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• Rocio Gutierrez

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Mentalidad burguesa. Romero Para el autor la mentalidad es algo así como las actitudes de un grupo social, que poseen mucha fuerza porque encuentran su valor en la tradición. La mentalidad burguesa se fue construyendo a raíz de la experiencia. Es producto de las propias vivencias. Surgen de la vida cotidiana, siendo así cambios a largo plazo, que evolucionan hasta conformarse en una ideología. Hay que distinguir dos aspectos: 1. Los contenidos específicos de la mentalidad 2. El cuadro intelectual en el que estos contenidos se incluyen

Esta distinción es importante en aquellos procesos de cambio en los que por un largo período no existe coherencia entre los pensamiento que empiezan a modificarse por impulso de las nuevas situaciones y los métodos de pensar esos pensamientos. Esta mentalidad aparece en un mundo donde los señores controlan la tierra y todo lo que en ella se produce. Poco a poco aceptan producir para el mercado y pagar salarios, pero

manteniendo ciertos aspectos como las formas de servidumbre.

La evolución de la sociedad burguesa fue un proceso largo, que afectó aspectos económicos, político, social cultural. Constituyó un cambio en la forma de ver el mundo y la construcción colectiva de las formas de vivir.

Es importante aquí resaltar la diferencia que hace José Luis Romero entre mentalidad e ideología, Mentalidad: Es la forma en que los individuos conciben el mundo, y al ser la forma en que una comunidad elabora sus formas de vivir, posibilita la formación de la Ideologia, que es la base de la acción social.

La mentalidad burguesa, surge como contraposición a una tradición centenaria que se basaba en un orden social estático. Desafía a la tradición con nuevas actitudes y experiencias que concretaron los cambios estructurales en la sociedad. Esa tradición, la cristianofeudal, se diferencia de la mentalidad burguesa en todos

los aspectos. La tradicion basaba su ideología, en lo sobrenatural, lo místico, características que le dieron por siglos un carácter de inmutabilidad y estabilidad, tan asi que lograron dominar lo económico, lo social y lo político, influyendo de manera significativa, en la creación de la conciencia colectiva, creando bases de una estructura social rural, temerosa a los cambios.

La estructuración de una sociedad es algo complejo. Es importante destacar los aspectos que dieron paso a la transformación de la mentalidad burguesa en la ideología  base de lo que hoy conocemos como modernidad. Para esto debemos analizar cuál fue la situación social y cultural a la que se enfrentaron los burgueses durante el proceso de formación de su ideología. Nos situamos en la Europa de los siglos XI y XII, una sociedad fundada en el campo, de corte señorial, organizada en feudos, cuyas autoridades eran los nobles y aristócratas y dominaban toda la producción intelectual, artística, además de los ámbitos político y económico. Todo esto se fundía en un solo modelo  el feudalismo. Influenciado en gran medida por el cristianismo. Suponía una enredada relación entre la economía y la religión, lo que fomenta una estructura de carácter estático que no busca el progreso y evita el cambio, ya que el mundo estaba determinado por lo sobrenatural, lo mágico, lo perfecto de la deidad y ésta determinaba el orden de las cosas. Había una concepción del mundo en el que lo terrenal se consideraba profano, pues los sentidos eran engañosos, el cuerpo no tenía ningún valor, lo único importante es la salvación del alma. Los libros sagrados eran la fundamentación del modo de vida del cristiano feudal y permitieron la dominación de la sociedad a través del miedo, un absolutismo, ya que la religión intervenía en todos los aspectos de la sociedad.

Todo este panorama se ubicaba en un mundo aislado, agrario, concentrado en el campo. La vida era estática, no había conciencia de progreso, pues debido a esa devoción extrema religiosa la vida ya estaba fijada y no había posibilidad de cambiar ni la posición social ni la situación económica del individuo.

En contraste a esta estructura tradicional, surge una nueva mentalidad totalmente opuesta. Le permite al individuo volver a participar en la realidad, deja de ser miembro de un todo para ser un individuo, que puede determinar su papel en la existencia. Revolución que implica un cambio estructural de la sociedad y comienza a reinventar las formas de vivir, creando nuevas experiencias que le dan un giro a la forma de conocer. Atacan las formas tradicionales de ver el mundo y sus instituciones. Rechazan el absolutismo religioso y tratan de desligar la religión de la política, y en general la religión de todas las formas del ejercicio del poder. El desarrollo de esta nueva mentalidad implicó un proceso largo de aceptación de la condición humana y una lucha ardua por el poder. En los primeros momentos de la evolución de la mentalidad burguesa no había una exteriorización completa de todas las formas concretas de vida, debían conservarse algunos principios tradicionales para poder incursionar en el sistema tradicional y así poder modificar ese sistema de pensamiento. De alguna manera había que ser parte para poder modificarlo.

Con esta nueva mentalidad vino también una nueva forma de producir, distribuir y consumir los bienes. Con los burgueses surgió una nueva economía, ya que la estructura social aislada y rural, se tornó urbana y las relaciones entre individuos se tornaron más cercanas. En este aspecto fue fundamental la reconstrucción y repoblación de las ciudades que ahora serian el nucleó fundamental de la sociedad.

Este cambio económico genero la transición del hombre agricultor a comerciante, que creó una nueva estructura social manteniendo la dualidad de la estructura tradicional en la que unos hombres trabajan y otros no, pero con nuevas funciones y denominaciones. Surge un nuevo factor: los intermediarios quienes acumularon grandes cantidades de dinero.

Los burgueses fundamentaron su movimiento social sobre la base de ideas que se construyeron con el consenso. Estas le dieron impulso y coherencia a un movimiento que posteriormente se convertiría en el único y con conciencia de obligatoriedad.

La ideología burguesa a diferencia de la cristiano feudal promueve la idea de movilidad social bajo la consigna del dinero, es decir, ya no determina la posición social las tierras o lujos, que se tengan sino que lo importante pasa a ser el caudal de dinero. Esto repercute directamente en la idea de una sociedad dinámica pues aquí los individuos pueden aspirar a escalar socialmente si tienen las posibilidades económicas.

El concepto de movilidad también posibilita la idea de progreso. Esta mentalidad crea un proyecto de futuro con la promesa de la acumulación de capital, he aquí la importancia que para el burgués tiene la industria y por ende en los adelantos e inventos científicos, pues son estos los que en la actualidad permiten acaparar capital que es el fin último del burgués.