lajara hacia el

en cambio del numerario y de los efectos necesarios

Irapuato,

laborío de minas, detenidos por la

última ciudad.

La

comisión instó

al

misma causa en esta á García Conde para

que se encargase de esta doble traslación.

Accedió este

Galicia.

Pero antes de que se moviesen

cañones

;

Bajío, cayó Albino

las tropas de el 1.°

Guada-

de mayo contra

á la cabeza de cuatro mil caballos y siete supo esta intentona

el

brigadier García Conde

é hizo salir de Silao al teniente coronel Villalba con

fuerte

división

en

auxilio

una

de la población amenazada.

de bairas de plata; recibió en cambio gruesa suma en

Los independientes, á la llegada de este refuerzo, se retiraron á la hacienda de las Ánimas, distante una legua

numerario y un cargamento de efectos mercantiles que

de Irapuato, manteniéndose siempre á

estaban destinados á varias provincias del interior. Noti-

muceando con

jefe,

«

y

llevó sin tropiezo á Querétaro

Capitulo

I, lib. II.

una gran cantidad

la tropa

la vista

y escara-

de Villalba dos de los

más distinguidos de García,

oficiales

Salmerón y Carrizal,

con

MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS

hacienda de

la

efecto

veloz como el viento,

;

con

corría

rumbo que

el

la

noche sin que

perseguir á Albino con una constancia sin ejemplo, pues

Así era en

durante diez y siete días, á partir del 15 de mayo, corrie-

llevaba.

que

la resistencia

y muchos de

nición realista

sin

opusieron la guar-

le

vecinos, temerosos de

los

que pudieran entregarse las indisciplinadas

los excesos á

tropas de García,

en

caso de que llegasen á entrar

el

Avanzaba, entretanto, una división Negrete y destinada á concurrir

al

plan de campaña que

con Iturbide había convenido, á nombre del brigadier

García Conde.

Consistía este plan en el ataque simul-

táneo que debían efectuar

el

mayo

15 de

contra Albino

en Valle de Santiago, las tropas de García Conde por lado de Celaya

Negrete por

las de

y

El primero de estos

el

camino de Yuri-

el

para evitar toda sospecha,

jefes,

sacó de Guanajuato todas las barras de plata que debían ser remitidas á México,

para hacer creer que su movi-

miento no tenía más objeto que conducirlas á al llegar

y unido á la división de Villalva

marcha

el

15 de

á las diez sobre en

Albino, ni

mayo á el

las dos

Alamán,

que sólo da

perfectamente

puso en

pero

hombre

era

que

poseía

sin

aquel

letras

tacto

En

de

solamente

que

los

el

Valle el ataque simul-

de Negrete, los previno avan-

y

atacándolo

en

hacienda

la

de

Parangueo

y

poniéndole en mucho aprieto, pues cargó con todas sus

iba

ocultaba

dejando

sus

las

caballo,

cañones,

cureñas,

y

puentes que daban paso sobre las zanjas y acequias del

Fatigada

Habiendo llegado García Conde cerca del Valle

división con esta carrera incesante

la

resultado.

sin

Conde

García

y tomó algunos

días

de descanso en Irapuato.

que

antes

dejó

allí

Albino,

y

emprender

de

mismo día

ese

este punto que Francisco García,

audacísimo,

y que

mismo Albino había vuelto á

el

su madriguera favorita.

mente ocupado en escoltar

el

desprevenidos y sin ningún proyecto ordenó

al

por

el

rumbo de Parangueo,

sido atacado en aquel punto

y marchó á

infirió

que había

auxiliarle.

A

su

las

cercanías de

enemigos única-

los

convoy pudieran hallarse

Para ejecutar su

recelo.

capitán don Agustín de Iturbide que

con ciento sesenta soldados escogidos saliese de Sala-

manca en

dirección

entrada de

la

opuesta

noche tomase

donde debía llegar en día.

las

Valle,

al

el

camino de esta población

Cumplió Iturbide estrictamente

y entre dos y el

tres de la

órdenes de su

las

mañana

del 5 de junio

Valle hallando á los independientes sumer-

gidos en profundo sueño. los cuarteles

García;

pero que á la

primeras horas del siguiente

y

la casa

aprovechando

En un momento

fueron tomados

que ocupaban Albino y Francisco los

realistas

aturdimiento que

el

causa la sorpresa, lograron aprehender á estos dos jefes,

como á

así

ciento cincuenta de sus compañeros sin contar

con otros tantos que murieron en

que quisieron oponer.

cia

y

al

la

Iturbide

con excepción de

que reservó para presentarlos

estampido de la

jefe

Creyó entonces que debía inten-

una sorpresa, pues suponiéndole

tar

Supo en

hermano de aquel

se hallaba á la sazón en Valle de Santiago,

ciones que debía ocupar,

el

El 4 de

persecución de

la

llegó á Salamanca.

á la hora convenida, no encontró á Negrete en las posi-

y oyendo

y

de su propósito

desistió

junio salió de ese pueblo conduciendo las barras de plata

los prisioneros,

artillería

del

retardaba la marcha de sus perseguidores cortando los

de aquellos movimientos, y supo

zando hasta encontrar á este último á distancia de dos

fuerzas.

cruzaba por sendas excusadas,

entró en

vez de esperar en

táneo de García Conde

leguas,

montaba con ligereza á

que iba á ser alcanzado,

superior,

desconcertarlos con un tino que honraría á un consumado general.

Enfermo éste

mal de gota y obligado á caminar en camilla, cuando creía

había comprendido

naturaleza,

la

el objeto

«El sagaz

de antemano.

aunque

instrucción ninguna,

militar

se

de la mañana para estar

Valle de Santiago en los puntos seña-

plan combinado

el

dice

la capital,

á Irapuato dejólas competentemente custo-

diadas

lados

brigadier

capitán Iturbide se dedicaron entonces á

el

ron en pos del impalpable guerrillero.

realista salida

de Guadalajara á las órdenes de don Pedro Celestino

pero

y

camino.

vencedoras.

ria.

El

impedírselo.

realista

población atacó con verdadero furor el 5 de mayo,

poder quebrantar

Galicia, resolvió marchar á

para

Animas, supo

caraaradas hacia Celaya, cuya

bravos

sus

Nueva

las

incansable guerrillero

el

la

Pénjamo

en

las posicio-

que éste había desaparecido durante pudiera descubrirse

se introdujese en situarse

marchar contra

el jefe realista se disponía á

nes del enemigo en

Al día siguiente, cuando

i.

setecientos caballos cada uno

311

desordenada resisten-

mandó los

fusilar á todos

hermanos García,

al brigadier

García Conde;

anunciar su victoria, decía á este último

«No puedo formar

lo siguiente:

cálculo seguro de los que murieron,

y perseguido por la caballería, perdió alguna gente, quedando entre los muertos Cle-

porque como estaban en diversas calles

mente Vidal, que era uno de sus subalternos de mayor

de trescientos, con inclusión de más de ciento cincuenta

llegada. Albino se retiró,

confianza

es

muy

difícil

que mandé

'^.n

Frustrado

el

plan

del

que se prometió un éxito

,

pero creo llegarán

,

y

pasar por las armas...»

,

tal

casas y plazas

vez excederán

«El dolor de

la

muerte del granadero Aviles, continúa Iturbide, á pesar

completo. García Conde trató de combinar nuevos movi-

de que fué la única desgracia que tuvimos y

mientos con Negrete, pero éste, temeroso de que Albino

de hacer morir sin auxilios cristianos á tantos miserables, lo que sólo puede

'

Parte de Villalba publicado en la Gaceta del 23 de julio

de 1812. •

Alamán.

— Historia de México, tomo

III,

pág. 191.

la precisión

mandarse en casos igualmente

estrechos, han contristado terriblemente mi espíritu,

embargo de

la satisfacción

sin

de un golpe tan afortunado

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

312 por

Bajío

pública y particularmente

utilidad

la

por

la

del

'.n

provincias, Irapuato.

matanza, disculpada por Alamán,

Si esta horrible

dio desde entonces siniestra celebridad á don Agustín de

Iturbide, la conducta de su jefe García

Conde para con

volviendo

luego

Entretanto,

éxito, y en el curso del los jefes

á

su

Iturbide

cuartel

de

general

combatía siempre con

mes de setiembre derrotaba

á

que sucum-

independientes Valtierra y Euiz,

el

bieron valientemente en el campo de batalla, y perseguía

valiente Albino prisionero, fué ignominiosa é indigna del

vivamente á Liceaga y á Cos, obligándolos á guarecerse en las ásperas quebradas de la sierra de Dolores.

militar

y

Noticioso de la importante captura

caballero.

que acababa de hacer su subordinado, dispuso

las

cosas

de modo que la entrada del preso en Celaya (adonde había llevado su cuartel general) tuviese todo

y todas

artillería,

de

honores

las tropas

capitán

prisionero. García

formadas en valla recibieron

cadenas,

de

cargado

á Albino

aparato

el

Alegres campaneos, salvas de

de un triunfo burlesco.

general.

tributándole

Al llegar á

irrisorios

plaza el

la

Conde olvidó su rango y todo principio

de decoro insultándole de palabra, y luego, dirigió pueblo un discurso que

Alamán

historiador

Albino García y su hermano Fran-

de insulso.

califica

mismo

el

al

cisco fueron pasados por las

armas

el

8 de junio, y sus

cadáveres fueron descuartizados, según

los usos feroces

de aquella guerra, para poner los miembros en varios

Con

lugares á la espectación pública.

la

destrucción de

de Albino la intendencia de Guana-

la temible guerrilla

juato quedó por entonces tranquila, pero quedó también cubierto de oprobio

el

insultar al caído, faltó

merece

nombre á

y á

la desgracia

la

las

del jefe realista, que al

vez á

la

consideración que

formas severas de la justicia,

Después de estas sangrientas ejecuciones púsose en de barras de plata: Villagrán

le

salió al

el

convoy

paso en Calpu-

lalpam, pero fué desbaratado por Iturbide, que

le

tomó

y una bandera, matándole cerca de cien Regresó de la capital el mismo García Conde

el

esforzado patriota don José

Antonio Torres en la capital de Nueva Galicia. vasta porción del vireinato,

por la habilidad,

y valor del teniente coronel don Pedro Celestino

Negrete, era teatro de diarios y sangrientos combates en que la victoria quedaba casi siempre del lado de los

tarea fuera, ni grata

y provechosa para los lectores, menudamente los innumerables reencuentros

describir

que

allí

"Si la insu-

se sucedían con pasmosa rapidez.

rrección,

un

dice

ilustre

historiador

merecer

tal

como

se

muy

lejos

de

^,

hallaba en las demás provincias, estaba

nombre de sistema completo de acción

el

con menos razón podía calificarse de

tal

y Zacatecas, donde no había ni jefes

ni soldados, sino

masas de hombres irritados con su malestar,

asesinatos

contra las personas, el

sospechar siquiera

sin

Por desgracia, era

origen de sus males.

de estas provincias, por parte de los españoles, el

jefe

muy

general don José de la Cruz, persona de

de

custodiando un convoy de mercancías destinadas á las

organizado en Yuriria y el jefe

tiólas el

24 de

el

medidas

las

exageradas

de

el

Acomeintrepidez

más

Después de

triunfos

los

,

que

terror,

se

y haciéndolas recaer en enero por

alcanzados

Negrete y del Río siguióse luchando sin descanso ^, pereciendo en los campos de batalla ó en los cadalsos

muchos de

los jefes insurgentes

Nueva

en

Galicia.

Vargas,

Hacías

otros

Rodríguez,

y

que se habían levantado

Pina, sellaron

Maldonado, Tomás entonces

De

sangre la causa de la libertad mexicana. jefes

que sucesivamente desaparecieron en

con

su

todos los

los

primeros

García Conde avanzó hasta Lagos,

meses de 1812, sólo quedaba en pié

comandantes de Zacatecas y Guada-

que frecuentemente derrotado por Negrete, se reponía con

de cargamento que correspondía á esas

gran facilidad, volviendo á presentar nuevas fuerzas á

convoy.

lajara la parte

Véase

Valle de Santiago.

con su acostumbrada

felices

donde entregó á

'

el

de nuevo se habían

y pudo derrotarlas, una tras otra, en encuentros. Libre el camino que

julio,

una serie de seguía

realista

ascendido á teniente

limitada

capacidad, y cuyos medios de pacificación no iban allá

sin distinción sobre toda clase de personas.»

á batir las partidas que

y que

hacían estallar la violencia de sus pasiones en robos y

prodigaban incendiando los pueblos

coronel,

militar,

en Guadalajara

hombres.

haciendo que avanzase Iturbide,

Ni

acaudillados por este consumado veterano.

realistas fácil

la artillería

ciudades del interior, y entró en Querétaro sin obstáculos,

Esta

defendida más que por la

escasa aptitud del sanguinario Cruz pericia

que otro era

de que ningún funcionario debe dispensarse.

marcha García Conde para México conduciendo

Pocos días antes de la muerte de Albino García en Celaya sucumbía también

los

parte de Iturbide en la Gaceta correspondiente al



el valiente

Torres,

su contrario.

Las fuerzas del intrépido insurgente dis-

minuían,

embargo, de día en día, pues sobre

Don Lucas Alamán, que escribe páginas ente18 de junio de 1812. ras, é las veces, para describir la muerte de algún español ó realista, da cuenta en dos renglones de esta horrible matanza, la que

cargaban

pretende defender diciendo que Iturbide tomó esa determinación porque le urgia reunirse con García Conde y no tenia faena suficiente para custodiar á loa prisioneros, y luego en una nota añade lo siguiente; «La muerte sin auxilios religiosos de estos prisioneros ha sido para los enemigos de Iturbide, aun para aquellos mismos que no fueron muy piadosos, materia de continua y acre declamación. Sin embargo, atendidas las circunstancias que eran las que con la sinceridad que profeso he representado, no es fácil decir 5 ue otro partido le quedase que tomar.»

muy

el

sin casi

todas

intendente Cruz

,

las

y á

que tenía

fines

á

su

él

disposición

de marzo se hallaba ya con

poca gente y cortado por todas partes perseguíalo con tesón el comandante Antonio López Merino, quien



;

J.

M.

L.

Mora.

— Wtótco

y sus resoluciones, tomo IV, pá-

gina 457. ' Véanse los documentos publicados en la Colección de Hernández Dávalos, tomo IV, págs. 36, 38, 39, 40 y 126.

J.

E.

313

MÉXICO A TBAVE8 DB LOS SIGLOS

lo

El 23

derrotó y aprehendió el 4 de abril en Palo Alto después

de una brava resistencia, que causó considerables pér-

El parte en que

españoles.

didas en los

comandante

el

daba noticia á Negrete de tan importante ocu-

realista

tencia.

mayo

de

Toda la guarnición se puso

formando en

horca de dos pisos,



conducido á Guadalajara

fué

atado sobre una carreta el del 11 de noviembre de

en la misma

Ni

,

1810 en que hizo su aparición

ciudad victorioso de los realistas en Zacoalco.

la calidad

defendido

donde entró

11 de mayo en conmemoración

de vencido, ni

ni las heridas

el

valor con que se había

que cubrían su cuerpo

bastantes á ahorrarle los insultos del brigadier don José

Quisieron ponerle una argolla en

de la Cruz.

para que llevase levantada la cabeza, pero

el

cuello

él ofreció

á

sus verdugos darles gusto y lo cumplió, entrando con la frente erguida

como

el

día de

su triunfo.

Se

le

juzgó

armas

el

cadáver quedase á la espectación

el

patibulo auxiliándole

al

ejecución,

la

cortaron la cabeza al cadáver clavándola en la misma

horca,

donde permaneció

en Zacoalco,

una de

el

brazo derecho

el

izquierdo en la garita de Mexicalcingo,

las piernas

en

de San Pedro y la otra en la

la

Cuando estos restos fueron quitados de

Carmen.

del

y habiéndolo

cuarenta días,

descuartizado, colgaron sus verdugos

sus escarpias se les arrojó al fuego como indignos de

que los recibiese la tierra.

No

paró aquí la venganza

arrasaron la casa de Torres en San

Pedro Piedragorda y cubrieron de

solar en

el

sal

como queriendo impedir que

se alzaba,

Esta ferocidad en

la

venganza

,

Nueve

1.

que no otro nombre

merece crueldad tan extremada como contra el

la

había

Torres

sembrado con sü espada y regado con su sangre. años después ya fructificaba esa semilla

que

fructificase

independencia que

semilla de libertad é

fueron

,

el

un sacerdote; algunas horas después de

de los realistas: Torres

las

primero para la ejecución y

Fué conducido Torres

pública.

«Sorprendí al m>yo Torres; lo hice prisionero, por haber mandado k la tropa que no lo matase para entregarlo á Usted vivo. De toda su chusma que se componía de cuatrocientos, los que no murieron á los filos de las bayonetas, mxirieron asados por haber quemado yo las trojes donde se metieron. Quedó todo su armamento en mi poder y toda su remonta; sólo he sacado al sargento Estrada gravemente herido, lo que me ha sido bastante sensible. Dios guarde á Usted muchos años. Palo Alto, Abril 4 de 1812, á las tres de la mañana.— /05¿ Antonio López. Señor teniente coronel Don Pedro Celestino i.» Negrete

sobre

de Venegas donde se alzaba una

la plazuela

segundo para que

rrencia, decía así:

espantable sen-

esta

ejecutó

se

que se ejerció

la

honrado y valiente Torres,

la

hemos

visto

imitada, y quizás excedida con creces por los verdugos

de Albino García.

Un

referir el suplicio del

escritor

eminente,

después de

vencedor de Zacoalco, exclama con

por la Junta de seguridad y luen orden establecida

la

con anterioridad por Cruz para conocer de los delitos de

levantados toda violación de los derechos de la civiliza-

infidencia,

y á

y habiéndosele hecho cargo de traición

la patria, fué sentenciado á morir ahorcado

se descuartizase su cuerpo, firmando esta

miembros de

la

al

rey

y á que

sentencia los

Junta, don Francisco Antonio Velasco

indignación

y de la humanidad « Que los comandantes militares momento del triunfo, en el ardor de la venganza,

ción

en

que produce en los corazones

natural

:

el

se dejasen llevar á excesos de crueldad que horrorizan á la

humanidad entera, es un procedimiento que, aunque

de la Vara, presidente, don Antonio de Sousa Viana,

indisculpable,

don Manuel García de Quevedo y don Domingo Gárate,

pero ¿qué nombre dar ó cómo entender la conducta de

vocales

hombres con pretensiones de pertenecer

2.

lizado, E. Hernández Dévalos, t. IV, pég. 182. Alamán no añade ningún comentario á la execrable disposición de Merino, al mandar quemar las trojes que servían de refugio á los independientes. ' Sentencia pronunciada contra don José Antonio Torres. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dévalos, tomo IV, página 169). Hemos conservado la ortografía del original: «Se declara al mencionado José Antonio Torres trahidor al Rey y a la Patria, Reo Confeso en casi todas las sentadas atrozidades, '

Colección de documentos de

J.

condenándolo en concequencia á ser arrastrado, Ahorcado y desquartizado, con confiscación de todos sus bienes, y que manteniéndose el cadáver en el Patibulo hasta las cinco de la tarde se baje á esta hora y conducido á la Plaza nueva de Veneges se le corte la Cabeza y se fixe en el centro de ella sobre un palo alto, descuartizándose alli mismo el Cuerpo, y remitiéndose el quarto del Brazo derecho al Pueblo de Zacoalco, en donde se fixará sobre un madero elevado, otro en la Horca de la Garita de Mexicalsingo de esa ciudad por donde entró é imbadirla, otro en la del Carmen, salida al rumbo de Tepic y San Blas y otro en la del bajio de San Pedro que lo es para el Puente de Calderón Que en cada uno de dichos parages se fixe en una Tabla el siguiente rotulo: José Antonio Torres trahidor al Rey y á la Patria Cacezilla, Rebelde é Inbasor de esta Capital: Que pasados quarenta dias se baxen los quartos, y á inmediación de los lugares respectibos en que se hain puesto, se quemen en llamas bibas de fuego, esparciéndose las cenizas por el Ayre: que con testimonio de esta sentencia se pase oficio al Subdelegado de San Pedro Piedra gorda para que teniendo el Reo casa propia en aquel :



T. I1I.-40.

cuando

sevicia por

puede en cierta manera ser explicado;

se

entregan

á estos

al

mundo

civi-

refinamientos

una cuestión abstracta como

la

de

de

inde-

pendencia, contra un prisionero político que, por excepción

de una regla universalísima

,

ha respetado en

curso de la campaña las personas y propiedades, de

que eran un ejemplo vivo El oidor Velasco,

los

mismos que

lo

el

lo

condenaban?

que firmó esta sentencia, explicaba

Pueblo, y no abiendo perjuicio de tercero por censo y otro derecho Real sobre ella, la haga derrivar inmediatamente y sembrar de sal, dando cuenta con la diligencia correspondiente. Pero antes de proceder á la execucion de esta sentencia se pazará al Muy Iltre. Sr. General Don José de la Cruz para su confirmación ó lo que hubiere lugar, manteniéndose siempre con la maior reserba la Causa, disponiendo su señoría sobre ella y sus contenidos lo que tenga por más conbeniente. Lo proveyeron y determinaron definitivamente juzgando los señores Presidente y Vocales de la Junta de Seguridad Francisco Antonio de y lo firmaron Juan José de Sousa Viena. Velasco.— Manuel Garda de Quecedo.— Domingo Mariade Garate. — Guadalaxara doce de Mayo de mil ochocientos doce. Executese José de la Cruz.» la sentencia. « Apuntes biográjicos de don José Antonio Torres, por don Guadalajara, 1876. El historiador Alamán no Luis Pérez Verdla. tiene una sola palabra de reprobación para los realistas que se vengaron con tanta ferocidad del valiente Torres.











MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

314

luego sas disposiciones, atribuyéndolas á sugestiones de

de la guarnición de Valladolid, efectuó con fortuna varias

don José de la Craz (así se asegura en un informe dado

salidas contra los independientes.

al virey

prisionero al

don Juan Ruiz de Apodaca en 1818).

esto lo que fuere

,

duda es

lo que no tiene

,

Sea de

que una sen-

fusilar

inmediatamente,

mayo

y en

tencia semejante da desde luego una idea bastante des-

emprendió

ventajosa de los principios administrativos del gobierno

Pátzcuaro y Zintzunzan (antigua capital de

de Nueva Galicia, no sólo en

aprehendiendo

en

Con

orden moral sino también

de Torres la guerra cambió de

aunque no de intensidad, en

Guadalajara,

que era parte de

de Nueva Galicia: en

su

á

de

principios

logró

coronel Caballero,

al

que

otra

hasta

llegar

los tarascos),

sargento mayor

al

Vicente Sánchez y á otros veinte independientes que

la desaparición

carácter,

nadas

el

'.«

el político

de ellas hizo

mariscal de campo don Vicente Ochoa, á

mandó

quien

En una

dilatado

la

extensa intendencia

quedaron disemi-

partidas

infinitas

territorio,

provincia de

la

pero ninguno de los

también fueron pasados por

armas. Otro jefe realista,

las

comandante don Juan Pesquera,

el

de Valladolid

salió

de mayo (1812) en persecución de una pequeña par-

el 7

que capitaneada por

tida,

guarecía en los alrededores

se

Salto,

padre don José Guadalupe

el

Teremendo.

de

oscuros jefes que las dirigían reemplazaron al vencedor

Halló á éste en una caverna de donde fué sacado después

de Zacoalco y de la Barca ni á tantos otros , que en los

de habérsele disparado un balazo que

campos de batalla ó en

mente.

los patíbulos, dieron su vida por

independencia en los primeros meses de 1812.

la

Redu-

cidas á ejercer su acción sobre las poblaciones de último

hirió

le

Conducido á Valladolid fué sentenciado á

de muerte, pero

á causa de

la

al llevársele al

grave-

pena

la

lugar del suplicio espiró

herida que le infirieron sus aprehensores.

rango y las haciendas, y por su misma pequenez cada una de ellas escapando fácilmente á la persecución de las ,

tropas regulares de los realistas

,

llegaron á pesar sobre

de una manera que se hizo intolerable,

los habitantes

viéndose éstos precisados, con frecuencia, á tomar las

armas para defender sus vidas y propiedades amenazadas. Así, al espirar este año, y en tanto que en las zonas del Sur y del Sureste alcanzaban espléndidas victorias

Facsímile de la firma del capitán don Manuel de la Concha

los

defensores de la insurrección, los que la proclamaban en

Este suceso y las varias consultas dirigidas

al

virey

Occidente sufrían reveses sin cuenta, y terminaron por ceder completamente el campo á sus afortunados y

por los comandantes militares respecto á las penas que

crueles adversarios.

prisioneros,

el

Fáltanos

recorrer

provincias

las

Michoacán para consignar

los

San Luis y

de

más notables sucesos

mili-

debían imponer á los sacerdotes insurgentes que cayesen

determinaron

25 de junio (1812)

i

en

el

publicación

la

del

que declaraba aquel

cionario que eran reos de la jurisdicción

bando de alto fun-

militar todos

tares que en ellas ocurrieron durante el sitio de Cuautla,

los

y algún tiempo después de este importante acontecimiento.

«de cualesquiera clase, estado y condición que fuesen.» Mandábase que habían de ser juzgados por los

En el

la

primera,

mando de

el

coronel don José de Tovar, que tenía

armas

las

desde -la separación de

realistas

que hubiesen hecho ó hiciesen resistencia á

las tropas

del rey,

consejos de guerra ordinarios, compuestos de los oficiales

García Conde, dirigía la campaña con fortuna, logrando

de la división ó destacamento que hiciese

derrotar cerca de la hacienda de Villela á la partida de

imponíase la pena de muerte á todos los jefes ó cabeci-

los

Núñez,

coroneles

muertos

los

MoUeda y Gutiérrez, quedando

dos primeros

,

y siendo fusilado el último,

que cayó prisionero. Esta ventaja alcanzada

el 7

de abril,

y algunas otras de menor importancia, antes y después de esta fecha, no fueron bastantes en el ánimo del virey para moverle

á

conceder

al

viejo

Tovar

coronel

el

gobierno de Nuevo León que había solicitado con insistencia desde

el

mes de marzo

del

mismo año

Con más vigor y con mayores enemigos luchaban realistas

misma el

los

de Michoacán constantemente amagados en la

capital de

la

provincia.

valiente, pero de siniestra

Un hombre

resuelto

y

memoria por su sed de sangre,

capitán don Manuel de la Concha,

eclesiásticos

que formaba parte



pég. 27.

,

secular ó regular que tomasen

ó impresos incendiarios;

,

"

y á

los autores

los

que por

la suerte

de gacetas

de ser diezmados á los que

y armas contra la

sin ser cabecillas hiciesen

las tropas reales;

quedasen libres de

muerte y

la

todos los que no debiesen sufrirla según las disposiciones

debían ser enviados al virey,

tancias lo permitían razo,

;

pero

si

si las

circuns-

había para ello algún emba-

quedaba á discreción de cada comandante hacer

de ellos

lo

que

le

pareciese, sin sujeción á reglas que

no f odian prescriMr para todos Alborotóse

Venegas ' J. M. L. Mora. Méicico y sus recoluciones tomo IV, página 442. ' Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, t. IV,

del estado

en la revolución

participio

del bando,

'^.

aprehensión;

á los oficiales de subteniente arriba, á «todos los

llas,

y

la

;

el

clero

no porque en

de

él se

los casos.

México prodigase

con la

el

bando de

pena de muerte

á los defensores y partidarios de la independencia, sino ' Colección de documentos de pág. 306.

J.

E.

Hernández Dávalos,

t.

IV,

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS porque se atacaban las inmunidades eclesiásticas con

la

imposición de la misma pena á los sacerdotes insur-

El cabildo eclesiástico discutió

gentes.

dar algún paso

conveniencia de eclesiástico;

no debía hacerse cosa alguna.

días

dio

le

Sánchez

inmunidad,

Rayón en Tlalpujahua

Mandó

,

promotor

fiscal

pasarlo

,

lo

,

el

cabildo

al

que los

doctor

quien calificó de asonada la

gestión del clero secular, en tanto que el

la

mismo

un aspecto de sedición en connivencia con

independientes.

el

virey enviaba

asunto á la Junta de Seguridad y ordenaba la prisión

de los abogados Villalpando y González Ángulo, autores del

documento según pública voz, no pudiendo llevarse á

cabo

la del

firmantes justicia de

segundo por haberse ocultado.

ante

la

Junta

de

Seguridad

Llamados

los

sostuvieron

la

su reclamación, y protestaron de las sanas

intenciones que les habían movido,

dispuso que hiciesen

en ese sentido

la

nueva

primera,

del

espíritu público en la capital, donde los partidarios de la

independencia se contaban á millares.

Junta

odiada

y aunque

representación

la

Junta

guiaron en

de

Seguridad

,

Bastaba que

presidida

por

la

Bataller,

el

de México, acogiese entusiasta la

suceso, ocurrido algunos días el

más

tarde,

Otro

pudo manifestar

fermento de los ánimos y la aversión que se había

concitado la Junta teatro

la

de Seguridad:

al

anunciarse en

comedia que se representaría

el

5

el

de julio,

se avisó al público que volvían á su ejercicio dos 'actores

que habían estado por algún tiempo presos y procesados por aquel tribunal á causa de las palabras sediciosas dichas en un café, de cuyo

delito fueron

absueltos, por

haberse probado que estaban ebrios cuando las pronunciaron

2.

Un

atronador y general aplauso, seis veces no el ijigreso de los medianos actores

repetido, saludó,

sino el triunfo que se creyó haberse alcanzado sobre la

odiosa y arbitraria Junta.

explicando

cosa no pasó adelante y

él al clero

demostración de resistencia que acababa de hacer.

'

da la

la agitación

desentendiéndose de las mezquinas miras de secta que

después apareció este documento en los

periódicos que publicaba

Esta actitud del clero contribuyó á

y entre

una representación en defensa de

cabildo

demás lugares

hubiese intervenido en ese asunto para que la opinión,

secular,

clero

del vireinato

los

i.

saber esta reso-

curas de la capital, dirigieron al

los

el

las circunstancias

al

bando fué promulgado sin oposición en

la

en defensa del fuero

Pero

lución, ciento diez individuos del

y pocos

30 de junio

pero siendo mayor en esta corporación

número de españoles, se decidió que en

ellos todos

el

315

J. '

Véanse los documentos relativos á este asunto en la Colección Hernández Dávalos, lomo IV, págs. 305-3yi. Alamín. — Historia de México, tomo III, púg. 220.

E.



CAPÍTULO IV — Reorganiza sus tropas en Chiautla. — Muerte de don Francisco

Ayala. — Derrota Galeana á los realistas de este lugar para socorrer á Trujano sitiado en Huajuapam.— Sucesos militares en Oaxaca antes de este asedio. Quién era Trujano. Regules al frente de una división realista se presenta delante de Huajuapam ( 5 de abril del812). Heroica resistencia de Trujano. Los padres Sánchez y Tapia intentan socorrerle y son derrotados. —Devoción délos Preséntase Morelos Opónese el consejo. sitiados. Regules convoca un consejo de guerra propone salir al encuentro de Morelos.

Tercera campaña de Morelos. de Citlala.

—Entra Morelos

en Chilapa.

— Sale











é la vista de

Huajuapam

23 de julio.

el

— — y — Ataca al día siguiente á los sitiadores. — Muerte de Caldelas. — Derrota completa

de los rea-

— Pérdidas de éstos.— Merecido renombre de Trujano.- Sale Morelos de Huajuapam al frente de su división y se sitúa en Tehuacón. — Ventajas de esta situación.— Derrota don Nicolás Bravo al realista Labaqui en San Agustín del Palmar. — Le nombra Morelos — jefe militar de la provincia de Veracruz. — El gobierno vireinal condena al general don Leonardo Bravo á la muerte de garrote Ejecútase esta sentencia en México el 13 de setiembre. — Nobilísima y heroica acción de don Nicolás Bravo al saber la muerte de su padre. — Combate del ranc/io de )a Virgen y muerte de don Valerio Trujano —Expedición de Morelos á Ozumba, donde recibe ciento diez barras de plata procedentes de Pachuca. — Ataca cerca de Nopalucán un convoy realista y es rechazado. - Regresa á su posición 29 de octubre. Ingenio. — Ataca y toma á Drizaba deTehuacún. — Se dirige luego contra Orizaba— Derrota á los realistas en Avanza coronel Águila hasta las Cumbres de Aculcingo — Acción de las Cumbres. — Vuelve Morelos á Tehuacán. — Úñensele en listas

vil.

el

el

el

punto las divisiones de Matamoros y de don Miguel Bravo. —Es nombrado Matamoros mariscal y segundo de Morelos. —Don Sale Morelos de Tehuacán al frente de su ejército y se dirige á Oaxaca.— Hermenegildo Galeana es también promovido á mariscal. Huye Medios de defensa de esta ciudad. -Penosa marcha del ejército independiente.- Alarma en Oaxaca al aproximarse Morelos. Rasgo de Asaltan y toman la ciudad los independientes el 25 de noviembre de 1812. á Tehuantepec el obispo Bergosa y Jordán. Fusilamiento de Regules, González Saravia, Los soldados vencedores saquean la ciudad. heroico valor de don Guadalupe Victoria. Aristi y Bonavia.- Morelos da libertad á los prisioneros políticos encerrados en las cárceles de Oaxaca. —Disposiciones políticas y Funerales suntuosos de López, Armenta, Tinoco y Palacios, primeros mártires de la indepenadministrativas que dicta este jefe. este







— —





dencia en Oaxaca.

Sur.

— Juramento

Junta de Zilácunro.

— Campaña de don Nicolás Bravo en

sus nuevas operaciones.

la vista

Bravo intercepta el

las

de Jalapa

el 11

la

del periódico

— Vacilación

El Correo americano del

de Morelos acerca del plan de

— Preséntase — Numerosas gavillas

provincia de Veracruz durante los últimos meses de 1812.

— Ataca

vigorosamente

es rechazado.

la villa y





brigadier Olazábal.

Había entrado en

los

planes y miras de Morelos,

después de su brillante salida de Cuautla,

campaña en extender

de noviembre.

— Establecimiento

de esta campaña.

Favorables condiciones de defensa que tiene este punto. Bravo se sitúa en el Puente del Rey. comunicaciones entre Veracruz y Jalapa. — Detiene por muchos días la marcha de un valioso convoy custodiado

asedian á Jalapa en diciembre.

modo

la

— Importancia de la toma de Oaxaca. — Juicio de Alamán respecto

en unión de otros jefes á

por

de obediencia á

su

continuar la

con dirección á Chilapa, seguido de Galeana, Matamoros

y

los

dominio

la atención

de

hasta

Oaxaca y llamar de este

enemigos, distrayéndola de las

los

Bravos (don Nicolás y don Miguel).

De

vasta zona del Sur y del Sureste para

la

lado

entre los jefes que tanto se distinguieron á su

y que

él

formó en

el

de la guerra, faltaban,

arte

empero, dos de los más esforzados: don Leonardo Bravo

Hemos

visto al primero caer en

provincias centrales donde tan crueles reveses acababan

y don Francisco Ayala.

de sufrir las armas de la independencia. Unido en Izúcar

poder de los realistas y en esos momentos esperaba

á la división de don Miguel Bravo

muerte en

punto estratégico desde

el

^

retrocedió á Chiautla,

cual podía vigilar los movi-

mientos de París, ó marchar hacia tierras de Oaxaca

dando

la

mano

al valiente

defensor de Huajuapam,

don

Valerio Trujano.

Permaneció

en

Chiautla

hasta

fines

del

mes de

las prisiones

de

la capital; el

de sucumbir por la libertad de Morelos

valle

al

de

la

segundo acababa

la patria.

Destacado por

Cuernavaca para reclutar gente,

situóse en la

hacienda de Temilpa con un corto número

de soldados

pero no tardó en llegar á oídos del capitán

realista

;

don Gabriel de Armijo, destinado por Calleja á

sufrió el

mismo

cuidar de aquel valle, la noticia de que el valiente Ayala

día de su salida de Cuautla, y allegando hombres,

armas

se hallaba en la comarca, y reuniendo toda su sección

y pertrechos de guerra con la extraordinaria actividad de que dio tantas pruebas durante su gloriosa carrera.

cayó una mañana sobre la hacienda que se ha nombrado

mayo, curándose de una grave caída que

El

1.° '

de junio salió

Capítulo

II, lib. II.

al

frente de ochocientos

hombres

ya, tomando la precaución de rodear con sus soldados la casa que habitaba

el

intrépido insurgente.

Desesperada

fué la resistencia que éste opuso á los asaltantes, que

MÉXICO i TEAVÉ8 DE LOS SIGLOS

318

recurrieron al extremo de incendiar los tejados, y á pesar

de que

fuego

el

lo

seguía

envolvía por todas partes,

Sólo cuando las muni-

luchando con valor sobrehumano.

ciones se agotaron y casi todos sus soldados habían muerto al filo

de

espada ó devorados por

la

Ayala con sus dos

las llamas, se rindió

y unos cuantos que

hijos

le

acompa-

El vencedor no respetó tanto valor, y después

ñaban.

de fusilar á todos

los prisioneros

de aquel épico combate

mandó que sus cadáveres fuesen colgados en

los árboles

del camino, á la entrada del pueblo de Yuatepec.

La vanguardia de

ron

al

fin

prisioneros

y doscientos

el

i.

febrero

Pero

mismo

al

don

Bravo y

Miguel

hombres de

el

Mendoza con dos mil

padre

Mixteca y de la Costa disponiéndose á

la

intentar nuevo ataque contra Yanhuitlán

lo

,

que obligó

á Regules á reforzar sus atrincheramientos y á acopiar víveres

y municiones en gran

Presentáronse

cantidad.

aquéllos ante esta plaza en los primeros días de marzo

ataque con

el

el

mayor

y

pues que no

éxito,

casas contiguas, después de disputar los realistas palmo

listos

á disputarle

con imponderable

campo, y en

fusiles

de

tiempo, reuníanse en Tamasulapam don Valerio Trujano,

comenzaron

se defendieron tenazmente, hubie-

de abandonar

en Teposcolula á fines

pueblo de Citlala á los

los independientes

y aunque aquéllos

brío,

comandante Bobadilla, derrotado

del

tardaron en encerrar á Regules en la iglesia y varias

al

comandante español Cerro

Cargaron

paso.

el

el

y vencedor

mando de Galeana,

Morelos,

encontró el 4 de junio en realistas del

dientes,

;

la

él trescientos

persecución se llevó

á palmo

terreno y de empeñar en cada trinchera un

el

Su comandante

combate obstinado y sangriento.

pidió

y aunque en esta ciudad no abundaban fuerzas disponibles, como el caso era grave, se

auxilio á Oaxaca, las

apresuradamente

aprestaron

hombres

doscientos

que

hasta el pueblecillo de Acallan, donde Añorve, otro de los

salieron á toda prisa para Yanhuitlán, pero cuando

de aquel rumbo, recogió los dispersos y emprendió la retirada con dirección á las posiciones del

ron á este punto, los sitiadores, que estaban próximos á

coronel dpañu y se quedó en Puebla. * Colerción. de documentos de J. E. Hernández Dávalos, t. IV,

págp. 83J-840.

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS dio intenso crecimiento á la revolución de independencia.

Los partidarios de ésta en dominadores

ocupadas por los

y que esperaban contribuir á

,

de sus ideales, Constitución

las ciudades

amparaba

ejerciendo los derechos que

clamaron contra

,

la realización

el

la

despojo de las libertades

más que otorgadas por este código, se les había en reconocido. Con más autoridad alzaron con este

que, él

,

motivo la voz

hombres que defendían

los

la

indepen-

dencia con las armas en la mano: «el pueblo americano,

El Correo

decía

no tenía más lazos con

del Sur,

las Cortes las bases

monarcas de

los

de

Mudadas por

de estos países.

sociedad española y despojados

la

soberanía que ejercían desde que sus

la

antecesores conquistaron estos pueblos con los de

estos

reinos,

asociación de

la

España para formar un pueblo

soberano era absolutamente voluntaria y no había título

ninguno para forzarlos á

ella.»

sión decretada por Venegas,

Y

al

anunciar la suspen-

un

hacía aquel periódico

de Estado la representación que dirigió

del Consejo

imprenta

escandalosa supresión de la libertad de

la

ordenada por

virey Venegas,

el

de abusos que á la misma Junta parecieron

"Todo pasó á una comisión cuya mayoría la revolución

zado

más que un régimen

,

no impedirlo

el

que sólo en

convencimiento,

el

Morelos escribía á Rayón diciéndole que la

horrores.

y fué autori-

pues,

de

brevísima

lo

hemos dicho ya, de

de la revolución estribaba la con-

el triunfo

la Constitución

de 1812, se suprimían á la simple volun-

tad del gobernante superior y de la Audiencia.

momentos de libertad en que

Aquellos

prensa se hizo órgano

la

de aspiraciones por tanto tiempo reprimidas, y en que

el

voto público alcanzó una victoria pacífica, pero esplen-

más y más

de los que en

contri-

el

quista segura de los derechos que, apenas concedidos por

por alcanzar su independencia.



como

duración en la colonia, pero dejó en los ánimos duraderas impresiones, y

dependía quizás la pacificación de

buiría este poderoso medio en gran parte á calmar sus

militar,

fué,

dente, avivaron

no extinguirse por completo la revolución,

frivolos.

opinó,

'.»

El orden constitucional

leyes que se acababan de jurar, cuando de su observancia

América, pues de

pretexto

á

muy

Consejo, que en México no debía haber, mientras durase

enérgico llamamiento á las armas por haberse violado las

la

al

Suprema de censura,

día siguiente á las Cortes la Junta

manifestando

el

pueblo español que la soberanía reconocida por aquél en los reyes conquistadores

367

energía

el

deseo de los mexicanos

el

Sin

amenguar

el

mérito

seno de las Cortes reclamaron con

el

cumplimiento de la Constitución, y que se y al Acuerdo la grave responsabilidad

exigiese al virey

convocación á elecciones y la declaración de la libertad

en que habían incurrido, la opinión de los amigos y partidarios de la libertad se inclinó desde entonces con

de imprenta habían emanado del gobierno español con

visible

siniestra

mira

de

descubrir

por

medios

estos

á

Y

enemigos y de aprehenderlos con más facilidad. este

modo,

la

sus

de

convencimiento de que ninguna concesión

el

debía esperarse

de

los

hombres que gobernaban á

la

favor

monarquía y de

nombre á Nueva

algún

cundió

rápidamente

que en

la libertad

los

de la revolución á mano armada.

el triunfo

Los informes de Venegas relativos á de

y

más esperanzas la

de imprenta, y luego, á sus providencias

respecto de las

elecciones

municipales

de

la

capital,

la

sujeción

revolución de

la

de las colonias á España,

Ramos Arizpe, de

otro,

los

creían posible bajo

suspensión

de

caudillos

chos políticos que á los nacidos en la península.

excepción de

partidarios de la libertad no tuvieron ya

los

por asegurar á los hijos del continente los mismos dere-

sazón en la península y de los que mandaban en su

España,

hacia

preferencia á los que se esforzaban, pero dentro de la

el

el

demás

Cisneros y de

diputados por

Nueva España

imperio de la libertad en las colonias,

régimen de

discutieron

un

código

y votaron las

hemos nombrado más arriba, de la revolución armada; y

como

político

Cortes

de

Cádiz.

el

que

Los

que

sólo confiaban en el triunfo el

canónigo de Puebla, don

fueron pasados por la Regencia al Consejo de Estado

Antonio Joaquín Pérez, presintiendo

consultándole sobre la conducta del virey y de la Audien-

una reacción en sentido absolutista, se aprestaba á

cia,

y acerca de las causas que invocaban para haber

suspendido

la Constitución.

Por su parte, treinta y un

más cobardes complacencias con

el

canónigo

don

Antonio

Joaquín Pérez,

presentaron

11 de julio de 1813 una exposición, que leyó

Ramos

Arizpe, pidiendo que la Regencia diese cuenta de todo lo

acaecido

en Nueva

miembros de este

alto

España.

Doce

días

después,

los

el

advenimiento de

la tiranía

las

en espera del

tan apetecido obispado.

diputados americanos, entre los cuales no quiso aparecer el

Con

Belle

Sin que la falaz promulgación

del

código político

entibiase el ardor de los defensores de la independencia, éstos, al principiar el

año de 1813, se disponían á entrar

de nuevo en campaña.

en Pátzcuaro

^

Berdusco, á quien hemos dejado

dedicado á concentrar todas las partidas

poder informaron á las Cortes que

en opinión del Consejo de Estado derechos otorgados por

el

la

suspensión de los

código político debía subsistir

hasta que las circunstancias variasen, no pudiendo entre-

conde de Piedrahlanca, quien fué de parecer que la Audiencia hablan incurrido en responsabilique debía exiffírseles en la forma prescrita por las leyes, pues

Alamñn, era tanto

dad,

el

la

virey

el

como

tanto emitir juicio ninguno respecto de la responsabilidad

comenzaba por aulorizar las infracciones de lii Constitución en América, seguirían luego en España y en pos de ella vendrían la anarquía y la pérdida de la libertad.» (Historia de Méxi( o, tomo 111,

del virey

pág. 2P9)."

y de

nuevos datos '

i.

la

Audiencia hasta tanto se recibiesen

Formaba

contraste con este dictamen

«El único americano que babfa en

el

Consejo de Estado, dice

si

se

'

AlamAn.

— Historia

de 1850. » Capítulo V,

lib. II.

de México, tomo

III,

pág. 300, edición

368

MÉXICO 1 TEAVÉS DE LOS SIGLOS

independientes

de

Miclioacán,

logró

en aquella

reunir

población á las de Muñiz, Navarrete, Rodríguez, Suárez, Arias, Carvajal y otros, componiendo un

siderable de gente bien armada, artillería.

Navarrete

Berdusco nombró '

,

número muy con-

con algunas piezas de

segundos á Muñiz y y después de organizar en lo posible á sus sus

dice Bustamante.

Con alguna anticipación supo Linares

que iba á ser atacado, y tuvo tiempo de concentrar en la ciudad los destacamentos que se hallaban en las poblaciones

cercanas,

y de abrir fosos y levantar fuertes trincheras. Situadas las tropas de Berdusco en las lomas de Santa María, marcharon al ataque en las primeras horas del 31 de enero (1813) llevando veintiún cañones

y diversos

útiles para

trincheras.

hecho

franquear los fosos y acometer las

Varias horas duró

los realistas

el

combate, pero habiendo

una vigorosa salida

,

huyó un capitán

de Muñiz llamado Lubiano, siguiéndole una fuerte sección de caballería. las

A

su ejemplo, retiráronse precipitadamente

demás divisiones asaltantes siendo perseguidas vigo-

rosamente hasta Oporo y dejando en poder de los realistas

toda su

y ciento treinta que Linares, noble excepción en

artillería, doscientos fusiles

y ocho prisioneros,

sin

Berdusco se

aquel tiempo, mandase fusilar á ninguno. retiró con las reliquias

de su ejército hasta Puruándiro,

donde fué alcanzado y completamente destrozado por

el

don Pedro Antonelli, quien perdonó también

jefe realista

á los noventa y ocho prisioneros que cayeron en sus manos, y dióles libertad entregando un peso á cada uno;

generosidad que fué villanamente correspondida por los agraciados, quienes, viéndose salvos, subieron á un cerro

inmediato y desde jefe

allí

injuriaron en alta voz al valiente

que acababa de favorecerlos

Rayón supo á tiempo

el

'.

movimiento que intentaba

hacer Berdusco contra Valladolid, y desconfiando de la aptitud de su colega para dar cima á tamaña empresa,

prevínole que suspendiese su ejecución hasta esperarle;

pero empeñóse éste en recoger solo los laureles que se prometía, y ya hemos visto el resultado desastroso de su ligereza

é

Obligado

impericia.

Rayón á

i-eprimir

las

de su compañero en la Junta Suprema, marchó

faltas

desde Tlalpujahua en su busca resuelto á pedirle cuentas

de su conducta y á oír los descargos que diese por haber acometido una expedición sin consultarle con anterioridad

y

á un

someterla

sin

temerariamente fortificada

consejo de

la tropa

exponiendo

guerra,

á un asalto contra una plaza

según las reglas del arte militar, y defendida

por más de mil hombres con poderosa artillería. ronse en Pátzcuaro

el

pero

separarse

tuvieron

que

9 de febrero

Avistá-

Rayón y Berdusco,

violentamente

tres

días

después con motivo de la aproximación de una fuerte Mkxicü.

— Parroquia de San

tropas marchó contra ValladoHd,

Miguel

siguiendo

de Huiramba y Undameo, y acampando á ciudad el 30 de enero.

Mandaba en Valladolid

el

teniente

el

la

derrotero

columna de realistas salida de Valladolid, retirándose

el

primero á

al

la

hacienda de Puruarán, y

No

fué

más

prendió durante

don

Celaya.

feliz

el

Liceaga en

la

correría que

mismo mes de enero por

Aprovechando

la salida

partidas de Rubí

retirado á México

Junta intentó tomarla por asalto, y aunque

' Colección de documentos de pág. 841.

J.

E.

Hernández Dávalos,

t.

IV,

ción parte de la fuerza

'

y



que

otros jefes

la ,

el

rumbo de

guarnecía y* unido á las

el tercer

miembro de

,

la

al principio

Bustamante. Cuadro hütórico tomo II, pág. — Atamán adopta la relación de iJuslamanle.

de 1850.

em-

que hizo de esta pobla-

Antonio Linares en sustitución del odioso Trujillo, que desde los últimos días del año anterior (1812) se había

cargado de crímenes y de dinero,

segundo

pequeño pueblo de Ario.

vista de la

coronel

el

243, edición

369

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SI&LOS alcanzó grandes ventajas, logrando entrar hasta cerca de

sus soldados, matándole noventa de éstos, entre los que

vióse forzado á retirarse por la brava resis-

se contó el brigadier Borrayo, y apoderándose de muchas armas y pertrechos de guerra. Este descalabro, el que Berdusco sufrió algunos días

la plaza

,

tencia que opusieron

los realistas desde

sus cortaduras

y trincheras. Acudió en auxilio de Celaya el oficial realista Manuel Gómez Pedraza al frente de trescientos

más tarde en

y del que hemos hecho ya continuas quejas que Rayón recibió del

Valladolid,

caballos,

mención, y

PeM

desorden y arbitrariedad con que se conducían sus dos

y alcanzando á Liceaga en el sitio llamado Colorada ^ pudo batirle fácilmente y dispersar á ,

Don

Félix M." Calleja del

las

Rey

Virey de Nueva España

colegas y los jefes de éstos,

menor graduación que obedecían á

determináronle á obrar resueltamente; pero antes

quiso aumentar sus tropas, jefe

y en consecuencia ordenó

al

Solórzano que abandonando la hacienda de Santa

y Liceaga, que ya habían reunido les

Tres días

unírsele en la de Puruarán, donde se hallaba.

ante su colega sin

T. III.—47.

mañana

del 5 de

marzo ma-

tándole á muchos de sus hombres y quitándole armas y

municiones.

' Véape el parte de Gómsz Pedraza fechado el 11 de enero de 1813, en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo IV, páí?. 816.

que

quedaban, recelosos del movimiento de Solórzano,

sorprendieron á éste en la

Efigenia con los soldados que le obedecían marchase á

Berdusco

las pocas tropas

el

después,

Berdu-co

renunciaba

cargo de vocal de la Junta

haber firmado antes un bando, en

Rayón para que dentro de tercero á contestar á los cargos

que se

le

el

día

,

pero no

que citaban á se

presentase

hacían por haber

370

MÉXICO

iuvailido la provincia de

Michuacán, asignada

TRAVÉS DE LOS SIGLOS

i.

mismo

al

Berdusco, y la de Guanajuato, señalada á Liceaga; y por otro bando de la misma fecha se le declaraba traidor

con toda su familia y los que parte

siguiesen

le

Rayón nombró comandante general de

,

Por su

'.

la provincia

de Valladolid á don Manuel Muñiz é intendente de

la

y se representaba á Calleja como tener y terminar la revolución.

el único

á tal punto, que los adictos á la revolución residentes en

México

concibieron

la

esperanza

con

mantenerse en correspondencia con

vocales que habían

órdenes

expidió

desconocido su autoridad;

á todos los jefes de la revolución para que

que

Calleja

se

Habían organizado éstos una sociedad secreta

dencia.

jahua, publicó una proclama en que explicaba su con-

además, suspensos de cargo á los

de

pusiese al frente del movimiento y realizase la indepen-

misma á don Francisco Solórzano, y tornando á Tlalpuducta y declaraba,

capaz de con-

Estas hablillas llegaron

nombre de Los Guadalupes, que tenía por objeto

el

y proporcionarles teniéndose

los jefes insurrectos

y toda

noticias

entendido que esta

de

clase

auxilios,

hizo

asociación

alguna

propuesta á Calleja, que éste no recibió mal, acaso para

aquéllos no fuesen obedecidos, y cuidó de informar á

estar instruido de todo

Morelos de todo

de aquella reunión, pues, por otra parte, cualesquiera

lo ocurrido,

bien este

si

mantuvo neutral, recomendando tan unión y la concordia

la

^.

«

También

ilustre jefe se

sólo á unos

doctor Cos

el

otro

y

dirigió

y conocer

que fuesen sus desazones con

el

la importancia

y

fines

virey, nunca pudo pen-

sarse que llegasen hasta faltar á los principios de fide-

una representación á Rayón y á los vocales disidentes, con el objeto de que se reconciliasen, haciéndoles paten-

lidad que profesaba '.n

tes los males

dos personajes, no causó extrañeza que Calleja rehusase

que de su desunión resultarían, pero sus

buonas intenciones no tuvieron

y

las cosas siguieron el curso

tiempo

resultado que deseaba,

el

que habremos de ver á su

el

Mientras los miembros de

la

Junta enervaban

hasta entonces vigorosa, de

pendencia, y ofrecían

el triste

la

la

guerra de inde-

espectáculo de sus enco-

nadas rencillas, ocurría en México un suceso de grande

nombramiento de comandante general de

cias internas orientales,

importancia y que fué acogido de

muy

diversa manera

el

honorífica,

de tres

convoy que llevó á

del

la capital el brigadier

Olazábal

de febrero (1813), llegó la orden de la Regencia

fechada

el

llamó fuertemente la

16 de setiembre del año anterior relevando

Venegas á pretexto de necesitarse en

vireinato á

España de sus conocimientos

militares,

y nombrando para

confiriéndole

y

mismo tiempo

al

No

grado de

el

agregada

la capital

constaban

dos escuadrones y una brigada de

batallones,

cuerpo facultativo de esta arma.

al

paró en esto la serie de distinciones que

Calleja; algunos

muy

de los cuerpos realistas ó Patriotas

Fernando VII que formados en

(le

artillería

á



virey á la guarnición por una orden del día

teniente coronel

En

fines

pero

Provin-

las

empleo de comandante militar de México, dándolo á reconocer

por los dos partidos en que estaba dividida la sociedad. el

todos conocida la rivalidad que separaba á estos

atención verle aceptar, en 29 de diciembre de 1812, el

^.n

acción,

De

días después,

el

7

recibió

de enero de 1813,

fué nombrado presidente de una junta de oficiales superiores erigida por el virey en sustitución de la antigua

Junta de seguridad,

y

pero cuyas atribuciones

sucederle al mariscal de campo don Félix María Calleja

odiosa

del Rey.

eran casi las mismas que ésta había ejercido.

Algún

mando después Perma-

historiador cree que la intención de Venegas, sabedor de

neció en México viviendo en la suntuosa mansión del

de tenerle supeditado á sus órdenes y pendiente de su

marqués de Moneada (hoy Hotel de Iturbide), y aunque

voz para humillarle

Hemos

dejado á este jefe retirado del

de su vuelta victoriosa del

al

sitio

de Cuantía ^

parecer caído en desgracia, no tardó en verse rodeado

de una especie de corte tan numerosa como

la del virey,

le sucedería

que

en

mando su antiguo

el

Por otra parte,

'^.

rival,

fué el

la facilidad con

que Calleja aceptó esos nombramientos comparada con la resistencia que antes

opusiera para volver

al

servicio

del gobierno,

activo, da ocasión para creer que esperaba ascender en

cuyas disposiciones se criticaban de continuo con grande

breve al mando supremo de Nueva España y que se

la

que frecuentaban todos

acritud.

«

No

faltaban

los descontentos

en

concurrencias

estas

,

dice

Alamán, personas que haciendo de espías dobles, ponían en oídos de Venegas todo lo que se decía en casa de Calleja,

y á éste

le

referían lo que habían oído, ó que

preparaba á ejercerlo,

aumento

presentándose

,

y

los

malos informes

de

los

cuantiosos elementos militares aglomerados en la capital.

inclinado á la

disgusto entre ambos

entretanto

Rígido y exacto en materia de disciplina, introdujo desde luego la mayor puntualidad en el servicio de la plaza, é

suponían que había sido dicho por aquél, y así iba en el

disponiendo

pompa el

día

militar dispuso frecuentes paradas,

de año nuevo á

felicitar al virey

llegaban hasta la Regencia de Cádiz, á la que se pintaba

seguido de cuatrocientos oficiales que vestían brillantes

á Venegas como hombre que procedía sin plan ninguno,

uniformes, dando mayor realce á este acto las músicas

de todos los cuerpos de '

Colección de documentos de

J. E.

Hernández Dávolos,

I.

IV,

Hemos

la guarnición.

dicho que la orden de la Regencia para que

páfes. 912-913. '

póg. •

*

Colección de documentos de J. E. Hernández Dávnloí", t. IV, Véfipe tombión el docunncnto de la i'ÚRinn 19 del miemo lomo. Alamán. tfistoria de México, íomo ]l],\>ág 367. Véase final del capítulo II, lib JI.

5.



'

'



Historia de México, tomo II piip. 548. AlamXn. lo llifloria de las Campañas Suplemento BusTAMANTK.

de Calleja, pég.

1.



,

i'i



371

MÉXICO A T¿AV£í DE L0¿ SIGLOS se recibiese

del

Calleja

mando por

conducida

correspondencia

á México

llegó

Olazábal.

brigadier

el

Al presentarse aquél en palacio el 28 de febrero,

Venegas hasta

encontrarle

la

en la

primera sala,

salió á

dio

le

el

abrazo de felicitación y dos horas después estuvo á visi-

El día 4 de marzo siguiente tomó

en su casa.

tarlo

posesión

Calleja

desde su morada hasta

el

principal donde le entregó el bastón,

el

juramento acostumbrado.

terminada

En

ceremonia, dejó

la

comercio de Cádiz, tan influyente á la sazón en no, decidieron quizás

su nombramiento y

el

el

al

gobier-

relevo de

y en seguida pasa-

el

prestó Calleja

el cual

palacio

se trasladó

y

Venegas.

males que había causado

de ruina y desolación á que

formaba contraste con disfrutaba partidario

Cruel

el

pocos días de su arribo al los

donde permaneció hasta su salida para Veracruz, que se 13 del másmo mes (marzo de 1813).

Conocía

,

con su familia á la casa del conde de Pérez Gálvez, en

efectuó el

providen-

y que transmitidas

dictadas por su antecesor,

cias

las

poder, en la que deploraba

municipal;

cuanto á Venegas, apenas el

en las relevantes dotes militares de Calleja y en las

amargas censuras que éste había hecho de

salón

palacio el cuerpo

esperábale Venegas con todas las autoridades en

ron á la sala del real Acuerdo, ante

ello

nuevo virey esta disposición de los ánimos y quiso desde luego afirmar las esperanzas que en i á los él fincaban los españoles publicando una proclama

de virey acompañándole

empleo

del

de muerte sus más caros intereses: fundábanse para

y que

y prosperidad de que

antes

en

Mostrábase

2.

reino había llegado,

el

paz

la

guerra, pintando el grado

la

decidido

documento

ese

y no obstante que las principales garantías concedidas en ella estaban suspende la Constitución,

y sanguinario, no fué por nadie sentida su separación,

didas

decía

que todos los

pero dejó justo renombre de íntegro en

pretextos que hasta entonces se habían

invocado para

manejo de

el

los

caudales públicos y de infatigable en las rudas labores

acrecentadas por la

del gobierno,

creó la guerra desde

mando superior

del

el

i.

momento en que tomó posesión

Siguióle á poco el indigno Trujillo,

á quien favorecía con particular

una ingrata memoria, no

éste

que obligó

al

dejando

predilección,

del

Congreso

español.

exclamaba, en entera posesión de

los

poneros,

bienes que en

¿Habrá

algiín

hombre tan obcecado que ose

despotismo, de cuyas palabras ha abusado tanto la mali-

y secular

los cabildos eclesiástico

y

cia

la

Y

mala fe?»

después de describir con vivísimos

colores el desconcierto y la corrupción producidos por favorito

Godoy y

la

ejércitos franceses, aseguraba que había brillado

y pudo entonces regresar á España

la

donde murió

el

año

el

devastación de la península por los

de Valladolid; nombró un apoderado que los contestase, ,



primero en observar celosamente sus

encierra, y seré el

preceptos.

«Voy á

después reproducir las ponderadas quejas de opresión y

nuevo virey á detenerle para que con-

Abad Queipo y

aquella obra

tirá-

y

testase á los cargos que le iiacían por diversos motivos el

obispo

debían cesar con la aparición de

la rebelión

justificar

,

á intereses,

sólo de sanguinario

sino también de poco puro en cuanto

nico, lo

situación que

difícil

meses

desde hacía varios

aurora de la libertad

,

y que

los

al fin

representantes del

pueblo español habían cimentado la felicidad de ambas

de 1848.

El mismo día en que Venegas

para Veracruz

salía

Españas.

(13 de marzo), entraba en la capital don Antonio Ber-

«Cuanto pudierais apetecer y

discurrir,

decía con

y aun aquello que no podríais nunca alcan-

gosa y Jordán, obispo de Oaxaca, y que desde 1811

este motivo,

había sido nombrado arzobispo de México

zar por medio del desorden y la sangre, lo tenéis conce-

Pronto

2.

lo

veremos unirse estrechamente á Calleja y desplegar en su nueva posición

el

mismo

celo

y

la pasión

política,

ardiente y enconosa que había demostrado en su antigua diócesis

desde los primeros momentos de

la

guerra de

independencia.

Fué

el

la

los

mexicanos,

que

conocedores

de su crueldad y de sus instintos rapaces,

ya

esperaban

Establecido un justo medio entre la confusión de

democracia y la arbitrariedad del despotismo, sois ya

ciudadanos dependientes de un poder moderado y justo, que subdividido en sus tres calidades esenciales imposi,

bilita

nombramiento del nuevo virey motivo de

temor para

justo

dido.

á los que

las.

poseen como en depósito, de abusar

de su facultad, y reunir un excesivo mando, en i)erjuicio

de vuestros derechos y de vuestra libertad.

manos industriosas no están ya

podéis cultivar en vuestros campos

que desplegase una y otros con mayor extensión en la

tricciones absurdas:

órbita anchurosa en que iba á moverse; y por el con-

cuanto ellos sean capaces de producir:

trario,

los

españoles se prometían

de su exaltación

el

pronto término de una guerra desastrosa que amenazaba

Bustomanle, al referir lo pnriida de Venefrop, dice lo sif;uiente: « Vióse uHigido pura emprender el viaje, pue? no tenia dinero: prestóle veinticinco mil pesos el conde de Casa de Agreda, ú quien ofreció pagárselos en España. Venegas no robó un peso: ¡ojalá pudiera aparecer á los ojos del

mundo

tan

piadoso,

como

fué limpio de

manos!» (Cuadro /¡/.slti/ ico, toiTio 11, pág. 2.'>l, edición de 18i4). Vuelto Venegas ú la península rccihió del gobierno español el título de «marqués de la Concordia de Nueva España,» que nial cuudraba fon

el *

estado en que encontró y dejó Capítulo XVI, lib. 1.

al país.

nombraréis de

entre vosotros mismos los que hayan de dirigir y cuidar

de vuestra economía sentar la parte

'

Vuestras

ligadas ni sujetas á res-

civil

y

los

de vuestra

que hubiesen de repre-

soberanía en

el

Congreso

nacional: publicaréis libremente vuestras ideas y pensa-

mientos políticos, en cuanto no propendan á originar la Colección de documentos de

'

pág.

J.

E.

Hernández Dávalos,

t.

V,

6.

« Gran parle de la devastación del país reconocía, sin embargo, por causa la serie de medidas atroces dictadas por el mismo Calleja, Bustumunte, Casay por Cruz, Trujillo, Porlier, Torre, Castillo y solu, Nfgrele, llurbide, etc., ele.

372

MKXICO A TRAVÉS DE

división ó trastorno del Estado

y gobernantes,

tos

empleos y destinos

los

y benemérito, ora haya

públicos son del español sabio

nacido

seréis á la vez subdi-

y

;

que

pues

Exhortaba

ora en América."

en la península,

liOS

un préstamo de un millón de pesos con

lares

rés

SIGLOS

de 5 por 100,

réditos la mitad de los

á partir de

1."

de enero de 1814, aunque nunca llegaron

á tener esa aplicación.

yesen á

contribuyendo con ochocientos mil pesos

la

obra de restablecer la tranquilidad pública;

de las

que por medio del pulpito y de desterrase

conciencias

germinado é inculcase en paz

la

;

á los jefes

y

corazones

los

oficiales

que habían

errores

los

el

al

dirección

la

sentimiento de

para que

del ejército,

el

honor, la lealtad y la bizarría fuesen su divisa; á los

franquearon

ticas

Consulado y

el

millón las

el

las otras corporaciones

y

pues

interés,

sin

eclesiás-

estaban

siempre

á prodigar sus tesoros para contrariar

dispuestas

revolución de independencia

la

Pero como éste fuese un

'.

escritores, para que con sus plumas ilustrasen

recurso pasajero, Calleja estableció una junta permanente

de arbitrios, la que tendría también la misión de clasi-

y

taba á los ciudadanos todos para que obra de la felicidad común.

Pero

la

con las amenazas de costumbre: persuasión, y olvidando

y á vosotros mismos la

el cabildo

pedida,

cantidad

la

corrigiesen la opinión extraviada; y por último, exci-

sabios

y

Reunióse

algunos ricos comerciantes, y completando

sumas que

inte-

al

luego á todas las clases del Estado para que contribu-

clero, para

el

pago de capital y productos de la aduana de México,

destinando

lo

le

ayudasen en

la

proclama terminaba de mi

«... Si á pesar

que debéis á

la patria, al

rey

os dejáis arrastrar del egoísmo, de

imprudencia, del odio y de aquellos vicios que no son

ficar las

deudas contraídas por

gobierno designando

el

el

orden en que debían ser pagadas; suspendió temporal-

mente

pago de sobresueldos

el

que con distintos

dispuso que con un convoy que

militares;

para

abonos y gratificaciones empleados civiles y

,

títulos recibían los

el interior

30 de abril marchasen

el

debía salir los

oficiales

compatibles con la paz de Nueva España, sabré usar

que perteneciesen á

inexorablemente del rigor de la justicia para apremiar á

aquel rumbo y los empleados de aquellas provincias que

cada cual

se hallasen en la capital, imponiendo la pena de suspen-

al

desempeño de sus obligaciones, y aun cortar todos los miembros corrompidos que

del cuerpo social

puedan enfermarlo.

Ni

de americano ni

título

el

europeo será para mí causa de indecisión en ó

castigo:

no reconoceré

dieren la virtud

y

el

Y

de

derechos que los que

otros

mérito.

el

premio

el

si

he probado bastante-

mente mi sensibilidad y anhelo por

la cordialidad

y

la

divisiones

las

ó

guarniciones

sión de empleo

y de sueldo á todo el que después de fecha permaneciese en México sin licencia

aquella

expresa del mismo virey; y desconfiando de la fidelidad

de los empleados mexicanos de

Secretaría del virei-

la

nato, hizo en ella muchas variaciones, colocando á españoles en lugar de aquéllos,

la renuncia del

y admitió

unión, probaré también que tengo la firmeza necesaria

mismo

para castigar irremisiblemente á los obstinados y malé-

se había hecho sospechoso al partido europeo,

Los buenos deben mirarme como á un padre;

volos.

¡ay de aquel que osare atentar contra

pero

ridad del Estado! cia

y yo seré

el

la

segu-

Las leyes caerán sobre su existenprimero

que

pronuncie

el

terrible

Pavorosa era

la

situación

tesoro

del

encargarse Calleja del vireinato, pues

«que

don Manuel Velázquez de León, que

secretario,

Desde que tomó posesión de su Calleja sus

mayores esfuerzos

nización del ejército.

entrando

Humana.

á sustituirlo don Patricio

alto empleo,

dirigió

arreglo y nueva orga-

al

Proponiéndose abrir en breve una

vigorosa campaña y emplear en ella la mayor parte de

fallo.»

el erario

más de

de

él

público

al

mismo declaraba

se hallaba en agonía, con una deuda de

treinta millones de pesos

y un

deficiente

mensual

las tropas

,

ordenó que los vecinos se armasen para la

defensa de las poblaciones, y que en las haciendas se levantasen compañías que debían auxiliar también las operaciones del ejército.

En

y en

la capital

las

demás ciudades

de doscientos sesenta mil, consumidos todos los fondos

de importancia mandó hacer levas que se ejecutaron con

públicos, agotados los arbitrios comunes, y gravitando

extremado rigor, y en

sobre él el gasto enorme de lista civil, aumentado por

todos' los vecinos en las tropas de realistas ó

los

muchos empleados

sin

destino, y en la necesidad de

rebajar el sueldo á los que lo tuviesen '.» cionarse recursos pidió al Consulado

Para propor-

y á varios particu-

• «Las Cortes, dice Aloman, decretaron que se hiciese una rebaja en todos los sueldos proporcionada á la cuantía de éstos: no se ejecutó erta orden y la Audiencia representó contra su cumplimiento, no obstante lo cual se insistió por el gobierno de Kspoña en que se llevase á efecto, y aun se publicó en México por bando en los últimos días de noviembre del año anterior (1812); pero habiéndose formado expediente, al que se unieron todas las representaciones de los jefes de oficinas, se trató el negocio en Acuerdo pleno, y en el de 18 de enero se resoleió ."uspender el cumplimiento, revocando el bando ya publicado, y representar nuevamente á las Cortes, pafrándose integramente los sueldos mientras se recibía la contesEsto demuestra tución » (Historia de México, lomo 111, pág. 392). una vez miis que aquel orden de cosas, fun admirado de Alamán, se fundaba en la urbilrüriedad de los que gobernaban la colunia.



Fernando VII, de las armas

la

primera dispuso que se alistasen

Patriotas de

bajo la pena de ser destinados al servicio

en

un cuerpo de

línea los

que

no

lo

días, y para demosamenaza, hizo que se efectuase trar que ésta no era vana

hiciesen dentro de cierto

número de

con los dos hijos del conde de Pérez Gálvez, aunque á poco revocó su mandato.

A

fin

de que las providencias del

gobierno pudiesen abrazar todos los ramos de nistración,

todos los jefes territorio

la

ordenó por circular de 18 de abril militares

le

enviasen

admi'^

que

una noticia del

de su mando, la cual contuviese los productos

• Véase en la Colección de documentos de i. E. Hernández DávaloB, tomo V, pág. 11, la lista de los particulares y corporaciones que hicieron ese préstamo. » Gaceta de 20 de abril de 1813.

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS anuales de las rentas públicas, los arbitrios extraordinarios que se hubiesen adoptado,

que eroga-

los gastos

y

sen tanto la fuerza militar como los empleados del orden civil,

y

debiendo expresarse

número de tropa existente

el

muy

Preciso es, y

del

á grandes

describir

caso,

drones, que iban á ser movidos por una dirección inteligente que la del ex-virey Venegas.

de

tropas

ciudades,

Tepeaca hasta Izúcar, para resguardar Mixteca,

al

encum-

ocupación de Oaxaca por

Morelos, y luego su campaña contra Acapulco en primeros

meses de 1813,

que

breve

en

los

referiremos,

habían sustraído de la obediencia del gobierno español vasta zona que se extiende desde hasta

más

alia

de las bocas del Zacatula, á

Grande Océano, toda

la costa del

el

largo de

lo

La

coronel Águila.

mando

al

del

de Castillo y Bustamante

división

defendía el valle de Toluca y la parte occidental del de

México de

ataques de Rayón.

los

El coronel Armijo con

una brigada de caballería y auxiliado por nes

de Taxco é Iguala

cubría

las guarnicio-

derecha del

libera

la

Mexcala, y empeñaba frecuentes refriegas con

los inde-

pendientes que se mostraban en la contraria

margen.

con excepción de la plaza de Aca-

,

guarnecida Puebla por una fuerte brigada

de Oaxaca,

Bravo, en la provincia de Veracruz, dominaba

pulco.

de la

la frontera

ocupada por soldados de Morelos, hallándose

sur de las de

la provincia

gran parte de la de Puebla, y todo

México y Valladolid

la

istmo de Tehuantepec

el

las

y además Perote, Tlaxcala, San Martín y una sucesión de puntos que corría desde

rasgos la situación de las fuerzas que defendían la inde-

La

Aparte de

en México y otras gruesas guarniciones cubrían Veracruz y las levantadas

fatriotas,

pendencia en la época en que Calleja ascendía

brado puesto de virey.

más

tres villas de esa provincia,

estado de su equipo y armamento.

el

373

Estaban defendidas

avenidas de la Huasteca por la

las

guarnición de Tulancingo,

como

así

de Pachuca é

las

toda la zona meridional de ésta, por donde se comunicaba

Ixmiquilpan resistían á los avances de los Villagranes.

con Oaxaca

Bajo

,

y sus bravos guerrilleros interceptaban la

comunicación importantes las

entre el

de

villas

puerto

aquel nombre y las

de

Jalapa,

Orizaba y Córdoba,

á

que con frecuencia amagaban con más ó menos ím-

petu.

Al norte de

la

de Puebla,

Osorno

hallaba

se

en Zacatlán y extendía sus correrías por

fortificado

mismo rumbo de las partidas

cándose por

de Veracruz

la

que se alzaban en el

dándose

,

el

mano con

la

Huasteca y comuni-

la

occidente con los Villagranes que, como

siempre, ocupaban Huichapám, Zimapán y

territorio

el

mando

el

superior

y

reduciéndose á guarnecer esta

de Valladolid,

la

ciudad y Zamora, en tanto que

de sus tenientes Negrete,

el

mismo Cruz, por medio

Pastor y del Río, perseguía á

sangre y fuego las numerosas guerrillas que aparecían indomables por Acaponeta,

Nayarit y la laguna de

el

Arredondo contenía á

Chápala.

insurgentes

los

Nuevo Santander; Olazábal, con una

sur del

convoyes de dinero,

sión, conducía

entre México y Veracruz

Desde Tlalpujahua, Eayón mandaba en

Bustamante,

inmediata

guardaban

García Conde é Iturbide la provincia de Guanajuato, Linares

que desde estas poblaciones se extiende hasta Huejutla. la

Cruz

odioso

del

ayudado

y

,

por

el

el

víveres y pertrechos

capitán don Anastasio

de

tropas

las

en

fuerte divi-

división

la

sierra de Zitácuaro

y en los valles de Temascaltepec y Sultepec, parte del de Toluca, amagando de continuo el

y las que guarnecían á Querétaro, cuidaba de mantener la comunicación entre México y el rumbo del

camino de México á Querétaro. Epitacio Sánchez y otros muchos apoyábanle por el rumbo de la villa del Carbón

interior.

y Chapa de Mota, extendiéndose con frecuencia hasta el mismo valle de México. Berdusco, después de su des-

creyendo con razón que todo debía temerlo de un jefe

graciado

ataque

tierra caliente de

á

Valladolid,

Michoacán

;

había retirado á la

se

Liceaga se sostenía

al sur

Castillo

Atento

caudillo,

luego la posición de las tropas

de

Morelos

modificó

y

desde

para resistir

realistas

cualquier ataque que intentase sobre México y Puebla.

«Mis órdenes, dice

dida entre el Valle de Santiago y Celaya,

otro

al

ladcf

escalonadas

campo en

movimientos

los

como este célebre

tan audaz

de la provincia de Guanajuato, en la comarca compren-

tiempo de las hazañas de Albino García; y del otro

á

Calleja

mismo

Calleja

i,

fueron expedidas

Sur (designábase así á las guarniciones

del

ejército

el

desde

Puebla

hasta la Mixteca) y á las

Tula y Guanajuato, con instruc-

de la Sierra de Dolores, en la faja confinante con San

divisiones de Toluca,

Luis,

ciones exactas para sus movimientos en cualquier sentido

el

doctor Cos mantenía

fuego de la revolución.

gemía bajo

el feroz

con grande constancia

La Nueva

Galicia,

el

cuya capital

despotismo de Cruz, estaba inundada

de partidas que la recorrían en todas direcciones; y en San Luis Potosí otras muchas, en comunicación con las de la Huasteca, fatigaban á los realistas en

el

y ensanchaban sus operaciones hasta del Panuco.

las

oriental

Para conservar frente á las tropas

las

principales

independientes,

marzo de 1813 hemos procurado

ciudades

extremo orillas

y hacer

cuya situación señalar,

disponía

en

que los hiciese Morelos, expediciones

sin

perjuicio

de las

ligeras

convoyes y otros servicios prontos y nece-

que conviniese ejecutar á cada comandante: y á

sarios

efecto de cerrar

rebelde,

que

le

una línea de observación sobre quitase

toda

esperanza

de

el

mismo

flanquear

algún cuerpo, ó aprovecharse de un momento imprevisto para hacer una marcha rápida sin ser sentido, hice organizar villas,

el '

gobierno vireinal de gran número de batallones y escua-

,

la

sección

de

Tasco y reforzar

quedando así exactamente cubiertos

las

de

las

los países de

Manifiesto de Calleja de 22 de junio de 1814. (Colección de J. E Hernúnde! Dúvalos, tomo V, pog. 554.)

documentos de

MKXICO A TKAViJS DE LOS SIGLOS

37t Puebla

México por

y

con

noroeste,

Orizaba,

el

de

sucesión

la

Perote,

apoyadas en

rumbos

los

de

divisiones

Taxco,

Izúcar,

Toluca,

grueso del ejército del Sur,

Puebla, y con las tropas de

la capital

oeste

sur,

del

el

y

Jalapa,

Bajío,

situado en

y de la división

el

propósito de proseguir por

Acapulco, Pacífico

aún en poder de de

la

Sigamos ahora

al

general independiente cuyos movi-

mientos eran motivo de tantas precauciones por parte gobierno

Hemos

vireinal.

que

visto

en

enero

que

punto

único

dominado por

los

en

mismo



dilatado litoral del

el

independientes se conservaba

Dejó en

armas del rey.

las

de

divisiones

las

Juzgada hoy su expedición á Acapulco debe considerarse

como un error

fatal

que acarreó en

sucesivo

lo

desastres al mismo caudillo y á la causa de la

dencia,

que debiera adoptar para sus operaciones sucesivas \

aquella

rumbos

fuerzas

de México y Puebla.

Su indecisión,

duró muchos días, pues

el

sin

embargo, no

9 de febrero salió de

Oaxaca

mando

Matamoros y Galeana

de

quista de Oaxaca, se hallaba indeciso respecto del plan

dirigir sus ataques por los

el

mediados del mes que hemos citado-

llegó á Yanhuitlán á

de 1813 Morelos, después de afirmar su reciente con-

aunque inclinándose á

de

sitio

el

ciudad á don Benito Rocha con mil hombres, y

precedido

de Tula.»

del

con

que

pues

el

tiempo

plaza

lo

aprovecharía

iba el

á perder

en

tomar

enemigo para reunir El afán de poseer

y combinar mejor sus planes.

un puerto, á

grandes indepen-

que daba grande importancia, explica en

lo

mucha parte su

resolución de marchar contra Acapulco;

Vista de Tlaxiaco.

K

Es indispensable

,

escribía al intendente Ayala desde el

mismo pueblo de Yanhuitlán

'^,

que tengamos cuanto antes

un puerto, pues de su posesión obtendremos inmensas ventajas... Ya estamos en predicamento firme: Oaxaca Acapulco es una de

es el pié de la conquista del reino.

sus puertas, que debemos adquirir y cuidar

después de Veracruz,

pues

aunque

la

como segunda

tercera es San

Blas, pero adquiridas las dos primeras, ríase V. S. de la tercera."

Y

en la misma carta decía:

ya está en Cádiz dos años que

en Veracruz.

,

«El francés

pero tan gastado que no se repone en

nos faltan

,

El inglés

y entonces ya lo esperaremos

me

escribe



como proponiéndome

Véase también oomunicnCapitulo IV, lib. II, bocio a) fin. de Morelos n Royón, fechada el 31 de enero de 1813, en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dúvalos, tomo IV, página 850. * r.arta de Morelos ó Ayala. citada por Alamán en el tomo 111, Hállase también en la Colección de documentos de J. E. pág. 340. Hernández Dávnlos, lo.iio IV. pájf. 859. •

p.ión



que ayudará, que

le

deben

si

nos obligamos á pagarle los millones

los

gachupines comerciantes de México, El anglo-americano

Veracruz y Cádiz. favor,

pero

me han

me ha

escrito á

interceptado los pliegos, y estoy al

abrir comunicación con él

y será puramente de comercio,

á feria de grana y otros efectos por fusiles, pues no

tenemos necesidad de obligar á

la nación á

pagar depen-

dencias viejas, ilegítimamente contraídas y á favor de

nuestros enemigos. aflicción,

Unidos

como

al inglés

Ya

no estamos en aquel estado de

cuando

comisioné

David con Ta vares

,

para

los

Estados

en cuyo apuro

les

cedía la provincia de Texas..."

Esta carta, publicada por Alamán, quien dice haberla tenido original en su poder, manifiesta, aparte de los motivos que impulsaban á Morelos á emprender la conquista

de

Acapulco,

caudillo lespecto

la

grande

de los sucesos de

ignorancia

de

este

España al afirmar

MÉ-SICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

que

los

año

de

ñanceses eran dueños de Cádiz

Por

1813.

empezar

al

que hace á las relaciones

lo

si

hemos

de juzgar por las comunicaciones cambiadas entre

el jefe

mediaron entre

él

y

los ingleses,

de los independientes y

Aretusa,

y en

capitán de la fragata inglesa

el

importancia que parece darles

la

tocante

lo

Estados

no tuvieron,

Unidos

á

los

ofrecimientes

de América

se

ve

referencia que hace de ellos Morelos,

hablar de

al

la

el

primero

hechos

cuan

por

la

siendo más preciso

un

codicia de esta nación, á la que por

momento pensó ceder

la provincia

^;

los

vaga es

Dejando á

el

que

de Texas en cambio

de auxilios para continuar la lucha.

375 la

de Matamoros en Yanhuiílán

división

para que acudiese en caso

necesario

á

la

defensa de

Oaxaca y ordenando á los Bravos (don Miguel y don que marchasen hacia la margen izquierda del

Víctor)

Mexcala con necesario

con

el

el resto

la

misión de observar y defender en caso

paso del río, Morelos salió de aquel pueblo

de su ejército

el

23 de febrero. Por ásperos

y apenas transitables caminos y sufriendo con entereza el hambre, la sed y los rigores del clima en la zona ardiente de la costa marcharon los independientes

hacia

Acapulco pasando sucesivamente por Tlaxiaco, Amuzgos,

Ometepec,

hacienda

de

San

honor de

las

armas de

Marcos

y

la

Sábana,

Vistu de la buhiu de Acapulco.

llegando

el

29

de

marzo

Veladero, famoso por

las

al

campo

atrincherado

del

hazañas de Morelos durante

el

primer asedio de Acapulco, y célebre por haber permanecido en él

don Julián Avila sosteniendo por espacio de

dos

años

el

la

independencia.

Pocos días bastaron á Morelos para prepararse bate, y al la

amanecer

del

(3

al

com-

de abril comenzó á hostilizar

plaza de Acapulco.

Fuerte de dos mil hombres y algunas piezas de Morelos dirigió (27 de agoplo de 1812) una corla al onpilán Holmes Coflin, de lo frogala inglefa de guerra Aretuí'^ ^'^

/^ ^^: T.

III.

-52.

Facsímile del decreto de Morelos aboliendo

la esclavitud

EstadUtica, tomo (Del Boletín de la Sociedad de Geografía y

111)



MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS otras de

menos peso fundaban

guo presidente de

la

el

voto negativo del anti-

Junta, quien las presentó al Con-

greso por escrito, después de que esta asamblea hubo

aprobado

el

acta de la declaración de independencia

El Congreso de Ciiilpancingo desestimó

al

y ya insostenible motivo de rey de España, y en su lugar se proclamaba

levantamiento

invocar al al fin la

la resistencia

El mismo día en que se firmó y publicó el el Congreso decretaba

que acabamos de copiar,

acta

de Rayón, pues antes de escribir éste su voto habia

el

combatido

manera amplia y

tante

de independencia desde

la declaración

mismo en que comenzó á

el

ins-

ejercer sus funciones de

El documento que la asamblea aprobó, y que fué redactado por don Carlos María de Bustamante, diputado

'-.

la

el hipócrita

independencia, esa primera necesidad política de

los pueblos.

'.

411

restablecimiento de la Compañía de Jesús,

enseñanza de

Y

instituto.»

sin restricción,

juventud y demás prácticas de aquel

la

también en esa misma fecha dirigía un i.

manifiesto á la nación

Mientras que

es el siguiente:

«de una

dice Bustamante, para

el

Congreso se ocupaba en estas gra-

ves materias, Morelos se apercibía á nuevas operaciones

«El Congreso de Anahiiac, legítimamente instalado en la ciudad de Chilpancingo de la América Septentrional por las provincias de ella, declara solemnemente á presencia del Señor Dios, arbitro moderador de los imperios y autor de la sociedad, que los da y los quita según los designios inescrutables de su providencia, que por las presentes circunstancias de la Europa, ha recobrado el ejercicio de su soberanía usurpado; que en tal concepto queda rota para siempre jamás y disuelta la dependencia del trono español; que es arbitro para establecer las leyes que le convengan, para el mejor arreglo y felicidad interior: para hacer la guerra y paz y establecer alianzas con los monarcas y repúblicas del antiguo continente, no menos que para celebrar concordatos con el Sumo Pontífice romano, para el régimen de la Iglesia católica, apostólica y romana, y mandar embajadores y cónsules; que no profesa ni reconoce otra religión más que la católica, ni permitirá ni tolerará el uso público ni secreto de otra alguna; que protegerá con todo su poder y velará sobre la pureza de la fe y de sus dogmas y conservación de los cuerpos regulares. Declara por reo de alta traición á todo el que se oponga directa ó indirectamente á su independencia, ya protegiendo á los europeos opresores, de obra, palabra ó por escrito; ya negándose á contribuir con los gastos, subsidios y pensiones para continuar la guerra, hasta que su independencia sea reconocida por las naciones extranjeras: reservándose el Congreso presentar á ellas, por medio de una nota ministerial, que circulará por todos los gabinetes, el manifiesto de sus quejas y justicia de esta resolución reconocida ya por la Europa misma. Dado en el palacio nacional de Chilpancingo, á seis días del mes de Noviembre de 1813. Lie. Andrés Quintana, vicepresidente. Lie. Ignacio Rayón. Lie. José Manuel de Herrera. Lie. Carlos María de Bustamante. ,

— Doctor





José Sixto Berdusco.



— José

María Liceaga.



Lie. Cornelia Orliz de Zarate, secretario.»

y colocados todos los independientes bajo una

bandera no podían retroceder en su camino.

la

El plan que medi-

primera organización del gobierno.

taba desde hacía algún tiempo consistía en apoderarse

de Valladolid, situar

allí el

Congreso é invadir luego las

La

provincias de Guanajuato, Guadalajara y San Luis. fortaleza de Acapulco,

coronel Irigaray,

que dejó

mando

al

proveyó de alguna

le

teniente

del

que

artillería

hizo llevar á Chilpancingo á costa de inmensos esfuerzos;

Bravo

dio orden anticipadamente al general don Nicolás

para que marchase desde la provincia de Veracruz hasta orillas del Mexcala, y previno al teniente general Matamoros que abandonando sus cuarteles de Tehuicingo

las

se

dirigiese

en línea recta á Cutzamala

pasando

Don Benito Rocha, comandante

Tepecuacuilco.

por

militar

de Oaxaca, recibió orden de situarse en Tehuacán; don

Miguel y don Víctor Bravo, con más de mil hombres, quedaron

encargados

de defender

mismo generalísimo, á

la

al

cabeza

del

Congreso, grueso

y

de

el

sus

tropas, salió de Chilpancingo el 7 de noviembre, avan-

zando por Tlacotepec, Tétela, Pesuapa y Tlalchapa. Entretanto, las divisiones de Bravo y Matamoros, partiendo de sus respectivos cuarteles y creyendo sus jefes al

que se

destinaba á desalojar de sus posiciones

las

brigadier realista Moreno Daoiz, marcharon con pres-

teza hacia

el

nombrar se

poniente

ron

con

los

español que acabamos de

de

Morelos,

á

Desde

Cutzamala.

este

punto y don

cuerpo las tropas de Galeana,

recorrieron

hasta Huetamo;

Tepecuacuilco

dos generales independientes se unie-

en

Morelos

formando un solo

el jefe

violentamente

retiró

Cuernavaca, y

;

Nicolás Bravo y Matamoros, bajo

Así quedaba revestida la revolución de su verdadero carácter,

militares, cuya ejecución había aplazado para después de

de

la allí

el

mando superior de

margen derecha se

dirigieron

del

hacia

Mexcala el

norte

Quitábase

tocando en Carácuaro, Tacámbaro, Tiripitío y Undameo,

* véase esta exposición de Rayón en la obra de don Juan Martiñena, intitulada: Verdadero tirijen, carácter, causas, etc., de la recolwión de Nueva España, inupresa en México en 1821.

Muñiz, Arias, Ortiz y Vargas. El 22 de diciembre (1813),

engrosando en

^ Alnmán huce grandes elogios de la penetración de Rayón, «quien desde entonces, dice, previo el punto esencial de la dificultad que envolvía en sí la independencia, bien que sin acertar é proponer el remedio, pues de ninguna manera lo era la dilación que pretendía, ni Aaiía ni paede /¡aier que el que más tarde previno la prudencia de Iturbide, aunque en la ejecución él mismo desbarató su propia obra.» Sobre este asunto y desarrollando su tema favorito, esto es, la impotencia é incapacidad de México para ser independiente, se extiende el escritor de la reacción, siendo de notar que lo que en esta vez elogia en Rayón, en otras partes de su obra le da el nombre de superchería indigna, etc., etc.

Morelos,

el tránsito

al frente

treinta cañones,

situadas al sur

sus

filas

con las pantidas de

de cinco mil seiscientos hombres con

acampaba en

y á

la

las

lomas de Santa María,

vista de Valladolid

'^.

A

estas

' Véase Apéndice, documento núm. 12. (Manifiesto del Congreso de Chilpancingo). ^ No obstante asentar Alamán ese mismo número de soldados con que se presentó Morelos á la vista de Valladolid añade que, según algunos informes, ese número ascendía á veinte mil hombres. En efecto, en la declaración del padre Solana (publicada por Ala,

MÉXICO A TEAVE8 DE LOS SIGLOS

412 fuerzas debían unirse en

Rafael Rayón;

breve

las

Ramón y don

de don

primero, nombrado pocos días antes

el

parte de la caballería de Iturbide y Llano, quienes la habíitn

hecho

de Indaparapeo

salir á toda prisa

saber

al

mariscal de campo y comandante de Tlalpujahua, recibió

que

orden de incorporarse

forzado á abandonar la garita rei)legándose en desorden

al

ejército

ascendía á mil hombres, y

mismo con

la

el

con su brigada, que

segundo debía hacer

lo

gente que había levantado en las cercanías

de San Miguel

Grande.

el

Informado á tiempo

el

virey Calleja de los movi-

ataque de Valladolid, ordenó

el

Llano

al brigadier

que saliese violentamente de Ixtlahuaca y que, uniéndose en Acámbaro con el coronel Iturbide, volasen al socorro de la capital de Michoacán, cuya guarnición realista, al

mando

hacia donde estaba Galeana.

don Domingo Landázuri,

del teniente coronel

Este bravo

cogido

jefe,

entonces entre dos fuegos, acudió á Morelos en demanda

de refuerzos, y aunque

mientos de Morelos y previendo fundadamente que su marcha por la orilla derecha del Mexcala había de termi-

nar en

independientes aparecían en Valladolid, se vio

los

generalísimo ordenó á Mata-

el

moros que marchase con su división á restablecer

el

combate, Galeana, más y más apretado y sin aguardar el auxilio, se

abrió paso entre las

filas

enemigas, aunque

perdiendo setecientos hombres entre muertos y prisioneros '.

Este combate, no

era,

sin

fatal

embargo,

para las armas independientes, decisivo.

Quedaban en

Matamoros, parte de

brillante división de

pié

la

de Galeana,

la

apenas ascendía á ochocientos soldados.

Llano obedeció

pues que la tropa de Bravo fué la que más sufrió en la

puntualmente

8 de diciembre

garita del Zapote, y la división de Navarrete,

salió

las

órdenes del virey, y

de Ixtlahuaca

al frente

de

el

más de dos

mil hombres;

algunos días después efectuaba su unión con el coronel Iturbide, que

mandaba mil soldados de

y juntos entraban en Indaparapeo la

las

tres armas,

mañana

del 23 de

diciembre.

un momento á otro se esperaba en Pero había sonado para Morelos Aturdido

por

la

hora de la fatalidad.

acababan

que

descalabro

el

Galeana y Bravo, no supo aprovechar

el

Ramón Rayón

,

quien

avisó á Morelos

lo

que avanzaba

,

de Huetamo á Valladolid, proponiéndole ocupar

de Medina para retardar

que pudiese atacar

al

la

el

marcha de Llano, á

mismo Valladolid

sin

auxilio que conducía este brigadier español,

puerto

de

fin

temer

y en

el

el caso

casi todo el día

de

24 en

realistas

los

momento, próxima

de

las tropas

la

noche

la

más completa

llegaban

la división

cuando

2,

calidad de segundo en jefe

independientes

en

,

llano

el

el

sufrir

transcurrió

inacción, del lado

Valladolid,

á

de

tiempo, y en

tanto que por parte de los independientes

Este movimiento de los realistas no se ocultó á don

que de

cuartel general.

el

momento

de Llano.

Ya

general Matamoros

tras

estaba ,

en su

hizo formar todas las tropas

que se extiende entre

las

de que se accediese á su proposición pedía municiones de

lomas de Santa María y Valladolid para pasarles revista.

guerra.

Morelos contestó que

Observado este movimiento desde

llamado

Triguillos,

marchase

á

pero

le

le enviaría éstas al paraje

reiteró

incorporársele.

la

Movióse

orden

de

entonces

que

Rayón

la

plaza resolvieron

sus defensores hacer una salida

y formalizar un recono' «Por una desgracia imprevista, dice Busta-

cimiento.

siguiendo en su camino una dirección paralela á la de

mante, habían interceptado una orden de Morelos en que

Llano hasta que, atacado en las cercanías de Jerécuaro

prevenía que de capitán para abajo todos los suyos se

por

tiñesen la cara á

el

teniente coronel Aguirre, fué batido con grandes

pérdidas, é igual suerte sufrió

á poco su

hermano don

Rafael, destrozado en el campamento de Santiaguito por la división

el

23 de diciembre, dirigió una intimación

coronel Landázuri, exigiéndole que se rin-

diese á discreción dentro de tres

horas

'.

Sin esperar

respuesta ordenó á la división de Galeana que atacase la garita del Zapote, ella

y una vez tomada ésta y dejando en

á don Nicolás Bravo, avanzase contra la ciudad

misma. la garita

El intrépido Galeana arrolló á

y

la guarnición

defensores de la plaza un nutrido

los

y formidable tiroteo.

Pero Bravo, atacado por

mún como Apéndice núm.

la

mayor

20 ol lomo 111 de su Higtoria; aparece contidad; pero bosta fljurpe en el número de plazas que en esa declaración se señala á codo refíimienlo paro convenir en la extremada exageración del podre Solana. ' Esta intimación, redactodo por el abojjado Roeains, secretario de Kajón, se hoce notoblí; por su ridicula hinchazón. (Véase en el Cuadro híMórico de Buslomunte, lomo II, pég. 410, y en la Cole-:ción de documentos de i. E. Hernández Dávalos, tomo V, páff. 249).

ef=a

los

de la

plaza pintaron de negro á trescientcs dragones con otros

salieron á la

deshilada de Valladolid.»

bide á la cabeza de las tropas

cuatro

mil

grienta,

de Llano y

la

hombres.

y aunque

Marchaba

Itur-

esa vanguardia, y detrás seguían

los

guarnición

Fué

la

,

en número total de

acometida

recia

y san-

independientes lograron rechazar

primeros asaltos de Iturbide, éste fué eficazmente

los

de

llegó hasta las primeras calles de Valladolid,

donde sostuvo con

de no equivocarse con los enemigos;

fin

que aprovechándose de esta prevención

tantos infantes, que montados en las grupas de aquéllos

de Iturbide.

Morelos, al teniente

así es

« La tropa americano que entró en acción en este día, fué: de Galenna quinientos hombres; de Sesma cuatrocientos; de Guerrero doscientos; de Bravo seiscientos; de Sánchez setenta, todos valientes y dignos de mejor suerte. Ya hemos dicho que Iturbide y Llano traían mes de dos mil de socorro. Si se hubieran aprovechado los momentos, y o la intimación sigue el ataque inmediatamente, la plaza es tomada, li.1 canónigo Abad Queipo recorría las calles á caballo; mas los momentos de intimación que gustó Morelos en comunicar é Landázuri, éste los aprovechó en avisar á Iturbide, que se hallaba con la vanguardia en Charo, y pudo llegar en el instante Cuadro histórico, t. II, en que más lo necesitaba.» (Bubtamante. '



pág. 416). ' Según Bustamante, la hora en que Matomoros ordenó ese movimiento fué la de las cuatro de la larde, y debe tenerse presente que ese día (24 de diciembre) es precisamente el más corto del aSo.

MÉXICO Á TKAVÉS DE LOS SIGLOS sostenido por las

columnas de Llano y de Landázuri.

Entretanto, la noche había cerrado, y como

si la

des-

gracia se hubiese conjurado contra los defensores de la

independencia, acertó á llegar entonces rrete

con su división por las lomas

Matamoros

el ala

izquierda de

los de éste se desconocieron sí

su línea.

gones de Iturbide, que, merced á hernos hablado antes, ,

y

la

en

padre Nava-

que

apoyaba

Sus soldados y

y comenzaron á luchar entre

con verdadero furor; aumentaban

insurgentes

el

hicieron

la confusión los

la

dra-

estratagema de que

grandísimo

daño á

los

huida de varios batallones aumentó la

espantosa confusión en aquella tristísima noche.

rota sangrienta, y

en

el

y la

independiente: con

el

el

hacer frente á la fatalidad...

campo de

batalla.

muy

razón tenía para no creer las

huestes de la independencia; ellas mismas eran la causa

y después de combatir

de su ruina, furor

se

entre



desbandaban espantadas de sus

con intenso propios

es-

Perdióse

en

esta

acción

el

inmenso material de

trabajos

luz

poblado y rico del país, y desvanecióse en esa infausta

la

Todo fué en vano, y

torrente de los fugitivos acabó por arrastrarlos fuera

del

Y

enemigo quien había vencido á

el

Unas veces envueltos

prodigaban su vida ansiando

por tornar en victoria la derrota.

Viejo, punto no

combate, pero con

alentaba Morelos de situar el Congreso en Valladolid y de abrir una nueva y victoriosa campaña en el centro más

por los suyos, otras confundidos entre los realistas y á

el

el

y de tan infatigable constancia; quedaron sepultadas en los campos de Santa María las esperanzas que

de evitar

que hubieran alcanzado á

,

ennegrecido por la pólvora,

guerra aglomerado en Chilpancingo á costa de tantos

y su ejemplo.

riesgo de caer prisioneros

bravo

gloria en los ojos, se obstinaba en

la

lo que veía: no era

El

destrucción del ejército

con los vestidos sucios y rotos por

relámpago de

siguiente

des-

fin

ronco estruendo de las armas y entre la ensor-

del sol su presencia

el rostro

el día

municiones.

tragos.

decedora gritería de los combatientes, y la oscuridad nulificaba el prestigio

permaneció hasta

Galeana no quería creer en

dispersos,

perdíanse sus voces de mando

desplegaron entonces heroico valor á :

allí

armas

reuniendo

Morelos, Matamoros, Galeana, Bravo y los Sesmas

bandamiento de sus tropas

413

Galeana se quedó en

Puerto-

distante del lugar en que ocurrió la

jornada

lo

que

era

quizás

de más subido precio,

renombre militar de Morelos. causa de la independencia

el

constantes defensores

á

sus

de los heroísmos, cual es obtener

la victoria.

el

Así se cerraba para

el la

año de 1813, obligando á desplegar

el

más grande

de luchar sin esperanza de



CAPÍTULO X El coronel Iturbide persigue á los independientes después de la derrota en las lomas de Santa María. se fortifican en la hacienda de

Matamoros

recibe el

mando

Puruarán.

— Sale

— Los restos del ejército de Morelos — El general

Llano de Valladolid con todas sus tropas para atacar é los independientes.

en jefe de las posiciones de Puruarán.

— Es conducido á

— Batalla de este nombre y derrota de los insurgentes. — Matamoros cae — — —

Valladolid y fusilado el 3 de febrero de 1814 Falsas afirmaciones de don Lucas Alamán. Retirase Morelos Descalabro que sufre éste en Chichihualco. sucesivamente á C.oyuca y Ajuchitlán y nombra segundo en jefe á don Juan N. Rosains. prisionero.

El

Congreso nombra á Rayón comandante en

jefe de

las

armas en Oaxaca, Puebla, Veracruz y Norte de Ja provincia de México.

— Esta corporación recibe con desagrado la noticia del nombramiento de Rosains para segundo de Morelos. — Dimisión que hace éste del poder ejecutivo. — El Congreso aumenta el número de representantes. — Diputados que formaron Congreso intendentes y comandantes militares para varias provincias. esa corporación después del aumento de vocales. — Nombra Marchan los miembros de esta corporación á Michoacán y se sitúan en Uruapám. — Rayón en las provincias del Oriente. — Expedición del coronel realista Alvarez contra Oaxaca. — Flojedad de los independientes que guarnecían esta ciudad. — El canónigo Velasco. La guarnición independiente abandona Oaxaca y se retira rumbo á Zongolica. — Disparatada intimación de Icoronel realista Alvarez. — .Sus oficios é los cabildos eclesiástico y secular. — Su entrada en Oaxaca el 29 de marzo (1814). — Recibimiento solemne que le hacen los realistas. — Don José de San Martín y don José María Murguía. — El coronel realista Alvarez en Oaxaca. — Sangrientas ejecuciones que ordena. — Rivalidad entre Rayón y Rosains — El primero desconoce á este último en su calidad de jefe militar de las provincias de Oriente. — Rosains pasa á la provincia de Veracruz y se fortifica 'en las barrancas de Jamapa. — Hevia marcha contra Rayón, situado en Teotitlán. — Combates del y 2 de abril en que son vencidos los independientes. — Rayón se sitúa en Zongolica. — Expedición de Hevia contra Rosains. — Entra jefe realista en Huatusco y regresa é Orizaba. — Rayón se retira á Omealca y levanta fortificaciones. — La campaña en el Sur. — Prisión de don Miguel Bravo en Chila. — Es fusilado en Puebla 15 de abril de 1814. — Morelos destruye las fortificaciones de Acapulco. — Llegada de Armijo á las inmediaciones de esta plaza y Morelos se retira á Tecpan. Matanzas de los prisioneros españoles que ordena este jefe independiente. — Persigue Armijo inútilmente á Morelos. — Prisión y fusiVarias providencias del Congreso.

el

1

el

el

lamiento de don Ignacio Ayala, antiguo intendente de Tecpan.

— Armijo

pone cerco á las posiciones fortificadas del Veladero.— Los abandona sus posiciones la noche del 5 de mayo (1814). — Osorno ataca á Tulancingo en febrero y es rechazado. — Campaña en la Mixteca. — Acción del Cerro Encantado y derrota del realista Obeso (29 de abril de 1814) — Don Ramón Rajón se refugia en la Sierra de Zitácuoro después de la derrota de Puruarán. — Ferocidad del coronel don José Antonio Andrade. — Exirema crueldad de otros jefes realistas. — Don Agustín de Iturbide se distingue entre todos. — Sangriento realistas atacan y

toman

el fortín

de San Cristóbal.

— Galeana

período de la guerra de independencia.

Después de

la derrota

de los independientes en las

lomas de Santa María, una inmensa tivos,

de

separados de sus tropas, de caballos

oficiales

de trenes y carros faltos de conductores,

sin jinetes,

pasando

de fugi-

tíorriente

por

los

caminos

y á través de

sementeras, se dirigió hacia

el

las

alegres

suroeste de Valladolid,

rudos descalabros que respectivamente acababan de sufrir

en Jerécuaro y Santiaguito. Este refuerzo, y los dispersos que volvieron á las banderas de la

cañones.

El generalísimo

eligió la

para resistir al enemigo, y ordenó

dejando en su huida muertos, heridos y despojos de todo

que se hiciese fuerte en

género.

parapetos y obras de defensa.

Morelos, arrastrado por atjuel torrente, espe-

raba hallar una posición ventajosa para tentar esfuerzo

y

á los realistas

resistir

que

le

el

de

cerca.

Estos, en efecto, divididos en dos columnas al

mando

del coronel don Agustín de Iturbide, persiguieron

á los fugitivos hasta

el

Fué

último

seguían

pueblo de Atécuaro, tomando en

independencia,

formaban una división de tres mil hombres con veintitrés

al

sin

se

victoriosos realistas.

hiciese

general Matamoros

debiendo construir

ella,

duda una grave

disponer que

hacienda de Puruarán al

falta militar

frente

En vez de

la

al efecto

de Morelos

en Puruarán á los proseguir su marcha

retrógrada y de esquivar por entonces todo encuentro hasta lograr que

el

ánimo de sus soldados hubiese reco-

su marcha gran niimero de municiones y pertrechos y

brado

fusilando sin compasión á los prisioneros que cayeron en

bataba, decidió aventurar nuevo choque forzándoles á

sus manos.

combatir contra los que pocos días antes habían alcan-

Morelos se detuvo en Chupio, donde logró reunir algunos

dispersos

,

y

prosiguió

su

marcha hasta

la

la

serenidad que

el

reciente descalabro les arre-

zado tan señalado triunfo y que avanzaban en su seguimiento engreídos por su próspera fortuna. Los jefes del

hacienda de Puruarán, punto situado á veintidós leguas

ejército

de Valladolid, en la misma dirección del suroeste.

Allí

inconvenientes de presentar otra batalla, que irremisi-

Ramón y don

las

blemente produciría un nuevo y pavoroso desastre, pero contra el sentir y la opinión unánimes reiteró su orden

se le unieron don

pocas

tropas

que

les

Rafael

Rayón con

habían quedado después de los

independiente manifestaron al generalísimo los

MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS

416 de que se esperase dirección ros,

y

el

mando de

Dejando

brigadier Llano.

allí al

Lucia, distante algunas leguas de Resuelto Llano á terminar decisivo,

mañana

salió

del

Matamo-

las tropas al general

se retiró con su escolta á la hacienda

la

la

la

de Santa

de Puruarán.

de Valladolid con todo su ejército en la

30 de diciembre, siguiendo primeramente

el rumbo de Tacámbaro, donde creía que se hallaban los

independientes.

Mejor informado,

el 3

de enero (1814),

enderezó su marcha hacia Puruarán acampando

la

permitían exponerse en aquel choque decisivo, y la debilidad

tes,

campaña con un golpe

noche

que se reunían en su persona no

del gobierno

jefe

prestigio de su presencia

del

su

consentimiento

y

hicieron

lo

hacienda de Santa Lucía, distante de ¡Tanto puede

la

Bustamante, tanto hicieron y pondera-

el ilustre

ron la necesidad de que no se expusiese, que

baron

y de

"Sus aduladores, dice con este

de su ejemplo.

motivo

tuvo

él

de escucharlos, y separándose de sus valien-

privó

les

eficacia

le

reca-

al fin

marchar á

hom-

adulación y tanto adormece á los

la

la

leguas.

seis

allí

bres elevados á grandes puestos!»

El general español, apenas llegó

Puruarán, destacó

al

la izquierda á las partidas insurgentes

se hallaban emboscadas

Orrantia,

el 3." del fijo

la

Nueta España para que

del regimiento de

coronel

á

con

2.°

de México y

batallón

atacase por

que tenía noticia

El teniente

en esa dirección. el

de

vista

mayor Claverino con un

batallón

de

Corona,

la

trescientos caballos, recibió la

orden de marchar de frente contra las posiciones

Matamoros, y

mismo

el

de

Llano, desde una altura domi-

nante, dirigía los fuegos de su artillería contra las impro-

visadas trincheras de la hacienda. al

Las balas de cañón

dar sobre los parapetos de piedra suelta causaban

formidable estrago en los que estaban guarecidos tras de

pues producían

ellos,

La

saltar.

el efecto

de

la

metralla al hacerla

acción, sin embargo, fué reñida

Dos veces fueron rechazadas

las

y sangrienta.

columnas de Orrantia,

que volvieron á la carga una tercera, entrando entonces por los portillos que había abierto Hacienda de Puruarán donde fué hecho prifionero don Mariuno Matamoros. — (Distrito de Tacúmbaro del Estado de Michoacán)

independientes se precipitaron por

que estaba

de

al lado

la

la

artillería.

el estrecho

Los

puente

hacienda, y á fuerza de denuedo

lograron escapar seguidos de alguna caballería Galeana del siguiente día en el

rancho de

los

Hacheros

y á

,

las

once de la mpñana del 5 se situaba á un cuarto de legua

de las posiciones defendidas por Este, aprovechando

el

el

ilustre

Matamoros.

poco tiempo de que pudo dispo-

de la hacienda con troneras y algunos parapetos, y reforzó las cercas de piedra suelta

y don Nicolás Bravo.

el cual

lado opuesto del río, sobre

al

había un estrecho puente, colocó á las fuerzas

procedentes de Zitácuaro que al mando de don

Ramón y

batalla después de combatir con valor

caballería realista.

Grandes fueron

.

en

el

las

el

alcance que Iturbide siguió hasta dos leguas de

hicieron

y

situó su

los parapetos avanzados.

ocho

setecientos

oficiales

campo de

Todavía algunas horas antes de que se avistase cuerpo de ejército de Llano,

el

general don

el

Ramón Rayón

toda su artillería, mil fusiles

;

en

porado á los insurgentes algunos días antes

,

:

y una inmensa cantidad de parque y municiones quedaron en poder de los vencedores tanto en la acción como distancia fueron muertos

tropas y las que debían defender

pérdidas de los independientes

desastre de Puruarán

don Rafael Rayón, como antes dijimos, se habían incor-

artillería entre estas

y de

rechazar varias veces los asaltos de un regimiento de

ner, fortificó los edificios

que rodeaban á aquéllos;

campo de

del

Los Rayones se alejaron también

unos seiscientos hombres y se

prisioneros,

que fueron

,

batalla

^

.

Pero

la

y entre éstos diez y

fusilados

sobre

el

mismo

pérdida mayor para la causa

de la independencia fué la del general Matamoros, que

cayó prisionero

al

vadear

el río.

Fué su aprehensor un

instaba á Matamoros á retirarse ó á elegir mejor posición

soldado del batallón de Frontera llamado Ensebio Rodrí-

para resistir á los realistas, pero este último, á pesar de

guez, quien recibió del gobierno vireinal un premio de

convenir en todo

lo

que se

hombros contestando con guo romano, que á

él

le

la

sólo

manifestaba, se encogía de

gravedad digna de un anti-

que había recibido del generalísimo. Este, entretanto, se

el

La

aprehensión de aquel esforzado caudillo de la

tocaba obedecer las órdenes

había alejado del que iba á ser campo de batalla: dijéronle sus consejeros que

doscientos pesos por tan importante captura.

alto

cargo militar y

el

de

• La pérdida de los realistas, según el parle de Llano, consistió en un. oficial y cuatro soldados muertos y algunos heridos. Excusado serla añadir que Alamán adopta este número, á todas luces

falso.

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS iadependencia fué

celebrada

como una

mayor que

victoria

Había sido

el

más

por la

el

vireinal

misma de Puruarán.

diligente y experto de los tenientes

de Morelos, y su nombre estaba unido tla,

gobierno

al sitio

de Cuau-

Valladoiid (hoy Morelia).— Cárcel

español

,

á quien dio libertad,

el

Y

cuerpos

los independientes la deploraron

irre-

ción pública en la plaza de este lugar y tratado de la peor

manera en todo

camino hasta llegar á Valladolid

el

Desde Coyuca propuso Morelos

clerical en

y de otros

como un desastre

parable. Conducido á Pátzcuaro fué puesto á la expecta-

donde estuvo preso

el

püés de sü muerte,

al virey,

i.

por medio de un

general Matamoros

el

bando enemigo de

la

independencia

de México quiso infamar su memoria haciéndole apare-

expedicionarios que tenía en diversos pueblos

del Sur.

Pero esta proposición, que de seguro hubiera

desestimada por Calleja, la recibió éste en México

dos días después

del

fusilamiento

de Matamoros,

se efectuó en Valladolid el 3 de febrero de 1814 '

si

canje de Matamoros por

doscientos prisioneros del batallón de Asturias

sido

para los realistas fué su prisión sobrado motivo de júbilo,

á la toma de Oaxaca y á los brillantes triunfos

alcanzados en Tonalá y San Agustín del Palmar.

417

El lugar de la ejecución fué en T.

lU.-R).

el

que

K Des-

centro del portal (parte

exlerior) que forma uno de los lados de la plaza de los Mártires de Morelia (antigua Valladolid ) y que ve al Oriente. V.n ese mismo pítio está incrustada una lápida de mármol que contiene una inscripción consu«radu por la Junta patriótica de 1860 á la memoria del valiente Matamoros.

Bustamante. — Cííarfro histórico, tomo II, pjg 423 Alamán nada dice de esla indignidad y refiere en unos cuantos renglones el término del ilustre Matamoros. '

,

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

418

cer arrepentido del participio que había tomado en la revo-

Rosains escapó á duras penas de la muerte.

lución. Alanián, el incansable detuipador de los fundado-

después del encuentro en Chichiliualco, Armijo, que per-

res de la independencia, dice con tal motivo lo siguiente:

seguía á los fugitivos, logró apoderarse de un valioso

«En

cargamento que contenía

declaración que se publicó en su nombre, hecha

la

ante

provisor don Francisco de la Concha, reconoció

el

Matamoros sus errores y pidió perdón á

las autoridades

política y eclesiástica, dirigiendo al brigadier Llano una

proclama en

que exhortaba á sus compañeros en

la

la

insurrección á apartarse de aquel partido y volver á la

obediencia del gobierno. ticidad de

tos por el

mas parece

se ha dudado de la auten-

de que no he jwdido

documentos,

estos

cerciorarme;

Mucho

cierto que si no fueron escri-

mismo Matamoros

,

fueron



firmados por

él

muerte y ocupándose de sus disposiciones cristianas para la eter-

lo

que no es de extrañar teniendo á

Y

nidad.»

hemos

después de esto,

en que se hallan «Llano, en

dice

una nota colocada

citado, en

el

de la página

al pié

de 3 de febrero, día de

con que remitió al virey

el

que

historiador

que acabamos

los renglones

el oficio

la vista la

de copiar:

la ejecución,

manifiesto de Matamoros,

publicado en la Gaceta de 12 del mismo mes, dice que lo

manda

supuesto

original,

que no habría hecho

embargo,

sin

;

lo

habiéndolo

fuese

si

buscado

en

el

los archivos

,

Cinco días

parte de los equi-

pajes y el resto del brillante tren perteneciente al ejér-

cuando marchó á

cito

conquista de Valladolid. Morelos

la

estuvo á punto de caer en manos de los realistas; fué

perseguido vivamente hasta

el

pero

realistas

allí

se

detuvieron los

había internado en la

de Huehuetlán,

pueblo

sabiendo que se

y pasando por el cei ro de Coronilla siguió hasta Acapulco, donde llegó en los la

Sierra

primeros días de marzo.

,

Pudo, sin embargo, antes de

marchar en esa dirección, tratar de algunos importantes asuntos con los diputados en el pueblo de Tlacotepec.

Los miembros del Congreso de Chilpancingo, apenas supieron el desastre sufrido en Puruarán por las armas

de

independencia,

la

la

parte

septentrional

de

Rayón

á

confirieron

militar de las provincias de

Oaxaca

mando

el

Veracruz

Puebla y de México, según unos,

la

,

,

cediendo á las exigencias de aquel distinguido general,

que pidió á sus colegas con imperio un mando de importancia,

y según

otros,

deseosos de alejarle de su lado

temiendo los excesos á que pudiese llevarle su ambición

Púsose Rayón en camino

18

de enero, con

Archivo general, no se ha encontrado.

Por

pedante de

que escribió

dirección á Oaxaca, llevando en su compañía al canónigo

algún otro y la firmó Matamoros, porque no escribe así

don José de San Martín en calidad de vicario general

documento, parece

ese

quien va á morir dentro de media ve, Alamán no

pudo

cosa

hora

el

estilo

Como

'."

se

cerciorarse de la autenticidad de

documentos atribuidos á Matamoros, y no encontró

los

en los arcliivos

el

manifiesto que publicó la Gaceta, pero

todo esto no le impide afirmar que

el jefe

independiente

antes de morir reconoció sus errores y pidió perdón á

Atravesó parte de

castrense.

aquel

mes

llegó á

salió

Morelos de

disposición

,

la

Mixteca, y

donde ordenó

el

que organizase con

de Morelos,

29 de

teniente

al

allí

la

por

mayor

actividad un cuerpo de infantería para cubrir por aquel

rumbo

la frontera

Otra de sus primeras

de la provincia.

mandar

fusilar

al

teniente Ablanedo

y

á otros tres individuos que hizo prisioneros.

Urgía que

Santa Lucía acompañado de ciento cincuenta hombres de su escolta, retirándose á Coyuca, desde cuyo lugar,

Huajuapám

el

coronel don Manuel de Mier y Terán, apostado

disposiciones fué

las autoridades política

y eclesiástica. Después del desastre de Puruarán

'.

los diputados

adoptasen vigorosas provi-

dencias ante el peligro que amenazaba á la causa de la

virey un emisario proponién-

independencia, y aunque ellos mismos habían revestido

dole la restitución de doscientos prisioneros españoles en

á Morelos del poder ejecutivo en toda su extensión, los

cambio de

últimos desastres y la ignorancia en que se

hemos dicho ya, envió

tlán

en

,

la la

al

Pasó luego á Ajuchi-

vida de Matamoros.

margen

derecha

del

Mexcala

habiendo

,

reunido en su tránsito hasta mil hombres de los dispersos en las rotas de Valladolid y Puruarán.

En

ese

punto nombró segundo en jefe á don Juan N. Rosains, lo cual

disgustó grandemente á los oficiales que, como

Galeana,

merecían

con mejores

había ejercido con tanta honra

No

el

títulos

el

cargo

que

malogrado Matamoros.

se hicieron esperar las fatales consecuencias de este

nuevo error: tropas

situado Rosains en Chichihualco con las

más organizadas de

fué atacado rudamente el

las

que seguían á Morelos,

19 de febrero por el teniente

hallaron

durante algunos días respecto del paradero del generalísimo, les determinaron á dictar medidas

indispensables para la

donde

sesiones, cinco, que

tana,

el

29

de

enero volvieron

quedando reducido lo

eran

Herrera y

de gobierno,

y aun para su misma

Tlasladáronse al pueblo de Tlaco-

seguridad personal. tepec,

defensa,

el

el

el

á

abrir

número de vocales á

doctor Berdusco, Liceaga, doctor

sus

Cos,

pues

los

Quin-

diputados

Crespo y Bustamante se habían separado algunos días antes para marchar á Oaxaca en pos de Rayón. «No El Diario del secretario de Rayón afirma que el Congreso nombró á éste para que acudiese ú la defensa de lo provincia de Oaxara y sus limítrofes, y Rosains, en su Jíi) Esta declaración merece tanto más tenerse presente, cuanto que aquel historiador funda casi siempre sus afirmaciones en los partes oficiales publicados por el gobierno vireinal en las Gacetas.» (Historia de México,

tomo IV, púg.

110).

«Carecía de municiones, y para proporcionarse salitre, quiso penetrar en el inferior de una cueva cuya boca hubfa descubierto al I)ié de un árbol en la barranca de Jungapeo, pero lo detuvo un gran ruido que se oía dentro de ella: vuelto al intento con los preparativos nece-íarios de instrumentos y luces, salió de ella de golpe una '

armas en

crueles

la

mano.

El carácter feroz y

el

hábito de las

disposiciones del virey y cada uno de ellos dis-

ponía á su antojo de la vida y bienes de los ciudadanos.

Asombro producen en

el

ánimo

las

Gacetas de aquel

tiempo henchidas de partes oficiales en que los coman-

prodigiosa cantidad de murciélagos, inmemoriales habitantes de aquel subterráneo, que era de una extensión tal que podían alojarse en él cómodamente más de dos mil hombres, sosteniendo su techo las cristalizadas estalactitas, que la destilación de las aguas había hecho concretarse en forma de columnas, y cubierto su suelo por un depósito de más de media vara de estiércol de los murciélagos acopiado en siglos, que era para Rayón un material el más oportuno para fabricar abundancia de salitre. De plomo se proveyó destechando una capilla ó sala del convento de dieguinos de Sultepec, cubierta con aquel metal, en lugar del cual puso tejamanil, y con estos auxilios trabajaba con su acostumbrado empello en fundir artillería y elaborar municiones, cuando fué obligado ú abandonar aquel ventajoso punto por la llegada del teniente coronel don Matías de Aguirre, destinodo por Llano, con una división de cuatrocientos hombres, ú perseguir á los insurgentes al N. E. de Valladolid. Aguirre halló en la caverna establecidas ocho fraguas y todo el aparato de una maestranza pura fábrica de fusiles; habiéndose detenido á destruirlo, siguió recorriendo toda aquella serranía desde 21 á 28 de marzo, entrando en Zitácuaro, donde no encontró más que veinticinco mujeres, por haberse puesto en salvo todos los habitantes, y volvió al cuartel general de Maravatfo, sin haber tenido encuentro alguno Historia de México, tomo I\', págide importancia.» (Ai,amAn. Véase Cuadro histórico, de Bustumante, cuya relación na 120). sigue Alamán, tomo 111, pags. 115 y 116.





MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

428

dantes de tropas realistas anuncian invariablemente fusilamiento de los prisioneros insurgentes.

el

Los coro-

ocasión interceptó una carta dirigida á un jefe insurgente

por don Mariano Noriega,

neles Ordóñez y Concha en la zona de Toluca; Llano y

jato,

y con sólo

vecino distinguido de Guana-

dio

esto,

orden desde su cuaitel de

Andrade en Michoacán; Hevia en Veracruz y Puebla;

Irapuato para que Noriega fuese inmediatamente fusilado,

Cruz y sus tenientes en Jalisco, y otros cien de menos renombre ordenaban incontables fusilamientos, y en los

como se

diarios de sus operaciones siempre se hallan consignadas

jato.

las

más atroces matanzas. Emulaba á todos esos hombres feroces

el coronel

don Agustín de Iturbide, quien había recibido en premio por sus distinguidos servicios

el

mando

militar de la

verificó,

que siquiera se

sin

le dijese el motivo;

cuyo crimen llenó de horror á los habitantes de GuanaOtra vez fué hecho prisionero

padre Luna,

el

su

condiscípulo en el colegio y que había tomado

partido

por la insurrección.

le reci-

Presentado á Iturbide, éste

como quien recibe á un amigo antiguo, mandó que

bió

sirviesen

chocolate

ordenó

luego

y

que

le

fusilasen.

lo

Guanajuato, y que situó en Irapuato su cuartel general. Con grande actividad organizó la defensa

Entre las innumerables ejecuciones que dispuso, se re-

de algunos pueblos y batió á las partidas de indepen-

nardo Abarca,

dientes acaudilladas por el padre Torres, Tovar

tenía

Rafael Rayón

tor Cos,

provincia de

nes

' ,

,

ahuyentando de

que tuvieron á gran fortuna escapar á

diata de San Luis Potosí.

y don Pacho-

la provincia á los

la

Pero inexorable para con

prisioneros, á ninguno de los que caían en sus

perdonaba terrible

Ni

la vida.

pena

el

dice

ello,

Alamán, que algunos meses después de

hemos llegado en nuestra al

virey que en

la

manos

el

la

historiador

época á que

historia, Iturbide participaba

hacienda de Villela, y entre los

muchos prisioneros que

allí

mandó que fuesen

fusilados

Tomasa Estévez, comisionada para seduy «habría sacado mucho fruto por su her-

más

vecino pacífico y distinguido, quien

que haber admitido

delito

,

no

á instancias del doc-

un empleo en un regimiento de dragones que

intentó levantar

allí

para resguardo de

la población

'."

Siniestro fué, para la eterna causa de la humanidad,

los

sexo débil se eximía de esta

y en prueba de

,

inme-

cuerda todavía con horror en Pátzcuaro la de don Ber-

de la guerra

período

este

con

abrió

Quizás fué

las el

derrotas

de

que

independencia

de Valladolid y de

que produjo mayor número

se

Puruarán.

de víctimas

inmoladas en los patíbulos, pues se calcula en más de veinticinco el

país

'^.

las

personas fusiladas diariamente en todo

Alamán llama á esta época

la

más sangrienta

de la revolución, y sin embargo, añade que

el

movi-

se halló María

miento insurreccional subsistía en toda su extensión, á

cir la tropa,

pesar de las grandes ventajas alcanzadas por las armas

mosa

figura á no ser tan acendrado

soldados del rey

el

patriotismo de los

reales,

y no obstante

habían tenido en

2.»

Larga y penosa tarea

sería la de seguir las huellas de

la

el

cambio favorable que

península.

Pero

el

las cosas

panegirista del

poder absoluto y de la dominación española no tiene

la

principalmente

en

los

primeros

lealtad de confesar que esta resistencia tenaz é incesante

meses de 1814, que forman uno de

los

más cruentos

de los hijos de México y que ese su desprecio á la muerte,

Bástenos copiar

bajo todas las formas que entonces se ofrecía á los defen-

sangre de este jefe,

períodos de la guerra de independencia.

aquí

el

siguiente trozo de una biografía de este

hombre

que llegó á encumbrarse á tan altos destinos: «En una

sores de la independencia, eran las señales

más eviden-

de que toda una generación se alzaba á conquistar la

tes

libertad de la patria. «

Nombre que

fe

daba á

los guerrilleros Oitiz.

Parte de Iturbide al virey publicado en la Gaceta de 1.» de octubre de 1814. Ai.amán. Historia de México, tomo IV, página 122, edición de 1851. '





1

Biografía de Iturbide, por Jofé Olmedo y Lama. (Hombre» México, 1874. tomo IV, páK?. 391 y 392 Historia de México, lomo IV, p»g. 123. A. AMAN.

ilustres mewicanof, »





CAPÍTULO XI montes de Coyuca. — Sus correrías por los pueblos de la Costa Grande. — El teniente coronel realista Aviles se' — Aloca Galeana esta población 27 de junio (1814) y es derrotado — Muerte de Galeana — La campaña en Oriente: derrota Hevia á Rayón en Omealca. — Retirase este jefe independiente á Zacatlán. — Sus tareas de organización militar en este punto. — Rosains queda sin competidor en tierras de Veracruz. — El guerrillero José Antonio Martínez. — Rehusa reconocer á Rosains como jefe de las armas independientes en Veracruz. — Éste hace dar muerte traidoramente al guerrillero Martínez. — Don Guadalupe Victoria es nombrado por Rosains segundo jefe de las armas en Veracruz. — Ataques de Victoria á los convoyes. — (convenio entre Rosains y comercio de Veracruz para el paso de las mercancías. — Poca duración de este arreglo. — Trasládase Rosains á San Andrés Chalchicomula. — Llegada á Nautla del general Humbert. — Proclama de Rayón con este motivo. — Derrota de Rosains en San Hipólito y bárbaro fusilamiento de prisioneros ordenado por Hevia. — Rosains se fortifica en Cerro Colorado, cerca de Tehuacán. — Regresa á Nueva Orleans aventurero Humbert. — Diferencias entre Rosains y guerrillero Arroyo. — Escritos de Rosains y Rayón en que se atacan mutuamente. — Comisiona Congreso á Bustamante y á Crespo para dar término ¿estas disensiones. — Nombramiento de Arroyave para ejercer mando militar confiado antes á Rosains. — Éste no obedece las órdenes y disposiciones del Congreso. — Don Ramón de Sesma y don José Herrera en la Mixteca. — Úneseles el teniente coronel Mier y Terán y se fortifican en Silacayoapam. — Preséntase ante este punto coronel realista Alvarez y se relira, después de sufrir varios descalabros. — Don Manuel Mier y Terán es ascendido á coronel. — El Congreso, después de penosa peregrinación, se establece en Apalzingán. — Únese Morelos á esta corporación. — Manifestación de una y otro, de 15 de junio (1814). — Manifiesto de Calleja. — Derrota de los realistas en la Estancia de Corroles. — Terminación de la guerra de España. — Tratos que entabla Napoleón con Fernando Vil en Valencey. — Negocian el conde Laforest y rey comunica duque de San Carlos. — Tratado de Valencey. — Respuesta de la Regencia á la carta en que ajuste del tratado. — Célebre decreto de las Cortes de 2 de febrero. — Tramas contra la Constitución. — Quiénes eran los principales conjurados. — Discurso pronunciado en las Cortes por diputado Reina. — Napoleón da libertad á Fernando Vil. — Entra éste en España (22 de marzo). — Su carta ó lo Regencia desde Gerona. — Llega á Valencia 16 de abril. — Personajes siniestros que rodean durante su viaje. — Conciliábulos que celebran. — El general Elío. — Representación de los diputados antiliberales llamada ios Persa». — Cartas de las Cortes al rey. — Proposición del diputado Martínez de la Rosa. — Sale Fernando de Valladolid. — Disuelve Egula la representación nacional. — Conducta del canónigo don Antonio Joaquín Pérez, presidente de los Cortes. — Es premiado con el obispado de Puebla. — Entrada de Fernando en Madrid (13 de mayo) y entronizamiento de la monarquía absoluta. — Llega á Mé.xico (13 de junio) la noticia de la entrada de Fernando en España. — Festejos oficiales que la celebran. — Bando de indulto otorgado por Calleja. —Sábese en México la llegada del rey á Madrid y disolución de las Cortes. — Bandos del virey con ese motivo.— Desagrado con que los comerciantes de México y Veracruz reciben la nueva de la caída de la Constitución. — Actitud de los indepen-

Galeana se retira á

los

sitúa en (Coyuca.

el

el

el

el

el

el

el

el

el

el

el

le

el

cíe

la

dientes ante las noticias llegadas de España,

Ocupada en

realistas

la

posición

los

Veladero

del

primeros

días

de

por las tropas

mayo,

Galeana con un puñado de valientes en las selvas

que avecinan

la

Costa Grande

y retirado

la espesura de ,

era el intento

de este denodado caudillo alzar en armas nuevamente á los habitantes lo

que en

ella

en

incendiar las

mismo tiempo don José María Ávila invadía Petatlán

él

al

el

Al

pueblo de

á don Eduardo Cabadas, que entregado á Miota,

intendente Ayala. Cabadas y algunos otros que tuvie-

de aquella parte del Sur y recobrar todo

ron participio en este hecho fueron puestos á su vez á disposición

hombres y de ordenar

al

oficial

don

los dispersos

Isidoro

que se

presentasen, salió de aquel punto dirigiéndose al Arroyo

donde

se hallaba el coronel

con algunos soldados

,

que unidos á

Bejuco y Pié de la Cuesta.

del oficial

Mongoy, quien

los fusiló

de orden

de Morelos.

Montes de Oca que juntase todos

él

don Juan Alvarez ,

se retiraron del

Los que mandaba Galeana

desertaron á p')co de haber salido de Cacahuatepec, y sólo le seguían veinticinco cuando se unió con el coronel

Alvarez.

y

aprisionaba en

había sorprendido un mes antes y

Después de reunir en Cacahuatepec cerca de dos-

del Carrizo,

inmediatas á Coyuca.

había perdido la causa de la independencia

en los primeros meses de 1814.

cientos

rancherías

Juntos los dos jefes, atacaron y derrotaron á

varias pequeñas partidas de realistas que se ocupaban

Galeana aumentó sus fuerzas en

los

pueblos de la

donde ejercía poderosa influencia por su valor y relaciones. Situóse en su hacienda del Zanjón

Costa, sus

y desde

allí

hizo algunas expediciones felices durante la

piimera quincena de junio; en una de el

ellas sorprendió

pueblo de Asayac, desbaratando á la guarnición de

fatriotas y haciendo prisioneros á los jefes Muñoz y Barrientes. Otra vez, cayendo impetuosamente sobre

Tecpan, acometió

los

dos cuarteles de este pueblo y se

apoderó de las armas, municiones y víveres que estaban almacenados.

allí



430

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

Terminada Annijo

su

campaña de Acapulco había establecido

la

general en Tixtla,

cuartel

inmediaciones de aquel puerto

nández de Aviles con

al

dejando en

batallón del Sur

el

las

Fer-

teniente coronel

y alguna caba-

Y

mandó que

ron

el

cano

de Galeana avanzó hasta Coj'uca, y desde

El caudillo de

lograr su exterminio.

no esperó á

pocos

independencia

la

después

días

La

envió de Zacatula.

le

envió una

hacienda de

engrosaron

sus

Montes de Oca y algunos soldados que

fuerzas Ávila,

Morelos

la

y se retiró á

realistas

los

donde

San Luis,

allí

Tecpan con orden de perseguirle hasta

fuerte sección á

sección realista que lo

amagaba regresó á Coyuca. Creyéndose suficientemente fuerte

25 de junio,

el

reciamente

diese sepultura

y cediendo á su

,

y dos

días

más tarde acometía Sus tropas, enar-

al teniente coronel Aviles.

al sitio

en que cayó vencido

Refiere Bustamante que al saber Morelos la muerte

de su

fiel

muerto en

Quedaron en

á sostenerla.

el

río,

fines

el

campo de

campo muchos muertos y

mayor número de heridos, contándose entre oficiales

Aviles

• .

,

que era un

que acudió

oficial

éstos algunos

valiente y enten-

dido, comprendió la gravedad del peligro que le

amena-

de 1810.

Galeana, entre todos, siempre se hallaba

más peligrosas empresas, y su

esclarecido Morelos.

del

Su renombre

Sur fué es

fama del caudillo michoacano, y hoy, se conservan vivaces

8 de

el

en

las tradiciones

el

el capítulo

mayo (1814) por una gruesa

sección al

Coyol defendido por don Juan Terán.

valor de los realistas

y

la pericia

de su

de varios asaltos regresaron á Orizaba. entonces salir

nas de sus tropas marchasen violentamente á atacar la

y dos días más tarde,

el

resultado que Aviles había previsto;

los

desconcertados

independientes comenzaron á flaquear y luego se des-

Galeana, que peleaba en

bandaron en todas direcciones.

anterior

Omealca, fué atacado en sus posiciones

había aglomerado sobre un solo punto, dispuso que algu-

Este inesperado asalto produjo

que

dos defensores

estos

mayor don Miguel Menéndez, que pretendió del

al

útil

en los hijos del Sur, unen en un

Rayón, á quien hemos dejado en fortificado

muy

inseparable de la

zaba, pero observando que toda la fuerza de Galeana se

retaguardia del enemigo.

con

acabaron lus tenientes

batalla,

influencia sobre los pobladores

y en un mo-

al refuerzo

efecto,

que tan brillantemente habían secundado sus planes desde

de la independencia.

mismo que

En

Matamoros, con don Leonardo y don Miguel Bravo, fusilados por orden del gobierno vireinal, y con Galeana,

mismo sentimiento de admiración á

la destrozaron, lo

¡Acatá-

compañero exclamó lleno de dolor:

ronse mis brazos: ya no soy nada!

combate, cargaron sobre una gruesa avanzada realista

mento

la

'.

decidas por el ejemplo que él daba siempre en la hora del

que defendía las boscosas márgenes del

en la puerta de

mutilado cuerpo de su general en un bosque cer-

dispuesto á acometer las

par intrepidez, Galeana marchó del Zanjón contra

Coyuca

se le

Poco después, dos soldados de Galeana enterra-

iglesia.

Resuelto este jefe á dar término á las correrías

llería.

sin

——

él

mismo el

al

mando

del

forzar el paso Inútiles fueron

y después Hevia resolvió

jefe,

frente de toda su división,

10 de mayo, echaba un puente

en la hacienda de Guadalupe y pasando sin dificultad río atacaba el las

el

punto del Peñón, situado entre una de

márgenes de aquél y un bosque impenetrable que se

extendía á la retaguardia.

Hevia escogió esta dirección

y cargó denodadamente contra las

la vanguardia, volvió á toda brida para detener la fuga

para emprender

de los suyos; hallóse frente á frente de dos compañías

trincheras defendidas por los independientes. Trabóse un

realistas

que

dejaron pasar, voló al lado opuesto del

lo

el asalto

Bustamante. — Cuadro histórico, tomo — Historia de Métrico, tomo IV, pág. 75.

III,

'

y en vano se esforzó por detener á los dispersos. Mirando perdida por completo la acción y que toda la caballería enemiga se movía en su seguimiento, procuró río

ponerse en salvo, pero dio con la cabeza dos fuertes golpes en los árboles que lo derribaron del caballo que

montaba; rodeáronle

los

dragones de Aviles sin que nin-

pág. 82

AlamAn.

Hl ilustre Bustamante da los siguientes detalles de! jefe independiente muerto en Coyuca: «Don Hermenegildo Galeana nació en el pueblo de Tecpan, se radicó en la hacienda de San José del Zanjón propicdod de su hermano don Juan, y la administró por varios años. A instancias de éste tomó parte en la revolución, y no fué necesario convencerlo, pues estaba muy mal dispuesto con la dominación espiifiola y orgullo de los naturales de aquella península por las persecucionís que en ,

,

guno de

á herirle, hasta que un soldado

ellos se atreviese

del escuadrón del Sur, llamado Joaquín

atravesándole

pecho.

el

León,

le

disparó

Herido de muerte y cubierto de

sangre, Galeana hacía desesperados esfuerzos por blandir la

espada que tantas veces

el

mismo que

cortó

la

brilló

vencedora.

Entonces,

había hecho fuego bajó del caballo y le

le

cabeza.

Puesta en

una pica, fué llevada á

Coyuca á guisa de trofeo y colocada en un árbol de ceiba que está en

la plaza del pueblo.

Acercáronse algunos del

pueblo á insultar aquel resto sangriento,

é indignado

Aviles por tan cobarde acción, los reprendió, diciendo:

— Esta cabeza

'

'

es de

un hombre honrado y valiente.

Véase porte de Aviles en

julio de 1814.

la

Gacsta correspondiente

ol 16

de

su infancia sufrió de don Toribio de la Torre y de don Francisco I'alacios. Fué casado seis meses, y cuando murió tenia cincuenta y dos años de edad. Nació con lus disposiciones mejores para la guerra, y que jamás habría mostrado si no hubiera ocurrido la revolución... Este hombre, en quien la valentía era una segunda naturaleza, que jamás alacó al enemigo á retaguardia, y que era terribilísimo en una acción de guerra, era, por el contrario, un cordero en los momentos de la paz y fuera de la acción. Jamíis hizo fusilar á ninguno, aunque tuviera orden de hacerlo. Calculaba mucho, principalmente en el calor de la batalla; entonces le ocurrían medidas imposibles ol parecer, pero certeras é indefectibles. Si hubiese esperado los auxilios del campo de Atijo, á vuellu de tres meses lanza del Sur al general Armijo, y reconquiela todo lo perdido. Tenia sobre los negros un ascendiente poderoso: llamábanle '/"ato Gildo,

irrevocablemente

repugnancia

ú

y Y lo que él decía se cumplía su nombre siempre acompañó como correlativo la ideo de un hombre de bien, y aun el mismo Calleja siempre lo tuvo en ese concepto. Amó ni señor Morelos hasta la idolatría, y lo respetó tanto que jamás le habló sin el mayor comedimiento. Cuando éfte supo su muerte se arrebató de dolor, dióse una palmada en la frente y dijo: /Acabáronse mi* brasos: ya no soy nada.'*



sin

:

MÉXICO i TBAVÉB DK LOS SIGLOS

431

mando en

recio combate, pero al cabo estos últimos abandonaron en

entonces dueño del

desorden sus posiciones con toda la artillería y los per-

pero muchos de los comandantes

guerra acopiados por

trechos de

Orizaba,

encuentro las señoras de la villa que

saliendo á su

«el siguiente día (17 de mayo),

Te-Dewn y

sioneros

en

triunfal

presentaron guirnaldas de flores á

el

incansable Rayón.

el

El jefe español hizo su entrada

misa de gracias

qué no

habían

lo

mientras se celebraba

mandó

,

le

y á sus oñciales:

él

fusilar á los pri-

misma,

en la acción

sido

bandera por

la

provincia de Veracruz,

que en

ella

alzaban

revolución no estaban dispuestos á suje-

tarse á su autoridad,

bien hallados con

había producido en ellos

La aspereza

Rayón.

la

rivalidad entre aquel jefe

la

del

desorden que

el

y

terreno en esa provincia, sus

espesísimos bosques y los ríos y barrancos que la cortan

en distintas direcciones facilitaban á los jefes de partidas la

defensa y

ataque contra un enemigo superior en

el

cadá-

número,

veres de doce de ellos al pié del cerro de Tlachichilco,

valiente

y entendido cual era

Hevia.

Pero todas estas ventajas naturales fueron de

dejando expuestos á la vista de los habitantes

los

Per-

sin permitir se les diese sepultura hasta la noche.

aunque

mandado

estuviese

un

por

sin disputa

capitán

don Francisco

saliendo

poco provecho á los sostenedores de la independencia,

formaban, y expedicionando en los contornos, á veces con la gente

desunidos por mezquinas competencias y chocando entre

disfrazada, para sorprender á los que con descuido se

hemos

maneció desde entonces Hevia en aquella reuniones que de nuevo

á atacar las

detenían

todos ei'an irremisiblemente fusilados

Apurada

se

pueblos y haciendas

en los

fué la

Eayón después de

situación

la derrota

villa,

que

inmediatas,

^"

que sufrió en Omealca, pues

sus desavenencias con Rosains le impedían unirse á este jefe que,

como hemos dicho ya, había vuelto á

Huatusco

en

y

los

fortificarse

Resolvió

inmediatos.

desfiladeros

separación de don Nicolás Bravo, á quien

la

marchar á Michoacán en

visto

1813 para concurrir á Esas

la

disensiones

los

últimos días

desgraciada campaña de frustraban

el

éxito

que

hubiera alcanzado seguramente la revolución en tierra tan propicia, darios de la

esos

y donde alentaron siempre ardientes partiemancipación ^ Pudo descollar entre todos

comandantes de partidas José Antonio Martínez,

dependiente de una hacienda situada cerca de Paso de

de

camino de Veracruz á Jalapa, y que era propiedad de don Francisco de Arrillaga, rico comer-

pocos emprendió la marcha hacia ese rumbo, y en

ciante español radicado en la primera de esas dos pobla-

abandonaron don Manuel y don Juan

ciones. Al frente de su guerrilla cortaba la comunicación

entonces trasladarse á Zacatlán, en la Sierra de Puebla,

donde

muy

de

desde

Valladolid.

general don Ignacio

del



le

llamaba Osorno con insistencia.

Tecamachalco

lo

Mier y Terán que se dirigieron á

la

Seguido

Mixteca. Llegó

al fin

á Zacatlán acompañado del abogado Bustamante y del presbítero Crespo,

y aunque bien recibido por Osorno,

su presencia infundió celos en varios de los jefes que

rodeaban

al

famoso guerrillero y que

le

habían iuclinado,

en febrero de aquel mismo año, á ordenar

el

fusilamiento

del coronel Beristain, distinguido oficial de artillería que

Ovejas, en

el

entre ellas, y no

que se

le

pagara

dejaba pasar cargamento alguno sin la contribución

que tenía impuesta; y

varios jefes realistas, entre ellos Ulloa y Fajardo, fueron

rechazados por

el valiente

José Antonio en las inmedia-

ciones del Puente del Rey.

Durante vincia, el

la

permanencia de Rayón en aquella pro-

guerrillero que

acabamos de nombrar había

más

había contribuido eficazmente á organizar la defensa en

sido uno de sus partidarios

aquella montuosa y áspera región.

Zacatlán no reconoció á Rosains como jefe de las armas

auxiliándole

independientes en Veracruz, y dio acogida al intendente

sus esfuerzos á establecer una maestranza,

Aguilar que había abandonado á ese último en Huatusco

del

mando superior

en esta tarea

el

dición de cañones; disciplinó

militar.

platero Alconedo que le

acompañaba desde Chilpancingo.

infantes

Pudo

una fun-

erigir

una sección de seiscientos

y entabló relaciones con algunos jefes insur-

gentes de la Huasteca,

quienes

le

reconocieron con

carácter de comandante general de las armas

el

'^.

Rosains, su inquieto y ambicioso competidor, quedó

,

su

mando '

en

ambas

Rayón ILgó

' En marzo de 1812 fué descubierta en X'eracruz una conspiración de varios jóvenes que se proponían hacerse dueños de la ciudad y de la fortaleza de Ulúa proclamando la independencia. Presos loa conspiradores y sometidos á un consejo de guerra, fueron sentenciados á muerte y ejecutados el 29 de julio de aquel mismo año. El Congreso del Estado dispuso en 6 de enero de 1827 que una inscripción colocada en la sala de sesiones del ayuntamiento de Veracruz perpetuase la memoria de esas víctimas de la patria. La inscripción dice así:

Cayetano Pérez



Historia de México, tomo IV, pág. 84, edición AlamAn. de 1851. Bustamante en sus Faxtos militares de Orisaha y Córdoba afirma según un diario llevado por un vecino de la primera de estas poblaciones, que el número de fusilados por orden de Hevia durante '

aquél á

Rayón

luego el ejercicio dirigió todos

Sin pretender desde

fieles; retirado

villas fué el de

doscientos cuarenta

y seis.

á Zacatbin el 13 de junio de 1814. El diario escrito

por su secretario dice con este motivo lo siguiente: «Junio 13. San Antonio de Padua. Acompañado del señor Osorno á las once de la mañana entró S. E. en Zacatlán, á cuya entrada montó á caballo para recibir los obsequios de la [loblación que con música repiques y un concurso numeroso, manifestó la singular alegría que le causó este feliz acontecimiento.»— Coiecctón de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo V, pág. 673.



,

José Evaristo Molina José Ignacio Murillo

Bahtolomé Flores José Nicasio Arizmendi

Y José Pbuhencio Silva PRIMERAS viciIMAS DE LA INÜEPENUENCIA MEXICANA SACRIFICADAS EN ESTA PLAZA EN LA TARDE DEL DÍA i9 DE JULIO DEL ANO DE 1812 LA HEROICA CIUDAD DE VERACRUZ TRIBUTA ESTE HOMENAJE DE RESPETO Y DE GRATITUD A LA MEMORIA DE ESOS ILUSTRES MÁRTIRES DE LA PATRIA

UtXICO

432 cuando fué atacado por Heyia. de destruir

al esforzado

Rosains hall6

José Antonio Martínez

TBAVÉS DE LOS SiaLOB

i.

medio

el ,

y aunque

en la Relación histórica que escribió aquel funesto personaje se describe la muerte del guerrillero

tado

un

de

encuentro inevitable y provocado

actitud hostil de éste

una negra y

de

Rosains

como resul-

traición

vil

por la

todo hace creer que fué víctima

,

tramada por

mismo

el

objeto concurrir á una cita á que había

por Rayón,

sido invitado el

2

quien

Este suceso, ocurrido á la sumisión

fines

de mayo (1814), allanó

de los demás comandantes de partidas á la

autoridad de Rosains

quien nombró jefe superior de la

,

don Juan Pablo Anaya, segundo de éste

á

al

coronel don

de

las

armas en

Guadalupe Victoria, y la costa

confió

mando

el

de Barlovento á don Mariano

Rincón. la dirección

de la cam-

Al mismo

de julio para efectuar la entrevista.

tiempo ocurría un incidente que aunque no influyó en la marciía de

revolución dio motivo entonces á varios

la

documentos que exageraron

El

poca importancia.

su

padre franciscano don José Antonio Pedroza escribió á

dole

haber desembarcado

costa un general

en

anterior

día

el

junio, participán-

aquella

Humbert, quien decía ser enviado

del

cuyos papeles asegu-

gobierno de los Estados Unidos,

raba Pedroza haber visto, y que venía con el objeto de tratar sobre los medios de favorecer á la independencia de México, debiendo seguirle próximamente cuatro barcaciones de guerra

Por ausencia de Anaya. tomó

punto y

indicó aquel

Rayón desde Nautla, con fecha 21 de

'.

provincia

Era su

bla.

noticia

que

le

Rayón

'.

comunicó

dio

em-

entero crédito á la

padre franciscano y se apre-

el

paña don Guadalupe Victoria, y «éste, dice Alamán,

suró á transmitirla

pronto se hizo amigo de los jarochos

Estando como

Tiripitío,

campo raso

publicó en Zacatlán una proclama en la que anunciaba

2.

siempre á caballo, durmiendo en

ellos

el

ó

de

Congreso, reunido á

al

de Michoacán

la provincia

;

sazón en

la

y lleno de jiibilo

en alguna mala choza de cañas, sin más provisiones que

tan importante suceso:

alguna carne seca atada á las ancas del caballo, Victoria

Norte, decía, altamente convencidos de

tenía todas las cualidades necesarias para la vida errante

nuestra

de los insurgentes de aquella provincia, y sus primeros

esfuerzos y constancia con que cuatro años há la hemos

sucesos en el

mando de que acababa de encargarse

mucha reputación."

dieron

El 22 de junio, en

Manantiales

Victoria derrotaba en los

al

columna de granaderos don Manuel Menéndez salido

quedó muerto en

el

combate, y

la

que había

de Jalapa escoltando un valioso convoy:

realista

efecto,

mayor de ,

le

el jefe

los restos

de su

inapreciables de la libertad

tado continente 2." También ilusiones, pues

seguir,

determinaron

á

los

los

los bienes la

Europa

el

los

fe

con extraña credu-

y mandó solemnizar con rego-

públicos la llegada del

según

Congreso acarició iguales

enviado,

debían

á quien

informes de Pedroza, varios buques

con armas, municiones y tropas de desembarco.

sobre los convoyes que se dirigían á Veracruz ó salían interior,

no quieren paz con

según Alamán, dio

lidad á cuanto se le decía

seguidos tenazmente por los guerrilleros.

al

de

hasta afianzar la independencia absoluta de nuestro dila-

cijos

de esta plaza rumbo

,

de

la justicia

desentenderse

podido

mantenido vigorosos, y como palpan cada día

tropa con parte del cargamento llegaron á Veracruz per-

Este y otros sucesivos triunfos que alcanzó Victoria

han

no

lucha,

«Nuestros generosos vecinos del

Rosains supo á tiempo la llegada del llamado bert,

Hum-

y adelantándose á Rayón, que había enviado

al

comerciantes á pagar por las mercaderías y géneros que

encuentro de ese extranjero

enviasen la pensión que estableció Rosains en un

chó á toda prisa á don Juan Pablo Anaya, quien llegó

oficio

Poca duración tuvo este convenio,

dirigido al Consulado.

pues aparte de que algunos cargamentos, expedidos con esa condición, fueron respetados por los independientes

al

intendente Pérez, despa-

antes á Nautla y se puso en marcha para San Andrés

acompañado

del aventurero.

í^ntretanto,

el

coronel realista Hevia, noticioso de la

de Veracruz pero no por los que en la Mesa central se

aparición de Rosains en San Andrés, marchó de Orizaba

consideraban desligados de los compromisos y tratos de

con sus fuerzas y ocupó aquel punto, que abandonaron á

apenas tuvo conocimiento de este con-

toda prisa los independientes retirándose á San Hipólito,

renovó en su bando de 8 de julio las órdenes que

distante siete leguas. Hevia destacó en su seguimiento al

Rosains, cierto,

el virey,

ya había dado contra ese decomisasen

los efectos

tráfico,

que no fueran en convoy, y ame-

nazando con severos castigos á Dispuestas

las

cosas

por

los infractores

Rosains

dicho, se trasladó en los postreros

Andrés Chalchicomula

,

disponiendo que se

días

^.

como dejamos de junio á San

dentro de la intendencia de Pue-

Asi lo dice terminantemente el general don Manuel de Mier y Terón en su Segunda manifestación. * Nombre que se da en Veracruz ú los habitantes de las cerca-

mayor Santa Marina

,

quien

al

amanecer del día

sorprendió las avanzadas, entró en

lugar,

el

2 de julio

desbarató

á las tropas de Rosains y estuvo á punto de aprehender á éste, que se salvó á uña de caballo, dejando en poder

de los realistas su tienda de campaña y sus equipajes

Tomó también Santa Marina carabinas

y

ciento cincuenta

cuarenta y nueve

prisioneros,

fusiles

á

^.

y

quienes

'

nías de la co^ta.

Orden del virey Calleja al gobernador de Veracruz, fechada de abril de 1814, y bando del mismo de 8 de julio de aquel año. Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo V, págs. 325 y 565. •

el 4

' Véase este documento en la Colección de I. E. Hernéndez Dávalos, tomo V, pñg. 547. « Colección de dccumentoa de J. E. Hernández Dávalos, t. V,

póg. 570. ' Parte de Hevia publicado en la Gaceta del 7 de julio de 1814. Véase también Relación histórica de Rosains pég. 8. ,

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

433

Eosains, en su apresurada fuga, dejó encerrados en una

asociación de filibusteros doscientas patentes

cochera y que habían sido cogidos de leva por fuerza el día anterior en San Andrés. Conducidos á esta población,

greso sin que esta corporación las llegase á emplear en

donde se hallaba Hevia

ningún caso ^

éste dio la bárbara orden de que

,

No

fuesen fusilados aquellos infelices.

gos del cura y de los principales vecinos

Juan Neporauceno, y á

orillas

dio sepultura á los cadáveres

y todos

,

ellos

de una zanja en la que se

reconocido

don José Manuel

brigadier

el

acompañaba á ese

Cerro Colorado, y habiéndolo

el

jefe superior,

Correa

que

dedicó á fortificarlo,

se

en cuya empresa trabajaron ambos con infatigable constancia.

«A

los

nueve días de hecho

de esta posición, dice tórico

el

el

descubrimiento

mismo Rosains en

el relato his-

Setenta y tres armas servibles, un

cañoncito de á dos y unas cercas de

piedra hechas por

nuestras manos, y un cajón de pertrecho, era todo

el

aparato bélico con que estaban resueltos á batirse con la

mejor división de los tiranos unos cuantos hombres

mal pagados, viviendo á

agua que

la

que

los

cielo

el

Hevia dando vueltas

cuatro vientos, y sin

combinar

Él sabía

atreverse á subir.

sin

más

Catorce días estuvo

llovía.

bien la poca fuerza con que yo contaba;

ban

pero no podía

los hechos con las noticias: todos los días baja-

las guerrillas á hostilizarlo

;

la

música daba á enten-

der nuestro denuedo, y los indios operarios abultaban á los ojos del

enemigo

el

número de

los defensores 2.»

Hevia no se atrevió á atacar

posición de

la fuerte

zaba y Córdoba. francés

Entretanto,

que

había

numerosos en esa época por

el

y

entre

mar de

los

las

piratas,

Antillas,

que ninguna misión había recibido del gobierno de

y

los

Estados Unidos de América, llegaba á Quimixtlán acom-

pañado de Anaya pero ,

aparte de las

que ya

le

envió

y dispersada.

deseos de vengarse 2

el

rumbo de Tecamachalco,

en su contra una fuerza de caballería que fué

batida

bre

los.

el

excesos y desmanes que cometía

Arroyo por

guerrillero

el

Con

separaban tan hondamente de Rayón.

que se

le

,

Entonces

hizo fusilar

ardiendo

Rosains,

en

en Tehuacán á un hom-

denunció como guardián de unos caballos

de Arroyo, y luego se apoderó de éstos infiriendo así

imborrable ofensa á ese terrible jefe de partida.

La

derrota sufrida por Rosains en San Hipólito dio

motivo á Rayón para atacarlo violentamente por medio Pérez, quien mandó

rotulones

en

San Andrés llamándole ladrón é intruso, y ordenó á

los

intendente

del

fijar

rumbo de

la

Mixteca,

adonde era probable que se refugiase, que

lo

aprehen-

dieran y cargado de grillos como á los oficiales que

^.

jefes de partidas

que cubrían

Rosains publicando fiesto

con

el

el

título

el

lo

enviasen á Zacatlán,

le

acompañasen

así

Vengóse

17 de julio en Tehuacán un mani-

de Justa repulsa, en

el

que con

el

estilo injurioso

y depresivo que usaba, pintó á Rayón con

más negros

colores, acusándolo de haber asesinado á

los

Iriarte en el Saltillo

y á Ortiz en Zitácuaro, de haber la

gloria de la defensa

de esta última plaza, y de que se arrogó de la Junta, habiendo resistido luego

la al

presidencia propósito de

general Humbert, aven-

figurado el

Con-

pronto se vio envuelto en nuevas complicaciones

,

rencillas con otros jefes independientes,

usurpado á don Benedicto López

Cerro Colorado y regresó á sus acantonamientos de Ori-

turero

Hevia

que escribió algún tiempo después, se presentó

Hevia en Tehuacán.

al

Libre Rosains del amago del valiente y sanguinario

intento de reprimir

'.

Derrotado y fugitivo, Rosains se retiró á Tehuacán, en cuyas cercanías está

que envió á Rosains, quien las entregó á su vez

valieron los rue-

fueron pasados por las armas cerca de la iglesia de San

de corso

al saber el descalabro

de Rosains

en San Hipólito volvióse prontamente á Nautla con pre-

• Tal fin tuvo la decantada misión del general Humbert. Bustamanle dice con este motivo lo siguiente: «En nada menos que en socorrernos pensaba el gobierno norte-americano. Sabía nuestras matanzas é infortunios, sabia que carecíamos de buques y localidades marítimas para implorar su socorro, sabía, en fin, el modo bárbaro con que nos trataban los españoles y á nada se movía, conducta que sólo podrá disculparse (en aquella época, y no en otra) con que estaban invadidos por dos expediciones inglesas, de las cuales la

una tomó y redujo á pavesas el capitolio de Washington y la otra fué desbaratada en enero de 1815 por el general Jackson.» En cu'into á la misión de don Juan Pablo Anaya, el Congreso le expidió más tarde el nombramiento de ministro plenipotenciario y le dio varias instrucciones; pero uno y otras llegaron ú manos de Rosains para transmitirlos ú su destino, y este jefe independiente no les dio curso, porque, según él mismo dice, calificó de extemporáneo ,

texto de librar á su goleta de los peligros que la amena-

zaban en aquellas costas.

Anaya, á quien Rosains relaciones

con

gobierno

el

Allí

se

embarcó junto con misión de entrar en

confió la

de los

Estados Unidos, y se puso

ambos llegaron á Nueva Orleans donde Anaya de acuerdo con Alvarez de

Toledo para preparar una

expedición á México en auxilio de los independientes

que no llegó á efectuarse por haberlo impedido dente Madisson.

Anaya también

el

,

la

presi-

hizo expedir por una



' BusTAMANTE. Cuadro /i(.«íórtco, tomo III, pág. 53. Alamún sigue en epte punto la relución de líustamante. ' Relación histórica de Hopoinp, pág. 9. En el Cerro Colorado, en la época ó que nos referimos, se hallaban los vestigios de una fortaleza antiquísima; accesible por una sola entrada, su defensa contra fuerzas superiores es muy fácil, aunque por esla circunstancia no puede sor socorrido en un riguroso sitio, una vez dominado el único camino por el que puede recibir auxilios, ^'éuse acerca de esto el Segundo manifiesto de don Manuel de Mier y Terán. T. III.— 55.



nombramiento y de absurdas

las instrucciones. Anaya quedó privado, y durante su permanencia en Nueva Orleans contribuyó ú la defensa de aquella ciudad atacada por los jngleses, lo que le valió la benevolencia del general Jackson, que le ofreció auxilios, y con esto hizo esperar á Hosains que volvería trayéndole armas, lo que no llegó ú tener efecto. (Relación histórica de Rosains, pág. 12). ' Rosains ordenó que el cadáver de este infeliz fuese arrastrado por una muía en las calles de la ciudad. En su Relución histórica dice aquél para disculparse que el sentenciado era soldado de Arroyo y que fué el primero que hizo fuego sobre la tropa que envió contra este guerrillero, y que mandó arrastrar su cadáver porque estas eecterioiidüdes se hadan necesarias para medio contener d aque-

el

como agente

llos

hombres

bestiales.

Quéjase Rosains en su Relación histórica de que el intendente Pérez ordenó al guerrillero Arroyo que le diese muerte donde quiera que lo hallase. El carácter atrabiliario de Rosains hace dudar de casi todas sus afirmaciones. '

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

434 Rayón, á su vez,

reunir el Congreso.

cuerpo, en 6 de agosto de 1814, una vindicación

que refutaba uno á uno

que

los cargos

le

El coronel don Melchor Alvarez

á este

dirigió

i

en

la

hacía su émulo,

gruesa división y numerosa Silacayoapám

efecto, ante

usando también de un tono destemplado é inculpándole

pando un cerro paralelo á

de muchos desmanes, en su mayor parte fundados.

independientes

Resolvió

Congreso dar

el

á estas escandalosas

fin

y al efecto comisionó á los diputados don Carlos M. de Bustamante y don Manuel de Crespo para

diferencias,

que oyesen en juicio á Rayón y á Rosains, designando

al

brigadier don Francisco Arroyave para que se encargase

mando que arabos

interinamente del

se disputaban.

Cita-

ron los comisionados á Rosains para que compareciese

en Zacatlán

pero como

,

se hallaba

alli

fuerza respetable, rehusó acudir se efectuase en

juicio

orden del Congreso que

Rayón con una que

pretendiendo

el

Tampoco obedeció la intimaba entregar el mando á

Tehuacán. le

Arroyave, «el cual, dice Alamán, hubo de persuadirse que en

el

caso en que se hallaba,

greso nada valían

Todas estas providencias en vez de

mal no hicieron más que aumentarlo, pues

el

aunque Rosains pretende que cuencia de

órdenes del Con-

no habiéndole dado fuerzas con que

,

hacerlas ejecutar.

remediar

las

que

lo

mismo

él

gar, previniendo á

Congreso, en conse-

el

informó, las

le

mandó dero-

Rayón y á Bustamante que fuesen á

con al

mando

en desorden á su campamento.

Envalentonados

pendientes con esta ventaja hicieron

conducidos por don Manuel de Mier y artillería que cus-

todiadas por parte del regimiento de Lovera se hallaban

avanzadas para contener una sorpresa; y llevadas en triunfo á sus atrincheramientos,

con ellas rompieron

concedido por

le fué

distinción

que

el

,

el

Congreso junto con un escudo de

y amedrentó tanto

30 levantó

el sitio,

al

coronel realista Alvarez

y retrocediendo con

ción situó parte de sus tropas en

Teposcolula y mandó

para proteger

paso de los convoyes entre Izúcar y

el

Oaxaca ^

En

anterior

capítulo

el

dejamos

Congreso

al

discutir

,

lo

,

miembros á mudar de residencia después de permanecer

se esforzaba en afirmar

Rosains,

y extender su poder,

tres

meses en aquel punto. Trasladáronse sucesivamente

á las haciendas de Santa í]figenia y de Futuro, luego á

y por último á Apatzingán, donde pudieron dar A reserva de examinar esta

Tiripitío,

que

término á la Constitución.

proporcionaba recursos para pagar su gente.»

Mientras que las disensiones de Rayón y Rosains

enervaban

la

acción revolucionaria en el Oriente, y

el

carácter violento del segundo se concitaba inextinguibles odios,

don

Ramón de Sesma en

Mixteca, cumpliendo

la

órdenes que había recibido

las

'-,

que

de un momento á otro debían

Oaxaca á contrastarlo. en

las cercanías

de Silacayoapám

obedecía á Rayón. división que

Antes que

él,

el

Suscitóse entre

salir

de

habíase fortificado

coronel Herrera, que

ambos

jefes la

misma

separaba á sus superiores respectivos, y Herrera con el propósito de

Sesma hizo prender á enviarlo á Rosains.

Llegó á

la

obra política en

sazón á Silacayoapám

el

el

lugar que cronológicamente

ponda, debemos seguir

la

le

corres-

marcha de aquellos esforzados

patriotas que en medio de la derrota y del infortunio no

vacilaban en sostener la causa de la independencia.

Aparte

levantaba tropas y

allegaba elementos de resistencia para hacer frente á los realistas

mucho

dejaron quieto

Congreso, sus enemigos

del

estableciendo contribuciones sobre las fincas rústicas, lo le

lo

de

los

frecuentes

riesgos

que estaban

á

expuestos, viéronse afligidos por duras privaciones. Rara

vez recibían algún prorrateo en reales, que nunca excedía de cinco ó seis pesos:

dividían

escolta la tosca ración de arroz

con los soldados de

y carne

,

común, y se alojaban en las miserables chozas que hallaban á su paso. Algunas veces sin sal; hacían vida

celebraron sus sesiones

durmieron á campo raso,

y no pocas atormentados por el hambre y

bajo

los

árboles,

'^.

por

baba de separarse de Rayón en Tecamachalco, como en

Bustamante. — Cuadro histórico, lomo III, pÚRP. 2íi0 Primera niani/cstación de Teriin, pég. 8. Alamún sigue fin

la

sed

'

su lugar se ha dicho, y no sólo evitó este atropello sino

que logró reconciliar á Sesma y Herrera, uniéndose á

el

para prepararse vigorosamente á la defensa contra

enemigo común.

Véase e?te documento en DávoloB, tomo V, pég. 588. ' Véase capitulo anterior. '

la

Colección de

J. E.

Hernández

la

algunas veces

teniente coronel don Manuel de Mier y Terán, que aca-

ellos

en

tarea de

que prueba que estas órdenes no

fueron conocidas así como no fueron acatadas.

no obstante

No

una constitución.

la

tiempo los realistas Negrete y Andrade, obligando á sus

volviese á la inmediación

niegan que así fuese

ó se

precipita-

punto, así como á Tlaxiaco y Yanhuitlán,

fortificar este

emplease en

útil,

al

amanecer del día 29 un fuego nutrido y mortífero. Esta brillante acción valió á Terán el ascenso á coronel que

y que Arroyave quedase bajo sus órdejuzgara

la

Terán se apoderaron de dos piezas de

nes para que

lo

los inde-

una salida en

Uiuapam donde creyó poder entregarse á

que

mayor

del

hubo de replegarse

ciese á Rosains

lo

cañones.

sus

Saboya don Francisco Travesí, pero

fué rechazada con grandes pérdidas y

ocupar sus asientos en aquel cuerpo, á Pérez que obede-

lo

en

las alturas fortificadas por los

Formó luego una columna de ataque

noche siguiente:

presentó,

se

artillería

una

27 de julio (1814), y ocu-

el

comenzó á batirlos

del regimiento de

frente de

al

y 291. y

discre-

pancia á los dos autores citados.

— Cuadro

histórico, lomo III, págs. 148 y 149, llegar los vocales á un luírar por miserable que fuese, comenzaban á trabajar. En In hacienda de lu Zanja, jurisdicción de Urecho, al pasar para Apatzingán se tuvieron las sesiones

Bustamante.

*

«En

el

momento de

bajo de unos naranjos que hay allí, pues no habla un edificio grande donde cupiesen lodos al abrisxo de la intemperie: varias veces durmieron al raso enteramente, como en el llano de Atunes, pasado el río del Marqués.»

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS Morelos había permanecido algún tiempo en Zaca-

mandó

lugar ingrato para su fama, pues

tilla,

que

los prisioneros

se

allí

degollar á

luego al

retiróse

liallaban;

Atijo y resolvió fortificar un alto cerro que ahí

campo de

se encuentra, en tanto que organizaba su escasa tropa,

y

con algunos voluntarios que se

la acrecía

Cuando hubo reunido trescientos hombres marchó

ron.

con ellos á incorporarse

en

la

al

Congreso, efectuando su unión

hacienda de Santa Efigenia donde se

grandes demostraciones de respeto. de

presenta-

le

con

le recibió

El general don José

Cruz había hecho circular desde Guadalajara

la

rumor de que

el

el

43c

mi patria. Es notorio que saliendo de la costa varié tres veces mi marcha en busca del Congreso para Huayaméo, Huetamo y Canario, á tratar sobre la salvación del Estado con el acuerdo conveniente, suspendiendo mi marcha hasta que las enfermedades contraidas en servicio de la patria, me obligaron k la privación de ver á V. M. Digan cuanto quieran los malvados; muevan todos los resortes de la malignidad; yo jamás variaré del sistema que justamente he jurado, ni entraré en una discordia de que tantas veces he huido. Las obras acreditarán estas verdades, y no tardará mucho en descubrirse á los impostores, pues nada hay escondido que no se halle, ni oculto que no se sepa, con lo que el pueblo quedará plenamente satisfecho.»

Congreso y Morelos se hallaban dividi-

dos por un odio mutuo y profundo, y con

también en aquellos

Calleja, por su parte, publicó

intento de

el

un manifiesto á

de Nueva España

habitantes

los

desbaratar las tramas del déspota de Guadalajara publicó

días

aquella corporación en Tiripitío

jactándose de haber orillado á su término la revolución

En

mexicano.

un manifiesto

ese documento, fechado

decían los diputados:

pueblo

al

15 de junio,

el

Los tiranos están criminal-

«

que cuatro años antes se alzaba con tanta pujanza. Enu-

meraba todas sus providencias, dictadas desde

época

la

haciendo horribles pinturas de nuestra situación actual.

en que subió al vireinato, y atribuía á su eficacia y acierto el resultado que habían obtenido las armas rea-

Supónenla anárquica y rodeada de inconvenientes insu-

listas,

perables para la apertura de las negociaciones y arreglo

elogios

empeñados en frustrar

mente

de

efectos

rivalidades

que

ánimos,

nuestros

dividen

paz,

la

Dicen que

de las transacciones diplomáticas.

definitivo

pueriles

los

la

á cuyos

y soldados tributaba calurosos

oficiales

pero al terminar, excitaba á sus gobernados á

;

en la tarea de pacificar

auxiliarle

amenazas á

terribles

«No

independencia.

la

y que

pudiendo no han querido

las

primeras autoridades, chocadas entre opuestas

partido

naufragante

bajel

al

sí,

de

dan

nuestro

Sepan para siempre esos detractores que no

«

hay divisiones entre nosotros, sino que, procediendo todos

y

reciban

sobre

ejércitos,

y

políticas,

perfeccionar

consolidar

nuestras

situación

la

instituciones

que

en

la

patria,

por

esta

solos

ellos

causa

caei'á

la justa

Desmentían, Calleja

sin

embargo,

numerosas guerrillas

reposo á las guarniciones que

que el

tenía en todas las

que hostilizaban incesantemente á

la

consecución de tan importantes fines,

Constitución interina, jos en estado de ser

el

la

proyecto de nuestra

se da prisa para poner sus traba-

examinados

,

y en breves días veréis

¡oh pueblos de América! la carta sagrada de libertad

que

el

Congreso pondrá en vuestras manos, como un

monumento que convencerá

precioso

al

orbe de la digni-

dad del objeto á que se dirigen nuestros pasos

A triunfo

estas afirmaciones

de

concordia y de

fe

en

el

de la independencia quiso Morelos unir su voz

para que fuese más completo producir

el

el

efecto

que se propuso

Congreso.

«Señor, decía á esta corporación en la misma fecha (15 de junio), nada teng-o que añadir á la manifestación que V. M. ha dado al pueblo en cuanto á la anarquía

mal supuesta; lo primero, porque V. M. lo ha dicho todo; y lo segundo, porque cuando el señor habla, el siervo debe callar. A?í me lo enseñaron mis padres y maestros. Sólo á V. M. debería satisfacer de mi buena disposición, especialmente con respecto al servicio de


s

436

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS

pérdida de su esposa que falleció en aquellos días, bajaba

nando se obligaba á pagar anualmente á

de la cumbre del Cóporo, sorprendía sucesivamente á

padres un millón y medio de pesos. El mismo negociador

los

enemigos en Barranca y Sabanilla, los derrotaba en Huehuetoca por medio de sus tenientes Atilano y Epitacio Sánchez,

y cargado de armamento y de pertrechos

regresaba á sus posiciones de Cóporo en los últimos días dedicándose con empeño á fortificarlas, pues

de junio,

presumía fundadamente que

el

gobierno vireinal no tar-

daría en disponer una expedición en su daño.

Graves sucesos habían ocurrido entretanto en España, y como quiera que en esa época se hacían sentir intensamente en México los resultados de todo cambio

duque de San Carlos partió para Madrid con de presentar á

Regencia

la

Fernando ordenó á su enviado

ajustarse, i»ero el falso

que

en aquel alto cuerpo y en las Cortes dominaba

si

espíritu

jacoMno nada

que se ratificara

el

según conviniese

•.

de su voluntad de

dijese acerca

para que una vez libre y dueño de la corona, pudiese continuar ó no la guerra,

Las Cortes y la Regencia acababan de trasladarse á Madrid (enero de 1814), cuando llegó el duque de San Carlos.

Mal recibido este magnate por

olvidaba

el

sea con la posible brevedad.

fué admitido por la Regencia con

anglo-españoles contra

meses de 1813

y

^,

por la misma época en ron á introducir

el

los el

orillas del

allí

centro de Alemania, le inclina-

enemigos,

entre sus

le

al

soldados que

los

hacían gran falta á las los

Norte y Centro de Europa.

Envió en consecuencia á Valencey,

donde

se

hallaba

conde Laforest, provisto de una

circunstancias el

de su imperio y política

le

pronto término de las cosas de Espa-

ña, que Inglaterra pretendía fomentar en aquella nación la anarquía

y

ideas

las

i'evolucionaiias

que deseaba

,

y por último, que

contrastar esa perniciosa influencia,

enviaba al conde Laforest para tratar de asuntos, pudiendo dar asenso á todo le dijese

estos

altos

que este último

lo

ni se le prestaría

el

El rey de España en

los principios

de esta negocia-

artículo

173 de

dieron en 28 del

Fernando después

á

Y para

le

enterase de todo

lo

que anunciaba

la

carta imperial.

Pero esta entereza flaqueó tristemente algunos días después, y

el

11

de diciembre de 1813

el

la

Regencia de todo

lo

del el

emperador de

de

San

la

la

negociación

el

caso de presentarse libre

el

frontera española debía seguir hasta la capital

el itinerario

que

fijase

Regencia,

la

sin

ejercer

acto de autoridad mientras no hubiese jurado

ningún

ante las

Cortes la observancia y cumplimiento de la Constitución.

aún

satisfechas

las

manifiesto á la nación española,

el

acordaron

Cortes,

de

un

dirigir

encomendando este trala

Rosa,

«quien con su

historiador Lafuente,

acertó

á

intrepretar, en elevados conceptos y correctas frases, los

sentimientos de que los representantes del pueblo español estaban poseídos.»

No

obstante

mayoría de

las

esta entereza de

la

Regencia y de

Cortes por mantener incólumes

la

la Consti-

quistadas y en medio de inmensos peligros nacidas, en

sas del territorio español al

al

duque

del

principales estipulaciones con-

de Fernando como rey de

las Indias, en la salida de las tropas ingle-

los franceses, en

Madrid

tución y las libertades, á precio de tantos esfuerzos con-

sistían en el reconocimiento

España y de

general Palafox, poco

el

firmaron un tratado en

los franceses,

mismo Valencey, cuyas

con

acaecido, resolvieron por decreto

de 2 de febrero que en rey en

duque de San

Carlos, en su representación, y el conde Laforest en la

igual respuesta

de Fernando, las Cortes, instruidas por

elegante pluma, dice

Regencia, que gobernaba á la península en su nombre,

E

mientras en Valencey se continuaba

la libertad

que nada podía concluir sin que

la

rey

Carlos.

ción manifestó alguna dignidad, pues contestó á Napoleón

de

al

seno del

el

mismo mes de enero á otra carta que llegada

la

de enero de 1811

juramento que se exigía en

el

les había dirigido

de

1.°

Constitución.

la

bajo al diputado Martínez

una comisión

rey con dignidad, diciéndole

obediencia hasta que en

Congreso nacional hiciese

No

en su nombre.

al

decreto de las Cortes de

el

carta credencial en la que manifestaba al príncipe espa-

hacían desear

asunto

del

había declarado que no se reconocería por libre

Rhin, donde ya se agolpaban triunfantes

ñol que las

'^

que

ejércitos de las potencias del

al

circunspección;

desastres que Napoleón sufrió

y que

recluso Fernando Vil,

fría

enterados los miembros que la formaban

invasor francés en los postreros

mismo tiempo que á sacar de España aún conservaba

pueblo, que no

el

papel que había hecho en Bayona años atrás,

que llevaba, contestaron

discordia

la

ejércitos

el

tratado,

sideramos dispensados de la tarea de referirlos, aunque

los

misión

la

tratado que acababa de

el

ó novedad que en la metrópoli se efectuaba, no nos con-

Las notables ventajas alcanzadas por

reyes sus

los

mismo tiempo que

lo hiciesen

que los españoles que hubiesen servido

rey José Napoleón serían reintegrados en sus empleos,

prerrogativas y propiedades; y finalmente, en que Fer-

el

seno del Congreso se fraguaba por muchos diputados

una sorda conspiración para destruir una y otras, y que así obraban se correspondían activamente con

el

los

rey

Fernando y sus consejeros en Valencey, foijadores también de planes que tendían luto.

á restablecer

Distinguíanse entre los conjurados

el el

poder absoconde de

La

Bisbal, que había ejercido las altas funciones de regente afirma Salpado en su porte haber vencido; que es de creer que PÓlo faeron trescientos, y que es de creer también que los independientes fueron más de quinientos. (Véase esta curiosa nota de Alamán en su Historia de México, tomo IV, pág 115). ' Capítulo JX.



Historia general de España, Don Modesto Lafueme. tomo V, pág. 244, edición de Barcelonii, 1880. > El cardenal de Borbón, don Pedro de Agar y don Gabriel '

Ciscar.

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

y que á

mandaba

la sazón

cuarto cuerpo de ejército;

el

don Bernardo Mozo Rosales, don Antonio Gómez Calderón y, excusado sería

decirlo,

diputado americano y

el

canónigo de Puebla don Antonio Joaquín Pérez, puesto como nunca á

No

mercedes del rey absoluto.

las

combatir á las claras

el

con

duque de San Carlos

el

medio de esta amenazadora situación se declaró cerrado primer período de sesiones de aquellas Cortes (19 de

el

Mas en atención á

febrero).

cunstancias abrióse

se atrevían aún á

sistema constitucional, pero se

frecuentemente

abocaron

dis-

para mendigar después

la traición

437

el

de

y

que

Mientras

Congreso español

el

en

misma

los

la

Empero uno de

conjurados,

antecedentes

sin

manera de heraldo de esos tenebro-

fué á

,

diputado por

el

hombre oscuro y

don Juan López Reina,

Sevilla

de los que aún no daban

sos planes, y disipó las dudas

entero crédito á la existencia de un partido liberticida.

En

de febrero y con motivo del decreto

la sesión del 3

de

suelo

el

aliados,

proseguía

sus

visto ya,

,

misma Francia por

la

que se negó

lo

de

ejércitos

Regencia como hemos

la

resolvió dejar en libertad

Fernando y

los

esperar la ratificación del tratado de

sin

Valencey, á

estos

pendientes

y reformista que había animado á las Napoleón rudamente estrechado

el espíritu liberal

con las juntas secretas erigidas por los miembros del

y

había

cir-

en Madrid haciendo prevalecer en sus decisiones

tareas

Constituyentes de Cádiz

capital de la monarquía.

que

asuntos

los

las

segundo período en 25 del mismo mes.

mientras permaneció en Madrid, y mantenían relaciones

partido servil en Sevilla, Córdoba, Valencia

gravedad de

la

infantes,

los

y

sin

condiciones á

que

pasaportes para

los

pudiesen volver á España fueron recibidos en Valencey el 7

de marzo (1814), causando gran júbilo en aquella

pequeña corte, que inmediatamente dispuso realizar

el

ansiado

el

Quiso

regreso.

que

rey

el

precediese

le

que acababa de aprobarse relativo á no reconocer los

general don José de Zayas, el cual, partiendo veloz-

actos del rey antes de que jurase la Constitución, aquel

mente, llegó á Madrid

representante

levantó

se

«Cuando nació

diciendo:

el

señor don Fernando VII nació con un derecho á la abso,

luta soberanía de la nación española

corona, quedó

la

en propiedad del ejercicio absoluto de rey y señor

Y

como

moreo en

»Un

Congreso:

el

"

palabras se levantara atronador cla-

al oir tales

exclamó, puede exponer Cortes, y estimarlo

ó

representante de la nación,

que juzgue conveniente á las

lo

desestimarlo

y esforzando

n

la

voz para dominar las enojadas interrupciones que provo-

«Luego que

caba, concluyó diciendo:

don Fernando VII á

la

restituido el señor

nación española vuelva á ocupar

indispensable es que siga ejerciendo la sobera-

el trono,

momento que

nía absoluta desde el

^n

pise la raya

en que

que se escribieran

pidió

se

palabras pronunciadas por

comisión

para

especial

representante fuese

Pero

aparte

servil,

de

ocurrían

examen y que

expulsado

varios

á una

solemne

hechos

que

osado

el

de

salón

del

declaración

esta

últimas

las

Reina, que pasaran

su

sesiones.

bando

del

cuan

indicaban

extensas eran las tramas

que urdían sin descanso

enemigos de

Algunos días después inten-

libertad.

la

los

taban en las Cortes, aunque infructuosamente, cambiar el

personal de

comandante

la

de

Regencia;

armas

las

y

en

el

general VíUacampa,

Madrid,

Asamblea una representación en

á

dirigía

que

la

la

manifestaba

habían movido á ordenar varios arres-

las causas

que

tos, pues

tuvo conocimiento de que algunos individuos

le

andaban en tratos y manejos con

los

guarnición,

víveres

ofreciéndoles

dinero y

soldados

en

de



cambio

de su adhesión á un movimiento armado que tendría por objeto '

la

destrucción

del

Don Modesto Latuente.

tomo V, pág.

247, edición

le

ciando su próxima llegada

^

«Leída esta carta en

régimen

— Historia

de Barcelona, 1880.

constitucional. cjeneral

historiador Lafuente,

En

de E.^paña,

dirigía

el

comunicase

vincias

monarca anun-

tal

entusiasmo,

de la península, y en

posible á las de Ultramar, plares de ella al pueblo

el

que se

inmediatamente,

Regencia por extraordinario á

la

la

las Cortes, dice el distinguido

produjo

acordó por unanimidad se imprimiese la

las

pro-

más breve término

expendiesen gratis ejem-

se

de Madrid, y que en celebridad

de su contenido se mandara disponer regocijos públicos, al

menos de luminarias por

solemne

Te-Denm

quía,

se

y

Cortes para

Las Cortes aprobaron acto continuo una proposición

Regencia una carta que

cuando por abdica-

;

IV obtuvo

ción del señor don Carlos

23 de marzo, y entregó á

el

la

habilitara el

tres días; que

y concluyera

nuevo salón de

La causa

de haber entu-

Congreso esta carta era

al

de Cortes

ella

el

día feliz en que el rey debía jurar en él

Constitución del Estado.

siasmado tanto

se cantara un

en todos los pueblos de la monar-

el

hablar en

rey, cosa que en las anteriores

el

no

había hecho, dejando entrever la promesa de darles su aprobación.

real

¡Tan á deseo se cogía una palabra

monarca en este sentido, que pudiera dar esperanza,

del

ya que no servir de prenda

"^ !

"

Le carta de Fernando á la Regencia decía asi: «Me ha sido sunnamente grato el contenido de la carta que me ha escrito la Regencia con fecha de 28 de Enero, remitida por don José de Palafox: por ella he visto cuánto anhela la nación mi regreso: no menos lo deseo Yo para dedicar todos mis desvelos desde mi llegada al territorio español á hacer la felicidad de mis amados vasallos que por tantos títulos se han hecho acreedores é ella. — Tengo la satisfacción de anunciar á la Regencia que dicho regreso se verificará pronto, pues es mi ánimo salir de aquí el domingo día 13 del corriente, con dirección á entrar por Cataluña; y en consecuencia la Recrencin tomará las medidas que juzgue necesarias, después de haber oído sobre todo lo que pueda hacer relación á mi viaje al dador de ésta, el mariscal de campo don José de '

Zayas.

»En'cuantoal restablecimiento de las Cortes de que me habla Regencia, como á todo lo que pueda haberse hecho durante mi ausencia que sea útil al reino, siempre merecerá mi aprobación como conforme á mis reales intenciones. En Valencey á 10 de marzo Fernando. de 1814. A la Regencia del reino.» ( Firmado). ^ Don MohESTO Lafuente. Historia general de España, tomo V, pág. 257, edición de Barcelona, 1880. la





— —



»

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

438 Púsose

monarca en camino

el

nueve días más tarde pisaba niéndose

13 de marzo, y

el

territorio español, dete-

el

23 en Figueras, á causa de

el

ceño

la crecida del

y

24, acompañado del infante don Antonio y

el

mariscal

por

Suchet, fué recibido

francés

De

pueblo de Bascara.

el

desde

y

lugar

entrada

en las

su

participándole

España, Cortes

Prosiguió su viaje

sistema constitucional.

á

escribió

una sola palabra relativa á

Regencia añadir

memorable

este

el

prescrito por la Regencia

señalaba; que

sin

decreto votado por las Cortes

Reus

el

el

el

conducto del general Palafox

que

De

visitase.

los

la

le

de

recibiéndole

varios

allí

personajes

el

de

la

de Toledo, don Luis de Borbón, y

el

viaje

el

del

rey,

en la Constitución ejer-

el

misma

Gerona por

Regencia produjo, no obstante su insigniun grande entusiasmo entre

la

las

proposiciones

para celebrar

Aclamado.

el

Dictáronse en los siguientes

16 de

días

entrada en Madrid, siendo entre ellas

disposiciones

de trasladarse

el

ministro

preparado

la

en

fundadora

en

y

medidas

Congreso iglesia

para

la

convento

de

Agustinos,

llamado de doña María de Aragón, del nombre de su

desde

su

entrada

A

la

'.

sombra de este entusiasmo que embargaba

absolutista los

mayores.

El

tal

monarca,

no manifestó en

solapado y falso,

de sus mayores,

para que abiertamente se

decidiese á recobrar la soberanía absoluta,

sus

aquellas

como de

andado en

y de

con que desde Francia había visto ción

y á sus autores,

demostrado en todos

de tropas vasallaje

',

el

los

el

se

que se

la

rendían por doquiera,

á destruir la Constitución.

los asesinatos,

ser

Persas porque comenzaba con

uEra costumbre

este

de los

más

fieles

robos y otras desgracias los obligase á

á su sucesor."

En

ella

le

pedían que

elogiaban la monarquía absoluta, que llamaban «hija de

le decidieron

Por eso recibió y saludó con

1 «Dispúsose esta mudanza paro el 2 de mayo (1814), primero en que había de celebrarse con gran pomi'O, conforme á decretos anteriores de las Cortes, el aniversario fúnebre en conmemoración de las victimas del olzamiento de Madrid en 1808. Asi se verificó, y paro solemnizar aquel día con un acto de clemencia nacional, se con-







nombre de repre-

destruyese todo cuanto se había hecho por las Cortes,

«ICI



el

del fallecimiento de su rey á fin de que la experiencia de

ciega

perFonoje que en Valencia comenzó más á señalarse como desafecto á las Corles y á las reformas fué el capitán general don Francisco Javier Elío, que soliendo al encuentro del rey, y después de decir un discurso en que vertió amorfas quejas en nombre de los Os entrego, señor, el bastón de general: empuejércitos, añadió: ñadlo El Tcy contestó que estüba bien en su mano, pero él insistió diciendo: Kmpuñadlo, señor; empíiñelo V M. un solo momento, y en él adquirirá nuevo valor, nueva fortaleza —El rey tomó y devolvió el bastón.» Don Modksto Lakuvnte. Uhtoria general de España, tomo V, pág. 258, edición de Barcelona, 1880. '

alta

antiguos persas pasar cinco días en anarquía después

pueblo había

lugares del tránsito,

los

pedantesco y ridículo período:

le

le

aumentaba con grandes, prelados y militares de

gida al rey, conocida después con

mala prevención

el

personal de la Regencia

jerarquía, redactaron una larguísima representación diri-

rey á la Constitu-

entusiasmo que

el

con la camarilla que rodeaba á Fernando y que cada día

reuniones

aseguraron varios generales y jefes y las reiteradas demostraciones de servil

adhesión de que

trama de variar

sentación de éstos, la

fuego de la conspiración

suyo

tales consejeros.

Los trabajos incesantes de

el

mismos diputados que desde febrero habían

que servía de obstáculo á sus planes. De acuerdo, quizás,

que podía esperarse de tales consejos

lo

la

atizaban

al solio

la

ninguna resolución, «pero demasiado se traslucía, dice

un historiador,

la

nuevo salón de sesiones

al

del

regia comitiva que había salido de Valencey, celebraron

ejercido

su

más notable

entonces los ánimos por la vuelta de Fernando

habían

á

agasajarle

grandes y personajes de valía, enemigos del nuevo régimen político, quienes, unidos á los de la

instándole

dipu-

los

entrada del soberano en España; decla-

corte,

los

frecuentes juntas

de las

ejercicio

lectura de la carta escrita en

multiplicáronse

Fernando

España hasta su arribo en Valencia, le fueron rodeando muchos de

le

y propúsose también que en cuantas partes se escribiera ó pronunciara el nombre del rey se le llamara

interino de Estado don José Luyando.

Durante

monarca

ocurrido,

entre ellos el presidente de la Regencia, cardenal arzobispo

el

róse de fiesta nacional la fecha en que este suceso había

Aragón

de

capital

la

solemnemente

pidieron con instancia

antigua

enderezó su marcha á Valencia, adonde llegó abril,

el 6

rey á

tados:

á los deseos de sus habitantes que por

abril accediendo

de

Si, juramos.

de Majestad que hasta entonces había

La

ficante contenido,

del

se desvió del derrotero que se le había fijado, y

tomando por Poblet y Lérida entró en Zaragoza

la plenitud

facultades que la

Congreso cesaría en

el

tratamiento

adoptado.

Pero en

2 de febrero.

en

al rey

respondieron:

atribuciones que correspondían al poder ejecutivo y en

al

28 pasando

en virtud

— Y todos

cería en toda su plenitud las

por la costa del Mediterráneo hasta Valencia, conforme itinerario

diji-

de su ejército, un día después

hiciera el juramento prevenido

por Mataré y Reus, desde cuyo punto debía continuarlo

al

el

apresuraban á declarar que tan pronto como

la

ni

cuando

dijo

Entretanto, las Cortes, procediendo de buena fe, se

se dirigió

allí

defensa en la guerra que ya podía considerarse termi-

nada,

general Elío,

sus derechos'i

orguUosa con su inmortal

comitiva á Gerona,

la regia

como ya

mos; y por eso quizás nada

— iJuran ustedes sostener

español don Francisco Copóns, jefe del primer cuerpo

de ejército, en

quien se había adelantado hasta Valencia,

de su llegada á aquella ciudad, les preguntó en alta voz:

del

general

el

cardenal de Borbón, presidente de la Regencia,

al presentarle los oficiales

Fluviá, hinchado con las continuas lluvias de aquellos días,

al

cedió un indulto general á l

Véase capitulo anterior. ^ Bustamante. Cíiarfro histórico, tomo III, pág. 59. Según este autor, don Francisco .Monso, vecino de Puebla y comprador de las gruñas, sólo envió á Rayón una pequeña parte del valor de ese efecto, y sus comisionados revolucionarios en Ouxuca nada pudieron hacer, siendo descubierto uno de ellos por las autoridades realistas.

miembro

del

Congreso, y

el

platero don

Luis Alconedo, que tan distinguidos servicios había hecho de la independencia,

fueron

aprehendidos

'



Véase capitulo anterior. Bustamante. Cuadro histórico, tomo III, págs. 59 y GO. Este autor merece ser citado en esta parte por haber sido testigo presencial de los hechos que refiere. '

'





SCÉXICO Á TRATES

448

también, pero Águila suspendió la ejecución de ambos mientras participaba su prisión

que fuesen pasados por

Apám

las

al

armas

virey, quien ordenó lo

,

cual se efectuó en

de octubre ^

el 1!)

del enemigo

sus equipajes y con ellos todos sus papeles, que fueron

muy

útiles

al

gobierno

vireinal,

emprendieron

presurosa retirada por una senda que conducía

al

Llegaron

algunos dragones.

llero

guno en su

por

campo de Alzayanga en

al

abandonar

,

No

auxilio.

á Zacatlán, volviese á entrar

de su grande autoridad,

ejercicio

Dirijamos ahora nuestra atención blecido con alguna seguridad en

había incorporado

el

siendo sancionada con la posible

No

tardó

'.

al

Congreso, esta-

Apatzingán y

ilustre Morelos.

su marcha hasta una hacienda inmediata á San Andrés, recibió amigablemente.

que estuvo limitada

algún tiempo por la superior de Eayón

la

los

mismo, que

lo

constante Osorno, libre otra vez en el

el

busca del guerrillero Arroyo, y no hallándole continuaron

donde éste último

por

es extraño,

los realistas

en este pueblo

pueblo

de Tomatlán, siendo perseguidos un largo trecho

y Alamán afirma que ese guerrivio con gusto destruir á Eayón sin dar paso nin-

Águila sobre Zacatlán

al

Eayón y Bustamante, dejando en poder luego

DE L08 SIGLOS

al

que se

término á

Allí dio

Constitución prometida en su proclama de 15 de junio,

pompa

el

22 de octubre

Firmaron este notable documento: Don José

de 1814.

en saber Hevia la aparición por aquellos contornos de los

María Liceaga,

dos defensores de la independencia y destacando en su

dusco,

persecución una tropa de caballería á las órdenes de

Nuevo León; don José Manuel de Herrera, por Tecpan;

Moran

don José María Cos

los obligó á

de los Llanos.

marchar velozmente hacia San Juan

la dilatada

mante se

don José Sotero de

;

por Tlaxcala; don Manuel de Alderete y Soria, por Que-

de Cóporo, á riesgo de caer prisionero en

rétaro; don Antonio José

Moctezuma, por Coahuila; don

zona que se veía forzado á cruzar, y Busta-

José María Ponce de León, por Sonora; don Francisco

propó-

de Argándar, por San Luis Potosí; y como secretarios,

dirigió á la costa de

Barlovento con

el

alcanzar del gobierno de esa república.

los

Rayón, después de un

viaje

atrevido en

que atra-

vesó los valles de México y Toluca, cubiertos de realis-

armados

,

y de haber

recorrido ciento

en tres días y medio, llegó á por su hermano don

Eamón

sesenta leguas

las fortificaciones levantadas

en

el

cerro de Cóporo.

No

tuvo igual fortuna don Carlos María de Bustamante, pues

diputados

dificultades

y gravísimos peli-

fin

los

de la Constitución indica que aunque

don Ignacio López Eayón, don Manuel

Sabino Crespo,

don Andrés Quintana Eoo,

don Car-

M. de Bustamante y don Antonio de Sesma contribu-

yeron con sus luces á la formación de ese decreto, no pudieron firmarlo por hallarse

al

tiempo de la sanción,

enfermos unos, y otros ausentes y empleados en diferentes comisiones al servicio de la patria.

Previniéndose en la Constitución que

apenas se separó de su antiguo compañero empezó á

una larga serie de

Una

don Eemigio de Yarsa y don Pedro J. Bermeo. nota colocada al

sufrir

por Zacatecas

28 de octubre Eayón partió para

el

embarcarse en Nautla y pasar á los Estados Unidos de América en solicitud de auxilios que creía

tas

María Morelos, por

Cerca de este lugar resolvieron sepa-

de

sito

,

don José

Castañeda, por Durango; don Cornelio Ortiz de Zarate,

rarse, y en efecto, las posiciones

don José Sixto Ber-

por Guanajuato;

por Michoacán;

el

Congreso

debía elegir á los tres miembros que habían de ejercer

poder ejecutivo, hízose

gros, hasta que cayendo en manos de una fuerza que

el

la elección

que recayó en los

obedecía á Eosains, fué llevado á Tehuacán en calidad

diputados Liceaga, Morelos y Cos,

con cuyo carácter

de prisionero y entregado á este temible jefe en los pos-

publicaron el decreto constitucional el 24 de octubre

treros días de novjembre

días después de su sanción.

^.

La

Quéjase Bustamante en su Cuadro Histórico de la

poca

vigilancia

que

desplegó

Osorno

cuando

avanzó

'

«Calleja decretó la muerte de Crespo, dice Bustamante, por placer de dar muerte á un vocal de una junta de tanta nom-

el

bradla y que más le había dado que sentir. Animad ode iguales sentimientos el obispo Bergosa, apoyó su condena, no obstante que había sido testigo en Oaxaca de las virtudes de aquel eclesiástico. Respetólas más el coronel Águila y no quiso efectuar la ejecución militar decretada. Para que se llevase á cobo, confirió el mando de las tropas de Águila al brigadier Jalón, quien asimismo mostró un gran sentimienio; pero urgido por las órdenes del virey, dispu.so que se cumpliese la sentencia y que fuesen sus ejecutores los soldados del batallón de Guanajuato. Sensibles éstos, como testigos de la ejemplar conducta de Crespo, hicieron una exposición al comandante para que los librase de tan duro precepto: mandóse entonces que lo cumpliese el piquete de marina que existia en Apám. Crespo fué ejecutado, y murió sellando su amorií la libertad con su sangre. Sus últimas palabras fueron muy eficaces: jamás cesó de repetir que la causa porque moría era justa y la revolución Santa y necesaria.»

(Cuadro histórico, tomo II, pág. 1E6). • Bustamante en su Cuadro histórico refiere detalladamente las peripecias de su viaje, y Atamán trata extensamente esta materia en su Historia (lomo IV, págs. 189 á 191). Nosotros hemos omitido estos pormenores por considerarlos impropios de la historia y completamente inútiles.

dos

Constitución de Apatzingán estaba dividida en

dos partes: princifios ó elementos constitucionales ,

forma de tener

,

tulos la

gobierno.

Contenía

la

primera en

una serie de principios generales sobre

soberanía

,

los

derechos de los ciudadanos

observancia; la igualdad, seguridad,

,

la religión,

la ley

subdividida

en mayor número

establecía la forma de gobierno, la éste,

de

La

capítulos,

manera de organizar

las atribuciones constitucionales

y

y su

propiedad y liber-

tad de los ciudadanos; y las obligaciones de éstos.

segunda,

y

seis capí-

de cada uno de

«El desastre de Zacatlán se atribuye é Osorno, por no haber dado parte á Rayón de los movimientos de Águila, presumiéndose con fundamento que los supo; pero deseaba que los renlií-las lo librasen de un huésped que le era molesto, y á quien había tenido que dejar el mando de aquel rumbo. Con efecto, para Osorno y todos sus subordinados eran intolerables las ideas de orden de Rayón y el que hubiera otro que se apoderase del mando absoluto que ellos ejercían así fué que lo vieron destruir sin dar |i(iso ninguno en su auxilio, y Osorno volvió á Zucallán cuando los realistas lo obandonaron.» BioyraJ'ia de Rayón. (Hombres ilustres mewicanos, t. 111, '

;

pág. 570).

MÉXICO A TBAYB8 DE LOS SIGLOS los poderes

que

El primer capítulo

lo ejercerían.

fijaba

América mexicana:

449

poder ejecutivo estaban destinados los capítulos

X, X[

México, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Oaxaca,

y XII de la segunda parte. Debíase formar de tres individuos nombrados por el Congreso, de los cuales se

Tecpan, Michoacán, Querétaro, Guadalajara, Guanajuato,

renovaba uno cada año, fijándose

San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Sonora, Coahuila

por sorteo, así como la presidencia en que alternaban

eran

cuáles

de

provincias

las

la

No

(comprendiendo á Texas) y Nuevo León.

podrían

separarse unas de otras en su gobierno, ni menos enaje-

En

narse en todo ó en parte.

de poderes:

división

la

el

Supremo Tribunal de

ejercido por

legislativo,

el

Supremo Congreso Mexicano; sitaba en tres individuos;

segundo, se establecía

el

y

el

ejecutivo, que se depo-

el

desempeñado por

el judicial,

Justicia, debiendo residir estas

corporaciones en un mismo lugar,

escogido por el Con-

greso con informe del poder ejecutivo.

La

formación del Congreso y la elección de diputa-

de los negocios habría tres secretarios para los ramos de

guerra y gobierno. Para el manejo de la hacienda se erigía, según las prescripciones del capí-

hacienda,

tulo XIII,

una intendencia general formada de un inten-

dente que duraría tres años en el ejercicio de sus funciones, un fiscal, un asesor,

En

los

capítulos

condiciones

de representante

,

para ser la inviola-

amparaba y se prohibía la reelección inmeEl modo de la elección por medio de juntas de

bilidad que lo

muy

parroquia, de partido y de provincia era

en

des realistas,

las provincias obedecían

á las autorida-

prescribíase que con tal que en alguna de

estuviesen

ellas

semejante

española de 1812, y como la

la Constitución

mayor parte de

cuando menos,

de la dominación tres partidos

libres

los pueblos de

rían á elegir sus diputados,

pecto de las provincias que

toda su extensión por

que se. formaran procede-

propietario

y suplente; res-

hallaren

se

enemigo,

el

el

dominadas en

Congreso nombraría

diputados interinos que las representasen.

Trataba

VIII

capítulo

el

poder legislativo, y

las

de las

y XVI se daba organiTribunal Supremo de Justicia y á

la Constitución

además tendría

del

serían nombrados

por

Congreso,

el

saliendo

dos en cada uno de los primeros dos años y el restante

en

tercero

el

y

lo civil

así sucesivamente,

y

con dos fiscales para

criminal que habían de durar cuatro años.

jueces de partido, nombrados por

durarían tres años

y

policía la autoridad

Los

supremo gobierno,

el

tendrían en los ramos de justicia

y

que las leyes del gobierno español

concedían á los subdelegados. El capítulo estar en vigor las leyes antiguas

XVII

declaraba

mientras no se decre-

tase por el Congreso el código que había de reemplazar-

La

las.

formación y facultades del tribunal de residencia

estaban determinadas en los capítulos XVIII y

XIX:

lo

Congreso elegiría por

el

suerte de entre los individuos que á este efecto se nom-

brasen

al día

siguiente de la elección de diputados, uno

por cada provincia, y conocerían aquéllos privativamente

de Cádiz á las Cortes de la monarquía, y el Congreso la facultad de nombrar á los

en las causas que se formasen á los individuos de los

los

del tribunal de justicia, los del de residencia, los secre-

de ambos y los fiscales

tarios

y

el

señaladas en

las

individuos del poder ejecutivo ó supremo gobierno,

jadores

primero,

Cinco magistrados formarían

compondrían siete jueces que

atribuciones

concedía extensas y poco deter-

Eran también semejantes á

minadas.

y

XV

XIV,

los tribunales inferiores.

al fijado

,

bleciesen donde fuera conveniente.

VIL Debía

zación y facultades al

diata.

dos ministros y un secretario,

siendo igual la planta de las intendencias pi'ovinciales

cada provincia;

electo, la duración del cargo

turno

individuos cada cuatro meses; y para el despacho

sus

componerse ese cuerpo de diputados nombrados uno por las

el

de éstas dependerían las tesorerías foráneas que se esta-

dos eran materia de los capítulos del III al

establecíanse

primera vez

la

ministros

del-

segundo, los emba-

Los jueces de residencia se renovarían en

tres poderes.

su totalidad cada dos años

,

y no

serían

reelectos sino

hasta pasado un período de tiempo de igual duración.

En

el capítulo

XX

se previno el

modo en que había de

que hubieran de

precederse á la renovación del poder legislativo cuando

enviarse á las naciones extranjeras, y los generales que

estuviesen enteramente libres de enemigos las provincias;

mandasen

en

ó

las divisiones

estos últimos de cutivo.

como

el

plenipotenciarios

contra

el

enemigo, eligiéndose á

una terna presentada por

XXI

el

se estableció lo relativo á la observancia del

poder eje-

decreto constitucional y preveníase que mientras la re-

La sanción y promulgación de las leyes, así modo de proponerlas y discutirlas eran objeto

presentación nacional no fuese convocada y no dictare

del capítulo

IX:

supremo gobierno y

el

justicia tenían la facultad

el

y sancionare

la

Constitución permanente de la nación,

tribunal de

no se propondría la reforma, adición ni supresión de

de hacer observaciones á los

ninguno de los artículos del mismo decreto; y finalmente,

el

XXII

proyectos de ley dentro del término de veinte días, y en caso de ejercer esta atribución una de esas corporacio-

nara la Constitución con la mayor solemnidad

nes

promulgación se hiciese

,

ó las dos á la vez

nuevo

el

asunto,

que contra sin seis

la

ley

y

el

,

Congreso debía examinar de

creía fundadas las observaciones

si

se hiciesen,

quedaba ésta suprimida

que se pudiese volver á presentarla hasta pasados meses.

A

la

en

el

el capítulo

organización

,

nombramiento y facultades del

lo

que

el

más pronto

Congreso sancio,

y que su como

posible, así

juramento de guardarla y hacerla guardar.

La

Constitución de Apatzingán fué un conjunto de

principios generales

damental

T. III. -57.

se previno

más bien que un código

que pudiera

organizar

al

país,

político

fun-

cuyas

tres

cuartas partes estaban sometidas aún al dominio español,

450

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

Los miembros de

la

asamblea que

y vota-

la discutieron

ron no tenían más representación que la que

mismo

el

merece esas censuras, como patriotas sinceros y

esfor-

zados son dignos de alabanza y sus nombres deben pro-

Morelos quiso darles, pues con excepción del diputado

nunciarse con respeto por los mexicanos.

de la provincia de Tecpan, electo por una junta popular,

con serena intrepidez los más graves peligros y no vacilaron en dar su vida por la libertad de su país. Goces

demás que instalaron

los

Congreso de Chilpancingo

el

recibieron su nombramiento

Luego

del generalísimo.

la

sociales, familia, intereses, todo lo

misma corporación aumentó

el

los vocales, sin

timiento para llevar sus luces

que para

voto popular. Faltaba, pues,

vidad á una causa nobilísima.

número de

,

Arrostraron

abandonaron sin sen-

su ardiente fe y su acti-

para dictar una

Hombres como Quintana Roo, Rayón, Cos, Alderete y Soria, Sesma, hubieran

Constitución que no podía regir en un país asolado por

recibido distinguidas consideraciones del gobierno virei-

ello interviniese el

investidura legal á aquellos

la

patriotas

guerra, y cuya primera necesidad era entonces con-

servar un centro firme de

nal si sus almas altivas no hubiesen preferido,

Tácito,

las

tempestades de

la libertad

dumbre.

Optaron por

Las consecuencias de este error no se harían espe-

miseria,

por

mucho tiempo.

hicieron frente á su destino durante

en una asamblea.

residir

rar

mando y acción que no podía

Vióse Morelos contrariado en sus

planes militares por una autoridad que,

manos, se irguió

hechura de sus

mismo generalísimo.

altiva sobre la del

Casi todos nuestros historiailores atribuyen á estas coli-

y

siones ilustre

conflictos

de autoridad los reveses que sufrió

el

desde la derrota de Valladolid hasta su

caudillo

En

completa ruina en Tesmalaca. notarse que coincide

es digno de

de sus desastres con

el principio

instalación del Congreso

efecto,

la

miento de Morelos para miembro del poder ejecutivo,

después de sancionada

la

Constitución , fué una lamenta-

Congreso, pues que de esta

ble falta cometida por el

suerte inhabilitaba para las íinico jefe

operaciones de la guerra al

que por su genio, sus servicios y su

influjo

sobre los demás defensores armados de la independencia

Censurando expresa

en

los

Zavala

la

siguientes

hubiera hecho Morelos en

Constitución

términos

fijar

él

:

«

por



¡

1814

de

penalidades de

las

cia del deber.

á la quieta servi-

el

hambre, por

una vida errante, é largos años con ese

Si es digno de admiración el

merecedora de no menos valiosos timbres es

gadora de

la lucha.

Ya hemos listas

que perseguidos por

visto

cambiaron frecuentemente

Chilpancingo,

Tlacotepec

de

residencia,

Huetamo,

,

las tropas rea-

Santa

más

ó

menos tiempe, á

los

Y

tivo de la revolución.

que formaban

hemos dicho también que arros-

traron toda clase de peligros sin que flaqueasen ni

Más de una vez

fe.

se vieron en inminente

riesgo de caer en poder de los realistas,

Cuánto mejor

mismo

ciertos

desafiaron con entereza el peligro, rechazaron con digni-

objeto

daba treguas á

gobierno republicano, representativo, cuando la nación

medios de engaño que creía más eficaces.

hubiese conquistado su independencia! Así hubiera fijado

las tropas realistas

ideas, inspirado

confianza

su

y debieron su salvación á un raro conjunto de circunstancias. Así como

se

los

las

centro direc-

el

que

por

tuviesen

y que

Efigenia,

Púturo, Tiripitío y Apatzingán sirvieron de asilo, por

dad

que

la serenidad

dado, no pueden tener, como éste, la excitación embria-

asegu-

generales

denuedo del

de aquellos que expuestos á los mismos riesgos del sol-

rar garantías sociales, y una promesa solemne de un

principios

la

guerrero que desafía la muerte en los campos de batalla,

valor ni su

podía reanudar la serie de sus felices campañas.

muerte, por

valor estoico que da á los hombres superiores la concien-

El nombra-

en Chilpancingo.

la

como dice

sobre sus intenciones y

halagüeños ofrecimientos del gobierno vireinal persecución para emplear

la

únicos enemigos

sus

Y

los

no fueron

diversos jefes

;

independientes desconocieron la autoridad del Congreso,

colocádose al frente de la civilización, sin los inconve-

y pretendieron

ejercer infames violencias con los dignos

nientes que trajo la formación de una autoridad

varones que

formaban.

tener

el

origen popular,

quizás el germen de los

su

,

que sin

rivalizaba con la suya

funesta

catástrofe.

que tenían alguna pretensión ocurrían

se leían quejas contra el primer jefe

;

al

Ya

y

fué

todos

Congreso;

se le pedían expli-

caciones, y se le distraía de su primera y esencial atención que era la guerra.

Se sabe cuánto se complacen

las almas subalternas en deprimir á aquellos con quienes

no pueden rivalizar por cualidades brillantes.

Un

dipu-

La

lo

Constitución de Apatzingán

no debe considerarse

declaraciones generales; frente á

preciso es repetirlo,

como un conjunto de

prácticos de gobierno; es

colocándose

,

principios

más bien una condensación de es

frente

la

teoría

del

de la revolución

hecho:

el

despotismo

arraigado en la colonia con el transcurso de tres siglos.

Pero fulgura en

ella

el

espíritu

moderno con toda

majestad del derecho y de la justicia.

Y

la

como ningún

tado que jamás haría conocer su nombre por un acto de

ser puede manifestarse sino por los elementos que en sí

valor ó de energía, que nunca conseguiría celebridad por cree

contiene y que constituyen su naturaleza, atentos á esta verdad los legisladores de 1814, al pronunciar la gran

hacerse notar por acusar á un hombre célebre, por per-

palabra que venía á confirmar la existencia de un pueblo,

su elocuencia,

sus trabajos

literarios

ó

políticos,

seguir á un héroe, por deprimir á un personaje. tas veces

Pero

hemos si

la

¡Cuán-

visto repetirse estos sucesos!..."

conducta política

de aquellos hombres

proclamaban

los

derechos del hombre como la base y

objeto de las instituciones sociales.

el

Haj' en las páginas

de la Constitución de Apatzingán la reverberación de un

MÉXICO A TKAVES DE LOS SIGLOS ideal de fraternidad, de justicia

y de paz, y diríase que

más

451

mitir ningún género de gobierno regtilar, en el completo

gros sino que dictaban tranquilos, en medio de la calma

desorden y anarquía en que todo estaba, y así sólo hemos podido formar algún juicio de aquella Constitución,

más profunda,

comparativamente por

sus autores no estaban sujetos á los

las instituciones

terribles peli-

de un pueblo nuevo que

abría sus brazos á los otros de la tierra impulsado por

sancionada la Constitución,

versal.

Los constituyentes de 1814 comprendieron que el

si

hombre hace dimanar sus derechos de su naturaleza

misma, y que

son esenciales á su existencia,

ellos

si

esos derechos, que en el orden fllosófico ocupan un lugar

preferente,

orden

también

debían

como

político,

ocupar

La soberanía

mera página de

la

primero

en

el

gran centro en cuyo derredor

el

giran todas las instituciones

humana.

el

dignas

de la inteligencia

y meditaciones

Después de

2.

grandes obstáculos que habían hallado

impetraban

la

los

sufragio

y

Manifestaban descon-

y exhortaban á todos á que respeta-

inenajenable é indivi-

,

público

concordia.

Volviendo ahora nuestra atención á las operaciones

en origen y fuente

tenemos que

militares,

algunos

jefes

anterior. á

pám de

emprendidos por

Alvarez en

hemos dicho, uno de

proclamaron contraria á

la

los poderes;

razón la idea de un liomhre

ó magistrado,

condenando así

el

Dejamos en

capítulo

el

don Ramón de Sesma triunfante en Silacayoa-

los ataques

nía; fijaron las atribuciones de cada

uno de

nuevos .disturbios entre

referir

independientes.

del poder que debía ejercer, por delegación, la sobera-

legislador

todos,

grandes principios fundamentales

de la nueva organización política. fianza en el acierto

los

en su camino,

indulgencia de los ciudadanos

enumeraban luego

Declararon que

y que los asociados tenían en todo tiempo la facultad de cambiar ó modificar sus instituciones políti-

nacido

brevemente

referir

unirse con los estrechos lazos de la fraternidad y de la

á todo pacto social.

el

sus compatriotas presentándoles el fruto de sus trabajos

sen la autoridad que acababa de ser constituida, y á

sible,

Erigieron

un manifiesto á

nacional, proclamada en la pri-

esa soberanía era imprescriptible

cas.

de

siguiente

día

al

dirigieron

Constitución de Apatzingán, era la

consecuencia de la consagración de los derechos naturales, preexistentes

que otras han pro-

los resultados

'.1!

Los miembros del Congreso,

de la igualdad y de la concordia uni-

sentimiento

el

ducido

de

los postreros días

coronel realista

el

Sesma era, como

julio.

tenientes de Eosains, y cum-

los

órdenes de su superior permaneció

pliendo las

en las

con tanto valor, aunque

posiciones que había defendido

derecho divino de los reyes y preparando la senda hacia ese ideal de paz, de libertad y de reivindicación de la

eficazmente secundado por

dignidad humana,

bre de don Vicente Guerrero, á quien sus merecimientos

y consignando

la república;

chos á la libertad,

los

dere-

á la igualdad, á la propiedad y á la

libre emisión del pensamiento, hubieron, sin ti'ansigir

con las creencias de todo

al frente

de su obra

mental en materias

el

la intolerancia

embargo, de

pueblo proclamando

como

principio funda-

Había crecido ya por toda

y denuedo habían elevado

al

zona del Sur

la

grado de coronel.

adivinando en este incansable jefe

Galeanas y Matamoros,

los

al

renom-

el

Morelos

digno sucesor de

había encargado la misión

le

de levantar nuevamente en armas

de

pueblos

los

la

Costa y de extender la revolución en la provincia de

^

reliíjiosas

coronel Mier y Terán.

el

El defensor más ardiente del absolutismo tributa un homenaje á la ley constitucional decretada por los hom-

Oaxaca, cuya pérdida dolía sobremanera

bres proscritos y errantes,

setiembre una línea de ochenta leguas ocupada por des-

puestas

á precio por

dice

Alamán,

del

ejecutivo,

cuyas cabezas habían sido

gobierno vireinal.

el

«Por

ella,

se conservaba la unidad nacional: la forma

compuesto de tres personas,

más conveniente para

el

país,

era acaso

según su estado, que

la

unitaria que se adoptó desde 1824, preferible, sin duda,

en otras circunstancias:

la

administración de hacienda

no habría estado sujeta

al

ha caído, y

de residencia habrían sido más

útiles

los juicios

desorden y despilfarro en que

que la responsabilidad á

que están sujetos

ministros, ilusoria mientras ejercen el espíritu de partido

cuando han caído de para

calificar el

poder,

y medio de venganza de él.

La

los

obra del

las facciones,

experiencia no pudo servir

mérito de las instituciones que preten-

dillo.

cau-

ilustre

al

Guerrero, acompañado de su asistente, atravesó en

tacamentos enemigos y llegó á Silacayoapám cumplir las

,

resuelto á

órdenes que había recibido. Su aparición fué

tan grata á los soldados como desagradable á Sesma,

quien con temible

,

el

le dio

objeto

de apartar de su lado á un rival

cincuenta hombres desarmados y le intimó

que fuese á unirse con Rosains, á quien desde luego envió aviso por medio de un emisario especial.

Guerrero, y atravesando dirigía

la línea

Marchó

enemiga de Acallan se

á su destino; pero sospechando

de Sesma,

Al

propuso examinar las comunicaciones que llevaba.

llegar al río de Tacachi encontró al enviado de Sesma,

que era un don Francisco Leal

:

cartas de aquel jefe á Eosains y

en su compañía leyó las

ambos

se

convencieron

dieron dar á la nación los legisladores de Apatzingán,

de su perfidia, pues de Guerrero se decía que no se

pues

diese

las circunstancias

plantear, ni el estado

no permitieron que se llegasen á del país

Véase

tzingán).

Ape'nrfíce,

mando ninguno y que

se le vigilase mucho,

le

y de

era tal que pudiese per'

'

se

documento núm,

13.

(Constitución de Apa-

^

Historia de México, tomo IV, Colección de documentos de

pág. 720.

p;íp;.

J.

E.

1T3, edición

de 1851.

Hernández Devales,

t.

V,

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

452

mny

Leal que era realista y

adicto á Guerrero

i.

Este,

en vista de tales tramas, se decidió á no continuar su

y acampó en el cerro de Papalotla. sin más armamento que dos escopetas y un

viaje

Allí,

sin llave para sus cincuenta hombres, permaneció

fusil

ocho días, apareciendo al cabo de este tiempo una sec-

enemiga

ción

Peña

mando

al

del

capitán

don

Este se detuvo del otro lado del

2.

no tomó

que

las precauciones

Aprovechando Guerrero

el

José río

de

la

Tacachi y

armó de garrotes á sus soldados, pasó

el

río

á nado

favorecido por las tinieblas de la noche, y arrojándose

campo enemigo, mató á

el

los

que

en las desconfianzas de éste, y para librarse de su cólera se separó de Tehuacán llevándose una gruesa partida. Arroyo, fuerte con la incorporación de Sánchez sideró entonces jefe absoluto de

No el

interinamente

mando de

del

al

la

orden

que Guerrero no obedeció,

cuestión entre aquellos jefes

la

el

lector

á

fin

Arroyo, que Rosains

toria.

Guerrero se

matlán

;

fortificó

en una altura próxima á Toco-

miga de trescientos hombres

mando de don Félix de

al

Lamadrid, quien logró sorprender

al

pueblo y á la tropa.

Guerrero, seguido de unos cuantos, se arrojó al encuentro de los

realistas,

acudieron los suyos á sostenerle

y pudo entonces rechazar á Lamadrid, obligándole á retirarse y á dejar una pieza de artillería. Aumentada su tropa con los recursos que le proporcionó este nuevo triunfo,

ocupó

el cerro del Chiquihuite,

¿ Guerrero, no sólo para los realistas de las Mixtecas,

Sesma y Eosains, que él, lo cual

se esforzaron

consiguieron fácilmente

mando de

el

de

caballería

la

mando

con insistencia;

ofreció

Sánchez y temiendo

quizás

daño diera Arroyave

su

consecuencias

las

ordenó la aprehensión de éste

al

de

los

Congreso,

la cual se efectuó á prin-

,

y en seguida se le trasladó á por delito Tehuacán, donde se le formó una sumaria de noviembre,

cipios

'^

de traición, pues se con Rayón

mando

acusaba de mantener inteligencias

le

Arroyo, Luna y otros jefes para arrebatar el

,

político

siniestro

por reconciliarse con

le

informes que en

quien de nuevo derrotó.

sino también para

recibir

y

militar á Rosains.

donde fué otra vez *la causa, terminando con

y repetidas ventajas hicieron temible

mando

el

pueblo de

al

Agriado éste con la tumultuaria separación del padre

que se efectuó

brillantes

retiró

enemigo acérrimo del inquieto y receloso Rosains.

atacado por Lamadrid con más de mil hombres, y á

Tan

se

pues este guerrillero se había convertido en

ilusorio,

pero en los momentos en que los soldados habían

bajado á proveerse de víveres, apareció una fuerza ene-

Congreso ni entregó

al

de darle cuenta del mal resultado de su comisión,

y negándose á

de su arrojada y casi increíble vic-

y no

suscitada;

Ixtapa, con el propósito de volver al lado del Congreso

seguro, como ya lo estaba, de la enemistad y. torcidas

los trofeos

orientales,

que Rosains ni se sometió

^ Este

brigadier Arroyave

intenciones de aquel funesto personaje.

Con

provincias

las

mientras que los diputados Bustamante y Crespo diri-

juicio que ordenó abrir el

la

saber

para que se encargase

brigadier Arroj'ave

al

paña, y dando parte á Rosains, á quien pidió auxilios,

reuniese,

al

Congreso las diferencias entre ese caudillo y Rayón,

nombró

habrá olvidado

le

para empujar á Rosains á

era necesario tanto

mían

más que esperanzas por respuesta y

partidas que reco-

nuevos desmanes y violencias. Se recordará que

gran número de prisioneros, muchos fusiles y parque en abundancia, abriendo con tan felices auspicios la cam-

de que se

las

se con-

,

rrían el valle de San Andrés Chalchicomula.

pudo, dispersó á otros, y al amanecer se encontró con

sin recibir

campo independiente,

el

padre Sánchez, amigo de Arroyo, quien como se

el

recordará había jurado odio eterno á Rosains, incurrió

prudencia aconsejaba.

la

descuido de sus contrarios y

resuelto á salvarse con un golpe de audacia extremada,

violentamente sobre

señal de nuevas disensiones en

pues

terror,

del

el

Duró algún tiempo

fusilamiento de Arroyave,

el

21 de diciembre de 1814 en un

Cerro

porque en

llamado

Colorado él

muerte dictadas por Rosains. El

Palma

del

sentencias

de

la

se ejecutaban las sacrificio

sitio

de Arroyave

^

acabó de echar sobre ese jefe inmenso desprestigio, y escasos adictos le siguieron en los pocos meses que

que

no merecía ser

servida por defensores de su especie.

Victoria, en la

una

causa

y generoso hijo del Sur. El segundo lo confirmó en su empleo de coronel y le designó para sus operacio-

permaneció invocando

nes militares un vasto distrito, confinante con

provincia de Veracruz, no tardó en desconocer su auto-

del noble

de antemano

al

coronel don

el

señalado

Ramón de Sesma.

ridad,

Estos sucesos, ocurridos en setiembre y octubre

de 1814, ocuparon

la

inquieta

actividad

de Rosains,

quien creía ver en todas partes rivales y enemigos que

tramaban su pérdida.

Reconciliado con Guerrero, como

acabamos de ver, regresó á Tehuacán, y su vuelta fué •

BusTAMANTK.

— Cuadio histórico, tomo

avergonzado

cubierto de crímenes

quizás ,

de obedecer á un

y don Mariano Rincón

Rosains nombró comandante de Barlovento

,

las

armas en

hombre

,

á quien

la

Costa de

fué asesinado por uno de sus mismos subal-

ternos.

El intenHente de Puebla, don José Antonio Pérez,

la

nombrado meses atrás por Rayón paia ejercer ese impor111, piíg. 265.

AInmón

pigue en esta parte á Bufitnmonte. Véase también Biografía de Guerrero. (Hombres ilustres mexicanos, lomo IV, páp. SOI). • Bustamante afirma que el número de soldados de Peña era el de setecientos; Alemán lo rebaja á cíenlo cincuenta, según informes que dice le comunicaron personas fidedignas. El autor de la Bicpra/la de Guerrero en los Hombres ilustres meiricanos, adopta la relación de Bustamante.

tante emplerf, fué á su vez aprehendido por orden de '



Véase capítulo anterior. Colección de documentos de

J.

E.

Hernández Dávalos,

t.

V,

póg. 756. • Este oficial fué el que sacó á doña LeonaVicario del convento de Belém en México (véase cap. VIH).

MÉXICO Á TEAVÉS^DE LOS SIGLOS Eosains

pero pudo evitar la muerte que le estaba desti-

,

nada fugándose de Tehuacán y refugiándose en Puebla presentó á la autoridad

donde se

M. de Bustamante, á quien hemos

los

Don Car-

militar.

también

visto

Rosains y que había logrado alcanzar su libertad, se atrevió á lamentar la muerte de en poder

prisionero

de

Maravatío

453

4 de noviembre, llevando dos mil hombres

el

de todas armas, entr§ los que se hallaba la sección de

Concha con este jefe á

Rayón, por su

la cabeza.

parte,

concentró bajo su mando á varios comandantes de partidistinguiéndose

das,

entre

don Benedicto López

ellos

con la gente

Arroyave y mandó celebrar misas por su alma; esto

de Zitácuaro, y Polo, Cañas, Epitacio Sánchez y Enseña que sostenían la campaña en la serra-

bastó para que fuese puesto nuevamente en prisión, de

nía

la

que logró escapar retirándose otra vez á Zacatlán,

donde fué acogido por Osorno.

En

tanto que en las Mixtecas alternaban los triunfos

de la

Rayón esperar á

No

Carbón.

del

villa

consideró conveniente

tropas reales en Cóporo y situó á

las

los

suyos en las alturas cercanas á Jungapeo

las

cuales disputó obstinadamente el paso al enemigo.

desde

^,

de Guerrero y las miserias de Eosains, combatían los

Durante varios días, del 7

independientes en otras provincias con vario suceso, pero

dieron en aquellas asperezas recios y porfiados combates,

En

12 de noviembre, se suce-

al

mayor importancia

octubre alcanzaban

siendo

de

en la de Zacatecas importante ventaja don Víctor Sosa-

rancho

de

Eosas y Matías Ortiz. Eeunidas todas sus guerrillas amenazaron el mineral de Pinos, pero antes de emprender

cerca de trescientos muertos,

siempre con valor y constancia.

les,

el

ataque marcharon

Galdámez que prendió

Ya

amagado.

frente de quinientos

al

Ciénega

de

cerca de Pinos,

lugar

se vio rodeado por las

enemigo

al

mineral, donde se hizo dueño de

rico

el

al

y después de sufrir grandes pér-

desordenadamente dejando

retiró

se

que entrase en

hombres se des-

Mata con dirección

de

partidas insurgentes,

didas,

encuentro del comandante realista

al

los

Mogotes,

los

independientes

mejores oficiales,

el

que

se

donde dejaron

libró

en

el

realistas

los

sucumbiendo del lado de soldados

veintiocho

y

de sus

tres

Vega y don Eugenio Quesada,

Polo,

joven patriota que había salido de la capital desde

el

de la revolución y que siempre, al lado de Rayón, dio repetidas muestras de bravura en los comprincipio

bates y de clemencia con los vencidos.

que

el

Al mismo tiempo

grueso de la división realista sufría este desca-

labro, la sección de

Concha, que se había apartado para

un cuantioso botín, que en gran parte fué recobrado por

recoger víveres y reses en los pueblos inmediatos, era

quien á la cabeza de una

vigorosamente atacada por don Melchor Múzquiz, jefe

el

teniente coronel Orrantia,

distinguido de

fuerte sección persiguió á su vez á los independientes.

Apám

El pueblo de

nombre, fué atacado en por todas

situado en las llanuras de su

los

primeros días de noviembre

que recorrían esa anchurosa y guarnición realista, mandada por el sar-

partidas

las

zona.

fértil

,

La

gento mayor don José Barradas,

con valor las

de la caballería insurgente, pero

furiosas acometidas fin

resistió

al

se vio obligada á encerrarse en la parroquia, fuerte

se veía forzada á abandonar su

Rayón, y

presa y á replegarse derrotada y maltrecha general.

Llano

Maravatío, infatigables

en

perdió

parte de sus tropas, y

el

al

encuentros

estos

la

cuailel

cuarta

día 13 emprendió su retirada á

no sin ser perseguido tenazmente por

«El virey,

guerrilleros.

dice

los

Alamán con

rara imparcialidad, pretendió hacer pasar la acción de

lomas

las

de

Jungapeo

de

ó

Mogotes

los

por

una

aquel distrito, coronel Jalón, dice Alamán, que había

y como tal se publicó el parte de Llano en Gaceta extraordinaria el día del santo del mismo virey por celebridad de éste, lo que no hizo más que aumentar

pasado á Huamantla por orden del general del ejército

la

en donde se sostuvo, con

edificio

lo

que

los insurgentes

incendiaron varias casas del pueblo: «el comandante de

del Sur

Moreno Daoiz, retrocedió prontamente

al socorro

compuesta de un escuadrón de dragones de San que

Luis,

Terán, con

Mariano

mandaba la

Eamírez

La pérdida

el

teniente

coronel

de los insurgentes, murió

que tenía

suyos,

de

burla que con tal ocasión hicieron con justicia los

adictos á la revolución 2."

Más afortunado

y en una escaramuza de su caba-

del pueblo atacado, llería,

victoria,

hombre

,

mando

el

este

de

sembrando

brigadier don

que dirigía sus pasos.

entre

los

de Huamantla.»

mexicano,

educado

en la

coronel Iturbide,

una importante correría en

don Eugenio

importancia

del distrito

bravo

el

el

la desolación

hizo que sus tropas las inmediaciones

En

y

los la

los

llevó

á cabo

últimos meses de 1814,

muerte por donde quiera

primeros días de noviembre

efectuasen diversos movimientos en

de Yuriria y Valle de Santiago para

disfrazar mejor su verdadero intento

,

que era

el

de sor-

carrera de las armas al lado de Matamoros y que se distinguía por su intrepidez

pletamente á los dispersarse

y

asaltantes

por las

talento,

de

desorganizó com-

Apám y

dilatadas llanuras

hubieron

de

que les servían

de cómoda y segura retirada.

En

los

primeros días de noviembre (1814)

el

virey

' Buptamante dice lo siguiente: «Rayón hizo mezclar en unas barcinas de poja cierta oebollita venenosa despedazada en partículas imperceptibles, que se equivoca mucho con la paja ocultóla que tenia en un desván de una hacienda, y como en aquellos áridos parajes no se encuentra pastura, luego que un soldado realista descubrió este forroje se tuvo por un grande hallazgo. Hubo pleitos sobre distribuirlo á los mejores caballos del general y de la oficialidad mas al siguiente dia apenas comenzó á calentar el sol cuando hé aquí los eslragos funestos del veneno, murieron muchos caballos y los mejores, accidente que puso harto mohino al enemigo.» :

;

Norte, don Ciríaco del

ordenó

al jefe

Llano

que marchase á atacar las posiciones de Cóporo

,

del

defendidas por don

ejército

del

Ramón Rayón. Movióse Llano de

(Cuadro histórico, tomo 111, póg. 120). » Historia de México, tomo IV, póg.

201, edición

de 1851.

MÉXICO Á TBAyÉS DE LOS SIGLOS

454 prender en Puruándiro

una fuerza considerable.

con

situado

guerrillero

al

que consideró oportuno, ordenó

Villalongín

En

al teniente

el

,

allí

momento

coronel Cas-

lamentar ni un herido,

había logrado matar en cam-

él

paña á ciento cuarenta y las

y pasado por

seis insurgentes

armas á ochenta y uno.

El activo Iturbide, obrando

tañón que con una sección de caballería saliese de 1^

luego en combinación con las tropas de Nueva Galicia al

hacienda de Pantoja y marchara rápidamente en dirección

mando de Negrete, que acababa de

á Puruándiro. Hízolo así este último jefe, y á las dos de

brigadier, atacó el 10 de diciembre á varios jefes insur-

la

mañana

del

2

de noviembre caía sobre

entre ellos el célebre Villalongín

,

alcanzado

dar cuenta

'

,

que había

maro; dispersólos, y en el

la

12 del mismo mes.

al virey de este hecho de armas y de otros menor importancia que sus tropas acababan

oficial

de esta acción

empleo de mariscal de campo.

de obtener en

el

Bojio,

le

decía que sin

tener que

grado de

persecución fué aprehendido

padre Sáenz, que murió pasado por las armas en Cona-

lejo el

Ituibide,

el

gentes del Bajío acampados en la hacienda de Cuéra-

al

el

triunfos de

población

independientes y haciéndoles muchos

sorprendiendo á los

muertos

la

recibir

la

Iturbide lamentó en el parte

necesidad en que se vio de dar

muerte á un eclesiástico, y cuatro días más tarde infor-

maba

al

gobierno vireinal, desde la hacienda de Bara-

Vista de Chihuahua

jas ^, que el fruto de sus recientes correrías y las de su

segundo,

el

teniente coronel

muerte ó hacer prisioneros

,

Orrantia,

«había sido dar

en menos de dos meses

,

á

cerca de novecientos hombres, entre ellos diez y nueve jefes,

coger ciento noventa y cinco armas de fuego, y caballos y muías, sin más pérdida

más de novecientos

por su parte que tres hombres muertos y catorce heridos ligeramente."

También

el

comandante de

Toluca don

de insurrección en los remotos confines de

las

Provincias

internas, quietas en su humillante servidumbre desde la

muerte de

José

Félix

los

primeros caudillos de la revolución.

Trespalacios

habían formado en Chihuahua un plan de levantamiento

y se proponían invitar á mexicanos y españoles para que unidos llevasen á cabo la independencia. Una de las personas á quienes se dirigieron con ese

fin

fué el cubano

Nicolás Gutiérrez participaba al virey que en la primera

don José María Arrieta, quien después de servir

quincena de diciembre había aprehendido y fusilado en

de Hidalgo con

aquellos contornos á muchos oficiales de las tropas inde-

y vivía

pendientes

Alamán,

A

^.

punto estuvo de encenderse nuevamente la guerra

Capitulo XVI, lib. I, pñp. 265. » Parte de llurbide fechado el 12 de diciembre (1814) y publicado en la Gaceta de 12 de enero de 1815. ' Gaceta correspondiente al 17 de diciembre de 1814. '

Don

y don Juan Pablo Caballero

el

pacíficamente

denunció

al

en

Chihuahua.

Arrieta,

motivos de particular gratitud que le

lado

según

comandante militar realista

proyectos de Trespalacios y Caballero, no

favores que

al

empleo de coronel, se había indultado

habían prodigado.

noviembre, los dos conjurados, á

la

obstante los

debía á

En

la

los

éstos por

noche del 4 de

cabeza- de algunos

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS individuos, trataron de apoderarse de las armas deposi-

tadas en el cuartel, pero la autoridad militar, prevenida

de

antemano por Arrieta,

momentos

después

de

adoptó

sometidos á juicio todos los conjurados. jefes, Trespalacios

que

y habiéndose publicado

allí

bando sólo se había dicho que estaba desti-

el

las

aquellos

giros en que

mucho tiempo,

concedido por Fer-

indulto

el

de ropa y otros efectos resistió recibir esta moneda,

cio

porque en

nada á

«Conducidos desde luego á

San Luis, dice Alamán, se detuvieron

prest de la tropa de la guarnición. El comer-

el

y

presos

Caballero, fueron condenados á diez

y

años de presidio en Ceuta.

mismo

Sus principales

estaban

intentona

la

medidas

tales

lo

455

pulperías,

representó

.

en

mismos efectos que tan desastrosos han hecha

mas

virey dispuso, en virtud de sus facultades,

el

embarcase para España á disposición del rey.

les

Trespalacios

atacado del vómito en la Habana

fué

y

una

entonces

experimentándose

proporción,

de Braganza, se les aplicó por consulta del auditor Bata-

que se

que

y como desde el principio una baja de 20 á 25 por 100 respecto á

sufrir

nando VII, con motivo de su casamiento con doña Isabel

11er,

lo

en los mercados todos los víveres subieron de

la plata ,

precio

sobre

Consulado,

el

comenzó á

y otras tiendas de

tocinerías

corrían los flacos,

los

después de

sido

independencia, cuando se puso en circulación

la

cantidad

moneda de

de

exorbitante

aumentada todavía más por

El virey, para sostener

se fabricaba.

este

metal,

la falsa que en todas partes

crédito

el

de la

habiéndosele dejado en el hospital, tuvo ocasión de huir

que había mandado acuñar, publicó un bando eu 20 de

á Nueva Orleans, y Caballero

diciembre,

fué

á España

llevado

según su condena, hasta que por otro

nuevo y más

amplio indulto, pudo volver á su patria."

determinando

modo en que

el

de hacer las ventas por menor y

el

que se podía entregar en todas

denunciante, fué desterrado de las Provincias internas

cuantía, bajo de graves multas

en premio de su

Arrieta,

los

realistas fué

suceso importante de la guerra en 1814.

que por ese puerto recibiesen

los

último

el

Temía

virey

el

independientes armas y

recurso

exiguo

asaz

gobierno,

y

aumentó

viduo

la

y otras penas

llegada

allí

aventurero

del

para

exigencias

las

los

disfrutaba.

Creían de este modo

á ofrecer que

por

hubiese de pagar. Mandóse que en

,

gobierno de aquella poderosa República.

tras orden recibió

del virey el

comandante de

Orden

la Costa

diarias

una

dei

contribución

sueldos y rentas de que cada indi-

Humbert, en quien creyeron ver, tanto Calleja como los jefes más conspicuos de la revolución un agente enviado el

según su

i."

directa sobre las utilidades de todo capital é industria,

y también sobre

aprensión

las exhibiciones,

hubo de decretar

éste

municiones de los Estados Unidos de América, y más su

habían

Pero la creación de la moneda de cobre fué un

vil delación.

La toma de Nautla por

se

la proporción de cobre

consejeros

Calleja

y sus

henchir las arcas del erario, y aun se llegó esta contribución sería la única el

que se

término de un mes

presentasen todos una manifestación de

que cada uno

lo

de Barlovento, don Manuel González de la Vega, para

poseía, y se erigió una junta especial que debía entender

que se apoderase de aquel puerto, combinando sus movi-

en

mientos con los jefes realistas de la Huasteca.

ciones,

por éstos y por el gobernador de Veracruz zález de la Vega, pasada la estación

pudo Gon-

,

^e

acometer

Auxiliado

las

lluvias,

el

arreglo sin

verdad, de acuerdo con bierno aprobó,

guarnición

el

respetable.

Fortificáronse,

en

cambio,

los

cambio,

zaron

muy

poco provecho.

Si frecuentes eran

el 6

el

abandonar

por 100

al

Consulado propuso, y tal

zados por las armas del rey,

la

alcan-

los triunfos

escasez de recursos

go-

y aumentar, en

arbitrio

derecho de alcabala para todo

Volvióse á poco á la contribución directa, y aunque

en

el

bando de 14 de octubre se establecía un nuevo

sistema de hacerla efectiva, y se daba á

en esta época

el

comercio interior del vireinato.

independientes en Boquilla de Piedras, deseando conservar sus comunicaciones marítimas, de las que alcan-

Las manifesta-

ganancias, y siendo imposible á la junta averiguar la

puerto por tierra y por la barra, y en los últimos días de diciembre se hizo dueño de él y dejó una al

del impuesto.

y exacción

embargo, presentaron pérdidas en vez de

des para

fijar las

la

junta faculta-

cuotas sin atender á las manifestaciones

de los contribuyentes

hubo de suspenderse en breve por

,

pecuniarios en que se hallaba el gobierno vireinal empa-

haber hallado dificultades y embarazos invencibles en su

ñaba

ejecución.

la satisfacción

que aquéllos

á dictar disposiciones

le ofrecían

y

lo

impelía

suaves otras, pero todas desacertadas, para cubrir los

Forzoso fué recurrir á nuevas gabelas y por bando de 15 de noviembre mandó Calleja que el gravamen

enormes gastos de

de

la

y

providencias,

guerra.

entonces se hizo uso,

si

Uno

tiránicas

unas,

de los medios de que

bien tendía á corregir el abuso

de los comerciantes en pequeño que circulaban en

el

mer-

'^

10 por

100

sobre las

conventos de religiosos

de los establecimientos

dice

Alamán, que en

los

los sueldos de todos los

el

23 de agosto.

«Así fué,

contribución

empleados y ministros reales de

se pagaron con

fueron

y lo hizo extensivo á los de ambos sexos, con excepción de caridad.

nombrados

en

Para exigir esta la

capital

ciento

primeros días de setiembre, '

'

la capital

establecido

subsistiese durante la guerra,

acuñación de trescientos mil pesos en cobre, en virtud

bando vireinal fechado

urbanas,

primeramente por solo un año y ampliado luego á dos,

cado monedas convencionales por ellos emitidas, fué la

del

fincas

una tercera parte en cobre, y

Historia de Mémico, tomo IV, pígs. 211 y 212, edición de 1851. Colección de documentos de J. E. Hernández Dúvolos, t. V,

pág. 744.

,

456

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

noventa y dos comisionados

mente este penoso provincia

y de partido

respectivamente

por 100 de

,

,

servicio,

que debían hacer gratuita-

de solemne fiesta religiosa, y la hizo con tan espléndida

y á los administradores de

pompa que Alamán, después de referir entusiasmado los más nimios detalles de la función, declara que «sería

concedía por honorario,

se les

uno y medio

el

que recaudasen.

lo

y

y medio

dos

el

Este nuevo aibitiio no

imposible repetirla con igual grandiosidad

bastó por lo pronto á cubrir las urgentes necesidades del

con la vulgar verbosidad que

gobierno, y Calleja pidió al Consulado un préstamo de

y calidades de Fernando.

medio millón de pesos,, declarando que

llamó á la Constitución libro sagrado,

aquella

suma

recogería

él

mismo

dinero,

el

cuya amenaza

con

aprontó trescientos mil pesos

Más dura que

no se

le

daba

cuotas al comercio y

las

fijaría

si

el

Consulado

'.

comercio y de los

del

El arzo-

distinguía, las virtudes

lo

Beristain, que dos años antes fué

director

el

de estos festejos que se quiso conmemorar con medallas alusivas é inscripciones encomiásticas. las demostraciones

la situación

^n

bispo Bergosa subió al pulpito y elogió durante una hora,

las

del

de Minería,

tribunal

Siguieron á poco

que tenía preparadas

el

universidad,

gobierno,

y

colegio

de

propietarios de fincas urbanas era la de los agricultores

abogados, protomedicato, colegio de Santos y caballeros

y habitantes de los campos , que además de las contribu-

de

ciones

que pagaban

gobierno se veían obligados á

al

satisfacer los impuestos

exigidos por los independientes,

quienes amenazaban con

el

la

orden de Carlos III, pero ninguna, según

cabildo eclesiástico.

Para que fuese completa

incendio de los campos, gra-

de las cosas

la retrocesión

neros y oficinas la folta de acatamiento á sus órdenes. El

é

pulque que producen

en 1808, según los deseos expresados por

los llanos

de

Apám

estaba gravado

el sentir

de testigos presenciales, fué tan suntuosa como la del

instituciones

políticas

al

punto en que se hallaban rey en

el

por estos últimos con un fuerte impuesto que les daba un

documento solemne

recurso considerable,

consejeros emprendida, apenas restablecido el primero en

y

el

gobierno, á su vez, cobraba

y conforme á la obra por

'^,

él

y sus

alcabala á esta bebida, de gran consumo en las ciudades

el trono,

de Puebla y México y en

México, elegido en virtud de las prescripciones constitu-

los

pueblos de aquella comarca.

faltaba que desapareciese el

ayuntamiento de

La

miseria pública era intensa en los centros poblados y en los campos, las propiedades bajaron considerablemente

cionales

de valor y muchas familias de españoles, esquivando las

real expedido en julio

consecuencias de una guerra que parecía prolongarse por

los

muchos años aún, dejaron el país, marchando á Veracruz en varios convoyes que salieron de la capital en los últimos meses de 1814.

vino al de México, que debía disolverse inmediatamente.

Formaron

irritante contraste con tanta desolación

y

y que Calleja había respetado hasta entonces^ Pero llegó á manos de este alto funcionario el decreto

Ese mismo día fué reinstalada sólo cinco regidores

el

gobierno

para celebrar la restitución de Fer-

nando Vir á su trono, pues desde agosto, como dijimos de este capítulo, se aplazaron para después

al piincipio

El día anterior

antigua corporación con

ella

habían quedado y los

un

bando

de

Calleja anunció el

como se

de todo

hallaba el 1." (ft

mayo de 1808, reponiéndose en conse-

el

orden judicial

tal

cuencia las audiencias de México y Guadalajara con todas las atribuciones

abundantísimas. Calleja, que recibió á fines de noviembre

en aquella época.

su ascenso á teniente general de los ejér-

la

16 de diciembre pre-

restablecimiento

de la estación de las lluvias, que fueron en aquel año

la noticia de

que de

el

dos alcaldes de la que acababa de ser suprimida.

tan extrema miseria los espléndidos festejos dispuestos

por

de aquel año mandando reponer

ayuntamientos perpetuos, y

y preeminencias que

les

correspondían

Volvieron los ministros de esos tribu-

nales al goce de los privilegios

comisiones y gajes que

,

nombró con anticipación una junta com-

antes tuvieron, y entraron de nuevo en ejercicio de sus

puesta del intendente Jlazo, del conde de Bassoco y del

funciones todos los tribunales y juzgados especiales que

citos españoles

síndico

,

Márquez para que

le

propusiesen

lo

que se había

la

Constitución había suprimido

;

siguiéronse otra vez los

de hacer, los cuales formaron su programa consistiendo en

viejos

funciones de iglesia, costeadas por las diversas corpora-

de letras y todas las reformas é innovaciones introdu-

ciones,

cidas por las Cortes

iluminaciones,

Adelantóse brar

el

serenatas

y

de

corridas

toros.

Consulado, cuyos miembros hicieron cele-

una solemne misa en San Francisco

noviembre, «pero aunque munificencia posible,

dice

la función

un

el

13

se notó que

había sido escasa la concurrencia de los comerciantes

europeos, en su mayor parte adictos á la Constitución."

El cabildo eclesiástico de México, movido por arzobispo Bergosa y

el

Constitución. '

AlauXn.

el

deán Beristain, desplegó gran

fausto para celebrar la vuelta del rey

Escogió para

ello el

y

la

caída de la

8 de diciembre, día

— Historia de México, tomo IV, pág. 215.

tribunales;

quedaron abolidos

en

la

los

juzgados

ley para el arreglo de los

resucitaron los corregimientos y subdelega-

de

fuese con toda la

historiador,

procedimientos;

' Véose en la Historia de México de esle autor, tomo IV, paginas 156 y 157, la minuciosa relación de esta fiesta. Bustamante en su Cuadro histórico, tomo 111, pág. 104, dice ú propósito de esta solemnidad: «El deán Beristain, cuyo cráneo debiera analizar el doctor Gall para descubrir en él el órgano de la más vil adulación, gusló (según entiendo) más de veinte mil pesos en efta función y aleijtó á otras corporaciones á que hicieran lo mism ... Acuñáronse medallas de todos metales, en cuyo anverso se presentaba á Fernando Vil sentado en el solio empuñando el cetro, la perfidia á sus pits, y este lema: Ferdinando, óptimo regi, solio restituía, rapitulum Ecclesice mewicana. Beristain fué el primero que la trajo al cuello en señal de su esclavitud, 6s( como los niños romanos la bulla ¿ especie de anillo en forma de corazón, en señal de su libertad...» « Heal decreto de i de mayo de 1814 expedido en Valencia.

á

MÉXICO A TBAVE8 DB LOS SIGLOS dones,

como

así

nada quedase dice

las reptíblicas de indios,

sin reponer

«y para que

antiguo orden de cosas,

del

Alamán, autor nada sospechoso en materia de adhe-

457

días antes de que llegase á México la noticia del regreso

á España del monarca, y

el edificio

se había destinado á

cuartel de un batallón de patriotas.

Después del resta-

sión al absolutismo, aun de lo que podía haber en él de

blecimiento del Tribunal le fué devuelto, y también se le

más

pena capital

entregaron los bienes que no estaban enajenados aún.

habiendo sido condenados á

odioso,

dos reos por homicidio,

que fueron

la

ejecutados en los

El inquisidor Flores publicó un edicto, conminando con

días 22

y 24 de noviembre, se volvió á usar de la horca, castigo cruel, especialmente en el modo practicado en

excomunión mayor y penas corporales á los desobedientes, por el que mandaba que se denunciasen á sí mismos

México, que había sido suprimido por las Cortes, y también volvieron á usarse los azotes en la picota y en

ó á los otros los que hubieran vertido especies contra-

burro, con los reos que fueron condenados á sufrirlos.»

decirlas.

Reapareció, por último, instalarse

la

30 de diciembre como

el

quisiese legar

volviendo á

Inquisición,

á su sucesor en

el

si

el

año de 1814

orden de los tiempos

Y

todo viejo régimen restaurado y completo. los antiguos

México

el

miembros de aquel tribunal

inquisidor

fiscal,

sólo

don Manuel

como de

quedaba en

Flores,

éste

rias

á la religión

ó

al

Santo Oficio,

ó

hubiesen oído

Algún tiempo después otro edicto del mismo

inquisidor dio facultad á los confesores para absolver á

todos los que se denunciasen á

de toda pena temporal.



mismos, dispensándoles

Así, bien pudo Calleja decir.

su soberano que al terminar este año, la administración

Nueva España hallábanse mismo ser y estado que en 1808; pero no podía

pública y las instituciones de

en

el

congregó en su casa á todos los ministros y dependientes

asegurarle de la fidelidad de sus antiguos subditos, cuya

que antes

gran mayoría luchaba indomable por sacudir

lo

formaron, y nombró

del oratorio de

fiscal

interino al padre

San Felipe, dou José Tirado.

Los mue-

bles habían sido vendidos en pública almoneda algunos

T. .11.-58.

ción

española

desde

setiembre de 1810.

la

la

hermosa alborada del

domina16

de



CAPÍTULO

XIII

la sociedad derivados de la prolongación de la guerra. — Aspecto sombrío de la revolución al empezar el año — Pintura que hace de la situación de Nueva España el consejero Bodega y Molinedo en su representación al gobierno de la metrópoli. — Don Ignacio López Rayón asume el mando en las posiciones fortificadas de Cóporo. — Disposiciones del virey para emprender el sitio de Cóporo. — Fórmase una fuerte división realista. — Llano es nombrado general en jefe de la expedición. — Sale ésta de Acámbaro el 16 de enero. — Su marcha por Tuxpam y Jungapeo. — Llega frente á las posiciones ¡de los insurgentes el 30 de enero. — Descripción del cerro de Cóporo. — Primeras operaciones de Llalio. — Junta de guerra convocada por este brigadier. Opinión del segundo en jefe Iturbide. — Tentativas infructuosas de los realistas para apoderarse de las fortificaciones. — Resuelve Llano el asalto y nombra á Iturbide para que lo efectúe. — Emprende Iturbide el asalto y es rechazado con pérdidas considerables sitio y se retira á Maravatio. — Comunica al virey su resolución. (4 de marzo). — Absurda proclama de Llano. — Levanta éste

Temores y desconfianzas de de 1815.

el





Varias disposiciones de éste después de la retirada de Llano. Resultados inmediatos de este descalabro. Dura respuesta de Calleja. Muévese Rosains de Tehuacán á San Andrés. Acción de Soltepec (22 de enero de 1815). — Retirase Rosains é Tehuacán. Sorprenden los realistas un destacamento en San Andrés. Ordena Rosains á Velasco que incendie esta población. — Excesos que Nueves crueldades de Rosains. — Sesma en la Mixteca y Victoria en la provincia de Veracruz cometen los soldados de Velasco.









desconocen su autoridad.

— Hostiliza Victoria

los

convoyes

realistas.

— Fortifícase

en

Puente del Rey. —Ataques infructuosos

el

diri-

— Convoyes cuBlodiados por este jefe (marzo y abril de 1815). — Situación difícil del comercio con motivo de la lenta y peligrosa marcha de los convoyes. — Prisión y destierro de don José María Fagoaga ordenados por Calleja. — Nuevas prisiones — Osorno en los Llanos de Apám. — Es proclamado por los suyos teniente general. — Indisciplina de sus tropas. — Exacciones de Osorno. — Barradas es nombrado por Calleja comandante militar de Apám. — Su derrota en Tortolitas 12 de abril. — Vuelve Barradas con considerables refuerzos y entra en Apám — El teniente coronel realista Terán se apodera sin combate de Zacatlún (26 de abril). — El coronel Ayala sustituye é Barradas en mando militar de los iZanos de Apám. — Triunfos de Guerrero en la Mixteca baja y Sur, durante el primer tercio de 1815. — El canónigo don Pedro Fonte es nombrado [arzobispo de México. — Bergosa y Jordán recibe orden de retirarse á su antigua iglesia de Oaxaca. — Don Manuel Abad y Queipo, obispo electo de Michoacán, es llamado á España. — Verdadero motivo de esta providencia. — Informe dirigido por Abad y Queipo al rey antes de embarcarse para la península. — Sus acusaciones contra Calleja y Lardizábal. — Propone en su informe varias providencias para dar fin á la

gidos á esta posición por

el

coronel realista Águila.

el

el

el

insurrección

Nada



Regocijo de los independientes

se veía,

principiar el

al

al

saber

la

partida de

año de 1815, que

presentara señales ni diera esperanzas de que pudiese

menguar

ni

menos terminarse

la

desatada tormenta que

más de cuatro años, sobre

rugía, hacía ya

el

reino de

Nueva España. Todo anunciaba, por el contrario, que iba á hacerse más y más violenta. Calleja, en los últimos días del año anterior,

había decretado

la

confiscación de los

familias,

huyendo

de las calamidades de la guerra, habían abandonado

marchando á

la península

el

con los restos de sus opu-

lentas fortunas.

Las que siguieron viviendo en

veían

menoscabo de sus propiedades, ya por

el

rápido

la colonia

excesos de las guerrillas, ora por las exigencias del

los

fisco,

más apremiantes cada

las poblaciones de

vez.

Cundía

primero y segundo orden

la miseria ,

y

ella

en

empu-

jaba á la clase pobre á tomar partido por la independencia. '

oián,

La

vuelta

del

absolutismo

había

dividido

al

Véase bando de Calleja de 9 de diciembre de 1814 en la Colecde documentos de J. É. liernéndez Dúvaloe, tomo V, púg. 753.

en otro

dominación vireinal,

la

y

se

tiempo

los

ardientes

primeros

apartaban

de

en la

comer-

sostenedores

auxiliar

acción

al

oficial

estre-

de la

gobierno

como

si

quisiesen dejarla entregada al único sostén de las armas,

ya que

dos.

país

.

ciantes,

de pena tan trascendental y dura á los comandantes mili-

Gran número de

y desde

tan compacto,

pitosa caída de la Constitución notábase que los

de

i.

Espaiía.

partido español, antes

bienes de los insurgentes erigiendo en jueces y ejecutores

tares de los distritos

^

Abad y Queipo para

los

la fuerza sola

había intervenido en

la

destrucción

derechos y libertades en la Constitución proclamaSólo

había manifestado sin embozo su

el alto clero

adhesión ilimitada al rey absoluto y su odio á la independencia; y una y otro se revelaron asaz claramente

en del

las suntuosas

monarca

al

con que solemnizaron la vuelta

fiestas

trono,

en que á la par de las gracias

rendidas á Dios por la

Deseado, repetían

restauración

los ecos

de

Fernando

de las catedrales

el

el

anatema

lanzado contra los defensores de la emancipación política

de México.

Estos no oponían ya, y hacía tiempo que vireinal lo observaba sin

el

gobierno

querer explicarse la verdadera

causa de tan porfiada resistencia, aquellas imponentes

masas que siguieron á

los

primeros caudillos en Gruana-r

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

4(i0

Acúleo y Calderón pero sumadas las muchas partidas que sostenían la guerra en la parte más

en los tiempos sucesivos: según se fué prolongando

importante y poblada del vireinato, pudiera decirse que sobrepujaba el número de los hombres de armas que las

mal, se aumentaron también y se malignaron los síntomas. Los varios acontecimientos de la lucha ensangren-

componían

taron prodigiosamente

juato, las Cruces

,

;

de los mal apercibidos guerreros que se

al

alzaron á la voz del Padre de la Patria al principio

Ya

de la revolución.

misma naturaleza

fuese por la

levantamiento, que hallaba

eco y simpatías

del

en todo

el

ámbito del país, ya porque la experiencia había enseñado á sus caudillos

más la

qiie los

grandes ejércitos eran destruidos

fácilmente, lo cierto es que en la segunda época de

siguiente

pasiones,

el

por

éstas

Pero desgraciadamente no ha sido

«

:

odio

mente

la

"Era, pues,

que

circunstancias,

debilitarse,

á

ofreciendo así ocasión para ser vencidos con

frecuencia.

Este nuevo sistema que salvó á la revolución de

denunciado

el

de

que resultó

y ame-

forman esencial-

que ofrecen y describen estas melancólicas

ella, el

y

de ser mejor que

lejos

el

de los años

empeorado extraordinariamente; porque

anteriores, había

al

mismo gobierno de Estado

de

metrópoli por un

la

habiendo

que

salido

de

Nueva

cada día más terreno;

perdió

favor la buena causa

;

de conocer que

mente destruida

;

podía ser fácil-

pero hoy su misma división lo dificulta.

los insurgentes

presentaban

cuerpo confiados

el

en su número, y ahora sólo se aprovechan de nes en que tienen segura

la

aunque pequeñas, que por desprecio se llaman de

saltea-

dores y bandidos, han sido bastantes para acabar con el

comercio, la industria y la agricultura, y también

mucha gente

:

forman entre



un cuerpo

con uniformidad de principios y felices

fines

,

solo

sensatos, quienes al

con

y proceden

y por muchas y

que sean nuestras acciones militares,

éxito,

feliz

Este era

si el

y llegó

caso

el

no se mudaba de dictamen de

mismo tiempo que lloraban

los

deso-

la

lloraban la desgracia de que no se atinara con el

remedio, ó á decirlo mejor, que se tuviera por remedio lo

que aumentaba

la

enfermedad.»

Abrióse la campaña de 181.5 con la expedición contra

las ocasio-

Esas partidas,

victoria.

un

mal era incurable,

el

lación,

,

ministro Lardizábal,

público;

se fueron consiguientemente debi-

litando las esperanzas de

representación

al

faltó el espíritu

desaparecieron las más visibles ventajas que tenía á su

sistema y de conducta.

muy

falta

Nueva España, cuando yo

estado de

España en 1814 podía dar testimonio de los sucesos ': u Cuando andaba reunida la fuerza enemiga decía en su

Entonces

decir

y

desde que empezó á interesarse la opinión general se

morir en su cuna, y que prolongándola, hizo que venciera al fin, después de larga y cruenta contienda, era

consejero

de

otras

guerra con que se destruyen.

salí

y por consiguiente

imprudencia

cuyas respectivas opiniones

ricanos),

el

rencor, y animadas y encendidas

dividido el reino en dos partidos (entre europeos

constante, activísima, forzando á los cuerpos realistas

perseguían á dividirse,

el

de unos y otros, se puede

política

guerra las pequeñas reuniones armadas la sostuvieron

las

y

carácter y produjeron

su

inconsideración,

la

mismo

lo

las posiciones

don

de Cóporo, fortificadas por

Ramón Rayón,

quien

al

llegar

su

el

incansable

hermano don

mando y fué el primero en obedecer sus órdenes como emanadas de un Ignacio, fugitivo de Zacatlán, le cedió el

La

de mayor

edad y graduación. Mogotes, cuyo relato hemos hecho en

jefe

acción de los

el capítulo anterior,

revoltosos no disminuyen ni el estado del reino se mejora.

y que de tan fatales resultados fué para Llano, forzó al gobierno vireinal á disponer una formal expedición contra

Los caminos se mantienen enteramente cerrados, excepto

Cóporo, tanto para lavar la vergüenza de

aquellos en que los

derrota como para destruir un centro de resistencia que

aduanas en seis

los

insurgentes tienen establecidas sus

y la comunicación y el tráfico se abren de seis meses á costa de inmensos convoyes y numerosas ,

se sostenía

amenazador en

el

territorio

la

reciente

de Michoacán, la

revo-

el éxito del

golpe

donde tantos defensores armados tuvo siempre

en que se pierden siempre muchos hombres y grandes intereses. Ha disminuido notablemente la acu-

lución.

ñación de la moneda y los gastos ordinarios del gobierna

inmediatamente á Llano, ordenó que se uniesen á

no se pueden cubrir sino á costa de forzados préstamos

las

escoltas,

y gravosas contribuciones sistencia precaria el

y poco

,

resultando de aquí una sub-

duradera.

Finalmente,

si

en

que meditaba no

contener el monstruoso torrente que

amenazaba una ruina súbita y general

,

hasta

el

punto

ei'an

bastantes las fuerzas que obedecían ellas

que operaban en la provincia de Guanajuato á las

órdenes de Iturbide,

quien fué nombrado segundo en

jefe de la división expedicionaria.

primer año de la revolución pudo un ejército de cinco

ó seis mil hombres

Considerando Calleja que para

Las tropas quinientos

realistas,

hombres,

número de cuatro mil

en

Acámbaro

de

salieron

enero (1815) dirigiéndose hacia

el

Sur,

y

el

16

de

al llegar á

desvió Iturbide con setecientos hombres al

de verificarse la prisión de casi todos los cabecillas de

Tuxpam

aquel tiempo, ya en los siguientes no se ha podido hacer

rumbo de Angangueo y Zitácuaro, para perseguir á don Francisco Rayón que se decía hallarse en esos contornos.

tanto con una fuerza incomparablemente

Y cipio

después de afirmar que

la

más poderosa.»

revolución en su prin-

no tuvo á su favor la opinión general, decía

Representación del coiifejero de Estado don Manuel de Bodega y Molinero, lechada en Madrid el 27 de octubre de 1814. '

lo

No

se

y desi)ués de haber fusiAngangueo, sospechosos de lado á cuatro vecinos de lo

encontró

el jefe realista,

mantener inteligencias con

los

insurgentes,

volvióse á

la

unir con Llano en

Tuxpam.

Toda

la

división prosiguió

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS SU marcha llegando á Jungapeo

el

El general

26.

día

español ocupóse inmediatamente en componer

que de ese lugar conduce á allanar el paso de

alturas de Cóporo para

las

y

artillería,

la

camino

el

el

30 se hallaba con

todas sus fuerzas frente á las posiciones de Rayón.

El altura,

escarpado

y de bastante estaba defendido en su lado más accesible por Cóporo,

de

cerro

cuatro baluartes bien construidos,

baterías en los

tres

izquierdo del frente fortificado una

maban

sobre

fcidre

trabajado

infatigable

En

Ramón Rayón. corre

al

Desde de

pié

la

con

y

celo

su

siempre

de

don

montaña,

ascendía

por

el

flanco

mayor alcance

su

y en

artillería

el

llegaba

á

quince

entre los que se distinguía

que

los

llamaron

españoles

Barrendero á causa de sus desastrosos

efectos

^;

cercanías asomaban algunas guerrillas, con el

las

manifiesto propósito de hostilizar á los sitiadores.

Llano estableció una batería á

arroyo llamado de Cóporo, que

el

Su

asaltantes.

los

cañones de todos calibres,

anchura y una estacada de árboles de espino á distancia de veinte metros del foso.

independiente setecientos hombres,

la guarnición

de los que cuatrocientos estaban armados de fusiles, y los demás eran indios destinados á rodar gruesas piedras

intermedios formadas de sacos á tierra, un foso de gran

obras había

vereda poco usada

y de muy áspera subida, siendo enteramente inaccesible lo demás de la circunferencia de aquella montaña. For-

por

todas estas

461

baluartes de Cóporo,

y

el

tiro

de cañón de los

de febrero mandó romper

2

Cerro fortificado de Cóporo

vivísimo fuego que se sostuvo durante tres días, siendo

por las piezas de Rayón

correspondido

pérdidas considerables en las

tiempo

abrían

éstos

filas

camino

un

que

realistas.

cubierto

causaron

Al mismo

y

dirigían

algunos reconocimientos, en que se hicieron prisioneros

de una y otra parte, que todos fueron pasados por las armas. El día

presentaba

5,

la

convencido Llano de las dificultades que

formidable

posición

que

tenía

delante,

tades que se oponían al ataque la

numerosa

artillería contraría,

defendía á los baluartes eran

,

:

lo

inaccesible del cerro,

y

el foso

profundo que

en su concepto, formida-

y para vencerlos sería preciso sacrificar de soldados. Creía conveniente que se

bles obstáculos,

gran número

dejasen mil hombres en el campo para sostener y conti-

nuar los trabajos del saliesen

en

dos

y que

sitio,

secciones

á

el

resto de las tropas

recorrer

los

lugares

de

convocó en consejo de guerra á los principales jefes de

Laureles, Tlalpujahua, Maravatío, Zitácuaro, Angangueo,

su división.

Tuxpam y

Concurrieron á esta junta su segundo Iturbide, los

el

teniente

coronel

de igual graduación

el

coronel

de artillería Gordoncillo,

Claverino,

Monsalve,

Corral,

Calderón y Concha; los sargentos mayores don Pío María

Ruiz y don Juan Miñón

,

y

el

capitán don Pedro Dupont.

el país,

tiados, abastecerse

ella

el asalto

opinaron todos, inmediato;

el

con excepción de Iturbide, por

segundo en jefe expuso por escrito

su parecer y enumeró todas las circunstancias y dificul-

con

lo

que

se

lograría

vivir

que apoyaban á

sobre los

si-

de víveres y mantener abiertas las

comunicaciones con Guanajuato, Valladolid

,

Querétaro y

México, pudiendo en caso necesario auxiliar á

la

capital

BusTAMANTE. — Cuadio kisíóiico, tomo III, pí'ig. 123. — Ala-; man, fundándope en la afirmación de Iturbide en la junta de guerra convocada por Llano, dice que los independientes tenían en Cóporo treinta y cuatro cañones; Bust'amante asienta que no eran más de '

En

otros,

destrozar las partidas

quince.

»

462

SrÉXICO 1 TEA VÉS

misma,

sin

de apercibirse

perjuicio

quedasen frente á Cóporo. venía en que

Pero

asalto

al

los

que

mismo tiempo con-

al

reputación de las armas del rey estaba

la

comprometida en una empresa que no podía aplazarse sin desdoro, y terminaba diciendo que si el consejo se resolvía por el ataque á viva fuerza él

mismo

á la cabeza de las columnas que marchasen

Acabó

se pondría

al asalto

sen grandes trabajos de zapa para aproximarse con

el

menor daño

se

posible á las líneas fortificadas,

empleasen todos

tales obras é intentonas no dieron

rable,

y Llano hubo de

confió

á Iturbide por orden que

marzo, y en que

le

y que

medios para incendiar éstas; pero

los

ningún resultado favo-

resolverse á dar

ella le encarecía la

le

el asalto,

que

las

armas reales con-

con su triunfo á la conservación de la reli-

tribuirían

de la paz y de los derechos del soberano Grande satisfacción produjo en el ambicioso Iturbide

gión,

distinción que acababa de recibir

y

que feliz

le

'

No

atención por

ataque, lo que no sucedería

á

luz

la

.

estaban desapercibidos por cierto los vigilantes

Rayones, pues desde sus reductos observaron extraordi-

campo

el

realista,

que

lo

que se preparaban á atacar ó á retirarse.

muy

que enviaron cautelosamente hasta avanzadas

ambos

contrarías

regresaron

jefes habían visto

les indicó

Los espías de

cerca

confirmando

lo

las

que

ya con ayuda de sus anteojos

de campaña, y en consecuencia redoblaron sus precauciones para el caso de que se dispusiese un asalto.

A

hora fijada por Iturbide (cuatro de la mañana

la

del

4 de marzo) pusiéronse en movimiento sus colum-

nas

2,

no permitiendo

vereda más

lo

pendiente y estrecho de la

La primera,

un hombre de frente.

que

mandada por

la

naderos y cazadores del Fijo de México pudo llegar

y

el

capitán Filisola y formada de los Gra-

el

cerca del parapeto que defendía la entrada por

punto.

Ya

muy aquel

fuese por la extrema vigilancia de los sitia-

dos, ya por los ladridos de un perro que siempre acom-

se lograba sorprender á los sitiados, lo que no

por la vigilancia con que se sabía que

pañaba á Filisola y que logró desatarse y correr desde el campamento en pos de su amo, llegando á su lado en

empresa que se

aquel

parecía fácil

estaban.

del día

la

que se intentaba sólo podría tener un éxito

el asalto si

frente figurando

^,

se apresuró á dar las

gracias al general en jefe, añadiendo que atacaiía,

adopto este partido, por-

que de ese modo podi'á llamárseles

comunicó er 3 de

importancia del encargo

daba y se prometía que

operaciones en la oscuridad,

nario movimiento en

^.

junta de guerra por acordar que se hicie-

la

DE LOS SIGLOS

Para

,

la

tes quinientos infantes tería podrá ser la del

creyó suficien-

le fiaba

y doscientos

caballos.

«

Bafio con sus respectivos

La

infan-

oficiales,

compañías de Granaderos, caza-

contestaba á Llano, las

dores y cuarta del Fijo de México mandadas (si V. S. tiene á bien) por su sargento

lo

mayor don Pío María Ruiz;

momento

crítico,

lo

cierto es

que

los

centinelas

dieron la voz de alerta, y que en el instante acudieron

hombres

cinco

punto amenazado, y momentos después

al

se agolparon otros cincuenta,

además de

las

compañías

de Sultepec y del capitán Carmonal que sostuvieron la defensa atacando á los realistas por unas veredas latera-

compañía de Zamora y una ó dos de Tlaxcala al mando del teniente coronel don Francisco Ranero. La

les.

caballería podrá ser la que se halla

seis varas, pero todos sus esfuerzos fueron infructuosos,

la

de Cóporo con

Monsalve, y

su jefe

el

destacamento

coronel don Pedro

teniente

piquete del quinto escuadrón de Fieles

el

que existe aquí.

Trataré de dar

mañana

cuatro de la

el

en

inconvenientes

que

golpe entre tres y próxima, y aunque conozco los

trae

el

el

emprender esta

clase

de

La cabeza de

llegó,

y

los

sin

la

primera columna de los asaltantes

embargo, á tocar

el

más temerarios rodaban muertos

que habían quedado atrás.

los

nuevo

día,

hora

ó

más de

heridos sobre

Entretanto, aclaraba

el

y con mayor luz eran más precisos y certeros

los disparos

de

parapeto, alto de

de los independientes. Cerca de tres cuartos

duró

esta

porfiada

y

sangrienta

refriega,

teniendo que retirarse la primera columna, y aunque la Véase íntegro el voto de Iturbide en Bustamanle, tomo 111, págs. 125 á 127. '

el

Cuadro

histórico de

Hé aquí la orden de Llano: «Exigiendo el punto de Cóporo el mayor interés en la destrucción y castigo de los malvados que han llegado é posesionarse en términos de ofrecer Varias dificultades para ser atacados, he resuelto que V. S. se encargue de emprender el ataque esta noche ó el día de mañana á las horas que tenga por conveniente por la subida del rancho de Cóporo, que según noticias más verídicas, como V. S. sabe, es en algún modo accesible, eligiendo para ello las tropas, jefes y oficiales que de este ejército le merezcan confianza, dejándole á V. S. libre toda disposición para hacerlo, debiendo sólo comunicarnos en lo particular la seña con que para el coso deben ser conocidas las tropas que vayan á las órdenes de V. S. con las que á mi me queden para el preciso conocimiento en lo que éstas tengan que operar; esperando de su pericia, talentos militares, espíritu guerrero que lo anima, y del celo y patriotismo con que ha llenado los huecos de sus servicios, no me deje que desear en ocasión tan interesante, que tal vez más que en ninguna de las que se han presentado en esta rebelión, es de necesidad dejar con el mayor lustre las armas del rey, para conservar la religión santa, lapa:: en la patria ¡/ derechos del soberano. Dios, etc. Campo sobre Cóporo y Marzo 3 de 1815. Ctrtaco del Llano. t~ Señor Coronel Don Ajfustín dp Iturbide. •



:>

segunda avanzó á su vez, no fué con continuar

el

asalto

sino

el

propósito de

para recoger los heridos que

habían quedado rezagados entre las breñas y quebradas de la montaña, contándose en ese número el



BusTAMANTK. Cuadro histórico, tomo III, pág. 180. «Antes de comenzar la acción llegó un mozo á toda diligencia, y como si viniese de las fortificaciones á verse con Iturbide, le entregó una carta é presencia de sus soldados. Tomólo éste en lus '

'



manos

Señores, yo y la comenzó á leer para sí solo; después dijo: no es tiempo de ocultar á ustedes lo que se me avisa en esta corto; esos picaros (añadió señalando á la plaza) no dan paso sin linterna; el gobierno ha gastado mucho dinero, pero ha conseguido su intento. Rayón dice que lo ataquemos por Cóporo, donde manifestará resistencia, pero que elevará los tiros hacia lo alto para que no nos ofendan: que se ha valido de este arbitrio porque sus compañeros no entiendan su plan, y asi, el campo es nuestro y vamos á la victoria. De tal artimaña se valió Iturbide para alentar é aquellos miserables que no conociendo la tela que les habla urdido se adelantaron á recibir la muerte, engaño sobre que después le reconvinieron con amargura los oficiales del batallón de Zamora.» (Uusta-



MANTB.'«- Cítarfro histórico, tomo Ul, pág. 131

)•

MÉXICO k TBAVÉS DE LOS SIGLOS capitán Filisola y los tenientes don Juan José Codallos,

don Pablo Obregón y don Kamón de Lamadrid.

Grande fué

la

y mayor quizás resto de

el

la

•,

el efecto

que este descalabro piiodujo en

división.

Llano, que era tan escaso de

las consecuencias

una absurda

de

derrota dirigiendo á sus soldados

la

incoherente proclama, en la que llamaba

é

invencibles á los que ese mismo dia habían sido recha-

zados

«En

2;

madrugada de hoy,

la

decía,

les

habéis

conseguido sobre vuestras glorias satisfacer á Dios,

al

rey y á la patria, de la constante decisión con que defendéis

vuestros

más

activo fuego, hasta tocar con las

sagrados

deberes,

división ocupada en

por

arrostrándoos

el

manos y desenga-

en 12 de marzo con una severa

Calleja contestó

reprimenda

manifestando sin embozo su desagrado por

^,

haberse llevado á cabo

que asegurasen un

coger

acreedores

el

castigo

por su contumaz rebeldía,

á que son tan

como

lo

habéis

hecho en todas ocasiones y haréis en lo sucesivo... Para colmaros de esta satisfacción, tomaré todas las disposiciones

á

más conducentes

estos infames en

adoptando por ahora

,

un punto que

ellos

la

de dejar

mismos abandona-

rán, en el entretanto os recuperáis de las meritorias

Norte

ejército 'del

el

en jornadas

más

importantes, y dando lugar á la exaltación y consecuencias

que en

estado actual del país produciría semejante

el

Censuraba amargamente

suceso."

tadas para

precipitación

las disposiciones

dic-

ataque, reconociéndose en todas ellas la

el

y

falta

de conocimientos militares, no obs-

tuvieron los jefes

arte á la naturaleza para que

el

armas

del rey al descrédito, marchitando los laureles que había

sabido

enemigo cobarde unió

impusieseis

ataque sin las precauciones

el

resultado, «exponiendo las

feliz

tante el tiempo que en

les

la

tropa y pasturas para los caballos.

ñaros por vuestros ojos de la imposibilidad en que un

vosotros no

cerco auxiliase otra exclusiva-

el

mente festinada á acopiar y conducir víveres para

pérdida que sufrieron los realistas

como sobrado de crueldad, creyó atenuar

inteligencia

463

esta expedición

y en

la anterior

para cerciorarse de la situación del

enemigo y de las dificultades que presentaba el asalto. «Pero nada ha sido tan perjudicial, decía Calleja, como la resolución

de retirarse, dejando á

los rebeldes ufanos

y gozosos de haber rechazado con no poca pérdida á tropas del rey,

bajo

equivocado concepto de que

el

las el

punto que ocupan es despreciable por su localidad, como

tareas con que os habéis hecho dignos de la mejor con-

hubiese alguno, por remoto y por inútil que parezca donde se sitúen los enemigos, que no sea importante y

sideración y recompensa, para después estrecharlos con

forzoso desalojarlos de él, para que no

el desprecio

de sus fortificaciones á batirlos, donde cuerpo

á cuerpo multipliquen

y

el

convencimiento de vuestro valor

disciplina militar, r

En

de guerra convocado por Llano

flespués de la derrota de Iturbide, declaró

que se

unánimemente

cualquier intento de nuevo asalto, en el

inútil

sacrificaría la

nión

y

orgullo,

y contaminen á

otras provincias ensan-

chando sus esperanzas y proyectos devastadores, de que sobran ejemplares en esta revolución siempre que se les

tropa sin provecho.

El brigadier

ha dejado

subsistir por algún tiempo en

Después

fortificado."

de

combatir

razones expuestas por Llano en su

de que había puesto de su parte todo recta intención,

Calleja participándole la resolución que

En

oficio

al

virey

había adoptado.

ese documento, desatinado como todos los que brota-

ban de su pluma

,

pretendía disminuir la importancia del

las

de 5 de marzo,

terminaba, sin embargo, diciéndole que estaba satisfecho

español ordenó la retirada, y el día 6 de marzo abandonó

pero antes de moverse dirigió un

cualquier punto

una tras otra

oficio

su campamento, emprendiendo su marcha hacia Maravatío;

aumenten su opi-

,

efecto, el consejo

que sería

si

el

lo

que cabía en su

honor y celo; y no teniendo ya remedio

levantamiento del asedio, aprobó la formación de una

partida volante de quinientos á seiscientos hombres de

todas armas que debía hostilizar á los

Cóporo,

impidiéndoles

defensores

que se proveyesen

de

de víveres;

punto fortificado de Cóporo; proponía destinar un cuerpo

ordenó que las tropas estacionadas en

de quinientos ó seiscientos hombres

el cual se ocupai ía

de Maravatío saliesen con frecuencia á recorrer los cami-

sementeras para privar de víveres á los

nos que parten de ese punto á México, Querétaro, el

en talar

las

defensores de aquella posición;

,

manifestaba también

el cuartel

general

en que se hallaba de sostenerse por más

Bajío y Valladolid, y dispuso que el teniente coronel Concha al frente de su sección se situase en Ixtlahuaca

tiempo, escasas sus tropas de provisiones y dinero, y la

para proteger ese rumbo y el cercano de Toluca de las

imposibilidad

caballería

de forrajes;

decía

que toda

la

la

comarca se

hallaba exhausta de mantenimientos, y terminaba afir-

mando que para establecer babilidades de

el

sitio

de Cóporo con pro-

buen éxito era indispensable que á

la

numerosas guerrillas que

'

la

Bustamante en su Cuadro

tomo 111, pág. 133, dice asalto de Cóporo fué de cuatrodice que no es posible fijarla, y aunque

pérdida de los realistas en

histórico,

el

cientos hombres. Alamán los partes oficiales de los mismos realistas afirman que tuvieron fuera de combate cien hombres entre muertos y heridos, cree que la pérdida fué mayor. '

BusTAMANTE.

Alamán

— Caarfro

la inserta casi

histórico, tomo 111, píígs. 133 y 134. íntegra en su Historia, tomo IV, pág. 272.

los

amagaban con incansable

constancia. Si deplorable fué para el gobierno vireinal el desastre sufrido por sus

para las de

que

,

,

la

armas en

las

asperezas del Cóporo,

independencia fué de grande importancia

y reanimó las esperanzas de sus ardientes partidarios. Alzáronse los Rayones en fama y en prestigio, ya que de infatigables luchadores habían alcanzado el primer puesto,

y tornóse á perder para

los

soldados del rey la vasta

• Este documento y el anterior se hallan Íntegros en el Cuadro histórico de Bustamante, tomo 111, pégs. 138 á 142, edición de 1844.

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS

464 zona que se extiende entre Toluca y

capital de

la

la

provincia michoacana.

y

Mientras que estos sucesos ocurrían la capital, otros el

rumbo

Donayo

de

al occidente

de notable importancia se efectuaban en

oriental

donde

la división

de Márquez

realista

tenía que atender, por el norte, á las impetuosas

partidas que obedecían á Osorno

y por el sureste á las acampadas en Tehuacán y Cerro

infanterías de Rosains

,

,

Aparte de estos dos centros, vagaban por

Colorado.

los

arenosos valles de San Andrés y de Tecamachalco las guerrillas de los feroces

para

An-oyo y Calzada

,

siempre

listas

ataque y nunca sorprendidas por las tropas regu-

el

lares encargadas de su represión.

Más

celoso Rosains de

ejercer

su autoridad sobre

Puebla y Oaxaca

independientes de Veracruz,

los jefes

que de combatir por

la noble

consumado por su orden Arroyave

el

causa que invocaba, apenas del sin ventura

sacrificio

se apercibió para obligar á Osorno á reco-

'

nocerle por jefe

Sesma ocupó

la

A

el

centro fué confiado á Terán,

como hemos

tocó al cura Correa quien,

dicho en su lugar, había alcanzado el grado de mariscal

Sea por

de campo^

k

que tuvo que

precipitación con

obrar ó bien por impericia,

Rosains mandó situar sus

cuatro cañones en la falda del cerro y ordenó que la caballería, fuerte

cima á reforzar

la

encuentro

al

del

de cuatrocientos dragones, subiese á la línea

enemigo, y no

acción con las columnas realistas

buscando

apoyo de

el

Terán se destacó

de batalla.

en empeñar la

tardó

pero tuvo que retirarse

,

que creía que Rosains

la fuerza con

marcharía á sostenerlo.

Márquez cargó entonces recia-

mente á toda

y aunque más de

línea,

la

que desde

artillería,

tres

horas, faltos de

primeros momentos había caído

los

y sin bayonetas que oponer bravos soldados de Lovera ^ acabaron por disper-

en poder de á

independientes se

los

sostuvieron con vigor por

los

realistas,

los

,

Márquez Donayo, á costa

sarse en distintas direcciones.

cabeza de

de pocas pérdidas, quedó dueño del campo de batalla,

que se hallaban Mier y Terán,

de cuatro cañones y algunas armas, y de catorce prisio-

y superior inmediato.

una fuerte división en

la derecha,

la izquierda

la

que mandó fusilar en Huamantla.

Entretanto,

Sesma y otros oficiales distinguidos, salió Rosains de Tehuacán en enero de 1815, y atravesando las cumbres de Aculcingo se detuvo en San Andrés Chalchicomula

neros

desde cuyo punto escribió á Osorno proponiéndole una

algunos de los dispersos de éste cayeron en poder de los

entrevista en

Huamantla y manifestándole

convenien-

la

cia de unir sus fuerzas para caer juntos sobre la división

Márquez Donayo, y luego hacerse dueños de Orizaba, ó aproximarse á Puebla débilmente guarnecida en aquellos ,

Osorno contestó aprobando

días.

de Rosains

los planes

y prometiendo marchar á Huamantla, sin fijar día, pues no pensaba entregarse á un hombre de quien todos desconfiaban,

mayores

pues creían

atropellos.

que era capaz de cometer

Temiendo éste ser atacado en San

Andrés por Márquez que se hallaba en á la hacienda de Ocotepec,

retiró

algunas ventajas para retirada que

los

la

defensa,

Palmar, se

el

punto

que

ofrecía

pero engañado por la

Márquez hizo hasta Tepeaca

,

avanzó impru-

Osorno

al

frente

Atiamajac con

Arroyo y Calzada que

Sesma

se retiró con los pocos soldados que le que-

daron á sus antiguas posiciones de seguido de Terán y de Correa,

que

la

más cauto y prudente.

en atraer á los independientes hasta Huamantla,

marchó rápidamente para echarse sobre

ellos

,

al frente

lo

hubiese hecho

más y más, empujaban á cometer mayores desaciertos. Márquez

carácter, parecía que los reveses lo agriaban

y lo Donayo, sabiendo que en San Andrés se hallaba una pequeña fuerza independiente,

en

envió

su contra

al

teniente coronel Palacio con algunos piquetes de caballería,

quien entró en

el

tel.

sistía

Mixteca, y Rosains,

Lejos de moderar su vengativo

concurriese á esta población.

de Márquez Donayo, que con-

la

tornó á Tehuacán, sin

derrota que acababa de sufrir

acuchilló á casi todos los

el intento

trataron con

los

extremada crueldad.

dentemente á Huamantla, esperando siempre que Osorno

Efectuado

defenderse de Rosains, y

propósito de

el

guerrilleros de

de mil caballos estaba acampado en

24 de marzo (1815) y enemigos que halló en el cuar-

pueblo

el

Súpolo Rosains, y á pretexto de que los habitantes

habían llamado á los realistas, resolvió castigar á una población á la que tenía pai'ticular ojeriza

envió al

fin

doctor Velasco

al

2.

Con este

mando de una fuerza

de su división compuesta de los batallones Lovera, Cas-

respetable ordenándole que quemase á San Andrés, pre-

y Asturias, y de un escuadrón de dragones de España. Hacía celebrar Rosains el 22 de enero una

cediendo un saqueo general.

tilla

solemne misa en caba

el

la

parroquia de aquel pueblo y predi-

canónigo Velasco, quien después de acogerse

indulto había vuelto á unirse

á las

No

sermón,

había terminado aún

noticia de

el

filas

insurgentes

cuando llegó

excesos;

mas por fortuna de

se aproximaban

2.

que pudo del saqueo, pero

inmediato cerro de Soltepec para resistir

ataque que los amenazaba. '



Véase onpflulo anterior. Capitulo X, lib. II.

En

esa posición,

el

la

tropa muchos

voz de que

huyó llevándose

pegando antes fuego á

lo

la

la

que se aproximaba Márquez Donayo, y apenas

tuvieron tiempo Rosains y los suyos de marchar violenal

se cumplió exacta-

los vecinos, á la

los realistas, Velasco

al

«Algunos connandatites secundarios, dice Buslamanle al refehicieron pu deber, como el capitán Lozano que combatió heroicamente al frente He un trozo de coboUería matando á vario? enemigos y dando hipar ú que se ¡ancisco Ayala.

Lamadrid, repuesto un tanto del descalabro que sufrió

El descalabro de Barradas en litas inspiró

al

llanos de Torto-

los

virey serios temores de que las partidas

de Osorno intentasen un ataque á

capital

la

misma, y

ordenó que se levantasen violentamente fortificaciones en todas las garitas;

mandó que

se acuartelasen las pocas

Este último jefe huyó á Izúcar donde se unió á

y juntos marcharon nuevamente contra Guerrero, quien los esperó en Chinantla, cerca de Piaxen Xonacatlán

La

tla.

ciones

circunvecinas.

al

hizo

fin

cesar

Apám

entrado en

noticia

que

había

sin encontrar resistencia.

levantó en armas á los hijos de la

^

la alarma,

Barradas

que

de

después de sus victorias

Guerrero, drid

Algunos días duró

la

Lamaáspera y monsobre

tuosa Mixteca; el ya célebre caudillo dispuso recorrer todo

Sur,

el

y

dejando en

el

Chiquihuite al coronel Sán-

chez con trescientos hombres avanzó hasta Xonacatlán,

donde hizo enemiga á

alto,

de los

marchaba á su encuentro. Tlapa

al frente

una fuerte sección

de que

noticioso

las órdenes

En

oficiales

Robles y Combé éstos salieron

efecto,

de

dé varios piquetes de Lovera, Cataluña,

Santo Domingo y dragones de la Reina;

atraídos por

acción duró todo el día y terminó con la derrota

de los realistas, que regresaron á Izúcar maltrechos y confusos

tropas existentes á la sazón en la ciudad, y concentró

todos los destacamentos que se hallaban en las pobla-

•.

Antes de que terminase la

les

Uno de

^.

prisionero

y

don Joaquín Combé, fué hecho

los jefes,

fusilado,

que sirviera en las

después de haberle instado para

filas

de la independencia.

marchó en seguida á Tlamajalcingo fortificó

Guerrero

Monte, donde se

del

en unas alturas inmediatas y estableció una fun-

dición de artillería.

Su segundo,

el

después de restaurado sobre

sito,

del

Carmen, mulato

de impávido valor, marchó á Ometepec, donde pudo destrozar á una pequeña fuerza enemiga,

tomando

al lado

de Guerrero con su tropa considerablemente aumentada.

mando de

las posiciones

Dejándole

el

marchó

mismo Guerrero hacia

el

fines



dado mientras duró

la

prolongada

su

no

prisión,

quiso

confirmar la elección de Bergosa, aduciendo, además, en

que los nombramientos de prelados eran una

este caso,

como

regalía personal y

Nada

Regencia.

muestras

de

no pudo nunca ejercerla la

tal

valieron

en

su

ánimo

obispo de Oaxaca, ni sus

independientes,

ni

el

hierro

y

el

las cate-

Bergosa fué sustituido por

y México.

canónigo doctoral don Pedro Fonte

de volver á

.su

iglesia de

movido Alamán, que entregando

el

,

recibió la orden

y

Oaxaca, «desaire, dice con-

sufrió

gobierno de

fuego

portentosa

su

aquella

el

aunque vulgar facundia, cuyos ecos atronaron drales de Oaxaca

célebre

el

ardientes pastorales en que

sus ovejas á apercibir

los

repetidas

las

que dio á su causa

adhesión

la

con ejemplar

mitra

resignación,

cabildo

al

8 de

el

retirándose al colegio de carmelitas de

(1815), y San Ángel, del que volvió algún tiempo después á capital

por lo inseguro de aquel punto

nuevo prelado se solemnizó en México

del

mes de

abril,

aunque su entrada fué

La

''.

el

el

9 del

10

la

elección

mismo

de junio,

de Tlamajalcingo,

habiéndole mandado

el

virey sus coches y escolta á una

legua de distancia

de

y el 17 recibió el Era don Pedro Fonte hombre de

gobierno de la diócesis. treinta

I

abril de 1815.

capital,

Biografía de Guerrero. (Hombres ilustres mexicanos,

t.

IV,

póg. 303).

Bergosa gobernó nuevamente el obispado de Oaxaca hasta que fup promovido al de Tarragona, en México una obra intitulada: De la cida y martirio de santa Orosía. '

el

Gaceta del 22 de

la

y ocho años de edad, y de mucha más capacidad

14 de agosto de 1817, en Kspaña. En 1803 publicó en

259).

Parte de Robles publicado en

de desconocer

de abril en direc-

' Don Carlos María de Bustamante se vio obligado entonces á huir á Tétela, pero perseguido allí por los indios de ZscapoaxHa, que hablan tomado partido por la causa del rey, tuvo que refugiarse eti el rancho de AcQtlán, propiedad del cura Martínez de Segura, por quien fué a'Ogido con afectuosa solicitud, permaneciendo allí hasta el mes de agosto, en que pudo volver á Tehuacán con seguridad, habiendo sido preso Kosnins por don Manuel de Mier y Terán.

(Cuadro histórico, tomo III, póg. • Véase capitulo anterior.

el trono,

todos los actos de los gobiernos que la península se liabía

abril

coronel Juan

Firme éste en su propó-

y cautividad de Fernando VII.

contra

soldados españo-

los

el

y que recibió su nombramiento de la Regencia que gobernaba á la monarquía por ausencia Pontífice romano,

pletamente en Tlalixtaquilla (12 de marzo de 181,5), casi todos

abril bajaba de

cuyas bulas no habían sido expedidas por

Jordán,

incitaba á

la acción

mes de

el

de México don Antonio Bergosa y

arzobispal

silla

Guerrero en una falsa retirada, fueron destrozados com-

muriendo en

,

469

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS é

sus dos predecesores Lizana y Ber-

instrucción que

La

gosa."

separación de este último,

no obstante su

decidido celo por la causa de los dominadores fué sentida

,

,

por nadie

y su nombre ha pasado á la posteridad como

expresión del fanatismo político, sin luces, sin virtudes,

y en una palabra, tingue

abnegación que dis-

sin la prestigiosa

siempre

casi

una

de

defensores

á los tenaces

con

tropa

de

que

prelado

la

obispo

célebre

mismas causas que

el

desaire del monarca, fué

de la

Nueva España por

lo

no fué confirmado en su puesto por

el

estado deplorable

el

cosas

tocante á las

más deplorable y más funesto por

todavía

pero es

fuertes acusaciones contra

el

de americano

rey Fernando,

;

tocante á

lo

personas."

las

Lardizábal, ministro universal de Indias,

y Queipo, de quien hemos hablado repetidas veces en el curso de esta historia. Nombrado también por la Regencia,

Aquí tiene V. M.

el

de Michoacán don Manuel Abad

electo

insurgentes.

los

nulidad del gobierno, que las que resultan de este

Luego enderezaba más por las

mediano Bergosa sufrió

paga contribución á

se

corto paralelo.

opinión ó de un sistema.

Otro

ó

Parece que no se pueden dar pruebas más convincentes

le

acertada marcha que debiera seguir

para dar

á la insurrección

fin

cuya calidad

parecía enteramente incompatible con

la-

gobierno del rey

el

españolas

de las colonias

Recordaba numerosos actos y aun palabras de este hombre de Estado que afirmaban

en

nuevo continente.

el

y para suavizar de alguna manera esta providencia, se le mandó pasar á España con la misión de informar verbal-

mente

gobierno sobre

al

el

(^(^.

estado de la revolución. Pero

no faltó entonces quien creyese que esto último era un pretexto para alejarlo del país, pues entre

y Calleja

él

habían surgido varios motivos de enconada diferencia.

Abad y Queipo

á México procedente de su obis-

llegó

el de abril y se embarcó para España tres meses después, pero antes de ponerse en marcha, y

pado

1."

previniendo los riesgos de la navegación, entonces tan

y expuesta, dirigió

dilatada

al

rey un informe secreto

Facsímile de

su creencia, y aconsejaba al monarca que lo sustituyese

por otra persona

sobre la revolución de

Nueva España, en cuyo documento

V. M. halle en

hace graves cargos

ministro de Indias Lardizábal y al

dignos y

al

i.

virey Calleja

,

aunque ha mandado á veces buenas cosas, no han

así,

Entregado

tenido efecto.

la opinión pública

á quien

favorito Villamil,

al

supone interesado en las negociaciones

de los comandantes de provincia y divisiones y en los

convoyes,

despojó de la autoridad necesaria, porque

se

no se puede castigar en los extraños

y en

lo

que se aprueba

De

aquí la relajación

la disciplina militar, el desconcierto

de las operacio-

tolera en personas tan allegadas.

nes de guerra, la insolencia de muchos militares y otros

males

infinitos.

En suma,

sobre las armas,

los recui'sos

enemigos

,

sino

el

guarnecidos por nuestras tropas;

casco de los pueblos

hemos perdido todo

teniendo ochenta mil hombres

hemos podido conservar

no

demás

lo

,

y hemos consumido todos

existentes para mantener tanta tropa;

y

los

con veinticinco ó treinta mil hombres de mala

tropa, sin disciplina y muchos sin armas, son los verda-

deros soberanos del

hombres y de tria,

país,

las cosas

,

pues

que

disponen

de la agricultura

,

de

fortificaciones;

contribución vergonzosa cuanto

nuestros pueblos guarnecidos

,

la

una

inclusa esta capital

,

y no

no se custodia

Véape este extenso documento en la füsioria de México, de Alamán, Apéndice al tomo IV, marcado con el núm. 10.

que

El

á Fernando VII

que en su concepto

adopción de varias providencias el

,

que don Miguel de Lardizábal."

Indias

producirían

le decía

,

ministerio uni-

el

inquieto prelado terminaba proponiendo

término de la insurrección en América, y

especialmente de la que destrozaba á Nueva España; la sustitución de Lardizábal en el ministerio por

un español

sentimientos no estuvieren en

cuyos

de la península,

contradicción con sus deberes; el envío violento de diez

hombres de tropa mandados por

ó doce mil

truidos,

y

el

de las cosas de la guerra simas

;

oficiales ins-

de un virey probo, enérgico y conocedor ,

provisto de facultades amplí-

de un reglamento para

la formación

el

gobierno

de la monarquía, que debía comprender á las Américas

con las modificaciones necesarias

nes de los

,

como una de

ley que estableciese

consejos supremos

y

la

las

expedición de una

primeras obligacio-

de exponer á la real

la

persona cualquier grave inconveniente que advirtieran en

el

gobierno, contrario á la majestad del trono, á la

dignidad de

la

persona del rey,

le

cluir,

á V.

eran debidos

si

Dios

me

ó

V.

M. tenga

la

estas reflexiones, el

mayor y mejor

respeto y seguridad

concede

«Señor, decía

el

de

consuelo

M. de palabra, entraré en

con-

al

informar

interesantes

detalles

Si perezco en la carrera, ruego

sobre las Américas. á

al

á los intereses generales de la

monarquía ó de sus provincias.

á

difícil

una docena de sujetos más

indus-

la

someten

si

la península

que

se conduce sin escolta á

conservamos hacienda alguna de cultivo

no parece

«

de los

de los caminos, y roban y destruyen cuanto tene-

mos fuera de nuestras

pues

,

más capaces de desempeñar

de

versal

«Este funcionario, dice Abad y Queipo en su extenso informe no ha sabido hacerse respetar ni obedecer, y

firma de don Pedro Fonte, arzobispo de México

la

dignación

de recibir

benignamente

como un testimonio de mi servicio de V. M.,

como

el

celo

fruto

por

de

»

mis desvelos en treinta

y

seis años

de residir en

Amé-

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

470 rica,

y como

el

único patrimonio que he adquirido y de

que puedo disponer."

Los independientes se regocijaron de

sus

más ensañados

enemigos*,

Queipo, había sido llamado á

la

el

al

saber que uno

obispo

Abad y

península y que su reti-

rada tenía todos los visos de una desaprobación de su conducta.

No

en arrojar

los

de la independencia, siguiendo inmediatamente su ejemplo los

olvidaban que este prelado fué

anatemas de

el

primero

la religión sobre los caudillos

demás obispos de Nueva España, y recordaban

con ira patriótica

el

incansable celo que había desplegado

durante cinco años para contrariar la

y

el

levantamiento por

emancipación con todos los recursos que la

el

fanatismo

ignorancia de las masas habían puesto á disposición

de la Iglesia.



CAPITULO XIV. — Pasa ese documento en consulla al Real Acuerdo. — Bando vireiquemada por mano del verdugo. — Otras prevenciones de ese bando. — El cabildo eclesiástico de México impone la pena de excomunión mayor á los que lean la Constitución. Edicto de la Inquisición imponiendo la misma pena. — Gran desprestigio de las armas espirituales de la Iglesia. — Ataque de Jilotepec emprendido por don Ramón Rayón.— Es derrotado por Ordóñez ( 12 de mayo de 1815). — Bárbara matanza de los prisioneros ordenada por este coronel realista. — Campaña de Iturbide en Michoacán. — Fracasa su proyecto de sorprender al Congreso. Los miembros de esta corporación vuelven á Ario después de la salida de Iturbide. — Numerosos fusilamientos ordenados por éste. — Ejecución del teniente coronel independiente don Bernardo

Recibe noticia

el

virey de la Constitución

nal previniendo

que

promulgada en Apatzingán.

la Constitución sea





Abarca.

— Represalias ejercidas por

el

doctor Cos.

— Derrota

de los independientes en Rincón de Ortega (24 de julio) y fusilamiento Severa reprimenda de Calleja á Iturbide coa (25 de agosto).

^ — Marcha de Rosains á Huatusco al saber que los jefes de la provincia de Veracruz hablan desconocido su autoridad. — Siguenle sus oficiales y soldados con gran disgusto. — Huyen los habitantes al acercarse á los poblados la columna de Rosains. Derrota de éste en la barranca de Jamapa (24 de julio de 1815). — Concierta Terán con los jefes independientes de la provincia de Veracruz la prisión de Rosains. — Efectúase ésta en Tchuacán la noche del 20 de agosto (1815). — Es llevado á Huatusco y luego á Zacatlán. — Se fuga en los inmediaciones de Chalco y solicita el indulto, que le es concedido por virey en 14 de octubre. — Breve juicio sobre Rosains. — Campañas de Victoria en la provincia de Veracrtiz. — Llega á este puerto la expedición mandada por brigadier Miyares. — El virey nombra á este jefe comandante general de las Villas. — Plan de Miyares aprobado por Calleja. — Ataca ese brigadier español Puente del Rey y desaloja de sus fortificaciones al general Victoria. — Clemencia de Miyares. — Regresa éste á de Rosas.

— Atacan

varias guerrillas á Guanajuato y son rechazadas

este motivo.

el

el

el



Jalapa y se dirige en seguida á Orizaba y Córdoba. Mier y Terán se sitúa en las cumbres de Aculcingo y luego se retira á las inmediaciones de San Andrés Chalchicomula. Expedición del realista Llórente contra Boquilla Combate en Santa María Tlachichuca.





— Toma de Misan — Llórente es sitiado á su vez en este pueblo y se ve forzado á retirarse. — Guerrero en el — — Marcha .\rmijo en auxilio de los sitiados. — Derrota que sufre en las cercanías de Tlapa. — Guerrero continúa el asedio de esta villa y lo levanta luego por orden de Morelos. — Los miembros del gobierno de la insurrección se, trasladan de Ario á Uruapám. — El doctor Cos deserta de su puesto y publica un manifiesto desconociendo al Congreso. — Morelos aprehende á Cos por orden del Congreso. — Es juzgado y sentenciado á muerte. — Conmutación de esta pena en prisión perpetua. — Enciérrase á Cos en los calabozos de Atijo. — Varios reencuentros en las provincias de Michoacán, México y Puebla. — El coronel don Melchor Alvarez sale de Oaxaca con intento de ocupar á Tehuacán y Cerro Colorado. — Lo derrota don Manuel de Mier y Terán en Teotitlán (12 de octubre de 1815). —Hecho atroz del comandante Guizarnótegui. — Iturbide es nombrado general en jefe del ejércilo del Norte. — La revolude Piedras y Misa ni la. Sur. Sitio de Tlapa.

tía.

ción en Jalisco y Zacatecas.

Tarde tuvo noticia

el

gobierno vireinal de la Cons-

Congreso y promulgada en .Apatzingán en octubre del año anterior, y aunque al titución

decretada por

el

con altivo desprecio,

principio la vio

muy

luego com-

prendió el alcance y gravedad que pudiera

documento expedido precisamente

al

tener

un

mismo tiempo que

en México se celebraban fiestas suntuosas por la vuelta

monarca

del

político

trono

al

de 1812.

No

y por

la

supresión del código

se ocultó á Calleja ni á sus con-

comprendía en mucha parte

los

ticos adoptados por el código

grandes principios polí-

de Cádiz, pasó Calleja á

consulta del Eeal Acuerdo la ley constitucional de Apat-

que

zingán y otros papeles

comandantes militares. de la Audiencia y

En

de 1815.

No

habían

le

enviado varios

se hizo esperar el dictamen

lo transmitió al

virey el 17 de

mayo

consecuencia, siete días después, ese alto

funcionario publicó

un bando en

mandaba que aquel mismo en

la capital

día se

Mayor

por

el

que

quemasen por mano

la Constitución y demás

sejeros que con este paso la revolución se alzaba moral-

del verdugo

mente á grande

papeles que con ella había recibido, y que lo mismo se

la

altura, en tanto

que bajaba

la

causa de

monarquía en opinión de amigos y enemigos, pues

que

la caída

primer lugar

el

la

sociedad,

contándose en

comercio, que ejercía notable influencia

en la colonia y que fué al principio de la guerra robusto apoyo de la dominación. Para condenar con más estréel acto del Congreso, y evitar en lo posible el examen que se intentase hacer de un documento que

plaza

hiciese en todas las capitales de provincia

Penas terribles imponía

de la Constitución española había contris-

tado á una gran parte de

la

bamos de ridades,

citar

el

i.

bando vireinal que aca-

á todos los que no entregaran á las auto-

dentro del tercero día, los papeles que en su

poder tuviesen relativos á la Constitución; á los que no delatasen las conversaciones á favor de ésta y de la

pito

'

al 25

Véase de

este

bando en

mayo de 1815.

el

número de

la

Gaceta correspondiente

MÉXICO Á TBAYÉ8 DE LOS SIGLOS

472

independencia, y á los que las defendiesen y apoyasen.

Prohibía

el

bando llamar en

lo

suprimiendo sus nombres en los días destinados

sucesivo ínstirgcntes á

por la Iglesia á venerar su memoria, siendo aquel un

que deberían ser

calendario abreviado, que se destinaba solamente á seña-

defensores de la independencia,

los

santos,

designados, de palabra y por escrito, traidores y rchcldes, y para no equivocarse los cuerpos de vecinos

lar los días festivos para su observancia."

armados que en cada lugar había, y que llevaban el nombre de patriotas, con los de los insurgentes que adopta-

como acabamos de ver en una

ron

denominación, mandábase

igual

se distinguieran

con

que correspondiese.

que

de realistas fieles

la

Finalmente

,

primeros

los

lugar

del

ordenaba Calleja á

los

Después del edicto suyo

el

Inquisición

la

declaraba

del cabildo eclesiástico, fundado

día

el

También

10 de julio ^

mayor

excomunión

en

incursos

irritante impostura, lanzó

á

que

los

conservasen en su poder la Constitución y proclamas de los independientes, á los que no denunciasen á los que

ayuntamientos que levantaran una acta en que constase

las leyeían

no haber nombrado ni en manera alguna autorizado á

nes de las autoridades, y especialmente las del Santo

los que,

Oficio.

llamándose representantes del pueblo mexicano,

firmaban con

tal

carácter la Constitución de Apatzingán.

Con aparatosa pompa se procedió fecha del

mismo bando, á quemar

de los independientes.

Todas

24 de mayo,

el

la ley constitucional

tropas formaron en la

las

vasta plaza Mayor, en cuyo centro se alzaba la estatua

monumento

ecuestre de Carlos IV; cerca de este

un dosel con

el

quemada

la

de Femando, y en uno de los

retrato

ángulos de la plaza

se veía

un tablado donde fué

se levantó

Constitución por

mano

del verdugo, á pre-

sencia de un gran concurso y del virey mismo, quien se colocó en el balcón del palacio.

Alamán,

dice

las

Gacetas están

«

Desde aquella

fecha,

llenas de las actas

dadas levantar en todas las poblaciones, con

más

y á

como

los

que desobedeciesen las determinacio-

Congreso había ordenado á

el

mandaba jurar su observancia vieron

se

colocados,

qué parte se hallaba sos

de

de las

en que pueblos

los

guerrillas

de

de la

partidarios

cambio, los numero-

independencia

despreciaban

las

censuras eclesiásticas como efecto del espíritu de bande-

y en

ría,

el

concepto de amigos y enemigos las armas

de la Iglesia se desprestigiaban completamente, conocido el

móvil político que las hacía vibrar con tanto desatino.

Después del rudo descalabro sufrido por Llano ante las posiciones de

Cóporo y de su retirada á Maravatío

prender en Jilotepec la

el conflicto

curas

En

verdad.

la

hechos á la causa real en cada lugar.» á su vez, se apresuró á condenar

de ahí

,

los

insurgentes, como muchos de los fieles que no sabían de

el

Iglesia,

tanto

pequeños, que estaban á merced

vivas protestas de fidelidad y la relación de los servicios

La

curas

los

que leyesen la Constitución á sus feligreses, y á éstos

man-

las

Y

,

siempre activo don

mandaba

la

Eamón Rayón coronel

al

de

sección

Tula.

*,

se apercibió á sor-

realista

Ordóñez que

Según. Bustamante,

el

subordinado

de

Constitución de Apatzingán, y en un edicto publicado

célebre

guerrillero

26 del mismo

Rayón,

instó á éste para la expedición, representándole

por

el cabildo

mes de mayo los

que

eclesiástico

de México

de excomunión mayor á

se imponía pena

la leyeran,

el

y extendían ese castigo á los que no

delatasen á las personas que conservaran en su poder

algún ejemplar de la ley constitucional cabildo

'.

Ordenaba

el

á los curas, confesores y predicadores, tanto como regulares, que combatiesen los principios

seculares

contenidos en ella,

y amenazaba con

y de destinos, con

ficios

la

pérdida de bene-

suspensión y aun con la

la

formación de causa á los eclesiásticos que anduviesen

Pero

remisos en este punto.

que sorprende es

lo

la

las

Epitacio

Sánchez,

importantes ventajas que produciría á la causa nacio-

y lo fácil de la empresa, fundándose en el corto número de soldados que había de guarnición en Jilotepec. nal,

Resuelto Rayón á dar

una sección de

el

escogidas que ascendían á qui-

ti-opas

nientos hombres,

y

golpe, púsose en marcha con

amanecer del 12 de mayo (1815)

al

Formáronse

se presentaba á la vista de ese pueblo.

independientes en una llanura cercana, quedando tro á las órdenes inmediatas las

de Urbizu, y

la

de Rayón,

la

el

los

cen-

izquierda á

derecha mandada por Epitacio Sán-

hombres,

ligereza ó extrema pasión con que procedió el cabildo en

chez.

esta vez, puesto que aseguraba que la Constitución de

siguiéndole á poco el capitán don Rafael Velázquez con

Apatzingán establecía

la

tolerancia

cuando

religiosa,

precisamente en su primer artículo declaraba que «la religión

católica,

apostólica

romana era

debía profesarse en la nación," exigía en los extranjeros,

ciudadanía,

el

la

única que

y en su capítulo

III

para poder obtener carta de

requisito de ser católicos,

comprendiendo

Ordóñez

al frente

salió

de

otros cien, y tras éstos la división

que había llegado anterior.

doscientos

del

infame Casasola

precisamente

á Jilotepec

Pudo Rayón durante algún tiempo

con serenidad los ataques de

la

por Ordóñez

en persona, pero

los poderosos

auxilios

la

noche

afrontar

primera fuerza mandada al

engrosarse ésta con

que fueron llegando rápidamente,

entre los crímenes por los cuales se debía perder ese

se víó forzado á retroceder hasta una eminencia inme-

«Inculpaba también

diata con intento de guarecerse tras las cercas de piedra

derecho, los de herejía y apostasía. el

cabildo á los insurgentes,

dice

Alamán, de que en

calendario que habían publicado anulaban •

Véase este edicto en

de 1815.

)a

el culto

Caceta correspondiente

al 30

el

de los

de

mayo

que en

ella se hallaban.

mandaba por Urbizu •

'

En

estos

momentos,

la izquierda

se desbandaba en todas direcciones,

Véase en )n Gaceta correspondiente Véase capítulo anterior.

al 14

de julio de 1815.

MÉXICO A THAVES DE LOS SIGLOS

y á su ejemplo,

Sánchez

de Epitacio

la caballería

se

473

confiada al coronel don Agustín de Iturbide poco después

retiraba en desorden, dejando solo á Rayón, quien, des-

de la retirada de Cóporo.

pués de luchar con valor desesperado y á riesgo de caer

manencia de varios meses en Apatzingán, había vuelto á

campo de

prisionero, se separó á su vez del

Sangriento

fué

muertos dejaron

manos de

de

los

la

misma pena

del suplicio en

los heridos

los

Ciento veintiún

de

orilla

cadáveres, sufriendo

que fueron llevados

,

la

vencedores, quie-

nes los fusilaron en partidas de treinta á la

una zanja abierta para sepultar

cien

pero fué mayor

sangre derramada después del combate. prisioneros quedaron en

establecerse en Ario, é Iturbide, ambicionando la gloria

batalla.

más

pues

choque,

este

los independientes,

i.

hombros de sus compañeros

lugar

al

Indignado

Bustamante con esta barbarie, dice en su Cuadro His-

"Permítaseme que me detenga en detallar

tórico:

las

de dar un golpe funesto á los independientes, pretendió y obtuvo el mando de una expedición contra aquel grupo de esforzados patriotas que formaban de la revolución.

Calleja aprobó

pendencia

del

brigadier

en

hacienda de la Sabanilla, los cuales conducidos á

la

Cóporo,

condenados

fueron

aquella fortaleza.

por

En vano

Eayón

de

trabajo

al

representaron esta circuns-

causando

Llano,

á

jefe

este

Lista

expedición, y habiendo cuidado Iturbide de ocultar mañosamente su intento, salió de Irapuato el 1.° de

mayo con el

el

mientras

Puruándiro,

coronel Orrantia,

que

su

marchaba desde Coeneo

de destruir las fortificaciones

fin

independientes habían comenzado á levantar en

que

los

ese

sitio,

huyesen

para impedir que se retirasen á de

y noche

día

á

dirección

hacia Chimilpa con

tomados

plan que le propuso

el

la

estas ejecuciones. Halláronse entre los prisioneros treinta se habían hecho soldados,

centro directivo

grandísimo disgusto con semejante providencia ^

segundo,

más hombres que

el

Iturbide y lo autorizó para ejecutarlo con absoluta inde-

circunstancias de atrocidad que se vieron con horror en

ó

El Congreso, tras una per-

Ario. las

Esperaba Iturbide

treinta

que

él

los

que

caminando

y cuatro leguas que separan á

y falta absoluta de libertad para obrar: Ordóñez nombró un consejo de guerra compuesto de don Eafael

Puruándiro de Ario, ningún aviso podría llegar á los

Ramiro, don Juan Galopen y don Manuel Linares, quie-

embargo,

el

nes sin titubear los sentenciaron á muerte,

pero con

tante diez

confesar,

solamente

y ocho leguas de aquel á que se dirigía, pero le acompañaba su vanguardia, y los demás

tancia

que

tanta precipitación

habiendo

allí

los: abrióse

aun se

ni

varios eclesiásticos

una zanja en

mente cayesen dentro.

que pudieran auxiliar-

Calvario, y en su orilla se

el

hacía hincar á los que se

dejó

les

ejecutaba para que natural-

Acaso

sirvió para esto el

ejem-

miembros

consecuencia

de

Epitacio Sánchez se acogió

al

rápida

su

marcha.

Sin

había

dividido

durante muchas horas en

los

su

fuerza,

extraviados

bosques que hubieron de

atravesar, no se le reunieron hasta las dos de la

mañana

2.

del día 5

Esta detención forzada del activo coronel realista

derrota

esta

de

día 4 Iturbide llegó á Zínziro, punto dis-

trozos en que

plar que hizo Iturbide en Valladolid.»

A

Congreso

del

don

coronel

el

presentándose

indulto,

frustró por completo sus del Congreso de

planes y salvó á los miembros

una muerte segura.

Avisados con anti-

con ciento treinta caballos, un obús y algunos pertrechos,

cipación de algunas horas por el cura de Tingambato del

camino del interior á México quedó libre por algún

riesgo que les amenazaba, resolvieron entonces separarse,

y

el

tiempo de las partidas que entorpecían paso seguro de los convoyes.

el

tráfico

y

el

Concurrieron también á

este resultado los triunfos alcanzados,

en

el

de mayo y en junio siguiente, por las tropas realistas

al

virey

el

comandante

Cásasela,

superior de las armas en aquel vasto distrito,

jefe

que en

todo él no quedaba una reunión de insurgentes que excediese de veinte hombres.

En

tanto

Jilotepec

que

las

armas

rey

del

y en tierras de Huichapám

Claverino llevaba á cabo una

feliz

,

el

triunfaban

en

teniente coronel

correría por los pue-

blos situados al suroeste de Valladolid, habiendo llegado

hasta Pátzcuaro, y regresando á la capital de Michoacán

después de pacificar todo ese rumbo.

Pero más importante en resultados fué

la

campaña

' VéaFe Bustamante en su Cuadro histórico, tomo III, paginas 4'22 y 423, y los parles de Ordóñez publicados en los números de la Gaceta correspondientes el 14 y 20 'de moyo de 1815. Alamán refiere impasible estos atrocidades, después de tergiversar á su sabor la relación del combale, y omitiendo el oporluno auxilio que dio á Ordóñez la división de Cásasela.

T.

III.

-60.

mismo que

los ministros del

Tribunal de Justicia, y

así,

divididos en pequeñas partidas, se dirigieron á Puruarán,

mismo mes

acantonadas en Tepeji y Huichapám, de modo que bien

pudo asegurar

lo

'

Bustamante.

— C«adro

Aísíórjco,

tomo

111,

pog. 150

Alamón

sigue en esta parte á Bustamante. Iturbide, anles de ponerse en marcha, dirigió ó Llano el oficio siguiente, con la nota de muy importante y reservado: «Tengo tomadas medidas muy eficaces para saber exactamente los planes de los rebeldes y podremos socar de ello ventajas muy grandes, pero es muy interesante para el efecto, que ni por el Sur, ni por el Poniente, ni por el Norte de Valladolid solga Iropa alguna hasta que yo diga á V. S. el resultado de mi proyecto, para el cuol también vendría bien que saliese alguna tropa de Valladolid por el rumbo de San Bartolo ó de Queréndaro con pretexto de introducir víveres á aquella capital. A pesar de que ésta irá con correo escoltado, no me atrevo á explicar más claramente sobre el asunto, porque cualquier incidente imprevisto que hiciera descubriría mi intento

repetirá V S. que importa que he dicho, y aun en cl caso de haber tropa por alguno de los rumbes del Sur', Poniente ó Norte de Valladolid, debe V. S. mandar retirarlo bajo cualquier pretexto honesto. Entretanto, no debe V. S. tener cuidado de la gavilla del padre Torres, jiues estoy á la mira de ella. » Dios, etc. Iropuuto, 13 do Abril de 1815, á las once y media de Agustín de Iturbide.-» la noche. ' Véase el Diario de esta expedición escrito por el mismo Iturbide, y publicado por don Carlos M. de Bustamante en su Cuadro Aísíó/'í'co, lomo III, págs. 151 á 155, edición de 1844. Échase de ver en ese documento el tono despreciativo é injurioso que emplea Iturbide para denigrar a los miembros del Congreso,

y causaría

mucho

se

mucho mal. Concluyo con

haga



lo

MÉXICO Á TBAVES DE LOS SIGLOS

474

permaneciendo hasta última hora en Ario poder ejecutivo Morelos,

del

miembros

los

pusieron en salvo los archivos y la imprenta

y

,

desgraciado Abarca tardó algo en hacerlo por tener

el

quienes

que dejar á su esposa en cama, y habiendo sido cogido

salieron

á la salida de la población, fué puesto inmediatamente

Liceaga y Cos,

En

en los momentos de entrar en aquel pueblo las primeras

en capilla para ser pasado por las armas.

avanzadas de Iturbide.

interesaron por salvarle la vida el cura don Pedro Rafael

Orrantia, entretanto, marchando por

á Chimilpa y destruyó las fortificaciones por

Estas

insurgentes.

los

Uruapám allí

en

consistían

vano se

llegó

Conejo, las religiosas y los vecinos que habían quedado;

levantadas

en vano su afligida esposa se echó á los pies de Iturbide,

un

reducto

quien

le

aseguró

que

puesto

preso

marido

su

no

sería

fusilado,

que se alzaba en escarpada cima, tan sólo accesible por

habiéndolo

un sendero estrecho, y en fuertes estacadas de encino y cortaduras hechas á pico donde las rocas no eran bas-

declaración: al salir de Pátzcuaro lo hizo conducir preso

con la división y

tante

zunzán, cuando su tropa iba á ponerse en marcha.

espesas

elevadas;

arboledas

llanuras

vastas

y

lo

mandó pasar por

rodean esta posición militar y los frutos que en ellas se

atroz ejecución fué considerada

producen podían alimentar con holgura á

mal éxito de

se

Orrantia halló abandonado

refugiasen.

que

los el

allí

y después de arrasarlo por completo, continuó su marcha al

pueblo de Ario, donde se reunió á Iturbide que había

llegado

de

dos

este

días

14 de mayo

el

sus tropas.

permaneció

no

último,

Habiendo fracasado

antes.

para Pátzcuaro

salió

plan

el

mucho tiempo y

allí

frente de todas

al

Los miembros del Congreso, reunidos en

Puruarán y sabedores de

de Iturbide, volvieron

la salida

á Ario á continuar sus tareas de gobierno, mientras que los individuos

que formaban

Huetamo con

gían á

el

el

poder ejecutivo se diri-

propósito

nuevas

levantar

de

fuerzas para sostener la campaña.

de que se prometía tantas ventajas, fué marcando sus

A

pasos hasta Pátzcuaro con un reguero de sangre. fusilamientos

dencia que pudo aprehender en Ario

de muchos empleados

los

en

\ debemos

haciendas

las

añadir

que

fué

del

el

doctor Cos, quien separándose

dirigió

rápidamente á las inmediaciones de Pátzcuaro,

y aprovechándose de la salida de Iturbide, que á mediados de junio marchó á su cuartel general de Irapuato, se unió

con las guerrillas de Vargas y del padre Cai-vajal,

que acababan de hacer prisioneros

vengar

la

muerte de Abarca, y también mandó pasar por jefe insurgente llamado Nájera, famoso

armas á un

por los tormentos que hacía sufrir á los prisioneros realistas

que caían en sus manos.

De halló

insurgentes

los

á

vuelta Iturbide

intendencia de Guanajuato

la

ancho campo á su actividad en

campaña en

de Michoacán.

haciendas

como

,

entrada.

la

si

mismas

en su mano hubiese estado impedirles

«Al entrar Iturbide

en

Pátzcuaro,

Alamán, á quien copiamos en esta parte por

dice

los informes

especiales que tuvo á la vista para escribir este trozo de

su historia, fué aprehendido

el

comandante de aquella

el

Iturbide destacó á Orrantia y

el

varios,

á admitir

quien

,

como

obligó,

como á

empleos en un regimiento

gones que intentó levantar población

Cos

los cuerpos

allí

otros

de

dra-

para resguardo de

la

de patriotas que se habían

Rincón

la parte

choque

de

Ortega con

septentrional el

Castañón, que eran

mayor confianza, y

su

24 de

independientes

de

julio

y

quedaron

intendencia.

fué

rudo

destruidos,

sufrieron pérdidas considerables,

ese regimiento se hizo coronel,

la

teniente coronel, el cual aceptó á instancias del vecindario,

que á cada instante se veía invadido por

las

de insurgentes que entraban en la ciudad y cometían todo género de desórdenes y violencias, no partidas

habiendo

autoridad

que

conservase

algún

aproximarse Iturbide huyeron todos los

orden.

oficiales,

hablan tomado las armas.

y sangriento:

y sus

el

los

contrarios

contándose entre ellas

Francisco Rubio

'^.

Otro teniente realista, don Higinio

Juárez, pudo apoderarse algunos días después de Rosas,

de

jefe

los

independientes

Ortega, de tres

oficiales

derrotados

en

Rincón

y de veinte soldados. Rosas

de ^

y

Al pero

Iturbide mandó fusilar en Ario á los vecinos don Manuel don Eligió Castro, don Antonio Medina, don Manuel Mendizábal, joven de veinte años, don Manuel Caslafieda y otros que no '

recorrían

Efectuóse

muerte del teniente del batallón de Frontera don

'

'

Valdéí»,

que

partidas

las

la

los

éstos se encontraron en

organizado en los pueblos ocupados por los realistas; de

nombrando á Abarca

de Pénjamo

el rumbo del Norte, no dejaban ni un momento de reposo á las guarniciones de realistas y liatriofas que resguardaban los pueblos y lugares de mayor importancia. Para combatir á tantos enemigos,

guido

á

el lado

Pachones, por

jefes de

pacífico,

durante su

allí

El padre don José

Valle de Santiago, y Eosas, Moreno, Rosales y los

ciudad don Bernardo Abarca. Era éste un vecino distin-

y

de

la persecución

que habían progresado

tierras

y

las

capitán realista

al

Aval y á diez y siete soldados. Cos ordenó el fusilamiento de todos estos en el pueblo de Santa Clara para

que haber recibido á

en

sangrientas

provocaron

Antonio Torres y Lucas Flores, hacia

insurgentes

el

Congreso ^"

tocando en su regreso, los cuales no tenían más crimen los

Esta

en Huetamo de sus compañeros del poder ejecutivo, se

los

de los pocos partidarios de la indepen-

matanzas

atroces

represalias de parte

las

mal éxito de una expedición

Irritado Iturbide con el

Estas

fuerte,

armas en Zint-

las

como un desquite por

excursión contra

la

una

tomarle

para

solamente



AlamXn. Historia de Méasico, tomo III, púg. 281. Véase parte oficial publicado en la Gaceta de 24 de agosto

de 1815. ' «Este Rosas, dice Alamón, fué uno de los sargentos del batallón de Guanajuato comprometidos con Hidalgo para comenzarla revolución, y por esto fué reducido á prisión por el intendente

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS los

tres

fueron pasados por las armas en San

oficiales

Luis Potosí y los soldados en Villela.

No

libertó este desastre á

por gruesas partidas, que congregadas en la hacienda de la

Tlachiquera y

mando de Borja, Santos Aguirre y

al

otros asaltaron briosamente la ciudad

siendo simultáneo su ataque por Marfil ciana.

En

el

25 de agosto,

el

Mellado y Valen-

,

primero de estos puntos fué reñidísima

lucha, pereciendo

el

comandante

alemán enviado por

realista

la

don Francisco

Venegas y su segundo don Francisco Fischer, minero

de

arte

el

Guanajuato de ser atacada

475 la corte

minería.

la

de España para perfeccionar

Mellado

y Valenciana fueron

también ocupados á viva fuerza, habiendo incendiado

los

independientes uno de los íiros de esta célebre mina,

llamado de San

Antonio; pero la ciudad no pudo ser

entrada gracias á corta

la

vigorosa resistencia que opuso su

y valiente guarnición.

Guanajuato y en

la

el

Este peligro en que se vio que

desastre

causaron los

asaltantes

mina de Valenciana, movieron á Calleja á

dirigir

severa reprimenda á Iturbide, achacando á su imprevisión

General don Víctor Rosales

los resultados de la intentona

acarrear

el triunfo

Iturbide de estos cargos,

que envió

al

y

los

más

de las guerrillas.

virey,

fatales que pudo «Para indemnizarse

mandó levantar

varios informes

pero ni aun por este medio logró

poner á cubierto su responsabilidad.»

Asentado dejamos en

el

capítulo

revolución en la provincia de Veracruz,

a!

titución

la

desconocieron

emanadas del Congreso.

que las

jurar la Cons-

autoridad de Rosains, y se obligaron á no obedecer otras órdenes que

Para

el carácter violento

vengativo de aquel funesto personaje la

mayor de

las

provocaciones,

,

tal declaración

y apenas

llegó

á su

Reuniendo sus mejores tropas y dejando una

corta guarnición en Cerro

Colorado, púsose en marcha

con dirección á Huatusco, siguiendo un penoso y áspero camino á la falda del alto volcán de Drizaba. Seguíanle de mala gana sus oficiales y soldados, los

llevaba

contra los

realistas

sabiendo que no

sino á combatir á sus

hermanos de Huatusco y Coscomatepec: huían Ri»ño: estuvo en las batallas de los Cruces, Guanajuato Calderón, y y había sido nombrado connandante general é intendente de San Luis con el título de brigadier.»

y

era

noticia se apercibió á castigar á los que lo habían desco-

nocido. anterior

tropas de Victoria y de los otros jefes que sostenían la

en Acasónica,

las

los

habi-

tantes al acercarse á los poblados la columna expedicionaria, y de este

modo

los

hombres que

la

formaban se

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

476

Muchas de

veían privados de mantenimientos.

que

milas

conducían

acé-

las

y municiones

pertrechos

los

se

extraviaron por aiquellos barrancos, las lluvias continuas

hacían

intransitables

que seguía

noticias

de

es,

y

irascible Eosains,

el

pocos individuos que

los

estrechas

y agriado hasta

división,

la

tantos obstáculos

mente á

tortuosas

las

castigaba cruel-

comunicaban

le

las

que habían adquirido del campo enemigo, esto

que

independientes

tropas

las

desconocían

su

autoridad en la provincia de Veracruz.

de Tehuacán

él

,

las tropas

llegó Rosains á

Huatusco hallándolo abandonado también por gran parte de su vecindario;

27 de julio salió con su gente rumbo

el

Los

vencedores

á su antiguo jefe.

autorizó para que asistiese á del bando contrario.

este

borde opuesto del barranco se hallaban fortificados

los

y Montiel con sus

partidas que se guarecían tras

Era

parapetos construidos en la escabrosa ladera.

excelente la posición militar escogida por los tenientes

entre

pasar por puntos;

el

fin,

una confe-

común.

Algunos

ya que

,

la resistencia

recomendaban

la

necesidad de quitarle la vida, pero Terán pudo calmarlos el

ofrecimiento de que él se encargaría de reducirlo

En

consecuencia

volvió con sus tropas á

de

este

Tehuacán y en

Terán

concierto, la

noche del 20 de

agosto se dio á reconocer como jefe superior á las fuerzas

que había en

la

ciudad y á las que guarnecían

Colorado. Rosains, aprehendido en su

mismos

el

Cerro

mismo alojamiento

que hizo poner á una

y aherrojado con

Huatusco y Coscomatepec, forzoso

es

de sus muchas víctimas, fué conducido á Huatusco por

su profundidad es quizás de unas

trescientas

y aunque en la parte superior disten sus bordes entre sí más de tiro de cañón vanse estrechando las dos varas

enemigo

guerrillero

los

grillos

Luna y entregado por

éste al general

el

don

Guadalupe Victoria. Debió

sufrir

,

,

lo

que celebraran

se

el

para dirigirse de uno á otro de esos dos

él

las juntas

Efectuóse, por

barranco en la llanura que

de Victoria; echado eitiende

mando de Terán, y

al

hombre era un obstáculo para vigorizar

contra

el

momentos

rencia en la que se trató de aniquilar á Rosains

á prisión.

Corral

extendieron

se

Rosains envió contra sus enemigos

una fuerte sección de caballería

con

el

jornada

esta

entonces hasta Ixtapa y Maltrata uniéndose á ellos

de Jamapa se detuvo para disponerse

ataque, pues en

en

guerrillero Luna, quien abandonaba en aquellos

á San Juan Coscomatepec, pero al llegar á la barranca al

que pocos días antes habíanle seguido en

tan desastrosa campaña.

los

Derrotado sin combatir y con la mitad de que habían salido con

sin las tropas

sendas

sumo con

lo

gones á Tehuacán, habiendo entrado en esta población

inmensamente

orgullo del funesto

el

cruel Rosains al verse abatido é impotente á

sus enemigos.

y merced de

Victoria se negó á guardarle y fué entre-

por las que corren varios senderos angostos y tortuosos, hasta el fondo del gran precipicio por donde

gado nuevamente á Luna,

se arrastra un torrente, hinchado entonces por las lluvias;

poniéndolo en manos de Osorno.

unas ruinas de un antiguo puente y un tronco de árbol

greso, pero habiendo logrado escapar en las inmediaciones

laderas,

atravesado sobre ellas eran

el

único medio de pasar de

Ruidosa gritería y repetidos denuestos alzaron

el

y Montiel

lado

al

y

opuesto; llovía á torrentes,

su impetuoso jefe, ciego de cólera

desde

dirigían

marchar contra

los

los

de

aparecer los soldados de Rosains en el

que éstos llevaban se había inutilizado con

le

la

opuesta

poco parque el

agua. Pero

al oir los insultos

ladera,

sólo

que

atendía

,

ordenó á Terán que

á la cabeza de la infantería descendiese hasta el fondo del barranco petos.

y luego emprendiese el asalto de los paraPúsose Terán en movimiento: bajó con sus infantes torrente á la deshilada por el tronco atra-

el

vesado sobre

la corriente;

ladera, atacó con brío allí

levantados

subió en seguida á la opuesta

y tomó, uno

tras otro, los reductos

llegó triunfante al borde contrario; pero

y

entonces fué acometido por la caballería que se hallaba

formada

en

auxiliado,

Atacado con gran furia, y de Rosains, que bien pudo haberle

planicie.

la

muy

hallándose

lejos

Terán retrocedió en gran desorden; muchos de

sus soldados fueron pasados al

cayeron

al

precipicio

Corral y Montiel.

pocos

al

filo

empujados

de la espada, y otros por

la

caballería

de

El coronel Terán pudo pasar con muy

lado opuesto,

lo

Éste

llevó lo

á

mandó

Zacatlán al

Con-

casa del cura de Ixtapaluca,

el del secretario

del arzobispo

Fonte, según otra versión, escribió á este alto dignatario pidiendo el

el indulto,

que

le

14 de octubre de 1815, y

fué concedido fijó

por el virey

su residencia en Puebla

donde vivió hasta algunos años después de consumada independencia

la

'.

á

enemigos. Aprovechando un momento

en que la lluvia disminuyó un tanto

y atravesó

la

por cuyo conducto, ó por

uno á otro lado.

Corral

de Chalco, se acogió á

quien

y Rosains huyó con algunos dra-

' «Después de obtener el indulto entró en México, alojAndope en el arzobispado; hizo ejercicios espirituales en la Profeso, y presentó en 15 de noviembre (1815) al virey un informe muy circunstanciado sobre el estado de la revolución y medios de sofocarla, en el que dio la más triste idea de los jefes que quedaban en ella, y describiendo las fortificaciones del Cerro Colorado, se ofreció para servir de guía á las tropas destinados á atacarlo. Siguieron su ejemplo, acogiéndose al indultu. bus amigos el abogado don Riifael Arguelles, don Martín Androde y otros, quedando Terán dueño del Cerro Colorado y de aquellos pueblos de la Mixteca en que Rosains mandaba. Este permaneció tranquilo en Puebla, adonde se le permitió retirarse libremente con su familia, aunque dando avisos secretos á los insurgentes, según asienta en su Relación hiftórica, al mismo tiempo que había ofrecido sus servicios al gobierno vireinal y después á Iturbide cuando éste proclamóel.Plan de Iguala; sin embargo, no tomó parte activa en aquella revolución, ni en la que precipitó á Iturbide del trono. Cuando en 1823 se concedieron premios á los insurgentes con el nombre de antiguos patriotas, se le señaló por Victoria, que era á la sazón presidente de la República pesos y que le debía toda su carrera, una pensión de cuatro mil anuales, aunque la Junta establecida por la ley para calificar el mérito de los individuos, rehusó informar en su favor, mientras no satisfaciese sobre los motivos que había tenido para pedir el indulto. Proclamada en 1824 la Constitución federal, fué nombrado senador por el Estado dts Puebla, y al trashularso á México motó en AyotÍQ de un garrotazo al cochero que lo conducía. Escribió para

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

De

esta suerte desapareció de la escena revolucio-

naria un hombre que hizo grandísimo daño á la

causa

477

abundaban en

la

península, de las que se habían levan-

tado y organiz;\do durante la campaña

y que, inmediatamente después de indultado, presentó al virey Calleja un extenso informe sobre el

verdad es que escaseaban

estado de la revolución y medios

ciones armadas,

nacional,

de combatirla, descri-

biendo menudamente las fortificaciones de Cerro Colorado,

y llevando la indignidad hasta

el

grado de ofrecerse para

servir de guía á las tropas que se destinaran á atacar esa

posición militar

^

Bastaría este hecho para condenar su

erogar los

logró

hombres

al

exigían estas

á

enviar

un

mando

del

para

energía

intensa

rumbo

salir

que

gastos

pero cierto es t;imbién que

desplegó

españul hacerlas

Así

costosos

contra Napoleón;

medios pecuniarios para

los

sus

el

equiparlas

y

Ultramar.

posesiones

de

cuerpo

de

brillante

expedigobierno

diez

mil

don Pablo Morillo con

general

Santa Fe de Bogotá, y

nombre á merecido oprobio; pero es preciso recordar,

destino al antiguo vireinato de

además,

preparó otro numeroso ejército que más tarde había de

tropiezos

los

y

obstáculos que

constantemente

opuso á la obra de la resistencia nacional con

tal

de

saciar su inmoderada ambición

y sus mezquinos rencores. El historiador Bustamante, que tanto hubo de sufrir de Rosains,

juzga con más generosidad que justicia

lo

decir de él que

amó á

la patria

de mayores conflictos;

y

la

sirvió

en

al

los días

que puso cuanto estuvo de su

parte para conservar el orden

y

la disciplina,

pero que

dirigirse

por

á Buenos Aires.

Instaba

envío de nuevas tropas á

el

comercio de Cádiz

el

Nueva España, y

proveer de fondos á la expedición de dos mil hombres

que

pronta á embarcarse

estaba

con

tal

de que se destinase á la pacificación de Nueva

España,

á

y especialmente,

asegurar

enemiga irreconciliable de

didas cuantiosas.

defecto

equivocó las faltas de servicio con las que reputó

injurias personales,

y

y que por este

los decretos

sacaba de

sí.

nuaciones

al

dictados en los momentos

La

proscribir

la

que conducía á Miyares y los suyos

que

la

ira

lo

de

causaba pér-

gobierno á la solicitud de

en los primeros días. de abril (181.5).

,

salió la flota

Llegó

la

expedición á Veracruz

el

18 dé junio y se

la

formaba del regimiento de las Quatro órdenes militares

ilustres defensores,

y del batallón de Navarra, con cerca de dos mil hom-

memoria de Rosains, y

tampoco entre sus

el

oferta

posteridad no ha admitido estas ate-

patria no lo cuenta

Accedió

tránsito

el

le

mercaderes gaditanos, y habiendo éstos realizado su

los

las violencias

de donde procedieron

las

órdenes del brigadier don Fernando Miyares y Mancebo,

Veracruz á México, cuya interceptación

justicia,

Panamá á

para

su celo declinó en una precipitación que es madrastra y la

ofreció

porque sólo debe alcanzar gloria tan alta quien sacrifica

bres.

Miyares era un joven valiente, activo é instruido

en sus aras con ánimo sereno, más que

en

arte de la guerra,

afectos

la vida,

ambición,

y rencores.

Poco antes de

la estrepitosa caída de

Rosains

á la

,

que tan eficazmente concurrieron los esfuerzos de jefes

que en Veracruz sostenían

nes de Victoria,

este

caudillo

la

Rey y en

los

guerra bajo las órde-

aumentaba lustre á su

nombre combatiendo rudamente en su posición de Puente del

favorita

toda la comarca que se extiende

terminación de la guerra con Francia permitió al

gobierno de Fernando VII enviar á las insurreccionadas colonias de

ejércitos

de

la

,

y aunque oriundo de Caracas había servido con brillo en los

versal de Indias Lardizábal, dice al

Alamán,

América considerable número de tropas que

1.°

de abril de 1815, la salida

de Miyares para aquel puerto,

miSmo tiempo que

verificarse,

del

le

dice haberse

ejército



mandado

de Morillo pasasen á lo

que no llegó á

y que también estaba dispuesto

se traslada-

sen á este reino los residuos de los regimientos de la línea de

México y Puebla, que estaban en

que como habituados vindicar pu conduela la Relación histórica, y encontró en el gentriil Terón un adversario más temible con la pluma (de que se servia con gran acierto y gracia) que en el campo de la revolución. En 1830 se opuso al plan de Jalapa en San Andrés, por lo que fué puesto en el castillo de Perote, y cuando se le dejó en libertad se trasladó á Puebla, en donde dio muerte de una puñalada ú un oficial llamado Francisco Poceros que había sido testigo contra él, y habiendo formado una conspiración desesperada contra el gobierno del general Bustamante, de acuerdo con el coronel don Francisco Victoria, hermano del que había sido presidente de la República, murió fusilado en Puebla el 27 de setiembre del mismo año, según las leyes vigentes en aquella época para juzgar esta clase de delitos.» (AlamAn. Historia de México, tomo W, págs. 235 y 237, edición de 1851). • Véase este informe completo en la Historia dé México por Aloman, documenlo núm. 8 en su Apéndice al tomo IV. En este informe, impreso por primera vez en México en 1826 por el general Terún, con motivo de su encendida polémica con Rosains, se halla lo siguiente: «Algo puede contribuir la presencia del que suscribe para tomar el Cerro Colorado: sus conocimientos topográficos, carácter de los sujetos, modo de pelear y exhortaciones á unos hombres que sirvieron bajo su inmediato mondo, aunque en el buen efecto do esto último no se afirma, porque los opiniones de los hombros no se comprenden, .»

comunicar

al

gobernador de Veracruz don José de Quevedo, en real

orden reservada fecha en

al

«El ministro uni-

monarquía española.

Nueva España cuatro mil hombres,

desde este punto hasta las playas del Golfo.

La

el

en la América Meridional

al

clima serían

Habana, y

la

muy

útiles

para la

conducción de convoyes y establecer un camino militar de Veracruz á Perote, entonces

lo

que tampoco tuvo efecto por

i.»

El primer cuidado de Miyares fué hacer

salir

cuanto

antes á sus tropas de la zona enfermiza de la costa llevándolas él

teniendo

el

mismo á Jalapa de clima suave y benigno, ,

sentimiento

de ver morir en

nueve de sus soldados que sucumbieron por

Pudo en su

calor.

viaje

hasta la

camino á

el

el

excesivo

risueña y hermosa

,

estudiar la

villa

mente Calleja

parte '

al

tráfico

carretera

nacional,

un plan que comprendía también

permanente-

y propuso á el

camino que

de Veracruz á Puebla pasando pos

Córdoba y

AlamXn.

del85t.

mejor manera de abrir la

— í/isíoría

de México, («mo IV, pág.

35?, edición

478

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Oiizaba.

en

Este plan consistía en establecer almacenes de San Carlos de Perote, después de

la fortaleza

repararla suflcieutemente

formar un camino militar desde

;

esta posición hasta Veracruz, construyendo fortines en los

lugares á propósito que sirviesen de puntos de apoyo á

de los convoyes, y movilizar á los realistas

las escoltas

de Jalacingo, Tlapacoyan y Zacapoaxtla á

Aculcingo, donde apareció

de estorbarle

el

Una compañía

paso.

Luna con ánimo

guerrillero

el

de cazadores de

Cuatro órdenes avanzó resueltamente contra ría

y

la caballe-

de Luna, que apenas ascendía á doscientos hombres,

á costa de bastante pérdida logró desbaratarla y des-

pejar la sinuosa

y agria senda de

las

Cumbres.

Entró

de que

Miyares en Orizaba, cuyos habitantes no

le

hicieron el

obrasen en combinación con las tropas de línea, debiendo

entusiasta recibimiento que él esperaba,

de

lo

hacerse

mismo en

lo

camino de Orizaba.

el

aprobó desde luego

sólo

fin

Calleja no

plan de Miyares

el

sino que

,

puso bajo su mando inmediato una demarcación militar

segregada de

Comandancia del

la

comprendiendo á Jalapa, recibió

nombre

el

Sur, que

ejército del

Orizaba y Córdoba

Perote,

Comandancia general de

de

quejó al virey Calleja; de

acogido con menos desgana

cual

se

pasó á Córdoba, donde fué

allí

y tanto en una como en

,

otra villa dictó acertadas providencias pai'a proteger la

siembra y

que era uno de

la recolección del tabaco,

los

mejores y más seguros recursos del gobierno vireinal.

Mientras que Miyares avanzaba hasta Córdoba, don

las

Villas^ autorizándole, además, para ejercer en ella las

Manuel de Mier y Terán,

facultades de los comandantes genei'ales de provincia,

todas las tropas que habían obedecido antes á liosains,

de disponer de las rentas reales que en

y

la

comarca

y unido á

se recaudasen á fin de que pudiese pagar con

su pro-

situaba en las

la

ducto á las tropas y empleados.

Miyares

20 de julio con dirección á Veracruz

el

dispuesto á trasladar los

habían quedado en

el

mandó

golpe de gente,

equipajes de sus tropas

del Puente del Rey,

que

Victoria, seguido de gran

puerto.

reforzar las defensas

y parapetos

estableciendo nuevas trincheras y

ordenó

al

que con

20 de agosto de

Cumbres de Aculcingo dispuesto á

No

bien

coronel Euiz

el batallón

,

lo

supo

el .brigadier

inter-

español,

á quien había dejado en Orizaba,

de

Maltrata para caer por

en tanto que

dientes,

el

de Luna, Machorro, Sánchez y otros, se

las

ceptar el paso.

Después de algunos días de permanencia en Jalapa, salió

jefe desde

Navarra tomase la él

retaguardia de los indepen-

mismo, á

la

cabeza del regi-

miento de Cuatro órdenes, marchaba por para atacarlos de frente.

camino de

el

camino real

el

Pero Terán desbarató este

abriendo profundos fosos en las cercanías de esta obra

proyecto, abandonando rápidamente sus posiciones de las

verdaderamente magnífica.

Cumbres y retirándose á

Miyares llegó frente á

de los independientes

posiciones

examinar cautelosamente

el

el

24,

punto, ordenó

las

y después de el

Siguióle Miyares,

de los independientes

y aunque Victoria

blo

gado á retirarse

al

con denuedo, vióse obli-

cabo de una hora de vivísimo fuego

Dejando Miyares en

el

'.

Puente un batallón, continuó su

marcha á Veracruz^ en donde entró

día 29, no sin ser

el

molestado continuamente por las veloces caballerías de Victoria; el 2 de agosto

llegando

á esta

grande fué et-tas

la

villa

emprendió su regreso á Jalapa,

siete

más

días

Novedad

tarde.

prudente conducta que siguió Miyares en

de

jefes

realistas, no sólo no fusiló á ningún prisio-

nero, sino que, encontrando varias armas

en poder

de

y lo

el

29 de setiembre la caballería

atacó vigorosamente en el pue-

Santa María Tlachichuca en medio de una lluvia

tormentosa: varias fueron las acometidas que hubieron de sufrir los realistas, recias

pero

al

cabo,

rechazadas las

cargas de las guerrillas, pudieron continuar su

marcha á Jalapa, y Terán, por su parte, se dirigió á Teotitlán para auxiliar á su hermano don Joaquín, amagado de un ataque que disponía

el

coronel don Melchor

Alvarez, jefe de las armas del rey en Oaxaca

Pocos días antes del arribo de Miyares

excursiones, pues á diferencia de lo que hacían los

demás

de San An-

drés Chalchicomula.

ataque, que

efectuaron con bravura los soldados de Cuatro órdenes, se defendió

las inmediaciones

i.

al

puerto de

Veracruz, á principios de julio de 18L5, dispuso Calleja

una expedición á Boquilla de Piedras, en

la

costa de

algunos rancheros de las cercanías de Paso de Ovejas,

Barlovento, por donde los independientes podían estable-

de ellas sin molestarlos, conformándose

cer comunicaciones con los Estados Unidos ds América y

se hizo dueño

con prevenirles que en adelante miraría como criminal á toda persona á quien se

Atendió en seguida

le

el valiente

tera que pasa por Orizaba

primeros

esa línea en los

hallase alguna arma.

Miyares á

días

de

la

carre-

En

Orizaba.

14

la

las

,

jefe

accidental de la segunda división

de milicias en la Costa del Norte, habían de marchar

su

marcha hacia

de setiembre llegó á las cumbres

Parle de Miyares, publicado en de setiembre de 1815.

«

al 9

i^l-

mar de

primeramente contra Misantla, y en seguida reducir á '

continuó Miyares

el

simultáneamente de

la

pués de combinar entrambos algunas importantes dispomilitares,

salir

Perote y de Jalapa , cuyo mando se confió á don Carlos

María Llórente

Daoiz, comandante general del ejército del Sur, y des-

siciones

Fuerzas que debían

brigadier Moreno

setiembre. el

aventureros que abundaban entonces en

Antillas.

y Córdoba, y se trasladó á

hacienda de Tepetitlán se avistó con

los

de

Gaceta correspondiente

— Cuodro /tUtórico, tomo IV, pág. 209. —«MijaAlemán á propósilo de este encuentro, recorría su linca en

BusTAMANTE.

res, dice

un caballo fogoso, que se espantó con el fogonazo de un obús, y resbalando en el terreno mojado, cayó en tierra, dando un fuerle golpe en el pecho ni jinete, a quien se dislocó una clavicula y arrojó mucha sangre por la boca.» Parece ser que este golpe ocasionó la muerle de este valiente y entendido jefe reulisto,que acaeció en España en el año siguiente de 1816.

MÉXICO A TIIAYES DE LOS SIGLOS que sostenían

los

Además,

una

que

dispuso

se

Tampico, á

en Boquilla de Piedras.

la revolución

que debía unirse

la

mandados por

goleta Cantabria,

procedentes de Veracruz

bergantín Saeta y la

Murías y mar á Boquilla

teniente

el

hostilízase por

,

formada en

escuadrilla el

de Piedras y vigilase las costas adyacentes.

479

bravo teniente, de cerca con

rando su marcha llegó á tiempo de sostener á Juan del

Carmen, que luchaba con parte considerable de

«Fué

realistas.

Tlapa para contener

historiador Bustamante, hasta que se

á favor

efecto

al

partió de Nautla

siguiendo por la costa y

de este modo, pudo

de Guerrero,

avance de

el

cuyas

los el

declaró la victoria

acabaron

tropas

con

las

en términos de sólo escapar uno ú otro sol-

españolas,

dado.

la guar-

combate espantoso y tenaz, dice

el

de Perote, á las órdenes inmediatas del capitán Arteaga,

y

el

combate y apresu-

el

intentó apoderarse primeramente de Boquilla de Piedras,

llevando á la vista la escuadrilla;

siguióle

El día 20 recibió

resto de sus tropas.

el

Carmen,

del

que se había empeñado

aviso de

nición, salida de

Llórente con las tropas salidas de la demarcación

Juan

coronel

el

Sin perder tiempo avanzó hacia Tlapa ocultando

M

hacerse dueño de la barra de las Palmas sin hallar opo-

su movimiento á favor de la noche,

se

sición ninguna, pero no logró vadear

presentó

al

de la costa á los buques de la escuadrilla,

el viento alejó

y fracasó

golpe que

el

proponía asestar á los inde-

se

que se

ante

la

y de esta suerte y mandó romper el fuego

villa

toque de diana, formando en cunvalación para estrechar

el

acto una línea de ciri.

el sitio

la

Durante veinte días se sostuvo un fuego nutrido y

de sus esfuerzos para vencer los obstáculos

mortífero entre sitiadores y sitiados sin que los primeros

pendientes de Boquilla de Piedras. inutilidad

laguna Salada;

la

Convencido

marchar á Misantla á

le ofrecían, resolvió

obrar combinadamente con la fuerza que

En

salido de Jalapa.

de

de

fin

debía haber

medio de lluvias copiosísimas que

marcha de

pudiesen avanzar hasta pero

estrechando

segundo perímetro

el

cada

más

vez

á

sus

fortificado,

contrarios

y

poniéndolos en gravísimo aprieto por falta de víveres.

avanzó

El virey ordenó á Armijo que á marchas dobles fuese

hasta Misantla, y después de un encarnizado combate, se

á socorrer la plaza sitiada, combinando su movimiento

fatigaban

la

dueño

hizo

del

pueblo

tropas,

las

anochecer

al

Llórente

del

de julio,

5

salido

al

mando

Luna, y avanzando hasta Chiconquiaco,

adonde llegaron

el

porque

los

no pudieron pasar más allá

caminos fragosísimos de esta parte de

vincia estaban intransitables. cía á Naolinco,

la

pro-

Volviéronse en consecuen

y de este punto regresaron á Jalapa

yendo innecesario su auxilio

Pero

la

al

-

cre-

saber la toma de Misantla.

posición de Llórente,

á pesar

de

su

Guerrero,

del

teniente coronel

día 3,

triunfo,

que Armijo enviaba á

próxima llegada

Cruz,

fortificándose

ataque que

dientes no tardarían en presentarse; así sucedió al día

y desde ese momento tuvo que

des estragos en las

Cinco días sostuvo Llórente sus posicio-

indispensables.

nes esperando

el auxilio

de Jalapa, pero como éste no

llegaba y su situación era á cada se decidió á retirarse y

para Nautla

La

gentes.

perseguido escuadrilla

el

día

11

momento más se puso

vigorosamente volvió

á

por

en loS

Veracruz

sin

dominada por

los

allí

gua

el

Sur

ni respiro,

fatigó á los los

en

mejor

efecto,

intentó

filas

la

la

loma de

bayoneta y haciendo gran-

independientes, que no tardaron

cien hombres.

Armijo se vio

desde cuyo punto envió

de una acción tan reñida, en

las

tropas

Los

sitiados de Tlapa recibieron, sin

del

obligado á

el

al

reti-

virey

que confiesa que

embargo, cuantiosos

el

insur-

haber

con indoma-

y durante

G-uerrero luchando el

sin

tre-

segundo tercio de ]815,

soldados del rey con sus

venció en repetidos encuentros.

teniente coronel Samaniego,

y Guerrero continuó

la

el

asedio hasta que órdenes apremiantes de Morelos lo for-

zaron

á

abandonar una empresa que pronto

hubiera

coronado con éxito completo.

Volvamos ahora nuestra .atención hacia que tenazmente perseguidos por el

el

los patriotas

coronel Iturbide en

mes de mayo de aquel año (1815) lograron salvarse

centro

directivo

Congreso,

del

de

la

revolución.

el

Los miembros del

poder ejecutivo y del Supremo Tribunal

rápidas marchas

En

julio deter-



vanguardia á su



' Bustamante. Caadro histórico, tomo III, pág. 272. Biorafia de Guerrero. (Hombrea ilustres mexicanos tomo IV, página 303).

(j

minó atacar á Tlapa, y destacando á

el

Sur se batieron con denuedo y bizarría.

de enemigo tan temible, y con ellos salvaron también continuó

el

marcha

ble constancia.

En

resistir

elementos de resistencia que pudo introducir en la plaza

defensores de la independencia,

quienes hacía cuatro años se sostenían

y

parte

zona comprendida entre Misantla y Boquilla de Piedras

siguió

Armijo,

crítica,

alcanzado ninguna ventaja digna de mencionarse, y toda la

el jefe

en reponerse y en rechazar á los asaltantes matándoles

rarse á Olinalá,

impedían proveerse de agua y de los mantenimientos más

loma

la

dispuso

acto

ambas para

en

Caballeria cargando á

rodearon

le

el

por

echó bruscamente sobre

se

más de

con parapetos y cortaduras que

aparecer

sorprender á las tropas de Guerrero, y una mañana, al

sostener un sitio en toda forma, pues los que lo atacaban iglesia

En

amenazaba.

le

la

en la iglesia temiendo que los indepen-

y

debía

independiente ocupar esta eminencia y la cercana de la

de

la

que obe-

de Tlapa avisándoles de su

los

que

llamada de la Cahalleria.

rayar la aurora,

siguiente de su entrada,

las

siempre vigilante, interceptó un correo

era verdaderamente angustiada: dueño de Misantla cuidó fortificarse

mandaba Rionda y con

decían á Samaniego en Izúcar.

habiéndose retirado ordenadamente los defensores.

Las tropas de Jalapa habían

con las fuerzas que

,

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

480 de Justicia volvieron á Ario, como hemos de este capítulo,

cipio

diclio

al

prin-

apenas se apartó Iturbide

del

de la provincia de Michoacán en pos de nuevos

centro

de América un plenipotenciario en demanda de *uxilios,

y de comprometer la

inmunidad

pureza de la religión atropellando

la

por

eclesiástica;

hasta

llegaba

último,

encuentros, y también de nuevas y sangrientas matanzas,

lanzarles

el

cargo de traidores, asegurando que estaban

No permanecieron mucho y considerando más seguro en Uñiapám

vendidos

al

gobierno vireinal,

por

rumbo de Pátzcuaro.

el

tiempo en Ario, el

asiento del gobierno,

la

misma ardiente

allí lo

trasladaron

que hasta entonces

fe

,

animados de

los

había sos-

Empero, un miembro había

hasta

distinguido

patriotismo,

campos de

entonces

ya defendiendo

pendencia con

la

poder ejecutivo que se

del

su

por

acrisolado

noble causa de la inde-

la

pluma, ya exponiendo su vida en

batalla,

el

los

doctor Cos, se negó á volver al

seno del gobierno y permaneció

unido á las

partidas

de Vargas y de Carvajal que vengaron tan cruelmente el

fusilamiento

Iturbide

^

del

comandante Abarca, ordenado por

Esta deserción de Cos violaba un artículo

constitucional que prohibía á los el

ejercicio

del

mando

y en consecuencia fué

militar,

llamado repetidas veces por

el

miembros del gobierno

Congreso mismo para que

Lejos de obedecer, fuerte

en

el

tares

Cos publicó

y

circuló

en

la

ilegitimidad

nombramiento popular acusaba absoluta;

prometer

á

éstos

de

de vulnerar la

los

comandantes mili-

del

Congreso,

los

miembros que

haberse la

por

arrogado

carecer lo

de

formaban:

una autoridad

libertad de imprenta; de com-

honra nacional enviando á

los

guo compañero de

Estados Unidos

en los peligros; pero sobreponiéndose en la

patria,

resolvieron

Bustamante en su Cuadro histórico, tomo III, pág. 213, dice «Cos siempre manifestó deseos eficaces de hallarse á la cabeza de un ejército, y obrar cosas dignas de la inmortalidad: temiéronle mucho sus compañeros por su genio violento, y así es que lo colocaron el frente del gobierno, en el que se mantuvo Inquieto y desasosegado. Apenas tuvo ocasión de emigrarse del seno del gobierno cuando partió á reunirse con una partida de tropa, hecho que se estimó por una rigurosa deserción del puesto que ocupaba y por una escandalosa transgresión del articulo 168 de la Constitución de Aputzingán, que dice: «No podrá mandar perso»nalmente el gobierno en cuerpo ni por alguno de sus miembros »ninguna fuerza armada, á no ser en circunstancias muy extraordi«

sofocar

ellos el interés

energía

con

de

nuevo

este

elemento perturbador que tanto daño pudiera causar á la

El

revolución.

Congreso ordenó,

en

consecuencia,

á

Morelos que procediese á la prisión de Cos con prevención

de que

fusilase

lo

se le había confiado:

soldados lejos de

Marchó

hacía resistencia.

si

Morelos á San Pedro Zacapo para cumplir

la

misión que

Cos intentó defenderse, pero sus

obedecerle

entregaron á Morelos,

lo

quien lo presentó al Congreso que lo juzgó y sentenció á

armas

i.

No

era ciertamente

el

deseo de los miembros del

Congreso llevar á cabo tan terrible sentencia, para

lo

cual querían que el condenado diese alguna muestra de

«y para

sumisión,

conducido

cadáver:

su

á ella,

inclinarlo

mandaron poner á su vista

la

rebelión

tentativa ,

á todos los que

me

causará

el

le

pronunciarse la sentencia

«Mayor

rodeaban

clero

el

La

y

el

sesión en que el

momento de

pueblo de Urua-

gracia para Cos.»

rodillas

se

piquete de una pulga que

muchas horas, y en

fué sentenciado duró

Cos

pues

inútil,

y no cesó de excitar á

nel tránsito de la vida á la muerte."

pám imploraron de

dice Bustamante,

ataúd en que había de ser

el

mostró impávido en la prisión

"dolor (decía)

lo siguiente:

y á quien reconocían notacomo impávido valor

infortunio,

inteligencia en los consejos así

ble

el

de Zacapo en 30 de agosto (1815) un manifiesto

que trataba de demostrar á

que acababa de asumir su anti-

la actitud

ser pasado por las

volviese á ocupar su puesto en el poder ejecutivo.

jefes

los

mente un Congreso, de acuerdo con Morelos y Kayón. Sensible por extremo fué para los patriotas reunidos en Uruapám

tenido en medio de tan continuados y graves peligros.

y excitaba á

militares á desconocerlos hasta que se instalase legítima-

El cura

don Nicolás Santiago Herrera, quien por sus luces y virtudes era llamado en toda la comarca el vcncrahle

Herrera, se presentó, en

efecto, en la sala de sesiones

en humildísima postura pidió que se conservara

»narias, y entonces deberá preceder la aprobación del Congreso.» Mandósele, por tanto, que volviese á servir su plaza en el gobierno, pero él desobedeció abiertamente: tal vez ,se le habría tolerado si sus murmuraciones contra el gobierno no hubiesen sido tan escandalosas y de muy temibles consecuencias...» Y Alamán, en su Historia de México, tomo IV, pég 2?3, edición

del doctor Cos; apoyó

de 1851, agrega: «Cos era de carácter altivo, y muy inclinado á entrar en cuestiones de derecho, en las que no economizaba dicterios á sus contrincantes. En el año anterior (1814) habla sostenido una disputa muy empeñada sobre autoridad eclesiástica con el obispo electo de Michoacán don Manuel Abad y Queipo: éste, en circulares ü sus diocesanos, declaró que Cos había incurrido en las herejías de Wielef y de Lutero, y que por iin efecto de rebeldía no reconocía en su persona la dignidad episcopal. Cos contestó que en efecto no lo reconocía, porque no había podido ser penitenciario, ni mucho menos obispo de Valladolid, estando acusado muchos años hacía de ser hereje formal porque no se le habían dispensado las irregularidades contraídas por la ilegitimidad de su nacimiento; porque estaba nombrado por autoridad ilegítima, y porque, aunque fuese legítima la Regencia de España, no residían en ella las facultades del patronato real para presentar á beneficios eclesiásticos. Ya hemos visto que Fernando Vil, á su regreso á España, confirmó la misma opinión, y obró según ella con respecto al arzobispo electo de México Bergosn y al mismo Abad y Queipo...»

Durante

el

su súplica

Congreso se rindió

al

fin

el

diputado Isasaga,

conmutando

pena capital en prisión perpetua en

al

los calabozos

que «destruyó con con

construido

Bustamante tigres

la

la

se

^^

horas de su prisión

mano izquierda

derecha,» entretenía

que bajaban de

que corría no

muy

los

según

la

,

y

rebelde la

terráneos de Atijo, donde fué encerrado desde las largas

y

vida

la

subluego.

aquel hombre

obra que había

la

expresión

de

en ver á los lobos y los

montes á beber en un

aiT0)'0

distante del ventanillo de su calabozo.

Estas deplorables desavenencias enervaban

la acción

;

de los insurgentes con gran provecho para las armas realistas.

En

la



misma intendencia de Valladolid y en



Cuadro kistórico, tomo 111, pñg. 214 Alaen esta parte fielmente á Bustamante. ' Lo mismo dijeron los godos al saber que el débil Valentiniano había mandado dar muerte al bravo Accio. '

mán

BufTAMANTE.

r^igue

:

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS que se efectuaban

tanto

una sección de

referir,

del

hechos que acabamos

los

soldados del rey, al

los

comandante Aguirre, desbarataba

entre Tlalpujahua y

Angangueo

de

mando

17 de octubre,

el

la partida de insurgentes

que obedecía á Ruiz y á Alvarez, les quitaba

481

en Teotitlán, y en

el

acto concibió

y ejecutó

el

audaz

proyecto de marchar al encuentro del enemigo con los

pocos hombres de que podía disponer.

Escogió á dos-

y poniéndose á su frente salió

cientos,

Tehuacán

de

al oficial

forzando su marcha para sorprender á las tropas del rey;

español Arrítola que hablan aprehendido poco antes, y les

sus soldados, faltos de calzado, comenzaron bien pronto

hacía veinte prisioneros

á desmayar; pero notándolo

á quienes

don Ciríaco del Llano, mandó

de

el jefe

la división,

en Maravatío.

fusilar

El

Terán, bajó del caballo, se

despojó de sus zapatos y se colocó á la cabeza de la

mismo Aguirre, marchando luego rumbo á Allacomulco,

columna, electrizando con esta acción á todos

sorprendía en este lugar á la guerrilla de Cañas, daba

la

muerte á este valiente

jefe

de

y conducía

los insurgentes,

á San Felipe del Obraje á veinte vecinos de aquel pueblo

que fueron fusilados, sin que precediera ningún

Como compensación de que

dientes,

á las

de Vargas

órdenes

sorprendían

Tianguistengo á todo

que

Carlos

Después de este

el

sucumbiendo treinta

Tlayacapa,

y quedando mal herido su comandante Franco.

Al mismo tiempo (primeros días de octubre),

Enseña, que había tomado partido por destrozaba

completamente á

Tepeji

Eío

del

las

la

seis oficiales

vizcaíno

el

revolución,

la

guarnición

y se apoderaba

Lorenzo Corral y de

realista

comandante don

del

y muerto con veinte de

los

suyos

También teniente

el

español Molleda en las inmediaciones de Pachuca

Gómez

guerrillero

entró

en

de

que fueron pasados por

armas en Amealco algún tiempo después.

fué batido

San

Martín

y el Texmelucan ;

(provincia de Puebla), venciendo y matando al coman-

dante y soldados del batallón

Americano que guarnecían

aquel punto.

Apenas supo

Camino. Rosains

,

alcanzada

la victoria

12 de octubre (1815) en Teotitlán del

el

creyó

fácil la

el

virey

Calleja

la

prisión

empresa de arrebatar á

de

y para obtener tal resultado ordenó al coronel don Melchor Alvarez que se pusiese en marcha desde Oaxaca. Hízolo así este jefe, saliendo al frente de la mayor parte

alguna

Saboya y del provincial de Oaxaca, de

y de un cañón. Interponíase á la marcha de Alvarez un destacamento de insurgentes, que al

caballería

mando de don Joaquín Terán

en Teotitlán, pueblo situado soria

quiso el

muy

se

había atrincherado

cerca de la línea divi-

entre las provincias de Puebla y de Oaxaca.

Alvarez

dejar

este

enemigo

á

retaguardia,

No y

10 de octubre comenzó á atacar vigorosamente las for-

tificaciones

de los independientes, formadas en

la iglesia

del pueblo

y en el cerro inmediato del Campanario, donde se alzaba un reducto construido en forma de estrella.

Tuvo

noticia

don Manuel de Mier y Terán del avance

de Alvarez y del peligro en que su hermano se hallaba T.

III.

-61.

mando

subteniente

del

arrollar al grueso de la división

general,

fué

y

sólo

el

capitán

realista:

Aldao,

la

dispersión

con doscientos

infantes del batallón provincial de Oaxaca, hizo frente á

soldados de Terán, logrando recobrar dos cañones

los

abandonados por sus compañeros. trapiche de Ayotla

y de

allí

Alvarez se retiró

á Oaxaca,

quedando en El parte

Yanhuitlán los restos de sus vencidas tropas.

de esta derrota, dirigido á Calleja por

oficial

al

brigadier

el

Moreno Daoiz, superior inmediato de Alvarez, no obstante las atenciones que en ese documento se estamparon, la noticia

de otro desastre sufrido en Santiago Yolome-

catl (pueblo

de la Mixteca) por un destacamento del bata-

y

llón de

Saboya, destrozado por

terriblemente

al

virey,

el

coronel Sesma, irritaron

quien reprendió

con dureza á

Alvarez por haber dividido sus fuerzas en pequeñas par,

mandóle que se concentrase en Oaxaca y ordenó

á Moreno Daoiz que cuidase del estricto cumplimiento de esa prevención, autorizándole para relevar Alvarez,

si lo

creyese conveniente

al coronel

'.

los inde-

pendientes las posiciones de Tehuacán y Cerro Colorado,

del batallón de

camino de Tehuacán, una

El 12 de octubre don Manuel de Mier y Terán se

Ezeta.

tidas

Pero de mayor importancia fué por Terán

el

fuerza del batallón de Saboya al

de la llegada del enemigo. Fácil fué á los independientes

fortuna realistas

estre-

Ezeta, quien huyó en desorden sin dar aviso á Alvarez

en

Vargas, unido á González, asaltaba con igual de

continuaba

Santiago

misma

muerte

triunfo.

pueblo

que se descubría

la

Alvarez

de Teotitlán y tenía apostada en una altura,

los

destacamento de dragones de San

daban

estaba de guarnición.

allí

Entretanto,

desaliento.

acercó rápidamente á ese punto, que fué abandonado por

y

el

las

que

capital del

serranías colocadas al suroeste de la vireinato,

recorrían

de

chando á desde

juicio.

estos reveses, los indepen-

los

formaban, quienes no osaron ya dar muestra ninguna

'

Bustamante.

— Cuadro hi^^tórico, tomo

El parte dirigido por

Moreno Daoiz

111,

págs. 307 y 308.

á Calleja dice asf

«El Señor coronel Don Melchor Alvarez folió á batir á los rebeldes que estaban fortificados en Teotitlán del Camino. Elevó trescientos infantes, ciento nueve caballos y una pieza de a dos. Los rebeldes lo esperaron en sus posiciones fortificadas, que eran la casa cural y la iglesia (toda de bóveda y un fuerte en figura de estrella en el cerro del Campanario) con la fuerza de ciento veinte li ciento treinta hombres con armas de fuego y un cañón de á dos. »El Señor Alvarez les cortó la comunicación de sus puestos; pero en este tiempo recibieron los rebeldes un refuerzo de cien infantes y doscientos caballos con dos piezas. »Con la noticia de la llegada de éstos, el Señor Alvarez trató de tomar posición, y en esla maniobra (según refiere su parte) se desordenaron nuestras tropas, y la arriería con municiones y víveres; pero ordenada la gente por el celo de los jefes y oficiales se dio una carga al refuerzo enemigo, y se le tomaron dos piezas; mas no pudo evitar que se uniesen a los fortificados. Los rebeldes perdieron como sesenta hombres, y algunos caballos muertos. Nuestra pérdida, según el estado del Señor Alvarez, fué de siete muertos, veinte heridos y veintitrés dispersos, incluso un oficial de húsares. También perdimos cinco fusiles, nueve carabinas, seis pistolas y fornituras. El Señor Alvarez volvió á Oaxaca sin desalojar al enemigo de sus puestos. Pide un distintioo para los primeros que tomaron los cuñones...»

482

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Este triunfo dio grandísimo prestigio á Terán, y despojos arrancados al enemigo en el feliz encuentro

los

de Teotitlán

sirvieron para equipar

le

y armar conve-

En

por segundo. á aquél se

le

que se transmitieron

las instrucciones

recomendaba muy especialmente que no

perdiese de vista los proyectos y movimientos

de los

nientemente á sus tropas, dedicándose á su disciplina

Rayones que permanecían en Cóporo, procurando evitar

con inquebrantable constancia.

que se proveyesen de víveres y municiones

Casi

al

mentado

el

mismo tiempo que en coronel Alvarez,

Teotitlán era escar-

un gran revés

sufría

el

comandante Estrada entre Chamacuero y Celaya (pro-

La

vincia de Guanajuato).

tropa que

mandaba huyó á

primeros disparos, y los independientes hicieron con-

los

en

siderables estragos al virey

y que

persecución:

la

Iturbide escribió

que Estrada no perdió más que quince hombres,

el

primer

Andrés Arenas

,

soldado

realista

huyó,

que

fué fusilado de su orden.

«

llamado

He mandado

;

y que des-

truyera los fuertes de Chimilpa y Zacapo, en

el

primero

de los cuales se habían vuelto á situar los independientes

apenas se retiró Iturbide de Ario y sus contornos. venía

Pre-

á este activo coronel que

guarneciese

competentemente á Maravatío, como punto

muy impor-

tante,

el

virey

para asegurar las comunicaciones entre las dos

provincias,

y que

situase su cuartel general en Valle de

Santiago para acudir más fácilmente á una y otra, según las atenciones de la guerra.

también, decía Iturbide, que se eche suerte de un indi-

Menos importantes que en

la

zona oriental y rumbo

viduo entre los demás para que sufra la misma pena,

del Bajío, fueron los sucesos de la guerra acaecidos por

exceptuando del sorteo á algunos que se condujeron con

esta época en las provincias de San Luis y Zacatecas, y

valor conocido.»

Y

Calleja aprobaba este severo castigo,

en la ancha Nueva Galicia.

En

la

primera, la revolución

que estaba tan en consonancia con su rigidez en materias

aparecía sofocada menos en los confines con las de

de disciplina militar y con sus instintos sanguinarios.

najuato y Zacatecas;

Los

luchaba con inquebrantable constancia por la independen-

la

oficiales realistas

que obedecían á Iturbide emulaban

crueldad de su jefe, y

el

comandante de Celaya, don

cia,

Gua-

en esta última don Víctor. Rosales

y vencedor y vencido alternativamente, fatigaba á

las

Francisco Gruizarnótegui , anciano militar que había dado

tropas del comandante militar don Diego García Conde.

pruebas

Por

repetidas de

valor en los

excursión que hizo por

combates,

en

una

la parte

de Jerez,

el

cura Alvarez

,

que había ascen-

rumbo de la hacienda de la Quemada, encontró en este lugar muchos campesinos y rancheros ocupados en marcar los ganados; creyendo

á la causa de la dominación, contenía á duras penas los

que todos eran insurgentes

González Hermosillo.

el

los

aprehendió y mandó que

dido á canónigo de

avances de

los

Durango por

-sus

sangrientos servicios

insurgentes de Colotlán acaudillados por

En Nueva

como desde

Galicia,

fuesen fusilados; orden salvaje que se cumplió inmedia-

principios de la guerra, pululaban las partidas que traían

tamente no obstante

en continuo movimiento á las tropas y tenientes del bri-

las protestas

de aquellos infelices

'.

Por estos días nombró Calleja intendente de Puebla al

brigadier Llano, y confirió el

Norte y de al coronel



>i,In.

las provincias

mando

del ejército

del

de Michoacán y Guanajuato,

don Agustín de Iturbide, dándole á Orrantia

BusTAMANTE. — Coadro histórico, tomo IV, pág. 296. — Ala— Historia de México, tomo pág. 297, edición de 1851. 111,

gadier

don José de

la

Cruz.

Un

digno

sucesor

valiente é infortunado Torres, don Pedro Moreno,

dor que había

sido

de Lagos,

Comanja, y descendía de

los

regi-

cerros

de

ellos frecuentemente á unirse

con otras partidas que eran circunvecinas.

ocupaba

del

el

terror de las llanuras



CAPITULO XV —

Miyares dispone una nueva y más formal expedición contra los independientes de Puente del Rey. Llega el 2 de diciembre Únesele con su división el coronel Márquez Donayo. Miyares ordena á este jefe que simule un ataque á las fortificaciones de Puente del Rey. Imprudente y desastroso combate dirigido por Márquez Donayo. Los

El brigadier

(I8I5) frente á las posiciones de Victoria.



independientes abandonan sus posiciones

el 8







del Rey.

— Es nombrado

trasladarse al oriente. caudillo. el

— Nombra

gobernador de

de diciembre.

— Disposiciones

militares de Miyares después de la ocupación de Puente



provincia y plaza de Veracruz en los últimos días de diciembre. Resuelve el Congreso de escoltar ú la corporación. Disposiciones ordenadas por este

la

— Nombra á Morelos jefe de las tropas que han





Congreso antes de separarse una junta subalterna que debe permanecer en Michoacan. Salen de Uruapán miembros del Congreso, del Tribunal de Justicia y del poder ejecutivo. Llegan á Tesmalaca el 3 de Disposiciones del virey para sorprender la expedición. Distribución de las tropas del gobierno vireinal. Marcha del el



29 de setiembre (1815) los

noviembre.





coronel realista Concha.

— Alcanza

á los independientes en las cercanías de

Tesmalaca.

— Acción de este



nombre

(5 de noviembre

— Derrola de los independientes y prisión de Morelos. — Fusilamiento de treinta prisioneros ordenado por Concha. — Inmenso aprehensión de Morelos. — Concha comunica al virey desde Tepecuacuilco la victoria que alcanzó en Tesmalaca. — Disposiciones del virey para que se conduzca á Morelos á la capital. — Premios y recompensas á los que concurrieron

de 1815).

regocijo de los realistas al saber

la



á la rota de Tesmalaca y prisión de Morelos. Este es llevado á México y encerrado en las cárceles secretas de la Inquisición (22 de noviembre de 1815). Don Ignacio Alas es nombrado por el Congreso para reemplazar á Morelos en el poder ejecutivo. Entra el







Congreso en Tehuacán (16 de noviembre). Comunicación que dirigen los miembros del gobierno á Calleja exhortándole á respetar la vida de Morelos. Calleja no contesta á esa manifestación. Nombra el Congreso tres vocales con calidad de suplentes. Don Carlos M. de Bustamante y don Nicolás Bravo, miembros del Tribunal de Justicia. Diferencias que se suscitan entre Mier y Terán y









— Decídese primero á disolver Congreso y gobierno y á hacerse del mando supremo. — Falta — Junta de oficiales que de acuerdo con Terán decide la disolución del Congreso y el nombramiento de una comisión ejecutiva (14 de diciembre de 1815). — Son nombrados para formar esta comisión, Terán, Alas y Cumplido. — Prisión de los miembros del Congreso. — Proclama de Terán que publica sin la firma de este general, el mismo día de la disolución del Congreso. — Contradicciones que se notan en ese documento. — Intenta Terán que los jefes más notables de la independencia secunden sus propósitos. — Negativa de Bravo, quien marcha á la provincia de Veracruz. — Exposición que dirige Terán á Guerrero, Victoria y Osorno. — Su plan de gobierno consistente en establecer una concención departamental. — Guerrero y Victoria rehusan adherirse el

superintendente Martínez.

de valor

civil

el

el

el

de este caudillo.

se-

al

plan de Terán, y Osorno, aunque manifiesta su conformidad, no hace

Bravo excita

nombrar

el

comisario que corresponde á su departamento.





de Victoria y abandona la provincia de Veracruz. Ataca este Se une en el Sur con el general Guerrero. último á Acallan y derrota al realista Lamadrid en Xiputla y Huamuxtitlán (diciembre de 1815). Derrota de Osorno en Ocotepec. Prisión y fusilamiento de don Francisco Rayón. Proceso formado á Morelos. Nombramiento de jueces comisionados. Declaración con cargos. Nómbrase defensor al abogado Quiles. Defensa escrita por éste. Sentencia de la Junta Conciliar. Causa los celos













— — — — Auto de fe de Morelos. — Ceremonia de la degradación. — Trasládase á Morelos de la Inquisición á la ciudadela. — Nuevo interrogatorio ordenado por el virey. — Dictamen del auditor. — Sentencia de muerte dictada por Calleja (20 de diciembre). — Fusilamiento de Morelos en San Cristóbal Ecatepec (22 de diciembre de 1815). — Juicio de Morelos y de su importancia en la lucha por la independencia. — Con su muerte termina la segunda época de la guerra.

formada por

Inquisición.

la

Después de

la expedición del brigadier

Miyares á

la

línea estratégica de Orizaba

que sostuvo con las

y Córdoba, y del encuentro tropas de Terán en las inmediacio-

nes de San Andrés Chalchicomula realista á la villa de Jalapa

orillas

de

el

la carretera

en

aquel jefe

camino militar entre

y Veracruz. Ocupábase en

de un fortín

trucción

volvió

y dictó activas y convenien-

tes providencias para establecer

esta población

i,

y poco distante de Jalapa, cuando

supo que Victoria, habiendo recibido importantes auxipor

lios

ficaba á

Así Toledo, •

>

el

portezuelo de Boquilla de Piedras, se forti-

más y mejor en era,

en

el

efecto:

Puente del Rey. el

aventurero

quien desde su derrota

Véase capítulo anterior. Véase final del capítulo VIII,

en

lib. II.

alistar

la

agosto

de 1813

de 2

Nueva Orleans sosteniendo corres-

Congreso de

independientes, pudo

los

fusiles

y algunas

que trajo un buque á Boquilla de Piedras en

,

primera quincena de octubre, y en seguida fueron

transportados al campo de Victoria en el Puente.

Ante novedad de tanto

bulto,



Miyares comprendió

que debía atacar sin dilación y fuertemente un punto

que de seguir en manos de completo

la

realización

los insurgentes impediría

del

proyecto que se

y

convoyes

estableciendo en

el él

le

por

había

al tránsito

de mercan-

camino entre Veracruz

y Perote,

encargado ejecutar, esto es, abrir cías

Alvarez

el

una remesa de cuatro cañones,

municiones

dirigir la cons-

Encero, lugar situado á

el

había permanecido en

pondencia con

una línea

militar.

secuencia,

que se trasladase

batallón de

Navarra, y unidos

de

Ordenó, en con-

Orizaba á Jalapa

á éste

el

el

escuadrón de

Fieles del Potosí y otras fuerzas que guarnecían

la

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

484

misma de Jalapa, formó una

villa

y de noviembre se puso en marcha

en los postreros días con dirección

al

división respetable,

Puente del Rey.

solo la gloria de ocupar á viva fuerza la formidable posi-

ción contraria, ó que no comprendió dio,

El coronel Márquez Donayo, que acababa de llegar

como generosamente

agobiada por

la

rar su marcha y de unirse al grueso de la división que,

Empeñóse

combate con furia

en

decir, se había

movido hacia

Márquez había sos-

días de noviembre.

los últimos

tenido rudos combates

Puente

el

durante su travesía desde México

hasta Perote: en las cercanías de San Salvador

el

Gómez

el

fué atacado por el guerrillero Vicente

octubre, quien se retiró después de una refriega

rápida marcha que acababa de hacer. ,

y tanta fué

la

obceca-

ción de Márquez, que no obedeció las reiteradas órdenes

de Miyares para hacer cesar brigadier

trasladarse

Preciso fué á este

el fuego.

á la orilla

opuesta y retirar

Verde

tropa á las nueve y media de la noche

27 de

campo de

empe-

le

dice Miyares en su parte para

á Perote escoltando un convoy, recibió orden de apresu-

como acabamos de

orden que se

á atacar en forma con su tropa

disculparlo, resolvióse

el

la

batalla gran

la

dejando en

,

el

número de muertos. «Márquez

San

Donayo, dice Alamán, era un militar de mucho valor y de suma actividad, aunque de escasa inteligencia; en esta

Martín Texmelucan fué asaltada briosamente su reta-

ocasión hubiera debido ser juzgado por un consejo de

ñadísima que duró varias horas

guardia por otra partida

;

y

llegar á

al

que se retiró

De Puebla

causarle algún daño.

marchó

,

'

al

,

no sin

guerra, como debió serlo también Llano por su inconsi-

el

convoy

derado ataque del fuerte de Cóporo, pero la escasez de

fin

á Perote

novedad, y Márquez, dejando depositados en

sin

San Carlos

la fortaleza de

los

caudales que escoltaba,

jefes hacía disimular todas estas faltas,

paba con

y todo se

de que combatiesen con decisión.

tal

discul-

Miyares

púsose en camino para Jalapa con su tropa, fuerte de

refirió

setecientos hombres,

posible la falta de Márquez, y éste lo desfiguró entera-

en cumplimiento de

orden de

la

Miyares.

Este

mente en su parte brigadier

avanzado

había

Puente del Rey con todas

las

hasta

cerca

de

precauciones de que se

campañas y que le alcanzaron fama de prudente y experto. Desviándose del camino real, entró en bosques que crecen en esa ardiente zona,

los espesísimos

2 de diciembre apareció repentinamente en la ribera

el

izquierda del

de Victoria;

río,

no lejos de las posiciones fortificadas

al día

transportar la mayor

siguiente pudo

parte de su división á la margen opuesta, valiéndose de

una lancha que llevaba consigo y dejando en

la

de la

suceso,

el

encubriendo en cuanto era

comandante general del

al

Sur, Moreno Daoiz, de manera que

el

En

los siguientes días

trincheras á tiro de cañón de la altura los

independientes

Navarra permanecía de

Chipila.

Los

observación en

independientes,

escasos

tarde del mismo día 3

de diciembre, y conforme á las

por

el

batallón de

río en la lancha

Desde

las

mandó romper

acampó en

y

ocupado

Ordenes militares, que atravesó

y se unió primeras

los fuegos

al

el

grueso de la división.

horas de la mañana

acababa de atravesar miento por

el

que

,

y resolvieron

ordenadamente

efectuaron

el

diciembre en las primeras horas de la noche.

de

8

Las

rui-

Navarra!

dosas aclamaciones de ¡viva el rey! ¡tica

lanzadas por los soldados de este batallón, que fueron los

en

primeros

percibir

y

el

abandono

al resto

las

posiciones,

de su división

lo sucedido.

de

Miyares

Halláronse en los fuertes nueve piezas de artillería y

algunos víveres; los independientes fueron perseguidos

Apenas supo

Donayo, y contando con

lo

indicaron á Miyares

la

ribera derecha del

y que los independientes habían cubierto de fuertes

toscos parapetos.

municiones,

de una batería que estableció

para atacar la altura situada en río

el sitio

camino de

el

de

retirarse,

instrucciones que se le dieron,

el

comprendieron que una vez terminadas las trincheras y establecidas las baterías de sus contrarios no les sería

espera de Márquez Donayo, cuya rápida marcha no ignoeste coronel á las dos de la

que

Cuatro Órdenes, mientras que

tarea al batallón de

de

fortificada

empleando en esta ruda

defendían,

posible contestar los fuegos de la artillería

Llegó, en efecto,

se le

Miyares se ocupó en levantar

izquierda al primer batallón de Órdenes miUiares en

raba.

ejército del

mandó

virey

diesen las gracias en la oiden del día.«

valía en sus

y

en su diario

el

el río,

la llegada

de Márquez

refuerzo del batallón que

por Márquez Donayo hasta la barranca de Acasónica, pero no pasó de

el

propósito

de

el

lado

opuesto observó

un cuerpo considerable de caballería é infantería dispuesto á sostener un choque.

Dueño Miyares de Puente

dispuso hacer un reconoci-

camino de Chipila con

porque en

allí

del Rey,

fué su primer

cuidado levantar un fuerte en la margen izquierda,

nombre de Fernando

VII, y en

al

ribera

cortar á los independientes el agua que recibían por la

que dio

cañada del Copal; y para asegurar más el éxito de su empresa, ordenó á Márquez que con parte de sus tropas

contraria,

pendientes con sus reductos, hizo construir una atalaya,

llamase la atención del enemigo por

que llamó de

el

Puente.

Esta última disposición de Miyares no fué ejecutada fielmente: fuese porque

Márquez Donayo quiso ganar

él

el

sobre

la

el

mismo

sitio

que

ocuparon

la

los

inde-

Concepción, en memoria del día en

que logró dominar aquel importante puesto militar.

En

seguida ordenó que Márquez Donayo regresase á Jalapa con las tropas que obedecían inmediatamente á éste y

El extracto del parte oficial que escribió Márquez Donayo fué publicado en el número de la Gaceta correspondiente al 25 de noviembre (1815). '

con

el

segundo batallón de Ordenes militares; mandó

construir en el Plan,

bajo la dirección de don Manuel

y

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS don José Rincón

formado

y

el

un pequeño fuerte, con

^,

camino militar de Jalapa á Puente del Eey;

el

13 de diciembre marchó con

resto de sus tropas

el

de la Antigua, donde se guarecía una partida

al fortín

encabezada por

el jefe

insurgente á quien llamaban en

Ningún enemigo encontró, su marcha, pues

embargo, Miyares en

sin

de la Antigua fué anticipada-

el fuerte

mente desocupado por sus defensores; en Veracruz y volvió

entró

después

á

brigadier espa-

el

Jalapa

pocos

no sin restaurar las fortificaciones de

,

y dejar en

línea de puestos militares que asegurasen la libre

En

los últimos días

nombró gobernador de

lo

militar de plaza de guerra

este mando, dice el castillo

Alamán,

la

comu-

la

el

provincia y jefe

«Al

tan importante. halló en

gobierno

recibir

un estado deplorable

de San Juan de Ulúa, principal defensa de

Veracruz: todo

el

cureñaje

estaba inutilizado,

por no

haberse cuidado de embrearlo, y los bastiones de la for-

amenazaban ruina por

taleza, batidos por el mar,

de reparaciones

dad de acercarse

al

litoral

al

rumbo de

oriente la necesi-

Golfo

del

Mexicano,

pues

esperaban recibir por alguno de los pequeños puertos

dominados por enviar

de

los independientes

Unidos

Estados

los

auxilios

que debía

diputado

don José

los el

falta

Después

plenipotenciario ante el gobierno de esa nación.

de largos debates

resolvió

el

Tehuacán, juntamente con

el

Congreso

trasladarse

á

Tribunal de Justicia,

y

proyecto

confió la ejecución de este atrevido

Morelos,

especialmente

autorizándolo

mando de

las tropas

tomar

para

que habían de escoltar

general

al

al

el

Congreso,

pues como miembro del poder ejecutivo no podía ejercer de jefe militar.

las funciones

Atravesar por más de ciento cincuenta leguas un

de diciem-

bre se trasladó Miyares á este puerto, pues vireinal

así

de mercancías y convoyes

nicación y el paso expedito

entre Jalapa y Veracruz.

días

Antigua

la

un destacamento, para concluir

ellas

más, urgíales trasladarse

Manuel de Herrera, á quien habían acreditado ministro

chino Clav.dio.

los contornos el

ñol

que quedó

lo

485

ocupado por divisiones realistas, y pasar á la vista de sus puntos fortificados y guarnecidos con una territorio

comitiva numerosa y las fuerzas competentes para

su

resguardo, era sin duda una empresa ardua y que reque-

en quien á cabo la llevara, suma prudencia unida á

ría, la

más serena

Morelos

intrepidez.

comprendió

lo

dictó desde luego todas las disposiciones

así,

y

que creyó con-

venientes al buen éxito de la expedición.

que emprendió hacerlas y ponerlo todo en buen estado; pero ascendiendo á cuatrocientos

Mexcala obedecían á don Nicolás Bravo, Páez, Carvajal

mil pesos el presupuesto de gastos que formó, no se hizo

é Irrigaray,

Ordenó á

lo

más que

entonces

por

,

por

muy

lo

indispensable,

tampoco corría riesgo alguno aquel punto en de guerra que se hacía.

En

el

orillas del

en número todas de ochocientos hombres,

porque

que se situaran en Huetamo, donde debían unirse á

género

doscientos que

tiempo que conservó

el

que diseminadas á

las partidas

el

ban

mandaba

la escolta del

los

coronel Lobato y que forma-

el

Congreso; dispuso que

el

comandante

mando de aquella plaza y provincia dispuso frecuentes marchas de los batallones de Cuatro órdenes y Navarra

atención del enemigo por el rumbo de Taxco; previno á

por los caminos de Jalapa y las Villas...

Guerrero que levantando

gado por de

Ja

la

enfermedad de pecho que contrajo á resultas que sufrió en

caída

las

inmediaciones de San

Andrés, y más que todo, disgustado por notaba en

Miyares, fati-

mismo virey y en

el

la rivalidad

otros jefes

que

nacida acaso

,

de la superioridad de sus conocimientos militares y á que puede ser contribuyese la circunstancia de ser nacido en

América, se volvió á España en á poco tiempo, militares

más

habiéndose desgraciado así uno de los

pasaron de España á América

En

el capítulo anterior

hacia

en esta época

'^,

la

sazón en Tenancingo, llamase la

orillas

lado, debía

el

el

de Tlapa

punto de

la

la

al

Congreso en

y las río

Osorno, por su

misma ciudad de Puebla y á

pequeñas poblaciones del contorno.

^

Antes de ponerse en marcha nombró

el

Congreso

una junta subalterna de gobierno, formada del general Muñiz, del abogado Ayala, y de don Dionisio Rojas, don José Pagóla y don Felipe Carvajal

hemos dejado

se dirigiese

Tesmalaca,

zona que recorre este

nombre de Pollano.

amenazar á

'

Terán que avanzasen hasta

Mexcala, en

del

llevando aún

las

el sitio

Norte y ocupara

el

ordenó á Sesma y á

1816 y murió

abril de

inteligentes y bizarros que

Vargas, situado á

ejercer

,

con facultades para

su acción en las provincias

occidentales hasta

Uruapán, ocupado en juzgar y sentenciar al doctor Cos, cuyo alzamiento amenazó tan gravemente la existencia

videncias al Congreso, quedando también bajo sus inme-

de la misma corporación. Las sorpresas que había inten-

diatas órdenes los jefes independientes que en Michoacán

tado Iturbide hicieron comprender á los miembros

y Guanajuato sostenían

de

Texas, aunque obligados á dar cuenta de todas sus pro-

la

campaña.

Cumplido este acto

ésta que su estancia segura en Michoacán no podía pro-

de previsión política, y después de recibir cada uno de

longarse, rodeados como estaban de poderosos enemigos

los

y

sin contar con fuerzas bastantes

que oponerles.

Ade-

vocales

Estos dos hermanos, muy conocedores del terreno en que operaba Miyares, se distinguieron mucho en esta expedición, y en premio de sus servicios recibió del virey cada uno de ellos el grado de teniente coronel de milicias provinciales. ' Alauán. Historia de México, tomo IV, pág. 371, edición de 1851.



menos Morelos que no

quiso tomarlos, y que para marchar tuvo que vender su

ropa de uso '

seiscientos pesos,

2,

salió

setiembre de 181.5. residencia '

»

el

de Uruapán la expedición

La

el

junta subalterna eligió para su

pueblo de Tarétan.

Véase capítulo anterior. BuSTAMANTE. Cuadro lií.'^iórico, tomo



29 de

111, piíg. 217.

486

MÉXICO

Eran

TBATÉS DE LOS SIGLOS

Á.

miembros del Congreso don José Sotero

los

Castañeda, don Ignacio Alas, don Antonio de Sesma, y los abogados Sánchez, Arias é

Euiz de Castañeda, pues Isasaga ,

se indicaba hacia el oriente,

dictó

sus disposiciones para sorprenderlo, procurando que

lo

rodeasen fuerzas superiores.

doctor Argándar y don José Villaseñor se

el

y desde ese momento

El teniente

Concha, que había llegado á

coronel

habían separado con licencia y debían luego incorporarse

merecer toda

á

natural feroz é implacable, recibió orden de marchar con

asamblea,

la

y

Berdusco,

doctor

el

terminado

el

período de su diputación, se había retirado á su curato

Los abogados Ponce, Martínez y Castro Bermeo y Calvo componían el Tribu-

de Tusantla.

con los secretarios

y formaban

nal de Justicia;

Cumplido

don Antonio

poder ejecutivo Morelos,

el

en sustitución de Cos, y don

seiscientos

que

de que juntos ó

la instrucción

Morelos

á

rumbo de Telo-

al

hasta darle alcance y

hombres que

Claverino con los quinientos

derrotarlo.

por su

teniente coronel Villasana,

el

guarnecía este punto, con siguieran

quizás

Calleja,

hombres de todas armas

loapán á unirse con

separados

de

confianza

la

José María Liceaga, que en Huetamo había de separarse

sacó de Valladolid tuvo orden de colocarse á la retaguar-

cabo de tres meses y lugar que escogiese el gobierno para

dia de los independientes y de seguirlos hasta Zacatilla,

con licencia, protestando volver presentarse en

el

al

Los archivos y papeles de las oficinas, los víveres, municiones y equipajes y veinte mil pesos que se destinaban á la compra de armamento en los su residencia ^

Estados Unidos

formaban un convoy considerable

,

,

capaz

de llamar la atención del enemigo y de excitar su codicia.

Previamente acordó

naban

el

miembros que

los

lo

rosa, desde las siete de la

acampaban

recorriendo

y

hasta

Huetamo,

derecha

orilla

Así marchó la

soldados.

del

y luego

Mexcala con

Tocó sucesivamente en Tutzamala,

dirección al Este.

Tlachapa, Poliutla, Pesoapán y

el

día

3

de noviembre

No

mucho

de la traslación

Congreso,

y comprendiendo cuan

convoy de

el

Toluca, de Cuantía y de Cuernavaca, y las

valle de

sur;

el

Llanos de Apara

los

al

de estorbar

el fin

el

un encuentro con

y mando

paso

que operaba en

',

se situó en Chalco, con

enemigo,

al

Monduy, en

del coronel

éste, por evitar

si

fuerzas realistas que debían

las otras

intentaba abrirse camino entre los

cercarlo,

volcanes que cierran al sudoeste

oriente,

sudoeste de la capital,

al

la división

sustitución del coronel Ayala

Así,

en llegar hasta Calleja la noticia

del

Mexcala y proteger

del

nao de China que había llegado poco antes y quizás pudiera caer en manos de Morelos; las guarniciones del

hizo alto en Tesmalaca.

tardó

puntos que antes

la

de todos los puntos situados

oficiales

la

la orilla izquierda

marcharon hacia

que

la tarde,

Aguirre se situó en

;

los

ocupaba Concha y auxiliar á éste en caso necesario; prevínose á Armijo que avanzase hasta Tixtla para cubrir

mañana hasta

Uruapán

desde

expedición

ésta era la dirección que tomaran

San Felipe del Obraje para cubrir

componían en formación rigo-

los diputados recibían ración dia-

y

raso,

al

riamente como los

siguió

Congreso sujetarse durante

á las órdenes de Morelos, de suerte que cami-

el viaje

si

más

mientras

mayores eran

y más se estrechaba

avanzaba

dos

Morelos

hacia

las fuerzas apercibidas

el círculo

altos

de México.

el valle

el

á batirlo,

de los realistas destinado

importante sería la aprehensión de los hombres y efectos

á envolverlo. Podía, sin embargo, salvarse y romper este

que formaban aquel convoy, desplegó grandísima activi-

cerco marchando con rapidez á

dad para efectuarla, posponiendo por entonces

las

demás

á

las

fin

de unirse cuanto antes

Sesma y Guerrero,

Terán,

de

tropas

quienes

atenciones de sus tropas á la empresa de apoderarse de

tuvieron orden de avanzar á su encuentro, pero los dos

los individuos que componían el gobierno de la insurrec-

primeros no recibieron esa orden ó no quisieron obede-

No ha

ción mexicana.

quien

faltado

entre otros, que Rosains le dio salida de la expedición

damento

el

informe

indulto al virey,

^.

aviso anticipado de

la

y para creerlo así sirve de funque éste dirigió después de su ,

como de una cosa próxima á

Pero no era

seguiría Morelos,

Alamán

y

fácil

el virey,

efec-

prever la dirección que

antes de mover sus tropas,

esperó saber los primeros pasos del caudillo de la independencia.

La

cerla,

llegada de éste á Cutzamala no dejó duda

ninguna á Calleja de que

la

marcha del

ilustre general

Declaraciones de Morelos. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, púg. 32). • «La debilidad hace que por ahora nada más Fe proyecte con la traslación de las corporaciones, como ellos llaman ó Cerro Colorado, y las relaciones con los Estados Unidos. Para lo primero, hay el obstáculo que recelen caiga por tierra en aquel rumbo su falsa autoridad, mol sostenida y aceptada por Rayón, y para no formar esperanzas de lo segundo, obran las siguientes razones...» (Informe dirigido al virey por don Juan N. Rosains con fecha 15 de octubre de 1815). •

y

el

último, abandonando su próxima

victoria de Tlapa,

y

hacerlo,

casi segura

como hemos dicho antes, marchó

encuentro de la expedición apenas recibió

el

al

de

aviso

aunque demasiado tarde para salvarla.

Morelos, por medio de hábiles maniobras que enga-

en cuyo documento habla de la trasla-

ción del Congreso

tuarse

afirme,

ñaron por algunos días á Concha, jefe que de cerca, pudo vadear

el río

y llegar

el

le

seguía

más

día 3 de noviem-

bre á Tesmalaca, pequeña población cercana á los límites

Tan

de la provincia de Puebla.

marcha y tantos fueron durante

ella

,

los

violenta había sido la

sufrimientos

de

la

tropa

que Morelos creyó indispensable dar un día

de descanso á la expedición de noviembre.

,

y ésta hizo

alto

todo

el

4

Esta demora inevitable ocasionó su pér-

dida, pues dio tiempo á Concha para caer sobre él con

,

numerosas tropas. lista se

el

día 2 este activo jefe rea-

había unido en Zazamulco con

Villasana, •

Desde

el

teniente coronel

y juntos acordaron enviar cien hombres de

CapltuloXIII,

lib. II.

——

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS caballería

hacia

según

informes

los

más

punto en que,

de Tenango,

vado

el

pasarían

precisos,

río

el

los

independientes, siguiendo ellos la misma dirección con

mayor rapidez

la

En Tulimán

la ,

4 supo Concha en

del

donde encontró á

cien

los

pueblo de

el

hombres que había

enviado de avanzada, que Morelos desde la víspera se

tara al ilustre caudillo el deseo de morir combatiendo á

No,

su lado:

Y

acompañado de unos cuantos

que eran á manera de tino.

pocos compañeros, y

nueve de

la

el

mañana

mente cuando

la

río seguido

de sus tropas, y á

las

del

siguió Morelos batiéndose

Cuando

las

suprema aceptación de su des-

la

enemigas dieron muerte á sus

balas

ver que sus municiones se habían

al

agotado se internó, seguido de un asistente, á un bosque

retaguardia de Morelos se dejaba ver

inmediato, y mientras se detuvo á quitarse las espuelas

Concha

pueblo de Coetzala.

á sus soldados un



en Tesmalaca, precisa-

del 5 entró

trepando por la cumbre de un cerro inmediato, en dirección

escoltar al

en retirada, después de pronunciar esas nobles palabras

en

noche pasó

vaya usted á

contestó,

le

hallaba en Tesmalaca. Con tal aviso apresuró su marcha; la

y como este último manifes-

aquella horrible confusión,

Congreso, que afinque yo perezcii importa foco ^

posible.

mañana

487

la

para marchar con más desembarazo, fué alcanzado por

sólo concedió

una partida de 'patriotas de Tepecuacuilco mandada por un teniente llamado Matías Carranco, que había servido

descanso para que apagasen la

coi'to

sed, y siguió presuroso á los independientes.

Apenas supo Morelos que tenía encima

á las órdenes de Morelos enemigo,

al

los realistas

año de 1812.

el

apuntaban ya

Los

fusiles

de

cuando

valiente general,

al

ordenó que los miembros del Congreso, del Tribunal de

éste sin inmutarse dijo

y del poder ejecutivo con todos los bagajes, marcharan con mayor violencia para ponerse fuera del

fuga:

alcance de los realistas

quien premió tal muestra de consideración regalando un

Justicia

y

,

sus disposiciones á

dictó

de resistir hasta donde fuese posible. las

Escogió para

lomas que forman uno de los lados de

fin

ello

cañada en que se hallaba: dividió su línea de batalla en

quedando

el

de don Nicolás Bravo,

el

tres cuerpos,

brigadier Lobato, y él

con el

los

de la izquierda á las órdenes

mando

de

la

derecha

mismo

se

colocó en el del centro

dos pequeños cañones que tenía.

al

del

Concha dispuso

ataque haciendo avanzar contra la izquierda al capitán

don Manuel Gómez Pedraza con

Fieles del Potosí y un piquete de dragones de España, en tanto que el resto de sus tropas,

los

en dos secciones divididas, atacaba

«En

centro y la derecha de Morelos. dice

Concha en su parte

oficial, se

el

esta disposición,

emprendió

Entonces éste ordenó que no se hiciese daño

reloj

el

ataque

trescientos

Tenango

gran trofeo de

la

caudillo que

los

vencedores fué

tantas veces había

armas del rey en

los

empañado

campos de

fué el júbilo de las tropas de

Concha

al

rompió

los

suyos con las dos piezas

;

mas como todos

los

cuerpos de mi mando cumplieron tan perfectamente bien con sus deberes, principalmente

que se fué sobre

ellos

sin

el

bizarro capitán Gómez,

atender á las dificultades del

pero

2,

el

lustre de

Inmenso

saber que More-

quedaba en manos de su jefe y tanto fué su alborozo «que, dice Concha en su parte, se olvidaron del hambre

los

,

y

la

des.

sed que hacía tres días sufrían por aquellas soleda-

Todo fué

alegría,

en términos que á la tropa le

pareció poco el ver todo el fruto que se había conseguido

con

el ilustre prisionero,

como objeto

Concha volvió á Tenango

y de

allí

se trasladó á

Tepe-

cuacuilco, donde escribió al virey su parte oficial dándole

cuenta

detalladamente

de

la

importante

victoria

que

acababa de alcanzar.

terreno que le tocó, se dispersaron y pusieron en precipitada fuga, casi á un mismo tiempo, los tres trozos

sión de Morelos el 9 de noviembre de 1815, á las dos

que componían

media de

la batalla

enemiga, poco después de una

el

batalla.

en comparación de la presa de Morelos,

enemigo

indepen-

aprehensión del

principal de sus desvelos ^.»

el

los

prisioneros que fueron fusilados en

ambas partes, y con

de que

al prisionero,

muertos tuvieron

á las once de la mañana con un fuego bastante vivo por la circunstancia



en la acción de Tesmalaca, sin contar treinta

dientes

las

tráns-

el

á su aprehensor.

Más de

angosta

la

clavando su mirada en

Señor Carranco, parece que nos conocemos.

Llegó á México

la tarde,

la noticia

de la derrota y aprehen-

llevada por un

oficial

y

que despachó

hora que duró la actividad del avance, y por lo mismo en todas direcciones particularmente por

Villasana al saber el triunfo de Tesmalaca, y fué intenso

aquellas donde iban los gruesos principales i.»

BuSTAMANTE. Cuadro histórico, tomo III, pág. 219. Parte oficial de Concha. Don Lucas Alamán no cita estos fusilamientos, y con frecuencia omite hablar de las ejecuciones ordenadas por los jefes realistas, pero no pasa en silencio ni una sola de las que dispusieron los independientes. ' También fué aprehendido en Tesmalaca el padre Morales, capellán mayor del Congreso. Refiere Alamán, fundándose en el dicho del padre Salazar que recibió el encargo de atender á los dos prisioneros, que en Tenango fué visitado Morelos por Concha y Villasana estando la pieza llena de oficiales llevados por la curiosidad. « ¿Me conoce usted, señor cura? le dijo Villasana. A lo que Morelos, ya fastidiado por la importunidad de los concurrentes, respondió con enfado;— No conozco á usted. Pues yo soy Villasana, prosiguió éste, y mi compañero el señor Concha; pero dígame usted, ¿si la suerte se hubiera trocado y me hubiera usted cogido á mí ó al señor Concha?— Yo les doy, dijo Morelos con intrepidez, dos horas para confesarse, y los fusilo.»

se les siguió

,



'

»

El ala derecha

,

mandada por Lobato, había

primera en desordenarse bajo

los fuegos

sido la

de la infantería

compuesta de destacamentos de Fernando VII, Zamora, Fijo de Veracruz y l'laxcala; el centro y la

realista

izquierda,

desconcertados

flaquearon á su vez

,

por

la

derrota

de

Lobato,

y su retirada se convirtió en fuga

que arrastró á sus dos valientes

jefes.

Hubo un momento

en que se encontraron Morelos y Bravo en medio de ' Parte de Concha. (Colección de documentos de dez Dávnlos, tomo VI, pág. 55).

J.

E.

Hernán-







488

MÉXICO i THAVÉS DE LOS SIGLOS

el júbilo

de los realistas, formando contraste con

el

aba-

timiento que produjo en los partidarios de la revolución,

más bravo de todos

quienes veían caído y aherrojado al

campeones de

los

siguientes,

mexicana.

la libertad

Alamán, tuvo

dice

el

«

En

los

días

virey diversas confe-

Entretanto, cargado de grillos y expuesto continua-

mente á

los insultos

de la tropa realista, fué conducido

Morelos á Tepecuacuilco, donde se separaron las

dos

marchando Villasana á Tixtla y continuando Concha con los presos á México. Agolpábase la gente á divisiones,

rencias con el arzobispo electo, para arreglar todo lo

orillas

conducente á la formación del proceso, y se ordenó que

tanto tiempo había fijado la atención en todo

el

Villasana condujese á México

cuyo nombre era conocido en las ciudades y

las aldeas,

Morales, fusilándolos en

á Morelos y al capellán

camino

el

si

era atacado,

que Concha marchase á Tixtla á escoltar

llevaba á la capital los efectos traídos por la nao

últimamente había anclado en Acapulco.

y

convoy que

el

que

Estas órdenes

fueron efecto del primer parte que se recibió,

en que

Villasana se dio el mérito principal; pero llegado luego

de Concha, por

el

el

siciones se hubiesen

del camino,

siempre á las más

ligado

revolución.

lo

tamiento

que

habían

concurrido

prisión

los

soldados

vil

tránsfuga que

mandó dar

Carranco,

alcanzó de la munificencia vireinal, además del grado de capitán, el uso de un distintivo particular consistente en

armas reales y

amor

al rey el

brazo izquierdo con las

el

Señaló su Jidelidad y 5 de noviembre de 1815 ^« el

lema de:

cúmplenos dirigir

u

Grados concedidos á los jefes y oficiales que concurrieron á In expedición en la que resultó la prisión de Morelos. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dúvalos, tomo VI, pág. 57): «El Exmo. Sr. virey, altamente satisfecho de la conducta de los jefes, oficiales y tropa que han concurrido á esta brillante jornada, ha dado á todos las debidas gracias, y en el real nombre del Rey nuestro señor, y en uso de las facultades con que se ha dignado autorizarle, se ha servido conceder las graduaciones siguientes: Grado de coronel de milicias provinciales, al teniente coronel D. Manuel de la Concha grado de coronel de infantería, al teniente coronel D. Eugenio Villasana. Infantería de linea

ra.







tenientes, é los subtenientes D. Serafín Pérez, del de ZamoA D. Francisco González, de id. A D. José Sola, del de Fer-





—A



D. José González Fuentes, de id. A D. Jorge Vidal, del Fijo de Veracruz. .\ D. Mariano Irala, de id. A D. Luis de Vega, de id. De subteniente, al cadete D. Rafael Ruiz, del de Zamora.

nando Vil





Infantería procincial

De

teaiente coronel, al capitán D.

llón ligero de Querétaro.

Ramón

fácilmente, del

Después de

la derrota

de Tesmalaca los diputados y

ministros del Tribunal de Justicia se dispersaron para

escapar mejor á la persecución del enemigo, reunieron

en

Pilcayan y luego atravesaron

pero se

gran

con

De capitanes, á los tenientes D. Cayetano Pérez de León, del de México. A D. Marcial de Arechavala, de id. A D. José María de Olaciregui, del de Tlaxcala. A D. Mariano Gil, de id. A don Manuel Zorrilla, de id. De tenientes, é los subtenientes D. Victoriano Castillo, del de Tlaxcala. A D. Mariano Arana, de id. A D. Antonio Guarnero, de id. A D. Juan Oropesa de id. A D. Rafael Aguilar, de id. A D. Agustín Blancas, de id.















,





Caballería de linea

De

teniente coronel, al capitán D.

Mateo

Cuilti,

de dragones de

España.

De capitán,

al teniente

D. Feliciano Rodríguez, de dragones de

España. Caballería provincial

De

tenientes coroneles, é los capitanes D. Manuel Gómez, de A D. Vicente Irureta, de id.

dragones Fieles del Potosí.

De



teniente, al alférez D. Feliciano Pedroza, de id. liealiftas fleles

De tenientes coroneles, al capitán comandante de Tepecuacuilco, D.Juan Pablo Pinuaga. — A D. Mariano Ortiz de la Pefia, id., id de Iguola. — A D Manuel Castrejón, id id., de Huitzuco. — A don Anastasio Román, id., id, de Teloloapán. — A D. Francisco Alejo ,

Grados de tenientes coroneles, á los capitanes D. Manuel Herreros, del regimiento de Zamora. A D. Jacobo Velarde, del de Fernando Vil. .\ D. José Joaquín de Vega, del fijo de Veracruz A D. Manuel Bezanilla, de id. De capitane?, á los tenientes D Manuel Cedrón, del de Zamora. A D. José Cobos, del de Fernando Vil. A D. Juan Carriles, del de Santo Domingo.

De

preveían

todos

atención hacia los miembros

la

la

de los últimos días de

el relato final

en

que

un coche cerrado

gobierno salvados de una muerte segura, precisamente

;



en

por la abnegación de aquel esclarecido patriota.





ordenó

del día 22 lo condujesen en

cuya suerte

Morelos,

concurso

el

el

aprehendió personalmente á Morelos,

un escudo que llevaría en

en favor del prisionero,

Antes de continuar

una paga extraordinaria, y que á los de la división de Concha s6 les repartiese el valor de las cinco barras de plata tomadas en la rota de Tesmalaca.

considerable

á las cárceles secretas de la Inquisición.

tería; los oficiales de sus respectivas secciones recibieron

grado superior inmediato; á

tan

cual fué

Morelos:

famoso

virey Calleja, temeroso de algún levan-

lo

Concha y Villasana fueron ascendidos á coroneles, el primero de milicias provinciales, y el segundo de infan-

el

el

madrugada

de

al

alarde de algunos realis-

presos y

virey para premiar á

á la

el bajo

los

causa de graves cuestiones y disgustos entre ambos.» el

Fué

pueblo.

mandando que Concha condujese á México

Magnífico quiso mostrarse

admirar

que se esforzaron por denostarle en su tránsito por

Tlalpam, que

convoy, todo

de la

espléndidas victorias

la capital para

que hizo más notable

tas

aquel

el

y

su llegada á Tlalpam, el 21 de noviembre,

una multitud, salida de

tomado de acuerdo entre

Villasana fuese á escoltar

reino

general, lo vio pasar demostrándole grandísimo respeto,

ejecución le pertenecía toda entera, se varió lo ordenado,

los

A

que resultaba que, aunque las dispolos dos, la

para conocer al guerrero que por

de Posoda, del bata-

,

Salazar, ga,

id., del

escuadrón de Ixtlabuaca.

— A D. Martín de llurria-

id., id.

De capitanes, á los tenientes D. Matías Carranco, de Tepecuacuilco.— D. León de Iguera, id.— D. José de Jesús Román, de Teloloapán. D. Francisco Patino, del escuadrón de Ixtlahuaca.— D. José Lavín, de Teloloapán.— D. Agustín Fuentes, urbanos de ToIucH. De tenientes, á los alféreces D. José María Ramírez, de TepeD. Bruno Rabadán, de Teloloacuacuilco D. Ignacio Pefia, id. Don pán. D. Faustino Romero, de dragones urbanos de Toluca. José Fariñas, del escuadrón de Ixtlahuaca. De alférez, al sargento D Jorge Henriquez, de id. Al R. P. capellán Kr. Gaspar de Tembleque, predicador de S. M. Al cirujano D. Venturo Urgellés, consultor de escrito honorario.









honorario >





MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS riesgo el río Mixteco, hinchado á la sazón.

traron

una avanzada del general

encon-

Allí

Guerrero,

quien

se

hallaba en los ranclios de Santa Ana, junto á la hacienda

de Tacachi. Dirigiéronse á este punto y fueron recibidos por

el

coronel don

Ramón

cincuenta hombres, y

al

de Sesma, día

mismo Guerrero, quien demostró le

el

apostado con

allí

siguiente

se

presentó

gran sentimiento que

causó la noticia de la prisión de llórelos

ofreció

acompañarles

nombró miembro

del

el

hasta

Tehuacán.

poder

ejecutivo

El

^

y

Congreso

abogado

al

les

don

Ignacio Alas, en sustitución del general Morelos, y pro-

489

siguiendo su marcha entró en ese último lugar la tarde del 16 de noviembre.

La

fortaleza del Cerro Colorado hizo los honores de

ordenanza ejecutivo,

á

y

el

los

miembros del Congreso y

del

poder

coronel don Manuel de Mier y Terán, jefe

superior del punto y de

las

tropas

independientes

allí

acantonadas, desde la piisión de Rosains, fingió gran júbilo al recibir á los denodados y constantes depositarios del gobierno revolucionario. tarlos

Guerrero, después de escol-

hasta Tehuacán, como

lo

había prometido, volvió

á situarse en su campamento de Xonacatlán, de donde

Vista interior de la Escuela de Medicina de México (Antigua Inquisición)

lo

veremos

en breve para continuar sus osadas

salir

correrías en la zona.del Sur.

Apenas instalado los

miembros que

lo

gobierno en Tehuacán creyeron

el

formaban deber dirigirse á

exhortándole á respetar

la

vida de Morelos.

Calleja,

Este docu-

mento, redactado por don Carlos Maiía de Bustamante,

que se hallaba á

la

sazón en Tehuacán, dice así:

«Señor g-eneral: La suerte de la guerra ha puesto en manos de V. E. la persona de Don José María Morelos, hecho prisionero en las inmediaciones de Tesmalaca el 5 de este mes, á tiempo que protegía la retirada de este Congreso nacional. Sus diputados presumen que V. E. intente quitar la vida á este ilustre guerrero, ó que no le trate con el respeto debido á su carácter, '

Bustamante.



— Cuadro

histórico,

tomo

III,

T. 111.-6-2.



Alapúg. 221. la relación de

MÁN. Historia de México, tomo IV, púg. 340, sigue Bustamante.

pues V. E. no considera esta guerra sino bajo el aspecto de una rebelión, y no como la expresión y voluntad general de un pueblo justamente irritado. V. E. ha procurado inspirar esta desventajosa idea á las naciones civilizadas, á pesar de que la desmienten la tenacidad y constancia con que por ella reclama la América su libertad.

»Sin embargo, esta representación nacional faltaría á sus deberes si no solicitase de V. E. la conservación de la preciosa vida del general Morelos, que es uno de los jefes principales y al mismo tiempo miembro de nuestro

gobierno americano. Exhortamos, pues, á V. E. en nombre de la nación, y por las penalidades sufridas por causa de esta guerra, á que conserve la vida de Don José María Morelos. Acompañamos la proclama que acabamos de circular en el ejército, y esperamos que V. E., que en su oficio del 14 del pasado dirigido al Señor Don Pedro Fonte concedió el indulto á Don Juan Nepomuceno Rosains, escuchará en esta vez la voz de la humanidad. Nos prometemos que cesará ya el derramamiento





490

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

de la sangre de los moradores de este país, ya que hasta aquí no ha reinado por todas partes sino la desolación y la muerte. »Hemos dado constantemente pruebas de moderación: reflexione V. E. en que si atenta contra la vida de Morelos, su muerte sería un fatal presagio para V. E. y para los de todo su partido. ¡Cuidado, pues, con los azares de la guerra! ¡Cuidado con las vicisitudes de los imperios! ¡Examine V. E. nuestra situación y recursos y tiemble por la venganza! Si V. E. se muestra cruel, ¿qué puede prometerse si las contingencias inesperadas de la campaña lo ponen en nuestras manos? ¿Acaso sus prisioneros tendrán derecho para implorar nuestra piedad? ¿Querrá V. E. obligarnos á que nos arrepintamos de haber sido clementes, á pesar de nuestro justo enojo? Finalmente, acuérdese V. E. de que sesenta mil españoles deberán responder de la menor injuria que se haga al general Morelos. Él es amado sobre toda ponderación de los americanos: su suerte no puede verse con indiferencia, ni aun por los que han sido unos simples espectadores en nuestra terrible lucha. »Dios guarde á V. E. muchos años. Tehuacán 17 de Noviembre de 1815. Lie. José Solero Castañeda, presidente del Congreso. Lie. Ignacio Alas, T^remáenie del gobierno. Lie. José Maria Ponce de León, presidente del Supremo Tribunal de Justicia. Al Señor capitán general del ejército español Don Félix María Calleja del



iley 1.»

Esta manifestación no tuvo respuesta de agregando sólo que recomendaba rebeldes

"pues

Calleja,

las

saria,

siendo

y mucho más que el comandante de

se tomase sin su conocimiento

y que su ejecución se encomendase á don Ignacio Martínez contra quien tenía la plaza,

,

graves motivos de queja

'.»

Este último personaje, nombrado superintendente de

Hacienda desde que

el

código de Apatzingán de amplias

en ese ramo de la administración

activo, era duro

deberes

Congreso se hallaba en Uruapan,

el

estaba revestido por facultades

y quisquilloso en

oficiales.

Tehuacán se atrevían á amenazarle,

de

pintaban

el

carácter de los rebeldes, la alta

mismos, la determinación en



Ocupóse en seguida

Congreso en aumentar

el

el

cidas por Terán,

remover algunos, jefe, no

Martínez ante

el

Congreso de que con sus providencias

mento, y Martínez,

empleados

de

á su vez,

ocultación

rrez de Terán

*,

Estos nombramientos no podían ser

gratos á don Manuel Mier y Terán

aquel mismo año

^,

y con

anterior desagradables

el

cargo

eligió

pues Corral el

24 de

lo

había

julio

de

y frecuentes

diferencias.

También

miembros de esta corporación á don

Carlos María de Bustamante y á don Nicolás Bravo; nom-

bramiento este último asaz desacertado, pues se separaba

mando

militar á

un jefe tan valiente y experto, y

que llevaba por doquiera

la gloria

El Congreso decretó

y

el

prestigio de su

de los

la expulsión

carmelitas que había en Tehuacán

,

frailes

porque eran notorios

sus esfuerzos para minar las tropas independientes, y en



BusTaManTR. Cuadro histórico, tomo III, págs. ¿21 y 222. Los miembros del Conjrreso al llegnr ú Tehuocñn pran ruairo: don Jof é Solero Castañeda, don Antonio de Sesma Ruiz de Coslafiedu y Gonzíilez. Don Ignacio Alas acababa He ser elegido miembro del poder ejecutivo en sustitución de Morelos; Buslamanle, aunque á la sazón en Tehuaciln había lerminado su encargo de diputado, y no era posible que los diputados que gozaban de licencia •

,

,

«e reuniesen en aquellas difíciles circunstancias á la corporación. • Véase capitulo anterior.

la

sus

y si

no

mo-

guerra

no permitían establecer un orden administrativo, exento de irregularidades y defectos.

El Congreso, que desde

el 1.°

de diciembre se había

trasladado á la hacienda de San Francisco, poco distante

de Tehuacán, tuvo que examinar este asunto, y entretanto

Terán maduraba

revolución

el

proyecto de disolver aquel

*.

el

mando supremo de

Todo induce á creer que

la

este jefe abrigaba

propósito anticipadamente: su poca diligencia en obe-

decer las órdenes de Morelos, quien le había prevenido

la noticia

;

el

disgusto que le produjo

de que este jefe, después de atravesar casi

toda la zona del Sur, estaba á punto de marchar sin tropiezo hasta Tehuacán



3,

y finalmente, su empeño en con-

Historia de México, tomo IV, pág. 344. Varias páginas» de su Historia dedica Alamán á la descripción de la anarquía y turbulencia que reinaron en Tehuacán á poco de haber llegado el Congreso y los demás ind¡\iiduos del gobierno de lu revolución, y fundándose en los escritos de Mier y Terán y de Rosains exagera las rivalidades que se suscitaron entre los perfonojes que allí se reunieron. «I.a rivalidad más violenta, dice, se había suscitado en Tehuacán entre los jefes y las tropas de diversos procedencias que en la ciudad había. Las que formaban lu guarnición de ésta, se hallaban distribuidas en diversos destacamentos en la ciudad misma, en el Cerro Colorado y en la hacienda de Son Francisco, adonde Terán habla mandado una compañía para guardia del Congreso: Bravo, con parte de la caballería de la escolta de éste, reunida después de la dispersión de Tesmalaca, estaba también en San Francisco, como encargado de la seguridad de aquella corporación: Lobato, con la infantería que habla seguido al Congreso, el resto de la caballería de la misma escolta, y Sesma, con la de Silacayonpám, tenían sus cuarteles en la ciudad, y los choques é insultos de los soldados de estos cuerpos con los de Terán eran continuos.. » Don Carlos M. de Bustamante, testigo presencial de los sucesos que acaecieron en Tehuocán, sólo cita las desavenencias entre Terán y Martínez, y las que hubo entre el primero y Sesma, y añade: «jamás creí que estas pequeneces tuviesen un resultado funesto, pues no pasaban de chismes domésticos.» • «Cuando yo llegué á Tehuacán en 3 de noviembre de 1815, dice Bustamante, se me presentó en mi posada don Manuel Terán; '

'

Supremo Tribunal de

que

era fundado podía fácilmente formularse en aquellos

segundo tuvo en tiempo

se dedicó el Congreso á integrar el

y

,

Jamapa

derrotado en la barranca de



acusó á Terán

de fondos,

que marchase á su encuentro

nombre.

Terán acusó á

produciría la ruina de la administración en su departa-

Rocha y

cura de Zoyatlán, don Juan Antonio Gutié-

la

causó profundo disgusto á ese

lo cual

acostumbrado á esta inspección.

número de vocales y resultaron nombrados, con calidad de suplentes, don Juan José del Corral, don Benito

del

cumplimiento de sus

á exigir cuentas á los empleados y á

tal

el

y aunque

Procuró instruirse del estado de

cuerpo político y de asumir

que se hallaban y las esperanzas que mantenían."

Justicia

el

,

hacienda pública, comenzó á visitar las oficinas estable-

palabras con que

que tenían de

ellas

opinión

«Terán tuvo á mal esta providencia,

ción á Puebla.

dice un historiador, porque la creyó peligrosa é innece-

mentos, cuando las atenciones incesantes de

quien se limitó á enviar copia de ella al gobienio español,

los

consecuencia de esta medida salieron aquéllos con direc-

AlamXn.

MÉXICO A THAVES DE LOS SIGLOS Congreso en una hacienda, distante algunas leguas

finar al

de ese último lugar, con

pretexto de que

el

con más seguridad. Pero sin

allí

estaría

valor civil para

el suficiente

afrontar la responsabilidad de sus actos, recurrió á una

nombre y de sus limpios antece-

farsa indigna de su

al

mando

Desde

las últimas horas del

de

oficiales

sus

redujeron á prisión

propia,

brigadier Lobato,

si

obrasen

por

el

cuenta

intendente Martínez, al

al

Sesma y á otros gobierno. Los mismos

coronel

al

habían llegado con

14 de diciembre, varios

como

tropas,

jefes que oficiales,

seguidos de treinta soldados, ocuparon la casa de Terán

don Francisco Pizarro, para

capitán

del

la

hacienda de San Francisco, adonde llegó en la mañana del 15 de diciembre, precisamente cuando iba á la sesión.

Don

tropa se apercibió

pero los miembros hiciese resistencia

de Terán.

del

al

prontamente á

Congreso

le

ver venir defensa,

la

ordenaron que no

y se entregaron prisioneros al enviado

Sus equipajes fueron saqueados por

de Pizarro, y ellos, presos en

comenzar

Nicolás Bravo, comandante de las tropas

encargadas de custodiar á la corporación, aquella

dentes.

491

la

tropa

conducidos á Tehuacán, quedaron

convento del Carmen, donde permanecieron

el

hasta el 24 de diciembre en que Terán mandó que se les

en las altas horas de la noche, y presentaron á éste una

pusiese en libertad, pero con la condición de que saliesen

acta firmada poco antes por once jefes de la guarnición

inmediatamente de la ciudad.

de Tehuacán en la que se convenía

lados los jefes

el

desconocimiento

de las autoridades superiores emanadas de

Constitu-

la

ción, y*en cuanto á Terán, se le suspendía en el militar hasta el

en seguida

la

restablecimiento del orden.

mando

Propúsose

cuestión de la forma de gobierno;

Carlos María de Bustamante

don

oficiales

aprehendidos en la tarde del 14

de aquel mes, menos Sesma,

y

el

el

superintendente Martínez

diputado Corral, á quien no perdonaba Terán la

derrota que le hizo

sufrir

en la barranca de Jamapa

cuando obedecía sumisamente

Dueño Terán

presente en la junta á la

,

y

También fueron excaree-

del

al aborrecible

Rosains.

mando absoluto y viéndose á

la

que había sido citado con premura, opinó que no debía

cabeza de mil seiscientos hombres que habían presenciado

intentarse cambio ninguno;

impasibles la prisión del Congreso, publicó una proclama

pronto

el

Terán, olvidando demasiado

papel que había elegido en aquella comedia,

habló largamente

esforzándose

en probar que bajo

forma de gobierno adoptada hasta entonces por lución,

el

la

que

disimulo y la cobardía

Este documento, plagado de contradicciones, no engañó

los

miembros

presentes

del poder ejecutivo.

también,

se

redujeron á

oficiales

de Terán resolvieron,

embargo,

sin

que el Congreso fuera disuelto nombrándose en su lugar una comisión ejecutiva de tres individuos, y fueron

mismo Terán, Alas y Cumplido.

designados para

ello el

En

concurrentes á la junta se dirigieron en

seguida

,

los

procesión á la parroquia,

después del cual

el

donde se cantó

el

Te-Deum,

cura don Juan Moctezuma Cortés

subió al pulpito y en una vehementísima arenga pretendió

probar

mismo día 15 de diciembre, en

en vez de avanzar, había retrocedido de una

la

defender con dignidad la existencia del gobierno y de la Constitución i.

Los

del

que habían marcado todos sus actos en aquel asunto.

Cumplido,

y

mañana

omitió su firma, consecuente con

revo-

manera lamentable; y Alas

la

la

que

con

la

disolución

del

Congreso

logrado la redención del pueblo mexicano. del antiguo poder ejecutivo, Alas

se

había

Los miembros

y Cumplido, más bien

en calidad de prisioneros que de gobernantes que acababan de ser elegidos, asistieron á esa solemnidad, pero

algunos días después se pusieron en camino para la provincia de Valladolid,

disolviendo,

con su separación,

el

gobierno emanado del motín militar de Tehuacán.

Apenas hubo acordado

la junta de oficiales,

reunida

en casa de Terán, la disolución del Congreso, salió de la ciudad un cuerpo de doscientos hombres con dos cañones, no extrañé fu visita por nuestra antigua amistad, pero sf me chocó mucho, que en la que le hice al día siguiente me maniJ'estaM diít¡justo de verme alli: díjome que asi me lo hnbía indicado en una carta que me habla escrito ú Zacatlán... Nótele cierta agitación y temor por lo próximo venida del señor Morelos, cuya derrota fué en Tesmulacu al día siguiente (5 de noviembre), y al cuarto de sucedida ya se sabia en Tehuacán.» (Cuadro histórico, tomo III, pág. 308). ' Bustamante. Cuadro histórico, tomo III, púg. 310. y



á nadie y

Terán fué

demostraba que el

la

ambición de mando

de

único motivo que lo guió en la trama que

con tanta torpeza acababa de urdir.

« Americanos decía la proclama, si alguno os dijere que la Constitución de Apatzingán está abolida, y que el Congreso no existe, os engaña. Los hombres fieles y verdaderos defensores de la patria reunidos en este punto para sostener nuestra santa causa y nuestros derechos imprescriptibles, adoptan medidas saludables para que el espíritu de la Constitución prevalezca y el Congreso sea legítimo. Penetrad el fondo de estas verdades sencillas y no sólo justificaréis nuestra conducta, sino que conoceréis en ella vuestros verdaderos intereses. En efecto, hasta hoy se abusaba de la Constitución, de nuestro sufrimiento y del de los pueblos libres; porque si á pretexto de ella se deprimió el mérito de los militares, la representación del Congreso carecía de la confianza pública, porque el pueblo no había tenido parte en sus respectivas elecciones. De aquí es que siendo el Congreso de representantes suplentes, un cuerpo débil, por esta causa vacilaba, y por eso trabajaba solamente en asegurar su autoridad á costa de los continuai

!

dos sacrificios de otros. supletoria nada vale en

A

la verdad, la

representación los pueblos americanos, libres é ilustrados, conocen muy bien que ellos deben elegir, con arreglo k la Constitución, sus diputados: no podemos privar á los pueblos de este derecho sin prevaricar, porque en este caso sin estar sostenidas las autoridades por el voto y consentimiento de los ciudadanos, reunidos voluntariamente en sociedad, la representación nacional no puede ser legítima, subsistente, decorosa, ni nosotros podemos respirar. En abono de estas ideas liberales con que me explico, arrancaría yo de la historia sagrada y profana algunos

un tiempo en que

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

492

si me fuera lícito difundir este raciocinio: os diré únicamente que la patria, desde que lucha contra el tirano y déspota gobierno europeo, conoce el mérito de sus libertadores, ha reunido sus votos en favor de los hombres de bien que han sostenido sus derechos, y que detesta y aborrece el despotismo y la arbitrariedad. Nosotros hemos visto en esta ciudad eleg-ir cuatro vocales sin la más leve

ejemplos para confirmar esta verdad,

formalidad: ¿podríamos tolerar estos procedimientos? Nosotros hemos visto caer y depositarse los caudales públicos, y aun los alimentos del soldado en manos de algunos individuos sospechosos, ¿dejaríamos de temer la dilapidación del erario y sus abusos? Por otra parte, nuestras tropas desunidas y muertas de hambre, ¿serán susceptibles de disciplina? ¿Engrosaremos de este modo nuestros ejércitos? ¿Los valientes que luchan contra un enemigo seductor y tenaz, no es preciso que desmayen? ¿Cesará el robo, la deserción y otros vicios militares? En una palabra, americanos, decidme, ¿qué será mejor, sostener cincuenta soldados valientes para hostilizar al enemigo, ó una corporación de representantes suplentes para huir y comprometer la autoridad? »No por eso penséis que nosotros desconocemos el mérito de nuestros hermanos que acaban de llegar ó que despreciamos la utilidad de las leyes sabias: aquél se premiará, y lo que únicamente buscamos es el tiempo oportuno de la aplicación de estas leyes: sabemos amar la utilidad, lo bueno y hermoso, y si hemos recibido con los brazos abiertos á los representantes, por la misma razón en ellos recibiremos á los que vengan legitimamente autorizados: con estos hombres deseamos unirnos: en ellos reconoceremos la verdadera representación nacional para evitar todo equivoco; y yo confieso de mi parte que si es difícil atinar en la dirección de los asuntos grandes después de haber tolerado una larga esclavitud, ya no queremos errar tanto una vez que la sabia Constitución los ilumina. Porque si cualquier ciudadano (art. 237) tiene derecho para reclamar las infracciones que notare, la felicidad común en las presentes circunstancias pide y reclama la legitimidad de los representantes del Congreso. Tehuacán, diciembre 15 de 1815. 1»

la ilegitimidad del

dos entre

cuerpo,

que

y

cayese

y no de representantes del pueblo; en los habían marcado los pasos de aquel



desaciertos

Congreso formado de suplentes elegi-

acusaba

lo

manos de

en

haber

de

hecho

que

Morelos

cuando cabalmente

realistas,

los

esta catástrofe bien

y justamente pudiera achacarse á la mismo Terán para cumplir las órdenes

negligencia del

que con anticipación recibiera.

contra

diputado suplente Corral, que lo había derro-

el

tado en

Descubriendo este jefe á

enconos personales se desataba en denuestos

las claras sus

Jamapa en

de aquel año

julio

proponiendo que mientras reinstalar

Congreso

el

las

y terminaba

i

permitían

circunstancias

conforme á la Constitución, se

formase un gobierno provisional con

tención defartamcnial,

nombre de Con-

el

que se compondría de tres

la

individuos que elegirían los militares en cada una de las provincias

de

Veracruz,

Puebla y Norte

de México;

estos tres funcionarios, que habían de llamarse

comisa-

rios, serían expensados por sus respectivas provincias

se pondrían

independencia en

un

año

y

en comunicación con los sostenedores de la el interior;

solamente,

y

la

sus funciones debían durar

Convención

departaviental

había de residir alternativamente en cada uno de los

departamentos ó provincias que representaba

El plan y

la

torpe

exposición

de

2.

Terán

fueron

rechazados con indignado y altivo patriotismo por Guerrero

y Victoria, y aunque Osorno manifestó su confor-

midad, nunca hizo nombrar tamento

se

le

señalaba

,

al

comisario que á su depar-

pues

según

el

historiador

hasta hacerlo caer en manos del enemigo: se desataba especialmente contra la elección de los suplentes últimamente nombrados, y en especial contra Corral, y terminaba proponiendo el eelablecimiento de un gobierno provisional, etc.» [HiHoria de México, t. IV, pág. 350).

Véase capítulo anterior. El plan de gobierno propuesto por Terán ó Guerrero, Victoria y Osorno, comprendía los siguientes artículos ó bases: «Primero. Se erigirá una junta de tres individuos y se denominará Coneención, departamental. »Segundo. Los individuos se lomarán uno de cada departamento por elección en junta de militares y ciudadanos libres que estén comprometidos en la suerte de la guerra, presidida dicha junta por el comandante general de la demarcación. »Tf.rcero. El tiempo en que deben funcionar los tres diputados, á quienes se dará el nombre do comisario?, se determinará en sus primeras sesiones; pero no ha de pasar del término de un uño. »CUART0. La residencia de la Conoención departamental no será fija: cada tres ó cuatro meses variará el cuartel general de la otra demarcación. »QuiNT0. La Convención se formará un reglamento para orga'

'

Importaba en alto grado á

Terán, después de llar,

la revolución

las

miras y planes

de

que acababa de acaudi-

asegurarse de la adhesión de Victoria, Guerrero,

Osorno y Bravo,

más ameritados

'jefes los

que seguían sosteniendo

la

causa de

la

é influyentes

independencia.

El último, á quien hemos visto pronto á defender

al

Congreso, rehusó tenazmente apoyar á Terán y marchó á la provincia

de Veracruz donde

gustos y contrariedades;

Terán se apresuró á larga exposición

^

le

esperaban nuevos dis-

en cuanto á

dirigirles,

los

otros

tres,

algunos dias después, una

en que motivaba sus últimos actos en



BusTAMANTE. Cuadro histórico, tomo III, pt'ig. 319, Buslamante ha publicado efte documento en su Cuadro hi/'tórico, tomo III, pógg. 321 é 331, con abundantes notaB en que comenta todas las nfirmnciones de Terón.'aunque manifiesta que éste también •

'

omitió su firma al calce de ena pieza oficial. Alamén dice con motivo de eíta exposición lo siguiente: «Terán, puesto ya decididamente al frente de la revolución, quiso darle conveniente dirección, y con este fin remitió á Vicioria, Guerrero y Osorno una exposición en que fundaba la necesidad de lo que se habla hecho en la ilegitimidad del Congreso compuesto únicamente de suplentes elegidos por si mismos y no de representantes nombrados por la nación; en el desocierlo con que había procedido desde que se había apoderado del mando, quitándoselo á Morelos y reduciendo á éste ú la nulidad

nizar sus actos de gobierno. »Sexto. Los sueldos de los tres comisarios, de secretarios y oficiales, se lastarán por tercias partes, una cnda provincia. »SÉPTiMO. La Concención departamental ejercerá su autoridad en tas tres provincias de Veracruz, Puebla y Norte de México: se pondrá en comunicación con las demarcaciones de tierra adentro, ó

gobierno ó jefes que ellas tengan. La administración ó dimisión de esta propuesta, los variaciones ó modificaciones que se crea necesario hacerle, serán discutidas en junta deparlumenlal de cada demarcación. Cuartel general de la provincia de Puebla en Tehuacán, Enero 16 de 1816.» Cuailro hi^íói ico, tomo III, págs. 332 y 333). (BusTAMANTE. No obstante la negativa de Guerrero y Vicioria á cooperar á los intentos de Terún, éste hizo elegir en febrero de 1816 comisario por Puebla, es decir, por sus tropas aconlonodas en Cerro Colorado y Tehuacán, al cura don Juan Moctezuma y Cortés, quien falleció en junio de ese mismo año.

con

el

»OcTAVO.



MÉXICO A TEÁVES DE LOS SIGLOS Bastamente

siem-pre respondía

guerrillero

célebre

el

con líienas palalras y con malas obras. Quedó, pues, destruido el centro directivo de la revolución sin que lo poder

ningún

sustituyera

eficaz

pero

prestigiado,

y

493

mismo nombre muerto en

la batalla de Calderón.

Refor-

zado Guerrero con varias partidas y triunfante de Lamadrid, que avanzó hasta la barranca de los Naranjos con

ánimo de auxiliar á Acatlán

,

pudo reducir á

los realistas

de su antiguo jefe Eosains,

á la iglesia de esta población obligándolos á rendirse

se vio libre de toda obediencia en el apartado rincón de

después de varios días de fuego incesante y nutrido.

Terán, siguiendo

las huellas

la provincia

de Puebla que aquél dominó con tan feroz

Flon fué bien acogido por Guerrero, quien

despotismo.

En

dándole libertad por consideración

Terán de que atacar

de diciembre, noticioso

los últimos días

el

coronel realista Barradas marchaba á

destacamento que había situado en Tepeji de

el

la

Seda, salió de Tehuacán en su auxilio, obligó á Barradas

ron

combate

lo

y persiguió por espacio de

desalojó

El generoso Bravo, después de rehusar todo apoyo á la obra atentatoria de Terán, se encaminó á la provincia

Yeracruz

de

combatir

como dejamos

,

Coscomatepec

recuerdo de

el

resuelto

dicho,

á

valiente

la

defensa que dos

mero á titlán

orillas del río

celos del

magnánimo

que con su denuedo y su

caudillo

grandeza de alma había dominado en otro

mayor parte de

la

tiempo

provincia que á la sazón

la

obedecía

Apresuróse á escribirle que convendría

á sus órdenes.

de Xiputla y después en

Huamux-

Apám

Serrano y Espinosa, atacó vigorosamente á 27 de noviembre hasta

dose á levantar

con grandes

Súpolo Victoria y tuvo

los

Osorno, seguido de sus principales tenientes, Inclán,

extrañar que

recibieran los habitantes

vengó con creces, durante

liste se

1.

el

lo

pero luego que supie-

últimos días de diciembre, derrotando á Lamadrid, pri-

años antes sostuvo contra los realistas, y así no es de

demostraciones de entusiasmo.

;

Lamadrid con nuevos refuerzos

acercaba

se

corrieron á unírsele, no sin hacer fuego sobre el generoso

Había quedado vivo en

lado de Victoria.

al

que

general suriano.

i.

abrazó

en que Flon y sus oficiales volviesen á los parapetos para

á encerrarse en la hacienda del Rosario y después de un

algunas leguas matándole algunos oficiales y soldados

lo

coronel Sesma, de

quien era pariente aquel jefe realista; además consintió

disponer la entrega de las armas

corto

al

envió

el 5

desde

4 de diciembre, apresurán-

asedio para hacer frente al auxilio que consistente

mando

escogidas al

encontró

el

virey,

el

el

en una sección de tropas

mayor don Juan Rafols, quien

del

se

de diciembre con los guerrilleros de Osorno

dispuestos á cerrarle el paso en la hacienda de Ocotepec.

Empeñóse

recio combate

en

el.

que salieron triunfantes

su presencia en el Sur, donde hacía falta á Guerrero, y

los realistas,

Bravo, que sabía vencer

grandes pérdidas en su cuerpo de caballería escogido

como

al

enemigo

en

las

pasiones con tanto vigor

campo de

el

batalla

,

no pensó

que llevaba

siquiera en promover rencillas senpejantes á las que tanto

daño habían

causado

provincia de Yeracruz

por San

á

la

Desoyendo

revolución.

de sus amigos de Coscomatepec abandonó

instancias

,

donde se proveyó

avistó,

al

terminar

el

año, con el general

más importante desastre le causaba el coronel don Matías de Aguirre por el rumbo occidental de la misma

el

de Ixtlahuaca

la

con

de

la

,

marchó para

la noticia

de que

dijimos cuál fué su res-

único centro directivo

guerra acababa de ser supiimido por la fuerza,

marchó sobre

Acatlán

Antonio Flon, conde de

'

el

BusTAMANTK.

que la

estaba

Cadena,

— C«arf;-o /u'sM/í'co,

ciento

el

30 de noviembre á dragones

ochenta

de

las diez de la noche, los

regimientos

de

España, México y Fieles del Potosí, y aunque mediciembre, tenía ya tomados todos los caminos que salen

Después de

Decidido á seguir luchando

por la patria, y sabiendo que

de que don

quebradas de Tlalpujahua, resolvió sorprenderlo saliendo

puesta, porque su altivez republicana no podía tolerar aquella violenta usurpación.

realista, noticioso

Francisco Rayón había aparecido de nuevo en las ásperas

ese jefe la había disuelto y la invitación para reconocer

Ya

Este activo jefe

la prisión del ilustre

campo de Xonacatlán donde recibió gobierno que la sustituía.

provincia.

diase la distancia de quince leguas, al amanecer el 1.° de

dejar la corporación encomendada á Terán

el

cada,

Congreso hasta

visto á Guerrero escoltar al

Morelos, que no estuvo á su alcance evitar.

el

en la parte de la provincia de México que dejamos indi-

Sur

al

rumbo de Ajuchitlán, lugar situado muy cerca de margen izquierda del Mexcala. Tehuacán, deplorando sinceramente

revés

la

de

recibiendo de éste la misión de levantar fuerzas en

Hemos

la revolución sufría este

Guerrero,

algunos recursos, y encaminándose rápidamente se

nombre de canij^eones de Morelos.

Al mismo tiempo que

las

seguido de pocos soldados, pasó

Andrés Chalchicomula

el

pues Osorno se retiró después de sufrir

defendido

por

don

hijo del general del

tomo

III.

sigue en eslu [)arte é Bustamante. Véase también festación de Terán, póg. 44.

Alamán Segunda mani-

pág. 335.

de Tlalpujahua en distintas direcciones.

ñado de cien

hombres

camino que conduce

al

intentó

forzar

Rayón acompael

paso por

el

Mineral del Oro, pero fué derro-

' Hemos pepuido en estn pártela Bcografiade Guerrero (Hombres iluKtres measicanos), escrita por don José Moría Lafragua.

Alamán, fundándose, en informes que refiere de

Además,

le comunicó el mismo Flon, diferente modo la capitulación de este jefe realista. este úllimo historiador coloca estos hechos de armas de

muy

Guerrero en el mes de julio de 1815, siendo asi que acaecieron en diciembre del mismo año. Alamán explica en parte este embrollo que se nota en su obra al tratar de las compañas de Guerrero en esa época, diciendo en una nota puesta al calce de la pág. 256, tomo IV de su //; toria (edición de 1851) lo siguiente: «El orden de los sucesos de la Mixteca baja y aun In imporlancio de ellos, es cosa de que no he podido cerciorarme de una manera satisfactoria. Rosains v Terán no señalan nunca los fechas de lo que refieren: don Carlos Bustamante lo hoce rara vez y no se puede fiar en sus informes que veo falsificados por otras noticias más seguras; por todo lo cual esta parte de mi obra es de la que quedo menos satisfecho-^

«

494

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS prisionero por el teniente don

y hecho

tado

quien

Tomás Suero,

de setenta soldados del batallón Fieles

al frente

Don

del Potosí estaba encargado de cerrar esa salida.

Francisco Rayón fué conducido á Ixtlahuaca y pasado

por las armas. uSus hermanos,

Alamán, dirigieron

dice

acuerdo

uY el

Matamoros

No

uno

y

virey

al

nas condiciones admisibles para salvar la vida de don Francisco, sino reclamando con palabras duras

chos de guerra, lo que en vez de ser

útil

los

dere-

prisionero

al

abrevió su muerte, que el virey aprobó, con tanto más

motivo

cuanto

que

en

mismos días

aquellos

le

dio

Aguirre parte de haber sido fusilados por los insurgentes el

les

comandante de Tepeji del Río, Corral, con

y

diez

y

los oficia-

que también cayeron prisio-

siete soldados

neros.»

los

de más importancia

referir los sucesos

'."

consideró válidas las excomuniones que contra

independientes fulminaron los obispos y la Inquisi-

ción, purque creyó que no podían imponerse esos medios

á mía nación independiente, y

y desolación del al

terminar aquel largo interrogatorio flaqueó lamen-

tablemente y por un momento su entereza, y después de hacer una calificación de la importancia de cada uno

desde

la Inquisición

Ya

el

22 de noviembre de aquel mismo

antemano

de

nombrados

estaban

jueces

los

comisionados por la jurisdicción unida, que

fueron,

lo

la fuerza

podían disponer, sino por su capacidad é

Osorno, dijo que «si se

Morelos, preso en México y encerrado en las cárceles de

hizo

eran los efectos necesarios de todas las revoluciones.

Pero

sucesivamente á Terán,

general

le

país, contestó con calma «que estos

año de 1815, debemos volver nuestra atención

año.

cargo que se

al

por las muertes, destrucción de fortunas, ruina de familias

ocurridos en diversas partes del vireinato al finalizar el al

general

ilustre

el

de los jefes independientes, no sólo por

Después de

último.

el

gobierno vireinal

el

mismo propuso, por

canje que él

en

no fueron asesinatos, sino

represalias, por no haber admitido

desde Cóporo por medio del mismo Aguirre dos pliegos, otro al arzobispo, no proponiendo ningu-

Congreso de Chilpancingo

del

estas ejecuciones, decía,

Ramón Rayón, Bravo y

don

daban avíos de escribir for-

le

maría un plan de las medidas que

tomar para Sur y

de que

influjo, citando

el

gobierno debía

y en especial

pacificarlo todo,

la Tierra Caliente ^.n Esto,

la costa

del

que es sensible encon-

trar en el proceso de aquel ilustre mexicano, se ha creído

C>ó¿o. ¿/ovt. ,..yM c^'UIa.

Facsímile de la

Arma

del

abogado don Jesé M.* Quiles

por algunos que fué agregado por

el

gobierno vireinal

para desprestigiar la memoria de Morelos, pero es induFacsímile de la flrmo de don Miguel Batoller

dable que se halla en su causa.

Concluida

por la real capitanía

,

oidor don Miguel

el

Bataller,

general, y por la eclesiástica

auditor de la

el-

provisor del

arzobispado don Félix Flores Alatorre. Había ordenado virey que

el

el

proceso quedase concluido dentro de tres

días, y por eso el mismo día 22 se comenzó á actuar, quedando terminada en la tarde la confesión con cargos.

En

todas las declaraciones que

se le tomaron respondió

con digna firmeza; á nadie atribuyó la parte tan importante

que

le

había tocado en

huida de Fernando VII á Francia, colonia su libertad; las autoridades

y

los

dijo,

'.

«La

devolvió á la

americanos al levantarse contra

que representaban

incurrido en falta ninguna;

un derecho sacratísimo."

sobre

revolución, ni

la

nadie descargó la responsabilidad de sus actos

al

al

monarca no habían

la

con cargos hízose saber á

confesión

Morelos que podía nombrar defensor, y habiendo contestado que se conformaba con éste

nombró

al

que designase

el

provisor,

joven abogado don José María Quiles,

que acababa de recibir su al efecto la

el

título profesional,

entregándole

causa y señalándole un plazo angustiado para

preparar y escribir su defensa.

A

pesar de

la

premura

del tiempo, Quiles presentó su alegato dentro del término

y en ese documento abogado que unió su nombre fijado,

se

revelan los talentos del

al del ilustre

caudillo de la

independencia. Usó de las mismas disculpas que Morelos

había dado en

el

interrogatorio á que se le sometió, bien

que presentándolas, como era necesario, ante un tribunal realista,

no como razones fundadas, sino como errores

contrario, habían ejercido

Los fusilamientos de González

Saravia, Regules y de los prisioneros españoles en Zacatula los había llevado á cabo en cumplimiento de órdenes

«En Tlacotepec, dice en fu declaración, acordé con el Congreso, y en consecuencia sentencié ti muerte ó los doscientos tres prisioneros europeos que tenia en Tecpan y Zocotula los mismo» que propuse al gobierno de esta copitnl por la vida de mi segundo '

,

teniente generul Mutumoros, prisionero en Purunnin; advirliendo que aquella sentencia la pronuncié luego que supe que en Valladolid había sido posado por las armas el expresado Matamoros.» ' Véase declaración de Morelos. (Colección de documenlon de í. E. Hernández Dúvulos, tomo VI, pág. 43). el

de la Junta de Zitácuaro en los dos primeros casos ' Véanse Ins declaraciones de Morelos en mentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI,

la

,

y por

Colección de docu-

ptigs. 18 á 44.

495

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS El defensor

de entendimiento que salvaban la intención. pedía para

prisionero la pena que se considerase justa,

el

como no fuese

la capital,

lo siguiente:

"Me ha

los

Exmo. señor virey

togados, el provisor del arzobispado y gran número de espectadores hicieron sentar á Morelos en un banquillo

la

al

vida descubrirá planes con

América, y que misma propuesta; ésta no

que en poco tiempo se pacifique

repita á vuestras

de noviembre.

27

lunes

el

salón principal del Tribunal los

el

dos inquisidores que lo componían, Flores y Monteagudo,

perdone

le

para

fe

y antes de terminar expresaba que por medio del

dicho el reo

señor coronel Concha ha propuesto

que como se

de

público

auto

Reunidos ese día en

señorías la

la

el fiscal

Tirado, los ministros subalternos, dos consultores

,

y uno de los secretarios leyó los veintitrés cargos que ya se le habían hecho por los comisionados sin respaldo,

me

parece digna de despreciarse, porque, según asientan

de la jurisdicción unida y otros que la Inquisición consi-

los

criminalistas, este es el caso en que debe usarse de

deró de su competencia especial ^

clemencia, perdonando á un delincuente por salvar á una

comunidad 6 pueblo, ó porque de

mayor bien á

sociedad,

la

pues

perdón resulte

su

cuántos

reflexiónese

pueblos de América se salvarán volviendo toda ella por

un medio á su antigua quietud...

^)

Háse dudado de

que Morelos autorizase á su defensor para exponer esta afirmación que no

impávido valor.

Y

corresponde á su carácter y fuese, en efecto,

si así

abogado Quiles, llevado

de

deseo

su

y

á

su

joven

si el

apartar del

de

cadalso al caudillo mexicano, afirmó lo que nunca pensara ni sintiera

éste,

nunca también se deploraría suficien-

aun á trueque de

temente la ligereza de

arrojar,

esperanza de

una mancha sobre

salvarle,

esta

la

gran

el clero

á la autoridad civil en la triste tarea

de amargar los últimos días del héroe mexicano.

presentada la defensa,

Fonte, quien

la

pasó

envióse

al

la

causa

Apenas

arzobispo

al

promotor, y nombró para com-

poner la junta que previene

artículo 4." de la sesión

el

decimotercia del Concilio de Trento al obispo de Oaxaca, al

dignidad á todos los cargos, y acto continuo se pronunció el fallo,

Juan José Gamboa y don Andrés Fernández

rete, don

ellos

cuales, oído el promotor

los

de

la catedral

y

el fiscal, decla-

perseguidor y pertur-

hereje formal, fautor de herejes,

de la jerarquía eclesiástica, profanador de los

bador

santos sacramentos,

ene-

cismático, lascivo, hipócrita,

migb irreconciliable del cristianismo, traidor á Dios, rey y al papa,» y como á tal, se

al

condenó á que asis-

en traje de penitente, con sotanilla sin

tiese á su auto

cuello

le

á que hiciera confesión general y

y vela verde;

tomara ejercicios, y para el caso remotísimo de que se le perdonara la vida, á una reclusión para todo el resto de

ella

en África, á disposición del inquisidor general,

salmos penitenciales y de la sentencia

y motivando

el

Y

el rosario.

monia llamada por

los

inquisidores

ordenando que se azotase á

la

reconciliación,

la

víctima durante

el

rezo

salmo Miserere, y en seguida se celebró la misa

del

rezada.

«Acabada

ésta, dice

Alamán, quien

al escribir

esta

parte de su Historia consultó los apuntes de un testigo presencial,

se siguió

la

ceremonia de la degradación,

obispo de Oaxaca (don Antonio Bergosa

auto en la

y Jordán) aguardaba revestido de

lo

terminada la lectura

ministro decano procedió á la cere-

el

,

para la cual

sentenciaron á la pena de privación de todo beneficio, ejercicio de orden,

pedido por

de México;

«notoriedad y enormidad de los crímenes del reo,»

oficio

lo

rando que «el presbítero don José María Morelos era

de Durango, marqués de Castañiza, y á los doctores

don José Mariano Beristaín, don Juan de Sarria y Alde-

Madrid, dignidades todos

de conformidad con

con obligación de rezar todos los viernes del año los

figura de la independencia.

Unióse

Morelos contestó con

que está á

el

de

los pies

pontifical

la sala del tribunal.

en la capilla Morelos tuvo

que atravesar toda ésta de uno á otro extremo, con

y á la degradación, mandando

vestido ridiculo que le habían puesto

y solemnemente por

verde en

el

y con una vela

el

obispo

de Oaxaca, y ejecutada que fuese, debía ponerse

al reo

mano acompañado por algunos Santo Oficio: el numeroso concurso, más

á disposición de la potestad secular, nombrada

efecto

vez de verlo de cerca, se levantó sobre las bancas al

se procediese á ésta real

por

el virey,

pontifical

La

al

haciendo á éste la súplica que prescribe

romano

el

^.

ocasión

para ejercer su autoridad: acababa de ser restablecida y era preciso que señalase su aparición tomando activo

maban ese

Los miembros que for-

tribunal pidieron al virey que demorase por

cuatro días la ejecución de la sentencia pronunciada por la

pasar por

el

Junta Conciliar, y trabajando sin descanso citaron á

familiares del

ansioso cada

espacio que entre ellas se había dejado.

Morelos, con los ojos bajos, aspecto

Inquisición no podía dejar pasar esta

participio en causa tan ruidosa.

la

mesurado, se dirigió

al

altar:

allí,

decoroso y paso

después

de

leída

públicamente por un secretario la sentencia de la Junta Conciliar, se le revistió con los ornamentos sacerdotales,

y puesto de

rodillas

delante del obispo, ejecutó éste la

degradación por todos los órdenes

de

la Iglesia.

,

según

el

ceremonial

Todos estaban conmovidos con esta cere-

monia imponente

;

el

obispo se deshacía en llanto

;

sólo

Morelos, con una fortaleza tan fuera del orden común, Esta defensa se halla original en la causa formada á Morelos el A rchieo general, tomo LXXVllI, ramo de Historia. Véase también en la Colección de documentos de J. E. Hernéndez Dávalos, tomo VI, páes. 66 ú 68. » Véase este último documento en la Colección de J. E Hernández Dávalos, tomo VI, pég. 47.. '

existente en

que algunos

la calificaron

sereno, su semblante no

de insensibilidad, se mantuvo se

inmutó, y únicamente en el

acto de la degradación se le vio dejar caer alguna lágri'

Bustamantk.— Cuadro

histórico,

tomo

III,

pág. 225.

MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS

496

ma.n

Este momento de turbación que sufrió Morelos fué

cuando

muy

el

verdugo se acercó á raerle

manos; pero

las

luego recobró su habitual entereza

prisionero de las cárceles de la Inquisición á la Cinda-

y

,

allá

en

dela, donde quedó bajo

lii

custodia de doscientos solda-

En

dos del batallón provincial de Tlaxcala.

el

su nueva

fondo de su alma debió sentir un profundo desprecio por

prisión se le vigiló con extremado rigor,

sus encarnizados perseguidores.

Alaraán, pusiéronle otra vez los grillos que había lle-

vado desde

Asi que hubo terminado este acto, que no honró á la

causa de

la

dominación española, Morelos fué consignado

á la autoridad secular, encargándose de su persona, por

nombramiento del virey, Concha,

el

coronel

el

don Manuel de

mayor de plaza don José de Mendívil y

de secretario para las actuaciones subsecuentes. dos de la mañana del

2t
Nunca denunció á persona alguna de las que conocía y debía conocer, ni de las que á sus órdenes hablan sereido á la causa de la independencia; por el contrario, siempre imploró y defendió á cuantos pudo, y este pensamiento me lo indicó desde los días de la capitulación, cuya loable generosidad le aprobé, y muchos deben de existir de los que lograron su favor. »He oído decir que por cantidad de pesos me entregó el fuerte; es falso cuanto por el particular se diga, y lo pueden comprobar los ciudadanos Joaquín Parres, que entonces era mi secretario, y Joaquín Pavía, tesorero de mi división, por cuyo conducto se satisfacían los presupuestos y gastos. »La capitulación de Cóporo nada le costó por regalía al gobierno que entonces regía, y yo por mí, después de concluido el convenio, gratifiqué al oficial primero que entró en contestaciones, con un corto plantío de caña para que pagase un pico que debía (me parece que á don Ignacio Izazaga ó á don Ignacio Urbizu, en tierra de Laureles ó de Orocutln, con conocimiento del dueño de la hacienda), y según guardo especies, después que me retiré de la demarcación de Zitácuaro á Valladolid se lo volvieron á quitar. »Todo lo expuesto es verdad, bajo mi palabra de honor, y lo extiendo é petición del interesado para lo que le pueda convenir. Matehuala, 8 de Noviembre de 1823. Matías Martín de Aguirre.t>



día

el

tropa por la falta de recursos en que vivía

que

ción



«A mi

:

y perseguido, me

lo

verme desconceptuado

;

á los realistas

y noche siguientes tuve que introducir maíz y otras cosas indispensables, pues sólo había un poco de carne, de manera que á no haber capitulado en

sin familia

haga variar de sistema y resolución estímulo de mi entusiasmo.

más apurado

entrega de

la

que expidió alguna vez, á petición del que fué

ficado

secuaces.

y compañero en

para hacer más noto-

Cóporo, basta citar lo que decía Aguirre en un certi-

superchería

vosotros hallaréis siempre á vuestro

y

en la mano, y que si le abonaba como un orden gubernativo regular, fué también

nuamente de solapada ambición. ria

ser jefe

de ese general mientras

dio

merecido renombre

tan

nuevos combates en el

en

la

^.

la célebre posi-

á los Rayones,

región oriental anunciaban que

gobierno vireinal atendía también á recobrar la zona

que

Desde

había

se los

sostenido

Terán por tanto

últimos días de diciembre

del

tiempo.

año anterior

(1816) se movieron varias divisiones realistas por orden

de Apodaca, con instrucción de embestir y ocupar sucesivamente todos los puntos avanzados de los independientes

que reconocían

sección de Oaxaca, al

como centro á Tehuacán.

mando de Obeso,

salió

La

con direc-

Lamadrid y Samaniego se movieron á Mixteca para apoyar la marcha y las opera-

ción á Teotitlán;

través de la ciones de salió

una fuerte división, que

de Puebla con

el

al

mando de Hevia

propósito de atacar á Tepeji de la

Seda, defendido por don Juan Mier y Terán, con doscientos cincuenta

hombres y

tres

cañones pequeños; y

una columna de muy buenas tropas organizada en

misma

capital

y puesta á

las

la

órdenes del coronel don

Rafael Bracho, se encaminó también hacia

el

Oriente con

' Véase esta proclama en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávnios, tomo VI, pégs. 960 y 961. * Certificado del coronel don Matías Martín de Aguirre, citado en nota anterior. Véase también, en la exposición que la Junta de premios dirigió ni poder ejecutivo en 12 de enero de 1824 ¡Cuadro histórico de Bustamante, tomo III, págs. 434 ú 436), el elogio de don Ramón Rayón y el juicio reposado y justo que hizo dicha Junta de

la

conducta de este

jefe al firmar la capitulación de

Cóporo.

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS orden de avanzar por Tepeaca, Tecamachalco, Tlacode

y Tepango, y

tepec

á Tehuacán y Cerro

atacar

547

ambas piernas por una bala de cañón, y á quien no era

llevar en

posible

su retirada

añadiendo

violenta,

dejaba en Tepeji

Colorado á favor de los movimientos de las otras divisio-

que en cambio de

nes realistas.

tres prisioneros que pocos días antes habían caído en sus

El plan, como se ve, había sido perfectamente com-

y don Manuel Terán, que no tardó mucho en

binado,

comprenderlo y cuya situación era dificilísima, á su vez disputar

adoptó

único que le permitían las circunstancias:

el

terreno palmo á palmo, colocarse entre las

el

marchaban en su contra para

divisiones que

atacarlas, á

cada una separadamente, y buscar un resultado imporen la serie

tante

una

de

más

las

de

interesantes

como dice un historiador

revolución,

la

honra sobremanera

y

^,

toda

fué

días

al

La

mandada por

división

que se incorporó

Andrés á

siguiente

fuerza que había guarnecido á San

la

de Tepeji

vista

el

sanguinario Hevia, á la

órdenes de don José Moran, apareció á la

las

30

el

de

diciembre

una batería,

estableció

trinchera de

resco ni por la situación

de tierra,

sacos

Al

(1816).

la

una

por

protegida

y desde

día

mañana

del

del

y mandó

infeliz artillero,

que arrancándole de su lecho de dolor, fuese desde luego pasado por las armas.

Igual

algunos

sufrieron

suerte

y concluidos estos actos sangrientos, pueblo una guarnición de cien hombres

vecinos de Tepeji,

Hevia dejó en

el

y contramarchó á Tepeaca.

Don Manuel Mier y Terán, en

tanto que su

hermano

hemos

referido,

se preparaba á sostener el ataque que

había llegado con quinientos hombres á San Juan Ixca-

punto distante tres leguas y media de Tepeji.

quixtla,

Al mismo tiempo

general Terán.

le

Hevia no se conmovió por este rasgo caballe-

manos.

movimientos

sucesos que estos

de

campaña de diez y nueve

Esta

produjeran.

la vida del herido

la

(1.°

de enero) Lamadrid,

vanguardia de la sección que

de

al frente

y Samaniego traían tropa sitiadora coman-

él

de la Mixteca, se incorporó á la

dada por Hevia, quien noticioso de

aparición de don

la

Manuel Terán en lugar tan próximo, ordenó á Lamadrid que inmediatamente saliese á atacarle.

Formáronse

independientes sobre dos lomas, y en

centro colocaron

el

los

viejo

la caballería

de Osorno; en esta disposición esperaron á

y ruinoso convento, defendido por don Juan Terán con la pequeña fuerza de que ya hicimos mención. La de Hevia

los realistas,

con quienes trabaron reñidísima refriega que

ascendía á mil quinientos hombres de las tres armas, con

pero Lamadrid tuvo mayor número de muertos y heridos,

un tren de

contándose entre estos últimos

1.°

de enero de 1817 dirigió sus fuegos contra

de batir

artillería

^,

y

la

el

columna de Bracho

cubría su retaguardia, situándose entre Tecamachalco y

Desde

Tlacotepec.

los cañones de

vento y

los

el 1."

hasta

alba del 6 de enero

el

Hevia acribillaron con sus que apoyándose

reductos

habían construido los independientes;

tiros

en

el

ese

el

con-

fuego de éstos las

el

á los combatientes,

conde San Pedro del

Álamo, perdió uno de sus cañones, y

campo de Hevia

retirarse

al

al

fué perseguido tenazmente por la caba-

de Osorno.

llería

Engreído

edificio

también fué vigoroso, pero viendo su jefe que todas

La noche separó

duró tres horas.

con

ventaja,

notable

esta

don

decidió

Manuel Terán auxiliar á su hermano atacando á

que

los

y en consecuencia, á las dos de la mañana

le sitiaban,

4 de enero, su

y espada en mano

obras exteriores estaban por tierra, abiertas dos grandes

del

brechas en los muros

cayó sobre la línea establecida por Hevia alrededor del

abandonó á Tepeji en dice el

disminuida su escasa tropa,

la

y mañana del día

ocho años después, y quitando la gana

que

persiguiese,

llevando

la

cumplido con su deber hasta

el

lo

haber impuesto atrevió

su

6, «batiéndose,

mismo don Juan Terán en una carta que

á dar

artillería...

enemigo de

satisfacción

de haber

último extremo, y de

Hevia á

convento de Tepeji. previsto

golpe

y

recibió

acabó por ahuyentarlos.

caer prisionero en este combate, le unió

donde

hemos dicho antes se vio forzado á

que

los

se

distinguieron en

la

la cual sostuvo hasta lo último,

le

el

terrible

estaba confiada,

no obstante que muchos

de sus soldados murieron bajo los escombros del fortín.»

se

mañana

Estrechábase listas

alrededor

el

de

círculo

'

AlamAn.

— Historia

le

recomendaba

artillero

,

en nombre

insurgente herido de

de Tepeji en

la

las tropas

rea-

el

Oaxaca, el

la

fuerte

sección rea-

de

seiscientos

coronel don Manuel de Obeso,

10 de enero en esa' importante

posición

sin

Pero Terán se arrepintió

515, edición

de 1851. »

entró

que avanzaba de

vencer ninguna resistencia. de México, tomo IV, pág.

formado por

Por ese motivo

marchase á reunírsele.

hombres y mandada por

que

salir

Tehuacán y Cerro Colorado, ordenó violentamente á la guarnición de Teotitlán que abandonando este punto

al coronel

la

Tepango,

retiró á

Terán, y atento éste á cubrir á

lista

Hevia en

se

del día 6.

Antes de retirarse, escribió don Juan Terán una carta

humanidad, á un

un

su hermano don Juan, quien como

grado, que no se

Entre

con

asaltantes

Terán, que estuvo á punto de

enorme que abrió

fuego que se dirigía á la posición que

la

los

tal

bravos soldados de su compañía arrostró

de

á

nutrido fuego de cañón que los desordenó desde luego y

defensa, debe citarse don Francisco Gaitán, quien con los

el

Pero este vigilante coronel había

asalto por la brecha

al coronel el

al

escribió

caballería á escape

Véase carta escrita por don Juan Terán ú don Carlos María

de liustamante y publicada en el Cuadro histórico de este último, tomo 111, págs. 395 y siguientes.

muy

pronto de aquella disposición, y se puso

en movimiento para contener á Obeso. nición que acababa de

salir

Unido á

él

la

mismo guar-

de Teotitlán, marchó rápida-

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

548

mente hacia

camino de Oaxaca, rodeó á Teotitlán

el

y en

atacarle,

sin

tarde del 11 de enero se situó en el

la

frente de la ciudad que por tanto tiempo se sustrajo de la

dominación española.

trapiche de Ayotla, es decir, á la retaguardia de Obeso

Pero Terán, ganándole en celeridad, entró en Tehua-

aparente intención de avanzar hacia Oaxaca.

cán á las diez de la mañana de aquel día, poniendo apre-

y con

la

Su plan estaba hábilmente pensado, pues al

enemigo á atacarle en

que

la posición

obligaba

así

mismo había

él

suradamente en estado de defensa

la parroquia, el

vento de San Francisco, la colecturía vieja y

con-

cerro del

el

Calvario, donde situó su caballería con orden de atacar á

elegido. u Temeroso

Obeso de que Terán intentase algo sobre

Bracho cuando pasase cerca de esta posición.

Inmedia-

Oaxaca, dejó cien hombres en Teotitlán y se dirigió á

tamente después de su llegada envió unas guerrillas á

Ayotla, atacando en la noche del 11, en dos columnas:

hacienda de San Lorenzo, para que hostilizasen

rechazadas éstas, desfiló por unos sembrados sin suspen-

nel Bracho que

der el fuego, y vino á colocarse á la espalda de

cercano á la ciudad de Tehuacán; pero

hacienda la clave

sin notar

,

de

que en una loma inmediata

muy

posición de aquel terreno

la

,

la

que era fragoso,

se había detenido

mandaba y que era visto llegar en

del presbítero don

A

la

los

y

fué atacado á su

del 12 avanzó

Obeso contra

el trapiche,

vez por la infantería que tenía á su

retaguardia; quiso entonces ocupar una altura, pero los

insurgentes se apoderaron antes de

portugués Camera, á quien hemos

el

José Manuel de Herrera

respecto de los elementos de defensa que había dentro de

Bracho continuó su marcha y ocupó

cia, los realistas

Carmen,

expuestos á los

quedaron metidos en una hondonada y fuegos dominantes de sus contrarios. No

sus tropas del regimiento de

tardaron en dispersarse, siendo perseguidos por la caba-

Castilla,

llería

de Terán, que siguió

el

alcance hasta medio día.

Obeso fué herido de un balazo en

y

sufrió

el

una pérdida considerable.

abierto á Terán

el

hombro derecho,

Esta ventaja dejó

camino á Oaxaca sin obstáculo para

marchar contra aquella ciudad, pero

sin

poder aprove-

convento del

el

Componíanse

que hizo su cuartel general.

del

Zamora, gran parte

del de

algunos centenares de dragones de México y Puebla y varias piezas de artillería, formando un total

de mil trescientos hombres. de

Terán

si

desde

Creyendo

luego le atacaba,

la

derrota

el jefe

realista

fácil

formó sus batallones en columna y avanzó impetuosa-

mente sobre

de

posiciones

las

charse de esta circunstancia por las demás dificultades

mismo tiempo que su

que

rodeaban,

se pasó á

',

á su nuevo jefe amplios informes

dio

la plaza.

y en consecuen-

ella,

y

realistas

muy

que las

noviembre del año anterior en compañía

había situadas dos compañías de la infantería de Terán.

madrugada

en este punto, el jefe

la

coro-

al

artillería

los

independientes

disparaba

sobre

al

ellas

nutridísimo fuego.

Terrible fué el asalto intentado con-

á reunir su gente

tra el convento de

San Francisco, y

niego le

la defensa: el batallón

lo

lo

que dio lugar á que Obeso volviese

y fuese reforzado por la que Samamandó de Huajuapam ^.n Los cien hombres

terrible

también fué

de Castilla, arrostrando

el diluvio

que quedaron en Teotitlán estaban en mucho riesgo de

de balas que caía de las alturas vecinas, forzó la portería

caer en poder de los insurgentes, pero Terán no pudo

y empezó á subir

hostilizarlos por tener

que acudir violentamente á Tehua-

cán, amenazada por Bracho

En

la

la escalera; allí lo contuvieron treinta

compañía de Tepeji, y fué tan ruda

lucha, y tan próximos estaban unos de otros los

2.

efecto, este coronel,

hombres de

que había avanzado en su

tientes,

que no pudiendo servirse de sus

la

comba-

fusiles

para

marcha progresiva hasta Tepango, juzgó coyuntura pro-

hacer fuego usaron de ellos á guisa de garrotes y se

Tehuacán y Cerro Colorado la permanencia de Terán en el rumbo del sureste, empeñado

golpeaban con furia;

picia para caer sobre

en rechazar á

la

sección de Oaxaca.

movió su fuerte columna, y

el

En

consecuencia,

19 de enero se hallaba al



AlamAn. Historia de México, tomo IV, pág. 517. Censurando el historiador Bustannante la marcha de Terán á Tehuacán, después de haber derrotado á Obeso en Ayotln, dice lo siguiente: «He hablado en Oaxaca con personas veraces y de buen criterio, quienes me aseguran que sobrecogidos en aquella ciudad con la derrota de Obeso y ciertos de que la división de Alvarez es•

taba diseminada en Teotitlán, C.uicallán y la Mixteca, y no habiendo mus que doscientos hombres mal armados en la referida capital, bien pudo Terán ocuparla sin disparar un tiro. Entonces habría venido á tierra todo el plan que el gobierno de México tenía formado para atacar la fortaleza de Cerro Colorado; habrían tardado tres meses los españoles en atacac las gargantas de los Mixtecas, que naturalmente ocuparla Terán para defenderse, en cuya sazón Mina, desembarcando el 11 de abril por Soto la Marina, de seguro que hubiese forzado al gobierno de México á llevar todas sus fuerzas al interior para combatir 6 este nuevo y poderoso enemigo. Hé aquí un aspecto demasiado lisonjero, pero efectivo, que sin duda habría cambiado entonces la suerte de México.» (Nota á su Cuadro histórico,

tomo

111,

pág. 402).

cabo,

jaron con sus bayonetas

y

los

independientes

empu-

arrojaron del edificio á los

soldados de Castilla, quienes se lamentaban de que

el

regimiento de Zamora no los auxilió en aquel encarni-

zado combate. '

al

Una y

otra vez repitió Bracho sus ata-

ques durante la tarde de aquel día contra

las posiciones

de los independientes, aunque con menos empeño que en la

vez primera, y

al

llegar la noche retiró el grueso de

sus tropas al convento del

Carmen, dejando algunos des-

tacamentos de caballería en observación de los puntos defendidos por Terán.

Era asaz jefe,

difícil

no obstante

la

y comprometida

la situación

de este

vigorosa resistencia que acababan de

' Capítulo II, lib. III. El traidor Comcrn, lejos de ser premiado por los realistas después de la ocupación de Tehuacán, fué aprisioniido y mandado á España bajo partida de registro. Alamán afirma que se le envió á los establecimientos ingleses de la India siendo difícil de explicación la facultad en virtud de la cual el gobierno vireinal envió este aventurero á una colonia inglesa. ,

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS oponer los suyos en Francisco.

razón

y con

Creía,

del

interior

el

convento

que

sobrada,

de San al

día

549

«Tan

para que la capitulación se efectuase.

elaciones

deseoso estaba Bracho como Terán de concluirla cuanto

Alamán, pues ambos sabían que Hevia estaba

siguiente intentarían nuevos asaltos las brillantes tropas

antes, dice

de Bracho, sin que los elementos de que podía disponer

en marcha para Tehuacán, y en cuyo caso recaía en

bastasen á contrastar por mucho tiempo á sus poderosos

el

enemigos; separado de la fortaleza de Cerro Colorado,

no quería perder

donde entre otros jefes se hallaban sus hennanos don

Terán, por

Juan y don Joaquín, no era posible que de ella recibiese le esperaba tampoco de nin-

suadido que no podría conseguir de

mando como coronel más antiguo que Bracho,

el

gloria de la

la

él

cual

el

toma de aquel punto, y

carácter conocido de Hevia, estaba per-

En

cosa que una

él otra

Osorno con pocos de su antigua

mutua, y después de dos conferencias personales de Bracho con Terán,

y temible caballería y á la sazón en San Andrés Chalchi-

quedó convenido que á éste y á don Matías Cavadas se

ningún auxilio eficaz; y no

gún

otro caudillo, pues

ocupó después de abandonarla

comula, que

Moran, no inspiraba confianza á

el

realista

Tehuacán

de

los

ni

estaba en aptitud de medir sus armas con la división de

Bracho. Terán reunió á sus

oficiales esa

luego que les hubo impuesto

misma noche, y

de las dificultades de la

más conve-

situación pidióles que acordasen la resolución

La junta

niente.

decidió que debía emprenderse desde

luego la retirada al Cerro Colorado, hacia

Este donde con mejores elementos sería posible

el

Púsose en ejecución

prolongar la resistencia. tado

reunida toda

:

distante una legua

lo

concer-

tropa y yendo á la retaguardia un

la

grupo de caballería comenzó

la

marcha en

dirección

la

entrega á discreción.

tal disposición

pasaporte y los gastos del viaje para cualquier

les daría

país extranjero al que quisiesen trasladarse, exceptuando

Unidos de América; que en cuanto á

sólo los Estados

hermanos de Terán, no estando presentes no podía

los

responder por ellos; pero que no pudiendo abandonar país por

estar

casados

pequeño empleo

entendía que preferirían

para mantenerse con sus familias;

civil

que se respetarían las personas, no sólo de los individuos que actualmente se hallasen en Tehuacán y Cerro Colorado, el cual se comprendía en la capitulación, sino

bién los dispersos que fuesen aprehendidos en

La

convenida, pero apenas se habían separado los indepen-

Cerro.

cuales había unos cuarenta en Tehuacán,

rompieron sobre

realistas

ellos

vivísimo fuego, la caba-

de Terán huyó en distintas direcciones introdu-

más

ciendo la

y

tería,

horrible confusión en las filas de la infan-

á trescientos hombres, regresó

reducida

ésta,

con su jefe á la posición de San Francisco.

Las otras

de los desertores

suerte

decidido á romper

comprendidos en

negociación

la

ella,

ron

á los soldados, pero halló que las

que había estado bajo su mando

porque en

los oficiales

la salida se

tieron

los

extraviasen las malas de carga, repar-

en las

cartuchos

lo

que había en las cartucheras todo estaba perdido

maletas de

dragones

los

que no quedaban más que '.

los

Entonces comprendió que

y que era ineludible una capitu-

Durante

las primeras horas

del día

20,

el

cura de

Tehuacán, don í'rancisco Bustos, fué y volvió varias veces de uno á otro campamento sirviendo de emisario de Bracho, quien al principio sólo ofrecía, en cambio de la ren-

le

entre-

estaba

aquéllos no

eran

con

lo

cual disfruta-

seguridades personales

concedidas

Terán se obligó á hacer que

y á

se

pacificar todo el territorio i."

Mientras que en Tehuacán ocurrían tan graves sucesos

,

la

de sus

guarnición de Cerro Colorado, minada por varios oficiales,

desconocía la autoridad de su coman-

dante don Juan Rodríguez y á don Manuel Bedoya.

la confería

Rodríguez y

los

tumultuariamente

hermanos Terán

se sometieron á las órdenes del nuevo jefe

y declararon

someter á la decisión del virey la suerte

dos.

Pero

la indisciplina había

cundido ya en las

aunque Bedoya y muchos de sus

oficiales

filas,

y

no estuvieron

conformes con la capitulación pactada por don Manuel

Terán, de

la

que tuvieron noticia

el

mismo

día 20, otros

de

incurrían en reprobados actos de insubordinación neutra-

que entregasen las armas. Rechazó Terán una condi-

lizando la patriótica decisión que á los primeros animaba

dición,

ción tan mezquina, la oferta

que

nel para él

y

y desdeñó también tomar en cuenta

le hizo el

final

Bracho del empleo de teniente coro-

de capitán para sus hermanos.

A

las

para continuar la resistencia:

Herrera y Torres desmontaron los cañones del reducto de Santa Ana

y marcharon á

la Sierra

los

oficiales

de Zongolica, seguidos de parte

de la mañana se rompieron nuevamente los fuegos

entre una y otra parte, pero una hora después cesaron del todo porque el coronel realista reanudó, siempre sir-

viendo de intermediario '

si

los

que servirían gustosos aun en calidad de simples solda-

lación.

seis

demás.

los

rindiese el Cerro Colorado

encargados del parque, temiendo que

que habían huido, con

los

de las mismas

de

motivo de

porque «era menester que todos

"se salvasen ó todos pereciesen,»

á todos

cajas estaban vacías,

fué

Terán declaró resueltamente que

pero

y Terán abrigaba aún la esperanza de sostenerse algunas horas. Mandó que se distribuyesen municiones ,

aquellos

europeos,

muchos altercados, pretendiendo Bracho que se gasen;

dos, que durante el día había ocupado, quedaron abando-

nadas

tam-

contornos hasta quince días después de la rendición del

dientes del convento de San Francisco, ios destacamentos

llería

el

algún

el

presbítero Bustos, las nego-

Segunda manifestación de Terán,

folios 62 y siguientes.



• AlamAn. Historia de México, tomo IV, púg. 521.— Buslamante, en su Cuadro histórico, tomo ]U, págs. 407 ú 417, edición de 1844, describe menudamente la capitulación de Terán, aunque con notables inexactitudes, no obstante haber tenido á la vista una relación escrita por ese mismo jefe y dirigida al virey Apodaca con fecha 22 de abril de 1817.

>

550 de

la

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS tropa que se llevó gran cantidad de municiones

;

Quedaron destruidas por orden de Bracho

y

las forti-

otro subalterno, apoderándose de un barril de aguardiente

ficaciones de Cerro Colorado,

que había en

coroso compromiso aceptado por Terán, éste escribió á

la

aumentó

soldados,

los

proveeduría y repartiendo su contenido á desconcierto

el

y

desorden que reinaban en la fortaleza.

el

espantable

varios jefes que habían militado á sus órdenes dándoles

En

medio de

cuenta de la capitulación y excitándoles á rendir las

tanta confusión se reunieron algunos oficiales y acordaron

armas.

que poniéndose don Juan Terán á

intentar resistencia, y entre

la

cabeza de los pocos

soldados que quedaban se evacuase el Cerro Colorado y

marchase con la

en

á Tehuacán.

ellos

noche del día 20 fueron el

Así se efectuó, y en

desarmados por

los

realistas

convento del Carmen.

Tal fué

campaña sostenida por don Manuel Mier y Terán durante algunos días,

Pocos fueron, no obstante,

Osorno y á sus principales

que cedieron sin

quienes enviaron

oficiales,

desde San Andrés dos comisionados

Americano don Juan

los

debemos mencionar á

ellos

mayor

al

del batallón

Ráfols para convenir las condicio-

nes de su sumisión. Estas se redujeron á no ser persegui-

término de la desgraciada aunque hábil

el

y en cumplimiento del inde-

teniendo que luchar contra fuerzas

superiores á las suyas en número y disciplina.

muy

Cercado

dos por los hechos pasados, ni castigados los desertores

que en sus

filas

se hallasen;

á que Osorno podría reti-

rarse á una pequeña propiedad que tenía en Zacatlán, y

á que

su segundo,

don Fernando Franco, quedase

al

por todos lados desplegó todos los recursos de su ingenio

frente de los pocos soldados que se sometían, los cuales

para contrastar á tantos enemigos á la vez, y

debían pasar

si

en

al servicio

del

gobierno vireinal.

',

y en consecuencia

Tepeji se vio forzado á ceder, logró salvar la valiente

aprobó estas condiciones

guarnición que afrontó por espacio de. varios días el ince-

Ráfols entró en San Andrés

sante fuego

derrotar á Lamadrid

dad pasmosa

y destrozar á

Y

de la artillería de Hevia.

al

hemos

lo

después de

visto dirigirse con celeri-

extremo opuesto de

la

zona de su mando

enemiga procedente de Oaxaca,

recibió

la

corta fuerza de

mayor

y

Osorno que se componía de

Don Antonio Vázquez

y cinco hombres.

ciento setenta

el

de febrero de 1817

11

el

Apodaca

Aldana, que era brigadier en las

filas

independientes, don

para volver á Tehuacán, que estaba á punto de ser ocu-

Diego Manilla y su hermano don Cirilo, Espinosa, y otros oficiales de menor graduación quedaron comprendidos en

pada sin resistencia por

los convenios ajustados entre Ráfols

la sección

el coronel

Bracho.

Tanto esfuerzo y diligencia tanta que desplegó Terán

En

llero.

y

el

antiguo guerri-

cuanto á éste, volvió á Zacatlán, donde vivió

en esta su postrera campaña no se compadecen con algu-

retirado algunos años, hasta que el recelo de los domina-

nas estipulaciones de la capitulación que acordó con

dores

jefe realista que

acabamos de

citar,

ni

el

mucho menos con

confundido con tantos malvados que halian

hecho papel en la guerra de independencia.

Pudo

evitarse, quizás, el compromiso de contribuir á la paci-

arrancó de aquel lugar para trasladarlo á las

cárceles de la capital.

la manifestación que hizo de preferir la expatriación á

vivir

lo

se apresuró

Tan pronto como quedó sometido Osorno Llano, gobernador de la provincia de Puebla

,

á manifes-

tar al virey que en toda ella habían desaparecido los

que había estado bajo su

de la revolución y que en consecuencia se iba á dedicar al arreglo de los intereses de la

mando; no debió pretender para sus hermanos, que tan

Real Hacienda en la zona que durante algunos años domi-

de todo

ficación

el

territorio

valientemente le secundaron

,

ningún empleo

tuvo la entereza de no admitir le

propuso

el

el militar

civil

,

ya que

que para

ellos

enemigo, y no correspondió á sus mereci-

partidarios armados

naron aquéllos. ni el jefe de las

expedicionarias

No

pudieron decir desde luego otro tanto

armas en Oaxaca que

ni los de las

columnas

acababan de operar en Tehuacán,

reducción de las Mixtecas los ocupó algún tiempo

mientos renegar á la hora del desastre de los que fueron

pues

por tanto tiempo sus compañeros en la lucha y en la vic-

y fatigó á sus soldados que creían poder entregarse descanso después de la capitulación de Terán.

Y

toria.

como

si

el

castigar esta ñaqueza,

gobierno vireinal hubiese querido

de viaje para cualquier país extranjero. de su capitulación, vivió en Puebla hasta

en que se incorporó

al

y gastos

Terán, después el

cuerpo del ejército del general

La suerte de Terán en Puebla, dice Buslamante, fué bien por gran favor logró entrar de escribiente ganando un peso diario en aquella Tesorería de Hacienda, y habría consumado su ruina si no lo hubiese protegido el señor Arista, secretario del gobernador Llano, español honrado y sensible que libertó de la muerte á varios prisioneros insurgentes. Así permaneció en aquella ciudad hasta la llegada del ejército del señor general Bravo el año de 1821, en el que se incorporó.» Este jefe se distinguió por su Índole generosa, pues mientras ejerció el mando en Tehuacán fueron pasados por las armas don Evaristo Kiallo, reo de una conspiración militar, y cinco individuos por desertores al frente del enemigo. '

«

independencia que

de Tehuacán

,

allí

y más

los

al

defensores de la

se sostenían la noticia del desastre

difícil

fué su situación cuando supie-

año de 1821

Bravo ^

triste:

Gran desconcierto produjo en

se eximió de cumplir la capitula-

ción precisamente en cuanto á darle pasaportes

la

añade Alamán, y algunos pocos prisioneros fusilados en el el cruel derecho de represalias que la guerra habla establecido, fueron los únicos que murieron por orden de Terán fuera de acción de guerra. «El gobierno admitió esa capitulación, dice Bustamante, aun-

« Este,

campo de batalla, según

'

que no consta la respuesta decisiva del virey; tal vez entrarla en su política que no quedasen constancias de esta naturaleza en los archivos del vireinato, porque era á los españoles muy bochornoso tratar con insurgentes.» El mismo autor equivoca la fecha y el lugar de la rendición de Osorno, pues dice que ésta se efectuó el 4 de febrero de 1817 en Nopalucan, no siendo sino el 11 del mismo mes y año en San Andrés Chalchicomula. Véanse acerca de las proposiciones de ,

Osorno y de su sumisión, los partes del mayor Húfols publicados en los números de la Gaceta correspondientes al 8 de febrero y 8 de marzo de 1817.

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS ron que numerosas secciones enemigas marcliaban en su

cada uno de

Sin jefe superior á quien obedecer,

contra.

comandantes obró entonces por propia inspiración, sin

los

551

Pero antes de describir esta campaña debemos relatar brevedad

con

Guerrero en

operaciones

las

los

militares

del

primeros días de 1817.

constante

Triunfante de

concertar con los demás sus movimientos y disposiciones.

Samaniego y Lamadrid á mediados de noviembre del año

Don Manuel

anterior

Gertrudis,

Pérez, que mandaba en el fuerte de Santa

lo

abandonó en

primeros días de febrero,

los

i,

se hizo fuerte en Piaxtla, que fué el lugar

No

en que aquéllos sufrieron rudo descalabro.

tardó en

pero fué alcanzado y hecho prisionero por algunas tropas

verse cercado de enemigos, y aunque resistió por más de

quien ordenó su inmediato

dos meses, vióse obligado á retirarse á Azoyú donde

Al mismo tiempo don Ramón de Sesma,

rechazó los ataques de los comandantes realistas Reguera

de

la sección

de Samaniego,

fusilamiento.

que defendía

el

San Esteban, rechazaba varios

fuerte de

ataques emprendidos contra esta posición por tropas de

Oaxaca por

mando de don Manuel Aldao, y abrumado

al

fuerzas

que

superiores

llevó

el

coronel

teniente

don Patricio López se rindió por capitulación

Ocho cañones, algunos centenares de

febrero.

10 de

el

fusiles

y

gran cantidad de municiones fueron los trofeos recogidos

Oaxaca para quedar

allí

en

breve

lo

convenido,

Algunos

todos.

casi

Oaxaca

i.

texto de que pretendían fugarse

El comandante de

de

capitán Ortega, á pre-

el

á éste

fué donde recibió

,

una carta de Sesma

mismo Sesma que

padre de Guerrero llevaba

el

Convencido Apodaca de que

el indulto.

quien

medios

los

ordinarios no bastaban para someter á Guerrero, apeló á

y comprometió

la naturaleza,

padre del general mexi-

al

cano á que éste interpusiese sus respetos y su amor

estos prisioneros fueron fusilados en el camino de

á Veracruz por su conductor

escribía al

^

participaba la capitulación de Terán,

le

para que cediese Guerrero, á quien se hacían grandes

en libertad, según

término

en que

que fueron enviados á

pero luego se les condujo á la fortaleza de ülúa donde perecieron

Guerrero

ilustre

dice un biógrafo del

este último punto,

También cayeron en

por los realistas en San Esteban. su poder más de cien soldados,

"En

y Zavala.

la provincia

promesas.

aunque

verdadero,

Patriota

hijo

aislado, pues el indulto

del

y viéndose mismo Sesma hacía ya muy

peligrosa su situación por aquellos rumbos,

por la Mixteca disponiendo que su

,

En

brigadier

se internó

Juan

teniente

Carmen ocupara Xonacatlán» (á mediados de de Oaxaca

obediente,

Guerrero resistió á las súplicas de su padre;

del

febrero).

tanto que Guerrero afrontaba con .tanta intre-

don Melchor Alvarez, avanzó en persona contra Silaca-

pidez la airada fortuna, algunos de los comandantes que

yoapan, cuyas fortificaciones estaban defendidas por

obedecían sus órdenes eran derrotados por

coroneles independientes don Miguel Martínez

y don José

María Sánchez, quienes rechazaron con altivez posiciones de indulto que se les dirigieron.

febrero

(1817)

el

los

pro-

las

A

fines

de

Alvarez construyó cuatro

brigadier

reductos para batir desde ellos las fortificaciones de la

del Cerro del

Alumbre, defendido por

del vencedor la

bandera del famoso regimiento de

Pedro formado por

obligar á los independientes á rendirse fué la de intercep-

(febrero de 1817).

los sitiados

con

respetadas.

el

hambre se entregaron

Flamearon sobre

al fin

de que sus vidas serían

las rendidas

posiciones las

banderas españolas, y los vencidos fueron inmediatamente encerrados en la iglesia del pueblo y luego conducidos á diversos

lugares.

completo

la

habían

Este

último

dominación

Oaxaca, así como sujetado

triunfo

española

en

restableció la

provincia

capitulaciones de Terán

las

toda

la

Puebla

de

por

de

y Osorno

durante

el

mes

Libres con esto las tropas realistas de Oaxaca para

Samaniego y Lamadrid, que operaban en

zona del sur limítrofe por

el

poniente con aquella pro-

vincia, pudo Alvarez enviarles

un considerable refuerzo

la

á las órdenes del teniente

'

el

bravo Matamoros

fortificado

de

coronel

don Pedro

Marín.

BusTAMANTE. — Cuadro histórico, tomo — Historia de México, tomo IV pó^. 528. ,

III,

púg. 419.

— Ala-

El primero de estos pocos días después de su

autores dice que don Ramón de Sesma, capitulación, fué enviado Filipinas, donde murió. El destierro de Sesma fué ordenado y llevado á cabo, en efecto, por el gobierno vireinal, pero algunos años después. i't

^j

iSfan

de Tecolutla,

Santo Domingo

de Jaliaca

Situado Guerrero en Xonacatlán moviéronse en su contra Samaniego

y Lamadrid, reforzados, como hemos

dicho ya, por tropas enviadas de Oaxaca al teniente coronel Marín.

Aumentaron

las

mando

filas

del

realistas

una sección enviada por Armijo y otra de i)atriotas realistas de

hombres

Ometepec,

número de

el

migos, dice

el

con las

que ascendió

los sitiadores,

mismo Guerrero

^,

u

á

dos

mil

Pusieron los ene-

un asedio tan formal

contra mi campo, que aunque lo resistí por

mucho tiempo,

fué preciso ceder á la fuerza, abandonándoles la plaza,

y agua, como por

de municiones que se consumieron, viéndonos á forzados á hacer

teníamos.

1

'

mXn.

cerro

tanto por la escasez de víveres

anterior.

auxiliar á las de

del

que se proveían de agua: sedientos

la sola condición

teniente coronel

el

don Miguel Alvarez Almanza, y donde cayó en manos

y

y torturados también por

realista

Armijo, quien se hizo dueño sucesivamente de Ostocingo;

plaza; pero la mejor providencia que adoptó con el fin de

tarles el barranco en

el

cortadillos

último

de cuanto hierro y cobre

Emprendimos una retirada en orden (30 de

Capitulo

II, lib. III.

Don José Mabía Lafragua. — Hombres

tomo IV,

lo

falta

ilustres mexicanos,

piig. 306.

^ Véase en el tomo V, pág. 2 del Cuadro histórico de Bustamante una extensa relación de la toma del fuerte del Alumbre. ' Comunicación dirigida á la Junta de Jaujilla por el general



Guerrero, desde Ajuchitlán y con fecha 20 de junio de 1817. BusCuadro histórico, tomo V, pág. 4, y Hombres ilustres TAMANTE. mexicanos, tomo IV, pág. 309.



MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

552 marzo), pero

al

romper

la línea

No

dispersó alguna tropa.

y en

sierra,

más de

el

me

de circunvalación se

obstante esto,

me

á la

dirigí

punto llamado de Potladeje, reunidos

quinientos hombres

armas,

con sus

pero

sin

punto se formaba de un batallón levantado por este caude

dillo

y en consecuencia

siguiente

de las salidas de

la

muerte

denodado Juan del Carmen

el

el sitio, halló

,

ñero de glorias y peligros de Guerrero ^

muy

con

oficio

que dirigió á

acordar la

con

el

que tenía

entró

en

,

dispersándose

Huatusco,

y al día muchos

de sus defensores, y huyendo otros á las intrincadas

Densas columnas de humo se

asperezas del Chiquihuite.

elevaron en esos días por los bosques y hondonadas de

en

dice

el

algún

comprados, y

En

conveniente á las operaciones militares.»

cañada de Ixtapa fué atacado por fuerzas superiores,

y obligado á vagar por algún tiempo á

de Córdoba, pasó por Coscomatepec

villa

aquel

solicitar

allí

16 de febrero

el

Este marchó

Victoria,

Junta de Jaujilla,

la

traer mil fusiles lo

señor

salió

antiguo com-

pocos soldados á la provincia de Veracruz,

upara conferenciar

parque,

guarnición

la

RepúMica.

la

coronel realista Hevia de someter toda

el

de la

En una

nombre de

esa comarca,

dividieron en trozos por diferentes direcciones para obrar

como pudiesen.»

el

Recibió orden

pertrechos, y además perseguidos por otras partidas, se

de Xonacatlán, en los treinta días que duró

independencia con

la

orillas del

Mex-

quebrado

indicando

suelo,

bárbaro

el

de los poblados, ordenado por Hevia

incendio

compás de

al

los

fusilamientos de los prisioneros que iba haciendo en su

A

devastadora correría. batir la

de febrero se dirigió á

fines

del cerro

fortificación

Chiquihuite, consis-

del

tente en fuertes estacadas que lo cruzaban en distintas

en robustos

direcciones y

puente echado sobre

parapetos que defendían

de su nombre, para defen-

río

el

el

de Cór-

medio de incesantes peligros y perseguido vigorosamente por Armijo. Hacia mediados de junio (1817)

derlo por sus dos lados,

se detuvo en Ajuchitlán,

midables posiciones; dispuso que tres compañías de su

cala, en

y desde

allí

escribía al presi-

dente de la Junta de Jaujilla la carta que hemos extrac-

asegurándole de su adhesión y manifestando que

tado,

estaba dispuesto á continuar peleando con

mismo

el

ardi-

miento.

Rudos encuentros hubo también en Veracruz durante desde

combatió triunfando

Miguel

centro

siempre

Montiel,

provincia de

primeros meses de 1817, pues se

los el

la

hasta

la

remota Huasteca,

dominadores.

los

El

guerrillero

con un escuadrón que formó

en

los

pueblos esparcidos por las quebradas de Maltrata, fatigó

con sus frecuentes sorpresas á la guarnición de Orizaba,

compuesta en

A

aquella época del batallón de

Navarra.

Montiel, que falleció de muerte natural, sucedieron los

Coutos (don Antonio y don Ignacio),

quienes

siguieron

de Veracruz y

el

el

doba. Hevia no se atrevió á atacar de frente tan for-

vadeasen

división

que

el

un

atravesando

una

río

legua

hacia

bosque

fragoso

abajo,

izquierda de la fortificación de los independientes. se

desconcertaron

el

27

de

febrero

replegándose entonces

abandonaron

al fuerte

sus

Hevia

los

coronel

Moran

la provincia les

abrupto

los insurgentes

en el

marzo y

recorrió en

faldas del Citlaltepec,

por

desistió

combinación con Hevia,

En

centro de la provincia.

abril

que se pierden en

las

dilatadas

las llanuras de

de Puebla, y allanó por medio de sus oficia-

Zarzosa y Ráfols

las

fortificaciones

del cerro de

hostilizando á esa villa hasta obligar al coronel de Nava-

Fortuna y del cercano pueblo de Quimixtlán, donde

rra, don José Euiz, á salir en su seguimiento derrotán-

guerrillero

dolos en la barranca de Tomatlán el 9 de febrero.

tancia.

persas

allí las

fuerzas

levantadas por los Coutos

se retiraron á Quimixtlán

,

,

Diséstos

donde fueron de nuevo derro-

tados por el capitán realista don Antonio Amor. se rehicieron de tan continuos descalabros,

Pronto

y uno de

los

Vencido y forzado á huir por

lo

Chalchicomula

la

Activa fué también

la

Armiñán,

barrancos

que

le

rodean, formados por las ramificaciones de la gran cordillera oriental paralela

á las costas del Seno Mexicano,

hallábanse esparcidos gruesos destacamentos que obedecían

al

general Victoria,

y

la

guarnición

del

primer

el

al

el

al

mismo tiempo

coronel don Benito

Extremadura, á quien

jefe del batallón de

auxiliaba con eficacia el sanguinario Llórente, coman-

dante de partidas realistas en

pam.

Este último se apoderó

de Nautla, y Victoria, que retiró

lo

de Tux-

el distrito militar el

24 de febrero del puerto

defendía personalmente, se

con algunas fuerzas á Misantla, donde le siguió

Armiñán en combinación con Durante

apedio de Xonacatlán, y luego en la perpecunión que sufrieron sus defensores, lograron los realistas hacer ciento quince prisioneros, entre ellos diez y ocho oficiales. Estos fueron pasados por las armas y los soldados diezmados, siendo llevados los restantes en cuerda á Huajuapam. Se ve, pues, que la orden de Apodaca para que los comandantes de división no fusilasen arbitrariamente ¿ los prisioneros no era cumplida en muchos casos. '

Moran que

muerte en San Andrés

campaña que

pidez un riguroso asedio algunos meses más tarde.

profundos

montes fué

'.

dirigía en el norte de la provincia

los

el

aprehendieron en unión del capitán Espinosa, y

vas del fuerte de Palmillas, donde sostuvo con intre-

En Huatusco y

los

tropas de

las

ambos recibieron con serenidad

dos hermanos (don Ignacio) aumentó las obras defensi-

la

Andrés Calzada se defendió con valor y cons-

vivamente perseguido por cabo

y

pasos y desfiladeros

que conducían á ese último refugio de el

Estos

defensivas

obi'as

reducción de este

la

peñasco y se ocupó en guarnecer

la

atrevida maniobra,

de Palmillas.

emprender

de

tan

sentir

al

y

por

cayesen

el

coronel Márquez Donayo,

que hacía algún tiempo se hallaba acantonado en blo de Actopan.

el

pue-

Durante muchos días Victoria sostuvo

• Según Bustamante (Cuadro histórico, tomo V, púg. ;0), el guerrillero Calzada fué aprehendido por los soldados de Moran cuando marchaba á acogerse al indulto.



:

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS uno y

reñidísimos encuentros con las tropas realistas de

y al pasar Márquez Donayo el río de los mismo que al bajar el barranco de Chicon-

otro coronel,

Pájaros,

lo

quiaco, fué reciamente escarmentado por los independientes

que mataron á muchos de sus soldados.

aquéllos su movimiento retrógrado,

y

Continuaron

al llegar

á Misantla

volvieron á hacer frente á las divisiones ya unidas de

Márquez y Armiñán. «Márquez, dice el autor del Cuadro histórico, se creyó perdido ese día, y seguramente hubiera sido destruido

amagados á

oficial del

por Hevia en

la sazón

tenaz fuego que

último paso del

río,

se queja en su parte

abrigo del bosque se hizo en

al

muy

rumbo de Huatusco

el

También Armiñán

y Chiquihuite.

lista

no se retirara Victoria, urgido

de auxiliar violentamente á sus comandantes

del deseo

el

si

inmediato á Misantla. El rea-

Llórente salió herido en la refriega porfiadísima de

e?e día, y Victoria estuvo á punto de perecer de una bala

de cañón,

que arrancó parte del sombrero que llevaba.

Márquez Donayo decía algún tiempo después en Veracruz que esta expedición había sido de su carrera militar.

¡

más

la

gloriosa

y

difícil

Lástima grande que tanto valor

nuestro no estuviese secundado por un plan seguro y metódico que afirmara la posesión de aquellos puntos tan interesantes ^n

Márquez Donayo volvió hacia mediados

de marzo (1817) á sus acantonamientos de Actopan y Jalapa, en tanto que Armiñán regresaba á la Huasteca

y proseguía

difícil

Coyuxquihui.

y

En

campaña en

fatigosa

cuanto

á

el

distrito

sabedor de

Victoria,

con

muy

pocos

la provincia,

soldados en

el

Alto

Tisar,

timiento.

»Yo suplico á V. E. con encarecimiento que reciba benignamente mis votos y que me conceda su superior licencia para dirigir en primera ocasión hasta los pies del trono de mi ofendido rey la más sumisa representación que pienso hacerle, en justo y debido desagravio de su sagrada persona y de sus vulnerados derechos, para tranquilizar de alguna manera los sentimientos imponderables de mi corazón, angustiado amarguísimamente. »¡ Feliz yo si con mi ejemplo logro que algunos de mis descarriados paisanos, que fueron mis compañeros, detesten su extraviado sistema, y que, reconciliados con nuestro legítimo gobierno, contribuyan á la pacificación general de esta América! »Dios guarde á V. E. muchos años. Actopan, 17 de Marzo de 1817. Excelentísimo Señor. Lie. José Sotero Excelentísimo Señor virey Don Juan de Castañeda. Ruiz de Apodaca i.»



El historiador Alamán presenta este rasgo de ñaqueza como prueba de la convicción que tenían los

nal de la absoluta imposibilidad de obtener la inde-

distante de Misantla.

pendencia con

independientes que batallaban en la provincia

y algunos se acogieron

perdida para siempre la causa

que

al

el

filas

natural

indulto creyendo

habían defendido.

los

medios y personas empleados para

Pero este escritor destruye

ello.

la fuerza

que pudiera

tener su rotunda afirmación diciendo, en el mismo párrafo

que las

— —

los

punto no

Esta sucesión de descalabros produjo en

desaliento,

los

hornlres honrados y sensatos del partido insurreccio-

acampó por entonces

del

unas leyes sabias y de un orden general en todos ramos de la administración piiblica, resolví al fin acogerme á las banderas respetables del augusto, del benigno, del piadoso monarca, del Señor Don Fernando VII de Borbón, á quien protesto servir con tanta fidelidad y adhesión como fué mi ceguedad en agraviarlo, para que entienda todo este reino que si me obstiné en mis errores, tengo carácter para deponerlos y abjurarlos; y que si ha sido enorme el crimen es mayor, más sincero y más cordial mi rubor y arrepennal, de

de

desastres sufridos por los suyos en el Chiquihuite y otros

puntos del centro de

553

al

la contiene,

virey

que

manijiesta

hallaban reducidos

la exposición dirigida

por Castañeda

el

grado de angustia á que se

los

insurgentes por efecto de la

activa persecución que les

hadan

los jefes realistas.

Al miedo, pues, y no á la convicción que supone

el

Otros, forzados por la necesidad y estrechados por los

defensor del absolutismo, debe atribuirse en muchos casos

movimientos de

la presentación

las

tropas realistas,

se

presentaban á

de los partidarios de la independencia

hacer su sumisión con protestas más ó menos fingidas de sentimiento por el participio que habían tomado en

movimiento insurreccional. citar

al

el

Entre estos últimos debemos

abogado don José Sotero de Castañeda, que

había ejercido cargos y empleos de alta importancia en el

gobierno de la revolución.

Al presentarse á Márquez

Donayo en Actopan (provincia de Veracruz)

le

entregó

la siguiente representación dirigida al virey:

' Esta representación se halla en el Apéndice del tomo IV de la Historia de México, por Alamán, asi como la comunicación que con este motivo dirigió Márquez Donayo al virey, que dice asi

«Exmo. Señor: El reconocido (indultado) don José Sotero de Castañeda que se me presentó con su familia al indulto, acaba de entregarme la adjunta representación para que la dirija á las superiores manos de V. E. Este hombre desgraciado, que lleno de lágrimas es un pregonero del crimen que cometió con tanta ofensa al rey nuesiro Señor (Q. D. G.), aconseja á todos, como lo verificó desde este pueblo por escrito é Victoria, dejen el abominable partido de la rebelión y queriendo dar las mayores pruebas del amor y reconocimiento á la justa causa del rey, pide á V. E. le conceda la gracia que solicita de su clemencia, y que deseando acreditarse en el servicio de Su Majestad, se digne destinarlo en lo que fuere de su superior agrado. »Yo, por mi parte. Señor Excelentísimo, suplico á la bondad de V. E. se digne atender las peticiones de esle infeliz, que siendo un hombre de buenos principios y acomodado por su ejercicio de abogacía, se mira en el día con su familia en la más amarga situación, emanada de los más errados é imprudentes cálculos tumultuados por otros, que ya acabaron sus días en medio de sus crímenes y rebeldes ideas. Dios guarde á V. E. muchos años. Actopan, marzo 17 ;

«Excelentísimo Señor: Penetrado de dolor y convencido por la triste experiencia de seis años de que la felicidad social no puede conseguirse ni prefijarse entre los horrores de un tumulto popular, impolítico y bárbaro, si no es bajo la protección de un gobierno pater-



' BusTAMANTE. Cuar/ro histórico, tomo V, pi'ig. 31. Alannén sigue en su relación á Buslamanle, pero según su sistema, no omite detalle alguno referente á los movimientos de las tropas realistas y calla lodo lo que de algún modo realza el valor y esfuerzo de los independientes.

T. III.- TO.



Exmo. Señor. José Joaquín Márquez Donayo. Señor virey don Juan Ruiz de Apodaca.» de 1817.

— Exmo.

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

554 que solicitaron

precisamente

indulto

el

cuando más

estrechados se hallaban por la persecución de sus contrarios,

lo

disponer

demás, ningún partido, por numeroso que sea,

ninguna causa, por nobles y levantados que sean

los

ideales que se promete realizar, puede enorgullecerse de

ces

ficio

completo de su propia dignidad.

Con más decoro, y obligado también por suerte, se

María de Bustamante, quien tiempo antes de que con

el

la

acogió al indulto en esa época don salió

adversa Carlos

de Tehuacán algún

ocupasen las tropas vireinales

la

propósito de embarcarse en Nautla para los Esta-

En camino

dos Unidos de América.

para este puerto,

supo que había sido tomado por Llórente, y que Márquez el lugar en que él se hallaba.

Donayo avanzaba hacia Ocupadas

Anua

las

villas

por los enemigos, Topete y Santa

número de

fué, en efecto, el

los

que enton-

se acogieron al indulto, debiendo jurar

nuevamente

fidelidad

rey y recibiendo, en cambio, un documento

al

firmado por

el virey,

en

el

que se estampaba

filiación

la

del indultado.

Debemos volver ahora nuestra atención hacia el de Nueva España, donde ocurrieron sucesos

contar un mártir ó un héroe en cada uno de sus afiliados

y propugnadores. Verdad es también que el abogado Castañeda pudo haber salvado su existencia sin el sacri-

'.»

Grande

no habiendo dado ese paso en los tiempos de

próspera fortuna para las armas de la independencia.

Por

para reducirla á efecto, por la gran fuerza de que podía

interior

importantes en los cinco primeros meses de 1817.

En

la

provincia de Valladolid no fué bastante la rendición

de

Cóporo para que se sometiesen varias partidas que

la

recorrían en

distintas

don José

presbítero

el

direcciones.

Antonio

La que comandaba Torres sorprendió

el

pueblo de Tangancícuaro y mató á los patriotas realistas que lo guarnecían, y la que obedecía á Sánchez,

también,

y tomó tras sangriento y reñido combate un convoy que marchaba de Valladolid presbítero

asaltó

Este hecho de armas ocurrió á tres leguas

á Pátzcuaro.

de la primera de estas ciudades, capital de la

escasas

las costas,

provincia donde residía á la sazón el comandante militar

numerosas partidas de patriotas realistas, que en sus

don Antonio Linares, á cuya imprevisión se achacó fun-

correrías aprehendían á todos los insurgentes dispersos,

dadamente tamaño desastre.

le

vigilando

y recorriendo incesantemente

cerraban toda senda para escapar de los peligros que

amenazaban; y aumentaba su que sus mismos criados mejores caballos.

difícil

le

situación el despojo

habían hecho llevándose sus

le

Forzado, pues, por la extrema nece-

sidad, se presentó el 8 de marzo al comandante del des-

tacamento de Plan del Río solicitando indulto.

De

allí

que

el

El virey dispuso entonces

vencedor de Cóporo, don Matías Martín de Agui-

rre, quedase al frente de la provincia de Valladolid, y

ordenó á Linares que marchara á ejercer ciudad de Guanajuato.

El de

mando de

el

la provincia

la

nom-

de este

bre había sido confiado al coronel don Cristóbal Ordóñez

desde los últimos meses de 1816

'^.

marchó á Veracruz, siempre animado del propósito de

Aguirre desplegó grande actividad en la persecución

embarcarse, y ya á bordo del bergantín inglés Bear fué aprehendido de orden del virey por el comandante del

de las guerrillas insurgentes, de las que unas fueron

puerto

y encerrado en

la

fortaleza

de Ulúa,

donde

fué tratado con excesivo rigor, aunque después de algún

tiempo se suavizó su prolongada prisión

i.

Apodaca había publicado una proclama

se

otras

Zacapo.

la

vecina Nueva Galicia y

en las cercanías de la laguna de

refugiaron

Cerca de Tacámbaro, sin embargo, se sostuvo

con valor durante algún tiempo, y acompañado de el

30 de

enero de aquel año y un decreto en que concedía un

nuevo indulto en nombre de su soberano; en

empujadas hacia tierras de

el

primero

pocos

,

el

mariscal de campo don Víctor Rosales

;

muy

sorpren-

mayo (1817) por el comandante Barragán, encerró en la casa del rancho de la Campana, defen-

dido el 20 de se

de esos documentos, después de exponer los males cau-

diéndose con tanto brío, que mató é hirió á varios de los

sados por la revolución, impulsada, según decía, por los

dragones de la tropa realista, hasta que sucumbió

errores de los falsos filósofos, y de enumerar los triunfos

mismo

acribillado de mortales heridas.

fin

pendientes á someterse á la obediencia de Fernando VII,

el indulto

soberano lleno de virtudes, decía, y que los trataría con la benevolencia de padre; y los conjuraba á olvidar la

de Pátzcuaro

de corazón como ya intimaba con todo

lo

y reinos y á ser españoles

eran de hecho; pero

el rigor

al concluir

de las leyes á los que no sol-

al heroico

del constante y denodado Rosales debemos consignar

alcanzados por los soldados del rey, excitaba á los inde-

distinción pueril de provincias

Unido

él

de don Manuel Muñiz, quien se presentó cerca

comandante Barragán

al

quincena de mayo.

La

rivalidad entre él

que ambos pretendían ejercer

el

en la primera

y Rosales, pues

mando superior en

la

provincia de Valladolid, parece haber sido el motivo que

á someterse.

lo decidió

Así se desprende del parte de

tasen las armas de las manos; «amenaza, añade Alamán,

Barragán, quien dice que Muñiz, inmediatamente después

que

de indultado,

lo

rancho de

la

Campana, donde

Rosales, y

al

hablar del desesperado combate que

el

virey tenia entonces todos los medios necesarios

Alamán afirma que

entre los que en esa época se acogieron al indulto en la provincia de Veracruz deben contarse el capitán Vergara, el chino Claudio y el cura de Maltrata, Fuentes de Alarcón. Respecto de este último, dice Bustamante que, lejos de acogerse al indulto, se retiró á las montañas de Quimixtlán, donde se ocultó algunos años ejerciendo el oficio de carbonero. '

guió por senderos extraviados hasta el

• Véase esta proclama en tomo V, págs. bi á 57.

>

Capitulo

II, lib. II,

hacia

el

se hallaba el infortunado

Cuadro

el final.

allí

se

histórico de Bustamante,

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS empeñó, añade

el

que aumentan

realista las siguientes

jefe

triste celebridad

la

matanzas de Valladolid

bárbaras

del

palabras,

ejecutor

En

que obedecían

llas

^.

sangriento descalabro, ordenó

y Guadalajara

«el

el

de Guanajato varias de las guerri-

al

padre Torres se hicieron fuertes en

cerro de San Gregorio, no

Pénjamo, y desde

allí

muy

distante del pueblo de

recorrían el ancho Bajío en

de don Pedro Moreno,

binación con las partidas

tropas realistas con la sección

las

del teniente coronel Castañón, que llegó

asistente, que salió herido de gravedad."

la provincia

Engrosadas

rabies.

de las

indultado don Manuel Muñiz hizo prodigios de valor y lo

mismo su

555

comdueño

del cerro del Sombrero, en la serranía de Comanja

^^

las

después de tan

Ordóñez nuevo asalto

el

día 10,

y al efecto repartió sus soldados en tres columnas, mandadas respectivamente por el coronel Orrantia y los tenientes coroneles Castañón y Pesquera quedando una de reserva á las órdenes del mayor don Juan Miñón. ,

Fué y

la

acometida impetuosísima y la resistencia obstinada

La columna de Castañón

valerosa.

fué la primera en

trepar á la cima, siguiendo siempre á su bravo

coman-

dante, que se abrió paso por las troneras de los baluartes

cuales llegaban en sus correrías, por el oriente hasta los

que defendían

Altos de liarra, y por el rumbo contrario á tierras de Zacatecas. Pero más incómodos enemigos para el go-

á su vez, y entonces se trabó en la meseta una lucha

bierno vireinal eran los insurgentes que situados en la

mujeres que se hallaban en

Mesa de

gentes. Estos, sin embargo, embestidos por todos lados

los Caballos,

la provincia

,

misma

capital de

impor-

de Tovar, en la serranía de Jalpan, y

con los que acaudillaba

Urgió

la

y San Felipe, comunicándose con

tante zona de Dolores los independientes

de Jacala.

norte de la

al

mantenían en constante agitación

el

el

doctor Magos, en las montañas

gobierno

conquistar la 3fesa de

coronel Ordóñez para

Caballos,

los

Guanajuato en los primeros frente de una división

al

de

días

y

éste

salió

marzo (1817)

de al

de dos mil hombres, en cumpli-

La

posición que acabamos de nombrar,

sazón por

el

ocupada á

la

padre Carmona, Encarnación Ortiz y Núñez,

entrada principal; las otras dos llegaron

desesperada, en la que combatieron con furor hasta las

cedieron al

y

fin,

los

el

campamento de

que no sucumbieron en

los insur-

la refriega

hallaron la muerte en los precipicios que rodean la ó fueron pasados luego por las armas, siendo el

número de

que escaparon

los

muy

mesa corto

«En ninguna

ilesos.

parte, dice el panegirista de la dominación española, se

habían

manifestado

tan

desapiadados

los

todos los que se encontraron en la mesa,

y sexo, fueron pasados á

muy

miento de las órdenes apremiantes de Apodaca.

la

vencedores:

de toda clase

escapando con vida

cuchillo,

pocos de los que, por librarse de la matanza, se

arrojaron al

que circunvala

precipicio

también considerable

la

la

mesa.»

Fué

pérdida de las tropas realistas,

que obedecían á la junta de Jaujilla, es, en efecto, una

pues según

meseta de dos leguas de circunferencia y que se levanta sobre las llanuras y montañas inmediatas. «Su posición,

como en

bres entre muertos

decía el capitán de artillería Bolufer al coronel Ordóñez,

teniente

dominante á todo otro cerro circunvecino, su planicie en

gobierno vireinal á esta victoria que propuso al supremo

la parte superior,

la

abundancia de madera, que ofrece

carbón y leña á sus defensores tiales

la

proximidad de manan-

de agua, la facilidad de ofender desde su encres-

pada cresta á

más

,

accesibles,

que impiden

que emprendan la subida en sus partes

los

y

las profundas barrancas

que

la ciñen

y

aproximación de las baterías destinadas á

la

el

el del

parte de Ordóñez, tanto en este combate día 4, ascendió aquélla á doscientos

coronel Castañón

la cruz

pudiera con

el arte

de

fortificar,

razón llamar de primer orden y cuasi

inconquistable, á menos que se hicieran muchos sacri-

de tropas y caudales ^.»

ficios

Los independientes que

el

oficiales

Mesa de el

al

También en

la vecina Sierra

neado las armas con estrépito, y desalojado

Gorda el

diciembre de 1816

puntos

más

Ordóñez dispuso zaron

el

débiles levantaron reductos

número de sus cañones.

asalto,

y

el

4 de marzo se lan-

ataque las columnas mandadas por Orrantia y Pesquera, pero fueron rechazadas con pérdidas conside-

dos

se habían

me-

insurgente Tovar,

de sus posiciones del cerro de la Faja desde

capitán don José Cristóbal Viliaseñor,

y en

las

de brigadier al padre Carmona.

mesa para hacerlos rodar sobre

artillados, llegando á doce el

en

Caballos. Por su parte, la junta

la ceja de la

los

inmediato corres-

valor desgraciado dando el grado

aglomeraron grandes cuartones de roca sobre

tes,

que tenía para

que combatieron

la defendían

los asaltan-

el

grado de brigadier

la autorización

empleo á Pesquera y á Castañón, y pondiente á los

de Jaujilla premió

se

Tanta importancia dio

de comendador de la orden flamante

de Isabel, y en virtud de

acciones de la

recayesen en sujeto inteligente en

hom-

éstos el

otorgar grados militares de coronel abajo, ascendió á ese

á V. S. que

dicha posición y la dirección de sus obras

i.

de España se concediera á Ordóñez

y á Orrantia

atacarla, son otros tantos motivos para hacer presente si

y heridos, siendo uno de

2,

era perseguido sin tregua por el feroz jefecillo que

dejaba sangre y desolación donde quiera que asentaba sus plantas

Alamán

,

,

y quizás por eso

es admirado por el historiador

quien hace su biografía desde la época en que

al



' Véanse págp. 162 y 189. Rosales fué declarado benemérito de la patria en 1823. « Véase final del capítulo XIV, lib. II. 3 BusTAMANTE. Cuadro histórico, tomo IV, púg. 299.



' Dolióle seguramente á Alamán asentar ese número, y no obstante que tuvo á la vista el parte de Ordóñez, lo redujo á la mitad: «La pérdida de los realistas fué de unos cien hombres entre muerHistoria de México, t. IW, tos y heridos en ambos ataques, etc.»



pág. 544. » Véanse los pormenores de esta operación militar en dro histórico de Bustamante, tomo V, pág. 49.

el

Cua-

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

556

era sargento de una compañía presidial en las Provincias

Tovar logró escapar de Villaseñor,

internas de Oriente.

cuando fué llamado por gobierno de

la

metrópoli, con el

pero para caer prisionero en manos del teniente coronel

rencias que entre

de la Torre y Cuadra, por cuya orden fué fusilado en

la isla

Monte

Negrete, Cruz marchó á

del

Negro

15 de abril de 1817.

el

Al espirar ese mes llegó á Veracruz la fragata de guerra Sabina trayendo á su bordo

don Pascual de Liñán pas del rey en

,

al

mariscal de campo

nombrado subinspector de

Nueva España, y

al

el

No

su persona

y

el lujo

don Domingo

otro.»

la

traje

expedición del arrojado Mina.

de Liñán á la capital salía de

visto que duraba

aún

,

el

,

censura pueril

conducta caballerosa y las

dotes militares que desplegó en breve,

dirección á Guadalajara

derado

venía precedido de renombre

y aseo de su

que enmudeció luego ante

Un mes ella

con motivo de la antes de la llegada

el

mariscal Cruz con

su antigua residencia. asedio de

la

isla

Ya hemos

de Mexcala

de arreglar las dife-

el

gobierno interinamente

el

Rendida

al brigadier

«pero su viaje, dice

la capital;

que se había esperado, y

fruto

después de varias conferencias, en que fué poco consi-

abril,

mariscal Liñán y aun se le motejó por la apostura de

y dejando

fln

ambos se habían suscitado.

Alamán, no produjo

regimiento de infan-

tería de Zaragoza, cuyo jefe era el brigadier

Estanislao de Loaces.

las tro-

virey Apodaca, de orden del

el

por

el

virey, regresó

Guadalajara

quedando ambos jefes poco satisfechos

Tal era la situación de el

á

primer tercio de 1817.

Nueva España Rudos fueron

al

los

el

el

9

de

uno del

terminar desastres

que durante ese período de cuatro meses sufrieron las

armas de

la

independencia

,

y cuando

el

gobierno vireinal

se prometía destruir en breve á los últimos propugnadores de la revolución, un nuevo

y terrible caudillo se presentó á combatirle y á infundir más vigorosas esperanzas en los ya desalentados defensores de la libertad mexicana.

CAPITULO V Don Francisco

Javier Mina, su nacimiento, sus estudios.— Alistase confio voluntario en

sión francesa. á Francia.

— Dirígese luego

é Navarra y se pone á

la

ejército español del centro para

el

cabeza de las guerrillas que

— Su regreso ú K=pañQ

se levantan.

alli

combatir

inva-

la

— Cae prisionero y es conducido



Concibe el proyecto de auxiliar á los independientes de en 1814 y su expatriación ú Inglaterra. que tuvo la francmasonería en su resolución. Trasládase á los Estados Unidos de América en compañía del padre Mier y desembarca en Norfolk 30 de junio de 1816). Dificultades con que tropieza para organizar la expedición Embarazos suscitados por Alvarez de Toledo. Dirígese Mina á Puerto Príncipe, en Mr. Dennis Smith, de Ballimore, protege la expedición. Haití (setiembre de 1816). El doctor Mier, por orden de Mina, se traslada á Galveston. Viaje de Mina hasta llegar á ese puerto (24 de noviembre de 1816) Sus preparativos en Galveston para organizar la expedición. Dirígese á Nueva Orleans á principios México.



— Influencia



(

.



— —

— —

de 1817.

— Sucesos ocurridos en

Galveston durante su ausencia.

rumbo

Nuevo Santander.

de la expedición





é las costas de

— Regresa Mina

— Salida

á este último puerto (16 de marzo de 1817).

— Proclama de Mina á sus soldados

en la embocadura del Río Bravo

(

12 de

— Desembarca la expedición en la orilla izquierda de la boca del río Santander 15 de abril). — Llega é Soto la Marina algunos días después. — Sepárase de la expedición conde de Ruuth — Manifiesto de Mina (25 de abril de 1817). — Regresa á Galveston el comodoro Aury con parte de la escuadrilla. — Disposiciones adoptadas por gobierno vireinal para contrastar ú Mina. — Destrucción de los buques de este general (17 de mayo). — Proclama que dirige á los soldados realistas mexicanos y españoles. — Manda construir un fuerte en Soto la Marina. — Deserción del coronel Perry y triste de este aventurero. — Salida de Mina hacia el interior al frente de su pequeña división (24 de mayo). — Su marcha desde Soto la Marina hasta Horcasitas. — Derrota á Villaseñor y entra en Valle del Maíz (8 de junio). — Su conducta en esta población. — Sale de Valle del Maíz y llega é la hacienda de Peotillos. — Marcha rápida que hace Armiñan pora alcanzar a los independientes. — Botella de Peotillos y triunfo señalado de Mina (15 de junio de 1817). — Pérdidas de los contendientes. — Armiñún se atribuye descaradamente la victoria. — Magnanimidad de Mina hacia los heridos del enemigo, — Abandona este general la hacienda de Peotillos y continúa bu marcha alinterior (16 de junio). — Armiñán ocupa á Peotillos abril).

(

el

el

fin



Posa la división de y prescinde de perseguir ú los independientes. Santo. Asalto y toma de Pinos, en la intendencia de Zacatecas.



marcha hacia

su

el

Bojío.

— Atraviesa

partida de independientes (23 de junio).

Mina por

— Saqueo

las desoladas llanuras

— El capitán

que se extienden

Erdozaln es enviado

al jefe

pueblo de

el

Hedionda y

la

la

hacienda del Espíritu

de aquella población (19 de junio). al

sur de Pinos.

— Su

— Prosigue Mina

encuentro con

la

primera

independiente don Pedro Moreno para anunciarle la

— Entran éste y su división en el fuerte del Sombrero (24 de junio de 1817). — Efectivo de las tropas de Mina — Trofeos de guerra arrebatados á los realistas por su división desde Soto la Marina hasta el Sombrero.

aproximación de Mina. al

llegar al fuerte.

Apareció, en efecto, á continuar la grandiosa lucha

natal entregado al ejercicio de la caza, cobrando de esta

por la independencia un guerrero, cuyas proezas llegan

suerte la fuerza,

á lo fabuloso, y que en una campaña de siete meses hizo

vencer los peligros, y de las cuales dio muestras sobra-

temblar á los dominadores y estuvo á punto de apresurar

das

cuatro

años

el

término de la ensangrentada contienda

en

el

agilidad

de

curso

y

resistencia para afrontar

rápida

su

y azarosa

existencia.

Al entrar en la juventud fué puesto por su familia en

que se abrió en 1810. Valor intrépido, increíble audacia,

seminario de Pamplona

inteligencia en el arte

debía terminar sus estudios de jurisprudencia.

de la guerra,

nobles y levan-

,

heroica á que se lanzó el

pueblos, son los rasgos más prominentes de ese ilustre

el

joven á quien México cuenta en

Mina. Voló á empuñar las armas en defensa de

número de sus más

denodados campeones. originario de

Na-

sufrieron

temple

que fecundó

la conciencia del

los

derechos

la gloriosa

revolución

género humano.

El padre

el ejército del centro,

los

españoles.

valientes

adquiría

mayor fuerza con

Pero la

su

enérgico

adversidad,

y

dirigiéndose á su tierra natal reunió en breve numerosas guerrillas de intrépidos navarros, de las cuales fué

de Mina, honrado labrador de las cercanías de Monreal,

brado comandante

tenía los medios suficientes para asegurarle un bello por-

Central, y la de Zaragoza le confirió el

venir.

Aragón.

Deslizóse su infancia en las montañas de la tierra

la patria,

siendo partícipe de los pavorosos reveses que entonces

año famoso que vio proclamar en Francia

y punto de partida de

lucha

odioso yugo de Napoleón interrumpió la carrera de

varra, en España, donde nació en diciembre de 1789,

del hombre,

La

pueblo español para rechazar

y se presentó como voluntario en

Fué don Francisco Javier Mina

el

pasando luego á Zaragoza, donde

tados sentimientos, y ardiente culto á la libertad de los

el

y

Fué

,

con

el

nom-

grado de coronel por la Junta

mando

del Alto

tan activa y terrible la guerra dirigida

MTÉXICO Á TEATÉ8

558 por Mina en Navarra, que

el

mariscal francés Suehet se

obligado á pasar á ese reino para ver de tranquili-

vio

zarle,

por

porque ni

sin riesgo,

allí

correos franceses podían transitar

los

ni

la

autoridad del gobernador era

DB LOS SIGLOS dispersó

«Con ser Suehet,

neros.

uno de

los

generales de

Mina para

el

canje de prisio-

más reputación

celebrado por su inteligencia,

con estar

el

dice el historiador Lafuente,

destreza

del

y

imperio,

actividad,

y

general Harispe especialmente encargado de

la persecución

de Mina, todavía este guerrillero, cono-

cedor de la comarca,

y nunca vendido

ni

descubierto

burló por algún tiempo la diligencia y los

por nadie,

ocultó

armas, y se quedó de

las

paisano observando los movimientos de los enemigos, y

paseando

con la confianza de quien contaba con

el país

un protector en cada habitante ^»

obedecida fuera de los mui-os de Pamplona, y se había visto obligado á tratar con

gente,

la

Pero no tardó en aparecer tan temible adversario por las Cinco Villas de Aragón al

poniendo en movimiento

,

gobernador de Jaca y á los

Harispe, quienes obrando combinadamente

Dufour y

lo

apresaron

1.°

de

dureza

lo

castillo

de Vincennes, donde permaneció durante

el

la guerra,

de 1810, y después de tratarle

abril

enviaron á Francia y se

y en esta

matemáticas y de

le

con

en

encerró

el

toda

prisión se dedicó al estudio de las

las ciencias militares,

esfuerzos de los jefes y de las tropas francesas, hasta

de la excelente biblioteca de ese

que, acosado también por otras que acudieron de Logroño,

el

España.

generales

mando de Navarra y

castillo.

aprovechándose

Le sucedió en

Alto Aragón su

del

tío

don

— Vista general de Pamplona, patria de don Francisco Javier Mir

Francisco Espoz y Mina, que alcanzó luego tan glorioso

quedándose en esta nación don Francisco Espoz, Mina

nombre en

se trasladó á Inglaterra

uno de

los

La

la

más

vuelta

guerra de la independencia y llegó á ser ilustres generales de

de

Fernando

VII

España. abrió

ciones con personas

también

las

tenido

ardiente y generosa tenía la libertad fervorosísimo culto,

Londres,

la tiranía

desplegada por aquel soberano, apenas asen-

y entre

ellas

con

el

doctor don Servando Teresa de Mier, de quien ya hemos

puertas de la patria al intrépido Mina, pero en su alma

y

y no tardó en estrechar rela-

distinguidas,

ocasión bajo

de hablar el

nombre

^

y que había publicado en doctor Guerra,

del

su segundo apellido, la Historia de

la,

que era

revolución de

tado en el trono de sus mayores, y las terribles perse-

Nueva España,

cuciones de que hizo blanco á todos los patriotas,

hombre célebre y un personaje verdaderamente novelesco. La amistad con Mier y la comunicación frecuente con varios comer-

decidieron, intentar en

de

acuerdo con su tío Espoz y Mina, á Pamplona un movimiento revolucionario en

pro del restablecimiento de la biertos

lo

sus planes,

Constitución

i.

Descu-

uno y otro huyeron á Francia, y

don Servando Teresa de Mier, con fecha 15 de setiembre de 1816, y publicada en la Colección de documentos de J. E. Hernández Davales,

tomo

VI, pég. 916.

fomentar, en beneficio de

ciantes ingleses que deseaban



Historia general de España, Don MonESTO Lafuente. tomo V, pág. 124, edición de Barcelona, 1880. * Capítulo VI, lib. II, pág. 305. Véanse amplísimos detalles res'

Mina

dice en su proclama de 25 de abril de 1817 que á su regreso ó España el ministro Lardizábal le ofreció el mando de uno de los cuerpos de tropos destinados á Nueva España, pero que rehusó admitirlo. Véase también carta escrita en Baltimore por '

después de haber sufrido persecuciones

peligros sin cuenta, que hacen de este

pecto del doctor Teresa de Mier en la voluminosa causa que le formaron las jurisdicciones unidas y la Inquisición desde 1817, en que fué aprehendido en Soto la Marina y que se halla publicada en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, ,

págs. 638 á 950.

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

559

sus intereses, la separación política de las posesiones de

España se entienden

España en América,

favoritos

indujeron á elegir

le

de México para combatir desplegar

el

vireinato

despotismo de Fernando y actividad auxiliando á los que en este

su

el

porque

;

gracias

sus

ellos,

emancipada

exclusivas,

amigos

parientes,

América no

la

y

habrá

ventas de gobiernos, de inten-

ni

dencias y demás empleos de Indias; porque abiertos los

suelo luchaban por conquistar sus derechos de hombres

puertos americanos á las naciones extranjeras, el comercio

libres.

pasará á una clase más numerosa é ilustrada; y porque libre la América, revivirá indubitablemente la industria

Parece que en

de Mina y en aquel su

la resolución

espíritu cosmopolita de libertad de

animado, entraban por mucho de

que estuvo siempre

dogmas fundamentales

los

francmasonería, de la cual era ardentísimo adepto.

la

Introducida en España por los franceses

esta institución

,

española, sacrificada en el día á los intereses rastreros de

crita al lugar

de avanzadas ideas, bien por afición á

mente

novedad, bien

hombres

La

españoles no degenerados.

había atraído á su seno á hombres de elevada posición ó la

La causa de

unos pocos hombres...

justa, es la causa de los

ameiñcanos es

los

es la de los

libres,

patria no está circuns-

en que hemos nacido, sino más propia-

que pone á cubierto nuestros derechos indivi-

al

por los principios de beneficencia, de tolerancia y de

duales.

libertad que

su bárbara dominación sobre vosotros y sobre vuestros

principio'

constituían su emblema.

y mirada con horror por

Anatematizada

la generalidad,

al

tanto

Vuestros opresores calculan que para restablecer

hijos es preciso

parlamento

por las pavorosas escenas que se contaban de las logias

masónicas como por las excomuniones contra

de los anglo-americanos , decía:

ella fulmi-

justificar

al

en

pleno

nadas por algunos pontífices romanos, acabó por reunir

«América está obstinada

en haz vigorosísimo á todos los que, perseguidos por la

"rebelión.

intolerancia religiosa

"de

y

feroz absolutismo, necesitaban

el

defenderse y auxiliarse mutuamente, y trabajar por

el

Me

"los instrumentos

"todo

y de

policía

la Inquisición

,

evitar

vuelta á la vida por

y despótico Fernando.

loso

idénticos

dice

efectos,

el

de la

vigilancia

la

el

Lafuente,

historiador

y

el

la

que se halla en manifiesta

que

resista.

Tres millones la

serían después

más adecuados para imponer cadenas á

el resto.»

Las relaciones

rece-

«Iguales causas producían

resistencia

que indiferentes á los impulsos de

precauciones

para

\

la

célebre

el

«Nos aseguran que

"libertad se sometiesen voluntariamente,

restablecimiento de la libertad, bien que con todas las posibles

,

glorío, señor, de

habitantes

Con razón

esclavizar el todo.

Pitt,

políticas

que

Mina durante

tuvo

su residencia en Londres y los auxilios que recibió

muchos

americanos

de

originarios

,

México y de

de los

sistema de opresión traía las conspiraciones, cuyo hilo

países de la América Meridional, le permitieron salir de

no se había cortado, y cuya madeja estaba en

Liverpool

dades secretas.

mismo

objeto,

Si no todos

no hay duda que muchos se afiliaban en

las logias con el fin de sacudir el

y de

las socie-

asociados llevaban el

los

la intolerancia

teocrática

,

yugo del absolutismo

y de restablecer ó

la

Constitución de 1812 ú otro gobierno igual ó parecido."

En

la libre Inglaterra

dos que no buscaban

como

,

inmediatas necesidades

Mina

halló

numerosos

los de España,

el

afilia-

remedio de

y su alma apasionada y joven se inflamó al contacto de extensas y nobles ambiciones. Pero no perdía de vista, en medio de su entusiasmo por la

,

de los principios de libertad, la oprobiosa

difusión

coyunda que pesaba sobre España.

Herir

al

en

tirano

15 de mayo de 1816, abordo de un bergantín

el

fletado por su cuenta,

acompañado del padre Mier y de

veintidós oficiales españoles, italianos é ingleses, siendo

su propósito dirigirse á los Estados Unidos de América,

donde reforzaría su expedición y acordaría con don José Manuel de HeiTera, plenipotenciario del Congreso mexicano, á quien pensaba hallar en

more,

la

manera de

Washington ó en Balti-

hacia el puerto de Boquilla

dirigirla

de Piedras y de ponerse en comunicación con

Congreso, al

el

abandonar

Tehuacán. la

las playas

Durante

de Inglaterra

la travesía

sufrir el jefe

mismo tiempo á americanos y á españoles.

junio,

el

al

pisar las playas de

Nuevo Santander,

opresor los medios de su dominación: en ellas se

combate por la

pro-

este lado del Océano, decía á los mexicanos

en su proclama saca

las

la libertad;

así,

desde ese mismo momento,

causa de los americanos fué la mía...

empleados y

los

Sólo el rey, los

monopolistas son los que se aprovechan

de la sujeción de la América en perjuicio de los amei'icanos.

Ellos,

pues, son sus únicos enemigos y los que

quisieran eternizar el pupilaje en que los tienen, á

elevar su fortuna

y

la de

sus descendientes

ruinas de este infeliz pueblo.

no puede existir sin

la

fin

de

sobre las

Ellos dicen que la

América, y esto es cierto

maron

el

30 de

marcharon á presentarse á don Luis de Onís,

ministro de

al

de

expedición la indisciplina de cuatro oficiales españoles,

quienes al desembarcar en Norfolk (Virginia)

«De

mismo

debía residir en

,

hubo de

sus dominios de América era á sus ojos emancipar al

vincias de

el

que, según las noticias recibidas por Mina

España en

del plan

los

Estados Unidos, y

y propósitos de Mina:

el

le infor-

ministro pidió

gobierno de esa república que impidiese la proyectada

expedición,

pero á pretexto

de

no

bastantes

ser

los

datos en que apoyaba su demanda y de que no había ley

que

'prohibiese

la

exportación

de

municiones

pertrechos, no se dictó ninguna providencia

y y Mina pudo

dedicarse á sus preparativos libremente.

No terra,

fueron tan encubiertos los que hizo en Ingla-

que

el

gobierno

de

Fernando

no

recelara

el

España

golpe dispuesto contra su autoridad en los dominios de

por

América, y desde octubre de 1814, apenas llegado Mina

si

»

MÉXICO Á TKAVÉS DE LOS SIGLOS

560 á la capital del Reino Unido, ya había

dirigido

á

circulares

Laidizábal

el ministro

comandantes

los

de

los

puertos de México indicando la sospecha que se tenía

de que Mina pasara á alguno de ellos

en

,

entre oficiales y sargentos, habiendo servido muchos de

Don José de Quevedo, gobernador de Vera-

del rey.

prevención directamente,

esta

recibió

y

ministerio quiso evitar la dilación

porque

el

peligro de que se

el

en los ejércitos franceses é ingleses y en las tropas

ellos

de la misma república norte-americana.

A

caso se le aprehendiese y mandase á disposición

tal

cruz,

y prevenía que

taba bajo su bandera á doscientos cincuenta voluntarios,

punto estaba de dar

primera embarca-

la vela la

rumbo á Puerto Príncipe, en

ción con

la

de Haití,

isla

punto de reunión elegido para entrar luego en las aguas

Mexicano, cuando llegó á Baltimore

Golfo

del

el jefe

Álvarez de Toledo, á quien hemos visto tres

interceptase en el camino de México á ese puerto, comu-

español

nicándola por conducto del virey, y en 31 de diciembre

años antes frustrar los patrióticos esfuerzos de Gutiérrez

mismo

del

año

aquel

(1814)

mando

todas

en los puertos de la pro-

las providencias precautorias

vincia de su

dictado

había

á

avisaba

funcionario

que

á la sazón,

virey

Calleja,

i.

fogoso Mina.

del

miento que de sus proyectos tuvo

Aparte del conociministro español

el

Onís, por la denuncia que hicieron los oficiales que con salieron de Liverpool, el que lo era de

por

Congreso,

el

don

él

México nombrado

Manuel de Herrera, y á

José

quien esperaba hallar en Baltimore ó Washington, no se

movió

ni pasó

«El gobierno

nunca de Nueva Orleans.

de los Estados Unidos, dice cartas,

de Medina

del río

el

padre Mier en una de sus

nos repitió la seguridad de obrar, como nos

lo

orillas

Este sospechoso personaje había

'.

continuado en relaciones con los principales

Graves desazones y contrariedades debían retardar preparativos

los

de Lara en Texas y sufrir una completa derrota á

el

gobierno y algunos de

y en Nueva indolente Herrera con

caudillos de la insurrección,

Orleans engañó largo tiempo

al

planes quiméricos de bloqueos llevados á cabo por escuadrillas

Y

ilusorias.

primero

lo

que

hizo

llegar

al

á

Baltimore fué informar á los comerciantes convocados en días anteriores por Smith que el

Congreso había sido

disuelto por Terán; que la anarquía reinaba

de la insurrección

que Mina,

,

en las

filas

la cual estaba á punto de extinguirse;

llegaba á aventurarse en tierras de México,

si

no tardaría en ser asesinado por los mismos á quienes se proponía auxiliar, porque su calidad de español

lo

haría

había prometido por conducto de su enviado en Londres;

odioso entre los insurgentes, y por último, mostraba una

pero como no se hallaba presente

orden de don José María Liceaga, miembro del Congreso

el

ministro de México,

no podíamos transigir sobre las condiciones que imponía Mina, que

aquél en cambio de los auxilios prometidos.»

se había trasladado á Baltimore el 3 de julio (1816), se dirigió entonces

de

esa

doctor

al

acreditado

Granada ante

contra

don Pedro

por los

puertos de la

el

legítimo gobierno de la insurrección

rebelados 2.

Gual, que era

á muchos de los que habían adelantado fondos para los

de Nueva

gastos de la expedición, quienes se apresuraron á reti-

insurgentes

gobierno de los Estados

el

los

Estas noticias, difundidas rápidamente, desanimaron

á Mr. Dennis Smith, rico comerciante

ciudad,

ministro

el

en la que prohibía arribar á

disuelto,

provincia de Veracruz y tratar con sus jefes,

Unidos;

al

Mr. Dennis Smith no se dejó llevar del

Sólo

rarlos.

joven veracruzano don Miguel Santa María, secretario

pánico, y «desplegando toda su bizarría, dice el doctor

que había sido del diputado á cortes Arizpe;

Mier,

Revenga, que

lo fué del ilustre

al caballero

y á don Manuel

Bolívar,

Torres, autor de varias obras en que se defendía la

independencia de la América española.

Este grupo de

entusiastas amigos de la libertad acogieron con júbilo

de Mina, y

proyecto

el

primero,

el

Mr. Dennis Smith,

convocó á los principales comerciantes de Baltimore y propuso auxiliar la expedición,

les

reuniéndose

desde

luego

una

lo

crecida

cual se efectuó,

suma para

los

entretanto, escribió al ministro Herrera, al

gobierno hallarse

de

superior

en

la

revolución,

Tehuacán, y

al

general

que don

creía

deber

Guadalupe

y anunciaba

al

gobierno que se prometía estar en

aquella ciudad hacia los primeros días de octubre.

Estas

importantes comunicaciones fueron confiadas á un joven

que

este caballero estaba ya retirado del comercio y contento

Y

con su copioso caudal." célebre

personaje

desde

escribió

el

mismo

Galveston en

14 de

en la carta que

diciembre de 1816 á don Antonio Sesma, dice

lo siguiente:

«Por la generosidad de Mr. Smith y mi amistad con su hermano Alejandro volvimos á restablecer tal cual el crédito

del gobierno

yendo

el

mexicano en nuestro favor, y se general (Mina) á reunir sus buques

en Puerto Príncipe saliese reunida toda la expedición

para este puerto, adonde de informar

al ministro

Vencidas

Victoria, informándoles de los preparativos de la expedición,

proceder tanto más admirable cuanto

resolvió que

gastos que en ella se erogasen.

Mina,

testigo presencial, se encargó de los gastos de la

expedición,

en

me

dirigí

yo con la comisión

Herrera.

parte,

y

á

de

fuerza

perseverante

energía, las dificultades que surgieron al publicarse las noticias

del

estado en

noticias ciertas en su

que se hallaba

mayor parte,

la

i\Iina

insurrección, hizo

salir

el

llamado Laborde, quien se dirigió á Boquilla de Piedlas 1

á bordo de una goleta americana. '

póg.

Véasesuoflcioen 51.

el

Cuadro

Al mismo tiempo alis-

histórico de Bustamanle,

tomolV,

Cniíflulo

VIH,

lib. II,

pág. 390 y 3JI, y

la

tercera ñola al calce

de esta última. « Véase carta del padre Mier dirigida á don Antonio de Sesma, Colección de documentos de J. E. Hernández DávaloS; tomo VI, pégs. 910y 911.

)

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS 28 de agosto (1816) de Baltimore al mismo buque en

que había venido de Inglaterra, expedido por

la

aduana

para San Thoraas, pero al llegar cerca del fuerte

Henry tomó á su bordo

la dirección del coronel

y soldados, bajo

oficiales

hombres,

doscientos

Mac entre

alemán

conde de Euuth, siguiéndole una goleta con una compañía de artillería al

mando

Ambas embarcaciones

coronel Myers.

del teniente

mar adentro

se hicieron

1."

el

de

calmas que reinaron á la sazón en

las

teniente coronel Daly.

que hicieron encallar á

ble

en

embarcación

la

salió

montada por

Baltimore

de

conde de

el

un bergantín

en

el

la tripulaban

,

de los el

Sin gente útil para la maniobra,

ese buque fué llevado á remolque por el bergantín, en

la

Mina

que

los

contándose en este número

perecieron ocho,

cuales

que

Euuth.

que domina en aquel

fiebre amarilla,

y atacó á todos

la goleta

en

averías

las

extenso archipiélago, no tardó en declararse á bordo de

el

causaron grandes

La

formaban.

la

setiembre y llegaron á Puerto Príncipe, en Haití, con

goleta y

mar de

el

Antillas retardaron el andar de los pequeños buques que

dos días de diferencia, en medio de desatados huracanes, la

561

no hizo más que una víctima.

la fiebre

También

embarcación mayor se desató con furia la terri-

enfermedad, pero muchos de los atacados por salvaron,

se

Hennessy,

doctor

del

á

gracias

la diligencia

médico de

y

expedición.

la

ella

eficaz cuidado

Así

llegaron á la isla del

Gran C.iimán

dirección á Puerto Príncipe; pero antes envió á Galves-

donde

de tortugas, con cuyo alimento

ton al doctor Mier encargándole que se pusiese en con-

y

27 de setiembre acompañado de varios

tacto con

y con

presbítero Herrera, ministro del Congreso

el

mexicano en

oficiales

Estados Unidos de América, á quien se

los

creía residente en

Nueva Orleans

ó en sus inmediaciones,

y que adquiriese toda clase de informes á fin de intentar con éxito el desembarco en Boquilla de Piedras. La goleta

General Jackson que conducía

azotada por fuertes tempestades

al

doctor Mier,

doblar la punta de

al

«Ya

mente á Nueva Orleans. i,

Herrera

no estaba

allí el

dice Mier en la carta que antes

pero encontré

al

Ortiz de Zarate

,

Mina y

señor

ministro

hemos

citado,

y á don Cornelio secretario de Herrera y con el nombre Iturribarúa

fiebre

la

drilla,

Galveston

el

porque

dos buques,

Caimán con

isla del

la

continuar

su derrotero la escua-

Siguió

amarilla.

reducida á

quedó en podían

y

viaje,

el

goleta

la

se

enfermos que no

los

la

expedición

arribó

á

24 de noviembre (1816), después de una

penosa navegación de treinta días,

contados desde su

salida de Puerto Príncipe.

Mina fué bien acogido por Aury, quien

Florida, volvió á Baltimore, de donde salió nuevamente

aquel presbítero en otro buque que lo condujo directa-

vientos frescos que entonces empezaron á soplar

los

cesó

proveyeron

se

sur de Cuba,

al

,

proveyó de

le

víveres frescos para la sufrida gente que le acompañaba.

No pudiendo barra,

las dos

dispuso

descarga

la

de

jefe

el

en

embarcaciones franquear

la

operación ordenó

,

de la

costa

que

isla,

á

dirigiesen

se

estrecha

la

expedición que se hiciese

la

y terminada esa Nueva Orleans

víveres, buques y gente, con cuyos recursos podremos

para conducir las municiones y pertrechos que allí tenía comprados anticipadamente. Al sur de un reducto que

dar un golpe de mano en determinado punto, y

Aury había comenzado

de

mos

mío conseguí luego auxilios de dinero,

el

buen éxito

allí

llevaremos

gobierno

al

si

logra-

nacional

el

,

Puerto

Príncipe,

buques

que

mermada por

hallándose

habían

le

fletó otra

con

expedición

la

llegaba

á

en malísimo estado á los

precedido

las deserciones.

que fué abandonada en

Mina

de

jefe

á construir se alzaron las tiendas

nuevo campamento, que se reforzó con

Para

el escollo

el auxilio del

á

y

su

tripulación

sustituir á la goleta

que

le

hizo inservible,

general Pétion, que era

y

se equipó á los oficiales

ocupó Mina en

la

y soldados.

organización

con los voluntarios que se presentaran en

que ignoraban

los oficiales extranjeros

Mina en persona,

quienes, á su vez, acababan de abandonar una nave de

americano Young; puso

guerra de

Myers;

nación.

rumbo á

la isla

Terminados estos preparativos, á la

mar

el

21 de octubre con

de San Luis ó de Galveston, pegada casi

á las costas de Texas, donde Mina creía poder organizar

el

cimiento militar

,

de acuerdo con

el

allí

un estable-

ministro

Herrera,

Lenta y penosa fué

la

marcha de

la escuadrilla,

pues

de

1."

á poco

artillería

la

lo

sucesivo:

idioma español

Guardia

infantería

á

cuyo mando tomó coronel norte-

al

á las

órdenes

del conde de Euuth,

de línea formó

cuyo

el

de

y con

cuadro de un regi-

frente

colocó

mayor

al

Salió

de Nueva Orleans

el

doctor Mier y llegó á

Galveston (mediados de diciembre de 1816) cuando ya

Mina había que

era

establecido

portador

su

campamento.

trastornaban

adoptado por este último, pues ni hallaba en los Estados Unidos

Se recordará que don José Manuel de Herrera se hulloba en Tehuacán de regrepo de pu misión ú los Kftados Unidos de América desde noviembre de aquel año (1816). (Véase cap. II, lib. 111.

el

español don José Sarda.

de

para levantar en armas la vasta provincia de Texas.

cediéndolo

la caballería á las

nombre de

miento

formalmente su expedición con ayuda del comodoro Aury, de quien tenía noticia que había formado

seguida se

fueron destinados á una compañía que se llamó

plazó á los desertores con algunos marineros franceses,

su

En

de su pequeña tropa,

de honor del Congreso mexicano,

escuadrilla se hizo

caño-

formando cuadros de regimientos que habían de llenarse

entonces presidente de la república de Haití, y reem-

la

cu;itro

nes, hízose la clasificación y arreglo de las municiones,

mayores auxilios y fuerza." Entretanto

del

el

sino

el

Las

plan

noticias

primitivo

ministro Herrera se

en

México,

ni

el

'

T. III.-71.

puerto de Boquilla de Piedras pertenecía ya á los inde-

pendientes,

porque

en

noviembre anterior había sido

MÉXICO A TEAVKS DE LOS SIGLOS

562 ocupado por

teniente coronel don José Rincón ^, y

el

para aumentar las dificultades de la expedición

Laborde regresó en

que se

la goleta

joven

el

había confiado

le

clones y algunos oficiales que sustituyeron otros que se separaron, entró

de Galveston

confirmando la noticia de la toma de Boquilla de Piedras

por los realistas, y anunciando que Nautla también había sido ocupado por éstos.

De

esta suerte

abandonar

de

desembarcar en Boquilla ó

proyecto

el

Mina hubo de

,

Nautla para ponerse desde luego en comunicación con

Mier

doctor

Pero

y Terán.

Victoria

eran

no

nuevas llevadas por

las

si

satisfactorias

armada en guerra, con

cambio

en

,

el

traía

nombre de Congreso Mexi-

el

cano, una de las embarcaciones que Mina había enviado á

Nueva Orleans inmediatamente después de su

llegada

á Galveston.

En

los

primeros días de 1817 Mina recibió propues-

Nueva Orleans para

tas de varios individuos de

hombres

tarle

de apoderarse Floridas,

facili-

armas y otros recursos de guerra, á

,

de

Panzacola,

y aunque

entonces

proyecto

este

de

capital

las

miras del valiente navarro, resolvió trasladarse á aquel puerto con

el

propósito de aprovechar en beneficio de su

expedición los elementos que se le ofrecían.

Durante

la

mando

ausencia de Mina

al

en

Galveston

sucesos

importantes.

de Nautla y

do que todo

el

de la provincia de Veracruz

litoral

!?e

hallaba cubierto por tropas realistas, Mina decidió diri-

de Nuevo

á la costa

girse

donde no era

Santander

probable que esperasen su aparición los soldados virei-

No

nales.

pudiendo

que

éste

comodoro Aury se

el

ofrecimiento

el

acompañarle hasta

de

hizo

le

que

lograr

hubo de conformarse con

uniese con él,

el

punto del

desembarque. Apresuráronse los preparativos, y puesta la expedición á bordo de los buques comprados por Mina

y de

otros que fueron apresados, dio la vela en

número

de trescientos hombres á principios de abril de 1817.

La

En

escuadrilla se componía de siete embarcaciones.

Cleo])atra iban

la

Mayor, con de línea;

á bordo del

Arago y

coronel

general Mina y su Estado

el

guardia de honor y

la

las

Nepluno

primer regimiento

el

comisario

el

teniente

en dos bergantines

provisiones;

cuadro del regimiento de la Unión con

el

en una goleta armada

coronel Perry;

el

comodoro Aury

el

ocurrieron

con la compañía de artillería, y la caballería á las óide-

El coronel Perry,

nes del general conde de Kuuth, y á bordo de la goleta

del coronel venezolano Montilla

ron

los puertos

Boquilla de Piedras, como antes hemos dicho, y sabien-

apresados

cuyas tropas queda-

,

y

puerto

el

16 de marzo de 1817.

el

Cerrados para la expedición

fin

entraba en las

no

á Montilla

nuevamente en

,

subalterno de Aury, fué destituido por éste del

mando

que ejercía y reducido á prisión en su alojamiento; pero que obedecían directamente

Elena Tooker y de un buque pequeño quedado

habiéndose

expedicionarios,

resto de los

el

en

Galveston

el

primero,

bergantín Congreso Mexicano. Apenas se levaron anclas

corrieron á las armas decididos á libertarle. El comodoro

sobrevino un fresco viento de poniente que anunciaba un

soldados,

los

al

hizo marchar contra ellos al coronel Savary con ochenta

hombres y un cañón; de

primer

su

mas

intento,

inmediatamente

desistiendo

contraorden á este

dio

oficial,

en libertad á Perry y permitió á éste y á sus soldados que escogiesen el servicio que más les acomopuso

dase,

con

el

que Perry se

Mina y formó con

los

suyos

de infantería llamado de

la

en las banderas de

alistó

el

cuadro de otro regimiento

Unión.

Mientras surgió esta

desavenencia, Montilla se puso sobre

las

armas y se

mantuvo encerrado en sus atrincheramientos

'^.

el

nado

que

impedir

á

oficiales, bajó

creyeron que eran embarcaciones de esa nación proce-

ataque y

se acercasen á proveerse de agua, sino que vendieron

á

los

algunas

marineros

brar uno de éstos,

y que

los españoles sino á la tiranía,

la

en

guerra á

empresa á que

tiles.

Aprovechando, sin

entonces

transporte,

el

en reemplazo del

Cleopatra,

que

le

buque de

había conducido

desde Inglaterra, cuyo término de ajuste se había cumplido,

y

el

bergantín Nepíuno.

Con

estas dos

embarca-

se ahogó un joven

'

Capítulo

II, lib. III.

la revolución de México, por W. Robinpon, traducidas por don José Joaquín de Mora. Londres, 1824, pég. 55.

Memorias de

vagan en

y

oficial

al

zozo-

español

y

presentaron

de

la

muy

huyeron á

expedición

bosques, y en seguida se

á los

realistas

los '.

Mina

dándoles

dirigió

amplias

empresa que iban á llevar á cabo, y

las personas

y á

el

les

la

grande

recomendaba

la

respeto á la religión, á

las propiedades.

Memorias de Robinson,

noticias

en aquel punto una

proclama á sus soldados en que les anunciaba

'

sensible

Cuatro hombres de la expedición desertaron

observancia de la disciplina y '

los botes,

nencia en Inglaterra y cuya pérdida fué

para éste.

embargo, su permanencia en

que

las

llamado Dallares, compañero de Mina desde su perma-

invitaba obedecía á intereses puramente mercan-

allí

de

embargo, grandes dificultades á

se le

Nueva Orleans, compró

reses

estrecha barra del Río Bravo opuso,

La

dencia de México, rehusó al cabo tomar participio la

aguada en

á tierra, y como los buques de la escua-

sin

no hacía

hiciesen

piratas

los

enarbolaron bandera española, los del destacamento

drilla

aquellos lugares.

él

escasa provisión de

El mayor Sarda, seguido de algunos

aquellos contornos.

dición no produciría ninguna ventaja para la indepen-

con altivez que

la

un pequeño destacamento de soldados realistas, desti-

toma de Panzacola, pero convencido de que esta expe-

ella, diciendo

consumó

dentes de Veracruz, y no sólo permitieron que los botes

Frecuentes entrevistas tuvo Mina en Nueva Orleans con las personas que le habían propuesto

dilatado viaje; pronto se

agua, y preciso fué intentar renovarla al llegar á la embocadura del Río Bravo del Norte, donde se hallaba

pégs. 57 y 58.

MÉXICO A TEAVE8 DE LOS «¡Comjiañeros de armas! les decía, vosotros os habéis reunido bajo mis órdenes á fin de trabajar por la libertad é independencia de México. Há siete años que este pueblo lucha con sus opresores para obtener tan noble objeto. Hasta ahora no ha sido protegido: k las almas generosas toca mezclarse en la contienda. Así vosotros, siguiéndome, habéis emprendido defender la mejor causa que puede suscitarse sobre la tierra. Hemos tenido que vencer muchas dificultades; yo soy testigo de vuestra constancia y sufrimiento. Los hombres de bien sabrán apreciar vuestra virtud, y ahora vais á recibir su premio, es decir, el triunfo del honor que de él resulta. Vosotros sabéis que al pisar el suelo mexicano no vamos á conquistar, sino á auxiliar á los ilustres defensores de los más sagrados derechos del hombre en sociedad. Hagamos, pues, que sus esfuprzos sean coronados, tomando una parte activa en la carrera gloriosa en que contienden. Os recomiendo el respeto á la religión, á las personas y k las propiedades, y espero no olvidaréis el principio de que no es tanto el valor como una serena disciplina lo que proporciona el éxito en las grandes empresas. Río Bravo del Norte, á 12 de Abril de 1817.— Javier Mina.» Provista

marchó hacia

de

agua

Sur; los vientos que

el

ron del sudeste cargaron

que

los

escuadrilla

la

levó

anclas

al principio

y

sopla-

oeste con tanta intensidad

al

buques se dispersaron

,

y como eran escasos

los

SIGI,OS

563

nada poco antes por

de Garza, quien espantó á

la tropa

los habitantes diciéndoles que Mina, á la cabeza de una

cuadrilla de herejes, venía resuelto á cometer todo género

Grande fué

de desmames.

la sorpresa

Mina

casas, ordenando que volviesen á

le

Y

obedeciesen.

alcaldes

otras

y

Robinson,

el

de dimitir

el

mismo

el

los

que no

nombró

autoridades

mando que

Cleopatm.

Cada hombre, incluso

ción, recibía diariamente

se

la

de la expedi-

el jefe

media galleta, algunas almen-

dras y una corta cantidad de agua.

embarcaciones

Mina en

con

efectuó

el

Reunidas

desembarco

al

fin

en

las

lado

el

«Entonces,

locales.

había confiado, como

se le

lugar fué nombrado comandante de la caballería

Una

el

lo

su

capi-

el

grado de mayor.»

de las primeras disposiciones de Mina fué esta-

blecer una

poniéndola Infante,

En

buque del comodoro Aury.

tán Maillefer, á quien se dio

dice

Ruuth manifestó su deseo

coronel conde de

efectuó, volviendo al

que habían

jefe de la expedición

imprenta que había bajo

y

dirección

la

primero que en

lo

del

doctor

En

sus

naves,

don Joaquín pro-

ella se publicó fué la

clama ó manifiesto que hemos citado capítulo.

en

traído

al principio

de este

ese largo documento refería Mina los ser-

nente, pintaba con enérgicos rasgos

iban

los

ellas

salido con Garza, so pena de confiscación á

vicios que á la libertad había

que

satis-

ofreció proteger las

vidas y bienes de los que estuviesen tranquilos en sus

ciones,

las

mayor fué su

tropas se hizo en orden completo, y facción al saber que el general

víveres de á bordo, las tropas sufrieron grandes priva-

especialmente

de los que perma-

necieron en la villa al ver que la entrada de aquellas

hecho en

el

el

antiguo conti-

opresor absolu-

tismo de Fernando, describía en estilo elevado y poco

común

en

aquella

época

intereses

los

bastardos

que

estaban ligados con la dependencia de gran parte del

americano

continente

al

trono

español, y dirigiéndose

izquierdo de la boca del río de Santander ó de Soto la

á los hijos

Marina (15 de

día, dice

«Permitidme, mexicanos, participar de vuestras glorio-

Robinson en sus Memorias, dos hombres se presentaron al general Mina, y por ellos supo que el teniente coronel

sas tareas; aceptad los servicios que os ofrezco en favor

abril de 1817).

don Felipe de la Garza,

«En

el

mismo

comandante del

distrito,

se

de

esta

parte

del

mundo, terminaba

así:

de vuestra sublime empresa y contadme entre vuestros compatriotas.

¡Ojalá acierte yo

á merecer este título

hallaba á la sazón con algunas fuerzas en la población

haciendo que vuestra libertad se enseñoree, ó sacrificán-

de Soto la Marina, situada sobre una altura y distante diez y ocho leguas de la boca del río. Los dos hombres

decid á vuestros hijos

parecían

francos

servir de guías

se ofrecieron á y bien dispuestos y acompañaron á una partida de la expe,

dición que salió en busca de caballos; pero en la primera

ocasión

oportuna desaparecieron, y luego se supo que

eran espías enviados por del

número y calidad de

La

el

mismo Garza á informarse

estrecha barra del río de Santander no permitió

descargasen los pertrechos quedando aquéllos anclados fuera del río y arrimados á la costa.

en

y

el sitio el día

la

22 se puso en marcha con dirección á

hemos

leguas de

río.

la

división;

boca del la

"dada en sangre por españoles serviles, vasallos abyecntos de un rey; pero hubo también españoles liberales y "patriotas que sacrificaron su reposo y su vida por

"nuestro bien."

A

— Soto la Marina 25 de abril de 1817

pesar de que

el

^"

comandante realista don Felipe

la

auxiliasen

de alguna manera

al

general Mina, éste vio

con satisfacción que más de cien hombres se le presentaron en los primeros

días, contándose

entre

ellos

el

Marina,

hermano

la

nos caballos que fueron de grande utilidad á la pequeña

villa

y ocho

pié á la cabeza de

vanguardia, formada de

Entonces, en recompensa,

Esta tierra fué dos veces inun-

teniente coronel de realistas don Valentín Rubio

dicho, se halla á diez

Mina iba á

«

:

acampó

división

donde en un tiempo se alzó Soto

actual, la que, según

la

La

mi propia existencia!

de la Garza conminaba con terribles penas á los que

los invasores."

paso de los buques, y necesario fué que los botes

el

dole

guardia de

honor, de la caballería y de un destacamento del primer

regimiento de línea á las órdenes del mayor don José Sarda, entró en Soto la Marina sin oposición, abando-

el

y su

teniente don Antonio, quienes facilitaron bue-

' Véase epte monifiepto en el Apéndice (áocumenío núm. \i). Alamí'in inserta este documento en su Historia, tomo IV, y dice que

Mina lo hal)!a publioudo en Gulveston por primera vez el 22 de febrero de 1817. Hallándose notables diferencias entre el documento publicado por Alam.in y el que figura en la Colección de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, págs. 863 y siguientes, nosotros hemos dado la preferencia á este último por la fundada desconfianza que nos inspira aquel hisloriador.

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

564

Algunos voluntarios más se alistaron sucesiva-

división.

mente, y casi todos permanecieron

y valientes

fieles

al

Repartía Mina su tiempo entre la organización de su reducido cuerpo de ejército y las frecuentes correrías las cercanías de Soto

que hacía en todas direcciones por

En una

de ellas se dirigió á la hacienda de

don Earaón del Moral,

Palo Alto, cuyo propietario,

le

había ofrecido auxilios y luego ausentádose sin entre-

un rancho distante once leguas de

garlos á

Sabedor

la

villa.

jefe de la expedición de esta huida, destacó al

el

coronel Perry con ochenta infantes, quienes, en efecto,

se comprendía la de

jefe por tener

Pero

Garza

por

improviso

de

coronel

teniente

el

frente de fuerzas superiores, abandonaron el

al

Nuevo Santander,

Y

distancias.

para destruir á

Santander, dispuso fragata

la

llegar

país

al

goletas el

el

el

venta del bergantín Congreso Mexicano,

boca del

y

río

vela con el resto de la

la

de Santander la Cleopatra,

Elena

la goleta

La

JVeptuno

desembarco de Mina llegó con rapi-

Nueva España y produjo

sobresalto en el gobierno vireinal

prevenciones

las

el

la

TooJicr.

noticia del

dez á la capital de

y

que se había

rumbo á ese puerto, permaneciendo en

escuadrilla

la

natural

pues la fama de Mina

,

de los ministros

reiteradas

de

la

metrópoli para que se impidiese la invasión que proyec-

taba la

Apodaca,

hacían doblemente temible.

lo

al

llegada del bravo navarro á la provincia de

saber

Nuevo

reforzada con las



Belona y Proserpina, armadas en guerra por

consulado de aquel puerto.

Don

Francisco

Sahína, se

de

en efecto,

dirigió,

comandante

Beranger,

que formaba en

división

y municiones destinadas á días Armiñán á

Panuco, se presentó ante los buques de Mina

orillas del

en la mañana del 17 de mayo.

La

Elena

goleta

Ñau tía y de

Boquilla de

Piedras.

Preciso era enviar á su encuentro fuerzas respetables

que impidiesen su avance hacia Ordenó, en

Armiñán,

al frente

coronel

el

orilla del río

debían unírsele, y en efecto se

con una sección de

caballería de Durango, el oficial de la

don Francisco de cingo, el el

las Piedras,

mayor Eáfols con

capitán

Terrazas

con

debiendo unírsele también

con

el

misma graduación,

escuadrón de Tulan-

el batallón 1.°

un el

Panuco, donde

incorporaron rápida-

le

teniente coronel Melgares

el

don Benito

de las tropas que le obedecían en la

Huasteca, marchase hasta la

mente,

de la colonia.

el interior

que

consecuencia,

piquete

Americano, y

de

Río Verde,

capitán Viliaseñor con un

escuadrón de Sierra Gorda que se hallaba en Valle del Maíz.

Para cubrir

los

tropas reunidas bajo el

y la Belona. Entretanto, la tripulación de la Cleopatra se había echado á los botes y pasado á tierra, dirigiéndose luego á Soto la Marina donde dio á

La

noticia de la pérdida de sus buques.

se acercó con gran cautela á la

tenía aún defensores

y

le

ningún

movimiento

armados que

la

en

fragata

le

ella,

á

Márquez Donayo que extendiese su división en Misantla

y

sus

contornos,

y

varios

batallones

contestaba ni se

echó

al

y

importantes y sendas carreteras de México á Vera-

ciuz, que pasan por Orizaba y por Jalapa. división de Armiñán,

afrontar á

Mina

,

cuanto

contaba

el

Aparte de

la

gobierno vireinal, para

con la que mandaba

el

al

mas

hacía

agua sus botes

encontraron completamente abandonada. el

cañoneo que acababa de

algún

sin

comandante

que fuera posible

armamento que quedaba á bordo.

Neptuno, abandonado también, y varado

en la arena aun antes de la llegada de la escuadrilla española, fué dejado por ésta en

sitio

el

que ocupaba,

pues se observó que las aguas no tardarían en desbasin

llevar ningún

trofeo, pero allí le recibieron los realistas

como vencedor

Beranger volvió á Veracruz

ratarlo.

y

en

parroquia

la

se

cantó

solemne

un

Apodaca, por su lado, mandó insertar en

pomposo parte del comandante de

la

la

Te-Deuin.

Gaceta

el

Sabina y concedió

á todos los individuos de la escuadrilla un escudo que

debían llevar en

Al

el

brazo derecho con

importante servicio en Soto la

Mina

el

siguiente lema:

Marina.

recibió con serenidad la noticia de la pérdida

de sus embarcaciones,

y ese mismo día (18 de mayo)

publicó la siguiente proclama:

escuadrones

salieron de la capital para defender los llanos de Apara y las

En

antes

la

Salina

Cleopatra creyendo que

mandó incendiarla inmediatamente salvar

Mina

disparó dos andanadas;

viendo Beranger que no se

puntos que desguarnecieron las

mando de Armiñán, prevínose

TooJier,

apenas avistó á las embarcaciones realistas, levó anclas y huyó velozmente perseguida en vano por la Proserpina

recibir le había causado tales averías que el

de

Tam-

aquellos

había recomendado ejercer á los comandantes respectivos barras

la

con su escuadrilla á la

Sacáronla á la mar, pero

las

de

barra del Santander, y después de desembarcar en

Santander, juzgó inútiles la precaución y vigilancia que

en

expedi-

la

barra del río de

en la que acababa de

mariscal Liñán,

pico un cargamento de armas

comodoro Aury, después de contratar con Mina

la

gobierno que saliese de Veracruz

la

Entretanto,

buques de

los

guerra Sabina,

de

por considerables



que habían anclado cerca de

ción,

nueve soldados realistas fuera de combate.

quedado en Galveston, dio

bien no podía

si

que reunir á sus tropas, dispersas en una

rico botín que acababan de conquistar no sin poner á

el

de Oriente entre las que

vasta extensión y separadas entre

sorprendieron á del Moral y le quitaron cuanto tenía. atacados

las Provincias Internas

esperarse desde luego una eficaz acción de parte de este

lado de sus nuevas banderas.

la Marina.

dondo en

brigadier Arre-

«Soldados españoles del rey Fernando: Si la fa?cinación os hace instrumentos de las pasiones de un mal monarca ó de sus agentes, un compatriota vuestro, que ha consagrado sus más preciosos días al bien de la patria, viene á desengañaros sin otro interés que el de '

Véase

flnal del capitulo anterior.

MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS verdad y la justicia. Fernando, después de los sacrique los españoles le prodigaron, oprime á la España con más furor que los franceses cuando la invadieron. Los hombres que más trabajaron por su restauración y por la libertad de ese ing-rato arrastran hoy cadenas, están sumidos en calabozos ó huyen de su

Para hacer frente á

la

ficios

crueldad. Sirviendo, pues, á tal príncipe servís al tirano de nuestra nación, y ayudando á sus ag-entes en el Nuevo Mundo os degradáis hasta constituiros verdugos de un pueblo inocente, víctima de mayor crueldad por iguales principios que los que distinguieron al pueblo español en su más gloriosa época. «Soldados americanos del rey Fernando: Si la fuerza se mantiene en la esclavitud y hace que obliguéis á seguir en ella á vuestros hermanos, tiempo es de que salgáis de tan vergonzoso estado. Un esfuerzo ahora bastará á sacudir el yugo que os encorva y realzaros á la dignidad de hombres de que estáis privados há tres siglos. Unios á nosotros que venimos á libertaros sin más fin que la gloria que resulta de las grandes acciones. El suelo precioso que poseéis no debe ser eternamente el patrimonio del despotismo y de la rapacidad. No interrumpáis la carrera de vuestros destinos. Si perdéis esta ocasión, contrariáis á las miras de la Providencia, que os proporciona en ella la mejor coyuntura para cambiar vuestra abyección y miseria en elevación y prosperidad. ¡Qué triste experiencia tenéis de la metrópoli y qué dolorosas lecciones habéis recibido de los malos españoles que para oprobio de los buenos han venido hasta aquí á sojuzgaros ó á enriquecerse á costa vuestra! Si entre vosotros hay quienes abanderizados con ellos hacen causa común para oprimiro.s por cobardía, interés ó ambición, abandonadlos, detestadlos y aún destruidlos. Son peores que los tiranos principales á quienes se juntan, pues degeneran de su naturaleza y sacrifican sus más sagrados deberes á tan rastreras pasiones. «Soldados españoles y americanos: Dejad á esos viles caudillos y acudid con nosotros al campo del honor donde tremola el lucido estandarte de la libertad. Vosotros seréis felices contribuyendo á la emancipación de este país, y los laureles que ceñirán vuestras frentes en defensa de la más justa causa serán un premio inmarcesible superior á todos los tesoros.»

565

reunidas por

fin

tardarían en avanzar contra Soto la Marina, dispuso el

general que se construyese un fuerte al oriente de esta

en un

villa,

obra por

próximo á

sitio

ingeniero Rigual

el

Estos nobles y viriles acentos en que se reflejaba

el

ción no sólo en los que con el

arma

al

brazo sostenían á

dominadores de su patria, sino también en los espa-

los

mismos

ñoles

adictos

régimen

al

constitucional

por

el

monarca y

los

partidarios

esforzado joven que con tanto

defender

del

arrojo

absolutismo.

El

presentaba á

se

Dirigida la

toda la división trabajó en

,

donde se montaron cuatro carroñadas de piezas de campaña, los obuses

en

sitó

el

fuerte

buques, las

los

y dos morteros; se depoy una parte

gran cantidad de municiones

él

del cargamento del

Neptuno, y

cuidó de almacenar

se

algunas provisiones, suficientes para resistir tres meses.

Cien hombres

mando

al

mayor Sarda fueron designa-

del

dos para guarnecerlo, y este

orden de sostenerse hasta

superior recibió la

oficial

asegurándole

lo último,

el jefe

de la expedición que dentro de poco tiempo volvería á obligar al enemigo á levantar el sitio, si se atrevía á

ponerlo ^

Antes de marchar Mina hacia que

Perry,

había

dado

contento,

aprovechó

general,

y arengando que

peligros

los

ocasión

la

el interior,

á

sus

de

des-

de estar ausente aquel soldados

aguardaban

les

el coronel

muestras

repetidas

en

les

manifestó

arriesgada

tan

empresa y les excitó á que le siguieran á los Estados Unidos de América; y el mayor Gordon, varios oficiales y cincuenta y un soldados se dejaron seducir, y guiados por él marcharon inmediatamente hacia Matagorda, donde creían

hallar

vecina.

En

botes que los transportasen

camino,

su

perseguidos por

Martínez,

el

quien

y

los

aventurado

y

á la nación

salió

de Béxar en su seguimiento

Ya

suyos se internaron en un bosque, y

tendidos

en

de junio) por

allí

el

fueron

teniente

Hoz, subalterno de Martínez. Defen-

la

de

Perry,

hasta quedar

campo, y su mismo

el

al

cerca de Matagorda, Perry

atacados vigorosamente (fines

don Francisco de

fueron

largo,

teniente coronel realista don Antonio

frente de cien caballos.

jefe,

todos

herido en

el

combate, acabó de arrancarse la vida disparándose su pistola en la cabeza

perseguidores

La

tan

bárbaramente conculcado y con tanta rabia escarnecido

la orilla del río.

con ardor y en poco tiempo se levantó

ella

diéronse con valor los

ánimo generoso de Mina debían producir honda conmo-

tropas de Arredondo, que

las

en Monterey en número considerable no

Mina,

,

para no caer vivo en manos de sus

~.

deserción de Perry, sensible en grado sumo para

no

abatió,

Reemplazó á ese Unión con

el

sin

jefe

mayor

en

embargo, el

mando

Stirling,

su

ánimo

esforzado.

del regimiento de la

y designó á otros oficiales

pueblo mexicano,

para ocupar los puestos de los que habían desertado.

quizás se prometía que los oficiales españoles, afiliados

Hizo acampar la parte de la división que debía acompa-

como

él

los

derechos

oprimido

del

en la francmasonería

despotismo y abrazasen con

,

el

renunciasen

al servicio del

mismo entusiasmo que á

'

Memorias de Robinson, págs.

69 y 71, edición de Londrep,

182Í. í.

él

consumía

de los reyes.

la

defensa de los pueblos contra la tiranía

Tres días después de

la publicación

proclama á los soldados realistas escribió

Arredondo una carta en

la

que

le

al

de su

brigadier

invitaba á tomar par-

y en ese documento reproducía mismas generosas ideas que había procurado difundir

tido por la independencia, las

desde que se decidió á formar su atrevida expedición.

' Véafe parte del teniente coronel Mortfnez en el número extraordinario de la Gaceta correspondiente al 16 de julio de 1817. En las Memoriasde Robinfon se describe con alguna diferencia el fin del coronel Perry. Este militar habla servido en el ejércilo de los Estados Unidos y tomó parte en la defensa de Nueva Orleans cuando fué atacada por el general inglés Packenham; acompañó á Gutiérrez de Lara en la invasión de Texas y se halló en la refriega de Río de Medina, donde fué derrotado Alvarez de Toledo, alistándose en seguida á las órdenes del comodoro Aury, de cuyas filas lo hemos visto pasar á las de Mina.

MÉXICO

566 en

fiarle

á una

la ribera dereclia del río,

de la villa, y a'-abó de disponer

donde debía permanecer también

TRAVÉS DE LOS SIGLOS

i.

distante

lpf¡:ua

defensa del fuerte,

la

doctor don Servando

el

El 24 de mayo de 1817

Mina de su campa-

salió

mento á la cabeza de poco más de con este

abriendo

',

rápida y

puñado

de

sur de

el

Nuevo Santander, siguiendo

provincia de

una

valientes

Marchó hacia

gloriosa campaña.

hom-

trescientos

en silencio durante

muy

división caminó rápidamente

la

primer

el

Al siguiente

día.

y

entró

en estrechos desfiladeros y luego en espesos é intrincados

bosques,

planta

;

Huasteca; pero

la

el

no

quizás

intenso calor

y

humana

por

antes

hollados

de agua en aquellas

la falta

desiertas asperezas fatigaron cruelmente á los

valientes

quienes hallaron algún alivio á sus

soldados de Mina,

padecimientos en una hacienda donde hicieron alto

Repuesta

tercer día de su salida de Soto la Marina.

dirección que siguió

la

Tamesí,

el

tierras de

Mina después

convenció de que

le

verda-

el

dero objeto de éste era invadir la provincia potosina por el

rumbo

En

oriental.

vista de este movimiento, reunió

mismo

sus tropas, y ascendiendo el curso de ese

pendiente.

Ésta,

tomó en

montada

entretanto,

en

hacienda del realista Quintero, había avan-

la

zado con rapidez, y

el

8 de junio (1817) acercábase al

pueblo de Valle del Maíz, donde se hallaba

capitán

el

Villaseñor con su escuadrón de Sierra Gorda y alguna

para

infantería

unirse

Armiñán,

con

dis¡iuesto por el gobierno vireinal.

dió defender el paso

del

orillas

al

«La

la

bir al

conforme

y avanzó hasta una

altura situada á

que

satisfacción

los soldados manifestaron

perci-

al

enemigo, dice Robinson en sus Memorias, con-

dio

don

Ramón

del Moral, pero que fueron abandonados en

seguida por

el

Horcasitas, y al atravesar

de esa población, caballo

y

Llegó

coronel Perry.

el

el río

expedición

Tamesí que corre

teniente Gabet cayó en

sus tropas marchase á un

sitio

número de caballos reunidos por

el

finca suya,

de los soldados del rey; fueron

al servicio

apresados, en

al sur

con su

él

cercano donde sabía que

coronel realista don Cayetano Quintero en una

y destinados

á

Mina dispuso que una sección de

se ahogó.

se hallaba un crecido

la

efecto, setecientos,

esta adquisición fué

y

Desmontóse

los mejores

y

infantería,

la

á

hacer

de

servicio

el

Tanchipa,

de

con

provincia de San Luis, por

Mientras

que

Mina

el

la sierra

de entrar en la

Valle del Maíz.

recorrió

la

espeso arbolado,

agria

y

serranía que separa á Soto la Marina de Horcasitas,

que se apoyaba

en

según las circunstancias.

mente

la espesura,

izquierda del el

mataron á quince enemigos é hirie-

ron á otros muchos y obligaron á los demás á replegarse sobre su reserva.

El general movió entonces

la

á

distancia

pero

considerable.

y fuera de éste hasta

el

general

se

Allí

con

sus

rehicieron

veinte

y obligó á

volvió á atacar, los desbarató

soldados

doscientos

los

realistas por las calles del pueblo

tanto;

cuerpo

cabeza de veinte jinetes escogidos

vigorosamente

y persiguió

el

enemiga flaqueó á su vez,

algiin

hombres huir.

los

Siguió

corriendo tras ellos cerca de dos leguas, les cogió un

Panuco, creyó que la intención de aquél era

cañón y una pequeña pieza de montaña y los derrotó

,

situado

como antes hemos dicho á

completamente.

dencia de Veracruz, á

El enemigo tuvo muchos hombres

fin

de efectuar su unión con

general Victoria: en consecuencia,

,

la división

de Soto

General en jefe con FU Estado Mayor Guardia de honor mandada por el coronel Younfr Caballería (húsares y dragones) ú las órdenes del mayor Mail-

Stirling

Primero de línea, capitán Truvino Artillería

Criados armados

11

31

prisioneros;

en

muerto, pero



al

mundo

del

mayor

Volvió

pueblo y tomó posesión de

al

las

él.

muertos y algunos no hubo ningún Mina de

tropas

algunos heridos.

dad de que dio muestras

el

La

intrepidez

general

y

habili-

en esta ocasión,

inspiraron á sus soldados no sólo un sincero afecto sino

una confianza

sin límites '.«

Después de tan importante ventaja, Mina dio dos

124

lefer

Regimiento de infantería «lu Unión,»

el

no se movió de sus

Según las Memorias de Robinson al pulir Marina estaba formada del modo siguiente: '

Ordenanzas

la

Los tiradores atacaron briosa-

dirigirse hacia la Huasteca para internarse á la inten-

la

Estos

las

coronel Armiñán orillas del

el

ligeras.

cuerpo principal se mantenía firme, dispuesto á obrar

una

revuelta

tropas

enemigo, con intención de desalojarla, en tanto que

principal, y cuando la reserva

Tamesí, se enderezó á

tiradores de la

hombres, en número de catorce, se dirigieron contra un

cargó en persona á

el

que

guardia de honor y del regimiento de la Unión se desti-

naron

pudo montar á todos sus soldados y acelerar su marcha, manifiesta intención

lo

disposiciones necesarias para empezar el ataque.

las

de grande importancia para Mina, pues de esta suerte

que después de cruzar

lo

camino y distante tres leguas del pueblo.

hacienda del tránsito, en la que halló depositados algunos

que se habían quitado pocos días antes á

á

El jefe realista deci-

venció á Mina de que podía confiar en ellos, por

los efectos

que

caballos

los

tropa un tanto prosiguió su marcha, sorprendiendo otra

de

hasta

río

Horcasitas, se puso en seguimiento de la división inde-

Para ocultar

fuerzas realistas de Garza, que no

distantes se hallaban,

que

la sierra

se extiende desde Padilla hasta Horcasitas.

su paso á las

la

paso ó á caerle

el

por la retaguardia cuando hubiese entrado en

de trasponer

de Mier.

bres

acantonamientos resuelto á cerrarle

días

de

descanso

á

tropas

sus

en

Valle

del

Maíz,

56

64 .5

población

rica

entonces

formaba contraste con

la

y

provista

de recursos, que

desolada é ingrata zona que

12 5

308

aquéllas '

acababan

de atravesar.

Memor/as de Robinson,

Había en

págs. 74 ú T5.

el

pueblo

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS algunos almacenes llenos de valiosas mercancías, cuyos

época á los

dueños habían huido

al

acercarse la división expedicio-

al

naria, temerosos de los desmanes y atropellos de que los

acusaban

realistas

Mina.

fundamento á

sin

de

soldados

los

Este general publicó una orden severísima prohi-

biendo

567

frailes

de

orden del Carmen

la

dose al este una

Dada

cubierta

vasta llanura

de alarma, Mina subió á una inmediata

voz

la

enemigo, comprendió

eminencia, y después de reconocer

algunos efectos de que tenía necesidad para

rada á la vista é inmediato alcance

de sus tropas. de que

causó

asombro

Armiñán fuera

más pavorosa

derrota.

Maíz, y aunque

del

en

desaliento

ni

sus

ción que hubiera de

de

nueva no

esta

valientes,

oficiales

creyó

la resolu-

Esa junta no dudó

adoptarse.

del

para

Con

dispuso su plan de combate, fiando

la

res de la independencia en el

y marchar oeste.

del

otros lugares del

violentamente

división

la

Bajio y

que debía evitarse un nuevo encuentro

interior, decidió

en

dirección

al

Así acordado, las tropas salieron durante la noche

mismo 10 de junio por

Luis Potosí, y

el

más en

que llegase espesa

cuerpo principal

el

preguntándoles

cuya marcha anunciaba detrás,

y en seguida

camino que conduce á San

entonces su línea de batalla con la guardia de honor y el regimiento de ia Unión al mando del coronel Young; un

el

á quince leguas

al

Doblando

las

noroeste de San Luis,

de la que habían huido anticipadamente llevándose

Grande

era

el

mayordomo

cuantas provisiones pudieron

hambre que

el

mayor era

valientes, pero

el

sentían

aquellos

cansancio que les atormen-

taba por la presurosa y larga marcha que habían hecho

destacamento de ese último cuerpo, otro del primero de

ral,

de

hallarían víveres en Peotillos, se rindieron al sueño con

esperanza de alimentarse á la mañana siguiente.

Amaneció

día

el

de Mina

soldados

disponían

á

restaurar

sus

su Estado Mayor

la

mismo gene-

y una pequeña reserva de

diez

ascendía á ciento setenta y dos: el resto

pequeña división con

Maillefer

El

flancos.

los el

guerrillas,

permaneció

en

el

la

coronel

Noboa y

hacienda

mayor

el

custodiando

las

municiones y bagajes.

momentos

Trabóse llanura.

La vanguardia

después realista

combate

recio

en

la

formada de varias gue-

y de los jinetes de Sierra Gorda, Tulancingo y Nueva Vizcaya cargaron con furioso ímpetu y arrollaron rrillas

15 (junio de 1817), y cuando los

se

armados se desplegaron en

los criados

y

jinetes apenas

desde Valle del Maíz; así fué que, convencidos de que no

la

respon-

El general formó

á todas partes.

y la caballería fué destinada á cubrir número de estos combatientes, inclusos

cargar.

le

aseguraron que estaban dispues-

le

él

ñeros, llegó en la noche del 14 á la hacienda de Peoti-

criados

terminó

y

querían marchar al encuentro de los

si

á marchar con

tos

,

veía

se

Tres vivas entusiastas y unánimes

enemigos. dieron,

que

polvareda

de

ser desbaratados antes

línea

los

en la

filas

doles que los que tenían al frente sólo eran cuatrocientos

marchas y apenas tomando aliento sus intrépidos compa-

y

de

el arrojo

general con su Estado Mayor las siguió

en las primeras horas del siguiente día.

llos, situada

la

caso exigía

el

Arengó con voz robusta á sus soldados dicién-

momentos era

de unirse cuanto antes á los sostenedo-

que

de los realistas que ya desplegaban sus

llanura.

realistas, los cuales podrían

el

reti-

la

numerosa

la

suyos que en su pequeño número, comparado con

los el

de

mismo que aceptar

lo

la rapidez

resistir al nuevo y fuerte enemigo que se aproximaba; pero teniendo en cuenta que el principal objeto de la expedición en aquellos

tropas

las

al

que era inevitable empeñar la acción, pues que

caballería de

prudente someter á una junta de sus

brío

equipo

el

de Armiñán se aproximaba á marchas

Valle

á

clase

El día 10 (junio de 1817) tuvo noticia

la división

forzadas

toda

de

entonces

que interrumpían algunos breñales de espino.

trigales

de violencia, y pidió solamente á los vecinos una pequeña suma de dinero y saqueo y

el

está situada

,

pié de una sierra que corre de norte á sur, dilatán-

casi

á los débiles trozos de la caballería de Mina, pero la

agotadas fuerzas con los escasos comestibles que pudie-

línea de batalla de éste los recibió con

ran hallar, se avistó

mortífero tiroteo que les mató veintidós hombres obli-

y preciso

el

enemigo á dos millas de distancia,

les fué correr á las

desde hacía muchas horas. entrado en Valle del Maíz

Mina;

allí

mandó

fusilar

al

el

tomar un bocado

sin

efecto,

mismo

Armiñán había

día en que

salió

á un herido de éste que halló

en la casa del subdelegado. de Villaseñor y

armas

En

Reunido con

los dispersos

frente de seiscientos ochenta infantes

gándoles á retirarse en desorden. infantería de

un sostenido y

Avanzó entonces

Armiñán ocultando su marcha en

muy próxima

y cuando estuvo

la

á la línea contraria hizo

una descarga general que causó graves daños en independientes.

Mina retrocedió en dirección á

cienda para reunir

allí

la

maleza,

la

los

ha-

todas sus tropas, pero notando

y mil cuatrocientos caballos había doblado sus marchas

que

recorriendo en tres noches y dos días las treinta y seis

pérdidas y que gruesos trozos de caballería habían reba-

leguas que separan á Peotillos de Valle del Maíz. avistar

aquella

Al

hacienda hizo prisionero á un soldado

del regimiento de la

Unión que había quedado rezagado,

y después de obtener de número y organización de

él

amplias noticias relativas

las tropas de

al

Mina, ordenó que

de Peotillos, perteneciente en aquella

fuego de la infantería enemiga

le

causaba duras

sado los Sendos extremos de su línea, colocándose á la retaguardia

para

encerrarlo

por

completo,

hizo

alto,

formó sus tropas en cuadro, y esperó con impavidez decisivo asalto de aquellas masas, diez veces

el

más nume-

rosas que sus valientes.

fuese pasado por las armas.

La hacienda

el

La y

los

caballería realista se arrojó contra la retaguardia flancos

del

cuadro

después

de

alancear

á los

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

668 heridos regados en el campo.

momento en que debía

el

Mina vio que era llegado

decidirse la suerte de su expe-

más

siguiente del encuentro, que

enemigos, y se después de que su infantería gritó tres veces ¡viva!

retiró

se abalanzaron á la

tería,

dición;

que

dejó

acercasen

dio la voz de ataque

bayoneta contra

La

rodeaba.

en

nube humana que por todos lados

la

cayendo sobre

emprendió

de Río Verde fué

caballería

á tan

ceder

los soldados

y

la

los

la

los

primera

acometida y huyó espantada,

furiosa

que se desordenó á su vez y fuga en todas direcciones; los dragones de la infantería

pánico hasta la apartada población de Río

arrastrar del

Armiñán mismo y

demás

los

dieron precipitadamente

hasta

jefes el

ellos;

superiores retroce-

punto

San José,

de

situando en un desfiladero cercano un destacamento de

«mas

caballería para contener á los fugitivos,

triunfo había sido para caballería, asus-

tada con la porfiada resistencia de los insurgentes,

en confusión desordenando á su vez á

se

infan-

la

y que sólo necesitaba doscientos caballos más para destruir á Mina por completo." Este singular documento, que

entonces

excitó

mismos

oficiales

desprecio

el

y

burla

la

de

los

terminaba con esta frase que

e..

El día 14 trescientos hombres de caballería, pertenecientes

al ejército sitiador,

pasaron

y

el río

se ocul-

jeros de los venidos con Mina, ó ya hijos de la provincia

taron en unas malezas con

que se hubiesen unido á sus banderas.

Algunos días

ganado que pacía cerca del fuerte, pero descubiertos,

algunos escua-

fueron batidos y rechazados por una guerrilla de veinti-

después,

Fernando VII

de

el batallón

drones que

rumbo de San Luis Potosí, de Arredondo, con soldados

con

"S

virey había enviado violentamente por

el

se incorporaron á la división

que ascendió ésta á mil setecientos

lo

A

y nueve cañones.

diez

el

de

principios

Soto la Marina, y como hallasen

junio se acercaban á

séis

hombres.

soldados.

Para

el

suplir

Sarda destinó

propósito de apoderarse del

el

algunos

y con bayoneta estaban siempre

La noche

del

cargar

á

mientras los demás los disparaban

todos los cañones.

número de

escaso

:

sus

fusiles

los

mil fusiles cargados

listos,

mismo que

lo

mismo 14

los realistas,

destruida la población por el incendio que ordenó Sarda,

por consejo de Lasalle, plantaron una batería en la orilla

comandante

izquierda del lío, á tiro de fusil

del

fuerte,

su campamento

asentaron

San José, lugar situado á una legua de

en

derecha

la

ella

Después de

la

de Mina

salida

mayor Sarda había

hacia

interior,

el

fortaleza,

la

y con

rompieron un terrible fuego desde las tres de

mañana

del río.

de

del siguiente día.

Los disparos incesantes de

la

los

cañones de Arredondo impedían á los defensores pro-

los

proximidad del río; y entonces fué cuando una mujer mexicana, exponiéndose

de

con grande heroísmo á un riesgo eminente, logró sacar

paisanos que puso á las órdenes del mayor Castillo, y en trasladar á las fortificaciones los pertrechos que

alguna agua y llevarla en medio de un diluvio de balas

el

completar reclutas,

obras

las

trabajado fuerte,

del

empeñosamente en

disciplinar

en aumentar sus tropas con una

milicia

habían quedado en la playa, no lejos de la barra. bién atendió á proveer de abastecimientos

con este objeto dispuso

Andreas

un destacamento

con

para

saliese

no obstante

la

á los sedientos soldados.

Tam-

Ya

en la mitad del día, los cañones del fuerte esta-

y

ban desmontados, y en los muros se observaba amplí-

capitán

sima brecha; las tropas realistas tocaron al asalto, y á

fuerte,

el

veerse de agua,

Presas

á

poco se presentaron en columnas cerradas.

Sarda y

los

Eegresaba este

suyos pudieron en tan crítico momento montar de nuevo

con veintitrés muías cargadas de grano, cuando

algunos cañones, que cargaron con metralla, y dejaron

traer todo el oficial

al

de junio que

3

el

en

trigo

que pudiese hallar.

se encontró el 8 de aquel

mes con

que apresaron

los realistas,

á todos los que

lo

el

custodiaban, con excepción del capitán

Andreas, á quien se hizo gracia de de servir en

fuerzas superiores de

cargamento dando muerte

la

vida á condición

que se acercase grito

el

enemigo.

Las columnas avanzaron

al

de ¡viva el rey! que fué contestado por los del

fuerte con las aclamaciones

Mina! y

de ¡viva

lo,

libertad, vira

con una descarga que dejó tendidos á muchos

la

de los asaltantes. Retrocedieron con gran confusión, pero

ya pequeña guarnición del fuerte á ciento trece hombres,

volvieron de nuevo á la carga, y otras dos veces fueron

de los que noventa y tres cubrían los reductos, y los

rechazados; intimóse rendición á Sarda,

veinte restantes guardaban los almacenes.

pondió que estaba resuelto á volar

las filas españolas.

Myers y

teniente coronel

nidos con Sarda la barra,

y

el

Dagassan en

,

el

Este desastre redujo

el

comisario Bianchi, desave-

se habían retirado al destacamento de

primero fué sustituido por el

Además,

mando de

la



E.

pero éste res-

fuerte con

todos

sus repuestos de pólvora y municiones antes que rendirse.

"Sin embargo, dice Robinson en sus Memorias,

el oficial francés

por heroica que fuese esta defensa, la guarnición era

consistente en

demasiado débil para sostener por más tiempo una lucha

artillería,

nueve piezas de diversos calibres.

i.

el

Véase esia comunicación en la Colección de documentos de Hernéndez Dávelos, lomo VI, pág. 890.

tan desigual, sin reposo, ni refresco, porque ' Memorias de Robinson, pág. 143. parte la relación de Robinson.

— Alamán

el

trabajo

sigue en esta

MÉXICO A TllAVES DE LOS SIGLOS incesante y la sed los había abatido extraordinariamente.

La

era casi

artillería

muchos de

todo inútil;

del

los

cansada que apenas había hombre que pudiese sostener el

En

fusil.

esta

deplorable situación

reclutas se

los

El

alarmaron, y algunos de ellos huyeron del fuerte. fuego cesó algún tiempo por ambas partes, como hubiese ajustado un mutuo

habían

que

Mina rechazaba

que

sufrido

las tropas reales

intentando

corrían

La

convenio.

contra una plaza

ataque

otro

defendida por hombres que acababan de valor y tan heroica constancia.

Alarmado Arredondo por

se

que

el peligro

indicaba

les

si

pérdida

demostrar tanto

Armiñán en

á

Grande durante

había

cuando vieron

salir

hombres, que eran

que tenía Sarda

los

También depuso

armas.

las

barra, donde se hallaban

suyas

el

amenaza de

la

los

En

inde-

,

por la escasez de víveres

que sufrían sus soldados, envió un nuevo parlamentario Sarda, quien después de consultar con sus

respondió que todos estaban dispuestos á morir

antes que ceder á vergonzosas condiciones.

los

Fué y

volvió

pruebas

al

destacamento de la

el

muchos de y demoler

el

enviado de Arre-

al

y

intentados

asaltos

los

los oficiales felicita-

las fortificaciones.

campamento

realista

manda

una partida de veintiocho

teniente coronel don Felipe de la Garza,

como

en considerar á los del fuerte

sueldo corres-

el

desde

la

fueron

capitulación,

haciendo fuego el

ción comprendería también á los que formaban

el

heridas que antes había recibido.

camento

propiedad

la

desta-

al

teniente Flutchinson estando tendido en

por no permitirle ponerse en pié las

suelo,

Diez días después de

particular sería respetada; los extranjeros quedaban en

defensores

cuerda á Altamira y encerrados en

oportunidad, y los mexicanos podían volver á sus casas

virtud de orden directa comunicada por

molestados por

ser

á favor de la expedición, entregaría las armas

,

que habían tomado

partido

el

y finalmente,

después de

guarnición

la

con los honores

salir

«Aceptadas estas condiciones, dice Mr. Eobinson la

Soto

Marina fueron

la

obra que hemos citado varias

vados á Veracruz por

la

veces,

el

oficial

nas, la falta de alimentos sanos y

causaron crueles enfermedades.

ción, que estando autorizado por el brigadier Arredondo

temente

pedían á gritos la muerte

que

los artículos

le

pareciesen convenien-

otros,

cai»itulación

manos serían escrupulosamente

había interés en violar

nada era más

la

honra del

más probable que fuese cumplida Así fué el

como se entregó

mismo

día,

y

casi

oficial,

capitulación.

la

no insistió en que la firmase "

si

fácil

el el

á la

de

Algunos desfallecían en

;

y

exaltados hasta el delirio,

estoica, proseguían su forzada

los lugares destinados á pasar

por

fin

,

con resigna-

marcha y sufrían en

de que eran víctimas en las

á Veracruz, de donde se

noches.

Así llegaron

les trasladó en seguida,

encadenados de dos en dos, á los horribles calabozos de

San Juan de ülúa:

allí

soportaron increíbles sufrimientos,

pues aparte de la humedad permanente de sus negras

mazmorras, se

les

cercenaba con frecuencia

el

escaso ali-

mento, y cuando alguno enfermaba no era separado de su compañero de cadena. Muchos de los prisioneros

Por

sucumbieron á tan bárbaro

brigadier Arrefuerte

excesivo, les

era

por consiguiente, manifes-

tando una ciega confianza en

Marina

de un

era hombre

honor, porque

sin

el contrato,

que romper un documento:

dondo.

si

mayor seguridad que un documento

y firmado por un hombre

escrito

El

cumplidas. la palabra

solemnemente empeñada,

ofrecía

que tenía

el calor

los restantes

silencio las infinitas privaciones

de honor,

la

caballo;

ción

la

mayor Sarda estaba persuadido de que

eso

al

de que las condiciones de

realista

mismo virey

camino, y entonces sus guardianes los ataban fuer-

empeñaba su palabra de honor, en nombre de su

oficial

el

Huasteca y por Pachuca. Esta

para acceder á

en las

en

larga caminata fué un lento martirio para los infelices

el

tes,

conducidos

cárcel, pero en

Quintero, fueron asegurados con grillos y lle-

español volvió á decir, en presencia de toda la guarni-

jefe,

la

prisioneros: aunque iban á caballo, el peso de sus cade-

de la guerra.

en

al coronel

de

graves

capitulación, los valientes

la

libertad para regresar á los Estados Unidos en primera

sin

el

y como Arre-

pasados por las armas,

todos

quedar en libertad bajo palabra de honor; esta capitula-

barra;

de junio, por

3

el

dondo declaró que no estaban aquéllos comprendidos en

pondiente á su grado respectivo, y debiendo los oficiales

la

y

del teniente Flutchinson había sido

sorprendida en Altamira,

de guerra, concediéndoles

el

Poco después, fué condu-

que serían fielmente cumplidas

las condiciones ajustadas.

contra

á enterrar los muertos

dondo, en nombre de éste y bajo su palabra de honor,

en

el

valor de que habían dado

el

ellos fueron destinados

soldados que al

hallaba

Myers y

tercer día se les puso una guardia,

al

cida

se

entregar las

teniente coronel

capitulación,

la

rechazar

al

pero

fuerte,

una honrosa capitulación, asegurando

que

fuerte,

dos primeros días, los realistas aparentaron

varias veces su emisario,. hasta que se llegó á convenir

consistían

realistas

capitán de marina Flooper.

»

ron á Sarda y á su tropa por

prisioneros

los

de las fortificaciones á treinta y siete

antes que rendirse, y urgido

Estas

de

y algún historiador afirma que ascendió á trescientos hombres muertos y á mayor número de heridos. Por eso fué intensa la admiración de Arredondo y los suyos

cumplir fielmente

oficiales,

de

pérdida

la

aunque empeñado asedio del

corto

el

sido

pendientes de volar con su inmenso depósito de pólvora

al intrépido

hacienda

la

Peotillos.

habían sucumbido, y la infantería estaba tan

artilleros

575

Soto

misma hora en

trato,

ora en

el

camino de

Soto la Marina, ora en los pestilentes y espantables cala-

bozos de Ulúa, y los más fuertes, pero también menos

venturosos

que

sus

compañeros,

fueron

conducidos á



á

MÉXICO

576 España, donde se

Á.

TRAVÉS DE LOS SIGLOS

de cuatro en cuatro en

diversos presidios, en los que continuaron sufriendo inso-

ajustado con su aprobación y garantizado solemnemente por la palabra de honor del oficial que intervino á su

portables tormentos

nombre en aquel

les repartió

'.

Apodaca en esta ocasión no generoso y compasivo, y

en

parte

al

justificó

el

que éste sostenía que sólo había concedido

á los rendidos la garantía de la vida

sometida á

su fama de

contestar á Arredondo

la

,

y aun

esta gracia

resolución superior, lo amonestó duramente

por no haber mandado pasarlos por las armas de confor-

midad

con

sus

respectivas

El

'pretericiones.

2

de

agosto (18 17) volvía á escribir el yirey á Arredondo

extrañándole de que no hubiese fusilado á los prisioneros

de Soto la Marina, y

prevenía

fecha

al

participaba que en la

le

coronel

misma

don Cayetano Quintero

que

amarrase y enviase de Altamira á Veracruz unos por Tampico y otros por Pachuca, á todos aquellos malvados 2. Así Arredondo, con la infracción de un convenio ,

«Los calabozos

del castillo de

San Juan de Ulúa en que

y Apodaca, con sus crueles dis-

posiciones contra los bravos defensores de Soto la Marina, hicieron á un lado todo principio de

honor y de humani-

dad, y envenenaron más los odios y rencores que tan proftindamente separaban

mengua nando,

el

al

ya á

Y

antiguos dominadores.

los

mexicanos de sus

cubrióse también de oprobio y

siempre mal intencionado gobierno de Ferdecretar

cautiverio de los

más tarde

perpetuo ó indefinido

el

que sobrevivieron entre aquellos que

confiaran en la palabra de honor de los realistas. el

mismos

Con sobra de razón exclama con

mana y

oficiales

este motivo

«No hay

historiador de la expedición de Mina:

leza política que baste

suti-

á paliar una infracción tan inhu-

positiva de la buena fe de

los

tratados,

hay

ni

gobierno en Europa que se atreva á decir, en la época presente,

'

acto,

que no está obligado

á

cumplir un tratado

estas

victimas fueron encerradas son espantosos sobre toda ponderación. Situados ú catorce pies de profundidad, sólo reciben una opaca luz por una reja pequeña inmediata al techo. La humedad es permanente, y como el suelo está debajo de la superficie del mar, el agua entra fácilmente abriendo agujeros, por los que también se introducen los cangrejos. Los presos recibían muy bien ó éstos y se alimentaban con su carne. El número de personas encerradas en tan pequeño espacio corrompió el aire y produjo graves dolencias. Los centinelas solian desmayarse al abrir las puertas y respirar aquellos efluvios. Lo ración diaria era de cuatro onzas de pan, tres de arroz y tres de legumbres. A veces se les cercenaba, y á veces era tan mala por la falta de sal y el poco aseo, que sólo lu e.xlraordinaria debilidad podía obligarlos á comer otra cosa que el pan. En vano pidieron que se separasen los enfermos de los sanos: indistintamente fueron encadenados de dos en dos, y al abrir una mañana la puerta del calabozo se vio que dos habían espirado aquella noche. Cuando, por fin, venía la orden de separar á un enfermo, era conducido al hospital con cadenas, las cuales no se le quitaban sino cuondo lo muerte había dado fin á sus tormentos. De este modo murió un ciudadano de los Estados Unidos, cuyos úllimosdfas fueron tan cruelmente amargados por el mal trato que le dieron los realistas, que no nos atrevemos á referir los horrorosos pormenores. Baste decir, para terminar este lamentable episodio de nuestra historia, que de treinta y siete oficiales y soldados que capitularon en Soto la Marina y de otros treinta extranjeros de la división de Mina, que antes y después de la toma del fuerte cayeron en poder de las tropas reales, Ireinto, á lo menos, murieron en el camino de Veracruz, en Altamira ó en los calabozos de San Juan de Ulúa. Los pocos que sobrevivieron á estos horrores fueron embarcados pora España, á fin de que el gobierno dispusiera de su suerte. En su navegación á In península fueron malísimamente tratados, excepto dos que se enviaron desde l« Habana en el bergantín de guerra español Ligero, mondado por el capilan Martínez. Este benévolo oficial se portó con ellos humnnisimnmente, les quitó los hierros y les dio bien de comer.» (Memorias de la resolución de México, por W. Davis Robinson, pógs. 150 y 151, edición de 1824). Véase también Cuadro histórico de Bustamante, tomo IV, pág. 152, teniendo en cuenta que este último autor se hallaba entonces también preso en Ulúa y fué testigo presencial de lo que refiere. Alamán habla someramente de estas atrocidades cometidas con los prisioneros (véase su Historia de México, t. IV, pág. 593), y nada dice de la injustificable violación del convenio de Soto la Marina, garantizado con la palabra de honor del oficial comisionado por Arredondo. * Véanse esas dos comunicaciones de Apodaca en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, pags. 894 Robinson en sus Memorias dice que los prisioneros al y 895. llegar é Altamira y temiendo seguir siendo víctimas de lo infracción de la capitulación, trataron de escnparse para morchar luego al puerto de Tampico, donde creían fácil hollar algún buque que los llevara al extranjero; pero que, vendido su secreto ó sospechosos sus guardianes de lo que tramaban fueron cargados de cadenas. Alamán, siguiendo á Robinson, dice: «los prisioneros fueron conducidos Altamira, y habiendo intentado escaparse para apoderarse en Tampico de algunos buques en que embarcarse, fueron asegurados con prisiones y llevados por el camino de la Huasteca hasta Pachuca, y de allí á Veracruz al castillo de San Juan de Ulúa » Las comunicacio-

revestido de todas las solemnidades de una capitulación

y sancionado con

la

palabra de honor de un funcionario

autorizado á empeñarla

^

n

.

Quedó también prisionero en Soto

la

Marina,

presbítero doctor don Servando Teresa de Mier,

momentos antes de que comenzase á tratarse de tulación del fuerte, se presentó á un oficial real

llevando en la

,

mano un ejemplar de

que Arredondo ofrecía indulto á todo tase

abandonando

de

las filas

la

el

la

del

el

quien,

la capi-

ejército

proclama en

que se presen-

expedición y manifes-

tándole que se pasaba al ejército real.

De nada

le sirvió

su estratagema, porque dos días después de la rendición del fuerte (17 junio de 1817) fué cargado de cadenas,

escoltado por veinticinco hombres, al

mando

y

del capitán

Ceballos, se le hizo marchar montado en una muía con

En

dirección á Pachuca.

gadura y se fracturó

el

llevado á la fortaleza de

á México,

el

camino cayó con su cabal-

brazo derecho; de Pachuca fué

San Carlos de Perote, y de

allí

donde quedó desde luego á disposición del

virey,

quien

había

abierto

lo

sometió á la jurisdicción unida que

proceso desde

el

momento en que

aprehendido en Soto la Marina. Pero la Inquisición vez, le formó causa

'^

y

lo

,

le

fué

á su

reclamó, y en consecuencia







,

nes oficiales que hemos citado en el texto y al principio de esta nota demuestran que no la supuesta conjuración de los prisioneros, sino la orden directa del virey, que nada dice del intento á que se refieren ambos autores, fué la causa de que se cargase de grillos en Altamira á los valientes defentores de Soto la Marina. ' Memorias de Robinson, pág. 154, edición de 1824. Londres. Véase también, respecto de la capitulación convenida y aprobada por Arredondo, la declaración de don Servando Tere«u de Mier ante el tribunal de la Inquisición. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, pág. 813). • Alamán afirma en su Historia, tomo IV, pág 593, edición de 1851, «que Iii Inquisición no formó causa ninguna al padre Mier, y que éste fué tratado con singular consideración, habiéndosele proporcionado libros y permitfdole escribir, con lo que empleó todo el tiempo de su prisión en redactar las Memorias de su vida y ojros escritos curiosos » Respecto de la primera afirmación convence de lo contrario la publicación de la causa formada por aquel tribunal y por las jurisdicciones unidas, que aparece en el tomo \1 de la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, págs. G38-944; y en cuanto á la singular consideración con que fué tratado Mier por

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Apodaca mandó suspender

los

dicción unida, y puso al reo

cuyas

en

tribunal,

agosto (1817).

cárceles

procedimientos de la juris-

cesibles peñascales.

en poder de aquel célebre

á tiro de fusil,

secretas

entró

13

el

de

Voluminoso y curiosisimo es el proceso

por la Inquisición al

instruido

piezas que lo forman se

padre Mier,

descubre

el

y en

las

despejado ingenio

de ese personaje, su altivo carácter, su azarosa y aven-

que

Mier languideció en

secretas de la Inquisición hasta fines de

en que fué de nuevo entregado suprimido

el

virey por haberse

Tribunal de la Fe, en virtud del triunfo de

la Constitución.

mente á

al

cárceles

las

mayo de 1820,

Entonces Apodaca

la península,

pero

lo

al llegar

desterró arbitraria-

Mier á

la

Habana,

Al norte del cerro del Sombrero, y se halla la mesa ó cerro de las Tablas,

sobrepuja en altura;

le

de los Borregos;

corre la profunda

al oriente

barranca de Barbosa, detrás de

cual se alza la

la

sur se levanta el cerro de

al

Negrete.

Los independientes habían cuidado de asegurar sus comunicaciones por

y por

sur, con

el

Mesa de

norte, con la

el

las Tablas,

cerro de Negrete, formando en las

el

sendas direcciones muros de adobe que defendían las dos

En donde

veredas.

que circunvalaba

la

se interrumpía la línea de peñascos

cima construyeron gruesos parapetos

de piedra y barro, defendidos por profundos fosos y coro-

hacia fines de aquel año, logró huir á los Estados Unidos

nados por los cañones de menor calibre.

de América, de donde volvió á México, ya consumada la

borde peñascoso y donde la subida parecía menos

independencia.

se levantaron trincheras reforzadas

Tiempo es ya de que volvamos á seguir Mina, á quien hemos dejado en el

24 de junio (1817), con

al ilustre

el capítulo anterior unido,

los independientes

que defen-

dían el fuerte del Sombrero,

piezas de artillería de

mayor

comandante, los almacenes, en que se alojaba la tropa jcúspide

El cerro de ese nombre en que se alzaban las forti-

Mesa

en dirección opuesta se encuentra la

barranca del Rincón, y

turera existencia, y los servicios que hizo á la inde-

pendencia de México.

577

,

difícil,

con fosos y con las

La

alcance.

hospital

el

Abajo de ese

habitación del

y

barracas

las

se alzaban hacia el Sur de la

convexa del cerro del Sombrero, y algunas otras

chozas había esparcidas entre las rocas del fuerte.

número de piezas de

llegaba á

artillería

diez

y

El

siete,

antiguas y en su mayor parte inservibles y mal montadas,

de calibre de dos á ocho; y la guarnición que defendía aquellas posiciones,

antes

pasaba de doscientos á

caballería

órdenes

las

de la llegada

de

Mina, no

ochenta hombres de infantería y

de

Pedro Moreno, don

don

Encarnación Ortiz, don Miguel Borja y don Santiago González i. Unidos á ese número el de los indios que trabajaban en las fortificaciones y niños 7 "^

'y~ f""

allí

refugiados

que ocupaban

/'

el

de las mujeres y llegaban á seiscientas personas las

,

el

cerro del Sombrero en los primeros días

de junio de 1817.

Don Pedro Moreno,

jefe

de aquel punto, y que ya

hemos nombrado varias veces en Sierra de

Comanja y sus



Copia de un dibujo hecho en época de la independencia, cuyo original pertenece al señor don Juan E. Hernández Davales. alrededores.

la

flcacioues construidas

por don Pedro Moreno, pertenece

á la Sierra de Comanja,

que separa hoy entre

determinada parte de su línea limítrofe, á Jalisco

y Guanajuato.

Alta y escarpada

los

sí,

en

Estados de

aquella

emi-

res

2,

al

comercio y

incli-

cuidado de sus propiedades.

en

y en

él

en

Lagos y sus alrededores contra

los

tiempo pudo Moreno, comercio,

hacer

frecuentes

ner activas relaciones con

Pero ya en

viajes

de á

sus la

los

los jefes

primeros meses de

que

1814

los

III.-U

de

algún

negocios

de

provincia

de

ciendo

el peligro

comandaban.

las autoridades

de Lagos vigilaban los pasos de Moreno,

T.

que fomen-

Valladolid, siempre henchida de independientes, y mante-

una sucesión, apenas interrumpida, de abruptos é inac-

ria y desamparo á que estoba sujeto, puro reducir á sus justos límites la hiperbólica apreciación de Alamdn á favor del Santo Tribunal de la Fe.

,

sentimiento

el

dominadores, y durante

á pretexto

nación de 45 grados, y en el borde de su cumbre, que es

los inquisidores, quienes lo tuvieron encerrado tren años en sus cárceles secretos, bastará leer algunos documentos comprendidos en la causa, en los que el supuesto reo se queja de la depnudez, mise-

La revo-

casi todos los

miembros de su familia ardientes partidarios

insurrección

pendientes que por todas partes la rodean, con una

al

lución de independencia halló

su cima, está situada á diez y ocho leguas al noroeste de la ciudad de Guanajato, y á seis al norte de la de las fuertes

1775,

dedicándose

fines del siglo anterior volvió al lugar natal,

taron

Su defensa consiste principalmente en

capítulos anterio-

y pei'tenecía á una distinguida familia de esa población. Había estudiado en el seminario de Guadalajara, y á

nencia, que debe su denominación á la forma especial de

León.

los

nació en las cercanías de Lagos el año de

quien, cono-

en que se hallaba, marchó á Michoa-

' Este jefe fué padre del general don Refugio González. Alamán llama ú aquél equivocadamente don Sebastián González.

«

Véase

final del cap.

XIV,

lib. II,

pág. 482, y cap. IV,

lib. III.

MÉXICO Á TKAVÉS DE LOS SIGLOS

678

can con casi todos los efectos que tenía en su tienda,

Guauajuato,

el

oficial

de

Castañón y

grado

igual

el

autoridad realista, no

teniente coronel Calderón, al frente de seiscientos cin-

entró en Lagos y se quedó en su hacienda de la Sauceda, desde cuyo punto escribió á su esposa, diciéndole que

cuenta soldados, de los que cuatrocientos eran de caballería,

estaba resuelto á tomar las armas en favor de la inde-

de avanzar contra las fortificadas posi'úones del Som-

vendiólos

y receloso de

allí,

pendencia

la

campaña ó para permanecer

con sus hijos

doña Eita Pérez,

de

esposa

sentimientos y ánimo

nobles

de

peligros

guerra

la

á

Moreno,

la

la

de

de

caballos,

prefirió

los

y

hombre

del

separación

Acompañada de

sus

la infan-

Sauceda, donde éste ya había armado y montado á Seguido de toda su

las cercanías.

gente, Moreno se dirigió á la Sierra de Comanja, en la

que se hallaban

los

hermanos Franco

Mina y Moreno organizaron violentamente una

brero.

una mujer

que en su mayor parte no salían aún de

muchos rancheros de

intento

sección de doscientos cuarenta infantes y ciento cuarenta

cia, y de sus cuñadas y sirvientes, marchó en el mes de abril de 1814 á reunirse con su marido en la hacienda la

el

en Lagos. Era

esforzado,

con quien había unido su suerte. hijos,

en

dejándola en libertad para seguirle

•,

habían llegado á aquella población con

al frente

de una

y

día 27 de junio (1817) salieron

el

del fuerte

en Aldabalda.

con dirección á San Felipe pernoctando

Al día siguiente 28 continuaron su marcha los indepen-

y dos leguas antes de

dientes,

cubrieron

no muy

llegar á

San Felipe des-

enemigo que avanzaba por

al

camino

el

real,

de la hacienda de San Juan de los Llanos.

lejos

Mina dispuso primeramente emboscar sus soldados en

cercas

las

camino,

del

pero

observando que sus

movimientos habían sido descubiertos por cambió

los realistas,

rapidez su plan y decidió avanzar contra

con

Formadas sus tropas de

éstos acto continuo.

infantería

guerrilla; con éstos,

y en compañía de nuevos correli-

en dos columnas, una á sus inmediatas órdenes y otra

gionarios que

presentaron, distinguiéndose entre

mando de Moreno, y apoyadas por

se

le

todos don Santiago y don Manuel González, oriundos de

Lagos también, sostuvo varias acciones con Galdámez,

referir

el jefe

y largo sería encuentros que empeñaron sus armas con

lista

dominadores, desde que proclamó

el

cerro

enemigo, y descrito

En

más

del allí

Sombrero para

ofreció el

de

ello

resistir

los ataques del

quien cuidó de ella con paternal el

general don José de la Cruz

indulto á Moreno, como

el

emisario encargado

instase al bravo insurgente porque lo aceptara,

siquiera fuese por la niña que estaba en rehenes, testó éste con noble entereza « que

allí

con-

tenía otros cuatro

que fué tomado en Peotillos, marcharon intrépidamente al

combate contra un enemigo, doble en número y man-

alas la caballería con dos cañones de á 4

cieron combatiendo con denuedo

de

Moreno, joven de quince años apenas, y un hermano de este

preclaro

caudillo.

Tal era

el

hombre con quien

Mina acababa de unirse y que desde ese momento había de ser su

fiel

compañero en la prosperidad y en la des-

Entretanto la caballería',

Apenas hubo anunciado Mina á

la junta

su llegada al fuerte del Sombrero, supo

de Taujilla

el coronel

don

Encarnación Ortiz que una considerable fuerza enemiga había llegado á San Felipe, y en

Mina y Moreno marchar

mando

al

cargaba violentamente sobre

del

mayor

de

«rancho

el

acto

á su encuentro.

coronel don Cristóbal Ordóñez,

dispusieron

En

efecto, el

comandante general de

coronel

conocida con el nombre de San Juan de los

aunque Moreno en parte

,

apoyada

el

Ocho minutos solamente duró

don Encarnación Ortiz.

Llanos

Maillefer,

los jinetes realistas,

por los mayores Márquez y González y por

da

Taujilla del

destrozada

á

división

campo de

ese

En

Terrero."

la

de

oficial

ella

quedó

Ordóñez

Castañón con más de trescientos de

,

á la

dirigido

batalla

de

el

completamente

muriendo los suyos,

éste

y y que-

dando en poder de Mina ciento cincuenta y dos prisioneros

dos cañones

,

,

y alguna Los vencedores lamentaron la

doscientos noventa fusiles

cantidad de pertrechos.

pérdida de ocho hombres muertos, entre ellos

gracia.

hizo

una segunda descarga y se arrojó á la bayoneta destrozando en pocos momentos á los infantes de Ordóñez.

junta

los hijos

infantería de los independientes

una descarga cerrada y siguió avanzando hacia el centro de la línea contraria; cuando estuvo más próxima hizo

Caballos, ocurrida en los primeros días de marzo del año

mayor de

La

pectivamente.

la acción

á que hemos llegado en nuestro relato (1817), pere-

y en ambas y de á 3, res-

batalla colocando á sus infantes en el centro,

y que estaba resuelto á sacrificarlos todos por la patria." Más tarde, en la toma de la Mesa de los

hijos

el

cañón

Ordóñez, por su parte, había formado sus tropas en

1816, una de sus pequeñas hijas cayó en poder

esmero, y alguna vez que

el

dado por jefes de gran renombre entre los dominadores.

arriba.

,

quienes llevaban

de los

las

construyó las fortificaciones que hemos

del jefe realista Brilanti

,

-^

independencia hasta

Poco después de su alzamiento esco-

mediados de 1817. gió

la

rea-

repetidos

los

dada por Maillefer y Ortiz

coman

caballería

la

al

Maillefer,

decía

y veinticinco heridos.

Mina en su parte

oficial

«El mayor

y muy á tiempo con

la

Maillefer,

á la junta de Taujilla,

que tuvimos la desgracia de que muriese, bien

el valiente

cargó

muy

segunda compañía de húsares

y primera de dragones, siguiéndole con mucha intiepidez Ortiz y mayor don Manuel González con el coronel algunos

lanceros.

El mayor Márquez se condujo con

la

Véase Maje á las ruinas del fuerte del Somfrrero, opúsculo epcrllo por don Agustín Rivera. Lagos, 1875, imprento de José

serenidad de un militar acostumbrado á semejantes fun-

Mnrtfn.

ciones.

'



Todos

los oficiales

y tropa cumplieron muy bien



MÉXICO A TKAVES Uü con su deber.

Los americanos del Norte, á quienes

se

de Peotillos y que han servido de modelo para formar las demás tropas no tuvieron necesidad de

debe

la batalla

,

ningún

hacer

resistió poco, ellos

1.

que

y ya

porque

particular

esfuerzo

enemigo

el

demás cuerpos saben cargar como

los

Mina termina su parte manifestando á

hasta

entonces

usado

había

de

la

junta

de

insignias

las

mariscal de campo, pero que somete á su decisión

empleo militar que debe ejercer, y las gracias

por

campo

Junta acordó darle

la

acción del 28 de junio, auto-

la brillante

rizándole á seguir

el

usando

las

de

divisas

mariscal de

Por su parte, Moreno escribía también de gobierno comunicándole las

el brillante triunfo

armas de

le

consecuencia

severas

para

habitantes

de

feliz

combinada con

Comandancia general de



demás posiciones que quedaban á

las

los independientes,

y

los

cañones del fuerte del

brero saludaron con sus disparos cedores,

á quienes aclamaron con

habían permanecido en él, gloria

el

Som-

los

inquirir

el

paradero de una considerable suma de dinero

enterrada por

el

hacienda,

la

dedicó á

se

marqués en su misma casa, y habiendo

comenzado á cavar en uno de

los

traron desde luego algunos pesos,

aposentos se enconlo

que hizo que se

procediese con mayor empeño en la excavación,

estando

presentes el mismo Mina,

oficiales

Moreno, Ortiz y tres

La suma

mayor.

extraída de aquel escondite

y desde este punto

,

pero

el

dinero en la caja militar,

se halló disminuida la cantidad en treinta

la escolta

algunos,

'.

recordar

basta

el

activísimo

participio

tomado por Moneada á favor del gobierno español y en perjuicio

de

sus

compatriotas

para

,

considerar

ajustado á las duras leyes de la guerra.

Mina consigo

tres cañones que el

en su hacienda

al huir

marqués

después

propietario,

el

la

del Jaral dejó

velozmente hacia San Luis.

Dos comisionados de

la junta

de Taujilla,

el

lo felicitaron

fuerte del Sombrero,

el

y á su vuelta

en nombre de aquella corporación manifes-

tándole en los términos

más

cordiales la gratitud que le

gobierno provisional por sus importantes servi-

cios.

Tratóse en aquellas conferencias del plan de opera-

ciones

que

debía

adoptarse,

también

y presente

á

hacienda

del

título,

salir

Mina y

Jaral

,

' AlamAn. — Historia de México, tomo lY, pégs. 585 á Memorias de Robinson págs. 124 á 131. Este último autor

cuyo

don Juan de Mon-

Dinero acuñado Barras de plata y ropos Géneros de los almacenes

183,300 pesos fuertes. 86,000 » » 30,000 » » 5,000

»

»

150 bueyes á 14 duros

2,100

»

»

306,400 pesos fuertes.

sus expensas un regimiento del que fué nombrado coro-

edificios

los

trescientos

engrosó

de

con

este rico propietario

había forti-

de su hacienda, defendiéndolos con

sus ciento

sirvientes,

y que

cuarenta

este

soldados

número

realistas

pudieron escapar ilesos de la rota del Terrero.

se

que

Resuelto

á castigar á este declarado enemigo de la independencia,

Mina

llegó el 7 de julio

(1817) á

cuyo punto acababa de huir

el

la vista del Jaral,

marqués con

los

de

hombres

> Véuse parte de Mina fechado el 1.° de julio en el fuerte del Sombrero y publicado en fuesíniile por el feñor Hernández Dávalos en el Boletín, de la Sociedad mexicana de Geografía ¡/ Estadlstira, 2.' época, tomo III, páRR. 144 y 145, y artículo adjunto del mismo señor Hernández Dávulos, en que pone de manifiesto las inexactitu-

des en que incurrió Roi)inson ol escribir esta parte de su obra. Alasigue el inexacto relato de aquel autor.

mán

587, y

se di-

funde con este motivo en pormenores ajenos de la historia. El marqués del Jaral, en informe que elevó al gobierno vireinal, valorizaba la pérdida que sufrió entonces del modo siguiente:

Maíz

Mina sabía que

el

la

desde los primeros días de la revolución, y sostenido á

nel.

doctor

don José de San Martín y don Antonio Cumplido, espe-

eada, había hecho constante guerra á los independientes

ficado

llevó

entusiasmo los que

volvieron

marqués de ese

aquél

También

regreso de los ven-

zar en el Terrero. días

tres

Este hecho de Mina ha sido censurado por

pero

,

Algunos

y

mil pesos, que fueron sustraídos por algunos soldados de

el

que sus compañeros de armas acababan de alcan-

Moreno con dirección á

al

Al llegar á esta

debía

poder participar de

sin

daño

hiciese

á

raban á Mina en

y

se

las

noticia de este triunfo fué celebraba con intenso

júbilo en Jaujilla

no

fuerte del Sombrero en asnos y muías.

de Potosí, Excelentísimo en el Sombrero, 1.° de Julio de 1817. Exmos. Sres. Presidente y Señor. Pedro Moreno. vocales del gobierno provisional.»

La

que

en carretas hasta San Bartolo

la provincia



en

ascendió á ciento cuarenta mil pesos, que fueron llevados

que operan contra la provincia de Potosí, la oportunidad de batirse el 28 del pasado junio en el rancho del Terrero, camino para San Felipe. Esta acción ha sido muy gloriosa y su resultado el más favorable para la República. La serie de acontecimientos y el detall de la jornada los manda á V. E. el señor Mina, y la nota de lo tomado al enemig-o y de nuestra pequeña pérdida el señor coronel Noboa, jefe del Estado mayor. Dios g-uarde á V. E. muchos años.

vencer

y Mina, después de

á la Junta

casualidad, decía, proporcionó á la divi-

sión del señor Mina,

que

Luis

alguno

última posición fué puesto

«Una

dirigiéndose á San

independientes,

los

órdenes

dictar

obedecían,

Ninguna resistencia tuvieron

que acaba-

independencia:

la

57U

de armas que Potosí.

del Estado

efectivo.

ban de alcanzar

SIOLÜS

Jjüb

«Es muy

añade Robinson, que el marqués haya perdido la suma que resulta de la cuenta anterior, pero no fué la que cayó en manos de la división, y también se puede asegurar que dos de los renglones mencionados son enteramente falsos. Si el marqués ha presentado esta cuenta al gobierno vireinal, no sólo ha faltado á la verdad, sino se ha portado poco generoso con Mina. Supongamos que cualquier jefe patriota hubiera estado victorioso en el Jaral, ¿cuáles hubieran sido las consecuencias, según la práctica uniforme de los patriólas y realistas en semejantes ocasiones? ¿Se hubiera respetado la propiedad y refrenado los desórdenes de la tropa? ¿No hubieran sido saqueadas la hacienda y las casas de los dependientes? ¿No hubieran quedado vacíos los almacenes y los graneros, y robados todos los ganados? Y después de cometer estos excesos ¿no hubieran terminado poniendo fuego á lo hacienda y á todo lo que no hubieran podido llevarse?... Así, pues, si Moneada sufrió realmenle la pérdida mencionada, no se debe atribuir toda á Mina; quizás sus mismos dependitíntes se aprovecharon de la ocasión, y sabiendo que sería muy fácil atribuir á los soldados de aquél toda clase de excesos, se hicieron dueños de lo que los vencedores habían respetado.»

posible,

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

580

presbítero don José Antonio Torres, quien tenía el grado

de teniente general y

mando de

el

numerosas gue-

las

marchar

Aguijaron

encuentro del intrépido navarro.

al

la actividad del virey las repetidas

órdenes que recibió

diseminadas al sur de la sierra de Coraanja y provincia de Valladolid, se convino en seguir sosteniendo

en aquellos días del gobierno español, quien sabiendo

Som-

ción á las costas de México, prevenía que todo se pos-

rrillas

los puntos fortificados, esto es, las posiciones del

brero y de los Remedios, cerca de Pénjamo, y no obstante la

del padre Torres

mayor graduación

que Mina ejerciera

mando

el

acordóse también

,

manifestando

superior,

el

primero que en consideración á los talentos militares y á la

fama que á éste distinguían

no vacilaba en someterse

,

que Mina había salido de

Estados Unidos con direc-

los

com-

pusiese al objeto de perseguirle hasta alcanzar su

En

pleto exterminio.

de

salieron

para

hacia Querétaro, lugar señalado

capital

la

primeros días de julio (1817)

los

reunión del cuerpo de ejército, varios batallones

la

otros partieron de diversos puntos para

y escuadrones;

mariscal de campo don

á sus órdenes y en poner á su disposición los seis mil

concentrarse en esa ciudad, y

hombres que

Pascual de Liñán, nombrado comandante en jefe de la

Sin embargo,

obedecían directamente.

le

notaron los circunstantes que causó secreto despecho en el

padre Torres la distinción que se había concedido á

Mina, y según consigna Eobinson en al

terminar

la

Young

coronel

junta en que se adoptó

tal resolución

á otro de los

— «Me

dijo

que debemos confiar en todos en

Memorias,

sus

oficiales:

los jefes patriotas,

,

el

parece excepto

padre Torres; veo la envidia pintada en su rostro;

el

nos engaña; es preciso desconfiar de

pues de seguro

él,

es enemigo de nuestro valiente general.»

habían impulsado

le

La completa

Castañón redoblaron vireinal.

la

estaba pronto á morir por la independencia de México;

campaña que se había propuesto

de

explicó

el

adoptar,

y concluyó recomendando á

plan

los jefes

allí

con-

marcha de Mina y

patria

religión

y

rezadas

objeto

al

patriótico

Y

enemigo común. levantados ordenó

al

para que enviase sus

al

coronel Noboa, jefe de su Estado al

padre Torres para dirigir las

Sombrero

al

constantes

independiente

las provisiones

Los

defensores.

que nece-

comisionados

enemigo de

la

robos

asesinatos,

bajo pena de muerte y confiscación de bienes, que nadie

en manera alguna; prometía una gratificación

por cada uno de ción

y

los

el indulto al

al

que

que

le

lo

entregase, y otra de cien

seguían

mismo Mina,

ofrecía la gratifica-

;

si

se presentase,

de cincuenta pesos y pasaporte para

de

individuos

su tropa

que

con

y una

salir del país

armas

á los

caballo

ó

se

acogieran al indulto.

Que

cerro de San Gre-

el

dio ocho mil pesos á este jefe

y

sitaban

combatir y vencer

de los Remedios en

fortificaciones

ende-

dando ejemplo de estos sentimientos

Mayor, que acompañase

gorio,

de

la concordia

guerra

declaraba traidor á

y desgracias que ese perverso había hecho en Real de Pinos, Valle del Maíz y varias haciendas,» mandaba,

de quinientos pesos

y

12 de

el

las acciones de lo

teniendo en cuenta «la destrucción,

tropas la disciplina militar,

encareciendo á todos, como

publicada

sacrilego malvado,

rey,

al

lo auxiliase

la unión

Ordóñez y

y perturbador de la tranquilidad del reino, que á punto de afirmarse en todos sus ámbitos.

gregados la necesidad de introducir y conservar en las

prenda segura de victoria,

del

y esfuerzos del gobierno

Una proclama de Apodaca,

inexactitud, la

Y

que

declarando

provisional,

encontraron

allí

la diligencia

campo

el

después de referir someramente, aunque con notable

julio,

estaba

gobierno

derrota de los realistas en

Terrero y la muerte que

su

al

demás

tropas que se hallasen en las provincias circunvecinas.

á abrazar la causa de la libertad mexicana; aseguró de adhesión

de las

disponer

de

orden

la

por él sostenidas hasta entonces,

Mina expuso extensamente, en esa ocasión y con ardorosa elocuencia, los motivos que

recibió

división,

el

los

partidarios

sucesivos de Mina alentaron á los

triunfos

de

independencia

la

en

misma ciudad

la

autor de las

Memorias

de la revolución de México, obra escrita á

raíz de los

capital del vireinato, dícelo

el

volvieron á Jaujilla, y Torres regresó á los Remedios,

sucesos que refiere, y en ella se hallan consignadas las

prometiendo

dificultades

al

general en jefe

el

pronto envío de abas-

tecimientos y de auxilios de gente, armas y pertrechos

Mientras

Mina

que

organizaba

posible su pequeña división auxilios de soldados

y pedía,

y armas á

la

cien

gobierno contrastar

hasta

soldados

vireinal al

entonces

al

mando

desplegaba

denodado

modo

junta de Jaujilla y

promesas,

sus

del

todos

campeón

mejor

correo tras correo,

padre Torres, quien, no obstante envió

del

i.

coronel

sus

que

su marcha con una

Borja,

el

recursos para

había

serie

al

sólo

señalado

continua

de

que se oponían á esos partidarios para secun-

dar los esfuerzos que desplegaba

general en

el valiente

"Los extraordinarios sucesos que

los

campos de batalla:

de

Mina se referían en México animaron tanto á

patriotas de esa

ciudad, que se

los

reunían en los cafés,

hablaban sin rebozo de aquellas noticias y expresaban abiertamente sus deseos y temores, en términos que

el

gobierno hubo de saberlo y adoptó severas providencias

No

contra algunas personas distinguidas.

embargo, cesaba ni disminuía

por esto, sin

la fermentación...

un hombre en quien podían

En

aquel

y á

Esperaba Apodaca que la división mandada por Armiñán bastase á destrozarle, pero la noticia de la

quien estaba reservada !a gloria de plantar la bandera de

batalla de Peotillos le desengañó por completo,

la libertad

victorias.

obligán-

dole á formar un verdadero cuerpo de ejército que debía '

Memorias de Bobinson,

págs. 131 ó 134,

caudillo veían

mente les

en

la capital

los criollos los

de

que

Y

la colonia.

así

pensaban

;

confiar,

no eran sola-

muchos españo-

miraban coa entusiasmo á Mina, y

lo

único

que

581

MÉXICO Á TSAVES DE LOS SIGLOS era verlo al frente de un número tan reducido

sentían

de

soldados

absoluto,

para

los horrores

exponer á sus familias á todos

sin

persecución y de la venganza.

la

cabo

á

llevar

sometidos como se hallaban á un gobierno

auxiliarlo,

de

podían

nada

pues

,

eran

í:stas

miento en favor de la causa que Mina había venido á

mas

defender;

de México y de otras ciuda-

los patriotas

des populosas deseaban sinceramente que saliese victo-

y estaban prontos á unírsele en

rioso

primera ocasión

la

se ocultó á

Mina

movimiento de concentración

el

de tantas tropas enemigas contra

mente contra

el

Bajío, y particularel 14 de

de Comanja, y desde

la serranía

de Jaujilla que hacia

julio avisaba á la junta

San Felipe se hallaba una fuerte división

rumbo de

el

realista,

y

le

pedía refuerzos para salir á su encuentro; algunos días

en

le serían

breve para la defensa del Sombrero.

En

efecto,

Querétaro

campo Liñán

de

mariscal

el

llegó

á

8 de julio y se ocupó en fortificar la ciudad

el

para ponerla

abrigo de un asalto

al

luego propuso al

;

virey salir á la cabeza de todas las tropas disponibles

busca

en

primer

Mina

de

,

apenas

Querétaro

á

llegase

se encaminaron hacia esa ciudad y sus

mando

alrededores todas las tropas que debían operar al

de Liñán dida

,

y llegó á León una gruesa brigada desprende

cuerpo

del

de

ejército

Cruz,

mando

hacia 'mediados

Guanajuato

de

provincia

al

habiéndole precedido Orrantia y Ráfols

del

Entró Liñán en

brigadier don Pedro Celestino Negrete. la

el

Aprobada su resolución

de Zaragoza.

batallón

Apodaca,

por

favorable."

No

elementos de defensa que tan necesarios

los

las

que estorbaron por entonces un movi-

consideraciones

Este imprudente y desgraciado combate, aparte de menguar un tanto el prestigio militar de Mina, debilitó día.

,

de julio,

que se situaron

que había adquirido respecto del número de tropas con

en Dolores y San Felipe; Negrete, á quien se dio el nombramiento de segundo en jefe, recibió orden de

que Liñán intentaba atacar las posiciones del Sombrero,

marchar con todas sus tropas de León hacia

después

comunicaba

también

escribía

y

recibiendo

auxilios,

Borja,

coronel

del

á

misma junta

la

padre

al

de

Torres

en

demanda

cien hombres

éste

noticias

las

de

mando

al

hemos dicho más arriba ^

según

Sabiendo entretanto que la villa de León

estaba débil-

mente guarnecida se propuso intentar una sorpresa, y en 26 de julio salió del Sombrero con dirección

la tarde del

aquel

á

lugar,

de

seguido

soldados

cuatrocientos

de

caballería é infantería.

suburbios

los

de

columna de Mina

la

,

y

al llegar

León, en horas avanzadas de

y

entró tras ella hasta cerca de la plaza

á

viva fuerza uno de los cuarteles.

,

logrando ocupar

Sin embargo,

el

fuego de cañón y de fusilería dirigido por los defensores de la villa era vivísimo

y

mortífero,

sido mal informado respecto del

aquel

momento ascendía á

gran parte de

los

la

número de

que en

éstos,

mil, bajo las órdenes de los

No

coroneles Falla y Andrade. ción numérica,

pues Mina había

obstante la despropor-

independientes se batieron

durante

noche con impávido valor, y sólo retro-

cedieron cuando cayó herido mortalmente á la cabeza de

una de

las

columnas

el

mayor don Gabriel Márquez, que

tanta bravura había mostrado un

Terrero.

del

Al

consistiendo su

muertos,

mes antes en

amanecer dispuso Mina

campo

retirada,

pérdida en ciento ocho hombres entre

heridos y prisioneros

'^.

La de

mucho mayor, contándose también en

fué

la

el

neros que tomó Mina en

el

los

realistas

ella los prisio-

Negrete

taro.

el

que aquella

Documentos inéditos de

la

Colección de

J. E.

julio.

fin

de combinar

visto que Mina,

creyendo

había quedado débilmente guarnecida,

villa

Apenas hubo vuelto este

caudillo á las posiciones

movió desde sus

del Sombrero, la división realista se

acantonamientos, y

el

de los independientes.

31 de julio se presentó á la vista

Mina comunicaba

al

padre Torres

este importante suceso en los siguientes términos:

que serán las dos ha avistado Liñán á este fuerte, al atacar en combinación con Negrete. de que una columna de ochocientos

«A

esta hora,

y cuarto del día, se que parece trata de

He tenido noticias á mil hombres, que salió ayer de los Altos para la Tlachiquera, ha retrocedido hoy á su punto de partida, lo que parece indicar que viene á reforzar á Liñán. Sería muy conveniente que reúna V. E. sus mejores tropas para atacar vigorosaó á los que intentan acometernos en caso de que formalicen el sitio, quedando á la elección de V. E. el punto que presente menos obstáculos, á fin de obtener un resultado favorable. Salud y Libertad. Sombrero, á 31 de Julio de \9,V1.— Javier Mina. —Excelentísimo Señor Teniente general Don José Antonio

mente á Guanajuato

Torres.»

y

luego añadía, en postdata,

«Se

me van

lo siguiente:

enemigo que da ver marchar la

los ojos tras del ejército

está subiendo, por el gusto

Hernández Dá-

Parte de Mina á la Junta de Jaujilla. (Documento original que pertenece al señor Hernández Dilvalos). Alamán asienta equivocadamente que Mina atacó á León durante la noche del 27 de

salió

Queré-

de León con parte de sus fuerzas

rechazado.

buen orden

que

me

'.»

Fuerte de dos mil seiscientos hombres con catorce

valoB. *

Ruiz, jefe del

durante la noche del 26 y fué vigorosamente

tropa en tan «

coronel

el

plan de ataque, y ya hemos

cuartel de las Animas, y á

al siguiente

y

norte

fué situado en Silao con instruc-

para avistarse con Liñán en Silao, á

quienes puso poco después en libertad, en tanto que los

aprehendidos por los realistas fueron fusilados

previniese;

ciones de conservar expedita la comunicación con

la

noche, arrolló impetuosamente una avanzada del enemigo

le

batallón de Navarra,

la atacó

Rápidamente marchó á

cuando se

el

cañones era '

valos.

la

Documento

división realista que se presentó ante el inédito en la Colección de

i.

E.

Hernández Dú-

BIÉXICO ¿ TBATÉS DE LOS SIGLOS

i82

Sombrero

habiéndose

31 de julio,

situado antes

el

Gabriel Rivas, y á otros sesenta hombres entre muertos

y

de pre-

y heridos. Mina se portó en esta refriega con su acostumbrada bizarría, y armado de una lanza dio ejemplo

venir cualquier ataque que contra esta ciudad intentase

de bravura á sus soldados en los momentos decisivos del

el

teniente coronel Ráfols con mil soldados de infantería caballería entre Silao,

dirigir

León y Guanajuato, á

fin

padre Torres ó algún otro de los guerrilleros

el

Liñán dividió sus tropas en tres secciones:

del liajio.

al mando inmediato del brigadier Loaces y formada de seiscientos diez y siete infantes y quinientos caballos, se situó en la altura dominante del cerro de las

la primera,

Tablas, y con ella

puesta

de

doscientos

trescientos ochenta

drones, á

el cuartel

cincuenta

Toluca y

de

infantes

distintos escua-

órdenes del brigadier Negrete, ocupó

las

el

con

sitiadores

los

desca-

este

labro no intentaron nuevos ataques durante algunos días,

y adoptaron

el

plan de continuar cañoneando los parape-

tos é impedir la bajada de los contrarios

á

barranca

la

de Barbosa en busca del agua.

general; la segunda, com-

y cuatro dragones de

Escarmentados

asalto.

Mina, entretanto,

una y otra carta

dirigía

al

padre

Torres pidiéndole auxilio de víveres y excitándole nueva-

mente á marchar contra Guanajuato, á

de dividir la

fin

atención y las fuerzas de los sitiadores, y le recomen-

daba también que

rrillas

las tropas

le

conveniencia que resultaría

la

si

las

gue-

obedecían impidiesen el abastecimiento de

realistas.

«Para evitar

bloqueo de este fuerte,

decía

le

continuación

la

el

2

del

de agosto, será

necesario que V. E., reuniendo todas sus fuerzas, marche

Guanajuato impidiendo toda comunicación entre

contra Silao, los

León y

sitiadores,

los

circule órdenes á todos

y

comandantes subalternos para que impidan á su vez

toda entrada de víveres en esas poblaciones y en

pamento de Liñán, castigando con los

Mina

Sello particular del general

contraventores.

sitiadores

cam-

la última severidad á

mejor modo

El

el

de

obligar

á

los

á retirarse es, sin disputa, atacar vigorosa-

mente á Guanajuato, centro de sus recursos: este movicerro

y al que por nombre de aquel

este motivo se dio

situado al sur

desde entonces

mandaba por

el

el

y

jefe;

la tercera,

Ruiz y su segundo

coronel

Orrantia,

de cuatrocientos sesenta y tres infantes y tres-

fuerte

tomó

setenta y nueve jinetes,

cientos

opuesta de la barranca

ladera

en la

posición

Barbosa,

de

oriente de las fortificaciones del Sombrero.

hacia

el

Dentro de

éstas, el

número de defensores apenas ascendía á sete-

cientos

la

;

artillería

inservible en su

para

la

guarnición y

é individuos

el

aunque

pues

numerosa

,

se

hallaba

los víveres eran escasos

número grande de mujeres, niños

el

inermes

completa,

era

líquido,

,

mayor parte;

allí

para

refugiados

y

;

la falta

de

proveerse

este

Desde

madrugada del

la

el coronel

1."

Sombrero,

al

que

dores

1.

En

las

los

las

sino de

prudencia; y

la

que, por último, nos socorremos mutuamente sin dejarnos

perecer como ellos mismos vociferan.»

pués,

el

4 de agosto,

le

decía:

Y

dos días des-

«Hace cuatro

estamos rigorosamente sitiados por Liñán,

días que

Orrantia y

Negrete: hace tres que carecemos de agua, teniendo que

tomar la que bebemos á costa de mejores oficiales y soldados

,

la

sangre de nuestros

y aunque con éste son cua-

observado hasta

Euiz.

tro los correos

de los

sitia-

primeras horas del día 4 los realistas

la

presente ningún movimiento que prome-

ta esperanza; por tanto, del patriotismo de

V. £., visto

el

estado de las cosas que le represento en pocas palabras,

depende

iudependientes

filas

unión; que

con

precioso

de agosto los cañones

contestaron

causando considerable pérdida en

procedemos

que

ver

combinaciones exactas y reguladas por

la salud

de la República, que pongo en las manos

de V. E., seguro de que no tendré que arrepentirme.»

de Liñán rompieron vivísimo fuego sobre las trincheras del

hará

de agua

necesario fuera bajar al arroyo que corría por

de la sección mandada por

les

nuestros movimientos no son efecto del acaso,

que envío á V. E. solicitando su ayuda y que se intercepten las víveres al enemigo, no hemos

fondo de la barranca de Barbosa y exponerse á los

tiros

miento

En del sitio

efecto, la falta

y

de agua desde los primeros días

la escasez de víveres,

que cada vez fué mayor,

hicieron sufrir cruelmente á los defensores del Sombrero; la

provisión que

de

la

primera había hecho cada uno

atacaron denodadamente los parapetos del cerro por tres

antes del asedio se consumió bien pronto,

puntos distintos: los batallones de Navarra y Zaragoza

tomarla del arroyo á costa de mucha sangre; la espe-

lograron llegar hasta cerca de las trincheras, pero fueron

ranza de las lluvias se había frustrado, pues para mayor

recibidos con un nutrido tiroteo que les forzó á reple-

angustia casi todos los días aparecían

garse, después de perder al comandante de Zaragoza, don

hinchadas nubes que descargaban á mucha distancia ó

en Véase parte de Mina dirigido oí padre Torres y publicado en el Diccionario unicersal de historia y geografía, artículo Comanja. El parte original se halla en poder del señor Hernández Davalo?. •

los

puntos ocupados por

sobre la cima del Sombrero.

los

y

en

era preciso

el

realistas, pero

Solamente una vez

horizonte

ninguna (el 6

de

agosto) cayó un aguacero, y los sedientos sitiados tuvie-

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS ron agua para algunas horas, calmándose un tanto la

agravó

el fuerte

que ofrecía

aflictiva situación

,

pero entonces se

hambre y hubieron aquéllos de matar á los

el

caballos, asnos y perros que tenían para alimentarse con

No

su carne.

ignoraban estas dificultades los realistas, y

varias veces algunos

de Zaragoza

del batallón

oficiales

se acercaron á hablar con Mina

,

que se asomó á

lo alto

de los muros, y trataron de persuadirle de su apurada situación

,

terminando por invitarle á pasarse á las

Mina

del rey.

les

de

la

respondía con franqueza, manifestán-

que

doles los motivos

banderas

filas

habían impulsado á seguir las

le

independencia, á cuya sombra

resuelto á vencer ó morir

estaba

i.

Mina la

el

acuerdo de

la junta

de guerra, salió del fuerte en

noche del 8 de agosto, siguiéndole

los coroneles Borja

y Ortiz y quedando la guarnición del fuerte á las órdenes de don Pedro Moreno. jefes

sitiadores la

Pudieron burlar

los tres

,

gracias á la oscuridad

al recio viento

y

que á

pero grande fué su sorpresa al día

sazón soplaba,

siguiente no hallando al cuerpo de tropas lo

animosos

con sus respectivos asistentes la vigilancia de los

que Mina resolvió proteger,

que pudiese reunir,

la salida

de Noboa, por

frente de las tropas

al

de los del fuerte, «no obs-

tante, dice en su parte oficial á la junta de Jaujilla, lo

mucho que con

el

abandono de esa posición iba á per-

derse en dinero, cañones y pertrechos; en buenos oficia-

Tres noches después de la tentativa hecha por

el

les heridos

que no podrían marchar; y sobre

que tanto influye en

todo,

en

Pero antes

enemigo para apoderarse del fuerte, esto es, en la del 7

la opinión

de agosto, Mina se dirigió al frente de doscientos cua-

de ordenar la evacuación quiso introducir algunos víveres

renta hombres hacia

con un pelotón de

y agua, escoltándolos con cien hombres y yendo acompañado de Borja y Ortiz, pero no pudo lograrlo, y después

y

del regimiento

de un reñido combate (noche del 12 de agosto) se vio

siguieron los

demás de su

obligado á retirarse perdiendo casi todos los víveres, que

el

campamento de Negrete

reductos atacó y tomó personalmente

treinta soldados de la guardia de honor

de la Unión,

pero no

pequeña columna, y

le

los realistas,

,

cuyos

recobrados de su asom-

la

guerra."

cayeron en poder de las tropas de Liñán.

Al mismo tiempo

bro, cargaron contra él con numerosas fuerzas obligándole

el

padre Torres, que había salido

á retroceder y á dejar algunos heridos, que fueron fusila-

de sus posiciones de San Gregorio llevando algunas pro-

dos por los realistas al siguiente día.

visiones á los independientes del Sombrero, fué rechazado

de víveres y de agua y

por Ráfols en las llanuras de Silao, y retrocedió maltre-

de cooperación por parte del padre Torres, no

cho, á su punto de partida. Mina, al saber este descala-

Este descalabro, la falta

la escasez

obstante las repetidas instancias escrito,

que

le

había hecho por

obligaron á Mina á reunir una junta de guerra

manifestando á los oficiales que la formaron

apurado de

la situación

resolvió que el

donado.

Los sufrimientos de

y

La

junta

más después de

saliese del fuerte en

com-

lutamente

pidiéndoles

y mismo general

lo crítico

bro, hizo llegar al fuerte su orden para que fuese aban-

consejo.

1,

la guarnición

los víveres

aumentaron más y

de Mina. El agua faltaba abso-

la salida

agotado y las muni-

se habían

pañía de los coroneles Borja y Ortiz para que al frente

ciones disminuían rápidamente

de todas las guerrillas que hallase en los contornos y

resolvieron economizar sus disparos.

unido á un cuerpo de mil hombres, que según los últimos

Liñán y sabiendo que Mina se hallaba ya fuera de

,

por

lo

que

los defensores

Habiéndolo notado la

informes se había aproximado á las líneas sitiadoras tra-

yendo á su cabeza

y procurase

al coronel

Noboa, cayese sobre éstas

forzarlas á levantar el

sitio

2.

Cumpliendo

brero, pero permaneciendo allí el mariscal de campo Moreno, creemos enteramente arbitraria la afirmación de Robinson y de Alamán, que lo sigue en esta parte, al decir que el coronel Young quedó con el

Véase



obra de Robinson, póg. 165 Alumán dice que Mina manifestó á los oficiales realistas que su objeto era el restablecimiento de la Constitución, privando á Fernando Vil de los recursos que sacaba del país para sostener su autoridad despótica, y que, habiéndolo ofdo los mexicanos del fuerte, esto contribuyó á aumentar la desconfianza que muchos tenían de la sinceridad de sus intenciones. Don Agustín Rivera, en el opúsculo que publicó en Lagos, (1875), con el título de Viaje á las ruinas del fuerte del Sombrero, afirma que en una de esas entrevistas Mina dijo á gritos al oficial realista Pasos que no defendía la causa de los independientes, sino la causa liberal de España, añadiendo que no amaba d los americanos ni mucho ni poco. Aparte de que las palabras y hechos de Mina durante su rápida campaña contradicen abiertamente la afirmación de ese autor, necesario sería para admitirla convenir en que Mina carecía del tacto más elemental para manifestar á gritos su despego hacia aquellos que le estaban oyendo y que formaban la mayor parte de los defensores del fuerte. A mayor abundamiento, tenemos á la vista unos apuntes escritos por el general don Refugio González, niño entonces, y que se hallaba con su padre, el coronel don Santiago González, dentro del fuerte del .Sombrero, en los cuales refuta con sólidas razones y con la autoridad de testigo presencial la afirmación de don Agustín Rivera. ' Parte de Mina dirigido á la junta de Jaujilla con fecha 10 de agosto de 1817. (Este documento inédito se halla en la Colección de 3. E. Hernández Dúvalos). En esa comunicación oficial nada dice el general respecto del jefe que quedó mandando en el Som'

la





mando de las armas. «Mina y Moreno habían

' creído que los fuegos del fuerte protegerían la toma del agua fallidos sus cálculos, creyeron que la falta era muy fácil de repararse, supuesto que, estando en la época de las lluvias, se haría abundante provisión de las que el cielo les enviara. Pero pasaron los días; la corta cantidad del líquido reservado en el aljibe comtin y en poder de los individuos se agotó al cabo, aunque :

cuidado con esmero, y comenzaron terribles padecimientos. Los niños, las mujeres, los hombres más débiles perdieron la fuerza y el sentido; unos lloraban, los otros, sin vigor para manejar las armas, corrían por todas partes como insensatos. En balde se distribuía para mitigar los horrores de la sed una ración de meiecal, y se recurrió á chupar el jugo de algunas plantas; aquellos licores irritaban más las desecadas fauces y producían nuevos y espantosos males. Los más arriesgados bajaban á la barranca á ver si burlaban la vigilancia del enemigo, y casi siempre pagaban su temeridad con la vida. Se aprovechaban también las noches oscuras; pero sentidos por la larga fila de los centinelas realistas, apenas podían llenar alguna pequeña vasija, que sólo servía en el fuerte de avivar el deseo de cuantos no podían alcanzar algunas gota?. La lluvia era el único recurso, el remedio ansiosamente esperado. Las nubes se presentaban en el horizonte, subían, engruesaban, ocultaban el sol y formaban sobre Comanja un negro dosel; llenos los corazones de esperanza y de ansiedad, sin hacer caso del incesante fuego del contrario, los habitantes del fuerte, sin apartar los ojos, seguían obstinadamente el movimiento de los vapores; preparaban cuantos utensilios tenían propios para recoger agua; sacaban las imágenes de los santos y les dirigían fervientes é incesantes oraciones;

posición, determinó atacarla receloso de que se evadiesen

también

En

DE LOS SIOLOS

HKX.ICO Á TBAVÉS

584

que quedaban aún dentro de sus parapetos.

los

tan críticas circunstancias Moreno y

enviaron dos parlamentarios

al

el

coronel

Young

general español en solici-

noches que siguieron á

Casi todas las mujeres y los niños que dentro de

otras condiciones que las de una entrega á discreción

guarnición hacer

en

15 de agosto.

la tarde del

el asalto

Protegidas por los fuegos

de sus baterías marcharon denodadamente las columnas realistas hasta llegar á los fosos

zadas

,

de

las trincheras

avan-

pero fueron recibidas con nutridos disparos que

desordenaron, no obstante los esfuerzos de los oficia-

las

que excitaban á

les

tropas con

las

su voz y con su

él

se

salieron con grandes dificultades exponiéndose á caer en

manos de

Cumpliendo su propósito, Liñán mandó efectuar

embravecida refriega del día 15.

hallaban, y entre éstos parte de la familia de Moreno,

tud de una capitulación, pero éste se negó á conceder '.

la

los

Preciso fué al resto de

la

mismo, y Moreno dispuso que

la

sitiadores lo

'.

salida se efectuase en las altas horas de la noche del 19.

Enterróse

el

poco dinero que había en las cajas, destru-

yéronse las armas que no era posible llevar, se clavaron los cañones,

y quedaron abandonados en

hospital los

el

heridos y enfermos, quienes al ver partir á sus hermanos

de armas pedíanles que les quitasen la vida para no morir á manos de los realistas

,

y

otros

manos para no pronunciar

se

cubrían

el

ejemplo; en estos momentos cayó un fuerte aguacero, y

rostro con las

creyendo Liñán que las armas de fuego de

Los que marchaban, convencidos de que era imposible

se habrían inutilizado por este motivo,

los defensores

mandó volver á

á tantos infelices, en

consigo

llevar

el

su

último adiós.

mayor parte

la carga; resonaron

de nuevo los tambores y clarines, y las columnas ascendieron otra vez ¡levando preparadas

heridos gravemente, evitaban también una cruel y eterna

las escalas

ción

;

por fortuna para los independientes se des-

pejó el cielo

y cesó de

pudiendo hacer uso de

llover,

despedida.

A

las

marchando á

nel don

once de la noche se movió la guarni-

cabeza don Pedro Moreno y

la

Juan Davis Bradburn, pero algunas mujeres que

sus armas, y fué tal el fuego que hicieron que los asal-

habían quedado en

tantes se retiraron precipitadamente,

y quizás no guardaron

mulo que

les

á pesar del estí-

mismo general en

ofrecía el

jefe

presentándose en los lugares de mayor peligro. doscientos hombres entre muertos

Liñán

Más de

y heridos tuvieron en

este porfiado ataque las tropas del rey,

en tanto que

pérdida de los independientes fué corta, defendidos

la

como

se hallaban por sus parapetos;

pero lamentaron la

muerte del teniente coronel don Manuel González y llevó la cabeza,

No

la

Young á quien una bala de cañón

del valiente coronel

ya en

los últimos

cambió, empero,

la

sitiados la heroica defensa

momentos

del combate.

desesperada situación de los

que hicieron de sus parapetos

el coro-

se adelantaron á la columna

el fuerte el

necesario silencio,

pues que

percibiendo los soldados de Navarra la masa informe que

formaban

los sitiados,

dieron la voz de alarma arrojando

cohetes de luz como estaba prevenido y haciendo nutrido

y mortífero fuego.

Entonces se introdujo espantosa con-

fusión: los disparos de fusil

oscuridad;

los

gritos

y de cañón en medio de

de las mujeres y los niños;

la los

lamentos de los heridos y las voces de mando de los jefes se

mezclaban en aquella noche sin que fuese posi-

ble concierto ninguno en

pleto desorden.

medio de tan horrible y com-

Don Pedro Moreno,

y algunos más hasta

el

el coronel

Bradburn

número de cincuenta lograron

en la tarde del 15 de agosto. Aparte de los sufrimientos

ponerse en salvo á favor de la niebla que envolvía esa

que

noche

les

habían afligido desde

añadióse otro

muy

el

principio

del

asedio

grave después de aquel combate:

el

insoportable hedor que producían tantos cadáveres inse-

y que llenaban

pultos das.

los fosos

de las trincheras avanza-

Sin esperanzas de recibir auxilio ninguno, faltos de

víveres, de agua y municiones, y sabiendo que el

Mina había ordenado de los

defensores

lo

la

mismo

evacuación del fuerte, muchos

abandonaron

durante las

cuatro

chubasco iba á caer, ¡vana esperanza! las nubes impelidas por viento dejaban caer avara y desdeñosamente algunos gotas en el recinto, de la fortaleza, y se desata))an é torrentes á pocos pasos, en el campamento español y en los vecinas llanuras de León. Las mujeres guardaban tristemente sus vasijas, se dejaba sin rezo á ios santos y volvían á los labios las imprecaciones de la desesperación.» (Diccionario uniceisal de historia y yeograjía. México, 185G, artículo Comanja). «Pensó entonces Young en evacuar el fuerte, dice Robinson en sus Memorias, y mientras se hacían los preparativos para ello se presentó en el alojamiento de don Pedro Moreno para concertar el plan de salida. Estaba á la sazón este jefe con algunos de los oficiales mexicanos y el mayor Mauro, que entonces mandaba la caballería. Habiendo oído la proposición del coronel, le respondieron que el fuerte podía sostenerse aún y que ellos lo defenderían sin necesidad de los norte-americanos. Palabras que ofendieron ú Young Bobremanero, quien declaró que también defendería la posición hosta lo último y que sucumbiría untes que rendirse.» el el

'

la

sierra de

Comanja; otros, y fueron

retrocedieron hasta el fuerte, hallándose

los

más,

entre ellos los

coroneles don Santiago González

esposa é hijos

la los

y don José del Fierro y pequeños de Moreno; pero casi todos

antiguos soldados de la división de Mina, extraviados

en las asperezas de

la sierra,

fueron acuchillados en las

' «En la barranca del Rincón había un lugar que permitía el descenso en línea recta. A la media noche se ponía una persona en pie sobre una peña, atada de la cintura con la extremidad de una soga, y era descolgada por medio de varias sogas y recibida abajo por un indio. Este había trepado antes por las peñas con la ligereza de un gato, y había recibido la suma correspondiente á las perFonas que iba ú extraer, á razón de veinticinco pesos cada una. Cuando ya habían sido descolgadas dichas personas, el indio se alaba ú la cintura un cordel, los fugitivos se asían de éste para no extraviarse y comenzaban á andar con el menor ruido posible por las veredas que conocía muy bien el conductor. Cuando el indio oía algún ruido ó creía oirlo, se echaba en tierra imitándole los que lo seguían hasta que nada se escuchaba. Así caminaban hasta alejarse de las líneas sitiadoras, retirábase el indio y cada cual marchaba por donde le parecía mejor. De esta muñera se escaparon don Manuel Orozco, don Manuel Zermeño, don Rafael Castro y don Pascual, doña Isabel doña Ignacia y doña Nicanora Moreno, hermanos de don Pedro; la esposa de éste no se otrevió ú ser descolgada con sus pequeños hijos por temor de que llorasen y fuesen descubiertos por el enemigo. Resolvió, pues, quedarse en el fuerte, y junto con sus hijos esperar allí la muerte. ( Viaje al fuerte del Sombrero, por don Agustín Hivera, púg. 44). ,

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS primeras horas del día 20 por la caballería realista

mando de tasio)

y Villaseñor.

marchó

al fuerte

el

fugitivos

los

vuelto á él la noche anterior le

el

20 de agosto (1817),

seguido de algunas compañías de Zara-

goza y de Navarra, y aunque

,

obligados á trabajar durante dos días

que habían

opusieron alguna resis-

pudo vencerla prontamente

quedando prisioneros

,

coronel Fierro, que fué inmediatamente fusilado; el de

veinte

realistas

fusiles

siendo

de artillería,

piezas

y una gran cantidad de

muy abundantes

de cañón, cartuchos y

las balas

la división realista

abandonó aquel campo de desolación

y muerte marchando contra por

el

padre Torres en

el

las fortificaciones levantadas

cerro de San Gregorio.

Después de haber intentado Mina abastecer

par de una muerte segura, gi'acias á su ánimo arrojado,

del Sombrero,

y que huyendo por peligrosos despeñaderos se reunió al cabo de algunos días con el infatigable Moreno; la

nar á sus defensores que rompiesen

la

familia de González

como doscientos soldados, siendo estos últimos en los dos días que siguieron á en

tas

en

el

fuerte.

el

no

hospital

la

fusilados

entrada de los realis-

vencedor,

el

número

total

pudien-

;

de fusilados

en

el

el

cerco, se dirigió

al cerro

de San Gregorio,

un cuerpo de

Silao encontró

el

campo

al

cerro

de San Gregorio

halló al padre Torres

que

el jefe

Sombrero, y

del

fortificar

damente que

el ejército real

del cerro del

Sombrero marcharía á atacarle

dice Eobinson en sus

opusieron

á

tan

Memorias, muchos crueles

órdenes,

oficiales

que

y suplicaron

al

general que suspendiese la ejecución de los prisioneros hasta recibir la aprobación del virey. inexorable, ellos intercedieron

favor de aquellos

desventurados.

Aunque aquél hasta

se

último en

lo

Después se supo que

había llegado el perdón concedido por el virey

;

pero era

aquel punto,

abastecerlo y disponer la defensa, pues presumía funda-

«Hubo

en los regimientos españoles de la división de Liñán,

comandaba.

17 de agosto, dos

el

del fuerte

ocupado en

lo

de muertos por la caballería, de Bustamante y -.

mo-

doscientos enemigos, que logró desbaratar en pocos

mentos, quedando en

días antes de la evacuación

Villaseñor ascendió á cuatrocientos cincuenta

mostró

y á su paso entre León y

Llegó

do asegurarse que

se

con cien hombres de caballería

fueron respetados por

el

el fuerte

aunque con adverso resultado, y de orde-

Los heridos y enfermos que había

quien ordenó que se les pasase por las armas

fuerte y

así

^,

cuatrocientos

de guerra, no

útiles

pólvora que hallaron en los reductos. El día 22 de agosto

igual graduación don Santiago González, que logró esca-

esposa é hijos de éste, y

en la destrucción

de las fortificaciones del Sombrero, en las que hallaron los

Liñan, apenas amaneció

tencia

al

Bustamante (don Anas-

los tenientes coroneles

585

Atendiendo los

los consejos

comandantes que

,

después de tomar posesión sin demora.

de Mina ordenó Torres á todos

le

en

obedecían

mando, que intentasen auxiliar

la

de

zona

su

de los que defen-

la salida

dían aún aquel fuerte, pero apenas se había expedido

esa disposición llegó la noticia del triunfo de Liñán, y

Mina supo algunos acabaron sus Afligióle

detalles del pavoroso desastre en que

fieles

y probados compañeros de armas.

sobremanera

el

de sus antiguos cama-

triste fin

radas, y forzado á cambiar su plan acordó con Torres

tarde."

Antes de recibir

la

muerte, los prisioneros fueron

que éste se quedaría en San Gregorio, mientras que la

La esposa é hijos de Moreno, así como la de don Santiago Gonzúlez y sus pequeños hijos Refugio y Felipe, fueron llevados presos á León, obligándoles á andar á pié parte del camino, y en seguida á Silao, en calidad de detenidos bajo la vigilancia del capitán don Pedro Pasos, que por sus atenciones y cuidados les hizo más llevadera su triste situación. Los hijos de González, Refugio y Felipe, estuvieron algunos meses en la cárcel de Irapualo, y tanto éstos como la madre, y la esposa é hijos de Moreno, no fueron puestos en completa libertad hasta el mes de junio de 1819. (Véase opúsculo de don Agustín Rivera intitulado Via/e al fuerte del Sombrero, San Juan de los Lagos, 1878). Hemos tenido también á la vista apuntes inéditos del general don Refugio González. ' Alamán dice que en la persecución perecieron casi íorfos los que salieron con Moreno, y que los heridos y enfermos fueron fusilados, y que igual fin tuvieron los prisioneros que hizo Liñán al posesionarse del fuerte, añadiendo que estos últimos serían más de doscientos y que sólo se perdonó ú las mujeres y á los muchachos, y que ni el soldado que indicó donde estaba enterrado el dinero alcanzó gracia. En el parte que el teniente coronel Revuelta, comandante realista de Lagos, dirigió á don José de la Cruz, comunicándole la ocupación del cerro del .Sombrero, se lee lo siguiente: «...No podré expresar á V. E, el pormenor de nuestros enemigos, pero de los extranjeros que vinieron con Mina convienen todos en que á lo sumo deben existir cosa de veinte los demás murieron en las diversas ocasiones que intentaron salir, con treinta ;/ cinco ó cuarenta más que vi fusilar antes de ayer y ayer. El número de prisioneros del país llegó á cosa de cuatrocientOi>, de los cuales se han pasado por las armas con^o trefcientos.» El parte oficial de Liñán dice, además, que todos los prisioneros fueron fusilados, excepto las mujeres y los niños. En vista de todo esto, no nos parece exagerado afirmar que los independientes que sucumbieron en el Sombrero, en el combate de la noche del 19 de agosto, en la persecución que hizo Bustamante y pasados por las armas, fueron cua-

él

á

cabeza de un cuerpo de caballería, y unido con don

'

Encarnación Ortíz, Huerta y otros comandantes, recorrería la

comarca circunvecina, hostilizando á

tas é impidiendo

que éstos recibiesen víveres,

tiempo que intentaría meter en pudiese.

En

los realis-

mismo

al

fuerte los

el

más que

consecuencia de este acuerdo, Mina dejó en

San Gregorio todos los soldados extranjeros que habían logrado reunírsele después del desastre del día 19, aun-

que bien reducido era su número, y situándose desde luego en este lugar

escribía

el

campo de

á Torres

según noticias fidedignas á

él

el

la fortaleza

los

Reyes. Desde

de setiembre, que

1.°

comunicadas, Liñán ase-

guraba que en breve y sin grande dueño de

de aquel punto

salió

esfuerzo

se haría .

de los Eemedios, pues que algunos

de los que la guarnecían estaban dispuestos á entregarla.

«Cuidado,

mucho cuidado,

añadía

Mina,

con

los

de

;

trocientos cincuenta. T.

1U.-74.

adentro y los de alrededor del fuerte.

Ponga usted su

confianza en el señor Zarate y en don

puede usted decirles que yo el

doctor y los americanos.

bres

,

lo digo.

Pablo, y á éstos También son de fiar

Yo tengo

y respondo con mi cabeza que

si

cerca de mil

no toman

el

homfuerte

por medio de alguna intriga y se ven en la precisión de estar algún tiempo en las inmediaciones

del fuerte, acá-

586

MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS ellos.

Ahora obraré con actividad para llamar-

les la atención

mientras se concluyen las obras que yo

baré con

En Remedios podemos

delineé.

cuidado

con

veces peor que nosotros.

acabar con ellos; pero

Están hambrientos y mil

traiciones.

las

Circule usted una orden rigu-

rosa para que sean aprehendidos todos los que desertan

de la división que yo mando ahora; que se

me

obedezca

y que se fuerza de tres á cuatrocientos hombres

bajo pena de perder los jefes sus comandancias

organice otra

,

para reponer las pérdidas y mantener en pié la división, mientras

el

enemigo trata de atacar

procuraré buscar dinero para sostenerla

que yo

fuerte;

el

'.»

Estas seguridades de triunfo que Mina consignaba correspondencia

en su

con

Torres,

deben verse

más

bien como estímulo, para que no desmayasen los defensores de

San Gregorio, que como expresión de una con-

fianza

que no era posible que alentase, en vista de

En

escasos elementos de que podía disponer.

de

la

los

hacienda

Tlachiquera se unió con la guerrilla de don Encar-

la

y nueve hombres de su antigua

nación Ortiz, y con diez

división que habían escapado de las matanzas ordenadas

por Liñán en

el

Sombrero. Luego que

el

general los vio,

y creyendo que eran en mayor número, corrió á abrazarpreguntándoles con ansia dónde estaban

los,

La

respuesta fué:

— «Han perecido.» —Esta

los

demás.

cordillera situada cuatro leguas al poniente de Pénjamo.

Desde

en que se asienta esta población

llanura

la

suelo va ascendiendo

hasta

y en

altura,

lentamente hacia aquella montaña

punto llamado Tepeyac,

el

que

el

el

los

que es

de mayor

el

independientes construyeron un

fuerte que vino á ser la llave de la posición; desde

allí

el terreno desciende hasta volverse á levantar en otra

eminencia

uno y otro punto

entre

obras

llamada Panzacola;

y

,

el

perímetro

en

tos, levantados

,

los

estaba

comprendido

espacio

el

diversas

por

cubierto

que defendía una

serie de parape-

puntos que no se hallaban res-

guardados naturalmente por despeñaderos y profundísimos barrancos, se cerraba en el fortín de la Cueva. Por el

fondo

de

una barranca colocada hacia

corría un arroyo, casi bajo los del recinto había pozos

visión de

agua

muros del

el

poniente

fuerte,

y dentro

que aseguraban abundante pro-

á los sitiados,

quienes, además, contaban

con grandes abastecimientos de víveres. norte de nantes,

la

cima de todas esas eminencias

que

,

La

posición toda recibió el

Remedios, y

parte

el

cerro

camino para llegar á los

independientes

creyeron imposible que el enemigo colocase rías.

la

alturas domi-

de Tepeyac erguíase

al baluarte

y frente

del Bellaco, pero era tan áspero el la

Hacia

posición se alzaban algunas

allí

sus bate-

nombre de fuerte de

número de sus defensores ascendía á

noticia fatal

los

observaban,

mil quinientos, hallándose entre ellos don Manuel Muñiz,

vieron que no pudo contener las lágrimas por sus anti-

de siniestra memoria, quien después de haberse indul-

compañeros que habían desaparecido para siem-

tado tres meses antes y de contribuir eficazmente á la

intensamente á Mina, y los que

afligió

guos pre

2,

Recobrando prontamente su natural serenidad, se

ocupó en organizar del

que

le

lo

seguían,

y

el

mejor modo posible las fueraas 3

setiembre atacó y tomó la

de

muerte del bravo don Víctor Rosales

empuñar

la

tacamento realista de setenta hombres que no quisieron

Remedios

Toda

mera vez

la guarnición

dio oídos

Mina

á,

cayó prisionera, y por pri-

venganza, ordenando que

la

fuesen fusilados treinta y uno de los que formaban aquel

destacamento llamas.

«

y que la hacienda se entregase á las Para evitar nuevas atrocidades dice Robinson ,

en sus Memorias,

Mina,

sin

era preciso castigar las cometidas.

embargo, detestaba este espíritu de represa-

las

armas por

',

había vuelto á

independencia, alentado por

la

las victorias que alcanzó Mina en su marcha desde Soto

hacienda fortificada del Bizcocho, defendida por un des-

rendirse.

el

Marina hasta lo

Bajío.

el

El mando superior de

tenía el padre Torres,

defensa habían sido dirigidas por

el

los

pero las obras de coronel don Diego

Noboa, jefe de Estado Mayor del general Mina. Liñán y Negrete se presentaron ante las fortificaciones de los Remedios el 31 de agosto (1817). La infantería realista se situó en la parte opuesta de los

barrancos, formando campos baluartes del fuerte

;

atrincherados

frente á los

de uno y otro lado de las eminen-

y esta ocasión fué la única en que se le puede echar en cara una severidad excesiva, n Poco antes de

cias ó crestones

en que aquélla se colocó corrían pro-

fundas barrancas

,

este combate, unióse á

rado contra los ataques que intentasen dirigir á su línea,

lias,

Mina

el

distinguido patriota don

José María Liceaga, antiguo miembro de

la

junta de

y de este modo Liñán estaba asegu-

de un lado los sitiados,

y

del

otro la caballería

de

También estos hundimientos del terreno protegían

Zitácuaro y del Congreso de Chilpancingo, quien después

Mina.

de la disolución de este cuerpo político había vivido

á los sitiados de los asaltos de los sitiadores.

oculto en una de sus haciendas del Bajío.

de la áspera subida que llega hasta la cima del Bellaco, los realistas pudieron allanarla y allí colocaron una bate-

Antes de seguir Mina en sus rápidas y atrevidas excursiones por la intendencia

mos

decir

lo

que pasaba en

el

de

Guanajuato,

ángulo suroeste de la

misma, donde se hallaba Torres afrontando Liñán.

debe-

al ejército

de

El cerro de San Gregorio se levanta en una

ría

que empezó á disparar sus fuegos sobre

Véase facsimile de esta carta. El original «e halla en documentos de J. E. Hernández Davalos. Memorias de Robinson, póg. 180.

la

Co-

al lado

adyacente del costado que defendía

dos cañones y dos obuses.

lección de *

pesar

reducto de

Tepeyac; otras baterías quedaron establecidas frente á los fortines de la Libertad, Santa Rosalía y la Cueva; y punto de Panzacola se formó un

'

el

A

'

CapltuloIV,

lib.

m.

el

escarpado

campo atrincherado con

Enfrente de todos los pun-

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

—— -^



"

ic^^*^'

^Oífxx>

í¿fíC, pero no fueron sostenidos por los demás gue-

nía de Fernando VIL Marchó en derechura á Puruándiro,

rrilleros,

El coronel don Encar-

que pelearon en desorden según su costumbre,

y que dieron lugar á que se rehiciese gando á su vez y obligando á

Mina á por

el

enemigo, car-

masas de caballería de

retirarse precipitadamente,

y fueron perseguidas

teniente coronel Bustamante. Considerables fueron

las pérdidas listas

las

el

de los independientes, pero también los rea-

lamentaron

Mina entre las

la

luego

Valle de Santiago,

al

caminata llegó á

hacienda de

Caja,

la

Con

cerca de mil hombres de caballería.

rodeaban, y seguido de

inmediatamente

la

vencedores intentasen seguirle.

que acababa de producir

Las

la tenaz

á

éstos

y

el Valle,

Guanajuato,

y precauciones

tantas

de octubre llegaba á la mina de capital

de

la

intendencia,

sabido su aproximación;

allí

,

que la

al

miembros

gobierno provisional,

con

los

que

sin

nadie

con

remedio de tan

cuales noventa eran de infantería.

Con

grande dificultad como para concertar

el

plan de sus futu-

cauciones que había tenido en su

marcha hasta

ras operaciones.

la

orden de reunir

del

las guerrillas

Dejando á Moreno

y de esperarle en

la

el

hacienda misma de la

avanzó en

la

mañana

ciudad sin haber

Véase parte de Mina á la junta de Jaujilla en tórico de Bustamante, tomo IV, págs. 372 y 373.

Cuadro

que

de los

mismas prela

Luz,

del día 25 entraba en las calles ])rincipales de la

sido

sentido

por

la

guarnición.

Sin

embargo, una patrulla que se hallaba en aquellos momentos en la calle de los

el

las

lo

noche hasta los arrabales de Guanajuato;

Mina, acompañado de veinte hombres, se puso en camino y llegó á Jaujilla el 12 de octubre. Fué recibido «

hubiese

formó sus tropas en dos columnas, y á las dos de la

allí

Caja, que sólo fué ocupada momentáneamente por Orrantia,

del

se le unió don Encarnación

ascendió su tropa á mil cuatrocientos hombres,

acuerdo

Mina se

amanecer del 24

Ortiz al frente de un refuerzo considerable,

de

que

Luz, poco distante de

á Jaujilla, tanto

procurar,

los

apartándose

indisciplina de los guerrilleros le determinaron á dirigirse

para

rápida

uniéndose á

camino real y marchando á campo travieso, con tanta

Caja,

los

la

pasó

;

en cuyo lugar aumentó su

dirigió

lo

dos días

Moreno que había logrado concentrar en aquel punto

prontitud

que

allí

fuerza con algunos voluntarios, y continuando su

oficiales y soldados llegó al rancho de Paso Blanco, distante una legua de la hacienda de la

fatales consecuencias

detúvose

paso con su intrepidez de siempre

un pequeño grupo de

sin

;

venían acompañándole desde Jaujilla y

enemigas que

filas

la tira-

en donde fué recibido por los habitantes con grandes demostraciones de regocijo

de muchos de sus soldados.

abrió

se

(19 de octu-

para combatir

él

Pocitos

dio

la

his>

Memorias de Robinson, pégs.

207 á 209.

voz de alarma, y

,

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS movimiento

en

púsose

orden

por

guarnición;

la

del

comandante militar don Antonio Linares se colocó un cañón en la plaza, y sus disparos contuvieron

la

columna

591

inmediata á Irapuato, adonde pernoctó

Las llamas que se alzaban del

bre.

incendiado por

tiro

de Valenciana,

como hemos dicho

guerrillero Ortiz,

el

24 de octu-

el

madrugada

principal de los asaltantes que avanzaba por la calle del

ya, indicaron á Orrantia,

Ensaye. Momentos eran éstos de cargar impetuosamente,

dirección

toma de Guanajuato hubiera sido el premio de tanto denuedo. Así lo comprendió Mina, y no obstante su

Guanajuato, donde llegó tras una fatigosa caminata de

ningún conocimiento de aquella ciudad intrincada excitaba

habían salido esa misma mañana rumbo á la Luz, y sin

á sus soldados á que avanzasen ordenadamente hasta la

perder momento salió para Silao,

y

la

Todo fué en vano, y aquellas tropas

plaza.

nadas de caballería

,

indiscipli-

sordas á la voz de su general y de

algunos oficiales que le secundaron,

se

desparramaban

por las torcidas y estrechas calles sin unir sus esfuerzos

de ninguna de las posiciones defen-

ni intentar el asalto

Viendo Mina que no era posible

didas por la guarnición.

restablecer el orden en aquellas masas ordenó la reti-

«Esta

rada.

dera fuga

fué,

dice

,

con tropas como aquellas, una verda-

un historiador

que rodean á

gargantas

;

todos pretendían

Guanajuato,

modo obstruyeron

pasar al mismo tiempo, y de este

De

y se produjo una inmensa confusión.

desfiladeros

doce horas.

los la

la

del

25, la

de que los independientes

Allí le informaron

tarde del 26, avisándole

Mina debía pasar

la

allí

noche en

en

donde

entró

rancho del Venadito

el

tos caballos,

y

al

amanecer del 27 de octubre llegaba á

gones de Frontera, comandados por

el

teniente

coronel

don José María Novoa, avanzasen á galope para impedir de Mina y de los que en su compañía se hallaban.

la fuga

Don Pedro Moreno

fué

el

que primero percibió

estruendo del escuadrón enemigo, y levantándose violen-

próxima á

las trojes, seguido de su criado

;

éste le pro-

y éstos se desordenaron entonces más y más. Al fin pudo el general, á costa de infinitos esfuerzos tranquili-

habiéndolo permitido Moreno marchó á su destino,

un tanto y hacer que marchasen con algún con-

cierto.

Durante este terrible trastorno,

coronel indepen-

el

tamente tomó su espada y huyó á una cañada que estaba puso que volvería á las

zarlos

i;

de aquel lugar, mandando que ciento veinte dra-

la vista

plaza salieron algunas partidas á tirotear á los fugitivos,

,

la

comandante Reinoso que

el

púsose en marcha Orrantia esa misma noche con quinien-

á las estrechas

al llegar

en

probable de Mina, é inmediatamente marchó á

fué aprehendido

t7'oJcs

para traer

inmediatamente por

los

caballos,

los

y

pero

asaltantes, y á

fuerza de amenazas lograron que indicara el sitio en que se hallaba su amo.

diente don Francisco Ortiz pegó fuego al tiro general de

Allá se dirigieron varios oficiales y soldados, y se trabó un combate rápido y sangriento:

mina de Valenciana, y Mina, indignado por este hecho,

Moreno, sin más armas que su espada, se defendió con

la

y no menos por

la indisciplina

el

de las tropas durante

el

y reuniendo allí á los oficiales les afeó su conducta, y publicó una orden del día censurando á los que lo merecían y elogiando á En seguida los pocos que habían cumplido como buenos. combate, hizo

mandó que

alto

en la Luz,

se fuesen á sus respectivos distritos, recomen-

bravura entonces

de le

los

que deseaban

realistas,

dispararon,

y

un balazo

cogerle

que

vivo;

recibió

el

valiente patriota en la cabeza le echó por tierra, cubierto

de honor y de sangre; ya derribado, los soldados taron

la

cabeza y corrieron

á

trofeo al coronel Orrantia, quien

presentar lo

ese

le

cor-

fúnebre

envió en seguida al

dándoles que no dejasen entrar víveres á Guanajuato,

brigadier Negrete.

porque no desistía de atacarla en coyuntura más propicia,

bién de la troje, sin casaca y sin armas, y aunque trató

y quedando con una escolta de infantería y caballería, cuyo número fué de setenta hombres, llegó en la mañana

direcciones;

26 de octubre

del

á

hacienda

la

al

rancho del Venadito, perteneciente

de la Tlachiquera,

Mariano Herrera ^»

oficiales

que habían escapado de

las

se

rindieron al

sueño

Hemos el

Atado fuertemente, fué llevado de

Orrantia,

la

noche del 26 en

campo de Liñán,

salía

actividad

de Puruándiro

él

:

el

la

mismo

'

Hemos

día

que

Mina

entraba en aquel lugar, y siguién-

extractado en esta cita

lo

Orrantia tuvo la cobardía de pegarle

con su sable dos cintarazos;

acción infame, como la mismo Alamán, llama y que motivó las siguientes palabras de Mina, que dejaron confuso y humillado al vil coronel realista: este infortunio

— «Siento

me

es

haber caído prisionero; pero

mucho más amargo por

estar en

continuó con

dole á poca distancia perdió sus huellas en una hacienda

Memorias de

quien olvidando los fueros de la desgracia

noble entereza,

Memorias de Robinson, pág. 223, se lee que un ecleMina en su marcha al Venadito corrió á Silao y dio aviso de ello al comandante realista. Don CarlosM.de Bustamante adopta esta relación (Cuadro histórico, tomo IV, página 379), pero en la pág. .533 del mismo tomo rectifica diciendo que el que informó al comandante Reinoso. jefe realista de Silao, de la marcha de Mina al Venadito y de su estancia en este lugar, fué un '

acostumbrada

prisionero á presencia

el

ción que se le había ordenado; pero apenas hubo llevado

su

el

y á su patria; y como Mina contestase á su vez con

días de ince-

visto á Orrantia, vencedor en la hacienda de

un convoy de víveres

regimiento de Frontera llamado José María Cervantes.

matanzas del Som-

10 de aquel mismo mes, suspender la persecu-

al

entonces fué aprehendido por un dragón del

le prodigó indignos ultrajes, llamándole traidor á su rey

unas trojes del rancho del Venadito.

la Caja

de reunir su gente, toda ésta había huido ya en distintas

y algunos otros

éste,

Mina y Moreno, después de varios

sante fatiga,

de don

Acompañaban á Mina don Pedro

Moreno, don Pascual, hermano de

brero.

propiedad

Entretanto, Mina había salido tam-

que dice Robinson en sus

la revolución de México, pags. 219 y 220.

En

las

siástico á quien encontró

tal

Glagoya, dueño de un rancho cercano

al del

Venadito.

:

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS

592

manos de un hombre que no respeta el nombre español ni el carácter de soldado i.»— Don José María Liceaga, don Pascual Moreno y algunas otras personas que acompañaban á Mina en el Venadito pudieron huir á caballo;

demás

las

la

recibieron

muerte inmediatamente,

excepción de don Mariano Herrera

dueño de

,

la

con

hacienda

Fué muy

festejada por los realistas la noticia de la

aprehensión de Mina, y á medida que se iba difundiendo rivalizaban

las

autoridades en empeño para celebrarla

En México

estrepitosamente.

campanas y hubo salvas de provincia

solemnizada

fué

gracias,

escapar fingiéndose loco durante varios años.

se ocupó en premiar á los

Mina fué llevado á hensión;

mismo día de su apre-

se le pusieron grillos en los pies, y según el

allí

historiador

Silao el

Alamán

ver aquel general estos instru-

al

,

mentos de tortura, exclamó:

— «¡Bárbara costumbre espa-

ñola! Ninguna otra nación usa ya este género de prisiones;

más horror me da

verlas que cargarlas.

condujo á Irapuato, llegó

Encargóse

Remedios.

— De

allí

se le

y siempre escoltado por Orrantia

campamento de Liñán, frente

al

»

su

custodia

Navarra, y despojado de sus

fuerte de los

al

regimiento

al

prisiones

recibió

de

desde

dio

gobierno vireinal averiguar quiénes habían sido

el

las

personas que en Europa y los Estados Unidos contri-

buyeron á formar la expedición y lugares de

Nueva España estaban

planes y proyectos de Mina, se rrogatorios,

sin

le

las

que en diversos

Robinson

riador oficiales

realistas

rrogatorios,

afirma

y aquéllos

que excitó en todo las simpatías

hacia

el

haber

hablado

con

algunos

el

le

aseguraron de

ejército

la

la conducta

admiración

de Mina y de

que ese noble comportamiento hizo nacer

prisionero en todos los oficiales

campamento de Liñán

y soldados

del

2.

Alamón, Robinson y Bustamnnle refieren epta escena de la misma manera. El primero de estos autores publicó en el Apéndice del lomo V de su Historia de México una explicación de Orrantio, que vivía aún en 18!)2. Ka ella dice el antiguo coronel realista que no pudiendo sufrir las expresiones denigrantes de Mina contra el rey y las tropas realistas le dio dos plana.ios con el sable, y que al recibir los golpes no dijo las palabra? que le atribuyeron los historiadores ni ninguna otra, pues quedó callado. Por confesión del mismo Orrantia queda, pues, plenamente probado su villano y vil '

proceder, y en cuanto á su negación respecto de las nobles palabras de Mina al recibir ese cobarde ultraje, no debe concedérsele gran valor si se considera que ellas fueron el mejor cnstigo que pudo imponerse al coronel Orrantia. Además, preciso es tener en cuenta que esa penosa escena pasó ú presencia de varias personas, quienes conservaron y transmitieron las dignos palabras de Mina. ' Alamán y Bustamante, en sus respectivas obras históricas, han publicado la siguiente carta, según dicen, escrita por Mina al general Liñán «Señor General: Quiero tener la satisfacción de manifestar á V. S. que voy á morir con la conciencia tranquila, y que si alguna vez dejé de ser buen español, fué por error. » Deseo que V. S. tenga mejor suerte que yo, y sin ser traidor al partido que abracé y ha hecho mi desgracia, deseo que V. S. salga con feliridad en todas sus empresas. »Mi sinceridad no me permitiría decir eso é V. S. si no estuviese convencido de que jamás podrá adelantar nada el partido republicano, y que la prolongación de su existencia es la ruina del país que V. S. ha venido á mandar. »Si todavía me restan algunos días de vida, desearía decir verbaliiiente á V. S. lodo cuanto juzgo conveniente para la pronta pacificación de estas provincios, y después que el público esté informado

le

el

uso

título

el

de

Conde del Venadito, «que conservó, dice un historiador, á pesar de haber representado para que se

por parecerle ridículo,

ñaba

el

nombre

le

cambiase,

acompa-

del lugar que

al título nobiliario."

El interés que empezaba á inspirar Mina entre

y soldados de Liñán y

oficiales

el

de la misma capital suerte que

los habitantes

saber su aprehensión y presentir

al

obligaron al virey

estaba reservada,

le

los

sentimiento de sim-

muchos de

patía que por él se difundió en

Apodaca á ordenar á ese

que se hallaron presentes á esos inte-

y se

tarde el gobierno de

metrópoli premió al virey Apodaca con

la

El histo-

soldado de

al

se le hizo cabo

Más

de un escudo conmemorativo. la

obispo

Orrantia fué

:

de los soldados de la división fué agraciado con

inteligenciadas de los

que este bravo caudillo diese informes

el

aprehensores

Mina

el

gobieino vireinal

una gratificación de quinientos pesos, y cada uno

sometió á largos inte-

ningunos que cedieran en perjuicio de otros.

vuelo las

pontifical

ascendido á coronel efectivo del ejército,

entonces las consideraciones á que era acreedor. Desean-

do

y en Puebla cantó ésta de Luego

don Antonio Joaquín Pérez.

caballería que aprehendió á

á

en las capitales de

Te-Deum y misa de

con

que fué encarcelado en Irapuato y luego sentenciado á la pena de muerte, de la que pudo

de la 'flachiquera,

echaron

se

artillería;

En

miento del prisionero.

que procediese

jefe

al

fusila-

consecuencia, el 11 de noviem-

bre (1817), á las cuatro de la tarde, fué conducido Mina por una escolta de cazadores de Zaragoza

al

cerro del

Bellaco, porque Liñán quiso atemoiizar con el sangriento

espectáculo á los defensores del fuerte de los Remedios.

Los dos campos,

en

solemne silencio, atentos á eminencia,

siniestra

No y

lo

y

que iba á pasar en

la

en

para sitiadores y sitiados.

visible

flaqueó el valor del ilustre navarro en este postrero

instante,

terrible

paso firme

con

herido

oficiales

un

en

de

que

la

lugar los

que asistieron

que se

sitio

al

muerte por

de

sepultado

después

y después de decir á

soldados

los

dispararle: — «No me hagáis sufrir," — mar-

que debían chó

profundo

estaban

efecto,

espalda

inmediato

cirujanos al

de

de los

y cayó

cadáver

su

' ;

al

señaló

le

la

fué

ejecución,

cuerpos

y

los

fusilamiento firmaron una acta

que se publicó en la Gaceta de México algunos días más tarde.

Así terminó su brillante carrera, cuando no había'

cumplido aún veintiocho años de edad,

del estado y naturaleza de esta revolución, la oferta que hago á V. S.

el

generoso y

no temo su juicio sobre

» Permítame V. S. que tenga la satisfacción de decirle su afecto Jaeier Mina. Señor Mariscal de campo y pui?ano, Q. S. M. B. general en jefe don Pascual Liñán.» Robinson, en sus .Vemoría,», tiene por apócrifa la curta anterior, y añade que Mina escribió desde su prisión al teniente coronel don Pablo Krdozafn, que se hallaba dentro del fuerte de los Hemedios, dándole instrucciones respecto de olgunos asuntos particulares ¡/ exhortándole á continuar obrando con honor ij firmeza. ' Todos los caudillos de la independencia que fueron fusilados pues se les declaró traidores al re cibieron la muerte por la espalda





,

rey y á la patria.

(1810)

ALLENDE. — (1813) MATAMOROS.— (1817) MINA HÍiEOES DE LA INDEPENDENCIA

MÉXICO A TKA.VES DE LOS SIGLOS valiente joven

^

los nobles

Aparte de

móviles que

impulsaron á combatir por la

le

independencia de México, y sin atender precisamente á las altísimas

Por

que tanto terror infundió en los domina-

dores con sus rápidas y señaladas victorias.

prendas de que estaba dotado,

nombre

el

tuvo los

lo

593

demás, justo es decir que

el ilustre

Mina no

decidido y eficaz auxilio que debieran impartirle

el

demás caudillos de

Los que más

la independencia.

distantes se hallaban del territorio en que aquel valiente jefe

combatir á las tropas del rey, no

colocó para

se

de

pudieron apoyarle más que con sus votos y esperanzas,

nuestra patria con vivido fulgor, porque su aparición en

pero los que como Torres peleaban en la misma zona,

y

el

memoria de Mina lucirán siempre en

la

suelo mexicano y su sorprendente

meses reanimaron

las

Nuevo Mundo. de

superficiales

la

la

lucha

completa separación

anduvieron remisos y mezquinos en socorrerle y secundarle.

y lúgubre

hubo de parte de

sin

años de asoladora contienda,

sufrirían

para los el

todavía las

observadores

dominio tranquilo de

contradicción tras varios

pero las proezas de Mina

triunfo, los

y

la perseverancia,

propugnadores de

las

fe

en

el

que es la primera virtud de

grandes causas.

' «Nadie, dice Kobinson, historiador de la memorable campaña de Mina, nació con mejores disposiciones para llevar ú cabo el loable empeño de propagar los beneficios de la libertad entre los hombres que el general Mina. Su talla era de cinco pies y siete pulgadas, y aunque no corpulento, era bien formado. Su estructura física tenia todas las cualidades necesarias para una vida activa. Tenía grandes prendas morales y valor personal en grado eminente. Sereno ú la hora del peligro, siempre estaba dispuesto á aprovecharse de todas las ocasiones favorables que le presentasen las vicisitudes de los sucesos. Cuando estaba á la cabeza de las tropas, les inspiraba su arrojo. Era en extremo frugal, y no le hacían impresión ninguna las más duras privaciones. Su cama se componía, por lo común, de la capa y de la silla de su caballo. Aun en la mayor intemperie y pudiendo tener alojamientos cómodos, pasaba la noche en medio del campo con sus soldados. Era afable, generoso, sencillo, humano y moderado, y unía á todas las dotes del militar los modules del hombre civilizado.» (Memorias de la reeolución de México, pégs. 229 y 230).

T. III.

de Mina

expedición

los sucesos

La

el

llega

vencimiento

relación que

hemos

demuestra, á nuestro juicio, que

si

caudillos independientes falta de

los

diligencia patriótica para apoyar la acción vigorosa del

adalid que se presentó á sostener la causa común,

no

puede afirmarse que éste fué víctima de

de

la envidia

Torres ni de ningún otro jefe de la revolución.

Más fundadamente pudiera

estaban demasiado recientes y su recuerdo mantuvo en

corazones de los patriotas la

la

del general navarro.

Nuevos reveses

más de una vez

esforzados

fin

hecho de

España parecía ejercerse

los

El historiador de

hasta acusar á aquel jefe de haber causado

más importante de sus posesiones en

independencia, y

la

siete

esperanzas de los defensores de la

que sólo había de terminar con entre España y la

armas

campaña de

próximas á extinguirse, y continuaron

libertad,

el

la historia

atribuirse el malogro de

una expedición que comenzó bajo tan la falta

de un plan determinado y

miento

que su jefe pudo

hombres.

En

al

adquirir

felices

auspicios, á

escasísimo conocidel

y de sus

país

vez de enervar sus fuerzas en la estéril

defensa del cerro del Sombrero,

debió

multiplicar

los

atrevidos y felices ataques que tanto terror infundían á las

tropas realistas.

Y

si

en lugar de arrojarse contra

Guanajuato cediera á los consejos de

la junta

de Jaujilla,

pocos meses después hubiérase alzado en Michoacán al frente de un ejército, fuerte por el

número y

plina, y quizás habría dado cima á la obra

en 1810.

Su

brillante

campaña

la disci-

empezada

es, sin embargo, uno de

mejores episodios de la historia de la revolución, y Mina significa para todo mexicano generosidad, valor y los

libertad.



CAPITULO

VII

— Sitio y toma por los realistas del fuerte de Palmillas en la provincia de Vera— Devastadoras correrías de las tropas de Hevia en la Tierra caliente. — Muerte del guerrillero Vergara. — Los indios insurgentes del Coyusquihui ó Coxquihui. — Ferocidad de 'los jefes realistas

Sucesos de

mayo hasta diciembre de

guerra desde

1q

cruz (julio de 1817).

— Son

1817.

fusilados los prisioneros independientes.



Barragán, Kilisola y otros en la provincia de Michoacún. Don Ignacio López Rayón es aprehendido de orden de la junta de Jaujilla el general Bravo (9 de febrero de 1817) Don Nicolás Bravo ocupa el cerro Es confinado en seguida á la estancia de Patambo. de Cóporo (julio de 1817). Lo ataca el coronel realista don Ignacio Mora y es rechazado con grandes pérdidas (1.° de setiembre).



por





— Toma Márquez Donayo el mando de las tropas sitiadoras. — Asalto ordenado por Márquez Donayo (1.° de diciembre). — Huida de los defensores y aprehensión de casi todos. — Bravo logra salvarse y se dirige á Huetamo. — Guerrero en Sur, durante segundo semestre de 1817. — Combate y toma de Alahuistlán por los realistas (17 de octubre). — Dispone Apodaca la aprehensión de Berdusco y don Ignacio López Rayón. — Son sorprendidos y presos estos dos caudillos (10 y 11 de diciembre de 1817). — Cae también prisionero don Nicolás Bravo (22 de diciembre). — Son conducidos los presos á Cuernavaca y entregados al comandante militar en esa villa (enero de 1818).— Emprende residentes salen del fuerte y se establecen coronel .\guirre el sitio de Jaujilla. — Los miembros de la Junta de gobierno bhXbl ranchería de Zarate, al sur de Valladolid (fines de diciembre de 1817). — Ruidosa desavenencia entre Cruz y la audiencia de Guadulajara (mayo de 1817). — El primero destierra á dos oidores y manda aprehender á otros dos. — Exposición que con este motivo dirige la Audiencia á Fernando VIL — Curiosas revelaciones contenidas en ese documento. — Término de este enojoso asunto. — Afirmación del historiador Bustamante. —Sucesos militares en la Huasteca y Llanos de Apam en los últimos meses de 1817. — Muerte del guerrillero Avila. — El realista Casasola persigue á las partidas independientes de la serranía de Ajusco. — Muerte de Pedro el Negro. — Continuación del sitio que puso Liñán al fuerte de los Remedios. — Asalto infructuoso de los realistas (16 de noviembre de 1817). — Pérdidas considerables que sufren. — Agótanse las municiones de los sitiados. — Desesperado ataque dirigido por éstos (23 de diciembre). — Son rechazados con grandes pérdidas. — Situación angustiosa de los sitiados por falta de municiones. — Deciden evacuar el fuerte. — Salen durante la noche del de enero de 1818. — Son atacados vigorosamente por los sitiadores. — Estos incendian las barraNuevo ataque

dirigido por el coronel Barradas, que es también rechazado.

— Muerte del patriota don

Benedicto López.

el

el

el

allí

1.°

— Horrible matanza hecha por los realistas durante la noche — Muerte de Crocker, Hennessey, Cruz Arroyo, don Manuel Muñiz y coronel don Diego Noboa. — Don Anastasio Bustamante persigue con la caballería á los fugitivos en el llano. — Premios concedidos á los vencedores. — Bustamante es ascendido á coronel. — Orrantia, caballero de la orden de San Fernando. — Distintivo concedido á todos los individuos de la división que redujo los fuertes del Sombrero y los Remedios. — Distribución de las tropas realistas que

cas del fuerte y mueren del

1."

y la

formaron

La

mañana

los heridos de los independientes.

del 2 de enero (1818).

— Torres

logra escapar.

división de Liñán.

la

relación continuada de todos los sucesos á que

dio origen la

campaña

de

Mina, nos obligó

del malogrado

con el capítulo IV del presente y último

á interrumpir, libro, la

quemados

los acontecimientos notables

otras comarcas del vireinato

Tiempo

bre de 1817.

es

de

guerra en

la

desde marzo hasta diciem-

ya de que reanudemos

de esos hechos, á partir desde

el

la serie

primero de los meses

que acabamos de nombrar.

Hemos

coronel de

^

Extremadura don José Ruiz,

se retiró al fuerte de Palmillas

veracruzana, no

jefe

de la

,

situado en

muy

el

centro de

distante de Huatusco.

Consistía aquella posición en

un gran peñasco circundado

de

sobre

barrancas

se

elevaban

gruesos parapetos defendidos por siete cañones.

Comuni-

cábase con

el

inaccesibles,

el

cual

campo vecino solamente por una calzada

de ciento setenta y cuatro varas de longitud, y cuya •

Capitulo IV,

lib. III.

sores

tres varas, en cuyo punto

tres

fosos

y levantaron

abrieron los defentantas

otras

estacadas.

Los independientes, desalojados del Chiquihuite en últimos

de

días

febrero,

se

replegaron

los

á Palmillas,

el

número de sus sostenedores y empeñando

los realistas

en la empresa de reducir esa importante

aumentando á

que uno

guarnición de esa villa, en los primeros meses de 1817,

la provincia

más que

posición.

dicho en el lugar correspondiente

de los Coutos (don Ignacio), rechazado en Orizaba por el

anchura se iba estrechando gradualmente hasta no tener

El gobierno vireinal atendió, en efecto, á destruir ese foco de la revolución, tanto

que amenazaba á

la

más

peligroso

cuanto

importante carretera entre Veracruz

y las villas de Córdoba y Orizaba, y ordenó al coronel Hevia que sitiase á Palmillas. Este jefe consideró indispensable cumplir

permanencia

su el

en

Córdoba,

pero á

fin

de

mandato que había recibido, organizó una

fuerza competente, y la puso bajo la dirección del coronel don José Santa Marina.

ante Palmillas días

se ocupó

el

Llegó éste con sus tropas

19 de junio de 1817, y durante varios

en establecer contratrincheras sobre los

bordes de las barrancas que ceñían

al

fuerte por

todo



MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

596 El día 30 rompieron sus fuegos

viento. artillería

las piezas

de

y mantuvieron un vigoroso cañoneo todo el mes de julio, logrando Santa Marina

realista

durante casi

ocupar parte de

la

calzada que llegaba hasta el fuerte y

abrir profundas brechas en los parapetos que coronaban

tal

El 28 de este último mes hallábanse de

peñasco.

el alto

modo avanzados

trabajos de los sitiadores que el

los

momento á

asalto debía efectuarse de un

otro.

había acogido al indulto en los primeros días de aquel

año (1817), y en por

bates con

de

el resto

rumbo de

el

don José Rincón,

teniente coronel

el

fructuosas correrías

él hizo

Antigua, empeñando frecuentes com-

la

hasta

que sucumbió á manos de uno de sus compañeros llamado Rafael Pozos

quien se presentó á Rincón solicitando

,

el

indulto.

Durante

Al

de

norte

(Veracruz) seguían en

provincia

la

resolvieron evacuar la posición,

armas

los indios

y descolgarse con cuerdas por uno de los precipicios que

ciento

sesenta leguas cuadradas y que confina al este

rodean

con

Golfo de México

la noche, los defensores

fuerte;

al

hombres y

cinco

mujeres,

tres

los

el

de Coyusquihui,

y por

el

montuosa región de

occidente con la sierra

primeros que se aventuraron en esta formidable evasión,

de Mextitlán, extendiéndose de norte á sur desde

cayeron y murieron en

de San Pedro y San Pablo hasta

el

profundo voladero

hasta el número de setenta ellos

mismo Couto,

el

y

demás,

contándose entre

cinco,

pudieron

los

;

bien

llegar

elegido para marchar en retirada, pero

al

sitio

cayeron todos

forman en su desembocadura barras de poco fondo que sólo

permiten

la

rablemente aquella part« de la línea temerosos de que

abunda

por

entonces

se evadiesen sus contrarios.

allí

Triste fué la suerte

días los rigores de la intemperie,

agua, recibieron en Orizaba.

Su

la

le

fuese pasado por las armas,

y

sol

y

al

encerró en la cárcel del

Había llegado á esa ciudad

obispado.

al

jefe, el teniente coronel Couto, fué tras-

ladado á Puebla, donde se

evadirse

marchando

muerte, unos en Huatusco, y otros

cuando

la

orden para que prisionero logró

el

fué ocultado en uno de los sepulcros de la

iglesia de la

Compañía por

el licenciado

don José Manuel

el

acceso de buques pequeños.

feraz de esta comarca

en manos de los sitiadores, que habían reforzado conside-

de los prisioneros, quienes, después de sufrir por tres

el río

de Nautla, los cuales

el

caña de azúcar, caza;

la

Serafín

por Olarte

revolución

produce

maíz,

el

tres

de

indios

mil

El suelo

la

vainilla,

sus bosques

esparcidos

montes y quebradas y comandados por mantenían desde 1813 el fuego de la

éstas,

dirigidas

á

sucesivamente

afrontar

En

expediciones enviadas en su contra.

algunas

y en

el frijol,

cuatro

ó

logrando

,

ricos frutos:

por

siete

curso de 1817

el

Llórente

y Arteaga,

fueron derrotadas por completo.

En manera

la acción

Michoacán

de

provincia

la

valiente patriota don

Víctor

muerte

la

Rosales

debilitó

del

en gran

de las guerrillas independientes que le

Los comandantes

reconocían por jefe.

realistas

Barra-

de Herrera, quien después de indultado servía una cátedra

gán y Béistegui ensangrentaron

en

región que tantos defensores dio á la libertad mexicana

Espíritu Santo, como hemos dicho en su

el colegio del

lugar

Algunos meses después obtuvo Couto que se

'.

le

y dejaban á su paso

los

desolación

la

pueblos de aquella

y

El

exterminio.

el

concediese indulto, y la misma gracia alcanzó su hermano

primero de éstos persiguió tenazmente las partidas de

don José Antonio.

Huerta que operaban en

Allanada la posición de Palmillas dispuso Hevia que

el

rumbo de Pátzcuaro, y

fusi-

laba á cuantos prisioneros caían en sus manos, casti-

dos secciones marchasen en busca de Victoria, cuyo para-

gando con doscientos azotes á

que se

le

denunciaba

dero se ignoraba, pero á quien temían sobremanera los

como partidarios ó simplemente afectos á

la

revolución.

realistas

por su incansable actividad y

dominio que

el

Este jefe cruel y sanguinario no tardó en ver recompen-

había logrado ejercer entre los habitantes de las tierras

sados sus

cercanas

coronel,

mando

Las sendas divisiones,

á la costa.

del teniente coronel

nes de Travesí

,

al

á las órde-

la otra

asolaron las comarcas que fueron sucesi-

vamente recorriendo; Victoria al

Ramos y

una

mando

los

restos

de las

de

guerrillas

del gallego Garay, combatieron

varias

los

trabajos

y

el

militares

virey

metrópoli para que se Católica.

con

le

grado de teniente

el

recomendó

lo

concediese

al

gobierno de la

la

cruz de Isabel la

Por JoruUo expedicionaba

teniente Mocte-

el

zuma y espantaba con sus atrocidades á todos

de

comarca;

la

y

el

capitán

los

pueblos

Filisola,

italiano

de

coman-

veces con los dos jefes que acabamos de nombrar, y entra-

de nacimiento

ron un día en Huatusco vengando en las propiedades de

dante

sus habitantes los estragos y devastaciones que aquéllos

todos los insurgentes que aprehendían las tropas de su

cometían en los pueblos que creían adictos á la causa

mando.

de la revolución.

En

cuanto á Victoria,

fugitivo

por

y

que ejercía las

funciones

de Maravatío, mandaba pasar por las armas

Yin el capítulo

IV hemos dicho que

el

á

don

general

bosques y despoblados, llegó á desaparecer por entonces

Ignacio López Rayón, al saber la capitulación de su her-

de

mano en Cóporo, había publicado una proclama afeando

la

escena, y la noticia de su muerte era consignada

con frecuencia en los partes de los jefes realistas. Volvió

conducta de éste y de

á tomar las armas

nio, forzados

el

comandante

Vergara,

que

se

por

la

los

extrema necesidad de víveres y

esperanza de recibir ningún auxilio. '

BusTAMANTE.

Aloman lib. III

— Cuadro histórico,

tomolV, págB.

33 ú 35.

pij^ue la relación de Bustamante. (Véase también cap. de nuestra Historia).

la

que suscribieron aquel convesin

Esta protesta y su

renuencia á reconocer la autoridad de la junta establecida JI,

en Jaujilla crearon una situación dificilísima para

el

gene-

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS ral

Rayón, quien,

de unos cuantos soldados

al frente

fieles,

se Yió obligado á internarse al sur de Michoacán, presu-

de los que anhelaban

que obedecían

pueblo de Purungueo se

un

trayéndole

hijos,

Cóporo en

la

En

gobierno asentado en Jaujilla.

al

el

presentó su esposa con sus

le

de

ejemplar

de

capitulación

la

que se hallaba un artículo que concedía á

Dejemos á Rayón en la

junta y en

El general no cedió á los ruegos

de su compañera, y decidido á no invocar á su favor las estipulaciones

uh

de

convenio que acababa

de condenar tan acerbamente, el

hasta llegar al pueblo de Zacapuato,

sur,

sufrir antes

lugar fué sorprendido por 9

de febrero (1817),

que había recibido de cien

no

sin

ataques de alguna de las guerrillas de

los

Muñiz, quien no se había acogido aún

el

mismo

él

marchando hacia

siguió

hombres que

le

En

al indulto.

ese

general don Nicolás Bravo

el

quien, cumpliendo las órdenes

junta de Jaujilla, desarmó á los

la

acompañaban y

declaró

le

prisio-

nero del gobierno.

ahora

Convinieron

sin

,

embargo

ambos

,

jefes

en que la

que fuese nombrada por guardándosele yéndole de todo

lo

comandantes de Jas armas,

los

entretanto

sino otra

toda

consideración

y prove-

que necesitase para su seguridad y al antiguo presidente de la

Trasladóse

subsistencia.

junta de Zitácuaro, á su hermano don José María y á la

primero á

familia del

quedaron

custodiados

estancia

la

por

de

coronel

el

Elizalde y por don Pedro

Villaseñor,

junta de

lo

Jaujilla,

estrechamente

^

la

cual

El amor

Patambo,

donde

don Manuel

Unido con

el

antiguo patriota don Benedicto López

durante los meses de mayo y junio de 1817 y frecuentes combates con el enemigo en la región oriental de Michoacán. López logró derrotar varias

veces

mayor don Pío María Ruíz, encargado de perse-

al

guirle,

y en una de

gran parte de

ellas,

el

sección

la

por la defensa sostenida

con ardor

reparar

á

allí

por los Rayones, y dedicóse

antiguas

las

Desde

á principios del año.

de

y una de

la provincia,

ellas,

hicieron grave daño á la

Sin negar

marcha de

época á que hemos llegado en

de nuestra obra, la junta de Jaujilla era

Pablo Anaya, fué destrozada por

misma época y el

ocupaban

Bajío,

No

toda

actividad

la

la

gobierno

del

obstante esta preferente atención, Apodaca

temor

la

permanencia de Bravo en

nizó una expedición destinada á desalojarlo.

últimos días de agosto,

marchaba

Liñán

contra

la

revo-

decurso

el

único centro

el

al

mando

el del

del coronel

y en tanto que

las

patriotas

los

de los hombres

gobierno fué reprimir,

ó

antiguo

conspiraba

lo

los

inmensos

desde

1810.

que formaban aquel hicieron,

contra

su

nulificar al

autoridad,

combatida á fuego y sangre por los dominadores, débil-

mente acatada por muchos de independencia, y sostenida por

los el

comandantes de

Declaraciones de Rayón. (Colección de documentos de 984).

la

valor y la abnegación

i.

E.

de

Hacia

el

ejército de

los

Remedios,

Sombrero, una gruesa sección,

Domingo, regimiento Fijo de México

y un escuadrón, avanzó desde Ixtlahuaca y

el

setiembre (1817) se presentó á la vista de Cóporo.

Mora nuevo en

los

don Ignacio Mora y compuesta del

de

1.°

de

«Era

guerra, dice Alamán, y con pocos conocimientos y mucha temeridad hizo asaltar el

oficio

la

;

rencia del Fijo y del Santo

malogrando

fuerte

el

con este

tomo VI, pég.

fortificarse

de este temible guerrero en

la aparición

pitar el término de la guerra,

'

regimiento realista

Pudo Bravo atender con algún desahogo á

independencia, y su desconocimiento equivalía á preci-

Herni'indez Dúvalos,

el

en Cóporo, porque los triunfos alcanzados por Mina en

las

que

y otras poblaciones mando de don Juan

Fijo de México.

de autoridad que obedecían los jefes más notables de la

caudillo

al

á las armas del rey, y haciendo grandes esfuerzos orga-

de este caudillo, en la biografía

como

enviaba diversas

allí

partidas que hostilizasen á Maravatío

batallón de Santo

ineludible

des-

truidas por el coronel Aguirre cuando se hizo dueño de

mexicano, justo es decir que su inflexible carácter y la inexcusable ambición de mando, de la cual dio pruebas

Deber

fortificaciones

ha obligado á decir á

filial

por

mandada por aquel

esa zona, pudo Bravo ocupar el cerro de Cóporo, famoso

después de reducir

impendidos

13 de junio, destrozó á

realista

Limpia de enemigos una considerable porción de

jefe.

á Rayón los relevantes méritos que alcanzó y que aseguran á su memoria el respeto y la veneración del pueblo

sacrificios

general des-

posiciones que tanto quehacer dieron en épocas recientes

inocentemente las persecuciones de los suyos.

la

el

comisionó para vigilarlo

padre escrita en 1856, que en Patambo sufrió

En

y sigamos

sostuvo

veía con justo

los descendientes

lución.

realistas,

recios

la

uno de

,

señaló por

ser aprehendido algunos

tropas

las

le

compañeros de armas.

aliento de sus

vireinal.

de su

reiteradas

del

magnánimo don Nicolás Bravo, quien, siempre

al

de

miembro de

levantamiento

esforzado y animoso, no desmayaba ante

ellas

junta actual no sería la que juzgase á Rayón,

el

lugar que se

el

cual había de

el

meses más tarde por

todos los Rayones el derecho de ser considerados como

comj)rendidos en ella.

conservar

pueblo mexicano contra sus antiguos dominadores.

miendo fundadamente que no tardaría en ser perseguido, á la vez, por los realistas y por los jefes independientes

597

fortificaciones,

Filisola

fin

en gran parte ya reparadas, formando

una columna de

las

compañías de prefe-

Domingo á

las

órdenes de

y del teniente don Félix Merino. El ataque se mismo 1.° de setiembre con tan funesto resul-

efectuó el

tado que fué preciso desistir del intento

,

habiendo per-

dido cinco oficiales

y cien soldados '.» Mora fué relevado del mando en castigo de su impericia, y hubo de entregarlo al coronel Barradas, que fué enviado por

el

gobierno

al frente del batallón ligero

de

San Luis con una considerable cantidad de municiones y '

AlamAn.

— llUioria de México, tomo IV

,

pág. 652.

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

B98 El nuevo

pertrechos.

que

empero, no fué más afortunado

jefe,

antiguo: empeñado también en apoderarse de las

el

á viva fuerza, emprendió

fortificaciones

sores hicieron vivísimo fuego

por una

el asalto

vereda desconocida, pero advertidos á tiempo

y rechazaron

las

columnas

enemigas, que se retiraron precipitadamente dejando á

muchos de

los

suyos tendidos en

el

Barradas,

campo.

comunicar este descalabro, pedía refuerzos vireinal,

el

al

gobierno

en efecto, y sucesivamente,

cual envió,

batallón de Lovera, á

al

al

una parte del regimiento de Orde-

nes Militares y á doscientos caballos con gruesa pero avisaba á Barradas que

mando en

el

artillería,

jefe de la

expe-

Márquez Donayo.

dición se había conferido al coronel

de Oriente y que con

descanso en las provincias

sin

más

servicios

que

otros jefes

no había sido

realistas

premiado en proporción á sus merecimientos,

campo frente

Cóporo

á

en

segunda

la

noviembre y desde luego estableció con

las

La

derrota de López

llegó

quincena

al

de

ya numerosas

rado por

batería que llamó de

el

hambre

se hizo sentir con

interior de las

fortificaciones.

carecía:

el

perro muerto y

fuerte, abriendo á poco

mente

al asalto,

paja.

Los

días satisfice el hambre,

Abrigaba este va-

caudillo la esperanza de que don Benedicto

intentaría llevar provisiones al fuerte,

y probado

antiguo

patriota, conduciendo

López

y en efecto,

el

un gran convoy,

hizo desesperados esfuerzos para romper la línea sitia-

dora (29 de noviembre), pero

él

mismo con todo

gamento que llevaba cayó en poder de fué pasado por las armas legando su

el

car-

los realistas,

y nombre y su hon-

roso recuerdo á la historia.

ejerció

la

buscaron

don

Ramón Rayón

al lado

de Márquez Donayo,

guiándole é indicándole los puntos vulnerables de aquellas

posiciones

persistir

en

el

que

conocía

él

honroso

tanto.

retraimiento á

Así,

lejos

de

que se redujo

su

salvación descolgándose

de

antemano

con sus consejos

y

experiencia

estaba vinculado su nombre. los merecimientos

Rayón destruyó entonces

que antes había alcanzado y que

le

setenta

De

este

y

siete

en que se arro-

precipicio

sufrió peligrosa

y fuerte

caída,

pero pudo ocultarse entre las peñas del barranco y de

marchó á pie y

allí

donde

le

por espacio de

sin probar alimentos

leguas hasta llegar

treinta

al

rancho

del Atascadero,

dieron un caballo para que continuase su viaje

á Huetamo, punto por

él

elegido para reunir los dispersos

y organizar de nuevo una sección de tropas.

Los

prisio-

neros tomados en la barranca de Pastrana fueron puestos

en libertad por disposición de Apodaca; individuos

ejército

del

distintivo honorífico,

de

la

monarquía

el

sitiador

les

recomendando

el

cia.

fijé

el

los

concedido un

virey al gobierno

grado de brigadier.

Guerrero seguía combatiendo en

misma serena

y á todos

comportamiento de Márquez Donayo,

vincia de México con varia fortuna

,

el

sur de la pro-

pero siempre con la

y con inquebrantable constan-

intrepidez

Después de asegurar á

la

junta de Jaujilla que en

breve extendería sus operaciones militares por la dilatada región del Sur (20 de junio de 1817)

á atacarle, pero

concurriendo eficazmente al allanamiento del fuerte á que

doscientos

el

También Bravo

Politla

auxiliar á los realistas

Barradas.

coronel

el

prisioneros

después de la capitulación que ajustó con Aguirre al aceptó la ingrata tarea de

un voladero

por

independientes con muchas mujeres y niños, habiendo

principiar el año de 1817

',

el

llamado las Cuevas de Pastrana, á cuyo pie se hallaba

par de estos heroicos

por la libertad de la patria, la misión que

por

é impotentes para resistir tan briosa acometida,

hambre

para quien se pidió

Penoso es consignar, á sacrificios

extenuados

por su parte,

muerto muchos otros en

pasando algunos sin alimentarme." liente

llenando antes los fosos con haces de

sitiados,

jaron ^

plato

compañías de

las

de Lovera y Ordenes Militares, mandadas

el

el

de diciem-

por Márquez Donayo en persona, se arrojaron intrépida-

el

caballo fueron

el 1."

una brecha capaz de dar entrada

Al caer la tarde,

á los asaltantes.

«Mis sitiadores, dice

el

más regalado con que muchos

San Juan rompió

grande intensidad en

mismo Bravo, abundaban de todo, cuando yo de todo

vencimiento de los

el

bre un fuego incesante contra la puerta principal del

modo cayeron

el exterior.

cabo de pocos días

al

sitia-

obras hasta tiro de pistola de los parapetos, y la

sus

toda comunicación de los independientes con

y

gran número de los

que sostenían á Cóporo. Márquez Donayo había avanzado

apostado

faltar,

el

apresuraron

gobierno,

el

tropas sitiadoras un estrecho cordón militar que impidió

Los víveres empezaron á

y

dores, así como el cuantioso material de guerra aglome-

granaderos

Este valiente militar, á quien hemos visto batallar

de benemérito para

título

el

los dominadores.

defen-

los

recompensas,

justas

las

concederlo solamente á los que no contemporizaron con

que

el

^,

se fortificó entre

y Ajuchitlán para esperar á Armijo que avanzaba que retrocedió hasta Teloloápam

al

saber

general independiente ocupaba una posición inex-

pugnable.

Libre por entonces de este amago. Guerrero

marchó rápidamente hacia sorprender en Huetamo

al

el

Oriente con

el

intento de

comandante don Pío María

respeto de la prosperidad; y

Ruiz, jefe militar de Zitácuaro, que había avanzado hasta

por eso le negó la patria, en los días del triunfo y de

aquella población, situada no lejos del río de las Balsas.

hubieran hecho acreedor



al

' Capítulo IV, lib. III. En el lugar correspondiente hemos defendido ú Rayón de las maliciosas afirmaciones de Atamán, porque, en efecto, su conducta en la defensa y capitulación de Cóporo á principios de 1817 y la que observó inmediatamente después de estos sucesos fué difjna y honrosa. Pero no debíamos callar la que siguió al fln de aquel mismo año, con la que destruyó sus antiguos y notables servicios á favor de la independencia.

Pero Ruiz volvió á sus acantonamientos, y Guerrero retrogradó, á su vez, hasta sus antiguas posiciones de Politla. ' Parte oficial de Márquez Donayo publicado en de 4 de diciembre de 1817. » CapftuloIV, lib. III.

la

Gaceta



MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS Sus

y Mongoy

Montesdeoca

subalternos

oficiales

599

miento en la estancia de Patambo no fué por mucho

combatían, entretanto, en la zona de la costa sin dejar

tiempo

momento de reposo á

Tratábase de preparar

ignorado del gobierno.

capitanes don José Joaquín de

una sorpresa y no un ataque que pusiese en guardia

Herrera y don José Aguilera, quienes, en combinación con los tenientes coroneles Marrón y Gómez Pedraza, y

anticipadamente á los dos antiguos patriotas, y en conse-

todos á las órdenes de Armijo,

de la Cueva y del cura de Iccapixtla don José Felipe

los

estaban repartidos con

sus secciones respectivas en las ardientes tierras que

caen

Otras partidas independientes,

Mexcala.

al sur del

cuencia, Apodaca se valió del capitán don José Antonio

El primero había militado en

Salazar.

y luego tomó partido por

dientes

los

indepen-

las filas

realistas

,

sin

mandadas por Izquierdo y don Pablo Ocampo, se hicieron

este cambio le impidiese visitar con frecuencia los

fuertes en la iglesia de Alahuistlán

pamentos de aquéllos, á

y en

cerro del

el

próximo á este pueblo, en cuya cima colocaron

Calvario,

pocas veces armas y municiones.

Y

el

segundo había

sido cura en algunos pueblos de Michoacán,

Pedraza, marchó á desalojarlos, y

siniestros

17 de octubre (1817)

En

llegaron ambos jefes á la vista de Alahuistlán.

tanto

que Marrón cubría con su caballería todos los caminos por los que pudieran retirarse los independientes

Pedraza atacó de frente

las

una compañía de Fieles del Potosí y de un escuadrón cheras cayó muerto recibió

el

mando

i,

utilizarse

dos agentes y comunicó la trama

al

coronel Armijo orde-

Dispuestas así las cosas

Cueva y Salazar

,

mismo

zaron de insurgentes, haciéndolos pasar, en los lugares del tránsito, por guerrilleros pertenecientes á la partida

Este con-

comandante Vargas. Era necesaria esa estratagema y preciso fué desplegar grande astucia porque los puntos

montaba y

él

el

teniente

del

,

en que residían Berdusco y Rayón estaban en

mente de todas

y

las fortificaciones

cruel fué

el

triunfo

de Alahuistlán.

San-

territorio

de los realistas,

pues

este último aparecido

pasaron á cuchillo á los doscientos independientes que

escapándose solamente de tan horrible

se hallaban,

allí

matanza

el jefe

que terminase

don Pablo Ocampo, quien huyó antes de

el

combate.

«Túvose esta acción por una

en

el

cerro de Cóporo. El 10 de diciembre los dos agentes

él

del

Mexcala en

rrieron á ella

;

recomendó á

la corte

á Gómez Pedraza y

Católica,

en

el

y

al

la

sargento Pérez, que recibió una contusión

ataque, le dio

ascenso de alférez.»

el

Combinaba por este tiempo

el

el

de

Cóporo,

alcanzándoles en

corto tiroteo tuvo

en

la

provincia de Michoacán,

el

Carrizal.

Bravo,

acababa de llegar á Huetamo

tuvo aviso de la aprehensión

la

los

el río,

co, de quien se sabía

que se hallaba en un lugar cercano

llamado

de

Berdusco, y allegando algunos hombres salió precipita-

ganado ya

pueblo de Huetamo,

paso

que, como hemos dicho, fugitivo

medios para apoderarse del doctor don José Sixto Berdus-

al

lugar llamado Purechucho

á reunirse á Salazar que lo esperaba en la orilla

damente en busca de

virey Apodaca los

al

donde se hallaba Berdusco, y poniéndose Cueva á la cabeza de cuarenta hombres logró sorprenderle y volvió con

á Cuilty para que se les diese la cruz de Isabel

centro del

después de la derrota que sufrió

allí

de Apodaca se aproximaron

virey concedió un escudo á todos los que concu-

el

el

en que dominaban Guerrero y Bravo, habiéndose

de las más distinguidas de la guerra, dice un historiador,

y

salieron

de México en los postreros días de noviembre (1817), y recogiendo en su marcha varios destacamentos llegaron á

Prieto, de los Fieles del Potosí, se hizo dueño sucesiva-

griento

sus

dio sus instrucciones á los

reunir hasta cien hombres de caballería, á los que disfra-

teniente coronel Cuilty.

al

Apodaca

cerca de las trin-

y secundado con valor por

tinuó el ataque,

rumbo en que iban á

el

servicios.

que lo obligó á retirarse,

caballo que

el

una herida peligrosa

dejando

muy

mucho

por lo que

nándole que los auxiliase.

Gómez

,

posiciones á la cabeza de

de dragones de España; pero ya

conocía

cam-

que vendía víveres y no

los

un cañón y levantaron gruesos parapetos. Una sección de tropas realistas, al mando de Marrón y Gómez el

que

orilla

que

la

habían llevado á cabo,

pero cuando los realistas habían

opuesta, por lo que después de un

Bravo que suspender

la persecución.

Cueva y Salazar apresuraron entonces su marcha, y

después de haber permanecido oculto algunos meses en

avanzando con treinta hombres solamente,

su

improviso en Patambo á las dos y cuarto de la mañana

antiguo

curato

de

Tusantla

^.

También deseaba

aprehender á don Ignacio López Rayón, cuyo confina-

del

11.

de

Circunvalada la casa

cayeron de

hacienda fueron

la

aprehendidos Rayón con toda su familia, los coroneles '

«Gómez Pedraza,

dice

Alamán, á quien

se hizo la

primera

curación cerca de los parapetos enemigos, entre el fuego de éstos y de sus propios soldados, habiéndole extraído la bala el padre capellán fray José Colín, tuvo que dejar el mando de su sección y trasladarse ú Cuernavaca para ser curado: su restablecimiento fué largo y difícil y produjo en sus ideas y opiniones un efecto notable: dedicado á la lectura de los libros que sus amigos le mandaban de México y de los papeles publicados por los insurgentes, varió enteramente de partido, y el que en Alahuistlán cayó herido realista, se levantó en Cuernavaca decidido ú trabajar por la independencia luego que se presentase la ocasión.» (Historia de México, tomo IV, púg. 658). El autor que acabamos de citar añade, en una nota puesta d1 calce de esa pagina, que el mismo Gómez Pedraza se lo refirió así y con las mismas palabras. » Capítulo XV, lib. 11, pág. 486.

don Ignacio Martínez y don Joaquín Sevilla, don Manuel Alfonsín

Rayón

y don Pedro

Vázquez,

cura

se presentó con la espada en la

prendiendo que era inútil

Ajuchitlán.

la resistencia, sólo pidió

tratase con decoro á su familia

Pocas

de

mano, pero comque se

^.

horas después de la aprehensión

Cueva y

Salazar pusiéronse en marcha, dejando en Patambo á don



Historia de México, tomo IV, págs. 661 y 6G2. Biografía de Rayón, escrita por un hijo de este caudillo, se adopta la relación de Alamán. (Hombres ilustres mexicanos, t. III '

En

AlamAn.

la

págs. 579 y 580).

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

600

José María Rayón, que estaba loco, y conduciendo á

demás presos; en Ajuchitlán

se

unieron con

el resto

los

de

su tropa, que custodiaba á Berdusco, y se hicieron fuer-

en

tes

de

iglesia

la

porque

pueblo

ese

Bravo había

levantado hasta quinientos hombres en aquellas inmediaciones

y

que

sabía

se

estaba

la

Pero Armijo, cumpliendo

á los aprehendidos.

libertad

á devolver

resuelto

con las instrucciones del virey, había efectuado un movi-

miento en toda su línea hacia destacamentos en los

el

poniente

,

y distribuido

puntos más oportunos para

á Salazar y á Cueva, y

el

vez, dice

fueron que en sen

el

el

momento que

«En

tropas.

las órdenes

esta

de Armijo

los independientes rompie-

y mujeres, siendo de notarse que Rayón llevaba

cuatro hijos y el menor no cumplía aún siete años.»

Bravo

de su intento y uniéndose

desistió entonces

Guerrero

con

segundo de estos generales porque Bravo, enfermo de al

de

en las inmediaciones

abandonar

al

frente

la peligrosa

fuerte de Cóporo,

el

el jefe

amanecer

el

inferior al

realista

aprehendió, al

rancho

la Sierra.

el

número

de los enemigos.

que Bravo se hallaba

De

don Nicolás Bravo,

coronel Vázquez y á otros de menos

suerte

esta

y con motivo del plan fraguado

,

tivo

la posición

también hemos

allí

que resguardaba

que tuvo entonces

de Valladolid

nombrase

para que

la

el

el

gobierno la más impor-

parte que Armijo dirigióle decía

de este último caudillo que «era mandarín del mayor concepto entre los de su clase, toda la

y de

influjo

indecible en

Tierra caliente por su astucia, por su mal

cabildo y la junta, y en una de las

el

que ésta

escrita por

dirigió,

la

comunión de Roma.

y

al

el

empleo de

padre Salazar con una recomen-

dación al arzobispo Fonte para que

lo

de

esta

acogiesen al indulto

se

corporación,

y

el

canónigo

lectoral

Armijo condujo todos

á Teloloápaní, y de

el

,

mandada

Los

meses

Lojero,

y en

don José de San

el

ramo

civil

don Francisco

don Antonio Vallejo.

el militar

El coronel Aguirre,

que

ejercía las funciones de

comandante general de Michoacán en reemplazo de don Antonio Linares, como

movió de Valladolid días

después

llegó

hemos dicho en su

lo

á la vista del

armas.

el

lugar, se

15 de diciembre (1817) y cinco

el

fuerte

coronel Barradas

,

de Jaujilla,

con io que la

más de mil hombres de todas

Aguirre intimó rendición, pero se

le

contestó

con altivez, y en consecuencia aquel valiente y caballeroso militar dio principio al asedio,

dividiendo sus tropas en

varias secciones que ocuparon las islas formadas en los

pantanos que ceñían

al fuerte

á manera de anchos y pro-

El jefe de la guarnición independiente era

coronel don Antonio López de Lara, quien tenía por

auxiliares

á dos

capitanes

extranjeros

de

la

antigua

división de Mina, llamados Christie y Devers.

Los miembros de

la

junta resolvieron salir de Jau-

tanto por conservar expedita su comunicación con

los jefes

que obedecían sus órdenes, como por evitar

movimiento insurreccional

el peligro

al

de la anarquía, en

el ejército

el

caso de que con la toma de la posición desapareciese

el

único poder que le servía de dirección y aliento.

el

grado de capitán en

principios de enero de 1818.

ordenó

al

coronel don Matías

En

consecuencia de este acuerdo, y ocho días después de la

Engreído Apodaca con tantas y tan repetidas ventajas,

2.

cual los entregó al comandante de esta villa á

por su hijo, que tenía real

los presos

últimos

los

Oaxaca,

de

Martín, siendo secretarios, en

jilla,

enviólos á Cuernavaca con fuerte escolta

en

de 1817, eran don Ignacio Ayala, don Antonio Cumplido

atendiese y avan-

zase en su carrera.

allí

título

el

miembros

cabildo dirigió á los

el

de la junta para que vocales

el

causa y arbitrios de formar re-

Apodaca premió á Cueva con

doctor don José de San

Este curioso incidente terminó

con la excitativa que

fundos fosos.

teniente coronel

el

Martín, se decía que los reyes españoles, bajo

encaminada constancia, por su sagacidad, atrevimiento,

uniones."

y

revestidos

Esto dio ocasión á largas comu-

nicaciones entre

antigüedad en su

fatal

foráneos

vicarios

administración espiritual en todos los lugares ocupados

por los independientes.

fuerza sitiadora ascendió á

y en

Obedecían sus

éstos de las facultades necesarias á fin de que ejerciesen

caer en manos de sus soldados al valiente y generoso

,

•.

á propuesta de la misma junta,

castrenses

uniéndosele á poco

tante de todas

único centro direc-

revolución

la

por Apodaca para apoderarse de Rayón y Berdusco, vio

Bravo, cuya prisión era para

al

fines

descrito ligera-

órdenes las numerosas partidas independientes del Bajío

rancTio de los Dolores, y al

sin hallar resistencia, á al

mente

mando desde

de Inglaterra sobre la anglicana después de separados de

22 de diciembre llegó á este punto donde

padre Talavera,

nota.

el

de febrero de 1816, y

sus dominios una autoridad tan arbitraria como los reyes

enfermo y refugiado en la Sierra: sin perder un instante

marchó velozmente hacia

origen de esta autoridad que ejerció el

el

el

caída que sufrió

se retiró al

Amuco, porque

rrero abandonó la posición de

Al ocuparla, supo

hemos dicho cuál fué

tropas,

quedando

de las

de los Dolores situado en un oculto paraje de

muy

otro lugar

hipócrita del patronato, ejercían sobre la Iglesia en todos

Armijo avanzó con su división y los prisioneros, y Gue-

de sus soldados era

á la junta del gobierno

se

Ajuchitlán

ambos á San Miguel Amuco,

replegaron

asilo

tivos debe mencionarse la solicitud que dirigió al cabildo

fuego, los presos fuesen fusilados sin exceptuar á

los niños

Ya en

revolucionario.

14 llegó á Ajuchitlán una

Eayón,

biógrafo de

el

que allanase las fortificaciones levantadas en

y que servían de

y provincia de Michoacán, y entre sus actos administra-

mismo Armijo con numerosas

el

Jaujilla

auxiliar

sección de caballería realista, presentándose al día si-

guiente

poco tiempo antes de efectuarse las prisiones de aquellos caudillos,

Martín y Aguirre,

'

r.npilulo

"

BusTAMANTE.

1, lib. III,

Imcia

el

prinnipio.

— Cuadio histúiíco, lomo

I

V,

pi'igs.

234 á 276.

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS aparición de Aguirre, los vocales Cumplido y San Martín

se hacía.

salieron juntos del fuerte llevando consigo la imprenta

porque

,

y

atravesando en una canoa por entre las plantas acuáticas

que cubrían

la

laguna, llegaron á favor de las sombras

de

al

pueblo de Tarégero.

la

noche

misma manera pocos

días

Ayala

más tarde con

de

salió

mai'charou

Dejando para

la

de

sur

el

los

provincia

la

junta en la ranchería de

que puso Aguirre alrededor de Jaujilla y

que fuesen; pues por que

la marcial

y

del

por más meditadas y juiciosas

,

suya no debía regir otra ley

la

momento,

sin figura de juicio ni otra

de los

la

como

armas, al

verificó

lo

en

suplicio

y pase de de

pueblo

el

impulso de una simple queja,

las

Mexquitán

aterrorizando

á los

lugares y trayéndolos por el temor, y nunca por el amor,

de que V. M. ha dado tantos testim.onios en las crudas

grande importancia ocurrido en Guadalajara á

guerras de la península y dos Américas, para conquistar

mediados de 1817.

dar

tócanos

los

El 19 de mayo de aquel año

de campo don José de la Cruz,

mariscal

y resoluciones

acuerdos-

miembros de

gubernativa,

político de

tribunales, ni el que se debía

los

lugar á un suceso

nuevos trabajos que hubieron de sufrir la junta

y derechos de

primero del reino, que representando á V. M. por su

audiencia que la del cadalso,

capítulo siguiente la relación del

el

al

la

lo tanto, los

creación y establecimiento ha sido su juguete; befando,

Zarate, comprendida en el partido de Turicato.

sitio

demasiado bajo é impropio de

estilo

riéndose é inspirando en todos y á todos desprecio á sus

hacia

(Michoacán) y establecieron

que convenía;

dignidad que representa, sin respetar, por fueros

ilustrarlo,

com-

Pedro Villaseñor, éste con San Martín, Cumplido y secretarios

Ninguno tenía virtud para siquiera

juzgó que aquel sistema libre y despótico era

él

Nombrado en su lugar don

logró poner en salvo, pero no fué á unirse con sus

pañeros y dio su dimisión.

la

que

el archivo,

el

601

Nueva

general de

comandante

situado fuera de la jurisdicción de la Audiencia,

aviso á ésta.

Reuniéronse

los

que había en Guadalajara, que

dar

sin

oidores al saber la salida

de Cruz y acordaron preguntar

al lo

sus corazones, que es lo que

coronel

más antiguo

era don José Villaba,

más importa en

estos acon-

tecimientos de ignorancia y extravío.'!

Luego decían que

Zamora, lugar

partió para

Galicia,

el

los atropellos

Cruz forzaron á tomar las armas á

y actos

tiránicos de

los pueblos riberanos

de la laguna de Chápala y á sostenerse durante cuatro

años en la

isla fortificada

de Mexcala, sin que las dispo-

siciones de aquel general fuesen

bastantes á reducirlos,

aquél le dejó encargado del gobierno y presidencia, y contestando que solamente del mando militar, resolvieron

hasta que ellos mismos se rindieron faltos de auxilio y protección de parte de las tropas independientes. Acusá-

nombrar

banle de colusión

si

al

mismo Villaba gobernador

político,

hicieron, comunicándolo al nuevo funcionario, eclesiástico,

al

y

así lo

cabildo

ayuntamiento y demás corporaciones. Luego

que supo Cruz esta determinación se

irritó

sobremanera:

volvió precipitadamente á Guadalajara, puso la guarnición

sobre las armas

,

mandó

salir desterrados

á dos oidores y

arrestó á otros dos.

La Audiencia

se quejó al rey de los procedimientos

30 de mayo enumeró

los desaciertos

tidos por aquel arbitrario militar

«Entró don José de

la

y maldades come-

durante su gobierno.

Cruz en Guadalajara, decían

los

el

haber

formado

un

ayuntamiento

el

don

rrando,

quedó solo con

el

pasos, luego que interinamente

mando, obró cual otro Murat

el

año

«Los regidores

son unos mercaderes ó tenderos, que

abundan en riquezas por

sas,

contra

la protección

todos le temiesen,

ninguno

la

que más apenas

reclamaciones

de

en que

su

tertulia

las colonias inglelos

las terminantes

diaria

y

de vuestro gober-

sombra del comercio

Panamá y

ex-virey don Félix María Calleja.

aprecio,

no queriendo

las

Veracruz y México y

no respetando á

las autoridades constituidas,

el

la exposición,

podía existir regularmente antes de la rebelión, y hoy

forman

fuese otra que la suya sola, é independiente para que

B'ontecha y. su

compañero don Vicente Partearroyo, decía

de 1808 en Madrid, brotando fuego en sus providencias,

lo

con

Panamá por el don Domingo Iba-

Eamón Murcia, don Juan

sostenido por San Blas con

,

individuos

clandestino comercio que hacían con

nador y comandante general, á

calor, á sus primeros

de

quienes compartía las pingües ganancias que le producía

hubo recobrado, y por los informes de vuestros ministros Sousa y Andrade testigos pasivos de su ardimiento

y

de

que legítimamente les correspondían, y de

beneficios

oidores al monarca, después que don Félix María Calleja la

Cabanas y curas de muchos

obispo Ruiz

cabildo eclesiástico para despojar á los

puerto de San Blas.

de Cruz, y en la exposición que con ese motivo elevó el

con

consulados

de

órdenes de vuestro

Estos son los que

únicos

que merecen

su

y confianza; y no hay la menor duda muchos millones de pesos que por el referido

distinción

los

lo

puerto han pasado á manos de los colonos ingleses, han

caracterizara por el mérito de las ocurrencias inconside-

enriquecido á algunos, han perjudicado notablemente á

le

amase, y cada cual

radas, en un país afligido por su revolución, y tratado,

la

península y á la

en cambio, más fuertemente por el terror, la amenaza,

la

Nueva

la

amargura y

el insulto.

Así publicaba sus bandos de

acrimonia, ajaba al habitante pacífico, apaléala al folre qtie

por desgracia pedia justicia ó pretendía vianifes-

társela; daba leyes en todo género de casos, alteraba los recursos, T.

I

y gobernando á su voluntad, por

II. -76.

ella todo

Nueva España, y han empobrecido á

Galicia en beneficio de la protección dispensada

á sus amigos."

Citaban en seguida los oidores varios

hechos de Cruz para demostrar sus concusiones y atroces crueldades, y terminaban lamentándose amargamente por la prisión

amparo y

de algunos de sus colegas y pidiendo por justicia al soberano.

ello'

602

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

El comandante que suscribiesen un le

de

general

extremar las cosas hasta

Nueva

quiso

Galicia

grado de exigir á los oidores

el

por

oficio,

él

mismo

dictado, en que

daban una humillante satisfacción por todo

lo ocurrido.

Negáronse resueltamente aquéllos á tamaña pretensión, y en este

conflicto,

Cruz hizo que

el

oidor Recacho (gue

España en San Luis Potosí)

se hallaba de regreso de

pasase prontamente á Guadalajara á

fin

de que con su

intervención se diese punto á aquellas enojosas diferen-

Según afirma

cias.

Bustamante,

historiador

el

este

Apam

fué ensangrentada de nuevo por Llórente

comandantes

realistas

que

ni sexo

emular

parecían

implacable contra los insurgentes

,

y Concha, en

La venida de Mina

en sus asoladoras correrías.

excitó en aquellos pueblos el deseo de volver á

armas, y

las

el

primero de

nombrar, auxiliado por

mandaba en

la sierra

incansable constancia

empuñar

que acabamos de

los jefes

teniente coronel Arteaga, que

el

de Tesiutlán, atacó á los indepen-

que de nuevo se alzaron,

dientes

saña

no respetando ni edad

con

persiguió

los

y en Palo Blanco, punto en que

negocio se sometió en España á una comisión formada de

aquéllos intentaron resistir, los destrozó por completo,

de Guerra y otros tantos del

fusilando, sin excepción ninguna, á todos los prisioneros

tres ministros del Consejo

de Indias, y ésta consultó, teniendo en cuenta los servicios la

y merecimientos de Cruz «y que ni por éste ni por

Audiencia hubo intención menos recta

»

,

que se des-

aprobaran los procedimientos de uno y otra, y se les recomendase la armonía que debía ligar á las autoridades

El mismo autor añade que esta resolución

superiores.

fué pronunciada el 28 de julio de 1818,

de Guadalajara,

y que don Juan Ruiz de Cabanas,

que

allí

pudo tomar.

Como

resultado de estos reveses,

varios comandantes de las cercanías de Papantla,

en

la

provincia de Veracruz, depusieron las armas y se pre-

sentaron á las autoridades

sumisión

más

menos

ó

Alamán, hacía publicar

el

con protestas de

realistas

fingida,

«las

añade

cuales,

virey en Gacetas extraordi-

obispo

narias, pues aunque no fuesen de grande importancia,

envió á

quería distraer la atención de los sucesos de Mina, que

el

España catorce mil pesos cuya suma influyó decisivamente en la terminación adoptada por el corrompido

tanta impresión habían hecho en

gobierno de Fernando

cha en los Llanos de

,

i.

Sin dar á esta última afirmación de Bustamante

más

Más

el

público.»

reñidos fueron los encuentros que sostuvo Con-

Apam

que

con las partidas

allí

aparecieron capitaneadas por Avila, antiguo subalterno

valor que el concedido á las que sólo descansan en la

de Osorno, y

autoridad de quien las vierte,

Espinosa y á Manilla, que se habían indultado algunos

dirigida al

ello es

monarca español por

lajara presenta en su verdadera faz á

José de

la

Cruz,

que

la

la audiencia

exposición

de Guada-

hombres como don

que fueron terribles é insoportables

déspotas en varias partes de

guerra de independencia.

Nueva España durante

la

El sanguinario y feroz opresor

de Nueva Galicia se ofrece

tal

como fué en

la exposición

de

en

documento

tan

los

oidores,

quienes

debieron estampar

lo

que pudieran

tantes todos de Guadalajara

solemne

testificar los

habi-

y de aquella vasta provincia.

meses antes

,

caballería de Avila, haciéndole

muchos

el

nas,

las guerrillas

cadáver en

el

los Llanos.

Pero no sucedió

cución que les hacían las tropas del rey. coronel Casasola, de quien ces,

y entre

ellos

la

obligados estaban á ejercitarlos!

perseguir todas aquellas partidas,

'

vasta zona

Llanos de

— Cuadro histórico, tomo V, págs. 65 á 73, donde exposición de la Audiencia de Guadalajara. — Ala-

dedica unas cuantas líneas á este ruidoso incidente, (Historia de Méicico, tomo IV, págs. Gc6 y 637), llama virulenta á la e,\posición y pasa como sobre ascuas en esta parte de su obra, tanto por tratarse de su héroe de predilección, el odioso y sanguinario don José de la Cruz, como por las preciosas revelaciones contenidas en la exposición de la Audiencia de Guadalajara.

Aquel teniente

reunidos

de mercado en la plaza de aquel pueblo

atro-

',

un día

fué enviado á

y durante los meses de

noviembre y diciembre de 1817 asoló

las ranclicrlas

Ajusco cometiendo las más horribles crueldades. Por

de fin,

en los primeros días de 1818, logró aprehender á Pedro

Bustamante.

se halla la larga

mán

la

los

de la

infame matanza de gran parte de

los habitantes pacíficos de Alfajayucan

Huasteca hasta

las

perse-

la

hemos consignado hechos

fundamentales del cristianismo y que tan frecuente fué en aquella época aciaga, precisamente entre los que más

meses de 1817,

mismo en

asperezas

las

y defender á los innumerables infelices, víctimas de su

la

lo

cuando era demasiado activa

su amistad ante aquel gobernante para moderar sus iras

los postreros

el indulto

de Vargas, Inclán, González y Pedro el

sierra de Ajusco

Ya en

los

inmediaciones de la capital del vireinato, recorridas por

Negro, quienes se refugiaban en

que se extiende desde

Dos de

á quedar tranquila la vasta y belicosa

lo cual volvió

desde sus comienzos y que nunca interpuso ni los res-

¡Olvido lamentable de los principios

que

pueblo de Chignahuapam,

petos de su alta investidura eclesiástica, ni los títulos de

humor sanguinoso.

Movióse

prisioneros,

sura de un bosque, y como mérito para obtener

presentaron

con

insurreccional

yendo á vivir en

eran inmediatamente pasados por las armas.

comarca de

movimiento

dicho,

á

soldados de Avila dieron muerte á su jefe en la espe-

y que se refieren á los motivos de la estrecha unión de Cruz con el fogoso obispo Ruiz Cabadel

como ya^ se ha

éste,

Concha rápidamente, y durante los meses de agosto y setiembre de 1817 logró dar alcance varias veces á la

Curiosas son las revelaciones contenidas también en la

enemigo

empezó persiguiendo á

Zacatlán y otras poblaciones de aquel rumbo.

representación

acérrimo

cual

el

el

Negro, á quien

que dirigió

al virey

fusiló

inmediatamente.

En

el

parte

comunicándole este triunfo decía que

ese guerrillero había confesado que dio muerte á más de seiscientas personas; exageración grande, '

Capitulo

III, lib. II,

pég. 307.

y que Casasola

MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS aventuraba sin temor de ser desmentido

por

aquel

á

su vida;

603

pero es ya tiempo de que atendamos á este

quien había ya arrancado la vida. Alamán, sin embargo,

episodio de la guerra, que se desarrolla precisamente en

admite como una

los postreros

verdad irrefutable

la

afirmación

de crueldad, pero es preciso no olvidar que ese

vecinos pacíficos de Alfajayucan

,

ordenada por

el

mismo

se limita á decir que fué un

Casasola en marzo de 1812,

En

liisto-

execrable matanza de ciento cincuenta

i'iador, al referir la

los capitanes

la atrevida sorpresa llevada

Crocker y Ramsey contra

en la altura del Tigre

sitiadores continuaron diri-

los

,

giendo vivísimo fuego de cañón dios

^,

anterior nos vimos obligados á inte-

al

rrumpir la relación del

sitio del fuerte

para seguir á Mina hasta

de los Remedios

término de sus campañas y

el

Reme-

fuerte de los

y cruzaron con empeño sus disparos contra de la Libertad.

sitiados llamaban reducto

que

á cabo por

la batería situada

cortina entre el baluarte de Santa Rosalía

'.

el capítulo

meses de 1817.

Después de

monstruo

odioso jefe realista, y llama á Pedro el Negro

hecho foco noile

del

el día

y

el

que

Hemos

la

los

visto

de la ejecución de Mina (11 de noviembre) los

fuegos se suspendieron como

para

si

ello

se hubiesen

Vista del cerro de Ajusco

convenido sitiadores y sitiados

imponente que se efectuó en aquél,

el

,

el

atentos solamente al acto

intento de embestirlos,

cerro del Bellaco. Pasado

los sitiados

cañoneo prosiguió con tanta fuerza que cuatro

días después,

15 de noviembre,

el

la

brecha abierta paso á las

entre Santa Rosalía y la Libertad permitía

columnas que marchasen éste

se

al

efectuase al día

asalto.

Liñán dispuso que

siguiente,

ordenó que una columna mandada por del batallón de

puesta de

los

dirigiese á la

el

teniente coronel

Navarra don Tomás Peñaranda y comgranaderos

y cazadores

Zaragoza,

de

Fernando VII y Navarra se brecha, apoyando su movimiento otras dos Corona,

Americano,

1.°

y en consecuencia

dirigidas por los tenientes

coroneles don Anastasio Bus-

tamante y don José María Novoa.

A

las cuatro

varios '

puntos

Véase

otros

de

destacamentos se diingieron

las

la Historia

fortificaciones

ella

el

ataque principal se dirigía á la brecha

aglomeraron sus mejores medios de defensa,

agolpándose en esa parte del perímetro no pocas mujeres

y muchos muchachos

,

ansiosos de compartir con sus espo-

y padres los peligros del asalto. Los realistas avanzaron con denuedo, aunque recibidos por un fuego contisos

nuo de cañón y de

fusilería,

y por una

lluvia de piedras

arrojadas por las mujeres y los niños que se presentaban

sobre la muralla con la

La columna ción

misma

intrepidez que los hombres.

principal se mantuvo, sin embargo, en forma-

é hizo alto á tiro

soldados de los

de pistola; algunos

más animosos

oficiales

y

corrieron entonces á la

brecha, pero todos quedaron muertos sobre los escom-

de la tarde del día 16 se movieron las

columnas realistas, fuertes de novecientos hombres;

mismo tiempo

y en

que

pero luego se echó de ver por

con

el

de México de ese autor, tomo

al

hacia

aparente

III, pi'ig. 156.

bros;

muerto cayó también

el

teniente coronel

Peña-

randa, y la columna comenzó á cejar, huyendo luego en espantoso desorden.

y persiguieron '

Los

sitiados salieron por la

vigorosamente

Véase capitulo anterior.

al

enemigo.

brecha

La pérdida

"

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

604

de éste entre muertos, heridos y contusos consistió en cuarenta y nueve oficiales y trescientos setenta y

muy

dados, baja

considerable

de hombres que marcharon

si

se

asalto

al

Alamán,

desastre,

la

nuevos ataques contra

allí.

«El ge-

de emprender

mientras no se

el fuerte

le

enviase

noche

28

del

estricta vigilancia en

los sitiados

de

su línea de

de municiones

penuria

la

los heridos fueron

:

imposibilitado

dice hallarse

le

circunvalación,

más

completa é inspiró á

dar cuenta al virey de ese

al

cida por Liñán la

atiende al número

llevados á Irapuato para ser mejor asistidos neral en jefe, dice

un sol-

llegó

un atrevido

diciembre

salieron

á

ser

intento.

En

capitanes

los

Crocker y Ramsey, y el guerrillero Cruz Arroyo al frente de trescientos hombres y asaltaron el campamento

una tras otra se apoderaron de dos baterías,

del Tigre;

y cogieron en

municiones, pero los realis-

ellas algunas

de á doce y también escaseando carecía, municiones, pues de todo

tas lograron rechazarlos en la tercera batería obligándo-

de recursos pecuniarios, pues no recibía los fondos que

tos

más fuerza, algunas piezas de

artillería

y algunos heridos.

debían remitírsele de Querétaro, San Luis, Guanajuato y

El

Guadalajara.

virey

de

proveyó

lo

todo:

mandó

con pérdida de veintisiete hombres muer-

los á retirarse

Frustrado éste último y desesperado intento, decidióse por los

independientes la evacuación del fuerte,

de Zaragoza, que salió de

fijándose

para

México conduciendo ciento ochenta cargas de municiones,

de 1818.

Dos puntos eran, entre todos,

marchar

al sitio el 2.° batallón

quedando

en

Querétaro

dante Bracho recibió trito,

del que se

el

Zamora, cuyo coman-

de

el

mando de

separó

aquella ciudad

y disEeboUo, brigadier García

el

anciano octogenario que durante toda la guerra prestó los servicios

más importantes

gobierno.

al

Al mismo

efectuarla la noche

1."

del

de

enero

más favo-

los

rables para la salida de la numerosa guarnición

y del más crecido séquito de mujeres, niños y personas inermes que abrigaba el fortificado perímetro de los RemeCueva y Panzacola; por

dios, la

el

bajar á la llanura exponiéndose principal del enemigo,

primero sería preciso

á encontrar

fuerza

la

con la cual era imposible luchar

por la falta absoluta de municiones; por Panzacola, los

¿^^y

destacamentos realistas se presentaban en corto número, pero en cambio

aspereza del terreno hacia ese lado no

la

orden

conservar

permitiría

ninguno

en

aparte de que las alturas que se hallan Facsímile de la flrma del mariscal de

campo don Pascual de Liñán

previno

el

Liñán que no aventurase

á

virey

nuevo ataque hasta haber destruido

obras del ene-

las

de Panzacola, y

de diciembre, que no se

31

del

Noboa ordenó desde

los centinelas

obstáculos que opusiesen los enemigos,

sitiadores que algo importante

Después

desastre que acabamos de referir, los

del

sitiadores se redujeron á cañonear los reductos del fuerte

desde las baterías establecidas sobre

el

ción á la

mina que había empezado á

punto de Tepeyac; y en

el

avanzaron considerablemente

abrir, debajo del

mes de noviembre

resto del

la

hora de

las obras,

y

los

fuegos de

destruyeron casi todas las oficinas y no permitiendo á los sitiados estar con

corriese

el

la

lado

noche

voz

la

por

para no llamar la atención del enemigo á

la salida,

pero esta omisión hizo conocer á los se intentaba en el inte-

y en consecuencia, redoblaron su atención vigi-

rior,

lante.

A

Bellaco y en las

cimas de las colinas del Sur. Liñán dedicó toda su aten-

No obs-

para la salida

eligióse

coronel

el

migo y abierto una brecha capaz de que pudiese entrar por ella un número de tropa suficiente á superar los n

otro lado del

al

barranco estaban fortificadas por los sitiadores. tante estas dificultades,

tiempo

formación,

la

hora señalada, en la noche del 1." de enero

la

(1818), toda la guarnición, los paisanos, las mujeres los

niños,

reunieron

se

en

Panzacola.

«La

y

lastimosa

escena que precedió, dice Robinson en sus Memorias, fué

más

cruel que la del fuerte del Sombrero.

dejar

Era nece-

á los heridos por la imposibilidad de

la artillería realista

sario

habitaciones,

transportarlos; la certeza de la suerte que les aguardaba

en manos de un enemigo implacable y

seguridad en ninguna parte.

No cambió

notablemente

la

situación

durante casi

todo el mes de diciembre; pero ya desde mediados del

mismo

las municiones

del fuerte comenzaron á escasear

de una manera alarmante.

Tenían

los

independientes

una fábrica de pólvora, pero con tan pobres

útiles ser-

vida, que la cantidad de grano que se elaboraba en ella

consumo de

durante un día apenas bastaba para

el

mañana

coronel don Matías

siguiente.

Antes de que

el

la

Sombrero, llenaron

Lista

bajar

de

los

Remedios considerables cantidades de

la

horror y

guarnición

barranco

el

amargura á

siguióle

resto

el

entre

de

las

para el

la

los

no la

acababa

de

movióse

marcha,

el

que

la

padre Torres, y comenzó á de

nueve y diez tropas,

pero

que

dificultades de aquella áspera senda

cuando ya

pólvora, pero asediado á su vez aquel lugar y estable-

de

vanguardia en la que iba

columna

pañeros

recuerdo de lo

se iban y á los que quedaban.

de Jaujilla,

de éstas enviaban á sus com-

el

que en circunstancias semejantes había sucedido en

Martín de Aguirre se presentase ante las fortificaciones los defensores

allí

.«alir

del

eran la

la

noche;

tales

las

mitad da la

recinto

fortificado,

vanguardia, descubierta por los primeros

destacamentos realistas, sostenía contra ellos vigoroso tiroteo

pugnando por abrirse paso.

El estruendo de este

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS combate dio

alarma en toda la línea, y á pocos ins-

la

tantes se encendieron en cada

que

tas

iluminaron

camino que seguían

campamento grandes foga-

barrancos

los

descubrieron

y

los independientes:

mismo tiempo

al

partieron rápidamente algunos batallones de los

Bellaco y del Tigre, y entraron

del

el

en

puntos

baluartes

los

abandonados de Tepej'ac y Santa Rosalía; en seguida avanzaron contra

retaguardia de la columna, que aun

la

por

se hallaba dentro del recinto,

Entonces

la confusión

independientes

y

fueron

otros

á

muerte

quedaban

6

los

donde hallaban

precipicios,

horriblemente

quien siempre se distinguía en esta tarea,

la

Los

maltratados.

ceando á los fugitivos que pudo alcanzar y que escaparon de las matanzas ejecutadas por la infantería en los despeñaderos del cerro de San Gregorio.

dadas á varias poblaciones, bajo

Así terminó

y

siniestra

de

mujeres y

las

junta

vocería,

con

el

fragor de las descargas, repercutía lúgubremente en las

De

hondas quebradas de San Gregorio.

repente se alzó

vivísimo resplandor en la meseta donde se hallaban las

barracas

construidas por los

tacamentos

damente

y

primeros

los

fuego

el

pero eran

en

cundió

departamento

al

algunos de estos infelices

de las llamas,

el

rápi-

ocupado

por

intentaron

huir

á bayonetazos por

recibidos

demás perecieron quemados, y sus desgarradores aumentaban el horror de aquella

vencedores;

gritos

incendiado,

propagándose

los heridos;

los

que entraron

realistas

fuerte las habían

independientes: los des-

los

noche espantable.

asedio del cerro de San Gregorio y

el

de los Remedios, que duró cuatro meses, y cuya resistencia obstinada y vigorosa contra la discipli-

fortificación

nada y fuerte división de Liñán fué honrosísima para las armas de la independencia. Los vencedores hallaron

mas municiones,

aquella

espanto

de

gritos

los

i.

rapadas á navaja, quedaron en libertad

claban

con

de las

vigilancia

la

autoridades realistas, y las de clase inferior, después de

muchas piezas de

niños,

Las mujeres per-

tenecientes á las familias de algunos jefes fueron trasla-

lamentos de los moribundos y de los heridos se mez-

los

y de don

Miguel Béistegui, recorrió las llanuras circunvecinas, y ocupó los caminos de Pénjamo y de Casas Blancas, alan-

por las

venían persiguiéndoles,

sendero y caían unos sobre

estrecho

el

profundos

los

que

masa de

la

empujados

espantosos:

bayonetas de los cuerpos se agolpaban en

lado de Panzacola.

el

desorden en

el

605

ción

justificando esto último

de los jefes

evitando

el

otro asalto

algunos víveres y poquísi-

artillería,

allí

la

determina-

para romper

reunidos

duro extremo de no poder rechazar cualquiera

que hubiesen intentado las tropas del rey.

Terrible fué la venganza del gobierno vireinal,

en

el

sitio,

el

y tanto

allanamiento del fuerte como en la entrada que

en

hicieron

del

el

Sombrero cuatro meses antes,

los

actos de salvaje ferocidad en

ambos puntos ejecutados,

reprodujeron

de

las

Porlier, Castillo

legado

sus

siniestra ni

crueldades

Cruz,

Calleja,

Flon,

y Bustamante, y tantos otros que han

nombres á

posteridad acompañados

la

y sanguinosa fama.

Y

sin

Liñán eran crueles é inhumanos; pero

el

primero se

veía estrechado por las órdenes que incesantemente reci-

Liñán reforzó con gran presteza que intentaban romper

los

el

sitiados,

punto de su línea,

bía del gobierno absoluto

enviando

instándole á ejercer el

allí

una

y despótico de Fernando Vil, más extremado rigor contra los

sección de trescientos hombres de Zaragoza y la Corona;

sostenedores de la revolución; y el segundo hubo

entonces los fugitivos torcieron á la izquierda desfilando

contemporizar

campamento de

frente al

pero

el jefe

tropas

las

de Nueva Galicia,

de éstas, don Pedro Celestino Negrete, cargó

los

violación

siempre que de

esta refriega lograron escaparse unos cuantos, contánel

La

padre Torres.

luz del

nuevo día

los

instintos

de

de casi todos

feroces

comandantes puestos bajo su mando, y que se habían

entre las quiebras y peñascos de los barrancos.

Durante

con

educado en una guerra sin cuartel, creyendo

sobre ellos obligándolos á volver atrás y á dispersarse

dose entre ellos

de

embargo, ni Apodaca

de los fueros conservadores los

de la

independientes se tratase.

lícita

toda

sociedad,

Este rigor

producía resultados inmediatos, al parecer favorables al restablecimiento de la dominación española en México,

guió á los realistas por las hondonadas y despeñaderos,

pero en realidad ahondaba más y más

el

donde se refugiaron

abismo que separaba á las dos naciones

y obligaba á los

los

que salieron con vida la noche

y descubiertos,

anterior,

«se hizo

en todos tremenda

carnicería," dice el historiador Alamán. la

muerte

Crocker y

el valiente guerrillero el

Allí

Cruz Arroyo

recibieron ,

el

doctor Hennessey, que habían venido con

cia.

de ese año y luego

visto indultarse al principio

empuñar de nuevo

También

fué

las

armas en pro de

aprehendido y fusilado

Diego Noboa, que había sido

el

independen-

la el

coronel don

director de las obras

defensivas de los Remedios, el cual

,

según

el

historiador

Robinson, mostró grande entereza en sus postreros instantes,

y murió

caballería,

gritando:

¡viva

la

armas de

la

mano mientras

las selvas

,

á

no

soltar

y montañas de

las

la

capitán

Mina, y don Manuel Muñiz, antiguo insurgente á quien

hemos

muchos patriotas que aun quedaban

ya profundo

república!

La

á las órdenes de don Anastasio Bustamante,

Véase en lo relativo á la salida de los independientes del Remedios las Memorias de Robinson, págs. 246 á 250, é Historia de México, por Alamán, (lomo IV, págs. 632 á 634). Este último historiador refiere sin comentario ninguno las atrocidades que ejecutaron entonces los realistas. Robinson dice lo siguiente al referir la prisión de las mujeres que había en el fuerte de los Remedios: «También cayeron prisioneras muchas mujeres, y no nos es dado manchar nuestras páginas con los pormenores del trato que recibieron... Las que pertenecían '

fuerte de los

á las familias de los jefes patriotas fueron enviadas á las

ciudades

ocupadas por las tropas realistas. Tal fué la suerte de dos hermanas del padre Torres, una de las cuales era una joven interesantísima y amable, y de todas las señoras de la familia de don Miguel Borja Las mujeres de clase inferior fueron rapadas á navaja y puestas en libertad.» (Memorias, págs. 249 y 250). .

SrÉXICO 1 TRAVÉS DE LOS SIGLOS

606

anchurosa Nueva España los auxiliasen en su generosa

quien ningún principio ni idea impulsaban á los defen-

y

sores de la independencia,

noble empresa.

Vencido casi

fuerte

el

exterminados

de los Eemedios,

todos sus defensores

y demolidos

los reductos

que

afrontaron durante cuatro meses el fuego de los cañones

de Liñán, éste volvió á la capital, donde á poco recibió en

premio

la

gran cruz de la orden de Isabel

Católica, que le fué enviada por el soberano.

la

Don Anas-

tasio Bustamante fué promovido á coronel y don Miguel

Béistegui á teniente coronel.

Don Pedro

Celestino

Ne-

y

del saqueo,

foco

á no ser

el instinto del

este reparto imprevisivo de tropas

más adelante nada menos que

la

robo

causó

férdida de

México para el gobierno español. El regimiento de Zamora fué enviado á Guanajuato, el de Navarra á Zacatecas,

el

primer batallón de Zaragoza marchó á San

Luis, quedando en Querétaro

el

segundo de ese regi-

y en Guanajuato, junto con el regimiento de Zamora, quedó el batallón de Fernando VIL La cabamiento,

grete fué recomendado al rey para el ascenso á mariscal

llería fué repartida entre el

de campo; á todos los individuos del ejército se les con-

tinando en la primera de estas comarcas al ya coronel

un escudo conmemorativo, con lemas

don Anastasio Bustamante, y en la segunda á los jefes Villaseñor y don José María Novoa. Confióse por el

cedió el uso de

alusivos á la toma de los dos fuertes del Sombrero y los

Remedios,

y en medio de aquella profusión de grados,

gobierno vireinal

el

Bajío y Sierra Gorda, des-

mando de

la provincia

de Guanajuato

en premio de la defensa que

condecoraciones y distintivos, tocó á Orrantia la cruz de

á don Antonio Linares,

San Fernando.

hizo de la ciudad de ese nombre cuando fué atacada por

Los cuerpos que formaron

la

división

fueron distribuidos en diversas provincias historiador de mezquino

y sistemático

^,

de

Liñán,

y según un

criterio,

y para

Mina;

el brigadier

la de Querétaro,

enfermedad,

Loaces fué nombrado para gobernar

y por haberse

lo sustituyó

retirado á México por

interinamente el teniente coro-

nel don Francisco Guizarnótegui. ' Véase Alamán, Historia de Méasico, tomo IV, pág. 635, de quien hemos tomado la distribución de las tropas realistas que formaron la división de Liñán. Según dice este autor en la frase que hemos subrayado, la consumación de la independencia de Mé-

xico en 1821, debióse solamente á las grandes distancias en que quedaron situados, unos respecto de otros, loa cuerpos de, tropas realistas.



CAPITULO

VIII

— El padre Torres intenta socorrer é los sitiados y es derrotado (3 de febrero de 1818). —Asalto dispuesto por — Sorprende el indultado Vargas la ranchería de Zarate, asiento de la junta gubernativa (21 de febrero). — Prisión del doctor don José de San Martin.- Es llevado éste á Guadalajara, en cuya cárcel permanece hasta principios de 1821. — Rendición del fuerte de Jaujilla (6 de marzo). — Generosidad del coronel Aguirre. — Los miembros de la junta de gobierno se instalan en las cercanías de Huetamo. — Trabajos de la junta. — Ratifica la elección del coronel Arago para el mando de las armas en Guanajuato, hecha por varios de los oficiales de Torres (abril de 1818). — Torres es derrotado en (Juanímaro por

Sitio del fusrte de Jaujilla.

Aguirre, siendo rechazados los realistas (15 de febrero).





Aprehensión y el coronel don Anastasio Bustamante (28 de abril). Proclama de Torres desconociendo á la junta de Huetamo. Trasládense los demás fusilamiento del presidente de la junta don José Pagóla y del secretario don Pedro J. Bermeo (lOde junio). Muerte de Disensiones entre Arago y el padre Torres (julio de 1818). vocales á la hacienda de las Balsas y allí instalan el gobierno





manos de uno de sus

este último á

Ocampo

en Cupándiro (4 de marzo).

oficiales.

— Los

— Campañas

Guerrero

oficiales de

Descalabro que sufre este caudillo en San Jerónimo

de

(1.°

Guerrero en

del general lo

abril).

el

Sur durante

el

año de

1818.

— — Vence al realista

proclaman general en jefe de las tropas del Sur (12 de marzo). Retírase Expedición de Armijo á Zacatula (mayo y junio).







Armijo á Teloloápam, obligado por el clima mortífero de la costa. Combates de Tamo y de Tziréndaro en que Guerrero queda victoPedro Ascencio Alquisiras. rioso (15 y 30 de setiembre). Nuevos triunfos de Guerrero durante los últimos meses de 1818. Don Sus acciones de guerra más notables durante el año Gordiano Guzmán en el sur de Nueva Galicia. Su origen y antecedentes. de 1818. Don Santiago González en la parte occidental de Nueva Galicia. Varios jefes se acogen al indulto en la provincia de México. Aparición de los generales franceses Lallemand en Galveston. La campaña en la de Veracruz durante el año de 1818. Fundan allí la colonia de la Libertad (principios de 1818). Dispónese Apodaca á combatirlos en combinación con el gobernador de la Habana. Retíranse los Lallemand á los Estados Unidos de América. Expedición frustrada de Renovales. Ataque de Monterey en







— —



— —





— — Incendio



la

Alia California por

marino en

el

francés Bouchard (fines de noviembre de 1818).

de ambas Californias.

de Monterey.

— — Depredaciones cometidas por este



Desaparece de las aguas del Pacífico, después de avistarse é las costas de Colima y AcaBerdusco y Bravo. Representación de don Ramón Rayón á favor de su hermano. Don Rafael de Irazúbal es nombrado fiscal de la causa instruida á éste. Pide la pena de muerte para el acusado. El consejo de guerra condena á Rayón á ser pasado por las armas (2 de julio de 1818). El virey suspende la ejecución mientras consulta al gobierno de España. Son trasladados los prisioneros de Cuernavaca á México (9 de octubre). Causa formada é Bravo. Noble comportamiento de éste en la cárcel. Berdusco en la Inquisición. Continúan los procedimientos contra Rayón. Excarcelación de Bravo, Berdusco, Rayón y los demás prisioneros (octubre y noviembre de 1820). Sufrimientos de Rayón y Bravo durante su larga prisión. Doña Josefa Ortiz de Domínguez, después de varios años de reclusión, es puesta en libertad (junio de 1817). Muerte de don José María Liceaga (diciembre de 1818). Fuerte terremoto en Guadalajara y Colima (mayo de 1818). las costas

pulco (1819).



— Causas formadas á Rayón,



























Bajo malos auspicios para la revolución empezaba el

año de 1818, y sus primeros albores iluminaban las

horribles

Gregorio.

matanzas

ejecutadas

Abandonado

miembros de

la

el

junta provisional

coronel Aguirre;

en

fuerte ;

San

de

sierra

la

de

por

Jaujilla

los

asediado aquél por el

presos Rayón,

errante Guerrero en las

Berdusco y Bravo, y montañas, del Sur, tal parecía que

estaba á punto de extinguirse por completo

movi-

el

No

necesitaba, por cierto, tan experimentado y pundo-

noroso militar que le aguijasen en las misiones que se le

encargaban, pero

la formidable posición

grandes

oponía

allanar

dificultades

nos; volver el río á su antiguo cauce, sido desviado por los independientes

no daba tregua ni reposo

gobierno de los vireyes y

en los puntos convenientes á

que con tanta bravura

canso los parapetos y demás

numeroso y disciplinado

ejército

sostenía la causa de la dominación.

sitiados.

Lisonjeaba á Ruiz de Apodaca sobremanera pósito de comunicar

que

el

los

el

fuerte, fin

del que había

para anegar los

y establecer baterías de cañonear sin des-

obras

Esperaba también provocar

defensivas de los la deserción

en las

en breve á la suprema autoridad

que tenía en aquel recinto, pero dos soldados, aprehen-

de los

el

insurgentes,

como

lo

el

fueron

Remedios, y al efecto, urgía al coronel Aguirre para que diese feliz y pronto remate á la empresa que se había confiado á su valor y pericia. los

sólo

tropas del fuerte, sirviéndose para ello de varios agentes

último asilo fortificado

Sombrero y

Desde

pro-

fuerte de Jaujilla, había sido conquistado el

cuales

primeros días de enero se ocupó en desecar los panta-

terrenos que rodeaban

al

las

podían ser vencidas á fuerza de paciencia.

miento insurreccional que desde hacía más de siete años al

,

que debía de

didos en el acto de saltar el

mento

realista,

muro para pasar

Los

campa-

fueron fusilados por orden de López de

Lara y este rudo escarmiento cortó las esperanzas

al

que en

ella

fundaba

sitiados, por su parte,

la deserción el

y

frustró

coronel Aguirre.

aguardaban ser auxilia-

MÉXICO Á TBAViS DE LOS SIGLOS

608 dos por

Torres, quien escapando con

el padi'e

como ya dijimos en

del fuerte de los Remedios, anterior, se refugió en

muy el

pocos

capítulo

Pénjamo donde, no obstante su

carácter despótico, contaba numerosos adeptos.

Aumentó

coronel don Antonio Brizuela infantes,

calibre, trayendo,

comarca que se mostraron siempre ardientes partida-

y recelando un ataque violento

rios de la independencia,

trescientos

además, este último jefe dinero y muni-

ciones.

Los miembros de

su pequeña fuerza con algunos voluntarios, hijos de aquella

y formada de

doscientos dragones y cuatro piezas de grueso

junta gubernativa instalados en

la

ranchería de Zarate, como hemos dicho en

la

anterior, eran á la sazón don José

Cumplido y

el capítulo

de San Martín, don

de las tropas ligeras que los realistas habían diseminado

Antonio

por aquellos contomos, retirábase todas las noches á

lo

entrado éste á sustituir á don Ignacio Ayala, quien des-

día tor-

pués de su salida del fuerte no marchó á reunirse con

más espeso de naba á

los

bosques vecinos, y

los pueblos

al

volver

el

adoptando todo género de precauciones

para evitar una sorpresa

Un mes

'.

permaneció Torres en

Pénjamo y sus cercanías, y viendo que los realistas no le con tanta actividad como inmediatamente

perseguían

de

después

su

de los Remedios,

salida

socorrer á los sitiados de Jaujilla.

En

se

decidió

á

consecuencia, se

acercó á este fuerte seguido de trescientos hombres de

y

caballería,

media de

el

3 de febrero (1818) llegaba á legua y sitiadora.

la línea

se

Allí

detuvo y ordenó

al

teniente coronel don Pablo Erdozaín que atacase con

el

grueso de su fuerza

Avanzó este

punto que creyó más débil.

el

con la resolución de cumplir las

oficial

instrucciones que se le dieron, pero fué recibido con brío

por

sus

realistas,

los

soldados

huyeron

en

completo

desorden, y Torres se vio obligado á retirarse, lamen-

tando

la

pérdida de algunos de los suyos.

Nuevo desca-

más tarde en

la hacienda de

labro sufrió algunos días

Surumuato, y hubo de buscar otra vez abrigo en montes y despeñaderos de las cercanías de Pénjamo.

Poco después,

el

13 de febrero,

los

los

y

tras una vigorosa

refriega se vieron obligados á retirarse.

Alentado Aguirre

por esta ventaja, creyó que era llegada la oportunidad ordenó á sus tropas que avanzaron con

del asalto,

y

intrepidez

en las primeras horas del día 16, llevando

escalas

y

los

lo

demás

pero los independientes se

útiles,

sus antiguos colegas.

habiendo

Yillaseñor,

Trataron los de la junta de llamar

de Aguirre

atención

la

Pedro

disponiendo

un ataque contra

Pátzcuaro, y al efecto, ordenaron á los comandantes que les

obedecían en toda

día

y punto determinados. Uno de los correos portatal orden que marchaba á entregarla á Hermo-

dores de

,

en cambio de una gratificación, á un comer-

sillo, la dio,

ciante

de

de

realista

Morillo,

que se reuniesen en

la provincia

Apatzingán llamado don

Francisco

quien avisó á Cruz y á Quíntanar, comandante

las tropas del

rey en

Quiso

pueblo de los Reyes.

el

este último jefe aprovechar la coyuntura que se presen-

taba

para

cuyo

fin

aprehender á los miembros de

la junta,

comisionó á don José María Vargas,

á

antiguo

insurgente, pero que se había acogido al indulto, como dijimos en el lugar correspondiente.

Vargas se movió de

Reyes

los

el

18 de febrero,

llevando en su seguimiento sesenta dragones y acompa-

ñándole también don Ángel Cuesta, bien la firma de Hermosillo.

los sitiados hicieron

una salida para destruir una trinchera levantada por sitiadores á tiro de pistola del muro,

don

marcha

su

se

pasar

hizo

en unos, y en otros por un

En

en

el

párrafo

que tocó en

mismo

Hermosillo

el

oficial

anterior;

muy

los lugares

por

cumplimiento de la prevención de citado

que imitaba

enviado por éste en

la junta, la cual

hemos

y como anunciase

su

aproximación á los miembros del gobierno con la ayuda

de Cuesta, que falsificaba la firma de Hermosillo,

ni

aquéllos ni los jefes de guerrillas que halló en su camino

concibieron ninguna sospecha de lo que se tramaba

'.

defendieron con valor indomable: varias veces tornaron á

Pudo, gracias á este ardid, llegar Vargas sin contiatiempo

la carga los realistas, pero se alejaron por fin, perdiendo

á

cien hombres entre muertos y heridos.

Estas

bajas

fueron reparadas á poco con una sección que envió á los realistas

el

mariscal

Cruz

,

mandada por

el

teniente

«Nunca durmió Torres dos noches seguidas en el mismo sitio, aun en el mismo monte. Durante esta época de persecución y

la

ranchería de Zarate, prometiendo antes una buena

gratificación á aquellos

de sus soldados que se apode-

rasen de los miembros de

la junta.

Estos, sin embargo,

con excepción del doctor San Martín, lograron huir poco antes de la llegada de los realistas, y cuando éstos entra-

'

ni

peligro que ocupó casi un mes, ese jefe tenia consigo una pequeña escolta de caballería, y con ella pudo burlar la vigilancia de sus contrarios sin salir de aquel territorio... Inmediatamente que anochecía, marchaba con su escolta por los rodeos más ásperos é intrincados é

más ocultos del monte, alejándose lo más que podía del sitio en que había estado la noche anterior. Allí dormía algunas horas, con un criado á su lado, para dar la alarma en caso de peligro, y un caballo ensillado y enfrenado para huir sin pérdida de tiempo. Era excelente jinete, tenía los mejores caballos del reino y siempre traía consigo cuatro ó cinco. En las acciones que había sostenido su tropa no se había portado como buen soldado ni como buen jefe. En lugar de ponerse á la cabeza de los combatientes para excitarlos con su ejemplo, se colocaba á lu retaguardia, y si observaba el menor síntoma de confusión, era el primero en poner espuelas al caballo, abandonando su gente y pensando tan sólo en su propia seguridad.» (Memorias de la recolución de jVe'írico de Uobinson, págs. 254 y 255).

los sitios

en la

ron

ranchería (nueve de

la

noche del 21

mandada por

febrero) sólo hallaron una pequeña escolta

don Eligió Ruelas, valor

se retiró

quien

de

después de defenderse con

precipitadamente dejando cinco prisio-

neros en poder del enemigo; fueron éstos pasados por

armas después de haberse confesado con

las

San

Martín,

aprehendido

también

en

los

el

mismo

momentos

de huir y que estuvo á punto de perecer por los disparos que le dirigieron sus perseguidores.

La

corres-

pondencia y los demás papeles de la junta cayeron en '

1.

E.

Relación de .San Martín en

la

Colección de documentos de

Hernández Dávalos, tomo VI, png.

456.

MÉXICO A TEAVKS DE LOS SIGLOS

manos de Vargas, quien volvió inmediatamente á Apatzingán, donde entregó su prisionero

coronel

teniente

al

Quintanar, que de los Rejes había avanzado hasta aquel

San Mnrtín fué llevado en seguida á Guadala-

pueblo.

donde

jara,

encerraron en un calabozo de la cárcel,

lo

poniéndole un par

Se

de grillos.

le

formó una causa

asaz voluminosa, y permaneció en su dura prisión hasta el

17 de febrero de 1821 en que se

haber declarado

el

comprendido en

sele

le dio libertad,

por

virey Apodaca que debía considerárel

promulgado

decreto de indulto

en 8 de marzo del año anterior ^ el

sitio

de Jaujilla, y

primeros días de marzo se disponía á intentar

los

un asalto decisivo, cuando

el

sentó un enviado del comandante López de ciéndole, en

6 de ese

mes

se le pre-

nombre de

éste, la entrega

Lara ofre-

de las fortifica-

ciones, á pesar de la resistencia que para ello opondrían

capitanes Cliristie y Devers,

los

resueltos á sostenerse

hasta la última extremidad. El coronel realista prometió,

en cambio, conceder

á los sitiados siempre que

el indulto

en breve plazo fuesen puestos á su disposición los dos oficiales extranjeros.

Cumplió con esta condición López

Lara apoderándose de

de

cuales fueron día 6

Aguirre continuó estrechando

ya en

609

llevados

al

Christie

campo

y de Devers,

sitiador,

y

el

mismo

(marzo de 1818) se rindió Jaujilla con todas

armas y municiones que

contenía;

las

los

las

fortificaciones

vinieron á tierra y los oficiales y soldados que las defen-

dían quedaron en absoluta libertad, en cumplimiento de

Vista del fuerte de Jaujilla

la

promesa hecha por Aguirre.

«Este valiente y digno

un historiador, se comportó con magnanimidad,

jefe, dice

observando una conducta enteramente opuesta á habían

la

que

fueron enviados á la península dición de Jaujilla produjo

los

dos oficiales extranjeros fuesen tratados

con todas las consideraciones compatibles con su seguVolvió á Valladolid llevando á los dos prisio-

ridad...

neros, y á poco llegó la orden del virey para que se les fusilase;

el

generoso Aguirre se negó muchas veces á

obedecer este mandato, y con tanto celo intercedió en su favor que logró al menos que se respetase la vida de aquéllos;

mas

libertad

á pesar de todo su

no

pudo

empeño porque

conseguirlo:

los

dos

se

Véase en

les

oficiales

extranjeros pasaron á la capital del vireinato, y de

allí

la Colección de documentos de J. E. Hernández DáVI, págs. 290 é 459, y especialmente el dictamen del auditor de guerra Cerquera, pág. 445 del mismo tomo. '

noticia de la renal

virey

seguido

y mandó que

valos,

La

grande satisfacción

Apodaca, quien mandó festejarla con pompa en México y

Liñán y otros comandantes realistas. Reprendió severamente á López de Lara por su perfidia,

diera

'.

tomo

T. II1.--JX

'

Memorias de Bobinson, págs.

El parte en jilla

257 y 258. al virey la rendición de Jau-

que Aguirre participó

decía así:

«Excelentísimo Señor: Acaba de entregarse este fuerte, acogiéndose á la gracia de indulto sus defensores, que quedan en mi poder, y doce cañones de varios calibres, porción de fusiles, municiones y cuanto encerraba. Los dos extranjeros de la gavilla del traidor Mina, que eslaban con él, obligué á que me los entregaran presos, y así los mantengo, porque han sido los que más se opusieron ú mis afanes para reducir á los otros á la razón y a que se arrepintiesen. Este es. Excelentísimo Señor, el fruto de cerca de tres meses del más estrecho y penoso sitio y de tan bizarro y expuesto asalto, que sólo una contingencia pudo malograr; teniendo la satisfacción de que en todo él nadie ha entrado ni salido del fuerte sino los que me han presentado. Son muy dignos de la alta consideración de V. E. los beneméritos oficiales y valiente tropa, que han sufrido en este tiempo toda clase de trabajos y escaseces, metidos en el agua y fango día y noche y haciendo penosas y dilatadas obras bajo los fuegos de una fortificación inexpugnable por la naturaleza y bien defendida por el arte. Mientras las actuales atenciones me permiten dar ú V. E. exacta noticia de todas las ocurrencias, ade-

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS

610

Luego concedió á

las capitales de provincia.

las tropas

este doble asesinato, que exasperó á los

de Aguirre los premios de que fué siempre tan pródigo

insurgentes, y dos de éstos.

aquel alto funcionario, extendiendo su munificencia hasta

joven valiente y avezado á

conceder

el

grado de teniente coronel

José Joaquín de Herrera,

al

comandante don

haber llegado con un

por

cuerpo de tropas del Sur al campamento de los sitiado-

mismo

res el

día en que se rindió la guarnición inde-

pendiente de Jaujilla.

Los miembros de de

los

ranchos de Zarate

al

provisional, que huyeron

ser sorprendidos por

Vargas, marcharon hacia

indultado vincia

la junta

(Michoacán),

reorganizaron

el

y en

las

el

el

sur de la pro-

cercanías

de

Huetamo

gobierno, formándose entonces la junta

conocido con

como

cerle

patriótica constancia se dedicaron los

nuevos vocales á impulsar la insurrección, después de los

repetidos

y durísimos golpes que había

recibido

en la vasta zona de Michoacán y en la vecina del Bajío: expidieron nuevos nombramientos de comandan-

tanto

daño

hicieron

á la revolución

meses del año anterior. del

mando

Era uno de

confiado al padre Torres

,

en

postreros

los

resolvieron descono-

armas en Guanajuato

Torres asistió también á

:

en conse-

reunión,

la

pero apenas fué

destituido se retiró al Rincón de los Martínez

ñado de

muy

acompa-

pocos y resuelto á no acatar la decisión de

antiguos subordinados ni la orden de la junta de el

caso de que fuese conforme con lo que

se había acordado en Puruándiro. tas de

Huetamo

ratificaron el

í]n efecto, los patrio-

nombramiento de Arago y el goce de los hono-

concedieron á Torres su retiro con res

y sueldo que correspondían á su grado de

teniente

general.

acopiaron armas y municiones y desplegaron grande

tes,

energía para coitar de raíz algunos de los males que

,

y aborrecido Torres, al coronel don Juan Arago, quien, como se recordará, había venido al país con el general Mina en calidad de comisario general de su división.

gobierno, en

Con

'

de 1818) y todos acordaron nombrar, en lugar del odioso

Pedro Villaseñor, y en calidad de secretario don Pedro '.

oficiales

cuencia, reunieron en Puruándiro á varios oficiales (abril

sus

Bermeo

la

apodo del Giro

jefe de las

de don José Pagóla, don Maiiano Sánchez Arrióla y don

J.

el

demás

Huerta y Andrés Delgado, campaña de guerrillas, más

Firme

y poco afortunado

este siniestro

caudillo en

su propósito de no depender más de la antigua junta de gobierno,

se unió con los coroneles don Encarnación y

aquellos el ejercicio

don Francisco Ortiz

quien había disgus-

á reunir una sección de entró

,

y levantando algunas

de nuevo

partidas llegó

quinientos hombres con los

rail

en campaña.

tado á todos los jefes independientes que le reconocían

cuales

como autoridad

coronel realista don Anastasio Bustamante se hallaba con

militar superior.

centaba en proporción de

después de las

las

Su despotismo derrotas

se acre-

que sufría

y que tuvo cerca de Jaujilla y en Surumuato

había devastado las comarcas de Pénjamo y

el valle

cuatrocientos

soldados

en

la

Sabiendo que

hacienda

,

de

marchó á atacarle, y

el

Guanímaro,

28 de abril (1818) llegó en

efecto á la vista de este lugar,

encontraban

de

desprevenidas

donde

las tropas del

Santiago, y dio muerte á su segundo Lucas Flores y á

se

don Remigio Yarza, distinguido patriota que en calidad

aproximación de Torres.

de secretario del Congreso había firmado en 1814 la

rable circunstancia y haber derrotado al enemigo,

constitución de Apatzingán.

Nunca

se supo la causa de

lanto este parte para su superior conocimiento, por mi ayudante el teniente del regimiento de infantería Fijo de México. D. José Güira!; recomendando á V. E. muy particularmente el distinguido mérito que ha contraído en esta división, y la dedicación y decidido empeño con que ha trabajado en todo el sitio. Dios guarde ú V. E. muchos años. Fortificación de Jaujilla, 6 de Marzo de 1818, á las ocho de la Excelentísimo Señor Don Matías Martin y Arjuirre. mañana.





Juan Ruiz de Apodaca.» AI publicar la Gaceta este parte, añadía lo siguiente: «;En vista de lo que antecede y de ser Jaujilla el último punto fortificado que tenían los rebeldes en este reino, y con el que se cuentan cincuenta y siete tomados á éstos desde su ingreso ú esie mando, ha acordado S. E. se anuncie al público con salva de artillería y repique de campanas en general; y espera con impaciencia los partes circunstanciados que ofrece el Sr. Aguirre para premiar en nombre del Rey nuestro señor & los jefes, oficiales é individuos de tropa que se hubiesen distinguido; concediendo desde luego el grado de capitán al oficial que ha traído tan importante noticia, recomendado tan particularmente por su jefe, y mandando se den las gracias á nombre de S. Mal expresado señor Aguirre y á todos sus subalternos por su valor, constancia y amor ni Real servicio, acrisolado en este sitio. Que á los dos extranjeros se les forme causa de ordenanza, y aplique la pena correspondiente; á los demiís que se entregaron al indulto les concede S. E. el perdón de la vida en nombre de nuestro piadoso monarca, y los destina por seis oños al presidio de la isla de Mexcala.» ' Los dos primeros reemplazaron respectivamente á don José de San Martin, aprehendido en la sorpresa de Zarate, y á don Antcnio Cumplido, que hizo dimisión de su cargo poco después de ese BUCeeo.

sus

el

Pudo

desacertadas disposiciones

sin

tener

noticia

rey

de la

éste aprovechar tan favo-

pero

tornaron en derrota una

' «Este era indio de nacimiento, y aunque falto de educación, singularmente ingenioso y muy diestro en la guerra de partidarios. Su valor era impetuoso; su actividad asombraba al enemigo. Tenía apenas veinticinco años, y en su corla carrera había recibido veintidós heridas. Mandaba los dragones del Vulle de Santiago, que formaban á la sazón el m;is bello y útil de todos los cuerpos patriotas de Nueva España. Sus dragones montaban los mejores caballos del país, y contra la costumbre de los palriotas, siempre estaban en movimiento y alarmando constantemente toda la parte del Uojío situada entre Celaya y Salamanca.» (Memorias de la recolución de México, pág. 261). El autor de la obra que acabamos de citar dice lo siguiente, d propósito de la muerte de don Lucas Flores: «Este comandante del Valle de Santiago, que había sido uno de los más útiles y constantes amigos del padre Torres, fué arrestado por un frivolo pretexto, y sin formación de causa, ni darle tiempo para defenderse, conducido á los montes y pasado por las armas. Los pormenores de este suceso ponen en su verdadero punto de vista el carácter de Torres: mandó ú Flores que se presentase tal día en determinado punto; don Lucas obedeció, y Torres con su Estado Mayor se hallaba en el lugar indicado. Abrazáronse como dos buenos amigos, conversaron largo rato, y se pusieron á jugar á las cartas; después del juego, en que Flores perdió todo el dinero que traía, comieron junios i-on la acostumbrada franqueza que entre ellos reinaba. Acabada la comida Flores fué arrestado, sin haber precedido explicación ninguna sobre esta medida, y todas sus prendas fueron distribuidas entre los individuos del Estado Mayor. Torres se quedó con el mejor caballo, y cuando el desgraciado Flores le dirigió la palabra para saber qué significaba lo que estaba viendo, le volvió la espalda y mandó que lo retirasen.» ( Pág. 257).

MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS Bustamante tuvo tiempo de ordenar

victoria casi segura.

sus tropas,

y

independientes; al

y nutridos disparos de sus

certeros

los

desconcertaron á la numerosa caballería de los

infantes

Torres

abandonó

campo de

el

batalla

ver que flaqueaban los suyos, siguiéndole muchos en

mando de

su liuída, y dejaron sola á la infantería, que al

mayores don Gregorio Wolf y don Manuel Ramírez

los

se retiió

abrigo de unos árboles,

al

combatiendo.

y acabaron, uno

valientes

perecieron jefe

en

realista

este

cuyo

por

acuchillados

insurgentes

Trescientos

combate,

esos

rato

largo

valió

resultado

al

condecoración de Isabel la Católica y

la

á cada uno de sus subordinados

el

La América

uso del escudo y lema

agradecida registrará con ternura en sus

nombres de

fastos los

Los otros

hijos tan beneméritos.)-

vocales de la junta, Sánchez Arrióla

y

Villaseñor,

ron hasta la hacienda de las Balsas, donde bajo

Guerrero

de

establecieron

Torres

después de haber publicado

,

que desconocía á

hombres con

la junta

proclama en

la

de gobierno, reclutó trescientos

solapado auxilio de Borja y los hermanos

el

Ortiz, que aparentemente obedecían al coronel Arago, y

Pénjamo donde

se dirigió á

su cuartel general.

este último había establecido

Antes de llegar á

manos, con-

las

vinieron uno y otro en tener una conferencia en Suru-

muato, á

separadas por éste las tropas de ambos bandos.

Grande

orillas del río

dice Eobinson en las

de Lerma, quedando

ó

Memorias de

México, se presentó con doscientos hombres en

declarando nulos todos sus actos;

la disputa sólo

que

único gobernante legítimo

el

Ignacio Ayala,

quien,

era

sostenía

don

abogado

el

separado de sus antiguos colegas

poder y declarando ilegítima

á

la

junta

tiempo para concentrar mayores fuerzas

había recibido de los oficiales que

le

nombramiento que obedecían, y que

luego fué ratificado'por la junta de Huetamo. si

no bastasen

las

frecuentes

victorias

Así, como

de

realistas, Torres suscitaba la guerra civil

armas

las

entre los ya

escasos sostenedores armados de la independencia.

Entretanto que en entre

éstos

Huetamo,

por



el

Bajío

el

de

la

junta de

era nuevamente sorprendida y atacada

ésta

por los realistas,

uno de

los

subalternos de Armijo,

el

teniente coronel don Juan Isidro Marrón, en una correría

que hizo por de

noticia

los

pueblos de

Churumuco y Atijo, tuvo Canta-ranas se

que en un lugar llamado

hallaban don José Pagóla, presidente de la junta, y secretario de la

Marrón

al

misma don Pedro José Bermeo.

capitán don

ese punto con

el

Mandó

Tomás Díaz que avanzase hasta

una tropa de caballería, y este

oficial

Huetamo y

que poseía un pequeño

auxiliar á la revolución;

«hombre

caudal

que

gastó en

ilustrado, añade

Bus-

tamante, de gran probidad y de firmes principios, por cuyas dotes juato,

cuyo

el

Congreso

empleo

le

sirvió

nombró intendente de Guanasatisfactoriamente.

el

xicí.',

por la junta.

término y no recibiendo respuesta alguna,

y este valiente

el río,

atacó animosamente á los contrarios y los puso

oficial

huyendo á

los

montes de Pénjamo, donde se

Con

algunos fugitivos.

aún varias

los pocos

escaramuzas

aunque siempre

salió

con

que

le

le

reunieron

seguían empeñó

tropas

las

de Arago,

mal de estas acciones

apoderarse de su persona.

posible

,

y

no fué

Esta contienda ter-

minó con la aproximación de un fuerte cuerpo de realistas al

mando

Márquez Donayo

del coronel

un puesto militar en Pénjamo, y

quien estableció

,

así cortó

retirada á sus escondites en las llanuras

La

contornos

en

la

muy

de

presencia

comarca que siempre

pocos

sierras

;

adeptos

de sus

las

á Torres la

y montes de

tropas

los

vireinales

había servido de asilo, y

le

huir

al

por

las

asperezas de las

fué desde entonces su vida una continua zozobra,

teniendo siempre cerca de

primer

aviso

sí los

que

le

caballos ensillados para

diesen sus

centinelas

y

obligado á dormir en los montes, no pasando nunca dos

noches seguidas en

el

mismo

lugar.

Por algún tiempo vagó Torres por

las sierras de la

intendencia de Guanajuato sin provecho ninguno para la

de secretario hasta su disolución en Tehuacán. '

'

horas para que

dispuesto

lo

Arago ordenó al Giro que pasase

Bermeo

había sido escribano en Sultepec, y siguió al Congreso en calidail

Espirado

obedecía ó no

pocas

mandados por Arago, redujeron á Torres á vagar con

Pagóla era un sexa-

genario, oriundo de Salvatierra, donde había sido regidor, la

si

,

de ganar

fusilados en el cementerio de

este pueblo el 10 de junio de 1818.

y en

declarase

de

el

y en esta per-

Los dos prisioneros

que halló en su poder.

fueron llevados á

un plazo

señaló

le

de su contrario era

intento

sos-

también de base de sus operaciones militares, y por otra parte, la persecución que le hacían los independientes

aprehendió, en efecto, á los dos patriotas y se apoderó de los papeles

suasión

el

inútiles,

en derrota. Torres se salvó por la ligereza de su caballo

se disponían á luchar

reconocimiento

gubernativa.

Después de perder dos días en pláticas pechó que

se apercibió á hacer valer el

de

pueblo

podía terminar restituyendo á Torres su

desde que abandonaron juntos á Jaujilla, se hallaba á la

parte,

el

señalado de antemano, pero desde luego comprendió que

sazón en compañía del mismo Torres.

Arago, por su

«Arago,

la revolución

con don Miguel Borja y publicó una proclama desconociendo á la junta de gobierno reinstalada en Huetamo y

en cambio

abogado

al

del rey

Después de esta considerable derrota Torres se unió

tiempo

don Mariano Euiz de Castañeda.

con que Apodaca acostumbraba á remunerar á las tropas '.

huye-

amparo

el

algún

gobierno

el

después, nombrando en lugar del digno Pagóla

á morir

resuelta

por

otro,

tras

Bustamante.

de

caballería

la

sostuvieron

se

Allí

'

611

Parte oficial de Bustamante publicado en la Gaceta de correi?pond¡ente al 25 de Julio de 1818.

Mé-

Memorias de

sigue casi al pié de á este autor.

la

recolucinn de México, pág. 263. Alamán relación de Robinson, aunque sin citar

la letra la

MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS

612 insurrección

para sus

ni

miras

que

pues

ambiciosas,

abandonaron todos sus antiguos subalternos, y vióse obligado á acoger á su lado algunos hombres de la peor

le

incapaces de toda empresa arriesgada, aunque

especie,

muy

propios para entregarle en manos del enemigo en

cambio de una mezquina gratificación. seguramente

el

precipitarlo él

término del funesto padre Torres, á no

mismo con su carácter

llamado

pagarla

toda

ganó un

violento:

una considerable suma á uno de sus

día en el juego oficiales

Ese hubiera sido

Zamora,

Juan

entera, le

en prendas

dejó

Al día siguiente presentóse

no

quien,

perdidoso

el

pudiendo

su

con

caballo.

dinero

el

que faltaba y reclamó á Torres su cabalgadura, pero

no quiso devolverla:

éste

Zamora,

irritado

delante de varios testigos vengar

la afrenta

de recibir; púsose en movimiento

dada por "Este

y

al

pasar

dice Bustamante

,

altura de

y negándose á ello Torres, fué atravesado por lanza de Zamora; cayeron sobre éste el hermano del

los

zacate que crecía á

el

la

á quienes la intensidad del fuego reventó los

á pesar de esto, los realistas fueron completamente

ojos;

derrotados,

y de

no se habría

éstos

salvado

uno

ni

á no haberse quedado Guerrero y los suyos pié d

solo,

tierra."

La ocupación de

Jaujilla por las tropas vireinales

y

la

azarosa vida que llevaba la junta de gobierno después de su salida de aquel punto fortificado,

la

devolución de su

Ocampo.

fuerza á

triple

un hombre en

los caballos

quera,

la

man -

el lugar ocupado por los nuestros: comenzó á arder rápidamente y se vieron á punto de perecer todos, como sucedió con dos soldados y todos

oficiales

aquél por

con

atacó

,

no esperaba, mandó incendiar

por un rancho peí teneciente á la hacienda de la Tlachivolvió á instar

comandante español don Ignacio

el

independientes, y admirado de hallar una resistencia que

prometió

que acababa

la partida

de Cupándiro una sección considerable de realistas

hicieron temer á los

de Guerrero que pudiera llegar

más completa

acefalía para la

momento de

el

insurrección, y con

el

caballo,

propósito de prevenir ese cercano peligro acordaron nom-

la

brarle general en jefe de las tropas del Sur

jefe

insurgente

y algunos de

quitándole la vida antes de que espirado.

causa

de

el

la

independencia terrible azote,

pendencia no tuvieron ya

el

le

acompañaban,

mismo Torres hubiese

La muerte de hombre

Bajio de un

filas

que

los

tan

libertó

á

funesto para la los

los defensores

y

pueblos

de

la

del

inde-

bochorno de contarle en sus

1.

mación se efectuó

bastaba para reemplazar en caso dado lucionario, dábale al caudillo suriano

definida claramente,

que

los

demás

y

ejercicio

truir

un fuerte en

estas

Velázquez, Frías y Tavera.

que Bravo dejó á

rancTio de los Dolores.

menguado mayor

patriotismo

Pero del

el

el

indomable valor y nunca

héroe

aliento cuando la fortuna

suriano le

le

infundían

negaba sus dones.

tareas

traición de algunos

por

alcanzar en todo Ignacio

en

el

pueblo

de

Coahuayutla.

Varios

En

el

ya existentes y á cons-

Anzures,

Pero

de

la

Rosa,

mismo tiempo,

al

la

tramaba su pérdida y detenía

mes de marzo.

el

habían avistado con

realista lo atacase

Montesdeoca

otros

Bermúdez y

pañado de cinco hombres, con

cuales apareció en la

obediencia

la

pronto los progresos rapidísimos que había logrado

lo

la

los

las

comandantes

los

Volvió á internarse en las espesuras de la sierra acom-

Costa grande á principios de febrero, logrando unirse con

á

Barrabás, ayudándole eficazmente en

abandonado de casi todos

los

gobierno revo-

al

cerro de Santiago, que en lo suce-

el

constante Guerrero, quien á principios de 1818 se vio

sus órdenes pocos días antes de caer prisionero en

no

de esta investidura dedicóse Guerrero á levantar

sivo se llamó de

acompañado hasta Ajuchitlán y de

proclaella

de aquella comarca habían rendido

jefes

Armijo se dedicó con incansable actividad á perseguir

soldados que le habían

si

hasta entonces á su solo é indisputable prestigio.

nuevas fuerzas, á organizar

los

tal

una posición militar

títulos suficientes

Después de haber aprehendido á Bravo con tan buena fortuna y de conducirlo hasta Teloloápam 2^ al

:

12 de marzo (1818), y

el

el

El comandante don

capitán don

Luciano Calvo se

coronel Armijo, acordando cortar

el

retirada al general

independiente

cuando

Súpolo

todo

Guerrero, y aunque

aprehendió y castigó con la muerte á

obra

de

destacamentos, que fueron desbaratados fácilmente, y en los primeros días de marzo derrotaron en el cerro

el 1.°

de abril,

éstos

estaba al

jefe

de frente en San Gregorio, punto que

á la sazón ocupaba.

encuentros sostuvieron durante aquel mes con algunos

este

los

avanzada hasta

atacar Armijo

el

traidores

tal

punto

,

la

que

campamento de San

uno de

Gregorio, fué secundado por muchos de los que habían

' Era natural de Cocupao (hoy Quiroga, Estado de Michoacán). La muerte de Torres ocurrió en julio de 1819. Según Bustamante,

número de

fueron tan escasos sus adelantamientos en la carrera eclesiástica, á la que se dedicó, que apenas entendía lo muy preciso para ejercer las funciones de vicario de la parroquia de Cuitzeo de los Naranjos. Allí vivfa cuando estalló la guerra de independencia, en la que tomó parte, aunque ofuscado por su jefe Albino Gorda, ú quien siempre temió sobremanera. Muerto Albino, pudo figurar con más notoriedad, aunque nunca en verdadero provecho de la insurrección. Alamán dice de Torres lo siguiente: «I.a escasez de sus ideas y su carácter feroz le hicieron ser una de las grandes calamidades que en aquella época desgraciada tuvo que sufrir la provincia de Guunajuato, en la que todavía su nombre se pronuncia con horror, especialmente en los distritos de Pénjamo y del Valle de Santiago, que fuerpo el teatro de bus pillajes y desolación.» • Véase capitulo anterior,

sobornado Bermúdez oficiales

y Calvo;

perdió

Guerrero

gran

y soldados, vióse forzado á abando-

nar sus posiciones y prosiguió sus correrías á través de riscos

y selvas espesas,

gros y dificultades.

sin

desmayar ante tantos peli-

Armijo se detuvo algunos días en

San Gregorio fusilando á todos dientes

los prisioneros

que cayeron en sus manos, y en seguida se

movió con dirección á Zacatula para atacar á les

indepen-

los oficia-

de Guerrero que se habían hecho fuertes en aquella

parte de la costa.

Los

jefes independientes

Montesdeoca, Galeana (don

,

íiiu*. ^rjir-^ ^*j*" - --^:69,

Cuerpos eeteranos de infantería



2, Regimiento de la «1, Compañía de alabarderos del virey. Corona. 3, Id. de Nueva España. 5, Id. 4, Id. Fijo de México. Fijo de Veracruz. 7, Bata6, Batallón de Custilla en Campeche. llón de Santo Domingo. 8, Regimiento de Castilla. — 9, Id de Lovera.— 10, Id. de Asturias. 11, Id. Americano primero.— 12, Id. Fernando VII. 13, Id Extremadura. 14, Id. de Saboyu. 15, Id. de Zamora. 16, Id. de Ordenes militares. 17, Batallón voluntarios de Navarra.— 18, Compañía suelta de la isla del Carmen. 19, Id. de Acapulco. 20, Id. de San Blas. 21, Id. de voluntarios de Cataluña. 22, Id. de Sonora. 23, Id. de policía de México. 24, Tres id. de marina y marineros. Con un total de 11,756 hombres.



















— —











— —



del Potosí.

Injanterla provincial



Columna de granaderos. 26, Regimiento de México. deTlaxcala. 28, Id. de Puebla. 29, Id. de Tres Villas. 30, Id. de Toluca 31, Id. de Celaya.— 32, Id. de Valludolid.— 33, Id. de Guanajuato. 34, Batallón de Guadalejara. 35, Id. de Onxaco. 36, Id. del Sur. 37, Id. de Fernando VII.— 38, Id. ligero de México. 39, Id. ligero de San Luis. 40, Id. ligero de Querétaro. 41, Id. mixto de Zacatecas. 42, Tres compañías sueltas de »25,

— —























Nueva Vizcaya. 43, Compañía auxiliar de provincia. 44, Compañía de pardos y morenos de Veracruz. 45, Compañía de Olinalá. Con un total de 9,208 hombres.





Artillería



»46, .Seis compañías de veteranos con 596 hombres. 47, Siete de provinciales con 374 hombres. 48, Una id. agregada con 203 hombres. Total 1,173 hombres.



id.



Caballería ligera dragones eeteranos » 49,

en

la

Compañía

Nuevo México. —

— 50, Cuotro id. — 52, Una id. en

presidial de la Baja California.

Alia California.

— 51,

Seis id. en Sonora. 53, Cuatro id. en Coahuiln. 54,



— 70, Id. del Príncipe.

Dos

id.

en Texas.

— Con

un

total

de 3,494 hombres.

Divisiones mixtas de las costas

— 80, Id. de Tuxpam. — 81, Id. de Alvu— 83, Id. de Tabasco.— 84, Id. de la isla del Carmen. — 85, Id. en sur de Sun Blas. — 86, Id. de Colima. — 87, Id. en Zacatula. — 88, Id. en Acapulco. — 89, Id. en Ometepeo. — 90, Id. en Jamiltepec. — 91, Id. en Tehuantepec. — Con un total de )>79,

rado.

Norle de Tampico Id. de Aoayucan.

— Í2,

el

5,672

hombres.

»Total general

A

27, Id.

Regimiento dragones de Querétaro.

— 71, Id. de Puebla. — 72, Id. de San Luis Potosí. —73, Id. de San Carlos. — 74, Id. de Nueva Galicia. — 75, Cuerpo de Colotlán. 76, Cuerpo de Moneada. — 77, Cuerpo de Tulancingo. — 78, Fieles

:

39,436

hombres.»

el muy considerable de urbanos y realistas Jleles, formados en cuerpos y compañías sueltas de las tres armas, que servían con mucho fruto de auxiliares á las tropas de linea, expedicionaban con ellas y cuidaban de la defensa de los pueblos y hacienda?. «En la Guta de Forasteros del año de 1820, dice Bustamante, se presenta la lisia de los cuerpos realistas de infantería, caballería y artillería creados en toda la extensión de las provincias para auxiliar al ejército de línea, por lo que resulla que formaban mayor n,úmero que éste; pudiendo muy bien decirse que en el uño de ltaunque corta y superficial; no muy agudo ingenio, ni sano dis»cur8o; condición arrebatada, valor impetuoso, aunque escasa forta»leza, ya en hechos de noble arrojo ó de generoso desprendimiento, >ya en puerilidades de una vanidad indecible. > — Sin embargo, éste mismo confiesa que cuando se nombró generales á los jefes del alzamiento, Quiroga admitió luego la faja, y Riego sólo la tomó después de una larga resistencia. »Otro8 contemporáneos suyos le han juzgado con más indulgencia, y dicen que cuantos le conocieron y trataron en los primeros meses de su elevación al favor popular, elogiaban su buen natural y BU sencillez, sin notársele rasgos de ambición, ni menos de venganza; pero que después el veneno de la adulación trastornó al joven militar > (Memorias históricas eobre Fernando Vil, lomo II). €Don Anlonio Quiroga, de la misma edad que Riego, era natu-

con

el batallón

clamó

de Aragón, determinó marchar á reunirse

A

con Quiroga.

su paso por Jerez de la Frontera pro-

la Constitución

María se

le

de 1812, y en

el

Puerto de Santa

unieron los oficiales O'Daly, Arco Agüero,

San Miguel y

otros, presos por orden de

La

Bisbal desde

año anterior, y que se fugaron del castillo de San Sebastián de Cádiz al saber que había estallado la

julio del

revolución.

Fernando, y

Quiroga y Riego se avistaron el

al fin

en San

primero quedó reconocido como general,

de Galicia y pertenecía á una familia muy considerada en e) Había comenzado su carrera en la marina, pero en 1808 pasó al ejército de tierra, donde ganó sus grados en la guerra contra los franceses. En el ejército expedicionario obtuvo el empleo de coronel.» (Hemos tomado las notas anteriores de la Historia general de España, tomo V, pág. 339, edición de Barcelona, 1880). ' «La ciudad de San Fernando se levanta á dos leguas de la capital de la provincia (Cádiz), en la llamada isla de León; es plaza fortificada por la naturaleza y por el arte; pero su principal fortificación consiste en los caños de agua de mar y en el ingenioso laberinto de salinas que la circundan, de modo que inundadas éstas queda defendida la ciudad por un foso de agua de mar de más de dos leguas de largo por una de ancho. Tiene actuolmente un arsenal, un colegio naval, un observatorio astronómico, único en su clase, y varias fábricas de curtidos, almidón, albayalde y otros productos. Fué conocida antiguamente con el nombre de Tricea, recuerdo de su origen tirio ó fenicio: á últimos del siglo xvii se llamaba Consejo del Castillo de la Puente; en 1769 empezó & llamarse Villa de la Real Isla de León; pero las Cortes le dieron en 1810 el nombre de San Fernando, habiéndose hecho memorable por un asedio de tres años que sostuvo en aquella época. »Entre las calles de San Fernando, la Real tiene una longitud de 2,302 varas castellanas y contiene hermosos edificios. En sus inmediaciones hay muelles, desembarcaderos, baterías y castillos, y á un cuarto de hora de distancia se levanta el arsenal de la Carraca, que coge una superficie de 940,580 varas cuadradas, con la circunstancia de estar levantados sobre estacas todos sus edificios, por ser terreno sumamente fangoso. Este arsenal se halla totalmente rodeado por las aguas del mar. Contiene algunos diques de carena y estú servido por un personal numeroso.» (Nueca Geografía Universal, tomo IV, pág. 336, edición de Barcelona, 1879). ral

país.

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS conforme á

mentóse

lo

que se había decidido por las logias. Au-

la tropa sublevada con el batallón de Canarias

otro de artillería,

y aunque

otros

faltando á

lo

mandados por

el

coronel López Baños;

cuerpos no concurrieron al

ofrecido, el

y

movimiento

número de tropas reunidas en

San Fernando era imponente y capaz de acometer arduas empresas. «Pero malogróse allí un tiempo precioso, dice

el

autor de la líistoria general

nada hay que mate tanto cisión

y

la

apatía.

de España,

las insurrecciones

como

y

la inde-

Su única operación en muchos días

fué apoderarse por sorpresa del arsenal

641

de donde sacaron algunos recursos, vendiendo materiales,

Una

con perjuicio de los intereses del Estado.

que hizo en Cádiz Soria,

coronel Rotalde con el batallón de

el

y de acuerdo con los amigos de la libertad (24 de

enero), tuvo

joven

tentativa

oficial

infeliz

éxito,

como importuna y

tardía.

don Luis Fernández de Córdoba, con su

vidad y su denuedo,

lo

El

acti-

desbarató todo, atrayéndose los

soldados y arrestando á los oficiales:

el

que estaba á

la

cabeza de los sublevados pudo fugarse con algunos de sus cómplices al ejército de Quiroga.»

«Había en este

de la Carraca,

ejército,

compuesto de unos cinco

Xí.

Don Antonio Alcalá Galiano

mil hombres,

y

disciplina.

más ardor y entusiasmo que

La

autoridad de Quiroga,

testigo de vista, era poco

corto acierto.

más que

titular,

concierto

y

según dice un

y

ejercida con

Nadie mandaba y todos servían.

Procurá-

base por algunos infundir una esperanza que no había: escribíanse con este objeto papeles arrogantes,

y pusié-

ronse á redactar una especie de Gaceta Alcalá Galiano

y

con gusto,

el

y

la guarnición

principio

con las

sereno después, expidiera órdenes

á don Manuel Freiré,

general acreditado en la guerra de la independencia, para T. III.-81.

aunque no

muy

de con-

todo, el ejército insurreccionado se vio

de Cádiz i.»

Después de varios días de inacción dispúsose que

hasta

al

éste,

tampoco

Riego, al frente de una columna de mil quinientos

gobierno de

que llegaban abultadas, algo más

y

las tropas,

por su inacción comprometido entre las tropas de Freiré

bres, saliese á

Madrid, sobresaltado

mando de

fianza; pero así

San Miguel, hombres ambos de buena pluma y talento. Pero es lo cierto que entretanto dieron tiempo á que el noticias del alzamiento

Tomó

que fuese contra los sublevados.

promover

hom-

la insurrección. Hízolo así (29 de

enero de 1820), y marchó á Algeciras, donde permaneció el 7

de febrero.

No pudiendo

nando, por tenerla ya bloqueada



el

regresar á San Fer-.

general Freiré, tomó

» Don Modesto Lapuente. Historia general de España, tomo V, pág. 339, edición de Barcelona, 1880.

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

643

rumbo á Málaga, pero perseguido por O'Donnell minó á Córdoba, entrando en esta ciudad

se enca-

de marzo

el 7

Pero

les.

pueblo insistió, irritado

el

general y las autoridades

clamoso, y

y

el

convencidos de que la fuerza

,

con menos de cuatrocientos hombres, pues tanta había

armada

sido la deserción y tanta la fatiga en aquella su desespe-

forzados á acceder á sus deseos. Dueños los barceloneses

rada correría. Los habitantes de Córdoba no hostilizaron

de la situación, destituyeron á Castaños, aclamando en su

á Riego, pero tampoco se mostraron dispuestos á prote-

lugar

gerle

y á tomar

aquel

jefe,

minó á

participio

en

y

que

de Extremadura; mas antes de llegar á

que á ésta separan de

vaba cuarenta y cinco hombres él

lo

después de recoger algunos víveres, se enca-

tierras

los limites

de

por

la revolución,

Y

se dispersai'on.

,

como

la

que el

Andalucía sólo llesepararon

fin se

al

desastre de esta expe-

á Quiroga en San Fernando, la revolución hubiera fraca-

más que por

sado,

mostró apático y liares

esfuerzos del gobierno, que se

los

flojo

para reprimirla, por falta de auxi-

en otros puntos de la península.

marchaba penosamente con

su mei-mada columna con dirección á Córdoba,

el

coronel

don Félix Acevedo, apoyado por

el

pueblo,

proclamaba

la

Constitución en la Coruña y arrestaba á

de Galicia don

Nueva España.

Francisco Javier Venegas, ex-virey de

la

días

y

las tropas

las autoridades, incluso el capitán general

Dos

más tarde

Ferrol secundó

el

el

movimiento de

Coruña, y en seguida Vigo y otras poblaciones galle-

gas.

Formóse una junta revolucionaria, presidida por don

Pedro Agar, regente que había sido de España, y tropas que levantó con Castilla

al

Santiago,

gran

exaltados

Castilla

seguir

las

presteza hicieron huir á

conde de San Román, jefe de las armas en

quedando en toda Galicia vencedora

la revo-

más

conveniencia de que

la

que hizo aquél dirigiéndose á

lo

Tarragona, Gerona y Mataró no tardaron en

ejemplo de la capital del Principado.

el

el

incendio á Navarra, y

tropas de la guarnición

11 de marzo las

el

de Pamplona obligaron

conde de Ezpeleta á que permitiese jurar

Don Francisco Espoz y Mina de la

independencia,

despotismo

el

recibido con

,

al

virey

la Constitución.

de la gue-

ilustre caudillo

entonces de Francia,

volvió

había obligado á refugiarse, y

le

grandes manifestaciones de júbilo por sus

mando superior de

compatriotas, tomó el

Al mismo tiempo que en

el

que corriese sangre y

la provincia.

Norte y Noreste de Es-

paña se derrumbaba estrepitosamente

despotismo, sin

el

impulso irresistible de la opi-

al

nión, en el extremo Sur los

defensores de la tiranía se

cubrían de baldón y acuchillaban sin piedad á los iner-

mes ciudadanos de Cádiz. Hemos dicho que don Manuel Freiré

general

el

frente de una división había blo-

al

queado á Quiroga en

San Fernando.

9 de marzo

El

(1820) Freiré entró en Cádiz y pronto corrió la voz de que iba dispuesto á proclamar la Constitución, de acuerdo con

el

capitán general de marina don Juan María Villa-

Reuniéronse numerosos grupos y

vicencio.

lución.

ciudad,

la

'.

Cundió

donde

los

arresto de Castaños, pero el nuevo capitán

el

de

saliese

población, se vieron

la

medio del mayor entusiasmo. Pedían

general se limitó á notificarle

rra

Túvolos, por fortuna, briosos y activísimos. El 21 de febrero, mientras que Riego

lado de

del

general don Pedro Villacampa, y juraron la Cons-

al

titución en

bloqueo que tenía sujeto

dición coincidía con el estrecho

se pondría

compás de

al

lo

ruidosas aclamaciones colocaron en el sitio en que ante-

coronó, aturdieron á la corte precisamente cuando espe-

riormente había estado, una lápida conmemorativa de la

raba dar término en breve á la sublevación iniciada en

Constitución; desparramáronse luego por las calles, abra-

Este movimiento, y

las

el

y rápido

fácil

triunfo

que

Cabezas de San Juan. Pronto había de ser más grande

su estupor, á consecuencia de nuevos,

y

si

cabe, más

El

de marzo, reunidos en la plaza de Zaragoza

pueblo, las tropas,

el

ayuntamiento y

el

el

noche iluminaron

la población, voltearon las

proclamaron

la Constitución

de 1812,

lo

que tomó consistencia

el

salieron á dar cuenta de tan fausto

don Martín de Garay.

el

ex-ministro de Hacienda

Alborotóse Barcelona

sucesos ocurridos en Zaragoza, y multitud estrepitosa, los oficiales

en

la

el

10 de

al

saber los

marzo una

que se confundían casi todos

de la guarnición, se presentó á las puertas

del palacio

del capitán

Constitución.

Castaños,

general pidiendo se jurase al

notar la presencia

de

la

sus

sumado

lo

daban ya

constitucional

los

situado en

pusiesen en

amistosas

autoridades del puerto,

Cádiz

con cuya respuesta

la oficialidad

se

retiró á sus cuarte-

vecinos de Cádiz)

San Fernando

al

al

ejército

mando de

aquella ciudad

al

día

siguiente

las

con la

guarnición y revistiendo con esta misión á

relaciones

don Antonio Alcalá Galiano,

Agüero y López Baños.

ceder al pueblo, jamás cedería á insurrecciones militares;

suceso (que por con-

otras tres personas, que representando á sus tropas

subalternos en las masas populares, contestó desabrida-

en algún caso se viera en la necesidad de

con

Tres comisionados

Quiroga, y éste acordó que pasasen á

mente que

si

y al-

rumor de que estaban dis-

para

de Lazan y uno de los vocales

satisfacción

contrariase las manifestaciones del pueblo gaditano,

puestos á proclamar la Constitución.

reino de Aragón, cuyo presidente fué el marqués

,

Freiré y Villa vicencio, entretanto, nada hacían que

y en seguida nombraron una junta superior de gobierno el

y por campanas

borozo.

mismo capitán

general marqués de Lazan, como movidos por un común é irresistible impulso,

la

y demostraron de todas maneras su

formidables levantamientos. i?

zándose alegremente unos á otros los ciudadanos

y á

los

coroneles

Arco

Las dos comisiones entraron en (10 de marzo), hallando á los

' Don Modksto Lafuente. — Historia general de España, tomo V, pég. 340, edición de Barcelona, 1880.

MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS habitantes entregados á la

más pura

alegría

rándose á festejar la jura de la Constitución.

resoluciones adoptadas por

El pueblo

mado. El levantamiento unánime de

les

agasajó grandemente, no hallando igual acogida de parte

La

de las autoridades ni de la guarnición.

monarca Deseado y Acla-

y prepa-

á los comisionados de Quiroga y

recibió con júbilo

643

población, sin

ciudades

publicó el 3

Galicia á favor de

asustó sobremanera, y presintiendo que

la Constitución le

otras

el

y provincias secundarían

la revolución,

de marzo un decreto en que manifestaba

embargo, se apiñaba en la plaza de San Antonio, en cuyo

que oída una junta presidida por su hermano

centro había alzado un estrado para la ansiada ceremonia

don Carlos, se proponía consultar á diferentes cuerpos del

de la jura.

Estado, y principalmente al Consejo, sobre el remedio de los males que se advertían en la administración del

«En

Lafuente, aparé-

tal estado, dice el historiador

cense de repente y desembocan en la plaza los batallones

de Guías del general y de la Lealtad, haciendo fuego con bala sobre la inerme y confiada multitud

,

sin que

el

infante

y á través de un estilo embarazado y oscuro, se percibía la promesa de reunir á la nación por estamentos reino;

ó cuerpos.

Este ofrecimiento,

lo

mismo que

de arre-

el

todas

glar la administración, á nadie satisficieron, ni por nadie

partes el espanto y la muerte: hombres, mujeres, ancia-

fueron aceptados sino como manifestación del miedo que

precediera

nos,

criaturas que

niños,

madres,

caían

sembrando

ninguna,

intimación

por

se lactaban al pecho

á

indistintamente

los

tiros

de

de sus fusil

llados por la

muchedumbre misma

salvar su vida

aun

al

querer moverse para

dentro de sus propios hogares.

Mas

ni

estuvieron seguros los que á aquel sagrado asilo

allí

Duraban aún

ó

ensartados en las bayonetas de los soldados, ó atrope-

brado

soldados.

todo género

de criminales excesos, de los

y lamentos. El general

dictó,

aunque tarde, algunas disposiciones para restablecer

y por

reposo, oficiales.

noche rondaron

la

Pero á

la

mañana

el

ciudad patrullas de

la

siguiente, so pretexto de

un

disparado por un paisano, lanzóse otra vez la solda-

tiro

desca á las calles, y renováronse por buen espacio las trágicas y horrorosas escenas de la víspera corriendo por

todas partes la sangre, y cubriendo la ciudad entera pavoroso luto.

"Los tres comisionados del insultados por las tropas

constitucional,

ejército

y corriendo riesgo sus vidas,

hubieron de salvarlas con trabajo, refugiándose cada cual

donde pudo.

Eeclamaron

los

leyes de la guerra.

siguiente

tres al día

seguridad de sus personas, en nombre

menos de

al

La respuesta que á

las

armas, corrió

la

Si

la

tal

era

de la autoridad que gobernaba á Cádiz. la

las

el

pensamiento

Sólo recobraron

libertad á favor de los sucesos que luego ocurrieron.

No hemos

encontrado

nada

que justifique ni

atenúe

siquiera tamaña felonía, incomprensible en un hombre de las prendas del general

horrible hecho tanto

don Manuel Freiré.

rey

la Constitución,

el reino!

haber jurado

y mandado que se jurase en todo

al frente

que

la

Esta noticia anonadó

decreto en

el

jurasen sus al rey,

la

y

á los ministros

primero mandó publicar

número extraordinario de

oficiales

y

el siguiente

Gaceta:

«Habiéndome consultado mis Consejos Eeal y de Estado lo conveniente que sería al bien de la monarquía la celebración de Cortes; conformándome con su dictamen, por ser con arreglo k las leyes fundamentales que tengo juradas, quiero que inmediatamente se celebren Cortes, á cuyo fin el Consejo dictará las providencias que estime oportunas para que se realice mi deseo, y sean oídos los representantes legítimos de los pueblos, asistidos con arreglo á aquellas de las facultades necesarias; de cuyo modo se acordará todo lo que exige el bien general, seguros de que me hallarán pronto á cuanto pida el interés del Estado y la felicidad de unos pueblos que tantas pruebas me han dado de su lealtad, para cuyo logro me consultará el Consejo cuantas dudas ocurran, á fin de que no haya la menor dificultad ni entorpecimiento en su ejecución. Tendréislo entendido y dispondréis lo correspondiente á su puntual cumplimiento. Palacio, 6 de Marzo de 1820.» le



Esta tardía y cobarde concesión que la flaqueza

tampoco el

de ánimo del monarca enfrente del peligro,

satisfizo

á los amigos de la libertad

,

porque en

decreto no se proclamaba abiertamente la Constitución

de 1812.

Grupos numerosos y amenazadores se despa-

rramaron por la

demostraba

sólo

mañana

la

Puerta del Sol y calles adyacentes desde y con sus murmullos y su

del día 7 de marzo,

intensa agitación espantaron á los huéspedes del regio palacio, que no sabían

consejeros

se

movían

qué partido adoptar. atolondrados

y

Todos

confusos,

ninguno proponía al rey una resolución enérgica,

los

pero ni de

éste podía esperarse en aquel conflicto el vigor que había lo

que había pasado en Madrid y las

Don Modesto Lafuente.

tomo V,

los

'.»

Digamos ahora '

¡Fué aquél

más lamentable, cuanto que á

tres días llegó á Cádiz la noticia oficial de el

Bisbal, nom-

que debía de

su demanda obtu-

no se dio orden para pasarlos por

voz de que

haciendo

á la camarilla, y

vieron fué mandarlos prender y encerrar en el castillo

de San Sebastián.

un

ejército

Acabó aquel

estremecer y la decencia repugna nombrar. terrible día entre horrores

que hacen

de

La

conde de

del regimiento Imperial Alejandro, había proclamado la

dadesca por las calles y las casas, entregóse

saqueo, á la violación, á la lascivia y á la matanza, á

en jefe

general

el

formarse en la Mancha, apenas llegado á Ocaña

Constitución,

al

los

mento, cuando se supo que

se refugiaron, porque derramándose la desenfrenada solal pillaje,

y de sus íntimos consejeros. comentarios que provocó ese docu-

se había apoderado del rey

— Historia

pág. 340, edición de Barcelona, 1880.

desplegado durante seis años para oprimir sin tasa ni límite á su pueblo.

«Y

cuenta, dice un historiador, que

general de España,

no se sabían entonces otras sublevaciones de las provin-

:

KÍXICO X TBAYÉS DE LOS SIOLOB

644

y que eran

cias que la de Galicia,

los

momentos en que

Quiroga aun se encontraba bloqueado en San Fernando,

y

Riego disolvía su ya harto dispersa é insignificante

más y más

Creciendo gobierno llamó

al

agitación

la

popular

general Ballesteros para que

le

,

el

infor-

del espiritu de las tropas de la guarnición

y acon-

de aquel conflicto,

pero el

sejara los medios de

salir

general declaró que no podía contarse con la tropa y

que no veía remedio al

al

rey que la misma

del

el

aumento de

los

grupos que se extendían hasta la espantaron

plaza de Oriente, delante del Palacio Real,

de

modo

tal

á Fernando que esa

misma noche

escribió

y

firmó el siguiente decreto

columna.'-

mase

y

Retiro

y desde

mal.

Ya

entrada la noche díjose

maquinaba apoderarse

guardia real enviarle

allí

comisionados que

le

«Para evitar las dilaciones que pudieran tener lugar por las dudas que al Consejo ocurriesen en la ejecución de mi decreto de ayer, para la inmediata convocación de Cortes, y siendo la voluntad g-eneral del pueblo, me he decidido á jurar la Constitución promulgada por las Cortes generales y extraordinarias en el año de 1812. Tendréislo entendido y dispondréis su pronta publicación. Rubricado de la real mano. Palacio, 7 de Marzo de 1820.»



En

Todos esos informes

urgiesen á jurar la Constitución.

Espa^ía.

más exaltados

las primeras horas del siguiente

día se difundió

—Vista general de Barcelona en 1820

(Tomado de un grabado de

esta gran novedad, y los



partidarios de la

las

la

época)

puertas del palacio, prorrumpiendo en amenazas

y

Constitución colocaron una lápida provisional en la Plaza

gi'itos

Mayor y discurrieron por

mano, en medio de estruendosas

y alentadas las masas con esta inacción entraron en el alcázar y comenzaban á subir la escalera, cuando se pre-

noche derribó

sentaron algunas personas

constitucional

en

aclamaciones.

Por

la

la

calles

las

llevando

el

libro

la multitud las puer-

tas del edificio de la Inquisición, poniendo en libertad á los

presos que había en sus cárceles secretas

zando

los

instrumentos de tortura, y como

el

y destrogobierno

se apresurara á dar suelta á los detenidos por delitos políticos,

éstos fueron llevados

en triunfo, sin que la

sediciosos:

la

dumbre

el

frenética se agolpó en

9

de marzo. la

Una muche-

plaza de Oriente y á

Cámara

del

rey.

Estos

conteniéndolas

comisionados fueron

de Fernando y manifestaron á éste que

1814 y fueron las que presenció Madrid y sufrió

de la corte,

impasible,

introducidos, en efecto, á lo interior de las habitaciones

capital

rey absoluto

permaneció

viduos, llevando la representación de los demás, llegasen

hasta

festaciones.

el orgullo del

guardia

con ruegos y súplicas, hasta lograr que sólo seis indi-

fuerza armada opusiera ningún obstáculo á estas mani-

Más graves

la

exigía el restablecimiento

monarca.

el

juramento de

la

el

pueblo de la

del ayuntamiento de

Constitución por

Lleno de pavor Fernando, ordenó

de Miraflores que pasase inmediatamente á

el

al

mismo

marqués

las

Casas

Consistoriales á restablecer el ayuntamiento de 1814,

y

MÍXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS este personaje

marchó en

acompañado de

el

acto á la casa, de la villa

comisionados del pueblo. Citadas las

los

anunció

y en seguida marchó

acompañada de

comisión popular.

la

siempre

al palacio,

Fueron recibidos

pueblo

al

el

publicase por carteles

personas que habían formado aquella corporación, declaróse instalada,

645 suceso,

Otra de las peticiones que llevaron los seis comisio-

nados fué

la

de que se nombrase una junta provisional

que debia encargarse del cumplimiento del decreto real,

y cuya autoridad día en que aquéllas empezasen á ejer-

todos por el rey en el salón de Embajadores, y colo-

referente á la convocación

cado éste bajo

había de cesar

política de la

el

dosel del trono juró la Constitución

monarquía promulgada

Terminado este

1812.

acto, ordenó

el

19 de marzo de

Fernando

Ballesteros que también la jurase el ejército,

tamiento volvióse

á su palacio, desde

al

y

cuyos

general

ayun-

el

balcones

EsFAÑA.

tores

del

movimiento popular,

señaló

al

de

cardenal

Borbón con calidad de presidente, y á

los señores

de Michoacán,

dizábal

,

,

el

cer sus funciones.

que tomó

Cortes,

Accedió también á esta exigencia

acongojado Fernando, la junta,

á,

el

el

y la elección de los miembros de nombre de consultiva provisional,

hecha nominalmente por

el rey,

y en

efecto por los direc-

— Palacio real de Madrid

Manuel Abad y Queipo, obispo general don Francisco Ballesteros

electo

y después mandó que se

'.

don

seis

regocijo.

¡

Ojalá hubiera podido decirse lo

mismo de

los

tiempos que siguieron á este breve período!"

don Manuel de Lar-

don Mateo Valdemoros, don Vicente Sancho,

años de paciencia, un día de explicación y dos de

El primer decreto expedido bajo cosas fué

el

nuevo orden de

digno de la revolución liberal: declaróse que

conde de Tabeada, don Francisco Crespo de Tejada, don

se abolía para siempre el odioso Tribunal de la Inquisi-

Bernardo Tarrius y don Ignacio Pezuela, «todas perso-

ción

nas respetables y dignas de la confianza que en ellas

libertad todos los presos en las cárceles del Santo Oficio

se

depositaba, dice

Esfaña, y cuya

el

autor de la Historia general de

instalación,

una verdadera tutela

,

si

bien constituía al rey en

se vio después haber sido oportu-

nísimo acuerdo, por los grandes males que evitó con su

prudente conducta, y pudiendo decir, como

dijo,

que

por

y se ordenó que inmediatamente fueran puestos en opiniones

políticas

libertad de imprenta, el

ó

religiosas.

Restablecióse

la

proscrita desde 1815; reinstalóse

Supremo Tribunal de Justicia y

se suprimieron los an-

tiguos Consejos; festejóse con grandísima

pompa

la colo-

la

revolución y variación de gobierno se habían hecho con

' Apuntes kistórico-criíicos del marqués de Miraflores, testigo presencial y actor en estos importantes sucesos.

MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS

646

cación de la lápida conmemorativa de la Constitución, y las tropas

de Madrid juraron solemnemente

código, por cuj'o motivo ejército, las dirigió

el infante

el

restaurado

más

tarde, ninguna venganza ejercieron en los vencidos,

contribuyendo no poco á este resultado

la

cordura y pru-

don Carlos, jefe del

dencia de los miembros de la Junta provisional, cuyo

de-

propósito fué restablecer aquellos decretos de las Cortes

una proclama exhortándolas á

la

primera época constitucional

fensa de la patria, del rey

de

el

bles para la instalación del nuevo régimen, y

y de las leyes. Por su parte, monarca publicó un manifiesto á la nación (10 de

marzo de 1820), en

que dirigía á

el

«He

otras frases, las siguientes: cual tierno

padre he condescendido á

reputan conducente á su felicidad.

la

He

grande obra de

Consti-

la

medidas oportunas para

las

En

pronta convocación de las Cortes.

vuestros representantes,

que mis hijos

lo

jurado

me gozaré

ellas, reunido

á

de concurrir á la

prosperidad nacional... Marchemos

la

francamente, y yo

primero, por la senda constitu-

el

Esa Junta, con cuya consulta todo convocatoria á Cortes, y

la el

En

medio de

extraordinarias,

bajo la

nado para toda

con

el

como sucedió

lutismo,

A

devolviese

medida que

tres años

el

y medio más

las provincias

que no habían pro-

régimen constitucional, celebrábase con

más pura

manifestaciones de la

alegría,

salido de aquella espantosa opresión

,

de aquellos países

presidencia del jefe polí-

la

América española

é islas Filipinas fué

de treinta, de los cuales siete se señalaron á Nueva

España ^ En seguida, y como hemos dicho en

tarde.

de los graves sucesos de

la noticia

Madrid se difundía por clamado aún

ansiado ejercicio del abso-

el

no sólo por haber

sino porque cambio

que facilitasen

cretos de las anteriores Cortes del nuevo orden político.

1814; se puso en vigor

el

nales

marcado •,

siendo

indiferente

Francia,

apego á de

ello

y apática

al restaurar,

instituciones

las

la

ante

la

constitucio-

prueba

mejor

su

actitud

intervención armada

algunos años después,

vengativo despotismo de su rey. Pero en

1820

la

le

agobiaban

,

y

las

y

mu-

danza política parecíale remedio eficaz y rápido de males y miseria que

de

feroz

el

los

demostraciones

de satisfacción y de júbilo del partido liberal triunfante

predominaban de

tal

modo sobre

el

silencioso disgusto

de los vencidos y la indiferencia de las masas, que aparecía ser universal el regocijo,

cuando sólo desbordaba

en los corazones de los esforzados amigos de Estos, sin embargo, fueron generosos en

la libertad.

la

victoria,

marcha

decreto sobre milicia nacional;

él los ilustres patricios

tenía

la

ayuntamientos á la organización y estado que tenían en

volvió á establecerse el Consejo de Estado,

La gran

párrafo

Restituyéronse las audiencias y

tan completo en el orden político habíase efectuado sin

mayoría del pueblo español, preciso es confesarlo, no

el

anterior, á consulta de la Junta se restablecieron los de-

derramamiento de sangre

ni públicos trastornos.

al

y mandando su voto los que estuviesen en otros El número de suplentes desig-

esos momentos la intervención extranjera sobre su patria le

debiendo reunirse

efecto en junta electoral los naturales

residentes en Madrid,

acordó apelar al

se

como se había hecho en Cádiz

los suplentes,

para las Cortes

tico,

de que

fijó

apertura de sesiones.

del tiempo no podían acudir,

lugares de la península.

tal

respectivo

cuanto á los diputados de Ultramar, que por la pre-

mura

cional. » Frases que pintan exactamente la falacia ingé-

quien preparaba quizás desde

más conve-

se hacía, apresuró

decreto

el

9 de julio de aquel año para la

nita de aquel

soberano,

que eran indispensa-

,

nientes para su oportuno desarrollo.

y

y seré siempre su más

tución por la cual suspirabais,

firme apoyo. Ya he tomado

españoles, entre

los

oído vuestros votos,

la

sido regentes

del

entrando en

Blake, Agar y Ciscar, que habían

reino

en

la

época de

la

guerra contra

Napoleón; y á este tenor se pusieron en planta muchos anteriores Cortes.

otros decretos de las las

Se proveyeron

embajadas y legaciones en hombres distinguidos, adic-

tos á la Constitución, fiaron

y

las capitanías generales se

con-

á los militares que habían dado más pruebas de

igual adhesión;

se confirmó en el

mando superior

militar

de Cataluña y de Navarra á Villacampa y á Mina, que

habían sido aclamados

por

pueblo

el

Pamplona, »y se dispuso, dice

en Barcelona

el historiador

y

Lafuente,

que se encargaran del gobierno político de las provincias ios

mismos que ejercían aquellos cargos en 1814,

como todos

los

así

demás empleados públicos que en aquella

fecha fueron separados de

sus destinos

por afectos al

pues con excepción de los culpables autores de las ma-

gobierno constitucional y no por causa justa legalmente

tanzas de Cádiz, á quienes se formó causa,

probada y sentenciada.

Elío,

que fué encerrado en un calabozo de

Valencia, del que había de salir para

el

y

la

del terrible

ciudadela de

cadalso dos años

' El autor de la Historia general de España, después de exponer que ni Fernando ni la nobleza podían renunciar sinceramente, el uno á su hábito de mando ilimitado y la otra á sus tueros y preeminencias, y que los que asi llegaron á creerlo desconocían los instintos del hombre y la resistencia del egoirmo, añade lo siguiente: «... Y creer también que el pueblo, fallo de ilustración, ardoroso entusiasta del rey absoluto, á quien habfa aclamado con frenes!, y por quien habla mostrado hasta delirio, se transformara repentinamente de realista en constitucional, y se adhiriera de pronto á instituciones contrarias á sus hábitos, y que ni siquiera comprendía, era una de tantas ilusiones como suelen ofuscar á los novadores y reformistas de más capacidad y talento.» (Tomo V, pág. 348, edición de Barcelona, 18S0).

que indemnizaba en

Era un sistema de reparación

lo posible

de las injusticias, vejacio-

nes y padecimientos sufridos en el transcurso de seis años por aquella causa ^.n Los jefes de la revolución mi' Artículos 11 y 13 del decreto de convocatoria de 22 de marzo de 1820. » El absolutista Alamán dice con eíte motivo lo siguiente: «Muy luego se dejó ver que los liberales no pensaban perdonará sus enemigos sepultando en el olvido las antiguas rivalidades, ni querían dar por perdidos sus padecimientos, de que pretendían ser ampliamente recompensados, teniendo en sus manos la oportunidad de conseguirlo, pues contaban con un ministerio que cra^todo suyo. Puestos los unos en libertad, por efecto de las revoluciones acontecidos en los lugares en donde se hallaban confinados; salidos otros de las cárceles y de los presidios ó restituidos de los destierros por

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS de Andalucía,

litar

no obstante

ningún progreso que

el

647

partido que representaban,

para llegar hasta

bajo su dirección alcanzó aquel movimiento, fueron ascen-

políticos

didos desde comandantes y coroneles hasta mariscales de

tidarios del trono

campo, recibiendo este

alto

grado don Antonio Quiroga,

en

ciones, agriábanle

O'Daly y don Miguel López Baños. Y en cuanto al pequeño ejército que se hizo fuerte en San Fernando, se

nistros

le

de

aumentó con otros cuerpos, y en seguida se formaron dos divisiones, una en Sevilla

él

mando de Eiego,

al

otra en la Isla Gaditana al de Quiroga,

mando en

jefe al capitán general

confiriéndose el

de Andalucía don Juan

Y

sinceros par-

y anhelosos de afirmar

constitucional,

á un hombre de quien temían toda suerte de trai-

él

don Eafael de Riego, don Felipe Arco Agüero, don Demetrio

poco avanzado en sus ideales la república.

más y más con

podía mirar con calma.

Tal fué

que propusieron

ilustres

dice Lafuente

,

,

ciertas

nombramiento de mi-

el

al rey:

medidas que no

«personas dignísimas é

pero de aquellas que por haber

y haber probado

sufrido rudas é injustas persecuciones

calabozos y los presidios, ni ellos habían de mirar

los

con ojos cariñosos al que contemplaban autor de sus pri-

O'Donojú.

vaciones y padecimientos de seis años, ni

el

Al lado de las providencias y disposiciones que hemos enumerado rápidamente, todas enderezadas á afirmar el triunfo de la Constitución y á que la mudanza

verse con gusto,

desconfianza,

rodeado de aquellos consejeros cuya presencia

política se efectuase sin sangre

y

consultiva provisional dictó otras

sin lágrimas, la

que

Junta

revelaron cierta

exaltación é intransigencia, incompatibles con los princi-

que proclamaba

pios

decreto

que

en

de 1812 á

se

la

y

consideración de español,

se destituía de

todos sus

indicación contraria al espíritu de la Constitución.

reservas el

el

la

em-

Com-

privación de empleo al que jurase con

código político, era un derecho legítimo que

Estado debía ejercer para su propia seguridad y sub-

sistencia;

imponer á

pero no podía los

ir

más

demás ciudadanos

allá,

las

ni

mucho menos

otras penas

que

hemos enumerado.

la

No

podía,

pues, haber verdadera confianza y concordia entre el rey

y

que había aceptado, que eran don Eva-

los ministros

Pérez de Castro, don Manuel García Herreros, don

risto

José Canga Arguelles, don Agustín Arguelles,

nación

Guerra

,

Junta, y sus distinguidos miembros, como hombres

de talento que eran, debieron comprender que var la monarquía constitucional y á su frente

al

al

conser-

soberano

Marina y Ultramar

,

el

marqués

;

varones todos de

que representaban recuerdos

pero

distinguido mérito,

poco gratos para ellos y para

el

monarca.

Otro tanto

decimos de haberle dado para ayudantes de campo (24 de abril)

como

,

jefe

supremo que era del

á los tenientes generales

Constitución,

ejército por la

don

Francisco

marqués de Campoverde, don Juan

Ballesteros,

O'Do-

don Pedro Villacampa y don José de Zayas

nojú,

;

á los

mariscales de campo don Antonio Quiroga y don Eafael del Riego,

Este espíritu de exageración dominó frecuentemente en

injusticia.

reno-

encargados respectivamente, y por su orden, de los ministerios de Estado, Gracia y Justicia, Hacienda, Gober-

la

emolumentos y honores á todo el que al prestar juramento usase de cualesquiera reserva, protesta ó

préndese que

vaba cada día su propia ingratitud é

le

de todas las clases, y otro en

código

el

pleos, el

recelosa

de las Amarillas, don Juan Jabat y don Antonio Porcel,

que se declaraba indigno de se extrañaba del reino

fué el

tal

cierta

sin

político

mandaba jurar

ciudadanos

los

revolución liberal:

y

rey podría

y

comprenderse

al brigadier

conde de Almodóvar... Puede

poco agradable que

lo

le

sería verse en

contacto íntimo y confiada la guarda de su persona espe-

cialmente á aquellos que

ban

más genuinamente representa-

sublevación militar

la

y

el principio revolucionario.

que tantas y tan repetidas pruebas había dado de su

Y

odio profundo á las libertades públicas, estaban obligados

beneplácito y espontaneidad el cambio de instituciones,

á ciertas contemporizaciones con este indócil y forzado

debió

neófito

del liberalismo.

Obrar de otro modo (y

así

lo

hicieron) hubiera sido lógico en el sentido de pretender la

destrucción de la monarquía juntamente con la del

monarca; pero no era ese por cierto su propósito ni del

como nadie suponía que

que

calcularse

aquellos ministros

Junta que se

los

esta combinación

el

rey hubiera abrazado con

se consideraría

como preso entre

y estos ayudantes de campo, y imponía.

No

y amalgama de elementos tan encon-

^

trados

Los nuevos ministros, colocados en tan decreto de 8 de marzo, consideraron los empleos que estaban vacantes y los que de nuevo se crearon, como un trofeo de la victoria que acababan de alcamar, y se apresuraron á apoderarse de ellos con un empeño que dejó atrás todo cuanto se kabia eisto en los seroiles. Mitras, canonjías, togas, gobiernos civiles y militares y hasta los más cortos empleos de las oficinas, todo fué presa del vencedor.» Llama la atención que después de decir Ajaman que los liberales españoles no pensaron en perdonar á sus enemigos, no cite ningún caso de venganza, como parecen exigirlo la lógica y la seriedad de la historia, tanto como la gravedad del cargo. En cuanto á lo de los empleos públicos llama también la atención la diferencia que se nota entre las afirmaciones de Lafuente y de Aloman; y puede deducirse sin esfuerzo, de lo dicho por este último, que los liberales, á su juicio, después de derrocar al gobierno absoluto, debieron abstenerse de ejercer ningún cargo ni empleo públicos, dejándolos todos en manos de sus enemigos. ¡Donosa manera de discurrir!

la

podía augurarse bien de

difícil

posi-

el

ción,

entre

elevado

y

las

tendencias del partido que los

la fingida

sumisión

del rey

había

á la victoriosa

Constitución, convinieron en que la mejor conducta que

podían trazarse era la observancia del código de Cádiz y de las leyes , en todo cuando les fuese posible, y convertir la situación,

normal.

aunque lentamente, de revolucionaria en

Sin embargo, hubieron de luchar desde los pri-

meros momentos con grandes

dificultades

que se deriva-

ban, no sólo de la malevolencia del monarca, sino más y ' Historia general de España, lomo V, pág. 345, edición de Barcelona, 1880.

,

648

MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS

principalmente de las exigencias de los directores, auto-

pio

res y ejecutores

cuerpo."

de

la

que no consideraban

revolución,

ésta terminada ni se conformaban con medidas propias de

de prontas desavenencias que habían de

Aumentaron poderosamente

este

ir

tomando

desconcierto,

por

un gobierno regular y asentado. Quejábanse de que los ministros los miraban con cierta tibieza, como.á gentes

desgracia iniciado ya en

de menos valía que ellos, y «dado que

presente

dades secretas y de las reuniones públicas, ruidosas y vehementes, que pretendían dirigir la marcha del nuevo

con toda

gobierno.

autor que hemos consultado

el

capítulo

,

no

la consideración

que

lo

trataron

los

,

lo fuesen,

escribir

al

el

en efecto, aquéllos

,

que las circunstancias demandaban

dice

,

por

segundos andaban descontentos, y fué princi-

los

el

seno del partido que acababa

de triunfar, los trabajos y manifestaciones de las socie-

el

De

las

primeras había nacido, puede decirse,

movimiento insurreccional contra

el

absolutismo; á su

sombra se había desarrollado, y era natural que hiciese

General español don Rafael del Riego

alarde

en

el

del triunfo

y aspirase á ejercer influencia grande

flamante orden político. Perseguidas antes con in-

ánimos y ahondando divisiones entre

Alguna de esas reuniones acordó pedir

cansable saña, á la sazón victoriosas, no es extraño que atrajeran numerosos prosélitos á sus ronse, pues, logias

las

filas.

Engrandecié-

y se organizaron fuertemente, extendiéndose

en los cuerpos militares,

»

donde sargentos

y jefes alternaban y se trataban como hermanos, cual ganaría la fraternidad de secta, pero relajá-

oficiales

con

lo

base lastimosamente cía la disciplina, n

la

subordinación militar y desapare-

Las reuniones públicas, fundadas con

los

miembros del

partido de la libertad.

del ministro de la Guerra,

la separación

que entre todos sus colegas

era, á los ojos del partido avanzado, el

más

tibio simpati-

zador de la Constitución. Presentóse, en efecto, la comi-

nombrada para ello ante el Consejo de ministros y expuso su mensaje en aire y son de tumultuaria exigensión

cia, y no con modos de peticionario. Eesistieron dignamente los altos consejeros oficiales á tal pretensión, y por

las

toda respuesta mandaron que se prendiese á los comisio-

cuestiones políticas,

eran elemento de perturbación, y no tardaron en ser ar-

nados y que se les formase causa. Esta energía fué aplaudida por muchos pero también precipitó el rompi-

dientes focos

miento entre los exaltados y los moderados, que

el

propósito de alentar el espíritu revolucionario

cuales se ventilaban

de

con

calor las

oposición al

ministerio,

y en

agriando

los

,

tal

nom-

MÉXICO Á TKAVÉS DE LOS SIGLOS á

bre se dio entonces

empeñada en

partido

fracción del

la

una cosa imposible,

realizar

alianza de

la

Imputóse entonces á

constitucional.

la libertad y el rey

liberal

Fernando, y quizás con sobra de fundamento, que por medio del oro y de sus agentes secretos fomentaba la exaltación de las reuniones públicas, á

de que las exa-

fin

geraciones mismas cedieran en descrédito de

la

revolu-

y acrecentaran contra ella el odio de los absolutistas y de la gran masa de gentes tímidas y apocadas que ven en todo sacudimiento un peligro del orden y de la ción

,

tranquilidad,

ignominiosa

siquiera sea la

de la servi-

dumbre.

649

representantes españoles, y como era natural que sucediese,

casi

la

mayoría

de las Cortes se componía de

jóvenes impetuosos, postulados y sostenidos por las logias masónicas.

Pero también llegaban á

legisladores

muchos de

Congresos de

los

los

primera época constitucional, como

la

Martínez de la Rosa, Vilianueva, Toreno, Muñoz Torrero, Espiga y Garelly; distinguidos

menos

res, con

antes

,

y amaestrados por

á que

tos

Quiroga á Madrid (23 de

la llegada del general

para que

junio) motivo

revolución manifestasen

menso gentío

partidarios de la

ardientes

los

estrepitoso entusiasmo.

Un

in-

á su encuentro hasta más allá de las

salió

puertas de la real y coronada

villa,

y

le

aclamó con atro-

y elocuentes orado-

brío que el por ellos desplegado seis años

los

experiencia y los sufrimien-

la

había sometido

el

queriendo imprimir á las ruedas de

Fué

escaños de los

los

que habían sido diputados en

un movimiento

pasado la

absolutismo;

máquina del Estado

acompasado y regular;

tolerantes

por

experiencia y cálculo, y aunque liberales y reformadores,

moderados en comparación con formaban

el

los diputados

Los

partido exaltado.

nuevos que

siete suplentes

elegi-

Nueva España mientras don Miguel Ramos

dos en Madrid para representar á

nadores vivas y plácemes; metiéronle luego en Madrid,

no llegasen los propietarios

cuyas casas estaban vistosamente adornadas con colga-

Arizpe, don José Mariano Michelena, don José María

duras; llévesele primeramente á la casa del ayuntamiento

Couto,

y de

al

allí

Palacio Eeal, donde se presentó á Fernando

y á la reina; de

muchedumbre

allí

fué conducido en medio de compacta

en

local

al

que se

le

tenía preparado

suntuosísimo banquete; y en aquella misma noche sentarse en el teatro fué saludado

al

pre-

con entusiastas acla-

bullicioso fué el

recibimiento que el pueblo de

Madrid hizo á Riego mes y medio más tarde pero aquel joven animoso y resuelto que fué el primero en levantarse ;

contra el absolutismo,

mucho de

perdió desde

el

la

dice el

historiador Lafuente,

ella, sin

medir

los quilates

su alojamiento á la

y tan

y dejándose arrastrar de

de su ingenio, arengaba desde

muchedumbre

,

pero en tan vulgares

sin dignidad ni elevación,

que

muy

pronto

de los que no lo conocían, y habían creído encontrar otra capacidad y otro fondo en se disiparon las

el

que

y

el

el

el

ilusiones

vulgo aclamaba como

restaurador de

con los ministros. exhortarle á que

popularidad y

,

su

héroe de la revolución

el

Recibido en palacio

libertad.

la

31 de agosto, departió

con

el

rey y más largamente

Procuróse en una y otra conferencia

influencia á

y de templanza. Pero

el

conciliar

los

ánimos

y

una base de concordia

engreído caudillo correspondió á

tan benévola excitación con agrias y un tanto desentonadas quejas sobre la orden de disolución del ejército de la

cia

:

don Manuel Cortázar, don Francisco Fagoaga,

Joisé

María Montoya y don Juan de Dios Cañedo. en

posesiones

españolas

tomaron en

las cuestiones

lo

eran de las otras americano,

continente

el

que se agitaban en

otro interés que el de dividir

más y más á

las

la

no

Cortes

metrópoli

propasándose á hacer indicaciones sobre convenien-

de una mudanza de

ministerio,

y

atreviéndose á

entrar en contestaciones con hombres del talento y de la altura política de un Arguelles.»

Habíase

efectuado,

entretanto,

la

apertura de las

sesiones de las Cortes (9 de julio de 1820). Los ministros se abstuvieron de tomar participio en la elección de los T.

111.

— 82.

fácilmente su anhelada emancipación, á cuyo rían casi

siempre

al

fin se

partido exaltado dándole

suerte el triunfo en las votaciones

adhe-

de esta

más importantes ^

Los diputados españoles, como antes dijimos, comenzaron sus tareas capital de

el

España

9 de julio, y ese día

pueblo de la

vio por primera vez ir al rey en per-

sona, con toda la aparatosa abrir las

el

sesiones de las

pompa de

las

monarquías, á

Cortes y hacer ante éstas

el

juramento de guardar y hacer guardar la Constitución.

Acompañaban á Fernando

la reina, los dos infantes, sus

hermanos, las esposas de éstos y una gran comitiva de nobles y empleados del palacio.

nunciado

el

Después de haber pro-

juramento (tan completamente violado tres

años más tarde) dirigió un discurso á los diputados en

que les aseguraba de el

el

su satisfacción al ver establecido

régimen constitucional

sin

que para

ello

hubieran de

unido al gobierno, contribuyese con su

afianzar el nuevo régimen sobre

Isla,

fueron

Estos representantes, y los que

primer momento

fama que había alcanzado y que conservó hasta que fué visto de cerca. «Ávido de aura popular,

frases,

lo

para que sus respectivos países pudiesen alcanzar más

maciones.

Más

don

,

' Al hablar de la actitud de los diputados de América en las Cortes de 1820, dice lo siguiente el autor de la Historia general de España: «... Se unían siempre á los más exaltados, asi en el Congreso como en las logias y demás sociedades, alentando ó apoyando las reformas más exageradas y las más anárquicas proposiciones, teniendo de este modo la nación española, en los que debían ser sus hijos ó hermanos, allí enemigos armados de la madre patria, acá parricidas que la mataban escudados con la ley.» En nuestro concepto, el ilustre historiador Lafuente sacrificó esta vez la justicia y la verdad á la bella é hiperbólica frase con que termina el párrafo que acabamos de copiar. Que los diputados de América hiciesen grandes esfuerzos porque á favor de lus dificultades inleriores de España alcanzasen la independencia sus coloniusen el Nuevo Mundo, después de diez años de rudo batallar, no es motivo para llamarles

parricidas, ni afortunadamente hubo parricidio, pudiendo asegurarse que la España de hoy, sin las colonias que tuvo en la tierra firme del continente americano, es más fuerte y próspera que la Espeña del primer quinto del siglo actual.

MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS

660

deplorarse trastornos ni violencias, y de que el juramento

solemne que había prestado en presencia de

acababa

ellos

de identificar sus intereses y los de su familia con los del pueblo

las Cortes

Concluida la ceremonia salió la real

español.

familia con el

mismo

la plaza de Oriente, entusiastas vivas á la

y el

proyecto de respuesta

hallándose

en

esa

Constitución

y

cortaba los vuelos á

de

partidario

que

siguiente

derechos

sus

ha

pueblo,

al

La Junta

al

rey

las Cortes

y á

la

nación de todos sus

y administrativos en

el

período de su

de provincia cesaron también en

sus respectivas funciones.

«Como un

mayor día de España del gobierno.

amantes de

libertad;

la

se le llamó en el diario oficial

¿Pero bastaban estas demostraciones exte-

riores para poder confiar en

que

halagüeñas esperan-

las

zas de los liberales se viesen cumplidas?

podido ser,

si

el

Así hubiera

hubiera habido sinceridad y buena fe en

española

y El

dominación.

negaron é

sus reyes,

incapaz

de

permanecer inerte ante tal

que

le

la

devolviese

y entretanto, vertería su sangre en á la

subversión

del

orden constitucional.

Que

partido liberal español,

el

1."

estuvo

la

exento

del

de

historia de los

de enero de 1820 con

orillas 1.°

no

solo contra tantos

errores,

demuéstralo

sucesos que se abre

el

levantamiento de Riego á

el

Guadalquivir, y se cierra lúgubremente en

de octubre de 1823 con

expedido en

faustísimo día, dice el historiador Lafuente,

fué mirado aquél por los

que

enaltecían las nuevas

lo

intentonas enderezadas

ampliamente

día

dignidad á que

absoluto,

todas las

consultiva

mismo

el

de

le

misma intervención extranjera, con

enemigos,

punto á sus tareas

libertad

la

ciega tradición

instituciones, no tardaría en

siguiente día,

del

sesión

la

no podía per-

,

sociedad

la

tendencia

discurso de la corona, el cual

contestación la frase

las juntas

éstos por

la

en

y

su

de

triunfo

de ilustración, que siempre

de

gobierno,

despotismos

pueblo, por último, considerado en su inmensa mayoría falto

9

actos políticos

el

minaba su preponderancia en

publicó en esa fecha un extenso manifiesto

que daba cuenta á

los

al

suyos al trono, n

provisional dio julio,

y siempre aliado á todos manecer impasible ante

comprender

viendo Vuestra Majestad los

años que acababa de pasar,

absolutismo de seis

comisión que debía redactar

debió lastimar hondamente al despótico Fernando: «vol-

legitimado

el

la

y aprobó en

se presentó

salón de

Los diputados permanecieron

rey constitucional.

al

reunidos hasta nombrar

el

la carrera hasta el palacio de

y luego en toda

,

resonando en

cortejo,

con

el

que declaraba nulos todos

En

de Fernando, el

actos del gobierno consti-

los

tucional é inauguraba la época

de su reinado.

decreto

el

duque de Angulema, por

cuartel del

más luctuosa y sombría

vez de marchar unido y compacto, se

dividió al día siguiente de su rápida

exaltados fueron llamados los

y brillante unos, y moderados

revolucionarios recientes los primeros

,

victoria: los otros;

y revolucionarios

antiguos los segundos; aquéllos subdivididos luego

en

unos, juicio y templanza en otros, en otros menos fana-

bandos y parcialidades, éstos empeñados en la vana tarea

tismo y apasionamiento, y en otros

de sacar avante las instituciones libres con un monarca

ción ó

más

La

en

fin

,

más

ilustra-

revolución parecía, pues, haber concluido con la

de las

Cortes

y hacer guardar

monarquía, pero

lejos

movimiento regenerador; y valor de prescindir de aquél y de

reconocidamente adverso

desinterés."

instalación

guardar

,

y

el

juramento del rey de de

ambas fracciones

suprimir el trono, afrontando de una vez la tempestad,

la

que

al fin estalló

de terminar pudiera decirse que

ron

el

la

ley constitucional

sin el

al

sobre España y los hombres que tuvie-

magnánimo propósito de

libertarla,

y también

la

apenas empezaba á vivir vida angustiosa, durante la cual

hidalguía de caer envueltos en los pliegues de la bandera

había de sufrir rudísimos embates de tantos enemigos

que habían empuñado.

coligados en su daño. éstos era el

No

El primero y más temible de

mismo monarca, quien desde entonces

fra-

cabe en nuestro plan continuar la historia de

aquel tormentoso período para

España,

cuyo

término

guaba una y otra conspiración, dentro y fuera de España, en contra de las instituciones tan solemnemente juradas

fué posterior dos años á la consumación de la indepen-

por

importantísima materia para

él

en la sesión primera de las Cortes.

La nobleza

con pasiva resignación y odio concentrado la nueva abolición de sus viejos privilegios y su igualdad con las clases llanas. El clero, fuerte por su organirecibió

zación é influencia, exclusivista por interés, bien hallado

dencia mexicana. Basta lo que dejamos escrito sobre esta fijar la

estrecha relación que

unió los graves sucesos ocurridos en la metrópoli á los

que

se

precipitaron

Nueva España.

entonces

en

la

no reconquistada



CAPÍTULO XI —

Llega á México la noticia del restablecimiento de la ConBtitución (fines de abril de 1820). Sentimientos encontrados que produce.— Decídese el virey Apodaca á esperar órdenes de la metrópoli sin hacer ninguna innovación en el orden político El pueblo y comercio de Veracruz obligan al gobernador Dúvila á jurar la Constitución. Resistencia que opuso ese funcionario. Júbilo délos habitantes de aquel puerto al hacerse la proclamación (25 de mayo). Festejos y regocijo en Veracruz con motivo de la jura.— Jalapa, Alvarado











Vacilación de Apodaca al saber los sucesos de Veracruz.— Resuélvese y Tlacotlálpam siguen el ejemplo de la capital de la provincia. ú jurar la Constitución y lo hace así, lo mismo que los ministros de la Audiencia (31 de mayo). Desairada ceremonia. —Disuélvese el Tribunal de la Inquisición por acuerdo de sus mismos ministros. Juran la Constitución las corporaciones civiles, militares y eclesiásti-





cas.— Proclamación solemne del código político

(9

de junio).— Cesan los tribunales especiales y se restablecen los cuerpos y funcionarios

— Libertad de imprenta.— Gran número de publicaciones que aparecen á la sombra de esta libertad.- Se proclama y jura la Constitución en todas las provincias. — Don Antonio Joaquín Pérez, obispo de Puebla: su nueva pastoral y su repentino amor á la Constitución. — Su discurso é los electores de provincia. — Exhortación del doctor Guridi y Alcocer en la parroquia del Sagrario de México (11 de junio). — Elección de diputados á las Cortes. — Representaciones dirigidas á las Cortes por el ayuntamiento y la junta electoral de Puebla. — Decretos de aquel Congreso sobre materias eclesiásticas. — Supresión de órdenes monacales y reforma de las regulares. — Abolición de la Compañía de Jesús. — Descontento del clero. — Sus trabajos en contra del orden constitucional. — Sobresalto del obispo de Puebla don Antonio Joaquín Pérez. — Contradicciones en que incurre Alamán. — Libertad de los prisioneros políticos Bravo, Rayón, Berdueco, Osorno y otros. — Tormento que dio el coronel don Manuel de la Concha á varios de los acusados de conspiración en los Llanos de Apam. — Acusación que eleva al gobierno vireinal Vicente Enciso, uno de los atormentados. — Otra acusación formulada por el ayuntamiento de Veracruz contra asesor de la intendencia don Pedro Telmo Landero. — Algunas gueconstitucionales.

el

Sur.—

causa de



independencia en Nueva Galicia, Guanajuato y Michoncón durante el año de 1820. Guerrero en el Pedro Ascencio sostiene rudos combates en Tlatlaya y sus cercanías (marzo y abril de 1820). El padre don José Manuel

rrillas sostienen la

la



Izquierdo.

— Apurada situación del coronel realista

octubre de 1820).- Renuncia Armijo

noviembre de época.

1820).

— Situación

la

Armijo en comandancia general

el

Sur.

— Comunicación — El gobierno

del Sur.

y sentimientos de los partidos al terminar

el aí5o

— Impostura irritante de los absolutistas. — La lucha de diez años difunde

de 1820. el

el virey Apodaca (27 de admite esta dimisión (principios de

dirigida á éste por vireinal

— El

ejército, su espíritu y tendencias en esa

deseo de alcanzar

ración, creada y sostenida por los heroicos esfuerzos de los independientes, prepara eficazmente

en la Profesa.

el

la

independencia.

— Esta aspi— Juntas

triunfo de la revolución.

— Los inquisidores Monteagudo y Tirado. — Plan de los absolutistas que asistían á esas juntas. — La promulgación de la primitivo plan de los conspiradores — Nuevo plan tramado por éstos. — Eligen á Iturbide para realizar sus

Constitución desconcierta

el

— Entrevista de Iturbide con el virey. — Don Agustín de Iturbide, su nacimiento, su educación, su juventud y sus primeras campañas. — Elogio que hace el m'ismo Iturbide de su fortuna militar. — Su extremada crueldad. —Su insaciable sed de riquezas. Sus dotes personales. — Su carácter. — Nombramiento de Iturbide por la comandancia general del Sur en reemplazo de Armijo (9 de noviembre de 1820). — Sale de la capital paro encargarse de ese importante mando militar. proyectos.

Las primeras

Eiego y Quiroga en Andalucía llegaron á México á mediados de

marzo de 1820, pero como un

ejército

respetable

al

mismo tiempo

perseguía á los

se supo que

dos

caudillos,

aquella novedad no produjo entonces toda la impresión

Grande fué,

que era de creerse.

la

la sor-

rumor de que un

el

Coruña y arribado á Veracruz en

mes de

postreros días del

embargo,

sin

presa de todos cuando se difundió

buque salido de

abril

los

había traído la noticia

del levantamiento de las provincias gallegas y aragonesas,

y

los

números de

las

Gacetas de Madrid en que se publi-

caron los decretos del rey, reconociendo la Constitución

y ofreciendo la convocación á elecciones de Cortes, así como el que daba cuenta de haber jurado Fernando el código de Cádiz ante

Y

los

miembros

del ayuntamiento.

ese buque anunció también que en la

proclamado ya

El virey,

noticias del levantamiento de

la

Constitución,

orden expresa de la metrópoli.

sin

Habana

esperar

se había

para

ello

los altos

empleados del gobierno,

el clero,

y no pocos españoles que desde la primera época del régimen constitucional previeron el inmenso apoyo que éste daría á los defensores de la independencia, se alar-

maron profundamente, y variación

el

ninguna mientras

gobierno de Madrid.

En

primero resolvió no hacer

no

recibiese

órdenes

del

cambio, muchos españoles aco-

gieron con entusiasmo la noticia de la revolución en la península,

menor

y excusado

júbilo los adictos

sería

añadir que no mostraron

á la independencia, quienes se

prometían alcanzar ésta á favor de los sacudimientos y trastornos que el nuevo orden político debía producir,

y proclamados por la misma Constitución. Y unos y otros murmuraban sordamente de la resistencia de Apodaca en publicarla

y

del ejercicio de los derechos reconocidos

desde luego.

Esta situación embarazosa y no exenta de peligros pudo,

no obstante,

prolongarse todo

el

mes de mayo

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

652

Para afirmar

siguiente.

actitud espectante que

la

daca había determinado asumir, reunió en de ese mes

al

Apo-

palacio el 4

el

arzobispo y á los ministros de la Audien-

cia, quienes estuvieron conformes con aquella resolución,

y se acordó también ocultar

muy

recibidas; sistema

lo

más

posible las noticias

agrado de todos

del

los

poderes

y gobiernos despóticos, pero de resultados contraproducentes, pues el misterio no hace más que avivar la curiosidad y autoriza la circulación de los

No

gantes y abultados rumores. al

de un extraordinario de Veracruz,

virey la llegada

avisando

entrada en ese puerto

la

baque procedente de

al

fin

mismo mayo al

el

14 de mayo de otro

el

Coruña, por

la

Gacetas de Madrid del brantar

más extrava-

fué bastante á decidir

el

que se recibieron

de marzo; pero hubo de que-

fin

su resolución la noticia de que

el

25 del

comercio de Veracruz había comprometido

gobernador don José Dávila á proclamar

la

Consti-

tución.

San Estelan,

arribar á ese puerto el ber-

al

procedente de Campeche,

noticia de que en esta ciudad

jurado ya la Constitución,

y en

los

la

con la

fueron presa de grande agitación y lamentábanse ruido-

samente de que les

de cohetes

res

Dávila

salió

fueron

con

de otros lugares de Nueva España se

los

hubiesen anticipado en dar tan solemnes pruebas de

adhesión á las libertades públicas.

Hasta entonces, y

no obstante su ardiente deseo de proclamar

código de

el

lanzados

miembros

los

en todas

que

amaba á

él

la

pueblo dieiéndole

al

como

la Constitución

direcciones.

ayuntamiento á

del

puerta de la sala capitular y arengó

que más, pero

el

que no estaba en sus facultades anticiparse á las órdenes del virey; que éstas no tardarían en

llegar, debiendo el

vecindario veracruzano esperarlas confiado y digno, como

hasta

allí

se había mostrado

;

y finalmente

que

,

militar, prefería perder la vida á faltar á los

sus jefes.

Todo fué en vano, pues

él

como

,

mandatos de Consti-

los vivas á la

tución respondieron á la arenga del gobernador, y éste,

amostazado,

se

retiró

á sus

habitaciones;

que

los

le

conocían temieron que en su despecho quisiese hacer uso

de

fuerza para reprimir el movimiento, y á

la

capitular,

y lograron que volviese á

de

fin

sala

la

donde se hallaban muchas personas notables

de la ciudad, además de los miembros del ayuntamiento.

de Mérida se había

habitantes de Veracruz

todos los habitantes estuvie-

si

sen movidos por un solo y poderoso impulso, los balcones y ventanas se adornaron con vistosas colgaduras y milla-

evitarlo siguiéronle

Así fué, en efecto: gantín

mismo momento, y como

Alzaron

su voz, entre otros,

allí

los

eclesiásticos

don Ignacio José Jiménez y don José Antonio Sastre rogando á Dávila que accediese

al

deseo de todos los

habitantes del puerto y haciéndole ver las

que sobrevendrían

si

calamidades

apelase á las armas, pues

el

pueblo

estaba resuelto y apercibido á rechazar la fuerza con la fuerza; pero

goberjiador insistía en que se le dejase

el

Cádiz, se habían contenido por respeto al gobernador don

ejercer su autoridad, ó se le depusiera,

José Dávila, quien manifestó repetidas veces que espe-

la

raba órdenes del virey para proceder á la ceremonia de

sus superiores; y cuando ya se desesperaba de un aveni-

la

proclamación; pero la llegada del

las noticias

y

los

San Esteban con

miento

presentóse

comandante del apostadero don

el

que acabamos de citar enardeció los ánimos

Francisco Murías, quien manifestó enérgicamente que la

más

necesidad no está sujeta á las leyes comunes, y que en

dispuso

á no

soportar

dilaciones.

Grupos

numerosos formados del pueblo y de los comerciantes ocupaban desde la mañana del 25 los portales de la

bienes y los males,

plaza,

que se inclinase ante

y

ó se le quitase

vida antes de quebrantar la obediencia que debía á

al salir

de la sala capitular don José Mariano

casos extraordinarios como aquél

no opuso ya más resistencia, y

tucional, lo rodearon

en

y exhortaron á que convenciera á al deseo unánime de los veci-

el

mismo

la lápida

nos del puerto. Almansa, acompañado del comandante de

preciso era pesar los

la voluntad general.

de Almansa que había sido consejero de Estado consti-

Dávila de que debía ceder

,

concluyendo con excitar á Dávila á

palacio, al

el

El gobernador

pueblo colocó entonces

compás de ruidosas aclamaciones,

de la Constitución.

Indecible fué

el

entusiasmo de los veracruzanos

al

voluntarios don Rafael Leandro de Echenique, volvió á

saber que la autoridad superior había cesado de oponerse

Casa de cabildo, y entrando en la sala capitular, donde se hallaban reunidos los miembros del ayunta-

á la proclamación del código político.

miento y

precedíanla

la

el

gobernador, les manifestó cuál era la volun-

tad de los veracruzanos

desde luego fijaba

el

,

á lo que contestó Dávila que

día

3

del entrante junio

publicación del código político, y

el

4 para

para

la

la jura so-

lemne.

acto

y en

la

misma las

sala capitular

mazas

del

Organizóse en el

una procesión

ayuntamiento,

cívica:

seguían

los

regidores, y á continuación marchaban las demás auto-

ridades civiles das;

y

militares

comitiva

la

y muchas personas distingui-

recorrió

las

principales

calles

de la

ciudad, no obstante ser las dos de la tarde y sentirse

Los dos comisionados dieron cuenta

al

pueblo de la

un intensísimo calor; leyóse

la Constitución

por

el

escri-

mas apenas cesaron de hablar

bano de cabildo don Antonio Figueroa, y esta lectura

alzáronse de aquella compacta multitud los irritados gri-

fué saludada con salvas de artillería, disparadas en los

¡ha de ser ahora mismo! y mientras unos grupos subían la escalera de la Casa de cabildo y ocupaban

fuertes y

la galería superior,

un solemne Te-Deum.

resolución del gobernador,

tos de:

otros se hacían dueños de la torre

de la parroquia y echaban á vuelo, las campanas.

En

el

todo

cos

el

en los buques del apostadero; y en seguida

concurso entró en la parroquia, donde se entonó

En

la

noche, los edificios públi-

y particulares se iluminaron profusamente, termi-

MÉXICO A TEAVE8 DE LOS SIGLOS nando

muy

hora

y demostraciones populares

festejos

los

Al día siguiente (26 de mayo),

avanzada.

hicieron el juramento el gobernador

y

bién juraron la Constitución el pueblo,

y soldados de

oficiales

Un

apostadero.

los

31,

el

tam-

empleados y

guarnición y del

la

impreso publicado en Veracruz

el 3

de

á raíz de los sucesos que acabamos

junio de aquel año,

de referir y que hemos extractado en los párrafos ante-

modo

riores, termina de este

«Con

más pura

la

la descripción

de aquéllos:

nos gloriamos

satisfacción

apoderaron de las torres y echaron á vuelo las campanas.

El mismo día 31 de mayo cesó en sus funciones

miembros del

los

ayuntamiento, y en los subsecuentes hasta

los jefes,

hasta

de que

Tribunal de

ría

en llegar

Madrid, asaltase

inexplicable: todo lo

y un general contento cual prueba que somos dignos de la

libertad civil que gozamos,

y por la cual tributamos á más expresivas gracias ^" Jalapa, Tlacotálpam

Dios las

y Alvarado no tai'daron en seguir de

tal

allí

ejemplo de

el

capi-

la

la provincia.

llegó á México á las once

mayo supo

de la noche del 30 de

virey los sucesos

el

archivo fué trasladado al arzobispado, y

el

y servidores del Santo Oficio, que vivían en mismo del tribunal, se apresuraron á abandonar

En

los días subsecuentes, hasta el 8

y eclesiásticas,

adversario ardiente de

Dolíale á Apodaca,

Constitución,

la

tener que pro-

clamarla sin recibir órdenes directas del gobierno, pero al

mismo tiempo comprendía que

capital no

en imitar á

tardarían

en ese caso

los los

habitantes de la

de Veracruz y que

arrancarían por la fuerza lo que pudiera

le

entonces concederles de grado.

No

fué, sin embargo, su

resolución tan rápida como lo exigía la exaltación

desde

ánimos:

el

momento en que

grande alboroto en las juntas la

palacio;

el

recibió el correo

acordó en

sucedíanse unas á otras

día

la

y

mañana

la

Constitución, y finalmente, se

del 31

sin pérdida de

de mayo jurar en aquel

momento

el

anunciándolo previamente por un bando.

y

así,

hubo

y conferencias; dióse y revocóse varias veces

orden de proclamar

mismo

de los

traste

cuarteles.

procedían en todo esto riores,

el

falta

de concurrencia apareciese deslucida;

y por toda fuerza militar que hiciese las demostraciones de costumbre

el

dos compañías,

Verdad

es

virey

mandó

una de

que los

situar en

artillería

y

partidarios de

la

Plaza Mayor

otra de la

infantería.

Constitución se

el

con que

fría

el

virey y

juramento en 31

el

El ayuntamiento de la capital

salió

Casas de cabildo y se dirigió á un lujoso tablado al palacio;

esperaban

allí

el virey,

los oidores y las demás autoridades; al llegar los regido-

una lápida conmemorativa grabada con

res se descubrió letras de oro

ción, y la

un heraldo leyó en alta voz

;

misma

arzobispo

del

la

Constitu-

lectura se repitió frente á los palacios del

y

aquélla con salvas de

saludada

siendo

ayuntamiento,

repiques á vuelo en

artillería,

todos los templos y entusiastas aclamaciones de la mul-

En

titud.

la

noche, y en las dos consecutivas se ilumi-

naron las torres,

y en

el

teatro

los edificios públicos

y

hubo funciones dedicadas

los particulares, al

fausto suceso

que se celebraba. Nuevos festejos presenciaron el

los regidores,

en cuyo acto juró también cada una de

La

ellas

los habi-

10 de junio con motivo del jura-

se celebraron misas solemnes la

y

al

día siguiente, 11,

en las catorce parroquias, concurrencia que asistió á

^

Constitución hizo cesar en sus funciones al Tribu-

nal de la Acordada, así especiales

como á

y privilegiadas

,

y

las

demás jurisdicciones

la administración

de justicia

quedó restablecida en la forma decretada por las Cortes,

como

así

exigía

el

las

demás corporaciones y autoridades que

régimen constitucional. El 18 de junio se hicie-

ron las elecciones de parroquia para formar

miento ¡Viva

rey por la Constitución I Veracruz, 3 de junio de 1820. En la imprenta de Priani y Quintana. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos). «

y mag-

porque apareciese en con-

Audiencia hicieron

que se alzaba frente

virey y las autoridades supe-

pue« se apresuró la ceremonia del juramento á

ñn de que por

de las

la

mento que hicieron

Dejóse ver desde luego la desgana con que

mismo mes

día 9 del

el

ceremonia desairada y

la

miembros de

Todo

doce, y en la tarde, los cuerpos de la guarnición en sus

comunidades

pues los partidarios numerosos y ardentísimos de

tantes de la capital

se ejecutó

las

esta festividad suntuosa

la Constitución se esforzaron

código político,

virey y los oidores hicieron el juramento á las

el

Fué

del código político.

de mayo anterior.

hizo variar la resolución que había

y

fué señalado para celebrar solemnemente la proclamación

como antes dijimos

le

los colegios

de uno y otro sexo, y

religiosas

los

,

como

así

acaecidos en Veracruz cinco días antes, y esta noticia,

sostenido durante todo aquel mes.

de junio, jura-

ron la Constitución todas las autoridades civiles, militares

nífica,

Por un extraordinario que

sus cárceles por

sus habitaciones.

con una unión sin

indecible

muebles y Pocos días

los

estaban por materia de religión, á los conventos

el local

una urbanidad

y destruyese

causas políticas habían sido llevados á la de corte, y los

los ministros

par,

edificio

el

antes, los presos que se hallaban en

derechos, sin haber variado ninguna autoridad, sin haber

al contrario,

á imitación del de

archivos del execrado y espantable instituto.

por nuestra espontánea y patriótica voluntad, y que de este modo, que es el único meritorio, ha restaurado sus

voz indecorosa, y antes

orden para su supresión, y temerosos

la

quizás de que el pueblo de México,

de la ciudad;

que se haya oído una

por acuerdo de los ministros

la Inquisición,

lo

que

sin

el

formaban, previendo fundadamente que no tarda-

que

Veracruz ha jurado la Constitución sin mandato de nadie,

ultrajado á persona alguna,

653

de

la

capital,

algunos mexicanos '

Suplemento

al

,

habiendo

resultado

el

ayunta-

nombrados

pero que no formaban la mayoría de

Noticioso general. México,

U de junio de 1820.

MÉXICO A TEA VES DE LOS BIGIOS

654 la Corporación el

á diferencia de lo que había sucedido en

,

anterior y breve período constitucional.

de usar este

título,

á la autoridad

militar

Alamán, «prevaleció marle virey en

Una de

el

las

instituciones,

el

de Jefe

y capitán general, por estar reunido el civil aunque como dice

político superior

mando

El virey dejó

sustituyendo en su lugar

la

,

,

costumbre, continuando en lla-

la

uso común." libertades consagradas por las nuevas

quedó afianzada por

de imprenta,

el

de

las juntas

censura para la calificación de los escritos denunciados

mismas personas que habían sido nombradas por

Cortes en

las

año de 1813, con cuyo motivo, tanto la

el

la

independencia y con

aversión encubierta y concentrada por los partidarios y

sostenedores de la dominación.

conducta observada por

el

Notable fué entonces la

obispo de Puebla, don Antonio

Joaquín Pérez, ambicioso y mediano

hemos

Pérez había sido buyó, con

prelado

el

obtener aquella dignidad eclesiástica. presidente de las Cortes que contri-

el

capitán general Eguía, á la disolución del

Congreso, como antes había conspirado contra las insti-

de los partidarios del absolutismo,

en unión

tuciones

conocidos luego con el nombre llevó

sus

tiranía

la

extremo de servir de delator y testigo en

de 10 de marzo, como

madas á sus antiguos colegas

virey en la parte final de aquel

Pérez

de los Persas.

contemporizaciones con

Junta consultiva provisional de Madrid en su proclama el

á quien

cometer toda suerte de perjurios y desleal-

visto

tades con tal de

bando de 19 de junio (1820), formando

las

con entusiasmo por los adictos á

hasta

el

las causas for-

diputados liberales de

los

bando, exhortaban á los escritores á usar moderadamente

Cádiz

de esa libertad, en bien del gobierno y de la nación.

sas lisonjas que prodigó al rey absoluto en la pastoral

Los partidarios de

que desde Madrid dirigió á sus ovejas

extremo

al

Constitución

la

en

regocijaron

se

ver confirmado solemnemente uno de los más

robustos y preciosos derechos políticos, pues

de

5

el

aquel mismo mes, y cuando hacía ya seis días que

la representación

narse esa noche en

en cuya formación tuvo parte activísima.

Pérez, comen-

,

tando en otra pastoral (18 de noviembre de 1816) una

rey de España exhortándoles á la paz y á la obediencia,

Ver

encareció las virtudes de Fernando hasta el grado de

y que

el orgullo

tenía por título:

y

la injusticia, al

en

recién abatido

decir: «si fuésemos arbitros para reunir las

cetros de todo elección

el

30 de junio

la Constitución,

el

absolutismo.

Asombroso fué

el

después de censurar acremente

de 1815

Encíclica del papa Pío VII dirigida á los subditos del

creyó ver un alusión directa

la cual

no habrá olvidado las bajas y tedio-

mandó sus-

el teatro

derrocado en Galicia

el lector

de una pieza que debió estre-

virey Apodaca había jurado la Constitución,

pender

y

',

número de publicaciones que á

favor de la libertad de imprenta empezó á circular desde

el

recaería

mundo en un sin

en

vacilar

gobierna ambas Españas

solo

monarca, nuestra

el

Un hombre

2.n

coronas y

que actualmente de tales antece-

según se

dentes y en presencia de los inesperados acontecimientos que restablecieron el orden constitucional, acabó por

régimen constitucio-

cubrirse de baldón con el manifiesto dirigido por él en 27

,

entonces en la capital y luego en las provincias

proclamaba y establecía en

ellas

el

,

Este desahogo del espíritu público y esta manifes-

nal.

rarse,

embargo, como

sin

la

natural y precisa conse-

cuencia de la terrible compresión que antes los había

Los partidarios de

sujetado.

la

independencia

no

se

atrevieron á defender abiertamente por la prensa su ideal

pero en cambio dirigían en sus folletos y perió-

político,

dicos furibundos ataques á los vicios y abusos del abatido

ensañándose contra aquellas instituciones,

absolutismo,

que, como la Inquisición, ofrecían de

la índole

justamente execrables

al lado del carácter

y

aspecto ridículo

y

el

También censuraban con acrimonia

risible.

económico

mantenido rígidamente

gobierno de

la metrópoli.

el

sistema

en América por

el

el

Más tarde, y en virtud de un

reglamento de la libertad de imprenta refrendado por

Manuel García Herreros

ministro don

,

pudo

el

armarse

gobierno de Apodaca de medios legales para reprimir

algunas veces la libre emisión del pensamiento, aunque

extremando de por



En

las prescripciones

estrecho y restrictivo

todas las provincias de

maba y juraba '

1820.

la libertad

fieles

de la diócesis de Puebla.

í^Hay tiempo de callar y tiempo de hallar, decía célebre obispo tomando por texto esas palabras del >-

el

Eclesiastés, y comprendía en la

el

primero de esos tiempos

publicación de su pastoral de Madrid

preciso callar birla,

rey.

el

,

en la que fué

verdadero motivo que tuvo para escri-

y que fué la orden que para ello se le dio por el Pero había llegado el tiempo de hablar: el jura-

mento que libre y espontáneamente había hecho el monarca de guardar y hacer guardar la Constitución anulaba y proscribía toda doctrina contraria á ésta; y «siguiendo, añadía Pérez, el ejemplo verdaderamente heroico que el rey había dado, retractando la opinión que

antes

tuvo por sana y conformándose

con otra mejor

fundada, declaraba con cuanta solemnidad fuese necesa-

anuladas también y proscritas todas y cada una de las expresiones que en su referida pastoral fuesen

ria

ó pudiesen parecer injuriosas



la Constitución.»

representación de los

En

Per-

de aquel reglamento, ya

cuanto á su participio en

^ Nueva España

sas, declaraba que su firma no se hallaba en ese docu-

la

se procla-

entretanto la Constitución, siendo recibida

Reglamento de

viembre de

de junio (1820) á los

podía conside-

tación de las aspiraciones de los partidos

de imprenta. Madrid, 30 de no-

« Véase pág. 441 y las notas que se hallan al calce de la primera columna. Busta• Alav/lV.— Historia de México, tomo V, pág. 20. Cuadro histórico, tomo III, pág. 356. MANTK.





,

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

mentó cuando fué

presentado

estampó en época posterior, en que no

lo

fué posille ya

sivas de que antes nos quejábamos.

y con

autoridad

tal

con firmeza, que ese código

razón, es

declaraba y sostenía

político

no incluía

ambigüedad; que nada tenía de contrario á

la

la

lícito

menor

único

el

todo

lo

"No

menor

es

Que uno

que preparar un cisma en

una prisión, ó á

cuyas conse-

civil,

no se opone ni cede en daño

ella

bien de la seguridad individual.

el

viviese expuesto

medio de

orden

de la libertad, pues nos es

lindero

que á

autoridad; que poner en duda sus principios era lo mismo el

la

de otro.

religión,

á la persona del rey ó depresivo de su

ni de ofensivo

El bien común,

salud del pueblo, suprema ley para cuantos disfrutan de

habían nombrado miembro de la comisión de

Constitución,

de los privilegios, ni tantas odiosas exclu-

las taxativas

la

Atrevíase á recordar que las Cortes

dejar de firmarlo. de Cádiz

y que

monarca,

al

655

la

odio de sus rivales que por

al

calumnia ó valimiento podían sumergirlo en la arbitrariedad

mandarlo

de un juez inicuo que

cuencias serían tan funestas como los cismas que habían

con

conmovido en otros tiempos

plaga de que se sacudieron los ingleses con la celebé-

naba excitando á

el

orden religioso, y termi-

de su diócesis á desconfiar de

los fieles

toda interpretación contraria que no podía tener otro i.

objeto que dividir los ánimos

Pérez anulaba y proscribía sus palabras y sus hechos anteriores, pero por fortuna no estaba en su mano anular la memoria de sus

contemporáneos ni prescribir

el juicio

de la posteridad.

Este ardiente y repentino amor á

que consumía

más, pues

Constitución

nos ha libertado la Constitución.

de provincia reunidos

la catedral

de Puebla, y entre otras cosas les decía

siguiente:

«Dadme,

convencimiento de

derse sin causa comprobada por una sumaria;

dando fianza, se libra de

la

dadano se puede allanar

ley constitucional, dádmelos

carácter firme,

me-

y sobre todo, de honradez

de don Antonio

contraste con el proceder

que siguió entonces

el

el

presbítero don

Miguel Guridi y Alcocer, diputado que había sido tam-

Nueva España á Hombre honrado y

bién por

las

Cádiz.

patriota, con

Cortes extraordinarias de

más

luces que

y quizás por todo eso olvidado del gobierno de

metrópoli, no vaciló en apoyar con ardor

miento de la Constitución.

Y*

el

el

nuestros los bienes ó

tenemos derecho.

11 de junio de aquel

con motivo del juramento de este

código en la

parroquia del Sagrario de México (de la que era dirigió á los ciudadanos

en

ella

el

cura

congrega-

dos una exhortación notable por los sanos y nobles principios

que supo difundir en

el

numeroso

auditorio...

«El

primero de todos los bienes que asegura la Constitución es la libertad política.

agradable

sensación se

¡Qué dulce nombre! ¡qué

percibe con sólo pronunciarlo!

Libertad del espíritu para pensar,

aun para publicar

los

hablar,

escribir

y

conceptos por medio de las pren-

lo

Sí,

destierran los

exija el

ahora ni si

el

señores,

intereses que lo son

¿Qué importaba á nadie

se le podía quitar fácilmente lo

buen

el ,

que sean

ó á los qué

la propiedad,

que era suyo?

Pero

monarca mismo puede turbar á nadie en

ella,

en algún caso de conocida utilidad pública fuere

necesario tomar la propiedad de alguno, ha de ser indem-

enteramente

nizado

á juicio

de

hombres buenos.

Se

prohibe, además, la pena de confiscación de bienes, y

no se pueden embargar sino los

correspondientes á la

responsabilidad pecuniaria que traigan los delitos i.»

En

la

restableci-

no es que

si

nos acarrea la Constitución.

y

que la elección fué acertada."

el éxito

más antiguo),

se

"...La propiedad de los bienes es otro de los qué

probará

año,

prisión;

la

orden y defensa del Estado.

si

,

mismo

calabozos subterráneos y malsanos, los grillos, cepos y apremios; todo el que no merezca pena corporal, en

experimentada, y yo sostengo que si se les nombrase representantes en Cortes ó diputados de provincia, com-

Pérez

el

rey no puede encarcelar arbitrariamente; se quitan los

señores, hombres amantes por

dianamente instruidos, fiaos, pero sin afectación en su

Joaquín Pérez

de que también

nadie puede pren-

zaba á la humanidad, y ni la casa del más humilde ciu-

los electores

lo

Formó

A

17 de setiembre de aquel año dirigía un

en

de

Hateas Corpus, y

rrima ley que llaman

era una

tormentos, la bárbara prueba de la tortura que horrori-

vehemente discurso á

trato,

encarcelaba y perdía,

lo

obispo Pérez duraba en él algunos meses

al

el

la

sólo

cumplimiento del decreto de convocación á Cor-

tes procedióse al

España, y para

nombramiento de diputados por Nueva facilitar las

elecciones parroquiales

y de

partido, la junta preparatoria de la capital, formada del virey, el arzobispo, el intendente de la provincia seis

personas,

publicó el

10 de

julio

y

otras

(1820) una ins-

trucción que hizo circular profusamente. El voto popular favoreció en aquellas elecciones á dos españoles nel don Matías

:

el coro-

Martín de Aguirre, comandante militar

de Michoacán, y don Andrés del Río, distinguido profesor de mineralogía en el

necían al

clero

y

al

Los demás Nueva España perte-

Colegio de Minería.

representantes electos entonces en foro,

y algunos, aunque pocos,

al

Libertad del cuerpo para ejercer cada uno todas las

comercio y á la minería , y casi todos se embarcaron en

funciones de que sea capaz; sembrar lo que pueda pro-

Veracruz á mediados de febrero del año siguiente (1821).

sas.

ducirle su terreno,

á que se incline.

y dedicarse á los oficios y profesiones

No habrá ya

las trabas

de los gremios,

Véase este curioso documento en el Cuadro histórico de Bustamante, tomo III, pógs. 360 y siguientes. Véase también Alamán, Historia de México, tomo V, pags. 20 y 21. •

A

medida que

las

nuevas instituciones se establecían

en las provincias, íbase despertando entre

los habitantes

' Exhortación que para el juramento de la Constitución en la parroquia del Sagrario el 11 de junio de 1820 hi^o su cura mas antiguo el doctor José Miguel Guridi y Alcocer. México, en la imprenta de don Alejandro Valdés, 1820.



656 de

mayor entusiasmo por

éstas

proclamados en

políticos

ejercer

ICEXICO A TBAVE8

DE LOS SIOLOS

derechos

y en

los

código de Cádiz, y de este

el

deseo aparecían contagiados algunos de los mismos jefes

meses atrás eran firmísimos apoyos

militares que pocos

rígidos sostenedores

y

del derrooado

ayuntamiento de Puebla dirigía á

el

julio (1820)

absolutismo. Así, las Cortes

una vehemente representación en

citaba que en aquella ciudad, cabeza de estableciese una diputación provincial

,

la

en 9 de

que

soli-

provincia, se

y entre

las firmas

de los peticionarios se hallaba en primer lugar la de don Ciríaco del Llano, comandante militar. ral presidida

por

el

La junta

electo-

mismo Llano renovó, dos meses más

tarde, la solicitud del ayuntamiento poblano, encareciendo

necesidad de establecer cuanto antes

la

en

político

aquel

una provincia cuya población

cuerpo

ticas,

segundo período de sus sesiones redujeron

el

diezmos á

los

bienes raíces

y á

las fábricas

partícipes

mandándose vender todos

mitad,

la

rústicos

,

y urbanos

de las iglesias,

,

indemnizar á los

para

Cierto es que

en aquella contribución.

legos

estas últimas disposiciones y

algunas otras que cedían

en perjuicio del clero fueron decretadas en 1821 y sólo se hicieron extensivas á la península é islas

pero ya desde

mexicano, y

adyacentes,

año anterior se preveían por

el

el espíritu

de secta

le

hacía deplorar como

parte, de que les fuesen aplicadas uno ú otro

dades, y la historia demuestra cuan apegada

siempre

Pero

al

lado de

estas

que aceptó con júbilo

de los

manifestaciones del partido

orden constitucional, contenían

el

á duras penas su descontento los fanáticos adictos

al

gobierno absoluto, y las clases privilegiadas que día tras día recibían rudísimos golpes de la revolución.

de

pañía

México

Jesús,

el

19

restablecida

de

los

aparatosamente

mayo de 1816',

nuevo por decreto de quedando

tan

La Com-

las Cortes (17 de

en

á los bienes que

la Iglesia

especulaciones

,

constituyen en gran parte su

influencia poderosísima en las sociedades.

su alianza estrecha

un contrato

es

de mutua

tácito

agosto de 1820),

revoluciones que

más para

clero que el régimen constitucional

á

amortización

la

del

,

crédito

Por decretos

público.

posteriores,

las

Cortes abolieron el fuero eclesiástico,

suprimieron

las

órdenes

monacales con

excepción

ocho monasterios que se dejaban subsistentes en nínsula, y reformaron los

demás regulares, en

el

la

de

con

pavor

sus

m sacris, ni

dar hábito, ni profesar ningún novicio, haciendo extensivas estas disposiciones á

los

Todas estas resoluciones de

conventos

las

de religiosas.

Cortes chocaron con los

y activísimos trabajos para quienes había

con

rayos

todos los

de

Iglesia,

y

combatido con sus tesoros.

Pronto fanáticas

empezaron

y en breve

,

raban á destruir

convento,

ó

la

cada población; de que se suprimiesen todos aquellos en

se permitiese fundar ningún

más

y recordaba

la colonia

expuesto á las venganzas de aquellos á

el

y de que no

diligentes

produciría,

alto

anatematizado

de que no quedase más que un convento de cada orden en

que hubiese menos de doce religiosos ordenados

independencia de

la

el

contrariar el movimiento insurreccional, temiendo quedar

pe-

sentido

los

marcan un progreso y una conquista

humanidad. También comprendía

la

menos tarde,

aplicándose sus bienes

hacia

esa aversión

de emancipación, y su activa enemiga hacia las

clérigos seculares, sujetos á los respectivos obispos, con

Roma y

opresión

profunda que siempre ha mostrado por todas las tenta-

una asignación para su subsistencia y con prohibición de de la orden residentes en

Por otra parte,

con todos los gobiernos despóticos

pueblos y de común provecho, y de ahí

tivas

conservar relaciones ni dependencia con los superiores

ha sido

dádivas un tiempo

,

y riquezas aumentadas luego en virtud de

fieles

ingeniosas

fué suprimida de

individuos que la formaban, en calidad de

las

Veíase, pues, amenazado de perder sus temporali-

de Puebla para obtener

pedía á los representantes de la monarquía española.

día

mismas disposiciones.

excedía de

que con tanta insistencia se

el clero

males y perjuicios propios los que sufría el de España á consecuencia de esas leyes, sin estar seguro, por otra

ochocientas mil almas, y enumeraba los merecimientos lo

los

pertenecientes al clero

sus

entre

trabajos

las

masas '

las Cortes fueron consideradas

por

dominado vulgo como una reunión de impíos que aspila religión

comenzando por

7

á aniquilar

el culto católico,

persecución de sus ministros. Basta

la

recordar á las prominencias del episcopado mexicano de la

época para comprender la guerra sorda, pero eficaz y que hacía al régimen constitucional. «El

constante,

Fonte,

arzobispo

dice

un

distinguido

escritor,

como

sentimientos religiosos, sinceros ó fingidos del monarca,

español que era, veía en los

quien les negó su sanción, ejercicio de la prerrogativa

independientes algo como una traición á la madre patria,

que

le

concedía la misma ley constitucional; pero los

algo

como un

delito nefando

No

deseos y trabajos de los

que debía ser

ministros le hicieron creer que su resistencia provocaría

severa y ejemplarmente.

un tumulto de gravísimas consecuencias, y

necesario para comprender que más tarde ó

políticos de aquellos altos consejeros

yeron

la

desleal

los

oficiales les atribu-

maniobra de promover, en

alboroto entre las sociedades

enemigos

políticas

efecto,

un

de los exaltados.

Fernando se espantó y dejóse arrancar había negado al principio.

la sanción

que

Siguieron decretando las Cortes en materias eclesiás«

Póg.

510.

poseía

castigado

el espíritu filosófico

más tempra-

no tenían que desprenderse de la corona de Castilla las sus colonias en América, y empleó

joyas que formaban

toda su actividad, todo su poder ecle-

toda su energía, siástico en

por

vencer

Dolores. se

secundar la

al

poder

insurrección

Cuando

la

guena

civil,

que luchaba sin tregua

iniciada

en

el

pueblo de

terminó, el señor Fonte no

resignó á permanecer en medio de un pueblo cuyos

MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS

667

sentimientos estaban en pugna con los suyos, temiendo

cimiento

acaso ser víctima de los rencores de partido, y antes

siguiente, incurriendo en grandes contradicciones:

abandonó

de ser tratado con hostilidad ó menosprecio, furtivamente volver á

él

puede decirse

,

jamás

'.»

nuestro territorio, para no

,

Bergo?a en Oaxaca y Cabanas en

Guadalajara se hallaban fuertemente comprometidos por pastorales anteriores,

sus terribles

incansables tareas contra

sus

pendencia, y

Joaquín Pérez adoptar

el ,

de

inde-

y no obstante

constitucionalismo,

ardiente

sobresalto al saber

Persas, y entre

llamados

por

á pesar de su maravillosa facilidad para

las

los

se

de las

disposiciones

acerca de los diputados de 1814

Cortes

muy

revolución de

la

tono del partido dominante,

el

todo,

mismo obispo de Puebla, don Antonio

demostraciones de

sus llenó

y sobre

que fueron

,

en lugar

cuales figuró

prominente; movió resortes y voluntades

en

su

ciudad episcopal para eludir la pena que le correspondía,

y con

de escapar

tal

con

temores y desconfianzas

impunidad

en una

graves

produjo

sociedad

fuertemente

y de antiguo adherida á la dominación teocrática 2. El historiador Alamán, cegado por su aversión á instituciones

las

constitucionales,

incurre

en

notables

contradicciones al describir la situación de

Nueva España

después del restablecimiento del código

político.

que

Decir

reformas eclesiásticas decretadas por las Cortes

las

de

« El

Constitución,

la

aquel

escritor

dice

lo

de Nueva España no se creía suficien-

ejército

temente recompensado de sus fatigas

,

este sentimiento

y

era extensivo á las tropas expedicionarias, no pareciendo infundado,

se reflexiona que

si

Hevia y Márquez Donayo,

después de tantos y tan señalados servicios, no habían ascenso

obtenido

conservando

alguno,

coroneles que habían traído de España

,

empleo

el

de

cuando en aquélla

había tantos brigadieres que tenían incomparablemente

menos mérito que de disgusto,

las

prefiriéndose

que

motivo general

este

tropas del país se veían desatendidas,

expedicionarias,

las

oficialidad

la

Además de

ellos.

hiciese á fines del

batallón

del

que dio motivo á

lo

Domingo

de Santo

año de 1820 una animada represen-

tación al virey quejándose de estar los soldados desnudos

y pagárseles en cigarros, mientras que servían con

y

recibían

ellos

en

el

europeas

tropas

las

Sur se hallaban bien vestidas

su prest en dinero;

virey calificó de sediciosa y aun

que

representación

mandó

el

devolviese

se

para no tener que castigar á los que la firmaron, pero éstos insistieron en ella, y el virey tuvo por conveniente

tomar

no

providencia;

naturaleza y todavía

con

el

otro

de

incidente

más alarmante

la

misma

se verificó en Toluca

regimiento Fijo de México que así como el de

produjeron en México mayor descontento que en España,

Santo Domingo, se había distinguido mucho en la pasada

porque

campaña

ofendidos con tales medidas,

los

en

el

primero

más injlujo y de más elevada una afirmación levantada sobre una base

de esos países, eran de categoría, falsa

,

es

y que podría parangonarse con

principios

igualitarios

la

de que

los

de la revolución habían chocado

con más intereses y preocupaciones en la colonia que en la metrópoli por haber en la primera mayor número ,

de nobles y aristócratas que en la segunda. del ejército,

siempre con

el

Y

al hablar

propósito de insistir en

disgusto con que fué acogido en

México

el

restable-

el

Si

^

El Episcopado mexicano, por don Francisco Sosa, pdgs.

216

y 217. México, 1877. ' (n. Historia de México, tomo V, púgs. 29 y 30). ,



T. III.-S!.

clero

el

y

de

la

en

Constitución,

temían que

clases privilegiadas

las

disminuyesen su poder y sus abusos con cambio,

el

muchos

advenimiento de

los

que

expiaban en las cárceles su adhesión á la independencia recobraron

su libertad, y otros

guidos por la

misma causa

que era de esperarse, por

,

la

cesaron de ser perse-

aunque no con

la presteza

desgana con que Apodaca

hacía cumplir las prescripciones constitucionales. Aparte

de

Eayón y Berdusco,

Bravo,

prisiones '



en

los

que

salieron

de

sus

últimos meses del año (1820), como lo

hemos dicho ya en

el

capítulo VIII del presente libro,

fueron excarcelados entonces Osorno, Espinosa, Serrano

y algunos más délos indultados en 1817, y que bajo la acusación de conspirar en la zona de Apam hacía algún tiempo que habían sido llamados á la capital.

Hemos pales

de

la

visto que el famoso guerrillero

tenientes solicitaron

rendición

de

y sus princi-

y obtuvieron indulto después

Terán,

y que aquél

se

retiró á

' Se ve, pues, que Alamán expone como motivo general de disgusto para el ejército realista en Nueva España que Hevia y Márquez Donayo no hubieran sido ascendidos á brigadieres. Dice que este ejército no se creía suficientemente recompensado de sus fatigas, y que este sentimiento era exiensito á las tropas expedicionarias; y á continuación afirma que las tropas del país se veían desatendidas, prefiriéndose las tropas expedicionarias, y apoya su aserto en la representación que hizo al virey la oficialidad del batallón de Santo Domingo, quejándose de estar sus soldados desnudos y pagárseles en tabaco, mientras que las tropas expedicionarias se hallaban bien vestidas y recibían su prest en dinero. La contradicción salta á la vista y todo el párrafo que arriba hemos copiado no hace honor al autor favorito de la facción reaccionaria.

))

MÉXICO Á TBAVÉB D£ LOS SIGLOS

658 Zacatlán, donde cipios

1820

de

vivió tranquilo algún tiempo. el

coronel don

Jlanuel

comandante militar en aquel vasto

de

distrito,

A

la

prin-

Concha,

hizo pren-

en espera de

la

cuando

virey,

salvó la vida

confirmación de las sentencias por el

advenimiento de

el

y

supuesta conspiración

la

la

les devolvió la libertad

en

Constitución

coronel español don Manuel de la Concha

Sello que usó

el

doctor don

(

Sello que usaron los caudillos de la independencia don José María

Morelos

De

(

la

y

don Ignacio López Rayón

Colección de

Capitulo V, lib. I, pág. (Í3. » Capitulo VI, lib. I, pág. 75. Véase tombién la nota puesta al calce de la columna segunda de esa página.

MÉXICO A TBATE8 DE LOS SIGLOS

664

pañía de Huichapam, del batallón de Toluca ^ Lo hemos

militares

seguido en

se lee lo siguiente:

curso de esta Historia,

siempre activo y

emprendedor, ganando sus grados en

el ejército realista

hasta

el

el

elevado de coronel

La

dientes.

victoria

pero siempre distinguiéndose

,

también por su extremada

ci

coi-onó

victoria

y por eso en

,

fué

me

se

con

inferiores,

dotes

«Siempre

presentaron ó encontré

en jefe

,

desalojé

al

,

sitios

enemigo

refugiaba la discordia.

que los

que en

na?» «

y destruí aquellos

No

:

lo

sucesivo

¿á quién

En

e&te

me

;

de todos

asilos en

que se

embargo,

,

ni

más

rivales que

atrajo la envidia por

le faltaron

cuando

le lisonjeó

arranque de presunción

Páge. 135, 139, 141, 142 y 144.

,

:

en

la

las

guerra: la tropas

La tosa,

y

que

batí á cuantos enemigos

muchas veces con fuerzas

el terrible

Iturbide

descalabro qtte sufrió ante las posi-

ciones fortificadas de Cóporo el i de marzo de 181.5

tuve otros contrarios que los

eran de la causa que defendía

lo

suerte

de puntos fortificados

fui feliz

en proporción de uno á diez y ocho ó veinte.

MoREUA. (Antigua Valladolid).— Casa donde nació don Agustín de

Mandé

que ya hemos citado

compañera inseparable de

mandé. No perdí una acción

ueldad contra los indepenfrecuencia sus

el manifiesto

i.

ferocidad de Iturbide fué verdaderamente espanle

hemos

visto desplegarla no sólo en los

campos

mi buena

de batalla y contra los prisioneros de guerra, sino tam-

fortu-

bién contra muchos vecinos pacíficos de las poblaciones,

la

olvidaba,

sin

más motivo que

sin «

Púg. 462.

el

de ser éstos adictos á la revolu-

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS Fuese por cálculo

eu virtud de un

profundo

ejercían

fanatismo, manifestaba siempre los sentimientos religiosos

palabra

más exagerados, y

cepciones

clon.

6

lector debe recordar aquellas sus

el

palabras, al dar cuenta de la tremenda matanza que hizo

en

los

defensores del fuerte de Yuriria:

— «¡Miserables,

decía refiriéndose á sus propias víctimas, ellos habrán

reconocido su error en aquel lugar terrible (el infierno)

en que no podrán remediarlo! ¡Quizás su triste catástrofe

que están aún en dispo-

servirá de escarmiento á los sición de salvarse!"

siempre durante

demuestra escritor

—Y

esta crueldad que lo distinguió

sus campañas

en las

filas

un carácter sanguinario que,

un

contemporáneo de Iturbide, se reveló en éste

desde sus más tiernos años ^

que

los

y un carácter imperioso

,

enérgico y resuelto

,

en su derredor una aura de prestigio que debía

Su ambición era grande, y la época turbulenta que se presentaba no podía menos que aguijonearle á ocupar el primer puesto y á dirigir el curso de los sucesos, poniéndose á la cabeza de un partido que halagase todas las opiniones.

Hay mera

en la historia de los pueblos anomalías á pri-

vista

inexplicables, pero que cesan de asumir ese

carácter desde que el observador atento liga los hechos

con

estudio de los móviles que impulsan á los hombres.

el

Ya hemos

dicho también lo bastante respecto de su

Que

insaciable sed

de riquezas y de los medios indignos que

española,

Iturbide,

implacable defensor de la dominación

el

el jefe

militar

que tantas veces empañó

puso en juego para satisfacerla. El cura de Guanajuato,

brillo

don Antonio Labarrieta, decía en

llegase á ocupar el puesto que el destino

«Ha

virey Calleja:

al

la

acusación que elevó

destruido el comercio, porque no

solamente se hizo (iturbide) comerciante, sino monopolista

del

comercio: poniendo comisionados en

todos los

á Hidalgo y á Morelos

adhesión

al

independencia,

aquel personaje.

él

;

y para conducir

examinada

esa transformación

Ha

cia

la

destrucción de la minería en

su

en

,

que apresuró también

el

extremó su adhesión hasta

el

le

dinero á todos los convoyados, y repartía la tasa parecía.

Los accionistas dieron en traer su dinero

en barriles, y sabiéndolo

el

señor Iturbide en Irapuato

hizo salir el convoy hasta Arandas,

y tomó

vió, registró todo

á

quienes quitaba

tra estas

como

cajas,

por entonces.

el

el

y de

allí

A

dinero que quiso.

dinero dábales

lo

revol-

aquellos

Infórmese V. E. de la plata que se ha

introducido en esa casa de caballero Mosso,

y confirmará

moneda bajo lo

nombre

el

del

que digo. Es imposible.

Señor Excelentísimo, que yo historie menudamente todos los

hechos justificantes de mi proposición; sería preciso

escribir un

volumen: basta

lo

dicho,

poder de

para que V. E.

forme idea de las cosas."

y cuando

dominación sirvióle con celo ardentísimo y sacrificar, con aparente fana-

la

le

vio vacilante por las fuerzas contrarias que

se desarrollaron en su seno, se apercibió á asestarle el

golpe mortal, seguro de que en gloria

y

los

él

mismo redundarían

la

provechos de una revolución que antes había

combatido con una ferocidad sin ejemplo.

Esta ambición pues

el día

lo

devoraba hacía ya algunos años,

en que fué rechazado por

defensores de

los

Cóporo (4 de marzo de 1815), hablando con Filisola,

entonces capitán de granaderos

México, había

lamentado tan

se lograría la independencia

si

italiano

el

del

Fijo

de

derramamiento de

inútil

sangre llamándole la atención sobre

facilidad con

la

que

se pusiesen de acuerdo

con los insurgentes las tropas mexicanas que militaban

,

adornaban

exterminar á

ciso

regular.

raron fácilmente su rápido encumbramiento.

transmitió

Su valor

los

Esta

conversación,

Filisola

al

era impetuoso y estaba con suficiencia demostrado; su

verdaderos

arrogante presencia y sus cultas y agradables maneras

patriotismo lo hubiese

' Don Vicente Rocafuerte, en fu Bosquejo li(/erlsimo de la reeolución de Méícico, dicelo siguiente: «Sé por personas fidedignas que lo han oído de la boca del mismo padre de Iturbide, que éste, siendo niño, cortaba los dedos de los pies á las gallinas para tener el bárbaro placer de verlos andar con sólo los troncocitos de Iks canillas » Verdad es que Rocafuerte fué acérrimo enemigo de Iturbide, lo cual nos obliga á no citar lo que dice respecto de las desavenencias que surgieron entre éste y su esposa, aparte de pertenecer á la vida privada los hechos que refiere con este motivo el citado Rocafuerte.

immeros

,'

'^ov

gran desorden

el

que los distinguía, y luego poner en planta un plan

á éste raras prendas y calidades prestigiosas que prepa-

T. 1II.-84.

independen-

bajo las banderas del rey; pero consideraba que era pre-

Al lado de estos gravísimos defectos, que nunca han podido desvanecer los defensores de Iturbide

la

tismo religioso y político, á millares de sus compatriotas;

libramientos con-

sabiendo bien que no podían pagarlos

explica fácilmente

de México. Mientras consideró Iturbide más robusto

adelantaba á sus comitentes sumas considerables, y en

camino, á pretexto de las urgencias de la tropa, quitaba

mons-

irregularidad

efecto,

sin profundizar el carácter distintivo de

compra de platas, pues para comprarlas á bajo precio el

debió reservar

que tantas pruebas dio de

el

La ambición, empero,

sus cargamentos, fingía expediciones del real servicio.

coadyuvado á

;

parece,

truosa,

cuenta de

que

gobierno español se decidiera á proclamar la

el aceite

los cigarros por

el

de su acero con la sangre de sus compatriotas,

lugares, detenía los convoyes; vendía la lana, el azúcar,

y

trataban; una

lo

insinuante interpretaba sus osadas con-

é

extenderse en proporción de la altura á que se elevase.

realistas,

decir de

al

inevitable influjo en fácil

creaba

665

sentimientos

empezado por unirse á cia

que

historiador

de

andando

Alamán Si

Iturbide.

tiempo

el

^,

revela los

un

sincero

animado desde entonces, habría los

que defendían

y esforzádose por introducir en sus

la

independen-

filas el

desorden

de que se lamentaba; pero obrando así, no habría domi-

nado por completo á

los

que peleaban por

de la libertad desde 1810. '

Preciso

la noble

era exterminarlos,

IlUUiria de México, de este autor, tomo V, págs. 56 y

ción de 1852.

causa

57,

edi-

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

666

y luego poner en planta un plan regular, es

decir, allegar

en su propio provecho los elementos morales, poderosísimos, que habían fundado con su ficios

defensores de

los

hombre que

sangre y sus sacriel

para ejecutar sus

eligieron

los absolutistas

proyectos, enderezados á restablecer arbitrario

Tal era

independencia.

la

antiguo régimen

el

Durante su larga permanencia

y despótico.

en México, después de haberse separado del mando del ejército del Norte,

de

las disipaciones

se había entregado sin templanza á

graves disensiones en

de su familia; habíase

el interior

menoscabado rápidamente comercios en

que acabaron por causar

capital,

la

caudal

el

acopiado

muy

Bajio, y «hallábase en

el

de fortuna, dice un historiador, cuando

con

sus

triste estado

restableci-

el

miento de la Constitución y las consecuencias que produjo vinieron á abrir un nuevo gloria, honores

campo á su ambición de

bien

proyectos que meditaba la

,

y

la

los

base de los ambiciosos

miembros de

Profesa, movidos por iguales deseos,

las juntas de

aunque con

el

propósito de que sirviera á los que ellos tramaban, lo

habían recomendado

al virey.

medio de esos personajes

al virey, éste

Ya hemos

iturbide

visto

que por

y Apodaca habían

qué jefes

duda por

la

se detuvo al oír el de Iturbide, sin

recomendación anterior que

agudo había hecho de

él

;

y qué concepto tenía de

cía

doctor Monte-

el

preguntó á Badillo

si lo

cono-

y habiendo sido la

él,

contestación satisfactoria, le previno

mandase recado

le

para que viniese inmediatamente á presentársele.

Hízolo

así Badillo, é Iturbide, antfs de hablar con el virey, entró

en

la secretaría

á preguntar á aquél

el objeto

del llama-

miento, notándosele un movimiento de sorpresa cuando

Fué entonces á ver

Badillo se lo dijo.

pués de una larga conversación á solas

,

al virey, y desApodaca llamó á

Badillo para que pasase oficio á Iturbide nombrándolo co-

mandante general del Sur, con

mismas facultades que

las

coronel don José Gabriel de Armijo •.»

el

El jefe que acababa de ver satisfechos sus más

Deseaba ardientemente Iturbide ser nombrado para un mando militar que fuese

le dijese

había sin empleo actual que pudiesen ser nombrados, y habiendo dicho los nombres de algunos que no parecieron

había tenido

'.»

y riquezas

renuncia de Armijo, mandó á Badillo

ardientes deseos contestó el

mismo

día 9 de noviembre,

pero hábil en ocultar sus sentimientos, decía

aunque había sido funesta á su salud pues en

el

vísima

enfermedad,

al virey

que

Tierra Caliente,

la

año de 1811 se vio en Iguala atacado de grapropia

de

clima

aquel

malsano,

estaba dispuesto á marchar desde luego á la comandancia

señalaba y á emprender

campaña contra

tenido una entrevista, y quizás hubo de quedar satis-

que se

fecho este último, pues que el 9 de noviembre (1820) y

insurgentes Guerrero y Ascensio, en el concepto de que

con motivo de

la

renuncia de Armijo, acordó

el

nombra-

le

terminada ésta se

le

la

como se

relevaría del mando,

los

le

miento de Iturbide para la comandancia general del Sur

había prometido verbalmente; oferta que reiteró Apodaca

y rumbo de Acapulco, recomendándole verbalmente que

en su respuesta del día 13 (noviembre).

procurase atraer á Guerrero y á Ascensio al indulto,

más

evitando en cuanto fuese posible la efusión de sangre.

Alamán

refiere

según informes que

le

comunicó

el

teniente coronel espa-

ñol don Miguel Badillo, secretario del virey el

Apodaca en

ramo reservado de guerra. «La escasez de

jefes aptos

para desempeñar con acierto un mando importante, dice aquel escritor, ponía en conflicto al virey siempre que veía

se

en

el

esta naturaleza,

caso

de

un

hacer

nombramiento de

y en esta incertidumbre se encontraba

para dar un sucesor á Armijo cuando entró en su des-

pacho

el

el

coronel

'

ramo de guerra por Peláez.

El

virey,

la

ausencia

resuelto

á

y muerte

admitir

la

Üosquejo ligerUimo de la reeolución de Méaico, por Rocade México, por Alamán, tomo V,

fuerte, págs. 21 y 22, é Hiitoria pág. 56, edición de 1852.

salir

Todavía llevó

pues

para

el

el

día

1.5

Sur, diri-

gió una solicitud á la corte, por medio del virey, preten-

diendo

el

grado de brigadier, y encargando

Badillo, en

una esquela ami.*tosa,

mente; también pidió que se

le

lo

al secretario

recomendase

eficaz-

diese su antiguo regi-

miento de Celaya, que se hallaba á la sazón diseminado en

el

Bajio, y Apodaca acordó de conformidad orde-

nando desde luego que todas regimiento

las

compañías de aquel

se concentrasen en Acámbaro, para marchar

en seguida á tierras del Sur.

teniente coronel don Miguel Badillo, que tenía

á su cargo del

mismo mes, y en vísperas de

del

detalladamente este nombramiento,

allá su disimulo el astuto Iturbide,

El día

Ifi

de noviembre (1820) salió Iturbide de la

capital para dirigirse al vasto

territorio

cuyo mando se

acababa de confiar, y volvería á entrar en ella diez meses y medio después, pero vencedor y en brazos de le

la voluble fortuna. '

AlamXn.

— Historia de México, tomo V, póg. 67.



CAPÍTULO Comandancia

del Sur.

— Su exlensión.— Tropas

realistas

que

la

guardaban.

XII

— Pide

Iturbide

más tropas

y recursos al virey.

— Establece

— Comunica Iturbide é varios oficiales de ese regimiento sus proyectos de independencia. — Resolución de los oficiales ú favor de su antiguo jefe. — Pide Iturbide al virey un cuerpo de caballería. — Sale Iturbide de Teloloépam para abrir la campaña (22 de diciembre). — Sus disposiciones para atacar simultáneamente á Guerrero y Ascensio. — Fuerte descalabro que sufre Iturbide cerca de Tlatlaya (28 diciembre). — Vuelve aquel jefe su cuartel general en Teloloápam.— Llegada del regimiento de Celaya (17 de diciembre de 1820).



Guerrero derrota á los realistas en Zapolepec (2 de enero Teloloépam y renueva sus peticiones de dinero á Apodaca. Manifiéstale que los diputados que dirige á este caudillo (10 de enero). Le invita á ponerse á disposición del gobierno vireinal. de Nueva España obtendrían que se atendiese ú las quejas de los americanos. Rechaza el ofrecimiento del indulto. — Declara su resolución de Nolable y enérgica respuesta'de Guerrero (20 de enero de 1S21). Combate en la Cueca (/e¿ /)ta6/o y combatir hasta el último extremo. Invita á su vez á Iturbide ú proclamar la independencia. Estas fueron las últimas derrota del realista Berdejo (27 de enero) Pedro Ascensio desbarata una sección de los tropas de Ráfols. una conferencia en Propónele febrero). Guerrero de Iturbide á Nueva carta de (4 acciones de guerra que se empeñaron en el Sur. Carta de Iturbide á Espinosa de los Monteros Chilpancingo. — Envíale en calidad de comisionado á don Antonio Mier y Villngómez. Afirmación de éste en el sentido que enviúndole el plan político para su corrección (25 de enero). — Este p!an fué obra de Iturbide. este jefe á

de 1821

).



— Decídese Iturbide á atraerse a Guerrero. — Carta





















— — servir bajo sus órdenes. — Abne— Reconócele por promete Iturbide. jefe proyectos de Adhiérese Guerrero á los hemos indicado. y gación y grandeza de alma del ilustre Guerrero. — Importancia de la adhesión de este caudillo. — Entrevista de Iturbide y Guerrero en Acatémpam, referida por el historiador Zavala. — Alamán niega esta entrevista. — Opiniones de otros escritores acerca de este punto. — Iturbide participa á Apodaca que Guerrero y los suyos se han adherido á la causa realista (18 de febrero de 1821 — Grande satisfacción del virey con este motivo. — Su respuesta. — Emisarios enviados por Iturbide á varios jefes realistas proponiéndoles la proclamación de la independencia. — Conferencias de los diputados por Nueva España en Veracruz (principios de febrero). — Ningún resultado de estas juntas. — Conducta de caudales enviada de México a Acapulco. — Apodérase de ella Iturbide. — Curta que escribe á los dueños de los caudales que ocupó. — Adquisición de imprenta. — Imprímese en Puebla el Plan llomado de Iguale. — Publica Iturbide este Plan (24 de febrero de 1S21). — Su manifiesto á los habitantes de Nueva España. — Ideas contenidas en este documento. Religión, Independencia, Unión. — Plan de Iguala. — Artículos de que se formaba y su contenido. — Individuos propuestos por Iturbide pora formar la junta gubernativa. — Comunica Iturbide al virey, al arzobispo y á otras persones de la capital la proclamación del Plan de Iguala. — Comunicación oficial que dirige al virey (24 de febrero). — Su carta particular á este alto funcionario. — Dirígese tam).

bién, jara.

comunicándoles

el

Plan de Iguala,

al

arzobispo Fonte

— Sentimientos religiosos que manifiesta Iturbide

don José de

la

Cruz y

al

,

al

regente de la Audiencia don Miguel Bataller y al obispo de GuadalaEscribe al mariscal de campo

en la caita dirigida á este último personaje.

brigadier don Pedro Celestino Negrete.

— Reúne



Iturbide á los jefes y cficiales que se hallaban en Iguala y les

— Entufiasmo y adhesión de la oficialidad. — Nombran á Iturbide primer jefe del ejército de — Juramento de Iturbide, de la oficialidad y de las tropas 2 de marzo). — Arenga Iturbide á los soldados. — Jefes

presenta su plan político (1.» de marzo). las 7"/'es

Garantía?.

que ee adhieren

al

(

nuevo Plan en

La comandancia los distritos de el

mar

los postreros días de febrero y

general del Sur se

Taxco

extendía desde

é Iguala hasta la costa

Pacífico; al atravesarla el río

bañada por

Mexcala de uno á

otro extremo, dejaba á la parte septentrional el

mento de Pedro Ascensio en

y

y hacia

la Goleta,

cían

las

el

las fragosidades

campa-

de Tlatlaya

mediodía las tropas que obede-

inmediatas órdenes de Guerrero, diseminadas

por Ajuchitlán y las revueltas montañas de la Coronilla,

que son á manera de contrafuertes de la Sierra Madre.

Los soldados

realistas

ocupaban

norte las comarcas de

al

Cuernavaca y Cuautla por de Tejupilco, Sultepec y Temascaltepec Zacualpán

,

el

;

,

poniente

bajo el

,

las

mando

y por el rumbo oriental, Ometepec, Tlapa y la Mixteca Alta á las órdenes del teniente corodel coronel Eáfols;

nel Miota. del

El curso del Mexcala, desde la confluencia

Cutzamala hasta su desembocadura en

el

Grande

primeros de marzo.

Océano se hallaba vigilado por

el

teniente coronel rea-

don Juan Isidro Marrón con una fuerte brigada; y demás tropas que acababan de ser comandadas por

lista

las

Armijo guarnecían Acapulco, Tixtla, Chilapa, Teloloá-

pam y

lado

este río

otros pueblos, del

de los cuales unos se hallan de

Mexcala y otros allende ese impetuoso

1.

' « Las fuerzas que componían la división que Armijo tenía bajo sus inmediatas órdenes, consistían en algunos infantes de la Corona, el batallón del Sur, la compañía de Acapulco y las de realistas de Tixtla, Chilapa y otros pueblos, con los Fieles del Potosí, que mandaba don José Antonio de Echávorri, y los dos escuadrones de Isabel, que se hablan formado con el escuadrón del Sur y otras compañías de caballería: posteriormente había sido reforzada la división con el batallón de Tres Villas, mandado por el teniente coronel español don Rafael Ramiro, y el de Murcia, que estaba accidentalmente á las órdenes del teniente coronel, español también, don Martín Almeln; todos estos cuerpos con corla fuerza. En Zacualpán había una compañía de Fieles y otra de dragones de España con los urbanas del Distrito, todo bajo el mando del teniente coronel



:

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIQL08

668 Eesuelto Iturbide á realizar

grande y atrevido

el

proyecto de proclamar la independencia, en la forma que luego veremos, necesitaba acopiar

mayor número de

el

tropas y elementos de todo género, y destruir rápida-

mente á

los independientes acaudillados

é indómito

Guerrero.

enumerado en

el

Las tropas

por

el

realistas

párrafo anterior,

constante

que hemos

ascendían á varios

millares de hombres, pero aparte de hallarse repartidas

en un vasto territorio, no todas estaban com{irendidas en la comandancia del Sur, é Iturbide deseaba tener á

reunido,

su

vista

y á sus inmediatas órdenes, un

cuerpo respetable, que después de destiuir á Guerreio

y Pedro Ascensio,

Hemos

intentos.

que

al

salir

esta oportunidad

un

muchas veces no un segundo.

ni de

>jEjecutado el golpe que tengo meditado, las tropas podrán volver á sus demarcaciones respectivas, y si entretanto la capital (lo que Dios no permita) llamase la atención, volaré á su socorro lo mismo que á cualquiera otro punto de preferencia. »No necesito indicar á V. E. que de los mismos puntos de donde vengan las tropas deberán recibir los socorros pecuniarios, á no ser que su superioridad estime por más conveniente otro término, para que no les falte prest. Dios guarde la importante vida de V. E. muchos años para la felicidad de este Reino, como le pide su afectísimo é inútil subdito que atento B. S. M. Agustín de Iturbide i.»



El nuevo comandante militar del Sur estableció su

dicho al terminar el capítulo anterior,

de la capital pidió

al

virey que fuera á

y este elevado

funcionario ordenó inmediatamente que se concentrasen

cuartel general en Teloloápam

discreción en espías

marchasen á engrosar

ejército

Esta buena

del Sur.

Apodaca (quien ardía en deseos de ver

destruidos cuanto antes á los independientes del

secundaba las ocultas miras de Iturbide y pedir mayor número de tropas.

Con

desde la hacienda de San

le

Sur)

alentaba á

este propósito le

Gabiiel el

19 de

el

ahorrarían á la

don Mateo Cuilty. La comandancia de Tejupiloo contaba con mayores fuerzas proporcionalmenle, pues en ella eptahan el batallón de Sanio Domingo, que mandaba el teniente coronel don Miguel To-

comandante deSultepec; el de Fernando Vil; algunas compañías de Murcia; dos de «Ordenes militares;» los dragones del Rev.y Blíunos cívicos de cubnileriu.» {\i.,.uki>. HUtoria de México, tomo V, págs. Gí y 65). rres,



otros gastos

real

de esta naturaleza;

Hacienda doscientos cincuenta 6

campaña á dos ó

trescientos mil, reduciéndose la

tres

meses, en vez de un año ó más que de otra suerte podría durar.

«Plegué

principio de su

al cielo, decía al

carta, que antes de concluir febiero

incruento las

«Muy amado y respetado g-eneral: Si la verdadera adhesión á, la persona de V. E. y mi constante anhelo por el mejor servicio del rey y de la patria me hicieron admitir luego el mando de la demarcación del Sur, el mismo interés del buen servicio, la adhesión misma á la muy apreciable persona de V. E., no menos que el honor comprometido por el buen éxito de un encargo, y porque jamás tenga V. E. motivo de arrepentirse de la confianza que ha librado en mis cortas luces y genio, en asunto gravísimo y en circunstancias tan delicadas, me obligarán á manifestar á V. E. los males que yo note; pero siempre será, no con ponderaciones, sino con la exactitud de mi carácter, y que es inseparable del hombre de bien. Propondré siempre á V. E. los medios que me parezcan oportunos para evitarlos, pues cuando penda de mí solo el remedio, V. E. no sabrá los males, porque mi fin es y será constantemente el de restaurar el orden, cooperar á la gloria de que V. E. vea en breve tiempo pacífico todo el reino, y no el de encarecer mi mérito, que jamás tendrá de grande otra cosa que la buena voluntad y recta intención. »Así, pues, mi amado y respetado general, me tomo la libertad de rogarle particularmente con el mayor encarecimiento, que se digne poner á mis órdenes toda la tropa que le he pedido para esta campaña. Un esfuerzo de V. E. hecho en el momento, es el que va á decidir de la acción. Lo espero con la mayor confianza, porque V. E. no puede dejar de conocer con su perspicacia y ojo militar, que la oportunidad perdida en la guerra suele ser la desgracia de un reino, y que

y

gasto oportung de diez ó doce mil pesos se

Señor Dios de

noviembre

escribía otra

allí

pidiéndole algunas sumas de dinero para invertirlas á su

pues con

el

y desde

,

vez á Apodaca, en los primeros días de diciembre (1820),

en Acámbaro las compañías de aquel cuerpo, para que

escribía

un mes

fuese la robusta base de sus osados

unírsele su antiguo regimiento de Celaya,

disposición de

es de

día, sino acaso de

podamos bendecir en

tributarle

sacrificio

el

nos haya concedido la paz completa de este reino,

aunado

al

y más sumisas y reverentes gracias porque los ejércitos,

los intereses

minar, insistía en

el

Y

de todos sus habitantes.')

y

al ter-

pronto envío de la suma que había

muy avanzado un

pedido, expresando que tenía cual dependía el término

plan del

guerra, y que manifestaría al virey á su debido tiempo 2. Apodaca, violento de

la

resuelto á desplegar toda clase de esfuerzos

que se alcanzase cuanto antes

mandó que

con tal de

pacificación

la

del

la Tesoreiía situase doce mil pesos en

navaca á disposición de Iturbide diese frecuentes noticias de lo este importante asunto.

Sur,

Cuer-

y previno á éste que le que fuere ocurriendo en ,

Al mismo tiempo

considerable cantidad de municiones á

fin

envió una

le

de que pudiese

abrir desde luego la campaña.

Reunido en Acámbaro

regimiento de Celaya, en

el

consecuencia de las órdenes del gobierno vireinal

en marcha hacia oficiales

el

y de no pocos soldados, que temían

del clima

malsano de esta ardiente región.

marcha muchos abandonaron

púsose

la

los rigores

Durante

la

bandera del regimiento,

entrar éste en Toluca cometió varios desórdenes.

y El 17 de diciembre al

,

Sur con gran disgusto de algunos

llegó por fin al

cuartel general de

Teloloápam, fuerte de quinientos diez y siete soldados

en vez de los ochocientos que

Acámbaro, por á sus

lo

inmediatas

lo

formaban

que Iturbide pidió órdenes

el

al virey

batallón

de

al

salir

de

que dejase

Murcia que

contaba con doscientos veintitrés soldados y que debía '

BusTAiiANTE.

'

BusTAMANTí.

— Cuadro hUtórico, tomo V, págs. 93 y 91. — Ibid., ibid., tomo V, pág. 95.

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS marchar á Temascaltepec, punto no comprendido en comandancia del Sur; pretensión que no sólo

Apodaca lugar y

sino

que dispuso que

satisfizo

guarnición de aquel

la

de Tejupilco quedasen agregadas

la

la

al

demostraciones de satisfacción, y no fué menor

que

la

manifestaron los soldados al ver nuevamente al jefe que

había conducido tantas veces á

día de la llegada á

oficialidad del regimiento,

la

de la mesa

al levantarse

El mismo

la victoria.

Teloloápam, Iturbide obsequió con

un espléndido banquete á

citó para la tarde al capitán

de la tercera compañía don Francisco Quintanilla,

Alamán, en

la conferencia

ción de que estaba

Según

el objeto

con

la resolu-

indepen-

la

para efectuarla podría contar

si

de Celaya. Asombrado Quintanilla

oficiales

oficial

al oir

de boca de su antiguo coronel opiniones tan contrarias

que

demostrar

Iturbide le aseguró

brantable

en

las

sorpresa

que era en

desconfianza;

y él

pero

una decisión inque-

y abriendo una gaveta sacó de ella y puso manos del oficial el plan que más tarde fué pro,

,

clamado en Iguala, y la correspondencia que llevaba con varias personas de alta categoría residentes en la ,

capital.

Entonces Quintanilla

miento haría

lo

que Iturbide

subordinado

éste á su

le

le

aseguró que

el

regi-

mandase, y recomendando

más liguroso

el

sus antiguos subalternos, púsose en sus

verdad que conocía

los

oficiales

manos y avenEs

estado de la opinión,

que com-

prendía la aspiración general á favor de la independencia,

y que

intento de algunos de los

el

antes de salir de Acámbaro

aseguraba de

mismos

oficiales,

regimiento de Celaya,

el

sentimientos

los

tares de las otras provincias

que á casi todos

le

ellos

secreto terminó

que notaron

versación de Iturbide con Quintanilla,

la larga

con-

recelaron de que

dice

circunstancias,

un

supo sacar partido de ellas, y en esto con-

historiador; sistió

para ponerlos de acuerdo

«Conoció las

con sus miras.

todo el resultado que obtuvo.

suceder en todas las revoluciones:

el

Lo mismo suele momento oportuno

es el secreto de ellas.»

Seguro ya Iturbide de Celaya

del virey

solicitó

la

adhesión del regimiento de

que se

le

uniesen

cuerpo

el

de caballería de Frontera (el cual había militado también á sus órdenes en

el

Bajío), y

teniente coronel don

el

Epitacio Sánchez, quien después de indultado se distinguió por su valor en las

filas

realistas,

concurriendo

A

eficazmente á la pacificación de Sierra Gorda.

todo

accedió Apodaca, pues había llegado á tener entera confianza

en

lealtad

la

de

al

y ansiaba terminar

Iturbide

cuanto antes la reducción del Sur

También demás

el

sobre

influjo

y atrevido proyecto.

turó el éxito de su grandioso

la entrevista.

Pero

pues que contando solamente con su

fría,

que constantemente había manifestado, no pudo

menos

que dio Iturbide

el

ningunas relaciones había establecido con los jefes mili-

animado para proclamar

dencia, preguntándole

las

duda, un atrevido paso

sin

que tuvieron estos

que había salido de la capital del vireinato y

á

Fué,

impulsaban; pero también es cierto que hasta entonces

dos militares, Iturbide reveló á Quintanilla

con los

zález.

el

á quien aquél trataba con particular confianza. historiador

proyectos á los capitanes

en aquellos momentos y que demuestra su valor y sangre

Este recibió á su antiguo regimiento con grandes

y

comunicó sus

Iturbide

don Manuel Díaz de Lamadrid y don José María Gon-

ejército

de Iturbide ^

los

pues

669

^

nuevo comandante general importaba

destruir prontamente á los independientes, para realizar

en seguida

el

vasto plan que había meditado, y

el

cual

ellos

no era ya un misterio para algunos, pues que se vio

habían tenido en Acámbaro de proclamar la independen-

obligado á comunicarlo á varios oficiales de Celaya, como

cia por no verse obligados á

acabamos de

primero,

el

instruido del

intento

que algunos de

marchar

al Sur,

de ellos y acaso resolviese castigarlos.

desconfiase

Se decidieron

el

Temía fundadamente que

decir.

gobierno vireinal de sus atrevidos proyectos

noticioso ,

pudiese

don Valentín Canalizo y don Miguel Arroyo, comunicaron

detenerlos á tiempo, y privarle de los medios que con tan próspera fortuna había logrado allegar hasta allí. Re-

su determinación á Quintanilla, quien instruyó inmedia-

solvióse,

tamente á Iturbide de

reunido bajo su

entonces á huir de Teloloápam, y dos de entre

lo

que pasaba.

ellos,

El comandante

general, acompañado de un ayudante, se presentó en la

el

en consecuencia, á abrir

la

campaña, habiendo

mando dos mil quinientos soldados según estado de fuerza que él mismo envió al virey el 21 de ,

casa donde se hallaban reunidos los oficiales de Celaya,

y

les dijo

que estaba impuesto de

que iban

la resolución

á ejecutar y del motivo que á ello les impulsaba; que sus propias opiniones políticas no eran acaso diversas de las

de los mismos oficiales, pero que no podía por enton-

ces decirles más,

donar sus banderas

exigiéndoles la promesa de no aban;

prometiéronlo todos así

,

y además

se obligaron á no hacer otra cosa que lo que su antiguo

coronel les ordenase

2.

Sin embargo,

algunos días des-

• «Esta facilidad ¿el virey en acceder á todo cuanto Iturbide pedía, ha sido considerada como una prueba de que eflnba de acuerdo con el plan de revolución que se Iromaba, cuyo concepto corroboró el desacierto en la dirección de las operaciones sucesivas de la guerra; pero todo concurre ú persuadir que no tuvo parte alguna en lo que se intentaba, y lo demuestran los artificios de que Iturbide se valió para mantenerlo engañado, haciendo que pusiese en sus manos todos los medios para efectuar la revolución, como si fuesen á emplearse en la guerra del Sur, que tanto deseaba el virey

ver terminada. Este habría recibido sin duda con aplauso á Fernando Vil, si se hubiese presentado en México y lo hubiera obedecido Fin titubear como soberano absoluto, pero su lealtad no le pudo oermitir ir más adelante la misma nobleza de su carácter facilitaba el que se le engañase, pues no podía presumir en otro una perfidia Historia de Méteico, que él era incapaz de cometer.» {Aiamá,ti. :



BusTAMANTE.

— Cuadro

histórico,

tomo V, púg.

94.

Alamán

sigue en esta parte á Bustomante. "

AlamAn.

— Historia de Mémico, tomo V, pégs. 72 y

73.



tomo V, pég.

76).

ÍTÉXICO Á TRAVÉS

670 diciembre.

Pocos días antes se

presentó

le

don Juan Davis Bradburn, uno de que

sobrevivieron

coronel oficiales

de

compañeros

desgraciados

á los

el

los pocos

DE LOS SIGLOS Entretanto,

situado.

el

activo

que seguía con atención

sio,

y

vigilante

Pedro Ascenr

movimientos del enemigo,

los

se había emboscado en las cercanías de Tlatlaya

y en

,

la

Mina, y á quien hemos visto refugiarse al lado de Guerrero después del desastre que sufrió en Chucándiro.

madrugada

Iturbide lo recibió con favor, no sólo por la fama de valor

dada por

que tenía asegurada Bradburn sino por su generoso

que escogió Ascensio para arremeter á los realistas era

comportamiento con unos

oficiales

del regimiento de la

Corona, que hechos prisioneros poco antes, debiéronle la vida,

no obstante la orden que dio Guerrero para que

el propósito

salió Iturbide

de ejecutar

plan de

el

de Teloloápam con

campaña que había

Este consistía en reunir todos

propuesto al gobierno.

destacamentos que Armijo había diseminado en varios

los

puntos, formar con ellos un cuerpo respetable y tomar la

simultáneamente;

ofensiva contra Guerrero y Ascensio esto, en cuanto á la destrucción llos

Iturbide tenía la

de estos bravos caudi-

y respecto del plan político que resolución de proclamar, nada le con-

de la independencia

hombres sobre

,

cayó con ocho-

retaguardia de Iturbide man-

la

capitán don José María González.

el

una vereda dominada por un maleza, y orillada, hacia

Fué

fundo barranco. valientes de

fuesen pasados por las armas.

El 22 de diciembre

cientos

del 28 de diciembre (1820),

los realistas

alto

cerro

El punto

de

cubierto

lado contrario, por un pro-

el

tan impetuosa la acometida de los

Ascensio que revueltos y confundidos con

en la estrecha vereda, y no pudiendo dispa-

rar sus fusiles, golpeaban con los cañones de éstos á sus

El capitán González cayó herido

espantados contrarios.

mortalmente, y también sucumbieron ciento ocho soldados que formaban toda la retaguardia.

El centro man-

dado por el capitán Quintanilla fué á su vez atacado por los

independientes, pero se sostuvo valientemente hasta

dar tiempo á Iturbide para que enviase en su auxilio los

granaderos de la Corona y los dragones de España. Ascen-

venía más que ver reunidas bajo su mando inmediato

sio intentó

entonces cortar el centro, colocándose entre

todas las tropas que habían de apoyar su atrevido movi-

éste

vanguardia,

la

Guerrero, entretanto, se había internado en la sierra

de Jaliaca y noticioso de ,

coronel don Carlos

Moya

ello Iturbide

ordenó

al teniente

siguiese á aquel caudillo con

una sección de cuatrocientos hombres y que se presentaba favorable coyuntura,

mismo tiempo que dejase cubiertos

los

le

atacase

previniéndole al

puntos de la línea

Pidió al virey oficiales de

de Acapulco y Chilpancingo.

La

firmeza con que

el

para

impedir

á

Guerrero

paso,

el

,

bado además con todas las cargas

,

en las lomas de suave

ya y que terminan en

la

Después de este adverso encuentro y de recoger

al

que había salido

persiguiesen á

cipado al gobierno

que estuvo á punto de ser destrozado por completo. Con este motivo renovaba sus peticiones de dinero, al

virey que deseoso de que no faltase

soldados había

pedido

bajo

cantidades, de las cuales

Juan Ruíz de Cabanas

y que había tomado á

del Cobre

cinco

Iturbide que el resultado

resultado de aquel encuentro en

el

Ascensio procurando desalojarle de los cerros del Gallo,

y de Teotepec. Creía

reunidas las suyas

vió á su cuartel general de Teloloápam, habiendo parti-

cortándole

y Huitzuco, unidos á nuevas fuerzas que de un momento á otro debían llegar al mando del teniente Echávarri

mando de

cuerpos de

que se hallaban repartidos en Taxco, Iguala, Tepe-

don José Antonio

centro se sostuvo al

destacamento que guarnecía á Acatémpan, Iturbide vol-

cuacuilco

coronel

el

al

de este modo toda comunicación con Pedro Ascensio; y que mientras él marchaba á reunir los destacamentos, los

con

á dos compañías de infantería y pocos dragones, estor-

dispuso que se

formase en Tétela un depósito de municiones, y que lado derecho del Mexcala se situasen dos

,

ataque de fuerzas tan superiores,

descenso á

primero de esos puntos;

retiró

pues desbaratado aquél, no hubiera podido éste resistir

llanura."

el

se

quien dispuso pasar la noche

Quintanilla, salvó á Iturbide, dice el historiador Alamán,

varios de los cañones que artillaban la fortaleza de San

Diego en

Quintanilla

en una altura parapetándose con las cargas que llevaba.

maestranza y materiales para poner en estado de servicio

tropas

pero

rapidez y unióse á Iturbide

miento.

si

y

mil

pesos

de

el

le

el

prest á sus

responsabilidad varias

obispo de Guadalajara don

envió veinticinco mil pesos

rédito, los

su

y decía

sobre sus fincas

depósitos

,

treinta

de concurso

i,

y

de la

de estas disposiciones militares sería la pronta destruc-

Audiencia de México, prefiriendo la buena asistencia de

ción de los caudillos del Sur,

así

lo

había prometido á

la tropa al bien

Apodaca, diciéndole que antes del

fin

de febrero del año

de su casa.

y

que iba en breve á empezar, podría celebrarse una misa de gracias por

el

término de la insurrección.

Y

ésta debía ser la base de sus ambiciosos proyectos

,

el

siguiente

pen-

mes de marzo.

Iturbide avanzó hasta San Martín de los Lubianos,

donde combinó con tos

militares,

el coronel

Ráfols algunos movimien-

y en seguida marchó á Acatémpan con

propósito de recoger el

destacamento que

allí

esta indicación respondía el

pronto y

feliz éxito

el

el

mal estado

virey que no

de sus operaciones

como ' Bustamonte dice non este motivo lo siguienie: «Cómo pudo obispo de Ouadalejara prestar tan generosa y desinteresadamente veinticinco mil pesos hallándose tan atrasado Iturbide, y si lo hizo por amor á su persona, para fomento de sus haciendas ó por algún interés público, son dudas que no podemos resolver» Alamún, por su parle, dice: «Ya se deja entender que aquel prelado no entregarla aquella suma sólo por amistad con Iturbide ni por terminar la guerra del Sur, si no hubiese estado instruido de las n\iras ulteriores que se tenían.»

el

saba llevarlos á efecto en

A

dudaba de que

de su familia, no obstante

el

estaba

:

MÉXICO Á THAVÉS DE LOS SIGLOS contra

insurgentes

los

pero al mismo tiempo

compensaría sus

le

le

sacrificios,

anunciaba haber ordenado que

se le enviasen gruesas sumas para sostener la

campaña

con todo vigor.

Apenas hubo vuelto Iturbide á Teloloápam la noticia

de que

el

comandante de

don Carlos Moya, acababa de

la línea

sufrir

recibió

de Acapulco,

un revés considera-

671

cuanto nos es conveniente; entre otras cosas, el que todos los hijos del país, sin distinción alguna, entren

en el goce de ciudadanos, y ¿al tez que venga á México, ya que no puede ser nuestro soberano el señor don Fernando VII, su augusto hermano el señor don Carlos ó don Francisco de Paula; pero cuando esto no sea, persuádase Ud. que nada omitirán de cuanto sea conducente á la más completa felicidad de la patria. Mas si contra lo que es de esperarse no se nos hiciese justicia, yo seré el primero en contribuir con mi espada, con mi fortuna y con cuanto pueda á defender nuestro derecho; y lo juro á Ud. y á la faz de todo el mundo, bajo la palabra de honor en que puede Ud. fiar, porque nunca la he quebrantado ni la quebrantaré jamás. »Dije antes que no espero que se falte á la justicia en el Congreso, porque en España reinan hoy las ideas liberales, que conceden á los hombres todos sus derechos; y se asegura, en cartas muy recientes, que Fernando VII el grande no ha querido que en las cortes se decidan reformas de religiones y otros puntos de esta importancia, hasta tanto no llegan nuestros representantes, lo que manifiesta con claridad que estos países le merecen á S. M. el debido aprecio. Ya sabía Ud. tam,

En

ble.

efecto,

el

de enero de 1821 Guerrero, á la

2

cabeza de cuatrocientos hombres, habia tomado á viva fuerza

punto de Zapotepec, coitando la línea realista

el

y destiozando del Sur;

el

la

ataque fué tan imprevisto que

aviso que recibió dientes fué

compañía de granaderos del batallón

Moya de

también

el

la aparición de les

desastre

el del

prímer

indepen-

que habían sufrido

sus destacamentos, por lo que informó á Iturbide por extraordinario violento pidiéndole que enviase á marchas dobles

una

Guerrero

i ;

menda y en de

inepto,

derrota

que

división

contuviese

pero aquel jefe el

le dirigió

avances

los

informe que dirigió al virey

achacando

que habían

á

su

sufrido

descuido

en

ese

de

una severa repri-

é

lo

calificó

impericia

lumbo

las

la

tropas

realistas.

Esta

ya en

serie de reveses

terreno

el

mismo de

y

el

mejor conocimiento que

los sucesos

pudo adquirir de

la constancia

y bravura de Guerrero, hicieron reflexionar profundamente á Iturbide, quien se convenció, al fin, de que era empresa ardua y costosa reducir por la fuerza de las armas á los independientes del Sur. Urgido á proclamar el Plan que ya era conocido de algunos de sus oficiales ,

y sufriendo sus tropas rudos descalabros cuan-

veces se habían medido

tas

con Guerrero y Ascensio,

hubo de prescindir de su primer propósito, esto

es, de

destruir á estos valientes defensores de la libertad mexi-

cana, y á trueque de no malograr su grande intento prefiíió

En

hacer entrar en su plan al constante Guerrero.

10 de enero de 1821 escribió á éste la siguiente

carta

«Muy señor mío: Las noticias que ya tenía del buen carácter é intenciones de usted, y que me han confirmado don Juan Davis Bradburn y últimamente el teniente coronel don Francisco Antonio Berdejo, me estimulan á tomar la pluma en favor de Ud. mismo y del bien de la patria. Sin andar con preámbulos, que no son del caso, hablaré con la franqueza que es inseparable de mi carácter ingenuo. Soy interesado como el que más en el bien de esta Nueva España, país en que como Ud. sabe he nacido, y debo procurar por todos medios su felicidad. Ud. está en el caso de contribuir á ella de un modo muy particular, y es, cesando las hostilidades, ysugetándose con las tropas de su cargo á las órdenes del gobierno, en el concepto de que yo dejaré á Ud. el mando de su fuerza, y aun le proporcionaré algunos auxilios para la subsistencia de ella. »Esta, medida es en consideración á que habiendo ya marchado nuestros representantes al Congreso de la península, poseídos de las ideas más grandes de patriotismojy de liberalidad, manifestarán con energía todo '

BusTAMANTE.

— Cuaclro histórico, tomo

V,

piíg. 99.

bién

cómo por

los

mismos

principios,

han

sido puestos

en libertad los principales caudillos del partido de Ud. que se hallaban presos, don Ignacio Rayón, don José Sixto Berdusco, don Nicolás Bravo, etc. Si Ud. quisiese enviar algún sugeto que merezca su confianza para que hable conmigo, y se imponga á fondo de muchas cosas de las noticias que podré darle, y de mi modo de pensar, puede Ud. dirigirle por Chilpancíngo, que si no hubiese llegado yo, allí me espere, que no será mucho tiempo lo que tenga que aguardar; y para que. lo verifique libremente, y pase más adelante para encontrarme, si gusta, le acompaño el pasaporte adjunto; bien entendido, de que aunque sea don Nicolás Catalán, don Francisco Hernández, don José Figueroa, don Ignacio Pita, ó cualquier otro individuo de los más allegados á Ud., volverá libre á unirse, aun cuando no le acomoden las proposiciones mías. >/Supongo que Ud. no inferirá de ninguna manera que esta carta es por otros principios, ni tiene otro móvil que el que le he manifestado; porque las pequeñas ventajas que Ud. ha logrado, de que ya tengo noticia, no pueden poner en inquietud mi espíritu, principalmente cuando tengo tropa sobrada de que disponer, y que si quisiese, me vendría más de la capital; sirviendo á Ud. de prueba de esta verdad, el que una sección ha marchado ya para Tlacotepec, al mando del teniente coronel don Francisco Antonio Berdejo, y yo con otra iré por el camino de Teloloápam, dejando todos los puntos fortificados con sobrada fuerza, y dos secciones sobre don Pedro Alquisiras. »E1 teniente coronel Berdejo va á tomar el mando que tenía el señor Moya, y le he prevenido que si Ud. entra en contestación, suspenda toda operación contra las tropas de Ud. el tiempo necesario hasta saber su resolución: todo lo que le servirá de gobierno. »Si Ud. oye con imparcialidad mis razones, seguro de que no soy capaz de faltar en lo más mínimo, porque esto sería contra mi honor, que es la prenda que más estimo, no dudo que entrará en el partido que le propongo, pues tiene talento sobrado para persuadirse de la solidez de estos convencimientos. »E1 Señor Dios de los ejércitos me conceda este placer; y Ud., entretanto, disponga de mi buena voluntad, seguro de que le complacerá en cuanto sea compatible con su deber, su atento servidor que lo estima

MÉXICO Á TRATES DE LOS SIGLOS

672

y S. M. 'B.—Agitslin de Jíurbide.— Señor don Vicente Guerrero i.» Esta carta profundamente estudiada, y en

la

que no

había nada de la franqueza que invocaba Iturbide en sus

primeros renglones, abría realmente la negociación aun-

que

ella

redujese á proponer el indulto al valiente

se

caudillo, quien ya

lo

había rehusado cuando se

por conducto de su mismo padre. energía la ofertas del jefe

que un

fiel

,

le ofreció

Rechazó Guerrero con

que á sus ojos no era más

y decidido sostenedor de

la

dominación espa-

ñola, y en la respuesta que dirigió á Iturbide se nota la

y firmeza de sus sentimientos. La importancia documento, que honra al héroe del Sur y á la

sinceridad

de este

causa sostenida por

él

con tan inquebrantable constancia,

nos obliga á copiarlo íntegro á continuación:



Muy señor mío: «Señor don Agustín Iturbide. Hasta esta fecha no llegó á mis manos la atenta carta de Ud. de 10 del corriente; y como en ella me insinúa que el bien de la patria y el mío le han estimulado á ponérmela, manifestaré los sentimientos que me aniá sostener mi partido. Como por dicha carta descubro en Ud. algunas ideas de liberalismo, voy & explicar las mías con franqueza, ya que las circunstancias van proporcionando la ilustración de los hombres, y desterrando aquellos tiempos de terror y barbarie en que fueron envueltos los mejores hijos de este desgraciado suelo. Comenzaremos por demostrar sucintamente los principios de la revolución, los incidentes que hicieron más justa la guerra y obligación á declarar la independencia. »Todo el mundo sabe que los americanos, cansados de promesas ilusorias, agraviados hasta el extremo, y violentados, por último, de los diferentes gobiernos de España, que levantados entre el tumulto, uno después de otro, sólo pensaron en mantenernos sumergidos en la más vergonzosa esclavitud, y privarnos de las acciones que usaron los de la península para sistemar su gobierno, durante la cautividad del rey, levantaron el grito bajo el nombre de Fernando VII, para substraerse sólo de la opresión de los mandarines. Se acercaron nuestros jefes á la capital, para reclamar sus derechos ante el virey Venegas, quien asociado al real acuerdo desechó toda propuesta, y el resultado fué la guerra. Esta nos la hicieron formidable desde sus principios, y las represalias nos precisaron á seguir la crueldad de los españoles. Cuando llegó á nuestra noticia la reunión de las Cortes de España creíamos que calmarían nuestras desgracias en cuanto se nos hiciera justicia. ¡Pero qué vanas fueron nuestras esperanzas cuando dolorosos desengaños nos hicieron sentir efectos muy contrarios ¿ los que nos prometíamos! ¡Pero qué decir en qué tiempos! Cuando agobiada España, cuando oprimida hasta el extremo por un enemigo poderoso estaba próxima á perderse para siempre; cuando más necesitaba de nuestros auxilios para su restauración, entonces... descubren todo el daño y oprobio con que siempre alimentan á los americanos; entonces declaran su desmesurado orgullo y tiranía; entonces reprochan con ultraje las humildes y justas representaciones de nuestros diputados; entonces se burlan de nosotros y echan el resto á su iniquidad; no se nos concede la igualdad de representación, ni se quiere dejar de conocernos con la

man



Tomada

nas 100 y

101.

del

Cuadro hutórico, de Bustamante, tomo V, pági-

infame nota de colonos, aun después de haber declarado á las Américas parte integrante de la monarquía. ¡Horroriza una conducta como ésta, tan contraria al derecho natural, divino y de gentes! ¿Y qué remedio? Igual debía ser á tanto mal. Perdimos la esperanza del último remedio que nos quedaba, y estrechados entre la ignominia y la muerte, preferimos ésta, y gritamos: ¡Independencia y odio á aquella gente dura! Lo declaramos en nuestros periódicos á la faz del mundo, y aunque desgraciados y que no han correspondido los efectos á ios deseos, nos anima una ncble resignación y hemos prometido ante las aras del Dios vivo ofrecer en sacrificio

nuestra existencia, ó triunfar ó dar vida á nuestros

hermanos. »En este número está Ud. comprendido, ¿y acaso ignora algo de lo que llevo expuesto? ¿Cree Ud. que los que en aquel tiempo en que se trataba de su libertad y decretaron nuestra esclavitud, nos serán benéficos ahora que la han conseguido y están desembarazados de la guerra? Pues no, no hay motivo para persuadirnos que ellos sean tan humanos. Multitud de recientes pruebas tiene Ud. á la vista; y aunque el transcurso del tiempo le haya hecho olvidar la afrentosa vida de nuestros mayores, no podrá ser insensible á los acontecimientos de estos últimos días. Sabe Ud. que el rey identifica nuestra causa con los de la península, porque los estragos de la guerra, en ambos hemisferios, le dieron á conocer la voluntad general del pueblo; pero véase cómo están reputados los caudillos de ésta, y la infamia con que se pretende reducir á los americanos. Dígase con qué causa puede justificarse el desprecio con que se miran los reclamos demandados de Ultramar sobre innumerables puntos de gobierno, y en particular sobre la falta de representación en las Cortes. ¿Qué beneficio le resulta al pueblo cuando para ser ciudadano requiérense tantas calidades que no se' encuentran, maliciosamente, en la mayor parte de los americanos? Por último, es muy dilatada esta materia, y se podrían asentar multitud de hechos que no dejarían lugar á la duda; pero no quiero ser tan molesto, porque Ud. se halla penetrado de estas verdades, y advertido de que cuando todas las naciones del universo están independientes entre sí, gobernadas por los hijos de cada una, sólo la América depende afrentosamente de España, siendo tan digna de ocupar el mejor lugar en el teatro universal.

»La dignidad del hombre es grande; pero ni ésta ni cuanto pertenece á los americanos han sabido respetar los españoles. ¿Y cuál es el honor que nos queda dejándonos ultrajar tan escandalosamente? Me avergüenzo al contemplar sobre este punto, y declamar eternamente contra mis mayores y contemporáneos que sufren tan ominoso yugo. »Hé aquí declarado brevemente cuanto puede justificar nuestra causa y la que llenará de oprobio á nuestros tiranos opresores. Convengamos en que Ud. equivocadamente ha sido uno de nuestros mayores enemigos y que no ha perdonado medios para asegurar nuestra esclavitud; pero si entra en conferencia consigo mismo, conocerá que siendo americano ha obrado mal; que su deber le exige lo contrario; que su honor le encamina á mayores empresas, dignas de su reputación militar; que la patria espera de Ud. mejor acogida; que su estado le ha puesto en sus manos fuerzas capaces de salvarla; y que si nada de esto sucediese, Dios y los hombres castigarán su indolencia. »Estos á quienes Ud. reputa como enemigos, están tan distantes de serlo, que se sacrifican gustosos para



MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

me note de impolítico, porque ni me ha convencer nunca á que abrace el partido del rey, sea el que fuere, ni me amedrentan los millares de soldados, con quienes estoy acostumbrado á batirme. Obre Ud. como le parezca, que la suerte decidirá, y me será más glorioso morir en la campaña que rendir la cerviz al

solicitar el bien de üd.

mismo; y si alguna vez manchan sus espadas en la sangre de sus hermanos, lloran su desgracia, porque se han constituido sus libertadores y no sus asesinas; mas la ignorancia de éstos, la culpa de nuestros antepasados y la más refinada perfidia de los hombres, nos han hecho padecer males que no

ni

debiéramos, si en nuestra educación varonil nos hubiesen inspirado el carácter nacional. »Usted y todo hombre sensato, lejos de irritarse con mi rústico discurso, se gloriarán de mi resistencia; y sin faltar á la racionalidad, justicia y sensibilidad no podrán redargüir á estas mis reflexiones, supuesto que no tienen otros principios que la salvación de la patria, por la que Ud. se manifiesta interesado. Si ésta inflama á Ud., ¿qué, pues, le retarda para declararse por la más pura de todas las causas? Sepa üd. distinguir, y no se confunda; defienda Ud. sus verdaderos derechos, y esto le labrará la corona más grande: entienda Ud. que yo no soy de aquellos que aspiran á dictar leyes, ni pretendo erigirme en tirano de mis semejantes; decídase Ud. por los verdaderos intereses de la nación, y entonces tendrá la satisfacción de verme militar á sus órdenes, y conocerá un hombre desprendido de la ambición, y que sólo aspira á sustraerse de la opresión, y no á elevarse sobre las ruinas de sus compatriotas. »Esta es mi decisión, y para ello cuento con una fuerza regular, disciplinada y valiente, que á su vista y con la opinión general de los pueblos huyen despavoridos cuantos tratan de sojuzgarla; que está decidida á sacudir el yugo ó morir, y con el testimonio de mi propia conciencia, que nada teme, cuando por delante se le presenta la justicia en su favor. «Comprenda Ud. que nada me seria más degradante como el confesarme delincuente, y admitir el indulto que ofrece á nombre del gobierno, del cual he de ser contrario hasta el último aliento de mi vida; mas no me desdeñaré de ser un subalterno de Ud. en los términos que digo; asegurándole que no soy menos generoso, y que con el mayor placer entregaría en sus manos el bastón con que la nación me ha condecorado. «Convencido, pues, de tan terribles verdades ocúpese Ud. en beneficio del país en que ha nacido, y no espere el resultado de los diputados que marcharon á la península, porque ni ellos han de alcanzar la gracia que pretenden, ni nosotros tendremos necesidad de pedir por gracia lo que se nos'debe de justicia, por cuyo medio veremos prosperar este fértil suelo y nos eximiremos de los gravámenes que nos causa el enlace con España. »Si en ésta, como Ud. me dice, reinan las ideas más liberales que conceden á los hombres sus derechos, nada le cuesta en ese caso dejarnos el uso libre de todos los que nos pertenecen, así como nos los usurparon el dilatado tiempo de tres siglos. Si generosamente nos deja emancipar, entonces diremos que es un gobierno benigno y liberal; pero si, como espero, sucede lo contrario, tenemos fuerza y valor para conseguirlo. »Soy de sentir que lo expuesto es bastante para que Ud. conozca mi resolución y la justicia en que me fundo, sin necesidad de mandar sujeto á discutir sobre propuestas algunas, porque nuestra única divisa es independencia y libertad. Si este sistema fuese aceptado por Ud. conformaremos nuestras relaciones; me explayaré más, combinaremos planes, y protegeré de cuantos modos me sea posible sus empresas; pero si no se separa del con.stitucional de España, no volveré á recibir contestación suya, ni verá más letra mía. »Le anticipo á Ud. esta noticia para que no insista

tirano.

T. ni.

-85.

673

»Nada la

es

patria,

ni

más compatible con su deber que el salvar tiene otra obligación más forzosa. No

Ud. de inferior condición que Quiroga, ni me persuado que dejará de imitarle osando emprender como él mismo aconseja. Concluyo con asegurarle, que en vista de las circunstancias favorables á que hemos llegado, la Nación está para hacer una explosión general; que bien pronto se experimentarán sus efectos; y que me será sensible perezcan en ellos los hombres que, como Ud., deben ser sus mejores brazos. »He satisfecho al contenido de la carta de Ud. porque asi lo exige mi crianza, y le repito, que todo lo que no sea concerniente á la total independencia, lo disputaremos en el campo de batalla. Si alguna feliz mudanza de Ud. me diere el gusto que deseo, nadie me competirá la preferencia en ser su más fiel amigo y servidor, como lo promete su atento Q. S. M. B. Vicente Guerrero. Rincón de Santo Domingo, á 20 de Enero es



de 1821.»

Había avanzado entretanto

el

teniente coronel rea-

don Francisco Antonio Berdejo hasta

lista

línea de

la

Chüpaucingo, é informado de que Guerrero se hallaba en la sierra

busca

el

de

Jaliaca

salió

de Chichihualco en su

27 de enero (1821), seguido de trescientos sol-

Halló, en efecto, á los independientes en el esca-

dados.

broso paso llamado la Ciieta del Diallo, y después de

un porfiado combate que duró gran parte del día, tuvo que retirarse con pérdida de cincuenta y un hombres entre muertos y heridos

ordenado así por días antes, el del pueblo

la

,

aunque en su parte

dijo haberlo

de municiones.

falta absoluta

Dos

de enero, Pedro Ascensio atacó cerca

2.5

de Totomaloya

á una

sección

KáfolS y la arrojó vencida hasta los

del

coronel

límites del distrito

militar de Sultepec. Estas dos acciones de guerra fueron las últimas

que se empeñaron entonces en

Iturbide cuilco,

se

y desde

el

Sur.

había dirigido entretanto á Tepecua-

este punto escribió

nuevamente á Gue-

rrero con fecha 4 de febrero (1821) llamándole su amigo

y lisonjeándose de que en breve muestra de

la

le

daría un abrazo

elevada estima en que

lidades de valor

le

como

tenía por sus cua-

y firmeza; manifestábale que acababa de

recibir su carta de 20 de enero,

escrita desde el

de Santo Domingo, y que para evitar la larga distancia

y de

la tardía

el

comunicación

á don Antonio Mier y Villagómez,

Rincón

inconveniente de ,

le

enviaba

persona de toda su

confianza, invitándole á una entrevista en Cliilpancingo,

para cuyo punto se proponía marchar desde luego, y «donde no dudo, decía Iturbide á Guerrero, que usted se servirá acercarse,

pues más haremos en media hora

de conferencia que en muchas cartas.» Lamentaba haber recibido tarde la contestación del segundo,

caso

contrario

hubiera sido posible

evitar

pues en el

el

sensible

!

:

MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS

674

encuentro que el 27 de enero se sostuvo entre

mismo

el

político

que luego se conoció con

el

nombre de Plan de

pérdida

Iguala fué obra exclusiva de Tturbide, y no, como se ha

de una y otra parte era pérdida para la nación y con este motivo agregaba Iturbide « Dios permita que haya

creído comunmente, que salió formado ya de los conciliá-

sido la última

torno de los medianos Tirado y Monteagudo, en odio á

Guerrero y

teniente coronel Berdejo, porque

el

la

,

¡

:

'

!

>'

desde Telo-

Tturbide

Antes de escribir esta carta,

loápam y con fecha 25 de enero (1821) enviaba al abogado don Juan José Espinosa de los Monteros, residente en la capital,

proyecto del Plan que en breve se pro-

el

ponía proclamar, así como

mas que debían u

En

el



á luz

mismo tiempo que

al

estado avanzado en que se halla

escribía,

pero

salir

borradores de las procla-

los

se lo

exige mi amistad sobre

moralmente

contribuir

corregir ó variar

número

1

la

,

le

y

manera de hacer

y sobre

francamente,

si

gusta,

número 2

los artículos del plan

el

la

lo

siguiente:

"No

proclama

,

le

muy en breve no

de otra cosa

'.n

se ocuparán las prensas

Este documento demuestra que

el

plan

absolutistas agrupados en

llegaban hasta trabajar por la

;

3'a

que gracias á los manejos y

llos se confirió

la robusta

á Iturbide

al

base de sus proyectos, ;

valimiento de aqué-

mando

el alto

que no se ha controvertido en que éste anunció á

trono de México á un

el

una verdad histórica indiscuti-

militar que fué

también es un liecho

pero respecto al plan político

Nueva España

el

término de la

sangrienta lucha de diez años, hase creído por muchos,

como antes hemos

dicho, que fué la expresión de los pro-

pósitos del partido absolutista.

Además,

el

mismo Itur-

bide llama suyo al Plan de Iguala en el manifiesto que se publicó después de su lo

muerte

,

diciendo que él solo lo

extendió, lo publicó y lo ejecutó,

reputadas de

lo

aunque

consultó con las persotias

mejor

los diversos fartidos, de las que no

saberla sino quien por algún respecto tenga que contribuir

al

hubo mejor

éxito.

»HarIa un agravio á la penetración de Ud. si necesitase decirle que todo está hecho y bajo unas medidas que no temo ni la menor desgracia; y lo que dan de sí dichos papeles le confirmará mi seguridad.

«Estimado amigo: No dudo darle á Ud.

este titulo, porque la

firmeza y el valor pon las cualidades primeras que constituyen carácter del hombre de bien, y me lisonjeo de darle á Ud. en breve un abrazo que confirme mi expresión. »Este deseo, que es vehemente, me hace sentir que no haya llegado hasta hoy á mis manos la apreclabillsima de Ud. de 20 del próximo pasado; y pura evitar estas morosidades como necesarios en la gran distancia, y adelantar el bien con la rapidez que debe ser, envío á Ud. al portador, para que le dé por mi las ideas que serla muy largo de explicar con la pluma; y en este lugar sólo aseguraré & Ud. que dirisriéndonos Ud. y yo é un mismo fin, nos resta únicamente acordar un plan bien sistemado, los medios que nos deben conducir indudablemente y por el camino más corto. Cuando hablemos Ud. y yo, se asegurará de mis verdaderos sentimientos. »Para facilitar nuestra comunicación, me dirigiré desde luego á Chilpancingo, donde no dudo que Ud. se servirá acercarse, y que más haremos sin duda en media hora de conferencia que en muchas el

cartas.

i»Aunque estoy seguro de que Ud. no dudará un momento de lo firmeza de mi palabra porque nunca di motivo para ello, pero el portador de ésta, don Antonio Mier y Villagómez, le garantiré á satisfacción de Ud. por si hubiese quien intente infundirle la menor desconfianza. »A haber recibido antes la citada carta de Ud. y haber estado en comunicación, se habría evitado el sensibilísimo encuentro que Ud. tuvo con el teniente coronel don Francisco Antonio Berdejo el 27 de Enero próximo, porque lo pérdida de una y otra parte ha sido pérdida para nuestro país. ¡Dios permita que haya sido la ,

última »Si Ud. ha recibido otra carta que con fecha 16 le dirigí desde Cunacanotepec, acompnñúndole otra de un americano de México, cuyo testimonio no debe serle sospechoso, no debe dudar que ninguno en la Nueva España es más interesado en la felicidad de ello, ni la desea con más ardor, que su muy afecto amigo que ansia Agustín de Iturcomprobar con obras esta verdad, y S. M. B. Señor don Vicente Guerrero.» bide.





«Teloloúpam, 25 de Enero de

ble

después de formado

Esta carta decía lo siguiente

*

monarca despótico, es

concibió,

el con-

,

los

independencia para asentar en

sugiera."

campo, y usted

falta

la libertad constitucional

encomen-

preferirá los asuntos más dignos de su pluma, en

cepto de que

usted

añadiendo,

en postdata, al indicar los trabajos que le

daba, decíale

plan que

Sírvase

objeto.

al

quitando 6 exornando lo que su ilustración

Y

aquél.

proyecto)

no pido á usted consejo sobre la ejecución;

manifiestas al público mis razones,

debe

(el

Que

bulos de la Profesa.

1821.

»Reservadn.

»Mi estimado amigo: Los adjuntos papeles instruirán á Ud. del suceso dispuesto para un día ya muy próximo del mes entrante, cuyos preliminares se bullan tan adelantados, que para lo esencial nada importarla su publicidad. Sin embargo, como Ud. conoce bien, debe permanecer la especie en el mayor secreto, y no debe

»En tal concepto, y convencido yo de que Ud., por su verdadero patriotismo y nuestra amistad, no puede dejar de contribuir á mi plan, le ruego que me haga gusto de encerrarse al momento que lea Ud. ésta y se ocupe exclusivamente en negocio tan arduo. » En el estado avanzado en que se halla no pido á Ud. consejo sobre la ejecución, ni lo que concierne á ella, porque no hay qué variar; pero sí se lo exige mi amistad sobre lii muñera de hacer manifiestas al público mis razones y sobre el plan que debe contribuir moralmente

al objeto.

Sírvase Ud. corregir ó variar francamente, si gusta, la proclamita n." 1 y los artículos del plan n." 2, añadiendo, quitando ó exornando lo que su ilustración y luces le sugiera. Opinará Ud. conmigo que dicha proclama y plan debe ser lo más conciso, y en seguida se tomará Ud. el trabajo de hacer un manifiesto que funde el grito y cada uno de los artículos del plan por los ideas del n.° 3, y además, otra proclama cuyos puntos se tocan en el n.° 4. »E1 propio buscará ú U(L á las horas que le indique para recibir el pliego en que vengan estos trabajos, pues deben salir en el momento en que Ud. los acabe. Lo que más interesa es la brevedad y si á los cuotro díps no está todo, conténtese Ud. con enviarme lo que hoga en este término. »Dicho propio lleva para otro amigo lo respectivo á religión y clero, lo que servirá á Ud. de gobierno para no tocarlo si necesitare economizar los momentos; y es inútil añadir que si Ud. juzga conducente otras proclamas, y pueden venir, serán bien recibidas. »Me atrevo á hacer á Ud. otra indicación si Ud. puede salir de ahí reservadamente hasta Cuernavaca, no tendría Ud. motivo de arrepentirse de este paso, y se lo agradecería mucho su muy Agustín de Iturbide. af.'" am.", q. b. s. m. De todos modos, verifique Ud ó no el viaje, aunque el »P. D. propio me traiga, como espero, los papeles todos que deseo, tenga Ud. la bondad de seguir ocupado todo de este importante asunto. Proclamas pora el orden y unión, y manifiestos sobre lo que requiera mayor extensión. Planes que fluyen del actual. Sistema pura la Junta, para las Cortes, para el Ejército, etc etc., etc. No falta campo, y Ud. preferirá los asuntos más dignos de su plumo, en el concepto de que muy en breve no se ocuparán los prensas de otra cosa, y que entretanto conducirán también otros, que Ud. considere más necesarios que los del público, al acierto á que anhelo. »Los cartas de Ud. siempre deberán venir por el conducto que Y.» entregue á Ud. las mías. (Carta de don Agustín de Iturbide ol licenciado don Juan Josa Espinosa de los Monteros, remitiéndole el Plan de Igualo para su corrección. Hállase original en la Colección de autógrafos que don José María Lafragua legó á la Biblioteca nacional de México). »

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1

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'^.

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I

^

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P
e la autoridad del

XII

Supremo Gobierno

Al Supremo Gobierno toca privativamente Art. 159. Publicar la guerra y ajustar la paz. Celebrar tratados de alianza y comercio con las naciones extranjeras, conforme al artículo 108, correspondiéndose con sus gabinetes en las negociaciones que ocurran, por sí ó por medio de los ministros públicos, de que liabla el articulo 104, los cuales han de entenderse inmediatamente con el gobierno, quien despachará las contestaciones con independencia del Congreso, á menos que se versen asuntos cuya resolución no esté en sus facultades, y de todo dará cuenta oportunamente al mismo Congreso. Art. 160. Organizar los ejércitos y milicias nacionales. Formar planes de operación mandar ejecutarlos; distribuir y mover la fuerza armada á excepción de la que se halla bajo el mando del Supremo Congreso, con arreglo al artículo 47, y lomar cuantas medidas estime conducentes, ya sea para asegurar l(t tran(]uilidad inlel-ior del Estado ó bien para promover ;

,

Art.

Cuidar de que los pueblos estén proveídos sude eclesiásticos dignos que administren los sacramentos y el pasto espiritual de la doctrina. Art. 164. Suspender con causa justificada á los empleados á quienes nombre, con calidad de remitir lo actuado dentro del término de cuarenta y ocho horas ul tribunal competente. Suspender también á los empleados que nombre el Congreso, cuando haya contra éstos sospechas vehementes de infidencia; remitiendo los documentos que hubiere al mismo Congreso dentro de veinticuatro horas, para que declare si há ó no lugar á la formación de la causa. Art. 165. Hacer que se observen los reglamentos de policía. Mantener expedita la comunicación interior y exterior, y proteger los derechos de la libertad propiedad igualdad y seguridad de los ciudadanos, usando de todos los recursos que le franquearán las leyes. No podrá el Supremo Gobierno Aht. 166. Arrestar á ningún ciudadano en ningún caso más de cuarenta y ocho horas, dentro de cuyo término deberá remitir el detenido al tribunal competente con lo que se hubiere 163.

ficientemente

,

,

,

;

actuado.

Art. 167. Deponer á los empleados públicos ni conocer en negocio alguno judicial; avocarse causas pendientes ó ejecutoriadas ni ordenar que se abran nuevos juicios. Aht. 168. Mandar personalmente en cuerpo ni por alguno de sus individuos ninguna fuerza armada, á no ser en circunstancias muy extraordinarias; y entonces deberá preceder la aprobación del Congreso. Aht. 169. Dispensar la observancia de las leyes bajo pretexto de equidad ni interpretarlas en los casos dudosos. Art. 170. Se sujetará el Supremo Gobierno á las leyes y reglamentos que adoptare ó sancionare el Congreso en lo relativo á la administración de Hacienda; por consiguiente, no podrá variar los empleos de este ramo que se establezcan, crear otros nuevos, gravar con pensiones al erario público, ni alterar el método de recaudación y distribución de las rentas; podrá, no obstante, librar las cantidades que necesite jiara gastos secretos en servicio de la Nación con tal que informe oportunamente de su inversión. Art. 171. En lo que toca al ramo militar se arreglará á la antigua ordenanza mientras que el Congreso dicta la que más se conforme al sistema de nuestro gobierno; por lo que no podrá derogar, interpretar ni alterar ninguno de sus capítulos. Art. 172. Pero así en materia de hacienda como de guerra y en cualquiera otra podrá y aun deberá presentar al Congreso los planes, reformas y medidas que juzgue convenientes, para que sean examinados; mas no se le permite poner proyectos de ,

,

,

,

decreto extendidos.

Aht. 173. Pasará mensualmente al Congreso una nota de empleados y de los que estuvieren suspensos, y cada cuatro meses un estado de los ejércitos, que reproducirá siempre que los

lo exija el

greso

mismo Congreso.

Asimismo presentará cada seis meses un estado abreviado de las entradas inversión y

Aht.

174.

,

cias de los caudales públicos, y cada

individual y documentndo, para que

año

le

al

Con-

existen-

presentará otro

ambos examinen aprue,

ben y publiquen.

CAPÍTULO De

XIII

las Intendencias de

Hacienda

Art. 175. Se creará cerca del Supremo Gobierno y con sujeción inmediata á su autoridad una intendencia general que administre todas las rentas y fondos nacionales.

Aht. 176. Esta intendencia se compondrá de un fiscal, un asesor letrado, dos ministros y el jefe principal, quien retendrá

MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS

el

nombre de intendente general, y además habrá un

Art.

secre-

195.

785 Los autos

Supremo Tribunal

tario.

m.

Aht. De las mismas plazas lian de componerse las intendencias provinciales, que deberán establecerse con subordinación á la general. Sus jefes se titularán intendentes de provincia. Aht. 178. Se crearán también tesorerías foráneas, dependientes de las provinciales, según que se juzguen necesarias para la mejor administración. Art. no. El Supremo Congreso dictará la ordenanza que su fije las atribuciones de todos y cada uno de estos empleados

individuos, y se autorizarán igualmente por el secretario, quien, con el presidente, firmará los despachos, y por sí solo, bajo su

responsabilidad, las demás órdenes; en consecuencia, no será obedecida ninguna providencia, orden ó decreto que expida alguno de los individuos en particular.

CAPÍTULO XV

,

tres

Del Supremo Tribunal de Justicia

Art. 181. Se compondrá por ahora el Supremo Tribunal de Justicia de cinco individuos, que por deliberación del Congreso podrán aumentarse según lo exijan y proporcionen las ,

circunstancias.

Art. 182. Los individuos de este Supremo Tribunal tendrán las mismas calidades que se expresan en el artículo 52. Serán iguales en autoridad y turnarán por suerte en la presidencia cada tres meses. Art. 183. Se renovará esta corporación cada tres años en la forma siguiente: en el primero y en el segundo saldrán dos individuos, y en el tercero uno; todos por medio de sorteo, que hará el Supremo Congreso. Art. 184. Habrá dos fiscales letrados, uno para lo civil y otro para lo criminal pero si las circunstancias no lo permitieren, al principio que no se nombre más que uno; éste desempeñará las funciones de ambos destinos, lo que se entenderá igualmente respecto de los secretarios. Unos y otros funcionarán por espacio de cuatro años. Aht. 185. Tendrá este Tribunal el tratamiento de Alteza; sus individuos el de Excelencia, durante su comisión, y los fiscales y secretarios el de Señoría, mientras permanezcan en su ;

ejercicio.

Art. 186. La elección de los individuos del Supremo Tribunal de Justicia se hará por el Congreso, conforme á los artícuy 157.

Art. 187. Nombrados que sean los cinco individuos, siempre que se hallen presentes tres de ellos, otorgarán acto continuo su juramento en los términos que previene el artículo 155. Art. 188. Para el nombramiento de fiscales y secretarios regirá el artículo 158.

Art.

189.

Ningún individuo

del

Supremo Tribunal de un trienio después

Justicia podrá ser reelegido hasta pasado

de su comisión; y para que puedan reelegirse los fiscales y secretarios han de pasar cuatro años después de cumplido su tiempo. Art. 190. No podrán elegirse para individuos de este Tribunal los diputados del Congreso, si no es en los términos que explica el artículo 136.

Art. 191. Tampoco podrán elegirse los individuos del Supremo Gobierno mientras lo fueren, ni en tres años después de su administración. Art. 192. No podrán concurrir en el Supremo Tribunal de Justicia dos ó más parientes que lo sean desde el primero hasta el cuarto grado; comprendiéndose en esta prohibición los fiscales

De

las facultades del

Supremo Tribunal de Justicia

años.

CAPÍTULO XIV

los 151, 152, 153, 154, 156

emanaren de este que ocu-

rran á formarlos y autorizados por el secretario. Las sentencias interlocutorias y definitivas se firmarán por los mencionados

fuero y prerogativas y la jurisdicción de los intendentes. Art. 180. Así el intendente general como los de provincia

funcionarán por tiempo do

decretos que

ó

irán rubricados por los individuos

y secretarios.

Art. 193. Ningún individuo de esta corporación podrá pasar ni una sola noche fuera de los límites de su residencia si no es con los requisitos que para los individuos del Supremo

Art. 196. Conocer en las causas para cuya formación deba preceder, según lo sancionado, la declaración del Supremo Congreso; en las demás de los generales de división y secretatarios del Supremo Gobierno; en las de los secretarios y fiscales del Supremo Tribunal; en las del intendente general de Hacienda, de sus ministros, fiscal y asesor; en las de residencia de todo empleado público, á excepción de las que pertenecen al Tribunal de este nombre. Art. 197. Conocer de todos los recursos de fuerza de los tribunales eclesiásticos y de las competencias que se susciten entre los jueces subalternos.

Art. 198. Fallar ó confirmar las sentencias de deposición de los empleados públicos sujetos á este Tribunal aprobar ó revocar las sentencias de muerte y destierro que pronuncien los tribunales subalternos, exceptuando las que han de ejecutarse en los prisioneros de guerra y otros delincuentes de Estado, cuyas ejecuciones deberán conformarse á las leyes y reglamentos que se dicten separadamente. Art. 199. Finalmente conocer de las demás causas temporales, así criminales como civiles, ya en segunda, ya en tercera instancia según lo determinen las leyes. Art. 200. Para formar este Supremo Tribunal se requiere indispensablemente la asistencia de los cinco individuos en las causas de homicidio, de deposición de algún empleado, de residencia é infidencia en las de fuerza de los juzgados eclesiásticos y en las civiles, en que se verse el interés de veinticinco mil pesos arriba. Esta asistencia de los cinco individuos se entiende para terminar definitivamente las referidas causas, ya sea pronunciando, ya confirmando ó bien revocando las sentencias respectivas. Fuera de estas causas bastará la asistencia de tres individuos para formar tribunal, y menos no podrán actuar en ningún caso. Art. 201. Si por motivo de enfermedad no pudiere asistir alguno de los jueces en los casos referidos, se le pasará la causa, para que dentro de tercero día remita su voto cerrado. Si la enfermedad fuere grave ó no pudiere asistir por hallarse distante ó por otro impedimento legal el Supremo Congreso, con aviso del Tribunal, nombrará un sustituto; y si el Congreso estuviere lejos y ejecutare la decisión, entonces los jueces restantes nombrarán á pluralidad de sufragios un letrado ó un vecino honrado y de ilustración que supla por el impedido; dando aviso inmediatamente al Congreso. Art. 202. En el Supremo Tribunal de Justicia no se pagarán derechos. Art. 203. Los litigantes podrán recusar hasta dos jueces de este Tribunal en los casos y bajo las condiciones que señale ;

,

,

;

,

la ley.

Art. 204. Las sentencias que pronunciare el Supremo Tribunal de Justicia se remitirán al Supremo Gobierno, para que las haga ejecutar por medio de los jefes ó jueces á quienes corresponda.

,

CAPÍTULO XVI

(jobierno expresa el artículo 141.

Art. 194. Los fiscales y secretarios del Supremo Tribunal de Justicia se sujetarán al juicio de residencia, y a los demás, como se ha dicho de los secretarios del Supremo Gobierno; pero los individuos del mismo Tribunal solamente se sujetarán al juicio de residencia, y en el tiempo de su comisión, ú los que se promuevan por los delitos determinados en el artículo 59.

De

Juzgados inferiores

Art. 205. Habrá jueces nacionales de partido que durarán tiempo de tres años, y los nombrará el Supremo Gobierno á propuesta de los intendentes de provincia, mientras se forma el reglamento conveniente para que los elijan los mismos el

pueblos. T. III. -9!).

los

MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS

786 Art. 206.

Estos jueces tendrán en los ramos de justicia ó que las leyes del antiguo gobierno

policía la autoridad ordinaria,

concedían á los subdelegados. Las demarcaciones de cada partido tendrán los mismos límites, mientras no se varíen coa aprobación del Congreso. Art. 207. Habrá tenientes de justicia en los lugares donde se han reputado necesarios; los nombrarán los jueces de partido, dando cuenta al Supremo Gobierno para su aprobación y conlirmación, con aquellos nombramientos que en el antiguo gobierno se conlirmaban por la superioridad. Akt. 208. En los pueblos, villas y ciudades continuarán respectivamente los gobernadores y repúblicas, los ayuntamientos y demás empleos, mientras no se adopte otro sistema; á reserva de las variaciones que oportunamente introduzca el Congreso, consultando al mayor bien y felicidad de los ciudadanos.

Art. 209. El Supremo Gobierno nombrará jueces eclesiásque en las demarcaciones que respectivamente les señale con aprobación del Congreso conozcan en primera instancia de las causas temporales, así criminales como civiles de los ecle-

bunal, se sortearán los individuos que lian de componerlo, y Supremo Gobierno anunciará con anticipación estos sorteos, indicando los nombres y empleos de dichos funcionarios. Aht. 219. Hecho el sorteo, se llamarán los individuos que salgan nombrados, para que sin excusa se presenten al Congreso antes que se cumpla el expresado término de dos meses; y si por alguna causa no ocurriere con oportunidad cualquiera de los llamados, procederá el Congreso á elegir sustituto, bajo la forma que se establece en el capítulo XI, para la elección de los individuos del Supremo Gobierno. Art. 220. Cuando sea necesario organizar este tribunal, para que tome conocimiento en otras causas que no sean de residencia se hará oportunamente el sorteo, y los individuos el

,

que resulten nombrados se citarán con término más ó menos breve, según lo exija la naturaleza de las mismas causas; y en caso de que no comparezcan al tiempo señalado, el Supremo Congreso nombrará sustituto, con arreglo al artículo antece-

ticos,

dente.

ésta una medida provisional, entretanto se ocupan por nuestras armas las capitales de cada obispado y

Art. 221. Estando juntos los individuos que han de componer este tribunal, otorgarán su juramento en manos del Congreso, bajo la fórmula contenida en el artículo 155, y se tendrá por instalado el tribunal, á quien se dará el tratamiento de

siásticos; siendo

resuelve otra cosa

el

Supremo Gobierno.

Alteza.

Art. 210. Los intendentes ceñirán su inspección al ramo de Hacienda, y sólo podrán administrar justicia en el caso de estar desembarazadas del enemigo las capitales de sus provincias, sujetándose á los términos de la antigua ordenanza que regia en la materia.

Aht. 222. El mismo tribunal elegirá por suerte de entre sus individuos un presidente que ha de ser igual á todos en autoridad, y permanecerá todo el tiempo que dure la corpo,

las

bunal.

CAPÍTULO XVII De

las Leyes

Nombrará también por escrutinio y á pluralidad absoun fiscal, con el único encargo de formalizar acusaciones que se promuevan de oficio por el mismo tri-

ración.

luta de votos

gue se han de obsertar en la administración de Justicia

Aht. 223. Al Supremo Congreso toca nombrar el correspondiente secretario; lo que hará por suerte entre tres individuos que elija por escrutinio y á pluralidad absoluta de votos.

Art. 211. Mientras que la Soberanía de la Nación forma cuerpo de leyes que han de sustituir á las antiguas, permanecerán éstas en todo su vigor, á excepción de las que por el presente y otros decretos anteriores se hayan derogado y de las que en adelante se derogaren. el

CAPÍTULO XIX De

las funciones del

Tribunal de Residencia

siete

Art. 224. El tribunal de residencia conocerá privativamente de las causas de esta especie pertenecientes á los individuos del Congreso, á los del Supremo Gobierno y á los del Supremo Tribunal de Justicia. Art. 225. Dentro del término perentorio de un mes después de erigido el tribunal se admitirán las acusaciones á que

jueces, que el Supremo Congreso ha de elegir por suerte de entre los individuos que para este efecto se nombren uno por

haj'a lugar contra los respectivos funcionarios, y pasado este tiempo no se oirá ninguna antes bien se darán aquéllos por

cada provincia. Art. 213. El nombramiento de estos individuos se hará por las juntas provinciales, de que trata el capítulo VII, á otro día de haber ele;;ido los diputados, guardando la forma que prescriben los artículos 87 y 88, y remitiendo al Congreso testimonio del nombramiento, autorizado con la solemnidad que expresa el artículo 90. Por las provincias en donde no se celebren dichas juntas, el mismo Congreso nombrará por escrutinio y á la pluralidad absoluta de votos los individuos corres-

absueltos, y se disolverá inmediatamente el tribunal á no ser que haya pendiente otra causa de su inspección.

CAPÍTULO xvín Del Tribunal de Residencia

Art. 212.

El tribunal de residencia se

compondrá de ,

pondientes.

Para obtener este nombramiento se requieren asignadas en el artículo 52. Aht. 215. La masa de estos individuos se renovará cada dos años, saliendo sucesivamente en la misma forma que los diputados del Congreso, y no podrá reelegirse ninguno de los que salgan, á menos que no hayan pasado dos años. Art. 216. Entre los individuos que se voten por la primera vez podrán tener lugar los diputados propietarios que han cumplido el tiempo de su diputación; pero de ninguna manera podrán ser reelegidos los que actualmente lo sean ó en adelante lo fueren, si no es habiendo corrido dos años después de con-

Art. 214.

las calidades

cluidas sus funciones.

Aht. 217. Tampoco podrán ser nombrados los individuos dos supremas corporaciones hasta que hayan pasado tres años después de su administración; ni pueden, en fin, concurrir en este tribuiuil dos ó más parientes iiasla el cuarto

de

las otras

grado.

Art. 218. Dos meses antes que estén para concluir alguno ó algunos de los funcionarios, cuya residencia toca á este tri-

,

;

,

Art. 226. Estos juicios de residencia deberán concluirse dentro de tres meses; y no concluyéndose en este término, se darán por absueltos los acusados. Exceptúanse las causas en que se admita recurso de suplicación conforme al reglamento de la materia que se dictará por separado pues entonces se prorogará á un mes más aquel término. Art. 227. Conocerá también el tribunal de residencia en las causas que se promuevan contra los individuos de las supremas corporaciones por los delitos indicados en el artículo 59, á los cuales se agrega por lo que toca á los individuos del Su,

,

,

premo Gobierno,

la

infracción del artículo 166.

Aht. 228. En las causas que menciona el artículo anterior harán las acusaciones ante el Supremo Congreso, ó el mismo Congreso las promoverá de oficio, y actuará todo lo conveniente para declarar si há ó no lugar á la formación de causa; y declarando que há lugar, mandará suspender al acusado y remitirá el expediente al tribunal de residencia, quien, previa esta declaración y no de otro modo, formará la causa la sustanciará y sentenciará definitivamente con arreglo á las leyes. Aht. 229. Las sentencias pronunciadas por el tribunal de resideiu;ia se remitirán al Supremo Gobierno, i)ura que las tribunal á (|uieii publique y haga ejecutar por medio del jefe corresponda, y el proceso original se pasará al Congreso, en se

,

('>

cuya secretaría quedará archivado. Aht. 2:i0. Podrán recusarse hasta dos jueces de este tribunal en los términos que se ha dicho del Supremo de Justicia. Art. 231. Se disolverá el tribunal de residencia luego que



787

MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

CAPITULO XXII

haya sentenciado las causas que motiven su instalación y las que sobrevinieren mientras exista ó en pasando el término que fijaren las leyes, según la naturaleza de los negocios. ,

De

la sanción

Art. 239.

CAPÍTULO De

XX

la Representación

y promulgación de

este decreto

Supremo Congreso sancionará

El

el

presente

DECRETO en sesión pública con el aparato y demostraciones de solemnidad que corresponden á un acto tan augusto. Art. 240. En el primer día festivo que hubiere comodidad se celebrará una misa solemne en acción de gracias, en que el cura ú otro eclesiástico pronunciará un discurso alusivo ,

Nacional

,

Art. 232. El Supremo Congreso formará en el término de un año después de la próxima instalación del gobierno el plan conveniente para convocar la representación nacional bajo la base de la población y con arreglo á los demás principios de derecho público, que variadas las circunstancias deben regir en la materia. Art. 233. Este plan se sancionará y publicará, guardándose la forma que se ha prescrito para la sanción y promulgación de las leyes.

Art. 2:34. El Supremo Gobierno, á quien toca publicarlo, convocará, según su tenor, la representación nacional luego que estén completamente libres de enemigos las provincias siguientes: México, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, Tecpan, Michoacán, Querétaro, Guadalajara, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas y Durango, inclusos los puertos, barras y ensenadas que se comprenden en los distritos de cada una de estas provincias.

Art. 235.

Instalada que sea la representación nacional,

resignará en sus

manos

el

Supremo Congreso

las facultades

soberanas que legítimamente deposita, y otorgando cada uno de sus miembros el juramento de obediencia y fidelidad, quedará disuelta esta corporación. Art. 23(5. El Supremo Gobierno otorgará el mismo juramento, y hará que lo otorguen todas las autoridades militares, políticas y eclesiásticas y todos los pueblos.

CAPÍTULO XXI De Art. que

231.

la observancia de este decreto

Elntretanto

que

la representación

nacional de

no fuere convocada y siénconstitución permanente de la

trata el capítulo antecedente

,

dolo no dictare y sancionare la nación se observará inviolablemente el tenor de este decreto y no podrá proponerse alteración adición ni supresión de ninguno de los artículos, en que consiste esencialmente la forma de gobierno que prescribe. Cualquier ciudadano tendrá derecho para reclamar las infracciones que notare. Art. 238. Pero bajo de la misma forma y principios establecidos podrá el Supremo Congreso, y aun será una de sus primarias atenciones, sancionar las leyes, que todavía se echan de menos en este decreto, singularmente las relativas á la cons,

,

titución militar.

y acabada la misa el presidente prestará en manos del decano, bajo la fórmula conveniente, el juramento de guardar y hacer cumplir este decreto: lo mismo ejecutarán los demás diputados en manos del presidente, y se cantará el Tc-Deum. Art. 241. Procederá después el Congreso con la posible brevedad á la instalación de las supremas autoridades, que también ha de celebrarse dignamente. Art. 242. Se extenderá por duplicado este decreto, y firmados los dos originales por todos los diputados que estuvieren presentes y los secretarios, el uno se remitirá al Supremo Gobierno para que lo publique y mande ejecutar y el otro se archivará en la secretaría del Congreso. Palacio nacional del Supremo Congreso Mexicano en Apatzingán, veintidós de Octubre de mil ochocientos catorce, año José María Liceaga, quinto de la independencia mexicana. Dr. José Sixto Berdusco, Diputado por Guanajuato, presidente. José María Morelos, Diputado por el Diputado por Michoacán. Nuevo Reino de León. Lie. José Manuel de Herrera, Diputado por Lie. José Tecpan. Dr. José María Cos, Diputado por Zacatecas. Soterode Castañeda, Diputado por Durango. Lie. Cornelio Ortiz Lie. Manuel de Alderete y de Zarate, Diputado por Tlaxcala. Antonio José Moctezuma, DipuSoria, Diputado por Querétaro. Lie. José María Ponce de León, Diputado por tado poi' Coahuila. Sonora. Dr. Francisco Argándar, Diputado por San Luis Potosí, Pedro José Bermeo, secretario. Remigio de Yarza, secretario. Por tanto, para su puntual observancia, publíquese y circúlese á todos los tribunales, justicias, jefes, gobernadores y demás autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas de cualquiera clase y dignidad, para que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar el presente decreto constitucional en todas sus partes. Palacio nacional del Supremo Gobierno Mexicano, en Apatzingán, veinticuatro de Octubre de mil ochocientos catorce. Año quinto de la independencia mexicana. Una rúbrica. José María José María Liceaga, presidente. Una rúbrica. Dr. José María Cos. Una rúbrica. Morelos. al objeto,











Proclama de Mina á

CAP.

los



«A los Españoles y Americanos. K\ separarme de lo asociación política por cuya prosperidad he trabajado desde mis más tiernos años y adherirme á otra en disensión con ella para ayudarla, creo un deber mío exponer á aquellos á quienes toca los

me han dictado esta resolución. hallaba estudiando en la universidad de Zaragoza cuando los desórdenes de la corte de España y la ambición de Napoleón redujeron á los españoles, ó á ser la presa de una nación extraña ó á sacrificarse á la defensa de sus derechos. motivos que

Yo me











— Remigio de Yarza







,

secretario de gobierno.

— —

— Una rúbrica.

Los Exmos. Sres. Lie. D. Ignacio López Rayón, Lie. Lie. D. Manuel Sabino Crespo, Lie. D. Andrés Quintana D. Carlos María de Bustamante, D. Antonio de Sesma, aunque contribuyeron con sus luces á la formación de este decreto, no pudieron firmarlo por estar ausentes al tiempo de la sanción, enfermos unos y otros empleados en diferentes asuntos del serYana. Una rúbrica.» vicio de la Patria.

Nota.

,

DOCUMENTO NÚM. III,









(lIEBO



V,

PÁG.

14

56'})

españoles y americanos

Colocados entre la ignominia y la muerte, esta triste alternativa indicó su deber á todos aquellos en quienes la tiranía de los reinados pasados no había podido relajar completamente el amor á la patria. Yo me sentí, como otros, animado de este santo fuego y me dediqué á la destrucción del enemigo. Acompañé como voluntario los ejércitos de la derecha y del centro, y dispersos desgraciadamente corrí al lugar de mi nacimiento donde era más conocido. Me reuní á doce hombres que me escogieron por caudillo, y en breve llegué á organizar en Nava-

UÉXICO X TBAVis DE LOS SIGLOS

788 rra cuerpos respetables

de voluntarios de que

Junta Central

la

me nombró jefe.

,

Pasaré en silencio los trabajos y sacrificios mios y de mis compañeros de armas. Baste decir que peleamos como buenos patriotas. Yo fui hecho prisionero, y entonces la división que mandaba tomó mi nombre por divisa y por mi sucesor á don Francisco Espoz, mi tío. El gobierno nacional, que aprobó esta determinación permitió también á mi tío añadir á su nombre el de Mina, y todos saben cuál fué el patriotismo, cuánta la ,

,

gloria con

que

por preocupaciones arraigadas y por la ignorancia que aun no habían podido vencer. Frustrada así la empresa me fué necesario refugiarme á países extranjeros con algunos de mis compañeros; y animado siempre del amor á la libertad pensé defender su causa en donde mis esfuerzos fuesen sostenidos por la opinión y en donde pudiesen ser más benéficos á mi patria oprimida y más fatales á su tirano. De las provincias de este lado del Océano saca los medios de su dominación en ellas se combate por la libertad así desde el momento lo causa de los americanos fué la mía. Sólo el rey, los empleados y los monopolistas son los que se aprovechan de la sujeción de la América en perjuicio de los americanos. Ellos, pues, son sus iinicos enemigos y los que quisieran eternizar el pupilaje en que los tienen, á fin de elevar su fortuna y la de sus descendientes sobre las ruinas de este infeliz pueblo. Ellos dicen que la España no puede existir sin la América y esto es cierto si por España se entiende ellos, sus

se distinguió aquella división bajo sus órdenes.

Al restablecerse en nuestro suelo la dignidad del hombre y nuestras antiguas leyes, creímos que Fernando VII, que había sido compañero nuestro y víctima de la opresión se apresuraría á reparar con los beneficios de su reinado las desdichas que habían agobiado al Estado durante sus predecesores. Nada le debíamos. La generosidad nacional lo había librado de la tiranía doméstica. La generosidad nacional lo había llamado gratuitamente al trono, de donde su debilidad y la mala administración de su padre lo habían derribado; le habíamos perdonado las bajezas de que se había hecho reo en Aranjuez, en Bayona y en Valencey. Habíamos olvidado que, más atento á su propia seguridad que al honor nacional correspondió á nuestros sacrificios con pretender enlazarse coa la familia de nuestro agresor. Confiábamos, no obstante, en que tendría siempre presente á qué precio se le había repuesto al trono y en que unido á sus libertadores haría cicatrizar las profundas llagas de que por su causa se resentía aún la nación. La España, logrando reconquistarse á sí misma, es visto que reconquistó también al rey que se eligió. La mitad de la nación había sido devorada por la guerra y la otra mitad aun estaba empapada en sangre enemiga y en sangre española al restituirse Fernando al seno de sus protectores. Las ruinas de que por todas partes estaba cubierto el camino debieron manifestarle sus deudas y las obligaciones en que estaba hacia los que lo habían salvado. ¿Podía creerse que el decreto dado en Valencia á 4 de Mayo de 1814 fuese indicio del tratamiento que el ingrato preparaba á la nación entera? Las Cortes, esa antigua égida de la libertad española y á las que en nuestra orfandad debió la nación su dignidad y honor; las Cortes, que acababan de triunfar de un enemigo colosal, se vieron dísueltas y sus miembros huyendo en todas direcciones de la persecución de los aduladores y serviles. Cadenas y presidios fueron la recompensa de los que tuvieron bastante firmeza para oponerse á la más escandalosa usurpación. La Constitución fué abolida, y el mismo á quien España habia rescatado con ríos de sangre y con inmensos sacrificios la hizo recaer bajo la tiranía y el fanatismo de que la habían sacado los españoles ilustrados. Fuera ya de las prisiones francesas, corrí á Madrid á fin de contribuir con otros amigos de la libertad al sostén de los principios que habíamos jurado. Pero ¡cuál fué mi sorpresa al ver la reproducción de los antiguos desórdenes! Los satélites del tirano sólo se ocupaban en acabar de destruir la obra de tantos sudores. Ya no se pensaba sino en consumar la subyugación de las provincias de Ultramar, y el ministro don Manuel de Lardizábal, no conociendo los sentimientos de mi corazón, me propuso el mando de una división contra México, como si la causa que defienden los americanos fuese distinta de la que exaltó á la gloria al pueblo español, como si mis principios me asemejaran á los egoístas que para oprobio nuestro son enviados á desolar la América como si fuese nuevo el derecho que tiene el oprimido para resistir al opresor, y como si estuviese calculado para verdugo de un pueblo inocente quien lamenta las cadenas que abruman á sus conciudadanos. En consecuencia me retiré á Navarra y de concierto con mi tío don Francisco Espoz determiné apoderarme de Pamplona para ofrecer allí un asilo á los héroes españoles, á los beneméritos de la patria que habían sido proscritos ó tratados como facinerosos. Por toda una noche fui dueño de la ciudad y cuando mi tío venía á reforzarme para contener en caso necesario á una parte de la guarnición de quien no fiábamos, uno de sus regimientos rehuso obedecerle. Soldados valerosos que tantas veces habían triunfado por la indciiendencia nacional, al tratar de su libertad se vieron atados con lazos vergonzosos, ,

,

,

,

,

,

,

,

,

:

:

,

parientes, amigos y favoritos porque emancipada la América no habrá gracias exclusivas, ni ventas de gobiernos, de inten;

dencias y demás empleos de Indias; porque abiertos los puertos americanos á las naciones extranjeras, el comercio pasará á una clase más numerosa é ilustrada y porque libre la América revivirá indubitablemente la industria española sacrificada en el día á los intereses rastreros de unos pocos hombres. Si bajo este punto de vista la emancipación de América es útil y conveniente á la mayoría del pueblo español, lo es mucho más por su tendencia infalible al establecimiento de gobiernos liberales en toda la extensión de la antigua monarquía. Sin echar por tierra en todas partes el coloso del despotismo sostenido por los fanáticos, monopolistas y cortesanos, jamás podremos recuperar nuestra antigua dignidad. Para esto es indispensable que todos los pueblos donde se habla el castellano aprendan á ser libres y á conocer y á hacer valer sus derechos. Kn el momento en que una sola sección de la América haya afianzado su independencia, podemos lisonjearnos de que los principios liberales tarde ó temprano extenderán sus bendiciones á los demás países. Esta época terrible es la que los agentes y partidarios de la tiranía temen sin cesar. Ellos ven en el exceso de su desesperación desplomarse su imperio y quisieran sacrificarlo todo á su ,

rabia impotente.

En tales circunstancias consultad, españoles, lo pasado para sacar lecciones capaces de hacer arreglar vuestra conducta futura. La causa de los americanos es justa, es la causa de los hombres libres, es la de los españoles no degenerados. La patria no está circunscrita al lugar en que hemos nacido, sino más propiamente al que pone á cubierto nuestros derechos individuales. Vuestros opresores calculan que para restablecer su bárbara dominación sobre vosotros y sobre vuestros hijos es preciso esclavizar el todo. Con razón temía el célebre Pitt esas consecuencias cuando justificaba á presencia del parlamento británico la resistencia de los anglo-americanos. «Nos aseguran que la América está obstinada, decía, y que está en manifiesta rebelión. Me glorío, señor, de que resista. Tres millones de habitantes que indiferentes á los impulsos de la libertad se sometiesen voluntariamente serían después los instrumentos más adecuados para imponer cadenas á todo el resto.» Tales son los principios que me han decidido á separarme de la España y adherirme á la América, á fin de cooperar á su emancipación. Si son rectos, ellos responderán satisfactoriamente de mi sinceridad. Por la causa de la libertad é independencia he empuñado las armas hasta ahora: sólo en su defensa ,

tomaré de aquí en adelante. Mexicanos, permitidme participar de vuestras gloriosas tareas; aceptad los servicios que os ofrezco en favor de vuestra sublime empresa, y contadme entre vuestros compatriotas. ¡Ojalá acierte yo á merecer este título, haciendo que vuestra libertad se enseñoree ó sacrificándole mi propia existencia! Entonces en recompensa decid á vuestros hijos: «Esta tierra fué dos veces inundada en sangre por españoles serviles, vasallos abyectos de un rey; pero hubo también españoles liberales y patriotas que sacrificaron su reposo y su vida por nuestro Javier Mina.» bien.» Solo lo Marina, 25 de Abril de IHll.

las







ÍNDICE DEL TOMO TERCERO —CL_^X:=;^=*íí^iMí=^^A_í>-

Pág.

Introducción

.

LIBRO PRIMERO 1808

— 1811 Pág.

Pág.

CAPITULO PRIMERO. — Extensión

de Nueva España

— Llegan

al co-

— Límites. — Superficie. — Número — Aspecto físico. — Volcanes. — Ríos y lagos. — Temperaturas. — Producciones naturales. — Población. — Raza indígena y su estado en 1808. — Mestizos, castas. — Españoles y criollos. — Rivalidad entre ambos. — Comercio. — El galeón de Filipinas. — Desarrollo del comercio á principios del siglo. — Rentas. — División política y administrativa. — Provincias inlernas. — Intendentes. — Ejército. — Milicias. — Presidios. — Compañías menzar

el

cación de Carlos IV.

siglo XIX.

de habitantes.

presidíales

sación que producen.

— Temor

la

siderársele

México.

España.

— Cantón

de Jalapa.

— Tropas que lo formaban.

Recíbese en México la noticia de

la

de 1808.



causa del Escorial.

como promovedor de

— Resuelve

virey y

el

la

independencia de

virey convocar una junta de auto-

— —

El Acuerdo protesta, pero maniJunta del 9 de agosto. que asistirá. Quiénes la Discurso de Verdad. El principio de sobeformaron. ranía popular. El inquisidor Prado y Obejero. Los Discurso del fiscal Borbón. fiscales del Acuerdo. Decídese la junta por no reconocer á Enojo del virey. la de Sevilla ni á ninguna otra que no esté autorizada Se resuelve proclamar y jurar á Fernanpor el rey. fiesta



















do VIL 25

— Visita de Iturrigaray al cantón ó principios

al

Recíbense noticias

ridades y notables.

favorables á la insurrección de las colonias españolas en





de España. — Entusiasmo que — Nuevos representaciones del ayuntamiento de México. — Sospechas que excita en los españoles la conducta de Iturrigaray. — Juicio de éste. — No debe con-

— Graves consecuencias para España. — Influencia en los nuevos principios de México. — Revolución francesa. — Guerra entre España y Francia. — Paz de Basilea y alianza entre las dos naciones. — Napoleón emperador. — Sus proyectos de dominación en España. División en la familia real española. — Alarma de Godoy. — Tumultos de Aranjuez. — Abdicación de Carlos IV. — Fernando Vil. — Los Borbones de España en Bayona. Carlos y Fernando ceden á Napoleón la corona. — Heroico levantamiento de la nación española. — Consecuencias Nueva

á

causan.

— Alianza de Francia y España — Tratado de París

José de Ituirigaray, virey de

pompa

— Contenido de la representación. El virey la pasa al Acuerdo — La Audiencia opina que se desechen las proposiciones del ayuntamiento. — Ministros notables de la Audiencia. — Catani. — Aguirre. Bataller. — Sospechas que excitan en los europeos los manejos del ayuntamiento — Agitación de la sociedad. — Ayuntamientos de Veracruz, Querétaro y Jalapa. — El del levantamiento general

firmado en 1783.

Nuevo Mundo Capitulo IIl. — Don

virey y la entrega con gran

envía á México dos comisionados.

anglo-americanos.

el

al

de este último lugar dirige una manifestación

— Primeras acciones de guerra.— Decla-

los

el

ese alto funcionario.

— Resistencia de los colonos. — Resuelven separarse

para auxiliar á

— El virey consulta con Acuerdo. — Conducta interesada y vaci-

— Agitación de los regidores del ayunta— Los licenciados Azcárate y Verdad. del primero. — El ayuntamiento eleva una

representación

15

ración de independencia.

la

de los oidores.

— Trabajos

II.

madre patria

— Sóbense

— Profunda sen-

miento de México.



llado.

del virey.

la abdi-

lante del virey.

Georgia Tolerancia religiosa y libertad civil. —Diversidad de instituciones en las colonias. Impuesto del papel sede

— Disgusto

prisión y renuncias de la familia real

— Movimiento intelectual y político en el siglo xvrii. — Principio de las colonias inglesas en América. — Sus privilegios. — Fundadores de las primeras colonias. — Los puritanos de Massachusetts. — Otros establecimientos. — Virginia. — Las Carolinas. — Pennsylvania. —

CAPITULO

Godoy y de

las noticias de la caída de

— Consideraciones

sobre

el

virey y los diversos

partidos políticos

— Proclama del virey — Tono arrogante que en ella dominaba. — Celébrase en México la proclamación y jura de Fernando VIL — Pompa desplegada por el vecindario y autoridades. — Desorden en la última

CAPÍTULO

IV.

37



790



ÍNDICE



— Exalta-

del virey. — Proclama de don Roque — Tribunal especial para juzgar las causas de Infidencia. — Destierros. — Opinión y juicio del historiador Alamán. — Nuevos auxilios enviados á España. Embargo de goleta norte-americana Ceiesíína. — Pri-

comisio-

sión y destierro del aventurero francés d'Alvimar.— Fin

Nueva proclama

noche de las flestas. Loe intendentes Riaño y Clon rehusan publicar la proclama del vircy y el acta de la junta del 9 de agosto. El ayuntamiento de Querétaro y

Abarca.



la audiencia

herético

— La

de Guadalajara.

Inquisición

principio de la soberanía popular.

el

— Llegada

ción de los partidos.

¡i

México de

los

declara

la



del gobierno de Garibay

Objeto nados de la junta de Sevilla, Jnbat y Jóuregui. de su misión. Nueva junta efectuada el 31 de agosto.





Proposición del oidor Aguirre.

— Opónense —

el

marqués

Proposición de Villade Son Juan de Rayas y oíros. urrutia. La junta aprueba lu del oidor Aguirre. Junta



del 1.° de setiembre.

— Arrogancia

del virey.

— — Vacila-

sobrino

virey.



Sevilla y

— Escribe

á las juntas de

situación critica de

la

Nueva

la

— Envía gruesas sumas de dinero ó la metrópoli. — Patriotismo español. — Valioso donativo del Tribunal de Minería. — Edicto de la Inquisición. — ConsuHa el España.

Acuerdo

virey al

ayuntamientos.

— Oposición

de los oidores.

la guardia.

conspiradores se apoderan del virey. ú la Inquisición y

noche del

— Es reconocido y jurado nuevo gobierno español. Publicación del superior decreto convocando á las elecciones de diputaen México

al

— La Regencia exonera á Lizana del cargo — Entra áxfobernar interinamente la Audiencia. — Inconvenientes de esta disposición. — La Audiencia organiza sus labores de gobierno. — Suscriciones, donade virey.



de

— Antecedentes de éste. — — Proclamas de la Audiencia y del

campo don Pedro Garibay.

Presta

el

juramento.

nuevo virey V. — Actos de rigor del nuevo gobierno. — Pri— El padre Talamantes, su origen, su carácter, sus servicios. — Muerte misteriosa del licenciado Verdad. — El licenciado Cristo. — Los canónigos Cisneros y Beristain. — Trasládase á Iturrigaray de la Inquisición á Betlemitas. — Lo visita el nuevo virey. — Es conducido á Veracruz. — Es embarcado con su familia á bordo del navio San Justo 6 de diciembre de 1808. — Las autoridades y corporaciones reconocen al nuevo virey. — Los siones.

el

jefes militares manifiestan

Calleja.

su adhesión al gobierno.

— Constanzó. — Dávila. — Iturbide. — Inñuencia

de los oidores.

Excesos de

—Yermo

los

declara terminada su misión.

voluntarios de Fernando Vil, á quienes

nombre de chaquetas. — El virey los disuelve. — Reacción que caracteriza la marcha del nuevo gobierno.

se dio

el

— Los partidarios de la emancipación reanudan sus trabajos. — Difúndese espíritu de independencia. — Circulación de pasquines. — El gobierno manda publicar los el

decretos de

la

Junta de Sevilla.



Derogación de

la ley

relativa m la enajenación de fincas y amortización

de Audiencia informa á la Junta de Sevilla de los sucesos acaecidos la noche del 15 de setiembre de 1808. Se manda disolver el cantón de Jalapa. El gobierno vireinal reconoce como suprema capitales piadosos.

— La





autoridad ú

la

Junta Central.



Proclama

del

virey y

— Sucesos desgraciados para — Mezquinas concesiones que hace la Junta Central ó las colonias de América. — Pretensio-

auxilios enviados ú España. las

tivos y

49

'CAPÍTULO

armas españolas.

nes de la infanta doña Carlota Joaquina de Borbón.



ol

dos ó Cortes.

convento de

— Reunión

de los oidores y demás miembros del partido español. Nombran virey al mariscal

San Bernardo.

— Ligero

blécese en España la Regencia.

— Los

— Es conducido éste

de su familia

el resto

15.

virey y la Audiencia.

el fin

conjurados á los jefes de la



el

el

de setiembre para efectuar

— Asalto del palacio en

Miguel de Lardizábal y Uribe es elegido Nueva España á la Junta Central. Nue-

la

ter y sus escritos.

J.

los

— Don

proceder del primero.

el

el 15

de

virey

el

— El folletista Cancelada, su carác— Es desterrado á España. — Ordena virey al oidor Aguirre que salga para Puebla. — Revocación de esta orden. — Desprestigio del virey. — Conspiración de Valladolid. — Quiénes eran los conspiradores. — Sus trabajos y que se proponían alcanzar.— Relación de Michelena. — Es descubierta la conjuración. Suerte final de los que en ella tuvieron principio. — Medidas defensivas. — Desastres que sufren en la península los ejércitos españoles. — Prevenciones del gobierno para contrarestar una invasión francesa en la colonia. — Esta-

— Manifiesta — Sú-

— Junta del 9 de setiembre. — Pedimento de los fiscales Bataller y Aguirre. — Debates. — Méndez Prieto y Verdad piden al virey que permanezca en su puesto. — Termina la junta sin quedar nada resuelto. — Situación y tendencias de los partidos. — Rumores propalados por partido español. — Decídese éste & derribar á Iturrigaray. — Don Gabriel de Yermo. — Pónese á la cabeza de la conjuración. — Sobornan

entre

negociación de un empréstito de veinte millones de — Confiscación de los bienes del duque de Terra-

vos disturbios entre

Acalorados debates.

movimiento.

— Influencia

— Desavenencias

Acuerdo.

nova.

plica del ayuntomiento.

el

el

diputado por

Iturrigaray su intención de separarse del mando.

Señálase definitivamente

Bodega.

pesos.

de representantes de los

la elección

inquisidor Sáenz de Alfaro.

á España.

y amenazas del Éste convoca ú los ayuntamientos del reino á

Oviedo exponiendo

el

—Nuevas y considerables remesas de dinero — Dase nueva forma al tribunal establecido para juzgar las causas de infidencia. — Orden de la plaza de México. — La Junta Central ordena al arzobispo virey y

— Resolución

nombrar sus representantes.

VI.

éste y del oidor

ciones del partido español, provocados por las pretensiones de la junta de Oviedo.

61

— El arzobispo Lizana nuevo virey de Nueva España. — Su desinterés. — Dirige una proclama á sus gobernados. — Sueédele en el gobierno do la mitra su

CAPÍTULO

remesas de dinero y armas á

Audiencia intenta realizar

el

la

metrópoli.

— La

empréstito de veinte millo-

— Junta promovida con tal objeto. — Elec— Apertura de las Cortes. — Elecciones de diputados en Nueva España. — Las nuevas nes de pesos.

ciones de diputados en España.

concesiones políticas no debilitan

el

ánimo de

los parti-

— Huracán del 19 de agosto. Venegas. — Sus antecedentes y su

darios de la independencia.

— Llegada del virey carácter. — Toma posesión del mando 14 de setiembre de 1810. — Junta extraordinaria convocada por Venesjas. el

— Gracias y recompensas otorgadas

por la Regencia.

Disgusto de los americanos

71

— Elementos que produjeron la revolución. — Conspiración de Querétaro. — El corregidor don Miguel

CAPÍTULO

Vil.

Domínguez. — Su esposa doña María Josefa sonas comprometidos en la conspiración.

Ortiz. — Per— Hidalgo, su origen, su nacimiento, sus primeros años. — Sus estudios. — Ejerce el rectorado en colegio de San Nicolás de Valladolid.- Ocupa el curato de Dolores. — Su dedicación á la agricultura y á la industria. — Sus opiniones políticas y religiosas. — La Inquisición le forma causa secreta en 1800. — Allende, su origen, su nacimiento, sus cualidades. — Aldama. — Abasólo.— Hidalgo promovedor y director de la revolución. — Testimonios y razones ú favor de Hidalgo. — Testimonio de fray (Sregorio de la Concepción. — Juntas de San Miguel. — Dificultad pnra fijar el

el

principio de éstos y de las que posteriormente se establecieron en Querétaro.— Plan de independencia.— Preparati-

vos de Hidalgo para proclamarla cias de Galvún y otros.

— Ochoa

el 1.°

de octubre. —Denun-

— Denuncia de Arias en Querétaro.

y Alonso informan de la conspiración al nuevo

——



índice

791

Pág. virey Venegas. — Otra

don Rafael

taro,

renuncia ante

Gil de

cura de Queré-

el

— Procede

León.

— El

la prisión de los conspiradores González.

Domínguez

escribano

frustra los proyectos del corregidor.

— La

tropas para Querétaro.

esposa de éste, doña María Josefa Ortiz, envía á Allende la noticia

de que

la

conjuración ha sido descubierta.

— Prisiones

Prisión simulada de Arias.

tributos.

— Formación

de los



las

105

— Sensación y efectos que produce In noticia de la proclamación de la independencia. — Elementos contrarios é la independencia. — La aristocracia, los

CAPÍTULO



— Llama

de



de fuerzas en la

Don Félix Calleja y don Roque Abarca ponen sobre armas sus brigadas respectivas

del corregidor,

Riaño da orden de prisión contra Allende vigilar ó Hidalgo. Rumores que

manda

— — Concentración

cuerpos de patriotas distinguidos de Fernando Vil.



El intendente

— Abolición

capital.



de su esposa y de casi todos los conspiradores residentes en Querétaro. Denuncia de Garrido en Guanajuato.

y Aldama y

diez mil pesos,

honores y distinciones á quien entregue las cabezas de Hidalgo, Allende y Aldama. Reflexiones. Salida de

corregidor é

el

Pág-

— Halagos y amenazas. — El virey ofrece

— El

IX.

emisario de la señora Ortiz, no encontrando á Allende en

grandes propietarios, los empleados y el alto clero. Otros elementos contrarios. Protestas de los ayunta-

San Miguel, informa

mientos de México, Veracruz, Querétaro, Oaxaca, Tlax-

inquietan al cura de Dolores.

á Allende.



Aldama de las prisiones de Querétaro. — Sale violentamente Aldama para Dolores. —Conferencia de Hidalgo, Allende y Aldama en las primeras á

cala

— Deciden los dos pri— Prisiones de los Dolores. — Arenga de Hidalgo.

independencia.

la

españoles residentes en

— Proclamación de la independencia CAPÍTULO VIII. — Decisión de los habitantes de Dolores

— Dirígese Hidalgo á San Mi— Innumerables voluntarios se unen ú — Entusiasmo popular. — Bandera y gritos de sus guerra de los independientes. — Zozobra de los españoles avecindados en San Miguel. — Intentan por un momento defenderse. — Entra Hidalgo en San Miguel. — Prisión de los españoles de esa villa. — Inexactitudes del historiador Alamán. — Saqueo de la casa del español Landeta. Únese á Hidalgo el regimiento de la Reina. — Instálase en San Miguel una junta directiva. — Primera organización del ejército independiente. — Salida de éste para Celaya. — Intimación. — Entra Hidalgo en Celaya. — Falsedades de Alamán. — Aumento extraordinario del ejérfavor de la independencia.

guel

Grande.

el

filas.

cito independiente.

teniente general.

— Recibe aviso

— Hidalgo, capitán general, y Allende,

— Marcha

el

el

ejército sobre Guanajuato.

intendente Riaño de haber estallado la

revolución en Dolores.

— Alarma en Guanajuato. — Junta —

— Declaración

adhesión. 85

é

Huejotzingo y Tepeaca.

Michoacún excomulga cia.

— El

á este edificio

visiones de boca y de guerra.

lución del intendente.

— Contestación de



gran cantidad de proOpiniones sobre la reso-

— Opónense á ella muchos vecinos.

Riaño.

— Fortifícase

la

Albóndiga.—

Riaño pide auxilio con urgencia al brigadier Calleja. Descripción de Guanajuato. — Albóndiga de Grañaditas.

— Intima

Hidalgo rendición

sulta con los españoles

al

intendente.

armados, con

—Éste con-

la tropa

y con

el

— Contestación de Riaño. — Últimas disposiciones militares de éste. — Entran los independientes ayuntamiento. en la ciudad.

nan

á

—Ocupan

los cerros y edificios

Grañaditas.— Atacan

las trincheras

que domi-

de Mendizábal





Muerte del intendente Riaño. y de los Pccitos. Confusión entre los sitiados. -^ Ataques desde el cerro del Cuarto.

— Los sitiados abandonan los puestos avanzados.

— Entran

— Combates en el interior del edificio. — Muerte de Berzabal. — Matanza los asaltantes en la

de los sitiado?.

Albóndiga.

— Saqueo. — Bando

de Hidalgo para que



el saqueo. Convoca al ayuntamiento. — Nombramiento de alcaldes ordinarios, de intendente y de otros empleados. Levantamiento de tropas y nombramientos

cese

militares.

juato.

— — Fundición de artillería. — Alarma en Guana-

— Sale dos veces

Hidalgo para hacer reconocimien-

— Establece uiiu



easu de moneda. Sale de Guanajuato con su ejército y marcha sobre Valladolid. Recibe el virey tos primeros avisos de la revolución. Dirige una proclama á los habitantes de Nueva España. tos militares.



ú los defensores de la independen-

arzobispo Lizana hace suyo ese edicto.

— La

congregación de eclesiásticos de San Pedro participa

al

virey su resolución de servirse del confesionario, del pulpito y de sus relaciones para contrariar la independencia.

— El obispo de Puebla González del Campillo. — Sus pastorales. — El obispo de Guadalajara adopta el edicto de excomunión

del de

Michoacán.-

El obispo de

Oaxaca



La Inquisición Bergosa se distingue por sus denuestos. agita la causa que tenia formada á Hidalgo desde 1800 y



Acción del puerto de Carroza. hace nuevos cargos. Opinión de Alamán sobre los motivos que impulsaron é

le

— Inexactitud y — Marcha de Hidalgo

Hidalgo ú marchar sobre Valladolid. malevolencia de dicho escritor. clero de esa ciudad.

— Traslada

del rector de la Universidad.

— El colegio de abo— Manifiestos, proclamas, exhortaciones y folletos contra la independencia. — Alocución del abogado Azcárate. — Reflexiones del doctor Montaña. — Libelos. — La Iglesia declaro guerra terrible á la independencia. — Estrecha unión del trono y del altar. — El obispo electo de

hacia Valladolid.

los caudales reales, los archivos y

Angan-

gados.

tributes.

hacerse fuerte en Grañaditas.

vecindario de

Manifiesto del claustro de doctores.

de las autoridades y vecinos. Primeras disposiciones de Riaño. Publicación del bando aboliendo el pago de

— — Kl pueblo de Guanajuato se muestra favorable é la causa de la independencia. — Resuelve el intendente

— El

San Juan y Santiago de México, el subdelegado de Xochimilco y las autoridades de Chalco y Nopalucan protestan al virey su fidelidad y

horas del 16 de setiembre de 1810.

meros proclamar

,

gueo, las parcialidades de

— Actitud belicosa del obispo y del — El canónigo Ledos, coronel. Aprestos de resistencia. — Llegada de Hidalgo á Acámbaro. — Aprehensión de García Conde, Rui y Merino. intendente

El obispo

Abad Queipo,

Terán,

teniente don Agustín de Iturbide y otras perso-

el

varios canónigos,

el

nas huyen de Valladolid. — Entra Hidalgo en esta ciudad— El gobernador de la mitra levanta la excomunión fulminada por Abad Queipo. — Desprestigio de las censuras de la Iglesia.- Represión de los saqueadores. — Hidalga nombra intendente á don José M. de Ansorena. — Plan

que propone á Hidalgo el sargento mayor Gallegos.— Salida del ejército con dirección á la capital del vireiEntrevista de Hidalgo y Morelos en Indaparapeo. nato. Recibe orden el segundo de asediar la plaza de Aca-





pulco.

— Revista

— Hidalgo

simo y Allende capitán general.

— Marcha salir 8 su

— El

en Acámbaro.

ochenta mil hombres.

es

ejército asciende á

nombrado generalí-

— Otros

del ejército contra México.

nombramientos.

— Venegas

hace

encuentro á don Torcuato Trujillo con una Este jefe abandona Toluca y se fortifica en

— — Movimiento de Allende. — Trujillo se retira al Monte de las Cruces. — Batalla del Monte de las Cruces, — Felonía de Trujillo. — Entra en México fugitivo y casi solo. — El historiador Alamán lo proclama mes grande que Leónidas en las Termopilas. — Consternación pro-' funda en la cnpital. — Medidas de defcnso. — Venegaá división.

Lerma.

declara á la listas.

\

irgen de los

— Gazmoñería de

Remedios generala de

los rea--

las señoras de la aristocracia. -^

Premios y recompensas.

— Don

Agustín de Iturbide es

ascendido á capitán.— Retirada de Hidalgo.

— Diversas

——

792

———

índice

opiniones de los historiadores.

— Motivos

en poder de los independientes.

probables de

esa retirada

127

Se nombra

Rey.

— Donativos de los

frailes del

Carmen.

entusiasmo de los grandes propietarios.

— Calleja

del Jaral.

marqués

— Fondos de que dishacienda de la Pila. — Los

levanta tropas.

—Campamento

pone.

frailes del

Carmen

en la

pone de acuerdo con







H

el oficial Sevilla.



Iriarte aprehende á Herrera y á Sevilla y pone en libertad después de haber saqueado sus soldados las casas de comercio de Sun Luis. Reúnense Allende é Iriarte en San Felipe. El primero después de

intendencia. los



en San Miguel y Dolores autorizados por Calleja y Flon.



el

— Poca

lego Villerfas y

ción al frente de algunas tropas y se dirige al norte de la

— —

— Reunión de éstos en Dolores.—Toma Calleja mando en jefe. — Atacan los insurgentes Sánchez y Villagrán á Querétaro y son rechazados. — Entra Calleja en esta ciudad. — Sale á atacar á Hidalgo. — Combate de Acúleo. — Parle exagerado de Calleja.

el

— Se hacen dueños de los cuarteles y de la artillería en la madrugada del 11 de noviembre. — Llega Iriarte ú San Luis. — Sale de esta ciudad fray Gregorio de la Concep-

proclama de Promete á Riaño

leen ú las tropas la

Medidas que adopta éste. que marchará en su auxilio y permanece en su campamento. Sale para Dolores el de octubre (1810).— Flon sale de Querétaro para unirse con Calleja. Dirige una proclama á los habitantes de Querétaro. Saqueos Calleja.

doctor Cos para que marche á hablar con

el

— Donativos

— El

al

jefe independiente Iriarte. — Proyecto de avenimiento. — Calleja y Venegas rechazan toda idea de conciliación. — Conferencias entre Iriarte y Cos. — Prisión de éste en Querétaro. — Iriarte entra en Zacatecas. — Revolución en San Luis Potosí. — Fray Gregorio de la Concepción. — Se

y convoca á junta á los propietarios, prelados y autorida-

y

ú Guadala-



X. — El brigadier don Félix María Calleja del — Sus antecedentes. — Recibe la noticia de la proclamación de la independencia. — Se traslada á San Luis

CAPÍTULO

des.

— Es llevado

jara y entregado al generalísimo.- El conde de Santiago de la Laguna, intendente interino, convoca una junta.

pasar por Aguascalientes y Zacatecas se dirige á Guadalajara. El brigadier don José de la Cruz. Su expedi-







Huichapam. Terribles medidas de represión. Marcha Cruz á Valladolid pasando por Querétaro y Acámbaro. — Ordenes salvajes de Cruz. Ocupa á Vallación á

importancia de la



— Bandos de Calleja y de Venegas conindulto. — Ineficacia de esta disposición. —

acción de Acúleo.

— El

Hidalgo se dirige á Valladolid y Allende á Guanajuato. Recibimiento que esta ciudad hace ul segundo. Sus dis-

gobernador de la mitra declara que el temor le obligó á levantar lu excomunión fulminada contra Hidalgo y lo e.Koomulga de nuevo, así

posiciones de resistencia.

como

cediendo

dolid el 28 de diciembre.

— — Cartas de Allende ú Hidalgo.

trón Calleja y Flon en Guanojuato y

degüello.

sado

la

—Suspéndese

ras

á los

de

lista



la

en

intendencia

la

de Valladolid.

— Don

García

Dávila es nombrado comandante general de Michoacán y don Torcualo Trujillo jefe de las armas en Valladolid.

— Campaña

de Morelos en

México durante

dan orden de tocar á

los últimos

el

sur de

la

meses de

intendencia de

1810.

— Origen de — Es nom-

Morelos, su niñez, su juventud, sus estudios.

esta orden después de haber cau-

— Fray — Bando de Calleja.

brado cura de Carácuaro.

muerte de varios ciudadanos pacíficos.

José Muría de Jesús Belaunzarán.



Descrédito de las censuque siguen á éste. Iglesia. Demostraciones de adhesión del cabildo eclesiástico. — Reorganización del gobierno rea-

— Sale Calleja de Querétaro y marcha contra Guanajuato. — Ataque de los realistas. — Ocupa Calleja á Valeni:iana y Flon el cerro de San Miguel. — Sulen de Guanajuato Allende y los demás generales. — Kl Defensor de Amé~ rica. — El negro Lino. — Su abominable proyecto. — Horrorosa matanza de los presos en Granadilas. — En-

— Sus

este general. — Fusilamientos en Granadi— Ferocidad de Flon. — Manda Calleja levantar horcas en todas las plazuelas de Guanajuato. — Continúan las ejecuciones. — Victimas ilustres, Gómez, Dávalos, Chovell, Fabie, Ayala. — Cesan las ejecuciones. — Ultimas disposiciones de Calleja en Guanajuato. — Sale de

— Se adhiere á la Revolución. — Marcha á atacarle el

primeros movimientos.

— Este es rechazado

Sábana.

Rapacidad de

comandante

tas.

El coronel don Julián de Avila derrota completamente á

esta ciudad al frente de su ejército y expide en Silao

esclavitud.

un

de Letona plenipotenciario ante

Matanzas de

CAPITULO

la

pueblo.

intendencia.— Llegada del Laguno. — Levantamiento del

— Fuga del intendente

Rendón.— Cae

prisionero

el

lu Concepción se une con Jiménez en Charcas. Avanza este último hacia el Saltillo. Derrota á los realistas Ochoa y Cordero, y éste cae prisionero. Propágase la revolución en Nuevo León y en Texas. — Los vecinos de Baton-Rouge proclaman la indepemlencia de ]a Florida Occidental. — Plan de Calleja para atacará los independientes en Guadalajara. — La derrota de Cor-





I47

la

169

de

— Se apodera de este puerto por capitulación.— Importancia de este hecho. — Triunfo de la independencia en toda la Nueva Galicia. — Entrada

de

ciudad

de González Hermosillo á

la

ción á Tepic y San Blas.

conde de Santiago de

— Expedición

el



— Pánico en la capital

los españoles presos en esa

XII.

— Triunfo de este jefe independiente en Rosa— Ocupa porte del territorio de Sinaloa. — Extiéndese la revolución en Nuevo Santander. — Jiménez propaga norte de San Luis y en (^oahuila. — Fray Gregorio en

muchos españoles. — Entra Torres en Don José María Mercado. — Su expedi-

— Providencias del intendente Bendón.

Esta-

rio.

del obispo y de

cia de Zacatecas.

los

/il

Sonoro.



extiende la revolución en lu intenden-

Congreso de

nización del ejército independiente en Guadalajara.

Cabanas organiza un batallón de — Recacho y Villaseñor El primero es derrotado en la Barca y huye á Guadalajara. El segundo es derrotado completamente en Zacoalco. Consternación en Guadalajara. Fuga

solemne de Hidalgo en Guadalajara

el

— Triste fin de Letona. — Despertador Americano. — Juicio respecto de las medidas gubernativas de Hidalgo. — Opinión de Alamán. — Orga-

triunfo de la revolución en

CAPÍTULO XL — Se

de tribu-

dos Unidos de América.

— El obispo



— Deroga las leyes relativas ol pago

1811.

de la

— Organiza el go— Don Ignacio López Rayón, su origen y antecedentes. — Nómbrase á don Páseoslo Ortiz

sacerdotes llamado de la Crti.-arfa.

Guadalajara.

la abolición

Dicta otras disposiciones de gobierno.

— El brigadier don Roque Abarca. — Junta auxiliar de gobierno. — Don José Antonio Torres secunda y propaga en Jalisco lu revolución. — Disturbios entre las autoridades realistas. — Deserción de los regimientos pro-

— —

noche del 4 de enero de

bierno de la revolución.

Galicia.

vinciales.

lu

uso del papel sellado y al establecimiento de estancos de tabaco, pólvora y otros artículos de comercio.

el

el

la

en

tos, al

— Se sitúa en León. — Llegada de Hidalgo á Valladolid. — Se ocupa activamente del levantamiento de tropas. — Publica un manifiesto contra edicto de la Inquisición. — Matanza de los españoles presos en Valladolid. — Viaje de Hidalgo á Guadalajara. Sucesos que prepararon

campamento

Paris en su

— Hidalgo en Guadalajara. — Decreta

bando draconiano.

Nueva

Paris.

dero impide

la

ejecución completa de ese plan.

— Salen

Calleja de Lagos y Cruz de Valladolid con dirección é

— Junta de guerra de los independientes en — Decídese á salir al encuentro de Calleja é

Guadalajara. esto ciudad.

impedir su unión con Cruz.

— Marcha

el

coronel Mier



——

índice

793

Pág.

contra

cuerpo de ejército de Cruz.

el

éste en

el

puerto de Urepetiro.

— Es derrotado por

Pág-

miento del abogado Aldama y de fray Juan Salazar en Monclova. Fusilamientos de varios eclesiásticos en Du-



— Sale Hidalgo de Guada-

— Sitúase en las cercanías del puente de Calderón. — Batalla de Calderón. — Muerte del conde de la Cadena. — Parte reservado de Calleja. — Su

— Proceso de Hidalgo. — Sus declaraciones. — Su manifiesto. — Dudas acerca de la autenticidad de este documento. — El obispo de Durango nombra al canónigo rango.

lajara con todo su ejército.

— Llegada de Cruz á la misma — Proclamas de Calleja dirigidas á su ejército y á los habitantes de Nueva Galicia. — Sus actos de gobierno. — Manifestaciones que dirigen al virey la Audiencia, cabildo eclesiástico y la Universidad. — Marcha Cruz á

Fernández Valentín juez eclesiástico para que proceda Dictamen del auditor Bracho El obispo de Durango concede autorización al doctor Valen-

entrada en Guadalajara. ciudad.

contra Hidalgo.

el

siástica de éste.

San

Blas.

— El

una conjuración contra Mercado.

Aldama

— Triunfo déla conju— Es azotado



cura Hidalgo.

al

— Sus

en 30 de julio de 1811.

cura Verdín trama en San Blas

ración y muerte de este ilustre caudillo.

para degradar

tín

— Desbarata á los independientes en la barran-

ca de Maninalco.





Las cabezas de Hidalgo, Allende, Jiménez son colocadas en los ángulos de la

y

Albóndiga de Granaditas.

— Inscripción que mandó poner

en la puerta de este edificio

su

— Entra Cruz en Tepic

el

intendente Pérez Marafión.

— La gratitud

nacional rehabilita

Fusilamientos de Zea, del padre del y en San Blas. cura Mercado y de otros independientes. Regresa Cruz

de



á Guadalajara á fines de febrero (18H

seo de la historia por

cadáver de orden del cura Verdín.



).

comandante general de Nueva Galicia Audiencia de Guadalajara. intendencia de Sonora.

— Sucesos

— — Es nombrado

Hermosillo avanza contra

el

de

miento de

Saltillo.

— El

Venegas, por conducto de Cruz, ofrece indulto ú de

revolución.

— Noble

— Aprehensión de este último en Béxar por el padre Zambrano. — El jefe realista Ochoa entra en Zacatecas. — Calleja sale de Guadalajara y se dirige á San Luis. Ordena varios fusilamientos antes de su salida. — Nuevos fusilamientos al entrar en San Luis. — El lego Herrera y



la retirada

CAPITULO

XIII

contrarevolucionario en Texas ejecución de su plan.

le

— Manejos

obliga á apresurar la

— ApreAranda. — Em-

de Elizondo.

hende al jefe independiente don Pedro prende Allende su marcha para los Estados Unidos con

los principales jefes de la revolución.— Prisión de Hidalgo, Allende y otros caudillos en Acatita de Bajan.— Crueldades y rigor usados con los prisioneros.- Son tra.sladados de Monclova á Chihuahua. Los eclesiásticos prisionero?,





al

oeste y sudoeste de

acaudillaban.

— La

Toluca.— Jefes que

guerrilla realista rolante

.

allí

— Sus







191

— Causas que determinaron su traición.— El movimiento

disposiciones administrativas.

al virey á disolverla. Expediciones del capitán realista don Juan Bautista de la Torre. Su crueldad. —Ataca á Zitácuaro el 22 de mayo (1811).-

de los

— Kl teniente coronel don Ignacio Klizondo.



depredaciones obligan

jefe

impedir

— Sus

ca situada la

supremo del godon Ignacio López Rayón.—

y Colleja se aprestan á



el



Venegas



— Marcha — Sale Rayón de esta ciudad y Calleja la ocupa sin resistencia. — Emparán derrota á Rayón en rancho áe\ Maguey. — Retirada del segundo á la Piedad, y luego á Zamora. — Después de dividir sus tropas se dirige á Zitácunro. — La revolución en la comarRayón.

Blancas que ocupan esta ciudad son perseguidos y el coronel realista García Conde. Huyen á Nuevo .Santander y son fusilados por el coronel Arredondo. Los principales caudillos de la independencia

jefes independientes

el fusila-

dirección á

Calleja contra Zacatecas.

el jefe

bierno y de las armas á

— Ordena

del Saltillo con





nombran

— Sale



los jefes



antes de salir del Saltillo

los independientes.

Iriarte.



respuesta de

derrotados por

209

general don Ignacio López Rayón,

cas. Don José Antonio Torres derrota al realista Zambrano en el cerro del Grillo. —Entra Rayón en Zacatecas. Derrota y muerte del comandante español Bringas en Ojocaliente. Conducta prudente de Rayón. Convoca una junta en la que manifiesta sus ideas de gobierno. En unión de Liceaga dirige una exposición á Calleja.— Respuesta de este general.- Verdaderos propósitos de

virey

Hidalgo y de Allende. Resuelven los caudillos déla independencia marchar á los Estados Unidos. Allende envía de embajador ante el gobiermo de esa nación al abogado Aldama. la

— Mérito de los primeros caudillos

— —



Mariano Jiménez.

— Fal-

de los desastres

el jefe realista Ochoa. Acción de Piñones y derrota de Ochoa. —Continúa Rayón su marcha hacia Zacatecas. Penalidades de esta retirada. Deserción de Ponce. Llega Rayón á las cercanías de Zacate-

Hidalgo y Allende Se unen con el

al

— Causas

Zacatecas. -Sigúele



de Zacatecas y se dirigen

Alamán.

revolución

supremo de

jefe



teniente general don José

la

CAPITULO XIV. — El

González

pueblo de San Ignacio.

— Salen



de los independientes.

Acción de Piaxtla y derrota de González Hermosillo Retirada de los caudillos de la independencia ú Aguascalientes y Zacatecas después de la batalla de Calderón. Allende despoja á Hidalgo del empleo de generalísimo en la hacienda del Pabellón.

la memoria délos héroes Honores y recompensas. Reflexiones

sobre este período de la guerra de independencia.

y presidente de la militares en la

— El jefe independiente

patria.

la

— Degradación ecle— Su muerte

últimos momentos.

Su derrota y muerte. Llegada de Rayón á Zitácuaro y sus disposiciones de defensa. Ordena Venegas á Empa-



rán

asedio de Zitácuaro.- Disposiciones de Calleja en Zacatecas. Sale de esta ciudad el 16 de mayo y se sitúa el



en Aguascalientes.

mado por

— Proyecto de armamento general for-

Calleja y adoptado por

el

virey Venegas.

Nueva distribución de las divisiones del ejército realista. — La orden que da á Emparán el virey modifica sensiblemente esa distribución. — Segundo ataque de Zitácuaro. — Derrota de Emparán y retirada de este jefe á Toluca. Sucesos más notables de la guerra en el resto de Michoacán y en Nueva Galicia desde febrero hasta julio de 181L

con excepción de Hidalgo, son llevados á Durango. El comandante general Salcedo nombraun consejo de guerra para juzgará los presos. Don Ángel Abella comisionado

— Diversas guerrillas mantienen la revolución en Michoacáh. — Proclama de don Torcuato Trujillo, comandante de las armas. — Los independientes al mando de don José

para recibir las declaraciones. —Celebración en México, Guadalajara y las principales ciudades de la noticia de las

Antonio Torres atacan á Valladolid el 30 de mayo y son rechazados. Segundo ataque de Valladolid en los días 20, 21 y 22 de julio. Ventajas que alcanzan los indepen-



prisiones efectuadas

eíi

Acatita de Bajan.

de Elizondo es universalmente condenada.

— La

traición

— Merecido

fin



Continúa en Chihuahua la formación de las causas de los prisioneros. Declaraciones de Aldama y Abasólo. Noble conducta y generosos sentimientos de del traidor.





Jiménez.— Muerte de Allende, Aldama, Jiménez y de otros — Abasólo es condenado á prisión

jefes independientes.

perpetua y á confiscación de todos sus bienes. T. III.— 100.

— Fusila-



dientes

— — Súbita retirada de éstos. — Cruz envía al coro-

nel Porlier contra los pueblos situados al sur de

Guadala-

— Derrota de los independientes en Zapotlán 3 de marzo. — Extrema ferocidad de Cruz. — Canción elegiaca que le dedica fraile dominico Tomás Blasco. — Derrota del cura realista Alvarez en Colotlán. — Don Pedro Celes-

jara.

el

el

tino Negrete desbarata ú su vez ú los insurgentes en el



794



IKDICE P¿g

Pág-

miemo

— Alcanza

territorio.

Zepotlán y La Barca sobre amenazadora de Cruz

nuevos triunfos

este jefe

Ipgo Gnllaga.— Proclama

el

227

CAPITULO XV. — Pacificación

de las ProFÍnctas internas.

— La revolución en Nuevo Santander. — Derrotas que sufren los independientes y muerte de Villorías en

Matehua-

Cos.

Roo.

encuentro.

campañas de

por



la

revolución en Nueva Galicia.

grete.

— Ventajas

mandada por

por

por



la

división

— Don

San



el

sur de

la

independientes en

la

— Intento frustrado — Defensa de los Veladero. — Abandona

el

Morelos esta última posición y marcha hacia Chilpan— La familia de los Bravos Úñense éstos ú Mo-

— — Acción de (^hichihualoo y derrota del jefe español Garrote. — Entrada de Morelos en Chilpancingo. — Derrota á los realistas en Tixtla y ocupa esta población. — Intenta recobrarla teniente coronel español don Juan Antonio Fuentes. — Es destrozado por Morelos







da de Morelos en Izúcar

y Galeana que le persiguen hasta Chilopa y se apoderan Despliega Morelos grande actividad de esta población.



riano Matamoros.





Galeana vence ú

— Plan de

el

cura don Ma-

— Sale de Pueblael realista Soto-Mace—

los realistas

en Tepecuucuilco y Tuxco. ú fines del

año arzobispo de México. — Bandos despóticos

— Quiénes fueron éstos. — Es descubierta la conjuración. — Prisión y proceso de los conspiradores. — Ejecución de Ferrer y otros en la plazuela de Mixcalco. — Destierro de los frailes agustinos Castro, Negreiros y Resendi. — Carácter sangriento de la guerra. — Ruina de muchas comarcos de Nueva España. — Suscnciones y donativos cuanvirey Venegas en México.

presenta

— El obispo de Oaxaca Bergosa es nombrado

quienes manda fusilar por traidores.— Conspiración contra el

— Se le

Derrota y muerte de Sotoda para atacar á Morelos. Maceda. — Sale Morelos de Izúcar y se dirige Cuantía.

disposiciones

Complots contra su vida y seguridad. Perdona y colma de favores á los asesinos. Su severidad para con Tabares y el norte-americano DaviJ Faro, o

administrativas.

— Nueva Galicia. — Querétaro. — Las guerrillas del — — — —

el

— Sus



antigua Vulladolid perpetúa su memoria.

don Mariano Aldiima. — Muelle de éste. — Júntanseá OsorCruelno don Eugenio Montano y don Miguel Serrano. dad del coronel realista donJCiriaco del Llano.— Primeros movimientos en la provincia de Oaxaca Son reprimidos. Morelos sale de Chilapa y se dirige ó Tlapa. — Marcha contra Chiautla y derrota al jefe español Musitu Entra-

relos y Guleana.

tropas.

la

Tampico y cura Correa, de Anaya y de los Villagranes. Osorno en los Llanos de Apam. Únesele la Huasteca.

cingo.

en la organización de sus

de San Miguel y los pueblos de Dolores y Villalongín I".l ayunta-

— Hecho heroico de

Diversos hechos de armas ocurridos en los últimos me?es de 1811.

de Acapulco.

Sábana y

la villa

Felipe.

miento de

intendencia de México. el castillo

— Este célebre guerrillero invade y saquea pocos días

después



de Morelos sobre

tarde ataca Albino García á Guanajuato y es recha-

zado.



en

cerro del

el

el

más

del Rio, jefe de la



el

— Ordena virey Venegas á Calleja que marche contra Zitácuaro. — Disposiciones de este último general. — Sale de Guanajuato 11 de noviembre. — Quince días Calvario.

segunda división de Nueva Gclicia, derrota ó los independientes en Tomatlán, TiquilMuerte del lego Gullaga en pán. Colima y Colotitlán. Despotismo de Cruz. Tomatlán. Pena que impuso al doctor don Francisco Severo Maldonado. La revolución

Manuel

— Correrlas de los independientes de Zitúcunro — El virey confía la defensa

intendencia de México.

octubre á las paitidas de independientes en

realista

coronel Pastor.

el

la

deToluca al coronel Porlier. — Derrota que sufre éste en el cerro de Tenango. — Recibe refuerzos y desbarata el 21 de

Nuevos triundon Pedro Celestino Ne-

alcanzodas

.\lvn y luego



Castillo y

en Acuitzio y Zipimeo. Fusilamiento de los trescientos prisioneros independientes que cayeron en este último

Albino Gurda durante agosto y setiembre de 1811 Muerinsurgente Gómez de Laru en Sun Luis de la Paz. fos del teniente coronel realista

marcha de

la



Puz y hacienda de

te del

Continúa



disposiciones militares de \enegas.

Buetomanle contra los insurgentes de Michoacán. —Triunfa este jefe español

— Enciéndese de nuevo la revolución en la provincia de Zacatecas. — Batalla de los Griegos. — Son de— Nuevas

— — Vigorosas

Ordena

Charcas.

independientes.

la

obispo Campillo envía un manifiesto y emisarios á Rayón Respuestas de estos últimos. Quintana y á Morelos.

el

rrotados los

— Imprenta fabricada porel doctor — Varios jefes no reconocen la autoridad de Junta el

el

la

245

— Se alarma gobierno vireinal con el establecimiento de ésta. — Calleja pone á precio la cabeza de Rayón. — El

el

independientes en San Luis de

hermanos de la península. — Decadencia de los divorfos ramos de la riqueza pública CAPITULO XVI. -Organiza Rayón la Junta de Zitácuaro. — Miembros que la formaron. — Sus primeros trabajos. Publicistas de la Junta.

— Derrota y fusilamiento de Acuña en Tula. — La revolución en San Luis. — Apodérase de Mateliuala jefe 21 de insurgente Gómez de Laru. — Ls derrctudo éste junio. — Las guerrillas en la provincia de Guanujuato. — Albino García. — Su táctica especial. — El lazo y la cuerda. — Diversos encuentros en norte y sur de la provincia. Disposiciones de Calleja. — Ataca Albino Garda á Valle de Suntiago y es rechazado. — Derrotas de varias guerrila.

llas

-

tiosos de los españoles para sostener la resistencia de sus

eii

Venegas.

los conjurados.

ordena

— Disidencias en

del virey

Junta de Zitácuaro.

la

— Esta

fusilamiento del capitán de fragata don Manuel

el



Proclama de la Junta con este motivo. de Céspedes. Condena y fusilamiento del insurgente don Tomás Ortiz ordenado por

la

misma

Junta.

— Fin

del

año

portancia respectiva de Calleja y de Morelos.

1811. — Im— Reflexio-

259

nes

LIBRO SEGUNDO 1812 — 1816 Hág.

i'*g-

CAPÍTULO PRIMERO.— Los al virey á

triunfos de Morelos obligan

modificar su plan de ataque contra Zitácuaro.

— Calleja se pone en

movimiento y llega á vista de la villa el 1.° de enero de 1812.— Dificultades que halló en su marcha el ejército realista. Medios de defensa de los inde-

— — Los ataca Calleja 2 de enero. — Toma de Zitácuaro. — Don Ramón Rayón herido. — Pérdidas de los pendientes.

el

— La Junta se traslada á TIulchapa y luego Sultepec. — Bando bárbaro de Calleja. — Saqueo é incendio de Zitácuaro. — Porlier sale de Toluca y ocupa sucesivamente á Tenango y Tennncingo. — Primera acción 3 de encfo. — Triunfo de en la barranca de Tecualoyo Porlier. — Morelos, Bravo y Galeana muévense contra independientes. li

el

Porlier.

-

Segunda acción de Tecualoya

el 17

de enero y

— —



índice

795

PAg-

— Retírase Porlier é Tenan— Derrota de Porlier el

descalabro de los realistas.

bates que sostienen

cingo y se fortifica en este pueblo.

— Su retirada á Toluoa. — Morelos se dirige á Cuautla, donde entra 9 de febrero — Vigorosos prepaVenegas para destruir á este ilustre campeón Tropas españolas que llegan á Veracruz en el mes de enero (1812). Ordena Venegas á Calleja que marche á combatir á Morelos. — Resistencia de Caüpja ó cumplir las órdenes del virey. Hace dimisión del mando y Venegas nombra jefe del ejército del





brigadier Irisarri.

al

— Descontenta al ejército

— El virey ruega á Calleja que siga en mando de las tropas — Carta de Cal leja. — Entra en México al frente de su ejército. — Festejos con que es recibido por partido español. — Concesión de gracias y ascensos. — Promoción general. — Disgusto que esta causa a los oficiales americanos. — Ordena Venegas la salida del ejército del Centro contra general Morelos. — Instrucciones que da Calleja. — Plan de campaña — Sale de México acampa á dos leguas de Cuautla

— Sucesos militares ocurridos

septentrional de

la

intendencia de Guanajuato.

milagrosa que dijo haber visto

el

la

san te recibe

el

mando

cia de

Veracruz

á principios

de 1812.

— Don

la

de

Reflexiones..

C\P1TUL0

II.

.

.

— Junta de

don

Guadalupe

- Número y

relos en este pueblo.

Mo-

calidad de sus tropas



Sus últimos preparativos de defensa.— Fuerzas de los sitiadores.— Reconoce Calleja las fortificaciones de la plaza. — Sale Morelos seguido de pocos soldados y se halla en

— Sangriento combate del con— Muerte de los coroneles realistas

peligro de caer prisionero.

vento de San Diego.

Sagarra, Oviedo y conde de Casa Rui— Porfiada lucha en el interior de las casas. El niño Narciso Mendoza.



Galeana restablece el combate. de ocho horas son rechazados

— Después los

Marcha

— Propone

In

el

virey la demolición de ésta.—

brigadier Llano contra Jzúcar, y es rechazado 24 de febrero. Retírase Llano y se dirige con

el

23 y el su división al

ner

se



á Cuautla.

el

— Calleja



hacienda de Santa Inés. Estrogos del asalto casas del pueblo Resolución de Calleja de sitiar

sitúa en la

en las

de un ataque

realistas.



campo de

Calleja.

— Morelos trata

marcha de Llano y envía una fuerza á

de Tlayacac

— Es derrotada



la

de dete-

barranca

ésta y se efectúa la unión de

Llano y de Calleja. Cuautla circunvalada.— Rómpese el fuego de los sitiadores sobre la plaza el 10 de marzo.— Terrible bombardeo que destruye gran número de casas. Don Miguel Bravo y otros jefes intentan socorrer la



México para atacarle una división al mando de Castillo Combate de Lerma. Son rechazados

los realistas.

— — Abandona

el

capitán realista don Gabriel Arcortar

el

agua de Juchitengo.

Los sitiados levantan bajo el fuego de los realistas un reducto en la toma del agua. Sangrientos y diarios com-





Rayón sus posiciones y

se for-

— Sigúele Castillo y Bustamante y lo derrota 6 de junio. — Fusilamiento de los prisioneros que caen en poder de los realistas. — Entran éstos en mineral de Sultepec. — Disuélvese temporalmente la Junta Suprema. — Rayón sitúa su cuartel generol en Tlalpujahua. — Planes de paz y guerra propuestos á Venegas por doctor Cos en marzo de 1812. — Rápido examen de estos planes. — Manda virey quemarlos por mano del verdugo y prohibe su lectura. — Los impugnan tifica

en

el

cerro de Tenango. el

el

el

el

por medio de Briagas. este

la

prensa

canónigo Beristain y el fraile Minería propone que

el

— El fiscal del Tribunal de

cuerpo pida

sión en la

que ajuste convenios con

al virey

los



— Es

desechada esta proposición. Pricapital de algunos individuos acusados de

independientes.

mantener relaciones con

el

general Rayón.

— La

revolu-

ción en la provincia de Puebla y en la parte norte de la

— Jefes

que proclaman en esos rumbos la la Vega, Rosains, Machorro, Gómez y otros. Algunos de éstos atacan n Huamantla El brigadier Olazábal, hosy la toman el 19 de marzo. de México.

independencia: Sánchez de





convoy que conducía.

derrota

285

y Bustamante.

paíi y

allí los



el

tilizado por las guerrillas,

— Dispone Calleja

enemiMéxico

los

el

plaza y se sitúan en la barranca de Mayotepec — Son desalojados por el batallón de Lovera.- Se retiran al Mal mijo.

tropas realistas.

III.

el

Naolinco.

de Cuautla.— Fortifícase

dirigen á

Bravo es

— Esperanzas que alientan los realistas después de la ocupación de Cuautla. — Renombre de Morelos. — Sucesos militares contemporáneos é inmediatamente posteriores al sitio de Cuautla. — Ventajas alcanzadas por comandante realista Paris en Sur. — El virey dirige una proclama á los habitantes de esa zona. — Carta pastoral del cabildo eclesiástico del arzobispado. — Rayón ataca vigorosamente á Toluca 18 de abril (1812). — Se ve obligado á retirarse y se sitúa en Amatepec. — Sale de

CAPÍTULO

273

— Descripción

vigorosa-

Disolución del ejército del Centro

provin-

,

— — Saqueo del pueblo por las

la peste.

— Elogios de este memorable sitio hechos por gos de la independencia. — Vuelve Calleja á

Victoria se pone al frente de las guerrillas de la costa

desde mediados del año anterior.

salida de

la



— Palma

del coronel

revolucionaria en





— Trujano provoca

— Ventajas

— Agitación

ofrece el

hecho prisionero en la hacienda de San Gabriel. El coronel realista Echeagaray es nombrado gobernador militar de Cuautla. Horrible aspecto que ofrecía este pueblo. Triste condición de sus moradores Numerosas víctimas

parte

licia.— Negrete desbarata una gruesa partida de insurdel Rio.

— Calleja

el

revolución.

Manuel

rechazado.

— Ignora Calleja durante algunas horas — Son éstos perseguidos mente. — Morelos y grueso de su fuerza se Ocuicuto y luego á Izúcar. — Don Leonardo

de las tropas destinadas á combatir

gentes á principios de enero

— Es

los independientes.

— Es atacado en Yanhuitlán y rechaza á los independientes. — Reaparece la revolución en Nueva Ga-

la

los

de circunvalación para introducir

la línea

lupita.

— Don José Regules Villa-

insurrección en la Mixteen

— Jui-

oponen



comandante Torre. — La

revolución en Oaxaca en enero de 1812.

le

mayo, después de setenta y dos días de asedio Orden de la marcha. Combate en la hacienda de Guada-



la

que

del 2 de

— Don Manuel

— Combates en

reducto del agua.





Grande.

el

evacuarla plaza rompiendo la línea sitiadora. Salida de Morelos y su pequeño ejército en las primeras horas



el

— Fiestas improvisadas en

de

ánimo de sus solda-



Tulancingo y son rechazadas. Albino García en Guanajuato y Michoacán. García Conde ahuyenta á los indepen-

San Miguel

dos.

el



de Mier y Terán establece una fundición de cañones en Sultepec. Las partidas de los Llanos de Apam atacan á

dientes de



indulto é los caudillos Morelos, Galeana y Bravo. Contestación del primero. Resuelven los independientes

en otras partes del

vireinato después de la toma de Zitácuaro.

Morelos para vigorizar

se vale

Matamoros

17 de fe-

el

— — Peste asoladora. — Recursos

que

víveres en la plaza.

el

ejército y

Calvario y retirarse.

— Difícil situación de los sitiadores. — Comunicaciones cambiadas entre el virey y Calleja. — Ataca

i'i

brero.

á

independientes.

el

el

el

obligados

cio de Calleja respecto de la resistencia

ese

nombramiento.

ven

se

tosa dentro de Cuautla.



centro

independientes en defensa de

los

los sitiados el fortín del

Muerte del capitán realista don Gil Riaíío — Morelos consulta con sus oficiales salir personalmente en busca de víveres. — Opónense aquellos y el coronel Matamoros rompe la línea la noche del 21 de abril. Hambre espan-

rativos de

independencia.

— Atacan

después de tomarlo

el

la

toma.

la

22 de enero.

de

Páf?.

los



abandona en Nopalucan el rico Valor de ese convoy. Atacan

independientes á Allixco y son rechazados.

los insurgentes á

Tepeaca y Tehuacán.

entrega por capitulación

al

— — Toman

— Pachuca se — Exe-

insurgente Serrano.



796



ÍNDICE Pég.

crable matanza en Alfajayucan ordenada por

español Casaeola.

— El realista Claverino

recobra á Pa-

chaca y persigue á los independientes quitándoles toda la nrtillería. Atacan éstos á Tulancingo en los últimos



días de

zaba.

— Marcha — Principios

mayo y son rechazados.

— Recobra

á Tepeacn.

ción de independencia por

Expedición de Morelos á Ozuniba, donde recibe ciento diez barras de plata procedentes de

— Los





de Naolinco.

— Los

miembros de

la

junta

bir

— Marcha

Llano á Veracruz y después de reciun valioso cargamento regresa á Puebla, donde llega

á fines de agosto.

— La

de García Conde contra

revolución en el

el

Bajío: campaña

guerrillero Albino García.



— El

primero socorre ó Linares sitiado en San Pedro Piedragorda. Conduce García Conde un convoy á Ouanajuato



y es atacado,

aunque

sin éxito,

por Albino García.

— Com-

— Los soldados vencedores saquean la — Fusilamiento de Regules, González Soravia, Aristi y Bonavia. — Morelos da libertad é los prisioneros políticos encerrados en las cárceles de Oaxaca. — Disposiciones políticas y administrativas que dicta este jefe. — dalupe Victoria,

binación de las tropas realistas de Guanajuato con las de

ciudad.



Nueva

Galicia para combatir á este guerrillero. Ataca Albino á Irapuato y Celaya y es rechazado. Logra desbaratar el plan combinado en su daño por García Conde



y Negrete.

— Es

sorprendido en Valle de Santiago por

capitón don Agustín de Iturbide.

— Este jefe manda

Funerales suntuosos de López, Armenio, Tinoco y Palaprimeros mártires de la independencia en Oaxaca.

el

cios,

fusi-

— Juramento de obediencia

lar ú los ciento cincuenta prisioneros

que caen en su conducta del brigadier García Conde. Fusilamiento de Albino García y de su hermano Francisco. Prosigue García Conde su marcha á la capital y

— Indigna

poder.

Alamún respecto de



José Antonio Torres.





muchos

la

por

y muerte del padre insurgente Salto.



Concha prisión Bando del virey ;

— Tercera campaña de Morelos. — Reorga— Muerte de don Francisco

niza sus tropas en Chiautla.

socorrer ú Trujano militares en

los realistas

— Sale

sitiado en

Oaxaca antes de

de Citlala.

de este lugar para

— Sucesos — Quién era

Huajuapam.

este asedio.

— Regules al frente

de una división realista se presenta delante de Huajuapam (.5 de abril de 1812).

Trujano.

Heroica resistencia de Trujano



Los padres Sánchez y Tapia intentan socorrerle y son derrotados. Devoción de los sitiados. Regules convoca un consejo de guerra Opónese el y propone salir al encuentro de Morelos.





— — Preséntase Morelos á la vista de Huajuapam 23 de julio. — Ataca al día siguiente á los sitiadores. — Muerte de Caldelas. — Derrota completa de los realistas. — Pérdidas de éstos. — Merecido renombre de Trujano. consejo. el

— Sale Morelos se sitúa en

de

Huajuapam

Tehuacán

Derrota don Nicolás Bravo Agustín del Palmar.

— Le

al

al

de su división y

de esta situación.

realista

— El

jefe militar

gobierno vireinal con

general don Leonardo Bravo á

la

— Favorables condiciones de — Bravo intercepta las Veracruz y Jalapa. — Detiene por

Puente del Rey.

dias la

marcha de un valioso convoy custodiado 317

brigadier Olazúbal

V.

— Sitúase don Ignacio

López Rayón en Tlal-

Infatigable conspujahua y fortifica el cerro del Gallo. Expeditancia de los defensores de la independencia. ción de Rayón á Huichapam. Su hermano don Ramón



— Fusila— Varios encuentros felices de los jefes subordinados á Hayón. — Morelos es nombrado cuarto vocal de lu Junta Suprema. — Este jefe insta á Rayón para que sean cinco los miembros de la misma Junta. — Insiste derrota al reolista Ferrer y toma é Jerécuaro.

miento de Ferrer.

ante

el

presidente de este cuerpo para que cese de invo-

carse por los independientes

el

nombre de Fernando VIL

— Sus observaciones acerca de un proyecto de constitución. — Probabilidades de que ese proyecto fuera formado de acuerdo con Hidalgo. — Ataca Rayón á Ixmiquilpam — Se retira cuando estaba á punto de triunfar. — Corre peligro de ser aprehendido en Huichapam por los VillaFeligranes y vuelve á sus posiciones de Tlalpujahuo. ces correrlos de su hermano el coronel don Ramón Bsrdusco levanto y organiza tropas en UruaRayón.



— — Sus campañas en Michoaoán durante los últimos laguna meses de 1812 — Liceaga fortifica los islotes de jefe realista de Yuriria. — Los ataca y toma por «salto Iturbide la noche del 13 de octubre (1812), — Fusila éste á todos los prisioneros que caen en sus monos. — El docpam.

lu

el

Labaqui en San

nombra Morelos

de la provincia de Veracruz.

dena

al frente

— Ventajas

de noviembre.



301

Gaicano á

— — Numerodiciembre. — Bravo se el 11

rechozado.



del clero se-

cular

— Derrota

el

CAPÍTULO

(25 de junio) haciendo extensiva la pena de muerte ó los

Entra Morelos en Chilapa

el

comunicaciones entre

nes del capitán realista don Manuel de

Ayalu.

la villa y es

defensa que tiene este punto.

cán: derrota de los independientes en Villela; expedicio-

IV.

de Jalapa

sas gavillas asedian á Jalapa en sitúa en

en Guadalajara; su proceso y muerte. Opinión del historiador Mora. La revolución en San Luis de Michoa-

CAPÍTULO

la vista

Ataca vigorosamente

de don

— Parte de su aprehensor el coman— Entra Torres prisionero

— Representación

de

de



de otros jefes á

dante realista López Merino.

sacerdotes insurgentes.

— Juicio

— Vacilación

Monuevas operaciones. — Cam-

campaña.

paña de don Nicolás Bravo en la provincia de Veracruz Preséntase en unión durante los últimos meses de 1812.

Lo revolución en Nueva Galicia: innumerables reencuentros durante los primeros meses de 1812; muerte de

— Derrota y prisión

de la toma de Oaxaca. esta

relos acerca del plan de sus

Activa y feliz Iturbide desde julio hasta setiembre (1812).

muchos jefes independientes.

— Importancia

Sur.



campaña de

á la Junta de Zitácuaro.

Establecimiento del periódico El Correo americano del



regresa con un convoy de mercancías.





revolucionaria establecida en ese pueblo se retiran á

Misantla.

Ingenio.

el





las posiciones

á los realistas en

toma ó Orizaba el 29 de octubre. — Avanza el coronel Águila hasta las cumbres de Aculcingo. — Acción de las Cumbres Vuelve Morelos á Tehuacán. Úñensele en este punto las divisiones de Matamoros y de don Miguel Bravo. — Es nombrado Matamoros mariscal y segundo de Morelos. — Don Hermenegildo Galeana es también promovido á mariscal. Sale Morelos de Tehuacán al frente de su ejército y se dirige á Oaxaca.— Medios de defensa de esta ciudad. — Penosa marcha del ejército independiente. — Alarma en Oaxaca al aproximarse Morelos. Huye á Tehuantepec el obispo Bergosa y Jordán. — Asaltan y toman la ciudad los independientes el 25 de noviembre de 1811. — Rasgo de heroico valor de don Gua-

el 10 de junio. Regresa á Puebla conduciendo un convoy de tabaco Vuelve á salir Llano de Puebla con dirección al rumbo de Jalapa. Entra en esta villa el 11 de julio. Se dirige á atacar



— Derrota

contra Orizaba.

— Ataca y

Llano apresura

su marcha y entra en Orizaba

— Ataca

Pachuca.

cerca de Nopalucan un convoy realista y es rechazado. Regresa é su posición de Tehuacán. —Se dirige luego



— El brigadier

el

de la revolu-

curas Alarcón y Moctezuma obligan al jefe realista Panes á salir de Orizaba. Siguenle á Córdoba y atacan esta ciudad, aunque sin éxito.

vil.

Llano é Dri-

rumbo de Orizaba.

el

Pág.

— Ejecútase esta sentencia en México 13 de setiembre. — Nobilísima y heroica acción de don Nicolás Bravo al saber la muerte de su padre. — Combate del rancho de la Virgen y muerte de don Valerio Trujano. — garrote

capitán

el



muerte de

Cos amaga á Guanajuato en los últimos días de Difícil noviembre y se relira en seguida ó Dolores.

tor



——





797

índice

PáQ

Pág.

situación pecuniaria del gobierno vireinal.

que hace uso.

— Sus

— Medios

— Acaloradas discusiones que con este motivo se suscitan en las Cortes. — Proposición del diputado dictamen preMorales Duárez. — Las Cortes aprueban sentado por diputado Gutiérrez de la Huerta. — Tér-

América.

de

disposiciones para adquirir recur-

sos desde principios de 1812.

— Enfriamiento

el

del entu-

el

siasmo con que hablan contribuido los españoles á los gastos de la guerra en los primeros días de la revolución. Reúne Venegas una junta para que haga efectivo un préstamo de dos millones de pesos. — Los eclesiásticos

mino de

que concurren á

la

favor de los insurgentes de

junta en representación del cabildo





niendo con fervor

— El

— El

por las

de

é la nación.



doña Carlota Joaquina. entre ellos

histo-

Alamán da como suyo este juicio del obispo electo de Michoacán — Los miembros del bajo clero favorecen la causa de la independencia. — Gran número de ellos toman partido por la independencia. — Móviles que á impulsaban.

— Prolongación

de

la

guerra.

— Es-

— Triunfos

reprimida en

la isla

explicar

el



— Son

sustituidos por

el

gene-



Blake y por los oficiales de marina Agar y Ciscar. el diputado Arguelles la libertad de imprenta

ral

Promueve

— Divídese

duque

del Infantado,

— Ultima tentativa

— Constitución de 1812. — Rápida





principios de 1810 hasta

en España.

CAPÍTULO prenta.

1812

— Miseria pública 345

— Promulgación

y jura de la Constitución Libertad de im30 de setiembre (1812).

VII.

en México

marzo de

— Hambre general —

el

— Evasivas

de Venegas para permitir en Nueva

— Reclamaciones de — Establécese

el

Ramos

Arizpe en las Cortes de Cádiz.

ejercicio de este derecho.

fin

en la colonia.

en

la

capital:

— — Triunfo

las Cortes el i5

en esas elecciones.

cados en

de octubre de 1810 á favor de los compli-

conmociones efectuadas en algunos países de América. Proposiciones que los diputados suplentes americanos presentan á las Cortes.— Suerte que aquéllas las



— Llegada de los diputados propietarios de Nueva — Proposición del doctor Belle Cisneros, representante de la ciudad de México. — Niéganse las Cortes á tomarla en consideración. — Debate sobre la plata y alhajas de las iglesias y de los particulares. — Decreto votado por la asamblea respecto de esta materia. — No es publicado en México. — Premios concedidos ul virey y al ejército de Nueva España. — Discusiones por medio de



Consulta

de Mier.

— Nueva

Cancelada, El Censor, don Servando Teresa El Español, de don José María Blanco (White).

proposición de los diputados americanos.

es admitida por las Corles.

— No

— Actitud de los representan-

— Sospechosa é interesada conducta

tes

de las colonias.

del

canónigo don Antonio Joaquín Pérez, diputado por





— Ruda felicitación

santo.

:

populares á favor

ñoso recibimiento que hace á los electores

corren

prensa

de los partidarios de la revolución

— Manifestaciones

de los electores Villaurrutia, Alcalá, Bustamante y SarSus temores. DesdePrecauciones del virey. torio.

España.

la

desde luego

El Juguetillo, El Pensador Mejicano de Elecciones para el ayuntamiento de

Lizardi, folletos.

México.

al

— Periódicos que aparecen

España: Pérez, Guridi y Alcocer, Gordoa, Belle Cisneros. Don Miguel Ramos Arizpe. Amnistía decretada por



principales

Breve juicio crítico sobre aqueque cada uno contiene. Promulgación y jura de este código. lla Constitución. Sucesos militares más notables en la península desde

España



— Las

reseña de este có-

— Títulos de que consta y disposiciones

asamblea en

esta

liberales y seroile?.

don

de la infanta doña Carlota y

— Confusión en las primeras discusiones de las Cortes, — Los diputados americanos forman un tercer partido. — Representantes notables de Nueva

y la decretan las Cortes.

— — Nom-



335



Regencia.

el

nes.

para

VI. Declaración de las Cortes españolas inmediatamente después de su instalación. Renuncia de los la

bramiento de cinco regentes:

libera!.

Cortes desechan definitivamente sus porfiadas pretensio-

movimiento simultáneo de insurrección en

miembros de

mayoría

digo.

todas las posesiones españolas de América

CAPITULO

la

de sus partidarios para apoderarse de la Regencia.

de Cuba.

Dificultad de los enemigos de la independencia

canónigo don Antonio Joaquín Pérez, se Son al frente de la Regencia.

el

desbaratadas sus tramas por

Bisbal.

impotentes del gobierno vireinal para termi-

— Insurrección

— Sus cartas y solicitaciones son — Sus partidarios, y

Joaquín Mosquera y Figueroa, don Juan María Villavicencio, don Ignacio Rodríguez Rivas y el conde de La



Plata.

— Extin— Pretensiones de la infanta

esfuerzan por colocarla

y reveses de las armas españolas en otras partes del continente americano. La guerra en Venezuela, en el Alto Perú y provincias del Río de la narla.

de los derechos señoriales

abolidos los privilegios.

recibidas fríamente por las Cortes.

riador

fuerzos

— Incorporación

— Quedan

ción de pruebas de nobleza.



ello los

Regencia.

la



— El

sin tregua á los insurgentes.

este negocio.

los curas de su diócesis

fué superior á Leónidas en las Termopilas.

— El canó-

— Término de — Reformas políticas y civiles decretadas Cortes. — Abolición del tormento. — Organizase

haga guerra

— Pastoral

que toman partido por la revolución. Pastoral de don Manuel Abad Queipo, obispo electo de Michoacán. Defiende éste el derecho divino de los reyes é invoca para ello la autoridad de Lutero. -Xfirma que Trujillo en las Cruces Puebla excomulga á

por las Cortes.

nigo de Puebla don Antonio Joaquín Pérez pide que se

alto clero sigue soste-

obispo de Guadalajara Ruiz de Cabanas.

del

— Cuestión de recursos. —

— — No son admitidas

siciones.

— Descontento

causa de la dominación.

la

las

generales



á los particulares la plata y oro de que les despoja, y deja establecida permanentemente la gabela destinada á

que produce esta disposición.

— Asuntos

ContribucioPrimer presupuesto de gastos é ingresos. nes extraordinarias. — Enajenación de edificios y fincas Mediación inglesa. — Marcha que lleva de la corona. Renueva la Gran Bretaña sus propoesta negociación.



de caballos.

Nueva España votado por

de que se ocupan las Cortes.

Nueva gabela labrados en vajilla y objetos de lujo. El gobierno vireinal no paga para pagar estos valores.

— Requisición

conocimiento de

el

— Decreto de indulto en

Cortes en 8 de noviembre de Isll.

al

reintegrarles.

en México

exposiciones del Consulado.

las

gobierno vireinal los fondos de la Iglesia y las Bando de Venegas en alhajas y plata de los templos. que exige á los particulares la entrega de la plata y oro

ofrecen

este asunto propuesto por el presidente Giraldo.

— Indignación que causa



el

le dirige

día de su

El Pensador.

virey á la Audiencia la suspensión

— Esta corporación

libertad de imprenta.

formidad.

que

el

— Bando



de la

opina de con-

de 5 de diciembre suspendiendo

el

— Prisión de Fernández de Lizardi, redactor de El Pensador. — Persigúese á don Carderecho de

la

prensa

libre.

María de Bustamante, y éste huye de la capital y se Hácese une con el jefe insurgente Osorno en Zacatlán. salir con dirección á España á don Jacobo Villaurrutia. Suspende el virey la elección de Varias prisiones.

los







ayuntamiento y luego Constitución.

á la independencia.

motivo de

las

demás prescripciones de

la

— Resultados de esta suspensión favorables — Deliberaciones

las providencias dictadas

en las Cortes con

por Venegas.

— El

— Representaciones del Consulado de México. Contenido de éstas. — Insultos prodigados en ellas á la

Consejo de Estado y

población de Nueva España y á los diputados todos de

ves reñexiones acerca de la influencia del orden constitu-

Puebla.

el

mantenimiento

del

la

mayoría de

las Cortes

opinan por

régimen militar en México.

— Bre-



——

798

índice Pág.

— Ataca Berdusco á Valladolid — Cargos que lince Rayón á su colega por esta derrota. — Ataca Liceaga infructuosamente ó Celaya — Ks derrotado en Peña Colorada. — Nuevn España.

cional en

en enero

los realistas y fusilamiento

Rompimiento de

miembros de

los

Junta entre

la

si.





Salcedo.

el

zado.

la

Constitución.

— Préstamo

estado del erario público.

el

— Angustioso

tropa realista

— Su carta al

marchar contra .\capulco. la.

— Sale de Yanhuitlán

pueblo

la división

el

llegada

al

6 de abril.

Mira.

— Principia

— Toma

de

á

cano.

el

— Marcha Matamoros al encuenlos

— .Situación política del gobierno — Decídese este virey á VIII.

— Elección 1813) — Los

constitucional. (4

de abril de

completo en esta elección.



capital.

Toral.

al

recibirle

establecer

el

t:ulleja

sistema

ayuntamiento de México

del

delaciones al virey Calleja

— Él

sumaria contra

los

sacerdotes de Querétaro denunciados





por Toral. Doña Leona Vicario. Su correspondencia con Rayón y Quintana Roo. El virey Calleja la aprisiona en el colegio de Belcm. Su fuga á Tlalpujahua y fu enlace matrimonial con Quintana Roo. Arreglo de

— —



— Supresión de los tribuna— Extinción de la Inquisición. — El inten-

administración de justicio.

extinguido

Mazo recibe los bienes — Compaña en el

tribunal.

Ramón Rayón ocupa

uno partida de

frente de

al

— Los

Salcedo y Defiéndese brn-

jefes rcalistos



cercan en Espfíitu Sonto.

lo

los independientes.

— Derrota

del traidor Elizondo en £!

— Marcha Arredondo contra los independientes de Béxar. — El aventurero Alvarcz de Toledo suplanta á Alaidn

3C,.i

Gutiérrez de Lora en

el

mando

de los insurgentes.

Medina y derrota de Alvorez de de agosto de 1813) — Arredondo manda fusilor

Batalla del Encinar de

Toledo

(18

ó los ciento doce prisi'^neros que caen en su poder.

Otros sangrientos ejecuciones ordenadas por Arredondo

Bergosa manda instruir una información

dente Gutiérrez del

de Lara

Indulto Merecido fin de este traidor. y Elizondo. ofrecido por Arredondo, con exclusión de Gutiérrez Lora

— El arzobispo

la

Luis de Oiifs parti-



y sus compañeros niegan la absolución ú los penitentes que no denuncian á los partidarios de la independencia.

les especiales

— Proposiciones del — Los rechaza Gutié-

— Don

¡ndigniición.

Bernnrdo

españoles son excluidos por

Asoladora epidemia en la Misiones en México y Querétaro. — El padre

— Sus continuas

revolución.

la

don

pobierno de loa Estados

del





CAPÍTULO

apoyo



deslrozi completamente en

Tonalá (19 de abril de 1813). En premio de esta victoria Matamoros es ascendido á teniente general

el

de las Provin-

Solicita

vomente Gutiérrez de Lara y los obliga & levantar el sitio el 1." de febrero (1813). Los derrota en el Ro/illn y ocupa á Béxar, capital de la provincia (1.» de abril). Muerte de Herrera y Salcedo. El virey nombra comandante general de los Provincias internas de Oriente a\ coronel Arredondo. — Este jefe marcha al encuentro de



veinticinco prisioneros.

m

— Gutiérrez

Herrera

12 de abril en

tro de los realistas y

— Sucesos

Oriente. -

internas del

ciones de esta provincia.

del cerro de la

el

independientes

— Rechaza

voluntorios invade á Texas y se opodero de varias pobla-

Acapulco y retirase la guarnición realista al castillo de San Diego. Expedición de las tropas realistas de Guatemala contra Oaxaca. — Dambrini, su jefe, toma á Niltepec y fusila á los

sitúa en

cipa al virey los miras ambiciosas del gobierno ameri-

— Incesantes combates del 7 ni 12 de abril. — Toma — Es herido brigadier Avila.

«—Entran

San Juan Coscomotepec. el ataque de una mandada por el teniente coronel don Anto-

rrez de Lara c

intendente Aya-

hostilizar la plaza el

del baluarte del Hospital.

de esta

Morelos

secretario de Estado Mr. Monroe.

— Pasa sucesivamente — Su

Casa-Mata y

la

— Se

Unidos en favor de

propósito de

OmetepecySan Marcos.

Veladero.

fatales

— Trasládase

— Campaña de don Nicolás Bravo en la — Ataca al puerto de Alvarndo y

Gutiérrez de Lara

23 de febrero dejando en este

de Matamoros.

por Tlaxiaco, Amusgo?,

— Consecuencias

los independientes.

nio Conti (28 de julio de 1813). cias



el

— Esta se enirega por capitulación (1813). — Gran material de guerra que

Ventajas de esta posición.

para prevenir los

9 de febrero con

isla

fortaleza.

es rechazado.

ataques de Morelos sobre México y Puebla. Vacilación de Morelos respecto del plan de sus nuevas operaciones. el

la

provincia de Verncruz.

la

de Oaxaca

la

8 Chilpancingo.

el

— Sale

es recha-

del castillo de

rt

campaña para

de un millón de

— Varias disposiciones económicas y administra— Sus primeras providencias militares. — Situación de las fuerzas que defendían la indemando Calleja. — Provincia? en pendencia al recibir revolución. — Distribución de las tropas que dominaba realistas. — Convoyes custodiados por Oluzíibal y BustaCalleja

de

20 de agosto

contenía

as del nuevo virey.

mante.— Plan adoptado por

— El

Acapulco: asedio

nición del castillo.

peSos.

ti\

Osorno y

realista Llórente a

el

San La Roqueta por don Pablo bergantín San Carlos socorre la guar-

—Toma

Galeona.

Nueva España.

éste é los habitantes de

— Ataca

— Morelos en

Diego.

el

Proclama de

Villa-

de julio).

Terreno contra Zacatlán.— Vuelve Osorno á ocupar esta población. Muerte del coronel independiente Montano y del capitán realista

('.os

Sus protestas de adhesión á

(13

general conde de Castro

— Vanos esfuerzos del doctor para dar término á estas disensiones — Calleja es nombrado virey de Nueva F.spnfia — Toma posesión de este alto empleo i de marzo de 1813. — Salida de Venegas para Espuiía. — Sigúele á poco don Torcunto Trujillo. — Llegada á México del nuevo arzobispo Bergosa y Jordán. — Impresión que causa en los partidos nombramiento de Calleja. — Junta.

— Ocupa-

— Indúltanse varios de los jefes que militaban á las órdenes de éste. — El podre Toral es nombrado cura de Huichapóm. — Osorno en Zacatli'in.— Ataca á Zacapooxtla y es rechozado — Expedición del grén

Berdusco y Liceagu declaran Iroidcr á Rayón. Este, en cambio, suspende á aquéllos en pu cargo de miembros de la

de Chiio Villagrén.

— Prisión y muerte de don Julián

Zimopán

ción de

1813 y es rechazado.