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"PAMPIERE WERELD*
SALOMÓN
S.
MEYER
Antiquariaat-Graphiek Hebraica-Judaica Keizersgracht 428-432
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y
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5-,
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MÉXICO
7'ipu'¡il^áe£sj¡dsay t'f
A TRAVÉS DE LOS
SIGLOS
->g-aanr»'»En la misma Junta se resolvió también hacer desde luego á nombre del mismo Cuerpo un servicio de importancia ofreciendo á V. E. aprontar con la mayor brevedad posible á sus expensas, de las que más falta hiciesen cien piezas de artillería de campaña con sus cureñas y demás agregados, fundiéndolas aquf mismo, é igualmente levantar para su manejo á su costa ocho compañías de ochenta hombres con los oficióles subalternos correspondientes de una instrucción tan completa en las Matemáticas puras y mixtas como la que se da á los cadetes del Real Cuerpo de artillería en su
—
este
oponiéndose á la
-
de cualquier modo á la independencia ó insubordinación
el
tocar
sin
de todos y cualquiera libros
y papeles, y de cualquiera doctrina que
para apoyar
también los que
sino
en 6 de setiembre
contestó
,
suyos,
sólo los
convocación y reunión de la junta general ó congreso,
más exacta observancia de
reproducimos
punto
al
antigiiedad.
Tal respuesta dio á conocer á Iturrigaray la verda-
dera disposición de los oidores y
el
deseo que alentaban,
porque se separara de su elevado puesto, y en consecuencia se acabó de decidir por
zaban ó
sin
los
vireinato Velázquez de del
Acuerdo referente á
escribió
pándole
al lo
partido que encabe-
regidores del ayuntamiento de México.
conocimiento
el
el
del
virey
'^,
el
secretaiio
Con del
León, en vista de la consulta la dejación del
mando supremo,
ayuntamiento una carta reservada partici-
que pasaba y excitándole á que se opusiese á
la resolución
de Iturrigaray. Hízolo así la municipalidad,
y una comisión que nombró ese cuerpo el 7 de setiembre suplicó al virey que retirase su renuncia; convino en ello éste
,
pero manifestó á los regidores que en la próxima
junta que había citado y que debía celebrarse el 9 del mismo mes expondría los motivos que le habían obligado á presentarla.
Reunióse, en efecto,
el
día señalado aquella junta ó
» Méaiico y sus revoluciones, por J. M. L. Mora, tomo III, págs. 327 y 328. » Iturrigaray en sus declaraciones afirmó que esta carta la escribió Velázquez sin su conocimiento; este último, á su vez, dijo que se lo propuso al virey y que éste nada resolvió, lo que en tales materias equivale á una resolución afirmativa. Véase Atamán en su Historia de México, tomo I, lib. I, cap. V, pág. 226.
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIOLOB
54 asamblea de notables, que desde
9 de agosto anterior
el
y voluntad del como autoridad consultivo, ya virey, ya como cuerpo venía funcionando
del
Estado
clases
nombramiento
por
con visos de representación de las diversas
,
El objeto
sociales.
de la reunión era hacer
el
extracto de los votos emitidos en las sesiones de 29 de
agosto y
de setiembre y que
.°
1
virey en esta última,
el
se presentasen por escrito para que constaran
mandó que
que trae consigo
vacilación
muchos se retractasen de
hizo que
impugnaron,
la
pues, con gran vigor, y apuradísima á Villaurrutia, quien
colocaron en situación
pidió tres días de término para dar las explicaciones que
y probar
se le pedían sional
,
paso y explanar ó
la
necesidad del gobierno provi-
autoridad que residía en
la
decisivos
si
el
virey para dar ese
habían de ser consultivos
los votos
puntos todos que Aguirre promovió con
;
grande habilidad llamando sobre
ellos la atención
de la
junta y enderezando sus pasos hacia el objeto que
en las actas respectivas.
La
otro
tras
incertidumbre
la
lo
que en
las ante-
que resultó que se
su colega se habían propuesto alcanzar.
él
y
Este último,
por su parte, suscitó oportunamente la duda de
los
si
ayuntamientos representaban solamente
al
estado llano 6
hallasen en desacuerdo las actas levantadas por el oficial
á todas las clases de la sociedad,
lo
que contestó
mayor de gobierno y varios de
don Agustín del Rivero, procurador general de
habían dicho, de
riores juntas
lo
los
presentados
votos
más que
á
la ciudad,
posteriormente por escrito. Debates acalorados surgieron
que
con este motivo, y después de una discusión tempestuosa
plebeyos, la corporación toda lo era de las demás clases
se
rectificaron
actas
las
apareciendo una considerable
mayoría de votos de acuerdo con
ideas emitidas por
las
de corte don Jacobo Villauí-rutia á favor de la
el alcalde
convocación de un congreso general de los diputados del Iturrigaray
reino.
que
entonces
manifestó
formado expediente sobre este asunto de
la
había
se
convocación
síndico no era
si el
Tal opinión
sociales.
asamblea; lo
representante de los
el
mayor desorden en
difundió
la
autor de ella sufrió ultrajes é injurias que
el
enardecieron hasta
acento, que si
el
grado de exclamar con brioso
no se procedía á convocar rm congreso
de las ciudades, ellas solas lo formarían;
el fiscal
de
hacienda Sagarzurieta trató de sediciosa semejante pro-
y que se leería, pues que su deseo era el de marchar de conformidad con el voto del reino. Pero inmediatamente
posición; el arzobispo,
después se leyó
sus pasos, adhiriéndose al parecer de los fiscales, y se
Aguirre en
el
pedimento de
que se oponían á
el
los
la
fiscales Batallar
y
reunión del congreso;
cuya opinión se había inclinado
hacia la reunión de la junta, declaró que volvía sobre
encendieron más y más las pasiones hasta un grado
en este pedimento, que hicieron suyo los oidores, se com-
que fué necesario cortar la cuestión
batía la proposición de Villaurrutia, porque era contraria
silencio, lo cual
y
atentatoria
á las
y también reuniones, y en América
prerogativas
porque las leyes prohibían tales
no había necesidad de
ellas, puesto
del
rey,
que
la autoridad
del
Ya
no se pudo obtener sin gran dificultad.
Antonio Méndez, que presidía á
solicitar antes
que había llegado á noticia de
pudieran
el
donde en
el
la
El pedimento
el
de
los
fiscales
les
reciente ejemplo de la Francia, en
convocación de los Estados generales precipitó
abismo
la
vieja
monarquía de Clovis y
al
desdi-
la
sazón
el
don
ayuntamiento
por no hallarse presentes los alcaldes, exponer (no sin
de su alto carácter proveían á todas las ocurrencias que ofrecerse.
tal,
imponiendo á todos
con más calma, pudo el regidor decano,
virey y las facultades de que estaba investido por razón
terminaba citando
,
que se cerrasen
designio del virey de dejar
de la ciudad
,
cuando hacía
las
puertas del salón)
la corporación
el
mando
muy
municipal
del reino
y
salir
pocos días hizo jura-
mento de defenderlo á costa de su vida y de conservarlo al legítimo soberano de las Españas, por lo que lo
chado monarca que soñó un momento poder enfrenar los
requería para que abandonase
ímpetus de la revolución.
responsable, en caso contrario, de los desastrosos resul-
Luego, la reserva
el
é
virey, que por su puesto debió conservar
imparcialidad que las
tancias exigían, fué el primero en
en favor del gobierno provisional los
que
lo
,
solemnes
circuns-
expresar su opinión
colmando de elogios á
apoyaban y censurando con impropia acritud
tados que se produjeran.
razones expuestas por
que
la
de
separación
p]l
el
síndico
si
el
denada asamblea mayor y más intensa agitación. Hízose oir á duras penas el alcalde de corte Villaurrutia, y
hecho
Iturrigaray
cortaría
tirantes
los
los habitantes
del
el
miembros del ayuntamiento, pero
Pero acto continuo fué combatido por
taban. Bataller
los fiscales
y Aguirre, hombres de mérito y que anhelaban
poner á los defensores encubiertos de
la
en
que ocultaba su
la
plan
,
precisión de descorrer
el
velo
para alarmar á los que no quisieran
aunque simpatizasen con
la idea
independencia
ir
tan lejos,
de la convocación.
Uno
las
sólo
la
mismo sentido
pueblo de la
el
coche,
como habían
de Vitoria cuando quisieron impedir
y necesidad de adoptar
consul-
no
traería
á Fernando VII que marchase á Bayona.
explicó el voto que había dado, probando la conveniencia él se
Verdad reforzó
regidor decano y llegó á decir
virey persistía en su propósito,
capital
medidas que en
haciéndolo
pérdida del reino, sino también la de la religión, y que
á los que lo combatían, y produciendo en aquella desor-
las
intento,
tal
Expresóse en
regidor Rivero y algún otro de los
el
guardaron profundo
silencio;
los
demás concurrentes
visto lo
cual
j»or
Iturri-
á la junta, explicando antes lo
garay, determinó dar
fin
que había dicho en
la
reunión anterior y asegurando que
no fué su ánimo
amenazar á ningún
junta, pues cada uno de ración,
miembro de
ellos era digno
y que sus expresiones
la
de su conside-
se dirigieron contra los
MÉXICO i TRAVÉS DE LOS SIGLOS
Preciso es resumir las pretensiones de los diversos
autores de los anónimos que diariamente recibía, llenando
de amargura sus últimos años y haciéndole desear
el
partidos que á la sazón se agitaban con tan inusitado
goee de una vida tranquila, ya en su ocaso, y que
ardimiento.
contrastaban tantos cuidados y crueles desazones.
germinaron
.'
La junta
pues,
terminó,
como todas
que
las
la
'5S
sus
El ayuntamiento de México, en cuyo seno los
primeros planes de emancipación, velaba
aspiraciones
con la pretensión de restablecer las
habían precedido: todas las cuestiones se movieron en
cortes ó reuniones de los procuradores de las ciudades,
y ninguna quedó resuelta, dejándolo todo pendiente para la próxima reunión, que ya no tuvo efecto por los
con las mismas facultades que les daban las viejas leyes
graves acontecimientos que ocurrieron á pocos días, y que cambiaron sensiblemente la situación difícil y anó-
pretendía que ejerciesen en esta ocasión,
ella
mala que guardaba
la
Nueva España desde
los primeros
Don Miguel Domínguez,
en SU beneficio todos en
,
elementos que
le
afirmasen en
Villaurrutia,
un poder absoluto, y opinaba porque
asamblea
esa
ayuntamientos
nentes
los
quería un congreso consultivo que le dejase
el ejercicio de
formasen
para nombrar tutores
del
del cautiverio del soberano legítimo,
rey menor, y y con motivo
todas las atribu-
ciones de una asamblea de una nación independiente.
El virey Iturrigaray, siguiendo su propósito de allegar
días de 1808.
su puesto
de Castilla
de las
sólo
procuradores
los
capitales.
El alcalde
de
de
los
corte
hombre de rectas intenciones y de emi^ como antes hemos dicho, y que
cualidades
figuró con distinción en la época de
que vamos tratando,
corregidor de Querétaro
una representación por estamentos ó clases gidor de Querétaro, al
i.
El corre-
don Miguel Domínguez, disputaba
ayuntamiento de México, en una representación que
dirigió al virey,
el
derecho conque aquella corporación
pretendía hacerse representante de
Nueva España, y
pretendía que el congreso se formase de los tres brazos,
nobleza, clero y estado llano fuerte por la riqueza
y por
2.
El partido español,
la posición,
penetrando los
el
designios de los mexicanos y la tendencia del virey á
poder absoluto del virey, despojándole del manejo de los
favorecerlos, teniendo á su cabeza á los miembros de la
caudales públicos y quitándole toda intervención en la justicia; que se estableciera una junta de gobierno y
Audiencia y las demás autoridades constituidas, espa-
pretendía
que
el
proyectado
congreso
restringiese
' Véase informe del ayuntamiento de Guatemala en la Colección de documentos para la historia de la Independencia, por don Juan Hernández y Dávalos, tomo II, pág. 130, núm. 63.
En el tomo I de la Recolución de Nueva España, por don Servando Teresa de Mier, págs. 112 á 116, se hallan consignados estos 1
principios. '
Véase Alamón en su Historia de México, tomo
pág. 233.
I,
cap.
V,
MÉXICO X TBAVÉS DE LOS SIGLOS
66
ñolas casi todas, contrarestó hasta entonces los proyectos
de
los
que ya consideraba como enemigos
;
y cuando
vio
sucesos que pronto vamos á relatar. salieron los oidores Aguirre
Entre
ellos
sobre-
y Bataller, quienes pene-
poder de éstos se aumentaba y que á la par de éste crecía también su audacia, entró en el proyecto
trados de que el Acuerdo no llegaría nunca hasta deponer
de deshacerse del virey y remover por este medio
oidores sus designios, con excepción de varios españoles
que
el
principal el
el
y poderoso apoyo que por entonces contaba
que en
él
damente,
naciente partido mexicano.
La
violentamente
fuerza de los españoles tenía por base la pro-
como se ha
tección de la Audiencia que
,
tenazmente á las medidas
políticas
visto, opúsose
y á
los
cambios
lo
Iturrigaray,
ocultaron
al
de
cuerpo
había, á quienes procuraban sondear anticipa-
y hallando
buscaban,
Por
á
los
en
de la
hicieron partícipes
demás, aunque no se
disposiciones
las
ellos
les ocultaba
que
conspiración.
que
el
Acuerdo
no cooperaría al proyecto, creían con razón que una vez cuerpo
intentados á la administración que patrocinaba el virey.
realizado éste,
Sin embargo, preciso es distinguir la acción individual
de complicidad en él, sostendría la separación del virey
de algunos de los miembros de aquel alto cuerpo en los
como nna medida altamente necesaria
Don
Nuevos incidentes vinieron á precipitar
la explosión
de las pasiones, por tanto tiempo contenida. de mariscal de campo conferido
al
Gabriel
El empleo
comandante don García
Dávila, que estaba á la cabeza de las tropas acantonadas
en Jalapa,
el
de administrador de aduanas de México á
J.
sin
que pudiera acusarse
apercibidas las teas para quemar el venerado santuario
de Guadalupe,
dando
así
lúgubre comienzo á su domi-
nación, y se propalaba que ya se tenían escogidos los títulos nobiliarios
la familia
misma
que deberían llevar
del camino
á la sociedad en constante zozobra.
lasen en su contra los cargos
más graves, pues de
allí
mayoría de
miembros de
los
del presunto dominador.
invenciones que hallaban
fueron motivos para que los enemigos del virey propa-
'.
de Yermo
don José María Lazo, y la concesión de una fuerte suma al consulado de Veracruz para continuar la construcción carretero entre aquel puerto y la capital,
al alto
la población
fácil
Rumores
é
acogida en la inmensa
y que contribuían á mantener Y más y más se
acrecentó la alarma del partido español al saberse que el
virey había ordenado á su íntimo amigo, el coronel
se servían para citar como ejemplares del poder absoluto
don Ignacio Obregón, que se trasladase con su regimiento
que empezaba á ejercer
de dragones desde Aguascalientes á México, y que al cuerpo de infantería de Celaya lo separaba del acanto-
lizóse la idea de
el
odiado funcionario.
Genera-
que trataba de gobernar sin dependencia
de la corte de España
;
corrió entre el vulgo el absurdo »
rumor, inventado por
el
odio,
de que
el
virey tenía ya
México y
pág. 341.
siís
recoÍMc(o/¡e.«,
por
J.
M.
L.
Mora, tomo
111,
.
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS namiento de Jalapa para concentrarlo también
en
la
capital
revolución hecha en la capital sería seguramente deci-
Pero faltaba entre aquellos ricos comerciantes y que temblaban á la idea de pagar
siva.
Entonces
comprendió
español
partido
el
que era
57
pretensiosos togados
,
hombre que condujese
preciso adelantarse á la llegada de esas tropas, asestando
con sus cabezas la intentona,
golpe que de antemano tenía preparado, y quitando de enmedio al que consideraban como el principal apoyo
el
Este hombre, empero, no tardó en ser hallado y fué
de los que intentaban proclamar la independencia de la
don Gabriel J. de Yermo, vizcaíno acaudalado, de edad
el
colonia.
Jabat,
Aguirre y
dado
golpe
el
comisionado de
la
junta de Sevilla
estaban persuadidos, y con razón, á
cabeza
la
del
gobierno
de que un
desconcertaria
todas las fuerzas conque éste contara, y de que una
movimiento con
el
energía y valor indispensables.
la
madura, propietario de extensos y valiosos ingenios en el valle de Cuernavaca, y que era tenido en grande estima
de
la
entre
sus
compatriotas
por
capital
su
vida
y
comerciantes
los
laboriosa
,
su
espíritu
Don Pedra^Garibay
de empresa, y su
notable
acción
de
dar libertad á
algunos centenares de esclavos que tenía en sus haciendas para celebrar dignamente
mayor.
el
nacimiento de su hijo
Solicitado por los conjurados,
en adherirse
al
más en su propósito
fortificarse
no tardó mucho
proyecto que éstos le sometieron, y para consultó
con
varios
y pasó algunos días retirado en el convento Merced, después de lo cual Yermo declaró á los
eclesiásticos
de la
conspiradores que estaba pronto á acaudillar
movi-
si
no se adoptaba una resolución extrema
Nueva España
se perdía; pero que el movimiento que
miento, porque la
el
para
ello
se produjera
no
debería
satisfacer
resenti-
mientos, ni saciar venganzas, ni derramar sangre. T.
III.
-8.
Resuelto
que
el
el
golpe
,
tomáronse todas las disposiciones
caso demandaba.
palacio
y apoderarse de
El día señalado para asaltar
el
persona del virey fué
14
la
de setiembre de 1808, pues se sabía que
el
17 debía
el
entrar en la capital el primer batallón del regimiento de
Celaya, y varios indicios hacían nacer en los conjurados la
sospecha de que algo se había traspirado
atrevidos designios.
de
sus
Avisos misteriosos recibió Iturri-
garay en esos días, pero no les dio entero crédito y sólo adoptó algunas medidas ineficaces de seguridad.
El plan de oficiales
la conspiración consistía
en ganar á los
de la guardia de palacio, formado del regimiento
de infantería del Comercio.
Una vez dueños de
la
entrad»
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
58
se prometían reducir fácilmente á un destacamento de artilleros
interior
y de
los
De
familia
y un piquete de caballería, alojados del vasto edificio, y luego apoderarse del virey miembros de su
y se reunió á
el
de
este plan tuvieron anticipada noticia el arzobispo
que en
capital se tramaba;
la
el
Fernández
Jáuregui
de
varios
el
virey y del
Junta Central, quizás no encontró por entonces otro
la
medio que
empleado por Yermo para salvar
el
de su comisión
noche del 15, pues
el
que cubrió
la guardia
los objetos
'.
Aplazóse, sin embargo,
la
de
Juan
Gallo, jefe de
Garrido,
14 rehusó dar
muerto en
día
la
fachada del
edificio,
Era que
la
numeroso y sombrío que se apiñaba en torno de la puerta principal. Ningún mal hicieron esos disparos, y uno de los conspiradores marchó rápidamente sobre el centinela
el
extremo norte de
cuidado éstos, hacía fuego sobre aquel grupo
habían
palacio para la
puerta
el
guardia de ese departamento del palacio, y de la que no
el asalto al
capitán don
la
disparados de la cárcel de corte situada
detuvieron por un momento á los asaltantes.
informe que á favor de éste envió algún tiempo después
á
sonar las doce
no opusieron resistencia, cuando
su jefe,
tiros
entonces en
no ignoraba la conspiración,
pues á pesar de su íntimo parentesco con
al
en cumplimiento de las órdenes que habían
,
recibido de
comisionado de la
se cree que su compañero
y aun
la
El grupo entero se dirigió entonces á
noche.
centinelas
junta de Sevilla, don Juan Jabat, era uno de los más ardientes conjurados
la
de
en
situada
de Cordobanes y Santo Domingo,
demás conspiradores
los
Diez
Saturnino
José
habitación,
casa
su
puerta principal del palacio; ya iba á entrar, pues los
de México y los oidores más importantes de la Audiencia; el comercio de Veracruz tenía también conocimiento de lo
de
salió
esquina de las calles
familia.
don
eclesiástico
al
SoUano,
en
la
la
guardia
de
cárcel
Miguel
llamado
,
y descargando sobre él sus armas, le dejó el sitio. Libres ya de este peligro, y abierta
puerta principal, los conjurados se precipitaron como
un torrente ocupando patios y escaleras, y dominando fácilmente á los piquetes de caballería y artillería que había en
Yermo
el interior.
se situó en la sala llamada
de Alabarderos y desde allí daba sus órdenes: un grupo numeroso, conducido por don José Antonio Salaberría, teniente
virey,
quien
Lozano, se dirigió de
levantó
se
preguntando
quién
un
urbano de México, y por
escuadrón
del
relojero llamado Roblejo
era
su
lecho
cuarto del
sobresaltado
y
aquel movimiento.
de
jefe
el
al
y ya más tranquilo al oír el nombre de Yermo, no hizo resistencia ninguna y entregó las llaves que guardaban sus papeles al conjurado Lozano. Satisfecha su pregunta,
Facsímile de
la
Arma de don Pedro Garibay
entrada á los conspiradores, aunque prometió guardar secreto bajo la fe de caballero.
conjurados
Más
accesible fué el que
don Santiago García, quien dio oídos á
le sucedió,
y
al
de
teniente
la
los
misma compañía de
Acto continuo se hijos,
al
edificio
le
llevó
en un coche con dos de sus
de la Inquisición, encerrándolos en la
habitación del inquisidor Prado y Obejero, en tanto
y dos de sus
la vireina
hijos, los
que
más pequeños, eran
guardia, don Rafael Ondraeta, por quien se dejó per-
conducidos
suadir de que en aquellos momentos debía posponer su
primera algunos insultos de parte de sus aprehensores.
fidelidad al virey á la
soberano,
cuyos
que estaba obligado á guardar
al
dominios corrían peligro de perderse
para siempre.
Vencida
mayor parte
De
al
Apenas
convento de San Bernardo no sin sufrir la
el
virey y su familia estuvieron en poder
de los conjurados, Aguirre y Bataller procuraron reunir
en la sala del Acuerdo á así la principal
dificultad.
Yermo
dedicó la
de México
y
los
demás oidores,
al arzobispo
á otras autoridades respetables, quienes
15 á los preparativos del asalto.
declararon á Iturrigaray separado del mando. El partido
acuerdo con los principales conjurados señaló para
español deseaba que la Audiencia, entre cuyos miembros
del día
ello
una hora avanzada de
de
la
capital
se
la
hallasen
noche en que los habitantes
se contaban
sepultados
superior del reino
en
el
sueño,
y
sus principales jefes, ,
y
los oidores
,
asumiese
en efecto
,
el
mando
no pi-eten-
designó por punto de reunión los portales de Mercaderes
dían otra cosa; pero unos y otros, aun en medio de la
y de
vireinal.
embriaguez de su reciente y completa victoria, trataron
hora fijada, once y media de la noche, trescientos
de salvar las apariencias: convinieron, en virtud de una
A
la
las
Flores,
sitios
próximos
palacio
al
dependientes del comercio, poco más ó menos, y que fueron llegando á los portales por distintas direcciones,
real orden
formaron numerosos grupos y esperaron en silencio
antiguo, confiar el cargo al mariscal de
jefe que debía encabezarlos.
Y'ermo no se hizo aguardar
mucho tiempo, y después de '
al
dejar
HUtoria de Méxicf, por Alumán, lomo
I,
llamar al
expedida en octubre de 1806 y que prevenía mando, en defecto del virey, al militar más
Garibay, mientras se abría
el pliego
campo don Pedro
de providencia; y
encomendada su
esto último no llegó á efectuarse,
rop. VI, pág. 24t.
opinión de que siendo nombrado el sucesor en
porque prevaleció el
la
pliego
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS por
el
ministro Godoy, pudiera suceder que
designado
el
fuese alguno de los parciales del favorito caído, á quien
no convendría elevar á tan alto puesto como era
de
el
virey.
59
Acuerdo, y en él fui instruido de que for %in movimiento fofular, se hallaba detenido en una de las piezas de este
palacio
real
Era
el
nuevo gobernante de Nueva España un
también conducido,
en la colonia, de escasa inteligencia y medroso carácter;
y demás autoridades.
pero precisamente por esto
el
hombre que más convenía
había recaído en mí jurado en
misma noche
por la junta á prestar
juramento de
el
fué llamado
estilo,
de modo
amanecer del día 16 de setiembre de 1808
habitantes
de
capital
la
supieron
asombro
con
los
que
Sr.
con
la
D. José de
anuencia que
En
el
Señor arzobispo
Illmo.
consecuencia, se
me
que
dijo
con arreglo á la real orden de 30 de Octubre de 1806,
como
dócil instrumento. Aquella
como
así
á los miembros del Acuerdo para ser dirigido por ellos
al
Exmo.
prestó en la precedente noche el Real Acuerdo, que fué
anciano septuagenario, que había hecho su carrera militar
que
el
Iturrigaray y separado del mando,
y.á
noticia
mando, y habiéndolo aceptado y lo participo á V. E. para su
el
mismo
el
acto,
de que en esta inteligencia dirija las
fin
correspondencias del servicio conforme á lo prevenido en la citada soberana disposición.
— Pedro
— Dios etc. Setiem— «La proclama
algunas horas antes una revolución había derribado á
bre 16
Iturrigaray y elevado al decrépito don Pedro Garibay.
adjunta instruirá á V. E. de todo lo que acaba de ocurrir
mayor fué
Pero
asombro
su
cuando leyeron
la
siguiente proclama de la Audiencia en que se aseguraba al
pueblo de México que
él
era quien se había apoderado
sidad no está sujeta á las leyes comunes.
mando
ha apoderado de
la
pedido imperiosamente utilidad
su
conveniencia
y
noche precedente á
ha convocado en la
general:
este
por razones de
separación
día
real
al
urgencia, y dando por separado del recaído, conforme á
de 1806, en
el
la
mando á dicho
real orden de 30 de Octubre
Don Pedro Garibay,
mariscal
virey,
ínterin
se
procede á la abertura de los pliegos de providencia;
mando manda por ahora un
está ya en posesión del quilos; os
conocéis por su probidad. del Real
sosegaos
;
,
estad tran-
jefe acreditado á quien
Descansad sobre
la vigilancia
Acuerdo: todo cederá en vuestro beneficio;
las
inquietudes no podrán servir sino de dividir los ánimos
y de causar daños que acaso serán irremediables.
Todo
esta
,
me
noticia lo
reconozca
ningún modo
ella la el
mayor quietud,
sosiego público.
autoridades, Francisco Jiménez.
Por su parte,
el
siguientes documentos: '
Gaceta extraordinaria de México, de
Dios
que se altere de
etc.
Setiembre 16
El partido español, que con tanto tesón se había un historiador la
^,
reconocía
voluntad del pueblo.
en actos
congreso, dice
tumultuarios
la
Los autores del movimiento
que acababa de estallar atribuían
pueblo su obra,
al
meditada con energía.
calma y llevada á cabo con rapidez y El pueblo, pues, sabía por vez primera que si
en los sucesos que acaecieron en aquella noche memorable él
no había tenido ningún participio, á
él
correspondía,
según confesión de sus mismos dominadores, .de
derecho
derribar á los altos mandatarios y de sustituirlos por
sus elegidos.
el
el
¡Preciosa confesión arrancada en aquellos la
imponen á
irresistible
fuerza de ciertos
los partidos políticos, ó por
aturdimiento de la victoria, fácil y completa,
acababa de alcanzar
el
que
que se venía oponiendo desde
hacía seis meses á las pretensiones encubiertas de los
r,
nuevo virey mandó publicar
«Me acaban
y
de su
y actividad haga
sin
opuesto hasta entonces á la reunión del
principios que se
—
la provincia
de 1808."
momentos solemnes por
Real Acuerdo, limo. Sr. Arzobispo y demás
del reino:
como corresponde,
sino para que con todo su celo
que haya en
y demás autoridades que han concurrido. México, 16 de Setiembre de 1808. Por mandato del Exmo. Sr. presiel
mando
el
mismo hagan en toda
os lo asegura el expresado jefe interino, el real Acuerdo,
dente con
. Véase este documento en la Colección de J E. Hernández Dávalos, tomo II, págs. 51 y siguientes. Proclama de los tlaxcultecas de 4 de junio de 1810.
—
MÉXICO 1 TBAATÉS DE LOS SIGLOS
82
de la vasta Nueva España, armando á sus habitantes
destrucción de casi todos los buques anclados á la sazón
unos contra otros, sembrando ruinas y desolación en su
en la encrespada bahía.
tea de la discordia, un desencadenado huracán que sopló
La Regencia de Cádiz, que á poco de confiar el gobierno de Nueva España á la Audiencia de México
durante la noche del 19 de agostó azotó con espantosa
hubo de deplorar
suelo
fértilísimo
furia
y sacudiendo en todas
de ambos
costas
las
asiento á la
levantando á
mares
mayor parte de tal
extremo
las
las
,
direcciones la
arrancando
de
su
casas de Acapulco, y
ondas del Golfo Mexicano
que en Veracruz se llegó á temer que
el caserío viniese
desacertado de su resolución, ocu-
lo
póse diligentemente en hallar puesto tan
difícil
el
hombre á propósito para
é importante. Creyó encontrarlo en don
Francisco Javier de Venegas, y este fué
que á bordo de
la fragata
Atocha
nuevo
el
vii'ey
llegó el 25 de agosto
morir bajo sus escombros á los cons-
de 1810 á las aguas de Veracruz, apenas calmadas del
ternados habitantes, quienes presenciaban impotentes la
impetuoso huracán que las había revuelto pocos días antes.
á tierra é hiciese
Don Francisco
Era de la
nuevo y elevado funcionario caballero profeso orden de Calatrava y teniente general de los
ejércitos
el
españoles, cuyo grado alcanzó,
servicios en las el
armas como por
Javier de Venegas
del
agració
de su
España.
la protección
tío
de
durante la lucha contra
Regencia.
la la
Verdad es que
invasión francesa, época en
activo diósele
empleo cuando
este
tanto por sus
con
el
gobierno de Cádiz, y ejercía
favor del regente Saavedra lo
el
muy
el
importante
Venegas estaba entonces en
ministro de la Junta Central Saavedra, quien á la
sazón era miembro
mando
de
carácter
amargos
imperioso
recuerdos
en
,
la
de
medianía de la edad;
desconfiado
sus
y
memoria de su incansable actividad en
mente desgraciado:
los negocios,
mando de una
división formada
bres,
vencido
probidad y honradez como gobernante.
Castilla la
Uclés, y luego,
Nueva, sufrió
una completa rota en
los
el
al
frente del
ejército
de
11 de agosto del año anterior
campos de Almonacid. Retirado
tar,
así el
dejó
,
como
la
despacho de
de su conocimiento certero de los hom-
de las reliquias del ejército desbaratado en Tudela fué en
áspero
subalternos
que obtuvo rápidos ascensos, Venegas fué constanteal
de Nueva
virey
de su habilidad para allegar recursos, y de su
sencillo
Su
traje
mili-
y severo en comparación de los lujosos llamó mucho la aten-
que vestían los otros vireyes,
—
: :
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
como su peinado y barba,
ción de sus gobernados, así
y
su aire ceñudo
musa popular para zaherir
inspiración la
nante
y despegado, hallando en todo esto nuevo gober-
al
1.
puerto hasta la
el
con la intención de instruirse,
más
lo
de la situación de la colonia antes de recibir
En
dándoles
cuenta de los últimos hechos de armas en la península y pidiendo los auxilios necesarios para conti-
nuar la guerra
;
leyóse en seguida un proyecto presentado
por los fiscales para efectuar un donativo que había de
Este marchó lentamente desde capital
83
Perote se
posible,
mando.
el
colectarse por clases
aprobado
en
luego
viejo
el
la
y profesiones, cuyo proyecto fué misma sesión suscribiéndose desde ,
arzobispo
con
treinta
mil
pesos
el
,
informó por primera vez de los rumores
arcediano Beristain con una sortija que llevaba en uno
que corrían respecto de una sublevación que estaba á
de sus dedos, valuada en mil doscientos pesos, y otros con sumas importantes aunque inferiores á los dos
le
punto de estallar en
el
interior
de
colonia,
la
y á su
,
donativos que acabamos de mencionar; por último, dióse
cuenta
/
de
las
gracias
y mercedes que
Eegencia
la
concedía á diversas personas por los donativos, prés-
'^^^^^^^
tamos y otros servicios hechos, decía la nota, -por la justa causa de la ])atria, del rey y de la religión 1. Premiábase, en efecto, con cruces de la orden de
Facsímile de la
Arma de don Francisco
Carlos ni,
Javier de Venegas
con títulos de Castilla y con otros honores,
grados y distinciones á casi todos los principales fautores paso por Puebla trató de política con
y con Flon.
el
intendente de la provincia,
el
Llegó á la
villa
y ese mismo día supremo haciendo
le
de Guadalupe entregó
al
,
el
obispo Campillo
de la prisión de Iturrigaray,
don Manuel de
demandas de
13 de setiembre,
Audiencia
la
día siguiente
el
mando
su entrada en la
capital con la solemnidad hasta entonces usada.
Apenas instalado Venegas, convocó para setiembre
una numerosa
efecto, se reunió
del palacio.
A
día señalado
el
los
el
en
que
,
asiento el
arzobispo Lizana, el ex-virey don Pedro Garibay y don
José
de
Bustamante,
general nombrado para
capitán
Guatemala.
Los oidores de
Castilla, las
más encumbradas dignidades
los
prelados
la
Audiencia, los títulos de
de las órdenes religiosas
Cortes que se hallaban en la capital,
,
eclesiásticas
y
los diputados á
los jefes militares
de alta graduación, y de oficina, y varios propietarios
y comerciantes llenaban profunda
atención
la
la
vasta sala, y oyeron con
lectura
de
documentos,
varios
ordenada por Venegas.
Dióse principio con
proclama
la
dirigida
por
Regencia á
los
susceptibilidad de los
la
americanos.
en
lo
más vivo
Era, en
efecto,
demostraciones los odios y los rencores de los partidos.
hizo á algunos
sintió
como ofensa propia
de sus prohombres
,
la
que
excluyéndoles
de
en
salón principal
el
virey tomaron
lados del
18 de
que unido á las nuevas
poco cuerdo por parte de la Regencia renovar con estas
El de los americanos
imponente junta
é
la
lo
auxilios pecuniarios, irritó
de una
americanos
í «Nota de las gracias que el Rey nuestro Señor Don Fernando VII, y en su nombre el Consejo de Regencia de España é Indias, ha concedido d diferentes sujetos de la capital que se han distinguido por sus donatieos, préstamos y noble entusiasmo por lajusta causa de la patria, del rey y de la religión: ^Títulos de Castilla: don Gabriel de Yermo, don Diego de Agreda, don Sebastián de las Heras Soto, don Josef Mariano Fagoaga. — Honores de alcalde del crimere.- don Antonio Rodríguez Velasco, don Juan Martín de Juan Martiñena. — Honores de inquisidor de México: El marqués de Castañiza, el padre don Matías Monteagudo, don Manuel de Lardizábal. — Honores del tribunal y audiencia de cuentas de México: don Antonio Méndez Prieto. Tratamiento de Señoría de palabra y por escrito: á las dignidades que son y fueren de la iglesia metropolitana de México y á los canónigos que obtienen y obtuvieren las canonjías doctoral, penitenciaria, lectoral y magistral. Honores de comisario ordenador de los reales ejércitos: don Manuel Sáenz de Santa María, don Juan
—
Díaz González, don Domingo Lardizábal, don Rafael Lardizábal.
Honores de comisario de guerra: don Simón de la Torre y Albornoz, don Josef Ruiz de la Barcena, don Fernando Hermosa, don Pedro Noriega. Grado de coronel de milicias: al teniente coronel de las de México, don Josef Ignacio de la Peza. — Grado de coronel de milicias urbanas: al teniente coronel del regimiento del comercio, don Gabriel de Iturbe é Iraeta. — Grado de coronel de ejército: al capitán don Marcelo de Ansa. — El grado inmediato á los individuos del cuerpo de milicias de México, don Antonio Terán, don Manuel Urquiaga, don Francisco Villatorre, don Juan Gallo, el conde de la Cortina, don Josef Manuel Salaverría, don Salvador Ondraeta. Recomendación para prebendas en las primeras cacantes de la metropolitana de México: á don Josef Saturnino Diez de Sollano. •»Nota. Ha acordado S. M. igualmente que don Esteban Vélez de Escalante, don Juan Bulnes Villar y don Francisco Alonso Terán propongan destinos ó condecoraciones, pues S. M. los atenderá, y ofrece igualmente tener presente para un empleo al referido don
—
Entre los pasquines que se fijaron en las puertas del palacio de México en los primeros días del gobierno de Venegas, decia uno: •
Honores de intendente de prooincia: á don Andrés de Mendívil y Amirola.» (Véase este documento en la CoíeccW/i de Hernández Dávalos,
tomo
II,
pág. 59).
Mf:XICO i TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS
84 aquella
vejamen
lluvia el
mercedes, y estimó
de
premio
bando contrario.
otorgado á los más exaltados del
El alcalde de corte Villaurrutia no
estuvo
comprendido entre
por
contrario,
el
cual se reputó
como
también
los
agraciados;
nombrósele,
oidor de la Audiencia de Sevilla, lo
la
estimación
Yermo, por motivos de título
motivos
,
general
interés
de Castilla que se
iguales
recibió su jubilación, el
le
tampoco
de
que
era
objeto.
particular, no admitió el
había concedido, y quiso
aceptarlo
si
no por
don
José
que venía
siendo
don Guillermo de
pasando á ocupar su su émulo y antiguo
Aguirre
,
alto puesto
competidor,
quien murió poco
tiempo
después.
como un destierro disimulado; de suerte
que esta saña contra tan ilustre ciudadano aumentó sus méritos y
Mariano Fagoaga. El regente Catani, en vez de premio,
Inaugurada
así
su
administración,
Venegas tuvo
desde luego que aplicar toda su energía á combatir
más formidable de conmover de
el suelo
haber recibido
proclamaba
la
las
revoluciones
de Nueva España. el
mando
el
independencia en
el
que
Dos
habían
la
de
días después
nuevo virey
,
Hidalgo
pueblo de Dolores.
——
CAPÍTULO
VII —
—
—
Elementos que produjeron la revolución. Conspiración de Querétaro. El corregidor don Miguel Domínguez. Su esposa doña María Josefa Ortiz. Personas comprometidas en la conspiración. Hidalgo, su origen, su nacimiento, sus primeros años. Sus estudios.
—
—
—
—
San Nicolás de Valladolid Ocupa el curato de Dolores. — Su dedicación á la agricuIUira y á la industria. — Sus opiniones políticas y religiosas. — La Inquisición le forma causa secreta en 1800. —Allende, su origen, su nacimiento, sus cualidades. — Aldama. — Abasólo. — Hidalgo promovedor y director déla revolución. Testimonios y razones á favor de Hidalgo. Testimonio de fray Gregorio de la Concepción. — Juntas de San Miguel. Dificultad para fijar el principio de éstas y de las que posteEjerce
el
rectorado en
el
colegio de
—
—
—
Plan de independencia — Preparativos de Hidalgo para proclamarla el 1.° de octubre.— Denuncias de Galván y otros — Denuncia de Arias en Querétaro. Ochoa y Alonso informan de la conspiración al nuevo virey Venegas. — Otra denuncia ante el cura de Querétaro, don Rafael Gil de León. Procede el corregidor á la prisión de los conspiradores riormente se establecieron en Querétaro.
—
—
— El
— La esposa de éste, doña María Josefa Ortiz, envía á — Prisión simulada de Arias. — Prisiones del corregidor, de su esposa y y de casi todos los conspiradores residentes en Querétaro. — Denuncia de Garrido en Guanajuato. — El intendente Riaño da- orden de prisión contra Allende y Aldama y manda vigilar á Hidalgo. — Rumores que inquietan al cura de Dolores. — Llama á Allende. González.
Allende
escribano Domínguez frustra los proyectos del corregidor.
noticia de que la conjuración ha sido descubierta.
la
El emisario de la señora Ortiz
no encontrando á Allende en San Miguel, informa á Aldama de
violentamente Aldama para Dolores. Deciden los dos primeros proclamar
Proclamación de
la
retroceder un tanto para abrazar
extensión los graves
sucesos que debían
cambiar la faz de Nueva España preparándola
goce
al
de sus libres destinos.
la
ambición
sombra
personal
de Iturrigaray
para alcanzar á su
conquista de sus ideales, y que á la caída
la
de éste se apartó por un momento de la escena para reaparecer poco después animado de mayor ardimiento y
Hemos procurado que se formaba
analizar los varios elementos
población de la
más
de
valiosa é impor-
aleccionado
por
la
experiencia
;
y hemos
dolid
antagonismos profundos j de rivalidades enconosas que
resuelto á entrar en lucha abierta con el
pondrían en choque abierto, llegada
que se afianzaba en
esos irreconciliables elementos;
con alguna extensión
nuestro
revolución
la
,
América
de
países
los
',
continente
sujetos
la
tierra
,
al
las
y en seguida
la
en
aparición de
revolución
libres
francesa
derechos
consecuencias
las
naturales,
que produjeron en las colonias
irresistibles
de
estrepitosa
la
y proclamando el justicia y del derecho; nos hemos
demostrar
en
esforzado
del
Carlos
pueblo
IV,
la
esprñol
la
reivindicación al
sentirse
caída
de
los
entregado
á un dominador extraño, y su alzamiento heroico contra la
opresión y la violencia;
hemos seguido,
ningún detalle de importancia, partido
que
realizar la '
Véase
la lenta
sin
omitir
cap. H.
el
dominio
ese
mismo
partido,
robusto poder
de trescientos
años.
Existían, pues, todos los elementos que eran indispen-
de
este
suelo;
necesidades
no
odio concentrado
satisfechas,
antes no era dable que se hiciesen sentir,
y que
si
llegaron á
cobrar irresistible intensidad desde la propagación de los
nuevos principios;
la
causa misma, noble y buena,
que tenía un altar en todos
los
corazones generosos
;
la
experiencia adquirida durante los postreros tiempos del virey Iturrigaray la
suprema
y que indicaba como más
apelación
la por último armas empeñada entonces en lucha
á las
situación de la metrópoli,
recto sendero
;
,
el hombre y la nación que alcanzaban renombre de invencibles tras una serie de
tremenda con universal
prodigiosas victorias
i.
Faltaba, empero, hasta entonces
formación de un
abrigando la noble y justa aspiración de independencia de la patria supo halagar la
el
de
persistente
contra la dominación en gran parte de los pobladores
español,
inglesas
difundiendo los principios de libertad
advenimiento de
acción
dominio
demás naciones la
,
la
sables para producir una revolución:
colonias
las
por
,
que ejercieron en
que terminó con
,
un pueblo portentoso entre de
hemos expuesto, quizás
la influencia
de
hora oportuna, á
la
visto
último, revelarse en la conspiración abortada de Valla-
tante de las colonias españolas para hallar las causas de
primero
—Sale
independencia.
Debemos ahora en toda su
Querétaro
las prisiones de
— Conferencia de Hidalgo, Allende y Aldama en las primeras horas del 16 de setiembre de 1810. — la independencia. — Prisión de los españoles residentes en Dolores. — Arenga de Hidalgo.
< Alemán, al explicarlos orígenes de la revolución, se expresa con estos términos: «Hanse alegado también las razones generales del derecho imprescriptible que tienen las naciones para reclamar en cualquier tiempo su independencia y libertad cuando las han perdido: de la imposibilidad é inconvenientes que ofrecía el que unas
MÉXICO Á TBAvis DE LOS SIGLOS
86
hombre bastante esforzado que concentrando en sí tantas aspiraciones, se lanzara el primero al combate y
mos cuan primero, en
el
al sacrificio.
Querétaro.
Existe,
el
La
conspiración
de
sofocada
Valladolid,
el
del siguiente año. Los que comprometidos en
fueron tratados con lenidad por
el
la
fecundo y admirablemente
en
más
recóndito
después
del
liogar,
;
primero
,
en
lo
luego en íntimas reuniones,
en las tertulias de la
época
,
Valladolid
discutíanse
los
de esta última ciudad y los que
Querétaro,
tenía
cial,
por
corregidor
don Miguel Domínguez,
á
hombre distinguido por su saber,
integridad y virtudes,
quien ejercía aquel importante empleo desde la
Marquina, justo apreciador de
del virey
secciones del gobierno
aparecen, sin embargo, comprendidos
en
el
corregimiento
le
época
las dotes desple-
mayor en una de
oficial
las
Su rectitud y probidad atrajeron, sin embargo, la avervireinal.
desde luego en la conspiración de Querétaro los que
sión de aquellos cuyos abusos reprimía con
figuraron en la de Valladolid; esta abstención se explica
gica,
por la vigilancia á que se vieron sometidos desde
de
el
de
Guanajuato, aunque gobernada por un magistrado espe-
gadas por Domínguez como
No
meses
últimos
los
de la de México y comprendida en la intendencia
romper para siempre aquella dependencia á que estaba sujeto.
en
ciudad situada á sesenta leguas escasas
graves asuntos públicos ligándolos con la aspiración de
México
de
las juntas
conexión entre los trabajos
intentaron
se
del
el
de 1809.
primera
gobierno del arzobispo
preparado
pues,
de los conspiradores
Lizana, lejos de desistir de sus primitivos propósitos y de ocultar sus tendencias, propagábanlos en terreno
todo
movimiento que se derivó de
fines
preludio de la que se formó en Querétaro en el curso
participio, sobre
su
fué
como
á
de 1809 (21 de diciembre), puede ser considerada
activo
mano enér-
contándose entre ellos á los amos de los obrajes
pan,
que
siempre
hallaban
digno
al
funcionario
momento en que fueron descubiertos, pero no deben
dispuesto á impartir poderosa protección á los infelices
echarse al olvido sus servicios ni los méritos que adqui-
trabajadores que en esos establecimientos eran tratados
á manera
@.OTn
^ue^
de
Las gentes honradas
esclavos.
inmensa mayoría
estimaban debidamente
,
en
,
al recto
su
magis-
trado.
La esposa
del corregidor,
doña María Josefa Orti?,
dignísima matrona que había de unir su nombre á la
proclamación Facsímile de la firma de don Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro
como
el
de
numen de
pretexto
mexicana,
independencia
la
patria
la
aparece
en las reuniones que con
de tratar de asuntos puramente literarios se
efectuaban en aquella ciudad, unas veces en la casa rieron á los recuerdos la posteridad.
hemos
de la historia y á la gratitud de
Al hablar de la conjuración de Valladolid
visto que Allende
y Abasólo estaban en estrecha
relación con García Obeso
y Michelena, y pronto vere-
presbítero
abogado Parra.
entusiasmo
—
sus
dd
la del
Su alma ardiente y tierna cdnfundía en
un mismo sentimiento á
á posesiones tan extensas fuesen regidas desde una metrópoli distante, ó la que se dirigían como una vena inagotable de plata y oro los tesoros d&toda la América, sin enriquecer ni fecundar los países de su procedencia; pero estas razones son las unas insubsistentes y las otras de mera conveniencia. No eran los restos de las naciones que antes dominaron en el país las que promovían la independencia, ni ésta tenía por objeto reponerlas en sus derechos usurpados por la conquista; promovíanla los descendientes de los conquistadores, que no tenían otros derechos que los que les había dado esa misma conquista; contra la cual than declamado con una especie de frenesí imposible de explicar, como si fuesen los herederos de los ])ueblos conquistados y estuviesen en la obligación de vengar agravios. Las razones de conveniencia eran, pues, las únicas que habla y éstas eran decisivas y evidentes; pero cuandn España sa cela invadida por un enemigo de tan ¡jran poder, parecía muy poco generoso pretender apartarse de una nación con la que Méatico habla estado ligada por tres siglos con tan íntimas y estrechas relaciones, negándole los auxilios que pedía en su mayor apuro para fostener una guerra, en que se hallaba empeñada por necesidad, y que se había decidido d hacer por un acto admirable de heroísmo.» Historia de Méwico, tomo I. Hemos copiado el párrafo anterior para dar una ligera idea del criterio conque el historiador Alamán juzga la revolución de independencia. Los juicios y opiniones de este autor son los mismos del partido conservador sobre esta importante materia. Hemos subrayado las frases de que se forma el último argumento de Alamón con el objeto de hacer resallar ese arranque de sentimentalismo que parecerá sincero sólo á los que no conozcan los hechos del historiador como hombre de Estado, y como consejero oficial del presidente Bustamante en 1831.
don José María Sánchez, y otras en
que
dominaba
la
La
contertulianos.
y á
familia
la
patria, y el
la
comunicábase
dama
ilustre
fácilmente
nunca
sintió
más tarde y
entibiarse ni su decisión ni su fe; hundida
por largos años en inmundos calabozos, supo afrontar con entereza
el infortunio, sin
que flaqueara su ánimo esfor-
zado, y sin que se amenguase nunca en ella la esperanza
de ver á México independiente y
Su familia se
libre.
sus hijos quedaron reducidos á la miseria
arruinó,
aunque más tarde una ley de amnistía
le
,
y
devolvió la
libertad, ni á una ni á otros les volvió la fortuna.
Aparte de
los
ya nombrados,
guez y su ilustre consorte,
abogado Parra
,
asistían
el
el
á las
Domín-
corregidor
presbítero
Sánchf-z
reuniones
que
y
en
el
las
casas de estos dos últimos se efectuaban, los abogados
Altamirano y Laso, don Francisco Aranjo,
don Ignacio
Téllez,
Emeterio González,
Gutiérrez,
quien
al
Arias,
del
del
el
regimiento
graduación Baca,
teniente don
de
del de
Sierra
el
regimiento de Celava,
nmndo de un destacamento
poco en (¿uerétaro; gorta,
regidor Villaseñor Cervantes,
el
capitán don Joaquín
don Antonio
don Epigmenio y don
se
hallaba
hat ía
Francisco Lanza-
Gorda;
el
de igual
San Miguel; y algunos otros
:
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS i. Los capitay paisanos de menor importancia nes don Ignacio Allende, don Mariano Abasólo y don
oficiales
Juan Aldama,
del regimiento de dragones
residente en San Miguel el
ya en relación con
visto
de la Keina,
Grande, y á quienes hemos
los conspiradores
de Valladolid,
,
distinguiéndose entre todos los conjurados
el
primero de los tres capitanes que acabamos de nombrar,
y á quien sus correligionarios consideraban como el hombre más á propósito para ejecutar la revolución
tramada, como decía Ochoa en
la
denuncia que dirigió
Empero
,
el
mismo denunciante decía á ese
funcionario que Hidalgo, el
alto
cura del pueblo de Dolores,
autor y director de la revolución proyectada,
dirigirla.
Antes de exponer nuestro juicio sobre esta materia,
daremos á conocer á estos preclaros
caudillos
de
la
independencia de México. Dispersos en la extensa llanura del plan de Pén-
jamo (Estado de Guanajuato) hacia
oriental
la ribera
y no muy distantes de Cuitzeo, álzanse
del rio Turbio,
rancho de San Vicente.
del
sombra se guarecen hoy
Hemos
llegado á un punto
que ha dividido
con
se levanta
comarca con
Ochoa
al
denun-
ciar la conspiración al oidor don Guillermo Aguirre en la siguiente carta, remite la lista de los conspiradores, en la que no están com-
prendidos don Epigmenio y don Emeterio González: Querétaro, setiembre 10 «Señor oidor don Guillermo Aguirre. de 1810, Muy señor mío y de mi primera atención El capitán don Manuel García Arango entregará á V. S. esta en mano propia, junio con una representación á su Alteza la Real Audiencia Gobernadora. »Al indicado capitán Arango, como que es sujeto de mi entera confianzu y dotado de unas luces nada vulgares, he tenido á bien darle eslu comisión, con el encargo de que untes que con otro alguno la trate con V. S. pura que en su virtud disponga V. S. con su alta comprensión lo que sea de fU agrado, tanto en el uso que debe hacer respecto á mi representación á la superioridad de la Real Audiencia como en el osunto principal. » Por sentudo que V. S. no me conoce, aunque sí tuve el honor de visitarlo en su casa una noche con Cancelada. Siempre he profesado á V. S. la-mejor voluntad, en cuya inteligencia mande V. S. lo que guste á su mejor servidor, Q. S. M. B. Juan Ochoa.y> «, Lista remitida por Ochou de los conspiradores en la revolución que se prepara »EI doctur Hidalgo, curu del pueblo de los Dolores.— El capilán Allende, de San Miguel el Grande. El capilán Aldama, de San Miguel el Grande. El capitán N. S. y varios oficiales del mismo regimiento de San Miguel. »De Querétaro: Br. presbítero don José Maria »EI licenciado Altamirano. Don Antonio Téllez Don FranEl licenciado Parra. Sánchez cisco Araujo. — El teniente Baca, de San Miguel el Grande, que al Lojero que tuvo cerería en esta ciudad. presente se halla aquí. » Sospechosos: El licenciado Laso de la Vega, »E1 corregidor de esta ciudad. nativo de Guadakijara y avecindado aquí hace 6 meses, intimo El regidor Villaseñor Cervantes El capiamigo del corregidor tán Arias, del regimiento de Celuya, que hace 4 días se halla en ésta. La mayor parte de los alféreces del batallón de Celaya, que se halla de guarnición en esta ciudad. íQuerétaro, setiembre 10 de 1810 — Rúbrica de Ochoa.» encuentra en el Archivo Nacional, tomo CVIII del ( El original se ramo de Historia).
—
—
—
—
— —
—
—
—
—
—
mismo Ochoa dirigió al virey, el día siguiente, 11 de setiembre, acompañó una lisia de los conspiradores en la que constan los mismos nombres comprendidos en la que denuncia que
el
envió al oidor Aguirre, y además, los siguientes: Don Ignacio Gutiérrez. Don Mariano Galván, escribiente del Don Mariano Hidalgo, cirujano —Don escribano Domínguez. Dos curas de Querétaro, y varios religiosos N. Estrada, boticario.
— —
—
cuyos nombres ignoraba Ochoa. (El original se hallaenel Archivogeneial de la nación, tomoCVlII del ramo de Historia) véase Colección de Documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo H, págs. 64 y 68.
nombre de rancho
En
porque
viejo,
allí,
de San Vicente antes de 1790,
el
del
Turbio
destruyeron
lo
que hoy
sitio
ese lugar, cubierto de ruinas,
y adonde
se
ha erigido desde hace veinte años un sencillo monumento, vio
la luz
mexicana
^.
primera
el
Padre de
la
Independencia
Nació don Miguel Hidalgo y Costilla
el
8 de
Su padre don Cristóbal Hidalgo y
de 1763.
natural de Tejupilco,
mayo
Costilla,
en la intendencia de México, era
administrador de la hacienda de San Diego Corralejo, la
que pertenecía
el
rancho
á
de San Vicente que
viejo
ocupaba como arrendatario don Antonio Gallaga con dos
y una sobrina llamada Ana María Gallaga;
hijas suyas
con
última casóse don Cristóbal Hidalgo
esta
«En
^
y
el
San Vicente, lugar ahora casa Gallaga y cuna verdadera del extraordinario hombre, está levantado, gracias al civismo de los penjamenses, un monumento que á la vista tenemos: columna toscana que ilustra estos campos como una presea de gloria, y cuyo pedestal lleva la »
recinto del rancho viejo de
el
de ruinas de
la
inscripción siguiente:
Miguel Hidalgo NACIÓ aquí
EL 8 DE MAYO DE 1753
—
—
de las cercanías,
obligando á sus moradores á trasladarlo al
:
—
el
año en que las crecientes
ocupa. El alcalde ordinario de Querétaro don Juan
los pastores
un montecillo de escombros conocido en toda
en efecto, se alzaba
frecuencia á los que de ese período de nuestra historia
Entre las tierras de labor
de éste y circundado de un espeso mezguital, á cuya
la
la
mérito
exclusivamente la gloria de preparai'la y
corresponde
de San Felipe.
A
el
y otros sostienen que á Hidalgo
Allende,
ilustre
al
y que se le había asegurado que este último tenía conmovidas la mayor parte de ese pueblo y de la villa
'
quienes atribuyen todo
varios blancos caseríos, entre los cuales se distingue el
al virey.
era
Hay
han ocupado.
se
de haber iniciado la proclamación de la independencia
iban secretamente á Querétaro y concurrían también á las juntas
87
»La H. junta la erección
del
patriótica de
Pénjamo, á cuyo patriotismo se debe
monumento de San Vicente-Hidalgo,
está
com-
puesta (1865) de las personas cuyos nombres siguen: José Marta Días, Manuel Saaoedra, Francisco Rodrigue;! Gallaga, Antonino Magdalena, Nieees Orijel, Blas Santoyo, Luis Peredo, Antonio Villaseñor Francisco Paul, Buenaventura Galoán , Antonio Ascencio Ignacio Ayala, Pedro Zacanini, José Maria Ayala, Eleuterio Guarnan, Manuel Rodrigue^.:» ("Véase expediente formado por el diputado Rodríguez Gallaga, en la Colección de docurmentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo \\, págs. 455 y siguientes). ' «A mediados del siglo pasado, don Cristóbal Hidalgo y Costilla venido de México, administraba la hacienda de Corralejo. En la sacristía de la capilla de la hacienda se lee aún ^Siendo administrador don Cristóbal Hidalgo y Costilla, de esta hacienda de San Diego Corralejo, se comenzó esta capilla el día dos de marzo de setecientos cincuenta y nuene y se acabó con colateral y pintura el día once de diciembre de mil setecientos sesenta y un años.» »Don Cristóbal deseaba casarse y pasó á vistas á un rancho de la finca que administraba, llamado San Vicente. Este rancho estaba situado al sur del casco de Corralejo, entre la margen oriental del rio Turbio y la hacienda de Cuitzeo de los Naranjos. Todavía hoy lleva el mismo nombre de San Vicente un caserío que está á muy ,
,
—
,
:
,
—
—
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
88 primer fruto de esta unión fué independencia
tiempo
vio
,
que
,
la
luz
conforme
en casa
El infante fué bautizado en
la
capilla
el
el
con
héroe futuro de la los
de
usos
aquel
misma primera esposa Ana Gallaga tuvo don Hidalgo otros tres descendientes. Hijo de una familia honrada,
de la familia materna.
16 de
mayo
del
mismo año
de Cdtzeo de los Naranjos ^
y de su
Cristóbal
tranquilidad
la
en medio de
criado
campo por una madre humilde y
del
virtuosa, el niño Hidalgo, cuyos primeros años se desli-
zaron en la hacienda de Corralejo, revelaba en sus ojos corta distancia del sitio en que existió el antiguo rancho. Era por aquel tiempo arrendatario de Corralejo y cabeza de rancho en San Vicente, un don Antonio Gallega, que tenia en su familia dos bonitas hijos y una sobrina huérfana. Estimulado por el interés de conocer á las muchachas, hijas de don Antonio, de las que habla recibido informes muy favorables, don Cristóbal Hidalgo visitó un día la casa de Gallaga, en la que fué recibido con todo el aprecio y consideración debidos al que de seguro era administrador y amo de Corralejo. y podía tal vez llegar á ser pariente muy allegado; pues el objeto de semejantes visites, á más de ir por lo regular temidescubierto, es de suyo muy adivinable. Llegada la hora de comer, rodearon la mesa don Cristóbal con las personas que le acompañaban y don Antonio con las personas de su familia, entre las que se hacían notar, por el esmero del peinado y ettudio del vestido, las dos hijas, que en el silencio de su pudor ambicionaban cautivar el pecho de un huésped tan honorable. De zagalejo y con el cabello suelto servia jas viandas la muchacha sobrina, virgen esbelta, de color rosado, fisonomía simpática, regulares facciones, frente despejada y de una índole tan bella y suave como el clima de su tierra. Los torneados brazos de la ranoAertta, visibles al servir olla los platillos; la sencillez del traje que permitía adivinar la voluptuosidad de las formas, y las miradas de fuego que arrojaban sus ojos pudibundos, desviaron la pretensión y don Cristóbal se apasionó súbitamente de Ana María Gallaga, que tal era el nombre de la muchacha que servia la mesa. El amor se ca adonde él quiere, y no donde lo enelan, dicese
comunmente. Poco rato después de la comida, don Cristóbal trató de retirarse para Corralejo, comenzando por despedirse de cada una de las per-
en su vasta frente una grande y noble inteli-
azules y gencia.
Creciendo entre las labores campestres adquirió
profundo amor á los rudos trabajos agrícolas y afectuoso cariño á los hombres
que de
tarde esas tareas fueron
y
el
ellos
se ocupaban
;
más
consuelo de su edad madura,
de esparcimiento á su espíritu atormen-
ellas servían
tado al peso de sus altas y osadas concepciones.
Qo^M Facsímile de la firma de don Cristóbal Hidalgo, padre del héroe de Dolores
La desahogada
posición de don
Cristóbal Hidalgo
•»
sonas de la familia Gallaga en particular A cierta distancia del grupo de familia, humilde, medrosa y compungida estaba Ana Muría, atándose la profusa cabellera y mirando al soslayo á don Cristóbal. El instinto del amor habrlale revelado acaso su futuro enlace, y no podía ver al huésped de Corralejo sin suspirar y sin estremecerse... Muchacha tierna y sencilla, no podía explicarse de manera alguna aquel repentino trastorno de su sensibilidad, pues amaba por primera vez y su corazón tenía el vigor de la pubertad... Don Cristóbal anduvo hacia Ana hasta acercársele, y estrechándole la mano en ceremonia de despedida, le dejó en ella una onza de oro: ¡terrible suceso pura un corazón ya conmovido! » Marcháronse por fin los señores de Corralejo, y mientras que se alejaban de la casa, acompoñados de don Antonio Gallaga que, montado á coballo iba á encaminarlos, según acostumbran á hacer con sus huéspedes los rancheros de buena crianza, la sobrino, poniendo de manifiesto la onza, dijo á la familia con la sublime sencillez de una inocente oldeono:— £¿ señor que me dio la mano al despedirse me dejó esta medalla sin ojo.— Tales fueron sus palabras. Guárdala y espera las resultas, le respondió con maliciosa sonrisa lo familia y á los pocos días llegó la carta de pedimento. » Amores rústicos y sencillos fueron estos! Amores afortunados que no conocieron ni la angustia de lo incertidumbre, ni la tristeza mortal del desdén, ni el furor rabioso de los celos. El corazón de un hombre y el corazón de una mujer se unieron osí por misterioso impulso, sin excitor tempestades, ni encontrar oquel abismo conque el ocaso suele separar pora siempre ó los corazones que se aman. »Casáronse don Cristóbal Hidalgo y Ana María Gallaga y vivieron en Corralejo. A su primer embarazo Ana Mario vino á salir de su cuidodo á lo casa de los tíos que la criaron sirviéndole de de padres, en el rani;ho de San Vicente, conforme á lo prudente costumbre (en aquel entonces más generolmenle seguida) de que las esposos lleguen á ser por primero vez madres al abrigo tutelar del techo paterno. El parto acaeció el ocho de mayo de mil setecientos cincuenta y tres, día de la Aparición de San Miguel Arcángel; y ocho días después, el diez y seis ile mayo, el infante nocido fué bautizado y llamado Miguel, en la capilla de la inmediata hacienda de Cuitzeo de los Naranjos.— Fra/icííco Rodríguez Gallaga.-» (Véase expediente formado por el mismo y publicado en marzo de 1868 por acuerdo del Congreso de la Unión, Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, págs. 465 y 466 ' Pe de bautismo del ilustre Hidalgo: »Yo, el ciudadano Teodoro Degollado, teniente encargodo del curato y juzgado eclesióntico de este pueblo de Pénjamo y su partido, con asistencia del presente notario nombrado, doy fe que en un libro de bautismos de esta iglesia, forrado en pergamino, que registré, en el año de mil setecientos cincuenta y tres, fojas diez y seis vuelta, se halla una partida que es del tenor siguiente: .
—
hizo que pudiese dar una educación literaria á sus hijos,
enviándolos á Valladolid cuando llegaron á la edad de
Don Miguel,
la adolescencia.
colegio
ilustre obispo
según
el
primogénito, entró en
el
fundado por
el
de San Nicolás de esa ciudad,
don Vasco de Quiroga en 1540, y que Alegre en su Historia de la Compañía
el jesuíta
de Jesús en
Nueva España,
es
el
América. Rápidos y brillantes fueron
que en
él hizo el
llamaban
más antiguo de
los adelantamientos
joven escolar, á quien sus condiscípulos
Zorro por su perspicacia, distinguiéndose
el
de
en los cursos
teología
y
filosofía
y llegando por
último á ser nombrado rector y catedrático del afamado establecimiento.
Hidalgo,
instrucción á la no
muy
sin
embargo,
no limitó su
extensa que las aulas impartían
;
i
.
en
época.
aquella
muy
idioma que
Dedicóse
al
estudio
del
francés,
pocos poseían entonces; leyó muchas
obras prohibidas; varió durante su rectorado los textos
que
seguían
los
alumnos
de
San
Nicolás
,
haciendo
adoptar la obra del dominico Serry y algunas otras de
«En la capilla de Cuitzeo de los Naranjos, á los diez y seis de »mayo de setecientos cincuenta y tres: el Br. Don Agustín Salazar, »teniente de cura, solemnemente bautizó, puso oleo y crismo y por »nombre Miguel, Gregorio, Antonio, Ignacio, á un infonte de ocho »días, hijo de Don Cristóbal Hidalgo y Costilla y de Doña Ano Moría »Gollaga, españoles cónyuges, vecinos de Corralejo; fueron padrinos á quienes se amonestó el «parentesco de obligación, y lo firmó con el actual curo. Bernardo »de AUocer.» Concuerda con la original de dicho libro á queme remito: vo cierto, fiel y verdadera, corregida y concertado, y paro que conste donde convenga la soqué hoy diez y siete de enero de mil Felipe de Jesús Teodoro Degollado. ochocientos veinticinco Cisneros, notorio nombrado.» (Véase expediente relativo al lugar del nacimiento del ilustre Hidalgo, formodo por el diputudodon Francisco Rodríguez Gollaga, y quemando imprimirel Congreso de la Unión en 23 de morzodel868. Colección de documentos de J. K. Hernández Dávalos, tomo II, pégs. 455-472).
»Don Francisco y Doña María Cisneros
—
—
—
EL CURA HIDALGO, LIBERTADOR DE MÉXICO Copia del célebre cuadro del pintor mexicano D, Joaquín Ramírez
,
que se conserva en
del Palacio Nacional d^ México
el
salón de Embajadores
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS autores jansenistas; «en sus conversaciones particulares
rector.
hacía ya
donde recibió
el análisis frío
y
de la historia eclesiástica
prevenciones de
La
pérdida
Nicolás,
escéptico de las contradicciones ,
y veía con poco escrúpulo i.»
la disciplina eclesiástica
de los
ocurrida en
la
archivos
época
del
de
los
San
invasores
impide precisar la
fecha en que Hidalgo cesó de ejercer las funciones
de
Sábese,
el
la
sí,
que
año de 1779 pasó á México,
el
orden sacerdotal y
Alamán añade en
en teología. dice,
colegio
en que
franceses lo convirtieron en cuartel,
las
89
cabildo
más adelante cuatro mil pesos para Mará vatio, Este
al
hacer
rumor,
que
grado de bachiller
de Valladolid
eclesiástico
del grado de doctor,
el
este punto que
el viaje
cita
franqueó
le
los gastos
pero que los perdió
usegfm se
al
y propinas juego en
á México para solicitarlo '.n
con
marcada complacencia
el
Vista del colegio de San Nicolás de Valladolid (hoy Morelia), del que fué rector don Miguel Hidalgo
como
Tal
referido
como siempre que
historiador,
se
se hallaba á fines del siglo xviii
trata
de
denigrar la causa de la independencia, no tiene apoyo
ninguno, aparte de
lo
que asienta
el
malévolo escritor,
quien abunda en errores é inexactitudes los héroes
derar
esa
de la patria. especie
políticos de Hidalgo.
como
No
las órdenes, sirvió varios
de
los
enemigos
después de haber recibido
curatos,
Colima; luego pasó á ocupar
el
y entre
ellos
el
de
de la congregación de
Biografía de Hidalgo, por Guslavo A. Baz. (Hombres ilustres mejicanos, tomo III, púg. 243). '
T. III.
— 12.
que la muerte de uno
de sus hermanos menores, don Joaquín, había dejado vacante.
ocuparse de
vacilamos, pues, en consi-
invención
Éste,
al
Dolores y villa de San Felipe,
Al principiar
el siglo,
y cuando ya hubo llegado á
la
edad madura, vemos á Hidalgo dedicado en su curato de Dolores á la agricultura y á la industria confiar al cuidado de terio.
Extendió
el
un vicario cultivo
,
después de
las faenas de su minis-
de la uva, de que hoy se
recogen en aquella comarca considerables cosechas, y
—
A-LAMÁíi. Historia de México, tomo nas 351-352, edición de 1849. 1
I,
lib. II,
cap.
I,
pági-
MÉXICO A TKAVÉ8 DE LOS SIULOb
90
propagó
aún
servaban
En 1845
gusano de seda.
la cría del
en
un
en
Dolores,
se con-
llamado
sitio
las
sobreseída
á poco,
cuando
reo
el
ejércitos americanos
gusano, conservándose también hasta en esa época los
que ante
riego de todo el plantío
el
';
ya como generalísimo de
figuraba
Moreras de Hidalgo, ochenta y cuatro árboles plantados por sus propias manos para el cultivo del opulento caños que mandó hacer para
mandada continuar en 1810,
fué
Esa causa, en
se formó por
efecto,
Huesca á mediados de 1800.
Fueron
capítulos de acusación contra Hidalgo, el
para su uso particular y otras para su madrastra, á quien consagró siempre una ternura filial '^. Fundó también
cial
diversas
algunos talleres de
ladrillo,
y construyó varias pilas destinadas al
artes,
de pieles; propagó la cría de las abejas;
curtimiento
alentaba á sus feligreses para que estudiasen la música, á la que era
muy
como
aficionado,
espíritus levantados
y
son todos los
lo
nobles; socorríales de su peculio
particular en sus necesidades,
trato afable,
y su
sus
maneras de hombre de mundo, su noble sencillez, su
le
cabellos
de
"Ese anciano de mediana de frente
azules,
ojos
despejada
y de
blancos, que vestido sencillamente de negro,
campos y se confundía con
los labradores,
compartiendo sus faenas y consolando sus pesares, era
mismo que en
la noche,
en
el
estrado, expresaba sus
sentimientos con una elocuencia ardiente
y apasionada
y revolucionaba las conciencias con avanzadas é innovateorías.
crepúsculo
,
examen impar-
la disciplina eclesiás-
de un cambio de gobierno, sus opiniones
poco ortodoxas que á varias personas había manifestado; el
descuido conque veía las funciones de su ministerio
su conducta mundana.
de
pasión,
la
procedió en este caso ción
entre
arbitrariedad
sí
y
y
y mala
fe
conque
famoso tribunal de la Inquisi-
el
Las declaraciones de
2.
,
los autos de este
continuado como hemos dicho en 1810, para
proceso,
juzgar
Basta recorrer
testigos
los
se destruyen
las calumnias de algunos de ellos son
desmen-
deducirse que Hidalgo negaba la virginidad de la madre
recorría los
doras
y de
la
en favor del progreso de
con un modesto sombrero redondo y un rústico bastón
el
tica, sus deseos
la Escritura
conquistaron en poco tiempo el amor y la
simpatía de sus feligreses. estatura,
que hacía de
principales
los
tidas terminantemente por los otros. Puede, sin embargo,
largueza y sus trabajos
comarca
una denuncia
comisario de Valladolid hizo el fraile Joaquín
el
de esta industria logró obtener algunas piezas de ropa
una fábrica de loza, otra de
los
^
Labrador
en
el
día,
hombre de sociedad en
la
pensador
noche
,
en
el
por donde
quiera hacía sentir la bondad de su corazón y la audacia
de Jesús;
que
combatía
voto
el
de
castidad
de
los
sacerdotes como contrario á la Naturaleza; que explicaba
como
filósofo
el
mecanismo del mundo; que negaba
existencia del infierno
que desdeñando las notas de
;
la
las
Escrituras interpretaba éstas con su propio criterio,
que manifestaba Apóstoles y
sin
embozo poco
santa Teresa,
respeto
hacia
á quien llamaba la vieja
Sus opiniones políticas, examinadas por
ilusa. sición,
sí
demostraban
y
los
osadas
las
la Inqui-
especulaciones
del
cura Hidalgo y sus teorías de gobierno en aquella época
grande
de
en
atraso
aseguraba que tanto
el
«Algún testigo mismo Hidalgo como el presbítero materia.
esta
de su talento.
don Martín García
en él?
esta América; otro lo acusaba de que había discutido
¿Qué mucho que la Inquisición se fijara Las expresiones que á menudo vertía, el análisis
que acostumbraba á hacer sin recato alguno
de
los
,
^deseaban la lileriad francesa en
mejor
sobre si era
golierno repvhlicaiio que el
el
muy
hombres y las cosas el despego conque veía el servicio de la Iglesia sus costumbres diversas en todo á las de
monárquico;
la generalidad del clero,
se
su curato, que
biblioteca algunas obras prohibidas,
;
,
;
y el estado en que había puesto más parecía una comuna en pequeño que
una congregación
de
indios,
es
decir,
de siervos en
aquella época, despertaron al fin la suspicacia inquisito-
y promovieron contra
rial
AlamXn.
— //¿síoria
él
una causa secreta que,
de Méwico, tomo I, lib. II, capítulo I. Biografía de Hidalgo, por Gustavo A. Baz. (Hombres p&g. 353. ilustres mexicanos, tomo IIl, póg. 244). ' Alamán, dejándose llevar de su habitual inquina, dice con este motivo lo siguiente: «No parece, sin embargo, que en algunos de estos ramos (la agricultura y la industria) tuviese conocimientos bastante positivos, ni menos el orden que es indispensable para hacerles hacer progresos considerables. Preguntándole una vez el obispo Abad y Queipo qué método tenía adoptado para picar y distribuir la hoja á los gusanos según la edad de éstos, separar la Beca y con.servar aseados los tendidos, sobre lo que se hacen tantas y tan menudos prescripciones en los libros que tratan de esta materia, le contestó que no seguía orden ninguno, y que echaba la hoja como venia del árbol y los gusanos la comían como querían:» ¡la revolución, me decía con este motivo el obispo, de quien originalmente sé esta anécdota, fué como la cría de los gusanos de seda, y tales fueron los resultados!» El historiador, como se ve, no vacila en faltar á la gravedad de la historia sólo por la satisfacción de incrustar en su relato el chascarrillo de su amigo el obispo ^ Abad y ' Queipo. '
—
nos eran
tenía
le
hacía
otros, que decía
unos déspotas
alto
que
los solera-
tiranos; que generalmente
por afrancesado; que guardaba en su
aparecer
á
los
pobladores
y finalmente, que de América como
subyugados y engañados por sus gobernantes. Lo que se puede deducir de estas declaraciones oscuras, incoherentes y mal hiladas, es que Hidalgo era
que un sacerdote; que dedicado
filósofo
obras
desconocidas para
más bien un al
estudio
de
resto de sus compatriotas
el
había vislumbrado nuevos horizontes políticos; que su criterio
,
seguro é imparcial
,
le
había hecho notar las
contradicciones de que adolecían las creencias religiosas
de su época y que amenizaba sus conversaciones con una burla sarcástica de todos los errores que notaba en ,
ellas.
Esta causa prueba que Hidalgo poseía conocimien-
tos superiores,
'
y que su
conciencia, recta
y
firme,
mal
Biograjla de i/idaípo, por Gustavo A. Baz. {Hombres ilus-
tres mexicanos, >
tomo III, pág. 245). Colección de documentos por
tomol.págs.
78 y 197.
J.
E.
Hernández Davales,
—
MÉXICO Á TBAVES DE LOS SIGLOS una
con
avenía
se
sumisión
hipócrita
á
ideas
las
dominantes entonces; que sus convicciones descansaban en
base del estudio y del raciocinio, y que su
la firme
conducta se conformaba con
Esta
causa,
sin
aquéllas i."
embargo,
lo
algunos
de
había
acusado
porque la
algún
por
dejó
afirmaban
entonces
verdad es que
La
el
le
^,
disimular
hizo
terrible
1801
en
reformado su conducta aviso
aquella época.
que
fuese
sus
que
el
quizás
opiniones,
tribunal no lo molestó en
causa, empero, quedó abierta, y se
continuó en 1810, cuando la proclamación de la inde-
pendencia hizo de Hidalgo
el
blanco de todos los odios
y rencores políticos. El capitán don Ignacio José de Allende nació en San el
Miguel
21
el
Grande
de enero de
(intendencia
1779
^.
de las
de
Gruanajuato)
Fueron sus padres
Fuentes,
avanzado en
era
ya
regimiento
capitán
del
Reina, que guarnecía
Ja
Miguel y los pueblos inmediatos.
del
Marquina,
virey
durante
el
y luego
año de 1807,
las
donde
lo
eran los
de su época
oficiales
Memorias para en México 2. en sus
—
—
—
secundaba
que en sus declaraciones, cuando fué hecho" prisionero, manifestó que sólo doce días antes de la proclamación de
independencia
esa
enteró Allende de
lo
debe
manifestación,
eran
con
(y
arrancadas
todas
que se tramaba,
tenerse en el
mismo
cuenta
la
que
esas
han de ser
criterio
independencia),
prisioneros que habían sufrido
á
angustias
las
lo
de que numerosos documentos desmienten
próxima su suerte
—
le
y empresas. Verdad es
tomo
—
dice Zerecero
«
,
Uníale con Allende una estrecha amistad y
juzgadas las de los demás héroes de
—
diestro
era don Juan Aldama, nativo también de la villa
Biografía de Hidalgo, por Gustavo A Baz. ( Hombres ilustres mexicano?, tomo III, piígs. 246 y 247) s Véase e! auto del inquisidor fiscal, fechado el 15 de setiembre de 1801. {Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos,
»de Enero. Yo el R. P. Fr. Santiago l.isneros licentia parrochi, »bauticé solemnemente, puse oleo y crisma á un infante de cuatro »días de nacido, á quien puse por nombre Ignacio, José de Jesús, »Pedro Regalado, hijo legítimo de Don Domingo Narciso de Allende, »y de Doña María Unzaga, ambos Españoles de esta Villa: fueron sus spadrinos Don Manuel Menchaca y Doña Rosalía Peredo, quienes Juan Manuel »saben su obligación, y lo firmé con el Señor Cura. »de Villegas —Fr. Santiago Cisneros.»—\ al contra margen.— «Ignacio, José de Jesús, Pedro Regalado.»— Es copia fiel de su original, á que me refiero, siendo testigos á verla sacar, corregir y concordar, los ciudadanos Vicente González y José Ignacio Ramírez, vecinos de esta villa, donde doy la presente hoy veintiocho de Marzo de mil ochocientos veinticinco. Dr. Francisco Uraga.» « Los ciudadanos capitanes Ignacio Cruces y Manuel María Malo, Alcaldes primero y segundo constitucionales de esta Villa y su Partido. «Certificamos: que la firma que se ve al calce de la anterior partida de bautismo, es, á lo que parece, del ciudadano Doctor Francisco Uraga, cura y Juez Eclesiástico de esta Feligresía, y á todo cuanto con ella autoriza en su ministerio se le da entera fé y crédito judicial, y extrajudioialmente. En comprobación y legalización de lo cual, para que conste donde convenga y á pedimento del ciudadano Diputado del H Congreso de este Estado, Vicente de Umarán, damos la presente en San Miguel el Grande á veintidós de Abril de mil ochocientos veinticinco. Que firmamos por ante el escribano Manuel María Malo. Ignacio Cruces. actuario de que doy fe Ante mí. Juan José Franco.-» (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, pág. 593).
muy
de San Miguel, donde estaba residiendo ese regimiento.
declaraciones,
pág. 83). Partida de bautismo de Allende: ^El ciudadano doctor Francisco Uraga, cura, juez eclesiástico de la cilla de San Miguel el Grande y su partido. Certifico en lamas bastante forma, que en uno de los libros parroquiales de mi cargo forrado en badana encarnada, cuyo titulo es: «Libro en donde se asientan las partidas de bautismos de Españoles, que se hacen en esta Parroquia de la Villa de San Miguel el Grande,» y á fojas cuarenta y cuatro vuelta, partida sexta, se halla la del tenor siguiente:— «En el año del »Señor de mil setecientos setenta y nueve, en veinticinco días del mes
Era Allende
la historia de las revoluciones
matrimonio con una señorita de San Miguel, doña Luz
I,
virey
el
Capitán del mismo regimiento de Dragones de la
pero aparte
•
i.
capital
la
notable,
de dinero como fruto de su honrada administración. (1802) don Ignacio contrajo
el
y dado á ejercicios corporales, en los que era de gran valor, «é instruido en su arma, hasta
jinete
la
aun
en
residió
de gentil apostura, de fuerzas hercúleas,
deudas, y entregó á la familia una cantidad considerable
Bastante joven
Había estado en
Iturrigaray con una afección particular
fielmente en todos sus proyectos
satisfizo
de San
villa
siendo distinguido por
quedó confiada su familia á un español llamado Berrio, pendientes,
la
la
provincial
cantón de San Luis á las órdenes de Calleja en tiempo
Reina
arregló los negocios
tiempo
y cuando comenzó
Domingo Narciso de Allende, español acomodado, y doña María Unzaga, que pertenecía á una de las principales familias de aquella villa. Habiendo muerto don Domingo,
daron,
poco
carrera militar,
la
Dragones de
don
quien cuidó con esmero los intereses que se le encomen-
murió
quien
Parece que en la época de su casamiento había
después.
revolución
.
en su curato de Dolores; fuese ya por las declaraciones testigos
Agustina
91
de
estrecho
que
final;
cautiverio
amor á
el
ya
veían
y
vida en los
la
jóvenes, y los escrúpulos en los ancianos y sacerdotes,
educados en ciertos principios
que volvían á adquirir
sobre ellos absoluto dominio en aquellas horas supremas,
quebrantaron en muchos de esos héroes la entereza, y atenuaban
que vislumbrando una esperanza de salvarse el participio
,
que habían tomado en la revolución.
El otro capitán del mismo regimiento, don José Mariano Abasólo, influencia
hizo
que sobre
entrar
en
la
era
el
más joven de
él ejercía
los
tres,
y
la
su compañero Allende le
conspiración.
Era dueño de
haciendas, y su caudal se había acrecentado con
ricas el
de
su esposa doña María Manuela Rojas Taboada. «Abasólo, dice
Alamán, pretendió en su causa no haber tenido
conocimiento de la conspiración hasta después de hecha la
revolución, y el papel poco distinguido que en ella
hizo , prueba por lo
menos que sus compañeros
lo tenían
' Alamán en su Historia de México y el señor Hameken y Mexia en su biografía de Allende {Hombres ilustres mexicanos), afirman que éste estuvo en el cantón de Jalapa. Creemos inexacta
afirmación, pues el regimiento á que pertenecía no consta en la de los cuerpos que formaron dicho cantón. ' «Alamán añade con su bondad acostumbrada, dice el señor Hameken en la biografía de Allende, que éste era muy inclinado al juego, á las mujeres y á toda clase de disipaciones; pero no he encontrado hecho alguno que justifique estas aseveraciones del gran Sacerdote de la reacción.» {Hombres ilustres mexicano,-, tomo III, pág. 351). tal
lista
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
93
muy
por
insignificante: lo conducía el influjo de Allende,
con quien tenía amistad, esposa
,
ñada en apartarlo de sufrió
Abasólo en
adonde
al
que se contraponía
el
de su
constantemente opuesta á la revolución y empe-
murió
momento,
^.n
ella
Una
larga prisión que
de Santa Catalina de Cádiz,
el castillo
de su esposa hasta
asistido
el
postrer
por completo en la memoria de
lo rehabilita
sus compatriotas.
de
muy
del
cura Hidalgo,
atrás manifestadas
Inquisición,
como ya
sus recelosas
tuvo
el
lo
sin
hemos
miradas;
las
sus opiniones
embozo, y
dicho,
fijó
él
desde 1800
que
existieron
en
relaciones
tanto que la
entre los conspiradores de Valladolid y Allende,
y
las
que ya en esa época unían á éste con Hidalgo,
lo
que
algún
que
último en aquella conspiración,
el
tramada en
la ciudad
participio
precisamente
donde hizo sus estudios y ejerció
importante puesto de rector del colegio de San Nicosimultaneidad que se nota en los levantamientos
la
lás;
á favor de la independencia, efectuados en puntos distantes entre la
Los antecedentes
suponer sin esfuerzo
autoriza á
sí
por
apenas lanzado
perfectamente
existencia,
enviados
,
el
grito de
comprobada,
de
agentes
Hidalgo en distintas direcciones
preparaban esos mismos levantamientos
muy
Dolores;
que
y
por último,
;
el
testimonio de uno de los compañeros del ilustre párroco, fray Gregorio de la Concepción
,
de la orden del Carmen,
y que ha dejado escrita una curiosa relación de los principales sucesos de la independencia, que pronto verá la
Casa que habitó en Dolores don Miguel Hidalgo
afirmar que á Hidalgo toca
deseos
la gloria de haber iniciado la proclamación de la inde-
y aspiraciones de segregar á Méxi"!0 de España. «Este mismo día 23 de julio del año de 8, dice
pendencia, de haber meditado en ella más que algunos
fray
de sus nobles compañeros en
Dolores (de paso para San Luis Potosí) y llegando á
luz pública ^, nos obligan á
y de
la lucha
y en
ser el centro directivo que dio vida
el sacrificio,
y animación á
los
Gregorio de la Concepción, llegué al pueblo
dicho pueblo fui al curato, y preguntándole al
señor cura
—
AlamXn. //cXoría de México, tomo I, lib. 11, capítulo I, Véanse dos cartas de la señora Taboada á su esposo en pég. 356. la Colección de documentos de i. E. Hernández Oávalos, tomo H, I
—
páginas 407 y 408. » Don Gregorio Melero y Pina nació en Toluca en 1773, y al tomar el hábito de la orden del Carmen adoptó el nombre de /ra^ Gregorio de la Concepción. Fué hecho prisionero en Acatita de Bajan el mismo día que Hidalgo y sus compañeros. Desterrado á España volvió á México cuando ya estaba consumada la independencia; se secularizó en 182c, y en premio de sus servicios patrióticos obtuvo et grado de general de división y el nombramiento de vicario general castrense. Murió en Toluca el año de 1843. Es autor de una curiosísima relación de los principales sucesos de la proclamación de Ib independencia y que abraza el periodo comprendido desde 1 808 hasta marzo de 1811. Este interesante documento original pertenece al señor Hernández Dávalos y será publicado próximamente en el tomo Vil de la Colección, dispuesta y arreglada por el mismo señor Hernández.
era,
si
estaba ahí
sin bajar
y
del
el
señor cura,
coche
le
me
dijo
de
mismo que
él
entregué la carta (de
Allende),
y como pensaba que yo era gachupín me
recibió de
mala data, pero luego que
la
leyó
me
hizo
bajar del coche con cariño y hizo á los cocheros que
metiesen mi equipaje á su recámara, y sala,
me
me
metió á su
y después de haberme dado un trago de vino y
me
bizcochos
llevó
á ver todas las curiosidades
tenía en ella, y en el cuarto adonde tenía
de seda,
me
dijo
tenía hecha con
convine en todo,
como á
las
sus
que
animales
por menor toda su combinación que
sólo
señores; yo en
el
aseguró que yo era
el
cinco
y me
instante
sexto
;
y
dos horas poco más que yo había llegado,
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS «ntraron
á
señor cura que
decir al
señores Allende, Aldama,
dicho señor cura que
decir
estaban
allí
los
Arias y Abasólo, y mandó entraran;
que
luego
nos
vimos nos abrazamos tiernamente y nos fuimos debajo de el
un árbol, y allí nos presentó el señor Hidalgo plan que tenía hecho, y todos convenimos en él y ,
aunque
el
señor Allende le hizo algunas reflejas
mismo, no en cuanto á
lo
y yo lo sustancial, pero quedamos
unánimes y decididos á padecer tal
de libertar de los opresores
"Dos días estuve tratándome todos con
allí
el
á.
la
misma muerte, con
nuestra patria.
con tan amable
mayor
me avergonzaba ver el trato días me fui á San Luis lleno
aprecio,
que
,
de manera que á los dos
,
de las mayores amarguras
Don
de el
las
de Querétai'o, no es motivo bastante para darle
los
que en
ellos figuraban,
incluso
mismo
el
Allende, reconocían en Hidalgo al jefe que debía dirigirlos.
«Hidalgo, dice
virey, es el auto?'
tada.
i^
el
Ochoa en su denuncia
y
El mismo alcalde coloca
la revolución,
la lista
en
primer
lugar
el
de los comprometidos en
y en otro párrafo de su carta
lee lo siguiente:
al
director de la revolución proyec-
nombre de Hidalgo en
al
virey se
es reducido
y quimí sugiere las ideas, y á la independencia. n El padre
fray Gregorio de la Concepción lo afirma en su intere-
sante relación inédita. cionario,
y desde
y solo iba yo pensando por el camino en el aMo de diez y en el día de san Miffuel. » Desde 1808, pues, el cura Hidalgo mantenía relaciones con Allende, Aldama, Abasólo y otros; celebraban
frecuentes reuniones en las que se trataba nada menos
que de proclamar
el
Estalla el
movimiento
la
independencia de México
;
el
primero
sometía á sus correligionarios planes políticos que
los
construir lanzas
primeros meses de 1810
i
éstos
en Dolores durante
y enviaba emisarios á
distintas partes del país con la misión de propagar el principio revolucionario.
Que Allende fuera
el
promovedor
de las juntas secretas de San Miguel, primero, y después
habían agriado los ánimos, y cuando la discordia entre los
revolu-
primer momento Hidalgo es recono-
defensores de la independencia
de las armas realistas.
aceleraba
el
Amigos y enemigos,
triunfo
en
esa
época, están conformes en colocar á Hidalgo en el lugar
prominente.
La duda ha venido después
,
y
los
que
le
disputan esa gloria al padre de la independencia han
formado escuela entre
los aficionados á la paradoja,
siempre enemigos de todo
lo
que
brilla
y
se
casi
impone por
su mérito propio.
Las juntas de Querétaro fueron precedidas de
"El doctor Hidalgo, cura de Dolores,
€S el principal motor
^u j)lan
alcalde
comunicarme cosa de tanta entidad,
José Mariano Abasólo
primer lugar entre los héroes de la independencia,
pues todos
por nuestra separación y del mayor júbilo por la confianza que tenían de
aprobaban, hacía
compañía,
me daban y
93
que en San Miguel
el
las
Grande había promovido Allende
entre varios oficiales del regimiento á que él pertenecía.
¿Cuál fué
San
la fecha
Miguel?
en que cesaron de efectuarse las de
Don José María de Liceaga,
en
sus
Adiciones y rectificaciones á la Historia de México,
cido con calidad de jefe supremo, sin que se levante una sola vez para disputarle el mando, el cual pasó á
de Allende varios meses después
,
manos
cuando ya las derrotas
' Memorias de Pedro José Sotelo, último de los primeros soldados de la independencia. {Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, pág. 320).
MiXlCO Á TRAVÉS DE EOS SIGLOS
94 escrita
por Alamán, asienta que desde
promovió don Ignacio Allende en San Miguel
una junta de conspiradores de
•
de 1808
fines el
Grande
la que formaron parte
repetición de lo que dijo Hidalgo en una de sus declaraciones.
Don Juan Aldama, como
interrogado por
al ser
varios oficiales de su regimiento, el abogado don Ignacio
declaró que sólo doce días antes
Aldama, hermano del capitán
la independencia fué
mismo
del
apellido
nos eclesiásticos y varios particulares
misma
^,
algu-
vecinos de la
,
que las reuniones se efectuaban en la casa
villa:
de don Domingo Allende, hermano de don Ignacio; que el
plan que llegó á acordarse consistía en aprehender á
los españoles á
una hora dada en toda
país, respetándose reses,
y que
en
sus personas é inte-
posible
lo
extensión del
la
en México los jefes prin-
luego, reunidos
forma de gobierno
pales, se discutiría
y determinaría
más conveniente, y
se daría libertad á los españoles, los
que podrían permanecer en bienes,
la
país con sus
el
trasladarse á la Península
6
familias
tal fuese
si
hemos
antes
juez Abella sobre
el
de la proclamación de
cuando Allende
Hemos
de
Querétaro,
cia,
por
demás,
lo
que no debe extrañarse siendo tan
peligroso en aquel tiempo
extender esos mismos
mentos, y mucho más expuesto y
y
Pero
su
mediados
lo
que
de
agosto
puede
sí
difícil
(1810) las juntas de Querétaro
que
gobernadora de
El mismo autor expone
Estados-Unidos de América. las
cura Hidalgo la dirección del movimiento
al
que tramaban, y afirma que
y
las juntas
y que
misteriosas,
tiempo en espera del mes
iban siendo iba
así
diciembre,
de
anticiparlo violentamente por haber sido
nada dice citar.
el
'^.
Respecto
que
era
los
plan acordado por éstos acerca
del
debería
establecerse
y
i.
cuando se hubiese
hecho la independencia? Acabamos de ver
el
que Liceaga
por Allende, y que se reducía, aparte de ciertas medidas que habían de adoptarse contra los españoles, á dejar al
señor Liceaga en la obra que acabamos de respecto de
de San Miguel, y al ocuparse de las de
las reuniones
Audiencia de
detalles
el
descubierta la
silencio
el
la
de
atribuye á los conspiradores de San Miguel encabezados
de las juntas de Querétaro
Alamán, en cambio, guarda
importantísimos
las denuncias
el
cuando fué necesario
prefijado para el pronunciamiento,
conspiración
más
pasando
que
gobierno
y que
,
casi todos los conspiradores
¿Cuál era
que los conspiradores tuvieron presentes
razones
para ofrecer
frecuentes
nombres de
ya á
que
es
alguno de los mismos afiliados enteraban á
se impetraría auxilio de los
docu-
conservarlos.
afirmarse
al erario público para cubrir los gastos de la guerra; y ,
deter-
apoyar una opinión precisa sobre esta materia; deficien-
traían conmovida aquella ciudad
éxito era adverso
fijar
de las juntas de San Miguel y y que no existen documentos en que
al principio
voluntad; pero en este último caso sus bienes entrarían
si el
concurrió á
citado todo lo que antecede para
establecer la conclusión de que no es posible
minada fecha
de un plan
le iiabló
revolucionario, pero que ni antes ni después
junta ninguna.
dicho,
el particular,
Querétaro no menciona la fecha en que empezaron á
arbitrio
de los jefes principales
México
la
elección
Don Lorenzo de
del
que se reunieran
goMcrno más
en
conveniente.
Zavala, yucateco de ingrata memoria
para México y autor de un Ensayo histórico
henchido
de inexactitudes, afirma que el cura Hidalgo olraha sin
plan,
sin
sistema
y sin
determinado.
oljeto
á Querétaro á
El doctor Mora asienta que desde febrero de 1810 un
(1810) invitado por Allende y habló con Epigmenio González, pero poco satisfecho de
doctor Iturriaga, capitular de la iglesia de Valladolid y que había tenido participio en la conjuración descubierta
formarse:
el
cura
Hidalgo
fué
oculto
principios de setiembre
los
medios
conque
contaban
los
conjurados,
no
se
decidió á tomar parte en la revolución que intentaban, lo
que más adelante
hizo,
habiéndole
informes más satisfactorios 3,»
tal es la
dado
Allende
única indicación
cronológica que hallamos en este último autor respecto del punto que nos ocupa,
y aun
ella
no es más que
la
en esta última ciudad á
fines
de 1809
^,
se puso de
acuerdo con Hidalgo y Allende y extendió un plan que consistía en encargar el gobierno á
una junta compuesta
de los representantes de las provincias que en
nombre
de
lo ejercerían
Fernando VII, quedando enteramente
disueltas las relaciones de sumisión
y obediencia para con
España, sustituyéndolas con las de fraternidad y armo1 Ya hemos visto en la relación de fray Gre(?orio de la Concepción que desde julio de ese mismo año de 1808, Hidalgo y Allende, en compañía de otros oficiales, tenían reuniones misteriosas en la
casa del primero, y que éste sometía á sus correligionarios un plan de independencia. Las juntas de San Miguel debieron, pues, celebrarse de acuerdo y con conocimiento de Hidalgo. « Adiciones y rectificaciones á la Historia de Méasico, por don José María de Liceaga, pógs. 17 y siguientes El señor Liceaga es el autor que con más empeño ha procurado establecer que don Ignacio Allende fué el principal promovedor de la revolución. Al referirse á las juntas de San Miguel el Grande se extiende en numerosos detalles, que deben acogerse con grandísima reserva, si se atiende á la avanzada edad del señor Liceaga cuando escribió su obra (setenta y cinco años) y á lo que él mismo afirma (póg. 22) de que la falta de documentos relativos é los sucesos de que se ocupa, se suple suficientemente con la tradición y con la notoriedad de varios antecedentes. Respecto del lugar prominente que atribuye á Allende véase nuestra opinión sobre este asunto en el presente capítulo. » AlamKk. Historia de Méecico, tomo I, lib. II, capítulo 1, pég. 350.
—
nía.
Alamán consigna en su Historia que cuando fué
preso Epigmenio González, «entre los papeles que se
encontraron en su casa, uno de ellos fué
el
plan general
ó sistema que se había de plantear, poniendo un
rador y varios reyes feudatarios
,
y
esto
empe-
indica que
si
nada se había resuelto, había sido cosa tratada en las juntas, ó de que por lo
menos se ocupaban algunos de
> Extracto de los avisos dados desde la ciudad de (Juerétoro, sobre un proyecto de sublevación en Dolores. (El original existe en el Archivo general de la Nación, tomo CVllI del ramo de Historia). Véase Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, t. II,
—
pág. 68. • En la relación de Michelena, que fué el alma de aquella conjuración, no está citado el nombre del doctor Iturriaga entre las personas que la formaron. (Véase capítulo VI).
.
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS Este plan con todos
los concurrentes á ellas.
papeles,
veremos,
lugar
los
demás
entregó al oidor Collado que como en su
se
Por último,
para
comisionado
fué
Gregorio
fray
de
causas.»
estas
en
Concepción
la
los
apuntes que escribió, afirma como testigo presencial que el
23 de julio de 1808, Hidalgo mostró á las personas cual fué unánime-
cita el jplan qtie tenia hecho, el
que
plan,
embargo, se ha perdido para
sin
gobierno
indican cuáles pudieron ser los principios de
que hubiesen planteado de
independencia
la
en
publicado
de la primera época
los héroes
la victoria
si
En
nobles esfuerzos.
hubiera coronado sus
manifiesto del señor Hidalgo,
el
por
Valladolid
intendente
el
Ansorena
de diciembre de 1810, se lee lo siguiente:
el 15
la
Nos quedan en cambio algunos documentos que
historia.
«Esta-
blezcamos un congreso que se componga de representantes de todas las ciudades
que
reino,
derechos.
Hay en
naciones
hombres que encarnan
,
esos levantamientos súbitos de las
suprema necesidad
la
teniendo
y lugares de este mantener
villas
,
por
principal
objeto
la aspiración universal,
momento,
del
odio
el
y
los
rencores de una generación, y que se lanzan contra las prepotencias que oprimen á sus hermanas, sin que sea necesario al prestigio de su empresa un sistema de
gobierno que ofrezcan á sus auxiliares.
de los héroes, y otra la
mente adoptado. Este
95
El pueblo de Boston,
de
al arrojar al
Una
es la misión
hombres de Estado.
los
mar
cargamentos
los
de té que enviaba Inglaterra á sus colonias, inauguraba
una lucha desesperada el
y algunos años después
;
,
cuando
heroísmo de esos colonos había conquistado la inde-
pendencia, discutían
Jefferson,
los
de
constitución
la
Adams y
los
un
los
emancipado.
pueblo
dar muerte al opresor de Suiza,
Tell al
Hamilton
al
poner su
vida al servicio de sus compatriotas, allá en los albores del siglo XIV, no estableció esa admirable
confederación
que ha resistido incólume á través de los tiempos
embates de sus poderosos vecinos,
y no por
eso
los
la
nuestra Santa Eeligión, dicte leyes suaves, benéficas y
gratitud de los helvéticos dejó de construir una capilla
acomodadas á
en
circunstancias de cada pueblo:
las
ellos
mismo
el
en que se alzaba la humilde morada
sitio
A
del cazador
de Uri.
tratarán como á sus hermanos, desterrarán la pobreza,
embargo,
cargo que en todo tiempo
moderando
los
gobernarán con
entonces
dulzura
la
la devastación
del reino
de padres,
y
la
nos
extracción de
el
enemigos
de
y sin
haremos uso
victoriosos el cadalso
de las
libre
riquísimas
y á
de
producciones
de pocos años
la vuelta
disfrutarán sus habitantes de todas las delicias que el
Soberano Autor de este
vasto
la
continente
don Ignacio
1810
octubre de
2,
En un
bando publicado por
Rayón en Tlapujahua
Antonio
un pueblo
este
jefe
declara
23 de
el
en nombre
del
Sigamos ahora los conjurados
de
las
por su
no es otro más que la manutención de N. S. Religión,
y sus dogmas,
Bárbara; en
alivio de los pueblos." los primeros
ideas
la colonia,
vertidas
y
si
Nación
se tiene en cuenta que
por Hidalgo
desde fines del
siglo
empezó á formarle
pasado motivaron la causa que Inquisición,
se considera que
insurgentes adoptaron la palabra
para designar á las
si
el
la
debemos suponer con fundamento que se
un gobierno democrático, á Estados-Unidos de América, ó á ejemplo
hubiera inclinado á adoptar imitación de los
el hilo
de
años
épicos
de los sucesos.
Mientras que
la atención
Hidalgo en su curato de Dolores
autoridades.
construir
N. Libertad, y
once
tras
numerosos prosélitos y empezaban á llamar allegaba,
Por último,
que responden
de Querétaro ensanchaban su círculo con
haciendo
conservación de
oír ó sin jñan á
de Chihuahua y la existencia de
independiente
Generalísimo que «el objeto del plan de independencia
la
Cargo
combates.
Naturaleza ha derramado sobre i.»
olyjeto
han dirigido
le
independencia:
la
determinado.
su dinero, fomentarán las artes, se avivará la industria,
nuestros feraces países,
Hidalgo estaba reservado, sin
parte, algunos
lanzas
en
elementos de guerra
la
hacienda
de
Santa
primeros días de setiembre estuvo en
los
Querétaro en conferencias con sus correligionarios, con quienes
convino proclamar la independencia
el
1."
de
octubre siguiente, y de vuelta á Dolores envió á llamar al
tambor mayor del regimiento provincial de Guanajuato,
y á los sargentos del mismo cuerpo, Fernando Rosas y N. Domínguez, quienes, enterados Ignacio Garrido,
del
que se tramaba, ofrecieron desde
plan
luego
su
adhesión personal é inducir á los miembros todos de su
de la Francia revolucionaria, cuyo movimiento político
regimiento á que siguiesen sus ejemplos. Pronto veremos
había seguido con mirada atenta,
cómo cumplió Garrido sus promesas.
y como contraste de
Volviendo
aquel orden de cosas que se propuso aniquilar.
á los conjurados
de Querétaro,
hemos
de un plan político respecto del gobierno
dicho ya que desde mediados de agosto se había dirigido
que debiera establecerse en México, no amenguaría, por
á la Audiencia gobernadora alguno de los mismos afilia-
La
falta
otra parte, la legítima gloria de Hidalgo
compañeros. espectáculo
La de
historia no nos ofrece,
pueblos
tranquilos
y
y
sus
ilustres
por cierto, felices
al
el
día
siguiente de haberse alzado en armas para recobrar sus
dos expresando detalles y extensas noticias de la revolución que
motivo de
parécenos hallarlo en
José 1
Colección de documentos de
J.
E Hernández Dávalos,
pág. 301 »
ídem, Ídem, Ídem, tomo
I,
pág. 115.
t.
II,
estaba á punto de la inacción
Mariano
correos
entonces
,
el
Galván,
estallar. ,
Cual fuera
el
de aquel alto cuerpo,
rango inferior del denunciante, dependiente
de la
oficina
de
de Querétaro, y en la lentitud de los proce-
dimientos en una corporación habituada á las dilaciones y
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
96 moratorias de la justicia
una
nueva
denuncia,
'.
Con fecha de 9 de setiembre, delataba desde San
anónima,
Miguel las idas y venidas de los capitanes Allende y Aldama á Dolores y á Querétaro, y ciertas palabras escapadas
al
primero que revelaban la proximidad de un
levantamiento contra los españoles
momento queda
las denuncias
completamente
se
^.
multiplican
descubierta.
A y
partir la
El
de este
conjuración
don
capitán
su regimiento, se denuncia á
compañeros. Ochoa hace
salir
sí
ción á la capital al capitán don
con una carta para
que ocurre
mente á
,
la
el
y aquél
mismo y á todos sus
inmediatamente con direc-
Manuel García Arango
oidor Aguirre , dándole cuenta de lo
lleva el encargo de informar verbal-
Audiencia de todos los detalles comunicados
por Arias. Al día siguiente, 11, Ochoa y Alonso dirigen
comunicaciones
al
virey Venegas,
Joaquín Arias, jefe de un destacamento del regimiento
camino para México, participándole
de Celaya y que era uno de los conjurados, sospecha lo que pasa, y presentándose el día 10 al español don
la conjuración,
Juan Ochoa, alcalde ordinario de Querétaro, y al de la misma nacionalidad don José Alonso, sargento mayor de
Doña María
dores
^
Sin
aun
inactivo,
nombres de
y acompañándole embargo,
el
después
de
los principales
que
la lista
alcalde
ya en
estaba
descubrimiento de
el
de los conspira-
Ochoa permanece
habérsele
comunicado
los
comprometidos, y esta actitud
Josefa Ortiz
Esposa de don Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro
sólo se explica por
el
estupor que debió
conocimiento exacto de la conjuración, y la
producirle difícil
el
situa-
ción en que le colocaba la complicidad de
superior, es decir,
del
cidad de que ya le había acusado ante
Alamán da
«De
todo dio parte reservado el administrador de correos de Querétaro al administrador general (le esta renta en México don Andrés de Mendívil, quien lo puso en noticia del oidor Aguirre, entregándole la denuncio firmada por Galván, que Quintana habla remitido con el primer aviso; pero Aguirre no informó de ello é la Audiencia que á la sazón gobernaba, probablemente por desconfianza del regente Catan!, previniendo en contestación que se observasen todos los pasos de los conspiradores, lo que se encargaron de hacer don Fernando Romero Martínez uno de los principales europeos del comercio de Querétaro, y don José Alonso, sargento mayor y comandante de las compañías del regimiento de Celaya que tstaban allí de guarnición. Repetidos por Quintana los avisos de cuanto pasaba, Aguirre instruyó de todo al virey Venegas, que habla llegado ya y estaba en Jalapa, adonde fueron ó encontrarlo con todas esas noticias don Juan Antonio Yandiola y don José Luyando, que habían venido ó México con el título de comisarios regios para varios encargos del gobierno de Espaiía en moteria de hacienda.» {Historia de México, tomo I, lib. II, cap. I, púg. 362). ' El origi nal existe en el Archivo General de la Nación, t. CVIII del ramo de Historia. (Véase Colección lie clocumenios de J. E. Hernández Dávulos, lomo JI, pág. 63). '
la
siguiente explicación:
,
la autoridad
corregidor Domínguez, el
compli-
virey en la
comunicación que acabamos de citar y que fué redactada y escrita por el escribano don Juan Fernando Domínguez.
«El corregidor de esta ciudad, decía en
alcalde, es comprendido,
según se
me ha
ella
el
instruido,
y
que tiene hechas proclamas seductivas, y no lo dudo porque su mujer se ha expresado y expresa con la
mayor locuacidad contra algunos
dignos
Ministros
que todos tengan felicidad
y
la
nación española y contra
que no
anhelan
la debida obediencia
otra
cosa
y á conseguir
la
tranquilidad pública; pero el torrente de esa
La corta de Ochoa al oidor Aguirre, y las comunicaciones que el mismo Ochua y el sargento mayor Alonso dirigieron ol virey se hallan en el Archivo General de la Nación (lomo CVIII del ramo de Historia). Véase la Colección de documentos de }. E. Hernández Davales, tomo II, pégs. 64 y siguientes. La exposición dirigida por Ochoa '
al vi rey fué
redactada por el escribano don Juan Fernando Domínguez.
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS
97
anunciado y no tiene empacho á concurrir en junta que
comandante de brigada don Ignacio García Eebollo. Pero sin poder precisarse el nombre de este delator lo
forman
cierto
ha
señora
á los
conducido
depravados
que he
fines
los malévolos.»
Otra denuncia hecha
el día
13 de setiembre ante
el
cura y juez eclesiástico, doctor don Rafael Gil de León, vino á precipitar los acontecimientos. Alamán dice que el
denunciante fué un español llamado Francisco Bueras,
aunque en una nota puesta
de
calce
al
nombre
este
manifiesta que por otros informes tiene entendido que
El doctor Mora
fué otro.
i
afirma y don Carlos María
de Bustamante insinúa que fué quien
Iturriaga,
hallándose
enfermado gravemente, de que era depositario
,
el
en
Querétaro y habiendo confesor
el
secreto
éste corrió á manifestarlo todo
Vista de Querétaro, desde
la denuncia que acababa de hacérsele.
darse situación más
No
en
podía,
que informó
es
siendo su primer acto
•que
casas de Epigmenio el
corregidor Domínguez
comandante de El
la
corregidor
por
los
el
mismo robustecía
ban
,
lo
que todas las denuncias consigna-
esto es, que la primera autoridad civil de Querétaro
secretamente á los conspiradores.
favorecía
parte, la autoridad militar,
amigo
el
como
le
doctor Gil de León, ya había recibido
la denuncia,
por reducir
y era á
lo
prisión
Por otra
había informado su
también
probable que Rebollo empezase al
acusaba de complicidad con
alto
magistrado á quien
los conjurados.
Decidióse
'
pág.
ahí el acopio de armas
J.
M.
L.
corregidor acallar
y pertrechos; quizás se prometía
con esta medida las denuncias y
dar tiempo de salvarse á la gran mayoría de los conju-
,
más cuerdo hubiera
por trasmano
,
T.
IU.-13
Pero antes de
proceder á esa aprehensión anunció á su esposa, doña
María Josefa Ortiz,
el
partido que había adoptado
vista de las circunstancias,
el
impetuoso carácter
de aquella ilustre y esforzada dama,
al
salir
cerró la puerta del zaguán, llevándose consigo
Fernando Domínguez, relacionado con
y de quien deseaba saber
en
y temeroso del nuevo com-
promiso en que pudiera colocarle
Acto continuo fué en busca del
Mora, tomo IV,
sido prevenir á
que huyese.
lo
escribano el
de casa la
llave.
don Juan
partido europeo,
que se hubiese trascendido,
tanto respecto de la conjuración como del participio que
en
ella
tenía efectivamente
y que
tras otra, le atribuían insistentes.
17.
acudió
á la casa de éste instruyéndole de
el
pues en la última denuncia se indicaba estar
México y suf revoluciones, por
de estrecha amistad,
lazos
se
corregidor á prender á Epigmenio González y á catear
su casa,
acérrimo enemigo de la
convento de la Cruz
González
él
brigada don Ignacio García Rebollo.
presuroso y añigido
rados, cuando lo
así,
Sámano;
independencia, pero que de antiguo estaba ligado con el
contra sus mismos
y de no hacerlo
tal
tenía participio activísimo
doctor Gil de León,
res oficiales le obligaban á dictar activas providencias correligionarios,
González y de un
en la trama, y que de todo había avisado ya al coronel
el
difícil
de pocas horas,
degüello de todos los españoles;
el
que las armas de los conjurados estaban depositadas en las
y espinosa que la del distinguido magistrado en aquellos momentos. Sus debeefecto,
doctor Gil de León de una
al
conspiración que debía estallar dentro
canónigo de Valladolid
reveló á su
y
al
las
Eran
denuncias, una las
once de la
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
98
noche cuando llegó á hablarle y después de referirse á la
denuncia que había recibido
callando,
doctor Gil,
el
sin embargo, el cargo de complicidad que en su contra
se hacía, pidióle consejo sobre
Pero
conveniente adoptar.
resolución que fuera
la
escribano Domínguez, que
el
había redactado tres días antes la comunicación
por
dirigida
el alcalde Ochoa al nuevo virey Venegas participán-
conspiradores;
dole la existencia de una junta de
mano había
con su propia
escrito
misma comunicación en que
que
párrafo de esa
el
acusaba de complicidad
se
que tenía la creencia de que éste real-
al corregidor,
y mente era culpable,
fingió
no creer nada para inspirar
confianza al magistrado; pero insistió el corregidor en la
del asunto, y de nuevo le estrechó á
importancia
Propúsole entonces
darle consejo.
el
escribano que pre-
de Epigmenio
cediese desde luego al cateo de la casa
González, pidiendo para saria al
comandante de
tropa que juzgase nece-
ello la
brigada don Ignacio García
la
de la casa
bajos
de gobierno.
Ignacio Pérez, y era uno de los
resuelto.
Dirigióse,
la
de tres golpes con
del
alcaide:
como que Pérez de
La compañía
escribano frustró
del
y
á través de ésta impuso la corregidora á
,
las ocurrencias
de aquella noche
y
,
previno
le
buscase persona de confianza que fuese con toda diligencia á instruir á Allende
no quiso confiar á otro se puso en camino,
E\ empeñoso Pérez
de todo.
encargo tan delicado
el
;
mismo
y no habiendo encontrado á Allende al amanecer del día 15,
en San Miguel, adonde llegó
buscó á Aldama, á quien dio cuenta del objeto de su
venida ^»
Este oportuno aviso, como pronto veremos,
dio por resultado
se hallaba
Al llegar á
colocado.
la
el
y á
la proclamación
de la independencia.
casa de González
amenaza y
los snyos
sólo atiende á la conservación
de los que cree capaces de libertar á la patria, queda unida desde entonces á los nombres gloriosos de nuestros héroes.
Entretanto que
el
en que
corregidor para salir de la angustiosa situación
Ortiz
el
patriota emisario de la
mañana
ordenó que se llamase fuertemente á la puerta, pro-
en
ciones á los hermanos González
la
oportunidad de evadirse por las
la
casas contiguas; pero el malicioso escribano observó que
que en
antes de llamar era conveniente que se situase parte de
anterior.
en
azoteas
las
vecinas, y como
estaba condenado á no inspirar sospechas él
y sus amigos,
cateo
;
que se procediese á nuevo examen de hallados en la casa de González,
corregidor á
pero su acompañante insistió
Preciso fué
prender á Epigmenio González, los
demás habitantes de
la casa,
que quedó guardada por los soldados. «Mientras
el
corregidor,
dice
hemos seguido en esta parte de su
Alamán, á quien historia por haberla
escrito teniendo á la vista interesantes
han desaparecido, mientras
el
tando la prisión de Epigmenio del riesgo
que
la
documentos que
corregidor estaba ejecu,
su esposa
,
persuadida
conspiración corría de frustrarse y
todos los comprometidos en ella de ser aprehendidos,
escribano
pudieran
,
La recámara de
la
tarea,
que
,
como
manifestando inspeccionar
al
pertrechos
los
que se opuso
lo
en que había abundancia de pólvora.
artificial
La
primero
un
lentitud
era calculada ,
el
que
peligros
los
con luz
enderezaba á preparar la salvación
,
y
se
de los
en la misma ciudad de Querétaro,
en San Miguel el Grande y en Dolores. Pero ya se ejercía sobre él severa vigilancia, ya su conducta revelaba suficientemente la complicidad
horas
que
faltaban
le
unía con los conjurados
para
que
descendiese
de
y pocas
,
su
puesto
para ser arrojado á las prisiones, confundiéndose con los reos
que
la víspera
había empezado á juzgar como
magistrado.
La
corregidora, por su parte, llena de denuedo en
aquellas difíciles circunstancias,
Arias de todo '
,
esta
presos, y luego, de los demás conspiradores diseminados
su habitación caía
sobre la vivienda del alcaide de la cárcel
Domínguez ocurrir
á
los procedimientos del corregidor
si
no se tomaban prontas y eficaces medidas trató de dar inmediatamente aviso á Allende del punto á que habían venido las cosas.
en
activo
vista
cartuchos, municiones y cabos para lanzas.
y á
mostrarse
entró
de
,
de
Lejos
suspendió las declaraciones para continuar recibiéndolas
descubriéndose en dos de sus piezas gran cantidad de
éste
casa de éstos fueron aprehendidos la noche
la
en la tarde de ese mismo día; llegada la noche ordenó
sitio
hermano de
demás individuos
los
pena de
en que se recorriera escrupulosamente toda la habitación,
entonces al corregidor
y á
corregidor
so
el
el
corregidor,
el
14, tomaba las primeras declara-
día
Como á primera
nada alarmante se ofrecía, disponíase ya el
del
dispúsolo así, y luego
casa seguido de su tropa.
dar por terminado
el ,
señora
marchaba presuroso con dirección á San Miguel
Grande en cumplimiento de su comisión,
curando así á aquél
al
del cuarto
corregidor había dejado cerrada la puerta
el
zaguán
del
pié sobre el techo
el
díéronse en esta crítica circunstancia,
angustioso aturdimiento se olvida del peligro que á ella
á la cabeza de otros veinte, marchó á catear la
casa de Sámano.
la
la corregi-
y
él
dora, para comunicarse en cualquier caso imprevisto, era
pues, á la casa de González acom-
el
plan que de seguro se había propuesto desarrollar
en
activos agentes de
entre
de la generosa matrona que en aquellos momentos de
que
lo
pañado del escribano Domínguez y de veinte soldados que le dio el comandante de la brigada, mientras que
perderse
más
La seña convenida
la conjuración.
alcaide
el
corregidor tenía
Esto era precisamente
la tropa
Llamábase
El nombre ilustre de doña Josefa Ortiz de Domínguez,
Kebollo.
éste,
en casi todas las capitales de provincia, estaba en los
AlamXn.
pág. 368.
lo
mandó avisar
que ocurría, pues ignoraba
— Historia
de México, tomo
I,
lib,
al capitán
la II,
denuncia copltulo
I,
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS que éste mismo individuo había hecho de la conspiración,
y
lo
exhortaba á apresurar
movimiento
el
como único medio de salvar á
concertado pero
comprometidos;
los
taro la
1.
hallaba
haberse
por
3'a
merecían,
de
fiado
que respecto del partido que
y
lo
debiera
él
niente, y acto continuo fué á denunciar al alcalde Ochoa
que
recado
el
acababa de
corregidora
de la
también que todo cuanto
manifestándole
recibir,
corregidor
el
había practicado, desde que los González fueron reducidos á prisión
que los
no era más que apariencia falaz
,
pero
,
trabajos á favor de un movimiento revolucionario
continuaban con creciente actividad.
Cesó entonces
la
vacilación del alcalde Ochoa,
y
puesto de acuerdo con Arias, dispuso la aprehensión de éste mismo,
que cuidó de poner en
bolsillos
los
de su
Hidalgo á Allende y una de éste á Arias, que ya había presentado al hacer su primera casaca una carta
La comedia convenida
denuncia.
y
de
entre el alcalde
capitán Arias fué hábilmente representada
el
haciéndole salir de la casa del rico
En
don Juan
español
hospedería del convento
la
Los papeles que consigo llevaba fueron á
de la Cruz. dar,
:
de la noche del día 15,
dióse á este último á las nueve
Lozada, y conduciéndole á
Ochoa
aprehen-
como era natural, á manos de sus aprehensores. Hidalgo decía éste que
la carta de
de proclamar,
más
lo
plan se había
el
de octubre, y Allende
tarde, el 1."
persuadía en la suya á Arias que no tuviese cuidado
porque algunos se hubieran arrepentido, pues contando con sus amigos de Querétaro y poniéndose los suyos, estaba
seguro de hacerse dueño de la ciudad.
Interrogóse á Arias
qué
por
aquellas cartas y quiénes
Allende
gado don Antonio Téllez
había
conducto
recibido
eran los amigos á que aludía
contestó á lo primero
;
frente de
al
,
que se
,
había entre-
las
y en cuanto á
lo
segundo,
después de una fingida vacilación, declaró que eran corregidor
viduos
La
farsa
con
la
,
-que
la
el
esposa de éste y todos los demás indi-
concurrían
á
estaba terminada,
declaración
que
juntas
las
y
el
revolucionarias.
alcalde Ochoa, fuerte
acababa de
recibir,
pudo ya
proceder contra su superior, librando mandamientos de prisión contra los comprometidos y pidiendo auxilio al
comandante de brigada García Rebollo, quien puso á su disposición
la fuerza necesaria
ducto del teniente Cabrera, la
al
y envió orden, por con-
mayor
del
regimiento de
Reina, Camúñez, residente en San Miguel,
para que
arrestase desde luego á Allende y Aldama, orden que
no pudó ser cumplida porque
que vamos á referir
A
las dos de la
cidos á prisión el
lo
impidieron los sucesos
'.
mañana
del
día
16
estaban redu-
corregidor don Miguel Domínguez, su
esposa y los demás conjurados,
residentes
' Alamj(n. — Hinoria de Méicico, tomo nás 365 y ¡siguientes
I,
lib
11,
en Querérop
I,
p'igi-
al
convento de la Cruz,
de Santa Clara y los otros
presos á los
2.
Descubierta la conjuración y presos en Querétaro afiliados, veamos ahora lo que sucedía
muchos de sus
en Guanajuato y Dolores.
El 13 de setiembre, es decir,
más conve-
adoptar ya había resuelto hacer lo que creía
al
Carmen y San Francisco
Arias contestó destempladamente que harto expuesto se personas que no
El primero fué llevado
segunda
del
99
la
de
el
mismo día en que
denuncia hecha en Querétaro al cura don Rafael Gil
León
precipitaba
los
referido, en Guanajuato, el
acontecimientos
que
hemos
tambor mayor Ignacio Garrido,
aconsejado por un don Mariano Tercero con quien consultó,
daba cuenta de su reciente entrevista con Hidalgo
' Carta de don Joaquín Quintana, que se halla original en el Archivo Nacional, tomo CVIll, del ramo de Historia. ' El virey Venegas aprobó todo lo hecho en Querétaro por Ochoa, y comisionó al alcalde de corte don Juan Collado para continuar las causas formadas á los conspiradores. Acompañaron al alcalde de corte don José Maria Moya y don Antonio Acuña, el primero con calidad de escribano, y el segundo con la de ministro ejecutor. Consta de una comunicación que se halla en el Archivo general de la Nación, (tomo CVUI, del ramo de Historia), dirigida por Ochoa á Venegas con fecha de 25 de setiembre de 1810, que el primero entregó á Collado las actuaciones, y que de acuerdo ambos tuvieron por conveniente poner en libertad al corregidor Domín-
guez.
Con motivo de las prisiones ordenadas por Ochoa en Querétaro añade Alamán, (tomo 1, lib II, cap. I, pégs 371 y 372): «Díceseque habiendo consultado el virey Venegas sobre lo ocurrido en Querétaro con el regente de la Audiencia don Guillermo Aguirre, como se había prevenido en Cádiz lo hiciese en todas materias, aquel magistrado creyó que con esla providencia bastaría, engañándose acaso por la facilidad conque había sido reprimido el primer intento de independencia con sólo la prisión de Iturrigaray, ó por el bajo concepto que tenía del carácter de los mexicanos, lo que hizo desechar el más prudente consejo del coronel don Miguel de Emparan, quien propuso al virey marchar inmediatamente á Querétaro con su regimiento dé dragones de México: esta sola fuerza hubiera quizás bastado para ahogar la insurrección en su principio. Desde entonces no parece que Venegas confiase mucho en la opinión y consejos de Aguirre, siendo esta la última vez que figuró en lo político habiendo muerto poco después, á lo que no contribuyó poco el ver el progreso de la revolución, que tanto empeño había tenido en evitar. En Querétaro en las primeras declaraciones que se tomaron á los reos, todos estuvieron negativos, á excepción del licenciado Parra que pidió papel para formar apuntes: Téllez en el careo con Arias se fingió loco, haciendo que tocaba el piano y no contestando nada acorde: al corregidor no se le tomó declaración, pero si se le hizo abriese las cartas que habían venido para él por el correo, ante el regidor don Ant(mio de la Cárcova y al retirarse éste, dio el corregidor ocultamente un papel pequeño al escribano de cabildo don Pedro Pablo Gallardo, que había actuado en la diligencia, para que lo entregara á su mujer, el cual presentado á ésta y abierto por la hija mayor del corregidor, se vio que le prevenía que si le tomaban declaración, no confesase nada: en este estado se hallaban las causas, cuando llegó á Querétaro el comisionado Collado » Agregaremos algunas palabras más para dar término á esta materia El corregidor, como se ha dicho antes, fué puesto en libertad por el alcalde de corte Collado, y poco de-pués fué repuesto en su empleo; medida política que según parece, fué aconsejada á Venegas por los miembros de la Audiencia. La ilustre doña Josefa Ortiz salió de su prisión, para ser de nuevo perseguida por el virey Calleja cinco ó seis años más tarde Uno de los primeros á quienes se dio libertad fué el capitán Arias, «tanto porque su prisión había sido fingida, dice Alamán, cuanto porque logró persuadir á Collado que por su influjo cjn el cura Hidalgo haría que cesase el movimiento comenzado.» Apenas libre, marchó á unirse con Hidalgo en Celaya, y obtuvo un puesto elevado en el ejército independiente, aunque siempre fué visto con desconfianza por sus compañeros. Los demás presos fueron también excarcelados con excepción de los hermanos González, quienes se complicaron en una nueva conspiración, que descubierta, fueron condénalos ñ la pena capital, conmutada en desiierro á las islas Fili|jinas. Allí murió Emeterio González, y su hermano Epigmenio regresó á México después de consumada la independencia, siendo premiado por el gobierno con el grado de comandante y una pensión de cien pesos mensuales. El alcalde de corte Collado que se manejó en todo este proceso con gran prudencia y ánimo clemente, siguió funcionando en México. le
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
100
quién la
Berzabal,
mayor
al
refirió
el cual
dio
del
Garrido confirmó ante este
entregó setenta pesos que
manos para seducir á cial
ras
denuncia
primera
su
funcionario
mismo cuerpo don Diego
parte de todo ello al intendente
don Juan Antonio Riaño. elevado
Bustamante,
batallón don Francisco
capitán de su
al
el
y
además,
,
mina de Rayas y dueño de una finca llamada San Juan de los Llanos, á inmediaciones de Dolores, para la
que observara
los soldados del regimiento provin-
y probablemente en
mañana
la
del
cura Hidalgo,
al
Ese mismo el
día 13, tan fecundo en acontecimientos,
cura de Dolores tuvo vagas noticias de que Allende
estaba delatado efecto,
'.
bravo
el
Envióle á llamar con premura, y en capitán, que apenas
día 15) Eiaño dio orden al subdelegado de San Miguel
comprendió que algo
don Pedro Bellojín, para que poniéndose de acuerdo con
el jefe
la autoridad
militar redujese á prisión á los capitanes
don Ignacio Allende y don Juan Aldama, y comisionó
al
aprehendiéndole en caso
necesario.
cura había puesto en sus
de Gnanajuato. Después de terminadas estas primediligencias
español don Francisco Iriarte, antiguo administrador de
muy grave
recibió
aviso
el
tenía que comunicarle
de la conspiración, salió de San Miguel inmedia-
tamente y llegó á
la
casa de Hidalgo á las nueve de la
noche del 14. Alamán afirma que Allende, enterado por
•MMM
Acueducto de Querétaro, construido 6 expensas del marqués del Villar del Águila
un aviso que recibió de Guanajuato, de por Riaño
á
él
al
orden
orden enviada
subdelegado Bellojín para reducir á prisión
y á Aldama '.
la
,
salió
al
camino
é
interceptó
esa
Liceaga, en sus Adiciones y rectificaciones
asienta á su vez que Allende no marchó á Dolores el 14,
porque
en la mañana del
15
,
según varios testigos
presenciales que vivían todavía en
1869, estuvo man-
dando en San Miguel la tropa que hacía una salva en función
conque se solemnizaba
la
octava
la
de Nuestra
Señora de Loreto. Ambas afirmaciones carecen de funda-
mentó, pues
— Hhtoria de Méícico, tomo
I, lib. II,
de Alamán
queda destruida con
en
la oficina
el
hecho
de correos de San Miguel cuando los inde-
pendientes entraron en esa villa
el
16 en la noche, y la
de Liceaga contradice por completo declaración
respectiva.
conocimiento de
de
la
lo
como de su
,
la
de Hidalgo en su
que había ocurrido en Querétaro,
en consecuencia
ante ,
el
ni
Eiaño;
intendente
que tanto de esa ciudad .
de Guanajuato habían salido ya las órdenes
aprehensión;
preceden á
la
Ni Hidalgo ni Allende tenían
delación de Garrido
ignoraban
para AlamAn.
cap. I, póg. 363. Este mismo autor dice que Allende, recibido el aviso de Guonajuato de haber sido delatada la conspiración por Garrido, dejó con un ligero pretexto la partida de malilla en que se entretenía en cosa del mayor de su cuerpo Camúñez, y »alió al camino d interceptar la orden para su prisión, siguiendo luego ocultamente y en toda diligencia ñ Dolores á informar á Hidalgo de lo que ocurría. Ya hemos demostrado que todo esto es una invención destruida por los hechos. '
la
de que la orden comunicada á Bellojín fué encontrada
los
pero
esos
vagos rumores que
grandes acontecimientos y que diríase
que son llevados en alas del viento, llegaron á oídos de Hidalgo, determinándole, como hemos visto, á llamar á su
compañero; y esas mismas noticias informes continuaron '
Declaración de Hidalgo. {Colección de documentos de I, pág. 9).
Hernández Dávalos, tomo
J.
E.
—
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
Nada, en
noche.
y parte de esa
levantó
resolvieron en ese tiempo los
tomaba
ambos durante todo
recibiendo
efecto,
más
dos ilustres caudillos porque la parecía
exactas de
noticias
recibir
nada
que
aconsejar
día 15
el
elemental prudencia
que estaba
lo
de
antes
aventurase
se
101
violentamente del lecho y en tanto que Aldama chocolate
el
que
mandó
le
encarándose
servir,
le preguntó qué era lo que en su concepto
con Allende
debía hacerse, á
lo
que
el
interpelado contestó que sería
ocurriendo.
conveniente citar á Abasólo y á los demás individuos
había
que se habían comprometido solemnemente á combatir
devorado la distancia que separa á Querétaro de San
por la causa de la independencia-, que se les diese cono-
Miguel, adonde entraba apresurado y polvoriento á los primeros albores del día 15. Echóse á buscar el diligente
cimiento
Pero
entretanto
Pérez
el
,
emisario de la corregidora
informado, después de
capitán Allende, pero
al
inútiles pesquisas, de que éste había salido de la pobla-
Aldama y
ción el día anterior, corrió al alojamiento de
cuenta de
dio
noche del 13 conducto
la
que se eligiesen de entre
conque se estaba en relación
,
marchando desde luego y por
y que cada comisionado, caminos excusados
al
pusiera de acuerdo
lugar de su destino respectivo,
con
que por
su
todo trance la voz de independencia. Pero Hidalgo opinó
corregidora á los conspiradores
de
porque
las
recomendaciones
Oír al emisario, preparar violentamente su
San Miguel.
que pasaba;
le
y de
,
hacía
lo
personas cuantas eran las ciudades y villas
la
que había sucedido en Querétaro
lo
de
ellos tantas
partida y salir á galope,
acompañado de Pérez, por
el
el
jefe de la junta
se
establecida
en
y se diera á
él
movimiento debía ser más rápido, pues que
el
cuando los comisionados que Allende proponía llegaran á las poblaciones en que se habían preparado trabajos
comprometidas estarían ya
camino que á Dolores conduce, fué asunto de poco tiempo
revolucionarios,
para Aldama, quien comprendía que de un momento á
sobrecogidas de temor por las prisiones de Querétaro y
y á disposición dos de la mañana del
otro sus amigos y él podían verse presos
Eran
autoridades.
de las
las
día 16 cuando llegó al curato de
Dolores, é inmediata-
mente impuso á sus dos amigos de
los
graves sucesos de
Querétaro y del inminente riesgo en que todos
ellos se
las personas
de valor para afrontar los peligros de la revolu-
faltas
ción, sin contar la
vigilancia que desplegaría
sucesos
después de los
gobierno ciudad
mayor
1.
Allende no pudo menos
fuerza de tales razones
,
y
Antes de
la
llegada de Aldama,
en
las
primeras
echémosles
el
rendirse á la
que
así lo manifestó
voz fuerte y un tanto alterada:
encontraban.
mismos
el
aquella
de
diciendo
— Pues bien,
con
señor cura,
lazo, seguros de que ningún poder humano
horas de la noche del 15, Hidalgo, siguiendo su costum-
podrá quitárseles.
bre, y quizás esta vez con la intención de saber algo de lo que en tanto grado le interesaba, fué á la casa
más notables del pueblo. Jugó su acostumbrada partida de
acento, lo he pensado bien, y veo que estamos perdidos y que no queda más recurso que ir á coger Señor, ¿qué gachupines. Entonces Aldama le dijo: va usted á hacer? por amor de Dios, vea usted lo que hace -. Estas y las palabras que ya habían pronun-
subdele-
ciado Hidalgo y Allende las oyeron también don Mariano
era del
Hidalgo, hermano de don Miguel, don José Santos Villa,
Fernández del
del subdelegado de Dolores don Nicolás
Rincón, adonde pasó largo rato en unión de
los vecinos
malilla con doña Teresa Cumplido, esposa del
gado, y con doña Encarnación Correa,
que
lo
colector de diezmos de aquella jurisdicción don Ignacio
Diez
Cortina,
vivía
recientemente llegado
á Dolores, y que
en la misma casa del subdelegado; á las diez
interrumpió su juego
porque recibió aviso de que una
deseaba hablarle á solas en
persona
casa; volvió á poco rato
el
zaguán de
y continuó jugando hasta
la las
que
los
le
fueron entregados por la señora de éste en
en que se guardaba
la pieza
Hacía ya algunas reposaban
en
dos
el
que Hidalgo
horas
distintos
dinero del diezmo ^
y Allende
cuartos de la casa cura),
cuando llegó Aldama, como acabamos de decir, á las dos de la mañana del día 16.
en
cuarto
que estaba Allende y después de
brevemente
ambos
al
Entró desde luego en
el
referirle
objeto de su intempestiva venida, pasaron
El cura de Dolores, que
abarcó en un momento toda la extensión del peligro '
con
entero
—
el
padre Balleza
,
otros ocho
hombres armados
,
sirvientes
de Hidalgo casi todos, y un vecino de Dolores llamado Martínez, á quienes el cura había mandado que entrasen
en su cuarto apenas hubieron acabado de participarle Allende y Aldama las nuevas de que fué portador el segundo. Resuelto ya á proclamar la independencia. Hidalgo
no respondió á la tímida insinuación de Aldama.
momentos entró
el
En
estos
cochero del cura diciendo que Herrera,
un individuo á quien aquél había mandado llamar, se excusaba de asistir pretextando enfermedad. Airado entonces Hidalgo ordenó á dos de los hombres armados que allí estaban que fueran por él, conduciéndole de
grado ó por fuerza, cuyo mandato fué obedecido en el acto y á poco aparecieron los ejecutores de él con
Herrera
^.
Levantáronse todos precedidos de Hidalgo,
aposento de Hidalgo, á quien informaron de los
funestos sucesos de Querétaro.
AlamAn.
nas 373 y
el
exclamó Hidalgo
—
once, hora á que casi siempre se retiraba, y al hacerlo pidió al colector Cortina que le prestase doscientos pesos,
Sí,
374.
— Hisíorr'a
de México, tomo
I, lib. II,
cap.
I,
,
se
pági-
•
Aclaraciones y rectificaciones á la Misto- ia de México por escritas por don José Maria de Licenga, págs. 51 y 52. Declaración de Alduma. {Colección de documentos de J. E.
Alamán, «
Hernández Dávolos, tomo I, pág. 64). ' Declaración de Aldama. {Colección de documentos de Hernández Davales, tomo I, pág 64).
J.
E.
MÉXICO
102
i.
TBATÉS DE LOS SIGLOS
por las últimas sombras de la noche, que no tardarían en disiparse,
y
se dirigieron desde luego á la cárcel
dar libertad á los presos y engrosar con
ellos
ñísimo grupo de los insurrectos, haciendo que
el el
para
peque-
momentos
ochenta
á
ascendió
hombres
que
acabaron de armarse con las espadas del regimiento de la Reina depositadas en el cuartel de Dolores y cuya puerta franqueó
quien también
Martínez,
sargento
el
Allende y reunió algunos soldados del mismo Aldama se dirigieron á la casa del subdelegado Rincón cuerpo.
y
le
prendieron, lo mismo
que al colector
que como hemos dicho,
Cortina,
habitación del subdelegado.
A
se
de diezmos
hospedaba en
la
continuación, los insu-
rrectos todos se ocuparon en aprehender á los españoles
avecindados en
y
sin
el
pueblo,
que hicieron sin estrépito,
hallar resistencia en ninguno
,
no
fácilmente
de
-ellos,
pues no
movimiento que acababa de efec-
teniendo noticia del tuarse
lo
tiempo
tuvieron
sorprendidos
en
de apercibirse y fueron sus
casas.
Solamente
el
español Larrinua recibió una herida grave al ser apresado,
herida que le
infirió
un
tal
Exija en venganza de
las cinco de la
setiembre de 1810,
mañana
memorable 16 de
del
cuando Hidalgo, á
la
cabeza del ya
considerable grupo de insurrectos, desembocó en
el atrio
de la iglesia.
El
alcaide
mismo, después de alguna resistencia, abriese la puerta de la prisión. Armados los presos con las lanzas que repartió Hidalgo entre ellos, la fuerza reunida en aquellos
Eran
salieron del curato protegidos
de Allende y de Aldama,
sol teñía
primeros
vigorosamente la región oriental y sus
reflejos
torres de Dolores;
doraban
cimas de las
enhiestas
las
repicaban alegremente las campanas
de la parroquia llamando á la misa del domingo, recurso
que tuvo presente Hidalgo para convocar á sus feligreses,
y una muchedumbre que del pueblo mismo y de rancherías
inmediatas
ocupaba gran parte del
acudido
atrio.
El cura arengó entonces
á la multitud diciendo que
el
movimiento que acababa
mal gobierno,
de estallar tenía por objeto derribar
el
quitando
que trataban
entregar
del el
las
por ese motivo,
había
poder á los españoles
reino á los franceses
;
de
que con la ayuda de
todos los mexicanos la opresión vendría por tierra; que
en
lo
todo
de adelante no pagaiían el
que se alistase
armas y caballo pagaría al que se presentara á
en él
pié
ningún tributo, y que á
sus
filas
un peso
^
llevando consigo
diario,
Muchos de
y
mitad
la
los
que
allí
estaban se apresuraron á confundirse con los insurrectos,
y de aquella compacta muchedumbre salieron robustos los gritos de ¡Viva la independencia! ¡viva la
América! ¡muera
el
gobierno ! que fueron
el
preludio
que por causa ó queja del primero había estado poco
de los que mil y mil veces atronarían los campos de
antes en la cárcel ^
batalla durante once años de pavorosa contienda.
Los españoles aprehendidos en Dolores fueron diez y nueve, sef^ún don José Marfa Liceaga, quien consigna en su obra los nombres de los siguientes Don Ignacio Diez Cortina, don Francisco Santelices, don José Antonio Larrinua, don Toribio Casillas, don Francisco Irigoyen, don Manuel Ledesa, don Joaquín Ledesa, don Mariano Alejandro Matanco, don Juan Bustamante, don Mariano Gatico, don Juan Lecanda don Buenaventura Gil de Ariveleño y el presbítero don Francisco Bustamante, sacristán major de la parroquia. {Adiciones y rectificaciones, págs. 55 y 56). Aldama en su declaración dijo terminantemente que no se cerijlcóen Dolores saqueo de tienda alguna. (Véase esta declaración en la Colección de documentos de J. E. Hernández Oávalos, tomo I, pág. 66, columna 2.', línea 35). Hidalgo, en la parte relativa de su declarecíón dijo que: puestos en la cárcel los europeos, cerradas las tiendas de unos, dejadas otras á cargo de los cajeros criollos ó de sus familias, y viniéndose á su partido los indios, etc., etc. {Colección de documentos, tomo L pág. 9, columna 2.", linea 25), sin añadir nada acerca Se saqueo ni robos. Don José María de Liceaga, que tan solicito en descubrir la verdad se ha mostrado en su obra, varias veces citada, y que en la época de la proclamación de la independencia vivía en Guannjuato, tampoco dice nada del supuesto saqueo. Reservado estaba tan sólo el historiador Atamán arrojar esta mancha á la memoria de los primeros caudillos de la independencia de México. El pueblo, puesto ya en conmoción, dice en la parte relativa de su obra, corría á saquear las casas de los españoles y á conducirles á la cárcel, y unos hombres que pocas horas antes habían estado en la misma sala de diversión con su cura, á quien trataban con intimidad y con quien muchos tenían las relaciones de compadrazgo, tan comunes en los pueblos con el párroco, se velan por orden de éste privados de su libertad, despojados de sus bienes, y arrancados del seno de sus familias, para ser conducidos á la prisión de donde acababan de salir los criminales. Y este mismo autor, sin embargo, al hablur de la prisión de Iturrigaroy en 1808, dice lo siguiente: «No puede dudarse que hubiese algún desmán entre tantas personas, sin más respeto que el que imponía en el momento un jefe de la revolución, y en el Archivo General existen las sumarias que se formaron por la Audiencia para averiguar el paradero de a¿y unas cosas extraordinarias, más bien por los mismos criados y dependientes de la casa que por los conjurados; pero tampoco hay duda en que hubo mucha exageración en lo que sobre esto se dijo por los amigos de Iturriguray.» De intento hemos copiado los dos párrafos anteriores para que se juzgue del apasio--
Así se proclamó la independencia de México
^.
Los
'
:
,
nado, y por ende injusto criterio de Atamán al tratar de los hombres de la independencia. Los españoles que acompañaron á Yermo en su asalto al palacio vireinol no deben, en su concepto, ser sospechados de robo, y lo que dijo sobre esto debe admitirse como emayeración de los amigos de Iturrigaray. Pero los que proclamaron la independencia sí eran capaces de los mayores excesos en opinión de Alamán, y á pesar de que cita con frecuencia en su obra las declaraciones de Hidalgo y de Aldama, y no obstante que en la de este último está expresa y terminantemente negado el saqueo de Dolores, no vacila en inventarlo con el propósito dañado de manchar con la nota de robo los primeros pasos de la causa de la independencia. Respecto del hecho de haber puesto en libertad á los presos de lo cárcel de Dolores, Hidalgo ha sido el blanco de rudos cargos por parte de los escritores del partido conservador. Los presos que se hallaban en dicha cárcel eran solamente culpables de faltas de policía, pues los reos de crímenes y delitos de importancia eran enviados á las ciudades por la mayor seguridad que había en sus cárceles y presidios. Por lo demás debe tenerse presente la situación excepcional en que se hallaba colocado Hidalgo la noche del 15 de setiembre. Descubierta la conspiración que tenía por objeto proclamar la independencia el 1 " de octubre próximo, aprehendidos en Querétaro los conjurados en su gran mayoría, y sintiendo que se iba á desplomar sobre su cabeza todo el rigor del gobierno vireinal, el esforzado cura de Dolores tuvo que apresurar el movimiento para salvarse y para salvar con él la grande idea de la independencia. Si hubiera vacilado un momento, si con aquellos presos no hubiese engrosado el pequeño grupo de insurrectos reunidos en el curato en las primeras horas del día 16, los diez y nueve españoles avecindados en Dolores, puestos de acuerdo, bastado habrían para sofocar en su cuna la proclamación de la independencia y entregar á sus autores á disposición del gobierno. ' Declaración de Aldama. {Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo I, pág 64). ' Para escribir este episodio tan importante de la historia nacional y que ha sido presentado de tan diverfas maneras, hemos consultado: Historia de Mécrico, por Alamán; Aclaraciones y rectificaciones á la Historia, de Alamán, por don José María de Liceaga; Cuadro histórico de Bustamante, Biografía de Hidalgo {Hombres ilustres mexicanos), por Gustavo A. Baz; México y sus ,
PARROQUIA DE DOLORES HIDALGO
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
nombres de Hidalgo, de Allende y de
los caudillos
que
desde aquel momento se ofrecieron en holocausto por la patria, los
más
ha honrado
ilustres.
la
patria
como á
los "de sus hijos
Esos nombres han sido invocados por
México siempre que ha visto amenazada de muerte su independencia;
en medio
de las
grandes
calamidades
103
públicas la memoria de sus primeros
de
lecido la fe
los
mexicanos en
celebra en el ámbito las
ciudades
en
perdidos
anchuroso de la república, desde
opulentas las
quiebras
M. Mora; Enrayo históriio de Zavala, Diccionario Mexicano de Geog rafia y Estadística ; deolaruciones de Hidalgo, Allende y Aldomu, y /íeificiórt de Pedro J. Sotelo, testigo
amor á
presencial.
setiembre de 1810.
por
J.
L.
grandes destinos
nacionales; y todos los años una fiesta patriótica que se
hasta
de
los
todos
la
sus
patria, hijos
el
humildes
montañas,
sus
voluntades en una sola aspiración reeolucione.",
héroes ha forta-
los
,
une
las
acrece el fecundo
y mantiene vivo en recuerdo
caseríos
los
imperecedero
pechos de del
16
de
—
CAPITULO VIH — Dirígese Hidalgo á San Miguel el Grande. — Innumerables volunta— Entusiasmo popular. — Bandera y gritos de guerra de los independientes. — Zozobra de los españoles avecin— Intentan por un momento defenderse. — Entra Hidalgo en San Miguel. — Prisión de los españoles de esa villa. — Inexactitudes del historiador Alamán. — Saqueo de la casa del español Landeta — Únese d Hidalgo regimiento de la Reina. — Instálase en San Miguel una junta directiva. — Primera organización del ejército independiente. — Salida de éste para Celaya. Intimación. — Entra Hidalgo en Celaya — Falsedades de Alamán. — Aumento extraordinario del ejército independiente — Hidalgo, capitán general, y Allende, teniente general. — Marcha ejército sobre Guanajuato. — Recibe aviso el intendente Riaño de haber estallado la revolución en Dolores. — Alarma en Guanajuato. — Junta de las autoridades y vecinos. — Primeras disposiciones de Riaño. — Publicación del bando aboliendo pago de tributos. — El pueblo de Guanajuato se muestra favorable á la causa de la independencia. — Resuelve el intendente hacerse fuerte en Granadilas. — Traslada á este edificio los caudales reales, los archivos y gran cantidad de provisiones de boca y de guerra. — Opiniones sobre la resolución del intendente. — Opónense á ella muchos vecinos. Contestación de Riaño. — Fortificase la Albóndiga. — Riaño pide auxilio con urgencia al brigadier Calleja. — Descripción de Guanajuato. — Albóndiga de Granaditas. — Intima Hidalgo rendición al intendente. — Este consulta con los españoles armados, con la tropa ayuntamiento. — Contestación de Riaño. — Últimas disposiciones militares de éste. — Entran los independientes en la ciudad. y con
Decisión de los habitantes de Dolores á favor de la independencia..
unen á sus filas. dados en San Miguel. rios se
el
el
el
el
—Ocupan
los cerros y edificios
que dominan á Granaditas —Atacan
las trincheras de
Mendizábal y de
los
Pocitos.— Muerte del inten-
— Confusión entre los sitiados. — Ataques desde cerro del Cuarto. — Los sitiados abandonan los puestos avanzados. Entran los asaltantes en la Albóndiga. — Combates en interior del edificio. — Muerte de Berzabal. — Matanza de los sitiados.— Saqueo. — Bando de Hidalgo para que cese saqueo. — Convoca al ayuntamiento. — Nombramiento de alcaldes ordinarios, de intendente y de otros empleados. — Levantamiento de tropas y nombramientos militares. — Fundición de artillería. — Alarma en Guanajuato. — Sale dos veces Hidalgo para hacer reconocimientos militares. — Establece una casa de moneda. — Sale de Guanajuato con su ejército y marcha sobre Valladolid. — Recibe virey los primeros avisos de la revolución. — Dirige una proclama á los habitantes de Nueva España. — Halagos y amenazas. — El virey ofrece diez mil pesos, honores y distinciones á quien entregue las cabezas de Hidalgo, Allende y Aldama. — Reflexiones. — Salida de tropas para Querétaro. — Concentración de fuerzas en la capital. — Abolición de tributos. — Formación de los cuerpos de patriotas distinguidos de Fernando Vil. — Don Félix Calleja y don Roque Abarca dente Riaño.
el
el
el
el
ponen sobre
La aurora
las
armas sus brigadas respectivas.
16 de setiembre alumbró un pueblo
del
inmenso peligro que
les
amenazaba, prefirieron
que se alzaba á conquistar su independencia, guiado por
mero y afrontaron cara á cara
un grupo de hombres
esforzados
todos las
solemne con la muerte.
Ni plan
que
hicieron
pacto
ni ardientes
político,
consecuencias
de
la tormenta,
de
su osada,
lo
pri-
y aceptaron su heroica
resolución.
y
proclamas, ni tesoros derramados con largueza, ni re-
sin
embargo, aquellos hombres se ven rodeados
uniones públicas en que la voz de elocuentes tribunos
de un grupo numeroso y entusiasta apenas acaba de
hubiera apercibido á las masas al combate precedieron
pronunciar
al
memorable levantamiento de Dolores.
Lejos de eso,
de la insurrección, que con harta pobreza
los caudillos
el
cura
las
últimas
Los quince individuos que
de su arenga. la
de Dolores
palabras
salieron de
casa cural en las primeras horas de la mañana, núcleo
de elementos, aunque también con sobrada riqueza de
primero de una nacionalidad que surgía á la vida en
nobles esperanzas
aquellos instantes, se habían convertido á poco en seis-
,
habían urdido entre las sombras sus
veíanse descubiertos de improviso por la vil
tareas,
miraban encarcelados á sus más entusiastas
delación; auxiliares
;
hallábanse
desprovistos
de
esos
recursos
materiales que en movimientos políticos de tanta nitud como
para sobre tanto
el
que tenían proyectado entran por mucho
afianzamiento
el
sus
mag-
cabezas
del
éxito;
inexorable
sentían
sentencia
más segura cuanto mayor fuera
el
suspendida
de
muerte,
tiempo que
dedicasen á la inacción ó al aturdimiento, y obligados á precipitar
tenían
la
revolución
acordada, T.
m.-H.
ó
á
que para ocultarse
el
1.°
de octubre
espantados
ante
el
cientos,
que armados de fusiles, lanzas, espadas, ins-
trumentos de labranza
y
los
más á
pié
,
,
palos y piedras
rodeaban á
los
vían á predicar la rebelión contra establecido.
,
unos á caballo
caudillos que se atreel
orden de cosas
Aquella multitud obedecía, pues, al gene-
roso instinto de derribar lo que le parecía enteramente inconciliable con su felicidad
y
la
de la patria.
Hase
dicho repetidas veces por los enemigos de la indepen-
dencia
mexicana,
que las numerosas adhesiones
que
desde los primeros momentos rodearon á los caudillos de Dolores se debieron á la sumisión de los feligreses á
,
MÉXICO Á TEAVÉ8 DE LOS SIGLOS
106
respetada y venerable de un sacerdote,
autoridad
la
pero
en
esa
de
campesinos,
de ignorantes
multitud
humildes artesanos, de proletarios, dominaba también poderoso sentimiento de sumisión hacia la autoridad
el
y por grande que fuese sobre ellos el influjo de su pastor, desde el punto en que éste los incitaba
establecida,
á
debieron comprender los peligros á que
la rebelión,
quedaban expuestos.
¿Por qué negar
corazón del
al
llevando á su cabeza al cura Hidalgo y en el centro á los españoles
aprehendidos en las primeras horas de ese
Poco tardaron en llegar á
día.
donde
principales jefes del movimiento,
los
acababa de unirse Abasólo
,
mente por don Luis Malo,
cito
y
gregados en
de la iglesia de Dolores
el atrio
la
suprema
aspiración de fundar la independencia de la patria en
que habían visto,
Por
lo
ellos y sus demás, de admitirse que
hijos,
la
primera luz?
la influencia del cura
de
la
misma
marcha
pequeño
el
Pero á medida que avanzaba sus con innumerables voluntarios.
filas
se engrosaban
Los gritos incesantes de
¡viva la independencia! ¡viva la América!
gachupines! arrojados por
los
ejér-
con dirección á Atotonilco.
hombres con-
los
de
propietario
y que había sido miembro de las juntas secretas establecidas por Allende en San Miguel. Después del
sido las causales de las grandes
revoluciones sociales
Erre,
á quienes
finca,
necesai-io descanso, continuó su
¿Por qué no conceder á
la
fueron obsequiados amplia-
hombre esos impulsos generosos que en todo tiempo han políticas?
hacienda de
la
Dolores, atronaban los montes
y
que
tropa
la
¡mueran salió
de
y sorprendían
los valles
aquel lugar determinó ese día la actitud de sus feligre-
á los trabajadores de los campos vecinos, que suspen-
preciso sería admitir también el absurdo de que esa
dían sus faenas para ver pasar aquella multitud desor-
hom-
denada y ruidosa; á poco, cuadrillas enteras de peones, de uno y otro lado del camino, corrían á unirse á la
ses
,
influencia se
ejerció sobre los varios millares de
bres que sin conocerle ni haberle visto jamás, engrosaron
su ejército ese mismo día, durante su marcha desde
columna y no tardaban en unir sus gritos á
Dolores hasta San Miguel
tropa de Hidalgo.
el
Grande
y sobre
' ,
los
que
al
de la independencia.
también,
Después de
los
sucesos
referidos
y Allende resolvieron
en salir
el
capítulo
inmediata-
mente para San Miguel, población de grandes recursos, en la que residían varios partidarios entusiastas de la independencia, y adonde arrastrar
tras
sí
al
el
segundo ansiaba acudir para
regimiento
Eeina," del que eran capitanes
él
«Dragones de
de
y Aldama, con
el
la fin
de dotar á la fuerza naciente de la insurrección nacional
un
de
núcleo
de
el
y organización militar. marcha fué puesto en libertad
disciplina
Antes de emprender
la
subdelegado Fernández del Rincón, á quien se hizo
salir
para Valladolid, y
al
español Larrinua se permitió
que permaneciera en Dolores curándose de las heridas
que
le infirió, al prenderle, el insurgente Exija.
A
las once de la
mañana
salió
de Dolores la tropa
de los independientes, fuerte de seiscientos hombres.
' La opinión de Alamón acerca de los sucesos del 16 de setiembre condensa fielmente la del partido á que perteneció, y que siempre ha detestado ó los autores de la independencia, y á la independencia misma de la patria. «A esta alteración de la verdad histórica, dice Alamán después de alterarla él á su antojo al referir los principios de la revolución, se debe sin duda el que la República Mexicana haya escogido para su fiesta nacional el aniversario de un día (16 de setiembre! que vio cometer tantos crímenes, que y date el principio de su existencia como nación de una revolución que proclamando una superchería empleó para su ejecución unos medios que reprueba la religión, la moral fundada en ella, la buena fe, base de la sociedad, y las leyes que establecen las relaciones necesarias de los individuos, en toda asociación política. El congreso, consagrando con la solemnidad de la función del 16 de setiembre, la infracción de estos principios, ha presentado á la nación como modelo plausible loque no debe ser sino objeto de horror y de reprobación, y ofreciendo como heroicidad el ejemplar de esta revolución, ha abierto la puerta y estimulado á que se sigan tantas y tantas de la misma naturaleza, que con ellas se ha llegado á extinguir toda idea de honor, de probidad y de obediencia haciendo imposible la existencia de ningún gobierno ni el ejercicio de ninguna autoridad.» —HUtoria de Mémico, tomo 1, lib. )1, cap. I, pág. 378. ,
las haciendas
los de la
y ranchos vecinos
camino salían hombres á caballo que se incorporaban
á poco, en lugares distantes, secundaron la proclamación
anterior. Hidalgo
De
formándose así
caballería,
rápidamente
una fuerza de
armada de machetes, lanzas y espadas, pues
muy
pocos llevaban carabinas y pistolas; las gentes de á pié, por un instinto de disciplina, se juntaban en
grupos que precedían los capitanes de cuadrillas y ataban en carrizos pañuelos de diversos colores que desplegados al
enseña á cada una de aquellas
servían de
viento
pequeñas secciones.
Esta era
infantería del impro-
la
visado ejército, cuyas armas consistían en palos, flechas,
hondas, lanzas, y los mismos instrumentos de labranza
que momentos antes servían á ficos trabajos
peones en
los pací-
Muchos llevaban consigo sus
del campo.
mujeres é hijos
los
que quedaban en los caseríos y esparcidos por los campos se aprestaban á reunirse poco ;
los
después con sus hermanos y parientes; las mujeres y los niños pugnaban por seguir á los jefes de familia;
quedaban
los perezosos
á medio
labrar;
bueyes uncidos á su coyunda y abandonados por sus guardianes en medio de las tierras chozas
las
se
cerraban,
porque sus
moradores, llevando á cuestas su pequeño haber, corrían
á unirse al ejército de los independientes, y así, engrosado á cada momento, en medio de nubes de polvo y
ensordeciendo los contornos con sus gritos y sus vivas, llegó en las últimas horas de la tarde al santuario
de
Atotonilco.
Este entusiasmo patriótico, irreflexivo pero
espontáneo,
confesado
por
súbito,
las
mismas
inmenso,
autoridades
si
se quiere,
reconocido
fué
realistas.
y El
intendente Riaño, algunos días más tarde, escribía al virey Venegas
lo
siguiente:
voluntariamente á Dolores, Silao
los
San Miguel,
está
pronto
á
uLos pueblos
se entregan
insurgentes: hiciéronlo ya
Celaya, verificarlo.
Salamanca,
Aquí
en
Irapuato;
(Guanajuato),
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS cunde
seducción, falta la seguridad, falta la con-
la
confirmada
107
por
Yo me he fortificado en el paraje de la ciudad más idóneo, y pelearé hasta morir si me dejan con los
la villa al jefe
quinientos hombres que tengo á mi lado...
estéril resistencia
fianza.
^n
El alcalde
Ochoa, con fecha 22 de setiembre, escribía desde Querétaro
wPor
virey:
al
los
principales
de
individuos
Peniche, á quien Allende
Camúñez y
recomendara que no hiciese
le
á los independientes. Por un momento
de San Miguel, en número de cuarenta,
los españoles
pensaron en defenderse á mano armada, pero consul-
Celaya que buscando asilo se han venido aquí, se ha
tando sobre
sabido lo acaecido en aquella ciudad, y que los mismos
Loreto de
excesos cometen en los pueblos y haciendas, en los que
español
el
ordenó en la hacienda de la Frre que se presentase en
Reina,
el
éste
con el coronel don
particular
Canal, que mandaba
la
regimiento de la
con rudeza militar que no
manifestó
les
el
Nicolás
robado,
podía contar con sus soldados, sometidos como estaban
y hacer de su partido d la gente incauta, sencilla é inocente, cual es la del campo,
apenas se presentase éste todos volarían á ponerse de
por la persuasión y
procuran
dinero que ofrecen de
el
lo
seducir
Y
pueblos y aldeas. n después decía
mismo funcionario
el
siguiente
lo
:
« De
tres días
día en día se les
aumentando muchas gentes, unas por temor y de grado
van
otras
^.h
á la influencia de Allende; que era de suponerse que
su lado, y que
no su
allí
una bandera
al naciente
ejército.
autoridad,
Esto
no obstante
que
la
momento en que
el
Faltaba hasta
único que estaba á su alcance era
lo
interponer con Allende á su favor toda su
cesado
desde
la voz de independencia.
se dio los
,
haber
creía
amistad, y
españoles se reunieron en las
Hidalgo había meditado seguramente sobre esto, pues
Casas Consistoriales decididos á sufrir juntos la misma
que antes de
suerte.
salir
de Atotonilco tomó de la sacristía del
un cuadro de
santuario
la
haciendo que un soldado la
Guadalupe, y llevase pendiente de una
Era ya de noche cuando
Virgen de
componían
el ejército
mil hombres que
los cinco
entraron en San Miguel en medio
asta, al frente de la tropa ^, excitó grande entusiasmo
de las entusiastas aclamaciones de los vecinos de la
en todos
villa, á las
que
los
le
seguían, y desde entonces unieron
á sus gritos de guerra
el
de ¡viva la Virgen de
dalupe! Esa invocación fué una
feliz
Gua-
idea del caudillo
que respondían
vivas que desde la
los
los soldados
de Hidalgo con
mañana de aquel
atronado los aires y con
día habían
que acababan de adoptar
el
de la independencia, pues que esa imagen, que la habi-
en Atotonilco: ¡mva la Virgen de Guadalupe! Allende
lidad
hizo conducir á los españoles aprehendidos en Dolores
de los primeros sacerdotes de la colonia
había
dado por aparecida en las colinas de Tepeyac, repre-
al
sentaba en cierto modo la nacionalidad mexicana; «era
propósito
una Virgen indígena, dice un biógrafo del Padre de la
excitada muchedumbre, y acto continuo se dirigió á las
independencia,
Casas Consistoriales con
descendientes
era un enviado directo de Dios á los
de
los
que no recordaba
vencidos,
y ninguna escena de sangre y de martirio como los dioses importados de Ultramar. Hidalgo comprendió, y con razón,
que
convertir
á la Virgen
de
Guadalupe en
símbolo de su causa, era tanto como oponer al poder
de San Francisco de Sales como
colegio
que
allí
para resguardarlos
halló al cura
el
el
población indígena en un solo combatiente •." El cuadro
los
de la Virgen de Guadalupe tomado del
la puerta, les dijo
fué
desde entonces
el
lábaro del
ejército
independiente.
Grande cundía ella
la
Elguera concepto
el
Así
lo
prometió
el
cau-
y forzando la entrada del edificio y obligando á
que estaban en
sala de
la lo
cabildos á que abriesen
siguiente:
"Ni yo
ni mis
compa-
ñeros en la empresa tratamos de vengar agravio alguno sino de sustraernos de la dominación extran-
el
jera, para lo que es absolutamente necesario aprehender
á ustedes sin que nadie sea capaz de hacerme variar de
asombrados
de
llevada primero por un
la
nueva
del
levantamiento,
mozo que envió á toda prisa
el
administrador de la hacienda de Santa Catarina, y luego
esta firme resolución; pero al
pág. 13).
Biografía de Hidalgo, por GuHayo Atres mexicanos, tomo III, pág. 271).
liar.
(Hombres
mismo tiempo
les
aseguro
que mientras yo viva no sufrirán otras molestias que las del
mero arresto; pues en cuanto á sus personas, fami-
lias é intereses
servación.n Comunicación de Riafio al virey Calleja, fechada el 26 de set¡en:ibre de 1810. (Colección de documentos de J. E. Hernández DávalüP, tomo 11, pág. 110). ' Comunicaciones de Ochoa existentes en el Archivo general de In Nación, tomo CVIII, ramo de Historia. 3 Declaración de Hidalgo. (Colección de documentos, tomo I,
&g.T¿.
y pidiéndoles prontos y
jefe
de las
presidente de la
al
dándoles cuenta de la situaeficaces auxilios
AlamAn. — Historia de México, tomo — Adiciones y rectijicaciones, pág. 71. '
— Adiciones y
escuadrones del regi-
don Félix Calleja,
modo que el perímetro fortificado encerrase la plaza y la parte más importante de la ciudad. Los LiCEAGA.
los
que se reconcentraran en la ciudad, y se enviaron
audiencia de Guadalajara,
'
van á dar á Dolores y San
Grande; ordenóse á
Riaño mandó levantar trincheras en las calles principales, de
situáronse destacamentos
miento del Príncipe, diseminados en los pueblos inme-
correos
Decidida en la junta la defensa de
el
;
caminos de Santa Rosa y Villalpando,
I,
i.
pág. 407.
— Liceaga.
MÉXICO A TKAVE8 DE LOS SIGLOS
114
se extendió en Guanajuato la noche
Grande alarma
con motivo del aviso que dio
del 19
avanzado en
destacamento
el
de que los insurgentes se acer-
el Marfil
caban por la cañada de ese nombre
acudió Riaño con
hombre de conocimientos y práctica
y juzgando imposible sostenerse en
resolución,
la
militar, desaprobó la
Albóndiga escribió por aquellos días á su mujer anunciando lo que iba á suceder,
considerándose como desti-
toda su gente para contrarestar al enemigo, y después
nado á morir, víctima de
disciplina
de algún tiempo de angustiosa espectativa se aclaró que
militar.
los vijías se habían engañado.
;
Para volver á ganar,
si
era posible, los ánimos de la gente del pueblo, en la mañana del 21 hizo publicar el intendente con gran
solemnidad un bando, por el que se abolía
pago de
el
No
obstante,
y subordinación brigadier don Miguel Cons-
la
el
tanzó, director de ingenieros, á quien
el
virey Venegas
pasó en consulta la exposición del ayuntamiento, por
y pesando
calificó,
de juiciosa la resolución del intendente,
el contrario,
que ofrecía
las dificultades
la
defensa de una
Esta gracia, concedida ya por la Eegencia de Cádiz, no se había promulgado antes en Guanajuato por motivos más ó menos especiosos; el pueblo de esta
ciudad populosa, sin tiempo para fortificarla y aprisio-
ciudad, como era natural, vio en esta medida una concesión del miedo y acogió el bando con demostraciones
apurado para decidirse sobre
de burla
malo concentrar en la Albóndiga las pocas fuerzas de
tributos.
'.
Una vez más
denodado Riaño hubo de conven-
el
narla convenientemente, juzgó que el intendente Riaño,
meditando todas
circunstancias,
estas
convenía tomar, y
que podía disponer para
que más
por íiliimo,
pareció,
le
la
compuesta de mineros levantiscos y atrevidos, deseaba
personas que pidiesen ó quisiesen reuuírsele,
con ardor la aproximación de los independientes; sentía
conforme á
que
si
no estrechaba
perímetro de sus fortificaciones
el
fuegos, y después de meditar algunos días adoptó
plan que le ofrecía mayores seguridades de éxito. la
noche del 24 hizo que se trasladasen con
Albóndiga de Granaditas
sigilo á la
armado, todos á
ascendían
los
la tropa
veinte
mayor
y y municipales, que
caudales reales
seiscientos
el
paisanaje
pesos,
mil
todos
los
las
que es
lo
sana razón y á la máxima de sabios
la
que se reduce
conservar aquello que se
á
puede defender, para no perderlo todo.» Pero muchos de
el
En
menos
el
Real Hacienda, del público, de particulares y de
militares,
le
defensa de los caudales de
la
cerse de que la gran mayoría del pueblo guanajuatense,
corría el riesgo de hallarse de repente cogido entre dos
muy
vería
se
partido
el
que no podían trasladarse á
los
Granaditas, y que temían por otra parte las consecuen-
desamparo en que
cias del
resto
el
de la ciudad que-
daba, exigieron del intendente que volviese á ocupar con sus tropas
Riaño para
el primitivo
perímetro fortificado.
mismo de
edificio
el
la
Citóles
Albóndiga, y en
archivos de la intendencia y del ayuntamiento, enorme
aquella tarde del 25
guerra y provisiones de boca en grande abundancia, cuidando de que esa misma
Fernando Pérez Marañón y al regidor Septien, quienes renovaron en nombre propio y de otros muchos las pretensiones que hemos indicado, contestó con tono de
municiones
de
cantidad
quedaran
noche
derribados
Amaneció
poco antes.
de
el
los
parapetos
construidos
y con
la
día 25
nación de los españoles y de los criollos
él
conster-
más acomodados,
que á poco empezaron á reunir sus caudales y efectos, y con ellos se recogieron y encerraron en la Albóndiga, «con
que puede regularse que
lo
la
suma que
allí
se
reunió en barras de plata, dinero, azogue de la Real
después de oír al alférez real don
que
resolución
invariable
de aquel
,
por
pues en
edificio,
él
ningún
motivo
saldría
consideraba seguros los
caudales reales; que los soldados habían de permanecer
en aquel lugar; que aun los pequeños grupos armados
que patrullaban
la
á la
ciudad habrían de recogerse
momento
Hacienda y objetos valiosos no bajaba de tres millones
y que los vecinos se defendiesen como pudieran; con lo que terminó la
de pesos
reunión
"^.n
«El ayuntamiento de Guanajuato, dice Alamán, en la exposición
que dirigió después
al virey
vindicando
Albóndiga en
,
de funestos presentimientos.
Contestando exhortación
resolución del intendente la pérdida de la ciudad
mente,
y todas
pretendiendo
del peligro,
retirándose los concurrentes llenos de temor y
su conducta y la de aquel vecindario, atribuye á esta
las desgracias que fueron consiguientes,
el
Calleja desde
que
Riaño para
de
San Luis á una nueva le
recomendaba que se sostuviera á todo trance,
le
ofreciéndole,
en toda la próxima
que
con fecha 24,
de sus tropas en Guana-
permanecido firme y resuelta, y que espíritu su no vino á variar hasta que, notando que se
juato.
Esta comunicación alentó más y más
desconfiaba de ella, comenzó á decir que los gachupines
dente,
quien,
que
la plebe habría
semana
se hallaría al frente
no obstante, adoptó todas las
y señores querían defenderse solos, dejándola abando-
necesarias
nada
completo
estado
dirección
del joven
al
enemigo
sando por
los
,
con
que en grupos se fué disper-
lo
barrios
y
cerros.
El mayor Berzábal,
—
' LlCRAOA. AdicinneK y revtiJicacioneK páft 75. Alamán asienta equivocadamente que ese bando fué publicado el 26 de setiembre.
•
AlamAn.
—//í.-íorí'a
gina 413, edición de 1849.
para
poner
edificio
el
defensa
de
militar
A/éiCíco,
tomo
I,
lib.
II,
cap.
II,
:
de
al
inten-
medidas en
Granaditas
construyéronse
bajo
la
don Gilberto Riaño,
hijo
de don Juan Antonio, tres trincheras para cortar otras
,
de
pronta-
auxiliase
tantas
avenidas
principales
Albóndiga: la una,
al
pié
que
desembocaban
en
la
de la cuesta de Granaditas,
pá-
entre
el
convento de Belén y
la
hacienda de Dolores;
—
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS otra cerraba las bocacalles de los Pocitos y subida de los
Mandamientos, y
de la Cata;
la
última cortaba la cuesta del río
recogiéronse
en
improvisada fortaleza
la
de la población
la
puerta del Oriente, quedando sólo la entrada
Respecto
por la puerta principal, que mira al norte.
de pertrechos y provisiones, ya hemos dicho que desde día 24 Riaño cuidó de introducir en Granaditas gran
Los defensores armados
cantidad de unos y de otras.
Albóndiga ascendían apenas á seiscientos hombres,
la
de los cuales trescientos formaban al
mando
del
el batallón provincial
mayor don Dípgo Berzábal y
del
capitán
A
situadas las minas
Entre
mañana
eso cuando en la
nadas
las
que
alturas
rodean
á
Guanajuato
coro-
por
las
numerosas huestps de Hidalgo y hubo recibido la intimación del jefe de la independencia, despachaba á toda prisa un oficio
correo
autoridad:
«Voy
vuele V.
once
de
situación
con
siguiente
el
angustiada de aquella
á pelear porque voy á ser atacado en
á
S.
Dios, etc., etc. las
la
Calleja
Resistiré cuanto pueda porque soy hon-
este instante.
rado;
brigadier
al
que expresa
mi socorro, á mi socorro...
Guanajuato 28 de setiembre de 1810 á
—
mañana. Juan Antonio Riaño.— Don Félix María Calleja.»
la
Señor Brigadier
La ciudad de Guanajuato, situada en el fondo de un estrecho valle y dominada por ásperos y levantados cerros que la rodean por todas partes, recibió de sus
significa
cierra el cerro el
del Cuarto,
colocado
allí el
que
en
Hacia
tarasco
el
sur la
de San Miguel y por el norte se alza llamado, porque en un tiempo fué
así
cuarto ó pierna de un malhechor ejecu-
tado por la justicia. ción,
indígena,
lugar montuoso de ranas.
las escabrosidades
de sus cerros,
siguiendo su vasto caserío las inflexiones de las monta-
ñas y agrupándose en
el centro del profundo barranco para diseminarse luego por las laderas de las colinas.
Rayas
,
la direc-
Mellado y
,
muchos y suntuosos
de la ciudad,
edificios
Alhóndiga
la
Granaditas, destinada
de
funesta celebridad y construida por orden
Riaño,
intendente
que
supremo
del
en
buscó
ella
á
mismo
del
en los
refugio
Comenzó á levantarse
peligro.
esta pesada mole, dominada completamente por el cerro
Cuarto,
1798
en
y
término
dio
ella
construcción
su
poco más de doscientos mil
pesos ^ Es la Alhóndiga un vasto paralelógramo
,
cuyos
lados mayores tienen setenta metros de longitud.
Una
línea de estrechas ventanas, abiertas en lo alto de cada troje,
da un aspecto de
le
dice el historiador
castillo;
«en
interior,
el
Alamán, hay un pórtico de dos
en espacioso patio: toscanos y
el
altos
columnas y ornato
inferior con
el superior dórico, con balaustres de piedras
en los intercolumnios... Tiene este
edificio
al
oriente
una puerta adornada con dos columnas y entablamento toscanos, que le da entrada por la cuesta de MendizáAl sur y poniente de la Alhóndiga corre una calle estrecha que la separa de la hacienda de Dolores y en bal.
ángulo del nordeste viene á terminar la cuesta que
el
conduce en
de la Cata, en la plazoleta que se forma
al río
frente
el
del norte,
adornada como
En
donde está
la puerta principal,
la del oriente."
ese edificio, cuya descripción acaba de bosque-
jarse, entraba con los ojos vendados á las nueve de la
mañana
del
28 de setiembre
don
coronel
el
Camargo (pues don Mariano Abasólo, que
le
Ignacio
acompa-
ñaba, se detuvo en la trinchera de Belén) y entregaba al
intendente Riaño los siguientes documentos:
«Cuartel general en la Hacienda de Burras, 28 de
Pintoresca en extremo es la pobla-
desparramada por
los
descollaba
fundadores los españoles la denominación de Santa Fe,
pero prevaleció su nombre
y siguiendo
más importantes
en 1808, gastándose en
del 28 de setiembre vio
se
poblada en aquella época por setenta mil habitantes,
del
Por
que
entonces opulenta Valenciana.
la
y setenta
Tales eran los elementos de defensa de Riaño.
estación
la
obstáculos
los
ción del noroeste con respecto á la ciudad, se hallan
momentos
del regimiento de caballería del Príncipe á las
entonces
partir del cerro del Cuarto
don Manuel de la Escalera; doscientos paisanos, en su mayor parte españoles, agregados al batallón provincial
órdenes del capitán don José Castilla.
que se hincha con furor en
hallan á su paso.
el
de
,
arrollando
lluviosa,
todas las armas que en la ciudad había y se tapió con
adohes
115
Setiembre de 1810.
me
eligió por
—El numeroso
ejército
que comando,
Capitán general y Protector de la Nación
en los campos de Celaya.
de cincuenta mil hombres
La misma ciudad ratificó
á presencia
esta elección que han
Esta configuración especial y caprichosa hace que las calles, exceptuando un corto número de ellas, se desarrollen en un terreno extraordinariamente quebrado, y
rizado por mi Nación para los proyectos benéficos que
que las construcciones tengan, entre unas y otras, grandes desniveles, siendo muy común que la puerta de una
mente
casa venga á quedar al piso de la azotea de su vecina.
Prolóngase hacia
el
que sigue por
el
lo
que
dará á conocer á V. S. que estoy legítimamente auto-
me han
parecido necesarios á su favor.
Estos son igual-
y favorables á los Americanos
y á los Europeos, que se han hecho ánimo de residir en este útiles
nombre de cañada de Mar-
Reino, y se reducen á proclamar la independencia y libertad de la Nación; de consiguiente yo no veo á los
espacio de una legua hasta terminar
Europeos como enemigos, sino solamente como á un
suroeste
asienta Guanajuato, y toma el fil,
hecho todos los lugares por donde he pasado:
en Jalapita, siendo esa
que tiene Guanajuato.
la
el
estrecho valle en que se
única entrada para carruajes
Al oriente de
la ciudad
obstáculo
nace un
la
parte baja
pág.
embaraza
el
buen
éxito
de
nuestra
Adiciones y aclaracione.i de don José María de Liceaga,
1
arroyo que va arrastrándose tortuoso por
que
5.
—
JÍÉXICO 1 TBAVÍiS DE LOS SIGLOS
116 empresa.
V. S. se servirá manifestar estas ideas á los
aplicaré todas las fuerzas
quede
y ardides para
esperanza
destruirlos, sin
Europeos, que se han reunido en esa Alhóndiga, para
que
que resuelvan
á V. S. muchos años, como desea su atento servidor.
si
se declaran por enemigos ó convienen
les
de
cuartel.
guarde
Dios
en quedar en calidad de prisioneros recibiendo un trato
Miguel Hidalgo y Costilla, capitán general de Amé-
humano y benigno, como
rica."
lo
están experimentando los
Don Juan Antonio
«Señor
que traemos en nuestra compañía, hasta qne se coa-
Riaño.
— Muy
— Cuartel
de
mío:
la
siga la insinuada libertad é independencia, en cuyo
Burras,
caso entrarán en la clase de ciudadanos, quedando con
estimación que siempre he manifestado á Ud. es sin-
derecho á que se les restituyan los bienes de que por
cera, y la creo debida á las grandes cualidades que le
ahora, para las exigencias de la Nación, nos serviremos.
adornan.
Si,
por
el
contrario,
no accedieren á esta solicitud.
Parte que mira al Sur de (
Setiembre
La
disminuir.
la vista
28
de
18i0.
diferencia en el
Ud. seguirá
Sr.
modo de pensar no la debe le parezca más justo y
que
lo
general de Guanejuato
Primera parte
Camargo
prudente, sin que esto acarree perjuicio á su familia.
mentarlo
Nos batiremos como enemigos
compañeros de armas para resolver; Abasólo volvióse á
pero desde luego
si
así
se
determinase,
un
ofrezco á la Señora Intendenta
asilo
y protección decidida en cualquiera lugar que
elija
para su residencia, en atención á las enfermedades
que
padece.
Esta oferta no nace de temor, sino de
una sensibilidad de que no puedo desprenderme.
Dios
guarde á Ud. muchos años, como desea su atento servidor Q. S. M. B.
— Miguel Hidalgo y
Costilla.
— 'En la
Hacienda de Burras, á 28 de Setiembre de 1810 ^n
El intendente Riaño contestó desde luego
al
1.
con
consultar
entretanto
grueso de su ejército por la cañada de Marfil
,
sus
con
el
y Camar-
go, siempre con los ojos vendados, fué llevado á uno
de los aposentos de
la
Albóndiga en espera de
puesta que debía conducir.
Formados sobre
del amplio edificio los españoles
la
la res-
azotea
armados y los soldados Riaño leyó con voz
del batallón provincial, el intendente
y serena á
los
primeros la intimación que acababa
de recibir, preguntándoles lución.
' Colección de documentos de i. E. Hernández Dávaloe, páginas 116 y 117.
necesitaba
encontrar á Hidalgo que avanzaba
alta
parla-
que
al
Hubo un momento de
terminar cuál era su resosilencio, fácilmente expli-
1],
cable
en
aquellos
hombres
que
al
contestar
iban
á
—
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS decidir de
más
su vida,
de su libertad y de sus intereses
Kompiólo don Bernardo del
caros.
Castillo, capitán
pondieron rey!
con
la
aclamación
la decisión
con indignado acento que antes que someterse cobarde-
dente quiso explorar
mente á perder su libertad y bienes estaban dispuestos
efecto
vencer ó morir, palabras viriles que
á luchar
hasta
todos
demás aplaudieron y repitieron con grande Luego, volviéndose Eiaño á los soldados
los
entusiasmo...
del provincial, les preguntó:
¿podré dudar
—Y
—Y
mis hijos del batallón
están resueltos á cumplir con su deber?
si
los soldados, á la voz del valiente Berzábal, res-
unánime
de
:
¡
viva
el
i
Seguro de
de la compañía formada por los españoles, expresando
117
de su escasa tropa,
el
inten-
sentir del ayuntamiento,
el
y
comisionó al procurador de la corporación
al
don
Pedro Cobo, que como español se hallaba refugiado en
Largo tiempo transcurrió antes de que
la Albóndiga.
ayuntamiento,
reunido
en
la
habitación
el
regidor
del
decano, resolviera que, no contando con gente ni armas,
nada podía disponer ni hacer, y que siendo Eiaño único que tenía en sus manos todos esos elementos y
el
la
Parte que mira al Sur de la vista general de Guanajuato
(Segunda parte)
autoridad
competente para hacerse de
quien debía obrar como
Entonces
el
le
pareciese
otros,
él
era
más conveniente.
intendente entregó á Camargo la siguiente
contestación á la intimación y á la
carta del capitán
general Hidalgo:
— No
reconozco otra autoridad ni
me
consta
que haya establecido, ni otro Capitán general en
Reino de Nueva España, que cisco Javier
el
Venegas, Virey de
Exmo. ella,
ni
Sr.
el
más legítimas
Cortes generales que van á verificarse.
es pelear
—
sensibilidad:
á las
el
armas con
la
ésta exige de mi corazón la debida gra-
expresiones
familia, cuya suerte no
ocasión.
—
de las
ejercicio
— Dios
de
Ud.
me
perturba en
en beneficio de mi la
guarde á Ud. muchos años.
Miaño
juato, 28 de Setiembre de 1810.
presente
— Guana-
^.n
Don Fran-
reformas que aquellas que acuerde la Nación entera en las
de 1810.
—
me rodean. Guanajuato, 28 de Setiembre Juan Antonio Riaño.n «Muy Señor mío:
no es incompatible
titud
«Señor Cura del pueblo de Dolores, Don Miguel Hidalgo.
á cuantos
Mi deber
como soldado, cuyo noble sentimiento anima
*
AlamXn. y
— Adiciones
— Hifstoria
ríe
Méajíco,
tomo
rectificaciones, pág. 104,
I,
— Liceíga. — Biografía
pípr. 422.
— G. A.
Baz.
de Hidalao, pú?. 282. ' Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos. t. II, ptig. 117. Adiciones y rectificaciones ^c i. M. Lioeaga. Biografía de Hidalgo, por G. A. Baz, pág. 282.
—
—
í TBAVÉS DE LOS SIGLOS
SrfexiCO
lis Resuelto ya
combate,
el
intendente situó una
el
parte del batallón provincial y algunos españoles arma-
dos en la azotea de Granaditas; las trincheras avanzadas de la
cuesta de Mendizábal, de la calle de
sobre
Pocitos y del puente
de la Cata fueron
río
el
los
cubiertas por destacamentos del batallón; la hacienda de benejicio de Dolores, unida á la Albóndiga, quedó
guarnecida por
de los voluntarios
el resto
;
la caballería
del regimiento del Príncipe se colocó en la bajada
Guadalupe en
en la calle de Belén.
Riaño,
plan del inten-
el
mismo con
salir él
donde más daño hiciesen y de plan ciertamente
jarlos;
con
y por
puntos
los
que conviniese desalo-
número de tropa de que
el corto
difíciles
ejecución
se podía disponer
en que se había de situar
enemigo, pero que no parece dudoso
el
en
el
tener
el
paraje en que la situó."
del
por
Cañada de
y en
al
grueso del ejército avanzando rápidamente
frente
Marfil, dióle cuenta de
su comisión
acto dispuso aquél el ataque contra Granaditas.
el
Era
la
infantería
una de
y
cuando inmensas masas de
la tarde
caballería
formadas
por
mil
veinticinco
hombres se desbordaron como impetuoso torrente por
la
cuesta de la presa de los Pozuelos y atravesaron luego la ciudad, cubriendo las alturas
A
diga de Granaditas.
su paso,
que dominan el
la
Albón-
pueblo de Guanajuato
saqueó la dulcería de Zenteno, abrió las puertas de la cárcel,
y
los presos,
en número de cuatrocientos, salieron
en espantoso tumulto yendo á reunirse con las tropas independientes.
trinchera
la
de
levantada
independientes
de
pié
al
esa
y que estaba defendida por el mismo hijo del intendente, don Gilberto Riaño. Cuando la columna estuvo á tiro de
fusil los
defensores rompieron un fuego
paban por
trinchera de la bocacalle de los Pocitos,
la
defendida por
nando
el
La
capitán don Pedro Telmo Primo.
el
que hacia ese lado se alzaba domi-
gritería espantosa
estruendo de la fusilería, hizo comprender
al
punto,
y
intendente
de
necesidad
la
aquel
reforzar
poniéndose á la cabeza de veinte hombres de la compañía de voluntarios salió á situarlos convenientemente
en unión de su ayudante don José María Bustamante;
£1 parlamentario Camargo encontró á Hidalgo
la
el
que se formó,
pues sin esto no habría tenido objeto ninguno la caballería
contra
lado de la cuesta de
el
columna
fuerte
y que hizo retroceder á los demás en desorden. Pero al mismo tiempo masas espesas de insurgentes se agol-
muy aventurada
de
Una
improvisada por
nutrido y certero que derribó á muchos de los asaltantes
caballería á atacar á los insurgentes en los puntos desde los
al
que
puesto
el
mayor Berzábal, la reserva y la
el
todos
al capitán
Escalera con la fuerza suficiente para sostener
y
puntos
los
la fortaleza
ataque comenzó por
el
Mendizábal.
cuesta,
dente, dice Alaraán, era dejar en la Albóndiga
reforzó
Rodeada de ese modo
avanzó
«Parece que
situó
acabamos de nombrar.
de la Cata; en la entrada principal de Granaditas fué
estacionó la reserva.
cerro del Venado, y
el
El resto del ejército, unido
pueblo de Guanajuato,
al río
situada una fuerte guardia, y en el patio del edificio se
centro, cubrió
el
una gruesa columna de caballería é infantería se
Poco antes de que éstas llegasen á
concluida esta tarea,
volvió
el
intendente al
edificio,
pero al pisar uno de los escalones de la puerta, una bala disparada desde
gento
del
el
cerro del Cuarto por un sar-
de
regimiento
Celaya
izquierdo, dejándole sin vida ^
en
hirió
lo
el
ojo
El cadáver del valiente
y pundonoroso Riaño fué llevado en brazos por sus soldados y depositado en el cuarto número 2, donde se representó una escena harto dolorosa:
abrazóse de
él
su hijo don Gilberto; despechado tomó una pistola para
matarse, ponerle en
pero el
que
los
acompañaban
le
le
punto más peligroso para vengar la sangre
de su padre; esta oferta
le
calmó un tanto, y marchó
luego á desatar su furia sobre sus enemigos
La muerte
la
ofrecieron
*.
del intendente produjo gran confusión
ciudad, ya inmensa muchedumbre formada del pueblo
entre los defensores de la Albóndiga
y de
mineros, especialmente los de la Valenciana,
cierto causado por la desaparición del valiente jefe que
excitados por su administrador don Casimiro Chovell,
momentos antes sostenía á todos con su ardor y con su
los
partidario alturas
las
de
entusiasta
decidida
á
los
independientes,
tomar
parte
en
el
ejemplo, suscitáronse inmediatamente acaloradas dispu-
combate.
tas acerca de quién debiera ejercer el
',
ala
sus pretensiones
Pérez Valdés en
éstas debían ocupar: los regimientos de la Reina
intendentes, en que
cerro del
y de
Cuarto y en las
casas vecinas á la Albóndiga; gran parte de la infan-
armada de hondas,
tería,
flechas
y pocos
fusiles,
y
llevando banderas de todos colores con la Virgen de '
Alamón alienta, seeún la declaración de Abasólo, que tanto como Hidalgo no lomaron participio en el combare. Licea-
Allende
Ra, testigo presencial, contradice esta afirmación: «CuanlOB pre«enciamn el aloque, ya porque estuvieron cerca ó ya en alguna distancia, en la que, sin embargo, no les fuera difícil observarlo
que
y
que Hidalgo, monlndo á caballo y con una pismano, recurría lodos los punios inmediatos » Adiciones
piisfiba, vieron
tola en la
re^ti^fioacionei', píg. 10
—
•,
el
Fundaba
mando.
asesor de la intendencia don Manuel
el
cabeza de las tropas, iban designando los lugares que
el
aparte del descon-
coronaba
Hidalgo, Allende y los demás jefes superiores
Celaya se colocaron en
:
la
prevención el ejercicio
de la Ordenanza de de este empleo recae en
asesor por la falta accidental del propietario,
y procu-
raba inclinar las voluntades á capitular con el enemigo; el mayor don Diego Berzábal sostenía que siendo aquél
un mando estrictamente militar y
él
el jefe
de mayor
graduación, y protestaba morir bajo los escombros de Granaditas. Divididas así las
á él tocaba ejercerlo,
Don Juan Antonio Riaño nació en las montañas de Santander en 1757; hizo su carrera en la marina con honor, y desde enero de 1792 ejercía el cargo de intendente de Guanajuato. • Cuadro histórico, por Carlos M. Bustamante, pág. 11, edición I
de 1823
MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS
mandatan á
opiniones, varios
vez en aquellos ins-
la
tantes supremos y ninguno obedecía, con excepción de
reconociendo
siguieron
que
soldados
los
sus jefes
á
firme
119
á los golpes desesperados que
El desacuerdo de
los
se
asestaban.
le
que mientras
hacía
sitiados
asesor Pérez Valdés enarbolaba en una de las ventanas
inmediatos.
una bandera blanca en señal de rendición,
Entretanto la infantería de los independientes y la muchedumbre de pueblo y de mineros que cubrían com-
Riaño seguía arrojando sus mortíferas metrallas, y
cerro del Cuarto lanzaban con hondas y á
pletamente
el
mano una
lluvia incesante
de piedras sobre los defen-
Una gran
sores de la Alhóndiga situados en la azotea.
el
asaltantes
atribuyendo á perfidia
,
joven los
que no era más que
lo
de la confusión que había en
efecto
el
interior,
el
redo-
blaban su furor y sus esfuerzos para anonadar á sus
Entonces fué cuando Hidalgo, que montado
contrarios.
parte de los asaltantes bajaban y subían sin cesar pro-
á caballo y con una pistola en la
mano había permane-
y duras
cido cerca del lugar de la acción,
manifestó el deseo de
veyendo á
los
que cubren
el
sobre
arrojaban
que
la
deshecha
Alhóndiga, y que un operario de la mina de Mellado, joven de veinte años y de nombre Mariano, se ofreció
estaba levantada una cuarta sobre su nivel ordinario
y
los soldados
que
hubieron de buscar abrigo en
Al mismo tiempo
interior del edificio.
i,
heridos y maltrechos por
la defendían,
los terribles proyectiles,
que se consiguiesen barras para romper la puerta de la
lluvia de pie-
notóse que la azotea
concluir la acción
al
lisas
manera de
á
sitiados
los
Tanta y tan continua fué
granizada. dras,
que quedaban de piedras
fondo del riachuelo de Cata, y éstos las
el
destacamentos
los
que cubrían las tres trincheras, agobiados por
el
número
á hacerlo sin ninguna clase de instrumentos.
pared llegó hasta aceite
cuya puerta se cerró apresuradamente quedando aislados y reducidos á sus propios
y brea
la
puerta, y después de untarla con
prendió fuego con un ocote, y las llamas
le
devoraron en momentos aquel obstáculo que detuvo por algún tiempo las oleadas de
infinitamente superior de los asaltantes, las abandonaban
en completo desorden y corrían á guarecerse dentro de
Cubrién-
dose con una larga losa y deslizándose á lo largo de la
Libre hacia
la
entrada,
el interior
los
rabiosa
la
muchedumbre
asaltantes
se
'.
abalanzaron
de Granaditas como una catarata que
Los
la Alhóndiga,
arrolla el dique puesto á su incontrastable pujanza.
tras ellos,
sitiados, por su parte, al ver caer la puerta, corrieron
esfuerzos
situada en
que
españoles
los
hacienda de Dolores
y
la
defendían
casa
la
fuerza
corta
de
de la
caballería
Alzóse ensordecedora vocería de las compactas y vieron la
de los asaltantes luego que
oscuras masas
retirada de los destacamentos que cubrían las trincheras
y como
exteriores,
también hubiese sido una señal de
si
i;utemano convenida, se precipitaron de todas las alturas cual oleaje
encuentro del enemigo, y en
impetuoso
alud
ciñendo
á
humano.
Los
sitiados
hacían fuego
como
Granaditas
un
desde las
el patio
de la Alhóndiga
combate á muerte en medio de alaridos
se trabó un
feroces que repetían las
barranco de Cata.
el
al
quiebras y cañadas de Guana-
juato: terrible fué la acometida, heroica la resistencia, recio
sangriento
y
el
choque;
independientes se
los
arrojaban «como leones furiosos,» dice un testigo presencial
2; la
lucha se empeñó cuerpo á cuerpo; el patio
quedó en un momento cubierto de cadáveres, y como
el
torrente de combatientes que afluía del exterior parecía
inagotable
bien pronto se derramaron por todo
,
el
vasto
ventanas y troneras sobre aquella apiñada muchedumbre
edificio no sin sostener terribles luchas en cada corredor
y no había tiro que dejase de ser aprovechado, mientras que el joven Riaño acompañado de algunos y sediento de venganza por la muerte de su padre, arrojaba sobre
y en cada
Berzábal seguía defendiéndose con heroico valor: caye-
de azogue convertidos anticipa-
ron á su lado heridos de muerte los abanderados del
,
la multitud los frascos
damente en botes de metralla, y que al hacer explosión derribaban por tierra á muchos de los sitiadores. Estos,
patio
Empujado contra un ángulo del y rodeado de unos cuantos soldados el mayor escalera.
,
batallón, Marmolejo
tomando
las
y González, y entonces Berzábal,
banderas y estrechándolas contra su pecho,
vivísimo fuego que
continuó combatiendo hasta que, acribillado de heridas,
vomitaba Granaditas: los que caían eran ahogados por
rodó sin vida, pero sin soltar las enseñas que había
embargo, no
sin
plantas
las
cejaban
ante
el
de los que les reemplazaban,
cerrándose
jurado defender.
Eran
inmediatamente los claros que abrían las descargas de fusilería ó las explosiones
que delante estaban
de los frascos de azogue; los
eran empujados por los que les
seguían sin que les fuese posible volver atrás, como en
una tempestad, dice un impelidas
las
unas
por
furiosas contra las rocas.
un
solo cuerpo
escritor, las
las
otras
del
y van á
mar son
estrellarse
Aquella multitud que parecía
animado de una sola voluntad, ebria de
empezó
del la
tica 1
,
se revolvía frené-
en torno de la puerta principal que se sostenía Cuadro
histórico de Bustamante, pég. 10, edición de 1823.
cinco
batallón
de la tarde. provincial
matanza y
el
Con
cesó
saqueo.
la
la
muerte del
resistencia
Ya en
el
y
exterior
había terminado también la lucha con la muerte de los jefes Valenzuela
y
Castilla
y de
casi todos los soldados
del regimiento de caballería del Príncipe que quedaron
aislados en la bajada del río de la Cata.
Los españoles
Adiciones y rectijl'^aciones de don José María de Liceaga, Biografía de Htdalgo-,fOT G. A. Baz, pág 283. ' Carta escrita en Guanajuuto el 2 de octubre de 1810 y que se halla en el Archivo general de la Nación. (Tomo CVIII del ramo de Colección de documentos, tomo II, pág. 126. Historia ). »
rabia y lanzando aullidos de muerte
-
olas
mayor
las
pág. 113.
—
—
)
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS
120
dieron rienda suelta á su furor
inmolando sin
hacienda
de Dolores,
horas,
aislados también, habían sucumbido en su
mayor parte
misericordia á los vencidos: en vano implorábanla éstos
que guarnecían la casa de
después
de
porfiada
la
por
distinguiéndose
defensa,
su
del
vencedor,
pidiendo de rodillas la vida;
á los
ni
valor don Francisco Iriarte, don Joaquín Alcayaga, don
sacerdotes
Mariano Martínez Arellano y los dos hermanos Portu, y los que salieron vivos del combate cayeron 6 se echaron
investidura, tan respetados en aquella época; ni á los
en la noria, en la que perecieron ahogados.
Dueños por
completo los independientes de la Albóndiga, empezó,
como acabamos de cidos
asaltantes
los
matanza y
decir, la
por
trojes
las
el
y
saqueo: esparlos
corredores,
ebrios de venganza por la muerte de dos mil quinientos
de los suyos
mismo
',
que yacían en las cercanías y en
del lúgubre
edificio,
enardecidos por
allí
refugiados protegieron su carácter y su
niños cubrió su inocencia; sus heridas recientes;
allí
ni
á los
soldados
libraron
cayeron heridos gravemente
don Gilberto Riaño y don José Manuel Bustamante, que murieron dos días después, y allí sucumbieron muchos de los más ricos y principales españoles avecindados en Guanajuato. Los pocos que escaparon con vida, despo-
el patio
jados de sus vestidos y atados con fuertes ligaduras,
fuego
fueron llevados á la cárcel á través de una multitud
el
incesante que habían afrontado por espacio de cuatro
que
alborotada
á
cada
paso
amenazaba con
los
la
Interior de la Alhúndiga de Granaditas (
muerte.
Los cadáveres de
tados en
el
los
españoles fueron sepul-
campo santo de Belén y
los de los
indepen-
dientes en grandes zanjas que se abrieron aquella
noche en
el río
de Cata,
el del intendente
al pié
Estado actual
misma
de la cuesta así llamada;
Riaño, cubierto con una mortaja que le
pusieron los religiosos del convento de Belén, fué ente-
rrado dos días después.
Terminada con
el
pueblo,
la
é ingresó en la tesorería del ejército.
pavoroso
el
Era
siniestro
y
aspecto de Granaditas en las últimas horas
de la tarde.
Grandes charcos de sangre teñían
mento y
escaleras; incontables cadáveres tapizaban
el suelo
las
en
los víveres,
el patio,
en
los corredores
los archivos
y en
pavi-
el
las
trojes;
depositados, esparcidos y
allí
confundiéndose con los muertos, y una multitud desen-
matanza,
saquearon
los
la
vencedores, mezclados
Albóndiga, henchida
de
frenada que entraba y salía, pisoteando los cadáveres
ensangrentados,
apoderándose de
lo
que hallaba á su
y las barras de plata desaparecieron desde luego, aunque gran cantidad de
paso y disputándose á mano armada
estos últimos efectos fué quitada á los que los tomaron
opulenta ciudad: al rojizo resplandor de las teas caían
valores
cuantiosos;
el
dinero
Vino
la
noche y
el
el
sangriento botín.
saqueo se extendió entonces por la
derribadas á hachazos las puertas de las tiendas de los Adicione» y rectificaciones de don José María de Liceoga, póg. 119. Este autor estima en tres mil los muertos en esta célebre jornada, calculando la pérdida de los defensores en doscientos soldados y doscientos españolee, '
españoles,
dando paso á
la
plebe que se arrojaba al
interior apoderándose de los efectos de comercio,
bles
y ropa; luego, apurando
los licores
mue-
que hallaban
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS los
Lució
saqueadores en las casas de comercio y completa-
mente ebrios, recorrían
las
calles
lanzando gritos de
muerte y amenazando derribar todas las puertas cerradas que encontraban á su paso. Durante aquella noche
el
121 día
aunque con menos
y con
29,
«La
furia.
un testigo presencial
^,
se renovó el saqueo,
él
plaza y las calles, dice
estaban llenas de fragmentos de
muebles, de restos de los efectos sacados de las tiendas,
espantable treinta y cuatro casas y tiendas y varias
de licores derramados después de haber bebido
minas y haciendas de beneficiar metales fueron saquea-
hasta la saciedad:
familias enteras que aquel día habían
das por completo
:
amanecido
el
las
bajo
amparo de sus padres
maridos,
ó
unas disfrutando de opulencia y otras gozando de
abundancia
mañana
en
una
honrosa
medianía,
yacían
á
la
siguiente en una deplorable orfandad y en triste
éste se
el
pueblo
abandonaba á todo género de
excesos, y los indios de Hidalgo presentaban las
más
extrañas figuras, vistiéndose sobre su traje propio la ropa
que habían sacado de
de los españoles, entre
las casas
que había uniformes de regidores, con cuyas casacas
las
bordadas y sombreros armados se engalanaban aquéllos, llevándolas con los pies descalzos y en completo estado
miseria.
Vieta exterior de la Alhóndiga de Granadilas
de
embriaguez."
ínfimos los efectos
Vendíanse
más
en
preciosos.
este
día
á
precios
Dábanse barras de
en la Alhóndiga, á excepción de su mismo denunciante el
tambor mayor Garrido
,
á quien reservaba para hacer
un severo castigo, que,
embargo, no ejecutó;
plata por doscientos pesos; tercios de paño, por seis;
con
de cacao, por cuatro; barriles de aguardiente, por cinco,
permitió volver á sus casas á varios españoles, y á los
y onzas de oro por menos cantidad, pues á
demás
les era
los
indios
los distribuyó
sin
en alojamientos cómodos, cuidando
de que se asistiese á los enfermos y heridos con
desconocida esta moneda.
Hidalgo hizo cesar tanto
él
desorden publicando
el
el
mayor esmero; á la viuda del intendente Kiaño mandó
no es disculpable su
devolver los objetos de su esposo tomados en la Alhóndiga y le regaló una barra de plata. Uno de los espa-
disimulo durante los días 28 y 29, ni aun considerándole
ñoles que volvieron á sus casas fué el padre del distin-
impotente para hacerse obedecer de sus soldados ven-
guido magistrado don Manuel Baranda, quien,
día 30 un bando severo en el que conminaba con la pena
de muerte á
los saqueadores.
Y
si
cedores, las disposiciones que dictó en seguida demues-
muy
niño
,
acompañó á su madre
siendo
á suplicar al jefe de la
tran que la generosidad cobraba sereno asiento en su
ánimo, pasado
el
ardimiento de la lucha.
Mandó poner
en libertad á todos los criollos que habían sido presos T.
lU-lO
'
Alamán, Historia de Méwico, tomo I, pág 437. también testigo presencial, en sus Adiciones y
El historiador
— Véase Liceaga, rectificaciones.
MÍXICO Á TEAVÉS DE LOS SIOLOS
122 revolución que concediese ese permiso. llados
ante
á una señora y
él
Fiel á la conducta política que había seguido en
Al ver arrodi-
á un niño, á quienes
Celaya, Hidalgo convocó
ayuntamiento para que arre-
al
había conocido en la opulencia, Hidalgo se conmovió
glase el gobierno de la intendencia,
hondamente y dijo á la primera sin ocultar su emoción: ^-Señora, las circunstancias me obligan á disimular
rentaba
esos males necesarios, que soy
de una manera imperfecta, como los ayuntamientos de
lamentar...
el
primero en sentir y
Su marido de usted queda en libertad, ya
que se ha librado del furor de mis soldados, y ¡ojalá que asi pudiera yo salvar á todos sus compañeros de infortonio! 'n
Don Lucas Alamán,
había
denigrar
de
primer caudillo de ces de conocer
mismo que más tarde
sistemáticamente
la
y de
el
la
memoria
del
independencia, tuvo ocasión enton-
sentir su generosidad
^.
autoridades que representaban
sala de cabildos
'
G. A. Baz.
tomo
— Biogra/ia de Hidalgo. (Hombres ilustres mexi-
III,
pég. 285). < «Una de las casas, dice Alamán, que se hallaban amenazadas de ser saqueadas era la de mi familia, en cuyos bajos estaba la tienda de un español, muerto en la noria de Dolores, llamado don
Juan Posadas, que aunque había sido ya saqueada, un cargador de la confianza de Posadas dio aviso de que en un patio interior habla una bodega con efectos y dinero que él mismo había metido. Muy difícil fué contener á la plebe, que por el entresuelo habla penetrado hasta el descanso de la escalera, corriendo yo mismo no poco peligro por haberme creído español. En este conflicto, mi madre resolvió é ver al cura Hidalgo, con quien tenía antiguas relaciones de amistad, y yo la acompañé. Grande era para una persona decenlemeníe vestida el riesgo de atravesar las calles por entre una muchedumbre embriagada de furor y licores: llegamos, sin embargo, sin accidente hasta el cuartel del regimiento del Príncipe, en el que estaba alojado Hidalgo. Encontramos á éste en una pieza llena de gentes de todas clases: había en un rincón una porción considerable de barras de plata, recogidas en la Albóndiga y manchadas todavía con sangre; en otro, una cantidad de lanzas, y arrimado á la pared y suspendido de una de éstas, el cuadro de la Virgen de Guadalupe, que servia de enseña á la empresa. El cura estaba sentado en su catre de camino con una pequeña mesa delante, con su traje ordinario y sobre la chaqueta un tahalí morado, que parecía ser algún pedazo de estola de aquel color. Recibiónos con agrado, aseguró á mi madre de su antigua amistad, é impuesto de lo que se temía en la casa nos dio una escolta, mandada por un arriero del rancho del Cacalote, inmediato á Salvatierra, llamado Ignacio Centeno, á quien habla hecho capitán y al cual dio orden de defender mi casa y custodiar los efectos de Posadas, haciéndolos llevar, cuando se pudiese, al alojamiento de Hidalgo, pues los destinabo para gastos de su ejército. Centeno, teniendo por imposible contener el tumulto, que iba en aumento, pues se reunía á cada instante más y más gente empeñada en entrar á saquear, dio aviso con uno de sus soldados á Hidalgo, el cual creyó necesaria su presencia para contener el desorden que no habla bastado á enfrenar el bando publicado, y se dirigió á caballo á lu plaza, donde mi casa estaba, acompañado de los demás generales. Llevaba al frente el cuadro de la Virgen de Guadalupe, con un indio á pié que tocaba un tambor: seguían porción de hombres de campo á caballo con algunos dragones de la Reina en dos líneas, y precedía esta especie de proceí-ión el cura con los generales, vestidos éstos con chaquetas, como usaban en las poblaciones pequeñas los oficiales de los cuerpos de milicias, y en lugar de las divisas de los hombros que tenían en el regimiento de la Reina, se hablan puesto en las presillas de las charreteras unos cordones de plata con borlas, como sin duda hablan visto en algunas estampas que usan los edecanes de los generales franceses; todos llevaban en el sombrero la estampa de la Virgen de Guadalupe Llegada la comitiva al paraje donde estaba el mayor pelotón de plebe delante de la tienda de Posadas, se le dio orden al pueblo para que se retirase, y no obedeciéndola. Allende quiso apartarlo de las puertas de la tienda metiéndose entre la muchedumbre: el enlosado de la acera forma allí un declive bastante pendiente, y cubierto entonces con todo género de suciedades estaba muy resbaladizo: Allende cayó con el caballo y haciendo que éste se levantase, lleno de ira sacó la espada y empezó á dar con ella sobre la plebe que huyó despavorida, habiendo quedado un hombre gravemente herido. Siguió Hidalgo recorriendo la plaza y mandó hacer fuego sobre los que estaban arrancando los balcones de las casas, con lo que la multitud se fué disipando, quedando por algún tiempo grandes grupos, en los que se vendían á \ il precio los efectos sacados en el bolla.* Hiftorfa de México, tomo I, pág. 439.
homenaje á
las
poder popular, aunque
el
de Guanajuato, presentóse en la
el
y manifestó á la corporación que pro-
clamado en Celaya por más de cincuenta mil hombres capitán
general
de
América,
debía
el
ayuntamiento
reconocerle con aquel carácter y proceder, conforme á sus atribuciones, al nombramiento de alcaldes ordinarios,
en efecto,
siendo,
cargos
canof,
Reunido
entonces.
pues rendía ó apa-
grande y respetuoso
rendir
el
nombrados en seguida para estos
abogado don José Miguel de Eivera Llórente
y don José María Hernández Chico. Ofreció Hidalgo el empleo de intendente y el grado de teniente general don Fernando Pérez Marañen, y habién-
al alférez real
dose éste excusado, hizo sucesivamente igual propuesta á los regidores don José María Septien y don Pedro de
Otero, los que tampoco
admitieron.
Irritado
el
jefe
de la revolución por estas repulsas, designó para ejercer tan alto empleo á don José Francisco
Gómez, que había
ir
—
sido ayudante
y
dolid
mayor
del regimiento provincial de Valla-
era á la sazón administrador de la renta del
tabaco en Guanajuato, nombrando asesor de la intendencia al abogado don Carlos Montesdeoca y promotor
á don Francisco Eobledo, previniendo á los tres
fiscal
que admitieran estos empleos sin excusa ni pretexto de ningún género. Dedicóse luego con empeño á organizar su cuerpo de ejército: de los pocos soldados que queda-
ban del batallón provincial formó una fuerza de manejo de
destinada al
los
cañones
artilleros
que trataba de
fundir; incorporó á sus tropas los tres escuadrones del
que se hallaban
regimiento del Príncipe,
en
algunos
lugares de la intendencia de Guanajuato; levantó dos
nuevos regimientos de infantería,
y nombró por su coronel
uno en Valenciana,
el
al distinguido
joven don Casi-
miro Chovell, administrador de aquella mina; la
ciudad,
cuyo mando
dio
miembro de una respetable
á
don
familia
;
el otro
Bernardo
en
Chico,
nombró coroneles á
don José María Liceaga, destinado á ocupar más tarde
un lugar preeminente entre
los defensores
de la libertad
mexicana, y á don José Mariano Jiménez, alumno de
la
escuela de Minas de México, que había de participar de la
misma suerte
infausta del padre de la independencia,
y á otro alumno de
la
misma
escuela,
don
Rafael
Dávalos, que hacía su práctica en la mina de Valenciana y era catedrático de matemáticas en
Guanajuato, llería
le confirió
y director de
los
el colegio
de
empleos de capitán de arti-
la fundición
de cañones, que fué
establecida inmediatamente, destinándose á esta fábrica capellinas
las
1
les se
^
de las haciendas de los españoles.
los cilindros de cobre dentro de los cuaevaporación el mercurio que se emplea en la Historia de México, tomo I, pág. 448. AlamAn.
Llámanse capellinas separa por
amalgamación.
—
La
la
—
—
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS que
123
de esta fundición resultó, natural-
poner sobre las armas á sus gentes, disponiendo que
mente, muy imperfecta, y lo mismo debe decirse del armamento, que con diligencia y ardor eminentemente
produjera la oscuridad en los movimientos de su indis-
artillería
patrióticos
cimiento
salió
comenzó á construirse en
bajo
la
de
dirección
los
mismo estable-
el
jóvenes Chovell y
Dávalos.
La
iluminase
se
que
el
brigadier Calleja al frente
ciudad
ciplinado ejército y
para
marchando
evitar
él
la
mismo
confusión
al frente
mejores soldados con dirección á Valenciana. convenció
falsa noticia de
la
de sus
Pronto se
de la inexactitud de la noticia y
el caudillo
así lo avisó
que
á la ciudad, á la que regresó algunas horas
A
de numerosas tropas había avanzado hasta Valenciana,
después.
después de pasar á cuchillo á cuantos hallaba á su paso,
llegando hasta la hacienda de la Quemada, y cercio-
infundió grandísimo temor en los habitantes de
juato la noche del 2
Guana-
de octubre, y obligó á Hidalgo á
Plano de
la
rándose
mañana
la
que
de
Calleja
siguiente
no
había
hizo
nueva
hecho
salida
movimiento
ninguno volvió otra vez á Guau aj nato con parte de su
Albóndiga de Granaditas y sus inmediaciones en
la
ciudad de Guanajuato
Ja Aliióndiga. — B. Convento tseien. — L.. Casa cíe iNoria ae vento ae de Belén. C. i^asa de la nacienaa hacienda ae de Dolores. Lioiores. — D. Patio y encinas oficinas a« naciencia. — E. t.. Noria de u. u. D. D. u. t'atio d" esta hacienda.— misma, situada en el confluente de los dos rios.— F. Trinchera situada al pié de la cuesta dé Mendizábal. - G. Esta cuesta. — H. Casa que fué de Mendizábal, que dio nom„.v, fl la cuesta. bre ...„ i,.,v..a.u. — I. .. Trinchera ».....,..^... „„.„ de la i,„. calle ..,„>,.„.,. de los Fozitos. — J. Esta calle. — K. Subida á las minas ó de los Mandamientos. — L. L. Diversas bocas calles que se tapiaron.— M. Bajada al rio de Cata. — N. Trinchera que la defendía. — O. Puerta principal de la Alhón diga, única que quedo abierta. — P, Puerta lateral (jue se cerro con mampnstpría Q. Salida á la azotea de la Albóndiga.— R. Ventana desde la cual un soldado de Celaya mató al intendente. - S. Campo Santo de Belén. — S'. Callejones llamados los cañitos de Belén. — T. Calle de Belén. U. Puente y calzada de Nuestra Señora lde Guanajuato. — V. Rio^ de Guanajuato que baja del monte de San Nicolás. — X. Rio de la Cata. — Y. Puente j que llamaba de Palo. yj que después pietir se .-_ ..„ „ de ,.^ pietira, comenzando en él el camino nuevo de Marfil sobre los cerros á la derecha del se ha construido „^ T río. — Z. Hacienda de Granaditas y barrio de Tepetapa. — Z'. Z'. Cerro del Cuarto, cubierto de casas que dominan á la Albóndiga. — *. Lugar en que uurió el mayor Berza bal.
A. Edificio de la
._
_
_
_
1
,
.,
gente, dejando la demás á las órdenes de Aldama, quien
de crear una casa de moneda, la que en
quedó
por
el
espacio de
completo
en
recorrió todos los pueblos de la falda de la sierra, desde
algunos
San Felipe, pasando por San Miguel, no
sólo para estar
hacienda de San Pedro, bajo la dirección de don José
en observación de los movimientos de Calleja, sino para
Mariano Robles, y de un modo tan perfecto, que las máquinas de aquella casa, hechas por artesanos de
mayor número de gente que pudiese de
levantar
el
aquellos
contornos.
días
establecida
la
y
Guanajuato, se llevaron más tarde á México para per-
siguiendo su marcha por Chamacuero y Celaya, volvió
feccionar las del Apartado ó establecimiento de acuña-
á unirse con Hidalgo en Acámbaro,
ción del rey.
Terminada su
del grueso de sus tropas
rápida
correría
cuando
al
frente
marchaba sobre Valladolid.
Este continuó ocupándose de
la
materia de recursos
Nada
moneda, siendo tan con
el
se cambió bello
el
en
el
tipo
y
la ley
de la
primero que se equivocaba
de los pesos y demás monedas que se acuñaban
Estas máquinas, así como las que
para las atenciones urgentes de su poderoso ejército,
en la capital ^
que se aumentaba más y más después del asalto de Granaditas. La gran cantidad de barras de plata toma-
vieron en la fundición de cañones, fueron construidas
das en este edificio y la extrema escasez de numerario que se hacía sentir á la sazón le indicaron la necesidad
de artes, que segiJn se cree había sido estudiado con
sir-
conforme á los modelos é indicaciones de un diccionario
1
Cuadro
Ai'síórico
de Bustamente, pág.
7.
MÉXICO L TKAVÉS DE LOS SIGLOS
124
empeño desde años atrás por formaba parte de
mismo Hidalgo y que de don José María Bus-
biblioteca
la
Quiso ante todo hacer
el
tamante.
excitándolos
Adoptadas éstas y otras medidas y atento á necesidad de propagar rápidamente la revolución en
autoridad:
provincias vecinas antes de comprometer el ejército realista,
choque con
sobre Valladolid
la las
en un
el éxito
Hidalgo decidió marchar
ciudad rica que aumentaría sus recur-
,
sos y adonde tenía numerosos amigos adictos á la causa de la independencia; así es que, dictadas sus últimas
8 de octubre para la capital de la división de tres mil hombres una vecina intendencia al mando de don José Mariano Jiménez, y él mismo, al órdenes, hizo salir
el
frente del grueso
misma
tarde siguiendo la
marchó dos días más
ejército,
del
Nueva España para ver
los
ojos hacia la
cuál fué la actitud
de la autoridad superior de la colonia ante sucesos tan
Venegas
Hemos
como inesperados.
ruidosos ,
al
terminar
el
dejado
penúltimo capítulo
virey
al
*
ocupado
,
en repartir gracias y mercedes reales entre los que más se habían distinguido en los acontecimientos que preci-
pitaron á Iturrigaray de su alto puesto;
hemos dicho
también que en Perote, lugar situado en la carretera
miento que en
nuevas
las
de
comunicó diligente
el
el
y
de
alcalde
el
Ochoa no
Así,
Querétaro le
le
alarmaron
pronto ninguna disposición
mal quedaba remediado con
descubrimiento de la conjuración. Pero uno tras otro,
á sus manos los
sin darle tregua ni reposo, llegaron
avisos de la proclamación de la independencia en Dolo-
número de gentes que seguían
del gran
res,
Hidalgo, de la entrada de éste en San Miguel
el
cura
al
Grande,
de su marcha aparente contra Querétaro y, por último, de su entrada en Celaya. La situación de Venegas fué
duda
sin
durante aquellos días de continuas y
difícil
desde mi entrada en esta capital
penetrado
sido
constan-
al
conocer
partido que
de
espíritu
el
por desgracia continuase,
si
una injusta odiosidad entre personas que deben amarse, haría del reino un teatro de crímenes y desolaciones
y presa segura del
ción
Y
tiíano.
tan fatales consecuencias ¿subsistirá la oposición entre
europeos
y americanos? ¿continuarán mirándose como
enemigos
los
apreciarse?
que tienen tantos motivos de amarse y somos todos vasallos de un mismo
¿no
monarca, miembros de un mismo cuerpo social y parte de aquella noble y circunspecta nación española que
ha dado tantos
siempre
generosidad, y que en
el
ejemplos
pundonor y de
de
día es la única potencia euro-
resistir
al
tirano que todo intenta trastornarlo?
y desconfiando del
militares hubo
ejér-
en la conspiración de
Pues
¿por qué no nos amamos como hermanos? ¿por qué no
reunimos
nuestros
esfuerzos
nuestras
,
intenciones
de nuestra
independencia y establecer en
la
Y
nuestra felicidad?...» acontecimientos,
tes
lo
interior
base de
luego refiriéndose á los recien-
decía
lo
siguiente:
«Ya
tenéis
á la vista en algunas partes de este reino un prin-
de
cipio
nos
los
con
falsas
das en vuestra división y rivalidad, el
orden
males
público
y
i^stoy
muy
ideas
apoya-
,
procuran alterar
en
sumergirnos
revolucionarios,
el
Algu-
males de que intento libertaros.
hombres deslumhrados
espantosos
los
persuadido
de
dudo un momento de
que todo volverá
orden
al
de aquellos excesos; pero ¡cuánto es mi sentimiento
de Dolores
embargo, á hacer frente á
,
veíase obligado,
la tempestad que tan
amenazadora se anunciaba, y érale preciso cubrir violentamente con fuerzas respetables la ciudad de Queré-
punto
taro,
insurgentes
tiempo
que de
parecía
Dolores.
deber
ser
Venegas no
por
atacado
los
sino
vaciló
estrictamente necesario para examinar
el
el
lo
que son sus designios, y que no pueapoyo de ningún hombre sensato. No
taro
al lado del caudillo
y
nuestros deseos para destruir al enemigo
presentarse las tropas que destino á contener
sin
y
á vista de tantas y
Valladolid, militares también aparecían en la de Queré-
y
la
reina
sería el principio de nuestra ruina, sería el fomento de
den tener
país ni á las gentes, si
y
Este mal,
entre vosotros.
ciendo
pues que
mayor sentimiento
del
rivalidad, división
despreciables
cito,
me he ocupado
temente en conocer vuestra situación, y mi corazón ha
siniestras noticias: recién llegado á la colonia, no conoel
1810, y de
vencer todo obstáculo que se oponga á vuestra felicidad,
pea que libre del envilecimiento y humillación en que
ni le hicieron dictar por lo
vigorosa, creyendo que
en su proclama de 23 de setiembre de
yacen las demás ha formado la heroica resolución de
conspiración
la
á la concordia y á la obediencia de la «Deseoso de curar vuestros males, les decía
nuevo y ele-
el
interior del país se preparaba.
el
que
las
ámbito del
primeras noticias del levanta-
que va de Jalapa á Puebla, fué donde
vado magistrado tuvo
el
acabaría siendo todos víctimas de nuestra inconsidera-
dirección.
Tiempo es ya de que volvamos capital de
voz en
oír su
reino dirigiendo un llamamiento á todos sus habitantes,
considerar que vuestra división es
el
el
al
curso al
fomento de estos
males y que ella me pone en la triste necesidad de que las primeras providencias de mi mando se dirijan
á hacer derramar
la
sangre de nuestros concixida-
danos!...r>
Y
peli-
dando cumplimiento á
las
amenazas contenidas
gro, pero una vez convencido de que éste era graví-
en la última parte de este manifiesto, Venegas, cuatro
simo adoptó una marcha vigorosa, propia de su enér-
días
gico carácter
publicó un bando solemne ofreciendo un premio de diez
y de
las dificultades
ción. «
mismas de
la
situa-
más
tarde, es decir,
el
27 de setiembre de 1810,
mil pesos á los que entregasen vivos ó dieren muerte Véuse
el
final del capitulo VI.
á los tres principales jefes de la insurrección
,
Hidalgo,
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS Allende y Aldama cias
'
,
concediendo además todas las gra-
y consideraciones debidas á los que con tal hecho considerados como restauradores del sosiego
serían
que
125
matanza de Granaditas y cuando Hidalgo y sus ilustres compañeros no debían ser de
antes
ocurriera
considerados por
la
gobierno vireinal más que como reos
el
asesinato en providencia repre-
público, y prometiendo el indulto é iguales recompensas
políticos, éste erigía el
á los que habiendo seguido
siva; la autoridad sostenedora del orden público procla-
entregasen á los tres
partido de la revolución
el
caudillos.
De
suerte
que aun
maba que
y
la traición
la
delación ejercidas contra los
rebeldes eran actos meritorios; los hombres que poseían •
Copiamos á continuación
ese célebre
bando:
en sus manos la fuerza física y representaban la auto-
«Don Francisco Javier Venegas de Saavedra, Rodrigues de Arenzana, Güemes Mora, Pacheco Dasa y Maldnnado, Caballero de la
Orden de Calatraea, Teniente General de loa Reales EjérVirey Gobernador y Capitán General de esta N. E.,
citos,
ridad, esa otra fuerza moral que robustecían tres siglos
de ejercicio, no vacilaban en sancionar la alevosía y la
,
Presidente de su Real Audiencia, Superintendente general, Subdelegado de la Real Hacienda, Minas, Azogues y Ramo del Tabaco, Juez Conservador de éste. Presidente de su Real Junta y Subdelegado general de Correos en el mismo Reino. » Los inauditos y escandalosos atentados que han cometido y continúan cometiendo el cura de los Dolores Doctor Don Miguel Hidalgo y los capitanes del Regimiento de Dragones provinciales de la Reina Don Ignacio Allende y Don Juan Aldama, que después He haber seducido á los incautos vecinos de dicho pueblo, los han llevado tumultuariamente y en forma de asonada, primero á la villa de San Miguel el Grande, y sucesivamente al pueblo de. Chamacuero, á la ciudad de t^elaya y al valle de Salamanca, haciendo en todos estos parajes la más infame Oftenlación de su inmoralidad y perversas cosiumbres; robando y saqueando las casas de los vecinos más honrados para saciar su vil codicia, y profanando con iguales insultos los claustros religiosos y los lugares más sagrados: me han puesto en la necesidad de tomar prontas, eficaces y oportunas providencias para contenerlos y corregirlos, y de enviar tropas escogidas al cargo de jefes y oficiales de muy acreditado valor, pericia militar, fidelidad y patriotismo que sabrán arrollarlos y destruirlos con todos sus secuaces si se atreven á esperarlos y no toman antes el único recurso que les queda de una fuga precipitada para librarse del brazo terrible de la justicia, que habrá de descargar sobre ellos toda la severidad y rigor de las leyes como corresponde á la enormidad de los delilos, no sólo para imponerles el castigo que merecen como alborotadores de la tranquilidad [lública sino también para vindicar á los fidelisimos Americanos Españoles y naturales de este afortunado reino, cuya reputación, honor y lealtad inmaculada han intentado manchar osadamente queriendo aparentar una causa común contra sus amados hermanos los Fluropeos, y llegando hasta el sacrilego medio de valerse de la sacrosaijla imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona y Protectora de este reino, para deslumhrar á los incautos con efta apariencia de religión que no es otra cosa que la hipocresía más impudente. »Y como puede suceder que arredrados de sus crímenes y espantados con la sola noticia de las tropas enviadas para perseguirlos se divaguen por otras poblaciones, haciendo iguales pillajes y atentando contra la vida de sus mismos paisanos, como lo hicieron en el ciíado pueblo, dando inhumanamente muerte á dos ameiicanos y mutilando en San Miguel el Grande á otro, porque fieles á sus deberes no quisieron seguir su facción perversa he tenido por oportuno que se
matanza como medios
dignos del mayor galar-
lícitos,
dón, sin pensar quizás que desde aquel momento legiti-
maban también
las
sangrientas represalias de sus ene-
migos.
Urgíale á Venegas apresurar la salida de tropas
para
interior,
el
respetable que al
situando en Querétaro una fuerza mismo tiempo cubriese esta importante
ciudad y pudiera obrar oportunamente en combinación con la brigada de tropas realistas situada en San Luis al
mando
del
ya célebre don Félix Calleja
del
Eey.
Desplegando grande energía é incansable actividad logró el
virey hatrns Proclamas, mantengan vuestro trato, y correspondencia epistolar, y os presten qualquíera genero de ayudo, ó favor, y ó los que no denuncien y no obligasen ú denunciar, a los que favorezcan vuestras ideas rebolucionorias, y de qualesquicra modo las promuebnn, y propoguen, pues todas se dirigen ó derrocar el Trono, y el Altar, de lo que no doxa duda la errada creencia, de que estáis denunciado, y la triste experiencia de vuestros cru les proccdimienlos, muy iguales, así como la doctrino, á los del pérfido Luihero en Alemán a En Icslimonio de lo qual mandamos dar, y ilímos la presente firmada de nuestros nombres, y sellada con el Sello de dicho Santo Oficio, y refrendada de uno de los Secretorios del Secreto de él. Doda en la Inquisición de México, y Sala de nuestra Audiencia, á trece dias del mes de Octubre de mil ochocientos diez.— Dr. D. [ierdel y
()
Suprimimos
estos renglones por respeto al lector.
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
133
una sección de seiscientos hombres compuesta de infan-
y cuya cabeza estaba puesta á precio por el virey Venegas, avanzaba hacia Valladolid aumentando sus filas con inmensa multitud de campesinos
tería
y rancheros, que armados de lanzas, hondas y garrotes
de aquella ciudad habían huido á Querétaro, poniendo
se unían á los independientes á los gritos de ¡viva
esta pequeña fuerza al
asalariados folletistas,
la
Virgen de Gnadáhipe! ¡viva la independencia! Una parte
aquel
de
ejército
numeroso
indisciplinado
adonde
Querétaro,
á
acercó
se
é
cuerpo
Flon
de
había
llegado ya con las fuerzas que de México salieron á sus
Este jefe
órdenes.
destacó contra
independiei;tes
los
dragones
Celaya,
de
de
Sierra-Gorda
compañía de voluntarios formada por
Bernardo
Tello,
número de puerto
de
tres
mando
quien mil
Carroza.
A
á los
contrarios
convenientemente en
vista
la
una
sargento mayor don
del
encontró
situados
y
españoles que
los
de
un
en el
enemigo tan
superior en fuerza numérica la tropa realista se dis-
persó,
no quedando á Tello
más que
ciento
ochenta
Doctor don Antonio Bergosa y Jordán, obispo de Oaxaca
soldados
volvieron
;
sin
,
embargo
,
dispersos
los
,
y
Hablando
el
historiador
Alamán
del movimiento de
los insurgentes
Hidalgo hacia Valladolid, aventura la opinión de que
de sus posiciones, debido á las descargas de la artillería
entraba por mucho en esta determinación del jefe de la
Este
independencia la jactancia de presentarse como vencedor
fué
en la ciudad en que había pasado como estudiante sus
empeñada que
la acción
hicieron
destrozos
algunos
que no
encuentro,
quedaron desalojados
tuvo
en
resultados
sus
ñlas.
importantes,
celebrado en Querétaro por Flon con grandes demos-
primeros años, y hacerse acatar en
traciones de júbilo.
altivos
canónigos,
ante
los
cuales
ella
por aquellos
tantas
veces
el
que presentarse como suplicante: amor propio, añade sentenciosamente dicho
humilde cura tuvo nardo de Prado y Obejero 'Beaamont Por ntiandado
—
— Lie. Don Isidoro del
Saen^ de Al faro y
Sanio Oficio, Dr. D. Lucio Calco de
(
Kl sello
di'l
coefarnteam).
Tribunal de
dando com.o un hecho su propia conjetura, y pequeneces de los hombres, que á veces influyen más escritor,
la Cantera, secretario.
»Niidie le quita, pena de
«lisonjas del
excomunión mayor la fe
»
que dice: Etserne Domine icdica
que otros motivos en sus más importantes acciones.»
—
MÉXICO A TEAVE8 DE LOS SIGLOS
134
Pero esta arbitraria suposición de Alamán bablemente con
memoria
la
del
el
forjada pro-
único intento de herir una vez
Padre de
la
y digno, no era
más
independencia de México, El carácter de Hidalgo,
no descansa en bases sólidas. altivo
,
más á propósito para haberse
el
humillado en ningún tiempo ante los orgullosos canónigos de Valladolid; lejos de eso,
Queipo estaba unido con
como
lo
expresa en
asienta
lo
el
él
el
mismo obispo Abad
por una amistad antigua,
Colocado en Guanajuato entre
dencia vecina.
la
brigada
á
fin
tiosos recursos;
obligar
tropas
á las
debilitar
causa de la independencia cuan-
la
emprender un asedio formal, y
situada fuera de la línea amenazada por Flon y Calleja
á los independientes seguridad y tiempo para combinar sus planes ulteriores. grueso
avanzó por
del
el valle
ejército
con Hidalgo á la cabeza
de Santiago, Salvatierra, Acámbaro,
Zinapécuaro é Indaparapeo, uniéndose en este último lugar con Aldama,
que
había desviado por
el
órdenes del conde de la
los
mal defendida, su adquisición no podía
Cadena don Manuel Flon
las
todos
Valladolid, ciudad rica é impor-
de Calleja residente en San Luis y las tropas que á
acababan de entrar en Querétaro, Hidalgo tenía que
y
dividir
Hidalgo á
á
por
revolucionaria
levantamiento en armas de los
al
de
brindaba á
tante,
El
antes.
¡dea
la
del gobierno vireinal.
de una pueril presunción
Alamán algunas páginas
obligaron sin duda á dirigirse á la capital de la inten-
le
mexicanos
ofrecía
^
de
ámbitos del país y
y como Móviles de
primero de sus edictos
verdadera importancia y no los
propagación
al
frente
de una división
rumbo de Celaya con
se
objeto
el
de reclutar gente en esa comarca poblada del Bajio,
i--^^
MichoacAn
— Iglesia parroquial de la villa de Zinapécuuro MichoacXn.
— Paseo del Desierto en
la villa
de Zinapécuaro
elegir uno de estos dos planes: caer con todas sus fuer-
Con
zas sobre Calleja, y después de destruirlo echarse sobre
españoles,
Flon y vencerle, 6 marchar sobre Valladolid escapando
cerca de doscientos cincuenta individuos de la
de la posición en que
así
nacionalidad.
San Luis y de Querétaro. La calidad de su compuesto en su inmensa mayoría de fuerzas
Hubo en
indisciplinadas, con poco le
permitía adoptar
el
y
casi inservible
armamento, no
primero de esos medios.
Optó, en
consecuencia, por la marcha hacia Valladolid, desde cuyo
punto podía amenazar á
como en
la
misma
capital del vireinato,
Por
marchaban prisioneros
quedando
tenían colocado las tropas
lo
realistas de ejército,
ejército
el
en
la
y ocho
treinta
Albóndiga de Granaditas
misma
Valladolid intentos de resistir al ejército
independiente, fuerte en aquellos momentos de sesenta mil hombres con cuatro cañones,
El
de bronce. inquieto
clero
y ambicioso
de
la
dos de madera y dos
ciudad,
Abad Queipo,
se
de los belicosos urgiendo á la autoridad adoptase
por
instigado
puso á
medidas
el
la
cabeza
civil
á que
de
otra parte, Hidalgo comprendía perfectamente que no
defensa y y nombrando cuatro canónigos que la asistiesen con sus
debía
luces
efecto
fiar
el
lo
éxito
realizó
algunos días después.
de la revolución por
él
iniciada al
resultado de una ó varias batallas campales, sino á la
cura de Dolores Don Miguel Hidalgo {que habla mcmi con/lama y mi amixtad) asociado de los «'apilanes Hel regimiento de la HfiíiQ Don Ignaoio Allende, Don Juan de Aldama y Don Jofé Mariano Abasólo, levantó el eslan'
«.
..
el
revido hasta aqui
durle, etc.» Ediclo de Abad Queipo de 24 de setiembre de 1S10. (Co/cor/ó/i de doijuiiientos de J. E. Hernández DávaloF, lomo 11,
dúg. 105).
',
violentas
pues
mando de
el
eficaces
coronel García Conde, que debía tomar
armas,
intendente Merino y
el
coro-
nel conde de Casa Bul, que salieron de México,
como
el
hemos sido
1
visto
las
ya
^^
aprehendidos
el
con dirección á Valladolid, habían
en
Acámbaro por una partida
Manijlesto del cabildo de Valladolid de IJichoacdn de 20 de
julio de 1813. I
de_
Vcuse
el fínal
del capitulo
VIH.
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
Luna y entregados
independientes al mando del torero
luego militar
general
capitán
al
Hidalgo.
superior
Sin jefe
que tomase las providencias necesarias, Abad
las torres
de
mayor para
catedral el esíiuilón
la
Al día siguiente se celebró en
lena.
Hidalgo sino sólo Allende
que puso á las órdenes del canónigo don Agustín Ledos.
por
Con esta fuerza, unida
Gorda, gobernador de
obispo
el
resistir
numeroso
al
mandado por
ejército
obispo
el
Pero
la rápida
marcha de
amenaza-
éste, la actitud
excomunión fulminada pocos días antes
la
fijó
electo,
apresuró á levantar
y
canónigo conde de Sierra
el
mitra en ausencia de aquél, se
la
anatema, expidiendo
el
la siguiente
«Por decreto de 14 del corriente
declaración:
Hidalgo.
i.
antes de que entrase Hidalgo en Valladolid, las tablillas
en que se
regimiento provincial, creía
no asistió
ella
Desaparecieron de las puertas de la catedral, aun-
convertirlo en piezas de artillería y equipando un cuerpo
al
una
catedral
la
misa solemne de acción de gracias, pero á
Queipo se arrogó amplias facultades mandando bajar de
una de
135
Gobernador
de
esta
Mitra
el
señor
Don Mariano
Licenciado
dora del pueblo que mostraba ya abiertamente sus sim-
Escanden y Llera, conde de Sierra Gorda, Arcediano
de un
dignidad de esta Santa Iglesia, en virtud de la juris-
patías por la causa de la independencia jefe militar superior, decidieron por
obispo
á
electo
de
prescindir
y
la falta
presuntuoso
al
fin
primera
su
intención.
V.
Iltre.
que
ordinaria
dicción
en
Señoría
su
por
reside
el
Dean y Cabildo, en quien recayó por
Sr.
Ap''nas se supo en Valladolid la entrada de los inde-
ausencia del limo. Señor Obispo electo de esta Diócesis:
pendientes en Acámbaro,
habiendo previamente consultado á D. D. Teólogos y Juristas, y reflexionando la ansiedad de ánimo que atri-
de guerra, y el
el
obispo
suspendiéronse
Abad Queipo,
los
aprestos
siete prebendados,
intendente interino don Juan Alonso de Terán y otras
muchas personas,
en
su
mayor parte españoles
allí
avecindados, salieron de la ciudad con dirección á la de
El obispo y
México.
los
felizmente á su destino
como otros muchos de
,
canónigos hubieron de llegar pero
Huetamo y enviados algunos disposición
"
intendente Terán
así
,
detenidos en
días después á Valladolid á
general en jefe
Don Agustín de
diente.
ciudad
del
el
los fugitivos, fueron
del
indepen-
ejército
Iturbide también abandonó la
con setenta hombres de su regimiento
,
dice
bula á los
fieles
en las críticas circunstancias del día
por verse precisados á concurrir con los sujetos exco-
mulgados vitandos y demás que hayan incurrido en censura fulminada
por
en
la
en
su
vigor
y fuerza
distante seis leguas
de Valladolid, una comisión com-
la
ello;
y como
si
las
aun perseverando
fieles
por
que nos hallamos, en
circunstancias en
fieles
siguiera
y además, redundaría en graví-
absolver de las censuras con favor de los
al
censura fulminada se daría
simo perjuicio espiritual y temporal de los
cuyo caso,
encuentro de Hidalgo liasta Indaparapeo,
como
censura por haber cooperado en manera alguna
movimiento que dio causa á
razón de
Salió al
la
en su
como á cualquiera otra persona que hubiese incurrido
unirse á él, Iturbide lo rehusó y continuó su marcha á
^"
Obispo
nominatim excomulgados,
declara, absueltos, asía dichos
ocasión á su desprecio,
al virey
Señor
se ha servido declarar,
Edicto de 23 del pasado:
Alamán, que quisieron seguirle, y aunque Hidalgo le hizo proponer el empleo de teniente general, si quería México á presentarse
limo.
el
la
contumacia se puede
tal
que este beneficio en
no ceda en desprecio de
ha
ella,
puesta del canónigo Betancourt, del capitán don José
tenido igualmente á bien declarar, como declara, no tener
María Arancivía y del regidor don Isidro Huarte para
lugar en las presentes circunstancias la supranominada
ofrecerle
la
El 15 de octubre
sumisión de Valladolid.
entraron los primeros pelotones al mando del coronel
Rosales, al día siguiente su fuerte división, y
el
joven y valiente Jiménez y 17 á las once de la mañana el
Hidalgo y los otros jefes superiores con ejército al son de
resto del
el
un repique general y en medio de
las
entusiastas aclamaciones de la multitud.
Al pasar por
la catedral se apeó del caballo
la
de
el jefe
revolución
para entrar á dar gracias, y hallando las puertas cerradas
se
irritó
sobremanera y dio orden
abriesen desde luego, ni
intervención
recogidos hizo
de
lo
los
que
capitulares
,
que
se
hallaban
El enojo de Hidalgo
le
Y
el
presente cesa.
para que llegue á noticia de todos, de mandato de
dicho
Señor Gobernador
Octubre diez y
Santos
seis, de mil ochocientos
Villa, Secretario
ración circuló
Valladolid,
este rotulón.
fijo
diez.
de Gobierno 2."
por cordillera á
— Miguel
Esta decla-
todos los curas para que
la leyesen en sus parroquias en un día festivo. El conde
de Sierra Gorda, llamado después á México por
Venegas, se disculpó del cargo
que se
le
conducta atribuyéndola á presión que sobre los
independientes,
pero
el
virey
hizo por esta él
ejercieron
basta fijarse en la fecha de
su declaración, anterior un día á la llegada de Hidalgo á Valladolid, para convenir en que el temor fué la causa
que declararía vacantes todas
las prebendas, con excepción
de cuatro, y
al fin
vino á
calmarse por las excusas que en nombre del cabildo presentaron los canónigos Betancourt, Historia de jUrá/co, por Alnmúii, lomo de 18Í9.
se
cual se efectuó sin conocimiento
en sus domicilios.
decir poco después
para
censura y deber cesar, como desde
le
Silva y MicheI,
piig. 4C3, o iición
—
• A/an/Bustamantk —Cuadro histórico, tomo I, folio 72. fu'sto del cabildo de Valladolid de Mic/ioacrín de 20'de julio de 1813, impreso en México en la tipografía de doila María Fernández do Jáuregui, 1813.— Alamíin adopla sin discrepancia el relato de Bus-
lomante. ' Colección de documentos de pág. 1C6.
J
E.
Hernández Dávalos,
...
t.
1', ..V
MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS
136 eficiente
modo,
de
la fuerza
y
la eficacia
De
cualquier
de gracias, las masas se echaron sobre las casas de
de estas armas de la Iglesia
algunos españoles, entre ellas las del intendente interino
consecuencia de estas
Terán, del canónigo Barcena, de las de Aranas, Aguilera,
revocación de la censura.
la
hubieron de sufrir grandemente
á,
Losal y Aguirre y otras, hasta
contrarias resoluciones.
No
el
número de
catorce,
Valladolid durante los varios días de la entrada del ejér-
que hallaron á mano y que no podían llevar consigo. Al tener noticia de este des-
misa de acción
orden. Allende montó á caballo y se dirigió á reprimir
obstante
cito, el 18,
el
orden y tranquilidad que reinaron en
poco después de terminada
la
destruyendo
todo
lo
Acueducto de Vulladolid (boy Morelia)
tan lamentables
Cuadro
atentados.
histórico,
Bustamante afirma en
su
que en medio de la confusión y sin
orden de ningún jefe, un artillero llamado Eamírez disparó uno de los cañones sobre res,
matando
se sosegó
el
la
multitud de saqueado-
é hiriendo á catorce de ellos, con lo cual
tumulto y terminó
el
saqueo, pero no sin
que Allende hubiese apurado un vaso de aguardiente á la vista
de
las tiendas
la
multitud y que se hizo servir en una de
amenazadas, para demostrar que no contenía
veneno, pues este fué
el
pretexto de que algunos se
valieron para excitar al pueblo
robaran las tiendas y casas de
y á
los
indios á que
los españoles.
Dos días permaneció Hidalgo con su ejército en Valladolid allegando hombres, armas y dinero.
El regi-
miento provincial, compuesto de dos batallones,
dragones
de
Pátzcuaio
últimamente en
la
el
de
y ocho compañías levantadas mando
ciudad, bien armadas y cnyo
se había conferido al canónigo Ledos,
quien á la sazón
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS huía con dirección á México en unión del obispo
Abad
Queipo, se incorporaron á los defensores de la independencia, aumentando la corta fuerza organizada con que
De
contaban.
tomó
las arcas de la catedral
el jefe
de
la
revolución cuatrocientos mil pesos pertenecientes á la Iglesia,
y
el
resto
de particulares que considerarlos así rios
hasta allí
setecientos
de fondos
mil,
estaban depositados, quizás por
más seguros sus respectivos propieta-
guró su gobierno publicando un bando enérgico contra los saqueadores,
y por el que abolía la esclavitud en Michoacán y el pago de tributos y otras gabelas que pesaban sobre las clases desvalidas i; proveyó los empleos vacantes, y deseoso de aprovechar
rena, miembro de una distinguida familia, quien inau-
el
tiempo
para atacar la capital del vireinato antes de que se
moviesen Flon y Calleja,
de Valladolid
salió
el
19 de
octubre.
Nombró intendente á don José María de Anso-
1.
137
El
ejército
mente en
los
de Hidalgo,
aumentado considerable-
últimos días, se componía á la sazón de
Catedral de Valladolid (hoy Morelia)
ochenta mil hombres, tanto de caballería como de infantería, alto
malísimamente armados en su mayor parte y en
grado indisciplinados.
Bustamante
Cuadro Mstórico que durante del jefe
la
refiere
corta
de la revolución en Valladolid,
mayor de aquel regimiento provincial de
en
su
sargento
el
infantería,
don le
propuso que entresacase de aquella confusa muchedumbre catorce mil hombres, y retirándose con ellos á la Sierra de Pátzcuaro, en el curso de dos meses esta-
'
y de
lo
Manifiesto del cabildo de Michoacán, 1813, pág. T.
III.
— 18.
vaticinó que en la primera derrota que sufriese se
quedaría solo,
pues todos sus soldados huirían como
palomas. Pero Hidalgo desoyó aquellas juiciosas adver-
permanencia
Manuel Gallegos, á quien hizo coronel del cuerpo,
rían listos para entrar en campaña,
le
contrario
15.
i
Bando
del intendente
Ansorena
:
«Don José María de Ansorena Caballero, Maestrante de
¡a
Real Ronda, Alcalde ordinario de primero coto de esta Ciudad y su Jurisdicción, Intendente, Corregidor de esta provincia. Brigadier y Comandante de las armas, etc.
»En puntual cumplimiento de las sabias y piadosas disposiciones del Exmo. Sr. Capitán General de la Nación Americana, Dr. Don Miguel Hidalgo y Costilla, do que debe ésta rendirle las más expresivas gracias por lan singulares beneficios, prevengo á todos los dueños de esclavos y esclavas, que luego inmediatamente que llegue á su noticia esta plausible orden superior, los pongan en
MÉXICO Á TEATÉ8 DE LOS SIGLOS
138 tencías
,
y
lo fiaba al
ímpetu y
forzosamente que
primer choque, de ser
posteriores demuestran que todo
los sucesos
número, de
al el
si
que debía resultar
lo
enemigo no era arrollado en
de los que atacaban tenía
la destrucción
Indaparapeo
se le presentó
^
un
él
instrucciones
las
— Miguel en
Díjole
la
y que estaba pronto que desde algunos meses atrás
amaba también á su
á dar su sangre por ella;
patria
cuaro; que había llegado á sus oídos la proclamación de
en Dolores
,
saludándola como
el
prin-
cipio de una era feliz para la patria, y que le permitiera marchar con las tropas. La voz de aquel hombre se
animaba gradualmente
y ardiente relación su acento era tempestuoso y terrible. Los ,
y
presentes á esta entre-
y
que de
Costilla.
á la
referían
aprehensión
para que en
las
instrucciones
organización
españoles
los
comunicado.
Las
ocuparan
se
he
le
^i
en
del
lo
gobierno
sucesivo,
á
y secuestro de sus
bienes para mantener la tropa y al ataque de la plaza
de Acapulco.
Morelos no pidió armas, hombres ni dinero, y sólo admitió
el
nombramiento que Hidalgo acababa de poner
en sus manos.
En
ilustres defensores
seguida se separaron aquellos dos
de
la
independencia para no volver
á verse más.
El ejército llegó á Acámbaro, donde se pasó revista
al concluir su corta
principales jefes del ejército,
se
que
verbales
Hidalgo
lugares
los
su curato de Cará-
se preparaba á la lucha fortificando
la independencia
á
clérigo pidién-
dole servir en el ejército con calidad de capellán.
cura de Carácuaro,
costas del Sur levante tropas, procediendo con arreglo
verbales
infalible.
En que
el
María Morelos,
general, dividiéndose éste en regimientos de á mil
hom-
bres y ofreciendo Hidalgo á todo
el
que entregase igual
Hidalgo, que
número
el
sueldo de tres pesos
había reconocido en su interlocutor á un antiguo discí-
diarios,
pulo suyo, en la época de su rectorado en
ría.
vista, escucháronle con silencioso respeto.
el colegio
San Nicolás de Valladolid, pidió recado de
de
escribir,
y después de trazar algunas líneas entregó un papel á aquel hombre, diciéndole:
— Seréis
mejor
capellán; ahí tenéis vuestro nombramiento.
contenía
en
lo
siguiente
toda foima á mi
:
«
Por
el
el
— Ese papel ,
comisiono
Br.
Don José
presente
lugar-teniente
general que
A
el
empleo de coronel con
señalando
nombrado Hidalgo generalísimo; Allende capitán general; Aldama, Balleza, Jiménez y Arias (el mismo que denunció
la conspiración
dio el grado de mariscal de
Te-Deum,
nuevamente divisas,
siendo
demás cosas que ejecutan y hacen
collarín,
vueltas
—
de Querétaro) fueron pro-
movidos á tenientes generales, y á don Ignacio Martínez, Abasólo, Ocón y don José Antonio Martínez se les
libertad, otorgándoles las necesarias escrituras de átala harria con las inserciones acostumbradas para que puedan tratar y contratar, comparecer en juicio, otorgar testamentos, codioilos y ejecutar las
—
los capitanes de caballe-
les, fué
con
las personas libres; y no lo haciendo asi los citados duefios de esclavos y esclavas, sufrirán irremisiblemente la pena capital y confiscación de todos sus bienes. Bajo la misma que igualmente se impone no comprarán en lo sucesivo ni venderán esclavo alguno, ni los escribanos, ya sean del número ó reales, extenderán escrituras corrientes á este género de contratos, pena de suspensión de oficio y confiscación de bienes por no exigirlo la humanidad, ni dictarlo la misericordia. Es también el ánimo piadoso de su Exa. quede totalmente abolida para siempre la paga de tributos para todo género de castas sean las que fueren para que ningún juez ni recaudador exijan esta pensión ni los miserables que antes la satisfacían la paguen, pues el ánimo del Exmo. Sr. Capitán General es beneficiar á la Nación Americana en cuanto le sea posible. —Asimismo prevengo á todos los administradores de las aduanas, receptores y gariteros, que á los naturales no les cobren derecho alguno por la raspa de magueyes ni por el fruto de pulques por ser personas miserables que con lo que trabajan apenas les alcanza para la manutención y subsistencia de sus familias: ni tampoco cobrarán del aguardiente de caña más que un peso por cada barril de los que entrasen de las fábricas á la capital, y esto por sólo una vez, de modo que teniendo que pasar los barriles de una á otras partes, en éstas no se exija cosa alguna, pues con sólo el primerpeso cobrado, quedará satisfecha esta pensión. En consecuencia de lo cual s* pasará á la Aduana de esta ciudad un tanto autorizado de esta orden para que inmediatamente la comunique á las receptorías y garitas de su cargo para la debida inteligencia. Se previene á toda la plebe que si no cesa el saqueo y se aquietan, serán inmediatamente colgados, para lo que están preparadas cuatro horcas en la plaza mayor: prevengo á todo forastero que en el acto salgan de esta ciudad, apercibidos que de no hacerlo se aprehenderán y remitirán por cordillera al ejército. Y para que llegue á noticia de todos, y ninguno alegue ignorancia, mando se publique por bando que es fecho en Valladolid á diez y nueve de Octubre de mil ochocientos diez. José Marta de Ansorena.— Por mandado de su Exa. José Gmo. Marocha.-» (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo 11, pág. 169). Véase la comunicación de 13 de agosto de 1812 dirigida ' por Morelos á Rayón. (Tomo IV del Suplemento d los Tres siglos de Méaico, del padre Cavo, por Bustamante).
mismo á
él
continuación, reunidos en junta todos los oficia-
repiques
ascendidos
de
el
campo, festejándose
y salvas de se
pusieron
artillería.
acto
Los
uniformes
sus
y una casaca azul con
Hidalgo
y solapas de
el
color rojo con bordados
de oro y plata, tahalí negro también bordado, y en el pecho una placa de oro con la Virgen de Guadalupe.
Los demás
jefes
color azul,
distinguiéndose sus respectivos grados con
adoptaron
superiores
bordados y cordones especiales
igualmente
el
•.
Después de estas disposiciones, que dieron alguna organización á las masas informes de los independientes,
continuaron éstos su marcha por Maravatio, Tepetongo, la
Jordana é Ixtlahuaca.
A
su paso por los pueblos,
haciendas y rancherías se engrosaban sus
filas
y reci-
bíase á Hidalgo en medio de entusiastas aclamaciones al alegre son
de las campanas.
se presentaban á saludarle
de las
iglesias
los
,
edictos
y Las poblaciones enteras
desaparecían de las puertas
de los
obispos,
arrancá-
banse de las paredes los bandos de las autoridades, y los españoles y los que simpatizaban con ellos huían despavoridos á las ciudades.
«No
es así por cierto, dice
un biógrafo del Padre de la independencia, cómo se recibe á los bandidos ni á los que vienen únicamente á
saquear y á matar; ochenta mil ladrones y asesinos no
hubieran dejado pueblo ni hacienda que no arrasaran, ni
—
Relación que hizo al virey Venegas el coronel García Conde. Apéndice del tomo I de la Historia de Méteico, por Alamán. Colección de documentos de i. E. Hernández Dávalos, tomo II, pá1
—
gina 267.
MÉXICO Á TBAVÉS DE recuerdos agradables en sus habitantes, y sin embargo,
no es extraño todavía encontrar en aquellas comarcas á algún anciano que recuerde entusiasmado el día en que el
cura Hidalgo pasó por su pueblo
ó
por
hipe
ningún
de
Ouada-
Su entrada en Toluca no fué
estandarte.
acompañada
de su
frente
cabana con su cuadro de Nuestra Señora de
desorden:
la
SIGLOS
139
Alarmado Venegas por
las
noticias que recibió del
movimiento de Hidalgo con dirección á Toluca, hizo salir para esta ciudad al regimiento de infantería de dos
,
don José
Mendívil,
EsfoMa y
de
mandados
batallones
Tres-Villas
algunos
de dos mil hombres
perfectamente armados y equipados,
estaba en camino para Lerma,
pero contenida por
el
coronel
teniente
división,
dragones
fuerte
poniendo toda
la
de
menor importancia,
intentó
cuando ya
mayor
el
de
piquetes
otros
por
centenares
ejército
plebe
saquear la casa de un español
el
I.OS
á las órdenes del
don Torcuato Trujillo, joven militar
padre Balleza se redujo á insultar á García Conde, Rui
que había venido en la comitiva de Venegas.
y Merino, que con calidad de prisioneros venían cómo-
división
damente en unos coches á retaguardia de
quien hemos visto salir de Valladolid antes de que fuese
gentes
insur-
los
'."
En
esa
marchaba también don Agustín de Iturbide, á
ocupada por
el ejército
La
de la independencia.
capital
Vista de Toluca
quedó guarnecida con el
el
regimiento urbano del comercio,
de patriotas disünguidos de
temente
levantado,
y
los
Fernando VII,
provinciales
de
recien-
Toluca
y
se desparrama por todos los repliegues y sinuosidades
de las montañas,
cubriendo la ladera
México, extendiéndose
que
cae
en la cima y bajando
hacia
con
la
vertiente que va á perderse en las llanuras de Lerma,
Tulancingo.
Las montañas que separan
hacia
el
sudoeste
el
de Toluca.
del lado
El camino que conduce de México
encantador valle de México del de Toluca, son la conti-
á esta última ciudad atraviesa en toda su anchura
nuación de la erguida serranía de Ajusco que cierra
siniestro
primero por
el
sur.
al
Agrias y revueltas, parecen colo-
ó
el
y rumoroso bosque, entra luego en el claro pequeño llano de Salazar, desciende por las últimas
cadas para defender ambos valles, uno de otro, y en la
escarpas de la ladera occidental, recorre las llanuras
constitución de su suelo volcánico revelan las intensas
de Lerma, salvando la laguna de este nombre, y con-
convulsiones que en remotísimos tiempos debieron sacudir esta porción de la dilatada
Mesa
Central.
Un
vasto,
sombrío y espeso bosque de pinos, cedros y abetos
Monte de 1
las Cruces
Gustavo A. Baz.
mexicanos, tomo
III,
— crece sobre
— Biografía de Hidalgo.
póg. 293).
—
el
ese áspero terreno y
(Hombres
tinúa en línea recta hacia el poniente hasta entrar en
Toluca dominada por invasión
último las
al
valle
el alto
de
y helado Xinantccatl
México,
rumbo, puede ser
procedente
contrastada en
el
.
de
Una este
Monte de
Cruces, á condición de que las tropas que
lo
de-
ilustres
fiendan sean bastante numerosas para cubrir una larga
KÍIXICO Á TKAViS DE LOS SIGLOS
140 extensión del bosque
mino.
de uno y de otro lado del ca-
,
i
de Toluca
salió
rosa y árida cañada de Ixtlahuaca
;
pero á las
siete
de
noche se encontró con los fugitivos de un fuerte destacamento que situado por su orden en el puente de
la
sobre
de Lerma, y
río
el
de Toluca é Ixtlahuaca,
equidistante
había sido dispersado por los
de
Convencido
independientes.
la
aproximación
del
numeroso ejército de Hidalgo y no considerándose seguro Toluca,
en
contramarchó violentamente,
ciudad y se retiró
evacuó
á Lerma, tomando posición en
del río que lleva este
Hidalgo, en efecto, había ocupado con su ejército
con
propósito de hacer un reconocimiento por la anchu-
Don Bernabé,
espalda á los rea-
listas.
'.
El día 27 de octubre Trujillo el
de envolver por la
Cuajiínalpa y
á Toluca
nombre, disponiendo que se abriese
que
tanto
segundo ocupaba
el
el
el
En
29.
puente de Atengo,
el
y avanzaba por el sur de Lerma, gruesas bandas
arrollaba al destacamento de realistas
camino de Santiago,
al
del ejército independiente llamaban la atención de jillo
el
atacando
Tru-
puente de aquella ciudad defendido por
el
mayor Mendívil. Sabedor
esta
la orilla
28 de octubre y concertado con Allende
el
plan de ataque que principió á realizarse
Allende por
tamente
el
de la división realista del paso de
el jefe
puente de Atengo, comprendió inmedia-
el
peligro en que se hallaba,
y acto continuo
una cortadura en la calzada que va de Toluca y que se
dispuso retirarse al Monte de las Cruces, á
levantase una fuerte trinchera para sostener con escaso
antes que los independientes las posiciones que le ase-
número de tropas
puente que colocado á la entrada
el
de la población da paso sobre
el
En
río.
esta actitud
guraban su retirada á
marcha retrógrada dejó en
mando de Mendívil
el
puente de Lerma á un
y algunos dragones de España
batallón de Tres-Villas al
Para sostener su
capital.
la
de ocupar
fin
y
,
él
á la cabeza del grueso de
,
sus tropas, salió violentamente á las cinco de la tarde é
hizo alto cuatro horas después en
el
Monte de
las
Cruces, tomando posición en una pequeña eminencia de
muy
no
amplia
superficie,
donde
Facsímile de la firma de Trujillo
para que protegiesen su retirada se
permanecieron los realistas
durante
esperando
ser
un momento á otro por
la calzada
de Toluca, pero al siguiente, 29, Trujillo,
advertido por
de
atacados
el
de Lerma,
cura Viana,
insurgentes pudieran dirigirse por situado al sur de esta ciudad
empezó á concebir
el
el
día
28,
de que los
puente de Atengo,
para cortarle la retirada,
Destacó
entonces
algunas tropas
para defender aquel punto, y previno al subdelegado de Santiago Tianguistengo pueblo cercano al puente, que ,
cortase éste á
fin
de impedir
las órdenes de Trujillo
el
paso al enemigo.
Pero
no se ejecutaron con puntualidad:
su destacamento fué arrollado, y una fuerte división del ejército
fuerte de el
independiente
Atengo con
se
desbordó impetuosa
por
el
le
reunieron en
el
curso de la noche, no sin ser perseguidos tenazmente
por los independientes.
Las avanzadas
del fuerte cuerpo
dado por Allende llegaban que
al
de ejército
man-
Monte media hora después
y sostuvieron por largo rato un vivo
los realistas,
fuego de fusilería.
serios temores por la seguridad de
nueva posición.
su
,
todo
camino real hace
el
una curva, y á corta distancia de un caserío, cuyas ruinas se conservan aún. Los destacamentos que dejó
Los dos
A
el
y en espera
otro,
pasaron
ejércitos
ocupando
del 29
las ocho de la
del
la
combate con
la
resto al
de la noche
lado el uno del
nuevo día para venir á
las
manos.
del 30 de octubre avanzó
mañana
columna de independientes por recio
el
ancho bosque,
el
una
camino real trabando
vanguardia de caballería realista,
que logró rechazar á sus contrarios haciéndoles varios heridos
"muertos,
y prisioneros.
En
estos
momentos
intento de seguir avanzando por
Trujillo recibió un oportuno refuerzo enviado por Vene-
camino que de Santiago Tianguistengo conduce á
gas, consistente en dos cañones de á cuatro dirigidos
el
por Durante la corta permanencia de Trujillo en Toluca recibió una caria de Venegas en que le decía: «Trefcientos años de triunfos y conquistas de las armas españolas en estas regiones nos contemplan; la Europa tiene sus ojos fijos sobre nosotros; el mundo entero va á juzgarnos; la España, esa cara patria por la que tanto 1
éste
suspiramos, tiene pendiente su destino de nuestros esfuerzos, y lo espera todo de nuestro zelo y decisión. Vencer ó morir es nuestra divisa. Si á Ud. le toca pagar este tributo en un punto, tendré la gloria de haberse anticipado li mi de pocas horas en consumar tan grato holocausto: yo no podré sobrevivir á la mengua de ser vencido por gente vil y fementida.» E.ste mal zurcido trozo de énfasis prestadas de otros, como lo llama justamente Zavala, es defendido con calor por don Lucas Alamin, quien de seguro hubiera criticado amargamente el mismo estilo y la misma ridicula hinchazón usados por alguno de los defensores de la independencia.
teniente de navio Ustaríz, cincuenta voluntarios
el
mandados por
el
capitán don Antonio Bringas y tres-
cientos treinta mulatos
criados de las haciendas de
y
don Gabriel de Yermo y de don José María Manzano, armados de lanzas; refuerzo que aprovechó desde luego el
jefe
realista
ordenando
la
colocación
de
los
dos
cañones en un lugar ventajoso, cubriéndolos con ramas á
fin
de ocultar su vista al enemigo y aumentar su con-
fianza para que avanzara hasta ponerse al alcance de
sus tiros.
Eran
las
once de la mañana cuando una fueite
columna de ataque se movió en medio de imponente gritería
con dirección
al
centro
del
ejército
realista.
141
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS Formábanla cinco compañías del regimiento de Celaya, todo
el
regimiento provincial de Valladolid y
el
batallón
d« Guanajuato, que servía cuatro cañones que iban á
la
de la columna de ataque fueron blanco de la artillería realista
que barría
flaquearan
filas
enteras,
sin
que los demás
muestras de retirarse fuera
dieran
ni
del
cabeza de la columna; la retaguardia y los flancos iban
alcance de las mortíferas descargas; antes bien, enarde-
cubiertos por los regimientos de caballería de Pátzcuaro,
cidos
Keina y Príncipe y por un gran número de infantes y soldados de caballería, mal armados y en verdadera confusión: todas estas tropas se pusieron á las
inmediatas del intrépido Abasólo
,
órdenes
columna realistas
y
de la
bizarramente
disciplinada
En
el
certero fuego de los realistas.
que dirigía
Allende,
la
batalla por
parte de los
que montó durante aquella acción memorable, hubo de
ante
el
.
continuo
infantería
de
Tres- Villas. los flancos
propósito también de cortarles la retirada por el camino
de México.
descendiendo otras tantas mermados por
artillería,
La
masas de indios mal armados que cubrían
I^as
enemigas
posiciones
las
veces
á tomar la
resueltos
con brío la fuerte posición de los
'
fuego de los cañones dirigidos por Ustariz y los nutridos disparos
matanza se lanzaron varias
aquella
independientes y á quien mataron uno de los caballos
sostuvo
se
contra
que dio en esta jor-
nada pruebas decisivas del más heroico valor acometió
por
cumplimiento de esta acertada disposi-
de tres mil hombres y llevando uno de los cañones, desfiló violentamente por ción el bravo Jiménez
,
caminos de vereda, y
al frente
al
llegar
á una de las alturas
rompió vivísimo fuego sobre la izquierda de
las
posi-
comprender que no nicando
con
le
era
rapidez
sus
fácil
forzar el paso
órdenes
dispuso
,
y comu-
ocupar las
alturas cubiertas por el bosque que dominaban la meseta
en que
se
habían hecho firmes los realistas, con
el
compañías del mismo cuerpo y una del provincial de
México, y en
el
centro, cubriendo el camino, á varios
piquetes con una pieza de artillería al
Mendívil, quien, herido desde
el
mando
continuaba, sin embargo, sereno y firme en
de batalla.
Las pocas tropas
del
mayor
principio de la acción,
que
le
campo
el
quedaban
libres
ciones de Trujillo, logrando desmontar á poco una de
fueron destinadas á hacer frente á la división de Jimé-
la artillería española y demostrando á
nez, que ganaba terreno á cada momento y por entre la espesura del bosque avanzaba sobre la retaguardia de
de
piezas
las
aquél de esta manera la torpe elección que había hecho ai situarse
en
la
dominada meseta.
Este ataque inesperado y brusco desconcertó por
' .
lo
pronto al jefe realista, pero reponiéndose rápidamente
cambió
el
orden de defensa:
gruesa columna
y que luego
que
lanceros de
Yermo y
á la derecha
al
'
J.
M.
L.
al
la
combate
se desplegó en línea de batalla, situó á la
izquierda al capitán Bringas
.
para hacer frente á
había dado principio
con
los
voluntarios,
los
varias compañías de Tres- Villas;
teniente don Agustín Iturbide con otras
Mora. — Méxino y.su& reeoluciones, tomo IV, pág.
77.
sosteniendo un fuego terrible y certero.
los
realistas,
No
tardaron ambas fuerzas en encontrarse, y entonces
se trabó entre los altos pinos una lucha sangrienta y
obstinada, peleándose con igual ardor por ambas partes
y supliendo
la decisión
de los independientes su falta de
pertrechos y de buen armamento.
hecho general y
el
La
acción se había
espacio ocupado por los realistas se
iba reduciendo sensiblemente al empuje del círculo
fuego que los rodeaba.
de
El capitán Bringas estaba herido
mortalmente; Mendívil recibió otras heridas que
le obli-
MÉXICO Á TEAVÉ8 DE LOS SIGLOS
142 garon á abandonar su puesto; varios
Trujillo, reuniendo los restos
nares de realistas cubrían la
violenta retirada hacia México abriéndose paso con el
oficiales y centemeseta revolcándose en su
sangre, y los soldados, cuyo desaliento era ya visible,
empezaron á desmayar hasta
grado de obligar á
oyese las proposiciones de avenimiento
Trujillo á que
que sin cesar
el
dirigían los independientes en medio
le
arrojo de la desesperación por entre las
batientes que le cercaban. caballería,
la
masas de com-
Tenazmente perseguido por
su retirada se convirtió al llegar á la
venta de Cuajimalpa en presurosa fuga;
allí le
abando-
pues fingiendo
naron casi todos los que sacó del campo de batalla, y cuando pernoctó en Santa Fe llevaba en su seguimiento
que se presentaron como parlamentarios, dejó
cincuenta soldados y algunos oficiales, entre los que se
y antes de que terminaran de hablar
hallaba don Agustín de Iturbide. Con este triste séquito,
del estruendo del combate.
Se prestó
al fin
para cometer la más torpe de las vilezas oir á los
á ello, pero
de sus tropas, emprendió
que se acercasen,
mandó hacer fuego muchos de entre
á
ellos.
,
quema ropa, cayendo muertos
resto
Esta infame felonía, que había
antes puso á sus órdenes
único de la brillante división que algunos días virey, llegó el 31 á
el
pultepec, desde donde envió el inexacto parte
Cha-
de
su
derrota ^
Abandonado por terminada
la
Trujillo
la caballería, las huestes
Monte de
el
campo de
el
batalla
y
persecución que con tanto éxito emprendió
las
vencedoras hicieron retemblar
Cruces con sus cantos de victoria;
numerosas y rojizas luminarias alumbraban el sitio de la lucha, guiando á los que sepultaban los cadáveres y recogían los numerosos despojos de los vencidos reaCalcúlase que éstos perdieron dos mil hombres
listas.
y
los independientes
un número algo mayor.
Tal fué la
Monte de las Cruces ^ que Venegas fingió estimar como una victoria para prevenir los fatales batalla del
efectos Trujillo
que pudiera producir
completa derrota de
la
en los habitantes de Nueva España.
se considera la indisciplina del
ejército
Pero
si
independiente;
se tiene en cuenta que entre aquellas numerosas masas apenas habría mil hombres medianamente armasi
dos; los
si
se recuerda que la división realista poseía todos
elementos de guerra de que sus contrarios carecían
y que fué totalmente destruida, y se tiene presente valor heroico de los indios bierto contra los cañones
rey, Medalla que mandó acuBar
conmemorar
comercio de Veracruz para batalla del Monte de las Cruces
la
de ser condenada á poco en la misma España y de la el jefe realista
combate
será
y
las
filas
de justa y
de las tropas del eterna
fama en
México, y su nombre timbre de legítima gloria para
el
los
que hizo mérito
este
el
arrojándose á pecho descu-
,
en su parte al virey
descendientes
de
los
que
en
ese tormentoso día
pelearon por la independencia de la patria.
Grande fué
i,
la consternación
de los partidarios del
encendió terrible furor en los independientes que redo-
dominio de los españoles desde que se supo en México que
blaron sus esfuerzos para dar término al combate.
Hidalgo á
ya
la tarde;
tierra
los
realistas
muertos ó heridos;
en gran número yacían por el
por los que todavía peleaban;
quedaba y con valor el camino
el
Caía
parque se había agotado el
único cañón que les
que Mendívil defendiera con tanto
real
,
acababa de caer en poder de los
independientes, que lo disparaban contra ellos: entonces « Véase el parte de Trujillo al virey Venegns en la Culección de documentos de J. E. Hernández Dávalop, tomo II, póg. 210. — En el
Semanario patriótico de Cádiz correspondiente
ul 14 de febrero de 1811, se censuró esta vil peifidin de Trujillo colifirnndo el hecho de injuito, deshonro¡>o é impolítico. El mismo Alnmún dice que esto fué á todas las luces reprensible, lo que no le impide en la hoja siguiente proclamar & Trujillo, derrotado y fugitivo, más r/rande que Leónidas en las Termopilas. (Historia de México, por Alnmán,
tomj
I,
púg. 4SI).
la
cabeza de numeroso ejército había entrado
en Toluca; la ansiedad fué en aumento durante dos días,
y
el
pavor que de aquellos se apoderó cuando
la noticia
de la derrota completa de Trujillo se difundió por la vasta capital
ciudad
entera
fué se
inmenso y
el
conmovió con
terror la
profundo.
nueva de que
La el
< El comercio de Veracruz hizo acuñar una medalla que conservase la memoria de este suceso, fingiendo creer que había sido un triunfo puro la dominación espufioln en México. « Para escribir la descripción de esln balailn hemos consultado el Ci/a(/ro /ii.-fárifo de Businmonle; la obra del doctor Mora, A/cícico y sus recoluciones;\a Birpralia de Hidali/o, por Gustavo A. Haz, y el parle dirigido por Trujillo al virey Venegns. En este último documento se apoya exclusivamente Alemán para referir la batalla, )>cro debe tenerse presente que dicha comunicación, sobre lodo en su parte final, fué extendida de acuerdo con Vcnegos pora atenuar en lo posible ol miil efecto de lu derrota completa do los realistas.
o 00
I o o
e V
i
I S
i
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS ejército
de la independencia, vencedor en las Cruces,
acampaba á una jornada de
La gente acomo-
distancia.
dada ocultaba sus tesoros y alhajas, recordando
lo
que
un mes antes había sucedido en Guanajuato,
ó
los
herejes. las
143
El virey, por su parte, adoptó rápidamente
medidas militares que exigía
Desde que tuvo Toluca
situó
la
de
noticia
de la capital.
llegada
de Hidalgo á
que podía disponer en las
de
tropa
la defensa
la
llevaba á la Inquisición y á los conventos de frailes y de monjas; las familias de los españoles, para quienes
calzadas de Bucareli y la Piedad y alguna artillería en
era más grave y seguro
la línea militar establecida
tación
con
el
objeto
el
peligro
,
mudaban de habi-
de escapar á las denuncias del
pueblo ó de sus enemigos, en tanto que en iglesias y monasterios se hacían rogativas por el exterminio de los
Chapultepec.
conñó cio,
Al saber
el interior
escuadrón
independientes, y
quinientos sirvientes armados de don Gabriel
los
intensos
y no seguro Venegas con
los tres
las calzadas del Poniente,
cuerpos de fairiolas distin-
guidos de Fernando VII, y á una fuerza formada de
del
la autoridad superior,
en
de Ja ciudad al regimiento del comerurbano,
Virgen de los Remedios, que fué proclamada generala de los ejércitos realistas por
Yermo y hermano de éste, puesta por ambos á disposición de
desastre de Trujillo reforzó
el
el
el virey
terror
orden á Calleja para que apresurase su marcha de Que-
causaba inmensa alarma;
dispuso
que
inmediatamente
se
el
desasosiego eran á
el
corrían
rumbo los
en Puebla, é hizo salir violentamente para Veracruz
del
tripulaciones de
los
buques que
allí
de reunir las
estuviesen y de
Empero,
el
camino de
31 de octubre un
la
capital estaba abierto á
poniente
escolta que
En
la tarde
coche seguido de una pequeña
traía bandera
de parlamento bajó
camino de Cuajimalpa conduciendo don José Mariano Jiménez y
conducirlas á México.
del
soldados á sus
creían que era llegada la hora del asalto.
capitán de navio Porlier con la misión
de la
puestos, cerrábanse con estrépito las puertas y todos
trasladara á ésta el regimiento de Toluca, que se hallaba al
pesar
serenidad y presencia de ánimo de Venegas: cualquiera
polvareda que se percibía por
á la capital;
y
en los habitantes de México
mil hombres á que ascendían todas estas tropas, envió
rétaro
Venegas
al
al
por
el
teniente general
mariscal Abasólo, porta-
dores de un pliego cuyo contenido no se dio á conocer
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
144
pero que debió de ser sin duda una intima-
al público,
Venegas por
ción hecha á
el
generalísimo Hidalgo.
parlamentarios fueron detenidos por
daba
de Chapultepec
la guardia
,
y
que man-
oficial
el
Los
el pliego que traían
demasiado abstracta para arrastrar tras
era
libertad
muchedumbres; preciso era unirla con la idea religiosa y adoptar un símbolo que representase á la las
sí
vez las creencias de la multitud y
sentimiento de
el
virey, quien nada contestó, ordenando tan
nacionalidad: la Virgen de Guadalupe había sido dada
sólo que se hiciese volver á Jiménez y Abasólo, y aun
á los mexicanos por sus dominadores del siglo xvi como
se envió
al
se dijo entonces que previno hacer fuego sobre ellos
no se marchaban inmediatamente
En á
aquellas críticas circunstancias acudió Venegas
exaltar el fanatismo religioso del pueblo bajo
Era
otras clases sociales.
Virgen de
pompa á
Remedios desde su santuario á
los
cumplimiento de
lo
dispuesto por
la capital.
y aquel alto
mando y
funcionario, poniendo á sus pies el bastón de
ciñéndole una banda, la declaró generala de las tropas realistas.
dice
«La devoción
á la Virgen de los Eemedios,
Alamán, creció entre
los
y
realistas,
una compensación de su
libertad
reformador
la
triotas
como se
asi
habían levantado batallones de Fernando VII, se alis-
del
xix
siglo
La
perdida;
el
audaz
entregaba á sus compa-
como un signo de patria
tección omnipotente.
,
de victoria y de pro-
invención de Venegas, por
contrario, nada representaba; era
el
una imitación desgra-
ciada de lo que acababan de hacer los independientes;
para
las clases elevadas
ñería
y para
el
premiar,
más de gazmo-
fué un pretexto
pueblo un altar contra otro altar.
Más desacertado
misma tarde
la
á la catedral metropolitana,
día 31
la
virey la imagen
el
ya dicha fué llevada procesionalmente del
y de las
vieja costumbre en las gran-
des calamidades públicas trasladar con gran
En
si
i.
algunos
fué
días
proceder de Venegas
el
después,
á
los
combatieron en la célebre jornada de las Cruces.
en su propósito de rebajar derrota sufrida en Trujillo, concedió
Firme
importancia de la completa
la
ese punto por el torpe
al
al
que
realistas
indigno
é
regimiento de Tres Villas, que ya
no existía, un distintivo consistente en un escudo que
taron las señoras de aquel partido á invitación de doña
debían usar los miembros del mismo, y con tal motivo
Ana
decía en una proclama á esos imaginarios soldados, pues
viuda del oidor Mier, con el nombre de marianas para velar por sus turnos á la santa imagen y como en los patriotas, entibiado desIraeta,
patriotas
,
,
entusiasmo, ya no se hacía
pués
el
sino
que se pagaban las guardias, sucedió
el servicio
personal,
mismo
lo
entre estas señoras, proporcionando así un
todos ellos dormían ya en paz bajo los pinos del sinies-
«En
bosque:
tro
ese
distintivo
blasones de vuestra felicidad,
Tened siempre presente
vuestra gloria.
de esta adquisición
que
Monte de
modo honesto de vivir á varias mujeres piadosas que por una limosna reemplazalan en las guardias á las señoras á quie-
vuestro grito guerrero en
nes
temed oscurecer por un porte menos
turno
el
tócala.
El ejemplo de
la
capital fué
:
el
grabados
tenéis
los
de vuestro valor y de el
gran precio
las Cruces sea
momento de vuestros futu-
el
ros combates y la voz que os conduzca á la victoria:
que conquistáis á tanta costa.»
digno
El énfasis
la
fama
de
esta
seguido por las ciudades y pueblos de las provincias, y bien presto fueron proclamadas generalas y ataviadas
proclama y
con la banda y bastón de este empleo, las imágenes de
exterminio era sabido por toda la ciudad, proclamaban
más
mejor y más alto
especial
culto
en
cada
una de
El virey
ellas.
quiso también trasladar á México la imagen de
Guada-
lupe, pero no se verificó por la resistencia del cabildo
de
la Colegiata,
habiendo cesado después
había hecho pensar en esta medida.»
el
La
más exacto
parte
el
desastre de los
El mayor Mendívil fué premiado con teniente coronel,
el
inculcar
del batallón de Toluca,
pues
la
mente
Madre
lo
cada por
con los
en
del Dios de los cristianos,
la
multitud,
como atinada-
hace observar un distinguido escritor los
2,
invo-
el
nombre de Virgen de Guadalupe, y escogida por realistas como patrona con el de Virgen de los
el
el
el
empleo de
ascenso á capitán y la compañía de Huichapam
y
al
capitán Bringas, muerto
de noviembre de resultas de la herida que recibió
3
durante la acción, se
le hicieron
solemnísimas exequias.
Hidalgo, con la vanguardia
independientes como protectora de su causa
el
que
que pudiera
don Agustín de Iturbide
teniente
con
ideas religiosas
realistas
ó las francas declaraciones
Venegas no produjo efectivamente más resultado que estrafalarias
del regimiento premiado, cuyo
hacer la Gaceta de México.
motivo que
invención de
la ausencia
grueso
de
batalla,
su
ejército
en
Cuajimalpa y
acampado sobre
permanecieron inactivos
el
el
el
campo de
31 de octubre y
Remedios, llegó á ser considerada como una de las diosas que en la lUada ayudan alternativamente á grie-
el
gos y troyanos.
dores de la capital, y especialmente para los españoles
Sin embargo, la invocación de Hidalgo
fué el objeto de un gran pensamiento político
:
el
Padre
1."
de noviembre de 1810.
de grande angustia y extremo sobresalto para en
ella avecindados.
de la independencia, que debía apoyarse en la masa de
rios
la población
admitidos
indígena, comprendió que la sola idea de
enviados
por
por
Hemos
el jefe
Calleja,
regreso al campamento AlamXn. — HiMoria de México, tomo I, póg. 486. • Gustavo A. Baz. — Biografía de Hidalgo. (Hombres mewicanos, tomo III, p6g. 297). '
Fueron estos dos días los
mora-
visto que los parlamenta-
de la revolución no fueron
y creyóse en México que su sería
precursor inmediato del
avance de las huestes independientes.
Redoblóse, pues,
ilustres
la
vigilancia; reforzáronse los puestos militares;
dur-
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS mieron los soldados con
el fusil al
brazo, y más de una
145
amedrentados por
dos y á los habitantes pacíficos que
á moverse
el
enemigo estaba
á la vista, pronto á embestir la ciudad.
muere en
tidas de éste, bajando la ladera que
por
rumbo
el
se habían
poniente,
del
Pequeñas parel
valle
diseminado por
de Tlalpam, Coyoacán y San Ángel,
los risueños pueblos
misma
darlos de su causa en el seno de la
vez falsas alarmas hicieron creer á los defensores arma-
en
la energía del virey
\ y algunos
Hidalgo
de
hacen consistir principalmente
la
entregándose
que
saqueo
al
opulenta ciudad las masas indisciplinadas que la noble causa
que
de parque y en la consideración que
la falta absoluta
tuvo
capital,
no se atrevieron
de la
seguían,
le
de la insurrección quedaría enteramente
siendo aprehendido por el alcalde indígena de la segunda
desacreditada, no compensándose este funesto desastre
de
moral con las notorias ventajas materiales que pudieran
poblaciones
estas
independiente
jefe
el
Centeno,
quien llevado á la cárcel de corte y sometido á juicio
ahorcado
fué
meses
tres
después,
lo
mismo
que
el
alcanzarse
En
-.
presencia de estas opiniones contra-
dictorias y de las conjeturas
más
menos fundadas que
ó
mariscal de campo don José Antonio Martínez, antiguo
acabamos de
sargento del regimiento de la Reina, que cayó prisionero
mento
de los realistas en
pendencia relativo á su marcha hacia
combate de Acúleo.
el
El 2 de noviembre síipose en México que Calleja y Flon reunidos avanzaban á marchas forzadas al socorro
citar,
preciso es atender al único docu-
que nos ha dejado
oficial
hechos mismos que debieron él
Padre de
el
la inde-
el interior
y á
los
en la resolución por
influir
adoptada.
La
de la capital, y poco después llegó la noticia de que el numeroso ejército independiente, levantado su campo,
reñido combate de las Cruces, está plenamente acredi-
retrocedía lentamente hacia Toluca.
tada
gro; los ánimos espantados
y presa
Se alejaba
el
peli-
más pro-
del terror
escasez
en
mismo
documento
siguiente
el
de
jefe
de municiones de guerra, después del
la
^,
autorizado
largo tiempo mantuvimos en el
ciudad,
debilitó nuestras municiones, en términos
capital
vireinato,
del
como
despertara
si
de
más libremente y pronto recobró su aspecto normal y su animado y bullicioso
hallaba,
movimiento.
si retroceder
pesadilla,
respiró
Así era en efecto: los vencedores en las Cruces,
después de contemplar
el
el
Monte dé
esplendoroso valle
por
este
enhiestas torres de la
emprendían su retirada por
capital,
el
mismo camino
que habían seguido en su movimiento de avance. Dudóse en México por algún tiempo de
la exactitud
difícil
que he tenido
quista que parecía estar al alcance de sus manos, siendo
imponga á
España,
asiento
industria
y de
colonia
que del
primera ciudad
la
tras
los
como
lo
tal
la circunstancia,
tengo
total derrota, cosa
vez puede desalentar á los pusilánimes, por lo á
bien
los habitantes
retirada mencionada no
exponer á Ud. esto, para que de esa ciudad, en que de la resultó
más gravamen que
la
de la
emporio del comercio de la
que se ha regulado perecieron ó se perdieron; pero que
vireinal,
centro
y fuente de recursos y elementos de todo género.
Aun hoy,
se daba lugar á que se
pérdida de algunos cañones y unos seis ú ocho hombres
gobierno
la riqueza,
Nueva
de
con
entretuvo un fuego lento
ha interpretado por una
mil hombres abandonase voluntariamente la cómoda con-
menos
se
"Esta retirada, necesaria por noticia se
que
nada
,
verificó.
concebir que un ejército victorioso y fuerte de ochenta
ésta
sólo
retirará la gente sin experimentar quebranto,
de la noticia
que anunciaba la retirada de Hidalgo, pues era
De
artillería.
quienes no pudimos entrar en combate por lo desproveído de la artillería;
las
que convidán-
regreso encontramos el ejército de Calleja y Flon
y á mucha distancia, entretanto
y
Cruces
las
motivo no resolvimos su alague y
para haiiliíar nuestra
nanza
dilatado caserío
choque de
donos la entrada á México las circunstancias en que se
desde las cimas del sudoeste y de vislumbrar en lontael
el
«El vivo fuego que por
revolución:
fundo durante varios días comenzaron á serenarse, y la opresora
por
muchos años que nos separan de
aquella época, no se ha logrado establecer las verda-
ésta no nos debe ser sensible,
porque en
así
el
día está
reunida nuestra tropa, como porque tengo montados y en toda disposición cuarenta y tantos cañones reforzados
deras causas que obligaron á los jefes de la revolución,
de á 12, 16 y de otros calibres y en diversos puntos,
vencedora hasta entonces, á retirarse rumbo
por
desdeñando alcanzar rias.
falta
el
fruto
al
interior
de sus precedentes victo-
Unos atribuyen tan inesperada resolución á
la
de plan, de sistema y de objeto determinado que
lo
el
espectáculo de los nume-
rosos muertos y heridos que cayeron en la batalla de las
Cruces
i.
Otros pretenden explicarla con la situa-
"Me
T. III.
— 19.
— J.
M.
L.
Mora.
—
y
dirá Ud. en contestación
cómo
se hallan esos
ánimos, qué noticias corren con alguna probabilidad, qué se dice de México, Tlaxcala, etc.,
y últimamente, cuanto
ocurra. AlamAn.
— Historia
de México, tomo
I,
pág. 489, edición
de 1849. í
—
Zav,.la Enfayo histórico, pág. 47. Méxiuo y sus reüoluciones, tomo IV, pág. 85. '
se están vaciando
respetables y temibles á nuestros enemigos.
1
independiente y con la inacción de los parti-
más que
acercarme á esa capital de México, con fuerzas más
ción en que los rápidos movimientos de Calleja colocaron al ejército
los
proveídos de abundante bala y metralla no dilataré en
caracterizó los actos todos de Hidalgo, ó al aturdimiento
que produjo en su ánimo
que concluidos
3
Bustamante. — Cuadro histórico, pág. 7, edición de 1824. Colección de documentos do J E. Hernández Dávalos, tomo
pág. 221.
II,
—
MÉXICO Á TBAVE8 DE LOS SIGLOS
146
"Es
regular se Layan reunido los bienes de los
europeos, y
que se hayan vendido algunos;
el
de
existente
éstos,
de
rentas,
y
lo
dinero
el
más que pueda
ción
y
el
capitán general Allende,
á emprender
el
que estaba resuelto
ataque de la capital; desacuerdo que fué
un
agriándose hasta producir en entrambos
completo
realizarse de acuerdo con el corregidor,
me
para la conclusión de mis disposiciones.
— Dios guarde
cuyas dotes militares eran incuestionablemente superio-
á Ud. muchos años. Cuartel general de Celaya, Noviem-
res á las de su ilustre compañero, y que varias veces
Miguel Hidalgo, Generalísimo de
bre 13 de 1810.
América.
— Al
margen.
La
letra del presente es propia
mía, y la firma la misma
que usaba
benemérito
el
México, Octubre 5
Hidalgo, de quien era Secretario,
de 1827.
lo remitirá
— Ignacio Rayón.n
rompimiento
demostró
;
su
pero no es creíble que este último caudillo,
repugnancia
por
empleo
el
de
inmensas masas desorganizadas que formaban
aquellas el
del ejército, desconociese entonces la situación
metida por
empresa
el
fácil
la
El agotamiento de municiones fué ya motivo pode-
indisciplinada, en su
roso para que Hidalgo prescindiese del ataque á México,
blemente disminuida.
No
cuya guarnición no era en manera alguna despreciable,
avance de Calleja, y estimara
rápido
tomar
grueso
compro-
populosa ciudad con una multitud
mayor parte
sin
armas, y ya nota-
transcurrían aún dos meses desde la proclama-
que contaba con numerosos elementos de resistencia y que se aumentaba por momentos con las tropas que
de la independencia de Dolores, y ya el ejército insurgente había acampado á la vista de la capital,
hacía venir á la ciudad el virey Venegas, sacándolas de
haciéndola temblar y reduciendo al virey á sobresaltada
los lugares
más inmediatos.
avanzaba
al socorro
en
pendientes,
la
marcha
espectativa.
mando de
Calleja
extensión del país difundiendo la idea de emancipación,
Por otra parte,
violenta de la gruesa división que al
de la capital, exponía á los inde-
supuesto de que hubiesen logrado
el
ción
el
Hidalgo había recorrido una considerable
'alentando todas las esperanzas,
electrizando las volun-
tades é incitando con su ejemplo á la resistencia y á la
Sus
intento de apoderarse de ella, á combatir dentro de la
lucha hasta poner
ciudad recién conquistada contra un enemigo poderoso
inmensos ejércitos, informes agrupaciones de soldados,
y
que no
lleno de brío
apercibirse
les
á la defensa.
hubiera dejado tiempo de
Además,
formaban antes del rudo combate de
en
él,
de la
aparecían varias veces barridos por la metralla realista ó arrastrados por el pánico,
pero la idea que los empu-
defensores y mártires, prontos á luchar y á sacrificarse
de
partida,
tornaban
á
ellos
sin
Tales fueron seguramente las causas de
la retirada del generalísimo Hidalgo
grienta batalla de las Cruces.
motivo empezó
campesinos, clérigos, artesanos, mujeres y niños, des-
reducido á la mitad por las deserciones
puntos
dudoso.
española.
jaba no moría ni se perdía con ellos, y siempre hallaba
querer aventurarse en empresas lejanas, peligrosas y de éxito
á la dominación
las Cruces, se halló,
masas enormes que distantes ya de sus
aquellas
respectivos
ejército
de más de ochenta mil hombres que lo
insurrección,
después de
el
fin
el
después de la san-
Dícese
desacuerdo entre
el jefe
que con este de la revolu-
por
la patria.
Así en la Edad media, ya en las postri-
merías del siglo
XI,
corrían
dumbres en pos de Pedro
las
inñamadas
muche-
Ermitaño para rescatar
el
la
tumba de Cristo, y perecían á millares antes de vislumbrar siquiera la santa ciudad pero sus huesos marcaban ,
el
camino á
los
que más
felices plantaron
sobre los montes de Sion.
al
fin
la
cruz
CAPÍTULO X — Sus antecedentes. — Recibe la noticia
— Se tras— Donativos y entusiasmo de los grandes propietarios. — El marqués del Jaral. — Calleja levanta tropas. — Fondos de que dispone. — Campamento en la hacienda de la Pila. — Los frailes del Carmen leen á las tropas la proclama de Calleja. — Medidas que adopta éste. — Promete á Riaño 2i de octubre (1810). — Flon sale de Querétaro para que marchará en su auxilio y permanece en su campamento. — Sale para Dolores unirse con Calleja. — Dirige una proclama á los habitantes de Querétaro. — Saqueos en San Miguel y Dolores autorizados por Calleja y Flon. — Reunión de éstos en Dolores. — Toma Calleja el mando en jefe. — Atacan los insurgentes Sánchez y Villagrán á Querétaro y son i-echazados. — Entra Calleja en esta ciudad. — Sale á atacar á Hidalgo. — Combate de Acúleo. — Parte exagerado de Calleja. — Poca importancia de la acción de Acúleo. — Bandos de Calleja y de Venegas concediendo indulto. — Ineficacia de esta disposición. — Hidalgo se dirige á Valladolid y Allende á Guanajuato. — Recibimiento que esta ciudad hace al segundo. — Sus disposiciones de resistencia. — Cartas de Allende á Hidalgo — Sale Calleja de Querétaro y marcha contra Guanajuato. — Ataque de los realistas. Ocupa Calleja á Valenciana y Flon el cerro de San Miguel. — Salen de Guanajuato Allende y los demás generales. — Eí Defensor de América. — El negro Lino. — Su abominable proyecto. — Horrorosa matanza de los presos en Granaditas. — Entran Calleja y Flon en
El brigadier don Félix María Calleja del Rey.
de la proclamación de la independencia.
lada á San Luis y convoca á junta á los propietarios, prelados y autoridades.— Donativos de los frailes del Carmen.
el
Guanajuato y dan orden de tocar á degüello. — Suspéndese esta orden después de haber causado la muerte de varios ciudadanos pacíFray José María de Jesús Belaunzarán. — Bando de Calleja. Rapacidad de este general. Fusilamientos en Granaditas.
— — — Manda Calleja levantar horcas en todas las plazuelas de Guanajuato. — Continúan las ejecuciones. — Victimas ilustres, Gómez, Davales, Chovell, Fabie, Ayala. — Cesan les ejecuciones. — Ultimas disposiciones de Calleja en Guanajuato. Sale de esta ciudad al frente de su ejército y expide en Si'ao un bando draconiano. — Se sitúa en León. — Llegada de Hidalgo á Valladolid. Se ocupa activamente del levantamiento de tropas. — Publica un manifiesto contra el edicto de la Inquisición. — Matanza de los españoles presos en Valladolid. — Viaje de Hidalgo á Guadalajara. — Sucesos que prepararon el triunfo de la revolución en Nueva Galicia. — El brigadier don Roque Abarca. — Junta auxiliar de gobierno. — Don José Antonio Torres secunda y propaga en Jalisco la revolución. — Disturbios entre las autoridades realistas. — Deserción de los regimientos provinciales. — El obispo Cabníías organiza un batallón de sacerdotes llamado de la Cruzada. — Recacho y Villaseñor. — El primero es derrotado en la Barca y huye á Guadalajara. — El segundo es derrotado completamente en Zacoalco. — Consternación en Guadalajara. — Fuga del obispo y de muchos españoles. — Entra Torres en Guadalajara. — Don José María Mercado. — Su expedición á Tepic y San Blas. — Se apodera de este puerlo por capitulación. — Importancia de este hecho. — Triunfo de la independencia en toda la Nueva Galicia. — Entrada solemne de Hidulgo ficos.
—
Ferocidad de Flon.
en Guadalajara.
Volvamos
vista
la
hemos dejado á
San Luis Potosí
hacia
donde
Calleja aprestándose activamente para
tos de
este jefe la décima brigada en los
momen-
gozaba ya de
ser proclamada la independencia;
fama como militar valiente y entendido, y como quiera que en el curso de la guerra se aumentó con creces su prestigio hasta
grado de merecer
el
el
mando supremo
que
cualidades
ascender al grado de coronel.
combatir la revolución iniciada en Dolores.
Mandaba
é Iturrigaray lo tuvieron siempre en grande estimación
por su actividad y valor,
Hemos
le
visto
hicieron
que á
la
caída de este último fué uno de los primeros en adherirse al
gobierno de Garibay, quien á poco
de brigadier y
el
mando de
la
le
concedió
el
empleo
décima brigada establecida
en San Luis Potosí, que se componía, en su mayor parte, de tropas de caballería.
Calleja,
rígido
y severo en
demos á conocer precisa-
todo lo concerniente á la disciplina militar, y de instintos
mente cuando empieza á ocupar un lugar muy distinguido
sanguinarios y rapaces, era, sin embargo, querido de sus
en la historia.
soldados que se enorgullecían de obedecer á un jefe de
de la colonia, ju Don José Maria Liceaga, testigo presencial, afirma que Calderón no fué la única persona distinguida que sucumbió á consecuencia de la orden bárbara de Calleja, pues él mismo vio morir á otro individuo de aspecto decente, pasaito ú cuchillo por los realistas. Adiciones y rectijicaciones, piíg. 165. * Este hombre virtuoso fué luego obispo de Linares y murió cargado de años en medio del respeto universal. > Colección de documentos de I. E. Hernández Dávalos, t. II,
Carta dirigida al virey por el intendente Rendón con fecha 27 de enero de 181L f Campañas de Calleja, por don Carlos M. de Bustamante, págs. 45 y siguientes. Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, pág. 404).
—
MÉXICO i TBAViS DE LOS SIGLOS
170
Este último funcionario, cumpliendo los deseos de
Rendón
recibió aviso
de Calleja,
6 de octubre,
el
de
compañías que fueron
que los independientes que habían ocupado esta última
destinadas á cubrir Aguascalientes, y luego se presentó
ciudad se dirigían á Zacatecas, é igual noticia le fué
Rendón,
él
mismo
á poco dos
envió
le
pero unas y otras
al frente de otras cuatro,
desarmadas, siendo preciso darles las primeras lanzas
Los subdelegados,
que se fabricaron.
cambio,
en
no
comunicada por
las autoridades de
León
,
de Lagos y de
Aguascalientes, añadiéndole las de esta villa que los españoles en ella avecindados habían
huido
llenos
de
obedecieron las reiteradas órdenes y exhortaciones del
pavor
intendente.
peligro; los medios de afrontarlo insuficientes; la agita-
Ocupado en estos aprestos y temiendo que de un
momento á
otro
los
zacatecanos
mineros
levantiscos
cometiesen los mismos desórdenes que los de Guanajuato,
á
Grande
lugares.
otros
é
inminente
era
el
ción en las turbulentas masas de mineros amenazadora,
y
el
sobresalto de los españoles
intenso.
En
y de
la clase
acomodada
tan apurada situación, el intendente convocó
i^míí-b
3*SSJ¡?'
^'"''w**»'
Vista de Zacatecas
á junta
al
ayuntamiento,
de
diputaciones
comercio, administradores de rentas
de las religiones y vecinos notables
minería
clérigos,
,
,
y
prelados
á quienes informó
mayor
número
miembros
á
San
ayuntamiento
del
Huyeren
Luis.
los
,
también
empleados
y minería.
indefendible la ciudad de Zacatecas
ese mismo día, del conde de Santiago de la
y dominantes
,
A
de tropas para resistir con éxito. este
parecer,
misma
noche,
casi
todos
llevando
sus caudales y efectos
los
lo
fué bastante á contener el pánico la llegada, en
Laguna
á la
cabeza de doscientos de sus sirvientes armados y mon-
consecuencia de
tados, ni las seguridades que este rico propietario dio
que
salieron
esa
pudieron
de
valiosos i, dirigiéndose
el
' Entre estos españoles deben contarse los acaudalados Apezechea, Iriarte y Penmarlfn, que proveyeron á Calleja de cuantiosos fondos, á su paso por San Luis, que les fueron pegados en México. Capitulo X.
—
No
falta
como por
españoles
consigo
más
tanto por su situa-
cerros,*
los
individuos que formaban las diputaciones del comercio
detalladamente de la situación pidiéndoles asistencia y consejo. Unánime fué el dictamen de la junta declarando
ción entre altos
y
los
de que su influencia sobre
al intendente
de la ciudad
le
el
pueblo bajo
mantendría quieto y tranquilo. El gober-
nador de Colotlán, fundándose en la resolución de la junta, en la falta de armas para sus compañías y en los
síntomas de rebelión salió
también
la
muy
pronunciados en las mismas,
noche del día
fi
después de exponer á
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
Rendón
los
motivos
que hemos
enumerado y que
le
Ya
desde las primeras horas del 7
noche pasada, amenazando, en caso contrario, con saqueo de
obligaban á trasladarse á Guadalajara. pueblo, agitado
el
171
zas
Apezechea,
de
el
ciudad; y la plebe pedía á gritos las cabe-
la
rico
propietario de la mina de la
deplorables
Quehradilla, que ya se había puesto en salvo huyendo á
grupos numerosos se agolpaban á las tiendas
San Luis, y de Avella, administrador de correos, que
de los españoles impidiendo que se sacasen los efectos;
asaltado algunas horas después al subir con su familia al
otros pelotones se presentaban al intendente pidiéndole
coche
y
sombrío,
excesos:
parecía
á
dispuesto
cometer
orden para embargar las casas de comercio de
mineros
semana
exigían el pago
le
comisiones
;
de sus salarios de la
anterior, pues varios de los propietarios
la
protección del conde de Santiago que le dejasen con vida
á
él
y admi-
nistradores de minas habían huido precipitadamente la
que había de llevarle á Chihuahua, debió á
.
y á
los suyos,
y seguir su camino.
Sin tropas ni recursos,
desconocida su autoridad,
amagado por una invasión tanto más temible cuanto más
Zacatecas. —Vista de la montafSa de la Bufa
ignorados eran furioso
y levantado
Laguna de su el
el
número y calidad de el
influjo
los
pueblo, desconfiando
el
enemigos,
conde de
la
para contener á éste, y urgido por
mismo conde y por varios
eclesiásticos
para que se
pusiese en salvo con su familia, hubo de decidirse
el
intendente á partir, efectuando más bien su fuga que salida en la
mañana
de octubre con dirección á
del 8
Acompañóle
el
conde de
la
Laguna con sus doscien-
proponiéndose éste, como
mismo Rendón,
Nueva
miento revolucionario que
en Zacatecas en que
atender
Galicia
llegar
y ponerse
brigadier Abarca;
donde pasaron
la
lo
manifestó al
también hasta la capital de él
y su tropa á
la
las órdenes del
pero en la hacienda de la Quemada,
primera noche, varió de resolución
el
el
le
el
oficio del
ayunta-
día anterior se estableciera
nombraba intendente
interino de
Mirándole resuelto á volver para no des-
la provincia.
nombramiento
los excesos del
ni dejar la ciudad expuesta á
pueblo sublevado, propúsole Rendón que
siguieran escoltándole los doscientos hombres que traía,
pero
Guadalajara.
tos caballos,
de la Laguna, por haber recibido un
conde
el
le
manifestó que éstos se resistían porque
deseaban regresar á sus casas y campos á cosechar sus maíces
,
y que apenas veinte hombres estaban dispuestos Con ellos siguió su camino el fugitivo
á acompañarle. intendente;
pero
sabiendo
que
los
pueblos por donde
tenía que pasar habían tomado partido por la revolución,
refugióse en la hacienda de Santiago, y desde
allí
pidió á
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
17á
Abarca una escolta para continuar su
viaje á Guadalajara.
Transcurrieron varios días, y por último, seguido de treinta soldados que le envió aquel brigadier, púsose
á los insurgentes,
que V.
que
Daniel Camarena, quien después de tenerle preso algún
tamente en
entregó al generalísimo Hidalgo, que en aquella
lo
presencia del conde de Santiago de la Laguna
La
independiente don Rafael
sus ideas;
para que acordasen junta resolvió que
que se adoptan
que es cuanto puedo decir á V.
me
vado de 29 del mes último
á quien
S.,
remitió con su oficio reser-
•.»
El virey Venegas, instruido por Calleja de este proyecto de avenimiento nacido en
seno de la junta
el
más notables
gadier al intendente de San Luis, manifestándole igual
La
doctor don José María Cos, cura
el
ni indicarle
de Zacatecas, aprobó la contestación que dio este bri-
que estimaran conveniente.
lo
obligue á arrojarse absolu-
le
mal partido,
el
de una
frente
al
reunió á los vecinos
respetable,
fuerza
el jefe
aproximaba á la ciudad
Iriarte ^ se
de nosotros y
lo aleje
evitó á Zacatecas los horrores del saqueo, y sabiendo
algunos días después que
que creo
una desconfianza
sin manifestarle
devuelvo las cartas que
fecha estaba ya en Guadalajara ^
lo
debe proceder con mucha cordura en la con-
S.
testación que le dé,
de nuevo en marcha, pero cayó en poder del guerrillero
tiempo
hace sospechoso; por
lo
desconfianza
y
señalándole
como
proyecto
el
medio
peligroso de desunión para los sostenedores de la auto-
del
Burgo de San Cosme y persona distinguida por sus talentos, marchara al encuentro de Iriarte con la misión
ridad real.
de inquirir de éste «si la guerra que hacían los inde-
quien los talentos armonizaban con las virtudes, dirigióse,
pendientes salvaba los derechos de la religión, rey y patria,
y
si
en
el
caso de ceñirse su objeto á la expulsión
admitía
de los españoles,
excepciones
éstas, con el fin de que la explicación de
y
cuáles
eran
que sobre estos
El doctor Cos, joven y distinguido entretanto, á la villa de Aguascalientes Iriarte
con
,
quien trató
confiado la junta
y
donde se hallaba
,
que
de la misión
oficio dirigido
al
resumió los puntos que entrambos discutieron.
para unirse todas en un mismo sistema de paz ó de
lución
según la naturaleza de las pretensiones que se
Esta
manifestasen.» el
comunicada
por
conde de la Laguna á don Manuel Acevedo, intendente
de San Luis Calleja,
^,
éste la dio á conocer al
y
brigadier
quien receloso y desconfiado contestaba desde
Querétaro la
fué
disposición
el 2
de noviembre
duda que se ofrece
al
siguiente:
lo
«Es
notable
conde de Santiago de la Laguna
.
habían
no pretendía vulnerar
en
lo
El
comisionado,
puntos se diese, sirviera de gobierno á las provincias
guerra,
le
ayuntamiento de Zacatecas.
el
independiente, en un
jefe
eclesiástico, en
La
revo-
más mínimo
los
derechos de la religión, antes bien, tendía á conservarla ilesa
y á devolverle su antiguo esplendor
abolir la corrupción de las los españoles;
;
se proponía
costumbres, introducida por
proscribir el monopolio que éstos habían
hecho del comercio, á
fin
de que los criollos participasen
también de sus ventajas; fomentar la agricultura, las artes
y
las ciencias;
conservar
el
reino á Fernando VII;
acerca del objeto de los movimientos de los insurgentes; auténticos, la naturaleza de origen de esta guerra extraña entre
sus hechos son públicos, sus principios están manifiestos
en el
las
absurdas proclamas que han derramado por todo
reino;
y aunque
la
razón por
sí
sola no las repugnase,
después de las atrocidades que han cometido y de las declaraciones
Santo
que han hecho
Tribunal
de la
Fe y
el
supremo gobierno,
los
prelados
el
diocesanos,
parece que no queda lugar á la duda, ni á entrar en otras
explicaciones
con
los
rebeldes
que las de
las
armas. )'No tengo
conocimiento
personal de este conde,
pero la opinión pública, y más que todo la misión que sin autoridad iba á despachar por
medio del doctor Cos
Carta de Flendón al virey. f Campañas de Calleja, por don M. de Buptamante, págs. 45 y siguientes). ' Este personaje, que figuró después notablemente, había sido escribiente de la Comandancia militar de San Luis Potosí. Comisionado por el cura Hidalgo para propagar la revolución en el rumbo de occidente levantó una fuerza en las cercanías de Lagos, y con ella avanzó sobre Zacatecas á fines de octubre de 1810. • Esta comunicación, fechada el 26 de octubre de 1810, dice asi: «Careciendo la provincia de Zacatecas de arbitrios para ministrar auxilio alguno en las presentes circunstancias, ha pensado el ilustre Ayuntamiento de esta capital, en junta del vecindario con su cura párroco y prelados de las religiones..., que aunque inerme é indefensa, manifieste en la aclualidad, é la faz del mundo, la sinceridad de sus intenciones y regularidad de sus procedimientos, y hacer un servicio muy útil y de la mayor importancia é lodo el reino, aplicándose & examinar y sacar de raíz y por documentos i
Carlos
hermanos. »Tod8s
las provincias se han puesto en estado de defensa y en disposición de repeler al enemigo, pero sin tener una noción cierta del objeto de estos movimientos, de que indispensablemente proviene que empeñada la acción, se hallan á la hora de ésta por una y otra parte muchos miles de hombres expuestos á perecer, recibiendo un golpe á ciegas sin conocimiento de la causa. A que se agrega el temor de que fermentada la gente y decididos los ánimos en bandos á proporción del concepto que cada uno se forme, se debilite por instantes el reino, quedando dentro de muy pocos días en proporción de ser invadido por una mano extranjera. »Para ocurrir á estos males, á los que actualmente están haciendo gemir á la humanidad, y á los incalculables de que se ve amenazada toda la nación, hemos resuelto autorizar al doctor don José María Cos, cura vicario y juez eclesiástico del Burgo de San Cosme y sujeto en quien concurren las circunstancias de talento, integridad y patriotismo, para que se traslade de paz á los mismos reales del enemigo, á exigir con todas las formalidades necesarias una completa instrucción de si esta guerra salea los derechos de la religión, de nuestro augusto y legitimo soberano y de la patria; y si en caso de ceñirse su objeto d la expulsión de los europeos y admite excepciones, cuáles sean éstas; y últimamente un detalle circunstanciado y pormenor que sirca de gobierno á las pmeincias para unirse todas á un mismo fin ó de paz ó de guerra, según sea la naturaleza de las pretensiones, siempre con la grande utili-
dad
q ue se deja entender.
»Nos hemos propuesto tomar este sesgo para evitor las hostilidades en obsequio de la humanidad, y por lo mismo lo comunico é V. S. para lo que pueda importar, ofreciendo con oportunidad El conde Dios, etc Zacatecas Octubre 26 de 1810. darle aviso. Señor intendente de San Luis Potosí, de Santiago de la Laguna. don Manuel Acevedo.» f Colección de documentos de J. E. Hernández Dávnlos, tomo II,
—
,
,
—
—
pág. 193). '
Campañas de
pág. 52.
Calleja, por don Carlos
M. de Bustamante,
173
MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS
En
salvar á la patria de las intrigas de sus enemigos, y
hacer porque tigio.
sacerdocio recobrase su perdido pres-
el
Eespecto de
la expulsión
de los españoles,
Marte
esta comunicación escrita con el confuso estilo dice el doctor Cos que sale
de la época, al cuartel
con dirección
pero lo cierto
general de los independientes;
camino de la capital del vireinato y que
decía á Cos que debía esta medida sujetarse á restric-
fué que tomó
ciones, según las circunstancias de cada individuo, pero
á su paso por Querétaro fué aprehendido por el
coman-
dante de aquella ciudad García Rebollo, quien
encerró
que tanto
sobre
este
acababa de exponer, sólo llarlos
como de
punto
demás que
los
generalísimo podía
el
deta-
con mayor amplitud y á ese jefe superior corres-
pondía exclusivamente admitir proposiciones y ajustar
y terminaba ofreciendo
convenios,
salvoconducto generalísimo
Que hubieran
necesario
para
comisionado
al
hasta
llegar
explicaciones
parecido
á
dadas
por
satisfactorias
éste
demuestra claramente en
lísimo, no se al
Marte á Cos ó
el
no, el
y que
la revolución
avanzó
Iriarte
siguiente oficio
intendente y ayuntamiento de Zacatecas:
Sr.
—
—
'.
seguida con
en
Laguna
la
con la corta fuerza que
El oficio que Iriarte dirigió ni doctor Cos dice como sigue: «Instruido de las credenciales que caracterizan á V. S. representante de la provincia de Zacatecas, que con oficio de este día acompaña V. S., Digo: Que no tengii órdenes de mi Jefe para satisfacer con justificación los fundamentos justos de la guerra relatándolos por menor, pero sí de insinuar á V. S. que los europeos tenían tramada la entrega de esta América al extranjero, como á su tiempo se hará ver. Sin embargo, observando el derecho inviolable de la guerra, puede V. S. ocurrir al Supremo Consejo nacional ó al Señor Generalísimo para la satisfacción que V. S. exige. Este es el espíritu de nuestra expedición, y de ninguna manera vulnerar los derechos de nuestra Sonta Religión, antes bien conservarla pura, intacta, ilesa, restituirla á su pureza y esplendor, y transmitirla de esta suerte á la posteridad; abolir la corrupción de costumbres introducida por los europeos, y que tenía trascendencia no sólo á los principales lugares de la América, sino en los más recónditos de ella; proscribir el monopolio conocido en su comercio, y que éste tenga toda la extensión en los criollos; fomentar la agricultura, artes y ciencias. El conservar este precioso ramo de América á nuestro legítimo soberano el Señor Don Fernando Séptimo es otra de las cauías fundamentales de nuestras miras, y el salvar la patria de los intriLa expulsión de los europeos delincuentes tiene, en efecto, gantes. sus restricciones, según la clase y circunstancias de los individuos; pero sobre esto yl demás relativo á la comisión de V. S. de admitir proposiciones y ajustar convenios, es privativo á aquel supremo Consejo, ó Generalísimo del Ejército, y para el salvo conducto en el tránsito de V. S. se le franqueará el pasaporte y salvaguardia con la necesaria ampliación, siendo requisito preciso y esencial de que las cartas ó noticias que por V. S. se remitan ó reciban sean abiertas, y su conducción restringida al acompañamiento de su capellán, secretario, camarero ú otro del servicio inmediato de V. S. además de la gente baja para la marcha. También es importante que quede V. S. instruido que el sacerdocio, mirado con desprecio por la soberbia y falta de religión de Ips europeos, se trata de sublimarlo al grado de veneración y respeto que le debe todo católico, con penas muy serias ú los contraventores. Con lo que creo satisfecho el citado oficio de V. S Dios guarde á V. S. muchos años. Cuartel general de AguasEl coronel comisionado del I'lxmo. calientes, 29 de Octubre de 1810. Sr. Dr. D. José María Gral. de América, José Rafael de Iriarte. Cos.» Colección de documentos de ¡. E. Hernández Dúvalos, tomoll,
—
—
pág. 195. • Colección pág. 196.
—
(le
documentos
(}o J.
—
E-
Hernández
Dávfilp^,
t,
II,
hacia
tropas
le
se retiró á Guadalajara
en los primeros
obedecía,
Hemos
dicho que al salir Calleja de San Luis para
unirse con la división del conde de la Cadena, había
dejado, bajo el
muy buena
guardia, noventa y seis presos
convento del Carmen de aquella ciudad
Entre
^.
éstos hallábanse el teniente don Francisco Lanzagorta,
uno de
los
conjurados de Querétaro, y
Juan de Dios fray Luis Herrera,
el
el
lego de San.
primero, que logró
escapar de las prisiones ordenadas por
Ochoa,
el alcalde
porque encargado de llevar cartas de Hidalgo
al
reli-
gioso carmelita fray Gregorio de la Concepción caminaba
hacia San Luis, cuando fueron aprehendidos sus correligionarios, sin que en este último
'
sus
días de noviembre.
en
— Queda
la
Zacatecas, en cuya ciudad entró sin oposición, pues el
genera-
caucionada la invasión de la provincia de Zacatecas para poder unirse á las demás internas, adhiriendo á la causa que se estima justa y legítima, según el resultado de mis negociaciones cerca del Consejo, y Generalísimo del Ejército grande americano para donde marcho el día de hoy. Dios guarde k V. S. muchos años. Aguascalientes, Octubre 30 de 1810. José María Cos. M. I. Sr. Corregidor intendente, Ayuntamiento y autoridades de la capital de Zacatecas 2.» I.
marcha de
conde de Santiago de
creyera necesario marchar adonde se hallaba
«M.
mismo
lo
convento de San Francisco, de donde salió algunos
el
meses después para ejercer muy grande influencia en
el
'.
las
que dirigió
el
en
el
tiempo de su libertad, pues llevado al
el
punto gozara mucho 19
de setiembre fué
Carmen por orden de Calleja;
hombre inquieto y osado, que
segundo,
el
se había unido al ejército
independiente á su paso por Celaya con
título
el
de
primer cirujano, y que yendo también para San Luis, adonde llevaba proclamas de Hidalgo, fué hecho prisioinmediaciones de la hacienda del Jaral,
nero en las
hallando modo de inutilizar los papeles de que era portador en los momentos de su aprehensión. Ambos habían de ejercer notable acción en los sucesos que vamos á referir.
Fray Gregorio de
la
Concepción (Gregorio Melero
y Pina), natural de Toluca y religioso de la orden del Carmen, cuyo nombre hemos citado ya ^, residía en San Luis desde pondencia
el
con
año de 1808 y mantenía activa corresHidalgo.
Entusiasta
partidario
de
la
independencia ardía en deseos de propagar en aquella ciudad la revolución; hombre de gran valor, disponíase á afrontar por la patria todos los peligros y á sufrir por ella los crueles
padecimientos que soportó en
lo
sucesivo
1 Fundándose Alamán en informes del clérigo Valdovinos^ abunda en inexactitudes al tratar del doctor Cos. El citado autor dice que éste, después de sus entrevistas con Iriarte, se dirigió á San
Luis para informar á Calleja de lo ocurrido y que éste lo recibió bien. Baste recordar que las conferencias entre Iriarte y Cos se efectuaron á fines de octubre y que en esa fecha ya había salido Calleja de San Luis, para comprender que los informes del clérigo Valdovi-
nos merecen tan poco crédito como los que dio al mismo Alamán respecto de la complicidad del intendente Ansorena en los asesinatos de Valladolid. « Capitulo X. •' Capitulo VII.
.'.);
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
174 con la entereza de un héroe.
No
tardó en abrir su
pecho á Lanzagorta, á Herrera y á los demás presos
que se hallaban en su mismo que dentro de pocos días sufrían.
Y
movimiento
convento,
á
favor
que
mayor afán
el
púsose
de la independencia:
el
de
y soldados que custodiaban á
oficiales
Dispuestas así las cosas, llegó
ofreciéndoles
les libertaría del cautiverio
en efecto, preparaba con
municiones, y logró hacer entrar en sus miras
noviembre, y según
lo
á,
los
los presos. la
noche del 10 de
convenido con Sevilla y Villerías,
acercáronse éstos á las diez á la portería del convento del
Carmen seguidos de sus cincuenta hombres, y
llama-
acuerdo con otro lego de San Juan de Dios llamado Vinerías y con don Joaquín Sevilla y Olmedo, oficial
ron con la campana destinada á hacer seña de confesión
de lanceros de San Carlos, prometiéndole cada uno el
Pablo de
auxilio de veinticinco
hombres armados; hizo acopio de
Fray Gregorio de
chase á la casa que se indicaba
,
pero en
el
la
durante la noche, pidiéndola para la
Engañado
Serna, persona
el prior,
muy
el
español don Juan
conocida en San Luis.
ordenó que uno de los frailes mar-
Coocepción (Gregorio Melero y PiAa)
momento de
secundar
el
movimiento en favor de
la independencia.
hom-
salir éste fué hecho prisionero por fray Gregorio de la
Volvió á gran prisa al convento, y los doscientos
Concepción ayudado de varios soldados de la guardia,
bres de que podía disponer, inclusos los noventa y seis
y
despojándole de la llave dio paso á los hombres de
Sevilla
y
los
repartió
del
modo
siguiente:
cien
á
sus
misma guar-
inmediatas órdenes y á las del lego Herrera, destinados
en libertad á todos los presos y arrestaron
á ocupar la prevención; cincuenta á las de Villerías,
Villerías, que, unidos á los de la
dia, pusieron
presos,
á los veinte frailes del Carmen, que todos eran españoles.
para apoderarse de la cárcel, y
Fray Gregorio, después de emplear en esto
de Sevilla,
el
tiempo
estrictamente necesario, salió del convento acompañado
compañía.
el
resto, bajo el
con la misión de tomar
el
Todo se ejecutó con rapidez y
cuartel sin
mando de la
derrama-
al
miento de sangre, y á las tres de la mañana quince
frente de los soldados y de los presos que acababa de
cañonazos que mandó disparar fray Gregorio de la Con-
libertar; dirigióse á la guardia de prevención,
y después
cepción con algunas de las once piezas de artillería que
le ofreció
se hallaban en la prevención anunciaron á los habitantes
del
teniente
de hablar con
Lanzagorta, dejando
el
oficial
que
la
al
lego
Herrera
mandaba, éste
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS de San Luis
el
fácil
triunfo
los osados conspiradores
Ese mismo
ciudad, y escribió á Hidalgo y Allende informándoles
de
'.
de noviembre,
11
dia,
que acababan de alcanzar
el
jefe
de la
al
lego don Luis Herrera,
Lanzagorta y concedió
el
que se habían adherido
coroneles á Zapata y
mismo grado á
á la revolución;
dente á don Miguel Flores,
los
capitanes
nombró inten-
respetable
vecino
de
la
San Luis Potosí.
San Luis Iriarte
si
podría entrar en esta ciudad.
de buena fama
nadas tropas, por le
lo
No gozaba
ni era mejor la de sus indiscipli-
que fray Gregorio de
contestó que estando ya ganada
la
la
Concepción
ciudad parecia
lo
acontecido y de las disposiciones que habia dictado
para organizar
Dos
revolución en aquella ciudad nombró comandante de las
armas
175
dias
el
gobierno.
después Iriarte, que, como acabamos de
ver, ya era dueño de Zacatecas, avisó que se hallaba al frente
de su división en la hacienda de Muleros en
marcha para Guanajuato con
propósito de auxiliar á
el
Allende, y preguntaba á los jefes de la revolución en
— Vista del Carmen excusado que se presentase en
moradores
á
las
tropelías
ella
exponiendo á sus
que pudieran
indios que le seguían; pero que yendo, auxilio de Allende, próximo
cometer los
como decía, en
á ser atacado por Calleja,
podía entrar y sería bien recibido. '
Hemos tomado
refieren al
movimiento
estos detalles y los que ú conlinuoción se revolucionario de San Luis, de la Relación
próximamente será documentos f ara la historia de la guerra de Independencia, de don J. E. Hernández Dúvalos. Esta relación difiere esencialmente de la escrita por Bustamante con referencia al mismo acontecimiento, y que Alnmán adoptó en su Historia de Méwico casi al pié de la letra con algún
inédita de fray Gregorio de la Concepción, que publicada en el tomo Vil de la Colección de
aditamento desfavorable ú los independientes, según su sistema.
Fray Gregorio avanzó hasta Mesquitic al encuentro de Iriarte, quien hizo su entrada en San Luis el 14 de noviembre seguido de gran número de indios y de turbas desordenadas que demostraban
suficientemente
aspecto de lo que eran capaces; por el
lo
por
su
que, temiendo
primero alguna traición de su jefe y no queriendo ser
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
176 responsable de los desórdenes
que fundadamente pre-
misma noche de
la ciudad con setecientos
veía, salió esa
hombres y cuatro cañones, marchando primeramente á Pozo, propiedad del convento del Car-
dotado, su valor, su actividad y su hercúlea fuerza hizo
empeños verdaderamente heroicos, medio de
maban
men, donde
mientos de otros
se proveyó de dinero
más tarde unido Jiménez
No
diri-
y
caballos,
al
teniente general don José Mariano
eran vanos los temores del patriota fraile car-
no tardaron en
de Triarte
entregarse al saqueo qi\e con grande esfuerzo hizo cesar
á
A
lego Herrera.
el
las
el
12 de diciembre, fué recibido por Hidalgo con extra-
aparición de gente
armada que por orden de
mes antes
un
á
éste por
el
fogoso
capitán
Habíanse movido entretanto nuevas tropas realis-
que
al
invitó á Herrera, Villerías y Sevilla, interrumpiendo la
inspiraba confianza ó porque cre-
su presencia en Guadalajara, se dirigió
útil
ordinaria magnificencia, no obstante las enojosas cartas escritas
primero dio un baile
le
violentamente á esa capital, y habiendo llegado á ella
general.
el
alivió los padeci-
'.
Allende marchó en seguida á Zacatecas, pero fuese
de júbilo que había recibido al
Luis,
muchos desgraciados y
porque Iriarte no
continuación, y para corresponder
demostraciones
entrar en San
fiesta la
salvó á
yese más
i.
pues las chusmas
melita,
y
norte de San Luis, donde lo veremos
al
en
llamas y de los edificios que se desplo-
las
la hacienda del
giéndose luego
arrojándose
y
tas desde la capital
del
vireinato
por cuyo rumbo se concentraba
La
el
hacia
occidente,
el
alzamiento revolucio-
aquél aprehendió á estos tres últimos jefes, al mismo
nario.
tiempo que otros de los suyos se hacían dueños de la
alcanzado en Acúleo, permitió al virey Venegas dispo-
ciudad que hubo de deplorar un nuevo saqueo.
ner la salida de otra sección de fuerzas que
Villerías
logró escapar, y Herrera y Sevilla fueron á poco pues-
en libertad,
tos
diciéndoles
que
Iriarte
causa de
la
en
el
retirada
nicación entre el interior y capital.
mas de
José de la Cruz
tropas que le seguían y que habían pedido
licencia para saquear fidia
que con
de campo
ellos
al lego
á Flores en
el
Como compensación de
^.
acababa de cometer nombró mariscal Herrera, coronel á Sevilla y confirmó
empleo de intendente que
fray Gregorio de la Concepción.
fué tratada con toda consideración:
y
había dado
le
«La esposa
dier Calleja cayó en poder de Iriarte,
del briga-
la
comandancia de
brigada, en cuyo tiempo era conocido con
el
nombre
del
cabo Leitón, hizo sospechar que tenía algunas inteligencias secretas con aquel general."
Después de haber permanecido algunos días en San Luis, Iriarte salió con su división en auxilio de Allende,
quien, como hemos visto en su lugar
urgencia para resistir
sucumbió
al
el
le
llamaba con
ataque de Calleja.
Guanajuato
3,
y su ilustre defensor, que, como se
fin,
recordará, salió de esta ciudad el día 24 de noviembre, halló dos días después al perezoso Iriarte en
Ambos rándose
San Felipe.
se dirigieron entonces á Aguascalientes Iriarte
antes
de
llegar
á
esta
sepa-
,
población,
y
Allende se ocupó en disciplinar los soldados que tenía
á sus órdenes adiestrándolos en llería.
En
la
villa
el
manejo de
la
arti-
que acabamos de nombrar ocurrió
una lamentable desgracia: una casualidad hizo que se incendiara
un gran depósito de parque
muerte á varios individuos;
la
causando
consternación
la
cundió
en todas partes; sólo Allende se mantuvo sereno, y poniendo en ejercicio toda la energía de que estaba
Relación inédita de fray Gregorio de la Concepción.
•
—
BusTAMANTE. Cuadro histórico, tomo gina 469, segunda edición. • Capitulo X. •
-
-
,
Acababa de *,
el
llegar de
quien,
si
del
triunfo
operando
,
expedita comu-
ejército de Calleja
España
el
y
la
brigadier don la
península
este jefe confió
y mereVenegas el
división que llamó de reserva,
compuesta
renombre de
mando de una
la
no alcanzó en
fama de esforzado, adquirió en cido
seguida
feroz.
A
la colonia
triste
del regimiento de infantería de Toluca, uno de los que
más
en
brillaron
el
cantón
de Jalapa, de doscientos
Alamán, y
dice
esta circunstancia
haber sido ese jefe escribiente de
el
per-
la
Hidalgo,
rumbo de Huichapam, asegurase
aquel procedimiento había sido evitar que fueran víctilas
de
I, lib. II,
cap. XI, pá-
' Zerecero en Méasico, pag.
— Memorias para la historia
de las resoluciones
224.
' «Este general parece no haber empezado su carrera sino hasta 1808, en que con motivo de la invasión de España por las tropas francesas abandonó como otros muchos las universidades. En países que sufren totales trastornos los ascensos son prontos y fáciles; España se hallaba en este caso, y Cruz en menos de dos efios llegó á ser brigadier: con este grado se presentó en México á fines de 1810 después de haber servido en su patria li las órdenes del peneral don Gregorio de la Cuesta, y se le nombró comandante de la primera brigada pero ú muy poco recibió el mando en jefe del ejército de reserva, con el cual dio & los insurgentes dos occiones, una de ellas de muy poca importancia. Cruz fué uno de aquellos hombres que con un mérito que no posa de la esfera de mediano, consiguen ocupar grandes puestos, porque tienen el tacto ó instinto de las oportunidades. Venegas, ú quien empezaba á ser onerosa la reputación de Calleja, trató de suscitarle un rival, y este es el origen de la elevación de Cru::: el virey necesitaba un hombre que se plegase fácilmente y que por otra parte tuviese baslanteasluciapara hacerse valer mucho sin ser realmente gran cosa, y esto fué precisamente lo que halló en Cruz. Desde entonces fué su favorito, lo nombró pura la comandancia generol de la Nueva Galicia y para presidente de su Audiencia, es decir, lo hizo un segundo virey, lo ascendió á mariscal de campo y lo dejó tan bien establecido, que se mantuvo en el puesto hasta que de él lo derribó la independencia por la que no quiso tomar partido. Este pretendido rival de Calleja en nada le era comparable sino en la dureza con que trató d los insurgentes; por lo demás, ni antes ni después de la campaña logró establecer su reputación militar, y aun se daba por cierto que sus conocimientos en la profesión de las armas eran muy escasos y más aun su calor personal.» ( Meen ico y sus reooluciones, por J. M. L. Mora, tomo I\', ;
pág. 111).
Bustamante hace, en su Cuadro histórico, un juicio más severo aún de este jefe y que coincide en el fondo con el que acabamos de copiar. Sólo Alamán dice, sin apoyar su afirmación, que en España habla servido con distinción en el ejercito del general Cuesta. Este último autor, cuya parcialidad por la dominación española es bien conocida, se atreve, sin embargo, á decir que Cruz ora hombre de carácter demasiadamente severo.
MÉXICO Á THAVÍB de los cincuenta dragones
Querétaro
segundo
y de dos
piezas
teniente coronel
al
Monte de
de los regimientos de
las
Cruz, y se
le
Cruces hizo
,
de
artillería;
Trujillo,
España y diósele
derrotado del
el
cuya crueldad emulaba
salir
sección el 16 de noviembre
de México
al
por
la
de
frente de esta
Sonaba entonces entre
grán,
^
,
Villagrán era
de los pueblos de aquella comarca.
Tan pronto
Eeal del Doctor, y luego,
en
acecho
del
camino carretero entre México y Querétaro, caía sobre los convoyes, y después de destrozar á sus guardianes
A fin, pues, de adelantar algo, he dado al jefe comandante del destacamento las órdenes más terminantes de que pase á cuchillo todo pueblo, hacienda ó ranchería donde existan rebeldes ó que les
hayan dado
abri¡/o,
reduciéndolos á cenizas. Si
el
temor, que
fuerza de tres ó cuatro mil independientes con seis caño-
nes trataba de disputarle
el
paso del puente sobre
Lerma, cercano á Acámbaro, marchó á atacarlos
el
el
24;
pero los contrarios , abandonando sus posiciones y lleván-
dose su artillería, dejaron libre
el
paso y Cruz ocupó
el
pueblo sin encontrar resistencia. Tres días después llegó debe ser la consecuencia de este proceder, no les intimida hasta el punto de entrar en su deber, variaremos el sistema, según indiquen las circunstancias.»
(Apéndice al tomo II de la Historia de Alamán, niim. 5). «Será bueno, dice Bustamante en su Cuadro histórico (carta octava, pág. 4, edición de 1826), que digamos cómo se portó Cruz en la casa donde fué hospedado en Huichapam. La viuda de don N. Chávez se la franqueó y le hizo servir la comida en los platos de plata de su uso; el día de la partida mandó Cruz á sus asistentes que los recogiesen y llevasen en su equipaje; la señora reconvino por este procedimiento que era un descarado robo, y el modo de satisfacerla en tan justa queja fué mandarla á México á la cárcel acusándola de insurgente. Asi correspondió á esta generosa hospitaliVéase también, respecto de este hecho, lo que dice el doctor dad.» Mora en su obra, México y sus reooluciones, tomo iV, pág 113. Alamán, que generalmente sigue en su obra ú Mora y á Bustamante, calla torpemente este robo de don José de la Cruz. '
—
MÉXICO A TRATES DE LOS SIGLOS á Indaparapeo
distante seis leguas de Valladolid, en
,
cuya ciudad era profunda
que se aproximaba la capital
el
la
consternación al saberse
Abandonada
temido jefe realista.
de Michoacán por
el
intendente Ansorena y los
empleados nombrados por la revolución que se retiraron precipitadamente á Guadalajara,
el
desorden amenazaba
degollar
179
á los
ciento
setenta
presos en aquel edificio.
españoles
que estaban
Salváronse, sin embargo, casi
todos por la intercesión del gobernador de la mitra don
Mariano Escandón y por
prebendado Valdés y de otros eclesiásticos que, á riesgo de sus vidas y sacando en procesión
el
la del
viático,
lograron calmar á la furiosa
y la plebe, excitada por un herrero de Toluca llamado Tomás, conocido mejor por el sobre-
muchedumbre, que ya había dado muerte
nombre
sioneros
imperar en
ella,
del
que fué de
norte-americano,
se
agolpaba al
Compañía de Jesús con
la
el
colegio
intento
don Tomás Carrasquedo y á tres de
los
al
mexicano
españoles pri-
1.
Noticioso Cruz de lo que pasaba en Valladolid, des-
de
El brigadier don José de la Cruz
tacó SU tropa de vanguardia, á cuyo comandante dio la siguiente orden
:
«
Si la infame plebe intentase de
nuevo
contuviese los desórdenes que pudiera cometer la albo-
rotada multitud.
La
quitar la vida á los europeos, entre usted en la ciudad;
fase á cuchillo á todos sus habitantes, exceptuando sólo las mujeres
partes... '»
Y
y él
y pegúele fuego por todas mismo se disponía á seguirle para
los niños,
ocupar las alturas que dominan la ciudad, cuando se
le
presentó una comisión del ayuntamiento manifestándole
que
libre Valladolid
de los independientes le esperaba
con ansia para que la presencia de las tropas reales
—
BusTAMANTE. Campañas de Calleja, pág. Historia de México, tomo II, cap. V, póg. 7Í. '
59.
— AlamAn. —
entrada
de
Cruz
se
efectuó
28 de diciembre en medio
del
realistas,
sin
que faltase
el
en
mañana
la
de la alegría
de
Tc-Beum, que en
los
aquella
época se acostumbraba á entonar en las iglesias para solemnizar las victorias ó faustos sucesos de los dos partidos.
El
gobernador
de
la
mitra,
don
Escandón, conde de Sierra Gorda, quien á
la
Mariano entrada
de Hidalgo había levantado la excomunión lanzada contra este caudillo por el obispo electo '
AlamAn. —Historia de México, tomo
II,
Abad Queipo, cap. V, pág. 74.
la
MÉXICO Á TBAYÉS DE LOB
180 renovó,
en
mismo que contra todos
lo
su edicto
de 29 de diciembre
los
'.
que
le seguían,
Mas por
fortuna
BIOIjOB
que las dejaban á
realistas
que habían pasado para
los insurgentes,
la Iglesia
demostraron
tiempos de Gre-
los
para los independientes, las censuras de la Iglesia, cuya
gorio VII y que sus jefes en México asumían en toda su
validez ó nulidad se hacía depender de la fuerza con que
extensión
contaba
el
que
las
imponía ó de aquel contra quien se
fulminaban, habían caído en desprecio
,
y
que
los
las
el
en ridículo con la declaración de que
el
temor les for-
Esta
y deberes de sostenedores
de la dominación española.
más completo y merecido
lanzaban acabaron de ponerse
obligaciones
las
Extremó en esta ocasión Valladolid su fervor
y
el
cabildo eclesiástico de
celo por los dominadores, porque
tenía que hacerse perdonar su cobardía reciente de un
afirmación, así como la huida de los obispos, que eran
como Cruz, que con la aspereza de su carácter y con su tosca educación se complacía en dirigir agrias
primeros en abandonar las amenazadas capitales y en confundirse entre los equipajes de las guarniciones
haber opuesto resistencia á
zaba á suspender los efectos de las excomuniones.
los
jefe
reconvenciones aun á los más decididos realistas por no
su
llevó '
Edicto del gobernador del obispado de Michoacán
»Con motivo de Ins fútales noticias que llegaron á esta ciudad, exageradas haeta el úllimo grado de consternación, en la entrada de los insurgentes á la de Guanajuato, hizo que muy precipitadamente y con bastante desconsuelo de este público, se ausentaran el Illmo. Sr Obispo y el Sr. Intendente, acompañados de los vecinos más principales, y que causara un terror universal en los ánimos de todos, creyendo que cru inevitable la muerte, ó la dura y estrecha comunicación con los revolucionarios. »Causó mayor novedad en los conventos de religiosas y colegios dfc niiías educandns, que por razón de su poco discernimiento se llenaron de inquietudes y ansiedades da espíritu: igual conmoción aparéela en la gente baja, aunque por diverso principio, por creer ésta que la tal excomunión siendo fulminada por un europeo, y que nun no estaba consagrado, era ineficaz, con lo que había ya cierto ,
llantes
«Temiendo que éste creciera con el hecho escandaloso para el público, de que se levantara la excomunión por la fuerza, y temiéndose, por otra parle, que si no fe levantaba hubiera derramádose sangre, y originado otros gravísimos males entre el pueblo dividido ya en partidos, cosos en que asienta el Illmo. Ligorio con otros que cita, puede levantarse la excomunión, aun permaneciendo los delincuentes en su contumacia, juzgué, á consulta de teólogos y
mucha
el
que oí en junta celebrada al efecto, que en dichas circunstancias era conteniente, y aun necesario, fijar rotulones, lecantando la ea:comunión, con lo que en efecto se sosegó la inquietud del pueblo rudo, y no se despreció escandalosamente la censura, ni ge siguieron los otros daños mayores, que en tal concepto fueron de temerse: los que traté de impedir por este medio, y mucho más creyendo que con la llegada de nuestras tropas no tomaría incremento lo insurrección, evitando entre tanto los referidos males. íPero ahora que por la providencia misericordiosa de Dios,
eemos apoyada la autoridad de la Iglesia por las armas del Rey, y que habiéndose ahuyentado (Dios nos es testigo de las aflicciones que hemos padecido hasta los últimos momentos del día 27) tres ó cuatro hombres temerarios que conmovían la plebe, y hubieran comprometido absolutamente esta ciudad, está este pueblo en eslado de poder formar juicio de las cosas, y oir las voces de los que deben dirigirlo, puedo ya manifestar como encargado del gobierno espiritual, que la censura impuesta al cura D. Miguel Hidalgo por así contra él
como
contra todos los que lo siguen; y si necesario es, por calificarse de legítimamente suspendida, Yo, en uso de la autoridad que en mi reside, los declaro incursos en ella, como i^iualmeiite lo han declarado todos los Illmos. Señores Diocesanos de este Reyno: y exhorto á todos los fieles á la debida obediencia, esperando de todos los curas, vicarios y demás eclesiásticos seculares y regulares, que como depositarios de la sana doctiina harán conocer, así en exhortaciones públicas como privadas, el respeto y obediencia, que ú pesar de Ins seducciones deben prestar á la Iglesia sus verdaderos hijos. Y para que llegue á noticia de todos mando se lea en esta -Santa Iglesia Catedral y demás conventos de religiosos y religiosas de esta ciudad, fijándose en sus puertas: mandando igualmente testimonio por cordillera que se remita á los curas de este Obispado para que se publique. Dudo en la Secretaría de gobierno de Valladolid, diciembre 29 de 1810. /?/ Conde de Sieriajorda. Por mandado del Sr. Gobernador. Ramón Francisco de Aguilar, notario oficial mayor de gobierno » {Colección de documentos, tomo II, pág. 313).
—
—
humi-
de envilecer á los que las hacían, como sucedió
al
gobernador de la mitra con motivo del edicto que aca-
bamos de
Aparte de una manifestación que
citar.
cabildo dirigió al virey
',
el
haciendo mérito de la amenaza
que Hidalgo hizo á algunos de sus miembros de quitarles sus prebendas, del despojo
y de
la catedral
para salvar
la
la decisión
que sufrió
que mostraron
el
tesoro de
los canónigos
vida de los españoles presos, esta corpo-
ración dispuso y llevó á cabo la celebración de magní-
exequias á los que fueron bárbaramente degollados
ficas
en
los cerros
los restos
de las Bateas y del Molcajete.
Recogidos
de aquellos infelices fueron colocados en sun-
—
canónigo Moreno, con ruidosa elocuencia y estilo enfático entonces usado una oración fúnebre
pronunció
en
el
el
,
que hizo derramar copioso llanto á
los
deudos de las
víctimas, presentes á la triste ceremonia.
No
juristas
Manuel de Abad Queipo,
retracciones
exigir
explicaciones forzadas, sin otro resultado que
y
tuoso catafalco que se alzó en la catedral, y ante ellos
desprecio de la censura.
Illmo. Sr. Dr. D.
hasta
independientes, y que
:
«Satisfacción que el licenciado D. Mabiano Escanuón da al pueblo cristiano, como gobernador de este Obispado, sobre el hecho de haber mandado fijar rotulones, en los que levantaba la ewcomunión puesta al cura Hidalt/o y sus secuaces por el Illmo. Sr. Dr. D. Manuel Abad Queipa, Obispo electo de esta Diócesis.
el
intolerancia
los
quiso quedar rezagado en materia de torpe con-
temporización con los vencedores del momento del colegio de San Nicolás,
en
hecho su carrera literaria, y
nombre de la el
el
el
rector
que Hidalgo había del obispo que el
solicitó
del caudillo de la independencia fuese borrado
lista
de los antiguos alumnos
demostrando
2,
grado de ceguedad á que puede llegar
tica ó los
la pasión
así
polí-
extremos á que alcanza la rastrera adulación.
Reorganizado
el
gobierno de Valladolid, Cruz
nom-
bró comandante militar de la ciudad al teniente coronel
don Torcuato Trujillo, quien llegó tropas el 2 de enero de 1811
>,
al frente
pero
el
de algunas
mando en
jefe
I Kste documento se publicó en la Gaceta de México, número extraordinario del 9 de enero de 1811. ' Esta miseria inspiró al historiador Alemán el siguiente galimatías: «Aunque este y los demás actos referidos de las autoridades de Valladolid sean el efecto ordinario de las vicisitudes políticas en todas partes, volviendo todos las espaldas al vencido y dirigiendo los aplausos y lisonjas al vencedor; es indubitable que en íorfas las poblaciones que llegaban á ser dominadas por los insurgentes, por favorables que antes hubiesen sido para éstos sus disposiciones, fatigadas de sus excesos y desórdenes, todas las clases respetables de la sociedad recibían como libertadoras á las tropas reales y el espíritu revolucionario sólo quedaba arraigado en el pueblo, cuyas funestas inclinaciones habían sido halagadas por los jefes de la insurrección, dando rienda suelta al robo y al asesinato.»? .. (Hittoria de México, tomo II, cap. V, pág. 77, edición de 1850). í Cruz dio cuenta al virey de las medidas que dictó en Valladolid, y al contestarle el segundo, aprobándolas, le decía lo siguiente:
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS de la provincia de Michoacán diólo
el
virey al mariscal
don García Dávila, y con este general salieron de México intendente Merino el obispo electo Abad Queipo, el
y algunos de los españoles que huyeron á la capital del vireinato cuando
Hidalgo se acercó á la intendencia de
Antiguo colegio de
la
sobre esa ciudad las divisiones combinadas de Calleja y Cruz, cúmplenos darla de lo que había ocurrido en el
sur de la intendencia de México durante los últimos Allí aparecía
un nuevo campeón de
la
Compañía de Jesús en Valladolid (hoy Morelia)
independencia, cuyos hechos posteriores debían darle
el
lugar más eminente entre los propugnadores de la liber-
La
Antes de seguir á Hidalgo en Guadalajara y de dar cuenta del plan militar en cuya virtud habían de moverse
meses de 1810.
Michoacán á mediados de octubre.
181
en estos postreros meses sobre no había reparado
lo
los principales caudillos,
bastante en el jefe que traía ya
fija
encendida la vasta y montuosa comarca que se extiende
*l^a opinión pública de que V. S. se queja en esa provincia anda igual por indas partes, y sólo \a derrola de los principales cabezas y dispersión de las grandes masas puede restituir el orden, pues
partes hay malos rostros y yo los obserüo en México, porque siendo pocos los hombres que aman el camino de la justicia que los es muy sujeta á privaciones y á una conducta no licenciosa común que una vez roto el freno de las leyes, lo sigue la muchedumbre, pero la disciplina y la vigilancia sobrepujarán todos los obstáculos.» (Véase Historia de México, por Alemán, tomo II, cap. V, pég. 78).
tad mexicana.
atención del gobierno vireinal,
verificado lo primero será fácil exterminar las principales gavillas esparciendo destacamentos ó partidas con ese objeto.»
naturaleza del caso en que nos hallamos, le decía en otro no puede dejar de ofrecer inconvenientes y apuros: por todas
« ..La
oficio,
,
,
MÉXICO A TBAVKS DE LOS SIGLOS
182
Mexcala hasta las costas del Grande Océano, y cuando más tarde quiso destruirlo hallóse frente á frente del más temible y hábil de sus enemigos. Hemos visto que cuando Hidalgo se dirigía de desde
el
y
misión de propagar aquélla en
la
del Sur
la dilatada
y de intentar la toma de Acapulco.
Carácuaro,
exigir
sin
hombres,
armas
ni
zona
El cura de dinero,
se
había separado del caudillo de la independencia resuelto
á cumplir las órdenes que éste acababa de darle.
La
ciudad de Valladolid, que hoy se llama Morelia
en honor del héroe, fué
cuna de don José María
la
quien nació y Pavón de 1765. Humilde de condición
Morelos
,
Morelos, que ejerció Facsímile de la firma del mariscal don García Dávila
lid,
á México,
Indaparapeo
'
un
en
octubre,
se
le
suyo,
discípulo
antiguo
presentó en
don
José
María Morelos, cura de Carácuaro (Michoacán), pidiéndole servir en el ejército en calidad de capellán y que ,
el jefe
de la revolución
le
un nombramiento
dio
MuHEUA
esforzados defensores.
Más
militar
,
cuando diez años
de incesante y rudísima lucha encendieron en todos pechos
el
liombres
los
sentimiento y el deseo de la emancipación,
vemos tomar parte á favor de que
pertenecían
sociedad mexicana.
Iniciar
pueblo, combatir con
de presenciar
el
á
la
el
la
de
la
pero sin la esperanza
de aprovecharse de la
victoria; prodigar su sangre en los
y exhalar su último
elevada
audaz levantamiento del
fe ilimitada,
triunfo ni
independencia á los
clase
la
campos de batalla
aliento en los cadalsos, todo eso lo
hicieron Hidalgo, Morelos, Allende, Jiménez, Matamoros, los
hija
de
setiembre
su padre Manuel
su madre, Juana
de un maestro de escuela de la primera
de estas ciudades, en la que se conserva la casa en que nació el insigne caudillo y en la que se deslizaron sus
primeros años
^.
libertad
la
la
y
No
es poca honra,
por cierto, para
independencia de México, la que les
dieron el origen y la condición
humildes de sus más
— Casa donde nació Múrelos
tarde, cuando la sangre de
éstos había fecundado el suelo patrio
fué
30
de carpintero en Vallado-
primero, y luego en San Luis;
Pavón, era Valladolid
el oficio
el
privaciones de la clase desvalida.
Su juventud se con-
sumió en un trabajo corporal y rudísimo para proveer á su subsistencia y á la de su madre, á la que siempre
consagró infinita ternura.
Muerto
el
padre de Morelos
desvanecióse la ilusión que la pobre viuda había abri-
gado de dedicar á su hijo á le confió
al
cuidado de su
dueño de una recua con
y
el
puerto de Acapulco.
tío
la
la carrera
eclesiástica
que trajinaba entre México
El héroe futuro de la inde-
pendencia, hasta los treinta años de edad, recorrió
camino
que
arriería, sin
liga
á
estas
y
Felipe Morelos, que era
el
dos ciudades dedicado á la
que haya noticia de que en su niñez ni en
Galeanas, los Bravos, Torres y otros muchos, hijos
su juventud hubiese adquirido instrucción ninguna; por
en quienes se encarnaron los dolores, las
eso es admirable la fuerza de voluntad que demostró
del pueblo,
humillaciones y las aspiraciones del pueblo.
La •
niñez de Morelos transcurrió en medio de las
Véase capitulo IX.
' Esta casa está situada en la cuadra siguiente ó la capilla del Prentlimiento. Una liípidn que en ella mondó colocar el ayuntamiento de 1&81 recuerda el acontecimiento.
—
MÉXICO Á TBATÉS DE LOS SIGLOS abandonando su antiguo y humilde
para dedi-
ejercicio
carse al estudio, cumplidos treinta años,
en
el
colegio
de San Nicolás de Valladolid bajo la dirección del cura
183
milicias de este puerto,
don Marcos Martínez.
Morelos con
principio,
tan
feliz
Hidalgo, que era entonces rector de ese establecimiento.
donde se apoderó de algún armamento y se
se
poco más de doscientos hombres.
sirvió
curatos de Churumtico y la Huacana, reci-
los
biendo á poco juez
de
el
eclesiástico
Carácuaro; en
presbítero,
sucesivamente
y
nombramiento de cura propietario y de Nucupétaro y de su agregado
este
último
lugar edificó
En
trabajó personalmente en la obra.
iglesia
la
1801
,
ahorros de su beneficio, compró una casa en Valladolid la
que vendió más tarde y cuando ya combatía por
independencia, para aliviar con las penalidades
color
y
',
la
producto de la venta
moreno.
rasgados y brillantes,
robusta com-
estatura,
Sus
ojos
tenían una
negros,
limpios,
mirada profunda é
imponente, y unas cejas pobladas y unidas daban á su rostro
la
expresión
acentuaba más
de
incontrastable
energía,
que
una barba vigorosamente redondeada.
Su aspecto grave, y hasta sañudo, se modificaba, sin embargo, por una boca franca y risueña, resultando de sus facciones ese equilibrio armónico,
del conjunto
A
propio y digno de los grandes caracteres.
combate, según los que ojos
de cerca
la
sus
relampagueaban siniestros y su voz adquiría tonante
inñexión para animar á las tropas; en los demás lances
le
unieron
refuerzos
estos
Juan
Antonio Fuente, comandante de la tercera división de milicias
baña
Sur, había fortificado
del
las
la
paso del río que
el
de la población; pero sintiéndose débil
orillas
para resistir
independiente huyó á Acapulco con
al jefe
gente que tenía á sus órdenes
,
y que desertó en su
mayor parte, volviendo á Tecpan, adonde engrosó
la
tropa de Morelos.
Este entró en
nombrar
importante villa que se acaba de
la
de noviembre
7
el
Hasta entonces
(1810).
había aumentado considerablemente sus tropas y arma-
mento
un
sin disparar
de la costa,
Tecpan, lugar populoso
solo tiro.
proporcionó abundantes recursos; pero
le
ninguno sin duda fué de más valía que á
sus
la incorporación
de don Hermenegildo Galeana, que tanto
filas
debía distinguirse en los
campos de batalla, y cuyo
nombre queda unido desde entonces
del integérrimo
al
Morelos.
Al día siguiente
hora del
observaron,
le
Con
se dirigió á Tecpan, donde el capitán realista don
de sus hambrientos y desnudos soldados.
Era Morelos de mediana plexión
el
y
con los
en
y cayó rápidamente sobre Petatlán,
dirección al sudeste,
En 1799
ordenó
Animado
recorrió la costa
en
el
Zanjón se
Galeana
de Tecpan
salió
el caudillo del
Sur:
don Juan y don Fermín
unieron
le
— hermanos de don Hermenegildo — seguidos hombres,
setecientos
su mayor
en
comenzó Morelos á tener
parte
sin
de
armas.
de la vida mostraba grande impasibilidad y su rostro
Allí
sereno no revelaba los afectos de su ánimo; la prospe-
mera pieza un cañón pequeño que
ridad no le ensoberbecía, ni el infortunio quebrantaba
Nifío y que servía para hacer salvas en la hacienda de los Galeanas, llamada San José. El 9 de noviembre
su altiva y digna entereza.
Tal era
el
hombre que á
la
primera noticia de la
proclamación de la independencia dejó su curato y voló á ofrecer sus servicios y su vida al antiguo rector del colegio de
San Nicolás, cuando éste marchaba contra
la
la
de
y armando
volvió al pueblo de Carácuaro
allí
hombres con lanzas y escopetas marchó con rumbo á Churumuco; atravesó el Mexcala en la
veinticinco
hacienda de las Balsas, y entró en
hoy pertenece
al
el
Estado de Guerrero.
el
13
,
Ese mismo
territorio
En
hombres armados á
que
Coahuayutla
día,
dos
mil
hombres
espadas y flechas, después
avanzó hasta
el
Aguacatülo,
había destacado á las órdenes de Valdovinos para ocupar el
Veladero, posición que domina á Acapulco, tuvieron
que sostener un enviados por
combate
el jefe
tiradas
y pasándose á
,
tropa con cincuenta soldados al
mando
del
capitán de
los
dejando
realistas
realistas
Trabóse
la
muchas armas
independientes un número
los
considerable de soldados.
Morelos, entretanto, asegu-
raba sus posiciones, y además del campo atrincherado del
«El señor Morelop, siendo cura de Carácuaro, la compró á don Juan José Martínez en 17 de agosto de 1801, en precio de 1,830 pesos. Dicha finca, dice la escritura primitiva, esíá situada en la calle que biija de la pla::uela del Real Hospital (San Juan de Dios) para el río Chico, fabrieada en sitio de 33 caras de frente por 42 de fondo, con tres accesorias á la parte Sur, etc. Al comprarla el señor Morelos era de un solo piso, pero después la reedificó haciéndola de altos. Concluyó la reedificación el año de 1809, según nos lo ha informado el señor licenciado don Francisco Pérez Morelos, pariente de aquel héroe.» Bosquejo histórico y estadístico de la ciudad de Morelia, por el señor licenciado don Juan de la Torre.
cuatrocientos
lucha al pié de la montaña, y después de un ligero
y avanzando hasta las orillas Grande Océano, engrosó en Zacatula su pequeña
de don Rafael Valdovinos
las
con
de la plaza Carreño.
huyeron
— 1883.
de
del
setecientos hombres que Morelos
tiroteo,
i
fuerte
nombre
formándose en este lugar un campo
órdenes
se le unieron algunos
del
Morelos
Coyuca,
en
donde llegó
Después de su entrevista con Hidalgo en Indapa-
ellos
tocar
de
fusiles, lanzas,
recibió el
atrincherado con tercios de algodón.
capital de la colonia.
rapeo,
división
armados con
siendo su pri-
artillería,
Aguacatülo,
fortificó
los
puntos de las Cruces,
el
Marq^iiés, la Cuesta y el Veladero.
Harto justificadas eran adoptadas por
el jefe
las prudentes disposiciones
independiente.
Noticioso
el
virey
de la aparición del nuevo enemigo, creyó que bastarían á contenerlo las tropas realistas de Acapulco; pero las
nuevas que recibió Morelos á
lo
de
la
rápida
y
feliz
correría de
largo de la costa y del asedio que contra
aquel puerto había establecido,
le
obligaron
á dictar
MÉXICO i TEAVÍB de LOB SIGLOS
184
y en consecuencia dispuso que de la brigada de Oaxaca marchase á atacar á los insurgentes
otras medidas,
una sección de mil quinientos hombres á
del Sur
órdenes del comandante de
la
las
quinta división de milicias
don Francisco Paris.
La
primer encuentro fué
favorable
de
suerte
á
este
jefe,
la costa
el
comandante de
la sexta división
don José Sánchez Pareja, pues
ciembre logró
1."
de
de di-
Arroyo-Moledor á una de Morelos al mando de don Rafael
dispersar
sección de las fuerzas
el
en
el
Valdovinos; pero en cambio, uno de los capitanes de
á quien
Morelos, don Miguel de Ávila, al frente de seiscientos
armas en
las
acababa de unirse
mx.^i^ Casa de Morelos en
hombres
,
ciudad de Morelia (antigua Vulladolid)
rechazaba en Llano Grande una tuerza salida
de Acapulco á
y
la
las
órdenes de don Juan Antonio Fuentes
del sub-delegado de Tecpan, Rodríguez, que murió
algunos días después, de las heridas que recibió en
el
combate.
y
parte
noche separó á los combatientes, sin que de
alguna se alcanzase señalada ventaja.
el
8 de diciembre las de
San Marcos
las Cruces: peleóse con furia durante todo el día,
y
El jefe
realista, cinco días más tarde, renovó su ataque diri-
giéndolo esta vez sobre las fortificaciones de la
defendidas por
Resuelto Paris á tomar las posiciones de Morelos, atacó vigorosamente
sólo la
el
Sábana
coronel Ávila con seiscientos hombres.
Las tropas de Paris, que aumentadas con un refuerzo salido
de Acapulco ascendían á dos mil soldados con
dos cañones, se dividieron en tres columnas, poniéndose
»
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS de la del centro
al frente la
de
mismo Paris
derecha á Sánchez Pareja,
la
mando de
En
el
encomendando
,
y confiriendo
el
de la izquierda á don Francisco Rionda.
la
y apoyadas por una sección de cien la posición de Avila, mar-
este orden
hombres, que debía flanquear
charon las columnas haciendo jugar su
que fué
artillería,
contestada con los certeros disparos del Niño.
Terrible
185
siendo, decía el primer considerando del decreto,
clamores de la naturaleza
los
quedan abolidas
las
contra
vender á los hombres,
el
leyes de la esclavitud, no sólo en
cuanto al tráfico y comercio que se hacía de ellos, sino
también por
lo
que conforme
relativo á las adquisiciones; al
adquirir jtara
plan
sí,
de manera
gobierno
reciente
del
como unos individuos
puedan lilrcs
al
fué la acometida y grande el esfuerzo de los realistas
modo que
por apoderarse de las fortificaciones de sus enemigos, y después de muchas horas de combate tuvo que retirarse
blica, en cuya consecuencia, supuestas las declaraciones
asentadas, deberán los amos, sean americanos ó euro-
paraje de Tres-palos dejando el campo
peos, darles libertad dentro del término de diez días,
Paris hasta
el
regado de muertos y de heridos.
No
obstante
so la pena de muerte
que por medio de sus
ventajas
las
tenientes había logrado Morelos alcanzar,
más
hacíase cada vez
crítica,
su situación
pues carecía de municiones
de guerra y escaseaban los medios de subsistencia para sus sufridos soldados.
realmente
Retirado
Paris
Tres-palos,
á
era Morelos, pues que se hallaba
el sitiado
se observa en las
el jefe
clases de la
repú-
que por inobservancia de este Alzóse con esta declaración á
artículo se les aplicará. »
grande altura
demás
de la independencia, y engrandecía
con ella la causa que había proclamado, comprendiendo
en sus fundamentales principios
La
esclavitud,
oprobio
colonias españolas de
el
de la libertad humana.
de la historia,
América para
existía
en las
raza africana, que
la
colocado entre las tropas de aquél y la guarnición de
vino á sustituir á la indígena en los trabajos de los
Acapulco.
campos ardientes de
Preciso era salir cuanto antes de tan
difícil
posición,
las
Y
costas.
y para ello recurrió el jefe independiente á la astucia de que tantas veces hizo uso en el curso de sus
la
campañas.
hundimiento de todas las opresiones.
Sabedor de que en
el
campo de Paris un
cuadraban con
la
emancipación política que se debatía con las armas en
mano
la
emancipación de todos los oprimidos y
El mismo bando prescribía
capitán llamado Mariano Tabares se hallaba descontento
«que ninguno de
el
los
por una injusta prisión que había sufrido poco antes,
individuos de las castas de la antigua legislación que
entabló con él inteligencia, y en virtud del plan entre
Uceaban consigo la ejecutoria de su envilecimiento en las mismas cartas do pago del tributo que se les
ambos acordado, hizo marchar Morelos,
la
noche del 4 de
enero de 1811, al coronel don Julián de Ávila con seis-
hombres
cientos la
señal
al
campamento de
convenida de antemano
exigía, no
lo
tuido
con
Tabares,
Avila
de alcabala para los efectos de la tierra y con
este nocivo impuesto con el de
se apoderó de ochocientos prisioneros, setecientos fusiles,
las
cincuenta
y dos
de Europa.
»
un dos por ciento el
de
Quedaban abrogadas todas
leyes, cédulas y reales órdenes que establecieron
el
parque,
uso del papel sellado, y se declaraba que en todos los
Paris, sorpren-
despachos, escritos, actuaciones y documentos judiciales
cajones
porción de víveres y otros pertrechos. dido en medio del sueño,
quedando susti-
Dada
tres para los
cañones,
sucesivo,
lo
realistas.
atacó con ímpetu, y después de vencer alguna resistencia
cinco
pagasen en
los
de
comprendió desde
el
primer
ó
extrajudiciales
se
hiciera
uso del papel común.
Se
momento que era
inútil resistir
declaraban también abolidos los estancos del tabaco y de
oscuridad y por
el
la
campamento.
y huyó protegido por la mismo desorden que había en su
«Morelos, dice con este motivo Alamán,
sin haberse presentado todavía él
batalla,
mismo en
el
campo de
pólvora y de todas
Siguieron á este bando otros •
campaña con
veinticinco
habiendo empezado la
hombres que sacó de su curato,
había reunido más de dos mil fusiles, cinco cañones, por-
y de municiones tomado todo al enemigo. Tiempo es ya de que digamos lo que hacía en
hemos
visto
el
las
demás
«Don
'
cuyas prevenciones
MiouEi, Hidalgo y Co%rii.i.\, Generalt&imo de
Amé-
rica, etc.
»Me llenan de consternación las quejas que repetidamente se me dan de varios individuos, ya de los que han merecido mis comique sirven en mis ejércitos, por sus excesos en lomar cabalgaduras en los lugares de su tránsito, no sólo en las fincas de europeos, sino én las de mis amados americanos; y cuando mis intenciones en llevar adelante la justa causa que sostengo, no son otras que la comodidad, descanso y tranquilidad de la nación, no puedo ver con indiferencia las lágrimas que ocasionan aquellos individuos, adulterando sus comisiones y abusando de mis confianzas y sus facultades. Y como sen este un mal que debe corlarse de raíz, mando que ningún comisionado, ni otro individuo alguno de mis tropas pueda de propia autoridad tomar cabalgaduras, efectos ni forrajes algunos, sin que primero ocurran por los que necesiten ú
siones, ya de los
ción de víveres
Guadalajara
colores,
clase de pensiones que se exigía á los indios.
había logrado por medio de sus tenientes, los
corto espacio de dos meses,
de
exacciones de bienes, las cajas de comunidad y toda
Avilas, batir con fuerzas inferiores á los realistas; y en el
clases
,
generalísimo Hidalgo, en cuya ciudad le
entrar
con grandísima pompa
el
26
de
noviembre, y recibir á Allende con marcadas demostraciones de aprecio á mediados del siguiente mes.
Tres días después de su llegada, bre, publicó un bando
^
el
29 de noviem-
aboliendo la esclavitud:
«Que
» Véase Apéndice, documento núm. 5. ( Bando del generoli'simo Hidalgo aboliendo la esclavitud y derogando las leyes relalivas á
tributos) T. III.-24.
de su tránsito, quienes en virtud conocimiento que deben tener de sus jurisdicciones, desde luego les proveerán de cuanlo sea justo y necesario, y mando á los señores intendentes, gobernadores y jueces de las provincias sujetas, por el conocimiento que les asiste de la justicia de mi causa, que de ninguna manera permitan á mis comisionados ni á otros individuos de los jueces respectivos de los lugares
del
—
—
MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS
186
indican el propósito de minorar en lo posible los trastornos de la revolución y de hacer efectivas las conce-
otorgadas
siones
torbellino que
cosas
á
del
envolvía entonces á los hombres y á las
es grato ver que
,
En
raza indígena.
la
medio
atendía á regularizar
el
el
jefe
de
la
nuevo orden
independencia
social
político
y
de multitud de indios devastaba la hacienda de Chamuco
y otras de aquel rumbo. jefe insurgente
Súpolo Rayón y propuso al un plan que evitando la
la adopción de
dilapidación de los bienes embargados á los españoles, les
hiciese
servir
independencia.
sostenimiento
al
de
guerra de
la
Hidalgo, con quien consultó Fernández,
á que había dado origen con su atrevido levantamiento. Más se percibe este afán de Hidalgo en la organi-
aprobó las bases de ese plan y escribió á su autor
zación del gobierno, que se efectuó pocos días después de su llegada á Guadalajara. Nombró para el giro de
publicaba una proclama
los negocios dos ministros: el uno con el título de
y
Justicia,
y
el
otro con el
más extenso
Gracia
é indeterminado
tándole
por
justa, santa
miras
sus
y
entretanto,
Éste,
patrióticas. el
24 de octubre
felici-
calificando
de
religiosa la revolución de la independencia.
El gobierno vireinal no tardó en procurar su aprehensión,
pero Rayón logró escapar á la vista del de.^taca-
de Estado y del despacho. El primero fué confiado al joven abogado guanajuatense don José María Chico,
mento que iba en su busca, huyendo á Maravatio, y
nombramiento de presidente de la audiencia de Guadalajara; el segundo se dio al abogado don Ignacio López Rayón, que desde la marcha del
á ejercer las funciones de secretario del generalísimo.
ejército sobre la capital del vireinato ejercía las funciones
independencia;
quien recibió también
el
del generalísimo.
de secretario
Los
servicios
y méritos
de este ilustre mexicano piden que digamos en pocas palabras
origen
su
y
abrazar la revolución.
minas de Tlalpujahua,
los
antecedentes
Nacido en el
que
traía
antiguo asiento de
el
donde recibió padre
le
el
título
el
ni el
La muerte
de abogado.
obligó á volver al
y
los
de San Ildefonso de México de su
lugar de su nacimiento y á
dedicarse al laboreo de minas. fortuna,
Ni
los
halagos de la
atractivo del matrimonio que acababa de
1810), ni las consideraciones y quietud de que gozaba en su pueblo detuvieron sus
contraer
(agosto
Con esta investidura
de
generosos y patrióticos impulsos. Cuando Hidalgo avanzó hacia México, le precedió por tierras de Maravatio y Tlalpujahua don Antonio Fernández
,
quien á la cabeza
el ejército
allí
—
pág. 245).
«Don Miqukl Hidaloo y Costilla, Generalísimo de América
,
etc.
el presente mando é los jueces y justicias del distrito de esta capital que inmediatamente procedan á la recaudación de las rentas vencidas hasta el día, por los arrendatarios de las tierras perfenecientes á las comunidades de los naturales, para que enterán-
»Por
dolas en
coja nacional se entreguen á los referidos naturales las que para lo sucesivo puedan arrendarse, pues es mi voluntad que su goce sea únicamente de los naturales en sus respectivos pueblos. >Dado en mi cuartel general de Guadalajara, á 5 de Diciembre de 1810. A/i'a ueí //t'daíao. Generalísimo de América. Por mandado de S. A., Lie. Ignacio Rayón, secretario.» la
tierras para su cultivo, sin
—
(Hombres tavo A. Bnz).
—
ilustres mewicanos, Biografía
de Hidalgo, por Gus-
Cruces;
las
tuvo
alcanzaron las armas de la
pasó después á Tlalpujahua, así para
arreglar sus negocios particulares
como para animar á
sus hermanos á que tomasen participio en la revolución,
y
volvió á unirse con Hidalgo cuando este caudillo llegó i.
á Valladolid después del desastre de Acúleo
Por esos días
el
gobierno de la revolución nombró
á don Pascasio Ortiz de Letona
2,
joven guatemalteco
que residía en Guadalajara y que había obtenido el empleo de mariscal de campo, plenipotenciario ante el
Congreso de
y
ajustar siva,
arreglar
Estados Unidos de América «para
una
alianza
ofensiva
y
defen-
tratados de comercio útil y lucroso para ambas
naciones los
los
y cuanto
dos países.
»
más conviniese á
Este documento
^
y
la
la
felicidad
de
forma en que
' Biografía de Rayón. (Hombres ilustres mewicanos, tomo III, págs. 395 y 396). • Este individuo, natural de Guatemala, aficionado al estudio de las ciencias naturales, en especial de la botánica, dice Alamán,
residía en Guadalajara protegido por
mis tropas que por sí tomen cabalgaduras, efectos ni forrajes; y en caso de que alguno contraviniere á esta mi resolución, procederán inmediatamente contra sus personas, y asegurando los efectos que porten, darán inmediatamente cuenta para proceder á imponerles las penas que halle por convenientes en satisfacción de los Americanos agraviados y de la buena intención con que proceden. »Y para que llegue á noticia de todos, mando se publique por bando en esta capital, y para el mismo efecto se remiten copias á los señores intendentes para que se publique por todo el Reino. Miguel Cuartel general en Guadalajara, Diciembre 1.° de 1810. Hidalgo, Generalísimo de América. Por mandado de S. A., Lie. Ignacio Rayón, secretario.» (Colección de documentos de J. E. Hernández Davales, tomo II,
mexicano, entrando
acompañó á
le
parte en la victoria que
año 1773, hizo sus primeros
estudios en el colegio de San Nicolás de Valladolid
terminó con lucimiento en
al
desde entonces se unió con
don Salvador Veracruz para proporcionarse la ocasión de pasar á los Estados Unidos en desempeño de su misión fué preso por la justicia del pueblo de Molango, en lu Huasteca, á quien se hizo sospechoso viéndole caminar solo y porque necesitando dinero en plata procuró cambiar una onza de oro. líxaminado prolijamente su equipaje, se le encontró el poder oculto en el lomillo de la silla de montar; remitióse el reo con el poder á México á la junta de seguridad, pero previendo aquél la suerte que le esperaba, se dio la muerte antes de llegar á la capital con veneno que llevaba oculto y fué enterrado en la villa de Guadalupe.» (AlamAn. Historia de Méasico, tomo II, pág. 84). ' «Poder conferido por el gobierno de la revolución á don Pascasio Ortiz de Letona, para celebrar tratados de alianza y comercio con los Estados Unidos de América. »E1 servil yugo y tiránica sujeción en que han permanecido estos feraces Estados el dilatado espacio de cerca de tres siglos; el que la dominante España poco cauta, haya soltado los diques á su desordenada codicia, adoptando sin rubor el cruel sistema de su perdición y nuestro exterminio en la devastación de aquélla y comprometimiento de éstos; el haber experimentado que el único objeto de su atención en el referido tiempo, sólo se ha dirigido ú su aprovechamiento y nuestra opresión, ha sido el desconocido vehemente impulso que, desviando á sus habitantes del ejemplar, ó mejor diremos, delincuente y humillante sufrimiento en que yacían, se alarmaron, nos erigieron en jefes, y resolvimos á toda costa ó vivir en libertad de hombres, ó morir tomando satisfacción de los insultos hechos á la nación. »E1 estado actual nos lisonjea de haber conseguido lo primero, cuando vemos conmovido y decidido á tan gloriosa empresa á nuestro dilatado continente. Alguna gavilla de europeos rebeldes y disBatres.
Cuando Letona
el
oficial real
se dirigía á la costa de
—
—
—
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS se extendió,
si
bien demuestran la inexperiencia
natural de los caudillos de la independencia
muy
en estas
187
Las disposiciones que emanaron del
revo-
jefe de la
lución demostraban,
materias, patentizan su deseo de allegar todos los medios
repitámoslo, inexperiencia y poco conocimiento de la difícil ciencia del gobierno se ve
que pudiesen concurrir á
dominar en todas sus providencias administrativas
de su patriótica
la realización
Del otro lado de Texas se alzaba un pueblo
empresa.
que á costa de grandes esfuerzos había afianzado
libre
su independencia,
y era natural que nuestros padres
;
y no
espíritu teórico
ción
práctica
únicamente
hombre
del
debe
el
pensamiento profundo y la inten-
el
Estado;
de
pero
Hidalgo
como iniciador de una
ser juzgado
creyesen hallar auxilio y sostén en ese mismo pueblo.
grande idea, como revolucionario audaz que impulsó un
Frustróse
movimiento inmenso que sólo había de terminar con
misión
la
Letona por haber caído
de
en
poder de los realistas cuando marchaba á su destino, noble y altivo joven se adelantó con
y muerte que el
le
esperaba en la
revolución
medio
la
imprenta
de
á la
independencia de la nación mexicana.
había
para
Así colocado, y
no puede ni debe examinarse su misión de otra manera sin falsear
el cadalso.
Hasta entonces poderoso
el suicidio
la
lamentablemente la historia. Hidalgo aparece
carecido
del
grande y merecedor de todo
propagar
sus
Sus actos, sus palabras, indicaban una tendencia demo-
el
respeto de la posteridad.
principios.
No
tipográficas
más que en México, Puebla, Veracruz y
asiduo estudio de los principios del 89, proclamados en
gobierno vireinal se sirvió de ellas para
Francia en medio de lágrimas y sangre, porque era
Guadalajara,
el
en
existiendo
aquella
época
oficinas
que no era otra cosa que
crática,
combatir la causa de la independencia con todo género
infinita
la resistencia
de escritos
partido
pérfido,
Pero dueños sus defensores de esta última
'.
ciudad aprovecharon arma tan eficaz y
el
primer número
Despertador Americano, periódico establecido por
del
Hidalgo,
apareció
redactaba
hombre
el
de
vasta
jefe
de diciembre
instrucción
aunque de carácter
mismo
20
de
1810.
Lo
doctor don Francisco Severo Maldonado,
el
y
extravagante
despejado
y
de la revolución hizo crujir las
El
prensas,
que hallaban á su paso.
por boca
de
su
Alamán, ha pretendido adulterar
oráculo
el
el
de convertir en su provecho la revolución que
desencadenó con tanto heroísmo.
"A
escritor
designio él
mismo
Oigámosle:
medida que creía Hidalgo consolidado su poder,
á propósito
dice
Pero un
verdad histórica
la
atribuyendo al iniciador de la independencia
ingenio,
presuntuoso.
resultado de su
el
de
la
de
estancia
Guadalajara, iba dejando caer en
el
caudillo
este
en
nombre de
olvido el
haciendo imprimir y circular luego profusamente la con-
Fernando Vil, cuyo retrato hizo quitar
testación que dio á los edictos de los inquisidores, y una
cual recibía en público, é igualmente fueron desapare-
proclama dirigida á los criollos que combatían
ciendo los vivas y cifras de su nombre que todavía se
de
los españoles, excitándoles
de la patria
al lado
á correr bajo las banderas
llevaban en los sombreros, y cuando antes era aclamado
por las turbas que seguían
2.
como objeto de ésta no bastará ú variar nuestro sistema ni á embarazarnos las disposiciones que puedan decir relación á las comodidades de nuestra nación. Por tanto, y teniendo entera confianza y satisfacción en vos, D. Pascasio Ortiz de Letona, nuestro mariscal de campo, plenipotenciario y embajador de nuestro cuerpo cerca del supremo Congreso de los Estados Unidos de América hemos venido en elegiros y nombraros, dándoos lodo nuestro poder y facultad en la más amplia forma que se requiere y sea necesaria, para que por Nos y representando nuestras propias personas, y conforme á las instrucciones que os tenemos comunicadas, podáis tratar, ajustar y arreglar una alianza ofensiva y defensiva, tratados de comercio útil y lucrofo para ambas naciones y cuanto más convenga á nuestra mutua felicidad, accediendo y firmando cualesquiera artículos, pactos ó convenciones conducentes á dicho fin; y nos obligamos y prometemos en fe, palabra y nombre de la nación, que estaremos y pasaremos por cuanto tratéis, ajustéis y firméis á nuestro nombre y lo observaremos y cumpliremos inviolablemente, ractificándolo en especial forma: en fe de lo cual mandamos despachar la presente, firmada de nuestra mano, y refrendada por el infrascrito nuestro consejero y primer secretario de Estado y del despacho. »Dado en nuestro palacio nacional de Guadalajara, á trece del mes de Diciembre de mil ochocientos diez Miguel Hidalgo, generalísimo de América. — /^nacío de Allende, capitán general de América. /o.'é A/aria CAi'co, ministro de Gracia y Justicia, presidente de esta Nueva Audiencia. Lie. Ignacio Rayón, secretario de Estado y del despacho. José Ignacio Ortix de ZaUHear, oidor subdecano.— ¿te. Pedro Alcántara de Avendaño, oidor de esta audiencia nacional. Francisco Solórzano, oidor. Lie. Ignacio Mesías, fircal de la audiencia nacional.» {Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo II, Historia de México, por Alamán, Apéndice al tomo II, pág. 297. jiersns
,
—
—
—
—
documento núm. '
•
los
americanos).
revolución, presentando
asegurar estos dominios para su
á insinuar en los impresos y de palabra, que estaban rotos todos los vínculos que ligaban á estos países con el
Unidos todos estos hechos, y recor-
trono español.
dando que en
el
plan de la conspiración encontrado en
Querétaro en casa de Epigmenio González se trataba de
un imperio con varios reyes feudatarios, y que el capitán Centeno no intentaba otra cosa que ir á México erigir
«á poner
al
señor Cura en su trono,» no se tendrá ¡)or
ajena de prolaiilidad la sosjyecha de que,
lo
hvMera embarazado
México
hubiera
la rivalidad
tenido
en
su
á
suerte
eclesiástico, y huMera presentado meno extraordinario ^n
Vese cuan grande ha sido por
el
historiador
Alamán para
de sus compañeros,
un
persona
el
al
soberano
mundo ese fenó-
esfuerzo desplegado
llegar á establecer la
probabilidad de la sospecha de que Hidalgo abrigaba el
propósito de erigirse un trono en México indepen-
diente.
Esfuerzo que aparece más y más infructuoso
después de recordar algunos antecedentes
7).
si la
de las armas Tiutiera sido favorable á Hidalgo y no te
— Historia de México,
tomo II, cap. VI, pág. 84. Véase Apéndice, documento núm. 6. (Proclama de Hidalgo
AlaM;í^
:;.
--
i;
—
CAPÍTULO
XII
— Triunfo de este jefe independiente en el Rosario. — Ocupa parte del territorio de Sinaloa. Nuevo Santander. — Jiménez la propaga en el norte de San Luis y en Coahuila. Fray Gregorio déla Concepción se une con Jiménez en Charcas — Avanza este último hacia el Saltillo. — Derrota á los realistas Ochoa y Cordero, y éste cae prisionero. — Propágase la revolución en Nuevo León y en Texas. — Los vecinos de Baton Rouge proclaman la independencia de la Florida Occidental. Plan de Calleja para atacar á los independientes en Guadalajara. — La derrota de Cordero impide la ejecución
Expedición de González Hermosillo á Sonora.
—
E,xtiéndese la revolución en
— — Salen Calleja de Lagos y Cruz de Valladolid con dirección á Guadalajara. — Junta de guerra de los independientes en esta ciudad. — Decídese á salir al encuentro de Calleja é impedir su unión con Cruz. — Marcha el coronel Mier contra el cuerpo de ejército de Cruz. — Es derrotado por éste en el puerto de Urepetiro. — Sale Hidalgo de Guadalajara con todo su ejército.— Sitúase en las cercanías del puente de Calderón. — Batalla de Calderón. — Muerte del conde de la Cadena — Parte reservado de Calleja. — Su entrada en Guadalajara — Llegada de Cruz á la misma ciudad. — Proclamas de Calleja dirigidas á su ejército y á los habitantes de Nueva Galicia. — Sus actos de gobierno. — Manifestaciones que dirigen al virey la Audiencia, cabildo eclesiástico y la Universidad —Marcha Cruz á San Blas. — Desbarata á los independientes en la barranca de Maninalco. — El cura Verdín trama en San Blas una conjuración contra Mercado. — Triunfo de la conjuración y muerte de este ilustre caudillo — Es azotado su cadáver de orden del cura Verdín. — Entra Cruz en Tepic y en San Blas — Fusilamientos de Zea, del padre del cura Mercado, y de otros independientes. — Regresa Cruz á Guadalajara afines de febrero (1811). — Es nombrado comandante general de Nueva Galicia y presidente de la Audiencia de Guadalajara.- Sucesos militares en la intendencia de Sonora. — El jefe independiente González Hermosillo avanza contra el pueblo de San Ignacio. — Acción de Piaxtla y derrota de González Hermosillo. — Retirada de los caudillos de la independencia á Aguoscalientes y Zacatecas después de la batalla de Calderón. — Allende despoja á Hidalgo del empleó de generalísimo en la hacienda del Pabellón. — Salen Hidalgo y Allende de Zacatecas y se dirigen al Saltillo. — Se unen con teniente general don José completa de ese plan.
el
el
Mariano Jiménez.— El virey Venegas, por conducto de Cruz, ofrece indulto á los jefes de la revolución —Noble respuesta de Hidalgo y de Allende —Resuelven los caudillos de la independencia marchar á los Estados Unidos.- Allende envía de embajador ante el gobierno de esa nación al abogado Aldama. Aprehensión de este último en Bexar por el padre Zambrano. El jefe realista Ochoa
—
entra en Zacatecas.
— Calleja sale de
—
—
(Juadalajara y se dirige á San Luis. Ordena varios fusilamientos antes de su salida. —Nuevos fusilamientos al entrar en San Luis. El lego Herrera y el jefe Blancas que ocupan esta ciudad son perseguidos y derrotados por el coronel realista García Conde. Huyen á Nuevo .Santander y son fusilados por el coronel Arredondo. Los principales caudillos de la
—
—
—
independencia antes de salir del Saltillo nombran jefe supremo del gobierno y de las armas á don Ignacio López Rayón. Calleja se aprestan á impedir la retirada de los jefes independientes.
Sucesos ocurrido
en
militares
Norte y
el
grande
de el
importancia
habían
ensanchando
Occidente,
la
vasta zona que, sustraída de la obediencia del gobierno vireinal,
reconocía la causa de la
independencia.
En
Barca,
comisionó
para
extender la revolución
sillo
y á don José Antonio López, honrado vecino de
zaban en Guadalajara por organizar
primera división de milicias del Sur.
de
que iban á oponer
combatientes
Calleja,
hábil
al
y bravo
habíanse meneado las armas
con actividad y estrépito en Sonora, Coahuila y Nuevo Santander (hoy Tamaulipas); González Hermosillo, en la primera de estas provincias,
Jiménez en
la segunda,
y en la última
de menor renombre,
alcanzaban
notables
ventajas sobre las tropas realistas
y extendían
el patrió-
otros jefes
tico levantamiento
Convenía á los
por
en aquellas apartadas regiones.
los jefes
independientes
primeros en Guadalajara cubrirse el
lado de Occidente; así
autorizó á Mercado
dominar
toda
esa
hemos
de
que entraron todo ataque
visto que Torres
para dirigirse contra San Blas y porción de Nueva Galicia,
vasta
había dado ya
caudillos
primero,
y
segundo,
el
oficial
de
la
La no muy nume-
el
empleo de teniente coronel
i,
emprendió
su marcha á fines de noviembre, y algunos días más tarde, el 15 de diciembre siguiente,
de Sinaloa, comprendida dencia
18
día
de Sonora. al
real
Sin
entonces
pérdida
del Rosario
entraba en tierras
en la vasta intende
tiempo
defendido por
atacó el
el
coronel
graduado don Pedro Villaescusa, quien se vio obligado á rendirse, entregando seis piezas de artillería y protestando no volver á tomar las armas contra los independientes, aunque á poco olvidó su promesa
en San Ignacio. sillo
'
los
el
rosa sección de González Hermosillo, á quien Hidalgo
cumpliendo éste con su empresa del modo más brillante.
Poco después, Gómez Portugal, otro de
en
Sonora y Sinaloa, á don José María González HermoTepatitlán,
inmensas masas
y
en aquella provincia y á quien hemos visto triunfar en la
tanto que Hidalgo y los principales caudillos se esforlas
— Venegas
pág.
el
Tan
se fortificó
brillante victoria valió á
ascenso á coronel, que
Colección de documentos de 28.
y
i.
E.
le fué
Hermo-
concedido por el
Hernández Dávalos, tomo
I,
,
MÉXICO
192 generalísimo,
en
el
No
deteniéndose
Seguido de los coroneles don Juan Bautista Carrasco,
tiempo estrictamente preciso,
don Luis Gonzaga Mirecles y don Luis Malo, se dirigió á Charcas, al norte de San Luis Potosí, donde en poco
en 29 de diciembre
Eosario más que
el
TEAVÉS DE LOS SIGLOS
i.
'.
y ocupó, uno en pos de otro, MazaSan Sebastián, disponiéndose
siguió avanzando
tlán (entonces lugarejo) y
tiempo
á avanzar hacia San Ignacio y Co?alá.
aumentó con
á
Hermosillo
mineral, á del
en
pasta
sumas
de
existentes,
bienes de los
los
para
españoles,
producto en los gastos de la revolución.
de estas
efecto
gracias
las
rico
dinero
de
medidas
envió
por
al
cual le
lo
que
diciéndole
caudillo,
ilustre
el
segundo
el
cuartel general catorce marcos de oro, dio
este
y plata también recomendándole que
cuantiosas
realizar
su
invertir
Como
las
él
procurase
Urgía Hidalgo
apoderase
se
de aprovechar para los crecidos gastos
fin
ejército
que
para
consideraba esa suma como la primicia de su buen celo
y
instaba de nuevo á vender cuanto antes los bienes
le
de los europeos para socorrer á las tropas espacio de pocos
el
en
Así,
'^.
una porción considerable de
días,
Sinaloa había sido ocupada por las armas de la inde-
ción,
que quedó dominada
territorial
aquéllos
alcanzados
durante
el
mes
1811.
primera
la
de
todos
cuyo gobernador,
provincias,
el
Iriaite
que hallaban en
al
al
vióse
gobierno vireinal.
mando de
recorrían sin tropiezo el
las poblaciones
Entretanto,
organizaba
un
en
que prevenía que se
el
de los jefes
independientes, extorsionaban á los ciudadanos pacíficos,
y que se castigaría con todo
el
rigor de las leyes á los
soldados que se permitiesen saquear casas ó haciendas.
La
división de Jiménez,
fuerte de
mil hombres
siete
con veintiocho piezas de artillería, salió de Matehuala el
28 de diciembre con dirección
á
corta
tomado posiciones en Aguanueva,
había
de
distancia
aquella
hombres perfectamente la división
con
villa,
el jefe
de enero de 1811.
6
avanzó hasta
realista
Recio fué
doscientos
aproximarse
Al
disciplinados.
de Jiménez,
empuje de
el
el
unos y otros
puerto del Carnero, donde se avistaron el
^.
al Saltillo
los
independientes, que divididos en tres columnas, ataca-
avanzado hasta ponerse á
cuerpo
la
provincia de
tropas
El teniente general
hemos
visto
don
José
pelear
denuedo,
las
plan
el
de
con
su
esa ciudad el 24 de
noviembre, algunas horas después que Allende y los demás jefes. Unido luego á ellos pasó por San Felipe, hacienda del Molino
poco distante de la
,
de
la
orden
propagar la revolución por
que
las
le
sola ejecución ni el
de su triunfo
dio
él
*.
más leve desorden empañaran
Aparte de
Hernández Dávalos, tomo
i.
E.
J.
E. Hernández Dúvalofi, lomo
del
Nuevo
Monterey,
reino
coronel
al
cañones,
resultados
León,
^.
el
cuyo gobernador la
revolución
cuyo ejemplo
Jiménez envió á esa ciudad
con quinientos hombres y cuatro
Carrasco
ordenó
brigadier
al
Monclova, y destacó
al
Aranda
que
ocupase
coronel Mirecles al frente
de
doscientos soldados en dirección de Parra*.
Conmovióse á su vez donde
el
la dilatada
provincia de Texas
capitán de milicias don Juan Bautista Casas
'
Véase capitulo XI.
I,
I
el
Archivo general de
la
Nación, tomo
XV
Relación (inédita) de fray Gregorio de la Concepción que próximamente será publicada en el tomo VII de la Colección de documentos áe J. E. Hernández Dávalos. » Parte de Jiménez. Colección de documentos de i. E. Hernández Dávalos, lomo II, pág. 332. ' El obispo de Monterey don Primo Feliciano María, dice Alamnn, se fugó y pudo embarcarse rumbo á Vcracruz. '
—
nes y rectificaciones al tomo II toria de Mémico. página 64 del Apéndice
de
de la provincia,
capital
siguió ésta toda entera
-^
por Alamán en las Correcciode su Historia. (Tomo II de la His-
citndii
inmediatos
Allende de
provincias del Norte
póg. 29.
Declaración de Abaíolo,
los
el brillo
recogieron los independientes, aseguróles
Existe original en de Infidencias.
Colección de documentos de púgs. 24 y 27. * Colección de documentos de
Estancia de Mesi-
la
don Manuel Santa María se declaró por
>
'
de sus contrarios,
llas,
villa
que acabamos de nombrar, se separó de sus compañeros, consecuencia
fusil
Cordero pudo escapar y huyó hasta
en
Mariano Jiménez, Guanajuato
en
salió
con
brigadier Calleja.
el
de
donde fué aprehendido y presentado á Jiménez, quien entró vencedor en el Saltillo el día 8, sin que una
,
de
tiro
españoles
los
moverse hacia San Luis, según
de operaciones combinado por
'
^
tasen á seducir al pueblo; que se redujese también á
dominio
á
Jiménez, nimbo
prisión á los que llamándose comisionados
internas,
la
salió
aprehendiese á los emisarios de Napoleón que se presen-
que con
y en
un bando
publicó
allí
Coahuila, sujeta á la comandancia general de provincias
acostumbrado
diciembre
éstos en su gran mayoría se pasaron á los asaltantes.
y haciendas y forzando donde el coronel
don Antonio Cordero, gobernador de
quien
de
Acuña y vasto y mon-
Villerías,
á huir á muchos de éstos al Saltillo
á
El 10
'.
á Matehuala, llegando á este lugar dos días después;
vivo cañoneo y cuando las columnas de Jiménez habían
soldados,
y
oficiales
Nuevo Santander, aprisionando á
debía
que sacó
obligado
Gómez de Lara,
cuales
artillería
la
en Altamira en espera de los refuerzos
independientes
tuoso
San Luis á
Manuel de Iturbe, abandonado de
que pidió con urgencia los
de
y parte
y
ron el cañón del puerto y las eminencias que á uno y otro lado cubrían las tropas reali.stas. Después de un
sus
á encerrarse
1810
de
revolución cundió de
esas
extensión
la
fueron los triunfos por
,
diciembre
de
La
á
Nuevo Santander y Coahuila
en
teniente coronel don casi
atiende
se
si
que se
de fray Gregorio de la Concep-
la llegada
frente de las tropas
al
Cordero
Más importantes,
una respetable división,
reunir
de San Luis, al ser ocupada esta ciudad por don Rafael
pendencia.
enero de
logró
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS se
dueño
hizo
y con
ella
San Antonio de Béxar,
de la capital,
de todo
texano, apresando
territorio
el
el
Los
193 de
signatarios
importante
ese
documento
eran
á quienes la imprevisión del gobierno español
colonos
en
y enviando luego á Monclova al gobernador realista don Manuel Salcedo y á don Simón de Herrera, que habia desempeñado cargo igual
había
en Nuevo León y que era entonces jefe de milicias en
en 21 de noviembre siguiente, pidiendo auxilios para
movimien-
rechazar cualquier ataque de los sublevados colonos de
22
de enero de 1811
«Con
Norte K
las provincias del
este último
Alamán,
que
se
de
los
Estados-Unidos de América, obedecía á Hidalgo,
sin
dice acertadamente
to,
desde
extiende
San
Luis
todo
hasta
la
el
país
frontera
enemigo alguno en todo
él,
obligó á retirarse
puerto del Carnero al capitán
en
el
pues Jiménez rechazó
y
don José Manuel de Ochoa que con algunas tropas de provincias internas se acercó á impedir
el
Sazón es íntima
Hidalgo, fué
de
con
hablar de
un
suceso
que sin
levantamiento acaudillado por
el
precursor de los graves acontecimientos
el
establecerse
Y
regiones.
Salcedo al dar cuenta de
Baton
Rouge,
(Texas) es
decía
lo
no
sin
remotas
gobernador
el
este suceso al virey
«Esta
siguiente:
del reino,
llave
aquellas
razón
es la
y
Venegas
provincia
más despoblada
y y exhausta de cuanto es necesario para su defensa y fomento, pudiendo ser la más rica y el antemural la
de
respetable
ambiciosas miras de
las
nuestros
ve-
cinos 1.»
La campaña de 1811 conformidad
de
realistas
esta
conexión
despobladas
progi-eso
de la revolución."
permitido
y que mereció
Calleja
iba á abrirse por las tropas
con
plan
el
proyectado
aprobación del virey,
la
este alto funcionario no podía formar otro,
por
pues
ya por
la
á que se hallaba del teatro de la guerra, ya,
distancia
que algunos años después producirían una guerra san-
siendo quizás este el principal motivo, porque ignoraba
grienta
la
y
porfiada
Estados-Unidos
Baton
Rouge,
México independiente y
entre
de
América.
lugar
situado
Algunos
los
vecinos
de
de
las
en los confines
exacta
cuando por
muy
Europa
proclamaron la independencia de la Florida Occidental
Calleja, formado
en una acta que firmaron
le
26 de setiembre de 1810
2.
ilustre
el
barón
Gaceta de México correspondiente al 12 de octubre de 1812. El acta de los vecinos de Baton Rouge dice así: «El universo sabe la fidelidad que los habitantes de este territorio han guardado a su legítimo soberano mientras han podido esperar recibir de él protección en sus vidas y haciendas. Sin hacer ninguna innovación inútil en los principios del gobierno establecido, habíamos voluntariamente adoptado ciertas disposiciones, de acuerdo con nuestro primer magistrado, con la mira formal de conservar este territorio, y acreditar nuestro afecto al gobierno que antes nos protegía. »Este punió consagrado de nuestra parte por la buena fe, quedará como un testimonio honroso de la rectitud de nuestras intenciones y de nuestra inviolable fidelidad hacia nuestro rey y nuestra amada patria, en tanto que una sombra de autoridad legítima reinaba todavía sobre nosotros. No buscábamos sino un remedio pronto á los riesgos que parecían amenazar nuestras propiedades y nuestra e.xistencia. Nuestro gobernador nos animaba á ello con promesas solemnes de cooperación y asistencia; pero ha procurado hacer de estas medidas que habíamos tomado para nuestra preservación, el instrumento de nuestra ruina, autorizando del modo más solemne la violación de las leyes establecidas y sancionadas por él ^
guiándose,
16 de diciembre
el
Bustamante,
Humboldt.
de
publicar en
El
plan
de
en León, donde
dejamos después de su victoria sobre Guanajuato
consistía en hacer converger '
país,
mapa que acababa de
exacto
posesiones españolas con la joven república del Norte,
el
del
caso se ofrecía, según afirma
no
el
geográfica
situación
el
disponibles
golpe
á
á la
Tocaba á efectuar
todas las tropas realistas
Guadalajara, para
revolución
los
con
ejércitos
del
de un
destruir
sus
principales
mismo
solo
caudillos.
y de Cruz
Calleja
movimiento principal,
el
2,
debiendo
partir
el
>>
mismo como
leyes del país.
«Hallándonos, en fin, sin ninguna esperanza de protección de parte de la madre patria engafiados por un magistrado, cuya obligación era proveer á la seguridad del pueblo y del gobierno confiado á su cuidado, expuestos á todas las desgracias de un estado anárquico que todos nuestros esfuerzos se dirigen á cortar desde largo tiempo, se hace preciso y necesario que proveamos á nuestra propia seguridad como un estado independiente y libre, que queda disuelto del vínculo de fidelidad de un gobierno que no le protege. En consecuencia, nosotros los representantes del pueblo de este país, tomando por testigo de la rectitud de nuestras intenciones al Supremo regulador de todas las cosas, publicamos y declaramos solemnemente, que los diversos distritos de que consta la Florida Occidental forman un Estado independiente y libre, con derecho á establecer por sí mismos la forma de gobierno que juzguen conveniente ú su seguridad y dicha: de concluir tratados, de proveer á la defensa común y en fin de celebrar cualesquiera actos que puedan de derecho hacerse por una nación libre é independiente; declarando al propio tiempo que desde esta época todos los actos ejecutados en la Florida Occidental por tribunal ó autoridades que no tengan poderes del pueblo conformes á las disposiciones establecidas por esta convención son nulos y de ningún efecto. Excitamos á todas las naciones extranjeras á que reconozcan nuestra independencia y á ,
,
:
T.
III.
—
Í25.
primero de
la intendencia
de Guanajuato y
de Valladolid, para reunirse puente de Calderón,
Las tropas
fijado.
según
día
el
realistas del norte
ban destinadas á auxiliar
15
Calleja creía dueño de Matehuala,
Cordero, que
debía avanzar unido
Ochoa hacia San Luis, restablecer
con
esta ciudad, castigar los pueblos
el
de antemano
y occidente esta-
movimiento:
el
segundo
de enero en
itinerario
el
el
el
orden
en
de Dolores, San Luis
de la Paz y Xichú y situarse luego en un punto equidistante de San Miguel el Grande,
Guanajuato y Queré-
Bonavia, que se hallaba en Sombrerete, bajaría
taro.
á Zacatecas y á Aguascalientes
y después de reducirlas al orden, había de colocarse en León y Silao. Y el gobernador de Sonora, don Alejo intendente y García Conde, entraría en
la
Nueva
,
Galicia,
por
el
noroeste,
la asistencia que es compatible con las leyes y usos de las naciones. »Nosotros, los representantes, nos obligamos solemnemente á nombre de nuestros comitentes, con nuestras vidas y haciendas á defender la presente declaración, hecha en junta en la villa BátonRouge a veintiséis de setiembre de 1810. Edmund Haiüs.— John
que nos presten
— — John H. Thompson. — John Mills. — Wm. Spiller. — Philip Hickey. — Wm. Barrote. — John W. Leopresidente de la Convención. — Por mandato nard. — John de la misma, Andrés Síeele, secretario. — Colección de documentos
Morgan. — Thomas Lilley. i?/iecí,
de
J. '
E.
Hernández Dávalos, tomo
II,
pág. 114.
Alamán.— Hísíori'a de México, tomo
de 1850. > Capítulo X.
II,
pág. 97, edición
—
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
194 después de batir á
por Mercado y González Hermosillo quisieran estorbarle
«La
paso.
el
experiencia
me
Calleja al virey
Veñegas en
los pueblos por
donde pasa
miento
de
plan mencionado, que
el
el ejército,
arreglando sus
obligaciones, publicando el indulto,
sus
castigando con
más
ha hecho conocer, decía
exhortando á los eclesiásticos al cumpli-
autoridades,
el
revoltosos,
último suplicio uno, dos, tres ó
se
Antes
independientes que acaudillados
los
han mantenido
lisonjeándome de que así continuarán
fieles
hasta
el
y los
día,
i.»
Cordero parte,
El plan del hábil brigadier español, como se ve,
la
enterase
le
de
noticia
del
derrota
la
sufrida
cuerpo ó ejército
de
por
desconcierto de su plan en esa
avanzar hacia Guadalajara para
Calleja resolvió
ejecutar el movimiento principal en combinación con
mando
reserva al
el
brigadier
del
Cruz, que en aquellos días (últimos de diciembre) mar-
chaba con dirección á Valladolid
^.
algunos
bajas
allí
de
para
días
división por
de
estaba perfectamente concebido; pero debiendo concurrir
que
reparar
las
Detúvose en León causadas en su
enfermedades y las deserciones; pasó
las
á Lagos, é irritado porque había sido arrancado
los
contra
parajes
públicos
Hidalgo,
de
edicto
el
y porque
el
Inquisición
la
no fué recibido
ejéicito
á su realización varios cuerpos de tropas, situados á
con aplauso por los habitantes de ese lugar, escribió
enormes distancias unos de otros, no era posible que
al
todos se moviesen con igual celeridad y que se hallasen
resultaren reos de tan grave delito; este es uno de los
virey:
«No economizaré
los
castigos contra los que
pueblos que merecería incendiarse por su obstinación
Esperó algunos' días Calleja para dar tiempo á
'-.)>
demás
las
divisiones combinadas de que se pusiesen en movimiento,
pero no recibiendo noticia ninguna de la de Coahuila (destrozada ya por Jiménez), púsose en marcha para
punto en que debía unirse con
el
cuerpo de reserva,
el
llegando á Tepatitlán el 15 de enero de 1811.
Cruz,
por su parte, dejando á Trujillo en Valladolid, salió de esta ciudad el 7
del
mismo mes
de dos mil
frente
al
hombres, en su mayor parte de infantería, pues sólo llevaba doscientos cincuenta dragones de los regimientos
EspafM y Querétaro;
de
Apresuraban, entretanto, pendencia
aprestos
sus
á Tlasasalca, y al
el 13 llegó
día siguiente salió de este lugar
rumbo á Zamora.
los
caudillos de la inde-
en
defensivos
presumiendo que pronto serían atacados. la
Pedro participando que
salió
con oportunidad en los puntos que respectivamente se había señalado.
les
Además,
Cordero y Ochoa en
las
derrotas sufridas por
noticia que tanto
á los independientes toda la
Calleja,
zona del Norte, y frustrada la combinación que Calleja
defensa.
hubo encomendado á aquellos jefes antes de que fuesen
en
,
el
bravo Jiménez.
Verdad
es que el
sabedor de los desastres de los realistas
Norte, envió á Tampico con la misión de operar
el
en Nuevo Santander,
á
una brigada con
el
coronel
enemigo se acercaba; grande
lo posible
confusión.
la
para decidir
al
la
marcha combinada de Cruz y de trató de adoptar un plan de
lo
el
generalísimo una junta de guerra
más conveniente.
de la revolución que
el
En
ella
de la división de Zacatecas, se colocaría á la retaguar-
á
primero un cuerpo respetable para atacarle
señalada por Calleja para obrar sobre
de los independientes en Nueva Galicia
el
grueso
2.
campaña en la obra de Bustamante intituCampañas de Calleja, púg. 61. • Alemán asienta inexactamente que las tropas confiadas á '
Véase
el
plan de
el
encuentro de Calleja, en tanto que Iriarte, al frente
impedir la unión de Cruz con Calleja
la
propuso
grueso del ejército saliese
Arredondo á su cabeza, pero éste no salió de Veracruz hasta mediados del mes de marzo época muy posterior ,
de la
Pocos días
y desde luego se
Convocóse por
jefe
Allende
la inexactitud
sobresalto había causado.
más tarde, súpose
puerto del Carnero, próximo al
desbaratados por
el
ciudad se iluminó por mandato de
á poco, después de cerciorarse de
el
virey Venegas
la
en persona para hacer un reconocimiento, volviendo
dejaron abierta
Saltillo,
y
Hidalgo para evitar en
Lugos
Eecibieron en
noche del 25 de diciembre aviso del pueblo de San
fué la alarma, Jglesiu parrtquiul de
Guadalajara,
dia de aquél para ponerlo entre dos fuegos,
ó
cuando menos,
para detener su
tiempo
posible.
Allende
de
batallas
campales,
las
,
siempre
,
y que para
marchase contra
y
marcha receloso
sostenidas
el
derrotarle,
mayor
el
del
éxito
de parte de los
lada
Arredondo concurrían á
la ejecución del plan formado por Calleja para atacar á los independientes de Guadalajara. (Historia de
Afáox'co,
tomoll, pág
111).
'
'
Capítulo X.
Bustamante. — Cuadro Histórico, tomo I, púg. Historia de México, tomo II, pág. AlamAn.
edición.
—
39, 112.
segunda
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS independientes por masas numerosas, con poca ó nin-
guna
disciplina
y muy mal armadas
tropas realistas,
proponiendo á
ralísimo,
libremente á
en
realista
al
vez que se dejase entrar
su
en
Calleja
y que dividido
Guadalajara,
independiente en seis ó más cuerpos, hostili-
el ejército
zase
contra las brillantes
,
opinó en contra del parecer del gene-
direcciones
varias
también á dividirse,
marchar
bien
6
obligándole
,
con
grueso
el
á Zacatecas y unirse en la región del Norte con las
una
larga
adoptó
discusión,
Hidalgo:
quizás
Allende,
la
La
Jiménez.
de
tropas
victoriosas
al
después de
propuesto
plan
el
presentes,
tuvo
junta,
desechar
el
por de
de mover con acierto diversos
dificultad
cuerpos de ejército, la probabilidad de que se desban-
dase
subdividiéndole
numerosa
y
enemigo
la
de recursos
la falta
rica Guadalajara,
revolución sufriría con
violentamente
salió
'
y
perder
y
se entregaba al
si
golpe moral que la
el
consecuencia de
Ruperto
don
Mier
dispuesto,
lo
con
dos
veintisiete cañones en dirección á
mil
Zamora
para detener la marcha del ejército de reserva.
una vez más triunfó
armamento
á quien Hidalgo había ascendido á coronel, bien conocía
poco que podía prometerse de los soldados que se
de aquel nombre, ventajosamente situado para
defender
el
camino real, fué, pues, ocupado por
independiente
á quien se unió el cura Macías,
Piedad, al frente
un
de
corto
número
de
el jefe
que se apoderara de las posiciones de dio la dirección de la
diez
una batería de diez y siete cañones, y en otra restantes que debían cruzar sus fuegos con
Apenas hubo
salido
Cruz de Tlasasalca recibió
noticia de que el enemigo, dueño del puerto de tiro, estaba decidido á disputarle el paso.
de la caballería
resto
dispuso
el
Todos
el
la
hizo
grueso de la división.
replegarse en
Urepe-
desorden
Mier, aprovechando esta
ventaja,
mandó avanzar
centro,
y dispuso que una de sus
por la
brío
izquierda,
dirigiese
cañones y una bandera.
cinco
de los dragones de
España y
cuerpo
de
principal
cuerpos
enemigos
realistas
,
dice
Cruz
en
su
parte,
la espalda de sus tropas, con la intención manifiesta de
' Cruz en el parte que dirigió al virey dándole cuenta de In acción de Urepeliro dice que lus independientes, según lo que pudo observar, serían diez ó doce mil hombres Alemán, siguiendo 1(1 relunión de Cruz, dice que los soldados de Mier eran doce mil. El doctor Mora asienta que fueron dos mil, número que hemos aceptado teniendo en cuenta las exugeruciones é inexactitudes de que están plagados los parles oficiales de Cruz y de tlalleja.
en
se retiraron
Rodríguez, á la cabeza de Qucrétaro, arrolló
independientes
los
el
tomándoles
,
y Porlier desbarató á los amenazaban la retaguardia.
que
,
que se retiraron en desorden dejando
muertos
en
Por parte de
campo.
el
fueron las pérdidas considerables
pues
generalísimo,
victorioso
el
los
aunque su
,
jefe
Cumplióse, no obstante este desastre, del
el
Cruz
^.
designio
tuvo
que
detenerse en Zamora para reparar su artillería, bastante
combate que acababa de
el
sostener, y
á continuar su marcha, y sin embargo de no haber tropezado con nuevas tropas con-
trarias
que
le
disputasen
esperaba al llegar
al
río
el
paso,
otro
obstáculo
le
Grande: una sola barca halló
disponible para pasar á la ribera opuesta
,
lo
que hizo
y penosa la traslación de su ejército y sus trenes, é imposible su reunión con Calleja en el día y el punto
lenta
por éste señalados.
Al saberse en Guadalajara que Calleja se ponía en movimiento desde Lagos, dispúsose
el día
mismo tiempo
fin
número fué cuidadosamente ocultado por su
ejército.
Al
independientes
Después de hora y media de combate, Cruz se hizo dueño de las posiciones y de toda la artillería de los
de seis cañones se hallaba en la boca ó entrada del
«dejáronse ver masas considerables de insurgentes por
Negrete atacó con los
desorden dejando por esta parte en poder del vencedor
todos sus fuegos sobre la de los realistas que compuesta
puerto.
aunque
y
sostuvieron el asalto con valor, al
sus fuerzas por su izquierda y
baterías
que acabamos de nombrar cumplieron
los jefes
fielmente las órdenes que recibieron.
aunque se dio prisa
ataque, pero su vanguardia fué recibida por
un vivo cañoneo que hasta
y un batallón del regimiento
don Rosendo Porlier.
los
Sin detenerse
Para hacer
provincial de Puebla á las órdenes del capitán de navio
los
la
y
centro al
el
teniente coronel don Francisco Eodríguez.
maltrecha en
primeros.
la izquierda,
que había de atacar
frente á los que hostilizaban su retaguardia destinó el
de la
soldados.
Sobre una de las eminencias que dominan la carretera situó
don Pedro Celestino Negrete para
del teniente de navio
quinientos
puerto
Cruz determinó
independientes: formó una gruesa columna al mando
los
independientes,
El
el
atacar á un tiempo las diversas posiciones ocupadas por
de Urepetiro, cuatro leguas más
de Zamora.
número, y
de los soldados del rey sobre las
improvisadas armas de sus contrarios.
pusieron á sus órdenes, y por esto escogió la posición allá
apurada situación,
esta
la disciplina sobre el
brillante
veintidós piezas de artillería
Mier, antiguo capitán del regimiento de Valladolid,
lo
En
por completo.»
cercarlas
la
abandono voluntario de esta
el
En
importante capital.
hombres
de
reunida á costa de tantos esfuerzos
artillería
dificultades,
certidumbre
la
,
195
las
Esta se efectuó
el
14 de enero, precisamente
mismo en que Mier disputaba
cercanías de Zamora.
dientes, en
la salida de todo el
el
paso á Cruz en
Las tropas de
número de noventa y
tres
los
indepen-
mil hombres, de
' Cruz dice en su parte que sus pérdidas consistieron en dos soldados muertos y uno herido. Tanto este jefe como Calleja ocultaban siempre las bajas que sus tropas sufrían en los combates. No es verosímil que después de un combate de hora y media y habiendo tomado las baterías á la bayoneta el ejército real hubiese tenido bajas tan insignificantes. Alamán que siguió en su Historia el parte de Cruz, creyó conveniente rebajar aún más la pérdida do los realistas en Urepetiro, y dice que ésta se redujo á un muerto y dos heriio de la revolución y que había sido ascendido á teniente general, el cual murió poco tiempo después. Entonces Jiménez, que acompañaba á Allende en el mismo coche, se arrojó de él dándose preso y suplicando cesase el fuego, lo que se hizo, y atándolo á él mismo y á Allende, fueron remitidos á la retaguardia. El último de lodos venía el cura Hidalgo, escoltado por Marroquín con veinte hombres que marchaban con las armas presentadas: intimósele que se rindiese como á los demás, lo que hizo sin resistencia. «Caminaba Allende con tal conlíanzn, creyendo que se le recibía respetuosamente por aquella tropa, sóio destinada á hacerle honor, que había dejado atrás á alguna distancia la que le acompañaba, que ascendía á mil quinientos hombres, la artillería y todas las cargas y bagajes. Elizondo, dejando suficientemente custodiados á todos los presos, se adelantó á su encuentro con ciento cincuenta hombres y los indios. Dio con ella á un cuarto de hora de camino, é intiman dolé que se rindiese, se dispuso á hacer fuego el oficial que mandaba los tres cañones que venían á la vanguardia. Elizondo se echó sobre él y le dio muerte: lo mismo hicieron los indios y se apoderaron de los cañones matando ú lanzadas á los artilleros: entonces los soldados desertores en Agua Nueva, viendo á sus antiguos compañeros, se pasaron á Elizondo, y todos los demás se dispersaron, abandonando veinticuatro cañones de diversos calibres, tres pedreros desmontados y más de medio millón de pesos en dinero y barras de piala. VA número de prisioneros llegó á ochocientos noventa y tres y unos cuarenta muertos: entre los primeros se contaron muchos coroneles, mayores y oficiales de todas graduaciones.» fíi.-íoi ia de México^
el
en
vencedor
valiente
Manuel Ignacio
La
Barca,
Solís, intendente del ejército.
y don
Entre
los
demás prisioneros contábanse brigadieres, coroneles y otros de menor graduación, así como empleados civiles y algunos
frailes
y clérigos, aparte de Hidalgo, Balleza
y fray Gregorio de la Concepción ^
Apenas terminada
la
aprehensión de los indepen-
dientes, llegaron á Acatita de Bajan dos gruesas sec-
ciones
de tropa enviadas
mando
al
del
Carrasco y del
capitán
por
el
retirado
teniente
coronel
gobernador Herrera
don
Nolasco
Pedro
don Manuel Salcedo,
Copiamos en feguida la relación de los prisioneros distinguide Acatitu de Bajan, formada por el gobernador Herrera. (Co' lección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo 11, página 419): '
ilos
:
{
tomo
II,
págs. ITG y 177, edición de 1850).
de
J.
E.
de Historia.
MÉXICO
916
Declaró que á pesar de habérsele
Charcas y Matehuala.
conferido sucesivamente los empleos de coronel cal de
tante,
campo, nunca se lo
cual era inexacto,
mismo había
y maris-
ningún asunto impor-
confió
le
pues en las Cruces y en
Calderón ejerció mandos de la mayor él
TBAVÉ8 DE
i.
entidad; dijo
que
sufrido graves quebrantos en sus intereses
con motivo de los saqueos de San Miguel y de Celaya,
IiOS
8IQL08
medio de su esposa doña Manuela de Eojas Taboada, que había sido aprehendida juntamente con
él
de Bajan; y continuando
de acusar á
los
demás, reveló
en su sistema
por
las funciones ejercidas
en Acatita
el
abogado
Chico en su calidad de ministro de Gracia y Justicia, las
lúgubres de Marroquín como ejecutor de las matan-
zas de españoles,
las
opiniones
doctor Castañeta
del
cien españoles
(preso entonces en Querétaro) respecto de las excomu-
en Guadalajara, sacándolos de la prisión con la auto-
niones fulminadas por la Inquisición y los obispos; y en
más de
é hizo mérito de haber salvado
empleo
ridad que le daba su
militar,
y ocultándolos
luego; declaró, que deseando separarse de la revolución,
había escrito desde solicitud
del indulto que
ya
brigadier Calleja en
al
Saltillo
el
se
le
tenía
ofrecido
por
su afán de delatar afirmó visto
en Acámbaro
el
empleo
de teniente general.
independientes
(
,
don
que Arias
Acatita
,
salió
á quien hemos
,
de
Querétaro
como
,
y que por haberse quedado entre
ellos
hoy cuartel de artillería)
sus operaciones, sino también con
despojó
mucha humanidad con
á quienes no persiguió en sus personas ni
los españoles,
Las declaraciones de don Ignacio Camargo
en
espía del gobierno para observar los movimientos de los
MoNTEREY. - Antiguo obispado
sin cumplir su comisión obtuvo
sucumbir
de sus bienes, dando una prueba señalada de
Pedro Aranda, don Juan Bautista Carrasco y don Manuel Santa-María, caballero de la orden de Santiago y
Antonio Cordero, que habiendo sido cogido después del
gobernador que fué de
desastre de puerto del Carnero por sus mismos soldados
provincia
la
quedaron unidas á
la
Alamán, contienen
noticias
los sucesos
en
ellos
teniente
de Nuevo León,
causa de Abasólo.
muy
«Todas, dice
circunstanciadas sobre
de aquellas provincias y sobre la parte que
tuvieron los declarantes
general
Jiménez
,
,
y especialmente
el
que fué comisionado para
caballerosidad
y entregado éste,
que
relación
muy
honroso para Jiménez,
quien no sólo se condujo con mucho tino y acierto en
el
conducirlo,
cuando salieron ambos de Guanajuato y encontraron en San B'elipe á Iriarte con las fuerzas con que marchaba siendo todo
gobernador
de
Coahuila
don
lego Villerías que fué en su alcance,
prisionero no sería tratado con la considera-
ción que deseaba,
recibió
,
al
el
recelando Jiménez, por lo que conocía del carácter de
sublevarlas por Allende desde la hacienda del Molino,
en su auxilio
con
y
y no
alojó
de
mandó un sólo
lo
dejó
en su casa.
tantos
oficial
con un coche para
en libertad, sino que lo
El ánimo, oprimido con la
hechos atroces,
descansa
encuentra una acción generosa, quedando
de que
ésta
el
cuando
sentimiento
no fuese dignamente correspondida con
igual nobleza por el enemigo, en cuyas
manos cayó por
—
:
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS las vicisitudes
de las revoluciones,
el
que con
ella se
había hecho tan recomendable, dando un ejemplo tan
poco común en aquel tiempo
De
propósito
^" anteriores
las
El escritor que deturpa por sistema
de
lución
independencia,
se
y
defenderse presentó
hemos copiado
líneas
que contienen un juicio exacto de la noble conducta de Jiménez.
proceso,
inclina
ante
la
uno
revo-
de
sus
su
sin
por
217 que
los
acusados tuviesen
mismos
sí
dictamen
el
el
nombrar defensores,
abogado
don Eafael Bracho,
auditor nombrado por el comandante general de cias internas,
por
y en seguida
sentencia
como traidores en
Gaceta de México de 17 de octubre de 1811
y
cadalso coronó dignamente su gloriosa
de Chihuahua, en los
En
corta existencia consagrada á la libertad de la patria.
Sin
más formalidad que
tomadas á
los presos;
sin
las
primeras declaraciones
que las causas se elevasen á
MoNTBREY.
^
contra los jefes siguientes, que fueron fusilados por la
su muerte ea
el
muerte
de
espalda
corifeos
Provin-
el tribunal especial erigido
pronunció
funcionario
ese
y proclama sus virtudes. Jiménez, en efecto, ni pidió gracia ni la halló en sus enemigos; y
ilustres
derecho de
de
ó
10 de
la plazuela
días
y
el
de los Ejercicios
orden que expresa la
mayo de 1811: don
Ignacio
don Juan Bautista Carrasco,
coronel;
Agustín Marroquín
,
Camargo,
brigadier;
don
capitán.
— Ruinas de la Ciudadela (Estado actual)
El 11 del mismo mes: don Francisco Lanzagorta, mariscal; don Luis Gonzaga Míreles, coronel.
En
de junio:
6
constancia todos los resortes para librarle del cadalso,
don José Ignacio Ramón, capitán;
don Nicolás Zapata, mariscal; don José Santos
Villa,
coronel; don Mariano Hidalgo (hermano del cura), teso-
rero
don Pedro León
;
En
,
mayor de
26 del mismo mes
:
teniente general.
Solís
,
director
don José María Chico, abogado; don José
intendente
de
de
don
Vicente
Valencia,
don Onofre Gómez
Portugal,
ejército;
ingenieros;
brigadier.
Salvó con vida Abasólo, merced á sus delaciones, '
Alamín. T.
— Historia de México, tomo II, púg. 188.
IIL— 28.
él
al influjo
de algunos de los españoles á quienes
protegió en Guadalajara;
pero en cambio se
le
con-
denó á prisión perpetua que debía extinguir en España, á confiscación
plaza.
don Manuel Santa-María, mariscal; don Juan Aldama,
27:
y quizás
de todos sus bienes y afrentados sus
don Ignacio José de Allende,
generalísimo; don José Mariano Jiménez, capitán general;
En
á los esfuerzos de su esposa, que movió con infatigable
'
«...
Como se ve, se atrepellaron todas las fórmulas, asi en la como en la conclusión de las causas, si así pueden lla-
instrucción
marse. Esa junta no tenia ni la forma de consejo ni se parecía en nada ú ninguno de los tribunales reconocidos en aquella época; era sólo un tribunal ad hoc, una comisión militar tan revolucionaria como las que había habido en tiempo del terrorismo en Francia, con la circunstancia de estar formada de enemigos políticos de los acusados, y contándose entre ellos algunos de los que habían combiZerecf.ro. Memorias para la historia de nado la aprehensión.» Alamún, lejos de disertar las reüoluciones en México, pág. 304. sobre este punto, como tiene por costumbre, aun respecto de las trivialidades ajenas á la historia, dice simplemente que en este asunto
—
—
—
Historia de Méscico, se procedió con todas las formalidades... (!) II, púg. 202, líneas 13 y 14, edición de 1850.
tomo
—
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
218 hijos, no valiendo
el
trueque seguramente
que hizo de su entereza tarde (1819) en
que
sin
,
el castillo
enviaron á Durango
por
y murió algunos años más
Salcedo.
de Santa Catalina de Cádiz,
neral; don Ignacio Hidalgo,
esposa, modelo
su
el sacrificio
de
abnegación
ternura y
conyugal, dejase de acompañarle un solo instante
Fueron, además, sentenciados á presidio, con nota de
infamia trascendental á sus
hijos,
y confiscados
Pedro Bustamante
y
,
Ignacio Jiménez y
,
los
Todos
ellos fueron
asesor
ordinario
procesados por
de
aquella
por toda su vida; Aranda, mariscal, y Carlos Martínez,
exigió
Ignacio Maldonado y algunos otros, por diez años.
Gabriel de Olivares, que procediese
Al mismo tiempo que en Chihuahua sucumbían
lados en Monclova fraile
franciscano
el
la
independencia
condenó á
de aquella
obispo
teniente letrado
el
Pinilla Pérez, quien los
del
Concepción).
la
intendencia
bienes de los que los tenían: Andrés Molano, coronel,
más notables defensores de
Bernardo Conde,
los frailes
Carlos Medina
Gregorio Melero y Pina (Gregorio de
'.
Nemesio
don
gobernador
el
Esos eran don Mariano Balleza, teniente ge-
pena
la
capital.
don
diócesis,
y
Ángel
don
,
Se
Francisco
á la degradación,
los
eran fusi-
,
abogado don Ignacio Aldama y
el
don Juan Salazar, que aprehendidos
en Béxar por Zambrano, como hemos dicho ya llevados á la capital
^,
fueron
de la provincia de Coahuila.
El
primero, dos días antes de su muerte, escribió un manifiesto
en
que
expresaba
Dios
que
abrirle los ojos y conocer sus frudente y sabio confesor que
cuan justo era los agravios
el castigo
'
en
errores, por
medio del
se le destinó,
y conocía lo
había
firma del obispo de Durungo don Francisco Gabriel de Olivares
la
pero éste rehusó hacerlo y tuvo fuertes contestaciones con
asesor;
el
don Bernardo Bonavia,
intendente
el
comandante general de Durango, dio,
embargo,
sin
la
siguiente orden al teniente coronel graduado de caba-
^.
Acatita
Facsímile de
dignado
que iba á sufrir para satisfacer
fué menos sangriento
que presos
había
y ofensas hechas al Señor que
creado y redimido
No
se
de
el
fin
de los eclesiásticos
llería
don Pedro María Allande y Saavedra
«Pasa
Bajan y otros lugares se
«Doña Manuela Rojos Taboada, de una familia rica y princiChamacuero (intendencia de Guanajuato), se
escribano de gobierno á notificar la sen-
^crmfc)/n^ í/^m\^ ¿en é.y ¿r«9i- ¿A
n,
,^
^^^5^.:
»WJ «M W* * ffj-^.^
iil^)
l
Ti/i'
/(';'
delspí !j
_>
COPIA DEL PRIMER PEDIMENTO FISCAL EN LA CAUSA FORMADA A DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA POR LA INQUISICIÓN DE MÉXICO EN 1810 (
El original se halla en poder del señor don Juan E. Hernández y Dávalos, México, 1885
)
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS Tal fué
término de los hombres que seis meses
el
más elementos que su valor y su
antes, sin
esfuerzo,
sorprendidos súbitamente en sus trabajos de preparación revolucionaria,
obligados
y
apresurar
á
hora
la
del
levantamiento contra los dominadores españoles, dieron el
de
ejemplo
clarísimo
en
esparcidos
patriotismo
de los medios tan escasos
que allegó en su daño
hermanos
sus
Y
á pesar
que á su alcance tuvieron
empresa, y no obstante
iniciar su
á
ámbito de Nueva España.
el
al
los cuantiosos recursos
gobierno vireinal, los vemos
el
marchar de victoria en victoria, seguidos más que de
y entusiastas muchedumbres; vé-
ejércitos, de ruidosas
rnosles
dominar en una extensión
que obedece á
las
territorial superior á la
armas vireinales; y vemos que
los
ánimos se levantan; que por do quiera brotan combatientes apellidando el
independencia, y que ha bastado
la
mágico grito dado en Dolores
cambio completo en sumisa y
modo de
el
pa,ra
que se realice un
ser de la hasta entonces
pacífica colonia.
Que
de la inmensa
aspiración
la
mayoría
de
los
mexicanos respondió al llamamiento de Hidalgo, demuésde prosélitos que se alzaban á la voz
tranlo los millares
de
agentes
sus
setiembre.
de
sus
y aquella
animosa desde
y
delirante
i,
Empero, un
la
multitud
análisis del filósofo sino con la ciega
del partidario, pretende explicarse
saqueo proclamado
del
y seguridad para apoyo de su
sombrío cuadro de la revolución mexicana, no con
ya
el frío
pronunciadas por
inmerecido ultraje lanzado á la
faz
de todo un pueblo
á quien se quiere presentar accesible tan sólo
y á
más execrables
los
Alamán
instintos,
hay en
robo
al
obra de
la
adulteración de los hechos, la simu-
la irritante
lada ignorancia del estado social de la nación en aquella
época, y por ende, la tendencia que diríamos absurda,
no fuera dolosamente calculada propugnadores de
la
si
á exigir de los primeros
,
independencia un plan completo de
política, una regularidad acompasada y metódica en todos sus actos y un concierto imposible
organización
cuando un pueblo se alza irritado y tremendo á reivindicar
sus
derechos.
Y
esas imposturas, y ese atrevido
falseo de la historia patria los
y cinco años, como
verdad,
aquellos
han pregonado desde hace
más
la
perfecta expresión de
que, mal hallados
con
los
libres
en que nacieron y suspirando por
destinos del suelo
el
yugo de extranjeros opresores, han pretendido encubrir
mengua con
su propia
de
envilecimiento de un pueblo
el
de
sangre,
su
rango
su
y de sus
glorias.
La voz de Hidalgo conmovió, pues, á COSTILLA. MICHOACANENSI. PARROCIIORUM. OBDINIS. BT. VETERUM ET. ^VIS. NOSTB^.
JüSEFO. IIIDALOO.
cau-
el
Pero aparte del
que reniegue Llave dedicó en 1823 á los defensores de la independencia Hidalgo, Allende y Abasólo las siguientes inscripciones:
y sus compañeros, recordando en
c%
tesis las palabras
osada resolución
treinta
el
como sistema de
la
la
ennegrecer
gene-
incentivo
un medio de saltación
de la independencia al adoptar
siguió
dedicó gran parte
las
el
de arrojarse al combate y á la muerte.
dillo
16 de
de
y explicar á
Hidalgo
por
propaganda, y más aún, como
le
tarea
y arrebatada pasión
raciones futuras este entusiasmo general en
épica aurora del
escritor que
años á la tediosa
que
223
compa-
sus
F.T.
;
cuando proclamó
triotas
morir por
ella.
Pero
la
independencia, y corrieron á
que á su vista combatieron con
los
FORTISSIMORUM. VIRORUM. NULU. SECUNDO
furor en
QUI.
COMMUNEM. PROPELLKNDAM. SERVITUTEM PRIMUS. AD ARMA. MEXICANOS. EVOCAVIT. COLLECTIPQUE. COPIIS IMPETUM FECIT
AD.
IPSI.
QUOD. BEM. MAGNIFICAM. DIVINAMQUE. PRÓRSUS. ET. COGITAVIT. ET ADGHESSUS. EST. QUODQUE. CAPTUS. Ali HOSTIBUS. SUPLICIO. QUE. EXTINCTAS. LIBERTaTIS. NOSTBvE. CIIARTAM. PROP. SANGUINE. OBSIGNAVIT. NOVUM. ISTUD. VEGETaNTIUM. GENUS.
monumentum.
GRATI. animi.
el
la metralla; los
las Cruces, arrojándose sobre los
que en Acúleo hicieron frente á
murieron que abandonar
REBUS. CLARISSIME GESTIS.
SUPPUCIO
DEMUM.
HIDALGO. SOCIO. ET. CONSORTI.
reductos
los
confiados
horas
y por
victoria
la
veces
miraron huir
los
que sabían que
el
campos de batalla era
el
tres
destrozados batallones de Flon; la
muerte en
la
los
consagrados; todos esos,
facción de que fué órgano
Alamán,
Respuesta de Hidalgo á
los cargos
IV
y
XXVI.
los
según
sólo siguieron al
héroe de Dolores atraídos for el celo del saqueo ^
Verdad
es
que
los
nobles
sentimientos
de
libertad,
independencia y dignidad nacional han sido siempre tan incomprensibles para el partido de la traición
JOSEFUS. MARIANUS. ABASÓLO. STRENUUS. ET. IIUMANISSIMUS. VIR. ínter. MICHOACANENSES NATUS. hidalgo. et. allende. collaborator. commendatissimus. ob. res. una. cum. illis. gloiiiosissime. gestas. IN. PROPUGNÁCULO. SANCTJÍ. CATIIALIN.E. AD. GADES FEBRI. PERCUBSOS. E VIVÍS. EXCESSI.
á su
guarda; los que en Calderón tuvieron suspensa por seis
destino á que estaban IGNATIO. ALLENDE. MICHOACANE. EDITO: ANINI. CELSITUDINE. ET. ROBORE.
las bri-
llantes tropas del vireinato; los que en Guanajuato antes
cadalso ó
D.
monte de
cañones realistas para tomarlos ó morir destrozados por
«No
y de
las
que los prosélitos corriesen á ofrecerse á midice en sus declaraciones, por donde quiera que sus comisionados se presentaban, proclamando el saqueo de los Historia de México, tomo H, pág. 212). El españoles.» (AlamAn. mismo autor dice lo siguiente: « La guerra vino á ser no ya la lucha entre los que querían la independencia y los que la resistían, sino la defensa natural de los que no querían dejarse despojar de sus bienes, contra los que, siguiendo el impulso que Hidalgo había dado á la revolución, no tenían más objeto que robar a todos, en sonde proclamar la independencia » (Tomo II, pág. 213 de la Historia de Méícico). '
llares,
es extraño
como Hidalgo
—
'*
MÉXICO Á TEA VÉS DB LOS SIGLOS
224
intervenciones extrañas, como lo eran los versos del cul-
como consecuencias
tísimo Ovidio para los bárbaros del Ponto.
Un
precipitado en el
levantamiento
parte las
más humildes
clases sociales
y
que
los
tomaron
hombres de
todas procedencias, pero dominando los de baja estirpe,
como sucede siempre en todos
pero lamentando esas manchas de
los alzamientos nacionales,
no podía menos de producir hondísimas perturbaciones y graves quebrantos. Pudiera sostenerse con copia de sólidas razones que la perpetración de los saqueos de
San
de
de
pueblo
de
la
esas
independencia, villas
debiera
achacarse
al
y ciudades que aprovechándose
de la victoria de aquéllos se entregaba á
todo
linaje
de
desórdenes; pero aceptando que en éstos tuvieron participio
los
defensores armados de la independencia, cuyos
jefes superiores, entre ellos Allende,
siempre reprimieron con vigor
el
Aldama y Jiménez,
robo y el saqueo
';
é
revolución ya no
ineludibles de todo sacu-
el criterio
de los deturpadores
que las condenan como un mal abso-
la nacionalidad
luto,
¿qué anatemas debiera arrojar
la historia
sobre los
que, representantes del orden, de la autoridad establecida
y de
las leyes
,
permitían que sus tropas entrasen
á saco las casas de amigos y enemigos en San Miguel '?
y en Dolores
A
Miguel, Celaya, Guanajuato y Valladolid, más que á los ejércitos
fatales
dimiento popular, sino con
la
los triunfos sucedieron
rápidamente los desastres,
y cada encuentro, después de la batalla de las Cruces, fué
una derrota para
disciplina
calidad
,
el
las
armas de
armamento
los hábitos
mando en recursos
,
,
la
independencia:
abundante
y
de
la
la
mejor
de obediencia en los soldados y de
los jefes, la
pericia de éstos
y
los cuantiosos
de que dispuso un gobierno, fuerte con tres-
cientos años de dominio absoluto
y tranquilo, dieron
la
/^c%^
'fí^f^^^^^^
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'
Véase capítulos V] 1 1 y
1
X
.
irffi^
Véase capitulo X. Calleja y Flon permitieron é sus tropas
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
225
p/ií-í^^-z.
^a^u
^X^
^orai!'
0é¿-te^Á> Ú^Í^Jí- ^^ ^^«i!!isíiiii.„i (
*
lo
,v^jí>
Don Andrés Quintana Roo
virey Venegas nuevas y vigorosas disposiciones para
que vale más, de un ánimo esforzado capaz de afrontar
el
hasta
reprimir la insurrección.
martirio
el
y
pueblos,
y
sus
partes
mano en mano en
aprecio; circulaba de
los
Leíase
en defensa de la patria.
Ilustrador Americano por todas
viriles
acentos
con
á
Emparán hemos
De
las tropas
que
de agosto una brigada de las tres armas al mando del teniente coronel Castillo y Bustamante,
primera de estas dos ciudades
salían
de
los
lugares
sujetos
á
la
al
dejando en la
coronel Iberri á la
dominación española y corrían á unirse con los insur-
cabeza del primer batallón de la Corona.
gentes.
las
En
tanto que la Junta de Zitácuaro desplegaba he-
roicos esfuerzos para
tantos elementos al
acaso
ó
bajo
hasta
Toluca hizo marchar á Valladolid en los primeros días
de
que
mando de
y
llamada patriótica que provocaba constante emigración jóvenes
al
visto retroceder en gran desorden
modo de
las ciudades
eran
el
avidez
organizar y unir bajo su dirección
y voluntades que antes habían obrado la inspiración del momento, dictaba
filas
Engrosadas
de Castillo y Bustamante con las tropas de
Linares y algunas otras que se hallaban en Valladolid, salió •
de esta última ciudad
el
6 de setiembre de 1811
Biografía de Rayón. (Hombres ilustres mexicanos, lomo
póg. 52i).
111,
,
MÉXICO A TEAVE8 DE LOS SIGLOS en busca
del
independiente Muñiz que al frente
jefe
de ocho mil hombres y trece cañones se hallaba situado
en
loma de San Juan, próxima
la
La columna
realista
al
cargó denodadamente
de
7
el
después de quitarles
toda
su
y marchó hacia
artillería
,
Pátzcuaro donde se hallaban don José Antonio Torres y el padre Navarrete con gran golpe de gente y veintidós
No
cañones. la
considerando estos jefes defender con éxito
población, se retiraron á las lomas de Zipimeo colo-
cando
sendas
en
eminencias
cañones
sus
convergente, resueltos á disputar Castillo
paso
el
y Bustamante no tardó en aparecer á
Pero tiempo
de
libre
quedaron expuestas á
y de sus inmediatos al
frente de
Este
colocada.
audaz
y
madru-
la
de
los
México
de
mismo orga-
de
Cuesta,
la
y
jefes
los
Oviedo y Tenango llegando en sus
independientes
cerro de
el
En
inmediaciones de Toluca.
Rosendo Porlier, á quien
procurar la destrucción de las partidas de insurgentes
que abandonaron su
que se desbordaban desde los desfiladeros de Zitácuaro
y se pusieron en fuga, siendo perseguidos tenazmente por un trozo de caballería á las órdenes de
hacia las llanuras de la intendencia de México.
don
insaciable en
de
Iturbide, que
calidad de ayudante
servía
á
sazón
la
del teniente coronel Castillo.
prisioneros que se hicieron, en
número de
en
Los
trescientos,
fueron fusilados sobre el mismo campo de batalla
Valladolid,
mantuvo día era
la
que
por algún
tiempo
guarnición,
cuj'a
había amenazado á
reforzada
por
dictadura de don Torcuato Trujillo
el ,
virey,
que cada
más insoportable á sus vecinos y autoridades.
Después del
de Zipimeo, las tropas realistas se
triunfo
una ferocidad
y
nuevas pruebas de su
ingénita crueldad en el terreno que acababa de confiarle
alcanzadas por las armas realistas, conjuraron de pronto peligro
visto desplegar
Galicia, emulando al odioso Cruz
la autoridad superior del vireinato.
^.
ofensiva,
el
Nueva
al tristemente célebre Trujillo, dio
defender
victorias que
hemos
Porlier, á quien
acabamos de señalar,
Las dos últimas
confió las
Emparán, con órdenes
reliquias de la antigua división de
movimiento
artillería
Agustín
vista
Guada-
virey hizo venir desde
el
terminantes de conservar á Toluca á todo trance y de
ejecutado
desconcertó á los independientes,
él
ella
de la batería sobre
bien
Rayón
pueblo y sus inmediatas haciendas por don Juan García
eminencia de la derecha y caía impetuosaretaguardia
demás pobla-
enemigo.
lajara al coronel don
la
durante
nizados y disciplinados, arrojó de Ixtlahuaca el 11 de
y Bocio con dos escuadrones de dragones
mente sobre
que
Su hermano don Ramón,
tenientes.
cuatrocientos hombres por
de este nuevo peligro,
la
y
las
las diversiones militares de
insurgentes, en tanto que el teniente coronel Echeagaray
rodeaba
partidas
setiembre á los cuerpos de fatriotas levantados en este
piezas
las
la
situadas al poniente de la intendencia de México
ciones
correrías hasta las
con
numerosas
las
varios meses la amagaron, Toluca
violento
cañoneo
restablecer
de Michoacán se vio por algún
capital
si la
Canseco ocuparon
sostenido
de
fin
comunicación entre Guadalajara y Valladolid.
gada del 14 de setiembre, cambiando desde luego un
y
el
batería
en al
Zamora con
hasta
correrías
pueblo de Acuitzio.
setiembre las fuertes posiciones de los independientes
263
el
plaza
la
de
Toluca,
Lejos de reducirse á
tomó
desde
luego
la
y en los postreros días de setiembre emprendió
ataque del cerro de Tenango defendido por numerosa
gente
obstruido
y
peñascos los
que
por
hondas
En vano
asaltantes.
cortaduras
independientes
los
Porlier
hacían hizo
y gruesos
rodar
sobre
avanzar por
la
izquierda de la posición al regimiento de Marina y por la derecha al batallón de la Corona, que ni uno ni otro pudieron llegar á la cima
maltrechos
hasta
Toluca
batalla el cadáver del valiente
Engreídos taja
los
y tuvieron que retroceder sobre el campo de
dejando
mayor
Villalva.
independientes con esta notable ven-
que produjo grande entusiasmo en toda
la
zona de
reuniéronse en número considerable, y en la
Zitácuaro,
primera quincena de octubre estrecharon rudamente á
Toluca Fucsimile de lu lirniu del jefe realista CastiUo y Bustamante
extremo de obligar á Porlier á permanecer
al
encerrado en
dividieron
y
en
dos
Bustamante
secciones,
recorría
pueblos, destruyendo en fundición de cañones
y mientras que Castillo Urecho, Tacámbaro y otros
el
segundo de estos lugares
la
establecida por el capitán general
la
ciudad guareciéndose tras sus fuertes
Continuados ataques dirigieron los indepen-
trincheras.
y pusieron en tal aprieto á el virey hubo de disponer
dientes
Toluca, que
los
defensores de
la
violenta salida
para aquel rumbo del capitán de fragata don José María
Cueva
al
frente de cuatrocientos soldados de infantería,
Muñiz y fusilando sin piedad á cuantos prisioneros caían en sus manos Linares marchaba por los pueblos colin-
refuerzo,
dantes con la provincia de Guanajuato, y extendía sus
de ataque, la que en la madrugada del 21 de octubre
,
— Historia
Alamán. de 1850. — J. M. '
póg. 243.
L.
Mora.
de cien dragones y de dos piezas de á cuatro.
logró de México, tomo
— México
y
pág. 3S8, edición aus renolucíones tomo ]I,
,
W
posible
fué
desalojar de
la
á
Porlier
fuerte
Con
este
organizar una columna
posición del Calvario á los
insurgentes Oviedo, Albarrán, Rosales y Montes de Oca,
quienes perdieron toda su artillería y pertrechos y se
-
MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS
264
Quedaron cien pii-
dispersaron en distintas direcciones. sioneros en poder del vencedor,
en
puestos
fila
en
la
quien los hizo fusilar
de
principal
calle
dejando con vida más que á uno
para que fuese á
solo,
el
y valorizando en toda su
importancia la expedición que era preciso enviar contra asiento de la Junta Suprema, dio órdenes terminantes
el
á Calleja
al principiar el
propósito
á
noviembre
dejándola
mes de noviembre para que
se
cuidado
al
del
Fernando Pérez Marañón, hombre poco
para
afrontar
la
en que
situación
difícil
pronto iba á verse colocada aquella populosa ciudad.
Quince días después de
virey á procurar la destrucción del centro
revolucionario de Zitácuaro
de
11
el
intendente don
i.
contar esta terrible matanza á sus compañeros
Atento
no
Toluca,
ciudad
la salida
de Calleja comen-
zaron á realizarse los temores de éste, pues guerrillero Albino García, saliendo
incansable
el
de sus guaridas de
Valle de Santiago y Salvatierra, donde le hemos visto
refugiado á fines de octubre
i,
aparecía en
cumbre
la
del
cerro de San Miguel que domina á Guanajuato por el
pusiese en marcha reuniendo antes todos los elementos
rumbo
que asegurasen un éxito completo.
en las rancherías y pueblos inmediatos, y no tardó en ver engrosadas sus filas con los mineros y parte del pueblo
Pero este hábil general quiso adoptar que impidiesen, durante su ausencia, provincias
ricas
mando y á
medidas
pérdida de las
logrado había conservar bajo su
que
costa
la
las
de rudas fatigas en el curso de aquel
año (1811), temiendo tanto los esfuerzos que desplegarían en esa sazón los independientes efectos
de la desobediencia Previno,
realistas.
y
como
los deplorables
de
algunos jefes
celos
en consecuencia,
coronel Arre-
al
dondo que con parte de sus tropas cubriese
plaza de San Luis Potosí; solicitó de Cruz que avanzase
una
división
León
hacia
ó
la
Piedad
mando de
al
Seguíale gran golpe de gente reclutada
Sur.
bajo de la ciudad en quienes la causa de
la
indepen-
dencia contaba numerosos prosélitos.
las
primeras
Desde
horas del 26 de noviembre las fuerzas de Albino García
empezaron á
vivísimo fuego de cañón y fusilería
dirigir
sobre la ciudad,
causar mucho daño, tanto por la
sin
distancia á que ésta se halla de la
como por
importante
la
del
la torpe puntería
Pocos eran por
el
cumbre de San Miguel
de los asaltantes.
de Guanajuato mandados
los defensores
conde de Pérez Gálvez, coronel del regimiento de
caballería
Príncipe,
del
primera
por
quien
vez
se
Negrete, á quien una serie de brillantes hechos de armas
hallaba en una acción de guerra, y ejercía las funciones
habían dado merecido renombre; y ordenó que
de
niente coronel Meneso recorriese el camino de
juato á Querétaro con entre
el fin
puesto
á
virey mismo,
Guana
empero, poco dis-
emanasen
órdenes que no
obedecer las
te-
de asegurar la comunicación
Arredondo,
ambas ciudades.
el
no dio cumplimiento á las
del
prevenciones
de y en cuanto á Cruz, urgido por una derrota que acababan de sufrir algunas de sus tropas en Jiquilpan 2 manifestábale que no le era posible en aquellos Calleja;
momentos desprender de su ejército la división que se le pedía, y mucho menos enviar al coronel Negrete, que enfermo á consecuencia de las fatigas de
la
campaña,
pedía con insistencia su relevo.
de
retirado
subiendo para
con tropas que guarnecían diversos lugares
de las provincias que iba á abandonar.
La
división de
barrio
y los que salieron mente en la plaza.
Calleja,
á
la
cabeza
de
las
pocas
tropas
—
Historia de México, lomo II, póg. 392. AlamAn. ' Cruz daba noticia de esa derrota á Calleja en la siguiente carta fechada el 15 de noviembre y cecrila en mal francés: «.Un ecénémentjácheuaicientd'arneer dons Xiquilpan. Un corps de caealerieforí de 460 a été surpris daña le milieu de la nuit par les J'ripons. Je atiis a pretent fort incomodé, cependant que les noavelles n'ont pas arricé acec détail.-» (Campañas de Calleja, pá'
gina
1.34).
sendero estrecho
el
en
cumbre
la
muertos
fueron
del
su jefe
el
ilesos
concentraron precipitada-
se
Descendieron entonces en ruidoso
y con
un cañón que colocaron en
Diego
el
plazuela de San
la
fuego sobre las trincheras
realistas
momento creyeron ciudad
español Argonz púsose
plazuela
con
logró
asaltantes.
arrojo
animando al frente
sobre
apoderarse de
Un
los
de los
defensores
el
de los más esforzados, y
cañón
él
y tornarlo contra
situado
y desconcertó á
,
procedentes
al
en
la los
de
los
este último punto.
soldados de
saber que algunas
León y
dejábanse ver en aquellos momentos por
el
de
Silao,
camino de
El temido guerrillero resolvió desde
luego retirarse, y así ción
poder
la
repique á vuelo en la parroquia celebi'ó
triunfo tan inesperado
realistas
á
el
Albino que más perdieron ánimo tropas
en
irremisiblemente
pero
;
de Guanajuato que
los pobladores
á caer
iba
que
Por un
sostuvieron con valor tan impetuosa acometida.
echándose
disponibles que se hallaban en Guanajuato, salió de esta
sin
,
Espinazo empieza en
del
termina
pero
Intentaron
tropel los insurgentes ocupando parte de la ciudad,
y Bustamante; la que obedecía á Guizarnótegui y que resguardaba á San Miguel el Grande debía tomar la misma dirección; y las más reducidas de Meneso,
El mismo
nombre
sargento
,
capitán español la Riva y muchos de los que la formaban,
independientes
Viña y Oviedo habían de incorporarse á las anteriores abandonando las líneas que respectivamente custodiaban.
el
Aguirre
posición del enemigo,
la
una columna por
Venado y
del
de
Guanajuato.
la espalda
cerro de San Miguel;
García Conde que estaba en Lagos se movió por orden suya hacia Maravatío, donde debía reunirse á la de Castillo
ello
y pendiente que con el
de
batallón
del
embargo, atacar por
rompieron
Forzoso fué entonces á Calleja organizar su cuerpo ejército
mayor de plaza don José
lo hizo
con desordenada precipita-
dirigiéndose á la hacienda de las Cuevas.
«Túvose
en Guanajuato por milagrosa esta retirada, dice Alamán, con
la '
que se salvó la ciudad de las calamidades que
Capitulo
XV.
la
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS Hmenazaban, e!
insurgentes
los
y atribuyéndolo á
,
Virgen bajo
la Santísima
la
protección
la
advocación de Guanajuato,
nicho en que se venera su imagen en la
se colocó en el
León y de
habiendo
manifestado
intención
de
,
volviese y todos
que inspiraba
el
Albino
se
inquietud de
con
de las tropas
de Jalisco á las órdenes de don Ángel Linares y de (¿uintaiiar,
con
lo
que pudieron ponerse en mejor estado
de defensa.»
,
empero,
se repitió,
San Miguel y en
pueblos de Dolores y San Felipe,
los
invadidos y saqueados por las
(lue fueron poco después
partidas de Albino, ni fué visible la protección divina en otros
muchos lugares de
la rica intendencia
en manos de los independientes
Dejando para
que cayeron
com-
realizándose por
,
el
próximo capítulo
consignemos
rumbos
La Nueva
despotismo
férreo
de
actividad
era
división
de
Negrete,
más
el
Aquel
general
entretanto
,
había avanzado hasta
,
Trujillo en los
distinguido.
por los insurgentes en Coalcomán para fundir cañones, y por el pérfido Villaescusa en el extremo
de
vasta
la
intendencia
ocupaban á Acaponeta, allí
en
la
sangre
enviados por
el
derramaron á porfía
que
miento combinado de
y para dar tiempo
las tropas
de
al
movi-
que proce-
Porlier,
dentes de Toluca debían concurrir al ataque de Zitácuaro.
de haberse dedicado
ambos españoles, y que después comercio mandaban á la sazón
al
urbanos levantados en aquella ciudad; y cuéntase del segundo que en una de sus expediciones se
Eío, en cuyo
de
Alzábase en
antigua Valladolid.
la
Animas de esta ciudad una
la plazuela
vieja iglesia
principios del siglo pai'a reclusión de señoras: del
independiente
jefe
Villalongín
,
de las
destinada á la
esposa
perseguida por
el
gobierno español, fué encerrada en esa reclusión con la
mira
de
obligar
de
depusiese las armas. desistiese con
este
modo á su marido
Lejos de que
el jefe
que
ya mencionado
atentado de sus patrióticos
este
á
propó-
Y
el territorio
sin
fuerza,
entró en la ciudad á despecho de la guarnición
realista,
mandada á
llegó
la
á
se presentó un día en
la
plazuela
sazón por
de
las
el
teniente coronel Sola,
Animas y extrajo de
reclusión á su esposa con gran sorpresa de los
la
y
la
de Querétaro continuaba henchido de parti-
Huasteca, y especialmente con
lado de Huichapán
el
(jue
la
ciudad entera.
otras unido á las de
T. III
-31.
antiguo cura de Nopala,
convoyes en
el
al
dada por
capitán
el
los Villagrar.es,
camino de Querétaro á
Columna.
grado
de su guerrilla, y atacaba
frente
Anaya y de
el
la capital
destrozaba á la tropa realista de Villa del Carbón
A
fines
y
man-
de noviembre,
todas esas guerrillas asaltaban en Calpulalpam y ponían en grande aprieto al coronel realista Andrade, quien al frente de
soldados.
un
rico
convoy se dirigía á las provincias del
debiendo su salvación á la intrepidez de sus
En
el distrito
quien, dividiendo
su
de Tampico y el
la
zona de
la albo-
coronel realista Arredondo,
fuerza en
dos secciones
,
una
al
mando de don Cayetano Quintero, y otra á las órdenes de don Alejandro Álvarez de Güitián,
contenía á duras
penas á las partidas insurgentes del indio Rafael
guardias
Salió acto continuo de la pobla-
de Villagrán por
había recibido de la Junta de Zitácuaro
de brigadier, unas veces
los
las
'.
Don José Manuel Correa, y
'
y de
correrías,
das que se comunicaban con las de Guanajuato, Michoacán
rotada Huasteca operaba
Calleja,
de Valladolid acompañado de una pequeña
familias
en las cuales
carnicería sin distinción de sexo
Acámbaro á hablar con las puertas
muchas
embargo de estas sangrientas
interior,
,
no distante de San Juan del
se habían refugiado
sitio
y aprovechando la ausencia de Trujillo, quien, como hemos dicho más arriba se había dirigido á sitos,
,
de insurgentes de los pueblos inmediatos,
Justo es que consignemos en este lugar un hecho heroico que ha perpetuado con legítimo orgullo el pueblo
jefes
los
Querétaro gemía bajo
dominio de don Fernando Eomero Martínez y don
el
Indefenso de la Torre,
ni edad.
la capital del vireinato,
que
guerrillas
las
insurrección parecía ahogada
la
gobierno vireinal.
mandó hacer horrenda
n espera de los obuses y municiones que debía recibir
el jefe
aniquiladas
Felipe del Obraje, donde se detuvo parte de diciembre i
Destruidas por
español don Miguel de la Slora las máquinas establecidas
últimos días de noviembre, situándose en seguida en San
de
quieta bajo el
Cruz y gracias á la pericia y que entre todos sus jefes de
apoderó del cerro del Moro
Acámbaro, donde tuvo una conferencia con
en los
vireinato
Galicia se había mantenido
las órdenes reiteradas
de Venegas.
vasto
del
últimos meses de 1811.
los batallones
los
la
del ataque que á
principales hechos de guerra que acon-
los
en otros
tecieron
relación de
la
en los primeros días de 1812, preciso es que
temores que abrigó siempre Calleja y que le hicieron retardar su marcha contra Zitácuaro, á pesar de pleto
plazuela de las
se llamase en lo de adelante de Villalongin.
opuesto
,
milagro en la villa de
el
vieja
la
ella dirigió
manco García en
la llegada
mandó que en
pero
Sin embargo, se traniuilizaron
alguna guarnición y con
No
Animas
ayuntamiento
el
1868,
Silao,
disponían á abandonar la ciudad.
se
el terror
aquoUa provincia! dejarles
la
Con razón en
Valladolid,
memoria de hecho tan insigne
Guanajuato, que por su lado temían que
vecinos de
Tanto era
grande
fué
antigua
la
marcha de Calleja contra Zitácuaro y
que
de
recelosos
dirigiese á aquellos puntos,
¡
de
poco
de aquellas fuerzas la
jefes
los
retirarse
día á la vista de ella, sin que
el
Sola se atreviese á atacarlo.
A
lecuerdo del que fué tomado á los insurgentes. rato llegó el refuerzo esperado de
y permaneció todo
ción
de aquella ciudad un cañoncito de -oro, por
piirroquia
los
ya con
sufrii-
de las calles que llegaron á
saqueo de algunas casas
ocupar (Irt
que se habían empezado á
las
265
^
'^,
de
fines
de
—
Historia de México, tomo II, púg. 406. Alamán. Kn un encueatro con la partida de este guerrillero, á
266
MÉXICO
Bisueta y del padre
TBAVES DE LOS SIGLOS
A.
que no daban punto de
Franco,
reposo á las tropas del rey.
Comunicábanse con esas guerrillas agosto
(1811) se habían
conocida con
el
alzado
nombre de
á su cabeza don Juan Francisco
región
Apam
Llanos de
los
que desde
las
en la vasta
se extiende hacia el norte de México
y que
y Tlaxcala. Púsose
Osorno
hombre de
,
antecedentes, pero de valor reconocido y dotado
turbios
Ciríaco del Llano á principios de octubre, le valieron
grado de coronel, y algún tiempo después la intendencia de
el
el
mando de
Puebla en sustitución del viejo mariscal
de campo don García Dávila. Pero más que sus efímeros triunfos
Venegas premiar en Llano
quiso
crueldad que
desplegó
«Aumentaba
en
excesiva
expediciones militares:
sus
dice un autor
prosélitos á la revolución,
que disculpa constantemente
la
las atrocidades de los domi-
de infatigable actividad, á quien la Junta de Zitácuaro concedió desde luego
grado de mariscal de campo.
el
Algunos días después se presentó en aquella región don Mariano Aldama, procedente de
y que
de Querétaro,
la Sierra
era pariente de don Juan y don Ignacio del
compañeros del
apellido,
Hidalgo en
ilustre
los
mismo
primeros
Unidos Osorno y Aldama exten-
días del levantamiento.
dieron sus correrías hasta la sierra de la intendencia de
Puebla, logrando encender la revolución en una considerable extensión del territorio y haciendo sentir su arrojo
y valor por donde quiera que hallaban algunas fuerzas Forzoso fué
realistas.
nuevos y terribles campeones
y en los primeros días de de México una fuerte sección de
setiembre hizo salir
Facsímile de
In
firma del coronel realista don Cirineo del Llano
apercibirse contra estos
al virey
nadores
la conducta cruel
• ,
,
y aun con
prisioneros
los
y sanguinaria de Llano con
los vecinos
de los pueblos
los
,
tropas de marina y voluntarios de Cataluña á las órdenes
desórdenes que en éstos y en las haciendas cometía
del
tropa de marina, y algunas providencias con que el jefe
capitán
llevaba
de
por
fragata don Ciríaco del Llano
segundos á
,
navio
de
tenientes
los
quien
don
Miguel de Soto-Maceda y don Pedro Micheo. Dirigióse la sección
Apam
en
busca
de
noticiosos
la
salida
Llanos de pero
,
de los realistas,
éstos,
vinieron á su
encuentro trabándose ruda pelea en la hacienda de San Cristóbal, de la que resultaron las
sensibles
pérdidas
para
tropas de Llano, no obstante que los independientes
se vieron forzados á retirarse.
Continuó su marcha
la
columna expedicionaria asentando su cuartel general en el
mismo pueblo de Apam, desde
el
cual hacía Llano
en que
la
público,
haciendo
En un
país
tal
providencia
disgustó sobremanera
y hubo muchísimos que se decidieron á tomar partido por Osorno con
tal
de no perder sus caballos, á los que
tenían afecto particular."
La
Oaxaca había permanecido
rica
En
albores
los
aparecieron
en
del
aquella
levantamiento
apartada
hasta
quieta
insurrec-
provincia
dos
las puertas de Tlaxcala.
comisionados de Hidalgo llamados López y Amienta que
de Aldama, vilmente asesinado por un
llevaban el propósito de extender y propagar la revolu-
se aparecían temibles
y temidos á
rancho de
Casalia que le dio pérfido hospedaje en el dejó á Osorno de jefe principal
pendientes en los Llanos de A2)ani.
de los inde-
No
tardaron en
unírsele don Eugenio Montano, oriundo de Otumba, y don Miguel Serrano, valiente guerrillero, que abandonó
cómodo empleo que
ejercía
en una de las haciendas
pero descubiertos y condenados á la pena capital
ción;
sellaron con su sangre la
tarde
,
los
jóvenes Tinoco y
la
perturbaron, como
dispersos,
Osorno y sus compañeros volvían á reunirse á pocos días, y en esta guerra especial incesante y dura fatigaban ,
á los soldados del rey y no
Algunas ventajas,
sin
,
les
daban tregua
embargo,
ni respiro.
alcanzadas por don
peticmbre de 1811, fué herido ligernmenle en uno mono el fndetc del regimiento fijo de Verocruz don Anlonio López de Suntu-Annu.
misma
Palacios sufrieron la
motivos ocultaron cuidadosas los autoridades locales,
la
Con frecuencia batidos y
Más
justa de las causas.
independencia; pero estas cuatro ejecuciones, cuyos
una guerra en la que no era posible esperar cuartel de las tropas vireinales.
más
suerte por haber intentado una conspiración á favor de
del conde de Santiago para exponerse á los peligros de
^
no
gente del campo casi no sabe dar un paso que
no sea á caballo,
cional
el
que
y
Entre éstas, puede
vecinos de los pueblos y de las haciendas.
entonces.
,
insurrección
caballo nadie que no tuviese carácter
Zacapoaxtla, y tan pronto amenazaban á Calpulalpam como
San Blas
la
recoger para remonta del ejército los caballos de los
incansables y audaces, movíanse desde Tulancingo hasta
tal
apagar
contarse la orden dada para que no pudiese montar á
frecuentes salidas en persecución de los contrarios, que
La muerte
creyó
más que para encenderla.
sirvieron
realista hacia los
Osorno y Aldama
de
mencionado
la
servidumbre.
Al principiar noviembre
(1811), un
vecino de Tlalaltepec llamado don Antonio Valdés
diez
españoles
cayeron sobre
de la '
capital
Xl AMAS.
de 1850.
establecidos
en las cercanías
los insurrectos las tropas realistas
de
la
— Historia
provincia al
mando
de México, tomo
II,
,
puso
dando muerte
en movimiento á los indios de Jamiltepec, á
no
arriba dijimos, la tranquila calma de
del
;
pero
enviadas teniente
png. 417, edición
MÉXICO A TBAVES DE LOS S10L08 coronel Ortiz de Zarate allegaron
de
casas
en
sangre
los
indios
quienes
del capitán Caldelas,
y
levantamiento y quemaron las
el
que habían alzado
de la
grito
el
Tal era, á grandes rasgos trazada, la situación del
Debemos ocuparnos
vireinato al espirar el año de 1811.
movimientos
los
del
Morelos
ilustre
cuyas
,
esplendorosamente ese mismo año, tan
cierran
liazañas
en medio
de
asechanzas
las
su nombre
;
encubiertos ú osados
de
muy
gos, infundía gran confianza en los primeros y
temor
mismo gobierno
al
cia de
á
ella á
don Ignacio
pormenores
mil
otros
de crear la nueva provin-
este lugar el título de ciudad
nombrando intendente de atender
cuentas á los encargados del
las rentas públicas,
Tecpam dando á
justo
Después de nombrar
vireinal.
comisionados que tomasen
manejo de
i
respetado ya por amigos y enemi-
,
y
Ayala, y de
demuestran
que
primeros días de noviembre,
los
fin
haciendo
,
formados
en la
triunfantes persiguiendo á los
que huían despavoridos por los oscuros claustros Cuatro
convento.
del
un furioso
éstos
empuje, forzaron los atrincheramientos
doscientos fusiles
y
cañones,
parque en abundancia,
tantos prisioneros
otros
fueron
^
el
Musitu, que había desplegado la
fruto de esta victoria.
mayor bravura durante
La
combate, fué fusilado en
el
el
su
Tlapa, donde entró sin resistencia; desde
dirigiéndose
á
destacó una
allí
partida á las órdenes de don Valerio Trujano á ocupar
el
victoria de Chiautla abrió al vencedor el camino
cuyos habitantes
hasta Izúcar,
demostraciones de regocijo la
distinguieron por su adhesión á la independencia, días después
se le presentó
seis
el
á
lo
nuevo
hombres más esforzados que habían
de luchar por la libertad de la patria.
Cundió angustiosa alarma en Puebla cuando llegaron desastre de Chiautla y de la entrada de
del
noticias
las
Morelos en Izúcar.
De pronto
de trescientos hombres
del Campillo dio
que en Chiautla (sur de la intendencia de Puebla) estaba
filas,
que accedió Morelos desde luego adivinando en auxiliar uno de los
tropas del rey
Sabedor
y
cura de Jantetelco, don
el
Mariano Matamoros, pidiéndole servir en sus
militar oscuro
derrotado.
10 de diciembre. Entró en
el
violentamente por los moradores de ésta, que siempre se
pueblo de Siiacayoapam, donde había un destacamento de
que fué fácilmente
con grandes
lo recibieron
numerosos arcos de triunfo erigidos
población bajo
incansable actividad, salió el valiente general de Chilapa hacia
al
;
parte superior y entraron
dejado á este denodado campeón de la causa
nacional ocupado en organizar sus fuerzas en Chilapa
asesinos
asaltantes
acto sobre sus allanadas trincheras.
fecundo en lágrimas y sangre.
Hemos
los
realistas,
independencia.
ahora de
de
267
sin
y
se organizó
mando
al
del
una fuerza
coronel Saavedra,
El obispo González
antecedentes.
un peso á cada uno de
los
trescientos
soldados de Saavedra y aun llegó á prometerles la remi-
situado el español don Mateo Musitu con ánimo de defen-
sión de sus pecados si salían á combatir á Morelos, pero
derse á todo trance, resolvió marchar en los primeros
á pesar de tanta munificencia, la expedición no llegó á
días de diciembre
efectuarse
contra ese punto
de cuya posesión se
,
prometía considerables ventajas.
Morelos en
tres
efecto
al
,
divisiones,
Galeana y
el
de
la
dividió
,
dando
el
y
el batallón
Llano, conociendo lo
pequeño
su
mando de
la
ejército
primera á
segunda á don Miguel Bravo
,
niéndoles que se dirigiesen por Huitzuco hacia el
Llanos de Apam, y formando con
Plan
de artillería ordenó á su jefe que se dirigiese á atacar á
principal de Izúcar,
aquellos contornos,
calles
apenas supo que iba á ser atacado
se aprestó á una vigorosa defensa: tenía cuatro cañones,
allegar
y
se
los
fortificó
edificio propio
el
nombre de Mata-Morclos
elementos
en
el
el
ocupado
Éste, que no esperaba una tan pronta acometida,
que á
ella
de su gente en las azoteas de las casas
Soto-Maceda se
situó el
por los
San
Agustín,
comenzó realistas,
el
ataque quienes
dientes,
fortaleza.
trabándose
interior
de
Derrotados los defensores en
el
la
terrible
y
improvisada
don Pedro Jlicheo, parapetos
que
,
tomaron posición en
patio
la escalera
emprendieron
y corre-
y desde
allí
sostuvieron un mortífero fuego que diezmaba las masas '
Capítulo
XV.
el
teniente de navio
avanzaba con denuedo contra
defendían
los
insurgentes
los
armados de
Cinco horas duró este recio combate, al cabo de las
'
dores bajos
defendidas por los indepen-
en tanto que su segundo,
cuales Soto-Maceda,
independiente el
7 de diciembre en el Calvario,
á los edificios y trincheras
de
los
combate en
]
circunvecinas.
convento
hondas y flechas.
el jefe
las
desembocan y colocando gran número
una salida, pero pronto se vieron forzados á refugiarse tras los muros del viejo convento. Hasta allí siguió
perímetro de la plaza
posición dominante desde la que hizo disparar granadas
hicieron
encarnizado
fortificar el
formando parapetos de vigas en
,
para resistir durante algún tiempo. Apenas
edificio
Morelos.
y todos de guerra que pudo
se presentó Morelos (4 de diciembre),
contra
una
columna de seiscientos aguerridos soldados y tres piezas
apenas tuvo tiempo de
ellos
ella
previ-
El jefe de esta plaza, Musitu, que era rico propietario en
con
El coronel
de la situación, hizo venir
violentamente la división que al mando de Soto-Maceda recorría los
de Amilpas, mientras él, k la cabeza de la tercera formada de ochocientos indios flecheros y dos compañías de su escolta, marchaba rápidamente contra Chiautla.
á uno de los cuales dio
disolvió á poco.
se
difícil
Entre
herido
mortalmente, y su segundo
una desastrosa
retirada
los prisioneros se holló el ciipcllún
perseguidos
de
de Musitu don José
Manuel de Herrera, licenoindo y cura de Huamaxlitlán. Morelos lo perdonó y le otorgó toda su confianza nombrándolo vicario cüSt trense, lo que le preparó la senda de las dignidades á que llegó en lo sucesivo.
MÉXICO Á THATÉS DE LOS SIGLOS
268 cerca por los vencedores.
Llegaron así á la Galarza,
llevando al moribundo Soto-Maceda, que espiró en Cbolula
camino
dos días después, y dejando en poder del vencedor cien
hacienda situada á cuatro leguas de Izúcar, en
de Puebla, y en medio de nocbe se renovó
las
combate
el
el
primeras sombras de hasta
las
diez,
en
la
que
deshechos los realistas, muertos sus principales jefes,
fusiles
después fueron puestos en libertad
Este
y
perdidos sus cañones, huyeron en dirección á Attíxco,
disposiciones.
Pero
supo resistir á
la
el
militar
halagadora
estaba
dejando
que
dominada por enemigos á
hubiesen
salido
,
armas
hizo
temblar
á
Taxco
una serie de enérgicas
por completo, y dejando en Izúcar al coronel Matamoros
tentación
de
ocupar la
y á
los capitanes
Guerrero
^
con
don José María Sánchez y don Vicente la
orden
de
que
levantasen
nuevas
pues la tierra del Sur no
completo
la
de
volver á la Tierra Caliente para hacerse dueño de ella
hábil general de la independencia
segunda capital del vireinato
hecho
'.
para cuya defensa se
la ciudad,
por la autoridad
dictó
brillante
días
Puebla , cuyos habitantes creyeron que Morelos marcharía
Furi'uquiu de
inmediatamente contra
y gran número de prisioneros que pocos
,
y
entrar
en
Puebla
espalda y expuesto á las tropas
violentamente
de
la
capital
vireinato no era cuerdo ni digno de su pericia.
del
Prefirió
' VéBse fragmento de unn romunirnción del virey WnPRnR de 20 de diciembre de 1811. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo III, pñg. 45G). ' Este distinguido patriota, cuyo nombre asentamos por primera vez, se habla unido a Morelos á fines de 1810.
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS fuerzas,
de Izúcar con dirección á Cuantía, donde
salió
entró sin resistencia el 24 de diciembre. llientras
alcanzaba sobre los realistas de Soto-Maceda las notables
de Izúcar y
victorias
Galarza, sus tenientes Bravo
la
(don Miguel) y Galeana, á quienes hemos visto destacados desde Tlapa con dirección á Taxco, habían desel
plan de campaña cuya
realización se les había confiado:
Bravo avanzó sobre
arrollado con felicidad y denuedo
defendidas por los realistas,
las posiciones de Huitzuco,
huyeron
que
intentar
sin
y Galeana,
resistencia;
la
en las mismas Cortes, hubo profunda excitación en la capital
derrotaba á Musitu y
Morelos
.bravo
el
salieron á luz escritos vehementísimos
:
agitación
bando
en
por
defendida
,
comandante
el
García
Eíos,
también español, y que se había concitado los odios de todos aquellos habitantes por su extremada crueldad é
La toma
instintos sanguinarios.
últimos
los
días
de
de Taxco, efectuada en
diciembre, fué
el
suceso de
más
que
se
inclinaron
por
virey á publicar un
al
prohibía, bajo severísimas
penas, la
y se hacía extensobre materias
siva la prohibición á las conversaciones
Otro bando del mismo virey, expedido en 30 de
políticas.
noviembre
mandaba
,
que
los
dueños
fincas
que
,
no
caserío de
el
armas de fuego
tuviesen
y no montasen á caballo
,
haciendas
de
hicieran que sus arrendatarios viviesen en
blancas
Taxco
Sur,
el
alcanzados
triunfos
los
circulación de manuscritos subversivos,
de Tepecuacuilco, después de un corta refriega, y orde-
Sin pérdida de tiempo avanzó contra
de
noticias
las
Morelos en
aquellas
don Manuel Vélez.
prodigá-
;
ronse insultos los partidos, y unidas á este motivo de
marchando á la izquierda de su compañero, se apoderaba naba el fusilamiento de uno de los prisioneros, el español
269
muía
en
sino
,
ni
ó
que
impracticables
Disposiciones y órdenes nunca llegaron á obedecerse, pero que concitaban odio
borrico.
inextinguible á la autoridad que las promulgaba.
La Junta debemos
de Zitácuaro, cuyos actos á fines de 1811
no tardó en verse presa de intestinas
referir,
más tarde produjeron males
disensiones, que la
sin cuenta á
Desconfiaban de Eayón
causa de la independencia.
año de 1811; los vencedores se
sus mismos colegas, no porque dudasen de su decisión ni
apoderaron en aquel rico mineral de un valioso botín y de gran cantidad de pertrechos de guerra; García Eíos
de la entereza de sus opiniones, sino porque temían que
fué fusilado en castigo de las execrables maldades que
cipaban los principales jefes que rodeaban y sostenían á
antes había cometido bajo
la
importancia que cerró
pretexto de reprimir á los
el
de la independencia, y
partidarios fin
el
el
mismo lamentable
tuvieron otros once españoles que cayeron en manos
de Galeana. '
Al
que Morelos y sus
tiempo
impetuosos
tenientes vencían á los realistas del Sur, algunos sucesos
de
en
vaciado
Eoma,
relativa
importancia
Vacante
ocurrían
en
la
capital
del
sede arzobispal desde la muerte
la
de don Francisco Javier de Lizana y Beaumont,
que
el
mando supremo, y de
este recelo parti-
animado de ardiente patriotismo y molde de los republicanos de la vieja
Liceaga,
Junta.
el
era quien más
tendencias
mismo
vireinato.
arrogase
se
del
sombrío
presidente
mostraba ante
se
Vaiias
gobierno.
del
hubo lugar á reconciliaciones entre
los
individuos de la
Junta, y con motivo de alguna de ellas escribía Eayón Morelos, en
el
ducta de mis compañeros ha variado en alguna paite,
pues nos hallamos reunidos y removido en cierto modo principal motivo de
para sucederle don Antonio Bergosa y Jordán, obispo de
pueril
Oaxaca, á quien no recomendaban sus pocas
creo no los abandonarán en el resto de sus días."
escaso talento, colonia
se
pero que entre todos los prelados de la
había
distinguido
por
su
enconosa
contra el levantamiento de independencia.
Anuncióse su
nombramiento en México
el
mismo año, causando
noticia profundo
la
gran mayoría de
comprendían que
los
tal
23 de noviembre de aquel
los habitantes
desagrado en
de la capital, quienes
motivos que produjeron
de un hombre asaz mediano como
demostraban en
pasión
el
la elevación
obispo Bergosa,
hombres de gobierno de
no
y carácter
mi
débil
total
Por este tiempo fué cuando María Cos
,
de la Junta de Zitácuaro,
Venegas, era enviado de México que interceptaba
el
á
Zacatecas á la sazón
de las que una, á las órdenes del cura don José Manuel Correa,
desbarató la escolta que custodiaba al doctor
condujo ante la Junta Suprema,
lo
en ser uno de los más celosos
terribles agitaciones de
que era víctima
la colonia.
ilustres auxiliares.
disposiciones
sospechoso á favor de la independencia
dominaba en
las
de
de
camino un sin número de partidas,
Cos y
espíritu
don José
desconfianza
la
tardó
Igual
gobierno)
al referir los trabajos
con una política conciliadora las
la metrópoli
el
el geniti
se incorporó á este grupo de
Víctima de
patriotas.
el
doctor
el
de quien hemos hablado
distinguidos
aunque
disgusto,
(de sus colegas en
la intención de aplacar
los
á
"La con-
mes de noviembre de 1811:
aconteció en los primeros meses de 1811, fué nombrado
luces ni
las
veces
«De
,
de la que no distinguidos
é
esta suerte, dice un autor nada ',
la desconfianza
revolución
de Venegas precipitó á la revolución á un hombre de
adoptó una política de terror y de inflexible severidad.
gran talento, de ingenio fecundo en invenciones, y qne hubiera sido más peligroso de lo que fué, si se hubiera
Venegas, quien desde
el
primer asomo de
la
Con motivo de una representación hecha á las Cortes de Cádiz por don Francisco Chávarri, don Diego de Agreda y don Lorenzo Noriega, prior
el
primero y miembros los
otros dos del consulado de México,
para
encontrado con gentes más dóciles á sus consejos y más dispuestas á seguir sus buenas ideas.»
que se conce'
diese á los americanos
el
derecho de ser representados
Ala MAN.
de 1850.
— Historia
de México, tomo
II,
pág. 446, edición
MBXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
270
Rayón y aceptado
,
sus colegas
ordenar
al
fragata don Manuel prisionero
en
el
fusilamiento del
de Céspedes Tepeji
del
habiendo
que
,
Río
á
de
capitán
sido
principios
de
noviembre, fué conducido á Zitácuaro en compañía de otro
español,
don Ventura García Otero; y éstos,
así
como dos mexicanos, fueron sentenciados á muerte y fusilados el 20 de aquel mismo mes. Quiso la Junta explicar los motivos de estas ejecuciones
clama
qua
por
su
Hemos
firmes en la misión que habían
dieron pruebas de grande energía y decidieron
de su suerte
hecho
,
mandato
firmó
el
,
y en una prosecretario
del
documento anterior porque
otros de la
misma especie procedentes
de aquella época aciaga, demuestra que la salvación pública se
principio de
el
invocaba siempre para atenuar la
penosa impresión que debían dejar en los ánimos tan repetidas y sangrientas los casos se percibía
herido gravemente
claramente
en
Pero no en todos
ejecuciones.
patíbulos sin tasa ni medida,
necesidad de erigir
la
y en
momento de
el
que
de Céspedes,
el
ser aprehendido
tenía derecho á gozar de las inmunidades que exigen el
y la desgracia, no era excusable la precipitación, mucho menos digno de defensa el encono que presidió
valor ni
gobierno don Remigio de Yarza decía lo siguiente:
el
copiado íntegro
como muchos
éste,
á su condena.
«Procurando proceder en todos los sucesos que han ocurrido en el progreso de la justa causa que defendemos contra los europeos, nuestros opresores, deponiendo al déspota gobierno español que nos tiraniza, conforme á los sentimientos de humanidad y clemencia que nos caracterizan y de las que tenemos dadas públicas é irrefragables pruebas, hemos perdonado generosamente k muchísimos europeos, que después de derramar con inhumanidad é irreligión la inocente sangre de los fieles americanos que han adoptado nuestro sistema, han caído en nuestras manos; y asimismo multitud de criollos desleales que fascinados por las supercherías que prodigan los enemigos, ó por un vil interés, prostituyendo su honor, han seguido sus detestables banderas; pero enseñándonos la experiencia en el espacio de catorce meses que tenemos la desgracia de pelear con tan indómitas fieras, que nuestra indulgencia, lejos de producir la justa recompensa que exige el derecho de guerra y común de gentes, han tratado á los nuestros con el mayor vilipendio, ya dándoles muerte afrentosa sin atender á su calidad y graduación, ya condenando á presidio á centenares que han perecido devorados del hambre y consumidos por el más duro trabajo, insoportable aun á las bestias; hemos venido en conocimiento de que la recta y severa justicia sólo podrá conseguir lo que no ha alcanzado la caridad y misericordia, escarmentando con el castigo condigno á sus delitos á los que, contumaces, trataren de sostener el inicuo y odioso partido del gobierno, ya sean europeos, ya americanos.
Y
llevando á efecto con bastante dolor tan necesaria providencia, habiendo aprehendido nuestras armas en Tepeji del Río á las personas de José Manuel de Céspedes , natural de Sevilla; Ventura García Otero, de Porto-Novo; Félix Oropilleta, de Veracruz; y José Alejo Vargas, de México; previas sus declaraciones y sustanciación de causas, resultando de ellas reos de lesa nación, y Orapilleta á más .«acrílego por haber ejecutado á sangre fría varios homicidios en la iglesia de Jocotitlán, los hemos condenado á la pena del último suplicio que se ejecutará en este día, haciéndoseles saber esta sentencia enfrente de las tropas, y fijándo.se después por bando en los parajes acostumbrados, para instrucción y escarmiento de las mismas tropas y común de vasallos que forman el pueblo americano, sirviendo al mismo tiempo de pública común amonestación, que p1 que proclame la gracia de indulto, demora en la ejecución ó cualquiera otra, será castigado con igual pena de muerte. Dada en el palacio nacional de Zitácuaro, sellado de nuestras armas y firmado de nuestro Secretario, en veinte de Noviembre de ochocientos once •.» '
Colección de documentos de
pég. 43*.
J.
E.
HernúnHcz Dúvnios,
También
mostró
se
don Tomás
contra
del ilustre Hidalgo
Junta
la
inflexible
é
y sus compañeros don José
Ortiz
María Arnaldo y don Juan Santa-Ana.
Aquél, sobrino
y nombrado por éste comandante de de Michoacán, se había mostrado
los distritos orientales
reacio á las órdenes de la
misma Junta,
la cual lo redujo
á prisión así como á las personas que ya hemos nombrado.
Sometidos á juicio ^or las acusaciones que se
en
de robos perpetrados
condenados á
fueion
precisamente
el
La muerte de
Ortiz,
la
pena
como
les hicieron
desempeño de su misión,
el
que se
les
aplicó
diciembre
de
1811.
capital,
de
último
día
de Triarte, que también fué
la
ordenada por Rayón, como hemos visto en su lugar, se imputó á éste en
sucesivo como
lo
un
y calculado
frío
asesinato llevado á cabo con el propósito de quitarse de
en medio rivales peligrosos, causa que
formó
le
bien en
si
el
curso de la
gobierno vireinal hizo recaer
el
responsabilidad de la muerte
la
de Ortiz sobre su colega
en la Junta don José María de Liceaga.
El año de 1811, que se abrió bajo tan cios para las
zaron
en
armas vireinales con puente
el
Chihuahua á
de
Calderón
felices auspi-
que alcan-
triunfo
el
morir
que vio
,
los principales caudillos
de
la
en
independencia,
y que registró tantos y tan sangrientos combates en los anchurosos ámbitos de la colonia, se cerraba sombríaen medio de lágrimas y de pavorosa matanza.
mente
Los presagios de una pronta y
fácil pacificación
sus principios abundaban en los
dominadores
los
,
y comunicaciones de origen
Y
documentos
realista al
que en
oficiales
no vuelven á aparecer ya en
de
los partes
terminar
el
año.
era que la experiencia demostraba á aquéllos que una
gi-an los
mayoría de
los
hijos
de Nueva España sostenía
sobrehumanos esfuerzos de
los
propugnadores de
la
independencia.
De
la
guerra habían surgido dos hombres que colo-
cados en uno y otro bando habían llegado á encarnar las aspiraciones, partido.
las
esperanzas y hasta
Calleja había brotado en
el
carácter de cada
medio de
la desolación
de los suyos, aturdidos ante la osadía de los hombres de Dolores, y cuando los primeros creían irremediable su derrota, y cuando la
t.
airada
misma temblaba ante
capital
los
III,
vencedores de las Cruces,
el
general español asestaba
MÉXICO Á TBAVis DE LOS SIGLOS en Guanajuato, en Calderón
de 1810,
y en Zacatecas, y por medio de felices combinaciones aprehendía de un golpe á las más prominentes figuras de
Carácuaro
rudos golpes á
la
la revolución
independencia
con
;
los
elementos
pocos
Venegas
rivalidad y celos de
le
más indispensables medios de
y servirse de ellos en
,
pues
que
la
negaban con frecuencia acción, él supo crearlos
momentos más angustiados;
los
con
sus
muertas
271
alzábase
en
inquietando rápidas
y
Sur
el
el
seriamente
felices
integérrimo
gobierno
al
correrías
y
esperanzas de los patriotas.
ninguna clase,
cura
de
vireinal
reviviendo
las
Sin elementos de
había podido crearlos en fuerza de su
él
genio admirable, y los engrandecía diariamente con los
que
arrancaba
al
enemigo en
los
campos
de
batalla.
que juzgaba subditos rebeldes,
Rodeado de tenientes que con rara penetración había
prodigó la pena de muerte y dio aliento y ci-eces, con su
y que secundaban sus planes con prontitud y denuedo, pudo conquistar la ancha zona del Sur y llevar
animado de saña contra
ala crueldad sanguinaria de
ejemplo, fuerza
los
estribaba
en la
educaba á sus soldados, y en establecía
y
afirmaba
vigorosa acción. lo
el
el
quiera
severidad
que
su
ejerciese
Morelos,
causa
de
la
Chihuahua y fin
al
misma
capital del vireinato.
Rayón continuó
Creció su si la
Junta
destinado á dar cima á la obra de
centro respetado y reconocido del levantamiento nacional,
más
Morelos era su más prominente sostenedor y en quien
y que concentrase en
sus
él
el
la
de
Zitácuaro
por
dirigida
se fijaban desde entonces todas las miradas.
lado
contrario,
hora del mayor
independencia las derrotas
atrevido
la
en proporción de sus victorias, y
es maravilla que el partido español
reino
en
Puebla y de prestigio
el
ardientes esperanzas.
precisamente en
á fines de 1811 el terror de sus armas á pocas leguas de
No
aclamase como
pacificar
donde
sus tenientes; su
en que y régimen despótico que
disciplina
elegido
:
cuando
se había
revelado
infortunio los
para
cadalsos
la
de
de Rayón parecía que ponían
levantamiento,
iniciado
en
setiembre
pues, Calleja
que
el
curso
y á Morelos,
de el
los
al
otro,
lucha devastadora y encendida se decidiese terribles
y rápidos choques.
el
p]sperábase,
acontecimientos
uno frente
siendo
pusiese
á
y que
la
al
fin
en
——
LIBRO SEGUNDO 1812
— 1815
CAPITULO PRIMERO —
Calleja se pone en movimiento y llega á vista de Los triunfos de Morelos obligan al virey á modificar su plan de ataque contra Zitáouaro. ° ejército realista el —Medios de defensa de los independientes.— marcha halló en su 1812.— que 1 Dificultades enero de de la villa el Toma de Zilácuaro. Don Ramón Rayón, herido. Pérdidas de los independientes. La Junta se Los ataca Calleja el 2 de enero. Porlier sale de Toluca y Bando bárbaro de Calleja. Saqueo é incendio de Zilácuaro. traslada ú Tlalchapa y luego á Sultepec.
—
—
—
—
—
—
—
—
—
Triunfo de Porlier. Primera acción en la barranca de Tecualoya el 3 de enero. ocupa sucesivamente á Tenango y Tenancingo. Segunda acción de Tecualoya el 17 de enero y descalabro de los realistas. Morelos, Bravo y üalcana muévense contra Porlier. Derrota de Porlier el 22 de enero. Su retirada á Toluca. — Morelos se Retírase Porlier á Tenancingo y se fortifica en este pueblo. Venegas destruir este ilustre campeón de la indepenpreparativos de para á Vigorosos donde entra el 9 de febrero. Cuautla, dirige á Ordena Venegas á Calleja que marche á combatir a dencia. — Tropos españolas que llegan é Veracruz en el mes de enero (1812). Hace dimisión del mondo y Venegas nombra jefe del ejército del Resistencia de Calleja á cumplir las órdenes del virey. Morelos. El virey ruega á Calb ja que siga en el mando de las tropas. Descontento al ejército ese nombramiento Centro al brigadier Irisarri. Festejos con que es recibido por el partido español. — Concesión de Entra en México al frente de su ejército. Carta de Calleja. Disgusto que ésta causa á los oficiales americanos. Ordena Venegas la salida del ejército Promoción general. gracias y ascensos. Sale de México el ejército y acampa á Instrucciones que da á Calleja. Plan de campaña. del Centro contra el general Morelos. Sucesos militares ocurridos en otras partes del vireinato después de la tomo de Zilácuaro. dos leguas de Cuautla el 17 de febrero. Las partidas de los Llanos de Apain atacan á TulanDon Manuel de Mier y Terán establece una fundición de cañones en Sullepec. Albino (Jarcia en Guanajualo y Michoacán. García Conde ahuyenta á los independientes de San Miguel el cingo y son rechazadas. Palma milagrosa que dijo haber visto el comandante Combates en la parte septentrional de la intendencia de Guanajuato. Grande, Don José Regules Villasante Torre. La revolución en Oaxaca en enero de 1812. Trujano propaga la insurrección en la Mixteen. Es atacado en Yanhuitlón y rechaza á los independíenles. recibe el mando de las tropas destinadas á combatir la revolución.
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Galicia. — Negrete desbarata una gruesa partida de insurgentes á principios de enero. — Ventajas — Agitación revolucionaria en la provincia de Veracruz é principios de 1812. — Don Guadalupe Victoria se pone al frente de las guerrillas de la costa desde mediados del año anterior. — Junta de Naolinco. — Refle.xiones.
Nueva
Reaparece
la
del coronel
don Manuel del Rio.
Abrióse
revolución en
el
año de 1812 con
contra Zitácuaro el general Calleja. distinguido jefe
realista,
del año anterior, en
el
ataque que dirigió
Hemos
dejado á este
hacia mediados de
San Felipe del Obraje
^
diciembre
al frente del
ejército del Centro, en espera de pertrechos y elementos
de guerra que debía
de México
enviarle
vireinal, y dando tiempo á
el
gobierno
movimientos de tropas
los
Los triunfos repetidos que por aquellos días alcanzó al
sur de
Puebla,
en Chiautla,
Galarza, obligaron á Venegas á modificar
campaña contra Zitácuaro.
de los insurgentes, aunque ordenándole que enviase á Calleja el batallón de la Corona que formaba
guarnición de esa última ciudad.
parte de la
Encaminó en
la
misma
dirección un centenar de dragones de Puebla y algunos
obuses
de
bronce
fundidos
Tolsa bajo la inspección
en México por
del
coronel de
el
célebre
artillería
don
Antonio Ponce, y prescindiendo del plan de ataque que
que tenía combinados con Porlier.
Morelos
no se moviese de Toluca, temeroso de un golpe de mano
Izúcar el
y' la
plan
de
había formado y prescrito á Calleja desde algunos meses atrás, dejó á éste en libertad de adoptar el que creyese
más conveniente. El
Lejos de enviar refuerzos á
ejército del Centro, fuerte de dos mil ochocientos
Calleja, hizo volver á México, desde Querétaro, al teniente
infantes, mil indios zapadores, dos mil doscientos caba-
coronel Andrade para que con su batallón marchase á
llos
engrosar las tropas de Puebla
en movimiento hacia Zitácuaro
'
Capítulo XVI, T. 111.-35.
lib.
L
,
y
previno á Porlier que
y
veintitrés
cañones de diversos calibres, se puso el
22 de diciembre (1811),
llegando al anochecer de ese mismo día á la entrada de
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
274
que por todos lados rodea á aquella población
la sierra,
Penosa fué
en distancia de doce á veinticinco leguas. desde entonces
marcha de
la
á través de
realistas
los
una serranía áspera y salvaje, cortada por barrancas y precipicios, cubierta de espesos bosques que en casi todo
año, pero especialmente en la estación del invier-
el
de lluvia y de hielos que forman resbaladeros en las
y profundos pantanos en
A
bajíos.
los
estas
naturales se juntaban zanjas, árboles derri-
dificultades
bados y gruesos peñascos que los independientes habían abierto y aglomerado con anticipación en las estrechas sendas para retardar
paso de sus enemigos,
el
lograron alcanzar, pues
ejército
el
de abandonar
ocho
la
esos mismos
villa
en ella habían sufrido sucesivamente las divisiones de
Torre y de Emparán. Calleja reconoció las fortificaciones de Zitácuaro
más oposición que
efecto sobre su escolta,
hacer formó durante
mañana
y con
la
la
falta
de forrajes, y
si la
tropa no
escasez de víveres debido fué á la previ-
sión de Calleja que hizo
marchar
columna más de
tras la
Después de vencer tantos obstáculos
la
loma de
los Manzanillos
enero de 1812.
y su
y á
ejército
,
á fuerza de
acamparon en
vista de Zitácuaro el 1.° de
Dentro de esta
villa
Llegado
momento,
el
de San Juan
el
Viejo,
la plaza,
una batería sobre
la
loma
punto dominante desde
el
cual
situó
el
atrincheramiento del centro
y protegidas por sus cañones, movió sus
columnas, proponiéndose caer sobre la espalda del ene-
migo mientras aparentaba formalizar
Una de
frente.
había, según los
más
débil, en tanto que Calleja con el grueso
cito, dividido
mente de
Castillo
y Bustamante, Jalón y
rías bien
y
plina,
armas
,
mayor parte
sin
procedentes de los pueblos inmediatos que se re-
tenientes
los
de
los
insurgentes,
y
dejando atrás una fuerte coroneles
Oviedo y Rui,
marqués de Guadalupe Gallardo.
del
A
cierto grado de disci-
veinte mil auxiliares, en su
y
ejér-
coroneles Oroz y Meneso, embestía con brío el centro
reserva á las órdenes de los
construidas y hábilmente situadas; setecientos
del
en tres secciones, á las órdenes respectiva-
vivían en ella, treinta y seis cañones colocados en bate-
y con
el
marchar por caminos extraviados y
recibió la orden de
derecha
fusiles
ataque por
el
mandada por García Conde,
aquéllas,
informes dados al general español por varios espías que
hombres armados de
la
atacar por la retaguardia en el punto que considerase
mil muías cargadas con provisiones abundantes.
trabajo y constancia, Calleja
y en
cución.
de
mucho por
,
día siguiente, 2 de enero, lo puso en eje-
del
Zitácuaro,
sufrió
que pudo
las observaciones
noche su plan de ataque
la
flanqueaba por completo
padeció por
sin
de algunos cañonazos tirados sin
la
días en recorrer doce leguas hasta ponerse á la vista de
y alguna vez, en veinticuatro horas no le fué posible avanzar más de media legua i. Su caballería
se opondrían, pues
consideraban inexpugnable después de los reveses que
la
lo cual
realista tardó
eran tan
le
necesarios, como porque creía firmemente que en el caso
acompañadas
no, se hallan envueltos por densas nieblas
laderas
de aquellos pueblos, cuyos auxilios y servicios
las
once de la mañana principiaron los movi-
mientos de las columnas realistas protegidas por
de sus baterías
,
al
que respondieron con vigor
el
fuego
los
caño-
nes de la plaza. Grandes estragos causaron en las tropas
unían al primer llamamiento y que se destinaban á ocupar las alturas para arrojar grandes piedras que dañasen al
del rey las bien dirigidas descargas de los reductos, pero
enemigo ó embarazasen su marcha.
la villa
avanzando aquéllas más y más, preciso era que un fuego
por un foso que medía una legua de perímetro, se hallaba,
sostenido de fusilería completase la obra mortífera de los
además,
cañones.
fortificada
Circunvalada
por un parapeto de tres varas de
espesor y por cuatro baterías situadas en los puntos más accesibles de la línea de defensa sin
embargo, no era
tenía en
mano
su
fácil
el
2.
Con
tales elementos,
contrastar los formidables que
general Calleja,
y
así
lo
conoció
don Ramón Rayón, quien aconsejó á su hermano que era preferible
el
abandono de
la
derrota segura que sumiría en
Suprema. esperar
el
plaza á exponerse á una el
desprestigio á la Junta
Su hermano convino en
ello,
pero
resolvió
ataque, tanto por consideración á los indios
Eso era
lo
que faltaba á
que empezaron á desconcertarse ante
columnas enemigas. por un puente, plaza,
lo
La
división
prevenido
al
los independientes, la
marcha de
las
de García Conde pasó
efecto,
al
recinto
de la
cual, observado por Castillo y Bustamante, le
hizo avanzar
con más presteza entrando en
la población
por la derecha y acuchillando á un cuerpo de caballería de soldados de Tierra Caliente.
No
tardaron en seguir
su ejemplo la columna de Jalón y las reservas mandadas
por Calleja en persona; y
si
bien la defensa fué tenaz y
y ruda pelea, al y acabaron por ponerse en
se sostuvo por los independientes brava ' Calleja escribía á Venegas en el curfo de esta fatigosa marcha: «...Hace cinco días que no cesa de llover y nevar, y otros tantos que ha tardado el ejército dos leguas que tendrán á lo sumo las dos cañadas de la Hoya de la Virgen y de San Mateo, á cuya salida estoy situado, á tres leguas de Zitácuaro; ellas son intransitables por naturaleza, y los enemigos las hablan convertido en derrumbaderos deshaciendo sus estrechas veredas, Mbatiendo centenares de gruesos árboles, de que están cubiertas, y abriendo profundas zanjas que ha sido necesario cubrir ó costa de inmensa fatiga. lín muchas partes ha sido necesario abrir camino, y en casi todo él llevará brazo la artillería, los carros de municiones y los de los enfermos .,» ( BusTAMANTK. Campañas de Calleja, pág. 142). • BuBTAMANTE. Campañas de Calleja, págs. 136 y 137.
—
—
fin
se vieron obligados á ceder
fuga.
Don Ramón Rayón
hizo durante el combate prodigios
de valor, y no se retiró sino cuando vio retroceder atro-
pelladamente y en confusión de las reservas.
En
estos
la línea
que atacó
la división
momentos una bala de cañón
abrió por el pecho el caballo que montaba, y dio tan fuerte
caída que
un
ojo
:
lo
tuvieron por muerto, y de sus resultas perdió
debió la vida á su asistente Joaquín Ruiz, que
puso en salvo aunque recibiendo
él
mismo
lo
cinco heridas.
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS Perdieron los independientes en esta infausta jor-
nada, y después
de
una sangrienta lucha de
cuatro
275
ofreciendo á éstos
y á
demás habitantes que depu-
los
siesen las armas dentro de ocho
días,
el
perdón de la
horas, toda la artillería, inmensa cantidad de municiones,
vida, pero no la restitución de sus bienes, debiendo ser,
una maestranza, vasto acopio de
los primeros, destinados á allanar las fortificaciones levan-
un
de armería,
taller
y cien hombres entre muertos y heridos, no siendo más porque Calleja no siguió al alcance de los víveres
estado de su caballería
fugitivos, á causa del lamentable
después de
Mayor dos
fué la pérdida de los realistas en muertos
pues
,
penosas marchas que acababa de efectuar.
las
en
sólo
el
enterraron
foso
ochenta
Todo pueblo que
tadas para la defensa de aquel punto.
á
admitiese
individuos de la Junta ó á cualquier
los
comisionado de ellos ó que resistiese á las tropas del quedaría sujeto á las mismas penas.
rey,
Debía trasla-
y heri-
darse la cabecera del distrito á Maravatío, y se prohibió
de
que volviese á formarse
los
allí
población.
El conde de Casa Rui, nombrado gobernador de
primeros, ignorándose cuántos fueron sepultados en otros
la
conquistada villa, fué el encargado de la ejecución de
lugares.
Fué ciertamente
pérdida de Zitácuaro uno de
la
acontecimientos
aquellos
funestos
que
suceden
contra
todos los cálculos de la razón y contra todas las combi-
naciones de la ciencia militar,
si
bien debe culparse á
don Ignacio Eayón de poco previsor antes del combate
Golpe funesto fué también
y de flojedad para sostenerlo.
este bárbaro decreto.
Antes de
del rey se les concedió
casas
,
salir
de ella las tropas
licencia para
saquear todas las
y después de haberla evacuado,
dores se alzaron por los
siniestros resplan-
cuatro puntos,
consumieron en pocas horas á
la noble
y
llamas
las
Zitácuaro convir-
y negro montón de ruinas calcinadas. división de García Conde hacia el Bajío
tiéndola en informe
esa derrota para la Junta, que perdió en prestigio más
Calleja destacó la
que
terreno de las
con la orden de perseguir las partidas que hubiese por
formaban se retiraron pri-
aquel rumbo y de asegurar la comunicación entre México y Valladolid, y él mismo marchó con el resto del ejército
causa de
la
armas.
independencia en
la
Los miembros que
la
el
meramente á Tlalchapa y de allí pasaron al mineral de Sultepec, quedando en este último lugar Liceaga y Berdusco, pues Rayón se separó luego para tomar el
mando de
fuerzas
las
con
que intentaba
obrar
sobre
á Maravatío con
propósito de concluir la pacificación
hondamente perturbadas por
,
independientes durante su marcha contra la rebelde
los
Zitácuaro.
Toluca.
Al abandonar
dejó
la villa,
Eayón de
secretamente habían dirigido por esos días los miembros de México
del consulado
al
de Cádiz pidiéndole tropas
por considerar insuficientes
españolas,
para la conservación del dominio
general español ejerció, los cuales
no es competente
americanas
inocentes, colonia de
de sus propiedades
desahogándose con ese motivo en denuestos é injurias
sivo un ejemplo
dores;
en
los
oficiales
americanos
que
seguían
á
pues quedaron hondamente resentidos del modo
,
misma soberanía, despo-
la
urbanas;
privando á la
una de sus poblaciones, y dando para
contra los americanos. Estas revelaciones hicieron grande
impresión
que un
la
en pleno siglo xix, actos para
jando á los habitantes que se reconocía y confesaba ser
europeo en México,
las
«en
Así acabó esta célebre expedición,
intento sobre
su mesa varios papeles relativos á la representación que
Calleja
el
de las provincias centrales
pernicioso que no dejó de tener imita-
todo por una resolución
beneplácito
i.n
suce-
lo
Pero hecho tan
emanada de su simple bárbaro
sólo
mengua y baldón para sus autores, porque
la
produjo heroica
indigno con que se premiaban sus servicios, y muchos
Zitácuaro renació de sus cenizas y después de muchos
de entre
años volvió á ser uno de los firmes baluartes
ellos,
desde entonces, cesaron de alentar
que habían declarado á
Dueño y
hacer en
causa de la independencia
'.
ejerció ella
tropas del rey, y en cuyo recinto
sus funciones la Junta Suprema, quiso
y sus habitantes un terrible castigo.
Mandó
hacia Zitácuaro en los postreros días de 1811, el coronel Porlier, que
hemos dejado en Toluca, quiso
inmediaciones.
una respetable sección, y
distinción de condición,
término de seis días
,
sin
edad ni sexo, saliesen dentro del
permitiéndoles llevar lo que pudie-
contra
los
insurgentes.
Las
resistencia
común
fueron
Hacienda;
particular,
los indios
aplicadas
ocupaban
el
de
mano
Tenango y sus al frente
de
30 de diciembre se hizo
artillería
el
que
abandonadas por
los
Al día siguiente, último del año, entró sin en
Tenancingo,
hallando
al
pueblo
casi
á la Real
quedaron privados de sus derechos,
BuSTAMANTE — Ctíarfro histórico, tomo II, pág. 215. Gaceta de México de M de febrero de ISW. — Colección de documentos de J. E. Hernández Dúvalos, tomo IV, pág. 7. '
«
que
Efectuó su salida de Toluca
nueve piezas
la villa reducida á cenizas.
como
insurgentes
dueño, sin combatir, del cerro de aquel lugar, en halló
sen de sus bienes, para que á la salida del ejército fuese tierras, así de propiedad
tentar, con
conocimiento y aprobación de Venegas, un golpe de
salvaje 2 por el que ordenó que todos los vecinos
,
la
Mientras Calleja y su ejército avanzaban difícilmente
desde luego á diez y nueve de los prisioneros que cayeron en su poder, y el .5 de enero publicó un bando
fusilar
de
libertad mexicana.
Calleja de Zitácuaro, que por dos veces había
visto desbaratadas las
se alzó
la
odio
el
—
Méieico y sus revoluciones, tomo IV, páJ. M. L. Mora. gina 280. Aparte de Zilúcuaro, Calleja mandó quemar los piguientes pueblos de los alrededores: San Mateo, San Bartolo, San Andrés, Santa María, San Francisco, San Juan, Sun Miguel, Huantepec, Nayarit y Ziracuato. (Bustamante. Campañas de Calleja, página 151). '
—
—
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
276 desierto,
porque sus moradores, entre quienes corrió
rumor de que iban á ser degollados por huyeron despavoridos á
los
el
los realistas,
bosques de las cercanías.
rato
y cuando
el
la
sabedor de que los indepen-
columna
al
Después de un largo
coronel realista hubo notado algún des-
concierto en las
El 3 de enero de 1812, Porlier avanzó hasta barranca de Tecualoya,
que Porlier mandó situar enfrente.
contrarias
filas
mando
,
desprendió una fuerte
del capitán Calderón
y del teniente de
navio Michelena, quienes, bajando con presteza
al
fondo
dientes que antes ocupaban Tenango se habían fortificado
del barranco
en ese punto áspero y revuelto, donde situaron su arti-
por la batería, arrollaron á los independientes y se apo-
llería
de modo que pudiese enfilar
Un
debían seguir los realistas. éstos
apenas se presentaron en
único camino que
deraron
vivo cañoneo recibió á
víveres
el
el
borde
opuesto
del
barranco, que fué sostenido por los fuegos de una batería
General don
Morelos, á quien hemos dejado en rior
el capítulo
ante-
en Cuantía, y á Bravo y Galeana en Taxco, habían
efectuado,
de
y
y subiendo luego tres
al lado opuesto, protegidos
cañones y de una gran
municiones.
Porlier
no
creyó
cantidad
prudente,
de á
pesar de esta victoria, avanzar más allá de las posiciones conquistadas y retrocedió hasta Tenancingo.
Ramón Rayón
misma
posición que en el ataque anterior, adoptó igual
Apenas se rompió
plan para desalojarlo.
el
fuego de
entretanto, un movimiento convergente hacia
cañón, gruesas columnas realistas al mando de los capi-
que Porlier ocupaba en Tenango y Tenan-
tanes Calderón y Cos y del teniente de navio don Pedro
las posiciones
lado opuesto del barranco; pero en
cingo, y á poco supo éste que grandes masas de insur-
de Toro, treparon
gentes se habían posesionado nuevamente de la barranca
este atrevido asalto hallaron
de Tecualoya; eran, en efecto, las partidas que mandadas
obstante la muerte del jefe independiente Oviedo, que
mismo
cayó en tierra á poco de haber comenzado la refriega.
por Oviedo combatieron algunos días atrás en lugar; pero esta vez una gruesa división
de Galeana, se hallaba en
el
resto del ejército, con Morelos
,
salió
á
á las órdenes
pueblo de Tecualoya, y á su frente,
gran prisa para unirse á sus compañeros. anticiparse
el
esta formidable reunión,
de Tenancingo, y encontrando
y al
el
avanzaba á
Quiso Porlier el
17 de enero
enemigo en
la
La
al
ventaja quedó al
fin
una resistencia
furiosa,
no
por los soldados del rey, que se
hicieron dueños de dos piezas de artillería y persiguieron
á sus contrarios hasta
el
pueblo de Tecualoya.
Galeana, que había salido violentamente en auxilio de Oviedo, se vio forzado á encerrarse en
acabamos de nombrar, fortificándose en
él
el
pueblo que
á toda prisa y
MÉXICO Á THAVÉS DE LOS SIGLOS á sostenerse para dar tiempo
decidido
grueso del ejército.
medio de
al
avance del
Siguió combatiendo con bravura, y en
la pelea podía vérsele acudir á todos los
puntos
y afrontar la muerte con calma en los sitios de mayor
277
abandonó á su paso por
barranca los cañones que
la
acababa de arrebatarles, y no dudando que Morelos marbreve á atacarle,
charía en fortificar
se
ocupó activamente en
á Tenancingo.
de
Así sucedió, en efecto, pues apenas tuvo noticia este
algunos de los suyos y se abalanzó sobre las piezas que
general de la muerte de Oviedo y del ataque que sostuvo
estaban más próximas, dio muerte á los soldados que las
Galeana con tanta intrepidez, apresuró su marcha en unión
De
peligro.
•servían
repente
saltó
y volvió con
ellas
parapetos
los
al
seguido
perímetro fortificado
del
de los Bravos y de Matamoros.
tal
se le incorporó Galeana,
Este atrevido golpe de mano desconcertó de
pueblo.
su paso por Tecualoya
y reunidas bajo su mando supedel pequeño ejército, se presentó
suerte á Porlier que ordenó desde luego la retirada, y
rior todas las divisiones
como fuese vivamente perseguido por
delante de Tenancingo en la
los independientes,
A
mañana
del 22 de enero.
Geaeral don Manuel de Mier y Terún
A
medio día rompieron
los
independientes sus fuegos
columnas intentaron
guerra.
el
pero fueron rechazadas
asalto,
ventajosamente su
artillería,
con
la
que batían
la plaza
pero sin avanzar mucho por la fatiga de sus caballos, por lo que Porlier llegó á Tenango sin ser molestado y
El jefe realista hizo una salida vigorosa y entró en su fortificado recinto llevando dos cañones que
de
pudo arrebatar á
llería
del pueblo.
entonces
el
los contrarios.
Creció en furia desde
combate, y no fué parte
la
oscuridad á
menguarla; á las once de la noche Porlier incendió las principales
casas
del
pueblo situadas
en
la
plaza,
y
allí
se dirigió á Toluca
Morelos,
Tenancingo
al
después
de
Tenancingo con
nombre
dejando en
artillería, el
cadáver
sin
arti-
y dejando en rumbo á la Tierra
victoria salió
Caliente; pasó por Cuernavaca, recogiendo abundantes
el 9 de febrero
su división,
esta
coronel Marín,
en
restos de
cuyos habitantes pudieron
y conduciendo gran número de heridos.
elementos
los
,
ver entrar á su división en completa derrota,
considerando imposible continuar la defensa, abandonó á
poder de los independientes toda la
un gran número de
y considerable cantidad de pertrechos de Bravo marchó en persecución de los realistas,
prisioneros
con pérdidas considerables, logrando, sin embargo, situar
de navio Míchelena,
del teniente
sobre los parapetos improvisados por Porlier, y varias
,
y
las
ricas
haciendas
del
valle
de
este
entró en Cuantía de Amilpas
seguido de tres mil hombres y de sus valientes compa-
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
278
ñeros los Bravos, Matamoros y Galeana. Era su intento,
según
manifestaba
lo
en
carta
Rayón
á
dirigida
',
marchar hacia Puebla y atacarla, prometiéndose entrar sin dificultad en la
La
dicho
derrota de Porlier consternó á los realistas de
y obligó á Venegas á dirigir toda su atención más capaz y valiente de todos los campeones
el
bandera de
la
revo-
la
lución.
Enmudeció
colonial
y nada apareció en sus columnas referente
Gaceta del gobierno
la antes parlera
á los
Tecualoya y Tenancingo; hicié-
desastres de Porlier en
de ellas
el ejército del
Insistió
dispuesto, y Calleja púsose al
Maravatío
23 de enero,
el
el
movimiento que tenía
en marcha saliendo de
fin
pero
tres
días
desde Ixtlahuaca, presentó su renuncia, que tada inmediatamente, nombrando brigadier don Santiago Irisarri
mente desconocido en descontento unánime.
y
Centro.
Venegas en ordenar
virey resolvió desplegar todos los recur-
el
razones de Calleja
virey la ruina indefectible á que queda-
al
ronse rogativas en los templos por la derrota de los insurgentes,
las
rían expuestas las provincias de su obispado separándose
segunda ciudad del viieinato.
que habían alzado hasta entonces
El obispo electo de Michoacán, don
arriba.
representando
la capital
hacia
más
Manuel Abad y Queipo, apoyaba
,
el ejército,
el
después, y le fué acep-
virey en su lugar al
militar que era entera-
y en
el
que produjo un
Cedió Venegas ante
la
ley de la
sos de que podía disponer para lograr el exterminio del
necesidad y escribió á Calleja exhortándole á que retirara
cuerpo de ejército mandado por Morelos.
su renuncia, conjurándole para ello en nombre de los
Vinieron por este tiempo á aumentar tropas
las
realistas
número de
el
de Asturias y de
batallones
los
más caros
intereses de la patria, aunque terminaba con
decirle, que si no se consideraba capaz
de soportar las
Lovera, que procedentes de España, desembarcaron en
fatigas
Veracruz, respectivamente,
de tiempo para tomar la correspondiente providencia ^
el
14 y 16 de enero, siendo
recibidos
con las mayores muestras de regocijo por los
realistas
de ese puerto.
de la campaña,
se
lo
comunicase sin pérdida
Calleja contestó desde Toluca en los siguientes tér-
esos
minos, que revelan con bastante claridad las diferencias
batallones, precisamente cuando la metrópoli luchaba con
que se habían suscitado desde tiempo atrás entre los dos
mayor ardimiento contra
personajes
radas
que
peticiones
Explican
la
invasión francesa, las reite-
consulado
el
venida de
la
y
particulares
los
dirigían á la Regencia en solicitud de soldados españoles
que reemplazasen á
los
mexicanos, de quienes se temía
que tarde ó temprano se
A
los batallones
después
el
unieran á sus compatriotas.
que acabamos de nombrar siguió poco
primero del regimiento de infantería de
que llegó á Veracruz
rica,
el
A mé-
20 de enero á bordo del
navio Asia, trayendo á su cabeza al brigadier don Juan
José de Olazabal, y en
el
más importantes
mismo buque vino
el
mariscal
de campo conde de Castro Terreno. Todas estas tropas se pusieron desde luego en marcha hacia la capital descan-
sando algunos días en Jalapa y Puebla.
Venegas, armándose de energía en vista de
la situa-
ción angustiada que habían producido los sucesos militares
del partido español:
—
«Excelentísimo Señor. Me ha sorprendido la copia de la representación de los jefes de este ejército, adjunta al superior oficio de V. E. de ayer á las once de la mañana, en la que entre otros, dan por origen de las enfermedades que sufro, la sensación que pueden haber hecho en mi espíritu murmuraciones y hablillas despreciables, á las que soy tan superior, que miro con lástima al débil que, no encontrando el camino del honor y de la gloria, entra por las sendas tenebrosas de la negra calumnia. »Este ejército, restaurador del reino, vencedor en cuatro acciones generales y treinta y cinco parciales, está muy k cubierto de toda murmuración racional y yo muy tranquilo sobre este punto. »Yo he hecho por mi patria cuantos sacrificios ella tiene derecho á exigir de mí, sin pretensión ni aun á que se conozcan y si ahora hablo de ellos, es porque la necesidad de desvanecer hasta el más leve indicio de que los economizo por resentimientos, me obliga á ello. »Yo he sido el único jefe en el reino que ha levantado y conservado tropas, arrancándolas del seno mismo de la insurrección, y este propio ejército, cuyo mando me hizo V. E. el honor de confiarme, se compone de ellas en su mayor parte. Abandoné mis intereses que hubiera podido salvar como otros, y que fueron presa del enemigo dejé mi familia ^n la ciudad de mi residencia, para alejar de sus habitantes la sospecha de que temía se perdiese: la expuse al mayor riesgo, y con efecto, perseguida por los montes, cayó en sus manos, y por miras interesadas me la volvieron escoltada por sus tropas, con la propuesta de que si yo dejaba las armas de la mano, me devolverían mis intere.ses, me asignarían una buena hacienda, me señalarían veinte mil pesos de renta anual y me acordarían la graduación de general americano. »Soy también el único jefe que ha batido y desbaratado las grandes masas de los rebeldes, y soy, final,
:
en
sur de las intendencias de México y Puebla,
el
dio
órdenes reiteradas á Calleja, que se hallaba en Maravatío al frente
de
la división
que había vencido en Zitácuaro,
para que avanzase hacia Toluca y marchase de Morelos. Pero Calleja manifestó cia de setenta leguas
que
hallarse frente á frente del
presentaba,
se
destruiría
ejército, bastante fatigado
le
él
virey que la distan-
al
era preciso recorrer, para
nuevo y
terrible
seguramente
ya por
acababa de acometer. Encarecíale con
encuentro
al
enemigo que cuerpo
de
ruda campaña que
la la
su
necesidad de acudir
á la persecución de las numerosas partidas que
henchían
el
Bajío, y terminaba proponiéndole que para
combatir á Morelos se formase otro ejército de las tropas situadas
en
México, Puebla y Toluca y de las que
próximamente llegarían de España
'^,
y que en
efecto
desembarcaron por esos días en Veracruz, como hemos '
'
AlahXn.
—
Historia de México, tomo II, pt'ig. 468. BusTAiiANTE. Campañas de Calleja, pág. 165.
—
:
'
BusTAMANTE.
— Campañas de Calleja, pág. 167. — AlauXn. —
Historia de México, tomo
II,
pég. 473, edición de 1850.
279
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS mente, el único que, después del ataque que padeció mi salud ocho días antes de la batalla de Calderón, se puso á la cabeza de sus tropas casi mortal, y ha continuado un año k la del ejército en los mismos términos. »Todo es notorio como el sincero deseo del bien público que me ha conducido, y si los miserables restos de salud que me quedan fuesen útiles á mi patria, no dude V. E. un momento que los sacrificaré; pero ella me ha reducido á término que por ahora me es absolutamente imposible continuar con un mando que tantos obstáculos pone á, su restablecimiento. Si puesto en sosiego, rég-imen y curación metódica (lo que no es combinable con la situación actual) restableciese mi salud, lo manifestaré á V. E. sin perder instante, k fin de que me emplee en cuanto me crea útil; por lo que ruego k V. E. nuevamente se sirva nombrarme sucesor. Dios, etc. Toluca, Febrero 1." de 1812, á la una y media de la tarde.»
Creyó
virey que no
el
tiempo la concesión de gracias y ascensos que Calleja
batalla de Calderón,
virey y
el
arrogante jefe del ejército del Centro, quien acabó por
acceder á
que
lo
primero le indicaba, y
el
con sus tropas á la capital,
siguió
efecto
al
llegando
el
de
.5
Solemne fué
el
recibimiento que hallaron los solda-
éste,
pre-
los
Entregóse, pues, en ese día á los jefes,
nación.
oficiales
y soldados un escudo mandado acuñar en que la cifra de Fernando VII estaba sostenida por un con anticipación,
y un perro símbolos del valor y la lealtad y en la un lema que decía: Venció en Acúleo, Guanapiato
león
,
orla
,
y Calderón, siendo de de plata
jefes,
oro
el
escudo destinado á los
de los oficiales y de plaqué
el
soldados.
promociones que fueron decretadas
las
de los
concediéndose
,
y oficiales del mismo grado á los que eran coroneles
Extendióse esta promoción á todo
de milicias.
de Nueva España, y de esta suerte,
el
el
ejér-
odioso Cruz,
que nunca se había distinguido ni en valor ni en espíritu pero que contaba con todo
fué ascendido á mariscal de campo,
favor del virey,
el
y
los jefes
y
oficiales
de la división de Nueva Galicia recibieron también
ñoles en ella avecindados se esforzaron en demostrar su
grado inmediato.
batido por la dominación.
dida entre
de flores
,
el
y
los balcones
A
colgaduras.
En
Paseo Nuevo y las doce
más
éxito habían cora-
toda la carrera compren-
el
Palacio se alzaron arcos
de las casas ostentaban lujosas
de aquel día una salva de vein-
tiún cañonazos anunció la llegada de la vanguardia á las
en medio
marchaba Calleja
frente de su
al
el
El padre Pringas, que acompañó cons-
tantemente á Calleja y que
al
empezar
el
ataque dirigido
por éste contra Zitácuaro declaró haber visto en
el cielo
unas palmas como nuncios de victoria, fué premiado con el
nombramiento de predicador del rey, y se agració
con los honores de intendente de provincia á don Manuel
Velázquez de León, secretario general del vireinato
Las promociones que acabamos de
puertas de la ciudad, donde esperaban los principales jefes de la guarnición;
el
ejército vete-
los jefes
rano, y en éste, el
cito
el
Pero los verdaderos premios consistieron en
dos de Calleja en la ciudad de México, pues los espa-
ardiente simpatía á los que con
le
mios que merecían los armados sostenedores de la domi-
militar,
febrero.
y poniéndose de acuerdo con
señaló el 9 de febrero para la distribución de
grado inmediato á el
era posible dilatar por más
había pedido con insistencia, sobre todo después de la
,
Quizás mediaron otras cartas entre
le
'.
citar, extensivas
á los militares españoles que pocos meses antes habían
de los altercados que
un numeroso estado mayor y seguido de lucida escolta, y venían luego los batallones
llegado á la colonia,
y escuadrones, contando los primeros dos mil ciento cin-
daño
cuenta hombres y los segundos mil ochocientos treinta y dos caballos. El ejército desfiló delante del Palacio, en
canos que habían defendido hasta entonces con las armas
cuyo balcón principal se hallaba
ocultaba que tarde ó temprano se verían postergados en
ejército,
de
aplaudía á los soldados.
el
virey que saludaba y
Detrás de las tropas marchaban
y
la
ocurrieron entre el virey y Calleja, hicieron grandísimo al
Las primeras disgustaron á
gobierno.
su carrera, y
segunda,
la
un general victorioso todo
pojos arrancados á la vencida é incendiada Zitácuaro.
temida, había venido
las
muestras de entusiasmo de los españoles se
los ameri-
en la mano la causa de la dominación, pues no se les
el parque, la artillería y las provisiones, y cerraban la marcha gruesas bandas de mujeres cargadas de los des-
Pero
noticia
ridad del virey,
al lo
difundirse, demostró que
podía osar, y que la auto-
en otro tiempo tan reverenciada y tan
muy
á menos desde que
estado
el
de guerra de la colonia exigía que los jefes militares
extremaron tratándose de Calleja, á quien consideraban
ejerciesen un
ya como
su guarda, y un ascendiente personal é inevitable en los
el
forzoso sucesor de Venegas
y
el
más
fuerte
apoyo de sus intereses egoístas y mezquinos. Hospedado
en
la
granado del partido, y á la hora de ensalzaba hasta las militar
muy
los
lo
brindis
más se le
nubes y se encomiaba su mérito
por encima del de los más famosos capitanes
de la antigüedad.
Cuando se presentaba en
el
y
celos de
Venegas, que era forzado testigo de
aquellas manifestaciones
en las zonas confiadas á
Reconciliados
más
altos
dirigir
,
á lo menos en la apariencia
personajes del gobierno,
atendió
,
los
dos
Venegas á
contra Morelos el ejército del Centro, reforzado
con algunos de los batallones que habían desembarcado
en Veracruz hacia mediados de enero.
En una
larga
teatro la
concurrencia le victoreaba entusiasmada, con gran mortificación
arbitrario
cuerpos de ejército puestos á sus órdenes.
casa del conde de Casa Rui festejábanle á porfía
con banquetes espléndidos á los que concurría
mando
consagradas á su antiguo rival.
—
—
' BusTAMANTE. Can)/)a/Tas de Calleja, piígs. 167 y 168. AlaHistoria de Méajtco, lomo 11, págs. 480 y 481. mAn. Suplemento á la Gaceta de México, núm. 181, correspondiente al 9 de febrero de 1812.
—
—
JCÉXICO Á TBAVÉ8
280 instrucción que dio á Calleja la situación militar
',
trazaba á grandes rasgos
de la colonia: la capital misma del
vireinato rodeada de numerosas
y audaces
gavillas; el
camino del interior interceptado por las partidas de los Villagranes y del cura Correa; henchidos de insurgentes el territorio
de Michoacán y
el
rumbo de Toluca; ocupa-
DE LOS SIGLOS cuando fuera destruido diente
el
cuerpo de ejército indepen-
mandado por Morelos.
decía Venegas
,
«Es, pues, indispensable,
combinar un plan que asegure dar á este
y á su gavilla un golpe de escarmiento que los aterrorice, hasta el grado de que abandonen á su infame corifeo
caudillo, si no se logra aprehenderlo.
das por ellos la mayor parte de la intendencia de Puebla
«Sus principales puntos ocupados son: Izúcar, Cuan-
y Taxco
habiendo destacado en estos últimos días
y la provincia de Tlaxcala; cerrado al comercio el libre tránsito de la capital al puerto de Acapulco, y en peli-
una vanguardia que ocupó sucesivamente
gro de que se interceptase la comunicación con el de
Totolapa, Buenavista, Juchí, Tlalmanalco y Clialco, la
Veracruz y
la
opulenta
provincia
Todos
de Oaxaca.
estos males y peligros creía Venegas que deberían cesar
tía
,
los
pueblos de
cual se ha replegado posteriormente á Totolapa y tía,
Cuan-
teniendo avanzadas en Buenavista.»
Catedral de Tulanciogo
Desarrollaba á continuación el virey
su
plan
de
Izúcar y Cuantía debían ser atacadas simultáneamente para dividir las fuerzas del enemigo encargándose la expedición contra la primera de estas pobla-
campaña.
al
ciones á las tropas de
de Puebla reforzadas
de Asturias, y de la que había de avanzar hacia Cuantía el ejército del Centro, escalonando su marcha en Chalco, Tenango, Ameca, Ozumba y Atlael batallón
con
tlauca.
Como
era de esperarse la derrota de los insur-
gentes y su fuga hacia el Sur instrucciones
con
la
,
indicación
Puebla se destinasen á
la
el
virey terminaba sus
de que las tropas de
persecución
,
en tanto que
el
rumbo que dictasen
el
10 de febrero (1812) pudo
alistar la expedición,
salir
y
de la capital una tropa
de trescientos dragones destinada á reforzar la división de Puebla. El grueso del ejército del Centro se puso en
y siguiendo el itinerario señalado en las instrucciones de Venegas, marchó sin obstáculo hasta acampar el 17 del mismo mes en la hacienda de Pasulco,
marcha
el
día 12,
distante dos leguas de Cuantía.
Pero antes de continuar refiriendo las operaciones del ejército realista y las heroicidades que presenció Cuantía,
debemos seguir Véase Apéndice, documento núm. 9. (Instrucción dada por Venegas al general don Félix María Calleja).
capital para dirigirlo
la
las circunstancias.
Activamente se procedió á
,
la guarnición
á
del Centro volvería
ejército
»
resto de
la
marcha de
los sucesos ocurridos en el
Nueva España después de
la
toma de Zitácuaro.
MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS
Hemos
dicho que la Junta
meramente en
y luego
Tlalcliapa
pec, permaneciendo
Suprema
se
refugió pri-
se estableció en Sulte-
en este último
lugar
vocales
los
Liceaga y ]3erdusco, pues don Ignacio López Bayón, dirigido al
al
que pudo organizar, se había
frente de algunas tropas
rumbo de Toluca.
Al lado de
primeros
los
comenzó á distinguirse en aquella época don Manuel de Mier y Terán, oriundo de Tepeji del Río y que había Este el colegio de Minería.
231
importante capital de Michoacán, hizo
la
primeros días de febrero cientos
hombres y
en los
salir
Linares con tres-
capitán
al
tres piezas ligeras en
busca de Albino,
á quien encontró situado en las alturas del pueblo de
Tarímbaro, con una multitud á caballo que
capitán
el
realista afirmó en su parte exceder de cuatro rail
hombres.
Esta poderosa masa de caballería se echó impetuosa-
mente sobre
la corta
fuerza de los realistas, quienes logra-
distinguido joven abrazó con ardor la causa de la inde-
ron desordenarla á cañonazos y quitarle seis piezas y más de seiscientos caballos, que fueron llevados en triunfo á
pendencia, y llegó á ser una de las glorias más puras de
Valladolid.
terminado sus estudios en
Acogido con entusiasmo por
la revolución.
indepen-
los
grado de coronel, y desde luego se dedicó á fundir artillería estableciendo una maestranza y dientes, recibió
el
todos los talleres necesarios en
en tanto que
mineral de Sultepec,
desde la misma población,
doctor Cos,
el
el
Entretanto, Muñiz, que ignoraba
el
desastre
de Albino, se presentaba en las lomas de S:mta María día convenido esperando verle llegar de un otro.
el
momento á
Trujillo, unido á Linares, salió á atacarle,
y des-
pués de un corto aunque empeñado combate, logró derrotarle,
quitándole diez piezas de artillería y tomándole
y propagaba en las hojas del Ilustrador Americano las doctrinas en que apoyaban su heroico levan-
grande número de prisioneros. el
indomable Albino García, que á semejanza
tamiento á mano armada los defensores de
del fabuloso
Anteo diríase que cobraba mayores fuerzas
escribía
indepen-
la
de cada desastre, volvió á su predilecta comarca del
dencia.
Al retirarse de Soto-Maceda
los
Llanos de
Afcm
la división
á quien hemos visto sucumbir en
,
el
de
ataque
de Izúcar, hacia los últimos días de 1811, quedó aquella vasta
desguarnecida
región
casi
y en
completo,
por
consecuencia no tardaron en recorrerla numerosas partidas que extendían sus
Texcoco, hacia cingo por
el
rumbo
el
empresas hasta
los
confines de
poniente, y las cercanías de Tulandel noroeste.
A
mediados de febrero,
mando de Osorno, Olvera, Anaya y otros jefes de menor importancia intentaron un ataque á Tulancingo, defendido á la sazón por poco más de cien varias guerrillas al
hombres á
combate que sostuvo en Mextitlán
sos
soldados,
Escandón,
25 de octubre del
y se juntó á poco con
p;irtidas ei
de
negro
grado en virtud de
promoción general acordada por
la
virey) se dirigió en busca de esas guerrillas, entrando
sin resistencia en
pues los
mismo Valle
el
insurgentes
se
dia 15 de febrero,
el
anticipadamente, y
retiraron
García Conde hubo de retroceder hasta Celaya, su cuartel
general, para acudir desde
allí
á los puntos que sus
veloces enemigos amagasen.
No
lo
dejaron quieto mucho tiempo, nuevas guerri-
organizadas por
llas
el
teniente general Reyes, el padre
Pedrosa y otros, y que fuertes de cuatro mil hombres, seis cañones y abundante provisión de armas de fupgo
pues que los guerrilleros tenían prometido á
se habían adueñado de San Miguel el Grande, fortificán-
fué
el
el
sus soldados el saqueo de aquella villa ñoreciente
;
pero
dose en
el
cerro de la Cruz.
García Conde envió en su
la muerte de Olvera los desconcertó por completo, y se
contra al capitán Guizarnótegui
retiraron después de un combate obstinado que ocasionó
en tanto que
el jefe realista
división de García Conde, destacada del ejército
con dos
escuadiones,
de Querétaro García Rebollo
destacaba en la misma dirección
pérdidas considerables á defensores y asaltantes.
La
las
González, Salmerón, Camacho y
El brigadier Gircía Conde (que había obtenido
Valero. tal el
los
choque que hubo de sostener
Eudo
año anterior. esta vez,
Valle de Santiago, donde reunió fácilmente á sus disper-
órdenes del capitán don Francisco de las
las
Piedras, quien ya había dado muestras de su esfuerzo en el
Pero
al
comandante don Ilde-
fonso de la Torre con dos batallones, combinando sus
del Centro cuando Calleja desocupó la villa de Zitácuaro,
movimientos, de suerte que ambas fuerzas se hallasen
sostuvo desde mediados de enero una fatigosa campaña
frente al enemigo en
en las llanuras del Bajío, donde tuvo que habérselas con
el
renombrado Albino García, quien, rechazado de
Guanajuato
'
y después de haber asolado las comarcas
de Dolores y San Felipe, atacó sin éxito, pero con su brío de siempre,
á la importante población de Irapuato.
Por un momento abandonó
Así
lo hicieron,
jando á
los
la
madrugada
del
y juntas comenzaron
el
26 de febrero. ataque, desalo-
independientes del cerro de la Cruz, causán-
una gran pérdida y quitándoles toda la artillería. Entraron los vencedores en la villa de San Miguel, donde doles
ordenaron varios fusilamientos, y dejaron
expedito
el
infatigable guerrillero la
camino que debía recorrer un convoy destinado á San
intendencia de Guanajuato, entrando en la de Michoacán
Luis Potosí y que se hallaba detenido en Querétaro. En la zona que cae hacia el norte de la Sierra de
para concurrir
al
el
ataque de Valladolid, proyectado por
Muñiz y Navarrete.
Pero con
el
propósito de impedir la
reunión de lis guerrillas independientes, don Torcuato Trujillo, que, '
como recordará
CspUuloXVI, T.
111-36
lib. I.
el lector,
mandaba en
jefe
Guanajuato y en
la
que se extienden
las
llanuras
de
Dolores y las tierras de San Luis, menudeaban los combates de guerrillas con motivo del frecuente tránsito que
por ella hacían
los
convoyes que iban y venían entre
282
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
San Luis y Querétaro. Reñido fué el que se empeñó el 4 de febrero en el santuario de Atotonilco, pues los
luego una salida vigorosa, logró desbaratar á los
insurgentes asaltaron un cargamento de quinientas barras
dores,
de plata procedentes de Zacatecas.
comandante don Ildefonso de
la
acción
consignó
oficial
momentos antes de
el cielo,
el
Torre, que avanzó hasta
aquel punto á recibirlo, y que en su parte
haber visto en
empero,
Salvólo,
principiar la
una palma refulgente como promesa segura de
,
victoria
1.
También
un mes antes y próximo á
Calleja,
dar la señal de ataque contra Zitácuaro, creyó ver en cielo
una nube en forma de palma, y
á los
oficiales
voz en todo
la
Calvillo, de la Profesa de
con este motivo un libro
escribió
De
la
atribuyó á la
lo
Remedios, protectora de
los
los
padre Díaz
el
México, quien
el
manifestó
ejército.
el
superchería de Calleja, hizo un milagro
Virgen de
lo
y soldados que se hallaban á su lado,
difundieron
cuales
así
los realistas,
y que fué mordazmente
En
de Oaxaca las crueldades y rigores
la provincia
indígenas de Jamiltepec en
los
noviembre del año anterior, Zarate y Cal délas
^
los jefes realistas
Ortiz de
mantuvieron sujetos por algún tiempo
á los pueblos de la Costa Chica; pero en
mismo mes
el
tomándoles
como
así
al
Régides
salió
al
Bubadilla,
los
insurgentes
y por algún tiempo
y un cañón colocados en
la terrible
costumbre de
Al principiar
el
año alteróse nuevamente
ron
escritos
Nueva
visto en su
entre
lugar,
levantamiento en los pueblos
brigada de
los
El segundo de aquéllos, con
anales de la independencia. la
nombres en
con sangre sus terribles
actividad que lo distinguía entre todos, se dedicó á
perseguir las partidas de independientes que aparecieron
Silacayoapam fué tomada fácilmente
la
la
siempre Cruz, Negrete, Pastor y tantos otros que deja-
Oaxaca y Puebla.
el
i.
época
la
Jiquilpán el 11
zona comprendida
de aquella áspera sierra. El comandante de
había servido
les
prisioneros, que fueron fusilados inmediatamente, según
logrando
y por momentos cundió
que
considerable acopio de semillas y muchos
de defensa,
que es
como hemos
se mantuvieron firmes en
la altura
toda la Mixk'ca,
valiente Trujano,
comandante don Nicolás
nutrido fuego dejaron en poder de Regules una culebrina
destacado por Morelos para propagar la revolución en
el
ene-
sus posiciones, pero arrollados después de dos horas de
á la sazón en los confines de
por
del
pueblo de Teposcolula;
el
el
hizo su aparición en la provincia don Valerio Trujano,
la
y en
unirse con los asaltan-
mes siguiente en busca
migo, á quien dio alcance en
mandaba á
fusilar
gobernador y alcalde de los indios
del pueblo que habían intentado tes.
sitia-
llevaban
que mandó
haciéndoles cuarenta prisioneros, el acto,
que
cañones
tres
los
Galicia, dando motivo á que desplegasen su crueldad de
criticado por los partidarios de la independencia.
que descargaron sobre
rar sus tropas todas al interior del edificio; pero haciendo
destrozar una
Nueva
de ellas
Galicia y Michoacán,
en
decía Negrete al sanguinario Cruz:
su carta que
tiene en consideración
de esta división, tanto más
huyen
los
enemigos de
parte
el
«Me
oficial,
dice V. E. en
continua fatiga
la
incómoda cuanto
ella.
de
cercanías
las
Al terminar
de enero.
No hay duda
siempre
que
esta
Oaxaca, don Bernardo Bonavia, levantó á gran prisa
última circunstancia la hace sensible, pero estos soldados
algunas tropas destinadas á combatir la independencia
son valientes á infatigables
por aquel rumbo, poniéndolas á las órdenes del español
tierra de algunos de los
don
Nochistián,
ya están descansados: es bien patente cuan dignos son
quien, ajeno hasta entonces á la carrera de las armas,
de la consideración y recompensa de la patria, en medio
se distinguía
de que no se han individualizado sus grandes servicios.»
José
Regules Villasante,
vecino
de
por su actividad y decisión
á la
causa
realista.
y don Juan
de
Vega,
la
levantaron
tropas
en
sus
haciendas y se pusieron de acuerdo para combatir á los independientes.
Estos,
al
principiar
el
mes de enero
(1812), considerándose bastante fuertes para tomar la
la
en cuanto logran
avanzaron hasta Yanhuitlán, pueblo
Mixteca, cuya
iglesia
parroquial,
servir á la defensa.
En
ella
el
se fortificó Regules, con
que
principio de
muchos monstruos que
la asolau
partidarios de la independencia
los
debían estar fuera de la ley y del derecho
y
al
rey, mientras mayor fuese
el
número de monstruos
inmolados por sus manos.
El coronel
realista
don Manuel Pastor, que dejaba
siempre á su paso un reguero de sangre, podía también desbaratar en la primera quincena de enero, por
por medio de los jefes que
le
guerrillas de independientes en Amatitán,
rrar en la improvisada fortaleza víveres suficientes para
Rosa y Real de
No
tardaron
la
Yesca.
Paso de Santa
alcanzó en las lomas de Tepetilti una victoria completa,
una
en presentarse los insurgentes en número de tres mil
desalojando
algunos centenares de hombres, muertos en
tres
cañones, tomando á lo
que
los realistas le
una
obligó á reti-
ó
Otro de sus destacamentos
hombres con
avanzada de veinticinco soldados,
sí
estaban subordinados, varias
cuatrocientos infantes y cien caballos, cuidando de ence-
caso de sostener en ella un sitio dilatado.
y que más
,
meritorios serían los servicios que hiciesen á la religión
de
rico
que fué en sus
principios convento de dominicos, es un edificio capaz de
el
limj)iar la
Asi, habíase adoptado por casi todos los jefes realistas
Varios propietarios, entre ellos don Gabriel Esperón
ofensiva,
:
gruesa tropa
entre ellos el general don
insurgente
Tomás Rodríguez,
que
perdió
el
campo,
cien fusiles,
cuatro cañones y doscientos caballos. '
10 de »
Parte de Torre publicado en lu Gaceta correspondiente
marzo de
1812.
Capitulo XVI,
ol •
lib. I.
BüSTAMANTE.
de 1849.
— Cuadro
histórico,
tomo
I,
púg. 381, edición
MÉXICO A TKAVES DE LOS SIGLOS Agitábase también, á principios de 1812,
y no porque
quila,
faltase
á sus hijos
del patriotismo, sino con motivo
separaba de decerse
la ciudad el
único
noble sentimiento
el
zona que vio nacer, propagarse y engran-
la
de Veracruz, bajo puerto
comercio
pro-
de la distancia que les
Además,
levantamiento por la independencia.
el
la
que antes había permanecido tran-
vincia de Veracruz,
dominación española, era
la
Seno Mexicano habilitado para
del
con la metrópoli,
con
exclusión
el
de
del
los
283
que toda
noticia de
zona que circunda á Veracruz
la
estaba cubierta de partidas armadas.
Pocos meses des-
pués apareció entre éstas y alcanzó sobre ellas decisiva autoridad, un hombre que llegó á ser
muy
don Félix Fer-
historia de la independencia; llamábase
nández
era oriundo de la apartada Sonora
,
hacer sus estudios de jurisprudencia en Sin que se sepa
Ildefonso de México.
el
ilustre de la independencia trocó luego su
de Guadalupe Victoria.
ciso,
de
hijos
Es verdad que
sistema prohibitivo. en
la costa,
el resto
de
los
eran parti-
la provincia,
de la revolución, pues descendientes en su gran
darios
mayoría
de
antiguos
los
esclavos
allí
transportados,
ni
motivo que á
el
En
tismo como por las cuantiosas ventajas que les producía el
y cuando
se
el
excepción
ello
lo
colegio de San
momento pre-
el
españoles ricos y adictos á la península, tanto por patrio-
monopolio y
,
presentó á tomar paitido por la revolución acababa de
demás países de Europa y América; tal condición hacía que la mayor parte de sus habitantes se formase de
el
notable en la
obligó, este defensor
nombre por
mes de enero (1812)
la provincia entera,
de
principales,
sublevada,
poblaciones
sus
masas armadas
las
y
se
el
con
hallaba
proclamaban la
que
emancipación recorrían las llanuras de la costa y las pendientes que conducen á la Mesa Central, amagando
sentían arder en su sangre la sed de venganza que se
constantemente á Orizaba
legan unas á otras las generaciones oprimidas; también
esta última
simpatizaban con la insurrección no pocos de los habi-
Naolinco, situado en una meseta que defienden escar-
tantes de las tres grandes villas de la provincia. Jalapa,
padas laderas por los rumbos del
Orizaba y Córdoba;
Instalóse en él una junta revolucionaria
que abrigaba
pero los elementos
poderosísimos
puerto, contrarios todos á la indepen-
el
dencia, bastaron para refrenar por largo tiempo al resto
de
i.
provincia
la
Gobernábala
y hacia
Córdoba y Jalapa.
,
Cerca de
noreste, se halla el pueblo de
el
sur
y
del
oriente.
que mantenía
activas relaciones con los partidarios de la emancipación
residentes en Jalapa
movimientos
de
los cuales la instruían de todos los
,
tropas
las
realistas
proveyéndola
de
general don Carlos de Urrutia, mexi-
abundantes recursos de todo género. La Junta se dedicó
cano de nacimiento, militar instruido y hombre de afables
á organizar partidas que en breve se extendieron hasta
maneras; pero
Tepeyahualco, de la intendencia de Puebla, por
el
principal autoridad residía en
la
el
Con-
el
rumbo
sulado y en los ricos comerciantes españoles que compo-
del poniente,
nían el ayuntamiento del puerto, regulando á su antojo la
dirección opuesta, y frecuentemente enviaba á las gote-
marcha de
ras
la
administración
públii^'a,
de
tal suerte,
que
el
y hasta
las
orillas
de Veracruz, por
la
de Jalapa jefes osados que amagaban esta villa y
gobierno político de la provincia pudiera decirse dirigido
forzaban á su guarnición á permanecer día y noche tras
por don Pedro Telmo de Landero, entusiasta partidario
de los fuertes parapetos que construyó su comandante en
de la dominación y teniente letrado de
las principales avenidas.
A
la intendencia.
pesar de tantos elementos y tan poderosos
comarca
de
Nueva España,
mismo algunos partidarios de guiéndose
entre
ellos
don
alentaban la
en
independencia, distin-
Tomás Muiphy, don José
Mariano de Almanza y don Juan Bautista Lobo, mexicanos de nacimiento, pero respetados por ñoles
más
puerto
el
adictos á la causa de la
madre
los tres
los
patria,
la
toma de Zitácuaro, que dio tan rudo golpe
al prestigio
de Rayón, parecía inaugurarse favorable á
Con
que
,
habían logrado conservar sujeta aquella importantísima
espa-
y no
las
armas españolas
en todos los tonos
mentos breve
tiva,
y
la
celebraron
lo
el
que
los jefes
de la indepen-
dencia desplegaron una resistencia más ordenada y efec-
gados á disimular sus sentimientos entre hombres que
Mantúvose en paz
Así
completa pacificación de la colonia. Sin embargo,
en este mismo año fué en
obstante este prestigio de que gozaban, viéronse obli-
no se los hubieran perdonado.
año de 1812.
periódicos de México y los docu-
de la época, prometiéndose anunciar en
oficiales
la
el
los
los
y en el que las grandes masas de la tropa española renombrados generales que las mandaban sufrieron
repetidos desastres, que no
es justo
achacar á casuali-
provincia hasta marzo de 1811, en que los habitantes
dades de posición y á superioridad numérica, sino á bien
puerto dieron señales de agita-
dirigidas maniobras apoyadas en la firmeza de propósito
de las costas vecinas ción,
al
impidiendo la entrada
ordinaria de los víveres;
y de carácter,
lo
cual no había distinguido la acción de
alarmáronse las autoridades y habitantes de Veracruz, y las primeras hicieron salir al coronel don José Antonio
los primeros caudillos.
de la Peña á
el
la
cabeza de una fuerza expedicionaria, la
que, después de sostener varios choques con las guerri-
de los costeños, regresó á la ciudad llevando la
llas
'
J.
M.
L.
nos 258 y Ü59.
Mora.
— Méícico y sus recolucione?,
tomo IV, púgi-
Acabamos de ver en
el
resumen
precedente que la revolución, lejos de amenguarse con golpe que recibió en Zitácuaro, renacía poderosa en
varias provincias, y en otras aparecía formidable, preci-
samente en
los
dos primeros meses de 1812.
La toma
de la residencia de la Junta no realizó, pues, los pronósticos de los dominadores.
MÉXICO A TEAVJiS DE LOS SIGLOS
28 i
Para compensar daño hizo á
pugnador de
el
descalabro de Rayón, que
más
la reputación militar de este constante prola
independencia que á la causa misma, alzá-
que siempre había tenido éxito de esta
dientes
y
realistas,
pues
revolución,
todo el prestigio de sus recientes y notables victorias.
que pudiera contrastarlo
A
triunfante Morelos
jireífiencia
la
atención
del
gobierno
vireinal,
lanzaba á su encuentro sus mejores tropas y
al
y éste general
á la capital de
á sus órdenes.
que iba á depender
base Morelos no lejos de la capital del vireinato con
fueiza de brillantes hechos de armas llamaba ya de
la victoria
campaña creyeron unos y vencedor
,
Calleja,
en
lo
Del
otros, indepenla
nada
futuro,
suerte de la se
concebía
en tanto que
creían que no tardaría en amenazar
Nueva España,
la
que vería entrar luego
en su recinto á las tropas victoriosas del Sur.
—
CAPÍTULO Descripción de Cuaulla.
— Fortificase
Morelos en este pueblo.
— Número
II
y calidad de sus tropas.
— Sus
úllimos preparativos de defensa.
— Sale Morelos seguido de pocos soldados y se halla en peligro de caer prisionero — del convento de San Diego. — Muerto de los coroneles realií^tas Sügarra, Oviedo y conde do Cusa Rui. — Porfiada lucha en combate, — Desinterior de las casas. — El niño Narciso Mendoza — Galeana restablece pués de un ataque de ocho horas son rechazados los realistas. — Calleja se sitúa en la hacienda de Santa Inés. — Estragos del asalto en — Marcha brigadier Llano las casas del pueblo. — Resolución de Calleja de sitiar á Cuantía. — Propone al virey la demolición de éf contra Izúcar, y es rechazado 24 de febrero. — Retírase Llano y se dirige con su división al campo de (Calleja. — Morelos trata 23 y de detener la marcha de Llano y envía una fuerza á la barranca de Tluyacac. — Es derrotada ésta y se efectúa la unión de Llano y de f;alleja. — Cuautla circunvalada. — Rómpese fuego de los siliadores sobre la plaza 10 de marzo. — Terrible bombardeo que destruye gran número de casas. — Don Miguel Bravo y otros jefes intentan socorrer la plaza y se sitúan en la barranca de Mayotepec. — Son desalojados por batallón de Lovera— Se retiran al A/aZ país y los derrota capitán realista don Gabriel Armijo. — Dispone Calleja cortar agua de Juchitengo. — Los sitiados levantan bnjo fuego de los reali.=tas un reducto en la toma del agua — Sangrientos y diarios combales que sostienen los independientes en defensa de la toma. — Atacan los sitiados fortín del Calvario y después de tomarlo se ven obligados á retirarse. — Muerte del capitán realista don Gil Riaño. — Morelos consulta con sus oficiales salir personalmente en busca de víveres. — Opónense aquéllos y coronel Matamoros rompe la línea la noche del 21 de abril. — Hambre espantosa dentro de Cuautla. — Peste asoladora. — Recursos de que se vale Morelos para vigorizar óninio de sus soldados. — Fiestas improvisadas en reducto del agua. — Juicio de Ca*lleja respecto de la resistencia que oponen los independientes. — Difícil situación de los sitiadores — Comunicaciones cambiadas entre virey y Calleja. — Ataca Matamoros la línea de circunvalación para introducir víveres en la plaza. — Es rechazado. — Calleja ofrece indulto á los caudillos Morelos, Guleana y Bravo. — Contestación del primero. l^.esuelven los independientes evacuar la plaza rompiendo la línea siliadoin. — Salida de Morelos y su pequeño ejército en las primeras horas del 2 de mayo, después de setenta y dos días de asedio. — Orden de la marcha. — Combale en la hacienda de Guadalupita. Ignora Calleja durante algunas horas la salida de los independientes. — Son éstos perseguidos vigorosamente. — Morelos y grutso de su fuerza se dirigen á Ocuicuto y luego ú Izúcor. — Don Leonardo Bravo es hecho prisionero en la hacienda de San Gabriel. — El coronel realista Echeagaray es nombrado gobernador militar de Cuautla. — Horrible aspecto_que ofrecía este pueblo. — Triste condición de sus moradores. — Numerosas victimas de la peste. — Saqueo del pueblo por las tropas realistas. — Elogios de este memoiable sitio hechos por los enemigos de la independencia. — Vuelve Calleja á Mé.xico. — Disolución del ejército del Centro. Fuerzas de
los sitiadores.
—
Reconoce Calleja las Sangriento combate
fortificaciones de la pinza
el
el
el
ta.
el
el
el
el
el
allí
el
el
el
el
el
el
el
le
el
el
el
Sigamos ahora Prtsulco, al
al
general Calleja, á quien dejamos en
á corta distancia de Cuautla, resuelto á destruir
cuerpo
de
ejército
más temible de
luchado hasta entonces por
la
Pero antes de continuar
los
que habían
el
relato de las operaciones
que fué de portentosas hazañas
cuyo
lejos
brillo,
de
apocarse por el tiempo, aparece hoy con viva claridad
alumbrando esplendorosamente á pación
mexicana.
Sagunto,
los
héroes de la emanci-
El nombre de Cuautla, como los de
Numancia, Gerona y Zaragoza, simboliza
patriotismo ardiente elevado
hasta
que forma
la línea exterior
el caserío,
cuya mayor longitud de norte á sur es de media legua,
y su anchura de un cuarto de legua,
hállase
una no
interrumpida línea de espesa arboleda, entre la que des-
independencia.
preciso es que intentemos describir el teatio
militares,
Ciñendo
anchura.
el
tacan
Una
los
platanares
sus
sonantes
flecos
que se va elevando gradualmente
y
lustrosos.
y media de espesor,
atarjea de mampostería de vara
has^ta
la
altura
de Cuautla, hasta el
la
hacienda de Buenavista, situada en
término sur, y la cierra por la parte occidental
como
el
barranco del río
le sirve
de foso por
el
,
lado del
oriente.
historia de la guerra que emprendieron nuestros padres
iglesias
sólo se redujese á la defensa
en su mayor paite de humildes chozas unidas entre
sacrificio
,
y
de aquel pueblo, ésta bas-
taría para eternizar su recuerdo.
que domina, como una meseta, cinas.
Por
la
y de pocas casas de
por cercas de piedra.
Alzase Cuautla sobre un terreno ligeramente elevado las
llanuras
parte oriental de la población
circunve-
corre
entre
así
El pueblo, en 1812, con excepción de algunas
si la
el
de
catorce varas, corre desde el Calvario, extremidad noite
Desde
el
cal
y canto, componíase sí
Calvario corre una calle
recta que á la entrada de la población pasa costeando la iglesia
y convento de San Diego; en el centro atraviesa donde se levanta el viejo convento de
la plaza principal,
ésta y las lomas de Zacatepec el río que naciendo en las
Santo Domingo, cuya iglesia es la parroquia del lugar, y
vertientes del Popocatepetl va á mezclar sus aguas con
termina en Santa Bárbara, situada en
las
del
natural
turbulento
mide
por
Amacusac, y cuya profunda rumbo doscientas varas
aquel
caja
de
al
el
extremo opuesto
Calvario.
Morelos,
que
acompañado
de
don
Hermenegildo
MÉXICO k TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS
286
Galeana, Matamoros y los Bravos (don Víctor y don
a'gunas fuerzas que llevaron don Francisco Ayala,
Nicolás),
teniente coronel Cano
había entrado en Cuantía
comprendió que
allí
de febrero
9
el
sería atacado en breve,
gable constancia se dedicó á fortificar
el
y con
>,
infati-
pueblo, aumen-
importancia.
y algunos
La mayor
otros jefes
el
de menor
parte de los defensores de Cuantía
se formaba de negros
y mulatos de
la costa,
»
hombres
tando las obras de defensa comenzadas por don Leonardo
de resolución y fuerza, dice un historiador, armados con
Bravo, jefe de
fusiles
durante
la plaza
á Taxco y Tenancingo.
en
cortaduras
hicieron
la
expedición de Morelos
Levantáronse trincheras y se puntos
los
se abrieron troneras en los conventos
y se mandó
allegar la
y de forrajes.
y mandados por hombres de honor y corazón
y casas principales
los
mayor cantidad posible de víveres
tenientes habían conducido, dividíanse en mil infantes y
se
aumentaron en
lo
,
regularmente armados sucesivo
diestros en su manejo, á quienes había ensober-
más convenientes;
Los tres mil hombres que Morelos y sus
dos mil de caballería
y
becido una serie casi no interrumpida de sucesos felices,
hasta
,
cuatro
Bravos y Galeana calibres formaban la
i.»
,
tales
como
Diez y seis cañones de varios
artillería
de Morelos,
contándose
una culebrina y el famoso Nifio, coñón pequeño, que, como se recordará, servía en la hacienda entre
ellos
los
que
de los Galeanas para hacer salva en los días de fiesta
mil,
con
religiosa.
Vista general de Cuaulla
Todo
fué animación y movimiento en el interior de
Cuantía desde que se supo su llegada á Pasulco.
de
norte al
plaza
la
y
avance de Calleja, y luego
Confióse á Galeana la fortificación
de
convento
pueblo;
del
el
dióse
el
San
Diego
situados
al
de Matamoros y don Víctor Bravo
trabajo
en las trincheras,
de Buena-
la custodia
punto extremo sur del perímetro cortaduras
El
fortificado.
y reductos no
cesaba de día ni de noche, dedicándose á
él
con igual
sen,
y en todas partes alentaba con su voz y con su
ejemplo á los trabajadores y soldados.
Al amanecer del 18 de febrero una espesa polvareda
que se alzaba en turbios remolinos sobre México, hacia el
el norte,
mandadas por Llano.
del ejército realista
antes
de
rendirse
Morelos desplegó durante aquellos
días
una
indomable actividad: pasaba revista á sus tropas, dirigía las obras '
de defensa, inspeccionaba
Véase
el
rupflulo anterior.
el
parque y arma-
El cuerpo de ejér-
días después ascendió á siete mil con la incorporación de
de Cuautla parecía que estaban dispuestos á sepultarse
enemigo.
de
cito de Calleja constaba de cinco mil hombres, y algunos
las tropas
bajo los escombros de su lugar
la carretera
anunció á los independientes que
enemigo llegaba frente á Cuautla.
ardor hasta las mujeres y los niños, pues los habitantes
al
la
orden de transportar á Cuautla cuantas provisiones halla-
mando de Santo Domingo
general don Leonardo Bravo, y se encargó al denuedo
vista,
mentó, enviaba emisarios á los pueblos vecinos con
de Asturias y la
marchaban
Lo vera,
al
Los mejores batallones ataque de Cuautla
:
los
recién llegados de P^spaña; los de
Corona, Guanajuato, Patriotas de San Luis y columna
y los escuadrones de lanceros de México, San Carlos, Zamora, España, Tulancingo, Armijo y
de Granaderos
'
AlamXn.
;
— Historia de México, tomo
II,
pág. 491.
287
MÉXICO A THAVES DE LOS SIGLOS Venían á
Moran.
que
cabeza de estos batallones y escua-
la
ei'a
solamente su propósito reconocer
drones los jefes de mayor nombradla, y casi todos habían
los contrarios.
militado á las órdenes de Calleja en las victoriosas expedi-
salió
ciones de este general desde los postreros meses de 1810.
las
Calleja con un cuerpo de quinientos hombres
Avanzó
hacer un reconocimiento
escogidos para
pueblo
y
,
cañón
alrededor
después de recorrer á distancia perímetro fortificado
el
en
se situó
del
de tiro de la
loma de
Cuautlixco, á media legua de Cuautla. Mor)- los, que obser-
vaba desde
alturas de
las
San Diego este movimiento,
intentó inquietarle con su caballería por la retaguardia;
Galeana
,
Matamoros y
por apartar ilustre jefe
al
los
Bravos se esforzaron en vano
general de este atrevido proyecto, pero
el
calmó los temores de sus tenientes diciéndoles
de
la posición
Seguido de algunos hombres de su escolta
de sus atrincheramientos y cayó con ímpetu sobre
Pero Calleja había previsto este
avanzadas realistas.
y con sobrada astucia dispuso
acto de arrojo de Morelos,
que de un lado y otro del caminó se emboscasen gruesos
los
que
independientes
Apenas
se
por
presentaron
pero
realistas,
un cañón para destrozar á
infantería con
pelotones de
al
esa
éstos
vía
aventurasen.
se
huyeron
avanzadas
las
mismo tiempo sus emboscadas comen-
zaron á cruzar sus disparos sobre la escolta de Morelos,
que en pocos momentos quedó diezmada por cayeron
al
el
fuego:
lado del ilustre jefe algunos de sus soldados
más queridos,
otros tornaron á Cuautla fugitivos,
y muy
Iglesia parroquial de Cuautla
permanecieron
pocos
en
compañía afrontando
su
una
verdadera lluvia de balas; y con ellos, sin embargo, se resolvía Morelos espada en
que ya
realistas
le
mano entre
rodeaban
,
las
filas
de los
con la decidida intención
Entonces fué cuando los atalayas colocados en las viendo
extremo peligro en que se hallaba
el
el
general, dieron voces que infundieron grandísima angustia
en
los
de adentro. Oyólas Galeana, y seguido de algunos
jinetes,
partió
velozmente con dirección
al
lugar de la
pelea, derribando con furia á los enemigos que encontró
á su paso hasta llegar del
cerco
que
le
al lado
tenía
de Morelos, quien libre ya
aprisionado
,
pudo regresar á
Cuautla en medio del delirante júbilo de sus habitantes y de los soldados, que habían creído perderle para siempre. Calleja
con la mayor rapidez.
Debió creer que aquellas masas
mal armadas no podrían
no
pensaba
que fuese
Cuautla, y en las instrucciones
necesario
sitiar
á
que recibió del virey
resistir al
sus disciplinados batallones
marle en su propósito
de aprisionarle.
torres,
antes de emprender su marcha, se le recomendaba obrar
impetuoso ataque de
y más hubo quizás de ani-
,
la vista del pueblo,
cuyo caserío,
formado en su mayor parte de chozas de zacate, ofrecía á sus
El perímetro mismo, excepto por
la
parte oriental que
defendía el barranco de que ya hemos hablado,
sentaba asalto.
obstáculos
Fundándose
que nada tienen de para
el
A
serios sin
á
tropas
no pre-
acostumbradas
las siete
ilusorio,
dispuso Calleja
el
ataque i
de la mañana cuatro columnas de infan-
tería realista avanzaron al
al
duda en estas consideraciones,
siguiente día, 19 de febrero.
con dirección
no
defensores muchos medios de resistencia.
denodadamente desde
convento de San Diego: á
el
tiro
Calvario
de
fusil
dos de las columnas se desviaron, respectivamente, á
—
—
288
MÉXICO X TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS
derecha é izquierda, para caer sobre los flancos de posición,
la
enemigo, comprendió que pronto iba á ser atacado, y
en tanto que las dos restantes marchaban de
adoptó las medidas que creyó indispensables para resistir
frente, llevando en su centro
una batería y en
dos de los piejores regimientos del ejército.
los flancos
con vigor
Calleja iba
nas hasta cerca de
;
dio orden de
en un coche á retaguardia de las columnas, pues seguro
en
de su triunfo, no juzgó necesario montar á caballo y ponerse á la cabeza de sus tropas. Morelos, que había
intrépido Galeana.
muy temprano
notado gran movimiento desde
en
el
el
mando de
las colum-
y confirmó
la
extremo norte de
amenazada
fortificación
avanzando
Siguió
campo
que se dejase llegar á
la plaza sin hacerles fuego,
tropa
la
la calle
Eeal
,
realista;
siempre
al
entró
en
el
al llegar á la plazuela
y
EXPLICACIÓN DEL PLANO QUE REPRESENTA EL BLOQUEO T ATAQUES DE CUAUTLA AMILPAS
—
=
—
\. Habitación del general Calleja. 2. Habitación del cuartel maestre. 3. Habitación tiel mayor peneral de Parf|iie. — 6. Proveeduría. Habitación del mayor general de coballeria. 7. Ho-spital. 8. Columna de granaderos.- -í). Ilatnllón Vó. Patriotas 10. Escuadrón de lanceros de Meneso. 11. Itatallón de la Corona. 12. Regimiento de caballería de San Luis. de Guanajuato. 15. Escuadrones de lanceros de Zarzosa y Arniijo. 16. Escuadrones de México. de San Luis. — 14. Regimiento de caballería de San Carlos. 19. Ratería del coronel Gordoncillo 20. Camino 18. Camino de comunicación con las baterías de Bucnavista. 17. Escuadrones de España. 23. Batnria la más avanzada 22. Parapeto de una trinchera en el camino de Cuantía al de Coaluiistln. 21. Batería del capitán Murga. cubierto. 26. Bata2.j. Puente de comunicación al campo del brigadier don Ciríaco del Llano. que se situó al fin del sitio. 24. Espaldón de los morteros. 29. Escuadrón de dragones de Puebla. 31. Batallón expedicionario de 27. Escuadrón de Tnlancingo. — 28. Batallón mixto. llón de Asturias. 33. Camino abierto de 32. Otro reducto para avanzada de infanteria. Lobera. — 31. Reducto en que se situaron primeramente los morteros. 35. Espaldón ¡lara infanteria. 34. Batería de agua de Jucbitengo. comunicación en una profunda barranca llamada de «la Agua Hedionda». 37. Reducto del Calvario. — 38. Espaldón que de noche se sostenía con infantería y arti36. Otro espaldón para avanzada de sesenta granaderos. 39. Camino de comunicación tlel reduelo del Calvario á la habitación del general Calleja; llería. 41. Plaza de Santo Domingo. —42. Hacienda de Ruenavista. - 43. Santa J'unlos ocupados por los sitiados en el pueblo: =!Í0. Plaza de San Díeío. 45. Bosque de árboles frutales. — 46. Reducto de los insurgentes para favorecer la entrada ilel agua. Bárbara. — 44. Reducto del Platanar.
Puntos ocupados por infanteria.
los sitiadores:
— — —
— 4.
.'5.
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
Puntos exteriores fuera de la circunvalación: ^= il. Lomas de Zacatepec. — 48. Pueblo de Amelcingo. — 49. Hacienda de Guadalupita. —iXI. Hacienda de Santa Inés. — 51. Camino real de México. — 52. Camino por donde el ejército pasó para establecer el sitio, levantando el cnnipo de Cuauxtlisco donde estuvo cuando Calleja fué rechazado por Morelos el 19 de febrero de 1812. — 53. Camino del Hospital.- 54. Bosque en las inmciliaciones de Coahuixtla. — 55. Hacienda de Coahuixtla. — 56. Hacienda de Mapaxtlam. — 57. Escuadrón de lanceros de retén. — .58. Guerrillas. — 59. Puente de comunicación. — 60. Avanzadas de caballería de veinticinco hombres de día, y de noche de cincuenta.
de San Diego desenganchó sus cañones y
los
puso en
batería frente á la trinchera defendida por los independientes.
Rompiéronse
entonces
lados: los realistas disparaban
los
fuegos
de
ambos
con rapidez, y sus con-
trarios pausadamente, como para no malgastar su escaso
parque.
fin al
hombre que tan osadamente hacía fuego sobre sus
artilleros,
y
reconociéndole,
rapidez y le disparó
quedó, sin embargo, cara
armas
le asió
nube que rasgaban como
metro
fortificado.
de
San Diego,
dirigió
hacia
á quema ropa.
él
con Ileso
bravo Galeana, y echándose á
su arma mató á Sagaira,
Pronto envolvió una espesísima nube de humo
á la plaza
el
se
su pistola
y
la
despojándole de sus
de un pié y así metióle dentro del perí-
uLa
tropa enemiga, testigo presencial
lenguas de fuego las descargas de la artillería española.
de este suceso, dice Bustamante en su Cuadro Histórico,
se batía á pecho
El coronel realista
enmudeció como atónita y avergonzada; tanto le impuso este brío, digno de los tiempos de lloma. Apareció muy
Sagarra, que mandaba la batería, hubo de distinguir al
luego un coronel dando sus órdenes y llevando un tambor
Galeana había saltado el parapeto descubierto disparando su carabina.
y
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS al lado.
fuego los
;
Galeana mandó á cinco hombres que
cayó del hermoso alazán que montaba
suyos y se
que era
lo
hiciesen
le
abrazáronle
de ellos para golpearse con rabia. Cuando más empeñada estaba la refriega al pié de la trinchera, los indios colo-
Murió también á los primeros tiros
San
Luis,
el
don Juan
Nepomuceno Oviedo. que
oficiales superiores,
cados tras de las lluvia de
masas
Lejos de flaquear, pérdidas
los
combatientes no podían disparar sus fusiles y servíanse
conde de Casa Rui, hombre digno de
coronel del batallón Patriotas de
las
choque formidable, en que peleando cuerpo á cuerpo
allí
llevaron herido mortalraente: díjose
el coronel
mejor suerte..."
;
289
enfureciéronse los realistas por
acababan
de
en
sufrir
y apretando sus
filas
tres
de sus
y alzando ronca
vocería se arrojaron á la trinchera que les cerraba el
Fué
paso como una muralla de acero y fuego.
aquél un
tapias
del
convento
dirigieron
piedras disparadas por sus hondas
proyectiles
y
,
broncamente
silbaban
realistas:
que no causaban
los
la
una
sobre las
estos
terribles
muerte dejaban
maltrecho á quien tocaban. Este inesperado ataque acabó
de desorganizar á los asaltantes
,
y perdida su primitiva
formación se dividieron en varios trozos, que unidos á las dos
columnas dirigidas desde
el
principio del combate
El coronel don Pablo Galeana
á derecha é izquierda,
ambas
líneas de la calle,
horadando
para marchar cubiertos hasta Diego.
Flanqueados
los
la
las
paredes divisorias
fuerte posición de San
independientes por este doble
movimiento, Galeana destacó á un sobrino suyo para que al frente
de un grupo de hombres resueltos contuviera
avance del enemigo por uno de mientras
él
se dirigía contra
los
Pablo Galeana sostuvo entonces
nombre: cargó resueltamente á
los
el
lados de la calle,
de la línea opuesta.
muy
alto el brillo
de su
los realistas arrojándoles
granadas de mano y ametrallándoles con
que Morelos envió á gran prisa desde
la
el
famoso Niño,
plaza de Santo
Domingo, en que había situado su cuartel general. T. III.-37.
En
entraron en las casas que forman
traidor,
estos
momentos oyóse una voz, quizás
que gritaba cerca de
¡todo se
lia
al
el
que
centro de la población,
la
la
el
Al
arrastrando en su fuga
que con una pieza de
capitán Larios
sucesivamente
de un
guardaban huyeron
hallaba apostado en una callejuela inmediata.
ficados,
la
de San Diego:
perdido, han derrotado á Oaleana!
oír estos gritos, los soldados
hacia
la trinchera
artillería
se
Difundióse
desconcierto en todos los puntos forti-
y por algunos momentos reinó dentro de Cuantía
más espantosa
confusión.
enemigos se dirigía á
Ya una
tropa
de dragones
abandonada trinchera, cuando un
la
niño de doce años, llamado Narciso Mendoza, corrió al
cañón,
lo
disparó,
y
el
grupo de dragones retrocedió
—
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS 8IQL08
290 envuelto en
humo y i.
de los suyos
llevando muertos y heridos á algunos
Eápido fué este incidente del que depen-
dió en ese día,
embargo, la toma de Cuantía; llegó
sin
Galeana en esos momentos después de arrojar á los de
supremos
á
columna de
la
la
trinchera,
la
izquierda;
hizo volver á los fugitivos; cubrió nuevamente los puntos
abandonados del convento; y aumentada su fuerza con conducidas por
tropas de refresco,
don Leonardo Bravo, recliazó otros
mismo Morelos y dos ataques emprenel
Eran
las tres
de la tarde, y
los realistas
la
combate había empe-
el
mañana; escaseaba
el
parque de
todos sus asaltos eran rechazados
;
que no era posible tomarlo por
y que para establecer un sitio en regla necesitaba y artillería, y más copioso abastecimiento de pertrechos y víveres. En esa misma noche
asalto
;
refuerzos de gente
del 19, reunió en junta de guerra á todos los jefes supe-
de su ejército, y todos, sin excepción, opinaron
riores
que era menester
diferir
el
ataque, hasta que se reci-
biesen los medios necesarios para repetirlo con probabilidades de buen éxito.
Al día siguiente, 20 de febrero,
enviaba nueva comunicación
didos por las columnas realistas.
zado á las siete de
ficado con inteligencia;
varios
;
el
pueblo exigía un
sitio
asegurándole que
al virey,
de seis ú ocho días, con tropas
suficientes para dirigir tres ataques
y
circunvalarle, pues
aunque su recinto ocupaba más de una legua,
podía
K
de sus jefes superiores j'acían tendidos en los alrededores
reducírsele á la tercera parte
de San Diego y la sangre de cuatrocientos muertos y de mayor número de heridos, por ambas partes, teñía la
decía Calleja en esta comunicación, el enemigo multipli-
«Si Cuautla no quedase demolida como Zitácuaro,
,
Eeal y las casas
calle la
retirada,
y
adyacentes.
con
á situarse
fué
Calleja
batallones á la hacienda de Santa Inés
emprendió
escarmentados
sus
y lomas de Cuau-
Después de
Morelos entró en las casas que
la lucha,
muestras palpitantes del terrible asalto que acababa de pasar
sus pobres moradores fueron víctimas de la furia
:
de los que atacaron mujeres,
niños
nada fué respetado por
;
y
ellos
bárbaramente
ancianos,
,
ni las
asesinados
dentro de las casas y en las huertas, ni sus humildes
muebles y utensilios
que fueron
ilustre general palabras
Tuvo
el
de consuelo para tantos dolores,
el
propósito de resistir hasta lo último en defensa
El resultado del ataque
de la libertad de su patria.
además,
dejábale entrever, ejército
rioso hasta las
posibilidad de vencer al
la
que tenía á su frente, en cuyo caso
realista
ningún obstáculo
nato
destruidos.
vista de tamaña desolación, afirmóse más en su
la
ánimo
le
podría detener para avanzar victo-
misma
goteras de la
capital
del virei-
^.
Calleja, entretanto,
sastre
que acababa de
comunicaba á Venegas sufrir
pérdidas y afirmando que
el
el
aunque atenuando
"*,
delas
número de independientes
encerrados en Cuantía ascendía á doce
hombres con
rail
treinta piezas de artillería; que este pueblo estaba forti-
Cuautla, agradecida, dio ó una de sus calles
'
ciso
Mendoza. Este niño
llegó ú ser,
andando
el
el
nombre de Nartiempo, teniente
coronel del ejército mexicano, y desterrado luego á Centro-América, ocupó un distinguido puesto militar en una de las repúblicas en que se dividió ese país. Dicese que regresó é México y que murió en Cuautla, su tierra natal. ' Cuodro kísíóríco tomo II, pógs. 43-45. BuSTAMANTE. MéiBÍco y sus revoluciones, tomo IV, pág. 342. J. M. L. MoBA. Alamún dice que en esta jornada el coronel don José Jalón no sostuvo su reputación adquirida, pues se aseguró que oculto tras de una pared dio repetidas muestras de flaqueza, por lo que Calleja lo suspendió del mando, y desdo entonces, no obstante el favor que Venegas le dispensaba, no llegó á figurar en cosa importante hasta
—
—
que regresó á España. "
,
que se halla en su último término, cun-
rápidamente y tomaría un nuevo y vigoroso aspecto.
"Cuautla debe ser demolida, repetía á imitación del
habían horadado los realistas y cada una de ellas ofrecía
y á
diría
2.
tlixco
sus fortificaciones en parajes convenientes, y la
caría
insurrección
,
(¡liitoría de
México, tomo
pág. 493). Declaración de Morelos en su causa. ^i4rcA¿P0í?eneroI de la II,
Nación). * Parte de Calleja de 19 de febrero. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dévalos, tomo IV, pág. 34).
Delenda Carthago
del viejo romano,
y
si
es posible,
Parte de Calleja (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo IV, pág. 35): «Excelentísimo Señor: Acompaño á V. E. el duplicado del parte y la noticia de muertos y heridos en el ataque de Cuautla, de la que me mantengo á media legua, á pesar de la mucha dificultad que me ofrece la subsistencia, y singularmente los forrajes; pero quiero imponerme, antes de a¡)artarme, del estado en que ha quedado, por si pudiere aprovechar alguna oportunidad. »Si Cuautla no quedase demolida como Zitácuaro, el enemigo creería haber hallado un medio seguro de sostenerse, multiplicaría sus fortificaciones en parajes convenientes en las que reuniría el inmenso número que de temor se les separa, y desde las que interceptaría los caminos y destruiría los pueblos y haciendas; las pocas tropas con que contamos se aniquilarían, y acaso se intimidarían, y la insurrección, que se halla en su último término, cundiría rápidamente, y tomaría un nuevo y vigoroso aspecto. »Cuaulla debe ser demolida, y si es posible sepultados los facciosos en sus recintos, y todos los efectos serán contrarios; nadie se atreverá en adelante á encerrarse en los pueblos ni encontrarán otro medio para libertarse de la muerte que el de dejar las armas; pero para eslo se necesitan medios oportunos. I^lla está situada, fortificada, y guarnecida y defendida de un modo que no es empresa de pocas horas, de poca gente y de pocos auxilios. En un mismo día tengo necesidad de marchar del campo al ataque, conduciendo y poniendo á cubierto de la numerosa caballería del enemigo las provisiones, los equipajes, el parque, los heridos, y los enfermos conducidos con inhumanidad en burros: necesito verificar el ataque calculando, si no consigo apoderarme del puesto, que me quede tiempo para volver ñl campo, desde el que necesitan salir tropas inmediata'
—
mente á procurarse forrajes á largas distancias, otras á leñar, y las restantes á cubrir y defender el campo de la caballería enemiga, que continuamente se deja ver á largas distancias, huyen^io cuando la atacan, y acercándose cuando se retiran nuestras tropas, con lo que inevitablemente se fatigan, enferman, arruinan y desaparecen. »Cuautla está fortificada con inteligencia, formando un recinto de dos plazas y dos iglesias circunvaladas de cortaduras, parapetos y baterías amerlonadas la defienden doce mil y quinientos armados de fusil, treinta piezas de varios calibres y casi toda la restante tropa de caballería, por lo que no es posible tomarla por asalto, sino con mucha pérdida, y con infantería muy acostumbrada á ellos. El bloqueo ó el sitio en regla necesita más gente, singularmente de infantería, artillería, víveres, pertrechos y tiempo. V. E. resolverá lo que deba ejecutar; en concepto de que en el entretanto me mantendré en las inmediaciones más próximas en que halle subsis:
tencias.
»He consumido muchas municiones en un ataque que duró
seis
horas, y hasta que me den noticia ignoro la existencia, que debe ser bien poca, pero siempre bastante para batir al enemigo si tuviese la osadía de salir de su recinto. »Dios, etc. Campo de Cuahutlixco, febrero 19 de 1812 á las cinco Félix María Calleja.* de la tarde.
—
MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS sepultados los facciosos en su recinto y todos los efectos
serán contrarios
nadie se atreverá en
:
encerrarse en los pueblos,
para libertarse de
encontrarán otro medio
ni
muerte que
la
de adelante á
lo
de dejar las armas.»
el
el
dirigido por Calleja á
algunas
número de prisioneros, pudo
el
brigadier realista dar
la
vuelta á la falda del Popocatepetl y entrar en la Tierra
Caliente, llegando con su división al campo de Calleja
Venegas, en
que manifestaba
el
el
tuvieron las tropas realistas, y la escasez de municiones
Motivo fué el conocimiento de
á que estaban reducidas.
este parte para que Morelos
y sus principales tenientes
se reuniesen en consejo de guerra á
de discutir la
fin
conveniencia de atacar al general español en su campa-
mento.
siguió
le
leguas, y dejando en el camino un cañón y un corto
el
último día de febrero.
Pocos días antes, sabedor Morelos de
de hombres fuera de combate que
número
verdadero
26 de febrero, y aunque picada su reta-
el
guardia por una fuerte columna que
capitán Larios interceptó un oficio
Al día siguiente del asalto emprendido contra plaza de San Diego,
en marcha
291
Galeana opinó por
el
combate, que nunca este
bravo daba oidos más que á su intrepidez imponderable,
la
marcha de
Llano, determinó impedir la reunión de éste con
ejér-
el
que tenía á su frente, y acordó que saliese una
cito
mando
fuerza respetable al
coronel Ordiera con la
del
orden de ocupar la barranca de Tlayacac, punto nece-
Este movi-
sario de tránsito para la división de Llano.
miento no fué tan secreto que se ocultase á Calleja,
el
destacó violentamente una tropa considerable que
cual
dictamen
dispersó por completo el cuerpo independiente acaudillado
cuerdo y prudente de Morelos, quien, aparte de recelar que la comunicación de Calleja fuese un ardid para
por Ordiera, sin que un solo hombre pudiese regresar á
alentar á los independientes á una salida, demostró con
filas
copia de incontestables razones que en el caso de efec-
sus escasas fuerzas por la pérdida de trescientos
pero hubo de prevalecer al cabo en
probabilidades
todas las
tuarla,
junta
la
el
de éxito militarían
á
Venegas
',
el lector
el
que,
según
el
Cuantía é Izúcar habían
,
dos
muertos
mil
hombres,
Morelos
de
atacadas
ser
coronel Llano, ascendido á brigadier en la promoción
quedó
ral
situado hacia el poniente
terrenos de
la
un regimiento de caballería que se
dos cerca del cuartel general,
al frente
en varios
didos
de
hemos enumerado
los
envió de la capital,
le
de dos mil hombres
y escuadrones que
batallones
al principio
compren-
,
de este capítulo, cuando
las
,
la
plaza
,
,
en
depósito de
el
proveeduría y los hospitales fueron establecial
lado contrario, y sobre
Una
lomas de Zacatepec se asentó Llano.
trincheras
gene-
Cuautla,
de
hacienda de Buenavista;
parque
de Puebla
hom-
pudo Calleja dar
ejército realista,
el
principio á las obras de circunvalación; su cuartel
general de principios de febrero. Reforzado este jefe con
salió
disminuidas
vio
prisioneros ó dispersos en la barranca de
,
Reforzado así
plan formado por
debiendo marchar contra esta última
simultáneamente,
con
Tlayacac.
favor de los realistas.
Recordará
bres
mientras los sitiadores aumentaban sus
Así,
Cuautla.
línea de
á medio tiro de fusil de las baterías de la
se prolongó por el
rumbo
sur, ligando la derecha
Los batallones de
dimos noticia del ejército todo, puesto á las órdenes de
de Calleja y la izquierda de Llano.
El 23 de febrero llegó Llano frente á Izúcar, y situándose desde luego en el cerro del Calvario, rompió
Asturias, Lovera y Mixto, y los escuadrones de Puebla
Calleja.
sobre la población un vivo cañoneo por espacio de dos horas;
por este fuego
protegidas
mortífero
columnas de ataque mandadas por
Sánchez
rechazaron
con
caer la tarde,
indómito ,
valor
Guerrero,
embestidas de las
las
que destrozadas se retiraron
á la posición del Calvario.
asalto el día 24, pero fué tan infructuoso rior:
órdenes del
las
y del capitán don Vicente
columnas realistas
Andrade, no pudiendo forzar
dos
coronel don José
Los independientes, á
Antonio Andrade. padre
el
lanzó
y Tulancingo, cubrían en
el
Calleja, cerrando
el
un
los atrincheramientos
plaza.
Desde
y caballería terminaban en
tería
Repitióse
ante-
la
la
Calvario se alzaba
el
una sucesión de espaldones, que defendidos por infan-
ción.
el
y remataban
pues era de todas las posiciones realistas
más próxima á
al
como
del oriente
lado
reducto del Calvario, al norte, perfectamente for-
tificado,
ya
,
el
A
la
de este
modo
cuartel general de
el la
línea de circunvala-
derecha de las lomas de Zacatepec se abre
profundo
barranco, llamado
cuyas vertientes, formadas azufrosa que le da el
por
del
Agua Hedionda,
una
fuente
nombre, derraman en
medicinal
el río;
para
sufriendo un vivo fuego de las troneras abiertas en las
salvar este barranco se abrió en sus lados un camino de
casas, se retiró á su punto de partida después de pegar
comunicación, y cerca del pueblecillo de Amelcingo se
fuego á los barrios de Santiago y del Calvario; y desde
echó sobre
y
la
eminencia de este nombre siguió
la artillería
realista,
durante aquel día, lanzando balas y granadas sobre la población de Izúcar.
En manos
estos críticos
la
momentos para Llano,
orden de Venegas en que
le
campamento '
establecido
Cupilulol.lib.
II.
frente
á
un puente de madera á
la línea de los sitiadores.
fin
de continuar
Esta, larga de dos leguas,
estaba además reforzada con
reductos,
construidos
en
los puntos que se creyó más peligrosos.
llegó á sus
Morelos, entretanto, había desplegado su incansable
prevenía que mar-
actividad aumentando sus obras de defensa, pues fortificó
chase sin pérdida de tiempo á incorporarse á Calleja en el
el río
Cuantía.
Púsose
la
en
hacienda de Buenavista y formó un reducto avanzado el
punto del Platanar para defender la derecha del
río, frente al
campamento de Llano.
Nuevas expedicio-
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
292 nes enviadas por
y
el
esclarecido patriota á las haciendas
pueblos inmediatos, antes de que se cerrase la línea
del sitio, pudieron traerle algunas provisiones
donde
lo
permitieron los escasos elementos del pueblo.
Desde
un
hasta el 9 de marzo, ni
el 1.°
cesó Galeana de hostilizar á los realistas por
de Zacatepec; escaramuzas aisladas se hacía general la plaza
de boca,
municiones de guerra hasta
é impulsó la fabricación de
tropas de Llano.
combate
el
después
de
,
al
solo
principio, pronto
y tornaban
las
avanzadas á
causar considerables daños á las
El 10 de marzo, concluidos
plenes de las baterías realistas
,
rompióse
el
los terra-
fuego contra
Ti'onaron los cañones y morteros de Llano
los sitiados.
en las lomas de Zacatepec, y á su ejemplo, toda
Cuantía.
la línea
Esforzábanse los artilleros por arrojar bombas
á la casa ocupada por Morelos, siendo de notarse la cunstancia de que
ninguno
durante
el
el sitio,
en
cir-
de estos proyectiles cayó,
lugar que deseaban los realistas.
Este horrible fuego no llegó á interrumpirse
día
rumbo
el
comenzó á lanzar granadas, metralla y bombas sobre
día ni de noche, durante todo
el
asedio.
de
ni
,
Caían las bom-
bas sobre Cuantía y destruían con pavoroso estrépito las casas del pueblo, cuya construcción no oponía gran resistencia; al principio
tantes, que iglesias
terror se apoderó de los habi-
abandonaban sus moradas y coriían á
buscando en
tumbrando
el
á
ellas
aquella
las
refugio; luego, fuéronse acos-
incesante
y mortífera
proyectiles: cuando percibían una
bomba en
lluvia
de
aire
se
el
Casa que habitó Morelos en Cuautla
echaban en tierra y esperaban
la
explosión
;
pasada ésta
instante, prefiriendo aquélla á todas las
demás atencio-
recogían los fragmentos de hierro y los llevaban ufanos
nes, á
á la maestranza establecida por Morelos.
no estuviese conforme en estas ideas, pedíale que pre-
decía Calleja al virey el 13
mañana, cuatro
días
de fuego
como pudiera una guarnición de sin dar ningún indicio de los
días
que sufre las tropas
abandonar
amanecen reparadas
«Cuento hoy,
de marzo á las seis de la
las
la
el
más
la
ha suplido con pozos;
que tienen en abundancia; y todas
un fanatismo riamente
piivaciones, con
de comprender y que haría necesaun segundo asalto, que sólo debe
Y
si
se
algunos días después proponía al mismo
alto funcionario:
«que se hiciese venir
artillería
muchas
dificultades para el acierto
Aunque Cuautla
Todos
defensa.
emprenderse en una oportunidad que no perderé presenta."
que se debía ejecutar, en
ofrecían
difícil
costoso
lo
virey
circunstancias que, por cualquiera parte que se mirasen,
de víveres con maíz las
terminantemente
si el
bizarras,
pequeñas brechas que
la
que se podía después ocurrir; y
enemigo,
«8 capaz de abrir mi artillería de batalla: la escasez de
agua
viniese
las
de primera
tenía en cierta abundancia víveres
necesidad para sostener un
Morelos creyó conveniente provisiones,
y
capitán Larios
al efecto ,
dio
allegar
orden
sitio
dilatado,
mayor cantidad de al
cura Tapia y
que habían quedado fuera de
á don Miguel Bravo, que volvía del
sitio
la plaza
al ,
y
de Yanhuítlán,
para que reuniesen todos los víveres que fuese posible,
y viniesen sobre Cuautla á fin de introducirlos en ella. Bravo se apercibió á cumplir lo que se le prevenía, y
gruesa
BusTAMANTE. — Cuoclro histórico, tomo — Alau;(n. — Historia de México, tomo '
de Perote, y todo cuanto pudiese necesitarse sin perder
^n
tes.
11,
II,
popí'. 57 y
púg. 506.
figuien-
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS agrupando
cuatro cañones,
en
se fortificó
hombres
ochocientos
órdenes
sus
bajo
y
rancho de Mayotepec.
el
293 ese indispensable elemento
abastecía á la población de
El
de vida.
Lovera,
de
batallón
protegido
por
las
presumió con fun-
tinieblas de la noche, dio cumplimiento á esta orden,
damento y queriendo prevenir un ataque á su línea que podía ser secundado por los sitiados, dispuso
terraplenando en un gran trecho la zanja que servía de
Calleja supo la reunión del enemigo
,
el objeto,
que
el batallón
de Lovera,
al
mando
mayor
del sargento
don José Enríquez, y cuatrocientos caballos á
las
órde-
agua y dando otra dirección á su corriente. Pero Morelos comprendió el inmenso daño que acababa lecho
en
Al amanecer del 16 de marzo
bajo
al
rancho de Mayotepec y encontró á
los
independientes
situados en una altura, los cuales, acometidos por
dose,
en buen orden hasta
embargo,
sin
dos
que abandonar sus posiciones retirán-
puntos, tuvieron
el
Mal
i)ais,
lugar situado á cuatro leguas de Ozumba.
Desde
este punto,
Bravo y sus compañeros podían
más necesitado de provisiones y per-
Calleja, cada vez
briosamente
uno
que
el
conducía
18 de marzo atacaron el
el
,
enemigo, y día tras día fué campo
fuegos del
los
al oriente
de
morían los patriotas con
tal
de heroicas acciones ese reducto, levantado
de San Diego;
la plazuela
de libertar á sus bravos compañeros de los horrores de
don José
teniente
En
rosos hermanos de armas. dirigió al virey el
4 de
gene-
sus
comunicación que Calleja
amanecer de ayer quedó cortada
lo
«Al
siguiente:
agua de Juchitengo
el
que entraba en Cuautla y terraplenada la zanja que la conducía, y ordené al señor Llano, por hallarse próximo
á su campo, de que destinase
ban parte de
migo
Preciso fué que Calleja orga-
sangre de
la
abril, decíale
Martín de Andrade y que logró éste salvar, gracias al denuedo de los sirvientes del famoso Yermo que formala escolta.
de Cuautla
los defensores
y quizás algunas veces el agua mezclada con
la sed,
bebieron
interceptar los convoyes que de México se enviaban á
trechos de guerra; y en efecto,
y mandó á Galeana que levantase un fortín punto de la toma del agua. Construyóse el fuerte
de hacérsele
nes de Moran, saliesen á destruir las fuerzas de Bravo. llegó la división realista
al
á
su comandante
rompiese
batallón de
el
Lovera con
objeto de impedir que el ene-
sólo el
toma; pero á pesar de todas mis
la
precauciones, y en medio del día, permitió, por descuido,
que no sólo
enemigo, sino que construyese
la soltase el
sobre la misma presa un caballero
^/^rí
ó torreón cuadrado
cerrado, y además un espaldón que
con
el
comunica
torreón, por cuyas obras cargó un gran
de trabajadores
A
sostenidos desde el bosque.
,
su ventajosa situación
,
San Luis y
Antonio Andrade, atacase
cuatro
heridos
lo
torreón ó parapeto á las
el
que verificó sin efecto, y tuvimos
un
y
Sigue
muerto.
extraordinaria actividad reparando
cuyo mando dio
nizase una gruesa sección,
don
de
Gabriel
José
Armijo,
tregua ni descanso destruyese tes
previniéndole
al
capitán
que
sin
grupo de independien-
que tan seriamente podían interrumpir sus comuni-
caciones con la capital. al
al
Para alcanzar
mismo tiempo trasladar á Chalco
ridos
que
en
había
campamento de
los
los
hospitales,
resultado,
tal
Armijo del
salió
Calleja en los últimos días
Arrostró con valor
el
de marzo.
ataque que dirigieron en su contra llegó á Chalco con su
los independientes,
y
A
impetuosamente sobre
su vuelta cayó
y
enfermos y he-
convoy
las
ileso.
posiciones
de Bravo en el Molleáis (28 de marzo de 1812), y tras una recia acometida logró desalojarle, matándole cerca de cien hombres trechos.
y tomando armas, prisioneros y perel peligro que ame-
Quedaba, pues, conjurado
nazó gravemente las comunicaciones entre
la
capital
y
el
enemigo con
minas, construyendo
nuevas baterías y atacando alternativamente todos puntos de la línea.
mente á
»
Los
realistas combatían
agua, pero nunca lograron su el
combate y
tal
el
Algunos días fué
intento.
esfuerzo de aquéllos por
que éste cesaba de correr
desviar
el
bacía
pueblo; la sed se hacía
el
incesante-
de arrebatar á sus contrarios la toma del
fin
tan reñido
los
precioso líquido,
sentir entonces
radora en los defensores y habitantes pacíficos;
el
devocalor
sofocante del Sur aumentaba su intensidad, y muchos de entre éstos plazas,
pegaban
los
labios al lodo
y chupaban con avidez
frescaba por un
En una
momento sus
el
de las calles y
mezquino jugo que re-
áridas bocas.
de las primeras noches del mes de abril,
Morelos, Galeana y don José María Aguayo
denodadamente
el fortín del
Calvario,
atacaron
punto importantí-
simo para los sitiadores, y que situado en el extremo el puesto más avanzado
norte del pueblo, era no sólo
el ejército sitiador.
Al mismo tiempo que este descalabro arrebataba á sitiados la esperanza
cien
Don José
granaderos, todo al cargo del Señor Coronel
once de la noche,
número pesar de
dispuse que el mismo batallón de
Lovera, ciento cincuenta 'patriotas de
Facsímile de la firma del jefe realista don José Gabriel de Armijo
y
bosque
el
los
de ser socorridos por don Miguel
Bravo, dispuso Calleja cortar
el
agua de Juchitengo que
que ocupaban, sino también
el
eslabón, por decirlo así,
que unía por aquel lado las líneas de Calleja á las del brigadier
Llano.
Al mismo tiempo,
los
demás
jefes
UEXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
294 independientes llamaban
Aguayo con sus bravos
toda la línea que los circundaba. costeños cargó con vigor
reducto arrojando granadas
al
de mano sobre sus defensores, y luego, lanzándose á bayoneta, lograron
él
y
en
los suyos entrar
la
el interior del
defendido desesperadamente por el comandante
fortín,
de granaderos don Agustín de la Viña. Allí murió, entre
muchos, y con
llanto
Aumentaba
atención haciendo fuego sobre
la
de todo
ejército
el
realista,
el
habían
se
ejército
hambre cada día;
el
provisiones del
las
agotado, y los comestibles de las
Los
tiendas del pueblo terminaron á mediados de abril.
soldados y habitantes pacíficos, extenuados, macilentos, parecían
espectros
errantes
entre
El aguardiente y la miel, que no escasea-
escombros.
ban, eran
único alimento de aquellos sufridos patrio-
el
resueltos á defenderse mientras
tas,
ensangrentados
los
alentasen fuerzas
arma en
una
Las
manos.
capitán graduado don Gil Riaño, hijo del desventurado
bastantes
intendente de Guanajuato, y ya la artillería del fuerte
madres veían con sombría desesperación morir á sus
había caído en poder de los asaltantes, cuando grandes
pequeñuelos porque sus pechos enjutos no eran ya
masas de tropa enviadas á toda prisa por Llano y Calleja
manantial de la vida.
al
obligándolos á retirarse
rodearon por todos lados,
los
interior de la plaza,
pero cubiertos de
trofeos,
sin
á
sostener
Comprábase á peso de oro
mento más ingrato, y
el
el ali-
inmundos, ranas,
animales
los
eran pasto delicioso de
ratones é iguanas,
lagartijas,
sus
aquellos hambrientos, y cuando ya no tuvieron ni este
gloria.
El hambre, esa siniestra y eterna compañera de la guerra, ya
con
hacía sentir
se
intensidad dentro
de
Algunos han hecho cargos á Morelos de no
Cuautla.
haber abastecido suficientemente
pueblo que escogió
al
para resistir á Calleja, pero nosotros creemos que esta
empaña en
injusta censura no
lo
más .mínimo
Ya hemos
militar del ilustre caudillo.
la
honra
dicho que apenas
Un
extremo recurso, comieron cueros remojados. el
día,
general don Leonardo Bravo vio que un soldado sabo-
reaba con avidez un trozo de cuero, y
como
hallaba bueno tal alimento, contestó el bravo veterano.
Y
el
si
preguntarle
si
fuera maraón,
le
al
hambre,
la sed, el calor
insufrible, los alimentos malsanos,
las
á los sitiados la peste, esa otra
satélite
fiel
vigilias, trajeron
de la guerra.
supo la marcha del general español, pensó dirigirse á
La
Izúcar y esperarle
en llenarse de enfermos; para los que en ella cabían
tencia,
y
allí
con mejores elementos de resis-
permaneció
si
en
Cuautla debido
rápida marcha de las tropas realistas á cabo
llevar
su primer
propósito.
superioridad numérica de los
que no
le
Además,
enemigos no
á
fué
la
la
dejó
gran
permitió
le
iglesia de
San Diego, convertida en hospital, no tardó
medicinas y alimentos, y los
faltaban
morían abandonados en las casas ó en
que
no
había
tiempo
espacio
ni
cabían
cada
calles;
las
día sucumbían al furor de la peste treinta ó
duos;
no
para
más
indivi-
enterrar
los
enviar formales expediciones que condujeran de los pue-
muertos, y se hacinaban los cadáveres en los atrios de
y haciendas inmediatas los víveres, cuya falta él, más que ninguno, deploraba. Y sin embargo, antes de
fera,
blos
que Llano se incorporase con su división
al ejército sitia-
y entre los escombros, infestando la atmós-
las iglesias
y á muchos destrozaban las bombas que no cesaban de caer, esparciendo sus miembros mutilados.
En medio de
dor, organizó varias pequeñas partidas, que aventurán-
escenas de horror y de muerte,
estas
dose á cortas distancias, tornaron á la plaza con algunos
Morelos acudió
mantenimientos.
en los puntos más expuestos á
Hemos Bravo y
también sus esfuerzos para abastecer
visto
poniéndose en comunicación
la plaza
los jefes
el
Mal
no debe
adversa,
Miguel
de guerrillas que se situaron en Mayo-
tepec, y luego en éstos
don
con
fuis,
y
si
suerte fué á
la
por ello culparse al
valiente
Quería solaz el
el
al
recurso de improvisar fiestas sencillas
fuegos del enemigo.
los
gran patriota ofrecer á sus soldados
entre la desolación que les rodeaba,
ánimo
llegase
de
los
defensores
á flaquear:
elegía
de
Cuautla
para que no
preferentemente para
Galeana para defender la toma del agua, y
dos y de los habitantes del pueblo, y más de una vez
tardes, al alcance de las balas
personalmente
salir
á la
plaza
los
al frente
anhelados
le
animaba de
de alguna fuerza para traer víveres.
Pero
opusiéronse
mación
azotado por el hierro,
Matamoros; accedió
el
general en jefe á los deseos de su
y
las fiestas,
maciones y vivas á
enemigas por
el
rumbo de Santa Inés, y
se
en
hambre y
el
aquel
la peste.
campamento Los dispa-
tan nutrido
y cada uno de el
la
ellos
era recibido con acla-
independencia.
Alguna vez fué
fuego de los sitiadores y estuvo en tanto
á ponerse de acuerdo con don Miguel Bravo y
dirigió
sus paitidas,
que se hallaban no
lejos
del
pueblo de
Ocuituco ^ '
y acompañado
ros de los cañones realistas no eran bastantes á terminar
y de cien dragones, arrolló en la noche del 21 de abril líneas
algazara
estrepitosa
bravo teniente, y éste, acompañado del coronel Perdiz
las
muchas
músicas sus alegres acordes, y todo era regocijo y ani-
dentro de Cuautla, y en su lugar pidió salir
coronel
realistas
allí
de los principales jefes, tomaba parte en los bailes y jamaicas de sus bravos soldados. Daban al viento las
aquéllos encareciendo la necesidad de que permaneciese el
estas
diversiones el terreno próximo al reducto construido por
Morelos. Pesábale á éste la dura situación de sus solda-
sometió á sus oficiales la intención que
algún
y levantar así
En
esta salida fué
muerto
el
coronel Perdiz y
mucbop
otros de
que acompoñtíban á Matamoros. El cadáver del primero, desnudo y atado sobre una muía que los sitiadores hicieron entrar en el pueblo, fué el aviso que tuvieron li^s siliados de la muerte de este los
dislinguido patriota.
MÉ-SICO Á TRAVÉS
peligro la vida de Morelos, que sus soldados le obliga-
ron,
á guarecerse detrás de las
por la fuerza,
casi
fueron rechazados y vueltos á la carga, y en la última fué necesario que yo
y sereno valor,
los realistas tan heroico
de
clando la impostura á la verdad, hacía sin quererlo
sible
«Si
Cuantía,
de aquella resistencia admirable:
elogio
constancia
la
el
de
actividad
y
de
defensores
los
en 24 de abril, fuese con
escribía al virey
moralidad y dirigida á una causa justa, merecería algún
un lugar distinguido en
mismo condujese á
El 24 de
abril,
semanario de los hospitales,
que nada era suficiente á abatir, y por eso Calleja, mez-
más cumplido
295
acobardados..."
trincheras del reducto.
Admiraban
DE LOS SIGLOS
que debía hacer, en
lo
le
enviarle
al
estado
el
pedía la orden terminante
caso
el
granaderos
los
pero no impo-
difícil,
de que Morelos hallase medios de sostenerse los
,
pocos días que faltaban para que comenzase la estación
y en respuesta, Venegas, que sentía lisonjeada
lluviosa,
su venganza con las confesiones de su odiado rival, le
«Son muy exactas
decía:
de V. S. sobre
las reflexiones
por nuestras tropas y afligidos por la necesidad, mani-
de Morelos y sus mahométicas máximas... Los insurgentes hacen por todas partes el último esfuerzo:
entierran sus cadá-
nos han tomado á Pachuca; Olazabal ha sido atacado con
en celebridad de su muerte
su convoy en Nopalucan; Tepeaca ha sido ocupada por
día
fiestan alegría
en todos los sucesos
veres á son de
repiques
Estrechados
la historia.
:
festejan con algazara, bailes
y borrachera
la constancia
sido el éxito, imponiendo pena de la vida al que hable
y están atacando á Toluca y Atlixco. Sin embargo. Cuantía es el punto principal y el centro de donde ha de proceder el desembarazo de los restantes;
de desgracias ó de rendición. Este clérigo es un segundo
es cuanto tengo
que decir á V. S. sobre la importancia
de llevar á cabo
la
gloriosa,
y
el
regreso de sus frecuentes salidas, cualquiera que haya
Mahoma que pués
pro?neie la resurrección temporad y des-
paraíso con
el
goce de todas las pasiones á
el
Y
sus felices musulmanes.»
más adelante y
dar que otras veces había elogiado los
independientes,
añadía:
no sale de su casa sino
al
«el
á ellas Si
si
de
fiesta,
Divinísimo en sus
el
batalla de
después de la
dijo,
otras había peleado por obte-
por salvar
A
esta
en
Munda
el
suceso será
replicaba
histórica
cita
«En
reprimido despecho:
Calleja
efecto, la situación
muy
semejante
que aquellos dos hombres, celosos
recíprocamente, habrían ayudado eficazmente á Morelos
climas templados
los
de
España.
Érale,
y
por
con sus discordias,
si
caudillo
micas en esas regiones; sus hospitales estaban henchidos
heroicas algunos días
de enfermos, y
los realistas
general realista veía acercarse con
la estación de las lluvias,
retirada.
situación de los sitiadores.
el
sitio
El virey Venegas conocía
la
Quizás, en vista de ellas,
el
mexicano habría exigido entonces de sus tropas
Pero
pues bien sabía que en
más medio que levantar
éste logrado hubiese interceptar tan
importantes comunicaciones, que revelaban la verdadera
consiguiente, mortífero el clima de la Tierra Caliente, y él se cebaban las fiebres intermitentes, que son endé-
la
suerte,
otro, agria-
El ejército de Calleja estaba
,
en
y emprender
De
uno del
dos por estas mutuas reconvenciones y entorpeciéndose
recientemente
ese caso no le quedaba
el
en no menos crítica
compuesto de gente nacida en
el
mal
con
de César
suyo si apuráremos
al
nuestros recursos y las aguas se retardan.»
venida
vida...
poco de la nuestra; pero yo espero que
difería
dura y casi extrema era en la segunda quincena
ó
la
no difiere mucho nuestra situación.»
^"
se hallaban los sitiadores.
pavor
César
empresa.
Munda, que en
ner la victoria, pero en aquélla
Morelos
de
los días
por sus incomprensibles juicios baja
de abril la situación de los sitiados
fríos
sin recor-
valor del jefe de
cobardón
amanecer de
para exhortar á su canalla, con sacrilegas manos,
el
los rebeldes,
más de
sacrificio
hasta lograr que
levantasen su campo.
los independientes, lo
mismo que
los patriotas
habitantes de Cuautla, sólo tenían á toda hora, sin tregua ni respiro, el
hambre,
la sed, la peste
y
fuego de los
el
verdadera situación de Calleja, y quizás no le pesaba ver á su émulo en riesgo de perder todo su prestigio
pueblo.
militar: urgíale á terminar el sitio
fuego no cesaba sino en raros y cortos intervalos; la
disponiendo un asalto
general, pero á estas constantes excitativas contestaba Calleja:
«El 19 de febrero
asalté
por cuatro
diferentes á Cuantía, que no estaba ni de ficada
como en
victoria,
el
día;
mucho
puntos forti-
mi tropa, acostumbrada á
no dudaba obtenerla.
Tomé
la
todas las disposicio-
nes que creí convenientes, pero nada bastó
,
y
tres veces
cañones enemigos que reducía á escombros
fuerza armada que contaban al empezar el
mada por
casa cural de su pueblo, y dejaba todo el riesgo y la gloria del sitio á Galeana y don Leonardo Bravo; pero no por eso merece la calificación de cobarde un hombre que hasla entonces nunca habla excusado poner su persona en peligro » (¡Jistoria de México, tomo II púg.513).
la peste
,
por
los continuos
sitio,
Larios y de Matamoros, al espirar
el
mes de
el
mer-
combates y por
partidas que habían podido salir de la plaza al
las
mando de
abril
apenas
llegaba á mil hombres, en tanto que los realistas repo-
nían
sus
alzaba « Con este motivo dice Alamán lo siguiente, corrigiendo el injusto juicio de su héroe Calleja: «Es cierto que Morelos permanecía en las casas reales que ocupaba en la plaza de Santo Domingo, jugando todo el día á malilla, con la tranquilidad que pudiera en la
el caserío del
Sus municiones estaban casi agotadas, pues
el
bajas
con
tropas
de refresco.
Cada
día
se
ardiente sol del Sur sobre las colínas de Zaca-
y después de alumbrar mil episodios heroicos de aquel memorable sitio se hundía velado por el humo del tepec
,
combate detrás del campamento de Calleja, sin que noche trajera alguna tregua, ni á
la
la
lucha ni á los inde-
cibles sufrimientos de los sitiados.
Una
última
esperanza
manteníase
por
éstos:
la
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
296
como se
dos días de asedio, marcándose cada uno de ellos con
irresistible la línea
alguna hazaña famosa por parte de los defensores de la
llegada de Matamoros, que algunos días antes,
ha dicho, había roto con bravura
de circunvalación, resuelto á volver con provisiones y pertrechos. Unido, en efecto, en el pueblo de Ocuituco
independencia.
p>ustrado
zar
Matamoros, agotadas por completo
á la fuerza comandada por don Miguel Bravo y
provisiones y los pertrechos, llevado hasta la linde de
el
capitán
coronel
el
Larios, pudo allegar considerable cantidad de víveres;
humano
trasladóse luego á la barranca de Tlayacac, y desde
altivo desdén
mañana
avisó á Morelos que en la introducir
convoy por
el
del día 27 se proponía
rumbo
el
allí
reducto de
del
la
toma, forzando para ello la línea de circunvalación entre Amelcingo y Calleja,
barranco llamado de la Hedionda.
el
ya por haber interceptado
ducía á la plaza
ya por observar en
aviso,
tal
la
cumbre
de un cerro lejano una gran luminaria que comprendió
arregló
rápidamente las medidas del caso
Al ama-
poniendo sobre las armas á todas sus tropas.
necer del día 27, los independientes, en número de dos
Matamoros y don Miguel
mil hombres, acaudillados por
Bravo, aparecieron por realistas de
la retaguardia
Amelcingo y barranco de
cando con vigor á
Calvario y
La
la
Matamoros
de
asaltos
combate,
el
rechazaron
y
,
Al espirar
el pueblecillo
tenientes
entre el fortín del
,
de Amelcingo
^.
plaza de San Diego, lugar de los embravecidos
combates del 19 de febrero, fué señalada para de las tropas.
Dieron las dos de
comenzó á disipar
la
como
las tinieblas
á esa pequeña legión de héroes
mañana;
Circuló entre las
^.
Hedionda, ata-
seguían luego doscientos cincuenta lanceros; detrás de
desesperados
los
por
secundadas
los
fuegos
dos piezas pequeñas de artillería
éstos
ellas el
siendo una de
,
famoso Niño; marchaban luego
que condu-
los
cían á los heridos; Morelos con don Leonardo y don Víctor
construida en Amelcingo, acabaron por perseguir á los
infantería,
de caballería á las órdenes del capitán Anzures.
Oyóse en Cuantía
moros
salió
y adivinando Morelos
el
marchaban también muchos de
la
todas sus fuerzas sobre
los realistas
columna de Morelos
;
desembarazóse Lovera cargando
en que iba dividida
del
río
Eeinaba profunda calma en inquietados
dejando
mes había consultado
al
virey
si
bando de indulto concedido por
el
17 de aquel
enviaba á los sitiados
las Cortes
el
en noviembre
del año anterior, hizo pasar á Morelos, tres días después
del combate de Amelcingo,
un ejemplar
y con
las
á
el
En
los
su
atravesaron
por
puente
momentos un centinela enemigo
sin
de
silencio
repente hallaron en su
De
el
de las que para aquel
y la
formidable
Continuaron su marcha en
armas preparadas.
algunas vigas
sitiadoras;
independientes
izquierda el
camino un zanjón que les impedía él
posible.
menos ruido líneas
las
traspasaron
reducto del Calvario. caso de capitular sin deshonra, y
valiente guarnición,
los habitantes del pueblo,
y procurando hacer
circunvalación,
el
Entre
ese orden salió de Cuantía la columna siguiendo la caja
rrarse de nuevo en la plaza, sin la esperanza de recibir
Era llegado
una pequeña fuerza
que huían temiendo la ferocidad de los sitiadores.
ser
ya ningún socorro.
la
de la
resto
del
de todo sexo y edad, desencajados y macilentos, pero
á la bayoneta, y los sitiados se vieron forzados á ence-
comprendiéndolo así Calleja, quien desde
la retaguardia
las secciones
de Lovera; pero rechazado entretanto
al batallón
y formaba
de Mata-
á la cabeza de una columna, y acometiendo
Matamoros echaron
colocó en seguida al frente
se
estruendo
el intento
con furia las líneas sitiadoras, logró envolver por algún
tiempo
filas
la
independientes, que se retiraron en desorden hasta sus
la refriega,
luna
la
para servir de guía
Bravo
de
reunión
la
mortíferos de una batería que el día anterior había sido
posiciones de Tlayacac.
y
debía
que
tropas,
las
del noreste
y la
Pero éstas, con-
siderablemente reforzadas con otros cuerpos del ejército, sostuvieron
rumbo
él
voz de marcha, y púsose en movimiento la columna. Iba Galeana á la vanguardia con la mejor infantería;
de las posiciones
las líneas de Llano.
con ellos la salida de
efectuarse por el
debía ser una señal de inteligencia entre Matamoros y la plaza sitiada, adoptó
batalla, á caer exhaustos
tarde de ese día, reunió á sus principales
correo que con-
el
campo de
una muerte
sitio, prefiriendo
el
en manos de sus enemigos.
suyos
lo
indulto que se le ofrecía,
el
gloriosa en el
las
y rechazado con hubo Morelos
sufrimiento de los sitiados
el
de resolverse á romper
los
plan que se propuso reali-
el
paso el
;
echaron sobre
caso llevaban, y
improvisado. dio
el
En
estos
¡quien vive! y
del bando, ofre-
La orden de salida, escrita de la misma letra de Morelos, se haUa en e\ Archioo general de la Nación en el legajo intilulado: Ordenes para el sereicio militar de Caauíía, y dice así «Que las lumbradas de los baluartes estén gruesas. Que Iras de la avanzada '
ciendo
Bravo.
el
perdón á Morelos, Galeana y don Leonardo
El primero de éstos devolvió, sin embargo,
papel que
se
le
enviaba,
escribiendo
en
su
el
reverso:
Otorgo igual gracia á Calleja y los suyos ^ El 1.° de mayo de 1812 se cumplieron setenta y '
BusTAVANTE
— Cuadro
histórico,
tomo
II,
pág.
71.
— Con
eple
motivo dice Alamón en una nolQ puesta al pié de la página 522, tomo II, de su IlUtoria de México (edición de 1850), que él sigue lo que dijo Calleja en su parte, relativo al indulto, porque generalmente merecen más conflama las noticias de los jefes realistaaque las de los insurgentes. No hemos podido resistir al deseo de copiar esta apreciación que revela por si sola la parcialidad del historiador
Alamún.
:
vayan zapadores con herramienta. Sigúese la vanguardia de caballería. Luego media infantería. Luego el cargamento de artillerlii. Luego la otra media infantería. Luego la retaguardia de cabollerla. Que se den velas dobles y se vendan las sobrantes y el jabón. Que repartido el prest se dé un peso ú cada enfermo y la mitad del sobrante se traiga. Que se junten cuarenta muías, y si no hay que se reduzcan los cañones. Que se repartan los cartuchos á cinco paquetes: dos tiros y clavo » ' A propósito de la salida, dice Alamán: «A las dos de la mañana del día 2, estando la noche muy obscura, emprendió Morelos su salida, etc.» En cuanto á la obscuridad diremos que basta consultar el almanaque de 1812 para afirmar que esa noche fué de luna.^
;¿^ §* sr
''ifijhl^íje£yjs^¿i
y
Cl^
MORELOS, HÉROE DE LA INDEPENDENCIA
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS aunque
Galeana
mató de un pistoletazo
le
cundió rápidamente por toda la línea
la
alarma
sitiadora,
y
la
columna se vio envuelta por algunos batallones realistas al llegar
Parapetáronse
á la hacienda de Guadalupita.
los independientes
cercas de piedra
detrás de las
y
se
297
cución fueron los
en
inermes
habitantes de Cuautla, que,
infelices
mayor parte,
su
de
la
.
caballería
iban en
Sobre
retaguardia de la columna.
centro
el
y á
cebó la furia
se
ellos
degollando sin compasión
realista,
todos los que hallaba á su paso.
Calleja en
á
su parte al
defendieron bravamente á los gritos mil veces repetidos
virey estima en cuatro mil hombres la pérdida total que
de ¡viva la Virgen de Guadalupe! ¡viva la América!
sufrieron los independientes, pero
Pero después de una hora de combate, rodeábales casi
muy
todo
el ejército
Morelos, los Bravos, Galeana,
sitiador.
y animaban con su voz y con su ejemplo á sus soldados. En lo más Anzures y Ayala peleaban en primera reñido
combate cayó
del
fila
caballo de Morelos arras-
el
esta cantidad parece
exagerada, y con razón, al mismo historiador Alamán ^ Al mismo tiempo que numerosas fuerzas realistas perseguían á
independientes, dos batallones, al
los
María de Echeagaray
del coronel don José
mando
ocuparon
,
el
trando al general en su caida; levantáronlo los suyos
pueblo y se dedicaron á recoger toda
cuando á punto estaba de quedar prisionero, y arrojánsobre los realistas lograron
y municiones que abandonaron los sitiados. El historiador Bustamante afirma que Calleja dio orden de que
y prosiguieron
fuesen fusilados algunos individuos dentro de Cuautla, y
dose con increible empuje
romper
el
cerco de fuego que los envolvía
la artillería,
su retirada, en gran desorden ya, y perseguidos vigoro-
que esta disposición quedó cumplida.
samente por
contrario,
de Calleja.
la caballería
Este general supo con bastante atraso Dario suceso que ocurría en sus líneas.
el
extraordi-
Enfermo hasta
el
obstante
presos
misma mañana,
insultar
y media después de
es decir, dos horas
haber iniciado Morelos su atrevido movimiento, escribía lo siguiente
cito salga
por
de este infernal país
que respecta á mi salud
lo
decadencia que ella
«Conviene mucho que
á Venegas:
no
si
,
decirme en
al
fin
el corto
los
contestación
Así, la resistencia que
ejér-
posible, y
se halla en tal estado de
acudo en
le
puede darme, llegarán tarde
servirá
más pronto
lo
el
lo
término que
auxilios.
V. E. se
que deba hacer
'.
hallaron los sitiados en su
retirada fué combinada por los jefes de las líneas sitia-
la
orden
de
solicitase
á la tropa por
noche
el
sin darles
el
el
coronel
al
cuidadosamente entre los Carranza,
que salía á
reducto del Calvario, y al
mismo y por
el
otros puntos tocaba por
paso de ataque, y que los hiciese ahorcar,
más tiempo que
morir cristianamente.
ya y que recibió tla, comunicaba
el
preciso para disponerse á
El coronel que hemos nombrado de gobernador de Cuau-
general en jefe su enti-ada en este
al
siguiente:
lo
más horrorosa:
destruidas por
el
la investidura
pueblo, y decíale vista
comunicada
Calleja
José Andrés
negro
al
tambor que por la
Alamán, por
asegura que no hubo ninguna ejecución, no
Echeagaray de que
grado de guardar cama, á las cuatro y media de aquella
armas
«Presenta (Cuautla)
mayor parte de
la
cañón
y
las
las
la
casas están
bombas; de entre
las
doras, y no por el general Calleja que ignoró, durante
ruinas sale un hedor insufrible, provenido de los cadá-
dos ó más horas, lo que pasaba en
veres de hombres y bestias mezclados unos con otros, de
Advertido
al
mente, y mientras
la
Cuautla.
dictó
fin,
caballería
los independientes, dispuso
el
rumbo noreste de
sus órdenes violenta-
marchaba en pos de
que algunos de sus batallones
ocupasen desde luego la abandonada plaza.
Fué
la
inmundicia y basura que observo en todas partes
ayes y clamores de los que andan por las calles tando alimento, extenuados y reducidos
de
La
la
miseria, exigen la
al
:
los
solici-
último extremo
compasión de todos:
en los
tropa
conventos de Santo Domingo y San Diego están ocupa-
regular de los independientes pudo marchar con algún
das sus habitaciones con enfermos, sin distinción de sexo
orden
,
la
persecución activa y sangrienta.
no sin dejar sus dos cañones y ciento cincuenta
muertos tendidos en
el
catepetl, siguiendo el
campo, hacia
rumbo
las faldas del
del pueblo
Popo-
de Ocuituco, y la que estaba
ni
edad, y
torres.
trés
lo
mismo
las sacristías, las iglesias
Se encontraron en
y en
el
tristeza infundía hallar
á las órdenes de
tres días, otros de
don Leonardo
,
dio
durante
don Miguel Bravo. ,
El hermano de
que tantas pruebas de heroico valor
separado de sus compañeros en medio del desconcierto de aquella congojosa retirada, llegó
tres
el
sitio,
días después
á la hacienda de San Gabriel,
propiedad de Yermo, cuyos dependientes
le
aprehendie-
ron, así como á los pocos oficiales y soldados que
acompañaban.
Pero quienes sufrieron más en
—
le
la perse-
—
' BusTAMANTR. Caad/-o /tísíór/eo, tomo II, pág. 76. Cnufa lástima la debilidad de las razones con que Alumán pretende disculpar la ignorancia en que se hallaba Calleja respecto de la salida de Morelos.
T.
IU.-38.
acababan de
y aun
¡Qué
entre ellos cadáveres de dos ó
menos tiempo y aquellos de
fallecer;
las
primero doscientos veinti-
segundo trescientos sesenta y dos.
pasando luego á Izúcar, donde se unió con
éste
el
los
que
mirar agonizar á muchos de los
heridos y enfermos, y oír los lamentos y quejidos de los que, agobiados de las enfermedades, sólo esperaban I Kste, en una nota á su Historia de México, tomo II, pág. 524, dice lo siguiente: « Don Esteban Moctezuma, que fué después general de la república, acompañaba en la persecución al realista don
Anastasio Bustamante, entonces capitán de San Luis y comandanle de las guerrillas, de quien Moctezuma era ordenanza. Moclezuma, al volver ú Cuautla, concluido el alcance iba matando con la lanza á las mujeres que hallaba heridas por el camino, cuyo acto de crueldad le reprendió Bustamante, á quien he oido referir el suceso de su propia boca. Moctezuma era^ sin embargo, hombre de gran valentía, de que dio después muchas pruebas, y es por lo mismo más extraño en él este acto de crueldad.»
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
298 hallar consuelo en la
Y
misma muerte!»
más
adelante,
y después de enumerar las providencias dictadas por para atender á tanta miseria, añadía
garay:
«No
alcanzaron las
de las feroces garras
tar
él
coronel Echea-
el
medidas tomadas para liberde
la
muerte á quinientas
setenta y cinco víctimas sacrificadas por la peste, desde el día 2
y fué muy perjudicial á la disciplina realista, en cuyo campamento tomaron asiento
prestigio de Calleja del ejército
todos los vicios, sin que su jefe se atreviese á extirparlos
con su vigor acostumbrado,
temiendo
y soldados, que tanto
oficiales
disgustar á los
sufrían con los rigores de
un clima abrasador y malsano.
La
hasta el 7 del corriente: quedaron enfermos y
defensa heroica de Cuautla cubrió de gloria los
entregué al señor brigadier don Ciríaco del Llano ciento
nombres de Morelos, Galeana, Matamoros y
cincuenta y uno, para que de los hospitales en que exis-
y
se
tían
trasladaran á las haciendas para su convale-
nosotros
cencia ^.n
No
obstante la
extrema miseria que ofrecía por do
quiera el pueblo de Cuautla, los soldados realistas se
entregaron
saqueo apenas entraron en su recinto, sin
al
que se escaparan á su rapacidad ni
ornamentos de
los
El coronel Echeagaray decía á Calleja que
las iglesias.
mérito de estos preclaros
el
Veamos
revolución.
que dice
lo
apasionado panegirista de los dominadores:
de
iglesia, después de cerrada, fué saqueada
podía armar y defender con
el
sitio
famoso
de
rechazado Calleja en hasta el 1.°
el
ataque
que
Cuautla,
primero
duró
en que fué
de
la
plaza,
de mayo, último día en que Morelos se sos-
tuvo en sus gloriosos atrincheramientos
y sostenerlo
,
3.
Para formarlo
el gobierno vireinal gastó una suma cuan-
que algún historiador hace ascender á 1.700,000 pesos "*; aglomeró lo mejor y más granado de sus tropas y empleó sus más valiosos elementos en todo género. tiosa
Pero sobre todo, ese
sitio
memorable dio en
tierra con el
«Los insur-
ninguna otra, cuan diverso hubiera podido ser
campo raso masas numerosas de gente
setenta y dos días, desde el 19 de febi-ero,
la
Alanián,
gentes dieron durante todo el asedio pruebas de valor y constancia, y en esta ocasión se demostró, más que en
las de Zitácuaro, que los mismos soldados que custodiaban eran los que habían causado más mal y que la
Así acabó
de
caudillos
el historiador
sus tropas habían dejado las casas en peor estado que
2.
Bravos,
los
más fuerza y más prestigio á la causa de la independencia que la más espléndida victoria. No elogiemos dio
revolución
la
el
éxito
Hidalgo, en vez de presentar en
si
hubiese reducido á organizar
el
indisciplinada, se
número de hombres que las poblaciones que
ellos
había ocupado y las fuertes posiciones en que abunda
A
país en que hizo sus campañas... la
había ya causado,
revolución
el
todos los males que
del
de Cuautla
sitio
nuevo y gravísimo, que fué la epidemia de malignas, que desde aquel punto se fué exten-
otro
salió
fiebres
diendo en todo
el reino,
especialmente
en
las
con gran estrago de la población,
grandes
México, que fueron de calamidad.
En
las
cuanto á Morelos
le sirvieron otra
ciudades
de
Puebla y
primeras en resentir aquella ,
el
clima y la estación
vez de antemural impenetrable, y libre
del riesgo de ser atacado por los realistas en el punto á
Informe del coronel don José María de Echeogaroy y Bocio: Archieo general de la Nación, tomo LV del ramo de Historia. « Historia de Me¡B(co, tomo II, pég. 52fi, y la nota AlamXn. de Bustaal pié de esa página. Véase también el Cuadro histórico mante, tomo II, págs. 76 y 77. a «Tenía Morelos en Cuautla ú su hijo mayor don Juan Nepomuceno Almonte, á quien en sus declaraciones dijo que llamaba su adieino, aunque sin e.xplicar el motivo. Pura su instrucción ó entretenimiento habla hecho se le formase una compañía de niños de su misma edad, de que lo nombró capitán y era conocida con el nom'
—
bre de la Compañía de los emulantes. Estos niños salían á los trincheras y una vez condujeron en triunfo á un dragón que hicieron prisionero, aunque él dijo que iba á presentarse á Morelos. »En toda la continuación del sitio se ejercieron por una y otra parte actos continuos de inhumanidad con los prisioneros. En el ataque del 19 de febrero, un granadero del ejército real quedó herido en la trinchera de San Diego y fué hecho prisionero. Morelos quiso persuadirlo que siguiese su partido, y habiéndolo rehusado con decisión, lo hizo fusilar y conducir en la noche su cadáver puesto en una silla á inmediaciones del campo de Calleja para que al día siguiente lo recogiesen sus
— —
gina 362.— BusTAMANTE.— Ctíflí/ro histórico, tomo Historia de México, tomo II, pég. 532. mAn.
11,
pág. 87, y Ala-
tuvo tiempo para rehacerse de la pérdida
,
que había sufrido recogiendo los dispersos y levantando
nueva gente, con que se volvió á presentar pronto en
campaña más pujante y temible que antes. Su reputación había crecido con los últimos sucesos, y aunque en el resultado
del
sitio
de Cuautla
el
triunfo
quedase por
parte de los realistas, la fama y la gloria fué sin duda
para Morelos
i.»
El mismo Calleja, algunos años más
y cuando retirado en su patria podía juzgar con
tarde,
entera calma los sucesos en que tuvo tan principal parti-
complacía en proclamar
cipio, se
el
defensores de Cuautla, enalteciendo
dado Morelos
mérito de los ilustres entre todos al deno-
2.
Pocos días bastaron á Calleja para recoger
compañeros.
»Por el lado contrario, entre los papeles concernientes el sitio de Cuautla que existen en el Archivo yeneral, hay multitud de sumarias formadas á los que eran sorprendidos saliendo ó entrando en el pueblo, que la mayor parte concluyen con la sentencia de la pena capital. Una de éstas es la que se formó al norte-americano Nicolás Colé, uno de los tres que se pasaron á Morolos en las inmediaciones de Acapulco, y fué cogido el 11 de marzo en uno de los ataques intentados contra el reducto del Calvario. No obstante haber dado una instrucción muy detallada sobre el estado interior de Cuautla, que debió ser muy útil ú Calleja para dirigir con acierto sus operaciones ulteriores, fué condenado ó muerte y ejecutado el 15 de Historia de México, tomo II, pég. 529). aquel mes.» (.ALAtikit. ' México y sus recolaciones, tomo IV, páJ. M. L. Mora.
—
que se retiró
llería
y pertrechos de guerra abandonados por
la
arti-
los inde-
pendientes en la desde entonces célebre Cuautla, y antes
de su separación ordenó
el
incendio de este pueblo, á
semejanza del castigo que impuso á Zitácuaro en primeros
del
días
año.
Ardían ya algunas
pronto las llamas habrían devorado ción
,
'
de
casas, la
y
pobla-
cuando á ruego de algunos vecinos que se mantu-
vieron '
el resto
los
fieles
á la causa del rey suspendióse la obra
—
í/isíoria de México, tomo II, pég. 533. Alamán. BusTAMANTE. — Cuadro histói ico, tomo II, pég. 76.
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS Levantado, por
vandálica que comenzaba á realizarse.
299
antes ignorados en las huestes de la revolución, hacía
último, el campo, la división de don Ciríaco del Llano
palidecer los frescos
tornó á sus acantonamientos de Puebla,
continuación de una lucha dilatada y sangrienta.
columna de Granaderos tro, con Calleja á la el
16 de
llones de ni la
y
,
Ni
Lovera y Asturias artillería
el aire ,
marcial de los bata-
recién venidos de España;
tomada en Cuantía á
pendientes; ni los prisioneros que ornaban
vencedor, contándose entre
que fué incorporado en fueron
bastantes
á
el
ellos
excitar
en
los inde-
el triunfo
del
don Leonardo Bravo,
camino á
columna
la
los
realista,
de la
partidarios
dominación española un entusiasmo tan vivo como
el
que
produjo la entrada del mismo ejército del Centro después del
triunfo
que alcanzó en Zitácuaro.
Y
era
resistencia heroica de Cuantía, revelando fuerza
La
Cen-
cabeza, hizo su entrada en México
mayo de 1812.
numerosa
reforzada con la
el resto del ejército del
que
la
y vigor
desaparición,
de Calleja y auguraba la
lauros
por
momento, de todo cuerpo
el
de ejército independiente que exigiera
de un general como Calleja,
facilitó al
ción de un proyecto que había el
el
empleo activo
virey la realiza-
madurado con calma y en
que había persistido después de sus agrias contesta-
ciones con aquel jefe durante el asedio de Cuautla. el
Con
pretexto de dividir las fuerzas en varías secciones que
atendiesen mejor á las necesidades de la guerra, disolvió el ejército del
persona,
mando ción,
Centro,
que nunca consideró adicto á su
y en consecuencia,
Calleja,
el
17
de mayo
y sus tropas, incorporadas á
recibieron
en ese día
la
mayor general conde de Alcaraz.
la
dejó
el
guarni-
orden de la plaza del
—
CAPÍTULO
II]
— Renombre de Morelos. — Sucesos militares contemporáneos — Ventajas alcanzadas por comandante realista Paris en Sur. — El virey dirige una proclama á los habitantes de esa zona. — Carta pastoral del cabildo eclesiástico del arzobispado. — Rayón ataca vigorosamente á 18 de abril (1812). — Se ve obligado á retirarse y se sitúa en Amatepcc. — Sale de México para atacarle una división al mando Toluca de Castillo y Bastamente. — Combate de Lerma. — Son rechazados los realistas. — Abandona Rayón sus posiciones y se fortifica en el 6 de junio. — Fusilamiento de los prisioneros que caen en poder de cerro de Tenango. — Sigúele Castillo y Bustamante y lo derrota los realistas. — Entran éstos en mineral de Sultepec. — Disuélvese temporalmente la Junta Suprema. — Rayón sitúa su cuartel general
Esperanzas que alientan
los realistas deppiiés
inmediatamente posteriores
é
al pitio
de
ocupación de Cuautla
la
de Cuautla.
el
el
el
el
el
en Tlalpujahua.
— Manda y
el
— Planes de paz y guerra propuestos a Venegas por el doctor Cos en
marzo de
1812.
— Rápido examen
de estos planes.
—
Los impugnan por medio de la prensa el canónigo Beristain del verdugo y prohibe su lectura. El fiscal del Tribunal de Minería propone que este cuerpo pida al virey que ajuste convenios con los indepen-
virey quemarlos por
mano
Bringas. — — Es desechada esta proposición. — Prisión en la capital de algunos individuos acusados de mantener relaciones con el general
el fraile
dientes.
— La
la de México. —Jefes que proclaman en esos rumbos la indeVega Rosains, Machorro, Gómez y otros. — Algunos de éstos atacan á Huamantla y la toman el 19 de marzo. Valor de ese convoy. El brigadier Olazabal, hostilizado por las guerrillas, abandona en Nopalucan el rico convoy que conduela. Pachuca se entrega por Atacan los independientes á Atlixco y son rechazados. — Toman los insurgentes á Tepeaca y Tehuacán. capitulación al insurgente Serrano. — Execrable matanza en Alfajayucan ordenada por el capitán español Casasola. — El realista Atacan éstos á Tulancingo en los últimos Claverino recobra á Pachuca y persigue á los independientes quitándoles toda la artillería. Principios de la revolución de independencia por días de mayo y son rechazados. — Marcha Llano á Drizaba. — Recobra á Tepeaca. Slguenle á Córdoba y el rumbo de Orizaba. Los curas Alarcón y Moctezuma obligan al jefe realista Panes á salir de Drizaba. atacan esta ciudad, aunque sin éxito. — El brigadier Llano apresura su marcha y entra en Drizaba el 10 de junio. — Regresa é Puebla
Rayón.
revolución en la provincia de Puebla y en la parte norte de
pendencia: Sánchez de
la
,
—
— —
—
—
—
—
—
—
Entra en esla villa el 11 de Vuelve é salir Llano de Puebla con dirección al rumbo de Jalapa. conduciendo un convoy de tabaco. Se dirige á atacar las posiciones de Naolinco. — Los miembros de la junta revolucionaria establecida en ese pueblo se retiran á Misantla. Marcha Llanos á Veracruz y después de recibir un valioso cargamento regresa á Puebla, donde llega á fines de agosto. El primero socorre á Linares sitiado en La revolución en el fia/ío; campaña de Garda Conde contra el guerrillero Albino García.
julio.
—
—
—
— Conduce
García Conde un convoy é Guanajuato y es atacado, aunque sin éxito, por Albino García. Ataca Albino á Irarealistas de Guanajuato con las de Nueva Galicia para combatir á este guerrillero. Es sorprendido en puato y Celaya y es rechazado. Logra desbaratar el plan combinado en su daño por García Conde y Negrete. Este jefe manda fusilar á los ciento cincuenta prisioneros que caen en su Valle de Santiago por el capitán don Agustín de Iturbide.
San Pedro Piedragorda. Combinación de las (ropas
— —
—
—
— Indigna
—
Prosigue conducta del brigadier García Conde. — Fusilamiento de Albino García y de su hermano Francisco Activa y feliz campaña de Iturbide desde julio hasta García Conde su marcha á la capital y regresa con un convoy de mercancías. La revolución en Nueva Galicia: innumerables reencuentros durante los primeros meses de 1812; muerte de muchos setiembre (1812). Parte de su aprehensor el comandante realista López Merino. jefes independientes. Derrota y prisión de don José Antonio Torres. Entra Torres prisionero en Guadalajara; su proceso y muerte. — Dpinión del historiador Mora. — La revolución en San Luis de poder.
—
—
—
—
—
Michoacán: derrota de
los
padre insurgente Salto.
— Bando del virey (25 de junio) haciendo extensiva la pena de muerte
independientes en Villela; expediciones del capitán realista don Manuel de
la
Concha; prisión
muerte del Repre-
y
á los sacerdotes insurgentes.
—
sentación del clero secular.
Victoriosas las armas del rey en Cuautla, aunque
realzando con su brillo más y más vencidos contrarios;
disuelto
el
prestigio de sus
el
ejército
Centro, so
del
pretexto de que ya no había enemigos temibles que combatir, pero
en verdad porque
cada uno de los
oficiales
ciego adepto de Calleja,
el
virey Venegas veía en
y soldados que y
lo
retirado éste del
formaban un
mando
activo
de aquellos batallones y escuadrones que tantas veces le siguieron por el camino del triunfo, pudieron creer por
un momento
los
más entusiastas
partidarios
del
dominio
hallaba aún el las
lo
indicaban
ánimos que
la
del vireinato,
hizo llegar á su colmo.
aquel
sitio
y
la
exaltación de los
noticia de la heroica defensa de
En
efecto, la
fama del héroe de
se elevó entonces hasta las
estrellas,
entusiasmo general ocupaba los espíritus de los
En México mismo, elogios del
asiento
del
campeón nacional
,
Cuautla
virey,
se
y un
criollos.
cantaban los
y su nombre era ya una ^
señal de triunfo para los mexicanos
Pero antes de seguir á Morelos en su nueva serie de victorias, debemos condensar, con la posible brevedad,
Cuan poco duraron tan plácidas demostrará
de tan porfiada contienda
la vasta superficie
español que la revolución de independencia tocaba á su
término.
fin
innumerables partidas que recorrían en son de guerra
la
sucesión de los hechos;
nos
lo
lejano
se
ilusiones
y cuan
las ocurrencias militares '
Zavala.
que se efectuaban en diversos
— Ensayo histórico, pég. 58.
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
302
rumbos de Nueva España, mientras aquel campeón integérrimo
inmortalizaba
nombre en
su
reductos
los
de
en cuestiones ajenas de este Entretanto Rayón,
misma zona
la
del año anterior
del Sur, que á fines de diciembre
1811) hubiera considerádose sometida
(
española tenía en esa vasta comarca ardientes soste-
ciudad.
europeos,
los
dueños de opulentas
haciendas de caña; éstos ejercían natural y poderosa sobre parte considerable
influencia
de
habitantes,
los
quienes de grado ó por fuerza secundaban la diligencia sus amos y patrones
de
y de esta suerte,
para combatir la revolución, realistas hallaban
los jefes
siempre
El jefe independiente situó su cuartel general
en \& hacienda de
é iglesia de
nable
de
,
defensa,
la
Morelos
empezar
al
comandante de
de
Sur sostenía
la
El teniente coronel París,
fortuna
año de 1811
el
empresas contra
en sus ^
en su calidad
,
villa á
los
luego, sabedor
inquietase
el
de Morelos
pueblo de Ayutla,
los arrastraba
más
á los habitantes de los pueblos de
la capital el 11
á una sima de perdición
;
pintábale con los
y recurriendo á la impostura afircampeón de la independencia había dejado
odiosos,
el
perecer de hambre, dentro de Cuautla, á más de ocho mil personas,
y
sacrificado
tiempo mismo que
el
tres
en su salida,
mil
de Chilapa, Chilpancingo
,
y París al
n
los habitantes
terminaba
los jefes
ofreciendo
que, entregando á Morelos,
mundo de uno de 2.
y
,
de
Taxco y otras poblaciones que
acababan de auxiliar eficazmente á
recompensa
los
al
indulto del rey hubiera salvado á
todos. Decíales que imitasen el ejemplo
aparecido
realistas
cuantiosa
"libertase al
mayores monstruos que habían
El cabildo eclesiástico
del
arzobispado
dirigió una carta pastoral á los curas enviándoles
proclama del virey, y en prevenía que
el
primer documento se
exhortasen á los pueblos al
vían y fomentaban la revolución,
la les
orden y á
la
las
exhortaciones del
cabildo se dirigían también á ellos para que cumpliesen los deberes de su ministerio, ahsfeniéndose de
día
al
hacienda de
la
más encarnizados enemigos el oficial
Camacho,
que era uno de los mejores tenientes de Rayón,
salió
enviado por Porlier en busca de víveres, logró derrotarle por
Capitulo XI,
lib.
muchas armas y
caballos
y
El movimiento de Rayón hacia Toluca, y luego
el
completo,
matando á cien
quitándole realistas.
bloqueo que estableció contra este punto, en
más
críticos
los
momentos
para los sitiados en Cuautla, fueron concerde la Junta para
tados por el distinguido
presidente
auxiliar en lo posible
general Morelos.
al
Convencido
de que sus tropas eran incapaces de medirse con las de no pensó en avanzar hasta las fuertes líneas
Calleja,
de circunvalación por éste tendidas alrededor de Cuautla, pero
comprendió
que
asediando
Toluca
á
distraía
la
atención del gobierno vireinal é inutilizaba á las tropas
de Porlier para que reforzasen
Cumplióse detuvo y
plenamente
su
el
ejército
propósito,
pues
del Centro.
su -amago
confinó en Toluca á ese brigadier, á quien ya
se había ordenado por Venegas que remontando á Taxco,
descendiese á Cuernavaca y avanzara á
fin
plan de Cuautla,
de cooperar á la destrucción de Morelos, obrando
combinadamente con Calleja y Llano
La que
al
el
2.
ocupación de Cuautla coincido con
el feliz
ataque
comandante Camacho emprendió contra parte de
las tropas
de Porlier.
Libre
el
gobierno vireinal de la
mezclarse
J.
E.
—
Historia de México, tomo II, púg 539. AlamXn. Méxiro y sus reooluciones, tomo IV, páJ. M. L. Mora. gina 401. — Bioijrajia de Rayón. (Hombres ilustres mexicanos, tomo III, págs. 530-b3í). '
I.
Véase esto proclama en la Colección de documentos de Hernández Devalo?, tomo 1\', pág. 166. •
los
de la revolución. Algunos días después
'
'
y
Garcesa, propiedad del español don Nicolás Gutiérrez,
que se distinguía entre
sumisión; mas como varios de los mismos curas promo-
'
engañó,
de Amatepec y cayendo sobie un grueso destacamento
una proclama que se publicó en
Regules
se
asalto
el
la
salida
paso y á procurar su completo
el
al efecto dirigió
maba que
No
movimiento retrógrado.
siguiente marchó á Amatepec, punto situado entre Toluca
(1812). Pretendía demostrarles en ella que Morelos
colores
su
día,
enemigo que
del
de la
Quiso secundar Venegas este movimiento de reac-
mayo
retirarse al fin, ya al morir el
y Lerma, habiendo incendiado á su paso
exterminio.
del Sur
Hubo de
acción.
aunque cuidando de prevenir una salida
capitanes españoles Cerro
una fuerte sección en
á cortarle
y
y que Rayón no podía allanar careciendo de de batir y del parque necesario para continuar
Toluca; pero Rayón logró rechazar
de Cuautla y creyendo que se dirigiría á la costa, se
ción,
vigorosa
intentó sorprender su campamento, situado á la vista de
de esta
con
inexpug-
,
de Tlapa, favoreció la contrarrevolución
á cabo por los realistas de Chilapa, poniendo
situó
á
causa realista con actividad y energía.
llevada
resuelto
casi
sostener
lugar fuerte
,
preparado
porque en la noche una partida de caballería realista
división
la plaza
y Añorve, y
San Francisco
antemano
de milicias del
quinta
la
Recobró
al frente
18 de abril atacó con
el
dole, después de varias horas de combate, al cementerio
sostener una activa campaña.
escasa
Huerta, y
la
ímpetu las posiciones atrincheradas de Porlier reducién-
artillería
tuvo tan
y
de Toluca obligando
las cercanías
á Porlier y sus seiscientos soldados á encerrarse en esa
en esa zona elementos y auxilios de todo género para
que
frente de algunas tropas que
Sultepec á sus colegas de la Junta Suprema Liceaga
Berdusco, avanzó hasta
todos
al
pudo reunir á costa de inmensos esfuerzos y dejando en
á las armas de la independencia, se luchó con valor y constancia en los meses de marzo y abril. La dominación
nedores en
clero
el
la imparcialidad en materias políticas.
Cuautla.
En
Así entendía
'.
—
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS
303
atención exclusiva que dedicó al memorable asedio de
junio en la hacienda de San Agustín, á la vista del cerro
Rayón que osaba
de aquel lugar, que ya ocupaban los independientes con
aquel pueblo, y deseoso de aniquilar á
sostenerse á tan corta distancia de la capital, formó de
mejores tropas del disuelto ejército del Centro una
las
de
división
fuerte
cañones que puso á
hombres
quinientos
niil
del Castillo y Bustamante. Salió éste de
mayo, y apenas
México
18 de
el
supo Porlier avanzó hasta las posi-
lo
para afrontar
contrario de
el
Esta ciudad
una posición militar de
es
Rayón
defensa.
fácil
mandó hacer cortaduras y levantar parapetos en camino de México, y tras la
mañana
de
ellos esperó al
independientes.
los
que marchaban á
realistas,
la
el
enemigo, que en
mayo avanzó intrépidamente
del 19 de
fuego
nutrido
ordenó
al Sur,
que cubriese las partidas
cura don .José Manuel Correa,
al
punto llamado
el
el
Veladero, y dispuso que
de caballería mandadas por Epitacio Sánchez
y Atilano García acamparan entre su enemigo
para
una sorpresa;
evitar
saber tal circunstancia, y
de su nombre, y que comunica con Toluca por un lado el camino de México por el otro, por medio de dos ,
que mira
campo y
el
del
esta última
pero
ocasión de sorprender á los independientes, no tardó en
situada en medio de la pequeña laguna
,
Rayón,
Bustamante, se hizo
y con
calzadas
y gran número de gente.
ataque que esperaba del lado
parte de Castillo y
Lerma.
fuerte en
artillería
situado en la falda de aquella casi inaccesible eminencia
orden no fué cumplida, y estos jefes fueron á dormir á un pueblo inmediato. El jefe realista, que espiaba la
El jefe indepen-
obligado á retroceder á Toluca.
diente,
siete
Rayón, pero fué rechazado con pérdida y se
ciones de vio
con
órdenes del coronel don Joaquín
las
numerosa
bajo el
Los granaderos
vanguardia, echaron un
puente sobre la primera cortadura y tomaron
dividió su fuerza en
embestir
pueblo
el
,
al
amanecer del 6 de junio
tres secciones
,
una destinada á
la
á simular un ataque al cerro
la otra
por su frente, y la tercera á ocupar un estrecho senderó
que conducía á la cumbre de
montaña por
la
y que sabía no estaba defendido. pendientes
llegada
la
marcial toque
enemigo
del
la espalda
Percibieron los inde-
cuando
oyeron
nutridas descargas á menos de medio tiro de valiente
el
de cornetas de Lovera y recibieron las fusil.
El
cura Correa se sostuvo firme algún rato con la
parapeto
batería que se le había confiado, pero el resto de aquel
que se alzaba detrás, pero nuevos fosos y trincheras se
pequeño ejército se dispersó completamente dejando en
presentaban en seguida, y aunque acudieron los demás
poder de los realistas sus puntos fortificados, con toda
en
batallones
de
auxilio
vanguardia,
la
el
fueron
todos
rechazados con pérdidas sensibles, y Castillo ordenó la retirada
á la hacienda de Jajalpa,
refuerzos
gobierno.
al
Alamán, á
«Atribuyóse
desde donde pidió revés,
este
dice
impericia del coronel realista, quien sin
la
más conocimientos
militares
que los pocos que había
podido adquirir en esta guerra, pues su profesión antes
de ella era
el
y gran cantidad de municiones. Rayón, seguido de muchos, huyó por un profundo barranco, y su artillería
se detuvo al pié del Xinantecatl, ó volcán de Toluca,
donde reunió á sus dispersos; de uno de sus
allí le
llevaron el cadáver
más queridos,
oficiales
comandante
el
Camacho, quien algunos días antes había sido
el terror
de los soldados de Porlier.
comercio, hizo avanzar temerariamente sus
Numerosos prisioneros quedaron,
embargo, en
sin
tropas por una calzada estrecha, sin estar bien informado
manos
de los obstáculos que en ella iba á encontrar, y se en-
entre
tendió, ó maliciosamente se sospechó, que este descalabro
Cuellar,
no fué cosa desagradable á Calleja, por haber sido
habían salido de México y se incorporaron á las fuerzas
expedición dispuesta manifestar
zasen en
el
el
sin
cuatro
fuerte
con
del 23 de
y como para
virey que tenía oficiales que
mando de cañones, este
reempla-
le
las tropas.»
Salió violentamente de
con
consulta suya,
la
auxilio,
se
el batallón
Castillo
de Lovera
y Bustamante,
preparaba en
la
mañana
mayo á un nuevo ataque sobre Lerma, supo
noche anterior sus imponentes fortificaciones, se reti-
raban rumbo á Tenango, Toluca.
Y
y Bustamante: contábanse
abogados
Reyes,
Jiménez y
doctor Carballo, los cuales tres meses antes
de Rayón; y los jefes Puente, Girón y
padre Tirado,
el
aunque este último fué aprehendido después
del
combate
Todos
población situada al
sur de
era que Rayón, temeroso de ser cogido entre
los
que acabamos de nombrar fueron fusilados por
orden del coronel realista, y sólo uno entre tantos, presbítero don Blas Perea, quedó con vida
conducido á los calabozos de
con sorpresa que los independientes, abandonando desde la
y
el
Castillo
jóvenes
los
por haberse encontrado una escopeta en su domicilio.
México
y cuando
coronel
del ellos
Aprovechó
Castillo
el
y fué luego
la Inquisición.
y Bustamante su
fácil
victoria
enviando á Tenancingo y Tecualoya á su segundo
el
teniente coronel Calafat, que sometió sin esfuerzo á estas
dos poblaciones,
en
que
tanto
el
jefe
de la
división
dos fuegos y sabiendo que de México saldrían conside-
regresaba á Toluca á
rables refuerzos á unirse con Castillo, no creyó prudente
proseguir
conservar en tan difíciles condiciones la ventajosa posi-
el
ción de Lerma.
mineral de Sultepec, asiento que había sido de la Junta
Marchó entonces hasta Toluca;
allí
sin
obstáculo la división realista
se le incorporaron algunas tropas, y
sin perder tiempo salió para
Tenango acampando
el 2
de
la
de reorganizar sus tropas para
fin
campaña.
Púsose
16 de junio, y cinco
Suprema desde
la
días
nuevo
después
toma de Zitácuaro en
de aquel mismo año (1812). el
de
coronel realista,
pues
los
en
marcha
entraba en
los
el.
primeros días
Desierta halló la población
miembros de
la
Junta,
la.
SIÉXICO Á TRAVÉS
304
y muchos de
corta guarnición independiente
los princi-
pales vecinos se habían puesto en salvo al saber que se
y Bustamante.
dirigía contra ellos el sanguinario Castillo
Pudo
i;
Terán
allí
á
que
haber auxiliado á
se acusaba de
restableció
administración
la
después de su derrota,
se había dividido,
la
política
y
distintos
cuerpo de
el
reunido
mayor número de sus dispersos
el
cerca del volcán de Toluca, marchó rápidamente á Tiri-
donde había citado á sus
colegas
Liceaga y Berdusco;
llamamiento,
solemne en
la
de
acudieron
Junta
la
éstos
á su
de común acuerdo levantaron una acta
y
que se consignó que las exigencias de
guerra determinaban
la
separación de los miembros del
la
pero que cada uno de ellos se dedicaría á
gobierno,
continuar sosteniendo la lucha en los puntos y provincias
que
señalaron, y fueron,
al efecto se
el
de Pátzcuaro y
la provincia de Valladolid á Berdusco; la de Guanajuato
á Liceaga Morelos
;
la
de México á Rayón
quien
,
fué
,
y
,
entonces
desde
La
manifestación á los españoles ó europeos
condensaba con vehemente elocuencia
enumerar
y después de
la
zona del Sur á
considerado
cuarto miembro de la Junta Suprema,
Eayón
como
situó su cuartel general.
Antes
de
Liceaga
salir
Sultepec
de
que
treinta
y
cuales
eran españoles treinta y tres
cinco prisioneros
ordenó que
se hallaban
allí
,
de los
,
fuesen llevados al
presidio
de Zacatula bajo la custodia del comandante
Vargas.
Al llegar
pueblo de Pantoja, distante tres
al
leguas de Sultepec, los prisioneros intentaron desarmar
á sus guardianes
que
el
los
comandante
unos
y
,
mandó
fugarse los otros
hacerles
muertos treinta y escapando con vida entre ellos el conde de Casa Alta,
Eayón
sin que fuese molestado
en
fuego
,
lo
resultando
los cinco restantes,
que llegó
lo sucesivo
al lado
de
^.
Sazón es esta oportuna, antes que pasemos á los sucesos militares
por
referir
que ocurrían en otras partes del
vireinato, de consignar la negociación que en los primeros
meses de 1812 abrió
el
doctor Cos con el virey, llevando
por objeto hacer menos sangrienta la guerra que devas-
taba la Nueva España. Autorizado por la Junta Suprema
y á
su nombre,
dirigió
á Venegas desde Sultepec, y
revolución,
humanidad. la
que
Capitulo
«
Biografía de Ilayñn. (Hombres ilustres mexicanos, tomo
1, lib. II.
III,
púg. 536). Alamún, llevado de pu odio á los independientes, este episodio de diferente mañero haciendo aparecer á Rayón cul-
se
en
inició
Dolores
exhortaba á examinar atentamente los
los
En
el
propuestos en nombre de
la
primero de éstos consignábase que
soberanía de la nación era la fuente del poder público;
que
autoridad sería ejercida por un Congreso nacional,
la
de España y que representase á Fernando VII afirmando sus derechos; que los españoles independiente
quedarían en calidad de ciudadanos con vidas el
y
haciendas, y los
goce de sus
el
empleados
que fuesen
con
de sus honores, fueros y parte de sus sueldos. El plan el derecho de gentes
de guerra proponía que se observase
y de guerra, como comprendía
se usa entre naciones civilizadas,
justas
y
pretensiones
humanitarias
y
para
atenuar los horrores de aquella lucha sangrienta y sin cuartel, en que se hollaban los
y todos
más sagrados
los fueros de la civilización
la
principios
'.
Había en estos planes, sobre todo en
el
que su ilustre
imposible de sostener
ficción,
de representar la autoridad de Fer-
nando VII como acatada y reconocida por los que empuñaban las armas y afrontaban la muerte desde hacía
En
dos años para sacudir la dominación española.
este
propósito persistió la Junta Suprema, creyendo que era
á todas luces conveniente
invocar
aquella
monarca para neutralizar á muchos de Pero
independencia.
que apelando á
el
los
plan de guerra,
sombra de
enemigos de
más
práctico,
derechos de la humanidad
los
la
,
y perma-
nentes, inmutables, no tendía á engañar á nadie, será
siempre
título
honrosísimo para el doctor Cos y la Junta,
á cuyo nombre lo propuso.
En medio
de aquel desbor-
damiento de barbarie y del olvido de todo sentimiento generoso, cuando las represalias se erigieron en sistema,
y cuando cada
jefe realista recibía la orden de exteiminar
á los independientes sin distinción de clases,
sexo ni
edad, es digno de consignarse que de entre éstos surgió de la el llamamiento á los principios de la civilización y
humanidad, y que el virey Venegas, sin contestar al año oficio de Cos, mandó en 7 de abril de aquel mismo que fueran quemados por mano del verdugo el manifiesto
y «
sisel
sacando de este punto todos los elementos que habían
el
la
por más tiempo,
se
atrocidades
gobierno vireinal, desde
autor llamaba de 2)az,
allí
innumerables
mexicanos,
tema implacable de muerte y exterminio adoptado por
volvió á
á Tlalpujahua, donde
los
cometidas por los jefes realistas, y de condenar
Sultepec, y antes de que entrasen en ella los realistas y
aglomerado, los condujo
las
motivos
los justos
que habían puesto las armas en manos de
planes de paz y guerra,
Éste, después del descalabro que sufrió en Tenango
Suprema,
cuales
las
admitido.
un tribunal
sentenció
insurgentes mandado por Eayón.
pitío,
bajo
reglas que habían de observarse si el primero no era
quienes
y de haber
condiciones
las
á
militar
rumbos, persiguiendo á las innumerables partidas en que
^
constaban
y
y
de que operasen simultáneamente por
fin
que
el
establecida por don Manuel de Mier
económica, y dividió sus tropas en varias secciones con el
en
citar,
los españoles y dos planes, uno de paz,
debiera establecerse, y otro de guerra, conteniendo las
erigió
insurrección;
16 de marzo del año que acabamos de
el
un manifiesto á
la
útiles
muerte á muchos individuos aprehendidos en las cercanías,
fechados
de
éste apoderarse de algunos cañones
maestranza
DE LOS SIGLOS
los planes
de
la
Junta Suprema, publicando á conti-
nuación un bando en
el
que prohibía
la lectura
de todos
refiere
,
pable de
la
muerte de
los españoles en el
pueblo de Pantoja.
> Véase Apéndice, documento núm. paz y guerra del doctor Cos).
10.
(Manifiesto y planes de
MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS esos ellos
documentos y mandaba recoger las copias que de circulaban. Y no satisfecho con esto, encargó al de México, don José M. Beristaín, que los
arcediano
impugnase en
periódico intitulado el Filopatro;
el
curriendo á igual
don Diego Bringas, capellán
fin el fraile
del Centro, quien desató un
que había sido del ejército de invectivas
torrente
con-
contra
teológicas
indepen-
los
dientes en un grueso folleto que publicó en aquellos días,
dedicado
i.
Tribunal de la Inquisición
al
Hubo
pulsar al gobierno vireinal á un avenimiento.
Un
artículo
Gaceta de ¡léxico, correspondiente
publicado en la
con
29 de febrero, anunció
que entre
satisfacción
de
que tuvo por objeto «
Como que nunca
la
año
del
pacificación
anterior
quienes
á
debió
primero la
el
imprenta que tuvo la Junta Suprema para difundir los luminosos escritos de Cos y de Quintana ^
guró
Así
Gaceta en un suplemento publicado
la
mayo (1812), y
tres
el
ase-
30 de
después fueron reducidos á
días
abogados
los
lo
Falcón
y
Benito
don
Garcés,
Guerra, don José Ignacio Espinosa, don Juan Guzmán, el
Díaz y
doctor
señorita
la
Peimbert.
doña María
isiones
(1811)
de aquel vireinato.
se hablaba en el periódico del gobierno
pues los individuos que acabamos de nombrar
,
recobraron su libertad algún tiempo después.
Nuevos defensores de
un
había ajustado
se
capital,
octubre
independencia,
pi
en
aquella
lupes de Jléxico, asociación secreta de los partidarios
de la
el
establecida
20
Guada-
general Eayón y los
el
Quizás no hubo pruebas suficientes que ameritasen esas
de Buenos Aires, y la Junta revolucionaria
el
correspondencia entre
al
virey Elío,
convenio
equitación en la capital, fué hallada entre sus bagajes la
prisión
por este tiempo algún otro propósito de im-
305
independencia aparecieron
la
en la provincia de Puebla, en tanto que Morelos inmortalizaba
su nombre
la
Don José
Cuantía de Amilpas.
en
María Sánchez de
Vega, cura de Tlacotepec, había
de los sucesos de otras partes de América, dice Alamán,
proclamado la insurrección en este pueblo, y luego se
sino para referir los triunfos obtenidos por los realistas
puso en marcha para Izúcar, cuya guarnición engrosó
sobre los disidentes, llamó mucho la atención ese artículo,
con quinientos soldados de caballería, en su mayor parte
como una especie de preparación del espíritu y público, para disponer aquí el camino á un resultado
sin armas.
se tuvo
semejante.
Con este antecedente", en
las juntas
que
el
Hizo
lo
de la Einconada,
mismo
el
3 de abril, en su
abogado
el
hacienda
don Juan Nepomuceno
Rosains, quien en pocos días levantó en armas
más de
Tribunal de Minería celebró á fines de mayo para tratar
setecientos hombres en la zona comprendida entre Chal-
de los medios de reanimar los reales de minas, cuyas
chicomula,
estaban paralizadas por la revolución, y
negociaciones
de cubrir las obligaciones de aquel cuerpo, que con
el
el fiscal,
Tepeyahualco;
y
poco antes alzáronse también en distintos rumbos de la
Máximo Machorro, Camilo Suárez, Vicente
provincia
don
asignada para su dotación, hacía un año que no pagaba
que reconocía;
Quecholac y
Gómez, Arroyo y Bocardo 2. Varios de estos guerrilleros reunieron dos mil hombres, y con ellos y dos piezas de artillería se presentaron frente á Huamantla, pueblo
término de los ingresos procedentes de la contribución
los réditos de los capitales
Nopalucan,
José Domingo Lazo de la Vega, en
el
voto que presentó
ñoreciente situado al norte del volcán llamado la Malin-
por escrito, trató de demostrar que
el
único medio eficaz
tzin.
para realizar los deseos de la Junta, era que ésta hiciese
una representación al virey para que procurase la pacificación del reino, tratando
con los insurgentes como se
Este pensamiento, fuerte-
había hecho en Buenos Aires.
la Junta y que dio motivo á discuen el público, no fué por fin empeñadas siones no menos
mente debatido en
No
2.»
adoptado
cabía, en efecto, avenimiento posible,
pero el intento de hacer
menos
terrible
y sangrienta la
guerra partió, como acaba de verse, de las
filas
de
la
Al mismo tiempo que
dominación á adoptar
doctor Cos, en nombre de
el
Junta Suprema, conjuraba
al
que se conformasen
reglas
con
,
el
Monte de
las
Cruces
el jefe
acometidas de los guerrilleros
,
pero
al
siguiente
completo quedando prisioneros ella y su jefe, aunque pocos días después fueron puestos en absoluta libertad
3.
De Huamantla
pasaron los bravos
guerrilleros á Nopalucan, pueblo defendido por el capitán
Conti, y después de hostilizarle durante muchos días, se
situaron en los pinares
entre
el
y barrancos que
mismo Nopalucan y Acajete, con
el
se extienden
propósito de
á Puebla.
En
Folleto de fray Diepo Brinpap y Knoino?, ¡mprcso en Méjciro, imprenta de (toña María Fernández de Jáuregui. (Véase
1812, en la
también en la Colección de J. E. Hernández Dávalos.tomo IV, páginas 507-586). ' Alamán. Historia de Méeoico, lomo II, págB. 555-556.
—
II 1.-39.
efecto,
el
brigadier don Juan José de Olazabal,
que había salido de Veracruz escoltando un valioso car-
gamento
del
por Perote, fortaleza
'
comercio, recibió orden de sacar, á su paso la
artillería
de San Carlos,
de
batir
que hubiese en
la
y de conducirla á Puebla á
raplIuloXVI,
lib. I.
De
estos dos últimos hnce Businmante la espantable descripción que puede verse en su Cuadro histórico, tomo 11, pág. Iij2. '
T.
primer día las
al
insurrecto
Lailson, francés de origen y que había sido maestro de '
sostuvo
fué derrotada por
virey y al partido de la
la humanidad y el derecho de gentes, éste aprisionaba en México á varios individuos sospechados de mantener relaciones con los miembros de la Junta Suprema.
Derrotado en
recias
guarnición realista, al mando del capitán don
García del Casal,
atacar un convoy que marchaba de Perote con dirección
independencia.
la
La
Antonio
' Parte de Conti en la Gaceía de 2 de abril Alamán no añade una sola palabra de elogio á esta generosa acción de los independientes que forma contraste con la matanza que los realistas hacían en todos los prisioneros que caían en sus manos.
3IEXIC0 A TEAVE8
306
mayor brevedad, pues en aquellos
la
instancia Calleja para esti echar
Hízolo así Olrtzabal, y
el
días la pedía con sitio
el
de Cnautla
'.
18 de abril salió de Perote con
trescientos veinte hombres que escoltaban el rico convoy
y
la
Al llegar á Nopalucan, supo que
artillería.
guerrillas le esperaban para acometerle
que crecen en
últimas
las
vertientes
en
de la
orientales
Malintzin; temiendo aventurarse con su escasa tropa en aquel
difícil
convento, desalojaron á los independientes, que pasaron á la
cercana hacienda de las Animas, sobre
Puebla, donde estuvieron parte de
paso, pidió refuerzos al gobernador militar
También Tepeaca, antigua de Puebla en una
fértil
en poder de los insurgentes.
que todo cedió
empuje
al
por la inacción de Olazabal, se acercaron á Nopalucan, y un día lograron llevarse todas las muías del convoy,
igualmente á las armas
sorprendiendo á la escolta que las conducía
mayo
Este
dero.
realista,
golpe
de
manera
salió
y municiones
al
silenciosamente de Nopalucan en la
,
regresando á Perote con
,
la
arti-
no sin ser perseguido vivamente por
en más de dos millones
cayó en poder de los independientes, y su
pérdida consternó profundamente al comercio español de
Un
la capital.
rico pectoral
que iban destinados
y varios
obispo de Puebla,
al
don Manuel
padre Sánchez de la Vega, que fué uno de
el
tancia,
Vega y Machorro. TehuaOaxaca,
con
sucumbió
de la independencia
4 de
el
éstas á fines
que no por eso dejaban de ser amagados, toda
ella alzaba el grito de guerra.
La comunicación
puntos á otros quedó
modo interrumpida que
aprehensores
,
los
envió luego de regalo al ilustre
Morelos.
de
tal
durante algunos meses ignoróse
en la capital
Drizaba y Veracruz,
del
al
mismo tiempo que
convoy sumía en gran desconsuelo á
la
los
que
lo
en
ni
dose, por esta falta de comunicación, en uno
y
estas
rumbo
otro
más alarmantes y funestos rumores.
los
Otras guerrillas de las que mantenían la campaña en los Llanos de
Apam,
reuniéronse bajo
el
mando de
don Miguel Serrano para atacar á Pachuca, defendida por una corta
guarnición
á
realista
las
órdenes
capitán del Fijo de Veracruz, don Pedro Madera.
primeras horas del 23 de abril presentáronse á
Al sur de Puebla, y casi
de unos
poblaciones se supo lo que ocurría en México, propagán-
anillos de brillantes
González del Campillo, fueron hallados en ese carga-
pérdida
divisoria
y Tlaxcala veíase estrechada por
pasaba en Jalapa,
rico convoy, valorizado
de pesos,
los
';
línea
la
guerrillas
de la intendencia, y algunos otros lugares de poca impor-
tal
los guerrilleros.
mento, y
hacia
valientes
las
que abandonando su intento de esperar refuer-
comercio,
El
cán,
de la
de abril, de suerte que con excepción de Puebla, capital
noche del 26 de abril llería
sus defensores
sirvió á
jefe
desconcertó
zos, y dejando encerrado en la parroquia el cargamento del
No
la
comandadas por Sánchez de
abreva-
situada al oriente
villa
obstinada defensa que opusieron, ni la fuerte y vieja iglesia de San Francisco en que se parapetaron;
ni
de Puebla don Santiago Irisarri, pero sus correos fueron
al
noche, retirándose
la
campiña, cayó por este tiempo
interceptados.
Entretanto, envalentonadas las guerrillas
camino de
el
luego á su cuartel general de Izúcar.
las
pinares
los
DE LOS SIGLOS
En
la
del las
vista
con dos cañones, y
los independientes; eran quinientos
además de Serrano contaban entre sus
jefes á
don Pedro
comerciantes de México, nuevas empresas de los inde-
Espinosa y á don Vicente Beristaín, quien después de
pendientes ponían en peligro á la importante villa de
haber militado con
Los que guarnecían á Izúcar y que tan valienrechazaron al brigadier realista Llano en los temente
partido por la revolución.
Atlixco.
23 y 24 de febrero
días
de
el 2.5
avanzaron contra aquélla y de San Fran-
que situado á los pies del elevado y esbelto cerro
cisco,
de San Miguel, domina,
en una
fértil
llanura
valle de Carrión. batallón de tas,
2,
abril se apoderaron del convento
sin
embargo, á Atlixco, extendido
que llamaron los
en las
filas
del
rey,
tomó
Arremetieron con ímpetu y en
pocos momentos quedaron dueños de la población, excepto tres casas
una de
en que se hicieron fuertes
ellas la
los realistas, siendo
de Villaldea, rico minero y comandante
de milicias que á
la
sazón se hallaba en la capital.
En
medio del combate se incendiaron algunas casas, y esto
aumentó en
tal
grado
la consternación
de los sitiados, que
del
convocados en junta sus jefes y los españoles avecin-
ciento sesenta voluntarios realis-
dados en Pachuca, resolvieron capitular, ofreciendo á sus
Defendían la
América y
conquistadores
una compañía
brillo
villa
en cuyo equipo y armamento habían gastado los ricos
contrarios entregar los cañones, las armas
y
los caudales
de Atlixco la cantidad de quince mil pesos, y todos
de la real hacienda, en cambio de garantías para los
obedecían las órdenes del capitán don Tomás Laiseca,
vecinos españoles é individuos de la tropa.
oficial
del batallón que
hemos nombrado ya.
los realistas por el vivo fuego
que
convenio, que contenía las estipulaciones arriba expre-
inde-
sadas, pero al siguiente día, una numerosa fuerza realista
no
llamada por los españoles de Pachuca, se presentó por
mucho tiempo,
si
llegara á toda prisa un refuerzo de tropas
que desde
mando
del coronel
«Estrechados los sitiados, Bolicitoron salir por capiíulación, se les concedió, y lo más que pudieron lograr fuó que serían entregados 6 Matamoros, que se hallaba en Izúcar, para que decidiese de su suerte; pero lejos de cumplírseles lo prometido, se dio muerte el mismo día ul subdelegado y después, á pretexto de conducir á los demás á su destino, fueron de noche asesinados en número de cuarenta y cuatro en el puente de los Chichimecos » (J. M. L. MoMéxico y sus reeolucion.es, tome IV, pág. 374). ra 1
Puebla envió
el
gobernador Iiisarri
don Cristóbal Ordóñez. de
la guarnición, '
•
Recobraron entonces aliento
y atacando combinadamente con
Véase capítulo anterior. ídem Ídem. ,
al
el
Apurados
les dirigían los
pendientes, no se hubieran sostenido
Firmóse
los
éste al
que no
—
MÉXICO A TBAVB8 DE LOS SIGLOS el
rumbo de Tlahuelilpán
y aunque fácilmente ahuyen-
,
tada por los independientes, éstos se consideraron justa-
mente desligados
convenio, é hicieron prender á los
del
españoles, que fueron conducidos á Sultepec; entre éstos
á quien hemos visto
se hallaba el conde de Casa Alta,
Rayón después de
protegido por
la
salida violenta que
de aquel mineral hizo la Junta Suprema.
Antes de que
los
dos capitanes españoles, don
Domingo Claverino y don Eafael Casasola, situados con sus fuerzas é Ixmiquilpam.
respectivamente
,
El segundo de estos
domingo 21 de marzo de su acantonamiento y se
,
se hallaban
en Actopam
oficiales
salió
el
dirigió
á la cercana población de Alfajayucan, en cuya plaza se efectuaba
Cayó
tiangvAs ó mercado.
el
sanguinario
el
Casasola con su tropa sobre aquella indefensa muche-
dumbre,
y después de matar bárbaramente á ciento
cincuenta personas, se apoderó del maíz y otros efectos
que habia en
independientes llevasen sus armas
triunfantes hasta Pachuca,
307
mercado y regresó á Ixmiquilpam, no
el
dar una relación al gobierno vireinal de su abomi-
sin
nable correría, que éste tuvo la impudencia de mandar
en
publicar
la
Gaceta
i.
La toma
de
Pachuca por
Serrano obligó á estos dos jefes realistas á unirse, asu-
miendo
dirección
la
de la fuerza
el
capitán Claverino.
Vista general de Pachuca
Después de algunos días, dedicados á organizar compe-
acometida
tentemente su sección, se dirigió éste á Pachuca, donde
Francisco de las Piedras.
entró sin gran resistencia el 10 de mayo, pues los inde-
ante Tulancingo, y después
pendientes se retiraron á Atotonilco llevándose
realistas
botín que había caído en su poder.
verino
quitándoles
infame
Casasola
cañones
once
hasta
la
el
rico
Allí les siguió Cla-
Nuevas
partidas
de
los
vez
^
por
el
comandante don
El 24 de mayo se presentaron de intimar rendición á los
rompieron vivísimo fuego de cañón
;
prolongóse
ataque por cinco días, durante los cuales no tuvieron
punto de reposo los defensores, pues las acometidas eran
sin
impetuosas y por todos los rumbos del perímetro fortificado. En los dos primeros días el comandante Piedras
Llanos de
logró mantener sus posiciones y sufrió pérdidas consi-
y hacienda del Zoquital
procedentes
primera
el
persiguiéndoles
lograr darles alcance.
Apam,
el
,
por
á las órdenes de Osorno, Cañas y González, se
derables
;
pero en
el
tercero, habiendo hecho
una
salida,
unieron entonces á las que acabamos de ver perseguidas
por
el
la rica lo
realista Claverino,
y
floreciente
y juntas se dirigieron contra Tulancingo, defendida entonces como
estaba á mediados
del
mes de febrero cuando
fué
' ^'éape la Gaceta de í/ea-fco corrcfpondiente al 31 de marzo. El historiador Ala man al referir esle hecho execrable, fóIo lo califica de poco noble. (Véase la Historia de México de eete autor, to,
mo
ni, página 150). ' Capitulo l,lib.
II,
—
MÉXICO Á TEAVKS DE LOB BIGLOS
30S
derrotó una sección de los insurgentes apoderándose de
pudo Alarcón ocupar con sus gentes
un cañón de grueso
Aculcingo, que también conducen á Orizaba; de
que,
sitiadores
los
Este descalabro desalentó á
calibre.
embargo, continuaron haciendo
sin
fuego con su artillería,
entre la que se hacía notable
una campana que sirviendo de mortero lanzaba sobre
más de dos arrobas de peso.
caserío piedras de
minar el
quinto día
el
el
Al ter-
Osorno y sus compañeros levantaron
,
campo retirándose á Zacatlán donde volvió á
situar
coman-
aquél su cuartel general.
Quiso atacarle
dante Samaniego
de su batallón de Guanajuato,
al frente
allí
el
no tardó en sentir esta
darios
aumentada con el
rumbo
brigadier Llano, apenas termi-
la
oriental
y
lucida columna de Granaderos.
como ya
militar estaban,
ocupados por las tropas de
Todo
de que era Llano jefe
la intendencia lo
hemos dicho más
la
independencia, y cada día
arriba,
era mayor la incomunicación con las Villas y el puerto
Para hacer que ésta cesase
de Veracruz.
Puebla
el
29 de mayo con
la
salió
Llano de
columna de Granaderos,
el
algunos centenares de dragones y artillería, sustituyéndole en el mando
batallón de Asturias,
diez
de
piezas
militar
y
político
Terreno.
de la provincia
el
conde de Castro
Al día siguiente atacó á Tepeaca, débilmente
mexicano
llamado,
así
y
la guarnición y habitantes de la villa. Había dentro de ésta quinientos hombres armados á
en
el
rey
Cortés,
demente á
y
de Cuantía, volvió á Puebla con su división
don Juan Moctezuma
Zongolica,
descendiente del último
guido hasta Atlamajac, donde estuvo á punto de ser com-
el sitio
de
el
juntos ambos curas y Miguel Moreno estrecharon gran-
pletamente destrozado (25 de julio 1812)
Se recordará que
extraordinaria escasez de
que recibían antes sus habitantes por una y otra senda. Unióse al cura Alarcón con algunos parti-
las
nado
modo que
los víveres
pero fué reciíazado con grandes pérdidas, siendo perse-
'.
villa
gargantas de
las
la
órdenes del teniente coronel don José Manuel Panes, obra de defensa consistía en una trinchera levantada
la el
puente de Santa Catarina, distante media legua de
y defendida por ciento treinta hombres de y y un cañón de batalla. Desde 22 de mayo los independientes comenzaron á atacar
población
,
infantería el
caballería
vigorosamente
la trinchera,
ban y reducían á Panes y encerrarse en
el
y
los
soldados que le quedaron á
convento del Carmen, donde no había
víveres suficientes para sostener un solicitud
después la toma-
seis días
con que los
frailes
no obstante la
sitio,
acogieron á los
carmelitas
Comprendiendo
defensores de la dominación esi)añola.
jefe realista las dificultades de su situación, convocó
junta de guerra,
que decidió que debía
la
inutilizar las municiones
á Córdoba, rompiendo
el
una
la guarnición
que no pudiera llevar y retirarse cerco que rodeaba al convento.
el
defendida por el guerrillero Arroyo, que fué perseguido
Hízolo así Panes, abandonando su posición,
hasta Acatzingo, dejando seis cañones en poder de los
noche del 29 de mayo, seguido de los
sucesivamente en los Reyes y Tecamachalco (4 de junio), y desde allí violentó su
y de muchos de los españoles residentes en Orizaba, y aunque el cura Moctezuma trató de impedir el paso en
marcha sobre Drizaba, por
el
realistas.
Llano entró
la noticia
que recibió de
ocupación de esta villa por los independientes
al
la
mando
del cura Alarcón.
Debemos en
lución
A
parte
esa
de
Córdoba á
en
Escamela,
Panes y
primeras
las
fortificando á toda prisa las
decir antes
principios de
puente
de
cómo había comenzado la
intendencia
marzo (1812)
el
de
la revo-
población
No
Veracruz.
cura del pueblo de
horas
durante la
frailes carmelitas
suyos
los
entraron
siguiente
del
día,
principales avenidas de la
•.
tardaron
aumentada
en- presentarse
independientes,
los
Sánchez
su gente con las guerrillas del padre
Maltrata, don Mariano de las Fuentes Alarcón, unido al
de la Vega y de Arroyo, y dieron principio á sus ataques
patriota Miguel Moreno, dependiente de la hacienda de
el 3
San Antonio, levantó una guerrilla
cam-
días sin lograr ventaja ninguna sobre los defensores de
intento de fundirla,
Córdoba que se mantuvieron firmes detrás de sus fosos y trincheras. El avance rápido de Llano obligó á los inde-
pana mayor de su parroquia con
el
é hizo bajar la
para construir con ella un cañón de grueso calibre. situación de Maltrata
en
la falda
,
La
en una planicie que se extiende
de las agrias cumbres de ese nombre y en
los
independientes hostilizar con ventaja á los que guar-
necían esta íiltima villa
;
engrosó
la partida
y sus progresos fueron
voluntarios,
con numerosos
tales
que pronto
mismo Alumón
se burla del oomondante Snmaniego, con distingue: «Es nolnble por su pedantería, dice en la noln 45, pág. 160 del tomo UI de pu Historia, el parte en que Samaniego nvípa de eple descalahro que se insertó en la Gaceta de 13 de apoí=to «No obraron más los espartanos, dice, que Irans«mitieron á la posteridad el célebre nombre de las Termopilas como »lo que obró la división de mi mando en su marrhü ul ataque de >Atlaninjac. Eran necesarias las plumas de los Curcios y Jenofon»tes, etc.» Alamún olvida que él mismo proclama en su Histnria al '
la
Hl
malignidad que
pendientes á regresar á Orizaba.
Aquel brigadier,
el
camino que de Tehuacán conduce á Orizaba, permitía á
le
:
indigno Trnjillo, derrotado y fugitivo en el Monte de las Cruces, mái grande que Leónidas en las Termopilas.
de junio, que sostuvieron con tesón durante algunos
al
hombres, apresuró, en noticia de
Orizaba,
frente de efecto,
dos mil trescientos
su marcha al recibir la
que Panes se había visto forzado á dejando
Andrade con
el
atrás
al
coronel
don
salir
de
José Antonio
convoy de víveres y muías que conducía.
Éste fue atacado á su paso por las cumbres de Aculcingo, pero
el
auxilio que
le
envió Llano
le
hizo vencer los
obstáculos que se ofrecían en su marcha.
Los indepen-
dientes habían colocado tres baterías en los cerros de
Huiloapam, próximos
al pueblecillo del Ingenio.
Bustamantk. — Cuadro histórico, tomo AlamXn. — Historia de México, tomo III, págs. 1
Méicico correspondiente
al
28 de julio de 1812.
II,
págs.
227-228.
El 10 de 135-13P.
— Gaceta de
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
y
cambio debía enviar una gran cantidad de papel genovés
columna de Granaderos, y después de un breve com-
para alimentar las fábricas de cigarros establecidas por
junio Llano las hizo atacar por la
309
el
batallón de Asturias
bate quedaron en poder de los realistas.
También
tomada otra batería que se hallaba en
punto de la
el
Angostura, y habiendo llegado Llano hasta
fué
la garita, dio
orden á su caballería para que entrase á degüello por
Esta orden bárbara, pues que
cuatro puntos.
momento
hallaba en aquel
la villa se
de insurgentes, fué revo-
libre
Llano avanzó hasta Perote arrollando á su
gobierno.
el
paso varias partidas de insurgentes que
Tepeyahualco
en aquel punto halló
;
de
11 de julio y
halló la población bastante
las
disponiendo que sin pérdida de tiempo saliese con direc-
por la Junta de Naolinco
ción á Córdoba
coronel don Mariano Eincón,
mando
del
sargento mayor don José Ignacio García lUueca con
el
de ahuyentar algunas pequeñas partidas que no cesa-
fin
ban de
Libre Córdoba de las partidas que
pudo Llano regresar á Puebla, comandante militar de Orizaba nio Andrade.
que conducía tabaco,
Entre el
los efectos
cercaban, dirigidas todas
la
de la que era alma
,
el
joven
secundado activamente por
oficial del
que había desertado en Perote
,
regimiento de América
y algunos otros de menor
El mando de las armas realistas en Jalapa
nombrar
de
don José Anto-
que formaban
convoy
el
primero contábanse cuatro mil tercios de
destinados
á las fábricas
establecidas en México,
más
padre Ortiz, Fiayo,
el
^
agitada por
asediaban,
la
después
al coronel
numerosas partidas que
nombradía.
hostilizar al teniente coronel Panes.
Olazabal
Entró Llano en Jalapa
de San Carlos.
la fortaleza
José de Gracia, y Llano hizo su entrada inmediatamente,
al
al brigadier
supuesta, haciendo fusilar á trece individuos en los fosos
el
batallón de Granaderos
atacaron en
que acababa de reprimir una conspiración, verdadera ó
cada á instancias de los misioneros apostólicos de San
el
le
de puros y cigarros y cuyos productos eran de los
valiosos entre las rentas del gobierno virenal.
Ata-
caron á Llano, al repasar las cumbres de Aculcingo, los Facsímile de
independientes Sánchez, Machorro y Osorio, pero fueron
constantemente
rechazados
y Llano entró en Puebla «Las operaciones militares del cura rumbo de Orizaba, dice el ilustre Busta-
28 de junio ^
el
Alarcón en
mante, no
el
le
hacen honor como jefe de tropas porque no
era ésta su profesión, pero carácter
firma del coronel realista don José Tovar
la
y firmeza de
si le
resulta
y muclio, por
el
coronel don José Antonio Fajardo,
ejercíalo el teniente
militar
y severo, quien tenía á sus órdenes
valiente
quinientos
soldados
de
todas
armas;
con
ellos
había
logrado poco antes desalojar de unas alturas, cerca de la
hacienda de
Orduña,
se mantuvo, pues cuando cesó enteramente la revolución
independiente Bello, y pasando en seguida al próximo pueblo de Coatepec, des-
en aquella comarca,
trozaba en un barranco á otra sección de insurgentes,
principios políticos con que después
él
se metió
en
lo
interior de
ásperas montañas de Quimixtlán á hacer carbón
dura y
,
penosa ocupación á que se redujo por no rendir su al
las
cei'viz
yugo español." Pero
si la
la
al jefe
tomándoles un cañón de madera que éstos llamaban
Toro pinto por
el color del
el
cuero de res que le servía
de forro.
No
reciente expedición de Llano había resta-
se ocultó á Llano la conveniencia que resultaría
blecido las
de
el
poniéndose de acuerdo con Fajardo, marchó contra ese
comunicaciones eutre Veracruz y México por camino de Orizaba, interrumpidas por completo desde hacía tres meses y si los golpes sufridos por las guerri;
llas
del oriente
hicieron
cesar los
alarmantes rumores
que circularon durante mucho tiempo en
los
extremos de
esta larga línea que desde México se extiende hasta las
playas del Golfo, preciso era abrir con los mismos fines la
campaña por
partidas de
el
rumbo de Jalapa
insurgentes
que
,
desde
henchido de gruesas los
últimos
meses
de 1811 se movían con entera libertad en la vasta y quebrada comarca que acabamos de nombrar. Volvió á salir
Llano de Puebla (3 de julio de 1812), conduciendo
un valioso cargamento de harinas consignado ciante
al
comer-
de Veracruz don Juan Bautista Lobo, quien en
—
—
BusTAMANTE. Caarf/o hisiórico, tomo II, pág. 138. AlaisÁtí.—Hiitoria de México, tomo III, págs. 230-231. Partes de Llano, Gacetas de México de 8 de agosto de 1812 y extraordioaria de 31 del mismo mes. '
—
destrucción de la Junta establecida en Naolinco, y
la
pueblo por
el
quebrado camino que de Jalapa conduce á
en dirección noreste, en tanto que aquel
él
coronel avanzaba,
Supieron los de
Jilotepec.
miento,
marcha
la
y no considerándose
retiraron
listas.
dando un rodeo, por
Misantla
á
siete
Junta
el
fuertes
abandonando
el
teniente
pueblo
de
combinado movi-
para resistirlo, en
su
se
precipitada
cañones de que se hicieron dueños los rea-
Volvió Llano á Jalapa, y después de reunírsele
el
capitán Ramiro, que hubo de sostener una vigorosa aco-
metida del guerrillero Arroyo en
Hoya,
salió
rumbo á Veracruz
embarazada por
el
el
los
24 de
desfiladeros julio.
de la
Su marcha,
convoy que conducía, fué más
difícil
y penosa á medida que avanzaba hacia la costa: las colinas y espesísimos bosques que desde Cerro Gordo se extienden hasta Santa Fe multiplicaban los puestos ven'
Véase
final del capitulo
I, lib. II.
MÉXICO A TBAYES DE LOS SIOL08
310
tajosos que servían á los independientes para hostilizarle,
y
éstos molestándole sin cesar hasta su
así lo hicieron
llegada al puerto.
Detúvose Llano
cioso Albino García del verdadero objeto de la expedición del brigadier español, determinó atacarle á su regreso,
y
tiempo estric-
en consecuencia, seguido de cuatro mil hombres se pre-
tamente necesario para recibir un valioso cargamento
sentó el 11 de abril á la vista de Salamanca, momentos
aglomerado durante
después de haber entrado en este pueblo Garda Conde
el
incomunicación
la larga
cajas de correspondencia de
allí
y cuarenta
,
España; tornó á Jalapa en
los
con
el valioso
primeros días de agosto, no sin arrostrar iguales peligros
alarma fué para
que en su bajada, y dejando en esta
que
villa los restos del
regimiento de Castilla, recién llegado de España y azotado cruelmente por
á Puebla
«Desde Alamán
en los
la salida
el
vómito de Veracruz, pudo llegar
últimos
dias
de Llano de Jalapa para Veracruz, dice
no se volvió á saber de
,
vuelta á Puebla
,
señal tras de
sí
él
en México hasta su
que mereció anunciarse en gaceta ex-
Su
traordinaria...
mes antes
del
citado.
tránsito,
que
la
embargo, no dejó más
sin
de un barco que surca las olas,
volviéndose á cerrar tras de
él las
partidas de insurgentes
que obstruían del todo la comunicación de un punto á
aun
otro,
más inmediatos.
los
El convoy que custodió
Llano hasta Puebla entró en México
no habiendo llegado todo culares
el
el
5 de setiembre,
y
número de cargas de parti-
que se anunciaba,
los
comerciantes españoles,
viendo frustradas sus esperanzas, quedaron
muy
descon-
tentos.»
le
los realistas la
armas en
el
realista García
Bajío, donde hemos dejado
Conde á
fines
al
brigadier
de febrero combatiendo sin
tregua ni descanso contra las innumerables partidas que
había dado tanta celebridad dentro y fuera de la inten-
Pero éste esperaba asaltarlos á
la salida, lo cual efectuó
en las primeras horas del día 12.
La primera embestida de
convoy,
los guerrilleros cortó el
que ocupaba una legua en toda su longitud, y por algún tiempo creyó García Conde que iba á ser completamente
En
destrozado.
los
momentos de mayor apuro ordenó
al
capitán don Agustín de Iturbide que con una sección de
marcha
caballería acudiese violentamente á restablecer la del convoy,
y
mismo
él
Ambos
de granaderos.
luego con una compañía
le siguió
secundados valientemente
jefes,
por los tenientes coroneles Villalva y Caire, lograron,
después de grandes esfuerzos, rechazar á los asaltantes,
y
el
convoy prosiguió su camino llegando á Irapuato
espirar el día, separándose
cargamento destinado
el
allí
al
lajara y Zacatecas.
recorrían esa populosa comarca
i.
Mientras
el
famoso
decidió al
gobierno vireinal á extremar sus esfuerzos y á
desplegar cuantos recursos estuviesen á su alcance para
plimiento de las instrucciones que Venegas comunicó al
formidables guaridas del Valle de Santiago, su hermano
don Agustín
Pedro, á principios de marzo, estrechaba vigorosamente
Galicia para que en su
don Ángel Linares en San Pedro Piedragorda,
apuro
que exhausto de municiones y sin esperanzas de recibir auxilios estaba á punto de tal
rendirse,
le redujo,
cuando apareció García Conde con una fuerte
y grande acopio de pertrechos de guerra.
Keti-
más
hábil
de
Iturbide
á
la
de
Nueva
el
aniquilamiento del célebre guerrillero que durante un año
azote de los
había sido
el
Bajío. Con
la actividad
de /jue dio en
desempeñó
formar con
Guadalajara,
en
realistas
encomendada, pues pocos días
de
capitán
un plan combinado de campaña que tuviese por objeto
dirigieron á León, donde quedó el último,
el jefe
intendencia
la
al
nombre concertase con Cruz y el de sus tenientes, don Pedro Celestino Negrete,
repetidas, Iturbide
y
marchar
éste hizo
róse Pedro García, y unidos García Conde y Linares se
división realista regresó por entonces á Silao.
En cum-
destruir por completo á tan temible enemigo.
brigadier García Conde,
al capitán
García
Esta última y osada tentativa de Albino
guerrillero Albino García cobraba nuevas fuerzas en sus
sección
pasaron, temiendo
allí
dencia de Guanajuato.
tormentoso espectáculo, con igual estruendo se meneaban
y en
que
valiente guerrillero los atacase con el ímpetu que
á Guanajuato de los que habían de ser llevados á Guada-
Si la zona situada al oriente de México ofrecía ese
las
el
Noche de incesante
convoy que conducía.
la le
lo
anchuroso
el
sucesivo pruebas
comisión que le fué
bastaron para llegar á
Cruz y Negrete
plan
el
de
una comisión del ayuntamiento
ataque y volver á Silao, cuartel general de García Conde,
de Guanajuato para manifestarle la situación angustiada
para dar cuenta á éste del arreglo ajustado con los jefes
de ese antes opulento centro minero:
militares de
Allí
fué á buscarle
la
incomunicación
á que le tenía reducido la guerra impedía que las barras
Nueva
de plata de los particulares fuesen enviadas á Querétaro
lajara hacia el
en cambio del numerario y de los efectos necesarios
Irapuato,
laborío de minas, detenidos por la
última ciudad.
La
comisión instó
al
misma causa en esta á García Conde para
que se encargase de esta doble traslación.
Accedió este
Galicia.
Pero antes de que se moviesen
cañones
;
Bajío, cayó Albino
las tropas de el 1.°
Guada-
de mayo contra
á la cabeza de cuatro mil caballos y siete supo esta intentona
el
brigadier García Conde
é hizo salir de Silao al teniente coronel Villalba con
fuerte
división
en
auxilio
una
de la población amenazada.
de bairas de plata; recibió en cambio gruesa suma en
Los independientes, á la llegada de este refuerzo, se retiraron á la hacienda de las Ánimas, distante una legua
numerario y un cargamento de efectos mercantiles que
de Irapuato, manteniéndose siempre á
estaban destinados á varias provincias del interior. Noti-
muceando con
jefe,
«
y
llevó sin tropiezo á Querétaro
Capitulo
I, lib. II.
una gran cantidad
la tropa
la vista
y escara-
de Villalba dos de los
más distinguidos de García,
oficiales
Salmerón y Carrizal,
con
MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS
hacienda de
la
efecto
veloz como el viento,
;
con
corría
rumbo que
el
la
noche sin que
perseguir á Albino con una constancia sin ejemplo, pues
Así era en
durante diez y siete días, á partir del 15 de mayo, corrie-
llevaba.
que
la resistencia
y muchos de
nición realista
sin
opusieron la guar-
le
vecinos, temerosos de
los
que pudieran entregarse las indisciplinadas
los excesos á
tropas de García,
en
caso de que llegasen á entrar
el
Avanzaba, entretanto, una división Negrete y destinada á concurrir
al
plan de campaña que
con Iturbide había convenido, á nombre del brigadier
García Conde.
Consistía este plan en el ataque simul-
táneo que debían efectuar
el
mayo
15 de
contra Albino
en Valle de Santiago, las tropas de García Conde por lado de Celaya
Negrete por
las de
y
El primero de estos
el
camino de Yuri-
el
para evitar toda sospecha,
jefes,
sacó de Guanajuato todas las barras de plata que debían ser remitidas á México,
para hacer creer que su movi-
miento no tenía más objeto que conducirlas á al llegar
y unido á la división de Villalva
marcha
el
15 de
á las diez sobre en
Albino, ni
mayo á el
las dos
Alamán,
que sólo da
perfectamente
puso en
pero
hombre
era
que
poseía
sin
aquel
letras
tacto
En
de
solamente
que
los
el
Valle el ataque simul-
de Negrete, los previno avan-
y
atacándolo
en
hacienda
la
de
Parangueo
y
poniéndole en mucho aprieto, pues cargó con todas sus
iba
ocultaba
dejando
sus
las
caballo,
cañones,
cureñas,
y
puentes que daban paso sobre las zanjas y acequias del
Fatigada
Habiendo llegado García Conde cerca del Valle
división con esta carrera incesante
la
resultado.
sin
Conde
García
y tomó algunos
días
de descanso en Irapuato.
que
antes
dejó
allí
Albino,
y
emprender
de
mismo día
ese
este punto que Francisco García,
audacísimo,
y que
mismo Albino había vuelto á
el
su madriguera favorita.
mente ocupado en escoltar
el
desprevenidos y sin ningún proyecto ordenó
al
por
el
rumbo de Parangueo,
sido atacado en aquel punto
y marchó á
infirió
que había
auxiliarle.
A
su
las
cercanías de
enemigos única-
los
convoy pudieran hallarse
Para ejecutar su
recelo.
capitán don Agustín de Iturbide que
con ciento sesenta soldados escogidos saliese de Sala-
manca en
dirección
entrada de
la
opuesta
noche tomase
donde debía llegar en día.
las
Valle,
al
el
camino de esta población
Cumplió Iturbide estrictamente
y entre dos y el
tres de la
órdenes de su
las
mañana
del 5 de junio
Valle hallando á los independientes sumer-
gidos en profundo sueño. los cuarteles
García;
pero que á la
primeras horas del siguiente
y
la casa
aprovechando
En un momento
fueron tomados
que ocupaban Albino y Francisco los
realistas
aturdimiento que
el
causa la sorpresa, lograron aprehender á estos dos jefes,
como á
así
ciento cincuenta de sus compañeros sin contar
con otros tantos que murieron en
que quisieron oponer.
cia
y
al
la
Iturbide
con excepción de
que reservó para presentarlos
estampido de la
jefe
Creyó entonces que debía inten-
una sorpresa, pues suponiéndole
tar
Supo en
hermano de aquel
se hallaba á la sazón en Valle de Santiago,
ciones que debía ocupar,
el
El 4 de
persecución de
la
llegó á Salamanca.
á la hora convenida, no encontró á Negrete en las posi-
y oyendo
y
de su propósito
desistió
junio salió de ese pueblo conduciendo las barras de plata
los prisioneros,
artillería
del
retardaba la marcha de sus perseguidores cortando los
de aquellos movimientos, y supo
zando hasta encontrar á este último á distancia de dos
fuerzas.
cruzaba por sendas excusadas,
entró en
vez de esperar en
táneo de García Conde
leguas,
montaba con ligereza á
que iba á ser alcanzado,
superior,
desconcertarlos con un tino que honraría á un consumado general.
Enfermo éste
mal de gota y obligado á caminar en camilla, cuando creía
había comprendido
naturaleza,
la
el objeto
«El sagaz
de antemano.
aunque
instrucción ninguna,
militar
se
de la mañana para estar
Valle de Santiago en los puntos seña-
plan combinado
el
dice
la capital,
á Irapuato dejólas competentemente custo-
diadas
lados
brigadier
capitán Iturbide se dedicaron entonces á
el
ron en pos del impalpable guerrillero.
realista salida
de Guadalajara á las órdenes de don Pedro Celestino
pero
y
camino.
vencedoras.
ria.
El
impedírselo.
realista
población atacó con verdadero furor el 5 de mayo,
poder quebrantar
Galicia, resolvió marchar á
para
Animas, supo
caraaradas hacia Celaya, cuya
bravos
sus
Nueva
las
incansable guerrillero
el
la
Pénjamo
en
las posicio-
que éste había desaparecido durante pudiera descubrirse
se introdujese en situarse
marchar contra
el jefe realista se disponía á
nes del enemigo en
Al día siguiente, cuando
i.
setecientos caballos cada uno
311
desordenada resisten-
mandó los
fusilar á todos
hermanos García,
al brigadier
García Conde;
anunciar su victoria, decía á este último
«No puedo formar
lo siguiente:
cálculo seguro de los que murieron,
y perseguido por la caballería, perdió alguna gente, quedando entre los muertos Cle-
porque como estaban en diversas calles
mente Vidal, que era uno de sus subalternos de mayor
de trescientos, con inclusión de más de ciento cincuenta
llegada. Albino se retiró,
confianza
es
muy
difícil
que mandé
'^.n
Frustrado
el
plan
del
que se prometió un éxito
,
pero creo llegarán
,
y
pasar por las armas...»
,
tal
casas y plazas
vez excederán
«El dolor de
la
muerte del granadero Aviles, continúa Iturbide, á pesar
completo. García Conde trató de combinar nuevos movi-
de que fué la única desgracia que tuvimos y
mientos con Negrete, pero éste, temeroso de que Albino
de hacer morir sin auxilios cristianos á tantos miserables, lo que sólo puede
'
Parte de Villalba publicado en la Gaceta del 23 de julio
de 1812. •
Alamán.
— Historia de México, tomo
III,
pág. 191.
la precisión
mandarse en casos igualmente
estrechos, han contristado terriblemente mi espíritu,
embargo de
la satisfacción
sin
de un golpe tan afortunado
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
312 por
Bajío
pública y particularmente
utilidad
la
por
la
del
'.n
provincias, Irapuato.
matanza, disculpada por Alamán,
Si esta horrible
dio desde entonces siniestra celebridad á don Agustín de
Iturbide, la conducta de su jefe García
Conde para con
volviendo
luego
Entretanto,
éxito, y en el curso del los jefes
á
su
Iturbide
cuartel
de
general
combatía siempre con
mes de setiembre derrotaba
á
que sucum-
independientes Valtierra y Euiz,
el
bieron valientemente en el campo de batalla, y perseguía
valiente Albino prisionero, fué ignominiosa é indigna del
vivamente á Liceaga y á Cos, obligándolos á guarecerse en las ásperas quebradas de la sierra de Dolores.
militar
y
Noticioso de la importante captura
caballero.
que acababa de hacer su subordinado, dispuso
las
cosas
de modo que la entrada del preso en Celaya (adonde había llevado su cuartel general) tuviese todo
y todas
artillería,
de
honores
las tropas
capitán
prisionero. García
formadas en valla recibieron
cadenas,
de
cargado
á Albino
aparato
el
Alegres campaneos, salvas de
de un triunfo burlesco.
general.
tributándole
Al llegar á
irrisorios
plaza el
la
Conde olvidó su rango y todo principio
de decoro insultándole de palabra, y luego, dirigió pueblo un discurso que
Alamán
historiador
Albino García y su hermano Fran-
de insulso.
califica
mismo
el
al
cisco fueron pasados por las
armas
el
8 de junio, y sus
cadáveres fueron descuartizados, según
los usos feroces
de aquella guerra, para poner los miembros en varios
Con
lugares á la espectación pública.
la
destrucción de
de Albino la intendencia de Guana-
la temible guerrilla
juato quedó por entonces tranquila, pero quedó también cubierto de oprobio
el
insultar al caído, faltó
merece
nombre á
y á
la desgracia
la
las
del jefe realista, que al
vez á
la
consideración que
formas severas de la justicia,
Después de estas sangrientas ejecuciones púsose en de barras de plata: Villagrán
le
salió al
el
convoy
paso en Calpu-
lalpam, pero fué desbaratado por Iturbide, que
le
tomó
y una bandera, matándole cerca de cien Regresó de la capital el mismo García Conde
el
esforzado patriota don José
Antonio Torres en la capital de Nueva Galicia. vasta porción del vireinato,
por la habilidad,
y valor del teniente coronel don Pedro Celestino
Negrete, era teatro de diarios y sangrientos combates en que la victoria quedaba casi siempre del lado de los
tarea fuera, ni grata
y provechosa para los lectores, menudamente los innumerables reencuentros
describir
que
allí
"Si la insu-
se sucedían con pasmosa rapidez.
rrección,
un
dice
ilustre
historiador
merecer
tal
como
se
muy
lejos
de
^,
hallaba en las demás provincias, estaba
nombre de sistema completo de acción
el
con menos razón podía calificarse de
tal
y Zacatecas, donde no había ni jefes
ni soldados, sino
masas de hombres irritados con su malestar,
asesinatos
contra las personas, el
sospechar siquiera
sin
Por desgracia, era
origen de sus males.
de estas provincias, por parte de los españoles, el
jefe
muy
general don José de la Cruz, persona de
de
custodiando un convoy de mercancías destinadas á las
organizado en Yuriria y el jefe
tiólas el
24 de
el
medidas
las
exageradas
de
el
Acomeintrepidez
más
Después de
triunfos
los
,
que
terror,
se
y haciéndolas recaer en enero por
alcanzados
Negrete y del Río siguióse luchando sin descanso ^, pereciendo en los campos de batalla ó en los cadalsos
muchos de
los jefes insurgentes
Nueva
en
Galicia.
Vargas,
Hacías
otros
Rodríguez,
y
que se habían levantado
Pina, sellaron
Maldonado, Tomás entonces
De
sangre la causa de la libertad mexicana. jefes
que sucesivamente desaparecieron en
con
su
todos los
los
primeros
García Conde avanzó hasta Lagos,
meses de 1812, sólo quedaba en pié
comandantes de Zacatecas y Guada-
que frecuentemente derrotado por Negrete, se reponía con
de cargamento que correspondía á esas
gran facilidad, volviendo á presentar nuevas fuerzas á
convoy.
lajara la parte
Véase
Valle de Santiago.
con su acostumbrada
felices
donde entregó á
'
el
de nuevo se habían
y pudo derrotarlas, una tras otra, en encuentros. Libre el camino que
julio,
una serie de seguía
realista
ascendido á teniente
limitada
capacidad, y cuyos medios de pacificación no iban allá
sin distinción sobre toda clase de personas.»
á batir las partidas que
y que
hacían estallar la violencia de sus pasiones en robos y
prodigaban incendiando los pueblos
coronel,
militar,
en Guadalajara
hombres.
haciendo que avanzase Iturbide,
Ni
acaudillados por este consumado veterano.
realistas fácil
la artillería
ciudades del interior, y entró en Querétaro sin obstáculos,
Esta
defendida más que por la
escasa aptitud del sanguinario Cruz pericia
que otro era
de que ningún funcionario debe dispensarse.
marcha García Conde para México conduciendo
Pocos días antes de la muerte de Albino García en Celaya sucumbía también
los
parte de Iturbide en la Gaceta correspondiente al
—
el valiente
Torres,
su contrario.
Las fuerzas del intrépido insurgente dis-
minuían,
embargo, de día en día, pues sobre
Don Lucas Alamán, que escribe páginas ente18 de junio de 1812. ras, é las veces, para describir la muerte de algún español ó realista, da cuenta en dos renglones de esta horrible matanza, la que
cargaban
pretende defender diciendo que Iturbide tomó esa determinación porque le urgia reunirse con García Conde y no tenia faena suficiente para custodiar á loa prisioneros, y luego en una nota añade lo siguiente; «La muerte sin auxilios religiosos de estos prisioneros ha sido para los enemigos de Iturbide, aun para aquellos mismos que no fueron muy piadosos, materia de continua y acre declamación. Sin embargo, atendidas las circunstancias que eran las que con la sinceridad que profeso he representado, no es fácil decir 5 ue otro partido le quedase que tomar.»
muy
el
sin casi
todas
intendente Cruz
,
las
y á
que tenía
fines
á
su
él
disposición
de marzo se hallaba ya con
poca gente y cortado por todas partes perseguíalo con tesón el comandante Antonio López Merino, quien
•
;
J.
M.
L.
Mora.
— Wtótco
y sus resoluciones, tomo IV, pá-
gina 457. ' Véanse los documentos publicados en la Colección de Hernández Dávalos, tomo IV, págs. 36, 38, 39, 40 y 126.
J.
E.
313
MÉXICO A TBAVE8 DB LOS SIGLOS
lo
El 23
derrotó y aprehendió el 4 de abril en Palo Alto después
de una brava resistencia, que causó considerables pér-
El parte en que
españoles.
didas en los
comandante
el
daba noticia á Negrete de tan importante ocu-
realista
tencia.
mayo
de
Toda la guarnición se puso
formando en
horca de dos pisos,
—
conducido á Guadalajara
fué
atado sobre una carreta el del 11 de noviembre de
en la misma
Ni
,
1810 en que hizo su aparición
ciudad victorioso de los realistas en Zacoalco.
la calidad
defendido
donde entró
11 de mayo en conmemoración
de vencido, ni
ni las heridas
el
valor con que se había
que cubrían su cuerpo
bastantes á ahorrarle los insultos del brigadier don José
Quisieron ponerle una argolla en
de la Cruz.
para que llevase levantada la cabeza, pero
el
cuello
él ofreció
á
sus verdugos darles gusto y lo cumplió, entrando con la frente erguida
como
el
día de
su triunfo.
Se
le
juzgó
armas
el
cadáver quedase á la espectación
el
patibulo auxiliándole
al
ejecución,
la
cortaron la cabeza al cadáver clavándola en la misma
horca,
donde permaneció
en Zacoalco,
una de
el
brazo derecho
el
izquierdo en la garita de Mexicalcingo,
las piernas
en
de San Pedro y la otra en la
la
Cuando estos restos fueron quitados de
Carmen.
del
y habiéndolo
cuarenta días,
descuartizado, colgaron sus verdugos
sus escarpias se les arrojó al fuego como indignos de
que los recibiese la tierra.
No
paró aquí la venganza
arrasaron la casa de Torres en San
Pedro Piedragorda y cubrieron de
solar en
el
sal
como queriendo impedir que
se alzaba,
Esta ferocidad en
la
venganza
,
Nueve
1.
que no otro nombre
merece crueldad tan extremada como contra el
la
había
Torres
sembrado con sü espada y regado con su sangre. años después ya fructificaba esa semilla
que
fructificase
independencia que
semilla de libertad é
fueron
,
el
un sacerdote; algunas horas después de
de los realistas: Torres
las
primero para la ejecución y
Fué conducido Torres
pública.
«Sorprendí al m>yo Torres; lo hice prisionero, por haber mandado k la tropa que no lo matase para entregarlo á Usted vivo. De toda su chusma que se componía de cuatrocientos, los que no murieron á los filos de las bayonetas, mxirieron asados por haber quemado yo las trojes donde se metieron. Quedó todo su armamento en mi poder y toda su remonta; sólo he sacado al sargento Estrada gravemente herido, lo que me ha sido bastante sensible. Dios guarde á Usted muchos años. Palo Alto, Abril 4 de 1812, á las tres de la mañana.— /05¿ Antonio López. Señor teniente coronel Don Pedro Celestino i.» Negrete
sobre
de Venegas donde se alzaba una
la plazuela
segundo para que
rrencia, decía así:
espantable sen-
esta
ejecutó
se
que se ejerció
la
honrado y valiente Torres,
la
hemos
visto
imitada, y quizás excedida con creces por los verdugos
de Albino García.
Un
referir el suplicio del
escritor
eminente,
después de
vencedor de Zacoalco, exclama con
por la Junta de seguridad y luen orden establecida
la
con anterioridad por Cruz para conocer de los delitos de
levantados toda violación de los derechos de la civiliza-
infidencia,
y á
y habiéndosele hecho cargo de traición
la patria, fué sentenciado á morir ahorcado
se descuartizase su cuerpo, firmando esta
miembros de
la
al
rey
y á que
sentencia los
Junta, don Francisco Antonio Velasco
indignación
y de la humanidad « Que los comandantes militares momento del triunfo, en el ardor de la venganza,
ción
en
que produce en los corazones
natural
:
el
se dejasen llevar á excesos de crueldad que horrorizan á la
humanidad entera, es un procedimiento que, aunque
de la Vara, presidente, don Antonio de Sousa Viana,
indisculpable,
don Manuel García de Quevedo y don Domingo Gárate,
pero ¿qué nombre dar ó cómo entender la conducta de
vocales
hombres con pretensiones de pertenecer
2.
lizado, E. Hernández Dévalos, t. IV, pég. 182. Alamán no añade ningún comentario á la execrable disposición de Merino, al mandar quemar las trojes que servían de refugio á los independientes. ' Sentencia pronunciada contra don José Antonio Torres. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dévalos, tomo IV, página 169). Hemos conservado la ortografía del original: «Se declara al mencionado José Antonio Torres trahidor al Rey y a la Patria, Reo Confeso en casi todas las sentadas atrozidades, '
Colección de documentos de
J.
condenándolo en concequencia á ser arrastrado, Ahorcado y desquartizado, con confiscación de todos sus bienes, y que manteniéndose el cadáver en el Patibulo hasta las cinco de la tarde se baje á esta hora y conducido á la Plaza nueva de Veneges se le corte la Cabeza y se fixe en el centro de ella sobre un palo alto, descuartizándose alli mismo el Cuerpo, y remitiéndose el quarto del Brazo derecho al Pueblo de Zacoalco, en donde se fixará sobre un madero elevado, otro en la Horca de la Garita de Mexicalsingo de esa ciudad por donde entró é imbadirla, otro en la del Carmen, salida al rumbo de Tepic y San Blas y otro en la del bajio de San Pedro que lo es para el Puente de Calderón Que en cada uno de dichos parages se fixe en una Tabla el siguiente rotulo: José Antonio Torres trahidor al Rey y á la Patria Cacezilla, Rebelde é Inbasor de esta Capital: Que pasados quarenta dias se baxen los quartos, y á inmediación de los lugares respectibos en que se hain puesto, se quemen en llamas bibas de fuego, esparciéndose las cenizas por el Ayre: que con testimonio de esta sentencia se pase oficio al Subdelegado de San Pedro Piedra gorda para que teniendo el Reo casa propia en aquel :
—
T. I1I.-40.
cuando
sevicia por
puede en cierta manera ser explicado;
se
entregan
á estos
al
mundo
civi-
refinamientos
una cuestión abstracta como
la
de
de
inde-
pendencia, contra un prisionero político que, por excepción
de una regla universalísima
,
ha respetado en
curso de la campaña las personas y propiedades, de
que eran un ejemplo vivo El oidor Velasco,
los
mismos que
lo
el
lo
condenaban?
que firmó esta sentencia, explicaba
Pueblo, y no abiendo perjuicio de tercero por censo y otro derecho Real sobre ella, la haga derrivar inmediatamente y sembrar de sal, dando cuenta con la diligencia correspondiente. Pero antes de proceder á la execucion de esta sentencia se pazará al Muy Iltre. Sr. General Don José de la Cruz para su confirmación ó lo que hubiere lugar, manteniéndose siempre con la maior reserba la Causa, disponiendo su señoría sobre ella y sus contenidos lo que tenga por más conbeniente. Lo proveyeron y determinaron definitivamente juzgando los señores Presidente y Vocales de la Junta de Seguridad Francisco Antonio de y lo firmaron Juan José de Sousa Viena. Velasco.— Manuel Garda de Quecedo.— Domingo Mariade Garate. — Guadalaxara doce de Mayo de mil ochocientos doce. Executese José de la Cruz.» la sentencia. « Apuntes biográjicos de don José Antonio Torres, por don Guadalajara, 1876. El historiador Alamán no Luis Pérez Verdla. tiene una sola palabra de reprobación para los realistas que se vengaron con tanta ferocidad del valiente Torres.
—
—
—
—
—
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
314
luego sas disposiciones, atribuyéndolas á sugestiones de
de la guarnición de Valladolid, efectuó con fortuna varias
don José de la Craz (así se asegura en un informe dado
salidas contra los independientes.
al virey
prisionero al
don Juan Ruiz de Apodaca en 1818).
esto lo que fuere
,
duda es
lo que no tiene
,
Sea de
que una sen-
fusilar
inmediatamente,
mayo
y en
tencia semejante da desde luego una idea bastante des-
emprendió
ventajosa de los principios administrativos del gobierno
Pátzcuaro y Zintzunzan (antigua capital de
de Nueva Galicia, no sólo en
aprehendiendo
en
Con
orden moral sino también
de Torres la guerra cambió de
aunque no de intensidad, en
Guadalajara,
que era parte de
de Nueva Galicia: en
su
á
de
principios
logró
coronel Caballero,
al
que
otra
hasta
llegar
los tarascos),
sargento mayor
al
Vicente Sánchez y á otros veinte independientes que
la desaparición
carácter,
nadas
el
'.«
el político
de ellas hizo
mariscal de campo don Vicente Ochoa, á
mandó
quien
En una
dilatado
la
extensa intendencia
quedaron disemi-
partidas
infinitas
territorio,
provincia de
la
pero ninguno de los
también fueron pasados por
armas. Otro jefe realista,
las
comandante don Juan Pesquera,
el
de Valladolid
salió
de mayo (1812) en persecución de una pequeña par-
el 7
que capitaneada por
tida,
guarecía en los alrededores
se
Salto,
padre don José Guadalupe
el
Teremendo.
de
oscuros jefes que las dirigían reemplazaron al vencedor
Halló á éste en una caverna de donde fué sacado después
de Zacoalco y de la Barca ni á tantos otros , que en los
de habérsele disparado un balazo que
campos de batalla ó en
mente.
los patíbulos, dieron su vida por
independencia en los primeros meses de 1812.
la
Redu-
cidas á ejercer su acción sobre las poblaciones de último
hirió
le
Conducido á Valladolid fué sentenciado á
de muerte, pero
á causa de
la
al llevársele al
grave-
pena
la
lugar del suplicio espiró
herida que le infirieron sus aprehensores.
rango y las haciendas, y por su misma pequenez cada una de ellas escapando fácilmente á la persecución de las ,
tropas regulares de los realistas
,
llegaron á pesar sobre
de una manera que se hizo intolerable,
los habitantes
viéndose éstos precisados, con frecuencia, á tomar las
armas para defender sus vidas y propiedades amenazadas. Así, al espirar este año, y en tanto que en las zonas del Sur y del Sureste alcanzaban espléndidas victorias
Facsímile de la firma del capitán don Manuel de la Concha
los
defensores de la insurrección, los que la proclamaban en
Este suceso y las varias consultas dirigidas
al
virey
Occidente sufrían reveses sin cuenta, y terminaron por ceder completamente el campo á sus afortunados y
por los comandantes militares respecto á las penas que
crueles adversarios.
prisioneros,
el
Fáltanos
recorrer
provincias
las
Michoacán para consignar
los
San Luis y
de
más notables sucesos
mili-
debían imponer á los sacerdotes insurgentes que cayesen
determinaron
25 de junio (1812)
i
en
el
publicación
la
del
que declaraba aquel
cionario que eran reos de la jurisdicción
bando de alto fun-
militar todos
tares que en ellas ocurrieron durante el sitio de Cuautla,
los
y algún tiempo después de este importante acontecimiento.
«de cualesquiera clase, estado y condición que fuesen.» Mandábase que habían de ser juzgados por los
En el
la
primera,
mando de
el
coronel don José de Tovar, que tenía
armas
las
desde -la separación de
realistas
que hubiesen hecho ó hiciesen resistencia á
las tropas
del rey,
consejos de guerra ordinarios, compuestos de los oficiales
García Conde, dirigía la campaña con fortuna, logrando
de la división ó destacamento que hiciese
derrotar cerca de la hacienda de Villela á la partida de
imponíase la pena de muerte á todos los jefes ó cabeci-
los
Núñez,
coroneles
muertos
los
MoUeda y Gutiérrez, quedando
dos primeros
,
y siendo fusilado el último,
que cayó prisionero. Esta ventaja alcanzada
el 7
de abril,
y algunas otras de menor importancia, antes y después de esta fecha, no fueron bastantes en el ánimo del virey para moverle
á
conceder
al
viejo
Tovar
coronel
el
gobierno de Nuevo León que había solicitado con insistencia desde
el
mes de marzo
del
mismo año
Con más vigor y con mayores enemigos luchaban realistas
misma el
los
de Michoacán constantemente amagados en la
capital de
la
provincia.
valiente, pero de siniestra
Un hombre
resuelto
y
memoria por su sed de sangre,
capitán don Manuel de la Concha,
eclesiásticos
que formaba parte
—
pég. 27.
,
secular ó regular que tomasen
ó impresos incendiarios;
,
"
y á
los autores
los
que por
la suerte
de gacetas
de ser diezmados á los que
y armas contra la
sin ser cabecillas hiciesen
las tropas reales;
quedasen libres de
muerte y
la
todos los que no debiesen sufrirla según las disposiciones
debían ser enviados al virey,
tancias lo permitían razo,
;
pero
si
si las
circuns-
había para ello algún emba-
quedaba á discreción de cada comandante hacer
de ellos
lo
que
le
pareciese, sin sujeción á reglas que
no f odian prescriMr para todos Alborotóse
Venegas ' J. M. L. Mora. Méicico y sus recoluciones tomo IV, página 442. ' Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, t. IV,
del estado
en la revolución
participio
del bando,
'^.
aprehensión;
á los oficiales de subteniente arriba, á «todos los
llas,
y
la
;
el
clero
no porque en
de
él se
los casos.
México prodigase
con la
el
bando de
pena de muerte
á los defensores y partidarios de la independencia, sino ' Colección de documentos de pág. 306.
J.
E.
Hernández Dávalos,
t.
IV,
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS porque se atacaban las inmunidades eclesiásticas con
la
imposición de la misma pena á los sacerdotes insur-
El cabildo eclesiástico discutió
gentes.
dar algún paso
conveniencia de eclesiástico;
no debía hacerse cosa alguna.
días
dio
le
Sánchez
inmunidad,
Rayón en Tlalpujahua
Mandó
,
promotor
fiscal
pasarlo
,
lo
,
el
cabildo
al
que los
doctor
quien calificó de asonada la
gestión del clero secular, en tanto que el
la
mismo
un aspecto de sedición en connivencia con
independientes.
el
virey enviaba
asunto á la Junta de Seguridad y ordenaba la prisión
de los abogados Villalpando y González Ángulo, autores del
documento según pública voz, no pudiendo llevarse á
cabo
la del
firmantes justicia de
segundo por haberse ocultado.
ante
la
Junta
de
Seguridad
Llamados
los
sostuvieron
la
su reclamación, y protestaron de las sanas
intenciones que les habían movido,
dispuso que hiciesen
en ese sentido
la
nueva
primera,
del
espíritu público en la capital, donde los partidarios de la
independencia se contaban á millares.
Junta
odiada
y aunque
representación
la
Junta
guiaron en
de
Seguridad
,
Bastaba que
presidida
por
la
Bataller,
el
de México, acogiese entusiasta la
suceso, ocurrido algunos días el
más
tarde,
Otro
pudo manifestar
fermento de los ánimos y la aversión que se había
concitado la Junta teatro
la
de Seguridad:
al
anunciarse en
comedia que se representaría
el
5
el
de julio,
se avisó al público que volvían á su ejercicio dos 'actores
que habían estado por algún tiempo presos y procesados por aquel tribunal á causa de las palabras sediciosas dichas en un café, de cuyo
delito fueron
absueltos, por
haberse probado que estaban ebrios cuando las pronunciaron
2.
Un
atronador y general aplauso, seis veces no el ijigreso de los medianos actores
repetido, saludó,
sino el triunfo que se creyó haberse alcanzado sobre la
odiosa y arbitraria Junta.
explicando
cosa no pasó adelante y
él al clero
demostración de resistencia que acababa de hacer.
'
da la
la agitación
desentendiéndose de las mezquinas miras de secta que
después apareció este documento en los
periódicos que publicaba
Esta actitud del clero contribuyó á
y entre
una representación en defensa de
cabildo
demás lugares
hubiese intervenido en ese asunto para que la opinión,
secular,
clero
del vireinato
los
i.
saber esta reso-
curas de la capital, dirigieron al
los
el
las circunstancias
al
bando fué promulgado sin oposición en
la
en defensa del fuero
Pero
lución, ciento diez individuos del
y pocos
30 de junio
pero siendo mayor en esta corporación
número de españoles, se decidió que en
ellos todos
el
315
J. '
Véanse los documentos relativos á este asunto en la Colección Hernández Dávalos, lomo IV, págs. 305-3yi. Alamín. — Historia de México, tomo III, púg. 220.
E.
—
CAPÍTULO IV — Reorganiza sus tropas en Chiautla. — Muerte de don Francisco
Ayala. — Derrota Galeana á los realistas de este lugar para socorrer á Trujano sitiado en Huajuapam.— Sucesos militares en Oaxaca antes de este asedio. Quién era Trujano. Regules al frente de una división realista se presenta delante de Huajuapam ( 5 de abril del812). Heroica resistencia de Trujano. Los padres Sánchez y Tapia intentan socorrerle y son derrotados. —Devoción délos Preséntase Morelos Opónese el consejo. sitiados. Regules convoca un consejo de guerra propone salir al encuentro de Morelos.
Tercera campaña de Morelos. de Citlala.
—Entra Morelos
en Chilapa.
— Sale
—
—
—
—
—
é la vista de
Huajuapam
23 de julio.
el
— — y — Ataca al día siguiente á los sitiadores. — Muerte de Caldelas. — Derrota completa
de los rea-
— Pérdidas de éstos.— Merecido renombre de Trujano.- Sale Morelos de Huajuapam al frente de su división y se sitúa en Tehuacón. — Ventajas de esta situación.— Derrota don Nicolás Bravo al realista Labaqui en San Agustín del Palmar. — Le nombra Morelos — jefe militar de la provincia de Veracruz. — El gobierno vireinal condena al general don Leonardo Bravo á la muerte de garrote Ejecútase esta sentencia en México el 13 de setiembre. — Nobilísima y heroica acción de don Nicolás Bravo al saber la muerte de su padre. — Combate del ranc/io de )a Virgen y muerte de don Valerio Trujano —Expedición de Morelos á Ozumba, donde recibe ciento diez barras de plata procedentes de Pachuca. — Ataca cerca de Nopalucán un convoy realista y es rechazado. - Regresa á su posición 29 de octubre. Ingenio. — Ataca y toma á Drizaba deTehuacún. — Se dirige luego contra Orizaba— Derrota á los realistas en Avanza coronel Águila hasta las Cumbres de Aculcingo — Acción de las Cumbres. — Vuelve Morelos á Tehuacán. — Úñensele en listas
vil.
el
el
el
punto las divisiones de Matamoros y de don Miguel Bravo. —Es nombrado Matamoros mariscal y segundo de Morelos. —Don Sale Morelos de Tehuacán al frente de su ejército y se dirige á Oaxaca.— Hermenegildo Galeana es también promovido á mariscal. Huye Medios de defensa de esta ciudad. -Penosa marcha del ejército independiente.- Alarma en Oaxaca al aproximarse Morelos. Rasgo de Asaltan y toman la ciudad los independientes el 25 de noviembre de 1812. á Tehuantepec el obispo Bergosa y Jordán. Fusilamiento de Regules, González Saravia, Los soldados vencedores saquean la ciudad. heroico valor de don Guadalupe Victoria. Aristi y Bonavia.- Morelos da libertad á los prisioneros políticos encerrados en las cárceles de Oaxaca. —Disposiciones políticas y Funerales suntuosos de López, Armenta, Tinoco y Palacios, primeros mártires de la indepenadministrativas que dicta este jefe. este
—
—
—
— —
—
—
dencia en Oaxaca.
Sur.
— Juramento
Junta de Zilácunro.
— Campaña de don Nicolás Bravo en
sus nuevas operaciones.
la vista
Bravo intercepta el
las
de Jalapa
el 11
la
del periódico
— Vacilación
El Correo americano del
de Morelos acerca del plan de
— Preséntase — Numerosas gavillas
provincia de Veracruz durante los últimos meses de 1812.
— Ataca
vigorosamente
es rechazado.
la villa y
—
—
brigadier Olazábal.
Había entrado en
los
planes y miras de Morelos,
después de su brillante salida de Cuautla,
campaña en extender
de noviembre.
— Establecimiento
de esta campaña.
Favorables condiciones de defensa que tiene este punto. Bravo se sitúa en el Puente del Rey. comunicaciones entre Veracruz y Jalapa. — Detiene por muchos días la marcha de un valioso convoy custodiado
asedian á Jalapa en diciembre.
modo
la
— Importancia de la toma de Oaxaca. — Juicio de Alamán respecto
en unión de otros jefes á
por
de obediencia á
su
continuar la
con dirección á Chilapa, seguido de Galeana, Matamoros
y
los
dominio
la atención
de
hasta
Oaxaca y llamar de este
enemigos, distrayéndola de las
los
Bravos (don Nicolás y don Miguel).
De
vasta zona del Sur y del Sureste para
la
lado
entre los jefes que tanto se distinguieron á su
y que
él
formó en
el
de la guerra, faltaban,
arte
empero, dos de los más esforzados: don Leonardo Bravo
Hemos
visto al primero caer en
provincias centrales donde tan crueles reveses acababan
y don Francisco Ayala.
de sufrir las armas de la independencia. Unido en Izúcar
poder de los realistas y en esos momentos esperaba
á la división de don Miguel Bravo
muerte en
punto estratégico desde
el
^
retrocedió á Chiautla,
cual podía vigilar los movi-
mientos de París, ó marchar hacia tierras de Oaxaca
dando
la
mano
al valiente
defensor de Huajuapam,
don
Valerio Trujano.
Permaneció
en
Chiautla
hasta
fines
del
mes de
las prisiones
de
la capital; el
de sucumbir por la libertad de Morelos
valle
al
de
la
segundo acababa
la patria.
Destacado por
Cuernavaca para reclutar gente,
situóse en la
hacienda de Temilpa con un corto número
de soldados
pero no tardó en llegar á oídos del capitán
realista
;
don Gabriel de Armijo, destinado por Calleja á
sufrió el
mismo
cuidar de aquel valle, la noticia de que el valiente Ayala
día de su salida de Cuautla, y allegando hombres,
armas
se hallaba en la comarca, y reuniendo toda su sección
y pertrechos de guerra con la extraordinaria actividad de que dio tantas pruebas durante su gloriosa carrera.
cayó una mañana sobre la hacienda que se ha nombrado
mayo, curándose de una grave caída que
El
1.° '
de junio salió
Capítulo
II, lib. II.
al
frente de ochocientos
hombres
ya, tomando la precaución de rodear con sus soldados la casa que habitaba
el
intrépido insurgente.
Desesperada
fué la resistencia que éste opuso á los asaltantes, que
MÉXICO i TEAVÉ8 DE LOS SIGLOS
318
recurrieron al extremo de incendiar los tejados, y á pesar
de que
fuego
el
lo
seguía
envolvía por todas partes,
Sólo cuando las muni-
luchando con valor sobrehumano.
ciones se agotaron y casi todos sus soldados habían muerto al filo
de
espada ó devorados por
la
Ayala con sus dos
las llamas, se rindió
y unos cuantos que
hijos
le
acompa-
El vencedor no respetó tanto valor, y después
ñaban.
de fusilar á todos
los prisioneros
de aquel épico combate
mandó que sus cadáveres fuesen colgados en
los árboles
del camino, á la entrada del pueblo de Yuatepec.
La vanguardia de
ron
al
fin
prisioneros
y doscientos
el
i.
febrero
Pero
mismo
al
don
Bravo y
Miguel
hombres de
el
Mendoza con dos mil
padre
Mixteca y de la Costa disponiéndose á
la
intentar nuevo ataque contra Yanhuitlán
lo
,
que obligó
á Regules á reforzar sus atrincheramientos y á acopiar víveres
y municiones en gran
Presentáronse
cantidad.
aquéllos ante esta plaza en los primeros días de marzo
ataque con
el
el
mayor
y
pues que no
éxito,
casas contiguas, después de disputar los realistas palmo
listos
á disputarle
con imponderable
campo, y en
fusiles
de
tiempo, reuníanse en Tamasulapam don Valerio Trujano,
comenzaron
se defendieron tenazmente, hubie-
de abandonar
en Teposcolula á fines
pueblo de Citlala á los
los independientes
y aunque aquéllos
brío,
comandante Bobadilla, derrotado
del
tardaron en encerrar á Regules en la iglesia y varias
al
comandante español Cerro
Cargaron
paso.
el
el
y vencedor
mando de Galeana,
Morelos,
encontró el 4 de junio en realistas del
dientes,
;
la
él trescientos
persecución se llevó
á palmo
terreno y de empeñar en cada trinchera un
el
Su comandante
combate obstinado y sangriento.
pidió
y aunque en esta ciudad no abundaban fuerzas disponibles, como el caso era grave, se
auxilio á Oaxaca, las
apresuradamente
aprestaron
hombres
doscientos
que
hasta el pueblecillo de Acallan, donde Añorve, otro de los
salieron á toda prisa para Yanhuitlán, pero cuando
de aquel rumbo, recogió los dispersos y emprendió la retirada con dirección á las posiciones del
ron á este punto, los sitiadores, que estaban próximos á
coronel dpañu y se quedó en Puebla. * Colerción. de documentos de J. E. Hernández Dávalos, t. IV,
págp. 83J-840.
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS dio intenso crecimiento á la revolución de independencia.
Los partidarios de ésta en dominadores
ocupadas por los
y que esperaban contribuir á
,
de sus ideales, Constitución
las ciudades
amparaba
ejerciendo los derechos que
clamaron contra
,
la realización
el
la
despojo de las libertades
más que otorgadas por este código, se les había en reconocido. Con más autoridad alzaron con este
que, él
,
motivo la voz
hombres que defendían
los
la
indepen-
dencia con las armas en la mano: «el pueblo americano,
El Correo
decía
no tenía más lazos con
del Sur,
las Cortes las bases
monarcas de
los
de
Mudadas por
de estos países.
sociedad española y despojados
la
soberanía que ejercían desde que sus
la
antecesores conquistaron estos pueblos con los de
estos
reinos,
asociación de
la
España para formar un pueblo
soberano era absolutamente voluntaria y no había título
ninguno para forzarlos á
ella.»
sión decretada por Venegas,
Y
al
anunciar la suspen-
un
hacía aquel periódico
de Estado la representación que dirigió
del Consejo
imprenta
escandalosa supresión de la libertad de
la
ordenada por
virey Venegas,
el
de abusos que á la misma Junta parecieron
"Todo pasó á una comisión cuya mayoría la revolución
zado
más que un régimen
,
no impedirlo
el
que sólo en
convencimiento,
el
Morelos escribía á Rayón diciéndole que la
horrores.
y fué autori-
pues,
de
brevísima
lo
hemos dicho ya, de
de la revolución estribaba la con-
el triunfo
la Constitución
de 1812, se suprimían á la simple volun-
tad del gobernante superior y de la Audiencia.
momentos de libertad en que
Aquellos
prensa se hizo órgano
la
de aspiraciones por tanto tiempo reprimidas, y en que
el
voto público alcanzó una victoria pacífica, pero esplen-
más y más
de los que en
contri-
el
quista segura de los derechos que, apenas concedidos por
por alcanzar su independencia.
sí
como
duración en la colonia, pero dejó en los ánimos duraderas impresiones, y
dependía quizás la pacificación de
buiría este poderoso medio en gran parte á calmar sus
militar,
fué,
dente, avivaron
no extinguirse por completo la revolución,
frivolos.
opinó,
'.»
El orden constitucional
leyes que se acababan de jurar, cuando de su observancia
América, pues de
pretexto
á
muy
Consejo, que en México no debía haber, mientras durase
enérgico llamamiento á las armas por haberse violado las
la
al
Suprema de censura,
día siguiente á las Cortes la Junta
manifestando
el
pueblo español que la soberanía reconocida por aquél en los reyes conquistadores
367
energía
el
deseo de los mexicanos
el
Sin
amenguar
el
mérito
seno de las Cortes reclamaron con
el
cumplimiento de la Constitución, y que se y al Acuerdo la grave responsabilidad
exigiese al virey
convocación á elecciones y la declaración de la libertad
en que habían incurrido, la opinión de los amigos y partidarios de la libertad se inclinó desde entonces con
de imprenta habían emanado del gobierno español con
visible
siniestra
mira
de
descubrir
por
medios
estos
á
Y
enemigos y de aprehenderlos con más facilidad. este
modo,
la
sus
de
convencimiento de que ninguna concesión
el
debía esperarse
de
los
hombres que gobernaban á
la
favor
monarquía y de
nombre á Nueva
algún
cundió
rápidamente
que en
la libertad
los
de la revolución á mano armada.
el triunfo
Los informes de Venegas relativos á de
y
más esperanzas la
de imprenta, y luego, á sus providencias
respecto de las
elecciones
municipales
de
la
capital,
la
sujeción
revolución de
la
de las colonias á España,
Ramos Arizpe, de
otro,
los
creían posible bajo
suspensión
de
caudillos
chos políticos que á los nacidos en la península.
excepción de
partidarios de la libertad no tuvieron ya
los
por asegurar á los hijos del continente los mismos dere-
sazón en la península y de los que mandaban en su
España,
hacia
preferencia á los que se esforzaban, pero dentro de la
el
el
demás
Cisneros y de
diputados por
Nueva España
imperio de la libertad en las colonias,
régimen de
discutieron
un
código
y votaron las
hemos nombrado más arriba, de la revolución armada; y
como
político
Cortes
de
Cádiz.
el
que
Los
que
sólo confiaban en el triunfo el
canónigo de Puebla, don
fueron pasados por la Regencia al Consejo de Estado
Antonio Joaquín Pérez, presintiendo
consultándole sobre la conducta del virey y de la Audien-
una reacción en sentido absolutista, se aprestaba á
cia,
y acerca de las causas que invocaban para haber
suspendido
la Constitución.
Por su parte, treinta y un
más cobardes complacencias con
el
canónigo
don
Antonio
Joaquín Pérez,
presentaron
11 de julio de 1813 una exposición, que leyó
Ramos
Arizpe, pidiendo que la Regencia diese cuenta de todo lo
acaecido
en Nueva
miembros de este
alto
España.
Doce
días
después,
los
el
advenimiento de
la tiranía
las
en espera del
tan apetecido obispado.
diputados americanos, entre los cuales no quiso aparecer el
Con
Belle
Sin que la falaz promulgación
del
código político
entibiase el ardor de los defensores de la independencia, éstos, al principiar el
año de 1813, se disponían á entrar
de nuevo en campaña.
en Pátzcuaro
^
Berdusco, á quien hemos dejado
dedicado á concentrar todas las partidas
poder informaron á las Cortes que
en opinión del Consejo de Estado derechos otorgados por
el
la
suspensión de los
código político debía subsistir
hasta que las circunstancias variasen, no pudiendo entre-
conde de Piedrahlanca, quien fué de parecer que la Audiencia hablan incurrido en responsabilique debía exiffírseles en la forma prescrita por las leyes, pues
Alamñn, era tanto
dad,
el
la
virey
el
como
tanto emitir juicio ninguno respecto de la responsabilidad
comenzaba por aulorizar las infracciones de lii Constitución en América, seguirían luego en España y en pos de ella vendrían la anarquía y la pérdida de la libertad.» (Historia de Méxi( o, tomo 111,
del virey
pág. 2P9)."
y de
nuevos datos '
i.
la
Audiencia hasta tanto se recibiesen
Formaba
contraste con este dictamen
«El único americano que babfa en
el
Consejo de Estado, dice
si
se
'
AlamAn.
— Historia
de 1850. » Capítulo V,
lib. II.
de México, tomo
III,
pág. 300, edición
368
MÉXICO 1 TEAVÉS DE LOS SIGLOS
independientes
de
Miclioacán,
logró
en aquella
reunir
población á las de Muñiz, Navarrete, Rodríguez, Suárez, Arias, Carvajal y otros, componiendo un
siderable de gente bien armada, artillería.
Navarrete
Berdusco nombró '
,
número muy con-
con algunas piezas de
segundos á Muñiz y y después de organizar en lo posible á sus sus
dice Bustamante.
Con alguna anticipación supo Linares
que iba á ser atacado, y tuvo tiempo de concentrar en la ciudad los destacamentos que se hallaban en las poblaciones
cercanas,
y de abrir fosos y levantar fuertes trincheras. Situadas las tropas de Berdusco en las lomas de Santa María, marcharon al ataque en las primeras horas del 31 de enero (1813) llevando veintiún cañones
y diversos
útiles para
trincheras.
hecho
franquear los fosos y acometer las
Varias horas duró
los realistas
el
combate, pero habiendo
una vigorosa salida
,
huyó un capitán
de Muñiz llamado Lubiano, siguiéndole una fuerte sección de caballería. las
A
su ejemplo, retiráronse precipitadamente
demás divisiones asaltantes siendo perseguidas vigo-
rosamente hasta Oporo y dejando en poder de los realistas
toda su
y ciento treinta que Linares, noble excepción en
artillería, doscientos fusiles
y ocho prisioneros,
sin
Berdusco se
aquel tiempo, mandase fusilar á ninguno. retiró con las reliquias
de su ejército hasta Puruándiro,
donde fué alcanzado y completamente destrozado por
el
don Pedro Antonelli, quien perdonó también
jefe realista
á los noventa y ocho prisioneros que cayeron en sus manos, y dióles libertad entregando un peso á cada uno;
generosidad que fué villanamente correspondida por los agraciados, quienes, viéndose salvos, subieron á un cerro
inmediato y desde jefe
allí
injuriaron en alta voz al valiente
que acababa de favorecerlos
Rayón supo á tiempo
el
'.
movimiento que intentaba
hacer Berdusco contra Valladolid, y desconfiando de la aptitud de su colega para dar cima á tamaña empresa,
prevínole que suspendiese su ejecución hasta esperarle;
pero empeñóse éste en recoger solo los laureles que se prometía, y ya hemos visto el resultado desastroso de su ligereza
é
Obligado
impericia.
Rayón á
i-eprimir
las
de su compañero en la Junta Suprema, marchó
faltas
desde Tlalpujahua en su busca resuelto á pedirle cuentas
de su conducta y á oír los descargos que diese por haber acometido una expedición sin consultarle con anterioridad
y
á un
someterla
sin
temerariamente fortificada
consejo de
la tropa
exponiendo
guerra,
á un asalto contra una plaza
según las reglas del arte militar, y defendida
por más de mil hombres con poderosa artillería. ronse en Pátzcuaro
el
pero
separarse
tuvieron
que
9 de febrero
Avistá-
Rayón y Berdusco,
violentamente
tres
días
después con motivo de la aproximación de una fuerte Mkxicü.
— Parroquia de San
tropas marchó contra ValladoHd,
Miguel
siguiendo
de Huiramba y Undameo, y acampando á ciudad el 30 de enero.
Mandaba en Valladolid
el
teniente
el
la
derrotero
columna de realistas salida de Valladolid, retirándose
el
primero á
al
la
hacienda de Puruarán, y
No
fué
más
prendió durante
don
Celaya.
feliz
el
Liceaga en
la
correría que
mismo mes de enero por
Aprovechando
la salida
partidas de Rubí
retirado á México
Junta intentó tomarla por asalto, y aunque
' Colección de documentos de pág. 841.
J.
E.
Hernández Dávalos,
t.
IV,
ción parte de la fuerza
'
y
—
que
otros jefes
la ,
el
rumbo de
guarnecía y* unido á las
el tercer
miembro de
,
la
al principio
Bustamante. Cuadro hütórico tomo II, pág. — Atamán adopta la relación de iJuslamanle.
de 1850.
em-
que hizo de esta pobla-
Antonio Linares en sustitución del odioso Trujillo, que desde los últimos días del año anterior (1812) se había
cargado de crímenes y de dinero,
segundo
pequeño pueblo de Ario.
vista de la
coronel
el
243, edición
369
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SI&LOS alcanzó grandes ventajas, logrando entrar hasta cerca de
sus soldados, matándole noventa de éstos, entre los que
vióse forzado á retirarse por la brava resis-
se contó el brigadier Borrayo, y apoderándose de muchas armas y pertrechos de guerra. Este descalabro, el que Berdusco sufrió algunos días
la plaza
,
tencia que opusieron
los realistas desde
sus cortaduras
y trincheras. Acudió en auxilio de Celaya el oficial realista Manuel Gómez Pedraza al frente de trescientos
más tarde en
y del que hemos hecho ya continuas quejas que Rayón recibió del
Valladolid,
caballos,
mención, y
PeM
desorden y arbitrariedad con que se conducían sus dos
y alcanzando á Liceaga en el sitio llamado Colorada ^ pudo batirle fácilmente y dispersar á ,
Don
Félix M." Calleja del
las
Rey
Virey de Nueva España
colegas y los jefes de éstos,
menor graduación que obedecían á
determináronle á obrar resueltamente; pero antes
quiso aumentar sus tropas, jefe
y en consecuencia ordenó
al
Solórzano que abandonando la hacienda de Santa
y Liceaga, que ya habían reunido les
Tres días
unírsele en la de Puruarán, donde se hallaba.
ante su colega sin
T. III.—47.
mañana
del 5 de
marzo ma-
tándole á muchos de sus hombres y quitándole armas y
municiones.
' Véape el parte de Gómsz Pedraza fechado el 11 de enero de 1813, en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo IV, páí?. 816.
que
quedaban, recelosos del movimiento de Solórzano,
sorprendieron á éste en la
Efigenia con los soldados que le obedecían marchase á
Berdusco
las pocas tropas
el
después,
Berdu-co
renunciaba
cargo de vocal de la Junta
haber firmado antes un bando, en
Rayón para que dentro de tercero á contestar á los cargos
que se
le
el
día
,
pero no
que citaban á se
presentase
hacían por haber
370
MÉXICO
iuvailido la provincia de
Michuacán, asignada
TRAVÉS DE LOS SIGLOS
i.
mismo
al
Berdusco, y la de Guanajuato, señalada á Liceaga; y por otro bando de la misma fecha se le declaraba traidor
con toda su familia y los que parte
siguiesen
le
Rayón nombró comandante general de
,
Por su
'.
la provincia
de Valladolid á don Manuel Muñiz é intendente de
la
y se representaba á Calleja como tener y terminar la revolución.
el único
á tal punto, que los adictos á la revolución residentes en
México
concibieron
la
esperanza
con
mantenerse en correspondencia con
vocales que habían
órdenes
expidió
desconocido su autoridad;
á todos los jefes de la revolución para que
que
Calleja
se
Habían organizado éstos una sociedad secreta
dencia.
jahua, publicó una proclama en que explicaba su con-
además, suspensos de cargo á los
de
pusiese al frente del movimiento y realizase la indepen-
misma á don Francisco Solórzano, y tornando á Tlalpuducta y declaraba,
capaz de con-
Estas hablillas llegaron
nombre de Los Guadalupes, que tenía por objeto
el
y proporcionarles teniéndose
los jefes insurrectos
y toda
noticias
entendido que esta
de
clase
auxilios,
hizo
asociación
alguna
propuesta á Calleja, que éste no recibió mal, acaso para
aquéllos no fuesen obedecidos, y cuidó de informar á
estar instruido de todo
Morelos de todo
de aquella reunión, pues, por otra parte, cualesquiera
lo ocurrido,
bien este
si
mantuvo neutral, recomendando tan unión y la concordia
la
^.
«
También
ilustre jefe se
sólo á unos
doctor Cos
el
otro
y
dirigió
y conocer
que fuesen sus desazones con
el
la importancia
y
fines
virey, nunca pudo pen-
sarse que llegasen hasta faltar á los principios de fide-
una representación á Rayón y á los vocales disidentes, con el objeto de que se reconciliasen, haciéndoles paten-
lidad que profesaba '.n
tes los males
dos personajes, no causó extrañeza que Calleja rehusase
que de su desunión resultarían, pero sus
buonas intenciones no tuvieron
y
las cosas siguieron el curso
tiempo
resultado que deseaba,
el
que habremos de ver á su
el
Mientras los miembros de
la
Junta enervaban
hasta entonces vigorosa, de
pendencia, y ofrecían
el triste
la
la
guerra de inde-
espectáculo de sus enco-
nadas rencillas, ocurría en México un suceso de grande
nombramiento de comandante general de
cias internas orientales,
importancia y que fué acogido de
muy
diversa manera
el
honorífica,
de tres
convoy que llevó á
del
la capital el brigadier
Olazábal
de febrero (1813), llegó la orden de la Regencia
fechada
el
llamó fuertemente la
16 de setiembre del año anterior relevando
Venegas á pretexto de necesitarse en
vireinato á
España de sus conocimientos
militares,
y nombrando para
confiriéndole
y
mismo tiempo
al
No
grado de
el
agregada
la capital
constaban
dos escuadrones y una brigada de
batallones,
cuerpo facultativo de esta arma.
al
paró en esto la serie de distinciones que
Calleja; algunos
muy
de los cuerpos realistas ó Patriotas
Fernando VII que formados en
(le
artillería
á
sí
virey á la guarnición por una orden del día
teniente coronel
En
fines
pero
Provin-
las
empleo de comandante militar de México, dándolo á reconocer
por los dos partidos en que estaba dividida la sociedad. el
todos conocida la rivalidad que separaba á estos
atención verle aceptar, en 29 de diciembre de 1812, el
^.n
acción,
De
días después,
el
7
recibió
de enero de 1813,
fué nombrado presidente de una junta de oficiales superiores erigida por el virey en sustitución de la antigua
Junta de seguridad,
y
pero cuyas atribuciones
sucederle al mariscal de campo don Félix María Calleja
odiosa
del Rey.
eran casi las mismas que ésta había ejercido.
Algún
mando después Perma-
historiador cree que la intención de Venegas, sabedor de
neció en México viviendo en la suntuosa mansión del
de tenerle supeditado á sus órdenes y pendiente de su
marqués de Moneada (hoy Hotel de Iturbide), y aunque
voz para humillarle
Hemos
dejado á este jefe retirado del
de su vuelta victoriosa del
al
sitio
de Cuantía ^
parecer caído en desgracia, no tardó en verse rodeado
de una especie de corte tan numerosa como
la del virey,
le sucedería
que
en
mando su antiguo
el
Por otra parte,
'^.
rival,
fué el
la facilidad con
que Calleja aceptó esos nombramientos comparada con la resistencia que antes
opusiera para volver
al
servicio
del gobierno,
activo, da ocasión para creer que esperaba ascender en
cuyas disposiciones se criticaban de continuo con grande
breve al mando supremo de Nueva España y que se
la
que frecuentaban todos
acritud.
«
No
faltaban
los descontentos
en
concurrencias
estas
,
dice
Alamán, personas que haciendo de espías dobles, ponían en oídos de Venegas todo lo que se decía en casa de Calleja,
y á éste
le
referían lo que habían oído, ó que
preparaba á ejercerlo,
aumento
presentándose
,
y
los
malos informes
de
los
cuantiosos elementos militares aglomerados en la capital.
inclinado á la
disgusto entre ambos
entretanto
Rígido y exacto en materia de disciplina, introdujo desde luego la mayor puntualidad en el servicio de la plaza, é
suponían que había sido dicho por aquél, y así iba en el
disponiendo
pompa el
día
militar dispuso frecuentes paradas,
de año nuevo á
felicitar al virey
llegaban hasta la Regencia de Cádiz, á la que se pintaba
seguido de cuatrocientos oficiales que vestían brillantes
á Venegas como hombre que procedía sin plan ninguno,
uniformes, dando mayor realce á este acto las músicas
de todos los cuerpos de '
Colección de documentos de
J. E.
Hernández Dávolos,
I.
IV,
Hemos
la guarnición.
dicho que la orden de la Regencia para que
páfes. 912-913. '
póg. •
*
Colección de documentos de J. E. Hernández Dávnloí", t. IV, Véfipe tombión el docunncnto de la i'ÚRinn 19 del miemo lomo. Alamán. tfistoria de México, íomo ]l],\>ág 367. Véase final del capítulo II, lib JI.
5.
—
'
'
—
Historia de México, tomo II piip. 548. AlamXn. lo llifloria de las Campañas Suplemento BusTAMANTK.
de Calleja, pég.
1.
—
,
i'i
—
371
MÉXICO A T¿AV£í DE L0¿ SIGLOS se recibiese
del
Calleja
mando por
conducida
correspondencia
á México
llegó
Olazábal.
brigadier
el
Al presentarse aquél en palacio el 28 de febrero,
Venegas hasta
encontrarle
la
en la
primera sala,
salió á
dio
le
el
abrazo de felicitación y dos horas después estuvo á visi-
El día 4 de marzo siguiente tomó
en su casa.
tarlo
posesión
Calleja
desde su morada hasta
el
principal donde le entregó el bastón,
el
juramento acostumbrado.
terminada
En
ceremonia, dejó
la
comercio de Cádiz, tan influyente á la sazón en no, decidieron quizás
su nombramiento y
el
el
al
gobier-
relevo de
y en seguida pasa-
el
prestó Calleja
el cual
palacio
se trasladó
y
Venegas.
males que había causado
de ruina y desolación á que
formaba contraste con disfrutaba partidario
Cruel
el
pocos días de su arribo al los
donde permaneció hasta su salida para Veracruz, que se 13 del másmo mes (marzo de 1813).
Conocía
,
con su familia á la casa del conde de Pérez Gálvez, en
efectuó el
providen-
y que transmitidas
dictadas por su antecesor,
cias
las
poder, en la que deploraba
municipal;
cuanto á Venegas, apenas el
en las relevantes dotes militares de Calleja y en las
amargas censuras que éste había hecho de
salón
palacio el cuerpo
esperábale Venegas con todas las autoridades en
ron á la sala del real Acuerdo, ante
ello
nuevo virey esta disposición de los ánimos y quiso desde luego afirmar las esperanzas que en i á los él fincaban los españoles publicando una proclama
de virey acompañándole
empleo
del
de muerte sus más caros intereses: fundábanse para
y que
y prosperidad de que
antes
en
Mostrábase
2.
reino había llegado,
el
paz
la
guerra, pintando el grado
la
decidido
documento
ese
y no obstante que las principales garantías concedidas en ella estaban suspende la Constitución,
y sanguinario, no fué por nadie sentida su separación,
didas
decía
que todos los
pero dejó justo renombre de íntegro en
pretextos que hasta entonces se habían
invocado para
manejo de
el
los
caudales públicos y de infatigable en las rudas labores
acrecentadas por la
del gobierno,
creó la guerra desde
mando superior
del
el
i.
momento en que tomó posesión
Siguióle á poco el indigno Trujillo,
á quien favorecía con particular
una ingrata memoria, no
éste
que obligó
al
dejando
predilección,
del
Congreso
español.
exclamaba, en entera posesión de
los
poneros,
bienes que en
¿Habrá
algiín
hombre tan obcecado que ose
despotismo, de cuyas palabras ha abusado tanto la mali-
y secular
los cabildos eclesiástico
y
cia
la
Y
mala fe?»
después de describir con vivísimos
colores el desconcierto y la corrupción producidos por favorito
Godoy y
la
ejércitos franceses, aseguraba que había brillado
y pudo entonces regresar á España
la
donde murió
el
año
el
devastación de la península por los
de Valladolid; nombró un apoderado que los contestase, ,
sí
primero en observar celosamente sus
encierra, y seré el
preceptos.
«Voy á
después reproducir las ponderadas quejas de opresión y
nuevo virey á detenerle para que con-
Abad Queipo y
aquella obra
tirá-
y
testase á los cargos que le iiacían por diversos motivos el
obispo
debían cesar con la aparición de
la rebelión
justificar
,
á intereses,
sólo de sanguinario
sino también de poco puro en cuanto
nico, lo
situación que
difícil
meses
desde hacía varios
aurora de la libertad
,
y que
los
al fin
representantes del
pueblo español habían cimentado la felicidad de ambas
de 1848.
El mismo día en que Venegas
para Veracruz
salía
Españas.
(13 de marzo), entraba en la capital don Antonio Ber-
«Cuanto pudierais apetecer y
discurrir,
decía con
y aun aquello que no podríais nunca alcan-
gosa y Jordán, obispo de Oaxaca, y que desde 1811
este motivo,
había sido nombrado arzobispo de México
zar por medio del desorden y la sangre, lo tenéis conce-
Pronto
2.
lo
veremos unirse estrechamente á Calleja y desplegar en su nueva posición
el
mismo
celo
y
la pasión
política,
ardiente y enconosa que había demostrado en su antigua diócesis
desde los primeros momentos de
la
guerra de
independencia.
Fué
el
la
los
mexicanos,
que
conocedores
de su crueldad y de sus instintos rapaces,
ya
esperaban
Establecido un justo medio entre la confusión de
democracia y la arbitrariedad del despotismo, sois ya
ciudadanos dependientes de un poder moderado y justo, que subdividido en sus tres calidades esenciales imposi,
bilita
nombramiento del nuevo virey motivo de
temor para
justo
dido.
á los que
las.
poseen como en depósito, de abusar
de su facultad, y reunir un excesivo mando, en i)erjuicio
de vuestros derechos y de vuestra libertad.
manos industriosas no están ya
podéis cultivar en vuestros campos
que desplegase una y otros con mayor extensión en la
tricciones absurdas:
órbita anchurosa en que iba á moverse; y por el con-
cuanto ellos sean capaces de producir:
trario,
los
españoles se prometían
de su exaltación
el
pronto término de una guerra desastrosa que amenazaba
Bustomanle, al referir lo pnriida de Venefrop, dice lo sif;uiente: « Vióse uHigido pura emprender el viaje, pue? no tenia dinero: prestóle veinticinco mil pesos el conde de Casa de Agreda, ú quien ofreció pagárselos en España. Venegas no robó un peso: ¡ojalá pudiera aparecer á los ojos del
mundo
tan
piadoso,
como
fué limpio de
manos!» (Cuadro /¡/.slti/ ico, toiTio 11, pág. 2.'>l, edición de 18i4). Vuelto Venegas ú la península rccihió del gobierno español el título de «marqués de la Concordia de Nueva España,» que nial cuudraba fon
el *
estado en que encontró y dejó Capítulo XVI, lib. 1.
al país.
nombraréis de
entre vosotros mismos los que hayan de dirigir y cuidar
de vuestra economía sentar la parte
'
Vuestras
ligadas ni sujetas á res-
civil
y
los
de vuestra
que hubiesen de repre-
soberanía en
el
Congreso
nacional: publicaréis libremente vuestras ideas y pensa-
mientos políticos, en cuanto no propendan á originar la Colección de documentos de
'
pág.
J.
E.
Hernández Dávalos,
t.
V,
6.
« Gran parle de la devastación del país reconocía, sin embargo, por causa la serie de medidas atroces dictadas por el mismo Calleja, Bustumunte, Casay por Cruz, Trujillo, Porlier, Torre, Castillo y solu, Nfgrele, llurbide, etc., ele.
372
MKXICO A TRAVÉS DE
división ó trastorno del Estado
y gobernantes,
tos
empleos y destinos
los
y benemérito, ora haya
públicos son del español sabio
nacido
seréis á la vez subdi-
y
;
que
pues
Exhortaba
ora en América."
en la península,
liOS
un préstamo de un millón de pesos con
lares
rés
SIGLOS
de 5 por 100,
réditos la mitad de los
á partir de
1."
de enero de 1814, aunque nunca llegaron
á tener esa aplicación.
yesen á
contribuyendo con ochocientos mil pesos
la
obra de restablecer la tranquilidad pública;
de las
que por medio del pulpito y de desterrase
conciencias
germinado é inculcase en paz
la
;
á los jefes
y
corazones
los
oficiales
que habían
errores
los
el
al
dirección
la
sentimiento de
para que
del ejército,
el
honor, la lealtad y la bizarría fuesen su divisa; á los
franquearon
ticas
Consulado y
el
millón las
el
las otras corporaciones
y
pues
interés,
sin
eclesiás-
estaban
siempre
á prodigar sus tesoros para contrariar
dispuestas
revolución de independencia
la
Pero como éste fuese un
'.
escritores, para que con sus plumas ilustrasen
recurso pasajero, Calleja estableció una junta permanente
de arbitrios, la que tendría también la misión de clasi-
y
taba á los ciudadanos todos para que obra de la felicidad común.
Pero
la
con las amenazas de costumbre: persuasión, y olvidando
y á vosotros mismos la
el cabildo
pedida,
cantidad
la
corrigiesen la opinión extraviada; y por último, exci-
sabios
y
Reunióse
algunos ricos comerciantes, y completando
sumas que
inte-
al
luego á todas las clases del Estado para que contribu-
clero, para
el
pago de capital y productos de la aduana de México,
destinando
lo
le
ayudasen en
la
proclama terminaba de mi
«... Si á pesar
que debéis á
la patria, al
rey
os dejáis arrastrar del egoísmo, de
imprudencia, del odio y de aquellos vicios que no son
ficar las
deudas contraídas por
gobierno designando
el
el
orden en que debían ser pagadas; suspendió temporal-
mente
pago de sobresueldos
el
que con distintos
dispuso que con un convoy que
militares;
para
abonos y gratificaciones empleados civiles y
,
títulos recibían los
el interior
30 de abril marchasen
el
debía salir los
oficiales
compatibles con la paz de Nueva España, sabré usar
que perteneciesen á
inexorablemente del rigor de la justicia para apremiar á
aquel rumbo y los empleados de aquellas provincias que
cada cual
se hallasen en la capital, imponiendo la pena de suspen-
al
desempeño de sus obligaciones, y aun cortar todos los miembros corrompidos que
del cuerpo social
puedan enfermarlo.
Ni
de americano ni
título
el
europeo será para mí causa de indecisión en ó
castigo:
no reconoceré
dieren la virtud
y
el
Y
de
derechos que los que
otros
mérito.
el
premio
el
si
he probado bastante-
mente mi sensibilidad y anhelo por
la cordialidad
y
la
divisiones
las
ó
guarniciones
sión de empleo
y de sueldo á todo el que después de fecha permaneciese en México sin licencia
aquella
expresa del mismo virey; y desconfiando de la fidelidad
de los empleados mexicanos de
Secretaría del virei-
la
nato, hizo en ella muchas variaciones, colocando á españoles en lugar de aquéllos,
la renuncia del
y admitió
unión, probaré también que tengo la firmeza necesaria
mismo
para castigar irremisiblemente á los obstinados y malé-
se había hecho sospechoso al partido europeo,
Los buenos deben mirarme como á un padre;
volos.
¡ay de aquel que osare atentar contra
pero
ridad del Estado! cia
y yo seré
el
la
segu-
Las leyes caerán sobre su existenprimero
que
pronuncie
el
terrible
Pavorosa era
la
situación
tesoro
del
encargarse Calleja del vireinato, pues
«que
don Manuel Velázquez de León, que
secretario,
Desde que tomó posesión de su Calleja sus
mayores esfuerzos
nización del ejército.
entrando
Humana.
á sustituirlo don Patricio
alto empleo,
dirigió
arreglo y nueva orga-
al
Proponiéndose abrir en breve una
vigorosa campaña y emplear en ella la mayor parte de
fallo.»
el erario
más de
de
él
público
al
mismo declaraba
se hallaba en agonía, con una deuda de
treinta millones de pesos
y un
deficiente
mensual
las tropas
,
ordenó que los vecinos se armasen para la
defensa de las poblaciones, y que en las haciendas se levantasen compañías que debían auxiliar también las operaciones del ejército.
En
y en
la capital
las
demás ciudades
de doscientos sesenta mil, consumidos todos los fondos
de importancia mandó hacer levas que se ejecutaron con
públicos, agotados los arbitrios comunes, y gravitando
extremado rigor, y en
sobre él el gasto enorme de lista civil, aumentado por
todos' los vecinos en las tropas de realistas ó
los
muchos empleados
sin
destino, y en la necesidad de
rebajar el sueldo á los que lo tuviesen '.» cionarse recursos pidió al Consulado
Para propor-
y á varios particu-
• «Las Cortes, dice Aloman, decretaron que se hiciese una rebaja en todos los sueldos proporcionada á la cuantía de éstos: no se ejecutó erta orden y la Audiencia representó contra su cumplimiento, no obstante lo cual se insistió por el gobierno de Kspoña en que se llevase á efecto, y aun se publicó en México por bando en los últimos días de noviembre del año anterior (1812); pero habiéndose formado expediente, al que se unieron todas las representaciones de los jefes de oficinas, se trató el negocio en Acuerdo pleno, y en el de 18 de enero se resoleió ."uspender el cumplimiento, revocando el bando ya publicado, y representar nuevamente á las Cortes, pafrándose integramente los sueldos mientras se recibía la contesEsto demuestra tución » (Historia de México, lomo 111, pág. 392). una vez miis que aquel orden de cosas, fun admirado de Alamán, se fundaba en la urbilrüriedad de los que gobernaban la colunia.
—
Fernando VII, de las armas
la
primera dispuso que se alistasen
Patriotas de
bajo la pena de ser destinados al servicio
en
un cuerpo de
línea los
que
no
lo
días, y para demosamenaza, hizo que se efectuase trar que ésta no era vana
hiciesen dentro de cierto
número de
con los dos hijos del conde de Pérez Gálvez, aunque á poco revocó su mandato.
A
fin
de que las providencias del
gobierno pudiesen abrazar todos los ramos de nistración,
todos los jefes territorio
la
ordenó por circular de 18 de abril militares
le
enviasen
admi'^
que
una noticia del
de su mando, la cual contuviese los productos
• Véase en la Colección de documentos de i. E. Hernández DávaloB, tomo V, pág. 11, la lista de los particulares y corporaciones que hicieron ese préstamo. » Gaceta de 20 de abril de 1813.
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS anuales de las rentas públicas, los arbitrios extraordinarios que se hubiesen adoptado,
que eroga-
los gastos
y
sen tanto la fuerza militar como los empleados del orden civil,
y
debiendo expresarse
número de tropa existente
el
muy
Preciso es, y
del
á grandes
describir
caso,
drones, que iban á ser movidos por una dirección inteligente que la del ex-virey Venegas.
de
tropas
ciudades,
Tepeaca hasta Izúcar, para resguardar Mixteca,
al
encum-
ocupación de Oaxaca por
Morelos, y luego su campaña contra Acapulco en primeros
meses de 1813,
que
breve
en
los
referiremos,
habían sustraído de la obediencia del gobierno español vasta zona que se extiende desde hasta
más
alia
de las bocas del Zacatula, á
Grande Océano, toda
la costa del
el
largo de
lo
La
coronel Águila.
mando
al
del
de Castillo y Bustamante
división
defendía el valle de Toluca y la parte occidental del de
México de
ataques de Rayón.
los
El coronel Armijo con
una brigada de caballería y auxiliado por nes
de Taxco é Iguala
cubría
las guarnicio-
derecha del
libera
la
Mexcala, y empeñaba frecuentes refriegas con
los inde-
pendientes que se mostraban en la contraria
margen.
con excepción de la plaza de Aca-
,
guarnecida Puebla por una fuerte brigada
de Oaxaca,
Bravo, en la provincia de Veracruz, dominaba
pulco.
de la
la frontera
ocupada por soldados de Morelos, hallándose
sur de las de
la provincia
gran parte de la de Puebla, y todo
México y Valladolid
la
istmo de Tehuantepec
el
las
y además Perote, Tlaxcala, San Martín y una sucesión de puntos que corría desde
rasgos la situación de las fuerzas que defendían la inde-
La
Aparte de
en México y otras gruesas guarniciones cubrían Veracruz y las levantadas
fatriotas,
pendencia en la época en que Calleja ascendía
brado puesto de virey.
más
tres villas de esa provincia,
estado de su equipo y armamento.
el
373
Estaban defendidas
avenidas de la Huasteca por la
las
guarnición de Tulancingo,
como
así
de Pachuca é
las
toda la zona meridional de ésta, por donde se comunicaba
Ixmiquilpan resistían á los avances de los Villagranes.
con Oaxaca
Bajo
,
y sus bravos guerrilleros interceptaban la
comunicación importantes las
entre el
de
villas
puerto
aquel nombre y las
de
Jalapa,
Orizaba y Córdoba,
á
que con frecuencia amagaban con más ó menos ím-
petu.
Al norte de
la
de Puebla,
Osorno
hallaba
se
en Zacatlán y extendía sus correrías por
fortificado
mismo rumbo de las partidas
cándose por
de Veracruz
la
que se alzaban en el
dándose
,
el
mano con
la
Huasteca y comuni-
la
occidente con los Villagranes que, como
siempre, ocupaban Huichapám, Zimapán y
territorio
el
mando
el
superior
y
reduciéndose á guarnecer esta
de Valladolid,
la
ciudad y Zamora, en tanto que
de sus tenientes Negrete,
el
mismo Cruz, por medio
Pastor y del Río, perseguía á
sangre y fuego las numerosas guerrillas que aparecían indomables por Acaponeta,
Nayarit y la laguna de
el
Arredondo contenía á
Chápala.
insurgentes
los
Nuevo Santander; Olazábal, con una
sur del
convoyes de dinero,
sión, conducía
entre México y Veracruz
Desde Tlalpujahua, Eayón mandaba en
Bustamante,
inmediata
guardaban
García Conde é Iturbide la provincia de Guanajuato, Linares
que desde estas poblaciones se extiende hasta Huejutla. la
Cruz
odioso
del
ayudado
y
,
por
el
el
víveres y pertrechos
capitán don Anastasio
de
tropas
las
en
fuerte divi-
división
la
sierra de Zitácuaro
y en los valles de Temascaltepec y Sultepec, parte del de Toluca, amagando de continuo el
y las que guarnecían á Querétaro, cuidaba de mantener la comunicación entre México y el rumbo del
camino de México á Querétaro. Epitacio Sánchez y otros muchos apoyábanle por el rumbo de la villa del Carbón
interior.
y Chapa de Mota, extendiéndose con frecuencia hasta el mismo valle de México. Berdusco, después de su des-
creyendo con razón que todo debía temerlo de un jefe
graciado
ataque
tierra caliente de
á
Valladolid,
Michoacán
;
había retirado á la
se
Liceaga se sostenía
al sur
Castillo
Atento
caudillo,
luego la posición de las tropas
de
Morelos
modificó
y
desde
para resistir
realistas
cualquier ataque que intentase sobre México y Puebla.
«Mis órdenes, dice
dida entre el Valle de Santiago y Celaya,
otro
al
ladcf
escalonadas
campo en
movimientos
los
como este célebre
tan audaz
de la provincia de Guanajuato, en la comarca compren-
tiempo de las hazañas de Albino García; y del otro
á
Calleja
mismo
Calleja
i,
fueron expedidas
Sur (designábase así á las guarniciones
del
ejército
el
desde
Puebla
hasta la Mixteca) y á las
Tula y Guanajuato, con instruc-
de la Sierra de Dolores, en la faja confinante con San
divisiones de Toluca,
Luis,
ciones exactas para sus movimientos en cualquier sentido
el
doctor Cos mantenía
fuego de la revolución.
gemía bajo
el feroz
con grande constancia
La Nueva
Galicia,
el
cuya capital
despotismo de Cruz, estaba inundada
de partidas que la recorrían en todas direcciones; y en San Luis Potosí otras muchas, en comunicación con las de la Huasteca, fatigaban á los realistas en
el
y ensanchaban sus operaciones hasta del Panuco.
las
oriental
Para conservar frente á las tropas
las
principales
independientes,
marzo de 1813 hemos procurado
ciudades
extremo orillas
y hacer
cuya situación señalar,
disponía
en
que los hiciese Morelos, expediciones
sin
perjuicio
de las
ligeras
convoyes y otros servicios prontos y nece-
que conviniese ejecutar á cada comandante: y á
sarios
efecto de cerrar
rebelde,
que
le
una línea de observación sobre quitase
toda
esperanza
de
el
mismo
flanquear
algún cuerpo, ó aprovecharse de un momento imprevisto para hacer una marcha rápida sin ser sentido, hice organizar villas,
el '
gobierno vireinal de gran número de batallones y escua-
,
la
sección
de
Tasco y reforzar
quedando así exactamente cubiertos
las
de
las
los países de
Manifiesto de Calleja de 22 de junio de 1814. (Colección de J. E Hernúnde! Dúvalos, tomo V, pog. 554.)
documentos de
MKXICO A TKAViJS DE LOS SIGLOS
37t Puebla
México por
y
con
noroeste,
Orizaba,
el
de
sucesión
la
Perote,
apoyadas en
rumbos
los
de
divisiones
Taxco,
Izúcar,
Toluca,
grueso del ejército del Sur,
Puebla, y con las tropas de
la capital
oeste
sur,
del
el
y
Jalapa,
Bajío,
situado en
y de la división
el
propósito de proseguir por
Acapulco, Pacífico
aún en poder de de
la
Sigamos ahora
al
general independiente cuyos movi-
mientos eran motivo de tantas precauciones por parte gobierno
Hemos
vireinal.
que
visto
en
enero
que
punto
único
dominado por
los
en
mismo
sí
dilatado litoral del
el
independientes se conservaba
Dejó en
armas del rey.
las
de
divisiones
las
Juzgada hoy su expedición á Acapulco debe considerarse
como un error
fatal
que acarreó en
sucesivo
lo
desastres al mismo caudillo y á la causa de la
dencia,
que debiera adoptar para sus operaciones sucesivas \
aquella
rumbos
fuerzas
de México y Puebla.
Su indecisión,
duró muchos días, pues
el
sin
embargo, no
9 de febrero salió de
Oaxaca
mando
Matamoros y Galeana
de
quista de Oaxaca, se hallaba indeciso respecto del plan
dirigir sus ataques por los
el
mediados del mes que hemos citado-
llegó á Yanhuitlán á
de 1813 Morelos, después de afirmar su reciente con-
aunque inclinándose á
de
sitio
el
ciudad á don Benito Rocha con mil hombres, y
precedido
de Tula.»
del
con
que
pues
el
tiempo
plaza
lo
aprovecharía
iba el
á perder
en
tomar
enemigo para reunir El afán de poseer
y combinar mejor sus planes.
un puerto, á
grandes indepen-
que daba grande importancia, explica en
lo
mucha parte su
resolución de marchar contra Acapulco;
Vista de Tlaxiaco.
K
Es indispensable
,
escribía al intendente Ayala desde el
mismo pueblo de Yanhuitlán
'^,
que tengamos cuanto antes
un puerto, pues de su posesión obtendremos inmensas ventajas... Ya estamos en predicamento firme: Oaxaca Acapulco es una de
es el pié de la conquista del reino.
sus puertas, que debemos adquirir y cuidar
después de Veracruz,
pues
aunque
la
como segunda
tercera es San
Blas, pero adquiridas las dos primeras, ríase V. S. de la tercera."
Y
en la misma carta decía:
ya está en Cádiz dos años que
en Veracruz.
,
«El francés
pero tan gastado que no se repone en
nos faltan
,
El inglés
y entonces ya lo esperaremos
me
escribe
—
como proponiéndome
Véase también oomunicnCapitulo IV, lib. II, bocio a) fin. de Morelos n Royón, fechada el 31 de enero de 1813, en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dúvalos, tomo IV, página 850. * r.arta de Morelos ó Ayala. citada por Alamán en el tomo 111, Hállase también en la Colección de documentos de J. E. pág. 340. Hernández Dávnlos, lo.iio IV. pájf. 859. •
p.ión
—
que ayudará, que
le
deben
si
nos obligamos á pagarle los millones
los
gachupines comerciantes de México, El anglo-americano
Veracruz y Cádiz. favor,
pero
me han
me ha
escrito á
interceptado los pliegos, y estoy al
abrir comunicación con él
y será puramente de comercio,
á feria de grana y otros efectos por fusiles, pues no
tenemos necesidad de obligar á
la nación á
pagar depen-
dencias viejas, ilegítimamente contraídas y á favor de
nuestros enemigos. aflicción,
Unidos
como
al inglés
Ya
no estamos en aquel estado de
cuando
comisioné
David con Ta vares
,
para
los
Estados
en cuyo apuro
les
cedía la provincia de Texas..."
Esta carta, publicada por Alamán, quien dice haberla tenido original en su poder, manifiesta, aparte de los motivos que impulsaban á Morelos á emprender la conquista
de
Acapulco,
caudillo lespecto
la
grande
de los sucesos de
ignorancia
de
este
España al afirmar
MÉ-SICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
que
los
año
de
ñanceses eran dueños de Cádiz
Por
1813.
empezar
al
que hace á las relaciones
lo
si
hemos
de juzgar por las comunicaciones cambiadas entre
el jefe
mediaron entre
él
y
los ingleses,
de los independientes y
Aretusa,
y en
capitán de la fragata inglesa
el
importancia que parece darles
la
tocante
lo
Estados
no tuvieron,
Unidos
á
los
ofrecimientes
de América
se
ve
referencia que hace de ellos Morelos,
hablar de
al
la
el
primero
hechos
cuan
por
la
siendo más preciso
un
codicia de esta nación, á la que por
momento pensó ceder
la provincia
^;
los
vaga es
Dejando á
el
que
de Texas en cambio
de auxilios para continuar la lucha.
375 la
de Matamoros en Yanhuiílán
división
para que acudiese en caso
necesario
á
la
defensa de
Oaxaca y ordenando á los Bravos (don Miguel y don que marchasen hacia la margen izquierda del
Víctor)
Mexcala con necesario
con
el
el resto
la
misión de observar y defender en caso
paso del río, Morelos salió de aquel pueblo
de su ejército
el
23 de febrero. Por ásperos
y apenas transitables caminos y sufriendo con entereza el hambre, la sed y los rigores del clima en la zona ardiente de la costa marcharon los independientes
hacia
Acapulco pasando sucesivamente por Tlaxiaco, Amuzgos,
Ometepec,
hacienda
de
San
honor de
las
armas de
Marcos
y
la
Sábana,
Vistu de la buhiu de Acapulco.
llegando
el
29
de
marzo
Veladero, famoso por
las
al
campo
atrincherado
del
hazañas de Morelos durante
el
primer asedio de Acapulco, y célebre por haber permanecido en él
don Julián Avila sosteniendo por espacio de
dos
años
el
la
independencia.
Pocos días bastaron á Morelos para prepararse bate, y al la
amanecer
del
(3
al
com-
de abril comenzó á hostilizar
plaza de Acapulco.
Fuerte de dos mil hombres y algunas piezas de Morelos dirigió (27 de agoplo de 1812) una corla al onpilán Holmes Coflin, de lo frogala inglefa de guerra Aretuí'^ ^'^
/^ ^^: T.
III.
-52.
Facsímile del decreto de Morelos aboliendo
la esclavitud
EstadUtica, tomo (Del Boletín de la Sociedad de Geografía y
111)
—
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS otras de
menos peso fundaban
guo presidente de
la
el
voto negativo del anti-
Junta, quien las presentó al Con-
greso por escrito, después de que esta asamblea hubo
aprobado
el
acta de la declaración de independencia
El Congreso de Ciiilpancingo desestimó
al
y ya insostenible motivo de rey de España, y en su lugar se proclamaba
levantamiento
invocar al al fin la
la resistencia
El mismo día en que se firmó y publicó el el Congreso decretaba
que acabamos de copiar,
acta
de Rayón, pues antes de escribir éste su voto habia
el
combatido
manera amplia y
tante
de independencia desde
la declaración
mismo en que comenzó á
el
ins-
ejercer sus funciones de
El documento que la asamblea aprobó, y que fué redactado por don Carlos María de Bustamante, diputado
'-.
la
el hipócrita
independencia, esa primera necesidad política de
los pueblos.
'.
411
restablecimiento de la Compañía de Jesús,
enseñanza de
Y
instituto.»
sin restricción,
juventud y demás prácticas de aquel
la
también en esa misma fecha dirigía un i.
manifiesto á la nación
Mientras que
es el siguiente:
«de una
dice Bustamante, para
el
Congreso se ocupaba en estas gra-
ves materias, Morelos se apercibía á nuevas operaciones
«El Congreso de Anahiiac, legítimamente instalado en la ciudad de Chilpancingo de la América Septentrional por las provincias de ella, declara solemnemente á presencia del Señor Dios, arbitro moderador de los imperios y autor de la sociedad, que los da y los quita según los designios inescrutables de su providencia, que por las presentes circunstancias de la Europa, ha recobrado el ejercicio de su soberanía usurpado; que en tal concepto queda rota para siempre jamás y disuelta la dependencia del trono español; que es arbitro para establecer las leyes que le convengan, para el mejor arreglo y felicidad interior: para hacer la guerra y paz y establecer alianzas con los monarcas y repúblicas del antiguo continente, no menos que para celebrar concordatos con el Sumo Pontífice romano, para el régimen de la Iglesia católica, apostólica y romana, y mandar embajadores y cónsules; que no profesa ni reconoce otra religión más que la católica, ni permitirá ni tolerará el uso público ni secreto de otra alguna; que protegerá con todo su poder y velará sobre la pureza de la fe y de sus dogmas y conservación de los cuerpos regulares. Declara por reo de alta traición á todo el que se oponga directa ó indirectamente á su independencia, ya protegiendo á los europeos opresores, de obra, palabra ó por escrito; ya negándose á contribuir con los gastos, subsidios y pensiones para continuar la guerra, hasta que su independencia sea reconocida por las naciones extranjeras: reservándose el Congreso presentar á ellas, por medio de una nota ministerial, que circulará por todos los gabinetes, el manifiesto de sus quejas y justicia de esta resolución reconocida ya por la Europa misma. Dado en el palacio nacional de Chilpancingo, á seis días del mes de Noviembre de 1813. Lie. Andrés Quintana, vicepresidente. Lie. Ignacio Rayón. Lie. José Manuel de Herrera. Lie. Carlos María de Bustamante. ,
— Doctor
—
—
José Sixto Berdusco.
—
— José
María Liceaga.
—
Lie. Cornelia Orliz de Zarate, secretario.»
y colocados todos los independientes bajo una
bandera no podían retroceder en su camino.
la
El plan que medi-
primera organización del gobierno.
taba desde hacía algún tiempo consistía en apoderarse
de Valladolid, situar
allí el
Congreso é invadir luego las
La
provincias de Guanajuato, Guadalajara y San Luis. fortaleza de Acapulco,
coronel Irigaray,
que dejó
mando
al
proveyó de alguna
le
teniente
del
que
artillería
hizo llevar á Chilpancingo á costa de inmensos esfuerzos;
Bravo
dio orden anticipadamente al general don Nicolás
para que marchase desde la provincia de Veracruz hasta orillas del Mexcala, y previno al teniente general Matamoros que abandonando sus cuarteles de Tehuicingo
las
se
dirigiese
en línea recta á Cutzamala
pasando
Don Benito Rocha, comandante
Tepecuacuilco.
por
militar
de Oaxaca, recibió orden de situarse en Tehuacán; don
Miguel y don Víctor Bravo, con más de mil hombres, quedaron
encargados
de defender
mismo generalísimo, á
la
al
cabeza
del
Congreso, grueso
y
de
el
sus
tropas, salió de Chilpancingo el 7 de noviembre, avan-
zando por Tlacotepec, Tétela, Pesuapa y Tlalchapa. Entretanto, las divisiones de Bravo y Matamoros, partiendo de sus respectivos cuarteles y creyendo sus jefes al
que se
destinaba á desalojar de sus posiciones
las
brigadier realista Moreno Daoiz, marcharon con pres-
teza hacia
el
nombrar se
poniente
ron
con
los
español que acabamos de
de
Morelos,
á
Desde
Cutzamala.
este
punto y don
cuerpo las tropas de Galeana,
recorrieron
hasta Huetamo;
Tepecuacuilco
dos generales independientes se unie-
en
Morelos
formando un solo
el jefe
violentamente
retiró
Cuernavaca, y
;
Nicolás Bravo y Matamoros, bajo
Así quedaba revestida la revolución de su verdadero carácter,
militares, cuya ejecución había aplazado para después de
de
la allí
el
mando superior de
margen derecha se
dirigieron
del
hacia
Mexcala el
norte
Quitábase
tocando en Carácuaro, Tacámbaro, Tiripitío y Undameo,
* véase esta exposición de Rayón en la obra de don Juan Martiñena, intitulada: Verdadero tirijen, carácter, causas, etc., de la recolwión de Nueva España, inupresa en México en 1821.
Muñiz, Arias, Ortiz y Vargas. El 22 de diciembre (1813),
engrosando en
^ Alnmán huce grandes elogios de la penetración de Rayón, «quien desde entonces, dice, previo el punto esencial de la dificultad que envolvía en sí la independencia, bien que sin acertar é proponer el remedio, pues de ninguna manera lo era la dilación que pretendía, ni Aaiía ni paede /¡aier que el que más tarde previno la prudencia de Iturbide, aunque en la ejecución él mismo desbarató su propia obra.» Sobre este asunto y desarrollando su tema favorito, esto es, la impotencia é incapacidad de México para ser independiente, se extiende el escritor de la reacción, siendo de notar que lo que en esta vez elogia en Rayón, en otras partes de su obra le da el nombre de superchería indigna, etc., etc.
Morelos,
el tránsito
al frente
treinta cañones,
situadas al sur
sus
filas
con las pantidas de
de cinco mil seiscientos hombres con
acampaba en
y á
la
las
lomas de Santa María,
vista de Valladolid
'^.
A
estas
' Véase Apéndice, documento núm. 12. (Manifiesto del Congreso de Chilpancingo). ^ No obstante asentar Alamán ese mismo número de soldados con que se presentó Morelos á la vista de Valladolid añade que, según algunos informes, ese número ascendía á veinte mil hombres. En efecto, en la declaración del padre Solana (publicada por Ala,
MÉXICO A TEAVE8 DE LOS SIGLOS
412 fuerzas debían unirse en
Rafael Rayón;
breve
las
Ramón y don
de don
primero, nombrado pocos días antes
el
parte de la caballería de Iturbide y Llano, quienes la habíitn
hecho
de Indaparapeo
salir á toda prisa
saber
al
mariscal de campo y comandante de Tlalpujahua, recibió
que
orden de incorporarse
forzado á abandonar la garita rei)legándose en desorden
al
ejército
ascendía á mil hombres, y
mismo con
la
el
con su brigada, que
segundo debía hacer
lo
gente que había levantado en las cercanías
de San Miguel
Grande.
el
Informado á tiempo
el
virey Calleja de los movi-
ataque de Valladolid, ordenó
el
Llano
al brigadier
que saliese violentamente de Ixtlahuaca y que, uniéndose en Acámbaro con el coronel Iturbide, volasen al socorro de la capital de Michoacán, cuya guarnición realista, al
mando
hacia donde estaba Galeana.
don Domingo Landázuri,
del teniente coronel
Este bravo
cogido
jefe,
entonces entre dos fuegos, acudió á Morelos en demanda
de refuerzos, y aunque
mientos de Morelos y previendo fundadamente que su marcha por la orilla derecha del Mexcala había de termi-
nar en
independientes aparecían en Valladolid, se vio
los
generalísimo ordenó á Mata-
el
moros que marchase con su división á restablecer
el
combate, Galeana, más y más apretado y sin aguardar el auxilio, se
abrió paso entre las
filas
enemigas, aunque
perdiendo setecientos hombres entre muertos y prisioneros '.
Este combate, no
era,
sin
fatal
embargo,
para las armas independientes, decisivo.
Quedaban en
Matamoros, parte de
brillante división de
pié
la
de Galeana,
la
apenas ascendía á ochocientos soldados.
Llano obedeció
pues que la tropa de Bravo fué la que más sufrió en la
puntualmente
8 de diciembre
garita del Zapote, y la división de Navarrete,
salió
las
órdenes del virey, y
de Ixtlahuaca
al frente
de
el
más de dos
mil hombres;
algunos días después efectuaba su unión con el coronel Iturbide, que
mandaba mil soldados de
y juntos entraban en Indaparapeo la
las
tres armas,
mañana
del 23 de
diciembre.
un momento á otro se esperaba en Pero había sonado para Morelos Aturdido
por
la
hora de la fatalidad.
acababan
que
descalabro
el
Galeana y Bravo, no supo aprovechar
el
Ramón Rayón
,
quien
avisó á Morelos
lo
que avanzaba
,
de Huetamo á Valladolid, proponiéndole ocupar
de Medina para retardar
que pudiese atacar
al
la
el
marcha de Llano, á
mismo Valladolid
sin
auxilio que conducía este brigadier español,
puerto
de
fin
temer
y en
el
el caso
casi todo el día
de
24 en
realistas
los
momento, próxima
de
las tropas
la
noche
la
más completa
llegaban
la división
cuando
2,
calidad de segundo en jefe
independientes
en
,
llano
el
el
sufrir
transcurrió
inacción, del lado
Valladolid,
á
de
tiempo, y en
tanto que por parte de los independientes
Este movimiento de los realistas no se ocultó á don
que de
cuartel general.
el
momento
de Llano.
Ya
general Matamoros
tras
estaba ,
en su
hizo formar todas las tropas
que se extiende entre
las
de que se accediese á su proposición pedía municiones de
lomas de Santa María y Valladolid para pasarles revista.
guerra.
Morelos contestó que
Observado este movimiento desde
llamado
Triguillos,
marchase
á
pero
le
le enviaría éstas al paraje
reiteró
incorporársele.
la
Movióse
orden
de
entonces
que
Rayón
la
plaza resolvieron
sus defensores hacer una salida
y formalizar un recono' «Por una desgracia imprevista, dice Busta-
cimiento.
siguiendo en su camino una dirección paralela á la de
mante, habían interceptado una orden de Morelos en que
Llano hasta que, atacado en las cercanías de Jerécuaro
prevenía que de capitán para abajo todos los suyos se
por
tiñesen la cara á
el
teniente coronel Aguirre, fué batido con grandes
pérdidas, é igual suerte sufrió
á poco su
hermano don
Rafael, destrozado en el campamento de Santiaguito por la división
el
23 de diciembre, dirigió una intimación
coronel Landázuri, exigiéndole que se rin-
diese á discreción dentro de tres
horas
'.
Sin esperar
respuesta ordenó á la división de Galeana que atacase la garita del Zapote, ella
y una vez tomada ésta y dejando en
á don Nicolás Bravo, avanzase contra la ciudad
misma. la garita
El intrépido Galeana arrolló á
y
la guarnición
defensores de la plaza un nutrido
los
y formidable tiroteo.
Pero Bravo, atacado por
mún como Apéndice núm.
la
mayor
20 ol lomo 111 de su Higtoria; aparece contidad; pero bosta fljurpe en el número de plazas que en esa declaración se señala á codo refíimienlo paro convenir en la extremada exageración del podre Solana. ' Esta intimación, redactodo por el abojjado Roeains, secretario de Kajón, se hoce notoblí; por su ridicula hinchazón. (Véase en el Cuadro híMórico de Buslomunte, lomo II, pég. 410, y en la Cole-:ción de documentos de i. E. Hernández Dávalos, tomo V, páff. 249).
ef=a
los
de la
plaza pintaron de negro á trescientcs dragones con otros
salieron á la
deshilada de Valladolid.»
bide á la cabeza de las tropas
cuatro
mil
grienta,
de Llano y
la
hombres.
y aunque
Marchaba
Itur-
esa vanguardia, y detrás seguían
los
guarnición
Fué
la
,
en número total de
acometida
recia
y san-
independientes lograron rechazar
primeros asaltos de Iturbide, éste fué eficazmente
los
de
llegó hasta las primeras calles de Valladolid,
donde sostuvo con
de no equivocarse con los enemigos;
fin
que aprovechándose de esta prevención
tantos infantes, que montados en las grupas de aquéllos
de Iturbide.
Morelos, al teniente
así es
« La tropa americano que entró en acción en este día, fué: de Galenna quinientos hombres; de Sesma cuatrocientos; de Guerrero doscientos; de Bravo seiscientos; de Sánchez setenta, todos valientes y dignos de mejor suerte. Ya hemos dicho que Iturbide y Llano traían mes de dos mil de socorro. Si se hubieran aprovechado los momentos, y o la intimación sigue el ataque inmediatamente, la plaza es tomada, li.1 canónigo Abad Queipo recorría las calles á caballo; mas los momentos de intimación que gustó Morelos en comunicar é Landázuri, éste los aprovechó en avisar á Iturbide, que se hallaba con la vanguardia en Charo, y pudo llegar en el instante Cuadro histórico, t. II, en que más lo necesitaba.» (Bubtamante. '
—
pág. 416). ' Según Bustamante, la hora en que Matomoros ordenó ese movimiento fué la de las cuatro de la larde, y debe tenerse presente que ese día (24 de diciembre) es precisamente el más corto del aSo.
MÉXICO Á TKAVÉS DE LOS SIGLOS sostenido por las
columnas de Llano y de Landázuri.
Entretanto, la noche había cerrado, y como
si la
des-
gracia se hubiese conjurado contra los defensores de la
independencia, acertó á llegar entonces rrete
con su división por las lomas
Matamoros
el ala
izquierda de
los de éste se desconocieron sí
su línea.
gones de Iturbide, que, merced á hernos hablado antes, ,
y
la
en
padre Nava-
que
apoyaba
Sus soldados y
y comenzaron á luchar entre
con verdadero furor; aumentaban
insurgentes
el
hicieron
la confusión los
la
dra-
estratagema de que
grandísimo
daño á
los
huida de varios batallones aumentó la
espantosa confusión en aquella tristísima noche.
rota sangrienta, y
en
el
y la
independiente: con
el
el
hacer frente á la fatalidad...
campo de
batalla.
muy
razón tenía para no creer las
huestes de la independencia; ellas mismas eran la causa
y después de combatir
de su ruina, furor
se
entre
sí
desbandaban espantadas de sus
con intenso propios
es-
Perdióse
en
esta
acción
el
inmenso material de
trabajos
luz
poblado y rico del país, y desvanecióse en esa infausta
la
Todo fué en vano, y
torrente de los fugitivos acabó por arrastrarlos fuera
del
Y
enemigo quien había vencido á
el
Unas veces envueltos
prodigaban su vida ansiando
por tornar en victoria la derrota.
Viejo, punto no
combate, pero con
alentaba Morelos de situar el Congreso en Valladolid y de abrir una nueva y victoriosa campaña en el centro más
por los suyos, otras confundidos entre los realistas y á
el
el
y de tan infatigable constancia; quedaron sepultadas en los campos de Santa María las esperanzas que
de evitar
que hubieran alcanzado á
,
ennegrecido por la pólvora,
guerra aglomerado en Chilpancingo á costa de tantos
y su ejemplo.
riesgo de caer prisioneros
bravo
gloria en los ojos, se obstinaba en
la
lo que veía: no era
El
destrucción del ejército
con los vestidos sucios y rotos por
relámpago de
siguiente
des-
fin
ronco estruendo de las armas y entre la ensor-
del sol su presencia
el rostro
el día
municiones.
tragos.
decedora gritería de los combatientes, y la oscuridad nulificaba el prestigio
permaneció hasta
Galeana no quería creer en
dispersos,
perdíanse sus voces de mando
desplegaron entonces heroico valor á :
allí
armas
reuniendo
Morelos, Matamoros, Galeana, Bravo y los Sesmas
bandamiento de sus tropas
413
Galeana se quedó en
Puerto-
distante del lugar en que ocurrió la
jornada
lo
que
era
quizás
de más subido precio,
renombre militar de Morelos. causa de la independencia
el
constantes defensores
á
sus
de los heroísmos, cual es obtener
la victoria.
el
Así se cerraba para
el la
año de 1813, obligando á desplegar
el
más grande
de luchar sin esperanza de
—
CAPÍTULO X El coronel Iturbide persigue á los independientes después de la derrota en las lomas de Santa María. se fortifican en la hacienda de
Matamoros
recibe el
mando
Puruarán.
— Sale
— Los restos del ejército de Morelos — El general
Llano de Valladolid con todas sus tropas para atacar é los independientes.
en jefe de las posiciones de Puruarán.
— Es conducido á
— Batalla de este nombre y derrota de los insurgentes. — Matamoros cae — — —
Valladolid y fusilado el 3 de febrero de 1814 Falsas afirmaciones de don Lucas Alamán. Retirase Morelos Descalabro que sufre éste en Chichihualco. sucesivamente á C.oyuca y Ajuchitlán y nombra segundo en jefe á don Juan N. Rosains. prisionero.
El
Congreso nombra á Rayón comandante en
jefe de
las
armas en Oaxaca, Puebla, Veracruz y Norte de Ja provincia de México.
— Esta corporación recibe con desagrado la noticia del nombramiento de Rosains para segundo de Morelos. — Dimisión que hace éste del poder ejecutivo. — El Congreso aumenta el número de representantes. — Diputados que formaron Congreso intendentes y comandantes militares para varias provincias. esa corporación después del aumento de vocales. — Nombra Marchan los miembros de esta corporación á Michoacán y se sitúan en Uruapám. — Rayón en las provincias del Oriente. — Expedición del coronel realista Alvarez contra Oaxaca. — Flojedad de los independientes que guarnecían esta ciudad. — El canónigo Velasco. La guarnición independiente abandona Oaxaca y se retira rumbo á Zongolica. — Disparatada intimación de Icoronel realista Alvarez. — .Sus oficios é los cabildos eclesiástico y secular. — Su entrada en Oaxaca el 29 de marzo (1814). — Recibimiento solemne que le hacen los realistas. — Don José de San Martín y don José María Murguía. — El coronel realista Alvarez en Oaxaca. — Sangrientas ejecuciones que ordena. — Rivalidad entre Rayón y Rosains — El primero desconoce á este último en su calidad de jefe militar de las provincias de Oriente. — Rosains pasa á la provincia de Veracruz y se fortifica 'en las barrancas de Jamapa. — Hevia marcha contra Rayón, situado en Teotitlán. — Combates del y 2 de abril en que son vencidos los independientes. — Rayón se sitúa en Zongolica. — Expedición de Hevia contra Rosains. — Entra jefe realista en Huatusco y regresa é Orizaba. — Rayón se retira á Omealca y levanta fortificaciones. — La campaña en el Sur. — Prisión de don Miguel Bravo en Chila. — Es fusilado en Puebla 15 de abril de 1814. — Morelos destruye las fortificaciones de Acapulco. — Llegada de Armijo á las inmediaciones de esta plaza y Morelos se retira á Tecpan. Matanzas de los prisioneros españoles que ordena este jefe independiente. — Persigue Armijo inútilmente á Morelos. — Prisión y fusiVarias providencias del Congreso.
el
1
el
el
lamiento de don Ignacio Ayala, antiguo intendente de Tecpan.
— Armijo
pone cerco á las posiciones fortificadas del Veladero.— Los abandona sus posiciones la noche del 5 de mayo (1814). — Osorno ataca á Tulancingo en febrero y es rechazado. — Campaña en la Mixteca. — Acción del Cerro Encantado y derrota del realista Obeso (29 de abril de 1814) — Don Ramón Rajón se refugia en la Sierra de Zitácuoro después de la derrota de Puruarán. — Ferocidad del coronel don José Antonio Andrade. — Exirema crueldad de otros jefes realistas. — Don Agustín de Iturbide se distingue entre todos. — Sangriento realistas atacan y
toman
el fortín
de San Cristóbal.
— Galeana
período de la guerra de independencia.
Después de
la derrota
de los independientes en las
lomas de Santa María, una inmensa tivos,
de
separados de sus tropas, de caballos
oficiales
de trenes y carros faltos de conductores,
sin jinetes,
pasando
de fugi-
tíorriente
por
los
caminos
y á través de
sementeras, se dirigió hacia
el
las
alegres
suroeste de Valladolid,
rudos descalabros que respectivamente acababan de sufrir
en Jerécuaro y Santiaguito. Este refuerzo, y los dispersos que volvieron á las banderas de la
cañones.
El generalísimo
eligió la
para resistir al enemigo, y ordenó
dejando en su huida muertos, heridos y despojos de todo
que se hiciese fuerte en
género.
parapetos y obras de defensa.
Morelos, arrastrado por atjuel torrente, espe-
raba hallar una posición ventajosa para tentar esfuerzo
y
á los realistas
resistir
que
le
el
de
cerca.
Estos, en efecto, divididos en dos columnas al
mando
del coronel don Agustín de Iturbide, persiguieron
á los fugitivos hasta
el
Fué
último
seguían
pueblo de Atécuaro, tomando en
independencia,
formaban una división de tres mil hombres con veintitrés
al
sin
se
victoriosos realistas.
hiciese
general Matamoros
debiendo construir
ella,
duda una grave
disponer que
hacienda de Puruarán al
falta militar
frente
En vez de
la
al efecto
de Morelos
en Puruarán á los proseguir su marcha
retrógrada y de esquivar por entonces todo encuentro hasta lograr que
el
ánimo de sus soldados hubiese reco-
su marcha gran niimero de municiones y pertrechos y
brado
fusilando sin compasión á los prisioneros que cayeron en
bataba, decidió aventurar nuevo choque forzándoles á
sus manos.
combatir contra los que pocos días antes habían alcan-
Morelos se detuvo en Chupio, donde logró reunir algunos
dispersos
,
y
prosiguió
su
marcha hasta
la
la
serenidad que
el
reciente descalabro les arre-
zado tan señalado triunfo y que avanzaban en su seguimiento engreídos por su próspera fortuna. Los jefes del
hacienda de Puruarán, punto situado á veintidós leguas
ejército
de Valladolid, en la misma dirección del suroeste.
Allí
inconvenientes de presentar otra batalla, que irremisi-
Ramón y don
las
blemente produciría un nuevo y pavoroso desastre, pero contra el sentir y la opinión unánimes reiteró su orden
se le unieron don
pocas
tropas
que
les
Rafael
Rayón con
habían quedado después de los
independiente manifestaron al generalísimo los
MÉXICO Á TBAVÉ8 DE LOS SIGLOS
416 de que se esperase dirección ros,
y
el
mando de
Dejando
brigadier Llano.
allí al
Lucia, distante algunas leguas de Resuelto Llano á terminar decisivo,
mañana
salió
del
Matamo-
las tropas al general
se retiró con su escolta á la hacienda
la
la
la
de Santa
de Puruarán.
de Valladolid con todo su ejército en la
30 de diciembre, siguiendo primeramente
el rumbo de Tacámbaro, donde creía que se hallaban los
independientes.
Mejor informado,
el 3
de enero (1814),
enderezó su marcha hacia Puruarán acampando
la
permitían exponerse en aquel choque decisivo, y la debilidad
tes,
campaña con un golpe
noche
que se reunían en su persona no
del gobierno
jefe
prestigio de su presencia
del
su
consentimiento
y
hicieron
lo
hacienda de Santa Lucía, distante de ¡Tanto puede
la
Bustamante, tanto hicieron y pondera-
el ilustre
ron la necesidad de que no se expusiese, que
baron
y de
"Sus aduladores, dice con este
de su ejemplo.
motivo
tuvo
él
de escucharlos, y separándose de sus valien-
privó
les
eficacia
le
reca-
al fin
marchar á
hom-
adulación y tanto adormece á los
la
la
leguas.
seis
allí
bres elevados á grandes puestos!»
El general español, apenas llegó
Puruarán, destacó
al
la izquierda á las partidas insurgentes
se hallaban emboscadas
Orrantia,
el 3." del fijo
la
Nueta España para que
del regimiento de
coronel
á
con
2.°
de México y
batallón
atacase por
que tenía noticia
El teniente
en esa dirección. el
de
vista
mayor Claverino con un
batallón
de
Corona,
la
trescientos caballos, recibió la
orden de marchar de frente contra las posiciones
Matamoros, y
mismo
el
de
Llano, desde una altura domi-
nante, dirigía los fuegos de su artillería contra las impro-
visadas trincheras de la hacienda. al
Las balas de cañón
dar sobre los parapetos de piedra suelta causaban
formidable estrago en los que estaban guarecidos tras de
pues producían
ellos,
La
saltar.
el efecto
de
la
metralla al hacerla
acción, sin embargo, fué reñida
Dos veces fueron rechazadas
las
y sangrienta.
columnas de Orrantia,
que volvieron á la carga una tercera, entrando entonces por los portillos que había abierto Hacienda de Puruarán donde fué hecho prifionero don Mariuno Matamoros. — (Distrito de Tacúmbaro del Estado de Michoacán)
independientes se precipitaron por
que estaba
de
al lado
la
la
artillería.
el estrecho
Los
puente
hacienda, y á fuerza de denuedo
lograron escapar seguidos de alguna caballería Galeana del siguiente día en el
rancho de
los
Hacheros
y á
,
las
once de la mpñana del 5 se situaba á un cuarto de legua
de las posiciones defendidas por Este, aprovechando
el
el
ilustre
Matamoros.
poco tiempo de que pudo dispo-
de la hacienda con troneras y algunos parapetos, y reforzó las cercas de piedra suelta
y don Nicolás Bravo.
el cual
lado opuesto del río, sobre
al
había un estrecho puente, colocó á las fuerzas
procedentes de Zitácuaro que al mando de don
Ramón y
batalla después de combatir con valor
caballería realista.
Grandes fueron
.
en
el
las
el
alcance que Iturbide siguió hasta dos leguas de
hicieron
y
situó su
los parapetos avanzados.
ocho
setecientos
oficiales
campo de
Todavía algunas horas antes de que se avistase cuerpo de ejército de Llano,
el
general don
el
Ramón Rayón
toda su artillería, mil fusiles
;
en
porado á los insurgentes algunos días antes
,
:
y una inmensa cantidad de parque y municiones quedaron en poder de los vencedores tanto en la acción como distancia fueron muertos
tropas y las que debían defender
pérdidas de los independientes
desastre de Puruarán
don Rafael Rayón, como antes dijimos, se habían incor-
artillería entre estas
y de
rechazar varias veces los asaltos de un regimiento de
ner, fortificó los edificios
que rodeaban á aquéllos;
campo de
del
Los Rayones se alejaron también
unos seiscientos hombres y se
prisioneros,
que fueron
,
batalla
^
.
Pero
la
y entre éstos diez y
fusilados
sobre
el
mismo
pérdida mayor para la causa
de la independencia fué la del general Matamoros, que
cayó prisionero
al
vadear
el río.
Fué su aprehensor un
instaba á Matamoros á retirarse ó á elegir mejor posición
soldado del batallón de Frontera llamado Ensebio Rodrí-
para resistir á los realistas, pero este último, á pesar de
guez, quien recibió del gobierno vireinal un premio de
convenir en todo
lo
que se
hombros contestando con guo romano, que á
él
le
la
sólo
manifestaba, se encogía de
gravedad digna de un anti-
que había recibido del generalísimo. Este, entretanto, se
el
La
aprehensión de aquel esforzado caudillo de la
tocaba obedecer las órdenes
había alejado del que iba á ser campo de batalla: dijéronle sus consejeros que
doscientos pesos por tan importante captura.
alto
cargo militar y
el
de
• La pérdida de los realistas, según el parle de Llano, consistió en un. oficial y cuatro soldados muertos y algunos heridos. Excusado serla añadir que Alamán adopta este número, á todas luces
falso.
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS iadependencia fué
celebrada
como una
mayor que
victoria
Había sido
el
más
por la
el
vireinal
misma de Puruarán.
diligente y experto de los tenientes
de Morelos, y su nombre estaba unido tla,
gobierno
al sitio
de Cuau-
Valladoiid (hoy Morelia).— Cárcel
español
,
á quien dio libertad,
el
Y
cuerpos
los independientes la deploraron
irre-
ción pública en la plaza de este lugar y tratado de la peor
manera en todo
camino hasta llegar á Valladolid
el
Desde Coyuca propuso Morelos
clerical en
y de otros
como un desastre
parable. Conducido á Pátzcuaro fué puesto á la expecta-
donde estuvo preso
el
püés de sü muerte,
al virey,
i.
por medio de un
general Matamoros
el
bando enemigo de
la
independencia
de México quiso infamar su memoria haciéndole apare-
expedicionarios que tenía en diversos pueblos
del Sur.
Pero esta proposición, que de seguro hubiera
desestimada por Calleja, la recibió éste en México
dos días después
del
fusilamiento
de Matamoros,
se efectuó en Valladolid el 3 de febrero de 1814 '
si
canje de Matamoros por
doscientos prisioneros del batallón de Asturias
sido
para los realistas fué su prisión sobrado motivo de júbilo,
á la toma de Oaxaca y á los brillantes triunfos
alcanzados en Tonalá y San Agustín del Palmar.
417
El lugar de la ejecución fué en T.
lU.-R).
el
que
K Des-
centro del portal (parte
exlerior) que forma uno de los lados de la plaza de los Mártires de Morelia (antigua Valladolid ) y que ve al Oriente. V.n ese mismo pítio está incrustada una lápida de mármol que contiene una inscripción consu«radu por la Junta patriótica de 1860 á la memoria del valiente Matamoros.
Bustamante. — Cííarfro histórico, tomo II, pjg 423 Alamán nada dice de esla indignidad y refiere en unos cuantos renglones el término del ilustre Matamoros. '
,
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
418
cer arrepentido del participio que había tomado en la revo-
Rosains escapó á duras penas de la muerte.
lución. Alanián, el incansable detuipador de los fundado-
después del encuentro en Chichiliualco, Armijo, que per-
res de la independencia, dice con tal motivo lo siguiente:
seguía á los fugitivos, logró apoderarse de un valioso
«En
cargamento que contenía
declaración que se publicó en su nombre, hecha
la
ante
provisor don Francisco de la Concha, reconoció
el
Matamoros sus errores y pidió perdón á
las autoridades
política y eclesiástica, dirigiendo al brigadier Llano una
proclama en
que exhortaba á sus compañeros en
la
la
insurrección á apartarse de aquel partido y volver á la
obediencia del gobierno. ticidad de
tos por el
mas parece
se ha dudado de la auten-
de que no he jwdido
documentos,
estos
cerciorarme;
Mucho
cierto que si no fueron escri-
mismo Matamoros
,
fueron
sí
firmados por
él
muerte y ocupándose de sus disposiciones cristianas para la eter-
lo
que no es de extrañar teniendo á
Y
nidad.»
hemos
después de esto,
en que se hallan «Llano, en
dice
una nota colocada
citado, en
el
de la página
al pié
de 3 de febrero, día de
con que remitió al virey
el
que
historiador
que acabamos
los renglones
el oficio
la vista la
de copiar:
la ejecución,
manifiesto de Matamoros,
publicado en la Gaceta de 12 del mismo mes, dice que lo
manda
supuesto
original,
que no habría hecho
embargo,
sin
;
lo
habiéndolo
fuese
si
buscado
en
el
los archivos
,
Cinco días
parte de los equi-
pajes y el resto del brillante tren perteneciente al ejér-
cuando marchó á
cito
conquista de Valladolid. Morelos
la
estuvo á punto de caer en manos de los realistas; fué
perseguido vivamente hasta
el
pero
realistas
allí
se
detuvieron los
había internado en la
de Huehuetlán,
pueblo
sabiendo que se
y pasando por el cei ro de Coronilla siguió hasta Acapulco, donde llegó en los la
Sierra
primeros días de marzo.
,
Pudo, sin embargo, antes de
marchar en esa dirección, tratar de algunos importantes asuntos con los diputados en el pueblo de Tlacotepec.
Los miembros del Congreso de Chilpancingo, apenas supieron el desastre sufrido en Puruarán por las armas
de
independencia,
la
la
parte
septentrional
de
Rayón
á
confirieron
militar de las provincias de
Oaxaca
mando
el
Veracruz
Puebla y de México, según unos,
la
,
,
cediendo á las exigencias de aquel distinguido general,
que pidió á sus colegas con imperio un mando de importancia,
y según
otros,
deseosos de alejarle de su lado
temiendo los excesos á que pudiese llevarle su ambición
Púsose Rayón en camino
18
de enero, con
Archivo general, no se ha encontrado.
Por
pedante de
que escribió
dirección á Oaxaca, llevando en su compañía al canónigo
algún otro y la firmó Matamoros, porque no escribe así
don José de San Martín en calidad de vicario general
documento, parece
ese
quien va á morir dentro de media ve, Alamán no
pudo
cosa
hora
el
estilo
Como
'."
se
cerciorarse de la autenticidad de
documentos atribuidos á Matamoros, y no encontró
los
en los arcliivos
el
manifiesto que publicó la Gaceta, pero
todo esto no le impide afirmar que
el jefe
independiente
antes de morir reconoció sus errores y pidió perdón á
Atravesó parte de
castrense.
aquel
mes
llegó á
salió
Morelos de
disposición
,
la
Mixteca, y
donde ordenó
el
que organizase con
de Morelos,
29 de
teniente
al
allí
la
por
mayor
actividad un cuerpo de infantería para cubrir por aquel
rumbo
la frontera
Otra de sus primeras
de la provincia.
mandar
fusilar
al
teniente Ablanedo
y
á otros tres individuos que hizo prisioneros.
Urgía que
Santa Lucía acompañado de ciento cincuenta hombres de su escolta, retirándose á Coyuca, desde cuyo lugar,
Huajuapám
el
coronel don Manuel de Mier y Terán, apostado
disposiciones fué
las autoridades política
y eclesiástica. Después del desastre de Puruarán
'.
los diputados
adoptasen vigorosas provi-
dencias ante el peligro que amenazaba á la causa de la
virey un emisario proponién-
independencia, y aunque ellos mismos habían revestido
dole la restitución de doscientos prisioneros españoles en
á Morelos del poder ejecutivo en toda su extensión, los
cambio de
últimos desastres y la ignorancia en que se
hemos dicho ya, envió
tlán
en
,
la la
al
Pasó luego á Ajuchi-
vida de Matamoros.
margen
derecha
del
Mexcala
habiendo
,
reunido en su tránsito hasta mil hombres de los dispersos en las rotas de Valladolid y Puruarán.
En
ese
punto nombró segundo en jefe á don Juan N. Rosains, lo cual
disgustó grandemente á los oficiales que, como
Galeana,
merecían
con mejores
había ejercido con tanta honra
No
el
títulos
el
cargo
que
malogrado Matamoros.
se hicieron esperar las fatales consecuencias de este
nuevo error: tropas
situado Rosains en Chichihualco con las
más organizadas de
fué atacado rudamente el
las
que seguían á Morelos,
19 de febrero por el teniente
hallaron
durante algunos días respecto del paradero del generalísimo, les determinaron á dictar medidas
indispensables para la
donde
sesiones, cinco, que
tana,
el
29
de
enero volvieron
quedando reducido lo
eran
Herrera y
de gobierno,
y aun para su misma
Tlasladáronse al pueblo de Tlaco-
seguridad personal. tepec,
defensa,
el
el
el
á
abrir
número de vocales á
doctor Berdusco, Liceaga, doctor
sus
Cos,
pues
los
Quin-
diputados
Crespo y Bustamante se habían separado algunos días antes para marchar á Oaxaca en pos de Rayón. «No El Diario del secretario de Rayón afirma que el Congreso nombró á éste para que acudiese ú la defensa de lo provincia de Oaxara y sus limítrofes, y Rosains, en su Jíi) Esta declaración merece tanto más tenerse presente, cuanto que aquel historiador funda casi siempre sus afirmaciones en los partes oficiales publicados por el gobierno vireinal en las Gacetas.» (Historia de México,
tomo IV, púg.
110).
«Carecía de municiones, y para proporcionarse salitre, quiso penetrar en el inferior de una cueva cuya boca hubfa descubierto al I)ié de un árbol en la barranca de Jungapeo, pero lo detuvo un gran ruido que se oía dentro de ella: vuelto al intento con los preparativos nece-íarios de instrumentos y luces, salió de ella de golpe una '
armas en
crueles
la
mano.
El carácter feroz y
el
hábito de las
disposiciones del virey y cada uno de ellos dis-
ponía á su antojo de la vida y bienes de los ciudadanos.
Asombro producen en
el
ánimo
las
Gacetas de aquel
tiempo henchidas de partes oficiales en que los coman-
prodigiosa cantidad de murciélagos, inmemoriales habitantes de aquel subterráneo, que era de una extensión tal que podían alojarse en él cómodamente más de dos mil hombres, sosteniendo su techo las cristalizadas estalactitas, que la destilación de las aguas había hecho concretarse en forma de columnas, y cubierto su suelo por un depósito de más de media vara de estiércol de los murciélagos acopiado en siglos, que era para Rayón un material el más oportuno para fabricar abundancia de salitre. De plomo se proveyó destechando una capilla ó sala del convento de dieguinos de Sultepec, cubierta con aquel metal, en lugar del cual puso tejamanil, y con estos auxilios trabajaba con su acostumbrado empello en fundir artillería y elaborar municiones, cuando fué obligado ú abandonar aquel ventajoso punto por la llegada del teniente coronel don Matías de Aguirre, destinodo por Llano, con una división de cuatrocientos hombres, ú perseguir á los insurgentes al N. E. de Valladolid. Aguirre halló en la caverna establecidas ocho fraguas y todo el aparato de una maestranza pura fábrica de fusiles; habiéndose detenido á destruirlo, siguió recorriendo toda aquella serranía desde 21 á 28 de marzo, entrando en Zitácuaro, donde no encontró más que veinticinco mujeres, por haberse puesto en salvo todos los habitantes, y volvió al cuartel general de Maravatfo, sin haber tenido encuentro alguno Historia de México, tomo I\', págide importancia.» (Ai,amAn. Véase Cuadro histórico, de Bustumante, cuya relación na 120). sigue Alamán, tomo 111, pags. 115 y 116.
—
—
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
428
dantes de tropas realistas anuncian invariablemente fusilamiento de los prisioneros insurgentes.
el
Los coro-
ocasión interceptó una carta dirigida á un jefe insurgente
por don Mariano Noriega,
neles Ordóñez y Concha en la zona de Toluca; Llano y
jato,
y con sólo
vecino distinguido de Guana-
dio
esto,
orden desde su cuaitel de
Andrade en Michoacán; Hevia en Veracruz y Puebla;
Irapuato para que Noriega fuese inmediatamente fusilado,
Cruz y sus tenientes en Jalisco, y otros cien de menos renombre ordenaban incontables fusilamientos, y en los
como se
diarios de sus operaciones siempre se hallan consignadas
jato.
las
más atroces matanzas. Emulaba á todos esos hombres feroces
el coronel
don Agustín de Iturbide, quien había recibido en premio por sus distinguidos servicios
el
mando
militar de la
verificó,
que siquiera se
sin
le dijese el motivo;
cuyo crimen llenó de horror á los habitantes de GuanaOtra vez fué hecho prisionero
padre Luna,
el
su
condiscípulo en el colegio y que había tomado
partido
por la insurrección.
le reci-
Presentado á Iturbide, éste
como quien recibe á un amigo antiguo, mandó que
bió
sirviesen
chocolate
ordenó
luego
y
que
le
fusilasen.
lo
Guanajuato, y que situó en Irapuato su cuartel general. Con grande actividad organizó la defensa
Entre las innumerables ejecuciones que dispuso, se re-
de algunos pueblos y batió á las partidas de indepen-
nardo Abarca,
dientes acaudilladas por el padre Torres, Tovar
tenía
Rafael Rayón
tor Cos,
provincia de
nes
' ,
,
ahuyentando de
que tuvieron á gran fortuna escapar á
diata de San Luis Potosí.
y don Pacho-
la provincia á los
la
Pero inexorable para con
prisioneros, á ninguno de los que caían en sus
perdonaba terrible
Ni
la vida.
pena
el
dice
ello,
Alamán, que algunos meses después de
hemos llegado en nuestra al
virey que en
la
manos
el
la
historiador
época á que
historia, Iturbide participaba
hacienda de Villela, y entre los
muchos prisioneros que
allí
mandó que fuesen
fusilados
Tomasa Estévez, comisionada para seduy «habría sacado mucho fruto por su her-
más
vecino pacífico y distinguido, quien
que haber admitido
delito
,
no
á instancias del doc-
un empleo en un regimiento de dragones que
intentó levantar
allí
para resguardo de
la población
'."
Siniestro fué, para la eterna causa de la humanidad,
los
sexo débil se eximía de esta
y en prueba de
,
inme-
cuerda todavía con horror en Pátzcuaro la de don Ber-
de la guerra
período
este
con
abrió
Quizás fué
las el
derrotas
de
que
independencia
de Valladolid y de
que produjo mayor número
se
Puruarán.
de víctimas
inmoladas en los patíbulos, pues se calcula en más de veinticinco el
país
'^.
las
personas fusiladas diariamente en todo
Alamán llama á esta época
la
más sangrienta
de la revolución, y sin embargo, añade que
el
movi-
se halló María
miento insurreccional subsistía en toda su extensión, á
cir la tropa,
pesar de las grandes ventajas alcanzadas por las armas
mosa
figura á no ser tan acendrado
soldados del rey
el
patriotismo de los
reales,
y no obstante
habían tenido en
2.»
Larga y penosa tarea
sería la de seguir las huellas de
la
el
cambio favorable que
península.
Pero
el
las cosas
panegirista del
poder absoluto y de la dominación española no tiene
la
principalmente
en
los
primeros
lealtad de confesar que esta resistencia tenaz é incesante
meses de 1814, que forman uno de
los
más cruentos
de los hijos de México y que ese su desprecio á la muerte,
Bástenos copiar
bajo todas las formas que entonces se ofrecía á los defen-
sangre de este jefe,
períodos de la guerra de independencia.
aquí
el
siguiente trozo de una biografía de este
hombre
que llegó á encumbrarse á tan altos destinos: «En una
sores de la independencia, eran las señales
más eviden-
de que toda una generación se alzaba á conquistar la
tes
libertad de la patria. «
Nombre que
fe
daba á
los guerrilleros Oitiz.
Parte de Iturbide al virey publicado en la Gaceta de 1.» de octubre de 1814. Ai.amán. Historia de México, tomo IV, página 122, edición de 1851. '
—
—
1
Biografía de Iturbide, por Jofé Olmedo y Lama. (Hombre» México, 1874. tomo IV, páK?. 391 y 392 Historia de México, lomo IV, p»g. 123. A. AMAN.
ilustres mewicanof, »
—
—
CAPÍTULO XI montes de Coyuca. — Sus correrías por los pueblos de la Costa Grande. — El teniente coronel realista Aviles se' — Aloca Galeana esta población 27 de junio (1814) y es derrotado — Muerte de Galeana — La campaña en Oriente: derrota Hevia á Rayón en Omealca. — Retirase este jefe independiente á Zacatlán. — Sus tareas de organización militar en este punto. — Rosains queda sin competidor en tierras de Veracruz. — El guerrillero José Antonio Martínez. — Rehusa reconocer á Rosains como jefe de las armas independientes en Veracruz. — Éste hace dar muerte traidoramente al guerrillero Martínez. — Don Guadalupe Victoria es nombrado por Rosains segundo jefe de las armas en Veracruz. — Ataques de Victoria á los convoyes. — (convenio entre Rosains y comercio de Veracruz para el paso de las mercancías. — Poca duración de este arreglo. — Trasládase Rosains á San Andrés Chalchicomula. — Llegada á Nautla del general Humbert. — Proclama de Rayón con este motivo. — Derrota de Rosains en San Hipólito y bárbaro fusilamiento de prisioneros ordenado por Hevia. — Rosains se fortifica en Cerro Colorado, cerca de Tehuacán. — Regresa á Nueva Orleans aventurero Humbert. — Diferencias entre Rosains y guerrillero Arroyo. — Escritos de Rosains y Rayón en que se atacan mutuamente. — Comisiona Congreso á Bustamante y á Crespo para dar término ¿estas disensiones. — Nombramiento de Arroyave para ejercer mando militar confiado antes á Rosains. — Éste no obedece las órdenes y disposiciones del Congreso. — Don Ramón de Sesma y don José Herrera en la Mixteca. — Úneseles el teniente coronel Mier y Terán y se fortifican en Silacayoapam. — Preséntase ante este punto coronel realista Alvarez y se relira, después de sufrir varios descalabros. — Don Manuel Mier y Terán es ascendido á coronel. — El Congreso, después de penosa peregrinación, se establece en Apalzingán. — Únese Morelos á esta corporación. — Manifestación de una y otro, de 15 de junio (1814). — Manifiesto de Calleja. — Derrota de los realistas en la Estancia de Corroles. — Terminación de la guerra de España. — Tratos que entabla Napoleón con Fernando Vil en Valencey. — Negocian el conde Laforest y rey comunica duque de San Carlos. — Tratado de Valencey. — Respuesta de la Regencia á la carta en que ajuste del tratado. — Célebre decreto de las Cortes de 2 de febrero. — Tramas contra la Constitución. — Quiénes eran los principales conjurados. — Discurso pronunciado en las Cortes por diputado Reina. — Napoleón da libertad á Fernando Vil. — Entra éste en España (22 de marzo). — Su carta ó lo Regencia desde Gerona. — Llega á Valencia 16 de abril. — Personajes siniestros que rodean durante su viaje. — Conciliábulos que celebran. — El general Elío. — Representación de los diputados antiliberales llamada ios Persa». — Cartas de las Cortes al rey. — Proposición del diputado Martínez de la Rosa. — Sale Fernando de Valladolid. — Disuelve Egula la representación nacional. — Conducta del canónigo don Antonio Joaquín Pérez, presidente de los Cortes. — Es premiado con el obispado de Puebla. — Entrada de Fernando en Madrid (13 de mayo) y entronizamiento de la monarquía absoluta. — Llega á Mé.xico (13 de junio) la noticia de la entrada de Fernando en España. — Festejos oficiales que la celebran. — Bando de indulto otorgado por Calleja. —Sábese en México la llegada del rey á Madrid y disolución de las Cortes. — Bandos del virey con ese motivo.— Desagrado con que los comerciantes de México y Veracruz reciben la nueva de la caída de la Constitución. — Actitud de los indepen-
Galeana se retira á
los
sitúa en (Coyuca.
el
el
el
el
el
el
el
el
el
el
el
le
el
cíe
la
dientes ante las noticias llegadas de España,
Ocupada en
realistas
la
posición
los
Veladero
del
primeros
días
de
por las tropas
mayo,
Galeana con un puñado de valientes en las selvas
que avecinan
la
Costa Grande
y retirado
la espesura de ,
era el intento
de este denodado caudillo alzar en armas nuevamente á los habitantes lo
que en
ella
en
incendiar las
mismo tiempo don José María Ávila invadía Petatlán
él
al
el
Al
pueblo de
á don Eduardo Cabadas, que entregado á Miota,
intendente Ayala. Cabadas y algunos otros que tuvie-
de aquella parte del Sur y recobrar todo
ron participio en este hecho fueron puestos á su vez á disposición
hombres y de ordenar
al
oficial
don
los dispersos
Isidoro
que se
presentasen, salió de aquel punto dirigiéndose al Arroyo
donde
se hallaba el coronel
con algunos soldados
,
que unidos á
Bejuco y Pié de la Cuesta.
del oficial
Mongoy, quien
los fusiló
de orden
de Morelos.
Montes de Oca que juntase todos
él
don Juan Alvarez ,
se retiraron del
Los que mandaba Galeana
desertaron á p')co de haber salido de Cacahuatepec, y sólo le seguían veinticinco cuando se unió con el coronel
Alvarez.
y
aprisionaba en
había sorprendido un mes antes y
Después de reunir en Cacahuatepec cerca de dos-
del Carrizo,
inmediatas á Coyuca.
había perdido la causa de la independencia
en los primeros meses de 1814.
cientos
rancherías
Juntos los dos jefes, atacaron y derrotaron á
varias pequeñas partidas de realistas que se ocupaban
Galeana aumentó sus fuerzas en
los
pueblos de la
donde ejercía poderosa influencia por su valor y relaciones. Situóse en su hacienda del Zanjón
Costa, sus
y desde
allí
hizo algunas expediciones felices durante la
piimera quincena de junio; en una de el
ellas sorprendió
pueblo de Asayac, desbaratando á la guarnición de
fatriotas y haciendo prisioneros á los jefes Muñoz y Barrientes. Otra vez, cayendo impetuosamente sobre
Tecpan, acometió
los
dos cuarteles de este pueblo y se
apoderó de las armas, municiones y víveres que estaban almacenados.
allí
—
430
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
Terminada Annijo
su
campaña de Acapulco había establecido
la
general en Tixtla,
cuartel
inmediaciones de aquel puerto
nández de Aviles con
al
dejando en
batallón del Sur
el
las
Fer-
teniente coronel
y alguna caba-
Y
mandó que
ron
el
cano
de Galeana avanzó hasta Coj'uca, y desde
El caudillo de
lograr su exterminio.
no esperó á
pocos
independencia
la
después
días
La
envió de Zacatula.
le
envió una
hacienda de
engrosaron
sus
Montes de Oca y algunos soldados que
fuerzas Ávila,
Morelos
la
y se retiró á
realistas
los
donde
San Luis,
allí
Tecpan con orden de perseguirle hasta
fuerte sección á
sección realista que lo
amagaba regresó á Coyuca. Creyéndose suficientemente fuerte
25 de junio,
el
reciamente
diese sepultura
y cediendo á su
,
y dos
días
más tarde acometía Sus tropas, enar-
al teniente coronel Aviles.
al sitio
en que cayó vencido
Refiere Bustamante que al saber Morelos la muerte
de su
fiel
muerto en
Quedaron en
á sostenerla.
el
río,
fines
el
campo de
campo muchos muertos y
mayor número de heridos, contándose entre oficiales
Aviles
• .
,
que era un
que acudió
oficial
éstos algunos
valiente y enten-
dido, comprendió la gravedad del peligro que le
amena-
de 1810.
Galeana, entre todos, siempre se hallaba
más peligrosas empresas, y su
esclarecido Morelos.
del
Su renombre
Sur fué es
fama del caudillo michoacano, y hoy, se conservan vivaces
8 de
el
en
las tradiciones
el
el capítulo
mayo (1814) por una gruesa
sección al
Coyol defendido por don Juan Terán.
valor de los realistas
y
la pericia
de su
de varios asaltos regresaron á Orizaba. entonces salir
nas de sus tropas marchasen violentamente á atacar la
y dos días más tarde,
el
resultado que Aviles había previsto;
los
desconcertados
independientes comenzaron á flaquear y luego se des-
Galeana, que peleaba en
bandaron en todas direcciones.
anterior
Omealca, fué atacado en sus posiciones
había aglomerado sobre un solo punto, dispuso que algu-
Este inesperado asalto produjo
que
dos defensores
estos
mayor don Miguel Menéndez, que pretendió del
al
útil
en los hijos del Sur, unen en un
Rayón, á quien hemos dejado en fortificado
muy
inseparable de la
zaba, pero observando que toda la fuerza de Galeana se
retaguardia del enemigo.
con
acabaron lus tenientes
batalla,
influencia sobre los pobladores
y en un mo-
al refuerzo
efecto,
que tan brillantemente habían secundado sus planes desde
de la independencia.
mismo que
En
Matamoros, con don Leonardo y don Miguel Bravo, fusilados por orden del gobierno vireinal, y con Galeana,
mismo sentimiento de admiración á
la destrozaron, lo
¡Acatá-
compañero exclamó lleno de dolor:
ronse mis brazos: ya no soy nada!
combate, cargaron sobre una gruesa avanzada realista
mento
la
'.
decidas por el ejemplo que él daba siempre en la hora del
que defendía las boscosas márgenes del
en la puerta de
mutilado cuerpo de su general en un bosque cer-
dispuesto á acometer las
par intrepidez, Galeana marchó del Zanjón contra
Coyuca
se le
Poco después, dos soldados de Galeana enterra-
iglesia.
Resuelto este jefe á dar término á las correrías
llería.
sin
——
él
mismo el
al
mando
del
forzar el paso Inútiles fueron
y después Hevia resolvió
jefe,
frente de toda su división,
10 de mayo, echaba un puente
en la hacienda de Guadalupe y pasando sin dificultad río atacaba el las
el
punto del Peñón, situado entre una de
márgenes de aquél y un bosque impenetrable que se
extendía á la retaguardia.
Hevia escogió esta dirección
y cargó denodadamente contra las
la vanguardia, volvió á toda brida para detener la fuga
para emprender
de los suyos; hallóse frente á frente de dos compañías
trincheras defendidas por los independientes. Trabóse un
realistas
que
dejaron pasar, voló al lado opuesto del
lo
el asalto
Bustamante. — Cuadro histórico, tomo — Historia de Métrico, tomo IV, pág. 75.
III,
'
y en vano se esforzó por detener á los dispersos. Mirando perdida por completo la acción y que toda la caballería enemiga se movía en su seguimiento, procuró río
ponerse en salvo, pero dio con la cabeza dos fuertes golpes en los árboles que lo derribaron del caballo que
montaba; rodeáronle
los
dragones de Aviles sin que nin-
pág. 82
AlamAn.
Hl ilustre Bustamante da los siguientes detalles de! jefe independiente muerto en Coyuca: «Don Hermenegildo Galeana nació en el pueblo de Tecpan, se radicó en la hacienda de San José del Zanjón propicdod de su hermano don Juan, y la administró por varios años. A instancias de éste tomó parte en la revolución, y no fué necesario convencerlo, pues estaba muy mal dispuesto con la dominación espiifiola y orgullo de los naturales de aquella península por las persecucionís que en ,
,
guno de
á herirle, hasta que un soldado
ellos se atreviese
del escuadrón del Sur, llamado Joaquín
atravesándole
pecho.
el
León,
le
disparó
Herido de muerte y cubierto de
sangre, Galeana hacía desesperados esfuerzos por blandir la
espada que tantas veces
el
mismo que
cortó
la
brilló
vencedora.
Entonces,
había hecho fuego bajó del caballo y le
le
cabeza.
Puesta en
una pica, fué llevada á
Coyuca á guisa de trofeo y colocada en un árbol de ceiba que está en
la plaza del pueblo.
Acercáronse algunos del
pueblo á insultar aquel resto sangriento,
é indignado
Aviles por tan cobarde acción, los reprendió, diciendo:
— Esta cabeza
'
'
es de
un hombre honrado y valiente.
Véase porte de Aviles en
julio de 1814.
la
Gacsta correspondiente
ol 16
de
su infancia sufrió de don Toribio de la Torre y de don Francisco I'alacios. Fué casado seis meses, y cuando murió tenia cincuenta y dos años de edad. Nació con lus disposiciones mejores para la guerra, y que jamás habría mostrado si no hubiera ocurrido la revolución... Este hombre, en quien la valentía era una segunda naturaleza, que jamás alacó al enemigo á retaguardia, y que era terribilísimo en una acción de guerra, era, por el contrario, un cordero en los momentos de la paz y fuera de la acción. Jamíis hizo fusilar á ninguno, aunque tuviera orden de hacerlo. Calculaba mucho, principalmente en el calor de la batalla; entonces le ocurrían medidas imposibles ol parecer, pero certeras é indefectibles. Si hubiese esperado los auxilios del campo de Atijo, á vuellu de tres meses lanza del Sur al general Armijo, y reconquiela todo lo perdido. Tenia sobre los negros un ascendiente poderoso: llamábanle '/"ato Gildo,
irrevocablemente
repugnancia
ú
y Y lo que él decía se cumplía su nombre siempre acompañó como correlativo la ideo de un hombre de bien, y aun el mismo Calleja siempre lo tuvo en ese concepto. Amó ni señor Morelos hasta la idolatría, y lo respetó tanto que jamás le habló sin el mayor comedimiento. Cuando éfte supo su muerte se arrebató de dolor, dióse una palmada en la frente y dijo: /Acabáronse mi* brasos: ya no soy nada.'*
—
sin
:
MÉXICO i TBAVÉB DK LOS SIGLOS
431
mando en
recio combate, pero al cabo estos últimos abandonaron en
entonces dueño del
desorden sus posiciones con toda la artillería y los per-
pero muchos de los comandantes
guerra acopiados por
trechos de
Orizaba,
encuentro las señoras de la villa que
saliendo á su
«el siguiente día (17 de mayo),
Te-Dewn y
sioneros
en
triunfal
presentaron guirnaldas de flores á
el
incansable Rayón.
el
El jefe español hizo su entrada
misa de gracias
qué no
habían
lo
mientras se celebraba
mandó
,
le
y á sus oñciales:
él
fusilar á los pri-
misma,
en la acción
sido
bandera por
la
provincia de Veracruz,
que en
ella
alzaban
revolución no estaban dispuestos á suje-
tarse á su autoridad,
bien hallados con
había producido en ellos
La aspereza
Rayón.
la
rivalidad entre aquel jefe
la
del
desorden que
el
y
terreno en esa provincia, sus
espesísimos bosques y los ríos y barrancos que la cortan
en distintas direcciones facilitaban á los jefes de partidas la
defensa y
ataque contra un enemigo superior en
el
cadá-
número,
veres de doce de ellos al pié del cerro de Tlachichilco,
valiente
y entendido cual era
Hevia.
Pero todas estas ventajas naturales fueron de
dejando expuestos á la vista de los habitantes
los
Per-
sin permitir se les diese sepultura hasta la noche.
aunque
mandado
estuviese
un
por
sin disputa
capitán
don Francisco
saliendo
poco provecho á los sostenedores de la independencia,
formaban, y expedicionando en los contornos, á veces con la gente
desunidos por mezquinas competencias y chocando entre
disfrazada, para sorprender á los que con descuido se
hemos
maneció desde entonces Hevia en aquella reuniones que de nuevo
á atacar las
detenían
todos ei'an irremisiblemente fusilados
Apurada
se
pueblos y haciendas
en los
fué la
Eayón después de
situación
la derrota
villa,
que
inmediatas,
^"
que sufrió en Omealca, pues
sus desavenencias con Rosains le impedían unirse á este jefe que,
como hemos dicho ya, había vuelto á
Huatusco
en
y
los
fortificarse
Resolvió
inmediatos.
desfiladeros
separación de don Nicolás Bravo, á quien
la
marchar á Michoacán en
visto
1813 para concurrir á Esas
la
disensiones
los
últimos días
desgraciada campaña de frustraban
el
éxito
que
hubiera alcanzado seguramente la revolución en tierra tan propicia, darios de la
esos
y donde alentaron siempre ardientes partiemancipación ^ Pudo descollar entre todos
comandantes de partidas José Antonio Martínez,
dependiente de una hacienda situada cerca de Paso de
de
camino de Veracruz á Jalapa, y que era propiedad de don Francisco de Arrillaga, rico comer-
pocos emprendió la marcha hacia ese rumbo, y en
ciante español radicado en la primera de esas dos pobla-
abandonaron don Manuel y don Juan
ciones. Al frente de su guerrilla cortaba la comunicación
entonces trasladarse á Zacatlán, en la Sierra de Puebla,
donde
muy
de
desde
Valladolid.
general don Ignacio
del
sí
le
llamaba Osorno con insistencia.
Tecamachalco
lo
Mier y Terán que se dirigieron á
la
Seguido
Mixteca. Llegó
al fin
á Zacatlán acompañado del abogado Bustamante y del presbítero Crespo,
y aunque bien recibido por Osorno,
su presencia infundió celos en varios de los jefes que
rodeaban
al
famoso guerrillero y que
le
habían iuclinado,
en febrero de aquel mismo año, á ordenar
el
fusilamiento
del coronel Beristain, distinguido oficial de artillería que
Ovejas, en
el
entre ellas, y no
que se
le
pagara
dejaba pasar cargamento alguno sin la contribución
que tenía impuesta; y
varios jefes realistas, entre ellos Ulloa y Fajardo, fueron
rechazados por
el valiente
José Antonio en las inmedia-
ciones del Puente del Rey.
Durante vincia, el
la
permanencia de Rayón en aquella pro-
guerrillero que
acabamos de nombrar había
más
había contribuido eficazmente á organizar la defensa en
sido uno de sus partidarios
aquella montuosa y áspera región.
Zacatlán no reconoció á Rosains como jefe de las armas
auxiliándole
independientes en Veracruz, y dio acogida al intendente
sus esfuerzos á establecer una maestranza,
Aguilar que había abandonado á ese último en Huatusco
del
mando superior
en esta tarea
el
dición de cañones; disciplinó
militar.
platero Alconedo que le
acompañaba desde Chilpancingo.
infantes
Pudo
una fun-
erigir
una sección de seiscientos
y entabló relaciones con algunos jefes insur-
gentes de la Huasteca,
quienes
le
reconocieron con
carácter de comandante general de las armas
el
'^.
Rosains, su inquieto y ambicioso competidor, quedó
,
su
mando '
en
ambas
Rayón ILgó
' En marzo de 1812 fué descubierta en X'eracruz una conspiración de varios jóvenes que se proponían hacerse dueños de la ciudad y de la fortaleza de Ulúa proclamando la independencia. Presos loa conspiradores y sometidos á un consejo de guerra, fueron sentenciados á muerte y ejecutados el 29 de julio de aquel mismo año. El Congreso del Estado dispuso en 6 de enero de 1827 que una inscripción colocada en la sala de sesiones del ayuntamiento de Veracruz perpetuase la memoria de esas víctimas de la patria. La inscripción dice así:
Cayetano Pérez
—
Historia de México, tomo IV, pág. 84, edición AlamAn. de 1851. Bustamante en sus Faxtos militares de Orisaha y Córdoba afirma según un diario llevado por un vecino de la primera de estas poblaciones, que el número de fusilados por orden de Hevia durante '
aquél á
Rayón
luego el ejercicio dirigió todos
Sin pretender desde
fieles; retirado
villas fué el de
doscientos cuarenta
y seis.
á Zacatbin el 13 de junio de 1814. El diario escrito
por su secretario dice con este motivo lo siguiente: «Junio 13. San Antonio de Padua. Acompañado del señor Osorno á las once de la mañana entró S. E. en Zacatlán, á cuya entrada montó á caballo para recibir los obsequios de la [loblación que con música repiques y un concurso numeroso, manifestó la singular alegría que le causó este feliz acontecimiento.»— Coiecctón de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo V, pág. 673.
—
,
José Evaristo Molina José Ignacio Murillo
Bahtolomé Flores José Nicasio Arizmendi
Y José Pbuhencio Silva PRIMERAS viciIMAS DE LA INÜEPENUENCIA MEXICANA SACRIFICADAS EN ESTA PLAZA EN LA TARDE DEL DÍA i9 DE JULIO DEL ANO DE 1812 LA HEROICA CIUDAD DE VERACRUZ TRIBUTA ESTE HOMENAJE DE RESPETO Y DE GRATITUD A LA MEMORIA DE ESOS ILUSTRES MÁRTIRES DE LA PATRIA
UtXICO
432 cuando fué atacado por Heyia. de destruir
al esforzado
Rosains hall6
José Antonio Martínez
TBAVÉS DE LOS SiaLOB
i.
medio
el ,
y aunque
en la Relación histórica que escribió aquel funesto personaje se describe la muerte del guerrillero
tado
un
de
encuentro inevitable y provocado
actitud hostil de éste
una negra y
de
Rosains
como resul-
traición
vil
por la
todo hace creer que fué víctima
,
tramada por
mismo
el
objeto concurrir á una cita á que había
por Rayón,
sido invitado el
2
quien
Este suceso, ocurrido á la sumisión
fines
de mayo (1814), allanó
de los demás comandantes de partidas á la
autoridad de Rosains
quien nombró jefe superior de la
,
don Juan Pablo Anaya, segundo de éste
á
al
coronel don
de
las
armas en
Guadalupe Victoria, y la costa
confió
mando
el
de Barlovento á don Mariano
Rincón. la dirección
de la cam-
Al mismo
de julio para efectuar la entrevista.
tiempo ocurría un incidente que aunque no influyó en la marciía de
revolución dio motivo entonces á varios
la
documentos que exageraron
El
poca importancia.
su
padre franciscano don José Antonio Pedroza escribió á
dole
haber desembarcado
costa un general
en
anterior
día
el
junio, participán-
aquella
Humbert, quien decía ser enviado
del
cuyos papeles asegu-
gobierno de los Estados Unidos,
raba Pedroza haber visto, y que venía con el objeto de tratar sobre los medios de favorecer á la independencia de México, debiendo seguirle próximamente cuatro barcaciones de guerra
Por ausencia de Anaya. tomó
punto y
indicó aquel
Rayón desde Nautla, con fecha 21 de
'.
provincia
Era su
bla.
noticia
que
le
Rayón
'.
comunicó
dio
em-
entero crédito á la
padre franciscano y se apre-
el
paña don Guadalupe Victoria, y «éste, dice Alamán,
suró á transmitirla
pronto se hizo amigo de los jarochos
Estando como
Tiripitío,
campo raso
publicó en Zacatlán una proclama en la que anunciaba
2.
siempre á caballo, durmiendo en
ellos
el
ó
de
Congreso, reunido á
al
de Michoacán
la provincia
;
sazón en
la
y lleno de jiibilo
en alguna mala choza de cañas, sin más provisiones que
tan importante suceso:
alguna carne seca atada á las ancas del caballo, Victoria
Norte, decía, altamente convencidos de
tenía todas las cualidades necesarias para la vida errante
nuestra
de los insurgentes de aquella provincia, y sus primeros
esfuerzos y constancia con que cuatro años há la hemos
sucesos en el
mando de que acababa de encargarse
mucha reputación."
dieron
El 22 de junio, en
Manantiales
Victoria derrotaba en los
al
columna de granaderos don Manuel Menéndez salido
quedó muerto en
el
combate, y
la
que había
de Jalapa escoltando un valioso convoy:
realista
efecto,
mayor de ,
le
el jefe
los restos
de su
inapreciables de la libertad
tado continente 2." También ilusiones, pues
seguir,
determinaron
á
los
los
los bienes la
Europa
el
los
fe
con extraña credu-
y mandó solemnizar con rego-
públicos la llegada del
según
Congreso acarició iguales
enviado,
debían
á quien
informes de Pedroza, varios buques
con armas, municiones y tropas de desembarco.
sobre los convoyes que se dirigían á Veracruz ó salían interior,
no quieren paz con
según Alamán, dio
lidad á cuanto se le decía
seguidos tenazmente por los guerrilleros.
al
de
hasta afianzar la independencia absoluta de nuestro dila-
cijos
de esta plaza rumbo
,
de
la justicia
desentenderse
podido
mantenido vigorosos, y como palpan cada día
tropa con parte del cargamento llegaron á Veracruz per-
Este y otros sucesivos triunfos que alcanzó Victoria
han
no
lucha,
«Nuestros generosos vecinos del
Rosains supo á tiempo la llegada del llamado bert,
Hum-
y adelantándose á Rayón, que había enviado
al
comerciantes á pagar por las mercaderías y géneros que
encuentro de ese extranjero
enviasen la pensión que estableció Rosains en un
chó á toda prisa á don Juan Pablo Anaya, quien llegó
oficio
Poca duración tuvo este convenio,
dirigido al Consulado.
pues aparte de que algunos cargamentos, expedidos con esa condición, fueron respetados por los independientes
al
intendente Pérez, despa-
antes á Nautla y se puso en marcha para San Andrés
acompañado
del aventurero.
í^ntretanto,
el
coronel realista Hevia, noticioso de la
de Veracruz pero no por los que en la Mesa central se
aparición de Rosains en San Andrés, marchó de Orizaba
consideraban desligados de los compromisos y tratos de
con sus fuerzas y ocupó aquel punto, que abandonaron á
apenas tuvo conocimiento de este con-
toda prisa los independientes retirándose á San Hipólito,
renovó en su bando de 8 de julio las órdenes que
distante siete leguas. Hevia destacó en su seguimiento al
Rosains, cierto,
el virey,
ya había dado contra ese decomisasen
los efectos
tráfico,
que no fueran en convoy, y ame-
nazando con severos castigos á Dispuestas
las
cosas
por
los infractores
Rosains
dicho, se trasladó en los postreros
Andrés Chalchicomula
,
disponiendo que se
días
^.
como dejamos de junio á San
dentro de la intendencia de Pue-
Asi lo dice terminantemente el general don Manuel de Mier y Terón en su Segunda manifestación. * Nombre que se da en Veracruz ú los habitantes de las cerca-
mayor Santa Marina
,
quien
al
amanecer del día
sorprendió las avanzadas, entró en
lugar,
el
2 de julio
desbarató
á las tropas de Rosains y estuvo á punto de aprehender á éste, que se salvó á uña de caballo, dejando en poder
de los realistas su tienda de campaña y sus equipajes
Tomó también Santa Marina carabinas
y
ciento cincuenta
cuarenta y nueve
prisioneros,
fusiles
á
^.
y
quienes
'
nías de la co^ta.
Orden del virey Calleja al gobernador de Veracruz, fechada de abril de 1814, y bando del mismo de 8 de julio de aquel año. Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo V, págs. 325 y 565. •
el 4
' Véase este documento en la Colección de I. E. Hernéndez Dávalos, tomo V, pñg. 547. « Colección de dccumentoa de J. E. Hernández Dávalos, t. V,
póg. 570. ' Parte de Hevia publicado en la Gaceta del 7 de julio de 1814. Véase también Relación histórica de Rosains pég. 8. ,
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
433
Eosains, en su apresurada fuga, dejó encerrados en una
asociación de filibusteros doscientas patentes
cochera y que habían sido cogidos de leva por fuerza el día anterior en San Andrés. Conducidos á esta población,
greso sin que esta corporación las llegase á emplear en
donde se hallaba Hevia
ningún caso ^
éste dio la bárbara orden de que
,
No
fuesen fusilados aquellos infelices.
gos del cura y de los principales vecinos
Juan Neporauceno, y á
orillas
dio sepultura á los cadáveres
y todos
,
ellos
de una zanja en la que se
reconocido
don José Manuel
brigadier
el
acompañaba á ese
Cerro Colorado, y habiéndolo
el
jefe superior,
Correa
que
dedicó á fortificarlo,
se
en cuya empresa trabajaron ambos con infatigable constancia.
«A
los
nueve días de hecho
de esta posición, dice tórico
el
el
descubrimiento
mismo Rosains en
el relato his-
Setenta y tres armas servibles, un
cañoncito de á dos y unas cercas de
piedra hechas por
nuestras manos, y un cajón de pertrecho, era todo
el
aparato bélico con que estaban resueltos á batirse con la
mejor división de los tiranos unos cuantos hombres
mal pagados, viviendo á
agua que
la
que
los
cielo
el
Hevia dando vueltas
cuatro vientos, y sin
combinar
Él sabía
atreverse á subir.
sin
más
Catorce días estuvo
llovía.
bien la poca fuerza con que yo contaba;
ban
pero no podía
los hechos con las noticias: todos los días baja-
las guerrillas á hostilizarlo
;
la
música daba á enten-
der nuestro denuedo, y los indios operarios abultaban á los ojos del
enemigo
el
número de
los defensores 2.»
Hevia no se atrevió á atacar
posición de
la fuerte
zaba y Córdoba. francés
Entretanto,
que
había
numerosos en esa época por
el
y
entre
mar de
los
las
piratas,
Antillas,
que ninguna misión había recibido del gobierno de
y
los
Estados Unidos de América, llegaba á Quimixtlán acom-
pañado de Anaya pero ,
aparte de las
que ya
le
envió
y dispersada.
deseos de vengarse 2
el
rumbo de Tecamachalco,
en su contra una fuerza de caballería que fué
batida
bre
los.
el
excesos y desmanes que cometía
Arroyo por
guerrillero
el
Con
separaban tan hondamente de Rayón.
que se
le
,
Entonces
hizo fusilar
ardiendo
Rosains,
en
en Tehuacán á un hom-
denunció como guardián de unos caballos
de Arroyo, y luego se apoderó de éstos infiriendo así
imborrable ofensa á ese terrible jefe de partida.
La
derrota sufrida por Rosains en San Hipólito dio
motivo á Rayón para atacarlo violentamente por medio Pérez, quien mandó
rotulones
en
San Andrés llamándole ladrón é intruso, y ordenó á
los
intendente
del
fijar
rumbo de
la
Mixteca,
adonde era probable que se refugiase, que
lo
aprehen-
dieran y cargado de grillos como á los oficiales que
^.
jefes de partidas
que cubrían
Rosains publicando fiesto
con
el
el
título
el
lo
enviasen á Zacatlán,
le
acompañasen
así
Vengóse
17 de julio en Tehuacán un mani-
de Justa repulsa, en
el
que con
el
estilo injurioso
y depresivo que usaba, pintó á Rayón con
más negros
colores, acusándolo de haber asesinado á
los
Iriarte en el Saltillo
y á Ortiz en Zitácuaro, de haber la
gloria de la defensa
de esta última plaza, y de que se arrogó de la Junta, habiendo resistido luego
la al
presidencia propósito de
general Humbert, aven-
figurado el
Con-
pronto se vio envuelto en nuevas complicaciones
,
rencillas con otros jefes independientes,
usurpado á don Benedicto López
Cerro Colorado y regresó á sus acantonamientos de Ori-
turero
Hevia
que escribió algún tiempo después, se presentó
Hevia en Tehuacán.
al
Libre Rosains del amago del valiente y sanguinario
intento de reprimir
'.
Derrotado y fugitivo, Rosains se retiró á Tehuacán, en cuyas cercanías está
que envió á Rosains, quien las entregó á su vez
valieron los rue-
fueron pasados por las armas cerca de la iglesia de San
de corso
al saber el descalabro
de Rosains
en San Hipólito volvióse prontamente á Nautla con pre-
• Tal fin tuvo la decantada misión del general Humbert. Bustamanle dice con este motivo lo siguiente: «En nada menos que en socorrernos pensaba el gobierno norte-americano. Sabía nuestras matanzas é infortunios, sabia que carecíamos de buques y localidades marítimas para implorar su socorro, sabía, en fin, el modo bárbaro con que nos trataban los españoles y á nada se movía, conducta que sólo podrá disculparse (en aquella época, y no en otra) con que estaban invadidos por dos expediciones inglesas, de las cuales la
una tomó y redujo á pavesas el capitolio de Washington y la otra fué desbaratada en enero de 1815 por el general Jackson.» En cu'into á la misión de don Juan Pablo Anaya, el Congreso le expidió más tarde el nombramiento de ministro plenipotenciario y le dio varias instrucciones; pero uno y otras llegaron ú manos de Rosains para transmitirlos ú su destino, y este jefe independiente no les dio curso, porque, según él mismo dice, calificó de extemporáneo ,
texto de librar á su goleta de los peligros que la amena-
zaban en aquellas costas.
Anaya, á quien Rosains relaciones
con
gobierno
el
Allí
se
embarcó junto con misión de entrar en
confió la
de los
Estados Unidos, y se puso
ambos llegaron á Nueva Orleans donde Anaya de acuerdo con Alvarez de
Toledo para preparar una
expedición á México en auxilio de los independientes
que no llegó á efectuarse por haberlo impedido dente Madisson.
Anaya también
el
,
la
presi-
hizo expedir por una
—
' BusTAMANTE. Cuadro /i(.«íórtco, tomo III, pág. 53. Alamún sigue en epte punto la relución de líustamante. ' Relación histórica de Hopoinp, pág. 9. En el Cerro Colorado, en la época ó que nos referimos, se hallaban los vestigios de una fortaleza antiquísima; accesible por una sola entrada, su defensa contra fuerzas superiores es muy fácil, aunque por esla circunstancia no puede sor socorrido en un riguroso sitio, una vez dominado el único camino por el que puede recibir auxilios, ^'éuse acerca de esto el Segundo manifiesto de don Manuel de Mier y Terán. T. III.— 55.
—
nombramiento y de absurdas
las instrucciones. Anaya quedó privado, y durante su permanencia en Nueva Orleans contribuyó ú la defensa de aquella ciudad atacada por los jngleses, lo que le valió la benevolencia del general Jackson, que le ofreció auxilios, y con esto hizo esperar á Hosains que volvería trayéndole armas, lo que no llegó ú tener efecto. (Relación histórica de Rosains, pág. 12). ' Rosains ordenó que el cadáver de este infeliz fuese arrastrado por una muía en las calles de la ciudad. En su Relución histórica dice aquél para disculparse que el sentenciado era soldado de Arroyo y que fué el primero que hizo fuego sobre la tropa que envió contra este guerrillero, y que mandó arrastrar su cadáver porque estas eecterioiidüdes se hadan necesarias para medio contener d aque-
el
como agente
llos
hombres
bestiales.
Quéjase Rosains en su Relación histórica de que el intendente Pérez ordenó al guerrillero Arroyo que le diese muerte donde quiera que lo hallase. El carácter atrabiliario de Rosains hace dudar de casi todas sus afirmaciones. '
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
434 Rayón, á su vez,
reunir el Congreso.
cuerpo, en 6 de agosto de 1814, una vindicación
que refutaba uno á uno
que
los cargos
le
El coronel don Melchor Alvarez
á este
dirigió
i
en
la
hacía su émulo,
gruesa división y numerosa Silacayoapám
efecto, ante
usando también de un tono destemplado é inculpándole
pando un cerro paralelo á
de muchos desmanes, en su mayor parte fundados.
independientes
Resolvió
Congreso dar
el
á estas escandalosas
fin
y al efecto comisionó á los diputados don Carlos M. de Bustamante y don Manuel de Crespo para
diferencias,
que oyesen en juicio á Rayón y á Rosains, designando
al
brigadier don Francisco Arroyave para que se encargase
mando que arabos
interinamente del
se disputaban.
Cita-
ron los comisionados á Rosains para que compareciese
en Zacatlán
pero como
,
se hallaba
alli
fuerza respetable, rehusó acudir se efectuase en
juicio
orden del Congreso que
Rayón con una que
pretendiendo
el
Tampoco obedeció la intimaba entregar el mando á
Tehuacán. le
Arroyave, «el cual, dice Alamán, hubo de persuadirse que en
el
caso en que se hallaba,
greso nada valían
Todas estas providencias en vez de
mal no hicieron más que aumentarlo, pues
el
aunque Rosains pretende que cuencia de
órdenes del Con-
no habiéndole dado fuerzas con que
,
hacerlas ejecutar.
remediar
las
que
lo
mismo
él
gar, previniendo á
Congreso, en conse-
el
informó, las
le
mandó dero-
Rayón y á Bustamante que fuesen á
con al
mando
en desorden á su campamento.
Envalentonados
pendientes con esta ventaja hicieron
conducidos por don Manuel de Mier y artillería que cus-
todiadas por parte del regimiento de Lovera se hallaban
avanzadas para contener una sorpresa; y llevadas en triunfo á sus atrincheramientos,
con ellas rompieron
concedido por
le fué
distinción
que
el
,
el
Congreso junto con un escudo de
y amedrentó tanto
30 levantó
el sitio,
al
coronel realista Alvarez
y retrocediendo con
ción situó parte de sus tropas en
Teposcolula y mandó
para proteger
paso de los convoyes entre Izúcar y
el
Oaxaca ^
En
anterior
capítulo
el
dejamos
Congreso
al
discutir
,
lo
,
miembros á mudar de residencia después de permanecer
se esforzaba en afirmar
Rosains,
y extender su poder,
tres
meses en aquel punto. Trasladáronse sucesivamente
á las haciendas de Santa í]figenia y de Futuro, luego á
y por último á Apatzingán, donde pudieron dar A reserva de examinar esta
Tiripitío,
que
término á la Constitución.
proporcionaba recursos para pagar su gente.»
Mientras que las disensiones de Rayón y Rosains
enervaban
la
acción revolucionaria en el Oriente, y
el
carácter violento del segundo se concitaba inextinguibles odios,
don
Ramón de Sesma en
Mixteca, cumpliendo
la
órdenes que había recibido
las
'-,
que
de un momento á otro debían
Oaxaca á contrastarlo. en
las cercanías
de Silacayoapám
obedecía á Rayón. división que
Antes que
él,
el
Suscitóse entre
salir
de
habíase fortificado
coronel Herrera, que
ambos
jefes la
misma
separaba á sus superiores respectivos, y Herrera con el propósito de
Sesma hizo prender á enviarlo á Rosains.
Llegó á
la
obra política en
sazón á Silacayoapám
el
el
lugar que cronológicamente
ponda, debemos seguir
la
le
corres-
marcha de aquellos esforzados
patriotas que en medio de la derrota y del infortunio no
vacilaban en sostener la causa de la independencia.
Aparte
levantaba tropas y
allegaba elementos de resistencia para hacer frente á los realistas
mucho
dejaron quieto
Congreso, sus enemigos
del
estableciendo contribuciones sobre las fincas rústicas, lo le
lo
de
los
frecuentes
riesgos
que estaban
á
expuestos, viéronse afligidos por duras privaciones. Rara
vez recibían algún prorrateo en reales, que nunca excedía de cinco ó seis pesos:
dividían
escolta la tosca ración de arroz
con los soldados de
y carne
,
común, y se alojaban en las miserables chozas que hallaban á su paso. Algunas veces sin sal; hacían vida
celebraron sus sesiones
durmieron á campo raso,
y no pocas atormentados por el hambre y
bajo
los
árboles,
'^.
por
baba de separarse de Rayón en Tecamachalco, como en
Bustamante. — Cuadro histórico, lomo III, pÚRP. 2íi0 Primera niani/cstación de Teriin, pég. 8. Alamún sigue fin
la
sed
'
su lugar se ha dicho, y no sólo evitó este atropello sino
que logró reconciliar á Sesma y Herrera, uniéndose á
el
para prepararse vigorosamente á la defensa contra
enemigo común.
Véase e?te documento en DávoloB, tomo V, pég. 588. ' Véase capitulo anterior. '
la
Colección de
J. E.
Hernández
la
algunas veces
teniente coronel don Manuel de Mier y Terán, que aca-
ellos
en
tarea de
que prueba que estas órdenes no
fueron conocidas así como no fueron acatadas.
no obstante
No
una constitución.
la
tiempo los realistas Negrete y Andrade, obligando á sus
volviese á la inmediación
niegan que así fuese
ó se
precipita-
punto, así como á Tlaxiaco y Yanhuitlán,
fortificar este
emplease en
útil,
al
amanecer del día 29 un fuego nutrido y mortífero. Esta brillante acción valió á Terán el ascenso á coronel que
y que Arroyave quedase bajo sus órdejuzgara
la
Terán se apoderaron de dos piezas de
nes para que
lo
los inde-
una salida en
Uiuapam donde creyó poder entregarse á
que
mayor
del
hubo de replegarse
ciese á Rosains
lo
cañones.
sus
Saboya don Francisco Travesí, pero
fué rechazada con grandes pérdidas y
ocupar sus asientos en aquel cuerpo, á Pérez que obede-
lo
en
las alturas fortificadas por los
Formó luego una columna de ataque
noche siguiente:
presentó,
se
artillería
una
27 de julio (1814), y ocu-
el
comenzó á batirlos
del regimiento de
frente de
al
y 291. y
discre-
pancia á los dos autores citados.
— Cuadro
histórico, lomo III, págs. 148 y 149, llegar los vocales á un luírar por miserable que fuese, comenzaban á trabajar. En In hacienda de lu Zanja, jurisdicción de Urecho, al pasar para Apatzingán se tuvieron las sesiones
Bustamante.
*
«En
el
momento de
bajo de unos naranjos que hay allí, pues no habla un edificio grande donde cupiesen lodos al abrisxo de la intemperie: varias veces durmieron al raso enteramente, como en el llano de Atunes, pasado el río del Marqués.»
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS Morelos había permanecido algún tiempo en Zaca-
mandó
lugar ingrato para su fama, pues
tilla,
que
los prisioneros
se
allí
degollar á
luego al
retiróse
liallaban;
Atijo y resolvió fortificar un alto cerro que ahí
campo de
se encuentra, en tanto que organizaba su escasa tropa,
y
con algunos voluntarios que se
la acrecía
Cuando hubo reunido trescientos hombres marchó
ron.
con ellos á incorporarse
en
la
al
Congreso, efectuando su unión
hacienda de Santa Efigenia donde se
grandes demostraciones de respeto. de
presenta-
le
con
le recibió
El general don José
Cruz había hecho circular desde Guadalajara
la
rumor de que
el
el
43c
mi patria. Es notorio que saliendo de la costa varié tres veces mi marcha en busca del Congreso para Huayaméo, Huetamo y Canario, á tratar sobre la salvación del Estado con el acuerdo conveniente, suspendiendo mi marcha hasta que las enfermedades contraidas en servicio de la patria, me obligaron k la privación de ver á V. M. Digan cuanto quieran los malvados; muevan todos los resortes de la malignidad; yo jamás variaré del sistema que justamente he jurado, ni entraré en una discordia de que tantas veces he huido. Las obras acreditarán estas verdades, y no tardará mucho en descubrirse á los impostores, pues nada hay escondido que no se halle, ni oculto que no se sepa, con lo que el pueblo quedará plenamente satisfecho.»
Congreso y Morelos se hallaban dividi-
dos por un odio mutuo y profundo, y con
también en aquellos
Calleja, por su parte, publicó
intento de
el
un manifiesto á
de Nueva España
habitantes
los
desbaratar las tramas del déspota de Guadalajara publicó
días
aquella corporación en Tiripitío
jactándose de haber orillado á su término la revolución
En
mexicano.
un manifiesto
ese documento, fechado
decían los diputados:
pueblo
al
15 de junio,
el
Los tiranos están criminal-
«
que cuatro años antes se alzaba con tanta pujanza. Enu-
meraba todas sus providencias, dictadas desde
época
la
haciendo horribles pinturas de nuestra situación actual.
en que subió al vireinato, y atribuía á su eficacia y acierto el resultado que habían obtenido las armas rea-
Supónenla anárquica y rodeada de inconvenientes insu-
listas,
perables para la apertura de las negociaciones y arreglo
elogios
empeñados en frustrar
mente
de
efectos
rivalidades
que
ánimos,
nuestros
dividen
paz,
la
Dicen que
de las transacciones diplomáticas.
definitivo
pueriles
los
la
á cuyos
y soldados tributaba calurosos
oficiales
pero al terminar, excitaba á sus gobernados á
;
en la tarea de pacificar
auxiliarle
amenazas á
terribles
«No
independencia.
la
y que
pudiendo no han querido
las
primeras autoridades, chocadas entre opuestas
partido
naufragante
bajel
al
sí,
de
dan
nuestro
Sepan para siempre esos detractores que no
«
hay divisiones entre nosotros, sino que, procediendo todos
y
reciban
sobre
ejércitos,
y
políticas,
perfeccionar
consolidar
nuestras
situación
la
instituciones
que
en
la
patria,
por
esta
solos
ellos
causa
caei'á
la justa
Desmentían, Calleja
sin
embargo,
numerosas guerrillas
reposo á las guarniciones que
que el
tenía en todas las
que hostilizaban incesantemente á
la
consecución de tan importantes fines,
Constitución interina, jos en estado de ser
el
la
proyecto de nuestra
se da prisa para poner sus traba-
examinados
,
y en breves días veréis
¡oh pueblos de América! la carta sagrada de libertad
que
el
Congreso pondrá en vuestras manos, como un
monumento que convencerá
precioso
al
orbe de la digni-
dad del objeto á que se dirigen nuestros pasos
A triunfo
estas afirmaciones
de
concordia y de
fe
en
el
de la independencia quiso Morelos unir su voz
para que fuese más completo producir
el
el
efecto
que se propuso
Congreso.
«Señor, decía á esta corporación en la misma fecha (15 de junio), nada teng-o que añadir á la manifestación que V. M. ha dado al pueblo en cuanto á la anarquía
mal supuesta; lo primero, porque V. M. lo ha dicho todo; y lo segundo, porque cuando el señor habla, el siervo debe callar. A?í me lo enseñaron mis padres y maestros. Sólo á V. M. debería satisfacer de mi buena disposición, especialmente con respecto al servicio de
s
436
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS
pérdida de su esposa que falleció en aquellos días, bajaba
nando se obligaba á pagar anualmente á
de la cumbre del Cóporo, sorprendía sucesivamente á
padres un millón y medio de pesos. El mismo negociador
los
enemigos en Barranca y Sabanilla, los derrotaba en Huehuetoca por medio de sus tenientes Atilano y Epitacio Sánchez,
y cargado de armamento y de pertrechos
regresaba á sus posiciones de Cóporo en los últimos días dedicándose con empeño á fortificarlas, pues
de junio,
presumía fundadamente que
el
gobierno vireinal no tar-
daría en disponer una expedición en su daño.
Graves sucesos habían ocurrido entretanto en España, y como quiera que en esa época se hacían sentir intensamente en México los resultados de todo cambio
duque de San Carlos partió para Madrid con de presentar á
Regencia
la
Fernando ordenó á su enviado
ajustarse, i»ero el falso
que
en aquel alto cuerpo y en las Cortes dominaba
si
espíritu
jacoMno nada
que se ratificara
el
según conviniese
•.
de su voluntad de
dijese acerca
para que una vez libre y dueño de la corona, pudiese continuar ó no la guerra,
Las Cortes y la Regencia acababan de trasladarse á Madrid (enero de 1814), cuando llegó el duque de San Carlos.
Mal recibido este magnate por
olvidaba
el
sea con la posible brevedad.
fué admitido por la Regencia con
anglo-españoles contra
meses de 1813
y
^,
por la misma época en ron á introducir
el
los el
orillas del
allí
centro de Alemania, le inclina-
enemigos,
entre sus
le
al
soldados que
los
hacían gran falta á las los
Norte y Centro de Europa.
Envió en consecuencia á Valencey,
donde
se
hallaba
conde Laforest, provisto de una
circunstancias el
de su imperio y política
le
pronto término de las cosas de Espa-
ña, que Inglaterra pretendía fomentar en aquella nación la anarquía
y
ideas
las
i'evolucionaiias
que deseaba
,
y por último, que
contrastar esa perniciosa influencia,
enviaba al conde Laforest para tratar de asuntos, pudiendo dar asenso á todo le dijese
estos
altos
que este último
lo
ni se le prestaría
el
El rey de España en
los principios
de esta negocia-
artículo
173 de
dieron en 28 del
Fernando después
á
Y para
le
enterase de todo
lo
que anunciaba
la
carta imperial.
Pero esta entereza flaqueó tristemente algunos días después, y
el
11
de diciembre de 1813
el
la
Regencia de todo
lo
del el
emperador de
de
San
la
la
negociación
el
caso de presentarse libre
el
frontera española debía seguir hasta la capital
el itinerario
que
fijase
Regencia,
la
sin
ejercer
acto de autoridad mientras no hubiese jurado
ningún
ante las
Cortes la observancia y cumplimiento de la Constitución.
aún
satisfechas
las
manifiesto á la nación española,
el
acordaron
Cortes,
de
un
dirigir
encomendando este trala
Rosa,
«quien con su
historiador Lafuente,
acertó
á
intrepretar, en elevados conceptos y correctas frases, los
sentimientos de que los representantes del pueblo español estaban poseídos.»
No
obstante
mayoría de
las
esta entereza de
la
Regencia y de
Cortes por mantener incólumes
la
la Consti-
quistadas y en medio de inmensos peligros nacidas, en
sas del territorio español al
al
duque
del
principales estipulaciones con-
de Fernando como rey de
las Indias, en la salida de las tropas ingle-
los franceses, en
Madrid
tución y las libertades, á precio de tantos esfuerzos con-
sistían en el reconocimiento
España y de
general Palafox, poco
el
firmaron un tratado en
los franceses,
mismo Valencey, cuyas
con
acaecido, resolvieron por decreto
de 2 de febrero que en rey en
duque de San
Carlos, en su representación, y el conde Laforest en la
igual respuesta
de Fernando, las Cortes, instruidas por
elegante pluma, dice
Regencia, que gobernaba á la península en su nombre,
E
mientras en Valencey se continuaba
la libertad
que nada podía concluir sin que
la
rey
Carlos.
ción manifestó alguna dignidad, pues contestó á Napoleón
de
al
seno del
el
mismo mes de enero á otra carta que llegada
la
de enero de 1811
juramento que se exigía en
el
les había dirigido
de
1.°
Constitución.
la
bajo al diputado Martínez
una comisión
rey con dignidad, diciéndole
obediencia hasta que en
Congreso nacional hiciese
No
en su nombre.
al
decreto de las Cortes de
el
carta credencial en la que manifestaba al príncipe espa-
hacían desear
asunto
del
había declarado que no se reconocería por libre
Rhin, donde ya se agolpaban triunfantes
ñol que las
'^
que
ejércitos de las potencias del
al
circunspección;
desastres que Napoleón sufrió
y que
recluso Fernando Vil,
fría
enterados los miembros que la formaban
invasor francés en los postreros
mismo tiempo que á sacar de España aún conservaba
pueblo, que no
el
papel que había hecho en Bayona años atrás,
que llevaba, contestaron
discordia
la
ejércitos
el
tratado,
sideramos dispensados de la tarea de referirlos, aunque
los
misión
la
tratado que acababa de
el
ó novedad que en la metrópoli se efectuaba, no nos con-
Las notables ventajas alcanzadas por
reyes sus
los
mismo tiempo que
lo hiciesen
que los españoles que hubiesen servido
rey José Napoleón serían reintegrados en sus empleos,
prerrogativas y propiedades; y finalmente, en que Fer-
el
seno del Congreso se fraguaba por muchos diputados
una sorda conspiración para destruir una y otras, y que así obraban se correspondían activamente con
el
los
rey
Fernando y sus consejeros en Valencey, foijadores también de planes que tendían luto.
á restablecer
Distinguíanse entre los conjurados
el el
poder absoconde de
La
Bisbal, que había ejercido las altas funciones de regente afirma Salpado en su porte haber vencido; que es de creer que PÓlo faeron trescientos, y que es de creer también que los independientes fueron más de quinientos. (Véase esta curiosa nota de Alamán en su Historia de México, tomo IV, pág 115). ' Capítulo JX.
—
Historia general de España, Don Modesto Lafueme. tomo V, pág. 244, edición de Barcelonii, 1880. > El cardenal de Borbón, don Pedro de Agar y don Gabriel '
Ciscar.
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
y que á
mandaba
la sazón
cuarto cuerpo de ejército;
el
don Bernardo Mozo Rosales, don Antonio Gómez Calderón y, excusado sería
decirlo,
diputado americano y
el
canónigo de Puebla don Antonio Joaquín Pérez, puesto como nunca á
No
mercedes del rey absoluto.
las
combatir á las claras
el
con
duque de San Carlos
el
medio de esta amenazadora situación se declaró cerrado primer período de sesiones de aquellas Cortes (19 de
el
Mas en atención á
febrero).
cunstancias abrióse
se atrevían aún á
sistema constitucional, pero se
frecuentemente
abocaron
dis-
para mendigar después
la traición
437
el
de
y
que
Mientras
Congreso español
el
en
misma
los
la
Empero uno de
conjurados,
antecedentes
sin
manera de heraldo de esos tenebro-
fué á
,
diputado por
el
hombre oscuro y
don Juan López Reina,
Sevilla
de los que aún no daban
sos planes, y disipó las dudas
entero crédito á la existencia de un partido liberticida.
En
de febrero y con motivo del decreto
la sesión del 3
de
suelo
el
aliados,
proseguía
sus
visto ya,
,
misma Francia por
la
que se negó
lo
de
ejércitos
Regencia como hemos
la
resolvió dejar en libertad
Fernando y
los
esperar la ratificación del tratado de
sin
Valencey, á
estos
pendientes
y reformista que había animado á las Napoleón rudamente estrechado
el espíritu liberal
con las juntas secretas erigidas por los miembros del
y
había
cir-
en Madrid haciendo prevalecer en sus decisiones
tareas
Constituyentes de Cádiz
capital de la monarquía.
que
asuntos
los
las
segundo período en 25 del mismo mes.
mientras permaneció en Madrid, y mantenían relaciones
partido servil en Sevilla, Córdoba, Valencia
gravedad de
la
infantes,
los
y
sin
condiciones á
que
pasaportes para
los
pudiesen volver á España fueron recibidos en Valencey el 7
de marzo (1814), causando gran júbilo en aquella
pequeña corte, que inmediatamente dispuso realizar
el
ansiado
el
Quiso
regreso.
que
rey
el
precediese
le
que acababa de aprobarse relativo á no reconocer los
general don José de Zayas, el cual, partiendo veloz-
actos del rey antes de que jurase la Constitución, aquel
mente, llegó á Madrid
representante
levantó
se
«Cuando nació
diciendo:
el
señor don Fernando VII nació con un derecho á la abso,
luta soberanía de la nación española
corona, quedó
la
en propiedad del ejercicio absoluto de rey y señor
Y
como
moreo en
»Un
Congreso:
el
"
palabras se levantara atronador cla-
al oir tales
exclamó, puede exponer Cortes, y estimarlo
ó
representante de la nación,
que juzgue conveniente á las
lo
desestimarlo
y esforzando
n
la
voz para dominar las enojadas interrupciones que provo-
«Luego que
caba, concluyó diciendo:
don Fernando VII á
la
restituido el señor
nación española vuelva á ocupar
indispensable es que siga ejerciendo la sobera-
el trono,
momento que
nía absoluta desde el
^n
pise la raya
en que
que se escribieran
pidió
se
palabras pronunciadas por
comisión
para
especial
representante fuese
Pero
aparte
servil,
de
ocurrían
examen y que
expulsado
varios
á una
solemne
hechos
que
osado
el
de
salón
del
declaración
esta
últimas
las
Reina, que pasaran
su
sesiones.
bando
del
cuan
indicaban
extensas eran las tramas
que urdían sin descanso
enemigos de
Algunos días después inten-
libertad.
la
los
taban en las Cortes, aunque infructuosamente, cambiar el
personal de
comandante
la
de
Regencia;
armas
las
y
en
el
general VíUacampa,
Madrid,
Asamblea una representación en
á
dirigía
que
la
la
manifestaba
habían movido á ordenar varios arres-
las causas
que
tos, pues
tuvo conocimiento de que algunos individuos
le
andaban en tratos y manejos con
los
guarnición,
víveres
ofreciéndoles
dinero y
soldados
en
de
lá
cambio
de su adhesión á un movimiento armado que tendría por objeto '
la
destrucción
del
Don Modesto Latuente.
tomo V, pág.
247, edición
le
ciando su próxima llegada
^
«Leída esta carta en
régimen
— Historia
de Barcelona, 1880.
constitucional. cjeneral
historiador Lafuente,
En
de E.^paña,
dirigía
el
comunicase
vincias
monarca anun-
tal
entusiasmo,
de la península, y en
posible á las de Ultramar, plares de ella al pueblo
el
que se
inmediatamente,
Regencia por extraordinario á
la
la
las Cortes, dice el distinguido
produjo
acordó por unanimidad se imprimiese la
las
pro-
más breve término
expendiesen gratis ejem-
se
de Madrid, y que en celebridad
de su contenido se mandara disponer regocijos públicos, al
menos de luminarias por
solemne
Te-Denm
quía,
se
y
Cortes para
Las Cortes aprobaron acto continuo una proposición
Regencia una carta que
cuando por abdica-
;
IV obtuvo
ción del señor don Carlos
23 de marzo, y entregó á
el
la
habilitara el
tres días; que
y concluyera
nuevo salón de
La causa
de haber entu-
Congreso esta carta era
al
de Cortes
ella
el
día feliz en que el rey debía jurar en él
Constitución del Estado.
siasmado tanto
se cantara un
en todos los pueblos de la monar-
el
hablar en
rey, cosa que en las anteriores
el
no
había hecho, dejando entrever la promesa de darles su aprobación.
real
¡Tan á deseo se cogía una palabra
monarca en este sentido, que pudiera dar esperanza,
del
ya que no servir de prenda
"^ !
"
Le carta de Fernando á la Regencia decía asi: «Me ha sido sunnamente grato el contenido de la carta que me ha escrito la Regencia con fecha de 28 de Enero, remitida por don José de Palafox: por ella he visto cuánto anhela la nación mi regreso: no menos lo deseo Yo para dedicar todos mis desvelos desde mi llegada al territorio español á hacer la felicidad de mis amados vasallos que por tantos títulos se han hecho acreedores é ella. — Tengo la satisfacción de anunciar á la Regencia que dicho regreso se verificará pronto, pues es mi ánimo salir de aquí el domingo día 13 del corriente, con dirección á entrar por Cataluña; y en consecuencia la Recrencin tomará las medidas que juzgue necesarias, después de haber oído sobre todo lo que pueda hacer relación á mi viaje al dador de ésta, el mariscal de campo don José de '
Zayas.
»En'cuantoal restablecimiento de las Cortes de que me habla Regencia, como á todo lo que pueda haberse hecho durante mi ausencia que sea útil al reino, siempre merecerá mi aprobación como conforme á mis reales intenciones. En Valencey á 10 de marzo Fernando. de 1814. A la Regencia del reino.» ( Firmado). ^ Don MohESTO Lafuente. Historia general de España, tomo V, pág. 257, edición de Barcelona, 1880. la
—
—
— —
—
»
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
438 Púsose
monarca en camino
el
nueve días más tarde pisaba niéndose
13 de marzo, y
el
territorio español, dete-
el
23 en Figueras, á causa de
el
ceño
la crecida del
y
24, acompañado del infante don Antonio y
el
mariscal
por
Suchet, fué recibido
francés
De
pueblo de Bascara.
el
desde
y
lugar
entrada
en las
su
participándole
España, Cortes
Prosiguió su viaje
sistema constitucional.
á
escribió
una sola palabra relativa á
Regencia añadir
memorable
este
el
prescrito por la Regencia
señalaba; que
sin
decreto votado por las Cortes
Reus
el
el
el
conducto del general Palafox
que
De
visitase.
los
la
le
de
recibiéndole
varios
allí
personajes
el
de
la
de Toledo, don Luis de Borbón, y
el
viaje
el
del
rey,
en la Constitución ejer-
el
misma
Gerona por
Regencia produjo, no obstante su insigniun grande entusiasmo entre
la
las
proposiciones
para celebrar
Aclamado.
el
Dictáronse en los siguientes
16 de
días
entrada en Madrid, siendo entre ellas
disposiciones
de trasladarse
el
ministro
preparado
la
en
fundadora
en
y
medidas
Congreso iglesia
para
la
convento
de
Agustinos,
llamado de doña María de Aragón, del nombre de su
desde
su
entrada
A
la
'.
sombra de este entusiasmo que embargaba
absolutista los
mayores.
El
tal
monarca,
no manifestó en
solapado y falso,
de sus mayores,
para que abiertamente se
decidiese á recobrar la soberanía absoluta,
sus
aquellas
como de
andado en
y de
con que desde Francia había visto ción
y á sus autores,
demostrado en todos
de tropas vasallaje
',
el
los
el
se
que se
la
rendían por doquiera,
á destruir la Constitución.
los asesinatos,
ser
Persas porque comenzaba con
uEra costumbre
este
de los
más
fieles
robos y otras desgracias los obligase á
á su sucesor."
En
ella
le
pedían que
elogiaban la monarquía absoluta, que llamaban «hija de
le decidieron
Por eso recibió y saludó con
1 «Dispúsose esta mudanza paro el 2 de mayo (1814), primero en que había de celebrarse con gran pomi'O, conforme á decretos anteriores de las Cortes, el aniversario fúnebre en conmemoración de las victimas del olzamiento de Madrid en 1808. Asi se verificó, y paro solemnizar aquel día con un acto de clemencia nacional, se con-
—
—
—
nombre de repre-
destruyese todo cuanto se había hecho por las Cortes,
«ICI
—
el
del fallecimiento de su rey á fin de que la experiencia de
ciega
perFonoje que en Valencia comenzó más á señalarse como desafecto á las Corles y á las reformas fué el capitán general don Francisco Javier Elío, que soliendo al encuentro del rey, y después de decir un discurso en que vertió amorfas quejas en nombre de los Os entrego, señor, el bastón de general: empuejércitos, añadió: ñadlo El Tcy contestó que estüba bien en su mano, pero él insistió diciendo: Kmpuñadlo, señor; empíiñelo V M. un solo momento, y en él adquirirá nuevo valor, nueva fortaleza —El rey tomó y devolvió el bastón.» Don Modksto Lakuvnte. Uhtoria general de España, tomo V, pág. 258, edición de Barcelona, 1880. '
alta
antiguos persas pasar cinco días en anarquía después
pueblo había
lugares del tránsito,
los
pedantesco y ridículo período:
le
le
aumentaba con grandes, prelados y militares de
gida al rey, conocida después con
mala prevención
el
personal de la Regencia
jerarquía, redactaron una larguísima representación diri-
rey á la Constitu-
entusiasmo que
el
con la camarilla que rodeaba á Fernando y que cada día
reuniones
aseguraron varios generales y jefes y las reiteradas demostraciones de servil
adhesión de que
trama de variar
sentación de éstos, la
fuego de la conspiración
suyo
tales consejeros.
Los trabajos incesantes de
el
mismos diputados que desde febrero habían
que servía de obstáculo á sus planes. De acuerdo, quizás,
que podía esperarse de tales consejos
lo
la
atizaban
al solio
la
ninguna resolución, «pero demasiado se traslucía, dice
un historiador,
la
nuevo salón de sesiones
al
del
regia comitiva que había salido de Valencey, celebraron
ejercido
su
más notable
entonces los ánimos por la vuelta de Fernando
habían
á
agasajarle
grandes y personajes de valía, enemigos del nuevo régimen político, quienes, unidos á los de la
instándole
dipu-
los
entrada del soberano en España; decla-
corte,
los
frecuentes juntas
de las
ejercicio
lectura de la carta escrita en
multiplicáronse
Fernando
España hasta su arribo en Valencia, le fueron rodeando muchos de
le
y propúsose también que en cuantas partes se escribiera ó pronunciara el nombre del rey se le llamara
interino de Estado don José Luyando.
Durante
monarca
ocurrido,
entre ellos el presidente de la Regencia, cardenal arzobispo
el
róse de fiesta nacional la fecha en que este suceso había
Aragón
de
capital
la
solemnemente
pidieron con instancia
antigua
enderezó su marcha á Valencia, adonde llegó abril,
el 6
rey á
tados:
á los deseos de sus habitantes que por
abril accediendo
de
Si, juramos.
de Majestad que hasta entonces había
La
ficante contenido,
del
se desvió del derrotero que se le había fijado, y
tomando por Poblet y Lérida entró en Zaragoza
la plenitud
facultades que la
Congreso cesaría en
el
tratamiento
adoptado.
Pero en
2 de febrero.
en
al rey
respondieron:
atribuciones que correspondían al poder ejecutivo y en
al
28 pasando
en virtud
— Y todos
cería en toda su plenitud las
por la costa del Mediterráneo hasta Valencia, conforme itinerario
diji-
de su ejército, un día después
hiciera el juramento prevenido
por Mataré y Reus, desde cuyo punto debía continuarlo
al
el
apresuraban á declarar que tan pronto como
la
ni
cuando
dijo
Entretanto, las Cortes, procediendo de buena fe, se
se dirigió
allí
defensa en la guerra que ya podía considerarse termi-
nada,
general Elío,
sus derechos'i
orguUosa con su inmortal
comitiva á Gerona,
la regia
como ya
mos; y por eso quizás nada
— iJuran ustedes sostener
español don Francisco Copóns, jefe del primer cuerpo
de ejército, en
quien se había adelantado hasta Valencia,
de su llegada á aquella ciudad, les preguntó en alta voz:
del
general
el
cardenal de Borbón, presidente de la Regencia,
al presentarle los oficiales
Fluviá, hinchado con las continuas lluvias de aquellos días,
al
cedió un indulto general á l
Véase capitulo anterior. ^ Bustamante. Cíiarfro histórico, tomo III, pág. 59. Según este autor, don Francisco .Monso, vecino de Puebla y comprador de las gruñas, sólo envió á Rayón una pequeña parte del valor de ese efecto, y sus comisionados revolucionarios en Ouxuca nada pudieron hacer, siendo descubierto uno de ellos por las autoridades realistas.
miembro
del
Congreso, y
el
platero don
Luis Alconedo, que tan distinguidos servicios había hecho de la independencia,
fueron
aprehendidos
'
—
Véase capitulo anterior. Bustamante. Cuadro histórico, tomo III, págs. 59 y GO. Este autor merece ser citado en esta parte por haber sido testigo presencial de los hechos que refiere. '
'
—
—
SCÉXICO Á TRATES
448
también, pero Águila suspendió la ejecución de ambos mientras participaba su prisión
que fuesen pasados por
Apám
las
al
armas
virey, quien ordenó lo
,
cual se efectuó en
de octubre ^
el 1!)
del enemigo
sus equipajes y con ellos todos sus papeles, que fueron
muy
útiles
al
gobierno
vireinal,
emprendieron
presurosa retirada por una senda que conducía
al
Llegaron
algunos dragones.
llero
guno en su
por
campo de Alzayanga en
al
abandonar
,
No
auxilio.
á Zacatlán, volviese á entrar
de su grande autoridad,
ejercicio
Dirijamos ahora nuestra atención blecido con alguna seguridad en
había incorporado
el
siendo sancionada con la posible
No
tardó
'.
al
Congreso, esta-
Apatzingán y
ilustre Morelos.
su marcha hasta una hacienda inmediata á San Andrés, recibió amigablemente.
que estuvo limitada
algún tiempo por la superior de Eayón
la
los
mismo, que
lo
constante Osorno, libre otra vez en el
el
busca del guerrillero Arroyo, y no hallándole continuaron
donde éste último
por
es extraño,
los realistas
en este pueblo
pueblo
de Tomatlán, siendo perseguidos un largo trecho
y Alamán afirma que ese guerrivio con gusto destruir á Eayón sin dar paso nin-
Águila sobre Zacatlán
al
Eayón y Bustamante, dejando en poder luego
DE L08 SIGLOS
al
que se
término á
Allí dio
Constitución prometida en su proclama de 15 de junio,
pompa
el
22 de octubre
Firmaron este notable documento: Don José
de 1814.
en saber Hevia la aparición por aquellos contornos de los
María Liceaga,
dos defensores de la independencia y destacando en su
dusco,
persecución una tropa de caballería á las órdenes de
Nuevo León; don José Manuel de Herrera, por Tecpan;
Moran
don José María Cos
los obligó á
de los Llanos.
marchar velozmente hacia San Juan
la dilatada
mante se
don José Sotero de
;
por Tlaxcala; don Manuel de Alderete y Soria, por Que-
de Cóporo, á riesgo de caer prisionero en
rétaro; don Antonio José
Moctezuma, por Coahuila; don
zona que se veía forzado á cruzar, y Busta-
José María Ponce de León, por Sonora; don Francisco
propó-
de Argándar, por San Luis Potosí; y como secretarios,
dirigió á la costa de
Barlovento con
el
alcanzar del gobierno de esa república.
los
Rayón, después de un
viaje
atrevido en
que atra-
vesó los valles de México y Toluca, cubiertos de realis-
armados
,
y de haber
recorrido ciento
en tres días y medio, llegó á por su hermano don
Eamón
sesenta leguas
las fortificaciones levantadas
en
el
cerro de Cóporo.
No
tuvo igual fortuna don Carlos María de Bustamante, pues
diputados
dificultades
y gravísimos peli-
fin
los
de la Constitución indica que aunque
don Ignacio López Eayón, don Manuel
Sabino Crespo,
don Andrés Quintana Eoo,
don Car-
M. de Bustamante y don Antonio de Sesma contribu-
yeron con sus luces á la formación de ese decreto, no pudieron firmarlo por hallarse
al
tiempo de la sanción,
enfermos unos, y otros ausentes y empleados en diferentes comisiones al servicio de la patria.
Previniéndose en la Constitución que
apenas se separó de su antiguo compañero empezó á
una larga serie de
Una
don Eemigio de Yarsa y don Pedro J. Bermeo. nota colocada al
sufrir
por Zacatecas
28 de octubre Eayón partió para
el
embarcarse en Nautla y pasar á los Estados Unidos de América en solicitud de auxilios que creía
tas
María Morelos, por
Cerca de este lugar resolvieron sepa-
de
sito
,
don José
Castañeda, por Durango; don Cornelio Ortiz de Zarate,
rarse, y en efecto, las posiciones
don José Sixto Ber-
por Guanajuato;
por Michoacán;
el
Congreso
debía elegir á los tres miembros que habían de ejercer
poder ejecutivo, hízose
gros, hasta que cayendo en manos de una fuerza que
el
la elección
que recayó en los
obedecía á Eosains, fué llevado á Tehuacán en calidad
diputados Liceaga, Morelos y Cos,
con cuyo carácter
de prisionero y entregado á este temible jefe en los pos-
publicaron el decreto constitucional el 24 de octubre
treros días de novjembre
días después de su sanción.
^.
La
Quéjase Bustamante en su Cuadro Histórico de la
poca
vigilancia
que
desplegó
Osorno
cuando
avanzó
'
«Calleja decretó la muerte de Crespo, dice Bustamante, por placer de dar muerte á un vocal de una junta de tanta nom-
el
bradla y que más le había dado que sentir. Animad ode iguales sentimientos el obispo Bergosa, apoyó su condena, no obstante que había sido testigo en Oaxaca de las virtudes de aquel eclesiástico. Respetólas más el coronel Águila y no quiso efectuar la ejecución militar decretada. Para que se llevase á cobo, confirió el mando de las tropas de Águila al brigadier Jalón, quien asimismo mostró un gran sentimienio; pero urgido por las órdenes del virey, dispu.so que se cumpliese la sentencia y que fuesen sus ejecutores los soldados del batallón de Guanajuato. Sensibles éstos, como testigos de la ejemplar conducta de Crespo, hicieron una exposición al comandante para que los librase de tan duro precepto: mandóse entonces que lo cumpliese el piquete de marina que existia en Apám. Crespo fué ejecutado, y murió sellando su amorií la libertad con su sangre. Sus últimas palabras fueron muy eficaces: jamás cesó de repetir que la causa porque moría era justa y la revolución Santa y necesaria.»
(Cuadro histórico, tomo II, pág. 1E6). • Bustamante en su Cuadro histórico refiere detalladamente las peripecias de su viaje, y Atamán trata extensamente esta materia en su Historia (lomo IV, págs. 189 á 191). Nosotros hemos omitido estos pormenores por considerarlos impropios de la historia y completamente inútiles.
dos
Constitución de Apatzingán estaba dividida en
dos partes: princifios ó elementos constitucionales ,
forma de tener
,
tulos la
gobierno.
Contenía
la
primera en
una serie de principios generales sobre
soberanía
,
los
derechos de los ciudadanos
observancia; la igualdad, seguridad,
,
la religión,
la ley
subdividida
en mayor número
establecía la forma de gobierno, la éste,
de
La
capítulos,
manera de organizar
las atribuciones constitucionales
y
y su
propiedad y liber-
tad de los ciudadanos; y las obligaciones de éstos.
segunda,
y
seis capí-
de cada uno de
«El desastre de Zacatlán se atribuye é Osorno, por no haber dado parte á Rayón de los movimientos de Águila, presumiéndose con fundamento que los supo; pero deseaba que los renlií-las lo librasen de un huésped que le era molesto, y á quien había tenido que dejar el mando de aquel rumbo. Con efecto, para Osorno y todos sus subordinados eran intolerables las ideas de orden de Rayón y el que hubiera otro que se apoderase del mando absoluto que ellos ejercían así fué que lo vieron destruir sin dar |i(iso ninguno en su auxilio, y Osorno volvió á Zucallán cuando los realistas lo obandonaron.» BioyraJ'ia de Rayón. (Hombres ilustres mewicanos, t. 111, '
;
pág. 570).
MÉXICO A TBAYB8 DE LOS SIGLOS los poderes
que
El primer capítulo
lo ejercerían.
fijaba
América mexicana:
449
poder ejecutivo estaban destinados los capítulos
X, X[
México, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Oaxaca,
y XII de la segunda parte. Debíase formar de tres individuos nombrados por el Congreso, de los cuales se
Tecpan, Michoacán, Querétaro, Guadalajara, Guanajuato,
renovaba uno cada año, fijándose
San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Sonora, Coahuila
por sorteo, así como la presidencia en que alternaban
eran
cuáles
de
provincias
las
la
No
(comprendiendo á Texas) y Nuevo León.
podrían
separarse unas de otras en su gobierno, ni menos enaje-
En
narse en todo ó en parte.
de poderes:
división
la
el
Supremo Tribunal de
ejercido por
legislativo,
el
Supremo Congreso Mexicano; sitaba en tres individuos;
segundo, se establecía
el
y
el
ejecutivo, que se depo-
el
desempeñado por
el judicial,
Justicia, debiendo residir estas
corporaciones en un mismo lugar,
escogido por el Con-
greso con informe del poder ejecutivo.
La
formación del Congreso y la elección de diputa-
de los negocios habría tres secretarios para los ramos de
guerra y gobierno. Para el manejo de la hacienda se erigía, según las prescripciones del capí-
hacienda,
tulo XIII,
una intendencia general formada de un inten-
dente que duraría tres años en el ejercicio de sus funciones, un fiscal, un asesor,
En
los
capítulos
condiciones
de representante
,
para ser la inviola-
amparaba y se prohibía la reelección inmeEl modo de la elección por medio de juntas de
bilidad que lo
muy
parroquia, de partido y de provincia era
en
des realistas,
las provincias obedecían
á las autorida-
prescribíase que con tal que en alguna de
estuviesen
ellas
semejante
española de 1812, y como la
la Constitución
mayor parte de
cuando menos,
de la dominación tres partidos
libres
los pueblos de
rían á elegir sus diputados,
pecto de las provincias que
toda su extensión por
que se. formaran procede-
propietario
y suplente; res-
hallaren
se
enemigo,
el
el
dominadas en
Congreso nombraría
diputados interinos que las representasen.
Trataba
VIII
capítulo
el
poder legislativo, y
las
de las
y XVI se daba organiTribunal Supremo de Justicia y á
la Constitución
además tendría
del
serían nombrados
por
Congreso,
el
saliendo
dos en cada uno de los primeros dos años y el restante
en
tercero
el
y
lo civil
así sucesivamente,
y
con dos fiscales para
criminal que habían de durar cuatro años.
jueces de partido, nombrados por
durarían tres años
y
policía la autoridad
Los
supremo gobierno,
el
tendrían en los ramos de justicia
y
que las leyes del gobierno español
concedían á los subdelegados. El capítulo estar en vigor las leyes antiguas
XVII
declaraba
mientras no se decre-
tase por el Congreso el código que había de reemplazar-
La
las.
formación y facultades del tribunal de residencia
estaban determinadas en los capítulos XVIII y
XIX:
lo
Congreso elegiría por
el
suerte de entre los individuos que á este efecto se nom-
brasen
al día
siguiente de la elección de diputados, uno
por cada provincia, y conocerían aquéllos privativamente
de Cádiz á las Cortes de la monarquía, y el Congreso la facultad de nombrar á los
en las causas que se formasen á los individuos de los
los
del tribunal de justicia, los del de residencia, los secre-
de ambos y los fiscales
tarios
y
el
señaladas en
las
individuos del poder ejecutivo ó supremo gobierno,
jadores
primero,
Cinco magistrados formarían
compondrían siete jueces que
atribuciones
concedía extensas y poco deter-
Eran también semejantes á
minadas.
y
XV
XIV,
los tribunales inferiores.
al fijado
,
bleciesen donde fuera conveniente.
VIL Debía
zación y facultades al
diata.
dos ministros y un secretario,
siendo igual la planta de las intendencias pi'ovinciales
cada provincia;
electo, la duración del cargo
turno
individuos cada cuatro meses; y para el despacho
sus
componerse ese cuerpo de diputados nombrados uno por las
el
de éstas dependerían las tesorerías foráneas que se esta-
dos eran materia de los capítulos del III al
establecíanse
primera vez
la
ministros
del-
segundo, los emba-
Los jueces de residencia se renovarían en
tres poderes.
su totalidad cada dos años
,
y no
serían
reelectos sino
hasta pasado un período de tiempo de igual duración.
En
el capítulo
XX
se previno el
modo en que había de
que hubieran de
precederse á la renovación del poder legislativo cuando
enviarse á las naciones extranjeras, y los generales que
estuviesen enteramente libres de enemigos las provincias;
mandasen
en
ó
las divisiones
estos últimos de cutivo.
como
el
plenipotenciarios
contra
el
enemigo, eligiéndose á
una terna presentada por
XXI
el
se estableció lo relativo á la observancia del
poder eje-
decreto constitucional y preveníase que mientras la re-
La sanción y promulgación de las leyes, así modo de proponerlas y discutirlas eran objeto
presentación nacional no fuese convocada y no dictare
del capítulo
IX:
supremo gobierno y
el
justicia tenían la facultad
el
y sancionare
la
Constitución permanente de la nación,
tribunal de
no se propondría la reforma, adición ni supresión de
de hacer observaciones á los
ninguno de los artículos del mismo decreto; y finalmente,
el
XXII
proyectos de ley dentro del término de veinte días, y en caso de ejercer esta atribución una de esas corporacio-
nara la Constitución con la mayor solemnidad
nes
promulgación se hiciese
,
ó las dos á la vez
nuevo
el
asunto,
que contra sin seis
la
ley
y
el
,
Congreso debía examinar de
creía fundadas las observaciones
si
se hiciesen,
quedaba ésta suprimida
que se pudiese volver á presentarla hasta pasados meses.
A
la
en
el
el capítulo
organización
,
nombramiento y facultades del
lo
que
el
más pronto
Congreso sancio,
y que su como
posible, así
juramento de guardarla y hacerla guardar.
La
Constitución de Apatzingán fué un conjunto de
principios generales
damental
T. III. -57.
se previno
más bien que un código
que pudiera
organizar
al
país,
político
fun-
cuyas
tres
cuartas partes estaban sometidas aún al dominio español,
450
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
Los miembros de
la
asamblea que
y vota-
la discutieron
ron no tenían más representación que la que
mismo
el
merece esas censuras, como patriotas sinceros y
esfor-
zados son dignos de alabanza y sus nombres deben pro-
Morelos quiso darles, pues con excepción del diputado
nunciarse con respeto por los mexicanos.
de la provincia de Tecpan, electo por una junta popular,
con serena intrepidez los más graves peligros y no vacilaron en dar su vida por la libertad de su país. Goces
demás que instalaron
los
Congreso de Chilpancingo
el
recibieron su nombramiento
Luego
del generalísimo.
la
sociales, familia, intereses, todo lo
misma corporación aumentó
el
los vocales, sin
timiento para llevar sus luces
que para
voto popular. Faltaba, pues,
vidad á una causa nobilísima.
número de
,
Arrostraron
abandonaron sin sen-
su ardiente fe y su acti-
para dictar una
Hombres como Quintana Roo, Rayón, Cos, Alderete y Soria, Sesma, hubieran
Constitución que no podía regir en un país asolado por
recibido distinguidas consideraciones del gobierno virei-
ello interviniese el
investidura legal á aquellos
la
patriotas
guerra, y cuya primera necesidad era entonces con-
servar un centro firme de
nal si sus almas altivas no hubiesen preferido,
Tácito,
las
tempestades de
la libertad
dumbre.
Optaron por
Las consecuencias de este error no se harían espe-
miseria,
por
mucho tiempo.
hicieron frente á su destino durante
en una asamblea.
residir
rar
mando y acción que no podía
Vióse Morelos contrariado en sus
planes militares por una autoridad que,
manos, se irguió
hechura de sus
mismo generalísimo.
altiva sobre la del
Casi todos nuestros historiailores atribuyen á estas coli-
y
siones ilustre
conflictos
de autoridad los reveses que sufrió
el
desde la derrota de Valladolid hasta su
caudillo
En
completa ruina en Tesmalaca. notarse que coincide
es digno de
de sus desastres con
el principio
instalación del Congreso
efecto,
la
miento de Morelos para miembro del poder ejecutivo,
después de sancionada
la
Constitución , fué una lamenta-
Congreso, pues que de esta
ble falta cometida por el
suerte inhabilitaba para las íinico jefe
operaciones de la guerra al
que por su genio, sus servicios y su
influjo
sobre los demás defensores armados de la independencia
Censurando expresa
en
los
Zavala
la
siguientes
hubiera hecho Morelos en
Constitución
términos
fijar
él
:
«
por
sí
¡
1814
de
penalidades de
las
cia del deber.
á la quieta servi-
el
hambre, por
una vida errante, é largos años con ese
Si es digno de admiración el
merecedora de no menos valiosos timbres es
gadora de
la lucha.
Ya hemos listas
que perseguidos por
visto
cambiaron frecuentemente
Chilpancingo,
Tlacotepec
de
residencia,
Huetamo,
,
las tropas rea-
Santa
más
ó
menos tiempe, á
los
Y
tivo de la revolución.
que formaban
hemos dicho también que arros-
traron toda clase de peligros sin que flaqueasen ni
Más de una vez
fe.
se vieron en inminente
riesgo de caer en poder de los realistas,
Cuánto mejor
mismo
ciertos
desafiaron con entereza el peligro, rechazaron con digni-
objeto
daba treguas á
gobierno republicano, representativo, cuando la nación
medios de engaño que creía más eficaces.
hubiese conquistado su independencia! Así hubiera fijado
las tropas realistas
ideas, inspirado
confianza
su
y debieron su salvación á un raro conjunto de circunstancias. Así como
se
los
las
centro direc-
el
que
por
tuviesen
y que
Efigenia,
Púturo, Tiripitío y Apatzingán sirvieron de asilo, por
dad
que
la serenidad
dado, no pueden tener, como éste, la excitación embria-
asegu-
generales
denuedo del
de aquellos que expuestos á los mismos riesgos del sol-
rar garantías sociales, y una promesa solemne de un
principios
la
guerrero que desafía la muerte en los campos de batalla,
valor ni su
podía reanudar la serie de sus felices campañas.
muerte, por
valor estoico que da á los hombres superiores la concien-
El nombra-
en Chilpancingo.
la
como dice
sobre sus intenciones y
halagüeños ofrecimientos del gobierno vireinal persecución para emplear
la
únicos enemigos
sus
Y
los
no fueron
diversos jefes
;
independientes desconocieron la autoridad del Congreso,
colocádose al frente de la civilización, sin los inconve-
y pretendieron
ejercer infames violencias con los dignos
nientes que trajo la formación de una autoridad
varones que
formaban.
tener
el
origen popular,
quizás el germen de los
su
,
que sin
rivalizaba con la suya
funesta
catástrofe.
que tenían alguna pretensión ocurrían
se leían quejas contra el primer jefe
;
al
Ya
y
fué
todos
Congreso;
se le pedían expli-
caciones, y se le distraía de su primera y esencial atención que era la guerra.
Se sabe cuánto se complacen
las almas subalternas en deprimir á aquellos con quienes
no pueden rivalizar por cualidades brillantes.
Un
dipu-
La
lo
Constitución de Apatzingán
no debe considerarse
declaraciones generales; frente á
preciso es repetirlo,
como un conjunto de
prácticos de gobierno; es
colocándose
,
principios
más bien una condensación de es
frente
la
teoría
del
de la revolución
hecho:
el
despotismo
arraigado en la colonia con el transcurso de tres siglos.
Pero fulgura en
ella
el
espíritu
moderno con toda
majestad del derecho y de la justicia.
Y
la
como ningún
tado que jamás haría conocer su nombre por un acto de
ser puede manifestarse sino por los elementos que en sí
valor ó de energía, que nunca conseguiría celebridad por cree
contiene y que constituyen su naturaleza, atentos á esta verdad los legisladores de 1814, al pronunciar la gran
hacerse notar por acusar á un hombre célebre, por per-
palabra que venía á confirmar la existencia de un pueblo,
su elocuencia,
sus trabajos
literarios
ó
políticos,
seguir á un héroe, por deprimir á un personaje. tas veces
Pero
hemos si
la
¡Cuán-
visto repetirse estos sucesos!..."
conducta política
de aquellos hombres
proclamaban
los
derechos del hombre como la base y
objeto de las instituciones sociales.
el
Haj' en las páginas
de la Constitución de Apatzingán la reverberación de un
MÉXICO A TKAVES DE LOS SIGLOS ideal de fraternidad, de justicia
y de paz, y diríase que
más
451
mitir ningún género de gobierno regtilar, en el completo
gros sino que dictaban tranquilos, en medio de la calma
desorden y anarquía en que todo estaba, y así sólo hemos podido formar algún juicio de aquella Constitución,
más profunda,
comparativamente por
sus autores no estaban sujetos á los
las instituciones
terribles peli-
de un pueblo nuevo que
abría sus brazos á los otros de la tierra impulsado por
sancionada la Constitución,
versal.
Los constituyentes de 1814 comprendieron que el
si
hombre hace dimanar sus derechos de su naturaleza
misma, y que
son esenciales á su existencia,
ellos
si
esos derechos, que en el orden fllosófico ocupan un lugar
preferente,
orden
también
debían
como
político,
ocupar
La soberanía
mera página de
la
primero
en
el
gran centro en cuyo derredor
el
giran todas las instituciones
humana.
el
dignas
de la inteligencia
y meditaciones
Después de
2.
grandes obstáculos que habían hallado
impetraban
la
los
sufragio
y
Manifestaban descon-
y exhortaban á todos á que respeta-
inenajenable é indivi-
,
público
concordia.
Volviendo ahora nuestra atención á las operaciones
en origen y fuente
tenemos que
militares,
algunos
jefes
anterior. á
pám de
emprendidos por
Alvarez en
hemos dicho, uno de
proclamaron contraria á
la
los poderes;
razón la idea de un liomhre
ó magistrado,
condenando así
el
Dejamos en
capítulo
el
don Ramón de Sesma triunfante en Silacayoa-
los ataques
nía; fijaron las atribuciones de cada
uno de
nuevos .disturbios entre
referir
independientes.
del poder que debía ejercer, por delegación, la sobera-
legislador
todos,
grandes principios fundamentales
de la nueva organización política. fianza en el acierto
los
en su camino,
indulgencia de los ciudadanos
enumeraban luego
Declararon que
y que los asociados tenían en todo tiempo la facultad de cambiar ó modificar sus instituciones políti-
nacido
brevemente
referir
unirse con los estrechos lazos de la fraternidad y de la
á todo pacto social.
el
sus compatriotas presentándoles el fruto de sus trabajos
sen la autoridad que acababa de ser constituida, y á
sible,
Erigieron
un manifiesto á
nacional, proclamada en la pri-
esa soberanía era imprescriptible
cas.
de
siguiente
día
al
dirigieron
Constitución de Apatzingán, era la
consecuencia de la consagración de los derechos naturales, preexistentes
que otras han pro-
los resultados
'.1!
Los miembros del Congreso,
de la igualdad y de la concordia uni-
sentimiento
el
ducido
de
los postreros días
coronel realista
el
Sesma era, como
julio.
tenientes de Eosains, y cum-
los
órdenes de su superior permaneció
pliendo las
en las
con tanto valor, aunque
posiciones que había defendido
derecho divino de los reyes y preparando la senda hacia ese ideal de paz, de libertad y de reivindicación de la
eficazmente secundado por
dignidad humana,
bre de don Vicente Guerrero, á quien sus merecimientos
y consignando
la república;
chos á la libertad,
los
dere-
á la igualdad, á la propiedad y á la
libre emisión del pensamiento, hubieron, sin ti'ansigir
con las creencias de todo
al frente
de su obra
mental en materias
el
la intolerancia
embargo, de
pueblo proclamando
como
principio funda-
Había crecido ya por toda
y denuedo habían elevado
al
zona del Sur
la
grado de coronel.
adivinando en este incansable jefe
Galeanas y Matamoros,
los
al
renom-
el
Morelos
digno sucesor de
había encargado la misión
le
de levantar nuevamente en armas
de
pueblos
los
la
Costa y de extender la revolución en la provincia de
^
reliíjiosas
coronel Mier y Terán.
el
El defensor más ardiente del absolutismo tributa un homenaje á la ley constitucional decretada por los hom-
Oaxaca, cuya pérdida dolía sobremanera
bres proscritos y errantes,
setiembre una línea de ochenta leguas ocupada por des-
puestas
á precio por
dice
Alamán,
del
ejecutivo,
cuyas cabezas habían sido
gobierno vireinal.
el
«Por
ella,
se conservaba la unidad nacional: la forma
compuesto de tres personas,
más conveniente para
el
país,
era acaso
según su estado, que
la
unitaria que se adoptó desde 1824, preferible, sin duda,
en otras circunstancias:
la
administración de hacienda
no habría estado sujeta
al
ha caído, y
de residencia habrían sido más
útiles
los juicios
desorden y despilfarro en que
que la responsabilidad á
que están sujetos
ministros, ilusoria mientras ejercen el espíritu de partido
cuando han caído de para
calificar el
poder,
y medio de venganza de él.
La
los
obra del
las facciones,
experiencia no pudo servir
mérito de las instituciones que preten-
dillo.
cau-
ilustre
al
Guerrero, acompañado de su asistente, atravesó en
tacamentos enemigos y llegó á Silacayoapám cumplir las
,
resuelto á
órdenes que había recibido. Su aparición fué
tan grata á los soldados como desagradable á Sesma,
quien con temible
,
el
le dio
objeto
de apartar de su lado á un rival
cincuenta hombres desarmados y le intimó
que fuese á unirse con Rosains, á quien desde luego envió aviso por medio de un emisario especial.
Guerrero, y atravesando dirigía
la línea
Marchó
enemiga de Acallan se
á su destino; pero sospechando
de Sesma,
Al
propuso examinar las comunicaciones que llevaba.
llegar al río de Tacachi encontró al enviado de Sesma,
que era un don Francisco Leal
:
cartas de aquel jefe á Eosains y
en su compañía leyó las
ambos
se
convencieron
dieron dar á la nación los legisladores de Apatzingán,
de su perfidia, pues de Guerrero se decía que no se
pues
diese
las circunstancias
plantear, ni el estado
no permitieron que se llegasen á del país
Véase
tzingán).
Ape'nrfíce,
mando ninguno y que
se le vigilase mucho,
le
y de
era tal que pudiese per'
'
se
documento núm,
13.
(Constitución de Apa-
^
Historia de México, tomo IV, Colección de documentos de
pág. 720.
p;íp;.
J.
E.
1T3, edición
de 1851.
Hernández Devales,
t.
V,
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
452
mny
Leal que era realista y
adicto á Guerrero
i.
Este,
en vista de tales tramas, se decidió á no continuar su
y acampó en el cerro de Papalotla. sin más armamento que dos escopetas y un
viaje
Allí,
sin llave para sus cincuenta hombres, permaneció
fusil
ocho días, apareciendo al cabo de este tiempo una sec-
enemiga
ción
Peña
mando
al
del
capitán
don
Este se detuvo del otro lado del
2.
no tomó
que
las precauciones
Aprovechando Guerrero
el
José río
de
la
Tacachi y
armó de garrotes á sus soldados, pasó
el
río
á nado
favorecido por las tinieblas de la noche, y arrojándose
campo enemigo, mató á
el
los
que
en las desconfianzas de éste, y para librarse de su cólera se separó de Tehuacán llevándose una gruesa partida. Arroyo, fuerte con la incorporación de Sánchez sideró entonces jefe absoluto de
No el
interinamente
mando de
del
al
la
orden
que Guerrero no obedeció,
cuestión entre aquellos jefes
la
el
lector
á
fin
Arroyo, que Rosains
toria.
Guerrero se
matlán
;
fortificó
en una altura próxima á Toco-
miga de trescientos hombres
mando de don Félix de
al
Lamadrid, quien logró sorprender
al
pueblo y á la tropa.
Guerrero, seguido de unos cuantos, se arrojó al encuentro de los
realistas,
acudieron los suyos á sostenerle
y pudo entonces rechazar á Lamadrid, obligándole á retirarse y á dejar una pieza de artillería. Aumentada su tropa con los recursos que le proporcionó este nuevo triunfo,
ocupó
el cerro del Chiquihuite,
¿ Guerrero, no sólo para los realistas de las Mixtecas,
Sesma y Eosains, que él, lo cual
se esforzaron
consiguieron fácilmente
mando de
el
de
caballería
la
mando
con insistencia;
ofreció
Sánchez y temiendo
quizás
daño diera Arroyave
su
consecuencias
las
ordenó la aprehensión de éste
al
de
los
Congreso,
la cual se efectuó á prin-
,
y en seguida se le trasladó á por delito Tehuacán, donde se le formó una sumaria de noviembre,
cipios
'^
de traición, pues se con Rayón
mando
acusaba de mantener inteligencias
le
Arroyo, Luna y otros jefes para arrebatar el
,
político
siniestro
por reconciliarse con
le
informes que en
quien de nuevo derrotó.
sino también para
recibir
y
militar á Rosains.
donde fué otra vez *la causa, terminando con
y repetidas ventajas hicieron temible
mando
el
pueblo de
al
Agriado éste con la tumultuaria separación del padre
que se efectuó
brillantes
retiró
enemigo acérrimo del inquieto y receloso Rosains.
atacado por Lamadrid con más de mil hombres, y á
Tan
se
pues este guerrillero se había convertido en
ilusorio,
pero en los momentos en que los soldados habían
bajado á proveerse de víveres, apareció una fuerza ene-
Congreso ni entregó
al
de darle cuenta del mal resultado de su comisión,
y negándose á
de su arrojada y casi increíble vic-
y no
suscitada;
Ixtapa, con el propósito de volver al lado del Congreso
seguro, como ya lo estaba, de la enemistad y. torcidas
los trofeos
orientales,
que Rosains ni se sometió
^ Este
brigadier Arroyave
intenciones de aquel funesto personaje.
Con
provincias
las
mientras que los diputados Bustamante y Crespo diri-
juicio que ordenó abrir el
la
saber
para que se encargase
brigadier Arroj'ave
al
paña, y dando parte á Rosains, á quien pidió auxilios,
reuniese,
al
Congreso las diferencias entre ese caudillo y Rayón,
nombró
habrá olvidado
le
para empujar á Rosains á
era necesario tanto
mían
más que esperanzas por respuesta y
partidas que reco-
nuevos desmanes y violencias. Se recordará que
gran número de prisioneros, muchos fusiles y parque en abundancia, abriendo con tan felices auspicios la cam-
de que se
las
se con-
,
rrían el valle de San Andrés Chalchicomula.
pudo, dispersó á otros, y al amanecer se encontró con
sin recibir
campo independiente,
el
padre Sánchez, amigo de Arroyo, quien como se
el
recordará había jurado odio eterno á Rosains, incurrió
prudencia aconsejaba.
la
descuido de sus contrarios y
resuelto á salvarse con un golpe de audacia extremada,
violentamente sobre
señal de nuevas disensiones en
pues
terror,
del
el
Duró algún tiempo
fusilamiento de Arroyave,
el
21 de diciembre de 1814 en un
Cerro
porque en
llamado
Colorado él
muerte dictadas por Rosains. El
Palma
del
sentencias
de
la
se ejecutaban las sacrificio
sitio
de Arroyave
^
acabó de echar sobre ese jefe inmenso desprestigio, y escasos adictos le siguieron en los pocos meses que
que
no merecía ser
servida por defensores de su especie.
Victoria, en la
una
causa
y generoso hijo del Sur. El segundo lo confirmó en su empleo de coronel y le designó para sus operacio-
permaneció invocando
nes militares un vasto distrito, confinante con
provincia de Veracruz, no tardó en desconocer su auto-
del noble
de antemano
al
coronel don
el
señalado
Ramón de Sesma.
ridad,
Estos sucesos, ocurridos en setiembre y octubre
de 1814, ocuparon
la
inquieta
actividad
de Rosains,
quien creía ver en todas partes rivales y enemigos que
tramaban su pérdida.
Reconciliado con Guerrero, como
acabamos de ver, regresó á Tehuacán, y su vuelta fué •
BusTAMANTK.
— Cuadio histórico, tomo
avergonzado
cubierto de crímenes
quizás ,
de obedecer á un
y don Mariano Rincón
Rosains nombró comandante de Barlovento
,
las
armas en
hombre
,
á quien
la
Costa de
fué asesinado por uno de sus mismos subal-
ternos.
El intenHente de Puebla, don José Antonio Pérez,
la
nombrado meses atrás por Rayón paia ejercer ese impor111, piíg. 265.
AInmón
pigue en esta parte á Bufitnmonte. Véase también Biografía de Guerrero. (Hombres ilustres mexicanos, lomo IV, páp. SOI). • Bustamante afirma que el número de soldados de Peña era el de setecientos; Alemán lo rebaja á cíenlo cincuenta, según informes que dice le comunicaron personas fidedignas. El autor de la Bicpra/la de Guerrero en los Hombres ilustres meiricanos, adopta la relación de Bustamante.
tante emplerf, fué á su vez aprehendido por orden de '
•
Véase capítulo anterior. Colección de documentos de
J.
E.
Hernández Dávalos,
t.
V,
póg. 756. • Este oficial fué el que sacó á doña LeonaVicario del convento de Belém en México (véase cap. VIH).
MÉXICO Á TEAVÉS^DE LOS SIGLOS Eosains
pero pudo evitar la muerte que le estaba desti-
,
nada fugándose de Tehuacán y refugiándose en Puebla presentó á la autoridad
donde se
M. de Bustamante, á quien hemos
los
Don Car-
militar.
también
visto
Rosains y que había logrado alcanzar su libertad, se atrevió á lamentar la muerte de en poder
prisionero
de
Maravatío
453
4 de noviembre, llevando dos mil hombres
el
de todas armas, entr§ los que se hallaba la sección de
Concha con este jefe á
Rayón, por su
la cabeza.
parte,
concentró bajo su mando á varios comandantes de partidistinguiéndose
das,
entre
don Benedicto López
ellos
con la gente
Arroyave y mandó celebrar misas por su alma; esto
de Zitácuaro, y Polo, Cañas, Epitacio Sánchez y Enseña que sostenían la campaña en la serra-
bastó para que fuese puesto nuevamente en prisión, de
nía
la
que logró escapar retirándose otra vez á Zacatlán,
donde fué acogido por Osorno.
En
tanto que en las Mixtecas alternaban los triunfos
de la
Rayón esperar á
No
Carbón.
del
villa
consideró conveniente
tropas reales en Cóporo y situó á
las
los
suyos en las alturas cercanas á Jungapeo
las
cuales disputó obstinadamente el paso al enemigo.
desde
^,
de Guerrero y las miserias de Eosains, combatían los
Durante varios días, del 7
independientes en otras provincias con vario suceso, pero
dieron en aquellas asperezas recios y porfiados combates,
En
12 de noviembre, se suce-
al
mayor importancia
octubre alcanzaban
siendo
de
en la de Zacatecas importante ventaja don Víctor Sosa-
rancho
de
Eosas y Matías Ortiz. Eeunidas todas sus guerrillas amenazaron el mineral de Pinos, pero antes de emprender
cerca de trescientos muertos,
siempre con valor y constancia.
les,
el
ataque marcharon
Galdámez que prendió
Ya
amagado.
frente de quinientos
al
Ciénega
de
cerca de Pinos,
lugar
se vio rodeado por las
enemigo
al
mineral, donde se hizo dueño de
rico
el
al
y después de sufrir grandes pér-
desordenadamente dejando
retiró
se
que entrase en
hombres se des-
Mata con dirección
de
partidas insurgentes,
didas,
encuentro del comandante realista
al
los
Mogotes,
los
independientes
mejores oficiales,
el
que
se
donde dejaron
libró
en
el
realistas
los
sucumbiendo del lado de soldados
veintiocho
y
de sus
tres
Vega y don Eugenio Quesada,
Polo,
joven patriota que había salido de la capital desde
el
de la revolución y que siempre, al lado de Rayón, dio repetidas muestras de bravura en los comprincipio
bates y de clemencia con los vencidos.
que
el
Al mismo tiempo
grueso de la división realista sufría este desca-
labro, la sección de
Concha, que se había apartado para
un cuantioso botín, que en gran parte fué recobrado por
recoger víveres y reses en los pueblos inmediatos, era
quien á la cabeza de una
vigorosamente atacada por don Melchor Múzquiz, jefe
el
teniente coronel Orrantia,
distinguido de
fuerte sección persiguió á su vez á los independientes.
Apám
El pueblo de
nombre, fué atacado en por todas
situado en las llanuras de su
los
primeros días de noviembre
que recorrían esa anchurosa y guarnición realista, mandada por el sar-
partidas
las
zona.
fértil
,
La
gento mayor don José Barradas,
con valor las
de la caballería insurgente, pero
furiosas acometidas fin
resistió
al
se vio obligada á encerrarse en la parroquia, fuerte
se veía forzada á abandonar su
Rayón, y
presa y á replegarse derrotada y maltrecha general.
Llano
Maravatío, infatigables
en
perdió
parte de sus tropas, y
el
al
encuentros
estos
la
cuailel
cuarta
día 13 emprendió su retirada á
no sin ser perseguido tenazmente por
«El virey,
guerrilleros.
dice
los
Alamán con
rara imparcialidad, pretendió hacer pasar la acción de
lomas
las
de
Jungapeo
de
ó
Mogotes
los
por
una
aquel distrito, coronel Jalón, dice Alamán, que había
y como tal se publicó el parte de Llano en Gaceta extraordinaria el día del santo del mismo virey por celebridad de éste, lo que no hizo más que aumentar
pasado á Huamantla por orden del general del ejército
la
en donde se sostuvo, con
edificio
lo
que
los insurgentes
incendiaron varias casas del pueblo: «el comandante de
del Sur
Moreno Daoiz, retrocedió prontamente
al socorro
compuesta de un escuadrón de dragones de San que
Luis,
Terán, con
Mariano
mandaba la
Eamírez
La pérdida
el
teniente
coronel
de los insurgentes, murió
que tenía
suyos,
de
burla que con tal ocasión hicieron con justicia los
adictos á la revolución 2."
Más afortunado
y en una escaramuza de su caba-
del pueblo atacado, llería,
victoria,
hombre
,
mando
el
este
de
sembrando
brigadier don
que dirigía sus pasos.
entre
los
de Huamantla.»
mexicano,
educado
en la
coronel Iturbide,
una importante correría en
don Eugenio
importancia
del distrito
bravo
el
el
la desolación
hizo que sus tropas las inmediaciones
En
y
los la
los
llevó
á cabo
últimos meses de 1814,
muerte por donde quiera
primeros días de noviembre
efectuasen diversos movimientos en
de Yuriria y Valle de Santiago para
disfrazar mejor su verdadero intento
,
que era
el
de sor-
carrera de las armas al lado de Matamoros y que se distinguía por su intrepidez
pletamente á los dispersarse
y
asaltantes
por las
talento,
de
desorganizó com-
Apám y
dilatadas llanuras
hubieron
de
que les servían
de cómoda y segura retirada.
En
los
primeros días de noviembre (1814)
el
virey
' Buptamante dice lo siguiente: «Rayón hizo mezclar en unas barcinas de poja cierta oebollita venenosa despedazada en partículas imperceptibles, que se equivoca mucho con la paja ocultóla que tenia en un desván de una hacienda, y como en aquellos áridos parajes no se encuentra pastura, luego que un soldado realista descubrió este forroje se tuvo por un grande hallazgo. Hubo pleitos sobre distribuirlo á los mejores caballos del general y de la oficialidad mas al siguiente dia apenas comenzó á calentar el sol cuando hé aquí los eslragos funestos del veneno, murieron muchos caballos y los mejores, accidente que puso harto mohino al enemigo.» :
;
Norte, don Ciríaco del
ordenó
al jefe
Llano
que marchase á atacar las posiciones de Cóporo
,
del
defendidas por don
ejército
del
Ramón Rayón. Movióse Llano de
(Cuadro histórico, tomo 111, póg. 120). » Historia de México, tomo IV, póg.
201, edición
de 1851.
MÉXICO Á TBAyÉS DE LOS SIGLOS
454 prender en Puruándiro
una fuerza considerable.
con
situado
guerrillero
al
que consideró oportuno, ordenó
Villalongín
En
al teniente
el
,
allí
momento
coronel Cas-
lamentar ni un herido,
había logrado matar en cam-
él
paña á ciento cuarenta y las
y pasado por
seis insurgentes
armas á ochenta y uno.
El activo Iturbide, obrando
tañón que con una sección de caballería saliese de 1^
luego en combinación con las tropas de Nueva Galicia al
hacienda de Pantoja y marchara rápidamente en dirección
mando de Negrete, que acababa de
á Puruándiro. Hízolo así este último jefe, y á las dos de
brigadier, atacó el 10 de diciembre á varios jefes insur-
la
mañana
del
2
de noviembre caía sobre
entre ellos el célebre Villalongín
,
alcanzado
dar cuenta
'
,
que había
maro; dispersólos, y en el
la
12 del mismo mes.
al virey de este hecho de armas y de otros menor importancia que sus tropas acababan
oficial
de esta acción
empleo de mariscal de campo.
de obtener en
el
Bojio,
le
decía que sin
tener que
grado de
persecución fué aprehendido
padre Sáenz, que murió pasado por las armas en Cona-
lejo el
Ituibide,
el
gentes del Bajío acampados en la hacienda de Cuéra-
al
el
triunfos de
población
independientes y haciéndoles muchos
sorprendiendo á los
muertos
la
recibir
la
Iturbide lamentó en el parte
necesidad en que se vio de dar
muerte á un eclesiástico, y cuatro días más tarde infor-
maba
al
gobierno vireinal, desde la hacienda de Bara-
Vista de Chihuahua
jas ^, que el fruto de sus recientes correrías y las de su
segundo,
el
teniente coronel
muerte ó hacer prisioneros
,
Orrantia,
«había sido dar
en menos de dos meses
,
á
cerca de novecientos hombres, entre ellos diez y nueve jefes,
coger ciento noventa y cinco armas de fuego, y caballos y muías, sin más pérdida
más de novecientos
por su parte que tres hombres muertos y catorce heridos ligeramente."
También
el
comandante de
Toluca don
de insurrección en los remotos confines de
las
Provincias
internas, quietas en su humillante servidumbre desde la
muerte de
José
Félix
los
primeros caudillos de la revolución.
Trespalacios
habían formado en Chihuahua un plan de levantamiento
y se proponían invitar á mexicanos y españoles para que unidos llevasen á cabo la independencia. Una de las personas á quienes se dirigieron con ese
fin
fué el cubano
Nicolás Gutiérrez participaba al virey que en la primera
don José María Arrieta, quien después de servir
quincena de diciembre había aprehendido y fusilado en
de Hidalgo con
aquellos contornos á muchos oficiales de las tropas inde-
y vivía
pendientes
Alamán,
A
^.
punto estuvo de encenderse nuevamente la guerra
Capitulo XVI, lib. I, pñp. 265. » Parte de llurbide fechado el 12 de diciembre (1814) y publicado en la Gaceta de 12 de enero de 1815. ' Gaceta correspondiente al 17 de diciembre de 1814. '
Don
y don Juan Pablo Caballero
el
pacíficamente
denunció
al
en
Chihuahua.
Arrieta,
motivos de particular gratitud que le
lado
según
comandante militar realista
proyectos de Trespalacios y Caballero, no
favores que
al
empleo de coronel, se había indultado
habían prodigado.
noviembre, los dos conjurados, á
la
obstante los
debía á
En
la
los
éstos por
noche del 4 de
cabeza- de algunos
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS individuos, trataron de apoderarse de las armas deposi-
tadas en el cuartel, pero la autoridad militar, prevenida
de
antemano por Arrieta,
momentos
después
de
adoptó
sometidos á juicio todos los conjurados. jefes, Trespalacios
que
y habiéndose publicado
allí
bando sólo se había dicho que estaba desti-
el
las
aquellos
giros en que
mucho tiempo,
concedido por Fer-
indulto
el
de ropa y otros efectos resistió recibir esta moneda,
cio
porque en
nada á
«Conducidos desde luego á
San Luis, dice Alamán, se detuvieron
prest de la tropa de la guarnición. El comer-
el
y
presos
Caballero, fueron condenados á diez
y
años de presidio en Ceuta.
mismo
Sus principales
estaban
intentona
la
medidas
tales
lo
455
pulperías,
representó
.
en
mismos efectos que tan desastrosos han hecha
mas
virey dispuso, en virtud de sus facultades,
el
embarcase para España á disposición del rey.
les
Trespalacios
atacado del vómito en la Habana
fué
y
una
entonces
experimentándose
proporción,
de Braganza, se les aplicó por consulta del auditor Bata-
que se
que
y como desde el principio una baja de 20 á 25 por 100 respecto á
sufrir
nando VII, con motivo de su casamiento con doña Isabel
11er,
lo
en los mercados todos los víveres subieron de
la plata ,
precio
sobre
Consulado,
el
comenzó á
y otras tiendas de
tocinerías
corrían los flacos,
los
después de
sido
independencia, cuando se puso en circulación
la
cantidad
moneda de
de
exorbitante
aumentada todavía más por
El virey, para sostener
se fabricaba.
este
metal,
la falsa que en todas partes
crédito
el
de la
habiéndosele dejado en el hospital, tuvo ocasión de huir
que había mandado acuñar, publicó un bando eu 20 de
á Nueva Orleans, y Caballero
diciembre,
fué
á España
llevado
según su condena, hasta que por otro
nuevo y más
amplio indulto, pudo volver á su patria."
determinando
modo en que
el
de hacer las ventas por menor y
el
que se podía entregar en todas
denunciante, fué desterrado de las Provincias internas
cuantía, bajo de graves multas
en premio de su
Arrieta,
los
realistas fué
suceso importante de la guerra en 1814.
que por ese puerto recibiesen
los
último
el
Temía
virey
el
independientes armas y
recurso
exiguo
asaz
gobierno,
y
aumentó
viduo
la
y otras penas
llegada
allí
aventurero
del
para
exigencias
las
los
disfrutaba.
Creían de este modo
á ofrecer que
por
hubiese de pagar. Mandóse que en
,
gobierno de aquella poderosa República.
tras orden recibió
del virey el
comandante de
Orden
la Costa
diarias
una
dei
contribución
sueldos y rentas de que cada indi-
Humbert, en quien creyeron ver, tanto Calleja como los jefes más conspicuos de la revolución un agente enviado el
según su
i."
directa sobre las utilidades de todo capital é industria,
y también sobre
aprensión
las exhibiciones,
hubo de decretar
éste
municiones de los Estados Unidos de América, y más su
habían
Pero la creación de la moneda de cobre fué un
vil delación.
La toma de Nautla por
se
la proporción de cobre
consejeros
Calleja
y sus
henchir las arcas del erario, y aun se llegó esta contribución sería la única el
que se
término de un mes
presentasen todos una manifestación de
que cada uno
lo
de Barlovento, don Manuel González de la Vega, para
poseía, y se erigió una junta especial que debía entender
que se apoderase de aquel puerto, combinando sus movi-
en
mientos con los jefes realistas de la Huasteca.
ciones,
por éstos y por el gobernador de Veracruz zález de la Vega, pasada la estación
pudo Gon-
,
^e
acometer
Auxiliado
las
lluvias,
el
arreglo sin
verdad, de acuerdo con bierno aprobó,
guarnición
el
respetable.
Fortificáronse,
en
cambio,
los
cambio,
zaron
muy
poco provecho.
Si frecuentes eran
el 6
el
abandonar
por 100
al
Consulado propuso, y tal
zados por las armas del rey,
la
alcan-
los triunfos
escasez de recursos
go-
y aumentar, en
arbitrio
derecho de alcabala para todo
Volvióse á poco á la contribución directa, y aunque
en
el
bando de 14 de octubre se establecía un nuevo
sistema de hacerla efectiva, y se daba á
en esta época
el
comercio interior del vireinato.
independientes en Boquilla de Piedras, deseando conservar sus comunicaciones marítimas, de las que alcan-
Las manifesta-
ganancias, y siendo imposible á la junta averiguar la
puerto por tierra y por la barra, y en los últimos días de diciembre se hizo dueño de él y dejó una al
del impuesto.
y exacción
embargo, presentaron pérdidas en vez de
des para
fijar las
la
junta faculta-
cuotas sin atender á las manifestaciones
de los contribuyentes
hubo de suspenderse en breve por
,
pecuniarios en que se hallaba el gobierno vireinal empa-
haber hallado dificultades y embarazos invencibles en su
ñaba
ejecución.
la satisfacción
que aquéllos
á dictar disposiciones
le ofrecían
y
lo
impelía
suaves otras, pero todas desacertadas, para cubrir los
Forzoso fué recurrir á nuevas gabelas y por bando de 15 de noviembre mandó Calleja que el gravamen
enormes gastos de
de
la
y
providencias,
guerra.
entonces se hizo uso,
si
Uno
tiránicas
unas,
de los medios de que
bien tendía á corregir el abuso
de los comerciantes en pequeño que circulaban en
el
mer-
'^
10 por
100
sobre las
conventos de religiosos
de los establecimientos
dice
Alamán, que en
los
los sueldos de todos los
el
23 de agosto.
«Así fué,
contribución
empleados y ministros reales de
se pagaron con
fueron
y lo hizo extensivo á los de ambos sexos, con excepción de caridad.
nombrados
en
Para exigir esta la
capital
ciento
primeros días de setiembre, '
'
la capital
establecido
subsistiese durante la guerra,
acuñación de trescientos mil pesos en cobre, en virtud
bando vireinal fechado
urbanas,
primeramente por solo un año y ampliado luego á dos,
cado monedas convencionales por ellos emitidas, fué la
del
fincas
una tercera parte en cobre, y
Historia de Mémico, tomo IV, pígs. 211 y 212, edición de 1851. Colección de documentos de J. E. Hernández Dúvolos, t. V,
pág. 744.
,
456
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
noventa y dos comisionados
mente este penoso provincia
y de partido
respectivamente
por 100 de
,
,
servicio,
que debían hacer gratuita-
de solemne fiesta religiosa, y la hizo con tan espléndida
y á los administradores de
pompa que Alamán, después de referir entusiasmado los más nimios detalles de la función, declara que «sería
concedía por honorario,
se les
uno y medio
el
que recaudasen.
lo
y
y medio
dos
el
Este nuevo aibitiio no
imposible repetirla con igual grandiosidad
bastó por lo pronto á cubrir las urgentes necesidades del
con la vulgar verbosidad que
gobierno, y Calleja pidió al Consulado un préstamo de
y calidades de Fernando.
medio millón de pesos,, declarando que
llamó á la Constitución libro sagrado,
aquella
suma
recogería
él
mismo
dinero,
el
cuya amenaza
con
aprontó trescientos mil pesos
Más dura que
no se
le
daba
cuotas al comercio y
las
fijaría
si
el
Consulado
'.
comercio y de los
del
El arzo-
distinguía, las virtudes
lo
Beristain, que dos años antes fué
director
el
de estos festejos que se quiso conmemorar con medallas alusivas é inscripciones encomiásticas. las demostraciones
la situación
^n
bispo Bergosa subió al pulpito y elogió durante una hora,
las
del
de Minería,
tribunal
Siguieron á poco
que tenía preparadas
el
universidad,
gobierno,
y
colegio
de
propietarios de fincas urbanas era la de los agricultores
abogados, protomedicato, colegio de Santos y caballeros
y habitantes de los campos , que además de las contribu-
de
ciones
que pagaban
gobierno se veían obligados á
al
satisfacer los impuestos
exigidos por los independientes,
quienes amenazaban con
el
la
orden de Carlos III, pero ninguna, según
cabildo eclesiástico.
Para que fuese completa
incendio de los campos, gra-
de las cosas
la retrocesión
neros y oficinas la folta de acatamiento á sus órdenes. El
é
pulque que producen
en 1808, según los deseos expresados por
los llanos
de
Apám
estaba gravado
el sentir
de testigos presenciales, fué tan suntuosa como la del
instituciones
políticas
al
punto en que se hallaban rey en
el
por estos últimos con un fuerte impuesto que les daba un
documento solemne
recurso considerable,
consejeros emprendida, apenas restablecido el primero en
y
el
gobierno, á su vez, cobraba
y conforme á la obra por
'^,
él
y sus
alcabala á esta bebida, de gran consumo en las ciudades
el trono,
de Puebla y México y en
México, elegido en virtud de las prescripciones constitu-
los
pueblos de aquella comarca.
faltaba que desapareciese el
ayuntamiento de
La
miseria pública era intensa en los centros poblados y en los campos, las propiedades bajaron considerablemente
cionales
de valor y muchas familias de españoles, esquivando las
real expedido en julio
consecuencias de una guerra que parecía prolongarse por
los
muchos años aún, dejaron el país, marchando á Veracruz en varios convoyes que salieron de la capital en los últimos meses de 1814.
vino al de México, que debía disolverse inmediatamente.
Formaron
irritante contraste con tanta desolación
y
y que Calleja había respetado hasta entonces^ Pero llegó á manos de este alto funcionario el decreto
Ese mismo día fué reinstalada sólo cinco regidores
el
gobierno
para celebrar la restitución de Fer-
nando Vir á su trono, pues desde agosto, como dijimos de este capítulo, se aplazaron para después
al piincipio
El día anterior
antigua corporación con
ella
habían quedado y los
un
bando
de
Calleja anunció el
como se
de todo
hallaba el 1." (ft
mayo de 1808, reponiéndose en conse-
el
orden judicial
tal
cuencia las audiencias de México y Guadalajara con todas las atribuciones
abundantísimas. Calleja, que recibió á fines de noviembre
en aquella época.
su ascenso á teniente general de los ejér-
la
16 de diciembre pre-
restablecimiento
de la estación de las lluvias, que fueron en aquel año
la noticia de
que de
el
dos alcaldes de la que acababa de ser suprimida.
tan extrema miseria los espléndidos festejos dispuestos
por
de aquel año mandando reponer
ayuntamientos perpetuos, y
y preeminencias que
les
correspondían
Volvieron los ministros de esos tribu-
nales al goce de los privilegios
comisiones y gajes que
,
nombró con anticipación una junta com-
antes tuvieron, y entraron de nuevo en ejercicio de sus
puesta del intendente Jlazo, del conde de Bassoco y del
funciones todos los tribunales y juzgados especiales que
citos españoles
síndico
,
Márquez para que
le
propusiesen
lo
que se había
la
Constitución había suprimido
;
siguiéronse otra vez los
de hacer, los cuales formaron su programa consistiendo en
viejos
funciones de iglesia, costeadas por las diversas corpora-
de letras y todas las reformas é innovaciones introdu-
ciones,
cidas por las Cortes
iluminaciones,
Adelantóse brar
el
serenatas
y
de
corridas
toros.
Consulado, cuyos miembros hicieron cele-
una solemne misa en San Francisco
noviembre, «pero aunque munificencia posible,
dice
la función
un
el
13
se notó que
había sido escasa la concurrencia de los comerciantes
europeos, en su mayor parte adictos á la Constitución."
El cabildo eclesiástico de México, movido por arzobispo Bergosa y
el
Constitución. '
AlauXn.
el
deán Beristain, desplegó gran
fausto para celebrar la vuelta del rey
Escogió para
ello el
y
la
caída de la
8 de diciembre, día
— Historia de México, tomo IV, pág. 215.
tribunales;
quedaron abolidos
en
la
los
juzgados
ley para el arreglo de los
resucitaron los corregimientos y subdelega-
de
fuese con toda la
historiador,
procedimientos;
' Véose en la Historia de México de esle autor, tomo IV, paginas 156 y 157, la minuciosa relación de esta fiesta. Bustamante en su Cuadro histórico, tomo 111, pág. 104, dice ú propósito de esta solemnidad: «El deán Beristain, cuyo cráneo debiera analizar el doctor Gall para descubrir en él el órgano de la más vil adulación, gusló (según entiendo) más de veinte mil pesos en efta función y aleijtó á otras corporaciones á que hicieran lo mism ... Acuñáronse medallas de todos metales, en cuyo anverso se presentaba á Fernando Vil sentado en el solio empuñando el cetro, la perfidia á sus pits, y este lema: Ferdinando, óptimo regi, solio restituía, rapitulum Ecclesice mewicana. Beristain fué el primero que la trajo al cuello en señal de su esclavitud, 6s( como los niños romanos la bulla ¿ especie de anillo en forma de corazón, en señal de su libertad...» « Heal decreto de i de mayo de 1814 expedido en Valencia.
á
MÉXICO A TBAVE8 DB LOS SIGLOS dones,
como
así
nada quedase dice
las reptíblicas de indios,
sin reponer
«y para que
antiguo orden de cosas,
del
Alamán, autor nada sospechoso en materia de adhe-
457
días antes de que llegase á México la noticia del regreso
á España del monarca, y
el edificio
se había destinado á
cuartel de un batallón de patriotas.
Después del resta-
sión al absolutismo, aun de lo que podía haber en él de
blecimiento del Tribunal le fué devuelto, y también se le
más
pena capital
entregaron los bienes que no estaban enajenados aún.
habiendo sido condenados á
odioso,
dos reos por homicidio,
que fueron
la
ejecutados en los
El inquisidor Flores publicó un edicto, conminando con
días 22
y 24 de noviembre, se volvió á usar de la horca, castigo cruel, especialmente en el modo practicado en
excomunión mayor y penas corporales á los desobedientes, por el que mandaba que se denunciasen á sí mismos
México, que había sido suprimido por las Cortes, y también volvieron á usarse los azotes en la picota y en
ó á los otros los que hubieran vertido especies contra-
burro, con los reos que fueron condenados á sufrirlos.»
decirlas.
Reapareció, por último, instalarse
la
30 de diciembre como
el
quisiese legar
volviendo á
Inquisición,
á su sucesor en
el
si
el
año de 1814
orden de los tiempos
Y
todo viejo régimen restaurado y completo. los antiguos
México
el
miembros de aquel tribunal
inquisidor
fiscal,
sólo
don Manuel
como de
quedaba en
Flores,
éste
rias
á la religión
ó
al
Santo Oficio,
ó
hubiesen oído
Algún tiempo después otro edicto del mismo
inquisidor dio facultad á los confesores para absolver á
todos los que se denunciasen á
de toda pena temporal.
sí
mismos, dispensándoles
Así, bien pudo Calleja decir.
su soberano que al terminar este año, la administración
Nueva España hallábanse mismo ser y estado que en 1808; pero no podía
pública y las instituciones de
en
el
congregó en su casa á todos los ministros y dependientes
asegurarle de la fidelidad de sus antiguos subditos, cuya
que antes
gran mayoría luchaba indomable por sacudir
lo
formaron, y nombró
del oratorio de
fiscal
interino al padre
San Felipe, dou José Tirado.
Los mue-
bles habían sido vendidos en pública almoneda algunos
T. .11.-58.
ción
española
desde
setiembre de 1810.
la
la
hermosa alborada del
domina16
de
—
CAPÍTULO
XIII
la sociedad derivados de la prolongación de la guerra. — Aspecto sombrío de la revolución al empezar el año — Pintura que hace de la situación de Nueva España el consejero Bodega y Molinedo en su representación al gobierno de la metrópoli. — Don Ignacio López Rayón asume el mando en las posiciones fortificadas de Cóporo. — Disposiciones del virey para emprender el sitio de Cóporo. — Fórmase una fuerte división realista. — Llano es nombrado general en jefe de la expedición. — Sale ésta de Acámbaro el 16 de enero. — Su marcha por Tuxpam y Jungapeo. — Llega frente á las posiciones ¡de los insurgentes el 30 de enero. — Descripción del cerro de Cóporo. — Primeras operaciones de Llalio. — Junta de guerra convocada por este brigadier. Opinión del segundo en jefe Iturbide. — Tentativas infructuosas de los realistas para apoderarse de las fortificaciones. — Resuelve Llano el asalto y nombra á Iturbide para que lo efectúe. — Emprende Iturbide el asalto y es rechazado con pérdidas considerables sitio y se retira á Maravatio. — Comunica al virey su resolución. (4 de marzo). — Absurda proclama de Llano. — Levanta éste
Temores y desconfianzas de de 1815.
el
—
—
Varias disposiciones de éste después de la retirada de Llano. Resultados inmediatos de este descalabro. Dura respuesta de Calleja. Muévese Rosains de Tehuacán á San Andrés. Acción de Soltepec (22 de enero de 1815). — Retirase Rosains é Tehuacán. Sorprenden los realistas un destacamento en San Andrés. Ordena Rosains á Velasco que incendie esta población. — Excesos que Nueves crueldades de Rosains. — Sesma en la Mixteca y Victoria en la provincia de Veracruz cometen los soldados de Velasco.
—
—
—
—
desconocen su autoridad.
— Hostiliza Victoria
los
convoyes
realistas.
— Fortifícase
en
Puente del Rey. —Ataques infructuosos
el
diri-
— Convoyes cuBlodiados por este jefe (marzo y abril de 1815). — Situación difícil del comercio con motivo de la lenta y peligrosa marcha de los convoyes. — Prisión y destierro de don José María Fagoaga ordenados por Calleja. — Nuevas prisiones — Osorno en los Llanos de Apám. — Es proclamado por los suyos teniente general. — Indisciplina de sus tropas. — Exacciones de Osorno. — Barradas es nombrado por Calleja comandante militar de Apám. — Su derrota en Tortolitas 12 de abril. — Vuelve Barradas con considerables refuerzos y entra en Apám — El teniente coronel realista Terán se apodera sin combate de Zacatlún (26 de abril). — El coronel Ayala sustituye é Barradas en mando militar de los iZanos de Apám. — Triunfos de Guerrero en la Mixteca baja y Sur, durante el primer tercio de 1815. — El canónigo don Pedro Fonte es nombrado [arzobispo de México. — Bergosa y Jordán recibe orden de retirarse á su antigua iglesia de Oaxaca. — Don Manuel Abad y Queipo, obispo electo de Michoacán, es llamado á España. — Verdadero motivo de esta providencia. — Informe dirigido por Abad y Queipo al rey antes de embarcarse para la península. — Sus acusaciones contra Calleja y Lardizábal. — Propone en su informe varias providencias para dar fin á la
gidos á esta posición por
el
coronel realista Águila.
el
el
el
insurrección
Nada
—
Regocijo de los independientes
se veía,
principiar el
al
al
saber
la
partida de
año de 1815, que
presentara señales ni diera esperanzas de que pudiese
menguar
ni
menos terminarse
la
desatada tormenta que
más de cuatro años, sobre
rugía, hacía ya
el
reino de
Nueva España. Todo anunciaba, por el contrario, que iba á hacerse más y más violenta. Calleja, en los últimos días del año anterior,
había decretado
la
confiscación de los
familias,
huyendo
de las calamidades de la guerra, habían abandonado
marchando á
la península
el
con los restos de sus opu-
lentas fortunas.
Las que siguieron viviendo en
veían
menoscabo de sus propiedades, ya por
el
rápido
la colonia
excesos de las guerrillas, ora por las exigencias del
los
fisco,
más apremiantes cada
las poblaciones de
vez.
Cundía
primero y segundo orden
la miseria ,
y
ella
en
empu-
jaba á la clase pobre á tomar partido por la independencia. '
oián,
La
vuelta
del
absolutismo
había
dividido
al
Véase bando de Calleja de 9 de diciembre de 1814 en la Colecde documentos de J. É. liernéndez Dúvaloe, tomo V, púg. 753.
en otro
dominación vireinal,
la
y
se
tiempo
los
ardientes
primeros
apartaban
de
en la
comer-
sostenedores
auxiliar
acción
al
oficial
estre-
de la
gobierno
como
si
quisiesen dejarla entregada al único sostén de las armas,
ya que
dos.
país
.
ciantes,
de pena tan trascendental y dura á los comandantes mili-
Gran número de
y desde
tan compacto,
pitosa caída de la Constitución notábase que los
de
i.
Espaiía.
partido español, antes
bienes de los insurgentes erigiendo en jueces y ejecutores
tares de los distritos
^
Abad y Queipo para
los
la fuerza sola
había intervenido en
la
destrucción
derechos y libertades en la Constitución proclamaSólo
había manifestado sin embozo su
el alto clero
adhesión ilimitada al rey absoluto y su odio á la independencia; y una y otro se revelaron asaz claramente
en del
las suntuosas
monarca
al
con que solemnizaron la vuelta
fiestas
trono,
en que á la par de las gracias
rendidas á Dios por la
Deseado, repetían
restauración
los ecos
de
Fernando
de las catedrales
el
el
anatema
lanzado contra los defensores de la emancipación política
de México.
Estos no oponían ya, y hacía tiempo que vireinal lo observaba sin
el
gobierno
querer explicarse la verdadera
causa de tan porfiada resistencia, aquellas imponentes
masas que siguieron á
los
primeros caudillos en Gruana-r
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
4(i0
Acúleo y Calderón pero sumadas las muchas partidas que sostenían la guerra en la parte más
en los tiempos sucesivos: según se fué prolongando
importante y poblada del vireinato, pudiera decirse que sobrepujaba el número de los hombres de armas que las
mal, se aumentaron también y se malignaron los síntomas. Los varios acontecimientos de la lucha ensangren-
componían
taron prodigiosamente
juato, las Cruces
,
;
de los mal apercibidos guerreros que se
al
alzaron á la voz del Padre de la Patria al principio
Ya
de la revolución.
misma naturaleza
fuese por la
levantamiento, que hallaba
eco y simpatías
del
en todo
el
ámbito del país, ya porque la experiencia había enseñado á sus caudillos
más la
qiie los
grandes ejércitos eran destruidos
fácilmente, lo cierto es que en la segunda época de
siguiente
pasiones,
el
por
éstas
Pero desgraciadamente no ha sido
«
:
odio
mente
la
"Era, pues,
que
circunstancias,
debilitarse,
á
ofreciendo así ocasión para ser vencidos con
frecuencia.
Este nuevo sistema que salvó á la revolución de
denunciado
el
de
que resultó
y ame-
forman esencial-
que ofrecen y describen estas melancólicas
ella, el
y
de ser mejor que
lejos
el
de los años
empeorado extraordinariamente; porque
anteriores, había
al
mismo gobierno de Estado
de
metrópoli por un
la
habiendo
que
salido
de
Nueva
cada día más terreno;
perdió
favor la buena causa
;
de conocer que
mente destruida
;
podía ser fácil-
pero hoy su misma división lo dificulta.
los insurgentes
presentaban
cuerpo confiados
el
en su número, y ahora sólo se aprovechan de nes en que tienen segura
la
aunque pequeñas, que por desprecio se llaman de
saltea-
dores y bandidos, han sido bastantes para acabar con el
comercio, la industria y la agricultura, y también
mucha gente
:
forman entre
sí
un cuerpo
con uniformidad de principios y felices
fines
,
solo
sensatos, quienes al
con
y proceden
y por muchas y
que sean nuestras acciones militares,
éxito,
feliz
Este era
si el
y llegó
caso
el
no se mudaba de dictamen de
mismo tiempo que lloraban
los
deso-
la
lloraban la desgracia de que no se atinara con el
remedio, ó á decirlo mejor, que se tuviera por remedio lo
que aumentaba
la
enfermedad.»
Abrióse la campaña de 181.5 con la expedición contra
las ocasio-
Esas partidas,
victoria.
un
mal era incurable,
el
lación,
,
ministro Lardizábal,
público;
se fueron consiguientemente debi-
litando las esperanzas de
representación
al
faltó el espíritu
desaparecieron las más visibles ventajas que tenía á su
sistema y de conducta.
muy
falta
Nueva España, cuando yo
estado de
España en 1814 podía dar testimonio de los sucesos ': u Cuando andaba reunida la fuerza enemiga decía en su
Entonces
decir
y
desde que empezó á interesarse la opinión general se
morir en su cuna, y que prolongándola, hizo que venciera al fin, después de larga y cruenta contienda, era
consejero
de
otras
guerra con que se destruyen.
salí
y por consiguiente
imprudencia
cuyas respectivas opiniones
ricanos),
el
rencor, y animadas y encendidas
dividido el reino en dos partidos (entre europeos
constante, activísima, forzando á los cuerpos realistas
perseguían á dividirse,
el
de unos y otros, se puede
política
guerra las pequeñas reuniones armadas la sostuvieron
las
y
carácter y produjeron
su
inconsideración,
la
mismo
lo
las posiciones
don
de Cóporo, fortificadas por
Ramón Rayón,
quien
al
llegar
su
el
incansable
hermano don
mando y fué el primero en obedecer sus órdenes como emanadas de un Ignacio, fugitivo de Zacatlán, le cedió el
La
de mayor
edad y graduación. Mogotes, cuyo relato hemos hecho en
jefe
acción de los
el capítulo anterior,
revoltosos no disminuyen ni el estado del reino se mejora.
y que de tan fatales resultados fué para Llano, forzó al gobierno vireinal á disponer una formal expedición contra
Los caminos se mantienen enteramente cerrados, excepto
Cóporo, tanto para lavar la vergüenza de
aquellos en que los
derrota como para destruir un centro de resistencia que
aduanas en seis
los
insurgentes tienen establecidas sus
y la comunicación y el tráfico se abren de seis meses á costa de inmensos convoyes y numerosas ,
se sostenía
amenazador en
el
territorio
la
reciente
de Michoacán, la
revo-
el éxito del
golpe
donde tantos defensores armados tuvo siempre
en que se pierden siempre muchos hombres y grandes intereses. Ha disminuido notablemente la acu-
lución.
ñación de la moneda y los gastos ordinarios del gobierna
inmediatamente á Llano, ordenó que se uniesen á
no se pueden cubrir sino á costa de forzados préstamos
las
escoltas,
y gravosas contribuciones sistencia precaria el
y poco
,
resultando de aquí una sub-
duradera.
Finalmente,
si
en
que meditaba no
contener el monstruoso torrente que
amenazaba una ruina súbita y general
,
hasta
el
punto
ei'an
bastantes las fuerzas que obedecían ellas
que operaban en la provincia de Guanajuato á las
órdenes de Iturbide,
quien fué nombrado segundo en
jefe de la división expedicionaria.
primer año de la revolución pudo un ejército de cinco
ó seis mil hombres
Considerando Calleja que para
Las tropas quinientos
realistas,
hombres,
número de cuatro mil
en
Acámbaro
de
salieron
enero (1815) dirigiéndose hacia
el
Sur,
y
el
16
de
al llegar á
desvió Iturbide con setecientos hombres al
de verificarse la prisión de casi todos los cabecillas de
Tuxpam
aquel tiempo, ya en los siguientes no se ha podido hacer
rumbo de Angangueo y Zitácuaro, para perseguir á don Francisco Rayón que se decía hallarse en esos contornos.
tanto con una fuerza incomparablemente
Y cipio
después de afirmar que
la
más poderosa.»
revolución en su prin-
no tuvo á su favor la opinión general, decía
Representación del coiifejero de Estado don Manuel de Bodega y Molinero, lechada en Madrid el 27 de octubre de 1814. '
lo
No
se
y desi)ués de haber fusiAngangueo, sospechosos de lado á cuatro vecinos de lo
encontró
el jefe realista,
mantener inteligencias con
los
insurgentes,
volvióse á
la
unir con Llano en
Tuxpam.
Toda
la
división prosiguió
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS SU marcha llegando á Jungapeo
el
El general
26.
día
español ocupóse inmediatamente en componer
que de ese lugar conduce á allanar el paso de
alturas de Cóporo para
las
y
artillería,
la
camino
el
el
30 se hallaba con
todas sus fuerzas frente á las posiciones de Rayón.
El altura,
escarpado
y de bastante estaba defendido en su lado más accesible por Cóporo,
de
cerro
cuatro baluartes bien construidos,
baterías en los
tres
izquierdo del frente fortificado una
maban
sobre
fcidre
trabajado
infatigable
En
Ramón Rayón. corre
al
Desde de
pié
la
con
y
celo
su
siempre
de
don
montaña,
ascendía
por
el
flanco
mayor alcance
su
y en
artillería
el
llegaba
á
quince
entre los que se distinguía
que
los
llamaron
españoles
Barrendero á causa de sus desastrosos
efectos
^;
cercanías asomaban algunas guerrillas, con el
las
manifiesto propósito de hostilizar á los sitiadores.
Llano estableció una batería á
arroyo llamado de Cóporo, que
el
Su
asaltantes.
los
cañones de todos calibres,
anchura y una estacada de árboles de espino á distancia de veinte metros del foso.
independiente setecientos hombres,
la guarnición
de los que cuatrocientos estaban armados de fusiles, y los demás eran indios destinados á rodar gruesas piedras
intermedios formadas de sacos á tierra, un foso de gran
obras había
vereda poco usada
y de muy áspera subida, siendo enteramente inaccesible lo demás de la circunferencia de aquella montaña. For-
por
todas estas
461
baluartes de Cóporo,
y
el
tiro
de cañón de los
de febrero mandó romper
2
Cerro fortificado de Cóporo
vivísimo fuego que se sostuvo durante tres días, siendo
por las piezas de Rayón
correspondido
pérdidas considerables en las
tiempo
abrían
éstos
filas
camino
un
que
realistas.
cubierto
causaron
Al mismo
y
dirigían
algunos reconocimientos, en que se hicieron prisioneros
de una y otra parte, que todos fueron pasados por las armas. El día
presentaba
5,
la
convencido Llano de las dificultades que
formidable
posición
que
tenía
delante,
tades que se oponían al ataque la
numerosa
artillería contraría,
defendía á los baluartes eran
,
:
lo
inaccesible del cerro,
y
el foso
profundo que
en su concepto, formida-
y para vencerlos sería preciso sacrificar de soldados. Creía conveniente que se
bles obstáculos,
gran número
dejasen mil hombres en el campo para sostener y conti-
nuar los trabajos del saliesen
en
dos
y que
sitio,
secciones
á
el
resto de las tropas
recorrer
los
lugares
de
convocó en consejo de guerra á los principales jefes de
Laureles, Tlalpujahua, Maravatío, Zitácuaro, Angangueo,
su división.
Tuxpam y
Concurrieron á esta junta su segundo Iturbide, los
el
teniente
coronel
de igual graduación
el
coronel
de artillería Gordoncillo,
Claverino,
Monsalve,
Corral,
Calderón y Concha; los sargentos mayores don Pío María
Ruiz y don Juan Miñón
,
y
el
capitán don Pedro Dupont.
el país,
tiados, abastecerse
ella
el asalto
opinaron todos, inmediato;
el
con excepción de Iturbide, por
segundo en jefe expuso por escrito
su parecer y enumeró todas las circunstancias y dificul-
con
lo
que
se
lograría
vivir
que apoyaban á
sobre los
si-
de víveres y mantener abiertas las
comunicaciones con Guanajuato, Valladolid
,
Querétaro y
México, pudiendo en caso necesario auxiliar á
la
capital
BusTAMANTE. — Cuadio kisíóiico, tomo III, pí'ig. 123. — Ala-; man, fundándope en la afirmación de Iturbide en la junta de guerra convocada por Llano, dice que los independientes tenían en Cóporo treinta y cuatro cañones; Bust'amante asienta que no eran más de '
En
otros,
destrozar las partidas
quince.
»
462
SrÉXICO 1 TEA VÉS
misma,
sin
de apercibirse
perjuicio
quedasen frente á Cóporo. venía en que
Pero
asalto
al
los
que
mismo tiempo con-
al
reputación de las armas del rey estaba
la
comprometida en una empresa que no podía aplazarse sin desdoro, y terminaba diciendo que si el consejo se resolvía por el ataque á viva fuerza él
mismo
á la cabeza de las columnas que marchasen
Acabó
se pondría
al asalto
sen grandes trabajos de zapa para aproximarse con
el
menor daño
se
posible á las líneas fortificadas,
empleasen todos
tales obras é intentonas no dieron
rable,
y Llano hubo de
confió
á Iturbide por orden que
marzo, y en que
le
y que
medios para incendiar éstas; pero
los
ningún resultado favo-
resolverse á dar
ella le encarecía la
le
el asalto,
que
las
armas reales con-
con su triunfo á la conservación de la reli-
tribuirían
de la paz y de los derechos del soberano Grande satisfacción produjo en el ambicioso Iturbide
gión,
distinción que acababa de recibir
y
que feliz
le
'
No
atención por
ataque, lo que no sucedería
á
luz
la
.
estaban desapercibidos por cierto los vigilantes
Rayones, pues desde sus reductos observaron extraordi-
campo
el
realista,
que
lo
que se preparaban á atacar ó á retirarse.
muy
que enviaron cautelosamente hasta avanzadas
ambos
contrarías
regresaron
jefes habían visto
les indicó
Los espías de
cerca
confirmando
lo
las
que
ya con ayuda de sus anteojos
de campaña, y en consecuencia redoblaron sus precauciones para el caso de que se dispusiese un asalto.
A
hora fijada por Iturbide (cuatro de la mañana
la
del
4 de marzo) pusiéronse en movimiento sus colum-
nas
2,
no permitiendo
vereda más
lo
pendiente y estrecho de la
La primera,
un hombre de frente.
que
mandada por
la
naderos y cazadores del Fijo de México pudo llegar
y
el
capitán Filisola y formada de los Gra-
el
cerca del parapeto que defendía la entrada por
punto.
Ya
muy aquel
fuese por la extrema vigilancia de los sitia-
dos, ya por los ladridos de un perro que siempre acom-
se lograba sorprender á los sitiados, lo que no
por la vigilancia con que se sabía que
pañaba á Filisola y que logró desatarse y correr desde el campamento en pos de su amo, llegando á su lado en
empresa que se
aquel
parecía fácil
estaban.
del día
la
que se intentaba sólo podría tener un éxito
el asalto si
frente figurando
^,
se apresuró á dar las
gracias al general en jefe, añadiendo que atacaiía,
adopto este partido, por-
que de ese modo podi'á llamárseles
comunicó er 3 de
importancia del encargo
daba y se prometía que
operaciones en la oscuridad,
nario movimiento en
^.
junta de guerra por acordar que se hicie-
la
DE LOS SIGLOS
Para
,
la
tes quinientos infantes tería podrá ser la del
creyó suficien-
le fiaba
y doscientos
caballos.
«
Bafio con sus respectivos
La
infan-
oficiales,
compañías de Granaderos, caza-
contestaba á Llano, las
dores y cuarta del Fijo de México mandadas (si V. S. tiene á bien) por su sargento
lo
mayor don Pío María Ruiz;
momento
crítico,
lo
cierto es
que
los
centinelas
dieron la voz de alerta, y que en el instante acudieron
hombres
cinco
punto amenazado, y momentos después
al
se agolparon otros cincuenta,
además de
las
compañías
de Sultepec y del capitán Carmonal que sostuvieron la defensa atacando á los realistas por unas veredas latera-
compañía de Zamora y una ó dos de Tlaxcala al mando del teniente coronel don Francisco Ranero. La
les.
caballería podrá ser la que se halla
seis varas, pero todos sus esfuerzos fueron infructuosos,
la
de Cóporo con
Monsalve, y
su jefe
el
destacamento
coronel don Pedro
teniente
piquete del quinto escuadrón de Fieles
el
que existe aquí.
Trataré de dar
mañana
cuatro de la
el
en
inconvenientes
que
golpe entre tres y próxima, y aunque conozco los
trae
el
el
emprender esta
clase
de
La cabeza de
llegó,
y
los
sin
la
primera columna de los asaltantes
embargo, á tocar
el
más temerarios rodaban muertos
que habían quedado atrás.
los
nuevo
día,
hora
ó
más de
heridos sobre
Entretanto, aclaraba
el
y con mayor luz eran más precisos y certeros
los disparos
de
parapeto, alto de
de los independientes. Cerca de tres cuartos
duró
esta
porfiada
y
sangrienta
refriega,
teniendo que retirarse la primera columna, y aunque la Véase íntegro el voto de Iturbide en Bustamanle, tomo 111, págs. 125 á 127. '
el
Cuadro
histórico de
Hé aquí la orden de Llano: «Exigiendo el punto de Cóporo el mayor interés en la destrucción y castigo de los malvados que han llegado é posesionarse en términos de ofrecer Varias dificultades para ser atacados, he resuelto que V. S. se encargue de emprender el ataque esta noche ó el día de mañana á las horas que tenga por conveniente por la subida del rancho de Cóporo, que según noticias más verídicas, como V. S. sabe, es en algún modo accesible, eligiendo para ello las tropas, jefes y oficiales que de este ejército le merezcan confianza, dejándole á V. S. libre toda disposición para hacerlo, debiendo sólo comunicarnos en lo particular la seña con que para el coso deben ser conocidas las tropas que vayan á las órdenes de V. S. con las que á mi me queden para el preciso conocimiento en lo que éstas tengan que operar; esperando de su pericia, talentos militares, espíritu guerrero que lo anima, y del celo y patriotismo con que ha llenado los huecos de sus servicios, no me deje que desear en ocasión tan interesante, que tal vez más que en ninguna de las que se han presentado en esta rebelión, es de necesidad dejar con el mayor lustre las armas del rey, para conservar la religión santa, lapa:: en la patria ¡/ derechos del soberano. Dios, etc. Campo sobre Cóporo y Marzo 3 de 1815. Ctrtaco del Llano. t~ Señor Coronel Don Ajfustín dp Iturbide. •
—
:>
segunda avanzó á su vez, no fué con continuar
el
asalto
sino
el
propósito de
para recoger los heridos que
habían quedado rezagados entre las breñas y quebradas de la montaña, contándose en ese número el
—
BusTAMANTK. Cuadro histórico, tomo III, pág. 180. «Antes de comenzar la acción llegó un mozo á toda diligencia, y como si viniese de las fortificaciones á verse con Iturbide, le entregó una carta é presencia de sus soldados. Tomólo éste en lus '
'
—
manos
Señores, yo y la comenzó á leer para sí solo; después dijo: no es tiempo de ocultar á ustedes lo que se me avisa en esta corto; esos picaros (añadió señalando á la plaza) no dan paso sin linterna; el gobierno ha gastado mucho dinero, pero ha conseguido su intento. Rayón dice que lo ataquemos por Cóporo, donde manifestará resistencia, pero que elevará los tiros hacia lo alto para que no nos ofendan: que se ha valido de este arbitrio porque sus compañeros no entiendan su plan, y asi, el campo es nuestro y vamos á la victoria. De tal artimaña se valió Iturbide para alentar é aquellos miserables que no conociendo la tela que les habla urdido se adelantaron á recibir la muerte, engaño sobre que después le reconvinieron con amargura los oficiales del batallón de Zamora.» (Uusta-
—
MANTB.'«- Cítarfro histórico, tomo Ul, pág. 131
)•
MÉXICO k TBAVÉS DE LOS SIGLOS capitán Filisola y los tenientes don Juan José Codallos,
don Pablo Obregón y don Kamón de Lamadrid.
Grande fué
la
y mayor quizás resto de
el
la
•,
el efecto
que este descalabro piiodujo en
división.
Llano, que era tan escaso de
las consecuencias
una absurda
de
derrota dirigiendo á sus soldados
la
incoherente proclama, en la que llamaba
é
invencibles á los que ese mismo dia habían sido recha-
zados
«En
2;
madrugada de hoy,
la
decía,
les
habéis
conseguido sobre vuestras glorias satisfacer á Dios,
al
rey y á la patria, de la constante decisión con que defendéis
vuestros
más
activo fuego, hasta tocar con las
sagrados
deberes,
división ocupada en
por
arrostrándoos
el
manos y desenga-
en 12 de marzo con una severa
Calleja contestó
reprimenda
manifestando sin embozo su desagrado por
^,
haberse llevado á cabo
que asegurasen un
coger
acreedores
el
castigo
por su contumaz rebeldía,
á que son tan
como
lo
habéis
hecho en todas ocasiones y haréis en lo sucesivo... Para colmaros de esta satisfacción, tomaré todas las disposiciones
á
más conducentes
estos infames en
adoptando por ahora
,
un punto que
ellos
la
de dejar
mismos abandona-
rán, en el entretanto os recuperáis de las meritorias
Norte
ejército 'del
el
en jornadas
más
importantes, y dando lugar á la exaltación y consecuencias
que en
estado actual del país produciría semejante
el
Censuraba amargamente
suceso."
tadas para
precipitación
las disposiciones
dic-
ataque, reconociéndose en todas ellas la
el
y
falta
de conocimientos militares, no obs-
tuvieron los jefes
arte á la naturaleza para que
el
armas
del rey al descrédito, marchitando los laureles que había
sabido
enemigo cobarde unió
impusieseis
ataque sin las precauciones
el
resultado, «exponiendo las
feliz
tante el tiempo que en
les
la
tropa y pasturas para los caballos.
ñaros por vuestros ojos de la imposibilidad en que un
vosotros no
cerco auxiliase otra exclusiva-
el
mente festinada á acopiar y conducir víveres para
pérdida que sufrieron los realistas
como sobrado de crueldad, creyó atenuar
inteligencia
463
esta expedición
y en
la anterior
para cerciorarse de la situación del
enemigo y de las dificultades que presentaba el asalto. «Pero nada ha sido tan perjudicial, decía Calleja, como la resolución
de retirarse, dejando á
los rebeldes ufanos
y gozosos de haber rechazado con no poca pérdida á tropas del rey,
bajo
equivocado concepto de que
el
las el
punto que ocupan es despreciable por su localidad, como
tareas con que os habéis hecho dignos de la mejor con-
hubiese alguno, por remoto y por inútil que parezca donde se sitúen los enemigos, que no sea importante y
sideración y recompensa, para después estrecharlos con
forzoso desalojarlos de él, para que no
el desprecio
de sus fortificaciones á batirlos, donde cuerpo
á cuerpo multipliquen
y
el
convencimiento de vuestro valor
disciplina militar, r
En
de guerra convocado por Llano
flespués de la derrota de Iturbide, declaró
que se
unánimemente
cualquier intento de nuevo asalto, en el
inútil
sacrificaría la
nión
y
orgullo,
y contaminen á
otras provincias ensan-
chando sus esperanzas y proyectos devastadores, de que sobran ejemplares en esta revolución siempre que se les
tropa sin provecho.
El brigadier
ha dejado
subsistir por algún tiempo en
Después
fortificado."
de
combatir
razones expuestas por Llano en su
de que había puesto de su parte todo recta intención,
Calleja participándole la resolución que
En
oficio
al
virey
había adoptado.
ese documento, desatinado como todos los que brota-
ban de su pluma
,
pretendía disminuir la importancia del
las
de 5 de marzo,
terminaba, sin embargo, diciéndole que estaba satisfecho
español ordenó la retirada, y el día 6 de marzo abandonó
pero antes de moverse dirigió un
cualquier punto
una tras otra
oficio
su campamento, emprendiendo su marcha hacia Maravatío;
aumenten su opi-
,
efecto, el consejo
que sería
si
el
lo
que cabía en su
honor y celo; y no teniendo ya remedio
levantamiento del asedio, aprobó la formación de una
partida volante de quinientos á seiscientos hombres de
todas armas que debía hostilizar á los
Cóporo,
impidiéndoles
defensores
que se proveyesen
de
de víveres;
punto fortificado de Cóporo; proponía destinar un cuerpo
ordenó que las tropas estacionadas en
de quinientos ó seiscientos hombres
el cual se ocupai ía
de Maravatío saliesen con frecuencia á recorrer los cami-
sementeras para privar de víveres á los
nos que parten de ese punto á México, Querétaro, el
en talar
las
defensores de aquella posición;
,
manifestaba también
el cuartel
general
en que se hallaba de sostenerse por más
Bajío y Valladolid, y dispuso que el teniente coronel Concha al frente de su sección se situase en Ixtlahuaca
tiempo, escasas sus tropas de provisiones y dinero, y la
para proteger ese rumbo y el cercano de Toluca de las
imposibilidad
caballería
de forrajes;
decía
que toda
la
la
comarca se
hallaba exhausta de mantenimientos, y terminaba afir-
mando que para establecer babilidades de
el
sitio
de Cóporo con pro-
buen éxito era indispensable que á
la
numerosas guerrillas que
'
la
Bustamante en su Cuadro
tomo 111, pág. 133, dice asalto de Cóporo fué de cuatrodice que no es posible fijarla, y aunque
pérdida de los realistas en
histórico,
el
cientos hombres. Alamán los partes oficiales de los mismos realistas afirman que tuvieron fuera de combate cien hombres entre muertos y heridos, cree que la pérdida fué mayor. '
BusTAMANTE.
Alamán
— Caarfro
la inserta casi
histórico, tomo 111, píígs. 133 y 134. íntegra en su Historia, tomo IV, pág. 272.
los
amagaban con incansable
constancia. Si deplorable fué para el gobierno vireinal el desastre sufrido por sus
para las de
que
,
,
la
armas en
las
asperezas del Cóporo,
independencia fué de grande importancia
y reanimó las esperanzas de sus ardientes partidarios. Alzáronse los Rayones en fama y en prestigio, ya que de infatigables luchadores habían alcanzado el primer puesto,
y tornóse á perder para
los
soldados del rey la vasta
• Este documento y el anterior se hallan Íntegros en el Cuadro histórico de Bustamante, tomo 111, pégs. 138 á 142, edición de 1844.
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS
464 zona que se extiende entre Toluca y
capital de
la
la
provincia michoacana.
y
Mientras que estos sucesos ocurrían la capital, otros el
rumbo
Donayo
de
al occidente
de notable importancia se efectuaban en
oriental
donde
la división
de Márquez
realista
tenía que atender, por el norte, á las impetuosas
partidas que obedecían á Osorno
y por el sureste á las acampadas en Tehuacán y Cerro
infanterías de Rosains
,
,
Aparte de estos dos centros, vagaban por
Colorado.
los
arenosos valles de San Andrés y de Tecamachalco las guerrillas de los feroces
para
An-oyo y Calzada
,
siempre
listas
ataque y nunca sorprendidas por las tropas regu-
el
lares encargadas de su represión.
Más
celoso Rosains de
ejercer
su autoridad sobre
Puebla y Oaxaca
independientes de Veracruz,
los jefes
que de combatir por
la noble
consumado por su orden Arroyave
el
causa que invocaba, apenas del sin ventura
sacrificio
se apercibió para obligar á Osorno á reco-
'
nocerle por jefe
Sesma ocupó
la
A
el
centro fué confiado á Terán,
como hemos
tocó al cura Correa quien,
dicho en su lugar, había alcanzado el grado de mariscal
Sea por
de campo^
k
que tuvo que
precipitación con
obrar ó bien por impericia,
Rosains mandó situar sus
cuatro cañones en la falda del cerro y ordenó que la caballería, fuerte
cima á reforzar
la
encuentro
al
del
de cuatrocientos dragones, subiese á la línea
enemigo, y no
acción con las columnas realistas
buscando
apoyo de
el
Terán se destacó
de batalla.
en empeñar la
tardó
pero tuvo que retirarse
,
que creía que Rosains
la fuerza con
marcharía á sostenerlo.
Márquez cargó entonces recia-
mente á toda
y aunque más de
línea,
la
que desde
artillería,
tres
horas, faltos de
primeros momentos había caído
los
y sin bayonetas que oponer bravos soldados de Lovera ^ acabaron por disper-
en poder de á
independientes se
los
sostuvieron con vigor por
los
realistas,
los
,
Márquez Donayo, á costa
sarse en distintas direcciones.
cabeza de
de pocas pérdidas, quedó dueño del campo de batalla,
que se hallaban Mier y Terán,
de cuatro cañones y algunas armas, y de catorce prisio-
y superior inmediato.
una fuerte división en
la derecha,
la izquierda
la
que mandó fusilar en Huamantla.
Entretanto,
Sesma y otros oficiales distinguidos, salió Rosains de Tehuacán en enero de 1815, y atravesando las cumbres de Aculcingo se detuvo en San Andrés Chalchicomula
neros
desde cuyo punto escribió á Osorno proponiéndole una
algunos de los dispersos de éste cayeron en poder de los
entrevista en
Huamantla y manifestándole
convenien-
la
cia de unir sus fuerzas para caer juntos sobre la división
Márquez Donayo, y luego hacerse dueños de Orizaba, ó aproximarse á Puebla débilmente guarnecida en aquellos ,
Osorno contestó aprobando
días.
de Rosains
los planes
y prometiendo marchar á Huamantla, sin fijar día, pues no pensaba entregarse á un hombre de quien todos desconfiaban,
mayores
pues creían
atropellos.
que era capaz de cometer
Temiendo éste ser atacado en San
Andrés por Márquez que se hallaba en á la hacienda de Ocotepec,
retiró
algunas ventajas para retirada que
los
la
defensa,
Palmar, se
el
punto
que
ofrecía
pero engañado por la
Márquez hizo hasta Tepeaca
,
avanzó impru-
Osorno
al
frente
Atiamajac con
Arroyo y Calzada que
Sesma
se retiró con los pocos soldados que le que-
daron á sus antiguas posiciones de seguido de Terán y de Correa,
que
la
más cauto y prudente.
en atraer á los independientes hasta Huamantla,
marchó rápidamente para echarse sobre
ellos
,
al frente
lo
hubiese hecho
más y más, empujaban á cometer mayores desaciertos. Márquez
carácter, parecía que los reveses lo agriaban
y lo Donayo, sabiendo que en San Andrés se hallaba una pequeña fuerza independiente,
en
envió
su contra
al
teniente coronel Palacio con algunos piquetes de caballería,
quien entró en
el
tel.
sistía
Mixteca, y Rosains,
Lejos de moderar su vengativo
concurriese á esta población.
de Márquez Donayo, que con-
la
tornó á Tehuacán, sin
derrota que acababa de sufrir
acuchilló á casi todos los
el intento
trataron con
los
extremada crueldad.
dentemente á Huamantla, esperando siempre que Osorno
Efectuado
defenderse de Rosains, y
propósito de
el
guerrilleros de
de mil caballos estaba acampado en
24 de marzo (1815) y enemigos que halló en el cuar-
pueblo
el
Súpolo Rosains, y á pretexto de que los habitantes
habían llamado á los realistas, resolvió castigar á una población á la que tenía pai'ticular ojeriza
envió al
fin
doctor Velasco
al
2.
Con este
mando de una fuerza
de su división compuesta de los batallones Lovera, Cas-
respetable ordenándole que quemase á San Andrés, pre-
y Asturias, y de un escuadrón de dragones de España. Hacía celebrar Rosains el 22 de enero una
cediendo un saqueo general.
tilla
solemne misa en caba
el
la
parroquia de aquel pueblo y predi-
canónigo Velasco, quien después de acogerse
indulto había vuelto á unirse
á las
No
sermón,
había terminado aún
noticia de
el
filas
insurgentes
cuando llegó
excesos;
mas por fortuna de
se aproximaban
2.
que pudo del saqueo, pero
inmediato cerro de Soltepec para resistir
ataque que los amenazaba. '
•
Véase onpflulo anterior. Capitulo X, lib. II.
En
esa posición,
el
la
tropa muchos
voz de que
huyó llevándose
pegando antes fuego á
lo
la
la
que se aproximaba Márquez Donayo, y apenas
tuvieron tiempo Rosains y los suyos de marchar violenal
se cumplió exacta-
los vecinos, á la
los realistas, Velasco
al
«Algunos connandatites secundarios, dice Buslamanle al refehicieron pu deber, como el capitán Lozano que combatió heroicamente al frente He un trozo de coboUería matando á vario? enemigos y dando hipar ú que se ¡ancisco Ayala.
Lamadrid, repuesto un tanto del descalabro que sufrió
El descalabro de Barradas en litas inspiró
al
llanos de Torto-
los
virey serios temores de que las partidas
de Osorno intentasen un ataque á
capital
la
misma, y
ordenó que se levantasen violentamente fortificaciones en todas las garitas;
mandó que
se acuartelasen las pocas
Este último jefe huyó á Izúcar donde se unió á
y juntos marcharon nuevamente contra Guerrero, quien los esperó en Chinantla, cerca de Piaxen Xonacatlán
La
tla.
ciones
circunvecinas.
al
hizo
fin
cesar
Apám
entrado en
noticia
que
había
sin encontrar resistencia.
levantó en armas á los hijos de la
^
la alarma,
Barradas
que
de
después de sus victorias
Guerrero, drid
Algunos días duró
la
Lamaáspera y monsobre
tuosa Mixteca; el ya célebre caudillo dispuso recorrer todo
Sur,
el
y
dejando en
el
Chiquihuite al coronel Sán-
chez con trescientos hombres avanzó hasta Xonacatlán,
donde hizo enemiga á
alto,
de los
marchaba á su encuentro. Tlapa
al frente
una fuerte sección
de que
noticioso
las órdenes
En
oficiales
Robles y Combé éstos salieron
efecto,
de
dé varios piquetes de Lovera, Cataluña,
Santo Domingo y dragones de la Reina;
atraídos por
acción duró todo el día y terminó con la derrota
de los realistas, que regresaron á Izúcar maltrechos y confusos
tropas existentes á la sazón en la ciudad, y concentró
todos los destacamentos que se hallaban en las pobla-
•.
Antes de que terminase la
les
Uno de
^.
prisionero
y
don Joaquín Combé, fué hecho
los jefes,
fusilado,
que sirviera en las
después de haberle instado para
filas
de la independencia.
marchó en seguida á Tlamajalcingo fortificó
Guerrero
Monte, donde se
del
en unas alturas inmediatas y estableció una fun-
dición de artillería.
Su segundo,
el
después de restaurado sobre
sito,
del
Carmen, mulato
de impávido valor, marchó á Ometepec, donde pudo destrozar á una pequeña fuerza enemiga,
tomando
al lado
de Guerrero con su tropa considerablemente aumentada.
mando de
las posiciones
Dejándole
el
marchó
mismo Guerrero hacia
el
fines
•
dado mientras duró
la
prolongada
su
no
prisión,
quiso
confirmar la elección de Bergosa, aduciendo, además, en
que los nombramientos de prelados eran una
este caso,
como
regalía personal y
Nada
Regencia.
muestras
de
no pudo nunca ejercerla la
tal
valieron
en
su
ánimo
obispo de Oaxaca, ni sus
independientes,
ni
el
hierro
y
el
las cate-
Bergosa fué sustituido por
y México.
canónigo doctoral don Pedro Fonte
de volver á
.su
iglesia de
movido Alamán, que entregando
el
,
recibió la orden
y
Oaxaca, «desaire, dice con-
sufrió
gobierno de
fuego
portentosa
su
aquella
el
aunque vulgar facundia, cuyos ecos atronaron drales de Oaxaca
célebre
el
ardientes pastorales en que
sus ovejas á apercibir
los
repetidas
las
que dio á su causa
adhesión
la
con ejemplar
mitra
resignación,
cabildo
al
8 de
el
retirándose al colegio de carmelitas de
(1815), y San Ángel, del que volvió algún tiempo después á capital
por lo inseguro de aquel punto
nuevo prelado se solemnizó en México
del
mes de
abril,
aunque su entrada fué
La
''.
el
el
9 del
10
la
elección
mismo
de junio,
de Tlamajalcingo,
habiéndole mandado
el
virey sus coches y escolta á una
legua de distancia
de
y el 17 recibió el Era don Pedro Fonte hombre de
gobierno de la diócesis. treinta
I
abril de 1815.
capital,
Biografía de Guerrero. (Hombres ilustres mexicanos,
t.
IV,
póg. 303).
Bergosa gobernó nuevamente el obispado de Oaxaca hasta que fup promovido al de Tarragona, en México una obra intitulada: De la cida y martirio de santa Orosía. '
el
Gaceta del 22 de
la
y ocho años de edad, y de mucha más capacidad
14 de agosto de 1817, en Kspaña. En 1803 publicó en
259).
Parte de Robles publicado en
de desconocer
de abril en direc-
' Don Carlos María de Bustamante se vio obligado entonces á huir á Tétela, pero perseguido allí por los indios de ZscapoaxHa, que hablan tomado partido por la causa del rey, tuvo que refugiarse eti el rancho de AcQtlán, propiedad del cura Martínez de Segura, por quien fué a'Ogido con afectuosa solicitud, permaneciendo allí hasta el mes de agosto, en que pudo volver á Tehuacán con seguridad, habiendo sido preso Kosnins por don Manuel de Mier y Terán.
(Cuadro histórico, tomo III, póg. • Véase capitulo anterior.
el trono,
todos los actos de los gobiernos que la península se liabía
abril
coronel Juan
Firme éste en su propó-
y cautividad de Fernando VII.
contra
soldados españo-
los
el
y que recibió su nombramiento de la Regencia que gobernaba á la monarquía por ausencia Pontífice romano,
pletamente en Tlalixtaquilla (12 de marzo de 181,5), casi todos
abril bajaba de
cuyas bulas no habían sido expedidas por
Jordán,
incitaba á
la acción
mes de
el
de México don Antonio Bergosa y
arzobispal
silla
Guerrero en una falsa retirada, fueron destrozados com-
muriendo en
,
469
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS é
sus dos predecesores Lizana y Ber-
instrucción que
La
gosa."
separación de este último,
no obstante su
decidido celo por la causa de los dominadores fué sentida
,
,
por nadie
y su nombre ha pasado á la posteridad como
expresión del fanatismo político, sin luces, sin virtudes,
y en una palabra, tingue
abnegación que dis-
sin la prestigiosa
siempre
casi
una
de
defensores
á los tenaces
con
tropa
de
que
prelado
la
obispo
célebre
mismas causas que
el
desaire del monarca, fué
de la
Nueva España por
lo
no fué confirmado en su puesto por
el
estado deplorable
el
cosas
tocante á las
más deplorable y más funesto por
todavía
pero es
fuertes acusaciones contra
el
de americano
rey Fernando,
;
tocante á
lo
personas."
las
Lardizábal, ministro universal de Indias,
y Queipo, de quien hemos hablado repetidas veces en el curso de esta historia. Nombrado también por la Regencia,
Aquí tiene V. M.
el
de Michoacán don Manuel Abad
electo
insurgentes.
los
nulidad del gobierno, que las que resultan de este
Luego enderezaba más por las
mediano Bergosa sufrió
paga contribución á
se
corto paralelo.
opinión ó de un sistema.
Otro
ó
Parece que no se pueden dar pruebas más convincentes
le
acertada marcha que debiera seguir
para dar
á la insurrección
fin
cuya calidad
parecía enteramente incompatible con
la-
gobierno del rey
el
españolas
de las colonias
Recordaba numerosos actos y aun palabras de este hombre de Estado que afirmaban
en
nuevo continente.
el
y para suavizar de alguna manera esta providencia, se le mandó pasar á España con la misión de informar verbal-
mente
gobierno sobre
al
el
(^(^.
estado de la revolución. Pero
no faltó entonces quien creyese que esto último era un pretexto para alejarlo del país, pues entre
y Calleja
él
habían surgido varios motivos de enconada diferencia.
Abad y Queipo
á México procedente de su obis-
llegó
el de abril y se embarcó para España tres meses después, pero antes de ponerse en marcha, y
pado
1."
previniendo los riesgos de la navegación, entonces tan
y expuesta, dirigió
dilatada
al
rey un informe secreto
Facsímile de
su creencia, y aconsejaba al monarca que lo sustituyese
por otra persona
sobre la revolución de
Nueva España, en cuyo documento
V. M. halle en
hace graves cargos
ministro de Indias Lardizábal y al
dignos y
al
i.
virey Calleja
,
aunque ha mandado á veces buenas cosas, no han
así,
Entregado
tenido efecto.
la opinión pública
á quien
favorito Villamil,
al
supone interesado en las negociaciones
de los comandantes de provincia y divisiones y en los
convoyes,
despojó de la autoridad necesaria, porque
se
no se puede castigar en los extraños
y en
lo
que se aprueba
De
aquí la relajación
la disciplina militar, el desconcierto
de las operacio-
tolera en personas tan allegadas.
nes de guerra, la insolencia de muchos militares y otros
males
infinitos.
En suma,
sobre las armas,
los recui'sos
enemigos
,
sino
el
guarnecidos por nuestras tropas;
casco de los pueblos
hemos perdido todo
teniendo ochenta mil hombres
hemos podido conservar
no
demás
lo
,
y hemos consumido todos
existentes para mantener tanta tropa;
y
los
con veinticinco ó treinta mil hombres de mala
tropa, sin disciplina y muchos sin armas, son los verda-
deros soberanos del
hombres y de tria,
país,
las cosas
,
pues
que
disponen
de la agricultura
,
de
fortificaciones;
contribución vergonzosa cuanto
nuestros pueblos guarnecidos
,
la
una
inclusa esta capital
,
y no
no se custodia
Véape este extenso documento en la füsioria de México, de Alamán, Apéndice al tomo IV, marcado con el núm. 10.
que
El
á Fernando VII
que en su concepto
adopción de varias providencias el
,
que don Miguel de Lardizábal."
Indias
producirían
le decía
,
ministerio uni-
el
inquieto prelado terminaba proponiendo
término de la insurrección en América, y
especialmente de la que destrozaba á Nueva España; la sustitución de Lardizábal en el ministerio por
un español
sentimientos no estuvieren en
cuyos
de la península,
contradicción con sus deberes; el envío violento de diez
hombres de tropa mandados por
ó doce mil
truidos,
y
el
de las cosas de la guerra simas
;
oficiales ins-
de un virey probo, enérgico y conocedor ,
provisto de facultades amplí-
de un reglamento para
la formación
el
gobierno
de la monarquía, que debía comprender á las Américas
con las modificaciones necesarias
nes de los
,
como una de
ley que estableciese
consejos supremos
y
la
las
expedición de una
primeras obligacio-
de exponer á la real
la
persona cualquier grave inconveniente que advirtieran en
el
gobierno, contrario á la majestad del trono, á la
dignidad de
la
persona del rey,
le
cluir,
á V.
eran debidos
si
Dios
me
ó
V.
M. tenga
la
estas reflexiones, el
mayor y mejor
respeto y seguridad
concede
«Señor, decía
el
de
consuelo
M. de palabra, entraré en
con-
al
informar
interesantes
detalles
Si perezco en la carrera, ruego
sobre las Américas. á
al
á los intereses generales de la
monarquía ó de sus provincias.
á
difícil
una docena de sujetos más
indus-
la
someten
si
la península
que
se conduce sin escolta á
conservamos hacienda alguna de cultivo
no parece
«
de los
de los caminos, y roban y destruyen cuanto tene-
mos fuera de nuestras
pues
,
más capaces de desempeñar
de
versal
«Este funcionario, dice Abad y Queipo en su extenso informe no ha sabido hacerse respetar ni obedecer, y
firma de don Pedro Fonte, arzobispo de México
la
dignación
de recibir
benignamente
como un testimonio de mi servicio de V. M.,
como
el
celo
fruto
por
de
»
mis desvelos en treinta
y
seis años
de residir en
Amé-
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
470 rica,
y como
el
único patrimonio que he adquirido y de
que puedo disponer."
Los independientes se regocijaron de
sus
más ensañados
enemigos*,
Queipo, había sido llamado á
la
el
al
saber que uno
obispo
Abad y
península y que su reti-
rada tenía todos los visos de una desaprobación de su conducta.
No
en arrojar
los
de la independencia, siguiendo inmediatamente su ejemplo los
olvidaban que este prelado fué
anatemas de
el
primero
la religión sobre los caudillos
demás obispos de Nueva España, y recordaban
con ira patriótica
el
incansable celo que había desplegado
durante cinco años para contrariar la
y
el
levantamiento por
emancipación con todos los recursos que la
el
fanatismo
ignorancia de las masas habían puesto á disposición
de la Iglesia.
—
CAPITULO XIV. — Pasa ese documento en consulla al Real Acuerdo. — Bando vireiquemada por mano del verdugo. — Otras prevenciones de ese bando. — El cabildo eclesiástico de México impone la pena de excomunión mayor á los que lean la Constitución. Edicto de la Inquisición imponiendo la misma pena. — Gran desprestigio de las armas espirituales de la Iglesia. — Ataque de Jilotepec emprendido por don Ramón Rayón.— Es derrotado por Ordóñez ( 12 de mayo de 1815). — Bárbara matanza de los prisioneros ordenada por este coronel realista. — Campaña de Iturbide en Michoacán. — Fracasa su proyecto de sorprender al Congreso. Los miembros de esta corporación vuelven á Ario después de la salida de Iturbide. — Numerosos fusilamientos ordenados por éste. — Ejecución del teniente coronel independiente don Bernardo
Recibe noticia
el
virey de la Constitución
nal previniendo
que
promulgada en Apatzingán.
la Constitución sea
—
—
Abarca.
— Represalias ejercidas por
el
doctor Cos.
— Derrota
de los independientes en Rincón de Ortega (24 de julio) y fusilamiento Severa reprimenda de Calleja á Iturbide coa (25 de agosto).
^ — Marcha de Rosains á Huatusco al saber que los jefes de la provincia de Veracruz hablan desconocido su autoridad. — Siguenle sus oficiales y soldados con gran disgusto. — Huyen los habitantes al acercarse á los poblados la columna de Rosains. Derrota de éste en la barranca de Jamapa (24 de julio de 1815). — Concierta Terán con los jefes independientes de la provincia de Veracruz la prisión de Rosains. — Efectúase ésta en Tchuacán la noche del 20 de agosto (1815). — Es llevado á Huatusco y luego á Zacatlán. — Se fuga en los inmediaciones de Chalco y solicita el indulto, que le es concedido por virey en 14 de octubre. — Breve juicio sobre Rosains. — Campañas de Victoria en la provincia de Veracrtiz. — Llega á este puerto la expedición mandada por brigadier Miyares. — El virey nombra á este jefe comandante general de las Villas. — Plan de Miyares aprobado por Calleja. — Ataca ese brigadier español Puente del Rey y desaloja de sus fortificaciones al general Victoria. — Clemencia de Miyares. — Regresa éste á de Rosas.
— Atacan
varias guerrillas á Guanajuato y son rechazadas
este motivo.
el
el
el
—
Jalapa y se dirige en seguida á Orizaba y Córdoba. Mier y Terán se sitúa en las cumbres de Aculcingo y luego se retira á las inmediaciones de San Andrés Chalchicomula. Expedición del realista Llórente contra Boquilla Combate en Santa María Tlachichuca.
—
—
— Toma de Misan — Llórente es sitiado á su vez en este pueblo y se ve forzado á retirarse. — Guerrero en el — — Marcha .\rmijo en auxilio de los sitiados. — Derrota que sufre en las cercanías de Tlapa. — Guerrero continúa el asedio de esta villa y lo levanta luego por orden de Morelos. — Los miembros del gobierno de la insurrección se, trasladan de Ario á Uruapám. — El doctor Cos deserta de su puesto y publica un manifiesto desconociendo al Congreso. — Morelos aprehende á Cos por orden del Congreso. — Es juzgado y sentenciado á muerte. — Conmutación de esta pena en prisión perpetua. — Enciérrase á Cos en los calabozos de Atijo. — Varios reencuentros en las provincias de Michoacán, México y Puebla. — El coronel don Melchor Alvarez sale de Oaxaca con intento de ocupar á Tehuacán y Cerro Colorado. — Lo derrota don Manuel de Mier y Terán en Teotitlán (12 de octubre de 1815). —Hecho atroz del comandante Guizarnótegui. — Iturbide es nombrado general en jefe del ejércilo del Norte. — La revolude Piedras y Misa ni la. Sur. Sitio de Tlapa.
tía.
ción en Jalisco y Zacatecas.
Tarde tuvo noticia
el
gobierno vireinal de la Cons-
Congreso y promulgada en .Apatzingán en octubre del año anterior, y aunque al titución
decretada por
el
con altivo desprecio,
principio la vio
muy
luego com-
prendió el alcance y gravedad que pudiera
documento expedido precisamente
al
tener
un
mismo tiempo que
en México se celebraban fiestas suntuosas por la vuelta
monarca
del
político
trono
al
de 1812.
No
y por
la
supresión del código
se ocultó á Calleja ni á sus con-
comprendía en mucha parte
los
ticos adoptados por el código
grandes principios polí-
de Cádiz, pasó Calleja á
consulta del Eeal Acuerdo la ley constitucional de Apat-
que
zingán y otros papeles
comandantes militares. de la Audiencia y
En
de 1815.
No
habían
le
enviado varios
se hizo esperar el dictamen
lo transmitió al
virey el 17 de
mayo
consecuencia, siete días después, ese alto
funcionario publicó
un bando en
mandaba que aquel mismo en
la capital
día se
Mayor
por
el
que
quemasen por mano
la Constitución y demás
sejeros que con este paso la revolución se alzaba moral-
del verdugo
mente á grande
papeles que con ella había recibido, y que lo mismo se
la
altura, en tanto
que bajaba
la
causa de
monarquía en opinión de amigos y enemigos, pues
que
la caída
primer lugar
el
la
sociedad,
contándose en
comercio, que ejercía notable influencia
en la colonia y que fué al principio de la guerra robusto apoyo de la dominación. Para condenar con más estréel acto del Congreso, y evitar en lo posible el examen que se intentase hacer de un documento que
plaza
hiciese en todas las capitales de provincia
Penas terribles imponía
de la Constitución española había contris-
tado á una gran parte de
la
bamos de ridades,
citar
el
i.
bando vireinal que aca-
á todos los que no entregaran á las auto-
dentro del tercero día, los papeles que en su
poder tuviesen relativos á la Constitución; á los que no delatasen las conversaciones á favor de ésta y de la
pito
'
al 25
Véase de
este
bando en
mayo de 1815.
el
número de
la
Gaceta correspondiente
MÉXICO Á TBAYÉ8 DE LOS SIGLOS
472
independencia, y á los que las defendiesen y apoyasen.
Prohibía
el
bando llamar en
lo
suprimiendo sus nombres en los días destinados
sucesivo ínstirgcntes á
por la Iglesia á venerar su memoria, siendo aquel un
que deberían ser
calendario abreviado, que se destinaba solamente á seña-
defensores de la independencia,
los
santos,
designados, de palabra y por escrito, traidores y rchcldes, y para no equivocarse los cuerpos de vecinos
lar los días festivos para su observancia."
armados que en cada lugar había, y que llevaban el nombre de patriotas, con los de los insurgentes que adopta-
como acabamos de ver en una
ron
denominación, mandábase
igual
se distinguieran
con
que correspondiese.
que
de realistas fieles
la
Finalmente
,
primeros
los
lugar
del
ordenaba Calleja á
los
Después del edicto suyo
el
Inquisición
la
declaraba
del cabildo eclesiástico, fundado
día
el
También
10 de julio ^
mayor
excomunión
en
incursos
irritante impostura, lanzó
á
que
los
conservasen en su poder la Constitución y proclamas de los independientes, á los que no denunciasen á los que
ayuntamientos que levantaran una acta en que constase
las leyeían
no haber nombrado ni en manera alguna autorizado á
nes de las autoridades, y especialmente las del Santo
los que,
Oficio.
llamándose representantes del pueblo mexicano,
firmaban con
tal
carácter la Constitución de Apatzingán.
Con aparatosa pompa se procedió fecha del
mismo bando, á quemar
de los independientes.
Todas
24 de mayo,
el
la ley constitucional
tropas formaron en la
las
vasta plaza Mayor, en cuyo centro se alzaba la estatua
monumento
ecuestre de Carlos IV; cerca de este
un dosel con
el
quemada
la
de Femando, y en uno de los
retrato
ángulos de la plaza
se veía
un tablado donde fué
se levantó
Constitución por
mano
del verdugo, á pre-
sencia de un gran concurso y del virey mismo, quien se colocó en el balcón del palacio.
Alamán,
dice
las
Gacetas están
«
Desde aquella
fecha,
llenas de las actas
dadas levantar en todas las poblaciones, con
más
y á
como
los
que desobedeciesen las determinacio-
Congreso había ordenado á
el
mandaba jurar su observancia vieron
se
colocados,
qué parte se hallaba sos
de
de las
en que pueblos
los
guerrillas
de
de la
partidarios
cambio, los numero-
independencia
despreciaban
las
censuras eclesiásticas como efecto del espíritu de bande-
y en
ría,
el
concepto de amigos y enemigos las armas
de la Iglesia se desprestigiaban completamente, conocido el
móvil político que las hacía vibrar con tanto desatino.
Después del rudo descalabro sufrido por Llano ante las posiciones de
Cóporo y de su retirada á Maravatío
prender en Jilotepec la
el conflicto
curas
En
verdad.
la
hechos á la causa real en cada lugar.» á su vez, se apresuró á condenar
de ahí
,
los
insurgentes, como muchos de los fieles que no sabían de
el
Iglesia,
tanto
pequeños, que estaban á merced
vivas protestas de fidelidad y la relación de los servicios
La
curas
los
que leyesen la Constitución á sus feligreses, y á éstos
man-
las
Y
,
siempre activo don
mandaba
la
Eamón Rayón coronel
al
de
sección
Tula.
*,
se apercibió á sor-
realista
Ordóñez que
Según. Bustamante,
el
subordinado
de
Constitución de Apatzingán, y en un edicto publicado
célebre
guerrillero
26 del mismo
Rayón,
instó á éste para la expedición, representándole
por
el cabildo
mes de mayo los
que
eclesiástico
de México
de excomunión mayor á
se imponía pena
la leyeran,
el
y extendían ese castigo á los que no
delatasen á las personas que conservaran en su poder
algún ejemplar de la ley constitucional cabildo
'.
Ordenaba
el
á los curas, confesores y predicadores, tanto como regulares, que combatiesen los principios
seculares
contenidos en ella,
y amenazaba con
y de destinos, con
ficios
la
pérdida de bene-
suspensión y aun con la
la
formación de causa á los eclesiásticos que anduviesen
Pero
remisos en este punto.
que sorprende es
lo
la
las
Epitacio
Sánchez,
importantes ventajas que produciría á la causa nacio-
y lo fácil de la empresa, fundándose en el corto número de soldados que había de guarnición en Jilotepec. nal,
Resuelto Rayón á dar
una sección de
el
escogidas que ascendían á qui-
ti-opas
nientos hombres,
y
golpe, púsose en marcha con
amanecer del 12 de mayo (1815)
al
Formáronse
se presentaba á la vista de ese pueblo.
independientes en una llanura cercana, quedando tro á las órdenes inmediatas las
de Urbizu, y
la
de Rayón,
la
el
los
cen-
izquierda á
derecha mandada por Epitacio Sán-
hombres,
ligereza ó extrema pasión con que procedió el cabildo en
chez.
esta vez, puesto que aseguraba que la Constitución de
siguiéndole á poco el capitán don Rafael Velázquez con
Apatzingán establecía
la
tolerancia
cuando
religiosa,
precisamente en su primer artículo declaraba que «la religión
católica,
apostólica
romana era
debía profesarse en la nación," exigía en los extranjeros,
ciudadanía,
el
la
única que
y en su capítulo
III
para poder obtener carta de
requisito de ser católicos,
comprendiendo
Ordóñez
al frente
salió
de
otros cien, y tras éstos la división
que había llegado anterior.
doscientos
del
infame Casasola
precisamente
á Jilotepec
Pudo Rayón durante algún tiempo
con serenidad los ataques de
la
por Ordóñez
en persona, pero
los poderosos
auxilios
la
noche
afrontar
primera fuerza mandada al
engrosarse ésta con
que fueron llegando rápidamente,
entre los crímenes por los cuales se debía perder ese
se víó forzado á retroceder hasta una eminencia inme-
«Inculpaba también
diata con intento de guarecerse tras las cercas de piedra
derecho, los de herejía y apostasía. el
cabildo á los insurgentes,
dice
Alamán, de que en
calendario que habían publicado anulaban •
Véase este edicto en
de 1815.
)a
el culto
Caceta correspondiente
al 30
el
de los
de
mayo
que en
ella se hallaban.
mandaba por Urbizu •
'
En
estos
momentos,
la izquierda
se desbandaba en todas direcciones,
Véase en )n Gaceta correspondiente Véase capítulo anterior.
al 14
de julio de 1815.
MÉXICO A THAVES DE LOS SIGLOS
y á su ejemplo,
Sánchez
de Epitacio
la caballería
se
473
confiada al coronel don Agustín de Iturbide poco después
retiraba en desorden, dejando solo á Rayón, quien, des-
de la retirada de Cóporo.
pués de luchar con valor desesperado y á riesgo de caer
manencia de varios meses en Apatzingán, había vuelto á
campo de
prisionero, se separó á su vez del
Sangriento
fué
muertos dejaron
manos de
de
los
la
misma pena
del suplicio en
los heridos
los
Ciento veintiún
de
orilla
cadáveres, sufriendo
que fueron llevados
,
la
vencedores, quie-
nes los fusilaron en partidas de treinta á la
una zanja abierta para sepultar
cien
pero fué mayor
sangre derramada después del combate. prisioneros quedaron en
establecerse en Ario, é Iturbide, ambicionando la gloria
batalla.
más
pues
choque,
este
los independientes,
i.
hombros de sus compañeros
lugar
al
Indignado
Bustamante con esta barbarie, dice en su Cuadro His-
"Permítaseme que me detenga en detallar
tórico:
las
de dar un golpe funesto á los independientes, pretendió y obtuvo el mando de una expedición contra aquel grupo de esforzados patriotas que formaban de la revolución.
Calleja aprobó
pendencia
del
brigadier
en
hacienda de la Sabanilla, los cuales conducidos á
la
Cóporo,
condenados
fueron
aquella fortaleza.
por
En vano
Eayón
de
trabajo
al
representaron esta circuns-
causando
Llano,
á
jefe
este
Lista
expedición, y habiendo cuidado Iturbide de ocultar mañosamente su intento, salió de Irapuato el 1.° de
mayo con el
el
mientras
Puruándiro,
coronel Orrantia,
que
su
marchaba desde Coeneo
de destruir las fortificaciones
fin
independientes habían comenzado á levantar en
que
los
ese
sitio,
huyesen
para impedir que se retirasen á de
y noche
día
á
dirección
hacia Chimilpa con
tomados
plan que le propuso
el
la
estas ejecuciones. Halláronse entre los prisioneros treinta se habían hecho soldados,
centro directivo
grandísimo disgusto con semejante providencia ^
segundo,
más hombres que
el
Iturbide y lo autorizó para ejecutarlo con absoluta inde-
circunstancias de atrocidad que se vieron con horror en
ó
El Congreso, tras una per-
Ario. las
Esperaba Iturbide
treinta
que
él
los
que
caminando
y cuatro leguas que separan á
y falta absoluta de libertad para obrar: Ordóñez nombró un consejo de guerra compuesto de don Eafael
Puruándiro de Ario, ningún aviso podría llegar á los
Ramiro, don Juan Galopen y don Manuel Linares, quie-
embargo,
el
nes sin titubear los sentenciaron á muerte,
pero con
tante diez
confesar,
solamente
y ocho leguas de aquel á que se dirigía, pero le acompañaba su vanguardia, y los demás
tancia
que
tanta precipitación
habiendo
allí
los: abrióse
aun se
ni
varios eclesiásticos
una zanja en
mente cayesen dentro.
que pudieran auxiliar-
Calvario, y en su orilla se
el
hacía hincar á los que se
dejó
les
ejecutaba para que natural-
Acaso
sirvió para esto el
ejem-
miembros
consecuencia
de
Epitacio Sánchez se acogió
al
rápida
su
marcha.
Sin
había
dividido
durante muchas horas en
los
su
fuerza,
extraviados
bosques que hubieron de
atravesar, no se le reunieron hasta las dos de la
mañana
2.
del día 5
Esta detención forzada del activo coronel realista
derrota
esta
de
día 4 Iturbide llegó á Zínziro, punto dis-
trozos en que
plar que hizo Iturbide en Valladolid.»
A
Congreso
del
don
coronel
el
presentándose
indulto,
frustró por completo sus del Congreso de
planes y salvó á los miembros
una muerte segura.
Avisados con anti-
con ciento treinta caballos, un obús y algunos pertrechos,
cipación de algunas horas por el cura de Tingambato del
camino del interior á México quedó libre por algún
riesgo que les amenazaba, resolvieron entonces separarse,
y
el
tiempo de las partidas que entorpecían paso seguro de los convoyes.
el
tráfico
y
el
Concurrieron también á
este resultado los triunfos alcanzados,
en
el
de mayo y en junio siguiente, por las tropas realistas
al
virey
el
comandante
Cásasela,
superior de las armas en aquel vasto distrito,
jefe
que en
todo él no quedaba una reunión de insurgentes que excediese de veinte hombres.
En
tanto
Jilotepec
que
las
armas
rey
del
y en tierras de Huichapám
Claverino llevaba á cabo una
feliz
,
el
triunfaban
en
teniente coronel
correría por los pue-
blos situados al suroeste de Valladolid, habiendo llegado
hasta Pátzcuaro, y regresando á la capital de Michoacán
después de pacificar todo ese rumbo.
Pero más importante en resultados fué
la
campaña
' VéaFe Bustamante en su Cuadro histórico, tomo III, paginas 4'22 y 423, y los parles de Ordóñez publicados en los números de la Gaceta correspondientes el 14 y 20 'de moyo de 1815. Alamán refiere impasible estos atrocidades, después de tergiversar á su sabor la relación del combale, y omitiendo el oporluno auxilio que dio á Ordóñez la división de Cásasela.
T.
III.
-60.
mismo que
los ministros del
Tribunal de Justicia, y
así,
divididos en pequeñas partidas, se dirigieron á Puruarán,
mismo mes
acantonadas en Tepeji y Huichapám, de modo que bien
pudo asegurar
lo
'
Bustamante.
— C«adro
Aísíórjco,
tomo
111,
pog. 150
Alamón
sigue en esta parte á Bustamante. Iturbide, anles de ponerse en marcha, dirigió ó Llano el oficio siguiente, con la nota de muy importante y reservado: «Tengo tomadas medidas muy eficaces para saber exactamente los planes de los rebeldes y podremos socar de ello ventajas muy grandes, pero es muy interesante para el efecto, que ni por el Sur, ni por el Poniente, ni por el Norte de Valladolid solga Iropa alguna hasta que yo diga á V. S. el resultado de mi proyecto, para el cuol también vendría bien que saliese alguna tropa de Valladolid por el rumbo de San Bartolo ó de Queréndaro con pretexto de introducir víveres á aquella capital. A pesar de que ésta irá con correo escoltado, no me atrevo á explicar más claramente sobre el asunto, porque cualquier incidente imprevisto que hiciera descubriría mi intento
repetirá V S. que importa que he dicho, y aun en cl caso de haber tropa por alguno de los rumbes del Sur', Poniente ó Norte de Valladolid, debe V. S. mandar retirarlo bajo cualquier pretexto honesto. Entretanto, no debe V. S. tener cuidado de la gavilla del padre Torres, jiues estoy á la mira de ella. » Dios, etc. Iropuuto, 13 do Abril de 1815, á las once y media de Agustín de Iturbide.-» la noche. ' Véase el Diario de esta expedición escrito por el mismo Iturbide, y publicado por don Carlos M. de Bustamante en su Cuadro Aísíó/'í'co, lomo III, págs. 151 á 155, edición de 1844. Échase de ver en ese documento el tono despreciativo é injurioso que emplea Iturbide para denigrar a los miembros del Congreso,
y causaría
mucho
se
mucho mal. Concluyo con
haga
—
lo
MÉXICO Á TBAVES DE LOS SIGLOS
474
permaneciendo hasta última hora en Ario poder ejecutivo Morelos,
del
miembros
los
pusieron en salvo los archivos y la imprenta
y
,
desgraciado Abarca tardó algo en hacerlo por tener
el
quienes
que dejar á su esposa en cama, y habiendo sido cogido
salieron
á la salida de la población, fué puesto inmediatamente
Liceaga y Cos,
En
en los momentos de entrar en aquel pueblo las primeras
en capilla para ser pasado por las armas.
avanzadas de Iturbide.
interesaron por salvarle la vida el cura don Pedro Rafael
Orrantia, entretanto, marchando por
á Chimilpa y destruyó las fortificaciones por
Estas
insurgentes.
los
Uruapám allí
en
consistían
vano se
llegó
Conejo, las religiosas y los vecinos que habían quedado;
levantadas
en vano su afligida esposa se echó á los pies de Iturbide,
un
reducto
quien
le
aseguró
que
puesto
preso
marido
su
no
sería
fusilado,
que se alzaba en escarpada cima, tan sólo accesible por
habiéndolo
un sendero estrecho, y en fuertes estacadas de encino y cortaduras hechas á pico donde las rocas no eran bas-
declaración: al salir de Pátzcuaro lo hizo conducir preso
con la división y
tante
zunzán, cuando su tropa iba á ponerse en marcha.
espesas
elevadas;
arboledas
llanuras
vastas
y
lo
mandó pasar por
rodean esta posición militar y los frutos que en ellas se
atroz ejecución fué considerada
producen podían alimentar con holgura á
mal éxito de
se
Orrantia halló abandonado
refugiasen.
que
los el
allí
y después de arrasarlo por completo, continuó su marcha al
pueblo de Ario, donde se reunió á Iturbide que había
llegado
de
dos
este
días
14 de mayo
el
sus tropas.
permaneció
no
último,
Habiendo fracasado
antes.
para Pátzcuaro
salió
plan
el
mucho tiempo y
allí
frente de todas
al
Los miembros del Congreso, reunidos en
Puruarán y sabedores de
de Iturbide, volvieron
la salida
á Ario á continuar sus tareas de gobierno, mientras que los individuos
que formaban
Huetamo con
gían á
el
el
poder ejecutivo se diri-
propósito
nuevas
levantar
de
fuerzas para sostener la campaña.
de que se prometía tantas ventajas, fué marcando sus
A
pasos hasta Pátzcuaro con un reguero de sangre. fusilamientos
dencia que pudo aprehender en Ario
de muchos empleados
los
en
\ debemos
haciendas
las
añadir
que
fué
del
el
doctor Cos, quien separándose
dirigió
rápidamente á las inmediaciones de Pátzcuaro,
y aprovechándose de la salida de Iturbide, que á mediados de junio marchó á su cuartel general de Irapuato, se unió
con las guerrillas de Vargas y del padre Cai-vajal,
que acababan de hacer prisioneros
vengar
la
muerte de Abarca, y también mandó pasar por jefe insurgente llamado Nájera, famoso
armas á un
por los tormentos que hacía sufrir á los prisioneros realistas
que caían en sus manos.
De halló
insurgentes
los
á
vuelta Iturbide
intendencia de Guanajuato
la
ancho campo á su actividad en
campaña en
de Michoacán.
haciendas
como
,
entrada.
la
si
mismas
en su mano hubiese estado impedirles
«Al entrar Iturbide
en
Pátzcuaro,
Alamán, á quien copiamos en esta parte por
dice
los informes
especiales que tuvo á la vista para escribir este trozo de
su historia, fué aprehendido
el
comandante de aquella
el
Iturbide destacó á Orrantia y
el
varios,
á admitir
quien
,
como
obligó,
como á
empleos en un regimiento
gones que intentó levantar población
Cos
los cuerpos
allí
otros
de
dra-
para resguardo de
la
de patriotas que se habían
Rincón
la parte
choque
de
Ortega con
septentrional el
Castañón, que eran
mayor confianza, y
su
24 de
independientes
de
julio
y
quedaron
intendencia.
fué
rudo
destruidos,
sufrieron pérdidas considerables,
ese regimiento se hizo coronel,
la
teniente coronel, el cual aceptó á instancias del vecindario,
que á cada instante se veía invadido por
las
de insurgentes que entraban en la ciudad y cometían todo género de desórdenes y violencias, no partidas
habiendo
autoridad
que
conservase
algún
aproximarse Iturbide huyeron todos los
orden.
oficiales,
hablan tomado las armas.
y sangriento:
y sus
el
los
contrarios
contándose entre ellas
Francisco Rubio
'^.
Otro teniente realista, don Higinio
Juárez, pudo apoderarse algunos días después de Rosas,
de
jefe
los
independientes
Ortega, de tres
oficiales
derrotados
en
Rincón
y de veinte soldados. Rosas
de ^
y
Al pero
Iturbide mandó fusilar en Ario á los vecinos don Manuel don Eligió Castro, don Antonio Medina, don Manuel Mendizábal, joven de veinte años, don Manuel Caslafieda y otros que no '
recorrían
Efectuóse
muerte del teniente del batallón de Frontera don
'
'
Valdéí»,
que
partidas
las
la
los
éstos se encontraron en
organizado en los pueblos ocupados por los realistas; de
nombrando á Abarca
de Pénjamo
el rumbo del Norte, no dejaban ni un momento de reposo á las guarniciones de realistas y liatriofas que resguardaban los pueblos y lugares de mayor importancia. Para combatir á tantos enemigos,
guido
á
el lado
Pachones, por
jefes de
pacífico,
durante su
allí
El padre don José
Valle de Santiago, y Eosas, Moreno, Rosales y los
ciudad don Bernardo Abarca. Era éste un vecino distin-
y
de
la persecución
que habían progresado
tierras
y
las
capitán realista
al
Aval y á diez y siete soldados. Cos ordenó el fusilamiento de todos estos en el pueblo de Santa Clara para
que haber recibido á
en
sangrientas
provocaron
Antonio Torres y Lucas Flores, hacia
insurgentes
el
Congreso ^"
tocando en su regreso, los cuales no tenían más crimen los
Esta
en Huetamo de sus compañeros del poder ejecutivo, se
los
de los pocos partidarios de la indepen-
matanzas
atroces
represalias de parte
las
mal éxito de una expedición
Irritado Iturbide con el
Estas
fuerte,
armas en Zint-
las
como un desquite por
excursión contra
la
una
tomarle
para
solamente
—
AlamXn. Historia de Méasico, tomo III, púg. 281. Véase parte oficial publicado en la Gaceta de 24 de agosto
de 1815. ' «Este Rosas, dice Alamón, fué uno de los sargentos del batallón de Guanajuato comprometidos con Hidalgo para comenzarla revolución, y por esto fué reducido á prisión por el intendente
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS los
tres
fueron pasados por las armas en San
oficiales
Luis Potosí y los soldados en Villela.
No
libertó este desastre á
por gruesas partidas, que congregadas en la hacienda de la
Tlachiquera y
mando de Borja, Santos Aguirre y
al
otros asaltaron briosamente la ciudad
siendo simultáneo su ataque por Marfil ciana.
En
el
25 de agosto,
el
Mellado y Valen-
,
primero de estos puntos fué reñidísima
lucha, pereciendo
el
comandante
alemán enviado por
realista
la
don Francisco
Venegas y su segundo don Francisco Fischer, minero
de
arte
el
Guanajuato de ser atacada
475 la corte
minería.
la
de España para perfeccionar
Mellado
y Valenciana fueron
también ocupados á viva fuerza, habiendo incendiado
los
independientes uno de los íiros de esta célebre mina,
llamado de San
Antonio; pero la ciudad no pudo ser
entrada gracias á corta
la
vigorosa resistencia que opuso su
y valiente guarnición.
Guanajuato y en
la
el
Este peligro en que se vio que
desastre
causaron los
asaltantes
mina de Valenciana, movieron á Calleja á
dirigir
severa reprimenda á Iturbide, achacando á su imprevisión
General don Víctor Rosales
los resultados de la intentona
acarrear
el triunfo
Iturbide de estos cargos,
que envió
al
y
los
más
de las guerrillas.
virey,
fatales que pudo «Para indemnizarse
mandó levantar
varios informes
pero ni aun por este medio logró
poner á cubierto su responsabilidad.»
Asentado dejamos en
el
capítulo
revolución en la provincia de Veracruz,
a!
titución
la
desconocieron
emanadas del Congreso.
que las
jurar la Cons-
autoridad de Rosains, y se obligaron á no obedecer otras órdenes que
Para
el carácter violento
vengativo de aquel funesto personaje la
mayor de
las
provocaciones,
,
tal declaración
y apenas
llegó
á su
Reuniendo sus mejores tropas y dejando una
corta guarnición en Cerro
Colorado, púsose en marcha
con dirección á Huatusco, siguiendo un penoso y áspero camino á la falda del alto volcán de Drizaba. Seguíanle de mala gana sus oficiales y soldados, los
llevaba
contra los
realistas
sabiendo que no
sino á combatir á sus
hermanos de Huatusco y Coscomatepec: huían Ri»ño: estuvo en las batallas de los Cruces, Guanajuato Calderón, y y había sido nombrado connandante general é intendente de San Luis con el título de brigadier.»
y
era
noticia se apercibió á castigar á los que lo habían desco-
nocido. anterior
tropas de Victoria y de los otros jefes que sostenían la
en Acasónica,
las
los
habi-
tantes al acercarse á los poblados la columna expedicionaria, y de este
modo
los
hombres que
la
formaban se
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
476
Muchas de
veían privados de mantenimientos.
que
milas
conducían
acé-
las
y municiones
pertrechos
los
se
extraviaron por aiquellos barrancos, las lluvias continuas
hacían
intransitables
que seguía
noticias
de
es,
y
irascible Eosains,
el
pocos individuos que
los
estrechas
y agriado hasta
división,
la
tantos obstáculos
mente á
tortuosas
las
castigaba cruel-
comunicaban
le
las
que habían adquirido del campo enemigo, esto
que
independientes
tropas
las
desconocían
su
autoridad en la provincia de Veracruz.
de Tehuacán
él
,
las tropas
llegó Rosains á
Huatusco hallándolo abandonado también por gran parte de su vecindario;
27 de julio salió con su gente rumbo
el
Los
vencedores
á su antiguo jefe.
autorizó para que asistiese á del bando contrario.
este
borde opuesto del barranco se hallaban fortificados
los
y Montiel con sus
partidas que se guarecían tras
Era
parapetos construidos en la escabrosa ladera.
excelente la posición militar escogida por los tenientes
entre
pasar por puntos;
el
fin,
una confe-
común.
Algunos
ya que
,
la resistencia
recomendaban
la
necesidad de quitarle la vida, pero Terán pudo calmarlos el
ofrecimiento de que él se encargaría de reducirlo
En
consecuencia
volvió con sus tropas á
de
este
Tehuacán y en
Terán
concierto, la
noche del 20 de
agosto se dio á reconocer como jefe superior á las fuerzas
que había en
la
ciudad y á las que guarnecían
Colorado. Rosains, aprehendido en su
mismos
el
Cerro
mismo alojamiento
que hizo poner á una
y aherrojado con
Huatusco y Coscomatepec, forzoso
es
de sus muchas víctimas, fué conducido á Huatusco por
su profundidad es quizás de unas
trescientas
y aunque en la parte superior disten sus bordes entre sí más de tiro de cañón vanse estrechando las dos varas
enemigo
guerrillero
los
grillos
Luna y entregado por
éste al general
el
don
Guadalupe Victoria. Debió
sufrir
,
,
lo
que celebraran
se
el
para dirigirse de uno á otro de esos dos
él
las juntas
Efectuóse, por
barranco en la llanura que
de Victoria; echado eitiende
mando de Terán, y
al
hombre era un obstáculo para vigorizar
contra
el
momentos
rencia en la que se trató de aniquilar á Rosains
á prisión.
Corral
extendieron
se
Rosains envió contra sus enemigos
una fuerte sección de caballería
con
el
jornada
esta
entonces hasta Ixtapa y Maltrata uniéndose á ellos
de Jamapa se detuvo para disponerse
ataque, pues en
en
guerrillero Luna, quien abandonaba en aquellos
á San Juan Coscomatepec, pero al llegar á la barranca al
que pocos días antes habíanle seguido en
tan desastrosa campaña.
los
Derrotado sin combatir y con la mitad de que habían salido con
sin las tropas
sendas
sumo con
lo
gones á Tehuacán, habiendo entrado en esta población
inmensamente
orgullo del funesto
el
cruel Rosains al verse abatido é impotente á
sus enemigos.
y merced de
Victoria se negó á guardarle y fué entre-
por las que corren varios senderos angostos y tortuosos, hasta el fondo del gran precipicio por donde
gado nuevamente á Luna,
se arrastra un torrente, hinchado entonces por las lluvias;
poniéndolo en manos de Osorno.
unas ruinas de un antiguo puente y un tronco de árbol
greso, pero habiendo logrado escapar en las inmediaciones
laderas,
atravesado sobre ellas eran
el
único medio de pasar de
Ruidosa gritería y repetidos denuestos alzaron
el
y Montiel
lado
al
y
opuesto; llovía á torrentes,
su impetuoso jefe, ciego de cólera
desde
dirigían
marchar contra
los
los
de
aparecer los soldados de Rosains en el
que éstos llevaban se había inutilizado con
le
la
opuesta
poco parque el
agua. Pero
al oir los insultos
ladera,
sólo
que
atendía
,
ordenó á Terán que
á la cabeza de la infantería descendiese hasta el fondo del barranco petos.
y luego emprendiese el asalto de los paraPúsose Terán en movimiento: bajó con sus infantes torrente á la deshilada por el tronco atra-
el
vesado sobre
la corriente;
ladera, atacó con brío allí
levantados
subió en seguida á la opuesta
y tomó, uno
tras otro, los reductos
llegó triunfante al borde contrario; pero
y
entonces fué acometido por la caballería que se hallaba
formada
en
auxiliado,
Atacado con gran furia, y de Rosains, que bien pudo haberle
planicie.
la
muy
hallándose
lejos
Terán retrocedió en gran desorden; muchos de
sus soldados fueron pasados al
cayeron
al
precipicio
Corral y Montiel.
pocos
al
filo
empujados
de la espada, y otros por
la
caballería
de
El coronel Terán pudo pasar con muy
lado opuesto,
lo
Éste
llevó lo
á
mandó
Zacatlán al
Con-
casa del cura de Ixtapaluca,
el del secretario
del arzobispo
Fonte, según otra versión, escribió á este alto dignatario pidiendo el
el indulto,
que
le
14 de octubre de 1815, y
fué concedido fijó
por el virey
su residencia en Puebla
donde vivió hasta algunos años después de consumada independencia
la
'.
á
enemigos. Aprovechando un momento
en que la lluvia disminuyó un tanto
y atravesó
la
por cuyo conducto, ó por
uno á otro lado.
Corral
de Chalco, se acogió á
quien
y Rosains huyó con algunos dra-
' «Después de obtener el indulto entró en México, alojAndope en el arzobispado; hizo ejercicios espirituales en la Profeso, y presentó en 15 de noviembre (1815) al virey un informe muy circunstanciado sobre el estado de la revolución y medios de sofocarla, en el que dio la más triste idea de los jefes que quedaban en ella, y describiendo las fortificaciones del Cerro Colorado, se ofreció para servir de guía á las tropas destinados á atacarlo. Siguieron su ejemplo, acogiéndose al indultu. bus amigos el abogado don Riifael Arguelles, don Martín Androde y otros, quedando Terán dueño del Cerro Colorado y de aquellos pueblos de la Mixteca en que Rosains mandaba. Este permaneció tranquilo en Puebla, adonde se le permitió retirarse libremente con su familia, aunque dando avisos secretos á los insurgentes, según asienta en su Relación hiftórica, al mismo tiempo que había ofrecido sus servicios al gobierno vireinal y después á Iturbide cuando éste proclamóel.Plan de Iguala; sin embargo, no tomó parte activa en aquella revolución, ni en la que precipitó á Iturbide del trono. Cuando en 1823 se concedieron premios á los insurgentes con el nombre de antiguos patriotas, se le señaló por Victoria, que era á la sazón presidente de la República pesos y que le debía toda su carrera, una pensión de cuatro mil anuales, aunque la Junta establecida por la ley para calificar el mérito de los individuos, rehusó informar en su favor, mientras no satisfaciese sobre los motivos que había tenido para pedir el indulto. Proclamada en 1824 la Constitución federal, fué nombrado senador por el Estado dts Puebla, y al trashularso á México motó en AyotÍQ de un garrotazo al cochero que lo conducía. Escribió para
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
De
esta suerte desapareció de la escena revolucio-
naria un hombre que hizo grandísimo daño á la
causa
477
abundaban en
la
península, de las que se habían levan-
tado y organiz;\do durante la campaña
y que, inmediatamente después de indultado, presentó al virey Calleja un extenso informe sobre el
verdad es que escaseaban
estado de la revolución y medios
ciones armadas,
nacional,
de combatirla, descri-
biendo menudamente las fortificaciones de Cerro Colorado,
y llevando la indignidad hasta
el
grado de ofrecerse para
servir de guía á las tropas que se destinaran á atacar esa
posición militar
^
Bastaría este hecho para condenar su
erogar los
logró
hombres
al
exigían estas
á
enviar
un
mando
del
para
energía
intensa
rumbo
salir
que
gastos
pero cierto es t;imbién que
desplegó
españul hacerlas
Así
costosos
contra Napoleón;
medios pecuniarios para
los
sus
el
equiparlas
y
Ultramar.
posesiones
de
cuerpo
de
brillante
expedigobierno
diez
mil
don Pablo Morillo con
general
Santa Fe de Bogotá, y
nombre á merecido oprobio; pero es preciso recordar,
destino al antiguo vireinato de
además,
preparó otro numeroso ejército que más tarde había de
tropiezos
los
y
obstáculos que
constantemente
opuso á la obra de la resistencia nacional con
tal
de
saciar su inmoderada ambición
y sus mezquinos rencores. El historiador Bustamante, que tanto hubo de sufrir de Rosains,
juzga con más generosidad que justicia
lo
decir de él que
amó á
la patria
de mayores conflictos;
y
la
sirvió
en
al
los días
que puso cuanto estuvo de su
parte para conservar el orden
y
la disciplina,
pero que
dirigirse
por
á Buenos Aires.
Instaba
envío de nuevas tropas á
el
comercio de Cádiz
el
Nueva España, y
proveer de fondos á la expedición de dos mil hombres
que
pronta á embarcarse
estaba
con
tal
de que se destinase á la pacificación de Nueva
España,
á
y especialmente,
asegurar
enemiga irreconciliable de
didas cuantiosas.
defecto
equivocó las faltas de servicio con las que reputó
injurias personales,
y
y que por este
los decretos
sacaba de
sí.
nuaciones
al
dictados en los momentos
La
proscribir
la
que conducía á Miyares y los suyos
que
la
ira
lo
de
causaba pér-
gobierno á la solicitud de
en los primeros días. de abril (181.5).
,
salió la flota
Llegó
la
expedición á Veracruz
el
18 dé junio y se
la
formaba del regimiento de las Quatro órdenes militares
ilustres defensores,
y del batallón de Navarra, con cerca de dos mil hom-
memoria de Rosains, y
tampoco entre sus
el
oferta
posteridad no ha admitido estas ate-
patria no lo cuenta
Accedió
tránsito
el
le
mercaderes gaditanos, y habiendo éstos realizado su
los
las violencias
de donde procedieron
las
órdenes del brigadier don Fernando Miyares y Mancebo,
Veracruz á México, cuya interceptación
justicia,
Panamá á
para
su celo declinó en una precipitación que es madrastra y la
ofreció
porque sólo debe alcanzar gloria tan alta quien sacrifica
bres.
Miyares era un joven valiente, activo é instruido
en sus aras con ánimo sereno, más que
en
arte de la guerra,
afectos
la vida,
ambición,
y rencores.
Poco antes de
la estrepitosa caída de
Rosains
á la
,
que tan eficazmente concurrieron los esfuerzos de jefes
que en Veracruz sostenían
nes de Victoria,
este
caudillo
la
Rey y en
los
guerra bajo las órde-
aumentaba lustre á su
nombre combatiendo rudamente en su posición de Puente del
favorita
toda la comarca que se extiende
terminación de la guerra con Francia permitió al
gobierno de Fernando VII enviar á las insurreccionadas colonias de
ejércitos
de
la
,
y aunque oriundo de Caracas había servido con brillo en los
versal de Indias Lardizábal, dice al
Alamán,
América considerable número de tropas que
1.°
de abril de 1815, la salida
de Miyares para aquel puerto,
miSmo tiempo que
verificarse,
del
le
dice haberse
ejército
—
mandado
de Morillo pasasen á lo
que no llegó á
y que también estaba dispuesto
se traslada-
sen á este reino los residuos de los regimientos de la línea de
México y Puebla, que estaban en
que como habituados vindicar pu conduela la Relación histórica, y encontró en el gentriil Terón un adversario más temible con la pluma (de que se servia con gran acierto y gracia) que en el campo de la revolución. En 1830 se opuso al plan de Jalapa en San Andrés, por lo que fué puesto en el castillo de Perote, y cuando se le dejó en libertad se trasladó á Puebla, en donde dio muerte de una puñalada ú un oficial llamado Francisco Poceros que había sido testigo contra él, y habiendo formado una conspiración desesperada contra el gobierno del general Bustamante, de acuerdo con el coronel don Francisco Victoria, hermano del que había sido presidente de la República, murió fusilado en Puebla el 27 de setiembre del mismo año, según las leyes vigentes en aquella época para juzgar esta clase de delitos.» (AlamAn. Historia de México, tomo W, págs. 235 y 237, edición de 1851). • Véase este informe completo en la Historia dé México por Aloman, documenlo núm. 8 en su Apéndice al tomo IV. En este informe, impreso por primera vez en México en 1826 por el general Terún, con motivo de su encendida polémica con Rosains, se halla lo siguiente: «Algo puede contribuir la presencia del que suscribe para tomar el Cerro Colorado: sus conocimientos topográficos, carácter de los sujetos, modo de pelear y exhortaciones á unos hombres que sirvieron bajo su inmediato mondo, aunque en el buen efecto do esto último no se afirma, porque los opiniones de los hombros no se comprenden, .»
comunicar
al
gobernador de Veracruz don José de Quevedo, en real
orden reservada fecha en
al
«El ministro uni-
monarquía española.
Nueva España cuatro mil hombres,
desde este punto hasta las playas del Golfo.
La
el
en la América Meridional
al
clima serían
Habana, y
la
muy
útiles
para la
conducción de convoyes y establecer un camino militar de Veracruz á Perote, entonces
lo
que tampoco tuvo efecto por
i.»
El primer cuidado de Miyares fué hacer
salir
cuanto
antes á sus tropas de la zona enfermiza de la costa llevándolas él
teniendo
el
mismo á Jalapa de clima suave y benigno, ,
sentimiento
de ver morir en
nueve de sus soldados que sucumbieron por
Pudo en su
calor.
viaje
hasta la
camino á
el
el
excesivo
risueña y hermosa
,
estudiar la
villa
mente Calleja
parte '
al
tráfico
carretera
nacional,
un plan que comprendía también
permanente-
y propuso á el
camino que
de Veracruz á Puebla pasando pos
Córdoba y
AlamXn.
del85t.
mejor manera de abrir la
— í/isíoría
de México, («mo IV, pág.
35?, edición
478
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
Oiizaba.
en
Este plan consistía en establecer almacenes de San Carlos de Perote, después de
la fortaleza
repararla suflcieutemente
formar un camino militar desde
;
esta posición hasta Veracruz, construyendo fortines en los
lugares á propósito que sirviesen de puntos de apoyo á
de los convoyes, y movilizar á los realistas
las escoltas
de Jalacingo, Tlapacoyan y Zacapoaxtla á
Aculcingo, donde apareció
de estorbarle
el
Una compañía
paso.
Luna con ánimo
guerrillero
el
de cazadores de
Cuatro órdenes avanzó resueltamente contra ría
y
la caballe-
de Luna, que apenas ascendía á doscientos hombres,
á costa de bastante pérdida logró desbaratarla y des-
pejar la sinuosa
y agria senda de
las
Cumbres.
Entró
de que
Miyares en Orizaba, cuyos habitantes no
le
hicieron el
obrasen en combinación con las tropas de línea, debiendo
entusiasta recibimiento que él esperaba,
de
lo
hacerse
mismo en
lo
camino de Orizaba.
el
aprobó desde luego
sólo
fin
Calleja no
plan de Miyares
el
sino que
,
puso bajo su mando inmediato una demarcación militar
segregada de
Comandancia del
la
comprendiendo á Jalapa, recibió
nombre
el
Sur, que
ejército del
Orizaba y Córdoba
Perote,
Comandancia general de
de
quejó al virey Calleja; de
acogido con menos desgana
cual
se
pasó á Córdoba, donde fué
allí
y tanto en una como en
,
otra villa dictó acertadas providencias pai'a proteger la
siembra y
que era uno de
la recolección del tabaco,
los
mejores y más seguros recursos del gobierno vireinal.
Mientras que Miyares avanzaba hasta Córdoba, don
las
Villas^ autorizándole, además, para ejercer en ella las
Manuel de Mier y Terán,
facultades de los comandantes genei'ales de provincia,
todas las tropas que habían obedecido antes á liosains,
de disponer de las rentas reales que en
y
la
comarca
y unido á
se recaudasen á fin de que pudiese pagar con
su pro-
situaba en las
la
ducto á las tropas y empleados.
Miyares
20 de julio con dirección á Veracruz
el
dispuesto á trasladar los
habían quedado en
el
mandó
golpe de gente,
equipajes de sus tropas
del Puente del Rey,
que
Victoria, seguido de gran
puerto.
reforzar las defensas
y parapetos
estableciendo nuevas trincheras y
ordenó
al
que con
20 de agosto de
Cumbres de Aculcingo dispuesto á
No
bien
coronel Euiz
el batallón
,
lo
supo
el .brigadier
inter-
español,
á quien había dejado en Orizaba,
de
Maltrata para caer por
en tanto que
dientes,
el
de Luna, Machorro, Sánchez y otros, se
las
ceptar el paso.
Después de algunos días de permanencia en Jalapa, salió
jefe desde
Navarra tomase la él
retaguardia de los indepen-
mismo, á
la
cabeza del regi-
miento de Cuatro órdenes, marchaba por para atacarlos de frente.
camino de
el
camino real
el
Pero Terán desbarató este
abriendo profundos fosos en las cercanías de esta obra
proyecto, abandonando rápidamente sus posiciones de las
verdaderamente magnífica.
Cumbres y retirándose á
Miyares llegó frente á
de los independientes
posiciones
examinar cautelosamente
el
el
24,
punto, ordenó
las
y después de el
Siguióle Miyares,
de los independientes
y aunque Victoria
blo
gado á retirarse
al
con denuedo, vióse obli-
cabo de una hora de vivísimo fuego
Dejando Miyares en
el
'.
Puente un batallón, continuó su
marcha á Veracruz^ en donde entró
día 29, no sin ser
el
molestado continuamente por las veloces caballerías de Victoria; el 2 de agosto
llegando
á esta
grande fué et-tas
la
villa
emprendió su regreso á Jalapa,
siete
más
días
Novedad
tarde.
prudente conducta que siguió Miyares en
de
jefes
realistas, no sólo no fusiló á ningún prisio-
nero, sino que, encontrando varias armas
en poder
de
y lo
el
29 de setiembre la caballería
atacó vigorosamente en el pue-
Santa María Tlachichuca en medio de una lluvia
tormentosa: varias fueron las acometidas que hubieron de sufrir los realistas, recias
pero
al
cabo,
rechazadas las
cargas de las guerrillas, pudieron continuar su
marcha á Jalapa, y Terán, por su parte, se dirigió á Teotitlán para auxiliar á su hermano don Joaquín, amagado de un ataque que disponía
el
coronel don Melchor
Alvarez, jefe de las armas del rey en Oaxaca
Pocos días antes del arribo de Miyares
excursiones, pues á diferencia de lo que hacían los
demás
de San An-
drés Chalchicomula.
ataque, que
efectuaron con bravura los soldados de Cuatro órdenes, se defendió
las inmediaciones
i.
al
puerto de
Veracruz, á principios de julio de 18L5, dispuso Calleja
una expedición á Boquilla de Piedras, en
la
costa de
algunos rancheros de las cercanías de Paso de Ovejas,
Barlovento, por donde los independientes podían estable-
de ellas sin molestarlos, conformándose
cer comunicaciones con los Estados Unidos ds América y
se hizo dueño
con prevenirles que en adelante miraría como criminal á toda persona á quien se
Atendió en seguida
le
el valiente
tera que pasa por Orizaba
primeros
esa línea en los
hallase alguna arma.
Miyares á
días
de
la
carre-
En
Orizaba.
14
la
las
,
jefe
accidental de la segunda división
de milicias en la Costa del Norte, habían de marchar
su
marcha hacia
de setiembre llegó á las cumbres
Parle de Miyares, publicado en de setiembre de 1815.
«
al 9
i^l-
mar de
primeramente contra Misantla, y en seguida reducir á '
continuó Miyares
el
simultáneamente de
la
pués de combinar entrambos algunas importantes dispomilitares,
salir
Perote y de Jalapa , cuyo mando se confió á don Carlos
María Llórente
Daoiz, comandante general del ejército del Sur, y des-
siciones
Fuerzas que debían
brigadier Moreno
setiembre. el
aventureros que abundaban entonces en
Antillas.
y Córdoba, y se trasladó á
hacienda de Tepetitlán se avistó con
los
de
Gaceta correspondiente
— Cuodro /tUtórico, tomo IV, pág. 209. —«MijaAlemán á propósilo de este encuentro, recorría su linca en
BusTAMANTE.
res, dice
un caballo fogoso, que se espantó con el fogonazo de un obús, y resbalando en el terreno mojado, cayó en tierra, dando un fuerle golpe en el pecho ni jinete, a quien se dislocó una clavicula y arrojó mucha sangre por la boca.» Parece ser que este golpe ocasionó la muerle de este valiente y entendido jefe reulisto,que acaeció en España en el año siguiente de 1816.
MÉXICO A TIIAYES DE LOS SIGLOS que sostenían
los
Además,
una
que
dispuso
se
Tampico, á
en Boquilla de Piedras.
la revolución
que debía unirse
la
mandados por
goleta Cantabria,
procedentes de Veracruz
bergantín Saeta y la
Murías y mar á Boquilla
teniente
el
hostilízase por
,
formada en
escuadrilla el
de Piedras y vigilase las costas adyacentes.
479
bravo teniente, de cerca con
rando su marcha llegó á tiempo de sostener á Juan del
Carmen, que luchaba con parte considerable de
«Fué
realistas.
Tlapa para contener
historiador Bustamante, hasta que se
á favor
efecto
al
partió de Nautla
siguiendo por la costa y
de este modo, pudo
de Guerrero,
avance de
el
cuyas
los el
declaró la victoria
acabaron
tropas
con
las
en términos de sólo escapar uno ú otro sol-
españolas,
dado.
la guar-
combate espantoso y tenaz, dice
el
de Perote, á las órdenes inmediatas del capitán Arteaga,
y
el
combate y apresu-
el
intentó apoderarse primeramente de Boquilla de Piedras,
llevando á la vista la escuadrilla;
siguióle
El día 20 recibió
resto de sus tropas.
el
Carmen,
del
que se había empeñado
aviso de
nición, salida de
Llórente con las tropas salidas de la demarcación
Juan
coronel
el
Sin perder tiempo avanzó hacia Tlapa ocultando
M
hacerse dueño de la barra de las Palmas sin hallar opo-
su movimiento á favor de la noche,
se
sición ninguna, pero no logró vadear
presentó
al
de la costa á los buques de la escuadrilla,
el viento alejó
y fracasó
golpe que
el
proponía asestar á los inde-
se
que se
ante
la
y de esta suerte y mandó romper el fuego
villa
toque de diana, formando en cunvalación para estrechar
el
acto una línea de ciri.
el sitio
la
Durante veinte días se sostuvo un fuego nutrido y
de sus esfuerzos para vencer los obstáculos
mortífero entre sitiadores y sitiados sin que los primeros
pendientes de Boquilla de Piedras. inutilidad
laguna Salada;
la
Convencido
marchar á Misantla á
le ofrecían, resolvió
obrar combinadamente con la fuerza que
En
salido de Jalapa.
de
de
fin
debía haber
medio de lluvias copiosísimas que
marcha de
pudiesen avanzar hasta pero
estrechando
segundo perímetro
el
cada
más
vez
á
sus
fortificado,
contrarios
y
poniéndolos en gravísimo aprieto por falta de víveres.
avanzó
El virey ordenó á Armijo que á marchas dobles fuese
hasta Misantla, y después de un encarnizado combate, se
á socorrer la plaza sitiada, combinando su movimiento
fatigaban
la
dueño
hizo
del
pueblo
tropas,
las
anochecer
al
Llórente
del
de julio,
5
salido
al
mando
Luna, y avanzando hasta Chiconquiaco,
adonde llegaron
el
porque
los
no pudieron pasar más allá
caminos fragosísimos de esta parte de
vincia estaban intransitables. cía á Naolinco,
la
pro-
Volviéronse en consecuen
y de este punto regresaron á Jalapa
yendo innecesario su auxilio
Pero
la
al
-
cre-
saber la toma de Misantla.
posición de Llórente,
á pesar
de
su
Guerrero,
del
teniente coronel
día 3,
triunfo,
que Armijo enviaba á
próxima llegada
Cruz,
fortificándose
ataque que
dientes no tardarían en presentarse; así sucedió al día
y desde ese momento tuvo que
des estragos en las
Cinco días sostuvo Llórente sus posicio-
indispensables.
nes esperando
el auxilio
de Jalapa, pero como éste no
llegaba y su situación era á cada se decidió á retirarse y
para Nautla
La
gentes.
perseguido escuadrilla
el
día
11
momento más se puso
vigorosamente volvió
á
por
en loS
Veracruz
sin
dominada por
los
allí
gua
el
Sur
ni respiro,
fatigó á los los
en
mejor
efecto,
intentó
filas
la
la
loma de
bayoneta y haciendo gran-
independientes, que no tardaron
cien hombres.
Armijo se vio
desde cuyo punto envió
de una acción tan reñida, en
las
tropas
Los
sitiados de Tlapa recibieron, sin
del
obligado á
el
al
reti-
virey
que confiesa que
embargo, cuantiosos
el
insur-
haber
con indoma-
y durante
G-uerrero luchando el
sin
tre-
segundo tercio de ]815,
soldados del rey con sus
venció en repetidos encuentros.
teniente coronel Samaniego,
y Guerrero continuó
la
el
asedio hasta que órdenes apremiantes de Morelos lo for-
zaron
á
abandonar una empresa que pronto
hubiera
coronado con éxito completo.
Volvamos ahora nuestra .atención hacia que tenazmente perseguidos por el
el
los patriotas
coronel Iturbide en
mes de mayo de aquel año (1815) lograron salvarse
centro
directivo
Congreso,
del
de
la
revolución.
el
Los miembros del
poder ejecutivo y del Supremo Tribunal
rápidas marchas
En
julio deter-
—
vanguardia á su
—
' Bustamante. Caadro histórico, tomo III, pág. 272. Biorafia de Guerrero. (Hombrea ilustres mexicanos tomo IV, página 303).
(j
minó atacar á Tlapa, y destacando á
el
Sur se batieron con denuedo y bizarría.
de enemigo tan temible, y con ellos salvaron también continuó
el
marcha
ble constancia.
En
resistir
elementos de resistencia que pudo introducir en la plaza
defensores de la independencia,
quienes hacía cuatro años se sostenían
y
parte
zona comprendida entre Misantla y Boquilla de Piedras
siguió
Armijo,
crítica,
alcanzado ninguna ventaja digna de mencionarse, y toda la
el jefe
en reponerse y en rechazar á los asaltantes matándoles
rarse á Olinalá,
impedían proveerse de agua y de los mantenimientos más
loma
la
dispuso
acto
ambas para
en
Caballeria cargando á
rodearon
le
el
por
echó bruscamente sobre
se
más de
con parapetos y cortaduras que
aparecer
sorprender á las tropas de Guerrero, y una mañana, al
sostener un sitio en toda forma, pues los que lo atacaban iglesia
En
amenazaba.
le
la
en la iglesia temiendo que los indepen-
y
debía
independiente ocupar esta eminencia y la cercana de la
de
la
que obe-
de Tlapa avisándoles de su
los
que
llamada de la Cahalleria.
rayar la aurora,
siguiente de su entrada,
las
siempre vigilante, interceptó un correo
era verdaderamente angustiada: dueño de Misantla cuidó fortificarse
mandaba Rionda y con
decían á Samaniego en Izúcar.
habiéndose retirado ordenadamente los defensores.
Las tropas de Jalapa habían
con las fuerzas que
,
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
480 de Justicia volvieron á Ario, como hemos de este capítulo,
cipio
diclio
al
prin-
apenas se apartó Iturbide
del
de la provincia de Michoacán en pos de nuevos
centro
de América un plenipotenciario en demanda de *uxilios,
y de comprometer la
inmunidad
pureza de la religión atropellando
la
por
eclesiástica;
hasta
llegaba
último,
encuentros, y también de nuevas y sangrientas matanzas,
lanzarles
el
cargo de traidores, asegurando que estaban
No permanecieron mucho y considerando más seguro en Uñiapám
vendidos
al
gobierno vireinal,
por
rumbo de Pátzcuaro.
el
tiempo en Ario, el
asiento del gobierno,
la
misma ardiente
allí lo
trasladaron
que hasta entonces
fe
,
animados de
los
había sos-
Empero, un miembro había
hasta
distinguido
patriotismo,
campos de
entonces
ya defendiendo
pendencia con
la
poder ejecutivo que se
del
su
por
acrisolado
noble causa de la inde-
la
pluma, ya exponiendo su vida en
batalla,
el
los
doctor Cos, se negó á volver al
seno del gobierno y permaneció
unido á las
partidas
de Vargas y de Carvajal que vengaron tan cruelmente el
fusilamiento
Iturbide
^
del
comandante Abarca, ordenado por
Esta deserción de Cos violaba un artículo
constitucional que prohibía á los el
ejercicio
del
mando
y en consecuencia fué
militar,
llamado repetidas veces por
el
miembros del gobierno
Congreso mismo para que
Lejos de obedecer, fuerte
en
el
tares
Cos publicó
y
circuló
en
la
ilegitimidad
nombramiento popular acusaba absoluta;
prometer
á
éstos
de
de vulnerar la
los
comandantes mili-
del
Congreso,
los
miembros que
haberse la
por
arrogado
carecer lo
de
formaban:
una autoridad
libertad de imprenta; de com-
honra nacional enviando á
los
guo compañero de
Estados Unidos
en los peligros; pero sobreponiéndose en la
patria,
resolvieron
Bustamante en su Cuadro histórico, tomo III, pág. 213, dice «Cos siempre manifestó deseos eficaces de hallarse á la cabeza de un ejército, y obrar cosas dignas de la inmortalidad: temiéronle mucho sus compañeros por su genio violento, y así es que lo colocaron el frente del gobierno, en el que se mantuvo Inquieto y desasosegado. Apenas tuvo ocasión de emigrarse del seno del gobierno cuando partió á reunirse con una partida de tropa, hecho que se estimó por una rigurosa deserción del puesto que ocupaba y por una escandalosa transgresión del articulo 168 de la Constitución de Aputzingán, que dice: «No podrá mandar perso»nalmente el gobierno en cuerpo ni por alguno de sus miembros »ninguna fuerza armada, á no ser en circunstancias muy extraordi«
sofocar
ellos el interés
energía
con
de
nuevo
este
elemento perturbador que tanto daño pudiera causar á la
El
revolución.
Congreso ordenó,
en
consecuencia,
á
Morelos que procediese á la prisión de Cos con prevención
de que
fusilase
lo
se le había confiado:
soldados lejos de
Marchó
hacía resistencia.
si
Morelos á San Pedro Zacapo para cumplir
la
misión que
Cos intentó defenderse, pero sus
obedecerle
entregaron á Morelos,
lo
quien lo presentó al Congreso que lo juzgó y sentenció á
armas
i.
No
era ciertamente
el
deseo de los miembros del
Congreso llevar á cabo tan terrible sentencia, para
lo
cual querían que el condenado diese alguna muestra de
«y para
sumisión,
conducido
cadáver:
su
á ella,
inclinarlo
mandaron poner á su vista
la
rebelión
tentativa ,
á todos los que
me
causará
el
le
pronunciarse la sentencia
«Mayor
rodeaban
clero
el
La
y
el
sesión en que el
momento de
pueblo de Urua-
gracia para Cos.»
rodillas
se
piquete de una pulga que
muchas horas, y en
fué sentenciado duró
Cos
pues
inútil,
y no cesó de excitar á
nel tránsito de la vida á la muerte."
pám imploraron de
dice Bustamante,
ataúd en que había de ser
el
mostró impávido en la prisión
"dolor (decía)
lo siguiente:
y á quien reconocían notacomo impávido valor
infortunio,
inteligencia en los consejos así
ble
el
de Zacapo en 30 de agosto (1815) un manifiesto
que trataba de demostrar á
que acababa de asumir su anti-
la actitud
ser pasado por las
volviese á ocupar su puesto en el poder ejecutivo.
jefes
los
mente un Congreso, de acuerdo con Morelos y Kayón. Sensible por extremo fué para los patriotas reunidos en Uruapám
tenido en medio de tan continuados y graves peligros.
y excitaba á
militares á desconocerlos hasta que se instalase legítima-
El cura
don Nicolás Santiago Herrera, quien por sus luces y virtudes era llamado en toda la comarca el vcncrahle
Herrera, se presentó, en
efecto, en la sala de sesiones
en humildísima postura pidió que se conservara
»narias, y entonces deberá preceder la aprobación del Congreso.» Mandósele, por tanto, que volviese á servir su plaza en el gobierno, pero él desobedeció abiertamente: tal vez ,se le habría tolerado si sus murmuraciones contra el gobierno no hubiesen sido tan escandalosas y de muy temibles consecuencias...» Y Alamán, en su Historia de México, tomo IV, pég 2?3, edición
del doctor Cos; apoyó
de 1851, agrega: «Cos era de carácter altivo, y muy inclinado á entrar en cuestiones de derecho, en las que no economizaba dicterios á sus contrincantes. En el año anterior (1814) habla sostenido una disputa muy empeñada sobre autoridad eclesiástica con el obispo electo de Michoacán don Manuel Abad y Queipo: éste, en circulares ü sus diocesanos, declaró que Cos había incurrido en las herejías de Wielef y de Lutero, y que por iin efecto de rebeldía no reconocía en su persona la dignidad episcopal. Cos contestó que en efecto no lo reconocía, porque no había podido ser penitenciario, ni mucho menos obispo de Valladolid, estando acusado muchos años hacía de ser hereje formal porque no se le habían dispensado las irregularidades contraídas por la ilegitimidad de su nacimiento; porque estaba nombrado por autoridad ilegítima, y porque, aunque fuese legítima la Regencia de España, no residían en ella las facultades del patronato real para presentar á beneficios eclesiásticos. Ya hemos visto que Fernando Vil, á su regreso á España, confirmó la misma opinión, y obró según ella con respecto al arzobispo electo de México Bergosn y al mismo Abad y Queipo...»
Durante
el
su súplica
Congreso se rindió
al
fin
el
diputado Isasaga,
conmutando
pena capital en prisión perpetua en
al
los calabozos
que «destruyó con con
construido
Bustamante tigres
la
la
se
^^
horas de su prisión
mano izquierda
derecha,» entretenía
que bajaban de
que corría no
muy
los
según
la
,
y
rebelde la
terráneos de Atijo, donde fué encerrado desde las largas
y
vida
la
subluego.
aquel hombre
obra que había
la
expresión
de
en ver á los lobos y los
montes á beber en un
aiT0)'0
distante del ventanillo de su calabozo.
Estas deplorables desavenencias enervaban
la acción
;
de los insurgentes con gran provecho para las armas realistas.
En
la
—
misma intendencia de Valladolid y en
—
Cuadro kistórico, tomo 111, pñg. 214 Alaen esta parte fielmente á Bustamante. ' Lo mismo dijeron los godos al saber que el débil Valentiniano había mandado dar muerte al bravo Accio. '
mán
BufTAMANTE.
r^igue
:
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS que se efectuaban
tanto
una sección de
referir,
del
hechos que acabamos
los
soldados del rey, al
los
comandante Aguirre, desbarataba
entre Tlalpujahua y
Angangueo
de
mando
17 de octubre,
el
la partida de insurgentes
que obedecía á Ruiz y á Alvarez, les quitaba
481
en Teotitlán, y en
el
acto concibió
y ejecutó
el
audaz
proyecto de marchar al encuentro del enemigo con los
pocos hombres de que podía disponer.
Escogió á dos-
y poniéndose á su frente salió
cientos,
Tehuacán
de
al oficial
forzando su marcha para sorprender á las tropas del rey;
español Arrítola que hablan aprehendido poco antes, y les
sus soldados, faltos de calzado, comenzaron bien pronto
hacía veinte prisioneros
á desmayar; pero notándolo
á quienes
don Ciríaco del Llano, mandó
de
el jefe
la división,
en Maravatío.
fusilar
El
Terán, bajó del caballo, se
despojó de sus zapatos y se colocó á la cabeza de la
mismo Aguirre, marchando luego rumbo á Allacomulco,
columna, electrizando con esta acción á todos
sorprendía en este lugar á la guerrilla de Cañas, daba
la
muerte á este valiente
jefe
de
y conducía
los insurgentes,
á San Felipe del Obraje á veinte vecinos de aquel pueblo
que fueron fusilados, sin que precediera ningún
Como compensación de que
dientes,
á las
de Vargas
órdenes
sorprendían
Tianguistengo á todo
que
Carlos
Después de este
el
sucumbiendo treinta
Tlayacapa,
y quedando mal herido su comandante Franco.
Al mismo tiempo (primeros días de octubre),
Enseña, que había tomado partido por destrozaba
completamente á
Tepeji
Eío
del
las
la
seis oficiales
vizcaíno
el
revolución,
la
guarnición
y se apoderaba
Lorenzo Corral y de
realista
comandante don
del
y muerto con veinte de
los
suyos
También teniente
el
español Molleda en las inmediaciones de Pachuca
Gómez
guerrillero
entró
en
de
que fueron pasados por
armas en Amealco algún tiempo después.
fué batido
San
Martín
y el Texmelucan ;
(provincia de Puebla), venciendo y matando al coman-
dante y soldados del batallón
Americano que guarnecían
aquel punto.
Apenas supo
Camino. Rosains
,
alcanzada
la victoria
12 de octubre (1815) en Teotitlán del
el
creyó
fácil la
el
virey
Calleja
la
prisión
empresa de arrebatar á
de
y para obtener tal resultado ordenó al coronel don Melchor Alvarez que se pusiese en marcha desde Oaxaca. Hízolo así este jefe, saliendo al frente de la mayor parte
alguna
Saboya y del provincial de Oaxaca, de
y de un cañón. Interponíase á la marcha de Alvarez un destacamento de insurgentes, que al
caballería
mando de don Joaquín Terán
en Teotitlán, pueblo situado soria
quiso el
muy
se
había atrincherado
cerca de la línea divi-
entre las provincias de Puebla y de Oaxaca.
Alvarez
dejar
este
enemigo
á
retaguardia,
No y
10 de octubre comenzó á atacar vigorosamente las for-
tificaciones
de los independientes, formadas en
la iglesia
del pueblo
y en el cerro inmediato del Campanario, donde se alzaba un reducto construido en forma de estrella.
Tuvo
noticia
don Manuel de Mier y Terán del avance
de Alvarez y del peligro en que su hermano se hallaba T.
III.
-61.
mando
subteniente
del
arrollar al grueso de la división
general,
fué
y
sólo
el
capitán
realista:
Aldao,
la
dispersión
con doscientos
infantes del batallón provincial de Oaxaca, hizo frente á
soldados de Terán, logrando recobrar dos cañones
los
abandonados por sus compañeros. trapiche de Ayotla
y de
allí
Alvarez se retiró
á Oaxaca,
quedando en El parte
Yanhuitlán los restos de sus vencidas tropas.
de esta derrota, dirigido á Calleja por
oficial
al
brigadier
el
Moreno Daoiz, superior inmediato de Alvarez, no obstante las atenciones que en ese documento se estamparon, la noticia
de otro desastre sufrido en Santiago Yolome-
catl (pueblo
de la Mixteca) por un destacamento del bata-
y
llón de
Saboya, destrozado por
terriblemente
al
virey,
el
coronel Sesma, irritaron
quien reprendió
con dureza á
Alvarez por haber dividido sus fuerzas en pequeñas par,
mandóle que se concentrase en Oaxaca y ordenó
á Moreno Daoiz que cuidase del estricto cumplimiento de esa prevención, autorizándole para relevar Alvarez,
si lo
creyese conveniente
al coronel
'.
los inde-
pendientes las posiciones de Tehuacán y Cerro Colorado,
del batallón de
camino de Tehuacán, una
El 12 de octubre don Manuel de Mier y Terán se
Ezeta.
tidas
Pero de mayor importancia fué por Terán
el
fuerza del batallón de Saboya al
de la llegada del enemigo. Fácil fué á los independientes
fortuna realistas
estre-
Ezeta, quien huyó en desorden sin dar aviso á Alvarez
en
Vargas, unido á González, asaltaba con igual de
continuaba
Santiago
misma
muerte
triunfo.
pueblo
que se descubría
la
Alvarez
de Teotitlán y tenía apostada en una altura,
los
destacamento de dragones de San
daban
estaba de guarnición.
allí
Entretanto,
desaliento.
acercó rápidamente á ese punto, que fué abandonado por
y
el
las
que
capital del
serranías colocadas al suroeste de la vireinato,
recorrían
de
chando á desde
juicio.
estos reveses, los indepen-
los
formaban, quienes no osaron ya dar muestra ninguna
'
Bustamante.
— Cuadro hi^^tórico, tomo
El parte dirigido por
Moreno Daoiz
111,
págs. 307 y 308.
á Calleja dice asf
«El Señor coronel Don Melchor Alvarez folió á batir á los rebeldes que estaban fortificados en Teotitlán del Camino. Elevó trescientos infantes, ciento nueve caballos y una pieza de a dos. Los rebeldes lo esperaron en sus posiciones fortificadas, que eran la casa cural y la iglesia (toda de bóveda y un fuerte en figura de estrella en el cerro del Campanario) con la fuerza de ciento veinte li ciento treinta hombres con armas de fuego y un cañón de á dos. »El Señor Alvarez les cortó la comunicación de sus puestos; pero en este tiempo recibieron los rebeldes un refuerzo de cien infantes y doscientos caballos con dos piezas. »Con la noticia de la llegada de éstos, el Señor Alvarez trató de tomar posición, y en esla maniobra (según refiere su parte) se desordenaron nuestras tropas, y la arriería con municiones y víveres; pero ordenada la gente por el celo de los jefes y oficiales se dio una carga al refuerzo enemigo, y se le tomaron dos piezas; mas no pudo evitar que se uniesen a los fortificados. Los rebeldes perdieron como sesenta hombres, y algunos caballos muertos. Nuestra pérdida, según el estado del Señor Alvarez, fué de siete muertos, veinte heridos y veintitrés dispersos, incluso un oficial de húsares. También perdimos cinco fusiles, nueve carabinas, seis pistolas y fornituras. El Señor Alvarez volvió á Oaxaca sin desalojar al enemigo de sus puestos. Pide un distintioo para los primeros que tomaron los cuñones...»
482
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
Este triunfo dio grandísimo prestigio á Terán, y despojos arrancados al enemigo en el feliz encuentro
los
de Teotitlán
sirvieron para equipar
le
y armar conve-
En
por segundo. á aquél se
le
que se transmitieron
las instrucciones
recomendaba muy especialmente que no
perdiese de vista los proyectos y movimientos
de los
nientemente á sus tropas, dedicándose á su disciplina
Rayones que permanecían en Cóporo, procurando evitar
con inquebrantable constancia.
que se proveyesen de víveres y municiones
Casi
al
mentado
el
mismo tiempo que en coronel Alvarez,
Teotitlán era escar-
un gran revés
sufría
el
comandante Estrada entre Chamacuero y Celaya (pro-
La
vincia de Guanajuato).
tropa que
mandaba huyó á
primeros disparos, y los independientes hicieron con-
los
en
siderables estragos al virey
y que
persecución:
la
Iturbide escribió
que Estrada no perdió más que quince hombres,
el
primer
Andrés Arenas
,
soldado
realista
huyó,
que
fué fusilado de su orden.
«
llamado
He mandado
;
y que des-
truyera los fuertes de Chimilpa y Zacapo, en
el
primero
de los cuales se habían vuelto á situar los independientes
apenas se retiró Iturbide de Ario y sus contornos. venía
Pre-
á este activo coronel que
guarneciese
competentemente á Maravatío, como punto
muy impor-
tante,
el
virey
para asegurar las comunicaciones entre las dos
provincias,
y que
situase su cuartel general en Valle de
Santiago para acudir más fácilmente á una y otra, según las atenciones de la guerra.
también, decía Iturbide, que se eche suerte de un indi-
Menos importantes que en
la
zona oriental y rumbo
viduo entre los demás para que sufra la misma pena,
del Bajío, fueron los sucesos de la guerra acaecidos por
exceptuando del sorteo á algunos que se condujeron con
esta época en las provincias de San Luis y Zacatecas, y
valor conocido.»
Y
Calleja aprobaba este severo castigo,
en la ancha Nueva Galicia.
En
la
primera, la revolución
que estaba tan en consonancia con su rigidez en materias
aparecía sofocada menos en los confines con las de
de disciplina militar y con sus instintos sanguinarios.
najuato y Zacatecas;
Los
luchaba con inquebrantable constancia por la independen-
la
oficiales realistas
que obedecían á Iturbide emulaban
crueldad de su jefe, y
el
comandante de Celaya, don
cia,
Gua-
en esta última don Víctor. Rosales
y vencedor y vencido alternativamente, fatigaba á
las
Francisco Gruizarnótegui , anciano militar que había dado
tropas del comandante militar don Diego García Conde.
pruebas
Por
repetidas de
valor en los
excursión que hizo por
combates,
en
una
la parte
de Jerez,
el
cura Alvarez
,
que había ascen-
rumbo de la hacienda de la Quemada, encontró en este lugar muchos campesinos y rancheros ocupados en marcar los ganados; creyendo
á la causa de la dominación, contenía á duras penas los
que todos eran insurgentes
González Hermosillo.
el
los
aprehendió y mandó que
dido á canónigo de
avances de
los
Durango por
-sus
sangrientos servicios
insurgentes de Colotlán acaudillados por
En Nueva
como desde
Galicia,
fuesen fusilados; orden salvaje que se cumplió inmedia-
principios de la guerra, pululaban las partidas que traían
tamente no obstante
en continuo movimiento á las tropas y tenientes del bri-
las protestas
de aquellos infelices
'.
Por estos días nombró Calleja intendente de Puebla al
brigadier Llano, y confirió el
Norte y de al coronel
•
>i,In.
las provincias
mando
del ejército
del
de Michoacán y Guanajuato,
don Agustín de Iturbide, dándole á Orrantia
BusTAMANTE. — Coadro histórico, tomo IV, pág. 296. — Ala— Historia de México, tomo pág. 297, edición de 1851. 111,
gadier
don José de
la
Cruz.
Un
digno
sucesor
valiente é infortunado Torres, don Pedro Moreno,
dor que había
sido
de Lagos,
Comanja, y descendía de
los
regi-
cerros
de
ellos frecuentemente á unirse
con otras partidas que eran circunvecinas.
ocupaba
del
el
terror de las llanuras
—
CAPITULO XV —
Miyares dispone una nueva y más formal expedición contra los independientes de Puente del Rey. Llega el 2 de diciembre Únesele con su división el coronel Márquez Donayo. Miyares ordena á este jefe que simule un ataque á las fortificaciones de Puente del Rey. Imprudente y desastroso combate dirigido por Márquez Donayo. Los
El brigadier
(I8I5) frente á las posiciones de Victoria.
—
independientes abandonan sus posiciones
el 8
—
—
—
del Rey.
— Es nombrado
trasladarse al oriente. caudillo. el
— Nombra
gobernador de
de diciembre.
— Disposiciones
militares de Miyares después de la ocupación de Puente
—
provincia y plaza de Veracruz en los últimos días de diciembre. Resuelve el Congreso de escoltar ú la corporación. Disposiciones ordenadas por este
la
— Nombra á Morelos jefe de las tropas que han
—
—
Congreso antes de separarse una junta subalterna que debe permanecer en Michoacan. Salen de Uruapán miembros del Congreso, del Tribunal de Justicia y del poder ejecutivo. Llegan á Tesmalaca el 3 de Disposiciones del virey para sorprender la expedición. Distribución de las tropas del gobierno vireinal. Marcha del el
—
29 de setiembre (1815) los
noviembre.
—
—
coronel realista Concha.
— Alcanza
á los independientes en las cercanías de
Tesmalaca.
— Acción de este
—
nombre
(5 de noviembre
— Derrola de los independientes y prisión de Morelos. — Fusilamiento de treinta prisioneros ordenado por Concha. — Inmenso aprehensión de Morelos. — Concha comunica al virey desde Tepecuacuilco la victoria que alcanzó en Tesmalaca. — Disposiciones del virey para que se conduzca á Morelos á la capital. — Premios y recompensas á los que concurrieron
de 1815).
regocijo de los realistas al saber
la
—
á la rota de Tesmalaca y prisión de Morelos. Este es llevado á México y encerrado en las cárceles secretas de la Inquisición (22 de noviembre de 1815). Don Ignacio Alas es nombrado por el Congreso para reemplazar á Morelos en el poder ejecutivo. Entra el
—
—
—
Congreso en Tehuacán (16 de noviembre). Comunicación que dirigen los miembros del gobierno á Calleja exhortándole á respetar la vida de Morelos. Calleja no contesta á esa manifestación. Nombra el Congreso tres vocales con calidad de suplentes. Don Carlos M. de Bustamante y don Nicolás Bravo, miembros del Tribunal de Justicia. Diferencias que se suscitan entre Mier y Terán y
—
—
—
—
— Decídese primero á disolver Congreso y gobierno y á hacerse del mando supremo. — Falta — Junta de oficiales que de acuerdo con Terán decide la disolución del Congreso y el nombramiento de una comisión ejecutiva (14 de diciembre de 1815). — Son nombrados para formar esta comisión, Terán, Alas y Cumplido. — Prisión de los miembros del Congreso. — Proclama de Terán que publica sin la firma de este general, el mismo día de la disolución del Congreso. — Contradicciones que se notan en ese documento. — Intenta Terán que los jefes más notables de la independencia secunden sus propósitos. — Negativa de Bravo, quien marcha á la provincia de Veracruz. — Exposición que dirige Terán á Guerrero, Victoria y Osorno. — Su plan de gobierno consistente en establecer una concención departamental. — Guerrero y Victoria rehusan adherirse el
superintendente Martínez.
de valor
civil
el
el
el
de este caudillo.
se-
al
plan de Terán, y Osorno, aunque manifiesta su conformidad, no hace
Bravo excita
nombrar
el
comisario que corresponde á su departamento.
—
—
de Victoria y abandona la provincia de Veracruz. Ataca este Se une en el Sur con el general Guerrero. último á Acallan y derrota al realista Lamadrid en Xiputla y Huamuxtitlán (diciembre de 1815). Derrota de Osorno en Ocotepec. Prisión y fusilamiento de don Francisco Rayón. Proceso formado á Morelos. Nombramiento de jueces comisionados. Declaración con cargos. Nómbrase defensor al abogado Quiles. Defensa escrita por éste. Sentencia de la Junta Conciliar. Causa los celos
—
—
—
—
—
—
— — — — Auto de fe de Morelos. — Ceremonia de la degradación. — Trasládase á Morelos de la Inquisición á la ciudadela. — Nuevo interrogatorio ordenado por el virey. — Dictamen del auditor. — Sentencia de muerte dictada por Calleja (20 de diciembre). — Fusilamiento de Morelos en San Cristóbal Ecatepec (22 de diciembre de 1815). — Juicio de Morelos y de su importancia en la lucha por la independencia. — Con su muerte termina la segunda época de la guerra.
formada por
Inquisición.
la
Después de
la expedición del brigadier
Miyares á
la
línea estratégica de Orizaba
que sostuvo con las
y Córdoba, y del encuentro tropas de Terán en las inmediacio-
nes de San Andrés Chalchicomula realista á la villa de Jalapa
orillas
de
el
la carretera
en
aquel jefe
camino militar entre
y Veracruz. Ocupábase en
de un fortín
trucción
volvió
y dictó activas y convenien-
tes providencias para establecer
esta población
i,
y poco distante de Jalapa, cuando
supo que Victoria, habiendo recibido importantes auxipor
lios
ficaba á
Así Toledo, •
>
el
portezuelo de Boquilla de Piedras, se forti-
más y mejor en era,
en
el
efecto:
Puente del Rey. el
aventurero
quien desde su derrota
Véase capítulo anterior. Véase final del capítulo VIII,
en
lib. II.
alistar
la
agosto
de 1813
de 2
Nueva Orleans sosteniendo corres-
Congreso de
independientes, pudo
los
fusiles
y algunas
que trajo un buque á Boquilla de Piedras en
,
primera quincena de octubre, y en seguida fueron
transportados al campo de Victoria en el Puente.
Ante novedad de tanto
bulto,
•
Miyares comprendió
que debía atacar sin dilación y fuertemente un punto
que de seguir en manos de completo
la
realización
los insurgentes impediría
del
proyecto que se
y
convoyes
estableciendo en
el él
le
por
había
al tránsito
de mercan-
camino entre Veracruz
y Perote,
encargado ejecutar, esto es, abrir cías
Alvarez
el
una remesa de cuatro cañones,
municiones
dirigir la cons-
Encero, lugar situado á
el
había permanecido en
pondencia con
una línea
militar.
secuencia,
que se trasladase
batallón de
Navarra, y unidos
de
Ordenó, en con-
Orizaba á Jalapa
á éste
el
el
escuadrón de
Fieles del Potosí y otras fuerzas que guarnecían
la
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
484
misma de Jalapa, formó una
villa
y de noviembre se puso en marcha
en los postreros días con dirección
al
división respetable,
Puente del Rey.
solo la gloria de ocupar á viva fuerza la formidable posi-
ción contraria, ó que no comprendió dio,
El coronel Márquez Donayo, que acababa de llegar
como generosamente
agobiada por
la
rar su marcha y de unirse al grueso de la división que,
Empeñóse
combate con furia
en
decir, se había
movido hacia
Márquez había sos-
días de noviembre.
los últimos
tenido rudos combates
Puente
el
durante su travesía desde México
hasta Perote: en las cercanías de San Salvador
el
Gómez
el
fué atacado por el guerrillero Vicente
octubre, quien se retiró después de una refriega
rápida marcha que acababa de hacer. ,
y tanta fué
la
obceca-
ción de Márquez, que no obedeció las reiteradas órdenes
de Miyares para hacer cesar brigadier
trasladarse
Preciso fué á este
el fuego.
á la orilla
opuesta y retirar
Verde
tropa á las nueve y media de la noche
27 de
campo de
empe-
le
dice Miyares en su parte para
á Perote escoltando un convoy, recibió orden de apresu-
como acabamos de
orden que se
á atacar en forma con su tropa
disculparlo, resolvióse
el
la
batalla gran
la
dejando en
,
el
número de muertos. «Márquez
San
Donayo, dice Alamán, era un militar de mucho valor y de suma actividad, aunque de escasa inteligencia; en esta
Martín Texmelucan fué asaltada briosamente su reta-
ocasión hubiera debido ser juzgado por un consejo de
ñadísima que duró varias horas
guardia por otra partida
;
y
llegar á
al
que se retiró
De Puebla
causarle algún daño.
marchó
,
'
al
,
no sin
guerra, como debió serlo también Llano por su inconsi-
el
convoy
derado ataque del fuerte de Cóporo, pero la escasez de
fin
á Perote
novedad, y Márquez, dejando depositados en
sin
San Carlos
la fortaleza de
los
caudales que escoltaba,
jefes hacía disimular todas estas faltas,
paba con
y todo se
de que combatiesen con decisión.
tal
discul-
Miyares
púsose en camino para Jalapa con su tropa, fuerte de
refirió
setecientos hombres,
posible la falta de Márquez, y éste lo desfiguró entera-
en cumplimiento de
orden de
la
Miyares.
Este
mente en su parte brigadier
avanzado
había
Puente del Rey con todas
las
hasta
cerca
de
precauciones de que se
campañas y que le alcanzaron fama de prudente y experto. Desviándose del camino real, entró en bosques que crecen en esa ardiente zona,
los espesísimos
2 de diciembre apareció repentinamente en la ribera
el
izquierda del
de Victoria;
río,
no lejos de las posiciones fortificadas
al día
transportar la mayor
siguiente pudo
parte de su división á la margen opuesta, valiéndose de
una lancha que llevaba consigo y dejando en
la
de la
suceso,
el
encubriendo en cuanto era
comandante general del
al
Sur, Moreno Daoiz, de manera que
el
En
los siguientes días
trincheras á tiro de cañón de la altura los
independientes
Navarra permanecía de
Chipila.
Los
observación en
independientes,
escasos
tarde del mismo día 3
de diciembre, y conforme á las
por
el
batallón de
río en la lancha
Desde
las
mandó romper
acampó en
y
ocupado
Ordenes militares, que atravesó
y se unió primeras
los fuegos
al
el
grueso de la división.
horas de la mañana
acababa de atravesar miento por
el
que
,
y resolvieron
ordenadamente
efectuaron
el
diciembre en las primeras horas de la noche.
de
8
Las
rui-
Navarra!
dosas aclamaciones de ¡viva el rey! ¡tica
lanzadas por los soldados de este batallón, que fueron los
en
primeros
percibir
y
el
abandono
al resto
las
posiciones,
de su división
lo sucedido.
de
Miyares
Halláronse en los fuertes nueve piezas de artillería y
algunos víveres; los independientes fueron perseguidos
Apenas supo
Donayo, y contando con
lo
indicaron á Miyares
la
ribera derecha del
y que los independientes habían cubierto de fuertes
toscos parapetos.
municiones,
de una batería que estableció
para atacar la altura situada en río
el sitio
camino de
el
de
retirarse,
instrucciones que se le dieron,
el
comprendieron que una vez terminadas las trincheras y establecidas las baterías de sus contrarios no les sería
espera de Márquez Donayo, cuya rápida marcha no ignoeste coronel á las dos de la
que
Cuatro Órdenes, mientras que
tarea al batallón de
de
fortificada
empleando en esta ruda
defendían,
posible contestar los fuegos de la artillería
Llegó, en efecto,
se le
Miyares se ocupó en levantar
izquierda al primer batallón de Órdenes miUiares en
raba.
ejército del
mandó
virey
diesen las gracias en la oiden del día.«
valía en sus
y
en su diario
el
el río,
la llegada
de Márquez
refuerzo del batallón que
por Márquez Donayo hasta la barranca de Acasónica, pero no pasó de
el
propósito
de
el
lado
opuesto observó
un cuerpo considerable de caballería é infantería dispuesto á sostener un choque.
Dueño Miyares de Puente
dispuso hacer un reconoci-
camino de Chipila con
porque en
allí
del Rey,
fué su primer
cuidado levantar un fuerte en la margen izquierda,
nombre de Fernando
VII, y en
al
ribera
cortar á los independientes el agua que recibían por la
que dio
cañada del Copal; y para asegurar más el éxito de su empresa, ordenó á Márquez que con parte de sus tropas
contraria,
pendientes con sus reductos, hizo construir una atalaya,
llamase la atención del enemigo por
que llamó de
el
Puente.
Esta última disposición de Miyares no fué ejecutada fielmente: fuese porque
Márquez Donayo quiso ganar
él
el
sobre
la
el
mismo
sitio
que
ocuparon
la
los
inde-
Concepción, en memoria del día en
que logró dominar aquel importante puesto militar.
En
seguida ordenó que Márquez Donayo regresase á Jalapa con las tropas que obedecían inmediatamente á éste y
El extracto del parte oficial que escribió Márquez Donayo fué publicado en el número de la Gaceta correspondiente al 25 de noviembre (1815). '
con
el
segundo batallón de Ordenes militares; mandó
construir en el Plan,
bajo la dirección de don Manuel
y
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS don José Rincón
formado
y
el
un pequeño fuerte, con
^,
camino militar de Jalapa á Puente del Eey;
el
13 de diciembre marchó con
resto de sus tropas
el
de la Antigua, donde se guarecía una partida
al fortín
encabezada por
el jefe
insurgente á quien llamaban en
Ningún enemigo encontró, su marcha, pues
embargo, Miyares en
sin
de la Antigua fué anticipada-
el fuerte
mente desocupado por sus defensores; en Veracruz y volvió
entró
después
á
brigadier espa-
el
Jalapa
pocos
no sin restaurar las fortificaciones de
,
y dejar en
línea de puestos militares que asegurasen la libre
En
los últimos días
nombró gobernador de
lo
militar de plaza de guerra
este mando, dice el castillo
Alamán,
la
comu-
la
el
provincia y jefe
«Al
tan importante. halló en
gobierno
recibir
un estado deplorable
de San Juan de Ulúa, principal defensa de
Veracruz: todo
el
cureñaje
estaba inutilizado,
por no
haberse cuidado de embrearlo, y los bastiones de la for-
amenazaban ruina por
taleza, batidos por el mar,
de reparaciones
dad de acercarse
al
litoral
al
rumbo de
oriente la necesi-
Golfo
del
Mexicano,
pues
esperaban recibir por alguno de los pequeños puertos
dominados por enviar
de
los independientes
Unidos
Estados
los
auxilios
que debía
diputado
don José
los el
falta
Después
plenipotenciario ante el gobierno de esa nación.
de largos debates
resolvió
el
Tehuacán, juntamente con
el
Congreso
trasladarse
á
Tribunal de Justicia,
y
proyecto
confió la ejecución de este atrevido
Morelos,
especialmente
autorizándolo
mando de
las tropas
tomar
para
que habían de escoltar
general
al
al
el
Congreso,
pues como miembro del poder ejecutivo no podía ejercer de jefe militar.
las funciones
Atravesar por más de ciento cincuenta leguas un
de diciem-
bre se trasladó Miyares á este puerto, pues vireinal
así
de mercancías y convoyes
nicación y el paso expedito
entre Jalapa y Veracruz.
días
Antigua
la
un destacamento, para concluir
ellas
más, urgíales trasladarse
Manuel de Herrera, á quien habían acreditado ministro
chino Clav.dio.
los contornos el
ñol
que quedó
lo
485
ocupado por divisiones realistas, y pasar á la vista de sus puntos fortificados y guarnecidos con una territorio
comitiva numerosa y las fuerzas competentes para
su
resguardo, era sin duda una empresa ardua y que reque-
en quien á cabo la llevara, suma prudencia unida á
ría, la
más serena
Morelos
intrepidez.
comprendió
lo
dictó desde luego todas las disposiciones
así,
y
que creyó con-
venientes al buen éxito de la expedición.
que emprendió hacerlas y ponerlo todo en buen estado; pero ascendiendo á cuatrocientos
Mexcala obedecían á don Nicolás Bravo, Páez, Carvajal
mil pesos el presupuesto de gastos que formó, no se hizo
é Irrigaray,
Ordenó á
lo
más que
entonces
por
,
por
muy
lo
indispensable,
tampoco corría riesgo alguno aquel punto en de guerra que se hacía.
En
el
orillas del
en número todas de ochocientos hombres,
porque
que se situaran en Huetamo, donde debían unirse á
género
doscientos que
tiempo que conservó
el
que diseminadas á
las partidas
el
ban
mandaba
la escolta del
los
coronel Lobato y que forma-
el
Congreso; dispuso que
el
comandante
mando de aquella plaza y provincia dispuso frecuentes marchas de los batallones de Cuatro órdenes y Navarra
atención del enemigo por el rumbo de Taxco; previno á
por los caminos de Jalapa y las Villas...
Guerrero que levantando
gado por de
Ja
la
enfermedad de pecho que contrajo á resultas que sufrió en
caída
las
inmediaciones de San
Andrés, y más que todo, disgustado por notaba en
Miyares, fati-
mismo virey y en
el
la rivalidad
otros jefes
que
nacida acaso
,
de la superioridad de sus conocimientos militares y á que puede ser contribuyese la circunstancia de ser nacido en
América, se volvió á España en á poco tiempo, militares
más
habiéndose desgraciado así uno de los
pasaron de España á América
En
el capítulo anterior
hacia
en esta época
'^,
la
sazón en Tenancingo, llamase la
orillas
lado, debía
el
el
de Tlapa
punto de
la
la
al
Congreso en
y las río
Osorno, por su
misma ciudad de Puebla y á
pequeñas poblaciones del contorno.
^
Antes de ponerse en marcha nombró
el
Congreso
una junta subalterna de gobierno, formada del general Muñiz, del abogado Ayala, y de don Dionisio Rojas, don José Pagóla y don Felipe Carvajal
hemos dejado
se dirigiese
Tesmalaca,
zona que recorre este
nombre de Pollano.
amenazar á
'
Terán que avanzasen hasta
Mexcala, en
del
llevando aún
las
el sitio
Norte y ocupara
el
ordenó á Sesma y á
1816 y murió
abril de
inteligentes y bizarros que
Vargas, situado á
ejercer
,
con facultades para
su acción en las provincias
occidentales hasta
Uruapán, ocupado en juzgar y sentenciar al doctor Cos, cuyo alzamiento amenazó tan gravemente la existencia
videncias al Congreso, quedando también bajo sus inme-
de la misma corporación. Las sorpresas que había inten-
diatas órdenes los jefes independientes que en Michoacán
tado Iturbide hicieron comprender á los miembros
y Guanajuato sostenían
de
Texas, aunque obligados á dar cuenta de todas sus pro-
la
campaña.
Cumplido este acto
ésta que su estancia segura en Michoacán no podía pro-
de previsión política, y después de recibir cada uno de
longarse, rodeados como estaban de poderosos enemigos
los
y
sin contar con fuerzas bastantes
que oponerles.
Ade-
vocales
Estos dos hermanos, muy conocedores del terreno en que operaba Miyares, se distinguieron mucho en esta expedición, y en premio de sus servicios recibió del virey cada uno de ellos el grado de teniente coronel de milicias provinciales. ' Alauán. Historia de México, tomo IV, pág. 371, edición de 1851.
—
menos Morelos que no
quiso tomarlos, y que para marchar tuvo que vender su
ropa de uso '
seiscientos pesos,
2,
salió
setiembre de 181.5. residencia '
»
el
de Uruapán la expedición
La
el
junta subalterna eligió para su
pueblo de Tarétan.
Véase capítulo anterior. BuSTAMANTE. Cuadro lií.'^iórico, tomo
—
29 de
111, piíg. 217.
486
MÉXICO
Eran
TBATÉS DE LOS SIGLOS
Á.
miembros del Congreso don José Sotero
los
Castañeda, don Ignacio Alas, don Antonio de Sesma, y los abogados Sánchez, Arias é
Euiz de Castañeda, pues Isasaga ,
se indicaba hacia el oriente,
dictó
sus disposiciones para sorprenderlo, procurando que
lo
rodeasen fuerzas superiores.
doctor Argándar y don José Villaseñor se
el
y desde ese momento
El teniente
Concha, que había llegado á
coronel
habían separado con licencia y debían luego incorporarse
merecer toda
á
natural feroz é implacable, recibió orden de marchar con
asamblea,
la
y
Berdusco,
doctor
el
terminado
el
período de su diputación, se había retirado á su curato
Los abogados Ponce, Martínez y Castro Bermeo y Calvo componían el Tribu-
de Tusantla.
con los secretarios
y formaban
nal de Justicia;
Cumplido
don Antonio
poder ejecutivo Morelos,
el
en sustitución de Cos, y don
seiscientos
que
de que juntos ó
la instrucción
Morelos
á
rumbo de Telo-
al
hasta darle alcance y
hombres que
Claverino con los quinientos
derrotarlo.
por su
teniente coronel Villasana,
el
guarnecía este punto, con siguieran
quizás
Calleja,
hombres de todas armas
loapán á unirse con
separados
de
confianza
la
José María Liceaga, que en Huetamo había de separarse
sacó de Valladolid tuvo orden de colocarse á la retaguar-
cabo de tres meses y lugar que escogiese el gobierno para
dia de los independientes y de seguirlos hasta Zacatilla,
con licencia, protestando volver presentarse en
el
al
Los archivos y papeles de las oficinas, los víveres, municiones y equipajes y veinte mil pesos que se destinaban á la compra de armamento en los su residencia ^
Estados Unidos
formaban un convoy considerable
,
,
capaz
de llamar la atención del enemigo y de excitar su codicia.
Previamente acordó
naban
el
miembros que
los
lo
rosa, desde las siete de la
acampaban
recorriendo
y
hasta
Huetamo,
derecha
orilla
Así marchó la
soldados.
del
y luego
Mexcala con
Tocó sucesivamente en Tutzamala,
dirección al Este.
Tlachapa, Poliutla, Pesoapán y
el
día
3
de noviembre
No
mucho
de la traslación
Congreso,
y comprendiendo cuan
convoy de
el
Toluca, de Cuantía y de Cuernavaca, y las
valle de
sur;
el
Llanos de Apara
los
al
de estorbar
el fin
el
un encuentro con
y mando
paso
que operaba en
',
se situó en Chalco, con
enemigo,
al
Monduy, en
del coronel
éste, por evitar
si
fuerzas realistas que debían
las otras
intentaba abrirse camino entre los
cercarlo,
volcanes que cierran al sudoeste
oriente,
sudoeste de la capital,
al
la división
sustitución del coronel Ayala
Así,
en llegar hasta Calleja la noticia
del
Mexcala y proteger
del
nao de China que había llegado poco antes y quizás pudiera caer en manos de Morelos; las guarniciones del
hizo alto en Tesmalaca.
tardó
puntos que antes
la
de todos los puntos situados
oficiales
la
la orilla izquierda
marcharon hacia
que
la tarde,
Aguirre se situó en
;
los
ocupaba Concha y auxiliar á éste en caso necesario; prevínose á Armijo que avanzase hasta Tixtla para cubrir
mañana hasta
Uruapán
desde
expedición
ésta era la dirección que tomaran
San Felipe del Obraje para cubrir
componían en formación rigo-
los diputados recibían ración dia-
y
raso,
al
riamente como los
siguió
Congreso sujetarse durante
á las órdenes de Morelos, de suerte que cami-
el viaje
si
más
mientras
mayores eran
y más se estrechaba
avanzaba
dos
Morelos
hacia
las fuerzas apercibidas
el círculo
altos
de México.
el valle
el
á batirlo,
de los realistas destinado
importante sería la aprehensión de los hombres y efectos
á envolverlo. Podía, sin embargo, salvarse y romper este
que formaban aquel convoy, desplegó grandísima activi-
cerco marchando con rapidez á
dad para efectuarla, posponiendo por entonces
las
demás
á
las
fin
de unirse cuanto antes
Sesma y Guerrero,
Terán,
de
tropas
quienes
atenciones de sus tropas á la empresa de apoderarse de
tuvieron orden de avanzar á su encuentro, pero los dos
los individuos que componían el gobierno de la insurrec-
primeros no recibieron esa orden ó no quisieron obede-
No ha
ción mexicana.
quien
faltado
entre otros, que Rosains le dio salida de la expedición
damento
el
informe
indulto al virey,
^.
aviso anticipado de
la
y para creerlo así sirve de funque éste dirigió después de su ,
como de una cosa próxima á
Pero no era
seguiría Morelos,
Alamán
y
fácil
el virey,
efec-
prever la dirección que
antes de mover sus tropas,
esperó saber los primeros pasos del caudillo de la independencia.
La
cerla,
llegada de éste á Cutzamala no dejó duda
ninguna á Calleja de que
la
marcha del
ilustre general
Declaraciones de Morelos. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, púg. 32). • «La debilidad hace que por ahora nada más Fe proyecte con la traslación de las corporaciones, como ellos llaman ó Cerro Colorado, y las relaciones con los Estados Unidos. Para lo primero, hay el obstáculo que recelen caiga por tierra en aquel rumbo su falsa autoridad, mol sostenida y aceptada por Rayón, y para no formar esperanzas de lo segundo, obran las siguientes razones...» (Informe dirigido al virey por don Juan N. Rosains con fecha 15 de octubre de 1815). •
y
el
último, abandonando su próxima
victoria de Tlapa,
y
hacerlo,
casi segura
como hemos dicho antes, marchó
encuentro de la expedición apenas recibió
el
al
de
aviso
aunque demasiado tarde para salvarla.
Morelos, por medio de hábiles maniobras que enga-
en cuyo documento habla de la trasla-
ción del Congreso
tuarse
afirme,
ñaron por algunos días á Concha, jefe que de cerca, pudo vadear
el río
y llegar
el
le
seguía
más
día 3 de noviem-
bre á Tesmalaca, pequeña población cercana á los límites
Tan
de la provincia de Puebla.
marcha y tantos fueron durante
ella
,
los
violenta había sido la
sufrimientos
de
la
tropa
que Morelos creyó indispensable dar un día
de descanso á la expedición de noviembre.
,
y ésta hizo
alto
todo
el
4
Esta demora inevitable ocasionó su pér-
dida, pues dio tiempo á Concha para caer sobre él con
,
numerosas tropas. lista se
el
día 2 este activo jefe rea-
había unido en Zazamulco con
Villasana, •
Desde
el
teniente coronel
y juntos acordaron enviar cien hombres de
CapltuloXIII,
lib. II.
——
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS caballería
hacia
según
informes
los
más
punto en que,
de Tenango,
vado
el
pasarían
precisos,
río
el
los
independientes, siguiendo ellos la misma dirección con
mayor rapidez
la
En Tulimán
la ,
4 supo Concha en
del
donde encontró á
cien
los
pueblo de
el
hombres que había
enviado de avanzada, que Morelos desde la víspera se
tara al ilustre caudillo el deseo de morir combatiendo á
No,
su lado:
Y
acompañado de unos cuantos
que eran á manera de tino.
pocos compañeros, y
nueve de
la
el
mañana
mente cuando
la
río seguido
de sus tropas, y á
las
del
siguió Morelos batiéndose
Cuando
las
suprema aceptación de su des-
la
enemigas dieron muerte á sus
balas
ver que sus municiones se habían
al
agotado se internó, seguido de un asistente, á un bosque
retaguardia de Morelos se dejaba ver
inmediato, y mientras se detuvo á quitarse las espuelas
Concha
pueblo de Coetzala.
á sus soldados un
—
en Tesmalaca, precisa-
del 5 entró
trepando por la cumbre de un cerro inmediato, en dirección
escoltar al
en retirada, después de pronunciar esas nobles palabras
en
noche pasó
vaya usted á
contestó,
le
hallaba en Tesmalaca. Con tal aviso apresuró su marcha; la
y como este último manifes-
aquella horrible confusión,
Congreso, que afinque yo perezcii importa foco ^
posible.
mañana
487
la
para marchar con más desembarazo, fué alcanzado por
sólo concedió
una partida de 'patriotas de Tepecuacuilco mandada por un teniente llamado Matías Carranco, que había servido
descanso para que apagasen la
coi'to
sed, y siguió presuroso á los independientes.
Apenas supo Morelos que tenía encima
á las órdenes de Morelos enemigo,
al
los realistas
año de 1812.
el
apuntaban ya
Los
fusiles
de
cuando
valiente general,
al
ordenó que los miembros del Congreso, del Tribunal de
éste sin inmutarse dijo
y del poder ejecutivo con todos los bagajes, marcharan con mayor violencia para ponerse fuera del
fuga:
alcance de los realistas
quien premió tal muestra de consideración regalando un
Justicia
y
,
sus disposiciones á
dictó
de resistir hasta donde fuese posible. las
Escogió para
lomas que forman uno de los lados de
fin
ello
cañada en que se hallaba: dividió su línea de batalla en
quedando
el
de don Nicolás Bravo,
el
tres cuerpos,
brigadier Lobato, y él
con el
los
de la izquierda á las órdenes
mando
de
la
derecha
mismo
se
colocó en el del centro
dos pequeños cañones que tenía.
al
del
Concha dispuso
ataque haciendo avanzar contra la izquierda al capitán
don Manuel Gómez Pedraza con
Fieles del Potosí y un piquete de dragones de España, en tanto que el resto de sus tropas,
los
en dos secciones divididas, atacaba
«En
centro y la derecha de Morelos. dice
Concha en su parte
oficial, se
el
esta disposición,
emprendió
Entonces éste ordenó que no se hiciese daño
reloj
el
ataque
trescientos
Tenango
gran trofeo de
la
caudillo que
los
vencedores fué
tantas veces había
armas del rey en
los
empañado
campos de
fué el júbilo de las tropas de
Concha
al
rompió
los
suyos con las dos piezas
;
mas como todos
los
cuerpos de mi mando cumplieron tan perfectamente bien con sus deberes, principalmente
que se fué sobre
ellos
sin
el
bizarro capitán Gómez,
atender á las dificultades del
pero
2,
el
lustre de
Inmenso
saber que More-
quedaba en manos de su jefe y tanto fué su alborozo «que, dice Concha en su parte, se olvidaron del hambre
los
,
y
la
des.
sed que hacía tres días sufrían por aquellas soleda-
Todo fué
alegría,
en términos que á la tropa le
pareció poco el ver todo el fruto que se había conseguido
con
el ilustre prisionero,
como objeto
Concha volvió á Tenango
y de
allí
se trasladó á
Tepe-
cuacuilco, donde escribió al virey su parte oficial dándole
cuenta
detalladamente
de
la
importante
victoria
que
acababa de alcanzar.
terreno que le tocó, se dispersaron y pusieron en precipitada fuga, casi á un mismo tiempo, los tres trozos
sión de Morelos el 9 de noviembre de 1815, á las dos
que componían
media de
la batalla
enemiga, poco después de una
el
batalla.
en comparación de la presa de Morelos,
enemigo
indepen-
aprehensión del
principal de sus desvelos ^.»
el
los
prisioneros que fueron fusilados en
ambas partes, y con
de que
al prisionero,
muertos tuvieron
á las once de la mañana con un fuego bastante vivo por la circunstancia
—
en la acción de Tesmalaca, sin contar treinta
dientes
las
tráns-
el
á su aprehensor.
Más de
angosta
la
clavando su mirada en
Señor Carranco, parece que nos conocemos.
Llegó á México
la tarde,
la noticia
de la derrota y aprehen-
llevada por un
oficial
y
que despachó
hora que duró la actividad del avance, y por lo mismo en todas direcciones particularmente por
Villasana al saber el triunfo de Tesmalaca, y fué intenso
aquellas donde iban los gruesos principales i.»
BuSTAMANTE. Cuadro histórico, tomo III, pág. 219. Parte oficial de Concha. Don Lucas Alamán no cita estos fusilamientos, y con frecuencia omite hablar de las ejecuciones ordenadas por los jefes realistas, pero no pasa en silencio ni una sola de las que dispusieron los independientes. ' También fué aprehendido en Tesmalaca el padre Morales, capellán mayor del Congreso. Refiere Alamán, fundándose en el dicho del padre Salazar que recibió el encargo de atender á los dos prisioneros, que en Tenango fué visitado Morelos por Concha y Villasana estando la pieza llena de oficiales llevados por la curiosidad. « ¿Me conoce usted, señor cura? le dijo Villasana. A lo que Morelos, ya fastidiado por la importunidad de los concurrentes, respondió con enfado;— No conozco á usted. Pues yo soy Villasana, prosiguió éste, y mi compañero el señor Concha; pero dígame usted, ¿si la suerte se hubiera trocado y me hubiera usted cogido á mí ó al señor Concha?— Yo les doy, dijo Morelos con intrepidez, dos horas para confesarse, y los fusilo.»
se les siguió
,
—
'
»
El ala derecha
,
mandada por Lobato, había
primera en desordenarse bajo
los fuegos
sido la
de la infantería
compuesta de destacamentos de Fernando VII, Zamora, Fijo de Veracruz y l'laxcala; el centro y la
realista
izquierda,
desconcertados
flaquearon á su vez
,
por
la
derrota
de
Lobato,
y su retirada se convirtió en fuga
que arrastró á sus dos valientes
jefes.
Hubo un momento
en que se encontraron Morelos y Bravo en medio de ' Parte de Concha. (Colección de documentos de dez Dávnlos, tomo VI, pág. 55).
J.
E.
Hernán-
—
—
—
488
MÉXICO i THAVÉS DE LOS SIGLOS
el júbilo
de los realistas, formando contraste con
el
aba-
timiento que produjo en los partidarios de la revolución,
más bravo de todos
quienes veían caído y aherrojado al
campeones de
los
siguientes,
mexicana.
la libertad
Alamán, tuvo
dice
el
«
En
los
días
virey diversas confe-
Entretanto, cargado de grillos y expuesto continua-
mente á
los insultos
de la tropa realista, fué conducido
Morelos á Tepecuacuilco, donde se separaron las
dos
marchando Villasana á Tixtla y continuando Concha con los presos á México. Agolpábase la gente á divisiones,
rencias con el arzobispo electo, para arreglar todo lo
orillas
conducente á la formación del proceso, y se ordenó que
tanto tiempo había fijado la atención en todo
el
Villasana condujese á México
cuyo nombre era conocido en las ciudades y
las aldeas,
Morales, fusilándolos en
á Morelos y al capellán
camino
el
si
era atacado,
que Concha marchase á Tixtla á escoltar
llevaba á la capital los efectos traídos por la nao
últimamente había anclado en Acapulco.
y
convoy que
el
que
Estas órdenes
fueron efecto del primer parte que se recibió,
en que
Villasana se dio el mérito principal; pero llegado luego
de Concha, por
el
el
siciones se hubiesen
del camino,
siempre á las más
ligado
revolución.
lo
tamiento
que
habían
concurrido
prisión
los
soldados
vil
tránsfuga que
mandó dar
Carranco,
alcanzó de la munificencia vireinal, además del grado de capitán, el uso de un distintivo particular consistente en
armas reales y
amor
al rey el
brazo izquierdo con las
el
Señaló su Jidelidad y 5 de noviembre de 1815 ^« el
lema de:
cúmplenos dirigir
u
Grados concedidos á los jefes y oficiales que concurrieron á In expedición en la que resultó la prisión de Morelos. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dúvalos, tomo VI, pág. 57): «El Exmo. Sr. virey, altamente satisfecho de la conducta de los jefes, oficiales y tropa que han concurrido á esta brillante jornada, ha dado á todos las debidas gracias, y en el real nombre del Rey nuestro señor, y en uso de las facultades con que se ha dignado autorizarle, se ha servido conceder las graduaciones siguientes: Grado de coronel de milicias provinciales, al teniente coronel D. Manuel de la Concha grado de coronel de infantería, al teniente coronel D. Eugenio Villasana. Infantería de linea
ra.
—
—
—
tenientes, é los subtenientes D. Serafín Pérez, del de ZamoA D. Francisco González, de id. A D. José Sola, del de Fer-
—
—
—A
—
D. José González Fuentes, de id. A D. Jorge Vidal, del Fijo de Veracruz. .\ D. Mariano Irala, de id. A D. Luis de Vega, de id. De subteniente, al cadete D. Rafael Ruiz, del de Zamora.
nando Vil
—
—
Infantería procincial
De
teaiente coronel, al capitán D.
llón ligero de Querétaro.
Ramón
fácilmente, del
Después de
la derrota
de Tesmalaca los diputados y
ministros del Tribunal de Justicia se dispersaron para
escapar mejor á la persecución del enemigo, reunieron
en
Pilcayan y luego atravesaron
pero se
gran
con
De capitanes, á los tenientes D. Cayetano Pérez de León, del de México. A D. Marcial de Arechavala, de id. A D. José María de Olaciregui, del de Tlaxcala. A D. Mariano Gil, de id. A don Manuel Zorrilla, de id. De tenientes, é los subtenientes D. Victoriano Castillo, del de Tlaxcala. A D. Mariano Arana, de id. A D. Antonio Guarnero, de id. A D. Juan Oropesa de id. A D. Rafael Aguilar, de id. A D. Agustín Blancas, de id.
—
—
—
—
—
—
—
,
—
—
Caballería de linea
De
teniente coronel, al capitán D.
Mateo
Cuilti,
de dragones de
España.
De capitán,
al teniente
D. Feliciano Rodríguez, de dragones de
España. Caballería provincial
De
tenientes coroneles, é los capitanes D. Manuel Gómez, de A D. Vicente Irureta, de id.
dragones Fieles del Potosí.
De
—
teniente, al alférez D. Feliciano Pedroza, de id. liealiftas fleles
De tenientes coroneles, al capitán comandante de Tepecuacuilco, D.Juan Pablo Pinuaga. — A D. Mariano Ortiz de la Pefia, id., id de Iguola. — A D Manuel Castrejón, id id., de Huitzuco. — A don Anastasio Román, id., id, de Teloloapán. — A D. Francisco Alejo ,
Grados de tenientes coroneles, á los capitanes D. Manuel Herreros, del regimiento de Zamora. A D. Jacobo Velarde, del de Fernando Vil. .\ D. José Joaquín de Vega, del fijo de Veracruz A D. Manuel Bezanilla, de id. De capitane?, á los tenientes D Manuel Cedrón, del de Zamora. A D. José Cobos, del de Fernando Vil. A D. Juan Carriles, del de Santo Domingo.
De
preveían
todos
atención hacia los miembros
la
la
de los últimos días de
el relato final
en
que
un coche cerrado
gobierno salvados de una muerte segura, precisamente
;
—
en
por la abnegación de aquel esclarecido patriota.
•
—
ordenó
del día 22 lo condujesen en
cuya suerte
Morelos,
concurso
el
el
aprehendió personalmente á Morelos,
un escudo que llevaría en
en favor del prisionero,
Antes de continuar
una paga extraordinaria, y que á los de la división de Concha s6 les repartiese el valor de las cinco barras de plata tomadas en la rota de Tesmalaca.
considerable
á las cárceles secretas de la Inquisición.
tería; los oficiales de sus respectivas secciones recibieron
grado superior inmediato; á
tan
cual fué
Morelos:
famoso
virey Calleja, temeroso de algún levan-
lo
Concha y Villasana fueron ascendidos á coroneles, el primero de milicias provinciales, y el segundo de infan-
el
el
madrugada
de
al
alarde de algunos realis-
presos y
virey para premiar á
á la
el bajo
los
causa de graves cuestiones y disgustos entre ambos.» el
Fué
pueblo.
mandando que Concha condujese á México
Magnífico quiso mostrarse
admirar
que se esforzaron por denostarle en su tránsito por
Tlalpam, que
convoy, todo
de la
espléndidas victorias
la capital para
que hizo más notable
tas
aquel
el
y
su llegada á Tlalpam, el 21 de noviembre,
una multitud, salida de
tomado de acuerdo entre
Villasana fuese á escoltar
reino
general, lo vio pasar demostrándole grandísimo respeto,
ejecución le pertenecía toda entera, se varió lo ordenado,
los
A
que resultaba que, aunque las dispolos dos, la
para conocer al guerrero que por
de Posoda, del bata-
,
Salazar, ga,
id., del
escuadrón de Ixtlabuaca.
— A D. Martín de llurria-
id., id.
De capitanes, á los tenientes D. Matías Carranco, de Tepecuacuilco.— D. León de Iguera, id.— D. José de Jesús Román, de Teloloapán. D. Francisco Patino, del escuadrón de Ixtlahuaca.— D. José Lavín, de Teloloapán.— D. Agustín Fuentes, urbanos de ToIucH. De tenientes, á los alféreces D. José María Ramírez, de TepeD. Bruno Rabadán, de Teloloacuacuilco D. Ignacio Pefia, id. Don pán. D. Faustino Romero, de dragones urbanos de Toluca. José Fariñas, del escuadrón de Ixtlahuaca. De alférez, al sargento D Jorge Henriquez, de id. Al R. P. capellán Kr. Gaspar de Tembleque, predicador de S. M. Al cirujano D. Venturo Urgellés, consultor de escrito honorario.
—
—
—
—
honorario >
—
—
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS riesgo el río Mixteco, hinchado á la sazón.
traron
una avanzada del general
encon-
Allí
Guerrero,
quien
se
hallaba en los ranclios de Santa Ana, junto á la hacienda
de Tacachi. Dirigiéronse á este punto y fueron recibidos por
el
coronel don
Ramón
cincuenta hombres, y
al
de Sesma, día
mismo Guerrero, quien demostró le
el
apostado con
allí
siguiente
se
presentó
gran sentimiento que
causó la noticia de la prisión de llórelos
ofreció
acompañarles
nombró miembro
del
el
hasta
Tehuacán.
poder
ejecutivo
El
^
y
Congreso
abogado
al
les
don
Ignacio Alas, en sustitución del general Morelos, y pro-
489
siguiendo su marcha entró en ese último lugar la tarde del 16 de noviembre.
La
fortaleza del Cerro Colorado hizo los honores de
ordenanza ejecutivo,
á
y
el
los
miembros del Congreso y
del
poder
coronel don Manuel de Mier y Terán, jefe
superior del punto y de
las
tropas
independientes
allí
acantonadas, desde la piisión de Rosains, fingió gran júbilo al recibir á los denodados y constantes depositarios del gobierno revolucionario. tarlos
Guerrero, después de escol-
hasta Tehuacán, como
lo
había prometido, volvió
á situarse en su campamento de Xonacatlán, de donde
Vista interior de la Escuela de Medicina de México (Antigua Inquisición)
lo
veremos
en breve para continuar sus osadas
salir
correrías en la zona.del Sur.
Apenas instalado los
miembros que
lo
gobierno en Tehuacán creyeron
el
formaban deber dirigirse á
exhortándole á respetar
la
vida de Morelos.
Calleja,
Este docu-
mento, redactado por don Carlos Maiía de Bustamante,
que se hallaba á
la
sazón en Tehuacán, dice así:
«Señor g-eneral: La suerte de la guerra ha puesto en manos de V. E. la persona de Don José María Morelos, hecho prisionero en las inmediaciones de Tesmalaca el 5 de este mes, á tiempo que protegía la retirada de este Congreso nacional. Sus diputados presumen que V. E. intente quitar la vida á este ilustre guerrero, ó que no le trate con el respeto debido á su carácter, '
Bustamante.
—
— Cuadro
histórico,
tomo
III,
T. 111.-6-2.
—
Alapúg. 221. la relación de
MÁN. Historia de México, tomo IV, púg. 340, sigue Bustamante.
pues V. E. no considera esta guerra sino bajo el aspecto de una rebelión, y no como la expresión y voluntad general de un pueblo justamente irritado. V. E. ha procurado inspirar esta desventajosa idea á las naciones civilizadas, á pesar de que la desmienten la tenacidad y constancia con que por ella reclama la América su libertad.
»Sin embargo, esta representación nacional faltaría á sus deberes si no solicitase de V. E. la conservación de la preciosa vida del general Morelos, que es uno de los jefes principales y al mismo tiempo miembro de nuestro
gobierno americano. Exhortamos, pues, á V. E. en nombre de la nación, y por las penalidades sufridas por causa de esta guerra, á que conserve la vida de Don José María Morelos. Acompañamos la proclama que acabamos de circular en el ejército, y esperamos que V. E., que en su oficio del 14 del pasado dirigido al Señor Don Pedro Fonte concedió el indulto á Don Juan Nepomuceno Rosains, escuchará en esta vez la voz de la humanidad. Nos prometemos que cesará ya el derramamiento
—
—
490
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
de la sangre de los moradores de este país, ya que hasta aquí no ha reinado por todas partes sino la desolación y la muerte. »Hemos dado constantemente pruebas de moderación: reflexione V. E. en que si atenta contra la vida de Morelos, su muerte sería un fatal presagio para V. E. y para los de todo su partido. ¡Cuidado, pues, con los azares de la guerra! ¡Cuidado con las vicisitudes de los imperios! ¡Examine V. E. nuestra situación y recursos y tiemble por la venganza! Si V. E. se muestra cruel, ¿qué puede prometerse si las contingencias inesperadas de la campaña lo ponen en nuestras manos? ¿Acaso sus prisioneros tendrán derecho para implorar nuestra piedad? ¿Querrá V. E. obligarnos á que nos arrepintamos de haber sido clementes, á pesar de nuestro justo enojo? Finalmente, acuérdese V. E. de que sesenta mil españoles deberán responder de la menor injuria que se haga al general Morelos. Él es amado sobre toda ponderación de los americanos: su suerte no puede verse con indiferencia, ni aun por los que han sido unos simples espectadores en nuestra terrible lucha. »Dios guarde á V. E. muchos años. Tehuacán 17 de Noviembre de 1815. Lie. José Solero Castañeda, presidente del Congreso. Lie. Ignacio Alas, T^remáenie del gobierno. Lie. José Maria Ponce de León, presidente del Supremo Tribunal de Justicia. Al Señor capitán general del ejército español Don Félix María Calleja del
—
iley 1.»
Esta manifestación no tuvo respuesta de agregando sólo que recomendaba rebeldes
"pues
Calleja,
las
saria,
siendo
y mucho más que el comandante de
se tomase sin su conocimiento
y que su ejecución se encomendase á don Ignacio Martínez contra quien tenía la plaza,
,
graves motivos de queja
'.»
Este último personaje, nombrado superintendente de
Hacienda desde que
el
código de Apatzingán de amplias
en ese ramo de la administración
activo, era duro
deberes
Congreso se hallaba en Uruapan,
el
estaba revestido por facultades
y quisquilloso en
oficiales.
Tehuacán se atrevían á amenazarle,
de
pintaban
el
carácter de los rebeldes, la alta
mismos, la determinación en
sí
Ocupóse en seguida
Congreso en aumentar
el
el
cidas por Terán,
remover algunos, jefe, no
Martínez ante
el
Congreso de que con sus providencias
mento, y Martínez,
empleados
de
á su vez,
ocultación
rrez de Terán
*,
Estos nombramientos no podían ser
gratos á don Manuel Mier y Terán
aquel mismo año
^,
y con
anterior desagradables
el
cargo
eligió
pues Corral el
24 de
lo
había
julio
de
y frecuentes
diferencias.
También
miembros de esta corporación á don
Carlos María de Bustamante y á don Nicolás Bravo; nom-
bramiento este último asaz desacertado, pues se separaba
mando
militar á
un jefe tan valiente y experto, y
que llevaba por doquiera
la gloria
El Congreso decretó
y
el
prestigio de su
de los
la expulsión
carmelitas que había en Tehuacán
,
frailes
porque eran notorios
sus esfuerzos para minar las tropas independientes, y en
—
BusTaManTR. Cuadro histórico, tomo III, págs. ¿21 y 222. Los miembros del Conjrreso al llegnr ú Tehuocñn pran ruairo: don Jof é Solero Castañeda, don Antonio de Sesma Ruiz de Coslafiedu y Gonzíilez. Don Ignacio Alas acababa He ser elegido miembro del poder ejecutivo en sustitución de Morelos; Buslamanle, aunque á la sazón en Tehuaciln había lerminado su encargo de diputado, y no era posible que los diputados que gozaban de licencia •
,
,
«e reuniesen en aquellas difíciles circunstancias á la corporación. • Véase capitulo anterior.
la
sus
y si
no
mo-
guerra
no permitían establecer un orden administrativo, exento de irregularidades y defectos.
El Congreso, que desde
el 1.°
de diciembre se había
trasladado á la hacienda de San Francisco, poco distante
de Tehuacán, tuvo que examinar este asunto, y entretanto
Terán maduraba
revolución
el
proyecto de disolver aquel
*.
el
mando supremo de
Todo induce á creer que
la
este jefe abrigaba
propósito anticipadamente: su poca diligencia en obe-
decer las órdenes de Morelos, quien le había prevenido
la noticia
;
el
disgusto que le produjo
de que este jefe, después de atravesar casi
toda la zona del Sur, estaba á punto de marchar sin tropiezo hasta Tehuacán
—
3,
y finalmente, su empeño en con-
Historia de México, tomo IV, pág. 344. Varias páginas» de su Historia dedica Alamán á la descripción de la anarquía y turbulencia que reinaron en Tehuacán á poco de haber llegado el Congreso y los demás ind¡\iiduos del gobierno de lu revolución, y fundándose en los escritos de Mier y Terán y de Rosains exagera las rivalidades que se suscitaron entre los perfonojes que allí se reunieron. «I.a rivalidad más violenta, dice, se había suscitado en Tehuacán entre los jefes y las tropas de diversos procedencias que en la ciudad había. Las que formaban lu guarnición de ésta, se hallaban distribuidas en diversos destacamentos en la ciudad misma, en el Cerro Colorado y en la hacienda de Son Francisco, adonde Terán habla mandado una compañía para guardia del Congreso: Bravo, con parte de la caballería de la escolta de éste, reunida después de la dispersión de Tesmalaca, estaba también en San Francisco, como encargado de la seguridad de aquella corporación: Lobato, con la infantería que habla seguido al Congreso, el resto de la caballería de la misma escolta, y Sesma, con la de Silacayonpám, tenían sus cuarteles en la ciudad, y los choques é insultos de los soldados de estos cuerpos con los de Terán eran continuos.. » Don Carlos M. de Bustamante, testigo presencial de los sucesos que acaecieron en Tehuocán, sólo cita las desavenencias entre Terán y Martínez, y las que hubo entre el primero y Sesma, y añade: «jamás creí que estas pequeneces tuviesen un resultado funesto, pues no pasaban de chismes domésticos.» • «Cuando yo llegué á Tehuacán en 3 de noviembre de 1815, dice Bustamante, se me presentó en mi posada don Manuel Terán; '
'
Supremo Tribunal de
que
era fundado podía fácilmente formularse en aquellos
segundo tuvo en tiempo
se dedicó el Congreso á integrar el
y
,
Jamapa
derrotado en la barranca de
•
acusó á Terán
de fondos,
que marchase á su encuentro
nombre.
Terán acusó á
produciría la ruina de la administración en su departa-
Rocha y
cura de Zoyatlán, don Juan Antonio Gutié-
la
causó profundo disgusto á ese
lo cual
acostumbrado á esta inspección.
número de vocales y resultaron nombrados, con calidad de suplentes, don Juan José del Corral, don Benito
del
cumplimiento de sus
á exigir cuentas á los empleados y á
tal
el
y aunque
Procuró instruirse del estado de
cuerpo político y de asumir
que se hallaban y las esperanzas que mantenían."
Justicia
el
,
hacienda pública, comenzó á visitar las oficinas estable-
palabras con que
que tenían de
ellas
opinión
«Terán tuvo á mal esta providencia,
ción á Puebla.
dice un historiador, porque la creyó peligrosa é innece-
mentos, cuando las atenciones incesantes de
quien se limitó á enviar copia de ella al gobienio español,
los
consecuencia de esta medida salieron aquéllos con direc-
AlamXn.
MÉXICO A THAVES DE LOS SIGLOS Congreso en una hacienda, distante algunas leguas
finar al
de ese último lugar, con
pretexto de que
el
con más seguridad. Pero sin
allí
estaría
valor civil para
el suficiente
afrontar la responsabilidad de sus actos, recurrió á una
nombre y de sus limpios antece-
farsa indigna de su
al
mando
Desde
las últimas horas del
de
oficiales
sus
redujeron á prisión
propia,
brigadier Lobato,
si
obrasen
por
el
cuenta
intendente Martínez, al
al
Sesma y á otros gobierno. Los mismos
coronel
al
habían llegado con
14 de diciembre, varios
como
tropas,
jefes que oficiales,
seguidos de treinta soldados, ocuparon la casa de Terán
don Francisco Pizarro, para
capitán
del
la
hacienda de San Francisco, adonde llegó en la mañana del 15 de diciembre, precisamente cuando iba á la sesión.
Don
tropa se apercibió
pero los miembros hiciese resistencia
de Terán.
del
al
prontamente á
Congreso
le
ver venir defensa,
la
ordenaron que no
y se entregaron prisioneros al enviado
Sus equipajes fueron saqueados por
de Pizarro, y ellos, presos en
comenzar
Nicolás Bravo, comandante de las tropas
encargadas de custodiar á la corporación, aquella
dentes.
491
la
tropa
conducidos á Tehuacán, quedaron
convento del Carmen, donde permanecieron
el
hasta el 24 de diciembre en que Terán mandó que se les
en las altas horas de la noche, y presentaron á éste una
pusiese en libertad, pero con la condición de que saliesen
acta firmada poco antes por once jefes de la guarnición
inmediatamente de la ciudad.
de Tehuacán en la que se convenía
lados los jefes
el
desconocimiento
de las autoridades superiores emanadas de
Constitu-
la
ción, y*en cuanto á Terán, se le suspendía en el militar hasta el
en seguida
la
restablecimiento del orden.
mando
Propúsose
cuestión de la forma de gobierno;
Carlos María de Bustamante
don
oficiales
aprehendidos en la tarde del 14
de aquel mes, menos Sesma,
y
el
el
superintendente Martínez
diputado Corral, á quien no perdonaba Terán la
derrota que le hizo
sufrir
en la barranca de Jamapa
cuando obedecía sumisamente
Dueño Terán
presente en la junta á la
,
y
También fueron excaree-
del
al aborrecible
Rosains.
mando absoluto y viéndose á
la
que había sido citado con premura, opinó que no debía
cabeza de mil seiscientos hombres que habían presenciado
intentarse cambio ninguno;
impasibles la prisión del Congreso, publicó una proclama
pronto
el
Terán, olvidando demasiado
papel que había elegido en aquella comedia,
habló largamente
esforzándose
en probar que bajo
forma de gobierno adoptada hasta entonces por lución,
el
la
que
disimulo y la cobardía
Este documento, plagado de contradicciones, no engañó
los
miembros
presentes
del poder ejecutivo.
también,
se
redujeron á
oficiales
de Terán resolvieron,
embargo,
sin
que el Congreso fuera disuelto nombrándose en su lugar una comisión ejecutiva de tres individuos, y fueron
mismo Terán, Alas y Cumplido.
designados para
ello el
En
concurrentes á la junta se dirigieron en
seguida
,
los
procesión á la parroquia,
después del cual
el
donde se cantó
el
Te-Deum,
cura don Juan Moctezuma Cortés
subió al pulpito y en una vehementísima arenga pretendió
probar
mismo día 15 de diciembre, en
en vez de avanzar, había retrocedido de una
la
defender con dignidad la existencia del gobierno y de la Constitución i.
Los
del
que habían marcado todos sus actos en aquel asunto.
Cumplido,
y
mañana
omitió su firma, consecuente con
revo-
manera lamentable; y Alas
la
la
que
con
la
disolución
del
Congreso
logrado la redención del pueblo mexicano. del antiguo poder ejecutivo, Alas
se
había
Los miembros
y Cumplido, más bien
en calidad de prisioneros que de gobernantes que acababan de ser elegidos, asistieron á esa solemnidad, pero
algunos días después se pusieron en camino para la provincia de Valladolid,
disolviendo,
con su separación,
el
gobierno emanado del motín militar de Tehuacán.
Apenas hubo acordado
la junta de oficiales,
reunida
en casa de Terán, la disolución del Congreso, salió de la ciudad un cuerpo de doscientos hombres con dos cañones, no extrañé fu visita por nuestra antigua amistad, pero sf me chocó mucho, que en la que le hice al día siguiente me maniJ'estaM diít¡justo de verme alli: díjome que asi me lo hnbía indicado en una carta que me habla escrito ú Zacatlán... Nótele cierta agitación y temor por lo próximo venida del señor Morelos, cuya derrota fué en Tesmulacu al día siguiente (5 de noviembre), y al cuarto de sucedida ya se sabia en Tehuacán.» (Cuadro histórico, tomo III, pág. 308). ' Bustamante. Cuadro histórico, tomo III, púg. 310. y
—
á nadie y
Terán fué
demostraba que el
la
ambición de mando
de
único motivo que lo guió en la trama que
con tanta torpeza acababa de urdir.
« Americanos decía la proclama, si alguno os dijere que la Constitución de Apatzingán está abolida, y que el Congreso no existe, os engaña. Los hombres fieles y verdaderos defensores de la patria reunidos en este punto para sostener nuestra santa causa y nuestros derechos imprescriptibles, adoptan medidas saludables para que el espíritu de la Constitución prevalezca y el Congreso sea legítimo. Penetrad el fondo de estas verdades sencillas y no sólo justificaréis nuestra conducta, sino que conoceréis en ella vuestros verdaderos intereses. En efecto, hasta hoy se abusaba de la Constitución, de nuestro sufrimiento y del de los pueblos libres; porque si á pretexto de ella se deprimió el mérito de los militares, la representación del Congreso carecía de la confianza pública, porque el pueblo no había tenido parte en sus respectivas elecciones. De aquí es que siendo el Congreso de representantes suplentes, un cuerpo débil, por esta causa vacilaba, y por eso trabajaba solamente en asegurar su autoridad á costa de los continuai
!
dos sacrificios de otros. supletoria nada vale en
A
la verdad, la
representación los pueblos americanos, libres é ilustrados, conocen muy bien que ellos deben elegir, con arreglo k la Constitución, sus diputados: no podemos privar á los pueblos de este derecho sin prevaricar, porque en este caso sin estar sostenidas las autoridades por el voto y consentimiento de los ciudadanos, reunidos voluntariamente en sociedad, la representación nacional no puede ser legítima, subsistente, decorosa, ni nosotros podemos respirar. En abono de estas ideas liberales con que me explico, arrancaría yo de la historia sagrada y profana algunos
un tiempo en que
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
492
si me fuera lícito difundir este raciocinio: os diré únicamente que la patria, desde que lucha contra el tirano y déspota gobierno europeo, conoce el mérito de sus libertadores, ha reunido sus votos en favor de los hombres de bien que han sostenido sus derechos, y que detesta y aborrece el despotismo y la arbitrariedad. Nosotros hemos visto en esta ciudad eleg-ir cuatro vocales sin la más leve
ejemplos para confirmar esta verdad,
formalidad: ¿podríamos tolerar estos procedimientos? Nosotros hemos visto caer y depositarse los caudales públicos, y aun los alimentos del soldado en manos de algunos individuos sospechosos, ¿dejaríamos de temer la dilapidación del erario y sus abusos? Por otra parte, nuestras tropas desunidas y muertas de hambre, ¿serán susceptibles de disciplina? ¿Engrosaremos de este modo nuestros ejércitos? ¿Los valientes que luchan contra un enemigo seductor y tenaz, no es preciso que desmayen? ¿Cesará el robo, la deserción y otros vicios militares? En una palabra, americanos, decidme, ¿qué será mejor, sostener cincuenta soldados valientes para hostilizar al enemigo, ó una corporación de representantes suplentes para huir y comprometer la autoridad? »No por eso penséis que nosotros desconocemos el mérito de nuestros hermanos que acaban de llegar ó que despreciamos la utilidad de las leyes sabias: aquél se premiará, y lo que únicamente buscamos es el tiempo oportuno de la aplicación de estas leyes: sabemos amar la utilidad, lo bueno y hermoso, y si hemos recibido con los brazos abiertos á los representantes, por la misma razón en ellos recibiremos á los que vengan legitimamente autorizados: con estos hombres deseamos unirnos: en ellos reconoceremos la verdadera representación nacional para evitar todo equivoco; y yo confieso de mi parte que si es difícil atinar en la dirección de los asuntos grandes después de haber tolerado una larga esclavitud, ya no queremos errar tanto una vez que la sabia Constitución los ilumina. Porque si cualquier ciudadano (art. 237) tiene derecho para reclamar las infracciones que notare, la felicidad común en las presentes circunstancias pide y reclama la legitimidad de los representantes del Congreso. Tehuacán, diciembre 15 de 1815. 1»
la ilegitimidad del
dos entre
cuerpo,
que
y
cayese
y no de representantes del pueblo; en los habían marcado los pasos de aquel
sí
desaciertos
Congreso formado de suplentes elegi-
acusaba
lo
manos de
en
haber
de
hecho
que
Morelos
cuando cabalmente
realistas,
los
esta catástrofe bien
y justamente pudiera achacarse á la mismo Terán para cumplir las órdenes
negligencia del
que con anticipación recibiera.
contra
diputado suplente Corral, que lo había derro-
el
tado en
Descubriendo este jefe á
enconos personales se desataba en denuestos
las claras sus
Jamapa en
de aquel año
julio
proponiendo que mientras reinstalar
Congreso
el
las
y terminaba
i
permitían
circunstancias
conforme á la Constitución, se
formase un gobierno provisional con
tención defartamcnial,
nombre de Con-
el
que se compondría de tres
la
individuos que elegirían los militares en cada una de las provincias
de
Veracruz,
Puebla y Norte
de México;
estos tres funcionarios, que habían de llamarse
comisa-
rios, serían expensados por sus respectivas provincias
se pondrían
independencia en
un
año
y
en comunicación con los sostenedores de la el interior;
solamente,
y
la
sus funciones debían durar
Convención
departaviental
había de residir alternativamente en cada uno de los
departamentos ó provincias que representaba
El plan y
la
torpe
exposición
de
2.
Terán
fueron
rechazados con indignado y altivo patriotismo por Guerrero
y Victoria, y aunque Osorno manifestó su confor-
midad, nunca hizo nombrar tamento
se
le
señalaba
,
al
comisario que á su depar-
pues
según
el
historiador
hasta hacerlo caer en manos del enemigo: se desataba especialmente contra la elección de los suplentes últimamente nombrados, y en especial contra Corral, y terminaba proponiendo el eelablecimiento de un gobierno provisional, etc.» [HiHoria de México, t. IV, pág. 350).
Véase capítulo anterior. El plan de gobierno propuesto por Terán ó Guerrero, Victoria y Osorno, comprendía los siguientes artículos ó bases: «Primero. Se erigirá una junta de tres individuos y se denominará Coneención, departamental. »Segundo. Los individuos se lomarán uno de cada departamento por elección en junta de militares y ciudadanos libres que estén comprometidos en la suerte de la guerra, presidida dicha junta por el comandante general de la demarcación. »Tf.rcero. El tiempo en que deben funcionar los tres diputados, á quienes se dará el nombre do comisario?, se determinará en sus primeras sesiones; pero no ha de pasar del término de un uño. »CUART0. La residencia de la Conoención departamental no será fija: cada tres ó cuatro meses variará el cuartel general de la otra demarcación. »QuiNT0. La Convención se formará un reglamento para orga'
'
Importaba en alto grado á
Terán, después de llar,
la revolución
las
miras y planes
de
que acababa de acaudi-
asegurarse de la adhesión de Victoria, Guerrero,
Osorno y Bravo,
más ameritados
'jefes los
que seguían sosteniendo
la
causa de
la
é influyentes
independencia.
El último, á quien hemos visto pronto á defender
al
Congreso, rehusó tenazmente apoyar á Terán y marchó á la provincia
de Veracruz donde
gustos y contrariedades;
Terán se apresuró á larga exposición
^
le
esperaban nuevos dis-
en cuanto á
dirigirles,
los
otros
tres,
algunos dias después, una
en que motivaba sus últimos actos en
—
BusTAMANTE. Cuadro histórico, tomo III, pt'ig. 319, Buslamante ha publicado efte documento en su Cuadro hi/'tórico, tomo III, pógg. 321 é 331, con abundantes notaB en que comenta todas las nfirmnciones de Terón.'aunque manifiesta que éste también •
'
omitió su firma al calce de ena pieza oficial. Alamén dice con motivo de eíta exposición lo siguiente: «Terán, puesto ya decididamente al frente de la revolución, quiso darle conveniente dirección, y con este fin remitió á Vicioria, Guerrero y Osorno una exposición en que fundaba la necesidad de lo que se habla hecho en la ilegitimidad del Congreso compuesto únicamente de suplentes elegidos por si mismos y no de representantes nombrados por la nación; en el desocierlo con que había procedido desde que se había apoderado del mando, quitándoselo á Morelos y reduciendo á éste ú la nulidad
nizar sus actos de gobierno. »Sexto. Los sueldos de los tres comisarios, de secretarios y oficiales, se lastarán por tercias partes, una cnda provincia. »SÉPTiMO. La Concención departamental ejercerá su autoridad en tas tres provincias de Veracruz, Puebla y Norte de México: se pondrá en comunicación con las demarcaciones de tierra adentro, ó
gobierno ó jefes que ellas tengan. La administración ó dimisión de esta propuesta, los variaciones ó modificaciones que se crea necesario hacerle, serán discutidas en junta deparlumenlal de cada demarcación. Cuartel general de la provincia de Puebla en Tehuacán, Enero 16 de 1816.» Cuailro hi^íói ico, tomo III, págs. 332 y 333). (BusTAMANTE. No obstante la negativa de Guerrero y Vicioria á cooperar á los intentos de Terún, éste hizo elegir en febrero de 1816 comisario por Puebla, es decir, por sus tropas aconlonodas en Cerro Colorado y Tehuacán, al cura don Juan Moctezuma y Cortés, quien falleció en junio de ese mismo año.
con
el
»OcTAVO.
—
MÉXICO A TEÁVES DE LOS SIGLOS Bastamente
siem-pre respondía
guerrillero
célebre
el
con líienas palalras y con malas obras. Quedó, pues, destruido el centro directivo de la revolución sin que lo poder
ningún
sustituyera
eficaz
pero
prestigiado,
y
493
mismo nombre muerto en
la batalla de Calderón.
Refor-
zado Guerrero con varias partidas y triunfante de Lamadrid, que avanzó hasta la barranca de los Naranjos con
ánimo de auxiliar á Acatlán
,
pudo reducir á
los realistas
de su antiguo jefe Eosains,
á la iglesia de esta población obligándolos á rendirse
se vio libre de toda obediencia en el apartado rincón de
después de varios días de fuego incesante y nutrido.
Terán, siguiendo
las huellas
la provincia
de Puebla que aquél dominó con tan feroz
Flon fué bien acogido por Guerrero, quien
despotismo.
En
dándole libertad por consideración
Terán de que atacar
de diciembre, noticioso
los últimos días
el
coronel realista Barradas marchaba á
destacamento que había situado en Tepeji de
el
la
Seda, salió de Tehuacán en su auxilio, obligó á Barradas
ron
combate
lo
y persiguió por espacio de
desalojó
El generoso Bravo, después de rehusar todo apoyo á la obra atentatoria de Terán, se encaminó á la provincia
Yeracruz
de
combatir
como dejamos
,
Coscomatepec
recuerdo de
el
resuelto
dicho,
á
valiente
la
defensa que dos
mero á titlán
orillas del río
celos del
magnánimo
que con su denuedo y su
caudillo
grandeza de alma había dominado en otro
mayor parte de
la
tiempo
provincia que á la sazón
la
obedecía
Apresuróse á escribirle que convendría
á sus órdenes.
de Xiputla y después en
Huamux-
Apám
Serrano y Espinosa, atacó vigorosamente á 27 de noviembre hasta
dose á levantar
con grandes
Súpolo Victoria y tuvo
los
Osorno, seguido de sus principales tenientes, Inclán,
extrañar que
recibieran los habitantes
vengó con creces, durante
liste se
1.
el
lo
pero luego que supie-
últimos días de diciembre, derrotando á Lamadrid, pri-
años antes sostuvo contra los realistas, y así no es de
demostraciones de entusiasmo.
;
Lamadrid con nuevos refuerzos
acercaba
se
corrieron á unírsele, no sin hacer fuego sobre el generoso
Había quedado vivo en
lado de Victoria.
al
que
general suriano.
i.
abrazó
en que Flon y sus oficiales volviesen á los parapetos para
á encerrarse en la hacienda del Rosario y después de un
algunas leguas matándole algunos oficiales y soldados
lo
coronel Sesma, de
quien era pariente aquel jefe realista; además consintió
disponer la entrega de las armas
corto
al
envió
el 5
desde
4 de diciembre, apresurán-
asedio para hacer frente al auxilio que consistente
mando
escogidas al
encontró
el
virey,
el
el
en una sección de tropas
mayor don Juan Rafols, quien
del
se
de diciembre con los guerrilleros de Osorno
dispuestos á cerrarle el paso en la hacienda de Ocotepec.
Empeñóse
recio combate
en
el.
que salieron triunfantes
su presencia en el Sur, donde hacía falta á Guerrero, y
los realistas,
Bravo, que sabía vencer
grandes pérdidas en su cuerpo de caballería escogido
como
al
enemigo
en
las
pasiones con tanto vigor
campo de
el
batalla
,
no pensó
que llevaba
siquiera en promover rencillas senpejantes á las que tanto
daño habían
causado
provincia de Yeracruz
por San
á
la
Desoyendo
revolución.
de sus amigos de Coscomatepec abandonó
instancias
,
donde se proveyó
avistó,
al
terminar
el
año, con el general
más importante desastre le causaba el coronel don Matías de Aguirre por el rumbo occidental de la misma
el
de Ixtlahuaca
la
con
de
la
,
marchó para
la noticia
de que
dijimos cuál fué su res-
único centro directivo
guerra acababa de ser supiimido por la fuerza,
marchó sobre
Acatlán
Antonio Flon, conde de
'
el
BusTAMANTK.
que la
estaba
Cadena,
— C«arf;-o /u'sM/í'co,
ciento
el
30 de noviembre á dragones
ochenta
de
las diez de la noche, los
regimientos
de
España, México y Fieles del Potosí, y aunque mediciembre, tenía ya tomados todos los caminos que salen
Después de
Decidido á seguir luchando
por la patria, y sabiendo que
de que don
quebradas de Tlalpujahua, resolvió sorprenderlo saliendo
puesta, porque su altivez republicana no podía tolerar aquella violenta usurpación.
realista, noticioso
Francisco Rayón había aparecido de nuevo en las ásperas
ese jefe la había disuelto y la invitación para reconocer
Ya
Este activo jefe
la prisión del ilustre
campo de Xonacatlán donde recibió gobierno que la sustituía.
provincia.
diase la distancia de quince leguas, al amanecer el 1.° de
dejar la corporación encomendada á Terán
el
cada,
Congreso hasta
visto á Guerrero escoltar al
Morelos, que no estuvo á su alcance evitar.
el
en la parte de la provincia de México que dejamos indi-
Sur
al
rumbo de Ajuchitlán, lugar situado muy cerca de margen izquierda del Mexcala. Tehuacán, deplorando sinceramente
revés
la
de
recibiendo de éste la misión de levantar fuerzas en
Hemos
la revolución sufría este
Guerrero,
algunos recursos, y encaminándose rápidamente se
nombre de canij^eones de Morelos.
Al mismo tiempo que
las
seguido de pocos soldados, pasó
Andrés Chalchicomula
el
pues Osorno se retiró después de sufrir
defendido
por
don
hijo del general del
tomo
III.
sigue en eslu [)arte é Bustamante. Véase también festación de Terán, póg. 44.
Alamán Segunda mani-
pág. 335.
de Tlalpujahua en distintas direcciones.
ñado de cien
hombres
camino que conduce
al
intentó
forzar
Rayón acompael
paso por
el
Mineral del Oro, pero fué derro-
' Hemos pepuido en estn pártela Bcografiade Guerrero (Hombres iluKtres measicanos), escrita por don José Moría Lafragua.
Alamán, fundándose, en informes que refiere de
Además,
le comunicó el mismo Flon, diferente modo la capitulación de este jefe realista. este úllimo historiador coloca estos hechos de armas de
muy
Guerrero en el mes de julio de 1815, siendo asi que acaecieron en diciembre del mismo año. Alamán explica en parte este embrollo que se nota en su obra al tratar de las compañas de Guerrero en esa época, diciendo en una nota puesta al calce de la pág. 256, tomo IV de su //; toria (edición de 1851) lo siguiente: «El orden de los sucesos de la Mixteca baja y aun In imporlancio de ellos, es cosa de que no he podido cerciorarme de una manera satisfactoria. Rosains v Terán no señalan nunca los fechas de lo que refieren: don Carlos Bustamante lo hoce rara vez y no se puede fiar en sus informes que veo falsificados por otras noticias más seguras; por todo lo cual esta parte de mi obra es de la que quedo menos satisfecho-^
«
494
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS prisionero por el teniente don
y hecho
tado
quien
Tomás Suero,
de setenta soldados del batallón Fieles
al frente
Don
del Potosí estaba encargado de cerrar esa salida.
Francisco Rayón fué conducido á Ixtlahuaca y pasado
por las armas. uSus hermanos,
Alamán, dirigieron
dice
acuerdo
uY el
Matamoros
No
uno
y
virey
al
nas condiciones admisibles para salvar la vida de don Francisco, sino reclamando con palabras duras
chos de guerra, lo que en vez de ser
útil
los
dere-
prisionero
al
abrevió su muerte, que el virey aprobó, con tanto más
motivo
cuanto
que
en
mismos días
aquellos
le
dio
Aguirre parte de haber sido fusilados por los insurgentes el
les
comandante de Tepeji del Río, Corral, con
y
diez
y
los oficia-
que también cayeron prisio-
siete soldados
neros.»
los
de más importancia
referir los sucesos
'."
consideró válidas las excomuniones que contra
independientes fulminaron los obispos y la Inquisi-
ción, purque creyó que no podían imponerse esos medios
á mía nación independiente, y
y desolación del al
terminar aquel largo interrogatorio flaqueó lamen-
tablemente y por un momento su entereza, y después de hacer una calificación de la importancia de cada uno
desde
la Inquisición
Ya
el
22 de noviembre de aquel mismo
antemano
de
nombrados
estaban
jueces
los
comisionados por la jurisdicción unida, que
fueron,
lo
la fuerza
podían disponer, sino por su capacidad é
Osorno, dijo que «si se
Morelos, preso en México y encerrado en las cárceles de
hizo
eran los efectos necesarios de todas las revoluciones.
Pero
sucesivamente á Terán,
general
le
país, contestó con calma «que estos
año de 1815, debemos volver nuestra atención
año.
cargo que se
al
por las muertes, destrucción de fortunas, ruina de familias
ocurridos en diversas partes del vireinato al finalizar el al
general
ilustre
el
de los jefes independientes, no sólo por
Después de
último.
el
gobierno vireinal
el
mismo propuso, por
canje que él
en
no fueron asesinatos, sino
represalias, por no haber admitido
desde Cóporo por medio del mismo Aguirre dos pliegos, otro al arzobispo, no proponiendo ningu-
Congreso de Chilpancingo
del
estas ejecuciones, decía,
Ramón Rayón, Bravo y
don
daban avíos de escribir for-
le
maría un plan de las medidas que
tomar para Sur y
de que
influjo, citando
el
gobierno debía
y en especial
pacificarlo todo,
la Tierra Caliente ^.n Esto,
la costa
del
que es sensible encon-
trar en el proceso de aquel ilustre mexicano, se ha creído
C>ó¿o. ¿/ovt. ,..yM c^'UIa.
Facsímile de la
Arma
del
abogado don Jesé M.* Quiles
por algunos que fué agregado por
el
gobierno vireinal
para desprestigiar la memoria de Morelos, pero es induFacsímile de la flrmo de don Miguel Batoller
dable que se halla en su causa.
Concluida
por la real capitanía
,
oidor don Miguel
el
Bataller,
general, y por la eclesiástica
auditor de la
el-
provisor del
arzobispado don Félix Flores Alatorre. Había ordenado virey que
el
el
proceso quedase concluido dentro de tres
días, y por eso el mismo día 22 se comenzó á actuar, quedando terminada en la tarde la confesión con cargos.
En
todas las declaraciones que
se le tomaron respondió
con digna firmeza; á nadie atribuyó la parte tan importante
que
le
había tocado en
huida de Fernando VII á Francia, colonia su libertad; las autoridades
y
los
dijo,
'.
«La
devolvió á la
americanos al levantarse contra
que representaban
incurrido en falta ninguna;
un derecho sacratísimo."
sobre
revolución, ni
la
nadie descargó la responsabilidad de sus actos
al
al
monarca no habían
la
con cargos hízose saber á
confesión
Morelos que podía nombrar defensor, y habiendo contestado que se conformaba con éste
nombró
al
que designase
el
provisor,
joven abogado don José María Quiles,
que acababa de recibir su al efecto la
el
título profesional,
entregándole
causa y señalándole un plazo angustiado para
preparar y escribir su defensa.
A
pesar de
la
premura
del tiempo, Quiles presentó su alegato dentro del término
y en ese documento abogado que unió su nombre fijado,
se
revelan los talentos del
al del ilustre
caudillo de la
independencia. Usó de las mismas disculpas que Morelos
había dado en
el
interrogatorio á que se le sometió, bien
que presentándolas, como era necesario, ante un tribunal realista,
no como razones fundadas, sino como errores
contrario, habían ejercido
Los fusilamientos de González
Saravia, Regules y de los prisioneros españoles en Zacatula los había llevado á cabo en cumplimiento de órdenes
«En Tlacotepec, dice en fu declaración, acordé con el Congreso, y en consecuencia sentencié ti muerte ó los doscientos tres prisioneros europeos que tenia en Tecpan y Zocotula los mismo» que propuse al gobierno de esta copitnl por la vida de mi segundo '
,
teniente generul Mutumoros, prisionero en Purunnin; advirliendo que aquella sentencia la pronuncié luego que supe que en Valladolid había sido posado por las armas el expresado Matamoros.» ' Véase declaración de Morelos. (Colección de documenlon de í. E. Hernández Dúvulos, tomo VI, pág. 43). el
de la Junta de Zitácuaro en los dos primeros casos ' Véanse Ins declaraciones de Morelos en mentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI,
la
,
y por
Colección de docu-
ptigs. 18 á 44.
495
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS El defensor
de entendimiento que salvaban la intención. pedía para
prisionero la pena que se considerase justa,
el
como no fuese
la capital,
lo siguiente:
"Me ha
los
Exmo. señor virey
togados, el provisor del arzobispado y gran número de espectadores hicieron sentar á Morelos en un banquillo
la
al
vida descubrirá planes con
América, y que misma propuesta; ésta no
que en poco tiempo se pacifique
repita á vuestras
de noviembre.
27
lunes
el
salón principal del Tribunal los
el
dos inquisidores que lo componían, Flores y Monteagudo,
perdone
le
para
fe
y antes de terminar expresaba que por medio del
dicho el reo
señor coronel Concha ha propuesto
que como se
de
público
auto
Reunidos ese día en
señorías la
la
el fiscal
Tirado, los ministros subalternos, dos consultores
,
y uno de los secretarios leyó los veintitrés cargos que ya se le habían hecho por los comisionados sin respaldo,
me
parece digna de despreciarse, porque, según asientan
de la jurisdicción unida y otros que la Inquisición consi-
los
criminalistas, este es el caso en que debe usarse de
deró de su competencia especial ^
clemencia, perdonando á un delincuente por salvar á una
comunidad 6 pueblo, ó porque de
mayor bien á
sociedad,
la
pues
perdón resulte
su
cuántos
reflexiónese
pueblos de América se salvarán volviendo toda ella por
un medio á su antigua quietud...
^)
Háse dudado de
que Morelos autorizase á su defensor para exponer esta afirmación que no
impávido valor.
Y
corresponde á su carácter y fuese, en efecto,
si así
abogado Quiles, llevado
de
deseo
su
y
á
su
joven
si el
apartar del
de
cadalso al caudillo mexicano, afirmó lo que nunca pensara ni sintiera
éste,
nunca también se deploraría suficien-
aun á trueque de
temente la ligereza de
arrojar,
esperanza de
una mancha sobre
salvarle,
esta
la
gran
el clero
á la autoridad civil en la triste tarea
de amargar los últimos días del héroe mexicano.
presentada la defensa,
Fonte, quien
la
pasó
envióse
al
la
causa
Apenas
arzobispo
al
promotor, y nombró para com-
poner la junta que previene
artículo 4." de la sesión
el
decimotercia del Concilio de Trento al obispo de Oaxaca, al
dignidad á todos los cargos, y acto continuo se pronunció el fallo,
Juan José Gamboa y don Andrés Fernández
rete, don
ellos
cuales, oído el promotor
los
de
la catedral
y
el fiscal, decla-
perseguidor y pertur-
hereje formal, fautor de herejes,
de la jerarquía eclesiástica, profanador de los
bador
santos sacramentos,
ene-
cismático, lascivo, hipócrita,
migb irreconciliable del cristianismo, traidor á Dios, rey y al papa,» y como á tal, se
al
condenó á que asis-
en traje de penitente, con sotanilla sin
tiese á su auto
cuello
le
á que hiciera confesión general y
y vela verde;
tomara ejercicios, y para el caso remotísimo de que se le perdonara la vida, á una reclusión para todo el resto de
ella
en África, á disposición del inquisidor general,
salmos penitenciales y de la sentencia
y motivando
el
Y
el rosario.
monia llamada por
los
inquisidores
ordenando que se azotase á
la
reconciliación,
la
víctima durante
el
rezo
salmo Miserere, y en seguida se celebró la misa
del
rezada.
«Acabada
ésta, dice
Alamán, quien
al escribir
esta
parte de su Historia consultó los apuntes de un testigo presencial,
se siguió
la
ceremonia de la degradación,
obispo de Oaxaca (don Antonio Bergosa
auto en la
y Jordán) aguardaba revestido de
lo
terminada la lectura
ministro decano procedió á la cere-
el
,
para la cual
sentenciaron á la pena de privación de todo beneficio, ejercicio de orden,
pedido por
de México;
«notoriedad y enormidad de los crímenes del reo,»
oficio
lo
rando que «el presbítero don José María Morelos era
de Durango, marqués de Castañiza, y á los doctores
don José Mariano Beristaín, don Juan de Sarria y Alde-
Madrid, dignidades todos
de conformidad con
con obligación de rezar todos los viernes del año los
figura de la independencia.
Unióse
Morelos contestó con
que está á
el
de
los pies
pontifical
la sala del tribunal.
en la capilla Morelos tuvo
que atravesar toda ésta de uno á otro extremo, con
y á la degradación, mandando
vestido ridiculo que le habían puesto
y solemnemente por
verde en
el
y con una vela
el
obispo
de Oaxaca, y ejecutada que fuese, debía ponerse
al reo
mano acompañado por algunos Santo Oficio: el numeroso concurso, más
á disposición de la potestad secular, nombrada
efecto
vez de verlo de cerca, se levantó sobre las bancas al
se procediese á ésta real
por
el virey,
pontifical
La
al
haciendo á éste la súplica que prescribe
romano
el
^.
ocasión
para ejercer su autoridad: acababa de ser restablecida y era preciso que señalase su aparición tomando activo
maban ese
Los miembros que for-
tribunal pidieron al virey que demorase por
cuatro días la ejecución de la sentencia pronunciada por la
pasar por
el
Junta Conciliar, y trabajando sin descanso citaron á
familiares del
ansioso cada
espacio que entre ellas se había dejado.
Morelos, con los ojos bajos, aspecto
Inquisición no podía dejar pasar esta
participio en causa tan ruidosa.
la
mesurado, se dirigió
al
altar:
allí,
decoroso y paso
después
de
leída
públicamente por un secretario la sentencia de la Junta Conciliar, se le revistió con los ornamentos sacerdotales,
y puesto de
rodillas
delante del obispo, ejecutó éste la
degradación por todos los órdenes
de
la Iglesia.
,
según
el
ceremonial
Todos estaban conmovidos con esta cere-
monia imponente
;
el
obispo se deshacía en llanto
;
sólo
Morelos, con una fortaleza tan fuera del orden común, Esta defensa se halla original en la causa formada á Morelos el A rchieo general, tomo LXXVllI, ramo de Historia. Véase también en la Colección de documentos de J. E. Hernéndez Dávalos, tomo VI, páes. 66 ú 68. » Véase este último documento en la Colección de J. E Hernández Dávalos, tomo VI, pég. 47.. '
existente en
que algunos
la calificaron
sereno, su semblante no
de insensibilidad, se mantuvo se
inmutó, y únicamente en el
acto de la degradación se le vio dejar caer alguna lágri'
Bustamantk.— Cuadro
histórico,
tomo
III,
pág. 225.
MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS
496
ma.n
Este momento de turbación que sufrió Morelos fué
cuando
muy
el
verdugo se acercó á raerle
manos; pero
las
luego recobró su habitual entereza
prisionero de las cárceles de la Inquisición á la Cinda-
y
,
allá
en
dela, donde quedó bajo
lii
custodia de doscientos solda-
En
dos del batallón provincial de Tlaxcala.
el
su nueva
fondo de su alma debió sentir un profundo desprecio por
prisión se le vigiló con extremado rigor,
sus encarnizados perseguidores.
Alaraán, pusiéronle otra vez los grillos que había lle-
vado desde
Asi que hubo terminado este acto, que no honró á la
causa de
la
dominación española, Morelos fué consignado
á la autoridad secular, encargándose de su persona, por
nombramiento del virey, Concha,
el
coronel
el
don Manuel de
mayor de plaza don José de Mendívil y
de secretario para las actuaciones subsecuentes. dos de la mañana del
2t
Nunca denunció á persona alguna de las que conocía y debía conocer, ni de las que á sus órdenes hablan sereido á la causa de la independencia; por el contrario, siempre imploró y defendió á cuantos pudo, y este pensamiento me lo indicó desde los días de la capitulación, cuya loable generosidad le aprobé, y muchos deben de existir de los que lograron su favor. »He oído decir que por cantidad de pesos me entregó el fuerte; es falso cuanto por el particular se diga, y lo pueden comprobar los ciudadanos Joaquín Parres, que entonces era mi secretario, y Joaquín Pavía, tesorero de mi división, por cuyo conducto se satisfacían los presupuestos y gastos. »La capitulación de Cóporo nada le costó por regalía al gobierno que entonces regía, y yo por mí, después de concluido el convenio, gratifiqué al oficial primero que entró en contestaciones, con un corto plantío de caña para que pagase un pico que debía (me parece que á don Ignacio Izazaga ó á don Ignacio Urbizu, en tierra de Laureles ó de Orocutln, con conocimiento del dueño de la hacienda), y según guardo especies, después que me retiré de la demarcación de Zitácuaro á Valladolid se lo volvieron á quitar. »Todo lo expuesto es verdad, bajo mi palabra de honor, y lo extiendo é petición del interesado para lo que le pueda convenir. Matehuala, 8 de Noviembre de 1823. Matías Martín de Aguirre.t>
—
día
el
tropa por la falta de recursos en que vivía
que
ción
—
«A mi
:
y perseguido, me
lo
verme desconceptuado
;
á los realistas
y noche siguientes tuve que introducir maíz y otras cosas indispensables, pues sólo había un poco de carne, de manera que á no haber capitulado en
sin familia
haga variar de sistema y resolución estímulo de mi entusiasmo.
más apurado
entrega de
la
que expidió alguna vez, á petición del que fué
ficado
secuaces.
y compañero en
para hacer más noto-
Cóporo, basta citar lo que decía Aguirre en un certi-
superchería
vosotros hallaréis siempre á vuestro
y
en la mano, y que si le abonaba como un orden gubernativo regular, fué también
nuamente de solapada ambición. ria
ser jefe
de ese general mientras
dio
merecido renombre
tan
nuevos combates en el
en
la
^.
la célebre posi-
á los Rayones,
región oriental anunciaban que
gobierno vireinal atendía también á recobrar la zona
que
Desde
había
se los
sostenido
Terán por tanto
últimos días de diciembre
del
tiempo.
año anterior
(1816) se movieron varias divisiones realistas por orden
de Apodaca, con instrucción de embestir y ocupar sucesivamente todos los puntos avanzados de los independientes
que reconocían
sección de Oaxaca, al
como centro á Tehuacán.
mando de Obeso,
salió
La
con direc-
Lamadrid y Samaniego se movieron á Mixteca para apoyar la marcha y las opera-
ción á Teotitlán;
través de la ciones de salió
una fuerte división, que
de Puebla con
el
al
mando de Hevia
propósito de atacar á Tepeji de la
Seda, defendido por don Juan Mier y Terán, con doscientos cincuenta
hombres y
tres
cañones pequeños; y
una columna de muy buenas tropas organizada en
misma
capital
y puesta á
las
la
órdenes del coronel don
Rafael Bracho, se encaminó también hacia
el
Oriente con
' Véase esta proclama en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávnios, tomo VI, pégs. 960 y 961. * Certificado del coronel don Matías Martín de Aguirre, citado en nota anterior. Véase también, en la exposición que la Junta de premios dirigió ni poder ejecutivo en 12 de enero de 1824 ¡Cuadro histórico de Bustamante, tomo III, págs. 434 ú 436), el elogio de don Ramón Rayón y el juicio reposado y justo que hizo dicha Junta de
la
conducta de este
jefe al firmar la capitulación de
Cóporo.
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS orden de avanzar por Tepeaca, Tecamachalco, Tlacode
y Tepango, y
tepec
á Tehuacán y Cerro
atacar
547
ambas piernas por una bala de cañón, y á quien no era
llevar en
posible
su retirada
añadiendo
violenta,
dejaba en Tepeji
Colorado á favor de los movimientos de las otras divisio-
que en cambio de
nes realistas.
tres prisioneros que pocos días antes habían caído en sus
El plan, como se ve, había sido perfectamente com-
y don Manuel Terán, que no tardó mucho en
binado,
comprenderlo y cuya situación era dificilísima, á su vez disputar
adoptó
único que le permitían las circunstancias:
el
terreno palmo á palmo, colocarse entre las
el
marchaban en su contra para
divisiones que
atacarlas, á
cada una separadamente, y buscar un resultado imporen la serie
tante
una
de
más
las
de
interesantes
como dice un historiador
revolución,
la
honra sobremanera
y
^,
toda
fué
días
al
La
mandada por
división
que se incorporó
Andrés á
siguiente
fuerza que había guarnecido á San
la
de Tepeji
vista
el
sanguinario Hevia, á la
órdenes de don José Moran, apareció á la
las
30
el
de
diciembre
una batería,
estableció
trinchera de
resco ni por la situación
de tierra,
sacos
Al
(1816).
la
una
por
protegida
y desde
día
mañana
del
del
y mandó
infeliz artillero,
que arrancándole de su lecho de dolor, fuese desde luego pasado por las armas.
Igual
algunos
sufrieron
suerte
y concluidos estos actos sangrientos, pueblo una guarnición de cien hombres
vecinos de Tepeji,
Hevia dejó en
el
y contramarchó á Tepeaca.
Don Manuel Mier y Terán, en
tanto que su
hermano
hemos
referido,
se preparaba á sostener el ataque que
había llegado con quinientos hombres á San Juan Ixca-
punto distante tres leguas y media de Tepeji.
quixtla,
Al mismo tiempo
general Terán.
le
Hevia no se conmovió por este rasgo caballe-
manos.
movimientos
sucesos que estos
de
campaña de diez y nueve
Esta
produjeran.
la vida del herido
la
(1.°
de enero) Lamadrid,
vanguardia de la sección que
de
al frente
y Samaniego traían tropa sitiadora coman-
él
de la Mixteca, se incorporó á la
dada por Hevia, quien noticioso de
aparición de don
la
Manuel Terán en lugar tan próximo, ordenó á Lamadrid que inmediatamente saliese á atacarle.
Formáronse
independientes sobre dos lomas, y en
centro colocaron
el
los
viejo
la caballería
de Osorno; en esta disposición esperaron á
y ruinoso convento, defendido por don Juan Terán con la pequeña fuerza de que ya hicimos mención. La de Hevia
los realistas,
con quienes trabaron reñidísima refriega que
ascendía á mil quinientos hombres de las tres armas, con
pero Lamadrid tuvo mayor número de muertos y heridos,
un tren de
contándose entre estos últimos
1.°
de enero de 1817 dirigió sus fuegos contra
de batir
artillería
^,
y
la
el
columna de Bracho
cubría su retaguardia, situándose entre Tecamachalco y
Desde
Tlacotepec.
los cañones de
vento y
los
el 1."
hasta
alba del 6 de enero
el
Hevia acribillaron con sus que apoyándose
reductos
habían construido los independientes;
tiros
en
el
ese
el
con-
fuego de éstos las
el
á los combatientes,
conde San Pedro del
Álamo, perdió uno de sus cañones, y
campo de Hevia
retirarse
al
al
fué perseguido tenazmente por la caba-
de Osorno.
llería
Engreído
edificio
también fué vigoroso, pero viendo su jefe que todas
La noche separó
duró tres horas.
con
ventaja,
notable
esta
don
decidió
Manuel Terán auxiliar á su hermano atacando á
que
los
y en consecuencia, á las dos de la mañana
le sitiaban,
4 de enero, su
y espada en mano
obras exteriores estaban por tierra, abiertas dos grandes
del
brechas en los muros
cayó sobre la línea establecida por Hevia alrededor del
abandonó á Tepeji en dice el
disminuida su escasa tropa,
la
y mañana del día
ocho años después, y quitando la gana
que
persiguiese,
llevando
la
cumplido con su deber hasta
el
lo
haber impuesto atrevió
su
6, «batiéndose,
mismo don Juan Terán en una carta que
á dar
artillería...
enemigo de
satisfacción
de haber
último extremo, y de
Hevia á
convento de Tepeji. previsto
golpe
y
recibió
acabó por ahuyentarlos.
caer prisionero en este combate, le unió
donde
hemos dicho antes se vio forzado á
que
los
se
distinguieron en
la
la cual sostuvo hasta lo último,
le
el
terrible
estaba confiada,
no obstante que muchos
de sus soldados murieron bajo los escombros del fortín.»
se
mañana
Estrechábase listas
alrededor
el
de
círculo
'
AlamAn.
— Historia
le
recomendaba
artillero
,
en nombre
insurgente herido de
de Tepeji en
la
las tropas
rea-
el
Oaxaca, el
la
fuerte
sección rea-
de
seiscientos
coronel don Manuel de Obeso,
10 de enero en esa' importante
posición
sin
Pero Terán se arrepintió
515, edición
de 1851. »
entró
que avanzaba de
vencer ninguna resistencia. de México, tomo IV, pág.
formado por
Por ese motivo
marchase á reunírsele.
hombres y mandada por
que
salir
Tehuacán y Cerro Colorado, ordenó violentamente á la guarnición de Teotitlán que abandonando este punto
al coronel
la
Tepango,
retiró á
Terán, y atento éste á cubrir á
lista
Hevia en
se
del día 6.
Antes de retirarse, escribió don Juan Terán una carta
humanidad, á un
un
su hermano don Juan, quien como
grado, que no se
Entre
con
asaltantes
Terán, que estuvo á punto de
enorme que abrió
fuego que se dirigía á la posición que
la
los
tal
bravos soldados de su compañía arrostró
de
á
nutrido fuego de cañón que los desordenó desde luego y
defensa, debe citarse don Francisco Gaitán, quien con los
el
Pero este vigilante coronel había
asalto por la brecha
al coronel el
al
escribió
caballería á escape
Véase carta escrita por don Juan Terán ú don Carlos María
de liustamante y publicada en el Cuadro histórico de este último, tomo 111, págs. 395 y siguientes.
muy
pronto de aquella disposición, y se puso
en movimiento para contener á Obeso. nición que acababa de
salir
Unido á
él
la
mismo guar-
de Teotitlán, marchó rápida-
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
548
mente hacia
camino de Oaxaca, rodeó á Teotitlán
el
y en
atacarle,
sin
tarde del 11 de enero se situó en el
la
frente de la ciudad que por tanto tiempo se sustrajo de la
dominación española.
trapiche de Ayotla, es decir, á la retaguardia de Obeso
Pero Terán, ganándole en celeridad, entró en Tehua-
aparente intención de avanzar hacia Oaxaca.
cán á las diez de la mañana de aquel día, poniendo apre-
y con
la
Su plan estaba hábilmente pensado, pues al
enemigo á atacarle en
que
la posición
obligaba
así
mismo había
él
suradamente en estado de defensa
la parroquia, el
vento de San Francisco, la colecturía vieja y
con-
cerro del
el
Calvario, donde situó su caballería con orden de atacar á
elegido. u Temeroso
Obeso de que Terán intentase algo sobre
Bracho cuando pasase cerca de esta posición.
Inmedia-
Oaxaca, dejó cien hombres en Teotitlán y se dirigió á
tamente después de su llegada envió unas guerrillas á
Ayotla, atacando en la noche del 11, en dos columnas:
hacienda de San Lorenzo, para que hostilizasen
rechazadas éstas, desfiló por unos sembrados sin suspen-
nel Bracho que
der el fuego, y vino á colocarse á la espalda de
cercano á la ciudad de Tehuacán; pero
hacienda la clave
sin notar
,
de
que en una loma inmediata
muy
posición de aquel terreno
la
,
la
que era fragoso,
se había detenido
mandaba y que era visto llegar en
del presbítero don
A
la
los
y
fué atacado á su
del 12 avanzó
Obeso contra
el trapiche,
vez por la infantería que tenía á su
retaguardia; quiso entonces ocupar una altura, pero los
insurgentes se apoderaron antes de
portugués Camera, á quien hemos
el
José Manuel de Herrera
respecto de los elementos de defensa que había dentro de
Bracho continuó su marcha y ocupó
cia, los realistas
Carmen,
expuestos á los
quedaron metidos en una hondonada y fuegos dominantes de sus contrarios. No
sus tropas del regimiento de
tardaron en dispersarse, siendo perseguidos por la caba-
Castilla,
llería
de Terán, que siguió
el
alcance hasta medio día.
Obeso fué herido de un balazo en
y
sufrió
el
una pérdida considerable.
abierto á Terán
el
hombro derecho,
Esta ventaja dejó
camino á Oaxaca sin obstáculo para
marchar contra aquella ciudad, pero
sin
poder aprove-
convento del
el
Componíanse
que hizo su cuartel general.
del
Zamora, gran parte
del de
algunos centenares de dragones de México y Puebla y varias piezas de artillería, formando un total
de mil trescientos hombres. de
Terán
si
desde
Creyendo
luego le atacaba,
la
derrota
el jefe
realista
fácil
formó sus batallones en columna y avanzó impetuosa-
mente sobre
de
posiciones
las
charse de esta circunstancia por las demás dificultades
mismo tiempo que su
que
rodeaban,
se pasó á
',
á su nuevo jefe amplios informes
dio
la plaza.
y en consecuen-
ella,
y
realistas
muy
que las
noviembre del año anterior en compañía
había situadas dos compañías de la infantería de Terán.
madrugada
en este punto, el jefe
la
coro-
al
artillería
los
independientes
disparaba
sobre
al
ellas
nutridísimo fuego.
Terrible fué el asalto intentado con-
á reunir su gente
tra el convento de
San Francisco, y
niego le
la defensa: el batallón
lo
lo
que dio lugar á que Obeso volviese
y fuese reforzado por la que Samamandó de Huajuapam ^.n Los cien hombres
terrible
también fué
de Castilla, arrostrando
el diluvio
que quedaron en Teotitlán estaban en mucho riesgo de
de balas que caía de las alturas vecinas, forzó la portería
caer en poder de los insurgentes, pero Terán no pudo
y empezó á subir
hostilizarlos por tener
que acudir violentamente á Tehua-
cán, amenazada por Bracho
En
la
la escalera; allí lo contuvieron treinta
compañía de Tepeji, y fué tan ruda
lucha, y tan próximos estaban unos de otros los
2.
efecto, este coronel,
hombres de
que había avanzado en su
tientes,
que no pudiendo servirse de sus
la
comba-
fusiles
para
marcha progresiva hasta Tepango, juzgó coyuntura pro-
hacer fuego usaron de ellos á guisa de garrotes y se
Tehuacán y Cerro Colorado la permanencia de Terán en el rumbo del sureste, empeñado
golpeaban con furia;
picia para caer sobre
en rechazar á
la
sección de Oaxaca.
movió su fuerte columna, y
el
En
consecuencia,
19 de enero se hallaba al
—
AlamAn. Historia de México, tomo IV, pág. 517. Censurando el historiador Bustannante la marcha de Terán á Tehuacán, después de haber derrotado á Obeso en Ayotln, dice lo siguiente: «He hablado en Oaxaca con personas veraces y de buen criterio, quienes me aseguran que sobrecogidos en aquella ciudad con la derrota de Obeso y ciertos de que la división de Alvarez es•
taba diseminada en Teotitlán, C.uicallán y la Mixteca, y no habiendo mus que doscientos hombres mal armados en la referida capital, bien pudo Terán ocuparla sin disparar un tiro. Entonces habría venido á tierra todo el plan que el gobierno de México tenía formado para atacar la fortaleza de Cerro Colorado; habrían tardado tres meses los españoles en atacac las gargantas de los Mixtecas, que naturalmente ocuparla Terán para defenderse, en cuya sazón Mina, desembarcando el 11 de abril por Soto la Marina, de seguro que hubiese forzado al gobierno de México á llevar todas sus fuerzas al interior para combatir 6 este nuevo y poderoso enemigo. Hé aquí un aspecto demasiado lisonjero, pero efectivo, que sin duda habría cambiado entonces la suerte de México.» (Nota á su Cuadro histórico,
tomo
111,
pág. 402).
cabo,
jaron con sus bayonetas
y
los
independientes
empu-
arrojaron del edificio á los
soldados de Castilla, quienes se lamentaban de que
el
regimiento de Zamora no los auxilió en aquel encarni-
zado combate. '
al
Una y
otra vez repitió Bracho sus ata-
ques durante la tarde de aquel día contra
las posiciones
de los independientes, aunque con menos empeño que en la
vez primera, y
al
llegar la noche retiró el grueso de
sus tropas al convento del
Carmen, dejando algunos des-
tacamentos de caballería en observación de los puntos defendidos por Terán.
Era asaz jefe,
difícil
no obstante
la
y comprometida
la situación
de este
vigorosa resistencia que acababan de
' Capítulo II, lib. III. El traidor Comcrn, lejos de ser premiado por los realistas después de la ocupación de Tehuacán, fué aprisioniido y mandado á España bajo partida de registro. Alamán afirma que se le envió á los establecimientos ingleses de la India siendo difícil de explicación la facultad en virtud de la cual el gobierno vireinal envió este aventurero á una colonia inglesa. ,
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS oponer los suyos en Francisco.
razón
y con
Creía,
del
interior
el
convento
que
sobrada,
de San al
día
549
«Tan
para que la capitulación se efectuase.
elaciones
deseoso estaba Bracho como Terán de concluirla cuanto
Alamán, pues ambos sabían que Hevia estaba
siguiente intentarían nuevos asaltos las brillantes tropas
antes, dice
de Bracho, sin que los elementos de que podía disponer
en marcha para Tehuacán, y en cuyo caso recaía en
bastasen á contrastar por mucho tiempo á sus poderosos
el
enemigos; separado de la fortaleza de Cerro Colorado,
no quería perder
donde entre otros jefes se hallaban sus hennanos don
Terán, por
Juan y don Joaquín, no era posible que de ella recibiese le esperaba tampoco de nin-
suadido que no podría conseguir de
mando como coronel más antiguo que Bracho,
el
gloria de la
la
él
cual
el
toma de aquel punto, y
carácter conocido de Hevia, estaba per-
En
cosa que una
él otra
Osorno con pocos de su antigua
mutua, y después de dos conferencias personales de Bracho con Terán,
y temible caballería y á la sazón en San Andrés Chalchi-
quedó convenido que á éste y á don Matías Cavadas se
ningún auxilio eficaz; y no
gún
otro caudillo, pues
ocupó después de abandonarla
comula, que
Moran, no inspiraba confianza á
el
realista
Tehuacán
de
los
ni
estaba en aptitud de medir sus armas con la división de
Bracho. Terán reunió á sus
oficiales esa
luego que les hubo impuesto
misma noche, y
de las dificultades de la
más conve-
situación pidióles que acordasen la resolución
La junta
niente.
decidió que debía emprenderse desde
luego la retirada al Cerro Colorado, hacia
Este donde con mejores elementos sería posible
el
Púsose en ejecución
prolongar la resistencia. tado
reunida toda
:
distante una legua
lo
concer-
tropa y yendo á la retaguardia un
la
grupo de caballería comenzó
la
marcha en
dirección
la
entrega á discreción.
tal disposición
pasaporte y los gastos del viaje para cualquier
les daría
país extranjero al que quisiesen trasladarse, exceptuando
Unidos de América; que en cuanto á
sólo los Estados
hermanos de Terán, no estando presentes no podía
los
responder por ellos; pero que no pudiendo abandonar país por
estar
casados
pequeño empleo
entendía que preferirían
para mantenerse con sus familias;
civil
que se respetarían las personas, no sólo de los individuos que actualmente se hallasen en Tehuacán y Cerro Colorado, el cual se comprendía en la capitulación, sino
bién los dispersos que fuesen aprehendidos en
La
convenida, pero apenas se habían separado los indepen-
Cerro.
cuales había unos cuarenta en Tehuacán,
rompieron sobre
realistas
ellos
vivísimo fuego, la caba-
de Terán huyó en distintas direcciones introdu-
más
ciendo la
y
tería,
horrible confusión en las filas de la infan-
á trescientos hombres, regresó
reducida
ésta,
con su jefe á la posición de San Francisco.
Las otras
de los desertores
suerte
decidido á romper
comprendidos en
negociación
la
ella,
ron
á los soldados, pero halló que las
que había estado bajo su mando
porque en
los oficiales
la salida se
tieron
los
extraviasen las malas de carga, repar-
en las
cartuchos
lo
que había en las cartucheras todo estaba perdido
maletas de
dragones
los
que no quedaban más que '.
los
Entonces comprendió que
y que era ineludible una capitu-
Durante
las primeras horas
del día
20,
el
cura de
Tehuacán, don í'rancisco Bustos, fué y volvió varias veces de uno á otro campamento sirviendo de emisario de Bracho, quien al principio sólo ofrecía, en cambio de la ren-
le
entre-
estaba
aquéllos no
eran
con
lo
cual disfruta-
seguridades personales
concedidas
Terán se obligó á hacer que
y á
se
pacificar todo el territorio i."
Mientras que en Tehuacán ocurrían tan graves sucesos
,
la
de sus
guarnición de Cerro Colorado, minada por varios oficiales,
desconocía la autoridad de su coman-
dante don Juan Rodríguez y á don Manuel Bedoya.
la confería
Rodríguez y
los
tumultuariamente
hermanos Terán
se sometieron á las órdenes del nuevo jefe
y declararon
someter á la decisión del virey la suerte
dos.
Pero
la indisciplina había
cundido ya en las
aunque Bedoya y muchos de sus
oficiales
filas,
y
no estuvieron
conformes con la capitulación pactada por don Manuel
Terán, de
la
que tuvieron noticia
el
mismo
día 20, otros
de
incurrían en reprobados actos de insubordinación neutra-
que entregasen las armas. Rechazó Terán una condi-
lizando la patriótica decisión que á los primeros animaba
dición,
ción tan mezquina, la oferta
que
nel para él
y
y desdeñó también tomar en cuenta
le hizo el
final
Bracho del empleo de teniente coro-
de capitán para sus hermanos.
A
las
para continuar la resistencia:
Herrera y Torres desmontaron los cañones del reducto de Santa Ana
y marcharon á
la Sierra
los
oficiales
de Zongolica, seguidos de parte
de la mañana se rompieron nuevamente los fuegos
entre una y otra parte, pero una hora después cesaron del todo porque el coronel realista reanudó, siempre sir-
viendo de intermediario '
si
los
que servirían gustosos aun en calidad de simples solda-
lación.
seis
demás.
los
rindiese el Cerro Colorado
encargados del parque, temiendo que
que habían huido, con
los
de las mismas
de
motivo de
porque «era menester que todos
"se salvasen ó todos pereciesen,»
á todos
cajas estaban vacías,
fué
Terán declaró resueltamente que
pero
y Terán abrigaba aún la esperanza de sostenerse algunas horas. Mandó que se distribuyesen municiones ,
aquellos
europeos,
muchos altercados, pretendiendo Bracho que se gasen;
dos, que durante el día había ocupado, quedaron abando-
nadas
tam-
contornos hasta quince días después de la rendición del
dientes del convento de San Francisco, ios destacamentos
llería
el
algún
el
presbítero Bustos, las nego-
Segunda manifestación de Terán,
folios 62 y siguientes.
—
• AlamAn. Historia de México, tomo IV, púg. 521.— Buslamante, en su Cuadro histórico, tomo ]U, págs. 407 ú 417, edición de 1844, describe menudamente la capitulación de Terán, aunque con notables inexactitudes, no obstante haber tenido á la vista una relación escrita por ese mismo jefe y dirigida al virey Apodaca con fecha 22 de abril de 1817.
>
550 de
la
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS tropa que se llevó gran cantidad de municiones
;
Quedaron destruidas por orden de Bracho
y
las forti-
otro subalterno, apoderándose de un barril de aguardiente
ficaciones de Cerro Colorado,
que había en
coroso compromiso aceptado por Terán, éste escribió á
la
aumentó
soldados,
los
proveeduría y repartiendo su contenido á desconcierto
el
y
desorden que reinaban en la fortaleza.
el
espantable
varios jefes que habían militado á sus órdenes dándoles
En
medio de
cuenta de la capitulación y excitándoles á rendir las
tanta confusión se reunieron algunos oficiales y acordaron
armas.
que poniéndose don Juan Terán á
intentar resistencia, y entre
la
cabeza de los pocos
soldados que quedaban se evacuase el Cerro Colorado y
marchase con la
en
á Tehuacán.
ellos
noche del día 20 fueron el
Así se efectuó, y en
desarmados por
los
realistas
convento del Carmen.
Tal fué
campaña sostenida por don Manuel Mier y Terán durante algunos días,
Pocos fueron, no obstante,
Osorno y á sus principales
que cedieron sin
quienes enviaron
oficiales,
desde San Andrés dos comisionados
Americano don Juan
los
debemos mencionar á
ellos
mayor
al
del batallón
Ráfols para convenir las condicio-
nes de su sumisión. Estas se redujeron á no ser persegui-
término de la desgraciada aunque hábil
el
y en cumplimiento del inde-
teniendo que luchar contra fuerzas
superiores á las suyas en número y disciplina.
muy
Cercado
dos por los hechos pasados, ni castigados los desertores
que en sus
filas
se hallasen;
á que Osorno podría reti-
rarse á una pequeña propiedad que tenía en Zacatlán, y
á que
su segundo,
don Fernando Franco, quedase
al
por todos lados desplegó todos los recursos de su ingenio
frente de los pocos soldados que se sometían, los cuales
para contrastar á tantos enemigos á la vez, y
debían pasar
si
en
al servicio
del
gobierno vireinal.
',
y en consecuencia
Tepeji se vio forzado á ceder, logró salvar la valiente
aprobó estas condiciones
guarnición que afrontó por espacio de. varios días el ince-
Ráfols entró en San Andrés
sante fuego
derrotar á Lamadrid
dad pasmosa
y destrozar á
Y
de la artillería de Hevia.
al
hemos
lo
después de
visto dirigirse con celeri-
extremo opuesto de
la
zona de su mando
enemiga procedente de Oaxaca,
recibió
la
corta fuerza de
mayor
y
Osorno que se componía de
Don Antonio Vázquez
y cinco hombres.
ciento setenta
el
de febrero de 1817
11
el
Apodaca
Aldana, que era brigadier en las
filas
independientes, don
para volver á Tehuacán, que estaba á punto de ser ocu-
Diego Manilla y su hermano don Cirilo, Espinosa, y otros oficiales de menor graduación quedaron comprendidos en
pada sin resistencia por
los convenios ajustados entre Ráfols
la sección
el coronel
Bracho.
Tanto esfuerzo y diligencia tanta que desplegó Terán
En
llero.
y
el
antiguo guerri-
cuanto á éste, volvió á Zacatlán, donde vivió
en esta su postrera campaña no se compadecen con algu-
retirado algunos años, hasta que el recelo de los domina-
nas estipulaciones de la capitulación que acordó con
dores
jefe realista que
acabamos de
citar,
ni
el
mucho menos con
confundido con tantos malvados que halian
hecho papel en la guerra de independencia.
Pudo
evitarse, quizás, el compromiso de contribuir á la paci-
arrancó de aquel lugar para trasladarlo á las
cárceles de la capital.
la manifestación que hizo de preferir la expatriación á
vivir
lo
se apresuró
Tan pronto como quedó sometido Osorno Llano, gobernador de la provincia de Puebla
,
á manifes-
tar al virey que en toda ella habían desaparecido los
que había estado bajo su
de la revolución y que en consecuencia se iba á dedicar al arreglo de los intereses de la
mando; no debió pretender para sus hermanos, que tan
Real Hacienda en la zona que durante algunos años domi-
de todo
ficación
el
territorio
valientemente le secundaron
,
ningún empleo
tuvo la entereza de no admitir le
propuso
el
el militar
civil
,
ya que
que para
ellos
enemigo, y no correspondió á sus mereci-
partidarios armados
naron aquéllos. ni el jefe de las
expedicionarias
No
pudieron decir desde luego otro tanto
armas en Oaxaca que
ni los de las
columnas
acababan de operar en Tehuacán,
reducción de las Mixtecas los ocupó algún tiempo
mientos renegar á la hora del desastre de los que fueron
pues
por tanto tiempo sus compañeros en la lucha y en la vic-
y fatigó á sus soldados que creían poder entregarse descanso después de la capitulación de Terán.
Y
toria.
como
si
el
castigar esta ñaqueza,
gobierno vireinal hubiese querido
de viaje para cualquier país extranjero. de su capitulación, vivió en Puebla hasta
en que se incorporó
al
y gastos
Terán, después el
cuerpo del ejército del general
La suerte de Terán en Puebla, dice Buslamante, fué bien por gran favor logró entrar de escribiente ganando un peso diario en aquella Tesorería de Hacienda, y habría consumado su ruina si no lo hubiese protegido el señor Arista, secretario del gobernador Llano, español honrado y sensible que libertó de la muerte á varios prisioneros insurgentes. Así permaneció en aquella ciudad hasta la llegada del ejército del señor general Bravo el año de 1821, en el que se incorporó.» Este jefe se distinguió por su Índole generosa, pues mientras ejerció el mando en Tehuacán fueron pasados por las armas don Evaristo Kiallo, reo de una conspiración militar, y cinco individuos por desertores al frente del enemigo. '
«
independencia que
de Tehuacán
,
allí
y más
los
al
defensores de la
se sostenían la noticia del desastre
difícil
fué su situación cuando supie-
año de 1821
Bravo ^
triste:
Gran desconcierto produjo en
se eximió de cumplir la capitula-
ción precisamente en cuanto á darle pasaportes
la
añade Alamán, y algunos pocos prisioneros fusilados en el el cruel derecho de represalias que la guerra habla establecido, fueron los únicos que murieron por orden de Terán fuera de acción de guerra. «El gobierno admitió esa capitulación, dice Bustamante, aun-
« Este,
campo de batalla, según
'
que no consta la respuesta decisiva del virey; tal vez entrarla en su política que no quedasen constancias de esta naturaleza en los archivos del vireinato, porque era á los españoles muy bochornoso tratar con insurgentes.» El mismo autor equivoca la fecha y el lugar de la rendición de Osorno, pues dice que ésta se efectuó el 4 de febrero de 1817 en Nopalucan, no siendo sino el 11 del mismo mes y año en San Andrés Chalchicomula. Véanse acerca de las proposiciones de ,
Osorno y de su sumisión, los partes del mayor Húfols publicados en los números de la Gaceta correspondientes al 8 de febrero y 8 de marzo de 1817.
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS ron que numerosas secciones enemigas marcliaban en su
cada uno de
Sin jefe superior á quien obedecer,
contra.
comandantes obró entonces por propia inspiración, sin
los
551
Pero antes de describir esta campaña debemos relatar brevedad
con
Guerrero en
operaciones
las
los
militares
del
primeros días de 1817.
constante
Triunfante de
concertar con los demás sus movimientos y disposiciones.
Samaniego y Lamadrid á mediados de noviembre del año
Don Manuel
anterior
Gertrudis,
Pérez, que mandaba en el fuerte de Santa
lo
abandonó en
primeros días de febrero,
los
i,
se hizo fuerte en Piaxtla, que fué el lugar
No
en que aquéllos sufrieron rudo descalabro.
tardó en
pero fué alcanzado y hecho prisionero por algunas tropas
verse cercado de enemigos, y aunque resistió por más de
quien ordenó su inmediato
dos meses, vióse obligado á retirarse á Azoyú donde
Al mismo tiempo don Ramón de Sesma,
rechazó los ataques de los comandantes realistas Reguera
de
la sección
de Samaniego,
fusilamiento.
que defendía
el
San Esteban, rechazaba varios
fuerte de
ataques emprendidos contra esta posición por tropas de
Oaxaca por
mando de don Manuel Aldao, y abrumado
al
fuerzas
que
superiores
llevó
el
coronel
teniente
don Patricio López se rindió por capitulación
Ocho cañones, algunos centenares de
febrero.
10 de
el
fusiles
y
gran cantidad de municiones fueron los trofeos recogidos
Oaxaca para quedar
allí
en
breve
lo
convenido,
Algunos
todos.
casi
Oaxaca
i.
texto de que pretendían fugarse
El comandante de
de
capitán Ortega, á pre-
el
á éste
fué donde recibió
,
una carta de Sesma
mismo Sesma que
padre de Guerrero llevaba
el
Convencido Apodaca de que
el indulto.
quien
medios
los
ordinarios no bastaban para someter á Guerrero, apeló á
y comprometió
la naturaleza,
padre del general mexi-
al
cano á que éste interpusiese sus respetos y su amor
estos prisioneros fueron fusilados en el camino de
á Veracruz por su conductor
escribía al
^
participaba la capitulación de Terán,
le
para que cediese Guerrero, á quien se hacían grandes
en libertad, según
término
en que
que fueron enviados á
pero luego se les condujo á la fortaleza de ülúa donde perecieron
Guerrero
ilustre
dice un biógrafo del
este último punto,
También cayeron en
por los realistas en San Esteban. su poder más de cien soldados,
"En
y Zavala.
la provincia
promesas.
aunque
verdadero,
Patriota
hijo
aislado, pues el indulto
del
y viéndose mismo Sesma hacía ya muy
peligrosa su situación por aquellos rumbos,
por la Mixteca disponiendo que su
,
En
brigadier
se internó
Juan
teniente
Carmen ocupara Xonacatlán» (á mediados de de Oaxaca
obediente,
Guerrero resistió á las súplicas de su padre;
del
febrero).
tanto que Guerrero afrontaba con .tanta intre-
don Melchor Alvarez, avanzó en persona contra Silaca-
pidez la airada fortuna, algunos de los comandantes que
yoapan, cuyas fortificaciones estaban defendidas por
obedecían sus órdenes eran derrotados por
coroneles independientes don Miguel Martínez
y don José
María Sánchez, quienes rechazaron con altivez posiciones de indulto que se les dirigieron.
febrero
(1817)
el
los
pro-
las
A
fines
de
Alvarez construyó cuatro
brigadier
reductos para batir desde ellos las fortificaciones de la
del Cerro del
Alumbre, defendido por
del vencedor la
bandera del famoso regimiento de
Pedro formado por
obligar á los independientes á rendirse fué la de intercep-
(febrero de 1817).
los sitiados
con
respetadas.
el
hambre se entregaron
Flamearon sobre
al fin
de que sus vidas serían
las rendidas
posiciones las
banderas españolas, y los vencidos fueron inmediatamente encerrados en la iglesia del pueblo y luego conducidos á diversos
lugares.
completo
la
habían
Este
último
dominación
Oaxaca, así como sujetado
triunfo
española
en
restableció la
provincia
capitulaciones de Terán
las
toda
la
Puebla
de
por
de
y Osorno
durante
el
mes
Libres con esto las tropas realistas de Oaxaca para
Samaniego y Lamadrid, que operaban en
zona del sur limítrofe por
el
poniente con aquella pro-
vincia, pudo Alvarez enviarles
un considerable refuerzo
la
á las órdenes del teniente
'
el
bravo Matamoros
fortificado
de
coronel
don Pedro
Marín.
BusTAMANTE. — Cuadro histórico, tomo — Historia de México, tomo IV pó^. 528. ,
III,
púg. 419.
— Ala-
El primero de estos pocos días después de su
autores dice que don Ramón de Sesma, capitulación, fué enviado Filipinas, donde murió. El destierro de Sesma fué ordenado y llevado á cabo, en efecto, por el gobierno vireinal, pero algunos años después. i't
^j
iSfan
de Tecolutla,
Santo Domingo
de Jaliaca
Situado Guerrero en Xonacatlán moviéronse en su contra Samaniego
y Lamadrid, reforzados, como hemos
dicho ya, por tropas enviadas de Oaxaca al teniente coronel Marín.
Aumentaron
las
mando
filas
del
realistas
una sección enviada por Armijo y otra de i)atriotas realistas de
hombres
Ometepec,
número de
el
migos, dice
el
con las
que ascendió
los sitiadores,
mismo Guerrero
^,
u
á
dos
mil
Pusieron los ene-
un asedio tan formal
contra mi campo, que aunque lo resistí por
mucho tiempo,
fué preciso ceder á la fuerza, abandonándoles la plaza,
y agua, como por
de municiones que se consumieron, viéndonos á forzados á hacer
teníamos.
1
'
mXn.
cerro
tanto por la escasez de víveres
anterior.
auxiliar á las de
del
que se proveían de agua: sedientos
la sola condición
teniente coronel
el
don Miguel Alvarez Almanza, y donde cayó en manos
y
y torturados también por
realista
Armijo, quien se hizo dueño sucesivamente de Ostocingo;
plaza; pero la mejor providencia que adoptó con el fin de
tarles el barranco en
el
cortadillos
último
de cuanto hierro y cobre
Emprendimos una retirada en orden (30 de
Capitulo
II, lib. III.
Don José Mabía Lafragua. — Hombres
tomo IV,
lo
falta
ilustres mexicanos,
piig. 306.
^ Véase en el tomo V, pág. 2 del Cuadro histórico de Bustamante una extensa relación de la toma del fuerte del Alumbre. ' Comunicación dirigida á la Junta de Jaujilla por el general
—
Guerrero, desde Ajuchitlán y con fecha 20 de junio de 1817. BusCuadro histórico, tomo V, pág. 4, y Hombres ilustres TAMANTE. mexicanos, tomo IV, pág. 309.
—
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
552 marzo), pero
al
romper
la línea
No
dispersó alguna tropa.
y en
sierra,
más de
el
me
de circunvalación se
obstante esto,
me
á la
dirigí
punto llamado de Potladeje, reunidos
quinientos hombres
armas,
con sus
pero
sin
punto se formaba de un batallón levantado por este caude
dillo
y en consecuencia
siguiente
de las salidas de
la
muerte
denodado Juan del Carmen
el
el sitio, halló
,
ñero de glorias y peligros de Guerrero ^
muy
con
oficio
que dirigió á
acordar la
con
el
que tenía
entró
en
,
dispersándose
Huatusco,
y al día muchos
de sus defensores, y huyendo otros á las intrincadas
Densas columnas de humo se
asperezas del Chiquihuite.
elevaron en esos días por los bosques y hondonadas de
en
dice
el
algún
comprados, y
En
conveniente á las operaciones militares.»
cañada de Ixtapa fué atacado por fuerzas superiores,
y obligado á vagar por algún tiempo á
de Córdoba, pasó por Coscomatepec
villa
aquel
solicitar
allí
16 de febrero
el
Este marchó
Victoria,
Junta de Jaujilla,
la
traer mil fusiles lo
señor
salió
antiguo com-
pocos soldados á la provincia de Veracruz,
upara conferenciar
parque,
guarnición
la
RepúMica.
la
coronel realista Hevia de someter toda
el
de la
En una
nombre de
esa comarca,
dividieron en trozos por diferentes direcciones para obrar
como pudiesen.»
el
Recibió orden
pertrechos, y además perseguidos por otras partidas, se
de Xonacatlán, en los treinta días que duró
independencia con
la
orillas del
Mex-
quebrado
indicando
suelo,
bárbaro
el
de los poblados, ordenado por Hevia
incendio
compás de
al
los
fusilamientos de los prisioneros que iba haciendo en su
A
devastadora correría. batir la
de febrero se dirigió á
fines
del cerro
fortificación
Chiquihuite, consis-
del
tente en fuertes estacadas que lo cruzaban en distintas
en robustos
direcciones y
puente echado sobre
parapetos que defendían
de su nombre, para defen-
río
el
el
de Cór-
medio de incesantes peligros y perseguido vigorosamente por Armijo. Hacia mediados de junio (1817)
derlo por sus dos lados,
se detuvo en Ajuchitlán,
midables posiciones; dispuso que tres compañías de su
cala, en
y desde
allí
escribía al presi-
dente de la Junta de Jaujilla la carta que hemos extrac-
asegurándole de su adhesión y manifestando que
tado,
estaba dispuesto á continuar peleando con
mismo
el
ardi-
miento.
Rudos encuentros hubo también en Veracruz durante desde
combatió triunfando
Miguel
centro
siempre
Montiel,
provincia de
primeros meses de 1817, pues se
los el
la
hasta
la
remota Huasteca,
dominadores.
los
El
guerrillero
con un escuadrón que formó
en
los
pueblos esparcidos por las quebradas de Maltrata, fatigó
con sus frecuentes sorpresas á la guarnición de Orizaba,
compuesta en
A
aquella época del batallón de
Navarra.
Montiel, que falleció de muerte natural, sucedieron los
Coutos (don Antonio y don Ignacio),
quienes
siguieron
de Veracruz y
el
el
doba. Hevia no se atrevió á atacar de frente tan for-
vadeasen
división
que
el
un
atravesando
una
río
legua
hacia
bosque
fragoso
abajo,
izquierda de la fortificación de los independientes. se
desconcertaron
el
27
de
febrero
replegándose entonces
abandonaron
al fuerte
sus
Hevia
los
coronel
Moran
la provincia les
abrupto
los insurgentes
en el
marzo y
recorrió en
faldas del Citlaltepec,
por
desistió
combinación con Hevia,
En
centro de la provincia.
abril
que se pierden en
las
dilatadas
las llanuras de
de Puebla, y allanó por medio de sus oficia-
Zarzosa y Ráfols
las
fortificaciones
del cerro de
hostilizando á esa villa hasta obligar al coronel de Nava-
Fortuna y del cercano pueblo de Quimixtlán, donde
rra, don José Euiz, á salir en su seguimiento derrotán-
guerrillero
dolos en la barranca de Tomatlán el 9 de febrero.
tancia.
persas
allí las
fuerzas
levantadas por los Coutos
se retiraron á Quimixtlán
,
,
Diséstos
donde fueron de nuevo derro-
tados por el capitán realista don Antonio Amor. se rehicieron de tan continuos descalabros,
Pronto
y uno de
los
Vencido y forzado á huir por
lo
Chalchicomula
la
Activa fué también
la
Armiñán,
barrancos
que
le
rodean, formados por las ramificaciones de la gran cordillera oriental paralela
á las costas del Seno Mexicano,
hallábanse esparcidos gruesos destacamentos que obedecían
al
general Victoria,
y
la
guarnición
del
primer
el
al
el
al
mismo tiempo
coronel don Benito
Extremadura, á quien
jefe del batallón de
auxiliaba con eficacia el sanguinario Llórente, coman-
dante de partidas realistas en
pam.
Este último se apoderó
de Nautla, y Victoria, que retiró
lo
de Tux-
el distrito militar el
24 de febrero del puerto
defendía personalmente, se
con algunas fuerzas á Misantla, donde le siguió
Armiñán en combinación con Durante
apedio de Xonacatlán, y luego en la perpecunión que sufrieron sus defensores, lograron los realistas hacer ciento quince prisioneros, entre ellos diez y ocho oficiales. Estos fueron pasados por las armas y los soldados diezmados, siendo llevados los restantes en cuerda á Huajuapam. Se ve, pues, que la orden de Apodaca para que los comandantes de división no fusilasen arbitrariamente ¿ los prisioneros no era cumplida en muchos casos. '
Moran que
muerte en San Andrés
campaña que
pidez un riguroso asedio algunos meses más tarde.
profundos
montes fué
'.
dirigía en el norte de la provincia
los
el
aprehendieron en unión del capitán Espinosa, y
vas del fuerte de Palmillas, donde sostuvo con intre-
En Huatusco y
los
tropas de
las
ambos recibieron con serenidad
dos hermanos (don Ignacio) aumentó las obras defensi-
la
Andrés Calzada se defendió con valor y cons-
vivamente perseguido por cabo
y
pasos y desfiladeros
que conducían á ese último refugio de el
Estos
defensivas
obi'as
reducción de este
la
peñasco y se ocupó en guarnecer
la
atrevida maniobra,
de Palmillas.
emprender
de
tan
sentir
al
y
por
cayesen
el
coronel Márquez Donayo,
que hacía algún tiempo se hallaba acantonado en blo de Actopan.
el
pue-
Durante muchos días Victoria sostuvo
• Según Bustamante (Cuadro histórico, tomo V, púg. ;0), el guerrillero Calzada fué aprehendido por los soldados de Moran cuando marchaba á acogerse al indulto.
—
:
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS uno y
reñidísimos encuentros con las tropas realistas de
y al pasar Márquez Donayo el río de los mismo que al bajar el barranco de Chicon-
otro coronel,
Pájaros,
lo
quiaco, fué reciamente escarmentado por los independientes
que mataron á muchos de sus soldados.
aquéllos su movimiento retrógrado,
y
Continuaron
al llegar
á Misantla
volvieron á hacer frente á las divisiones ya unidas de
Márquez y Armiñán. «Márquez, dice el autor del Cuadro histórico, se creyó perdido ese día, y seguramente hubiera sido destruido
amagados á
oficial del
por Hevia en
la sazón
tenaz fuego que
último paso del
río,
se queja en su parte
abrigo del bosque se hizo en
al
muy
rumbo de Huatusco
el
También Armiñán
y Chiquihuite.
lista
no se retirara Victoria, urgido
de auxiliar violentamente á sus comandantes
del deseo
el
si
inmediato á Misantla. El rea-
Llórente salió herido en la refriega porfiadísima de
e?e día, y Victoria estuvo á punto de perecer de una bala
de cañón,
que arrancó parte del sombrero que llevaba.
Márquez Donayo decía algún tiempo después en Veracruz que esta expedición había sido de su carrera militar.
¡
más
la
gloriosa
y
difícil
Lástima grande que tanto valor
nuestro no estuviese secundado por un plan seguro y metódico que afirmara la posesión de aquellos puntos tan interesantes ^n
Márquez Donayo volvió hacia mediados
de marzo (1817) á sus acantonamientos de Actopan y Jalapa, en tanto que Armiñán regresaba á la Huasteca
y proseguía
difícil
Coyuxquihui.
y
En
campaña en
fatigosa
cuanto
á
el
distrito
sabedor de
Victoria,
con
muy
pocos
la provincia,
soldados en
el
Alto
Tisar,
timiento.
»Yo suplico á V. E. con encarecimiento que reciba benignamente mis votos y que me conceda su superior licencia para dirigir en primera ocasión hasta los pies del trono de mi ofendido rey la más sumisa representación que pienso hacerle, en justo y debido desagravio de su sagrada persona y de sus vulnerados derechos, para tranquilizar de alguna manera los sentimientos imponderables de mi corazón, angustiado amarguísimamente. »¡ Feliz yo si con mi ejemplo logro que algunos de mis descarriados paisanos, que fueron mis compañeros, detesten su extraviado sistema, y que, reconciliados con nuestro legítimo gobierno, contribuyan á la pacificación general de esta América! »Dios guarde á V. E. muchos años. Actopan, 17 de Marzo de 1817. Excelentísimo Señor. Lie. José Sotero Excelentísimo Señor virey Don Juan de Castañeda. Ruiz de Apodaca i.»
—
El historiador Alamán presenta este rasgo de ñaqueza como prueba de la convicción que tenían los
nal de la absoluta imposibilidad de obtener la inde-
distante de Misantla.
pendencia con
independientes que batallaban en la provincia
y algunos se acogieron
perdida para siempre la causa
que
al
el
filas
natural
indulto creyendo
habían defendido.
los
medios y personas empleados para
Pero este escritor destruye
ello.
la fuerza
que pudiera
tener su rotunda afirmación diciendo, en el mismo párrafo
que las
— —
los
punto no
Esta sucesión de descalabros produjo en
desaliento,
los
hornlres honrados y sensatos del partido insurreccio-
acampó por entonces
del
unas leyes sabias y de un orden general en todos ramos de la administración piiblica, resolví al fin acogerme á las banderas respetables del augusto, del benigno, del piadoso monarca, del Señor Don Fernando VII de Borbón, á quien protesto servir con tanta fidelidad y adhesión como fué mi ceguedad en agraviarlo, para que entienda todo este reino que si me obstiné en mis errores, tengo carácter para deponerlos y abjurarlos; y que si ha sido enorme el crimen es mayor, más sincero y más cordial mi rubor y arrepennal, de
de
desastres sufridos por los suyos en el Chiquihuite y otros
puntos del centro de
553
al
la contiene,
virey
que
manijiesta
hallaban reducidos
la exposición dirigida
por Castañeda
el
grado de angustia á que se
los
insurgentes por efecto de la
activa persecución que les
hadan
los jefes realistas.
Al miedo, pues, y no á la convicción que supone
el
Otros, forzados por la necesidad y estrechados por los
defensor del absolutismo, debe atribuirse en muchos casos
movimientos de
la presentación
las
tropas realistas,
se
presentaban á
de los partidarios de la independencia
hacer su sumisión con protestas más ó menos fingidas de sentimiento por el participio que habían tomado en
movimiento insurreccional. citar
al
el
Entre estos últimos debemos
abogado don José Sotero de Castañeda, que
había ejercido cargos y empleos de alta importancia en el
gobierno de la revolución.
Al presentarse á Márquez
Donayo en Actopan (provincia de Veracruz)
le
entregó
la siguiente representación dirigida al virey:
' Esta representación se halla en el Apéndice del tomo IV de la Historia de México, por Alamán, asi como la comunicación que con este motivo dirigió Márquez Donayo al virey, que dice asi
«Exmo. Señor: El reconocido (indultado) don José Sotero de Castañeda que se me presentó con su familia al indulto, acaba de entregarme la adjunta representación para que la dirija á las superiores manos de V. E. Este hombre desgraciado, que lleno de lágrimas es un pregonero del crimen que cometió con tanta ofensa al rey nuesiro Señor (Q. D. G.), aconseja á todos, como lo verificó desde este pueblo por escrito é Victoria, dejen el abominable partido de la rebelión y queriendo dar las mayores pruebas del amor y reconocimiento á la justa causa del rey, pide á V. E. le conceda la gracia que solicita de su clemencia, y que deseando acreditarse en el servicio de Su Majestad, se digne destinarlo en lo que fuere de su superior agrado. »Yo, por mi parte. Señor Excelentísimo, suplico á la bondad de V. E. se digne atender las peticiones de esle infeliz, que siendo un hombre de buenos principios y acomodado por su ejercicio de abogacía, se mira en el día con su familia en la más amarga situación, emanada de los más errados é imprudentes cálculos tumultuados por otros, que ya acabaron sus días en medio de sus crímenes y rebeldes ideas. Dios guarde á V. E. muchos años. Actopan, marzo 17 ;
«Excelentísimo Señor: Penetrado de dolor y convencido por la triste experiencia de seis años de que la felicidad social no puede conseguirse ni prefijarse entre los horrores de un tumulto popular, impolítico y bárbaro, si no es bajo la protección de un gobierno pater-
—
' BusTAMANTE. Cuar/ro histórico, tomo V, pi'ig. 31. Alannén sigue en su relación á Buslamanle, pero según su sistema, no omite detalle alguno referente á los movimientos de las tropas realistas y calla lodo lo que de algún modo realza el valor y esfuerzo de los independientes.
T. III.- TO.
—
Exmo. Señor. José Joaquín Márquez Donayo. Señor virey don Juan Ruiz de Apodaca.» de 1817.
— Exmo.
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
554 que solicitaron
precisamente
indulto
el
cuando más
estrechados se hallaban por la persecución de sus contrarios,
lo
disponer
demás, ningún partido, por numeroso que sea,
ninguna causa, por nobles y levantados que sean
los
ideales que se promete realizar, puede enorgullecerse de
ces
ficio
completo de su propia dignidad.
Con más decoro, y obligado también por suerte, se
María de Bustamante, quien tiempo antes de que con
el
la
acogió al indulto en esa época don salió
adversa Carlos
de Tehuacán algún
ocupasen las tropas vireinales
la
propósito de embarcarse en Nautla para los Esta-
En camino
dos Unidos de América.
para este puerto,
supo que había sido tomado por Llórente, y que Márquez el lugar en que él se hallaba.
Donayo avanzaba hacia Ocupadas
Anua
las
villas
por los enemigos, Topete y Santa
número de
fué, en efecto, el
los
que enton-
se acogieron al indulto, debiendo jurar
nuevamente
fidelidad
rey y recibiendo, en cambio, un documento
al
firmado por
el virey,
en
el
que se estampaba
filiación
la
del indultado.
Debemos volver ahora nuestra atención hacia el de Nueva España, donde ocurrieron sucesos
contar un mártir ó un héroe en cada uno de sus afiliados
y propugnadores. Verdad es también que el abogado Castañeda pudo haber salvado su existencia sin el sacri-
'.»
Grande
no habiendo dado ese paso en los tiempos de
próspera fortuna para las armas de la independencia.
Por
para reducirla á efecto, por la gran fuerza de que podía
interior
importantes en los cinco primeros meses de 1817.
En
la
provincia de Valladolid no fué bastante la rendición
de
Cóporo para que se sometiesen varias partidas que
la
recorrían en
distintas
don José
presbítero
el
direcciones.
Antonio
La que comandaba Torres sorprendió
el
pueblo de Tangancícuaro y mató á los patriotas realistas que lo guarnecían, y la que obedecía á Sánchez,
también,
y tomó tras sangriento y reñido combate un convoy que marchaba de Valladolid presbítero
asaltó
Este hecho de armas ocurrió á tres leguas
á Pátzcuaro.
de la primera de estas ciudades, capital de la
escasas
las costas,
provincia donde residía á la sazón el comandante militar
numerosas partidas de patriotas realistas, que en sus
don Antonio Linares, á cuya imprevisión se achacó fun-
correrías aprehendían á todos los insurgentes dispersos,
dadamente tamaño desastre.
le
vigilando
y recorriendo incesantemente
cerraban toda senda para escapar de los peligros que
amenazaban; y aumentaba su que sus mismos criados mejores caballos.
difícil
le
situación el despojo
habían hecho llevándose sus
le
Forzado, pues, por la extrema nece-
sidad, se presentó el 8 de marzo al comandante del des-
tacamento de Plan del Río solicitando indulto.
De
allí
que
el
El virey dispuso entonces
vencedor de Cóporo, don Matías Martín de Agui-
rre, quedase al frente de la provincia de Valladolid, y
ordenó á Linares que marchara á ejercer ciudad de Guanajuato.
El de
mando de
el
la provincia
la
nom-
de este
bre había sido confiado al coronel don Cristóbal Ordóñez
desde los últimos meses de 1816
'^.
marchó á Veracruz, siempre animado del propósito de
Aguirre desplegó grande actividad en la persecución
embarcarse, y ya á bordo del bergantín inglés Bear fué aprehendido de orden del virey por el comandante del
de las guerrillas insurgentes, de las que unas fueron
puerto
y encerrado en
la
fortaleza
de Ulúa,
donde
fué tratado con excesivo rigor, aunque después de algún
tiempo se suavizó su prolongada prisión
i.
Apodaca había publicado una proclama
se
otras
Zacapo.
la
vecina Nueva Galicia y
en las cercanías de la laguna de
refugiaron
Cerca de Tacámbaro, sin embargo, se sostuvo
con valor durante algún tiempo, y acompañado de el
30 de
enero de aquel año y un decreto en que concedía un
nuevo indulto en nombre de su soberano; en
empujadas hacia tierras de
el
primero
pocos
,
el
mariscal de campo don Víctor Rosales
;
muy
sorpren-
mayo (1817) por el comandante Barragán, encerró en la casa del rancho de la Campana, defen-
dido el 20 de se
de esos documentos, después de exponer los males cau-
diéndose con tanto brío, que mató é hirió á varios de los
sados por la revolución, impulsada, según decía, por los
dragones de la tropa realista, hasta que sucumbió
errores de los falsos filósofos, y de enumerar los triunfos
mismo
acribillado de mortales heridas.
fin
pendientes á someterse á la obediencia de Fernando VII,
el indulto
soberano lleno de virtudes, decía, y que los trataría con la benevolencia de padre; y los conjuraba á olvidar la
de Pátzcuaro
de corazón como ya intimaba con todo
lo
y reinos y á ser españoles
eran de hecho; pero
el rigor
al concluir
de las leyes á los que no sol-
al heroico
del constante y denodado Rosales debemos consignar
alcanzados por los soldados del rey, excitaba á los inde-
distinción pueril de provincias
Unido
él
de don Manuel Muñiz, quien se presentó cerca
comandante Barragán
al
quincena de mayo.
La
rivalidad entre él
que ambos pretendían ejercer
el
en la primera
y Rosales, pues
mando superior en
la
provincia de Valladolid, parece haber sido el motivo que
á someterse.
lo decidió
Así se desprende del parte de
tasen las armas de las manos; «amenaza, añade Alamán,
Barragán, quien dice que Muñiz, inmediatamente después
que
de indultado,
lo
rancho de
la
Campana, donde
Rosales, y
al
hablar del desesperado combate que
el
virey tenia entonces todos los medios necesarios
Alamán afirma que
entre los que en esa época se acogieron al indulto en la provincia de Veracruz deben contarse el capitán Vergara, el chino Claudio y el cura de Maltrata, Fuentes de Alarcón. Respecto de este último, dice Bustamante que, lejos de acogerse al indulto, se retiró á las montañas de Quimixtlán, donde se ocultó algunos años ejerciendo el oficio de carbonero. '
guió por senderos extraviados hasta el
• Véase esta proclama en tomo V, págs. bi á 57.
>
Capitulo
II, lib. II,
hacia
el
se hallaba el infortunado
Cuadro
el final.
allí
se
histórico de Bustamante,
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS empeñó, añade
el
que aumentan
realista las siguientes
jefe
triste celebridad
la
matanzas de Valladolid
bárbaras
del
palabras,
ejecutor
En
que obedecían
llas
^.
sangriento descalabro, ordenó
y Guadalajara
«el
el
de Guanajato varias de las guerri-
al
padre Torres se hicieron fuertes en
cerro de San Gregorio, no
Pénjamo, y desde
allí
muy
distante del pueblo de
recorrían el ancho Bajío en
de don Pedro Moreno,
binación con las partidas
tropas realistas con la sección
las
del teniente coronel Castañón, que llegó
asistente, que salió herido de gravedad."
la provincia
Engrosadas
rabies.
de las
indultado don Manuel Muñiz hizo prodigios de valor y lo
mismo su
555
comdueño
del cerro del Sombrero, en la serranía de Comanja
^^
las
después de tan
Ordóñez nuevo asalto
el
día 10,
y al efecto repartió sus soldados en tres columnas, mandadas respectivamente por el coronel Orrantia y los tenientes coroneles Castañón y Pesquera quedando una de reserva á las órdenes del mayor don Juan Miñón. ,
Fué y
la
acometida impetuosísima y la resistencia obstinada
La columna de Castañón
valerosa.
fué la primera en
trepar á la cima, siguiendo siempre á su bravo
coman-
dante, que se abrió paso por las troneras de los baluartes
cuales llegaban en sus correrías, por el oriente hasta los
que defendían
Altos de liarra, y por el rumbo contrario á tierras de Zacatecas. Pero más incómodos enemigos para el go-
á su vez, y entonces se trabó en la meseta una lucha
bierno vireinal eran los insurgentes que situados en la
mujeres que se hallaban en
Mesa de
gentes. Estos, sin embargo, embestidos por todos lados
los Caballos,
la provincia
,
misma
capital de
impor-
de Tovar, en la serranía de Jalpan, y
con los que acaudillaba
Urgió
la
y San Felipe, comunicándose con
tante zona de Dolores los independientes
de Jacala.
norte de la
al
mantenían en constante agitación
el
el
doctor Magos, en las montañas
gobierno
conquistar la 3fesa de
coronel Ordóñez para
Caballos,
los
Guanajuato en los primeros frente de una división
al
de
días
y
éste
salió
marzo (1817)
de al
de dos mil hombres, en cumpli-
La
posición que acabamos de nombrar,
sazón por
el
ocupada á
la
padre Carmona, Encarnación Ortiz y Núñez,
entrada principal; las otras dos llegaron
desesperada, en la que combatieron con furor hasta las
cedieron al
y
fin,
los
el
campamento de
que no sucumbieron en
los insur-
la refriega
hallaron la muerte en los precipicios que rodean la ó fueron pasados luego por las armas, siendo el
número de
que escaparon
los
muy
mesa corto
«En ninguna
ilesos.
parte, dice el panegirista de la dominación española, se
habían
manifestado
tan
desapiadados
los
todos los que se encontraron en la mesa,
y sexo, fueron pasados á
muy
miento de las órdenes apremiantes de Apodaca.
la
vencedores:
de toda clase
escapando con vida
cuchillo,
pocos de los que, por librarse de la matanza, se
arrojaron al
que circunvala
precipicio
también considerable
la
la
mesa.»
Fué
pérdida de las tropas realistas,
que obedecían á la junta de Jaujilla, es, en efecto, una
pues según
meseta de dos leguas de circunferencia y que se levanta sobre las llanuras y montañas inmediatas. «Su posición,
como en
bres entre muertos
decía el capitán de artillería Bolufer al coronel Ordóñez,
teniente
dominante á todo otro cerro circunvecino, su planicie en
gobierno vireinal á esta victoria que propuso al supremo
la parte superior,
la
abundancia de madera, que ofrece
carbón y leña á sus defensores tiales
la
proximidad de manan-
de agua, la facilidad de ofender desde su encres-
pada cresta á
más
,
accesibles,
que impiden
que emprendan la subida en sus partes
los
y
las profundas barrancas
que
la ciñen
y
aproximación de las baterías destinadas á
la
el
el del
parte de Ordóñez, tanto en este combate día 4, ascendió aquélla á doscientos
coronel Castañón
la cruz
pudiera con
el arte
de
fortificar,
razón llamar de primer orden y cuasi
inconquistable, á menos que se hicieran muchos sacri-
de tropas y caudales ^.»
ficios
Los independientes que
el
oficiales
Mesa de el
al
También en
la vecina Sierra
neado las armas con estrépito, y desalojado
Gorda el
diciembre de 1816
puntos
más
Ordóñez dispuso zaron
el
débiles levantaron reductos
número de sus cañones.
asalto,
y
el
4 de marzo se lan-
ataque las columnas mandadas por Orrantia y Pesquera, pero fueron rechazadas con pérdidas conside-
dos
se habían
me-
insurgente Tovar,
de sus posiciones del cerro de la Faja desde
capitán don José Cristóbal Viliaseñor,
y en
las
de brigadier al padre Carmona.
mesa para hacerlos rodar sobre
artillados, llegando á doce el
en
Caballos. Por su parte, la junta
la ceja de la
los
inmediato corres-
valor desgraciado dando el grado
aglomeraron grandes cuartones de roca sobre
tes,
que tenía para
que combatieron
la defendían
los asaltan-
el
grado de brigadier
la autorización
empleo á Pesquera y á Castañón, y pondiente á los
de Jaujilla premió
se
Tanta importancia dio
de comendador de la orden flamante
de Isabel, y en virtud de
acciones de la
recayesen en sujeto inteligente en
hom-
éstos el
otorgar grados militares de coronel abajo, ascendió á ese
á V. S. que
dicha posición y la dirección de sus obras
i.
de España se concediera á Ordóñez
y á Orrantia
atacarla, son otros tantos motivos para hacer presente si
y heridos, siendo uno de
2,
era perseguido sin tregua por el feroz jefecillo que
dejaba sangre y desolación donde quiera que asentaba sus plantas
Alamán
,
,
y quizás por eso
es admirado por el historiador
quien hace su biografía desde la época en que
al
—
' Véanse págp. 162 y 189. Rosales fué declarado benemérito de la patria en 1823. « Véase final del capítulo XIV, lib. II. 3 BusTAMANTE. Cuadro histórico, tomo IV, púg. 299.
—
' Dolióle seguramente á Alamán asentar ese número, y no obstante que tuvo á la vista el parte de Ordóñez, lo redujo á la mitad: «La pérdida de los realistas fué de unos cien hombres entre muerHistoria de México, t. IW, tos y heridos en ambos ataques, etc.»
—
pág. 544. » Véanse los pormenores de esta operación militar en dro histórico de Bustamante, tomo V, pág. 49.
el
Cua-
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
556
era sargento de una compañía presidial en las Provincias
Tovar logró escapar de Villaseñor,
internas de Oriente.
cuando fué llamado por gobierno de
la
metrópoli, con el
pero para caer prisionero en manos del teniente coronel
rencias que entre
de la Torre y Cuadra, por cuya orden fué fusilado en
la isla
Monte
Negrete, Cruz marchó á
del
Negro
15 de abril de 1817.
el
Al espirar ese mes llegó á Veracruz la fragata de guerra Sabina trayendo á su bordo
don Pascual de Liñán pas del rey en
,
al
mariscal de campo
nombrado subinspector de
Nueva España, y
al
el
No
su persona
y
el lujo
don Domingo
otro.»
la
traje
expedición del arrojado Mina.
de Liñán á la capital salía de
visto que duraba
aún
,
el
,
censura pueril
conducta caballerosa y las
dotes militares que desplegó en breve,
dirección á Guadalajara
derado
venía precedido de renombre
y aseo de su
que enmudeció luego ante
Un mes ella
con motivo de la antes de la llegada
el
mariscal Cruz con
su antigua residencia. asedio de
la
isla
Ya hemos
de Mexcala
de arreglar las dife-
el
gobierno interinamente
el
Rendida
al brigadier
«pero su viaje, dice
la capital;
que se había esperado, y
fruto
después de varias conferencias, en que fué poco consi-
abril,
mariscal Liñán y aun se le motejó por la apostura de
y dejando
fln
ambos se habían suscitado.
Alamán, no produjo
regimiento de infan-
tería de Zaragoza, cuyo jefe era el brigadier
Estanislao de Loaces.
las tro-
virey Apodaca, de orden del
el
por
el
virey, regresó
Guadalajara
quedando ambos jefes poco satisfechos
Tal era la situación de el
á
primer tercio de 1817.
Nueva España Rudos fueron
al
los
el
el
9
de
uno del
terminar desastres
que durante ese período de cuatro meses sufrieron las
armas de
la
independencia
,
y cuando
el
gobierno vireinal
se prometía destruir en breve á los últimos propugnadores de la revolución, un nuevo
y terrible caudillo se presentó á combatirle y á infundir más vigorosas esperanzas en los ya desalentados defensores de la libertad mexicana.
CAPITULO V Don Francisco
Javier Mina, su nacimiento, sus estudios.— Alistase confio voluntario en
sión francesa. á Francia.
— Dirígese luego
é Navarra y se pone á
la
ejército español del centro para
el
cabeza de las guerrillas que
— Su regreso ú K=pañQ
se levantan.
alli
combatir
inva-
la
— Cae prisionero y es conducido
—
Concibe el proyecto de auxiliar á los independientes de en 1814 y su expatriación ú Inglaterra. que tuvo la francmasonería en su resolución. Trasládase á los Estados Unidos de América en compañía del padre Mier y desembarca en Norfolk 30 de junio de 1816). Dificultades con que tropieza para organizar la expedición Embarazos suscitados por Alvarez de Toledo. Dirígese Mina á Puerto Príncipe, en Mr. Dennis Smith, de Ballimore, protege la expedición. Haití (setiembre de 1816). El doctor Mier, por orden de Mina, se traslada á Galveston. Viaje de Mina hasta llegar á ese puerto (24 de noviembre de 1816) Sus preparativos en Galveston para organizar la expedición. Dirígese á Nueva Orleans á principios México.
—
— Influencia
—
(
.
—
— —
— —
de 1817.
— Sucesos ocurridos en
Galveston durante su ausencia.
rumbo
Nuevo Santander.
de la expedición
—
—
é las costas de
— Regresa Mina
— Salida
á este último puerto (16 de marzo de 1817).
— Proclama de Mina á sus soldados
en la embocadura del Río Bravo
(
12 de
— Desembarca la expedición en la orilla izquierda de la boca del río Santander 15 de abril). — Llega é Soto la Marina algunos días después. — Sepárase de la expedición conde de Ruuth — Manifiesto de Mina (25 de abril de 1817). — Regresa á Galveston el comodoro Aury con parte de la escuadrilla. — Disposiciones adoptadas por gobierno vireinal para contrastar ú Mina. — Destrucción de los buques de este general (17 de mayo). — Proclama que dirige á los soldados realistas mexicanos y españoles. — Manda construir un fuerte en Soto la Marina. — Deserción del coronel Perry y triste de este aventurero. — Salida de Mina hacia el interior al frente de su pequeña división (24 de mayo). — Su marcha desde Soto la Marina hasta Horcasitas. — Derrota á Villaseñor y entra en Valle del Maíz (8 de junio). — Su conducta en esta población. — Sale de Valle del Maíz y llega é la hacienda de Peotillos. — Marcha rápida que hace Armiñan pora alcanzar a los independientes. — Botella de Peotillos y triunfo señalado de Mina (15 de junio de 1817). — Pérdidas de los contendientes. — Armiñún se atribuye descaradamente la victoria. — Magnanimidad de Mina hacia los heridos del enemigo, — Abandona este general la hacienda de Peotillos y continúa bu marcha alinterior (16 de junio). — Armiñán ocupa á Peotillos abril).
(
el
el
fin
—
Posa la división de y prescinde de perseguir ú los independientes. Santo. Asalto y toma de Pinos, en la intendencia de Zacatecas.
—
marcha hacia
su
el
Bojío.
— Atraviesa
partida de independientes (23 de junio).
Mina por
— Saqueo
las desoladas llanuras
— El capitán
que se extienden
Erdozaln es enviado
al jefe
pueblo de
el
Hedionda y
la
la
hacienda del Espíritu
de aquella población (19 de junio). al
sur de Pinos.
— Su
— Prosigue Mina
encuentro con
la
primera
independiente don Pedro Moreno para anunciarle la
— Entran éste y su división en el fuerte del Sombrero (24 de junio de 1817). — Efectivo de las tropas de Mina — Trofeos de guerra arrebatados á los realistas por su división desde Soto la Marina hasta el Sombrero.
aproximación de Mina. al
llegar al fuerte.
Apareció, en efecto, á continuar la grandiosa lucha
natal entregado al ejercicio de la caza, cobrando de esta
por la independencia un guerrero, cuyas proezas llegan
suerte la fuerza,
á lo fabuloso, y que en una campaña de siete meses hizo
vencer los peligros, y de las cuales dio muestras sobra-
temblar á los dominadores y estuvo á punto de apresurar
das
cuatro
años
el
término de la ensangrentada contienda
en
el
agilidad
de
curso
y
resistencia para afrontar
rápida
su
y azarosa
existencia.
Al entrar en la juventud fué puesto por su familia en
que se abrió en 1810. Valor intrépido, increíble audacia,
seminario de Pamplona
inteligencia en el arte
debía terminar sus estudios de jurisprudencia.
de la guerra,
nobles y levan-
,
heroica á que se lanzó el
pueblos, son los rasgos más prominentes de ese ilustre
el
joven á quien México cuenta en
Mina. Voló á empuñar las armas en defensa de
número de sus más
denodados campeones. originario de
Na-
sufrieron
temple
que fecundó
la conciencia del
los
derechos
la gloriosa
revolución
género humano.
El padre
el ejército del centro,
los
españoles.
valientes
adquiría
mayor fuerza con
Pero la
su
enérgico
adversidad,
y
dirigiéndose á su tierra natal reunió en breve numerosas guerrillas de intrépidos navarros, de las cuales fué
de Mina, honrado labrador de las cercanías de Monreal,
brado comandante
tenía los medios suficientes para asegurarle un bello por-
Central, y la de Zaragoza le confirió el
venir.
Aragón.
Deslizóse su infancia en las montañas de la tierra
la patria,
siendo partícipe de los pavorosos reveses que entonces
año famoso que vio proclamar en Francia
y punto de partida de
lucha
odioso yugo de Napoleón interrumpió la carrera de
varra, en España, donde nació en diciembre de 1789,
del hombre,
La
pueblo español para rechazar
y se presentó como voluntario en
Fué don Francisco Javier Mina
el
pasando luego á Zaragoza, donde
tados sentimientos, y ardiente culto á la libertad de los
el
y
Fué
,
con
el
nom-
grado de coronel por la Junta
mando
del Alto
tan activa y terrible la guerra dirigida
MTÉXICO Á TEATÉ8
558 por Mina en Navarra, que
el
mariscal francés Suehet se
obligado á pasar á ese reino para ver de tranquili-
vio
zarle,
por
porque ni
sin riesgo,
allí
correos franceses podían transitar
los
ni
la
autoridad del gobernador era
DB LOS SIGLOS dispersó
«Con ser Suehet,
neros.
uno de
los
generales de
Mina para
el
canje de prisio-
más reputación
celebrado por su inteligencia,
con estar
el
dice el historiador Lafuente,
destreza
del
y
imperio,
actividad,
y
general Harispe especialmente encargado de
la persecución
de Mina, todavía este guerrillero, cono-
cedor de la comarca,
y nunca vendido
ni
descubierto
burló por algún tiempo la diligencia y los
por nadie,
ocultó
armas, y se quedó de
las
paisano observando los movimientos de los enemigos, y
paseando
con la confianza de quien contaba con
el país
un protector en cada habitante ^»
obedecida fuera de los mui-os de Pamplona, y se había visto obligado á tratar con
gente,
la
Pero no tardó en aparecer tan temible adversario por las Cinco Villas de Aragón al
poniendo en movimiento
,
gobernador de Jaca y á los
Harispe, quienes obrando combinadamente
Dufour y
lo
apresaron
1.°
de
dureza
lo
castillo
de Vincennes, donde permaneció durante
el
la guerra,
de 1810, y después de tratarle
abril
enviaron á Francia y se
y en esta
matemáticas y de
le
con
en
encerró
el
toda
prisión se dedicó al estudio de las
las ciencias militares,
esfuerzos de los jefes y de las tropas francesas, hasta
de la excelente biblioteca de ese
que, acosado también por otras que acudieron de Logroño,
el
España.
generales
mando de Navarra y
castillo.
aprovechándose
Le sucedió en
Alto Aragón su
del
tío
don
— Vista general de Pamplona, patria de don Francisco Javier Mir
Francisco Espoz y Mina, que alcanzó luego tan glorioso
quedándose en esta nación don Francisco Espoz, Mina
nombre en
se trasladó á Inglaterra
uno de
los
La
la
más
vuelta
guerra de la independencia y llegó á ser ilustres generales de
de
Fernando
VII
España. abrió
ciones con personas
también
las
tenido
ardiente y generosa tenía la libertad fervorosísimo culto,
Londres,
la tiranía
desplegada por aquel soberano, apenas asen-
y entre
ellas
con
el
doctor don Servando Teresa de Mier, de quien ya hemos
puertas de la patria al intrépido Mina, pero en su alma
y
y no tardó en estrechar rela-
distinguidas,
ocasión bajo
de hablar el
nombre
^
y que había publicado en doctor Guerra,
del
su segundo apellido, la Historia de
la,
que era
revolución de
tado en el trono de sus mayores, y las terribles perse-
Nueva España,
cuciones de que hizo blanco á todos los patriotas,
hombre célebre y un personaje verdaderamente novelesco. La amistad con Mier y la comunicación frecuente con varios comer-
decidieron, intentar en
de
acuerdo con su tío Espoz y Mina, á Pamplona un movimiento revolucionario en
pro del restablecimiento de la biertos
lo
sus planes,
Constitución
i.
Descu-
uno y otro huyeron á Francia, y
don Servando Teresa de Mier, con fecha 15 de setiembre de 1816, y publicada en la Colección de documentos de J. E. Hernández Davales,
tomo
VI, pég. 916.
fomentar, en beneficio de
ciantes ingleses que deseaban
—
Historia general de España, Don MonESTO Lafuente. tomo V, pág. 124, edición de Barcelona, 1880. * Capítulo VI, lib. II, pág. 305. Véanse amplísimos detalles res'
Mina
dice en su proclama de 25 de abril de 1817 que á su regreso ó España el ministro Lardizábal le ofreció el mando de uno de los cuerpos de tropos destinados á Nueva España, pero que rehusó admitirlo. Véase también carta escrita en Baltimore por '
después de haber sufrido persecuciones
peligros sin cuenta, que hacen de este
pecto del doctor Teresa de Mier en la voluminosa causa que le formaron las jurisdicciones unidas y la Inquisición desde 1817, en que fué aprehendido en Soto la Marina y que se halla publicada en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, ,
págs. 638 á 950.
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
559
sus intereses, la separación política de las posesiones de
España se entienden
España en América,
favoritos
indujeron á elegir
le
de México para combatir desplegar
el
vireinato
despotismo de Fernando y actividad auxiliando á los que en este
su
el
porque
;
gracias
sus
ellos,
emancipada
exclusivas,
amigos
parientes,
América no
la
y
habrá
ventas de gobiernos, de inten-
ni
dencias y demás empleos de Indias; porque abiertos los
suelo luchaban por conquistar sus derechos de hombres
puertos americanos á las naciones extranjeras, el comercio
libres.
pasará á una clase más numerosa é ilustrada; y porque libre la América, revivirá indubitablemente la industria
Parece que en
de Mina y en aquel su
la resolución
espíritu cosmopolita de libertad de
animado, entraban por mucho de
que estuvo siempre
dogmas fundamentales
los
francmasonería, de la cual era ardentísimo adepto.
la
Introducida en España por los franceses
esta institución
,
española, sacrificada en el día á los intereses rastreros de
crita al lugar
de avanzadas ideas, bien por afición á
mente
novedad, bien
hombres
La
españoles no degenerados.
había atraído á su seno á hombres de elevada posición ó la
La causa de
unos pocos hombres...
justa, es la causa de los
ameiñcanos es
los
es la de los
libres,
patria no está circuns-
en que hemos nacido, sino más propia-
que pone á cubierto nuestros derechos indivi-
al
por los principios de beneficencia, de tolerancia y de
duales.
libertad que
su bárbara dominación sobre vosotros y sobre vuestros
principio'
constituían su emblema.
y mirada con horror por
Anatematizada
la generalidad,
al
tanto
Vuestros opresores calculan que para restablecer
hijos es preciso
parlamento
por las pavorosas escenas que se contaban de las logias
masónicas como por las excomuniones contra
de los anglo-americanos , decía:
ella fulmi-
justificar
al
en
pleno
nadas por algunos pontífices romanos, acabó por reunir
«América está obstinada
en haz vigorosísimo á todos los que, perseguidos por la
"rebelión.
intolerancia religiosa
"de
y
feroz absolutismo, necesitaban
el
defenderse y auxiliarse mutuamente, y trabajar por
el
Me
"los instrumentos
"todo
y de
policía
la Inquisición
,
evitar
vuelta á la vida por
y despótico Fernando.
loso
idénticos
dice
efectos,
el
de la
vigilancia
la
el
Lafuente,
historiador
y
el
la
que se halla en manifiesta
que
resista.
Tres millones la
serían después
más adecuados para imponer cadenas á
el resto.»
Las relaciones
rece-
«Iguales causas producían
resistencia
que indiferentes á los impulsos de
precauciones
para
\
la
célebre
el
«Nos aseguran que
"libertad se sometiesen voluntariamente,
restablecimiento de la libertad, bien que con todas las posibles
,
glorío, señor, de
habitantes
Con razón
esclavizar el todo.
Pitt,
políticas
que
Mina durante
tuvo
su residencia en Londres y los auxilios que recibió
muchos
americanos
de
originarios
,
México y de
de los
sistema de opresión traía las conspiraciones, cuyo hilo
países de la América Meridional, le permitieron salir de
no se había cortado, y cuya madeja estaba en
Liverpool
dades secretas.
mismo
objeto,
Si no todos
no hay duda que muchos se afiliaban en
las logias con el fin de sacudir el
y de
las socie-
asociados llevaban el
los
la intolerancia
teocrática
,
yugo del absolutismo
y de restablecer ó
la
Constitución de 1812 ú otro gobierno igual ó parecido."
En
la libre Inglaterra
dos que no buscaban
como
,
inmediatas necesidades
Mina
halló
numerosos
los de España,
el
afilia-
remedio de
y su alma apasionada y joven se inflamó al contacto de extensas y nobles ambiciones. Pero no perdía de vista, en medio de su entusiasmo por la
,
de los principios de libertad, la oprobiosa
difusión
coyunda que pesaba sobre España.
Herir
al
en
tirano
15 de mayo de 1816, abordo de un bergantín
el
fletado por su cuenta,
acompañado del padre Mier y de
veintidós oficiales españoles, italianos é ingleses, siendo
su propósito dirigirse á los Estados Unidos de América,
donde reforzaría su expedición y acordaría con don José Manuel de HeiTera, plenipotenciario del Congreso mexicano, á quien pensaba hallar en
more,
la
manera de
Washington ó en Balti-
hacia el puerto de Boquilla
dirigirla
de Piedras y de ponerse en comunicación con
Congreso, al
el
abandonar
Tehuacán. la
las playas
Durante
de Inglaterra
la travesía
sufrir el jefe
mismo tiempo á americanos y á españoles.
junio,
el
al
pisar las playas de
Nuevo Santander,
opresor los medios de su dominación: en ellas se
combate por la
pro-
este lado del Océano, decía á los mexicanos
en su proclama saca
las
la libertad;
así,
desde ese mismo momento,
causa de los americanos fué la mía...
empleados y
los
Sólo el rey, los
monopolistas son los que se aprovechan
de la sujeción de la América en perjuicio de los amei'icanos.
Ellos,
pues, son sus únicos enemigos y los que
quisieran eternizar el pupilaje en que los tienen, á
elevar su fortuna
y
la de
sus descendientes
ruinas de este infeliz pueblo.
no puede existir sin
la
fin
de
sobre las
Ellos dicen que la
América, y esto es cierto
maron
el
30 de
marcharon á presentarse á don Luis de Onís,
ministro de
al
de
expedición la indisciplina de cuatro oficiales españoles,
quienes al desembarcar en Norfolk (Virginia)
«De
mismo
debía residir en
,
hubo de
sus dominios de América era á sus ojos emancipar al
vincias de
el
que, según las noticias recibidas por Mina
España en
del plan
los
Estados Unidos, y
y propósitos de Mina:
el
le infor-
ministro pidió
gobierno de esa república que impidiese la proyectada
expedición,
pero á pretexto
de
no
bastantes
ser
los
datos en que apoyaba su demanda y de que no había ley
que
'prohibiese
la
exportación
de
municiones
pertrechos, no se dictó ninguna providencia
y y Mina pudo
dedicarse á sus preparativos libremente.
No terra,
fueron tan encubiertos los que hizo en Ingla-
que
el
gobierno
de
Fernando
no
recelara
el
España
golpe dispuesto contra su autoridad en los dominios de
por
América, y desde octubre de 1814, apenas llegado Mina
si
»
MÉXICO Á TKAVÉS DE LOS SIGLOS
560 á la capital del Reino Unido, ya había
dirigido
á
circulares
Laidizábal
el ministro
comandantes
los
de
los
puertos de México indicando la sospecha que se tenía
de que Mina pasara á alguno de ellos
en
,
entre oficiales y sargentos, habiendo servido muchos de
Don José de Quevedo, gobernador de Vera-
del rey.
prevención directamente,
esta
recibió
y
ministerio quiso evitar la dilación
porque
el
peligro de que se
el
en los ejércitos franceses é ingleses y en las tropas
ellos
de la misma república norte-americana.
A
caso se le aprehendiese y mandase á disposición
tal
cruz,
y prevenía que
taba bajo su bandera á doscientos cincuenta voluntarios,
punto estaba de dar
primera embarca-
la vela la
rumbo á Puerto Príncipe, en
ción con
la
de Haití,
isla
punto de reunión elegido para entrar luego en las aguas
Mexicano, cuando llegó á Baltimore
Golfo
del
el jefe
Álvarez de Toledo, á quien hemos visto tres
interceptase en el camino de México á ese puerto, comu-
español
nicándola por conducto del virey, y en 31 de diciembre
años antes frustrar los patrióticos esfuerzos de Gutiérrez
mismo
del
año
aquel
(1814)
mando
todas
en los puertos de la pro-
las providencias precautorias
vincia de su
dictado
había
á
avisaba
funcionario
que
á la sazón,
virey
Calleja,
i.
fogoso Mina.
del
miento que de sus proyectos tuvo
Aparte del conociministro español
el
Onís, por la denuncia que hicieron los oficiales que con salieron de Liverpool, el que lo era de
por
Congreso,
el
don
él
México nombrado
Manuel de Herrera, y á
José
quien esperaba hallar en Baltimore ó Washington, no se
movió
ni pasó
«El gobierno
nunca de Nueva Orleans.
de los Estados Unidos, dice cartas,
de Medina
del río
el
padre Mier en una de sus
nos repitió la seguridad de obrar, como nos
lo
orillas
Este sospechoso personaje había
'.
continuado en relaciones con los principales
Graves desazones y contrariedades debían retardar preparativos
los
de Lara en Texas y sufrir una completa derrota á
el
gobierno y algunos de
y en Nueva indolente Herrera con
caudillos de la insurrección,
Orleans engañó largo tiempo
al
planes quiméricos de bloqueos llevados á cabo por escuadrillas
Y
ilusorias.
primero
lo
que
hizo
llegar
al
á
Baltimore fué informar á los comerciantes convocados en días anteriores por Smith que el
Congreso había sido
disuelto por Terán; que la anarquía reinaba
de la insurrección
que Mina,
,
en las
filas
la cual estaba á punto de extinguirse;
llegaba á aventurarse en tierras de México,
si
no tardaría en ser asesinado por los mismos á quienes se proponía auxiliar, porque su calidad de español
lo
haría
había prometido por conducto de su enviado en Londres;
odioso entre los insurgentes, y por último, mostraba una
pero como no se hallaba presente
orden de don José María Liceaga, miembro del Congreso
el
ministro de México,
no podíamos transigir sobre las condiciones que imponía Mina, que
aquél en cambio de los auxilios prometidos.»
se había trasladado á Baltimore el 3 de julio (1816), se dirigió entonces
de
esa
doctor
al
acreditado
Granada ante
contra
don Pedro
por los
puertos de la
el
legítimo gobierno de la insurrección
rebelados 2.
Gual, que era
á muchos de los que habían adelantado fondos para los
de Nueva
gastos de la expedición, quienes se apresuraron á reti-
insurgentes
gobierno de los Estados
el
los
Estas noticias, difundidas rápidamente, desanimaron
á Mr. Dennis Smith, rico comerciante
ciudad,
ministro
el
en la que prohibía arribar á
disuelto,
provincia de Veracruz y tratar con sus jefes,
Unidos;
al
Mr. Dennis Smith no se dejó llevar del
Sólo
rarlos.
joven veracruzano don Miguel Santa María, secretario
pánico, y «desplegando toda su bizarría, dice el doctor
que había sido del diputado á cortes Arizpe;
Mier,
Revenga, que
lo fué del ilustre
al caballero
y á don Manuel
Bolívar,
Torres, autor de varias obras en que se defendía la
independencia de la América española.
Este grupo de
entusiastas amigos de la libertad acogieron con júbilo
de Mina, y
proyecto
el
primero,
el
Mr. Dennis Smith,
convocó á los principales comerciantes de Baltimore y propuso auxiliar la expedición,
les
reuniéndose
desde
luego
una
lo
crecida
cual se efectuó,
suma para
los
entretanto, escribió al ministro Herrera, al
gobierno hallarse
de
superior
en
la
revolución,
Tehuacán, y
al
general
que don
creía
deber
Guadalupe
y anunciaba
al
gobierno que se prometía estar en
aquella ciudad hacia los primeros días de octubre.
Estas
importantes comunicaciones fueron confiadas á un joven
que
este caballero estaba ya retirado del comercio y contento
Y
con su copioso caudal." célebre
personaje
desde
escribió
el
mismo
Galveston en
14 de
en la carta que
diciembre de 1816 á don Antonio Sesma, dice
lo siguiente:
«Por la generosidad de Mr. Smith y mi amistad con su hermano Alejandro volvimos á restablecer tal cual el crédito
del gobierno
yendo
el
mexicano en nuestro favor, y se general (Mina) á reunir sus buques
en Puerto Príncipe saliese reunida toda la expedición
para este puerto, adonde de informar
al ministro
Vencidas
Victoria, informándoles de los preparativos de la expedición,
proceder tanto más admirable cuanto
resolvió que
gastos que en ella se erogasen.
Mina,
testigo presencial, se encargó de los gastos de la
expedición,
en
me
dirigí
yo con la comisión
Herrera.
parte,
y
á
de
fuerza
perseverante
energía, las dificultades que surgieron al publicarse las noticias
del
estado en
noticias ciertas en su
que se hallaba
mayor parte,
la
i\Iina
insurrección, hizo
salir
el
llamado Laborde, quien se dirigió á Boquilla de Piedlas 1
á bordo de una goleta americana. '
póg.
Véasesuoflcioen 51.
el
Cuadro
Al mismo tiempo alis-
histórico de Bustamanle,
tomolV,
Cniíflulo
VIH,
lib. II,
pág. 390 y 3JI, y
la
tercera ñola al calce
de esta última. « Véase carta del padre Mier dirigida á don Antonio de Sesma, Colección de documentos de J. E. Hernández DávaloS; tomo VI, pégs. 910y 911.
)
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS 28 de agosto (1816) de Baltimore al mismo buque en
que había venido de Inglaterra, expedido por
la
aduana
para San Thoraas, pero al llegar cerca del fuerte
Henry tomó á su bordo
la dirección del coronel
y soldados, bajo
oficiales
hombres,
doscientos
Mac entre
alemán
conde de Euuth, siguiéndole una goleta con una compañía de artillería al
mando
Ambas embarcaciones
coronel Myers.
del teniente
mar adentro
se hicieron
1."
el
de
calmas que reinaron á la sazón en
las
teniente coronel Daly.
que hicieron encallar á
ble
en
embarcación
la
salió
montada por
Baltimore
de
conde de
el
un bergantín
en
el
la tripulaban
,
de los el
Sin gente útil para la maniobra,
ese buque fué llevado á remolque por el bergantín, en
la
Mina
que
los
contándose en este número
perecieron ocho,
cuales
que
Euuth.
que domina en aquel
fiebre amarilla,
y atacó á todos
la goleta
en
averías
las
extenso archipiélago, no tardó en declararse á bordo de
el
causaron grandes
La
formaban.
la
setiembre y llegaron á Puerto Príncipe, en Haití, con
goleta y
mar de
el
Antillas retardaron el andar de los pequeños buques que
dos días de diferencia, en medio de desatados huracanes, la
561
no hizo más que una víctima.
la fiebre
También
embarcación mayor se desató con furia la terri-
enfermedad, pero muchos de los atacados por salvaron,
se
Hennessy,
doctor
del
á
gracias
la diligencia
médico de
y
expedición.
la
ella
eficaz cuidado
Así
llegaron á la isla del
Gran C.iimán
dirección á Puerto Príncipe; pero antes envió á Galves-
donde
de tortugas, con cuyo alimento
ton al doctor Mier encargándole que se pusiese en con-
y
27 de setiembre acompañado de varios
tacto con
y con
presbítero Herrera, ministro del Congreso
el
mexicano en
oficiales
Estados Unidos de América, á quien se
los
creía residente en
Nueva Orleans
ó en sus inmediaciones,
y que adquiriese toda clase de informes á fin de intentar con éxito el desembarco en Boquilla de Piedras. La goleta
General Jackson que conducía
azotada por fuertes tempestades
al
doctor Mier,
doblar la punta de
al
«Ya
mente á Nueva Orleans. i,
Herrera
no estaba
allí el
dice Mier en la carta que antes
pero encontré
al
Ortiz de Zarate
,
Mina y
señor
ministro
hemos
citado,
y á don Cornelio secretario de Herrera y con el nombre Iturribarúa
fiebre
la
drilla,
Galveston
el
porque
dos buques,
Caimán con
isla del
la
continuar
su derrotero la escua-
Siguió
amarilla.
reducida á
quedó en podían
y
viaje,
el
goleta
la
se
enfermos que no
los
la
expedición
arribó
á
24 de noviembre (1816), después de una
penosa navegación de treinta días,
contados desde su
salida de Puerto Príncipe.
Mina fué bien acogido por Aury, quien
Florida, volvió á Baltimore, de donde salió nuevamente
aquel presbítero en otro buque que lo condujo directa-
vientos frescos que entonces empezaron á soplar
los
cesó
proveyeron
se
sur de Cuba,
al
,
proveyó de
le
víveres frescos para la sufrida gente que le acompañaba.
No pudiendo barra,
las dos
dispuso
descarga
la
de
jefe
el
en
embarcaciones franquear
la
operación ordenó
,
de la
costa
que
isla,
á
dirigiesen
se
estrecha
la
expedición que se hiciese
la
y terminada esa Nueva Orleans
víveres, buques y gente, con cuyos recursos podremos
para conducir las municiones y pertrechos que allí tenía comprados anticipadamente. Al sur de un reducto que
dar un golpe de mano en determinado punto, y
Aury había comenzado
de
mos
mío conseguí luego auxilios de dinero,
el
buen éxito
allí
llevaremos
gobierno
al
si
logra-
nacional
el
,
Puerto
Príncipe,
buques
que
mermada por
hallándose
habían
le
fletó otra
con
expedición
la
llegaba
á
en malísimo estado á los
precedido
las deserciones.
que fué abandonada en
Mina
de
jefe
á construir se alzaron las tiendas
nuevo campamento, que se reforzó con
Para
el escollo
el auxilio del
á
y
su
tripulación
sustituir á la goleta
que
le
hizo inservible,
general Pétion, que era
y
se equipó á los oficiales
ocupó Mina en
la
y soldados.
organización
con los voluntarios que se presentaran en
que ignoraban
los oficiales extranjeros
Mina en persona,
quienes, á su vez, acababan de abandonar una nave de
americano Young; puso
guerra de
Myers;
nación.
rumbo á
la isla
Terminados estos preparativos, á la
mar
el
21 de octubre con
de San Luis ó de Galveston, pegada casi
á las costas de Texas, donde Mina creía poder organizar
el
cimiento militar
,
de acuerdo con
el
allí
un estable-
ministro
Herrera,
Lenta y penosa fué
la
marcha de
la escuadrilla,
pues
de
1."
á poco
artillería
la
lo
sucesivo:
idioma español
Guardia
infantería
á
cuyo mando tomó coronel norte-
al
á las
órdenes
del conde de Euuth,
de línea formó
cuyo
el
de
y con
cuadro de un regi-
frente
colocó
mayor
al
Salió
de Nueva Orleans
el
doctor Mier y llegó á
Galveston (mediados de diciembre de 1816) cuando ya
Mina había que
era
establecido
portador
su
campamento.
trastornaban
adoptado por este último, pues ni hallaba en los Estados Unidos
Se recordará que don José Manuel de Herrera se hulloba en Tehuacán de regrepo de pu misión ú los Kftados Unidos de América desde noviembre de aquel año (1816). (Véase cap. II, lib. 111.
el
español don José Sarda.
de
para levantar en armas la vasta provincia de Texas.
cediéndolo
la caballería á las
nombre de
miento
formalmente su expedición con ayuda del comodoro Aury, de quien tenía noticia que había formado
seguida se
fueron destinados á una compañía que se llamó
plazó á los desertores con algunos marineros franceses,
su
En
de su pequeña tropa,
de honor del Congreso mexicano,
escuadrilla se hizo
caño-
formando cuadros de regimientos que habían de llenarse
entonces presidente de la república de Haití, y reem-
la
cu;itro
nes, hízose la clasificación y arreglo de las municiones,
mayores auxilios y fuerza." Entretanto
del
el
sino
el
Las
plan
noticias
primitivo
ministro Herrera se
en
México,
ni
el
'
T. III.-71.
puerto de Boquilla de Piedras pertenecía ya á los inde-
pendientes,
porque
en
noviembre anterior había sido
MÉXICO A TEAVKS DE LOS SIGLOS
562 ocupado por
teniente coronel don José Rincón ^, y
el
para aumentar las dificultades de la expedición
Laborde regresó en
que se
la goleta
joven
el
había confiado
le
clones y algunos oficiales que sustituyeron otros que se separaron, entró
de Galveston
confirmando la noticia de la toma de Boquilla de Piedras
por los realistas, y anunciando que Nautla también había sido ocupado por éstos.
De
esta suerte
abandonar
de
desembarcar en Boquilla ó
proyecto
el
Mina hubo de
,
Nautla para ponerse desde luego en comunicación con
Mier
doctor
Pero
y Terán.
Victoria
eran
no
nuevas llevadas por
las
si
satisfactorias
armada en guerra, con
cambio
en
,
el
traía
nombre de Congreso Mexi-
el
cano, una de las embarcaciones que Mina había enviado á
Nueva Orleans inmediatamente después de su
llegada
á Galveston.
En
los
primeros días de 1817 Mina recibió propues-
Nueva Orleans para
tas de varios individuos de
hombres
tarle
de apoderarse Floridas,
facili-
armas y otros recursos de guerra, á
,
de
Panzacola,
y aunque
entonces
proyecto
este
de
capital
las
miras del valiente navarro, resolvió trasladarse á aquel puerto con
el
propósito de aprovechar en beneficio de su
expedición los elementos que se le ofrecían.
Durante
la
mando
ausencia de Mina
al
en
Galveston
sucesos
importantes.
de Nautla y
do que todo
el
de la provincia de Veracruz
litoral
!?e
hallaba cubierto por tropas realistas, Mina decidió diri-
de Nuevo
á la costa
girse
donde no era
Santander
probable que esperasen su aparición los soldados virei-
No
nales.
pudiendo
que
éste
comodoro Aury se
el
ofrecimiento
el
acompañarle hasta
de
hizo
le
que
lograr
hubo de conformarse con
uniese con él,
el
punto del
desembarque. Apresuráronse los preparativos, y puesta la expedición á bordo de los buques comprados por Mina
y de
otros que fueron apresados, dio la vela en
número
de trescientos hombres á principios de abril de 1817.
La
En
escuadrilla se componía de siete embarcaciones.
Cleo])atra iban
la
Mayor, con de línea;
á bordo del
Arago y
coronel
general Mina y su Estado
el
guardia de honor y
la
las
Nepluno
primer regimiento
el
comisario
el
teniente
en dos bergantines
provisiones;
cuadro del regimiento de la Unión con
el
en una goleta armada
coronel Perry;
el
comodoro Aury
el
ocurrieron
con la compañía de artillería, y la caballería á las óide-
El coronel Perry,
nes del general conde de Kuuth, y á bordo de la goleta
del coronel venezolano Montilla
ron
los puertos
Boquilla de Piedras, como antes hemos dicho, y sabien-
apresados
cuyas tropas queda-
,
y
puerto
el
16 de marzo de 1817.
el
Cerrados para la expedición
fin
entraba en las
no
á Montilla
nuevamente en
,
subalterno de Aury, fué destituido por éste del
mando
que ejercía y reducido á prisión en su alojamiento; pero que obedecían directamente
Elena Tooker y de un buque pequeño quedado
habiéndose
expedicionarios,
resto de los
el
en
Galveston
el
primero,
bergantín Congreso Mexicano. Apenas se levaron anclas
corrieron á las armas decididos á libertarle. El comodoro
sobrevino un fresco viento de poniente que anunciaba un
soldados,
los
al
hizo marchar contra ellos al coronel Savary con ochenta
hombres y un cañón; de
primer
su
mas
intento,
inmediatamente
desistiendo
contraorden á este
dio
oficial,
en libertad á Perry y permitió á éste y á sus soldados que escogiesen el servicio que más les acomopuso
dase,
con
el
que Perry se
Mina y formó con
los
suyos
de infantería llamado de
la
en las banderas de
alistó
el
cuadro de otro regimiento
Unión.
Mientras surgió esta
desavenencia, Montilla se puso sobre
las
armas y se
mantuvo encerrado en sus atrincheramientos
'^.
el
nado
que
impedir
á
oficiales, bajó
creyeron que eran embarcaciones de esa nación proce-
ataque y
se acercasen á proveerse de agua, sino que vendieron
á
los
algunas
marineros
brar uno de éstos,
y que
los españoles sino á la tiranía,
la
en
guerra á
empresa á que
tiles.
Aprovechando, sin
entonces
transporte,
el
en reemplazo del
Cleopatra,
que
le
buque de
había conducido
desde Inglaterra, cuyo término de ajuste se había cumplido,
y
el
bergantín Nepíuno.
Con
estas dos
embarca-
se ahogó un joven
'
Capítulo
II, lib. III.
la revolución de México, por W. Robinpon, traducidas por don José Joaquín de Mora. Londres, 1824, pég. 55.
Memorias de
vagan en
y
oficial
al
zozo-
español
y
presentaron
de
la
muy
huyeron á
expedición
bosques, y en seguida se
á los
realistas
los '.
Mina
dándoles
dirigió
amplias
empresa que iban á llevar á cabo, y
las personas
y á
el
les
la
grande
recomendaba
la
respeto á la religión, á
las propiedades.
Memorias de Robinson,
noticias
en aquel punto una
proclama á sus soldados en que les anunciaba
'
sensible
Cuatro hombres de la expedición desertaron
observancia de la disciplina y '
los botes,
nencia en Inglaterra y cuya pérdida fué
para éste.
embargo, su permanencia en
que
las
llamado Dallares, compañero de Mina desde su perma-
invitaba obedecía á intereses puramente mercan-
allí
de
embargo, grandes dificultades á
se le
Nueva Orleans, compró
reses
estrecha barra del Río Bravo opuso,
La
dencia de México, rehusó al cabo tomar participio la
aguada en
á tierra, y como los buques de la escua-
sin
no hacía
hiciesen
piratas
los
enarbolaron bandera española, los del destacamento
drilla
aquellos lugares.
él
escasa provisión de
El mayor Sarda, seguido de algunos
aquellos contornos.
dición no produciría ninguna ventaja para la indepen-
con altivez que
la
un pequeño destacamento de soldados realistas, desti-
toma de Panzacola, pero convencido de que esta expe-
ella, diciendo
consumó
dentes de Veracruz, y no sólo permitieron que los botes
Frecuentes entrevistas tuvo Mina en Nueva Orleans con las personas que le habían propuesto
dilatado viaje; pronto se
agua, y preciso fué intentar renovarla al llegar á la embocadura del Río Bravo del Norte, donde se hallaba
pégs. 57 y 58.
MÉXICO A TEAVE8 DE LOS «¡Comjiañeros de armas! les decía, vosotros os habéis reunido bajo mis órdenes á fin de trabajar por la libertad é independencia de México. Há siete años que este pueblo lucha con sus opresores para obtener tan noble objeto. Hasta ahora no ha sido protegido: k las almas generosas toca mezclarse en la contienda. Así vosotros, siguiéndome, habéis emprendido defender la mejor causa que puede suscitarse sobre la tierra. Hemos tenido que vencer muchas dificultades; yo soy testigo de vuestra constancia y sufrimiento. Los hombres de bien sabrán apreciar vuestra virtud, y ahora vais á recibir su premio, es decir, el triunfo del honor que de él resulta. Vosotros sabéis que al pisar el suelo mexicano no vamos á conquistar, sino á auxiliar á los ilustres defensores de los más sagrados derechos del hombre en sociedad. Hagamos, pues, que sus esfuprzos sean coronados, tomando una parte activa en la carrera gloriosa en que contienden. Os recomiendo el respeto á la religión, á las personas y k las propiedades, y espero no olvidaréis el principio de que no es tanto el valor como una serena disciplina lo que proporciona el éxito en las grandes empresas. Río Bravo del Norte, á 12 de Abril de 1817.— Javier Mina.» Provista
marchó hacia
de
agua
Sur; los vientos que
el
ron del sudeste cargaron
que
los
escuadrilla
la
levó
anclas
al principio
y
sopla-
oeste con tanta intensidad
al
buques se dispersaron
,
y como eran escasos
los
SIGI,OS
563
nada poco antes por
de Garza, quien espantó á
la tropa
los habitantes diciéndoles que Mina, á la cabeza de una
cuadrilla de herejes, venía resuelto á cometer todo género
Grande fué
de desmames.
la sorpresa
Mina
casas, ordenando que volviesen á
le
Y
obedeciesen.
alcaldes
otras
y
Robinson,
el
de dimitir
el
mismo
el
los
que no
nombró
autoridades
mando que
Cleopatm.
Cada hombre, incluso
ción, recibía diariamente
se
la
de la expedi-
el jefe
media galleta, algunas almen-
dras y una corta cantidad de agua.
embarcaciones
Mina en
con
efectuó
el
Reunidas
desembarco
al
fin
en
las
lado
el
«Entonces,
locales.
había confiado, como
se le
lugar fué nombrado comandante de la caballería
Una
el
lo
su
capi-
el
grado de mayor.»
de las primeras disposiciones de Mina fué esta-
blecer una
poniéndola Infante,
En
buque del comodoro Aury.
tán Maillefer, á quien se dio
dice
Ruuth manifestó su deseo
coronel conde de
efectuó, volviendo al
que habían
jefe de la expedición
imprenta que había bajo
y
dirección
la
primero que en
lo
del
doctor
En
sus
naves,
don Joaquín pro-
ella se publicó fué la
clama ó manifiesto que hemos citado capítulo.
en
traído
al principio
de este
ese largo documento refería Mina los ser-
nente, pintaba con enérgicos rasgos
iban
los
ellas
salido con Garza, so pena de confiscación á
vicios que á la libertad había
que
satis-
ofreció proteger las
vidas y bienes de los que estuviesen tranquilos en sus
ciones,
las
mayor fué su
tropas se hizo en orden completo, y facción al saber que el general
víveres de á bordo, las tropas sufrieron grandes priva-
especialmente
de los que perma-
necieron en la villa al ver que la entrada de aquellas
hecho en
el
el
antiguo conti-
opresor absolu-
tismo de Fernando, describía en estilo elevado y poco
común
en
aquella
época
intereses
los
bastardos
que
estaban ligados con la dependencia de gran parte del
americano
continente
al
trono
español, y dirigiéndose
izquierdo de la boca del río de Santander ó de Soto la
á los hijos
Marina (15 de
día, dice
«Permitidme, mexicanos, participar de vuestras glorio-
Robinson en sus Memorias, dos hombres se presentaron al general Mina, y por ellos supo que el teniente coronel
sas tareas; aceptad los servicios que os ofrezco en favor
abril de 1817).
don Felipe de la Garza,
«En
el
mismo
comandante del
distrito,
se
de
esta
parte
del
mundo, terminaba
así:
de vuestra sublime empresa y contadme entre vuestros compatriotas.
¡Ojalá acierte yo
á merecer este título
hallaba á la sazón con algunas fuerzas en la población
haciendo que vuestra libertad se enseñoree, ó sacrificán-
de Soto la Marina, situada sobre una altura y distante diez y ocho leguas de la boca del río. Los dos hombres
decid á vuestros hijos
parecían
francos
servir de guías
se ofrecieron á y bien dispuestos y acompañaron á una partida de la expe,
dición que salió en busca de caballos; pero en la primera
ocasión
oportuna desaparecieron, y luego se supo que
eran espías enviados por del
número y calidad de
La
el
mismo Garza á informarse
estrecha barra del río de Santander no permitió
descargasen los pertrechos quedando aquéllos anclados fuera del río y arrimados á la costa.
en
y
el sitio el día
la
22 se puso en marcha con dirección á
hemos
leguas de
río.
la
división;
boca del la
"dada en sangre por españoles serviles, vasallos abyecntos de un rey; pero hubo también españoles liberales y "patriotas que sacrificaron su reposo y su vida por
"nuestro bien."
A
— Soto la Marina 25 de abril de 1817
pesar de que
el
^"
comandante realista don Felipe
la
auxiliasen
de alguna manera
al
general Mina, éste vio
con satisfacción que más de cien hombres se le presentaron en los primeros
días, contándose
entre
ellos
el
Marina,
hermano
la
nos caballos que fueron de grande utilidad á la pequeña
villa
y ocho
pié á la cabeza de
vanguardia, formada de
Entonces, en recompensa,
Esta tierra fué dos veces inun-
teniente coronel de realistas don Valentín Rubio
dicho, se halla á diez
Mina iba á
«
:
acampó
división
donde en un tiempo se alzó Soto
actual, la que, según
la
La
mi propia existencia!
de la Garza conminaba con terribles penas á los que
los invasores."
paso de los buques, y necesario fué que los botes
el
dole
guardia de
honor, de la caballería y de un destacamento del primer
regimiento de línea á las órdenes del mayor don José Sarda, entró en Soto la Marina sin oposición, abando-
el
y su
teniente don Antonio, quienes facilitaron bue-
' Véase epte monifiepto en el Apéndice (áocumenío núm. \i). Alamí'in inserta este documento en su Historia, tomo IV, y dice que
Mina lo hal)!a publioudo en Gulveston por primera vez el 22 de febrero de 1817. Hallándose notables diferencias entre el documento publicado por Alam.in y el que figura en la Colección de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, págs. 863 y siguientes, nosotros hemos dado la preferencia á este último por la fundada desconfianza que nos inspira aquel hisloriador.
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
564
Algunos voluntarios más se alistaron sucesiva-
división.
mente, y casi todos permanecieron
y valientes
fieles
al
Repartía Mina su tiempo entre la organización de su reducido cuerpo de ejército y las frecuentes correrías las cercanías de Soto
que hacía en todas direcciones por
En una
de ellas se dirigió á la hacienda de
don Earaón del Moral,
Palo Alto, cuyo propietario,
le
había ofrecido auxilios y luego ausentádose sin entre-
un rancho distante once leguas de
garlos á
Sabedor
la
villa.
jefe de la expedición de esta huida, destacó al
el
coronel Perry con ochenta infantes, quienes, en efecto,
se comprendía la de
jefe por tener
Pero
Garza
por
improviso
de
coronel
teniente
el
frente de fuerzas superiores, abandonaron el
al
Nuevo Santander,
Y
distancias.
para destruir á
Santander, dispuso fragata
la
llegar
país
al
goletas el
el
el
venta del bergantín Congreso Mexicano,
boca del
y
río
vela con el resto de la
la
de Santander la Cleopatra,
Elena
la goleta
La
JVeptuno
desembarco de Mina llegó con rapi-
Nueva España y produjo
sobresalto en el gobierno vireinal
prevenciones
las
el
la
TooJicr.
noticia del
dez á la capital de
y
que se había
rumbo á ese puerto, permaneciendo en
escuadrilla
la
natural
pues la fama de Mina
,
de los ministros
reiteradas
de
la
metrópoli para que se impidiese la invasión que proyec-
taba la
Apodaca,
hacían doblemente temible.
lo
al
llegada del bravo navarro á la provincia de
saber
Nuevo
reforzada con las
•
Belona y Proserpina, armadas en guerra por
consulado de aquel puerto.
Don
Francisco
Sahína, se
de
en efecto,
dirigió,
comandante
Beranger,
que formaba en
división
y municiones destinadas á días Armiñán á
Panuco, se presentó ante los buques de Mina
orillas del
en la mañana del 17 de mayo.
La
Elena
goleta
Ñau tía y de
Boquilla de
Piedras.
Preciso era enviar á su encuentro fuerzas respetables
que impidiesen su avance hacia Ordenó, en
Armiñán,
al frente
coronel
el
orilla del río
debían unírsele, y en efecto se
con una sección de
caballería de Durango, el oficial de la
don Francisco de cingo, el el
las Piedras,
mayor Eáfols con
capitán
Terrazas
con
debiendo unírsele también
con
el
misma graduación,
escuadrón de Tulan-
el batallón 1.°
un el
Panuco, donde
incorporaron rápida-
le
teniente coronel Melgares
el
don Benito
de las tropas que le obedecían en la
Huasteca, marchase hasta la
mente,
de la colonia.
el interior
que
consecuencia,
piquete
Americano, y
de
Río Verde,
capitán Viliaseñor con un
escuadrón de Sierra Gorda que se hallaba en Valle del Maíz.
Para cubrir
los
tropas reunidas bajo el
y la Belona. Entretanto, la tripulación de la Cleopatra se había echado á los botes y pasado á tierra, dirigiéndose luego á Soto la Marina donde dio á
La
noticia de la pérdida de sus buques.
se acercó con gran cautela á la
tenía aún defensores
y
le
ningún
movimiento
armados que
la
en
fragata
le
ella,
á
Márquez Donayo que extendiese su división en Misantla
y
sus
contornos,
y
varios
batallones
contestaba ni se
echó
al
y
importantes y sendas carreteras de México á Vera-
ciuz, que pasan por Orizaba y por Jalapa. división de Armiñán,
afrontar á
Mina
,
cuanto
contaba
el
Aparte de
la
gobierno vireinal, para
con la que mandaba
el
al
mas
hacía
agua sus botes
encontraron completamente abandonada. el
cañoneo que acababa de
algún
sin
comandante
que fuera posible
armamento que quedaba á bordo.
Neptuno, abandonado también, y varado
en la arena aun antes de la llegada de la escuadrilla española, fué dejado por ésta en
sitio
el
que ocupaba,
pues se observó que las aguas no tardarían en desbasin
llevar ningún
trofeo, pero allí le recibieron los realistas
como vencedor
Beranger volvió á Veracruz
ratarlo.
y
en
parroquia
la
se
cantó
solemne
un
Apodaca, por su lado, mandó insertar en
pomposo parte del comandante de
la
la
Te-Deuin.
Gaceta
el
Sabina y concedió
á todos los individuos de la escuadrilla un escudo que
debían llevar en
Al
el
brazo derecho con
importante servicio en Soto la
Mina
el
siguiente lema:
Marina.
recibió con serenidad la noticia de la pérdida
de sus embarcaciones,
y ese mismo día (18 de mayo)
publicó la siguiente proclama:
escuadrones
salieron de la capital para defender los llanos de Apara y las
En
antes
la
Salina
Cleopatra creyendo que
mandó incendiarla inmediatamente salvar
Mina
disparó dos andanadas;
viendo Beranger que no se
puntos que desguarnecieron las
mando de Armiñán, prevínose
TooJier,
apenas avistó á las embarcaciones realistas, levó anclas y huyó velozmente perseguida en vano por la Proserpina
recibir le había causado tales averías que el
de
Tam-
aquellos
había recomendado ejercer á los comandantes respectivos barras
la
con su escuadrilla á la
Sacáronla á la mar, pero
las
de
barra del Santander, y después de desembarcar en
Santander, juzgó inútiles la precaución y vigilancia que
en
expedi-
la
barra del río de
en la que acababa de
mariscal Liñán,
pico un cargamento de armas
comodoro Aury, después de contratar con Mina
la
gobierno que saliese de Veracruz
la
Entretanto,
buques de
los
guerra Sabina,
de
por considerables
sí
que habían anclado cerca de
ción,
nueve soldados realistas fuera de combate.
quedado en Galveston, dio
bien no podía
si
que reunir á sus tropas, dispersas en una
rico botín que acababan de conquistar no sin poner á
el
de Oriente entre las que
vasta extensión y separadas entre
sorprendieron á del Moral y le quitaron cuanto tenía. atacados
las Provincias Internas
esperarse desde luego una eficaz acción de parte de este
lado de sus nuevas banderas.
la Marina.
dondo en
brigadier Arre-
«Soldados españoles del rey Fernando: Si la fa?cinación os hace instrumentos de las pasiones de un mal monarca ó de sus agentes, un compatriota vuestro, que ha consagrado sus más preciosos días al bien de la patria, viene á desengañaros sin otro interés que el de '
Véase
flnal del capitulo anterior.
MÉXICO A TBAVE8 DE LOS SIGLOS verdad y la justicia. Fernando, después de los sacrique los españoles le prodigaron, oprime á la España con más furor que los franceses cuando la invadieron. Los hombres que más trabajaron por su restauración y por la libertad de ese ing-rato arrastran hoy cadenas, están sumidos en calabozos ó huyen de su
Para hacer frente á
la
ficios
crueldad. Sirviendo, pues, á tal príncipe servís al tirano de nuestra nación, y ayudando á sus ag-entes en el Nuevo Mundo os degradáis hasta constituiros verdugos de un pueblo inocente, víctima de mayor crueldad por iguales principios que los que distinguieron al pueblo español en su más gloriosa época. «Soldados americanos del rey Fernando: Si la fuerza se mantiene en la esclavitud y hace que obliguéis á seguir en ella á vuestros hermanos, tiempo es de que salgáis de tan vergonzoso estado. Un esfuerzo ahora bastará á sacudir el yugo que os encorva y realzaros á la dignidad de hombres de que estáis privados há tres siglos. Unios á nosotros que venimos á libertaros sin más fin que la gloria que resulta de las grandes acciones. El suelo precioso que poseéis no debe ser eternamente el patrimonio del despotismo y de la rapacidad. No interrumpáis la carrera de vuestros destinos. Si perdéis esta ocasión, contrariáis á las miras de la Providencia, que os proporciona en ella la mejor coyuntura para cambiar vuestra abyección y miseria en elevación y prosperidad. ¡Qué triste experiencia tenéis de la metrópoli y qué dolorosas lecciones habéis recibido de los malos españoles que para oprobio de los buenos han venido hasta aquí á sojuzgaros ó á enriquecerse á costa vuestra! Si entre vosotros hay quienes abanderizados con ellos hacen causa común para oprimiro.s por cobardía, interés ó ambición, abandonadlos, detestadlos y aún destruidlos. Son peores que los tiranos principales á quienes se juntan, pues degeneran de su naturaleza y sacrifican sus más sagrados deberes á tan rastreras pasiones. «Soldados españoles y americanos: Dejad á esos viles caudillos y acudid con nosotros al campo del honor donde tremola el lucido estandarte de la libertad. Vosotros seréis felices contribuyendo á la emancipación de este país, y los laureles que ceñirán vuestras frentes en defensa de la más justa causa serán un premio inmarcesible superior á todos los tesoros.»
565
reunidas por
fin
tardarían en avanzar contra Soto la Marina, dispuso el
general que se construyese un fuerte al oriente de esta
en un
villa,
obra por
próximo á
sitio
ingeniero Rigual
el
Estos nobles y viriles acentos en que se reflejaba
el
ción no sólo en los que con el
arma
al
brazo sostenían á
dominadores de su patria, sino también en los espa-
los
mismos
ñoles
adictos
régimen
al
constitucional
por
el
monarca y
los
partidarios
esforzado joven que con tanto
defender
del
arrojo
absolutismo.
El
presentaba á
se
Dirigida la
toda la división trabajó en
,
donde se montaron cuatro carroñadas de piezas de campaña, los obuses
en
sitó
el
fuerte
buques, las
los
y dos morteros; se depoy una parte
gran cantidad de municiones
él
del cargamento del
Neptuno, y
cuidó de almacenar
se
algunas provisiones, suficientes para resistir tres meses.
Cien hombres
mando
al
mayor Sarda fueron designa-
del
dos para guarnecerlo, y este
orden de sostenerse hasta
superior recibió la
oficial
asegurándole
lo último,
el jefe
de la expedición que dentro de poco tiempo volvería á obligar al enemigo á levantar el sitio, si se atrevía á
ponerlo ^
Antes de marchar Mina hacia que
Perry,
había
dado
contento,
aprovechó
general,
y arengando que
peligros
los
ocasión
la
el interior,
á
sus
de
des-
de estar ausente aquel soldados
aguardaban
les
el coronel
muestras
repetidas
en
les
manifestó
arriesgada
tan
empresa y les excitó á que le siguieran á los Estados Unidos de América; y el mayor Gordon, varios oficiales y cincuenta y un soldados se dejaron seducir, y guiados por él marcharon inmediatamente hacia Matagorda, donde creían
hallar
vecina.
En
botes que los transportasen
camino,
su
perseguidos por
Martínez,
el
quien
y
los
aventurado
y
á la nación
salió
de Béxar en su seguimiento
Ya
suyos se internaron en un bosque, y
tendidos
en
de junio) por
allí
el
fueron
teniente
Hoz, subalterno de Martínez. Defen-
la
de
Perry,
hasta quedar
campo, y su mismo
el
al
cerca de Matagorda, Perry
atacados vigorosamente (fines
don Francisco de
fueron
largo,
teniente coronel realista don Antonio
frente de cien caballos.
jefe,
todos
herido en
el
combate, acabó de arrancarse la vida disparándose su pistola en la cabeza
perseguidores
La
tan
bárbaramente conculcado y con tanta rabia escarnecido
la orilla del río.
con ardor y en poco tiempo se levantó
ella
diéronse con valor los
ánimo generoso de Mina debían producir honda conmo-
tropas de Arredondo, que
las
en Monterey en número considerable no
Mina,
,
para no caer vivo en manos de sus
~.
deserción de Perry, sensible en grado sumo para
no
abatió,
Reemplazó á ese Unión con
el
sin
jefe
mayor
en
embargo, el
mando
Stirling,
su
ánimo
esforzado.
del regimiento de la
y designó á otros oficiales
pueblo mexicano,
para ocupar los puestos de los que habían desertado.
quizás se prometía que los oficiales españoles, afiliados
Hizo acampar la parte de la división que debía acompa-
como
él
los
derechos
oprimido
del
en la francmasonería
despotismo y abrazasen con
,
el
renunciasen
al servicio del
mismo entusiasmo que á
'
Memorias de Robinson, págs.
69 y 71, edición de Londrep,
182Í. í.
él
consumía
de los reyes.
la
defensa de los pueblos contra la tiranía
Tres días después de
la publicación
proclama á los soldados realistas escribió
Arredondo una carta en
la
que
le
al
de su
brigadier
invitaba á tomar par-
y en ese documento reproducía mismas generosas ideas que había procurado difundir
tido por la independencia, las
desde que se decidió á formar su atrevida expedición.
' Véafe parte del teniente coronel Mortfnez en el número extraordinario de la Gaceta correspondiente al 16 de julio de 1817. En las Memoriasde Robinfon se describe con alguna diferencia el fin del coronel Perry. Este militar habla servido en el ejércilo de los Estados Unidos y tomó parte en la defensa de Nueva Orleans cuando fué atacada por el general inglés Packenham; acompañó á Gutiérrez de Lara en la invasión de Texas y se halló en la refriega de Río de Medina, donde fué derrotado Alvarez de Toledo, alistándose en seguida á las órdenes del comodoro Aury, de cuyas filas lo hemos visto pasar á las de Mina.
MÉXICO
566 en
fiarle
á una
la ribera dereclia del río,
de la villa, y a'-abó de disponer
donde debía permanecer también
TRAVÉS DE LOS SIGLOS
i.
distante
lpf¡:ua
defensa del fuerte,
la
doctor don Servando
el
El 24 de mayo de 1817
Mina de su campa-
salió
mento á la cabeza de poco más de con este
abriendo
',
rápida y
puñado
de
sur de
el
Nuevo Santander, siguiendo
provincia de
una
valientes
Marchó hacia
gloriosa campaña.
hom-
trescientos
en silencio durante
muy
división caminó rápidamente
la
primer
el
Al siguiente
día.
y
entró
en estrechos desfiladeros y luego en espesos é intrincados
bosques,
planta
;
Huasteca; pero
la
el
no
quizás
intenso calor
y
humana
por
antes
hollados
de agua en aquellas
la falta
desiertas asperezas fatigaron cruelmente á los
valientes
quienes hallaron algún alivio á sus
soldados de Mina,
padecimientos en una hacienda donde hicieron alto
Repuesta
tercer día de su salida de Soto la Marina.
dirección que siguió
la
Tamesí,
el
tierras de
Mina después
convenció de que
le
verda-
el
dero objeto de éste era invadir la provincia potosina por el
rumbo
En
oriental.
vista de este movimiento, reunió
mismo
sus tropas, y ascendiendo el curso de ese
pendiente.
Ésta,
tomó en
montada
entretanto,
en
hacienda del realista Quintero, había avan-
la
zado con rapidez, y
el
8 de junio (1817) acercábase al
pueblo de Valle del Maíz, donde se hallaba
capitán
el
Villaseñor con su escuadrón de Sierra Gorda y alguna
para
infantería
unirse
Armiñán,
con
dis¡iuesto por el gobierno vireinal.
dió defender el paso
del
orillas
al
«La
la
bir al
conforme
y avanzó hasta una
altura situada á
que
satisfacción
los soldados manifestaron
perci-
al
enemigo, dice Robinson en sus Memorias, con-
dio
don
Ramón
del Moral, pero que fueron abandonados en
seguida por
el
Horcasitas, y al atravesar
de esa población, caballo
y
Llegó
coronel Perry.
el
el río
expedición
Tamesí que corre
teniente Gabet cayó en
sus tropas marchase á un
sitio
número de caballos reunidos por
el
finca suya,
de los soldados del rey; fueron
al servicio
apresados, en
al sur
con su
él
cercano donde sabía que
coronel realista don Cayetano Quintero en una
y destinados
á
Mina dispuso que una sección de
se ahogó.
se hallaba un crecido
la
efecto, setecientos,
esta adquisición fué
y
Desmontóse
los mejores
y
infantería,
la
á
hacer
de
servicio
el
Tanchipa,
de
con
provincia de San Luis, por
Mientras
que
Mina
el
la sierra
de entrar en la
Valle del Maíz.
recorrió
la
espeso arbolado,
agria
y
serranía que separa á Soto la Marina de Horcasitas,
que se apoyaba
en
según las circunstancias.
mente
la espesura,
izquierda del el
mataron á quince enemigos é hirie-
ron á otros muchos y obligaron á los demás á replegarse sobre su reserva.
El general movió entonces
la
á
distancia
pero
considerable.
y fuera de éste hasta
el
general
se
Allí
con
sus
rehicieron
veinte
y obligó á
volvió á atacar, los desbarató
soldados
doscientos
los
realistas por las calles del pueblo
tanto;
cuerpo
cabeza de veinte jinetes escogidos
vigorosamente
y persiguió
el
enemiga flaqueó á su vez,
algiin
hombres huir.
los
Siguió
corriendo tras ellos cerca de dos leguas, les cogió un
Panuco, creyó que la intención de aquél era
cañón y una pequeña pieza de montaña y los derrotó
,
situado
como antes hemos dicho á
completamente.
dencia de Veracruz, á
El enemigo tuvo muchos hombres
fin
de efectuar su unión con
general Victoria: en consecuencia,
,
la división
de Soto
General en jefe con FU Estado Mayor Guardia de honor mandada por el coronel Younfr Caballería (húsares y dragones) ú las órdenes del mayor Mail-
Stirling
Primero de línea, capitán Truvino Artillería
Criados armados
11
31
prisioneros;
en
muerto, pero
sí
al
mundo
del
mayor
Volvió
pueblo y tomó posesión de
al
las
él.
muertos y algunos no hubo ningún Mina de
tropas
algunos heridos.
dad de que dio muestras
el
La
intrepidez
general
y
habili-
en esta ocasión,
inspiraron á sus soldados no sólo un sincero afecto sino
una confianza
sin límites '.«
Después de tan importante ventaja, Mina dio dos
124
lefer
Regimiento de infantería «lu Unión,»
el
no se movió de sus
Según las Memorias de Robinson al pulir Marina estaba formada del modo siguiente: '
Ordenanzas
la
Los tiradores atacaron briosa-
dirigirse hacia la Huasteca para internarse á la inten-
la
Estos
las
coronel Armiñán orillas del
el
ligeras.
cuerpo principal se mantenía firme, dispuesto á obrar
una
revuelta
tropas
enemigo, con intención de desalojarla, en tanto que
principal, y cuando la reserva
Tamesí, se enderezó á
tiradores de la
hombres, en número de catorce, se dirigieron contra un
cargó en persona á
el
que
guardia de honor y del regimiento de la Unión se desti-
naron
pudo montar á todos sus soldados y acelerar su marcha, manifiesta intención
lo
disposiciones necesarias para empezar el ataque.
las
de grande importancia para Mina, pues de esta suerte
que después de cruzar
lo
camino y distante tres leguas del pueblo.
hacienda del tránsito, en la que halló depositados algunos
que se habían quitado pocos días antes á
á
El jefe realista deci-
venció á Mina de que podía confiar en ellos, por
los efectos
que
caballos
los
tropa un tanto prosiguió su marcha, sorprendiendo otra
de
hasta
río
Horcasitas, se puso en seguimiento de la división inde-
Para ocultar
fuerzas realistas de Garza, que no
distantes se hallaban,
que
la sierra
se extiende desde Padilla hasta Horcasitas.
su paso á las
la
paso ó á caerle
el
por la retaguardia cuando hubiese entrado en
de trasponer
de Mier.
bres
acantonamientos resuelto á cerrarle
días
de
descanso
á
tropas
sus
en
Valle
del
Maíz,
56
64 .5
población
rica
entonces
formaba contraste con
la
y
provista
de recursos, que
desolada é ingrata zona que
12 5
308
aquéllas '
acababan
de atravesar.
Memor/as de Robinson,
Había en
págs. 74 ú T5.
el
pueblo
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS algunos almacenes llenos de valiosas mercancías, cuyos
época á los
dueños habían huido
al
acercarse la división expedicio-
al
naria, temerosos de los desmanes y atropellos de que los
acusaban
realistas
Mina.
fundamento á
sin
de
soldados
los
Este general publicó una orden severísima prohi-
biendo
567
frailes
de
orden del Carmen
la
dose al este una
Dada
cubierta
vasta llanura
de alarma, Mina subió á una inmediata
voz
la
enemigo, comprendió
eminencia, y después de reconocer
algunos efectos de que tenía necesidad para
rada á la vista é inmediato alcance
de sus tropas. de que
causó
asombro
Armiñán fuera
más pavorosa
derrota.
Maíz, y aunque
del
en
desaliento
ni
sus
ción que hubiera de
de
nueva no
esta
valientes,
oficiales
creyó
la resolu-
Esa junta no dudó
adoptarse.
del
para
Con
dispuso su plan de combate, fiando
la
res de la independencia en el
y marchar oeste.
del
otros lugares del
violentamente
división
la
Bajio y
que debía evitarse un nuevo encuentro
interior, decidió
en
dirección
al
Así acordado, las tropas salieron durante la noche
mismo 10 de junio por
Luis Potosí, y
el
más en
que llegase espesa
cuerpo principal
el
preguntándoles
cuya marcha anunciaba detrás,
y en seguida
camino que conduce á San
entonces su línea de batalla con la guardia de honor y el regimiento de ia Unión al mando del coronel Young; un
el
á quince leguas
al
Doblando
las
noroeste de San Luis,
de la que habían huido anticipadamente llevándose
Grande
era
el
mayordomo
cuantas provisiones pudieron
hambre que
el
mayor era
valientes, pero
el
sentían
aquellos
cansancio que les atormen-
taba por la presurosa y larga marcha que habían hecho
destacamento de ese último cuerpo, otro del primero de
ral,
de
hallarían víveres en Peotillos, se rindieron al sueño con
esperanza de alimentarse á la mañana siguiente.
Amaneció
día
el
de Mina
soldados
disponían
á
restaurar
sus
su Estado Mayor
la
mismo gene-
y una pequeña reserva de
diez
ascendía á ciento setenta y dos: el resto
pequeña división con
Maillefer
El
flancos.
los el
guerrillas,
permaneció
en
el
la
coronel
Noboa y
hacienda
mayor
el
custodiando
las
municiones y bagajes.
momentos
Trabóse llanura.
La vanguardia
después realista
combate
recio
en
la
formada de varias gue-
y de los jinetes de Sierra Gorda, Tulancingo y Nueva Vizcaya cargaron con furioso ímpetu y arrollaron rrillas
15 (junio de 1817), y cuando los
se
armados se desplegaron en
los criados
y
jinetes apenas
desde Valle del Maíz; así fué que, convencidos de que no
la
respon-
El general formó
á todas partes.
y la caballería fué destinada á cubrir número de estos combatientes, inclusos
cargar.
le
aseguraron que estaban dispues-
le
él
ñeros, llegó en la noche del 14 á la hacienda de Peoti-
criados
terminó
y
querían marchar al encuentro de los
si
á marchar con
tos
,
veía
se
Tres vivas entusiastas y unánimes
enemigos. dieron,
que
polvareda
de
ser desbaratados antes
línea
los
en la
filas
doles que los que tenían al frente sólo eran cuatrocientos
marchas y apenas tomando aliento sus intrépidos compa-
y
de
el arrojo
general con su Estado Mayor las siguió
en las primeras horas del siguiente día.
llos, situada
la
caso exigía
el
Arengó con voz robusta á sus soldados dicién-
momentos era
de unirse cuanto antes á los sostenedo-
que
de los realistas que ya desplegaban sus
llanura.
realistas, los cuales podrían
el
reti-
la
numerosa
la
suyos que en su pequeño número, comparado con
los el
de
mismo que aceptar
lo
la rapidez
resistir al nuevo y fuerte enemigo que se aproximaba; pero teniendo en cuenta que el principal objeto de la expedición en aquellos
tropas
las
al
que era inevitable empeñar la acción, pues que
caballería de
prudente someter á una junta de sus
brío
equipo
el
de Armiñán se aproximaba á marchas
Valle
á
clase
El día 10 (junio de 1817) tuvo noticia
la división
forzadas
toda
de
entonces
que interrumpían algunos breñales de espino.
trigales
de violencia, y pidió solamente á los vecinos una pequeña suma de dinero y saqueo y
el
está situada
,
pié de una sierra que corre de norte á sur, dilatán-
casi
á los débiles trozos de la caballería de Mina, pero la
agotadas fuerzas con los escasos comestibles que pudie-
línea de batalla de éste los recibió con
ran hallar, se avistó
mortífero tiroteo que les mató veintidós hombres obli-
y preciso
el
enemigo á dos millas de distancia,
les fué correr á las
desde hacía muchas horas. entrado en Valle del Maíz
Mina;
allí
mandó
fusilar
al
el
tomar un bocado
sin
efecto,
mismo
Armiñán había
día en que
salió
á un herido de éste que halló
en la casa del subdelegado. de Villaseñor y
armas
En
Reunido con
los dispersos
frente de seiscientos ochenta infantes
gándoles á retirarse en desorden. infantería de
un sostenido y
Avanzó entonces
Armiñán ocultando su marcha en
muy próxima
y cuando estuvo
la
á la línea contraria hizo
una descarga general que causó graves daños en independientes.
Mina retrocedió en dirección á
cienda para reunir
allí
la
maleza,
la
los
ha-
todas sus tropas, pero notando
y mil cuatrocientos caballos había doblado sus marchas
que
recorriendo en tres noches y dos días las treinta y seis
pérdidas y que gruesos trozos de caballería habían reba-
leguas que separan á Peotillos de Valle del Maíz. avistar
aquella
Al
hacienda hizo prisionero á un soldado
del regimiento de la
Unión que había quedado rezagado,
y después de obtener de número y organización de
él
amplias noticias relativas
las tropas de
al
Mina, ordenó que
de Peotillos, perteneciente en aquella
fuego de la infantería enemiga
le
causaba duras
sado los Sendos extremos de su línea, colocándose á la retaguardia
para
encerrarlo
por
completo,
hizo
alto,
formó sus tropas en cuadro, y esperó con impavidez decisivo asalto de aquellas masas, diez veces
el
más nume-
rosas que sus valientes.
fuese pasado por las armas.
La hacienda
el
La y
los
caballería realista se arrojó contra la retaguardia flancos
del
cuadro
después
de
alancear
á los
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
668 heridos regados en el campo.
momento en que debía
el
Mina vio que era llegado
decidirse la suerte de su expe-
más
siguiente del encuentro, que
enemigos, y se después de que su infantería gritó tres veces ¡viva!
retiró
se abalanzaron á la
tería,
dición;
que
dejó
acercasen
dio la voz de ataque
bayoneta contra
La
rodeaba.
en
nube humana que por todos lados
la
cayendo sobre
emprendió
de Río Verde fué
caballería
á tan
ceder
los soldados
y
la
los
la
los
primera
acometida y huyó espantada,
furiosa
que se desordenó á su vez y fuga en todas direcciones; los dragones de la infantería
pánico hasta la apartada población de Río
arrastrar del
Armiñán mismo y
demás
los
dieron precipitadamente
hasta
jefes el
ellos;
superiores retroce-
punto
San José,
de
situando en un desfiladero cercano un destacamento de
«mas
caballería para contener á los fugitivos,
triunfo había sido para caballería, asus-
tada con la porfiada resistencia de los insurgentes,
en confusión desordenando á su vez á
se
infan-
la
y que sólo necesitaba doscientos caballos más para destruir á Mina por completo." Este singular documento, que
entonces
excitó
mismos
oficiales
desprecio
el
y
burla
la
de
los
terminaba con esta frase que
e..
El día 14 trescientos hombres de caballería, pertenecientes
al ejército sitiador,
pasaron
y
el río
se ocul-
jeros de los venidos con Mina, ó ya hijos de la provincia
taron en unas malezas con
que se hubiesen unido á sus banderas.
Algunos días
ganado que pacía cerca del fuerte, pero descubiertos,
algunos escua-
fueron batidos y rechazados por una guerrilla de veinti-
después,
Fernando VII
de
el batallón
drones que
rumbo de San Luis Potosí, de Arredondo, con soldados
con
"S
virey había enviado violentamente por
el
se incorporaron á la división
que ascendió ésta á mil setecientos
lo
A
y nueve cañones.
diez
el
de
principios
Soto la Marina, y como hallasen
junio se acercaban á
séis
hombres.
soldados.
Para
el
suplir
Sarda destinó
propósito de apoderarse del
el
algunos
y con bayoneta estaban siempre
La noche
del
cargar
á
mientras los demás los disparaban
todos los cañones.
número de
escaso
:
sus
fusiles
los
mil fusiles cargados
listos,
mismo que
lo
mismo 14
los realistas,
destruida la población por el incendio que ordenó Sarda,
por consejo de Lasalle, plantaron una batería en la orilla
comandante
izquierda del lío, á tiro de fusil
del
fuerte,
su campamento
asentaron
San José, lugar situado á una legua de
en
derecha
la
ella
Después de
la
de Mina
salida
mayor Sarda había
hacia
interior,
el
fortaleza,
la
y con
rompieron un terrible fuego desde las tres de
mañana
del río.
de
del siguiente día.
Los disparos incesantes de
la
los
cañones de Arredondo impedían á los defensores pro-
los
proximidad del río; y entonces fué cuando una mujer mexicana, exponiéndose
de
con grande heroísmo á un riesgo eminente, logró sacar
paisanos que puso á las órdenes del mayor Castillo, y en trasladar á las fortificaciones los pertrechos que
alguna agua y llevarla en medio de un diluvio de balas
el
completar reclutas,
obras
las
trabajado fuerte,
del
empeñosamente en
disciplinar
en aumentar sus tropas con una
milicia
habían quedado en la playa, no lejos de la barra. bién atendió á proveer de abastecimientos
con este objeto dispuso
Andreas
un destacamento
con
para
saliese
no obstante
la
á los sedientos soldados.
Tam-
Ya
en la mitad del día, los cañones del fuerte esta-
y
ban desmontados, y en los muros se observaba amplí-
capitán
sima brecha; las tropas realistas tocaron al asalto, y á
fuerte,
el
veerse de agua,
Presas
á
poco se presentaron en columnas cerradas.
Sarda y
los
Eegresaba este
suyos pudieron en tan crítico momento montar de nuevo
con veintitrés muías cargadas de grano, cuando
algunos cañones, que cargaron con metralla, y dejaron
traer todo el oficial
al
de junio que
3
el
en
trigo
que pudiese hallar.
se encontró el 8 de aquel
mes con
que apresaron
los realistas,
á todos los que
lo
el
custodiaban, con excepción del capitán
Andreas, á quien se hizo gracia de de servir en
fuerzas superiores de
cargamento dando muerte
la
vida á condición
que se acercase grito
el
enemigo.
Las columnas avanzaron
al
de ¡viva el rey! que fué contestado por los del
fuerte con las aclamaciones
Mina! y
de ¡viva
lo,
libertad, vira
con una descarga que dejó tendidos á muchos
la
de los asaltantes. Retrocedieron con gran confusión, pero
ya pequeña guarnición del fuerte á ciento trece hombres,
volvieron de nuevo á la carga, y otras dos veces fueron
de los que noventa y tres cubrían los reductos, y los
rechazados; intimóse rendición á Sarda,
veinte restantes guardaban los almacenes.
pondió que estaba resuelto á volar
las filas españolas.
Myers y
teniente coronel
nidos con Sarda la barra,
y
el
Dagassan en
,
el
Este desastre redujo
el
comisario Bianchi, desave-
se habían retirado al destacamento de
primero fué sustituido por el
Además,
mando de
la
•
E.
pero éste res-
fuerte con
todos
sus repuestos de pólvora y municiones antes que rendirse.
"Sin embargo, dice Robinson en sus Memorias,
el oficial francés
por heroica que fuese esta defensa, la guarnición era
consistente en
demasiado débil para sostener por más tiempo una lucha
artillería,
nueve piezas de diversos calibres.
i.
el
Véase esia comunicación en la Colección de documentos de Hernéndez Dávelos, lomo VI, pág. 890.
tan desigual, sin reposo, ni refresco, porque ' Memorias de Robinson, pág. 143. parte la relación de Robinson.
— Alamán
el
trabajo
sigue en esta
MÉXICO A TllAVES DE LOS SIGLOS incesante y la sed los había abatido extraordinariamente.
La
era casi
artillería
muchos de
todo inútil;
del
los
cansada que apenas había hombre que pudiese sostener el
En
fusil.
esta
deplorable situación
reclutas se
los
El
alarmaron, y algunos de ellos huyeron del fuerte. fuego cesó algún tiempo por ambas partes, como hubiese ajustado un mutuo
habían
que
Mina rechazaba
que
sufrido
las tropas reales
intentando
corrían
La
convenio.
contra una plaza
ataque
otro
defendida por hombres que acababan de valor y tan heroica constancia.
Alarmado Arredondo por
se
que
el peligro
indicaba
les
si
pérdida
demostrar tanto
Armiñán en
á
Grande durante
había
cuando vieron
salir
hombres, que eran
que tenía Sarda
los
También depuso
armas.
las
barra, donde se hallaban
suyas
el
amenaza de
la
los
En
inde-
,
por la escasez de víveres
que sufrían sus soldados, envió un nuevo parlamentario Sarda, quien después de consultar con sus
respondió que todos estaban dispuestos á morir
antes que ceder á vergonzosas condiciones.
los
Fué y
volvió
pruebas
al
destacamento de la
el
muchos de y demoler
el
enviado de Arre-
al
y
intentados
asaltos
los
los oficiales felicita-
las fortificaciones.
campamento
realista
manda
una partida de veintiocho
teniente coronel don Felipe de la Garza,
como
en considerar á los del fuerte
sueldo corres-
el
desde
la
fueron
capitulación,
haciendo fuego el
ción comprendería también á los que formaban
el
heridas que antes había recibido.
camento
propiedad
la
desta-
al
teniente Flutchinson estando tendido en
por no permitirle ponerse en pié las
suelo,
Diez días después de
particular sería respetada; los extranjeros quedaban en
defensores
cuerda á Altamira y encerrados en
oportunidad, y los mexicanos podían volver á sus casas
virtud de orden directa comunicada por
molestados por
ser
á favor de la expedición, entregaría las armas
,
que habían tomado
partido
el
y finalmente,
después de
guarnición
la
con los honores
salir
«Aceptadas estas condiciones, dice Mr. Eobinson la
Soto
Marina fueron
la
obra que hemos citado varias
vados á Veracruz por
la
veces,
el
oficial
nas, la falta de alimentos sanos y
causaron crueles enfermedades.
ción, que estando autorizado por el brigadier Arredondo
temente
pedían á gritos la muerte
que
los artículos
le
pareciesen convenien-
otros,
cai»itulación
manos serían escrupulosamente
había interés en violar
nada era más
la
honra del
más probable que fuese cumplida Así fué el
como se entregó
mismo
día,
y
casi
oficial,
capitulación.
la
no insistió en que la firmase "
si
fácil
el el
á la
de
Algunos desfallecían en
;
y
exaltados hasta el delirio,
estoica, proseguían su forzada
los lugares destinados á pasar
por
fin
,
con resigna-
marcha y sufrían en
de que eran víctimas en las
á Veracruz, de donde se
noches.
Así llegaron
les trasladó en seguida,
encadenados de dos en dos, á los horribles calabozos de
San Juan de ülúa:
allí
soportaron increíbles sufrimientos,
pues aparte de la humedad permanente de sus negras
mazmorras, se
les
cercenaba con frecuencia
el
escaso ali-
mento, y cuando alguno enfermaba no era separado de su compañero de cadena. Muchos de los prisioneros
Por
sucumbieron á tan bárbaro
brigadier Arrefuerte
excesivo, les
era
por consiguiente, manifes-
tando una ciega confianza en
Marina
de un
era hombre
honor, porque
sin
el contrato,
que romper un documento:
dondo.
si
mayor seguridad que un documento
y firmado por un hombre
escrito
El
cumplidas. la palabra
solemnemente empeñada,
ofrecía
que tenía
el calor
los restantes
silencio las infinitas privaciones
de honor,
la
caballo;
ción
la
mayor Sarda estaba persuadido de que
eso
al
de que las condiciones de
realista
mismo virey
camino, y entonces sus guardianes los ataban fuer-
empeñaba su palabra de honor, en nombre de su
oficial
el
Huasteca y por Pachuca. Esta
para acceder á
en las
en
larga caminata fué un lento martirio para los infelices
el
tes,
conducidos
cárcel, pero en
Quintero, fueron asegurados con grillos y lle-
español volvió á decir, en presencia de toda la guarni-
jefe,
la
prisioneros: aunque iban á caballo, el peso de sus cade-
de la guerra.
en
al coronel
de
graves
capitulación, los valientes
la
libertad para regresar á los Estados Unidos en primera
sin
el
y como Arre-
pasados por las armas,
todos
quedar en libertad bajo palabra de honor; esta capitula-
barra;
de junio, por
3
el
dondo declaró que no estaban aquéllos comprendidos en
pondiente á su grado respectivo, y debiendo los oficiales
la
y
del teniente Flutchinson había sido
sorprendida en Altamira,
de guerra, concediéndoles
el
Poco después, fué condu-
que serían fielmente cumplidas
las condiciones ajustadas.
contra
á enterrar los muertos
dondo, en nombre de éste y bajo su palabra de honor,
en
el
valor de que habían dado
el
ellos fueron destinados
soldados que al
hallaba
Myers y
tercer día se les puso una guardia,
al
cida
se
entregar las
teniente coronel
capitulación,
la
rechazar
al
pero
fuerte,
una honrosa capitulación, asegurando
que
fuerte,
dos primeros días, los realistas aparentaron
varias veces su emisario,. hasta que se llegó á convenir
consistían
realistas
capitán de marina Flooper.
»
ron á Sarda y á su tropa por
prisioneros
los
de las fortificaciones á treinta y siete
antes que rendirse, y urgido
Estas
de
y algún historiador afirma que ascendió á trescientos hombres muertos y á mayor número de heridos. Por eso fué intensa la admiración de Arredondo y los suyos
cumplir fielmente
oficiales,
de
pérdida
la
aunque empeñado asedio del
corto
el
sido
pendientes de volar con su inmenso depósito de pólvora
al intrépido
hacienda
la
Peotillos.
habían sucumbido, y la infantería estaba tan
artilleros
575
Soto
misma hora en
trato,
ora en
el
camino de
Soto la Marina, ora en los pestilentes y espantables cala-
bozos de Ulúa, y los más fuertes, pero también menos
venturosos
que
sus
compañeros,
fueron
conducidos á
—
á
MÉXICO
576 España, donde se
Á.
TRAVÉS DE LOS SIGLOS
de cuatro en cuatro en
diversos presidios, en los que continuaron sufriendo inso-
ajustado con su aprobación y garantizado solemnemente por la palabra de honor del oficial que intervino á su
portables tormentos
nombre en aquel
les repartió
'.
Apodaca en esta ocasión no generoso y compasivo, y
en
parte
al
justificó
el
que éste sostenía que sólo había concedido
á los rendidos la garantía de la vida
sometida á
su fama de
contestar á Arredondo
la
,
y aun
esta gracia
resolución superior, lo amonestó duramente
por no haber mandado pasarlos por las armas de confor-
midad
con
sus
respectivas
El
'pretericiones.
2
de
agosto (18 17) volvía á escribir el yirey á Arredondo
extrañándole de que no hubiese fusilado á los prisioneros
de Soto la Marina, y
prevenía
fecha
al
participaba que en la
le
coronel
misma
don Cayetano Quintero
que
amarrase y enviase de Altamira á Veracruz unos por Tampico y otros por Pachuca, á todos aquellos malvados 2. Así Arredondo, con la infracción de un convenio ,
«Los calabozos
del castillo de
San Juan de Ulúa en que
y Apodaca, con sus crueles dis-
posiciones contra los bravos defensores de Soto la Marina, hicieron á un lado todo principio de
honor y de humani-
dad, y envenenaron más los odios y rencores que tan proftindamente separaban
mengua nando,
el
al
ya á
Y
antiguos dominadores.
los
mexicanos de sus
cubrióse también de oprobio y
siempre mal intencionado gobierno de Ferdecretar
cautiverio de los
más tarde
perpetuo ó indefinido
el
que sobrevivieron entre aquellos que
confiaran en la palabra de honor de los realistas. el
mismos
Con sobra de razón exclama con
mana y
oficiales
este motivo
«No hay
historiador de la expedición de Mina:
leza política que baste
suti-
á paliar una infracción tan inhu-
positiva de la buena fe de
los
tratados,
hay
ni
gobierno en Europa que se atreva á decir, en la época presente,
'
acto,
que no está obligado
á
cumplir un tratado
estas
victimas fueron encerradas son espantosos sobre toda ponderación. Situados ú catorce pies de profundidad, sólo reciben una opaca luz por una reja pequeña inmediata al techo. La humedad es permanente, y como el suelo está debajo de la superficie del mar, el agua entra fácilmente abriendo agujeros, por los que también se introducen los cangrejos. Los presos recibían muy bien ó éstos y se alimentaban con su carne. El número de personas encerradas en tan pequeño espacio corrompió el aire y produjo graves dolencias. Los centinelas solian desmayarse al abrir las puertas y respirar aquellos efluvios. Lo ración diaria era de cuatro onzas de pan, tres de arroz y tres de legumbres. A veces se les cercenaba, y á veces era tan mala por la falta de sal y el poco aseo, que sólo lu e.xlraordinaria debilidad podía obligarlos á comer otra cosa que el pan. En vano pidieron que se separasen los enfermos de los sanos: indistintamente fueron encadenados de dos en dos, y al abrir una mañana la puerta del calabozo se vio que dos habían espirado aquella noche. Cuando, por fin, venía la orden de separar á un enfermo, era conducido al hospital con cadenas, las cuales no se le quitaban sino cuondo lo muerte había dado fin á sus tormentos. De este modo murió un ciudadano de los Estados Unidos, cuyos úllimosdfas fueron tan cruelmente amargados por el mal trato que le dieron los realistas, que no nos atrevemos á referir los horrorosos pormenores. Baste decir, para terminar este lamentable episodio de nuestra historia, que de treinta y siete oficiales y soldados que capitularon en Soto la Marina y de otros treinta extranjeros de la división de Mina, que antes y después de la toma del fuerte cayeron en poder de las tropas reales, Ireinto, á lo menos, murieron en el camino de Veracruz, en Altamira ó en los calabozos de San Juan de Ulúa. Los pocos que sobrevivieron á estos horrores fueron embarcados pora España, á fin de que el gobierno dispusiera de su suerte. En su navegación á In península fueron malísimamente tratados, excepto dos que se enviaron desde l« Habana en el bergantín de guerra español Ligero, mondado por el capilan Martínez. Este benévolo oficial se portó con ellos humnnisimnmente, les quitó los hierros y les dio bien de comer.» (Memorias de la resolución de México, por W. Davis Robinson, pógs. 150 y 151, edición de 1824). Véase también Cuadro histórico de Bustamante, tomo IV, pág. 152, teniendo en cuenta que este último autor se hallaba entonces también preso en Ulúa y fué testigo presencial de lo que refiere. Alamán habla someramente de estas atrocidades cometidas con los prisioneros (véase su Historia de México, t. IV, pág. 593), y nada dice de la injustificable violación del convenio de Soto la Marina, garantizado con la palabra de honor del oficial comisionado por Arredondo. * Véanse esas dos comunicaciones de Apodaca en la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, pags. 894 Robinson en sus Memorias dice que los prisioneros al y 895. llegar é Altamira y temiendo seguir siendo víctimas de lo infracción de la capitulación, trataron de escnparse para morchar luego al puerto de Tampico, donde creían fácil hollar algún buque que los llevara al extranjero; pero que, vendido su secreto ó sospechosos sus guardianes de lo que tramaban fueron cargados de cadenas. Alamán, siguiendo á Robinson, dice: «los prisioneros fueron conducidos Altamira, y habiendo intentado escaparse para apoderarse en Tampico de algunos buques en que embarcarse, fueron asegurados con prisiones y llevados por el camino de la Huasteca hasta Pachuca, y de allí á Veracruz al castillo de San Juan de Ulúa » Las comunicacio-
revestido de todas las solemnidades de una capitulación
y sancionado con
la
palabra de honor de un funcionario
autorizado á empeñarla
^
n
.
Quedó también prisionero en Soto
la
Marina,
presbítero doctor don Servando Teresa de Mier,
momentos antes de que comenzase á tratarse de tulación del fuerte, se presentó á un oficial real
llevando en la
,
mano un ejemplar de
que Arredondo ofrecía indulto á todo tase
abandonando
de
las filas
la
el
la
del
el
quien,
la capi-
ejército
proclama en
que se presen-
expedición y manifes-
tándole que se pasaba al ejército real.
De nada
le sirvió
su estratagema, porque dos días después de la rendición del fuerte (17 junio de 1817) fué cargado de cadenas,
escoltado por veinticinco hombres, al
mando
y
del capitán
Ceballos, se le hizo marchar montado en una muía con
En
dirección á Pachuca.
gadura y se fracturó
el
llevado á la fortaleza de
á México,
el
camino cayó con su cabal-
brazo derecho; de Pachuca fué
San Carlos de Perote, y de
allí
donde quedó desde luego á disposición del
virey,
quien
había
abierto
lo
sometió á la jurisdicción unida que
proceso desde
el
momento en que
aprehendido en Soto la Marina. Pero la Inquisición vez, le formó causa
'^
y
lo
,
le
fué
á su
reclamó, y en consecuencia
—
—
—
,
nes oficiales que hemos citado en el texto y al principio de esta nota demuestran que no la supuesta conjuración de los prisioneros, sino la orden directa del virey, que nada dice del intento á que se refieren ambos autores, fué la causa de que se cargase de grillos en Altamira á los valientes defentores de Soto la Marina. ' Memorias de Robinson, pág. 154, edición de 1824. Londres. Véase también, respecto de la capitulación convenida y aprobada por Arredondo, la declaración de don Servando Tere«u de Mier ante el tribunal de la Inquisición. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, tomo VI, pág. 813). • Alamán afirma en su Historia, tomo IV, pág 593, edición de 1851, «que Iii Inquisición no formó causa ninguna al padre Mier, y que éste fué tratado con singular consideración, habiéndosele proporcionado libros y permitfdole escribir, con lo que empleó todo el tiempo de su prisión en redactar las Memorias de su vida y ojros escritos curiosos » Respecto de la primera afirmación convence de lo contrario la publicación de la causa formada por aquel tribunal y por las jurisdicciones unidas, que aparece en el tomo \1 de la Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos, págs. G38-944; y en cuanto á la singular consideración con que fué tratado Mier por
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
Apodaca mandó suspender
los
dicción unida, y puso al reo
cuyas
en
tribunal,
agosto (1817).
cárceles
procedimientos de la juris-
cesibles peñascales.
en poder de aquel célebre
á tiro de fusil,
secretas
entró
13
el
de
Voluminoso y curiosisimo es el proceso
por la Inquisición al
instruido
piezas que lo forman se
padre Mier,
descubre
el
y en
las
despejado ingenio
de ese personaje, su altivo carácter, su azarosa y aven-
que
Mier languideció en
secretas de la Inquisición hasta fines de
en que fué de nuevo entregado suprimido
el
virey por haberse
Tribunal de la Fe, en virtud del triunfo de
la Constitución.
mente á
al
cárceles
las
mayo de 1820,
Entonces Apodaca
la península,
pero
lo
al llegar
desterró arbitraria-
Mier á
la
Habana,
Al norte del cerro del Sombrero, y se halla la mesa ó cerro de las Tablas,
sobrepuja en altura;
le
de los Borregos;
corre la profunda
al oriente
barranca de Barbosa, detrás de
cual se alza la
la
sur se levanta el cerro de
al
Negrete.
Los independientes habían cuidado de asegurar sus comunicaciones por
y por
sur, con
el
Mesa de
norte, con la
el
las Tablas,
cerro de Negrete, formando en las
el
sendas direcciones muros de adobe que defendían las dos
En donde
veredas.
que circunvalaba
la
se interrumpía la línea de peñascos
cima construyeron gruesos parapetos
de piedra y barro, defendidos por profundos fosos y coro-
hacia fines de aquel año, logró huir á los Estados Unidos
nados por los cañones de menor calibre.
de América, de donde volvió á México, ya consumada la
borde peñascoso y donde la subida parecía menos
independencia.
se levantaron trincheras reforzadas
Tiempo es ya de que volvamos á seguir Mina, á quien hemos dejado en el
24 de junio (1817), con
al ilustre
el capítulo anterior unido,
los independientes
que defen-
dían el fuerte del Sombrero,
piezas de artillería de
mayor
comandante, los almacenes, en que se alojaba la tropa jcúspide
El cerro de ese nombre en que se alzaban las forti-
Mesa
en dirección opuesta se encuentra la
barranca del Rincón, y
turera existencia, y los servicios que hizo á la inde-
pendencia de México.
577
,
difícil,
con fosos y con las
La
alcance.
hospital
el
Abajo de ese
habitación del
y
barracas
las
se alzaban hacia el Sur de la
convexa del cerro del Sombrero, y algunas otras
chozas había esparcidas entre las rocas del fuerte.
número de piezas de
llegaba á
artillería
diez
y
El
siete,
antiguas y en su mayor parte inservibles y mal montadas,
de calibre de dos á ocho; y la guarnición que defendía aquellas posiciones,
antes
pasaba de doscientos á
caballería
órdenes
las
de la llegada
de
Mina, no
ochenta hombres de infantería y
de
Pedro Moreno, don
don
Encarnación Ortiz, don Miguel Borja y don Santiago González i. Unidos á ese número el de los indios que trabajaban en las fortificaciones y niños 7 "^
'y~ f""
allí
refugiados
que ocupaban
/'
el
de las mujeres y llegaban á seiscientas personas las
,
el
cerro del Sombrero en los primeros días
de junio de 1817.
Don Pedro Moreno,
jefe
de aquel punto, y que ya
hemos nombrado varias veces en Sierra de
Comanja y sus
—
Copia de un dibujo hecho en época de la independencia, cuyo original pertenece al señor don Juan E. Hernández Davales. alrededores.
la
flcacioues construidas
por don Pedro Moreno, pertenece
á la Sierra de Comanja,
que separa hoy entre
determinada parte de su línea limítrofe, á Jalisco
y Guanajuato.
Alta y escarpada
los
sí,
en
Estados de
aquella
emi-
res
2,
al
comercio y
incli-
cuidado de sus propiedades.
en
y en
él
en
Lagos y sus alrededores contra
los
tiempo pudo Moreno, comercio,
hacer
frecuentes
ner activas relaciones con
Pero ya en
viajes
de á
sus la
los
los jefes
primeros meses de
que
1814
los
III.-U
de
algún
negocios
de
provincia
de
ciendo
el peligro
comandaban.
las autoridades
de Lagos vigilaban los pasos de Moreno,
T.
que fomen-
Valladolid, siempre henchida de independientes, y mante-
una sucesión, apenas interrumpida, de abruptos é inac-
ria y desamparo á que estoba sujeto, puro reducir á sus justos límites la hiperbólica apreciación de Alamdn á favor del Santo Tribunal de la Fe.
,
sentimiento
el
dominadores, y durante
á pretexto
nación de 45 grados, y en el borde de su cumbre, que es
los inquisidores, quienes lo tuvieron encerrado tren años en sus cárceles secretos, bastará leer algunos documentos comprendidos en la causa, en los que el supuesto reo se queja de la depnudez, mise-
La revo-
casi todos los
miembros de su familia ardientes partidarios
insurrección
pendientes que por todas partes la rodean, con una
al
lución de independencia halló
su cima, está situada á diez y ocho leguas al noroeste de la ciudad de Guanajato, y á seis al norte de la de las fuertes
1775,
dedicándose
fines del siglo anterior volvió al lugar natal,
taron
Su defensa consiste principalmente en
capítulos anterio-
y pei'tenecía á una distinguida familia de esa población. Había estudiado en el seminario de Guadalajara, y á
nencia, que debe su denominación á la forma especial de
León.
los
nació en las cercanías de Lagos el año de
quien, cono-
en que se hallaba, marchó á Michoa-
' Este jefe fué padre del general don Refugio González. Alamán llama ú aquél equivocadamente don Sebastián González.
«
Véase
final del cap.
XIV,
lib. II,
pág. 482, y cap. IV,
lib. III.
MÉXICO Á TKAVÉS DE LOS SIGLOS
678
can con casi todos los efectos que tenía en su tienda,
Guauajuato,
el
oficial
de
Castañón y
grado
igual
el
autoridad realista, no
teniente coronel Calderón, al frente de seiscientos cin-
entró en Lagos y se quedó en su hacienda de la Sauceda, desde cuyo punto escribió á su esposa, diciéndole que
cuenta soldados, de los que cuatrocientos eran de caballería,
estaba resuelto á tomar las armas en favor de la inde-
de avanzar contra las fortificadas posi'úones del Som-
vendiólos
y receloso de
allí,
pendencia
la
campaña ó para permanecer
con sus hijos
doña Eita Pérez,
de
esposa
sentimientos y ánimo
nobles
de
peligros
guerra
la
á
Moreno,
la
la
de
de
caballos,
prefirió
los
y
hombre
del
separación
Acompañada de
sus
la infan-
Sauceda, donde éste ya había armado y montado á Seguido de toda su
las cercanías.
gente, Moreno se dirigió á la Sierra de Comanja, en la
que se hallaban
los
hermanos Franco
Mina y Moreno organizaron violentamente una
brero.
una mujer
que en su mayor parte no salían aún de
muchos rancheros de
intento
sección de doscientos cuarenta infantes y ciento cuarenta
cia, y de sus cuñadas y sirvientes, marchó en el mes de abril de 1814 á reunirse con su marido en la hacienda la
el
en Lagos. Era
esforzado,
con quien había unido su suerte. hijos,
en
dejándola en libertad para seguirle
•,
habían llegado á aquella población con
al frente
de una
y
día 27 de junio (1817) salieron
el
del fuerte
en Aldabalda.
con dirección á San Felipe pernoctando
Al día siguiente 28 continuaron su marcha los indepen-
y dos leguas antes de
dientes,
cubrieron
no muy
llegar á
San Felipe des-
enemigo que avanzaba por
al
camino
el
real,
de la hacienda de San Juan de los Llanos.
lejos
Mina dispuso primeramente emboscar sus soldados en
cercas
las
camino,
del
pero
observando que sus
movimientos habían sido descubiertos por cambió
los realistas,
rapidez su plan y decidió avanzar contra
con
Formadas sus tropas de
éstos acto continuo.
infantería
guerrilla; con éstos,
y en compañía de nuevos correli-
en dos columnas, una á sus inmediatas órdenes y otra
gionarios que
presentaron, distinguiéndose entre
mando de Moreno, y apoyadas por
se
le
todos don Santiago y don Manuel González, oriundos de
Lagos también, sostuvo varias acciones con Galdámez,
referir
el jefe
y largo sería encuentros que empeñaron sus armas con
lista
dominadores, desde que proclamó
el
cerro
enemigo, y descrito
En
más
del allí
Sombrero para
ofreció el
de
ello
resistir
los ataques del
quien cuidó de ella con paternal el
general don José de la Cruz
indulto á Moreno, como
el
emisario encargado
instase al bravo insurgente porque lo aceptara,
siquiera fuese por la niña que estaba en rehenes, testó éste con noble entereza « que
allí
con-
tenía otros cuatro
que fué tomado en Peotillos, marcharon intrépidamente al
combate contra un enemigo, doble en número y man-
alas la caballería con dos cañones de á 4
cieron combatiendo con denuedo
de
Moreno, joven de quince años apenas, y un hermano de este
preclaro
caudillo.
Tal era
el
hombre con quien
Mina acababa de unirse y que desde ese momento había de ser su
fiel
compañero en la prosperidad y en la des-
Entretanto la caballería',
Apenas hubo anunciado Mina á
la junta
su llegada al fuerte del Sombrero, supo
de Taujilla
el coronel
don
Encarnación Ortiz que una considerable fuerza enemiga había llegado á San Felipe, y en
Mina y Moreno marchar
mando
al
cargaba violentamente sobre
del
mayor
de
«rancho
el
acto
á su encuentro.
coronel don Cristóbal Ordóñez,
dispusieron
En
efecto, el
comandante general de
coronel
conocida con el nombre de San Juan de los
aunque Moreno en parte
,
apoyada
el
Ocho minutos solamente duró
don Encarnación Ortiz.
Llanos
Maillefer,
los jinetes realistas,
por los mayores Márquez y González y por
da
Taujilla del
destrozada
á
división
campo de
ese
En
Terrero."
la
de
oficial
ella
quedó
Ordóñez
Castañón con más de trescientos de
,
á la
dirigido
batalla
de
el
completamente
muriendo los suyos,
éste
y y que-
dando en poder de Mina ciento cincuenta y dos prisioneros
dos cañones
,
,
y alguna Los vencedores lamentaron la
doscientos noventa fusiles
cantidad de pertrechos.
pérdida de ocho hombres muertos, entre ellos
gracia.
hizo
una segunda descarga y se arrojó á la bayoneta destrozando en pocos momentos á los infantes de Ordóñez.
junta
los hijos
infantería de los independientes
una descarga cerrada y siguió avanzando hacia el centro de la línea contraria; cuando estuvo más próxima hizo
Caballos, ocurrida en los primeros días de marzo del año
mayor de
La
pectivamente.
la acción
á que hemos llegado en nuestro relato (1817), pere-
y en ambas y de á 3, res-
batalla colocando á sus infantes en el centro,
y que estaba resuelto á sacrificarlos todos por la patria." Más tarde, en la toma de la Mesa de los
hijos
el
cañón
Ordóñez, por su parte, había formado sus tropas en
1816, una de sus pequeñas hijas cayó en poder
esmero, y alguna vez que
el
dado por jefes de gran renombre entre los dominadores.
arriba.
,
quienes llevaban
de los
las
construyó las fortificaciones que hemos
del jefe realista Brilanti
,
-^
independencia hasta
Poco después de su alzamiento esco-
mediados de 1817. gió
la
rea-
repetidos
los
dada por Maillefer y Ortiz
coman
caballería
la
al
Maillefer,
decía
y veinticinco heridos.
Mina en su parte
oficial
«El mayor
y muy á tiempo con
la
Maillefer,
á la junta de Taujilla,
que tuvimos la desgracia de que muriese, bien
el valiente
cargó
muy
segunda compañía de húsares
y primera de dragones, siguiéndole con mucha intiepidez Ortiz y mayor don Manuel González con el coronel algunos
lanceros.
El mayor Márquez se condujo con
la
Véase Maje á las ruinas del fuerte del Somfrrero, opúsculo epcrllo por don Agustín Rivera. Lagos, 1875, imprento de José
serenidad de un militar acostumbrado á semejantes fun-
Mnrtfn.
ciones.
'
—
Todos
los oficiales
y tropa cumplieron muy bien
—
MÉXICO A TKAVES Uü con su deber.
Los americanos del Norte, á quienes
se
de Peotillos y que han servido de modelo para formar las demás tropas no tuvieron necesidad de
debe
la batalla
,
ningún
hacer
resistió poco, ellos
1.
que
y ya
porque
particular
esfuerzo
enemigo
el
demás cuerpos saben cargar como
los
Mina termina su parte manifestando á
hasta
entonces
usado
había
de
la
junta
de
insignias
las
mariscal de campo, pero que somete á su decisión
empleo militar que debe ejercer, y las gracias
por
campo
Junta acordó darle
la
acción del 28 de junio, auto-
la brillante
rizándole á seguir
el
usando
las
de
divisas
mariscal de
Por su parte, Moreno escribía también de gobierno comunicándole las
el brillante triunfo
armas de
le
consecuencia
severas
para
habitantes
de
feliz
combinada con
Comandancia general de
—
demás posiciones que quedaban á
las
los independientes,
y
los
cañones del fuerte del
brero saludaron con sus disparos cedores,
á quienes aclamaron con
habían permanecido en él, gloria
el
Som-
los
inquirir
el
paradero de una considerable suma de dinero
enterrada por
el
hacienda,
la
dedicó á
se
marqués en su misma casa, y habiendo
comenzado á cavar en uno de
los
traron desde luego algunos pesos,
aposentos se enconlo
que hizo que se
procediese con mayor empeño en la excavación,
estando
presentes el mismo Mina,
oficiales
Moreno, Ortiz y tres
La suma
mayor.
extraída de aquel escondite
y desde este punto
,
pero
el
dinero en la caja militar,
se halló disminuida la cantidad en treinta
la escolta
algunos,
'.
recordar
basta
el
activísimo
participio
tomado por Moneada á favor del gobierno español y en perjuicio
de
sus
compatriotas
para
,
considerar
ajustado á las duras leyes de la guerra.
Mina consigo
tres cañones que el
en su hacienda
al huir
marqués
después
propietario,
el
la
del Jaral dejó
velozmente hacia San Luis.
Dos comisionados de
la junta
de Taujilla,
el
lo felicitaron
fuerte del Sombrero,
el
y á su vuelta
en nombre de aquella corporación manifes-
tándole en los términos
más
cordiales la gratitud que le
gobierno provisional por sus importantes servi-
cios.
Tratóse en aquellas conferencias del plan de opera-
ciones
que
debía
adoptarse,
también
y presente
á
hacienda
del
título,
salir
Mina y
Jaral
,
' AlamAn. — Historia de México, tomo lY, pégs. 585 á Memorias de Robinson págs. 124 á 131. Este último autor
cuyo
don Juan de Mon-
Dinero acuñado Barras de plata y ropos Géneros de los almacenes
183,300 pesos fuertes. 86,000 » » 30,000 » » 5,000
»
»
150 bueyes á 14 duros
2,100
»
»
306,400 pesos fuertes.
sus expensas un regimiento del que fué nombrado coro-
edificios
los
trescientos
engrosó
de
con
este rico propietario
había forti-
de su hacienda, defendiéndolos con
sus ciento
sirvientes,
y que
cuarenta
este
soldados
número
realistas
pudieron escapar ilesos de la rota del Terrero.
se
que
Resuelto
á castigar á este declarado enemigo de la independencia,
Mina
llegó el 7 de julio
(1817) á
cuyo punto acababa de huir
el
la vista del Jaral,
marqués con
los
de
hombres
> Véuse parte de Mina fechado el 1.° de julio en el fuerte del Sombrero y publicado en fuesíniile por el feñor Hernández Dávalos en el Boletín, de la Sociedad mexicana de Geografía ¡/ Estadlstira, 2.' época, tomo III, páRR. 144 y 145, y artículo adjunto del mismo señor Hernández Dávulos, en que pone de manifiesto las inexactitu-
des en que incurrió Roi)inson ol escribir esta parte de su obra. Alasigue el inexacto relato de aquel autor.
mán
587, y
se di-
funde con este motivo en pormenores ajenos de la historia. El marqués del Jaral, en informe que elevó al gobierno vireinal, valorizaba la pérdida que sufrió entonces del modo siguiente:
Maíz
Mina sabía que
el
la
desde los primeros días de la revolución, y sostenido á
nel.
doctor
don José de San Martín y don Antonio Cumplido, espe-
eada, había hecho constante guerra á los independientes
ficado
llevó
entusiasmo los que
volvieron
marqués de ese
aquél
También
regreso de los ven-
zar en el Terrero. días
tres
Este hecho de Mina ha sido censurado por
pero
,
Algunos
y
mil pesos, que fueron sustraídos por algunos soldados de
el
que sus compañeros de armas acababan de alcan-
Moreno con dirección á
al
Al llegar á esta
debía
poder participar de
sin
daño
hiciese
á
raban á Mina en
y
se
las
noticia de este triunfo fué celebraba con intenso
júbilo en Jaujilla
no
fuerte del Sombrero en asnos y muías.
de Potosí, Excelentísimo en el Sombrero, 1.° de Julio de 1817. Exmos. Sres. Presidente y Señor. Pedro Moreno. vocales del gobierno provisional.»
La
que
en carretas hasta San Bartolo
la provincia
—
en
ascendió á ciento cuarenta mil pesos, que fueron llevados
que operan contra la provincia de Potosí, la oportunidad de batirse el 28 del pasado junio en el rancho del Terrero, camino para San Felipe. Esta acción ha sido muy gloriosa y su resultado el más favorable para la República. La serie de acontecimientos y el detall de la jornada los manda á V. E. el señor Mina, y la nota de lo tomado al enemig-o y de nuestra pequeña pérdida el señor coronel Noboa, jefe del Estado mayor. Dios g-uarde á V. E. muchos años.
vencer
y Mina, después de
á la Junta
casualidad, decía, proporcionó á la divi-
sión del señor Mina,
que
Luis
alguno
última posición fué puesto
«Una
dirigiéndose á San
independientes,
los
órdenes
dictar
obedecían,
Ninguna resistencia tuvieron
que acaba-
independencia:
la
57U
de armas que Potosí.
del Estado
efectivo.
ban de alcanzar
SIOLÜS
Jjüb
«Es muy
añade Robinson, que el marqués haya perdido la suma que resulta de la cuenta anterior, pero no fué la que cayó en manos de la división, y también se puede asegurar que dos de los renglones mencionados son enteramente falsos. Si el marqués ha presentado esta cuenta al gobierno vireinal, no sólo ha faltado á la verdad, sino se ha portado poco generoso con Mina. Supongamos que cualquier jefe patriota hubiera estado victorioso en el Jaral, ¿cuáles hubieran sido las consecuencias, según la práctica uniforme de los patriólas y realistas en semejantes ocasiones? ¿Se hubiera respetado la propiedad y refrenado los desórdenes de la tropa? ¿No hubieran sido saqueadas la hacienda y las casas de los dependientes? ¿No hubieran quedado vacíos los almacenes y los graneros, y robados todos los ganados? Y después de cometer estos excesos ¿no hubieran terminado poniendo fuego á lo hacienda y á todo lo que no hubieran podido llevarse?... Así, pues, si Moneada sufrió realmenle la pérdida mencionada, no se debe atribuir toda á Mina; quizás sus mismos dependitíntes se aprovecharon de la ocasión, y sabiendo que sería muy fácil atribuir á los soldados de aquél toda clase de excesos, se hicieron dueños de lo que los vencedores habían respetado.»
posible,
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
580
presbítero don José Antonio Torres, quien tenía el grado
de teniente general y
mando de
el
numerosas gue-
las
marchar
Aguijaron
encuentro del intrépido navarro.
al
la actividad del virey las repetidas
órdenes que recibió
diseminadas al sur de la sierra de Coraanja y provincia de Valladolid, se convino en seguir sosteniendo
en aquellos días del gobierno español, quien sabiendo
Som-
ción á las costas de México, prevenía que todo se pos-
rrillas
los puntos fortificados, esto es, las posiciones del
brero y de los Remedios, cerca de Pénjamo, y no obstante la
del padre Torres
mayor graduación
que Mina ejerciera
mando
el
acordóse también
,
manifestando
superior,
el
primero que en consideración á los talentos militares y á la
fama que á éste distinguían
no vacilaba en someterse
,
que Mina había salido de
Estados Unidos con direc-
los
com-
pusiese al objeto de perseguirle hasta alcanzar su
En
pleto exterminio.
de
salieron
para
hacia Querétaro, lugar señalado
capital
la
primeros días de julio (1817)
los
reunión del cuerpo de ejército, varios batallones
la
otros partieron de diversos puntos para
y escuadrones;
mariscal de campo don
á sus órdenes y en poner á su disposición los seis mil
concentrarse en esa ciudad, y
hombres que
Pascual de Liñán, nombrado comandante en jefe de la
Sin embargo,
obedecían directamente.
le
notaron los circunstantes que causó secreto despecho en el
padre Torres la distinción que se había concedido á
Mina, y según consigna Eobinson en al
terminar
la
Young
coronel
junta en que se adoptó
tal resolución
á otro de los
— «Me
dijo
que debemos confiar en todos en
Memorias,
sus
oficiales:
los jefes patriotas,
,
el
parece excepto
padre Torres; veo la envidia pintada en su rostro;
el
nos engaña; es preciso desconfiar de
pues de seguro
él,
es enemigo de nuestro valiente general.»
habían impulsado
le
La completa
Castañón redoblaron vireinal.
la
estaba pronto á morir por la independencia de México;
campaña que se había propuesto
de
explicó
el
adoptar,
y concluyó recomendando á
plan
los jefes
allí
con-
marcha de Mina y
patria
religión
y
rezadas
objeto
al
patriótico
Y
enemigo común. levantados ordenó
al
para que enviase sus
al
coronel Noboa, jefe de su Estado al
padre Torres para dirigir las
Sombrero
al
constantes
independiente
las provisiones
Los
defensores.
que nece-
comisionados
enemigo de
la
robos
asesinatos,
bajo pena de muerte y confiscación de bienes, que nadie
en manera alguna; prometía una gratificación
por cada uno de ción
y
los
el indulto al
al
que
que
le
lo
entregase, y otra de cien
seguían
mismo Mina,
ofrecía la gratifica-
;
si
se presentase,
de cincuenta pesos y pasaporte para
de
individuos
su tropa
que
con
y una
salir del país
armas
á los
caballo
ó
se
acogieran al indulto.
Que
cerro de San Gre-
el
dio ocho mil pesos á este jefe
y
sitaban
combatir y vencer
de los Remedios en
fortificaciones
ende-
dando ejemplo de estos sentimientos
Mayor, que acompañase
gorio,
de
la concordia
guerra
declaraba traidor á
y desgracias que ese perverso había hecho en Real de Pinos, Valle del Maíz y varias haciendas,» mandaba,
de quinientos pesos
y
12 de
el
las acciones de lo
teniendo en cuenta «la destrucción,
tropas la disciplina militar,
encareciendo á todos, como
publicada
sacrilego malvado,
rey,
al
lo auxiliase
la unión
Ordóñez y
y perturbador de la tranquilidad del reino, que á punto de afirmarse en todos sus ámbitos.
gregados la necesidad de introducir y conservar en las
prenda segura de victoria,
del
y esfuerzos del gobierno
Una proclama de Apodaca,
inexactitud, la
Y
que
declarando
provisional,
encontraron
allí
la diligencia
campo
el
después de referir someramente, aunque con notable
julio,
estaba
gobierno
derrota de los realistas en
Terrero y la muerte que
su
al
demás
tropas que se hallasen en las provincias circunvecinas.
á abrazar la causa de la libertad mexicana; aseguró de adhesión
de las
disponer
de
orden
la
por él sostenidas hasta entonces,
Mina expuso extensamente, en esa ocasión y con ardorosa elocuencia, los motivos que
recibió
división,
el
los
partidarios
sucesivos de Mina alentaron á los
triunfos
de
independencia
la
en
misma ciudad
la
autor de las
Memorias
de la revolución de México, obra escrita á
raíz de los
capital del vireinato, dícelo
el
volvieron á Jaujilla, y Torres regresó á los Remedios,
sucesos que refiere, y en ella se hallan consignadas las
prometiendo
dificultades
al
general en jefe
el
pronto envío de abas-
tecimientos y de auxilios de gente, armas y pertrechos
Mientras
Mina
que
organizaba
posible su pequeña división auxilios de soldados
y pedía,
y armas á
la
cien
gobierno contrastar
hasta
soldados
vireinal al
entonces
al
mando
desplegaba
denodado
modo
junta de Jaujilla y
promesas,
sus
del
todos
campeón
mejor
correo tras correo,
padre Torres, quien, no obstante envió
del
i.
coronel
sus
que
su marcha con una
Borja,
el
recursos para
había
serie
al
sólo
señalado
continua
de
que se oponían á esos partidarios para secun-
dar los esfuerzos que desplegaba
general en
el valiente
"Los extraordinarios sucesos que
los
campos de batalla:
de
Mina se referían en México animaron tanto á
patriotas de esa
ciudad, que se
los
reunían en los cafés,
hablaban sin rebozo de aquellas noticias y expresaban abiertamente sus deseos y temores, en términos que
el
gobierno hubo de saberlo y adoptó severas providencias
No
contra algunas personas distinguidas.
embargo, cesaba ni disminuía
por esto, sin
la fermentación...
un hombre en quien podían
En
aquel
y á
Esperaba Apodaca que la división mandada por Armiñán bastase á destrozarle, pero la noticia de la
quien estaba reservada !a gloria de plantar la bandera de
batalla de Peotillos le desengañó por completo,
la libertad
victorias.
obligán-
dole á formar un verdadero cuerpo de ejército que debía '
Memorias de Bobinson,
págs. 131 ó 134,
caudillo veían
mente les
en
la capital
los criollos los
de
que
Y
la colonia.
así
pensaban
;
confiar,
no eran sola-
muchos españo-
miraban coa entusiasmo á Mina, y
lo
único
que
581
MÉXICO Á TSAVES DE LOS SIGLOS era verlo al frente de un número tan reducido
sentían
de
soldados
absoluto,
para
los horrores
exponer á sus familias á todos
sin
persecución y de la venganza.
la
cabo
á
llevar
sometidos como se hallaban á un gobierno
auxiliarlo,
de
podían
nada
pues
,
eran
í:stas
miento en favor de la causa que Mina había venido á
mas
defender;
de México y de otras ciuda-
los patriotas
des populosas deseaban sinceramente que saliese victo-
y estaban prontos á unírsele en
rioso
primera ocasión
la
se ocultó á
Mina
movimiento de concentración
el
de tantas tropas enemigas contra
mente contra
el
Bajío, y particularel 14 de
de Comanja, y desde
la serranía
de Jaujilla que hacia
julio avisaba á la junta
San Felipe se hallaba una fuerte división
rumbo de
el
realista,
y
le
pedía refuerzos para salir á su encuentro; algunos días
en
le serían
breve para la defensa del Sombrero.
En
efecto,
Querétaro
campo Liñán
de
mariscal
el
llegó
á
8 de julio y se ocupó en fortificar la ciudad
el
para ponerla
abrigo de un asalto
al
luego propuso al
;
virey salir á la cabeza de todas las tropas disponibles
busca
en
primer
Mina
de
,
apenas
Querétaro
á
llegase
se encaminaron hacia esa ciudad y sus
mando
alrededores todas las tropas que debían operar al
de Liñán dida
,
y llegó á León una gruesa brigada desprende
cuerpo
del
de
ejército
Cruz,
mando
hacia 'mediados
Guanajuato
de
provincia
al
habiéndole precedido Orrantia y Ráfols
del
Entró Liñán en
brigadier don Pedro Celestino Negrete. la
el
Aprobada su resolución
de Zaragoza.
batallón
Apodaca,
por
favorable."
No
elementos de defensa que tan necesarios
los
las
que estorbaron por entonces un movi-
consideraciones
Este imprudente y desgraciado combate, aparte de menguar un tanto el prestigio militar de Mina, debilitó día.
,
de julio,
que se situaron
que había adquirido respecto del número de tropas con
en Dolores y San Felipe; Negrete, á quien se dio el nombramiento de segundo en jefe, recibió orden de
que Liñán intentaba atacar las posiciones del Sombrero,
marchar con todas sus tropas de León hacia
después
comunicaba
también
escribía
y
recibiendo
auxilios,
Borja,
coronel
del
á
misma junta
la
padre
al
de
Torres
en
demanda
cien hombres
éste
noticias
las
de
mando
al
hemos dicho más arriba ^
según
Sabiendo entretanto que la villa de León
estaba débil-
mente guarnecida se propuso intentar una sorpresa, y en 26 de julio salió del Sombrero con dirección
la tarde del
aquel
á
lugar,
de
seguido
soldados
cuatrocientos
de
caballería é infantería.
suburbios
los
de
columna de Mina
la
,
y
al llegar
León, en horas avanzadas de
y
entró tras ella hasta cerca de la plaza
á
viva fuerza uno de los cuarteles.
,
logrando ocupar
Sin embargo,
el
fuego de cañón y de fusilería dirigido por los defensores de la villa era vivísimo
y
mortífero,
sido mal informado respecto del
aquel
momento ascendía á
gran parte de
los
la
número de
que en
éstos,
mil, bajo las órdenes de los
No
coroneles Falla y Andrade. ción numérica,
pues Mina había
obstante la despropor-
independientes se batieron
durante
noche con impávido valor, y sólo retro-
cedieron cuando cayó herido mortalmente á la cabeza de
una de
las
columnas
el
mayor don Gabriel Márquez, que
tanta bravura había mostrado un
Terrero.
del
Al
consistiendo su
muertos,
mes antes en
amanecer dispuso Mina
campo
retirada,
pérdida en ciento ocho hombres entre
heridos y prisioneros
'^.
La de
mucho mayor, contándose también en
fué
la
el
neros que tomó Mina en
el
los
realistas
ella los prisio-
Negrete
taro.
el
que aquella
Documentos inéditos de
la
Colección de
J. E.
julio.
fin
de combinar
visto que Mina,
creyendo
había quedado débilmente guarnecida,
villa
Apenas hubo vuelto este
caudillo á las posiciones
movió desde sus
del Sombrero, la división realista se
acantonamientos, y
el
de los independientes.
31 de julio se presentó á la vista
Mina comunicaba
al
padre Torres
este importante suceso en los siguientes términos:
que serán las dos ha avistado Liñán á este fuerte, al atacar en combinación con Negrete. de que una columna de ochocientos
«A
esta hora,
y cuarto del día, se que parece trata de
He tenido noticias á mil hombres, que salió ayer de los Altos para la Tlachiquera, ha retrocedido hoy á su punto de partida, lo que parece indicar que viene á reforzar á Liñán. Sería muy conveniente que reúna V. E. sus mejores tropas para atacar vigorosaó á los que intentan acometernos en caso de que formalicen el sitio, quedando á la elección de V. E. el punto que presente menos obstáculos, á fin de obtener un resultado favorable. Salud y Libertad. Sombrero, á 31 de Julio de \9,V1.— Javier Mina. —Excelentísimo Señor Teniente general Don José Antonio
mente á Guanajuato
Torres.»
y
luego añadía, en postdata,
«Se
me van
lo siguiente:
enemigo que da ver marchar la
los ojos tras del ejército
está subiendo, por el gusto
Hernández Dá-
Parte de Mina á la Junta de Jaujilla. (Documento original que pertenece al señor Hernández Dilvalos). Alamán asienta equivocadamente que Mina atacó á León durante la noche del 27 de
salió
Queré-
de León con parte de sus fuerzas
rechazado.
buen orden
que
me
'.»
Fuerte de dos mil seiscientos hombres con catorce
valoB. *
Ruiz, jefe del
durante la noche del 26 y fué vigorosamente
tropa en tan «
coronel
el
plan de ataque, y ya hemos
cuartel de las Animas, y á
al siguiente
y
norte
fué situado en Silao con instruc-
para avistarse con Liñán en Silao, á
quienes puso poco después en libertad, en tanto que los
aprehendidos por los realistas fueron fusilados
previniese;
ciones de conservar expedita la comunicación con
la
noche, arrolló impetuosamente una avanzada del enemigo
le
batallón de Navarra,
la atacó
Rápidamente marchó á
cuando se
el
cañones era '
valos.
la
Documento
división realista que se presentó ante el inédito en la Colección de
i.
E.
Hernández Dú-
BIÉXICO ¿ TBATÉS DE LOS SIGLOS
i82
Sombrero
habiéndose
31 de julio,
situado antes
el
Gabriel Rivas, y á otros sesenta hombres entre muertos
y
de pre-
y heridos. Mina se portó en esta refriega con su acostumbrada bizarría, y armado de una lanza dio ejemplo
venir cualquier ataque que contra esta ciudad intentase
de bravura á sus soldados en los momentos decisivos del
el
teniente coronel Ráfols con mil soldados de infantería caballería entre Silao,
dirigir
León y Guanajuato, á
fin
padre Torres ó algún otro de los guerrilleros
el
Liñán dividió sus tropas en tres secciones:
del liajio.
al mando inmediato del brigadier Loaces y formada de seiscientos diez y siete infantes y quinientos caballos, se situó en la altura dominante del cerro de las
la primera,
Tablas, y con ella
puesta
de
doscientos
trescientos ochenta
drones, á
el cuartel
cincuenta
Toluca y
de
infantes
distintos escua-
órdenes del brigadier Negrete, ocupó
las
el
con
sitiadores
los
desca-
este
labro no intentaron nuevos ataques durante algunos días,
y adoptaron
el
plan de continuar cañoneando los parape-
tos é impedir la bajada de los contrarios
á
barranca
la
de Barbosa en busca del agua.
general; la segunda, com-
y cuatro dragones de
Escarmentados
asalto.
Mina, entretanto,
una y otra carta
dirigía
al
padre
Torres pidiéndole auxilio de víveres y excitándole nueva-
mente á marchar contra Guanajuato, á
de dividir la
fin
atención y las fuerzas de los sitiadores, y le recomen-
daba también que
rrillas
las tropas
le
conveniencia que resultaría
la
si
las
gue-
obedecían impidiesen el abastecimiento de
realistas.
«Para evitar
bloqueo de este fuerte,
decía
le
continuación
la
el
2
del
de agosto, será
necesario que V. E., reuniendo todas sus fuerzas, marche
Guanajuato impidiendo toda comunicación entre
contra Silao, los
León y
sitiadores,
los
circule órdenes á todos
y
comandantes subalternos para que impidan á su vez
toda entrada de víveres en esas poblaciones y en
pamento de Liñán, castigando con los
Mina
Sello particular del general
contraventores.
sitiadores
cam-
la última severidad á
mejor modo
El
el
de
obligar
á
los
á retirarse es, sin disputa, atacar vigorosa-
mente á Guanajuato, centro de sus recursos: este movicerro
y al que por nombre de aquel
este motivo se dio
situado al sur
desde entonces
mandaba por
el
el
y
jefe;
la tercera,
Ruiz y su segundo
coronel
Orrantia,
de cuatrocientos sesenta y tres infantes y tres-
fuerte
tomó
setenta y nueve jinetes,
cientos
opuesta de la barranca
ladera
en la
posición
Barbosa,
de
oriente de las fortificaciones del Sombrero.
hacia
el
Dentro de
éstas, el
número de defensores apenas ascendía á sete-
cientos
la
;
artillería
inservible en su
para
la
guarnición y
é individuos
el
aunque
pues
numerosa
,
se
hallaba
los víveres eran escasos
número grande de mujeres, niños
el
inermes
completa,
era
líquido,
,
mayor parte;
allí
para
refugiados
y
;
la falta
de
proveerse
este
Desde
madrugada del
la
el coronel
1."
Sombrero,
al
que
dores
1.
En
las
los
las
sino de
prudencia; y
la
que, por último, nos socorremos mutuamente sin dejarnos
perecer como ellos mismos vociferan.»
pués,
el
4 de agosto,
le
decía:
Y
dos días des-
«Hace cuatro
estamos rigorosamente sitiados por Liñán,
días que
Orrantia y
Negrete: hace tres que carecemos de agua, teniendo que
tomar la que bebemos á costa de mejores oficiales y soldados
,
la
sangre de nuestros
y aunque con éste son cua-
observado hasta
Euiz.
tro los correos
de los
sitia-
primeras horas del día 4 los realistas
la
presente ningún movimiento que prome-
ta esperanza; por tanto, del patriotismo de
V. £., visto
el
estado de las cosas que le represento en pocas palabras,
depende
iudependientes
filas
unión; que
con
precioso
de agosto los cañones
contestaron
causando considerable pérdida en
procedemos
que
ver
combinaciones exactas y reguladas por
la salud
de la República, que pongo en las manos
de V. E., seguro de que no tendré que arrepentirme.»
de Liñán rompieron vivísimo fuego sobre las trincheras del
hará
de agua
necesario fuera bajar al arroyo que corría por
de la sección mandada por
les
nuestros movimientos no son efecto del acaso,
que envío á V. E. solicitando su ayuda y que se intercepten las víveres al enemigo, no hemos
fondo de la barranca de Barbosa y exponerse á los
tiros
miento
En del sitio
efecto, la falta
y
de agua desde los primeros días
la escasez de víveres,
que cada vez fué mayor,
hicieron sufrir cruelmente á los defensores del Sombrero; la
provisión que
de
la
primera había hecho cada uno
atacaron denodadamente los parapetos del cerro por tres
antes del asedio se consumió bien pronto,
puntos distintos: los batallones de Navarra y Zaragoza
tomarla del arroyo á costa de mucha sangre; la espe-
lograron llegar hasta cerca de las trincheras, pero fueron
ranza de las lluvias se había frustrado, pues para mayor
recibidos con un nutrido tiroteo que les forzó á reple-
angustia casi todos los días aparecían
garse, después de perder al comandante de Zaragoza, don
hinchadas nubes que descargaban á mucha distancia ó
en Véase parte de Mina dirigido oí padre Torres y publicado en el Diccionario unicersal de historia y geografía, artículo Comanja. El parte original se halla en poder del señor Hernández Davalo?. •
los
puntos ocupados por
sobre la cima del Sombrero.
los
y
en
era preciso
el
realistas, pero
Solamente una vez
horizonte
ninguna (el 6
de
agosto) cayó un aguacero, y los sedientos sitiados tuvie-
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS ron agua para algunas horas, calmándose un tanto la
agravó
el fuerte
que ofrecía
aflictiva situación
,
pero entonces se
hambre y hubieron aquéllos de matar á los
el
caballos, asnos y perros que tenían para alimentarse con
No
su carne.
ignoraban estas dificultades los realistas, y
varias veces algunos
de Zaragoza
del batallón
oficiales
se acercaron á hablar con Mina
,
que se asomó á
lo alto
de los muros, y trataron de persuadirle de su apurada situación
,
terminando por invitarle á pasarse á las
Mina
del rey.
les
de
la
respondía con franqueza, manifestán-
que
doles los motivos
banderas
filas
habían impulsado á seguir las
le
independencia, á cuya sombra
resuelto á vencer ó morir
estaba
i.
Mina la
el
acuerdo de
la junta
de guerra, salió del fuerte en
noche del 8 de agosto, siguiéndole
los coroneles Borja
y Ortiz y quedando la guarnición del fuerte á las órdenes de don Pedro Moreno. jefes
sitiadores la
Pudieron burlar
los tres
,
gracias á la oscuridad
al recio viento
y
que á
pero grande fué su sorpresa al día
sazón soplaba,
siguiente no hallando al cuerpo de tropas lo
animosos
con sus respectivos asistentes la vigilancia de los
que Mina resolvió proteger,
que pudiese reunir,
la salida
de Noboa, por
frente de las tropas
al
de los del fuerte, «no obs-
tante, dice en su parte oficial á la junta de Jaujilla, lo
mucho que con
el
abandono de esa posición iba á per-
derse en dinero, cañones y pertrechos; en buenos oficia-
Tres noches después de la tentativa hecha por
el
les heridos
que no podrían marchar; y sobre
que tanto influye en
todo,
en
Pero antes
enemigo para apoderarse del fuerte, esto es, en la del 7
la opinión
de agosto, Mina se dirigió al frente de doscientos cua-
de ordenar la evacuación quiso introducir algunos víveres
renta hombres hacia
con un pelotón de
y agua, escoltándolos con cien hombres y yendo acompañado de Borja y Ortiz, pero no pudo lograrlo, y después
y
del regimiento
de un reñido combate (noche del 12 de agosto) se vio
siguieron los
demás de su
obligado á retirarse perdiendo casi todos los víveres, que
el
campamento de Negrete
reductos atacó y tomó personalmente
treinta soldados de la guardia de honor
de la Unión,
pero no
pequeña columna, y
le
los realistas,
,
cuyos
recobrados de su asom-
la
guerra."
cayeron en poder de las tropas de Liñán.
Al mismo tiempo
bro, cargaron contra él con numerosas fuerzas obligándole
el
padre Torres, que había salido
á retroceder y á dejar algunos heridos, que fueron fusila-
de sus posiciones de San Gregorio llevando algunas pro-
dos por los realistas al siguiente día.
visiones á los independientes del Sombrero, fué rechazado
de víveres y de agua y
por Ráfols en las llanuras de Silao, y retrocedió maltre-
de cooperación por parte del padre Torres, no
cho, á su punto de partida. Mina, al saber este descala-
Este descalabro, la falta
la escasez
obstante las repetidas instancias escrito,
que
le
había hecho por
obligaron á Mina á reunir una junta de guerra
manifestando á los oficiales que la formaron
apurado de
la situación
resolvió que el
donado.
Los sufrimientos de
y
La
junta
más después de
saliese del fuerte en
com-
lutamente
pidiéndoles
y mismo general
lo crítico
bro, hizo llegar al fuerte su orden para que fuese aban-
consejo.
1,
la guarnición
los víveres
aumentaron más y
de Mina. El agua faltaba abso-
la salida
agotado y las muni-
se habían
pañía de los coroneles Borja y Ortiz para que al frente
ciones disminuían rápidamente
de todas las guerrillas que hallase en los contornos y
resolvieron economizar sus disparos.
unido á un cuerpo de mil hombres, que según los últimos
Liñán y sabiendo que Mina se hallaba ya fuera de
,
por
lo
que
los defensores
Habiéndolo notado la
informes se había aproximado á las líneas sitiadoras tra-
yendo á su cabeza
y procurase
al coronel
Noboa, cayese sobre éstas
forzarlas á levantar el
sitio
2.
Cumpliendo
brero, pero permaneciendo allí el mariscal de campo Moreno, creemos enteramente arbitraria la afirmación de Robinson y de Alamán, que lo sigue en esta parte, al decir que el coronel Young quedó con el
Véase
—
obra de Robinson, póg. 165 Alumán dice que Mina manifestó á los oficiales realistas que su objeto era el restablecimiento de la Constitución, privando á Fernando Vil de los recursos que sacaba del país para sostener su autoridad despótica, y que, habiéndolo ofdo los mexicanos del fuerte, esto contribuyó á aumentar la desconfianza que muchos tenían de la sinceridad de sus intenciones. Don Agustín Rivera, en el opúsculo que publicó en Lagos, (1875), con el título de Viaje á las ruinas del fuerte del Sombrero, afirma que en una de esas entrevistas Mina dijo á gritos al oficial realista Pasos que no defendía la causa de los independientes, sino la causa liberal de España, añadiendo que no amaba d los americanos ni mucho ni poco. Aparte de que las palabras y hechos de Mina durante su rápida campaña contradicen abiertamente la afirmación de ese autor, necesario sería para admitirla convenir en que Mina carecía del tacto más elemental para manifestar á gritos su despego hacia aquellos que le estaban oyendo y que formaban la mayor parte de los defensores del fuerte. A mayor abundamiento, tenemos á la vista unos apuntes escritos por el general don Refugio González, niño entonces, y que se hallaba con su padre, el coronel don Santiago González, dentro del fuerte del .Sombrero, en los cuales refuta con sólidas razones y con la autoridad de testigo presencial la afirmación de don Agustín Rivera. ' Parte de Mina dirigido á la junta de Jaujilla con fecha 10 de agosto de 1817. (Este documento inédito se halla en la Colección de 3. E. Hernández Dúvalos). En esa comunicación oficial nada dice el general respecto del jefe que quedó mandando en el Som'
la
—
—
mando de las armas. «Mina y Moreno habían
' creído que los fuegos del fuerte protegerían la toma del agua fallidos sus cálculos, creyeron que la falta era muy fácil de repararse, supuesto que, estando en la época de las lluvias, se haría abundante provisión de las que el cielo les enviara. Pero pasaron los días; la corta cantidad del líquido reservado en el aljibe comtin y en poder de los individuos se agotó al cabo, aunque :
cuidado con esmero, y comenzaron terribles padecimientos. Los niños, las mujeres, los hombres más débiles perdieron la fuerza y el sentido; unos lloraban, los otros, sin vigor para manejar las armas, corrían por todas partes como insensatos. En balde se distribuía para mitigar los horrores de la sed una ración de meiecal, y se recurrió á chupar el jugo de algunas plantas; aquellos licores irritaban más las desecadas fauces y producían nuevos y espantosos males. Los más arriesgados bajaban á la barranca á ver si burlaban la vigilancia del enemigo, y casi siempre pagaban su temeridad con la vida. Se aprovechaban también las noches oscuras; pero sentidos por la larga fila de los centinelas realistas, apenas podían llenar alguna pequeña vasija, que sólo servía en el fuerte de avivar el deseo de cuantos no podían alcanzar algunas gota?. La lluvia era el único recurso, el remedio ansiosamente esperado. Las nubes se presentaban en el horizonte, subían, engruesaban, ocultaban el sol y formaban sobre Comanja un negro dosel; llenos los corazones de esperanza y de ansiedad, sin hacer caso del incesante fuego del contrario, los habitantes del fuerte, sin apartar los ojos, seguían obstinadamente el movimiento de los vapores; preparaban cuantos utensilios tenían propios para recoger agua; sacaban las imágenes de los santos y les dirigían fervientes é incesantes oraciones;
posición, determinó atacarla receloso de que se evadiesen
también
En
DE LOS SIOLOS
HKX.ICO Á TBAVÉS
584
que quedaban aún dentro de sus parapetos.
los
tan críticas circunstancias Moreno y
enviaron dos parlamentarios
al
el
coronel
Young
general español en solici-
noches que siguieron á
Casi todas las mujeres y los niños que dentro de
otras condiciones que las de una entrega á discreción
guarnición hacer
en
15 de agosto.
la tarde del
el asalto
Protegidas por los fuegos
de sus baterías marcharon denodadamente las columnas realistas hasta llegar á los fosos
zadas
,
de
las trincheras
avan-
pero fueron recibidas con nutridos disparos que
desordenaron, no obstante los esfuerzos de los oficia-
las
que excitaban á
les
tropas con
las
su voz y con su
él
se
salieron con grandes dificultades exponiéndose á caer en
manos de
Cumpliendo su propósito, Liñán mandó efectuar
embravecida refriega del día 15.
hallaban, y entre éstos parte de la familia de Moreno,
tud de una capitulación, pero éste se negó á conceder '.
la
los
Preciso fué al resto de
la
mismo, y Moreno dispuso que
la
sitiadores lo
'.
salida se efectuase en las altas horas de la noche del 19.
Enterróse
el
poco dinero que había en las cajas, destru-
yéronse las armas que no era posible llevar, se clavaron los cañones,
y quedaron abandonados en
hospital los
el
heridos y enfermos, quienes al ver partir á sus hermanos
de armas pedíanles que les quitasen la vida para no morir á manos de los realistas
,
y
otros
manos para no pronunciar
se
cubrían
el
ejemplo; en estos momentos cayó un fuerte aguacero, y
rostro con las
creyendo Liñán que las armas de fuego de
Los que marchaban, convencidos de que era imposible
se habrían inutilizado por este motivo,
los defensores
mandó volver á
á tantos infelices, en
consigo
llevar
el
su
último adiós.
mayor parte
la carga; resonaron
de nuevo los tambores y clarines, y las columnas ascendieron otra vez ¡levando preparadas
heridos gravemente, evitaban también una cruel y eterna
las escalas
ción
;
por fortuna para los independientes se des-
pejó el cielo
y cesó de
pudiendo hacer uso de
llover,
despedida.
A
las
marchando á
nel don
once de la noche se movió la guarni-
cabeza don Pedro Moreno y
la
Juan Davis Bradburn, pero algunas mujeres que
sus armas, y fué tal el fuego que hicieron que los asal-
habían quedado en
tantes se retiraron precipitadamente,
y quizás no guardaron
mulo que
les
á pesar del estí-
mismo general en
ofrecía el
jefe
presentándose en los lugares de mayor peligro. doscientos hombres entre muertos
Liñán
Más de
y heridos tuvieron en
este porfiado ataque las tropas del rey,
en tanto que
pérdida de los independientes fué corta, defendidos
la
como
se hallaban por sus parapetos;
pero lamentaron la
muerte del teniente coronel don Manuel González y llevó la cabeza,
No
la
Young á quien una bala de cañón
del valiente coronel
ya en
los últimos
cambió, empero,
la
sitiados la heroica defensa
momentos
del combate.
desesperada situación de los
que hicieron de sus parapetos
el coro-
se adelantaron á la columna
el fuerte el
necesario silencio,
pues que
percibiendo los soldados de Navarra la masa informe que
formaban
los sitiados,
dieron la voz de alarma arrojando
cohetes de luz como estaba prevenido y haciendo nutrido
y mortífero fuego.
Entonces se introdujo espantosa con-
fusión: los disparos de fusil
oscuridad;
los
gritos
y de cañón en medio de
de las mujeres y los niños;
la los
lamentos de los heridos y las voces de mando de los jefes se
mezclaban en aquella noche sin que fuese posi-
ble concierto ninguno en
pleto desorden.
medio de tan horrible y com-
Don Pedro Moreno,
y algunos más hasta
el
el coronel
Bradburn
número de cincuenta lograron
en la tarde del 15 de agosto. Aparte de los sufrimientos
ponerse en salvo á favor de la niebla que envolvía esa
que
noche
les
habían afligido desde
añadióse otro
muy
el
principio
del
asedio
grave después de aquel combate:
el
insoportable hedor que producían tantos cadáveres inse-
y que llenaban
pultos das.
los fosos
de las trincheras avanza-
Sin esperanzas de recibir auxilio ninguno, faltos de
víveres, de agua y municiones, y sabiendo que el
Mina había ordenado de los
defensores
lo
la
mismo
evacuación del fuerte, muchos
abandonaron
durante las
cuatro
chubasco iba á caer, ¡vana esperanza! las nubes impelidas por viento dejaban caer avara y desdeñosamente algunos gotas en el recinto, de la fortaleza, y se desata))an é torrentes á pocos pasos, en el campamento español y en los vecinas llanuras de León. Las mujeres guardaban tristemente sus vasijas, se dejaba sin rezo á ios santos y volvían á los labios las imprecaciones de la desesperación.» (Diccionario uniceisal de historia y yeograjía. México, 185G, artículo Comanja). «Pensó entonces Young en evacuar el fuerte, dice Robinson en sus Memorias, y mientras se hacían los preparativos para ello se presentó en el alojamiento de don Pedro Moreno para concertar el plan de salida. Estaba á la sazón este jefe con algunos de los oficiales mexicanos y el mayor Mauro, que entonces mandaba la caballería. Habiendo oído la proposición del coronel, le respondieron que el fuerte podía sostenerse aún y que ellos lo defenderían sin necesidad de los norte-americanos. Palabras que ofendieron ú Young Bobremanero, quien declaró que también defendería la posición hosta lo último y que sucumbiría untes que rendirse.» el el
'
la
sierra de
Comanja; otros, y fueron
retrocedieron hasta el fuerte, hallándose
los
más,
entre ellos los
coroneles don Santiago González
esposa é hijos
la los
y don José del Fierro y pequeños de Moreno; pero casi todos
antiguos soldados de la división de Mina, extraviados
en las asperezas de
la sierra,
fueron acuchillados en las
' «En la barranca del Rincón había un lugar que permitía el descenso en línea recta. A la media noche se ponía una persona en pie sobre una peña, atada de la cintura con la extremidad de una soga, y era descolgada por medio de varias sogas y recibida abajo por un indio. Este había trepado antes por las peñas con la ligereza de un gato, y había recibido la suma correspondiente á las perFonas que iba ú extraer, á razón de veinticinco pesos cada una. Cuando ya habían sido descolgadas dichas personas, el indio se alaba ú la cintura un cordel, los fugitivos se asían de éste para no extraviarse y comenzaban á andar con el menor ruido posible por las veredas que conocía muy bien el conductor. Cuando el indio oía algún ruido ó creía oirlo, se echaba en tierra imitándole los que lo seguían hasta que nada se escuchaba. Así caminaban hasta alejarse de las líneas sitiadoras, retirábase el indio y cada cual marchaba por donde le parecía mejor. De esta muñera se escaparon don Manuel Orozco, don Manuel Zermeño, don Rafael Castro y don Pascual, doña Isabel doña Ignacia y doña Nicanora Moreno, hermanos de don Pedro; la esposa de éste no se otrevió ú ser descolgada con sus pequeños hijos por temor de que llorasen y fuesen descubiertos por el enemigo. Resolvió, pues, quedarse en el fuerte, y junto con sus hijos esperar allí la muerte. ( Viaje al fuerte del Sombrero, por don Agustín Hivera, púg. 44). ,
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS primeras horas del día 20 por la caballería realista
mando de tasio)
y Villaseñor.
marchó
al fuerte
el
fugitivos
los
vuelto á él la noche anterior le
el
20 de agosto (1817),
seguido de algunas compañías de Zara-
goza y de Navarra, y aunque
,
obligados á trabajar durante dos días
que habían
opusieron alguna resis-
pudo vencerla prontamente
quedando prisioneros
,
coronel Fierro, que fué inmediatamente fusilado; el de
veinte
realistas
fusiles
siendo
de artillería,
piezas
y una gran cantidad de
muy abundantes
de cañón, cartuchos y
las balas
la división realista
abandonó aquel campo de desolación
y muerte marchando contra por
el
padre Torres en
el
las fortificaciones levantadas
cerro de San Gregorio.
Después de haber intentado Mina abastecer
par de una muerte segura, gi'acias á su ánimo arrojado,
del Sombrero,
y que huyendo por peligrosos despeñaderos se reunió al cabo de algunos días con el infatigable Moreno; la
nar á sus defensores que rompiesen
la
familia de González
como doscientos soldados, siendo estos últimos en los dos días que siguieron á en
tas
en
el
fuerte.
el
no
hospital
la
fusilados
entrada de los realis-
vencedor,
el
número
total
pudien-
;
de fusilados
en
el
el
cerco, se dirigió
al cerro
de San Gregorio,
un cuerpo de
Silao encontró
el
campo
al
cerro
de San Gregorio
halló al padre Torres
que
el jefe
Sombrero, y
del
fortificar
damente que
el ejército real
del cerro del
Sombrero marcharía á atacarle
dice Eobinson en sus
opusieron
á
tan
Memorias, muchos crueles
órdenes,
oficiales
que
y suplicaron
al
general que suspendiese la ejecución de los prisioneros hasta recibir la aprobación del virey. inexorable, ellos intercedieron
favor de aquellos
desventurados.
Aunque aquél hasta
se
último en
lo
Después se supo que
había llegado el perdón concedido por el virey
;
pero era
aquel punto,
abastecerlo y disponer la defensa, pues presumía funda-
«Hubo
en los regimientos españoles de la división de Liñán,
comandaba.
17 de agosto, dos
el
del fuerte
ocupado en
lo
de muertos por la caballería, de Bustamante y -.
mo-
doscientos enemigos, que logró desbaratar en pocos
mentos, quedando en
días antes de la evacuación
Villaseñor ascendió á cuatrocientos cincuenta
mostró
y á su paso entre León y
Llegó
do asegurarse que
se
con cien hombres de caballería
fueron respetados por
el
el fuerte
aunque con adverso resultado, y de orde-
Los heridos y enfermos que había
quien ordenó que se les pasase por las armas
fuerte y
así
^,
cuatrocientos
de guerra, no
útiles
pólvora que hallaron en los reductos. El día 22 de agosto
igual graduación don Santiago González, que logró esca-
esposa é hijos de éste, y
en la destrucción
de las fortificaciones del Sombrero, en las que hallaron los
Liñan, apenas amaneció
tencia
al
Bustamante (don Anas-
los tenientes coroneles
585
Atendiendo los
los consejos
comandantes que
,
después de tomar posesión sin demora.
de Mina ordenó Torres á todos
le
en
obedecían
mando, que intentasen auxiliar
la
de
zona
su
de los que defen-
la salida
dían aún aquel fuerte, pero apenas se había expedido
esa disposición llegó la noticia del triunfo de Liñán, y
Mina supo algunos acabaron sus Afligióle
detalles del pavoroso desastre en que
fieles
y probados compañeros de armas.
sobremanera
el
de sus antiguos cama-
triste fin
radas, y forzado á cambiar su plan acordó con Torres
tarde."
Antes de recibir
la
muerte, los prisioneros fueron
que éste se quedaría en San Gregorio, mientras que la
La esposa é hijos de Moreno, así como la de don Santiago Gonzúlez y sus pequeños hijos Refugio y Felipe, fueron llevados presos á León, obligándoles á andar á pié parte del camino, y en seguida á Silao, en calidad de detenidos bajo la vigilancia del capitán don Pedro Pasos, que por sus atenciones y cuidados les hizo más llevadera su triste situación. Los hijos de González, Refugio y Felipe, estuvieron algunos meses en la cárcel de Irapualo, y tanto éstos como la madre, y la esposa é hijos de Moreno, no fueron puestos en completa libertad hasta el mes de junio de 1819. (Véase opúsculo de don Agustín Rivera intitulado Via/e al fuerte del Sombrero, San Juan de los Lagos, 1878). Hemos tenido también á la vista apuntes inéditos del general don Refugio González. ' Alamán dice que en la persecución perecieron casi íorfos los que salieron con Moreno, y que los heridos y enfermos fueron fusilados, y que igual fin tuvieron los prisioneros que hizo Liñán al posesionarse del fuerte, añadiendo que estos últimos serían más de doscientos y que sólo se perdonó ú las mujeres y á los muchachos, y que ni el soldado que indicó donde estaba enterrado el dinero alcanzó gracia. En el parte que el teniente coronel Revuelta, comandante realista de Lagos, dirigió á don José de la Cruz, comunicándole la ocupación del cerro del .Sombrero, se lee lo siguiente: «...No podré expresar á V. E, el pormenor de nuestros enemigos, pero de los extranjeros que vinieron con Mina convienen todos en que á lo sumo deben existir cosa de veinte los demás murieron en las diversas ocasiones que intentaron salir, con treinta ;/ cinco ó cuarenta más que vi fusilar antes de ayer y ayer. El número de prisioneros del país llegó á cosa de cuatrocientOi>, de los cuales se han pasado por las armas con^o trefcientos.» El parte oficial de Liñán dice, además, que todos los prisioneros fueron fusilados, excepto las mujeres y los niños. En vista de todo esto, no nos parece exagerado afirmar que los independientes que sucumbieron en el Sombrero, en el combate de la noche del 19 de agosto, en la persecución que hizo Bustamante y pasados por las armas, fueron cua-
él
á
cabeza de un cuerpo de caballería, y unido con don
'
Encarnación Ortíz, Huerta y otros comandantes, recorrería la
comarca circunvecina, hostilizando á
tas é impidiendo
que éstos recibiesen víveres,
tiempo que intentaría meter en pudiese.
En
los realis-
mismo
al
fuerte los
el
más que
consecuencia de este acuerdo, Mina dejó en
San Gregorio todos los soldados extranjeros que habían logrado reunírsele después del desastre del día 19, aun-
que bien reducido era su número, y situándose desde luego en este lugar
escribía
el
campo de
á Torres
según noticias fidedignas á
él
el
la fortaleza
los
Reyes. Desde
de setiembre, que
1.°
comunicadas, Liñán ase-
guraba que en breve y sin grande dueño de
de aquel punto
salió
esfuerzo
se haría .
de los Eemedios, pues que algunos
de los que la guarnecían estaban dispuestos á entregarla.
«Cuidado,
mucho cuidado,
añadía
Mina,
con
los
de
;
trocientos cincuenta. T.
1U.-74.
adentro y los de alrededor del fuerte.
Ponga usted su
confianza en el señor Zarate y en don
puede usted decirles que yo el
doctor y los americanos.
bres
,
lo digo.
Pablo, y á éstos También son de fiar
Yo tengo
y respondo con mi cabeza que
si
cerca de mil
no toman
el
homfuerte
por medio de alguna intriga y se ven en la precisión de estar algún tiempo en las inmediaciones
del fuerte, acá-
586
MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS ellos.
Ahora obraré con actividad para llamar-
les la atención
mientras se concluyen las obras que yo
baré con
En Remedios podemos
delineé.
cuidado
con
veces peor que nosotros.
acabar con ellos; pero
Están hambrientos y mil
traiciones.
las
Circule usted una orden rigu-
rosa para que sean aprehendidos todos los que desertan
de la división que yo mando ahora; que se
me
obedezca
y que se fuerza de tres á cuatrocientos hombres
bajo pena de perder los jefes sus comandancias
organice otra
,
para reponer las pérdidas y mantener en pié la división, mientras
el
enemigo trata de atacar
procuraré buscar dinero para sostenerla
que yo
fuerte;
el
'.»
Estas seguridades de triunfo que Mina consignaba correspondencia
en su
con
Torres,
deben verse
más
bien como estímulo, para que no desmayasen los defensores de
San Gregorio, que como expresión de una con-
fianza
que no era posible que alentase, en vista de
En
escasos elementos de que podía disponer.
de
la
los
hacienda
Tlachiquera se unió con la guerrilla de don Encar-
la
y nueve hombres de su antigua
nación Ortiz, y con diez
división que habían escapado de las matanzas ordenadas
por Liñán en
el
Sombrero. Luego que
el
general los vio,
y creyendo que eran en mayor número, corrió á abrazarpreguntándoles con ansia dónde estaban
los,
La
respuesta fué:
— «Han perecido.» —Esta
los
demás.
cordillera situada cuatro leguas al poniente de Pénjamo.
Desde
en que se asienta esta población
llanura
la
suelo va ascendiendo
hasta
y en
altura,
lentamente hacia aquella montaña
punto llamado Tepeyac,
el
que
el
el
los
que es
de mayor
el
independientes construyeron un
fuerte que vino á ser la llave de la posición; desde
allí
el terreno desciende hasta volverse á levantar en otra
eminencia
uno y otro punto
entre
obras
llamada Panzacola;
y
,
el
perímetro
en
tos, levantados
,
los
estaba
comprendido
espacio
el
diversas
por
cubierto
que defendía una
serie de parape-
puntos que no se hallaban res-
guardados naturalmente por despeñaderos y profundísimos barrancos, se cerraba en el fortín de la Cueva. Por el
fondo
de
una barranca colocada hacia
corría un arroyo, casi bajo los del recinto había pozos
visión de
agua
muros del
el
poniente
fuerte,
y dentro
que aseguraban abundante pro-
á los sitiados,
quienes, además, contaban
con grandes abastecimientos de víveres. norte de nantes,
la
cima de todas esas eminencias
que
,
La
posición toda recibió el
Remedios, y
parte
el
cerro
camino para llegar á los
independientes
creyeron imposible que el enemigo colocase rías.
la
alturas domi-
de Tepeyac erguíase
al baluarte
y frente
del Bellaco, pero era tan áspero el la
Hacia
posición se alzaban algunas
allí
sus bate-
nombre de fuerte de
número de sus defensores ascendía á
noticia fatal
los
observaban,
mil quinientos, hallándose entre ellos don Manuel Muñiz,
vieron que no pudo contener las lágrimas por sus anti-
de siniestra memoria, quien después de haberse indul-
compañeros que habían desaparecido para siem-
tado tres meses antes y de contribuir eficazmente á la
intensamente á Mina, y los que
afligió
guos pre
2,
Recobrando prontamente su natural serenidad, se
ocupó en organizar del
que
le
lo
seguían,
y
el
mejor modo posible las fueraas 3
setiembre atacó y tomó la
de
muerte del bravo don Víctor Rosales
empuñar
la
tacamento realista de setenta hombres que no quisieron
Remedios
Toda
mera vez
la guarnición
dio oídos
Mina
á,
cayó prisionera, y por pri-
venganza, ordenando que
la
fuesen fusilados treinta y uno de los que formaban aquel
destacamento llamas.
«
y que la hacienda se entregase á las Para evitar nuevas atrocidades dice Robinson ,
en sus Memorias,
Mina,
sin
era preciso castigar las cometidas.
embargo, detestaba este espíritu de represa-
las
armas por
',
había vuelto á
independencia, alentado por
la
las victorias que alcanzó Mina en su marcha desde Soto
hacienda fortificada del Bizcocho, defendida por un des-
rendirse.
el
Marina hasta lo
Bajío.
el
El mando superior de
tenía el padre Torres,
defensa habían sido dirigidas por
el
los
pero las obras de coronel don Diego
Noboa, jefe de Estado Mayor del general Mina. Liñán y Negrete se presentaron ante las fortificaciones de los Remedios el 31 de agosto (1817). La infantería realista se situó en la parte opuesta de los
barrancos, formando campos baluartes del fuerte
;
atrincherados
frente á los
de uno y otro lado de las eminen-
y esta ocasión fué la única en que se le puede echar en cara una severidad excesiva, n Poco antes de
cias ó crestones
en que aquélla se colocó corrían pro-
fundas barrancas
,
este combate, unióse á
rado contra los ataques que intentasen dirigir á su línea,
lias,
Mina
el
distinguido patriota don
José María Liceaga, antiguo miembro de
la
junta de
y de este modo Liñán estaba asegu-
de un lado los sitiados,
y
del
otro la caballería
de
También estos hundimientos del terreno protegían
Zitácuaro y del Congreso de Chilpancingo, quien después
Mina.
de la disolución de este cuerpo político había vivido
á los sitiados de los asaltos de los sitiadores.
oculto en una de sus haciendas del Bajío.
de la áspera subida que llega hasta la cima del Bellaco, los realistas pudieron allanarla y allí colocaron una bate-
Antes de seguir Mina en sus rápidas y atrevidas excursiones por la intendencia
mos
decir
lo
que pasaba en
el
de
Guanajuato,
ángulo suroeste de la
misma, donde se hallaba Torres afrontando Liñán.
debe-
al ejército
de
El cerro de San Gregorio se levanta en una
ría
que empezó á disparar sus fuegos sobre
Véase facsimile de esta carta. El original «e halla en documentos de J. E. Hernández Davalos. Memorias de Robinson, póg. 180.
la
Co-
al lado
adyacente del costado que defendía
dos cañones y dos obuses.
lección de *
pesar
reducto de
Tepeyac; otras baterías quedaron establecidas frente á los fortines de la Libertad, Santa Rosalía y la Cueva; y punto de Panzacola se formó un
'
el
A
'
CapltuloIV,
lib.
m.
el
escarpado
campo atrincherado con
Enfrente de todos los pun-
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
—— -^
—
"
ic^^*^'
^Oífxx>
í¿fíC, pero no fueron sostenidos por los demás gue-
nía de Fernando VIL Marchó en derechura á Puruándiro,
rrilleros,
El coronel don Encar-
que pelearon en desorden según su costumbre,
y que dieron lugar á que se rehiciese gando á su vez y obligando á
Mina á por
el
enemigo, car-
masas de caballería de
retirarse precipitadamente,
y fueron perseguidas
teniente coronel Bustamante. Considerables fueron
las pérdidas listas
las
el
de los independientes, pero también los rea-
lamentaron
Mina entre las
la
luego
Valle de Santiago,
al
caminata llegó á
hacienda de
Caja,
la
Con
cerca de mil hombres de caballería.
rodeaban, y seguido de
inmediatamente
la
vencedores intentasen seguirle.
que acababa de producir
Las
la tenaz
á
éstos
y
el Valle,
Guanajuato,
y precauciones
tantas
de octubre llegaba á la mina de capital
de
la
intendencia,
sabido su aproximación;
allí
,
que la
al
miembros
gobierno provisional,
con
los
que
sin
nadie
con
remedio de tan
cuales noventa eran de infantería.
Con
grande dificultad como para concertar
el
plan de sus futu-
cauciones que había tenido en su
marcha hasta
ras operaciones.
la
orden de reunir
del
las guerrillas
Dejando á Moreno
y de esperarle en
la
el
hacienda misma de la
avanzó en
la
mañana
ciudad sin haber
Véase parte de Mina á la junta de Jaujilla en tórico de Bustamante, tomo IV, págs. 372 y 373.
Cuadro
que
de los
mismas prela
Luz,
del día 25 entraba en las calles ])rincipales de la
sido
sentido
por
la
guarnición.
Sin
embargo, una patrulla que se hallaba en aquellos momentos en la calle de los
el
las
lo
noche hasta los arrabales de Guanajuato;
Mina, acompañado de veinte hombres, se puso en camino y llegó á Jaujilla el 12 de octubre. Fué recibido «
hubiese
formó sus tropas en dos columnas, y á las dos de la
allí
Caja, que sólo fué ocupada momentáneamente por Orrantia,
del
se le unió don Encarnación
ascendió su tropa á mil cuatrocientos hombres,
acuerdo
Mina se
amanecer del 24
Ortiz al frente de un refuerzo considerable,
de
que
Luz, poco distante de
á Jaujilla, tanto
procurar,
los
apartándose
indisciplina de los guerrilleros le determinaron á dirigirse
para
rápida
uniéndose á
camino real y marchando á campo travieso, con tanta
Caja,
los
la
pasó
;
en cuyo lugar aumentó su
dirigió
lo
dos días
Moreno que había logrado concentrar en aquel punto
prontitud
que
allí
fuerza con algunos voluntarios, y continuando su
oficiales y soldados llegó al rancho de Paso Blanco, distante una legua de la hacienda de la
fatales consecuencias
detúvose
paso con su intrepidez de siempre
un pequeño grupo de
sin
;
venían acompañándole desde Jaujilla y
enemigas que
filas
la tira-
en donde fué recibido por los habitantes con grandes demostraciones de regocijo
de muchos de sus soldados.
abrió
se
(19 de octu-
para combatir
él
Pocitos
dio
la
his>
Memorias de Robinson, pégs.
207 á 209.
voz de alarma, y
,
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS movimiento
en
púsose
orden
por
guarnición;
la
del
comandante militar don Antonio Linares se colocó un cañón en la plaza, y sus disparos contuvieron
la
columna
591
inmediata á Irapuato, adonde pernoctó
Las llamas que se alzaban del
bre.
incendiado por
tiro
de Valenciana,
como hemos dicho
guerrillero Ortiz,
el
24 de octu-
el
madrugada
principal de los asaltantes que avanzaba por la calle del
ya, indicaron á Orrantia,
Ensaye. Momentos eran éstos de cargar impetuosamente,
dirección
toma de Guanajuato hubiera sido el premio de tanto denuedo. Así lo comprendió Mina, y no obstante su
Guanajuato, donde llegó tras una fatigosa caminata de
ningún conocimiento de aquella ciudad intrincada excitaba
habían salido esa misma mañana rumbo á la Luz, y sin
á sus soldados á que avanzasen ordenadamente hasta la
perder momento salió para Silao,
y
la
Todo fué en vano, y aquellas tropas
plaza.
nadas de caballería
,
indiscipli-
sordas á la voz de su general y de
algunos oficiales que le secundaron,
se
desparramaban
por las torcidas y estrechas calles sin unir sus esfuerzos
de ninguna de las posiciones defen-
ni intentar el asalto
Viendo Mina que no era posible
didas por la guarnición.
restablecer el orden en aquellas masas ordenó la reti-
«Esta
rada.
dera fuga
fué,
dice
,
con tropas como aquellas, una verda-
un historiador
que rodean á
gargantas
;
todos pretendían
Guanajuato,
modo obstruyeron
pasar al mismo tiempo, y de este
De
y se produjo una inmensa confusión.
desfiladeros
doce horas.
los la
la
del
25, la
de que los independientes
Allí le informaron
tarde del 26, avisándole
Mina debía pasar
la
allí
noche en
en
donde
entró
rancho del Venadito
el
tos caballos,
y
al
amanecer del 27 de octubre llegaba á
gones de Frontera, comandados por
el
teniente
coronel
don José María Novoa, avanzasen á galope para impedir de Mina y de los que en su compañía se hallaban.
la fuga
Don Pedro Moreno
fué
el
que primero percibió
estruendo del escuadrón enemigo, y levantándose violen-
próxima á
las trojes, seguido de su criado
;
éste le pro-
y éstos se desordenaron entonces más y más. Al fin pudo el general, á costa de infinitos esfuerzos tranquili-
habiéndolo permitido Moreno marchó á su destino,
un tanto y hacer que marchasen con algún con-
cierto.
Durante este terrible trastorno,
coronel indepen-
el
tamente tomó su espada y huyó á una cañada que estaba puso que volvería á las
zarlos
i;
de aquel lugar, mandando que ciento veinte dra-
la vista
plaza salieron algunas partidas á tirotear á los fugitivos,
,
la
comandante Reinoso que
el
púsose en marcha Orrantia esa misma noche con quinien-
á las estrechas
al llegar
en
probable de Mina, é inmediatamente marchó á
fué aprehendido
t7'oJcs
para traer
inmediatamente por
los
caballos,
los
y
pero
asaltantes, y á
fuerza de amenazas lograron que indicara el sitio en que se hallaba su amo.
diente don Francisco Ortiz pegó fuego al tiro general de
Allá se dirigieron varios oficiales y soldados, y se trabó un combate rápido y sangriento:
mina de Valenciana, y Mina, indignado por este hecho,
Moreno, sin más armas que su espada, se defendió con
la
y no menos por
la indisciplina
el
de las tropas durante
el
y reuniendo allí á los oficiales les afeó su conducta, y publicó una orden del día censurando á los que lo merecían y elogiando á En seguida los pocos que habían cumplido como buenos. combate, hizo
mandó que
alto
en la Luz,
se fuesen á sus respectivos distritos, recomen-
bravura entonces
de le
los
que deseaban
realistas,
dispararon,
y
un balazo
cogerle
que
vivo;
recibió
el
valiente patriota en la cabeza le echó por tierra, cubierto
de honor y de sangre; ya derribado, los soldados taron
la
cabeza y corrieron
á
trofeo al coronel Orrantia, quien
presentar lo
ese
le
cor-
fúnebre
envió en seguida al
dándoles que no dejasen entrar víveres á Guanajuato,
brigadier Negrete.
porque no desistía de atacarla en coyuntura más propicia,
bién de la troje, sin casaca y sin armas, y aunque trató
y quedando con una escolta de infantería y caballería, cuyo número fué de setenta hombres, llegó en la mañana
direcciones;
26 de octubre
del
á
hacienda
la
al
rancho del Venadito, perteneciente
de la Tlachiquera,
Mariano Herrera ^»
oficiales
que habían escapado de
las
se
rindieron al
sueño
Hemos el
Atado fuertemente, fué llevado de
Orrantia,
la
noche del 26 en
campo de Liñán,
salía
actividad
de Puruándiro
él
:
el
la
mismo
'
Hemos
día
que
Mina
entraba en aquel lugar, y siguién-
extractado en esta cita
lo
Orrantia tuvo la cobardía de pegarle
con su sable dos cintarazos;
acción infame, como la mismo Alamán, llama y que motivó las siguientes palabras de Mina, que dejaron confuso y humillado al vil coronel realista: este infortunio
— «Siento
me
es
haber caído prisionero; pero
mucho más amargo por
estar en
continuó con
dole á poca distancia perdió sus huellas en una hacienda
Memorias de
quien olvidando los fueros de la desgracia
noble entereza,
Memorias de Robinson, pág. 223, se lee que un ecleMina en su marcha al Venadito corrió á Silao y dio aviso de ello al comandante realista. Don CarlosM.de Bustamante adopta esta relación (Cuadro histórico, tomo IV, página 379), pero en la pág. .533 del mismo tomo rectifica diciendo que el que informó al comandante Reinoso. jefe realista de Silao, de la marcha de Mina al Venadito y de su estancia en este lugar, fué un '
acostumbrada
prisionero á presencia
el
ción que se le había ordenado; pero apenas hubo llevado
su
el
y á su patria; y como Mina contestase á su vez con
días de ince-
visto á Orrantia, vencedor en la hacienda de
un convoy de víveres
regimiento de Frontera llamado José María Cervantes.
matanzas del Som-
10 de aquel mismo mes, suspender la persecu-
al
entonces fué aprehendido por un dragón del
le prodigó indignos ultrajes, llamándole traidor á su rey
unas trojes del rancho del Venadito.
la Caja
de reunir su gente, toda ésta había huido ya en distintas
y algunos otros
éste,
Mina y Moreno, después de varios
sante fatiga,
de don
Acompañaban á Mina don Pedro
Moreno, don Pascual, hermano de
brero.
propiedad
Entretanto, Mina había salido tam-
que dice Robinson en sus
la revolución de México, pags. 219 y 220.
En
las
siástico á quien encontró
tal
Glagoya, dueño de un rancho cercano
al del
Venadito.
:
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS
592
manos de un hombre que no respeta el nombre español ni el carácter de soldado i.»— Don José María Liceaga, don Pascual Moreno y algunas otras personas que acompañaban á Mina en el Venadito pudieron huir á caballo;
demás
las
la
recibieron
muerte inmediatamente,
excepción de don Mariano Herrera
dueño de
,
la
con
hacienda
Fué muy
festejada por los realistas la noticia de la
aprehensión de Mina, y á medida que se iba difundiendo rivalizaban
las
autoridades en empeño para celebrarla
En México
estrepitosamente.
campanas y hubo salvas de provincia
solemnizada
fué
gracias,
escapar fingiéndose loco durante varios años.
se ocupó en premiar á los
Mina fué llevado á hensión;
mismo día de su apre-
se le pusieron grillos en los pies, y según el
allí
historiador
Silao el
Alamán
ver aquel general estos instru-
al
,
mentos de tortura, exclamó:
— «¡Bárbara costumbre espa-
ñola! Ninguna otra nación usa ya este género de prisiones;
más horror me da
verlas que cargarlas.
condujo á Irapuato, llegó
Encargóse
Remedios.
— De
allí
se le
y siempre escoltado por Orrantia
campamento de Liñán, frente
al
»
su
custodia
Navarra, y despojado de sus
fuerte de los
al
regimiento
al
prisiones
recibió
de
desde
dio
gobierno vireinal averiguar quiénes habían sido
el
las
personas que en Europa y los Estados Unidos contri-
buyeron á formar la expedición y lugares de
Nueva España estaban
planes y proyectos de Mina, se rrogatorios,
sin
le
las
que en diversos
Robinson
riador oficiales
realistas
rrogatorios,
afirma
y aquéllos
que excitó en todo las simpatías
hacia
el
haber
hablado
con
algunos
el
le
aseguraron de
ejército
la
la conducta
admiración
de Mina y de
que ese noble comportamiento hizo nacer
prisionero en todos los oficiales
campamento de Liñán
y soldados
del
2.
Alamón, Robinson y Bustamnnle refieren epta escena de la misma manera. El primero de estos autores publicó en el Apéndice del lomo V de su Historia de México una explicación de Orrantio, que vivía aún en 18!)2. Ka ella dice el antiguo coronel realista que no pudiendo sufrir las expresiones denigrantes de Mina contra el rey y las tropas realistas le dio dos plana.ios con el sable, y que al recibir los golpes no dijo las palabra? que le atribuyeron los historiadores ni ninguna otra, pues quedó callado. Por confesión del mismo Orrantia queda, pues, plenamente probado su villano y vil '
proceder, y en cuanto á su negación respecto de las nobles palabras de Mina al recibir ese cobarde ultraje, no debe concedérsele gran valor si se considera que ellas fueron el mejor cnstigo que pudo imponerse al coronel Orrantia. Además, preciso es tener en cuenta que esa penosa escena pasó ú presencia de varias personas, quienes conservaron y transmitieron las dignos palabras de Mina. ' Alamán y Bustamante, en sus respectivas obras históricas, han publicado la siguiente carta, según dicen, escrita por Mina al general Liñán «Señor General: Quiero tener la satisfacción de manifestar á V. S. que voy á morir con la conciencia tranquila, y que si alguna vez dejé de ser buen español, fué por error. » Deseo que V. S. tenga mejor suerte que yo, y sin ser traidor al partido que abracé y ha hecho mi desgracia, deseo que V. S. salga con feliridad en todas sus empresas. »Mi sinceridad no me permitiría decir eso é V. S. si no estuviese convencido de que jamás podrá adelantar nada el partido republicano, y que la prolongación de su existencia es la ruina del país que V. S. ha venido á mandar. »Si todavía me restan algunos días de vida, desearía decir verbaliiiente á V. S. lodo cuanto juzgo conveniente para la pronta pacificación de estas provincios, y después que el público esté informado
le
el
uso
título
el
de
Conde del Venadito, «que conservó, dice un historiador, á pesar de haber representado para que se
por parecerle ridículo,
ñaba
el
nombre
le
cambiase,
acompa-
del lugar que
al título nobiliario."
El interés que empezaba á inspirar Mina entre
y soldados de Liñán y
oficiales
el
de la misma capital suerte que
los habitantes
saber su aprehensión y presentir
al
obligaron al virey
estaba reservada,
le
los
sentimiento de sim-
muchos de
patía que por él se difundió en
Apodaca á ordenar á ese
que se hallaron presentes á esos inte-
y se
tarde el gobierno de
metrópoli premió al virey Apodaca con
la
El histo-
soldado de
al
se le hizo cabo
Más
de un escudo conmemorativo. la
obispo
Orrantia fué
:
de los soldados de la división fué agraciado con
inteligenciadas de los
que este bravo caudillo diese informes
el
aprehensores
Mina
el
gobieino vireinal
una gratificación de quinientos pesos, y cada uno
sometió á largos inte-
ningunos que cedieran en perjuicio de otros.
vuelo las
pontifical
ascendido á coronel efectivo del ejército,
entonces las consideraciones á que era acreedor. Desean-
do
y en Puebla cantó ésta de Luego
don Antonio Joaquín Pérez.
caballería que aprehendió á
á
en las capitales de
Te-Deum y misa de
con
que fué encarcelado en Irapuato y luego sentenciado á la pena de muerte, de la que pudo
de la 'flachiquera,
echaron
se
artillería;
En
miento del prisionero.
que procediese
jefe
al
fusila-
consecuencia, el 11 de noviem-
bre (1817), á las cuatro de la tarde, fué conducido Mina por una escolta de cazadores de Zaragoza
al
cerro del
Bellaco, porque Liñán quiso atemoiizar con el sangriento
espectáculo á los defensores del fuerte de los Remedios.
Los dos campos,
en
solemne silencio, atentos á eminencia,
siniestra
No y
lo
y
que iba á pasar en
la
en
para sitiadores y sitiados.
visible
flaqueó el valor del ilustre navarro en este postrero
instante,
terrible
paso firme
con
herido
oficiales
un
en
de
que
la
lugar los
que asistieron
que se
sitio
al
muerte por
de
sepultado
después
y después de decir á
soldados
los
dispararle: — «No me hagáis sufrir," — mar-
que debían chó
profundo
estaban
efecto,
espalda
inmediato
cirujanos al
de
de los
y cayó
cadáver
su
' ;
al
señaló
le
la
fué
ejecución,
cuerpos
y
los
fusilamiento firmaron una acta
que se publicó en la Gaceta de México algunos días más tarde.
Así terminó su brillante carrera, cuando no había'
cumplido aún veintiocho años de edad,
del estado y naturaleza de esta revolución, la oferta que hago á V. S.
el
generoso y
no temo su juicio sobre
» Permítame V. S. que tenga la satisfacción de decirle su afecto Jaeier Mina. Señor Mariscal de campo y pui?ano, Q. S. M. B. general en jefe don Pascual Liñán.» Robinson, en sus .Vemoría,», tiene por apócrifa la curta anterior, y añade que Mina escribió desde su prisión al teniente coronel don Pablo Krdozafn, que se hallaba dentro del fuerte de los Hemedios, dándole instrucciones respecto de olgunos asuntos particulares ¡/ exhortándole á continuar obrando con honor ij firmeza. ' Todos los caudillos de la independencia que fueron fusilados pues se les declaró traidores al re cibieron la muerte por la espalda
—
—
,
rey y á la patria.
(1810)
ALLENDE. — (1813) MATAMOROS.— (1817) MINA HÍiEOES DE LA INDEPENDENCIA
MÉXICO A TKA.VES DE LOS SIGLOS valiente joven
^
los nobles
Aparte de
móviles que
impulsaron á combatir por la
le
independencia de México, y sin atender precisamente á las altísimas
Por
que tanto terror infundió en los domina-
dores con sus rápidas y señaladas victorias.
prendas de que estaba dotado,
nombre
el
tuvo los
lo
593
demás, justo es decir que
el ilustre
Mina no
decidido y eficaz auxilio que debieran impartirle
el
demás caudillos de
Los que más
la independencia.
distantes se hallaban del territorio en que aquel valiente jefe
combatir á las tropas del rey, no
colocó para
se
de
pudieron apoyarle más que con sus votos y esperanzas,
nuestra patria con vivido fulgor, porque su aparición en
pero los que como Torres peleaban en la misma zona,
y
el
memoria de Mina lucirán siempre en
la
suelo mexicano y su sorprendente
meses reanimaron
las
Nuevo Mundo. de
superficiales
la
la
lucha
completa separación
anduvieron remisos y mezquinos en socorrerle y secundarle.
y lúgubre
hubo de parte de
sin
años de asoladora contienda,
sufrirían
para los el
todavía las
observadores
dominio tranquilo de
contradicción tras varios
pero las proezas de Mina
triunfo, los
y
la perseverancia,
propugnadores de
las
fe
en
el
que es la primera virtud de
grandes causas.
' «Nadie, dice Kobinson, historiador de la memorable campaña de Mina, nació con mejores disposiciones para llevar ú cabo el loable empeño de propagar los beneficios de la libertad entre los hombres que el general Mina. Su talla era de cinco pies y siete pulgadas, y aunque no corpulento, era bien formado. Su estructura física tenia todas las cualidades necesarias para una vida activa. Tenía grandes prendas morales y valor personal en grado eminente. Sereno ú la hora del peligro, siempre estaba dispuesto á aprovecharse de todas las ocasiones favorables que le presentasen las vicisitudes de los sucesos. Cuando estaba á la cabeza de las tropas, les inspiraba su arrojo. Era en extremo frugal, y no le hacían impresión ninguna las más duras privaciones. Su cama se componía, por lo común, de la capa y de la silla de su caballo. Aun en la mayor intemperie y pudiendo tener alojamientos cómodos, pasaba la noche en medio del campo con sus soldados. Era afable, generoso, sencillo, humano y moderado, y unía á todas las dotes del militar los modules del hombre civilizado.» (Memorias de la reeolución de México, pégs. 229 y 230).
T. III.
de Mina
expedición
los sucesos
La
el
llega
vencimiento
relación que
hemos
demuestra, á nuestro juicio, que
si
caudillos independientes falta de
los
diligencia patriótica para apoyar la acción vigorosa del
adalid que se presentó á sostener la causa común,
no
puede afirmarse que éste fué víctima de
de
la envidia
Torres ni de ningún otro jefe de la revolución.
Más fundadamente pudiera
estaban demasiado recientes y su recuerdo mantuvo en
corazones de los patriotas la
la
del general navarro.
Nuevos reveses
más de una vez
esforzados
fin
hecho de
España parecía ejercerse
los
El historiador de
hasta acusar á aquel jefe de haber causado
más importante de sus posesiones en
independencia, y
la
siete
esperanzas de los defensores de la
que sólo había de terminar con entre España y la
armas
campaña de
próximas á extinguirse, y continuaron
libertad,
el
la historia
atribuirse el malogro de
una expedición que comenzó bajo tan la falta
de un plan determinado y
miento
que su jefe pudo
hombres.
En
al
adquirir
felices
auspicios, á
escasísimo conocidel
y de sus
país
vez de enervar sus fuerzas en la estéril
defensa del cerro del Sombrero,
debió
multiplicar
los
atrevidos y felices ataques que tanto terror infundían á las
tropas realistas.
Y
si
en lugar de arrojarse contra
Guanajuato cediera á los consejos de
la junta
de Jaujilla,
pocos meses después hubiérase alzado en Michoacán al frente de un ejército, fuerte por el
número y
plina, y quizás habría dado cima á la obra
en 1810.
Su
brillante
campaña
la disci-
empezada
es, sin embargo, uno de
mejores episodios de la historia de la revolución, y Mina significa para todo mexicano generosidad, valor y los
libertad.
—
CAPITULO
VII
— Sitio y toma por los realistas del fuerte de Palmillas en la provincia de Vera— Devastadoras correrías de las tropas de Hevia en la Tierra caliente. — Muerte del guerrillero Vergara. — Los indios insurgentes del Coyusquihui ó Coxquihui. — Ferocidad de 'los jefes realistas
Sucesos de
mayo hasta diciembre de
guerra desde
1q
cruz (julio de 1817).
— Son
1817.
fusilados los prisioneros independientes.
—
Barragán, Kilisola y otros en la provincia de Michoacún. Don Ignacio López Rayón es aprehendido de orden de la junta de Jaujilla el general Bravo (9 de febrero de 1817) Don Nicolás Bravo ocupa el cerro Es confinado en seguida á la estancia de Patambo. de Cóporo (julio de 1817). Lo ataca el coronel realista don Ignacio Mora y es rechazado con grandes pérdidas (1.° de setiembre).
—
por
—
—
— Toma Márquez Donayo el mando de las tropas sitiadoras. — Asalto ordenado por Márquez Donayo (1.° de diciembre). — Huida de los defensores y aprehensión de casi todos. — Bravo logra salvarse y se dirige á Huetamo. — Guerrero en Sur, durante segundo semestre de 1817. — Combate y toma de Alahuistlán por los realistas (17 de octubre). — Dispone Apodaca la aprehensión de Berdusco y don Ignacio López Rayón. — Son sorprendidos y presos estos dos caudillos (10 y 11 de diciembre de 1817). — Cae también prisionero don Nicolás Bravo (22 de diciembre). — Son conducidos los presos á Cuernavaca y entregados al comandante militar en esa villa (enero de 1818).— Emprende residentes salen del fuerte y se establecen coronel .\guirre el sitio de Jaujilla. — Los miembros de la Junta de gobierno bhXbl ranchería de Zarate, al sur de Valladolid (fines de diciembre de 1817). — Ruidosa desavenencia entre Cruz y la audiencia de Guadulajara (mayo de 1817). — El primero destierra á dos oidores y manda aprehender á otros dos. — Exposición que con este motivo dirige la Audiencia á Fernando VIL — Curiosas revelaciones contenidas en ese documento. — Término de este enojoso asunto. — Afirmación del historiador Bustamante. —Sucesos militares en la Huasteca y Llanos de Apam en los últimos meses de 1817. — Muerte del guerrillero Avila. — El realista Casasola persigue á las partidas independientes de la serranía de Ajusco. — Muerte de Pedro el Negro. — Continuación del sitio que puso Liñán al fuerte de los Remedios. — Asalto infructuoso de los realistas (16 de noviembre de 1817). — Pérdidas considerables que sufren. — Agótanse las municiones de los sitiados. — Desesperado ataque dirigido por éstos (23 de diciembre). — Son rechazados con grandes pérdidas. — Situación angustiosa de los sitiados por falta de municiones. — Deciden evacuar el fuerte. — Salen durante la noche del de enero de 1818. — Son atacados vigorosamente por los sitiadores. — Estos incendian las barraNuevo ataque
dirigido por el coronel Barradas, que es también rechazado.
— Muerte del patriota don
Benedicto López.
el
el
el
allí
1.°
— Horrible matanza hecha por los realistas durante la noche — Muerte de Crocker, Hennessey, Cruz Arroyo, don Manuel Muñiz y coronel don Diego Noboa. — Don Anastasio Bustamante persigue con la caballería á los fugitivos en el llano. — Premios concedidos á los vencedores. — Bustamante es ascendido á coronel. — Orrantia, caballero de la orden de San Fernando. — Distintivo concedido á todos los individuos de la división que redujo los fuertes del Sombrero y los Remedios. — Distribución de las tropas realistas que
cas del fuerte y mueren del
1."
y la
formaron
La
mañana
los heridos de los independientes.
del 2 de enero (1818).
— Torres
logra escapar.
división de Liñán.
la
relación continuada de todos los sucesos á que
dio origen la
campaña
de
Mina, nos obligó
del malogrado
con el capítulo IV del presente y último
á interrumpir, libro, la
quemados
los acontecimientos notables
otras comarcas del vireinato
Tiempo
bre de 1817.
es
de
guerra en
la
desde marzo hasta diciem-
ya de que reanudemos
de esos hechos, á partir desde
el
la serie
primero de los meses
que acabamos de nombrar.
Hemos
coronel de
^
Extremadura don José Ruiz,
se retiró al fuerte de Palmillas
veracruzana, no
jefe
de la
,
situado en
muy
el
centro de
distante de Huatusco.
Consistía aquella posición en
un gran peñasco circundado
de
sobre
barrancas
se
elevaban
gruesos parapetos defendidos por siete cañones.
Comuni-
cábase con
el
inaccesibles,
el
cual
campo vecino solamente por una calzada
de ciento setenta y cuatro varas de longitud, y cuya •
Capitulo IV,
lib. III.
sores
tres varas, en cuyo punto
tres
fosos
y levantaron
abrieron los defentantas
otras
estacadas.
Los independientes, desalojados del Chiquihuite en últimos
de
días
febrero,
se
replegaron
los
á Palmillas,
el
número de sus sostenedores y empeñando
los realistas
en la empresa de reducir esa importante
aumentando á
que uno
guarnición de esa villa, en los primeros meses de 1817,
la provincia
más que
posición.
dicho en el lugar correspondiente
de los Coutos (don Ignacio), rechazado en Orizaba por el
anchura se iba estrechando gradualmente hasta no tener
El gobierno vireinal atendió, en efecto, á destruir ese foco de la revolución, tanto
que amenazaba á
la
más
peligroso
cuanto
importante carretera entre Veracruz
y las villas de Córdoba y Orizaba, y ordenó al coronel Hevia que sitiase á Palmillas. Este jefe consideró indispensable cumplir
permanencia
su el
en
Córdoba,
pero á
fin
de
mandato que había recibido, organizó una
fuerza competente, y la puso bajo la dirección del coronel don José Santa Marina.
ante Palmillas días
se ocupó
el
Llegó éste con sus tropas
19 de junio de 1817, y durante varios
en establecer contratrincheras sobre los
bordes de las barrancas que ceñían
al
fuerte por
todo
—
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
596 El día 30 rompieron sus fuegos
viento. artillería
las piezas
de
y mantuvieron un vigoroso cañoneo todo el mes de julio, logrando Santa Marina
realista
durante casi
ocupar parte de
la
calzada que llegaba hasta el fuerte y
abrir profundas brechas en los parapetos que coronaban
tal
El 28 de este último mes hallábanse de
peñasco.
el alto
modo avanzados
trabajos de los sitiadores que el
los
momento á
asalto debía efectuarse de un
otro.
había acogido al indulto en los primeros días de aquel
año (1817), y en por
bates con
de
el resto
rumbo de
el
don José Rincón,
teniente coronel
el
fructuosas correrías
él hizo
Antigua, empeñando frecuentes com-
la
hasta
que sucumbió á manos de uno de sus compañeros llamado Rafael Pozos
quien se presentó á Rincón solicitando
,
el
indulto.
Durante
Al
de
norte
(Veracruz) seguían en
provincia
la
resolvieron evacuar la posición,
armas
los indios
y descolgarse con cuerdas por uno de los precipicios que
ciento
sesenta leguas cuadradas y que confina al este
rodean
con
Golfo de México
la noche, los defensores
fuerte;
al
hombres y
cinco
mujeres,
tres
los
el
de Coyusquihui,
y por
el
montuosa región de
occidente con la sierra
primeros que se aventuraron en esta formidable evasión,
de Mextitlán, extendiéndose de norte á sur desde
cayeron y murieron en
de San Pedro y San Pablo hasta
el
profundo voladero
hasta el número de setenta ellos
mismo Couto,
el
y
demás,
contándose entre
cinco,
pudieron
los
;
bien
llegar
elegido para marchar en retirada, pero
al
sitio
cayeron todos
forman en su desembocadura barras de poco fondo que sólo
permiten
la
rablemente aquella part« de la línea temerosos de que
abunda
por
entonces
se evadiesen sus contrarios.
allí
Triste fué la suerte
días los rigores de la intemperie,
agua, recibieron en Orizaba.
Su
la
le
fuese pasado por las armas,
y
sol
y
al
encerró en la cárcel del
Había llegado á esa ciudad
obispado.
al
jefe, el teniente coronel Couto, fué tras-
ladado á Puebla, donde se
evadirse
marchando
muerte, unos en Huatusco, y otros
cuando
la
orden para que prisionero logró
el
fué ocultado en uno de los sepulcros de la
iglesia de la
Compañía por
el licenciado
don José Manuel
el
acceso de buques pequeños.
feraz de esta comarca
en manos de los sitiadores, que habían reforzado conside-
de los prisioneros, quienes, después de sufrir por tres
el río
de Nautla, los cuales
el
caña de azúcar, caza;
la
Serafín
por Olarte
revolución
produce
maíz,
el
tres
de
indios
mil
El suelo
la
vainilla,
sus bosques
esparcidos
montes y quebradas y comandados por mantenían desde 1813 el fuego de la
éstas,
dirigidas
á
sucesivamente
afrontar
En
expediciones enviadas en su contra.
algunas
y en
el frijol,
cuatro
ó
logrando
,
ricos frutos:
por
siete
curso de 1817
el
Llórente
y Arteaga,
fueron derrotadas por completo.
En manera
la acción
Michoacán
de
provincia
la
valiente patriota don
Víctor
muerte
la
Rosales
debilitó
del
en gran
de las guerrillas independientes que le
Los comandantes
reconocían por jefe.
realistas
Barra-
de Herrera, quien después de indultado servía una cátedra
gán y Béistegui ensangrentaron
en
región que tantos defensores dio á la libertad mexicana
Espíritu Santo, como hemos dicho en su
el colegio del
lugar
Algunos meses después obtuvo Couto que se
'.
le
y dejaban á su paso
los
desolación
la
pueblos de aquella
y
El
exterminio.
el
concediese indulto, y la misma gracia alcanzó su hermano
primero de éstos persiguió tenazmente las partidas de
don José Antonio.
Huerta que operaban en
Allanada la posición de Palmillas dispuso Hevia que
el
rumbo de Pátzcuaro, y
fusi-
laba á cuantos prisioneros caían en sus manos, casti-
dos secciones marchasen en busca de Victoria, cuyo para-
gando con doscientos azotes á
que se
le
denunciaba
dero se ignoraba, pero á quien temían sobremanera los
como partidarios ó simplemente afectos á
la
revolución.
realistas
por su incansable actividad y
dominio que
el
Este jefe cruel y sanguinario no tardó en ver recompen-
había logrado ejercer entre los habitantes de las tierras
sados sus
cercanas
coronel,
mando
Las sendas divisiones,
á la costa.
del teniente coronel
nes de Travesí
,
al
á las órde-
la otra
asolaron las comarcas que fueron sucesi-
vamente recorriendo; Victoria al
Ramos y
una
mando
los
restos
de las
de
guerrillas
del gallego Garay, combatieron
varias
los
trabajos
y
el
militares
virey
metrópoli para que se Católica.
con
le
grado de teniente
el
recomendó
lo
concediese
al
gobierno de la
la
cruz de Isabel la
Por JoruUo expedicionaba
teniente Mocte-
el
zuma y espantaba con sus atrocidades á todos
de
comarca;
la
y
el
capitán
los
pueblos
Filisola,
italiano
de
coman-
veces con los dos jefes que acabamos de nombrar, y entra-
de nacimiento
ron un día en Huatusco vengando en las propiedades de
dante
sus habitantes los estragos y devastaciones que aquéllos
todos los insurgentes que aprehendían las tropas de su
cometían en los pueblos que creían adictos á la causa
mando.
de la revolución.
En
cuanto á Victoria,
fugitivo
por
y
que ejercía las
funciones
de Maravatío, mandaba pasar por las armas
Yin el capítulo
IV hemos dicho que
el
á
don
general
bosques y despoblados, llegó á desaparecer por entonces
Ignacio López Rayón, al saber la capitulación de su her-
de
mano en Cóporo, había publicado una proclama afeando
la
escena, y la noticia de su muerte era consignada
con frecuencia en los partes de los jefes realistas. Volvió
conducta de éste y de
á tomar las armas
nio, forzados
el
comandante
Vergara,
que
se
por
la
los
extrema necesidad de víveres y
esperanza de recibir ningún auxilio. '
BusTAMANTE.
Aloman lib. III
— Cuadro histórico,
tomolV, págB.
33 ú 35.
pij^ue la relación de Bustamante. (Véase también cap. de nuestra Historia).
la
que suscribieron aquel convesin
Esta protesta y su
renuencia á reconocer la autoridad de la junta establecida JI,
en Jaujilla crearon una situación dificilísima para
el
gene-
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS ral
Rayón, quien,
de unos cuantos soldados
al frente
fieles,
se Yió obligado á internarse al sur de Michoacán, presu-
de los que anhelaban
que obedecían
pueblo de Purungueo se
un
trayéndole
hijos,
Cóporo en
la
En
gobierno asentado en Jaujilla.
al
el
presentó su esposa con sus
le
de
ejemplar
de
capitulación
la
que se hallaba un artículo que concedía á
Dejemos á Rayón en la
junta y en
El general no cedió á los ruegos
de su compañera, y decidido á no invocar á su favor las estipulaciones
uh
de
convenio que acababa
de condenar tan acerbamente, el
hasta llegar al pueblo de Zacapuato,
sur,
sufrir antes
lugar fué sorprendido por 9
de febrero (1817),
que había recibido de cien
no
sin
ataques de alguna de las guerrillas de
los
Muñiz, quien no se había acogido aún
el
mismo
él
marchando hacia
siguió
hombres que
le
En
al indulto.
ese
general don Nicolás Bravo
el
quien, cumpliendo las órdenes
junta de Jaujilla, desarmó á los
la
acompañaban y
declaró
le
prisio-
nero del gobierno.
ahora
Convinieron
sin
,
embargo
ambos
,
jefes
en que la
que fuese nombrada por guardándosele yéndole de todo
lo
comandantes de Jas armas,
los
entretanto
sino otra
toda
consideración
y prove-
que necesitase para su seguridad y al antiguo presidente de la
Trasladóse
subsistencia.
junta de Zitácuaro, á su hermano don José María y á la
primero á
familia del
quedaron
custodiados
estancia
la
por
de
coronel
el
Elizalde y por don Pedro
Villaseñor,
junta de
lo
Jaujilla,
estrechamente
^
la
cual
El amor
Patambo,
donde
don Manuel
Unido con
el
antiguo patriota don Benedicto López
durante los meses de mayo y junio de 1817 y frecuentes combates con el enemigo en la región oriental de Michoacán. López logró derrotar varias
veces
mayor don Pío María Ruíz, encargado de perse-
al
guirle,
y en una de
gran parte de
ellas,
el
sección
la
por la defensa sostenida
con ardor
reparar
á
allí
por los Rayones, y dedicóse
antiguas
las
Desde
á principios del año.
de
y una de
la provincia,
ellas,
hicieron grave daño á la
Sin negar
marcha de
época á que hemos llegado en
de nuestra obra, la junta de Jaujilla era
Pablo Anaya, fué destrozada por
misma época y el
ocupaban
Bajío,
No
toda
actividad
la
la
gobierno
del
obstante esta preferente atención, Apodaca
temor
la
permanencia de Bravo en
nizó una expedición destinada á desalojarlo.
últimos días de agosto,
marchaba
Liñán
contra
la
revo-
decurso
el
único centro
el
al
mando
el del
del coronel
y en tanto que
las
patriotas
los
de los hombres
gobierno fué reprimir,
ó
antiguo
conspiraba
lo
los
inmensos
desde
1810.
que formaban aquel hicieron,
contra
su
nulificar al
autoridad,
combatida á fuego y sangre por los dominadores, débil-
mente acatada por muchos de independencia, y sostenida por
los el
comandantes de
Declaraciones de Rayón. (Colección de documentos de 984).
la
valor y la abnegación
i.
E.
de
Hacia
el
ejército de
los
Remedios,
Sombrero, una gruesa sección,
Domingo, regimiento Fijo de México
y un escuadrón, avanzó desde Ixtlahuaca y
el
setiembre (1817) se presentó á la vista de Cóporo.
Mora nuevo en
los
don Ignacio Mora y compuesta del
de
1.°
de
«Era
guerra, dice Alamán, y con pocos conocimientos y mucha temeridad hizo asaltar el
oficio
la
;
rencia del Fijo y del Santo
malogrando
fuerte
el
con este
tomo VI, pég.
fortificarse
de este temible guerrero en
la aparición
pitar el término de la guerra,
'
regimiento realista
Pudo Bravo atender con algún desahogo á
independencia, y su desconocimiento equivalía á preci-
Herni'indez Dúvalos,
el
en Cóporo, porque los triunfos alcanzados por Mina en
las
que
y otras poblaciones mando de don Juan
Fijo de México.
de autoridad que obedecían los jefes más notables de la
caudillo
al
á las armas del rey, y haciendo grandes esfuerzos orga-
de este caudillo, en la biografía
como
enviaba diversas
allí
partidas que hostilizasen á Maravatío
batallón de Santo
ineludible
des-
truidas por el coronel Aguirre cuando se hizo dueño de
mexicano, justo es decir que su inflexible carácter y la inexcusable ambición de mando, de la cual dio pruebas
Deber
fortificaciones
ha obligado á decir á
filial
por
mandada por aquel
esa zona, pudo Bravo ocupar el cerro de Cóporo, famoso
después de reducir
impendidos
13 de junio, destrozó á
realista
Limpia de enemigos una considerable porción de
jefe.
á Rayón los relevantes méritos que alcanzó y que aseguran á su memoria el respeto y la veneración del pueblo
sacrificios
general des-
posiciones que tanto quehacer dieron en épocas recientes
inocentemente las persecuciones de los suyos.
la
el
comisionó para vigilarlo
padre escrita en 1856, que en Patambo sufrió
En
y sigamos
sostuvo
veía con justo
los descendientes
lución.
realistas,
recios
la
uno de
,
señaló por
ser aprehendido algunos
tropas
las
le
compañeros de armas.
aliento de sus
vireinal.
de su
reiteradas
del
magnánimo don Nicolás Bravo, quien, siempre
al
de
miembro de
levantamiento
esforzado y animoso, no desmayaba ante
ellas
junta actual no sería la que juzgase á Rayón,
el
lugar que se
el
cual había de
el
meses más tarde por
todos los Rayones el derecho de ser considerados como
comj)rendidos en ella.
conservar
pueblo mexicano contra sus antiguos dominadores.
miendo fundadamente que no tardaría en ser perseguido, á la vez, por los realistas y por los jefes independientes
597
fortificaciones,
Filisola
fin
en gran parte ya reparadas, formando
una columna de
las
compañías de prefe-
Domingo á
las
órdenes de
y del teniente don Félix Merino. El ataque se mismo 1.° de setiembre con tan funesto resul-
efectuó el
tado que fué preciso desistir del intento
,
habiendo per-
dido cinco oficiales
y cien soldados '.» Mora fué relevado del mando en castigo de su impericia, y hubo de entregarlo al coronel Barradas, que fué enviado por
el
gobierno
al frente del batallón ligero
de
San Luis con una considerable cantidad de municiones y '
AlamAn.
— llUioria de México, tomo IV
,
pág. 652.
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
B98 El nuevo
pertrechos.
que
empero, no fué más afortunado
jefe,
antiguo: empeñado también en apoderarse de las
el
á viva fuerza, emprendió
fortificaciones
sores hicieron vivísimo fuego
por una
el asalto
vereda desconocida, pero advertidos á tiempo
y rechazaron
las
columnas
enemigas, que se retiraron precipitadamente dejando á
muchos de
los
suyos tendidos en
el
Barradas,
campo.
comunicar este descalabro, pedía refuerzos vireinal,
el
al
gobierno
en efecto, y sucesivamente,
cual envió,
batallón de Lovera, á
al
al
una parte del regimiento de Orde-
nes Militares y á doscientos caballos con gruesa pero avisaba á Barradas que
mando en
el
artillería,
jefe de la
expe-
Márquez Donayo.
dición se había conferido al coronel
de Oriente y que con
descanso en las provincias
sin
más
servicios
que
otros jefes
no había sido
realistas
premiado en proporción á sus merecimientos,
campo frente
Cóporo
á
en
segunda
la
noviembre y desde luego estableció con
las
La
derrota de López
llegó
quincena
al
de
ya numerosas
rado por
batería que llamó de
el
hambre
se hizo sentir con
interior de las
fortificaciones.
carecía:
el
perro muerto y
fuerte, abriendo á poco
mente
al asalto,
paja.
Los
días satisfice el hambre,
Abrigaba este va-
caudillo la esperanza de que don Benedicto
intentaría llevar provisiones al fuerte,
y probado
antiguo
patriota, conduciendo
López
y en efecto,
el
un gran convoy,
hizo desesperados esfuerzos para romper la línea sitia-
dora (29 de noviembre), pero
él
mismo con todo
gamento que llevaba cayó en poder de fué pasado por las armas legando su
el
car-
los realistas,
y nombre y su hon-
roso recuerdo á la historia.
ejerció
la
buscaron
don
Ramón Rayón
al lado
de Márquez Donayo,
guiándole é indicándole los puntos vulnerables de aquellas
posiciones
persistir
en
el
que
conocía
él
honroso
tanto.
retraimiento á
Así,
lejos
de
que se redujo
su
salvación descolgándose
de
antemano
con sus consejos
y
experiencia
estaba vinculado su nombre. los merecimientos
Rayón destruyó entonces
que antes había alcanzado y que
le
setenta
De
este
y
siete
en que se arro-
precipicio
sufrió peligrosa
y fuerte
caída,
pero pudo ocultarse entre las peñas del barranco y de
marchó á pie y
allí
donde
le
por espacio de
sin probar alimentos
leguas hasta llegar
treinta
al
rancho
del Atascadero,
dieron un caballo para que continuase su viaje
á Huetamo, punto por
él
elegido para reunir los dispersos
y organizar de nuevo una sección de tropas.
Los
prisio-
neros tomados en la barranca de Pastrana fueron puestos
en libertad por disposición de Apodaca; individuos
ejército
del
distintivo honorífico,
de
la
monarquía
el
sitiador
les
recomendando
el
cia.
fijé
el
los
concedido un
virey al gobierno
grado de brigadier.
Guerrero seguía combatiendo en
misma serena
y á todos
comportamiento de Márquez Donayo,
vincia de México con varia fortuna
,
el
sur de la pro-
pero siempre con la
y con inquebrantable constan-
intrepidez
Después de asegurar á
la
junta de Jaujilla que en
breve extendería sus operaciones militares por la dilatada región del Sur (20 de junio de 1817)
á atacarle, pero
concurriendo eficazmente al allanamiento del fuerte á que
doscientos
el
También Bravo
Politla
auxiliar á los realistas
Barradas.
coronel
el
prisioneros
después de la capitulación que ajustó con Aguirre al aceptó la ingrata tarea de
un voladero
por
independientes con muchas mujeres y niños, habiendo
principiar el año de 1817
',
el
llamado las Cuevas de Pastrana, á cuyo pie se hallaba
par de estos heroicos
por la libertad de la patria, la misión que
por
é impotentes para resistir tan briosa acometida,
hambre
para quien se pidió
Penoso es consignar, á sacrificios
extenuados
por su parte,
muerto muchos otros en
pasando algunos sin alimentarme." liente
llenando antes los fosos con haces de
sitiados,
jaron ^
plato
compañías de
las
de Lovera y Ordenes Militares, mandadas
el
el
de diciem-
por Márquez Donayo en persona, se arrojaron intrépida-
el
caballo fueron
el 1."
una brecha capaz de dar entrada
Al caer la tarde,
á los asaltantes.
«Mis sitiadores, dice
el
más regalado con que muchos
San Juan rompió
grande intensidad en
mismo Bravo, abundaban de todo, cuando yo de todo
vencimiento de los
el
bre un fuego incesante contra la puerta principal del
modo cayeron
el exterior.
cabo de pocos días
al
sitia-
obras hasta tiro de pistola de los parapetos, y la
sus
toda comunicación de los independientes con
y
gran número de los
que sostenían á Cóporo. Márquez Donayo había avanzado
apostado
faltar,
el
apresuraron
gobierno,
el
tropas sitiadoras un estrecho cordón militar que impidió
Los víveres empezaron á
y
dores, así como el cuantioso material de guerra aglome-
granaderos
Este valiente militar, á quien hemos visto batallar
de benemérito para
título
el
los dominadores.
defen-
los
recompensas,
justas
las
concederlo solamente á los que no contemporizaron con
que
el
^,
se fortificó entre
y Ajuchitlán para esperar á Armijo que avanzaba que retrocedió hasta Teloloápam
al
saber
general independiente ocupaba una posición inex-
pugnable.
Libre por entonces de este amago. Guerrero
marchó rápidamente hacia sorprender en Huetamo
al
el
Oriente con
el
intento de
comandante don Pío María
respeto de la prosperidad; y
Ruiz, jefe militar de Zitácuaro, que había avanzado hasta
por eso le negó la patria, en los días del triunfo y de
aquella población, situada no lejos del río de las Balsas.
hubieran hecho acreedor
—
al
' Capítulo IV, lib. III. En el lugar correspondiente hemos defendido ú Rayón de las maliciosas afirmaciones de Atamán, porque, en efecto, su conducta en la defensa y capitulación de Cóporo á principios de 1817 y la que observó inmediatamente después de estos sucesos fué difjna y honrosa. Pero no debíamos callar la que siguió al fln de aquel mismo año, con la que destruyó sus antiguos y notables servicios á favor de la independencia.
Pero Ruiz volvió á sus acantonamientos, y Guerrero retrogradó, á su vez, hasta sus antiguas posiciones de Politla. ' Parte oficial de Márquez Donayo publicado en de 4 de diciembre de 1817. » CapftuloIV, lib. III.
la
Gaceta
—
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS Sus
y Mongoy
Montesdeoca
subalternos
oficiales
599
miento en la estancia de Patambo no fué por mucho
combatían, entretanto, en la zona de la costa sin dejar
tiempo
momento de reposo á
Tratábase de preparar
ignorado del gobierno.
capitanes don José Joaquín de
una sorpresa y no un ataque que pusiese en guardia
Herrera y don José Aguilera, quienes, en combinación con los tenientes coroneles Marrón y Gómez Pedraza, y
anticipadamente á los dos antiguos patriotas, y en conse-
todos á las órdenes de Armijo,
de la Cueva y del cura de Iccapixtla don José Felipe
los
estaban repartidos con
sus secciones respectivas en las ardientes tierras que
caen
Otras partidas independientes,
Mexcala.
al sur del
cuencia, Apodaca se valió del capitán don José Antonio
El primero había militado en
Salazar.
y luego tomó partido por
dientes
los
indepen-
las filas
realistas
,
sin
mandadas por Izquierdo y don Pablo Ocampo, se hicieron
este cambio le impidiese visitar con frecuencia los
fuertes en la iglesia de Alahuistlán
pamentos de aquéllos, á
y en
cerro del
el
próximo á este pueblo, en cuya cima colocaron
Calvario,
pocas veces armas y municiones.
Y
el
segundo había
sido cura en algunos pueblos de Michoacán,
Pedraza, marchó á desalojarlos, y
siniestros
17 de octubre (1817)
En
llegaron ambos jefes á la vista de Alahuistlán.
tanto
que Marrón cubría con su caballería todos los caminos por los que pudieran retirarse los independientes
Pedraza atacó de frente
las
una compañía de Fieles del Potosí y de un escuadrón cheras cayó muerto recibió
el
mando
i,
utilizarse
dos agentes y comunicó la trama
al
coronel Armijo orde-
Dispuestas así las cosas
Cueva y Salazar
,
mismo
zaron de insurgentes, haciéndolos pasar, en los lugares del tránsito, por guerrilleros pertenecientes á la partida
Este con-
comandante Vargas. Era necesaria esa estratagema y preciso fué desplegar grande astucia porque los puntos
montaba y
él
el
teniente
del
,
en que residían Berdusco y Rayón estaban en
mente de todas
y
las fortificaciones
cruel fué
el
triunfo
de Alahuistlán.
San-
territorio
de los realistas,
pues
este último aparecido
pasaron á cuchillo á los doscientos independientes que
escapándose solamente de tan horrible
se hallaban,
allí
matanza
el jefe
que terminase
don Pablo Ocampo, quien huyó antes de
el
combate.
«Túvose esta acción por una
en
el
cerro de Cóporo. El 10 de diciembre los dos agentes
él
del
Mexcala en
rrieron á ella
;
recomendó á
la corte
á Gómez Pedraza y
Católica,
en
el
y
al
la
sargento Pérez, que recibió una contusión
ataque, le dio
ascenso de alférez.»
el
Combinaba por este tiempo
el
el
de
Cóporo,
alcanzándoles en
corto tiroteo tuvo
en
la
provincia de Michoacán,
el
Carrizal.
Bravo,
acababa de llegar á Huetamo
tuvo aviso de la aprehensión
la
los
el río,
co, de quien se sabía
que se hallaba en un lugar cercano
llamado
de
Berdusco, y allegando algunos hombres salió precipita-
ganado ya
pueblo de Huetamo,
paso
que, como hemos dicho, fugitivo
medios para apoderarse del doctor don José Sixto Berdus-
al
lugar llamado Purechucho
á reunirse á Salazar que lo esperaba en la orilla
damente en busca de
virey Apodaca los
al
donde se hallaba Berdusco, y poniéndose Cueva á la cabeza de cuarenta hombres logró sorprenderle y volvió con
á Cuilty para que se les diese la cruz de Isabel
centro del
después de la derrota que sufrió
allí
de Apodaca se aproximaron
virey concedió un escudo á todos los que concu-
el
el
en que dominaban Guerrero y Bravo, habiéndose
de las más distinguidas de la guerra, dice un historiador,
y
salieron
de México en los postreros días de noviembre (1817), y recogiendo en su marcha varios destacamentos llegaron á
Prieto, de los Fieles del Potosí, se hizo dueño sucesiva-
griento
sus
dio sus instrucciones á los
reunir hasta cien hombres de caballería, á los que disfra-
teniente coronel Cuilty.
al
Apodaca
cerca de las trin-
y secundado con valor por
tinuó el ataque,
rumbo en que iban á
el
servicios.
que lo obligó á retirarse,
caballo que
el
una herida peligrosa
dejando
muy
mucho
por lo que
nándole que los auxiliase.
Gómez
,
posiciones á la cabeza de
de dragones de España; pero ya
conocía
cam-
que vendía víveres y no
los
un cañón y levantaron gruesos parapetos. Una sección de tropas realistas, al mando de Marrón y Gómez el
que
orilla
que
la
habían llevado á cabo,
pero cuando los realistas habían
opuesta, por lo que después de un
Bravo que suspender
la persecución.
Cueva y Salazar apresuraron entonces su marcha, y
después de haber permanecido oculto algunos meses en
avanzando con treinta hombres solamente,
su
improviso en Patambo á las dos y cuarto de la mañana
antiguo
curato
de
Tusantla
^.
También deseaba
aprehender á don Ignacio López Rayón, cuyo confina-
del
11.
de
Circunvalada la casa
cayeron de
hacienda fueron
la
aprehendidos Rayón con toda su familia, los coroneles '
«Gómez Pedraza,
dice
Alamán, á quien
se hizo la
primera
curación cerca de los parapetos enemigos, entre el fuego de éstos y de sus propios soldados, habiéndole extraído la bala el padre capellán fray José Colín, tuvo que dejar el mando de su sección y trasladarse ú Cuernavaca para ser curado: su restablecimiento fué largo y difícil y produjo en sus ideas y opiniones un efecto notable: dedicado á la lectura de los libros que sus amigos le mandaban de México y de los papeles publicados por los insurgentes, varió enteramente de partido, y el que en Alahuistlán cayó herido realista, se levantó en Cuernavaca decidido ú trabajar por la independencia luego que se presentase la ocasión.» (Historia de México, tomo IV, púg. 658). El autor que acabamos de citar añade, en una nota puesta d1 calce de esa pagina, que el mismo Gómez Pedraza se lo refirió así y con las mismas palabras. » Capítulo XV, lib. 11, pág. 486.
don Ignacio Martínez y don Joaquín Sevilla, don Manuel Alfonsín
Rayón
y don Pedro
Vázquez,
cura
se presentó con la espada en la
prendiendo que era inútil
Ajuchitlán.
la resistencia, sólo pidió
tratase con decoro á su familia
Pocas
de
mano, pero comque se
^.
horas después de la aprehensión
Cueva y
Salazar pusiéronse en marcha, dejando en Patambo á don
—
Historia de México, tomo IV, págs. 661 y 6G2. Biografía de Rayón, escrita por un hijo de este caudillo, se adopta la relación de Alamán. (Hombres ilustres mexicanos, t. III '
En
AlamAn.
la
págs. 579 y 580).
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
600
José María Rayón, que estaba loco, y conduciendo á
demás presos; en Ajuchitlán
se
unieron con
el resto
los
de
su tropa, que custodiaba á Berdusco, y se hicieron fuer-
en
tes
de
iglesia
la
porque
pueblo
ese
Bravo había
levantado hasta quinientos hombres en aquellas inmediaciones
y
que
sabía
se
estaba
la
Pero Armijo, cumpliendo
á los aprehendidos.
libertad
á devolver
resuelto
con las instrucciones del virey, había efectuado un movi-
miento en toda su línea hacia destacamentos en los
el
poniente
,
y distribuido
puntos más oportunos para
á Salazar y á Cueva, y
el
vez, dice
fueron que en sen
el
el
momento que
«En
tropas.
las órdenes
esta
de Armijo
los independientes rompie-
y mujeres, siendo de notarse que Rayón llevaba
cuatro hijos y el menor no cumplía aún siete años.»
Bravo
de su intento y uniéndose
desistió entonces
Guerrero
con
segundo de estos generales porque Bravo, enfermo de al
de
en las inmediaciones
abandonar
al
frente
la peligrosa
fuerte de Cóporo,
el
el jefe
amanecer
el
inferior al
realista
aprehendió, al
rancho
la Sierra.
el
número
de los enemigos.
que Bravo se hallaba
De
don Nicolás Bravo,
coronel Vázquez y á otros de menos
suerte
esta
y con motivo del plan fraguado
,
tivo
la posición
también hemos
allí
que resguardaba
que tuvo entonces
de Valladolid
nombrase
para que
la
el
el
gobierno la más impor-
parte que Armijo dirigióle decía
de este último caudillo que «era mandarín del mayor concepto entre los de su clase, toda la
y de
influjo
indecible en
Tierra caliente por su astucia, por su mal
cabildo y la junta, y en una de las
el
que ésta
escrita por
dirigió,
la
comunión de Roma.
y
al
el
empleo de
padre Salazar con una recomen-
dación al arzobispo Fonte para que
lo
de
esta
acogiesen al indulto
se
corporación,
y
el
canónigo
lectoral
Armijo condujo todos
á Teloloápaní, y de
el
,
mandada
Los
meses
Lojero,
y en
don José de San
el
ramo
civil
don Francisco
don Antonio Vallejo.
el militar
El coronel Aguirre,
que
ejercía las funciones de
comandante general de Michoacán en reemplazo de don Antonio Linares, como
movió de Valladolid días
después
llegó
hemos dicho en su
lo
á la vista del
armas.
el
lugar, se
15 de diciembre (1817) y cinco
el
fuerte
coronel Barradas
,
de Jaujilla,
con io que la
más de mil hombres de todas
Aguirre intimó rendición, pero se
le
contestó
con altivez, y en consecuencia aquel valiente y caballeroso militar dio principio al asedio,
dividiendo sus tropas en
varias secciones que ocuparon las islas formadas en los
pantanos que ceñían
al fuerte
á manera de anchos y pro-
El jefe de la guarnición independiente era
coronel don Antonio López de Lara, quien tenía por
auxiliares
á dos
capitanes
extranjeros
de
la
antigua
división de Mina, llamados Christie y Devers.
Los miembros de
la
junta resolvieron salir de Jau-
tanto por conservar expedita su comunicación con
los jefes
que obedecían sus órdenes, como por evitar
movimiento insurreccional
el peligro
al
de la anarquía, en
el ejército
el
caso de que con la toma de la posición desapareciese
el
único poder que le servía de dirección y aliento.
el
grado de capitán en
principios de enero de 1818.
ordenó
al
coronel don Matías
En
consecuencia de este acuerdo, y ocho días después de la
Engreído Apodaca con tantas y tan repetidas ventajas,
2.
cual los entregó al comandante de esta villa á
por su hijo, que tenía real
los presos
últimos
los
Oaxaca,
de
Martín, siendo secretarios, en
jilla,
enviólos á Cuernavaca con fuerte escolta
en
de 1817, eran don Ignacio Ayala, don Antonio Cumplido
atendiese y avan-
zase en su carrera.
allí
título
el
miembros
cabildo dirigió á los
el
de la junta para que vocales
el
causa y arbitrios de formar re-
Apodaca premió á Cueva con
doctor don José de San
Este curioso incidente terminó
con la excitativa que
fundos fosos.
teniente coronel
el
Martín, se decía que los reyes españoles, bajo
encaminada constancia, por su sagacidad, atrevimiento,
uniones."
y
revestidos
Esto dio ocasión á largas comu-
nicaciones entre
antigüedad en su
fatal
foráneos
vicarios
administración espiritual en todos los lugares ocupados
por los independientes.
fuerza sitiadora ascendió á
y en
Obedecían sus
éstos de las facultades necesarias á fin de que ejerciesen
caer en manos de sus soldados al valiente y generoso
,
•.
á propuesta de la misma junta,
castrenses
uniéndosele á poco
tante de todas
único centro direc-
revolución
la
por Apodaca para apoderarse de Rayón y Berdusco, vio
Bravo, cuya prisión era para
al
fines
descrito ligera-
órdenes las numerosas partidas independientes del Bajío
rancTio de los Dolores, y al
sin hallar resistencia, á al
mente
mando desde
de Inglaterra sobre la anglicana después de separados de
22 de diciembre llegó á este punto donde
padre Talavera,
nota.
el
de febrero de 1816, y
sus dominios una autoridad tan arbitraria como los reyes
enfermo y refugiado en la Sierra: sin perder un instante
marchó velozmente hacia
origen de esta autoridad que ejerció el
el
el
caída que sufrió
se retiró al
Amuco, porque
rrero abandonó la posición de
Al ocuparla, supo
hemos dicho cuál fué
tropas,
quedando
de las
de los Dolores situado en un oculto paraje de
muy
otro lugar
hipócrita del patronato, ejercían sobre la Iglesia en todos
Armijo avanzó con su división y los prisioneros, y Gue-
de sus soldados era
á la junta del gobierno
se
Ajuchitlán
ambos á San Miguel Amuco,
replegaron
asilo
tivos debe mencionarse la solicitud que dirigió al cabildo
fuego, los presos fuesen fusilados sin exceptuar á
los niños
Ya en
revolucionario.
14 llegó á Ajuchitlán una
Eayón,
biógrafo de
el
que allanase las fortificaciones levantadas en
y que servían de
y provincia de Michoacán, y entre sus actos administra-
mismo Armijo con numerosas
el
Jaujilla
auxiliar
sección de caballería realista, presentándose al día si-
guiente
poco tiempo antes de efectuarse las prisiones de aquellos caudillos,
Martín y Aguirre,
'
r.npilulo
"
BusTAMANTE.
1, lib. III,
Imcia
el
prinnipio.
— Cuadio histúiíco, lomo
I
V,
pi'igs.
234 á 276.
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS aparición de Aguirre, los vocales Cumplido y San Martín
se hacía.
salieron juntos del fuerte llevando consigo la imprenta
porque
,
y
atravesando en una canoa por entre las plantas acuáticas
que cubrían
la
laguna, llegaron á favor de las sombras
de
al
pueblo de Tarégero.
la
noche
misma manera pocos
días
Ayala
más tarde con
de
salió
mai'charou
Dejando para
la
de
sur
el
los
provincia
la
junta en la ranchería de
que puso Aguirre alrededor de Jaujilla y
que fuesen; pues por que
la marcial
y
del
por más meditadas y juiciosas
,
suya no debía regir otra ley
la
momento,
sin figura de juicio ni otra
de los
la
como
armas, al
verificó
lo
en
suplicio
y pase de de
pueblo
el
impulso de una simple queja,
las
Mexquitán
aterrorizando
á los
lugares y trayéndolos por el temor, y nunca por el amor,
de que V. M. ha dado tantos testim.onios en las crudas
grande importancia ocurrido en Guadalajara á
guerras de la península y dos Américas, para conquistar
mediados de 1817.
dar
tócanos
los
El 19 de mayo de aquel año
de campo don José de la Cruz,
mariscal
y resoluciones
acuerdos-
miembros de
gubernativa,
político de
tribunales, ni el que se debía
los
lugar á un suceso
nuevos trabajos que hubieron de sufrir la junta
y derechos de
primero del reino, que representando á V. M. por su
audiencia que la del cadalso,
capítulo siguiente la relación del
el
al
la
lo tanto, los
creación y establecimiento ha sido su juguete; befando,
Zarate, comprendida en el partido de Turicato.
sitio
demasiado bajo é impropio de
estilo
riéndose é inspirando en todos y á todos desprecio á sus
hacia
(Michoacán) y establecieron
que convenía;
dignidad que representa, sin respetar, por fueros
ilustrarlo,
com-
Pedro Villaseñor, éste con San Martín, Cumplido y secretarios
Ninguno tenía virtud para siquiera
juzgó que aquel sistema libre y despótico era
él
Nombrado en su lugar don
logró poner en salvo, pero no fué á unirse con sus
pañeros y dio su dimisión.
la
que
el archivo,
el
601
Nueva
general de
comandante
situado fuera de la jurisdicción de la Audiencia,
aviso á ésta.
Reuniéronse
los
que había en Guadalajara, que
dar
sin
oidores al saber la salida
de Cruz y acordaron preguntar
al lo
sus corazones, que es lo que
coronel
más antiguo
era don José Villaba,
más importa en
estos acon-
tecimientos de ignorancia y extravío.'!
Luego decían que
Zamora, lugar
partió para
Galicia,
el
los atropellos
Cruz forzaron á tomar las armas á
y actos
tiránicos de
los pueblos riberanos
de la laguna de Chápala y á sostenerse durante cuatro
años en la
isla fortificada
de Mexcala, sin que las dispo-
siciones de aquel general fuesen
bastantes á reducirlos,
aquél le dejó encargado del gobierno y presidencia, y contestando que solamente del mando militar, resolvieron
hasta que ellos mismos se rindieron faltos de auxilio y protección de parte de las tropas independientes. Acusá-
nombrar
banle de colusión
si
al
mismo Villaba gobernador
político,
hicieron, comunicándolo al nuevo funcionario, eclesiástico,
al
y
así lo
cabildo
ayuntamiento y demás corporaciones. Luego
que supo Cruz esta determinación se
irritó
sobremanera:
volvió precipitadamente á Guadalajara, puso la guarnición
sobre las armas
,
mandó
salir desterrados
á dos oidores y
arrestó á otros dos.
La Audiencia
se quejó al rey de los procedimientos
30 de mayo enumeró
los desaciertos
tidos por aquel arbitrario militar
«Entró don José de
la
y maldades come-
durante su gobierno.
Cruz en Guadalajara, decían
los
el
haber
formado
un
ayuntamiento
el
don
rrando,
quedó solo con
el
pasos, luego que interinamente
mando, obró cual otro Murat
el
año
«Los regidores
son unos mercaderes ó tenderos, que
abundan en riquezas por
sas,
contra
la protección
todos le temiesen,
ninguno
la
que más apenas
reclamaciones
de
en que
su
tertulia
las colonias inglelos
las terminantes
diaria
y
de vuestro gober-
sombra del comercio
Panamá y
ex-virey don Félix María Calleja.
aprecio,
no queriendo
las
Veracruz y México y
no respetando á
las autoridades constituidas,
el
la exposición,
podía existir regularmente antes de la rebelión, y hoy
forman
fuese otra que la suya sola, é independiente para que
B'ontecha y. su
compañero don Vicente Partearroyo, decía
de 1808 en Madrid, brotando fuego en sus providencias,
lo
con
Panamá por el don Domingo Iba-
Eamón Murcia, don Juan
sostenido por San Blas con
,
individuos
clandestino comercio que hacían con
nador y comandante general, á
calor, á sus primeros
de
quienes compartía las pingües ganancias que le producía
hubo recobrado, y por los informes de vuestros ministros Sousa y Andrade testigos pasivos de su ardimiento
y
de
que legítimamente les correspondían, y de
beneficios
oidores al monarca, después que don Félix María Calleja la
Cabanas y curas de muchos
obispo Ruiz
cabildo eclesiástico para despojar á los
puerto de San Blas.
de Cruz, y en la exposición que con ese motivo elevó el
con
consulados
de
órdenes de vuestro
Estos son los que
únicos
que merecen
su
y confianza; y no hay la menor duda muchos millones de pesos que por el referido
distinción
los
lo
puerto han pasado á manos de los colonos ingleses, han
caracterizara por el mérito de las ocurrencias inconside-
enriquecido á algunos, han perjudicado notablemente á
le
amase, y cada cual
radas, en un país afligido por su revolución, y tratado,
la
península y á la
en cambio, más fuertemente por el terror, la amenaza,
la
Nueva
la
amargura y
el insulto.
Así publicaba sus bandos de
acrimonia, ajaba al habitante pacífico, apaléala al folre qtie
por desgracia pedia justicia ó pretendía vianifes-
társela; daba leyes en todo género de casos, alteraba los recursos, T.
I
y gobernando á su voluntad, por
II. -76.
ella todo
Nueva España, y han empobrecido á
Galicia en beneficio de la protección dispensada
á sus amigos."
Citaban en seguida los oidores varios
hechos de Cruz para demostrar sus concusiones y atroces crueldades, y terminaban lamentándose amargamente por la prisión
amparo y
de algunos de sus colegas y pidiendo por justicia al soberano.
ello'
602
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
El comandante que suscribiesen un le
de
general
extremar las cosas hasta
Nueva
quiso
Galicia
grado de exigir á los oidores
el
por
oficio,
él
mismo
dictado, en que
daban una humillante satisfacción por todo
lo ocurrido.
Negáronse resueltamente aquéllos á tamaña pretensión, y en este
conflicto,
Cruz hizo que
el
oidor Recacho (gue
España en San Luis Potosí)
se hallaba de regreso de
pasase prontamente á Guadalajara á
fin
de que con su
intervención se diese punto á aquellas enojosas diferen-
Según afirma
cias.
Bustamante,
historiador
el
este
Apam
fué ensangrentada de nuevo por Llórente
comandantes
realistas
que
ni sexo
emular
parecían
implacable contra los insurgentes
,
y Concha, en
La venida de Mina
en sus asoladoras correrías.
excitó en aquellos pueblos el deseo de volver á
armas, y
las
el
primero de
nombrar, auxiliado por
mandaba en
la sierra
incansable constancia
empuñar
que acabamos de
los jefes
teniente coronel Arteaga, que
el
de Tesiutlán, atacó á los indepen-
que de nuevo se alzaron,
dientes
saña
no respetando ni edad
con
persiguió
los
y en Palo Blanco, punto en que
negocio se sometió en España á una comisión formada de
aquéllos intentaron resistir, los destrozó por completo,
de Guerra y otros tantos del
fusilando, sin excepción ninguna, á todos los prisioneros
tres ministros del Consejo
de Indias, y ésta consultó, teniendo en cuenta los servicios la
y merecimientos de Cruz «y que ni por éste ni por
Audiencia hubo intención menos recta
»
,
que se des-
aprobaran los procedimientos de uno y otra, y se les recomendase la armonía que debía ligar á las autoridades
El mismo autor añade que esta resolución
superiores.
fué pronunciada el 28 de julio de 1818,
de Guadalajara,
y que don Juan Ruiz de Cabanas,
que
allí
pudo tomar.
Como
resultado de estos reveses,
varios comandantes de las cercanías de Papantla,
en
la
provincia de Veracruz, depusieron las armas y se pre-
sentaron á las autoridades
sumisión
más
menos
ó
Alamán, hacía publicar
el
con protestas de
realistas
fingida,
«las
añade
cuales,
virey en Gacetas extraordi-
obispo
narias, pues aunque no fuesen de grande importancia,
envió á
quería distraer la atención de los sucesos de Mina, que
el
España catorce mil pesos cuya suma influyó decisivamente en la terminación adoptada por el corrompido
tanta impresión habían hecho en
gobierno de Fernando
cha en los Llanos de
,
i.
Sin dar á esta última afirmación de Bustamante
más
Más
el
público.»
reñidos fueron los encuentros que sostuvo Con-
Apam
que
con las partidas
allí
aparecieron capitaneadas por Avila, antiguo subalterno
valor que el concedido á las que sólo descansan en la
de Osorno, y
autoridad de quien las vierte,
Espinosa y á Manilla, que se habían indultado algunos
dirigida al
ello es
monarca español por
lajara presenta en su verdadera faz á
José de
la
Cruz,
que
la
la audiencia
exposición
de Guada-
hombres como don
que fueron terribles é insoportables
déspotas en varias partes de
guerra de independencia.
Nueva España durante
la
El sanguinario y feroz opresor
de Nueva Galicia se ofrece
tal
como fué en
la exposición
de
en
documento
tan
los
oidores,
quienes
debieron estampar
lo
que pudieran
tantes todos de Guadalajara
solemne
testificar los
habi-
y de aquella vasta provincia.
meses antes
,
caballería de Avila, haciéndole
muchos
el
nas,
las guerrillas
cadáver en
el
los Llanos.
Pero no sucedió
cución que les hacían las tropas del rey. coronel Casasola, de quien ces,
y entre
ellos
la
obligados estaban á ejercitarlos!
perseguir todas aquellas partidas,
'
vasta zona
Llanos de
— Cuadro histórico, tomo V, págs. 65 á 73, donde exposición de la Audiencia de Guadalajara. — Ala-
dedica unas cuantas líneas á este ruidoso incidente, (Historia de Méicico, tomo IV, págs. Gc6 y 637), llama virulenta á la e,\posición y pasa como sobre ascuas en esta parte de su obra, tanto por tratarse de su héroe de predilección, el odioso y sanguinario don José de la Cruz, como por las preciosas revelaciones contenidas en la exposición de la Audiencia de Guadalajara.
Aquel teniente
reunidos
de mercado en la plaza de aquel pueblo
atro-
',
un día
fué enviado á
y durante los meses de
noviembre y diciembre de 1817 asoló
las ranclicrlas
Ajusco cometiendo las más horribles crueldades. Por
de fin,
en los primeros días de 1818, logró aprehender á Pedro
Bustamante.
se halla la larga
mán
la
los
de la
infame matanza de gran parte de
los habitantes pacíficos de Alfajayucan
Huasteca hasta
las
perse-
la
hemos consignado hechos
fundamentales del cristianismo y que tan frecuente fué en aquella época aciaga, precisamente entre los que más
meses de 1817,
mismo en
asperezas
las
y defender á los innumerables infelices, víctimas de su
la
lo
cuando era demasiado activa
su amistad ante aquel gobernante para moderar sus iras
los postreros
el indulto
de Vargas, Inclán, González y Pedro el
sierra de Ajusco
Ya en
los
inmediaciones de la capital del vireinato, recorridas por
Negro, quienes se refugiaban en
que se extiende desde
Dos de
á quedar tranquila la vasta y belicosa
lo cual volvió
desde sus comienzos y que nunca interpuso ni los res-
¡Olvido lamentable de los principios
que
pueblo de Chignahuapam,
petos de su alta investidura eclesiástica, ni los títulos de
humor sanguinoso.
Movióse
prisioneros,
sura de un bosque, y como mérito para obtener
presentaron
con
insurreccional
yendo á vivir en
eran inmediatamente pasados por las armas.
comarca de
movimiento
dicho,
á
soldados de Avila dieron muerte á su jefe en la espe-
y que se refieren á los motivos de la estrecha unión de Cruz con el fogoso obispo Ruiz Cabadel
como ya^ se ha
éste,
Concha rápidamente, y durante los meses de agosto y setiembre de 1817 logró dar alcance varias veces á la
Curiosas son las revelaciones contenidas también en la
enemigo
empezó persiguiendo á
Zacatlán y otras poblaciones de aquel rumbo.
representación
acérrimo
cual
el
el
Negro, á quien
que dirigió
al virey
fusiló
inmediatamente.
En
el
parte
comunicándole este triunfo decía que
ese guerrillero había confesado que dio muerte á más de seiscientas personas; exageración grande, '
Capitulo
III, lib. II,
pég. 307.
y que Casasola
MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS aventuraba sin temor de ser desmentido
por
aquel
á
su vida;
603
pero es ya tiempo de que atendamos á este
quien había ya arrancado la vida. Alamán, sin embargo,
episodio de la guerra, que se desarrolla precisamente en
admite como una
los postreros
verdad irrefutable
la
afirmación
de crueldad, pero es preciso no olvidar que ese
vecinos pacíficos de Alfajayucan
,
ordenada por
el
mismo
se limita á decir que fué un
Casasola en marzo de 1812,
En
liisto-
execrable matanza de ciento cincuenta
i'iador, al referir la
los capitanes
la atrevida sorpresa llevada
Crocker y Ramsey contra
en la altura del Tigre
sitiadores continuaron diri-
los
,
giendo vivísimo fuego de cañón dios
^,
anterior nos vimos obligados á inte-
al
rrumpir la relación del
sitio del fuerte
para seguir á Mina hasta
de los Remedios
término de sus campañas y
el
Reme-
fuerte de los
y cruzaron con empeño sus disparos contra de la Libertad.
sitiados llamaban reducto
que
á cabo por
la batería situada
cortina entre el baluarte de Santa Rosalía
'.
el capítulo
meses de 1817.
Después de
monstruo
odioso jefe realista, y llama á Pedro el Negro
hecho foco noile
del
el día
y
el
que
Hemos
la
los
visto
de la ejecución de Mina (11 de noviembre) los
fuegos se suspendieron como
para
si
ello
se hubiesen
Vista del cerro de Ajusco
convenido sitiadores y sitiados
imponente que se efectuó en aquél,
el
,
el
atentos solamente al acto
intento de embestirlos,
cerro del Bellaco. Pasado
los sitiados
cañoneo prosiguió con tanta fuerza que cuatro
días después,
15 de noviembre,
el
la
brecha abierta paso á las
entre Santa Rosalía y la Libertad permitía
columnas que marchasen éste
se
al
efectuase al día
asalto.
Liñán dispuso que
siguiente,
ordenó que una columna mandada por del batallón de
puesta de
los
dirigiese á la
el
teniente coronel
Navarra don Tomás Peñaranda y comgranaderos
y cazadores
Zaragoza,
de
Fernando VII y Navarra se brecha, apoyando su movimiento otras dos Corona,
Americano,
1.°
y en consecuencia
dirigidas por los tenientes
coroneles don Anastasio Bus-
tamante y don José María Novoa.
A
las cuatro
varios '
puntos
Véase
otros
de
destacamentos se diingieron
las
la Historia
fortificaciones
ella
el
ataque principal se dirigía á la brecha
aglomeraron sus mejores medios de defensa,
agolpándose en esa parte del perímetro no pocas mujeres
y muchos muchachos
,
ansiosos de compartir con sus espo-
y padres los peligros del asalto. Los realistas avanzaron con denuedo, aunque recibidos por un fuego contisos
nuo de cañón y de
fusilería,
y por una
lluvia de piedras
arrojadas por las mujeres y los niños que se presentaban
sobre la muralla con la
La columna ción
misma
intrepidez que los hombres.
principal se mantuvo, sin embargo, en forma-
é hizo alto á tiro
soldados de los
de pistola; algunos
más animosos
oficiales
y
corrieron entonces á la
brecha, pero todos quedaron muertos sobre los escom-
de la tarde del día 16 se movieron las
columnas realistas, fuertes de novecientos hombres;
mismo tiempo
y en
que
pero luego se echó de ver por
con
el
de México de ese autor, tomo
al
hacia
aparente
III, pi'ig. 156.
bros;
muerto cayó también
el
teniente coronel
Peña-
randa, y la columna comenzó á cejar, huyendo luego en espantoso desorden.
y persiguieron '
Los
sitiados salieron por la
vigorosamente
Véase capitulo anterior.
al
enemigo.
brecha
La pérdida
"
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
604
de éste entre muertos, heridos y contusos consistió en cuarenta y nueve oficiales y trescientos setenta y
muy
dados, baja
considerable
de hombres que marcharon
si
se
asalto
al
Alamán,
desastre,
la
nuevos ataques contra
allí.
«El ge-
de emprender
mientras no se
el fuerte
le
enviase
noche
28
del
estricta vigilancia en
los sitiados
de
su línea de
de municiones
penuria
la
los heridos fueron
:
imposibilitado
dice hallarse
le
circunvalación,
más
completa é inspiró á
dar cuenta al virey de ese
al
cida por Liñán la
atiende al número
llevados á Irapuato para ser mejor asistidos neral en jefe, dice
un sol-
llegó
un atrevido
diciembre
salieron
á
ser
intento.
En
capitanes
los
Crocker y Ramsey, y el guerrillero Cruz Arroyo al frente de trescientos hombres y asaltaron el campamento
una tras otra se apoderaron de dos baterías,
del Tigre;
y cogieron en
municiones, pero los realis-
ellas algunas
de á doce y también escaseando carecía, municiones, pues de todo
tas lograron rechazarlos en la tercera batería obligándo-
de recursos pecuniarios, pues no recibía los fondos que
tos
más fuerza, algunas piezas de
artillería
y algunos heridos.
debían remitírsele de Querétaro, San Luis, Guanajuato y
El
Guadalajara.
virey
de
proveyó
lo
todo:
mandó
con pérdida de veintisiete hombres muer-
los á retirarse
Frustrado éste último y desesperado intento, decidióse por los
independientes la evacuación del fuerte,
de Zaragoza, que salió de
fijándose
para
México conduciendo ciento ochenta cargas de municiones,
de 1818.
Dos puntos eran, entre todos,
marchar
al sitio el 2.° batallón
quedando
en
Querétaro
dante Bracho recibió trito,
del que se
el
Zamora, cuyo coman-
de
el
mando de
separó
aquella ciudad
y disEeboUo, brigadier García
el
anciano octogenario que durante toda la guerra prestó los servicios
más importantes
gobierno.
al
Al mismo
efectuarla la noche
1."
del
de
enero
más favo-
los
rables para la salida de la numerosa guarnición
y del más crecido séquito de mujeres, niños y personas inermes que abrigaba el fortificado perímetro de los RemeCueva y Panzacola; por
dios, la
el
bajar á la llanura exponiéndose principal del enemigo,
primero sería preciso
á encontrar
fuerza
la
con la cual era imposible luchar
por la falta absoluta de municiones; por Panzacola, los
¿^^y
destacamentos realistas se presentaban en corto número, pero en cambio
aspereza del terreno hacia ese lado no
la
orden
conservar
permitiría
ninguno
en
aparte de que las alturas que se hallan Facsímile de la flrma del mariscal de
campo don Pascual de Liñán
previno
el
Liñán que no aventurase
á
virey
nuevo ataque hasta haber destruido
obras del ene-
las
de Panzacola, y
de diciembre, que no se
31
del
Noboa ordenó desde
los centinelas
obstáculos que opusiesen los enemigos,
sitiadores que algo importante
Después
desastre que acabamos de referir, los
del
sitiadores se redujeron á cañonear los reductos del fuerte
desde las baterías establecidas sobre
el
ción á la
mina que había empezado á
punto de Tepeyac; y en
el
avanzaron considerablemente
abrir, debajo del
mes de noviembre
resto del
la
hora de
las obras,
y
los
fuegos de
destruyeron casi todas las oficinas y no permitiendo á los sitiados estar con
corriese
el
la
lado
noche
voz
la
por
para no llamar la atención del enemigo á
la salida,
pero esta omisión hizo conocer á los se intentaba en el inte-
y en consecuencia, redoblaron su atención vigi-
rior,
lante.
A
Bellaco y en las
cimas de las colinas del Sur. Liñán dedicó toda su aten-
No obs-
para la salida
eligióse
coronel
el
migo y abierto una brecha capaz de que pudiese entrar por ella un número de tropa suficiente á superar los n
otro lado del
al
barranco estaban fortificadas por los sitiadores. tante estas dificultades,
tiempo
formación,
la
hora señalada, en la noche del 1." de enero
la
(1818), toda la guarnición, los paisanos, las mujeres los
niños,
reunieron
se
en
Panzacola.
«La
y
lastimosa
escena que precedió, dice Robinson en sus Memorias, fué
más
cruel que la del fuerte del Sombrero.
dejar
Era nece-
á los heridos por la imposibilidad de
la artillería realista
sario
habitaciones,
transportarlos; la certeza de la suerte que les aguardaba
en manos de un enemigo implacable y
seguridad en ninguna parte.
No cambió
notablemente
la
situación
durante casi
todo el mes de diciembre; pero ya desde mediados del
mismo
las municiones
del fuerte comenzaron á escasear
de una manera alarmante.
Tenían
los
independientes
una fábrica de pólvora, pero con tan pobres
útiles ser-
vida, que la cantidad de grano que se elaboraba en ella
consumo de
durante un día apenas bastaba para
el
mañana
coronel don Matías
siguiente.
Antes de que
el
la
Sombrero, llenaron
Lista
bajar
de
los
Remedios considerables cantidades de
la
horror y
guarnición
barranco
el
amargura á
siguióle
resto
el
entre
de
las
para el
la
los
no la
acababa
de
movióse
marcha,
el
que
la
padre Torres, y comenzó á de
nueve y diez tropas,
pero
que
dificultades de aquella áspera senda
cuando ya
pólvora, pero asediado á su vez aquel lugar y estable-
de
vanguardia en la que iba
columna
pañeros
recuerdo de lo
se iban y á los que quedaban.
de Jaujilla,
de éstas enviaban á sus com-
el
que en circunstancias semejantes había sucedido en
Martín de Aguirre se presentase ante las fortificaciones los defensores
allí
.«alir
del
eran la
la
noche;
tales
las
mitad da la
recinto
fortificado,
vanguardia, descubierta por los primeros
destacamentos realistas, sostenía contra ellos vigoroso tiroteo
pugnando por abrirse paso.
El estruendo de este
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS combate dio
alarma en toda la línea, y á pocos ins-
la
tantes se encendieron en cada
que
tas
iluminaron
camino que seguían
campamento grandes foga-
barrancos
los
descubrieron
y
los independientes:
mismo tiempo
al
partieron rápidamente algunos batallones de los
Bellaco y del Tigre, y entraron
del
el
en
puntos
baluartes
los
abandonados de Tepej'ac y Santa Rosalía; en seguida avanzaron contra
retaguardia de la columna, que aun
la
por
se hallaba dentro del recinto,
Entonces
la confusión
independientes
y
fueron
otros
á
muerte
quedaban
6
los
donde hallaban
precipicios,
horriblemente
quien siempre se distinguía en esta tarea,
la
Los
maltratados.
ceando á los fugitivos que pudo alcanzar y que escaparon de las matanzas ejecutadas por la infantería en los despeñaderos del cerro de San Gregorio.
dadas á varias poblaciones, bajo
Así terminó
y
siniestra
de
mujeres y
las
junta
vocería,
con
el
fragor de las descargas, repercutía lúgubremente en las
De
hondas quebradas de San Gregorio.
repente se alzó
vivísimo resplandor en la meseta donde se hallaban las
barracas
construidas por los
tacamentos
damente
y
primeros
los
fuego
el
pero eran
en
cundió
departamento
al
algunos de estos infelices
de las llamas,
el
rápi-
ocupado
por
intentaron
huir
á bayonetazos por
recibidos
demás perecieron quemados, y sus desgarradores aumentaban el horror de aquella
vencedores;
gritos
incendiado,
propagándose
los heridos;
los
que entraron
realistas
fuerte las habían
independientes: los des-
los
noche espantable.
asedio del cerro de San Gregorio y
el
de los Remedios, que duró cuatro meses, y cuya resistencia obstinada y vigorosa contra la discipli-
fortificación
nada y fuerte división de Liñán fué honrosísima para las armas de la independencia. Los vencedores hallaron
mas municiones,
aquella
espanto
de
gritos
los
i.
rapadas á navaja, quedaron en libertad
claban
con
de las
vigilancia
la
autoridades realistas, y las de clase inferior, después de
muchas piezas de
niños,
Las mujeres per-
tenecientes á las familias de algunos jefes fueron trasla-
lamentos de los moribundos y de los heridos se mez-
los
y de don
Miguel Béistegui, recorrió las llanuras circunvecinas, y ocupó los caminos de Pénjamo y de Casas Blancas, alan-
por las
venían persiguiéndoles,
sendero y caían unos sobre
estrecho
el
profundos
los
que
masa de
la
empujados
espantosos:
bayonetas de los cuerpos se agolpaban en
lado de Panzacola.
el
desorden en
el
605
ción
justificando esto último
de los jefes
evitando
el
otro asalto
algunos víveres y poquísi-
artillería,
allí
la
determina-
para romper
reunidos
duro extremo de no poder rechazar cualquiera
que hubiesen intentado las tropas del rey.
Terrible fué la venganza del gobierno vireinal,
en
el
sitio,
el
y tanto
allanamiento del fuerte como en la entrada que
en
hicieron
del
el
Sombrero cuatro meses antes,
los
actos de salvaje ferocidad en
ambos puntos ejecutados,
reprodujeron
de
las
Porlier, Castillo
legado
sus
siniestra ni
crueldades
Cruz,
Calleja,
Flon,
y Bustamante, y tantos otros que han
nombres á
posteridad acompañados
la
y sanguinosa fama.
Y
sin
Liñán eran crueles é inhumanos; pero
el
primero se
veía estrechado por las órdenes que incesantemente reci-
Liñán reforzó con gran presteza que intentaban romper
los
el
sitiados,
punto de su línea,
bía del gobierno absoluto
enviando
instándole á ejercer el
allí
una
y despótico de Fernando Vil, más extremado rigor contra los
sección de trescientos hombres de Zaragoza y la Corona;
sostenedores de la revolución; y el segundo hubo
entonces los fugitivos torcieron á la izquierda desfilando
contemporizar
campamento de
frente al
pero
el jefe
tropas
las
de Nueva Galicia,
de éstas, don Pedro Celestino Negrete, cargó
los
violación
siempre que de
esta refriega lograron escaparse unos cuantos, contánel
La
padre Torres.
luz del
nuevo día
los
instintos
de
de casi todos
feroces
comandantes puestos bajo su mando, y que se habían
entre las quiebras y peñascos de los barrancos.
Durante
con
educado en una guerra sin cuartel, creyendo
sobre ellos obligándolos á volver atrás y á dispersarse
dose entre ellos
de
embargo, ni Apodaca
de los fueros conservadores los
de la
independientes se tratase.
lícita
toda
sociedad,
Este rigor
producía resultados inmediatos, al parecer favorables al restablecimiento de la dominación española en México,
guió á los realistas por las hondonadas y despeñaderos,
pero en realidad ahondaba más y más
el
donde se refugiaron
abismo que separaba á las dos naciones
y obligaba á los
los
que salieron con vida la noche
y descubiertos,
anterior,
«se hizo
en todos tremenda
carnicería," dice el historiador Alamán. la
muerte
Crocker y
el valiente guerrillero el
Allí
Cruz Arroyo
recibieron ,
el
doctor Hennessey, que habían venido con
cia.
de ese año y luego
visto indultarse al principio
empuñar de nuevo
También
fué
las
armas en pro de
aprehendido y fusilado
Diego Noboa, que había sido
el
independen-
la el
coronel don
director de las obras
defensivas de los Remedios, el cual
,
según
el
historiador
Robinson, mostró grande entereza en sus postreros instantes,
y murió
caballería,
gritando:
¡viva
la
armas de
la
mano mientras
las selvas
,
á
no
soltar
y montañas de
las
la
capitán
Mina, y don Manuel Muñiz, antiguo insurgente á quien
hemos
muchos patriotas que aun quedaban
ya profundo
república!
La
á las órdenes de don Anastasio Bustamante,
Véase en lo relativo á la salida de los independientes del Remedios las Memorias de Robinson, págs. 246 á 250, é Historia de México, por Alamán, (lomo IV, págs. 632 á 634). Este último historiador refiere sin comentario ninguno las atrocidades que ejecutaron entonces los realistas. Robinson dice lo siguiente al referir la prisión de las mujeres que había en el fuerte de los Remedios: «También cayeron prisioneras muchas mujeres, y no nos es dado manchar nuestras páginas con los pormenores del trato que recibieron... Las que pertenecían '
fuerte de los
á las familias de los jefes patriotas fueron enviadas á las
ciudades
ocupadas por las tropas realistas. Tal fué la suerte de dos hermanas del padre Torres, una de las cuales era una joven interesantísima y amable, y de todas las señoras de la familia de don Miguel Borja Las mujeres de clase inferior fueron rapadas á navaja y puestas en libertad.» (Memorias, págs. 249 y 250). .
SrÉXICO 1 TRAVÉS DE LOS SIGLOS
606
anchurosa Nueva España los auxiliasen en su generosa
quien ningún principio ni idea impulsaban á los defen-
y
sores de la independencia,
noble empresa.
Vencido casi
fuerte
el
exterminados
de los Eemedios,
todos sus defensores
y demolidos
los reductos
que
afrontaron durante cuatro meses el fuego de los cañones
de Liñán, éste volvió á la capital, donde á poco recibió en
premio
la
gran cruz de la orden de Isabel
Católica, que le fué enviada por el soberano.
la
Don Anas-
tasio Bustamante fué promovido á coronel y don Miguel
Béistegui á teniente coronel.
Don Pedro
Celestino
Ne-
y
del saqueo,
foco
á no ser
el instinto del
este reparto imprevisivo de tropas
más adelante nada menos que
la
robo
causó
férdida de
México para el gobierno español. El regimiento de Zamora fué enviado á Guanajuato, el de Navarra á Zacatecas,
el
primer batallón de Zaragoza marchó á San
Luis, quedando en Querétaro
el
segundo de ese regi-
y en Guanajuato, junto con el regimiento de Zamora, quedó el batallón de Fernando VIL La cabamiento,
grete fué recomendado al rey para el ascenso á mariscal
llería fué repartida entre el
de campo; á todos los individuos del ejército se les con-
tinando en la primera de estas comarcas al ya coronel
un escudo conmemorativo, con lemas
don Anastasio Bustamante, y en la segunda á los jefes Villaseñor y don José María Novoa. Confióse por el
cedió el uso de
alusivos á la toma de los dos fuertes del Sombrero y los
Remedios,
y en medio de aquella profusión de grados,
gobierno vireinal
el
Bajío y Sierra Gorda, des-
mando de
la provincia
de Guanajuato
en premio de la defensa que
condecoraciones y distintivos, tocó á Orrantia la cruz de
á don Antonio Linares,
San Fernando.
hizo de la ciudad de ese nombre cuando fué atacada por
Los cuerpos que formaron
la
división
fueron distribuidos en diversas provincias historiador de mezquino
y sistemático
^,
de
Liñán,
y según un
criterio,
y para
Mina;
el brigadier
la de Querétaro,
enfermedad,
Loaces fué nombrado para gobernar
y por haberse
lo sustituyó
retirado á México por
interinamente el teniente coro-
nel don Francisco Guizarnótegui. ' Véase Alamán, Historia de Méasico, tomo IV, pág. 635, de quien hemos tomado la distribución de las tropas realistas que formaron la división de Liñán. Según dice este autor en la frase que hemos subrayado, la consumación de la independencia de Mé-
xico en 1821, debióse solamente á las grandes distancias en que quedaron situados, unos respecto de otros, loa cuerpos de, tropas realistas.
—
CAPITULO
VIII
— El padre Torres intenta socorrer é los sitiados y es derrotado (3 de febrero de 1818). —Asalto dispuesto por — Sorprende el indultado Vargas la ranchería de Zarate, asiento de la junta gubernativa (21 de febrero). — Prisión del doctor don José de San Martin.- Es llevado éste á Guadalajara, en cuya cárcel permanece hasta principios de 1821. — Rendición del fuerte de Jaujilla (6 de marzo). — Generosidad del coronel Aguirre. — Los miembros de la junta de gobierno se instalan en las cercanías de Huetamo. — Trabajos de la junta. — Ratifica la elección del coronel Arago para el mando de las armas en Guanajuato, hecha por varios de los oficiales de Torres (abril de 1818). — Torres es derrotado en (Juanímaro por
Sitio del fusrte de Jaujilla.
Aguirre, siendo rechazados los realistas (15 de febrero).
—
—
Aprehensión y el coronel don Anastasio Bustamante (28 de abril). Proclama de Torres desconociendo á la junta de Huetamo. Trasládense los demás fusilamiento del presidente de la junta don José Pagóla y del secretario don Pedro J. Bermeo (lOde junio). Muerte de Disensiones entre Arago y el padre Torres (julio de 1818). vocales á la hacienda de las Balsas y allí instalan el gobierno
—
—
manos de uno de sus
este último á
Ocampo
en Cupándiro (4 de marzo).
oficiales.
— Los
— Campañas
Guerrero
oficiales de
Descalabro que sufre este caudillo en San Jerónimo
de
(1.°
Guerrero en
del general lo
abril).
el
Sur durante
el
año de
1818.
— — Vence al realista
proclaman general en jefe de las tropas del Sur (12 de marzo). Retírase Expedición de Armijo á Zacatula (mayo y junio).
—
—
—
Armijo á Teloloápam, obligado por el clima mortífero de la costa. Combates de Tamo y de Tziréndaro en que Guerrero queda victoPedro Ascencio Alquisiras. rioso (15 y 30 de setiembre). Nuevos triunfos de Guerrero durante los últimos meses de 1818. Don Sus acciones de guerra más notables durante el año Gordiano Guzmán en el sur de Nueva Galicia. Su origen y antecedentes. de 1818. Don Santiago González en la parte occidental de Nueva Galicia. Varios jefes se acogen al indulto en la provincia de México. Aparición de los generales franceses Lallemand en Galveston. La campaña en la de Veracruz durante el año de 1818. Fundan allí la colonia de la Libertad (principios de 1818). Dispónese Apodaca á combatirlos en combinación con el gobernador de la Habana. Retíranse los Lallemand á los Estados Unidos de América. Expedición frustrada de Renovales. Ataque de Monterey en
—
—
—
— —
—
— —
—
—
— — Incendio
—
la
Alia California por
marino en
el
francés Bouchard (fines de noviembre de 1818).
de ambas Californias.
de Monterey.
— — Depredaciones cometidas por este
—
Desaparece de las aguas del Pacífico, después de avistarse é las costas de Colima y AcaBerdusco y Bravo. Representación de don Ramón Rayón á favor de su hermano. Don Rafael de Irazúbal es nombrado fiscal de la causa instruida á éste. Pide la pena de muerte para el acusado. El consejo de guerra condena á Rayón á ser pasado por las armas (2 de julio de 1818). El virey suspende la ejecución mientras consulta al gobierno de España. Son trasladados los prisioneros de Cuernavaca á México (9 de octubre). Causa formada é Bravo. Noble comportamiento de éste en la cárcel. Berdusco en la Inquisición. Continúan los procedimientos contra Rayón. Excarcelación de Bravo, Berdusco, Rayón y los demás prisioneros (octubre y noviembre de 1820). Sufrimientos de Rayón y Bravo durante su larga prisión. Doña Josefa Ortiz de Domínguez, después de varios años de reclusión, es puesta en libertad (junio de 1817). Muerte de don José María Liceaga (diciembre de 1818). Fuerte terremoto en Guadalajara y Colima (mayo de 1818). las costas
pulco (1819).
—
— Causas formadas á Rayón,
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
Bajo malos auspicios para la revolución empezaba el
año de 1818, y sus primeros albores iluminaban las
horribles
Gregorio.
matanzas
ejecutadas
Abandonado
miembros de
la
el
junta provisional
coronel Aguirre;
en
fuerte ;
San
de
sierra
la
de
por
Jaujilla
los
asediado aquél por el
presos Rayón,
errante Guerrero en las
Berdusco y Bravo, y montañas, del Sur, tal parecía que
estaba á punto de extinguirse por completo
movi-
el
No
necesitaba, por cierto, tan experimentado y pundo-
noroso militar que le aguijasen en las misiones que se le
encargaban, pero
la formidable posición
grandes
oponía
allanar
dificultades
nos; volver el río á su antiguo cauce, sido desviado por los independientes
no daba tregua ni reposo
gobierno de los vireyes y
en los puntos convenientes á
que con tanta bravura
canso los parapetos y demás
numeroso y disciplinado
ejército
sostenía la causa de la dominación.
sitiados.
Lisonjeaba á Ruiz de Apodaca sobremanera pósito de comunicar
que
el
los
el
fuerte, fin
del que había
para anegar los
y establecer baterías de cañonear sin des-
obras
Esperaba también provocar
defensivas de los la deserción
en las
en breve á la suprema autoridad
que tenía en aquel recinto, pero dos soldados, aprehen-
de los
el
insurgentes,
como
lo
el
fueron
Remedios, y al efecto, urgía al coronel Aguirre para que diese feliz y pronto remate á la empresa que se había confiado á su valor y pericia. los
sólo
tropas del fuerte, sirviéndose para ello de varios agentes
último asilo fortificado
Sombrero y
Desde
pro-
fuerte de Jaujilla, había sido conquistado el
cuales
primeros días de enero se ocupó en desecar los panta-
terrenos que rodeaban
al
las
podían ser vencidas á fuerza de paciencia.
miento insurreccional que desde hacía más de siete años al
,
que debía de
didos en el acto de saltar el
mento
realista,
muro para pasar
Los
campa-
fueron fusilados por orden de López de
Lara y este rudo escarmiento cortó las esperanzas
al
que en
ella
fundaba
sitiados, por su parte,
la deserción el
y
frustró
coronel Aguirre.
aguardaban ser auxilia-
MÉXICO Á TBAViS DE LOS SIGLOS
608 dos por
Torres, quien escapando con
el padi'e
como ya dijimos en
del fuerte de los Remedios, anterior, se refugió en
muy el
pocos
capítulo
Pénjamo donde, no obstante su
carácter despótico, contaba numerosos adeptos.
Aumentó
coronel don Antonio Brizuela infantes,
calibre, trayendo,
comarca que se mostraron siempre ardientes partida-
y recelando un ataque violento
rios de la independencia,
trescientos
además, este último jefe dinero y muni-
ciones.
Los miembros de
su pequeña fuerza con algunos voluntarios, hijos de aquella
y formada de
doscientos dragones y cuatro piezas de grueso
junta gubernativa instalados en
la
ranchería de Zarate, como hemos dicho en
la
anterior, eran á la sazón don José
Cumplido y
el capítulo
de San Martín, don
de las tropas ligeras que los realistas habían diseminado
Antonio
por aquellos contomos, retirábase todas las noches á
lo
entrado éste á sustituir á don Ignacio Ayala, quien des-
día tor-
pués de su salida del fuerte no marchó á reunirse con
más espeso de naba á
los
bosques vecinos, y
los pueblos
al
volver
el
adoptando todo género de precauciones
para evitar una sorpresa
Un mes
'.
permaneció Torres en
Pénjamo y sus cercanías, y viendo que los realistas no le con tanta actividad como inmediatamente
perseguían
de
después
su
de los Remedios,
salida
socorrer á los sitiados de Jaujilla.
En
se
decidió
á
consecuencia, se
acercó á este fuerte seguido de trescientos hombres de
y
caballería,
media de
el
3 de febrero (1818) llegaba á legua y sitiadora.
la línea
se
Allí
detuvo y ordenó
al
teniente coronel don Pablo Erdozaín que atacase con
el
grueso de su fuerza
Avanzó este
punto que creyó más débil.
el
con la resolución de cumplir las
oficial
instrucciones que se le dieron, pero fué recibido con brío
por
sus
realistas,
los
soldados
huyeron
en
completo
desorden, y Torres se vio obligado á retirarse, lamen-
tando
la
pérdida de algunos de los suyos.
Nuevo desca-
más tarde en
la hacienda de
labro sufrió algunos días
Surumuato, y hubo de buscar otra vez abrigo en montes y despeñaderos de las cercanías de Pénjamo.
Poco después,
el
13 de febrero,
los
los
y
tras una vigorosa
refriega se vieron obligados á retirarse.
Alentado Aguirre
por esta ventaja, creyó que era llegada la oportunidad ordenó á sus tropas que avanzaron con
del asalto,
y
intrepidez
en las primeras horas del día 16, llevando
escalas
y
los
lo
demás
pero los independientes se
útiles,
sus antiguos colegas.
habiendo
Yillaseñor,
Trataron los de la junta de llamar
de Aguirre
atención
la
Pedro
disponiendo
un ataque contra
Pátzcuaro, y al efecto, ordenaron á los comandantes que les
obedecían en toda
día
y punto determinados. Uno de los correos portatal orden que marchaba á entregarla á Hermo-
dores de
,
en cambio de una gratificación, á un comer-
sillo, la dio,
ciante
de
de
realista
Morillo,
que se reuniesen en
la provincia
Apatzingán llamado don
Francisco
quien avisó á Cruz y á Quíntanar, comandante
las tropas del
rey en
Quiso
pueblo de los Reyes.
el
este último jefe aprovechar la coyuntura que se presen-
taba
para
cuyo
fin
aprehender á los miembros de
la junta,
comisionó á don José María Vargas,
á
antiguo
insurgente, pero que se había acogido al indulto, como dijimos en el lugar correspondiente.
Vargas se movió de
Reyes
los
el
18 de febrero,
llevando en su seguimiento sesenta dragones y acompa-
ñándole también don Ángel Cuesta, bien la firma de Hermosillo.
los sitiados hicieron
una salida para destruir una trinchera levantada por sitiadores á tiro de pistola del muro,
don
marcha
su
se
pasar
hizo
en unos, y en otros por un
En
en
el
párrafo
que tocó en
mismo
Hermosillo
el
oficial
anterior;
muy
los lugares
por
cumplimiento de la prevención de citado
que imitaba
enviado por éste en
la junta, la cual
hemos
y como anunciase
su
aproximación á los miembros del gobierno con la ayuda
de Cuesta, que falsificaba la firma de Hermosillo,
ni
aquéllos ni los jefes de guerrillas que halló en su camino
concibieron ninguna sospecha de lo que se tramaba
'.
defendieron con valor indomable: varias veces tornaron á
Pudo, gracias á este ardid, llegar Vargas sin contiatiempo
la carga los realistas, pero se alejaron por fin, perdiendo
á
cien hombres entre muertos y heridos.
Estas
bajas
fueron reparadas á poco con una sección que envió á los realistas
el
mariscal
Cruz
,
mandada por
el
teniente
«Nunca durmió Torres dos noches seguidas en el mismo sitio, aun en el mismo monte. Durante esta época de persecución y
la
ranchería de Zarate, prometiendo antes una buena
gratificación á aquellos
de sus soldados que se apode-
rasen de los miembros de
la junta.
Estos, sin embargo,
con excepción del doctor San Martín, lograron huir poco antes de la llegada de los realistas, y cuando éstos entra-
'
ni
peligro que ocupó casi un mes, ese jefe tenia consigo una pequeña escolta de caballería, y con ella pudo burlar la vigilancia de sus contrarios sin salir de aquel territorio... Inmediatamente que anochecía, marchaba con su escolta por los rodeos más ásperos é intrincados é
más ocultos del monte, alejándose lo más que podía del sitio en que había estado la noche anterior. Allí dormía algunas horas, con un criado á su lado, para dar la alarma en caso de peligro, y un caballo ensillado y enfrenado para huir sin pérdida de tiempo. Era excelente jinete, tenía los mejores caballos del reino y siempre traía consigo cuatro ó cinco. En las acciones que había sostenido su tropa no se había portado como buen soldado ni como buen jefe. En lugar de ponerse á la cabeza de los combatientes para excitarlos con su ejemplo, se colocaba á lu retaguardia, y si observaba el menor síntoma de confusión, era el primero en poner espuelas al caballo, abandonando su gente y pensando tan sólo en su propia seguridad.» (Memorias de la recolución de jVe'írico de Uobinson, págs. 254 y 255).
los sitios
en la
ron
ranchería (nueve de
la
noche del 21
mandada por
febrero) sólo hallaron una pequeña escolta
don Eligió Ruelas, valor
se retiró
quien
de
después de defenderse con
precipitadamente dejando cinco prisio-
neros en poder del enemigo; fueron éstos pasados por
armas después de haberse confesado con
las
San
Martín,
aprehendido
también
en
los
el
mismo
momentos
de huir y que estuvo á punto de perecer por los disparos que le dirigieron sus perseguidores.
La
corres-
pondencia y los demás papeles de la junta cayeron en '
1.
E.
Relación de .San Martín en
la
Colección de documentos de
Hernández Dávalos, tomo VI, png.
456.
MÉXICO A TEAVKS DE LOS SIGLOS
manos de Vargas, quien volvió inmediatamente á Apatzingán, donde entregó su prisionero
coronel
teniente
al
Quintanar, que de los Rejes había avanzado hasta aquel
San Mnrtín fué llevado en seguida á Guadala-
pueblo.
donde
jara,
encerraron en un calabozo de la cárcel,
lo
poniéndole un par
Se
de grillos.
le
formó una causa
asaz voluminosa, y permaneció en su dura prisión hasta el
17 de febrero de 1821 en que se
haber declarado
el
comprendido en
sele
le dio libertad,
por
virey Apodaca que debía considerárel
promulgado
decreto de indulto
en 8 de marzo del año anterior ^ el
sitio
de Jaujilla, y
primeros días de marzo se disponía á intentar
los
un asalto decisivo, cuando
el
sentó un enviado del comandante López de ciéndole, en
6 de ese
mes
se le pre-
nombre de
éste, la entrega
Lara ofre-
de las fortifica-
ciones, á pesar de la resistencia que para ello opondrían
capitanes Cliristie y Devers,
los
resueltos á sostenerse
hasta la última extremidad. El coronel realista prometió,
en cambio, conceder
á los sitiados siempre que
el indulto
en breve plazo fuesen puestos á su disposición los dos oficiales extranjeros.
Cumplió con esta condición López
Lara apoderándose de
de
cuales fueron día 6
Aguirre continuó estrechando
ya en
609
llevados
al
Christie
campo
y de Devers,
sitiador,
y
el
mismo
(marzo de 1818) se rindió Jaujilla con todas
armas y municiones que
contenía;
las
los
las
fortificaciones
vinieron á tierra y los oficiales y soldados que las defen-
dían quedaron en absoluta libertad, en cumplimiento de
Vista del fuerte de Jaujilla
la
promesa hecha por Aguirre.
«Este valiente y digno
un historiador, se comportó con magnanimidad,
jefe, dice
observando una conducta enteramente opuesta á habían
la
que
fueron enviados á la península dición de Jaujilla produjo
los
dos oficiales extranjeros fuesen tratados
con todas las consideraciones compatibles con su seguVolvió á Valladolid llevando á los dos prisio-
ridad...
neros, y á poco llegó la orden del virey para que se les fusilase;
el
generoso Aguirre se negó muchas veces á
obedecer este mandato, y con tanto celo intercedió en su favor que logró al menos que se respetase la vida de aquéllos;
mas
libertad
á pesar de todo su
no
pudo
empeño porque
conseguirlo:
los
dos
se
Véase en
les
oficiales
extranjeros pasaron á la capital del vireinato, y de
allí
la Colección de documentos de J. E. Hernández DáVI, págs. 290 é 459, y especialmente el dictamen del auditor de guerra Cerquera, pág. 445 del mismo tomo. '
noticia de la renal
virey
seguido
y mandó que
valos,
La
grande satisfacción
Apodaca, quien mandó festejarla con pompa en México y
Liñán y otros comandantes realistas. Reprendió severamente á López de Lara por su perfidia,
diera
'.
tomo
T. II1.--JX
'
Memorias de Bobinson, págs.
El parte en jilla
257 y 258. al virey la rendición de Jau-
que Aguirre participó
decía así:
«Excelentísimo Señor: Acaba de entregarse este fuerte, acogiéndose á la gracia de indulto sus defensores, que quedan en mi poder, y doce cañones de varios calibres, porción de fusiles, municiones y cuanto encerraba. Los dos extranjeros de la gavilla del traidor Mina, que eslaban con él, obligué á que me los entregaran presos, y así los mantengo, porque han sido los que más se opusieron ú mis afanes para reducir á los otros á la razón y a que se arrepintiesen. Este es. Excelentísimo Señor, el fruto de cerca de tres meses del más estrecho y penoso sitio y de tan bizarro y expuesto asalto, que sólo una contingencia pudo malograr; teniendo la satisfacción de que en todo él nadie ha entrado ni salido del fuerte sino los que me han presentado. Son muy dignos de la alta consideración de V. E. los beneméritos oficiales y valiente tropa, que han sufrido en este tiempo toda clase de trabajos y escaseces, metidos en el agua y fango día y noche y haciendo penosas y dilatadas obras bajo los fuegos de una fortificación inexpugnable por la naturaleza y bien defendida por el arte. Mientras las actuales atenciones me permiten dar ú V. E. exacta noticia de todas las ocurrencias, ade-
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS
610
Luego concedió á
las capitales de provincia.
las tropas
este doble asesinato, que exasperó á los
de Aguirre los premios de que fué siempre tan pródigo
insurgentes, y dos de éstos.
aquel alto funcionario, extendiendo su munificencia hasta
joven valiente y avezado á
conceder
el
grado de teniente coronel
José Joaquín de Herrera,
al
comandante don
haber llegado con un
por
cuerpo de tropas del Sur al campamento de los sitiado-
mismo
res el
día en que se rindió la guarnición inde-
pendiente de Jaujilla.
Los miembros de de
los
ranchos de Zarate
al
provisional, que huyeron
ser sorprendidos por
Vargas, marcharon hacia
indultado vincia
la junta
(Michoacán),
reorganizaron
el
y en
las
el
el
sur de la pro-
cercanías
de
Huetamo
gobierno, formándose entonces la junta
conocido con
como
cerle
patriótica constancia se dedicaron los
nuevos vocales á impulsar la insurrección, después de los
repetidos
y durísimos golpes que había
recibido
en la vasta zona de Michoacán y en la vecina del Bajío: expidieron nuevos nombramientos de comandan-
tanto
daño
hicieron
á la revolución
meses del año anterior. del
mando
Era uno de
confiado al padre Torres
,
en
postreros
los
resolvieron descono-
armas en Guanajuato
Torres asistió también á
:
en conse-
reunión,
la
pero apenas fué
destituido se retiró al Rincón de los Martínez
ñado de
muy
acompa-
pocos y resuelto á no acatar la decisión de
antiguos subordinados ni la orden de la junta de el
caso de que fuese conforme con lo que
se había acordado en Puruándiro. tas de
Huetamo
ratificaron el
í]n efecto, los patrio-
nombramiento de Arago y el goce de los hono-
concedieron á Torres su retiro con res
y sueldo que correspondían á su grado de
teniente
general.
acopiaron armas y municiones y desplegaron grande
tes,
energía para coitar de raíz algunos de los males que
,
y aborrecido Torres, al coronel don Juan Arago, quien, como se recordará, había venido al país con el general Mina en calidad de comisario general de su división.
gobierno, en
Con
'
de 1818) y todos acordaron nombrar, en lugar del odioso
Pedro Villaseñor, y en calidad de secretario don Pedro '.
oficiales
cuencia, reunieron en Puruándiro á varios oficiales (abril
sus
Bermeo
la
apodo del Giro
jefe de las
de don José Pagóla, don Maiiano Sánchez Arrióla y don
J.
el
demás
Huerta y Andrés Delgado, campaña de guerrillas, más
Firme
y poco afortunado
este siniestro
caudillo en
su propósito de no depender más de la antigua junta de gobierno,
se unió con los coroneles don Encarnación y
aquellos el ejercicio
don Francisco Ortiz
quien había disgus-
á reunir una sección de entró
,
y levantando algunas
de nuevo
partidas llegó
quinientos hombres con los
rail
en campaña.
tado á todos los jefes independientes que le reconocían
cuales
como autoridad
coronel realista don Anastasio Bustamante se hallaba con
militar superior.
centaba en proporción de
después de las
las
Su despotismo derrotas
se acre-
que sufría
y que tuvo cerca de Jaujilla y en Surumuato
había devastado las comarcas de Pénjamo y
el valle
cuatrocientos
soldados
en
la
Sabiendo que
hacienda
,
de
marchó á atacarle, y
el
Guanímaro,
28 de abril (1818) llegó en
efecto á la vista de este lugar,
encontraban
de
desprevenidas
donde
las tropas del
Santiago, y dio muerte á su segundo Lucas Flores y á
se
don Remigio Yarza, distinguido patriota que en calidad
aproximación de Torres.
de secretario del Congreso había firmado en 1814 la
rable circunstancia y haber derrotado al enemigo,
constitución de Apatzingán.
Nunca
se supo la causa de
lanto este parte para su superior conocimiento, por mi ayudante el teniente del regimiento de infantería Fijo de México. D. José Güira!; recomendando á V. E. muy particularmente el distinguido mérito que ha contraído en esta división, y la dedicación y decidido empeño con que ha trabajado en todo el sitio. Dios guarde ú V. E. muchos años. Fortificación de Jaujilla, 6 de Marzo de 1818, á las ocho de la Excelentísimo Señor Don Matías Martin y Arjuirre. mañana.
—
—
Juan Ruiz de Apodaca.» AI publicar la Gaceta este parte, añadía lo siguiente: «;En vista de lo que antecede y de ser Jaujilla el último punto fortificado que tenían los rebeldes en este reino, y con el que se cuentan cincuenta y siete tomados á éstos desde su ingreso ú esie mando, ha acordado S. E. se anuncie al público con salva de artillería y repique de campanas en general; y espera con impaciencia los partes circunstanciados que ofrece el Sr. Aguirre para premiar en nombre del Rey nuestro señor & los jefes, oficiales é individuos de tropa que se hubiesen distinguido; concediendo desde luego el grado de capitán al oficial que ha traído tan importante noticia, recomendado tan particularmente por su jefe, y mandando se den las gracias á nombre de S. Mal expresado señor Aguirre y á todos sus subalternos por su valor, constancia y amor ni Real servicio, acrisolado en este sitio. Que á los dos extranjeros se les forme causa de ordenanza, y aplique la pena correspondiente; á los demiís que se entregaron al indulto les concede S. E. el perdón de la vida en nombre de nuestro piadoso monarca, y los destina por seis oños al presidio de la isla de Mexcala.» ' Los dos primeros reemplazaron respectivamente á don José de San Martin, aprehendido en la sorpresa de Zarate, y á don Antcnio Cumplido, que hizo dimisión de su cargo poco después de ese BUCeeo.
sus
el
Pudo
desacertadas disposiciones
sin
tener
noticia
rey
de la
éste aprovechar tan favo-
pero
tornaron en derrota una
' «Este era indio de nacimiento, y aunque falto de educación, singularmente ingenioso y muy diestro en la guerra de partidarios. Su valor era impetuoso; su actividad asombraba al enemigo. Tenía apenas veinticinco años, y en su corla carrera había recibido veintidós heridas. Mandaba los dragones del Vulle de Santiago, que formaban á la sazón el m;is bello y útil de todos los cuerpos patriotas de Nueva España. Sus dragones montaban los mejores caballos del país, y contra la costumbre de los palriotas, siempre estaban en movimiento y alarmando constantemente toda la parte del Uojío situada entre Celaya y Salamanca.» (Memorias de la recolución de México, pág. 261). El autor de la obra que acabamos de citar dice lo siguiente, d propósito de la muerte de don Lucas Flores: «Este comandante del Valle de Santiago, que había sido uno de los más útiles y constantes amigos del padre Torres, fué arrestado por un frivolo pretexto, y sin formación de causa, ni darle tiempo para defenderse, conducido á los montes y pasado por las armas. Los pormenores de este suceso ponen en su verdadero punto de vista el carácter de Torres: mandó ú Flores que se presentase tal día en determinado punto; don Lucas obedeció, y Torres con su Estado Mayor se hallaba en el lugar indicado. Abrazáronse como dos buenos amigos, conversaron largo rato, y se pusieron á jugar á las cartas; después del juego, en que Flores perdió todo el dinero que traía, comieron junios i-on la acostumbrada franqueza que entre ellos reinaba. Acabada la comida Flores fué arrestado, sin haber precedido explicación ninguna sobre esta medida, y todas sus prendas fueron distribuidas entre los individuos del Estado Mayor. Torres se quedó con el mejor caballo, y cuando el desgraciado Flores le dirigió la palabra para saber qué significaba lo que estaba viendo, le volvió la espalda y mandó que lo retirasen.» ( Pág. 257).
MÉXICO A TEAVES DE LOS SIGLOS Bustamante tuvo tiempo de ordenar
victoria casi segura.
sus tropas,
y
independientes; al
y nutridos disparos de sus
certeros
los
desconcertaron á la numerosa caballería de los
infantes
Torres
abandonó
campo de
el
batalla
ver que flaqueaban los suyos, siguiéndole muchos en
mando de
su liuída, y dejaron sola á la infantería, que al
mayores don Gregorio Wolf y don Manuel Ramírez
los
se retiió
abrigo de unos árboles,
al
combatiendo.
y acabaron, uno
valientes
perecieron jefe
en
realista
este
cuyo
por
acuchillados
insurgentes
Trescientos
combate,
esos
rato
largo
valió
resultado
al
condecoración de Isabel la Católica y
la
á cada uno de sus subordinados
el
La América
uso del escudo y lema
agradecida registrará con ternura en sus
nombres de
fastos los
Los otros
hijos tan beneméritos.)-
vocales de la junta, Sánchez Arrióla
y
Villaseñor,
ron hasta la hacienda de las Balsas, donde bajo
Guerrero
de
establecieron
Torres
después de haber publicado
,
que desconocía á
hombres con
la junta
proclama en
la
de gobierno, reclutó trescientos
solapado auxilio de Borja y los hermanos
el
Ortiz, que aparentemente obedecían al coronel Arago, y
Pénjamo donde
se dirigió á
su cuartel general.
este último había establecido
Antes de llegar á
manos, con-
las
vinieron uno y otro en tener una conferencia en Suru-
muato, á
separadas por éste las tropas de ambos bandos.
Grande
orillas del río
dice Eobinson en las
de Lerma, quedando
ó
Memorias de
México, se presentó con doscientos hombres en
declarando nulos todos sus actos;
la disputa sólo
que
único gobernante legítimo
el
Ignacio Ayala,
quien,
era
sostenía
don
abogado
el
separado de sus antiguos colegas
poder y declarando ilegítima
á
la
junta
tiempo para concentrar mayores fuerzas
había recibido de los oficiales que
le
nombramiento que obedecían, y que
luego fué ratificado'por la junta de Huetamo. si
no bastasen
las
frecuentes
victorias
Así, como
de
realistas, Torres suscitaba la guerra civil
armas
las
entre los ya
escasos sostenedores armados de la independencia.
Entretanto que en entre
éstos
Huetamo,
por
sí
el
Bajío
el
de
la
junta de
era nuevamente sorprendida y atacada
ésta
por los realistas,
uno de
los
subalternos de Armijo,
el
teniente coronel don Juan Isidro Marrón, en una correría
que hizo por de
noticia
los
pueblos de
Churumuco y Atijo, tuvo Canta-ranas se
que en un lugar llamado
hallaban don José Pagóla, presidente de la junta, y secretario de la
Marrón
al
misma don Pedro José Bermeo.
capitán don
ese punto con
el
Mandó
Tomás Díaz que avanzase hasta
una tropa de caballería, y este
oficial
Huetamo y
que poseía un pequeño
auxiliar á la revolución;
«hombre
caudal
que
gastó en
ilustrado, añade
Bus-
tamante, de gran probidad y de firmes principios, por cuyas dotes juato,
cuyo
el
Congreso
empleo
le
sirvió
nombró intendente de Guanasatisfactoriamente.
el
xicí.',
por la junta.
término y no recibiendo respuesta alguna,
y este valiente
el río,
atacó animosamente á los contrarios y los puso
oficial
huyendo á
los
montes de Pénjamo, donde se
Con
algunos fugitivos.
aún varias
los pocos
escaramuzas
aunque siempre
salió
con
que
le
le
reunieron
seguían empeñó
tropas
las
de Arago,
mal de estas acciones
apoderarse de su persona.
posible
,
y
no fué
Esta contienda ter-
minó con la aproximación de un fuerte cuerpo de realistas al
mando
Márquez Donayo
del coronel
un puesto militar en Pénjamo, y
quien estableció
,
así cortó
retirada á sus escondites en las llanuras
La
contornos
en
la
muy
de
presencia
comarca que siempre
pocos
sierras
;
adeptos
de sus
las
á Torres la
y montes de
tropas
los
vireinales
había servido de asilo, y
le
huir
al
por
las
asperezas de las
fué desde entonces su vida una continua zozobra,
teniendo siempre cerca de
primer
aviso
sí los
que
le
caballos ensillados para
diesen sus
centinelas
y
obligado á dormir en los montes, no pasando nunca dos
noches seguidas en
el
mismo
lugar.
Por algún tiempo vagó Torres por
las sierras de la
intendencia de Guanajuato sin provecho ninguno para la
de secretario hasta su disolución en Tehuacán. '
'
horas para que
dispuesto
lo
Arago ordenó al Giro que pasase
Bermeo
había sido escribano en Sultepec, y siguió al Congreso en calidail
Espirado
obedecía ó no
pocas
mandados por Arago, redujeron á Torres á vagar con
Pagóla era un sexa-
genario, oriundo de Salvatierra, donde había sido regidor, la
si
,
de ganar
fusilados en el cementerio de
este pueblo el 10 de junio de 1818.
y en
declarase
de
el
y en esta per-
Los dos prisioneros
que halló en su poder.
fueron llevados á
un plazo
señaló
le
de su contrario era
intento
sos-
también de base de sus operaciones militares, y por otra parte, la persecución que le hacían los independientes
aprehendió, en efecto, á los dos patriotas y se apoderó de los papeles
suasión
el
inútiles,
en derrota. Torres se salvó por la ligereza de su caballo
se disponían á luchar
reconocimiento
gubernativa.
Después de perder dos días en pláticas pechó que
se apercibió á hacer valer el
de
pueblo
podía terminar restituyendo á Torres su
desde que abandonaron juntos á Jaujilla, se hallaba á la
parte,
el
señalado de antemano, pero desde luego comprendió que
sazón en compañía del mismo Torres.
Arago, por su
«Arago,
la revolución
con don Miguel Borja y publicó una proclama desconociendo á la junta de gobierno reinstalada en Huetamo y
en cambio
abogado
al
del rey
Después de esta considerable derrota Torres se unió
tiempo
don Mariano Euiz de Castañeda.
con que Apodaca acostumbraba á remunerar á las tropas '.
huye-
amparo
el
algún
gobierno
el
después, nombrando en lugar del digno Pagóla
á morir
resuelta
por
otro,
tras
Bustamante.
de
caballería
la
sostuvieron
se
Allí
'
611
Parte oficial de Bustamante publicado en la Gaceta de correi?pond¡ente al 25 de Julio de 1818.
Mé-
Memorias de
sigue casi al pié de á este autor.
la
recolucinn de México, pág. 263. Alamán relación de Robinson, aunque sin citar
la letra la
MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS
612 insurrección
para sus
ni
miras
que
pues
ambiciosas,
abandonaron todos sus antiguos subalternos, y vióse obligado á acoger á su lado algunos hombres de la peor
le
incapaces de toda empresa arriesgada, aunque
especie,
muy
propios para entregarle en manos del enemigo en
cambio de una mezquina gratificación. seguramente
el
precipitarlo él
término del funesto padre Torres, á no
mismo con su carácter
llamado
pagarla
toda
ganó un
violento:
una considerable suma á uno de sus
día en el juego oficiales
Ese hubiera sido
Zamora,
Juan
entera, le
en prendas
dejó
Al día siguiente presentóse
no
quien,
perdidoso
el
pudiendo
su
con
caballo.
dinero
el
que faltaba y reclamó á Torres su cabalgadura, pero
no quiso devolverla:
éste
Zamora,
irritado
delante de varios testigos vengar
la afrenta
de recibir; púsose en movimiento
dada por "Este
y
al
pasar
dice Bustamante
,
altura de
y negándose á ello Torres, fué atravesado por lanza de Zamora; cayeron sobre éste el hermano del
los
zacate que crecía á
el
la
á quienes la intensidad del fuego reventó los
á pesar de esto, los realistas fueron completamente
ojos;
derrotados,
y de
no se habría
éstos
salvado
uno
ni
á no haberse quedado Guerrero y los suyos pié d
solo,
tierra."
La ocupación de
Jaujilla por las tropas vireinales
y
la
azarosa vida que llevaba la junta de gobierno después de su salida de aquel punto fortificado,
la
devolución de su
Ocampo.
fuerza á
triple
un hombre en
los caballos
quera,
la
man -
el lugar ocupado por los nuestros: comenzó á arder rápidamente y se vieron á punto de perecer todos, como sucedió con dos soldados y todos
oficiales
aquél por
con
atacó
,
no esperaba, mandó incendiar
por un rancho peí teneciente á la hacienda de la Tlachivolvió á instar
comandante español don Ignacio
el
independientes, y admirado de hallar una resistencia que
prometió
que acababa
la partida
de Cupándiro una sección considerable de realistas
hicieron temer á los
de Guerrero que pudiera llegar
más completa
acefalía para la
momento de
el
insurrección, y con
el
caballo,
propósito de prevenir ese cercano peligro acordaron nom-
la
brarle general en jefe de las tropas del Sur
jefe
insurgente
y algunos de
quitándole la vida antes de que espirado.
causa
de
el
la
independencia terrible azote,
pendencia no tuvieron ya
el
le
acompañaban,
mismo Torres hubiese
La muerte de hombre
Bajio de un
filas
que
los
tan
libertó
á
funesto para la los
los defensores
y
pueblos
de
la
del
inde-
bochorno de contarle en sus
1.
mación se efectuó
bastaba para reemplazar en caso dado lucionario, dábale al caudillo suriano
definida claramente,
que
los
demás
y
ejercicio
truir
un fuerte en
estas
Velázquez, Frías y Tavera.
que Bravo dejó á
rancTio de los Dolores.
menguado mayor
patriotismo
Pero del
el
el
indomable valor y nunca
héroe
aliento cuando la fortuna
suriano le
le
infundían
negaba sus dones.
tareas
traición de algunos
por
alcanzar en todo Ignacio
en
el
pueblo
de
Coahuayutla.
Varios
En
el
ya existentes y á cons-
Anzures,
Pero
de
la
Rosa,
mismo tiempo,
al
la
tramaba su pérdida y detenía
mes de marzo.
el
habían avistado con
realista lo atacase
Montesdeoca
otros
Bermúdez y
pañado de cinco hombres, con
cuales apareció en la
obediencia
la
pronto los progresos rapidísimos que había logrado
lo
la
los
las
comandantes
los
Volvió á internarse en las espesuras de la sierra acom-
Costa grande á principios de febrero, logrando unirse con
á
Barrabás, ayudándole eficazmente en
abandonado de casi todos
los
gobierno revo-
al
cerro de Santiago, que en lo suce-
el
constante Guerrero, quien á principios de 1818 se vio
sus órdenes pocos días antes de caer prisionero en
no
de esta investidura dedicóse Guerrero á levantar
sivo se llamó de
acompañado hasta Ajuchitlán y de
proclaella
de aquella comarca habían rendido
jefes
Armijo se dedicó con incansable actividad á perseguir
soldados que le habían
si
hasta entonces á su solo é indisputable prestigio.
nuevas fuerzas, á organizar
los
tal
una posición militar
títulos suficientes
Después de haber aprehendido á Bravo con tan buena fortuna y de conducirlo hasta Teloloápam 2^ al
:
12 de marzo (1818), y
el
el
El comandante don
capitán don
Luciano Calvo se
coronel Armijo, acordando cortar
el
retirada al general
independiente
cuando
Súpolo
todo
Guerrero, y aunque
aprehendió y castigó con la muerte á
obra
de
destacamentos, que fueron desbaratados fácilmente, y en los primeros días de marzo derrotaron en el cerro
el 1.°
de abril,
éstos
estaba al
jefe
de frente en San Gregorio, punto que
á la sazón ocupaba.
encuentros sostuvieron durante aquel mes con algunos
este
los
avanzada hasta
atacar Armijo
el
traidores
tal
punto
,
la
que
campamento de San
uno de
Gregorio, fué secundado por muchos de los que habían
' Era natural de Cocupao (hoy Quiroga, Estado de Michoacán). La muerte de Torres ocurrió en julio de 1819. Según Bustamante,
número de
fueron tan escasos sus adelantamientos en la carrera eclesiástica, á la que se dedicó, que apenas entendía lo muy preciso para ejercer las funciones de vicario de la parroquia de Cuitzeo de los Naranjos. Allí vivfa cuando estalló la guerra de independencia, en la que tomó parte, aunque ofuscado por su jefe Albino Gorda, ú quien siempre temió sobremanera. Muerto Albino, pudo figurar con más notoriedad, aunque nunca en verdadero provecho de la insurrección. Alamán dice de Torres lo siguiente: «I.a escasez de sus ideas y su carácter feroz le hicieron ser una de las grandes calamidades que en aquella época desgraciada tuvo que sufrir la provincia de Guunajuato, en la que todavía su nombre se pronuncia con horror, especialmente en los distritos de Pénjamo y del Valle de Santiago, que fuerpo el teatro de bus pillajes y desolación.» • Véase capitulo anterior,
sobornado Bermúdez oficiales
y Calvo;
perdió
Guerrero
gran
y soldados, vióse forzado á abando-
nar sus posiciones y prosiguió sus correrías á través de riscos
y selvas espesas,
gros y dificultades.
sin
desmayar ante tantos peli-
Armijo se detuvo algunos días en
San Gregorio fusilando á todos dientes
los prisioneros
que cayeron en sus manos, y en seguida se
movió con dirección á Zacatula para atacar á les
indepen-
los oficia-
de Guerrero que se habían hecho fuertes en aquella
parte de la costa.
Los
jefes independientes
Montesdeoca, Galeana (don
,
íiiu*. ^rjir-^ ^*j*" - --^:69,
Cuerpos eeteranos de infantería
—
2, Regimiento de la «1, Compañía de alabarderos del virey. Corona. 3, Id. de Nueva España. 5, Id. 4, Id. Fijo de México. Fijo de Veracruz. 7, Bata6, Batallón de Custilla en Campeche. llón de Santo Domingo. 8, Regimiento de Castilla. — 9, Id de Lovera.— 10, Id. de Asturias. 11, Id. Americano primero.— 12, Id. Fernando VII. 13, Id Extremadura. 14, Id. de Saboyu. 15, Id. de Zamora. 16, Id. de Ordenes militares. 17, Batallón voluntarios de Navarra.— 18, Compañía suelta de la isla del Carmen. 19, Id. de Acapulco. 20, Id. de San Blas. 21, Id. de voluntarios de Cataluña. 22, Id. de Sonora. 23, Id. de policía de México. 24, Tres id. de marina y marineros. Con un total de 11,756 hombres.
—
—
—
—
—
—
—
—
—
— —
—
—
—
—
—
— —
—
del Potosí.
Injanterla provincial
—
Columna de granaderos. 26, Regimiento de México. deTlaxcala. 28, Id. de Puebla. 29, Id. de Tres Villas. 30, Id. de Toluca 31, Id. de Celaya.— 32, Id. de Valludolid.— 33, Id. de Guanajuato. 34, Batallón de Guadalejara. 35, Id. de Onxaco. 36, Id. del Sur. 37, Id. de Fernando VII.— 38, Id. ligero de México. 39, Id. ligero de San Luis. 40, Id. ligero de Querétaro. 41, Id. mixto de Zacatecas. 42, Tres compañías sueltas de »25,
— —
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
Nueva Vizcaya. 43, Compañía auxiliar de provincia. 44, Compañía de pardos y morenos de Veracruz. 45, Compañía de Olinalá. Con un total de 9,208 hombres.
—
—
Artillería
—
»46, .Seis compañías de veteranos con 596 hombres. 47, Siete de provinciales con 374 hombres. 48, Una id. agregada con 203 hombres. Total 1,173 hombres.
—
id.
—
Caballería ligera dragones eeteranos » 49,
en
la
Compañía
Nuevo México. —
— 50, Cuotro id. — 52, Una id. en
presidial de la Baja California.
Alia California.
— 51,
Seis id. en Sonora. 53, Cuatro id. en Coahuiln. 54,
—
— 70, Id. del Príncipe.
Dos
id.
en Texas.
— Con
un
total
de 3,494 hombres.
Divisiones mixtas de las costas
— 80, Id. de Tuxpam. — 81, Id. de Alvu— 83, Id. de Tabasco.— 84, Id. de la isla del Carmen. — 85, Id. en sur de Sun Blas. — 86, Id. de Colima. — 87, Id. en Zacatula. — 88, Id. en Acapulco. — 89, Id. en Ometepeo. — 90, Id. en Jamiltepec. — 91, Id. en Tehuantepec. — Con un total de )>79,
rado.
Norle de Tampico Id. de Aoayucan.
— Í2,
el
5,672
hombres.
»Total general
A
27, Id.
Regimiento dragones de Querétaro.
— 71, Id. de Puebla. — 72, Id. de San Luis Potosí. —73, Id. de San Carlos. — 74, Id. de Nueva Galicia. — 75, Cuerpo de Colotlán. 76, Cuerpo de Moneada. — 77, Cuerpo de Tulancingo. — 78, Fieles
:
39,436
hombres.»
el muy considerable de urbanos y realistas Jleles, formados en cuerpos y compañías sueltas de las tres armas, que servían con mucho fruto de auxiliares á las tropas de linea, expedicionaban con ellas y cuidaban de la defensa de los pueblos y hacienda?. «En la Guta de Forasteros del año de 1820, dice Bustamante, se presenta la lisia de los cuerpos realistas de infantería, caballería y artillería creados en toda la extensión de las provincias para auxiliar al ejército de línea, por lo que resulla que formaban mayor n,úmero que éste; pudiendo muy bien decirse que en el uño de ltaunque corta y superficial; no muy agudo ingenio, ni sano dis»cur8o; condición arrebatada, valor impetuoso, aunque escasa forta»leza, ya en hechos de noble arrojo ó de generoso desprendimiento, >ya en puerilidades de una vanidad indecible. > — Sin embargo, éste mismo confiesa que cuando se nombró generales á los jefes del alzamiento, Quiroga admitió luego la faja, y Riego sólo la tomó después de una larga resistencia. »Otro8 contemporáneos suyos le han juzgado con más indulgencia, y dicen que cuantos le conocieron y trataron en los primeros meses de su elevación al favor popular, elogiaban su buen natural y BU sencillez, sin notársele rasgos de ambición, ni menos de venganza; pero que después el veneno de la adulación trastornó al joven militar > (Memorias históricas eobre Fernando Vil, lomo II). €Don Anlonio Quiroga, de la misma edad que Riego, era natu-
con
el batallón
clamó
de Aragón, determinó marchar á reunirse
A
con Quiroga.
su paso por Jerez de la Frontera pro-
la Constitución
María se
le
de 1812, y en
el
Puerto de Santa
unieron los oficiales O'Daly, Arco Agüero,
San Miguel y
otros, presos por orden de
La
Bisbal desde
año anterior, y que se fugaron del castillo de San Sebastián de Cádiz al saber que había estallado la
julio del
revolución.
Fernando, y
Quiroga y Riego se avistaron el
al fin
en San
primero quedó reconocido como general,
de Galicia y pertenecía á una familia muy considerada en e) Había comenzado su carrera en la marina, pero en 1808 pasó al ejército de tierra, donde ganó sus grados en la guerra contra los franceses. En el ejército expedicionario obtuvo el empleo de coronel.» (Hemos tomado las notas anteriores de la Historia general de España, tomo V, pág. 339, edición de Barcelona, 1880). ' «La ciudad de San Fernando se levanta á dos leguas de la capital de la provincia (Cádiz), en la llamada isla de León; es plaza fortificada por la naturaleza y por el arte; pero su principal fortificación consiste en los caños de agua de mar y en el ingenioso laberinto de salinas que la circundan, de modo que inundadas éstas queda defendida la ciudad por un foso de agua de mar de más de dos leguas de largo por una de ancho. Tiene actuolmente un arsenal, un colegio naval, un observatorio astronómico, único en su clase, y varias fábricas de curtidos, almidón, albayalde y otros productos. Fué conocida antiguamente con el nombre de Tricea, recuerdo de su origen tirio ó fenicio: á últimos del siglo xvii se llamaba Consejo del Castillo de la Puente; en 1769 empezó & llamarse Villa de la Real Isla de León; pero las Cortes le dieron en 1810 el nombre de San Fernando, habiéndose hecho memorable por un asedio de tres años que sostuvo en aquella época. »Entre las calles de San Fernando, la Real tiene una longitud de 2,302 varas castellanas y contiene hermosos edificios. En sus inmediaciones hay muelles, desembarcaderos, baterías y castillos, y á un cuarto de hora de distancia se levanta el arsenal de la Carraca, que coge una superficie de 940,580 varas cuadradas, con la circunstancia de estar levantados sobre estacas todos sus edificios, por ser terreno sumamente fangoso. Este arsenal se halla totalmente rodeado por las aguas del mar. Contiene algunos diques de carena y estú servido por un personal numeroso.» (Nueca Geografía Universal, tomo IV, pág. 336, edición de Barcelona, 1879). ral
país.
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS conforme á
mentóse
lo
que se había decidido por las logias. Au-
la tropa sublevada con el batallón de Canarias
otro de artillería,
y aunque
otros
faltando á
lo
mandados por
el
coronel López Baños;
cuerpos no concurrieron al
ofrecido, el
y
movimiento
número de tropas reunidas en
San Fernando era imponente y capaz de acometer arduas empresas. «Pero malogróse allí un tiempo precioso, dice
el
autor de la líistoria general
nada hay que mate tanto cisión
y
la
apatía.
de España,
las insurrecciones
como
y
la inde-
Su única operación en muchos días
fué apoderarse por sorpresa del arsenal
641
de donde sacaron algunos recursos, vendiendo materiales,
Una
con perjuicio de los intereses del Estado.
que hizo en Cádiz Soria,
coronel Rotalde con el batallón de
el
y de acuerdo con los amigos de la libertad (24 de
enero), tuvo
joven
tentativa
oficial
infeliz
éxito,
como importuna y
tardía.
don Luis Fernández de Córdoba, con su
vidad y su denuedo,
lo
El
acti-
desbarató todo, atrayéndose los
soldados y arrestando á los oficiales:
el
que estaba á
la
cabeza de los sublevados pudo fugarse con algunos de sus cómplices al ejército de Quiroga.»
«Había en este
de la Carraca,
ejército,
compuesto de unos cinco
Xí.
Don Antonio Alcalá Galiano
mil hombres,
y
disciplina.
más ardor y entusiasmo que
La
autoridad de Quiroga,
testigo de vista, era poco
corto acierto.
más que
titular,
concierto
y
según dice un
y
ejercida con
Nadie mandaba y todos servían.
Procurá-
base por algunos infundir una esperanza que no había: escribíanse con este objeto papeles arrogantes,
y pusié-
ronse á redactar una especie de Gaceta Alcalá Galiano
y
con gusto,
el
y
la guarnición
principio
con las
sereno después, expidiera órdenes
á don Manuel Freiré,
general acreditado en la guerra de la independencia, para T. III.-81.
aunque no
muy
de con-
todo, el ejército insurreccionado se vio
de Cádiz i.»
Después de varios días de inacción dispúsose que
hasta
al
éste,
tampoco
Riego, al frente de una columna de mil quinientos
gobierno de
que llegaban abultadas, algo más
y
las tropas,
por su inacción comprometido entre las tropas de Freiré
bres, saliese á
Madrid, sobresaltado
mando de
fianza; pero así
San Miguel, hombres ambos de buena pluma y talento. Pero es lo cierto que entretanto dieron tiempo á que el noticias del alzamiento
Tomó
que fuese contra los sublevados.
promover
hom-
la insurrección. Hízolo así (29 de
enero de 1820), y marchó á Algeciras, donde permaneció el 7
de febrero.
No pudiendo
nando, por tenerla ya bloqueada
—
el
regresar á San Fer-.
general Freiré, tomó
» Don Modesto Lapuente. Historia general de España, tomo V, pág. 339, edición de Barcelona, 1880.
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
643
rumbo á Málaga, pero perseguido por O'Donnell minó á Córdoba, entrando en esta ciudad
se enca-
de marzo
el 7
Pero
les.
pueblo insistió, irritado
el
general y las autoridades
clamoso, y
y
el
convencidos de que la fuerza
,
con menos de cuatrocientos hombres, pues tanta había
armada
sido la deserción y tanta la fatiga en aquella su desespe-
forzados á acceder á sus deseos. Dueños los barceloneses
rada correría. Los habitantes de Córdoba no hostilizaron
de la situación, destituyeron á Castaños, aclamando en su
á Riego, pero tampoco se mostraron dispuestos á prote-
lugar
gerle
y á tomar
aquel
jefe,
minó á
participio
en
y
que
de Extremadura; mas antes de llegar á
que á ésta separan de
vaba cuarenta y cinco hombres él
lo
después de recoger algunos víveres, se enca-
tierras
los limites
de
por
la revolución,
Y
se dispersai'on.
,
como
la
que el
Andalucía sólo llesepararon
fin se
al
desastre de esta expe-
á Quiroga en San Fernando, la revolución hubiera fraca-
más que por
sado,
mostró apático y liares
esfuerzos del gobierno, que se
los
flojo
para reprimirla, por falta de auxi-
en otros puntos de la península.
marchaba penosamente con
su mei-mada columna con dirección á Córdoba,
el
coronel
don Félix Acevedo, apoyado por
el
pueblo,
proclamaba
la
Constitución en la Coruña y arrestaba á
de Galicia don
Nueva España.
Francisco Javier Venegas, ex-virey de
la
días
y
las tropas
las autoridades, incluso el capitán general
Dos
más tarde
Ferrol secundó
el
el
movimiento de
Coruña, y en seguida Vigo y otras poblaciones galle-
gas.
Formóse una junta revolucionaria, presidida por don
Pedro Agar, regente que había sido de España, y tropas que levantó con Castilla
al
Santiago,
gran
exaltados
Castilla
seguir
las
presteza hicieron huir á
conde de San Román, jefe de las armas en
quedando en toda Galicia vencedora
la revo-
más
conveniencia de que
la
que hizo aquél dirigiéndose á
lo
Tarragona, Gerona y Mataró no tardaron en
ejemplo de la capital del Principado.
el
el
incendio á Navarra, y
tropas de la guarnición
11 de marzo las
el
de Pamplona obligaron
conde de Ezpeleta á que permitiese jurar
Don Francisco Espoz y Mina de la
independencia,
despotismo
el
recibido con
,
al
virey
la Constitución.
de la gue-
ilustre caudillo
entonces de Francia,
volvió
había obligado á refugiarse, y
le
grandes manifestaciones de júbilo por sus
mando superior de
compatriotas, tomó el
Al mismo tiempo que en
el
que corriese sangre y
la provincia.
Norte y Noreste de Es-
paña se derrumbaba estrepitosamente
despotismo, sin
el
impulso irresistible de la opi-
al
nión, en el extremo Sur los
defensores de la tiranía se
cubrían de baldón y acuchillaban sin piedad á los iner-
mes ciudadanos de Cádiz. Hemos dicho que don Manuel Freiré
general
el
frente de una división había blo-
al
queado á Quiroga en
San Fernando.
9 de marzo
El
(1820) Freiré entró en Cádiz y pronto corrió la voz de que iba dispuesto á proclamar la Constitución, de acuerdo con
el
capitán general de marina don Juan María Villa-
Reuniéronse numerosos grupos y
vicencio.
lución.
ciudad,
la
'.
Cundió
donde
los
arresto de Castaños, pero el nuevo capitán
el
de
saliese
población, se vieron
la
medio del mayor entusiasmo. Pedían
general se limitó á notificarle
rra
Túvolos, por fortuna, briosos y activísimos. El 21 de febrero, mientras que Riego
lado de
del
general don Pedro Villacampa, y juraron la Cons-
al
titución en
bloqueo que tenía sujeto
dición coincidía con el estrecho
se pondría
compás de
al
lo
ruidosas aclamaciones colocaron en el sitio en que ante-
coronó, aturdieron á la corte precisamente cuando espe-
riormente había estado, una lápida conmemorativa de la
raba dar término en breve á la sublevación iniciada en
Constitución; desparramáronse luego por las calles, abra-
Este movimiento, y
las
el
y rápido
fácil
triunfo
que
Cabezas de San Juan. Pronto había de ser más grande
su estupor, á consecuencia de nuevos,
y
si
cabe, más
El
de marzo, reunidos en la plaza de Zaragoza
pueblo, las tropas,
el
ayuntamiento y
el
el
noche iluminaron
la población, voltearon las
proclamaron
la Constitución
de 1812,
lo
que tomó consistencia
el
salieron á dar cuenta de tan fausto
don Martín de Garay.
el
ex-ministro de Hacienda
Alborotóse Barcelona
sucesos ocurridos en Zaragoza, y multitud estrepitosa, los oficiales
en
la
el
10 de
al
saber los
marzo una
que se confundían casi todos
de la guarnición, se presentó á las puertas
del palacio
del capitán
Constitución.
Castaños,
general pidiendo se jurase al
notar la presencia
de
la
sus
sumado
lo
daban ya
constitucional
los
situado en
pusiesen en
amistosas
autoridades del puerto,
Cádiz
con cuya respuesta
la oficialidad
se
retiró á sus cuarte-
vecinos de Cádiz)
San Fernando
al
al
ejército
mando de
aquella ciudad
al
día
siguiente
las
con la
guarnición y revistiendo con esta misión á
relaciones
don Antonio Alcalá Galiano,
Agüero y López Baños.
ceder al pueblo, jamás cedería á insurrecciones militares;
suceso (que por con-
otras tres personas, que representando á sus tropas
subalternos en las masas populares, contestó desabrida-
en algún caso se viera en la necesidad de
con
Tres comisionados
Quiroga, y éste acordó que pasasen á
mente que
si
y al-
rumor de que estaban dis-
para
de Lazan y uno de los vocales
satisfacción
contrariase las manifestaciones del pueblo gaditano,
puestos á proclamar la Constitución.
reino de Aragón, cuyo presidente fué el marqués
,
Freiré y Villa vicencio, entretanto, nada hacían que
y en seguida nombraron una junta superior de gobierno el
y por campanas
borozo.
mismo capitán
general marqués de Lazan, como movidos por un común é irresistible impulso,
la
y demostraron de todas maneras su
formidables levantamientos. i?
zándose alegremente unos á otros los ciudadanos
y á
los
coroneles
Arco
Las dos comisiones entraron en (10 de marzo), hallando á los
' Don Modksto Lafuente. — Historia general de España, tomo V, pég. 340, edición de Barcelona, 1880.
MÉXICO A TBAVES DE LOS SIGLOS habitantes entregados á la
más pura
alegría
rándose á festejar la jura de la Constitución.
resoluciones adoptadas por
El pueblo
mado. El levantamiento unánime de
les
agasajó grandemente, no hallando igual acogida de parte
La
de las autoridades ni de la guarnición.
monarca Deseado y Acla-
y prepa-
á los comisionados de Quiroga y
recibió con júbilo
643
población, sin
ciudades
publicó el 3
Galicia á favor de
asustó sobremanera, y presintiendo que
la Constitución le
otras
el
y provincias secundarían
la revolución,
de marzo un decreto en que manifestaba
embargo, se apiñaba en la plaza de San Antonio, en cuyo
que oída una junta presidida por su hermano
centro había alzado un estrado para la ansiada ceremonia
don Carlos, se proponía consultar á diferentes cuerpos del
de la jura.
Estado, y principalmente al Consejo, sobre el remedio de los males que se advertían en la administración del
«En
Lafuente, aparé-
tal estado, dice el historiador
cense de repente y desembocan en la plaza los batallones
de Guías del general y de la Lealtad, haciendo fuego con bala sobre la inerme y confiada multitud
,
sin que
el
infante
y á través de un estilo embarazado y oscuro, se percibía la promesa de reunir á la nación por estamentos reino;
ó cuerpos.
Este ofrecimiento,
lo
mismo que
de arre-
el
todas
glar la administración, á nadie satisficieron, ni por nadie
partes el espanto y la muerte: hombres, mujeres, ancia-
fueron aceptados sino como manifestación del miedo que
precediera
nos,
criaturas que
niños,
madres,
caían
sembrando
ninguna,
intimación
por
se lactaban al pecho
á
indistintamente
los
tiros
de
de sus fusil
llados por la
muchedumbre misma
salvar su vida
aun
al
querer moverse para
dentro de sus propios hogares.
Mas
ni
estuvieron seguros los que á aquel sagrado asilo
allí
Duraban aún
ó
ensartados en las bayonetas de los soldados, ó atrope-
brado
soldados.
todo género
de criminales excesos, de los
y lamentos. El general
dictó,
aunque tarde, algunas disposiciones para restablecer
y por
reposo, oficiales.
noche rondaron
la
Pero á
la
mañana
el
ciudad patrullas de
la
siguiente, so pretexto de
un
disparado por un paisano, lanzóse otra vez la solda-
tiro
desca á las calles, y renováronse por buen espacio las trágicas y horrorosas escenas de la víspera corriendo por
todas partes la sangre, y cubriendo la ciudad entera pavoroso luto.
"Los tres comisionados del insultados por las tropas
constitucional,
ejército
y corriendo riesgo sus vidas,
hubieron de salvarlas con trabajo, refugiándose cada cual
donde pudo.
Eeclamaron
los
leyes de la guerra.
siguiente
tres al día
seguridad de sus personas, en nombre
menos de
al
La respuesta que á
las
armas, corrió
la
Si
la
tal
era
de la autoridad que gobernaba á Cádiz. la
las
el
pensamiento
Sólo recobraron
libertad á favor de los sucesos que luego ocurrieron.
No hemos
encontrado
nada
que justifique ni
atenúe
siquiera tamaña felonía, incomprensible en un hombre de las prendas del general
horrible hecho tanto
don Manuel Freiré.
rey
la Constitución,
el reino!
haber jurado
y mandado que se jurase en todo
al frente
que
la
Esta noticia anonadó
decreto en
el
jurasen sus al rey,
la
y
á los ministros
primero mandó publicar
número extraordinario de
oficiales
y
el siguiente
Gaceta:
«Habiéndome consultado mis Consejos Eeal y de Estado lo conveniente que sería al bien de la monarquía la celebración de Cortes; conformándome con su dictamen, por ser con arreglo k las leyes fundamentales que tengo juradas, quiero que inmediatamente se celebren Cortes, á cuyo fin el Consejo dictará las providencias que estime oportunas para que se realice mi deseo, y sean oídos los representantes legítimos de los pueblos, asistidos con arreglo á aquellas de las facultades necesarias; de cuyo modo se acordará todo lo que exige el bien general, seguros de que me hallarán pronto á cuanto pida el interés del Estado y la felicidad de unos pueblos que tantas pruebas me han dado de su lealtad, para cuyo logro me consultará el Consejo cuantas dudas ocurran, á fin de que no haya la menor dificultad ni entorpecimiento en su ejecución. Tendréislo entendido y dispondréis lo correspondiente á su puntual cumplimiento. Palacio, 6 de Marzo de 1820.» le
—
Esta tardía y cobarde concesión que la flaqueza
tampoco el
de ánimo del monarca enfrente del peligro,
satisfizo
á los amigos de la libertad
,
porque en
decreto no se proclamaba abiertamente la Constitución
de 1812.
Grupos numerosos y amenazadores se despa-
rramaron por la
demostraba
sólo
mañana
la
Puerta del Sol y calles adyacentes desde y con sus murmullos y su
del día 7 de marzo,
intensa agitación espantaron á los huéspedes del regio palacio, que no sabían
consejeros
se
movían
qué partido adoptar. atolondrados
y
Todos
confusos,
ninguno proponía al rey una resolución enérgica,
los
pero ni de
éste podía esperarse en aquel conflicto el vigor que había lo
que había pasado en Madrid y las
Don Modesto Lafuente.
tomo V,
los
'.»
Digamos ahora '
¡Fué aquél
más lamentable, cuanto que á
tres días llegó á Cádiz la noticia oficial de el
Bisbal, nom-
que debía de
su demanda obtu-
no se dio orden para pasarlos por
voz de que
haciendo
á la camarilla, y
vieron fué mandarlos prender y encerrar en el castillo
de San Sebastián.
un
ejército
Acabó aquel
estremecer y la decencia repugna nombrar. terrible día entre horrores
que hacen
de
La
conde de
del regimiento Imperial Alejandro, había proclamado la
dadesca por las calles y las casas, entregóse
saqueo, á la violación, á la lascivia y á la matanza, á
en jefe
general
el
formarse en la Mancha, apenas llegado á Ocaña
Constitución,
al
los
mento, cuando se supo que
se refugiaron, porque derramándose la desenfrenada solal pillaje,
y de sus íntimos consejeros. comentarios que provocó ese docu-
se había apoderado del rey
— Historia
pág. 340, edición de Barcelona, 1880.
desplegado durante seis años para oprimir sin tasa ni límite á su pueblo.
«Y
cuenta, dice un historiador, que
general de España,
no se sabían entonces otras sublevaciones de las provin-
:
KÍXICO X TBAYÉS DE LOS SIOLOB
644
y que eran
cias que la de Galicia,
los
momentos en que
Quiroga aun se encontraba bloqueado en San Fernando,
y
Riego disolvía su ya harto dispersa é insignificante
más y más
Creciendo gobierno llamó
al
agitación
la
popular
general Ballesteros para que
le
,
el
infor-
del espiritu de las tropas de la guarnición
y acon-
de aquel conflicto,
pero el
sejara los medios de
salir
general declaró que no podía contarse con la tropa y
que no veía remedio al
al
rey que la misma
del
el
aumento de
los
grupos que se extendían hasta la espantaron
plaza de Oriente, delante del Palacio Real,
de
modo
tal
á Fernando que esa
misma noche
escribió
y
firmó el siguiente decreto
columna.'-
mase
y
Retiro
y desde
mal.
Ya
entrada la noche díjose
maquinaba apoderarse
guardia real enviarle
allí
comisionados que
le
«Para evitar las dilaciones que pudieran tener lugar por las dudas que al Consejo ocurriesen en la ejecución de mi decreto de ayer, para la inmediata convocación de Cortes, y siendo la voluntad g-eneral del pueblo, me he decidido á jurar la Constitución promulgada por las Cortes generales y extraordinarias en el año de 1812. Tendréislo entendido y dispondréis su pronta publicación. Rubricado de la real mano. Palacio, 7 de Marzo de 1820.»
—
En
Todos esos informes
urgiesen á jurar la Constitución.
Espa^ía.
más exaltados
las primeras horas del siguiente
día se difundió
—Vista general de Barcelona en 1820
(Tomado de un grabado de
esta gran novedad, y los
—
partidarios de la
las
la
época)
puertas del palacio, prorrumpiendo en amenazas
y
Constitución colocaron una lápida provisional en la Plaza
gi'itos
Mayor y discurrieron por
mano, en medio de estruendosas
y alentadas las masas con esta inacción entraron en el alcázar y comenzaban á subir la escalera, cuando se pre-
noche derribó
sentaron algunas personas
constitucional
en
aclamaciones.
Por
la
la
calles
las
llevando
el
libro
la multitud las puer-
tas del edificio de la Inquisición, poniendo en libertad á los
presos que había en sus cárceles secretas
zando
los
instrumentos de tortura, y como
el
y destrogobierno
se apresurara á dar suelta á los detenidos por delitos políticos,
éstos fueron llevados
en triunfo, sin que la
sediciosos:
la
dumbre
el
frenética se agolpó en
9
de marzo. la
Una muche-
plaza de Oriente y á
Cámara
del
rey.
Estos
conteniéndolas
comisionados fueron
de Fernando y manifestaron á éste que
1814 y fueron las que presenció Madrid y sufrió
de la corte,
impasible,
introducidos, en efecto, á lo interior de las habitaciones
capital
rey absoluto
permaneció
viduos, llevando la representación de los demás, llegasen
hasta
festaciones.
el orgullo del
guardia
con ruegos y súplicas, hasta lograr que sólo seis indi-
fuerza armada opusiera ningún obstáculo á estas mani-
Más graves
la
exigía el restablecimiento
monarca.
el
juramento de
la
el
pueblo de la
del ayuntamiento de
Constitución por
Lleno de pavor Fernando, ordenó
de Miraflores que pasase inmediatamente á
el
al
mismo
marqués
las
Casas
Consistoriales á restablecer el ayuntamiento de 1814,
y
MÍXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS este personaje
marchó en
acompañado de
el
acto á la casa, de la villa
comisionados del pueblo. Citadas las
los
anunció
y en seguida marchó
acompañada de
comisión popular.
la
siempre
al palacio,
Fueron recibidos
pueblo
al
el
publicase por carteles
personas que habían formado aquella corporación, declaróse instalada,
645 suceso,
Otra de las peticiones que llevaron los seis comisio-
nados fué
la
de que se nombrase una junta provisional
que debia encargarse del cumplimiento del decreto real,
y cuya autoridad día en que aquéllas empezasen á ejer-
todos por el rey en el salón de Embajadores, y colo-
referente á la convocación
cado éste bajo
había de cesar
política de la
el
dosel del trono juró la Constitución
monarquía promulgada
Terminado este
1812.
acto, ordenó
el
19 de marzo de
Fernando
Ballesteros que también la jurase el ejército,
tamiento volvióse
á su palacio, desde
al
y
cuyos
general
ayun-
el
balcones
EsFAÑA.
tores
del
movimiento popular,
señaló
al
de
cardenal
Borbón con calidad de presidente, y á
los señores
de Michoacán,
dizábal
,
,
el
cer sus funciones.
que tomó
Cortes,
Accedió también á esta exigencia
acongojado Fernando, la junta,
á,
el
el
y la elección de los miembros de nombre de consultiva provisional,
hecha nominalmente por
el rey,
y en
efecto por los direc-
— Palacio real de Madrid
Manuel Abad y Queipo, obispo general don Francisco Ballesteros
electo
y después mandó que se
'.
don
seis
regocijo.
¡
Ojalá hubiera podido decirse lo
mismo de
los
tiempos que siguieron á este breve período!"
don Manuel de Lar-
don Mateo Valdemoros, don Vicente Sancho,
años de paciencia, un día de explicación y dos de
El primer decreto expedido bajo cosas fué
el
nuevo orden de
digno de la revolución liberal: declaróse que
conde de Tabeada, don Francisco Crespo de Tejada, don
se abolía para siempre el odioso Tribunal de la Inquisi-
Bernardo Tarrius y don Ignacio Pezuela, «todas perso-
ción
nas respetables y dignas de la confianza que en ellas
libertad todos los presos en las cárceles del Santo Oficio
se
depositaba, dice
Esfaña, y cuya
el
autor de la Historia general de
instalación,
una verdadera tutela
,
si
bien constituía al rey en
se vio después haber sido oportu-
nísimo acuerdo, por los grandes males que evitó con su
prudente conducta, y pudiendo decir, como
dijo,
que
por
y se ordenó que inmediatamente fueran puestos en opiniones
políticas
libertad de imprenta, el
ó
religiosas.
Restablecióse
la
proscrita desde 1815; reinstalóse
Supremo Tribunal de Justicia y
se suprimieron los an-
tiguos Consejos; festejóse con grandísima
pompa
la colo-
la
revolución y variación de gobierno se habían hecho con
' Apuntes kistórico-criíicos del marqués de Miraflores, testigo presencial y actor en estos importantes sucesos.
MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS
646
cación de la lápida conmemorativa de la Constitución, y las tropas
de Madrid juraron solemnemente
código, por cuj'o motivo ejército, las dirigió
el infante
el
restaurado
más
tarde, ninguna venganza ejercieron en los vencidos,
contribuyendo no poco á este resultado
la
cordura y pru-
don Carlos, jefe del
dencia de los miembros de la Junta provisional, cuyo
de-
propósito fué restablecer aquellos decretos de las Cortes
una proclama exhortándolas á
la
primera época constitucional
fensa de la patria, del rey
de
el
bles para la instalación del nuevo régimen, y
y de las leyes. Por su parte, monarca publicó un manifiesto á la nación (10 de
marzo de 1820), en
que dirigía á
el
«He
otras frases, las siguientes: cual tierno
padre he condescendido á
reputan conducente á su felicidad.
la
He
grande obra de
Consti-
la
medidas oportunas para
las
En
pronta convocación de las Cortes.
vuestros representantes,
que mis hijos
lo
jurado
me gozaré
ellas, reunido
á
de concurrir á la
prosperidad nacional... Marchemos
la
francamente, y yo
primero, por la senda constitu-
el
Esa Junta, con cuya consulta todo convocatoria á Cortes, y
la el
En
medio de
extraordinarias,
bajo la
nado para toda
con
el
como sucedió
lutismo,
A
devolviese
medida que
tres años
el
y medio más
las provincias
que no habían pro-
régimen constitucional, celebrábase con
más pura
manifestaciones de la
alegría,
salido de aquella espantosa opresión
,
de aquellos países
presidencia del jefe polí-
la
América española
é islas Filipinas fué
de treinta, de los cuales siete se señalaron á Nueva
España ^ En seguida, y como hemos dicho en
tarde.
de los graves sucesos de
la noticia
Madrid se difundía por clamado aún
ansiado ejercicio del abso-
el
no sólo por haber
sino porque cambio
que facilitasen
cretos de las anteriores Cortes del nuevo orden político.
1814; se puso en vigor
el
nales
marcado •,
siendo
indiferente
Francia,
apego á de
ello
y apática
al restaurar,
instituciones
las
la
ante
la
constitucio-
prueba
mejor
su
actitud
intervención armada
algunos años después,
vengativo despotismo de su rey. Pero en
1820
la
le
agobiaban
,
y
las
y
mu-
danza política parecíale remedio eficaz y rápido de males y miseria que
de
feroz
el
los
demostraciones
de satisfacción y de júbilo del partido liberal triunfante
predominaban de
tal
modo sobre
el
silencioso disgusto
de los vencidos y la indiferencia de las masas, que aparecía ser universal el regocijo,
cuando sólo desbordaba
en los corazones de los esforzados amigos de Estos, sin embargo, fueron generosos en
la libertad.
la
victoria,
marcha
decreto sobre milicia nacional;
él los ilustres patricios
tenía
la
ayuntamientos á la organización y estado que tenían en
volvió á establecerse el Consejo de Estado,
La gran
párrafo
Restituyéronse las audiencias y
tan completo en el orden político habíase efectuado sin
mayoría del pueblo español, preciso es confesarlo, no
el
anterior, á consulta de la Junta se restablecieron los de-
derramamiento de sangre
ni públicos trastornos.
al
y mandando su voto los que estuviesen en otros El número de suplentes desig-
esos momentos la intervención extranjera sobre su patria le
debiendo reunirse
efecto en junta electoral los naturales
residentes en Madrid,
acordó apelar al
se
como se había hecho en Cádiz
los suplentes,
para las Cortes
tico,
de que
fijó
apertura de sesiones.
del tiempo no podían acudir,
lugares de la península.
tal
respectivo
cuanto á los diputados de Ultramar, que por la pre-
mura
cional. » Frases que pintan exactamente la falacia ingé-
quien preparaba quizás desde
más conve-
se hacía, apresuró
decreto
el
9 de julio de aquel año para la
nita de aquel
soberano,
que eran indispensa-
,
nientes para su oportuno desarrollo.
y
y seré siempre su más
tución por la cual suspirabais,
firme apoyo. Ya he tomado
españoles, entre
los
oído vuestros votos,
la
sido regentes
del
entrando en
Blake, Agar y Ciscar, que habían
reino
en
la
época de
la
guerra contra
Napoleón; y á este tenor se pusieron en planta muchos anteriores Cortes.
otros decretos de las las
Se proveyeron
embajadas y legaciones en hombres distinguidos, adic-
tos á la Constitución, fiaron
y
las capitanías generales se
con-
á los militares que habían dado más pruebas de
igual adhesión;
se confirmó en el
mando superior
militar
de Cataluña y de Navarra á Villacampa y á Mina, que
habían sido aclamados
por
pueblo
el
Pamplona, »y se dispuso, dice
en Barcelona
el historiador
y
Lafuente,
que se encargaran del gobierno político de las provincias ios
mismos que ejercían aquellos cargos en 1814,
como todos
los
así
demás empleados públicos que en aquella
fecha fueron separados de
sus destinos
por afectos al
pues con excepción de los culpables autores de las ma-
gobierno constitucional y no por causa justa legalmente
tanzas de Cádiz, á quienes se formó causa,
probada y sentenciada.
Elío,
que fué encerrado en un calabozo de
Valencia, del que había de salir para
el
y
la
del terrible
ciudadela de
cadalso dos años
' El autor de la Historia general de España, después de exponer que ni Fernando ni la nobleza podían renunciar sinceramente, el uno á su hábito de mando ilimitado y la otra á sus tueros y preeminencias, y que los que asi llegaron á creerlo desconocían los instintos del hombre y la resistencia del egoirmo, añade lo siguiente: «... Y creer también que el pueblo, fallo de ilustración, ardoroso entusiasta del rey absoluto, á quien habfa aclamado con frenes!, y por quien habla mostrado hasta delirio, se transformara repentinamente de realista en constitucional, y se adhiriera de pronto á instituciones contrarias á sus hábitos, y que ni siquiera comprendía, era una de tantas ilusiones como suelen ofuscar á los novadores y reformistas de más capacidad y talento.» (Tomo V, pág. 348, edición de Barcelona, 18S0).
que indemnizaba en
Era un sistema de reparación
lo posible
de las injusticias, vejacio-
nes y padecimientos sufridos en el transcurso de seis años por aquella causa ^.n Los jefes de la revolución mi' Artículos 11 y 13 del decreto de convocatoria de 22 de marzo de 1820. » El absolutista Alamán dice con eíte motivo lo siguiente: «Muy luego se dejó ver que los liberales no pensaban perdonará sus enemigos sepultando en el olvido las antiguas rivalidades, ni querían dar por perdidos sus padecimientos, de que pretendían ser ampliamente recompensados, teniendo en sus manos la oportunidad de conseguirlo, pues contaban con un ministerio que cra^todo suyo. Puestos los unos en libertad, por efecto de las revoluciones acontecidos en los lugares en donde se hallaban confinados; salidos otros de las cárceles y de los presidios ó restituidos de los destierros por
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS de Andalucía,
litar
no obstante
ningún progreso que
el
647
partido que representaban,
para llegar hasta
bajo su dirección alcanzó aquel movimiento, fueron ascen-
políticos
didos desde comandantes y coroneles hasta mariscales de
tidarios del trono
campo, recibiendo este
alto
grado don Antonio Quiroga,
en
ciones, agriábanle
O'Daly y don Miguel López Baños. Y en cuanto al pequeño ejército que se hizo fuerte en San Fernando, se
nistros
le
de
aumentó con otros cuerpos, y en seguida se formaron dos divisiones, una en Sevilla
él
mando de Eiego,
al
otra en la Isla Gaditana al de Quiroga,
mando en
jefe al capitán general
confiriéndose el
de Andalucía don Juan
Y
sinceros par-
y anhelosos de afirmar
constitucional,
á un hombre de quien temían toda suerte de trai-
él
don Eafael de Riego, don Felipe Arco Agüero, don Demetrio
poco avanzado en sus ideales la república.
más y más con
podía mirar con calma.
Tal fué
que propusieron
ilustres
dice Lafuente
,
,
ciertas
nombramiento de mi-
el
al rey:
medidas que no
«personas dignísimas é
pero de aquellas que por haber
y haber probado
sufrido rudas é injustas persecuciones
calabozos y los presidios, ni ellos habían de mirar
los
con ojos cariñosos al que contemplaban autor de sus pri-
O'Donojú.
vaciones y padecimientos de seis años, ni
el
Al lado de las providencias y disposiciones que hemos enumerado rápidamente, todas enderezadas á afirmar el triunfo de la Constitución y á que la mudanza
verse con gusto,
desconfianza,
rodeado de aquellos consejeros cuya presencia
política se efectuase sin sangre
y
consultiva provisional dictó otras
sin lágrimas, la
que
Junta
revelaron cierta
exaltación é intransigencia, incompatibles con los princi-
que proclamaba
pios
decreto
que
en
de 1812 á
se
la
y
consideración de español,
se destituía de
todos sus
indicación contraria al espíritu de la Constitución.
reservas el
el
la
em-
Com-
privación de empleo al que jurase con
código político, era un derecho legítimo que
Estado debía ejercer para su propia seguridad y sub-
sistencia;
imponer á
pero no podía los
ir
más
demás ciudadanos
allá,
las
ni
mucho menos
otras penas
que
hemos enumerado.
la
No
podía,
pues, haber verdadera confianza y concordia entre el rey
y
que había aceptado, que eran don Eva-
los ministros
Pérez de Castro, don Manuel García Herreros, don
risto
José Canga Arguelles, don Agustín Arguelles,
nación
Guerra
,
Junta, y sus distinguidos miembros, como hombres
de talento que eran, debieron comprender que var la monarquía constitucional y á su frente
al
al
conser-
soberano
Marina y Ultramar
,
el
marqués
;
varones todos de
que representaban recuerdos
pero
distinguido mérito,
poco gratos para ellos y para
el
monarca.
Otro tanto
decimos de haberle dado para ayudantes de campo (24 de abril)
como
,
jefe
supremo que era del
á los tenientes generales
Constitución,
ejército por la
don
Francisco
marqués de Campoverde, don Juan
Ballesteros,
O'Do-
don Pedro Villacampa y don José de Zayas
nojú,
;
á los
mariscales de campo don Antonio Quiroga y don Eafael del Riego,
Este espíritu de exageración dominó frecuentemente en
injusticia.
reno-
encargados respectivamente, y por su orden, de los ministerios de Estado, Gracia y Justicia, Hacienda, Gober-
la
emolumentos y honores á todo el que al prestar juramento usase de cualesquiera reserva, protesta ó
préndese que
vaba cada día su propia ingratitud é
le
de todas las clases, y otro en
código
el
pleos, el
recelosa
de las Amarillas, don Juan Jabat y don Antonio Porcel,
que se declaraba indigno de se extrañaba del reino
fué el
tal
cierta
sin
político
mandaba jurar
ciudadanos
los
revolución liberal:
y
rey podría
y
comprenderse
al brigadier
conde de Almodóvar... Puede
poco agradable que
lo
le
sería verse en
contacto íntimo y confiada la guarda de su persona espe-
cialmente á aquellos que
ban
más genuinamente representa-
sublevación militar
la
y
el principio revolucionario.
que tantas y tan repetidas pruebas había dado de su
Y
odio profundo á las libertades públicas, estaban obligados
beneplácito y espontaneidad el cambio de instituciones,
á ciertas contemporizaciones con este indócil y forzado
debió
neófito
del liberalismo.
Obrar de otro modo (y
así
lo
hicieron) hubiera sido lógico en el sentido de pretender la
destrucción de la monarquía juntamente con la del
monarca; pero no era ese por cierto su propósito ni del
como nadie suponía que
que
calcularse
aquellos ministros
Junta que se
los
esta combinación
el
rey hubiera abrazado con
se consideraría
como preso entre
y estos ayudantes de campo, y imponía.
No
y amalgama de elementos tan encon-
^
trados
Los nuevos ministros, colocados en tan decreto de 8 de marzo, consideraron los empleos que estaban vacantes y los que de nuevo se crearon, como un trofeo de la victoria que acababan de alcamar, y se apresuraron á apoderarse de ellos con un empeño que dejó atrás todo cuanto se kabia eisto en los seroiles. Mitras, canonjías, togas, gobiernos civiles y militares y hasta los más cortos empleos de las oficinas, todo fué presa del vencedor.» Llama la atención que después de decir Ajaman que los liberales españoles no pensaron en perdonar á sus enemigos, no cite ningún caso de venganza, como parecen exigirlo la lógica y la seriedad de la historia, tanto como la gravedad del cargo. En cuanto á lo de los empleos públicos llama también la atención la diferencia que se nota entre las afirmaciones de Lafuente y de Aloman; y puede deducirse sin esfuerzo, de lo dicho por este último, que los liberales, á su juicio, después de derrocar al gobierno absoluto, debieron abstenerse de ejercer ningún cargo ni empleo públicos, dejándolos todos en manos de sus enemigos. ¡Donosa manera de discurrir!
la
podía augurarse bien de
difícil
posi-
el
ción,
entre
elevado
y
las
tendencias del partido que los
la fingida
sumisión
del rey
había
á la victoriosa
Constitución, convinieron en que la mejor conducta que
podían trazarse era la observancia del código de Cádiz y de las leyes , en todo cuando les fuese posible, y convertir la situación,
normal.
aunque lentamente, de revolucionaria en
Sin embargo, hubieron de luchar desde los pri-
meros momentos con grandes
dificultades
que se deriva-
ban, no sólo de la malevolencia del monarca, sino más y ' Historia general de España, lomo V, pág. 345, edición de Barcelona, 1880.
,
648
MÉXICO Á TEAVÉS DE LOS SIGLOS
principalmente de las exigencias de los directores, auto-
pio
res y ejecutores
cuerpo."
de
la
que no consideraban
revolución,
ésta terminada ni se conformaban con medidas propias de
de prontas desavenencias que habían de
Aumentaron poderosamente
este
ir
tomando
desconcierto,
por
un gobierno regular y asentado. Quejábanse de que los ministros los miraban con cierta tibieza, como.á gentes
desgracia iniciado ya en
de menos valía que ellos, y «dado que
presente
dades secretas y de las reuniones públicas, ruidosas y vehementes, que pretendían dirigir la marcha del nuevo
con toda
gobierno.
autor que hemos consultado
el
capítulo
,
no
la consideración
que
lo
trataron
los
,
lo fuesen,
escribir
al
el
en efecto, aquéllos
,
que las circunstancias demandaban
dice
,
por
segundos andaban descontentos, y fué princi-
los
el
seno del partido que acababa
de triunfar, los trabajos y manifestaciones de las socie-
el
De
las
primeras había nacido, puede decirse,
movimiento insurreccional contra
el
absolutismo; á su
sombra se había desarrollado, y era natural que hiciese
General español don Rafael del Riego
alarde
en
el
del triunfo
y aspirase á ejercer influencia grande
flamante orden político. Perseguidas antes con in-
ánimos y ahondando divisiones entre
Alguna de esas reuniones acordó pedir
cansable saña, á la sazón victoriosas, no es extraño que atrajeran numerosos prosélitos á sus ronse, pues, logias
las
filas.
Engrandecié-
y se organizaron fuertemente, extendiéndose
en los cuerpos militares,
»
donde sargentos
y jefes alternaban y se trataban como hermanos, cual ganaría la fraternidad de secta, pero relajá-
oficiales
con
lo
base lastimosamente cía la disciplina, n
la
subordinación militar y desapare-
Las reuniones públicas, fundadas con
los
miembros del
partido de la libertad.
del ministro de la Guerra,
la separación
que entre todos sus colegas
era, á los ojos del partido avanzado, el
más
tibio simpati-
zador de la Constitución. Presentóse, en efecto, la comi-
nombrada para ello ante el Consejo de ministros y expuso su mensaje en aire y son de tumultuaria exigensión
cia, y no con modos de peticionario. Eesistieron dignamente los altos consejeros oficiales á tal pretensión, y por
las
toda respuesta mandaron que se prendiese á los comisio-
cuestiones políticas,
eran elemento de perturbación, y no tardaron en ser ar-
nados y que se les formase causa. Esta energía fué aplaudida por muchos pero también precipitó el rompi-
dientes focos
miento entre los exaltados y los moderados, que
el
propósito de alentar el espíritu revolucionario
cuales se ventilaban
de
con
calor las
oposición al
ministerio,
y en
agriando
los
,
tal
nom-
MÉXICO Á TKAVÉS DE LOS SIGLOS á
bre se dio entonces
empeñada en
partido
fracción del
la
una cosa imposible,
realizar
alianza de
la
Imputóse entonces á
constitucional.
la libertad y el rey
liberal
Fernando, y quizás con sobra de fundamento, que por medio del oro y de sus agentes secretos fomentaba la exaltación de las reuniones públicas, á
de que las exa-
fin
geraciones mismas cedieran en descrédito de
la
revolu-
y acrecentaran contra ella el odio de los absolutistas y de la gran masa de gentes tímidas y apocadas que ven en todo sacudimiento un peligro del orden y de la ción
,
tranquilidad,
ignominiosa
siquiera sea la
de la servi-
dumbre.
649
representantes españoles, y como era natural que sucediese,
casi
la
mayoría
de las Cortes se componía de
jóvenes impetuosos, postulados y sostenidos por las logias masónicas.
Pero también llegaban á
legisladores
muchos de
Congresos de
los
los
primera época constitucional, como
la
Martínez de la Rosa, Vilianueva, Toreno, Muñoz Torrero, Espiga y Garelly; distinguidos
menos
res, con
antes
,
y amaestrados por
á que
tos
Quiroga á Madrid (23 de
la llegada del general
para que
junio) motivo
revolución manifestasen
menso gentío
partidarios de la
ardientes
los
estrepitoso entusiasmo.
Un
in-
á su encuentro hasta más allá de las
salió
puertas de la real y coronada
villa,
y
le
aclamó con atro-
y elocuentes orado-
brío que el por ellos desplegado seis años
los
experiencia y los sufrimien-
la
había sometido
el
queriendo imprimir á las ruedas de
Fué
escaños de los
los
que habían sido diputados en
un movimiento
pasado la
absolutismo;
máquina del Estado
acompasado y regular;
tolerantes
por
experiencia y cálculo, y aunque liberales y reformadores,
moderados en comparación con formaban
el
los diputados
Los
partido exaltado.
nuevos que
siete suplentes
elegi-
Nueva España mientras don Miguel Ramos
dos en Madrid para representar á
nadores vivas y plácemes; metiéronle luego en Madrid,
no llegasen los propietarios
cuyas casas estaban vistosamente adornadas con colga-
Arizpe, don José Mariano Michelena, don José María
duras; llévesele primeramente á la casa del ayuntamiento
Couto,
y de
al
allí
Palacio Eeal, donde se presentó á Fernando
y á la reina; de
muchedumbre
allí
fué conducido en medio de compacta
en
local
al
que se
le
tenía preparado
suntuosísimo banquete; y en aquella misma noche sentarse en el teatro fué saludado
al
pre-
con entusiastas acla-
bullicioso fué el
recibimiento que el pueblo de
Madrid hizo á Riego mes y medio más tarde pero aquel joven animoso y resuelto que fué el primero en levantarse ;
contra el absolutismo,
mucho de
perdió desde
el
la
dice el
historiador Lafuente,
ella, sin
medir
los quilates
su alojamiento á la
y tan
y dejándose arrastrar de
de su ingenio, arengaba desde
muchedumbre
,
pero en tan vulgares
sin dignidad ni elevación,
que
muy
pronto
de los que no lo conocían, y habían creído encontrar otra capacidad y otro fondo en se disiparon las
el
que
y
el
el
el
ilusiones
vulgo aclamaba como
restaurador de
con los ministros. exhortarle á que
popularidad y
,
su
héroe de la revolución
el
Recibido en palacio
libertad.
la
31 de agosto, departió
con
el
rey y más largamente
Procuróse en una y otra conferencia
influencia á
y de templanza. Pero
el
conciliar
los
ánimos
y
una base de concordia
engreído caudillo correspondió á
tan benévola excitación con agrias y un tanto desentonadas quejas sobre la orden de disolución del ejército de la
cia
:
don Manuel Cortázar, don Francisco Fagoaga,
Joisé
María Montoya y don Juan de Dios Cañedo. en
posesiones
españolas
tomaron en
las cuestiones
lo
eran de las otras americano,
continente
el
que se agitaban en
otro interés que el de dividir
más y más á
las
la
no
Cortes
metrópoli
propasándose á hacer indicaciones sobre convenien-
de una mudanza de
ministerio,
y
atreviéndose á
entrar en contestaciones con hombres del talento y de la altura política de un Arguelles.»
Habíase
efectuado,
entretanto,
la
apertura de las
sesiones de las Cortes (9 de julio de 1820). Los ministros se abstuvieron de tomar participio en la elección de los T.
111.
— 82.
fácilmente su anhelada emancipación, á cuyo rían casi
siempre
al
fin se
partido exaltado dándole
suerte el triunfo en las votaciones
adhe-
de esta
más importantes ^
Los diputados españoles, como antes dijimos, comenzaron sus tareas capital de
el
España
9 de julio, y ese día
pueblo de la
vio por primera vez ir al rey en per-
sona, con toda la aparatosa abrir las
el
sesiones de las
pompa de
las
monarquías, á
Cortes y hacer ante éstas
el
juramento de guardar y hacer guardar la Constitución.
Acompañaban á Fernando
la reina, los dos infantes, sus
hermanos, las esposas de éstos y una gran comitiva de nobles y empleados del palacio.
nunciado
el
Después de haber pro-
juramento (tan completamente violado tres
años más tarde) dirigió un discurso á los diputados en
que les aseguraba de el
el
su satisfacción al ver establecido
régimen constitucional
sin
que para
ello
hubieran de
unido al gobierno, contribuyese con su
afianzar el nuevo régimen sobre
Isla,
fueron
Estos representantes, y los que
primer momento
fama que había alcanzado y que conservó hasta que fué visto de cerca. «Ávido de aura popular,
frases,
lo
para que sus respectivos países pudiesen alcanzar más
maciones.
Más
don
,
' Al hablar de la actitud de los diputados de América en las Cortes de 1820, dice lo siguiente el autor de la Historia general de España: «... Se unían siempre á los más exaltados, asi en el Congreso como en las logias y demás sociedades, alentando ó apoyando las reformas más exageradas y las más anárquicas proposiciones, teniendo de este modo la nación española, en los que debían ser sus hijos ó hermanos, allí enemigos armados de la madre patria, acá parricidas que la mataban escudados con la ley.» En nuestro concepto, el ilustre historiador Lafuente sacrificó esta vez la justicia y la verdad á la bella é hiperbólica frase con que termina el párrafo que acabamos de copiar. Que los diputados de América hiciesen grandes esfuerzos porque á favor de lus dificultades inleriores de España alcanzasen la independencia sus coloniusen el Nuevo Mundo, después de diez años de rudo batallar, no es motivo para llamarles
parricidas, ni afortunadamente hubo parricidio, pudiendo asegurarse que la España de hoy, sin las colonias que tuvo en la tierra firme del continente americano, es más fuerte y próspera que la Espeña del primer quinto del siglo actual.
MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS
660
deplorarse trastornos ni violencias, y de que el juramento
solemne que había prestado en presencia de
acababa
ellos
de identificar sus intereses y los de su familia con los del pueblo
las Cortes
Concluida la ceremonia salió la real
español.
familia con el
mismo
la plaza de Oriente, entusiastas vivas á la
y el
proyecto de respuesta
hallándose
en
esa
Constitución
y
cortaba los vuelos á
de
partidario
que
siguiente
derechos
sus
ha
pueblo,
al
La Junta
al
rey
las Cortes
y á
la
nación de todos sus
y administrativos en
el
período de su
de provincia cesaron también en
sus respectivas funciones.
«Como un
mayor día de España del gobierno.
amantes de
libertad;
la
se le llamó en el diario oficial
¿Pero bastaban estas demostraciones exte-
riores para poder confiar en
que
halagüeñas esperan-
las
zas de los liberales se viesen cumplidas?
podido ser,
si
el
Así hubiera
hubiera habido sinceridad y buena fe en
española
y El
dominación.
negaron é
sus reyes,
incapaz
de
permanecer inerte ante tal
que
le
la
devolviese
y entretanto, vertería su sangre en á la
subversión
del
orden constitucional.
Que
partido liberal español,
el
1."
estuvo
la
exento
del
de
historia de los
de enero de 1820 con
orillas 1.°
no
solo contra tantos
errores,
demuéstralo
sucesos que se abre
el
levantamiento de Riego á
el
Guadalquivir, y se cierra lúgubremente en
de octubre de 1823 con
expedido en
faustísimo día, dice el historiador Lafuente,
fué mirado aquél por los
que
enaltecían las nuevas
lo
intentonas enderezadas
ampliamente
día
dignidad á que
absoluto,
todas las
consultiva
mismo
el
de
le
misma intervención extranjera, con
enemigos,
punto á sus tareas
libertad
la
ciega tradición
instituciones, no tardaría en
siguiente día,
del
sesión
la
no podía per-
,
sociedad
la
tendencia
discurso de la corona, el cual
contestación la frase
las juntas
éstos por
la
en
y
su
de
triunfo
de ilustración, que siempre
de
gobierno,
despotismos
pueblo, por último, considerado en su inmensa mayoría falto
9
actos políticos
el
minaba su preponderancia en
publicó en esa fecha un extenso manifiesto
que daba cuenta á
los
al
suyos al trono, n
provisional dio julio,
y siempre aliado á todos manecer impasible ante
comprender
viendo Vuestra Majestad los
años que acababa de pasar,
absolutismo de seis
comisión que debía redactar
debió lastimar hondamente al despótico Fernando: «vol-
legitimado
el
la
y aprobó en
se presentó
salón de
Los diputados permanecieron
rey constitucional.
al
reunidos hasta nombrar
el
la carrera hasta el palacio de
y luego en toda
,
resonando en
cortejo,
con
el
que declaraba nulos todos
En
de Fernando, el
actos del gobierno consti-
los
tucional é inauguraba la época
de su reinado.
decreto
el
duque de Angulema, por
cuartel del
más luctuosa y sombría
vez de marchar unido y compacto, se
dividió al día siguiente de su rápida
exaltados fueron llamados los
y brillante unos, y moderados
revolucionarios recientes los primeros
,
victoria: los otros;
y revolucionarios
antiguos los segundos; aquéllos subdivididos luego
en
unos, juicio y templanza en otros, en otros menos fana-
bandos y parcialidades, éstos empeñados en la vana tarea
tismo y apasionamiento, y en otros
de sacar avante las instituciones libres con un monarca
ción ó
más
La
en
fin
,
más
ilustra-
revolución parecía, pues, haber concluido con la
de las
Cortes
y hacer guardar
monarquía, pero
lejos
movimiento regenerador; y valor de prescindir de aquél y de
reconocidamente adverso
desinterés."
instalación
guardar
,
y
el
juramento del rey de de
ambas fracciones
suprimir el trono, afrontando de una vez la tempestad,
la
que
al fin estalló
de terminar pudiera decirse que
ron
el
la
ley constitucional
sin el
al
sobre España y los hombres que tuvie-
magnánimo propósito de
libertarla,
y también
la
apenas empezaba á vivir vida angustiosa, durante la cual
hidalguía de caer envueltos en los pliegues de la bandera
había de sufrir rudísimos embates de tantos enemigos
que habían empuñado.
coligados en su daño. éstos era el
No
El primero y más temible de
mismo monarca, quien desde entonces
fra-
cabe en nuestro plan continuar la historia de
aquel tormentoso período para
España,
cuyo
término
guaba una y otra conspiración, dentro y fuera de España, en contra de las instituciones tan solemnemente juradas
fué posterior dos años á la consumación de la indepen-
por
importantísima materia para
él
en la sesión primera de las Cortes.
La nobleza
con pasiva resignación y odio concentrado la nueva abolición de sus viejos privilegios y su igualdad con las clases llanas. El clero, fuerte por su organirecibió
zación é influencia, exclusivista por interés, bien hallado
dencia mexicana. Basta lo que dejamos escrito sobre esta fijar la
estrecha relación que
unió los graves sucesos ocurridos en la metrópoli á los
que
se
precipitaron
Nueva España.
entonces
en
la
no reconquistada
—
CAPÍTULO XI —
Llega á México la noticia del restablecimiento de la ConBtitución (fines de abril de 1820). Sentimientos encontrados que produce.— Decídese el virey Apodaca á esperar órdenes de la metrópoli sin hacer ninguna innovación en el orden político El pueblo y comercio de Veracruz obligan al gobernador Dúvila á jurar la Constitución. Resistencia que opuso ese funcionario. Júbilo délos habitantes de aquel puerto al hacerse la proclamación (25 de mayo). Festejos y regocijo en Veracruz con motivo de la jura.— Jalapa, Alvarado
—
—
—
—
—
Vacilación de Apodaca al saber los sucesos de Veracruz.— Resuélvese y Tlacotlálpam siguen el ejemplo de la capital de la provincia. ú jurar la Constitución y lo hace así, lo mismo que los ministros de la Audiencia (31 de mayo). Desairada ceremonia. —Disuélvese el Tribunal de la Inquisición por acuerdo de sus mismos ministros. Juran la Constitución las corporaciones civiles, militares y eclesiásti-
—
—
cas.— Proclamación solemne del código político
(9
de junio).— Cesan los tribunales especiales y se restablecen los cuerpos y funcionarios
— Libertad de imprenta.— Gran número de publicaciones que aparecen á la sombra de esta libertad.- Se proclama y jura la Constitución en todas las provincias. — Don Antonio Joaquín Pérez, obispo de Puebla: su nueva pastoral y su repentino amor á la Constitución. — Su discurso é los electores de provincia. — Exhortación del doctor Guridi y Alcocer en la parroquia del Sagrario de México (11 de junio). — Elección de diputados á las Cortes. — Representaciones dirigidas á las Cortes por el ayuntamiento y la junta electoral de Puebla. — Decretos de aquel Congreso sobre materias eclesiásticas. — Supresión de órdenes monacales y reforma de las regulares. — Abolición de la Compañía de Jesús. — Descontento del clero. — Sus trabajos en contra del orden constitucional. — Sobresalto del obispo de Puebla don Antonio Joaquín Pérez. — Contradicciones en que incurre Alamán. — Libertad de los prisioneros políticos Bravo, Rayón, Berdueco, Osorno y otros. — Tormento que dio el coronel don Manuel de la Concha á varios de los acusados de conspiración en los Llanos de Apam. — Acusación que eleva al gobierno vireinal Vicente Enciso, uno de los atormentados. — Otra acusación formulada por el ayuntamiento de Veracruz contra asesor de la intendencia don Pedro Telmo Landero. — Algunas gueconstitucionales.
el
Sur.—
causa de
—
independencia en Nueva Galicia, Guanajuato y Michoncón durante el año de 1820. Guerrero en el Pedro Ascencio sostiene rudos combates en Tlatlaya y sus cercanías (marzo y abril de 1820). El padre don José Manuel
rrillas sostienen la
la
—
Izquierdo.
— Apurada situación del coronel realista
octubre de 1820).- Renuncia Armijo
noviembre de época.
1820).
— Situación
la
Armijo en comandancia general
el
Sur.
— Comunicación — El gobierno
del Sur.
y sentimientos de los partidos al terminar
el aí5o
— Impostura irritante de los absolutistas. — La lucha de diez años difunde
de 1820. el
el virey Apodaca (27 de admite esta dimisión (principios de
dirigida á éste por vireinal
— El
ejército, su espíritu y tendencias en esa
deseo de alcanzar
ración, creada y sostenida por los heroicos esfuerzos de los independientes, prepara eficazmente
en la Profesa.
el
la
independencia.
— Esta aspi— Juntas
triunfo de la revolución.
— Los inquisidores Monteagudo y Tirado. — Plan de los absolutistas que asistían á esas juntas. — La promulgación de la primitivo plan de los conspiradores — Nuevo plan tramado por éstos. — Eligen á Iturbide para realizar sus
Constitución desconcierta
el
— Entrevista de Iturbide con el virey. — Don Agustín de Iturbide, su nacimiento, su educación, su juventud y sus primeras campañas. — Elogio que hace el m'ismo Iturbide de su fortuna militar. — Su extremada crueldad. —Su insaciable sed de riquezas. Sus dotes personales. — Su carácter. — Nombramiento de Iturbide por la comandancia general del Sur en reemplazo de Armijo (9 de noviembre de 1820). — Sale de la capital paro encargarse de ese importante mando militar. proyectos.
Las primeras
Eiego y Quiroga en Andalucía llegaron á México á mediados de
marzo de 1820, pero como un
ejército
respetable
al
mismo tiempo
perseguía á los
se supo que
dos
caudillos,
aquella novedad no produjo entonces toda la impresión
Grande fué,
que era de creerse.
la
la sor-
rumor de que un
el
Coruña y arribado á Veracruz en
mes de
postreros días del
embargo,
sin
presa de todos cuando se difundió
buque salido de
abril
los
había traído la noticia
del levantamiento de las provincias gallegas y aragonesas,
y
los
números de
las
Gacetas de Madrid en que se publi-
caron los decretos del rey, reconociendo la Constitución
y ofreciendo la convocación á elecciones de Cortes, así como el que daba cuenta de haber jurado Fernando el código de Cádiz ante
Y
los
miembros
del ayuntamiento.
ese buque anunció también que en la
proclamado ya
El virey,
noticias del levantamiento de
la
Constitución,
orden expresa de la metrópoli.
sin
Habana
esperar
se había
para
ello
los altos
empleados del gobierno,
el clero,
y no pocos españoles que desde la primera época del régimen constitucional previeron el inmenso apoyo que éste daría á los defensores de la independencia, se alar-
maron profundamente, y variación
el
ninguna mientras
gobierno de Madrid.
En
primero resolvió no hacer
no
recibiese
órdenes
del
cambio, muchos españoles aco-
gieron con entusiasmo la noticia de la revolución en la península,
menor
y excusado
júbilo los adictos
sería
añadir que no mostraron
á la independencia, quienes se
prometían alcanzar ésta á favor de los sacudimientos y trastornos que el nuevo orden político debía producir,
y proclamados por la misma Constitución. Y unos y otros murmuraban sordamente de la resistencia de Apodaca en publicarla
y
del ejercicio de los derechos reconocidos
desde luego.
Esta situación embarazosa y no exenta de peligros pudo,
no obstante,
prolongarse todo
el
mes de mayo
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
652
Para afirmar
siguiente.
actitud espectante que
la
daca había determinado asumir, reunió en de ese mes
al
Apo-
palacio el 4
el
arzobispo y á los ministros de la Audien-
cia, quienes estuvieron conformes con aquella resolución,
y se acordó también ocultar
muy
recibidas; sistema
lo
más
posible las noticias
agrado de todos
del
los
poderes
y gobiernos despóticos, pero de resultados contraproducentes, pues el misterio no hace más que avivar la curiosidad y autoriza la circulación de los
No
gantes y abultados rumores. al
de un extraordinario de Veracruz,
virey la llegada
avisando
entrada en ese puerto
la
baque procedente de
al
fin
mismo mayo al
el
14 de mayo de otro
el
Coruña, por
la
Gacetas de Madrid del brantar
más extrava-
fué bastante á decidir
el
que se recibieron
de marzo; pero hubo de que-
fin
su resolución la noticia de que
el
25 del
comercio de Veracruz había comprometido
gobernador don José Dávila á proclamar
la
Consti-
tución.
San Estelan,
arribar á ese puerto el ber-
al
procedente de Campeche,
noticia de que en esta ciudad
jurado ya la Constitución,
y en
los
la
con la
fueron presa de grande agitación y lamentábanse ruido-
samente de que les
de cohetes
res
Dávila
salió
fueron
con
de otros lugares de Nueva España se
los
hubiesen anticipado en dar tan solemnes pruebas de
adhesión á las libertades públicas.
Hasta entonces, y
no obstante su ardiente deseo de proclamar
código de
el
lanzados
miembros
los
en todas
que
amaba á
él
la
pueblo dieiéndole
al
como
la Constitución
direcciones.
ayuntamiento á
del
puerta de la sala capitular y arengó
que más, pero
el
que no estaba en sus facultades anticiparse á las órdenes del virey; que éstas no tardarían en
llegar, debiendo el
vecindario veracruzano esperarlas confiado y digno, como
hasta
allí
se había mostrado
;
y finalmente
que
,
militar, prefería perder la vida á faltar á los
sus jefes.
Todo fué en vano, pues
él
como
,
mandatos de Consti-
los vivas á la
tución respondieron á la arenga del gobernador, y éste,
amostazado,
se
retiró
á sus
habitaciones;
que
los
le
conocían temieron que en su despecho quisiese hacer uso
de
fuerza para reprimir el movimiento, y á
la
capitular,
y lograron que volviese á
de
fin
sala
la
donde se hallaban muchas personas notables
de la ciudad, además de los miembros del ayuntamiento.
de Mérida se había
habitantes de Veracruz
todos los habitantes estuvie-
si
sen movidos por un solo y poderoso impulso, los balcones y ventanas se adornaron con vistosas colgaduras y milla-
evitarlo siguiéronle
Así fué, en efecto: gantín
mismo momento, y como
Alzaron
su voz, entre otros,
allí
los
eclesiásticos
don Ignacio José Jiménez y don José Antonio Sastre rogando á Dávila que accediese
al
deseo de todos los
habitantes del puerto y haciéndole ver las
que sobrevendrían
si
calamidades
apelase á las armas, pues
el
pueblo
estaba resuelto y apercibido á rechazar la fuerza con la fuerza; pero
goberjiador insistía en que se le dejase
el
Cádiz, se habían contenido por respeto al gobernador don
ejercer su autoridad, ó se le depusiera,
José Dávila, quien manifestó repetidas veces que espe-
la
raba órdenes del virey para proceder á la ceremonia de
sus superiores; y cuando ya se desesperaba de un aveni-
la
proclamación; pero la llegada del
las noticias
y
los
San Esteban con
miento
presentóse
comandante del apostadero don
el
que acabamos de citar enardeció los ánimos
Francisco Murías, quien manifestó enérgicamente que la
más
necesidad no está sujeta á las leyes comunes, y que en
dispuso
á no
soportar
dilaciones.
Grupos
numerosos formados del pueblo y de los comerciantes ocupaban desde la mañana del 25 los portales de la
bienes y los males,
plaza,
que se inclinase ante
y
ó se le quitase
vida antes de quebrantar la obediencia que debía á
al salir
de la sala capitular don José Mariano
casos extraordinarios como aquél
no opuso ya más resistencia, y
tucional, lo rodearon
en
y exhortaron á que convenciera á al deseo unánime de los veci-
el
mismo
la lápida
nos del puerto. Almansa, acompañado del comandante de
preciso era pesar los
la voluntad general.
de Almansa que había sido consejero de Estado consti-
Dávila de que debía ceder
,
concluyendo con excitar á Dávila á
palacio, al
el
El gobernador
pueblo colocó entonces
compás de ruidosas aclamaciones,
de la Constitución.
Indecible fué
el
entusiasmo de los veracruzanos
al
voluntarios don Rafael Leandro de Echenique, volvió á
saber que la autoridad superior había cesado de oponerse
Casa de cabildo, y entrando en la sala capitular, donde se hallaban reunidos los miembros del ayunta-
á la proclamación del código político.
miento y
precedíanla
la
el
gobernador, les manifestó cuál era la volun-
tad de los veracruzanos
desde luego fijaba
el
,
á lo que contestó Dávila que
día
3
del entrante junio
publicación del código político, y
el
4 para
para
la
la jura so-
lemne.
acto
y en
la
misma las
sala capitular
mazas
del
Organizóse en el
una procesión
ayuntamiento,
cívica:
seguían
los
regidores, y á continuación marchaban las demás auto-
ridades civiles das;
y
militares
comitiva
la
y muchas personas distingui-
recorrió
las
principales
calles
de la
ciudad, no obstante ser las dos de la tarde y sentirse
Los dos comisionados dieron cuenta
al
pueblo de la
un intensísimo calor; leyóse
la Constitución
por
el
escri-
mas apenas cesaron de hablar
bano de cabildo don Antonio Figueroa, y esta lectura
alzáronse de aquella compacta multitud los irritados gri-
fué saludada con salvas de artillería, disparadas en los
¡ha de ser ahora mismo! y mientras unos grupos subían la escalera de la Casa de cabildo y ocupaban
fuertes y
la galería superior,
un solemne Te-Deum.
resolución del gobernador,
tos de:
otros se hacían dueños de la torre
de la parroquia y echaban á vuelo, las campanas.
En
el
todo
cos
el
en los buques del apostadero; y en seguida
concurso entró en la parroquia, donde se entonó
En
la
noche, los edificios públi-
y particulares se iluminaron profusamente, termi-
MÉXICO A TEAVE8 DE LOS SIGLOS nando
muy
hora
y demostraciones populares
festejos
los
Al día siguiente (26 de mayo),
avanzada.
hicieron el juramento el gobernador
y
bién juraron la Constitución el pueblo,
y soldados de
oficiales
Un
apostadero.
los
31,
el
tam-
empleados y
guarnición y del
la
impreso publicado en Veracruz
el 3
de
á raíz de los sucesos que acabamos
junio de aquel año,
de referir y que hemos extractado en los párrafos ante-
modo
riores, termina de este
«Con
más pura
la
la descripción
de aquéllos:
nos gloriamos
satisfacción
apoderaron de las torres y echaron á vuelo las campanas.
El mismo día 31 de mayo cesó en sus funciones
miembros del
los
ayuntamiento, y en los subsecuentes hasta
los jefes,
hasta
de que
Tribunal de
ría
en llegar
Madrid, asaltase
inexplicable: todo lo
y un general contento cual prueba que somos dignos de la
libertad civil que gozamos,
y por la cual tributamos á más expresivas gracias ^" Jalapa, Tlacotálpam
Dios las
y Alvarado no tai'daron en seguir de
tal
allí
ejemplo de
el
capi-
la
la provincia.
llegó á México á las once
mayo supo
de la noche del 30 de
virey los sucesos
el
archivo fué trasladado al arzobispado, y
el
y servidores del Santo Oficio, que vivían en mismo del tribunal, se apresuraron á abandonar
En
los días subsecuentes, hasta el 8
y eclesiásticas,
adversario ardiente de
Dolíale á Apodaca,
Constitución,
la
tener que pro-
clamarla sin recibir órdenes directas del gobierno, pero al
mismo tiempo comprendía que
capital no
en imitar á
tardarían
en ese caso
los los
habitantes de la
de Veracruz y que
arrancarían por la fuerza lo que pudiera
le
entonces concederles de grado.
No
fué, sin embargo, su
resolución tan rápida como lo exigía la exaltación
desde
ánimos:
el
momento en que
grande alboroto en las juntas la
palacio;
el
recibió el correo
acordó en
sucedíanse unas á otras
día
la
y
mañana
la
Constitución, y finalmente, se
del 31
sin pérdida de
de mayo jurar en aquel
momento
el
anunciándolo previamente por un bando.
y
así,
hubo
y conferencias; dióse y revocóse varias veces
orden de proclamar
mismo
de los
traste
cuarteles.
procedían en todo esto riores,
el
falta
de concurrencia apareciese deslucida;
y por toda fuerza militar que hiciese las demostraciones de costumbre
el
dos compañías,
Verdad
es
virey
mandó
una de
que los
situar en
artillería
y
partidarios de
la
Plaza Mayor
otra de la
infantería.
Constitución se
el
con que
fría
el
virey y
juramento en 31
el
El ayuntamiento de la capital
salió
Casas de cabildo y se dirigió á un lujoso tablado al palacio;
esperaban
allí
el virey,
los oidores y las demás autoridades; al llegar los regido-
una lápida conmemorativa grabada con
res se descubrió letras de oro
ción, y la
un heraldo leyó en alta voz
;
misma
arzobispo
del
la
Constitu-
lectura se repitió frente á los palacios del
y
aquélla con salvas de
saludada
siendo
ayuntamiento,
repiques á vuelo en
artillería,
todos los templos y entusiastas aclamaciones de la mul-
En
titud.
la
noche, y en las dos consecutivas se ilumi-
naron las torres,
y en
el
teatro
los edificios públicos
y
hubo funciones dedicadas
los particulares, al
fausto suceso
que se celebraba. Nuevos festejos presenciaron el
los regidores,
en cuyo acto juró también cada una de
La
ellas
los habi-
10 de junio con motivo del jura-
se celebraron misas solemnes la
y
al
día siguiente, 11,
en las catorce parroquias, concurrencia que asistió á
^
Constitución hizo cesar en sus funciones al Tribu-
nal de la Acordada, así especiales
como á
y privilegiadas
,
y
las
demás jurisdicciones
la administración
de justicia
quedó restablecida en la forma decretada por las Cortes,
como
así
exigía
el
las
demás corporaciones y autoridades que
régimen constitucional. El 18 de junio se hicie-
ron las elecciones de parroquia para formar
miento ¡Viva
rey por la Constitución I Veracruz, 3 de junio de 1820. En la imprenta de Priani y Quintana. (Colección de documentos de J. E. Hernández Dávalos). «
y mag-
porque apareciese en con-
Audiencia hicieron
que se alzaba frente
virey y las autoridades supe-
pue« se apresuró la ceremonia del juramento á
ñn de que por
de las
la
mento que hicieron
Dejóse ver desde luego la desgana con que
mismo mes
día 9 del
el
ceremonia desairada y
la
miembros de
Todo
doce, y en la tarde, los cuerpos de la guarnición en sus
comunidades
pues los partidarios numerosos y ardentísimos de
tantes de la capital
se ejecutó
las
esta festividad suntuosa
la Constitución se esforzaron
código político,
virey y los oidores hicieron el juramento á las
el
Fué
del código político.
de mayo anterior.
hizo variar la resolución que había
y
fué señalado para celebrar solemnemente la proclamación
como antes dijimos
le
los colegios
de uno y otro sexo, y
religiosas
los
,
como
así
acaecidos en Veracruz cinco días antes, y esta noticia,
sostenido durante todo aquel mes.
de junio, jura-
ron la Constitución todas las autoridades civiles, militares
nífica,
Por un extraordinario que
sus cárceles por
sus habitaciones.
con una unión sin
indecible
muebles y Pocos días
los
estaban por materia de religión, á los conventos
el local
una urbanidad
y destruyese
causas políticas habían sido llevados á la de corte, y los
los ministros
par,
edificio
el
antes, los presos que se hallaban en
derechos, sin haber variado ninguna autoridad, sin haber
al contrario,
á imitación del de
archivos del execrado y espantable instituto.
por nuestra espontánea y patriótica voluntad, y que de este modo, que es el único meritorio, ha restaurado sus
voz indecorosa, y antes
orden para su supresión, y temerosos
la
quizás de que el pueblo de México,
de la ciudad;
que se haya oído una
por acuerdo de los ministros
la Inquisición,
lo
que
sin
el
formaban, previendo fundadamente que no tarda-
que
Veracruz ha jurado la Constitución sin mandato de nadie,
ultrajado á persona alguna,
653
de
la
capital,
algunos mexicanos '
Suplemento
al
,
habiendo
resultado
el
ayunta-
nombrados
pero que no formaban la mayoría de
Noticioso general. México,
U de junio de 1820.
MÉXICO A TEA VES DE LOS BIGIOS
654 la Corporación el
á diferencia de lo que había sucedido en
,
anterior y breve período constitucional.
de usar este
título,
á la autoridad
militar
Alamán, «prevaleció marle virey en
Una de
el
las
instituciones,
el
de Jefe
y capitán general, por estar reunido el civil aunque como dice
político superior
mando
El virey dejó
sustituyendo en su lugar
la
,
,
costumbre, continuando en lla-
la
uso común." libertades consagradas por las nuevas
quedó afianzada por
de imprenta,
el
de
las juntas
censura para la calificación de los escritos denunciados
mismas personas que habían sido nombradas por
Cortes en
las
año de 1813, con cuyo motivo, tanto la
el
la
independencia y con
aversión encubierta y concentrada por los partidarios y
sostenedores de la dominación.
conducta observada por
el
Notable fué entonces la
obispo de Puebla, don Antonio
Joaquín Pérez, ambicioso y mediano
hemos
Pérez había sido buyó, con
prelado
el
obtener aquella dignidad eclesiástica. presidente de las Cortes que contri-
el
capitán general Eguía, á la disolución del
Congreso, como antes había conspirado contra las insti-
de los partidarios del absolutismo,
en unión
tuciones
conocidos luego con el nombre llevó
sus
tiranía
la
extremo de servir de delator y testigo en
de 10 de marzo, como
madas á sus antiguos colegas
virey en la parte final de aquel
Pérez
de los Persas.
contemporizaciones con
Junta consultiva provisional de Madrid en su proclama el
á quien
cometer toda suerte de perjurios y desleal-
visto
tades con tal de
bando de 19 de junio (1820), formando
las
con entusiasmo por los adictos á
hasta
el
las causas for-
diputados liberales de
los
bando, exhortaban á los escritores á usar moderadamente
Cádiz
de esa libertad, en bien del gobierno y de la nación.
sas lisonjas que prodigó al rey absoluto en la pastoral
Los partidarios de
que desde Madrid dirigió á sus ovejas
extremo
al
Constitución
la
en
regocijaron
se
ver confirmado solemnemente uno de los más
robustos y preciosos derechos políticos, pues
de
5
el
aquel mismo mes, y cuando hacía ya seis días que
la representación
narse esa noche en
en cuya formación tuvo parte activísima.
Pérez, comen-
,
tando en otra pastoral (18 de noviembre de 1816) una
rey de España exhortándoles á la paz y á la obediencia,
Ver
encareció las virtudes de Fernando hasta el grado de
y que
el orgullo
tenía por título:
y
la injusticia, al
en
recién abatido
decir: «si fuésemos arbitros para reunir las
cetros de todo elección
el
30 de junio
la Constitución,
el
absolutismo.
Asombroso fué
el
después de censurar acremente
de 1815
Encíclica del papa Pío VII dirigida á los subditos del
creyó ver un alusión directa
la cual
no habrá olvidado las bajas y tedio-
mandó sus-
el teatro
derrocado en Galicia
el lector
de una pieza que debió estre-
virey Apodaca había jurado la Constitución,
pender
y
',
número de publicaciones que á
favor de la libertad de imprenta empezó á circular desde
el
recaería
mundo en un sin
en
vacilar
gobierna ambas Españas
solo
monarca, nuestra
el
Un hombre
2.n
coronas y
que actualmente de tales antece-
según se
dentes y en presencia de los inesperados acontecimientos que restablecieron el orden constitucional, acabó por
régimen constitucio-
cubrirse de baldón con el manifiesto dirigido por él en 27
,
entonces en la capital y luego en las provincias
proclamaba y establecía en
ellas
el
,
Este desahogo del espíritu público y esta manifes-
nal.
rarse,
embargo, como
sin
la
natural y precisa conse-
cuencia de la terrible compresión que antes los había
Los partidarios de
sujetado.
la
independencia
no
se
atrevieron á defender abiertamente por la prensa su ideal
pero en cambio dirigían en sus folletos y perió-
político,
dicos furibundos ataques á los vicios y abusos del abatido
ensañándose contra aquellas instituciones,
absolutismo,
que, como la Inquisición, ofrecían de
la índole
justamente execrables
al lado del carácter
y
aspecto ridículo
y
el
También censuraban con acrimonia
risible.
económico
mantenido rígidamente
gobierno de
la metrópoli.
el
sistema
en América por
el
el
Más tarde, y en virtud de un
reglamento de la libertad de imprenta refrendado por
Manuel García Herreros
ministro don
,
pudo
el
armarse
gobierno de Apodaca de medios legales para reprimir
algunas veces la libre emisión del pensamiento, aunque
extremando de por
sí
En
las prescripciones
estrecho y restrictivo
todas las provincias de
maba y juraba '
1820.
la libertad
fieles
de la diócesis de Puebla.
í^Hay tiempo de callar y tiempo de hallar, decía célebre obispo tomando por texto esas palabras del >-
el
Eclesiastés, y comprendía en la
el
primero de esos tiempos
publicación de su pastoral de Madrid
preciso callar birla,
rey.
el
,
en la que fué
verdadero motivo que tuvo para escri-
y que fué la orden que para ello se le dio por el Pero había llegado el tiempo de hablar: el jura-
mento que libre y espontáneamente había hecho el monarca de guardar y hacer guardar la Constitución anulaba y proscribía toda doctrina contraria á ésta; y «siguiendo, añadía Pérez, el ejemplo verdaderamente heroico que el rey había dado, retractando la opinión que
antes
tuvo por sana y conformándose
con otra mejor
fundada, declaraba con cuanta solemnidad fuese necesa-
anuladas también y proscritas todas y cada una de las expresiones que en su referida pastoral fuesen
ria
ó pudiesen parecer injuriosas
tí
la Constitución.»
representación de los
En
Per-
de aquel reglamento, ya
cuanto á su participio en
^ Nueva España
sas, declaraba que su firma no se hallaba en ese docu-
la
se procla-
entretanto la Constitución, siendo recibida
Reglamento de
viembre de
de junio (1820) á los
podía conside-
tación de las aspiraciones de los partidos
de imprenta. Madrid, 30 de no-
« Véase pág. 441 y las notas que se hallan al calce de la primera columna. Busta• Alav/lV.— Historia de México, tomo V, pág. 20. Cuadro histórico, tomo III, pág. 356. MANTK.
—
—
,
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
mentó cuando fué
presentado
estampó en época posterior, en que no
lo
fué posille ya
sivas de que antes nos quejábamos.
y con
autoridad
tal
con firmeza, que ese código
razón, es
declaraba y sostenía
político
no incluía
ambigüedad; que nada tenía de contrario á
la
la
lícito
menor
único
el
todo
lo
"No
menor
es
Que uno
que preparar un cisma en
una prisión, ó á
cuyas conse-
civil,
no se opone ni cede en daño
ella
bien de la seguridad individual.
el
viviese expuesto
medio de
orden
de la libertad, pues nos es
lindero
que á
autoridad; que poner en duda sus principios era lo mismo el
la
de otro.
religión,
á la persona del rey ó depresivo de su
ni de ofensivo
El bien común,
salud del pueblo, suprema ley para cuantos disfrutan de
habían nombrado miembro de la comisión de
Constitución,
de los privilegios, ni tantas odiosas exclu-
las taxativas
la
Atrevíase á recordar que las Cortes
dejar de firmarlo. de Cádiz
y que
monarca,
al
655
la
odio de sus rivales que por
al
calumnia ó valimiento podían sumergirlo en la arbitrariedad
mandarlo
de un juez inicuo que
cuencias serían tan funestas como los cismas que habían
con
conmovido en otros tiempos
plaga de que se sacudieron los ingleses con la celebé-
naba excitando á
el
orden religioso, y termi-
de su diócesis á desconfiar de
los fieles
toda interpretación contraria que no podía tener otro i.
objeto que dividir los ánimos
Pérez anulaba y proscribía sus palabras y sus hechos anteriores, pero por fortuna no estaba en su mano anular la memoria de sus
contemporáneos ni prescribir
el juicio
de la posteridad.
Este ardiente y repentino amor á
que consumía
más, pues
Constitución
nos ha libertado la Constitución.
de provincia reunidos
la catedral
de Puebla, y entre otras cosas les decía
siguiente:
«Dadme,
convencimiento de
derse sin causa comprobada por una sumaria;
dando fianza, se libra de
la
dadano se puede allanar
ley constitucional, dádmelos
carácter firme,
me-
y sobre todo, de honradez
de don Antonio
contraste con el proceder
que siguió entonces
el
el
presbítero don
Miguel Guridi y Alcocer, diputado que había sido tam-
Nueva España á Hombre honrado y
bién por
las
Cádiz.
patriota, con
Cortes extraordinarias de
más
luces que
y quizás por todo eso olvidado del gobierno de
metrópoli, no vaciló en apoyar con ardor
miento de la Constitución.
Y*
el
el
nuestros los bienes ó
tenemos derecho.
11 de junio de aquel
con motivo del juramento de este
código en la
parroquia del Sagrario de México (de la que era dirigió á los ciudadanos
en
ella
el
cura
congrega-
dos una exhortación notable por los sanos y nobles principios
que supo difundir en
el
numeroso
auditorio...
«El
primero de todos los bienes que asegura la Constitución es la libertad política.
agradable
sensación se
¡Qué dulce nombre! ¡qué
percibe con sólo pronunciarlo!
Libertad del espíritu para pensar,
aun para publicar
los
hablar,
escribir
y
conceptos por medio de las pren-
lo
Sí,
destierran los
exija el
ahora ni si
el
señores,
intereses que lo son
¿Qué importaba á nadie
se le podía quitar fácilmente lo
buen
el ,
que sean
ó á los qué
la propiedad,
que era suyo?
Pero
monarca mismo puede turbar á nadie en
ella,
en algún caso de conocida utilidad pública fuere
necesario tomar la propiedad de alguno, ha de ser indem-
enteramente
nizado
á juicio
de
hombres buenos.
Se
prohibe, además, la pena de confiscación de bienes, y
no se pueden embargar sino los
correspondientes á la
responsabilidad pecuniaria que traigan los delitos i.»
En
la
restableci-
no es que
si
nos acarrea la Constitución.
y
que la elección fué acertada."
el éxito
más antiguo),
se
"...La propiedad de los bienes es otro de los qué
probará
año,
prisión;
la
orden y defensa del Estado.
si
,
mismo
calabozos subterráneos y malsanos, los grillos, cepos y apremios; todo el que no merezca pena corporal, en
experimentada, y yo sostengo que si se les nombrase representantes en Cortes ó diputados de provincia, com-
Pérez
el
rey no puede encarcelar arbitrariamente; se quitan los
señores, hombres amantes por
dianamente instruidos, fiaos, pero sin afectación en su
Joaquín Pérez
de que también
nadie puede pren-
zaba á la humanidad, y ni la casa del más humilde ciu-
los electores
lo
Formó
A
17 de setiembre de aquel año dirigía un
en
de
Hateas Corpus, y
rrima ley que llaman
era una
tormentos, la bárbara prueba de la tortura que horrori-
vehemente discurso á
trato,
encarcelaba y perdía,
lo
obispo Pérez duraba en él algunos meses
al
el
la
sólo
cumplimiento del decreto de convocación á Cor-
tes procedióse al
España, y para
nombramiento de diputados por Nueva facilitar las
elecciones parroquiales
y de
partido, la junta preparatoria de la capital, formada del virey, el arzobispo, el intendente de la provincia seis
personas,
publicó el
10 de
julio
y
otras
(1820) una ins-
trucción que hizo circular profusamente. El voto popular favoreció en aquellas elecciones á dos españoles nel don Matías
:
el coro-
Martín de Aguirre, comandante militar
de Michoacán, y don Andrés del Río, distinguido profesor de mineralogía en el
necían al
clero
y
al
Los demás Nueva España perte-
Colegio de Minería.
representantes electos entonces en foro,
y algunos, aunque pocos,
al
Libertad del cuerpo para ejercer cada uno todas las
comercio y á la minería , y casi todos se embarcaron en
funciones de que sea capaz; sembrar lo que pueda pro-
Veracruz á mediados de febrero del año siguiente (1821).
sas.
ducirle su terreno,
á que se incline.
y dedicarse á los oficios y profesiones
No habrá ya
las trabas
de los gremios,
Véase este curioso documento en el Cuadro histórico de Bustamante, tomo III, pógs. 360 y siguientes. Véase también Alamán, Historia de México, tomo V, pags. 20 y 21. •
A
medida que
las
nuevas instituciones se establecían
en las provincias, íbase despertando entre
los habitantes
' Exhortación que para el juramento de la Constitución en la parroquia del Sagrario el 11 de junio de 1820 hi^o su cura mas antiguo el doctor José Miguel Guridi y Alcocer. México, en la imprenta de don Alejandro Valdés, 1820.
—
656 de
mayor entusiasmo por
éstas
proclamados en
políticos
ejercer
ICEXICO A TBAVE8
DE LOS SIOLOS
derechos
y en
los
código de Cádiz, y de este
el
deseo aparecían contagiados algunos de los mismos jefes
meses atrás eran firmísimos apoyos
militares que pocos
rígidos sostenedores
y
del derrooado
ayuntamiento de Puebla dirigía á
el
julio (1820)
absolutismo. Así, las Cortes
una vehemente representación en
citaba que en aquella ciudad, cabeza de estableciese una diputación provincial
,
la
en 9 de
que
soli-
provincia, se
y entre
las firmas
de los peticionarios se hallaba en primer lugar la de don Ciríaco del Llano, comandante militar. ral presidida
por
el
La junta
electo-
mismo Llano renovó, dos meses más
tarde, la solicitud del ayuntamiento poblano, encareciendo
necesidad de establecer cuanto antes
la
en
político
aquel
una provincia cuya población
cuerpo
ticas,
segundo período de sus sesiones redujeron
el
diezmos á
los
bienes raíces
y á
las fábricas
partícipes
mandándose vender todos
mitad,
la
rústicos
,
y urbanos
de las iglesias,
,
indemnizar á los
para
Cierto es que
en aquella contribución.
legos
estas últimas disposiciones y
algunas otras que cedían
en perjuicio del clero fueron decretadas en 1821 y sólo se hicieron extensivas á la península é islas
pero ya desde
mexicano, y
adyacentes,
año anterior se preveían por
el
el espíritu
de secta
le
hacía deplorar como
parte, de que les fuesen aplicadas uno ú otro
dades, y la historia demuestra cuan apegada
siempre
Pero
al
lado de
estas
que aceptó con júbilo
de los
manifestaciones del partido
orden constitucional, contenían
el
á duras penas su descontento los fanáticos adictos
al
gobierno absoluto, y las clases privilegiadas que día tras día recibían rudísimos golpes de la revolución.
de
pañía
México
Jesús,
el
19
restablecida
de
los
aparatosamente
mayo de 1816',
nuevo por decreto de quedando
tan
La Com-
las Cortes (17 de
en
á los bienes que
la Iglesia
especulaciones
,
constituyen en gran parte su
influencia poderosísima en las sociedades.
su alianza estrecha
un contrato
es
de mutua
tácito
agosto de 1820),
revoluciones que
más para
clero que el régimen constitucional
á
amortización
la
del
,
crédito
Por decretos
público.
posteriores,
las
Cortes abolieron el fuero eclesiástico,
suprimieron
las
órdenes
monacales con
excepción
ocho monasterios que se dejaban subsistentes en nínsula, y reformaron los
demás regulares, en
el
la
de
con
pavor
sus
m sacris, ni
dar hábito, ni profesar ningún novicio, haciendo extensivas estas disposiciones á
los
Todas estas resoluciones de
conventos
las
de religiosas.
Cortes chocaron con los
y activísimos trabajos para quienes había
con
rayos
todos los
de
Iglesia,
y
combatido con sus tesoros.
Pronto fanáticas
empezaron
y en breve
,
raban á destruir
convento,
ó
la
cada población; de que se suprimiesen todos aquellos en
se permitiese fundar ningún
más
y recordaba
la colonia
expuesto á las venganzas de aquellos á
el
y de que no
diligentes
produciría,
alto
anatematizado
de que no quedase más que un convento de cada orden en
que hubiese menos de doce religiosos ordenados
independencia de
la
el
contrariar el movimiento insurreccional, temiendo quedar
pe-
sentido
los
marcan un progreso y una conquista
humanidad. También comprendía
la
menos tarde,
aplicándose sus bienes
hacia
esa aversión
de emancipación, y su activa enemiga hacia las
clérigos seculares, sujetos á los respectivos obispos, con
Roma y
opresión
profunda que siempre ha mostrado por todas las tenta-
una asignación para su subsistencia y con prohibición de de la orden residentes en
Por otra parte,
con todos los gobiernos despóticos
pueblos y de común provecho, y de ahí
tivas
conservar relaciones ni dependencia con los superiores
ha sido
dádivas un tiempo
,
y riquezas aumentadas luego en virtud de
fieles
ingeniosas
fué suprimida de
individuos que la formaban, en calidad de
las
Veíase, pues, amenazado de perder sus temporali-
de Puebla para obtener
pedía á los representantes de la monarquía española.
día
mismas disposiciones.
excedía de
que con tanta insistencia se
el clero
males y perjuicios propios los que sufría el de España á consecuencia de esas leyes, sin estar seguro, por otra
ochocientas mil almas, y enumeraba los merecimientos lo
los
pertenecientes al clero
sus
entre
trabajos
las
masas '
las Cortes fueron consideradas
por
dominado vulgo como una reunión de impíos que aspila religión
comenzando por
7
á aniquilar
el culto católico,
persecución de sus ministros. Basta
la
recordar á las prominencias del episcopado mexicano de la
época para comprender la guerra sorda, pero eficaz y que hacía al régimen constitucional. «El
constante,
Fonte,
arzobispo
dice
un
distinguido
escritor,
como
sentimientos religiosos, sinceros ó fingidos del monarca,
español que era, veía en los
quien les negó su sanción, ejercicio de la prerrogativa
independientes algo como una traición á la madre patria,
que
le
concedía la misma ley constitucional; pero los
algo
como un
delito nefando
No
deseos y trabajos de los
que debía ser
ministros le hicieron creer que su resistencia provocaría
severa y ejemplarmente.
un tumulto de gravísimas consecuencias, y
necesario para comprender que más tarde ó
políticos de aquellos altos consejeros
yeron
la
desleal
los
oficiales les atribu-
maniobra de promover, en
alboroto entre las sociedades
enemigos
políticas
efecto,
un
de los exaltados.
Fernando se espantó y dejóse arrancar había negado al principio.
la sanción
que
Siguieron decretando las Cortes en materias eclesiás«
Póg.
510.
poseía
castigado
el espíritu filosófico
más tempra-
no tenían que desprenderse de la corona de Castilla las sus colonias en América, y empleó
joyas que formaban
toda su actividad, todo su poder ecle-
toda su energía, siástico en
por
vencer
Dolores. se
secundar la
al
poder
insurrección
Cuando
la
guena
civil,
que luchaba sin tregua
iniciada
en
el
pueblo de
terminó, el señor Fonte no
resignó á permanecer en medio de un pueblo cuyos
MÉXICO A TEA VES DE LOS SIGLOS
667
sentimientos estaban en pugna con los suyos, temiendo
cimiento
acaso ser víctima de los rencores de partido, y antes
siguiente, incurriendo en grandes contradicciones:
abandonó
de ser tratado con hostilidad ó menosprecio, furtivamente volver á
él
puede decirse
,
jamás
'.»
nuestro territorio, para no
,
Bergo?a en Oaxaca y Cabanas en
Guadalajara se hallaban fuertemente comprometidos por pastorales anteriores,
sus terribles
incansables tareas contra
sus
pendencia, y
Joaquín Pérez adoptar
el ,
de
inde-
y no obstante
constitucionalismo,
ardiente
sobresalto al saber
Persas, y entre
llamados
por
á pesar de su maravillosa facilidad para
las
los
se
de las
disposiciones
acerca de los diputados de 1814
Cortes
muy
revolución de
la
tono del partido dominante,
el
todo,
mismo obispo de Puebla, don Antonio
demostraciones de
sus llenó
y sobre
que fueron
,
en lugar
cuales figuró
prominente; movió resortes y voluntades
en
su
ciudad episcopal para eludir la pena que le correspondía,
y con
de escapar
tal
con
temores y desconfianzas
impunidad
en una
graves
produjo
sociedad
fuertemente
y de antiguo adherida á la dominación teocrática 2. El historiador Alamán, cegado por su aversión á instituciones
las
constitucionales,
incurre
en
notables
contradicciones al describir la situación de
Nueva España
después del restablecimiento del código
político.
que
Decir
reformas eclesiásticas decretadas por las Cortes
las
de
« El
Constitución,
la
aquel
escritor
dice
lo
de Nueva España no se creía suficien-
ejército
temente recompensado de sus fatigas
,
este sentimiento
y
era extensivo á las tropas expedicionarias, no pareciendo infundado,
se reflexiona que
si
Hevia y Márquez Donayo,
después de tantos y tan señalados servicios, no habían ascenso
obtenido
conservando
alguno,
coroneles que habían traído de España
,
empleo
el
de
cuando en aquélla
había tantos brigadieres que tenían incomparablemente
menos mérito que de disgusto,
las
prefiriéndose
que
motivo general
este
tropas del país se veían desatendidas,
expedicionarias,
las
oficialidad
la
Además de
ellos.
hiciese á fines del
batallón
del
que dio motivo á
lo
Domingo
de Santo
año de 1820 una animada represen-
tación al virey quejándose de estar los soldados desnudos
y pagárseles en cigarros, mientras que servían con
y
recibían
ellos
en
el
europeas
tropas
las
Sur se hallaban bien vestidas
su prest en dinero;
virey calificó de sediciosa y aun
que
representación
mandó
el
devolviese
se
para no tener que castigar á los que la firmaron, pero éstos insistieron en ella, y el virey tuvo por conveniente
tomar
no
providencia;
naturaleza y todavía
con
el
otro
de
incidente
más alarmante
la
misma
se verificó en Toluca
regimiento Fijo de México que así como el de
produjeron en México mayor descontento que en España,
Santo Domingo, se había distinguido mucho en la pasada
porque
campaña
ofendidos con tales medidas,
los
en
el
primero
más injlujo y de más elevada una afirmación levantada sobre una base
de esos países, eran de categoría, falsa
,
es
y que podría parangonarse con
principios
igualitarios
la
de que
los
de la revolución habían chocado
con más intereses y preocupaciones en la colonia que en la metrópoli por haber en la primera mayor número ,
de nobles y aristócratas que en la segunda. del ejército,
siempre con
el
Y
al hablar
propósito de insistir en
disgusto con que fué acogido en
México
el
restable-
el
Si
^
El Episcopado mexicano, por don Francisco Sosa, pdgs.
216
y 217. México, 1877. ' (n. Historia de México, tomo V, púgs. 29 y 30). ,
—
T. III.-S!.
clero
el
y
de
la
en
Constitución,
temían que
clases privilegiadas
las
disminuyesen su poder y sus abusos con cambio,
el
muchos
advenimiento de
los
que
expiaban en las cárceles su adhesión á la independencia recobraron
su libertad, y otros
guidos por la
misma causa
que era de esperarse, por
,
la
cesaron de ser perse-
aunque no con
la presteza
desgana con que Apodaca
hacía cumplir las prescripciones constitucionales. Aparte
de
Eayón y Berdusco,
Bravo,
prisiones '
.»
en
los
que
salieron
de
sus
últimos meses del año (1820), como lo
hemos dicho ya en
el
capítulo VIII del presente libro,
fueron excarcelados entonces Osorno, Espinosa, Serrano
y algunos más délos indultados en 1817, y que bajo la acusación de conspirar en la zona de Apam hacía algún tiempo que habían sido llamados á la capital.
Hemos pales
de
la
visto que el famoso guerrillero
tenientes solicitaron
rendición
de
y sus princi-
y obtuvieron indulto después
Terán,
y que aquél
se
retiró á
' Se ve, pues, que Alamán expone como motivo general de disgusto para el ejército realista en Nueva España que Hevia y Márquez Donayo no hubieran sido ascendidos á brigadieres. Dice que este ejército no se creía suficientemente recompensado de sus fatigas, y que este sentimiento era exiensito á las tropas expedicionarias; y á continuación afirma que las tropas del país se veían desatendidas, prefiriéndose las tropas expedicionarias, y apoya su aserto en la representación que hizo al virey la oficialidad del batallón de Santo Domingo, quejándose de estar sus soldados desnudos y pagárseles en tabaco, mientras que las tropas expedicionarias se hallaban bien vestidas y recibían su prest en dinero. La contradicción salta á la vista y todo el párrafo que arriba hemos copiado no hace honor al autor favorito de la facción reaccionaria.
))
MÉXICO Á TBAVÉB D£ LOS SIGLOS
658 Zacatlán, donde cipios
1820
de
vivió tranquilo algún tiempo. el
coronel don
Jlanuel
comandante militar en aquel vasto
de
distrito,
A
la
prin-
Concha,
hizo pren-
en espera de
la
cuando
virey,
salvó la vida
confirmación de las sentencias por el
advenimiento de
el
y
supuesta conspiración
la
la
les devolvió la libertad
en
Constitución
coronel español don Manuel de la Concha
Sello que usó
el
doctor don
(
Sello que usaron los caudillos de la independencia don José María
Morelos
De
(
la
y
don Ignacio López Rayón
Colección de
Capitulo V, lib. I, pág. (Í3. » Capitulo VI, lib. I, pág. 75. Véase tombién la nota puesta al calce de la columna segunda de esa página.
MÉXICO A TBATE8 DE LOS SIGLOS
664
pañía de Huichapam, del batallón de Toluca ^ Lo hemos
militares
seguido en
se lee lo siguiente:
curso de esta Historia,
siempre activo y
emprendedor, ganando sus grados en
el ejército realista
hasta
el
el
elevado de coronel
La
dientes.
victoria
pero siempre distinguiéndose
,
también por su extremada
ci
coi-onó
victoria
y por eso en
,
fué
me
se
con
inferiores,
dotes
«Siempre
presentaron ó encontré
en jefe
,
desalojé
al
,
sitios
enemigo
refugiaba la discordia.
que los
que en
na?» «
y destruí aquellos
No
:
lo
sucesivo
¿á quién
En
e&te
me
;
de todos
asilos en
que se
embargo,
,
ni
más
rivales que
atrajo la envidia por
le faltaron
cuando
le lisonjeó
arranque de presunción
Páge. 135, 139, 141, 142 y 144.
,
:
en
la
las
guerra: la tropas
La tosa,
y
que
batí á cuantos enemigos
muchas veces con fuerzas
el terrible
Iturbide
descalabro qtte sufrió ante las posi-
ciones fortificadas de Cóporo el i de marzo de 181.5
tuve otros contrarios que los
eran de la causa que defendía
lo
suerte
de puntos fortificados
fui feliz
en proporción de uno á diez y ocho ó veinte.
MoREUA. (Antigua Valladolid).— Casa donde nació don Agustín de
Mandé
que ya hemos citado
compañera inseparable de
mandé. No perdí una acción
ueldad contra los indepenfrecuencia sus
el manifiesto
i.
ferocidad de Iturbide fué verdaderamente espanle
hemos
visto desplegarla no sólo en los
campos
mi buena
de batalla y contra los prisioneros de guerra, sino tam-
fortu-
bién contra muchos vecinos pacíficos de las poblaciones,
la
olvidaba,
sin
más motivo que
sin «
Púg. 462.
el
de ser éstos adictos á la revolu-
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS Fuese por cálculo
eu virtud de un
profundo
ejercían
fanatismo, manifestaba siempre los sentimientos religiosos
palabra
más exagerados, y
cepciones
clon.
6
lector debe recordar aquellas sus
el
palabras, al dar cuenta de la tremenda matanza que hizo
en
los
defensores del fuerte de Yuriria:
— «¡Miserables,
decía refiriéndose á sus propias víctimas, ellos habrán
reconocido su error en aquel lugar terrible (el infierno)
en que no podrán remediarlo! ¡Quizás su triste catástrofe
que están aún en dispo-
servirá de escarmiento á los sición de salvarse!"
siempre durante
demuestra escritor
—Y
esta crueldad que lo distinguió
sus campañas
en las
filas
un carácter sanguinario que,
un
contemporáneo de Iturbide, se reveló en éste
desde sus más tiernos años ^
que
los
y un carácter imperioso
,
enérgico y resuelto
,
en su derredor una aura de prestigio que debía
Su ambición era grande, y la época turbulenta que se presentaba no podía menos que aguijonearle á ocupar el primer puesto y á dirigir el curso de los sucesos, poniéndose á la cabeza de un partido que halagase todas las opiniones.
Hay mera
en la historia de los pueblos anomalías á pri-
vista
inexplicables, pero que cesan de asumir ese
carácter desde que el observador atento liga los hechos
con
estudio de los móviles que impulsan á los hombres.
el
Ya hemos
dicho también lo bastante respecto de su
Que
insaciable sed
de riquezas y de los medios indignos que
española,
Iturbide,
implacable defensor de la dominación
el
el jefe
militar
que tantas veces empañó
puso en juego para satisfacerla. El cura de Guanajuato,
brillo
don Antonio Labarrieta, decía en
llegase á ocupar el puesto que el destino
«Ha
virey Calleja:
al
la
acusación que elevó
destruido el comercio, porque no
solamente se hizo (iturbide) comerciante, sino monopolista
del
comercio: poniendo comisionados en
todos los
á Hidalgo y á Morelos
adhesión
al
independencia,
aquel personaje.
él
;
y para conducir
examinada
esa transformación
Ha
cia
la
destrucción de la minería en
su
en
,
que apresuró también
el
extremó su adhesión hasta
el
le
dinero á todos los convoyados, y repartía la tasa parecía.
Los accionistas dieron en traer su dinero
en barriles, y sabiéndolo
el
señor Iturbide en Irapuato
hizo salir el convoy hasta Arandas,
y tomó
vió, registró todo
á
quienes quitaba
tra estas
como
cajas,
por entonces.
el
el
y de
allí
A
dinero que quiso.
dinero dábales
lo
revol-
aquellos
Infórmese V. E. de la plata que se ha
introducido en esa casa de caballero Mosso,
y confirmará
moneda bajo lo
nombre
el
del
que digo. Es imposible.
Señor Excelentísimo, que yo historie menudamente todos los
hechos justificantes de mi proposición; sería preciso
escribir un
volumen: basta
lo
dicho,
poder de
para que V. E.
forme idea de las cosas."
y cuando
dominación sirvióle con celo ardentísimo y sacrificar, con aparente fana-
la
le
vio vacilante por las fuerzas contrarias que
se desarrollaron en su seno, se apercibió á asestarle el
golpe mortal, seguro de que en gloria
y
los
él
mismo redundarían
la
provechos de una revolución que antes había
combatido con una ferocidad sin ejemplo.
Esta ambición pues
el día
lo
devoraba hacía ya algunos años,
en que fué rechazado por
defensores de
los
Cóporo (4 de marzo de 1815), hablando con Filisola,
entonces capitán de granaderos
México, había
lamentado tan
se lograría la independencia
si
italiano
el
del
Fijo
de
derramamiento de
inútil
sangre llamándole la atención sobre
facilidad con
la
que
se pusiesen de acuerdo
con los insurgentes las tropas mexicanas que militaban
,
adornaban
exterminar á
ciso
regular.
raron fácilmente su rápido encumbramiento.
transmitió
Su valor
los
Esta
conversación,
Filisola
al
era impetuoso y estaba con suficiencia demostrado; su
verdaderos
arrogante presencia y sus cultas y agradables maneras
patriotismo lo hubiese
' Don Vicente Rocafuerte, en fu Bosquejo li(/erlsimo de la reeolución de Méícico, dicelo siguiente: «Sé por personas fidedignas que lo han oído de la boca del mismo padre de Iturbide, que éste, siendo niño, cortaba los dedos de los pies á las gallinas para tener el bárbaro placer de verlos andar con sólo los troncocitos de Iks canillas » Verdad es que Rocafuerte fué acérrimo enemigo de Iturbide, lo cual nos obliga á no citar lo que dice respecto de las desavenencias que surgieron entre éste y su esposa, aparte de pertenecer á la vida privada los hechos que refiere con este motivo el citado Rocafuerte.
immeros
,'
'^ov
gran desorden
el
que los distinguía, y luego poner en planta un plan
á éste raras prendas y calidades prestigiosas que prepa-
T. 1II.-84.
independen-
bajo las banderas del rey; pero consideraba que era pre-
Al lado de estos gravísimos defectos, que nunca han podido desvanecer los defensores de Iturbide
la
tismo religioso y político, á millares de sus compatriotas;
libramientos con-
sabiendo bien que no podían pagarlos
explica fácilmente
de México. Mientras consideró Iturbide más robusto
adelantaba á sus comitentes sumas considerables, y en
camino, á pretexto de las urgencias de la tropa, quitaba
mons-
irregularidad
efecto,
sin profundizar el carácter distintivo de
compra de platas, pues para comprarlas á bajo precio el
debió reservar
que tantas pruebas dio de
el
La ambición, empero,
sus cargamentos, fingía expediciones del real servicio.
coadyuvado á
;
parece,
truosa,
cuenta de
que
gobierno español se decidiera á proclamar la
el aceite
los cigarros por
el
de su acero con la sangre de sus compatriotas,
lugares, detenía los convoyes; vendía la lana, el azúcar,
y
trataban; una
lo
insinuante interpretaba sus osadas con-
é
extenderse en proporción de la altura á que se elevase.
realistas,
decir de
al
inevitable influjo en fácil
creaba
665
sentimientos
empezado por unirse á cia
que
historiador
de
andando
Alamán Si
Iturbide.
tiempo
el
^,
revela los
un
sincero
animado desde entonces, habría los
que defendían
y esforzádose por introducir en sus
la
independen-
filas el
desorden
de que se lamentaba; pero obrando así, no habría domi-
nado por completo á
los
que peleaban por
de la libertad desde 1810. '
Preciso
la noble
era exterminarlos,
IlUUiria de México, de este autor, tomo V, págs. 56 y
ción de 1852.
causa
57,
edi-
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
666
y luego poner en planta un plan regular, es
decir, allegar
en su propio provecho los elementos morales, poderosísimos, que habían fundado con su ficios
defensores de
los
hombre que
sangre y sus sacriel
para ejecutar sus
eligieron
los absolutistas
proyectos, enderezados á restablecer arbitrario
Tal era
independencia.
la
antiguo régimen
el
Durante su larga permanencia
y despótico.
en México, después de haberse separado del mando del ejército del Norte,
de
las disipaciones
se había entregado sin templanza á
graves disensiones en
de su familia; habíase
el interior
menoscabado rápidamente comercios en
que acabaron por causar
capital,
la
caudal
el
acopiado
muy
Bajio, y «hallábase en
el
de fortuna, dice un historiador, cuando
con
sus
triste estado
restableci-
el
miento de la Constitución y las consecuencias que produjo vinieron á abrir un nuevo gloria, honores
campo á su ambición de
bien
proyectos que meditaba la
,
y
la
los
base de los ambiciosos
miembros de
Profesa, movidos por iguales deseos,
las juntas de
aunque con
el
propósito de que sirviera á los que ellos tramaban, lo
habían recomendado
al virey.
medio de esos personajes
al virey, éste
Ya hemos
iturbide
visto
que por
y Apodaca habían
qué jefes
duda por
la
se detuvo al oír el de Iturbide, sin
recomendación anterior que
agudo había hecho de
él
;
y qué concepto tenía de
cía
doctor Monte-
el
preguntó á Badillo
si lo
cono-
y habiendo sido la
él,
contestación satisfactoria, le previno
mandase recado
le
para que viniese inmediatamente á presentársele.
Hízolo
así Badillo, é Iturbide, antfs de hablar con el virey, entró
en
la secretaría
á preguntar á aquél
el objeto
del llama-
miento, notándosele un movimiento de sorpresa cuando
Fué entonces á ver
Badillo se lo dijo.
pués de una larga conversación á solas
,
al virey, y desApodaca llamó á
Badillo para que pasase oficio á Iturbide nombrándolo co-
mandante general del Sur, con
mismas facultades que
las
coronel don José Gabriel de Armijo •.»
el
El jefe que acababa de ver satisfechos sus más
Deseaba ardientemente Iturbide ser nombrado para un mando militar que fuese
le dijese
había sin empleo actual que pudiesen ser nombrados, y habiendo dicho los nombres de algunos que no parecieron
había tenido
'.»
y riquezas
renuncia de Armijo, mandó á Badillo
ardientes deseos contestó el
mismo
día 9 de noviembre,
pero hábil en ocultar sus sentimientos, decía
aunque había sido funesta á su salud pues en
el
vísima
enfermedad,
al virey
que
Tierra Caliente,
la
año de 1811 se vio en Iguala atacado de grapropia
de
clima
aquel
malsano,
estaba dispuesto á marchar desde luego á la comandancia
señalaba y á emprender
campaña contra
tenido una entrevista, y quizás hubo de quedar satis-
que se
fecho este último, pues que el 9 de noviembre (1820) y
insurgentes Guerrero y Ascensio, en el concepto de que
con motivo de
la
renuncia de Armijo, acordó
el
nombra-
le
terminada ésta se
le
la
como se
relevaría del mando,
los
le
miento de Iturbide para la comandancia general del Sur
había prometido verbalmente; oferta que reiteró Apodaca
y rumbo de Acapulco, recomendándole verbalmente que
en su respuesta del día 13 (noviembre).
procurase atraer á Guerrero y á Ascensio al indulto,
más
evitando en cuanto fuese posible la efusión de sangre.
Alamán
refiere
según informes que
le
comunicó
el
teniente coronel espa-
ñol don Miguel Badillo, secretario del virey el
Apodaca en
ramo reservado de guerra. «La escasez de
jefes aptos
para desempeñar con acierto un mando importante, dice aquel escritor, ponía en conflicto al virey siempre que veía
se
en
el
esta naturaleza,
caso
de
un
hacer
nombramiento de
y en esta incertidumbre se encontraba
para dar un sucesor á Armijo cuando entró en su des-
pacho
el
el
coronel
'
ramo de guerra por Peláez.
El
virey,
la
ausencia
resuelto
á
y muerte
admitir
la
Üosquejo ligerUimo de la reeolución de Méaico, por Rocade México, por Alamán, tomo V,
fuerte, págs. 21 y 22, é Hiitoria pág. 56, edición de 1852.
salir
Todavía llevó
pues
para
el
el
día
1.5
Sur, diri-
gió una solicitud á la corte, por medio del virey, preten-
diendo
el
grado de brigadier, y encargando
Badillo, en
una esquela ami.*tosa,
mente; también pidió que se
le
lo
al secretario
recomendase
eficaz-
diese su antiguo regi-
miento de Celaya, que se hallaba á la sazón diseminado en
el
Bajio, y Apodaca acordó de conformidad orde-
nando desde luego que todas regimiento
las
compañías de aquel
se concentrasen en Acámbaro, para marchar
en seguida á tierras del Sur.
teniente coronel don Miguel Badillo, que tenía
á su cargo del
mismo mes, y en vísperas de
del
detalladamente este nombramiento,
allá su disimulo el astuto Iturbide,
El día
Ifi
de noviembre (1820) salió Iturbide de la
capital para dirigirse al vasto
territorio
cuyo mando se
acababa de confiar, y volvería á entrar en ella diez meses y medio después, pero vencedor y en brazos de le
la voluble fortuna. '
AlamXn.
— Historia de México, tomo V, póg. 67.
—
CAPÍTULO Comandancia
del Sur.
— Su exlensión.— Tropas
realistas
que
la
guardaban.
XII
— Pide
Iturbide
más tropas
y recursos al virey.
— Establece
— Comunica Iturbide é varios oficiales de ese regimiento sus proyectos de independencia. — Resolución de los oficiales ú favor de su antiguo jefe. — Pide Iturbide al virey un cuerpo de caballería. — Sale Iturbide de Teloloépam para abrir la campaña (22 de diciembre). — Sus disposiciones para atacar simultáneamente á Guerrero y Ascensio. — Fuerte descalabro que sufre Iturbide cerca de Tlatlaya (28 diciembre). — Vuelve aquel jefe su cuartel general en Teloloápam.— Llegada del regimiento de Celaya (17 de diciembre de 1820).
—
Guerrero derrota á los realistas en Zapolepec (2 de enero Teloloépam y renueva sus peticiones de dinero á Apodaca. Manifiéstale que los diputados que dirige á este caudillo (10 de enero). Le invita á ponerse á disposición del gobierno vireinal. de Nueva España obtendrían que se atendiese ú las quejas de los americanos. Rechaza el ofrecimiento del indulto. — Declara su resolución de Nolable y enérgica respuesta'de Guerrero (20 de enero de 1S21). Combate en la Cueca (/e¿ /)ta6/o y combatir hasta el último extremo. Invita á su vez á Iturbide ú proclamar la independencia. Estas fueron las últimas derrota del realista Berdejo (27 de enero) Pedro Ascensio desbarata una sección de los tropas de Ráfols. una conferencia en Propónele febrero). Guerrero de Iturbide á Nueva carta de (4 acciones de guerra que se empeñaron en el Sur. Carta de Iturbide á Espinosa de los Monteros Chilpancingo. — Envíale en calidad de comisionado á don Antonio Mier y Villngómez. Afirmación de éste en el sentido que enviúndole el plan político para su corrección (25 de enero). — Este p!an fué obra de Iturbide. este jefe á
de 1821
).
—
— Decídese Iturbide á atraerse a Guerrero. — Carta
—
—
—
—
—
—
—
—
—
—
— — servir bajo sus órdenes. — Abne— Reconócele por promete Iturbide. jefe proyectos de Adhiérese Guerrero á los hemos indicado. y gación y grandeza de alma del ilustre Guerrero. — Importancia de la adhesión de este caudillo. — Entrevista de Iturbide y Guerrero en Acatémpam, referida por el historiador Zavala. — Alamán niega esta entrevista. — Opiniones de otros escritores acerca de este punto. — Iturbide participa á Apodaca que Guerrero y los suyos se han adherido á la causa realista (18 de febrero de 1821 — Grande satisfacción del virey con este motivo. — Su respuesta. — Emisarios enviados por Iturbide á varios jefes realistas proponiéndoles la proclamación de la independencia. — Conferencias de los diputados por Nueva España en Veracruz (principios de febrero). — Ningún resultado de estas juntas. — Conducta de caudales enviada de México a Acapulco. — Apodérase de ella Iturbide. — Curta que escribe á los dueños de los caudales que ocupó. — Adquisición de imprenta. — Imprímese en Puebla el Plan llomado de Iguale. — Publica Iturbide este Plan (24 de febrero de 1S21). — Su manifiesto á los habitantes de Nueva España. — Ideas contenidas en este documento. Religión, Independencia, Unión. — Plan de Iguala. — Artículos de que se formaba y su contenido. — Individuos propuestos por Iturbide pora formar la junta gubernativa. — Comunica Iturbide al virey, al arzobispo y á otras persones de la capital la proclamación del Plan de Iguala. — Comunicación oficial que dirige al virey (24 de febrero). — Su carta particular á este alto funcionario. — Dirígese tam).
bién, jara.
comunicándoles
el
Plan de Iguala,
al
arzobispo Fonte
— Sentimientos religiosos que manifiesta Iturbide
don José de
la
Cruz y
al
,
al
regente de la Audiencia don Miguel Bataller y al obispo de GuadalaEscribe al mariscal de campo
en la caita dirigida á este último personaje.
brigadier don Pedro Celestino Negrete.
— Reúne
—
Iturbide á los jefes y cficiales que se hallaban en Iguala y les
— Entufiasmo y adhesión de la oficialidad. — Nombran á Iturbide primer jefe del ejército de — Juramento de Iturbide, de la oficialidad y de las tropas 2 de marzo). — Arenga Iturbide á los soldados. — Jefes
presenta su plan político (1.» de marzo). las 7"/'es
Garantía?.
que ee adhieren
al
(
nuevo Plan en
La comandancia los distritos de el
mar
los postreros días de febrero y
general del Sur se
Taxco
extendía desde
é Iguala hasta la costa
Pacífico; al atravesarla el río
bañada por
Mexcala de uno á
otro extremo, dejaba á la parte septentrional el
mento de Pedro Ascensio en
y
y hacia
la Goleta,
cían
las
el
las fragosidades
campa-
de Tlatlaya
mediodía las tropas que obede-
inmediatas órdenes de Guerrero, diseminadas
por Ajuchitlán y las revueltas montañas de la Coronilla,
que son á manera de contrafuertes de la Sierra Madre.
Los soldados
realistas
ocupaban
norte las comarcas de
al
Cuernavaca y Cuautla por de Tejupilco, Sultepec y Temascaltepec Zacualpán
,
el
;
,
poniente
bajo el
,
las
mando
y por el rumbo oriental, Ometepec, Tlapa y la Mixteca Alta á las órdenes del teniente corodel coronel Eáfols;
nel Miota. del
El curso del Mexcala, desde la confluencia
Cutzamala hasta su desembocadura en
el
Grande
primeros de marzo.
Océano se hallaba vigilado por
el
teniente coronel rea-
don Juan Isidro Marrón con una fuerte brigada; y demás tropas que acababan de ser comandadas por
lista
las
Armijo guarnecían Acapulco, Tixtla, Chilapa, Teloloá-
pam y
lado
este río
otros pueblos, del
de los cuales unos se hallan de
Mexcala y otros allende ese impetuoso
1.
' « Las fuerzas que componían la división que Armijo tenía bajo sus inmediatas órdenes, consistían en algunos infantes de la Corona, el batallón del Sur, la compañía de Acapulco y las de realistas de Tixtla, Chilapa y otros pueblos, con los Fieles del Potosí, que mandaba don José Antonio de Echávorri, y los dos escuadrones de Isabel, que se hablan formado con el escuadrón del Sur y otras compañías de caballería: posteriormente había sido reforzada la división con el batallón de Tres Villas, mandado por el teniente coronel español don Rafael Ramiro, y el de Murcia, que estaba accidentalmente á las órdenes del teniente coronel, español también, don Martín Almeln; todos estos cuerpos con corla fuerza. En Zacualpán había una compañía de Fieles y otra de dragones de España con los urbanas del Distrito, todo bajo el mando del teniente coronel
—
:
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIQL08
668 Eesuelto Iturbide á realizar
grande y atrevido
el
proyecto de proclamar la independencia, en la forma que luego veremos, necesitaba acopiar
mayor número de
el
tropas y elementos de todo género, y destruir rápida-
mente á
los independientes acaudillados
é indómito
Guerrero.
enumerado en
el
Las tropas
por
el
realistas
párrafo anterior,
constante
que hemos
ascendían á varios
millares de hombres, pero aparte de hallarse repartidas
en un vasto territorio, no todas estaban com{irendidas en la comandancia del Sur, é Iturbide deseaba tener á
reunido,
su
vista
y á sus inmediatas órdenes, un
cuerpo respetable, que después de destiuir á Guerreio
y Pedro Ascensio,
Hemos
intentos.
que
al
salir
esta oportunidad
un
muchas veces no un segundo.
ni de
>jEjecutado el golpe que tengo meditado, las tropas podrán volver á sus demarcaciones respectivas, y si entretanto la capital (lo que Dios no permita) llamase la atención, volaré á su socorro lo mismo que á cualquiera otro punto de preferencia. »No necesito indicar á V. E. que de los mismos puntos de donde vengan las tropas deberán recibir los socorros pecuniarios, á no ser que su superioridad estime por más conveniente otro término, para que no les falte prest. Dios guarde la importante vida de V. E. muchos años para la felicidad de este Reino, como le pide su afectísimo é inútil subdito que atento B. S. M. Agustín de Iturbide i.»
—
El nuevo comandante militar del Sur estableció su
dicho al terminar el capítulo anterior,
de la capital pidió
al
virey que fuera á
y este elevado
funcionario ordenó inmediatamente que se concentrasen
cuartel general en Teloloápam
discreción en espías
marchasen á engrosar
ejército
Esta buena
del Sur.
Apodaca (quien ardía en deseos de ver
destruidos cuanto antes á los independientes del
secundaba las ocultas miras de Iturbide y pedir mayor número de tropas.
Con
desde la hacienda de San
le
Sur)
alentaba á
este propósito le
Gabiiel el
19 de
el
ahorrarían á la
don Mateo Cuilty. La comandancia de Tejupiloo contaba con mayores fuerzas proporcionalmenle, pues en ella eptahan el batallón de Sanio Domingo, que mandaba el teniente coronel don Miguel To-
comandante deSultepec; el de Fernando Vil; algunas compañías de Murcia; dos de «Ordenes militares;» los dragones del Rev.y Blíunos cívicos de cubnileriu.» {\i.,.uki>. HUtoria de México, tomo V, págs. Gí y 65). rres,
—
otros gastos
real
de esta naturaleza;
Hacienda doscientos cincuenta 6
campaña á dos ó
trescientos mil, reduciéndose la
tres
meses, en vez de un año ó más que de otra suerte podría durar.
«Plegué
principio de su
al cielo, decía al
carta, que antes de concluir febiero
incruento las
«Muy amado y respetado g-eneral: Si la verdadera adhesión á, la persona de V. E. y mi constante anhelo por el mejor servicio del rey y de la patria me hicieron admitir luego el mando de la demarcación del Sur, el mismo interés del buen servicio, la adhesión misma á la muy apreciable persona de V. E., no menos que el honor comprometido por el buen éxito de un encargo, y porque jamás tenga V. E. motivo de arrepentirse de la confianza que ha librado en mis cortas luces y genio, en asunto gravísimo y en circunstancias tan delicadas, me obligarán á manifestar á V. E. los males que yo note; pero siempre será, no con ponderaciones, sino con la exactitud de mi carácter, y que es inseparable del hombre de bien. Propondré siempre á V. E. los medios que me parezcan oportunos para evitarlos, pues cuando penda de mí solo el remedio, V. E. no sabrá los males, porque mi fin es y será constantemente el de restaurar el orden, cooperar á la gloria de que V. E. vea en breve tiempo pacífico todo el reino, y no el de encarecer mi mérito, que jamás tendrá de grande otra cosa que la buena voluntad y recta intención. »Así, pues, mi amado y respetado general, me tomo la libertad de rogarle particularmente con el mayor encarecimiento, que se digne poner á mis órdenes toda la tropa que le he pedido para esta campaña. Un esfuerzo de V. E. hecho en el momento, es el que va á decidir de la acción. Lo espero con la mayor confianza, porque V. E. no puede dejar de conocer con su perspicacia y ojo militar, que la oportunidad perdida en la guerra suele ser la desgracia de un reino, y que
y
gasto oportung de diez ó doce mil pesos se
Señor Dios de
noviembre
escribía otra
allí
pidiéndole algunas sumas de dinero para invertirlas á su
pues con
el
y desde
,
vez á Apodaca, en los primeros días de diciembre (1820),
en Acámbaro las compañías de aquel cuerpo, para que
escribía
un mes
fuese la robusta base de sus osados
unírsele su antiguo regimiento de Celaya,
disposición de
es de
día, sino acaso de
podamos bendecir en
tributarle
sacrificio
el
nos haya concedido la paz completa de este reino,
aunado
al
y más sumisas y reverentes gracias porque los ejércitos,
los intereses
minar, insistía en
el
Y
de todos sus habitantes.')
y
al ter-
pronto envío de la suma que había
muy avanzado un
pedido, expresando que tenía cual dependía el término
plan del
guerra, y que manifestaría al virey á su debido tiempo 2. Apodaca, violento de
la
resuelto á desplegar toda clase de esfuerzos
que se alcanzase cuanto antes
mandó que
con tal de
pacificación
la
del
la Tesoreiía situase doce mil pesos en
navaca á disposición de Iturbide diese frecuentes noticias de lo este importante asunto.
Sur,
Cuer-
y previno á éste que le que fuere ocurriendo en ,
Al mismo tiempo
considerable cantidad de municiones á
fin
envió una
le
de que pudiese
abrir desde luego la campaña.
Reunido en Acámbaro
regimiento de Celaya, en
el
consecuencia de las órdenes del gobierno vireinal
en marcha hacia oficiales
el
y de no pocos soldados, que temían
del clima
malsano de esta ardiente región.
marcha muchos abandonaron
púsose
la
los rigores
Durante
la
bandera del regimiento,
entrar éste en Toluca cometió varios desórdenes.
y El 17 de diciembre al
,
Sur con gran disgusto de algunos
llegó por fin al
cuartel general de
Teloloápam, fuerte de quinientos diez y siete soldados
en vez de los ochocientos que
Acámbaro, por á sus
lo
inmediatas
lo
formaban
que Iturbide pidió órdenes
el
al virey
batallón
de
al
salir
de
que dejase
Murcia que
contaba con doscientos veintitrés soldados y que debía '
BusTAiiANTE.
'
BusTAMANTí.
— Cuadro hUtórico, tomo V, págs. 93 y 91. — Ibid., ibid., tomo V, pág. 95.
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS marchar á Temascaltepec, punto no comprendido en comandancia del Sur; pretensión que no sólo
Apodaca lugar y
sino
que dispuso que
satisfizo
guarnición de aquel
la
de Tejupilco quedasen agregadas
la
la
al
demostraciones de satisfacción, y no fué menor
que
la
manifestaron los soldados al ver nuevamente al jefe que
había conducido tantas veces á
día de la llegada á
oficialidad del regimiento,
la
de la mesa
al levantarse
El mismo
la victoria.
Teloloápam, Iturbide obsequió con
un espléndido banquete á
citó para la tarde al capitán
de la tercera compañía don Francisco Quintanilla,
Alamán, en
la conferencia
ción de que estaba
Según
el objeto
con
la resolu-
indepen-
la
para efectuarla podría contar
si
de Celaya. Asombrado Quintanilla
oficiales
oficial
al oir
de boca de su antiguo coronel opiniones tan contrarias
que
demostrar
Iturbide le aseguró
brantable
en
las
sorpresa
que era en
desconfianza;
y él
pero
una decisión inque-
y abriendo una gaveta sacó de ella y puso manos del oficial el plan que más tarde fué pro,
,
clamado en Iguala, y la correspondencia que llevaba con varias personas de alta categoría residentes en la ,
capital.
Entonces Quintanilla
miento haría
lo
que Iturbide
subordinado
éste á su
le
le
aseguró que
el
regi-
mandase, y recomendando
más liguroso
el
sus antiguos subalternos, púsose en sus
verdad que conocía
los
oficiales
manos y avenEs
estado de la opinión,
que com-
prendía la aspiración general á favor de la independencia,
y que
intento de algunos de los
el
antes de salir de Acámbaro
aseguraba de
mismos
oficiales,
regimiento de Celaya,
el
sentimientos
los
tares de las otras provincias
que á casi todos
le
ellos
secreto terminó
que notaron
versación de Iturbide con Quintanilla,
la larga
con-
recelaron de que
dice
circunstancias,
un
supo sacar partido de ellas, y en esto con-
historiador; sistió
para ponerlos de acuerdo
«Conoció las
con sus miras.
todo el resultado que obtuvo.
suceder en todas las revoluciones:
el
Lo mismo suele momento oportuno
es el secreto de ellas.»
Seguro ya Iturbide de Celaya
del virey
solicitó
la
adhesión del regimiento de
que se
le
uniesen
cuerpo
el
de caballería de Frontera (el cual había militado también á sus órdenes en
el
Bajío), y
teniente coronel don
el
Epitacio Sánchez, quien después de indultado se distinguió por su valor en las
filas
realistas,
concurriendo
A
eficazmente á la pacificación de Sierra Gorda.
todo
accedió Apodaca, pues había llegado á tener entera confianza
en
lealtad
la
de
al
y ansiaba terminar
Iturbide
cuanto antes la reducción del Sur
También demás
el
sobre
influjo
y atrevido proyecto.
turó el éxito de su grandioso
la entrevista.
Pero
pues que contando solamente con su
fría,
que constantemente había manifestado, no pudo
menos
que dio Iturbide
el
ningunas relaciones había establecido con los jefes mili-
animado para proclamar
dencia, preguntándole
las
duda, un atrevido paso
sin
que tuvieron estos
que había salido de la capital del vireinato y
á
Fué,
impulsaban; pero también es cierto que hasta entonces
dos militares, Iturbide reveló á Quintanilla
con los
zález.
el
á quien aquél trataba con particular confianza. historiador
proyectos á los capitanes
en aquellos momentos y que demuestra su valor y sangre
Este recibió á su antiguo regimiento con grandes
y
comunicó sus
Iturbide
don Manuel Díaz de Lamadrid y don José María Gon-
ejército
de Iturbide ^
los
pues
669
^
nuevo comandante general importaba
destruir prontamente á los independientes, para realizar
en seguida
el
vasto plan que había meditado, y
el
cual
ellos
no era ya un misterio para algunos, pues que se vio
habían tenido en Acámbaro de proclamar la independen-
obligado á comunicarlo á varios oficiales de Celaya, como
cia por no verse obligados á
acabamos de
primero,
el
instruido del
intento
que algunos de
marchar
al Sur,
de ellos y acaso resolviese castigarlos.
desconfiase
Se decidieron
el
Temía fundadamente que
decir.
gobierno vireinal de sus atrevidos proyectos
noticioso ,
pudiese
don Valentín Canalizo y don Miguel Arroyo, comunicaron
detenerlos á tiempo, y privarle de los medios que con tan próspera fortuna había logrado allegar hasta allí. Re-
su determinación á Quintanilla, quien instruyó inmedia-
solvióse,
tamente á Iturbide de
reunido bajo su
entonces á huir de Teloloápam, y dos de entre
lo
que pasaba.
ellos,
El comandante
general, acompañado de un ayudante, se presentó en la
el
en consecuencia, á abrir
la
campaña, habiendo
mando dos mil quinientos soldados según estado de fuerza que él mismo envió al virey el 21 de ,
casa donde se hallaban reunidos los oficiales de Celaya,
y
les dijo
que estaba impuesto de
que iban
la resolución
á ejecutar y del motivo que á ello les impulsaba; que sus propias opiniones políticas no eran acaso diversas de las
de los mismos oficiales, pero que no podía por enton-
ces decirles más,
donar sus banderas
exigiéndoles la promesa de no aban;
prometiéronlo todos así
,
y además
se obligaron á no hacer otra cosa que lo que su antiguo
coronel les ordenase
2.
Sin embargo,
algunos días des-
• «Esta facilidad ¿el virey en acceder á todo cuanto Iturbide pedía, ha sido considerada como una prueba de que eflnba de acuerdo con el plan de revolución que se Iromaba, cuyo concepto corroboró el desacierto en la dirección de las operaciones sucesivas de la guerra; pero todo concurre ú persuadir que no tuvo parte alguna en lo que se intentaba, y lo demuestran los artificios de que Iturbide se valió para mantenerlo engañado, haciendo que pusiese en sus manos todos los medios para efectuar la revolución, como si fuesen á emplearse en la guerra del Sur, que tanto deseaba el virey
ver terminada. Este habría recibido sin duda con aplauso á Fernando Vil, si se hubiese presentado en México y lo hubiera obedecido Fin titubear como soberano absoluto, pero su lealtad no le pudo oermitir ir más adelante la misma nobleza de su carácter facilitaba el que se le engañase, pues no podía presumir en otro una perfidia Historia de Méteico, que él era incapaz de cometer.» {Aiamá,ti. :
•
BusTAMANTE.
— Cuadro
histórico,
tomo V, púg.
94.
Alamán
sigue en esta parte á Bustomante. "
AlamAn.
— Historia de Mémico, tomo V, pégs. 72 y
73.
—
tomo V, pég.
76).
ÍTÉXICO Á TRAVÉS
670 diciembre.
Pocos días antes se
presentó
le
don Juan Davis Bradburn, uno de que
sobrevivieron
coronel oficiales
de
compañeros
desgraciados
á los
el
los pocos
DE LOS SIGLOS Entretanto,
situado.
el
activo
que seguía con atención
sio,
y
vigilante
Pedro Ascenr
movimientos del enemigo,
los
se había emboscado en las cercanías de Tlatlaya
y en
,
la
Mina, y á quien hemos visto refugiarse al lado de Guerrero después del desastre que sufrió en Chucándiro.
madrugada
Iturbide lo recibió con favor, no sólo por la fama de valor
dada por
que tenía asegurada Bradburn sino por su generoso
que escogió Ascensio para arremeter á los realistas era
comportamiento con unos
oficiales
del regimiento de la
Corona, que hechos prisioneros poco antes, debiéronle la vida,
no obstante la orden que dio Guerrero para que
el propósito
salió Iturbide
de ejecutar
plan de
el
de Teloloápam con
campaña que había
Este consistía en reunir todos
propuesto al gobierno.
destacamentos que Armijo había diseminado en varios
los
puntos, formar con ellos un cuerpo respetable y tomar la
simultáneamente;
ofensiva contra Guerrero y Ascensio esto, en cuanto á la destrucción llos
Iturbide tenía la
de estos bravos caudi-
y respecto del plan político que resolución de proclamar, nada le con-
de la independencia
hombres sobre
,
cayó con ocho-
retaguardia de Iturbide man-
la
capitán don José María González.
el
una vereda dominada por un maleza, y orillada, hacia
Fué
fundo barranco. valientes de
fuesen pasados por las armas.
El 22 de diciembre
cientos
del 28 de diciembre (1820),
los realistas
alto
cerro
El punto
de
cubierto
lado contrario, por un pro-
el
tan impetuosa la acometida de los
Ascensio que revueltos y confundidos con
en la estrecha vereda, y no pudiendo dispa-
rar sus fusiles, golpeaban con los cañones de éstos á sus
El capitán González cayó herido
espantados contrarios.
mortalmente, y también sucumbieron ciento ocho soldados que formaban toda la retaguardia.
El centro man-
dado por el capitán Quintanilla fué á su vez atacado por los
independientes, pero se sostuvo valientemente hasta
dar tiempo á Iturbide para que enviase en su auxilio los
granaderos de la Corona y los dragones de España. Ascen-
venía más que ver reunidas bajo su mando inmediato
sio intentó
entonces cortar el centro, colocándose entre
todas las tropas que habían de apoyar su atrevido movi-
éste
vanguardia,
la
Guerrero, entretanto, se había internado en la sierra
de Jaliaca y noticioso de ,
coronel don Carlos
Moya
ello Iturbide
ordenó
al teniente
siguiese á aquel caudillo con
una sección de cuatrocientos hombres y que se presentaba favorable coyuntura,
mismo tiempo que dejase cubiertos
los
le
atacase
previniéndole al
puntos de la línea
Pidió al virey oficiales de
de Acapulco y Chilpancingo.
La
firmeza con que
el
para
impedir
á
Guerrero
paso,
el
,
bado además con todas las cargas
,
en las lomas de suave
ya y que terminan en
la
Después de este adverso encuentro y de recoger
al
que había salido
persiguiesen á
cipado al gobierno
que estuvo á punto de ser destrozado por completo. Con este motivo renovaba sus peticiones de dinero, al
virey que deseoso de que no faltase
soldados había
pedido
bajo
cantidades, de las cuales
Juan Ruíz de Cabanas
y que había tomado á
del Cobre
cinco
Iturbide que el resultado
resultado de aquel encuentro en
el
Ascensio procurando desalojarle de los cerros del Gallo,
y de Teotepec. Creía
reunidas las suyas
vió á su cuartel general de Teloloápam, habiendo parti-
cortándole
y Huitzuco, unidos á nuevas fuerzas que de un momento á otro debían llegar al mando del teniente Echávarri
mando de
cuerpos de
que se hallaban repartidos en Taxco, Iguala, Tepe-
don José Antonio
centro se sostuvo al
destacamento que guarnecía á Acatémpan, Iturbide vol-
cuacuilco
coronel
el
al
de este modo toda comunicación con Pedro Ascensio; y que mientras él marchaba á reunir los destacamentos, los
con
á dos compañías de infantería y pocos dragones, estor-
dispuso que se
formase en Tétela un depósito de municiones, y que lado derecho del Mexcala se situasen dos
,
ataque de fuerzas tan superiores,
descenso á
primero de esos puntos;
retiró
pues desbaratado aquél, no hubiera podido éste resistir
llanura."
el
se
quien dispuso pasar la noche
Quintanilla, salvó á Iturbide, dice el historiador Alamán,
varios de los cañones que artillaban la fortaleza de San
Diego en
Quintanilla
en una altura parapetándose con las cargas que llevaba.
maestranza y materiales para poner en estado de servicio
tropas
pero
rapidez y unióse á Iturbide
miento.
si
y
mil
pesos
de
el
le
el
prest á sus
responsabilidad varias
obispo de Guadalajara don
envió veinticinco mil pesos
rédito, los
su
y decía
sobre sus fincas
depósitos
,
treinta
de concurso
i,
y
de la
de estas disposiciones militares sería la pronta destruc-
Audiencia de México, prefiriendo la buena asistencia de
ción de los caudillos del Sur,
así
lo
había prometido á
la tropa al bien
Apodaca, diciéndole que antes del
fin
de febrero del año
de su casa.
y
que iba en breve á empezar, podría celebrarse una misa de gracias por
el
término de la insurrección.
Y
ésta debía ser la base de sus ambiciosos proyectos
,
el
siguiente
pen-
mes de marzo.
Iturbide avanzó hasta San Martín de los Lubianos,
donde combinó con tos
militares,
el coronel
Ráfols algunos movimien-
y en seguida marchó á Acatémpan con
propósito de recoger el
destacamento que
allí
esta indicación respondía el
pronto y
feliz éxito
el
el
mal estado
virey que no
de sus operaciones
como ' Bustamonte dice non este motivo lo siguienie: «Cómo pudo obispo de Ouadalejara prestar tan generosa y desinteresadamente veinticinco mil pesos hallándose tan atrasado Iturbide, y si lo hizo por amor á su persona, para fomento de sus haciendas ó por algún interés público, son dudas que no podemos resolver» Alamún, por su parle, dice: «Ya se deja entender que aquel prelado no entregarla aquella suma sólo por amistad con Iturbide ni por terminar la guerra del Sur, si no hubiese estado instruido de las n\iras ulteriores que se tenían.»
el
saba llevarlos á efecto en
A
dudaba de que
de su familia, no obstante
el
estaba
:
MÉXICO Á THAVÉS DE LOS SIGLOS contra
insurgentes
los
pero al mismo tiempo
compensaría sus
le
le
sacrificios,
anunciaba haber ordenado que
se le enviasen gruesas sumas para sostener la
campaña
con todo vigor.
Apenas hubo vuelto Iturbide á Teloloápam la noticia
de que
el
comandante de
don Carlos Moya, acababa de
la línea
sufrir
recibió
de Acapulco,
un revés considera-
671
cuanto nos es conveniente; entre otras cosas, el que todos los hijos del país, sin distinción alguna, entren
en el goce de ciudadanos, y ¿al tez que venga á México, ya que no puede ser nuestro soberano el señor don Fernando VII, su augusto hermano el señor don Carlos ó don Francisco de Paula; pero cuando esto no sea, persuádase Ud. que nada omitirán de cuanto sea conducente á la más completa felicidad de la patria. Mas si contra lo que es de esperarse no se nos hiciese justicia, yo seré el primero en contribuir con mi espada, con mi fortuna y con cuanto pueda á defender nuestro derecho; y lo juro á Ud. y á la faz de todo el mundo, bajo la palabra de honor en que puede Ud. fiar, porque nunca la he quebrantado ni la quebrantaré jamás. »Dije antes que no espero que se falte á la justicia en el Congreso, porque en España reinan hoy las ideas liberales, que conceden á los hombres todos sus derechos; y se asegura, en cartas muy recientes, que Fernando VII el grande no ha querido que en las cortes se decidan reformas de religiones y otros puntos de esta importancia, hasta tanto no llegan nuestros representantes, lo que manifiesta con claridad que estos países le merecen á S. M. el debido aprecio. Ya sabía Ud. tam,
En
ble.
efecto,
el
de enero de 1821 Guerrero, á la
2
cabeza de cuatrocientos hombres, habia tomado á viva fuerza
punto de Zapotepec, coitando la línea realista
el
y destiozando del Sur;
el
la
ataque fué tan imprevisto que
aviso que recibió dientes fué
compañía de granaderos del batallón
Moya de
también
el
la aparición de les
desastre
el del
prímer
indepen-
que habían sufrido
sus destacamentos, por lo que informó á Iturbide por extraordinario violento pidiéndole que enviase á marchas dobles
una
Guerrero
i ;
menda y en de
inepto,
derrota
que
división
contuviese
pero aquel jefe el
le dirigió
avances
los
informe que dirigió al virey
achacando
que habían
á
su
sufrido
descuido
en
ese
de
una severa repri-
é
lo
calificó
impericia
lumbo
las
la
tropas
realistas.
Esta
ya en
serie de reveses
terreno
el
mismo de
y
el
mejor conocimiento que
los sucesos
pudo adquirir de
la constancia
y bravura de Guerrero, hicieron reflexionar profundamente á Iturbide, quien se convenció, al fin, de que era empresa ardua y costosa reducir por la fuerza de las armas á los independientes del Sur. Urgido á proclamar el Plan que ya era conocido de algunos de sus oficiales ,
y sufriendo sus tropas rudos descalabros cuan-
veces se habían medido
tas
con Guerrero y Ascensio,
hubo de prescindir de su primer propósito, esto
es, de
destruir á estos valientes defensores de la libertad mexi-
cana, y á trueque de no malograr su grande intento prefiíió
En
hacer entrar en su plan al constante Guerrero.
10 de enero de 1821 escribió á éste la siguiente
carta
«Muy señor mío: Las noticias que ya tenía del buen carácter é intenciones de usted, y que me han confirmado don Juan Davis Bradburn y últimamente el teniente coronel don Francisco Antonio Berdejo, me estimulan á tomar la pluma en favor de Ud. mismo y del bien de la patria. Sin andar con preámbulos, que no son del caso, hablaré con la franqueza que es inseparable de mi carácter ingenuo. Soy interesado como el que más en el bien de esta Nueva España, país en que como Ud. sabe he nacido, y debo procurar por todos medios su felicidad. Ud. está en el caso de contribuir á ella de un modo muy particular, y es, cesando las hostilidades, ysugetándose con las tropas de su cargo á las órdenes del gobierno, en el concepto de que yo dejaré á Ud. el mando de su fuerza, y aun le proporcionaré algunos auxilios para la subsistencia de ella. »Esta, medida es en consideración á que habiendo ya marchado nuestros representantes al Congreso de la península, poseídos de las ideas más grandes de patriotismojy de liberalidad, manifestarán con energía todo '
BusTAMANTE.
— Cuaclro histórico, tomo
V,
piíg. 99.
bién
cómo por
los
mismos
principios,
han
sido puestos
en libertad los principales caudillos del partido de Ud. que se hallaban presos, don Ignacio Rayón, don José Sixto Berdusco, don Nicolás Bravo, etc. Si Ud. quisiese enviar algún sugeto que merezca su confianza para que hable conmigo, y se imponga á fondo de muchas cosas de las noticias que podré darle, y de mi modo de pensar, puede Ud. dirigirle por Chilpancíngo, que si no hubiese llegado yo, allí me espere, que no será mucho tiempo lo que tenga que aguardar; y para que. lo verifique libremente, y pase más adelante para encontrarme, si gusta, le acompaño el pasaporte adjunto; bien entendido, de que aunque sea don Nicolás Catalán, don Francisco Hernández, don José Figueroa, don Ignacio Pita, ó cualquier otro individuo de los más allegados á Ud., volverá libre á unirse, aun cuando no le acomoden las proposiciones mías. >/Supongo que Ud. no inferirá de ninguna manera que esta carta es por otros principios, ni tiene otro móvil que el que le he manifestado; porque las pequeñas ventajas que Ud. ha logrado, de que ya tengo noticia, no pueden poner en inquietud mi espíritu, principalmente cuando tengo tropa sobrada de que disponer, y que si quisiese, me vendría más de la capital; sirviendo á Ud. de prueba de esta verdad, el que una sección ha marchado ya para Tlacotepec, al mando del teniente coronel don Francisco Antonio Berdejo, y yo con otra iré por el camino de Teloloápam, dejando todos los puntos fortificados con sobrada fuerza, y dos secciones sobre don Pedro Alquisiras. »E1 teniente coronel Berdejo va á tomar el mando que tenía el señor Moya, y le he prevenido que si Ud. entra en contestación, suspenda toda operación contra las tropas de Ud. el tiempo necesario hasta saber su resolución: todo lo que le servirá de gobierno. »Si Ud. oye con imparcialidad mis razones, seguro de que no soy capaz de faltar en lo más mínimo, porque esto sería contra mi honor, que es la prenda que más estimo, no dudo que entrará en el partido que le propongo, pues tiene talento sobrado para persuadirse de la solidez de estos convencimientos. »E1 Señor Dios de los ejércitos me conceda este placer; y Ud., entretanto, disponga de mi buena voluntad, seguro de que le complacerá en cuanto sea compatible con su deber, su atento servidor que lo estima
MÉXICO Á TRATES DE LOS SIGLOS
672
y S. M. 'B.—Agitslin de Jíurbide.— Señor don Vicente Guerrero i.» Esta carta profundamente estudiada, y en
la
que no
había nada de la franqueza que invocaba Iturbide en sus
primeros renglones, abría realmente la negociación aun-
que
ella
redujese á proponer el indulto al valiente
se
caudillo, quien ya
lo
había rehusado cuando se
por conducto de su mismo padre. energía la ofertas del jefe
que un
fiel
,
le ofreció
Rechazó Guerrero con
que á sus ojos no era más
y decidido sostenedor de
la
dominación espa-
ñola, y en la respuesta que dirigió á Iturbide se nota la
y firmeza de sus sentimientos. La importancia documento, que honra al héroe del Sur y á la
sinceridad
de este
causa sostenida por
él
con tan inquebrantable constancia,
nos obliga á copiarlo íntegro á continuación:
—
Muy señor mío: «Señor don Agustín Iturbide. Hasta esta fecha no llegó á mis manos la atenta carta de Ud. de 10 del corriente; y como en ella me insinúa que el bien de la patria y el mío le han estimulado á ponérmela, manifestaré los sentimientos que me aniá sostener mi partido. Como por dicha carta descubro en Ud. algunas ideas de liberalismo, voy & explicar las mías con franqueza, ya que las circunstancias van proporcionando la ilustración de los hombres, y desterrando aquellos tiempos de terror y barbarie en que fueron envueltos los mejores hijos de este desgraciado suelo. Comenzaremos por demostrar sucintamente los principios de la revolución, los incidentes que hicieron más justa la guerra y obligación á declarar la independencia. »Todo el mundo sabe que los americanos, cansados de promesas ilusorias, agraviados hasta el extremo, y violentados, por último, de los diferentes gobiernos de España, que levantados entre el tumulto, uno después de otro, sólo pensaron en mantenernos sumergidos en la más vergonzosa esclavitud, y privarnos de las acciones que usaron los de la península para sistemar su gobierno, durante la cautividad del rey, levantaron el grito bajo el nombre de Fernando VII, para substraerse sólo de la opresión de los mandarines. Se acercaron nuestros jefes á la capital, para reclamar sus derechos ante el virey Venegas, quien asociado al real acuerdo desechó toda propuesta, y el resultado fué la guerra. Esta nos la hicieron formidable desde sus principios, y las represalias nos precisaron á seguir la crueldad de los españoles. Cuando llegó á nuestra noticia la reunión de las Cortes de España creíamos que calmarían nuestras desgracias en cuanto se nos hiciera justicia. ¡Pero qué vanas fueron nuestras esperanzas cuando dolorosos desengaños nos hicieron sentir efectos muy contrarios ¿ los que nos prometíamos! ¡Pero qué decir en qué tiempos! Cuando agobiada España, cuando oprimida hasta el extremo por un enemigo poderoso estaba próxima á perderse para siempre; cuando más necesitaba de nuestros auxilios para su restauración, entonces... descubren todo el daño y oprobio con que siempre alimentan á los americanos; entonces declaran su desmesurado orgullo y tiranía; entonces reprochan con ultraje las humildes y justas representaciones de nuestros diputados; entonces se burlan de nosotros y echan el resto á su iniquidad; no se nos concede la igualdad de representación, ni se quiere dejar de conocernos con la
man
•
Tomada
nas 100 y
101.
del
Cuadro hutórico, de Bustamante, tomo V, pági-
infame nota de colonos, aun después de haber declarado á las Américas parte integrante de la monarquía. ¡Horroriza una conducta como ésta, tan contraria al derecho natural, divino y de gentes! ¿Y qué remedio? Igual debía ser á tanto mal. Perdimos la esperanza del último remedio que nos quedaba, y estrechados entre la ignominia y la muerte, preferimos ésta, y gritamos: ¡Independencia y odio á aquella gente dura! Lo declaramos en nuestros periódicos á la faz del mundo, y aunque desgraciados y que no han correspondido los efectos á ios deseos, nos anima una ncble resignación y hemos prometido ante las aras del Dios vivo ofrecer en sacrificio
nuestra existencia, ó triunfar ó dar vida á nuestros
hermanos. »En este número está Ud. comprendido, ¿y acaso ignora algo de lo que llevo expuesto? ¿Cree Ud. que los que en aquel tiempo en que se trataba de su libertad y decretaron nuestra esclavitud, nos serán benéficos ahora que la han conseguido y están desembarazados de la guerra? Pues no, no hay motivo para persuadirnos que ellos sean tan humanos. Multitud de recientes pruebas tiene Ud. á la vista; y aunque el transcurso del tiempo le haya hecho olvidar la afrentosa vida de nuestros mayores, no podrá ser insensible á los acontecimientos de estos últimos días. Sabe Ud. que el rey identifica nuestra causa con los de la península, porque los estragos de la guerra, en ambos hemisferios, le dieron á conocer la voluntad general del pueblo; pero véase cómo están reputados los caudillos de ésta, y la infamia con que se pretende reducir á los americanos. Dígase con qué causa puede justificarse el desprecio con que se miran los reclamos demandados de Ultramar sobre innumerables puntos de gobierno, y en particular sobre la falta de representación en las Cortes. ¿Qué beneficio le resulta al pueblo cuando para ser ciudadano requiérense tantas calidades que no se' encuentran, maliciosamente, en la mayor parte de los americanos? Por último, es muy dilatada esta materia, y se podrían asentar multitud de hechos que no dejarían lugar á la duda; pero no quiero ser tan molesto, porque Ud. se halla penetrado de estas verdades, y advertido de que cuando todas las naciones del universo están independientes entre sí, gobernadas por los hijos de cada una, sólo la América depende afrentosamente de España, siendo tan digna de ocupar el mejor lugar en el teatro universal.
»La dignidad del hombre es grande; pero ni ésta ni cuanto pertenece á los americanos han sabido respetar los españoles. ¿Y cuál es el honor que nos queda dejándonos ultrajar tan escandalosamente? Me avergüenzo al contemplar sobre este punto, y declamar eternamente contra mis mayores y contemporáneos que sufren tan ominoso yugo. »Hé aquí declarado brevemente cuanto puede justificar nuestra causa y la que llenará de oprobio á nuestros tiranos opresores. Convengamos en que Ud. equivocadamente ha sido uno de nuestros mayores enemigos y que no ha perdonado medios para asegurar nuestra esclavitud; pero si entra en conferencia consigo mismo, conocerá que siendo americano ha obrado mal; que su deber le exige lo contrario; que su honor le encamina á mayores empresas, dignas de su reputación militar; que la patria espera de Ud. mejor acogida; que su estado le ha puesto en sus manos fuerzas capaces de salvarla; y que si nada de esto sucediese, Dios y los hombres castigarán su indolencia. »Estos á quienes Ud. reputa como enemigos, están tan distantes de serlo, que se sacrifican gustosos para
—
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
me note de impolítico, porque ni me ha convencer nunca á que abrace el partido del rey, sea el que fuere, ni me amedrentan los millares de soldados, con quienes estoy acostumbrado á batirme. Obre Ud. como le parezca, que la suerte decidirá, y me será más glorioso morir en la campaña que rendir la cerviz al
solicitar el bien de üd.
mismo; y si alguna vez manchan sus espadas en la sangre de sus hermanos, lloran su desgracia, porque se han constituido sus libertadores y no sus asesinas; mas la ignorancia de éstos, la culpa de nuestros antepasados y la más refinada perfidia de los hombres, nos han hecho padecer males que no
ni
debiéramos, si en nuestra educación varonil nos hubiesen inspirado el carácter nacional. »Usted y todo hombre sensato, lejos de irritarse con mi rústico discurso, se gloriarán de mi resistencia; y sin faltar á la racionalidad, justicia y sensibilidad no podrán redargüir á estas mis reflexiones, supuesto que no tienen otros principios que la salvación de la patria, por la que Ud. se manifiesta interesado. Si ésta inflama á Ud., ¿qué, pues, le retarda para declararse por la más pura de todas las causas? Sepa üd. distinguir, y no se confunda; defienda Ud. sus verdaderos derechos, y esto le labrará la corona más grande: entienda Ud. que yo no soy de aquellos que aspiran á dictar leyes, ni pretendo erigirme en tirano de mis semejantes; decídase Ud. por los verdaderos intereses de la nación, y entonces tendrá la satisfacción de verme militar á sus órdenes, y conocerá un hombre desprendido de la ambición, y que sólo aspira á sustraerse de la opresión, y no á elevarse sobre las ruinas de sus compatriotas. »Esta es mi decisión, y para ello cuento con una fuerza regular, disciplinada y valiente, que á su vista y con la opinión general de los pueblos huyen despavoridos cuantos tratan de sojuzgarla; que está decidida á sacudir el yugo ó morir, y con el testimonio de mi propia conciencia, que nada teme, cuando por delante se le presenta la justicia en su favor. «Comprenda Ud. que nada me seria más degradante como el confesarme delincuente, y admitir el indulto que ofrece á nombre del gobierno, del cual he de ser contrario hasta el último aliento de mi vida; mas no me desdeñaré de ser un subalterno de Ud. en los términos que digo; asegurándole que no soy menos generoso, y que con el mayor placer entregaría en sus manos el bastón con que la nación me ha condecorado. «Convencido, pues, de tan terribles verdades ocúpese Ud. en beneficio del país en que ha nacido, y no espere el resultado de los diputados que marcharon á la península, porque ni ellos han de alcanzar la gracia que pretenden, ni nosotros tendremos necesidad de pedir por gracia lo que se nos'debe de justicia, por cuyo medio veremos prosperar este fértil suelo y nos eximiremos de los gravámenes que nos causa el enlace con España. »Si en ésta, como Ud. me dice, reinan las ideas más liberales que conceden á los hombres sus derechos, nada le cuesta en ese caso dejarnos el uso libre de todos los que nos pertenecen, así como nos los usurparon el dilatado tiempo de tres siglos. Si generosamente nos deja emancipar, entonces diremos que es un gobierno benigno y liberal; pero si, como espero, sucede lo contrario, tenemos fuerza y valor para conseguirlo. »Soy de sentir que lo expuesto es bastante para que Ud. conozca mi resolución y la justicia en que me fundo, sin necesidad de mandar sujeto á discutir sobre propuestas algunas, porque nuestra única divisa es independencia y libertad. Si este sistema fuese aceptado por Ud. conformaremos nuestras relaciones; me explayaré más, combinaremos planes, y protegeré de cuantos modos me sea posible sus empresas; pero si no se separa del con.stitucional de España, no volveré á recibir contestación suya, ni verá más letra mía. »Le anticipo á Ud. esta noticia para que no insista
tirano.
T. ni.
-85.
673
»Nada la
es
patria,
ni
más compatible con su deber que el salvar tiene otra obligación más forzosa. No
Ud. de inferior condición que Quiroga, ni me persuado que dejará de imitarle osando emprender como él mismo aconseja. Concluyo con asegurarle, que en vista de las circunstancias favorables á que hemos llegado, la Nación está para hacer una explosión general; que bien pronto se experimentarán sus efectos; y que me será sensible perezcan en ellos los hombres que, como Ud., deben ser sus mejores brazos. »He satisfecho al contenido de la carta de Ud. porque asi lo exige mi crianza, y le repito, que todo lo que no sea concerniente á la total independencia, lo disputaremos en el campo de batalla. Si alguna feliz mudanza de Ud. me diere el gusto que deseo, nadie me competirá la preferencia en ser su más fiel amigo y servidor, como lo promete su atento Q. S. M. B. Vicente Guerrero. Rincón de Santo Domingo, á 20 de Enero es
—
de 1821.»
Había avanzado entretanto
el
teniente coronel rea-
don Francisco Antonio Berdejo hasta
lista
línea de
la
Chüpaucingo, é informado de que Guerrero se hallaba en la sierra
busca
el
de
Jaliaca
salió
de Chichihualco en su
27 de enero (1821), seguido de trescientos sol-
Halló, en efecto, á los independientes en el esca-
dados.
broso paso llamado la Ciieta del Diallo, y después de
un porfiado combate que duró gran parte del día, tuvo que retirarse con pérdida de cincuenta y un hombres entre muertos y heridos
ordenado así por días antes, el del pueblo
la
,
aunque en su parte
dijo haberlo
de municiones.
falta absoluta
Dos
de enero, Pedro Ascensio atacó cerca
2.5
de Totomaloya
á una
sección
KáfolS y la arrojó vencida hasta los
del
coronel
límites del distrito
militar de Sultepec. Estas dos acciones de guerra fueron las últimas
que se empeñaron entonces en
Iturbide cuilco,
se
y desde
el
Sur.
había dirigido entretanto á Tepecua-
este punto escribió
nuevamente á Gue-
rrero con fecha 4 de febrero (1821) llamándole su amigo
y lisonjeándose de que en breve muestra de
la
le
daría un abrazo
elevada estima en que
lidades de valor
le
como
tenía por sus cua-
y firmeza; manifestábale que acababa de
recibir su carta de 20 de enero,
escrita desde el
de Santo Domingo, y que para evitar la larga distancia
y de
la tardía
el
comunicación
á don Antonio Mier y Villagómez,
Rincón
inconveniente de ,
le
enviaba
persona de toda su
confianza, invitándole á una entrevista en Cliilpancingo,
para cuyo punto se proponía marchar desde luego, y «donde no dudo, decía Iturbide á Guerrero, que usted se servirá acercarse,
pues más haremos en media hora
de conferencia que en muchas cartas.» Lamentaba haber recibido tarde la contestación del segundo,
caso
contrario
hubiera sido posible
evitar
pues en el
el
sensible
!
:
MÉXICO Á TBAVÉS DE LOS SIGLOS
674
encuentro que el 27 de enero se sostuvo entre
mismo
el
político
que luego se conoció con
el
nombre de Plan de
pérdida
Iguala fué obra exclusiva de Tturbide, y no, como se ha
de una y otra parte era pérdida para la nación y con este motivo agregaba Iturbide « Dios permita que haya
creído comunmente, que salió formado ya de los conciliá-
sido la última
torno de los medianos Tirado y Monteagudo, en odio á
Guerrero y
teniente coronel Berdejo, porque
el
la
,
¡
:
'
!
>'
desde Telo-
Tturbide
Antes de escribir esta carta,
loápam y con fecha 25 de enero (1821) enviaba al abogado don Juan José Espinosa de los Monteros, residente en la capital,
proyecto del Plan que en breve se pro-
el
ponía proclamar, así como
mas que debían u
En
el
sí
á luz
mismo tiempo que
al
estado avanzado en que se halla
escribía,
pero
salir
borradores de las procla-
los
se lo
exige mi amistad sobre
moralmente
contribuir
corregir ó variar
número
1
la
,
le
y
manera de hacer
y sobre
francamente,
si
gusta,
número 2
los artículos del plan
el
la
lo
siguiente:
"No
proclama
,
le
muy en breve no
de otra cosa
'.n
se ocuparán las prensas
Este documento demuestra que
el
plan
absolutistas agrupados en
llegaban hasta trabajar por la
;
3'a
que gracias á los manejos y
llos se confirió
la robusta
á Iturbide
al
base de sus proyectos, ;
valimiento de aqué-
mando
el alto
que no se ha controvertido en que éste anunció á
trono de México á un
el
una verdad histórica indiscuti-
militar que fué
también es un liecho
pero respecto al plan político
Nueva España
el
término de la
sangrienta lucha de diez años, hase creído por muchos,
como antes hemos
dicho, que fué la expresión de los pro-
pósitos del partido absolutista.
Además,
el
mismo Itur-
bide llama suyo al Plan de Iguala en el manifiesto que se publicó después de su lo
muerte
,
diciendo que él solo lo
extendió, lo publicó y lo ejecutó,
reputadas de
lo
aunque
consultó con las persotias
mejor
los diversos fartidos, de las que no
saberla sino quien por algún respecto tenga que contribuir
al
hubo mejor
éxito.
»HarIa un agravio á la penetración de Ud. si necesitase decirle que todo está hecho y bajo unas medidas que no temo ni la menor desgracia; y lo que dan de sí dichos papeles le confirmará mi seguridad.
«Estimado amigo: No dudo darle á Ud.
este titulo, porque la
firmeza y el valor pon las cualidades primeras que constituyen carácter del hombre de bien, y me lisonjeo de darle á Ud. en breve un abrazo que confirme mi expresión. »Este deseo, que es vehemente, me hace sentir que no haya llegado hasta hoy á mis manos la apreclabillsima de Ud. de 20 del próximo pasado; y pura evitar estas morosidades como necesarios en la gran distancia, y adelantar el bien con la rapidez que debe ser, envío á Ud. al portador, para que le dé por mi las ideas que serla muy largo de explicar con la pluma; y en este lugar sólo aseguraré & Ud. que dirisriéndonos Ud. y yo é un mismo fin, nos resta únicamente acordar un plan bien sistemado, los medios que nos deben conducir indudablemente y por el camino más corto. Cuando hablemos Ud. y yo, se asegurará de mis verdaderos sentimientos. »Para facilitar nuestra comunicación, me dirigiré desde luego á Chilpancingo, donde no dudo que Ud. se servirá acercarse, y que más haremos sin duda en media hora de conferencia que en muchas el
cartas.
i»Aunque estoy seguro de que Ud. no dudará un momento de lo firmeza de mi palabra porque nunca di motivo para ello, pero el portador de ésta, don Antonio Mier y Villagómez, le garantiré á satisfacción de Ud. por si hubiese quien intente infundirle la menor desconfianza. »A haber recibido antes la citada carta de Ud. y haber estado en comunicación, se habría evitado el sensibilísimo encuentro que Ud. tuvo con el teniente coronel don Francisco Antonio Berdejo el 27 de Enero próximo, porque lo pérdida de una y otra parte ha sido pérdida para nuestro país. ¡Dios permita que haya sido la ,
última »Si Ud. ha recibido otra carta que con fecha 16 le dirigí desde Cunacanotepec, acompnñúndole otra de un americano de México, cuyo testimonio no debe serle sospechoso, no debe dudar que ninguno en la Nueva España es más interesado en la felicidad de ello, ni la desea con más ardor, que su muy afecto amigo que ansia Agustín de Iturcomprobar con obras esta verdad, y S. M. B. Señor don Vicente Guerrero.» bide.
—
—
«Teloloúpam, 25 de Enero de
ble
después de formado
Esta carta decía lo siguiente
*
monarca despótico, es
concibió,
el con-
,
los
independencia para asentar en
sugiera."
campo, y usted
falta
la libertad constitucional
encomen-
preferirá los asuntos más dignos de su pluma, en
cepto de que
usted
añadiendo,
en postdata, al indicar los trabajos que le
daba, decíale
plan que
Sírvase
objeto.
al
quitando 6 exornando lo que su ilustración
Y
aquél.
proyecto)
no pido á usted consejo sobre la ejecución;
manifiestas al público mis razones,
debe
(el
Que
bulos de la Profesa.
1821.
»Reservadn.
»Mi estimado amigo: Los adjuntos papeles instruirán á Ud. del suceso dispuesto para un día ya muy próximo del mes entrante, cuyos preliminares se bullan tan adelantados, que para lo esencial nada importarla su publicidad. Sin embargo, como Ud. conoce bien, debe permanecer la especie en el mayor secreto, y no debe
»En tal concepto, y convencido yo de que Ud., por su verdadero patriotismo y nuestra amistad, no puede dejar de contribuir á mi plan, le ruego que me haga gusto de encerrarse al momento que lea Ud. ésta y se ocupe exclusivamente en negocio tan arduo. » En el estado avanzado en que se halla no pido á Ud. consejo sobre la ejecución, ni lo que concierne á ella, porque no hay qué variar; pero sí se lo exige mi amistad sobre lii muñera de hacer manifiestas al público mis razones y sobre el plan que debe contribuir moralmente
al objeto.
Sírvase Ud. corregir ó variar francamente, si gusta, la proclamita n." 1 y los artículos del plan n." 2, añadiendo, quitando ó exornando lo que su ilustración y luces le sugiera. Opinará Ud. conmigo que dicha proclama y plan debe ser lo más conciso, y en seguida se tomará Ud. el trabajo de hacer un manifiesto que funde el grito y cada uno de los artículos del plan por los ideas del n.° 3, y además, otra proclama cuyos puntos se tocan en el n.° 4. »E1 propio buscará ú U(L á las horas que le indique para recibir el pliego en que vengan estos trabajos, pues deben salir en el momento en que Ud. los acabe. Lo que más interesa es la brevedad y si á los cuotro díps no está todo, conténtese Ud. con enviarme lo que hoga en este término. »Dicho propio lleva para otro amigo lo respectivo á religión y clero, lo que servirá á Ud. de gobierno para no tocarlo si necesitare economizar los momentos; y es inútil añadir que si Ud. juzga conducente otras proclamas, y pueden venir, serán bien recibidas. »Me atrevo á hacer á Ud. otra indicación si Ud. puede salir de ahí reservadamente hasta Cuernavaca, no tendría Ud. motivo de arrepentirse de este paso, y se lo agradecería mucho su muy Agustín de Iturbide. af.'" am.", q. b. s. m. De todos modos, verifique Ud ó no el viaje, aunque el »P. D. propio me traiga, como espero, los papeles todos que deseo, tenga Ud. la bondad de seguir ocupado todo de este importante asunto. Proclamas pora el orden y unión, y manifiestos sobre lo que requiera mayor extensión. Planes que fluyen del actual. Sistema pura la Junta, para las Cortes, para el Ejército, etc etc., etc. No falta campo, y Ud. preferirá los asuntos más dignos de su plumo, en el concepto de que muy en breve no se ocuparán los prensas de otra cosa, y que entretanto conducirán también otros, que Ud. considere más necesarios que los del público, al acierto á que anhelo. »Los cartas de Ud. siempre deberán venir por el conducto que Y.» entregue á Ud. las mías. (Carta de don Agustín de Iturbide ol licenciado don Juan Josa Espinosa de los Monteros, remitiéndole el Plan de Igualo para su corrección. Hállase original en la Colección de autógrafos que don José María Lafragua legó á la Biblioteca nacional de México). »
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e la autoridad del
XII
Supremo Gobierno
Al Supremo Gobierno toca privativamente Art. 159. Publicar la guerra y ajustar la paz. Celebrar tratados de alianza y comercio con las naciones extranjeras, conforme al artículo 108, correspondiéndose con sus gabinetes en las negociaciones que ocurran, por sí ó por medio de los ministros públicos, de que liabla el articulo 104, los cuales han de entenderse inmediatamente con el gobierno, quien despachará las contestaciones con independencia del Congreso, á menos que se versen asuntos cuya resolución no esté en sus facultades, y de todo dará cuenta oportunamente al mismo Congreso. Art. 160. Organizar los ejércitos y milicias nacionales. Formar planes de operación mandar ejecutarlos; distribuir y mover la fuerza armada á excepción de la que se halla bajo el mando del Supremo Congreso, con arreglo al artículo 47, y lomar cuantas medidas estime conducentes, ya sea para asegurar l(t tran(]uilidad inlel-ior del Estado ó bien para promover ;
,
Art.
Cuidar de que los pueblos estén proveídos sude eclesiásticos dignos que administren los sacramentos y el pasto espiritual de la doctrina. Art. 164. Suspender con causa justificada á los empleados á quienes nombre, con calidad de remitir lo actuado dentro del término de cuarenta y ocho horas ul tribunal competente. Suspender también á los empleados que nombre el Congreso, cuando haya contra éstos sospechas vehementes de infidencia; remitiendo los documentos que hubiere al mismo Congreso dentro de veinticuatro horas, para que declare si há ó no lugar á la formación de la causa. Art. 165. Hacer que se observen los reglamentos de policía. Mantener expedita la comunicación interior y exterior, y proteger los derechos de la libertad propiedad igualdad y seguridad de los ciudadanos, usando de todos los recursos que le franquearán las leyes. No podrá el Supremo Gobierno Aht. 166. Arrestar á ningún ciudadano en ningún caso más de cuarenta y ocho horas, dentro de cuyo término deberá remitir el detenido al tribunal competente con lo que se hubiere 163.
ficientemente
,
,
,
;
actuado.
Art. 167. Deponer á los empleados públicos ni conocer en negocio alguno judicial; avocarse causas pendientes ó ejecutoriadas ni ordenar que se abran nuevos juicios. Aht. 168. Mandar personalmente en cuerpo ni por alguno de sus individuos ninguna fuerza armada, á no ser en circunstancias muy extraordinarias; y entonces deberá preceder la aprobación del Congreso. Aht. 169. Dispensar la observancia de las leyes bajo pretexto de equidad ni interpretarlas en los casos dudosos. Art. 170. Se sujetará el Supremo Gobierno á las leyes y reglamentos que adoptare ó sancionare el Congreso en lo relativo á la administración de Hacienda; por consiguiente, no podrá variar los empleos de este ramo que se establezcan, crear otros nuevos, gravar con pensiones al erario público, ni alterar el método de recaudación y distribución de las rentas; podrá, no obstante, librar las cantidades que necesite jiara gastos secretos en servicio de la Nación con tal que informe oportunamente de su inversión. Art. 171. En lo que toca al ramo militar se arreglará á la antigua ordenanza mientras que el Congreso dicta la que más se conforme al sistema de nuestro gobierno; por lo que no podrá derogar, interpretar ni alterar ninguno de sus capítulos. Art. 172. Pero así en materia de hacienda como de guerra y en cualquiera otra podrá y aun deberá presentar al Congreso los planes, reformas y medidas que juzgue convenientes, para que sean examinados; mas no se le permite poner proyectos de ,
,
,
,
decreto extendidos.
Aht. 173. Pasará mensualmente al Congreso una nota de empleados y de los que estuvieren suspensos, y cada cuatro meses un estado de los ejércitos, que reproducirá siempre que los
lo exija el
greso
mismo Congreso.
Asimismo presentará cada seis meses un estado abreviado de las entradas inversión y
Aht.
174.
,
cias de los caudales públicos, y cada
individual y documentndo, para que
año
le
al
Con-
existen-
presentará otro
ambos examinen aprue,
ben y publiquen.
CAPÍTULO De
XIII
las Intendencias de
Hacienda
Art. 175. Se creará cerca del Supremo Gobierno y con sujeción inmediata á su autoridad una intendencia general que administre todas las rentas y fondos nacionales.
Aht. 176. Esta intendencia se compondrá de un fiscal, un asesor letrado, dos ministros y el jefe principal, quien retendrá
MÉXICO Á TEA VÉS DE LOS SIGLOS
el
nombre de intendente general, y además habrá un
Art.
secre-
195.
785 Los autos
Supremo Tribunal
tario.
m.
Aht. De las mismas plazas lian de componerse las intendencias provinciales, que deberán establecerse con subordinación á la general. Sus jefes se titularán intendentes de provincia. Aht. 178. Se crearán también tesorerías foráneas, dependientes de las provinciales, según que se juzguen necesarias para la mejor administración. Art. no. El Supremo Congreso dictará la ordenanza que su fije las atribuciones de todos y cada uno de estos empleados
individuos, y se autorizarán igualmente por el secretario, quien, con el presidente, firmará los despachos, y por sí solo, bajo su
responsabilidad, las demás órdenes; en consecuencia, no será obedecida ninguna providencia, orden ó decreto que expida alguno de los individuos en particular.
CAPÍTULO XV
,
tres
Del Supremo Tribunal de Justicia
Art. 181. Se compondrá por ahora el Supremo Tribunal de Justicia de cinco individuos, que por deliberación del Congreso podrán aumentarse según lo exijan y proporcionen las ,
circunstancias.
Art. 182. Los individuos de este Supremo Tribunal tendrán las mismas calidades que se expresan en el artículo 52. Serán iguales en autoridad y turnarán por suerte en la presidencia cada tres meses. Art. 183. Se renovará esta corporación cada tres años en la forma siguiente: en el primero y en el segundo saldrán dos individuos, y en el tercero uno; todos por medio de sorteo, que hará el Supremo Congreso. Art. 184. Habrá dos fiscales letrados, uno para lo civil y otro para lo criminal pero si las circunstancias no lo permitieren, al principio que no se nombre más que uno; éste desempeñará las funciones de ambos destinos, lo que se entenderá igualmente respecto de los secretarios. Unos y otros funcionarán por espacio de cuatro años. Aht. 185. Tendrá este Tribunal el tratamiento de Alteza; sus individuos el de Excelencia, durante su comisión, y los fiscales y secretarios el de Señoría, mientras permanezcan en su ;
ejercicio.
Art. 186. La elección de los individuos del Supremo Tribunal de Justicia se hará por el Congreso, conforme á los artícuy 157.
Art. 187. Nombrados que sean los cinco individuos, siempre que se hallen presentes tres de ellos, otorgarán acto continuo su juramento en los términos que previene el artículo 155. Art. 188. Para el nombramiento de fiscales y secretarios regirá el artículo 158.
Art.
189.
Ningún individuo
del
Supremo Tribunal de un trienio después
Justicia podrá ser reelegido hasta pasado
de su comisión; y para que puedan reelegirse los fiscales y secretarios han de pasar cuatro años después de cumplido su tiempo. Art. 190. No podrán elegirse para individuos de este Tribunal los diputados del Congreso, si no es en los términos que explica el artículo 136.
Art. 191. Tampoco podrán elegirse los individuos del Supremo Gobierno mientras lo fueren, ni en tres años después de su administración. Art. 192. No podrán concurrir en el Supremo Tribunal de Justicia dos ó más parientes que lo sean desde el primero hasta el cuarto grado; comprendiéndose en esta prohibición los fiscales
De
las facultades del
Supremo Tribunal de Justicia
años.
CAPÍTULO XIV
los 151, 152, 153, 154, 156
emanaren de este que ocu-
rran á formarlos y autorizados por el secretario. Las sentencias interlocutorias y definitivas se firmarán por los mencionados
fuero y prerogativas y la jurisdicción de los intendentes. Art. 180. Así el intendente general como los de provincia
funcionarán por tiempo do
decretos que
ó
irán rubricados por los individuos
y secretarios.
Art. 193. Ningún individuo de esta corporación podrá pasar ni una sola noche fuera de los límites de su residencia si no es con los requisitos que para los individuos del Supremo
Art. 196. Conocer en las causas para cuya formación deba preceder, según lo sancionado, la declaración del Supremo Congreso; en las demás de los generales de división y secretatarios del Supremo Gobierno; en las de los secretarios y fiscales del Supremo Tribunal; en las del intendente general de Hacienda, de sus ministros, fiscal y asesor; en las de residencia de todo empleado público, á excepción de las que pertenecen al Tribunal de este nombre. Art. 197. Conocer de todos los recursos de fuerza de los tribunales eclesiásticos y de las competencias que se susciten entre los jueces subalternos.
Art. 198. Fallar ó confirmar las sentencias de deposición de los empleados públicos sujetos á este Tribunal aprobar ó revocar las sentencias de muerte y destierro que pronuncien los tribunales subalternos, exceptuando las que han de ejecutarse en los prisioneros de guerra y otros delincuentes de Estado, cuyas ejecuciones deberán conformarse á las leyes y reglamentos que se dicten separadamente. Art. 199. Finalmente conocer de las demás causas temporales, así criminales como civiles, ya en segunda, ya en tercera instancia según lo determinen las leyes. Art. 200. Para formar este Supremo Tribunal se requiere indispensablemente la asistencia de los cinco individuos en las causas de homicidio, de deposición de algún empleado, de residencia é infidencia en las de fuerza de los juzgados eclesiásticos y en las civiles, en que se verse el interés de veinticinco mil pesos arriba. Esta asistencia de los cinco individuos se entiende para terminar definitivamente las referidas causas, ya sea pronunciando, ya confirmando ó bien revocando las sentencias respectivas. Fuera de estas causas bastará la asistencia de tres individuos para formar tribunal, y menos no podrán actuar en ningún caso. Art. 201. Si por motivo de enfermedad no pudiere asistir alguno de los jueces en los casos referidos, se le pasará la causa, para que dentro de tercero día remita su voto cerrado. Si la enfermedad fuere grave ó no pudiere asistir por hallarse distante ó por otro impedimento legal el Supremo Congreso, con aviso del Tribunal, nombrará un sustituto; y si el Congreso estuviere lejos y ejecutare la decisión, entonces los jueces restantes nombrarán á pluralidad de sufragios un letrado ó un vecino honrado y de ilustración que supla por el impedido; dando aviso inmediatamente al Congreso. Art. 202. En el Supremo Tribunal de Justicia no se pagarán derechos. Art. 203. Los litigantes podrán recusar hasta dos jueces de este Tribunal en los casos y bajo las condiciones que señale ;
,
,
;
,
la ley.
Art. 204. Las sentencias que pronunciare el Supremo Tribunal de Justicia se remitirán al Supremo Gobierno, para que las haga ejecutar por medio de los jefes ó jueces á quienes corresponda.
,
CAPÍTULO XVI
(jobierno expresa el artículo 141.
Art. 194. Los fiscales y secretarios del Supremo Tribunal de Justicia se sujetarán al juicio de residencia, y a los demás, como se ha dicho de los secretarios del Supremo Gobierno; pero los individuos del mismo Tribunal solamente se sujetarán al juicio de residencia, y en el tiempo de su comisión, ú los que se promuevan por los delitos determinados en el artículo 59.
De
Juzgados inferiores
Art. 205. Habrá jueces nacionales de partido que durarán tiempo de tres años, y los nombrará el Supremo Gobierno á propuesta de los intendentes de provincia, mientras se forma el reglamento conveniente para que los elijan los mismos el
pueblos. T. III. -9!).
los
MÉXICO Á TRAVÉS DE LOS SIGLOS
786 Art. 206.
Estos jueces tendrán en los ramos de justicia ó que las leyes del antiguo gobierno
policía la autoridad ordinaria,
concedían á los subdelegados. Las demarcaciones de cada partido tendrán los mismos límites, mientras no se varíen coa aprobación del Congreso. Art. 207. Habrá tenientes de justicia en los lugares donde se han reputado necesarios; los nombrarán los jueces de partido, dando cuenta al Supremo Gobierno para su aprobación y conlirmación, con aquellos nombramientos que en el antiguo gobierno se conlirmaban por la superioridad. Akt. 208. En los pueblos, villas y ciudades continuarán respectivamente los gobernadores y repúblicas, los ayuntamientos y demás empleos, mientras no se adopte otro sistema; á reserva de las variaciones que oportunamente introduzca el Congreso, consultando al mayor bien y felicidad de los ciudadanos.
Art. 209. El Supremo Gobierno nombrará jueces eclesiásque en las demarcaciones que respectivamente les señale con aprobación del Congreso conozcan en primera instancia de las causas temporales, así criminales como civiles de los ecle-
bunal, se sortearán los individuos que lian de componerlo, y Supremo Gobierno anunciará con anticipación estos sorteos, indicando los nombres y empleos de dichos funcionarios. Aht. 219. Hecho el sorteo, se llamarán los individuos que salgan nombrados, para que sin excusa se presenten al Congreso antes que se cumpla el expresado término de dos meses; y si por alguna causa no ocurriere con oportunidad cualquiera de los llamados, procederá el Congreso á elegir sustituto, bajo la forma que se establece en el capítulo XI, para la elección de los individuos del Supremo Gobierno. Art. 220. Cuando sea necesario organizar este tribunal, para que tome conocimiento en otras causas que no sean de residencia se hará oportunamente el sorteo, y los individuos el
,
que resulten nombrados se citarán con término más ó menos breve, según lo exija la naturaleza de las mismas causas; y en caso de que no comparezcan al tiempo señalado, el Supremo Congreso nombrará sustituto, con arreglo al artículo antece-
ticos,
dente.
ésta una medida provisional, entretanto se ocupan por nuestras armas las capitales de cada obispado y
Art. 221. Estando juntos los individuos que han de componer este tribunal, otorgarán su juramento en manos del Congreso, bajo la fórmula contenida en el artículo 155, y se tendrá por instalado el tribunal, á quien se dará el tratamiento de
siásticos; siendo
resuelve otra cosa
el
Supremo Gobierno.
Alteza.
Art. 210. Los intendentes ceñirán su inspección al ramo de Hacienda, y sólo podrán administrar justicia en el caso de estar desembarazadas del enemigo las capitales de sus provincias, sujetándose á los términos de la antigua ordenanza que regia en la materia.
Aht. 222. El mismo tribunal elegirá por suerte de entre sus individuos un presidente que ha de ser igual á todos en autoridad, y permanecerá todo el tiempo que dure la corpo,
las
bunal.
CAPÍTULO XVII De
las Leyes
Nombrará también por escrutinio y á pluralidad absoun fiscal, con el único encargo de formalizar acusaciones que se promuevan de oficio por el mismo tri-
ración.
luta de votos
gue se han de obsertar en la administración de Justicia
Aht. 223. Al Supremo Congreso toca nombrar el correspondiente secretario; lo que hará por suerte entre tres individuos que elija por escrutinio y á pluralidad absoluta de votos.
Art. 211. Mientras que la Soberanía de la Nación forma cuerpo de leyes que han de sustituir á las antiguas, permanecerán éstas en todo su vigor, á excepción de las que por el presente y otros decretos anteriores se hayan derogado y de las que en adelante se derogaren. el
CAPÍTULO XIX De
las funciones del
Tribunal de Residencia
siete
Art. 224. El tribunal de residencia conocerá privativamente de las causas de esta especie pertenecientes á los individuos del Congreso, á los del Supremo Gobierno y á los del Supremo Tribunal de Justicia. Art. 225. Dentro del término perentorio de un mes después de erigido el tribunal se admitirán las acusaciones á que
jueces, que el Supremo Congreso ha de elegir por suerte de entre los individuos que para este efecto se nombren uno por
haj'a lugar contra los respectivos funcionarios, y pasado este tiempo no se oirá ninguna antes bien se darán aquéllos por
cada provincia. Art. 213. El nombramiento de estos individuos se hará por las juntas provinciales, de que trata el capítulo VII, á otro día de haber ele;;ido los diputados, guardando la forma que prescriben los artículos 87 y 88, y remitiendo al Congreso testimonio del nombramiento, autorizado con la solemnidad que expresa el artículo 90. Por las provincias en donde no se celebren dichas juntas, el mismo Congreso nombrará por escrutinio y á la pluralidad absoluta de votos los individuos corres-
absueltos, y se disolverá inmediatamente el tribunal á no ser que haya pendiente otra causa de su inspección.
CAPÍTULO xvín Del Tribunal de Residencia
Art. 212.
El tribunal de residencia se
compondrá de ,
pondientes.
Para obtener este nombramiento se requieren asignadas en el artículo 52. Aht. 215. La masa de estos individuos se renovará cada dos años, saliendo sucesivamente en la misma forma que los diputados del Congreso, y no podrá reelegirse ninguno de los que salgan, á menos que no hayan pasado dos años. Art. 216. Entre los individuos que se voten por la primera vez podrán tener lugar los diputados propietarios que han cumplido el tiempo de su diputación; pero de ninguna manera podrán ser reelegidos los que actualmente lo sean ó en adelante lo fueren, si no es habiendo corrido dos años después de con-
Art. 214.
las calidades
cluidas sus funciones.
Aht. 217. Tampoco podrán ser nombrados los individuos dos supremas corporaciones hasta que hayan pasado tres años después de su administración; ni pueden, en fin, concurrir en este tribuiuil dos ó más parientes iiasla el cuarto
de
las otras
grado.
Art. 218. Dos meses antes que estén para concluir alguno ó algunos de los funcionarios, cuya residencia toca á este tri-
,
;
,
Art. 226. Estos juicios de residencia deberán concluirse dentro de tres meses; y no concluyéndose en este término, se darán por absueltos los acusados. Exceptúanse las causas en que se admita recurso de suplicación conforme al reglamento de la materia que se dictará por separado pues entonces se prorogará á un mes más aquel término. Art. 227. Conocerá también el tribunal de residencia en las causas que se promuevan contra los individuos de las supremas corporaciones por los delitos indicados en el artículo 59, á los cuales se agrega por lo que toca á los individuos del Su,
,
,
premo Gobierno,
la
infracción del artículo 166.
Aht. 228. En las causas que menciona el artículo anterior harán las acusaciones ante el Supremo Congreso, ó el mismo Congreso las promoverá de oficio, y actuará todo lo conveniente para declarar si há ó no lugar á la formación de causa; y declarando que há lugar, mandará suspender al acusado y remitirá el expediente al tribunal de residencia, quien, previa esta declaración y no de otro modo, formará la causa la sustanciará y sentenciará definitivamente con arreglo á las leyes. Aht. 229. Las sentencias pronunciadas por el tribunal de resideiu;ia se remitirán al Supremo Gobierno, i)ura que las tribunal á (|uieii publique y haga ejecutar por medio del jefe corresponda, y el proceso original se pasará al Congreso, en se
,
('>
cuya secretaría quedará archivado. Aht. 2:i0. Podrán recusarse hasta dos jueces de este tribunal en los términos que se ha dicho del Supremo de Justicia. Art. 231. Se disolverá el tribunal de residencia luego que
—
787
MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
CAPITULO XXII
haya sentenciado las causas que motiven su instalación y las que sobrevinieren mientras exista ó en pasando el término que fijaren las leyes, según la naturaleza de los negocios. ,
De
la sanción
Art. 239.
CAPÍTULO De
XX
la Representación
y promulgación de
este decreto
Supremo Congreso sancionará
El
el
presente
DECRETO en sesión pública con el aparato y demostraciones de solemnidad que corresponden á un acto tan augusto. Art. 240. En el primer día festivo que hubiere comodidad se celebrará una misa solemne en acción de gracias, en que el cura ú otro eclesiástico pronunciará un discurso alusivo ,
Nacional
,
Art. 232. El Supremo Congreso formará en el término de un año después de la próxima instalación del gobierno el plan conveniente para convocar la representación nacional bajo la base de la población y con arreglo á los demás principios de derecho público, que variadas las circunstancias deben regir en la materia. Art. 233. Este plan se sancionará y publicará, guardándose la forma que se ha prescrito para la sanción y promulgación de las leyes.
Art. 2:34. El Supremo Gobierno, á quien toca publicarlo, convocará, según su tenor, la representación nacional luego que estén completamente libres de enemigos las provincias siguientes: México, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, Tecpan, Michoacán, Querétaro, Guadalajara, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas y Durango, inclusos los puertos, barras y ensenadas que se comprenden en los distritos de cada una de estas provincias.
Art. 235.
Instalada que sea la representación nacional,
resignará en sus
manos
el
Supremo Congreso
las facultades
soberanas que legítimamente deposita, y otorgando cada uno de sus miembros el juramento de obediencia y fidelidad, quedará disuelta esta corporación. Art. 23(5. El Supremo Gobierno otorgará el mismo juramento, y hará que lo otorguen todas las autoridades militares, políticas y eclesiásticas y todos los pueblos.
CAPÍTULO XXI De Art. que
231.
la observancia de este decreto
Elntretanto
que
la representación
nacional de
no fuere convocada y siénconstitución permanente de la
trata el capítulo antecedente
,
dolo no dictare y sancionare la nación se observará inviolablemente el tenor de este decreto y no podrá proponerse alteración adición ni supresión de ninguno de los artículos, en que consiste esencialmente la forma de gobierno que prescribe. Cualquier ciudadano tendrá derecho para reclamar las infracciones que notare. Art. 238. Pero bajo de la misma forma y principios establecidos podrá el Supremo Congreso, y aun será una de sus primarias atenciones, sancionar las leyes, que todavía se echan de menos en este decreto, singularmente las relativas á la cons,
,
titución militar.
y acabada la misa el presidente prestará en manos del decano, bajo la fórmula conveniente, el juramento de guardar y hacer cumplir este decreto: lo mismo ejecutarán los demás diputados en manos del presidente, y se cantará el Tc-Deum. Art. 241. Procederá después el Congreso con la posible brevedad á la instalación de las supremas autoridades, que también ha de celebrarse dignamente. Art. 242. Se extenderá por duplicado este decreto, y firmados los dos originales por todos los diputados que estuvieren presentes y los secretarios, el uno se remitirá al Supremo Gobierno para que lo publique y mande ejecutar y el otro se archivará en la secretaría del Congreso. Palacio nacional del Supremo Congreso Mexicano en Apatzingán, veintidós de Octubre de mil ochocientos catorce, año José María Liceaga, quinto de la independencia mexicana. Dr. José Sixto Berdusco, Diputado por Guanajuato, presidente. José María Morelos, Diputado por el Diputado por Michoacán. Nuevo Reino de León. Lie. José Manuel de Herrera, Diputado por Lie. José Tecpan. Dr. José María Cos, Diputado por Zacatecas. Soterode Castañeda, Diputado por Durango. Lie. Cornelio Ortiz Lie. Manuel de Alderete y de Zarate, Diputado por Tlaxcala. Antonio José Moctezuma, DipuSoria, Diputado por Querétaro. Lie. José María Ponce de León, Diputado por tado poi' Coahuila. Sonora. Dr. Francisco Argándar, Diputado por San Luis Potosí, Pedro José Bermeo, secretario. Remigio de Yarza, secretario. Por tanto, para su puntual observancia, publíquese y circúlese á todos los tribunales, justicias, jefes, gobernadores y demás autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas de cualquiera clase y dignidad, para que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar el presente decreto constitucional en todas sus partes. Palacio nacional del Supremo Gobierno Mexicano, en Apatzingán, veinticuatro de Octubre de mil ochocientos catorce. Año quinto de la independencia mexicana. Una rúbrica. José María José María Liceaga, presidente. Una rúbrica. Dr. José María Cos. Una rúbrica. Morelos. al objeto,
—
—
—
—
—
Proclama de Mina á
CAP.
los
—
«A los Españoles y Americanos. K\ separarme de lo asociación política por cuya prosperidad he trabajado desde mis más tiernos años y adherirme á otra en disensión con ella para ayudarla, creo un deber mío exponer á aquellos á quienes toca los
me han dictado esta resolución. hallaba estudiando en la universidad de Zaragoza cuando los desórdenes de la corte de España y la ambición de Napoleón redujeron á los españoles, ó á ser la presa de una nación extraña ó á sacrificarse á la defensa de sus derechos. motivos que
Yo me
—
—
—
—
—
— Remigio de Yarza
—
—
—
,
secretario de gobierno.
— —
— Una rúbrica.
Los Exmos. Sres. Lie. D. Ignacio López Rayón, Lie. Lie. D. Manuel Sabino Crespo, Lie. D. Andrés Quintana D. Carlos María de Bustamante, D. Antonio de Sesma, aunque contribuyeron con sus luces á la formación de este decreto, no pudieron firmarlo por estar ausentes al tiempo de la sanción, enfermos unos y otros empleados en diferentes asuntos del serYana. Una rúbrica.» vicio de la Patria.
Nota.
,
DOCUMENTO NÚM. III,
—
—
—
—
(lIEBO
—
V,
PÁG.
14
56'})
españoles y americanos
Colocados entre la ignominia y la muerte, esta triste alternativa indicó su deber á todos aquellos en quienes la tiranía de los reinados pasados no había podido relajar completamente el amor á la patria. Yo me sentí, como otros, animado de este santo fuego y me dediqué á la destrucción del enemigo. Acompañé como voluntario los ejércitos de la derecha y del centro, y dispersos desgraciadamente corrí al lugar de mi nacimiento donde era más conocido. Me reuní á doce hombres que me escogieron por caudillo, y en breve llegué á organizar en Nava-
UÉXICO X TBAVis DE LOS SIGLOS
788 rra cuerpos respetables
de voluntarios de que
Junta Central
la
me nombró jefe.
,
Pasaré en silencio los trabajos y sacrificios mios y de mis compañeros de armas. Baste decir que peleamos como buenos patriotas. Yo fui hecho prisionero, y entonces la división que mandaba tomó mi nombre por divisa y por mi sucesor á don Francisco Espoz, mi tío. El gobierno nacional, que aprobó esta determinación permitió también á mi tío añadir á su nombre el de Mina, y todos saben cuál fué el patriotismo, cuánta la ,
,
gloria con
que
por preocupaciones arraigadas y por la ignorancia que aun no habían podido vencer. Frustrada así la empresa me fué necesario refugiarme á países extranjeros con algunos de mis compañeros; y animado siempre del amor á la libertad pensé defender su causa en donde mis esfuerzos fuesen sostenidos por la opinión y en donde pudiesen ser más benéficos á mi patria oprimida y más fatales á su tirano. De las provincias de este lado del Océano saca los medios de su dominación en ellas se combate por la libertad así desde el momento lo causa de los americanos fué la mía. Sólo el rey, los empleados y los monopolistas son los que se aprovechan de la sujeción de la América en perjuicio de los americanos. Ellos, pues, son sus iinicos enemigos y los que quisieran eternizar el pupilaje en que los tienen, á fin de elevar su fortuna y la de sus descendientes sobre las ruinas de este infeliz pueblo. Ellos dicen que la España no puede existir sin la América y esto es cierto si por España se entiende ellos, sus
se distinguió aquella división bajo sus órdenes.
Al restablecerse en nuestro suelo la dignidad del hombre y nuestras antiguas leyes, creímos que Fernando VII, que había sido compañero nuestro y víctima de la opresión se apresuraría á reparar con los beneficios de su reinado las desdichas que habían agobiado al Estado durante sus predecesores. Nada le debíamos. La generosidad nacional lo había librado de la tiranía doméstica. La generosidad nacional lo había llamado gratuitamente al trono, de donde su debilidad y la mala administración de su padre lo habían derribado; le habíamos perdonado las bajezas de que se había hecho reo en Aranjuez, en Bayona y en Valencey. Habíamos olvidado que, más atento á su propia seguridad que al honor nacional correspondió á nuestros sacrificios con pretender enlazarse coa la familia de nuestro agresor. Confiábamos, no obstante, en que tendría siempre presente á qué precio se le había repuesto al trono y en que unido á sus libertadores haría cicatrizar las profundas llagas de que por su causa se resentía aún la nación. La España, logrando reconquistarse á sí misma, es visto que reconquistó también al rey que se eligió. La mitad de la nación había sido devorada por la guerra y la otra mitad aun estaba empapada en sangre enemiga y en sangre española al restituirse Fernando al seno de sus protectores. Las ruinas de que por todas partes estaba cubierto el camino debieron manifestarle sus deudas y las obligaciones en que estaba hacia los que lo habían salvado. ¿Podía creerse que el decreto dado en Valencia á 4 de Mayo de 1814 fuese indicio del tratamiento que el ingrato preparaba á la nación entera? Las Cortes, esa antigua égida de la libertad española y á las que en nuestra orfandad debió la nación su dignidad y honor; las Cortes, que acababan de triunfar de un enemigo colosal, se vieron dísueltas y sus miembros huyendo en todas direcciones de la persecución de los aduladores y serviles. Cadenas y presidios fueron la recompensa de los que tuvieron bastante firmeza para oponerse á la más escandalosa usurpación. La Constitución fué abolida, y el mismo á quien España habia rescatado con ríos de sangre y con inmensos sacrificios la hizo recaer bajo la tiranía y el fanatismo de que la habían sacado los españoles ilustrados. Fuera ya de las prisiones francesas, corrí á Madrid á fin de contribuir con otros amigos de la libertad al sostén de los principios que habíamos jurado. Pero ¡cuál fué mi sorpresa al ver la reproducción de los antiguos desórdenes! Los satélites del tirano sólo se ocupaban en acabar de destruir la obra de tantos sudores. Ya no se pensaba sino en consumar la subyugación de las provincias de Ultramar, y el ministro don Manuel de Lardizábal, no conociendo los sentimientos de mi corazón, me propuso el mando de una división contra México, como si la causa que defienden los americanos fuese distinta de la que exaltó á la gloria al pueblo español, como si mis principios me asemejaran á los egoístas que para oprobio nuestro son enviados á desolar la América como si fuese nuevo el derecho que tiene el oprimido para resistir al opresor, y como si estuviese calculado para verdugo de un pueblo inocente quien lamenta las cadenas que abruman á sus conciudadanos. En consecuencia me retiré á Navarra y de concierto con mi tío don Francisco Espoz determiné apoderarme de Pamplona para ofrecer allí un asilo á los héroes españoles, á los beneméritos de la patria que habían sido proscritos ó tratados como facinerosos. Por toda una noche fui dueño de la ciudad y cuando mi tío venía á reforzarme para contener en caso necesario á una parte de la guarnición de quien no fiábamos, uno de sus regimientos rehuso obedecerle. Soldados valerosos que tantas veces habían triunfado por la indciiendencia nacional, al tratar de su libertad se vieron atados con lazos vergonzosos, ,
,
,
,
,
,
,
,
,
:
:
,
parientes, amigos y favoritos porque emancipada la América no habrá gracias exclusivas, ni ventas de gobiernos, de inten;
dencias y demás empleos de Indias; porque abiertos los puertos americanos á las naciones extranjeras, el comercio pasará á una clase más numerosa é ilustrada y porque libre la América revivirá indubitablemente la industria española sacrificada en el día á los intereses rastreros de unos pocos hombres. Si bajo este punto de vista la emancipación de América es útil y conveniente á la mayoría del pueblo español, lo es mucho más por su tendencia infalible al establecimiento de gobiernos liberales en toda la extensión de la antigua monarquía. Sin echar por tierra en todas partes el coloso del despotismo sostenido por los fanáticos, monopolistas y cortesanos, jamás podremos recuperar nuestra antigua dignidad. Para esto es indispensable que todos los pueblos donde se habla el castellano aprendan á ser libres y á conocer y á hacer valer sus derechos. Kn el momento en que una sola sección de la América haya afianzado su independencia, podemos lisonjearnos de que los principios liberales tarde ó temprano extenderán sus bendiciones á los demás países. Esta época terrible es la que los agentes y partidarios de la tiranía temen sin cesar. Ellos ven en el exceso de su desesperación desplomarse su imperio y quisieran sacrificarlo todo á su ,
rabia impotente.
En tales circunstancias consultad, españoles, lo pasado para sacar lecciones capaces de hacer arreglar vuestra conducta futura. La causa de los americanos es justa, es la causa de los hombres libres, es la de los españoles no degenerados. La patria no está circunscrita al lugar en que hemos nacido, sino más propiamente al que pone á cubierto nuestros derechos individuales. Vuestros opresores calculan que para restablecer su bárbara dominación sobre vosotros y sobre vuestros hijos es preciso esclavizar el todo. Con razón temía el célebre Pitt esas consecuencias cuando justificaba á presencia del parlamento británico la resistencia de los anglo-americanos. «Nos aseguran que la América está obstinada, decía, y que está en manifiesta rebelión. Me glorío, señor, de que resista. Tres millones de habitantes que indiferentes á los impulsos de la libertad se sometiesen voluntariamente serían después los instrumentos más adecuados para imponer cadenas á todo el resto.» Tales son los principios que me han decidido á separarme de la España y adherirme á la América, á fin de cooperar á su emancipación. Si son rectos, ellos responderán satisfactoriamente de mi sinceridad. Por la causa de la libertad é independencia he empuñado las armas hasta ahora: sólo en su defensa ,
tomaré de aquí en adelante. Mexicanos, permitidme participar de vuestras gloriosas tareas; aceptad los servicios que os ofrezco en favor de vuestra sublime empresa, y contadme entre vuestros compatriotas. ¡Ojalá acierte yo á merecer este título, haciendo que vuestra libertad se enseñoree ó sacrificándole mi propia existencia! Entonces en recompensa decid á vuestros hijos: «Esta tierra fué dos veces inundada en sangre por españoles serviles, vasallos abyectos de un rey; pero hubo también españoles liberales y patriotas que sacrificaron su reposo y su vida por nuestro Javier Mina.» bien.» Solo lo Marina, 25 de Abril de IHll.
las
—
—
—
ÍNDICE DEL TOMO TERCERO —CL_^X:=;^=*íí^iMí=^^A_í>-
Pág.
Introducción
.
LIBRO PRIMERO 1808
— 1811 Pág.
Pág.
CAPITULO PRIMERO. — Extensión
de Nueva España
— Llegan
al co-
— Límites. — Superficie. — Número — Aspecto físico. — Volcanes. — Ríos y lagos. — Temperaturas. — Producciones naturales. — Población. — Raza indígena y su estado en 1808. — Mestizos, castas. — Españoles y criollos. — Rivalidad entre ambos. — Comercio. — El galeón de Filipinas. — Desarrollo del comercio á principios del siglo. — Rentas. — División política y administrativa. — Provincias inlernas. — Intendentes. — Ejército. — Milicias. — Presidios. — Compañías menzar
el
cación de Carlos IV.
siglo XIX.
de habitantes.
presidíales
sación que producen.
— Temor
la
siderársele
México.
España.
— Cantón
de Jalapa.
— Tropas que lo formaban.
Recíbese en México la noticia de
la
de 1808.
—
causa del Escorial.
como promovedor de
— Resuelve
virey y
el
la
independencia de
virey convocar una junta de auto-
— —
El Acuerdo protesta, pero maniJunta del 9 de agosto. que asistirá. Quiénes la Discurso de Verdad. El principio de sobeformaron. ranía popular. El inquisidor Prado y Obejero. Los Discurso del fiscal Borbón. fiscales del Acuerdo. Decídese la junta por no reconocer á Enojo del virey. la de Sevilla ni á ninguna otra que no esté autorizada Se resuelve proclamar y jurar á Fernanpor el rey. fiesta
—
—
—
—
—
—
—
—
—
do VIL 25
— Visita de Iturrigaray al cantón ó principios
al
Recíbense noticias
ridades y notables.
favorables á la insurrección de las colonias españolas en
•
—
de España. — Entusiasmo que — Nuevos representaciones del ayuntamiento de México. — Sospechas que excita en los españoles la conducta de Iturrigaray. — Juicio de éste. — No debe con-
— Graves consecuencias para España. — Influencia en los nuevos principios de México. — Revolución francesa. — Guerra entre España y Francia. — Paz de Basilea y alianza entre las dos naciones. — Napoleón emperador. — Sus proyectos de dominación en España. División en la familia real española. — Alarma de Godoy. — Tumultos de Aranjuez. — Abdicación de Carlos IV. — Fernando Vil. — Los Borbones de España en Bayona. Carlos y Fernando ceden á Napoleón la corona. — Heroico levantamiento de la nación española. — Consecuencias Nueva
á
causan.
— Alianza de Francia y España — Tratado de París
José de Ituirigaray, virey de
pompa
— Contenido de la representación. El virey la pasa al Acuerdo — La Audiencia opina que se desechen las proposiciones del ayuntamiento. — Ministros notables de la Audiencia. — Catani. — Aguirre. Bataller. — Sospechas que excitan en los europeos los manejos del ayuntamiento — Agitación de la sociedad. — Ayuntamientos de Veracruz, Querétaro y Jalapa. — El del levantamiento general
firmado en 1783.
Nuevo Mundo Capitulo IIl. — Don
virey y la entrega con gran
envía á México dos comisionados.
anglo-americanos.
el
al
de este último lugar dirige una manifestación
— Primeras acciones de guerra.— Decla-
los
el
ese alto funcionario.
— Resistencia de los colonos. — Resuelven separarse
para auxiliar á
— El virey consulta con Acuerdo. — Conducta interesada y vaci-
— Agitación de los regidores del ayunta— Los licenciados Azcárate y Verdad. del primero. — El ayuntamiento eleva una
representación
15
ración de independencia.
la
de los oidores.
— Trabajos
II.
madre patria
— Sóbense
— Profunda sen-
miento de México.
—
llado.
del virey.
la abdi-
lante del virey.
Georgia Tolerancia religiosa y libertad civil. —Diversidad de instituciones en las colonias. Impuesto del papel sede
— Disgusto
prisión y renuncias de la familia real
— Movimiento intelectual y político en el siglo xvrii. — Principio de las colonias inglesas en América. — Sus privilegios. — Fundadores de las primeras colonias. — Los puritanos de Massachusetts. — Otros establecimientos. — Virginia. — Las Carolinas. — Pennsylvania. —
CAPITULO
Godoy y de
las noticias de la caída de
— Consideraciones
sobre
el
virey y los diversos
partidos políticos
— Proclama del virey — Tono arrogante que en ella dominaba. — Celébrase en México la proclamación y jura de Fernando VIL — Pompa desplegada por el vecindario y autoridades. — Desorden en la última
CAPÍTULO
IV.
37
—
790
—
ÍNDICE
—
— Exalta-
del virey. — Proclama de don Roque — Tribunal especial para juzgar las causas de Infidencia. — Destierros. — Opinión y juicio del historiador Alamán. — Nuevos auxilios enviados á España. Embargo de goleta norte-americana Ceiesíína. — Pri-
comisio-
sión y destierro del aventurero francés d'Alvimar.— Fin
Nueva proclama
noche de las flestas. Loe intendentes Riaño y Clon rehusan publicar la proclama del vircy y el acta de la junta del 9 de agosto. El ayuntamiento de Querétaro y
Abarca.
—
la audiencia
herético
— La
de Guadalajara.
Inquisición
principio de la soberanía popular.
el
— Llegada
ción de los partidos.
¡i
México de
los
declara
la
—
del gobierno de Garibay
Objeto nados de la junta de Sevilla, Jnbat y Jóuregui. de su misión. Nueva junta efectuada el 31 de agosto.
—
—
Proposición del oidor Aguirre.
— Opónense —
el
marqués
Proposición de Villade Son Juan de Rayas y oíros. urrutia. La junta aprueba lu del oidor Aguirre. Junta
—
del 1.° de setiembre.
— Arrogancia
del virey.
— — Vacila-
sobrino
virey.
—
Sevilla y
— Escribe
á las juntas de
situación critica de
la
Nueva
la
— Envía gruesas sumas de dinero ó la metrópoli. — Patriotismo español. — Valioso donativo del Tribunal de Minería. — Edicto de la Inquisición. — ConsuHa el España.
Acuerdo
virey al
ayuntamientos.
— Oposición
de los oidores.
la guardia.
conspiradores se apoderan del virey. ú la Inquisición y
noche del
— Es reconocido y jurado nuevo gobierno español. Publicación del superior decreto convocando á las elecciones de diputaen México
al
— La Regencia exonera á Lizana del cargo — Entra áxfobernar interinamente la Audiencia. — Inconvenientes de esta disposición. — La Audiencia organiza sus labores de gobierno. — Suscriciones, donade virey.
—
de
— Antecedentes de éste. — — Proclamas de la Audiencia y del
campo don Pedro Garibay.
Presta
el
juramento.
nuevo virey V. — Actos de rigor del nuevo gobierno. — Pri— El padre Talamantes, su origen, su carácter, sus servicios. — Muerte misteriosa del licenciado Verdad. — El licenciado Cristo. — Los canónigos Cisneros y Beristain. — Trasládase á Iturrigaray de la Inquisición á Betlemitas. — Lo visita el nuevo virey. — Es conducido á Veracruz. — Es embarcado con su familia á bordo del navio San Justo 6 de diciembre de 1808. — Las autoridades y corporaciones reconocen al nuevo virey. — Los siones.
el
jefes militares manifiestan
Calleja.
su adhesión al gobierno.
— Constanzó. — Dávila. — Iturbide. — Inñuencia
de los oidores.
Excesos de
—Yermo
los
declara terminada su misión.
voluntarios de Fernando Vil, á quienes
nombre de chaquetas. — El virey los disuelve. — Reacción que caracteriza la marcha del nuevo gobierno.
se dio
el
— Los partidarios de la emancipación reanudan sus trabajos. — Difúndese espíritu de independencia. — Circulación de pasquines. — El gobierno manda publicar los el
decretos de
la
Junta de Sevilla.
—
Derogación de
la ley
relativa m la enajenación de fincas y amortización
de Audiencia informa á la Junta de Sevilla de los sucesos acaecidos la noche del 15 de setiembre de 1808. Se manda disolver el cantón de Jalapa. El gobierno vireinal reconoce como suprema capitales piadosos.
— La
—
—
autoridad ú
la
Junta Central.
—
Proclama
del
virey y
— Sucesos desgraciados para — Mezquinas concesiones que hace la Junta Central ó las colonias de América. — Pretensio-
auxilios enviados ú España. las
tivos y
49
'CAPÍTULO
armas españolas.
nes de la infanta doña Carlota Joaquina de Borbón.
—
ol
dos ó Cortes.
convento de
— Reunión
de los oidores y demás miembros del partido español. Nombran virey al mariscal
San Bernardo.
— Ligero
blécese en España la Regencia.
— Los
— Es conducido éste
de su familia
el resto
15.
virey y la Audiencia.
el fin
conjurados á los jefes de la
—
el
el
de setiembre para efectuar
— Asalto del palacio en
Miguel de Lardizábal y Uribe es elegido Nueva España á la Junta Central. Nue-
la
ter y sus escritos.
J.
los
— Don
proceder del primero.
el
el 15
de
virey
el
— El folletista Cancelada, su carác— Es desterrado á España. — Ordena virey al oidor Aguirre que salga para Puebla. — Revocación de esta orden. — Desprestigio del virey. — Conspiración de Valladolid. — Quiénes eran los conspiradores. — Sus trabajos y que se proponían alcanzar.— Relación de Michelena. — Es descubierta la conjuración. Suerte final de los que en ella tuvieron principio. — Medidas defensivas. — Desastres que sufren en la península los ejércitos españoles. — Prevenciones del gobierno para contrarestar una invasión francesa en la colonia. — Esta-
— Manifiesta — Sú-
— Junta del 9 de setiembre. — Pedimento de los fiscales Bataller y Aguirre. — Debates. — Méndez Prieto y Verdad piden al virey que permanezca en su puesto. — Termina la junta sin quedar nada resuelto. — Situación y tendencias de los partidos. — Rumores propalados por partido español. — Decídese éste & derribar á Iturrigaray. — Don Gabriel de Yermo. — Pónese á la cabeza de la conjuración. — Sobornan
entre
negociación de un empréstito de veinte millones de — Confiscación de los bienes del duque de Terra-
vos disturbios entre
Acalorados debates.
movimiento.
— Influencia
— Desavenencias
Acuerdo.
nova.
plica del ayuntomiento.
el
el
diputado por
Iturrigaray su intención de separarse del mando.
Señálase definitivamente
Bodega.
pesos.
de representantes de los
la elección
inquisidor Sáenz de Alfaro.
á España.
y amenazas del Éste convoca ú los ayuntamientos del reino á
Oviedo exponiendo
el
—Nuevas y considerables remesas de dinero — Dase nueva forma al tribunal establecido para juzgar las causas de infidencia. — Orden de la plaza de México. — La Junta Central ordena al arzobispo virey y
— Resolución
nombrar sus representantes.
VI.
éste y del oidor
ciones del partido español, provocados por las pretensiones de la junta de Oviedo.
61
— El arzobispo Lizana nuevo virey de Nueva España. — Su desinterés. — Dirige una proclama á sus gobernados. — Sueédele en el gobierno do la mitra su
CAPÍTULO
remesas de dinero y armas á
Audiencia intenta realizar
el
la
metrópoli.
— La
empréstito de veinte millo-
— Junta promovida con tal objeto. — Elec— Apertura de las Cortes. — Elecciones de diputados en Nueva España. — Las nuevas nes de pesos.
ciones de diputados en España.
concesiones políticas no debilitan
el
ánimo de
los parti-
— Huracán del 19 de agosto. Venegas. — Sus antecedentes y su
darios de la independencia.
— Llegada del virey carácter. — Toma posesión del mando 14 de setiembre de 1810. — Junta extraordinaria convocada por Venesjas. el
— Gracias y recompensas otorgadas
por la Regencia.
Disgusto de los americanos
71
— Elementos que produjeron la revolución. — Conspiración de Querétaro. — El corregidor don Miguel
CAPÍTULO
Vil.
Domínguez. — Su esposa doña María Josefa sonas comprometidos en la conspiración.
Ortiz. — Per— Hidalgo, su origen, su nacimiento, sus primeros años. — Sus estudios. — Ejerce el rectorado en colegio de San Nicolás de Valladolid.- Ocupa el curato de Dolores. — Su dedicación á la agricultura y á la industria. — Sus opiniones políticas y religiosas. — La Inquisición le forma causa secreta en 1800. — Allende, su origen, su nacimiento, sus cualidades. — Aldama. — Abasólo.— Hidalgo promovedor y director de la revolución. — Testimonios y razones ú favor de Hidalgo. — Testimonio de fray (Sregorio de la Concepción. — Juntas de San Miguel. — Dificultad pnra fijar el
el
principio de éstos y de las que posteriormente se establecieron en Querétaro.— Plan de independencia.— Preparati-
vos de Hidalgo para proclamarla cias de Galvún y otros.
— Ochoa
el 1.°
de octubre. —Denun-
— Denuncia de Arias en Querétaro.
y Alonso informan de la conspiración al nuevo
——
—
índice
791
Pág. virey Venegas. — Otra
don Rafael
taro,
renuncia ante
Gil de
cura de Queré-
el
— Procede
León.
— El
la prisión de los conspiradores González.
Domínguez
escribano
frustra los proyectos del corregidor.
— La
tropas para Querétaro.
esposa de éste, doña María Josefa Ortiz, envía á Allende la noticia
de que
la
conjuración ha sido descubierta.
— Prisiones
Prisión simulada de Arias.
tributos.
— Formación
de los
—
las
105
— Sensación y efectos que produce In noticia de la proclamación de la independencia. — Elementos contrarios é la independencia. — La aristocracia, los
CAPÍTULO
—
— Llama
de
—
de fuerzas en la
Don Félix Calleja y don Roque Abarca ponen sobre armas sus brigadas respectivas
del corregidor,
Riaño da orden de prisión contra Allende vigilar ó Hidalgo. Rumores que
manda
— — Concentración
cuerpos de patriotas distinguidos de Fernando Vil.
—
El intendente
— Abolición
capital.
—
de su esposa y de casi todos los conspiradores residentes en Querétaro. Denuncia de Garrido en Guanajuato.
y Aldama y
diez mil pesos,
honores y distinciones á quien entregue las cabezas de Hidalgo, Allende y Aldama. Reflexiones. Salida de
corregidor é
el
Pág-
— Halagos y amenazas. — El virey ofrece
— El
IX.
emisario de la señora Ortiz, no encontrando á Allende en
grandes propietarios, los empleados y el alto clero. Otros elementos contrarios. Protestas de los ayunta-
San Miguel, informa
mientos de México, Veracruz, Querétaro, Oaxaca, Tlax-
inquietan al cura de Dolores.
á Allende.
—
Aldama de las prisiones de Querétaro. — Sale violentamente Aldama para Dolores. —Conferencia de Hidalgo, Allende y Aldama en las primeras á
cala
— Deciden los dos pri— Prisiones de los Dolores. — Arenga de Hidalgo.
independencia.
la
españoles residentes en
— Proclamación de la independencia CAPÍTULO VIII. — Decisión de los habitantes de Dolores
— Dirígese Hidalgo á San Mi— Innumerables voluntarios se unen ú — Entusiasmo popular. — Bandera y gritos de sus guerra de los independientes. — Zozobra de los españoles avecindados en San Miguel. — Intentan por un momento defenderse. — Entra Hidalgo en San Miguel. — Prisión de los españoles de esa villa. — Inexactitudes del historiador Alamán. — Saqueo de la casa del español Landeta. Únese á Hidalgo el regimiento de la Reina. — Instálase en San Miguel una junta directiva. — Primera organización del ejército independiente. — Salida de éste para Celaya. — Intimación. — Entra Hidalgo en Celaya. — Falsedades de Alamán. — Aumento extraordinario del ejérfavor de la independencia.
guel
Grande.
el
filas.
cito independiente.
teniente general.
— Recibe aviso
— Hidalgo, capitán general, y Allende,
— Marcha
el
el
ejército sobre Guanajuato.
intendente Riaño de haber estallado la
revolución en Dolores.
— Alarma en Guanajuato. — Junta —
— Declaración
adhesión. 85
é
Huejotzingo y Tepeaca.
Michoacún excomulga cia.
— El
á este edificio
visiones de boca y de guerra.
lución del intendente.
— Contestación de
—
gran cantidad de proOpiniones sobre la reso-
— Opónense á ella muchos vecinos.
Riaño.
— Fortifícase
la
Albóndiga.—
Riaño pide auxilio con urgencia al brigadier Calleja. Descripción de Guanajuato. — Albóndiga de Grañaditas.
— Intima
Hidalgo rendición
sulta con los españoles
al
intendente.
armados, con
—Éste con-
la tropa
y con
el
— Contestación de Riaño. — Últimas disposiciones militares de éste. — Entran los independientes ayuntamiento. en la ciudad.
nan
á
—Ocupan
los cerros y edificios
Grañaditas.— Atacan
las trincheras
que domi-
de Mendizábal
—
—
Muerte del intendente Riaño. y de los Pccitos. Confusión entre los sitiados. -^ Ataques desde el cerro del Cuarto.
— Los sitiados abandonan los puestos avanzados.
— Entran
— Combates en el interior del edificio. — Muerte de Berzabal. — Matanza los asaltantes en la
de los sitiado?.
Albóndiga.
— Saqueo. — Bando
de Hidalgo para que
—
el saqueo. Convoca al ayuntamiento. — Nombramiento de alcaldes ordinarios, de intendente y de otros empleados. Levantamiento de tropas y nombramientos
cese
militares.
juato.
— — Fundición de artillería. — Alarma en Guana-
— Sale dos veces
Hidalgo para hacer reconocimien-
— Establece uiiu
—
easu de moneda. Sale de Guanajuato con su ejército y marcha sobre Valladolid. Recibe el virey tos primeros avisos de la revolución. Dirige una proclama á los habitantes de Nueva España. tos militares.
—
ú los defensores de la independen-
arzobispo Lizana hace suyo ese edicto.
— La
congregación de eclesiásticos de San Pedro participa
al
virey su resolución de servirse del confesionario, del pulpito y de sus relaciones para contrariar la independencia.
— El obispo de Puebla González del Campillo. — Sus pastorales. — El obispo de Guadalajara adopta el edicto de excomunión
del de
Michoacán.-
El obispo de
Oaxaca
—
La Inquisición Bergosa se distingue por sus denuestos. agita la causa que tenia formada á Hidalgo desde 1800 y
—
Acción del puerto de Carroza. hace nuevos cargos. Opinión de Alamán sobre los motivos que impulsaron é
le
— Inexactitud y — Marcha de Hidalgo
Hidalgo ú marchar sobre Valladolid. malevolencia de dicho escritor. clero de esa ciudad.
— Traslada
del rector de la Universidad.
— El colegio de abo— Manifiestos, proclamas, exhortaciones y folletos contra la independencia. — Alocución del abogado Azcárate. — Reflexiones del doctor Montaña. — Libelos. — La Iglesia declaro guerra terrible á la independencia. — Estrecha unión del trono y del altar. — El obispo electo de
hacia Valladolid.
los caudales reales, los archivos y
Angan-
gados.
tributes.
hacerse fuerte en Grañaditas.
vecindario de
Manifiesto del claustro de doctores.
de las autoridades y vecinos. Primeras disposiciones de Riaño. Publicación del bando aboliendo el pago de
— — Kl pueblo de Guanajuato se muestra favorable é la causa de la independencia. — Resuelve el intendente
— El
San Juan y Santiago de México, el subdelegado de Xochimilco y las autoridades de Chalco y Nopalucan protestan al virey su fidelidad y
horas del 16 de setiembre de 1810.
meros proclamar
,
gueo, las parcialidades de
— Actitud belicosa del obispo y del — El canónigo Ledos, coronel. Aprestos de resistencia. — Llegada de Hidalgo á Acámbaro. — Aprehensión de García Conde, Rui y Merino. intendente
El obispo
Abad Queipo,
Terán,
teniente don Agustín de Iturbide y otras perso-
el
varios canónigos,
el
nas huyen de Valladolid. — Entra Hidalgo en esta ciudad— El gobernador de la mitra levanta la excomunión fulminada por Abad Queipo. — Desprestigio de las censuras de la Iglesia.- Represión de los saqueadores. — Hidalga nombra intendente á don José M. de Ansorena. — Plan
que propone á Hidalgo el sargento mayor Gallegos.— Salida del ejército con dirección á la capital del vireiEntrevista de Hidalgo y Morelos en Indaparapeo. nato. Recibe orden el segundo de asediar la plaza de Aca-
—
—
pulco.
— Revista
— Hidalgo
simo y Allende capitán general.
— Marcha salir 8 su
— El
en Acámbaro.
ochenta mil hombres.
es
ejército asciende á
nombrado generalí-
— Otros
del ejército contra México.
nombramientos.
— Venegas
hace
encuentro á don Torcuato Trujillo con una Este jefe abandona Toluca y se fortifica en
— — Movimiento de Allende. — Trujillo se retira al Monte de las Cruces. — Batalla del Monte de las Cruces, — Felonía de Trujillo. — Entra en México fugitivo y casi solo. — El historiador Alamán lo proclama mes grande que Leónidas en las Termopilas. — Consternación pro-' funda en la cnpital. — Medidas de defcnso. — Venegaá división.
Lerma.
declara á la listas.
\
irgen de los
— Gazmoñería de
Remedios generala de
los rea--
las señoras de la aristocracia. -^
Premios y recompensas.
— Don
Agustín de Iturbide es
ascendido á capitán.— Retirada de Hidalgo.
— Diversas
——
792
———
índice
opiniones de los historiadores.
— Motivos
en poder de los independientes.
probables de
esa retirada
127
Se nombra
Rey.
— Donativos de los
frailes del
Carmen.
entusiasmo de los grandes propietarios.
— Calleja
del Jaral.
marqués
— Fondos de que dishacienda de la Pila. — Los
levanta tropas.
—Campamento
pone.
frailes del
Carmen
en la
pone de acuerdo con
—
—
—
H
el oficial Sevilla.
—
Iriarte aprehende á Herrera y á Sevilla y pone en libertad después de haber saqueado sus soldados las casas de comercio de Sun Luis. Reúnense Allende é Iriarte en San Felipe. El primero después de
intendencia. los
—
en San Miguel y Dolores autorizados por Calleja y Flon.
—
el
— Poca
lego Villerfas y
ción al frente de algunas tropas y se dirige al norte de la
— —
— Reunión de éstos en Dolores.—Toma Calleja mando en jefe. — Atacan los insurgentes Sánchez y Villagrán á Querétaro y son rechazados. — Entra Calleja en esta ciudad. — Sale á atacar á Hidalgo. — Combate de Acúleo. — Parle exagerado de Calleja.
el
— Se hacen dueños de los cuarteles y de la artillería en la madrugada del 11 de noviembre. — Llega Iriarte ú San Luis. — Sale de esta ciudad fray Gregorio de la Concep-
proclama de Promete á Riaño
leen ú las tropas la
Medidas que adopta éste. que marchará en su auxilio y permanece en su campamento. Sale para Dolores el de octubre (1810).— Flon sale de Querétaro para unirse con Calleja. Dirige una proclama á los habitantes de Querétaro. Saqueos Calleja.
doctor Cos para que marche á hablar con
el
— Donativos
— El
al
jefe independiente Iriarte. — Proyecto de avenimiento. — Calleja y Venegas rechazan toda idea de conciliación. — Conferencias entre Iriarte y Cos. — Prisión de éste en Querétaro. — Iriarte entra en Zacatecas. — Revolución en San Luis Potosí. — Fray Gregorio de la Concepción. — Se
y convoca á junta á los propietarios, prelados y autorida-
y
ú Guadala-
—
X. — El brigadier don Félix María Calleja del — Sus antecedentes. — Recibe la noticia de la proclamación de la independencia. — Se traslada á San Luis
CAPÍTULO
des.
— Es llevado
jara y entregado al generalísimo.- El conde de Santiago de la Laguna, intendente interino, convoca una junta.
pasar por Aguascalientes y Zacatecas se dirige á Guadalajara. El brigadier don José de la Cruz. Su expedi-
—
—
—
Huichapam. Terribles medidas de represión. Marcha Cruz á Valladolid pasando por Querétaro y Acámbaro. — Ordenes salvajes de Cruz. Ocupa á Vallación á
importancia de la
—
— Bandos de Calleja y de Venegas conindulto. — Ineficacia de esta disposición. —
acción de Acúleo.
— El
Hidalgo se dirige á Valladolid y Allende á Guanajuato. Recibimiento que esta ciudad hace ul segundo. Sus dis-
gobernador de la mitra declara que el temor le obligó á levantar lu excomunión fulminada contra Hidalgo y lo e.Koomulga de nuevo, así
posiciones de resistencia.
como
cediendo
dolid el 28 de diciembre.
— — Cartas de Allende ú Hidalgo.
trón Calleja y Flon en Guanojuato y
degüello.
sado
la
—Suspéndese
ras
á los
de
lista
—
la
en
intendencia
la
de Valladolid.
— Don
García
Dávila es nombrado comandante general de Michoacán y don Torcualo Trujillo jefe de las armas en Valladolid.
— Campaña
de Morelos en
México durante
dan orden de tocar á
los últimos
el
sur de
la
meses de
intendencia de
1810.
— Origen de — Es nom-
Morelos, su niñez, su juventud, sus estudios.
esta orden después de haber cau-
— Fray — Bando de Calleja.
brado cura de Carácuaro.
muerte de varios ciudadanos pacíficos.
José Muría de Jesús Belaunzarán.
—
Descrédito de las censuque siguen á éste. Iglesia. Demostraciones de adhesión del cabildo eclesiástico. — Reorganización del gobierno rea-
— Sale Calleja de Querétaro y marcha contra Guanajuato. — Ataque de los realistas. — Ocupa Calleja á Valeni:iana y Flon el cerro de San Miguel. — Sulen de Guanajuato Allende y los demás generales. — Kl Defensor de Amé~ rica. — El negro Lino. — Su abominable proyecto. — Horrorosa matanza de los presos en Granadilas. — En-
— Sus
este general. — Fusilamientos en Granadi— Ferocidad de Flon. — Manda Calleja levantar horcas en todas las plazuelas de Guanajuato. — Continúan las ejecuciones. — Victimas ilustres, Gómez, Dávalos, Chovell, Fabie, Ayala. — Cesan las ejecuciones. — Ultimas disposiciones de Calleja en Guanajuato. — Sale de
— Se adhiere á la Revolución. — Marcha á atacarle el
primeros movimientos.
— Este es rechazado
Sábana.
Rapacidad de
comandante
tas.
El coronel don Julián de Avila derrota completamente á
esta ciudad al frente de su ejército y expide en Silao
esclavitud.
un
de Letona plenipotenciario ante
Matanzas de
CAPITULO
la
pueblo.
intendencia.— Llegada del Laguno. — Levantamiento del
— Fuga del intendente
Rendón.— Cae
prisionero
el
lu Concepción se une con Jiménez en Charcas. Avanza este último hacia el Saltillo. Derrota á los realistas Ochoa y Cordero, y éste cae prisionero. Propágase la revolución en Nuevo León y en Texas. — Los vecinos de Baton-Rouge proclaman la indepemlencia de ]a Florida Occidental. — Plan de Calleja para atacará los independientes en Guadalajara. — La derrota de Cor-
—
—
I47
la
169
de
— Se apodera de este puerto por capitulación.— Importancia de este hecho. — Triunfo de la independencia en toda la Nueva Galicia. — Entrada
de
ciudad
de González Hermosillo á
la
ción á Tepic y San Blas.
conde de Santiago de
— Expedición
el
—
— Pánico en la capital
los españoles presos en esa
XII.
— Triunfo de este jefe independiente en Rosa— Ocupa porte del territorio de Sinaloa. — Extiéndese la revolución en Nuevo Santander. — Jiménez propaga norte de San Luis y en (^oahuila. — Fray Gregorio en
muchos españoles. — Entra Torres en Don José María Mercado. — Su expedi-
— Providencias del intendente Bendón.
Esta-
rio.
del obispo y de
cia de Zacatecas.
los
/il
Sonoro.
—
extiende la revolución en lu intenden-
Congreso de
nización del ejército independiente en Guadalajara.
Cabanas organiza un batallón de — Recacho y Villaseñor El primero es derrotado en la Barca y huye á Guadalajara. El segundo es derrotado completamente en Zacoalco. Consternación en Guadalajara. Fuga
solemne de Hidalgo en Guadalajara
el
— Triste fin de Letona. — Despertador Americano. — Juicio respecto de las medidas gubernativas de Hidalgo. — Opinión de Alamán. — Orga-
triunfo de la revolución en
CAPÍTULO XL — Se
de tribu-
dos Unidos de América.
— El obispo
—
— Deroga las leyes relativas ol pago
1811.
de la
— Organiza el go— Don Ignacio López Rayón, su origen y antecedentes. — Nómbrase á don Páseoslo Ortiz
sacerdotes llamado de la Crti.-arfa.
Guadalajara.
la abolición
Dicta otras disposiciones de gobierno.
— El brigadier don Roque Abarca. — Junta auxiliar de gobierno. — Don José Antonio Torres secunda y propaga en Jalisco lu revolución. — Disturbios entre las autoridades realistas. — Deserción de los regimientos pro-
— —
noche del 4 de enero de
bierno de la revolución.
Galicia.
vinciales.
lu
uso del papel sellado y al establecimiento de estancos de tabaco, pólvora y otros artículos de comercio.
el
el
la
en
tos, al
— Se sitúa en León. — Llegada de Hidalgo á Valladolid. — Se ocupa activamente del levantamiento de tropas. — Publica un manifiesto contra edicto de la Inquisición. — Matanza de los españoles presos en Valladolid. — Viaje de Hidalgo á Guadalajara. Sucesos que prepararon
campamento
Paris en su
— Hidalgo en Guadalajara. — Decreta
bando draconiano.
Nueva
Paris.
dero impide
la
ejecución completa de ese plan.
— Salen
Calleja de Lagos y Cruz de Valladolid con dirección é
— Junta de guerra de los independientes en — Decídese á salir al encuentro de Calleja é
Guadalajara. esto ciudad.
impedir su unión con Cruz.
— Marcha
el
coronel Mier
—
——
índice
793
Pág.
contra
cuerpo de ejército de Cruz.
el
éste en
el
puerto de Urepetiro.
— Es derrotado por
Pág-
miento del abogado Aldama y de fray Juan Salazar en Monclova. Fusilamientos de varios eclesiásticos en Du-
—
— Sale Hidalgo de Guada-
— Sitúase en las cercanías del puente de Calderón. — Batalla de Calderón. — Muerte del conde de la Cadena. — Parte reservado de Calleja. — Su
— Proceso de Hidalgo. — Sus declaraciones. — Su manifiesto. — Dudas acerca de la autenticidad de este documento. — El obispo de Durango nombra al canónigo rango.
lajara con todo su ejército.
— Llegada de Cruz á la misma — Proclamas de Calleja dirigidas á su ejército y á los habitantes de Nueva Galicia. — Sus actos de gobierno. — Manifestaciones que dirigen al virey la Audiencia, cabildo eclesiástico y la Universidad. — Marcha Cruz á
Fernández Valentín juez eclesiástico para que proceda Dictamen del auditor Bracho El obispo de Durango concede autorización al doctor Valen-
entrada en Guadalajara. ciudad.
contra Hidalgo.
el
siástica de éste.
San
Blas.
— El
una conjuración contra Mercado.
Aldama
— Triunfo déla conju— Es azotado
—
cura Hidalgo.
al
— Sus
en 30 de julio de 1811.
cura Verdín trama en San Blas
ración y muerte de este ilustre caudillo.
para degradar
tín
— Desbarata á los independientes en la barran-
ca de Maninalco.
—
—
Las cabezas de Hidalgo, Allende, Jiménez son colocadas en los ángulos de la
y
Albóndiga de Granaditas.
— Inscripción que mandó poner
en la puerta de este edificio
su
— Entra Cruz en Tepic
el
intendente Pérez Marafión.
— La gratitud
nacional rehabilita
Fusilamientos de Zea, del padre del y en San Blas. cura Mercado y de otros independientes. Regresa Cruz
de
—
á Guadalajara á fines de febrero (18H
seo de la historia por
cadáver de orden del cura Verdín.
—
).
comandante general de Nueva Galicia Audiencia de Guadalajara. intendencia de Sonora.
— Sucesos
— — Es nombrado
Hermosillo avanza contra
el
de
miento de
Saltillo.
— El
Venegas, por conducto de Cruz, ofrece indulto ú de
revolución.
— Noble
— Aprehensión de este último en Béxar por el padre Zambrano. — El jefe realista Ochoa entra en Zacatecas. — Calleja sale de Guadalajara y se dirige á San Luis. Ordena varios fusilamientos antes de su salida. — Nuevos fusilamientos al entrar en San Luis. — El lego Herrera y
—
la retirada
CAPITULO
XIII
contrarevolucionario en Texas ejecución de su plan.
le
— Manejos
obliga á apresurar la
— ApreAranda. — Em-
de Elizondo.
hende al jefe independiente don Pedro prende Allende su marcha para los Estados Unidos con
los principales jefes de la revolución.— Prisión de Hidalgo, Allende y otros caudillos en Acatita de Bajan.— Crueldades y rigor usados con los prisioneros.- Son tra.sladados de Monclova á Chihuahua. Los eclesiásticos prisionero?,
—
—
al
oeste y sudoeste de
acaudillaban.
— La
Toluca.— Jefes que
guerrilla realista rolante
.
allí
— Sus
—
—
—
191
— Causas que determinaron su traición.— El movimiento
disposiciones administrativas.
al virey á disolverla. Expediciones del capitán realista don Juan Bautista de la Torre. Su crueldad. —Ataca á Zitácuaro el 22 de mayo (1811).-
de los
— Kl teniente coronel don Ignacio Klizondo.
—
depredaciones obligan
jefe
impedir
— Sus
ca situada la
supremo del godon Ignacio López Rayón.—
y Colleja se aprestan á
—
el
—
Venegas
—
— Marcha — Sale Rayón de esta ciudad y Calleja la ocupa sin resistencia. — Emparán derrota á Rayón en rancho áe\ Maguey. — Retirada del segundo á la Piedad, y luego á Zamora. — Después de dividir sus tropas se dirige á Zitácunro. — La revolución en la comarRayón.
Blancas que ocupan esta ciudad son perseguidos y el coronel realista García Conde. Huyen á Nuevo .Santander y son fusilados por el coronel Arredondo. Los principales caudillos de la independencia
jefes independientes
el fusila-
dirección á
Calleja contra Zacatecas.
el jefe
bierno y de las armas á
— Ordena
del Saltillo con
—
—
nombran
— Sale
—
los jefes
—
antes de salir del Saltillo
los independientes.
Iriarte.
—
respuesta de
derrotados por
209
general don Ignacio López Rayón,
cas. Don José Antonio Torres derrota al realista Zambrano en el cerro del Grillo. —Entra Rayón en Zacatecas. Derrota y muerte del comandante español Bringas en Ojocaliente. Conducta prudente de Rayón. Convoca una junta en la que manifiesta sus ideas de gobierno. En unión de Liceaga dirige una exposición á Calleja.— Respuesta de este general.- Verdaderos propósitos de
virey
Hidalgo y de Allende. Resuelven los caudillos déla independencia marchar á los Estados Unidos. Allende envía de embajador ante el gobiermo de esa nación al abogado Aldama. la
— Mérito de los primeros caudillos
— —
—
Mariano Jiménez.
— Fal-
de los desastres
el jefe realista Ochoa. Acción de Piñones y derrota de Ochoa. —Continúa Rayón su marcha hacia Zacatecas. Penalidades de esta retirada. Deserción de Ponce. Llega Rayón á las cercanías de Zacate-
Hidalgo y Allende Se unen con el
al
— Causas
Zacatecas. -Sigúele
—
de Zacatecas y se dirigen
Alamán.
revolución
supremo de
jefe
—
teniente general don José
la
CAPITULO XIV. — El
González
pueblo de San Ignacio.
— Salen
—
de los independientes.
Acción de Piaxtla y derrota de González Hermosillo Retirada de los caudillos de la independencia ú Aguascalientes y Zacatecas después de la batalla de Calderón. Allende despoja á Hidalgo del empleo de generalísimo en la hacienda del Pabellón.
la memoria délos héroes Honores y recompensas. Reflexiones
sobre este período de la guerra de independencia.
y presidente de la militares en la
— El jefe independiente
patria.
la
— Degradación ecle— Su muerte
últimos momentos.
Su derrota y muerte. Llegada de Rayón á Zitácuaro y sus disposiciones de defensa. Ordena Venegas á Empa-
—
rán
asedio de Zitácuaro.- Disposiciones de Calleja en Zacatecas. Sale de esta ciudad el 16 de mayo y se sitúa el
—
en Aguascalientes.
mado por
— Proyecto de armamento general for-
Calleja y adoptado por
el
virey Venegas.
Nueva distribución de las divisiones del ejército realista. — La orden que da á Emparán el virey modifica sensiblemente esa distribución. — Segundo ataque de Zitácuaro. — Derrota de Emparán y retirada de este jefe á Toluca. Sucesos más notables de la guerra en el resto de Michoacán y en Nueva Galicia desde febrero hasta julio de 181L
con excepción de Hidalgo, son llevados á Durango. El comandante general Salcedo nombraun consejo de guerra para juzgará los presos. Don Ángel Abella comisionado
— Diversas guerrillas mantienen la revolución en Michoacáh. — Proclama de don Torcuato Trujillo, comandante de las armas. — Los independientes al mando de don José
para recibir las declaraciones. —Celebración en México, Guadalajara y las principales ciudades de la noticia de las
Antonio Torres atacan á Valladolid el 30 de mayo y son rechazados. Segundo ataque de Valladolid en los días 20, 21 y 22 de julio. Ventajas que alcanzan los indepen-
—
prisiones efectuadas
eíi
Acatita de Bajan.
de Elizondo es universalmente condenada.
— La
traición
— Merecido
fin
—
Continúa en Chihuahua la formación de las causas de los prisioneros. Declaraciones de Aldama y Abasólo. Noble conducta y generosos sentimientos de del traidor.
—
—
Jiménez.— Muerte de Allende, Aldama, Jiménez y de otros — Abasólo es condenado á prisión
jefes independientes.
perpetua y á confiscación de todos sus bienes. T. III.— 100.
— Fusila-
—
dientes
— — Súbita retirada de éstos. — Cruz envía al coro-
nel Porlier contra los pueblos situados al sur de
Guadala-
— Derrota de los independientes en Zapotlán 3 de marzo. — Extrema ferocidad de Cruz. — Canción elegiaca que le dedica fraile dominico Tomás Blasco. — Derrota del cura realista Alvarez en Colotlán. — Don Pedro Celes-
jara.
el
el
tino Negrete desbarata ú su vez ú los insurgentes en el
—
794
—
IKDICE P¿g
Pág-
miemo
— Alcanza
territorio.
Zepotlán y La Barca sobre amenazadora de Cruz
nuevos triunfos
este jefe
Ipgo Gnllaga.— Proclama
el
227
CAPITULO XV. — Pacificación
de las ProFÍnctas internas.
— La revolución en Nuevo Santander. — Derrotas que sufren los independientes y muerte de Villorías en
Matehua-
Cos.
Roo.
encuentro.
campañas de
por
—
la
revolución en Nueva Galicia.
grete.
— Ventajas
mandada por
por
por
—
la
división
— Don
San
—
el
sur de
la
independientes en
la
— Intento frustrado — Defensa de los Veladero. — Abandona
el
Morelos esta última posición y marcha hacia Chilpan— La familia de los Bravos Úñense éstos ú Mo-
— — Acción de (^hichihualoo y derrota del jefe español Garrote. — Entrada de Morelos en Chilpancingo. — Derrota á los realistas en Tixtla y ocupa esta población. — Intenta recobrarla teniente coronel español don Juan Antonio Fuentes. — Es destrozado por Morelos
—
—
—
da de Morelos en Izúcar
y Galeana que le persiguen hasta Chilopa y se apoderan Despliega Morelos grande actividad de esta población.
—
riano Matamoros.
—
—
Galeana vence ú
— Plan de
el
cura don Ma-
— Sale de Pueblael realista Soto-Mace—
los realistas
en Tepecuucuilco y Tuxco. ú fines del
año arzobispo de México. — Bandos despóticos
— Quiénes fueron éstos. — Es descubierta la conjuración. — Prisión y proceso de los conspiradores. — Ejecución de Ferrer y otros en la plazuela de Mixcalco. — Destierro de los frailes agustinos Castro, Negreiros y Resendi. — Carácter sangriento de la guerra. — Ruina de muchas comarcos de Nueva España. — Suscnciones y donativos cuanvirey Venegas en México.
presenta
— El obispo de Oaxaca Bergosa es nombrado
quienes manda fusilar por traidores.— Conspiración contra el
— Se le
Derrota y muerte de Sotoda para atacar á Morelos. Maceda. — Sale Morelos de Izúcar y se dirige Cuantía.
disposiciones
Complots contra su vida y seguridad. Perdona y colma de favores á los asesinos. Su severidad para con Tabares y el norte-americano DaviJ Faro, o
administrativas.
— Nueva Galicia. — Querétaro. — Las guerrillas del — — — —
el
— Sus
—
antigua Vulladolid perpetúa su memoria.
don Mariano Aldiima. — Muelle de éste. — Júntanseá OsorCruelno don Eugenio Montano y don Miguel Serrano. dad del coronel realista donJCiriaco del Llano.— Primeros movimientos en la provincia de Oaxaca Son reprimidos. Morelos sale de Chilapa y se dirige ó Tlapa. — Marcha contra Chiautla y derrota al jefe español Musitu Entra-
relos y Guleana.
tropas.
la
Tampico y cura Correa, de Anaya y de los Villagranes. Osorno en los Llanos de Apam. Únesele la Huasteca.
cingo.
en la organización de sus
de San Miguel y los pueblos de Dolores y Villalongín I".l ayunta-
— Hecho heroico de
Diversos hechos de armas ocurridos en los últimos me?es de 1811.
de Acapulco.
Sábana y
la villa
Felipe.
miento de
intendencia de México. el castillo
— Este célebre guerrillero invade y saquea pocos días
después
—
de Morelos sobre
tarde ataca Albino García á Guanajuato y es recha-
zado.
—
en
cerro del
el
el
más
del Rio, jefe de la
—
el
— Ordena virey Venegas á Calleja que marche contra Zitácuaro. — Disposiciones de este último general. — Sale de Guanajuato 11 de noviembre. — Quince días Calvario.
segunda división de Nueva Gclicia, derrota ó los independientes en Tomatlán, TiquilMuerte del lego Gullaga en pán. Colima y Colotitlán. Despotismo de Cruz. Tomatlán. Pena que impuso al doctor don Francisco Severo Maldonado. La revolución
Manuel
— Correrlas de los independientes de Zitúcunro — El virey confía la defensa
intendencia de México.
octubre á las paitidas de independientes en
realista
coronel Pastor.
el
la
deToluca al coronel Porlier. — Derrota que sufre éste en el cerro de Tenango. — Recibe refuerzos y desbarata el 21 de
Nuevos triundon Pedro Celestino Ne-
alcanzodas
.\lvn y luego
—
Castillo y
en Acuitzio y Zipimeo. Fusilamiento de los trescientos prisioneros independientes que cayeron en este último
Albino Gurda durante agosto y setiembre de 1811 Muerinsurgente Gómez de Laru en Sun Luis de la Paz. fos del teniente coronel realista
marcha de
la
—
Puz y hacienda de
te del
Continúa
—
disposiciones militares de \enegas.
Buetomanle contra los insurgentes de Michoacán. —Triunfa este jefe español
— Enciéndese de nuevo la revolución en la provincia de Zacatecas. — Batalla de los Griegos. — Son de— Nuevas
— — Vigorosas
Ordena
Charcas.
independientes.
la
obispo Campillo envía un manifiesto y emisarios á Rayón Respuestas de estos últimos. Quintana y á Morelos.
el
rrotados los
— Imprenta fabricada porel doctor — Varios jefes no reconocen la autoridad de Junta el
el
la
245
— Se alarma gobierno vireinal con el establecimiento de ésta. — Calleja pone á precio la cabeza de Rayón. — El
el
independientes en San Luis de
hermanos de la península. — Decadencia de los divorfos ramos de la riqueza pública CAPITULO XVI. -Organiza Rayón la Junta de Zitácuaro. — Miembros que la formaron. — Sus primeros trabajos. Publicistas de la Junta.
— Derrota y fusilamiento de Acuña en Tula. — La revolución en San Luis. — Apodérase de Mateliuala jefe 21 de insurgente Gómez de Laru. — Ls derrctudo éste junio. — Las guerrillas en la provincia de Guanujuato. — Albino García. — Su táctica especial. — El lazo y la cuerda. — Diversos encuentros en norte y sur de la provincia. Disposiciones de Calleja. — Ataca Albino Garda á Valle de Suntiago y es rechazado. — Derrotas de varias guerrila.
llas
-
tiosos de los españoles para sostener la resistencia de sus
eii
Venegas.
los conjurados.
ordena
— Disidencias en
del virey
Junta de Zitácuaro.
la
— Esta
fusilamiento del capitán de fragata don Manuel
el
—
Proclama de la Junta con este motivo. de Céspedes. Condena y fusilamiento del insurgente don Tomás Ortiz ordenado por
la
misma
Junta.
— Fin
del
año
portancia respectiva de Calleja y de Morelos.
1811. — Im— Reflexio-
259
nes
LIBRO SEGUNDO 1812 — 1816 Hág.
i'*g-
CAPÍTULO PRIMERO.— Los al virey á
triunfos de Morelos obligan
modificar su plan de ataque contra Zitácuaro.
— Calleja se pone en
movimiento y llega á vista de la villa el 1.° de enero de 1812.— Dificultades que halló en su marcha el ejército realista. Medios de defensa de los inde-
— — Los ataca Calleja 2 de enero. — Toma de Zitácuaro. — Don Ramón Rayón herido. — Pérdidas de los pendientes.
el
— La Junta se traslada á TIulchapa y luego Sultepec. — Bando bárbaro de Calleja. — Saqueo é incendio de Zitácuaro. — Porlier sale de Toluca y ocupa sucesivamente á Tenango y Tennncingo. — Primera acción 3 de encfo. — Triunfo de en la barranca de Tecualoyo Porlier. — Morelos, Bravo y Galeana muévense contra independientes. li
el
Porlier.
-
Segunda acción de Tecualoya
el 17
de enero y
— —
—
índice
795
PAg-
— Retírase Porlier é Tenan— Derrota de Porlier el
descalabro de los realistas.
bates que sostienen
cingo y se fortifica en este pueblo.
— Su retirada á Toluoa. — Morelos se dirige á Cuautla, donde entra 9 de febrero — Vigorosos prepaVenegas para destruir á este ilustre campeón Tropas españolas que llegan á Veracruz en el mes de enero (1812). Ordena Venegas á Calleja que marche á combatir á Morelos. — Resistencia de Caüpja ó cumplir las órdenes del virey. Hace dimisión del mando y Venegas nombra jefe del ejército del
—
—
brigadier Irisarri.
al
— Descontenta al ejército
— El virey ruega á Calleja que siga en mando de las tropas — Carta de Cal leja. — Entra en México al frente de su ejército. — Festejos con que es recibido por partido español. — Concesión de gracias y ascensos. — Promoción general. — Disgusto que esta causa a los oficiales americanos. — Ordena Venegas la salida del ejército del Centro contra general Morelos. — Instrucciones que da Calleja. — Plan de campaña — Sale de México acampa á dos leguas de Cuautla
— Sucesos militares ocurridos
septentrional de
la
intendencia de Guanajuato.
milagrosa que dijo haber visto
el
la
san te recibe
el
mando
cia de
Veracruz
á principios
de 1812.
— Don
la
de
Reflexiones..
C\P1TUL0
II.
.
.
— Junta de
don
Guadalupe
- Número y
relos en este pueblo.
Mo-
calidad de sus tropas
—
Sus últimos preparativos de defensa.— Fuerzas de los sitiadores.— Reconoce Calleja las fortificaciones de la plaza. — Sale Morelos seguido de pocos soldados y se halla en
— Sangriento combate del con— Muerte de los coroneles realistas
peligro de caer prisionero.
vento de San Diego.
Sagarra, Oviedo y conde de Casa Rui— Porfiada lucha en el interior de las casas. El niño Narciso Mendoza.
—
Galeana restablece el combate. de ocho horas son rechazados
— Después los
Marcha
— Propone
In
el
virey la demolición de ésta.—
brigadier Llano contra Jzúcar, y es rechazado 24 de febrero. Retírase Llano y se dirige con
el
23 y el su división al
ner
se
—
á Cuautla.
el
— Calleja
—
hacienda de Santa Inés. Estrogos del asalto casas del pueblo Resolución de Calleja de sitiar
sitúa en la
en las
de un ataque
realistas.
—
campo de
Calleja.
— Morelos trata
marcha de Llano y envía una fuerza á
de Tlayacac
— Es derrotada
—
la
de dete-
barranca
ésta y se efectúa la unión de
Llano y de Calleja. Cuautla circunvalada.— Rómpese el fuego de los sitiadores sobre la plaza el 10 de marzo.— Terrible bombardeo que destruye gran número de casas. Don Miguel Bravo y otros jefes intentan socorrer la
—
México para atacarle una división al mando de Castillo Combate de Lerma. Son rechazados
los realistas.
— — Abandona
el
capitán realista don Gabriel Arcortar
el
agua de Juchitengo.
Los sitiados levantan bajo el fuego de los realistas un reducto en la toma del agua. Sangrientos y diarios com-
—
—
Rayón sus posiciones y
se for-
— Sigúele Castillo y Bustamante y lo derrota 6 de junio. — Fusilamiento de los prisioneros que caen en poder de los realistas. — Entran éstos en mineral de Sultepec. — Disuélvese temporalmente la Junta Suprema. — Rayón sitúa su cuartel generol en Tlalpujahua. — Planes de paz y guerra propuestos á Venegas por doctor Cos en marzo de 1812. — Rápido examen de estos planes. — Manda virey quemarlos por mano del verdugo y prohibe su lectura. — Los impugnan tifica
en
el
cerro de Tenango. el
el
el
el
por medio de Briagas. este
la
prensa
canónigo Beristain y el fraile Minería propone que
el
— El fiscal del Tribunal de
cuerpo pida
sión en la
que ajuste convenios con
al virey
los
—
— Es
desechada esta proposición. Pricapital de algunos individuos acusados de
independientes.
mantener relaciones con
el
general Rayón.
— La
revolu-
ción en la provincia de Puebla y en la parte norte de la
— Jefes
que proclaman en esos rumbos la la Vega, Rosains, Machorro, Gómez y otros. Algunos de éstos atacan n Huamantla El brigadier Olazábal, hosy la toman el 19 de marzo. de México.
independencia: Sánchez de
—
—
convoy que conducía.
derrota
285
y Bustamante.
paíi y
allí los
—
el
tilizado por las guerrillas,
— Dispone Calleja
enemiMéxico
los
el
plaza y se sitúan en la barranca de Mayotepec — Son desalojados por el batallón de Lovera.- Se retiran al Mal mijo.
tropas realistas.
III.
el
Naolinco.
de Cuautla.— Fortifícase
dirigen á
Bravo es
— Esperanzas que alientan los realistas después de la ocupación de Cuautla. — Renombre de Morelos. — Sucesos militares contemporáneos é inmediatamente posteriores al sitio de Cuautla. — Ventajas alcanzadas por comandante realista Paris en Sur. — El virey dirige una proclama á los habitantes de esa zona. — Carta pastoral del cabildo eclesiástico del arzobispado. — Rayón ataca vigorosamente á Toluca 18 de abril (1812). — Se ve obligado á retirarse y se sitúa en Amatepec. — Sale de
CAPÍTULO
273
— Descripción
vigorosa-
Disolución del ejército del Centro
provin-
,
— — Saqueo del pueblo por las
la peste.
— Elogios de este memorable sitio hechos por gos de la independencia. — Vuelve Calleja á
Victoria se pone al frente de las guerrillas de la costa
desde mediados del año anterior.
salida de
la
—
— Palma
del coronel
revolucionaria en
—
—
— Trujano provoca
— Ventajas
— Agitación
ofrece el
hecho prisionero en la hacienda de San Gabriel. El coronel realista Echeagaray es nombrado gobernador militar de Cuautla. Horrible aspecto que ofrecía este pueblo. Triste condición de sus moradores Numerosas víctimas
parte
licia.— Negrete desbarata una gruesa partida de insurdel Rio.
— Calleja
el
revolución.
Manuel
rechazado.
— Ignora Calleja durante algunas horas — Son éstos perseguidos mente. — Morelos y grueso de su fuerza se Ocuicuto y luego á Izúcar. — Don Leonardo
de las tropas destinadas á combatir
gentes á principios de enero
— Es
los independientes.
— Es atacado en Yanhuitlán y rechaza á los independientes. — Reaparece la revolución en Nueva Ga-
la
los
de circunvalación para introducir
la línea
lupita.
— Don José Regules Villa-
insurrección en la Mixteen
— Jui-
oponen
—
comandante Torre. — La
revolución en Oaxaca en enero de 1812.
le
mayo, después de setenta y dos días de asedio Orden de la marcha. Combate en la hacienda de Guada-
—
la
que
del 2 de
— Don Manuel
— Combates en
reducto del agua.
—
—
Grande.
el
evacuarla plaza rompiendo la línea sitiadora. Salida de Morelos y su pequeño ejército en las primeras horas
—
el
— Fiestas improvisadas en
de
ánimo de sus solda-
—
Tulancingo y son rechazadas. Albino García en Guanajuato y Michoacán. García Conde ahuyenta á los indepen-
San Miguel
dos.
el
—
de Mier y Terán establece una fundición de cañones en Sultepec. Las partidas de los Llanos de Apam atacan á
dientes de
—
indulto é los caudillos Morelos, Galeana y Bravo. Contestación del primero. Resuelven los independientes
en otras partes del
vireinato después de la toma de Zitácuaro.
Morelos para vigorizar
se vale
Matamoros
17 de fe-
el
— — Peste asoladora. — Recursos
que
víveres en la plaza.
el
ejército y
Calvario y retirarse.
— Difícil situación de los sitiadores. — Comunicaciones cambiadas entre el virey y Calleja. — Ataca
i'i
brero.
á
independientes.
el
el
el
obligados
cio de Calleja respecto de la resistencia
ese
nombramiento.
ven
se
tosa dentro de Cuautla.
—
centro
independientes en defensa de
los
los sitiados el fortín del
Muerte del capitán realista don Gil Riaíío — Morelos consulta con sus oficiales salir personalmente en busca de víveres. — Opónense aquellos y el coronel Matamoros rompe la línea la noche del 21 de abril. Hambre espan-
rativos de
independencia.
— Atacan
después de tomarlo
el
la
toma.
la
22 de enero.
de
Páf?.
los
—
abandona en Nopalucan el rico Valor de ese convoy. Atacan
independientes á Allixco y son rechazados.
los insurgentes á
Tepeaca y Tehuacán.
entrega por capitulación
al
— — Toman
— Pachuca se — Exe-
insurgente Serrano.
—
796
—
ÍNDICE Pég.
crable matanza en Alfajayucan ordenada por
español Casaeola.
— El realista Claverino
recobra á Pa-
chaca y persigue á los independientes quitándoles toda la nrtillería. Atacan éstos á Tulancingo en los últimos
—
días de
zaba.
— Marcha — Principios
mayo y son rechazados.
— Recobra
á Tepeacn.
ción de independencia por
Expedición de Morelos á Ozuniba, donde recibe ciento diez barras de plata procedentes de
— Los
—
—
de Naolinco.
— Los
miembros de
la
junta
bir
— Marcha
Llano á Veracruz y después de reciun valioso cargamento regresa á Puebla, donde llega
á fines de agosto.
— La
de García Conde contra
revolución en el
el
Bajío: campaña
guerrillero Albino García.
—
— El
primero socorre ó Linares sitiado en San Pedro Piedragorda. Conduce García Conde un convoy á Ouanajuato
—
y es atacado,
aunque
sin éxito,
por Albino García.
— Com-
— Los soldados vencedores saquean la — Fusilamiento de Regules, González Soravia, Aristi y Bonavia. — Morelos da libertad é los prisioneros políticos encerrados en las cárceles de Oaxaca. — Disposiciones políticas y administrativas que dicta este jefe. — dalupe Victoria,
binación de las tropas realistas de Guanajuato con las de
ciudad.
—
Nueva
Galicia para combatir á este guerrillero. Ataca Albino á Irapuato y Celaya y es rechazado. Logra desbaratar el plan combinado en su daño por García Conde
—
y Negrete.
— Es
sorprendido en Valle de Santiago por
capitón don Agustín de Iturbide.
— Este jefe manda
Funerales suntuosos de López, Armenio, Tinoco y Palaprimeros mártires de la independencia en Oaxaca.
el
cios,
fusi-
— Juramento de obediencia
lar ú los ciento cincuenta prisioneros
que caen en su conducta del brigadier García Conde. Fusilamiento de Albino García y de su hermano Francisco. Prosigue García Conde su marcha á la capital y
— Indigna
poder.
Alamún respecto de
—
José Antonio Torres.
—
—
muchos
la
por
y muerte del padre insurgente Salto.
—
Concha prisión Bando del virey ;
— Tercera campaña de Morelos. — Reorga— Muerte de don Francisco
niza sus tropas en Chiautla.
socorrer ú Trujano militares en
los realistas
— Sale
sitiado en
Oaxaca antes de
de Citlala.
de este lugar para
— Sucesos — Quién era
Huajuapam.
este asedio.
— Regules al frente
de una división realista se presenta delante de Huajuapam (.5 de abril de 1812).
Trujano.
Heroica resistencia de Trujano
—
Los padres Sánchez y Tapia intentan socorrerle y son derrotados. Devoción de los sitiados. Regules convoca un consejo de guerra Opónese el y propone salir al encuentro de Morelos.
—
—
— — Preséntase Morelos á la vista de Huajuapam 23 de julio. — Ataca al día siguiente á los sitiadores. — Muerte de Caldelas. — Derrota completa de los realistas. — Pérdidas de éstos. — Merecido renombre de Trujano. consejo. el
— Sale Morelos se sitúa en
de
Huajuapam
Tehuacán
Derrota don Nicolás Bravo Agustín del Palmar.
— Le
al
al
de su división y
de esta situación.
realista
— El
jefe militar
gobierno vireinal con
general don Leonardo Bravo á
la
— Favorables condiciones de — Bravo intercepta las Veracruz y Jalapa. — Detiene por
Puente del Rey.
dias la
marcha de un valioso convoy custodiado 317
brigadier Olazúbal
V.
— Sitúase don Ignacio
López Rayón en Tlal-
Infatigable conspujahua y fortifica el cerro del Gallo. Expeditancia de los defensores de la independencia. ción de Rayón á Huichapam. Su hermano don Ramón
—
— Fusila— Varios encuentros felices de los jefes subordinados á Hayón. — Morelos es nombrado cuarto vocal de lu Junta Suprema. — Este jefe insta á Rayón para que sean cinco los miembros de la misma Junta. — Insiste derrota al reolista Ferrer y toma é Jerécuaro.
miento de Ferrer.
ante
el
presidente de este cuerpo para que cese de invo-
carse por los independientes
el
nombre de Fernando VIL
— Sus observaciones acerca de un proyecto de constitución. — Probabilidades de que ese proyecto fuera formado de acuerdo con Hidalgo. — Ataca Rayón á Ixmiquilpam — Se retira cuando estaba á punto de triunfar. — Corre peligro de ser aprehendido en Huichapam por los VillaFeligranes y vuelve á sus posiciones de Tlalpujahuo. ces correrlos de su hermano el coronel don Ramón Bsrdusco levanto y organiza tropas en UruaRayón.
—
— — Sus campañas en Michoaoán durante los últimos laguna meses de 1812 — Liceaga fortifica los islotes de jefe realista de Yuriria. — Los ataca y toma por «salto Iturbide la noche del 13 de octubre (1812), — Fusila éste á todos los prisioneros que caen en sus monos. — El docpam.
lu
el
Labaqui en San
nombra Morelos
de la provincia de Veracruz.
dena
al frente
— Ventajas
de noviembre.
—
301
Gaicano á
— — Numerodiciembre. — Bravo se el 11
rechozado.
—
del clero se-
cular
— Derrota
el
CAPÍTULO
(25 de junio) haciendo extensiva la pena de muerte ó los
Entra Morelos en Chilapa
el
comunicaciones entre
nes del capitán realista don Manuel de
Ayalu.
la villa y es
defensa que tiene este punto.
cán: derrota de los independientes en Villela; expedicio-
IV.
de Jalapa
sas gavillas asedian á Jalapa en sitúa en
en Guadalajara; su proceso y muerte. Opinión del historiador Mora. La revolución en San Luis de Michoa-
CAPÍTULO
la vista
Ataca vigorosamente
de don
— Parte de su aprehensor el coman— Entra Torres prisionero
— Representación
de
de
—
de otros jefes á
dante realista López Merino.
sacerdotes insurgentes.
— Juicio
— Vacilación
Monuevas operaciones. — Cam-
campaña.
paña de don Nicolás Bravo en la provincia de Veracruz Preséntase en unión durante los últimos meses de 1812.
Lo revolución en Nueva Galicia: innumerables reencuentros durante los primeros meses de 1812; muerte de
— Derrota y prisión
de la toma de Oaxaca. esta
relos acerca del plan de sus
Activa y feliz Iturbide desde julio hasta setiembre (1812).
muchos jefes independientes.
— Importancia
Sur.
—
campaña de
á la Junta de Zitácuaro.
Establecimiento del periódico El Correo americano del
—
regresa con un convoy de mercancías.
—
—
revolucionaria establecida en ese pueblo se retiran á
Misantla.
Ingenio.
el
—
—
las posiciones
á los realistas en
toma ó Orizaba el 29 de octubre. — Avanza el coronel Águila hasta las cumbres de Aculcingo. — Acción de las Cumbres Vuelve Morelos á Tehuacán. Úñensele en este punto las divisiones de Matamoros y de don Miguel Bravo. — Es nombrado Matamoros mariscal y segundo de Morelos. — Don Hermenegildo Galeana es también promovido á mariscal. Sale Morelos de Tehuacán al frente de su ejército y se dirige á Oaxaca.— Medios de defensa de esta ciudad. — Penosa marcha del ejército independiente. — Alarma en Oaxaca al aproximarse Morelos. Huye á Tehuantepec el obispo Bergosa y Jordán. — Asaltan y toman la ciudad los independientes el 25 de noviembre de 1811. — Rasgo de heroico valor de don Gua-
el 10 de junio. Regresa á Puebla conduciendo un convoy de tabaco Vuelve á salir Llano de Puebla con dirección al rumbo de Jalapa. Entra en esta villa el 11 de julio. Se dirige á atacar
—
— Derrota
contra Orizaba.
— Ataca y
Llano apresura
su marcha y entra en Orizaba
— Ataca
Pachuca.
cerca de Nopalucan un convoy realista y es rechazado. Regresa é su posición de Tehuacán. —Se dirige luego
—
— El brigadier
el
de la revolu-
curas Alarcón y Moctezuma obligan al jefe realista Panes á salir de Orizaba. Siguenle á Córdoba y atacan esta ciudad, aunque sin éxito.
vil.
Llano é Dri-
rumbo de Orizaba.
el
Pág.
— Ejecútase esta sentencia en México 13 de setiembre. — Nobilísima y heroica acción de don Nicolás Bravo al saber la muerte de su padre. — Combate del rancho de la Virgen y muerte de don Valerio Trujano. — garrote
capitán
el
•
muerte de
Cos amaga á Guanajuato en los últimos días de Difícil noviembre y se relira en seguida ó Dolores.
tor
—
——
—
—
797
índice
PáQ
Pág.
situación pecuniaria del gobierno vireinal.
que hace uso.
— Sus
— Medios
— Acaloradas discusiones que con este motivo se suscitan en las Cortes. — Proposición del diputado dictamen preMorales Duárez. — Las Cortes aprueban sentado por diputado Gutiérrez de la Huerta. — Tér-
América.
de
disposiciones para adquirir recur-
sos desde principios de 1812.
— Enfriamiento
el
del entu-
el
siasmo con que hablan contribuido los españoles á los gastos de la guerra en los primeros días de la revolución. Reúne Venegas una junta para que haga efectivo un préstamo de dos millones de pesos. — Los eclesiásticos
mino de
que concurren á
la
favor de los insurgentes de
junta en representación del cabildo
—
—
niendo con fervor
— El
— El
por las
de
é la nación.
—
doña Carlota Joaquina. entre ellos
histo-
Alamán da como suyo este juicio del obispo electo de Michoacán — Los miembros del bajo clero favorecen la causa de la independencia. — Gran número de ellos toman partido por la independencia. — Móviles que á impulsaban.
— Prolongación
de
la
guerra.
— Es-
— Triunfos
reprimida en
la isla
explicar
el
—
— Son
sustituidos por
el
gene-
—
Blake y por los oficiales de marina Agar y Ciscar. el diputado Arguelles la libertad de imprenta
ral
Promueve
— Divídese
duque
del Infantado,
— Ultima tentativa
— Constitución de 1812. — Rápida
—
—
principios de 1810 hasta
en España.
CAPÍTULO prenta.
1812
— Miseria pública 345
— Promulgación
y jura de la Constitución Libertad de im30 de setiembre (1812).
VII.
en México
marzo de
— Hambre general —
el
— Evasivas
de Venegas para permitir en Nueva
— Reclamaciones de — Establécese
el
Ramos
Arizpe en las Cortes de Cádiz.
ejercicio de este derecho.
fin
en la colonia.
en
la
capital:
— — Triunfo
las Cortes el i5
en esas elecciones.
cados en
de octubre de 1810 á favor de los compli-
conmociones efectuadas en algunos países de América. Proposiciones que los diputados suplentes americanos presentan á las Cortes.— Suerte que aquéllas las
—
— Llegada de los diputados propietarios de Nueva — Proposición del doctor Belle Cisneros, representante de la ciudad de México. — Niéganse las Cortes á tomarla en consideración. — Debate sobre la plata y alhajas de las iglesias y de los particulares. — Decreto votado por la asamblea respecto de esta materia. — No es publicado en México. — Premios concedidos ul virey y al ejército de Nueva España. — Discusiones por medio de
—
Consulta
de Mier.
— Nueva
Cancelada, El Censor, don Servando Teresa El Español, de don José María Blanco (White).
proposición de los diputados americanos.
es admitida por las Corles.
— No
— Actitud de los representan-
— Sospechosa é interesada conducta
tes
de las colonias.
del
canónigo don Antonio Joaquín Pérez, diputado por
—
—
— Ruda felicitación
santo.
:
populares á favor
ñoso recibimiento que hace á los electores
corren
prensa
de los partidarios de la revolución
— Manifestaciones
de los electores Villaurrutia, Alcalá, Bustamante y SarSus temores. DesdePrecauciones del virey. torio.
España.
la
desde luego
El Juguetillo, El Pensador Mejicano de Elecciones para el ayuntamiento de
Lizardi, folletos.
México.
al
— Periódicos que aparecen
España: Pérez, Guridi y Alcocer, Gordoa, Belle Cisneros. Don Miguel Ramos Arizpe. Amnistía decretada por
—
principales
Breve juicio crítico sobre aqueque cada uno contiene. Promulgación y jura de este código. lla Constitución. Sucesos militares más notables en la península desde
España
—
— Las
reseña de este có-
— Títulos de que consta y disposiciones
asamblea en
esta
liberales y seroile?.
don
de la infanta doña Carlota y
— Confusión en las primeras discusiones de las Cortes, — Los diputados americanos forman un tercer partido. — Representantes notables de Nueva
y la decretan las Cortes.
— — Nom-
—
335
—
Regencia.
el
nes.
para
VI. Declaración de las Cortes españolas inmediatamente después de su instalación. Renuncia de los la
bramiento de cinco regentes:
libera!.
Cortes desechan definitivamente sus porfiadas pretensio-
movimiento simultáneo de insurrección en
miembros de
mayoría
digo.
todas las posesiones españolas de América
CAPITULO
la
de sus partidarios para apoderarse de la Regencia.
de Cuba.
Dificultad de los enemigos de la independencia
canónigo don Antonio Joaquín Pérez, se Son al frente de la Regencia.
el
desbaratadas sus tramas por
Bisbal.
impotentes del gobierno vireinal para termi-
— Insurrección
— Sus cartas y solicitaciones son — Sus partidarios, y
Joaquín Mosquera y Figueroa, don Juan María Villavicencio, don Ignacio Rodríguez Rivas y el conde de La
—
Plata.
— Extin— Pretensiones de la infanta
esfuerzan por colocarla
y reveses de las armas españolas en otras partes del continente americano. La guerra en Venezuela, en el Alto Perú y provincias del Río de la narla.
de los derechos señoriales
abolidos los privilegios.
recibidas fríamente por las Cortes.
riador
fuerzos
— Incorporación
— Quedan
ción de pruebas de nobleza.
—
ello los
Regencia.
la
—
— El
sin tregua á los insurgentes.
este negocio.
los curas de su diócesis
fué superior á Leónidas en las Termopilas.
— El canó-
— Término de — Reformas políticas y civiles decretadas Cortes. — Abolición del tormento. — Organizase
haga guerra
— Pastoral
que toman partido por la revolución. Pastoral de don Manuel Abad Queipo, obispo electo de Michoacán. Defiende éste el derecho divino de los reyes é invoca para ello la autoridad de Lutero. -Xfirma que Trujillo en las Cruces Puebla excomulga á
por las Cortes.
nigo de Puebla don Antonio Joaquín Pérez pide que se
alto clero sigue soste-
obispo de Guadalajara Ruiz de Cabanas.
del
— Cuestión de recursos. —
— — No son admitidas
siciones.
— Descontento
causa de la dominación.
la
las
generales
—
á los particulares la plata y oro de que les despoja, y deja establecida permanentemente la gabela destinada á
que produce esta disposición.
— Asuntos
ContribucioPrimer presupuesto de gastos é ingresos. nes extraordinarias. — Enajenación de edificios y fincas Mediación inglesa. — Marcha que lleva de la corona. Renueva la Gran Bretaña sus propoesta negociación.
—
de caballos.
Nueva España votado por
de que se ocupan las Cortes.
Nueva gabela labrados en vajilla y objetos de lujo. El gobierno vireinal no paga para pagar estos valores.
— Requisición
conocimiento de
el
— Decreto de indulto en
Cortes en 8 de noviembre de Isll.
al
reintegrarles.
en México
exposiciones del Consulado.
las
gobierno vireinal los fondos de la Iglesia y las Bando de Venegas en alhajas y plata de los templos. que exige á los particulares la entrega de la plata y oro
ofrecen
este asunto propuesto por el presidente Giraldo.
— Indignación que causa
—
el
le dirige
día de su
El Pensador.
virey á la Audiencia la suspensión
— Esta corporación
libertad de imprenta.
formidad.
que
el
— Bando
—
de la
opina de con-
de 5 de diciembre suspendiendo
el
— Prisión de Fernández de Lizardi, redactor de El Pensador. — Persigúese á don Carderecho de
la
prensa
libre.
María de Bustamante, y éste huye de la capital y se Hácese une con el jefe insurgente Osorno en Zacatlán. salir con dirección á España á don Jacobo Villaurrutia. Suspende el virey la elección de Varias prisiones.
los
—
—
—
ayuntamiento y luego Constitución.
á la independencia.
motivo de
las
demás prescripciones de
la
— Resultados de esta suspensión favorables — Deliberaciones
las providencias dictadas
en las Cortes con
por Venegas.
— El
— Representaciones del Consulado de México. Contenido de éstas. — Insultos prodigados en ellas á la
Consejo de Estado y
población de Nueva España y á los diputados todos de
ves reñexiones acerca de la influencia del orden constitu-
Puebla.
el
mantenimiento
del
la
mayoría de
las Cortes
opinan por
régimen militar en México.
— Bre-
—
——
798
índice Pág.
— Ataca Berdusco á Valladolid — Cargos que lince Rayón á su colega por esta derrota. — Ataca Liceaga infructuosamente ó Celaya — Ks derrotado en Peña Colorada. — Nuevn España.
cional en
en enero
los realistas y fusilamiento
Rompimiento de
miembros de
los
Junta entre
la
si.
—
—
Salcedo.
el
zado.
la
Constitución.
— Préstamo
estado del erario público.
el
— Angustioso
tropa realista
— Su carta al
marchar contra .\capulco. la.
— Sale de Yanhuitlán
pueblo
la división
el
llegada
al
6 de abril.
Mira.
— Principia
— Toma
de
á
cano.
el
— Marcha Matamoros al encuenlos
— .Situación política del gobierno — Decídese este virey á VIII.
— Elección 1813) — Los
constitucional. (4
de abril de
completo en esta elección.
—
capital.
Toral.
al
recibirle
establecer
el
t:ulleja
sistema
ayuntamiento de México
del
delaciones al virey Calleja
— Él
sumaria contra
los
sacerdotes de Querétaro denunciados
—
—
por Toral. Doña Leona Vicario. Su correspondencia con Rayón y Quintana Roo. El virey Calleja la aprisiona en el colegio de Belcm. Su fuga á Tlalpujahua y fu enlace matrimonial con Quintana Roo. Arreglo de
— —
—
— Supresión de los tribuna— Extinción de la Inquisición. — El inten-
administración de justicio.
extinguido
Mazo recibe los bienes — Compaña en el
tribunal.
Ramón Rayón ocupa
uno partida de
frente de
al
— Los
Salcedo y Defiéndese brn-
jefes rcalistos
—
cercan en Espfíitu Sonto.
lo
los independientes.
— Derrota
del traidor Elizondo en £!
— Marcha Arredondo contra los independientes de Béxar. — El aventurero Alvarcz de Toledo suplanta á Alaidn
3C,.i
Gutiérrez de Lora en
el
mando
de los insurgentes.
Medina y derrota de Alvorez de de agosto de 1813) — Arredondo manda fusilor
Batalla del Encinar de
Toledo
(18
ó los ciento doce prisi'^neros que caen en su poder.
Otros sangrientos ejecuciones ordenadas por Arredondo
Bergosa manda instruir una información
dente Gutiérrez del
de Lara
Indulto Merecido fin de este traidor. y Elizondo. ofrecido por Arredondo, con exclusión de Gutiérrez Lora
— El arzobispo
la
Luis de Oiifs parti-
—
y sus compañeros niegan la absolución ú los penitentes que no denuncian á los partidarios de la independencia.
les especiales
— Proposiciones del — Los rechaza Gutié-
— Don
¡ndigniición.
Bernnrdo
españoles son excluidos por
Asoladora epidemia en la Misiones en México y Querétaro. — El padre
— Sus continuas
revolución.
la
don
pobierno de loa Estados
del
—
—
CAPÍTULO
apoyo
—
deslrozi completamente en
Tonalá (19 de abril de 1813). En premio de esta victoria Matamoros es ascendido á teniente general
el
de las Provin-
Solicita
vomente Gutiérrez de Lara y los obliga & levantar el sitio el 1." de febrero (1813). Los derrota en el Ro/illn y ocupa á Béxar, capital de la provincia (1.» de abril). Muerte de Herrera y Salcedo. El virey nombra comandante general de los Provincias internas de Oriente a\ coronel Arredondo. — Este jefe marcha al encuentro de
—
veinticinco prisioneros.
m
— Gutiérrez
Herrera
12 de abril en
tro de los realistas y
— Sucesos
Oriente. -
internas del
ciones de esta provincia.
del cerro de la
el
independientes
— Rechaza
voluntorios invade á Texas y se opodero de varias pobla-
Acapulco y retirase la guarnición realista al castillo de San Diego. Expedición de las tropas realistas de Guatemala contra Oaxaca. — Dambrini, su jefe, toma á Niltepec y fusila á los
sitúa en
cipa al virey los miras ambiciosas del gobierno ameri-
— Incesantes combates del 7 ni 12 de abril. — Toma — Es herido brigadier Avila.
«—Entran
San Juan Coscomotepec. el ataque de una mandada por el teniente coronel don Anto-
rrez de Lara c
intendente Aya-
hostilizar la plaza el
del baluarte del Hospital.
de esta
Morelos
secretario de Estado Mr. Monroe.
— Pasa sucesivamente — Su
Casa-Mata y
la
— Se
Unidos en favor de
propósito de
OmetepecySan Marcos.
Veladero.
fatales
— Trasládase
— Campaña de don Nicolás Bravo en la — Ataca al puerto de Alvarndo y
Gutiérrez de Lara
23 de febrero dejando en este
de Matamoros.
por Tlaxiaco, Amusgo?,
— Consecuencias
los independientes.
nio Conti (28 de julio de 1813). cias
—
el
— Esta se enirega por capitulación (1813). — Gran material de guerra que
Ventajas de esta posición.
para prevenir los
9 de febrero con
isla
fortaleza.
es rechazado.
ataques de Morelos sobre México y Puebla. Vacilación de Morelos respecto del plan de sus nuevas operaciones. el
la
provincia de Verncruz.
la
de Oaxaca
la
8 Chilpancingo.
el
— Sale
es recha-
del castillo de
rt
campaña para
de un millón de
— Varias disposiciones económicas y administra— Sus primeras providencias militares. — Situación de las fuerzas que defendían la indemando Calleja. — Provincia? en pendencia al recibir revolución. — Distribución de las tropas que dominaba realistas. — Convoyes custodiados por Oluzíibal y BustaCalleja
de
20 de agosto
contenía
as del nuevo virey.
mante.— Plan adoptado por
— El
Acapulco: asedio
nición del castillo.
peSos.
ti\
Osorno y
realista Llórente a
el
San La Roqueta por don Pablo bergantín San Carlos socorre la guar-
—Toma
Galeona.
Nueva España.
éste é los habitantes de
— Ataca
— Morelos en
Diego.
el
Proclama de
Villa-
de julio).
Terreno contra Zacatlán.— Vuelve Osorno á ocupar esta población. Muerte del coronel independiente Montano y del capitán realista
('.os
Sus protestas de adhesión á
(13
general conde de Castro
— Vanos esfuerzos del doctor para dar término á estas disensiones — Calleja es nombrado virey de Nueva F.spnfia — Toma posesión de este alto empleo i de marzo de 1813. — Salida de Venegas para Espuiía. — Sigúele á poco don Torcunto Trujillo. — Llegada á México del nuevo arzobispo Bergosa y Jordán. — Impresión que causa en los partidos nombramiento de Calleja. — Junta.
— Ocupa-
— Indúltanse varios de los jefes que militaban á las órdenes de éste. — El podre Toral es nombrado cura de Huichapóm. — Osorno en Zacatli'in.— Ataca á Zacapooxtla y es rechozado — Expedición del grén
Berdusco y Liceagu declaran Iroidcr á Rayón. Este, en cambio, suspende á aquéllos en pu cargo de miembros de la
de Chiio Villagrén.
— Prisión y muerte de don Julián
Zimopán
ción de
1813 y es rechazado.