memoria inteligencia y conciencia del yo

MONOGRAFIA – TEMA 4 “MEMORIA, INTELIGENCIA Y CONCIENCIA DEL YO” UNIVERSITARIOS: Saavedra Díaz Jamil Andrés Salinas Bel

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MONOGRAFIA – TEMA 4 “MEMORIA, INTELIGENCIA Y CONCIENCIA DEL YO”

UNIVERSITARIOS:

Saavedra Díaz Jamil Andrés Salinas Beltran Alvaro

Docente:

Dra. Diestra

LA PAZ – BOLIVIA 2014

MEMORIA, INTELIGENCIA Y CONCIENCIA DEL YO INTELIGENCIA 1. Definición Capacidad para resolver con buen éxito situaciones nuevas por medio de respuestas adaptativas. Esta capacidad implica la utilización de una serie de funciones psicológicas con primacía del pensamiento. 2. Alteraciones Las alteraciones de la inteligencia comprenden: 2.1 Retardo o deficiencia mental. Es el funcionamiento intelectual por debajo del promedio general que se origina durante el período temprano del desarrollo. Para la OMS existen dos categorías: el retardo mental propiamente dicho, debido fundamentalmente a causas ambientales y sin alteración del SNC; y la deficiencia mental debida a padecimientos del SNC. La clasificación del retardo mental se basa, especialmente, en los resultados de la aplicación de pruebas psicométricas, para lo cual el concepto de cociente intelectual (CI) es preponderante. Entiéndese por CI a la relación entre la edad mental (EM) obtenida en la prueba aplicada, y la edad cronológica (EC) en años de edad cumplidos por el examinado. El resultado se multiplica por cien para obtener el porcentaje de donde se obtiene la fórmula de CI = EM/EC X 100. Se considera el CI de 100 como normal. La OMS preconiza, tomando este criterio, la clasificación siguiente: retardo mental leve, cuando el CI varía entre 50-69; moderado, entre 35-49; severo o grave, de 20-34; y profundo, cuando el CI es menor de 20. Generalmente, los dos últimos se acompañan de padecimientos del SNC. De otro lado, aunque la clasificación psicométrica es útil, el concepto de adaptabilidad social, pese a no tener una medición precisa, es posiblemente más confiable, ya que muchos niños con CI bajo funcionan bien como adultos debido a un buen ajuste social, mientras otros con CI con menor menoscabo terminan en los hospitales u otras instituciones debido a su conducta aberrante. Son, también, útiles la consideración de entrenables y educables. Los primeros, están comprendidos entre los que poseen un CI entre 20 y 34, que se benefician con programas especiales para que puedan cuidarse por sí mismos y realizar tareas sencillas. Los retardos comprendidos entre los CI: 35-69 son educables, a través, también, de programas especiales, llegando a participar en grado suficiente para adquirir pericia vocacional en tareas necesarias para su automantenimiento. Los retardos con menos de 20 de CI tendrán que depender por completo y ser cuidados durante toda su vida. El retardo mental puede ser consecuencia de lesión del SNC de diverso origen, y de un aspecto muy especial y frecuente entre comunidades primitivas o estratos económicamente desamparados, cual es la deprivación psicosocial. (Ver Capítulo 11). 2.2 Demencia. Es el deterioro de las funciones mentales previamente normales, que se manifiesta principalmente en el menoscabo de la inteligencia, el pensamiento, la atención y la memoria; secundariamente en la afectividad y la conducta. Este disturbio es susceptible de comenzar en cualquier época de la vida: infancia, niñez, adolescencia, adultez y con mucha mayor frecuencia en

la senescencia. La distinción entre retardo mental y demencia infantil no siempre es fácil; sin embargo, si se considera que el retardo mental es congénito o adquirido precozmente (período natal o perinatal), entonces todos los disturbios psíquicos deficitarios graves de naturaleza orgánica, precedidos por una etapa de años, en el cual el niño desarrolló y se comportó de acuerdo a su edad cronológica, debe incorporarse a los disturbios demenciales. En cambio, el llamado síndrome deficitario de la atención o daño o disfunción cerebral mínima no se acompaña de reducción o retardo intelectual y, en consecuencia, no es una demencia, a pesar de las serias dificultades de aprendizaje exhibidas por estos pacientes. A la esquizofrenia también se le achaca una forma demencial. 3. Formas de exploración Una buena apreciación de la inteligencia se obtiene a través del estudio del pensamiento. La llamada inteligencia medida es aquella que se obtiene por intermedio de pruebas elaboradas especialmente con ese fin, que varían en complejidad, de acuerdo a la conceptualización acerca de la noción de inteligencia. Así, el Raven o Prueba de Matrices Progresivas está saturado del factor "g" de Spearman. La prueba de Weschler o Escala de Bellevue (WAIS para adultos y WISC para niños) consta de una serie de subtests que evalúan funciones como la memoria, la formación de conceptos verbales, la capacidad de análisis y síntesis, la concentración, la atención, la anticipación, la coordinación visomotora y la organización visual. La importancia de esta prueba radica no sólo en la obtención de un nivel o de un CI de acuerdo a lo esperado para una edad determinada, sino en el estudio funcional de la inteligencia por la discordancia o concordancia de los diferentes subtests. Útil por lo tanto, también, para la exploración de las demencias. MEMORIA 1. Definición Función de recordar o revivir una experiencia pasada con conciencia más o menos definida de que esa experiencia, denominada recuerdo, es reproducida. De otro lado, la memoria comprende por lo menos cuatro procesos diferentes: 1.1 Memorización y fijación (memoria anterógrada). 1.2 Conservación de la información. 1.3 Recuerdo o evocación (memoria retrógrada). 1.4 Reconocimiento. 2. Alteraciones 2.1 Cuantitativas. Las hipermnesias consisten en un aumento extraordinario de la capacidad recordatoria muchas veces cuajado de hechos triviales. Se presentan en las psicosis agudas, en los estados excitatorios y febriles, en los estados crepusculares de origen epiléptico o histérico (disociativo) y en los trances de muerte inminente. Las amnesias se definen de manera general como la pérdida de la función memorística; éstas pueden referirse a la evocación y estar en

relación a la extensión y al contenido. Así, habrá una amnesia masiva cuando compromete grandes porciones del pasado o de todo él; otra, que sólo compromete grandes porciones limitadas y corresponden a la amnesia lacunar; o selectiva, cuando el olvido se refiere a determinadas informaciones relacionadas entre sí, aunque pertenezcan a diferentes épocas de la vida del sujeto. Si se tiene en cuenta la evolución, la amnesia puede ser reversible, progresiva o irreversible. La causa de la amnesia puede ser orgánica como sucede en los traumatismos encefalocraneanos, las enfermedades infecciosas, vasculares, tumorales, tóxicas o degenerativas cerebrales y que pueden tomar cualesquiera de los tipos descritos. Como dismnesias, se conocen las hipomnesias que pueden estar en relación a la dificultad de mantener nuevas informaciones: dismnesia de fijación o dificultad para evocar de nuevo los hechos u objetos que antes se recordaban con facilidad. La de fijación se comprueba en el paciente que no puede mantener en la memoria datos sencillos como nombres, cifras, pequeños sucesos, inclusive a los pocos minutos de haber recibido la información, pero los puede recordar pasadas unas horas o días. Se presenta en los estados depresivos, en los síndromes ansiosos, en las demencias incipientes, cuando hay disminución del nivel de vigilancia o de la atención y en los síndromes donde predomina la apatía; la dismnesia de evocación es la dificultad para recordar en el momento oportuno datos que antes se evocaban adecuadamente, pero estos recuerdos pueden aparecer en otras circunstancias sin esfuerzo alguno. Se presenta en similares situaciones que la anterior. 2.2 Cualitativas. Las paramnesias son fallas en el proceso de reconocimiento, localización y evocación, pero desde el punto de vista de la calidad. Así, en cuanto al reconocimiento están los fenómenos del déjà vu y déjà vécu que se caracterizan porque el sujeto tiene la sensación de haber visto o haber experimentado respectivamente con anterioridad el lugar o la situación en que se encuentra en ese momento, aunque no categóricamente; la variante jamais vu, impresión de no haber visto o estado anteriormente en el lugar, en que se encuentra y que de hecho le es harto conocido, se comprueba como los anteriores en pacientes histéricos y en los momentos previos a la crisis temporales. El falso reconocimiento es la atribución de la calidad de conocido con certidumbre a un objeto o situación percibido o no por primera vez. En algunos pacientes esquizofrénicos es posible comprobar que consideren a extraños como amigos o parientes y negar firmemente que sus amigos o parientes sean tales y sí, más bien, impostores o dobles. Este último síntoma corresponde al síndrome de Sosias o de Capgras. Las confabulaciones son falsos recuerdos de sucesos verosímiles que el sujeto considera que realizó o presenció, muchas veces a partir de la insinuación premeditada del examinador, como sucede en los pacientes con trastornos globales de la memoria evocativa o cuando predomina la alteración de la fijación en la presbiofrenia o el síndrome de Korsakov, en el que las fantasías suplen los recuerdos. 3. Formas de exploración Esta puede comenzarse preguntando directamente si se ha vuelto olvidadizo; de contestar afirmativamente se confrontará luego con los resultados de los exámenes. Si está presente un defecto de memoria se debe precisar si es difuso, circunscrito, constante o variable. Si el compromiso es para la memoria reciente o remota y si se acompaña de otros disturbios del funcionamiento intelectual. Si el defecto de memoria es circunscrito, debe aclararse si está en relación a situaciones específicas personales como el matrimonio o la identidad personal. Tener en cuenta que el paciente tiende a soslayar el déficit recurriendo a la evasión, a generalizaciones o llenando los vacíos con material fabricado como sucede en las confabulaciones. Buenos datos de memoria retrógrada se obtienen en la revisión de los hechos cronológicos de la historia personal como los aniversarios, comienzo y fin de los estudios y de los trabajos, lugares de residencia y

edades de los hijos, por ejemplo. Pruebas simples como la retención de un nombre, un color y una dirección, inmediatamente y después de 5 a 10 minutos, permiten explorar la memoria de fijación, retención o memorización. Para la memoria inmediata se puede utilizar la repetición de series numéricas (series de dos a ocho dígitos a la velocidad de uno por segundo) que deben ser repetidos por el sujeto en cuanto finaliza su enunciado; los números escogidos no deben estar en su orden natural ni sugerir fechas históricas conocidas. Conciencia del Yo Vamos a repasar primero, rápidamente, los atributos del Yo desde el punto de vista fenomenológico o fenoménico, dado por Jaspers,(4) Schneider(5) y Grühle. Los atributos del Yo son: -Vitalidad del Yo, conciencia del existir, es la vivencia de ser concientes de que tenemos un cuerpo y que somos una persona, de que estamos vivos. A esto nos referimos cuando hablamos de vitalidad del Yo, y pasa a ser la parte nuclear del resto de los atributos. Poseemos esos atributos en tanto y en cuanto nos consideremos vivos. Una paciente dice que está muerta, que no tiene cuerpo, que es sólo espíritu. Lo que ve es apariencia. Puede levitar y trasladarse a cualquier parte del planeta o del universo. - Actividad del Yo: se refiere a la vivencia de que uno es actor de sus propios actos, que todo lo que acontece en su interior le pertenece, que uno "maneja" su psiquismo, que lo que hace, piensa o siente le es propio. En la esquizofrenia, donde esta propiedad del Yo está alterada, la persona no se considera actuante, sino manejada e influenciada por otros. La persona tiene la sensación de ser manejada a control remoto. El paciente no es el que hace lo que hace, sino que le hacen hacer lo que hace. En esta patología se pierden los hilos, la conducción del propio Yo, que es lo más desesperante que puede sucederle a un ser humano: perder el control de sí mismo. No el control externo, observado por otros, sino el control observado por uno mismo. -Demarcación del Yo, conciencia del Yo en oposición a lo externo, viene de marco, de enmarcar. Es la diferencia que se establece entre el Yo y el no Yo. Mi Yo tiene su límite en el otro, en los objetos o en lo externo. Está, de alguna manera, enmarcado en una unidad, con respecto a mi Yo y a lo externo. Se siente en la esquizofrenia que, o bien se traspasa el marco del propio Yo hacia lo externo, o bien lo externo lo invade. En lo que clásicamente se llama difusión del pensamiento, los pensamientos no son privados sino vivenciados como públicos. El eco del pensamiento consiste en escuchar los propios pensamientos. El paciente entra en perplejidad al no comprender qué es lo que está sucediendo. Con el avance de la enfermedad, el eco del pensamiento va a generar la idea de difusión del pensamiento. Aquí el límite entre el Yo y el no Yo se borra y es frecuente que si preguntamos algo a un esquizofrénico (por ejemplo: ¿qué estás

pensando?); éste nos mira, se sonríe y dice "Si usted lo sabe". El esquizofrénico no percibe diferencia entre lo privado y lo público. -Consistencia del Yo, también llamado identidad o unidad del Yo, se refiere a que Yo soy Yo en los distintos tiempos en que he vivido. Yo he sido Yo cuando tenía 3, 5, 10, 15 y 25 años, y también soy Yo en los distintos espacios en que he estado. Es una unidad en cuanto evolución en Tiempo y Espacio. Yo he estado en determinado Tiempo y Espacio, y estoy en este momento en determinado Tiempo y Espacio. -Imagen de sí mismo: conciencia de la personalidad, es en realidad una conjunción de todo el resto de los atributos, en cuanto es una resultante que uno tiene respecto de sí mismo, qué cree que uno es. Cada uno construye su propia imagen, algunos se sobredimensionan, como los paranoicos; otros se minimizan, como los depresivos. La modificación de la conciencia del esquema corporal es el conocimiento que tenemos, a cada instante, de la posición relativa de las distintas partes corporales, y de su integración en una noción de la posición de nuestro cuerpo en el espacio. Es esquema corporal está alterado en la anorexia nerviosa, síndrome confusional, síndrome de despersonalización, cenestopatías, delirio autoscópico, síndrome de transformación corporal, delirio de negación de Cotard, etcétera.

Pensamientos fabricados: trastorno de la conciencia de pertenencia del propio yo, en el que el paciente tiene la impresión de que sus pensamientos no provienen de él, es otro el que los ha pensado, un poder extraño se los presenta ya hechos, ya fabricados; él no es autor de sus pensamientos, ya no es dueño de ellos, en suma ha perdido el carácter de propiedad personal de su pensar. Robo del pensamiento: trastorno de la conciencia de pertenencia del propio yo, en el cual el paciente deja de ser dueño de sus propios pensamientos, los cosifica y le pueden ser sustraídos. Si le desaparece un pensamiento, por ejemplo, el paciente lo vive con el sentimiento de que se lo han extraído desde fuera. Imposición del pensamiento: trastorno de la conciencia del yo, también en relación a los pensamientos, pero en este caso ya no son fabricados, ni se los roban. Los pacientes refieren que sus pensamientos no son los suyos, no son como ellos piensan comúnmente, sino que les han sido impuestos. Hay una fuerza extraña, externa a su yo, que los hace pensar de tal o cual modo. Los términos fabricación, robo, imposición, corresponden al relato habitual hecho por estos pacientes, los cuales usan esos mismo términos y por lo que así han prevalecido. - Fenómenos de influencia: llamados también por Jaspers "Acción voluntaria influida". Es un término más genérico, que además de incluir los trastornos de la conciencia de pertenencia al yo en relación al pensamiento, también se refiere a los trastornos de la conciencia de pertenencia del yo en relación a la acción y a la voluntad. La influencia la viven como si desde fuera los obstaculizaran, los inhibieran o los facilitaran.

Vivencias de escisión: trastorno psicopatológico de la conciencia de unidad del yo, en la que el paciente refiere que coexisten en él dos o más personas, seres o fuerzas, las cuales viven simultáneamente. Pérdida de la conciencia de identidad: trastorno psicopatológico de la conciencia de identidad del yo, que va desde sentir una inseguridad acerca de ser uno mismo a través del tiempo, hasta el no saber quién se es en el presente. Los lleva en muchos casos a asumir una nueva identidad. Apersonificación: trastorno psicopatológico de la conciencia de límites del yo, referido en este caso a la ausencia de demarcación entre el yo del paciente y el yo de otro, en el sentido de vivenciar lo que hace y experimenta otro, como si fuera el paciente quien lo hace y experimenta. Es como si su persona se "apropiara" de las vivencias de otra y las hiciera suyas. Transitivismo: con una dirección inversa a la anterior, aquí el trastorno psicopatológico de la conciencia de los límites del yo también se refiere a la ausencia de demarcación entre el yo del paciente y el yo del otro. El enfermo vivencia que lo que él hace y siente, lo siente o experimenta el otro. Dependiente: Un Yo dependiente mediatiza su seguridad a través de los otros. Su fuente de gratificación está puesta en los otros y confía en ellos más que en sí mismo. Habitualmente muestran una fuerte necesidad de apoyo y atención por parte de quienes lo rodean y su estabilidad depende de estas relaciones, ya que cuando no reciben este afecto, la nutrición, el apoyo y la preocupación por parte de los otros, se descompensan, se angustian y deprimen. Independiente: Un Yo independiente por el contrario obtiene el máximo de gratificación consigo mismo. No necesitan del afecto de los demás y es frecuente que usen a las personas que los rodean, como instrumentos y objetos para lograr lo que ellos se proponen, bajo una instancia de autonomía desmesurada. Ambivalente: Un Yo ambivalente es el que no logra integrar los aspectos polares de dependenciaindependencia, sino que más bien los viven en forma alternada y escindida. Por momento parecen muy independientes negando cualquier situación de dependencia, sin embargo, poco después pueden ser muy dependientes como si perdieran súbitamente toda autonomía. Bibliografía. Florenzano, R., Zegers, B. (1998). Funciones psíquicas, psicopa- tología de la percepción. En Carvajal, C. (Ed). Psicología Médica (pp. 78-79 y 91). Santiago: Mediterráneo. Morris, Charles G., Maisto Albert A. (2005). Introducción a la Psicología. México: Pearson Educación. Duodécima edición, pp. 257, 261,262.